Legislatura XXVII - Año I - Período Extraordinario - Fecha 19170529 - Número de Diario 43
(L27A1P1eN043F19170529.xml)Núm. Diario:43ENCABEZADO
MÉXICO, MARTES 29 DE MAYO DE 1917
DIARIO DE LOS DEBATES
DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
PERIODO EXTRAORDINARIO XXVII LEGISLATURA TOMO I.- NÚMERO 43
SESIÓN
DE LA
CÁMARA DE DIPUTADOS
EFECTUADA EL DÍA
29 DE MAYO DE 1917
SUMARIO
1. Se pasa lista. Se abre la sesión. Se lee y aprueba el acta de la anterior. Prestan la protesta de ley los CC. Carrillo Iturriaga y Genaro Ramírez. Se da cuenta con los asuntos en cartera.- 2. Se da segunda lectura y es desechada la proposición de varios CC. diputados para que se convoque a elecciones por el 2o. distrito electoral del Distrito Federal.- 3. Ocupa la presidencia el C. Juan Zubaran. Es leído y aprobado el dictamen de la 1a. Comisión de Hacienda, relativo a las pensiones a las viudas de los CC. Madero y Pino Suárez. Es discutido y aprobado un proyecto del C. Hay, para el nombramiento de una Comisión que se acerque al Ejecutivo a pedirle que otorgue a dichas señoras las pensiones a que se ha hecho alusión, y que solicite otras para las viudas del general Jesús Carranza y del C. Aquiles Serdán. Vuelve a la Presidencia el C. Román Alberto.- 4. Es aprobado el dictamen de la Gran Comisión, que se refiere al nombramiento de una Comisión especial que presentará un proyecto de Ley Orgánica de los Tribunales del Distrito Federal y Territorios.- 5. Se aprueba el dictamen de las Comisiones 1a. de Trabajo y Previsión Social y 1a. de Puntos Constitucionales, relativo al Sindicato de Carretilleros de Veracruz. - 6. Es leída, y dispensada de trámites pasa a las Comisiones arriba citadas una proposición de varios CC. diputados, para que se invite al Ejecutivo a presentar la reglamentación del artículo 123 constitucional. Se levanta la sesión.
DEBATE
Presidencia del C. ROMAN ALBERTO
- El C. Secretario Mata, a las 4.50 p.m. pasó, lista. Hay una asistencia de 159 CC. diputados. Hay quórum.
El C. Presidente: Se abre la sesión de la Cámara de Diputados.
- El C. Secretario López Lira leyó el acta de la sesión anterior. Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Aprobada.
- El mismo C. Secretario: Estando a las puertas del salón los CC. diputados Jairo R. Dyer, Jesús J. Villarreal y Casimiro González, la Presidencia ha tenido a bien comisionar a los CC. Carrillo Iturriaga, Genaro Ramírez y Prosecretario Villarreal, para que introduzcan a los ciudadanos citados al salón a rendir la protesta de ley.
El C. Manrique: No está Villarreal.
- El mismo C. Secretario: No encontrándose el C. Prosecretario Villarreal, la Presidencia comisiona al C. Prosecretario Ancona Albertos.
(Rinden la protesta los ciudadanos mencionados.)
- El mismo C. Secretario dio cuenta con los siguientes documentos:
Oficio de la Secretaría del Congreso del Estado de Jalisco, en que participa que con fecha 22 del actual abrió dicho cuerpo un período extraordinario de sesiones.- De enterado.
Telegrama del Gobernador de Tamaulipas protestando por los conceptos vertidos, en esta Cámara por el C. diputado Pedro A. Chapa.- De enterado.
Mensaje del C. Manuel Viadero, de Sombrerete, Zacatecas, solicitando que se tomen en cuenta trescientos cuarenta votos emitidos en su favor en las elecciones efectuadas en esa entidad, y que fueron incinerados por los bandoleros.- No ha lugar.
Escrito de varios obreros, hecho suyo por el C. López Lira, expresando que organizaron una manifestación en Guanajuato, para que se pongan en vigor, las garantías individuales prescriptas por la nueva Constitución.- De enterado.
- El mismo C. Secretario da lectura a la iniciativa de los CC. diputados Sánchez, Hernández Maldonado, Sánchez Pontón, Neri, Bravo Izquierdo, Echeverría, Ramírez Garrido e Ibarra, cuya parte resolutiva dice: "Única. Convóquese a elecciones de diputados propietario al Congreso de la Unión, por el 2o. distrito electoral del Distrito Federal, para el día 15 de junio próximo."
La fracción II del artículo 70, que se refiere a los trámites para proyectos de ley, dice: "El día de la segunda lectura, y después de ésta, podrán hablar una sola vez dos miembros de la Cámara, uno en pro y otro en contra, prefiriéndose al autor del proyecto o proposición."
Esta proposición es de segunda lectura. ¿No hay quien haga uso de la palabra?
El C. Sánchez Pontón: Pido la palabra.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Sánchez Pontón: El espíritu, señores diputados, de la proposición presentada por algunos compañeros de la Cámara y yo, respecto a las elecciones del 2o. distrito electoral del Distrito Federal, ha sido el de sujetar a la consideración de la H. Cámara, si en un caso como el que se ha presentado con la oposición hecha por el C. Martínez Escobar, de representar a un distrito del Estado de Tabasco, por el que resultó electo, al rechazarse la credencial del C. Palavicini, deja así sin diputado propietario al 2o. distrito electoral del Distrito Federal, por el que ya había sido aceptado con credencial en esta Cámara, porque nosotros pensamos que el caso no está previsto de una manera clara en la Constitución; no está previsto tampoco en la ley electoral, sino que solamente nos queda a nosotros el juzgar acerca de cuál es la verdadera misión del suplente y cuáles son los casos en que debe citarse a elecciones, por falta del propietario. El artículo 74 de la Constitución nos dice en la parte relativa que: "Son facultades exclusivas de la Cámara de Diputados:
"1a. Erigirse en Colegio electoral para ejercer las atribuciones que la ley le señala respecto a la elección de Presidente de la República.
"2a. Vigilar por medio de una Comisión de su seno, el exacto desempeño de las funciones de la Contaduría Mayor.
"3a. Nombrar a los jefes y demás empleados de esta oficina.
"4a. Aprobar el presupuesto anual de gastos, discutiendo primero las contribuciones que, a su juicio, deben decretarse para cubrir aquél.
"5a. Conocer de las acusaciones que se hagan a los funcionarios públicos de que habla esta Constitución, por delitos oficiales y, en su caso, formular acusación ante la Cámara de Senadores y erigirse en Gran Jurado, para declarar si ha o no lugar a proceder contra alguno de los funcionarios públicos que gozan de fuero constitucional, cuando sean acusados por delitos del orden común.
"6a. Las demás que le confiere expresamente esta Constitución."
El caso, naturalmente, como ustedes ven, no es el que está previsto en este artículo, y por lo cual he dicho que no está en la Constitución, absolutamente previsto el caso que se ha presentado con la opción hecha por el señor Martínez Escobar. Ahora bien, se nos dice: el suplente ha sido llamado y está en funciones, ¿pero, señores, la misión de los suplentes ha de ser la de venir a ocupar el puesto durante todo el período para el cual fue electo el propietario, o solamente para suplir las faltas temporales y las absolutas por muerte mientras tanto se convoca a elecciones? Ese es el punto que nosotros deseamos que se ponga en claro. En mi concepto, ya que la ley no ha previsto este punto ni ha dicho cuáles son los términos en que los suplentes deben ejercer su encargo, nos deja pensar sobre los principios generales respecto de este particular, y yo, señores que los suplentes solamente tienen la misión de venir a desempeñar el puesto durante las faltas temporales del propietario. Ahora bien, en el caso en que estas faltas por la muerte de un diputado ocurrieran, como ha pasado en otras épocas, ya cerca de la conclusión del período, entonces el suplente termina, porque ya la elección no podría llevarse a cabo en un término que permitiera entrar al propietario en funciones en un período racional; pero cuando ocurre, como en este caso, en que por opción del señor Martínez Escobar queda vacante el 2o. distrito, el suplente no puede, en mi concepto, estar todo el tiempo en que el propietario debía estar, es decir, todo el período para el que hemos sido electos. En esta Cámara ha quedado vacante el diputado propietario; es como si no hubiera habido elecciones o se hubiera rechazado la credencial del señor Martínez Escobar, puesto que él voluntariamente, teniendo un derecho para optar entre uno y otro distrito por los que estaba electo, ha optado por el de Tabasco y ha renunciado, pues, el derecho que tenía de representar al 2o. distrito electoral del Distrito Federal, y, por tanto, ha quedado sin propietario. ¿Es la función del suplente la de ocupar en este caso las funciones del propietario durante todo el período? Yo entiendo que no, y, por lo tanto, es que hemos hecho esta proposición a efecto de que ese distrito tenga un diputado propietario en este Congreso durante todo el período de su encargo; es por lo que nosotros hemos presentado esta proposición, y sólo me resta decir a ustedes que como ha sido hecha con algunos días de anticipación de esta fecha, se había fijado el día 15 del entrante mes de junio para que se hiciera la elección; ahora parece que sería muy violenta, muy festinada esa elección y por lo tanto, yo pediría permiso para modificarla en el sentido de que se hiciera dos domingos después del que se había fijado en esta proposición. En este caso yo suplicaría que pasara a las Comisiones que resolvieran este punto jurídico con mayor acierto, nos presenten el dictamen y nosotros sepamos a qué atenernos en este caso.
El C. Cravioto: Pido la palabra en contra.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Cravioto: Señores diputados; He pedido la palabra en contra de la iniciativa presentada entre otros compañeros por el señor Sánchez Pontón, porque el asunto me parece suficientemente claro y con demasiados elementos por sí mismo, para obtener la Vuestra Soberanía una resolución desde luego. El papel de los suplentes por la jurisprudencia, por los precedentes, por la misma Cámara.
es el de suplir; decía el señor Sánchez Pontón que para él, tomando esto al pie de la letra, precisamente se infringía el papel del suplente cuando pasaba a ocupar el puesto de propietario; esto no tiene razón de ser, y desde luego se ve que es absurdo. Todos ustedes saben, señores diputados, que cuando se hace una elección, el pueblo, los electores, al fijarse en la persona a quien van a designar como suplente de un diputado propietario, siempre preveen el caso en que por enfermedad o por muerte, pueda entrar a ejercer las funciones el suplente, y, por lo tanto, escogen a una persona capaz en un caso dado, de venir a la Cámara a satisfacer las necesidades públicas, en las mejores condiciones posibles. Es el caso de un Presidente de la República. En las naciones en que está establecida para el Poder Ejecutivo la elección de un Presidente y un Vicepresidente de la República, en caso de muerte o de incapacidad total en el Presidente, el Vicepresidente entra desde luego a ejercer las funciones hasta que se hace nueva elección, baste recordar el caso de Roosevelt en los Estado Unidos. Entre nosotros, jamás, que yo recuerde, se ha dado el caso de que cuando entra un suplente a desempeñar las funciones de un propietario, por muerte o enfermedad, se convoque a elecciones. Yo recuerdo en la XXVI Legislatura, el caso del señor licenciado de la Hoz y el caso del señor licenciado Eduardo J. Correa, que tuvieron elecciones dobles, como el señor Martínez Escobar, optaron, como lo marca la Constitución, por uno de los distritos. Entró el suplente a desempeñar funciones del propietario y no se hizo nueva elección. Hay otra causa más: ni siquiera se ha acostumbrado hacer elecciones cuando los suplentes se mueren, en caso de que el propietario esté en funciones; por ejemplo, en Querétaro, se murieron dos suplentes y los distritos estaban perfectamente cubiertos por medio de los propietarios, y a nadie se le ocurrió hacer nueva elección. Creo que con esto basta, señores diputados, para que el criterio de la Asamblea sea contrario a la proposición que se somete a vuestra deliberación.
El C. Secretario López Lira: En votación económica se pregunta si se toma en consideración la proposición a que se ha dado lectura. Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse de pie. No hay mayoría. No se toma en consideración y se tiene por desechada.
Presidencia del C. ZUBARAN JUAN
El C. Secretario López Lira: "Señor: A la 1a. Comisión de Hacienda pasó para su estudio la iniciativa presentada por algunos CC. diputados, relativa a que se expida una ley que conceda una pensión de quinientos pesos mensuales a la señora doña Sara Pérez viuda de Madero; otra de setecientos pesos a la señora doña María Cámara viuda de Pino Suárez, y, finalmente, una de cuatro mil pesos anuales a esta última señora, para que pueda atender debidamente a la educación de sus hijos menores, Alfredo y José Abigail.
"La Comisión no necesita exponer las poderosas razones que existen para que esta iniciativa sea aprobada, toda vez que los firmantes de ella, las exponen en el curso de la misma; pero como en el caso se trata de una verdadera ley, que habrá de ser expedida por el Congreso de la Unión, y, coma para expedir tal ley no tiene facultad el Congreso, de acuerdo con lo expuesto en el artículo 6o. transitorio de la Constitución General de la República, la Comisión opina que es de resolverse de conformidad la iniciativa que se propone, reservándose para cuando se abra el período ordinario de sesiones, que será cuando el Congreso de la Unión tendrá facultad para expedir leyes diversas de las anotadas en el artículo 6o. transitorio ya citado.
"Por lo expuesto, la Comisión 1a. de Hacienda sujeta a la consideración de esta H. Asamblea la aprobación del siguiente acuerdo económico:
"Resérvese este asunto para el próximo período de sesiones ordinarias."
"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, 25 de mayo de 1917.- Portes Gil.- C. Limón.- Mauro Gómez."
(Rúbricas.)
Está a discusión el acuerdo económico.
El C. Hay: Pido la palabra en contra.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Hay.
El C. Hay: Muy poco voy a hablar sobre este asunto, señores diputados, porque realmente no necesita una larga discusión. La Comisión, basándose en la ley, pide que se suspenda la decisión de este asunto de las solicitudes de estas pensiones hasta que empiece el período en el cuál tiene facultades el Congreso para dictar una ley semejante; pero entretanto, señores diputados, la viuda del Presidente Mártir, Madero, y la del Vicepresidente, la viuda del Vicepresidente Mártir, Pino Suárez, ¿qué es lo que harían, señores diputados? ¿Es posible que podamos decirles a estas viudas que se esperen hasta que el Congreso pueda dictar una ley semejante? Ahora bien, como realmente no podemos violar la ley y como la Comisión dictaminadora ha dictaminado con toda justicia, vengo yo a hablar en contra solamente para permitirme suplicarles muy atentamente que acepten que se nombre una Comisión que se acerque al C. Presidente de la República para pedirle de una manera muy atenta que, a la mayor brevedad posible, dé un decreto o expida una ley o dé una disposición, ya sea dentro de las facultades extraordinarias que este Congreso le ha concedido, o una proposición de ley hecha a está Cámara de Diputados, a efecto de que, a la mayor brevedad posible, las viudas de Madero y Pino Suárez puedan gozar de la pensión que, en justicia, les corresponde. Creo yo que es un deber del cual no nos podemos eludir, y espero, señores diputados, que aprueben esta proposición mía, a efecto de que, a la mayor brevedad posible, puedan estas viudas tener con qué vivir, pues sé yo que, tanto la viuda de Madero, como la de Pino Suárez, están en circunstancias difíciles, y por lo tanto les sería muy penoso esperar hasta que el Congreso tenga facultades plenas para fallar en este punto. (Aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Villarreal.
El C. Villarreal: Señores diputados: Como uno de los iniciadores de esta proposición, voy a poner en conocimiento de ustedes que la señora viuda de Pino Suárez se encuentra en esta capital completamente en la miseria; ahora nada menos he comido yo en su casa y me ha recomendado nuevamente suplique a la Asamblea se sirva dispensar los trámites de este asunto, para que a la mayor brevedad posible se le resuelva. Creo que es un honor que esta familia esté pobre, es una prueba de que el señor licenciado Pino Suárez fue honrado. (Aplausos.)
El C. Portes Gil: Pido la palabra. Como miembro de la 1a. Comisión de Hacienda, me permito informar que tan luego como recibimos la solicitud para que se concedan las pensiones de que en estos momentos se trata, todos los miembros de la Comisión estuvimos de acuerdo en que es de justicia que se concedan, como dice el dictamen; pero en virtud de que, conforme al artículo 6o. transitorio de la Constitución, el Congreso no puede expedir ninguna clase de leyes, distintas de las allí fijadas, opinamos en el sentido de que se reserve para cuando el Congreso de la Unión pueda tener iniciativa propia, y expedir leyes. Por otra parte, me parece muy atinada la proposición del señor ingeniero Hay, relativa a que excite al Ejecutivo para que expida un decreto otorgando esas pensiones, pues es bien sabido que el C. Presidente de la República, tiene facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda y puede muy bien disponer de esas cantidades para dar las pensiones de que se trata.
El C. Bravo Izquierdo: Moción de orden, señor Presidente.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Bravo Izquierdo: Suplico a Su Señoría se sirva ordenar se pase a otro asunto de los que hay en cartera, mientras tanto el señor Hay hace su proposición por escrito.
El C. Hay: Es cuestión de un momento, señor.
El C. Secretario López Lira: Se pregunta a la Asamblea si se toma en consideración la proposición del señor ingeniero Hay. (Voces: ¡Por escrito!)
El C. Presidente: Se consulta a la Asamblea si podemos pasar mientras a otro asunto. (Voces: ¡No, no!)
- El mismo C. Secretario: "Honorable Asamblea:
"Los que subscribimos, proponemos lo siguiente, con dispensa de trámites:
"1a. Nómbrese una Comisión que se acerque al ejecutivo a efecto de pedirle que, en uso de las facultades extraordinarias que el Congreso le ha concedido, otorgue a las señoras viudas de Madero y Pino Suárez, las pensiones a que se refiere la proposición presentada por varios de la Cámara a ese mismo efecto.
"2a. Autorícese a esta Comisión para que, igualmente, solicite del Ejecutivo otorgue pensiones a las viudas de los señores general Jesús Carranza y Aquiles Serdán.
"México, 29 de mayo de 1917.- Eduardo Hay."
(Rúbrica.)
El C. Hay: Pido la palabra para fundarla, señor Presidente.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Hay: Señores diputados: Al estar escribiendo esta proposición, recordé que se encuentran otras dos viudas en condiciones semejantes, que son la del general Jesús Carranza y la del heroico Aquiles Serdán. Apelo al espíritu de justicia de ustedes; apelo a su espíritu revolucionario, para que aprueben esa moción, porque así haremos un acto de justicia a esas viudas, que han quedado en condiciones difíciles, puesto que sus esposos se han sacrificado en aras de la Patria, y rendiremos así un homenaje a aquellos que han sabido cumplir con su deber.
El C. Hernández Maldonado: Pido la palabra.
- El mismo C. Secretario: Se pregunta a la Asamblea si se toma en consideración lo propuesto por el C. Hay. Los que están por la afirmativa se servirán ponerse de pie. Sí se toma en consideración.
El C. Hernández Maldonado: Pido la palabra.
- El mismo C. Secretario: Está a discusión la proposición del señor Hay.
El C. Hernández Maldonado: Yo no sé, señores diputados, si el señor Aquiles Serdán tenga esposa; pero sí sé que uno de sus hermanos, Máximo Serdán, murió también en aquella acción, sacrificándose y dejando a una esposa e hijos; de modo que quisiera que se hiciera extensivo a su familia este beneficio.
El C. Portes Gil: Suplico muy atentamente a la Mesa se sirva informarme qué trámite se le da al dictamen de la 1a. Comisión de Hacienda. Yo creo que son perfectamente compatibles tanto el dictamen como la nueva proposición del señor Hay; el dictamen puede votarse afirmativamente, en cuyo caso se reservará para septiembre, lo mismo que seguramente se votará afirmativamente lo propuesto por el general Hay, puesto que no hay incompatibilidad con las dos cosas.
El C. Gómez Mauricio: Moción de orden. No se puede suspender la discusión de ninguna proposición a debate, conforme al Reglamento, si no es por causas perfectamente determinadas por el mismo, como son la suspensión, una moción suspensiva, graves desórdenes de la Cámara, etc., etc. En tal virtud, debe seguirse discutiendo la proposición de la Comisión de Hacienda, antes de ponerse a debate la otra.
El C. Hay: Moción de orden. Estando enteramente de acuerdo con lo dicho por los oradores, pido que se retire mi proposición hasta que se haya votado el dictamen y después de lo cual pido que se vuelva a presentar a discusión a la Cámara.
- El mismo C. Secretario: Entonces continúa la discusión del dictamen de la 1a. Comisión de Hacienda, que en su parte resolutiva dice: (leyó.) ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Aprobado.
Ahora se pregunta a la Asamblea en votación económica, si se considera la proposición del señor Hay como de obvia resolución, para que se ponga desde luego al debate; los que estén por la afirmativa.
se servirán poner de pie. Es de obvia resolución. Entonces se pone a discusión en lo general; las personas que deseen hacer uso de la palabra se servirán pasar a inscribirse.
El C. Villarreal: Pido que se lea la proposición.
- El C. Secretario López Lira la leyó. ¿No hay quien haga uso de la palabra?
El C. Ramírez Garrido: Pido la palabra.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Ramírez Garrido.
El C. Ramírez Garrido: Señores diputados: Como revolucionario, naturalmente que no podría yo, sin faltar a mi conciencia, venirme a oponer a este proyecto que es altamente humanitario y altamente revolucionario: pero creo que es el momento oportuno de hacer una aclaración y pedir respetuosamente que si se aprueba, como creo que se aprobará esa proposición del señor Hay, que la Comisión que va a hablar respecto de la viuda del señor Madero, no tiene, en mi concepto, que venir a mendigar del Ejecutivo ni de la Nación, un presupuesto, o esa pensión, pues, sí mal no recuerdo, en una biografía del señor Madero, alguno decía que tenía veinte millones de pesos. Creo exagerado el número, pero sé positivamente, señores, y en esto nadie me mentirá, que la familia Madero es de las más ricas del Norte. La Revolución, señores, ha cometido un atropello pasando sobre la memoria del señor Madero, al confiscar los bienes de ese mártir de la Revolución.....
El C. Urueta, interrumpiendo: ¡No tenía nada, y lo demostraré!
El C. Ramírez Garrido, continuando: El señor Urueta me dice que el señor Madero no tenía nada.....(Voces: ¡Sí tenía, sí tenía!) Yo, señores, parto de la base de que el señor Madero, como toda la familia Madero, sí tenía capital; se me ha dicho por el señor general Aarón Sáenz, que creo que es del Norte, que los bienes del señor Francisco I. Madero están confiscados, y yo pediría, señores, que respetuosamente se pidiese al Ejecutivo que, si es cierto que esos bienes existen y están confiscados, que sencillamente se levante esa confiscación y se le devuelvan a la viuda del señor Madero, máxime, cuando se han devuelto los bienes de Porfirio Díaz, los de Limantour y quién sabe los de cuántos otros científicos.....(Aplausos y voces: ¡Los de Creel, los de Creel!)
Respecto de la señora de Pino Suárez y de las demás personas, creo justificada la petición en la forma en que se hace, y solamente tengo que agregar a la proposición del señor Hay y demás signatarios y suplico que se ponga el nombre del único hijo que dejó el doctor don Belisario Domínguez, que tenía una pensión y que ahora ya no disfruta de esa pensión. (Aplausos y voces: ¡Maclovio Herrera!)
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Urueta.
El C. Urueta: Señores diputados: Voy a concretarme a rectificar un hecho, más que a hablar en pro de la proposición. El hecho es el siguiente: El señor don Francisco I. Madero no dejó bienes de fortuna de ninguna clase, a pesar de que pertenecía a una de las más ricas familias de la República Mexicana; la familia Madero, en efecto, es extremadamente rica, tanto o más que la familia Terrazas de Chihuahua; sin embargo, el señor don Francisco I. Madero, que fue Presidente de la República, gastó toda su fortuna en propaganda política, la gasto en la Revolución. (Aplausos.) El señor don Francisco I. Madero no dejó a su viuda sino una póliza, entiendo que de treinta o cuarenta mil pesos, fue todo lo que dejó, ni un centavo más; la señora doña Sara Pérez viuda de Madero ha estado viviendo en los Estados Unidos en la temporada que allí estuvo, como decimos nosotros, "arrimada" a la familia Madero. Se sabe perfectamente bien la diferencia que había entre la familia Madero y don Francisco I. Madero, especialmente los tíos, la rama de don Ernesto, han sido hombres de avaricia, hombres de empresa, hombres de negocios. Don Francisco I. Madero era un generoso; en consecuencia, la viuda del ex - Presidente de la República, no tiene absolutamente elementos de vida. Está en un error nuestro compañero: la familia Madero es muy rica, pero a la señora doña Sara no le ha dado ni le dará un sólo centavo, tanto más que la familia Madero cree que el "ave negra" de la casa fue don Francisco I. Madero, ex - Presidente de la República. Esta es la verdad de las cosas; esta familia, que medró a la sombra de don Francisco y después de la catástrofe, después de la tragedia, la señora viuda del Presidente de la República, quedó propiamente en la miseria; en consecuencia, nada es más justo que la pensión que se solicita para esa honorable y virtuosa dama. (Aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Sáenz.
El C. Sáenz: Solamente quiero hacer, señores diputados, algunas rectificaciones o aclaraciones. mejor dicho, a lo asentado por el señor diputado Ramírez Garrido. Yo no he dicho que los bienes de don Francisco I. Madero hayan sido confiscados; sí me consta que el Gobierno de la Revolución ha intervenido la totalidad de los bienes de la familia Madero, que, como acaba de decir el licenciado Urueta, en su gran mayoría han sido hostiles al Gobierno de la Revolución, y no solamente a la Revolución de 1913, sino a la de 1910, acaudillada por el mismo don Francisco I. Madero. Esta razón es una de las que han influido para que la viuda del Presidente mártir se encuentre verdaderamente en situación aflictiva. Yo fui uno de los que tuve el honor de firmar la proposición solicitando esa pensión, porque me consta personalmente que la viuda del señor Madero está necesitada de la pensión que se ha solicitado y que en derecho le corresponde. Creo que es una deuda de gratitud, que no ha satisfecho todavía la Revolución, el conceder esa pensión, es un alto deber de la Representación Nacional, que haciéndose eco del sentir popular y de los principios proclamados por la Revolución, conceda esa pensión y sí por circunstancias especiales no tenemos autorización, el señor Hay nos ha iniciado el camino más propicio para llegar al final de nuestro objeto que es uno de los más nobles que la Representación Nacional puede perseguir en estos momentos. Es un acto de justicia, que espero que, por las razones que para todos son conocidos y que no necesito repetirlas, la aprobemos desde luego, sin discusión posterior. (Aplausos.)
El C. García Vigil: Pido la palabra en contra. (Siseos.)
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. García Vigil: Con objeto de hacer algunas rectificaciones respecto a hechos y por otra parte atacar la proposición en su base legal; en su base legal me toca leer el artículo 6o. transitorio, que habla de los asuntos que serán tratados en este período extraordinario del Congreso, y del artículo 70 constitucional, en que se dice el carácter que deben tener las iniciativas del Congreso. Conforme al artículo 6o. transitorio: "El Congreso de la Unión tendrá un período extraordinario de sesiones que comenzará el 15 de abril de 1917, para erigirse en Colegio Electoral, hacer el cómputo de votos y calificar las elecciones de Presidente de la República, haciendo la declaratoria respectiva y, además, para expedir la ley orgánica de los Tribunales de Circuito y de Distrito y la ley orgánica de los Tribunales del Distrito Federal y Territorios, a fin de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación haga inmediatamente los nombramientos de magistrados de Circuito y jueces de Distrito, y el mismo Congreso de la Unión las elecciones de magistrados, jueces de primera instancia del Distrito Federal y Territorios; expedirá también todas las leyes que consultare el Ejecutivo de la Nación. Los magistrados de Circuito y jueces de Distrito, y los magistrados y jueces del Distrito Federal y Territorios, deberán tomar posesión de sus cargos antes del día 1o. de julio de 1917, cesando entonces los que hubieren sido nombrados por el actual Encargado del Poder Ejecutivo de la Nación."
Artículo 70 constitucional: "Toda resolución del Congreso tendrá carácter de ley o decreto. Las leyes o decretos se comunicarán al Ejecutivo firmados por los Presidentes de ambas Cámaras y por un Secretario de cada una de ellas, y se promulgarán en esta forma: "El Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, decreta: (Texto de la ley o decreto.)
Por consiguiente, el Congreso está legalmente incapacitado para lanzar una iniciativa de ley de este carácter, que no tiene otro carácter un asunto de esta naturaleza, es una iniciativa de ley, es un decreto que va autorizando la pensión para una familia o para una persona en particular; por consiguiente, nosotros, a mi juicio, debemos esperar el período constitucional, pues el Congreso se verá en riesgo de que, con fundamento en los artículos de la Constitución vigente, se deseche de plano esa iniciativa que, forzosamente, deberá tener el carácter de ley o decreto, puesto que lo dice la misma Constitución. Dice: "Toda resolución del congreso tendrá el carácter de ley o decreto." Esto por una parte, por otra parte, no puedo menos que manifestar aquí mis dudas respecto al estado de la hacienda de la señora viuda de Madero. El señor licenciado Urueta ha establecido aquí, "a priori," que el señor Madero gastó todo su capital en la revolución; naturalmente que, para tratar un asunto de esta trascendencia, deberíamos recurrir más bien a constancias notariales, porque da lugar a dudas, puesto que no podemos, de una manera documental, probar la inexistencia de los bienes que poseyó el señor Madero. Yo recuerdo que, estando en la campaña de Chihuahua, alguna vez se trató del capital del señor Madero, y él dijo que su capital, no obstante que muchos se lo consideraban en varios millones de pesos, apenas ascendería a trescientos o cuatrocientos mil pesos.
47 Por otra parte, estando en al campaña en Chihuahua, y afortunadamente aquí está alguien que también estuvo en aquella campaña, nos consta que en la campaña de Chihuahua en 1910 y 1911, no fueron introducidas grandes cantidades ni de armas, ni de parque, ni de nada; el señor Madero mismo, cuando pasó la frontera no tenía caballo; el caballo que él usó hasta después del combate de Casas Grandes, fue quitado en un punto llamado "Tres Jacales," y había sido este caballo, junto con otros tres, quitados por un revolucionario llamado Gabino Cano a unos rurales que defendieron el punto Hacienda de Guadalupe. En aquella expedición que hicimos iba un señor Aranda, armero que había abandonado a su familia en Chihuahua, donde tenía un taller mecánico. Este señor componía todas las armas viejas de que disponíamos. Aquí está el señor general Hay, que puede dar testimonio de esto; muchos no llevábamos y no sumábamos más que ochenta y tantos hombres, no llevábamos ni pistola ni carabina. El mismo señor Madero, recuerdo yo, porque lo ví en la mañana cuando acababa de pasar el río, no tenía más que su anteojo de campaña. Durante toda la expedición no se introdujo ni una sola arma; todas las armas que fueron introducidas a la campaña de Chihuahua fueron donaciones hechas, ya por mexicanos, ya por extranjeros de distintas nacionalidades, simpatizadores de la causa revolucionaria. En El paso, Texas, era donde se hacían esas donaciones en esta forma: iba quien quería hacerlas al Hotel Víctor, donde tenía su asiento la junta revolucionaria, que primero presidió el señor don Abraham González y luego su hermano Santiago, y decía: yo soy simpatizador de los maderistas, aquí está esta carabina y estos cartuchos. En los establecimientos de comercio de la ciudad de El Paso había rótulos diciendo que para los revolucionarios, para los maderistas, se daban los efectos a precio de costo, y yo tuve oportunidad de ver que no solamente se daban al precio de costo, sino que se hacían verdaderos regalos; a mí en un establecimiento de esos me regalaron un "sweter." (Aplausos y risas.) Así se hizo la campaña en Chihuahua; se llegó hasta el ataque de Ciudad Juárez sin que hubiera sido introducida ninguna cantidad de armas, solamente ya para atacar Ciudad Juárez, llegó don Gustavo Madero, no recuerdo si de Nueva York o de Washington; entonces, dado el estado tan desastroso en que se encontraban las fuerzas revolucionarias, se les compró algo de ropa, y recuerdo que usaban unas tazas de hoja de lata para tomar su café, también se les introdujeron algunas provisiones; también me consta que se introdujo alguna cantidad de parque; pero de los mil doscientos a mil trescientos hombres con que se atacó Ciudad Juárez, todos éstos integrados por núcleos principales de Pascual Orozco, José de la Luz Blanco, de Francisco Villa, tenían armas que habían quitado en la campaña o adquiridas en la forma en que he expresado; pero no sólo esto, el mismo señor general Hay puede atestiguar que durante.
todo el tiempo que estuvimos allí en campaña, efectivamente, ni el mismo señor Madero llevaba dinero; yo recuerdo que el señor Garibaldi, una vez me prestó para pagar el lavado de ropa en la hacienda de San Isidro un billete de cinco pesos, que era el único que tenía, y el señor Madero no tenía dinero, ni lo tenían los principales miembros de la expedición; por consiguiente, allí, efectivamente, no se gastó ese dinero; con posterioridad se hizo un pago al señor don Gustavo Madero por la cantidad de setecientos mil pesos; principalmente tengo yo entendido que estos setecientos mil pesos se pagaron por las comisiones que desempeñaron los distintos agentes de la revolución, y quizá también por elementos de combate, que indudablemente se han de haber introducido por algunos otros puntos del país. Recuerdo que un compañero nuestro, el señor Aguilar Olmos, que estuvo en San Antonio, me refirió que allí se dieron diez mil pesos, cinco mil dólares a un tío del señor Madero, llamado don Catarino Benavides, quien tenía el encargo de iniciar el movimiento insurreccional en el Estado de Coahuila, movimiento que, no llegó a efectuarse, porque cuando el señor Madero trató de pasar la frontera y atacar Piedras Negras, su tío, don Catarino Benavides, no estuvo en el punto señalado para esperar al señor Madero y hacer el ataque, y únicamente diez hombres con carabinas y pistolas viejas estaban esperándolo, y esa fue la causa para que el señor Madero no hubiera pasado la frontera desde un principio por Coahuila. Por consiguiente, si las cuentas de la Revolución fueron saldadas por el pago que se hizo de seiscientos y tantos mil pesos al señor don Gustavo Madero, y si como acabo yo de asentar, lo cual es enteramente cierto, que en la campaña de Chihuahua no se introdujo nada de eso, sino que a lo más se hicieron gastos en la ciudad de El Paso, preliminares a la entrada de muchos elementos que siguieron al señor Madero, consistían estos gastos en los veinte o veinticinco dólares que se daban a algún correligionario; a excepción de eso, repito, no se gastó en la campaña de Chihuahua ningún dinero, y como a mí me consta, que el señor Madero lo dijo en Chihuahua, que muchos le suponían un capital de muchos millones, de pesos y que realmente apenas llegarían a trescientos y tantos mil pesos, yo, naturalmente, tengo que dudar si, efectivamente, se ha gastado toda la fortuna del señor Francisco I. Madero. Esto no quiere decir que yo desde luego niegue que la viuda de él se encuentra en situaciones difíciles económicas; pero si se parte de la base que la fortuna del señor Madero fue gastada, naturalmente yo impugno eso, porque esa fortuna del señor Madero, no fue gastada. Estos son los hechos. Por otra parte, la cuestión legal debe ser vista de la manera más escrupulosa por nosotros, pues nos podemos ver en el caso siguiente: si hoy nosotros presentamos una iniciativa de ley, porque esto tiene ese carácter, a menos de que no lo tenga, tiene el carácter de ley o decreto; el Ejecutivo, puede, constitucionalmente, negarnos la facultad de iniciar esa ley o decreto, y, naturalmente, será un grave fracaso para el Congreso exponerse a un rechazo fundadamente legal de parte del Ejecutivo. Por otra parte, yo creo que el tiempo que falta para iniciarse el período constitucional en el cual el congreso sí tendrá las facultades requeridas para iniciar estos proyectos de ley o decretos, no está muy lejano, no faltan más que los meses de junio, julio y agosto; yo creo que en tres meses la señora viuda del señor Madero, no se verá en una situación tal que sea verdaderamente causa de deshonor para la Revolución, y, en cambio, nosotros habremos respetado todas las fórmulas constitucionales, no habremos presentado un solo ejemplo que pueda orillarnos a un conflicto y, sobre todo, a un descrédito ante la Nación misma, y habremos procedido con la cautela necesaria, sin que esto quite al Congreso el espíritu que lo inspira, muy sano, muy loable, muy justiciero, al dar a la familia del señor Madero aquello a que es acreedora por el sacrificio de esposo.
Presidencia del C. ROMAN ALBERTO
El C. Cravioto: Pido la palabra, señor Presidente.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Hay.
El C. Hay: Señores diputados: Yo creo que el compañero García Vigil o no estuvo aquí durante la discusión o si estuvo y lo que se dijo no lo escuchó, porque si lo hubiese escuchado, habría tomado nota de que hubo un dictamen sobre la proposición por medio de la cual se solicitaba una pensión para las viudas de Madero y Pino Suárez, y que ese dictamen aprobado ya por esta Asamblea, contenía principalmente el siguiente punto: "Suspéndase la discusión de este asunto hasta que llegue un período dentro del cual competa legalmente a la Cámara de Diputados, a aprobar este asunto." De tal manera que todas las citas de los artículos que él hace, fueron perfectamente inútiles, desde el momento que estaba discutiendo una cosa que ya estaba aprobada. En cuanto a la parte legal en lo que se refiere a la proposición que he tenido el honor de presentar a vuestra consideración, puesto que la otra ya no está a discusión porque ya fue aprobado el dictamen referente a ella, en cuanto a la parte legal de esta última proposición, repito, hago mención del inciso II del artículo 77 de la nueva Constitución, que dice: "Cada una de las Cámaras puede sin la intervención de la otra: Comunicarse con la Cámara colegisladora y con el Ejecutivo de la Unión por medio de comisiones de su seno."
Esto es justamente lo que propongo, señor García Vigil, precisamente yo he propuesto que se nombre una Comisión para acercarse al Ejecutivo, al Encargado del Ejecutivo y de esta manera pedirle que proponga una ley, aprobando la expedición de pensiones para las personas mencionadas. Esta es toda la parte legal de que puede hacerse mención de este punto, por lo tanto, no voy hacer más citas porque sería enteramente innecesario. Viene la segunda parte sobre la cual el señor García Vigil hizo una larga requisitoria de la Revolución de 1910, que creo que es innecesaria el discutirla, puesto que sería tanto como pretender causar vuestra atención. Aun cuando.
en parte estoy de acuerdo con lo dicho por el C. García Vigil y en parte no estoy, es preferible dejar esta discusión para otra ocasión. Sí voy a hacer mención sobre el punto principal de todo lo que dijo el señor García Vigil. El señor García Vigil dice que la señora Madero tiene dinero o a lo menos hay presunciones para creer que lo tiene. Yo creo, señores, que está en situación difícil; que tiene ciertas obligaciones sociales y que los intereses que le dejo su esposo están en tan malas condiciones que no puede prácticamente sacar un solo centavo de ellos. Esa es la opinión que tengo del asunto, aun cuando no tengo pruebas para demostrar mi aserción; pero quiero aceptar la tesis del señor García Vigil; quiero suponer que la señora Madero está nadando en dinero; ¿No sería una pequeñez de espíritu de nuestra parte, señores diputados, el negar una pequeña cantidad de dinero, que sería tanto como negar un homenaje al mártir Madero? ¿Por qué razón cuando se trata de la viuda de un general, de un coronel o de cualquier otro miembro del Ejército ni el Gobierno ni la Secretaría de Guerra se ponen a hacer investigaciones sobre si quedó con dinero o no la viuda? La misma ley marca determinada cantidad en proporción del sueldo que ganaba el militar durante su vida; la ley marca una determinada proporción como pago de pensiones y no se pone a averiguar si tenía o no dinero esa viuda. Es la ley que le concede desde luego esa pensión, puesto que parte de este principio: todo hombre que se sacrifica por la patria es merecedor de alguna compensación de alguna clase, y la compensación en este caso, la fijamos en esta determinada proporción del sueldo que el esposo o militar ganaba cuando estaba al servicio de la patria. De tal manera que aceptando la tesis de que el señor Madero dejó una gran cantidad de dinero a su viuda, ¿qué nos importa eso señores? No seamos pequeños de espíritu, seamos más amplios y digamos a la señora viuda de Madero: nosotros no sabemos si tienes o no necesidad d dinero, nosotros venimos aquí, no a pagar la vida de un hombre, porque la sangre de hombres como Madero no se pagan con todos los millones de la tierra. (Aplausos.) Pero sí venimos aquí a rendir este pequeño homenaje, a hacer esta insignificante ofrenda como prueba de lo muy grabada que tenemos en nuestro corazón la gran actitud de Madero cuando defendió la ley a riesgo de su propia vida; queremos que sepan todos los hombres que cuando se sacrifican por la patria hay quien vele por sus mujeres y por sus hijos, hay quien vele por su familia, que esa misma patria es la que nosotros estamos aquí representando y que velamos por las familias de aquellos que han cumplido con su deber, por aquellas familias que han quedado abandonadas... (Aplausos.) Por lo tanto, señores diputados, no entremos en estos detalles de que si tiene o no tiene dinero; claro es que se hieren más directamente las fibras del corazón cuando se mencionan miserias, cuando se mencionan miserias, cuando se mencionan privaciones, claro es que entonces nuestra obligación es suprema, es ineludible, pero también lo es, señores, cuando debemos tener en consideración que unos cuantos pesos que se entreguen , repito que no es el precio de una sangre derramada, sino que es la manifestación de una ofrenda, de un acto de homenaje por el mártir que supo sacrificarse por la patria. Insisto, por lo tanto, señores, en que aprobemos unánimemente esta iniciativa, unánimemente, lo pido, señores porque espero que no haya un solo diputado aquí que rechace una proposición como ésta, que permite a la patria cumplir con las obligaciones acerca de los patriotas que han muerto derramando su sangre por ella.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. García Vigil, en contra. (Siseos.)
El C. García Vigil: Señores: me ha dejado confundido y sorprendido el general Hay; naturalmente, que toda mi disertación ha tenido como base el argumento de premura que se ha esgrimido y de penuria por parte de la viuda del señor Madero; nadie viene a discutir y menos yo el venir aquí a vacilar en quinientos o mil pesos mensuales por el derramamiento de sangre del señor Madero. (Siseos.) Pero si el asunto se trata partiendo de que la viuda del señor Madero está en situación aflictiva, yo, naturalmente, tenía que atacarlo por ese lado, no lo ataco yo por el hecho de que no se le deba dar de ninguna manera eso; por consiguiente, el argumento del señor general Hay aquí no tiene ninguna base; primero aquí se dijo, y lo dijo el señor licenciado Urueta, que la viuda del señor Madero estaba en verdadera situación aflictiva de dinero.....
El C. Urueta, interrumpiendo: Y lo demostraré.
El C. García Vigil, continuando: Lo dijo el señor Urueta. Luego el señor general Hay subió a acá, diciendo, apartándose completamente de lo que ha servido de base, de origen para hacer esta iniciativa, diciendo que aun en el supuesto de que tenga dinero, si se hubiera dicho eso desde un principio, entonces el argumento que yo habría esgrimido, sería el siguiente, el cual esgrimo hoy: no es solamente la viuda del señor Madero, indudablemente, la que es acreedora por el sacrificio de su deudo a una pensión. El mismo señor general Hay reconoce que para un coronel, que para un teniente coronel, para un capitán, para el más insignificante soldado, está establecido lo que debe dárseles, según las circunstancias en que hayan sido sacrificados; por consiguiente, a la variación del argumento del señor general Hay, corresponde a mí también esa variación, y consiste en que la petición que se haga al Ejecutivo, sea que la iniciativa de ley sea extensiva para todos los individuos que se encuentran precisamente dentro de las circunstancias, dentro de los requisitos que los hagan acreedores. A ese respecto nosotros tenemos a muchos generales que si no han desempeñado en la política de la Nación un papel tan prominente como el del señor Madero, indudablemente que sí hay algunos, como el señor general Maclovio Herrera, cuyos deudos tienen, naturalmente, derecho en la proporción requerida, a una pensión como la que se piensa solicitar para la viuda del señor Madero y para la viuda del señor Pino Suárez, como para la familia Serdán y para tantos otros de los cuales siento verdaderamente mucho no acordarme en este instante. ¿Pero qué, no nos consta a todos nosotros, cuántos individuos han muerto? ¿No sabemos que existió un general Menchaca, que fue sacrificado.
también, y cuya conducta fue limpia como un espejo en la lucha revolucionaria? ¿No tenemos entendido que ese general fue objeto de insinuaciones por parte de algunos disidentes y supo mantenerlos a raya y mantener incólume su honorabilidad y supo sacrificarse por esas convicciones y que fue un hombre para el cual no puede haber tacha alguna desde el punto de vista militar, desde el punto de vista político y desde el punto de vista moral? ¿Por qué, pues, no acordarnos de todos ellos? Yo no niego la primacía para la señora viuda del señor Madero, y, naturalmente, para la viuda del señor Pino Suárez; pero desde el momento en que el argumento que sirve para esto, si con su sujeción a ese argumento se encuentran otros muchos individuos, ciudadanos muertos por la Revolución, en circunstancias que los hacen acreedores a ello, hagamos nosotros, en prueba de justicia de la cual debemos estar inspirados siempre, hagamos nosotros la solicitud extensiva a todos aquellos que reúnan esos requisitos, y, entonces, nosotros habremos hecho un acto de justicia positivamente revolucionario y no habremos hecho un acto solo de distinción que puede, naturalmente, herir a algunos otros, y que, sobre todo, para nosotros mismos, para nuestra conciencia, nuestra integridad, no debemos acordarnos de preferencia de unos y olvidar a otros. Por consiguiente, al argumento del señor general Hay opongo yo este y pido que la Asamblea lo tome en consideración.
El C. Hay: Moción de orden. La proposición del señor García Vigil es una ampliación de la proposición que yo he presentado; después de haberse aprobado ésta, él está en perfecta libertad para presentar aquélla: pero en lo que se referente a los bienes de la señora viuda de Madero, podría yo hacerles una larga cita referente a los bienes del señor Madero; pero voy a concretarme a una sola: indudablemente todos conocen la casa que tiene en la Colonia Roma, que se encuentra todavía con los muros chamuscados, y siendo dicha casa la parte que en los bienes de la familia Madero le toco a don Francisco I. Madero, ésta está todavía en pie, porque la señora Madero no puede reconstruir esa casa que, por lo menos, le costaría cincuenta mil pesos esa reconstrucción; pero eso es motivo, como dijo el señor García Vigil, de otra proposición, y yo pido respetuosamente que nos concretemos a esta proposición, que es la primera, y ya después podrán venir otras proposiciones.
El C. Sáenz: Pido la palabra para rectificar un hecho.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Sáenz: Para rectificar lo siguiente: los que hemos subscripto la proposición solicitando las pensiones, no hemos tratado de singularizarnos haciendo esta solicitud ante la Representación Nacional; nosotros sabemos, e indudablemente debe saberlo el señor García Vigil, que el Ejecutivo, antes Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, en virtud de las facultades extraordinarias, había acordado que se pagaran las pensiones a todos los desaparecidos en la Revolución, pensiones que han estado percibiendo y que interesa que estén cubriéndose por las respectivas oficinas de Hacienda de los Estados y que estén al corriente; indudablemente que el hoy Presidente de la República no pudo haber acordado una cosa semejante; por lo que respecta a la atención de las viudas de Madero y Pino Suárez, porque no estaba en sus facultades por haber sido en un período anterior a la Revolución Constitucionalista. Quiero, pues, manifestar al señor diputado García Vigil que no ha sido nuestro ánimo singularizarnos y que no hemos olvidado a todos los desaparecidos en la Revolución, quienes han recibido ya la ayuda, quizá no completamente suficiente; pero sí, cuando menos, la necesaria para bastar a sus necesidades. Los deudos de la Revolución Constitucionalista están percibiendo sus pensiones correspondientes, y así lo podrán atestiguar la inmensa mayoría de los representantes de esta Cámara de Diputados.
El C. Cravioto: Pido la palabra para un hecho. (Voces: ¡A votar!)
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Cravioto: Para la mejor aprobación de la noble iniciativa del señor Hay, voy a certificar dos hechos, primero, el papel de la Cámara aprobando la iniciativa del señor Hay, y segundo, el estado del Erario. La Cámara, señores diputados, como ustedes saben perfectamente, tiene funciones de índole inversa que no requieren que se les dé el carácter de ley. La Cámara tiene funciones legislativas, funciones administrativas, funciones económicas, funciones de justicia. Solamente las resoluciones que da la Cámara en sus funciones legislativas tienen carácter de ley. El artículo 70 se refiere a las resoluciones del Congreso y a las resoluciones naturalmente que da la Cámara dentro del uso de sus facultades exclusivas. En funciones administrativas no tienen carácter de ley sus resoluciones; en funciones de justicia, como cuando da un fallo de gran jurado tampoco tiene carácter de ley; igual sucede con sus determinaciones de índole económica. Por lo tanto, la proposición del señor Hay cabe perfectamente dentro de las funciones económicas de la Cámara, y no puede ser de otra manera. Nosotros, como perfectamente lo explicó el señor García Vigil, no estamos capacitados para iniciar leyes, y si se propusiera una ley como se propuso, la Cámara la desecharía unánimemente como acabamos de verlo, ya que se aprobó pertinentemente la resolución respectiva. El señor Hay, siguiendo la generosidad de su espíritu, que en esta vez es la generosidad del espíritu unánime de toda la Asamblea, ha sorteado las dificultades, y nos propone que, en uso del derecho que tiene la Cámara de comunicarse con el Ejecutivo por medio de una Comisión, esta Comisión le manifieste económicamente que en el sentir de la Cámara es de urgencia que la Nación pague, siquiera de una manera pequeña, el tributo de homenaje que todos debemos a la memoria de los revolucionarios muertos. Esto es evidente, señores diputados, que lo podemos hacer de una manera pertinente, como lo ha indicado el señor Hay. Como por ejemplo, cuando la Cámara manda felicitar al Ejecutivo, no damos una ley, nombramos una Comisión; cuando la Cámara nombra una Comisión para que acompañe al Ejecutivo para una fiesta, este es el caso. En cuanto a la objeción que hacía el señor García Vigil sobre el caso de excepción para determinado grupo de personas en lo que se refiere a pensiones y no para todas, simplemente voy a aclarar que el
Erario, por desgracia, no está actualmente a la altura de nuestros deseos; creo que tratándose de los revolucionarios muertos no habrá nadie que escatime un centavo para sus familiares que están o no en la indigencia. Por desgracia, señores diputados, lo mejor es enemigo de lo bueno: no aprobar esa proposición porque no se hace extensiva a todos, es exactamente como si un individuo debiera a muchas gentes y porque no les pueda pagar a todos no les pagara siquiera a dos o tres. Varios revolucionarios, tengo el honor de decirlo , hemos estado estudiando para el próximo período una ley de pensiones para satisfacer este deber que tenemos para las familias de los revolucionarios: creo, por lo tanto, que con estas aclaraciones se puede aprobar suficientemente la noble proposición del señor Hay. (Aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra el señor Carrascosa.
El C. Carrascosa: Señores diputados: Yo ignoro completamente si los señores Madero, y, particularmente el ilustre señor Madero o la viuda de él, tienen o no tienen capital. Ignoro también si el señor o los herederos del señor Pino Suárez lo tienen o no tienen; únicamente sé, como lo saben todos ustedes y como lo sabe la República entera, que el señor Madero fue el primer ciudadano que se enfrentó ante la tiranía de Porfirio Díaz; que cuando el señor Madero inició su gloriosa revolución, entonces arriesgó vida, familia e intereses; por consiguiente, creo yo que la noble iniciativa que ha presentado el señor general Hay no debe ser discutida en esta H. Cámara, porque, en mi concepto, creo que no solamente es justa, sino que es una deuda que la República tiene para el señor Madero y para el señor Pino Suárez. Si fuera de esto me voy a referir también a la familia del señor Belisario Domínguez, es porque algún otro de los señores oradores se refirió aquí hace un momento: también levanto mi voz como diputado, como revolucionario y como chiapaneco para que esta Asamblea tenga en cuenta a la familia del doctor Domínguez en ese mismo sentido, porque me consta a mí y le consta a toda la diputación de Chiapas, la situación precaria en que está esa familia y las dificultades que tiene el hijo del doctor Domínguez para sostenerse en México , donde está estudiando. Eso era lo único que tenía que decir a ustedes; no tengo que estudiar el asunto bajo el aspecto legal, porque ignoro las leyes; tampoco voy a entrar a hablar en otro sentido puesto que los señores oradores aquí ya lo han hecho con más propiedad que yo. Únicamente creo que nosotros, toda la H. Asamblea que me está escuchando, no debemos perder el tiempo en discusiones en este caso, sino proceder a la votación de la iniciativa del señor Hay.
El C. Secretario López Lira: De conformidad con el artículo 111 del Reglamento, la Presidencia pregunta a la Asamblea si considera suficientemente discutido el punto. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie Está suficientemente discutido. (Leyó la iniciativa.) (Voces: ¡También Belisario Domínguez! ¡También Belisario Domínguez !) En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Aprobado. (Aplausos.)
El C. Gómez Mauricio: Moción de orden, señor Presidente. De la manera más atenta ruego a la Mesa dé el trámite de que pase a la Comisión de Corrección de Estilo, recordándole a ésta que es un poder que se dirige a otro poder. Allí en la proposición del respetable señor Hay, hay palabras que no cuadran con la alta sabiduría y alta dignidad que debe tener la Cámara. Debemos dirigirnos al Ejecutivo; pero recordando siempre que somos un Poder de la Nación. La Comisión debe quitar la palabra que dice: "otorgue," porque no es el Ejecutivo el que va a otorgar, sino esta Cámara, que es la única que puede otorgar esas pensiones.
El C. Hay: En la proposición, que si no recuerdo mal, se va a pedir al Ejecutivo que otorgue una pensión podría eso no llenar el requisito de acuerdo con el señor Gómez, yo también en parte estoy de acuerdo con él; pero dice el Reglamento que pase a una Comisión de Estilo, para que esa Comisión lo ponga en debida forma; de tal manera que ese caso no necesita ni votarse. Además como el objeto es el de que se nombre la Comisión, la Comisión será la que de viva voz haga presente al C. Presidente de la República la intención que tiene esta Cámara respecto de este asunto.
El C. Secretario López Lira: La Mesa consulta a la Asamblea si a pesar de existir el acuerdo aprobado del nombramiento de una Comisión, que será la que lleve la voz en representación de esta Cámara, se pasa a una Comisión de Estilo, con objeto de que se conserve en los anales del Congreso en la forma más conveniente. Los que aprueben que pasa a una Comisión de Estilo, se servirán ponerse de pie. Aprobado.
El C. Rivera Cabrera: Moción de orden. A efecto de que el asunto quede una vez terminado. (Voces: ¡No se oye! Campanilla.) A efecto de que el asunto quede definitivamente concluído, yo suplicaría a la Mesa se sirviera nombrar desde luego a la Comisión que debe presentar esa proposición al Ejecutivo.
- El mismo C. Secretario: La proposición pasa a la 1a. Comisión de Corrección de Estilo, y nombra en Comisión la Mesa, a los CC. diputados Hay, Urueta, González Marciano, Prieto, López Ignacio y Secretario López Lira.
El C. Urueta: Señor Presidente: Yo estoy enfermo y suplico a su Señoría nombre a alguna otra persona.
- El mismo C. Secretario: En substitución del señor licenciado Urueta, que declina la Comisión por encontrarse enfermo, la Mesa comisiona al señor diputado Portés Gil.
- El mismo C. Secretario: "Señor: La Gran Comisión de esta H. Cámara ha recibido el expediente que se formó con motivo de la solicitud hecha por varios CC. diputados, para que se procediera al nombramiento de Comisiones especiales para formular proyectos de leyes orgánicas de los poderes judiciales de la Federación y del Distrito Federal y Territorios.
"En cumplimiento del artículo 74 reglamentario,
los que subscribimos, miembros de la Gran Comisión, nos permitimos proponer a esa H. Asamblea el siguiente personal para integrar la Comisión especial que a la mayor brevedad posible, presentará un proyecto de ley orgánica de los tribunales del Distrito Federal y Territorios: Presidente, licenciado Luis Sánchez Pontón; licenciado Aurelio Velásquez; Secretario, licenciado Enrique Sánchez Tenorio; suplente, licenciado Ramón Blancarte.
"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados.- México, 26 de mayo de 1917.- Rafael Martínez de Escobar.- J. Aguirre Escobar.- Emilio Araujo.- Luis Sánchez Pontón.- Enrique Parra.- Medina.- Miguel Alonzo Romero.- Jerónimo Hernández.- R. Padilla.- M. Bello.- Efrén Aguirre.- Juan A. Ruiz.- A. Esquivel.- C. Garza González.- A. Hernández Maldonado.- Juan Zubaran.- Eugenio Méndez.- Portes Gil.- Joaquín Lanz Galera.- Una firma ilegible."- (Rúbricas.)
Hay aquí un anexo, un voto particular del señor Padrés, miembro de la Gran Comisión, que dice; "Doy mi voto por los señores Luis Sánchez Pontón, Enrique Sánchez Tenorio, Jesús Acuña, y como suplente, al licenciado Eduardo Neri," Está a discusión la proposición de la Gran Comisión.
El C. Urueta: Pido a la Secretaría que lea otra vez.
- El mismo C. Secretario: ¿Nada más la parte relativa?
El C. Urueta: Todo.
- El mismo C. Secretario la leyó. ¿No hay quien haga uso de la palabra?
El C. Céspedes: Pido la palabra.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Céspedes.
El C. Céspedes: Entiendo que esa Comisión designada por la Gran Comisión, tendrá que formular un proyecto de ley, o sea más bien, una iniciativa de ley de organización de los Tribunales de Distrito. Como quiera que esta actuación sale de lo prescripto por el artículo 6o. transitorio constitucional..... (Voces: ¡No, no!) porque me parece que en esta época no tenemos facultades para que los diputados inicien leyes......(Siseos.) Según tengo entendido, el C. Presidente de la República consultará esa ley. (Siseos.) Me parece que deberíamos esperar a que eso sucediera, porque esta Comisión, en el plazo que tiene para trabajar esa ley, no hará una cosa que verdaderamente responda a las necesidades actuales. (Siseos.)
El C. Hay: Moción de orden, señor Presidente. Para suplicar al señor compañero que se tome la molestia de leer el artículo 6o. transitorio de la Constitución. (Aplausos.)
El C. Rueda Magro: Con el mismo objeto había pedido la palabra, como miembro de la Comisión para explicar que, una de las facultades que ha dejado el artículo 6o. transitorio, es el expedir esa ley; por eso la Gran Comisión, se fijó en abogados jóvenes.....(Voces: ¡No se oye, no se oye!)
- El mismo C. Secretario: ¿Se considera suficientemente discutido el asunto? Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse de pie. Está suficientemente discutido. En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse de pie. Aprobado.
El C. Secretario López Lira: "Comisiones unidades 1a. de Trabajo y Previsión Social y 1a. de Puntos Constitucionales.
"Señor: Estas Comisiones han tenido a la vista el oficio de fecha 12 del actual, en que el gremio "Unión de Carretilleros," de Veracruz, consulta a esta H. Cámara sobre la vigencia de la Constitución de 1916-17, en la parte relativa a cuestiones obreras, preguntando si ya es obligatorio el someter las dificultades entre el capital y el trabajo, a los Tribunales de Arbitraje a que se refiere la fracción XX del artículo 123 de nuestra Constitución Política.
"En vista de los hechos expuestos por los obreros de Veracruz y de la absoluta falta de respeto a nuestras instituciones, según aparece de los informes de los mismos obreros, por la poderosa Compañía Terminal de Veracruz, estas Comisiones creen interpretar el sentido de la opinión dominante en esta H. Cámara, al afirmar que es urgente el llevar a la práctica los salvadores principios consagrados en nuestra Carta Magna, para que no comience ésta a caer en desuso apenas promulgada.
"No se oculta a estas Comisiones que pudiera objetarse que el Congreso de la Unión, es un cuerpo exclusivamente legislativo, y que la misión de cuerpo consultivo encargado de la interpretación de la leyes, está principalmente encomendado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a la que toca resolver todas las cuestiones de esta índole; pero considerando que este Alto Cuerpo aún no entra en funciones y que el conflicto obrero de Veracruz es de urgente resolución, lo mismo que todos los de su índole que a diario se están presentando en todo el territorio, estas Comisiones tienen a bien someter a vuestra deliberación, la siguiente:
"PROPOSICIÓN
"Contéstese al Sindicato de Carretilleros de Veracruz, que las compañías y las agrupaciones obreras en casos de conflictos, deben sujetarse a la decisión de las Juntas de Arbitraje a que se refiere el artículo 123, fracción XX, constitucional, vigente desde el 1o. del mes en curso, estando ambas partes sujetas, en su caso, a las penas señaladas en la fracción XXI del mismo artículo."
"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso General.- México, mayo 28 de 1917.
"1a. Comisión de Trabajo y Previsión Social.- Agustín G. Arrazola.- J. C. Saucedo.- E. Neri." (Rúbricas.)
"1a. Comisión de Puntos Constitucionales.- Jesús Acuña.- Rafael Martínez de Escobar.- Antonio Ancona Albertos." (Rúbricas.)
Está a discusión la proposición. (Voces: ¡Aprobada! ¡Aprobada!) ¿No hay quien haga uso de la.
palabra? Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse de pie. Aprobada
El C. Secretario López Lira: "Señor:
"Considerando que la carencia de una ley que reglamente el artículo 123 constitucional, está dando por resultado, una enorme efervescencia entre el elemento trabajador de la República, que hoy como siempre sigue siendo objeto de todas las arbitrariedades y abusos de industriales y patronos, sin que se halle una verdadera garantía para sus intereses, no obstante la existencia de una base en nuestra actual Constitución, para exigir dichas garantías:
"Considerando que mientras más se prolongue la ausencia de la mencionada reglamentación, tiene que ir en aumento la efervescencia a que aludimos, nos permitimos someter a la consideración de esta H. Asamblea, la siguiente proposición:
"1. Invítese al Ejecutivo para que presente a la mayor brevedad posible, y dentro de este período extraordinario de sesiones, el proyecto de ley que reglamente el artículo 123 de la Constitución.
"2. Dispénsense los trámites de la anterior proposición.
"Salón de sesiones de la Cámara de Diputados - México, 28 de mayo de 1917. - Miguel Alonzo Romero.- B. Vadillo.- J. D. Ramírez Garrido.- E. C. Sánchez Tenorio.- R. Aveleyra.- Antonio Ancona Albertos.- Jesús Ibarra.- José Luis Figueroa.- J. M. González.- S. G. García.- Una firma ilegible." (Rúbricas.)
Se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites para que se pase a la Comisión. Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse de pie. Sí se dispensan los trámites.
El C. Presidente: El trámite de la Mesa es: que pase a la Comisión, porque indudablemente casi se han festinado todas esas proposiciones; pero en cambio, el trámite de la Mesa puede ser objetado y la Mesa se sujeta al parecer de la Asamblea.
El C. Ramírez Garrido: Reclamo el trámite, señor Presidente.
El C. Presidente: Tienen la palabra el C. Ramírez Garrido.
El C. Ramírez Garrido: En días pasados cuando la 1a. Comisión de Puntos Constitucionales, presidida por el licenciado Acuña, presentó su dictamen sobre el asunto de los carretilleros de Veracruz, nosotros presentamos como adición la parte cuarta que hoy presentamos por separado y la Comisión dictaminadora de Puntos Constitucionales la aceptó como suya, se presentó a esta H. Asamblea y fue casi unánime, puedo decir, el sentido aprobatorio que dieron a la cláusula cuarta; se retiró para reforma el punto primero o segundo de este dictamen y hoy que ya se ha presentado el dictamen en forma, queda suprimida la parte cuarta; por eso nos vemos precisados a presentar este proyecto; sabemos perfectamente que esto nada más va a regir para el Distrito Federal y Territorios, pero creemos que si el Ejecutivo se apresura a mandarnos este proyecto de ley que le solicitamos, este proyecto de ley puede servir después de base para las Legislaturas de los Estados al ocuparse de los problemas obreros; nuestro interés es mayor desde el momento en que tenemos conocimiento de que hay en este momento dificultades obreras en los Estados de Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Distrito Federal, Hidalgo, Querétaro, Coahuila, Jalisco, Guanajuato y Tamaulipas; vemos que la efervescencia, el malestar obrero se acrecientan y creemos que esto se debe principalmente a que no hay una base reglamentaria para el artículo 123 constitucional; creemos que el asunto es urgente y por lo tanto solicitamos con el debido respeto de esta H. Asamblea que sea considerada nuestra iniciativa de urgente resolución. Se acaba de considerar que es en la misma forma una iniciativa presentada por el señor Eduardo Hay, que en el fondo viene a ser lo mismo que la nuestra, es decir, una invitación al Ejecutivo en un caso para que se concedan unas pensiones y en el caso nuestro para que tenga la bondad de mandarnos un proyecto de ley que urge resolver. Para nosotros señores, dados los antecedentes que hay del Ejecutivo en la cuestión obrera, nuestro interés es mayor y voy a hacer un poco de historia. En la ciudad de Veracruz, cuando por circunstancias aflictivas se hicieron las adiciones al Plan de Guadalupe que forma un programa perfectamente social y perfectamente revolucionario, el señor Ministro de Gobernación, don Rafael Zubaran, presentó a la consideración del Encargado del Poder Ejecutivo, un proyecto de ley de reglamentación del trabajo, que tengo aquí. Según me ha dicho el señor Zubaran, por inquina del señor Palavicini este proyecto de ley fue desechado o mejor dicho, se le dio carpetazo; más tarde, señores, en el Gobierno de Yucatán se expidió la ley del trabajo al mismo tiempo que la ley agraria, y el C. Primer Jefe, Encargado del Poder Ejecutivo, declaró suspensas las dos leyes y tuvieron que mandar varias comisiones del Gobierno de Yucatán hasta Querétaro, y hubo necesidad de que el señor general Obregón, perfecto revolucionario y acabado de entrar a formar parte del Gobierno del señor Carranza, se pusiera decididamente a apoyar esa ley, para que el C. Primer Jefe la aprobara y comenzara a tener su sanción legítima y proporcionara el bienestar y el progreso en que ahora está el Estado de Yucatán. No hace mucho tiempo que una comisión de diputados del bloque socialista entrevistó el C. Presidente de la República, con motivo de la solicitud de apoyo que solicitaron de nosotros los obreros del Estado de Hidalgo, y entonces alguno de los compañeros se permitió preguntar al Ejecutivo si tenía pensado legislar sobre eso. El señor Carranza no contestó a esa pregunta. Eso es lo que nos alarma y nos hace suplicar a esta H. Asamblea que acepte nuestra iniciativa, pues es una invitación simple y sencilla al Ejecutivo para que en este período en que no tenemos facultades, nos envíe un proyecto de ley para que lo discutamos y lo demos, que quizá pueda servir d base, mañana, a la República entera. Pedimos, pues, respetuosamente a la Asamblea, considere este asunto de urgente resolución y dispense los trámites de ley.
El C. Secretario López Lira: La Mesa sostiene su trámite de que pase a la Comisión 1a. de Trabajo.
y Previsión Social. (Voces: ¡No,no! ¡Sí, sí!) Los que aprueben el trámite de la Mesa, se servirán poner de pie. Hay mayoría. (Voces: ¡No, no! ¡Que se cuenten los votos!) Se aprueba el trámite de la mesa. (Voces: ¡No, no! ¡Que se cuente!) La presidencia comisiona a los señores diputados Ancona Albertos y Morales Hesse para que cuenten a las personas que están de pie; y a los señores García Vigil y Aveleyra para los que se encuentran sentados. (Se verifica el recuento.)
El C. Secretario López Lira: Hay setenta y nueve señores diputados de pie, y cincuenta y cuatro sentados. Entonces, pasa a la comisión 1a. de Trabajo y Previsión Social.
El C. Presidente, a las 6.55 p.m.: Se levanta la sesión pública de la Cámara a de Diputados y se pasa a sesión secreta.
El jefe de la Sección de Taquigrafía,
JOAQUIN Z. VALADEZ.