Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión, LXIV Legislatura
Versión estenográfica de la sesión solemne con motivo del Día
Internacional de la Mujer, celebrada el martes 10 de marzo de 2020

Apertura de la sesión

Proyección de video alusivo

Intervención de los grupos parlamentarios

Ma. Guadalupe Almaguer Pardo, PRD

Zulma Espinoza Mata, PVEM

Olga Patricia Sosa Ruíz, PES

Julieta Macías Rábago, PMC

María Roselia Jiménez Pérez, PT

Hortensia María Luisa Noroña Quezada, PRI

Madeleine Bonnafoux Alcaraz, PAN

Silvia Lorena Villavicencio Ayala, Morena

Segunda ronda de intervenciones

Ana Lucia Rojas Martínez

Verónica Beatriz Juárez Piña, PRD

Nayeli Arlen Fernández Cruz

Irma María Terán Villalobos, PES

José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña, PT

Lourdes Erika Sánchez Martínez, PRI

María Marcela Torres Peimbert, PAN

Laura Martínez González, Morena

María Wendy Briceño Zuloaga, Comisión de Igualdad de Género

Laura Angélica Rojas Hernández, Mesa Directiva

Entonación del Himno Nacional

Acta de la sesión

Clausura de la sesión


 
 
 
 
 
 

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Pido a la Secretaría haga del conocimiento de esta Presidencia el resultado del cómputo de asistencia de diputadas y diputados.

La secretaria diputada Lizbeth Mata Lozano: Se informa a la Presidencia que existen registrados previamente 304 diputadas y diputados, por lo tanto, hay quórum.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández (11:21 horas): Se abre la sesión solemne.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Se va a proceder a proyectar un video alusivo al Día Internacional de la Mujer.

(Proyección de video)

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: De conformidad con el acuerdo aprobado para el desarrollo de esta sesión, se otorgará el uso de la palabra a los grupos parlamentarios en dos rondas de cinco minutos cada una. Iniciamos con la primera ronda de intervenciones. Se otorgará el uso de la palabra a la diputada María Guadalupe Almaguer Pardo, del Grupo Parlamentario del PRD.

La diputada Ma. Guadalupe Almaguer Pardo: Con su venia, diputada presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Adelante, diputada.

La diputada Ma. Guadalupe Almaguer Pardo: Este 8 de marzo del 2020, en México salimos todas y por todas, buscando que el gobierno atienda integralmente a las mujeres, que dimensione y erradique la violencia feminicida cuyo resultado es el feminicidio por el que son asesinadas 10 mujeres al día.

Este 8 de marzo las mujeres reclamamos por la indolencia de las autoridades que nos revictimizan una y otra vez. Salimos contra el discurso egocéntrico y patriarcal desde Palacio Nacional, donde se propaga y promueve la discriminación, el soslayo del flagelo desde un discurso hueco y sin compromiso, sin compromiso social hacia la igualdad de género.

Es atroz escuchar sobre la incomodidad del presidente porque los medios dieron cobertura a las marchas de miles en las entidades federativas, y de más de un millón en la Ciudad de México este 8M, y el colmo fue el discurso bucólico desde Zacatecas sobre la abnegación, sobre la abnegación de Margarita Eustaquia Maza Parada, esposa de Benito Juárez. Abnegación, esposas de, no. Las mujeres somos protagonistas de nuestras vidas, ni esposas de, ni madres de, ni hermanas de, ni hijas de.

Creer que las mujeres somos importantes por esposas y por abnegadas no es un pensamiento liberal, sino profundamente conservador y retrógrada, nada más falta que nos manden a parir.

Nosotras, como legisladoras feministas, seguimos exigiendo a los hombres, todos, incluyendo a los que están en el poder, a construir un nuevo discurso, uno que acompañe hechos, que construya, que unifique. Un discurso que invite a otro modo de ser, humano y libre. Otro modo de ser, humanas y libres a las mexicanas.

Si como dice, se dice desde Palacio Nacional, se busca terminar desde raíz con la desigualdad, propongan políticas públicas que provean a las mujeres de empoderamiento económico. Sin recursos personales las mujeres seguirán encapsuladas en las violencias. Ser mujer y no tener recursos propios, no tener un cuarto propio es encerrarlas en los círculos de la violencia por ser dependientes económicamente de sus agresores. ¿De verdad no lo sabe? ¿De verdad no lo entiende el presidente?

Este 8 de marzo pintamos de violeta las calles de todo el país contra la violencia y con la ola verde, porque exigimos hile nacional. Salimos a las calles cientos de miles en todo el país y alzamos la voz y gritamos: queremos justicia, no rifas. En el PRD no claudicamos, no transigimos por los derechos, a nosotras no nos limitan ni la palabra ni la causa ni la razón ni la decisión firme y clara de participar en la marcha ni del paro del 9M.

Hoy se le preguntó al presidente, ¿cuál será la respuesta ante la marcha y ante el paro? Y la respuesta es: hay derecho a la manifestación y no hubo violencia. Sí hay violencia, señor presidente, y es la violencia institucional, cuando se tiene la omisión como respuesta.

Participamos porque somos conocedoras de nuestros derechos, resultado de la democracia y la libertad, valores sine qua non de la izquierda democrática y progresista del PRD. Así que nunca hemos necesitado de permiso.

Las feministas no necesitamos pretextos ni nos disfrazamos de su conservadurismo. Luchamos contra la violencia y por la libertad desde nuestros cuerpos.

Si no quieren fracasar dejen el discurso falaz y simulador, omiso por cómplice e irresponsable. Escuchen las exigencias de las mujeres, de las feministas, de esa parte del pueblo de México que desde el feminismo exigimos justicia, igualdad y libertad. Recursos y política pública para las urbanas, las rurales, las campesinas, las productoras, las indígenas, las afromexicanas, las que viven y se enfrentan al cáncer y al austericidio. Mujeres y niñas todas, que integramos el 52 por ciento de la población.

Ni becas ni limosnas clientelares, plagadas además...

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Diputada, su tiempo ha concluido.

La diputada Ma. Guadalupe Almaguer Pardo: ... de opacidad. Por ello, seguiremos levantando la voz. Exigimos que se reconozcan todas las violencias, incluida la institucional y al feminicidio como emergencia nacional. Es cuanto, presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Gracias, diputada.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Tiene la palabra la diputada Zulma Espinoza Mata, del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México.

La diputada Zulma Espinoza Mata: Con la venia de la Presidencia.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Adelante, diputada.

La diputada Zulma Espinoza Mata: Compañeras y compañeros, nunca como ahora me había sentido tan orgullosa de ser mujer, porque nunca antes había visto tanta solidaridad y unidad entre nosotras para abrazar con la firmeza y la pasión con que lo hemos hecho en estos últimos días, la causa de la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres.

A unos días de la llegada de la primavera, la revolución morada, cuyo anhelado fruto es un mundo en donde las mujeres podamos ejercer plenamente todos nuestros derechos, florece de manera abundante, como lo hace en esta época del año las jacarandas, que engalanan las calles y avenidas de la capital de la República.

Esa revolución morada que sacude enérgicamente el centro de la tierra y, la cual, más temprano que tarde terminará derrumbando los viejos edificios sociales, en donde aún se alberga el machismo, se alimenta de la consciencia de niñas, adolescentes, mujeres de todas las edades, de todos los extractos sociales y de todos los rincones del país, que hemos decidido alzar la voz para hacer escuchar nuestras demandas y que no pararemos hasta verlas satisfechas.

El domingo pasado será recordado como el día en que las mujeres mexicanas vencimos el miedo y salimos a las calles para exigir se revierta la situación por la cual atravesamos hoy, y que nos hace sentir inseguras, vulnerables, desprotegidas, frente a la violencia ejercida contra nosotras y, en muchas ocasiones, con consecuencias fatales y que, lamentablemente, ha invadido todos los ámbitos de nuestras vidas.

Las mujeres que el 8 de marzo desbordamos las principales avenidas de muchas ciudades en el país, lo hicimos con indignación, pero también con entusiasmo, de ese que se contagia al vernos las unas a las otras luchando, cada quien desde su trinchera por un futuro mejor para nosotras mismas y también para las generaciones venideras.

El Día Internacional de la Mujer es una fecha que se conmemoró por primera vez hace más de un siglo. Pero, me atrevo a decir, que en México nunca se había hecho con tanta fuerza, como se hizo el domingo pasado. Motivadas por aquellas pioneras del movimiento feminista, a cuya lucha debemos los derechos de los cuales hoy disfrutamos.

Nos hemos tardado más de 100 años en llegar hasta aquí, a este, que no es el punto de llegada, pero sí uno de no retorno al pasado. Nunca más un México que nos excluya. Nunca más un México que no nos ofrezca las mismas oportunidades que a los hombres para desarrollarnos plenamente. Nunca más un México que sea indiferente a nuestro sufrimiento. Nunca más un México en donde ser mujer sea sinónimo de sumisión y abnegación.

Estamos redefiniendo el concepto de ser mujer, para reconocernos y que se nos reconozca como lo que en realidad somos: seres dispuestos a darlo todo por quienes amamos, pero también poderosas, fuertes, valientes, tenaces, talentosas y capaces.

El 8M y el 9M demostramos lo mucho que podemos lograr cuando nos organizamos. El domingo gritamos fuerte en representación de aquellas a quienes la violencia feminicida les arrebató la voz, y ayer lunes fuerte fue también nuestro silencio y notoria nuestra ausencia para evidenciar la urgente necesidad de cambiar la dura realidad que hoy vivimos las mujeres en México, quisimos que se sintiera nuestra ausencia para que nuestra presencia sea valorada, porque esa ausencia es una dolorosa realidad en muchos hogares de nuestro país. No podemos soslayar que, de acuerdo a datos del secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública en enero de este año, al menos diez mujeres fueron asesinadas diariamente.

Nosotras tenemos la fortuna de estar hoy de nuevo aquí, pero en estos momentos hay miles de familias destrozadas porque la violencia en contra de las mujeres les arrebató una hija, a una madre, a una hermana o a una esposa, y eso es algo que no podemos seguir tolerando. Duele reconocer que a muchos le sigue incomodando hablar del tema, pero qué bueno, porque precisamente de eso se trata, de trasladar la incomodidad a la reflexión pública en torno a nuestras conductas y a nuestras actitudes para darnos de cómo estas contribuyen a seguir reproduciendo prácticas que ya deberían formar parte del pasado.

Confío en que si seguimos luchando llegará el día en el cual las futuras generaciones les resultará increíble pensar que hubo una época en la historia de nuestro país en donde las mujeres nos veíamos obligadas a salir a las calles a pedir que nos respetaran, que no nos acosaran, que no nos violaran y que no nos asesinaran. Hoy, no luchamos por la disminución de la violencia de género, exigimos su erradicación total.

Luchamos por un país en donde se persiga y se castigue con toda la fuerza del Estado y de la ley a quienes atentan contra las mujeres. Queremos pasar de ser un país que tolera las prácticas y actitudes machistas a uno que enseña a sus niños...

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Diputada, su tiempo ha concluido...

La diputada Zulma Espinoza Mata: ...y jóvenes a respetar a las mujeres. Queremos un México que deje de ser un país feminicida para convertirse en uno feminista. Muchas gracias. Es cuanto.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Gracias, diputada.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Tiene la palabra la diputada Olga Patricia Sosa Ruíz, del Grupo Parlamentario de Encuentro Social.

La diputada Olga Patricia Sosa Ruiz: Con su venia, presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Adelante, diputada.

La diputada Olga Patricia Sosa Ruíz: La marcha y el paro de las mujeres han sido expresiones inéditas en la historia reciente de nuestro país. Como nunca antes, las mujeres coincidimos en una acción colectiva para repudiar la violencia y el gris escenario en que vivimos. Fueron días que nos hicieron sentir orgullosas por ser mujeres. Rehuimos al silencio y la intimidación para marcar el rumbo social del país que deseamos.

Hemos sido millones de mujeres conmovidas por el dolor y la urgente necesidad de ponerle un alto a la inadmisible violencia. Es por eso que decidimos exigir justicia. Lo hicimos porque creemos que es el momento oportuno para trastocar la conciencia pública.

Estoy segura que ambos días marcarán la historia de México. El 8 y 9 de marzo de este 2020 han devuelto la esperanza a madres que han buscado desesperadamente el paradero de sus hijas desaparecidas, mujeres que han convertido los oscuros sentimientos de impotencia en ánimo para emprender acciones afirmativas, para valorar la vida y erradicar las injusticias y los agravios.

Hoy México vive una emergencia social y de género, y quienes integramos el PES somos conscientes que no podemos aminorar la profunda dimensión del problema. Sabemos que las instituciones llevan años paralizadas en nuestra sociedad y eso ha dificultado poder resolver lo que hoy nos está matando. Resulta incomprensible que las instituciones protejan a los violentos y encubran las prácticas que lastiman y generan sufrimiento.

¿A qué magnitud del horror hemos llegado para amanecer con notas rojas en las portadas de los periódicos nacionales? Y qué insensibilidad por parte de los gobiernos, que a cada paso que dan comprueban su falta de entendimiento sobre las causas y la situación de alta vulnerabilidad en que vivimos.

No hay nada que celebrar cuando tanto nos falta, tanto nos divide y tanto nos reprime. El 8 de marzo en México ha dejado la solemnidad para convertirse en una fecha de protesta que nos unió y nos hermanó.

En el PES rechazamos la pleitesía política, porque sustituye los valores sociales hasta llegar a convertirlos en oportunismo político. Eso significa que no se ha comprendido la responsabilidad que tenemos de hablar sin eufemismos y de nombrar las cosas por su nombre.

Actuar con cálculo político significa ser indiferente al valor que encarnó marchar de la mano de madres e hijas y no marchar por ellas, indiferentes a las mujeres que a título propio decidieron salir a exigir justicia por las hijas asesinadas, que se quedaron sin el amor y la protección de sus madres. Las mujeres estamos transformando nuestro país, resignificando la realidad y produciendo nuevas asociaciones. Todas ellas legítimas.

Desde el PES expresamos nuestra solidaridad con las millones de mujeres que han dedicando su tiempo de vida a sembrar valores para la conciencia pacífica. Nuestro reconocimiento para todas aquellas que han buscado la solución, y la gratitud a quienes sin reparo en la adversidad han defendido y pugnado por la justicia sin distinción alguna, sin triunfalismos de por medio.

Por las que habrán de venir mañana y se sumarán al eterno esfuerzo de antes y después, de la lucha sin tregua de una mujer. Por todo lo que tenemos que construir las mujeres en la actualidad, por todo ello y mucho más, creo en nuestro porvenir.

Sigamos abanderando los proyectos de todas, que buscamos nuevos retos, nuevas oportunidades y nuevos horizontes, porque estamos listas a asumirlos. Es cuanto, diputada presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Muchas gracias, diputada.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Tiene la palabra la diputada Julieta Macías Rábago, de Movimiento Ciudadano.

La diputada Julieta Macías Rábago: Gracias. Con el permiso de la Presidencia. El poder que debe servir para lograr el bien común suele extraviarse porque sirve a intereses oscuros que lo pervierten, y los poderosos simulan y traicionan para lograr objetivos particulares. Esto en parte se explica porque no atendemos lo público y dejamos casi siempre la gobernanza en manos incapaces, mediocres o corruptas.

La mayoría de las mujeres emprendemos el camino de la política con el sueño de lograr dignificarla para recuperar la credibilidad perdida, con la esperanza de servir a la gente, tarea nada fácil y siempre retadora, pues nos enfrentamos al poder machista y misógino que generalmente no muestra su verdadera cara. Ese poder patriarcal, hipócrita, silencioso, que usa la intriga y la mentira, es el más peligroso por falso y cobarde.

Pero en la vileza de su proceder siempre existen complicidades, no solo de hombres, hay también mujeres que son comparsas de estas vilezas con su silencio, con su participación en las estructuras que perpetúan la violencia y con su lamentable apoyo desde posiciones de poder al machismo estructural tan enquistado en nuestra sociedad.

A pesar de ello, este 8 y 9 de marzo la sociedad ha sido testiga y las mujeres hemos sido partícipes de lo que en años por venir será recordado como La primavera morada, con manifestaciones sin precedentes y de forma generalizada en todos los ámbitos de la vida del país y también en muchos otros países.

Un movimiento en el que madres trabajadoras, niñas y jóvenes estudiantes, comunicadoras, académicas y funcionarias de todo el país nos manifestamos unidas en solidaridad con un reclamo común: la urgencia impostergable por frenar la violencia de género que tantas vidas ha cobrado en este país. Esa violencia que nos mata, que nos obliga a vivir con miedo en la calle, con miedo en el trabajo o incluso en nuestra propia casa, esa violencia que nos excluye de las oportunidades y nos impide desarrollar nuestras capacidades.

Por eso hoy es momento de decir basta ya de este poder que nos envuelve y manipula en su violencia, cubierta de fango y de bajeza. Basta ya de premios humillantes con estuche de lodo. ¿Acaso esto merecemos? Ya no solapemos la violencia disfrazada de bondad, no la justifiquemos porque nos beneficia. Ya no permitamos que nos usen para golpear a otras. Qué difícil, ¿verdad? Basta ya de que sirvamos a un sistema que históricamente nos ha despreciado, violentado, utilizado y desechado a conveniencia.

Entonces otra pregunta es obligada. ¿Para dónde vamos, mujeres? ¿Cómo vamos a enfrentar los retos que tenemos por delante? La tarea es enorme. ¿Cómo vamos a rescatarnos unas a las otras, si no es que juntas, unidas, sabedoras de que solo así es posible? Tenemos por delante una tarea titánica, no solo por continuar conquistando espacios y rompiendo techos de cristal, sino por generar una transformación generacional en nuestro país. Para que nuestras hijas gocen de la paz y equidad que nosotras no tuvimos y para que nuestros hijos sean aliados en esta lucha.

Las mujeres representamos un poco más de la mitad de la población en México, y si juntas aprovechamos el momento histórico que estamos viviendo, nada nos podrá detener ni en cantidad ni en capacidad. Recordemos que históricamente nosotras hemos sido pilares de familias enteras. Por supuesto que unidas podemos reconstruir esta nación.

Compañeras, las mujeres somos el 50 por ciento de la población y madres del otro 50. Así que, mujeres, hagamos conciencia: nosotras somos la esperanza casi perdida que este país merece y necesita. Nosotras podemos cambiar la realidad de nuestras vidas, de la vida de la gente. Sí, mujer, nosotras podemos. Gracias.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Gracias, diputada.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Tiene la palabra la diputada María Roselia Jiménez Pérez, del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo.

La diputada María Roselia Jiménez Pérez: (Habla en lengua originaria) Con su permiso, presidenta. Honorable pleno, voy a pedir a todos los diputados y diputadas que nos pongamos de pie para honrar la memoria de todas las mujeres que han caído en esta lucha. Nos ponemos de pie, por favor, diputadas y diputados. (Canta en lengua originaria)

Mujeres que han derramado su sangre por nuestro bien. Muchas gracias, mujeres. Más allá del universo se levanta ya nuestra voz, nuestros pasos por la justicia y su corazón se sentirá bien. Bien nuestro corazón por la vida. Pueden sentarse.

(Canta en lengua originaria y en español) Luchamos por nuestra vida, por la tierra que es sagrada, por sueños y realidades, por los colores del alma. Mujeres poderosas, únicas. No nos dejemos, ahuyentemos la mala sombra que opaca nuestro alrededor, nuestras vidas. Denunciemos mujeres, no nos dejemos.

La transformación la haremos las mujeres. Sí, haremos la transformación desde nuestra casa, educando con valores, con respeto, desde la filosofía, desde nuestra identidad, con igualdad, por nuestro corazón, desde nuestro corazón, desde luego que tenemos esperanza.

Tenemos un gobierno consciente, más humano, un gobierno digno, le demos la mano. Le demos la mano con valentía, con fuerza para transformar esta realidad, el gobierno no va a poder solo, mujeres y hombres, y tampoco los hombres se pueden quedar a un lado, juntos, de la mano construyamos un país de hombres y mujeres. Un país diferente, más digno, más humano. No más muertes en este país. (Habla en lengua originaria).

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Gracias, diputada.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Tiene la palabra la diputada Hortensia Noroña Quezada, del Grupo Parlamentario del PRI.

La diputada Hortensia María Luisa Noroña Quezada: Con su venia, diputada presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Adelante, diputada.

La diputada Hortensia María Luisa Noroña Quezada: Compañeras y compañeros diputados, en esta sesión solemne por el Día Internacional de la Mujer y en el marco de la entrega de la Medalla Sor Juana Inés de la Cruz, mujer que peleó valientemente por las mujeres y que Octavio Paz la refirió como víctima de las fuerzas unidas de la intolerancia eclesiástica, la misoginia de aquella sociedad y la envidia colectiva, recalcamos que a la fecha las cosas no han mejorado, no han cambiado nada. Es por eso que no estamos para felicitarnos.

La esperanza que enarboló quien hoy gobierna no llegó a la igualdad sustantiva ni a nada, fue otra mentira, falacia y demagogia. Y eso nos tiene en el punto crítico en el que estamos las mujeres y nuestra lucha. Y por lo cual fue necesario alzar la voz y cerrar el puño, para llamar a reflexionar con urgencia sobre en dónde estamos y pelear por hacia dónde nos urge llegar.

Esta es la única forma de honrar a las mujeres que han muerto, que han sido asesinadas, que han sido calladas para siempre. Este domingo vi cómo miles de mujeres y niñas empuñaron una sola bandera, la misma de cada 8 de marzo, pero hoy, aunque lo nieguen o ignoren, está teñida de sangre.

Y ayer lunes atestiguamos cómo el voto de la ausencia marcó la presencia de su inconformidad ante un México cada día más feminicida y un gobierno que al asesino, al violador y al agresor les ofrece perdón y abrazos. Por eso, en la histórica marcha del pasado domingo, el estandarte fue las vidas de mujeres y niñas salvajemente arrebatadas. Los nombres de las víctimas de feminicidio, las pieles marcadas por el ácido, las dignidades violadas y el hartazgo hacia una podrida justicia coludida.

¿Cuántos ya no necesitaremos más sesiones solemnes como esta? Espero que un día no tengamos que recordar el referente histórico de barbarie contra trabajadoras que exigían sus derechos. Y mucho menos, la obligada equiparación con nuestra realidad.

Con tristeza veo que en materia de igualdad la preocupación presidencial son las paredes, las puertas y los vidrios. Y el ofrecimiento, prebendas de presencia en la esfera laboral, académica y política. Pero nada por la igualdad sustantiva o contra la reproducción del dominio hacia nosotras.

Entiéndase bien, los asuntos de paridad no se confinan a cuotas de género. Ya basta, así no. Por eso debe quedar claro, nos obligan a ser más insistentes y aguerridas mientras sigamos teniendo una sociedad y gobierno que no nos atienda, que no comprenda nuestros intereses, que no abrase nuestra visión, que menosprecie nuestras propuestas y nos excluya de la agenda nacional.

No queremos que esta lucha, social y cultural, expresada al unísono el pasado domingo por miles de mujeres, se pretenda cubrir con un engaño como el de la rifa de un avión.

¿Es difícil entender que esas actitudes atentan contra la democracia incluyente por la que luchamos? Contra las acciones afirmativas que demandamos y las condiciones que requerimos, ni a las mujeres ni a nadie sirven artificiales cuotas de género ni una paridad simulada, mientras no se aleje la cultura y la forma de hacer política de la preponderancia de comportes masculinos.

Por eso este día, desde aquí, les repetimos una vez más lo que requerimos, lo haremos cuantas veces sea necesario y en cuantas formas nos sean obligadas. Queremos un México justo y no violento. Queremos una sociedad no egoísta ni excluyente, y un gobierno sin protagonismos. Queremos una economía y política que redistribuya la riqueza y también el poder, una justicia que no nos revictimice y una vida familiar con equilibrio de responsabilidades.

Exigimos políticas sociales y culturales para las mujeres y de la mano de las mujeres. Todas y todos merecemos un México sin más muertas, sin discriminación y violencia contra niñas, mujeres adolescentes o indígenas.

Por ello, como el domingo pasado, no permitiremos que nadie ni mucho menos el gobierno intente llevar hacia atrás lo que se ha logrado. Quieren repetir historias que codiciamos olvidar y pretendan revivir condiciones de marginación, pobreza e inseguridad, que tanto nos ha costado enfrentar.

Desde esta tribuna el Grupo Parlamentario del PRI, hoy no solo fija un posicionamiento, hoy refrendamos nuestro compromiso, el de seguir luchando por una igualdad y democracia sustantiva, el conformar mejores gobiernos para y de las mujeres, con acciones que no dividan, sino que enriquezcan y forjen una cultura en donde las diferencias de nuestros cuerpos no polaricen, sino fortalezcan.

El Grupo Parlamentario del PRI queremos que este sea nuestro legado para las futuras generaciones y nuestro aporte en la lucha de las mujeres. Es cuanto.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Gracias, diputada.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Tiene la palabra la diputada Madeleine Bonnafoux Alcaraz, del Grupo Parlamentario del PAN. Compañeros, por favor, les pido respeto. Les pido respeto y orden para que podamos continuar con esta sesión solemne.

Compañeros y compañeras, por favor, les pido respeto. Les pido respeto y orden, y recordar que estamos en una sesión solemne. Adelante diputada Bonnafoux.

Compañeros, por favor, les pido respeto a todas las expresiones de los grupos parlamentarios. Adelante, diputada.

La diputada Madeleine Bonnafoux Alcaraz: Con su venia, presidenta. Honremos su memoria, démosle justicia. Que ninguna mujer más inscriba su nombre en este muro. Compañeras y compañeros hemos dicho tanto que hoy dedicamos nuestro silencio a las que ya no están. Exigimos seguridad y paz.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Compañeros, por favor les pido respeto a las expresiones de todos los grupos parlamentarios y que podamos continuar nuestra sesión solemne. No, que continúe el reloj.

Compañeros, nuevamente, por favor, les pido respeto y orden para que podamos continuar la sesión. Compañeros, nuevamente, por favor, les pido respeto y orden. Compañeros, por favor, nuevamente les pido respeto.

La diputada Madeleine Bonnafoux Alcaraz: El silencio era para las mujeres que ya no están. Queda claro a quiénes no les importa la memoria de quienes no van a regresar.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Diputados, por favor, orden y respeto.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Tiene la palabra la diputada Lorena Villavicencio Ayala, del Grupo Parlamentario de Morena.

La diputada Margarita García García (desde la curul): Presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: ¿Con qué objeto, diputada?

La diputada Margarita García García (desde la curul): Que ya se pueda retirar su material, ya que fue terminada su presentación.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Sí. Les rogamos a los compañeros del Grupo Parlamentario del PAN si pueden mover sus expresiones materiales que han utilizado durante su intervención. Tienen que quedar fuera del espacio de la tribuna. Compañeros, les recuerdo que, de acuerdo con el Reglamento, los grupos parlamentarios tienen el derecho de usar expresiones materiales, pero al final de su intervención deben ser retiradas. Así que les solicitamos atentamente...

La diputada Silvia Lorena Villavicencio Ayala: Diputada presidenta, ya, ¿verdad?

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: A ver, un segundo, por favor, diputada. Les pedimos a los grupos parlamentarios que tienen expresiones materiales aún en la tribuna, que nos ayuden a cumplir con el Reglamento y a retirarlas, si nos hacen favor. Adelante, diputada.

La diputada Silvia Lorena Villavicencio Ayala: Gracias, diputada presidenta. Ciudad de México, domingo 8 de marzo, día de la marcha en favor de las mujeres. La emoción nos hermanaba a quienes nos encontrábamos en el Metrobús viendo cómo las mujeres vestidas de morado y verde subían en cada estación en vagones nutridos de nosotras, colmadas de entusiasmo.

Primera bajada la Glorieta de Insurgentes y la mayoría llegamos hasta la Plaza de la República. Ahí tuvimos que hacer una larga fila para salir de la estación y tomar rumbo al Frontón México. Las jóvenes irrumpieron de todas las calles aledañas a la Plaza de la Revolución y desde ahí se apropiaron de la marcha, dándole color y contenido.

En la Antimonumenta empezamos a vernos como iguales todas, sabiendo que era el momento de hacer historia rompiendo estereotipos acuñados por el patriarcado para alcanzar nuestra libertad y autonomía, para decidir quién ser y cómo ser. El miedo desapareció al sabernos juntas exigiendo el derecho a seguir vivas y sin violencia.

La creatividad fue un sello de muchas mujeres que expresaron en sus cartones sus aspiraciones, exigencias e indignación, algunas haciendo de su cuerpo una representación no solo del dolor y la violencia, sino mostrando su pertenencia. Las pañoletas verdes fueron el símbolo de la apropiación y decisión de nuestro propio cuerpo.

Una marcha donde nos reconocimos en nuestra propia fuerza y poder de cambio, asumiendo la estafeta de otras mujeres que lograron nuestra ciudadanía y reconociendo nuestros derechos que nos toca exigirlos para todos, para todas, y ejercerlos. La empatía desbordó el caudaloso río de mujeres atentas a escuchar el dolor de las familias a quienes les arrebataron a sus hijas, hermanas y madres, y darles un abrazo colectivo.

La manifestación marcó la conciencia de quienes caminamos juntas, de no ceder nunca más al silencio que empodera al agresor o al Estado omiso. Entendimos que ser valiente no solo es perder el miedo a expresarnos, sino a exigir el derecho a tener derechos. Fueron cientos de miles de mujeres exigiendo un Estado sin privilegios como el patriarcado, para darle vida a un Estado de derechos, empezando por la vida de las mujeres y las niñas, libre de cualquier tipo de violencia.

No obstante, esta histórica marcha no fue suficiente para romper con etiquetas y críticas que buscan descalificarla. El movimiento feminista, que se ha apropiado de las calles y que fue acompañado de otras mujeres defendiendo su derecho a una vida libre de violencia, no busca conservar el orden imaginado que niega la igualdad entre hombres y mujeres. Al contrario, es un movimiento que busca transformar la cultura machista, que somete a las mujeres, las violenta y las mata, pero también a los hombres que no cumplen con ese modelo de masculinidad.

Las mujeres fortalecimos con nuestros pasos la democracia, que hoy somos ejemplo con el paro de labores públicas y privadas. Es el más importante movimiento pacifista, incluyente y civilizador al exigir derechos para todas. Dignidad, integridad, igualdad son nuestras divisas. La solidaridad ya nos pertenece y vamos por una agenda que quedó marcada en las paredes y carteles, y en las pañoletas verdes y moradas: por la igualdad salarial, por el derecho al cuidado digno, por el derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo despenalizando la interrupción del embarazo y establecer una política de prevención y erradicación de la violencia feminicida.

Vamos por una vida libre de violencia. Somos la legislatura de la paridad. Y que quede claro: las mujeres de Morena somos feministas y asumimos como nuestra la agenda que compartimos. Vamos sin reserva por el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo y sexualidad reproductiva. Es cuanto.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Gracias, diputada.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Continuamos con la siguiente ronda de intervenciones. Tiene la palabra la diputada Ana Lucia Riojas Martínez hasta por cinco minutos.

La diputada Ana Lucia Rojas Martínez: Muchas gracias, diputada presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Adelante, diputada.

La diputada Ana Lucia Rojas Martínez: Para nosotras nunca más la sumisión, para nosotras nunca más el miedo. Para ustedes nunca más nuestro silencio, su comodidad se terminó.

Este 8 y 9 de marzo hicimos historia, inundamos las calles de una marea incontenible llena de dicha y rabia, de gozo y de enojo, de exigencias y de sororidad. Después vaciamos el país, paramos porque esta máquina de muerte tiene que parar también.

Hoy volvimos, pero 10 mujeres más no van a volver nunca. ¿Y qué sigue ahora?, sigue imaginar posibilidades, construir nuevos mundos y de construir las relaciones de poder que por tanto tiempo nos han impuesto.

Toca también llamar las cosas por su nombre, aunque el señor en su palacio se moleste en cada uno de sus programas matutinos, llamemos a la guerra, guerra, al macho, macho, al represor, represor y a este gobierno nombrémoslo como lo que es: un nuevo régimen conservador, autoritario, fascista y patriarcal.

No importa cuántas mujeres estén dispuestas a lavarle la cara, porque, así como a ellos los nombramos por lo que son también es necesario dejar de conformarnos con mujeres que ocupan espacio y exigir feministas en el poder, transformándolo y no solapándolo.

La legislatura de la paridad tristemente, lamentablemente ha legislado en contra de las mujeres de este país y se tiene que decir claro. La bancada de la mayoría decidió solapar la agenda que el señor desde su palacio ha dictado.

La Guardia Nacional es la materialización de los sueños de guerra de cualquier macho en el poder. La guerra es la máxima expresión del patriarcado y el Ejército es su instrumento.

Fueron incapaces de hacer una evaluación sensata sobre cómo el aumento de delitos que ameritan prisión preventiva nos afectan. Cómo nos pone en riesgo día a día a pesar de que especialistas nos dieron que aumentar penas al delito de feminicidio era caminar en sentido contrario a lo que debemos construir.

Han minimizado las voces que les exigieron reconsiderar la eliminación de las estancias infantiles y los albergues para las mujeres que viven violencia extrema. Prefirieron reducir el presupuesto, destinado a programas que nos permitían vivir de manera más digna y en esta Cámara las mujeres hemos tenido que sentarnos a negociar y regatear nuestros derechos cada vez que tenemos que discutir y votar el presupuesto de la federación.

Los feminismos tienen que poner en el centro de la agenda a las víctimas de la guerra, el desprecio que tiene este gobierno para escucharlas solamente revela su verdadera cara de macho.

No nos sirve su constitución moral ni sus buenos deseos de amor y de bienestar a futuro, no nos sirven los sermones mañaneros ni sus escusas de que hubo un pasado peor. El Estado sigue siendo controlado por quienes protegen el pacto patriarcal, que impide que podamos avanzar en favor de nosotras, que impide que podamos revelarnos en contra de la moral que nos impusieron en nuestra casa, en los templos, en las cúpulas de las organizaciones políticas, que ven como un favor que nosotras estemos aquí.

Este pacto ignora nuestros derechos y los considera una dádiva de los señores con saco y con corbata, con palacio o sin palacio.

Compañeras legisladoras, yo les quiero hacer un llamado, no merecemos que las políticas urgentes para proteger nuestras vidas y nuestra dignidad se dejen para después. Heredemos a nuestras hijas y a nuestras nietas un mejor lugar para vivir, hagamos hoy y ahora que este país sea un lugar para nosotras, sin que ningún señor con palacio o no tenga que darle el visto bueno, sin que nuestros sueños y derechos sean aprobados por quienes se creen dueños de nuestros cuerpos.

Compañeras legisladoras, les propongo que acabemos con el pacto patriarcal que les impuso su coordinador de bancada, el pacto patriarcal que les impuso el señor en su palacio y antes de que acabe esta legislatura construyamos los acuerdos que hacen falta, corrijamos lo que está mal, resistamos las presiones y garanticemos por fin lo que se necesita para que las mujeres en este país podamos vivir seguras, alegres, juntas y, sobre todo, libres. Muchas gracias.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Gracias, diputada.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Tiene la palabra la diputada Verónica Beatriz Juárez Piña, del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática.

La diputada Verónica Beatriz Juárez Piña: Sin duda, con su permiso, presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Adelante, diputada.

La diputada Verónica Beatriz Juárez Piña: Compañeras y compañeros legisladores, que el 8 y el 9 de marzo quedarán inscritos en nuestra historia. Los días en que las mujeres acudimos y paralizamos nuestro país.

Si bien es cierto que en otros años salíamos a las calles como cada 8 de marzo, este fue diferente, porque se ve, ante el alto índice de violencia generalizada que vivimos las mujeres y las niñas, frente a un gobierno que minimiza esta violencia y que descalifica las exigencias de justicia y combate a la impunidad.

A pesar de muchos, este 8 y 9 de marzo marcarán nuestras memorias, miles y miles de mujeres nos movilizamos pacíficamente, sin recursos y paramos con organización, congruencia y comunicación.

Pero también nos manifestamos en contra de un Estado, de un gobierno que no hace eco de estas demandas. Que no atiende las exigencias de poner fin a las violencias feminicidas contra las mujeres y las niñas.

En ese contexto, yo preguntaría a este pleno cuál va a ser la respuesta completa que dará el Poder Legislativo a miles de mujeres y niñas que el 8... las calles y el 9 en silencio y con su ausencia paramos por las que ya no están.

¿Cuál sería la respuesta de la Legislatura de la Paridad para integrar una agenda inmediata que atienda esas demandas? Seguiremos insistiendo ¿que sea con becas o sembrando arbolitos o moralizando el país como se combatirán las estructuras patriarcales y machistas que fomentan la violencia de género?

México no debe ser el mismo después del 8 y 9 de marzo. Estamos obligados y obligadas a responder con prontitud, con eficacia y sensibilidad al clamor que se escucha a lo largo y ancho del país.

Requerimos un gran acuerdo en favor de la vida y la libertad de las mujeres y las niñas en contra de la violencia, así estar en condiciones de eliminar todas las formas de violencia contra la mujer y las niñas y sus causas estructurales. Un acuerdo general para garantizar la igualdad sustantiva, la no discriminación, el acceso a la justicia y el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia en las esferas públicas y privadas, en las instituciones y las leyes.

Requerimos de un acuerdo en el que participe el gobierno federal, que atendiendo la gravedad del problema convoque al Congreso de la Unión, a los Congresos locales, a los gobiernos estatales y municipales, al Poder Judicial, a las organizaciones de mujeres, a las universidades, a los organismos de derechos humanos, a los partidos políticos, a las fiscalías generales, a los medios de comunicación, a las instancias de las mujeres, a todos los sectores sociales y a la iniciativa privada.

Un acuerdo que siente las bases y establezca las acciones para cumplir la ley, a fin de contrarrestar la información y los mensajes de los medios de comunicación que reproducen los estereotipos y la violencia que se dirige hacia las mujeres y las niñas, así como promover en los medios el adecuado tratamiento de las noticias con relación a los feminicidios.

Un acuerdo que mandate al Estado, en general, a realizar campañas de prevención, a fin de transmitir claramente el mensaje de que la vida de las mujeres merece ser respetada.

No más mensajes que hagan vivir con miedo a las mujeres y las niñas, o las responsabilicen de lo que les sucede.

Un acuerdo que tome en cuenta que las escuelas pueden ser reproductoras de violencia, de formas de control y de machismo, y que es conveniente que los planes de estudio de todos los niveles educativos que integran programas educacionales sobre los derechos de las mujeres y la igualdad entre los géneros, diseñando una metodología para intervenir preventivamente y de forma más efectiva por las niñas, niños, adolescentes y jóvenes.

Un sistema judicial que garantice el acceso irrestricto de las mujeres y niñas, víctimas de violencia de género y sus familias a la justicia, y les otorgue el poder para reclamar sus derechos. Una justicia verdaderamente pronta, exhaustiva, independiente, imparcial y de calidad, a nivel federal y en cada entidad.

Un acuerdo que comprenda el compromiso de todas las autoridades e instituciones relacionadas, de coordinarse en forma permanente, a nivel federal, estatal y municipal. Tomar medidas urgentes y designar recursos económicos y humanos suficientes para atender diligentemente las denuncias de violencia física, psicológica y sexual, así como para prevenir las muertes violentas, los homicidios y las desapariciones forzadas de mujeres y niñas.

Un acuerdo que incluya una estrategia de seguridad pública e inteligencia para eliminar los altos índices de violencia en algunas entidades regionales y combatir el crimen organizado que utilizan los crímenes en contra de las mujeres y niñas para mostrar su control sobre el territorio y enviar mensajes a sus enemigos.

Un acuerdo que comprenda una política integral que garantice el derecho a las mujeres libres de violencia.

Aquí el Congreso, en esta Cámara de Diputados, esta legislatura de la paridad, lo que requiere es tener lo antes posible, en verdad, una agenda de género, que nos represente a todas, que represente todas las exigencias.

Ese debería de ser uno de nuestros principales acuerdos también, pero el otro es el que dotemos de los recursos necesarios, que se garantice el presupuesto, que se garantice el presupuesto suficiente para implementar una política integral, para terminar con la pobreza, con la desigualdad y con la violencia, de lo contrario, de lo contrario esta legislatura de la paridad contribuirá a la demagogia que sale desde el Palacio Nacional. Por la vida y la libertad de las mujeres y las niñas.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Gracias, diputada.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Tiene la palabra la diputada Nayeli Arlen Fernández Cruz.

La diputada Nayeli Arlen Fernández Cruz: Con la venia de la Presidencia.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Adelante, diputada.

La diputada Nayeli Arlen Fernández Cruz: La fuerza que sentimos y vivimos las mexicanas el 8 de marzo es histórica, inigualable, se siente en la piel, en el alma, se respira en el aire, resonó como nunca, sin partidos políticos, sesgos ideológicos y edades.

Hemos levantado la voz exigiendo seguridad, libertad, justicia e igualdad de oportunidades. Da rabia escuchar las historias de nuestras abuelas, madres, tías o amigas, mujeres que durante años fueron violadas, sobajadas e incluso asesinadas solo por su condición de mujer.

No fuimos escuchadas, se nos inculcó temer a levantar la voz, y en muchos casos esas heridas calaron duro nuestra alma, siendo testigos de cómo la impunidad cobijó a nuestros agresores.

Hoy, continuamos con la lucha que las más valientes de nuestras mujeres iniciaron décadas atrás, aquellas que se levantaron a cuestionar y exigir derechos que hoy consideramos básicos, pero que por muchos años nos fueron negados, como el derecho a la educación y al voto.

Hoy disfrutamos derechos que, sin la lucha y sacrificio de nuestras antecesoras, jamás habríamos tenido. Hoy, refrendamos nuestro compromiso moral y social, de no callar, de no rendirnos, de no parar, hasta que nuestra reivindicación y reconocimiento como ciudadanas, como seres humanos, como mujeres, sea total.

Somos compañeras de una misma causa, cada día hemos sido más las que levantamos la voz y las que participamos activamente en la construcción de un mejor país. Desde esta tribuna reconocemos a las luchadoras sociales que ya no están, así como lo hicieron por nosotras y unidas en una misma voz decimos: no voy a aceptar más las cosas que no puedo cambiar, voy a cambiar las cosas que no puedo aceptar.  Nunca más callaremos. Nunca más asumiremos ese papel de sumisión. Nunca más nos rendiremos ante lo vulnerable de nuestro derecho a hablar, a expresar y a exigir.

Hoy también recordamos y levantamos la voz por todas las mujeres que han sido víctimas en este país y les prometemos que sus delitos no quedarán impunes, que su voz seguirá sonando en cada marcha, en cada tribuna, en cada espacio en el cual una mujer siga luchando por nuestros derechos.

El domingo las calles de esta Ciudad y del país se pintaron de morado, en una manifestación histérica sin precedentes, donde mujeres de todas las edades se hicieron presentes con un mismo fin, dejar bien claro a todas, que nos queremos vivas, libres y sin miedo.

Ayer, en un acto de sororidad, de deseo de visibilizarnos en la vida de nuestro país, decidimos desaparecer del plano donde participamos diariamente, lo hicimos con el motivo imperante de invitarlos a una reflexión de lo que sería la vida sin nosotras.

México fue testigo de un día sin mujeres para ser visible desde la invisibilidad, un día en el que, sin previo aviso, una maestra no llega a dar clases, unos hijos no encuentran nunca a su madre, una hija sale de fiesta y no vuelve, porque diariamente para 10 mujeres, esto no es un simulacro.

Somos víctimas del pasado, pero ejemplo resiliente del futuro. Somos la generación de mujeres que ya se cansó de vivir en un país, donde pasa todo y no se hace nada. Somos las mujeres que no callamos ante las injusticias. Somos la generación que exige igualdad, seguridad, justicia y libertad, y la vamos a conseguir.

Y en mi calidad de mujer y legisladora, quiero aclarar desde esta tribuna, que contrario a lo que muchos todavía creen, el feminismo no es una guerra de mujeres contra hombres, o que ya no es necesario continuar en la lucha, porque la ley nos otorga los mismos derechos.

A quienes lo piensan quiero decirles lo siguiente: hoy somos muchas las que podemos estudiar, trabajar, podemos participar en las decisiones de nuestro país, decidir cuándo ser madres o no serlo. Pero lamentablemente hoy son muchas las que en algún momento sufren violencia, física, psicológica, aún piden permiso para salir de casa, llevan solas la carga del hogar y el trabajo del cuidado familiar, sufren discriminación.

Soy solidaria con todas nuestras mujeres que han sufrido eso y porque soy sorora en esta lucha, hoy somos todas las que vivimos con miedo de salir a la calle y no regresar. Sufrimos acosos, somos estigmatizadas y juzgadas.

Aun en el ámbito laboral, tenemos que demostrar con mucho esfuerzo y con hechos contundentes nuestra capacidad. Y así esta lista de historia de mujeres podría ser interminable. Las invisibilizadas, estigmatizadas o violentadas. Nuestra realidad no es la realidad de todas.

Por eso, hasta que nacer mujer en este país no sea una desventaja, hasta que avanzar en un trabajo nos resulte equitativo, hasta que toda mujer pueda salir de casa sin miedo y hasta que no exista un feminicidio más, no descansaremos.

Nuestra meta es la igualdad sustantiva, la que se vive en las calles, esa que va más allá de lo que dicen las leyes. Es y será siempre nuestra meta, nuestro incentivo para continuar con esta lucha, con esta exitencia, con esta voz, que no volverá a callar nunca más.

Mujer, la lucha es nuestra. Y sí, necesitamos aliados hombres, comprometidos, dispuestos a replantearse sus conductas, pensamientos, las creencias con las que fueron educados y que fueron educados y que toda la vida el mismo sistema les dijo que estaban en lo correcto.

Hombres con apertura, dispuestos a escucharnos, a entendernos, a aprender y a reaprender, a reconstruirse, a informarse y solidarizarse desde este lado que les corresponde haciendo de su parte para construir un verdadero futuro igualitario. Pero en tanto esos aliados no despierten, cada día alzaremos más las voces de solidaridad, reclamo y exigencia.

Que el 8 y el 9 de marzo de 2020 no se olviden. Que la memoria colectiva nos recuerde históricamente como el parteaguas del inicio de tiempos diferentes, de tiempos mejores. Que a todos y a todas las presentes y futuras generaciones se les grabe. No hay un paso atrás.

No vamos a parar. Unidas, fuertes, sororas más que nunca, y que desde todos los rincones del país gritamos y gritaremos fuerte al unísono que, si toca a una, responderemos todas.

Por ti, por mí, por las que ya no están, por las que aún las buscan, por aquellas que lucharon y todas aquellas que hoy luchas y seguiremos luchando. Es cuanto. Muchas gracias.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Tiene la palabra la diputada Irma María Terán Villalobos, del Grupo Parlamentario del Partido Encuentro Social.

La diputada Irma María Terán Villalobos: Con el permiso de la presidencia.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Adelante, diputada.

La diputada Irma María Terán Villalobos: Compañeras y compañeros diputados, este 8 y 9 de marzo hemos dado al mundo un ejemplo de solidaridad, de sororidad y sobre todo de unidad nacional en un tema que nos incluye a todas y a todos. Miles de mujeres tomamos las calles del país para desaparecer al día siguiente con la única intensión de mover conciencias, pero más importante aún, de valorar nuestra labor en la sociedad.

En el Día Internacional de la Mujer conmemoramos la lucha histórica de aquellas que nos precedieron, y hoy asumimos ser la voz de aquellas niñas y mujeres silenciadas por un sistema opresor, desigual e injusto. Somos conscientes porque desde el PES hemos participado en el reclamo colectivo para denunciar el hostigamiento, el acoso y, en las últimas semanas, el reclamo de justicia ante la violencia feminicida que ahoga en llanto los hogares y familias de México.

Como hemos denunciado históricamente, esta violencia es generalmente precedida por otros tipos y niveles de violencia que sufrimos sistemáticamente las niñas, jóvenes, adultas y adultas mayores, violencias que se dan de manera reiterada en la escuela, en el trabajo, en el seno familiar, en aquellos espacios ganados para crecer, aprender y desarrollarnos.

En el PES buscamos un nuevo contrato social entre géneros, basado en el reconocimiento de los derechos civiles, políticos, sociales y económicos de las mujeres; defendemos la igualdad sustantiva como razón para mejorar nuestra sociedad y pugnamos por erradicar la discriminación y el racismo contra la mujer.

Compañeras y compañeros diputados, hoy como sociedad hemos dado muchos pasos hacia atrás porque tenemos que salir a las calles con un reclamo para pedir respeto a nuestro derecho de vivir. Nos angustia vivir en un país donde diariamente asesinan a 10 mujeres por el simple hecho de ser mujer. Y todavía hay quienes niegan esta realidad por defender una posición política y para eludir su responsabilidad.

En el PES hacemos un respetuoso llamado para seriamente enfrentar los problemas. Reconocemos que estamos frente a un tema de carácter social, de derechos humanos, de valores, de educación, de humanidad, un tema que nos involucra a todas y a todos.

Y hoy es un buen momento para recordar a todas esas mujeres que se quedaron en la lucha por la búsqueda de la igualdad de género y reconocer a nuestras compañeras que desde hace varias legislaturas dedicaron su tiempo para lograr tipificar el delito de feminicidio.

Y como lo hemos dicho, el PES busca la homologación de los Códigos Penales para juzgar el delito de feminicidio. Porque eso significa actuar haciendo lo socialmente correcto, y no lo políticamente aplaudido. Hoy lo socialmente correcto, insistimos, es atender y solucionar los problemas de género que ocurren en todo México. No hablamos exclusivamente de las muertas de Juárez, hablamos de las muertas de todo México. Y eso duele y duele mucho.

En el PES estamos convencidos de que se puede erradicar la violencia de género a través del restablecimiento del tejido social, del fortalecimiento de valores, de la educación y la familia. Es cuanto. Muchas gracias por su atención.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Gracias, diputada. Tiene la palabra la diputada Ruth Salinas Reyes, del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano.

La diputada Ruth Salinas Reyes: Con su permiso, señora presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Adelante, diputada.

La diputada Ruth Salinas Reyes: Hoy quienes hablamos desde esta tribuna tenemos el gran privilegio y responsabilidad de hablar por miles de mujeres que no tienen la oportunidad de ser escuchadas por toda una nación. Nosotros y nosotras, sí.

Durante décadas, en un 8 de marzo se plantaron en esta misma tribuna para festejar, felicitar y abrazar a las mujeres, como si hubiera algo que celebrar. Vulnerables, víctimas, sumisas, débiles se decía. Y sí. Truncadas de nuestra voz, selladas en boca, pero jamás en conciencia, pensamiento y acción. El 8 y 9 de marzo de 2020, ejemplo de lucha, de caminar, de reflexión, de un grito en silencio, de desesperación y de hacer visible lo invisible. De preguntas sin respuestas.

Compañeras y compañeros diputados, el día de ayer marcó un hito en la historia de nuestro país. Las mujeres, con nuestro silencio logramos demostrar que esta sociedad necesita de nosotras en lo político, en lo social, en lo económico, en lo académico, en todos y cada uno de los ámbitos en los que nos desempeñamos.

Las mujeres dimos muestra de que con la participación organizada podemos realizar cualquier tarea que nos propongamos, ya sea marchando o ya sea callando, siempre haciendo valer nuestra fuerza y nuestra valía.

El Día Internacional de la Mujer hoy cobra nuevo significado, un nuevo sentido... a ser afectada a la opresión y a la discriminación hacia nosotras. Hoy nuestra exigencia la hacemos con más fuerza y la hacemos de todas y todos. Nuestra exigencia resuena con mayor fuerza en nuestros días, donde la violencia nos ha acaparado, nos oprime, no nos deja crecer, no permite que gocemos de derechos que tenemos, no permite que tengamos las mismas oportunidades que los hombres. Aún no existe la equidad. Hoy las mujeres ganamos menos dinero y trabajamos en muchos casos, más.

El Foro Económico Mundial estima que se necesitarán 200 años para lograr la igualdad salarial entre hombres y mujeres, y nos seguimos preguntando, ¿por qué luchamos? Ahí está uno de los grandes temas. Por eso, nuestro grito, nuestro esfuerzo sigue siendo la lucha de tener las mismas oportunidades de los hombres para desarrollarnos en el ámbito que cada una decida. Las mujeres necesitamos oportunidades para crecer al par que los hombres.

Hoy la violencia que vivimos ha escalado en el grado de odio y de crueldad hacia nosotras. El número de casos registrados en los últimos años han colocado en el segundo país de América Latina y el Caribe en más feminicidios.

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el año pasado fue el más cruel en contra de nosotras, se registraron 980 feminicidios, comparados con los 741 casos registrados en 2017 y los 892 en 2018.

La violencia ha aumentado, y nos seguimos preguntando, ¿por qué marchamos? Hoy, a 45 años de que la ONU declara el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, no tenemos nada que celebrar, tenemos un camino que recorrer.

Hoy es el tiempo de que mujeres y hombres cambiemos nuestra realidad, porque nuestra sociedad solo podrá ser mejor y más justa en la medida de que cada una y cada uno asuma el rol que le corresponde, respetando la dignidad de la otra y del otro, aportando al objetivo de alcanzar la igualdad que tanto soñamos, anhelamos, buscamos y trabajamos.

Las marchas y el paro ya quedaron en el pasado, las mujeres y las niñas requerimos hoy respeto a nuestras exigencias, requerimos acciones, esa es la responsabilidad de este gobierno y de esta legislatura.

En el Poder Legislativo ya hemos reformado leyes encaminadas a establecer una igualdad sustantiva entre hombres y mujeres. Hemos aumentado las penas a los delitos que se cometen en contra de nosotras. Hemos sumado esta lucha desde esta trinchera y no ha sido suficiente.

Hoy es el momento de acabar con la corrupción que envuelve a nuestro sistema de administración de justicia y con ello acabar con la impunidad en los casos de agresiones hacia las mujeres.

México necesita de todas y de todos, cambiemos nuestra forma de pensar y de actuar, el problema de la violencia en contra de la mujer es un problema de toda la sociedad y la solución está en todas y todos los mexicanos.

En nuestro país existen miles de mexicanos conscientes de esta situación y deseosos de ayudar a esta tarea. Hoy podemos decir que México necesita de nosotras, que el mundo no se mueve sin nosotras, por eso hoy más vivas que nunca, más fuertes y más unidas que siempre. Es cuanto, señora presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Gracias, diputada.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Tiene la palabra el diputado Gerardo Fernández Noroña, del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo.

El diputado José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña: Muchas gracias, diputada presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Adelante, diputado.

El diputado José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña: Este domingo estuve en un pequeño municipio rural Santa Cruz Atizapán, en el estado de México, de pocas secciones electorales.

Hablé de que tenemos que erradicar la violencia contra las mujeres y un joven se subió a plantear que no, que era violencia de género, que también los hombres éramos violentados. Y entonces, yo le pregunté a ese auditorio y me permito preguntar aquí, que alcen la mano los hombres que salen a la calle preocupados de que les vayan a dar una nalgada.

Que alcen la mano los hombres preocupados de que en el transporte público se les vayan a arrimar con franca agresión sexual. Que alcen la mano los hombres que estén preocupados de que vayan a ser acosados sexualmente en su trabajo. Que alcen la mano los hombres que salgan preocupados de que vayan a ser violados en la calle por cómo van vestidos, por el simple hecho de ser hombres. Y evidentemente, ningún hombre podría echar...

Y si esta pregunta la haces para las mujeres, una sola de estas conductas o todas en su conjunto, todas las mujeres levantarían la mano.

Por eso, como hombre, no es un asunto personal, no es un asunto de nuestro gobierno, como hombre, pido perdón por el patriarcado, pido perdón por el machismo, pido perdón por nuestra conducta que ha sido beneficiada por el solo hecho de ser hombres.

Pido perdón por la necedad, por la arrogancia, por la prepotencia, por la prostitución de las mujeres.

Pido perdón porque es necesario que nos reeduquemos, mujeres y hombres, hombres y mujeres y que hagamos una sociedad de iguales. No somos hombres, no somos mujeres, somos seres humanos que merecemos el respeto a nuestra dignidad, como tales, sin ninguna cortapisa a nuestra libertad, al ejercicio de nuestros derechos.

Y así como pido perdón, no puedo dejar de señalar que la violencia tiene una mina inagotable de perversidad y de hipocresía.

Voy a poner un ejemplo sencillo, esta Cámara la gobernó el PRI, el PAN por décadas y las humildes trabajadoras de limpieza nunca recibieron justicia, eran transparentes para los legisladores y legisladoras de estos partidos.

Tuvo que llegar nuestro movimiento para desaparecer el outsourcing y darles derechos plenos a las humildes trabajadoras aquí, en la Cámara de Diputados. Mienten cuando dicen que es nuestro gobierno, nuestro compañero presidente el responsable y el insensible con tanta violencia, pero viene de atrás y viene de lejos.

Vuelvo a recordarles que las iglesias quemaban a las mujeres solo por ser mujeres, las quemaban vivas y las acusaban de brujas.

Les pesa lo que les digo, pero es la verdad, son unos hipócritas, esos nombres de esas mujeres que están ahí los están utilizando. Ustedes son responsables de feminicidio, son responsables de desapariciones forzadas, son responsables de hacer fiestas con prostitutas, que están grabados los diputados de Acción Nacional. Son responsables de convalidar al presidente de la República Vicente Fox Quezada, el que les llamara...

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: A ver, permítame.

El diputado José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña: ... lavadoras con patas, a las mujeres...

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Permítame. Pido orden y respeto a los oradores y a las expresiones de todos los grupos parlamentarios. Continúe, por favor, diputado.

El diputado José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña: No había parado el reloj, diputada presidenta, le pido que me regresen el tiempo, porque sigue avanzando el reloj y todo el tiempo que interrumpieron no pararon el reloj. Pidió que guardaran orden, pero no que pararan el reloj.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Continúe, diputado, por favor.

El diputado José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña: Sí. Pido que me repongan el tiempo.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Son 7 segundos por llamar al orden, pero adelante, diputado.

El diputado José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña: No, era un poco más de un minuto que tenía yo.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Adelante, diputado.

El diputado José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña: Relájense, diputados, les toca el nervio porque se saben machos. Porque se saben consumidores de prostitución. Porque se saben hipócritas y doble moral. Porque electoralmente no representan nada y solamente intentan montarse en la genuina lucha de las mujeres, para tirar al gobierno del compañero presidente López Obrador, pero no van a poder, van a ser arrasados electoralmente en 2021 y en 2024 les vamos a repetir la dosis, porque el pueblo va a seguir apoyándonos.

Mujeres y hombres y hombres y mujeres, queremos erradicar la violencia. Quiero ver su voto en favor de la interrupción legal del embarazo. Quiero ver su voto en hacer que sea castigado quien consuma prostitución para abolir la prostitución, porque la esclavitud, esa esclavitud brutal de las mujeres en pleno siglo XXI no se reglamenta, hay que abolirla.

Son unos hipócritas, tienen las manos manchadas de sangre de mujeres, de niños, de niñas. Nadie se atrevería aquí a decir que se reglamente la prostitución de niños y niñas, pero sí se atreven a decir que se reglamente la prostitución de mujeres.

Termino. Los seres humanos no somos mercancía, no se nos debe exprimir hasta la última gota de sudor, de sangre, de lágrimas y de vida. Merecemos una vida plena y por eso hay que cambiar este sistema económico, que es el principal violentador de mujeres, de hombres y destructor de la vida.

Tenemos que construir un sistema donde lo más importante sea el ser humano...

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Diputado, su tiempo ha concluido.

El diputado José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña: ... en armonía con la vida y con el planeta. Y por eso vuelvo a sostener: Es un honor luchar con Obrador, nuestro compañero presidente, el más humano, el más sensible, el más comprometido y el que más ama a su pueblo. Muchas gracias por su atención, compañeros y compañeras.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Tiene la palabra la diputada Erika Sánchez Martínez, del Grupo Parlamentario del PRI.

La diputada Lourdes Erika Sánchez Martínez: Con la venia de la Presidencia.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Adelante, diputada.

La diputada Lourdes Erika Sánchez Martínez: Si algún día soy yo, sepan que jamás me rendí, que peleé hasta mi último aliento y su imagen siempre estuvo presente. Que disfruté de mi vida, que reí y bailé hasta cansarme, que amé todo lo que hacía, que alcé mi voz y no me quedé callada, que realmente pensaba que el mundo podía cambiar, pero terminó quitándome la vida. Esas fueron las palabras que Nadia plasmó en sus redes sociales dos días antes del Día Internacional de la Mujer, dos días antes de morir.

El 8 de marzo, mientras erguían barricadas para salvaguardar el patrimonio cultural, a la par nos organizábamos para exigir... y ahí... miles rumbo a Zócalo nos faltaron Nadia, María Magdalena y ocho mujeres más que solo ese domingo fueron asesinadas de la manera más vil y cruel.

Nos están arrebatando todo por lo que hemos luchado en las últimas décadas. Los derechos conquistados, y eso históricamente, nos marcó la pauta para manifestarnos en masas, en lo público, en lo privado, en lo digital.

Como sociedad, estamos haciendo conciencia del significativo rol que desempeñamos las mujeres, de la vital necesidad de ejercer nuestras libertades al margen del trillado pero presente machismo, del impostergable... cultura de respeto, donde mujeres y hombres nos reconozcamos iguales, iguales en derechos, en circunstancias, en oportunidades, donde ninguna mujer vuelva a ser objeto de violencia.

Han pasado ya 100 años de la lucha por el reconocimiento de los derechos de nosotras, por jornadas de trabajo justas, por la eliminación de la brecha salarial, por espacios de participación igualitarios, por programas de salud dignos y, por supuesto, por erradicar la violencia.

Este 2020, 8 y 9 de marzo marchamos por la violencia y paramos por la violencia casi de manera simultánea, porque la violencia nos ha quebrantado a todas, de cualquier clase social, color, preferencia sexual, religión, de origen indígena, afroamericanas, afromexicanas, mestizas, mexicanas todas.

Hicimos conciencia colectiva y nos encontramos en el espacio público, ahí donde continuamente se nos violenta, y nos volcamos con enojo, sí. Pero también esperanzadas en posicionar una visión distinta del México que debe ser, donde mujeres, niñas y adolescentes tengamos acceso a la justicia y donde se atiendan esas diferencias estructurales que acentúan la desigualdad. Donde las familias sean verdaderamente espacios seguros y donde nos asumamos como corresponsables, y empecemos a hacer la diferencia.

Después de tomar las calles y ser tan visibles como nunca, simplemente desaparecimos. Apagamos nuestros celulares, congelamos nuestro dinero, nuestra voz, nuestra presencia y con el más estrepitoso silencio sacudimos este país por nuestra vida y nuestra sobrevivencia.

Ante esta situación, es necesario revisar de manera urgente las más de 60 iniciativas promovidas por todos los grupos parlamentarios en la mesa de igualdad sustantiva en materia de violencia.

Por parte del Grupo Parlamentario del PRI, hemos impulsado la iniciativa que crea la Fiscalía Especializada en Atención a Delitos en contra de las Mujeres y como esta, a nivel federal, también una en cada entidad federativa. Contar con operadores de justicia especializados y mecanismos de protección deben poder más que una línea institucional. Que nos queda claro que hasta hoy, no garantiza nuestra seguridad, que no respeta sentencias, ni compromisos internacionales del Estado mexicano. Y esa indiferencia, esa falta de sensibilidad y de empatía del gobierno federal hacia las mujeres tiene que cambiar.

Tipificar la violencia del feminicidio, la homologación de este tipo penal en los 32 estados, el fortalecimiento de las alertas de género y de los centros de justicia. Por supuesto, exigir las veces que sea necesario, el restablecimiento de las estancias infantiles, los refugios para mujeres violentadas y sus hijos, así como la devolución de todo el presupuesto del Conavim serán nuestras demandas permanentes y la sostendremos. No daremos ni paso atrás.

Finalmente, como mexicanas avanzamos todos los días, crecemos en número, nos autosuperamos, nos fortalecemos, nos preparamos, nos revaloramos, nos empoderamos. Nuestras voces son cada vez más fuertes y cimbran nuestro país cuando estamos unidas, cuando compartimos la causa. Y aquí, en esta soberanía, estamos a tiempo de seguir rompiendo techos y por las mujeres hacer lo correcto. Es cuanto, presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Gracias, diputada.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Tiene la palabra la diputada María Marcela Torres Peimbert, del Grupo Parlamentario del PAN.

La diputada María Marcela Torres Peimbert: Con su venia, presidenta. La... Por favor, ¿puede pedir orden, presidenta?

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Sí, compañeras, por favor les pido respeto para que nos permitan escuchar a la oradora. Adelante, diputada Torres Peimbert.

La diputada María Marcela Torres Peimbert: La desaparición de las mujeres de México tan siquiera por un segundo debería sacudir a todos y a cada uno de los hombres, de las mujeres, de las instituciones.

Debería mover tan profundamente el sistema y ponerlo en riesgo de colapsar. Sin embargo, a pesar de las cifras, de los escabrosos detalles de la violencia en contra de la mujer, con los que a diario amanecemos en la prensa, a muchos les parece una broma. Para otros, pasa inadvertidos.

“Ni me di cuenta”, dijo el presidente. Y es que en la lucha por la igual tenemos más detractores y enemigos, que aliados. La indiferencia ante el problema es la verdadera raíz, porque perpetua la violencia, la minimiza. Es tan culpable el feminicida como aquel que olvida o niega que a diario nos matan, nos violan con total impunidad.

La indiferencia es violencia, la forma más grande de egoísmo, machismo puro despachado desde Palacio Nacional.

No, señor presidente, esto no fue el paro de las feministas ni de las conservadoras. Es la lucha de las mujeres, que llega siglos en México, para que se entere. Le guste o no, le moleste o no...

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: A ver, permítame, diputada Torres Peimbert. Compañeras, les queremos pedir que las expresiones materiales, como hemos hecho el llamado a otros grupos parlamentarios, los hagan o durante el tiempo de intervención en tribuna o que no interfiera con la tribuna. Eso está directamente establecido en nuestro Reglamento, así que les pedimos, por favor, que nos ayuden a cumplir con esa parte del Reglamento.

Las expresiones materiales no pueden interferir con la visión de la tribuna, así que les queremos pedir, por favor, que la pongan o del lado de su bancada, como lo han hecho otros grupos parlamentarios, o que la utilicen dentro del tiempo que les corresponde el uso de la tribuna.

Compañeras, nuevamente un llamado para que las expresiones materiales que están utilizando las usen fuera del ángulo de visibilidad de la tribuna. Las coronas ya no están dentro del ángulo de visibilidad de la tribuna, y estamos solamente pidiendo que nos ayuden a cumplir con el Reglamento, compañeras, por favor. Adelante. Gracias, compañeras. Adelante, diputada Torres Peimbert, puede continuar.

La diputada María Marcela Torres Peimbert: La realidad es terrorífica, pero, insisto, la indiferencia del presidente es mucho más. El intento de boicot de una marcha legítima por el gobierno de esta ciudad lo es más, por ello muy a pesar del disgusto de algunos por la manifestación pacífica para hacer reales nuestros derechos... Presidenta, le pido respeto, por favor.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Continúe, diputada, adelante.

La diputada María Marcela Torres Peimbert: Por nuestros derechos, compañeras, por las violentadas, sororidad. Por aquellas que han sido abusadas, sororidad. Por todas las que hemos sido discriminadas, sororidad. Por las que desaparecen no un día, sino para siempre, dejando tras de sí dolor y un vacío irremplazable, sororidad. Para que regresen los presupuestos para niñas y mujeres, sororidad, sororidad, sororidad, sororidad.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Compañeras, por favor les pido respeto y atención a la oradora. Adelante, diputada.

La diputada María Marcela Torres Peimbert: Diariamente se registran 11 feminicidios en nuestro país, menos del 2 por ciento obtendrá justicia. Les puedo asegurar que no hay una sola mujer en este recinto que no tenga una historia de acoso o discriminación en razón de género, que cuando la recordamos nos hace sentir lo que es la verdadera impotencia.

Qué tenemos de nuestras autoridades en esta crisis. Ineficiencia e indiferencia. Siempre la culpa es de las mujeres, siempre es nuestra culpa: de cómo vestía, de cuánto tomaba, por estar solas, porque salimos a las calles. “Hombres necios que acusáis a la mujer”. Lo dijo la primera feminista, nacida hace cuatro siglos en esta misma tierra que hoy está empapada en sangre y llena de dolor, pero también de esperanza, porque las mujeres hemos decidido no guardar silencio nunca más.

Esta es una lucha de mujeres por la reivindicación de nuestro género, por la libertad, por la igualdad, a nombre y en conmemoración de las que se fueron con violencia y siguen esperando justicia. Las que vivimos y sobrevivimos en este entorno de violencia estamos obligadas a hablar, a gritar, a exigir acción inmediata, pero sobre todo a no tolerar la indiferencia, a no permitir que los feminicidios caigan en el olvido.

Con la marcha del domingo 8 de marzo y el paro del lunes 9, con emoción y orgullo millones de mujeres tomamos acción a lo largo y ancho del país, por igualdad, por seguridad y por justicia. Demostramos a propios y extraños que en México y en el mundo hay fuerza y poder de las mujeres.

El violeta de las jacarandas, junto con la ola violeta de mujeres del 8 de marzo de 2020, anunciamos la llegada de la primavera del feminismo. Estos días serán recordados en la historia como el momento en que las mujeres, olvidando nuestras diferencias, vimos la fuerza que tenemos juntas.

Y hay que decirlo, a pesar de los cierres que el gobierno de la ciudad decidió hacer en el Zócalo, las que estuvimos ahí jamás podremos olvidar la adrenalina que sentimos de saber que no estamos solas. A las empresas que se unieron en esta causa, gracias. A los hombres que guardaron silencio para que fuéramos escuchadas, gracias también.

Seguiremos saliendo a las calles mañana y el día siguiente y el que sigue, tomaremos las avenidas hasta que...

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Diputada, su tiempo ha concluido.

La diputada María Marcela Torres Peimbert: ... enojo, no enojo, furia, la violencia, las violaciones a miles de mujeres. Que la indiferencia, la ignorancia y la ineficacia de nuestro presidente...

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Diputada, su tiempo ha concluido. Por favor concluya.

La diputada María Marcela Torres Peimbert: ... apague nunca nuestra voz de mujer. Todas somos una. Sororidad.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Tiene la palabra la diputada Laura Martínez González, de Morena.

La diputada Laura Martínez González: Buenas tardes a todas y a todos. Hoy resulta, y no hay que ser hipócritas, aquí vienen a rasgarse las venas pensando y viendo que nuestras compañeras aquí están ahora diciendo luchando por los derechos de las mujeres. Buenas tardes. Con su venia, Presidencia.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Adelante, diputada.

La diputada Laura Martínez González: La lucha feminista ha permitido darnos cuenta de las enormes desigualdades estructurales que hay en México. Este 8 de marzo fue un día histórico para México, pues el movimiento de mujeres, como nunca, internacionalmente está en la agenda pública y privada.

El movimiento feminista lleva décadas visibilizando y avanzando en una agenda de defensa de los derechos humanos de las mujeres y niñas. Hoy, en un Estado de libertades y libre de expresión, ya no se maquillan cifras como en sexenios liberales y conservadores.

Por ello, al alcanzar las diferencias entre hombres y mujeres hemos podido ver con mayor claridad las superposiciones que estas implican. Es decir, la manera en que las desigualdades de género, clase y raza se van acumulando para definir las oportunidades que tiene una persona.

En nuestro país las desigualdades son abismales y lamentablemente son mucho más para las mujeres, como dice Sofía Mosquera: “para que una mujer en México pueda alcanzar algo, tiene que trabajar el doble que un hombre”.

Las mujeres dedicamos tres veces más tiempo que los hombres a los trabajos domésticos y de cuidados sin remuneración. Además, el 54 por ciento de las mujeres entre el 15 y 49 años no perciben ingresos, mientras que el 85 por ciento de los hombres, entre 20 y 64 años tienen un empleo remunerado. La desigualdad persiste, porque seguimos pensando que el lugar de las mujeres es el hogar y que cualquier otra actividad a desarrollar es adicional.

En esta visión patriarcal nos afecta a todas las esferas. Además, la desigualdad estructural perpetúa las violencias en contra de las mujeres, lo que les impide desarrollarse y vivir plenamente.

Debemos construir un México donde las mujeres vivan sin miedo, donde regresen a casa sin peligro de ser violentadas. Debemos mirar hacia el futuro con una perspectiva feminista y cambiar nuestros paradigmas. Eso comienza para erradicar las enormes desigualdades que sufrimos las mujeres, comienza por pensar en políticas que empoderen a todas.

No podemos permitir que esta desigualdad siga siendo para nosotras como mujeres, nosotras como diputadas y diputados tenemos que exigir y seguir adelante. No podemos seguir permitiendo y seguir avanzando en este tipo de desigualdad.

Nosotras como diputadas de Morena seguimos avanzando y vamos a proteger los derechos humanos de nuestras, niñas y niños, adolescentes y mujeres, adultas y todo. Nosotros vamos a seguir en esto, para que nosotros como este movimiento vamos a seguir avanzando. Es todo, presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Gracias, diputada.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Tiene la palabra, ahora, por la Comisión de Igualdad de Género, la diputada Wendy Briceño Zuloaga, presidenta de la comisión.

La diputada María Wendy Briceño Zuloaga: De nuestras ausencias a nuestra presencia. Con el permiso de la presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Adelante, diputada.

La diputada María Wendy Briceño Zuloaga: Buenas tardes, compañeras y compañeros y a todo el pueblo de México. Hace un año, desde este mismo estrado, en la primera conmemoración del 8 de marzo hablamos desde la memoria, recordamos a las precursoras que abrieron camino e hicieron posibles nuestros derechos.

Por eso, tras reflexionar sobre la participación de las mexicanas en los últimos meses y días, quisiera hablarles de nuestras presencias.

De las antecesoras aprendimos a evidenciar, a no callar, a luchar y a resistir. Nos heredaron un nuevo tiempo, un tiempo de mujeres. Pero nuestra llegada no ha sido bien entendida por todos. Se ha recrudecido la violencia contra las mujeres en México, en todos los espacios y estratos sociales, en nuestras casas, trabajos, comunidades, escuelas y relaciones. Seis de cada diez mexicanas declararon haber sido víctimas de algún episodio de violencia en su vida, de acuerdo con cifras de la ONU en 2019.

Cerca de 38 millones de mujeres de distintas edades, estratos sociales con disparidades en nuestros derechos sociales hemos sufrido en nuestra propia persona alguna intimidación, discriminación o vejación ejercida por otros.

En sus justas proporciones y haciendo énfasis en que aun cuando son crueles y devastadoras las cifras por conflictos armados, las mujeres mexicanas vivimos ante una constante y sistemática violación a nuestros derechos humanos.

Las formas son atroces, consentidas por la omisión, con huellas de tortura, violencia sexual y hasta institucional que rebasan y saturan cualquiera de los sentidos y emociones.

Lo hemos dicho también, no hay violencias espontáneas y el Estado mexicano, en su conjunto, tiene que actuar articuladamente.

Hoy, 10 mujeres son asesinadas cada día en México, por el hecho de serlo. Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, del 2015 a 2019 se presentaron alrededor de 3 mil 578 feminicidios a nivel nacional.

Estado de México y Veracruz continúan siendo las entidades más peligrosas para las mujeres.

Pero pese a las violencias, la invisibilidad de nuestras voces y trabajo, también hemos aprendido a reconocer sin temor que nuestra crianza, trabajo y vida se ha forjado en la colectividad.

El trabajo unido y sostenido nos ha permitido afirmarnos contra el enemigo, el patriarcado. De ahí que el aporte de las mujeres en los espacios públicos, como lo es esta Legislatura paritaria, no se vea como una concesión ante el poder, sino como una oportunidad potencializadora de voces y demandas de todos los grupos de mujeres.

Desde esta legislatura hemos aprobado y forjado las bases para garantizar una mayor participación de las mujeres en los espacios públicos, como lo ha sido la aprobación de la paridad en todo.

También hemos puesto las bases para gozar una vida libre de violencias, como lo fue el reconocimiento y tipificación de la violencia digital, llamada Ley Olimpia, y la propia violencia política contra las mujeres en razón de género. Ambas reformas son llevadas de la mano de la sociedad civil y serán votadas ya esta semana, esta última en particular en el Senado de la República.

Por lo que desde aquí anunciamos el compromiso de recibirla y legislar aquellos cambios planteados a la brevedad.

Esta legislatura no ha escatimado para evidenciar y sancionar todos los tipos de violencias que trastocan a las mexicanas, a las niñas, en cada una de las etapas de nuestras vidas.

Votamos la violencia obstétrica, cuya manifestación silenciosa ha vulnerado los derechos de miles de mujeres madres mexicanas.

Desde aquí promovemos el reconocimiento de la salud de las mujeres, incluidos sus derechos sexuales y reproductivos, como dignificación y respeto a la autonomía, porque las decisiones de nuestros cuerpos y vida no le pertenecen al Estado ni a alguien más.

Vamos por la no criminalización de las mujeres, por decidir lo que es mejor para nosotras.

En nuestro país no deben existir mujeres de primera y de segunda. Hacemos un llamado institucional, de todas las ideologías partidistas, a que votemos en conjunto el avance de los derechos de las niñas y mujeres en México para gozar una vida libre de violencias.

Como parte de las acciones sustantivas para fortalecer lo que desde este espacio legislativo hemos asentado, es fundamental impulsar que las fiscalías trabajen con los insumos normativos adecuados para la correcta clasificación del delito en cada caso, contando con la evidencia suficiente desde una perspectiva de género.

Actualmente existen 28 tipos penales distintos de feminicidio en los códigos penales de las entidades federativas, más lo establecido en el Código Penal Federal y la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. De ahí la necesidad de contar con un código único.

Es necesario también reducir la brecha entre casos iniciados y aquellos con sentencia, así como identificar de manera clara en qué casos se procede como feminicidio y en cuáles como homicidio doloso contra una mujer.

Sobre el mecanismo de alertas de violencia de género, ya se encuentran discutiendo las y los senadores en comisiones y con las organizaciones y las instituciones responsables. Por lo que confiamos lleguen a buen término las reformas aprobadas en esta Cámara baja.

El sistema en el que vivimos se ha instalado durante años en un falso concepto de bienestar. Por eso, para combatir la pobreza y violencias acentuadas en el proyecto neoliberal, el Movimiento Amplio de Mujeres debe rebasar las banderas partidarias, porque una cosa debe de quedar clara, el principal sujeto político de esta gran transformación somos las mujeres, para que el patriarcado caiga, para que el neoliberalismo caiga, tenemos que dejar de sostenerlo y replicarlo cada día.

Nuestro camino debe encauzarse en la dignificación de los derechos de todas las mujeres, urbanas, rurales, migrantes, trabajadoras de la tierra, trabajadoras del hogar, asalariadas y no remuneradas, defensoras y activistas, mujeres de todas las orientaciones e identidades sexo-genéricas, de las profesionistas, de las trabajadoras informales que enfrentan día a día la doble y triple jornada y la desigualdad laboral, de la adultas mayores que mitigan carencias y violencias silenciosas, de las niñas que tomadas de la mano de sus madres y junto a las jóvenes han pintado de violeta las calles de Tijuana, de Ecatepec, de Hermosillo, de Chihuahua, hasta el Zócalo capitalino para retumbar que el centro de la emergencia está en la defensa de nuestras vidas.

La violencia feminicida se ha hecho cada vez más palpable para todas las mexicanas, de los estratos económicos y sociales, pero cuando esta pandemia parece insostenible, surgen nuevas fuerzas, llegan nuevas manos para empujar, la rabia florece en una nueva articulación llena de ideas libres.

Aquí no hay pensamiento unilateral. Aquí cabemos todas, y de tanto color nos confundimos con la primavera.

Para visibilizar nuestra fuerza y aporte ayer pausamos, pero no paramos, porque aún hay muchas que no pueden hacerlo. La pobreza y la precariedad laboral hacen incluso, de la protesta, un privilegio de unas cuantas.

Es por esto que nosotras, las que estamos presentes resistimos...

La diputada Verónica María Sobrado Rodríguez (desde la curul): Presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Permítame, diputada Briceño, un segundo, por favor, discúlpeme. Adelante, ¿con qué objeto diputada Verónica Sobrado?

La diputada Verónica María Sobrado Rodríguez (desde la curul): Para solicitar que se retiren las expresiones de grupos parlamentarios, toda vez que de acuerdo al acuerdo de la Junta es un posicionamiento institucional de la comisión. Entonces pedir que se retiren las expresiones de un grupo parlamentario, presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Continúe, por favor, diputada Briceño.

La diputada María Wendy Briceño Zuloaga: Gracias, presidenta. Esto no es una expresión de un grupo parlamentario. Esta es expresión de miles de mujeres en las calles, de mujeres y niñas. Lástima que no lo puedan entender, es una lástima.

Continúo. Es por esto que nosotras, las que estamos presentes y resistimos, no podemos parar. Ahí están las buscadoras que en autogestión y bajo riesgos construyen memoria y nosotras, las aquí presentes, debemos ser la herramienta para derribar las barreras, no para poner más muros.

Y para derribarlas también necesitamos que hombres conscientes se sumen y se responsabilicen desde la acción. No son días de asueto para nadie, es un momento histórico de reflexión colectiva y la primera batalla se libra no tolerando las violencias, ni siquiera por omisión. Nunca como ahora el nivel y la participación en el tema de derechos de las mujeres habían sido tan vastos.

Como representantes populares, los tres Poderes, todos los órdenes de gobierno, debemos apremiar las demandas de la protesta social y el activismo. Hagamos lo que nos corresponde. Hagamos más. Hagamos lo imposible.

Después, en el decantado alejamiento del lunes 9, simbolizamos parte de las ausencias y civilizamos nuestra existencia. La lucha nunca ha sido fácil para nosotras...

La diputada Adriana Dávila Fernández (desde la curul): Presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Diputada Briceño, permítame un segundo por favor, de nuevo. ¿Con qué objeto, diputada Dávila?

La diputada Adriana Dávila Fernández (desde la curul): Rectificación de hechos.

La diputada María Wendy Briceño Zuloaga: Presidenta, estamos en posicionamiento, presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Sí. A ver, permítame un segundo, diputada Dávila, permítame un segundo, diputada Briceño. Solamente para aclarar a la asamblea, independientemente del momento en el que estemos, si cualquier diputado o diputada pide la palabra, es nuestra obligación preguntar ¿con qué objeto? Después de que la diputada o el diputado exprese, vemos si procede o no procede su solicitud de palabra.

La diputada María Wendy Briceño Zuloaga: Presidenta, yo solamente quisiera comentar algo.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Permítame, diputada. Permítame, diputada. Vamos a poner orden aquí. En primer lugar, vamos a pedirle a los compañeros, compañeras, que están expresándose al frente de la tribuna, que se retiren para poder continuar con el desahogo de la sesión. Y luego estaba la diputada Adriana Dávila pidiendo la palabra. ¿Con qué objeto, diputada?

La diputada Adriana Dávila Fernández (desde la curul): Para una moción, presidenta. La diputada Wendy está hablando a nombre de una comisión que tiene de representación de todas las fuerzas políticas y hay un acuerdo de la Mesa Directiva. Y hay que plantear con toda claridad que está hablando de la homologación de un tipo penal en materia de feminicidios, cuando en la Comisión de Puntos Constitucionales existe una iniciativa de reforma al 73 constitucional, que nos tiene que dar facultades para hacer una ley general, como lo establecen los ordenamientos internacionales.

No se puede plantear un asunto solo como lo plantea el fiscal, reduciendo el combate a feminicidio, solo desde el combate al aumento de las penas o a la modificación del tipo penal. Si de verdad quiere que este tema cambie...

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: ¿Cuál es la moción, diputada Dávila?

La diputada Adriana Dávila Fernández (desde la curul): ...Morena tiene que entrar a la discusión y no negarse.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: ¿Cuál es la moción, diputada Dávila?

La diputada Adriana Dávila Fernández (desde la curul): Apego al tema, presidenta. Apego al tema. Y la diputada Wendy está hablando a nombre de todas, y con todo respeto, eso no nos representa a todas.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Gracias, diputada. A ver, le voy a devolver la palabra, diputada Wendy, pero permítame por favor. Permítame, diputada.

La diputada María Wendy Briceño Zuloaga: Mire, diputada, con el debido respeto, creo que  no ha lugar, no es el momento en los posicionamientos.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Permítame, diputada Briceño, por favor. Les quiero pedir a las y los compañeros del Grupo Parlamentario del PAN que retiren las expresiones materiales de la tribuna, como hemos hecho las peticiones a todos los grupos. Permítanme, permítanme, por favor. Le queremos pedir al Grupo Parlamentario del PAN que retire las expresiones materiales del frente de la tribuna para poder continuar con la sesión.

El diputado Pablo Gómez Álvarez (desde la curul): Presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: ¿Con qué objeto, diputado Pablo Gómez?

El diputado Pablo Gómez Álvarez (desde la curul): Ciudadana presidenta, le quiero solicitar que no interrumpa las intervenciones, por varios motivos. Esta es una sesión solemne, pero, aunque no lo fuera. Aunque no lo fuera, uno de los elementos básicos de la cultura parlamentaria y de la relación entre los parlamentarios es dejar que la gente se exprese sin ser interrumpida. Eso está en el Reglamento.

Yo le pido que lo aplique con el criterio de una presidenta que conduce y encabeza su Cámara, no en favor de su grupo ni de sus amigas, sino en favor de la Cámara. Se lo pido porque podríamos exigírselo, señora presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Diputado Gómez, diputado Gómez, el Reglamento establece el derecho de petición de palabra de las y los diputados en cualquier momento y es nuestra obligación solicitar, preguntar con qué objeto.

El diputado José Elías Lixa Abimerhi (desde la curul): Presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: ¿Con qué objeto, diputado Elías Lixa? Vamos a continuar con el... ¿Con qué objeto, diputado Elías Lixa? Y después les pido que continuemos escuchando a la oradora.

El diputado José Elías Lixa Abimerhi (desde la curul): Presidenta, de manera muy respetuosa, en contraste con los gritos y las exigencias neuróticas del diputado Gómez, le voy a solicitar, presidenta, primero, que no... Primero, que no...

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: A ver, compañeros, permítanme por favor. No escucho a todos al mismo tiempo. Permítanme. Termine, por favor, diputado Lixa. Continúe.

El diputado José Elías Lixa Abimerhi (desde la curul): Primero, usted ha solicitado que se retiren expresiones materiales de un grupo de diputados; sin embargo, se está en el posicionamiento de la comisión. Por lo tanto, si va a retirar a unos diputados que están a favor de la vida, retire, por favor, todas las expresiones, porque se trata de un posicionamiento institucional. O se permiten todas o se retiran todas.

Y segundo, tal vez el diputado Gómez lo desconoce, pero es a la Presidencia a quien le corresponde ordenar el debate y no a sus gritos. Muchas gracias.

El diputado Rubén Cayetano García (desde la curul): Presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Diputado Cayetano, ¿con qué objeto? Y después, por favor, ya vamos a continuar con la sesión.

El diputado Rubén Cayetano García (desde la curul): Presidenta, ha dejado usted clara constancia de que el objetivo ha sido impedir la consecución del discurso de la compañera Wendy Briceño. Usted dijo muy claro que cando un parlamentario, cuando un legislador solicita la palabra, se le pregunta: ¿con qué objeto? Y usted ha permitido que hablen de manera consecuente todos los que han participado. Aplique usted el Reglamento y permita que la compañera concluya su exposición. Muchas gracias.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Muy bien. La oradora está solicitando que le permitamos continuar con su intervención, así que vamos a continuar con la sesión solemne. Es facultad de esta Mesa Directiva ordenar el debate; por favor permítannos continuar con el debate.

La diputada María Wendy Briceño Zuloaga: Gracias, presidenta. Miren, yo solamente diré lo siguiente, perdón, presidenta, y lo puedo hacer ya dentro de mi tiempo si esto es necesario. Esta es una sesión solemne, señores, señoras. Si ustedes tienen tema en relación con iniciativas, véanlo con las comisiones correspondientes.

Y eso, diputadas, no voy a personalizar porque van a decir que son señalamientos, no, atraviesa a todas las comisiones y de todos los grupos parlamentarios. Es la crítica y la autocrítica y no detengamos aquello que nos hace ruido, por favor, porque llegamos aquí para legislar todo lo que nos atañe y lo que es una problemática social y por lo que mujeres y niñas mueren. Durante muchos años los gobiernos emanados de Acción Nacional –y lo digo a título personal– no han hecho absolutamente nada para frenar la muerte de mujeres.

Continúo. Nunca como ahora el nivel y la participación en el tema de derechos de las mujeres habían sido tan vastos. Como representantes populares, todos los Poderes de la Unión debemos apremiar las demandas de la protesta social y el activismo. Hagamos lo que nos corresponde, hagamos más, hagamos lo imposible. Después en el decantado alejamiento del lunes 9, simbolizamos parte de las ausencias, visibilizamos nuestra existencia.

La lucha nunca ha sido fácil para nosotras, pero hoy las mexicanas nos hemos reconocido desde nuestros gritos y desde nuestros silencios por la libertad irrenunciable de ser, porque en la fuerza de todas en esta primavera violeta nos encontramos.

Hoy no somos ola, somos tsunami, somos semillas y nuestra misión es sembrar una mañana de justicia, de igualdad y, sobre todo, de vida libre de violencias. Es el tiempo de revolucionar las conciencias, es el tiempo de las mujeres, de las niñas mexicanas. La historia es nuestra. Nunca más un México sin nosotras. Vivas y libres nos queremos. Por la libertad y la vida de las mujeres. Es cuanto. Gracias.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Compañeras y compañeros. Con qué objeto, diputado Fernández Noroña.

El diputado José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña (desde la curul): Era una moción de procedimiento, diputada presidenta, en el sentido de que durante una sesión solemne no se permite la interrupción de quienes están interviniendo, ni con preguntas ni de ninguna manera.

Yo creo que en la conducción de la asamblea hubo ese yerro, y yo quería manifestarlo porque me parece que para sesiones solemnes posteriores se debe respetar la intervención de las oradoras y los oradores sin ninguna interrupción. Ese es el planteamiento, diputada.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Gracias, diputado. Tiene la palabra... Con qué objeto, diputada Soraya.

La diputada Soraya Pérez Munguía (desde la curul): Moción de orden. Estoy muy extrañada de que la presidenta de la Comisión de Igualdad, que debería representar a todas las mujeres, haya hecho alusión solamente a lo que una parte de la comisión dice que está a favor. Le pido, por favor, presidenta, que retire del Diario de los Debates su posicionamiento.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Con qué objeto, diputada Guadalupe Almaguer.

La diputada Ma. Guadalupe Almaguer Pardo (desde la curul): Presidenta, le pido por favor, por su conducto, y a todas las diputadas de esta legislatura de la paridad, que no permitamos la violencia y el machismo de Pablo Gómez, cuando le dice cómo conducir la Cámara de Diputados. Y a las compañeras de Morena les digo, y que oiga y escuche todo México, el patriarca y el machista está en Palacio Nacional.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: ¿Con qué objeto, diputado Pablo Gómez?

El diputado Pablo Gómez Álvarez (desde la curul): Solamente, diputada presidenta, que a pesar de este maratón de majaderías que usted está admitiendo, le quiero solicitar. No voy a responderlas, le quiero solicitar que instruya a la Secretaría para leer el artículo 103 del Reglamento que nos rige. 103 en sus dos numerales.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Dé la Secretaría lectura al artículo 103.

La secretaria diputada Karla Yuritzi Almazán Burgos: Capítulo III. De las discusiones en el pleno.

Artículo 103.

1. Los diálogos y discusiones fuera del orden y de las normas establecidas en este Reglamento estarán absolutamente prohibidos.

2. Los oradores no podrán ser interrumpidos, salvo por la presentación de una moción. Es cuanto.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Gracias, secretaria. En efecto dice salvo por la presentación de una moción. Y le quiero pedir a la secretaria que lea el artículo 123 del Reglamento. Adelante, secretaria, por favor.

La secretaria diputada Karla Yuritzi Almazán Burgos: Artículo 123.

1. Las mociones de orden, de apego al tema y de ilustración al pleno las puede formular el Presidente a solicitud de una diputada o diputado o por determinación propia.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Gracias, diputada. Vamos a continuar con la sesión solemne.

La diputada María Wendy Briceño Zuloaga (desde la curul): Presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Diputada Wendy Briceño, ¿con qué objeto?

La diputada María Wendy Briceño Zuloaga (desde la curul): Para alusiones personales, presidenta. Solo comentar lo siguiente. Si hablamos de extrañamientos, yo estoy doblemente extrañada. Fui interrumpida dos o tres veces en mi posicionamiento y además intentan reconvenirme.

Por favor, ¿hasta dónde llega el intento de censura? Y quiero decir que incluso cuando pasaron los grupos en su diversidad y pluralidad no se les interrumpió, porque se respetó en todo momento su espacio y su tiempo. Entonces, si así vamos a dejarlo establecido, que quede establecido también el extrañamiento de una servidora por haber sido interrumpida en una sesión solemne. Gracias. Es cuanto. Y solicito que no se retire absolutamente ninguna de mis expresiones, que fueron dichas con toda la claridad y toda la conciencia. Gracias.

La diputada María Marcela Torres Peimbert (desde la curul): Presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: ¿Con qué objeto, diputada Marcela Torres?

La diputada María Marcela Torres Peimbert (desde la curul): Para hechos, presidenta. Yo fui interrumpida cuatro ocasiones...

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Perdón, perdón, diputada. Se acaba de leer el Reglamento que establece...

 La diputada María Marcela Torres Peimbert (desde la curul): Por eso.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: ...son tres mociones y es facultad de la Mesa otorgarla, si se considera que hay razón. Son tres mociones las que establece el Reglamento. ¿Con qué objeto?

La diputada María Marcela Torres Peimbert (desde la curul): La presidenta de la comisión está diciendo que ella fue interrumpida y que ellas no interrumpieron. Por hechos, le digo que en mi discurso tuve que hacer silencio durante cuatro ocasiones por interrupción y que es una lástima...

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Diputada, discúlpeme, me da mucha pena, pero no ha lugar. Se acaba de leer el artículo que establece cuáles son las tres posibles mociones en cualquier momento. Permítanos continuar con la sesión solemne, por favor.

La diputada María Liduvina Sandoval Mendoza (desde la curul): Presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: ¿Con qué objeto, diputada Liduvina?

La diputada María Liduvina Sandoval Mendoza (desde la curul): Para aclarar como integrante de la Comisión de Igualdad, que el discurso que dio la diputada Wendy Briceño no representa la pluralidad de las integrantes de esta Cámara, por lo que me sumo a la iniciativa de la diputada Soraya, que se retire, que ese posicionamiento corresponde a la Comisión de Igualdad en su totalidad, porque no es así.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Diputados, diputadas, mucho les agradeceré que cuando pidan el uso de la palabra sean claros en cuanto a lo que el Reglamento permite y no permite. Si estamos preguntando, ¿con qué objeto? Para una moción de orden, para una moción de apego al tema, para una moción de ilustración a la asamblea, eso nos va a ayudar mucho para tener claridad sobre el debate.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Vamos a concluir nuestra sesión solemne. Compañeros, compañeras, hace 45 años que el mundo celebra cada 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer, un día que surgió en un momento en el que las mujeres trabajadoras luchaban por mejores salarios y condiciones dignas y justas de trabajo.

La muerte de 146 trabajadoras de una fábrica textil en Nueva York, debido a un incendio del que no pudieron escapar porque estaban encerradas, detonó que cada año reflexionemos sobre los avances y pendientes de la agenda de igualdad entre mujeres y hombres, sobre los avances y retos que como sociedades tenemos en la tarea de garantizar el ejercicio pleno de los derechos de las mujeres y de las niñas.

Este año, sin embargo, es especial porque coincide con el 25 aniversario de la Plataforma de Beijín y la Organización de las Naciones Unidas ha definido como tema, soy de la generación igualdad por los derechos de las mujeres, para recordar a las generaciones de mujeres que han luchado, desde hace décadas, por la igualdad.

Al mismo tiempo que se pasa la estafeta y se reconoce la lucha de las jóvenes y las niñas que hoy luchan por sus derechos y por su futuro.

En México, este año también es especial, ya que en el marco del incremento en cantidad y crueldad de las violencias y los feminicidios, las multitudinarias marchas del pasado 8 de marzo fueron una muestra de confluencia de generaciones de mujeres de todas las edades y de todos los sectores de la sociedad, que más allá de colores y orígenes, nos manifestamos con la exigencia y el anhelo de vivir y crecer libres, felices, seguras y en paz.

El domingo pasado marchamos y ayer paramos para visibilizar cómo sería un México sin nosotras, y así hacer conciencia sobre la urgencia de avanzar en la construcción de una sociedad auténticamente igualitaria.

Este año, como nunca, el hartazgo de las mujeres por siglos de espera, de abusos, de humillación, de golpes, de gritos, de abandono, de dolor, de miedo, de desesperación, de impotencia y de muerte explotó en morado, inundó las calles y el grito de ni una más, ni una menos, se convirtió en la exigencia reiterada, incansable de inseguridad y justicia.

Y en esta coyuntura estamos nosotras, estamos nosotros, los que integramos la legislatura de la paridad. Quienes estamos obligados a hacer una diferencia para cambiar esta lacerante realidad.

En la Cámara de Diputados hemos legislado para contribuir a cerrar las brechas salariales de género, para catalogar las nuevas violencias contra las mujeres, para establecer la paridad en todos los cargos de elección popular y aquellos que sean designados mediante procedimiento político. Y hemos aumentado las penas privativas de la libertad para quien ejerza violencia contra las mujeres en el seno familiar, entre otras.

Pero aún falta mucho, necesitamos llevar la paridad a todos los espacios, más allá de las instituciones públicas. Eliminar efectivamente la brecha salarial.

Cambiar la cultura para eliminar las violencias, los estereotipos, los chistes misóginos, la cosificación de cuerpo de las mujeres y las niñas, el acoso, el hostigamiento, el techo de cristal, los feminicidios e instaurar un sistema de respaldo a cargo del Estado, para que el cuidado de las niñas y niños, de los enfermos y de los adultos mayores en las familias ya no esté siempre y principalmente a cargo de las mujeres.

Hoy, compañeras y compañeros, renovemos nuestro compromiso para avanzar en la legislación que haga esto posible y para dotar de los recursos en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021, para la implementación de políticas públicas que hagan lo propio.

Compañeras, unámonos en torno a la causa de la igualdad. En esta lucha lo que nos une es mucho más de lo que nos divide. Hagámoslo por las que vienen, por las que se llevaron y por las que estamos. Muchas gracias.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Se pide a los presentes ponerse de pie, para entonar el Himno Nacional.

(Himno Nacional Mexicano)

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Pido a la Secretaría dar lectura al acta de esta sesión.

La secretaria diputada Maribel Martínez Ruiz: Acta de la sesión solemne celebrada el martes 10 de marzo de 2020, con motivo del Día Internacional de la Mujer.

Presidencia de la diputada Laura Angélica Rojas Hernández. En el Palacio Legislativo de San Lázaro en la capital de los Estados Unidos Mexicanos, con la asistencia de 304 diputadas y diputados, a las 11 horas con 21 minutos del martes de 10 de marzo de 2020, la presidencia declara abierta la sesión solemne con motivo del Día Internacional de la Mujer.

Acto seguido, se proyecta en las pantallas de este salón de sesiones, el video conmemorativo del Día Internacional de la Mujer.

La Presidencia informa a la asamblea que, en cumplimiento al acuerdo aprobado para el desarrollo de esta sesión, se concede el uso de la palabra a los grupos parlamentarios en dos rondas de cinco minutos cada una.

En la primera ronda intervienen las diputadas: María Guadalupe Almaguer Pardo, del Partido de la Revolución Democrática; Zulma Espinoza Mata, del Partido Verde Ecologista de México; Olga Patricia Sosa Ruíz, de Encuentro Social; Julieta Macías Rábago, de Movimiento Ciudadano; María Roselia Jiménez Pérez, del Partido del Trabajo; Hortensia María Luisa Noroña Quezada, del Partido Revolucionario Institucional; Madeleine Bonnafoux Alcaraz, del Partido Acción Nacional y Silvia Lorena Villavicencio Ayala, de Morena.

En la segunda ronda intervienen las diputadas y el diputado: Ana Lucia Riojas Martínez; Verónica Beatriz Juárez Piña, del Partido de la Revolución Democrática; Nayeli Arlen Fernández Cruz; Irma María Terán Villalobos, de Encuentro Social; Ruth Salinas Reyes, de Movimiento Ciudadano; José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña, del Partido del Trabajo; Lourdes Erika Sánchez Martínez, del Partido Revolucionario Institucional; María Marcela Torres Peimbert, del Partido Acción Nacional y Laura Martínez González, de Morena.

Se concede el uso de la palabra a la diputada María Wendy Briceño Zuloaga, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género. Finalmente, la Presidencia dirige un mensaje, a nombre de la Mesa Directiva. Puestos todos de pie, se entona el Himno Nacional. Es cuanto, señora presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Consulte la Secretaría, en votación económica, si es de aprobarse el acta.

La secretaria diputada Maribel Martínez Ruiz: En votación económica, se consulta si es de aprobarse el acta. Las diputadas y los diputados que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo (votación). Las diputadas y los diputados que estén por la negativa sírvanse manifestarlo (votación). Mayoría por la afirmativa, diputada presidenta.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández: Se aprueba.

La presidenta diputada Laura Angélica Rojas Hernández (13:55 horas): Se levanta la sesión solemne y se pide a las y los diputados, permanecer en sus lugares para dar inicio a los trabajos correspondientes a la sesión ordinaria.

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