Legislatura XXVII - Año II - Período Ordinario - Fecha 19170918 - Número de Diario 12

(L27A2P1oN012F19170918.xml)Núm. Diario:12

ENCABEZADO

MÉXICO, MARTES 18 DE SEPTIEMBRE DE 1917

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

PERÍODO ORDINARIO XXVII LEGISLATURA TOMO II. - NÚMERO 12

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

CELEBRADA EL DÍA 17 DE SEPTIEMBRE DE 1917

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Se lee y aprueba el acta de la anterior.

2.- Presta la protesta de ley el C. Viesca Lobatón, diputado suplente por el 3er. distrito electoral de Coahuila. Informan de sus comisiones algunos ciudadanos diputados y rectifican hechos otros.

3.- Se da cuenta con los asuntos en cartera.

4.- Son leídas y aprobadas nominalmente las fracciones: XXII, XXIII, XXV, XXVI, XXVII, XXIX, XXX, XXXI, XXXII, XXXIII, XXXIV, XXXV, XXXVI, XXXVII, XXXIX, XL, XLI, XLII, XLIII, XLV, XLVI, XLVII, XLVIII, XLIX, L, LI, y LII de la Ley de Ingresos. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencial del C. URUETA JESÚS

(Asistencia de 141 CC. diputados.)

El C. Presidente, a las 4. 15 p. m.: Se abre la sesión.

El C. Secretario Aranda: "Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados, el día catorce de septiembre de mil novecientos diez y siete.

"Presidencia del C. Urueta Jesús.

"En la ciudad de México, a las cuatro y veinte de la tarde del viernes catorce de septiembre de mil novecientos diez y siete, con asistencia de ciento veintinueve CC. diputados, según consta en la lista que previamente pasó el C. Prosecretario Sánchez Tenorio, se abrió la sesión.

"En seguida los CC. Secretario Portes Gil y Prosecretario Sánchez Tenorio, dieron cuenta con los siguientes documentos:

"Oficio del Congreso del Estado de Campeche, en que participa que abrió su primer período de sesiones ordinarias. - De enterado.

"Circular del Congreso de Estado de Puebla, en que comunica que terminó sus labores de Constituyentes, continuando en sus funciones de Constitucional, con la Mesa Directiva que menciona. - De enterado.

"Oficio del Congreso del Estado de Sonora, en que, secundando la iniciativa del de Zacatecas, solicita se dicte la ley a que se refiere la base (e) del párrafo sexto del inciso VII del artículo 27 constitucional. - Recibo y agréguese a su expediente.

"Oficio del Procurador General Militar, en que avisa que el Procurador General de la República, le turnó la acusación presentada por esta Cámara contra el ex - general federal, Pedro Ojeda. - De enterado y agréguese a su expediente.

"Dictamen de la Comisión de Estado, Interior, que termina con la siguiente proposición:

"Concédanse veinte días de licencia, con goce de dietas, al C. diputado Eugenio Méndez."

"Sin discusión, se aprobó en votación económica.

"Dictamen de la Comisión de Estado, Departamento Interior, que dice en su parte resolutiva:

"Concédase prórroga por dos meses, sin goce de dietas, a la licencia que disfruta el C. diputado J. D. Ramírez Garrido, y llámese a su suplente."

"Sin que nadie hiciera uso de la palabra, la Asamblea, aprobó en votación económica, la licencia de que se trata.

"Dictamen de la Comisión de Estado, Departamento Interior, que concluye así:

"Concédase licencia, por veinticinco días, con goce de dietas, al C. diputado Tomás Valle."

"A discusión, sin ella, se aprobó en votación económica.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones, formulado con motivo de la solicitud del C. José P. Micoló, para que se le conceda permiso a fin de que pueda usar una condecoración que le ha conferido el Gobierno de Francia, y que concluye con el siguiente acuerdo económico:

"Pase a la 1a Comisión de Puntos Constitucionales, el expediente y formado con motivo de la solicitud del C. José p. Micoló."

"Sin debate, fue aprobado en votación económica.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones, relativo a la solicitud de la señora María Bandín viuda de Vázquez, para que se le conceda pensión por la muerte de su hijo Elías Vázquez, conductor de trenes militares, el cual dictamen, en su parte final, dice:

"Túrnese a las Comisiones unidas, 1a. de Guerra y 1a. de Hacienda, el ocurso de la señora María Bandín viuda de Vázquez."

"Sin discusión, quedó aprobado en votación económica.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones, que se refiere a un escrito del H. Ayuntamiento de Mulegué, Baja California, que se contrae a asuntos administrativos políticos de dicha Entidad Federativa, y que concluye con este acuerdo económico:

"Túrnese a la Comisión de Estado, Departamento Interior, el escrito enviado a esta H. Cámara, por el Ayuntamiento de Mulegué, B. C."

"Sin debate, la Asamblea, le otorgó su aprobación, en votación económica.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones, que trata de un escrito del Ayuntamiento de Amozoc, Puebla, solicitando reivindicación de tierras, y que dice en su parte resolutiva:

"Consígnese a la Comisión Nacional Agraria, para los fines de justicia a que hubiere lugar, el escrito presentado a esta H. Cámara por el Ayuntamiento de Amozoc."

"Una vez a discusión, sin que nadie hiciera uso de la palabra, se aprobó en votación económica.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones, que hace mérito de la solicitud de la señora Camila Solórzano y Domínguez, a fin de que se le aumente la pensión que disfruta como nieta de la Corregidora de Querétaro, y que termina con el acuerdo económico que dice:

"Para los efectos a que hubiere lugar, túrnese a la 1a. Comisión de Hacienda el ocurso de la señora Camila Solórzano y Domínguez."

"Sin debate, se aprobó el dictamen que antecede, en votación económica.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones, referente a la solicitud de la señora Catalina Molina, para que se le conceda pensión por la muerte, en campaña, de su hijo, el soldado Cristóbal Pavón, que termina así:

"Túrnese a la Comisión de Guerra que corresponda, la solicitud de que se trata."

"La Asamblea lo aprobó sin que nadie hiciera uso de la palabra, en votación económica.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones, relativo a la solicitud del C. Patricio Vargas, a fin de que se le conceda pensión con motivo de la muerte, en campaña, de su hijo, el subteniente Eduardo Vargas, cuyo dictamen, somete a la consideración de la Asamblea este acuerdo económico:

"Túrnese a la Comisión de Guerra en turno, la solicitud de pensión del C. Patricio Vargas."

"En votación económica y sin discusión, fue aprobado.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones, que trata de un ocurso de los CC. Alfonso Colina, Juan Méndez y Juan Godínez, denunciando ciertos hechos que atribuyen al C. Presidente del Ayuntamiento de esta ciudad, y que termina con el siguiente acuerdo económico:

"Pase a la Comisión de Justicia en turno, el ocurso del C. Alfonso Colina y socios."

"Una vez a discusión, el C. Gómez Mauricio, habló en pro, aprobando en seguida la Asamblea, en votación económica, el acuerdo económico transcripto.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones, formulado con motivo de la petición del C. Francisco Flores, a fin de que se acuerde la desintervención de sus bienes, que fueron incautados revolucionariamente, y que en su parte final contiene el acuerdo económico que dice:

"Remítase orginal al Ejecutivo de la Unión, el escrito presentado a esta H. Cámara por el señor Francisco Flores."

"Se aprobó sin discusión, en votación económica.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones que trata de la solicitud de la señora Candelaria Plata, para que se le conceda una pensión por la muerte en campaña de sus esposo. el sargento primero Bernardino Pérez, cuyo dictamen contiene la siguiente proposición:

"Túrnese a la Comisión de Guerra que corresponda, el ocurso de referencia."

"Sin que nadie hiciera uso de la palabra, fue aprobado en votación económica.

"Dictamen de la Comisión de peticiones, relativo a la solicitud de la señora Pilar Martínez viuda de Bustos , pidiendo pensión por la muerte de sus hijo Arca dio Bustos, que concluye con este acuerdo económico.

"Túrnese a la Comisión de Guerra que corresponda la solicitud de que se trata.

El acuerdo económico que antecede, lo aprobó la Asamblea, sin discusión, en votación económica.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones formulado con motivo del memorial de los señores S. Gutiérrez, Emilio Moreno y socios, en que se excita a esta H. Cámara para que expida la ley que haga cesar los efectos de la de pagos de 15 de septiembre de 1916, cuyo dictamen concluye así:

"Túrnese a la 1a. Comisión de Hacienda, el escrito que presentan los CC. S. Gutiérrez, Emilio Moreno y socios."

"Este dictamen fue aprobado sin discusión, en votación económica.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones, referente a la solicitud del C. Fernando Díaz Dufoó, a fin de que se le autorice el cargo de Vicecónsul de la República de Panamá, en México, que contiene la siguiente proposición:

"Túrnese a la Comisión de Estado, Departamento del Exterior, la solicitud del C. Fernando Díaz Dufoó."

"La Asamblea, sin que nadie hiciera uso de la palabra, aprobó en votación económica el dictamen de referencia.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones que hace mérito de un escrito del C. Francisco T. Rodríguez, en que solicita pensión por la muerte de su hijo Tomás Tenopala Rodríguez, taquígrafo parlamentario que fue del H. Congreso Constituyente, y que contiene en su parte final, el acuerdo económico que dice:

"Pase a la 1a Comisión de Hacienda, el escrito del señor Francisco T. Rodríguez."

"Puesto a debate, sin él, se aprobó en votación económica.

Dictamen de la Comisión de Peticiones relativo a la solicitud de la señora Antonia R. viuda de Carrera, para que se le conceda pensión por la muerte en campaña de su hijo, el teniente Jerónimo

Carrera, y que concluye con este acuerdo económico:

"Pase a la 3a. Comisión de Guerra, la solicitud de la señora Antonia R. viuda de Carrera."

"Sin que nadie hiciera uso de la palabra, se aprobó en votación económica, el acuerdo económico que antecede.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones formulado con motivo de la solicitud de la señora Soledad R. viuda de Arce, a fin de que se le conceda pensión, por los servicios que prestó a la Patria, su extinto esposo el coronel José de Jesús Arce, y que contiene este acuerdo económico:

"Pase a la 1a. Comisión de Guerra la solicitud de la señora Soledad R. viuda de Arce."

"En votación económica, la Asamblea le otorgó su aprobación al dictamen de que se trata, sin que nadie hiciera uso de la palabra.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones, referente a la solicitud de pensión de la señora Luz Hernández, por la muerte de su hijo, el capitán segundo, Estanislao H. Mejía, que contiene este acuerdo económico:

"Pase a la 2a. Comisión de Guerra la solicitud de la señora Luz Hernández."

"Sin debate se aprobó en votación económica.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones, originado por el ocurso de la señora Ana María Alonso de Mascarúa, solicitando pensión por la muerte de su hijo, el conductor de trenes militares, Francisco Mascarúa Alonso, el cual dictamen somete a la consideración de la Asamblea este acuerdo económico:

"Pase a la 3a. Comisión de Guerra, el memorial subscripto por la señora Ana María Alonso de Mascarúa."

"Puesto a discusión, sin ella, se aprobó en votación económica.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones, que hace referencia al escrito del C. Mariano Plaza, en que pide pensión por la muerte en campaña de su hijo, el teniente Mariano Plaza jr., que en su parte resolutiva dice:

"Pase a la 1a. Comisión de Guerra, el ocurso del señor Mariano Plaza."

"Sin que nadie hiciera uso de la palabra se aprobó en votación económica.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones, que se refiere al ocurso del C. J. M. Gómez, excoronel convencionista, en que pide, para él y sus compañeros, ocupación; y que termina con la proposición siguiente:

"Remítase original al Ejecutivo de la Unión, la petición del C. J. M. Gómez."

"Sin discusión, la Asamblea lo aprobó en votación económica.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones formulado con motivo del ocurso de la liga Central de Empleados de Comercio de esta capital, en que pide que esta H. Cámara influya para que las autoridades hagan cumplir el artículo 123 constitucional, cuyo dictamen, en su parte final dice:

"Dígase a los ocursantes que con fecha siete del mes en curso, esta H. Cámara expidió un proyecto de ley que contiene los puntos esenciales de su solicitud."

"La Asamblea aprobó, sin discusión, en votación económica, la proposición que antecede, después de que el C. Prosecretario Sánchez Tenorio, a petición del C. Zavala, leyó el artículo 145 reglamentario, y de que hicieron mociones de orden dicho C. Zavala y el C. Neri, seguidas de una aclaración de la Presidencia.

"Dictamen de la Comisión de Peticiones, relativo a la solicitud de las señoritas María, Aurora y Esperanza Díaz Echegaray, a fin de que se les conceda pensión por la muerte de su hermano el coronel Manuel Díaz Echegaray, y que somete a la consideración de la Asamblea, el acuerdo económico siguiente:

"Pase a las Comisiones unidas 2a. de Guerra y 2a. de Hacienda, el escrito de las señoritas María, Aurora y Esperanza Díaz Echegaray."

"Sin discusión fue aprobado en votación económica.

"Dictamen de la Comisión de Estado, Departamento Interior, formulado con motivo de la proposición del C. diputado Pablo García, para que una Comisión se acerque al C. Presidente de la República, a fin de manifestarle que la Representación Nacional ha visto con profundo disgusto el establecimiento de garitos en el Distrito Federal, el cual dictamen contiene esta proposición:

"Córrase translado al C. Procurador de Justicia, de los hechos referidos por el C. diputado Pablo García."

"Puesto a discusión, el C. Prosecretario Sánchez Tenorio, a petición del C. García Pablo, leyó un párrafo del periódico "Redención;" el C. Villarreal Filiberto C., solicitó un informe, que proporcionó la Secretará; el citado C. García Pablo, hizo varias consideraciones, respecto a su proposición, y el C. Rocha habló en pro del dictamen, que fue aprobado, en votación económica, después de que se dio lectura a la proposición a que se refiere dicho dictamen, a petición del C. López Lira.

"Dictamen de las Comisiones unidas primera de Comunicaciones y de Comercio e Industria, que termina con los siguientes puntos resolutivos:

"Dígase al C. diputado J. P. Alejandre que, en lo particular, puede dirigirse a quien corresponda, por no ser de la incumbencia de esta Cámara ni del Ejecutivo, tramitar oficialmente la demanda de furgones para transportes de carga de particulares, y menos aún, cuando no se trata de artículos de primera necesidad.

"Túrnese la petición del C. J. P. Alejandre, a la Comisión de Estado, Negocios Exteriores, para que dictamine sobre el segundo punto de dicha petición."

"Una vez a discusión el dictamen que antecede, el C. Alejandre se refirió a un hecho relacionado con la solicitud que motivó dicho dictamen, que fue aprobado, en seguida, en votación económica.

"Dictamen de la segunda Comisión de Hacienda, referente a la solicitud de los señores A. Gutiérrez Jiménez, S. en C., a fin de que se proteja la construcción de cajas fuertes en el país, aumentando los derechos de importación para las extranjeras, el cual dictamen termina con la siguiente resolución:

Transcríbase al Ejecutivo, manifestándole que, en el sentir de esta Asamblea, es de accederse a

lo solicitado por los peticionarios juzgando equitativo que se grave a las cajas fuertes de producción extranjeras, con una cuota de importación mínima de sesenta centavos por cada kilo legal."

"Puesto a debate, el C. Alejandre pidió si hiciera un estudio minucioso de este asunto, por considerarlo de importancia; el C. Padilla, miembro de la Comisión ponente, apoyó el dictamen, que, a continuación, fue aprobado en votación económica.

"Dictamen de la primera Comisión de Hacienda, que termina con el siguiente proyecto de ley:

"Único: Se concede una pensión vitalicia de cinco pesos diarios, a la señorita Guadalupe Hidalgo y Costilla, que le serán pagados por la Tesorería General de la Nación." - Primera lectura.

"Dictamen de la primera Comisión de Hacienda, que contiene el siguiente proyecto de ley:

"Único: Se concede a la señora Arcadia Enríquez, viuda de Herrera, una pensión de cinco pesos diarios, la cual disfrutará mientras conserve su actual estado civil, y, en caso de cambiarlo, pasará dicha pensión a los hijos de su matrimonio con el señor J. Concepción Herrera; en el concepto de que estos últimos la disfrutará mancomunadamente, cesando de tener derecho a la parte correspondiente, los varones, al cumplir veintiún años, y las mujeres, al contraer matrimonio." - Primera lectura.

"Dictamen de la segunda Comisión de Hacienda, que termina con el siguiente proyecto de ley:

"Único: Se concede una pensión de cinco pesos diarios, a la señora Carmen Alatriste, viuda de Serdán, que le serán pagados por la Tesorería General de la Nación, mientras no cambie su actual estado civil." - Primera lectura.

"Dictamen de la primera Comisión de Hacienda, que contiene el siguiente proyecto de ley:

"Primero: Se concede una pensión de noventa pesos mensuales, a la señorita Hermila Domínguez, pensión que disfrutará mientras conserve su actual estado civil, y que le será cubierta por la Tesorería General de la Nación.

"Segundo: Se concede una pensión de noventa pesos mensuales, al joven Ricardo Domínguez, por todo el tiempo en que curse sus estudios, pensión que le será cubierta por la Tesorería General de la Nación, debiendo comprobar anualmente, ante el Tesorero General de la Nación, el curso de sus estudios, con el certificado respectivo."

"La Asamblea, a moción del C. Zubaran, miembro de la Comisión ponente, dispensó los trámites al proyecto de ley de que se trata, que, puesto a discusión, sin que nadie hiciera uso de la palabra, fue aprobado por unanimidad de ciento cuarenta y cuatro votos. Se hizo la declaración respectiva.

"El C. Céspedes pidió que también se dispensaran los trámites a los proyectos de ley relativos a las pensiones con que se había dado cuenta antes, y después de explicaciones de la Presidencia a este respecto, y de que insistió en su propósito el C. Céspedes, la Asamblea, en votación económica, resolvió que no se reconsiderara el trámite de primera lectura, que se había dado a los referidos proyectos de ley.

"Proposición del C. diputado Andrade Cayetano, para que se conceda una pensión a la señora Cruz Canizal, viuda de Escobedo, e hijos, deudos del C. general Mariano Escobedo, la cual pensión fue solicitada ante la H. XXVI legislatura. - Primera lectura.

"Proposición del C. diputado José Dolores Pineda, para que se conceda una pensión a la señora viuda del C. Ramón Cabrera. Segunda lectura y a discusión el primer día hábil.

"Proposición de los CC. diputados Cravioto, Saucedo Salvador, Zubaran, Alonzo Romero, Neri, Urueta, Gómez Mauricio, Sánchez Tenorio y Hernández Garibay, a fin de que esta H. Cámara apruebe el siguiente proyecto de ley:

"Artículo único: Se concede a la señora Pilar P., viuda de Rendón, por los servicios prestados por su esposo, el licenciado Serapio Rendón, a la causa del pueblo, una pensión de diez pesos diarios, que se le pagarán en tanto que no cambie de estado." - A la Comisión de Hacienda en turno.

"A continuación, la Presidencia comisionó, para felicitar al C. Presidente de la República, el día 16 del actual, a los CC. diputados Narro, Marciano González, Enrique Meza, Blancarte, Rafael Martínez y Secretario Portes Gil. y para acompañar al propio C, Presidente de la República en la ceremonia cívica del mismo día, a los CC. diputados Jacinto B. Treviño, Gustavo Padrés, José Rivera, Lanz Galera, Aurelio Manrique y Secretario Aranda.

"Después de que se dio a conocer la orden del día para la sesión siguiente, ce cerró ésta a las seis y cinco de la tarde."

Está a discusión el acta. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Aprobada.

. - El C. Presidente: Estando a las puertas del salón el C. Enrique Viesca Lobatón, que fue llamado para substituir al C. diputado Aarón Sáenz, se nombra en comisión para que lo introduzcan, a los señores diputados Ruiz Juan A., Gómez Mauricio y Secretario Muñóz.

(Penetra al salón el C. diputado Viesca Lobatón y rinde la protesta de ley.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Múgica, para informar.

El C. Múgica: H. Asamblea: Tuvimos el honor los miembros de la Comisión nombrada al efecto, de presentarnos ante la H. Cámara de Senadores, para entregar el proyecto de ley que, debidamente aprobado, fue enviado por esta Representación ante aquella Cámara colegisladora. En respuesta, el señor Presidente de la H. Cámara de Senadores tuvo a bien manifestar que aquella Alta Cámara veía con gusto el proyecto de ley que se le enviaba y que procuraría estudiarlo en un plazo enteramente breve para que pudieran llenarse los deseos que ella misma entrañaba.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Narro, para informar.

El C. Narro: CC. diputados: La comisión nombrada por esta H. Asamblea para ir hacia el C. Presidente de la República, para presentar a la Patria

sus felicitaciones, sus parabienes por el aniversario de sus emancipación política, cumplió su cometido. El señor Presidente, en su discurso, en las frases de su discurso, estuvo, según el concepto del que habla, patriota, honrado y, sobre todo, sincero. Sus frases es difícil de transcribirlas íntegras; pero, en síntesis, los conceptos del señor Presidente de la República, en contestación, fueron los siguientes: Invoca una vez más el patriotismo de la Cámara para que colabore en la senda de la justicia y de la honradez en los trabajos que el Poder Ejecutivo hace para encaminar a la Nación hacia un porvenir mejor que el que ahora se ofrece en perspectiva. Invoca también el patriotismo de todos los miembros de esta Cámara y aun de todos los mexicanos para que para salvar las dificultades que se ofrecen de orden económico y de orden político, se atenga todo el mundo, todos los mexicanos a sus propias fuerzas, sin esperar - recalcó bien estas palabras-, sin esperar auxilio de fuera, ni de nadie. Tales fueron las expresiones más o menos del C. Presidente de la República, y la Cámara puede y debe apreciarlas en su justo sentido y en su justo valor. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Treviño para informar.

El C. Treviño: Señores diputados: La Comisión encargada de asistir a las fiestas de carácter oficial el día 16, cumplió con su cometido, acompañado al señor Presidente de la República a las citadas fiestas. Estas fiestas tuvieron verificativo en Chapultepec, mediante una ceremonia oficial, la cual fue continuada en el Palacio Nacional. La Comisión acompañó al C. Presidente a esta primera fiestas, y después de presenciar el desfile de las tropas de la guarnición (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra, para rectificar hechos, el C. García Pablo.

El C. García Pablo: Señores diputados: En la sesión pasada verificada el día 14 del corriente, cuando tuve el honor de dirigiros la palabra con motivo de mi proposición referente al juego, cité ciertas frases célebres que los nobles de la edad media dirigieron a su rey al reconocerlo o, según el lenguaje de aquella época, al rendirle pleito - homenaje. El periódico "El Universal" asienta que yo dije, refiriéndome al Ejecutivo: "Cada uno de nosotros vale tanto como dos, y reunidos todos nosotros valemos más que vos." No dije así esta frase, señores, como ustedes recordarán, y consta aquí en el Diario de los Debates. Yo dije que los diputados no podríamos decir la primera parte de esta frase: "Cada uno de nosotros vale tanto como dos;" pero sí podríamos decir la segunda parte: "nosotros reunidos valemos más que vos." Como por la versión que ha hecho el citado periódico "El Universal" he recibido ciertas críticas y el público me ha juzgado como hombre ligero, pedante, insensato e irrespetuoso al señor Presidente de la república, vengo rectificar, y suplico al citado periódico haga la rectificación debida, pues supongo que el representante suyo no lo hizo de mala fe. Otro periódico, el "Excelsior." asienta que yo me referí a una formación verificada el día 13 del actual, porque dice: "En una formación que presencié ayer," y ese día no hubo tal formación; yo me referí al desfile militar que tuvo lugar el 1o. de mayo el día 5, no recuerdo bien. A ese desfile militar infantil me referí y al él dirigí mi crítica; suplico también al citado periódico haga la rectificación debida.

El C. Presidente: No quise interrumpir al C. diputado García; pero me permito advertir que las rectificaciones de hechos deben concretarse a rectificaciones de hechos que tienen lugar en los debates que se verifican en la Cámara de Diputados, y en manera alguna a rectificación de apreciaciones que haga la prensa, pues puede el señor diputado García, como puede cualquier otro C. diputado, hacer la rectificación dirigiéndose a los propios periódicos o a otros; pero no ocupar la atención de la Representación Nacional con rectificar hechos que absolutamente nada le interesan. (Aplausos.) Tiene la palabra el C. Vadillo, para rectificación de hechos.

El C. Vadillo: Señores diputados: Casi toda la prensa de hoy publica un ocurso que los industriales dirigen al Senado de la República con el objeto de contrarrestar en alguna forma el proyecto de ley que Vuestra Soberanía ha aprobado en relación con las fábricas que han suspendido, en contra de lo preceptuado por la Constitución, sus trabajos, dando margen a un conflicto entre los obreros. La prensa también algunas veces ha manifestado, desde la sección doctrinaria que corresponde a los periódicos, que son los editoriales, algunas opiniones tendentes a condenar la actitud que ha asumido la Cámara en relación con este asunto de las fábricas que han suspendido sus trabajos. La Cámara de Diputados evidentemente tiene un interés moral muy alto de que salga avante este proyecto de ley, que tuvo a bien aprobar por altas consideraciones de orden público. Ahora bien, como la Cámara de Diputados no dispone de prensa para hacerse eco pronto en la opinión pública y recibir la sanción de la opinión pública a todas sus decisiones; como, por otra parte, no tenemos los CC. diputados más que los dos metros cuadrados de esta tribuna para defender frente al pueblo las propias opiniones, y como, por otra parte, también, la información periodística y la gestión de los industriales íntimamente interesados en esta cuestiones pueden menoscabar en mucho la intención altamente benéfica para el país que entra el proyecto de ley aprobado por Vuestra Soberanía, he solicitado y he obtenido de la benevolencia de la Presidencia de esta Cámara el permiso para dirigir a la Asamblea unas cuantas palabras que puedan tal vez trascender al pueblo y que puedan estimarse como una contra - réplica a esta réplica que los industriales hacen al proyecto de ley aprobado por esta Cámara y que presentamos a la consideración del Senado.

En su escrito, los industriales que se dirigen a la Cámara Alta asienta hechos sumamente importantes, doctrinas sumamente graves y conceptos de suma trascendencia para la vida pública de nuestro país. No es posible ni es conveniente detenerse uno a examinar cada uno y todos estos conceptos expresados por los industriales. Los que resaltan a mi juicio, más, los que ponen de relieve más francamente la actitud del capitalismo organizado en México en contra de la acción revolucionaria vigorosamente emprendida por esta Cámara, son

los siguientes: Dicen en un párrafo los industriales: "A esto y sólo a esto, se refiere el artículo 27 constitucional; pero invocar un principio que es casi una doctrina para facultar al Ejecutivo a incautarse de las industrias que han decretado el paro de sus fábricas, no es, ni puede ser, una modalidad de la propiedad."

Este punto es absolutamente indispensable que se ponga en claro, más de los que ya se puso en la vez que fue discutido el proyecto de ley a que estoy haciendo referencia. Una industria, señores diputados, no puede ser otra cosa que un trabajo en que la sociedad es la usufructuaria y en que los contratantes tácitamente son la sociedad y los industriales, y en que el precio del trabajo, como en un contrato subrepticio, no es otra cosa que el impuesto por las leyes naturales de la oferta y la demanda, que son aceptadas por los industriales. Una industria se supone una actividad en acción, cuyo beneficio es mutuo y está de antemano aceptado como tal. Ahora bien; las industrias pueden tener modalidades esenciales y accidentales; la modalidad esencial de una industria, como trabajo en función que es, para utilidad de la sociedad, no puede ser sino la actividad de esa misma función, es decir, la continuidad de esa industria, mientras que no haya una fuerza mayor que limite la acción. La modalidad esencial que toda industria reclama por el hecho mismo de serla, es su continuidad mientras una fuerza mayor no la suspende o mientras el ejercicio de un derecho, el derecho de la libre voluntad, no suspenda también definitivamente aquel trabajo. la modalidad evidentemente de las industrias, tiene que ser, en las condiciones ordinarias, el trabajo constante y de la utilidad social y la utilidad personal del propietario, pero en las condiciones extraordinarias, el interés público está identificado más que nunca con la continuidad de estas funciones industriales. Cuando el Gobierno invoca el artículo constitucional correspondiente que faculta al Poder Público para imponer a la propiedad privada la modalidad que dicta este interés público, en el caso presente de las industrias no puede ser otra que la que se refiere a esta modalidad o continuidad, mientras no haya una fuerza mayor que determine la suspensión de esos trabajos. La fuerza mayor en el caso presente, tendría que ser desde luego la incapacidad económica para continuar explotando las industrias, es decir el paro que está preceptuado en la fracción XIX del artículo 123 de nuestra Constitución. Ahora bien, los industriales jamás pudieron demostrar antes de que se discutiese en esta Cámara el proyecto de ley relativo que no les era conveniente económicamente hablando, el continuar los trabajos de sus respectivas industrias; por consiguiente, estaba el Poder Público en las facultades amplias, precisas, constitucionales, para ordenar, para intervenir a nombre del interés público en estas industrias que han determinado los paros injustificados.

Un error histórico acerca de la propiedad que profesan los industriales en este escrito que han elevado al Senado, es el siguiente. Dicen:

"Sí recorremos la historia de la organización de la propiedad raíz en México, desde la delegación colonial, encontraremos una noble tendencia, un anhelo constantemente perseguido para hacerla inviolable.

"Tres títulos se conocían en Indias en lo relativo a la propiedad: Primero, gracias y mercedes por servicios al rey, confirmadas por éste dentro de año y medio a la concesión; segundo, cédulas expedidas por el Consejo de Indias; y, tercero, ventas que hacían los reyes.

"Consagrada la propiedad de tal manera, fue siempre inatacable y más tarde, cuando México alcanzó su independencia, las Constituciones que se han sucedido en nuestro país, la de 24, la de 36, las bases de 47, la Constitución nacida al calor de la Revolución de Ayutla, y la vigente, emanada del Congreso de Querétaro, todas sin excepción, han sancionado, como dogma fundamental del derecho político mexicano, la inviolabilidad de las propiedades y lo sacrosanto de la tenencia material y posesión de los bienes particulares.

"Todas esta evolución, todo este sistema laborado al través de los niños y no discutido en la actualidad por ser casi axiomático, ¿pudiera creerse que un título determina bases para fijar las relaciones de los patrones y de los obreros, pudiera llegar a la incautación de los bienes de los primeros, bajo el pretexto de que esas relaciones que tienen mucho de privarlas, han venido a quebrantar las relaciones de los mismos, suscitando una cuestión que la misma ley señala cómo deba resolverse? De ninguna manera, no es éste el propósito del legislador ni mucho menos para tal problema se consagra el despojo de los bienes particulares."

Sumamente tendenciosa, señores, es esta invocación de los industriales, esta narración hecha de la historia de la propiedad en México para su propia conveniencia. Nosotros tenemos que aceptar como indudable, como absolutamente cierto que todas las leyes en el país, desde que el país se organizó políticamente han tenido siempre el aseguramiento de la propiedad, de la propiedad individual; pero es una falta a la verdad y al conocimiento histórico de la evolución de la propiedad no sólo en México, sino en todo el mundo, el afirmar que la posesión de esa propiedad no ha sido tocada constantemente por las leyes, por todas las legislaciones sin violar con ello la más alta moralidad de las legislaciones en todos los países cuando el interés público ha sido vulnerado de alguna manera por el interés privado; por el contrario, señores diputados, nosotros podemos encontrar en las legislaciones todas, la moderna, y desde en la legislación general de nuestro país, esta evolución evidente de la propiedad; la posesión de ésta va siendo limitada cada día más y más en relación con el interés público. podría demostrar esto recordando a los señores diputados los hechos siguientes: en todas las legislaciones del mundo está reconocida la prescripción. Ahora bien, la prescripción de la propiedad no es otra cosa que el cambio de posesión de la propiedad misma por un interés inmediato que favorece a la colectividad del poseedor actual, en contra del derecho teórico del verdadero propietario que no utiliza esa misma propiedad. En todas las legislaciones se reconoce también la servidumbre. Un individuo que

es propietario de un predio, tiene obligación de prestar al dueño de otro predio la servidumbre necesaria para un camino, para una corriente de agua, etc., etc. Quien viva en el primer piso de una casa, está obligado a prestar el uso de la escalera para los que viven en el piso inmediato superior. Este uso de la propiedad por otros, está siempre justificado por un interés mayor en favor de una colectividad. En todas las legislaciones se reconoce también el derecho a las cesaciones. Las cesaciones también son un testimonio de que la propiedad o de que la posesión no siempre está en poder del que teóricamente tiene el derecho absoluto privado de aquella propiedad, sino que esta posesión muchas veces se regula por el Poder Público es el que determina la cantidad que corresponde a los herederos en determinados caso. La expropiación por causas de utilidad pública, es una práctica aceptada en todas las legislaciones, absolutamente en todas ellas. Cada día se entiende más ampliamente que el concepto del Gobierno es el de una vigilancia acerca de la conveniencia de una mayoría y cada vez se limita el interés particular en aras del interés general. Por esa razón incurren en un grave error de doctrina los industriales cuando en el tercer punto que voy a señalar dicen:

"La Constitución podrá tener, si se quiere, una tendencia socialista, habrá venido inspirada en un alto propósito y en una finalidad digna de elogio, a procurar la armoniosa conciliación de los intereses encontrados del capital y del trabajo; pero tal tendencia no llega ni ha pretendido llegar a un socialismo de Estado, y la ley pendiente de aprobación final en esa Alta Cámara, lo que establece es el socialismo de Estado."

Los industriales, señores diputados, también, con una habilidosa tendencia, pretenden asombrar al público desde luego, y, en seguida, pretenden que, en el Senado, cause espanto esta frase de "el socialismo de Estado.." En la actualidad, el espíritu público se encuentra en México en un estado tal, que se tiene miedo a esta clase de palabra, a pesar de que los hechos tendrán fuerza suficiente para obligarlos a aceptar las consecuencias de las palabras. Se tiene miedo a esta expresión, al "socialismo de Estado." Ahora bien, señores diputados, el socialismo de Estado, es la tendencia natural, la propensión natural a donde llegan los gobiernos democráticos por una evolución justa y natural de los postulados en que está fundada la sociedad. Este punto, puesto que es de doctrina, pero de doctrina prestigiada y admitida, no podría, de ninguna manera, asombrar ni debería hacerlo a la alta Cámara, para que, tras el baluarte aparatoso de estas frases, la alta Cámara se sintiera cohibida para aceptar lo que parece una simple tesis doctrinaria. Sabido es, señores diputados, que, en la evolución de los principios de la autoridad, ha habido estas tres etapas: la sociedad, gobernándose o armonizándose para exitir como una unidad útil a sí misma, de los propios fines que desarrolla, ha pasado por las siguientes etapas: primitivamente, el principio de autoridad se consolidó por la fuerza, fue el jefe de tribu que tuvo mayor energía muscular, mayor fuerza para tomar el pedruzco más grande o tomar una arma más poderosa; aquél que pudo dominar a la tribu, gobernarla a su capricho y constituir una unidad sobre la base de la fuerza; posteriormente fue más bien la tradición, la fuerza de la costumbre, la que creó la sociedad patriarcal, de la cual dimanan directamente las monarquías, más o menos constitucionales todas. Entonces fue cuando la religión, cuando el precepto de que la autoridad dimana de Dios, cuando se consolidaron las autoridades mediante la tendencia o la costumbre de considerar al soberano como un enviado de la Divinidad. Posteriormente, señores diputados, los gobiernos se han consolidado, se han mantenido mediante esta idea, que se está explotando por los gobiernos modernos: la conveniencia de los asociados. Ahora los gobiernos mantienen su integridad, mantienen su prestigio sobre la persuación de que ellos son útiles a los gobernados. Tenemos lecciones tan crueles, tan patentes, tan inmediatas, que es muy claro, que es muy fácil manifestar y sostener este concepto. las monarquías ruedan constantemente de lo alto de los tronos, las coronas caen de las pálidas frentes de los reyes, cuando los pueblos no sienten la conveniencia de que esto subsista. En la actualidad, por consiguiente, los gobiernos no se asientan sino sobre este postulado: que ellos sean positiva y realmente convenientes para los propios pueblos. La utilidad, el utilitarismo del estado social, se manifiesta constantemente y esto ha formado ya una doctrina también jurídica, que se traduce en esto: los pueblos subsisten cuando hacen los mayores bienes a la colectividad. Dentro de tales ideas, el "socialismo de Estado" no viene a ser otra cosa que una cuidadosa observancia del bienestar de los asociados, para que los gobiernos, para que los pueblos puedan subsistir mediante ese apoyo absoluto. Ni la fuerza - por que en nuestro país lo hemos visto demostrado -, ni la tradición - porque también en nuestro país tenemos esta prueba-, pueden sustentar en México un Gobierno fuerte y firme. Don Victoriano Huerta, desde esta tribuna invocó a la fuerza, porque dijo tener doscientos mil soldados para apoyar su Gobierno, invocó a la Divinidad, invocó a las tradiciones desde esta misma tribuna, y, sin embargo, su Gobierno rodó en el término de diez y ocho meses.

El Gobierno revolucionario que se funda en México, por el contrario, ha comprendido, y de una forma admirable por lo uniforme en todos los jefes revolucionarios, que debe fundarse su fuerza moral en la conveniencia de las sociedades. Si los señores diputados recuerdan el proceso revolucionario, las prácticas revolucionarias de los jefes encumbrados y de los jefes medianos, y aun de los simples soldados inferiores, notarán que, en todo el período de actividad revolucionaria, siempre se encaminaron a esto: a tener gratos a los pueblos por la conveniencia misma. De esa manera, aunque en forma bastante grosera, si se quiere, en una forma no sistematizada, en una forma tampoco sometida a una fórmula moral política, siempre los jefes revolucionarios estuvieron por los pueblos, y cuando cometían un atropello en las grandes propiedades, siempre procuraron escudar se con esta consecuencia: que viniera un bien mayor

a la colectividad circundante. Es cierto que se intervinieron haciendas, pero se tuvo cuidado de dar las tierras para que las cultivaran a los pueblos hambrientos, gratuitamente. Es cierto que alguna vez un jefe abrió una troje para dar de comer a sus caballos; pero tuvo muy buena cuidado de que ese maíz fuese participado también por los pueblos hambrientos de los alrededores. Es cierto que, en algunas ocasiones, algunos, por excepción, hicieron fortunas personales de estos recursos revolucionarios; podemos encontrar ejemplares de jefes del Ejército que, de las joyas recogidas en los templos, como una consagración de su jacobinismo revolucionario, hicieron donativo de ellas a sus concubinas; pero eso fue por excepción, y fueron condenados esos procedimientos por los mismos revolucionarios, y esto está probando, señores diputados, que, en la actividad revolucionaria, en el período de acción verdaderamente militar, hubo, mal comprendida, mal formulada, pero se uniformó en todas partes del país, una tendencia que, los sociólogos mexicanos, están obligados a reconocer que fue ésta: que el Gobierno que salga de la Revolución, tendría que ser fundado sobre la conveniencia de la mayoría, una conveniencia positiva y verdadera, como lo están exigiendo los pueblos modernos de sus propios gobiernos. Ahora que ese espíritu revolucionario se hizo una ley, que se condensó en una Constitución, que se limita dentro de términos precisos y fórmulas legales para el Gobierno normal de la República, ese espíritu moderno del pueblo en cuanto a las exigencias, en la relación con sus gobiernos; Ahora que las prácticas revolucionarias quedan consagradas por una ley suprema y fundamental, los industriales vienen diciéndonos que es un doctrinarismos, que eso es, quizá, una doctrina - así califican el artículo 27 de la Constitución - .Tenemos nosotros que redargüirles y decirles que, efectivamente, es una doctrina; pero es una doctrina preceptiva y constitucional, absolutamente obligatoria, y que tuvo su fundamento no sólo en el espíritu popular, no sólo en la consagración solemne de esta Constitución por el voto tácito de toda la República y por el voto expreso de sus representantes en Querétaro; no sólo por eso, sino por los postulados científicos de la jurisprudencia moderna, que fundan a los gobiernos para su estabilidad, para el desarrollo de sus funciones naturales como Gobierno, es decir, como elementos organizadores de las masas, tienen su fundamento en la ciencia jurídica, que establece, que sólo es fuerza social para el establecimiento y consolidación de los Gobiernos, la conveniencia positiva para los gobernados.

Los señores industriales que gestionan en la Cámara Alta, con vivo interés, con tendencias al desconocimiento de la Constitución, porque si forzamos los términos, señores diputados, podemos encontrar en este texto de los industriales, hasta margen para que entrara en funciones el Código Penal, pues hay una forma tácitica de desconocimiento de la fuerza legal que tiene la Constitución. (Voces: ¡Muy bien! Aplausos.) Pero examinando únicamente la tendencia de los industriales, se observa que es de obstruccionismo a la labor francamente útil, no ahora revolucionaria, desatentada y grosera, no solamente al resultado de una demagogia que en esta Cámara se levanta como una amenaza contra los grandes intereses populares, sino que es verdaderamente una labor de zapa contra la estabilidad de los gobiernos, puesto que mina la confianza que le tiene el pueblo, o que debe tenerle el pueblo, legalmente emanado de su Revolución, representante genuino de los principios proclamados y fiel realizador de estas promesas o de estas convicciones hechas en el ánimo de todos los que fueron fuerza viva de esta Revolución que se acaba de consumar, Debemos considerar esta acción de los industriales como una acción de retroceso en la doctrina, de retroceso en el Gobierno, y de solapada conspiración contra el establecimiento de los poderes normales en la República sobre la base justa de la utilidad para las masas, a fin de que se apoye el Gobierno en la firme base de su estabilidad.

Yo hago votos, señores diputados, en la forma más solemne porque en la Cámara Alta se desoiga la voz tendenciosa, la voz criminal. - porque tiende a retardar el verdadero reinado de la justicia popular - porque en aquella Cámara se desoiga esta gestión que hacen los industriales. Suele la reacción, habilidosa como es, subirse en el pedestal santo de las altas experiencias e ir a proclamar desde lo alto de las frentes con canas sus preceptos retardatarios. Ojalá no suceda esto en el Senado, ojalá aquellos hombres meditadores, ecuánimes por su edad, respetables por su misma respetabilidad, sepan comprender adónde nos llevaría el desconocer la intención sana y la acción acertada de esta Cámara al dar facultades amplias al Poder Público para que haga, con los recursos legales de su acción como Poder Público, algún beneficio a las masas, algo benéfico a las clases proletarias y, en cumplimiento legítimo de los ideales revolucionarios, de los cuales está pendiente el pueblo, porque mucho le han costado. (Aplausos.)

El C. Secretario Portes Gil: "Congreso del Estado. Aguascalientes.

"Tenemos la honra de comunicar a ustedes, para conocimiento de esa H. Cámara, que esta Legislatura, en su sesión del día 3 del actual, tuvo a bien aprobar la nueva Constitución Política que deberá regir en este Estado, cuya Constitución les será a ustedes remitida en su oportunidad, para los efectos consiguientes.

Protestamos a ustedes nuestro aprecio y distinguida consideración.

"Constitución y Reformas. - Aguascalientes, septiembre 10 de 1917. - A. E. Pedroza, D. S. - Samuel F. Guerra, D. S. - A los CC. Secretarios del Congreso de la Unión. - México." - De enterado.

"República Mexicana. - Poder Legislativo del Estado de México. - Número 227.

"Esta H. Legislatura, con fecha 14 de agosto próximo pasado, cerró el período de sesiones extraordinarias, abriendo en el mismo día el de ordinarias correspondiente al primer año de su ejercicio.

"Protestamos a ustedes las seguridades de nuestra atentar y distinguida consideración.

"Constitución y Reformas. - Toluca, septiembre 12 de 1917. - D. S., I. Becerril. - D. S. suplente, (firma ilegible.)

"A los CC. diputados Secretarios del Congreso de la Unión. - México. D. F." - De enterados."

"Congreso del Estado de Michoacán de Ocampo. - Sección de Estado. - Número 3948.

"Ciudadano Presidente de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F.

"El C. Presidente Municipal de Tuzantla dice a este gobierno en oficio número 111, de 22 del pasado agosto, lo que sigue:

"Me es honroso avisar a usted que en este Municipio no se pudieron verificar las elecciones extraordinarias para diputados propietarios y suplente al XXVII Congreso de la Unión, por el séptimo distrito electoral, en razón de que la convocatoria llegó a ésta el día 13 del corriente mes, y era imposible en tan corto término preparar los trabajos y poder verificar las mencionadas elecciones. Lo que me honro en comunicar a esa respetable superioridad, para su mayor conocimiento."

"Lo que tengo el honor de insertar a usted, para su superior conocimiento y efecto correspondientes.

"Protesto a usted mi atenta y distinguida consideración.

"Constitución y Reformas. - Morelia, septiembre 7 de 1917.

"El Gobernador Constitucional del Estado, P. Ortiz Rubio," - A la Comisión de Estado, Interior.

"H. Congreso de la Unión:

"Ramón Aguilar Águila, ante la Representación Nacional, respetuosamente comparezco y digo: que por bondadosa designación del C. Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, fui nombrado Juez quinto de Instrucción de esta capital, cargo que en la actualidad desempeñó; pero por haberse quebrantado profundamente mi salud, me es imposible seguir al frente del puesto con que fui favorecido.

"Por esa razón, ocurro ante esa H. Corporación para que, en uso de la facultad que le concede el artículo 73, fracción XXII, de la Constitución General de la República, se sirva admitirme la renuncia que hago del empleo a que me refiero.

"Protesto a esa H. Asamblea mis respetos.

"México, 14 de septiembre de 1917. - R. Aguilar Águila." - Cítese a sesión de Congreso General para el sábado próximo, a las 4 p. m.

"Número 23. - Colima, Col.

"Telegrama recibido en México, D. F., el 14 de septiembre de 1917.

"CC. Secretarios del H. Congreso de la Unión. - Urgente.

"Por el digno conducto de ustedes esta Cámara se permite someter a la consideración del H. Congreso Nacional, la siguiente consulta aclaratoria, poniendo, por ejemplo, a fin de ser más precisos, a los Estados de Colima y Jalisco, el artículo 115 de la Constitución General de la República en parte relativa a los requisitos que son necesarios para ser Gobernador de un Estado en lo conducente a vecindad, dice lo siguiente: "Sólo podrá ser Gobernador constitucional de un Estado, un ciudadano mexicano por nacimiento y nativo de él, o con vecindad no menor de cinco años inmediatamente anteriores al día de la elección."

"La fracción inserta, da margen a interpretarse de dos maneras como sigue, primero: Que sólo puede ser gobernador del Estado de Colima, un ciudadano mexicano nativo del mismo Estado, de Colima y además con residencia fija de cinco años anteriores al día de la elección. Segundo: Que solamente puede ser Gobernador del Estado de Colima, un ciudadano mexicano nativo del Estado de Colima, pudiendo ser también un ciudadano mexicano nativo del Estado de Jalisco, siempre que dicho ciudadano tenga cinco años de residencia fija en el Estado de Colima, inmediatamente anteriores al día de la elección. Esta H. Cámara rueda al H. Congreso Nacional, se digne resolver esta consulta de una manera clara a mayor brevedad posible.

"Nuestras protestas de atención.

"Leonardo Yáñez Centeno, D. S. - Miguel Valencia, D. S." - A la 1a. Comisión de Puntos Constitucionales.

"Uriel Avilés, diputado por el 4o. distrito electoral de Michoacán, con el debido respecto que merece esa H. Legislatura, expone: que hace tres días que se encuentra en cama, siéndole, por lo mismo, imposible, concurrir a las sesiones, suplica atentamente le concedan permiso, con goce de dietas, mientras recobra su salud, con dispensa de trámites.

"Al efecto, adjunto certificado médico en corroboración de lo antes expuesto.

"Constitución y Reformas. - México, 14 de septiembre de 1917. - Uriel Avilés. "Al C. Presidente de la Cámara de Diputados. - Presente."

El certificado médico dice:

"El médico cirujano que subscribe, legalmente autorizado para ejercer su profesión, certifica que el señor diputado don Uriel Avilés está afectado de un padecimiento vesical, que le impide temporalmente dedicarse a sus ocupaciones habituales. - México, septiembre 14 de 1917. - G. Septién."

Se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Sí se dispensan los trámites. Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Se concede la licencia.

El C. López Lira: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. López Lira: Para suplicar a Su Señoría se sirva designar una Comisión que visite al C. Avilés, que se encuentra enfermo.

- El mismo C. Secretario: La Presidencia nombra los CC. Betancourt y Andrade para que pasen al domicilio del C. Avilés a visitarlo.

- El mismo C. Secretario da lectura al oficio del C. diputado Cayetano Andrade, solicitando pensión para la señora Canizal viuda de Escobedo. Como este documento es de segunda lectura, conforme al reglamento pueden hablar una persona en pro y otra en contra. Por consiguiente, se pregunta si se admite a discusión. los que crean que debe admitirse a discusión, se servirán poner de pie.

El C. Manrique: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Manrique: Según el reglamento, debe preguntarse a la Asamblea si se toma o no en consideración un asunto después que se haya fundado, después de que haya hablado el autor.

El C. Presidente: ¿Desea usted hacer uso de la palabra en pro y en contra?

El C. Manrique: Yo no deseo hacer uso de la palabra, señor Presidente.

El C. Secretario Portes Gil: Se pregunta a la Asamblea si se admite a discusión. Los que crean que es de admitirse a discusión, sírvanse ponerse de pie. Pasa a la Comisión de Guerra en turno.

- El mismo C. Secretario dio lectura al escrito del C. diputado J. Dolores Pineda, en que solicita pensión para la señora viuda de don Ramón Cabrera.

Se pregunta a la Asamblea si se admite a discusión.

El C. del Castillo Porfirio: Pido la palabra, en contra.

El C. Presidente: Tiene la palabra, en contra, el C. del Castillo.

El C. Manrique: Pido la palabra para una moción de orden. Según el reglamento, el día de la segunda lectura, una vez que se admite a discusión una iniciativa, se puede escuchar a dos individuos de la Cámara, uno en pro y otro en contra; pero se le da la preferencia reglamentaria al autor o autores de la proposición. Yo reclamo, pues, el turno para el comparo Dolores Pineda, si está presente.

El C. Presidente: Ninguno de los autores de la proposición ha pedido la palabra; por eso es que se ha concedido la palabra al C. Profirió del Castillo. Tiene la palabra el C. Porfirio del Castillo.

El C. Manrique: Para una moción, señor Presidente. Como no está presente el señor Pineda, me parece caballeroso esperar a una sesión en que se encuentre presente, para que oiga las razones en contra, de su iniciativa. Si es necesario, presentaré moción suspensiva por escrito.

El C. Presidente: Me permito manifestar a su Señoría, que eso no es moción de orden. Tiene la palabra, en contra el C. del Castillo.

El C. del Castillo: Señores diputados: Yo vengo a hacer consideraciones de justicia sobre la solicitud presentada por mi buen amigo el señor diputado Pineda, y para que estén seguros de mi propósito honrado, debo hacer una aclaración: hasta hoy había guardado una actitud discreta respecto de los asuntos de mi Estado, para que no se pudiere interpretar mi actitud como obra de obstrucción o desahogo, dada la participación activa que tomé en la última campaña política del Estado; pero cuando ya he dado suficientes muestras de disciplina democrática, creo tener derecho a iniciar una actitud menos pasiva, siendo que el asunto a que me voy a referir se relaciona muy directamente con los señores Cabrera; declaro que no vengo aquí a la tribuna persiguiendo un fin mezquino; no vengo a cometer la ruindad de oponerme a que una dama respetable y pobre reciba lo que realmente merezca por los antecedentes revolucionarios de su esposo; vengo con el fin más noble, más liberal y más generoso; vengo a reclamar los fueros de la verdad histórica, vengo a que se haga justicia a todos los que han caído acariciando grandes esperanzas y no han tenido después una mano piadosa que señale su sepulcro. Vengo, pues, a rectificar la afirmación que se hizo aquí respecto a que al señor Ramón Cabrera debe colocarse al lado de Aquiles Serdán.

Sabéis perfectamente, señores diputados, que el 18 de noviembre de 1910 hubo un puñado de valientes, de patriotas esforzados, que cayeron al lado de Aquiles y Máximo Serdán, cuyas familias permanecen olvidadas en la miseria más espantosa, y para ellas no se ha venido a pedir recompensa. Es justo, pues, que aquellos patriotas que cayeron abnegadamente sin más esperanza de recompensas, al lado de Aquiles y Máximo Serdán, conserven el lugar que la historia les ha señalado, de permanecer al lado de los primeros mártires de la Revolución Constitucionalista, y junto a ese puñado de valientes reclamo otro lugar histórico para un indio insigne, que la historia y sus correligionarios no le han hecho justicia; para un hombre analfabeto casi, que ni siquiera pudo penetrar los principios de la grandiosa Revolución en que él ponía su contingente; pero que supo sentir por ella un afecto infinito, una energía indomable. Cuando las legiones porfirianas creyeron haber apagado el resto bélico de Aquiles Serdán en Puebla, cuando la desmoralización entraba en el "Partido Antirreeleccionista." entonces un indio valiente, arrojado como león, en las faldas de la Malintzin y seguido de un puñado de valientes, se lanzó, retando al dictador, y fue el primero que conmovió a los gobiernos autocráticos de Puebla y Tlaxcala. Ese indio es Juan Cuamantzin, un indio tlaxcalteca, para quien reclamo en la historia un lugar junto a Aquiles y Máximo Serdán.

Juan Cuamantzin, sin elementos de guerra, sólo con su fe infinita y su energía inquebrantable, con los poquísimos pertrechos que pudo proporcionarle durante algún tiempo de hoy teniente coronel Andrés Campos, se lanzó a la lucha resueltamente; su paso fue rápido y brillante; ahí están, señores, en las faldas de la Malintzin, Coaco, etc., las páginas gloriosas que dejó al iniciarse nuestra primera revolución, y para la familia de ese infortunado glorioso no se ha venido a pedir una recompensa, ella no podrá venirla a pedir, porque estoy seguro de que quizá ni puede escribirla en castellano, pero es justo colocarlo en el lugar que debe corresponderle en la historia. Y tras de Máximo Serdán, Aquiles y Juan Cuamatzin, reclamo también en la historia otro lugar para un indio sencillo y abnegado, un hombre humilde salido de las fábricas: Agustín Díaz, un hombre que fue inquebrantablemente abnegado; que sucumbió defendiendo siempre sus ideales y sin flaquear un solo momento; ese hombre, arrebatado por la mano de la dictadura

por su entusiasmo y propaganda antirreeleccionista, fue confinado en la región inclemente de Quintana Roo, y desde ahí aquel hombre se conformaba y se reducía a vivir con el miserable rancho del cuartel, y dedicaba su miserable haber para hacer muchos impresos que circulaban en Puebla; y por recomendación expresa los encabezaba con esta gloriosa sentencia de Morelos: "Morir es nada cuando por la Patria se muere." Después aquel obrero patriota, y para que tengáis en cuenta su carácter, hasta un solo rasgo: En una noche memorable me decía: "Yo presiento morir en esta Revolución; pero mañana, te ruego que a mis hijos, cuando sean grandes, les platiques que he sucumbido en la brega sin flaquear un solo momento, y deseando que mis conciudadanos recobren sus libertades políticas y mejoren sus condiciones sociales. Es mi única esperanza y es toda la herencia que quiero legarles." Positivamente, Agustín Díaz Durán era más tarde asesinado en la plaza de Zacatlán y arrastrado su cadáver por las calles. Ahora sus hijos, grandes ya, viven en la miseria, sin protección ni educación y nadie ha recurrido en su ayuda.

También, señores diputados, si de premiar las víctimas del nefasto 29 batallón se trata, entonces es necesario que hagamos justicia a las víctimas de Aurelio Blanquet ocasionadas en abril de 1911 en la plaza de Izúcar de Matamoros; es necesario que recordemos la carnicería llevada a cabo en la plaza de toros de Puebla y en el paseo Bravo, víctimas del nefasto batallón de Blanquet. Después, ¿quién no ha conocido las víctimas que ocasionó con sus hazañas?

Si de premiar las víctimas de la traición artera se trata, recordad que hay otro hombre distinguido, otro mártir glorioso: Jesús Carranza. Ya sabéis que su familia vive junto punto menos que en la miseria, y para él también la patria debe recurrir en auxilio de su familia, porque vive en la miseria; sus propiedades son insignificantes, no tienen ahora los elementos necesarios para llenar sus comodidades, y conste, señores diputados, que esto lo hago por justicia y no con el fin de halagar al señor Presidente de la República, hermano de Jesús Carranza. (Murmullos y toser.) Porque al Presidente de la República, como mandatario, sólo puedo exigirle justicia para el pueblo, y como revolucionario, el cumplimiento fiel de las verdades revolucionarias, verdades revolucionarias que para nuestra conciencia política son ya un código, y para nuestra vida política son todo un evangelio sobre el cual descansan nuestros más caros y más grandes ideales de ciudadanos.

Ahora bien, señores diputados, si se trata de hacer justicia para un miembro de la familia Cabrera, entonces yo invitaría a mi buen amigo el señor Pineda para que hagamos justicia; yo estaría con él si viniera a pedir a esta H. Representación Nacional que honremos la memoria de don Daniel Cabrera, ese paladín del periodismo independiente, ese hombre viril que mantuvo frente a la dictadura la protesta por la justicia y por la libertad, y ese hombre que murió en la miseria en Zacatlán, sin que hubiera podido encontrar en los bolsillos de su familia ni siquiera el cajón de muerto para sepultarlo. Hagamos justicia a Daniel Cabrera.

Por otra parte, señores diputado, yo creo que la respetable dama viuda del señor don Ramón Cabrera, no debe encontrarse en la situación precaria en que se encuentran los familiares de otros muchos héroes y víctimas de la traición y de la Revolución, porque estoy seguro de que los familiares de esta dama pueden muy bien recurrir en su auxilio por la situación bonancible por que atraviesan. El licenciado Luis Cabrera, por su omnipotente talento e influencia, debe tener suficientes elementos para recurrir en auxilio de los suyos, más cuando saben y pueden saber los señores Cabrera que la situación que disfrutan lleva también en mucho el sacrificio de los mismos suyos que han caído. ¿Que acaso no podría el licenciado Luis Cabrera recurrir en auxilio de los suyos cuando, repito, que su influencia y talento poderoso debe darle más que suficientes medios para hacerlo? Estoy seguro que sí ¿Que, acaso el señor licenciado Luis Cabrera, con sus brillantes triunfos parlamentarios - porque también aquí los triunfos parlamentarios significan medios bastantes para hacer una situación bonancible-, no puede, repito, recurrir en auxilio de los suyos? Por ejemplo, tenemos la última brillante defensa del pulque. ¿Que, acaso, no habrá agradado y obligado a don Miguel Sierra, "El rey dal maguey" en la Mesa Central, el "Burro de oro," como se le llama en mi Estado, de quien es apoderado desde hace muchos años el licenciado Cabrera, no podría estar obligado con largueza para seguir sosteniendo la situación bonancible del licenciado Cabrera? (Aplausos.) ¿Qué, acaso, no se sentirá también agradecida y obligada la "Compañía Realizadora de Pulque, S.A.," que muchos millares de pesos invirtió en la última campaña electoral de Puebla, para venir con largueza igualmente a recompensar al licenciado Cabrera y a darle los medios suficientes para recurrir en auxilio de los suyos? Seguramente que sí. En consecuencia, la situación de esta dama no debe ser tan precaria, y yo pido a Vuestra Soberanía que no declare preferente esta solicitud, puesto que se pueden venir a presentar otras muchas muy justas, de víctimas de la Revolución, de familiares de héroes en nuestra historia, y que realmente atraviesan por una situación precaria.

Cualquiera que sea vuestro fallo, señores diputados, creo haber cumplido con mi deber; he venido a reclamar la verdad histórica, he venido a hacer rectificaciones de importancia, porque sabéis que la miseria de los hombres, la ignorancia de los hechos y las pasiones del momento son la causa de que se asiente esas grandes mentiras en la historia, tan funestas para la posteridad, porque extravían el criterio y el alma nacionales. (Aplausos.)

El C. Cabrera: Pido la palabra para contestar alusiones personales que me acaba de dirigir el C. del Castillo, y que están relacionadas con el debate.

El C. Hernández Maldonado: Pido la palabra en pro.

El C. Presidente: Antes que su Señoría, la había pedido el C. González Galindo. Tiene la palabra el C. Cabrera, para contestar alusiones personales, y después usará de la palabra el C. González Galindo.

El C. Cabrera: Yo siento mucho que la memoria

de dos hombres que, como quiera que fuese, dieron su vida por esta Revolución, sea motivo de que el diputado Castillo haya venido a esta tribuna a vaciar sus rencores personales y resentimientos, tomando como pretexto lo que hay de más sagrado, tanto desde el punto de vista patriótico, como desde el punto de vista personal.

El diputado Castillo ha vertido aquí un gran número de falsedades envueltas todas en la inquina, que es, por supuesto, explicable, supuesto que habiéndose presentado candidato al Gobierno del Estado de Puebla, fue vencido en la lucha electoral por el doctor don Alfonso Cabrera, hermano mío y hermano del finado don Ramón Cabrera, de cuya ciudad se trata. Pero es absolutamente indigno ocupar la atención de la Representación Nacional para que un ciudadano diputado, no teniendo el valor de pedir la satisfacción que hubiera por la vergonzosa derrota de que fue objeto, venga, con pretexto de la pensión de uno de mis hermanos, a insultar la memoria de mis hermanos, así como la conducta personal del que habla. Debo manifestar que yo votaré contra la pensión que se solicita para la viuda de mi hermano don Ramón Cabrera y votaré contra esa pensión a pesar de que agradezco sinceramente el motivo de amistad personal hacia el finado que impulsó al diputado Dolores Pineda a pedir esa pensión, porque creo, en efecto, que esta Representación Nacional debe limitar su munificencia a los casos verdaderamente notorios de compensación o pensión a las familias de las personas que hubiesen prestado grandes servicios a la patria. En efecto, los dos hermanos Cabrera, sacrificados el mismo día y a la misma hora, en mi concepto prestaron servicios a la Patria, cumplieron con ella como todos hemos cumplido y les tocó morir en el desempeñó de sus obligaciones y, por consiguiente, se encuentra ni más ni menos que a la altura de todos los militares de hombres que han sufrido y han muerto por la causa de la Revolución. La viuda de don Ramón Cabrera era, antes de contraer matrimonio con él, una mujer que se ganaba la vida por sí misma, que trabajaba de taquígrafa; tiene bastante buena ortografía y sabe contabilidad , y antes de contraer matrimonio con don Ramón Cabrera, era humilde, pero trabajadora; por consiguientes, en la actualidad puede volver al desempeñó de sus trabajos y a ganarse su existencia. En la familia Cabrera, señor Castillo, en la familia Cabrera ha habido esto que yo llamo casi excepcional: nunca ha habido hermanos unos de un lado político y otros del otro, todos hemos estado siempre del lado de la causa de la libertad; no de ahora, sino de hace algunas generaciones. Bisabuelos tengo que lucharon en la Guerra de Independencia, bisabuelos o tíos bisabuelos tengo que habiendo sido sacerdotes, sin embargo, fueron de los más liberales y de los más reformistas en la época de la Guerra de Tres Años; mi abuelo paterno fue un soldado también en la Guerra de Tres Años; mi padre fue también, en la esfera de sus facultades, un luchador por la causa de la democracia; mi tío, hermano de mi padre, don Daniel Cabrera, fue en vida un periodista compañero de los tiempos de don Filomeno Mata, de don Vicente García Torres, etc., y que prestó también algunos servicios a la causa de la democracia, y en cuanto a los que en la actualidad todavía viven, todos ellos, inclusive los dos que murieron en Panzacola, todos han estado del lado de la causa de la democracia y jamás se ha dado el caso que uno de los Cabrera estuviese de un lado y otro de otro.

Por lo que hace a los medios con que el que habla pudiera contar para ayudar a la viuda de don Ramón Cabrera, debo manifestar que carece el que habla de los medios para hacer esas ayudas, teniendo, como tiene, un sueldo bastante exiguo, pues no gana ni un solo centavo más, ni por concepto profesional, ni por otros conceptos que lo que recibe como diputado al Congreso de la Unión. El diputado Castillo ha dicho aquí, con bastante cobardía, porque no se ha atrevido a hacerlo con valor, que algunos rendimientos me ha de traer la defensa que hice recientemente de la materia de los impuestos al pulque, y a ese respecto debo manifestarle que no todos son de las misma condición; que en general el diputado tiene obligación de venir a la tribuna, que por regla general y por obligación debe venir a sostener sus ideas por los principios y no por la utilidad que le pueda producir; que no tengo relación de ningún género con ninguno de los pulqueros a quienes ha mencionado, y que cuando tomo la defensa de determinados intereses en esta tribuna, lo hago porque creo que para el bien nacional es conveniente esa defensa; en ese sentido he tomado la defensa del ramo pulquero, porque considero, y sigo considerando que las clases pobres, que son las verdaderas pagadoras del impuesto, son las que sufrirían. Por consiguiente, no me ha producido absolutamente ni un solo centavo, ni espero que me produzca, ni estoy ejerciendo la profesión para que me produzca la defensa que haga yo aquí o que haya yo hecho del ramo pulquero. Todos los demás asuntos que trato en el seno de la Cámara son de orden público, y tampoco trabajo en esta Cámara ni por labrar una reputación profesional, ni por conquistar un solo centavo; en consecuencia, carezco de esos medios que el diputado Castillo, dentro de su nivel moral considera naturales que yo tuviera, porque yo no consideraré natural tener esos medios. Al diputado Castillo le parece natural, pero a mí no.

Por último, hizo alguna referencia de ésas que generalmente se hacen recogidas del cieno de la calle, y absolutamente sin ninguna base. Afirmó que don Daniel Cabrera murió en la miseria sin que siquiera los miembros de sus familia, opulentos como él les llama, hayan tenido ocasión de preocuparse porque tuviese un féretro. En efecto, don Daniel Cabrera murió en la miseria- ejemplo que dice mucho para un periodista independiente que había trabajado años y años por la causa de la libertad- y que, sin embargo, habiendo quedado paralítico, sin bienes de fortuna, sin embargo, después de haber quedado imposibilitado, paralítico y privado de la razón, vivió 14 años al cuidado de sus hermanos, mi padre y sus hermanas, y, por consiguiente, ahí recibió todo lo que nosotros podríamos haberle dado. Don Daniel Cabrera murió en el mes de mayo del año de 1914, época en la cual se le había echado del pueblo,

paralítico como se encontraba, por las fuerzas que guarnecían la ciudad de Zacatlán, del Gobierno huertista; fue echado de su casa, incendiada su casa y él tuvo, en efecto, que morir en la miseria, y nosotros, que en aquel tiempo no nos encontrábamos en la ciudad de México, no pudimos hacer más que lo que habíamos hecho durante los 14 años que aquel hombre había vivido a nuestro lado. Esto prueba que el señor Castillo ha recogido, como dije, del cieno de la calle cualquiera especie con tal de que sea injuriosa contra mí.

De propósito quiero dar a esta rectificación de hechos toda la serenidad que se merecen los hermanos desaparecidos y, por consiguiente, a eso la limito. En efecto, la viuda de Cabrera puede trabajar; personalmente, yo no tengo medios suficientes para ayudarla; pero puede tener la seguridad el señor Castillo de que la consideramos y la tenemos en el seno de nuestra familia como una hermana; que yo personalmente votaré en contra de esta pensión, porque, en efecto, creo que debemos limitar los esfuerzos de la Cámara a lo exclusivamente indispensable, tratándose de los grandes nombres, de los grandes héroes de la Revolución; pero no quiero concluir sin deplorar realmente que esto haya sido el motivo que se haya escogido para pasear sobre nosotros la inmundicia de la calumnia y de la difamación. Yo espero que si el diputado del Castillo tiene algunos otros rencores o algunas otras rencillas, con motivo de su derrotas en el Estado de Puebla, personalmente me lo derrota conocer en cualquier otro lugar que no sea el seno de la Representación Nacional, para que así, sin necesidad de traer a colocación la memoria de los muertos, podamos darle la satisfacción a lo que él se considere como ofendido. Por lo demás, señores diputados, todos los héroes a quienes él se ha referido, deben quedar justamente en su lugar en el momento de discutir los merecimientos de los que han muerto, y todos debemos de dar una prueba de respeto. Yo considero que los casos de pensiones, por servicios prestados a la patria. ni siquiera debían ser motivo de discusión, porque todo eso se prestaría exclusivamente a levantar la losa de las tumbas, simplemente para desahogar pasiones personales, la cual, en ningún caso, debemos de hacer. En efecto, hay muchas personas a quienes la patria no podrá pensionar, porque no podemos pensionarlas, porque no estamos en condiciones de hacerlo, y creo que, de los que han muerto en esta Revolución, se ha hecho hasta este momento, todo lo que se ha podido; soldados, cabos, sargentos, quien quiera que ha muerto en el desempeño de su deber, ha recibido una pensión determinada; pero yo considero que, pensiones extraordinarias votadas por el Congreso, sólo pueden tener derecho a ellas los que hayan prestado servicios de tal manera eminentes a la patria, que puedan sostener la comparación con los grandes líderes de esta Revolución. Como lo que está a discusión es solamente si se pone o no a discusión el asunto, por mi parte no tendría inconveniente en que se pusiera a discusión inmediatamente y seré el primero en tomar la palabra en contra, no porque no crea que la viuda de mi hermano no merezca ser ayudada, pues está en la pobreza; sino porque considero que hay muchas otras necesidades a que atender por parte del Gobierno y, por consiguiente, debemos dejar esto para otra ocasión.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. González Galindo.

El C. González Galindo: Señores diputados: Pido excusas porque, tal vez, no puedo hacerme oír, porque, como ustedes lo observarán, tengo una afección pectoral, que me impide hablar con la claridad que yo deseara.

No vengo a hacer una apología de los desaparecidos, para quienes, en mi concepto, con toda justicia, se pide una recompensa de la Patria; sí vengo a hacer relación de la manera como los hermanos Cabrera desaparecieron en el servicio de la Revolución, en el servicio de la Patria, en el desempeño de sus obligaciones como revolucionarios, y esto lo voy a hacer, quizá más autorizado que nadie, porque tuve la honra de ser yo uno de sus compañeros en la comisión que ellos desempeñaron. Los señores Ramón y Rafael Cabrera fueron comisionados por el general Antonio Medina jefe de la brigada "Aquiles Serdán," que operaba en la sierra de Puebla, para venir a la capital, es decir, a esta ciudad, a conferenciar con el señor Carranza, y a ponerlo al tanto de las operaciones y a recibir instrucciones, y no sé -porque no se me comunicó todo a mi -, qué otro asunto tendrían que arreglar. Fuí yo comisionado, juntamente con ellos, para cumplir esa misma comisión; yo era entonces un miembro del estado mayor de ese general y, por esta razón, tuve esa satisfacción de acompañar a los hermanos Cabrera; soy, pues, no por decirlo así, sino efectivamente, el superviviente de esa fracasada comisión. Llegamos procedentes de Teziutlán, llegamos a la ciudad de Puebla; el señor Ramón Cabrera, que era jefe de la Comisión, tuvo la imprudencia -si así se me permite llamarla -, de ir a ponerse al habla con el jefe de la plaza, que era el general Gonzalo Luque; no le dejamos ir solo, fuimos los tres miembros de la Comisión. El general Gonzalo Luque, que era jefe de la 7a. zona militar, con residencia en Puebla, nos recibió con gesto, con desagrado, pero tenía que hacerlo, porque ya estaba él general Obregón ocupando la capital y ya se estaban dando los pasos necesarios para el desarme del ejército federal. Así, pues, el general Gonzalo Luque nos recibió con desagrado, pero nos recibió. El señor Ramón Cabrera, después de los saludos de costumbre, le narró cómo venían las operaciones militares, cómo había triunfado la Revolución, cuáles eran sus ideales, exhortándolo para que él, en el seno del ejército federal, hiciera lo posible por no dificultar el desarme. El general Luque es nativo de Zacapoaxtla, donde tenía familia e intereses, consistentes en bienes raíces y urbanos, y como el general Medina confiscó las casas del general Luque, éste estaba completamente descontento con las fuerzas de la Revolución que operaban en la sierra de Puebla. Por esto también, el señor Ramón Cabrera y los que le acompañábamos en aquella Comisión, fuimos tratados acremente. El general Luque dijo, expresándose de los revolucionarios, que éramos unos locos, que éramos unos muchachos sin experiencia y que, a la vuelta de tres meses, la República estaría envuelta en una

verdadera Revolución, que asombraría al país; que si nosotros creíamos que la Revolución había triunfado, padecíamos un error, pues que pronto la veríamos ir al desastre; que si entonces estábamos dominando la capital de la República y toda ella, en breve iríamos perdiendo terreno. Creo que por aquí tengo un esquema de esas amenazas, que yo llamo así, porque, verdaderamente, lo fueron. Agregó el general Luque que prefería seguir combatiendo al enemigo, es decir a la Revolución; que tenía datos de las juntas revolucionarias que Puebla y de quiénes estaban inmiscuidos, y que, si él hubiera querido, habría podido aprehender a todos y hacer un escarmiento. Como esto lo escribí a bordo del tren que nos conducía y, naturalmente, el momento no me dejó escribir con claridad, no leo perfectamente; pero por eso tenor fueron las amenazas que nos hizo el general Gonzalo Luque.

A las diez de la noche del día en que estuvimos con él, salimos de esa conferencia, habiendo entrado a las seis de la tarde, de modo que la conferencia fue demasiado larga; salimos inmediatamente en esa misma noche para esta capital y yo pude observar que un individuo con todas las apariencias de un policía de la reservada, venía en el mismo tren, en el mismo coche que nos conducía; se me hizo, ciertamente, sospechosa su presencia allí; pero el señor Cabrera, - y en esto hago consistir algo su imprudencia -, no le dio importancia a la presencia de ese sujeto. Llegamos, y el señor Ramón Cabrera y su hermano don Rafael hablaron con el señor Carranza, desempeñando su comisión. Yo traía algunas instrucciones del general Medina para el señor general Obregón, quien me atendió y desempeñé yo esa comisión más o menos satisfactoriamente y a los tres días regresamos a Puebla. Los que hayan estado aquí cuando el señor Carranza entró de Tlalnepantla a esta capital, recordarán que salieron el general Pablo González y el general Jesús Carranza para ocupar la ciudad de Puebla, llevando unos siete u ocho trenes militares. Varios miembros de la Junta Revolucionaria de Puebla, estaban en esta capital y se fueron con esas mismas fuerzas y la comisión integrada por los señores Ramón y Rafael Cabrera y un servidor de ustedes, regresamos también en el mismo coche el señor general Pablo González; dilatamos, me parece, dos noches y un día para llegar a Puebla. Los trenes militares se quedaron entre Zacatelco y Panzacola y el tren de pasajeros, que iba bloqueado por los trenes militares, pudo pasar de Zacatelco, adelantarse y entrar a Puebla. Nosotros, que teníamos urgencia de regresar al Cuartel General de la Brigada Serdán, tomamos el tren de pasajeros y llegamos. Toda esa noche anduvimos de Zacatelco a Panzacola para llegar a las cuatro de la mañana a Puebla. Con gran sorpresa observamos, los que íbamos ahí, que había trenes de pasajeros en la estación, apretados de tropa; todo el andén y toda la estación estaban circundados por fuerzas del célebre 29 batallón que comandaba Blanquet. Antes de entrar a Puebla, los hermanos Cabrera me dijeron que a las ocho de la mañana me esperarían en el Gran Hotel. Se adelantaron, porque tenían urgencia, abriéndose paso entre la multitud con el fin de salir los primeros; quise seguirlos, pero me vi constreñido a no hacerlo, en vista de su cita; si hubieran querido que los acompañase, me habrían dicho: ¡Vámonos! Vuelvo a decir, que la estación estaba rodeada por fuerzas del 29 batallón; los que conocen a Puebla saben que del andén se pasa al salón de espera y que luego hay unas cadenas a un lado y a otro que impiden el paso y salirse por otra parte. Allí estaban apostadas las fuerzas. Una vez que penetramos al andén a fuerza de empujones, oímos gritos de mujeres en dicho salón que pedían ayuda, que imploraban socorro, perdón, algo así; que dirigían imprecaciones a la soldadesca que había hecho algunas aprehensiones. Abriéndome paso llegué al salón de espera., habiéndome hecho observar algunas personas que me acompañaban que corría peligro, porque vestía uniforme revolucionario: las consabidas polainas, mochila, sombrero tejano y esas; y como el pasaje consistía en particulares y no en gente revolucionaria, yo era muy distinguido allí; entonces se dieron cuenta muchas personas que estaban haciendo aprehensiones los soldados del 29 batallón y rápidamente me despojé del tejano, de las polainas y de la mochila y quedé en estilo de paisano y pude salir; pero otros compañeros míos que lograron salir antes, pudieron presenciar cómo fueron aprehendidos allí los hermanos Cabrera. Estaban los oficiales del 29, deteniendo a la gente, registrándola pausadamente, hasta quitarles las ropas, quitándoles el dinero que llevan y las prendas que les parecían valiosas y aprehendiendo a los que les parecían sospechosos por esa razón tomé la providencia de despojarme de todo lo que llevaba que pudiera compremeterme y salí ileso. Después, los hermanos Cabrera, que se habían adelantado, dijeron nosotros somos fulano y zutano. Entonces les dijeron: "¡Ah! ustedes son los famosos Cabrera que nos vienen a desarmar," y dice el señor Ramón Cabrera "Sí, nosotros somos los comisionados para practicar el desarme, trayendo, además, instrucciones que tenemos que comunicar al jefe de la plaza." Bueno, entonces dieron orden para aprehenderlos y los separaron del grueso del pasaje y los llevaron presos, seguramente a sus trenes. Cuando yo salí, - pues todavía estaban haciendo el registro -, a mí nada me encontraron y salí ileso; comprendiendo que ellos pudieran no haber tenido tiempo para despojarse de sus prendas revolucionarias, luego temí que hubieran caído prisioneros y a las seis y media o siete de la mañana, me presenté en el Gran Hotel y pregunté por ellos; pregunté si no habían llegado y me informaron que no tenían noticias. Entonces me puse yo a indagar, me puse a buscar y a las 11 de la mañana había yo recibido noticias fidedignas de que habían desaparecido presos por los federales. Inmediatamente que sucedió este hecho criminal, puse mensajes yo, que aquí tengo originales, con las anotaciones que hacen en las oficinas telegráficas y que voy a darles lectura si me lo permite la Asamblea. Uno es al señor general Pablo González, que estaba en Panzacola: "Puebla, agosto 21 de 1914. - Señor general Pablo González. - Panzacola. - Sublevóse 29 llevándose dos trenes Mexicano. Comunica de Acajete general Medina, está allí y que generales Higinio Aguilar,

Argumedo y Mariano Ruiz, en actitud sospechosa y recogiendo destacamentos, llegaron Tepeaca.

"Soy compañero Ramón Cabrera, comisionados aquí por general Antonio Medina. - Ramón Cabrera casi seguro aprehendido por sublevados 29. - Dirección: Gran Hotel. - Modesto González Galindo."

Nota de la Oficina Telegráfica: 13 C. R. 9.37.

Otro es al señor licenciado Luis Cabrera, que dice así:

"Puebla, agosto 21 de 1914. - Señor Ministro Luis Cabrera. - México, D. F.

"Soy compañero Ramón Cabrera comisionado por general Antonio Medina ante Primer Jefe. No parece Ramón. Casi seguro fue aprehendido aquí por sublevados 29 al salir estación. Sublevados 29 con trenes Mexicano llevando sombreros palma. Parece también 30 batallón. Registraron a pasajeros y quitaron dinero. - Contestación al Gran Hotel. - Modesto González Galindo."

Nota de la Oficina Telegráfica: 12 C. Ri -.936 a.m.

Me contestaron de la oficina telegráfica: "Su mensaje de hoy para el licenciado Cabrera. Me avisan de la oficina de México que no ha sido entregado al señor licenciado Cabrera por no encontrarse en ningún Ministerio. Lo aviso a usted para su conocimiento. - Alfonso Neri, jefe Oficina Telégrafo."

Después me contestó el señor licenciado Cabrera enviándome este mensaje:

"Telégrafos Federales. - Núm. 12. - De México, 22 de agosto de 1914. - Recibido en Puebla el 27 Of. - H. D. 9.50-H. R. 10.15 a. m. - Señor Modesto González Galindo. - Gran Hotel.

"Ocurra general González avise Federico y Alfonso y trasmítame informes que pueda obtener sobre paradero o suerte muchachos. - Dirija telegramas México: Cinco de Mayo 32. - Contestación franca. - Luis Cabrera."

Como a las once de la mañana ya había datos segurísimos de que los hermanos Cabrera habían sido aprehendidos. Al día siguiente, en la mañana, tomé tren para Acajete, donde estaban las fuerzas del general Medina para informarle del resultado de mi comisión y darle cuenta de la triste suerte que habían corrido los hermanos Cabrera, de cuya comisión nada sabía yo porque no me lo habían indicado; según parece, llevaban instrucciones para el general Medina, relativas a la ocupación de la plaza de Puebla, y eran portadores de unos cuarenta o cincuenta mil pesos en billetes de banco destinados para haberes de las fuerzas: todo cayó en manos de los federales. Repito que al día siguiente tomé el tren para Acajete, pero como ya había recorrido varios centros donde podían ayudarme a indagar el paradero de los hermanos Cabrera, los miembros de la Junta Revolucionaria hicieron sus gestiones, logrando dar con los cadáveres en un barranco, cerca de Panzacola, comprobándose que los señores Cabrera fueron asesinados de la manera más salvaje, no fusilados, pereciendo también asesinada entonces una señorita; estaban ebrios de sangre.

Los hermanos Cabrera no suponían todo lo infame que era aquella gente, que ya estaba en tratos para rendirse al Gobierno Constitucionalista y entregar sus armas; no se imaginaban que los federales fueron a cometer la tradicional traición que siempre han acostumbrado, lo que afirmo aun teniendo en cuenta que algunos de ellos se hallan hoy en las filas del Ejercito Constitucionalista. Cuando el señor Jesús Carranza pasó por Puebla, tuve también la honra de manifestarle que los federales incorporados a las fuerzas constitucionalistas tendrían que hacer siempre obra disolvente y de tradición; y, por desgracia, hemos estado observando desde entonces a la fecha, que así ha sucedido. Los hermanos Cabrera fueron víctimas de su buena fe al dar crédito a la famosa honradez, a la mentida y falsa honradez de los federales; protestan y dicen que tienen honor militar, sin pensar que todo esto nada vale, como se comprobó cuando se les quitó el poder omnímodo de que disfrutaban, convirtiéndose entonces en bandoleros, lo que hicieron desde Puebla, aprehendiendo a inocentes víctimas y después sacrificando a revolucionarios que prestaron servicios eminentes a la causa. Antes de esa comisión que encomendó el general Medina a los hermanos Cabrera a esta capital, el señor Ramón Cabrera había llegado procedente del norte con una comisión del señor Carranza, Primer Jefe del Ejercito, para organizar la Administración Constitucionalista, y en ese sentido un servidor de ustedes también tuvo la honra de ser portador de algunos pliegos, que aún obran en mi poder, para algunas personas que estaban en San Luis Potosí con el señor Carranza, a efecto de que vinieran a encargarse de algunas oficinas importantes para la Administración Pública. El señor Ramón Cabrera, al tener conocimiento de que iba comisionado al norte por el señor Carranza, él me encomendó esas cartas y que viera a esas personas para que vinieran a encargarse, y habiendo recibido contra - orden a unas cuantas leguas de Teziutlán, regresamos, y entonces pasamos a México cuando ya se había rendido esta capital. Esta es la manera como los hermanos Cabrera fueron sacrificados por la soldadesca exfederal, en el cumplimiento de su deber las víctimas, cumpliendo con sus sagrados deberes de patriotas. No quiero que se crea que algunas relaciones políticas de otra naturaleza me ligan con el licenciado Cabrera; ni buenas ni malas, el señor licenciado Cabrera ni me conoce, yo tengo el gusto de conocerlo de cuando es diputado a la fecha; él no me conoce, me contestó este mensaje porque le puse uno yo y eso es todo; no quiero yo imbuir en el ánimo de la Asamblea la idea de que se me crea, porque yo lo digo verbalmente, tengo aquí los documentos a que he dado lectura, y conforme a ellos quiero también sentar este hecho histórico, que tendrá que serlo necesariamente, al menos en la historia del Estado de Puebla. Si esos documentos, si la autenticidad de ellos me da autorización, me da derecho a que se me crea lo que estoy diciendo, entonces la H. Asamblea sabrá medir, sabrá pesar y sabrá normar su criterio para acordar lo mejor y como lo estime más patriótico. No tengo más que decir.

El C. Secretario Portes Gil: En votación económica se pregunta a la Asamblea si se admite a discusión este asunto. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Sí se admite a discusión.

- El mismo C. Secretario da lectura al dictamen

de la 1a. Comisión de Hacienda, relativo a la pensión solicitada para la señora Arcadia Enríquez viuda de Herrera. - Segunda lectura y a discusión el próximo día 20.

- El mismo C. Secretario leyó el dictamen de la 1a. Comisión de Hacienda, que pide se conceda una pensión vitalicia a la señora Guadalupe Hidalgo y Costilla. - Segunda lectura y a discusión el día 20 próximo.

- El mismo C. Secretario leyó el dictamen de la 2a. Comisión de Hacienda, que consulta se conceda una pensión de cinco pesos diarios a la señora Carmen Alatriste viuda de Serdán. - Segunda lectura y a discusión el día 20 próximo.

- El mismo C. Secretario: Continúa la discusión de la Ley de Ingresos:

Impuestos interiores que se causan en el Distrito Federal y Territorios.

"Fracción XXII. Derechos de bultos en la Baja California, conforme al decreto especial de 12 de mayo de 1896."

Está a discusión ¿No hay quien pida la palabra?

Se reserva para su votación.

"Fracción XXXIII. Derechos de seis al millar sobre valor de los establecimientos metalúrgicos y sus maquinarias en el Distrito y Territorios Federales, conforme a la ley de 6 de junio de 1887."

¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

SERVICIOS PÚBLICOS.

"Fracción XXV. Productos de servicios postales y aprovechamientos del Correo."

(Voces: ¡Falta la XXIV!)

La Secretaría informa que la fracción XXIV, en virtud de ser una adición de la Comisión, se reserva para votarse después que lo haya sido el proyecto de ley. está a discusión la fracción XXV.

¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción XXVI. Productos de servicios telegráficos y aprovechamientos del ramo."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción XXVII. Productos líquidos del arsenal del dique flotante de Veracruz y del verdadero de Guaymas, conforme a los reglamentos respectivos."

Está a discusión la fracción XXVII. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción XXIX¿ Productos líquidos de trabajos hechos o servicios prestados en los establecimientos sostenidos por el Gobierno, conforme a los reglamentos y disposiciones relativos."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

Productos de bienes inmuebles de la Nación.

"Fracción XXX¿ Productos de bienes nacionalizados."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción XXXI. Productos por arrendamientos de terrenos nacionales, a que se refiere la ley de 26 de marzo de 1894."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción XXXII. Productos de ventas de bienes raíces."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción XXXIII. Productos de permisos o concesiones para la ocupación de la Zona Federal, de acuerdo con la ley de 18 de diciembre de 1902 y reglas de 6 de febrero de 1904, conforme a la Tarifa que en su oportunidad se expedirá."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción XXXIV. Productos de arrendamiento o explotación de las propiedades raíces de la Federación no especificados en las fracciones XXVII y XXXVIII, según las leyes, disposiciones, tarifas y contratos respectivos."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

Productos y aprovechamientos diversos.

"Fracción XXXV. Productos de los títulos de ferrocarril de propiedad de la Nación."

Está a discusión. ¿ No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción XXXVI. Compensación de gastos de intervención por el establecimiento de oficinas especiales, o por cualquier otro servicio que preste el Gobierno Federal."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción XXXVII. Productos líquidos de la explotación de los ferrocarriles de propiedad federal."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción XXXIX. Productos líquidos de explotaciones hechas por el Gobierno, o de aquellas en que tenga participación, cuando unas y otras no procedan de bienes inmuebles de la Nación."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción XL. Réditos de caudales de la Nación, depositados en Bancos y Casas Bancarias."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción XLI. Derechos de pesca, buceo y similares, conforme a las leyes, reglamentos, contratos vigentes, circular número 6 de la Secretaría de Fomento, de fecha 21 de junio de 1916, y tarifa respectiva."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción XLII. Productos procedentes de bienes muebles de la Federación, no especificado en otras fracciones."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción XLIII. Premios obtenidos por situación de fondos."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción XLIV. Utilidades procedentes de las operaciones de la Comisión Monetaria."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción XLV. Multas que se impongan, conforme a las leyes federales o disposiciones de cualquiera autoridad dependiente del Gobierno Federal, o por los tribunales y jueces federales, no comprendidas en otros ramos de ingresos, con excepción de aquellas que tengan un destino especial, conforme a las leyes penales."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción XLVI. Cesiones y donaciones a favor del Erario."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción XLVII. Producto de las publicaciones hechas por cuenta del Gobierno Federal, conforme a las disposiciones relativas."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción XLVIII. Indemnizaciones al Gobierno Federal."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción XLIX. Utilidades que provengan de la amortización de la Deuda Pública."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción L. Aprovechamientos diversos no especificados en las fracciones que anteceden."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción LI. Rezagos de créditos, impuestos o productos federales no cobrados en años anteriores."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación.

"Fracción LII. Reintegro de alcances o liquidaciones de cuentas o de cualquiera otras obligaciones, que, conforme a las leyes, correspondan al Erario Federal."

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? Se reserva para su votación. En votación nominal se va a preguntar si se aprueban las fracciones a que se ha dado lectura.

El C. Prosecretario de la Barrera: Por la negativa.

El C. Secretario Magallón: Por la afirmativa (Se recogió la votación).

El C. Secretario Portes Gil: Han sido aprobadas las fracciones, por unanimidad de 136 votos.

El C. Presidente, a las 6.55 p.m.: orden del día de mañana: Continúa la discusión de la ley de Ingresos. Se levanta la sesión.

El jefe de sección de taquigrafía,

JOAQUÍN Z. VALADEZ.