Legislatura XXVII - Año I - Período Extraordinario - Fecha 19170424 - Número de Diario 14

(L27A1P1eN014F19170424.xml)Núm. Diario:14

ENCABEZADO

MÉXICO, MARTES 24 DE ABRIL DE 1917

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

PERIODO EXTRAORDINARIO. XXVII LEGISLATURA. TOMO I.- NUMERO 14

Sesión de la Cámara de Diputados verificada el día 24 de Abril de 1917.

SUMARIO

1. Se pasa lista. Se abre la sesión. Se lee y aprueba el acta de la anterior. Se da cuenta con los asuntos en cartera. Prestan la protesta de ley los CC. Betancourt, Múgica, Ortega, González Galindo y de la Torre. Se levanta la sesión para constituirse en colegio electoral.

DEBATE

PRESIDENCIA DEL C. HAY EDUARDO.

El C. secretario Padrés: Hay una asistencia de 127 CC. diputados; hay quórum para Cámara de Diputados.

El C. presidente: Se abre la sesión de la Cámara de Diputados.

- El C. secretario López Lira, leyó el acta de la sesión anterior. Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica, ¿se aprueba? Aprobado.

Dio cuenta en seguida, el mismo C. secretario, con los siguientes asuntos en cartera:

Un oficio del C. Primer Jefe del Ejército Constitucionalista. Encargado del Poder Ejecutivo de la Unión, en el que transcribe otro de los CC. presidente y secretario del Partido Liberal de Salvatierra, quienes protestan por la declaración hecha por esta Cámara en favor del C. Alfredo Robles Domínguez, como diputado propietario por el 12 distrito electoral del Estado de Guanajuato.- De enterado.

Oficio del C. Juan José Ríos, en el que participa que ha tomado posesión nuevamente del gobierno del Estado de Colima.- De enterado. Oficio del C. Rafael Ortega, jr., diputado por el 7o. distrito electoral del Estado de Chiapas, solicitando que se le tome la protesta de ley, en virtud de que no puede presentarse el diputado propietario.- Cítesele para que proteste. Oficio del C. Luis Sánchez Pontón, diputado propietario por el 2o. distrito electoral del Estado de Puebla, en el que pide licencia para seguir dando una cátedra de literatura castellana en la Escuela Nacional Preparatoria.- Resérvese para el período que comenzará el 1o. de mayo próximo. Telegrama del C. José S. Pedroza, diputado propietario por el 3er. distrito electoral del Estado de San Luis, solicitando que se le conceda permiso para no presentarse en esta Cámara hasta el 1o. de mayo venidero.- Consúltese a la asamblea si concede la espera.

Se pregunta a la asamblea si se concede la espera que solicita el C. Pedroza sin llamar al suplente. (Voces: ¡No!) Los que deseen que se le espere, se servirán ponerse de pie. (Voces: ¡No se oye!) Se consulta a la asamblea si se concede al C. diputado por el 3er. distrito de San Luis Potosí, C. José S. Pedroza, que se presente hasta el 1o. de mayo, sin llamar al suplente; los que estén por la afirmativa, se servirán ponerse de pie. Entonces no se le concede. (Voces: ¡Hay mayoría!)

El C. de la Torre: Para una moción de orden.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. de la Torre: Suplico atentamente al señor secretario, se sirva decirnos si los presuntos diputados se quedan sentados, si no tienen derecho a votar.

El C. Chapa: Pido la palabra para una aclaración.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Chapa: Entiendo que el coronel Pedroza no se ha presentado aún porque tiene sus fuerzas en San Luis Potosí y está entregándolas. Teniendo en consideración esto, yo creo que se puede dar permiso al coronel Pedroza para que se presente aquí el 1o. de mayo.

El C. presidente: Aquí se ha recibido una información idéntica a la que usted da, respecto a que el coronel Pedroza no puede venir a causa de sus obligaciones militares del momento. En cuanto a la moción del C. de la Torre, para evitar confusión de votos, se suplica a los CC. diputados votantes por la negativa, se sirvan ponerse de pie, en vista de que se encuentran algunos CC. presuntos diputados en el salón, y esto podría dar lugar a confusión. (Voces: ¡No, no!)

- El mismo C. secretario: La presidencia pregunta, por conducto de la secretaría si se concede el permiso que solicita el señor Pedroza. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Hay mayoría. Sí se le concede el permiso.

(Se continúa dando cuenta con los asuntos en cartera).

Telegrama del C. Francisco González, pidiendo que se reconsidere la resolución dada por esta asamblea a su anterior solicitud de licencia.- No puede reconsiderarse dicha resolución.

Telegrama del C. Cayetano Andrade, diputado propietario por el 2o. distrito electoral del Estado de Michoacán, en que pregunta si a pesar de haber sido llamado su suplente, puede concurrir al próximo período extraordinario de sesiones.- Sí tiene derecho a presentarse.

Telegrama del C. Francisco Rosas Tenorio, en que pregunta qué fundamento tuvo esta Cámara para declarar diputado propietario por el 5. distrito electoral del Estado de Veracruz al C. Benito Ramírez G.- En su oportunidad se le remitirá el Diario de los Debates respectivo.

La presidencia, por conducto de la secretaría, suplica a los CC. diputados que no hayan protestado, se sirvan inscribir sus nombres en la secretaría y pasar a protestar. La misma petición se

hace al C. diputado suplente por el 7o. distrito electoral del Estado de Chiapas.

(Prestan dicha protesta los CC. Betancourt, Múgica, Ortega Rafael, González Galindo y de la Torre Rómulo.)

El C. presidente, a las 4.45 p. m.: Se levanta la sesión de la Cámara de Diputados.

Sesión del Colegio Electoral de la Cámara de Diputados celebrada el día 24 de Abril de 1917.

SUMARIO

1. Se abre la sesión. Se lee y aprueba el acta de la anterior. A invitación del C. presidente, el C. Manjarrez retira la frase que dirigió al C. Sánchez Pontón en la sesión del día 21.-2. Se pone a discusión el dictamen de la quinta sección, relativo al 6. distrito electoral del Distrito Federal. Es aprobado nominalmente. Se levanta la sesión.

DEBATE

PRESIDENCIA DEL C. HAY EDUARDO.

El C. presidente: Se abre la sesión del colegio electoral.

El C. secretario Padrés: En vista de que hay quórum de CC. diputados, cree la presidencia que no es necesario pasar lista de los presuntos diputados, para obviar tiempo.

El acta de la sesión anterior, dice así: (Leyó.) Está a discusión. ¿No hay quien tome la palabra?

En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, se servirán ponerse de pie.

El C. González Galindo: Parece que se dice que es el 13 distrito, y es el 11.

- El mismo C. secretario: Dije 11, y así está asentado en el acta. ¿Alguna otra persona desea hacer uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, se servirán ponerse de pie. Aprobada.

El C. presidente: En la última sesión, el señor Manjarrez profirió el término de "calumniador," refiriéndose al C. Sánchez Pontón. A pesar de los deseos manifestados por el señor Sánchez Pontón, la presidencia dio el trámite de que no era necesario retirar ese término, porque no lo consideraba injurioso. Por espíritu de justicia, la presidencia retira su decisión del otro día y considera que efectivamente fue un término injurioso. Por tanto, suplica al señor Manjarrez que retire el citado término. Esto es con el objeto de que los términos injuriosos no puedan verterse, y que quien los profiera, los retire.

El C. Manjarrez: CC. diputados: He escuchado las frases del señor presidente de la Cámara, que no me son extrañas, porque me manifestó sus intenciones antes de entrar a esta asamblea. Debo manifestar a ustedes, que desde el momento en que el señor Sánchez Pontón dijo de mí algo que no está comprobado, y que no puede comprobarse, más aun, que es falso, el delito de calumnia, delito de orden común existe; sin embargo, yo, por respeto a esta asamblea y no por otra consideración, retiro esa palabra; en la inteligencia de que, al retirarla, no pierdo ni renuncio a mis derechos para proceder, si me da la gana en contra de este señor. (Siseos.)

El C. secretario López Lira: El dictamen referente al 6o. distrito electoral del Distrito Federal, dice:

"Primera comisión revisora de credenciales.- Sección quinta.

"Honorable asamblea:

"Por lo que respecta a las elecciones verificadas en el 6o. distrito electoral del Distrito Federal, la comisión ha tenido que hacer un trabajo muy laborioso para examinar el gran número de protestas e incidentes habidos con motivo de estas elecciones. En las secciones 2a., 4a., 8a, 9a, 13, 15, 23, 27 y 28, se presentaron protestas por el hecho de que en esas casillas y durante la elección, se hacía propaganda por medio de cartelones que anunciaban candidaturas del señor Rafael Martínez y del señor Miguel Gómez Noriega, y en la casilla 27 porque igual hecho se registró por la candidatura del Dr. Atl. También se protestó porque en la casilla número 13, en el momento de estarse verificando la elección, el señor Alberto Guzmán Santa Cruz, presidente de esa casilla, vitoreó al candidato señor Martínez.

"En el concepto de la comisión, tales hechos no pueden fundar la nulidad total o parcial de la elección, ya se considere el caso comprendido en el párrafo segundo del artículo 27 de la ley electoral, ya lo esté en la primera parte del artículo 30. Estas disposiciones tienen sanciones especiales; a los presidentes de las casillas y a las autoridades administrativas toca impedirlos y una vez verificados corresponde a las autoridades judiciales castigarlos. Sí es de notarse que la única reclamación atendida sobre estos particulares fue la correspondiente a la candidatura del Dr. Atl, pues el presidente de la 27 casilla, única en que se hizo propaganda en favor de este candidato, mandó retirar inmediatamente los cartelones de propaganda.

"En la sección número 2 se protesta porque 14 personas no empadronadas votaron en favor de la fórmula Martínez - De la Colina, acreditando con testigos ser vecinos de la sección, lo cual es inexacto, según noticias que llegaron a oídos del presidente de esta casilla. La comisión no tuvo elementos para comprobar la verdad de estos asertos.

"En la sección 4a. surgió un incidente motivado porque el representante del Partido Liberal Constitucionalista presentó quince boletas recogidas a un individuo que confesó tener instrucciones del candidato Rafael Martínez, para presentarlas en cualquiera casilla. Este hecho que puede significar una presunción de fraude en las elecciones, la comisión no lo tomó en cuenta por no haber sido computados dichos votos.

"En relación a las elecciones verificadas en la 8a. sección existe una protesta del C. Gómez Noriega y de otras personas, porque ya cerrada la casilla se recibieron 32 boletas presentadas por un solo individuo, conteniendo votos en favor de la fórmula Martínez - De la Colina. Afirma el señor Gómez Noriega que estos votos eran de los soldados acuartelados en la 6a. demarcación, haciéndose mención de esto en el acta de la junta computadora por las circunstancias de que dichas 32 boletas llegaron en lagajo separado. Por este motivo, los miembros de la mesa levantaron acta especial, la que juntamente con las boletas se pusieron a disposición de la autoridad judicial. Este es otro detalle que podría significar presión o ayuda de parte de las autoridades en favor de determinado candidato, pero que la comisión no pudo considerarlo bastante para, con fundamento, declarar la nulidad de la elección.

"Con respecto a las elecciones verificadas en

la 11 casilla, el mismo señor Noriega protestó pidiendo su nulidad porque el segundo secretario de la mesa, señor Luis Barrena, no es vecino de la sección. Efectivamente, el señor Luis Barrena funcionó como segundo secretario, pero estando los documentos en perfecto orden y no existiendo otra protesta ni detalle en contra de esta elección, se estimó válida, y la comisión revisora computó los votos allí obtenidos.

"En la sección 13 se protestó porque se siguió recibiendo después de cerrada esta casilla. La comisión informa que se vió en la necesidad de nulificar la elección verificada en esta casilla porque no se recibieron ni los votos, ni la documentación correspondiente.

"Respecto a la casilla número 27 hubo protestas basadas en que el padrón que se estaba consultando no era el oficial, y que votaron varios ciudadanos no empadronados, que justificaron su vecindad con dos testigos, pero sin comprobar éstos a su vez que estaban empadronados. El personal de la mesa asegura que los votantes no empadronados exhibieron, además de las declaraciones de dos testigos, los últimos recibos sobre pagos de rentas de las casas que habitaban. El padrón que se remitió a esta comisión es el oficial y con él concuerdan las boletas emitidas, por lo que la comisión no encuentra justificado declarar la nulidad de la elección.

"La casilla que más se distingue por las protestas e incidentes surgidos con motivo de la elección, es la número 28. En esta casilla, además de las quejas sobre propaganda, está la acusación de un miembro del Partido Liberal Constitucionalista, quien manifiesta que se sorprendió a un individuo llamado Félix Cabrera, cuyo domicilio indica, haciendo boletas a favor del candidato Miguel Gómez Noriega, boletas que recogió y entregó al presidente de la mesa, pidiendo lo hiciera constar en el acta, a lo que no se accedió. De lo sucedido en esta casilla, es sin duda lo más interesante, la acusación por presiones ejercidas en esta casilla y por la recepción de los votos de los asilados del Hospital General, punto sobre el cual falló el señor juez 2o. de distrito declarando violada la ley electoral en sus artículos 26, 27 y 30, de cuya sentencia la comisión se permite transcribir las declaraciones de los testigos para conocimiento de esta honorable asamblea. Estas declaraciones dicen como sigue: "......que habiendo intervenido los cuatro presentes en la elección verificada en la 28 casilla del 6o. distrito electoral como presidente el primero, secretario el segundo y empadronadores los últimos, están en aptitud de afirmar que recibieron una orden por escrito del oficial Hurtado de la 6a. demarcación para que se entregaran 600 boletas en blanco al señor Rafael Martínez lo que no cumplieron porque no habían dichas boletas y que recibieron posteriormente otra orden del comisario de la 6a. demarcación para que se recibieran las boletas que se mandaban del Hospital General; que las dos dichas órdenes fueron presentadas por el señor Rafael Martínez, en persona, y más tarde, ya cerrada la casilla se recibieron boletas del Hospital General llenas por conducto de un señor Gutiérrez administrador de dicho hospital y representante del señor Martínez en la junta computadora: que el número de boletas del Hospital General, eran alrededor de 500, y que si se recibieron en la casilla fue porque se impuso el señor Rafael Martínez a uno de los declarantes, Manuel Gómez, presidente de la mesa, diciendo que lo acompañara al Gobierno del Distrito para que se viera que estaba autorizado el procedimiento, supuesto que la casilla no se trasladaba al Hospital General por prohibirlo la ley; que además tuvieron conocimiento de las protestas que hizo el licenciado Gómez Noriega, por la propaganda que en el momento de la elección hacía el señor Martínez, repartiendo proclamas e invitando al público a que los acompañara al hospital"- Resultando 4o.- Que los hechos expuestos en la anterior consideración, quedaron corroborados y robustecidos por las declaraciones de los señores doctor Simón Rodríguez R. y Carlos Bañuelos Cabezudo, respectivamente administrador y ayudante del administrador del Hospital General, afirmando el primero que: es Rodríguez y no Gutiérrez, y que el día que se verificaban las elecciones estuvo en la villa de Guadalupe desde las nueve y media de la mañana, hasta las once de la noche que regresó a esta ciudad, pero que al día siguiente le platicó Carlos Bañuelos que el domingo se habían presentado al hospital varios individuos entre ellos Rafael Martínez y Carlos G. Gutiérrez ex - empleado éste del mismo hospital con una orden para que se repartieran boletas entre los enfermos de esa institución: y el segundo o sea Bañuelos Cabezudo, expresa ser cierto la cita que de él hace el señor administrador agregando que el señor Rafael Martínez, pidió permiso al declarante, y le fue concedido para entrar a los pabellones de hombres y hablar a los enfermos sobre la conveniencia de que éstos votasen a su favor: y que en la tarde de ese día, repartieron las referidas boletas entre los enfermos.- Resultando 5o.- Que corren agregadas a los autos a fojas 23, 24 y 28 firmadas por el presidente y secretario de la junta computadora del 6o. distrito electoral de que ya se ha hecho referencia, en copias tres actas de protesta en las que se hace constar entre otros hechos los siguientes: A.- Que el día de la elección a las 5.30 p. m., cerrada la casilla y habiéndose terminado el cómputo para diputados se presentó el C. Carlos G. Gutiérrez jefe de la planta eléctrica trayendo 531 boletas a favor de distintas personas para los cargos de presidente y senadores, inclusive 176 votos en favor de Rafael Martínez y Federico de la Colina para diputados propietario y suplente, respectivamente B.- Que a la una y cinco minutos de la tarde se presentó a la casilla el señor Rafael Martínez diciendo estar autorizado por el gobierno del distrito para recoger de la mesa y ya firmadas por el presidente de la misma 600 boletas en blanco para repartirlas él personalmente en el Hospital General, y presentó una orden de la 6a. demarcación firmada por un señor Hurtado, a lo que se negó rotundamente el presidente; retirándose en seguida Martínez suplicando al público que lo acompañara. C.- El presidente de la casilla número 28 hace constar que por acatar no una sino dos órdenes que obran en el expediente respectivo recibió las boletas que el señor Carlos Gutiérrez entregó a la mesa; cuyas boletas después de hacer el cómputo de las candidaturas que en ellas se expresaban fueron enrolladas separadamente para remitirlas a la autoridad competente.

"La comisión declaró nulas las boletas provenientes del Hospital General que fueron entregadas como ya se ha dicho, por una sola persona, porque la ley no expresa una forma especial para el voto de asilados en los hospitales y, en consecuencia, cada votante debía concurrir a su respectiva sección, entregar al presidente de la mesa su boleta y decir en alta voz su nombre. Tal vez la ley haya querido librar a los que sufren de las excitaciones de una contienda electoral para no agravar sus penas o porque temería que los enfermos no estuvieran en uso pleno de sus facultades mentales. La comisión no juzga sobre estas causales, respeta el silencio de la ley y se atiene a las reglas generales. Los votos rechazados provenientes del Hospital General fueron 186 en favor de la fórmula Martínez.

de la colina, 1 en favor del Dr. Atl, otro en favor del señor Colina como diputado propietario y otro en favor del señor Ignacio L. Pesqueira. Estos votos fueron remitidos en paquete separado por el presidente de la 28 casilla electoral, en cuya casilla tampoco fueron computados. Con respecto a este asunto la comisión encuentra dos documentos provenientes de la 6a. demarcación de policía: uno que dice: "quedan ustedes autorizados para usar y recoger las boletas de elección del Hospital General," y otra dirigida al presidente de la casilla que expresa: "de acuerdo con el gobernador del Distrito se servirán ustedes ordenar que se instale esa casilla en el Hospital General o esperar les sean llevadas las boletas que contengan los votos de los enfermos asilados en ese propio hospital por el representante de ese establecimiento, anotando el incidente en el acta respectiva."

"Independientemente de las protestas de que se ha hecho mención, ante la junta computadora se presentaron los señores Antonio Rascón, Juan Ancona y Matías Pérez, cuyos domicilios expresan, denunciando el hecho de que el señor Gómez Noriega repartió dinero el día de las elecciones para conseguir que se votara a su favor y que las personas que lo acompañaban llenaban las boletas de personas que no sabían escribir, poniendo candidatos distintos de los que en aquellas les indicaban. Hacen mención también a estos señores de que cuando trabajaban en San Luis Potosí, en el taller de reparaciones del ferrocarril, el señor Gómez Noriega era secretario de gobierno de aquel Estado durante la usurpación huertista. A la misma junta llegó la copia de un acuerdo tomado en el salón de actos de la sociedad "Juárez," subscrito por 60 ciudadanos, quienes protestan por la actitud del licenciado Gómez Noriega al no quererse sujetar a la ley y al dictado del pueblo. También contra el señor Gómez Noriega aparece la acusación presentada por todos los miembros de la junta computadora del 6o. distrito electoral, dirigida a los señores gobernador del Distrito Federal y procurador general de justicia de la nación, en la que se expone que el señor Gómez Noriega a cada momento se oponía a la buena marcha de los trabajos de la junta, que en un principio se conformó con entablar discusiones fuera de toda cordura, pero que en los últimos días se portó con tal inconsecuencia que el día de hoy (18 de marzo) ha insultado a los miembros componentes de la junta retándolos a reír en medio de la calle y usando palabras soeces que la educación les impide hacer constar. En sentido parecido y con respecto al mismo hecho, protesta el representante del Partido Liberal Constitucionalista.

"Dirigido a la Cámara existe un memorial de un miembro del Partido Liberal Constitucionalista, en que manifiesta que el C. Gómez Noriega y su suplente anduvieron el día de la elección en un automóvil, con grandes cartelones, anunciando y propagando su candidatura, deteniéndose en todas las casillas electorales, en algunas de las cuales el C. Gómez Noriega personalmente ofreció dinero a los ciudadanos votantes para que destruyesen las boletas en favor del Dr. Atl reponiéndolas por otras que llevaban escrito el nombre de Gómez Noriega, las cuales eran entregadas en diferentes casillas. En este ocurso se hace también mención de los antecedentes políticos del señor Gómez Noriega. Contra la candidatura del señor Dr. Atl, existe una queja, que no se presentó a las casillas, por propaganda el día de las elecciones y por habérsele expedido igualmente credencial de diputado al Congreso de la Unión sin contar él con la mayoría de votos.

"La comisión ha tenido en sus manos tres credenciales: una en favor del señor Rafael Martínez; otra en favor del señor licenciado Gómez Noriega y otra en favor del Dr. Atl. El señor juez 2o. de distrito, a quien se sometieron todas las acusaciones y protestas referidas, resolvió únicamente dos: la que se refiere a la 28 casilla electoral, de que ya se ha dado cuenta; y otra por la que declara que la credencial en favor del Dr. Atl es nula.

"El criterio de esta comisión es, que ella debe sujetarse a las disposiciones legales, y si ha puesto en conocimiento de esta honorable asamblea detalles que ella no pudo tomar en cuenta para la nulidad o validez de la elección, lo ha hecho con el objeto de no ocultar absolutamente nada de este expediente tan importante por las discusiones a que de antemano ha dado margen.

"En estricto cumplimiento de su deber, la comisión ha examinado cada uno de los votos emitidos, rechazando aquellos que en su concepto son manifiestamente contrarios a la ley, ya porque estuvieren firmados por personas que según el padrón no saben escribir, ya porque los nombres de los candidatos aparecieren escritos con máquina o con letra diferente de la del votante, como el voto del señor don Gonzalo de la Mata, actual gobernador del Distrito Federal. La comisión creyó de su deber hacerlo así porque si es posible tener alguna consideración para votos que vienen de regiones indígenas, en donde es de suponerse falta de cultura y aun de conocimiento de la ley electoral, no es posible, de ninguna manera, tener consideración, por mínima que sea, a votos emitidos en la ciudad más culta de la República y mucho menos cuando se trata de altas autoridades en el orden político, a quienes debe suponerse perfectamente instruidas en la ley electoral y deseosas de cumplirla.

"Del examen hecho por la comisión, se obtiene el resultado siguiente: Votos buenos en favor del señor Rafael Martínez para diputado propietario. 1,623; en favor del señor licenciado Miguel Gómez Noriega para el mismo cargo, 1,497; en favor del Dr. Atl, también para diputado propietario, 987; para suplentes: en favor del señor Federico de la Colina, 1497; en favor del señor Alberto Sánchez de la Vega, 1,432; y en favor del señor Herminio Pérez Abreu, 568.

"Teniendo en cuenta, que si el colegio electoral puede, por motivos legales de orden moral, de orden político y de cualquiera otro, discutir una credencial, la comisión sólo debe tener como único criterio el legal, fundándose en el resultado aparente de la elección, tiene el honor de sujetar a la consideración de esta honorable asamblea, las siguientes proposiciones:

"1a.- Son válidas las elecciones verificadas en las secciones 1a. a 12 inclusive y 14 a 28 inclusive, del 6o. distrito electoral del Distrito Federal.

"2a.- Son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el 6o. distrito electoral del Distrito Federal, los CC. Rafael Martínez y Federico de la Colina.

"Sala de comisiones de la Cámara de Diputados.- México, 21 de abril de 1917. - Filomeno Mata.- Julio Zapata.- Rafael Vega Sánchez.- (Rúbricas.)"

Está a discusión. Las personas que deseen hacer uso de la palabra pueden pasar a inscribirse.

La presidencia me ordena que dé lectura a los artículos siguientes: Artículos 1494, 195, 196, 197 y 198, que dicen así:

"Artículo 194.- Habrá en las galerías un lugar especialmente destinado al Cuerpo Diplomático, y otro a los ministros de la Suprema Corte de Justicia, a los gobernadores de los Estados y demás funcionarios públicos.

"Artículo 195.- Los concurrentes a las galerías

se presentarán sin armas; guardarán respeto, silencio y compostura, y no tomarán parte en los debates con ninguna clase de demostración.

"Artículo 196.- Se prohibe fumar en las galerías. Las personas que infrinjan este artículo serán expulsadas del edificio.

"Artículo 197.- Los que perturben de cualquier modo el orden, serán despedidos de la galería en el mismo acto; pero si la falta fuese grave o importare delito, el presidente mandará detener al que la cometiere para consignarlo al juez competente.

"Artículo 198.- Siempre que los medios indicados no basten para contener el desorden de las galerías, el presidente levantará la sesión pública, y podrá continuarla en secreto.

"Lo mismo verificará cuando los medios de prudencia no sean suficientes para restablecer el orden alterado por los miembros de la Cámara."

El C. presidente: Es preciso que tratándose de un dictamen que va a tener una discusión acalorada se cumplan al pie de la letra los artículos que se han leído. La presidencia está resuelta a no hacer nuevas advertencias, sino cumplir con lo que dicen dichos artículos. En cuanto a los ciudadanos diputados se les suplica atentamente que conserven la mayor compostura para no hacer innecesaria la discusión, y a los oradores se les hace la advertencia de que la presidencia por ningún motivo admitirá o consentirá frases injuriosas de ninguna clase.

Tiene la palabra en contra el C. Dr. Atl.

El C. Dr. Atl: Antes de que Marconi inventara la telegrafía, existía ya en el mundo otra telegrafía más maravillosa todavía, y que no ha necesitado de instalación: cada hombre es una antena y yo, como soy hombre, soy también una antena, y a mí ha llegado el rumor no sólo de los diputados presentes y ausentes, sino del público en general, que la discusión sobre credenciales y la elección del 6o. distrito, iba a ser terrible. Yo no veo la razón: me parece una cosa sencilla y clara. No quiero dar lugar a grandes debates, que no son necesarios; la prensa, cierta prensa sobre todo, parece que quiere provocarlos; los espero. No venimos aquí a dar un espectáculo, sino a hacer un acto de justicia, a hacer algunas aclaraciones simples y sencillas; eso es todo. Si circunstancias especiales no me hubiesen hecho alejarme del centro electoral por el cual he sido elegido, ni el señor Martínez ni el señor Gómez Noriega hubiesen obtenido un solo voto; pero mi ausencia les dio un triunfo aparente y vamos al caso, sin más preámbulos: la lectura del dictamen ha estado suficientemente clara, yo no sé si la comprensión de los señores diputados estaría al mismo nivel, es decir, si será suficientemente clara. Por si hacen falta datos, los tengo aquí. En primer lugar, el señor Rafael Martínez, diputado al Congreso Constituyente y amigo del gobernador, violó la ley en 27 de las 28 casillas del distrito electoral. El dictamen afirma que fueron 17 ó 16. Ya el dictamen afirma lo que esta misma acta escribe en la casilla número 4:

"En favor de los diputados propietarios: primero Rafael Martínez 13 votos, segundo Miguel Gómez Noriega 38 votos y tercero Gerardo Murillo "Dr. Atl," 18 votos y en favor de los diputados suplentes, primero Federico de la Colina 8 votos, segundo Alberto Sánchez de la Vega 39, y Herminio Pérez Abreu 20 votos; durante el cómputo de esta casilla surgió un incidente en el que el representante del Partido Liberal Constitucionalista, Nicolás Díaz Velarde, presentó 15 boletas números 27510-27500-27509-27519-27518-27515 - 27518 - 27514-27514-27509-27508-27508-27507-27506 y 27506 con un oficio en el cual manifestaba que habían sido recogidas a un individuo que confesó tener instrucciones del C. Rafael Martínez para entregarlas en cualquier casilla y como no era de nuestra competencia la juzgación de las mismas las remitimos con el oficio antes dicho, al C. procurador general de la nación para los efectos legales a que haya lugar.

"8a. casilla: hago omisión de los pequeños incidentes y sólo me limito a los más importantes.

"Al hacer el escrutinio de la presente se encontró un legajo especial y por separado con boletas votantes en número de 32, que según el acta levantada por el C. presidente de la misma y las protestas recibidas justificaban haber sido recibidas por una sola persona, y que conforme al artículo 45 de la ley electoral vigente pedían fueran consignadas a la autoridad judicial competente para su resolución; y en cumplimiento a tal solicitud fue remitido el legajo antes dicho con lo que quedó terminado el cómputo de la 8a. casilla etc.

Casilla número 13:

"Antes de principiar el escrutinio de la presente en vista de los oficios y protestas que se habían recibido en esta junta computadora acerca de la misma casilla resolvió la honorable junta computadora por mayoría, exceptuando al C. vicepresidente, no tomar en consideración la presente casilla para el cómputo general de dicho escrutinio, pero el mismo C. vicepresidente manifiesta que a lo que se opuso fue a que se remitieran las boletas al juzgado; durante el cómputo de esta casilla el C. presidente no quiso oir las opiniones de la junta declarando textualmente que él era soberano: y como a esta junta no era de su incumbencia juzgar los hechos verificados en la misma casilla, fueron consignados al C. procurador general de la nación los documentos que entregó el C. presidente de la misma y las protestas de varios representantes de partidos políticos, con un oficio en el cual se explicaba el por qué de la remisión.

Esto está perfectamente explicado en el dictamen. Casilla número 20:

"....durante el escrutinio de esta casilla se recibió un oficio del señor Velarde acompañado con una protesta del Partido Liberal Constitucionalista por hacerse propaganda por la fórmula Martínez - De la Colina, y otro individuo que repartía avisos de propaganda y presentarse en auto con cartelón, los cuales fueron remitidos al C. juez 2o. de distrito por no competer a las atribuciones de esta junta."

Está consignado en el dictamen, pero aquí hay otra observación importante, (leyó). Habla el representante del Partido Liberal Constitucionalista: (leyó.) La misma protesta del representante del Partido Liberal Constitucionalista, dice en términos generales, (leyó.) Infracciones casilla número 21, (leyó.) Está un poco obscura la redacción. Copia simple de una acta: (leyó.) En la casilla número 7 firman esta protesta los señores Francisco de la Peña y Jesús Solís. (Leyó) Como los representantes del Partido Liberal Constitucionalista, los representantes de los Partidos Revolucionarios unidos y los representantes del Partido Socialista Obrero, no pudieron estar en todas las casillas, no pudieron levantar actas de todas las infracciones. Además, en muchas de esas casillas se negaron a levantar esas actas, como consta por estos datos que tengo aquí. Esta es una serie de notas firmadas por el señor Ricardo Carreño, Luis Peregrina etc. (leyó), Aquí están boletas que se les daba a los individuos que iban a votar por mí, llenas con otros nombres. En la casilla del Campo Florido, me escribe otro elector, que es un alto empleado del gobierno, y me dice: (leyó.)

Otro documento: (Leyó.)

Como se ve por estos simples datos, el ciudadano Rip - Rip obtuvo la mayoría si no es que la totalidad de los votos, a pesar de un libro que nos va a presentar aquí, a consecuencia, no de las campañas directas cerca de los electores del 6o. distrito electoral, sino a consecuencia de la labor, diremos ligeramente, jesuítica, para no ofender la susceptibilidad de nadie, usando de medios completamente ilegales y valiéndose naturalmente de la ausencia del candidato del Partido Liberal Constitucionalista y Coaligados Revolucionarios. La presión ejercida por el gobierno del Distrito está perfectamente manifiesta, ya el dictamen lo demuestra; la prensa ha publicado, además, las actas a que se refiere el dictamen, las órdenes de la comisaría, etc. El señor Martínez se creía autorizado por el Gobierno del Distrito para proceder a la consignación en masa de fajas enormes de boletas, de 10, 15, 20, 200 y hasta de 600, a las casillas; muchas de estas boletas fueron rechazadas por la comisión escrutadora, pero otras siguieron formando parte y son las que hacen la mayoría de Rip - Rip. Aquí están fotografías de las actas a que hace alusión el dictamen de la comisión y las mismas palabras del señor Rip - Rip, consignadas en esta acta que dice: (Leyó). Pero hay otro mucho más importante, la propaganda hecha en mi favor en el 6o. distrito, principalmente en los alrededores de los talleres de la compañía de tranvías fue mandada retirar por orden especial y verbal del gobernador del Distrito. Este mandó llamar al gerente de la compañía de tranvías, señor Ramos, y le dijo: - eso fue el viernes. - "Yo sé que hay dentro de la gerencia de esa compañía y en todas sus dependencias, cartelones en favor de la candidatura del Dr. Atl y sé que los obreros van a votar en favor del Dr. Atl, suprima usted los cartelones." Nosotros habíamos obtenido, no de la compañía de tranvías, sino de la compañía de anuncios que tiene la compañía de tranvías, que el viernes y el sábado se pusieran en todos los tranvías de la ciudad de México unos cartelones que dijeran: "Vote usted por el Dr. Atl." Y el gobernador del Distrito mandó retirar esos anuncios. Como el señor Ramos, que es miembro del Partido Liberal Constitucionalista, se negó a retirar los carteles existentes dentro de la compañía de tranvías, el gobernador del Distrito destituyó al señor Ramos, con esta circunstancia agravante: que nunca, durante todos los períodos, desde que se instalaron los tranvías en México, la compañía había dado unas sumas tan fuertes de dinero al gobierno. El señor Ramos había presentado un corte de caja pocos días antes; después lo mandó directamente a la Primera Jefatura, con estas sumas: dinero en plata un millón de pesos, novecientos y tantos mil pesos; en números redondos un millón; cuatro millones de bilimbiques, más tres millones en papel de Veracruz y había pagado la mitad de las deudas de la compañía. No obstante esto, el gobernador del Distrito en persona y verbalmente le dijo: "entregue usted la compañía, porque esta compañía es del gobierno y hay que votar por el señor Martínez" y allí está el señor Ramos que puede atestiguarlo. Si a un individuo ignorante, si a un individuo que vive en un lugar alejado de la ciudad de México se le ha reprochado que aceptó los ofrecimientos de las autoridades para hacer su propaganda, ¿cómo no se le debe reprochar al hombre que dice ser el representante genuino de la prensa revolucionaria? Si a un hombre ignorante, que vive lejos de la capital, se le reprocha que viole la ley electoral, ¿cómo no se le va a reprochar a un hombre que estuvo en el Congreso Constituyente? Casilla por casilla, ya habéis oído las cosas que leí, las actas que habéis oído, el dictamen y demás documentos y de ellos se desprende, la violación de la ley en todas sus manifestaciones, antes de las elecciones y durante las elecciones. Cosa curiosa: mientras el señor Martínez traía las boletas del Hospital General, a la casilla donde las depositó, dos de los individuos que habían votado por él, se habían muerto, (risas,) pero como había orden del gobernador del Distrito de que se llenaran las boletas, votaron los muertos. No importa, si la ley es dura, las órdenes del gobernador del Distrito eran todavía más duras. (Risas.) Claro, como que estuvieron siempre fuera de la ley. Yo no creo que sea necesario insistir sobre este punto, pero creo que va a ser necesario, después de que los otros candidatos hablen, que me refiera al punto estrictamente electoral. Solamente, antes de terminar, haré unas pequeñas observaciones respecto de las credenciales. Me permito interrogar al señor Martínez - con permiso de la presidencia - ¿puede decirme el C. Martínez quién le entregó su credencial y qué día?

El C. Martínez Rafael: Cuando mi credencial fue entregada, yo no me encontraba en este lugar; la credencial mía fue entregada al C. presidente del Partido Nacional Regenerador y él fue el que la puso en mis manos, porque durante todo el cómputo que hubo para la credencial de Rip - Rip, que duró diez días, no estuve presente porque me encontraba en Estados Unidos.

El C. Dr. Alt: ¿Qué día se entregó ese credencial?

El C. Martínez Rafael: No lo sé.

El C. Dr. Atl: Yo sí lo se. (Risas.) Y no solamente lo se yo, sino que lo saben los redactores del periódico que la subscribieron. "El Demócrata," martes 3 de abril de 1917, dice:

"Oportunamente hicimos del conocimiento público, todos los escandalosos incidentes y todos los cínicos enjuagues que se llevaron a efecto en la junta computadora del 6o. distrito electoral del Distrito Federal, con el exclusivo propósito de evitar que fuese a la Cámara de Diputados don Rafael Martínez, director general de este diario, culminando con el verdadero "albazo" que efectuaron algunos miembros del Partido Liberal Constitucionalista, para arrebatar al presidente de la citada junta una credencial ilegal, que firmó solamente éste, con la unánime protesta de los miembros de la junta computadora."

El ciudadano presidente de la mesa no extendió las credenciales y aquí está su propuesta, la credencial de usted dice que tiene fecha 24 y la junta terminó el día 23 o usted alteró la firma o usted inventó la credencial. El señor Martínez afirma........

El C. Martínez Rafael, interrumpiendo: Pido la palabra para una rectificación de hechos, señor presidente.

El C. presidente: Para una rectificación, tendrá usted la palabra, cuando termine el orador. (Voces: ¡Que hable, que hable!)

El C. Martínez Rafael: Me ha llamado usted calumniador y falsificador y seré implacable con usted, señor Dr. Atl.

El C. Dr. Atl: Lo será usted por la primera vez en su vida, señor Martínez. Continuó.

"Posteriormente, y tras habérsenos certificado, con las firmas de todos los miembros de la mesa de la junta, que el cómputo había sido favorable a la candidatura "Martínez - De la Colina," (documento que fue publicado por nosotros, en facsímile) el presidente de la junta computadora, espontáneamente y para nulificar las fraudulentas credenciales extendidas por él, con anterioridad, en favor de los candidatos que habían obtenido minoría de votos, firmó nuevas credenciales, autorizadas, éstas sí, por la firma

de uno de los secretarios, con lo que son de validez superior, a las que se ha tratado de sacar avantes en la primera junta previa de la Cámara de Diputados, con maliciosa festinación."

"Espontáneamente"- dice "El Demócrata" en una nota de la redacción.- Aquí está la espontaneidad del presidente. (Leyó.)

El C. secretario López Lira, interrumpiendo: Habiendo transcurrido la media hora que fija el reglamento, se pregunta a la asamblea si concede al orador permiso para que continúe en el uso de la palabra. Las personas que estén por la afirmativa, se servirán ponerse de pie. Sí se concede el permiso.

El C. Dr. Atl, continuando: Esta credencial está publicada en "El Demócrata" del día 4 de abril, y la credencial dice: "México, 24 de marzo de 1917." Y aquí una ligera explicación: la junta computadora, en vista de la enormidad de los fraudes electorales que se habían cometido por uno y otro candidato, sobre todo por Martínez, y en vista de las disputas que surgieron en el momento de entregar la credencial, y que la mesa se dividió en dos bandos y querían dar una credencial a Gómez Noriega y otra a Rip - Rip, el presidente, viendo que la única elección pura era la mía, hizo un juicio salomónico y dijo: "la credencial ni a uno ni a otro, la Cámara decidirá;" es una credencial condicional, no es una credencial extendida como las otras, como las que se habían extendido la víspera, y éstas se quedaron en el expediente, ignoro quién la habrá sacado del expediente; pero no fue el presidente de la junta computadora quien la entregó al señor Martínez, ni tampoco la credencial tenía fecha 24, sino 22; de consiguiente, la fecha ha sido substituída. Este incidente de la credencial, que es capital, en estos momentos no es precisamente una violación de la ley, es una medida de defensa que se dio al único candidato que no tuvo reproches en su elección, y permitidme que haga algunas disquisiciones. El derecho romano, que fue realmente fabricado, elaborado por el pretor, fue, sin duda, el derecho que en torno de la ley sufrió más evoluciones. El pretor romano no tenía autoridad para transformar la ley, no tenía autoridad para violar la ley; no tenía, tampoco, autoridad para apegarse estrictamente a la ley, porque las costumbres romanas se lo impedían. Pero por una serie de modificaciones lentas y hábiles, pudo, en el transcurso de varios siglos, hacer un derecho que es todavía el fundamento del derecho actual. Para dar un ejemplo de lo que el pretor romano hacía, voy a traducir literalmente un pequeño fragmento de un juicio. (Risas.) He aquí un caso concreto que traduzco literalmente. "Si una casa tenía una obligación de pago perfectamente válida, pactada en los términos requeridos por el derecho civil, pero únicamente contratada bajo la influencia de maniobras fraudulentas, el pretor, el magistrado, respetuoso de la legalidad, se guardaba de desconocer expresamente, a pesar de su incontrastable iniquidad, la fuerza obligatoria de este legado jurídico. Pero si el acreedor quería obrar en justicia, este acreedor se veía empujado, obstaculado, por una excepción de dolo, arma de torcedura puramente defensiva, de la cual su adversario había estado previsto por el pretor." Pues éste solamente daba al deudor los medios de paralizar indefinidamente el asunto. Eso es lo que ha hecho el presidente de la junta computadora del 6o. distrito electoral; me ha dado una excepción de dolo contra mis enemigos que han obrado dolosamente; pero no es necesario recurrir al derecho romano, ni a la acción de los pretores: hay muchos casos de carácter político muy semejantes al del 6o. distrito electoral, y han acontecido fuera de la República. Aquí está uno: En junio de 1914 se hicieron las elecciones para diputados en la Cámara francesa. En uno de los departamentos, al norte de la Martinica, surgió un incidente semejante al nuestro. Voy a leer; se ha publicado en "Le Matin," del lunes 1o. de julio de 1914. (Leyó.).... como los del Hospital General y otros. La decisión de la Cámara francesa fue ésta: a pesar de que la comisión no proclamó al diputado Langrosilier, el diputado Langrosilier tendría el derecho si hubiera sido proclamado; no lo fue, no tenía derecho de sentarse en los bancos, y entraría en su lugar el diputado que no tuvo absolutamente ninguna impureza en su elección; y el diputado que precisamente estaba en tercer lugar como lo soy yo aquí, se quedó en la Cámara. Así, pues, no es un caso especial, es un caso que se ha presentado con mucha frecuencia. Si yo no hubiera tenido la convicción, por una encuesta precisa, ordenada, metódica e imparcial, de que los fraudes cometidos en el 6o. distrito electoral, sobre todo por el C. Rip - Rip, fueron abundantísimos y violaron todos los preceptos posibles e imaginables, y aun el precepto contenido en la ley electoral, no habría venido a esta Cámara a defender mi credencial, que, como dije antes, ha sido más que una excepción que conmigo ha hecho el presidente de la junta computadora, para contender con ellos. Me reservo a hacer todas las observaciones que tengo en cartera, para cuando mis contrincantes hayan hablado. Sé que ellos tienen intenciones de provocar un escándalo, yo no lo quiero; dentro del criterio exclusivamente electoral, dije mal, dentro del límite electoral, seguiré combatiendo; pero si surgiese un incidente yo estaré en mi lugar; a su debido tiempo haré las proposiciones respecto al dictamen, porque quiero resolver algunas cosas que tengo en cartera.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Rafael Martínez.

El C. Martínez Rafael: Señor presidente: señores diputados: bien sé que hay dos caminos, dos procedimientos, dos sistemas para luchar y para vencer: legítimo el uno, donde entran como bases la justicia, el derecho y la verdad; e ilegítimo el otro, en donde entran como elementos el talento, la audacia y la avilantez. Bien sé también, que intrínsecamente, todos los seres humanos están capacitados para seguir uno u otro de los procedimientos. Asimismo sé que la política, hasta este momento, ha sido tomada como intriga, y que de la política casi siempre se ha huído. Nosotros, señores, tenemos la obligación imprescindible, los que pasamos por el escenario de la política, directa o indirectamente, de actuar de tal modo que levantemos a la política del fango, que la hagamos cosa digna, que la hagamos cosa pura, que la hagamos cosa alta, y que podamos algún día decir que en México la política es un sistema para amalgamar los intereses de los de arriba y de los de abajo, y para hacer que los hombres públicos, aquellos que tienen funciones en concordancia con la vida nacional, sean hombres que, antes que otra cosa, rindan culto a los grandes sentimientos de la humanidad. Yo, señores, tengo la fe inmensa de que voy a demostrar a ustedes de un modo incontrastable, de un modo claro, de un modo preciso, que en el 6o. distrito electoral, por lo que a mí atañe, no ha habido, no digo actos delictuosos, sino ni actos irregulares, ni actos que violen alguna de las consideraciones de la ley electoral. Yo no voy a defenderme con propias palabras, no voy a hacer palabrería, voy a presentar rápidamente documentos perfectamente claros y perfectamente evidentes, para que se vea si es o no justo el triunfo que yo he obtenido. Hace unos cuantos días, en las reuniones que tuvimos los constituyentes, les dije estas palabras: "Señores: yo no quiero que votéis en mi caso por afecto, por cariño, por los recuerdos que nos han unido en el Congreso Constituyente. Yo estoy dispuesto a sostener con

mi voto a los compañeros nuestros que tengan sus credenciales en debida forma, en un caso difícil, pero siempre que haya en su caso justicia, yo estaré con ellos; pero en mi caso no quiero que hagan excepción, quiero que no voten por afecto, por cariño, pues deseo que voten únicamente por justicia, olvidando hasta que soy compañero de ustedes." Lo mismo digo a mis enemigos, si los tengo: no quiero que por esta vez caiga sobre su cabeza el anatema de que por tal o cual circunstancia meramente personal votaron en contra de la justicia. Es por esto que yo comienzo pidiendo a la Cámara que si mi credencial es mala, voten todos contra ella; que si es mala, mis amigos olviden que lo son y voten contra ella, y que mis enemigos voten, acordándose de la justicia. Como han oído ustedes, 28 casillas se instalaron en el 6o. distrito electoral; las 28 trabajaron. Bien; el primer cargo que se me hace es que hubo imposición. Señores: el acta que a mí se me ha entregado de la junta computadora y que voy a mostrar a ustedes, pasando a la presidencia para que tome nota de las firmas; tiene entre esas firmas, la del presidente, la del vicepresidente, la del primer secretario, la del segundo secretario, la del tercero, la del cuarto, la del primer escrutador, la del segundo, la del tercero y la del cuarto; es decir, la mesa entera, sin faltar un solo miembro. Vean ustedes lo que dice esa relación de la junta computadora:

"Habiendo terminado el escrutinio de las diferentes casillas en que se dividió el 6o. distrito electoral, se hizo el cómputo general, habiendo resultado: 1o., el C. Rafael Martínez, con 1,817 votos; 2., Miguel Gómez Noriega, con 1,683, y 3o., Gerardo Murillo, Dr. Atl, con 1,003 votos, incluyendo todos los votos de las casillas respectivas; y para suplentes: 1o., Federico de la Colina, resultó con 1,633; 2o., Alberto Sánchez de la Vega, con 1,647, y 3o., Herminio Pérez Abreu, 641, omitiendo los votos que obtuvieron otros varios candidatos, por ser minoría.

"Al terminar este cómputo, los representantes de varios partidos presentaron una protesta contra el 1er. secretario, basándola en la labor obstruccionista, más otra que adjunto se encontrarán.

"Acto continuo, al querer extenderles las credenciales para diputados propietario y suplente, respectivamente, a los CC. Rafael Martínez y Federico de la Colina, se opusieron 4 miembros de la junta, levantando una protesta que adjunta se encontrará, en la cual manifiestan que no la firmaban por no poderse tomar en consideración los votos de la 13 y 28 casillas, que estaba a resolución del juez 2o. de distrito. Los CC. candidatos independientes Miguel Gómez Noriega y Albertos Sánchez de la Vega presentaron también una protesta respecto al mismo asunto. Pero al fin el C. presidente, el día 21 de marzo del año en curso se presentó a las diez y cuarto de la mañana, poco más o menos, y habiendo citado a los miembros de la junta a una sesión secreta, les manifestó lo siguiente, sacando un papel del bolsillo, en el cual exponía lo que manifestó, y es lo siguiente:

"Que los votos emítidos a favor del candidato independiente, licenciado Miguel Gómez Noriega adolecen de vicios, y en vista de que la mesa se opuso a extender la credencial para diputado al C. Rafael Martínez por haber obtenido la mayor cantidad de votos, y juzgando por todos los fraudes que se registraron en estas elecciones por estos candidatos, según consta en las actas de varias casillas, y las protestas presentadas para los dos con el mismo objeto, y que con honradez esta junta resuelve, a reserva de que las Cámaras estudiaren estos asuntos por haber en ésa personas de más altos conocimientos que nosotros, se extendiera la credencial a favor de Gerardo Murillo, por ser el único contra quien no había habido protestas; esta proposición la tomó en vista de las contraposiciones que a cada momento se estaban suscitando en esta dicha junta computadora, y haciendo advertir que la credencial se le extendería, diciéndole: a reserva que las Cámaras resolverían si era o no de aceptarse, y cuyo original se acompaña; a los que se negaron rotundamente y con toda energía los miembros de la mesa, presentando una propuesta, en la que manifiestan su inconformidad para extenderles las credenciales a los CC. Murillo y Pérez Abreu, y la protesta dice que no están conformes con los actos de presidente, por haberse violado los artículos 41 y 47 de la ley electoral vigente: no obstante de la protesta, el C. presidente expidió las citadas credenciales, firmándolas él mismo, y todas las protestas que surgieron por este hecho adjuntas se encontrarán a la presente; al mismo tiempo se recibió una protesta de varios ciudadanos, dirigida al presidente de la junta, diciendo los subscritos del 6o. distrito electoral, unidos a otros distritos del Distrito Federal, que protestan enérgicamente ante quien corresponda, por la actitud seguida por el licenciado Gómez Noriega al no querer sujetarse a la ley y al dictado del pueblo, acuerdo tomado en el salón de actos de la sociedad Juárez, sita en la 1a. calle de Gabriel Hernández, el día 20 del presente, viniendo cancelada o subscrita por 53 firmas. Y a la vez acompaña dicha protesta de los mismos, que dice: Se hace constar que el presente oficio, con las firmas del anterior, que va adjunto, protestando en igual forma por los actos poco decorosos que la junta computadora del 6o. distrito electoral cometiera, y de quien el pueblo espera se sujetará a la ley. México, 21 de marzo de 1917. Subscrito por tres firmas. Hacemos constar también, que al extenderles las credenciales a los ciudadanos predichos, estuvieron presentes a los alrededores de la mesa los CC. licenciados Acuña y Martínez de Escobar y multitud de ciudadanos representantes y miembros del Partido Liberal Constitucionalista, a lo que se opuso el 1er. secretario, habiéndolos retirado varias veces, pero el C. presidente los llamó otras tantas, diciéndoles que habiendo terminado los trabajos iba a extender ya una credencial, y no creía que faltaría a lo dispuesto en el artículo 61 de la misma ley; y habiéndoles extendido las ya dichas credenciales a los ciudadanos que hemos mencionado se terminó con los expedientes de las 28 casillas, relacionadas a los ciudadanos diputados. Y finalmente, el C. 2o. secretario expuso a la honorable junta, que sería bueno extender la credencial al ciudadano que tuviera mayoría de votos, a lo que se opuso rotundamente y con toda energía, en unión de los miembros de la junta exceptuando únicamente al C. presidente de la misma, a que se extendiera esta otra credencial, manifestando que en vista de ya haberse extendido una, no se podía extender una segunda.

"Al terminar esto, manifestó el señor 3er. secretario. Manuel Castillo, que no estaba conforme con el acta que se estaba haciendo, diciendo que el señor secretario 1o. que la estaba dictando la hacía personalmente, diciendo que el señor licenciado Alberto Sánchez de la Vega insinuaba a que hiciera constar en la presente todos los hechos verificado al declarar el C. presidente que la credencial era a favor del Dr. Atl.

"Con lo que da por terminada el acta respectiva al escrutinio general y cómputo a diputados al próximo Congreso constitucional." (Una voz: ¿Con qué fecha) Con fecha 22 de marzo de 1917; es el resultado de los trabajos de la junta computadora, cuando yo me alejé de la capital, y no concurrí un solo momento a las juntas computadoras. Se hizo lo que se pudo durante la campaña electoral; se trabajó en cuanto se pudo; y así como el Partido Liberal Constitucionalista

sostuvo al Dr. Atl, otros partidos hicieron otro tanto por el señor Gómez Noriega, y yo también hice otro tanto. Pues bien, cuando terminó el asunto de las elecciones tuve que salir al extranjero para traer papel, y dejé que mis contendientes fueran a la junta computadora y que permanecieran en ella desde la mañana hasta que terminaba la sesión de cada día, porque hubo diez días de sesiones, y en ellas examinaron mis boletas por un lado y por otro, si estaban con letras iguales, si éstas eran más o menos iguales o semejantes, quitándoseme todas las boletas que se quiso, como van ustedes a oirlo aquí, es decir, faltando a la ley electoral, porque la ley electoral dice que la junta computadora es computadora, es revisadora, no es rectificadora. Sin embargo, en mi caso dejé que mis contendientes quitasen todos los votos que quisieran, sin que yo pidiese nada en contra de ellos; y esa junta computadora dice lo siguiente, el día 22 de marzo de 1917:

"Los subscritos, miembros de esta junta, certifican que el cómputo de votos que arrojan las actas levantadas en las casillas electorales el domingo 11 de marzo de 1917, descontando las boletas de los ciudadanos enfermos en el Hospital General, así como las que no estaban legalizadas con la firma del votante, es el siguiente:"

Fijense ustedes, señores, a ver si es posible que haya habido imposición. Nos vamos a encontrar con casillas a donde apenas me sacan unos cuantos votos mis contendientes; no hay una sola casilla en donde tenga yo 400 votos; en donde más obtuve fueron 100 y tantos votos, lo mismo que el señor Gómez Noriega y el señor Dr. Atl.

Casilla número 1: Martínez, 26; González Noriega, 25; Dr. Atl, 3.

Casilla número 2: Martínez, 41; Gómez Noriega, 28; Dr. Atl, 15.

Casilla número 3: Martínez, 36; Gómez Noriega, 60; Dr. Atl, 31.

Casilla número 4: Martínez, 13; Gómez Noriega, 38, Dr. Atl, 18.

Casilla número 5: Martínez, 34; Gómez Noriega 79; Dr. Atl, 23.

Ustedes han visto, señores diputados; en estas casillas la mayor parte está de mayor votación para los contendientes míos, y de menor votación para mí. ¿Hay lugar a duda? Yo tengo 3, y el señor Gómez Noriega, 60; advirtiendo que estas casillas son precisamente las que están cerca de la imprenta donde trabajo, porque son las de Colón, San Diego y Bucareli.

Casilla 6a.: Martínez, 45; Gómez Noriega, 52; Dr. Atl, 19.

Casilla número 7: Martínez, 23; Gómez Noriega, 74; Dr. Atl, 26.

Casilla número 8: Martínez, 64; Gómez Noriega, 116; Dr. Atl, 26.

Casilla número 9: Martínez, 40; Gómez Noriega, 78; Dr. Atl, 18.

CAsilla número 10: Martínez, 78; Gómez Noriega 108; Dr. Atl, 39.

Casilla número 11: Martínez, 97; Gómez Noriega, 80, y Dr. Atl, 60.

Casilla número 12: Martínez, 39; Gómez Noriega, 27; Dr. Atl, 14.

Casilla número 13: Martínez, 146; Gómez Noriega, 95, y Dr. Atl, 82.

Vean ustedes, aquí no pudo haber sido más reñida la contienda; pues bien, dice esta copia del escrutinio que se fue formando, que se examinó cada una de las actas de votación para diputados, lo cual certificó el presidente, el vicepresidente, los cuatro secretarios y los cuatro escrutadores. Ya ven ustedes cómo coincide este cómputo con las firmas originales, sin que hubiese estado en México; por lo tanto, sin que hubiese hecho personalmente ninguna gestión. Demostrado queda, pues, que lo de presión y demás que se ha alegado aquí es inadmisible. Vamos a la otra parte: se dijo que yo tuve boletas; bien. Para destruir esto, lo más fácil era que yo dijese que no tuve boletas; pero no es bastante; yo quiero justificar cada una de mis obras con verdaderos documentos. Las acusaciones, como ustedes ven, son importantes en dos casillas: en la casilla número 13 y en la casilla número 28; en las demás se dice que "llevé papeletas," que "pasó un automóvil" y otras cosas por el estilo, que son verdaderas nimiedades. En la casilla número 13, que es a la que se contrajo la acusación ante el juez de distrito, y que dice en su dictamen de una manera terminante que únicamente son de tomarse en consideración las acusaciones referentes a las casillas número 13 y 28. Pues bien, voy a que vean ustedes cómo está eso y en qué se relaciona con las boletas. En la casilla 13 - aquí está el acta original, firmada por los miembros de la mesa, y donde consta la acusación - dice:

"Antes de principiar el escrutinio de la presente, en vista de los oficios y protestas que se habían recibido en esta junta computadora acerca de la misma casilla, resolvió la honorable junta computadora por mayoría, exceptuando al C. vicepresidente, no tomar en consideración la presente casilla para el cómputo general de dicho escrutinio; pero el mismo C. vicepresidente manifiesta que a lo que se opuso fue a que se remitieran las boletas al juzgado; durante el cómputo de esta casilla el C. presidente no quiso oír las opiniones de la junta, declarando textualmente que él era el soberano, y como a esta junta no era de su incumbencia juzgar los hechos verificados en la misma casilla, fueron consignados al C. procurador general de la nación los documentos que entregó el C. presidente de la misma, y las protestas de varios representantes de partidos políticos, con un oficio en el cual se explicaba el por qué de la remisión."

Yo no he hecho gestiones contra nadie. Pues bien, mi gran delito, primero: Rafael Martínez pasó a las 5.40 de la tarde, es decir, 2 horas, 40 minutos después de que, conforme a la ley, debía haberse concluido la elección; pasó por la puerta de la casilla, y uno de los que formaban la mesa directiva, el presidente, gritó: ¡Viva Rafael Martínez! ha ganado Rafael Martínez, o lo que ustedes quieran. Aquí, en la resolución que da el C. juez, dice que el señor presidente de esa casilla indicó que había gritado ¡Viva Carranza, viva Rafael Martínez, viva Gómez Noriega!, emocionado de que había ido el pueblo a votar; pero supongan lo más malo, que gritó: ¡Viva Rafael Martínez! ¿Que delito es ese, señores? En primer lugar, no lo cometí yo; en segundo lugar, tenía 2 horas, 40 minutos, de verificada la elección. ¿Es posible que porque ese hombre gritó ¡viva Rafael Martínez! todas las boletas hubieran desaparecido? Esto es verdaderamente nimio; indudablemente que no. Yo pasé por allí a las 5.40, y eso es todo. La segunda parte, la delicada, la que se refiere al Hospital General....

- El C. secretario López Lira, leyendo:

"Un sello que dice: "Gobierno del Distrito Federal, México, Distrito Federal." -Por acuerdo del C. gobernador y a petición del C. Rafael Martínez, hago constar que el Gobierno del Distrito no proporcionó a dicho señor Martínez una sola boleta de las que sirvieron para la elección de diputados en las próximas pasadas elecciones, y que las que se enviaron a las casillas del 6o. distrito electoral cuando se agotaron las enviadas, lo fueron por conducto de la 6a. demarcación de policía.

"Constitución y Reformas.- México, Distrito Federal, 16 de abril de 1917.- El oficial mayor encargado del departamento de la secretaría general

de gobierno.- M. Mariscal.- (Rúbrica.)"

"Un sello que dice: "Hospital General.- México."- México, 18 de abril de 1917." - Con la presente hago constar que en las elecciones pasadas el señor Rafael Martínez no tuvo participación alguna ni trajo a esta hospital boletas para la votación, ni intervención en la elección, pues dichas boletas fueron entregadas al subscrito por dos empleados de la 6a. demarcación de policía, entregándolas a mi vez a dos mozos del establecimiento para que fueran repartidas a los asilados, y procediendo a recogerlas yo personalmente. Debo hacer constar que yo tuve ingerencia en este caso, debido a que el C. administrador en ese día se encontraba fuera de México y yo tenía su representación en el establecimiento.

"El comisario encargado de la oficina de administrasión.- Manuel Gutiérrez.- (Rúbrica.)"

El C. Martínez Rafael: Como ustedes ven, CC. diputados, si no llevé yo las boletas a la casilla número 28, a la que pertenecía el Hospital General; si no llevé yo las boletas al Hospital General; si no se me dieron boletas, ¿cómo pude tener algo que ver con las boletas del 6o. distrito electoral? No lo habría hecho yo, y voy a dar una prueba más: la declaración de toda la mesa de la casilla número 28, por la que se ve que no llevé ningunas boletas. Lo que pasó fue que el sábado estuve haciendo mi campaña en el Hospital General, porque tenía derecho a hacerla. El domingo, sabiendo que no había boletas, les dije que se dirigiesen a la 6a. demarcación de policía o al Gobierno del Distrito, porque ya hemos visto en muchos documentos que leyó el Dr. Atl, que faltaban boletas, que fuesen, y que por los conductos debidos se las darían, como se las dieron. Aconteció también este hecho verdaderamente curioso: Cuando yo me encontraba en el Hospital General, el domingo, precisamente indicando que debían ir por boletas, se encontraba allí la persona que hizo la denuncia en la casilla 27; y esa persona era nada menos que el suplente del Dr. Atl. De manera que este señor me acusaba de que estaba yo dentro del Hospital General, estando él precisamente allí. (Risas.) Aquí tienen ustedes el documento firmado por el presidente, el primer secretario, el segundo secretario, los escrutadores, los empadronadores, de la casilla número 28, a la que pertenecía el Hospital General.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"El presidente de la mesa electoral hace constar que por acatar no una sino dos órdenes terminantes que obran en el expediente respectivo, recibió las boletas que el C. Carlos Gutiérrez trajo a esta casilla; las cuales boletas, después de haber hecho el cómputo de los candidatos en ellas inscritos, fueron enrolladas separadamente, y se remiten para que la autoridad correspondiente obre como a bien lo tenga.- El presidente, Manuel Gómez.- El 1er. secretario, Tomás Gallardo.- El 2o. secretario, F. Zamora.- El 1er. escrutador, Concepción Celaya.- El 2o. escrutador, Hermenegildo Resendis.- El 1er. empadronador, Gilberto Posada.- El 2o. empadronador, Eugenio Gómez.- El representante del Partido Nacional Regenerador, Ignacio Díaz de León. - (Rúbricas.)"

"El C. Martínez Rafael: Como ustedes ven, no solo están las firmas de las personas que forman la mesa, sino las del representante del Partido Liberal Constitucionalista y del representante de otro partido. Pues bien, señores, allí no me dieron las boletas: las pedí después, y las llevé al hospital, como declaró terminantemente el encargado del hospital; nos las llevé a la casilla, como lo declaró la mesa entera y los representantes de los partidos ¿Es posible, pues, hacerme la imputacion de que llevé las boletas del Hospital General? No obstante esto, como ustedes han oído, se me quitaron todos los votos de esa votación, que fueron 176. Tengo aquí un documento firmado por el prefecto del Hospital Juárez, donde dice que allí las boletas se repartieron entre los enfermos y se enviaron a la casilla correspondiente, y sin embargo, fueron tomadas en cuenta, como pasó en el caso del señor Mata; y en el caso mío fueron malas. Perfectamente; no he alegado nada; se me han quitado, no obstante eso, 176 votos, y nada he dicho; únicamente hago estas declaraciones para convencer a los señores diputados de que en mi caso no ha habido una sola violación, no han habido una sola irregularidad. Yo no hubiera pedido boletas, porque sabía que no es al candidato a quien deben dársele, sino por los conductos debidos. Yo sí, como candidato, tenía interés, e interés especialísimo en que todos los ciudadanos tuviesen boletas para votar. Este empeño es legítimo, este empeño es legal; pero de eso a que yo hubiese llevado boletas hay una distancia inmensa. Ya ven ustedes que las acusaciones más graves, la de imposición, queda demostrado que no pudo existir, porque los votos fueron para uno y otro candidato en cantidades semejantes, en la casilla en donde se dice que hubo esa imposición: luego no hubo imposición. La otra parte, la de que alguno hubiese gritado en una casilla ¡viva Rafael Martínez! no significa nada, ni constituye una irregularidad. Lo otro, la cuestión del Hospital general, queda perfectamente claro; ya no es posible presentar mayor número de documentos. Bien, señores; aquí están las actas originales, todo porque mis representantes hicieron lo que debieron hacer: recoger en cada una de las mesas una copia del acta respectiva, firmada por los representantes de todos los demás partidos y por la mesa de cada casilla y es muy raro encontrar en el cómputo una casilla que no esté de acuerdo con lo que se resolvió por la mesa. Entonces, perdí 3 votos, 5, 6, 176 como en la 28, y todavía - ya ustedes han oído lo que ha dicho la comisión dictaminadora -también se han encontrado algunos votos que debieron quitarse y se quitaron, y resulta que yo tengo 1,700, mientras que tienen 1,400 el señor Gómez Noriega y 900 el Dr. Atl. No puede ser más lógica y clara la victoria de la votación. Dijo el Dr. Atl, probablemente en un rasgo de buen humor, que había acontecido que los votantes se habían muerto. Pues señores, no sé yo cómo es posible que en este caso los muertos resuciten y puedan escribir; aquí tienen ustedes un libro donde constan firmas a montones de los que han votado por mí y ratifican su voto. Desde luego, señores, no se trata de muertos. Al señor Dr. Atl le llama la atención que haya acontecido esto; no, a mí no me llama la atención que los obreros voten por mí puesto que yo, como lo sabe media Cámara por lo menos, durante los tremendos tiempos de Porfirio Díaz encabecé a los obreros. Yo, en aquel entonces, era capaz de enfrentarme al tirano, cuando tantos otros no lo hacían, y naturalmente los obreros me recuerdan. (siseos.) Señores: los siseos no significan nada. Yo tendría que decir alguna otra cosas más, pero no quiero presentarlas, pues basta el hecho perfectamente claro y concluyente, que los obreros me conocen porque iba al frente de ellos en muchas ocasiones. ¿Qué de raro tiene que voten por mí? Los hechos, los números, las cifras, lo prueban. Así pues, señores, encuentro perfectamente legítimo, legal, que hayan votado por mí hasta darme la mayoría en el 6o. distrito electoral. Respecto a mis dos contrincantes, señores, tengo que decir lo siguiente: el licenciado Gómez Noriega debiera seguirme en cuanto a cifras, pero el señor licenciado Gómez Noriega se encuentra incapacitado legalmente para poder representar un distrito en este Congreso. La constitución, como ustedes saben, pide,

entre los requisitos para ser diputado, que el interesado haya residido más de 6 meses anteriores en el lugar de la elección, si no es originario de él, pues bien, el señor Gómez Noriega no ha residido 6 meses en México, y lo voy a probar con documentos también fehacientes. Aquí tiene ustedes un ejemplar del periódico "El Creciente," diario que se publicaba en Cuernavaca: aquí tienen ustedes un retrato - caricatura del señor Gómez Noriega, que desempeñaba un puesto en aquel entonces, y el periódico es de fecha 29 de septiembre. Viene aquí también un ejemplar del periódico oficial de Morelos, en el que se dice que el señor licenciado Gómez Noriega jugó como candidato para el Congreso Constituyente; ya ustedes recuerdan las fechas, manifestándoles que el licenciado Gómez Noriega está en el caso de no poder cumplir con los requisitos que la Constitución impone. Aquí tienen ustedes una carta firmada por el licenciado Ignacio Cejudo y Ormaechea, que era juez de primera instancia de Cuernavaca, y que dice:

"Me es grató referirme a su estimada de hoy, manifestándole que el licenciado Gómez Noriega fue presidente municipal de Cuernavaca desde el mes de mayo hasta principios de noviembre del año pasado, en cuyo tiempo estuvo, como es natural, residiendo en la citada ciudad.

"Asimismo tengo el gusto de contestar el punto relativo, manifestándole que ningún cargo fue de elección popular en Cuernavaca, pues los que desempeñamos algún puesto lo hicimos a virtud de nombramiento que se nos expedía por orden del C. general don Pablo González, jefe del cuerpo de ejército de oriente. Sobre este particular citaría el testimonio del señor licenciado Cecilio Garza González.

"Me es grato repetirme de usted muy afectuosamente.- Ignacio Cejudo y O. - (Rúbrica.)"

Aquí tienen ustedes el periódico oficial del Estado de Morelos, y subrayado: "Actas de los colegios electorales del Estado." Hay otra parte que dice así:

"....con excepción de 24 votos obtenidos por los CC. licenciados Miguel Gómez Noriega y César Olivera Rueda, en la., 4a. y 6a. secciones de la municipalidad de Cuernavaca y 3 votos en la 3a. sección de Tepoztlan, para diputados propietario y suplente, respectivamente."

Pues bien, señores, nosotros, aunque con aplausos, hemos hecho salir de aquí al señor doctor Cervantes - alta figura a quien todos conocemos como revolucionario inmaculado.- y el caso del señor Gómez Noriega es igual, sin duda alguna; pues el señor Gómez Noriega no ha estado, como no ha podido estar, porque los documentos son fehacientes, los 6 meses que pide la ley como requisito; es claro que el señor Gómez Noriega está legalmente incapacitado para venir a representar a este lugar al 6o. distrito electoral o a cualquier otro distrito. Ya lo ven ustedes, señores diputados; se ha hecho en mi caso todo lo posible para poder destruir una elección completamente legal y completamente ajustada a la ley electoral. Se pensó que de algún modo se me podría vencer, y lo que ocurrió fue verdaderamente gracioso, casi risible; se decía: Rafael Martínez tiene 2,000 y tantos votos - que eran los que tenía antes de que se me hubiese quitado todos los que han visto ustedes,- y se decía, por parte del señor Gómez Noriega y de los que querían que triunfase este señor: ¿de qué manera podría hacerse para que Rafael Martínez perdiese? Pues si el tenía 500 votos (Gómez Noriega), y yo tenía 600, pues quitando 300 el señor Gómez Noriega ganaba. En el caso del Dr. Atl es verdaderamente curioso: Si él tenía 800 votos menos que yo, para que pudiera decirse que otros habían triunfado habríamos necesitado declarar que no es el mayor número el que da el resultado favorable, sino el menor. Y entonces tampoco habría triunfado el Dr. Atl, sino que hubiera triunfado De la Hidalga; ni tampoco habría triunfado el señor Carranza para Presidente, con 1,500.000 votos; habría triunfado Zúñiga y Miranda, que obtuvo 170 votos en todo el país. Pero, señores, indudablemente que no es esta la manera de contar. Si Rafael Martínez no reclamó, habiéndose revisado los votos por cuantas personas han querido en la junta computadora, por mis contendientes, por mis enemigos y que me quitaron, cuantos quisieron; si después viene la junta computadora y ésta encuentra todavía, quizás por cualquiera causa, que deben quitárseme los escritos con letra manuscrita, porque no los escribió el interesado no obstante que sabemos que existe una resolución legal, que prescribe que puede firmar cualquiera a ruego de una persona que no sepa escribir; pues bien, por esta circunstancia, si se me han quitado votos y resulta que todavía tengo 300 más que el licenciado Gómez Noriega, y el doble de los del Dr. Atl, señores, el asunto legal no puede estar más claro, no puede ser más patente; y, señores, la verdad es que yo, en cuestión de criterio, el mío es éste: que no puede haber más que dos criterios: el criterio legal, base de todo procedimiento, y el criterio patriótico, porque el criterio político y el criterio moral están sujetos a la ley, y las leyes están basadas en la moral, y las leyes son las formas de los grandes principios de la moral. Pues bien, vamos a ocurrir a la moral perfecta. La moral es la legalidad, si el voto es legal; si el triunfo es legal, es completamente moral. Pasemos, pues, por si es necesario....

- El mismo C. secretario: La presidencia, por conducto de la secretaría, pregunta a la asamblea si concede que el señor Martínez pueda seguir haciendo uso de la palabra, pues ya ha transcurrido el tiempo reglamentario. (Voces: ¡Sí, sí! Se concede que el señor Martínez continúe haciendo uso de la palabra.

El C. Martínez Rafael. continuando: Pasemos, pues, por el criterio político, porque si hubiese que hablar algo en ese sentido podría tocar susceptibilidades; pero no voy a personalizar porque no quiero provocar el escándalo, pues solamente lo haría en un acto supremo. Pues bien, señores, en asuntos políticos lo digo como lo siento: Yo estoy conforme con mi modo de ser; tengo 15 años de trabajar en asuntos políticos y no he hecho más que lo siguiente: Durante la época de Porfirio Díaz, fuí contra Porfirio Díaz; después, cuando Porfirio Díaz cayo, estuve con Madero hasta que Madero fue asesinado. Cuando fue asesinado Madero, fuí de los primeros que en Estados Unidos comenzó a trabajar contra Huerta, contra la felonía, sin que faltara un solo día en que no trabajase en esa forma: escribiendo, bien o mal. Después, cuando el señor Carranza se levanto en armas, en un gesto de suprema rebeldía, con él he estado. Yo no he querido nunca hacer camarillas. Ya digo: he creído en la política correcta; que la política buena, que la política útil y sana no es formar una camarilla de alguien que sea prominente, contra otro que sea prominente. Yo he creído que en momentos como los actuales, lo útil, lo sano, lo patriótico, lo correcto, no es sino complementar a los grandes factores, el uno con el otro (aplausos y siseos), y es por esto que yo entiendo que todos los que han depurado su conducta, que todos los que en los grandes crisoles de la honradez han podido demostrar que antes que otra cosa tienen amor a la patria, a esos no hay que empujarlos unos contra otros; no hay que hacer una camarilla para echársela a otra, no, sino precisamente haciendo algo homogéneo, utilizándolos y agrupándose con respecto, cariño y admiración. Así es como podemos

allanar los caminos, y es por eso que me siento verdaderamente satisfecho de que las mismas palabras de afecto que ha tenido para mí el C. Primer Jefe, esas mismas palabras de afecto hayan tenido para mí los señores generales González y Obregón; y para que vean ustedes que lo que estoy diciendo en estos momentos es la verdad voy a permitirme leer a ustedes un telegrama del señor general Obregón, para que vean ustedes que es la verdad lo que digo y por qué me siento verdaderamente satisfecho. Nunca he entrado en politiquerías ni en antesalas. El C. Primer Jefe y yo no nos hemos visto sino cinco días antes de que empezara la campaña electoral, y y sabía que he estado trabajando en donde lo he creído conveniente y oportuno, con talento o sin él, no puedo dar otra cosa, pero con buena fe, buena intención y resuelto a todo, pero no a abdicar de los grandes principios. El C. Primer Jefe me ha felicitado por mis trabajos como periodista, el señor general González por la prensa ha hecho lo mismo y el señor general Obregón con fecha 13 de abril me dice lo siguiente: (Leyó.) Pues bien, señores es así como he creído yo poder desempeñar una función política; es así como yo he trabajado creyendo poder prestar un buen servicio a mi patria. Se dijo por el señor Dr. Atl que soy amigo del gobierno. No lo niego, lo soy porque entiendo que en el gobierno hay algo que a mí pertenece, tanto como un átomo, como una insignificancia, pero entiendo que ese gobierno, de todos modos, es el florecimiento de la revolución. Yo sé que en el gobierno, que en la revolución, ha habido muchos actos malos, de mala índole; pero no es posible evitarlos; todas las revoluciones son iguales, en todas las revoluciones existe una parte, pequeña por desgracia, de idealistas, de hombres que sueñan, de hombres que piensan en el bien de los demás, pero en aquellos instantes supremos en que se encuentra un partido frente a otro y el más débil, es el que se lanza frente a la fuerza, indudablemente que hay que llamar y acoger a muchos hombres sin saber qué traen adentro; algunos traen grandes principios, otros traen grandes ambiciones, otros grandes intrigas. Cuando se triunfa ¿qué se hace? ¿es posible arrojar a esos hombres, para que se diga que no hay sentimientos de gratitud? No, señores, entonces entra la gran labor de selección, la labor de depuración, en donde se necesita verdadero talento para utilizar a aquellos hombres, porque han expuesto su vida, han estado en los momentos difíciles y han llevado a cabo por amor o por ambición, una obra transcendental, una obra inmensa y yo, he entendido que en estos instantes cuando el gobierno que principia a surgir de la revolución tenía por todas partes enemigos, era indispensable y necesario que algunos periódicos trabajasen por el gobierno, ¿qué íbamos a decir en aquel entonces? ¿íbamos a presentar las llagas, las ambiciones, las intrigas?; pues esa no hubiera sido sino labor de enemigos. No, señores diputados, nos correspondía hacer otra cosa, nos correspondía cubrir aquellos defectos, porque el momento era militar y porque en este momento todos desempeñaban funciones militares, el hacendista dentro de la hacienda pública, el ferrocarrilero en el ferrocarril y el soldado en los campos de batalla, pero todos estaban sujetos a una idea, prestando sus servicios a un gobierno militar. Cómo, pues, había de funcionar un periódico, cuando mi gran ideal era que se adquiriese el bienestar social? ¿ Cómo había de hacer labor de crítica? No, sin duda, y por eso no la he hecho. He creído que ese ha sido mi deber; vendrán momentos distintos y entonces yo demostraré, y lo digo solemnemente que no he perdido ninguno de mis bríos más que los que el tiempo me haya quitado; pero no, señores, en aquellos tiempos tremendos de la dictadura no tenía nada, fuí a las cárceles, salí de ellas y seguía en el periódico, en la miseria más grande, en la más grande de las tristezas, pero siempre firme, siempre en línea recta. Pues bien, así lo haré siempre; pero en los tiempos amargos porque hemos pasado no podía haberlo hecho porque el oposicionista de Porfirio Díaz y de todas las dictaduras, no tan sólo porque apareciera valiente y viril había de ser oposicionista sistemático de todos los gobiernos. Esta es mi actuación política, y me satisface mucho que junto con los autógrafos del Primer Jefe, del general Obregón, del general González, una los autógrafos de Madero y Pino Suárez, así como tengo mis boletas de entrada en las cárceles cuando combatía aquella autocracia corrompida. Es por eso, señores, que yo creo que real y positivamente reúno los dos grandes requisitos que pudieran pedirse para venir a representar al 6o. distrito electoral en esta Cámara. He sido electo legalmente, no cabe duda de eso; las tachas que me han puesto las he podido destruir con documentos fehacientes; he dejado que se quitara de los votos que he obtenido, cuantos se ha querido, por los enemigos; no me he defendido, no he acusado a nadie; mis enemigos hicieron cuanto pudieron hacer. Pues bien, lo que ellos hicieron son ardides del juego. En ninguna parte se pudieron hacer elecciones intachables y precisamente todas las irregularidades que hemos visto aquí son la prueba efectiva de que hay elecciones. Ninguno de nosotros sabe demasiada democracia. Todos, en tiempos de Porfirio Díaz éramos súbditos, unos por gusto y otros sin él. No había vida democrática; es claro que no habíamos de comenzar con una plana perfectamente hecha, los que han empezado por palotes. Pero no hay irregularidades que afecten, como lo dice la ley, para que se nulifiquen las elecciones. Dice la ley en su artículo respectivo que si en alguna parte se encuentran votos con defectos o vicios, serán nulificados estos, sin afectar el resultado de las elecciones. Esto es claro, es evidente. Si mis propios enemigos han hecho el análisis, la crítica y han llegado hasta decir que la junta computadora faltando a sus deberes, me ha quitado todos los votos que ha quedado, sin embargo, una gran mayoría sobre el señor licenciado Gómez Noriega, y otra más grande aun sobre el Dr. Atl, hasta ser el doble. Así pues, no puede ser más patente, más lógico mi triunfo. En materia política no tiene nada que echárseme en cara; yo no he servido nunca a las usurpaciones ni he estado jamás en altos puestos. En tiempos del señor Madero, era director del Diario Oficial y pude haberme quedado ganando mucho dinero, y , sin embargo, dejé el dinero y me fuí a donde no podía poseer gran cosa; pero a los tres días de asesinado el señor Madero, escribía los primeros artículos contra la usurpación. Estas son pruebas evidentes de que en ese punto de vista lleno debidamente el requisito que puede pedirse en el criterio político. Ahora, para concluir, tengo que decir a ustedes esto: yo creo que el asunto que estamos tratando es verdaderamente interesante; no es el Dr. Atl, no es el señor Gómez Noriega, no es Rafael Martínez, no; el caso precisamente es por lo de las credenciales, por lo mucho que de ellas ha dicho la prensa, por haber mediado circunstancias verdaderamente nuevas, es obligación nuestra fijarnos de una manera verdaderamente clara, de una manera verdaderamente consciente, en lo que vamos a hacer. Un punto sólo voy a tocar para concluir. El señor Dr. Atl dijo que probablemente yo habría falsificado la firma de mi credencial. ruego al señor Dr. Atl, se sirva decir qué es lo que ha dicho.

(Dr. Atl.: Que usted había alterado la fecha de la credencial.) Pero, señores, están aquí presentes dos señores diputados con quienes hice el viaje de Estados Unidos a este lugar: el señor Padrés Y el señor Pesqueira, los dos saben que llegué yo aquí el día 3 de este mes. ¿Es posible que hubiese falsificado eso, cuando me encontraba en país extranjero? Indudablemente que no. La cuestión de la credencial es clara. Efectivamente, llegaron aquí tres credenciales ¿cómo eran esas credenciales? del siguiente modo; voy a demostrarlo con hechos claros. La credencial del señor Dr. Atl, trajo una sola firma la del presidente de la mesa, y existe en la comisión revisora y he publicado textualmente el acta en donde protesta toda la mesa, desde el primer secretario hasta el último escrutador, por habérsele dado la credencial. ¿Por qué protestaban? Porque indudablemente que con eso se violaba un término expreso de la ley que dice: "al terminar el cómputo, debe leerse éste en voz alta y no extenderse la credencial al que ha obtenido el mayor número de votos." Esto es clarísimo. Pues bien no quiero personalizar, pero de todos modos es el hecho de que por haberse dado la credencial en esa forma protestó toda la mesa, y sólo trae una sola firma, la del presidente, El señor Gómez Noriega, ya cuando estábamos en sesiones, presentó también una credencial que tenía dos firmas, las de los dos secretarios de la mesa. Desde luego esa credencial no puede ser buena desde el momento en que el único que puede hacer la declaración es el presidente, y el presidente no firma la credencial. La credencial mía está firmada por el presidente y los secretarios. Pueden sencillamente, sacarse los documentos, verse la credencial y demás documentos que están en la comisión revisora firmados por el presidente mismo, para que se vea si son auténticas las firmas de mi credencial. La comisión tenía enfrente otra credencial, la del señor licenciado Gómez Noriega, que no tenía la firma del presidente sino sólo las de los dos secretarios y la mía tiene la firma del presidente y secretarios. Señores, creo que el asunto de las credenciales es también verdaderamente claro, pero, sin embargo, me ha agradado porque conmigo ha acontecido lo que no ha acontecido con ningún señor diputado. Aquí viene una persona con una credencial y sus contendientes se quedan afuera, no pueden argüir, no pueden defenderse y en mi caso, ya lo han visto ustedes, he tenido que venir a contender con mis contrincantes, los dos con credenciales, prerrogativa que no han tenido ningún otro, puesto que si hubiese podido hablar aquí el contrincante de alguno de los señores diputados, quizá varias resoluciones hubiesen sido en otra forma. En mi caso, he sido liberal en grado sumo y he hecho que ese liberalismo llegue hasta el extremo; han venido a hablar dos contrincantes míos de que no ha habido nada que pudiera serme favorable, ni el número de votos. Pues bien, en estas condiciones y precisamente porque decía yo que la República está esperando lo que va a suceder aquí yo no pido que se os fijéis en mí pido únicamente que tengáis en cuenta que antes no iban los ciudadanos a votar, porque se sabía que el voto era falseado, porque se sabía que el voto siempre era tomado de un modo fraudolento, porque todos sabían que no había más que un gran elector y que antes de que se hicieran las elecciones estaba la lista arreglada. Ahora se ha dicho: el que no vote pierde sus derechos de ciudadano. La República ha visto que esto ha sido principalísmo. Sabe que aquí va a dictarse si efectivamente el voto es una gran conquista de la revolución, si vale o no vale, si después. por cuestiones de compadrazgo político, por cuestiones de diversa índole, por no tal o cual circunstancia se falsea la votación, señores , es por eso que yo me he empeñado siempre en sostener el criterio legal. Nosotros tenemos que hacer de la política algo alto, algo noble y este es precisamente el caso. Yo respetaré el voto popular, no porque se trata del Dr. Atl o del señor Gómez Noriega o de mí, se trata de un ciudadano que después de toda una revisión resulta que tiene una gran mayoría de votos sobre el que le sigue y una gran mayoría inmensa sobre el otro, hasta llegar al doble. Pues bien, señores diputados, votad conforme a vuestras conciencias y tened en cuenta que no sólo os contempla toda la República, sino todos los hombres que han muerto creyendo que nosotros sabríamos seguir sus huellas y sabríamos cumplir con las grandes promesas de la revolución. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el C. Gómez Noriega.

El C. Gómez Noriega: Señores diputados: "El demócrata" publicó hace unos días que en esta ocasión el señor Martínez diría su mejor discurso, y vosotros lo habéis oído ya. Suplico a la presidencia se digne ordenar a la comisión respectiva me facilite el expediente del 6o., distrito electoral. (Se le facilita.) Señores diputados: Un orador "a la inglesa" anunció desde esta tribuna que a mí, fácilmente me serían aplicados los tres filos, la punta y la cacha. Perfectamente bien. Quiero tener en esta ocasión la voluptuosidad...... (Voces: ¡No se oye! ¡No se oye!)

Señores diputados: Un orador anunció desde esta tribuna que a mi humilde personalidad tal vez le serían aplicados los tres filos ya que muy célebres, la punta y la cacha. Bien, yo quiero tener la voluptuosidad de ser torturado más que los cristos de Van - Dick y salir de aquí chorreando sangre. Perfectamente; yo esperaba algunos ataques con verdadero placer porque desconozco absolutamente los cargos que me pudiesen haber hecho, mas no ha habido nada. Sea de ello lo que fuere, esperemos los sucesos, esperemos en la sesión y ya veremos cómo salimos de aquí. Cuando los pueblos despiertan ¡qué difícilmente vuelven a su letargo, señores diputados! Recórranse todos los gobiernos del mundo, pásese revista a todos los gobiernos del universo, cualquiera que sea su forma, monárquica o republicana y se verá que ninguno, sin excepción absolutamente de ninguno, descansa, si no es en un charco de sangre, si no es en las bayonetas, si no es en una revolución. y dice Als: "Simpática coincidencia cuando los pueblos se pusieron en comunicación, cuando los pueblos vinieron a enfrentarse y a hacer su representación universal: simpática coincidencia, todos, absolutamente todos habían hecho lo mismo, habían revolucionado, habían hecho una carnicería en épocas determinadas." Por una simple y sencilla razón, señores diputados: porque siempre, absolutamente siempre en todas las latitudes ha habido opresores y oprimidos, y el pueblo mexicano, después de cien años de constantes intentos de despertar, de constantes pesadillas, se encuentra ahora perfectamente despierto y perfectamente en guardia, vigilando absolutamente la actuación de la representación nacional. El pueblo mexicano, ¿por qué ha luchado tanto? El pueblo mexicano ha tenido esas pesadillas, ha tenido que ir a las revoluciones lo mismo que todos los pueblos de la tierra, absolutamente todos, porque también el pueblo mexicano, lo mismo que toda la humanidad, tiene absolutamente en su conciencia una lo mismo que toda la humanidad, tiene absolutamente en su conciencia una visión que desea alcanzar y a la cual no ha podido ni acercarse a pesar de sus grandes esfuerzos; y esa visión es por la que la humanidad, ha luchado tanto de una manera tan brusca en diferentes épocas. El pueblo mexicano, lo mismo

que los pueblos de toda la tierra, ha echado abajo dictaduras, ha destruido coronas imperiales, ha echado a pique muchisimos, muchísimos castillos feudales, porque el pueblo mexicano lo mismo que toda la humanidad ha visto en ese derrumbamiento hermoso, ha visto en ese cataclismo sublime, entre los escombros, levantarse gallarda y sublime una escuálida virgen pálida, casi desfallecida, con los ojos vendados, en la mano derecha una espada y en la izquierda la simbólica balanza: la justicia. Esa es la bandera de los hombres, esa es la bandera de la humanidad. Señores diputados, es el propósito, es lo que persigue todo hombre en esta tierra: la justicia. Pues bien, puesto que es la suprema aspiración del hombre, es la soberana, puesto que desea alcanzar la humanidad a esa soberana. Dice ella: "Pues bien, por ser quien soy, por ser yo quien soy, la justicia, os doy esta regla; esta regla a la que debéis indiscutiblemente sujetar todos vuestros actos, cualquiera que sea la actuación que tengáis en el gran concierto universal." Y esa regla, señores diputados, esa regla es la Ley. En tal virtud, aquí me concretaré exclusivamente, señores, a esgrimir como única defensa en mi favor a esa regla, a la ley. Dice el señor Martínez; yo presento, señores diputados, un acta aquí, otra acta acá y esta carta aquí esta otra carta acá, este documento subscrito por el presidente, los cuatro secretarios y los ocho escrutadores del 6o. distrito electoral. Y yo le digo: señor Martínez, si usted me presenta tantos documentos, yo le presento solamente dos que son la ignominia y las órdenes de la 6a. demarcación de policía. La primera orden, dice: (leyó.) Se levantó una acta y debe constar en ese expediente, que esas 600 boletas que necesitó el señor Martínez no se las entregaron porque simple y sencillamente no las había. Presunción: si las ha habido se las entregan, porque era una orden de la 6a. demarcación. Después, media hora después, el señor Martínez se presenta en la misma casilla 28 y presenta esta orden que original exhibo aquí también: (leyó.) El señor Martínez se presentó en la 28 casilla llevando esas boletas. Dice la ley: "Presunción es la consecuencia legal que se saca de un hecho conocido para averiguar la verdad de otro hecho desconocido." Perfectamente bien. Aquí está un hecho perfectamente conocido, puesto que hace prueba plena, puesto que es un documento con el sello en el que se ordenaba al oficial de barandilla de la 6a. demarcación, que se entregaran 600 boletas: por lo tanto, esas boletas las necesitaba el señor Martínez y no le fueron entregadas. Otro documento que presume legalmente que esas boletas le fueron entregadas al señor Martínez en la 6a, demarcación, porque dice: "Se servirá usted recibir las boletas que le manden del Hospital General, a la 28 casilla." Presunción perfectamente legal y justificada de que estas boletas las necesitaba el señor Martínez, primero; segundo, que esas boletas las recibió el señor Martínez, y hay aquí, en la casilla número 27, donde se rechazaron 15 boletas que fueron en enviadas por el Hospital General y por lo cual se levantó una acta en la casilla número 27 diciendo que no se recibían en virtud de que el artículo 31, dice: "Cada ciudadano sólo podrá votar en una casilla, que será aquella en que estuviese empadronado." Y como la casilla número 27 no entraba en el circuito que correspondía políticamente al Hospital General, resultaba que por esa razón el presidente de la casilla número 27 no pudo recibirlas. Otro hecho perfectamente conocido, consecuencia que ustedes comprenderán señores diputados, que con 600 boletas en la bolsa yo puedo hacerlas votar en cuatro o en 28 casillas. Indiscutiblemente que sí. Consecuencia de este hecho: que las 600 boletas que el señor Martínez pudo obtener fueron votadas indistintamente en todas las casillas, y el señor Martínez me decía en otra ocasión, desde las columnas de su periódico, que era de notarse el hecho siguiente: que en las casillas del centro había yo triunfado, pero que en las apartadas, en los suburbios de la ciudad, había obtenido el triunfo porque allí están los obreros. Yo, simple y sencillamente, no puedo creer en esa aseveración y sí puedo asegurar que allá en lo apartado, en el despoblado, en los suburbios, fue donde más se introdujeron boletas de las que obtuvo el señor Martínez. Aquí, por escrito, señores miembros de la comisión, yo presente un escrito firmado por mí en el que digo que los votos del Dr. Atl son perfectamente puros. ¿Existe ese escrito?

El C. Mata, miembro de la comisión la comisión: Consta en el expediente ese escrito.

El C. Gómez Noriega, continuando: Lo digo porque yo tuve un representante en cada casilla y absolutamente todos me dijeron: El Dr. Atl no ha violado absolutamente ningún artículo de la ley electoral. Ha sido perfectamente decente y tampoco los que lo sostenían han violado la ley. Yo faltaría a mi deber de hombre honrado si no hubiera hecho esa aseveración. Ahora, del señor Martínez no tengo absolutamente nada que decir si no es enarbolando la ley única y exclusivamente. Dice la parte resolutiva de la sentencia dictada por el juez segundo de distrito: (leyó.) El señor Alberto Guzmán Santacruz es el presidente que en un momento de emoción y alegría gritó durante la elección ¡Viva el Señor Martínez! Si esto no va en contra de lo que dispone la Ley, que entre otras cosas dice que durante el tiempo de la elección no habrá personas que aconsejen a los votantes el sentido en que deben sufragar; si esto no es una propaganda, yo no sé, señores, qué es lo que significa hacer propaganda en pro o en contra de determinado candidato. No quiero ser absolutamente largo y me reservo yo también, como mis contrincantes, para ocupar por segunda vez la tribuna. Ahora solamente me concreto, señores diputados, a pedirles que seamos consecuentes. Aquí se hace la ley, le decimos a otro poder que se llama el judicial, que aplique la ley. La ley está aplicada. ¿Cómo va a ser posible que ustedes nos coloquen al señor Martínez, a mi y al Dr. Atl en las mismas condiciones, cuando él violó la ley en la casilla número 28 toda vez que se hizo propaganda, y nosotros no la hemos violado? ¿cómo va a ser justo y equitativo que se nos tengan las mismas consideraciones y se tenga el mismo fallo para los dos? Creo que no: sin embargo, vosotros, con la soberanía de que estáis investidos, resolveréis este asunto. (Voces: ¡A votar, a votar!)

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el C. Alvarez del castillo. (Voces: ¡A votar!)

El C. presidente: El ciudadano Alvarez del Castillo solamente va a hacer uso de la palabra para una aclaración.

El C. Alvarez del Castillo: Me había propuesto sostener el dictamen de la comisión revisora, por considerarlo de justicia, pero desde el momento en que ya se ha determinado atenerse a la cuestión legal solamente, lo considero innecesario y únicamente me voy a permitir hacer algunas rectificaciones a lo afirmado por el señor Dr. Atl. Dice el señor Dr. Atl, que el ciudadano gobernador del distrito, general César López de Lara, hizo una imposición a favor del ciudadano Rafael Martínez, y eso no es exacto y digo que no es exacto, porque salta a la vista de todos los habitantes del 6o. distrito electoral, que aquí, y en todo el Distrito federal, hubo elecciones verdaderamente libres y esto es verdad..... (Voces: ¡No, no!) (siseos.)

Es verdaderamente extraño que un miembro del partido Liberal Constitucionalista a quien le consta que de los doce candidatos del Partido Liberal Constitucionalista en el Distrito Federal, triunfaron diez, sostenga que el C, Gobernador del Distrito hizo imposiciones a favor de tal o cual candidato... (Voces: ¡Es cierto!) El mismo señor licenciado Martínez de Escobar, a quien considero honrado y un portavoz del Partido Liberal Constitucionalista, dijo desde esta tribuna que aquí, en el Distrito Federal, había habido verdaderas elecciones. El señor licenciado Acuña, ahora que estaba hablando dijo que no es exacto. Yo invito al señor licenciado Acuña para que me diga el porqué de su dicho sosteniendo lo contrario.

El C. Acuña: Si me lo permite la presidencia.

El C. presidente: Cuando termine el orador.

El C. Alvarez del Castillo: Además el señor Dr. Atl dijo que el C. gobernador del Distrito, en represalias, había destituido al señor ingeniero ramos de la gerencia de la compañía de tranvías y eso también es inexacto por la sencilla razón de que el señor ingeniero Ramos recibió su nombramiento de la Primera Jefatura y malamente podía haber sido destituído por el gobernador del Distrito. (Voces: ¡Ah!) Un día antes de las elecciones, el señor licenciado don Jesús Urueta, en una manifestación del Partido Liberal Constitucionalista, frente al palacio municipal, manifestó que el mismo partido había destituído al señor gobernador del Distrito, al general César López de Lara, como miembro del partido, porque el señor general López de Lara era un tramposo y porque el general López de Lara era un chanchullero, o palabras semejantes. ¿Sabéis, señores, cuál fue la venganza del gobernador del Distrito, general César López de Lara, en contra del señor licenciado Jesús Urueta? fue darle garantías al día siguiente de las elecciones para que el ciudadano licenciado, Urueta pudiera venir a esta representación (Voces risas y siseos.)

El C. presidente: Se suplica a los ciudadanos diputados que guarden el orden que debe observarse en esta honorable asamblea.

El C. Zubaran: No está a discusión lo que está tratando el señor. (Voces: ¡A votar, a votar!)

El C. Urueta: Pido la palabra para una alusión personal. (Voces: ¡Tribuna, tribuna!) (Aplausos.)

El C. presidente: Vuelvo a llamar la atención a las galerías sobre las disposiciones reglamentarias que existen para que las galerías se abstengan de tomar parte ni hacer manifestaciones durante los debates. Allí hay un caballero sentado en el tercer intercolumnio que ha aplaudido y le suplico se sirva abandonar el salón.

El C. Rivera cabrera: Pido la palabra....

El C. presidente: No se concede la palabra......

El C. Rivera cabrera: Suplico a la presidencia sea más atenta con los ciudadanos diputados.....

El C. presidente: No hay palabra. Que se vaya el señor que aplaudió o me veré obligado a mandarlo sacar por la policía.

(El aludido abandona el salón.)

El C. Presidente: El C. Urueta tiene la palabra para una alusión personal.

El C. Urueta: Crean los señores diputados que me hago un positivo esfuerzo para subir a esta tribuna con objeto de contestar alusiones personales. Soy enemigo de asuntos de esta índole, pero no puedo permanecer en silencio. Mi alusión contendrá algunas rectificaciones. Desde luego, yo no voy a tomar participación alguna en el debate relativo a las elecciones del 6o. distrito electoral como equivocadamente lo ha dicho la prensa. Respecto de las palabras que yo pronuncié frente al palacio de gobierno cuando se le notificó por mi conducto al general César López de Lara que quedaba destituído del Partido Liberal Constitucionalista, esas palabras no fueron las que acaba de mencionar aquí el señor Alvarez del Castillo; esas palabras constan en la memoria de la multitud que nos acompañaba; esas palabras nunca las he negado, no las niego y no las negaré. Y, efectivamente, fue tan generoso conmigo el señor general César López de Lara, que me dio las siguientes garantías: el automóvil 337 no me dejaba ni a sol ni a sombra; dos policías, uno de apellido Guerrero, igual, ni a sol ni a sombra; dentro de mi despacho los tenía hablando con la pequeña servidumbre de allí con el pretexto de que mi señora deseaba saber a qué partes concurría. La cocinera de mi casa era asediada mañana, tarde y noche, por esa gentuza. Y por último, el C. general César López de Lara presentó acusación contra mí ante el juzgado 6o. correccional por el delito de injurias, y como a todos les consta, se hizo una averiguación subterránea sin que nunca se me citara por las autoridades, y casi en la víspera de que me presentara a esta asamblea para defender mi credencial, se me mandó aprehender y si no ha sido por la decisión de vuestra soberanía, estuviera yo en la penitenciaría. Estas fueron las garantías que me dio el señor general don César López de Lara, que ahora sí se queja de atropellos en su gira electoral por el Estado de Tamaulipas. (Voces: ¡Muy bien!: aplausos y voces: ¡A votar, a votar!)

El C. secretario López Lira: se pregunta a la asamblea si considera suficientemente discutido el punto. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie..... (¡Voces: ¡Sí, sí! ¡No, no!)

El C. presidente: tiene la palabra el C. Rafael Martínez.

El C. Martínez Rafael: Voy a ser muy breve, señores diputados. Unicamente me voy a limitar a aclarar algunos de los conceptos emitidos por el señor licenciado Gómez Noriega, y que son de cierta importancia. Al fin el asunto nuestro ha quedado reducido a dos aspectos, a dos pequeñeces: a la acusación respecto a la casilla 13 y a la acusación respecto a la casilla 28. En la casilla 13, ha vuelto a repetir el señor Gómez Noriega que es una violación a la ley electoral que alguien haya gritado ¡Viva Rafael Martínez! Pues bien, eso fue ya que se había leído y firmado el acta respectiva por toda la mesa que figuró en esa casilla; ese grito, el mismo presidente que lo emitió dice que no fue sólo por mí, sino por Carranza y por las demás personas que contendieron en esa lucha electoral fue dado a las 5.40 de la tarde, en el momento en que pasaba yo; así lo ha confesado toda la mesa y los representantes de los partidos, es decir, que fue de las 5.40 de tarde. Por lo tanto, ese grito fue dado dos horas cuarenta minutos después de terminada la elección conforme a la ley. Además, en primer lugar, ese grito no significaba nada y por otra parte, está la decisión de las 600 boletas. Ya he demostrado, no solo testimonios del gobierno, sino de la casilla, que no se ha violado absolutamente la ley. El presidente afirma, el secretario afirma, y afirman las demás personas que componían la mesa, que no llevé ninguna boleta. Las dos constancias que ha leído el señor Gómez Noriega son perfectamente claras; se decía que en la casilla se recibieron las boletas, ya firmadas del hospital, es decir, cuando ya habían votado los enfermos. Se trataba de enfermos que no podían pararse y, por lo tanto, no podían ir a entregar su

boleta a la mesa y entonces se ordenó que se enviaran a la casilla. Esto es muy distinto a que yo hubiera dado las boletas. Pues bien, en el acta consta que la comisión revisora ha hecho mención de esto y que se refiere a quinientas y tantas boletas, de las cuales resultaban 176 a mi favor. De modo que esas boletas que no fueron por mi conducto, sino que ya se vió de una manera clara y terminante cómo fueron a dar al Hospital General, fueron 600 a mi favor y se nulificaron todas. Resulta que no puede haber tenido tampoco boletas, como dijo el señor Gómez Noriega, y ya han visto probado hasta la evidencia que no es posible que yo hubiera tenido boletas, ya no sólo por las declaraciones terminantes del gobernador del Distrito, de los instaladores, de los empadronadores de la mesa de la casilla número 28, sino porque allí mismo la mesa dice que recibió quinientas y tantas boletas a las que no dio curso, las nulificó. Pues bien, señores, aun suponiendo que esas boletas hubieran ido en la forma que fuera, yo no pude haberlas tenido en mis manos, no pude haberlas inutilizado porque nunca llegaron a mí. Ya se ha visto que la 6a demarcación las mandó al Hospital General y del Hospital General las mandaron a la casilla y ésta se dio por recibida de ellas y las mandó a la junta computadora; la junta computadora, por no haberse presentado informe al entregarlas, las declaró nulas, de modo que estas boletas no existen en el cómputo, estas boletas fueron por los conductos debidos, pero no pude tener ninguna participación en ello. De modo que por lo que respecta al punto que ha motivado este debate, quedan perfectamente destruidas las aseveraciones que se hacen en mi contra. Las boletas fueron por los conductos legales y esto está perfectamente explicado, ya se ha visto que no tuve ninguna participación en ello. Creo que una vez aclarados estos dos puntos, no me resta nada que hacer. Tengo la seguridad plena de que están ustedes convencidos de que es el voto de mis conciudadanos el que me ha traído a tener una representación en la Cámara.

- El c. secretario Padrés: La presidencia, por conducto de la secretaria pregunta si ya está suficientemente discutido el punto.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Dr. Atl.

El C. Dr. Atl: Señores diputados: un poco por fortuna y un poco por miedo, esta discusión ha sido una tempestad en un vaso de agua. He dicho que me concretaré a la cuestión electoral y a ella me he concretado, y quedan en pie los siguientes hechos: el ciudadano Rafael Martínez no ha destruido ninguno de mis argumentos en que le he demostrado que ha violado los artículos de la ley electoral, con relación a las casillas 26, 24 y 13 y otras en las que hubo presión manifiesta por su parte y por parte del gobierno del Distrito. En la mayor parte de las casillas fueron admitidos paquetes de boletas a favor del ciudadano Rafael Martínez y tercero. (Lee una carta del señor Ramos, de la compañía de tranvías.) Como se ve, el señor Ramos escribió la primera Jefatura extrañándose de haber sido destituido. (Sigue leyendo.) Por consiguiente, estaban esos dos candidatos fuera de la ley, el uno por haberla violado y el otro por no estar dentro desde un principio. Propongo que se rechace el dictamen y se reforme en favor de la fórmula Atl - Pérez Abreu.

El C. Gómez Noriega: Pido la palabra para una aclaración.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Gómez Noriega.

El C. Gómez Noriega; Señores diputados: se ha dicho que yo no tengo la vecindad en el Distrito Federal. Salimos de aquí el día 29 de abril, avanzando sobre Morelos; el día 2 de mayo que fue tomada Cuernavaca, ese día el general González me nombró en la línea de fuego, presidente municipal de Cuernavaca. Al poco tiempo caí enfermo de paludismo, y el día 24 de agosto pedí permiso para venirme a esta capital. El permiso me fue concedido y estuve aquí hasta el día 25 de septiembre, curándome, fecha en que me fuí a Cuernavaca, mejor dicho. regresé con objeto de celebrar mi onomástico que es el 29 de septiembre. (Risas) Ese día, le consta aquí el señor Villarreal, al señor Cecilio Garza González que están aquí presentes y a todos los que hayan ido a Cuernavaca, el día 29 celebré mi onomástico en la casa del general González y el día 2 de octubre, me acuerdo porque coincidió la fecha con la toma de Cuernavaca. Entregué la presidencia, separándome; se la entregué al coronel Zuazua y regresé a seguir curándome aquí. Así es que, señores, yo me separé del puesto de presidente municipal de Cuernavaca desde el día 24 de agosto porque regresé única y exclusivamente a entregar el puesto; del 24 de agosto al 11 de marzo hay seis meses y días. Así es que estoy dentro de la ley, perfectamente bien. Esa es la aclaración que quería hacer. (Voces: ¡A votar a votar!)

El C. presidente: No habiendo ninguna persona que se haya inscrito para hablar en pro y habiendo hecho uso de la palabra en contra el señor Dr. Atl y el señor licenciado Gómez Noriega, se pregunta a la asamblea si está o considera suficientemente discutido el punto. (Voces: ¡Sí sí!)

El C. Urueta: Pido que se haga votación nominal. Estoy suficientemente apoyado.

El C. secretario López Lira: Se va a proceder a la votación nominal (Una voz: Que se lea nuevamente lo que está a votación.)Se van a votar las proposiciones, que dicen:

"Son válidas las elecciones verificadas en las secciones 1a. y 2a. y 14 a 28 inclusive, del 6o. distrito electoral del Distrito Federal.

"Son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el 6o. distrito electoral del Distrito Federal, los CC. Rafael Martínez y Federico de la Colina."

Se procede a la votación nominal.

El C. Cravioto: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Cravioto: Pido al señor presidente que mande separar la primera de la segunda proposición y que la primera sea votada en votación económica y la segunda..... (Voces: ¡No, no!)

El C. presidente: De acuerdo con el precedente establecido, no se puede hacer la separación por haberse discutido juntas.

El C. Cravioto: Si la mayoría de la Cámara votara que no, resultaba que las elecciones no eran válidas.

El C. presidente: La presidencia no tiene ningún inconveniente en dividirlas, si la asamblea así lo decide.

- El mismo C. secretario: El artículo 158, dice:

"Los artículos de cualquier dictamen no podrán dividirse en más partes, al tiempo de la votación, que las designadas con anterioridad, según se previene en el artículo 117."

El C. Aguirre Colorado: Suplico a la secretaría me haga el favor de leer las dos proposiciones. Ruego a la presidencia me haga favor de ordenar que se lean.

El C. prosecretario Ancona Albertos: Las proposiciones dicen: (leyó.)

(Una voz de los palcos de la prensa: ¡Viva Rafael Martínez)

El C. Presidente: La policía se llevará a esa persona arrestada.

El C. Medina: Y que la consignen a las autoridades competentes.

El C. Aguirre Colorado: Pido la palabra para apoyar la moción del diputado Cravioto.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Aguirre Colorado: Ha dicho el C. diputado Cravioto y ha pedido justificadamente, que se divida la votación por esto y es muy lógico; si se vota en contra, resultaría que es nula la elección en el distrito electoral, porque es en contra del dictamen, de las proposiciones del dictamen: si se vota en pro, entonces resulta válida la elección del C. Martínez; de suerte que esto es lo que dice el señor Cravioto.

El C. Medina: Pido la palabra, señor presidente.

El C. Chapa: Para una rectificación.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Chapa.

El C. Chapa: No es necesario que se separen las dos proposiciones; si se vota en contra, el dictamen será reformado según la discusión, es decir, "son válidas las elecciones, es diputado fulano de tal."

El C. Medina: Moción de orden.

El C. Aguirre Colorado: Tengo la palabra, señor. Resulta que los puntos relativos de la comisión dicen: "Propongo a la honorable asamblea lo siguiente:

Primero: son válidas las elecciones en el 6o. distrito electoral. Segundo: es válida la elección en favor de fulano y zutano." Si se rechaza el dictamen resultaría que no son válidas las elecciones (Voces ¡No!)

El C. Medina: Se está violando terminantemente el reglamento, señor presidente, porque el reglamento prescribe que no se pueden separar para la votación: estas proposiciones. Si que por algún motivo se rechaza ese dictamen, vuelve a la comisión. Para que ésta presente nuevo dictamen y como está en la conciencia de todos que únicamente se ha discutido quiénes son diputados y quiénes no, la comisión presenta nuevo dictamen diciendo: "Son válidas las elecciones hechas en el distrito electoral. etc." y después: "Son diputados propietario y suplente, respectivamente, etc." Eso es todo. pero no puede dividirse la votación en dos partes.

El C. Cravioto: Para una moción de orden señor presidente.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Cravioto: Simplemente para que no sirva de precedente la inexactitud en que acaba de incurrir el señor Medina, voy a hacer una rectificación. No es verdad, señor Medina, que si rechazamos nosotros el dictamen, la comisión tenga que reformarlo en el sentido que usted, indica, porque son dos proposiciones que rechazamos. El reglamento prevé perfectamente el caso cuando se trata de un proyecto de ley. Tratándose de un proyecto de ley, hay dos clases de votaciones una votación en lo general y otra en lo particular. Cuando el proyecto se desecha en lo general solamente en este caso es cuando vuelve a la comisión para que lo reforme en el sentido de la discusión: cuando se vota en lo particular, ya no es ese el trámite que se le da, y cuando se trata de los dictámenes, hay además otro artículo, el artículo 117, que dice:

"Si algún artículo constare de varias proposiciones, se pondrán a discusión separadamente una después de otra, señalándolas previamente su autor o la Comisión que las presente."

Si la comisión ya señala que en concepto de ella son contradictorios los dos artículos porque votarán unos en pro y otros en contra y en realidad todos estamos de acuerdo en que las elecciones son válidas, creo que lo procedente es que se vote en votación económica la primera proposición que consulta si son válidas las elecciones; por cuanto a la segunda, es la que debe votarse en votación nominal.

El C. presidente: Para una aclaración al C. Cravioto. En apoyo del reglamento le diré que como la votación va a ser en lo que se refiere al dictamen, si el dictamen se rechaza, vuelve a la comisión y este dictamen al ser modificado contendrá nuevas proposiciones y la asamblea está en su pleno derecho para reservar las proposiciones que ella rechace.

El C. Urueta: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Urueta: No es posible estar de acuerdo con la opinión de su señoría, porque no es el dictamen, como dictamen, lo que se aprueba o lo que se desaprueba, sino las proposiciones concretas con que ese dictamen terminan. Si, pues, se trata de dos proposiciones. La primera que declara la validez de las elecciones y la segunda que hace la designación de los diputados electos, es de todo punto evidente que votándose en contra, englobadas las dos proposiciones, no puede hacer la comisión otra cosa al redactar de nuevo el dictamen que declara desierta la elección en el 6o. distrito electoral ¿Cómo puede explicarse de otra manera si se dice: voto en contra de la validez de las elecciones del 6o. distrito electoral? Luego ¿qué he votado? He votado diciendo que es nula la elección en el 6o. distrito electoral. Esto es una premisa de orden general; se necesita, pues, dividir, porque no se han discutido en el sentido reglamentario. Lo que aquí se ha discutido es simplemente la validez de la elección relativa al C. Martínez, relativa al Dr, Atl o relativa al señor licenciado Gómez Noriega, pero estos son puntos absolutamente de concreción. En cambio, la proposición primera es proposición de orden general que comprende a la validez de la elección. Si se dice "es válida la elección." está bien, pero si se dice "no es válida la elección" entonces quedaría completamente nulificada la elección en el 6o. distrito. Apoyo por lo mismo la moción del señor Cravioto y pido que se divida la votación en las dos partes.

El C. presidente: En vista de que el reglamento marca lo contrario, la mesa no puede hacer más que consultar a la asamblea sobre la interpretación que se le debe dar en este caso.

El C. Cravioto: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. presidente: Y yo pido la palabra a su señoría para que permita a la presidencia terminar: no hay moción de orden, puesto que su señoría es quien altera el orden. La mesa no tiene que discutir el trámite, que la asamblea interprete el artículo del reglamento como lo considere más justo, porque natural es que la discusión no se lleve a efecto en los debates separando las dos proposiciones. Por lo tanto, la mesa, propone que sea la asamblea la que decida si es de separarse las dos proposiciones.

El C. secretario López Lira: La mesa pregunta a la asamblea si se separan las proposiciones para su votación. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Hay mayoría. Se separa para su votación.

Se pone a votación económica la primera parte del dictamen, o sea la primera proposición. Hay mayoría. Aprobada la primera proposición. Se procede a la votación nominal de la segunda proposición. (Se procede la votación nominal.)

- El mismo C. secretario: ¿Falta algún C. diputado por votar? Ninguno. El resultado de la votación fue el siguiente: por la afirmativa, 122 votos, y por la negativa, 40 votos.

"Votaron por la afirmativa los CC. diputados: Aguirre Berlanga, Aguirre Colorado, Aguirre Crisoforo, Aguirre Escobar, Alcocer Rosalío, Alejandri,

Alvarez del castillo, Ancona Albertos, Araujo. Avilés. Barragán Juan Avilés Francisco, Barragán Martín, Basáñez, Bello, Betancourt, Blancarte, Bravo Izquierdo, Breceda, Cámara, Cano, Cantú, Carrillo Iturrieaga, Castillo, Cepeda Medrano, Céspedes, Córdoba, Córdova, Cravioto, Curiel, Dávalos Ornelas, Dávila, Díaz González, Escudero, Fernández Martínez, Figueroa, Gárate, García Adolfo G., García de Alba, García Eliseo, García Jonás, García Pablo, Garza Pérez, Gómez S. Emiliano, González Galindo, González Lauro, González Marciano, González Torres, Guajardo, Guerrero, Gutiérrez, Hay, Hernández Ernesto, Hernández Jerónimo, Hernández Maldonado, Herrera, Higareda, Lechuga Val, Leyva, Lizalde, López Couto, López Ignacio, López Lira, Malpica, Manrique, Manzano, Márquez Josafat F, Márquez Rafael, Martínez de Escobar, Mata Filomeno, Medina Francisco, Medina Hilario, Medina Juan, Mendoza, Meneses, Meza, Moctezuma, Montes, Morales Hesse, Muñoz, Manjarrez, Ordorica, Ortega, Rafael, Parra, Peña, Peralta, Pérez Gazga, Pesqueira, Plank, Portes Gil, Portillo, Prieto, Ramírez Llaca, Rebolledo, Rivas, Robles. Domínguez, Rodríguez Saro. Rojas Dugelay, Rojas, Román, Rueda Magro. Ruiz Estrada, Sada, Saucedo Salvador, Segovia, Silva Herrera, Siurob, Solórzano, Soto, Suárez, Téllez, Torre Jesús de la, Torre Rómulo de la, Treviño, Uruñuela, Vargas Manuel, Vargas Rafael, Vega Sánchez, Velázquez, Villarreal y Villaseñor.

"Votaron por la negativa los CC. diputados: Acuña, Aguirre Efrén, Alonzo Romero, Arreola R. Aveleyra, Cisneros, Chapa, Echeverría. Esquivel, Flores Garza Garza, Gaxiola, González Jesús M. González Justo, Hernández Luis M. Lanz Galera, López F, Magallón, Martínez Joaquín, Méndez Montiel, Navarrete, Neri, Ortega, Pardo, Pineda, Ramírez Garrido, Reynoso, Ríos Landeros, Rivera, Ruiz, Sánchez José M, Sánchez Tenorio, Pontón, Sánchez Saucedo J. Concepción, Torijano, Torres Berdón, Trejo, Urueta y Zubaran.

El C. González Torres : Pido la palabra para una aclaración.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. González Torres: Me parece que el general Aguirre Colorado figura en la lista de la afirmativa y en la lista de la negativa.

- El mismo C. secretario: La presidencia, por conducto de la secretaría, declara que el señor Aguirre Colorado está apuntado en la afirmativa.

La presidencia, por conducto de la secretaría, declara que son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el 6o. distrito electoral del Distrito Federal, los CC. Rafael Martínez y Federico de la colina.

El C Manrique: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Manrique: Para pedir, porque es absolutamente de justicia, que como en el caso del señor doctor Cervantes, saludemos con un aplauso respetuoso, salido del corazón, a ese hombre de grandes méritos intelectuales y morales....

El C. presidente, interrumpiendo: Esa no es moción de orden señor.

El C. Manrique: Entonces, suplico atentamente, pido efusivamente, que se dé un aplauso cariñoso al señor Dr. Atl.

(Se escucha una prolongada ovación para el Dr. Atl.)

El C. presidente, a las 7.45 p.m.: Se suspende la sesión, y se reanudará mañana, a las cuatro de la tarde en punto.

El jefe de la sección de taquigrafía,

JOAQUIN Z. VALADEZ.