Legislatura XXVII - Año II - Período Ordinario - Fecha 19171129 - Número de Diario 71
(L27A2P1oN071F19171129.xml)Núm. Diario:71ENCABEZADO
MÉXICO JUEVES 29 DE NOVIEMBRE DE 1917
DIARIO DE LOS DEBATES
DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
PERIODO ORDINARIO XXVII LEGISLATURA TOMO 11. - NUMERO 71
SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
CELEBRADA EL 28 DE NOVIEMBRE DE 1917
SUMARIO
1.- Se abre la sesión. Es leída y aprobada el acta de la anterior.
2. - Continúa el debate sobre el proyecto de Ley de Tierras Ociosas. Es reservado para su votación el artículo 8o. Discusión del 9o. Es rechazado. Se suspende la sesión.
3.- Reanudada ésta, se da cuenta con los asuntos en cartera. Invitación de la Junta de Constituyentes para que la Cámara nombre una Comisión que la represente en los actos conmemorativos del primer aniversario de la instalación del Congreso de Querétaro. Se nombra la Comisión respectiva. Es aprobada una excitativa hecha a la Mesa para que cumpla con el artículo 64 de la Constitución y demás relativos del Reglamento. Rectifica hechos el C. Rueda Magro.
4. - Dictamen de las Comisiones unidas. 2a de Puntos Constitucionales, de Estado, Interior, y 1a de Instrucción Pública relativo a las adiciones al proyecto de Ley Orgánica de las Secretarías de Estado propuestas por varios ciudadanos diputados. Son reservados para su votación los artículos 6o., 8o. y 9o. bis. La Comisión pide y obtiene permiso para retirar el artículo 10 bis, presentándolo modificado. También se reserva para su votación. Es presentado el artículo 7o. modificado.
5. - Lectura de la minuta de ley de la 1a. Comisión de Corrección de Estilo relativa a la pensión a la señora viuda de Serdán. Es aprobada. Se levanta la sesión.
DEBATE
Presidencia del C. DEL CASTILLO PORFIRIO
(Asistencia de 126 ciudadanos diputados.)
El C. Presidente, a las 10.20 a. m.: Se abre la sesión.
El C. Secretario Aranda: "Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados, el día veintisiete de noviembre de mil novecientos diez y siete.
"Presidente del C. Porfirio del Castillo.
"En la ciudad de México, a las cuatro y veinte de la tarde del martes veintisiete de noviembre de mil novecientos diez y siete, con asistencia de ciento veinticinco ciudadanos diputados, según consta en la lista que previamente pasó el ciudadano Secretario Aranda, se abrió la sesión.
"El ciudadano Prosecretario Limón dio cuenta del acta de la sesión celebrada el día veintiséis de los corrientes, la que , sin discusión, se aprobó en votación económica.
"El ciudadano Secretario Portes Gil dio cuenta con los siguientes documentos:
"Tres oficios de la H. Cámara de Senadores, en los que acusa recibo de los proyectos de ley que conceden pensiones a las señoras Camila Solórzano y Domínguez y Concepción Hidalgo y Costilla viuda de Durán, y a las señoritas Josefa y Rosa Alcocer. - A su expediente.
"Oficio del Congreso del Estado de Jalisco, en el que se remiten dos ejemplares de la Ley Orgánica Electoral de ese Estado. - Recibo y al archivo.
"Oficio de coudolencia del Gobierno del Estado de Tabasco, con motivo de la muerte del ciudadano diputado Valentín Flores Garza. - A su expediente.
"Circular de la Dirección General del Timbre, en la que se comunica que tomó posesión del cargo de Subdirector interino de esa Renta, en substitución del C. Guillermo Arizmendi, quien disfruta de licencia por causa de enfermedad, el C. Agustín A. Alarcón. - De enterado.
"Dictamen de la Comisión de Estado, Departamento del Interior, que concluye con un acuerdo económico, por el que se concede ampliación de diez días a la licencia de que disfruta el ciudadano diputado Hilario Hermosillo.
"Puesto a discusión, sin ella, se aprobó en votación económica.
"Dictamen de la 2a. Comisión de Hacienda, que consulta este proyecto de ley:
"Único. Se concede una pensión de cinco pesos diarios a la señora Carmen Alatriste viuda de Serdán, que le serán pagados sin descuento por la Tesorería de la Nación, mientras no cambie su actual estado civil."
"Una vez a debate, sin que nadie hiciera uso de la palabra. la Asamblea le otorgó su aprobación por ciento veinticuatro votos de la afirmativa, contra tres de la negativa, de los CC. Alejandre, Betancourt y Pardo.
"Pasa a la Comisión de Corrección de Estilo en turno.
"Acto continuo, se procedió a la votación de los artículos 5o. y 7o. del proyecto de Ley de Pensiones, que se reservaron en la sesión anterior para ese objeto.
"Por unanimidad de ciento treinta y cuatro votos, resultaron aprobados dicho artículos.
"Hecha la declaración del caso, sucesivamente fueron puestos a discusión los artículos 9o., 10,11,12,13,14,15,16,17, y 18, del mismo proyecto de Ley de Pensiones, y sin que nadie hiciera uso de la palabra, se reservaron para votarlos juntamente.
"Por ciento veinticinco votos de la afirmativa contra uno de la negativa, del C. Blancarte, fueron aprobados los artículos de referencia.
"En seguida la Secretaría dio a conócer una adición que al artículo 2o. de dicho proyecto de ley propone el ciudadano diputado Julio Zapata, quien pasó a la tribuna para fundarla. Admitida a discusión se turnó a las Comisiones respectivas.
"Pasose al debate del proyecto de la Ley Orgánica del Ministerio Público del Distrito y Territorios Federales.
"El C. Alejandre pidió un informe relativo al proyecto de Ley de Pensiones, y la Presidencia manifestó que no había lugar a esta moción por haberse pasado ya al debate de otro proyecto de ley.
"A consideración el artículo 25, que fue apartado en la sesión del día veintitrés de los corrientes por el C. Velásquez, se concedió a éste la palabra en contra; pero antes de que usara de ella, el C. Rueda Magro, a nombre de las Comisiones, solicitó y obtuvo permiso de la Asamblea para retirar el mencionado artículo, a fin de modificarlo.
"A debate el artículo 28, que en la misma sesión separó el propio C. Velásquez, habló éste en contra, y en pro lo hizo el C. Pérez Gasga, miembro también de las Comisiones.
"En virtud de que el C. Cepeda Medrano hizo una moción de orden para manifestar que no había quórum, el C. Secretario Aranda pasó nueva lista y ella indicó la presencia de ciento treinta y cuatro ciudadanos diputados.
"El C. Velásquez nuevamente usó de la palabra en contra; el C. Rueda Magro rectificó un concepto de aquél y fue interrumpido por una aclaración del C. Mariel; continuó hablando el C. Rueda Magro para apoyar el artículo a debate. Y después de que éste y el C. Velásquez, hicieron aclaraciones, se consideró el punto suficientemente discutido y se procedió a su votación nominal.
"Por ciento y diez y ocho votos de la afirmativa contra diez de la negativa, resultó aprobado el artículo 28.
"Se hizo la declaración respectiva y se levantó esta sesión, para pasar a secreta a las seis y cuarenta y dos p. m.
" Está a discusión el acta. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirá poner de pie. Aprobada el acta.
- El mismo C. Secretario: Continúa la discusión del dictamen en que se declara de utilidad pública el cultivo de las tierras de labor.
"Artículo 8o. El Ayuntamiento que corresponda, concederá la tierra al solicitante para los efectos de esta ley, dentro de los tres días siguientes a la solicitud y sin más trámite que el de cerciorarse de que se encuentra la tierra sin preparar o sin sembrar. El permiso obtenido será personal e intransferible."
Está a discusión. Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra se servirán pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra.....
El C. Cruz: Pido la palabra una interpelación a la Comisión.
- El C. Secretario Aranda, continuando:.... se reserva para su votación.
"Artículo 9o. Los Ayuntamientos podrán estipular libremente las condiciones de la aparcería o del arrendamiento de tierras ociosas, a excepción del plazo que no excederá del año agrícola, ya sea que proporcionen a los labradores elementos de trabajo o que se limiten a proporcionarles únicamente la tierra."
Está a discusión. Las personas que deseen hacer uso de la palabra se servirán pasar a inscribirse.
El C. González Jesús M.: Pido la palabra.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. González Jesús M.
El C. González Jesús M.: Cuando el señor diputado Vadillo aseguraba que esta ley lleva por principal objeto impulsar la agricultura y no expresamente, una manera particular ayudar a los pobres, en mi concepto dijo una gran verdad; claro es que tienen que resultar beneficiados los pobres, los usuarios de estas tierras ociosas. Como yo fuí uno de los firmantes del primitivo proyecto de ley, estoy enteramente de acuerdo con el espíritu de esa misma ley que, aun cuando cambió de forma, no deja de ser en el fondo una misma cosa. En aquel proyecto de ley se pedía un castigo, una pena para los latifundistas que no cultiven sus tierras, porque no puedan hacerlo o porque no quieran hacerlo; yo me permito recordar estas palabras, pero poniendo en conocimiento de algunos ciudadanos diputados que conserven todavía algún escrúpulo, de que no porque sea esto lo que se pretende principalmente, no han de resultar beneficiados los que vayan a sembrar las tierras consideradas ociosas por esta ley.
Las modificaciones que me permito presentar respecto de este artículo 9o., son las siguientes, suplicando a los miembros de la Comisión que, para evitar discusiones, se sirvan recibirlas sin perjuicios contrarios a esas mismas modificaciones. El artículo 9o. dice:
"Articulo 9o. Los Ayuntamientos podrán estipular libremente las condiciones de la aparcería o del arrendamiento de tierras ociosas, a excepción del plazo que no excederá del año agrícola...."
Esto de año agrícola se presta a varias interpretaciones; puede considerarse como año agrícola el tiempo que transcurre desde que se prepara la tierra hasta que se levanta la cosecha, dentro de un año; pueden ser dos o tres cosechas las que se levanten dentro de un año y pueden creer los
Ayuntamientos, los usuarios y los propietarios de tierras, quienes naturalmente están interesados en dar a este artículo una interpretación favorable a sus intereses, que el año agrícola comprende dos o tres períodos de siembras. Si en vez de año agrícola; dijéramos temporada agrícola, me parece que se evitarían estas dificultades. He consultado a varios agricultores que se encuentran entre nosotros y todos ellos han estado conformes en que es preferible decir temporada agrícola a lo que en la Ley se designa con el nombre del año agrícola; bajo el concepto de que se comprende con la designación de temporada agrícola. El tiempo que transcurre desde que se prepara la tierra hasta que se levanta la primera cosecha. Uno de estos agricultores que, en mi concepto, entiende bastante y con quien platiqué largamente sobre este punto y sobre otro de la misma ley, lo es el señor diputado... no me acuerdo su apellido, pero es el suplente que está substituyendo al señor licenciado Cabrera. El cree que si lo llamamos año agrícola, que si lo dejamos tal y como está en el artículo 9o. puede prestarse a varias interpretaciones, en tanto que si lo llamamos temporada agrícola nadie podrá creer que se trata de otra cosa que desde la fecha en que empieza la preparación de la tierra hasta que se levanta la primera cosecha.
La segunda modificación es la siguiente: Después de donde dice: "del año agrícola," continúa "ya sea que proporcionen a los labradores elementos de trabajo o que se limiten a proporcionarles únicamente la tierra." Aquí se habla de elementos de trabajo; naturalmente que un usuario no puede exigir al Ayuntamiento, conforme lo dicho en este artículo 9o. todos los elementos necesarios de trabajo; aquí habla de elementos de trabajo; elementos de trabajo son un arado, un azadón y dos o tres palas; ¿bastará con esto al usuario para que pueda él sembrar la tierra? Claro es que no, y no tiene, conforme a este artículo, el derecho de exigir los elementos necesarios de trabajo. La otra modificación que yo propongo es la de que en vez de decir "elementos de trabajo," "que se proporcionen a los labradores elementos de trabajo," que se diga: "que se proporcionen a los labradores los elementos necesarios de trabajo." Naturalmente que si decimos elementos necesarios de trabajo, el usuario no va exigir maquinaria ni el Ayuntamiento habría de concedérsela con toda seguridad. Así, pues, yo juzgo muy pertinentes tanto la primera como la segunda modificación. En el primer caso llamar "temporada agrícola," por las razones que ya expuse; en el segundo caso que se diga: "elementos necesarios de trabajo" y no únicamente "elementos de trabajo," porque elementos de trabajo, repito, pueden ser dos o tres instrumentos y elementos necesarios de trabajo todos aquellos que se necesiten para que pueda el usuario sembrar su tierra y levantar su cosecha.
El C. Siurob: Pido la palabra para contestar.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Siurob.
El C. Siurob: Ciudadanos diputados: Las observaciones que nos ha hecho el compañero González al artículo 9o. de esta ley, pueden resumirse en dos: la primera referente a que el contrato sea por un año agrícola y que él dice que el año agrícola se presta a diversas interpretaciones por parte de los dueños del terreno, de los Ayuntamientos y de los concesionarios, y la segunda, en lo que se refiere a los implementos agrícolas que pueden ser proporcionados por los Municipios. La primera observación no tiene razón de ser, porque es perfectamente sabido en toda la República que el año agrícola comprende exactamente las dos cosechas que se hacen en toda clase de tierras: la siembra, el cultivo del maíz que comienza aproximadamente en marzo, respecto de lo que las Legislaturas fijarán en cada lugar el límite, y la siembra del trigo, con sus respectivas cosechas; y como estos dos cultivos, la preparación, la siembra y el cultivo mismo abarcan aproximadamente un año, a ese año agrícola se refiere especialmente esta ley. Además, coincidiendo este año agrícola en toda la República, la observación que combato no tiene razón de ser. Ahora vamos a la segunda parte, la referente a los implementos de trabajo. La Comisión ha tenido en cuenta al formular este artículo, que los Ayuntamientos pueden disponer en algunos casos de ciertos medios y que, por lo tanto, están en aptitud de proporcionar elementos de trabajo a los usuarios de las tierras, por ejemplo, en un Municipio se encuentran bueyes mostrencos, hay también mulas, animales de trabajo o de tiro; en este caso el Ayuntamiento en vez de tenerlos ociosos enflaqueciéndose en los corrales municipales, puede perfectamente proporcionarlos como elementos de trabajo. Lo mismo sucederá cuando el Municipio pueda disponer de algunas cantidades de semillas, sea que las haya comprado para beneficiar a la localidad o que las haya obtenido por diversos caminos: en todos estos casos el Ayuntamiento estará capacitado para facilitar alguna ayuda a los labradores, aun cuando es claro que la ley no le impone la obligación de que proporcione elementos agrícolas, ni puede imponerla desde el momento en que los Municipios se encuentran en muy diversas circunstancias que nosotros no podemos prever, y no podemos imponer una obligación que puede varias con el estado de cada Municipio; de manera que tampoco tiene razón de ser esta observación del compañero; la ley no puede quedar más que como está en este artículo. Ya vosotros habéis visto que la Comisión, cuando se ha tratado de observaciones justas, de observaciones atinadas, ha sido la primera en venir a esta tribuna...
El C. González Jesús M, interrumpiendo: ¡A fuerza!
El C. C Siurob, continuando: y en declarar que aquello es justo; no a fuerza, ha venido aquí por la fuerza de la razón, por la fuerza de la justicia. Así es que en este caso la Comisión cree que son enteramente injustificadas las observaciones que se hacen y acaba de demostrarlo.
El C. González Jesús m.: Pido la palabra para una aclaración.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. González Jesús M.
El C. González Jesús M.: Para que se vea que tengo razón en los que he asentado, me voy a permitir interpelar al señor diputado Neri. ¿No es verdad, señor diputado Neri, que cuando interrogué
a usted cuál era el espíritu de este artículo al hablar de año agrícola. Usted me dijo que el objeto era conceder al usuario la tierra, el usufructo de la tierra de preparar éste Hasta levantar la primera cosecha únicamente?
El C. Neri: Pido la palabra para contestar.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Neri.
El C. Neri: Así es.
El C. González Jesús M.. continuando: Ha contestado que así es. Si es verdad esto, entonces los miembros de la Comisión serán los que tengan que aclarar el punto. Por lo que hace al segundo punto, donde me referí a elementos de trabajo, el señor diputado Vadillo, que es el principal iniciador, el autor, más bien dicho, de esta ley, está de acuerdo conmigo en que no solamente debe decirse que los Ayuntamientos proporcionen los elementos de trabajo, sino los elementos suficientes de trabajo, porque esto, claro es, que se presentaría a que los ayudantes - algunos de ellos -, injustos, quisieran únicamente facilitar a los usuarios aquellos elementos que no fueran suficientes para poder éstos sembrar la tierra hasta levantar la cosecha. Se ha Se ha dicho que en esta ley no se exige al Ayuntamiento que preste los implementos de agricultura a los usuarios; pero habrá muchos casos en que, agricultores sumamente pobres no tengan absolutamente lo necesario para sembrar aquella tierra y, en este caso, se verán obligados a someterse a los caprichos, a las injusticias de los Ayuntamientos; es preciso que todo quede claro. El señor diputado Siurob dice que, cuando se han hecho observaciones pertinentes y atinadas, la Comisión las ha aceptado; pero que, en este caso, no son ni pertinentes ni atinadas. Ya hemos visto que debemos decir temporada agrícola; y ¿qué significa una temporada agrícola? Están de acuerdo conmigo algunos diputados; he interpelado al señor Morales Hesse, que entiende bastante de esto, más que yo mismo, y está conforme en que un año agrícola es lo que dije antes, es decir, que pueden estar comprendidos en él dos y tres cosechas o sean dos o tres temporadas agrícolas. En cuanto a lo segundo, creo por demás insistir; si decimos únicamente: elementos de trabajo, aquellos usuarios pobres tendrán que someterse a la injusticia de los Ayuntamientos; en tanto que si ponemos: elementos suficientes de trabajo, claro es que así quedará a salvo el usuario, que es precisamente a quien se debe proteger con esa ley.
El C. Siurob: Pido la palabra para una aclaración.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Siurob: Deseo aclarar que el año agrícola no puede comprender únicamente una sola cosecha, sino que comprende todas las cosechas que se acostumbre levantar durante lo que en el Código Civil se llama año agrícola. En el Código Civil se define perfectamente lo que se entiende con este término, y aquellos diputados que tengan dudas, pueden consultarlo.
El C. González Jesús M.: No es necesario, ya antes dije lo mismo.
El C. Arellano: Pido la palabra en contra.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Arellano: Señores diputados: El artículo 9o. a discusión, que autoriza a los Ayuntamientos para estipular libremente las condiciones de la aparcería o del arrendamiento, traerá, necesariamente el caos: tres o cuatro mil Ayuntamientos, que supongo hay en la República, establecerán distintas condiciones, probablemente no según las circunstancias en que se encuentre la región, sino más o menos de acuerdo con las necesidades del Municipio o la avaricia de los ediles, lo que traerá, necesariamente, como consecuencia, un caos. Respecto de lo que supone el señor doctor Siurob, de que los Ayuntamientos tengan elementos para facilitar a los agricultores pobres los elementos necesarios para sembrar, está en el gravísimo error de suponer que todos los Ayuntamientos de la República, o la mayor parte, cuando menos, están en condiciones de facilitar elementos, siendo así que pueden estar en las condiciones de los del Estado de Zacatecas, en que no hay ningún elemento, no diga usted el enorme capital que se necesita para facilitar los elementos necesarios para cultivar las tierras, no hay ni para los gastos más indispensables de policía o alumbrado. Además, para facilitarles elementos a los trabajadores pobres, no es nada más decir: "Allí están;" para esto se necesita vigilancia; entregar nada más maíz y bueyes a quien lo solicite, sería perderlo, y no se cultivaría la tierra, y los Ayuntamientos no están capacitados para administrar debidamente los bienes que tuviesen y que les hubiesen cedido a agricultores pobres; cederlos nada más, sin vigilar el uso que se va a hacer de ellos, pues..... se comerían los bueyes y la semilla también, y no se cultivaría la tierra; si esto se hace en tiempos normales, ¿cómo supone usted - dirigiéndose al C. Siurob -, que ahora dejen los humanos de ser humanos?.
El C. Siurob, interrumpiendo: Está a la vigilancia de los munícipes.
El C. Arellano continuando: Los munícipes no pueden establecer ninguna vigilancia; ellos tendrán sus ocupaciones propias, y esta vigilancia no se puede hacer de lejos, se necesita diariamente ir a ver lo que ha hecho el aparcero, no es posible hacer nada, si no se vigila diariamente: se perderán los pocos elementos que tengan los Ayuntamientos y no se habrá cultivado la tierra; así es que es impracticable; primero, porque no tienen los Ayuntamientos los elementos necesarios; segundo, porque si los tuviesen y los diesen a los agricultores pobres, sin ejercer la vigilancia necesaria, sería perder aquellos elementos; tercero, la circunstancia de que cada Ayuntamiento pueda establecer libremente las condiciones de aparcería que quiera, acarreará necesariamente un caos. Pido que se voto en contra del artículo 9o. por los inconvenientes que he señalado.
El C. Neri: Pido la palabra.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Neri: Señores diputados: Me interpelaba hace un momento el ciudadano diputado Jesús M. González, diciéndome si era verdad que yo le había contestado, acerca del espíritu del artículo 9o., que se discute, en los términos de que ese artículo sólo era para el año agrícola en que debía sembrarse el terreno. Las leyes hay que leerlas en su conjunto y no tratar los artículos separadamente, pues lo que parece que en un artículo falta, está
complementado en otro artículo de la misma ley. En el artículo 15 de la misma ley a debate, se encuentran garantizados los derechos, tanto de los propietarios, como de los arrendatarios, como verá esta H. Cámara. con sólo la lectura de ese artículo, que dice así:
"Artículo 15. Las tierras a que el presente decreto se refiere, seguirán considerándose como propiedad de sus respectivos dueños, para todos los efectos legales: pero el Municipio tendrá el carácter de poseedor, a titulo precario durante el año agrícola respectivo, únicamente para los efectos de la ley; en la inteligencia de que, una vez levantada la cosecha, la posesión de las tierras volverán, por eso sólo hecho, a sus legítimos poseedores."
Esto nos indica claramente que el terreno que se tiene en arrendamiento solo permanecerá en poder de los arrendatarios durante el tiempo que éstos necesiten para su preparación, siembra y recolección de la cosecha. Queda con esto aclarada absolutamente la duda que abrigaba el C. González.
Respecto al compañero Arellano, debo decir que tiene la obsesión de la imposibilidad; para él no es posible que esta ley dé resultados de ningún género, porque faltan elementos de trabajo, porque los Ayuntamientos no podrán vigilar las labores y por otras muchas causas. Naturalmente, si los Ayuntamientos tienen elementos de trabajo, darán aquellos de que puedan disponer, cobrando el tanto por ciento respectivo; y si no tienen, pues no proporcionarán ningunos, porque la ley no los obliga; eso es potestativo para los Municipios. Respecto a que los Ayuntamientos vigilen o no, es esto una cuestión de hecho que dependerá directamente de las personas que los integren.
El C. Cepeda Medrano: Pido la palabra para hacer una pregunta a la H. Comisión.
El C. Presidente: Tiene la palabra.
El C. Cepeda Medrano: Hace un momento, señor Neri, que nos encontrábamos hablando sobre este asunto el señor Siurob... (Voces: ¡No se oye! ¡Tribuna, tribuna!) (El C. Cepeda Medrano sube a la tribuna.) Me permito poner en conocimiento de la H. Comisión, que nosotros consideramos injusta la parte relativa de este artículo que establece que los contratos deberán ser por un año agrícola cuando más. El señor Siurob, que hablaba hace un momento con nosotros, nos indicaba que él también había convenido en que era una injusticia que el contrato se extendiera cuando más por un año, porque en algunos lugares indudablemente que todas las tierras están aprovechadas, las tierras de temporada y las tierras de siembra, allí han aprovechado todos los elementos los propietarios y la mayor parte de los agricultores que se dedicaban a este cultivo, pero ¿cómo vamos ahora a estimular a los agricultores a que vayan a abrir nuevas tierras, a que en los lugares donde se encontraban antes bosques, donde se encontraban montes que ahora han desaparecido, vengan a desenraizarlos, vengan a prepararlos, vengan a abrirlos, vengan a rotarlos para el nuevo cultivo? Indudablemente que tendrán que hacer grandísimos gastos. También en el caso en que se tenga que aprovechar un terreno de temporal que no estaba acostumbrado antes para la siembra, indudablemente que tendrán que hacer grandes gastos en zanjas, en bordos y en presas y entonces en este caso nadie, absolutamente nadie podría dedicarse al cultivo o al aprovechamiento de esas tierras por un año cuando más. Me explicaba el señor Siurob, en la conversación que tuvimos con él, y estaba de acuerdo y está conforme en que se extendiera el plazo hasta por dos años, en los casos excepcionales en que se tuvieran que abrir nuevas tierras, ya sean de temporal o de riego; pero que en todo caso se ampliase el tiempo para la preparación, etc. Cuando se tome una tierra que ya esté barbechada o en la que se ha acostumbrado sembrar anteriormente, indudablemente que en este caso no habría razón para pedir ampliación del plazo; pero cuando se va a desarraigar, cuando se van a abrir zanjas, preparar bordos, formar acequias y construir presas, entonces es claro que nadie podrá tomar las tierras por un año. porque es muy limitado, pues en él sólo se alcanza a levantar dos cosechas, si es que pueden levantarse cuando las heladas no son tempranas, como casi siempre lo son en la parte Norte de la República. En la mayoría de los casos, los agricultores se fijan en una sola cosecha, que es la de maíz, pues en muchas regiones no se siembra trigo, porque las heladas son muy fuertes y tempranas. Así es que con una sola o dos cosechas no podrán resarcirse de los gastos y de los sacrificios que les haya originado el cultivo de la tierra; y sucedería que los que pensaban encontrar en esos trabajos su felicidad, no hayan más que su desgracia, no haciendo otra cosa que preparar las tierras para que se enriquezcan más los hacendados y los grandes capitalistas. En estas condiciones, muy respetuosamente, me permito sugerir mis ideas a la H. Comisión para que se sirva tomarlas en consideración, a fin de que se modifique el artículo, lo que será un favor que le estimaré.
El C. Vadillo: Pido la palabra para contestar al C. Cepeda Medrano.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Vadillo: Señores diputados: El señor diputado Cepeda Medrano acaba de tocar un punto que es verdaderamente importante en esta ley. La cantidad de nuevas tierras abiertas por primera vez al cultivo puede ser grande dentro del espíritu de esta ley y es necesario en todo caso que sea protegido aquel agricultor que por primera vez abre las tierras para cultivarlas. Nosotros sabemos muy bien que la costumbre general en nuestros terratenientes es la rutina, sembrar siempre las mismas semillas y sembrar siempre alternadamente las mismas tierras que poseen; sería, por consiguiente, un estimulo muy noble para la agricultura nacional el que se dieran facultades a los nuevos labradores conforme a esta ley , para que se pusiese al servicio esa gran cantidad de terrenos que existen en la República y que no son susceptibles actualmente de cultivo; por la misma razón, los gastos que tendría que hacer el nuevo usuario de esas tierras serían grandes y no alcanzaría, en la mayoría de los casos, a resarcirse de estos gastos con la cosechas o las cosechas que pueda levantar en una temporada agrícola. En el seno de las Comisiones y en el seno de la Comisión iniciadora
de esta ley se trató muy ampliamente este punto, y, sin embargo de ello, por no lesionar el mismo principio capital en que se funda esta ley, no se tomó en cuenta esa observación que ahora hace el señor Cepeda Medrano. La razón es la siguiente: esta ley está fundada en la ociosidad en el año en que se aplique la ley de las tierras a que ella se refiere y ni las Comisiones ni nadie puede prejuzgar en el año actual si en el año actual si en el año subsecuente esas mismas tierras quedarán ociosas. ¿Con qué justicia, con qué razón de equidad pudiérase a un propietario de tierras obligarlo a no disponer de sus tierras si en este año que entra sus tierras se juzgasen ociosas, si no podemos nosotros juzgar si el año que entra él, en vista de esta ley, en vista de nuevas prácticas agrícolas en la República, él se decidiese a cultivar por su propia cuenta esas tierras a que nos estamos refiriendo? Este escrúpulo, que no es precisamente un escrúpulo sino una verdadera razón de justicia suprema para que se vea que no se trata de lesionar intereses nada más porque sí, es lo que nos ha detenido para no declarar ociosas las tierras por dos años, sino que en año actual, las que de hecho sean ociosas, caigan bajo la férula de esta ley; y el año que entra, con la aplicación de la misma ley, si una Legislatura reaccionaria no la deroga, aquellas tierras volverán a ser declaradas ociosas probablemente y volverán a sembrarse. Esta es la razón principal, razón de justicia suprema, la que nos ha detenido para incluir en la ociosidad las tierras durante dos años. Naturalmente, la Asamblea tiene amplias facultades para opinar en la forma que le parezca, y la Comisión estará siempre presta a acatar las disposiciones de Vuestra Soberanía, no sin antes haber manifestado las razones que hemos tenido para no aceptar desde luego la observación del C. Medrano.
El C. Figueroa Luis: Pido la palabra
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Figueroa: Señores diputados: Tengo entendido que el fundamento principal de esta ley o el motivo... (Voces: ¡No se oye! ¡Tribunal!) (Sube a la tribuna.) El motivo que principalmente originó este proyecto de ley, ha sido el de facilitar en lo posible la solución del pavoroso problema del hambre que puede acercarse en cuanto los graneros nacionales se encuentren desprovistos de los artículos necesarios para la subsistencia; por otra parte, aliviar en cuanto sea posible, la situación económica de las mayorías, es decir, de los trabajadores que son la mayoría de las poblaciones en la República. Se han hecho algunas objeciones sobre el artículo 9o que se discute en mi concepto, muy razonables. A estas observaciones hechas la comisión contesta que este proyecto de ley y considera las tierras ociosas para el año agricola en que pueden ser empleadas o en que pueden ser cultivadas; y realmente es una razón de peso que ha expuesto la Comisión en defensa de su artículo, y quizá es la unica que puede autorizar a la Comisión a casarse con su proyecto de ley. Pero surge también este conflicto: había dicho yo antes que el principal objeto de la ley que discutimos es ayudar cooperar a la solución del problema pavoroso del hambre que puede avecinarse en un momento dado, en vista de las circunstancias que se encuentra el país, debido a la guerra europea y debido a un sinnúmero de circunstancias que sería largo enumerar. En mi concepto esta ley necesita ser practicable; para que pueda ofrecernos resultados más o menos valiosos, necesitamos ante todo abrir el interés de los agricultores, porque es claro que ellos no tienen más interés en qué fundar su petición para hacer el uso de las tierras. Entonces naturalmente las tierras seguirán, ociosas como están hasta la fecha; hay infinidad de haciendas en la República, señores diputados, que por circunstancias de diversa índole no están repartidas sus tierras anualmente a los medieros. Me consta porque he recibido cartas de algunos lugares, principalmente del Distrito que yo represento, y estos señores hacendados no han ofrecido sus tierras para el cultivo, como digo, por causas diferentes, un sinnúmero de causas que no podría yo explicar en un momento dado. Naturalmente estas tierras que han durado descansadas por tres o más años, se encuentran casi en las condiciones de una tierra nueva; el terreno ya se encuentra, como dicen los agricultores, apretado, y más difícil de trabajarlo; y es natural que quienes quieran contratar estas tierras necesitan gastar cantidades de dinero que en un año agrícola, al resultado de la otra cosecha, no les serán pagadas, y entonces el objeto principal de la ley, el motivo fundamental de la ley ya no es observado con la liberalidad que podrá desearse. Por estas razones, señores diputados, prácticamente estoy hablando en contra del artículo, yo no deseaba inscribirme y no lo he hecho para hablar en contra de este artículo, pero en vista de que las Comisiones se obstinan, aunque yo sea un miembro de ellas, pero afortunadamente fuí nombrado después de que firmo esta ley, veo que por desgracia mis compañeros de Comisión se obstinan en sostener este artículo, no todos, yo sé muy bien que no todos lo hacen; pero algunos de ellos, fundando su obstinación quizá en un motivo de amor propio, despreciable cuando se trata de intereses generales de la Nación. Si nosotros queremos resolver por medio de esta ley de pronta practica, si se puede decir así, si nosotros deseamos resolver los problemas nacionales, si deseamos ayudar al pueblo que nos trajo esta Representación Nacional, si realmente nosotros en puridad de verdad no hemos podido, por muchos motivos, cumplir con las promesas de la Revolución, si no hemos hasta la fecha algo que se pueda llamar absolutamente practico en favor de las clases que nos trajeron acá, ¿como es posible que ahora nos obstinemos ridículamente en sostener un asunto que razonalmente no debe sostenerse? Se han expuesto aquí en esta tribuna razones que deben tomarse en consideración y yo lamento, señores diputados, y lo lamento sinceramente, no tener todos los conocimientos necesarios, no tener la brillantez del lenguaje que usan algunos compañeros de la Comisión para defender su tesis, quisiera superarles, precisamente, cada vez y cada ocasión que se trata de un asunto de interés del país, quiero sacrificar en todos los actos de mi vida el amor propio, personal, porque vale nada un individuo delante de una colectividad enorme que está precisamente
con sus ojos pendientes de nuestros actos. Vuelvo a repetir, si por desgracia nosotros no hemos podido hacer hasta la fecha nada que pueda llamarse completamente práctico, es necesario que nos fijemos en estos pequeños detalles que unidos todos significan alguna cosa. Por eso, en término de cuentas, voy a permitirme, hacer esta interpelación a la Comisión: ¿Desea la Comisión retirar su artículo y reformarlo en el sentido de que las tierras nuevas, las tierras que se hayan descansado por tres o más años, puedan ser contratadas cuando menos por dos años agrícolas, o que se deje acción a los contratantes para habiendo hecho su contrato por un año agrícola, puedan refrendarlo si así lo estima conveniente?
El C. Rocha, interrumpiendo: ¡Pero es potestativo!
- El C. Figueroa, continuando:...porque naturalmente no todos van a querer contratar tierras nuevas, pero si como hay mucha haciendas que no se han repartido sus tierras a los medieros por varios años, esas tierras, en mi concepto, han quedado en varias regiones del país en la misma condición que las tierras nuevas, y al ser contratadas deberían, en mi concepto, ser contratadas de la manera que prefiero a la Comisión: que se deje acción a los contratantes para que después de un año agrícola, si lo estiman conveniente, puedan refrendar su contrato, a fin de resarcirse de los gastos hechos, porque estoy seguro que en un año no pueden pagarse con el resultado de la cosecha los gastos hechos al cultivar la tierra.
El C. Siurob: Pido la palabra para una aclaración.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Siurob.
El C. Siurob: Señores diputados; La aclaración que yo quería hacer es ésta: el compañero Cepeda Medrano se ha referido a una conversación que teníamos con el señor diputado Velázquez. La conversación, el tema de la conversación, fue absolutamente exacto. Yo en el fondo, dije en lo particular, aunque pertenezco a la Comisión, que no era justo que un individuo que va a abrir una tierra nueva tuviera aquella tierra únicamente duránte un solo año agrícola. Nadie abrirá una tierra que no sea cultivada hasta ese tiempo, si no le dan cuando menos dos años agrícolas. En tal concepto, esto quiere decir que yo estoy de acuerdo con que aquí se haga una excepción. Dice al artículo:
"Los Ayuntamientos podrán estipular libremente las condiciones de la aparcería o del arrendamiento de tierras ociosas, a excepción del plazo que no excederá del año agrícola....
yo añado: que no excederá del año agrícola para las tierras ya abiertas; pero que podrá de dos años agrícolas para las tierras no abiertas. Yo expuse al compañero Cepeda Medrano y al compañero Velázquez que podría estar de acuerdo con esta modificación, y lo declaro sin ambages, porque nunca acostumbro casarme mis ideas, porque tratándose de asuntos agrarios, yo creo que debemos poner, el más grande de los ciudadanos para que todo sea perfectamente apegado al espíritu de esta propia ley. No tengo ningún reparo en decir a ustedes que ha haré cuanto esté de mi parte por que se modifique; esto demostrará que las Comisiones no se casan con sus ideas, sino únicamente y exclusivamente trata de apegarse al espíritu de la ley. El compañero Vadillo expuso aquí que esta manera de considerar las cosas se sale del espíritu de la ley y yo voy a demostrarle lo contrario. El espíritu de la ley es que no se queden las tierras ociosas; si no se dan estas facilidades a los que van a abrir tierras nuevas, aquellas tierras permanecerán ociosas indefinidamente; luego deben de darse esas facilidades para que la tierra no quede ociosa. no hay prueba más evidente. Esto va, como decía, en absoluto acuerdo con el espíritu de la ley, y en cuanto a las observaciones que hizo el compañero Figueroa, en ese punto sí estoy dispuesto a sostener a la Comisión, ya las he rebatido, porque son las mismas que hizo el compañero González; pero por lo que se refiere a ampliar el período de los años agrícolas en las tierras no abiertas, estoy perfectamente de acuerdo. También difiero del modo de sentir del compañero Neri en la parte que se refiere a que él entiende que el año agrícola comprende sólo una cosecha, y esto no es verdad, ni dentro de la ley ni fuera de esta ley; ni fuera de esta ley, porque el Código Civil dice qué cosa es un año agrícola; ni dentro de la ley, porque en el artículo 15 expone claramente que después de la cosecha, es decir, después de la última cosecha, porque en el año agrícola puede haber dos o más cosechas en las regiones donde se hagan varias cosechas, resulta que el espíritu de la ley es después de la última cosecha del año agrícola, porque de otra manera no costearía a un individuo, sobre todo si es de fuera de la Municipalidad, acarrear sus bueyes, sus útiles de labranza, sus aperos, ni podría costearle el trasladar a su familia a aquel lugar, puesto que tiene que vigilar la siembra, el cultivo, la cosecha y no podría costearle trasladarla por tres meses para levantar el producto de una cosecha. Debemos ser liberales: si esta ley es profundamente liberal, si ha nacido de un criterio absolutamente liberal, socialista, debemos abundar en ese criterio, no debemos ser raquíticos en la apreciación de manera de ver las cosas.
Invito al compañero Neri, que es de un recto juicio, a que convenga conmigo sobre el particular, y al compañero Vadillo a que de mutuo acuerdo los miembros de la Comisión, ya que nos han hecho observaciones correctas y dentro del espíritu de la ley, a que retiremos este artículo para modificarlo en la forma en que lo pide la Asamblea. (Aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra, en contra, el C. Cepeda Medrano.
El C. Cepeda Medrano: Señores diputados: Ahora con más entusiasmo que nunca debo dirigirme muy respetuosamente a ustedes para que tomen las razones que ha expresado el señor Siurob en consideración y modifiquemos, aun en contra de las ideas de la mayoría de la Comisión, este artículo, que viene a lesionar los intereses de los agricultores, engañándolos, engañándolos mezquinamente, o engañándolos abiertamente abusando de la completa ignorancia en que se encuentran esos pobres hombres, y diciéndoles que vamos a hacer su felicidad, cuando en realidad vamos a hacer su desgracia. Voy a demostrarlo: Nosotros sabemos por experiencia que el agricultor pobre que va a cultivar esas tierras, y que el agricultor pobre es el único que va a cultivarlas, porque todas las haciendas de la República
Mexicana son cultivadas por el agricultor pobre, el pobre indio, el pobre agricultor, el que no tiene qué comer, el que desgraciadamente se está muriendo de hambre, el pobre agricultor, con miles de sacrificios compromete su persona, compromete sus pequeños intereses, compromete hasta su misma vida, se sacrifica de mil modos, empeña todo lo que tiene, va a las tiendas de raya, va con los comerciantes avaros y menguados a recoger algunos cuantos mendrugos de pan para poder alimentar a sus hijos, y va a estar dedicando constantemente su tiempo al cultivo de las tierras para darnos los granos que vienen a servir de alimento primordial a la actual generación. Si nosotros, señores diputados, aceptamos este artículo en la forma que nos lo presenta la mayoría de la Comisión, indudablemente que nada, absolutamente nada, tendrá que agradecernos el pueblo. Por el contrario, deberá considerarnos si no como sus enemigos, no como sus benefactores; si no como los hombres que venimos a tenderles la mano, tampoco como los individuos que venimos a laborar aquí por sus necesidades. Nosotros consideramos aquí que esta ley se ha expedido por una necesidad imperiosa, por una necesidad pública, por la necesidad social de que se aprovechen todas las tierras de la Nación para el cultivo intensivo, si fuera posible, y para que pudiesen producir todos los granos que necesita nuestro pueblo para alimentarse y para poder vivir. Está plenamente demostrado que con la pequeña extensión de tierra que se cultiva anualmente, es imposible que se puedan abastecer las necesidades de la República, y esta es la causa principal por que la Nación Mexicana se ve obligada a pedir a los Estados Unidos maíz y otros artículos de primera necesidad, que podríamos cosechar aquí, levantar aquí en nuestro suelo, no solamente para alimentar a nuestro pueblo, sino para exportar a todo el mundo si fuese posible. Nuestro país es inmensamente rico: todo el mundo lo repite, y nuestro pueblo está en la más completa desgracia, nuestro pueblo esta en la más completa miseria, y nosotros, caiga el que cayere, pésele a quien le pesare, nosotros debemos laborar en bien de esos hombres pobres, en bien de ese pueblo que se muere de hambre. Ya basta, señores, de estar tolerando, de estar tolerando, de estar viendo aquí en nuestra República inmensamente rica, que nuestros hombres pobres se visten con harapos y se mueren de hambre. ¿Qué acaso no nos condolemos de los millares de víctimas que transitan por las calles, que los vemos con desprecio, que los vemos algunos con lástima, porque realmente hay no sólo la pobreza, hay no solo el vicio, hay allí otra causa más grave, más honda, la avaricia de los capitalistas que por todos los medios posibles quieren que nuestra raza desaparezca, si fuese posible, del planeta. Nosotros no podemos ver con buenos ojos después de haber transitado por algunas partes de la República, que nuestras pobres gentes, que nuestros pobres indios estén en las condiciones tristísimas en que se encuentran. ¿A qué hemos venido aquí, señores diputados? A laborar en bien de los demás necesitados; los capitalistas, los hombres ricos, los que tienen todas las comodidades, nada absolutamente necesitan de nosotros; nosotros principalmente debemos de fijarnos en el más débil, en el más necesitado. y allí que se, enderecen nuestro esfuerzos. Es cierto que esta ley vendrá a lesionar algunos intereses, pero también es cierto que esa lesión quedará pagada con los grandes beneficios que van a redundar a la República en lo general. ¿Qué acaso o nosotros se nos escapa que vamos a quitarle lo que le pertenece a un individuo que con títulos legales ha adquirido su propiedad? No puede escapársenos eso a nuestros ojos. Sabemos perfectamente que vamos a invadir una propiedad, que vamos a tomar aquella propiedad por causa de necesidad pública, porque así lo exigen las actuales circunstancias, porque primero es existir y después la manera de ver cómo se existe; pero si nosotros nos concretamos únicamente a respetar esa propiedad, entonces no demos esta ley.
El señor diputado Vadillo decía que él no quería, o que la Comisión había tomado en consideración todas estas razones; pero que no quería expresar aquí que fuese por dos o tres años, porque se lesionarían los intereses de algunos individuos. Estamos conformes y queremos que se lesionen esos intereses, ya que los capitalistas, los latifundistas, están lesionando los intereses de la comunidad en general. Señores diputados: si nosotros nos vamos a concretar a que nada más se cultive la parte de la tierra que pueda o que se ha cultivado en años anteriores, ¿qué vamos a hacer? ¿Vamos a cubrir, a satisfacer nuestras necesidades?
No, de ningún modo podremos satifacer nuestras necesidades, porque está plenamente demostrado que la pequeña extensión de tierra que se cultiva, no basta para alimentar al pueblo mexicano. En consecuencia, si no abrimos tierras nuevas, si no damos facilidades para que esas tierras no permanezcan ociosas, y que son inmensamente fértiles e inmensamente ricas, que se aprovechen por los hombres de buena intención, que tienen deseos de aprovecharlas; ¿cómo decimos que vamos a hacer beneficio al pueblo mexicano? ¿Cómo decimos que venimos aquí a beneficiar al más necesitado? ¿Cómo decimos aquí que venimos a dictar una ley para que se acabe la miseria y vengan los granos, las semillas, los cereales, a contribuir a la salvación de la situación económica? Yo no hallo cómo comprender las ideas de la H. Comisión en este artículo. Los miembros de la Comisión saben perfectamente bien que, cuando un agricultor tiene un pedazo de tierra, ya sea que no lo haya desmontado, ya sea que no lo haya desenraizado, o que no lo haya preparado para el cultivo, sabe usted lo que hace, señor Vadillo?
El C. Vadillo: ¿Qué?
El C. Cepeda Medrano: Solicitar entre los agricultores vecinos, entre los agricultores pobres, que vayan a laborarlo; solicitar de ellos que vayan a preparar los terrenos, que vayan a trabajarlos, y después se los dejan por cinco años, muertos. (Voces: ¡Sí es cierto!) Esas son las costumbres del agricultor, señor Vadillo. En esa forma se hace ¿Por que somos tan ruines, tan mezquinos, que no queremos darles tres años, que no queremos darle a ese agricultor facilidades para que, si es posible, se haga rico, pero que se haga feliz! ¿Qué, acaso el señor Vadillo y la H. Comisión no saben que mientras la riqueza se reparta entre la comunidad, mayor será la felicidad del pueblo mexicano? (Murmullos.) ¿Qué no sabe el señor Vadillo que
cuando la riqueza está en posesión de unos cuantos hombres, entonces la pobreza tiene que ser general? ¿Qué acaso la Comisión no sabe que aquí esta ley se ha dictado casi exclusivamente, a pesar de la idea del señor Vadillo, para beneficiar a los agricultores pobres y a la gente necesitada? ¿Qué beneficio vamos a hacer a los ricos con esta ley, si ellos no son agricultores ni serán nunca? -Y lo digo por experiencia propia-. Los capitalistas, los latifundistas, los ricos mexicanos no saben lo que es agricultura, y no saben lo que es agricultura, porque todas esas haciendas, todo ese capital que tienen en sus manos, lo han heredado; ellos no son sino los tipos "fifis," que pasean en la capital de la República. (Risas.)
¿Qué hace el agricultor mexicano, el hacendado, el capitalista? Abandonar sus haciendas y venirse a la capital de la República. ¿Qué hace el capitalista, el hacendado, el propietario de estas tierras? Decir: tengo diez y seis millones de hectáreas, tengo dos millones de kilómetros cuadrados de tierra; pero es para vivir holgadamente aquí, en la capital de la República. Si ustedes le preguntan cómo se produce el maíz, el trigo y todos los demás cereales, resulta que no podrá decir absolutamente nada, porque es un ignorante, un ignorante completo en agricultura, y eso se debe precisamente que esté en esta situación nuestra República. Si los hacendados, los capitalistas, los latifundistas mexicanos fuesen realmente agricultores, permanecerían en el campo observando el crecimiento de las plantas, observando la ciencia de la agricultura y poniendo en práctica todas sus enseñanzas; pero no sucede así, señores diputados; el agricultor mexicano que de una manera....
El C. Figueroa: Para una interpelación, si me lo permiten la Presidencia y el orador.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Figueroa: Señor compañero: La interpelación que quiero hacer a Su Señoría no es relativa al asunto que se está tratando. Quiero suplicar que, honradamente, se sirva perder menos tiempo en la discusión, en vista de que esta ley, como a usted mismo le consta, puesto que a usted interesa tanto como a mí y a todos nosotros que se apruebe, ha durado muchos días en discusión, por los casos que usted mismo sabe, y le suplico que pierda el menor tiempo posible.
El C. Cepeda Medrano . continuando: Tomo en consideración la idea del señor Figueroa, pero no estoy perdiendo el tiempo; mientras más tiempo tardemos en dar una ley amplia en beneficio de nuestro pueblo en general, será más grande en beneficio de la República.
Señores diputados: Volviendo otra vez al punto que estaba tratando, podría yo decir a ustedes que no debemos tomar en consideración las razones del señor Neri ni del señor Vadillo; que debemos tomar en consideración las razones del señor Siurob, expuestas aquí tan ampliamente, expuestas aquí por un hombre que está ligado íntimamente con los latifundistas de la República. El señor Siurob tiene en su familia grandes propietarios y, sin embargo, no es tan mezquino de traernos una ley tan raquítica, que vendrá a ser, ya lo dije antes, la desgracia de la agricultura mexicana. Venimos a decir al agricultor pobre: "Ven trabaja, esta ley que te damos, te beneficia, te vamos a hacer rico; al día siguiente de levantar esta cosecha, serás feliz;" y entonces aquel hombre, halagado por todas estas ideas, se va al campo, ilusionado, abre una tierra de labor, prepara aquel pedazo que le ha tocado en suerte, nivela su terreno, echa el agua y, después de algún tiempo, levanta su cosecha. Después de levantar su cosecha, cuando va a liquidar sus cuentas, a pagar todo lo que debe, entonces se encuentra con que es un esclavo de los individuos que desgraciadamente le facilitaron aquel dinero para cultivar aquellas tierras. Es imposible, señores, que en estas condiciones vengamos a hacer la felicidad de esos obreros. Es imposible que mañana, cuando se convenzan, vengan ellos a agradecernos y a decirnos: "bien hecho por la Cámara de Diputados, que ha expedido una ley tan liberal." No, de ningún modo podrán agradecernos estos hombres esta ley; de ningún modo podrán agradecernos los agricultores que les presentemos esta ley con más o menos bellas frases. Lo que quieren ellos es que les demos facilidades, es que hagamos lo mismo que muchos de los agricultores, que les dan, no por uno ni dos años, porque no vengo yo a pedir dos años, como el señor Siurob; yo vengo a pedir que tres o cinco años, cuando menos, el tiempo necesario para que estos hombres puedan hacer su felicidad, su fortuna, y, si es posible que sean ricos mañana, que sean ricos. Ya es necesario que se nos acabe ese egoísmo, o, es decir, que se les acabe a los capitalistas, que no quieren ver hombres adinerados, hombres ricos. Los capitalistas, los latifundistas, los propietarios de nuestro país son enemigos de todo aquel individuo que consigue más o menos dos o trescientos pesos.
Voy a demostrarlo también. Cuando un mediero, cuando un aparcero, cuando un arrendatario ha celebrado un contrato, ya de aparcería o de arrendamiento, con algún propietario y que al finalizar el año agrícola ha levantado una excelente cosecha, entonces el agricultor, el hacendado, el rico, el capitalista, pone todos los medios posibles para arrebatarle, por cuanto medios estén a su alcance, el dinero se ha podido conseguir aquel infeliz. ¿Para qué? Sencillamente para que este hombre no vaya a desquiciar, a alborotar, no vaya a levantar el sentimiento que está muerto en toda aquella agrupación, y muchísimos casos se han dado en que un agricultor rico, un hacendado haya mandado matar a un miserable hombre que ha levantado una pequeña cosecha, pero ha labrado con eso su felicidad. Eso lo sabemos, está en la conciencia de todos los señores diputados, todos los señores diputados que se encuentran presentes y que hayan sido agricultores, saben perfectamente la avaricia de esos hombres y que no escatiman los medios para aniquilar a aquellos infelices que han podido hacer su felicidad de un día para otro. Yo vengo a solicitar respetuosamente de la Comisión que considere nuevamente este asunto y vea que si los agricultores son expléndidos algunas veces para dar asas tierras muertas por cinco años, ¿por qué la Comisión es la mezquina que sólo quiere mantener aquí un solo año? Porque la Comisión, señores miembros de ella, permítanme ustedes, en mis frases no hay que pueda ofenderos, yo no quiero
ofenderos y si alguna ofensa existe en mis palabras, la retiro desde este momento, yo únicamente lo que deseo, señores de la Comisión, es que esta ley se dé. pero que sea beneficiosa, ampliamente beneficiosa para esos pobres; quisiera más todavía, señores diputados, quisiera, y vengo a sostenerlo aquí, que ese tanto por ciento de aparcería, de contrato, se deje en libertad y se les diga a todos los mexicanos bien intencionados: ¡Id a laborar la tierra, id a cooperar a la solidificación de la Patria, id a cooperar a la solidificación del gobierno, id a cooperar a la solidificación de la Revolución! (Aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión.
El C. Vadillo, de la Comisión: Señores diputados: Desde una de las sesiones anteriores levantó algunos rumores en la Asamblea la declaración echa por las Comisiones, de que esta ley no es la llamada a redimir a los irredentos, a los campesinos de nuestro país. Efectivamente no lo es, señores diputados. esta ley es, si queremos, relativamente conservadora acerca de la propiedad, la ley está fundada en un hecho: la necesidad nacional de la producción, y esta fundada en un principio legal: que el Gobierno está obligado a satisfacer esa necesidad por los medios que sea. Esta ley es una apelación de la República, en causa de necesidad grave, hacia sus hijos más aptos a quienes les dejará las tierras para que las cultiven. Los señores diputados no debieran perder de vista esto: que nosotros con esta ley apelamos a la aptitud para cultivar la tierra y no apelamos al indigente, ni al pobre, ni al incapacitado, para la subsistencia de las clases menesterosas en nuestro país. Yo repito constantemente esto, aun a peligro de que se tomen a mal mis palabras, con un fin altamente moral, que ningún ciudadano diputado se crea exonerado por la ley de tierras ociosas, de dar las tierras de fraccionamiento sí serán de la propiedad de la República, porque esas leyes de fraccionamiento si seran las radicales, sí serán las que tenemos obligación de dar, y no desearía yo que ningún ciudadano diputado fuese a su Distrito a decir que ha cumplido con su deber porque ha dado esta ley de tierras ociosas; esta ley es conservadora, esta ley es transitoria; esta ley está dictada por una necesidad del momento. Dentro de las clases campesinas, del rico al pobre, esta ley va a favorecer al rico; de entre dos pobres, va a favorecer al más apto. Si en una aldea hay dos campesinos pobres y uno se levanta más temprano, ese es más apto, y a ese protege la ley; si uno de ellos no tiene capital, pero lo improvisa con su trabajo, esta ley protege a ese que es más apto para el trabajo; si uno no puede consigue dos arados y el otro sí, ese que consigue dos arados es el que ha de utilizar esta ley de preferencia al que no. El argumento sentimental de imaginarse que en la República, como es cierto, existen nuestras clases indígenas, y en esas clases indígenas muchos de ellos indigentes, menesterosos, verdaderos esclavos de los demás, y que esta ley va inclinada preferentemente a ellos, es un error que yo me complazco constantemente en quitar de la mente de los señores diputados. El indígena que está sentado en una piedra del camino con los brazos caídos impotente para vivir, a ese tenemos que proteger con la Ley del Fraccionamiento de las Tierras, pero no con la Ley del Cultivo de las Tierras Ociosas. A ese paria por ahora no tenemos que tomarlo en cuenta, porque en estos momentos, en la República, es una necesidad nacional la que nos impone a ser austeros, a ser enérgicos, y a satisfacer esa necesidad nacional.
Uno de los jinetes del Apocalipsis de que nos habla Blasco Ibañez, galopa ya por los campos estériles de nuestra República, y el eco de sus pisadas se escucha en el corazón de todas las ciudades y no saben los pueblos angustiados qué comerán el año que entra y la Representación Nacional, en vista de esta gravedad de las circunstancias toma una decisión austera, enérgica, sensata, dando las tierras a los más aptos para cultivarlas. De manera que el señor Cepeda Medrano no tiene razón en increparnos en tono de epopeya desde esta tribuna, porque nosotros no vamos a proteger a esos indigentes, esos indigentes resultarán protegidos únicamente con la ley de fraccionamiento de tierras, y mientras no demos esa ley de fraccionamiento de tierras, es inútil que creamos que estamos cumpliendo con nuestro deber, porque esta ley, repito, es conservadora: la ley radical es la que se funda en este principio sí ultra avanzado: que el Gobierno de la República, ni de ningún país, no sirven para nada si no suplen con su acción oficial la importancia de algunas clases para subsistir y cuando nosotros, en obsequio de este principio, sí avanzando en las sociedades modernas, demos leyes que fraccionen los latifundios de la República, entonces si habremos redimido a los irredentos; por ahora entreguemos las tierras ociosas a los más aptos, a los capacitados para que satisfagan esta necesidad nacional. Por lo demás, señores diputados, el espíritu puramente lírico al discutir esta ley , es sumamente condenable; nosotros debemos ponernos en la vida real, vámonos refiriendo a las tierras nuevas, no hay mas que dos casos: un individuo abre tierras nuevas, ese va a hacer un cultivo en grande escala o en pequeña escala; si lo hace en grande escala, es porque tiene elementos suficientes, tiene bueyes, tiene instrumentos de labranza, tiene quizá maquinaria; pues entonces, señores diputados, él al tomar la tierra nueva habrá hecho un cálculo suficiente para que le dé un rendimiento capaz esa tierra nueva que abre, y si no le da un rendimiento capaz, no será él el que vaya a abrir esa tierra nueva. Supongamos que ahora se trata de un campesino que cultiva tres o cuatro hectáreas de tierra nueva; pues bien, este campesino no irá a abrir tierra de difícil preparación sino que abrirá las tierras nuevas de más fácil preparación, como las hay en la República, puesto que están a su elección y entonces no habrá ese conflicto de que no saque lo suficiente para satisfacer los gastos que hace en la preparación de las tierras. Por lo demás, señores diputados, es perder de vista absolutamente este hecho general: el campesino de nuestras haciendas, si ellos quieren, con esta ley son los árbitros aun de las tierras que no necesiten preparación: bastará que los peones de una hacienda se crucen de brazos el día que el capataz los llame a preparar las haciendas, para
después poder tener ellos, de acuerdo con los Ayuntamientos, las mismas tierras de la hacienda. ¿Quién puede negar este hecho, señores diputados? Si en la hacienda de Bella Vista, supongamos, los peones con esta ley en la mano, no se presentan a preparar las tierras de su propietario, podrán cultivarlas ellos en propiedad por el uso de esta tierra con el uso de esta ley, acercándose precisamente a los Ayuntamientos a solicitarlas ellos. Entonces este conflicto no se ve claro, no aparece, es una ley de selección de hombres aptos: no perdamos de vista esto. Segundo, no perdamos de vista que está a discreción de ellos escoger la tierra conforme a sus propios intereses; si fuésemos a sostener precisamente que habrían de abrir tierras nuevas haciendo gastos, entonces sí sería una injusticia que los sometiéramos a un año de cultivo...
El C. Figueroa, interrumpiendo: ¿Me permite el orador una interpelación?
El C. Vadillo, continuando: Por virtud de lo cual, señores diputados, creo haber desvanecido, en mi concepto, esta objeción de hecho que a primera vista parece enorme (voces: ¡No, no!) y que en realidad no existe, y en virtud de ello, la comisión todavía sostiene en los términos en que está escrito el artículo a debate; pero siempre con la salvedad de que estamos a discreción de mayores razones y, sobre todo, de la decisión de Vuestra Soberanía. (Aplausos.)
El C. Figueroa: Pido la palabra para interpelar a la Comisión.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Figueroa para una interpelación.
El C. Figueroa: (Voces: ¡Tribuna, tribuna! Sube a la tribuna.) Los compañeros que me obligan a venir a la tribuna... (voces: ¡No se oye!) tienen la culpa de que yo desee ser un poco más extenso en la interpelación que quería hacer a la Comisión. (Voces: ¡No se oye!) Tengo necesidad, señores compañeros...
El C. Presidente: (Campanilla.) La Presidencia se permite manifestar a Su Señoría que se le ha concedido la palabra para hacer una interpelación a la Comisión y acaba de manifestar que va a ser extenso. La Mesa suplica a Su Señoría se concrete a la interpelación para que ha pedido la palabra. (Murmullos.)
El C. Figueroa, continuando: Muy bien, señores compañeros: para no romper con el Reglamento, voy a concretarme a la interpelación que quiero hacer a los señores de la Comisión.
Dice el señor Vadillo, y este ha sido su argumento principal durante su peroración que nos acaba de hacer escuchar, que las tierras ociosas, tratándose principalmente de tierras nuevas, o tierras descansadas, tendrán que ser cultivadas por individuos capaces de cultivarlas, es decir, que tengan implementos de agricultura y dinero suficiente para emprender ese cultivo. Estoy conforme, señores diputados, conque en realidad uno de los fundamentos de esta ley es de que las tierras se cultiven, sea por quienes fueren, aunque no creo que alguno considere por esto que la ley es atrazada o conservadora, como el dice; pero manifiesto a la Comisión, precisamente, señores diputados, que si la Comisión tiene el deseo de que las tierras en el país sean cultivadas, está obligada a provocar el interés del contratante para que dichas tierras sean cultivadas. Grandes extensiones de tierras en la República han estado sin trabajarse durante mucho tiempo; el señor ingeniero Morales Hesse tiene un caso práctico, y por experiencia práctica se ha convencido de que es verdad lo que digo. Suplico al señor Morales Hesse se sirva contestar a esta súplica, pues necesito de que el señor Morales Hesse demuestre con lo que él prácticamente ha visto sobre el asunto de que estoy hablando, precisamente para apoyar mi interpelación a la Comisión.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Morales Hesse para contestar.
El C. Morales Hesse: Voy a hacer una ligera aclaración, que indudablemente viene a apoyar la tesis sostenida por los oradores en contra del artículo 9o. de esta ley. En el año próximo pasado agrícola conseguí del Gobernador del Estado de México, general Tejada, que de acuerdo con la Ley de 6 de enero de 1915 se les permitiera a los habitantes del Distrito de Texcoco cultivar las tierras. El caso concreto a que debo referirme es éste: los vecinos del Municipio de Chimalhuacán solicitaron tierras de la hacienda Pantitlán; estas tierras se habían quedado sin cultivo por un número determinado de años y por consiguiente esas tierras se encontraban enraizadas. Los campesinos a quien se les dieron aquellas tierras alegaron, y con justa razón, que ellos al abrir aquellas tierras no podrían sacar el producto de ellas en el primer año agrícola, pero que estaban dispuestos a abrir aquellas tierras con la seguridad de que en el segundo año producirían. Consecuente con esta verdad, el general Tejada, Gobernador y Comandante Militar en aquel entonces del Estado de México, convino en que debían dárseles a aquellos agricultores las tierras por tres años. Ya en estas condiciones los agricultores, el año agrícola pasado, comenzaron a abrir las tierras, que, entre paréntesis, son magníficas para las cosechas, pero que los hacendados, en su prurito de retener aquellas tierras y no dárselas a los campesinos, las habían dejado sin cultivo. Es el caso que en el presente año, después de haber preparado aquellas tierras, han dado un rendimiento magnífico y naturalmente han dado los gastos correspondientes que tuvieron que erogar aquellos campesinos el año próximo pasado, como dije anteriormente. Si, pues, aquí a las puertas del Distrito Federal tenemos tierras en una mayoría abrumadora, que están en las condiciones en que estaba la Hacienda de Pantitlán, es lógico asegurar que debemos ser un poco mas prácticos que debemos ir al fondo de la cuestión, y realmente que la comisión acepte que se puede indudablemente modificar este artículo en el sentido de que han expresado los oradores del contra, para intensificar, como ellos mismos lo han dicho, el cultivo de esas tierras, pues de lo contrario todas esas tierras que son perfectamente cultivables, si no en este año, en el próximo quedarán baldías, como han estado hasta el presente.
El C. Figueroa: agradezco al señor compañero la amabilidad que tuvo en contestar a mi interpelación, y, precisamente, señores diputados, como os consta que yo mismo he interpelado a uno de mis
compañeros a fin de que se sirviera ocupar el menos tiempo que le fuera posible en la exposición de sus ideas, yo tengo que ser consecuente con mi idea primitiva, y voy a necesitar solamente unos breves momentos para terminar. En fundamento de la tesis que estoy sosteniendo, señores diputados, viene también la experiencia que yo personalmente he tenido, no cultivando las tierras, pero si, algunas veces, antes de venir a esta Representación Nacional me encontraba yo en el Ejército y tuve oportunidad de recorrer algunos lugares de mi Estado, en donde hay algunas haciendas de gran extensión, las cuales me consta que por varios años han dejado de cultivarse sus tierras, es decir, no las han dado a sus medieros para el cultivo, y esas tierras están descansadas, se encuentran en condiciones de las tierras de que yo estoy hablando. También en el Distrito que yo represento hay muchas haciendas donde ha sucedido lo mismo, y el señor Ruiz también me ha hablado de otras. Yo no puedo traer en este momento, datos autorizados por números, porque tampoco creo que la Comisión, para rebatir estos argumentos, tiene datos de esa naturaleza... (Voces: ¡Todos los tienen!)
El compañero Sánchez dice que tiene todos los datos, perfectamente, felicito a la Comisión, y precisamente los datos que la Comisión tiene, vienen a favorecer la tesis sostenida por mí. Mi interpelación es esta: ¿No cree la Comisión que es inconsecuente con el principio que ha sostenido que las tierras necesitan ser laboradas, cuando dice que no es posible dar las facilidades que nosotros pedimos, si precisamente dando las facilidades que pedimos nosotros es la manera como los individuos que han de contratar estas tierras, tengan o no dinero, naturalmente que quienes tengan dinero son los que van a empeñarse por hacer esos contratos, no cree la Comisión que esos individuos capaces de cultivar la tierra, no van a tener ningún interés en ir a cultivar tierras nuevas o tierras descansadas por mucho tiempo, que ofrecen dificultades para su cultivo? Entonces, ¿en dónde está lo práctico de esta ley? Esa es la interpelación que yo hago a la Comisión. (Voces: ¡A votar, a votar!)
El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión.
El C. Neri, de la Comisión: Señores diputados: Una de las cosas más delicadas en una Asamblea es precisamente el orden en que deben seguirse los debates. Desgraciadamente hemos visto que en algunas ocasiones, por ejemplo, cuando se discutió la Ley de Secretarías de Estado, resultó que algunos miembros de la Comisión estaban en desacuerdo con otros, y así fue cómo perdimos algún tiempo discutiendo esa ley. Hay que fijarse en lo que se busca y hay que fijarse en lo que piden los oradores del contra. En este caso seguimos nosotros una regla general en el artículo 9o.: que se den las tierras por un año, en términos generales. ¿Qué piden los oradores del contra? Piden que se adicione para que sean dos, o tres o cuatro años.... (Voces: ¡No, no!) respecto de las tierras que se abran al cultivo. Esto es en esencia lo que piden los oradores del contra (Voces: ¡No!) De suerte que si nosotros nos fijamos en que estamos discutiendo un artículo en sus bases generales, no hay por qué pedir la palabra en contra si están de acuerdo los oradores en que sea un año para las tierras que se han labrado en otras épocas. Si quieren dos, tres, cuatro o cinco años para las que vayan a abrirse nuevamente al cultivo, será cuestión de una adición que se presente y que la Comisión con todo gusto estudiará y someterá a la consideración de Vuestra Soberanía. No hay que tachar a la Comisión de raquitismo, como decía el señor diputado Cepeda Medrano. Precisamente la mayoría de ellos son los que hemos formulado este proyecto. Nosotros quisiéramos algo más radical; pero es el caso, como ha dicho muy bien el señor diputado Vadillo, que el radicalismo debe existir en la verdadera reglamentación del artículo 27, en la repartición de tierras. De suerte que si nosotros hemos presentado este proyecto, si nosotros lo hemos dictaminado, ¿por qué se va a tachar a la Comisión de falta de radicalismo? Hay que ponerse en el verdadero punto de vista, bajo el punto de vista que es sencillamente el de evitar que el hambre siga cundiendo entre nosotros y el de evitar el hambre que viene en el porvenir. (Voces: ¡Para una aclaración! ¡Para una aclaración! Campanilla.)
El C. Manrique: Para una aclaración.
El C. González Jesús M.: Yo pido la palabra para hechos, señor Presidente.
El C. Secretario Aranda: Habiendo ya hablado los seis oradores que marca el Reglamento, se consulta a la Asamblea si considera el artículo suficientemente discutido.
El C. González Jesús M.: Yo suplico a la Asamblea me permita hacer uso de la palabra. (Voces: ¡(o, no, no!)
El C. Secretario Aranda: Los que estén por la afirmativa se sirvan poner de pie. Suficientemente discutido
El C. Secretario Alonzo Romero: Se procede a la votación nominal.
(comienza la votación.)
El C. secretario Alonzo Romero: La Mesa suplica a al Asamblea se sirva guardar orden y que tenga la bondad de observar un poco más de compostura, porque la conversación que sostienen los señores diputados apaga la voz de la Secretaría. (Risas y aplausos.)
(Continúa la votación.)
El C. Prosecretario Muñóz: Se suplica a los señores diputados que guarden silencio, porque no se puede oír la votación.
(Continúa la votación.)
El C. Prosecretario Muñóz: Votaron negativamente los CC. Aguirre Crisóforo, Aguirre Efrén, Aguirre Escobar, Andrade, Araujo, Arellano, Arlanzón, Arreola, Avendaño, Barragán Martín, Bello, Benítez, Betancourt, Bravo Izquierdo, Cancino Gómez, Cano, Carrascosa, Carrillo Eduardo S., Cepeda Medrano, Céspedes, Córdoba, Córdova, Cravioto, Cristiani, Cruz, Dávalos Ornelas, Domínguez, Dyer, Esquivel, Fentanes, Fernández Martínez, Figueroa, Gámez Ramón, García de Alba, García Eliseo, Gómez S. Emiliano, González Galindo, González Ibarra, González Jesús M., González Justo, Guajardo, Guerrero, Gutiérrez Orantes, Hernández Jerónimo, Hernández Maldonado, Higareda, Lailson Banuet, Lizalde, López Ignacio, López Lira, López Celis, Manjarrez, Manrique, Mariel, Márquez Josafat, Márquez Rafael, Martínez Joaquín,
Mendoza, Meneses, Mercado, Moctezuma, Montiel, Morales Hesse, Molina, Narro, Navarrete, Olivé, Ordorica, Ortiz, Porchas, Padrés, Pardo, Paredes Colín, Parra, Pedroza. Peralta, Pesqueira, Pineda, Ramírez G. Benito, Ramírez Genaro, Rebolledo, Ríos Landeros, Robles Domínguez, Rocha, Rojas Dugelay, Roman, Ruiz Alberto, Ruiz Estrada, Ruiz José P., Ruiz Juan A., Saucedo J. Concepción, Silva Herrera Siurob, Soto, Téllez Escudero, Torre Jesús de la, Torre José D., Valle, Vega Sánchez, Velásquez, Ventura, Villarreal Jesús J. y Zavala.
Total: 104 votos.
El C. Secretario Alonzo Romero: Votaron afirmativamente los CC. Aguirre Colorado, Alonzo Romero, Alvarez del Castillo, Ancona Albertos, Aranda, Castañeda, Castillo del, Curiel, Esparza, García Salvador Gonzalo, Gómez Mauricio, Ibarra, Izquierdo, Lechuga Val, Leyzaola, Magallón, Manzanilla Tejero, Martínez de Escobar, Muñoz, Nerí, Pereyra Carbonell, Pérez Gasga, Prieto, Pruneda, Ramírez Pedro, Rivas, Rojas Rafael, Sánchez José M., Sánchez Pontón, Sucedo Salvador, Segovia, Sepúlveda, Suárez, Torres Berdón Uruñuela y Vadillo.
Total: 36 votos.
El C. Blancarte: Pido la palabra. Reclamo mi voto. Voté por la afirmativa.
El C. Prosecretario Muñoz: Está ya anotado su voto.
El C. Torres Berdón: Señor Secretario, yo voté por la afirmativa.
El C. Secretario Alonzo Romero: Total: 37 votos por la afirmativa. Ha sido desechado el artículo por 104 votos de la negativa, contra 37 de la afirmativa (Aplausos.) Vuelve a la Comisión para que lo reforme conforme a la discusión.
El C. Secretario Aranda: Orden del día 28 de noviembre, a las 4 p.m.:
"Discusión de adiciones a la Ley Orgánica de Secretarías de Estado.
"Discusión de adiciones a la Ley de Ingresos."
El C. Presidente, a las 12.08 p.m.: Se levanta la sesión.
(Asistencia de 125 ciudadanos diputados.)
El C. Presidente, a las 4.20 p.m.: Se reanuda la sesión.
El C. Secretario Portes Gil: "Secretaría de Estado. - Negocios del Interior.- México. - Sección Primera. - Número 3382.
"Se ha recibido en esta Secretaría el atento oficio de esa ' H.Cámara, número 23, girado por la Mesa Quinta, transcribiendo el memorial que a la misma elevó el C. Pedro Monroy.
"Reitero a ustedes las seguridades de mi atenta y distinguida consideración.
"Constitución y Reformas. - México, noviembre 27 de 1917. - P. O. del Subsecretario de Estado, E. Del D. del Interior, el Oficial Mayor, P. Machorro Narvaéz. - A los ciudadanos Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presente." - A sus antecedentes.
"Este Comité en sesión de 26 del corriente acordó se dirigiera a usted el presente oficio para que lo ponga en conocimiento de la Cámara, como nos es honroso hacerlo, para manifestarle que el Grupo Independiente del 9o. distrito electoral ha sido penosamente impresionado con los acontecimientos desarrollados en las Municipalidades de que se compone este 9o. distrito electoral que en usted ha depositado su confianza y de quien ha estado esperando la realización de sus alhagadoras promesas.
"De toda la sociedad son bien conocidos los atropellos de que ha sido objeto el "Grupo Independiente" en las Municipalidades que consituyen este 9o. distrito electoral y hasta la H. Cámara de Diputados ha llegado o por lo menos debe haber llegado nuestro clamor, supuesto que en manos de usted confiamos nuestro oficio anterior y del resultado del cual no hemos recibido noticia oficial.
"La prensa se ha ocupado ya de estos atropellos y el cometido últimamente en Tacuba y del cual informó ayer la prensa, es aterrador, sin que las autoridades, almenos de manera visible hayan puesto remedio, sino que por el contrario se suceden con más frecuencia.
"El denunciado por este Comité ante el C. Gobernador y del cual dimos a usted cuenta rogándole lo apoyaran en la H. Cámara de diputados y que fue cometido por el Presidente Municipal de Guadalupe Hidalgo, ha quedado impune, pues se nos contestó por el Gobierno del distrito que tendríamos las garantías que las leyes nos otorgan; pero el Presidente Municipal de Guadalupe Hidalgo continúa en su puesto impartiendo su apoyo moral y material al Grupo apoyado por el ex - Presidente Municipal, violando la Ley, y no obstante todo esto, el diputado de nuestro Distrito en quien tenemos cifradas nuestras esperanzas, no ha levantado su potente voz de protesta ante la H. Cámara de Diputados exigiendo el cumplimiento de las promesas de la Revolución. Estas consideraciones, repetimos, han dejado penosamente impresionado a este Comité, y por lo tanto, teniendo en consideración la gravedad de los últimos acontecimientos; pero de realizarse tales imposiciones haría negatorios los propósitos de la Revolución e infructuosos tantos sacrificios y tanta sangre derramada en los campos de batalla; teniendo en cuenta que usted está animando de idénticos sentimientos de amos a nuestra querida Patria, y más aún, que tiene empeñado a esté comité, sagrado compromiso de velar por el mejoramiento moral y material de este Distrito, por todas estas consideraciones dirigimos a usted en tan apremiantes momentos nuestro último grito de ¡alerta!, exhortándolo a coadyuvar con nosotros en este momento de prueba, en el que se decidirá para siempre el porvenir de este Distrito; se entregará al caos y a la ruina moral y material este pueblo o se abrirá paso en la senda del progreso y del mejoramiento colectivo dentro de una democracia bien orientada.
"Es, pues, el instante en que usted puede colocar la primera piedra del monumento que la gratitud de este pueblo le consagrará para siempre en su corazón; es el instante en que demostrando su independencia, glorificará los ideales de la Revolución,
consolidará al Gobierno que de ella emana y contribuirá eficazmente a la reconstrucción de la Patria.
"Este comité le hace presente que está en el puesto que usted lo colocó desde su fundación; que permanece imperturbable, inconmovible y siempre fijo en la realización y establecimiento de una democracia bien entendida, independiente y siempre orientada por el engrandecimiento económico, moral y material del pueblo, y que dentro de esos principios espera de usted su eficaz ayuda.
"Esta oportunidad nos proporciona, una vez más, la satisfacción de reiterarle las seguridades de nuestra distinguida consideración, particular aprecio y muy alta estimación.
"Guadalupe Hidalgo, noviembre 27 de 1917. - El Presidente, S. Sierra. - El Secretario, F. I. Velásquez. - Al ciudadano diputado Mauricio Gómez. - México."- Transcríbase al Ejecutivo.
"Gran Partido Independiente Obrero. - Salón de Juntas. - 3a. de la Academia 29. - México, D.F.
"A la H. Cámara de Diputados:
"El Gran Partido Independiente Obrero," debidamente registrado ante las autoridades respectivas y constituído por agrupaciones obreras: "Centro Electoral de Chauffeurs y Mecánicos," "Comité Electoral de conductores de Carruajes de Alquiler," "Circulo Popular Obrero," "Liga Social Obrera," "Comité Popular Obrero," "Gremio de Introductores y Detallistas de Pulque," "Unión de Carboneros," "Unión Cívica de Obreros de Molinos de Trigo y Similares," "Hijos del Trabajo," "Partido Socialista Obrero," "Club Mártires de la Revolución," "Obreros y Empleados de Tranvías" y "Obreros Libres de la Carolina," tiene el honor de dirigirse a esa H. Representación Nacional con el debido respeto y de la manera más atenta exponiendo.
"Que en vista de los acontecimientos que han tenido lugar en estos últimos días con motivo de la propaganda de los partidos políticos para las próximas elecciones de Ayuntamiento que se verificaran el día dos del entrante mes, ocurrimos a la Representación Nacional con el objeto de que dando cumplimiento al precepto constitucional de que el Municipio sea libre, a la vez tome un participio activo en la libertad del sufragio, toda vez que en la convocatoria respectiva publicada últimamente por el Gobierno del Distrito está dando oportunidad para la reelección e imposición de candidatos que quieren elegirse contra la opinión pública y el libre sufragio de los ciudadanos.
"Con la convocatoria de referencia se deja ver muy claramente que el Gobierno del Distrito no quiere poner su hegemonía en el engranaje político que antes tenía y aún conserva hasta el día último de diciembre con el objeto de que el Municipio no sea libre ni tenga la soberanía que la misma Carta Magna le otorga.
"Por lo anteriormente expuesto, a esa H. Cámara pedimos que, con la urgencia que el caso requiere, tome alguna determinación en uso de las facultades de que se haya investida, para que en las elecciones que el día dos se verificarán, se otorguen toda clase de garantías a los ciudadanos para la libre emisión de su voto, para que el sufragio efectivo sea una verdad y un hecho práctico, de acuerdo con los sagrados principios de la Revolución triunfante y de los que ha otorgado al ciudadano la constitución Política de 1917, y que al tomar la Representación Nacional tal resolución, habrá cumplido con su deber y realizado los ideales de todos los que lucharon por las libertades del pueblo.
Es justicia que con lo necesario protestamos.
"México, 26 de noviembre de 1917.- El Secretario, Antonio de P. Escárcega."- Transcríbase al Ejecutivo.
"Secretario de Estado y del Despacho de Guerra y Marina. - Departamento de Estado Mayor. - Sección cuarta. - Mesa segunda. - Número 16217.
"Para lo que a bien tenga resolver esa H. Cámara de Diputados, adjunto remito a ustedes, en cuatro hojas útiles, los documentos que acreditan a la señora Isabel Salido de Sobarzo, como esposa del ciudadano general brigadier J. Manuel Sobarzo, muerto en campaña y cuya viuda solicita pensión por los servicios prestados a la Patria, por su finado esposo.
"Reitero a ustedes las seguridades de mi atenta y distinguida consideración.
"Constitución y Reformas. - México, noviembre 10 de 1917. - El general subsecretario E. Del D. J. A. Castro. - A los CC. Secretarios de la Cámara de Diputados. - Presente." - A la Comisión de Guerra en turno.
El Ayuntamiento de Tenosique, de Pino Suárez, Tabasco, envía un memorial en el que secunda la petición del Gobierno del Estado y del Ayuntamiento de la Municipalidad del Centro, para que se continúen las obras de la Barra de Frontera. - Recibo y agréguese a sus antecedentes.
"Telegrama de Matamoros, 25 se noviembre de 1917.
"Señores Secretarios del H. Congreso de la Unión.
"Ciudadanos integran "Club Liberal Matamorense" atendiendo disposiciones capítulo IV, Constitución General vigente, artículo 35, fracción I y II y artículo 11 Ley Orgánica vigente Estado, que a la letra dice: "No tiene derecho a votar, inciso V. los defraudadores de cualquier fondo público y encontrándose este caso candidato Presidente Municipal C. Conrado Gutiérrez sostiene "Club Marinero," quien tiene pendiente aduana ésta, fianza exigiósele por lesiones sufridas Fisco, respetuosamente pedimos esa H. Cámara hágase efectivo dispuesto Constitución y Ley relativa evitar sea mito sufragio y derecho público. - El Presidente Club. - R. Carpio. - Secretario. - Crecencio López.- Nota: Con timbre de ley." - A la Comisión de Peticiones.
El C. Licenciado José Guerra Alvarado, envía de Querétaro un memorial en el que pide que esta H.
Cámara resuelva una consulta sobre la Ley de Pagos expedida por la Primera Jefatura. - A la Comisión de Peticiones.
El C. Marcos López Romero, pide pensión por haber prestado sus servicios a la Nación en el ramo de aduanas, por más de cuarenta años. - A la Comisión de Pensiones.
La señorita Concepción Baz, por conducto de su apoderado C. Miguel Martínez, pide pensión por los servicios prestados a la Patria por su finado padre, el general de brigada Juan José Baz. - A la Comisión de Peticiones.
La señora Elvira Bernal envía un memorial reiterando la solicitud de pensión que tiene hecha como viudad del teniente coronel Ismael Estrada. - Agréguese a sus antecedentes.
La señora Catarina Jiménez viuda de Blanco, eleva un memorial en el que pide se tramite cuanto antes la solicitud de pensión que como madre del general brigadier Bonifacio Blanco y como esposa del general de brigada Julián Blanco, presentó a esta H. Cámara. - Agréguese a su expediente.
La señora Luisa Rosas viudad de Ruiz Erdozain pide pensión por haber muerto en campaña su hijo José Antonio Ruiz Erdozain. - A la Comisión de Peticiones.
La señora Manuela C. viudad de Pino, pide pensión por los servicios prestados a la causa constitucionalista por su hijo Carlos Pino Cruz, asesinado por la ursupación huertiana. - A la Comisión de Peticiones.
"México, 28 de noviembre de 1917.
"La Junta de Constituyentes formada para conmemorar el primer aniversario de la instalación del Congreso de Querétaro, se hace el alto honor de invitar a la muy H. Cámara de diputados a la velada que se verificará el día primero del próximo mes de diciembre y al banquete que tendrá lugar en la propia fecha, y por tanto, de la manera más respetuosa suplica a usted se sirva, si a bien lo tiene, designar una comisión que represente a esa H. Cámara Popular.
"Protesto a usted mis respetos. - El Presidente de la Junta. - López Lira. - Al C. Presidente de la Cámara de Diputados. - Presente." - De enterado y se nombra la Comisión.
La Presidencia nombra en comisión a los CC. Treviño, Hay, Rueda Magro, Vadillo, Rebolledo y Secretario Portes Gil, para concurrir al acto.
- El mismo C. Secretario: "Señor:
"Los que subscribimos, teniendo en cuenta lo perentorio del tiempo para concluir el período constitucional de sesiones ordinarias de este Congreso y que son verdaderamente numerosos los asuntos que tiene que resolver, tanto los que ya existen en cartera como los que inevitablemente se presentarán, dada la situación que ya es frecuente el que no puedan verificarse las votaciones por falta de quórum, o tiene que suspenderse las sesiones por la misma razón, dándose con frecuencia el caso de que muchos señores diputados tan sólo vienen a pasar lista para separarse después con objeto de atender ocupaciones de orden personal, y aún en el caso de haber quórum, éste se forma por un número que fluctúa entre ciento veinticinco y ciento treinta y cinco representantes, recibiendo actualmente sus dietas doscientos treinta y tres ciudadanos diputados, proponemos se apruebe, con dispensa de trámites y con carácter económico, la siguiente proposición:
"Única: Excítese a la Mesa a que cumpla estrictamente con lo prescripto en el artículo 64 constitucional y lo relativo a los artículos 47 y la primera parte del 49, del Reglamento.
"Salón de sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso General. - México, 28 de noviembre de 1917. - Alberto Román. - López Lira."
El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadana diputado Román, para fundar su proposición.
El C. Román: Señores diputados: Como se habrá comprendido por la lectura de este documento, no intentamos poner una obligación, ésta existe; tampoco una nueva sanción, puesto que ésta está fijada por la ley; pero la circunstancia especial de encontrarnos ya al fin del período de sesiones ordinarias de este Congreso y teniendo en cuenta el cúmulo de asuntos que tenemos que resolver, y que indudablemente muchos se presentarán, porque las circunstancias especiales, el momento histórico, por decirlo así, el haber sido electo o formado este Congreso inmediatamente después del Constituyente, y que tiene como misión, decía yo, este Congreso, reglamentar las reformas a la Constitución, reformas que han sido muchas de ellas la reivindicación por la que se ha producido la Revolución; la trascendencia de este Congreso, decía yo, es verdaderamente grande y las circunstancias han puesto sobre nosotros una gran responsabilidad. Dos condiciones, en mi concepto, son de exigirse, y la historia será bastante severa con nosotros; decía yo, dos condiciones son de exigirse al Congreso constitucional presente: una, el que trabaje como ha trabajado hasta aquí, con bastante ahínco, con bastante empeño, poniendo todo su celo, toda su energía y todo su empeño para cumplir su deber. La otra condición es la condición que, afortunadamente, para satisfacción de esta Cámara y satisfacción de todos nosotros, la ha tenido y es la independencia. Pero si es exacto que hay un número bastante grande de ciudadanos diputados que con toda abnegación, con todo tesón cumplen con su deber, otros, no creo yo que por falta de patriotismo, no creo que por falta de honradez, pero sencillamente por pereza, es lo cierto que los ve uno como una visita excepcional.
(Voces: ¡Nombres!) Esto está en la conciencia de todos ustedes; cuando los artículos relativos de la Constitución, unos por una parte prohibieron de una manera expresa que todo representante, tanto diputado como senador, tuviera ningún otro empleo, ni de la Federación ni de los distintos Estados de la República, fue precisamente con el objeto de asegurar la independencia del Poder Legislativo; pero también se juzgó indispensable establecer una sanción, a fin de que cada uno de estos representantes cumpliera con su deber. A este propósito ustedes habrán visto toda la polvareda, toda la preocupación de la prensa que se ha despertado con motivo, no de una proposición que se haya hecho en esta Asamblea, sino sólo del pensamiento de que se aumentaran las dietas; pero es curioso que toda esa encuesta, todas esas investigaciones que se han hecho, todo eso que se ha subrayado, no se hace a propósito del Poder Ejecutivo, de quien ya se ha dicho y a nosotros nos consta en el proyecto de egresos que se ha mandado a esta Cámara, se aumentan los haberes de cada uno de sus empleados. Indudablemente nadie podrá afirmar que esto tiene por objeto especular; esto depende de condiciones muy especiales. Hago notar esto, simplemente, porque para la Asamblea no tiene esto, para su honor, para el buen juicio que forme la historia de ella, no tiene ninguna importancia el echo de que se aumentarán las dietas; lo que tiene mucha importancia es que trabajemos a conciencia u con el mayor patriotismo posible; lo que tiene verdadera importancia es que no faltemos a las sesiones y que nunca se suspenda el trabajo por falta de quórum.
Por esta circunstancia y teniendo en consideración las razones que antes he dado, pido respetuosamente, a todos los miembros de esta H. Asamblea se sirvan dispensar los trámites a esta proposición, a efecto de que sea discutida inmediatamente para que, como nos atrevemos a esperar los firmantes de ella, indudablemente que será aprobada, porque no será otra la significación que el deseo que todos nosotros tenemos de cumplir con nuestros deber. (Aplausos.)
El C. Secretario Portes Gil: Se pregunta a la Asamblea si considera este asunto de obvia resolución. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Sí se considera. Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? (Voces: ¡Que se lea, que se lea!) En votación económica se pregunta si se aprueba (Voces: ¡Que se lea, que se lea) Dejen ustedes acabar a la secretaria, señores. Se pregunta si se aprueba la proposición que dice: (Volvió a leer la proposición.)
Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Aprobado.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Rueda Magro, para una rectificación.
El C. Rueda Magro: Señores diputados: El día de ayer, con motivo de la discusión del artículo 28 de la Ley del Ministerio Público, los señores licenciados Velásquez y Mariel, hicieron una alusión a las Comisiones de Justicia, respecto de que, con el objeto de que el artículo relativo de la Ley del Ministerio Público pasara sin discusión, los habíamos distraído en la plataforma de esta Asamblea, a efecto de que se votara el artículo sin que hubiera ninguna objeción de parte de dichos señores. Desde luego manifesté ayer que esto no obedecería a mala fe de los compañeros, sino sencillamente a falta de memoria. Ayer, por la violencia y por no perder la oportunidad de hacer la rectificación antes de la votación, porque de no haber rectificado esto se hubiera tenido a las Comisiones, se les hubiera dado un lugar que no merecen, no pude traer los documentos que comprueban la absoluta buena fe la inocencia de las comisiones en el cargo que se les hizo. Toda la asamblea es testigo de que en toda clase de discusiones nunca las Comisiones de Justicia han rehuído entrar al combate, que hemos tenido largas discusiones con el Licenciado Cabrera, con el Licenciado Velázquez y con el ciudadano Ministro del interior, con objeto de sacar avante lo que nosotros hemos creído que esta dentro del orden y la justicia. Ahora me permito poner a la consideración de ustedes las actas correspondientes a los días de las sesiones en que se celebraron las discusiones sobre la Ley del Ministerio Público Federal, que son las que prueban de una manera absoluta y contundente la inocencia de la Comisión respecto del cargo que se le lanza. En efecto, en la sesión del viernes 26 de octubre del año en curso, se puso a discusión en lo general la Ley del Ministerio Publico Federal y se aprobó a continuación el título preliminar que no abarca el artículo 23 de la Ley del Ministerio Público Federal y que tiene materias semejantes a la del artículo 28 que se trató ayer. Todo este capítulo, con excepción de los artículos 5o. y 5o. bis separados por el licenciado Méndez, fueron aprobados. Se puso a continuación a discusión el capítulo 1o. , en donde está comprendido el artículo 1o. 23 y solamente fueron separados los artículos 10, 12 y fracción XIII del 16; no se separó el artículo 23, que es el que debía haber dado origen a la discusión, si el señor licenciado Velásquez se hubiera fijado en la materia de dicho artículo. Se levantó la sesión el día 26 por falta de quórum, y precisamente se notó esa falta de quórum cuando se votó todo el título I, con excepción de los artículos 10, 12 y fracción XIII del 16, y al principio de la sesión del 7 del corriente, se votó todo el título I, en donde estaba el artículo 23, y tengo aquí, señores, a la mano, las listas de votación y el señor licenciado Velásquez votó por la afirmativa. Estos documentos están aquí a la vista de todos ustedes. Lo que provocó la discusión entre el licenciado Velásquez y algunos miembros de la Comisión, en unión del diputado Mariel, fue el deseo del licenciado Mariel de que se considerara un artículo en que en lugar de que el Procurador de Justicia calificase las excusas de los Agentes del Ministerio Público, lo hiciesen los Tribunales de Justicia; eso era lo que estábamos discutiendo cuando se presentó el licenciado Velásquez, diciendo que se había votado ya un artículo que era una verdadera aberración jurídica; esto lo oyó, además del licenciado Mariel, el licenciado Pérez Gasga y el compañero Blancarte, el señor diputado Garibay, que estuvieron presentes, él me recordó después de que había yo hecho la rectificación el día de ayer, lo que había sucedido. Estos son los hechos que quería yo rectificar, para que no quede ni la más ligera duda de que las Comisiones de Justicia por esta vez han procedido de mala fe.
El C. Secretario Aranda: "Comisiones 2a. de Puntos Constitucionales, de Estado Departamento Interior, y la de Instrucción Pública.
"Señor:
"Las Comisiones, 2a. de Puntos Constitucionales, de Estado, Departamento Interior, y la. de Instrucción Pública, recibieron para su estudio y dictamen las adiciones y modificaciones propuestas por varios ciudadanos diputados, al proyecto de Ley Orgánica de las Secretarías de Estado, que se aprobó en definitiva en sesiones anteriores.
"No aceptamos modificar el ordenamiento de las Secretarías que se aprobó en el artículo 1o. de la referida ley, para dar preferencia a la Secretaría de Relaciones Exteriores sobre la de Gobernación, como pretenden los ciudadanos diputados Froylán Manjarrez y Efrén Rebolledo, porque ya no existe la Jefatura de Gabinete, ni tiene razón de ser ese ordenamiento que no obedecía a otro objeto que al de establecer la manera cómo las Secretarías de Estado, a falta de vicepresidente de la República, substituían al Presidente por ministerio de la ley, en sus faltas accidentales. Ahora con el nuevo sistema introducido por la constitución vigente, es la Representación Nacional, en todo caso, la que por falta del Primer Mandatario de la Nación hace la designación que corresponde.
"En virtud de las razones antes expuestas, era la Secretaría de Relaciones la llamada preferentemente a substituir al Presidente de la República por ser el Secretario del ramo más conocido en el exterior.
"Dándose en la actualidad mayor importancia a los asuntos interiores sobre los exteriores, es justificado el orden que el artículo 1o. ha dado a dichas Secretarías y, por lo mismo estimamos que así debe subsistir."
"Los Ferrocarriles Nacionales se encuentran en la actividad controlados por el Gobierno Federal, de conformidad con el artículo 145, fracción X, de la Ley de Ferrocarriles, de 29 de abril de 1899, en virtud del requerimiento hecho por la autoridad federal a dichos ferrocarriles sobre su personal y material de explotación, para disponer de ellos de la manera que ha estimado conveniente.
"Pero teniendo en cuenta que dichos Ferrocarriles pertenecen a una Sociedad Mercantil perfectamente organizada, en la cual el Gobierno General tiene la mayoría de las acciones, el Gobierno, mediante el buen uso de su mayoría de acciones, en las Asambleas Generales de Accionistas, puede controlar el Consejo Directivo, el Consultivo y la Dirección de los Ferrocarriles, colocando a personas que le presten toda clase de garantías, tanto por sus antecedentes personales, como por sus antecedentes políticos.
"Como este control lo ha ejercido, lo sigue ejerciendo y lo debe ejercer el Gobierno Federal, es absolutamente innecesario consignar la adición que propone el ciudadano diputado Juan Tirso Reynoso, al artículo relativo a la Secretaría de Hacienda, para que ésta intervenga en el manejo de los fondos de los Ferrocarriles dichos.
"Siendo nuestro sistema de Gobierno el de una República democrática, representativa y federal, los Poderes de la Unión sólo tienen ingerencia en aquellos asuntos que de manera expresa y clara enumera la Constitución Política en vigor, pues en lo no enumerado deben intervenir los Gobiernos de los Estados.
"Por tal motivo, lo que proponen los CC. Manjarrez, Zavala y Figueroa, respecto a la creación de un Departamento de "Inspección de Subsistencias," dependiente de la Secretaría de Industrial y Comercio, que tuvieron jurisdicción sale sobre todo el territorio de la República, es inaceptable, porque con ello se invadiría la esfera de acción de los Estados. Consignar ese Departamento como dependencia de una Secretaría de Estado, con jurisdicción sólo sobre el Distrito Federal y Territorios, también sería ilegal, que están Entidades tienen sus correspondientes Gobiernos y a ellos corresponde la creación de Departamentos semejantes.
"De la modificación propuesta por el ciudadano diputado López Lira, aceptan las Comisiones solamente la nueva designación que se propone para el Instituto que se conoce con el nombre de Escuela Odontológica, substituída esa denominación por la de Escuela de Estomatología, porque esta denominación, por su etimología, abarca mejor todos los estudios que se hacen en dicha Escuela.
"Las mismas Comisiones hacen suya la modificación propuesta por el ciudadano diputado Andrés Ortiz, que en el ordenamiento lógico de los asuntos de la competencia de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas y en que se agregue, entre los ramos de dicha Secretaría: "Jurisdicción sobre el sistema hidrográfico del Valle de México," ramo que ya existe; pero que no se consideró, ni en el proyecto del Ejecutivo, ni en el formado en las dos Cámaras colegisladoras.
"Las Comisiones consideran que la mayor pureza en el manejo de los fondos públicos, se conseguirá cuando la Contaduría Mayor de Hacienda, dependiente de esta Cámara de Diputados, vigile el cumplimiento de los presupuestos por parte del Ejecutivo, ampliando sus función de vigilancia a la ejecución de dichos presupuestos en el momento en que éstos se estén cumpliendo, y concediéndosele la facultad de inspeccionar, en todo tiempo, las funciones de la Tesorería General de la Nación, del Departamento de Contabilidad y Glosa y sobre cualquiera Secretaría de Estado, en lo relativo al cumplimiento de los Presupuestos de Ingresos y de Egresos, para las observaciones que se hicieren, pueden llegar a la Cámara de Diputados en tiempo oportuno, que permita poner el remedio inmediatamente.
"Esto no obstante, se considera como beneficioso el separar lo que hoy se llama "Departamento de Contabilidad y Glosa," de la Secretaría de Hacienda, a la que hoy pertenece, para que ese Departamento se encargue de revisar y comprobar las cuentas del Tesorero, de llevar la contabilidad de la Nación y también de ejercer una vigilancia constante en el cumplimiento estricto de los presupuestos y órdenes de pago.
"En esa virtud, se acepta la adición del ciudadano diputado
Luis Cabrera, respecto de la creación de un nuevo Departamento Administrativo, bajo las órdenes inmediatas del Presidente de la República, con el nombre que él propone.
"Se retiró antes de que quedase a discusión, el artículo relativo al Departamento de Aprovisionamientos Generales para redactarlo de mejor manera, de acuerdo con las ideas vertidas durante la discusión relativa.
"En esa virtud, nos permitimos proponer a Vuestra Soberanía, para su aprobación, los siguientes artículos:
"Artículos 1o., Para el despacho de los negocios del orden administrativo de la Federación, habrá siete Secretarías de Estado y cinco Departamentos:
"Los Departamentos serán:
"........
...................................................................... "Aprovisionamientos Generales.
"Industrias Fabriles y Aprovisionamientos Militares.
"Contraloría.
"Artículo 6o. Correspondiente a la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas:
"Costas.
"Puertos.
"Faros.
"Marina Mercante.
"Vías navegables.
"Obras que se ejecuten en terrenos nacionales, bien sea costeados por la Federación o por concesiones otorgadas a particulares.
"Ferrocarriles.
"Caminos carreteros nacionales e Inspección de los privados.
"Caminos carreteros nacionales.
"Construcción y reconstrucción de edificios públicos.
"Monumentos y todas las obras de utilidad y ornamento, costeadas por la Federación, excepto las del ramo de guerra, de carácter estratégico.
"Jurisdicción sobre el sistema, hidrográfico del Valle de México.
"Intendencia y obras de conservación en los Palacios Nacional y de Chapultepec.
"Correos interiores.
"Unión Postal Universal.
"Subvención a vapores y ferrocarriles para verificar transportes de correspondencia.
"Giros postales en el interior de la República.
"Giros postales internacionales.
"Telégrafos y teléfonos federales.
"Concesión para establecer líneas telegráficas y telefónicas particulares y vigilancia sobre ellas.
"Vigilancia de las líneas telegráficas y telefónicas de los ferrocarriles.
"Radiotelegrafía y radiotelefonía.
"Concesión para establecer estaciones inalámbricas y vigilancia sobre ellas.
"Correspondencia con naciones extranjeras, para intercambio de mensajes y señales de las estaciones inalámbricas.
"Cables.
"Contratos con compañía telegráficas, telefónicas y cablegráficas internacionales.
"Giros telegráficos.
"Artículo 8o. Corresponde al Departamento Universitario y de Bellas Artes:
"...........
................................................................... "Escucha de Estomatología.
"Artículo 9o. bis. Corresponde al Departamento de Aprovisionamientos Generales, la adquisición por compra o fabricación de todos los elementos necesarios para el funcionamiento de las dependencias del Gobierno Federal, con las siguientes excepciones:
"I. La Secretaría de comunicaciones y Obras Públicas queda autorizada para adquirir los materiales de construcción, la herramienta y la maquinaria necesarios para la construcción de las obras nacionales.
II. El Departamento de Establecimientos Fabriles y Aprovisionamientos Militares queda autorizado para adquirir las materias primas, herramientas y maquinaria necesarias para su funcionamiento.
"Artículo 10. bis. Corresponde al Departamento de Contraloría:
"Contabilidad de la Nación.
"Contabilidad y Glosa de toda clase de Egresos e Ingresos en la administración pública.
"Deuda Pública
"Relaciones con la Contaduría Mayor de Hacienda de la Cámara de diputados.
"Sala de Comisiones de la Cámara de diputados del Congreso de la Unión.- México, 28 de noviembre de 1917. - Francisco Medina. - Manrique. - M. Rueda Magro. - José Rivera. - A. Esquivel. - Enrique Suárez. - Emilio Araujo. - L. Sánchez Pontón."
Está a discusión el artículo 1o. Las personas que deseen hacer uso de la palabra se servirán pasar a inscribirse. (Voces: ¡Que se lea!) El artículo 1o. dice: "Para el despacho de los negocios del orden administrativo de la Federación habrá siete Secretarías de Estado y cinco Departamentos:
"Los Departamentos serán:
"...........
................................................................... "Aprovisionamientos Generales.
"Industrias fabriles y Aprovisionamientos Militares.
"Contraloría"
Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra se servirán pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación.
- El mismo C. Secretario: Está a discusión el artículo 6o. que dice:
"Artículo 6o. Corresponde a la Secretaría de comunicaciones y Obras Públicas:
"Costas.
"Puertos.
"Faros.
"Marina Mercante.
"Vías navegables.
"Obras que se ejecuten en terrenos nacionales, bien sea costeados por la Federación o por concesiones otorgadas a particulares.
"Ferrocarriles.
"Caminos carreteros nacionales. e inspección de los privados.
"Caminos carreteros nacionales
"Construcción y reconstrucción de edificios públicos.
"Monumentos y todas las obras de utilidad y ornamento,
costeadas por la Federación, excepto las del ramo de guerra, de carácter estratégico.
"Jurisdicción sobre el sistema hidrográfico del Valle de México.
"Intendencia y obras de conservación en los Palacios Nacionales y de Chapultepec.
"Correos interiores.
"Unión Postal Universal.
"Subvención a vapores y ferrocarriles para verificar transportes de correspondencia.
"Giros postales en el interior de la República.
"Giros postales internacionales.
"Telégrafos y teléfonos federales.
"Concesión para establecer líneas telegráficas y telefónicas particulares y vigilancia sobre ellas.
"Vigilancia de líneas telegráficas y telefónicas de los ferrocarriles.
"Radiotelegrafía y radiotelefonía.
"Concesión para establecer estaciones inalámbricas y vigilancia sobre ellas.
"Correspondencia con naciones extranjeras, para intercambio de mensajes y señales de las estaciones inalámbricas.
"Cables.
"Contratos con compañías telegráficas, telefónicas y cablegráficas internacionales.
"Giros telegráficos."
Las personas que deseen hacer uso de la palabra se servirán pasar a inscribirse.
El C. Reynoso: En virtud de que la parte que deseo atacar no se encuentra en ningún artículo de la ley, suplico a la Presidencia me conceda el uso de la palabra para atacar la parte expositiva referente a la adición que propuse.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Reynoso: Señores diputados: La Comisión, en la exposición de motivos de esta ley, dice lo siguiente: "Los ferrocarriles nacionales se encuentran en la actualidad controlados por el Gobierno Federal, de conformidad con el artículo 145, fracción X de la Ley de Ferrocarriles, de 29 de abril de 1899, en virtud del requerimiento hecho por la autoridad federal a dichos ferrocarriles sobre su personal y material de explotación, para disponer de ellos de la manera que ha estimado conveniente."
Yo propuse en una de las sesiones pasadas, que la Secretaría de Hacienda interviniera en el manejo de fondos de los ferrocarriles, entretanto no se devuelvan a la compañía propietaria de los mismos.....(Voces: ¡El Gobierno tiene el control!) El Gobierno General, efectivamente, tiene controlados los Ferrocarriles Constitucionalistas; pero pregunto a la Comisión, y es una interpelación que le ruego se sirva contestarme, si lo sabe: ¿actualmente se cumple con la Ley de Ferrocarriles, que se menciona en este dictamen? Suplico a algún miembro de la comisión se sirva contestar.
El C. Rueda Magro: Pido la palabra.
El C. Presidente: ¿Con qué objeto?
El C. Rueda Magro: Con objeto de contestar la interpelación que se acaba de hacer.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Rueda Magro: Ciudadanos diputados: En nombre de las Comisiones, me permito manifestar que se cumple estrictamente en la actualidad con lo dispuesto por la Ley de, Ferrocarriles, de 29 de abril de 1899, porque la ley solamente dice que el Gobierno General requerirá a los ferrocarriles en su personal y en su material de explotación, cuando lo estime necesario: eso dice la Ley de Ferrocarriles citada, que se encuentra en este libro a la disposición de ustedes.
El C. Reynoso: Me permito manifestar a la Asamblea que no es verdad lo que asienta el compañero Rueda Magro, suplicándole dispense que lo diga; no es verdad que se cumpla con la Ley de Ferrocarriles. Me permito ahora interpelar al ciudadano diputado Ortiz para que se sirva decirme si tiene conocimiento de que se cumple estrictamente, como debe ser, con la Ley de Ferrocarriles.
El C. Morales Heses, interrumpiendo: ¡Nunca se ha cumplido!
El C. Ortiz: Con permiso de la Presidencia, manifestó que, como lo afirma el diputado Reynoso, no se cumple actualmente con la Ley de Ferrocarriles. Si el C. Rueda Magro la conoce, sabrá que la Ley de Ferrocarriles establece que haya inspectores técnicos e inspectores administrativos. y ni una ni otra cosa hay a la fecha, porque la Dirección de los Ferrocarriles no lo ha permitido.
El C. Rueda Magro, continuando: Las Comisiones han tenido datos sobre el particular, y saben que la Secretaria de Comunicaciones y Obras Públicas, tiene en la actualidad encargados de ese trabajo de inspección. Esto es lo que saben las comisiones.
El C. Ortiz: Yo estoy en condiciones, como lo he dicho anteriormente, de asegurarle al compañero Rueda Magro que no se cumple con esa disposición.
El C. Reynoso, continuando: Este asunto, señores diputados, tiene mayor importancia de la que a primera vista parece. Ya en la sesión en que me referí a la Dirección de los Ferrocarriles, muy someramente manifesté lo que pasa actualmente y lo que seguirá pasando, si sigue el funcionamiento de los ferrocarriles es esa forma. Yo tengo un memorándum, que voy a mandar imprimir para repartirlo a todos los ciudadanos diputados, para que se den cuenta del manejo de los ferrocarriles, son cargos concretos que formulo yo en contra de la Dirección de los Ferrocarriles, importándome muy poco que el señor Alejandre, lo mismo que el señor Pescador, vengan a decir que yo hago esto por disgustos personales que tengo con el señor Pescador. El señor Alejandre dijo en una sesión, a la cual no asistí yo, que yo, por despecho o porque no me había querido dar unos carros el señor Pescador, lo estaba atacando, y que traía toda la correspondencia ; debo aquí, muy ligeramente, para no quitarles más su atención, que en el mes de diciembre del año próximo pasado, algunos comerciantes de la capital, hicieron proposiciones al Gobierno, a fin de que se les facilitasen carros para poder traer mercancías y poder surtir los expendios municipales, que funcionaban en aquel entonces; yo, como comerciante que he sido siempre, hice igual proposición al Primer Jefe del Ejército Constitucionalista , que se encontraba en Querétaro; indudablemente que el Primer Jefe encontró en mejor condiciones mi ofrecimiento, y ordenó al señor Pescador que me diera unos carros, conforme
a un contrato que traigo aquí, firmado por las personas que indicó el Primer Jefe, el ciudadano general César López de Lara, que era el encargado de los expendios municipales, firmando el señor Ateledoro Gómez y el señor Labansat, como testigos, quienes estaban encargados de surtir esos expendios. Debido a dificultades pecuniarias, no me fue posible continuar surtiendo esos expendios municipales, y este negocio me proporcionó grandes dificultades y pérdidas de dinero; hasta la fecha, estoy comprometido con alguna cantidad de dinero, porque no pude obtener lo que yo deseaba, por falta de capital. Seguramente que esas son las cartas a que se refería el señor diputado Alejandre, cartas que yo guardo en mi poder y que deben ser las mismas que dirigí a la Dirección General de los Ferrocarriles. De manera que no hay tal cosa. Todavía hay más: en el mes de octubre me escribió la citada Dirección de Ferrocarriles, diciéndome que dos carros que yo había pedido para Güendulain y Ejutla, había estado a mi disposición y que, en vista de que no había dispuesto de ellos, había perdido el turno. Como ya no necesitaba los carros, no me preocupé, y ahora se me cobra la demora. De manera que me tienen sin cuidado los cargos del diputado Alejandre, y para que se tenga una idea de este asunto, voy a permitirme interpelarlo, haciéndoles nada más tres preguntas, con el permiso de la Presidencia. Señor diputado Alejandre: ¿es verdad que usted me dijo en su curul que el señor Pescador le acababa de hacer una sinvergüenzada?
El C. Alejandre: ¡No es exacto! En su oportunidad contestaré.
El C. Reynoso: Señor Alejandre: ¿es verdad que usted me trajo a un amigo suyo para que hiciera de mi conocimiento cargos concretos en contra del señor Pescador, y que usted fue el único diputado que tuvo gran empeño en que yo lo acusara? Ese amigo de usted, a quien me presentó en el salón verde, en efecto me proporcionó cargos concretos, a los que he podido confirmar. Sírvase usted contestar mi pregunta.
El C. Alejandre: Tengo pedida la palabra a la Presidencia, para contestar después.
El C. Reynoso: Ya ven ustedes, no quiere contestar. Tercera pregunta: ¿es verdad, señor Alejandre, que usted llevó a mi presencia a una persona que había sido jefe de estación, quien me refirió cargos concretos contra el señor Pescador, habiéndome dicho, entre otras cosas, que Pescador había dado orden, en la época en que no circulaba el oro nacional, para que a un individuo se le entregaran tres mil pesos, destinados para la compra de ganado perteneciente a la sociedad Pescador, Roel, etc.? Sírvase contestarme esas preguntas.
El C. Alejandre: Aquí tengo todos estos papeles para contestar.
El C. Reynoso: No quiere ahora hablar, contrastando su actitud con la que guardó cuando con tanto empeño me anduvo molestando tres veces. Pues bien, señores diputados, ustedes podrán juzgar respecto del nivel moral del señor Alejandre, quien fue el único diputado que tenía empeño en que yo acusara al señor Pescador, quien me trajo individuos para que me pusieran en posesión de cargos concretos y ahora guarda una actitud pasiva, inexplicable. De manera que, repito, el asunto tiene mayor importancia de lo que a primera vista parece.
Yo propuse que se adicionara la Ley de Secretarías, en el sentido de que dependiera de la Secretaría de Hacienda todo lo que se refiere al manejo de fondos, porque yo, señores me voy a ver obligado a interpelar al Ejecutivo, a pedir que la Cámara interpele al Ejecutivo, y que pase a esta Cámara el Subsecretario de Comunicaciones, para que nos diga cuál es la conducta del señor Pescador; yo tengo cargos tremendos contra este individuo, en su oportunidad podré probarlos, no es el momento oportuno, yo he pedido copias a un Juez de Distrito de la República y a un Cónsul, para que se vea que, del fierro viejo que vendieron a diez dólares la tonelada, se han encontrado tres cuartas partes de fierro perfectamente nuevo, es decir, se han encontrado ciento ochenta ruedas con ejes perfectamente nuevos, que están en la Fundición de Monterrey, vendidos como pedacería; están en perfecto estado para usarse inmediatamente, y se vendieron a diez dólares la tonelada: tengo copia certificada del Juez de Distrito de Monterrey.
Para terminar, voy a dar lectura a un informe que la Secretaría de Comunicaciones tiene en su poder, relativo a los accidentes en el último semestre, es decir, de enero a junio de 1917. Antes debo manifestar a ustedes que a los pocos días de haber entrado el señor Pescador a la Dirección de los Ferrocarriles, destituyó a todo el personal de empleados obreros que estaban destinados a la construcción de vías, siendo cosa indispensable que hubieran seguido esos obreros, porque si en tiempos normales se tenía una planta bastante regular de estos trabajadores, con más razón ahora que las líneas están por cuestión de la Revolución en peores condiciones. El total de accidentes en este semestre es de 993, y es como sigue:
"Negligencia de empleados. 238
"Vía mala. 175
"Vía destruída. 15
"Equipo defectuoso. 80
"Rebeldes. 99
"Incendios. 34
"Fuerza mayor. 2
"Personales. 350
"Total. 993
El total de lo que pierde la Nación es de $1.171,970.14. Eso es lo que pierde la Nación por la negligencia de los empleados y ya ven ustedes que 99 casos por rebeldes; de manera que todo es por la negligencia de los empleados....
El C. Villarreal Jesús J., interrumpiendo: Pido la palabra para una interpelación al orador.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Villarreal Jesús J. para una interpelación al orador.
El C. Villarreal Jesús J., dirigiéndose al C. Reynoso: ¿De cuándo acá son esos datos?
El C. Reynoso: De ocho días acá...
El C. Villarreal Jesús J.: ¿Qué tiempo comprende esos datos?
El C. Reynoso: El semestre de enero a junio de 1917.
El C. Villarreal Jesús J.: ¿Y hay algunas comparaciones relativas con los anteriores?
El C. Reynoso: Yo me estoy refiriendo al período actual del señor Pescador.
El C. Villarreal Jesús J.: Está usted haciendo cargos sin tomar en consideración ninguna circunstancia absolutamente.
El C. Zubaran: Pido la palabra para una interpelación, si me lo permite el orador.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. zubaran: A propósito de revelaciones hechas desde la tribuna, desearía que el C. Reynoso me informase acerca de la cantidad de cinco mil pesos que se le mando últimamente del Gobierno del Distrito...(Voces: ¡No se oye!) Digo que a propósito de revelaciones, deseo que el señor Reynoso informe a la Asamblea acerca de la suma de cinco mil pesos que últimamente le envió el Gobierno del Distrito, dizque por una equivocación, pues que iba consignada al senador Reynoso, para las elecciones municipales.
El C. Reynoso: No tengo ningún inconveniente en contestar a la interpelación. He platicado a algunos compañeros que en días pasados el cajero del Gobierno del Distrito me buscaba con mucha urgencia; habla conmigo el señor Carrera, que ya era amigo mío, y me dice: "Aquí le traigo cinco mil peso; ¿se los entrego aquí o en su casa?" Yo, asombrado de aquella cantidad...(risas), sí, señores, asombrado, porque cinco mil pesos para mí en estos tiempos es un gran capital, le dije: "¿Pero para mí cinco mil peso?" "Sí, señor, tengo orden de la Oficialía Mayor del Gobierno del Distrito de entregarle esta cantidad." "Oiga, usted rectifique, no me esté pegando sustos semejantes." Sacó un papelucho y dijo: "¡Hombre, me he equivocado, son para el senador Reynoso!" (Voces: ¿para que?) Después encuentro al señor Rivas Iruz y me dijo que había sabido que yo era el encargado de manejar las elecciones. Yo le contesté que voy a sostener las candidaturas del "Partido Liberal Constitucionalista." Entonces comprendió que se había equivocado y me dijo que iba a rectificar. De allí saqué que el dinero sería para destinarse a las próximas elecciones de Ayuntamiento...
El C. Manrique, interrumpiendo: ¡Para comprar votos! (Voces: ¡Es el colmo!)
El C. Zubaran: Agradezco el informe.
El C. Reynoso, continuando: Volviendo a la cuestión de los ferrocarriles, suplico a ustedes se sirvan tomar en consideración lo expuesto para que rechacemos las razones que da la Comisión para no aceptar las adiciones que yo propuse. La Secretaría de Hacienda tiene la obligación de incautarse o de manejar esos fondos o de tener vigilancia alguna en esos fondos, puesto que son bienes intervenidos; aun cuando tenga el control de las acciones el Gobierno, no rige la Ley de Ferrocarriles, puesto que no hay inspectores de nada, hasta hoy están mandando inspectores, después de la denuncia que yo hice ante esta Representación Nacional. Los contratos, señores diputados, yo tengo datos, tengo que probar aquí mismo que ha habido ventas de durmientes que se han efectuado, que ocho veces la misma cantidad de durmientes se han pagado; es un robo escandaloso. El señor Pescador tiene un socio en el Estado de Durango, un señor que se apellida Morali; estos datos me los dio el compañero del señor Alejandre y los he comprobado, porque he visto el original del telegrama en la Oficina de Telégrafos que dirigió el señor Morali con fecha 8 de marzo, bajo el número 36; Dice así: "Durango 8 de marzo de 1917.
- Transmitido a las 11 del 8. - Recibido a la 1. - Felipe Pescador, Director Gral. FF.CC. - Bolívar 19. - Urge cambie personal esta División. Todos en contra nuestros negocios. Contesta. - Ricardo Moralí."
Yo quiero que el señor Pescador explique el contenido de este telegrama. A los cuatro días, señores diputados destituyeron a todos los empleados de la División porque se oponían a las bribonadas del señores Morali en compañía, en combinación con el señor Pescador...
El C. Villarreal Jesús J., interrumpiendo: Pido la palabra. No es cierto eso.
El C. Reynoso, continuando: Si es cierto, y yo no miento.
El C. Villarreal Jesús J., interrumpiendo: Pido la palabra.
El C. Reynoso, continuando: Yo no le permito al señor que me interrumpa.
Lo mismo, señores diputados, que he dicho en esta tribuna, le he dicho al señor Presidente de la República y a mí me preguntó el señor Presidente de la República que de que iba yo a acusar al señor Pescador, y mi contestación fue ésta: "De ladrón" (aplausos) y lo digo públicamente para ver si me desmiente el señor Presidente de la República. Yo quiero que el señor (dirigiéndose al C. Villarreal Jesús J.,) retire sus palabras, porque yo no vengo a mentir aquí; yo no vengo a hacer uso de la palabra para injuriar a un hombre...
El C. Villarreal Jesús J., interrumpiendo: No las retiraré, al contrario, digo que estoy dispuesto a probar que no es verdad lo que usted ha asentado.
El C. Rivera Cabrera: Pido la palabra para una moción de orden.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Rivera Cabrera para una moción de orden
El C. Rivera Cabrera: Atentamente suplico a la Mesa que, cumpliendo con su deber, pida al C. Villarreal Jesús J., que retire la ofensa que hizo al orador (Voces: ¡No tiene que retirar nada!)
El C. Presidente: Manifiesto a Su Señoría el C. Rivera Cabrera, que el señor Villarreal Jesús J. dijo que no era cierto lo que decía el orador, y si hubiera arrojado la palabra "miente" si así lo hubiera hecho, se le habría invita do a retirarla
El C Reynoso, continuando: En el memorándum que he formado digo, entre otras cosas, lo siguiente: "......la existencia de los Ferrocarriles Constitucionalistas como entidad independiente fuera del control de cualquiera de las Secretarías o Departamentos en que deben repartirse las labores encomendadas al Poder Ejecutivo, es anticonstitucional y crea en el Director General de los Ferrocarriles a un individuo irresponsable, a pesar de tener a su cargo cuantiosísimos intereses y manejar buenas sumas de dinero."
Yo quiero que os fijéis en estas breves líneas que pongo aquí, para que me deis la razón. Es indispensable que la Nación no esté perdiendo tanto dinero en los ferrocarriles por la forma como están
Yo no sé que habrá pensado el señor Presidente respecto del señor Pescador, pues no obstante que ha tenido las pruebas en sus manos, a pesar de que se le han llevado ya los durmientes que se están comprando, que no son sino trozos inservibles de leña, aún sigue sosteniendo en su puesto a ese señor Pescador. Y repito, a mí no me importan los cargos que se pretenda hacer en contra mía, porque me considero absolutamente limpio; doy mi palabra de honor, como lo dije al señor Presidente, de que no quiero hacerle política a nadie; que me importa muy poco que Pescador, Pani o cualquier otro sea el director de los ferrocarriles; lo que quiero es la depuración de los elementos de la administración pública y el prestigio del Gobierno revolucionario que nosotros hemos sacado avante. (Aplausos.) Digo esto en público, para que el señor Presidente, que tiene aquí a uno de los Subsecretarios, diga si es cierto o no lo que he dicho. ¡A todo el que sea ladrón, aunque se general o ministro, yo lo desenmascararé, porque me considero revolucionario honrado! (Aplausos.)
El C. Alejandre: Pido la palabra.
El C. Presidente: Se le concederá después, porque ya se le ha otorgado al C. Rueda Magro, miembro de las Comisiones.
El C. Rueda Magro: Señores diputados: El señor Reynoso nos ha expuesto un cuadro terrible y fatal del estado de los ferrocarriles; yo o conozco nada de los ferrocarriles y por eso no podré decir si es exacto o no lo que él ha dicho; lo que sí me consta es que, desde que soy niño, he visto que en los ferrocarriles se compran y vender durmientes en la mañana, se contraseñaban como malos en la tarde y en la noche se ponían los malos como buenos y se devolvían al vendedor los buenos para que el día siguiente se volvieran a vender; ¡eso lo sé desde hace muchos años! Yo digo otra cosa: que el estado que guardan los ferrocarriles por lo que respecta a daños y perjuicios, etc., no se modifica con que la Secretaría de Hacienda inspeccione los caudales. Además, me permito hacer constar que al decir desde esta tribuna, como miembro de las Comisiones, que se ha cumplido con la Ley de Ferrocarriles, me referí a que la Ley de ferrocarriles no da ingerencia al Ministerio de Hacienda para manejar fondos ni para hacer nada con referencia a los ferrocarriles; la Secretaría de Hacienda tendrá o deberá tener las acciones de esos ferrocarriles. Yo no sé si las acciones de los ferrocarriles existen o no se sabe donde están-, porque son bienes pertenecientes a la Nación y mediante el buen uso de esas acciones, como mayoría, como lo dice la Comisión, tiene derecho la Nación de hacer los nombramientos de Director, de Consejo Directivo y de Consejo Consultivo y en esa forma si el Gobierno por medio del buen uso de sus acciones controla en esa forma los ferrocarriles, ¿para qué se quiere dar a una Secretaría de Estado la intervención en el manejo de fondos? La Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, según la Ley de Ferrocarriles, es la única que tiene intervención directa en los Ferrocarriles Nacionales; si en la actualidad no la está teniendo, no tienen la culpa los miembros de la Comisión de que la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas sea morosa.
El artículo relativo de la ley dice:
"Artículo 146. El Ejecutivo tiene en todos los ferrocarriles mencionados en el artículo 1o., una inspección que ejerce directamente por medio de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, o por medio de agentes encargados, unos de la inspección técnica y otros de la administrativa."
¿Para qué queremos ahora que la Secretaría de Hacienda haga esa inspección administrativa si la deben hacer, según la ley que está en vigor, la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas? Por eso las Comisiones, y no por afán de sostener a nadie, ni de ir en contra de nadie, han opinado como han opinado, y yo, como miembro de esas Comisiones, me permito pedir que se apruebe el dictamen y para que se tengan datos exactos sobre el particular, afortunadamente está el señor Subsecretario del Interior entre nosotros y él diría lo que se hará a lo que deba hacerse sobre el particular.
El C. Prosecretario Limón: A solicitud del C. Reynoso, se va a dar lectura al siguiente documento:
"Nuevo Laredo, 31 de octubre de 1917.
"Ciudadano diputado al Congreso de la Unión, Dionisio Zavala. - México, D. F.
"Estimado compañero:
"Tenemos a la vista su atenta, fecha 14 del actual que fue presentada a consideración de la Asamblea el próximo 19 y que no habíamos contestado por andar buscando los datos que usted nos pide, y son los siguientes:
"1o. La oficina de Transbordes y Equipajes de referencia, es institución particular, pues es de un cuñado del señor Pescador y en ella tienen ingerencia altos funcionarios ferrocarrileros.
"2o. El perjuicio que nos siguen es, que controlan el trabajo que corresponde a los cargadores y carretoneros; pues valiéndose de agentes que mandan a Laredo y Monterrey, éstos, prometiendo a los pasajeros evitarles toda clase de trabajos y cobros aparentemente módicos, a la llegada de los trenes ya nosotros nada tenemos que hacer; los pasajeros resultan perjudicados con el retraso o algunas veces, con la pérdida de sus equipajes.
"La caidita que usted nos pide la hemos encontrado, puede acusarse de contrabandista, pues con alguna frecuencia los empleados de la aduana de Monterrey han encontrado contrabandos efectuados por esta oficina.
"En cuanto a que es una institución particular puede verse por la nota número 658 que nos mandó el Primer Magistrado de la Nación y que transcribimos íntegra:
"Al margen un sello que dice: "Estados Unidos Mexicanos. - Presidencia de la República.
"Impuesto de la solicitud de ustedes, fechada el día 1o. del actual, les manifiesto que la he pasado a la Dirección General de Ferrocarriles Constitucionalistas, por cuyo conducto se les resolverá respecto al cambio de lugar de esa Oficina de Equipajes y Transportes a que se refieren.
"Constitución y Reforma. - Palacio Nacional de México, 13 de octubre de 1917. - V. Carranza - Rúbrica."
"Si usted desea algunos detalles oficiales, acerca de los malos manejos de esta oficina, puede recabarlos del Jefe de inmigración de ésta; nosotros no se los mandamos porque él quería firmar esta comunicación quitando el derecho de que lo hiciéramos nosotros.
"Sin otro particular, tenemos el gusto de repetirnos de usted atentos y seguros servidores. - Trabajo, Fraternidad y Justicia. - Srio. Gral., J. M. L. Gutiérrez.- Secretario del Interior, Fonseca."
El C. Presidente: Tiene la palabra el señor Subsecretario del Interior para informar.
El C. Aguirre Berlanga Manuel, Subsecretario del Interior: Es bien conocido de los señores diputados que los Ferrocarriles Constitucionalistas, nombre que tienen desde hace dos años aproximadamente, constituyen una empresa cuyo control, por lo que respecta a las acciones y en gran arte por lo que ve a la administración, lo tiene el Gobierno de la República; pero naturalmente que tratándose de una sociedad mercantil, está sujeta esa sociedad en sus relaciones jurídicas con el Gobierno, tanto a un contrato, como a una ley que conocemos con el nombre de ley de Ferrocarriles; en consecuencia esa ley y ese contrato deben de respetarse., La primera, naturalmente que puede sufrir reformas; el segundo, también podrá ser motivo de rescisión, si se faltase al cumplimiento de alguna de las cláusulas que traiga consigo la rescisión. La Ley de Ferrocarriles y la misma ley de Secretarías de Estado que esta H. Cámara ha estado discutiendo, aprueban que los ferrocarriles sean una de las materias que correspondan a la Secretaría de Comunicaciones. Esta Ley de Secretaría viene confirmando lo que ya existe, bien podemos decir, ratificando las leyes anteriores por lo que respecta a esta dependencia. Desde el momento en que ya existe una Secretaría de Estado de quien dependen los ferrocarriles, no creo oportuno que se coloque esa misma dependencia en otra Secretaría, aun cuando se haga referencia especial al manejo de fondos, porque entonces podríamos llegar a la consecuencia de que todo lo que se hiciese por una Secretaría que en virtud de sus funciones tuviese que manejar fondos, necesitaría la revisión de la Secretaría de Hacienda: esto no es aceptable. Por lo demás, las cuentas de todas las Secretarías, lo mismo que las del Poder Judicial, igualmente que las del Poder Legislativo, bien sabéis que en definitiva las revisa una dependencia del H. Congreso de la Unión. Es ésta una de las razones fundamentales por la cual creo yo que, además de existir leyes expresas que no han sido derogadas y de existir un contrato que establece las relaciones entre el Poder Público como socio y la Empresa Mercantil de los Ferrocarriles Constitucionalistas, por estas razones debe continuar como dependencia de la Secretaría de Comunicaciones. Cabe en estos momentos decir a ustedes, señores diputados, que durante el período preconstitucional los Ferrocarriles Constitucionalistas estuvieron regenteados por un Director y alguna otra organización que los hicieron más eficaces para la campaña; en ocasiones estuvieron militarmente regenteados, las órdenes militares eran acatadas con preferencia, una preferencia absoluta a toda otra orden; pero terminó el período preconstitucional y todas las cosas que antes estaban en estado anormal van poco a poco colocándoselas en el lugar que les corresponde.
La Secretaría de Comunicaciones indudablemente que día a día tendrá que atender lo relativo a los Ferrocarriles, por ser una dependencia de ella; si antes no había podido tener la participación, la ingerencia que es indispensable, creo que cada día, como dije hace un momento, irá dependiendo, irá controlando, irá interviniendo en todas las operaciones de los ferrocarriles que le corresponda conocer, conforme a la Ley de Ferrocarriles, conforme al contrato de sociedad y conforme a las facultades administrativas que le correspondan, según la naturaleza, tanto de la sociedad mercantil de que se trata, cuanto de la Secretaría de Comunicaciones. Así, pues, dependiendo de una Secretaría, quizá lo único que habremos de desear es que cuanto antes tenga toda la ingerencia que le corresponde, y por lo mismo opino en distinto sentido que el señor diputado Reynoso, respecto a que la Secretaría de Hacienda intervenga en los fondos. Por lo demás, debe llevarse una contabilidad estricta; no es únicamente el Gobierno el interesado en que esa contabilidad sea correcta, en que el manejo de fondos sea debido y haya absoluta honradez; son también los accionistas y en consecuencia, las responsabilidades que resulten contra cualquiera persona que haya tenido ingerencia en los ferrocarriles, serán exigidas, tanto por el Gobierno, por lo que respecta a sus intereses, cuanto por los socios, por lo que atañe a sus particulares intereses.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Alejandre.
El C. Alejandre: Señores diputados: Siento muchísimo que el diputado Reynoso sea tan bilioso y que no haya dado una interpretación debida a las palabras que yo dije cuando rectifiqué hechos. Yo nunca he defendido al señor Pescador, ni lo defiendo ahora; protesto contra los cargos del señor Reynoso lanzados contra todo un grupo, contra el gremio ferrocarrilero, de quien sólo los muy obsecados podrán dudar que ha sido una de los que ha prestado más grandes servicios a la Revolución, siempre desinteresadamente y exponiendo sus miembros sus vidas en todas las partes en que se encontraban. Por consiguiente, solamente mi protesta fue contra eso.
Por lo demás, respecto a los cargos hechos al señor Pescador, siento que por una cuestión personal se quiera descomponer todo un sistema, que ya lo quisiéramos ver implantado en todas las oficinas del Gobierno. La organización de los Ferrocarriles Constitucionalistas, o sean las antiguas Líneas Nacionales, no deja nada que desear. Últimamente la Secretaría de Comunicaciones pretendió que los auditores dependieran de ella misma. ¿Como es posible que aquellos que manejan fondos, que es el quid de la cuestión de un ferrocarril, el pasaje, dependieran de la Secretaría de Comunicaciones? Hasta ya el ciudadano Presidente de la República había dado una orden y esto se debe solamente a las intrigas de algunos empleados de algunas Secretarías, para acabar con el sistema de los ferrocarriles y que más tarde puedan los fondos ingresar a la Secretaría de Hacienda. Si la Secretaría de Hacienda llegare a tener ingerencia en estos fondos, tendría forzosamente que acabarse con todo
el sistema de los ferrocarriles. La Agencia de Compras, que es donde venden los comerciantes a los Ferrocarriles, tiene todo tramitado en tal forma que después de prestada una factura, después de ocho o diez días, les es pagada, y debido a eso todos prefieren venderles a los ferrocarriles. ¿Quién de ustedes no ha tenido algún negocio con la Secretaría de Hacienda? Allí demoran el pago de las facturas tres, cuatro o cinco meses y algunas veces no es posible liquidar alguna pequeña cantidad, cuando se tiene algún negocio con una Secretaría.
No pretendo lastimar a ninguna Secretaría; pero es un sistema muy mal organizado el que siempre hemos visto en todas las esferas del Gobierno, y especialmente donde se manejan fondos. Si en el ferrocarril se venden tres o cuatro veces los durmientes, yo puedo asegurar que desde el sargento forrajista hasta el alto empleado de Gobierno, roban cuatro o cinco veces más. Cuando se entregan una o dos toneladas de paja o de cebada, algunas veces va el sargento forrajista y dice: "Tengo arreglado, mi capitán que me haga usted la factura por siete toneladas, si no, no se las pagan," y tantos comerciantes que en nuestro México hemos visto con poca dignidad y poca honradez, casi siempre hemos visto que están de acuerdo con esto, y si en los ferrocarriles roban dos o tres veces, el importe de las facturas, en el Gobierno lo hacen cinco o seis veces más; así es que, por consiguiente, todo este sistema lo hemos visto y en todas partes lo encontramos así Yo, señores, lo único que me opongo es a la petición del señor Reynoso, porque se descompone un sistema que ya está establecido; la Secretaría de Comunicaciones pide el manejo de los auditores, la Secretaría de Haciendo pide el manejo de fondos y mañana o pasado alguna otra Secretaría pide el manejo de los jefes de estación y así el ferrocarril no podrá caminar en forma, según el sistema que ya está establecido. Si la Secretaría de Comunicaciones no tiene el control que debe tener, culpa es de la Secretaría de Comunicaciones; yo creo que los ferrocarriles no le podrán impedir que vayan los inspectores de la Secretaría de Comunicaciones. Un punto que es gravísimo y que debía de vigilar la Secretaría de Comunicaciones, es la revisión de tarifas; esto es tan importante, señores diputados, que si ustedes hojean un libro de tarifas de los ferrocarriles, en él verán ustedes que parece que solamente manos extranjeras fueron las que hicieron esas tarifas, porque sólo se protegen productos extranjeros y en nada se favorece a la industria nacional; en eso debía fijarse la Secretaría de Comunicaciones, que es cosa que directamente le afecta, Yo, por lo mismo, nunca he venido a discutir diciendo que el señor Pescador sea una persona que no tenga ningún pecado; si se le tiene desconfianza, que se le releve; pero que no se descomponga un sistema en perjuicio de todos nosotros, de los empleados y de la Nación, porque un país que no tiene buenas comunicaciones nunca podrá tener ninguna ayuda económica, ni podrá desarrollarse la industria nacional. Porque lo que ve a tarifas, no parece sino que han sido formadas únicamente por extranjeros; por ejemplo, el carbón de Coahuila no se puede traer al Sur del Estado de Jalisco, ni a otros mucho puntos de la República; y en cambio, s sí es fácil importar el carbón procedente de Oklahoma, porque la Secretaria de Comunicaciones ha autorizado estas tarifas, sin preocuparse de los intereses nacionales y protegiendo los extranjeros. Yo deseo que a cada quien se le dé lo suyo, que a nadie se le quiten sus atribuciones propias. Si la oficina de compras comete abusos, cualquier diputado tiene derecho de exigir la responsabilidad correspondiente; yo, por mi parte, puedo dar toda clase de datos para que se esclarezcan muchos puntos, a fin de que se obre con energía contra todos aquellos que hacen un mal uso del puesto que desempeñan. En cuanto a los datos, no soy partidario de cuestiones personales; pero debo decir que aquí están todas las cartas en las que se ve cuál es el motivo por el que está disgustado el diputado Reynoso con el Director de los Ferrocarriles. (Voces: ¡Qué se lean!) Una carta del C. Reynoso fechada en abril 16, dice:
"México, abril 18 de 1917.
"Señor Felipe Pescador, Director de los Ferrocarriles Constitucionalistas.
"Presente.
"Muy señor nuestro:
"Nos referimos al oficio número 40033, girado por el Gobierno del Distrito, rogándole se sirva ordenar sean puestas a nuestra disposición cinco jaulas en la estación de Santa María, Estado de Jalisco, para traer ganado a esta ciudad.
"Esperando ser atendidos, nos repetimos sus afmos. attos, SS. SS. - J. T. Reynoso y Compañía."
"México, abril 18 de 1917.
"Señor Felipe Pescador, Director de los Ferrocarriles Constitucionalistas. "Presente.
"Muy señor nuestro:
"Refiriéndome al oficio 40033, girado por el Gobierno del Distrito, hemos de merecer a usted se sirva ordenar sean puestos a nuestra disposición, cuatro carros en la ciudad de Oaxaca para traer maíz a esta ciudad, cuyos fletes pagaremos anticipadamente en ésta.
"Sin otro particular, nos repetimos sus afmos. attos. SS. SS. - J. T. Reynoso y Compañía."
"Mayo 3 de 1917.
"Señores J. T. Reynoso y Compañía,
"Apartado Postal número 378.
"Ciudad.
"Muy señores míos:
"Con relación al pedido de cuatro carros que hicieron ustedes en abril 18, para que se pusieran en Oaxaca, con el objeto de traer maíz a esta ciudad, me permito manifestarles que dichos carros se situaron en la mencionada estación desde el día 28 de abril próximo pasado, y como no se ha presentado hasta la fecha ninguna persona a cargarlos, he dado instrucciones para que sean utilizados en otro servicio, etc."
"México, 9 de mayo de 1917.
"Señor Felipe Pescador, Director de los Ferrocarriles Constitucionalistas.
"Presente.
"Muy señor nuestro:
"Nos permitimos molestar a usted nuevamente, suplicándole se sirva dictar sus órdenes para que, a la mayor brevedad posible, sean puestos cinco carros más a los comprendidos en el oficio 40033, girando por el Gobierno del Distrito, en la estación de
Oaxaca, para el embarque y transportación a ésta de cereales.
"Sin más por el momento, quedamos de usted sus afmos attos. y SS. SS.- J. J. Reynoso y Compañía."
Aquí está la orden que se le dio y aquí está otra carta pidiendo más carros.....
El C. Padilla, interrumpiendo: ¿Y las naranjas de usted? - El C. Alejandre, continuando: Se le entregaron los carros y no habiendo sido cargados, el señor Pescador contestó:
"Mayo 10 de 1917.
"En contestación a su atenta carta de fecha 9 del actual, me es grato participarle que ya he dado instrucciones para que se repongan en Oaxaca los cuatro carros que necesitan ustedes en dicho lugar para cargar maíz con destino a esta ciudad, en la inteligencia de que si causaron alguna demora los carros que se pusieron últimamente a su disposición y que no fueron utilizados, deberán ustedes hacer efectivo el importe de dicha demora al efectuar el desembarque."
Se le dieron todos los carros que él solicitaba, pero siendo muchas las quejas que tenía la Dirección en atención a que en algunos casos no podían surtir todos los pedidos que tenían y que el señor Reynoso se le daban en preferencia, tuvo la Dirección más tarde que cancelar todos estos pedidos y, por consiguiente, ya no le surtió más pedidos el señor Reynoso a pesar de algunos oficios que llevaba de algunos jefes; debido a esto, el señor Reynoso está disgustado con los ferrocarriles, pero yo todavía encuentro justificado eso; en lo que sí no estoy conforme, vuelvo a repetir, es en que si el señor Reynoso tiene ciertas rencillas particulares con el señor Pescador, yo digo que se releve, que se ponga otro, pero que no se descomponga un sistema que de todos es reconocido como el mejor que hay en la actualidad y que fue establecido por las Líneas Nacionales y se lleva en la misma forma. En cuanto a lo que dice de los fondos, aquí tienen ustedes, por ejemplo, en el año de 1912, para que se vean las entradas de aquel entonces y en la actualidad; precisamente es lo decía el señor Villarreal Jesús J., que se hiciera un estado de comparación. "En 1912 se recaudó por pasaje, en el mes de marzo, la suma de novecientos treinta y cinco mil pesos; en abril , ochocientos y tantos mil pesos; en mayo...., etc. aquí están los números, son muy elocuentes y son muy claros, hablan con claridad...
El C. Mariel, interrumpiendo: han triplicado las tarifas.
El C. Alejandre, continuando: Y, sin embargo, vuelvo y repito: yo, señores Diputados, a mí no me interesa, ni vengo a defender al señor Pescador; si no se tiene confianza en él, que se ponga una persona allí que inspire toda la confianza de los intereses tan cuantiosos que son a su cargo, pero que no se descomponga un sistema, que ustedes ya lo saben, es de los mas bien organizados en la actualidad. Ahora, aunque no vengo precisamente a hacer una defensa, solamente me permito hacer algunas indicaciones, porque algunos Diputados no saben de algunos asuntos. Se refiere el señor Reynoso a un señor Morali, de Durango; en los ferrocarriles la única División que da material, que da durmientes, es la División del Pacífico o sea entre Acámbaro y Uruapan y entre Maravatío y Zitácuaro; es la División que surte todo el sistema, porque en otros lugares no hay. Si actualmente en Durango se están entregando a los ferrocarriles, se debe a que cuando el General Murguía avanzó por allá, desde entonces se empezó a comprar durmientes en Durango, viéndose que es más sencillo y ventajoso para los ferrocarriles comprarlos en un lugar próximo de donde se van a necesitar y no llevarlos de puntos situados a miles de kilómetros, cuando el precio era el mismo. Estos son los datos que he querido hacer del conocimiento de la Asamblea y vuelvo a repetir que de aceptarse la iniciativa del Diputado Reynoso, más tarde se tropezaría con muchas dificultades para el pago de los empleados, de las facturas y otros gastos que deben cubrirse inmediatamente, como el combustible que se importa de los Estados Unidos, el que, si no es pagado el mismo día de la compra, no pasa a este lado; todos estos pagos la Secretaria de Hacienda no estaría en aptitud de verificarlos en el acto; es, por lo único, que pido a la Asamblea se sirva no aprobar la petición del C. Reynoso.
Los cargos hechos contra la Dirección de los Ferrocarriles no me interesan, porque no he venido a defender al señor Pescador.
El C. Reynoso: ¿Me permite la Presidencia hacer una aclaración ligerísima?
El C. Presidente: tiene usted la palabra.
El C. Reynoso: Como el Diputado Alejandre se refirió al aumento de ingresos en los ferrocarriles, en el memorándum que tengo en mi poder hago constar algo sobre ingresos, en que se demuestra que todo es ficticio. En este momento el compilador trae el documento al que daré lectura dentro de dos minutos. Al final del memorándum está lo siguiente:
"CUOTAS EN VIGOR ANTES Y DESPUÉS DEL 1o. DE FEBRERO DE 1917"
Dar doble click con el ratón para ver imagen
"EJEMPLO: "Toluca a Lerma: Dar doble click con el ratón para ver imagen
¡Quince millones de pesos en un año! Estos son datos oficiales, señores diputados. Esta es la aclaración que quería hacer. (Voces: ¡Las jaulas, los carros!)
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Villarreal Jesús J., para rectificar un hecho.
El C. Siurob: Pido la palabra para una moción de orden.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Siurob para una moción de orden.
El C. Siurob: Yo estaba inscripto en seguida en contra y como acaba de hablar un orador en pro, a mí me corresponde el turno en contra.
El C. Presidente: Me permito manifestar a Su Señoría el C. Siurob, que no estaba inscripto; el C. Villarreal Jesús J., tenía pedida la palabra para sólo la rectificación de un hecho.
El C. Siurob: Yo me fui a inscribir y supliqué al señor Presidente que me inscriba en contra.
El C. Villarreal Jesús J: Señores diputados: Lamento mucho que se haya venido aquí a provocarse la discusión de una personalidad, cual es la del señor Pescador, cuando esto nada tenía que ver en lo que se refiere al asunto a discusión; pero ya que el señor Juan Tirso Reynoso lo ha traído a colación, me permito hacer una rectificación: el señor Pescador, los que lo conocemos desde Durango y sabemos que es un revolucionario a toda prueba, ha prestado servicios muy importantes a la Revolución y también, aunque diga alguien que se ha enriquecido, yo digo que no es verdad, sino que el señor Pescador es un hombre honrado a carta cabal; él no tiene nada que ver en lo que se refiere a un contrato con un señor Morali que se dice que tiene en Durango; el telegrama a que se refiere el señor Reynoso, aunque yo no lo conozco ni lo conocí antes ni tengo nada que ver con la Dirección de los Ferrocarriles ni estoy interiorizado de estos asuntos, sólo protesto por lo que me consta y puedo decir que ese telegrama se refiere tal vez al señor Morali, a los asuntos de él y de las personas de su sociedad.
Por consiguiente, yo creo que es muy conveniente que el señor Reynoso exponga aquí los nombres de las personas empleadas del Ferrocarril de la División de Durango, a quien se refiere que fueron removidas con motivo de este telegrama del señor Morali, porque estoy en condiciones de probar que no es exacto lo que se ha dicho.... (Voces: Pruebas, pruebas!) Esas las dará el señor Reynoso. Por los demás, yo creo que llegará un momento en que se aprecie la labor del señor Pescador y los números hablan más que las palabras, y todos los cargos que se hagan a una persona no valen nada, y yo creo que eso de los fierros viejos, eso de la certificación del Juez de Distrito, para mí solamente es un cuento; yo creo que llegará un momento en que se van a descubrir algunas intrigas en que tal vez andan enredadas algunas personalidades que no sé si será por el encono personal con el señor Pescador o por conveniencia u otras razones que están interesadas en que no se descubran ciertas cosas. Yo creo también que llegado el caso y cuando el señor Reynoso presente esas pruebas que él dice, podremos aquí hablar más claro, y entonces yo rectificaré lo que a mí me consta que no es exacto y también con datos que tengo podré hacer algunos cargos y tal vez dar el hilo de algún asunto para que se descubran algunas intrigas en esto.
El C. Presidente: Tiene la palabra, en contra, el C. Siurob.
El C. Siurob: Señores diputados: Comenzaré por manifestar a ustedes que nunca he tenido negocios con el señor Pescador (voces: ¡Quién sabe!), que no podrá en lo absoluto ninguno de los diputados exhibir aquí ninguna factura de carros que yo haya pedido para transportar a cualquiera parte de la República, maíz, pieles, cereales de cualquiera especie, naranjas o cualquiera otra cosa por el estilo. (Risas.) Soy, pues, enteramente independiente de esta clase de negocios, no tengo ningún motivo de encono personal para el señor Pescador, no lo conozco siquiera; lo conozco únicamente de vista y alguna vez fui a pedirle datos precisos para venirlo a defender en esta tribuna, porque yo tenía empeño en que se aclarara el asunto de la enorme venta de hierro a muy bajo precio, a los Estados Unidos, y el señor Pescador no me pudo dar datos ningunos para que lo defendiera. De manera que conste que sólo no tengo ningún motivo de rivalidad con él, sino que he ido, con la mejor voluntad
de defender los intereses del Gobierno, a pedir los datos para venir a defenderlo en esta tribuna, y el señor Pescador no me ha dado ningunos datos para hacerlo.
Ahora vamos a aclarar algunos puntos. El asunto es más serio, señores, de lo que parece, porque ya es tiempo de acabar con esa lacra que existe en los empleados públicos, y mientras más alta es su categoría, con mayor razón abusan de su puesto y vengan a especular precisamente con la salvaguardia de los intereses que tienen encomendados. (Aplausos.) Ya es tiempo, señores diputados, que los altos empleados de la Secretaría de Hacienda dejen de tener casas de cambio, y que los empleados de los ferrocarriles dejen de tener casas en las que se vendan materiales también de los ferrocarriles; que los individuos encargados, por ejemplo, de cualquier ramo de la Secretaría de Guerra tengan un lugar en donde se fabriquen las prendas para el Ejército y que los Jueces se encarguen de arreglar negocios en asuntos que a ellos mismos están encomendados. Ya es tiempo de que acabemos con esa lacra; que los individuos encargados por el Gobierno para determinado asunto, sólo se sirvan de él para especular. Precisamente hace muy pocos momentos me decía el compañero Zubaran: "No, Pescador no tiene la culpa; el asunto es más alto el asunto viene de Pani y de Cabrera". Yo interpelo al señor Diputado Zubaran para que me diga aquí los datos que tiene sobre el particular. Se trata de aclarar hechos y se trata de venir a decir la verdad. Ya he demostrado que no tengo el menor interés en los ferrocarriles: el único interés que tengo es todas esas denuncias que se han hecho de los ferrocarrileros de mi Distrito de Acámbaro, porque es un centro ferrocarrilero, se aclaren en esta Asamblea; que no se vaya a echar sobre los hombros de la Nación esa carga, que constituirá una deuda terrible, precisamente porque los intereses ferrocarrileros sólo en parte pertenecen a la Nación, y la Nación tiene que dar estrecha cuenta a todos los demás accionistas de todos los abusos que se están cometiendo en los ferrocarriles. Interpelo al señor Zubaran para que me diga qué datos tiene sobre el particular; quién sé los dio y en qué forma pueden servir a esta Asamblea. (Murmullos y voces: ¡Que hable Zubaran!)
El C. Zubaran: A la interpelación que me hace el señor doctor Siurob, debo de informar lo siguiente; no sé con qué motivo el señor Pescador, a quien no conozco ni de vista, mandó una persona para informarse si podría la Representación Nacional concederle que viniese personalmente a informar a ella el asunto de los Ferrocarriles Constitucionalistas. El enviado del señor Pescador me decía que el señor Pescador consideraba que podía concedérsele la palabra en esta tribuna, supuesto que los Ferrocarriles no dependían de la Secretaría a Comunicaciones, sino que dependían directamente del Poder Ejecutivo. Me permití informar el enviado del señor Pescador, interpretando la opinión de la Representación Nacional, que no podría concedérsele que viniera a informar en esta tribuna; pero que sí podría enviar un memorándum de todos los asuntos que quisiera tratar y que probablemente sería de más efecto, supuesto que podría conscientemente y con toda claridad, dar a conocer a esta Representación todo lo que se relaciona con los asuntos de los Ferrocarriles. A este respecto, el enviado del señor Pescador me dijo que se le estaban haciendo cargos a él que él absolutamente no merecía y que era completamente ajeno a ellos, que él tenía algo que revelar y especialmente sobre la cuestión del señor Pani, antes como Director de los Ferrocarriles Nacionales y hoy todavía por la ingerencia que tiene aún en los Ferrocarriles. Me informó el enviado del señor Pescador que él, deseando siempre no entorpecer en lo más mínimo la política del Poder Ejecutivo, de quien dependen los Ferrocarriles, se había acercado al Presidente de la República a presentarle su renuncia y a decirle que no quería ser más obstáculo para que el pudiera nombrar a otra persona que lo substituyera, y el Presidente se negó a aceptarle la renuncia que él le presentó, y, en este concepto, era por lo que quería el señor Pescador informar a esta Representación Nacional de todos los cargos concretos que tiene que hacerle el señor Pani y no sé a qué otras personas. Eso es todo lo que puedo informar.
El C. Siurob, continuando: El informe del señor Zubaran ha sido un poco reticente, señores diputados; pero yo tengo muchos datos más. Yo sé perfectamente que el señor Ugarte dispone de carros a "toute pleine," que hasta señoritas van allí a solicitar carros. Los empleados del ferrocarril me han dicho a mí que la falta de carros que se notaba muchas veces en determinadas estaciones, era porque este señor libraba órdenes para que se utilizasen carros en distinta forma. Este es un dato que se me ha proporcionado por un alto empleado del Ferrocarril; no sólo, señores, sino que hay una verdadera casa de negocios que se anuncia en la prensa, en un periódico que se publica aquí en México. El periódico yo lo conseguí y lo tiene en su poder en estos momentos el señor Presidente de la República, a quien se lo llevé personalmente. El periódico trae un anuncio que dice: "Castrejón, Roel, González y Compañía, se encargan de proporcionar carros de ferrocarril, material rodante y toda clase de elementos." Estos son hechos, señores.
El C. Sánchez Pontón, interrumpiendo: Yo tengo el contrato.
El C. Siurob, dirigiéndose al C. Sánchez Pontón: Usted tiene el contrato, compañero. Perfectamente, pues ya ven ustedes que es una cosa cierta. ¿De dónde cogen estos señores, de dónde pescan estos señores los carros, el material y todo? (Voces: ¡Es pescador! ¡Es pescador!) (Risas.) Ustedes saben, señores diputados, que en la actualidad no viene ningún material rodante de los Estados Unidos; ¿de manera que de dónde pescan estos señores todo este material¿ (Voces: ¡Pescador, Pescador!) Allí tienen ustedes un caso concreto, señores diputados, que bastará para, como lo pide el ciudadano diputado Reynoso, que esta Cámara se preocupe de que haya una inspección estricta en el ramo ferrocarrilero; y la inspección debe ser doble: la inspección en la parte de los dineros debe ser por la Secretaría de Hacienda como accionista que es el Gobierno.... (voces: ¡No, no!) y en la parte técnica la inspección debe ser hecha por la Secretaría de Comunicaciones. De manera que no solamente debe haber una inspección, sino que debe haber dos clases de inspecciones en este asunto. Señores, para amenizar
a ustedes un poco esta disertación (risas), me voy a permitir recordarles aquel caso del alcalde de Lagos, que ponía el aviso famoso: "Los que tengan cerdos, que los amarren, y los que no los tengan, que no los amarren". - "Y los que no los tengan, ¿Cómo los amarran? - Pues allí está el peligro que los que los tengan sean los que los amarren". En el mismo caso se encuentra el señor Pescador. Este, si no tiene carros, debe impedir que no teniéndolos se forme una compañía en la cual está su hermano, para dar carros, material rodante y todos los accesorios de ferrocarriles. No sólo, señores diputados, hay muchos cargos más, una gran parte del personal de los Ferrocarriles está formado por individuos amnistiados y por individuos que no están amnistiados y está formado por individuos que apenas acaban de llegar del campo enemigo y son admitidos inmediatamente con más consideraciones y empleos superiores, postergando a aquellos abnegados y raros ferrocarrileros que en épocas aciagas para nosotros siguieron sirviendo con todo empeño, contrarrestando la labor de los enemigos, de sus compañeros que sólo se preocupaban de ver cómo nos descarrilaban trenes, cómo nos dejaban en las estaciones los trenes para que llegara el enemigo y los tomara, de ver cómo telescopaban nuestros trenes con otros e impedir que se salvaran las fuerzas, dando lugar a casos como el de Ramos Arizpe y otros que se han registrado en distintas partes y de los cuales tengo mucha experiencia como Comandante Militar que he sido de dos Estados de la República.
En el asunto de la venta del material; no se ha hecho ninguna rectificación acerca de los datos expuestos en esta tribuna, de que la venta fue hecha en condiciones terriblemente desventajosas para el Erario Nacional. Por decoro, señores diputados, debía haberse hecho ya un aclaración, para que la opinión pública viera que la actual Dirección de los Ferrocarriles no está abusando del ramo que se le ha confiado, que la Nación no ha perdido en este sentido más allá de lo que es justo, dadas las circunstancias por las que atravesamos y, sin embargo, no se ha dado; no se ha hecho esa aclaración que venga a justificar esa venta de hierro en esas condiciones. Hay más todavía, señores Diputados, las máquinas en la actualidad en número considerable, así como los furgones, están mandándose reparar a los Estados Unidos y aquí los obreros quejándose por falta de trabajo y aquí los talleres llenos de obreros, muchos de ellos hasta de sobra, y, por otra parte, muchos mecánicos y carpinteros que se encuentran sin trabajo, cuando el Gobierno podía abrir un establecimiento en que al mismo tiempo que se volviera a fundir ese hierro, se les diera trabajo a ese sinnúmero de obreros mecánicos, carpinteros, herreros, etc., para que se encargaran de reparar esa maquinaria en el interior de la República, para que ese dinero no fuera allende el Bravo, entregándolo así a nuestro vecinos. En lo referente a los durmientes, también tengo que dar datos a esta Representación Nacional: yendo a Morelia oí decir a un vendedor de durmientes que iba en el tren; me decía: "este negocio es muy bueno, señor," - no sabía que era yo diputado - me decía: "este negocio de los durmientes es muy bueno, basta con untarle un poco la mano al contratista en grande de los durmientes en México, y el contratista de los durmientes los admite a un precio más caro, y los admite aunque sean de mala calidad. Ya las vigas que puedo conseguir en Ajuno - o no recuerdo en qué punto del Estado de Michoacán -, no son enteramente apropiadas para los ferrocarriles; pero ya que me las admiten, yo las estoy entregando". Estas eran las palabras textuales de aquel individuo contratista de durmientes, un señor Lugo. No sólo, señores, esta Ley de Ferrocarriles en un verdadero espantajo. Ya debía la Revolución haber reformado esta ley; debemos reformar nosotros esta Ley de Ferrocarriles. Sencillamente, nadie le hace caso; no se lleva a la práctica por los empleados del ramo ni se lleva a la práctica por los accionistas, ni se lleva a la práctica tampoco por el Gobierno. Al Gobierno le está prohibido echar mano del dinero de los Ferrocarriles, y el Gobierno está aprovechándose de este dinero. Comprendo que en la actualidad es una urgente necesidad; pero ya que está aprovechándose de esos dineros, debe nombrar siquiera un inspector para que sepa de dónde le viene este dinero; si es bien o mal habido; si ese dinero está en tales o cuales condiciones. De manera que la Ley de Ferrocarriles es mala, porque allí tienen ustedes, al señor ingeniero Hay, que es uno de los miembros de la Junta Directiva de los Ferrocarriles, le decía yo que cómo no había venido a dar los datos; que era su estricta obligación como liberal, como revolucionario y como miembro de esta Asamblea venir a ilustrarnos aquí sobre el estado actual de los ferrocarriles, y sobre las relaciones del Gobierno sobre dichos ferrocarriles; y, sin embargo, el señor diputado Hay me decía: "- Compañero, yo no sé nada de eso. Nosotros los miembros de la Junta Directiva, en virtud de la Ley de Ferrocarriles; - o no sé que pretexto me puso -" el señor diputado Hay no sabe cómo andan los ferrocarriles. ¡Es el colmo, señores, del absurdo, que los miembros de la Junta Directiva de los Ferrocarriles no sepan cómo andan los citados ferrocarriles! Y si no saben los miembros de la Junta Directiva de los ferrocarriles, y si no saben los accionistas y si no sabe el Gobierno, entonces es aquel un maremágnum, un caos. ¡Ni el mismo Pescador, quizá sabe cómo andan los ferrocarriles! Esta Asamblea necesita ya terminar con este caos; esta Asamblea necesita considerar que este es uno de los negocios más grandes que hay en la República; que puesto que este negocio está en manos del Gobierno, estriba en el decoro del mismo Gobierno examinar este negocio en todas sus partes: en la parte administrativa y en la parte técnica, y también en la parte hacendaria. Así es que yo, corroborando al ciudadano Diputado Reynoso, vengo a proponer a esta Asamblea que no solamente dependan de la Secretaría de Comunicaciones, sino que la Secretaría de Hacienda tenga constantemente inspectores que estén inspeccionando los distintos ramos de los ferrocarriles y la parte hacendaria, y que la Secretaría de Comunicaciones, cumpliendo con su deber, como no lo ha hecho hasta la fecha, también nombre, tanto comisiones técnicas, como comisiones encargadas de vigilar la administración, que estén constantemente vigilando el ramo de Ferrocarriles.
Termino, señores Diputados, deseando que nuestras funciones legislativas nos permitan reglamentar
perfectamente, y meter en cintura a todos estos detentadores de la riqueza nacional y de los cargos que les están encomendados; que si están en un Ministerio de Hacienda, tienen casas de cambio; si se encuentran al frente de la Dirección de los ferrocarriles, tienen casas de venta de material ferrocarrilero; si están al frente de un Juzgado, arreglan los negocios que le están encomendados, vendiendo la justicia, y así llegaríamos a tal grado, que todo el engranaje del Gobierno se convertiría, como en los pasados tiempos de la dictadura, en una vasta agencia de negocios, de la cual sería el primer agente el ciudadano Presidente de la República. Hay que impedir esto, señores Diputados; está en el decoro de ésta H. Asamblea, está en las ideas revolucionarias de cada uno de los diputados, y debe hacerse esto para honor del Gobierno y para bien de la República. (Aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Sánchez Pontón.
El C. Sánchez Pontón: Ciudadanos diputados: No obstante estar de acuerdo en todo lo dicho por el ciudadano Siurob, con relación a los ferrocarriles, al estado en que se encuentra la administración de ese servicio público, no estamos de acuerdo en lo que se refiere a la manera de controlar, de vigilar esos mismos ferrocarriles, puesto que, como lo ha dicho el ciudadano Rueda Magro, miembro de la Comisión, el dictamen que tenemos el honor de presentar a la Asamblea, propone que esa vigilancia se ejerza conforme a lo dispuesto por el artículo 146 de la Ley de Ferrocarriles, de 29 de abril de 1899, en el que se dice que la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas tendrá la inspección. (Leyó.)
Mientras tanto que esta Ley de Ferrocarriles subsista, mientras tanto que nosotros no reformemos todas esas deficiencias de que esta ley adolece, y en las que estamos en todo de acuerdo, tendremos forzosamente que ceñirnos al estricto cumplimiento de dicha ley y dejar que la Secretaría de Comunicaciones sea el órgano, el instrumento del cual se valga directamente el Ejecutivo para vigilar la administración de los ferrocarriles; pero no obstante que, como miembro de la Comisión, sostengo el dictamen, y no obstante que creo que la Asamblea, en cumplimiento de la Ley de Ferrocarriles que está vigente, y porque debe tener en consideración que para hacer la vigilancia de la administración de un servicio público, para el Ejecutivo lo mismo es hacerlo por conducto de una Secretaría que por conducto de otra, no obstante eso, repito, tengo que hacer algunas aclaraciones y pedir la lectura de algunos documentos, con el objeto simple y sencillamente de que se sepa de una manera clara en toda la Nación, y llegue a los oídos del Ejecutivo - que en este caso ha estado casi sordo a los clamores de la República -, cuál es la verdadera situación de los ferrocarriles, mantenida por los altos empleados que, no obstante haberse comprobado multitud de deficiencias en el servicio, y no obstante que se ha publicado hasta la evidencia cuál es la situación que guarda el comercio y la industria nacionales, como resultado de esas mismas deficiencias que se advierten en los ferrocarriles, no han sido separados ni han sido absolutamente llamados al orden, como debía haber sido hecho. Aquí se ha venido a defender al C. Pescador y se le ha venido a atacar; aquí se han venido a hacer determinados cargos sin fundamento, sin pruebas. Yo traigo aquí documentos que quiero que sean conocidos de esta Representación Nacional; pero, desde luego, hago la salvedad de que, al atacar a las personas que actualmente se encuentran en la administración de los ferrocarriles, naturalmente y sin embozo de ninguna naturaleza, tengo que hacer un cargo al Ejecutivo de la Unión, puesto que sabe perfectamente bien él, todo ésto que pasa en los ferrocarriles y, sin embargo, no se ha puesto el remedio. Hago esta aclaración pertinente, porque aquí a cada rato se dice: "¿Por qué se ataca al funcionario Zutano?" "¿Por qué se ataca al empleado subalterno y no se hace el cargo al que debe hacerse?" Pues sí, señores, nosotros lo hacemos con verdadera pena tratándose de un asunto de tan alta trascendencia, que debía haber sido objeto de la más minuciosa investigación y del más escrupuloso cuidado por parte del Ejecutivo de la Unión. Suplico a la Secretaría que se sirva dar lectura a un documento.
(El C. Secretario Aranda dio lectura a un contrato.)
El C. Zubaran: ¿Me permite la Presidencia hacer una interpelación al orador, muy importante, si él lo concede?
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Zubaran.
El C. Zubaran: ¿Podría usted informar, señor licenciado Sánchez Pontón, a la Representación Nacional, si se cumplió ya ese contrato?
El C. Sánchez Pontón, continuando: Iba yo precisamente, a hacer algunas consideraciones acerca de ese contrato y de su cumplimiento; de manera que, en esta forma, me voy a referir a la interpelación que usted me hace. El contrato a que se ha dado lectura, señores diputados, es una de tantas formas, en las que se ha venido especulando con los bienes de los Ferrocarriles Nacionales, que, se ha dicho en esta Representación Nacional, si bien pertenecen al Gobierno de la Nación, en su mayoría, el Gobierno está obligado, dada la organización de compañía anónima que tienen los ferrocarriles, no sólo a dar cuenta estricta, sino también a hacer partícipes de las utilidades y pérdidas, a todos los demás accionistas que forman la mencionada sociedad anónima. Todo esto, naturalmente, ha de ser motivo de una liquidación especial; todas estas enajenaciones de bienes pertenecientes a los ferrocarriles, toda esa disminución grandísima e injusta, del precio a que ese material debió haberse vendido, en caso de que debiera venderse, es, naturalmente, una cantidad que pagará la Nación a la compañía anónima de los ferrocarriles, en el momento en que se tenga que hacer una liquidación. El contrato cuya copia tengo en mi poder, ha pactado unas condiciones enteramente onerosas para la Nación y para los ferrocarriles directamente. En épocas normales nunca se ha vendido a menos de cuarenta o cincuenta pesos la tonelada de fierro de desperdicio; y ahora, cuando ha subido poderosamente este artículo en todo el mundo, por las exigencias de la guerra, ahora en que en los Estados Unidos no
se encuentra absolutamente donde se pueda comprar acero ni fierro, y que son verdaderamente fabulosas las sumas que piden las fundiciones y todas las compañías que ha esto se dedican; en estos tiempos, repito, se vienen a hacer contratos de diez dólares por tonelada de fierro de desperdicio, en el que, me informa en estos momentos el diputado Portes Gil, no solamente había fierro de desperdicio, por inservible, sino había hasta los rieles que se emplearon en las trincheras de Tampico y que estaban perfectamente utilizables para el servicio. En cuanto al cumplimiento de ese contrato, las noticias que yo tengo son de que los ciudadanos Salazar y Maple, cesionarios, también hicieron algún contrato para ceder sus derechos y obligaciones y que no sé si por una disposición que dio el ciudadano Presidente de la República, impidiendo que saliera el fierro y material de los ferrocarriles, o porque no se pudo llevar a cabo la operación con la compañía americana de Chicago o de San Francisco, California, en lo que tenía pactado, se haya podido llevar a efecto. Lo ignoro; me parece que no se ha llevado a efecto, según los datos que tengo; pero eso, absolutamente, ahorra responsabilidades a los que hicieron el contrato. (Voces: ¡Claro!)
El que no se haya podido llevar a cabo, sea por la disposición del Presidente de la República respecto a este particular, o sea por que no se haya podido concluir el contrato con la casa americana, lo cierto es que se ha hecho el contrato en condiciones enteramente onerosas para la Nación. Por otra parte, y esto no lo puedo afirmar, sino como rumores que han llegado a mis oídos, no obstante que el señor Presidente de la República dio una disposición impidiendo que saliera por las aduanas y por la frontera el material de los ferrocarriles, el material motivo de este contrato ya estaba reconcentrado en las aduanas de Nuevo Laredo, de Matamoros y en el puerto de Tampico, y ya había salido en gran parte cuando se había hecho el contrato; es decir, ya estaba al otro lado de la línea divisoria. De esto no me hago solidario, como he dicho antes. Ahora bien, señores diputados, también aseguré, interrumpiendo al ciudadano doctor Siurob, que estaba en mi poder copia del contrato que tienen celebrado los CC. Castrejón, González, y Roel, altos empleados de los ferrocarriles, formando una compañía de comisionistas que se dedica, como lo anuncian públicamente, a prestar facilidades para los transportes, para proporcionar carros y toda clase de facilidades en los ferrocarriles. ¿Y cómo no va a ser inmoral, señores diputados, que altos empleados, como los señores Castrejón, hermano del Contador General de los Ferrocarriles; González ayudante del Director General; y Roel, Tesorero de los mismos ferrocarriles, (siseos) hagan un contrato de sociedad para dar facilidades en los transportes? (Murmullos y fuertes siseos.)
No quiero cansar la atención de ustedes, señores diputados, haciendo que la Secretaría lea íntegros los documentos... (voces: ¡Que se lean, que se lean!) pero me voy a permitir leerlos yo mismo, con objeto de marcar algunos puntos. Esta copia dice lo siguiente: (Leyó.)
Los ferrocarriles celebraron también un contrato con la Compañía del Ferrocarril de Morelia a Tacámbaro, Sociedad Anónima, representada por los señores Pascual Ortiz Rubio, actual Gobernador del Estado de Michoacán, (toses, siseos), Plácido Díaz Barriga... (Leyó.)
Las cláusulas de este contrato en que se venden rieles, probablemente utilizables, supuesto que los compra una compañía ferrocarrilera para utilizarlos en ese servicio, está en estas condiciones como lo pueden ustedes ver en esta cláusula. (Leyó.)
Para dar una idea de lo oneroso de este contrato, debo decir a los señores diputados, que actualmente no se consigue a menos de ciento cuarenta pesos la tonelada y día a día aumenta por la escasez del acero y fierro que se emplea en todos los materiales y accesorios de guerra. En el estado actual yo estoy seguro, porque son verídicos, no se encuentra al precio de ciento cuarenta pesos la tonelada, y se ha hecho este contrato por la mitad, por sesenta pesos tonelada, haciendo notar que no será pagado en efectivo, sino a cambio de durmientes, cuyo precio había sido fijado en condiciones enteramente favorables, puesto que se daba un plazo, el de dos años, para empezar a entregar esos durmientes. ¿De esta manera, señores diputados, se va a proceder a la reconstrucción de las líneas ferrocarrileras de la Nación? ¿De esta manera podemos esperar que el empréstito de cincuenta millones que se solicita para construir o reconstruir los ferrocarriles, vaya a ser utilizado en esa misma reconstrucción, o vaya a ser utilizado en negocios de otra índole? Estos datos, señores diputados, los tenía yo para cuando se presentaran las condiciones del empréstito destinado a los ferrocarriles. Creo que eso no se podrá llevar a cabo, al menos en mucho tiempo, y por eso ahora he querido hacerlos del conocimiento de los ciudadanos diputados. Pero si estos rieles, si todo este material utilizable se empleara en la reconstrucción de las líneas del país, ¿no ganaría mucho más la Nación, el comercio, la industria, todo en general y no haciendo contratos con otras compañías a la mitad del precio que vale en plaza en estos momentos ese mismo material? Evidentemente que sí. (Voces: ¡Es claro!)
Ahora vamos a los negocios que se hacen dentro de las oficinas de los ferrocarriles para que nos haga favor de decir el señor González que habló...(voces: ¡Alejandre! ¡Villarreal!) el señor Villareal que habló hace un momento, si es verdad o no es verdad, puesto que yo aceptaría con mucho gusto que se me diera una prueba en contrario de lo que yo tengo en mi poder: Como se sabe, cuando el cambio de especie para el pago de los sueldos de papel "infalsificable" a plata metálica, hubo unos arreglos para el pago en los ferrocarriles, puesto que no era posible pagar íntegramente en metálico lo que debía pagarse por sueldos a los empleados ferrocarrileros. Entonces, por reclamación, por exigencias de los mismos empleados, muy justas, se les dieron algunos pagarés o bonos, por la parte que no se les pagaba en metálico; pero habiendo pasado cierto tiempo sin que se le hicieran efectivos, algunos empleados de los mismos ferrocarriles empezaron a descontar esos pagarés con el cincuenta primero, sesenta y setenta y cinco por ciento de descuento. Los empleados ferrocarrileros,
teniendo la seguridad de que no se les pagarían en mucho tiempo esos bonos, tuvieron que hacer esa operación enteramente perjudicial para sus intereses, y esto era cuando ya se sabía, naturalmente, entre los especuladores de los bonos, que ya se iba a decretar el pago de los mismos bonos o pagarés. De modo que cuando ya tenían en su poder esos empleados todos los bonos de los trabajadores ferrocarrileros, entonces se decretó el pago: hicieron un negocio fabuloso. (Siseos.)
Ahora vamos a ver en poder de quién se encuentra esta grandísima empresa de los ferrocarriles que ya no vemos nosotros desde el aspecto de una sociedad comercial, y de una sociedad en la cual están representados intereses extranjeros que tendrán forzosamente que hacer valer por los medios de que se valen los extranjeros, todos los derechos que tienen en esa compañía, sino mirándolo nosotros, como representantes del pueblo, debemos considerarlo como un servicio público, simple y sencillamente como uno de los otros servicios públicos del país. ¿En manos de quién se encuentra este servicio público? Es lo que voy a presentar a ustedes con este cuadro, en que se encuentran las más altas personalidades de los ferrocarriles con los puestos que actualmente desempeñan y los mas altos que desempeñaron antes y constan también los sueldos que tenían antes y los sueldos que tienen ahora. Felipe Pescador: no llego a ser mas que jefe de trenes, exceptuando un pequeño periodo de tiempo en el que fue Superintendente de la División Durango en 1914, cuyo puesto asumió por no haber servicio, pero por nombramiento no llegó a ser más que jefe de trenes. El sueldo que entonces tenía era de 325 pesos mensuales, y actualmente tiene tres mil pesos mensuales...(Siseos, voces: ¡Y las buscas!) El C. J. M. González, actualmente ayudante del Director, era empleado de la Superintendencia, empleado subalterno, tenía doscientos cincuenta pesos mensuales de sueldo y actualmente tiene dos mil pesos como ayudante del Director General. (Siseos, desorden.) El C. C. Rochín, ayudante también del Director, no llegó a ser más que conductor con doscientos cincuenta pesos y tiene actualmente dos mil pesos. (Siseos, desorden.) El C. J. D. Villarreal, ayudante del Director, no fue más que empleado de segunda categoría con doscientos cincuenta pesos de sueldo, actualmente tiene mil quinientos pesos mensuales. (Siseos, murmullos, desorden.) El C. Vicente Gutiérrez, Agente General de Fletes y Pasajes, creo que ahora es Superintendente de Auditores o Agente General, era Agente Industrial de los Ferrocarriles con trescientos pesos mensuales y actualmente tiene mil doscientos de sueldo. Antero Roel, Tesorero de los Ferrocarriles actualmente, se ignora qué puesto tenía, porque parece que no es ferrocarrilero, tiene actualmente mil cuatrocientos pesos de sueldo. (Siseos, desorden.) Crescencio Salazar, Superintendente del servicio de carros, era empleado con doscientos cincuenta pesos, y ahora tiene mil doscientos pesos. (Siseos, murmullos, desorden. Campanilla.) C. Paulino Fontes, Gerente del Ferrocarril Mexicano intervenido, era conductor con doscientos pesos mensuales, y actualmente tiene un sueldo ilimitado. (Siseos, murmullos, toses. Campanilla.)
Así, señores diputados, pueden ir cerciorándose de que cada uno de los más altos empleados de los Ferrocarriles Constitucionalistas y de las líneas que tiene intervenidas el Gobierno para dar cumplimiento a las necesidades urgentes de la pacificación del país, no habían llegado a ser por sus méritos, por el tiempo que tenían en los ferrocarriles, o por cualquiera otra circunstancia, sino empleados de ínfima categoría, y desde luego no quiero absolutamente decir que los empleados que antes hayan estado postergados, o que antes hayan tenido puestos de pequeña importancia, no puedan aspirar, no hayan tenido el más justo derecho para poder llegar a otros puestos de gran importancia; pero si se tiene en consideración que en los ferrocarriles no se puede subir de un golpe desde el puesto de un empleado hasta el puesto de Director General, sino que allí más que en ningún otro trabajo es necesario subir por riguroso escalafón, conocer absolutamente toda clase de trabajos que desempeñen en un servicio tan importante y actualmente uno de los más exigentes, si estos mismos empleados dieron un salto enorme de los puestos que ocupaban hasta los que actualmente ocupan, entonces sí debe extrañarnos que haya llegado actualmente a desempeñar los puestos que ahora ocupan, cuando absolutamente tienen los méritos y la capacidad necesarios para desempeñarlos. A esto debemos agregar que existe multitud de datos y multitud de personas que conocen íntimamente a estos señores y que pueden testificar cómo muchos de ellos fueron separados de los Ferrocarriles por que absolutamente cumplían con sus obligaciones; que muchos de ellos no solamente no las cumplían, sino que defraudaron los intereses que tenían a su cargo. Y, señores, ¿por esos méritos y por esa falta de aptitud es por lo que se les ha elevado a los puestos más altos de un importantísimo servicio público? ¿Es de esa manera como puede esperar la Nación que un servicio como el de los ferrocarriles pueda normalizarse y reconstruirse como todos los ramos de la administración del país, para dar los verdaderos frutos que debe dar la reconstrucción general emprendida por el Gobierno? ¿Y de esa manera vamos nosotros a esperar que se corrijan los abusos que se verificaban durante el periodo preconstitucional, que disminuya toda esa clase de gabelas que se va agregando día a día sobre las espaldas del pueblo y que mañana se traducirán en un empréstito formidable que vendrá a ser hasta la venta de la neutralidad del país? No, de ningún modo debemos nosotros consentir esto; si antes no se ha puesto el remedio, si antes no ha podido lograrse que se acabe todo este cúmulo de dificultades y que se hayan acumulado cantidades, una sobre otra para formar los montones que mañana tendrá que pagar la Nación, que ya no siga esto adelante, que siquiera se ponga un límite hasta estos momentos y que al organizar las Secretarías, al depender los ferrocarriles como proponemos directamente de Comunicaciones para su vigilancia estricta, que entonces se ponga coto a toda esta clase de abusos, y que la Nación no tenga que cargar más. Nosotros no podemos pedir, ya que es imposible, la glosa de las cuentas pasadas, no podemos pedir, repito, que todo lo que se haya verificado dentro de los ferrocarriles o de
cualquier otro ramo, tenga un remedio inmediato; pero sí tenemos el más estricto derecho y sobre todo la más grande de las obligaciones de pedir que en estos momentos que emprendemos la gran tarea de la reconstrucción nacional, que estudiamos la Ley Orgánica de las Secretarías de Estado, y dentro de ella la de todos los ramos del servicio federal, que se ponga un límite y que cada Secretaría mantenga de una manera estricta la vigilancia sobre todas las dependencias que están a su cargo. Por eso he querido tocar, incidentalmente estos puntos, con objeto de que, apoyando el dictamen presentado por la Comisión, hagamos patente que no ha sido el espíritu de la Comisión, al rechazar la iniciativa de nuestro compañero Reynoso, el impedir que se haga una vigilancia estricta sobre las cuentas y la administración de los ferrocarriles, que nos anima el mismo deseo a él y a nosotros, que todos estamos de acuerdo, pero que nosotros no encontramos justificado el que la Secretaría de Hacienda sea la que ejerza esta vigilancia sobre los ferrocarriles, por una parte, porque no sería eficaz la vigilancia que hiciera Hacienda sobre los ferrocarriles, porque para ese caso necesitaríamos que otra oficina ejerciera vigilancia sobre la Secretaría de Hacienda, (aplausos,) y por otra parte, porque como he dicho antes, son ambas, la Secretaría de Comunicaciones y la de Hacienda, dependencias del Ejecutivo, Secretarías del Despacho, es igual absolutamente por lo que hace al orden legal, que se ejerza la vigilancia por una o por otra de las Secretarías, y aceptada la vigilancia de la Secretaría de Comunicaciones, aceptamos también lo dispuesto por la Ley de Ferrocarriles vigente. Estas son las razones que la Comisión tiene para pedir que se apruebe el dictamen que ha presentado, rechazando la moción del compañero Reynoso, haciendo constar desde luego, con este documento que me permito presentar a la consideración de la Asamblea, que nosotros juzgamos también el que se vigilen estrictamente los ferrocarriles, porque estamos enteramente convencidos de que es un desastre , de que es una bancarrota la actual administración de los ferrocarriles por las personas que se encuentran en los más altos puestos de ella; y que esta voz que se levanta en la Representación Nacional, todo este haz de voluntades que viene a representar la voluntad y la opinión del pueblo, llegue también a las esferas del Ejecutivo, llegue también a los oídos de él; que él sepa que absolutamente podrá seguir un día más ese desastre de los ferrocarriles, con beneplácito del pueblo que no podrá seguir mirando las concesiones que se hacen de los carros para aumentar el precio de los artículos de primera necesidad; que no podrá seguir mirando esas operaciones inmorales que se llevan a cabo en los ferrocarriles; que no podrá, con indiferencia, ver que se vendan los bienes de los ferrocarriles, puesto que el Gobierno solamente está por la ley autorizado para administrar esas líneas durante el período de guerra, pero no para enajenar sus bienes; que no puede, en una palabra la Nación mirar indiferentemente que uno de los servicios más importantes, al que se le concede mayor trascendencia en todas las naciones del mundo, esté en poder de individuos ineptos y que no tienen absolutamente escrúpulo para pensar que mañana, sobre las espaldas de pueblo trabajador, estarán todos los negocios que actualmente están llevando a cabo. (Aplausos nutridos.)
Presidencia del C. RUEDA MAGRO MANUEL
- EL C. Presidente: Tiene la palabra el C. Reynoso.
El C. Reynoso: En vista de la aclaración que acaba de hacer el compañero Sánchez Pontón, acepto la forma en que viene el dictamen: que la Secretaría de Comunicaciones sea la que estrictamente cumpla con su deber, porque es deber y obligación de la Secretaría de la Comunicaciones, hacer que se cumpla con la Ley de Ferrocarriles. De manera que yo, por mi parte, estoy de acuerdo con lo que pide la Comisión. (Aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Alejandre. (Voces: ¡A votar!)
El C. Alejandre: Es verdaderamente triste, señores Diputados, que el elemento intelectual de esta Cámara, lo mejor de todos esos jóvenes que hemos visto que han defendido aquí, en esta Asamblea, con tanto empeño muchos de los proyectos que se han presentado en esta Asamblea, hoy, con una elocuencia que yo admito, con esa elocuencia que les caracteriza, solamente venga aquí a esta Asamblea, perdonándome la frase, a ocuparse única y exclusivamente de chismes, lanzarle a una persona..... (voces: ¡Aaaaah! Siseos y desorden. Campanilla), a lanzarle a una persona cargos..... (siseos, desorden), cuando esa persona no puede defenderse..... (continúan los siseos), no se lanzan cargos..... (Siseos prolongados y desorden. Campanilla.)
El C. Presidente: La Presidencia suplica a los señores diputados que permitan hablar al orador. (Voces: ¡No, no! Desorden.)
El C. Alejandre, continuando: A una persona, cuando se le lanzan cargos, debe encontrarse frente a frente, debe encontrarse en igualdad de circunstancias. (Siseos y desorden.) Aquél que no lo hace así, aquél que, cuando le lanza un cargo no se encuentra en las mismas condiciones, puede nombrarse, por ejemplo, como cuando se asalta a un individuo y a mansalva se le asesina.... (Siseos, desorden. Campanilla.)
Voy a rectificar estos seis hechos a los ciudadanos Sánchez Pontón y Siurob, y por ellos verán ustedes todas las falsedades que se han asentado aquí. Dice el segundo que se ha visto un anuncio de los señores Pescador. etc., ofreciendo carros. Hago notar a ustedes que estos carros son del señor Felipe Pescador. (Aplausos. Voces: ¡Bravo, bravo! ¡No me defiendas, compadre! ¡Ya tiene máquinas, es el dueño de los ferrocarriles!) Hago notar a ustedes que estos carros..... (siseos y desorden), hago notar a ustedes que estos carros son exclusivamente del señor Felipe Martel; el señor Felipe Martel es propietario de esta compañía, que tiene sobre veintisiete carros de ferrocarril, y los señores José María Pescador y Felipe Martel..... (Voces.) Señor Presidente: Suplico a usted se sirva
exhortar a los señores diputados para que guarden silencio.
El C. Presidente: Se suplica a los señores diputados que permitan al orador hacer uso de la palabra.
El C. Alejandre, continuando: Estos carros señores diputados, son exclusivamente de Felipe Martel; los tiene en sociedad con José María Pescador, y es una sociedad anónima, que fue constituída hace mucho tiempo. (Voces: ¿Cuánto tiempo?) En consecuencia, estos carros, que han sido reconstruídos por el mismo señor Felipe Martel, los tiene el señor diputado Andrés Ortiz en las mismas condiciones; y entonces, porque este señor es diputado y el otro no lo es, tiene el derecho de lanzarse esos cargos? Creo que no. Este señor tiene veintidós carros, y el señor Pescador quince: por consiguiente, se encuentran en las mismas condiciones, y allí, en los Ferrocarriles Constitucionalistas..... (voces: Confusión), en los Ferrocarriles Constitucionalistas....... (confusión. campanilla), en los Ferrocarriles Constitucionalistas, todo aquél que solicita un contrato para reparar carros, se lo conceden, le dan la exclusiva para que, durante seis meses, lo trabajé él exclusivamente; por consiguiente, todos se encuentran en iguales circunstancias; toda solicitud que se haga allí, inmediatamente se atiende, y pueden reparar esos carros. Por consiguiente, esta clase de negocio es enteramente lícita.
El segundo cargo, señores diputados, del material que dicen que compraron a los ferrocarriles, yo desearía que, para que supieran ustedes y para que pudieran fallar con todo conocimiento de causa, para que se enteraran, pasaran a la oficina del Agente de Compras, donde les pueden proporcionar todos estos datos. Esta solamente es una intriga, que partió de la Secretaría de Comunicaciones; un señor empleado de la Secretaría de Comunicaciones, tenía alto empeño en que se le vendiera esta cantidad de fierro..... (Voces: ¡Nombre!) Un señor Loaiza; como no se le vendió, después formuló todos estos cargos contra la Dirección de los Ferrocarriles Constitucionalistas, que, no pudiendo ya exportar todos estos carros, solamente exportaron quince carros. Esto, señores diputados, del precio que acaba de decir el señor Sánchez Pontón, yo desearía que consultaran ustedes algún periódico de las finanzas de Nueva York o de aquí mismo, de México, donde pueden encontrar los precios de venta en que se hizo este contrato; es justamente en la fecha el precio que guardaba en aquel entonces.
Si más tarde han subido todas las mercancías, como lo sabemos nosotros, no es culpa que en una época se haya hecho un contrato y más tarde se haya elevado el precio como el que tenemos actualmente. Los cargos que le hacen a la sociedad de Castrejón, González y Compañía, hago notar a ustedes que el señor Enrique Castrejón es empleado del ferrocarril y que el señor Castrejón a que se refiere esta sociedad, es el señor Carlos D. Castrejón, que no trabaja en el ferrocarril, ni ha trabajado nunca, y tiene su despacho en el Edificio Olivares; allí pueden ustedes ver que tiene su despacho. Este señor era socio de Juvencio González, cuando él no estaba antes trabajando en el ferrocarril; por consiguiente, una vez que entró el ferrocarril, la sociedad que antes giraba "González Castrejón y Compañía," actualmente es solamente de Carlos Castrejón; el otro es un hermano que se llama Enrique, que no trabaja en los Ferrocarriles Constitucionalistas y trabaja en el Ferrocarril Mexicano. (Voces: ¡Pero es hermano! ¡Toda la familia está allí!)
Lo que dice, señores diputados, de los rieles, hago constar a ustedes que actualmente en los Ferrocarriles Constitucionalistas, las Líneas Nacionales, tienen una gran cantidad de rieles: estos rieles no tienen absolutamente ningún uso, son rieles de cuarenta a cincuenta libras, que no se usan en ningún ferrocarril actualmente: Los rieles, cuando se cambiaron las líneas de aquí a Laredo y a otras partes del país, fueron substituidos por rieles de ochenta libras, que son los que se usan en la actualidad. Así es que los rieles de esta cantidad, es indispensable venderlos, y aún siguen vendiéndose, porque no tienen ningún uso, y el ferrocarril necesita más el dinero que esa cantidad de rieles, que no sirven para nada.
Referente a lo que dicen de los sueldos, me extraña señores, que ustedes no tengan, cuando menos, un poquito de inteligencia (voces: ¡Ah, ah! Aplausos), para no comprender que sería muy vergonzoso que, puestos que tenían antes los americanos y que los han desempeñado a toda satisfacción mexicanos, ¿una vez que los iban a desempeñar, tuvieran que asignarse un sueldo inferior? Estos sueldos eran los que tenían en las Líneas Nacionales los altos empleados, como el señor Brown y el señor Clark y otros. Estos sueldos tenían esos señores, y ahora, por la tempestad revolucionaria o por lo que ustedes quieran, sería impolítico que se asignaran sueldos pequeños; que se digan que eran superiores los sueldos que actualmente disfrutan a los que tenían antes en esos altos puestos, y en ese caso estarían justificados los cargos; pero sabiéndose de antemano que tenían sueldos fabulosos los directores de las Líneas Nacionales, ocupando estos señores estos puestos, sería impolítico y se harían muy poco honor a sí mismos, si ellos en las nóminas se hubieran puesto sueldos más bajos.
Por consiguiente, señores Diputados, creo que estos cargos que se les han lanzado si los estudian con toda calma, con todo juicio y ven ustedes esto con más serenidad, podrán encontrar que muchos de los cargos que se han lanzado son injustificados. Que digan que la Dirección hay mala dirección, que son indispensables muchas otras cosas, allí estoy de acuerdo. Hay esto, señores diputados: el señor Elizalde, que ha sido conductor, puede decir si no tienen los superintendentes y conductores los mismos sueldos que tenían los americanos que se fueron del país; así es que yo juzgo que se hubieran desprestigiado a sí mismos si se hubieran puesto sueldos inferiores; la culpa no la tienen ellos, sino nosotros; que se cambie en la Dirección de los Ferrocarriles a quienes se quiera; pero que a todo se vea que en el fondo de esta acusación hay simple y sencillamente muchas cuestiones personales (Voces: ¡Ya está bueno!)
Vuelvo a repetir, señores diputados, que a mí no me interesa, y si he hecho aclaraciones, es por
que tengo algunos datos que si no los puedo presentar con esa facilidad con esos argumentos, con ese lenguaje florido del señor Sánchez Pontón, cuando menos tengo algunos datos más precisos y más concretos que hablan sobre esto.
Por lo que se refiere a la petición que ya había hecho el señor Reynoso, vuelvo a repetir que lo único que me interesa en este caso es manifestar que si nosotros aceptamos esa iniciativa, más tarde descompondremos el sistema de ferrocarriles, que ojalá que en muchas Secretarías se siguiera en la forma en que está establecido. (Voces: ¡Ah , ah!)
Señores diputados: Termino ofreciendo a ustedes que todos los datos que quieran sobre esto se los puedo dar de la Oficina de Compras. Esos cargos lanzados al Director General no van directamente a él, sino a un hombre tan honorable como es el señor Paulino López, que es el que está al frente de esa oficina. Yo tengo todos los datos y estoy autorizado por él para presentarlos a cualquier diputado que quiera verlos con calma y con juicio, y puedan ustedes hacer los cargos que quieran; pero juzgo que lanzarlos a una persona que no se puede defender, es injusto, impolítico, y no es de personas sensatas. (Voces: ¡Ah, ah! ¡A votar, a votar! ¡Naranjas!)
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Ortiz Andrés.
El C. Ortiz: Señores diputados: Subo a esta tribuna a hacer nada más una aclaración acerca de lo que han expresado aquí algunos oradores apoyando el dictamen de la Comisión y haciendo un cargo aparentemente a la Secretaría de Comunicaciones por no haber intervenido oportunamente y en no haber nombrado los inspectores que la Ley de Ferrocarriles autoriza, tanto los administrativos como los técnicos. Debo decir a ustedes, por haber sido yo jefe del Departamento de Comunicaciones de la Secretaría, en esa época, que desde la época del señor ingeniero Bonillas y siendo Director de los Ferrocarriles el señor Pani, se trató con mucha tenacidad de nombrar esos inspectores, no habiéndose podido nunca. (Voces: ¿Por qué?) Yo no sé por qué, seguramente porque los Directores de los Ferrocarriles tenían más poder que el Subsecretario de Comunicaciones. Esto ha sucedido con el señor Rodríguez Gutiérrez, actualmente Subsecretario de Comunicaciones, ha tomado mucho empeño y lo ha estado tomando para moralizar el servicio; pero no ha podido hacerlo hasta la fecha. (Voces: ¿Y lo de los carros?) Sobre lo de los carros debo decir a ustedes que los datos a este respecto del señor ingeniero Alejandre, como todos, son datos muy malos. (Voces: ¡No es ingeniero. Es garrotero!) Yo les presentaré a ustedes mañana, porque no lo tengo aquí, el contrato de cinco carros que tengo. (Murmullos.)
El C. Secretario Aranda: Continúa la discusión del Artículo 6º. Las personas que deseen hacer uso de la palabra se servirán pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación.
- El mismo C. Secretario: "Artículo 8º. Corresponde al Departamento de Instrucción Pública y Bellas Artes.....
"Escuela de Estomatología."
El C. Manrique: Moción de orden, señor Presidente. Debe ser Universitario y de Bellas Artes.
- El mismo C. Secretario: "Artículo 8º. Corresponde al Departamento Universitario y de Bellas Artes.....
"Escuela de Estomatología."
Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? Se reserva para su votación.
Presidencia del C. PÉREZ GASGA FLAVIO
- El mismo C. Secretario: "Artículo 9º bis. Corresponde al Departamento de Aprovisionamientos Generales, la adquisición por compra o fabricación de todos los elementos necesarios para el funcionamiento de las dependencias del Gobierno Federal, con las siguientes excepciones:
"I. La Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas queda autorizada para adquirir los materiales de construcción, la herramienta y la maquinaria necesaria para la construcción de las obras nacionales.
"II. El Departamento de Establecimientos Fabriles y Aprovisionamientos Militares, queda autorizado para adquirir las materias primas, herramientas y maquinaria necesarias para su funcionamiento."
Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? Se reserva para su votación. "Artículo 10 bis.... (Comenzó a leer.)
El C. Manrique, interrumpiendo: Como consecuencia de la creación del llamado Departamento de Contraloría, del que deberá depender en lo sucesivo la deuda pública, el Artículo 3º relativo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público dejará de tener bajo su dependencia esa misma materia; en consecuencia, queda entendido que el Artículo 3º dejará de comprender la deuda pública y, naturalmente, se votará a la vez que el Departamento.
- El mismo C. Secretario: Estando ligado el artículo 3º, correspondiente a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público con el asunto a debate, se pregunta a la Asamblea si permite retirar el dictamen para que lo modifiquen. Se consulta a la Asamblea si permite retirar la palabra que dice: "empréstito". " Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie.
El C. Sánchez Tenorio: Suplico a Su Señoría repita lo que dijo.
El C. Secretario Aranda: Se pregunta a la Asamblea si permite retirar del dictamen, del Artículo 3º, la palabra que dice: "deuda pública". Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Se concede permiso.
"Artículo 10 bis. Corresponde al Departamento de Contraloría:
"Contabilidad de la Nación.
"Contabilidad y Glosa de toda clase de egresos e ingresos en la administración pública.
"Relaciones con la Contaduría Mayor de Hacienda de la Cámara de Diputados.
"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión."
Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? Se reserva para su votación.
Presidencia del C. RUEDA MAGRO MANUEL
- El mismo C. Secretario: "Señor:
"Habiendo incluído a la Escuela Superior de Comercio y Administración entre las adiciones y reformas que esta H. Asamblea había acordado que se hiciese a la Ley de Secretarías, la Comisión no tuvo oportunidad de hacer presentes algunos datos que recogió después de formuladas las citadas adiciones, y esto hizo que la referida Escuela quedase formando parte de la Universidad Nacional; pero en vista de que existen razones de bastante peso para que esta Escuela dependa de la Secretaría de Comercio e Industria, los subscriptos nos permitimos proponer que el artículo 7º de la ley citada quede redactada así:
"Artículo 7º. Corresponde a la Secretaría de Industria Comercio y Trabajo:
"........................ "Escuela Superior de Comercio y Administración."
"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.
"México, noviembre 19 de 1917.- A. Esquivel.- Flavio Pérez Gasga.- Enrique Suárez.- José Rivera.- Enrique Meza.- M. Rueda Magro.- J. M. A. del Castillo."
Está a discusión.
El C. Manrique: Reclamo el trámite.
El C. Presidente: No se ha dado ningún trámite.
El C. Manrique: Es el trámite poner a discusión cualquier asunto; este trámite lo reclamo.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Manrique.
El C. Manrique: Señores diputados: Debéis recordar que en la última sesión en que se trataron asuntos relativos a la Ley Orgánica de Secretarías aprobasteis un inciso que hacía depender a la Escuela Superior de Comercio y Administración de la Universidad Nacional. Este inciso se sometió a vuestra consideración; no se levantó en el seno de esta Cámara una sola voz en contra del inciso, en consecuencia, pasó a votación y fue por unanimidad aprobado. Ahora, una parte de la Comisión ha presentado de nuevo este inciso a vuestra consideración, pide que se haga depender a la Escuela de Comercio de la Secretaría de este nombre. Yo creo que hay en esto una verdadera irregularidad. El Artículo 122 reglamentario dice: "En la sesión en que definitivamente se vote una proposición o proyecto de ley, podrán presentarse por escrito adiciones o modificaciones a los artículos aprobados."
Acogiéndose al derecho que este artículo les daba, algunos compañeros Diputados, como Rebolledo, Manjarrez, Figueroa, López Lira, Narro, Sepúlveda, Hay y algunos otros, solicitaron de esta Asamblea, en tiempo oportuno, modificaciones a la ley. Las Comisiones, obedientes a su papel, dictaminaron ya si eran o no de aceptarse estas diversas modificaciones, aquí terminó el papel de las Comisiones. Las Comisiones no tienen ya derecho, una vez votada definitivamente la ley, de presentar una modificación no sugerida por algún miembro de la Asamblea. Creo, en consecuencia, absolutamente inoportuna la proposición que fue presentada por una parte de las Comisiones, que quieren que se reforme un artículo ya votado y no objetado en esta Asamblea, pidiendo una reconsideración del asunto. Este procedimiento es verdaderamente irregular, es condenable y pido a Vuestra Soberanía que se repruebe el trámite de la Mesa negándose a la proposición de la Comisión que entre a discusión, su proyecto.
El C. Cepeda Medrano: ¡No hay quórum!
El C. Presidente: En vista de que el C. Cepeda Medrano dice que no hay quórum, por más que la Asamblea sí cree que lo hay, se va a pasar lista. (Voces: ¡No, no!)
El C. Figueroa: Para una moción de orden.
El C. Secretario Aranda: (Comenzó a pasar lista.)
El C Figueroa, interrumpiendo: Moción de orden. En mi concepto, hay suficiente número de Diputados para formar quórum; por otra parte, estamos tratando asuntos de mucha importancia y creo que no debe interrumpirse la sesión para esto.
El C. Rivera Cabrera: Moción de orden. Así como el señor Cepeda Medrano, juntamente con los otros señores, llegó por el recuento a la conclusión de que no hay quórum, yo he hecho ese recuento también y veo que sí hay quórum. Por lo tanto, suplico que se continué la sesión.
El C Presidente: La Presidencia manifiesta que el ciudadano Secretario Portes Gil ha contado a los ciudadanos Diputados y hay 127 ciudadanos en el salón. Tiene la palabra el C. Diputado Pérez Gasga.
El C. López Lira: Moción de orden. Señor Presidente: Yo siento llamar la atención de Su Señoría sobre el hecho de que la Cámara ya no está con la seriedad debida; dentro de la Cámara hay muchos grupos de ciudadanos diputados que seguramente están tratando asuntos muy interesantes, pero que desdicen mucho del decoro de esta Asamblea y yo me permito recordar a Su Señoría y a mis compañeros que estamos en sesión pública, señor Presidente. (Aplausos.)
El C. Presidente: Suplico a los señores diputados se sirvan ocupar sus curules. Tiene la palabra el C. Pérez Gasga.
El C. Pérez Gasga: Señores diputados: Como miembro de las Comisiones dictaminadoras en este asunto, me voy a permitir hacer una explicación a la Asamblea para que ésta tenga perfecto conocimiento de por qué una mayoría de los miembros que formamos dichas Comisiones dictaminadoras, hemos presentado a vuestra consideración la proposición a que se acaba de dar lectura. En el Salón Amarillo de esta Cámara discutimos una mayoría de los miembros de la Comisión lo relativo a la Escuela de Comercio y Administración mejor dicho, lo relativo a la dependencia de esta escuela o al lugar en que debe incorporársele; más que una discusión fue aquella un cambio rápido de ideas, porque con violencia se estaba discutiendo el
mismo asunto en esta Asamblea y no era posible tener una discusión seria y bien razonada sobre el particular. Tan fue así, que yo me permití exponer a mis compañeros de Comisión, que con lo que se había dicho y hablado no había formado un criterio exacto sobre este asunto; no obstante, por espíritu de solidaridad, porque la mayoría opinó en tal o cual sentido, se formó entonces un proyecto de dictamen, o, mejor dicho, un dictamen sobre este punto. Momentos después el señor Subsecretario del Interior se acercó a los miembros de la Comisión, es decir, se acercó a nosotros y nos suplicó que reconsiderásemos, o, mejor dicho, estudiáramos con detenimiento este asunto; así lo ofrecimos, comenzando por el señor Presidente de la Comisión, que es el señor doctor Medina, y le dijimos: Mañana estudiáremos este asunto con toda detención y reconsideraremos lo que se ha hecho en el Salón Amarillo de una manera violenta. Dijo: Entonces me retiro con la confianza de que estudiándose este asunto mañana no se presentará hoy y por consecuencia podré exponer a la Asamblea las ideas que deseo. Le dijimos que estaba bien y se retiró en el acto. De manera que fue una sorpresa, para mí al menos, no sé si también para otros miembros de la Comisión, el que se hubiese presentado aquel dictamen, no obstante la promesa hecha de esperar al día siguiente para estudiar mejor el asunto y para que pudiera en la discusión ser oída la voz del Ejecutivo por conducto de su Ministro. No nos pareció a nosotros muy correcto, después de haber hecho una promesa de esta índole, faltar a ella y dejar de oír las opiniones que quería exponer en el seno de la Asamblea el señor Subsecretario del Interior, porque tenemos el concepto, y así lo hemos demostrado, de que no debe festinarse las discusiones ni tomarse determinaciones por sorpresa, sino escuchar todo cuanto quiera decirse para que se ilustre mejor el criterio de la Asamblea. En esa virtud, los miembros de la Comisión que subscribimos este nuevo dictamen, nos proponemos solamente que se cumpla lo que se había ofrecido, que se dé el lugar al Subsecretario del Interior para exponer sus ideas y que la Asamblea resuelva lo pertinente. Por otra parte, señores diputados, hay algo más: Hemos sabido, los que firmamos este nuevo dictamen, que algunos diputados no se dieron cuenta de que se trataba de que la Escuela de Comercio y Administración pasara a la Universidad y votaron casi de una manera inconsciente...
El C. Manrique, interrumpiendo: ¡140 diputados inconscientes!
El C. Pérez Gasga, continuando: Esa no es cuestión que incumbe a las Comisiones. Yo no tengo interés especial en este asunto, pero sí creo honrado y correcto cumplir lo que se ha ofrecido, oír la voz del Subsecretario del Interior. Esa es la razón de honradez para presentar el dictamen; la Asamblea sabrá como la estima. (Aplausos.)
El C. Manrique: Para una interpelación al compañero Pérez Gasga.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Manrique: Compañero Pérez Gasga, ¿Al tomar esta resolución se nos citó por el Presidente de las Comisiones unidas, señor Medina, que es quien debe citar a la Comisión? ¿Se me citó a mí?
El C. Pérez Gasga: En este asunto y en esta ley con especialidad, no se ha cumplido con citar en la forma reglamentaria; se reúne un grupo, el que puede reunirse aquí en la Asamblea; con los miembros que están presentes, que quieran ir y no se retiren a menudo del salón, se tome el acuerdo que se quiera tomar o se pueda tomar; y así como nos hemos reunido cuatro, cinco muchas veces, nos reunimos los que hemos firmado este dictamen impulsados por un sentimiento de honradez y de entusiasmo.
El C. Manrique: Más en concreto: ¿quién debe citar a reuniones de las juntas?
El C. Pérez Gasga: No está a discusión quién debe citar, porque cite por quien se cite no es nulo el acuerdo tomado por la mayoría de la Comisión, sólo porque no la cite el Presidente; si tenemos voz y voto, no son nulas nuestras determinaciones por que no nos haya citado el Presidente, máxime cuando muchas veces no toma mucho empeño el Presidente en citar a la Comisión.
El C. Secretario Aranda: Se pregunta si se admite el trámite de la Mesa de que pase a discusión el Artículo 7º que dice: "Corresponde a la Secretaría de Industria, Comercio y Trabajo:
"Escuela Superior de Comercio y Administración."
El C. Medina Hilario: Moción de orden: El trámite que se debe dar no es si se admite a discusión, sino si se reconsidera un inciso ya aprobado por la Asamblea.
El C. Presidente: Eso es lo que la Presidencia ha ordenado que se pregunte a la Asamblea al decir que se pregunte si se admite el trámite de que se ponga a discusión este artículo.
El C. Secretario Aranda: Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie.
El C. Blancarte: Moción de orden. No puede ser un asunto aprobado por la Asamblea....
El C. Presidente: Me permito manifestar a Su Señoría que estamos en votación.
El C. Blancarte: Moción de orden.
El C. Presidente: Estamos en votación.
El C. Blancarte: Moción de orden.
El C. Secretario Aranda: Aprobado. Está a discusión. Las personas que deseen hacer uso de la palabra se servirán pasar a inscribirse.
El C. Manrique: Para una moción de orden. Apoyándome en el derecho que el Reglamento me concede, suplico a la Presidencia se sirva solicitar del señor Subsecretario de Estado, don Manuel Aguirre Berlanga, se sirva informarnos de sus ideas sobre el particular.
El C. Presidente: Tiene la palabra el señor Subsecretario del Interior.
- El S. López Lira: Moción de orden. Están separados, sin objeción la mayor parte, la totalidad del dictamen de la Comisión; Su Señoría no ha dispuesto que se vote, suplico a Su Señoría que en todo caso la discusión que se va a suscitar y la proposición que contiene, se vote separadamente de los artículos no objetados.
El C. Presidente: La Presidencia no tiene inconveniente en acceder a la moción de orden del señor López Lira y por tanto se hará la separación debida.
El C. Manrique: Para una moción de orden.
La moción de orden del compañero López Lira lo único que hace es interrumpir un debate ya iniciado, el resultado es el mismo, que se voten al final los no objetados o que se voten en este momento, el tiempo empleado en la votación es el mismo, pero tiene el inconveniente de hacer saltar nuestra atención de un asunto a otro.
El C López Lira: Con permiso de la Presidencia. Yo no decía que se voten los no objetados, supliqué a la Presidencia que se votaran aparte de este asunto que se va a discutir.
El C. Presidente: La Presidencia se permite informar que ya se había decidido así. Tiene la palabra el ciudadano Subsecretario del Interior.
El C. Aguirre Berlanga Manuel, Subsecretario del Interior: Ciudadanos Diputados: El ciudadano Presidente de la República, obedeciendo razones de orden lógico y de conveniencia social, propuso en su iniciativa que la Escuela de Comercio y Administración dependiese de la Secretaría de Industria y Comercio. La H. Cámara de Senadores aceptó en este particular la iniciativa; esta H. Cámara de Diputados en su primer dictamen también aceptó que la Escuela de Comercio perteneciese al Ministerio de Industria y Comercio. Cabe aquí recordar que la Escuela de Agricultura depende de la Secretaría de Fomento porque con ella tiene íntima relación, porque en ella encontrará un desarrollo amplio, un impulso que traerá como consecuencia beneficios para los habitantes y beneficios para el país. Por igual razón la Escuela de Comercio y Administración que tiene también, tanto por las materias que estudia como por todas las actividades a que se dedica, tiene íntima relación con la Secretaría de Industria y Comercio, encontrará allí un lugar donde podrá, como la Escuela de Agricultura, desarrollarse ampliamente. También por la misma razón, señores Diputados, la Academia de Estado Mayor depende de la Secretaría de Guerra, no obstante que también allí se enseña. ¿Por qué? Porque la Secretaría de Guerra en atención a las funciones que está llamada a desempeñar podrá prestar y presta de hecho toda la atención necesaria para obtener los mejores frutos de la Academia de Estado Mayor. Desde que se suprimió la Secretaría de Instrucción Pública, transitoriamente se colocó la Escuela de Comercio en la Universidad en tanto que se creaba el Ministerio apropiado para ofrecer, digamos así, un lugar a esa iniciativa de orden enteramente práctico y de enseñanza especialista. Tan luego como la Secretaría de Industria y Comercio fue creada, se principiaron los trabajos para pasarla y se dio una orden para que de la Universidad pasase a la Secretaría de Industria y Comercio. Vosotros sabéis, señores Diputados, que la Escuela de Comercio y Administración es un plantel de enseñanza especialista, es un plantel en que principalmente deben tenerse en consideración las actividades de orden práctico para hacer más fructífera su labor. Allí se enseña teneduría de Libros, mecanografía, taquigrafía, se dán enseñanzas especiales para los conocimientos necesarios de un oficinista, en una palabra, todo lo que allí se enseña es para preparar al individuo a la vida práctica de una manera especial.
Como ven ustedes, señores Diputados, ni por las materias que allí se estudian, ni por el objeto que está llamada a cumplir, a satisfacer, la Escuela de Comercio es Universitaria; todo lo contrario, es un plantel de enseñanza secundaria que bajo ningún aspecto, de ninguna manera, considero pueda estimarse como dependencia de la Universidad; en cambio, tiene relación de orden lógico con la Secretaría de Comercio, cuya especialidad es precisamente la enseñanza en este particular de todo lo que pueda traer un beneficio a esos dos grandes ramos de la actividad humana. Desde que la Escuela de Comercio está como dependencia de la Secretaría que lleva este nombre, se le ha impreso un camino, se ha procurado que todo lo que allí se enseñe tenga un espíritu enteramente práctico, hacer todo lo posible porque los educandos vivan la vida misma donde habrán de luchar mañana para desarrollar sus conocimientos y para obtener los elementos necesario para satisfacer sus necesidades. Hay un dato muy importante, señores diputados, que nos servirá para demostrar cuán conveniente es que dependa del Ministerio de Industria y Comercio la Escuela de Comercio y Administración: el Ministerio mencionado cultiva relaciones con los industriales y con los comerciantes, lugares donde irán mañana a trabajar los alumnos de la Escuela de Comercio; naturalmente, procurará que hagan sus prácticas y que mantengan relaciones con estas personas, precisamente donde en un futuro no lejano deberán agitarse y deberá obtener ocupación. Además de éste, hay otro dato muy importante, señores diputados, que consiste en la economía que se obtiene considerándola como dependencia de la Secretaría de Industria y Comercio; este es un dato verdaderamente contundente. La Secretaría de Industria y Comercio me ha proporcionado los siguientes informes: La Universidad propuso como presupuesto de gasto para esa Escuela, doscientos cincuenta mil pesos mensuales, y la Secretaría de Industria y Comercio propuso ciento cincuenta mil pesos, sin retirar absolutamente ni un solo servicio. Desde luego en el orden económico ven ustedes cómo puede marchar esa institución con todas las atenciones necesarias, con todos los servicios indispensables, con una Economía de que tanta necesidad tenemos. En consecuencia, ni por las materias que se estudian, ni por el objeto de la institución, cabe colocarla en la Universidad y, al contrario, existen razones de todos órdenes para que sea puesta allí donde tiene su lugar, en la Secretaría de Industria y Comercio. Al aceptar la proposición presentada por la mayoría de los señores miembros de la Comisión, señores Diputados, habréis contribuído para el prestigio y desarrollo de la Escuela de Comercio y Administración y al aprovechamiento de los alumnos que allí van a educarse, a quienes les seria grandemente beneficioso depender de la Secretaría de Industria y Comercio, y, por último, para obtener una economía de que tan necesitados estamos. (Aplausos.)
El C. Cepeda Medrano: Para una interpelación, señor Presidente.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Cepeda Medrano: Señor licenciado Aguirre Berlanga: en la información que se sirvió usted darnos, relativa a los fondos que se gastan mensualmente, nos ha dicho usted que la Universidad
pedía doscientos cincuenta mil pesos mensuales y que la Secretaría de Industria pide solamente ciento cincuenta mil pesos mensuales. Esto lo ha dicho usted por un error, porque no creemos que se gaste esa cantidad mensualmente.
El C. Aguirre Berlanga Manuel: Con permiso de la Presidencia. Creo que en esta tribuna he dicho doscientos cincuenta mil pesos anuales, si dije mensuales, rectifico, debe ser anuales, es una palabra con la cual, en caso de haber sido así, fue emitida por un error; pero debe considerarse anuales.
El C. Secretario Aranda: Estando para terminar la hora reglamentaria y conforme al Reglamento, se va a dar lectura a un documento:
"Comisión 1a. de Corrección de Estilo.
"Minuta.
"Proyecto de ley:
"El Congreso de los Estados Unidos Mexicanos decreta:
"Único. Se concede una pensión de cinco pesos diarios a la señora Carmen Alatriste viuda de Serdán, que le serán pagados sin descuento por la Tesorería de la Nación, mientras no cambie su estado civil."
"Salón de sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.- México, a 27 de noviembre de 1917.- Alfonso Cravioto.- R. Vega Sánchez.- B. Vadillo."
Está a discusión ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Aprobada. Pasa al Ejecutivo para los efectos constitucionales.
- El mismo C. Secretario: Orden del día para mañana 29 de noviembre, a las cuatro de la tarde:
"Discusión de las adiciones a la Ley de Ingresos.
"Discusión de una adición a la Ley de Pensiones.
"Continúa la discusión del proyecto de Ley Orgánica del Ministerio Público del Distrito y Territorios Federales."
- El C. Presidente, a las 7:55 p. m.: Se levanta la sesión y se cita para mañana a las cuatro de la tarde.
DOCUMENTOS
LEÍDOS POR EL C. DIPUTADO SÁNCHEZ PONTÓN Y POR LA SECRETARIA, DURANTE EL DISCURSO DE DICHO C. DIPUTADO, QUE CONSTA EN LAS PAGINAS 29 A 32 DE ESTE NÚMERO
En la página 29, primera columna, líneas 34, 35 y 36 dice:
"La Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas tendrá la Inspección. (Leyó.)"
Debe decir:
"La Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas tendrá la Inspección Técnica y Administrativa."
En la misma página, columna 2a., líneas 25 y 26 dice:
"(El C. Secretario Aranda dio lectura a un contrato.)"
Dicho contrato dice así:
"Contrato celebrado entre el señor general Emiliano P. Nafarrate, de una parte, y los señores licenciado Demetrio Salazar y H. M. Maple, de la otra, bajo las siguientes condiciones.
"Primero. Declara el señor general Nafarrate que con fecha 20 del mes de febrero próximo pasado, celebró con el señor Felipe Pescador, Director de los Ferrocarriles Constitucionalistas, en esta capital, un contrato para comprar a dichos ferrocarriles veinte mil toneladas de desperdicio de acero y fierro viejos al precio de diez dólares, moneda americana, contado por cada tonelada de mil kilogramos, cuyos desperdicios se encuentran tirados a lo largo de las vías de los ferrocarriles Central Méxicano, Nacional e Internacional, cerca de las estaciones de Tampico, Matamoros, Nuevo Laredo y Monclova, en los Estados de Tamaulipas y Coahuila.
"Segundo. Que ha convenido con los señores Salazar y Maple en cederles y traspasarles todos los derechos y obligaciones que tiene dicho general Nafarrate conforme a este contrato, y estando conformes los señores Salazar y Maple en aceptar dicha cesión de derechos, por el presente contrato el señor general Nafarrate hace cesión de todos sus referidos derechos a favor de los señores Salazar y Maple, sin reserva alguna, mediante la obligación que los cesionarios contraen de pagar al señor general Nafarrate la cantidad de cuatro pesos oro mexicano por cada tonelada de mil kilogramos que los señores Salazar y Maple o las personas que ellos designen exporten de la República Mexicana, conforme a dicho contrato, cuyos términos y condiciones declaran los señores Salazar y Maple que conocen bien y están conforme con ellos, reservándose los cesionarios el derecho para reformar o modificar los términos de dicho contrato, de acuerdo con el señor Pescador, Director de los Ferrocarriles Constitucionalistas, con quien los señores Salazar y Maple tienen celebrado otro contrato para comprarle a los mismos Ferrocarriles Constitucionalistas otra mayor cantidad de fierro y acero, inservible para las referidas líneas férreas.
"Tercero. Los cesionarios señores Salazar y Maple, pagarán en esta capital al señor general Nafarrate los cuatro pesos oro nacional por cada tonelada, en la misma forma en que ellos paguen a los Ferrocarriles Constitucionalistas el fierro y demás materiales que les compren y que exporten del país, es decir, se liquidará cada tren de materiales exportados por los compradores señores Salazar y Maple, o por las personas que ellos designen, al mismo tiempo que ellos expidan los cheques a favor de la Dirección de los Ferrocarriles, pagarles a éstos los diez dólares oro americano que tiene que recibir por cada tonelada, extenderán el cheque a razón de cuatro pesos oro nacional a favor del señor general Nafarrate, por tonelada y por el número de tonelada que cada tren haya conducido a los puertos marítimos o fronterizos y que se haya exportado.
"Cuarto. Los señores Salazar y Maple garantizan al señor general Nafarrete el cumplimiento de sus obligaciones, con una fianza que por el valor de cuarenta mil dólares oro americano ha dado el Central National Bank of Oakland, Cal., E. U. A., por conducto del Banco Germánico de la América del Sur, de esta capital, de que los pagos se harán al señor general Nafarrate, de conformidad con los términos convenidos en este contrato. Esta fianza que Central National Bank of Oakland, Cal., ha dado para garantizar el presente contrato, a favor de los señores Salazar y Maple y por orden y cuenta de los señores G. Weissbaum and Co., de San Francisco California, por cablegrama dirigido al Banco Germánico de la América del Sur, de esta capital, será confirmado por carta en su oportunidad.
"Quinto. Los cesionarios, se obligan a cargar, transportar y exportar preferentemente las primeras veinte mil toneladas que el señor Nafarrate
contrató con los Ferrocarriles Constitucionalistas, según el contrato del 20 de febrero próximo pasado, a que se refiere esta cesión de derechos.
"Sexto. El general Nafarrate queda obligado a prestar toda su ayuda a los señores Salazar y Maple o las personas o compañía que ellos designen o que les sucedan en sus derechos en este contrato, cerca de las autoridades militares o civiles, federales, de los Estados, o municipales, a fin de que no se entorpezcan las operaciones de transporte y exportación de los materiales objeto de este contrato. El señor general Nafarrate cede los derechos que tiene conforme al contrato que celebró con los Ferrocarriles Constitucionalistas, libres de todo gravamen, y en ese concepto los adquieren los señores Salazar y Maple en los términos y condiciones del presente contrato.
"Séptimo. El presente contrato de cesión de derechos se notificará por ambos contratantes al señor Pescador, director de los Ferrocarriles Constitucionalistas, a fin de que él manifieste su conformidad al calce de este contrato para los efectos legales.
"En fe lo cual se firma este contrato por duplicado ante los testigos señores licenciado José García Medrano e ingeniero José de la Paz Rendón, en esta ciudad de México, a los 29 días del mes de mayo de 1917.- E. P. Nafarrate, rúbrica.- D. Salazar, rúbrica.- H. M. Maple, rúbrica.- Testigo, J. García Medrano, rúbrica.- Testigo, J. de la P. Rendón, rúbrica.
En la página 30, columna 1a., líneas antepenúltima y penúltima dice:
"Esta copia dice lo siguiente: (leyó.)"
La copia referida dice:
"Núm. 357, Vol., 51, foja 135.
"Castrejón, González y Compañía, sociedad en nombre colectivo, con domicilio en esta ciudad, formada por los señores Antero G. Roel, Juvencio N. González y Carlos D. Castrejón, con objeto de explotar el ramo de comisiones en general; su duración será de un año, prorrogable de año en año si lo creen conveniente los interesados.
"El capital es de diecinueve mil ciento ocho pesos setenta y un centavos ($19,108.71), que aportan los tres en partes iguales en dinero en efectivo. La dirección y administración de la sociedad con el uso de la firma social, corresponde a los tres. Las utilidades o pérdidas que se obtengan, se distribuirán por partes iguales. Si durante la sociedad falleciese algún socio, continuará la sociedad, practicándose un balance general, y el haber correspondiente al muerto, lo entregarán los supervivientes a los representantes legales de aquél dentro del plazo de tres meses, a contar de la fecha en que termine la liquidación. La sociedad se disolverá por las causas legales, y llegado el caso, la liquidación se hará por los mismos socios.
"La escritura fue otorgada el 28 de febrero último ante el Notario Mariano Gavaldón Chávez, quien expidió para la sociedad el testimonio que se registra, según expresa el asiento 279 del diario. Se hace constar que los otorgantes, según aparece del propio testimonio, son de nacionalidad mexicana; casados y propietarios los señores Roel y González, el primero de 32 años y vive en la primera de Gómez Farías No. 67, y el segundo de 31 años y habita en la cuarta calle de la Industria No. 118, y el señor Castrejón de treinta y cuatro años, soltero, comerciante y vive en la 2a. del Doctor Lucio No. 3.
"México, marzo 22 de 1916."
En la misma página 30, columna 2a., líneas 1a., 2a., 3a., 4a. y 5a., dice:
"....con la Compañía del Ferrocarril de Morelia a Tacámbaro, Sociedad Anónima, representada por los señores Pascual Ortiz Rubio, actual Gobernador del Estado de Michoacán, (toses, siseos), Plácido Díaz Barriga.... (Leyó.)"
Debe decir:
".... con la Compañía del Ferrocarril de Morelia a Tacámbaro, Sociedad Anónima, representada por los señores Pascual Ortiz Rubio, actual Gobernador del Estado de Michoacán, (toses, siseos), Plácido Díaz Barriga y Gonzalo Enciso, bajo las siguientes cláusulas:"
En la misma página y columna, líneas 9a. y 10. dice:
".... como lo pueden ver ustedes en esta cláusula. (Leyó.)"
Debe decir:
".... como lo pueden ver ustedes en estas cláusulas:
"VI. Para mayor claridad del presente contrato se hace constar que el precio de la tonelada métrica de los rieles que los Ferrocarriles Constitucionalistas de México enajenan al de Morelia a Tacámbaro, es estimado por ambas partes contratantes en $70.00 (setenta pesos) oro nacional; y que igualmente ambas partes contratantes estiman los durmientes de encino en las condiciones indicadas, con un valor en oro nacional de $1.10 (un peso diez centavos) cada uno, y los de pino en $0.70 (setenta centavos) igualmente en oro nacional, cada uno. Los Ferrocarriles Constitucionalistas de México abrirán al Ferrocarril de Morelia a Tacámbaro una cuenta corriente en la que se cargará el material de vía que le entregue, estimándolo en la suma que resulte según el precio indicado antes, y le abonará los durmientes que se le entreguen, estimándolos igualmente en los precios arriba dichos. En tal virtud, el número de durmientes que el Ferrocarril de Morelia a Tacámbaro se obliga a entregar a los Ferrocarriles Constitucionalistas de México será el que compense el valor de los rieles y accesorios que éstos a su vez le entreguen.
"I. Los Ferrocarriles Constitucionalistas de México se obligan a transferir al Ferrocarril de Morelia a Tacámbaro 5,400 (cinco mil cuatrocientas) toneladas de rieles de segunda mano, pero en buen estado de servicio, y los accesorios correspondientes de planchuelas y tornillo, sin que para los Ferrocarriles Constitucionalistas constituya un compromiso la entrega de los accesorios, pues sólo lo harán si existen entre el material no utilizable que tiene dicho Ferrocarril, y, además, se hace constar que los rieles de que se trata serán de los que existen igualmente sin utilizarse en las distintas divisiones y terminales del sistema."