Legislatura XXVII - Año II - Período Ordinario - Fecha 19171226 - Número de Diario 92

(L27A2P1oN092F19171226.xml)Núm. Diario:92

ENCABEZADO

MÉXICO, MIÉRCOLES 26 DE DICIEMBRE DE 1917

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

PERÍODO ORDINARIO XXVII LEGISLATURA TOMO II.- NÚMERO 92

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS CELEBRADA EL DÍA 25 DE DICIEMBRE DE 1917

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Es leída y aprobada el acta de la anterior.

2.- Es aprobada una proposición de varios ciudadanos diputados para que se autorice a los miembros de la Cámara de diputados para que puedan aceptar comisiones del Ejecutivo Federal o de los de los Estados en el Próximo receso.

3.- Es aprobado, con dispensa de trámites, un proyecto de decreto enviado por el Poder Ejecutivo para prorrogar por dos años el Plazo a que se refiere el artículo 2o. de las disposiciones transitorias de la Ley de Aguas de Jurisdicción Federal de fecha 14 de diciembre de 1910. Pasa al Senado.

4.- Es discutida y aprobada la adición a la Ley de Restitución de Ejidos en su artículo 33, fracción X, presentada por la Comisión ponente. Pasa el proyecto de ley al Senado.

5.- Es aprobado en lo general el dictamen de la Comisión Especial de reglamentación del artículo 27 constitucional, que consulta un proyecto de ley sobre Deuda Agraria de los Estados. A discusión en lo particular, son hechas algunas modificaciones a los artículos 3o. y 4o. Se presenta una moción suspensiva que no es tomada en consideración. Es aprobado. Pasa al Senado. Se suspende la sesión.

6.- Reanudada ésta, se da cuenta con los asuntos en cartera. Se procede a la inseculación de los miembros que deben substituir a los CC. Pineda, Prieto y de la Torre para integrar las secciones del Gran Jurado.

7.- Es discutido y rechazado el dictamen de la 1a. Comisión de Puntos Constitucionales sobre la iniciativa presentada por varios ciudadanos diputados a fin de que se nombre una Comisión que invite al Poder Ejecutivo para que convoque a un periodo extraordinario de sesiones.

8.- Es presentado, dispensado de trámites y desechado, un dictamen de las Comisiones unidas, 2a. de Puntos Constitucionales y 2a. de Guerra, por el que se autoriza al ciudadano Gobernador del Estado de Puebla para crear un cuerpo de fuerzas de seguridad pública en dicho Estado. Vuelve a las Comisiones para que lo reformen en el sentido de la discusión.

9.- Rectificaciones de hechos. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. SAENZ AARON

(Asistencia de 133 ciudadanos diputados.)

El C. Presidente, a las 11.20 a. m.: Se abre la sesión.

El C. Secretario Aranda: "Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados el día veinticuatro de diciembre de mil novecientos diez y siete.

"Presidencia del C. Aarón Sáenz.

"En la ciudad de México, a las diez y veinticinco de la mañana del lunes vein ticuatro de diciembre de mil novecientos diez y siete, con asistencia de ciento veintisiete ciudadanos diputados, según consta en la lista que previamente pasó el ciudadano Prosecretario Limón, se abrió la sesión.

"El ciudadano Secretario Aranda leyó el acta de la sesión celebrada el día veintidós de los corrientes, la que, sin discusión, se aprobó en votación económica.

"Proseguido el debate del proyecto de ley acerca de la dotación o restitución de tierras a los pueblos, rancherías, congregaciones y comunidades, se puso a consideración de la Cámara el capítulo IV.

"El C. Méndez objetó el inciso II y las fracciones (b) y (c) del inciso VII, comprendido en el artículo 33, único de que consta este capítulo.

"El C. Gutiérrez Antonio habló en contra del inciso IV; el C. Cruz José C. manifestó su inconformidad con los XIV y XV; el C. Peña impugnó el II y el III, y a éste propuso una reforma, con la que estuvo conforme la Comisión.

"El C. Gutiérrez Antonio insistió en atacar el inciso IV, al que propuso una modificación, con la que la Comisión también estuvo de acuerdo.

"El C. Velásquez usó de la palabra en contra del inciso XIII, y otro tanto hizo el C. Siurob respecto a los XIV y XV, los que luego fueron apoyados por el C. Vadillo; a dos interpelaciones de éste contestó el C. Siurob y en seguida el C. González Jesús M.,

asimismo, atacó los mencionados incisos XIV y XV e interpeló al C. Vadillo, el que contestó; como había llegado la hora en que debía suspenderse la sesión, se preguntó a la Asamblea si se prorrogaba, y ésta resolvió que no, en votación económica.

"Y así que informó el C. Cravioto del resultado de la Comisión que entrevistó al Ejecutivo, a fin de que viniera a informar el ciudadano Subsecretario de Guerra, al discutirse el Presupuesto de Egresos de ese Ramo, se suspendió la sesión a las doce y cinco, y se reanudó a las cuatro y veintitrés de la tarde, con asistencia de ciento veinticinco ciudadanos diputados, según consta en la lista que pasó el ciudadano Secretario Aranda.

"El C. Vadillo pidió se votara el capítulo IV del proyecto de ley sobre dotación o restitución de tierras a los pueblos, que en la mañana se había considerado suficientemente discutido, y se continuara la discusión acerca del mismo proyecto de ley.

"La Mesa hizo suya esta petición y la Asamblea la aprobó.

"Por ciento treinta y nueve votos de la afirmativa, contra dos de la negativa, de los CC. Avendaño y Cepeda Medrano, se aprobó el referido capítulo IV que, como se ha dicho, está compuesto solamente del artículo 33, el que fué modificado en la fracción (a) del inciso III y en el inciso IV.

"Una vez que se dio lectura al capítulo V, la Asamblea permitió, a solicitud del C. Vadillo, que la Comisión modificara la primera parte del artículo 37 y que retirara definidamente los incisos I y II del mismo artículo, así como el

"Con estas innovaciones se abrió el debate sobre el capítulo V, y el C. Cruz José C. habló en contra del artículo 36, y en pro lo hizo el C. Vadillo.

"El C. Méndez sugirió una reforma al inciso I del mismo artículo, que dio lugar a una aclaración del C. Vadillo, después de la cual se reservó para su votación el capítulo V.

"El VI, sin debate, se reservó también.

"El capítulo VII, que contiene los artículos transitorios, con permiso de la Asamblea lo modificó la Comisión, agregando unas palabras al artículo 3o. y dejando sin efecto el artículo 5º., que aparece en el dictamen.

"El seguida, la Comisión presentó las adiciones siguientes:

"Artículo 11 bis, inciso XIV bis, del artículo 33º., y artículos 5º. 6º., 7º., 8º. y 9º. transitorios, los que, después de aclaraciones de los CC. Cruz José C. y Vadillo, se procedió a votarlos juntamente con los capítulos V, VI y VII, resultando aprobados por unanimidad de ciento veintiséis votos.

"Se leyó otra adición, que se discutirá en la sesión próxima.

"Reanudada la discusión relativa al proyecto de Presupuesto de la Secretaría de Guerra y Marina (Ramo Sexto), en las partidas objetadas de las Secciones XXXIV y XXXV, se fueron reservando para su votación las partidas cuyo debate se explica en seguida.

"Respecto de las partidas 5,132 a 5,138, habló en contra el C. López Lira, y en pro los CC. Otero y Rivera José, éste, miembro de la Comisión de Presupuestos.

"Con relación a la partida 5,146, el C. Otero contestó una interpelación del C. López Lira, y en seguida se concedió permiso a la Comisión para retirar las partidas de la 5,146 a la 5,177, definitivamente.

"Después de una moción de orden del C. Otero, se pasó a considerar la partida 5,178.

"Presidencia del C. José D. Torres.

"El ciudadano Subsecretario de Guerra informó sobre esta partida, en virtud de una interpelación que hizo a la Comisión el C. Rivera Cabrera.

"Presidencia del C. Aarón Sáenz.

"Respecto de la partida 5,179, el C. Rivera contestó una interpelación del C. Siurob; luego éste habló en contra, y en seguida en pro el C. Otero, quien contestó interpelaciones de los CC. de la Barrera, López Lira y Siurob. El ciudadano Subsecretario de Guerra informó.

"Presidencia del C. José D. Torres.

"El C. Sáenz pidió una explicación sobre las paridas 5,187 y 5,188; y una vez que informaron el C. Rivera y el ciudadano Subsecretario de Guerra, el primero pidió y obtuvo permiso para retirar definitivamente las partidas de la 5,187 a 5,192.

"Una moción del C. González Jesús M., para que se reconsiderara la partida 5,178, originó mociones de orden de los CC. Rocha, Sáenz y Cravioto, y una aclaración de la Presidencia.

"Presidencia del C. Aarón Sáenz.

"La partida 5,232 fué impugnada por los CC. Cámara y Treviño; el C. Rivera contestó una interpelación del C. Villarreal Filiberto C., y la Comisión obtuvo la anuencia de la Cámara para retirar esta partida, así como todas las que se refieren a haberes de tenientes coroneles, con objeto de modificarlas.

"La partida 5,239 no tuvo más debate que una interpelación del C. López Lira a la Comisión, la que fué contestada por el C. Rivera.

"Nadie usó de la palabra con relación a las partidas 5,240, 41, 42, 58 y 59.

"El C. Siurob solicitó se diera cuenta con una proposición suya, con objeto de que se reconsiderara la partida 5,178, y la Mesa expuso los motivos por los que no podía acceder a esto; dicho C. Siurob reclamó el Trámite, el que, después de una moción de orden del C. de la Barrera, fué apoyado por el C. Peña y aprobado por la Asamblea, en votación económica.

"Presidencia del C. José D. Torres.

"Acerca de la partida 5,260 habló en contra dos veces el C. Sáenz, en pro el C. Sáenz, en pro el C. Sepúlveda, y el C. Rivera informó.

"El C. Méndez desistió de usar de la palabra en contra de las partidas 5,263 a 5,272, y en seguida la Mesa contestó una interpelación del C. del Castillo.

"Presidencia del C. Aarón Sáenz.

"A debate las partidas 5,273 a 75, se concedió la palabra en contra al C. Bravo Izquierdo; el C. Rivera produjo un informe acerca de ellas y luego hicieron aclaraciones dicho C. Bravo Izquierdo y la Presidencia; el C. del Castillo habló en contra; el C. Rivera informó nuevamente, y en seguida estos dos últimos, asimismo, hicieron aclaraciones.

"Hablaron en contra de las partidas 5,277 a 5,283, los CC. López Lira, Siurob y Villarreal Filiberto C., y el ciudadano Subsecretario de Guerra informó.

"Con relación a las partidas 5,312 a 41, el C. Rivera contestó una interpelación del C. López Lira,

y usaron de la palabra, en contra y en pro, respectivamente, los CC. Román y Treviño.

"Y una vez que hicieron aclaraciones sobre las partidas últimamente mencionadas los CC. López Lira y Treviño, el ciudadano Secretario Aranda leyó la orden del día para la siguiente sesión y se levantó ésta a las siete y cincuenta y cinco de la noche."

Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Aprobada.

El C. Secretario Portes Gil: "Señor:

"Pedimos atentamente a esta H. Asamblea que, con dispensa de trámites, por ser de obvia resolución, se sirva aprobar el siguiente acuerdo:

"Se autoriza a los miembros de la Cámara de Diputados, de la XXVII Legislatura, para que durante el próximo receso, puedan aceptar comisiones o empleos del Ejecutivo Federal o de los Ejecutivos de los Estados."

"Salón de sesiones.- México, diciembre 25 de 1917.

- Rafael Martínez de Escobar.- Alfonso Cravioto.- Eugenio Méndez.- F. Martínez de Escobar.- J. Siurob.- B. Vadillo.- R. Narro.- Pedro A. Chapa.- Enrique Suárez. - Ricardo Carrascosa."

En Votación económica se pregunta si se considera este asunto de obvia resolución. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Sí se considera. Está a discusión. En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie.

El C. Sánchez Tenorio: Pido que la funde alguno de los firmantes.

El C. Secretario Portes Gil: Se aprueba.

- El mismo C. Secretario: "Secretaría de Estado.- México.- Negocios Interiores.. Por ir a darse lectura a una iniciativa de ley del Ejecutivo, en la cual pide dispensa de trámites, la Presidencia suplica atentamente a los señores diputados se sirvan prestar una poca de atención a la Secretaría.

"Secretaría de Estado.- Estados Unidos Mexicanos.- Negocios Interiores.- Número

"El artículo 2º. transitorio de la Ley de Aguas de Jurisdicción Federal de fecha 14 de diciembre de 1910, vigente hasta la fecha, concedió un plazo de cinco años a todos los usuarios de aguas federales que carezcan de los títulos a que se refiere el artículo 31 de la misma ley, para que, dentro de él se presentaran a la Secretaría de Fomento solicitando la confirmación de sus derechos. Este plazo, de acuerdo con el artículo 4o. transitorio, empezó a correr el día 1o. de enero de 1911 y terminó, por tanto, el día 31 de diciembre de 1915; pero, atentas consideraciones, tanto de equidad como de interés Público y con el fin de proteger los intereses de los pequeños usuarios de aguas, que por sus escasos recursos pecuniarios todavía y por razones de diversa índole, tanto de hecho como de derecho, eran los que resultarían perjudicados, con la expiración del plazo mencionado, con fecha 20 de diciembre de 1915 el ciudadano Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Encargado del Poder Ejecutivo de la Nación, expidió en la ciudad de Saltillo, de decreto ampliando por dos años más el plazo en cuestión, que deberá fenecer, por tanto, el próximo 31 de diciembre de 1917.

"La parte expositiva del citado decreto de 20 de diciembre de 1915, encierra todas las razones que se tuvieron para dictarlo y que sin duda alguna justifican la prórroga otorgada, como puede verse por la breve exposición siguiente:

"Los usuarios de aguas federales en grandes volúmenes destinados a la irrigación o a la generación de energía, están siempre en posibilidad de sostener una organización administrativa que les permita tener eficaces representaciones en esta capital y, por ende, conocimiento inmediato de todas las leyes y disposiciones a que deben sujetarse para la conservación y consolidación de sus derechos, y, por lo mismo, se encuentran en condiciones de acudir fácilmente ante las autoridades competentes para llenar todos los requisitos legales necesarios a la conservación de sus derechos: en el caso de que me ocupo, son, efectivamente, estos grandes usuarios de aguas, los que han desahogado toda la tramitación impuesta por la ley y han obtenido, en la mayoría de los casos, el título de confirmación de sus derechos a que se refieren los artículos que dejo mencionados.

"No están ciertamente en las mismas condiciones, los pequeños usuarios de aguas federales que, alejados generalmente de centros poblados de importancia no llegan a conocer, o las conocen tardíamente, todas las disposiciones emanadas de la autoridad, y cuyo exacto cumplimiento se les exige. Si a esto se agrega que el plazo concedido para ejercitar este derecho, ha transcurrido en la época en que ha ido restableciéndose el orden en todo el país, se comprenderá que las dificultades normalmente existentes para el cumplimiento de obligaciones que recaen sobre pequeños ingreses, se han aumentado, y que es de equidad dictar aquellas medidas que tiendan a disminuir hasta donde sea posible los males que pasan sobre los pequeños propietarios.

"Por lo expuesto, el ciudadano Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, por mi conducto, presenta a la consideración de esa H. Cámara la siguiente iniciativa de decreto:

"Artículo único. Se prorroga por dos años, contados desde el 1o. de enero de 1918, el plazo a que se refiere el artículo 2o. de las disposiciones transitorias de la Ley de Aguas de Jurisdicción Federal, de fecha 14 de diciembre de 1910 prorrogado por decreto dado en la Ciudad de Saltillo a los veinte días del mes de diciembre de 1915, por el C. Venustiano Carranza, Primer Jefe del Ejército constitucionalista, encargado del Poder Ejecutivo de la Nación, y, por tanto, el mencionado plazo fenecerá el 31 de diciembre de 1919."

"Me permito hacer presente a esa misma H. Cámara que este asunto es urgente, y que, tanto por esto, como por ser de obvia resolución, es conveniente la dispensa de todo trámite, salvo lo que esa misma H. Cámara determine.

"Tengo la honra de comunicar a ustedes lo anterior, reiterándoles las las seguridades de mi distinguida consideración.

"Constitución y Reformas.- México, diciembre 22 de 1917.- El Subsecretario de Estado, E. del D. del Interior.- Aguirre Berlanga."

"A los ciudadanos Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presente."

En virtud de solicitar el Ejecutivo de la Unión la dispensa de trámites para este proyecto de decreto, la Mesa se permite consultar a la Asamblea si se considera este asunto, dadas las razones que exponga el Ejecutivo, como de obvia resolución. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Sí se considera de obvia resolución y, por lo mismo, se pone a discusión.

¿No hay quien pida la palabra? En votación nominal se va a preguntar a la Asamblea si se aprueba. La parte resolutiva del decreto dice:

"Artículo único. Se prorroga por dos años, contados desde el 1o. de enero de 1918, el plazo a que se refiere el artículo 2o. de las disposiciones transitorias de la Ley de Aguas de Jurisdicción Federal, de fecha 14 de diciembre de 1910, prorrogado por decreto dado en la ciudad de Saltillo a los veinte días del mes de diciembre de 1915, por el C. Venustiano Carranza Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Encargado del Poder Ejecutivo de la Nación, y, por tanto, el mencionado plazo fenecerá el 31 de diciembre de 1919."

Por la negativa.

El C. Prosecretario Limón: Por la afirmativa.

(Se recoge la votación.)

El C. Secretario Portes Gil: Aprobado el proyecto de ley por unanimidad de 142 votos. Pasa al Senado para sus efectos constitucionales.

- El mismo C. Secretario: Se pone a discusión la adición a la Ley de Restitución de Ejidos, en su artículo 33, que dice:

"Fracción X. El Ejecutivo fallará en definitiva, y con el carácter de irrevocable, en todo expediente de dotación o restitución, y en vista del dictamen de la Comisión Nacional Agraria, decretando al mismo tiempo la indemnización correspondiente al poseedor afectado, si tal indemnización procede, de acuerdo con la ley, y mandará, en su caso, expedir el título correspondiente al pueblo solicitante, el que deberá contener íntegro el dictamen que hubiere dictado la Comisión y mandará expedir el título correspondiente que deberá contener la resolución íntegra que hubiere dictado la Comisión."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.- México, 25 de diciembre de 1917.-B . Vadillo.- Alonzo Romero.- Cien Fuegos y Camus." Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra se servirán pasas inscribirse.

- El C. Presidente Tiene la palabra el C. Cruz José C.

El C. Cruz: Señores diputados: Vengo a oponerme a la reforma propuesta por las Comisiones al artículo 33 del proyecto de Ley de Ejidos. En la reforma propuesta por las Comisiones, se dice que el Ejecutivo fallara, con el carácter de irrevocable, es decir, entendiéndose la resolución del mismo Ejecutivo; y yo entiendo que está más aceptable la fracción X del artículo 33, tal como la había aprobado ya Vuestra Soberanía, puesto que, estableciendo que la resolución debe ser con el carácter de irrevocable, se cierran completamente las puertas a los pueblos para que hagan nuevas gestiones en tratándose de dotación o restitución de tierras, en caso de que el Ejecutivo de la Unión pudiera alguna vez equivocarse al dar su resolución. A ninguno de vosotros se os oculta la circunstancia de que, en la cuestión de dotación de tierras y, en general, en la cuestión agraria, van a ponerse en juego multitud de influencias más o menos poderosas, resortes secretos se pondrán en acción y más de una vez el Ejecutivo, por más bien intencionado que esté, como lo esta y en efecto, podrá ser sorprendido y, en este caso, como ya lo he dicho anteriormente, siendo su resolución irrevocable, los pueblos perderán toda esperanza para hacer nuevas gestiones y poder alguna vez obtenerlo que en justicia les corresponde. Yo suplico, por todo lo expuesto, a las HH. Comisiones, se sirvan retirar su reforma y que, en tal concepto, queda la fracción tal como la habíamos aprobado el día de ayer.

El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Vadillo: Señores diputados: La modificación Propuesta no trata más que de dos ideas nuevas. Primera: que el Ejecutivo, cuando conceda en definitiva una tierra, esta resolución sea irrevocable, con el objeto de que no venga mañana o pasado otro Ejecutivo y se declare revisable aquel título primordial. La segunda idea que envuelve esta reforma es que, al pueblo dotado de tierras, se le conceda un título, que ese título sea el dictamen de la Comisión Nacional Agraria, sobre el cual falle en definitiva el Ejecutivo. Es muy claro, seguramente, para la Asamblea, el fin que persigue la Comisión con estas reformas: dar mayores garantías en los fallos definitivos. Cuando los fallos sean adversos, el fallo es definido también e irrevocable, solamente que una adición de las propuestas también por nosotros, dice que un pueblo que ha sufrido el resultado de un fallo definitivo adverso, no por eso se extingue su derecho a pedir nuevamente tierras que afecten a otros propietarios o a otros terrenos; de manera que el escrúpulo del C. Cruz queda resuelto por una adición ya aprobada por la Asamblea; pero es indudable, y no podemos nosotros acceder a que el fallo definitivo del Ejecutivo no sea el definitivo, porque la Constitución dice que sobre ese fallo ya no hay más apelación. Para salvarlo, le pusimos una adición, diciendo que el pueblo al que no se le concedan en fallo definitivo unas tierras, tiene derecho a pedir otras, pero siempre tiene derecho, y esta adición la hemos hecho interpretando la Constitución que así dice, que por ningún título, a un pueblo que necesite tierras, dejarán de concedérsele éstas; si el fallo del Ejecutivo fué que no sean otorgadas estas tierras, no procede la restitución, o que no sean concedidas estas tierras, porque no procedía la dotación, entonces el pueblo podrá pedir otras tierras, afectando a otros propietarios,

pero siempre su derecho estará vivo, mientras, como dice la Constitución, tenga necesidad de obtener tierras para subsistir.

El C. Secretario Aranda: No habiendo más oradores inscriptos en contra, se pregunta a la Asamblea si se considera suficientemente discutido el asunto. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Suficientemente discutido. Se procede a la votación nominal. El artículo que se va a votar dice como sigue:

"El Ejecutivo fallará, en definitiva, y con el carácter de irrevocable, en todo expediente de dotación o restitución, y en vista del dictamen de la Comisión Nacional Agraria, decretando al mismo tiempo la indemnización correspondiente al poseedor afectado, si tal indemnización procede, de acuerdo con la ley, y mandará, en su caso, expedir el título correspondiente al pueblo solicitante, el que deberá contener íntegro el dictamen que hubiere dictado la Comisión, y mandará expedir el título correspondiente, que deberá contener la resolución íntegra que hubiere dictado la Comisión."

El C. Prosecretario Sánchez Tenorio: Por la afirmativa.

El C. Prosecretario Limón: Por la negativa.

(Se recogió la votación.)

El C. Prosecretario Sánchez Tenorio: ¿Falta algún ciudadano diputado por votar?

(Algunos ciudadanos diputados dan sus nombres.)

¿Algún otro ciudadano diputado no ha hecho uso del derecho de voto? Se procede a la votación de la Mesa.

(Se recogió.)

El C. González Justo rectifica su voto, que había emitido por la negativa, aprobándose la adición propuesta, por 135 votos de la afirmativa contra 1 de la negativa, del C. Pardo Alfonso S.

Habiendo sido aprobado íntegro el proyecto de Ley sobre Dotación y Restitución de Ejidos a los pueblos, pasa al Senado de la República para los efectos consignados en nuestra Carta Fundamental.

El C. Presidente: La Mesa nombra en Comisión para que lleven el proyecto de ley al Senado, a los ciudadanos diputados Vadillo, Cienfuegos, Malpica, Hernández Maldonado, Cisneros Eduardo y Secretario Alonzo Romero.

El C. Prosecretario Sánchez Tenorio: Está a discusión en lo general el dictamen relativo a Deuda Agraria de los Estados, concebido en los siguientes términos:

"Artículo 1º. Los Gobiernos de los Estados de la República, cuando las Legislaturas respectivas hayan expedido las leyes necesarias para la creación de la pequeña propiedad, fraccionando los latifundios, quedan facultados para crear su Deuda Agraria correspondiente, de conformidad con el inciso (e), fracción VII, del artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

"Artículo 2º. La Deuda Agraria de los Estados estará representada por los bonos agrarios de una emisión única en cada Entidad, y su monto será calculado en la suma necesaria para el pago de todas las grandes propiedades que deban fraccionarse en cada Estado.

"Artículo 3º. Los bonos agrarios de los Estados estarán sometidos a las siguientes bases:

"(a) Los bonos se destinarán exclusivamente al pago de los terrenos que fuere necesario expropiar a fin de constituir la pequeña propiedad;

"(b) Los bonos emitidos se harán en denominaciones de cien, quinientos, mil, cinco mil y diez mil pesos;

"(c) El nombre que recibirán estos bonos será el de: "Bonos Agrarios del Estado de ...;"

"(d) El plazo para la amortización de los bonos agrarios no será menor de veinticinco años, y el interés que devengarán los bonos mencionados será de cuatro por ciento incluyendo la parte correspondiente a la amortización;

"(e) El cobro de intereses y de amortización se hará por semestres, debiendo llevar, los bonos, cupones desprendibles o perforables para los pagos semestrales.

"Artículo 4º. El fondo de interés y amortización de los bonos agrarios se constituirá:

"I. Por medio de sumas asignadas en el Presupuesto de Egresos del Estado respectivo.

"II. Por medio de las cantidades pagadas anualmente al Estado por los adjudicatarios de la fracción de latifundios, cantidades que serán proporcionadas a la deuda, con sus intereses, de cada fraccionista, calculando su pago total en un plazo no menor de veinte años.

"Artículo 5º. También podrán amortizarse los bonos agrarios:

"(a) Admitiéndolos en un tanto por ciento, que se fijará en cada Entidad Federativa, como pago de contribuciones al Estado;

"(b) Admitiéndolos en un tanto por ciento, que se fijará en cada Entidad Federativa, como pago, por parte del fraccionista, al Estado, del valor de la parcela obtenida.

"Artículo 6º. La emisión de los bonos agrarios de los Estados, sólo se hará en forma de pagos al propietario de terrenos expropiados, de entera conformidad con el párrafo II de la fracción VII del artículo 27.

"Artículo 7º. Los bonos agrarios tendrán la garantía exclusiva del Gobierno del Estado que los emita, el cual publicará semestralmente nota de las propiedades fraccionadas y de las parcelas adjudicadas, así como del servicio de amortización de su Deuda Agraria y de los intereses de ella.

"Artículo 8º. Sobre las bases de esta ley se autoriza a los Gobiernos constitucionales de los Estados para proceder, desde luego, a la impresión de los bonos agrarios de cada Entidad, los cuales empezarán a pagar cuando las Legislaturas respectivas, cumpliendo con la fracción VII del artículo 27 constitucional, hayan legislado sobre el fraccionamiento de la gran propiedad."

Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra con relación a esta ley, se servirán pasar a inscribirse a la Mesa, conforme lo previene el Reglamento.

En atención a que no hay diputados que deseen hablar en pro o en contra, se consulta a la Asamblea,

en votación nominal, si se aprueba en lo general este proyecto de ley.

Se rectifica el trámite. Se consulta primeramente en votación económica, si se considera este asunto de gravedad. Los que así lo consideren, sírvanse poner de pie. No se considera de gravedad. Se procede a la votación en lo general. Por la afirmativa.

El C. Hernández Garibay: Por la negativa.

(Se recogió la votación.)

El C. Prosecretario Sánchez Tenorio: Aprobado en lo general el proyecto de ley concerniente a la Deuda Agraria de los Estados, por unanimidad de 129 votos. Está a discusión el artículo 1o. de este proyecto de ley.

El C. García Eliseo: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Eliseo García.

El C. García Eliseo: Yo suplicaría a la Mesa que se sirviera pedir a los señores diputados que separaran los artículos que crean que son objetables y que todos los demás los dejáramos en pie para poder votarlos, porque si no hay ninguno objetable, podemos proceder desde luego a la votación.

- El mismo C. Prosecretario: Teniendo en consideración lo manifestado por el C. Eliseo García, se va a dar lectura a los artículos que integran este proyecto de ley, invitándose atentamente a los ciudadanos diputados que tengan alguna objeción que formular contra alguno de estos artículos, para que se sirvan hacerlo constar así, a fin de que el artículo objetado sea separado. (Leyó de nuevo el proyecto ya inserto.) ¿No hay ningún ciudadano diputado que desee impugnar alguno de los artículos a que se acaba de darse lectura?

El C. Aguirre Escobar: Pido la palabra.

El C. Presidente: ¿Con qué objeto?

El C. Aguirre Escobar: Deseo que se separe la fracción (e) del artículo 3o. y la fracción II del artículo 4º.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Aguirre Escobar, en contra de la fracción (e) del artículo 3º. y de la fracción II del artículo 4º.

El C. Aguirre Escobar: Ciudadanos diputados: Mi deseo de separar la fracción (e) del artículo 3º. obedece a que desearía que la Comisión se sirviera agregar lo siguiente: "Los pagos empezarán a hacerse al segundo año de incurrir la deuda," es decir, que al segundo año de haber puesto en posesión al nuevo adquiriente de la tierra, comience éste a hacer entrega de las cantidades necesarias para el total de pago de su deuda.

La fracción II del artículo 4o. he querido que se separe con objeto también de que quede agregada esta pequeña fracción, que diga así: "Por medio de las cantidades pagadas anualmente al Estado por los adjudicatarios de la fracción de latifundios a partir del segundo año de la adquisición de la fracción, cantidades que serán proporcionadas a la deuda, con sus intereses, de cada fraccionista, calculando su pago total en un plazo no menor de veinte años." Para el pago que el Gobierno tiene que hacer al latifundista, establece la Comisión veinticinco años; y para el pago que el nuevo adquiriente tiene que hacer, establece veinte años; por lo tanto, existe una diferencia de cinco años en favor del Estado con objeto de que pueda liquidar en esos cinco años las cantidades que queden restantes. Yo desearía que el ciudadano Presidente de la Comisión me dijera si estaría de acuerdo en hacer esos agregados.

El C. Vadillo: Pido la palabra.

- El Presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Vadillo: La Comisión está de acuerdo enteramente con el señor Aguirre Escobar en hacer esas adiciones de unas cuantas palabras que aclaran más y precisan más el sistema de pago de la Deuda Agraria en los Estados. Si la Asamblea se digna conceder permiso a la Comisión para retirar estos incisos objetados y proponer las modificaciones indicadas por el señor Aguirre Escobar, no tiene inconveniente en hacerlo.

El C. Aguirre: Agradeciendo la deferencia del ciudadano Presidente de la Comisión, sólo me resta pedir a la Asamblea un voto aprobatorio para toda la ley.

El C. Prosecretario Sánchez Tenorio: Se consulta a la Asamblea, en votación económica, si concede permiso a la Comisión para separar el inciso (e) del artículo 3º. y la fracción II del artículo 4º., que fueron impugnados por el C. Aguirre Escobar. Los que estén de acuerdo en la concesión del permiso, sírvanse poner de pie. Sí se concede el permiso. La Comisión presenta modificando el inciso (e) del artículo 3o. en los términos siguientes: "El cobro de intereses y de amortización se hará por semestres, debiendo llevar los bonos, cupones desprendibles o perforables para los pagos semestrales. El pago empezará a hacerse a contar del segundo año de incurrida la deuda." La fracción II del artículo 4o. fué modificada en los siguientes términos:

"Por medio de las cantidades pagadas anualmente al Estado por los adjudicatarios de la fracción de latifundios, a partir del segundo año de la adquisición, cantidades que serán proporcionadas a la deuda, con sus intereses, de cada fraccionista, calculando su pago total en un plazo no menor de veinte años."

Están a discusión el inciso y la fracción que acabo de leer.

El C. Méndez Eugenio: ¿En qué consiste la modificación hecha al inciso (e)?

El C. Prosecretario Sánchez Tenorio: En esto: "El pago empezará a hacerse a contar del segundo año de incurrida la deuda." La Mesa vuelve a indicar a los ciudadanos diputados manifiesten si desean separar algún otro artículo de este proyecto de ley. (Voces: ¡A votar, a votar!)

El C. Céspedes: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Céspedes: El artículo 3o., en su base (b), establece que los bonos emitidos se harán en denominaciones de cien, quinientos, mil, cinco mil y diez mil pesos; y el artículo 5o. en su base (a), establece que podrán admitirse estos bonos como medio de amortización, en un tanto por ciento en los pagos de impuestos al Estado. Como la denominación íntima a que me refiero, que establece la base (b), del artículo 3o., es la de cien pesos, conceptúo que hay una dificultad grande para la admisión

de estos bonos con un tanto por ciento en las contribuciones del Estado, desde el momento en que estas contribuciones en muchos casos no ascenderán a cien pesos semestrales. Por tal concepto, yo pregunto a la Comisión se sirva decirme qué criterio tuvo para establecer estas distintas denominaciones a que me refiero.

El C. Vadillo: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Vadillo: Señores diputados: Realmente la objeción del C. Céspedes, expresada en la forma de que daría origen a una dificultad práctica, realmente la observación viene a quedar comprendida en estos términos: ¿Por qué el mínimo de los bonos es de cien pesos? Y a esa observación, que es la de fondo, voy a permitirme contestar en breves términos: no se han autorizado bonos menores de cien pesos, para que este papel que va a ser por valor de muchos millones en toda la República, no descienda a las clases inferiores de la sociedad, sino que se mantenga únicamente circulando entre los capitalistas, que son los que están en la obligación de soportar el peso de la Deuda Agraria de los Estados y el de la Deuda Agraria Federal. Esta es la razón capital de orden revolucionario y de orden moral para que la Comisión no haya querido fraccionar los bonos de la deuda en valores menores. Bien sabido es por los economistas este adagio: La moneda mala desaloja a la buena. Si nosotros autorizásemos bonos de a peso, de a cincuenta centavos, hasta de a diez pesos y de a cincuenta pesos, este papel automáticamente en el curso de los cuarenta años que juzgamos que ha de durar la política agraria en los Estados, en toda la República, este papel, digo, iría a parar a manos del pequeño propietario, de las clases desheredadas, porque este papel, siendo de circulación, si no forzosa, sí efectiva, porque es un papel que representa un valor y los valores tienden a difundirse, este papel iría a parar, digo, a las clases inferiores. Por esta razón la Comisión se ha mantenido en el criterio absolutamente enérgico de no permitir que este papel baje a las clases desheredadas, porque no son ellas las que tienen que resolver el problema agrario, ni soportar ellas el peso de la Deuda Agraria, sino que son las clases acomodadas, es el capitalista rural el que tiene él mismo que soportar el peso de la política agraria, porque de nada serviría que a un latifundista se le diese en papel medio millón de pesos, si él estaba facultado por las transacciones ordinarias del papel a desprenderse de este papel poco a poco y al cabo de cuatro o cinco años tener en su poder metálico y deshacerse del papel, quedando éste relegado a aquellos que pudieran tenerlo. Desde luego un hacendado haría que su papel fuese a dar a sus peones a título de pago, y nosotros queremos evitar eso de la manera más absoluta.

Ahora, la segunda parte de la objeción del C. Céspedes es ésta: Si se van a admitir en el pago de contribuciones esos bonos, ¿cómo se pagan esas contribuciones? De la manera siguiente: los latifundistas pagan contribuciones de trescientos, cuatrocientos pesos, etc., en cantidades respetables, y los que no pagan al Fisco esas fuertes sumas, tienen que seguir cubriendo los impuestos en metálico, conforme al uso ordinario. Los Estados sólo recibirán contribuciones de aquellos que tienen papel moneda y aquellos que tienen que pagar ocho o diez pesos, no llevarán bonos de cien pesos, aun cuando no es posible, en determinados casos, que pudieran dar un bono y obtener cambio en la Tesorería, según la situación del Erario en cada Estado; pero creemos que no irá a suceder esto, sino que los hacendados y algunos industriales que tienen que pagar contribuciones por más de cien pesos, son los que tendrán en sus manos el juego financiero de la Deuda Agraria y no otros. El dueño de una fábrica puede adquirir por medio de una transacción bonos para pagar las contribuciones, aun cuando no sea latifundista, y éste, por el interés de obtener metálico, puede hacer que baje el precio de los bonos, con lo que se simplifica la redención de la deuda, en cuanto a tiempo. De manera que la objeción del C. Céspedes, sumamente importante, queda contestada en estos términos: estos cien pesos pagados por contribuciones lo serán por el latifundista o por el industrial en gran escala que tenga oportunidad de obtener este papel.

El C. Prosecretario Sánchez Tenorio: No estando objetado ninguno otro artículo de esta ley, se pregunta a la Asamblea, en la clase de votación económica, si la considera suficientemente discutida.

El C. Arellano: Pido la palabra para presentar una moción suspensiva. (Voces: ¡A votar, a votar!)

- El mismo C. Prosecretario: Se ha presentado la siguiente moción suspensiva conexa con la ley a discusión.

"Ciudadanos diputados:

"Teniendo en consideración que la creación de la Deuda Agraria es de trascendental importancia para la Nación y que no se ha dado tiempo suficiente para el estudio del proyecto que se nos presenta con fecha 12 del presente mes, solicito de Vuestra Soberanía que se aplace la discusión para el tiempo que se crea oportuno.

"Yo estimo que no es nuestro afán dictar muchas leyes dejando toda la responsabilidad a las Comisiones, sino que nuestro deber es dictar leyes que tengan la debida discusión y que se haga la luz necesaria para que se enmienden todos los errores.

"Si tenemos poco tiempo de sesiones en la Cámara de Diputados, también tienen poco tiempo en la Cámara de Senadores y si dictan leyes en esta Cámara a toda prisa con la pretensión de querer salvar nuestra responsabilidad, solamente conseguiremos que el Senado nos devuelva los proyectos con justas y razonadas observaciones.

"Por todas estas razones esperamos que se acepte nuestra proposición y que se suspenda la discusión pasando a estudiarla en su tiempo oportuno.

"México, diciembre 25 de 1917.- Manuel Cepeda Medrano.- R. F. Arellano."

El C. Presidente: La Mesa invita a alguno de los firmantes a que funde su moción.

El C. Arellano: Señores diputados: Esta es una ley de las más trascendentales de que podemos ocuparnos y sabido es de todos ustedes que lo que se hace precipitadamente no llena los resultados

que se propone el legislador. Es muy conocido el principio de que una ley mal dada produce resultados contrarios a los que el legislador se propone; y si no se estudia este problema tan trascendental con el debido espacio, nos exponemos a perjudicar a las clases que están interesadas en que se haga la pequeña propiedad. De nada sirve dictar una ley así, no solamente de nada sirve, sino que es perjudicial. Yo estoy seguro de que la generalidad de los señores diputados no han meditado debidamente.... (Voces: ¡Cómo no!) No han tenido tiempo.... (Voces: ¡No todos se pasean!) (Campanilla.) Pues la opinión de la Cámara es manifiesta; se opone a que se estudie la ley con la detención que se necesita, (voces: ¡Ya está estudiada!) pero yo salvo mi responsabilidad; creo que no se ha estudiado convenientemente y que estamos expuestos a que la ley no sea eficiente. (Siseos.)

El C. González Jesús M.: Pido la palabra en contra.

El C. Prosecretario Sánchez Tenorio: En votación económica se consulta a la Asamblea si se toma en consideración esta moción suspensiva. Los que estén de acuerdo sírvanse poner de pie. No se toma en consideración. (Aplausos y voces: ¡A votar, a votar!) No existiendo ningún artículo objetado de este proyecto de la ley, se consulta a la Asamblea, en votación económica, si se considera suficientemente discutido el propio proyecto. Los que estén de acuerdo sírvanse poner de pie. Sí se considera suficientemente discutido. Se procede a la votación nominal del mismo.

El C. Manrique: Por la afirmativa.

El C. Prosecretario Sánchez Tenorio: Por la negativa.

(Se procedió a recoger la votación.)

- El mismo C. Prosecretario: Atento al resultado de la votación, se aprobó el proyecto de ley relativo a la Deuda Agraria de los Estados por 124 votos de la afirmativa contra siete de la negativa de los ciudadanos siguientes: Alejandre, Arellano, Avendaño, Carrascosa, Cepeda Medrano, Ramírez Genaro y Rojas Dugelay.

Pasa a la Cámara colegisladora para las finalidades a que se contrae nuestra Ley Fundamental.

El C. Presidente: La Mesa designa en Comisión a los CC. Neri, Aguirre Escobar, Lizaldi, Aguirre Efrén, Zavala y Secretario Magallón para que lleven el proyecto de ley aprobado a la Cámara colegisladora.

El C. Secretario Aranda: "Orden del día 25 de diciembre a las cuatro de la tarde: Continúa la discusión del proyecto de Presupuesto de Egresos."

El C. Presidente, a las 1.02 p. m.: Se suspende la sesión para reanudarla a las cuatro de la tarde.

(Asistencia de 135 ciudadanos diputados.)

El C. Presidente, a las 4.22 p. m.: Se reanuda la sesión.

El C. Secretario Portes Gil: La Secretaría de Hacienda y Crédito Público envía los proyectos de Presupuestos de Ingresos y Egresos del Gobierno del Distrito Sur de la Baja California, de los Ayuntamientos de Todos Santos y San José del Cabo y del Territorio de Quintana Roo.- Recibo, y a la Comisión de Presupuestos.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación acusa recibo de la transcripción que se le hizo del memorial elevado a esta Cámara por varios obreros recluídos en la cárcel de la Ciudad Victoria.- A su expediente.

El Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Coahuila, comunica haber quedado instalado dicho Superior Tribunal.- De enterado.

El C. S. M. Olea comunica que, con fecha 15 del presente, tomó posesión del cargo de Juez segundo propietario de Distrito, del Distrito Federal, en virtud del nombramiento que le confirió la Suprema Corte de Justicia.- De enterado.

"Telegrama de Tepic.-Tepic, el 25 de diciembre de 1917.

"H. Cámara de Diputados.

"De acuerdo con lo prevenido en el artículo octavo del Reglamento provisional de este Congreso, ayer, a las 7 p. m. quedó legítimamente constituido el primer Congreso del Nayarit, con asistencia de doce diputados, que rindieron la protesta de ley, y son: del primer distrito, C. Pablo Retes Zepeda; del segundo, C. Marcos Esmerio; del tercero, C. Matías López Urbina; del cuarto, C. Francisco Amézquita; del quinto, C. Francisco R. Pérez; del séptimo, C. Fidencio Estrada; del octavo, C. José María Leden; del noveno, C. Federico R. Corona; del decimoprimero, C. Alfredo Robles; del decimosegundo, C. Francisco N. Arroyo; del decimocuarto, C. J. Trinidad Solano; del decimoquinto, C. Miguel C. Madrigal. La Mesa Directiva quedó integrada por los siguientes ciudadanos diputados: Presidente, C. J. Trinidad Solano; Vicepresidente, Pablo Retes Zepeda; primer Secretario, Federico R. Corona; segundo Secretario, C. Alfredo Robles. Lo que me honro poner en el superior conocimiento de usted, protestándole mis atentas consideraciones y respetos.

"Constitución y Reformas.- Tepic, diciembre 25 de 1917.- El primer Secretario, F. R. Corona.- El segundo Secretario, Alfredo Robles."- De enterado.

Los ciudadanos Subsecretarios de Estado, Encargados del Despacho del Interior y del Exterior, el subsecretario de Comunicaciones, las Legislaturas de los Estados de Coahuila, San Luis Potosí e Hidalgo, y los Gobiernos de los Estados de Colima, Nuevo León y Zacatecas, envían comunicaciones de su condolencia por el fallecimiento del ciudadano diputado Enrique Muñoz.- A su expediente.

Numerosos empleados de la Dirección General del Catastro manifiestan que han tenido conocimiento

de que, a partir del 1o. de enero, cesarán en sus puestos, y piden que se les proporcione tres meses de sueldo, a cuenta de los Bonos que el Erario les adeuda.

Hacen suyo el memorial los ciudadanos diputados Magallón, González Jesús, Saucedo J. Concepción, Lechuga Val, Vadillo, Garza, Céspedes, Hernández Maldonado, Zavala Dionisio, Méndez, Hernández Jerónimo, Cancino Gómez, Arlanzón, Torre Jesús de la y Gámez Gustavo.- Transcribase al Ejecutivo.

La señora Carlota Ponce, viuda del ingeniero Ubaldo Fernández, pide le sea aumentada la pensión de que disfruta.

Hacen suyo este memorial los ciudadanos diputados Salvador Saucedo, Rafael Márquez, Andrés Ortiz, Eduardo Neri y Salvador González Torres.- A la comisión de Hacienda en turno.

El C. Abraham Flores pide pensión por los servicios prestados a la Causa Constitucionalista por su hijo, el coronel Valentín Flores Garza.

Hacen suyo este memorial los ciudadanos diputados Rocha, Ruiz Estrada, Ruiz Juan A., Morales Hesse, Valle, Aguilar José D., Díaz González y Castañeda.

- Pasa a la Comisión de Hacienda en turno.

"El subscripto, miembro de la segunda Sección Instructora del Gran Jurado, atentamente manifiesta que tiene que salir para su Estado natal durante el receso, al arreglo de asuntos de familia; lo que pone en conocimiento de esta H. Cámara, para que se cumpla con lo dispuesto en el artículo 82 del Reglamento interior del Congreso de la Unión.

"México, diciembre 24 de 1917.-M. M. Prieto.

"Ciudadanos Secretarios de la Cámara de Diputados.- Presente."

"El que subscribe, miembro de la segunda Comisión Instructora del Gran Jurado, atentamente manifiesta que tiene que salir para su Estado natal durante el receso, al arreglo de asuntos de orden público, como es el de promover la total pacificación de los poquísimos elementos disidentes que aún puedan encontrarse en la parte Noreste del Estado, a cuyo fin ya me concedió esta H. Cámara una licencia en el mes de noviembre retropróximo; lo que pongo en conocimiento de Vuestra Soberanía, para que se cumpla con lo dispuesto en el artículo 82 del Reglamento interior del Congreso de la Unión.

"México, diciembre 24 de 1917.-R. de la Torre.

"Ciudadanos Secretarios de la Cámara de Diputados.- Presente."

"El subscripto, miembro de la primera Sección Instructora del Gran Jurado, atentamente pone en conocimiento de esta H. Cámara, que tiene necesidad de salir de esta capital durante el tiempo del receso, por demanda de asuntos particulares, y, por lo tanto, suplica se tome en consideración y se proceda al nombramiento de substituto, de acuerdo con el artículo 82 del Reglamento del Congreso de la Unión.

"Constitución y Reformas.- México, a 22 de diciembre de 1917.-J. D. Pineda.

"A los ciudadanos Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presente."

A las tres solicitudes se les da el trámite de: "Procédase a la insaculación." Se va a proceder a la insaculación de los miembros de la segunda Sección, que son los CC. Carlos R. Montiel, José Federico Rocha, Gonzalo Lechuga Val, Juan A. Ruiz, Pablo García, José Gaitán, Rafael Martínez, Isidro Izquierdo, Cosme Dávila y Emiliano Gómez S., en la inteligencia de que el primero que salga substituirá al C. Manuel M. Prieto, y el segundo al C. Rómulo de la Torre.

El C. Presidente: Se invita al ciudadano licenciado Velásquez, a que pase a la Secretaría a sacar las cédulas respectivas. (El C. Velásquez sacó una cédula): Emiliano Gómez S. El C. Gómez S. será el substituto del C. Prieto. (El C. Velásquez sacó otra cédula): Izquierdo Isidro. La Mesa declara que han sido designados en substitución de los CC. Prieto y de la Torre, los CC. Gómez S. e Isidro Izquierdo. (Voces: ¿Y Pineda?)

El C. Secretario Portes Gil: Los insaculados de la Sección primera son los CC. Martín Barragán, Ismael Díaz González, Vidal Garza Pérez, José Manzano, Amadeo Betancourt, Manuel Bello y Juan de Dios Robledo.

El C. Presidente: Se invita al C. Treviño para que venga a sacar la cédula respectiva. (El C. Treviño sacó la cédula): Ismael Díaz González. En consecuencia, la Mesa declara que ha sido designado para substituir al C. Pineda José Dolores, el C. Ismael Díaz González.

El C. Secretario Portes Gil: "Tenemos el honor de someter a la deliberación de esta H. Asamblea, la siguiente adición al Ramo Primero de la Ley de Egresos para 1918.

"Partida 80 bis. Un primer ayudante, a $8.00 diarios, $2,920.00."

"Salón de sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, 24 de diciembre de 1917.- Benito Ramírez G.- Salvador Saucedo.- Antonio Ancona Albertos."- A la Comisión de Presupuestos.

"Comisión 1a. de Puntos Constitucionales.

"Señor:

"A la 1a. Comisión de Puntos Constitucionales, pasó la iniciativa subscripta por varios ciudadanos diputados, quienes piden se haga una invitación atenta al ciudadano Presidente de la República, a efecto de que, de acuerdo con sus facultades constitucionales, convoque al Congreso de la Unión a sesiones extraordinarias, para que se discutan en

dicho período todas las leyes que se han iniciado, y que se encuentran pendientes en ambas Cámaras colegisladoras, y para que el Ejecutivo consulte las leyes que estime oportunas para la resolución de los problemas nacionales.

"Como es bien sabido, la Constitución vigente sólo concede al Primer Magistrado de la Nación la facultad de convocar a sesiones extraordinarias a una o ambas Cámaras, cada vez que lo estime conveniente, habiendo desaparecido esa prerrogativa que la Constitución de 57 concedía a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.

"Como con excepción de la Ley Orgánica de los Tribunales Federales, no se ha podido promulgar ninguna otra ley de las que, según preceptos de la Constitución, debían haberse expedido en el período extraordinario que venció el 31 de agosto anterior y en el ordinario que vencerá el 31 del corriente, porque casi todas las leyes que se han discutido se encuentran en revisión en el Senado, la Comisión que subscribe estima que es conveniente que se abra un período de sesiones extraordinarias, a efecto de terminar todo el trabajo principiado.

"En virtud de lo expuesto, atenta la disposición del artículo 87, fracción XI, de la Constitución vigente, y de conformidad con lo prevenido por el artículo 77, fracción II, del mismo cuerpo de leyes, somos de opinión, salvo el más acertado de la Asamblea, de que se apruebe el siguiente acuerdo económico:

"Nómbrese una Comisión del seno de esta Cámara que se acerque al ciudadano Presidente de la República, para pedirle, que, en uso de sus facultades, convoque al Congreso de la Unión a sesiones extraordinarias, para que se concluyan las leyes que se han iniciado en el curso de las sesiones de este año y para que se tomen en consideración las iniciativas de ley que el propio Primer Magistrado se sirva consultar.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.

- México, 25 de diciembre de 1917.- M. Rueda Magro.- Rafael Martínez de Escobar."

Está a discusión. (Voces: ¡No, no! Murmullos.)

El C. García Pablo: Pido la palabra en contra.

El C. Cepeda Medrano: Pedimos que la funden.

El C. Sánchez Tenorio: Pido que algún miembro de la Comisión funde ese dictamen, y pido la palabra en contra.

El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Rueda Magro, miembro de la Comisión: Señores diputados: A la 1a. Comisión de Puntos Constitucionales, que inmerecidamente presido, pasó una iniciativa de varios ciudadanos diputados que solicitan se haga una atenta invitación al ciudadano Presidente de la República a efecto de que convoque a sesiones extraordinarias cuando a bien lo tenga; pero dentro de nuestras facultades.... (Siseos, voces: ¡No, no!) Ustedes sisearán, señores diputados, y yo invito al que sisee a que venga a demostrar aquí en esta tribuna, que es inconveniente, que es antipatriótico, que es innecesario el período de sesiones extraordinarias. Dentro del período extraordinario de sesiones a que nos convocó la Primera Jefatura cuando llegamos a esta H. Representación Nacional, debió haberse expedido, además de la Ley Orgánica del Fuero Federal, la Ley Orgánica del Fuero Común, y dentro de este período de sesiones extraordinarias debieron haberse expedido, o por lo menos iniciado, algunas leyes reglamentarias de varios artículos de la Constitución....

El C. Cepeda Medrano, interrumpiendo: ¿Y por qué no se hizo?

El C. Rueda Magro, continuando: El C. Cepeda Medrano, que me pregunta que por qué no se hizo tal cosa, sobe perfectamente cuál es al contestación; nosotros hemos hecho cuanto hemos podido, hemos iniciado lo que hemos podido discutir, lo que hemos podido dictaminar, lo que el Presidente de la República ha consultado y lo que la Cámara por su propia iniciativa ha iniciado, y mucho de lo cual se encuentra en la actualidad pendiente de revisión en el Senado de la República. Yo sería de opinión -porque yo no firmé la moción sobre la que dictaminamos-, de que la responsabilidad se quedara allí y que la historia diga después quiénes son los responsables del estado actual de cosas; sin embargo, yo estimo que es patriótico hacer una invitación correcta y cordial al señor Presidente de la República para que, pesando la situación actual y viendo las leyes que no se han expedido todavía, convoque, si lo estima conveniente, no precisamente por tener obligación, sino que si lo estima a bien, para que se discuta siquiera lo que se ha iniciado. Es patriótico, señores diputados. (Voces: ¡No, no!) El señor Presidente de la República tal vez, sin necesidad de nuestra iniciativa, por patriotismo o por cualquiera necesidad o por cualquiera circunstancia, se verá obligado a convocarnos, esto aun cuando tenga la convicción de que no se ha cumplido, aun cuando no por culpa nuestra, pero es necesario que hagamos esta invitación al Ejecutivo para que nos convoque a un período de sesiones extraordinarias. Yo no digo, señores diputados, que este período se una con el extraordinario; eso queda a la discreción del Ejecutivo. Podrá fijarnos un mes, dos meses.... (Voces: ¡No, no!)

El C. Rocha, interrumpiendo: ¡Ni una hora!

El C. Rueda Magro, continuando: No tengo yo intención, señores, de que este dictamen se apruebe. Del patriotismo de ustedes depende que se apruebe o se rechace. Por mi parte, juzgo patriótico que haya un período de sesiones extraordinarias, y sostendré este dictamen hasta lo último. Ustedes sabrán si son patriotas o no lo son. (Murmullos, risas, aplausos y voces: ¡No, no!)

El C. Presidente: Tiene la palabra, en contra, el C. García Pablo.

El C. García Pablo: Señores diputados: Hablando con franqueza, se necesitaría no tener vergüenza. (risas) para dirigir esta iniciativa al ciudadano Presidente de la República. (Risas y aplausos.) El público está bastante descontento de nuestro trabajo como diputados....

El C. Rueda Magro, interrumpiendo: ¡Miente usted!

El C. García Pablo, continuando: Esto lo he oído yo en conversaciones particulares....

El C. Sánchez Tenorio, interrumpiendo: ¡El público reaccionario!

El C. García Pablo, dirigiéndose al C. Rueda Magro: No sea usted tan poco decente; y no he venido aquí a insultar....

El C. Rueda Magro, interrumpiendo: ¡Miente usted!

El C. Rocha: Para una moción de orden.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra para una moción de orden.

El C. Rocha: Para pedir muy atentamente a la Presidencia invite al C. Rueda Magro a que retire esa expresión.

El C. Rueda Magro: No la retiro, señor Presidente.

El C. García Pablo, continuando: Pues sí, señores diputados, el público está descontento de nuestras labores....

El C. Sánchez Tenorio, interrumpiendo: ¡El público reaccionario!

El C. Rocha: Señor Presidente, he hecho una moción y deseo saber la resolución de la Mesa.

El C. Presidente: No oí la palabra, tenga usted la bondad de decirla....

El C. Rocha, interrumpiendo: El C. Rueda Magro por dos veces le ha dicho al C. García, "¡Miente usted!", y yo pido muy respetuosamente a la Mesa que lo excite a que retire esa expresión....

El C. Rueda Magro, interrumpiendo: Y yo repito, señor Presidente, que yo nunca he insultado a nadie, y cuando digo que miente, quiero decir que falta a la verdad.

El C. García Pablo, continuando: Pues sí, señores diputados... (Campanilla.)

El C. Presidente, interrumpiendo: En cumplimiento del Reglamento, la Mesa se permite suplicar al C. Rueda Magro se sirva retirar la palabra que ha dicho....

El C. Rueda Magro, interrumpiendo: Pido la palabra. Suplico que la Presidencia excite al orador para que retire la palabra de "falta de vergüenza," a la Asamblea. (Voces: ¡Muy bien! Aplausos.)

El C. García Pablo, continuando: Pues sí, señores diputados... (Campanilla.)

El C. Presidente, interrumpiendo: La Mesa invita tanto a un ciudadano diputado, como a otro, a que se sirvan retirar las palabras injuriosas que han vertido.

El C. García Pablo: Pues yo, señor, tampoco la retiro (risas y aplausos), y sólo suplico a los señores diputados me dejen hablar.

Decía yo que el público está descontento de nuestra labor y que el Ejecutivo no tiene motivo de estar contento, porque se le ha hecho obstrucción y en el público se dice, señores, que la Representación Nacional está reducida a seis o siete individuos que son los corifeos del "Partido Liberal Constitucionalista." (Voces: ¡No es verdad!) El "Partido Liberal Constitucionalista" tiene aquí la mayoría y ha dominado siempre y el bloque "Radical" siempre se ha unido al "Partido Liberal Constitucionalista."

El C. Céspedes, interrumpiendo: ¡No todos!

El C. García Pablo, continuando: Y se dice en público que los miembros del "Partido Liberal Constitucionalista" sólo siguen a sus corifeos y que por eso se dice en público que la Representación Nacional está reducida a seis u ocho individuos que son, como digo, los corifeos de ese Partido, y como el público no nos tiene fe, por eso digo que es necesario no tener vergüenza para que fuéramos con esa embajada ante el señor Presidente de la República

. - El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Figueroa.

El C. Figueroa: Fui yo, señores diputados, quien tuvo el honor de presentar a la consideración de Vuestra Soberanía esta proposición. Esta proposición fué apoyada por algunos compañeros del bloque "Socialista," al que pertenezco, y también por el diputado Villarreal. La Comisión se ha servido dictaminar en favor de la proposición de que hablo y ella ha hecho una exposición amplia de los motivos que tuvo para dictaminar en esa forma, interpretando el verdadero espíritu de la proposición. Lo que yo me propongo, señores diputados, es que la Cámara manifieste al Ejecutivo el deseo que tiene de cumplir con su deber. Sabido es que en los pocos días nos faltan de sesiones de este período ordinario, sería materialmente imposible resolver sobre las leyes pendientes y principalmente sobre las leyes que esta Cámara tiene la obligación de expedir en este período. El señor Pablo García viene a decirnos aquí que es necesario no tener vergüenza para hacer esta proposición. Yo, por supuesto, no tengo deseo de hacer aquí una autobiografía, porque no tengo la costumbre de hacerme autobombo. No quiero tampoco hacer perder a la Asamblea un tiempo precioso en discusiones de personalidades que no son interesantes en este momento; pero sí puedo decir que en el poco esfuerzo que me ha sido posible hacer en esta Cámara, siempre he procurado cumplir con mi deber. Los compañeros del bloque "Socialista" han actuado en la misma forma; las izquierdas principalmente han hecho todo lo que ha estado de su parte por cumplir con su obligación, pero circunstancias de fuerza mayor les han impedido completar su trabajo. De eso nadie tiene la culpa. Nosotros lo único que deseamos es manifestar que esta Cámara de Diputados está siempre fiel a sus principios y que desea siempre cumplir con las obligaciones que le ha mandado el pueblo. Respecto de que el pueblo esté descontento con nuestra gestión, no tendré nada que decir, porque en realidad las colectividades jamás se encuentran satisfechas de la labor de sus mandatarios; eso es muy natural, y quizá hasta muy justo, porque yo no considero que haya algún ciudadano diputado que se sienta completamente satisfecho de su labor; pero esto no es un punto importante. Ahora bien, si el Ejecutivo está descontento o no, por la obstrucción que se le haya hecho aquí, o que no se le haya hecho, cosa que no quiero discutir, es muy poco interesante este punto. El Ejecutivo sabe perfectamente, o sabrá interpretar perfectamente el deseo de esta Cámara, y en todo caso él se conducirá patrióticamente. Nosotros así lo esperamos; esta es una demostración de la confianza que podemos tenerle aun en este tiempo, después de haberse suscitado tantos incidentes como han pasado en esta Cámara. Por tal motivo, nosotros estaremos siempre dispuestos a apoyar esta proposición, porque creemos que el Ejecutivo sabrá interpretar las intenciones que nos han obligado a proponerla. Si esto no es así, la Cámara, de cualesquiera manera, debe estar satisfecha de que si su labor no ha sido todo lo eficaz que fuera posible

esperar, cuando menos ha hecho los esfuerzos que estaban de su parte para cumplir. Por tanto, ruego a Vuestra Soberanía que aprobéis este dictamen. (Voces: ¡No, no! ¡Si!)

El C. Ibarra: Pido la palabra en pro.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Rocha en contra.

El C. Rocha: Vengo a hablar en contra del dictamen que está a debate, primeramente porque está fuera de todo orden constitucional. ¿Cómo se va a decir al Ejecutivo que viole la Constitución? La fracción XI del artículo 89 nos dice terminantemente que solamente el Ejecutivo, cuando lo estime conveniente, puede convocarnos a sesiones extraordinarias; de manera es que por sólo esta razón debería desecharse el dictamen, pero no se oculta a ningún miembro de la Asamblea que esto entraña unas de tantas martingalas políticas que el grupo bien conocido por nosotros y por la opinión, está dispuesto a poner en juego siempre, y no ha de descansar, aun cuando se le aniquile...

El C. Figueroa, interrumpiendo: ¡Es falso, es falso!

El C. Rocha, continuando: Esta es una maniobra, pudiéramos decir, es el último estertor del "pélese" que una vez más nos pone de manifiesto su tarea infame, que ya, por buena suerte para el Gobierno y para todos los hijos de México, es bien conocida su actuación. Viene a hacer alarde de que las izquierdas han producido infinidad de leyes y que todo lo que ha habido de salvador aquí, sólo se debe al "Partido Liberal Constitucionalista." Este es un disparate verdaderamente grande, no ha hecho nada el "Partido Liberal Constitucionalista," a pesar de que ha tenido en sus manos la mayoría, controlada toda la actuación de la Cámara para haber hecho mucho y no ha hecho nada.

El C. Figueroa, interrumpiendo: ¿Y usted qué ha hecho

El C. Rocha, continuando: Es por eso que nosotros, que ninguno de nosotros de las derechas hicimos caso al llamamiento que nos vino a hacer, no recuerdo qué miembro de las izquierdas, invitándome a que nos uniéramos y a que hiciéramos labor patriótica después de que hemos perdido el tiempo nueve meses. Este llamamiento a los tres cuartos para las doce, bien podía haberlo dejado en su cartera el ciudadano que nos hizo esta proposición. Yo vengo a hablar en contra, porque iremos a perder el tiempo; el patriotismo del señor Presidente de la República ustedes sabrán si lo ponen en tela de juicio, pero él sabrá perfectamente qué hace. Yo, por mi parte, creo que el señor Presidente de la República sencillamente nos dirá que él lo hará cuando lo estime conveniente. Pienso que este dictamen seguramente será desechado, y como naturalmente habrá de calarle mucho al "Partido Liberal Constitucionalista," que es el que tiene empeño en que se prorroguen las sesiones, (voces: ¡No, no! ¡Sí, sí!) porque saliendo de aquí seguramente que su actuación no tendrá ninguna importancia, porque si aquí tienen ellos alguna fuerza es por la que les da su carácter de diputados en ejercicio, pero fuera de aquí han de ser una de tantas ovejas descarriadas que no irán a ninguna parte con su tarea miserable. (Risas de las izquierdas; murmullos.) Yo me he sentido de plácemes cuando algún diputado vino aquí y dijo que nos separaremos y nos encontraremos quién sabe dónde. (Risas y voces: ¡Te hablan, Peralta!) Yo creo que no nos encontramos.

Señores diputados: No vayamos a cometer esta inconsecuencia: seamos cuerdos; siquiera para terminar demos una prueba de seriedad, no vayamos a querer que el Ejecutivo nos siga teniendo aquí; a él no le conviene... (Voces: ¡Aaah! ¡Qué bárbaro!)

El C. Saucedo, interrumpiendo: ¡Tú lo has dicho! (Aplausos de las izquierdas.)

El C. Rocha, continuando: A él no le conviene tener los enemigos, (murmullos), no le conviene tener enemigos solapados bajo el fuero; él los quiere más francos, más honrados, y así irá a buscarlos allá donde nos dijo alguna vez el diputado Peralta.

El C. Díaz González, aplaudiendo: ¡Bravo!

El C. Figueroa: Pido la palabra para interpelar al orador, si lo consiente. (Voces: ¡No!)

El C. Rocha: No admito impertinencias, compañero.

El C. Presidente: Tiene la palabra en pro el C. Villarreal.

El C. Villarreal Filiberto C.: Ciudadanos diputados: El C. Rocha nos vino a decir aquí con su acatarrada voz (risas), que esta moción está fuera del orden constitucional. Yo vengo a decirle aquí al ciudadano Rocha que esto es inexacto. Si nosotros no podemos continuar las sesiones en virtud de un precepto constitucional, es claro, señores, que en el deseo de seguir discutiendo esas leyes necesarias que están en cartera, tendremos que recurrir a la persona que es la única que puede convocarnos. Yo, señores, no encuentro la martingala política a que se refiere el señor Rocha. No es, señores, el el Partido Liberal Constitucionalista" el que presenta esta moción, son dos o tres jóvenes deseosos de seguir cumpliendo con su deber, como lo han hecho hasta la fecha. (Voces: ¡Pruebas, pruebas!) En ese concepto, señores diputados, nosotros seríamos los desvergonzados si nosotros fuésemos a explotar ocho meses la Nación sin hacer nada. Yo no vengo aquí a analizar lo que han hecho las izquierdas ni las derechas, la historia y la Nación misma lo dirán después, pero es el caso, señores, que dejamos el artículo 123 a merced del capital, a merced de los jesuítas que están expoliando al trabajador; señores, son los que se han acercado a nosotros para que supliquemos a ustedes también que aprobéis esta iniciativa para acercarnos al Presidente de la República, e invitarlo a que nos convoque a sesiones extraordinarias. Si ustedes no tienen ganas de trabajar, de seguir trabajando, porque se encuentran cansados, -así me lo supongo-, está bien, pero esta iniciativa favorecerá a todo el pueblo. Por eso yo suplico a todos aquellos señores diputados convencidos de la misión que los trajo aquí, que, sin vacilar, se sirvan aprobar esta proposición.

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Olivé.

El C. Olivé: Señores diputados: Tal parece que la, es decir, no la H. Asamblea, porque las

manifestaciones que se notan estos momentos parece que tienden precisamente a la desaprobación del dictamen, sino los firmantes de la iniciativa, parece que no han adquirido todavía experiencia con el descolón que el Senado dio a la Cámara de Diputados cuando se presentó una iniciativa, o, mejor dicho, se aprobó un acuerdo semejante enviándose al Senado para que hiciera uso de la facultad que la Constitución le confiere. Yo creo que la iniciativa que se propone, en caso de que la H. Asamblea la apruebe, irá a tener el mismo resultado que tuvo la anterior iniciativa, porque indiscutiblemente que siendo una facultad que la Constitución concede Unicamente al Poder Ejecutivo, éste habrá naturalmente cuándo hará uso de ella. Si las circunstancias lo exigen, si estima que es conveniente convocar al Congreso o a la Cámara a sesiones extraordinarias es indiscutible que hará uso de esas ordinarias, es indiscutible que hará uso de esas facultades. ¿A qué viene entonces que vayamos a decir al Ejecutivo que tenemos deseos de trabajar? ¿Qué acaso si no tenemos deseos de trabajar y el Ejecutivo estima que es necesario convocar a sesiones extraordinarias, va a dejar de hacerlo, tengamos o no deseos de trabajar? Si es necesario que se convoque al Congreso a sesiones extraordinarias, el Ejecutivo lo hará a pesar de nosotros aunque no estemos dispuestos a cumplir con nuestro deber, porque es un mandato constitucional. Entonces, ¿qué fin vamos a alcanzar si no tiene ningún resultado práctico la iniciativa? ¿Para qué nos vamos a exponer a que el Ejecutivo nos conteste de una manera, cortés si ustedes quieren, pero diciéndonos que hará uso de las facultades que le concede la Constitución en su oportunidad? ¿No es exponernos a fracasar de antemano? No es lógico aprobar una proposición que no conduce a nada práctico, hay que ser razonables y yo suplico que no sigamos perdiendo el tiempo en una discusión que no vale la pena, porque no conduce a nada trascendental.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Cruz José C.

El C. Cruz: Señores diputados: Yo no soy político, porque sencillamente la cuestión política, si no me es odiosa, cuando menos me es indiferente. Lo que a mí me interesa y lo que me ha interesado siempre, por lo que toca a mi actuación en esta Asamblea, es la cuestión netamente social; y como veo que la iniciativa de algunos señores compañeros tiende precisamente a discutir aquellas leyes que han estado pendientes por lo que se refiere a la cuestión social, es por lo que he tenido particular empeño en venir a hablar en pro de la mencionada iniciativa. Yo siento sobremanera que en más de una ocasión, cuestiones que deben tratarse de una manera mesurada, vengan a resolverse por medio de la cuestión política no puedo menos de expresar que me causan convulsiones de asco esas actitudes que a veces se asumen en el seno de esta H. Asamblea, queriendo resolver las proposiciones que aquí se presentan para la discusión de determinadas leyes, inmiscuyéndose en los asuntos políticos y de partidarismo. Yo, por mi parte, sé decir que desde que tuve el honor de ocupar una curul en esta Representación no he cambiado en cuanto a mi manera de pensar y de sentir por lo que se refiere al cumplimiento del deber; creo haber formado mi criterio desde un principio, haber seguido una orientación definidad por lo que se refiere al mandato que mis comitentes me hicieron para venir a representarlos. Los señores que han hablado en contra de la iniciativa, pues francamente no han aducido razones de fondo, sino simplemente cuestiones políticas. Yo deseo que esta H. Asamblea secunde la proposición de los firmantes de la misma, porque es patriótico, en mi concepto, porque es un deber terminar la discusión de algunas leyes que todavía están en cartera y principalmente la que se refiere a la cuestión obrera y a la cuestión agraria. Además, deseo hacer hincapié en la circunstancia de que el mismo artículo 27 en alguna de sus partes hace referencia al hecho de que en el presente período constitucional se han de dictar algunas leyes agrarias y principalmente la referente al fraccionamiento de tierras. Se ha dicho aquí que el Ejecutivo de la Unión hará uso, cuando lo estime pertinente, de la facultad que le concede el artículo 82 constitucional, pero bien pudiera ser que el ciudadano Presidente de la República convocara a sesiones únicamente para discutir determinadas leyes que bien pudieran no ser la que nosotros deseamos que se discutan, y es por esto que yo secundo la proposición presentada por los compañeros del bloque "Socialista," haciendo hincapié en que según he oído decir y tengo entendido, para nada ha tenido que ver aquí el "Partido Liberal Constitucional." Es una iniciativa de los miembros del bloque "Socialista," quienes desean que se lleve a cabo la discusión de las leyes pendientes para provecho del pueblo que todavía está esperando que se haga justicia y que se cumpla con algunos de los compromisos que han hecho atractiva a la revolución, y que en justicia,debe cumplirse con esos mismos compromisos.

El C. Presidente: Han hablado en contra del dictamen los CC. García Pablo, Rocha y Olivé, quedando inscripto el C. Robledo. En pro han hablado la Comisión, Figueroa, Cruz y Villarreal, quedando inscriptos los CC. Siurob, Ibarra y Figueroa.

El C. Secretario Portes Gil: Se pregunta, en votación económica, si está suficientemente discutido el asunto. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. Suficientemente discutido. (Voces: ¡Votación nominal, votación nominal!)

El C. Rueda Magro: Pido votación nominal; estoy suficientemente apoyado.

- El mismo C. Secretario: Se procede a la votación nominal. Por la negativa.

El C. Prosecretario de la Barrera: Por la afirmativa.

(Se recogió la votación.)

- El mismo C. Prosecretario: Votaron por la afirmativa los CC. Ancona Albertos, Andrade, Benítez, Bravo Izquierdo, Cervantes, Cisneros, Cristiani, Cruz, Figueroa, García Salvador Gonzalo, Garza Ernesto, Gaxiola, Gómez S. Emiliano, González Jesús M., González Justo, Guerrero, Ibarra, Lizalde, Magallón, Malpica, Manjarrez, Morales Hesse, Padrés, Peñafiel, Peralta, Pineda, Portes Gil, Reynoso, Rivas, Rivera, Román, Rueda Magro, Ruiz Juan A., Sáenz, Sánchez Pontón, Saucedo J. Concepción, Saucedo Salvador, Siurob, Soto, Torre Rómulo de la, Torres José D., Villarreal Filiberto C. Y Zavala Dionisio.

Total: 43 votos.

El C. Secretario Portes Gil: Votaron por la negativa los CC. Aguilar José D., Aguirre Crisóforo, Aguirre Efrén, Alejandre, Aranda, Arellano, Arlanzón, Avendaño, Barragán Martín, Barrera de la, Basáñez, Bello, Betancourt, Blancarte, Breceda, Cancino Gómez, Cano, Cantú, Cárdenas, Carrillo Eduardo S., Castañeda, Castillo del, Castro, Cepeda Medrano, Céspedes, Cravioto, Chapa, Dávalos Ornelas, Dávila, Díaz González, Dyer, Echeverría, Esparza, Fentanes, Gámez Gustavo, García Jonás, García Pablo, García Peréz, González Ibarra, González Lauro, Guajardo, Gutierrez, Hermosillo, Hernández Garibay, Hernández Jerónimo, Herrera, Higareda, Izquierdo, Lanz Galera, Lechuga Val, Leyzaola, López Celis, López Couto, Manzanilla Tejero, Márquez Josafat, Medina Francisco, Medina Hilario, Méndez, Meneses, Mercado, Molina, Neri, Olivé, Otero, Pardo, Paredes Colín, Pedroza, Pereyra, Carbonell, Plank, Portillo, Ramírez Genaro, Ramírez Llaca, Rebolledo, Ríos Santos, Robledo, Robles Domínguez, Rocha, Rodríguez Saro, Rojas Dugelay, Rojas Rafael, Ruiz Alberto, Ruiz José P., Sánchez Tenorio, Sepúlveda, Silvia Herrera, Silva Jesús. Solórzano, Suárez, Téllez Escudero, Torre Jesús de la, Treviño, Urueta, Uruñuela, Valle, Vega Sánchez Velásquez, Ventura, Villarreal Jesús J., Villaseñor y Zavala Leovino. Total: 102 ciudadanos diputados.

El C. García Jonás: Reclamo mi voto por la negativa, no lo mencionó usted.

- El mismo C. Secretario: Se leyó el voto del C. Jonás García. Queda rechazado el dictamen.

El C. Prosecretario de la Barrera: "Comisiones unidas 2a. de puntos Constitucionales y 2a. de Guerra.

"Señor :

"A las comisiones unidas 2a. de puntos Constitucionales y 2a. de Guerra fué turnado el expediente relativo a la solicitud hecha por el C. Gobernador del Estado de Puebla para organizar fuerzas de seguridad pública en dicho Estado, después de haber sido devuelto por el Senado proponiendo se modifique el proyecto de ley aprobada por esta Cámara en lo relativo al número que fué fijado para integrar las mencionadas fuerzas.

"Las Comisiones unidas 2a. de Puntos Constitucional y 2a. de Guerra del Senado, en su mayoría estuvieron de acuerdo con el criterio de esta Cámara y propusieron a la consideración de la Cámara revisora la aprobación del proyecto de ley que le fué enviado. Pero el ciudadano senador José I. Lugo, miembro de las Comisiones dictaminadoras, disintiendo de la opinión de la mayoría, produjo un voto particular, cuyo único punto de diferencia estriba en fijar la cantidad de mil quinientos hombres como máximo para las fuerzas solicitadas por el ciudadano Gobernador del Estado de Puebla.

"Los argumentos en que se funda el voto particular estriban en que la autorización solicitada y aprobada por esta Cámara de Diputados, "constituye un peligro para el ejercito de las prácticas democráticas, ya que toda fuerza armada es instrumento de tiranía, especialmente en estas circunstancias en que se pretende consolar las conquistas de la Revolución," estimando que "el ciudadano y el Municipio quedarían cohibidos para desenvolverse libremente." "Estima el ciudadano senador Lugo que "un contingente de mil quinientos hombres bastaría para el fin que se propone el ciudadano Gobernador de Puebla, pues que la pacificación de una Entidad cualquiera no se obtiene sólo por auxilio de las armas, sino principalmente por una buena actuación gubernamental que provea a las más apremiantes necesidades de los pueblos."

"Rechazado el dictamen por la Cámara de Senadores fué aprobado el voto particular con fecha 5 de los corrientes, habiendo pasado para los efectos constitucionales al seno de esa Cámara y a las Comisiones que subscriben, para emitir su dictamen.

"Las comisiones han estudiado con toda atención, tanto las objeciones que fueron hechas al dictamen primitivo al discutirse en el seno de esta Cámara, como en la Cámara de Senadores, al rechazarse el dictamen y aprobarse el voto particular, llegando a concretar los problemas que surgen del estudio del expediente en la forma que sigue:

"1º. Dados los términos de la solicitud presentada por el ciudadano Gobernador del Estado de Puebla, no se llega a un conocimiento exacto de la naturaleza de las fuerzas que trata de organizar y de la finalidad de las mismas, apareciendo que los cinco mil hombres que, según dicha solicitud, integrarán las fuerzas de seguridad, serán a cargo del Presupuesto de Egresos del Estado.

"2º. Dado el nombre de "fuerzas permanentes" adoptado por el ciudadano Gobernador, lo mismo que por las Comisiones que produjeron el dictamen primitivo, se ha dado lugar a pensar que dichas fuerzas se organizarán y funcionarán al igual que las tropas del Ejército Nacional.

"De aquí han provenido las objeciones que pueden reducirse, primero a la importante suma de dinero que el Erario del Estado de Puebla se vería obligado a erogar para el sostenimiento de cinco mil hombres; y, segundo, el peligro que supone una fuerza tan considerable en manos del Ejecutivo de un Estado para el libre desenvolvimiento del ciudadano y del Municipio.

"Ahora bien, el ocurso del ciudadano Gobernador del Estado enviado a esta Cámara, con fecha 17 del presente mes, y que ha sido agregado al expediente, viene a resolver muy oportunamente las dudas anteriormente surgidas y a poner en claro la verdadera naturaleza y finalidad de las fuerzas que trata de organizar. En efecto, en dicho ocurso se establece de una manera terminante que las fuerzas de seguridad pública del Estado en su mayoría tendrán el carácter de tropas regionales, organizadas sobre las bases siguientes:

"I. El reclutamiento será voluntario.

"II. Los soldados no percibirán sueldo alguno.

"III. Los elementos que lo formen serán vecinos de los pueblos con propiedad raíz en ellos.

"IV. Tendrán el caracter de inamovibles dentro de su respectiva jurisdicción; y

"V. No se organizarán en los lugares que no hayan estado controlados por el Gobierno, durante los seis meses anteriores, para lo cual se solicitará el parecer de los jefes de operaciones.

"Una pequeña parte de las fuerzas tendrá el carácter de fuerzas de seguridad, organizadas a semejanza de los antiguos cuerpos rurales, y el sostenimiento de esas fuerzas será a cargo del Presupuesto de Egresos del Estado.

"Resueltos en esta forma los puntos dudosos que han provocado las diversas decisiones de las Cámaras, las Comisiones creen que pueden establecerse las siguientes conclusiones:

"Primero. Deben distinguirse las fuerzas de seguridad pública permanentes, que deberán estar a cargo del Erario del Estado y las fuerzas regionales, que no demandarán erogación alguna al mismo Erario.

"Segundo. Determinando el número de las primeras, que bien puede reducirse a la cantidad de mil quinientos hombres, como lo propone el Senado, no existe inconveniente alguno para conceder la autorización que solicita el ciudadano Gobernador de Puebla, hasta la cantidad de cinco mil hombres, formándose los tres mil quinientos restantes con fuerzas regionales, cuyos servicios serán gratuitos.

"Tercero. La utilidad de las primeras es evidente, por cuanto a que cooperarán con las fuerzas del Ejercito Nacional, para combatir a los rebeldes que operan en el territorio del Estado.

"Cuarto. La conveniencia de las segundas, o sean las fuerzas regionales, es evidente, ya que se trata de armar a los vecinos honrados y de arraigo en sus respectivos pueblos, para que se defiendan de los ataques de los bandidos y cooperen, en caso dado, con las fuerzas regulares, al exito de la campaña en contra de los grupos rebeldes.

"Quinto. La organización de estas fuerzas no ofrecen peligro para el desenvolvimiento libre de las instituciones democráticas, ni para el ejercicio de los derechos del ciudadano o del Municipio, puesto que, en cada pueblo, estarán a las ordenes del presidente municipal, y solo para la organización y funcionamiento general dependerán del Ejecutivo del Estado.

"Sexto. El número de cinco mil hombres es necesario para el Estado de Puebla, si se toma en cuenta que existen doscientos cuarenta y nueve pueblos, cabeceras de Municipios, a los que, por lo tanto, como término medio, corresponderían veinte hombres para cada pueblo.

"Por todo lo anterior, las Comisiones opinan que, al conceder la autorización solicitada por el ciudadano Gobernador del Estado de Puebla, se satisface una necesidad del pueblo del Estado, puesto que se le facilitarán los medios para su misma defensa, como lo pone de manifiesto el ocurso elevado por los pueblos de Cuyoaco, Tepeyahualco, Ocotepec, Zautla, Chilchotla, Malpaís, San Francisco

Ixtacamaxtlán y Tlatlauqui, a esta Cámara, solicitando se concede la autorización pedida y en consecuencia propone a la H. Asamblea se sirva aprobar el siguiente proyecto de ley:

"Artículo único. SE autoriza al ciudadano Gobernador del Estado de Puebla para crear tropas permanentes, mientras se organizan y reglamentan las guardias nacionales que previene la Constitución General, compuestas de una fuerza de seguridad pública, hasta de mil quinientas plazas, y de fuerzas regionales hasta completar cinco mil Dichas fuerzas estarán sujetas a la Ordenanza General del Ejército y tendrán la organización que, conforme a la ley Orgánica en vigor, deba dárseles, siendo a cargo del Presupuesto de Egresos del Estado el sostenimiento de las fuerzas de seguridad pública así como los gastos que demande la organización de las tropas regionales."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, 21 de diciembre de 1917.-L. Sánchez Pontón.-Emilio Araujo. - Eugenio Méndez.-Salvador González Torres."

El C. Sánchez Pontón, miembro de la Comisión: Pido la palabra para solicitar la dispensa de trámites a este dictamen y fundar mi petición.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Sánchez Pontón: Ciudadanos diputados: La solicitud de dispensa de trámites que la Comisión dictaminadira solicita de la H. Asamblea, se funda únicamente en la premura del tiempo de que disponemos para que esta ley sea aprobada por esta Cámara y por el Senado. Como la Cámara se habrá podido hacer cargo, por la lectura del dictamen, las dificultades que habían surgido, tanto en la discusión a que dió origen la primera vez que se presentó el dictamen relativo a este asunto en está Cámara, como la modificación que fué propuesta por la Cámara de Senadores, se debió exclusivamente a la confusión que se había creado por los términos usados por el ciudadano Gobernador del Estado de Puebla, al solicitar esta autorización para crear las fuerzas de seguridad del Estado. En efecto, en ese ocurso aparecía que todas las fuerzas que se iban a crear estarían a cargo del Erario del Estado y, naturalmente, como el número que solicitaba era de cinco mil hombres, pareció, muy justificadamente un exceso para lo que actualmente puede erogar el Estado, de tener una fuerza tan numerosa; se creía, naturalmente, que esta fuerza de cinco mil hombres, iba a ser organizada conforme a la Ordenanza General del Ejército, pero como fuerzas permanentes y fuerzas regulares. No era así, en el fondo, la idea del ciudadano Gobernador de Puebla, y posteriormente, por el ocurso que el mismo Gobernador dirigió a esta Cámara con fecha 17 de los corrientes, se vino a poner en claro que la idea de él era crear especialmente fuerzas regionales; a ese efecto hemos tenido conocimiento los diputados de ese Estado, de que una gran mayoría de los pueblos han pedido la facultad de armase para su propia defensa, creando guardias regionales a las órdenes directas del Presidente de cada pueblo, y organizadas por medio de las inspecciones necesarias, con objeto de que el Ejecutivo tenga, en todo caso, conocimiento del número y movimientos de esas fuerzas, pero solamente, exclusivamente, dedicadas a la defensa de cada uno de esos pueblos contra los bandidos que especialmente atacan a los pueblos agricultores. Hecha esa aclaración que antes no existía en la petición del ciudadano Gobernador de Puebla, ha sido posible a las Comisiones distinguir dos partes que realmente surgen de esa petición; una es la autorización para crear una fuerza de determinado número de hombres, pero con carácter permanente y regular, a semejanza de los antiguos cuerpos rurales, y otra parte que comprende la facultad de organizar las fuerzas regionales

constituídas por los vecinos de los pueblos. Algunos miembros de la Comisión y varios ciudadanos diputados, eran de parecer que no necesitaba, constitucionalmente, el ciudadano Gobernador del Estado, autorización para crear esas guardias regionales, ya que no tienen un carácter de tropas de línea y que, aunque son permanentes, porque constantemente estarán al servicio que se les encomiende, no serán movibles, no podrán movilizarse a distintas regiones del estado, y solamente harán un papel de policía especial de cada pueblo; pero no obstante eso, el señor Gobernador del Estado de Puebla, ha tenido el escrúpulo de solicitar esa autorización, aun para las fuerzas regionales, a efecto de que no pudiera tacharse de anticonstitucional esa autorización y tropezar con dificultades para la cooperación con las fuerzas del Ejército Nacional. La Comisión ha querido que, en caso de que los Gobernadores pudieran organizar estas guardias regionales sin autorización del Congreso, siempre es preferible que se observe esta línea de conducta que ha seguido el Gobernador del Estado de Puebla y es que, en todo caso, aun para estas fuerzas, se solicite la autorización del Congreso de la Unión; por tanto, en su dictamen ha distinguido las fuerzas de carácter regular a cargo del Erario del Estado, reduciéndolas al número de mil quinientos hombres, tal como lo había solicitado el Senado y ampliando la autorización hasta cinco mil hombres, integrado todo el resto por fuerzas regionales.

Así lo había indicado el voto particular del ciudadano senador Lugo que fué el aprobado por la Cámara de Senadores y, por lo tanto, tenemos la creencia fundada de que si esta Cámara tiene a bien dar su aprobación al proyecto de ley presentado, no encontrará absolutamente ningún obstáculo en la Cámara de Senadores para ser aprobado en los últimos días que nos restan del período y, por lo tanto, poder así subvenir a las necesidades de todos los pueblos del Estado durante el año entrante que tendrán naturalmente que estar sin organización, caso de no aprobarse esta ley. Por estas razones la Comisión muy respetuosamente se permite solicitar de la Asamblea la dispensa de trámites a este proyecto de ley, a efecto de que pase a discutirse desde luego.

El C. Prosecretario de la Barrera: Se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie, en el concepto de que se necesitan las dos terceras partes. Se dipensan los trámites. Se pregunta si se considera de gravedad el asunto para su pronta discusión. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. No se considera de gran verdad.

El C. Secretario Portes Gil: Está a discusión.

El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Porfirio del Castillo.

El C. del Castillo Porfirio (Nsiseos) Ciudadanos diputados: En ocasión anterior tuve oportunidad de demostrar a ustedes que el número de fuerzas que solicitaba el Gobierno del Estado de Puebla era excesivo, era innecesario, porque dadas las condiciones militares del Estado confesadas por el mismo Gobernador en un reportazgo dado a la prensa y leí a ustedes, no ameritaba una gravedad; en consecuencia, ese número de cinco mil hombres era excesivo y era innecesario: después, el sostenimiento de un cuerpo armado tan crecido, demandaba un gasto no menor de cinco millones de pesos al año, lo cual vendría a aumentar dos o tres veces más el Presupuesto del Estado y se traduciría al fin en una carga pesada, gravosísima para el pueblo, puesto que éste tendría que reportar el gasto por medio de contribuciones, cualquiera que fuese el nombre que se les diera. Por otra parte, yo estimé desde entonces peligroso este cuerpo armado en manos del Ejecutivo del Estado, porque seguramente que venía a cohibir a los pueblos y a los ciudadanos en el ejercicio de sus libertades políticas. El ciudadano senador Lugo, interpretando perfectamente la solicitud del gobernador de Puebla, fundó su voto particular haciendo esas consideraciones principales, y con tal motivo, el Senado, procediendo con equidad, con un criterio, exacto y justo, tuvo a bien limitar la concesión del Gobierno de Puebla sólo hasta la cantidad de mil quinientos hombres. La H. Comisión dictaminadora dice que en la primera solicitud del Gobernador de Puebla no se definió perfectamente la naturaleza de las fuerzas ni la finalidad de ellas y yo creo que sí; en la primera solicitud del Gobernador de Puebla viene perfectamente claro, perfectamente explicado que él necesitaba cinco mil hombres con el carácter de fuerzas permanentes y para la seguridad del Estado; eso mismo vino a ilustrar aquí, eso mismo vino a sostener a la tribuna nuestro ahora ausente y nunca bien llorado licenciado Luis Cabrera. (Risas.) En el criterio de la Asamblea quedó perfectamente definido que con ese carácter necesitaba el Gobierno de Puebla cinco mil hombres; la solicitud nueva, la que ahora ha tenido en consideración la Comisión dictaminadora, a mi entender es una solicitud enteramente distinta de la primera; esta entraña una nueva solicitud porque el Gobierno de Puebla, no queriendo declararse vencido y queriendo, sin embargo, obtener a toda costa los cinco mil hombres, viene ahora valiéndose de un ardid para procurar que la Cámara conceda que se le queden los mil quinientos hombres concedidos por el Senador y luego que la Cámara lo autorice a completar hasta cinco mil hombres pidiendo autorización para organizar otros tres mil quinientos hombres con el carácter de voluntarios y regionales. El propósito del gobernador del Estado de Puebla es perfectamente claro: obtener los cinco mil hombres; él quiere forzosamente obtener un cuerpo de cinco mil hombres, porque supone que solamente con esa fuerza excesiva puede garantizar la seguridad de los pueblos.

La nueva solicitud del Gobernador del Estado de Puebla no destruye los argumentos del senador Lugo, absolutamente, y para querer convencer a la H. Asamblea se vale de otras razones que no son de peso ninguno y trae aquí argumentos tan infantiles como éste: que los tres mil quinientos hombres que pretende organizar con el carácter de regionales y voluntarios no costarán al Erario ni un solo centavo, porque cree él que todos los ciudadanos por sí, espontáneamente, desembolzarán el importe de los pertrechos de guerra, el importe de las carabinas y el parque y que el Gobierno de Puebla apenas pagará las descomposturas.

y un poco de parque que proporcione a los soldados voluntarios.

Por otra parte, en su solicitud anterior decía que las fuerzas que se oranizaran serían para la exclusiva defensa de los Municipios y el licenciado Cabrera nos decía aquí que las fuerzas organizadas en un Municipio se concretarían a defender su territorio, que ni siquiera prestarían auxilio al próximo que unas y otras se mantendrían en su lugar y que cada quien defendería los intereses de su casa. Ahora la nueva solicitud del Gobernador dice que aquellos soldados voluntarios tendrán la obligación de combatir constantemente, que tendrán la obligación de prestar auxilio a las fuerzas nacionales cuando éstas lo soliciten y que sólo cuando las necesidades de la guerra lo permitan, entonces volverán aquéllas a su trabajo y domicilio. Yo no sabía, en verdad, señores diputados, que en mi Estado de Puebla hubiese tal entusiasmo bélico, que hubiese tal ardor por la lucha, que los ciudadanos no solamente quisieran imponerse la obligación de combatir constantemente abandonando sus ocupaciones diarias, abandonando sus trabajos, abandonando el cultivo de sus terrenos para dedicarse a la guerra, sino que por el deseo de servir, por el deseo de luchar constantemente aun con perjuicio de sus intereses, hasta expensasen ellos mismos el valor de sus pertrechos, y yo no sé si un ciudadano sencillo, un humilde campesino puede, además de contraer esa responsabilidad y esa obligación, hacer el desembolso también para costear sus elementos de guerra.

Dice el Gobernador de Puebla que se destruye el peligro de la insurrección desde el momento que él ha descubierto un medio eficasísimo para que cada individuo que se afilie a aquel cuerpo de voluntarios deba ser propietario de una casa y un terreno; el Gobernador de Puebla ignora que el ochenta por ciento de los levantados en armas son propietarios también de una casa y de un terreno y que eso no será obstáculo precisamente para que se rebelen.

Además, yo no puedo creer que el ciudadano del campo con todo gusto, con un deseo suyo espontáneo, quiera imponerse la obligación de guerra sabiendo que esa obligación, que esa ocupación bélica le va a distraer de sus trabajos, que tendrá forzosamente que abandonar el pedazo de terreno sobre el cual debe estar trabajando constantemente, puesto que es su único patrimonio y de allí obtendrá el sustento de su familia; tendrá que abandonar su trabajo desde el momento en que se dedique a una campaña constante; si no se dedica a esa campaña y se dedica a sus trabajos cotidianos, tendría que faltar entonces al compromiso que contrae. Si a una cosa se empeña, si se dedica con eficacia a la guerra, tendrá que abandonar sus trabajos, y entonces esto tendrá que redundar en perjuicio de sus intereses; si se concreta a trabajar su terreno, tendrá lo necesario para su subsistencia; pero entonces tendrá que faltar al compromiso de guerra y de cualquier modo no será eficaz entonces la labor que va a desempeñar aquel soldado. Está abrumado el Gobernador de Puebla, dice, por la solicitud de ciudadanos que están ansiosos de pelear, que quieren armas, que quieren armarse y estar autorizados para hacer una campaña constantemente, y yo creo que no; yo creo es el Gobernador el que ha abrumado a los ciudadanos de los pueblos para que le hagan las solicitudes, para que aparezcan ellos como solicitantes y darles a ellos espontáneamente la responsabilidad y la obligación de la campaña, y si no aquí tenéis la prueba: aparece una solicitud firmada por muchos ciudadanos que se dicen vecinos representantes de determinados pueblos de San Juan de los Llanos. Esta solicitud de los vecinos- que, entre paréntesis, coincide perfectamente con la solicitud del Gobernador de Puebla-, pues son las mismas razones y consideraciones, son los mismos puntos que trata el Gobernador de aducir en su favor, son los mismos que traen los vecinos de San Juan de los Llanos. Yo no sé cómo estos vecinos de San Juan de los Llanos hayan podido robar al Gobernador de Puebla los mismos pensamientos, los mismos conceptos, las mismas razones para rebatir los argumentos del Senado y para pedir la autorización de tres mil quinientos hombres, y estos ciudadanos que aparecen aquí espontáneamente solicitando armas en representación de otros pueblos, no son más que el personal de un mismo Ayuntamiento, del Ayuntamiento de Libres, cabecera de San Juan de los Llanos. Aquí está prueba de que el Gobernador del Estado de Puebla está valiéndose de ardides, de determinados medios para hecer aparecer que el pueblo es quien solicita esas armas y que no es él quien tiene empeño en armar a cinco mil hombres. Por otra parte, señores diputados, yo creo que el dictamen que presenta la H. Comisión dictaminadora no es consecuente con la misma Constitución, porque la primera parte del inciso (e) del artículo 72 constitucional, dice clara y terminantemente:

"(e) Si un proyecto de ley o decreto fuese desechado en parte, o modificado, o adicionado por la Cámara revisora, la nueva discusión de la Cámara de su origen versará únicamente sobre lo desechado o sobre las reformas o adiciones sin poder alterarse en manera alguna los artículos aprobados...."

Y nosotros aquí, en este nuevo dictamen, no nos concretamos a resolver sobre si aceptamos la limitación hecha por el Senado, de que los cinco mil hombres se reduzcan a mil quinientos, de si la Cámara acepta esta autorización dada por el Senado, y, en este concepto, vuelve el expediente para sus efectos legales, sino que nosotros, consecuentes con la nueva solicitud, enteramente distinta del Gobernador de Puebla, adicionamos el proyecto de ley, dividiéndolo en dos partes; según la Comisión, una, aceptando los mil quinientos hombres, y otra, proponiendo una nueva autorización para que el Gobernador de Puebla pueda armar otros tres mil quinientos hombres con el carácter de voluntarios regionales. Aquí nosotros hacemos una adición, una autorización nueva y ésta está perfectamente en contra del precepto constitucional. Yo creo, por tanto, que la H. Comisión no ha estado en lo justo al proponernos el proyecto de ley a que se ha dado lectura; debe concretarse exclusivamente a resolver sobre la autorización dada por el Senado a dictaminar sobre los mil quinientos hombres que nos ha propuesto; a eso solamente tenemos derecho. La nueva solicitud del Gobernador, puesto que implica una cosa distinta, puesto que quiere otra autorización para tres mil quinientos hombres también con distinto carácter, ésa debe tramitarse por un expediente distinto.

ésta que se haga objeto de otro dictamen y no se venga a pretender unir al primer dictamen del Senado, porque entonces nosotros faltamos al precepto constitucional y, en ese caso, creo que el Senado tendrá derecho para volvernos a replicar. Más todavía: los argumentos del ciudadano senador Lugo no han sido destruídos: dice él pregunta que si las fuerzas que quiere el Gobernador de Puebla tendrán el carácter de permanentes. En su primera solicitud, el Gobierno de Puebla lo afirmó muy claro y las nuevas fuerzas que pretende el Gobernador de Puebla, aunque les da el nombre de voluntarios, de regionales, no les quita su carácter de permanentes, y fuerzas permanentes sólo puede concederlas el Congreso de la Unión; fuera de la autorización del Congreso de la Unión, no puede ningún Gobernador ni ningún Estado organizar fuerzas con carácter permanente. Yo no sé cómo estimará la H. Comisión, si con los razonamientos del Gobernador de Puebla, de que esas fuerzas se organizarán voluntariamente, de que no le costarán al Gobierno más que las composturas de algunas armas, de que el soldado será dueño de una casa y de un terreno, etc; si esas razones bastan para quitarle a esa fuerza su carácter de permanente y si las fuerzas no tienen el carácter de permanentes, entonces yo no me explico ese escrúpulo del Gobernador de Puebla en este caso, cuando que no lo tiene para ninguno de sus actos de la administración de Puebla.

Se pregunta el senador Lugo, también si los gastos que erogue la organización de esa fuerza numerosa tendrá que solventarlos el Estado, y seguramente que sí, aunque el Gobernador de Puebla ahora, evadiendo la cuestión, pretendiendo presentarla de un modo distinto, dice que no en aquella parte en que asegura que el Erario de Puebla solamente solventará los gastos de organización y de algunas composturas del armamento. Es allí, seguramente, donde tendrá que aplicarse el desembolso que tiene que hacer el Estado por fuerza, y es allí donde tendrá que venir la situación gravosa para el pueblo. El tercer argumento del C. Lugo es que esas fuerzas en manos de un Ejecutivo no hacen más que cohibir los ciudadanos y al pueblo el ejercicio de sus libertades y esa pregunta no está contestada por el Gobernador del Estado de Puebla. ¡El señor Inocente Lugo no sabe todavía lo mucho que ocurre en el Estado de Puebla sobre este particular! Aquí tenemos una prueba para que podáis vosotros fijar vuestro criterio. El Gobernador del Estado de Puebla tiene seguramente en estos momentos ya iniciados juicios de amparo por los mismos Municipios ante el Juzgado de Distrito de aquel Estado, porque el Gobernador del Estado de Puebla que, por una complacencia indigna de la mayoría de sus amigos a quienes hizo diputados en aquella Cámara Local, está investido de facultades legislativas ilimitadas en todos los Ramos de la Administración, y tenemos el caso curioso de que en Puebla funcionan dos Legislaturas: el Gobierno y la Cámara Local; pero el Gobernador del Estado de Puebla es quien se distingue por sus legislaciones y por su exceso de disposiciones legislativas que ha dado. Una de ellas ha sido aquella en la que, violando el artículo 115 constitucional, ha dado una ley personaísima, suya, en que destruye no sólo la independencia del Municipio, sino que destruye desde su base el principio del Municipio Libre. En las últimas elecciones municipales convocadas allí, el ciudadano Gobernador, que yo no sé de dónde obtuvo tan luminosa idea, ha destruído el Municipio y ha creado una Entidad distinta a la que llama Departamento Municipal. El ha substituído el Ayuntamiento por otra oficina a la que llama consejo Municipal y él ha subordinado a los demás Municipios al Municipio central, que ha sido siempre la cabecera del Distrito, pues manda en su nueva ley que los ciudadanos del Municipio, de la cabecera del Distrito político elijan la mitad del Ayuntamiento y los demás Municipios que formaban aquel Distrito, elijan representantes ante aquel Ayuntamiento. El ha creado una legislación especial, el ha creado un Municipio ad hoc y esto con fragrante contravención el artículo 115 constitucional que dice clara y terminantemente:

"Artículo 115. Los Estados adoptarán, para su régimen interior, la forma de gobierno republicano, representativo, popular, teniendo como base de su división territorial y de su organización política y administrativa el Municipio Libre, conforme a las bases siguientes:

"I. Cada Municipio será administrado por un Ayuntamiento de elección popular directa, y no habrá ninguna autoridad intermedia entre éste y el Gobierno del Estado."

Pues bien, al Gobernador de Puebla no le ha parecido esa organización de la Constitución y él ha hecho una a su modo para poder controlar con su sistema vicioso de gobierno, para poder tener en su mano, como decía en ocasión anterior, el grado súmum de poder; él ha creado, él ha hecho y deshecho lo que mejor le ha parecido y sólo para semejantes disparates está investido de facultades legislativas en todos los ramos de la Administración. Ante esa situación, señores diputados, que está justificada con las quejas que ya algunos Municipios han iniciado ante aquel Juzgado de Distrito y que muy pronto seguramente vendrá una formal acusación ante esta Representación Nacional contra el Gobernador de Puebla por violación al artículo 115 constitucional, decidme ciudadanos diputados, si está contestada la pregunta del ciudadano senador Lugo de que se cohibiera a los ciudadanos y a los pueblos en el ejercicio de sus libertades públicas; seguramente que sí, si lo único que falta al Gobernador de Puebla, al minúsculo Gobernador de Puebla en sus dotes administrativas, pero gigante en sus arbitrariedades, gigante en sus pasiones y en su vanidad, lo único que le falta, señores diputados, es que lo autoricéis a que tenga cinco mil bayonetas a su lado, porque cree que sólo de esa manera podrá garantizar la paz del Estado; él no entiende que la paz orgánica, él no entiende que para que nazca la confianza y los gobiernos puedan encauzarse perfectamente por un derrotero firme y sólido se necesita la justicia y la buena administración y no se necesitan las bayonetas ni se necesita recurrir a la fuerza bruta como pretende el Gobernador de Puebla en su muy modestísimo criterio de administrador del pueblo, Por tanto, señores diputados, yo suplico a vosotros que tengáis en consideración las razones que he expuesto y que con un criterio justo y sereno determinemos.

sobre este dictamen, porque yo juzgo que es inconsecuente, que nosotros debemos concretarnos exclusivamente a la proposición que nos hizo el Senado y no venirla a adicionar con una cosa distinta, puesto que lo que se le agrega a este dictamen, la nueva solicitud del Gobernador de Puebla implica una proposición nueva, una cosa enteramente distinta de la primera.

El C. González Jesús M.: ¿Me permite el orador una interpelación?

El C. Presidente: Si el orador lo permite tiene usted la palabra.

El C. González Jesús M.: ¿Por qué, señor diputado, si considera usted tan canalla, tan funesto al doctor Cabrera como Gobernador del Estado de Puebla, no nos ha presentado usted siquiera un solo documento en su contra? Pues nosotros no debemos ser sugestionados tan fácilmente, simplemente por el discurso de usted; creo que los documentos son indispensables, absolutamente indispensables en estos casos, pues ellos son los que deberán convencernos, y creo que si tales disposiciones ha dictado ese doctor, violando el artículo constitucional a que usted se ha referido, debería precisamente tener en sus manos algunos de esos documentos. Por otra parte, bien pudiera ser usted algún enemigo del doctor Cabrera, pues no me explico cómo es que usted sea el único de los diputados por aquel Estado que viene a hablar en contra de ese individuo.

El C. del Castillo Porfirio: constestando al ciudadano diputado González, debo manifestarle, primero, que no ha venido a discutir la personalidad del Gobernador del Estado de Puebla, que he venido a impugnar un dictamen y para eso necesitaba traer razones y creo que he expuesto razones para fundar mi discurso impugnando ese dictamen. Respecto de los documentos que quiere el ciudadano diputado González, no sé si documentos quiere para acusar al Gobernador de Puebla; para eso debe de tener un poco de paciencia, que ya he anunciado aquí que con seguridad vendrá la acusación formal contra el Gobernador del Estado de Puebla por violación al artículo 115 constitucional y entonces se presentarán los documentos necesarios que acrediten esa queja o acusación, y entonces la Cámara resolverá si ha violado o no ese artículo constitucional.

El C. Sánchez Pontón: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Sánchez Pontón: Honorable Asamblea: Me es conocida la honradez del compañero del Castillo, pero la verdad es que en este caso especial no cabe duda que existe en él un prurito de atacar al Gobernador del Estado de Puebla en un asunto que no es exclusivo del Gobernador, sino del Estado, y natural es que nosotros debamos distinguir en estos casos de política local aquello que atañe directamente al Gobernador y aquello que atañe al pueblo; nosotros no vamos a confundir un Estado con su gobernante; nosotros no vamos a querer atacar al Gobernador atacando al Estado; ni vamos a desahogar nuestros móviles de censura, nuestras razones más o menos fundadas contra un Gobernador de un Estado, cuando se trata de defender los intereses del pueblo del mismo. Por lo tanto, yo en este caso, enteramente ajeno a todo personalismo y aun pudiera decir que contrario personalmente, al ciudadano Gobernador del Estado de Puebla, como lo sabe perfectamente bien el C. del Castillo no hago absolutamente mención, ni tengo en cuenta para nada la persona del gobernador del estado, si no creo que únicamente se trata de satisfacer una necesidad que ha sido solicitada por conducto del gobernador, porque es el único constitucional para dirigirse en este caso a la Cámara. Por otra parte, contestando al diputado del Castillo, debo manifestar- y de esto pueden ser testigos todos los diputados del Estado-, que realmente ha sido una solicitud espontánea de los ciudadanos de los pueblos en pedir que se les deje armarse para su propia defensa; precisamente el ciudadano Gobernador del Estado, cuando se dirigió por primera vez a esta Asamblea, lo hizo, si no abrumado, como lo manifiesta en su ocurso, sí por lo menos, porque tenía la conciencia y la convicción de que el Estado se hallaba enteramente dispuesto a asumir esa actitud de franca defensa contra los elementos hostiles a los pueblos. Sabe perfectamente bien el C. del Castillo, y en este caso no obró con la debida rectitud, que los pueblos del Estado, como todos los de la República, están continuamente atacados por partidas de bandoleros que no tienen absolutamente bandería política, que no constituyen grupos, ni siquiera pueden atacar a las autoridades subalternas de un Estado, sino que simple y sencillamente se dedican al robo y al pillaje; eso nadie lo ignora y natural es que como una consecuencia, los pueblos tienen que iniciar su propia defensa.

Como el ciudadano del Castillo hace ver ahora que es imposible que haya nacido un ardor, una vehemencia bélica en el pueblo del Estado para defender al Gobierno contra los grupos rebeldes, actitud que no había tenido antes, debo decir que no se trata aquí de demostrar un gran empeño en apoyar al Gobierno combatiendo a los grupos rebeldes, no se trata de formar una fuerza que pueda ser movilizada por orden del Gobernador en todos sentidos para poder hacer de ella un instrumento de tiranía o un apoyo del mismo Gobierno, sino que se trata de que cada pueblo cuente con una defensa propia para repeler las agresiones de los bandoleros. Sabe también el diputado del Castillo que, de hecho, están armados muchos pueblos del Estado; sabe que los vecinos, en el Distrito de Tehuacán, donde ha habido un desarrollo grandísimo de bandolerismo y donde los pueblos han dado muestras de grande energía y tesón en la defensa de sus propios intereses, hace mucho tiempo que están armados. La mayor parte de los pueblos, siguiendo el instinto de su propia conservación, se aprovechan de los movimientos revolucionarios para conservar una carabina, una arma, y algo de parque en su poder, y es raro el individuo que en los campos no lo tiene y, naturalmente, esos pueblos, si no cuentan con la autorización que en este caso se requiere para que puedan obrar como verdaderas fuerzas regionales, organizadas conforme a la Ordenanza, esos pueblos solamente sacarán a hurtadillas el fusil y tendrán que andar, más bien que defendiéndose como ciudadanos, tendrán que ponerse al nivel de los propios bandoleros, para

atacarse mutuamente, y no es esto de lo que se trata; propiamente se trata de que la defensa sea legal, que sea organizada, y se trata de que esa defensa sea adecuada dentro de una organización especial, para que no pueda servir también de abuso a los mismos ciudadanos.

El Gobernador del Estado de Puebla, al dirigirse nuevamente al Congreso de la Unión, efectivamente, hace determinadas explicaciones que implican una modificación a su primer ocurso; pero debemos manifestar que las Comisiones no han tenido en cuenta como una nueva solicitud este oficio del Gobernador sino que, siguiendo únicamente el espíritu general que ha guiado estas discusiones y las razones que se han expuesto tanto en esta Cámara como en la de Senadores , ha querido modificar el proyecto en el sentido que viene aclarándose por el Gobernador del Estado de Puebla, que no es más que una repetición de determinados argumentos vertidos aquí en la Cámara de Senadores; modificar el proyecto de ley con objeto de que así se disipen las dudas que pudierán ocurrir, tanto por lo oneroso que resultaba el sostenimiento de una fuerza de cinco mil hombres, como por la organización y por la naturaleza de estos mismos. Desde el punto de vista legal, no hay inconveniente alguno en mandar al Senado en esta forma el proyecto de ley, porque evidentemente dice la Constitución que solamente pueden versar las discusiones sobre las modificaciones propuestas; pero también la Cámara de origen puede insistir sobre el mismo proyecto de ley que envió a la Cámara revisora y, en este caso no haríamos sino insistir en que la autorización sea hasta cinco mil hombres, pero haciendo la distinción de que solamente una parte de ellos es a cargo del Presupuesto del Estado y la otra no; esta es la única modificación que se introduce y de hecho viene a insistirse en la primera petición hecha a esta Cámara. Decía hace un momento que tenía la seguridad la Comisión de que no encontraría obstáculo en esta forma, porque el mismo ciudadano senador Lugo, que fué el que emitió el voto particular aprobado en el Senado, dijo terminatemente que si esas fuerzas fueran regionales, que si esas fuerzas fueran de servicios gratuitos y que si esas fuerzas regionales estuvieran a las órdenes de los Presidentes Municipales y, por lo tanto, no formarían un conglomerado de fuerzas a disposición del Ejecutivo del Estado, entonces sí hubiera podido aprobarse inmediatamente el proyecto de ley enviado por ésta Cámara. Debemos considerar, señores diputados, la cuestión que esta a debate en esta forma: cada Municipio tiene el derecho de organizar una policía especial para cuidar el orden interior del mismo Municipio. Aquí la única diferencia está en que, lejos de que cada Municipio organizara sus veinte hombres de policía, que perfectamente puede organizarlos, se trata, digo de que esas fuerzas no tengan sólo el carácter de exclusivamente locales de un Municipio, como policía especial de él; sino que, en un caso dado, y como sería insuficiente el número de veinte hombres para repeler la agresión de un grupo más numeroso, puedan cooperar las fuerzas de los Municipios cercanos unas con otras y así repeler con éxito las agresiones. Por otra parte, y suponiendo que se restringiera la acción de esas fuerzas al solo Municipio al que pertenezcan, se tropieza con esta dificultad: llegan fuerzas del Ejército Nacional a un pueblo y se encuentran a un grupo armado; inmediatamente proceden a desarmarlo, por la sospecha de que pudieran ser bandoleros, y aun cuando se garantice por otro Municipio que equella sea una fuerza municipal organizada como una policía, se ha dudado de ella y se le ha desarmado, dejando al pueblo a merced de los bandoleros, puesto que las fuerzas del Ejército sólo pasan por una región y no vuelven a ella sino durante mucho tiempo. Esto es lo que se trata de evitar; se trata de dar garantías a los pueblos, permitiéndoles que organicen sus fuerzas con el carácter de policía municipal, teniendo el Gobernador la autorización, a fin de poder exigir a los jefes de operaciones en el Estado, el debido respecto para esas fuerzas. De manera que, de hecho, la fuerza está casi organizada y a los pueblos no se les puede negar el derecho de defenderse; lo harán forzosamente, les demos la autorización o no; nada más que, si no la damos, esos pueblos harán una defensa sin organización y a merced, no sólo de los bandoleros, sino del mismo Ejército, que sospecha de ellos por no tener las órdenes necesarias para operar como una fuerza constituída legalmente. Ahora, señores diputados, venir a entrar a otras acciones del Gobernador del Estado, venir a examinar otras leyes u otras disposiciones emanadas de ese Gobierno para tratar de evitar que se dé esta autorización, me parece que no tiene absolutamente nada que ver con el asunto que está a debate.

Efectivamente, si el ciudadano Gobernador del Estado de Puebla violó la Constitución por otra ley que haya dado conforme a las facultades extraordinarias, o si sus actos generales en la administración no son correctos, son cuestiones que absolutamente no nos atañen en el momento actual, ni siquiera deberíamos entrar a la mención de esos actos, puesto que aquí solamente se trata de si se le debe conceder y si procede la autorización que solicita el gobernador del Estado de Puebla. Yo no sé por qué, si el ciudadano del Castillo sospecha que el Gobernador del Estado de Puebla puede hacer uso de esos cinco mil hombres que se van a organizar en esta forma, para usos netamente personales, para imponer allí un gobierno despótico o para imponer su voluntad, ¿por qué entonces no se opone a la organización del Ejército Nacional con el mismo pretexto de que ese Ejército Nacional no serviría sino para imponer el Gobierno absoluto del Presidente de la República? Evidentemente que nosotros sabemos que toda fuerza militar es un peligro para el desenvolvimiento libre de las actividades de los ciudadanos; todos sabemos que una organización de policía, que una organización militar es precisamente para guardar el orden o para practicar un país que está en un estado de guerra tanto interior como exterior, y que esa fuerza militar siempre, siempre en todos los casos y en todos los tiempos, ha de constituir un peligro para el libre desarrollo de los ciudadanos y de las instituciones municipales; pero es un peligro y un mal enteramente necesarios, mientras tanto un país no se encuentre en un estado perfectamente normal de paz. Yo no solamente estaría.

porque no se diera autorizaciones a los Gobiernos de los Estado, sino porque no hubiera ejércitos en la República, si esto fuera posible, en un estado normal y por ausencia completa de peligro tanto interior como exterior; y pregunto: ¿habría alguien que descara la organización de ejércitos, si no hubiera el peligro de una agresión, sea de un enemigo extraño o de la perturbación del orden interior de un país?

Evidentemente que no; pero mientras haya un peligro de perturbación del orden interior o mientras haya el peligro de un enemigo exterior, forzosamente tenemos las naciones la carga pesada y casi odiosa de esos enormes ejércitos que demandan uno de los gastos mayores en todos los presupuestos de las naciones, por eso es que nosotros los diputados por el Estado de Puebla, especialmente, y en este caso la Comisión, hemos creído de todo punto necesario dar esta autorización al Gobierno del Estado de Puebla, por que no se trata de la organización de fuerzas regionales por la naturaleza de ellas mismas, no se trata, repito, de que puedan servir de instrumentos dóciles e inconscientes al Ejecutivo del Estado, sino de que puedan defender sus propios intereses. Todos sabemos que en el estado actual en que se encuentra el país y en general en todos los Estados, aun en los de paz, el individuo no puede conservar en su poder, sino aquello que por fuerza puede conservar; que los mismos derechos que las leyes conceden no se pueden ejercitar si no están amparados por una fuerza que pueda ser personal o del estado. Y en este caso especial, cuando todavía las autoridades locales no dominan el territorio de la República, cuando no pueden extender su acción hasta los últimos rincones de la sierras y pueblos, hay agricultores que no pueden conservar el pedazo de tierra que después de mucho trabajo han conseguido o que últimamente se les ha dado por la aplicación de las leyes agrarias, si no tienen medios de defensa. Dice el C. del Castillo que cómo podrán cumplir los agricultores con sus deberes de soldados y con los de su trabajo si quieren hacer las dos cosas a la vez. Todos nosotros necesitamos estar prontos a la defensa, al mismo tiempo que desempeñar nuestras labores; y mucho más los individuos del campo, que tienen que estar arando con el fusil a un lado; y sabe igualmente el mismo diputado que las colonias agrícolas militares han dado muy buenos resultados en muchas ocasiones, sirviendo al mismo tiempo el soldado en la agricultura y estando listo para movilizarse en un momento dado adonde se necesite. Quiero concluir haciendo solamente ver a ustedes una contradicción palmaria del diputado del Castillo: él nos afirmó en una ocasión en esta Cámara protestando acerca del resultado de las elecciones en el Estado de Puebla, que en la elección del C. Cabrera había una flagrante violación al voto público, que el Estado no le había favorecido con su voto y que la votación, dió a entender, había estado en su mayoría y dentro del orden legal, en favor del mismo diputado del Castillo, que figuró como candidato. Yo no dudo absolutamente de esa aseveración; pero aquí viene precisamente la contradicción: ¿Cómo, si la mayoría del pueblo del Estado no es partidaria del doctor cabrera, si la mayor parte del Estado dió su voto al diputado del Castillo, si la mayor parte del pueblo está descontenta con la administración del señor Cabrera, cómo ir a servir de instrumento incondicional todo ese conjunto de hombres que se organizan en los Municipios a un solo llamado del Gobierno para defender una disposición autocrática, con una ley contraria a los intereses del mismo pueblo? Evidentemente que no; el ciudadano Gobernador no podrá llamar a esas fuerzas organizadas en los pueblos, para que defiendan una arbitrariedad, para que defiendan un acto despótico de él, puesto que no son partidarias de él, puesto que no lo han ungido con su voto puesto que están descontentas de su administración, según las palabras del diputado del Castillo; en ese caso, ¿por qué temer que puedan ser instrumentos del Ejecutivo del Estado, que no tiene ese control político sobre los mismos elementos? Yo suplico por lo tanto a los señores diputados que solamente vean en este asunto una verdadera ncecesidad que no solamente el Estado de Puebla ha sentido, sino que ya ha sido solicitada por otros varios Estados de la República y a quienes no se les ha negado absolutamente esta autorización; que la única dificultad que ha surgido en este caso es porque parecía excesiva la cantidad de cinco mil hombres que solicitaba el Gobernador del Estado de Puebla. El exceso de estas fuerzas no fué solamente por la cantidad de hombres que son bastantes pocos para el territorio de un Estado y para el censo de él que arroja más de un millón de habitantes en la actualidad, sino porque sería un cargo oneroso para el Erario sostener fuerzas hasta cinco mil hombres; estamos enteramente de acuerdo en eso, y una vez que se ha evitado esa dificultad, y una vez que estamos conformes tanto las Comisiones de esta Cámara como las de la Cámara de Senadores a que se reduzcan a mil quinientos hombres las fuerzas regulares expensadas por el Estado, no hay inconveniente alguno para que puedan los pueblos usar de esta autorización para defenderse contra los elementos extraños a él; son solamente veinte hombres para cada pueblo del Estado, no les toca absolutamente a más de tres mil quinientos hombres repartidos entre cerca de 250 Municipios y creo que es bastante poco para que un Municipio pueda defenderse en la actualidad de las agresiones de los bandoleros. Esta es la única consideración que debemos hacer y, por lo tanto ajeno a toda cuestión personal en este caso y mirando sólo por el interés de los pueblos del Estado y especialmente por el interés de los pueblos agricultores, pido a la H. Representación que apruebe este proyecto de ley.

El C. Manrique: Pido la palabra para hacer una interpelación a la Comisión.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Manrique para hacer una interpelación.

El C. Manrique: Hecha abstracción de las objecciones del compañero del Castillo que nos son ya en buena parte conocidas y que, por otra parte, aun suponiéndolas fundadas, no pueden ya influir en nuestro ánimo, ya que el proyecto fué primitivamente aprobado en esta Cámara y de ella pasó a la de Senadores; el compañero del Castillo ha hecho, sin embargo, una objeción que puede ser seria, no a la autorización al Gobierno del Estado de Puebla para tener tropas permanentes en su territorio, porque.

esto lo hemos ya aprobado y no podemos volver sobre nuestros pasos, sino una objeción al procedimiento seguido en esta vez por las Comisiones dictaminadoras, revisoras en este caso del proyecto de ley enviado por el Senado. La objeción del diputado del Castillo consiste en citar el artículo constitucional relativo a la manera como deben revisarse proyectos que no son de la competencia exclusiva de ninguna de las dos Cámaras; y tratándose, como se trata en este caso, de un proyecto desechado en parte o modificado en la Cámara revisora, se dice que la nueva discusión debe versar únicamente sobre las modificaciones introducidas. Ahora bien, creo conveniente, para que la Comisión aclare y justifique su procedimiento, que nos lea comparativamente el proyecto tal como vino del Senado y tal como ella quiere que lo aprobemos.

Hay, además una segunda objeción: la Comisión aceptó mil quinientos hombres, tal como el Senado lo propone, de tropa permanente; pero propone además que se autorice al Gobierno de Puebla para organizar otros tres mil quinientos hombres de fuerzas regionales. El propio compañero diputado por Puebla, C. Sánchez Pontón, nos exponía que al proceder así el gobernador, don Alfonso Cabrera, lo había hecho por un escrupulosidad, por no tener más tarde dificultades; pero si el Gobernador de Puebla cometió un error solicitando autorización con objeto de ejecutar actos para los cuales no necesita ninguna del Congreso de la Unión, sino que eran de la soberanía de su Estado, entonces no debemos sancionar este error dándole una autorización que no necesita. Si esos tres mil quinientos hombres sumados a los mil quinientos, hacen cinco mil individuos que no son tropas permanentes, no debemos pretender autorizar al Gobernador de Puebla para que los organice, ni él necesita solicitar esta autorización.

El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Sánchez Pontón: Debo contesta al C. Manrique que la Cámara de Diputados en estos momentos, como Cámara de origen de este proyecto de ley, lo que hace al presentar este nuevo proyecto es insistir en el primer proyecto que envió a la Cámara de Senadores, porque, en efecto, es igual en cuanto al fondo; la única diferencia ha sido el número de hombres que la Cámara de Diputados aprobó y que la Cámara de Senadores pide. Naturalmente debía versar esta discusión solamente sobre si aceptamos el número que propone la Cámara de Senadores o insistimos en lo que nosotros habíamos aprobado. Las Comisiones proponen que insistamos en el número que habíamos aprobado, que era el de cinco mil; de manera que está enteramente dentro del Reglamento y de la Constitución, solamente que hace una distinción enteramente en cuanto a la forma, con objeto de que se vea que esos cinco mil hombres no todos son a cargo del Presupuesto, como se había dicho en el primitivo proyecto de ley. Para el efecto, voy a permitirme recordar a la Cámara cómo fué aprobado por la misma el primitivo proyecto de ley; dice:

"Unico, Se autoriza al Gobierno del Estado de Puebla, para organizar y sostener, con cargo a su Presupuesto de Egresos, y mientras tanto se organizan y reglamentan las Guardias Nacionales que previene la Constitución General, un cuerpo de fuerzas de seguridad pública, con el carácter de permanente, las cuales estarán sujetas a la Ordenanza General del Ejército, y tendrán la organización que, conforme a la Ley Orgánica en vigor, deba dárseles, pudiendo constar hasta de cinco mil hombres."

El proyecto de Ley aprobado por el Senado dice como sigue:

"Artículo único. Se autoriza al Gobierno del Estado de Puebla para organizar y sostener, con cargo a su Presupuesto de Egresos, y mientras tanto se organizan y reglamentan las Guardias Nacionales que previene la Constitución General, un cuerpo de fuerzas de seguridad pública, con el carácter de permanente, las cuales estarán sujetas a la Ordenanza General del Ejército y tendrán la organización que, conforme a la Ley Orgánica en vigor, deba dárseles, pudiendo constar hasta de mil quinientos hombres."

Todos los términos son exactamente iguales y sólo difieren en cuanto al número. La Cámara de Diputados en la actualidad, según el parecer de las Comisiones, debería aprobar el mismo proyecto que primitivamente mandó al Senado; pero como está de acuerdo la Comisión en este caso en que esos cinco mil hombres no todos son a cargo del Presupuesto de Egresos del Estado, tal como aparece en la redacción del primitivo proyecto, distingue solamente que un número de esos cinco mil hombres son a cargo del Erario y otro no. Como pueden apreciar algunos señores diputados, esto ni siquiera debería decirse en la ley, sino que una vez que se estuviera compenetrado de ese espiritu y de esa naturaleza de las fuerzas, ya el Estado organizó sus mil quinientos hombres y los otros los organizará gratuitamente como ellos mismos lo ofrecen y no necesitaría disposiciones en la misma autorización; pero aquí ha venido nuestro deseo de expresar claramente en el mismo proyecto de ley que sólo una parte de esas fuerzas son a cargo del Presupuesto de Egresos del Estado y la otra no, sólo requerirán gastos de organización.

En cuanto a la objeción hecha por el C. Manrique, respeto al procedimiento especial que en este caso han seguido las Comisiones para introducir una nueva reforma al tratarse de emitir un proyecto de ley que había sido ya aprobado por la Cámara, creo que con esta explicación queda contestada la pregunta del C. Manrique.

El C. Manrique: Pido la palabra para interpelar a la Comisión.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Manrique: Hice además una segunda interpelación al compañero Sánchez Pontón, solicitando que nos explicase la diferencia entre los mil quinientos hombres y los tres mil quinientos, por que si éstos son también fuerzas permanentes, entonces el total es de cinco mil; si no son fuerzas permanentes, entonces aunque el Gobernador del Estado de Puebla por escrúpulo haya solicitado autorización, si está dentro de las facultades y de la soberanía de los Estados el organizar estas fuerzas regionales, no tenemos para qué autorizar al propio Gobierno, aunque lo solicite.

El C. Sánchez Pontón: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Sánchez Pontón: Para contestar diré solamente lo siguiente: que, en concepto de la Comisión.

si son fuerzas permanentes las regionales, y que, por lo tanto, los cinco mil hombres son fuerzas permanentes; pero que al referirme a que había sido un escrúpulo del Gobernador de Puebla el solicitar la autorización respecto de las fuerzas regionales, quise decir que hay otros Estados de la República en que de hecho ya están funcionando las Guardias Nacionales sin haber solicitado autorización del Congreso de la Unión, es decir, que están funcionando ilegalmente esas fuerzas regionales. Usé mal de la palabra escúpulo, debía haber dicho solamente que el Gobernador de Puebla había obrado en cumplimiento a su deber al solicitar esta autorización y no hacerlo, como otros Gobernadores, sin autorización del Congreso. de manera que sí estima la Comisión que se trata de fuerzas permanentes, sean las de seguridad pública o sean las fuerzas regionales.

El C. López Lira: Pido la palabra para rectificación de hechos.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Porfirio del Castillo, que la había pedido con anterioridad.

El C. del Castillo: "Ciudadano Presidente: Cedo mi turno al C. López Lira.

El C. López Lira: Insisto sobre el procedimiento irregular que ha seguido la Comisión en este caso. La tan repetida fracción (e) del artículo 72 constitucional es terminante, ya que en su parte conducente dice:"....sin poder alterarse en manera alguna los artículos aprobados." La Comisión, pues, y en estos momentos la Cámara no tiene derecho para estarse ocupando de modificaciones que indebidamente y en contra de la letra de la Constitución ha hecho la Comisión. La Comisión debe decirnos exclusivamente si acepta la modificación que hizo el Senado de reducir a mil quinientos hombres la autorización dada hasta por cinco mil; hasta aquí la parte constitucional.

El subterfugio de usar en un caso fuerzas de seguridad pública como hombre, y en el otro fuerzas regionales, no tiene absolutamente interés para la Cámara ni para el dictamen que se discute; siendo todas estas fuerzas permanentes, debemos comprenderlas dentro de esa autorización de cinco mil hombres. Si se considera que no son fuerzas permanentes las fuerzas regionales,no es de la competencia de la Cámara tratar estos asuntos. Como la Comisión ha dicho que considera que todas son fuerzas permanentes, su dictamen exclusivamente, sin modificar en lo más mínimo los términos de los artículos aprobados en el Senado, debe limitarse a expresar si en su concepto debe aceptar esta Cámara, o no, la modificación que hace la colegisladora.

El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Sánchez Pontón: Debo contestar al ciudadano López Lira lo siguiente: no creo yo, personalmente que los términos de la Constitución respecto a este asunto sean tan estrictos, que no permitan a una Comisión modificar una palabra o una frase que no sea fundamental del mismo proyecto de ley, es decir, que lo que prohibe es que se toque el fondo del asunto, que no se cambie la naturaleza misma del proyecto de ley o que no se introduzcan en él nuevos factores, nuevos asuntos, nuevas disposiciones que no estuvieran comprendidas anteriormente, pero yo no puedo creer en la tiranía de los términos de un artículo que no permite modificar una palabra que estuviese mal empleada, o que no permita cambiar una coma de un lado a otro; eso no es posible, porque no es serio y no es jurídico; debemos interpretar especialmente las leyes constitucionales conforme a su espíritu. ¿Qué es lo que trata la Constitución de normalizar en estos casos cuando se tiene un proyecto de ley devuelto por la Cámara colegisladora? Ciertamente, lo que ha tratado de prever es el caso en que después de haberse discutido en una Cámara un proyecto de ley no vuelva a la anterior a modificarse en un sentido esencial y profundo el primitivo proyecto, puesto que nunca podría acabarse con la discusión, porque la Cámara revisora, la segunda vez que le tocaba conocer, tendría que estudiar, no una modificación, sino un nuevo proyecto de ley. Aquí, como ustedes se habrán dado cuenta, no se trata de modificar el fondo del asunto, sino de insistir en que las fuerzas consten de cinco mil hombres, haciéndose la distinción de que sólo una parte será a cargo del Presupuesto de Egresos del Estado y no todas, como se había dicho en el primitivo proyecto de ley. Las Comisiones creen que han respetado el fondo del primitivo proyecto, que no se han salido absolutamente del precepto constitucional y que su procedimiento está enteramente ajustado no solamente a los términos de la Constitución, sino a muchos antecedentes que hay parecidos a este asunto.

El C. López Lira: solicito la lectura de la fracción (e) del artículo 72 contitucional.

El C. Prosecretario de la Barrera: "(e) Si un proyecto de ley o decreto fuese desechado en parte, o modificado, o adicionado por la Cámara revisora, la nueva discusión de la Cámara de su origen versará únicamente sobre lo desechado o sobre las reformas o adiciones, sin poder alterarse en manera alguna los artículos aprobados. Sí las adiciones o reformas hechas por la Cámara revisora fuesen aprobadas por la mayoría absoluta de los votos..."

El C. Valásquez: Pido que se lea el proyecto venido del Senado y en seguida se compare con el que se está discutiendo.

El C. Prosecretario de la Barrera: "Artículo único. Se autoriza al Gobierno del Estado de Puebla para organizar y sostener con cargo a su Presupuesto de Egresos y mientras tanto se organizan y reglamentan las guardias nacionales, que previene la Constitución General, un cuerpo de fuerzas de seguridad pública, con el carácter de permanente, las cuales estarán sujetas a la Ordenanza General del Ejército y tendrán la organización que, conforme a la Ley Orgánica en vigor, deba dárseles, pudiendo constar hasta de mil quinientos hombres."

"Unico. Se autoriza al Gobierno del Estado de Puebla, para organizar y sostener con cargo a su Presupuesto de Egresos, y mientras tanto se organizan y reglamentan las guardias nacionales que previene la Constitución General, un cuerpo de fuerzas de seguridad pública, con el carácter de permanente, las cuales estarán sujetas a la Ordenanza General del Ejército, y tendrán la organización que conforme a la Ley Orgánica en vigor.

deba dárseles, pudiendo constar hasta de cinco mil hombres."

- El mismo C. Prosecretario: No habiendo más oradores inscriptos ni en pro ni en contra...

El C. del Castillo Porfirio, interrumpiendo: Tengo pedida la palabra con anterioridad para rectificación de hechos.

El C. Presidente: En efecto, había usted pedido la palabra, pero cedió su turno al C. López Lira.

El C. del Castillo Porfirio: Sí, cedí mi turno, pero no hay otro orador inscripto, me toca hablar a mí.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. del Castillo.

El C. del Castillo Porfirio: Sencillamente, señores diputados, para suplicar a ustedes que se fijen en que el nuevo dictamen presentado por la Comisión implica una modificación al artículo de ley que nos mandó el Senado. Por más que las explicaciones del C. Sánchez Pontón hayan querido hacernos creer lo contrario es perfectamente claro el texto constitucional, no necesita interpretación, es expreso, es clarísimo, es terminante e igualmente está muy claro el dictamen nuevo que nos presenta la Comisión y que modifica completamente el dado por el Senado. El señor diputado Velásquez pidió con muy buen juicio que se leyera el artículo presentado por el Senado y que se comparara con el proyecto de ley que nos presenta la Comisión. El del Senado como ustedes han oído, es muy claro y dice:

"Artículo Unico. Se autoriza al ciudadano Gobernador del Estado de Puebla para crear tropas permanentes, mientras se organizan y reglamentan las guardias nacionales que previene la Constitución General, compuestas de una fuerza de seguridad pública hasta de 1,500 plazas y de fuerzas regionales hasta completar 5,000. Dichas fuerzas estarán sujetas a la Ordenanza General del Ejército y tendrán la organización que conforme a la Ley Orgánica en vigor deba dárseles, siendo a cargo del Presupuesto de Egresos del estado, el sostenimiento de las fuerzas de seguridad pública, así como los gastos que demande la organización de las tropas regionales."

El proyecto de ley de la Comisión nos dice:

"Artículo único. Se autoriza al Gobierno del Estado de Puebla para organizar y sostener, con cargo a su Presupuesto de Egresos, y mientras tanto se organiza y reglamentan las guardias nacionales, que previene la Constitución General, un cuerpo de fuerza de seguridad pública, con el carácter de permanente, las cuales estarán sujetas a la Ordenanza General del Ejército y tendrán la organización que, conforme a la Ley Orgánica en vigor, deba dárseles, pudiendo constar hasta de mil quinientos hombres."

Aquí entra una modificación clarísima al primer decreto presentado por el Senado y en este caso, como vosotros sabéis, la Constitución no nos faculta en manera alguna para modificar el artículo de ley presentando por el Senado.

"Para no cansar a vosotros ciudadanos diputados, sólo quiero hacer una pequeña rectificación a algunas palabras asentadas aquí por el C. Sánchez pontón. Yo no he dicho aquí en la tribuna en ninguna ocasión que le resultado de las elecciones en el Estado de Puebla, para las cuales figuré como candidato, me hubiese favorecido; aquí yo nunca he venido a quejarme del resultado de las elecciones en el Estado de Puebla; cómo triunfó y cómo se estima al Gobernador Alfonso Cabrera en Puebla, eso lo sabe el Estado. Yo vengo a llamar vuestra atención una vez más sobre la contradicción de la Comisión respecto del inciso (e) del artículo 72 constitucional, porque en su nuevo dictamen modifica el presentado por el Senado.

Presidencia del C. RIVERA JOSE

El C. Prosecretario de la Barrera: No habiendo más oradores inscriptos, se consulta a la Asamblea si está suficientemente discutido el proyecto. Los que estén por la afirmativa sírvanse poner de pie. Suficientemente discutido. Se procede a la votación nominal. Por la afirmativa.

El C. Prosecretario Limón: Por la negativa.

(Se recogió la votación.)

El C. Prosecretario de la Barrera: Votaron por la afirmativa los 51 ciudadanos siguientes: Aguilar José D., Aguirre Efrén, Alonzo Romero, Andrade, Bello, Bravo Izquierdo, Cárdenas, Carrillo Eduardo S., Castro, Cepeda Medrano, Cervantes, Córdova Gabriel J., Díaz González, Echeverría, Fentanes, García Eliseo, García Pablo, Gómez Mauricio, Gónzalez Jesús M., Guerrero, Gutiérrez Antonio, Hernández Garibay, Hernández Jerónimo, Jurado, Lechuga Val, López Miro, Magallón, Manzanilla Tejero, Medina Francisco, Mendez, Mercado Molina, Neri, Paredes Colín, Peñafiel, Pineda, Porchas, Portes Gil, Ramírez Genaro, Rivas, Rivera José, Rojas Dugelay, Sáenz, Sánchez Pontón, Sánchez Tenorio, Siurob, Téllez Escudero, Torres Rómulo de la, Uruñuela, Ventura y Villarreal Jesús J.

Total: 51 votos.

El C. Prosecretario Limón: Votaron por la negativa los CC. Aguirre Crisóforo, Alejandre, Aranda, Barrera de la, Basáñez, Benitez, Betancourt, Blancarte, Campero, Cancino Gómez, Cano, Cantú, Carrillo Iturriaga, Castillo del, Céspedes, Cisneros, Cravioto, Cruz, Curiel, Chapa, Dávalos Ornelas, Dávila, Dyer, Figueroa, Gaitán José, García Salvador Gonzalo, García Vigil, Garza Pérez, Gay Baños, González Ibarra, González Justo, González Torres, Guajardo, Hermosillo, Ibarra, Izquierdo, Lanz Galera, Leyzaola, Limón, Lizalde, López Celis, López Couto, López Lira, Malpica, Manrique, Manzano, Mariel, Márquez Josafat, Mendoza, Narro, Navarrete, Olivé, Otero, Pardo, Pedroza, Peña, Peralta, Pereyra Carbonell, Portillo, Ramírez G. Benito, Ramírez Llaca, Ríos Santos, Rivera Cabrera, Robles Domínguez, Rojas Rafael, Román, Ruiz Alberto, Ruiz José P., Ruiz Juan A., Saucedo Salvador, Sepúlveda, Silva Jesús, Solórzano, Soto, Torre Jesús de la, Urueta, Velásquez, Villaseñor y Zavala Dionisio.

Total: 76 votos.

Queda rechazado el proyecto de ley por 79 votos de la negativa, contra 51 de la afirmativa. Vuelve a las comisiones para que se modifique en el sentido de la discusión.

Presidencia del C. SAENZ AARON

- EL C. Presidente: tiene la palabra el C. Siurob para rectificar hechos.

El C. Siurob: He pedido la palabra para protestar en contra de la última resolución tomada por esta H. Asamblea, respecto a que no se dirija a la Cámara colegisladora solicitando del Ejecutivo un período extraordinario de sesiones.... (murmullos y siseos) durante el cual discutamos las leyes faltantes. Voy a decir por qué hago esta protesta: (siseos) en estos últimos días se ha notado en esta Asamblea un grande empeño en festinar todos los asuntos sometidos a su consideración, empeño que es por demás punible y que es tiempo de que cese. Este punible empeño en festinar los asuntos nace de dos orígenes: primero, de querer compensar la deficiencia en la labor de la Cámara de Diputados y segundo, de la idea...

El C. Blancarte, interrumpiendo: Moción de orden.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Blancarte para una moción de orden.

El C. Blancarte: Yo no sé en qué artículo del Reglamento se apoya el ciudadano Siurob para venir a hacer protestas en contra de las resoluciones tomadas ya por la Cámara... (Voces: ¡Claro! ¡Muy bien!) Si vamos a aceptar protestas en contra de todas las resoluciones que no estén de acuerdo con nuestras ideas, entonces tendríamos el caso de que haya dos discusiones: una durante el período que se señala para discutir un asunto y otra después para protestar los que no estén de acuerdo con el sentir de la Cámara; esto es contra el Reglamento y por eso hago esta moción de orden. (Aplausos.)

El C. Presidente: La Mesa manifiesta a Su Señoría, el C. Blancarte, que el C. Siurob está en su derecho con objeto de pedir la palabra para rectificación de hechos;... (Voces: ¡No! ¡Sí!) por lo tanto, la Mesa le ha concedido la palabra para tal objeto y espera el C. Siurob se concrete a la rectificación de los hechos a que quiera aludir, pues la Mesa no está en condiciones de penetrar al pensamiento de los ciudadanos diputados, ni puede obligarlos a que hablen en determinado sentido.

El C. Olivé: Moción de orden.

El C. Siurob, continuando: A ningún miembro de esta Asamblea, ciudadanos diputados, se le ha negado el derecho de protesta y si vosotros creéis que tenéis derecho de protestar contra los actos del Ejecutivo o contra cualquier Poder de la Unión, debéis dejarme a mí ese mismo derecho; por otra parte, si queréis dejarme la palabra en calidad de rectificación de hechos, vengo precisamente a rectificar un hecho y es el poco espíritu....

El C. Olivé, interrumpiendo: Moción de orden.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Olivé para una moción de orden.

El C. Olivé: El ciudadano diputado Siurob, al comenzar a hacer uso de la palabra, manifestó que va a protestar contra la resolución que esta Asamblea tomó referente a la iniciativa que se puso a discusión para que se invitara a Ejecutivo a que convocara a sesiones extraordinarias. Como ve Su Señoría el señor Presidente, no se trata de una rectificación de hechos, se trata de una protesta; en consecuencia suplico a la mesa se sirva retirarle la palabra al C. Siurob, pues de otra manera yo también protesto contra esa determinación de mesa.

El C. Presidente: La mesa manifiesta al C. Olivé, que el C. Siurob pidió la palabra para rectificar hechos y ya ha expuesto la presidencia que espera que el C. Siurob se limite a la rectificación de hechos.

El C. Olivé: Yo no estoy de acuerdo y me retiro del salón en señal de protesta.

El C. Siurob, continuando: Continúo, señores diputados. Decía que vengo a protestar porque yo creo que es una falta de cumplimiento de nuestro deber y a nuestra obligación como diputados y como revolucionarios, no haber aprobado la moción que ha sido presentada hoy mismo. Es una necesidad nacional que nosotros le ahorremos dinero a la Nación y que vengamos a aprobar los proyectos apenas iniciados y que entrañan precisamente las reformas revolucionarias respecto de las cuales no tenemos la seguridad de que las próximas Cámaras vayan a aprobarlos.

Diversas veces se ha manifestado en esta misma Asamblea el temor de que las próximas Cámaras ya no vengan animadas del mismo espíritu radical, que ya no vengan animadas del mismo espíritu revolucionario que ésta, y, por consiguiente, sobre esta Cámara caerá la responsabilidad de que no se hayan podido llevar a la práctica las reformas revolucionarias por esta causa, simplemente por el hecho de no haber aprobado una moción con la cual habríamos salvado nuestra responsabilidad de hacer ver al Ejecutivo la necesidad de que nos convocara para acabar de aprobar las proposiciones que hemos concebido, que ya existen en cartera y que son una necesidad imperiosa para el pueblo mexicano.

Pero hay más, ciudadanos diputados: hay un gran número de proyectos cuya necesidad imperiosa de aprobarlos no escapa seguramente a ninguno de ustedes. Allí tenéis, por ejemplo, el caso de la Ley de Fraccionamiento. De no aprobarse la Ley de Fraccionamiento, no podrá realizarse este ideal en la República hasta dentro de muy largo tiempo, ¿y con qué vais a calmar la ansiedad muy justa, la ansiedad muy legítima de todos los que han padecido por esta causa? Vais a hacerlos esperar únicamente, por no manifestar al Ejecutivo algo que tenéis derecho de manifestarle, porque no solamente tenemos nosotros como poder el deber y la obligación de venir a aprobar aquí determinadas reformas en bien del pueblo, sino también tenemos el deber y la obligación imperiosa de señalarle al encargado del Poder Ejecutivo, cuáles son las necesidades muy urgente para la Nación, y si es una necesidad muy urgente para la Nación el que estas leyes se aprueben, nosotros debíamos haber cumplido con nuestro deber al señalárselo, porque lo considero de nuestra obligación, porque está dentro de la esfera de nuestras facultades, porque si no lo hacemos, habremos dejado de cumplir con

una de nuestras más sagradas obligaciones. ¿Y qué me decís de la aprobación que estamos haciendo de esa Ley de Presupuestos? Partidas también de doce y catorce millones de pesos, están pasando por el entendimiento de los ciudadanos diputados, como si se tratara de una partida de tejocotes o de tunas (risas), queriendo, sencillamente, en el plazo de ocho días, aprobar una ley que demandaría un estudio mucho más prolongado y con el cual se podrían ahorrar al pueblo mexicano muchos millones que, con tanta pena, está depositando en las arcas de la Nación, y se podría evitar también, a segundas personalidades de la Administración, el abuso que hacen de este dinero de la Patria. Pero que siga la danza fantástica de millones, que siga también la danza fantástica de miseria y calamidades sobre los pueblos, únicamente porque hay muchos ciudadanos que no quieran que haya un período extraordinario, porque quieren ir a reelegirse a sus distritos, porque hay muchos representantes que se han entregado al dolce farniente, y me refiero a las derechas, a ellas precisamente... (Voces: ¡Ah, ah! murmullos.) pero no creáis que a vosotros solamente, también a las izquierdas, contagiadas de esa misma pereza y de ese mismo dolce farniente en buena parte. (Voces: ¡Ah, ah! Risas.) de esa pereza que está tan en pugna con las verdaderas obligaciones de un legislador, que son precisamente, así como el soldado, así como el artillero, no separarse del pie de su cañón, ni el soldado de sus trincheras; así el legislador no separarse sino cuando se lo permitan las necesidades al descanso, no separarse de esta Asamblea, en donde tiene que dictar una multitud de leyes respecto de las cuales está obligado por las necesidades públicas, y que si no las ha dictado, no habrá cumplido con el deber que le impusieron sus conciudadanos.

No Sólo; voy a demostrar a ustedes que el hecho de reunirse esta Asamblea una vez más en un período extraordinario, es realmente un ahorro para la Nación, es un ahorro y es una conveniencia para el Ejecutivo, no como decía el señor Rocha, que no le conviene al Ejecutivo, ¡qué sabe el señor Rocha lo que le conviene o lo que no le conviene!, y qué saben las derechas, igualmente, respecto de lo que le conviene o no le conviene, si nunca han sido capaces de venir a proponer aquí las leyes principales.........

El C. García Eliseo, interrumpiendo: Es el mejor elogio de las derechas.

- El C. Siurob, continuando:.... las leyes imperiosas, las leyes más necesarias para que el Ejecutivo normara su conducta, si las leyes más imperiosas para que los ideales de la Revolución se realizaran no han nacido de allí, entonces, ¿cómo tienen derecho a la pereza, cómo tienen derecho al descanso? Serían quienes menos debieran aprobar este descanso. (Voces: ¡No hay quórum!)

Otro caso muy concreto: el de las autorizaciones a los Gobernadores de los Estados para autorizarlos para que puedan tener el número suficiente de fuerzas para seguridad de los mismos. Ese inmenso bandolerismo que existe en la República, porque todos los Estados de la República están convertidos en nidos de bandoleros, no se combate sino con iniciativas como las que nos acaban de presentar, para que todos los ciudadanos honrados puedan armarse. Ya lo ha dicho el Procurador de la República: en contra del bandolerismo en pequeños, está la virilidad de los ciudadanos y también la de los gobernantes que saben encauzar la virilidad de esos mismos ciudadanos por el buen sendero, es decir, haciéndolos que posean legalmente armas con que defender sus hogares, sus familias y sus intereses. Las autorizaciones para todas estas leyes enteramente indispensables para la pacificación del país, y nos vamos a ir ilegalmente: los Gobernadores legítimamente electos por el pueblo, no van a poder contar con esa poderosa arma de defensa, con esa poderosa arma de pacificación, con esa poderosa arma de bienestar, que es mucho más importante y que es la base del bienestar económico de esos mismos Estados, y vosotros, los que habéis votado que sí, que debemos entrar en un descanso perenne hasta entregar el Poder Legislativo, vosotros seréis los responsables si esos Gobernadores de los Estados no van a contar con el número de fuerzas suficientes para hacer la defensa contra el bandidaje y para la pacificación de esas Entidades Federativas.

La Ley del Banco Único, que es otra imperiosa necesidad, sea en la forma en que la propone el ejecutivo sea en la forma en que lo aprobara esta H. Asamblea, es innegable que la Nación no puede seguir subsistiendo con un régimen exclusivamente metálico, es indudable que necesitamos discutir en qué forma va a hacerse este Banco, en que forma van a ser garantizados estos billetes, para no provocar una nueva creación de bilimbiques, que no traerían sino descontento a toda la República, y vosotros, que no queréis venir a este período extraordinario, porque no comprendéis esta necesidad, vais a ser los responsables de que el Ejecutivo expida una ley que no esté sancionada por esta Cámara, porque el público será el que resienta las consecuencias en este caso. Yo no digo que no vayamos a los pueblos para interiorizarnos de sus necesidades; por el contrario, creo que debemos ir, porque es una necesidad imperiosa que vayamos, porque aquí en la capital de la República todo se ve color de rosa, porque aquí, instalados en alojamientos cómodos, sin peligro de bandidaje, sin ver la miseria de aquellos pueblos, hemos perdido la noción de sus necesidades. Yo no me opongo a que no haya un período de receso que, cuando menos, dure corto tiempo; pero soy de opinión que necesitamos hacerle comprender al Ejecutivo para salvar nuestra responsabilidad legislativa, que es indispensable que nos convoque a un período extraordinario de sesiones. Voy en seguida, señores diputados, a demostrar una de las ideas que ha conducido precisamente a esta decisión de la Asamblea: la idea de que toda esta Cámara en su actuación, ha sido enemiga del Ejecutivo de la República, y más especialmente, la idea de que un partido, de que un grupo dentro de esta misma H. Asamblea, ha sido enemigo de la labor del Ejecutivo, dentro de la Cámara de Diputados. Ya era tiempo, ya era necesario que hubiera una voz que se levantara para decir la verdad, y si el partido todavía no lo hace, confió en que alguna vez lo hará; pero los hechos son claros, y ante esta Asamblea y ante la Nación entera consta que esta H.

Asamblea, en toda su actuación política, no se ha portado como enemiga del Ejecutivo, como quieren hacerla aparecer la prensa, tergiversadora de los hechos, y el más, el partido conservador, que no se atreve a sacar la cara su verdadero nombre y que se vale de subterfugios y de nombres falsos para despistar a la opinión y engañar a la República.........

El C. Céspedes, interrumpiendo: Moción de orden, señor Presidente.

El C. Presidente: tiene la palabra el C. Céspedes para una moción de orden.

El C. Céspedes: No tenemos más que ciento un diputados dentro del salón; no tenemos quórum. (Voces: ¡Qué bien cuentas! ¿Ya los contaste) Ya los conté, sí, señores.

El C. Siurob, continuando: Los miembros del "Partido Liberal Constitucionalista".... (Campanilla.)

El C. Presidente: dirigiéndose al C. Céspedes: ¿Reclama usted el quórum?

El C. Céspedes: Sí, señor.

El C. Presidente: Se va a proceder a pasar lista.

El C. Secretario Aranda, después de pasar lista: Hay una asistencia de 124 ciudadanos diputados. (Voces: ¡No, no!)

El C. Presidente: Continúa la sesión. (Voces: ¡No hay quórum!)

El C. Soto: No, señor, no hay 124. (Murmullos.)

El C. Siurob, continuando: Siendo uno de los primeros principios afines que me propongo yo demostrar que el conjunto de la actuación de esta Asamblea no ha sido contraria a la labor del Ejecutivo, me refiero a la labor de conjunto, a la labor total, que no ha sido contraria a la labor del Ejecutivo, sino, lejos de eso no ha sido más que como debe ser la labor de un Poder Legislativo, ayudando al Poder Ejecutivo y proporcionándole todas las facilidades y todos los medios para que pueda llenar debidamente su cometido, voy a demostrar al mismo tiempo que si, pues, la mayoría de esta Cámara, está constituída por el "Partido Liberal Constitucionalista" y sus afines o coaligados, demuestra esto de una manera palmaria y evidente, que si la actuación general de esta Cámara ha sido una labor revolucionaria para colaborar con el Ejecutivo honrada y correctamente desde el punto de vista revolucionario, la labor de este partido estará también justificada por esta misma causa. Las leyes que se han estudiado en esta Asamblea son las siguientes, cuya sola enumeración basta para demostrar a la faz de la Nación que la Cámara de Diputados no ha sido enemiga del Ejecutivo y que su labor de conjunto no es una labor contraria a los fines que persigue la Revolución, ni a los fines que persigue el Ejecutivo. En el seno de esta H. Asamblea una de las primeras cosas que se hicieron fué facultar al ejecutivo dándole facultades extraordinarias en el Ramo de Hacienda. Y una Asamblea que faculta al Ejecutivo en este Ramo tan interesante, no puede decirse que sea su enemiga, una Asamblea que aprueba, como nosotros hemos aprobado, todos los empréstito cuyos proyectos en nos, trajeron aquí, el empréstito de los ferrocarriles el empréstitos de obras de irrigación, el empréstito general para la Nación; una Cámara que aprueba esto casi sin discutirlo comprendiendo las necesidades y hay que advertir que la dispensa de trámites y que la aprobación se debió en gran parte al "Partido Liberal Constitucionalista"-, una Asamblea que hace esto, no puede decirse que sea enemiga del Poder Ejecutivo. ¿Que no se obtuvieron los empréstitos? culpa no es de esta H. Asamblea; Culpa es- alguien dice-, que de los representantes de Hacienda, alguien dice circunstancias ajenas a nuestra voluntad. Yo no sabré en este caso decir de una manera clara de quién es la culpa, pero sí puedo decir que no es de esta H. Asamblea, ni mucho menos del "Partido Liberal Constitucionalista," al que se calumnia en todos los tonos por individuos que están empeñados en que no haya partidos de principios, por parte de individuos que están empeñados en que así como no haya un partido liberal, un partido de principios de hombres libres, quieren que no aparezca el partido conservador con su verdadero nombre y denominación, sin duda porque todavía les averguenza salir a la palestra cuando llevan marcado el nombre de traidores a la Patria. Del seno de las izquierdas de esta misma Asamblea surgió el proyecto de facultar al Ejecutivo para la intervención de fábricas. Este proyecto lo signamos algunos diputados de las izquierdas y venimos a defenderlo a la tribuna, y se aprobó, con lo cual se demostró al Ejecutivo que se obra en colaboración con él, proporcionándole una arma absolutamente necesaria, ya que sin ella hubieran perecido muchos obreros, ya que por ella todavía en la actualidad continúan abriéndose fábricas que habían permanecido cerradas desde hace muchísimos años, ayudando en esta forma al Ejecutivo y también al proletariado de la República. Del seno de esta misma Asamblea y signadas por diputados de las izquierdas, han surgido las tres leyes agrarias principales: la Ley de Tierras Ociosas, la Ley de Fraccionamiento de Latifundios y la Ley de Ejidos, la Ley Reglamentaria del decreto de 6 de enero; tres leyes cuya sola iniciación y cuya aprobación de dos de estas leyes bastaría para caracterizar a esta H. Asamblea como perfectamente consciente de sus deberes y de haber cumplido en una buena parte con las obligaciones que tiene contraídas con sus conciudadanos. Recordad que estas leyes son de las más intrincadas, de las más difíciles, de aquellas en que se creyó que no se llegarían a expedir por este Congreso, y hasta la prensa, tratando muchas veces de encarecer la dificultad de estas mismas leyes y refiriéndose a algunas otras cosas, decía: esto es tan difícil como la aprobación de las leyes agrarias. Recordad que del seno de la Asamblea, o a iniciativa de ella y defendido por las izquierdas, surgió la Ley de Contribución a los Templos de la República, esta ley que va a hacer que la Nación entre en posesión de los bienes del clero; recordad que también, signada y defendida por los diputados de las izquierdas y una mínima parte de los de las derechas , surgió la Ley de Pensiones para las viudas y huérfanos de la Revolución, y que esta ley ha sido una de las más brillantes que ha dado esta misma H. Asamblea. Recordad, también que fue por proposición de las izquierdas, precisamente del bloque del "Partido Liberal Constitucionalista" el hecho de haberse retirado de la circulación,

casi en lo absoluto, el papel infalsificable, y no como lo quería la Secretaría de Hacienda, que este papel volviera a circular, dándose como parte de los impuestos en las importaciones y exportaciones, lo cual vendría a conservar ese papel como elemento de explotación ilegal e ilegítima en pro de algunos funcionarios de la Administración, como llegó a demostrarse en esta misma tribuna. Recordad con qué facilidad, y a iniciativa también de diputados de la izquierda, se aprobó la Ley de Aranceles diferenciales, precisamente para proporcionar al ejecutivo una arma en contra de los medios de coacción que están haciendo los Estados Unidos para hacernos entrar en una guerra respecto de la cual pugna con nuestros intereses domésticos, pugna precisamente con los intereses actuales del pueblo mexicano. Recordad que se expidieron las Leyes del Ministerio Público Federal, de los Tribunales del Distrito Federal, y de la Suprema Corte de Justicia de la Federación, en gran parte signadas también en su mayoría por diputados de las izquierdas; que aquí se nombró a la Suprema Corte de Justicia, cuya sola actuación y el prestigio de sus personalidades son la prueba más elocuentes que hemos dado al Ejecutivo de la Unión colaboradores y no enemigos. La actuación de la Suprema Corte de Justicia, el prestigio de sus personalidades y la manera como está contribuyendo a ayudar al Gobierno proporcionando garantías, y desde el punto de vista de la justicia a todos los individuos de la República, son una prueba muy evidente de que esta Cámara ha dado al Ejecutivo colaboradores y no enemigos, es decir, que esta Cámara como Asamblea legislativa ha cumplido con su deber.

Recordad cómo acaba de ser aprobada también por iniciativa de los izquierdistas la Ley de Bonos Agrarios de los Estados y de la Federación; en una palabra, casi toda la labor en esta misma H. Asamblea ha sido ejecutada por diputados de las izquierdas; una mínima, una parte infinitesimal de esta labor, corresponde a los diputados de la derecha; si, pues, dentro de las izquierdas se encuentra comprendido el "Partido Liberal Constitucionalista" como elemento integral, si dentro de ese mismo bloque se encuentran los elementos predominantes de la Cámara y la labor de la Cámara no ha sido más que de ayuda y no de oposición para el Ejecutivo, puesto que no pueden interpretarse como opiniones de la cámara, ni siquiera como las de un bloque, opiniones enteramente aisladas e ideas vertidas, que serán o no serán sinceras, eso no me toca a mí decirlo, y que como opiniones de los diputados, éstos son muy libres de venir a emitirlas a esta tribuna, puesto que no han hecho más que apreciaciones sobre las causas que tienen los pueblos del derecho de rebelión, puesto que no han hecho más que apreciaciones en el sentido de ese derecho y no han incitado, de una manera abierta, como se ha dicho en los periódicos, a que se lance a la rebelión ningún ciudadano de la República pero supongamos que así fuera, son opiniones enteramente personales, son opiniones que no significan la de todo un bloque, y, en consecuencia, menos la de toda una Asamblea. De manera que el ejecutivo de la Unión nunca puede creer que la actuación de la Cámara de Diputados le ha sido contraria, que en nuestra labor legislativa hemos tratado de impedir la buena marcha del Poder Ejecutivo de la República; si hemos tenido algunos errores, algunos tropiezos, no hay nadie que no los tenga; ni el Poder Ejecutivo, ni el Legislativo, ni el Judicial, han dejado de tener algunos errores en su administración y muchos menos una Asamblea en donde hay elementos jóvenes, elementos que carecen de la práctica parlamentaria y que están viéndose diariamente hostigados por la prensa que está en contra de esos mismos elementos jóvenes, tan sólo porque vienen a defender aquí los intereses de la Revolución. Considerad que si el licenciado Cabrera ha cometido terribles imprudencias aquí en esta misma tribuna por su fracaso como parlamentario enfrente del fracaso del señor licenciado Aguirre Berlanga como Ministro; considerad que si ante un chisme el C. Cabrera ha perdido los estribos, él que se precia de maestro parlamentario, ¿qué no puede esperarse de jóvenes que apenas comienzan a iniciarse en sus labores parlamentarias? (Voces de la izquierda: ¡No, ya acabamos!) Por consiguiente, tienen muchos derechos para protestar en contra de las calumnias y de las intrigas y de las diatribas que diariamente viene proclamando la prensa azuzada únicamente por lo que cree interpretar el deseo del más fuerte, para que no haya un partido verdaderamente sano y de principios revolucionarios.

Para terminar, señores diputados, (voces de la derecha: ¡Vaya!) ya veis que no es verdad lo que afirma la prensa pagada por los elementos malsanos que están corrompiendo la opinión; esta H. Asamblea se ha mantenido dentro de los justos límites de la democracia, como Poder Legislativo. El "Partido Liberal Constitucionalista" no ha hecho sino cumplir con su deber; no ha hecho sino encauzar a esta Asamblea dentro del criterio perfectamente revolucionario, dentro del criterio perfectamente honrado; no ha hecho sino señalar al Ejecutivo todos aquellos males de la Administración en que legítimamente debe fijarse, y el mejor amigo del Ejecutivo es el que señala los males que hay dentro de la Administración, y no el que se separa de la Revolución, porque cree que no necesita hacer méritos para recibir los dones del Ejecutivo. Y ahora que digan lo que quieran los individuos encargados de tergiversar los hechos para matar la existencia de un partido independiente y para obrar así en contra de la democracia de la República. La democracia no podrá existir mientras no hay esos dos partidos verdaderamente formados, enfrentados uno a otro y que se equilibren en el seno de ese mismo poder, en vez de que los esfuerzos del Gobierno debieran ser para que surgiera precisamente el partido contrario al "Partido Liberal Constitucionalista," para que existiera ese equilibrio, pero que apareciera con su verdadero nombre, perfectamente entendido y designado, puesto que no es una desgracia ser conservador; por lo tanto, puede aparecer con su verdadero nombre y precisamente de ese equilibrio brotaría la verdadera democracia en la República, y en vez de que sus esfuerzos procuren que surjan esos dos partidos para que sea efectiva la democracia en la República, al contrario, todas sus ideas, así como las ideas de muchos falsos demócratas, de muchos falsos revolucionarios, de muchos hombres que no

tienen conciencia de su papel como revolucionarios, no hacen sino matar a un partido de cuya muerte constantemente hablan, aun cuando por su actuación esté demostrado que tiene perfecta conciencia, que está vivo, que tiene perfecta conciencia de los intereses que representa, de los intereses del pueblo mexicano, que son los únicos que en la actualidad están defendiendo. Y ahora que los individuos de la derecha vengan aquí a atacar a las izquierdas de la Cámara, pero el pueblo todo entero sabe todo lo que han hecho y que puede ir a los archivos de la Cámara de Diputados y que allí encontrará fehacientes las pruebas las pruebas auténticas de que todo lo que he dicho en defensa del honor de la Cámara y en defensa de las izquierdas son hechos, y contra los hechos se estrellarán todos los argumentos de los individuos que se han separado del partido, únicamente por defensa de su conveniencia unos, y otros únicamente obedeciendo la presión de los que se creen más fuertes y porque creen que hay hostilidad de parte de un partido para un gobernante. No existe esa hostilidad; ni el mismo Presidente de la República cree esto. El mismo Presidente de la República está convencido de que el "Partido Liberal Constitucionalista" tiene perfecto derecho a su existencia, que hace bien en señalarle los males de la Administración, y que hará bien en persistir en su actitud, porque esto será una prueba de que la verdadera democracia existe en México.

Conciudadanos: el temor que tienen todos los individuos timoratos, todos los individuos conservadores, los enemigos de las libertades, de que se vengan a pronunciar aquí palabras fuertes explicando al pueblo cuál es el sagrado derecho de rebelión, es el mismo temor que tienen las mujeres cuya virtud no es sólida, para ir a mezclarse en cualquier centro en donde puedan pronunciarse palabras que comprometan su honor. (Voces: Aaah!) El verdadero honor en las mujeres, en las sociedades y en los partidos, consiste precisamente en encontrarse en circunstancias difíciles en que el honor sea puesto a prueba, en que las verdaderas convicciones sean puestas a prueba y que aquellas convicciones resurjan victoriosas, resurjan poderosas, resurjan triunfantes por encima de todas las acechanzas contrarias, por encima de todas las acechanzas, así vengan del poder, así vengan del dinero o así vengan de de la conveniencia. (Voces de las izquierdas: ¡Muy bien! Aplausos.)

El C. Presidente: Para rectificación de hechos tiene la palabra el C. Blancarte. (Voces de la izquierda: ¡Uuh!)

El C. Manrique: ¡Es justo! (Murmullos.)

El C. Blancarte: (Aplausos de la derecha.) Enemigo de que la Asamblea pierda el tiempo en asuntos que no le competen cuando sólo le quedan unos días para trabajar en lo que realmente debe hacer, en discutir las leyes que son indispensables para las necesidades nacionales, he tenido que venir a hacer perder el tiempo, porque se ha abierto la puerta para seguir la contienda que aquí se había acabado. Sea, pues, la responsabilidad para quienes siguen insistiendo en atacar a las derechas y alabar a las izquierdas, cuando en realidad yo creo que se debería evitar todo esto que tiende a seguir conservando la división; pero debo aclarar que no son las derechas ni las izquierdas quienes han rechazado un dictamen, que ya con la resolución de la Cámara debió haberse puesto punto final, pero se ha abierto el debate otra vez y ¿quién tiene la culpa?, ya la Nación juzgará y sabrá quién tiene razón. La Asamblea ha resuelto que sí estamos dispuestos a venir a trabajar cuando se nos llame por quien tiene facultades para hacerlo, pero que nosotros no vayamos a excitar a que haga los que debe hacer; él lo hará si lo cree conveniente o no lo hará. La excitación que le hagamos no hará cambiar su opinión y, por lo mismo, la mente que se tiene para sostener esa iniciativa, no creo que sea esa pureza de ideales que se manifiestan en esta tribuna, sino determinada tendencia que no podemos definir, pero no será el deseo únicamente de trabajar, porque, repito, que a nadie favorece la proposición que se rechazó; así pues, yo entiendo que todos los que la hemos rechazado, no es por flojera ni porque no queramos venir a cumplir con nuestras obligaciones, es porque queremos excitar a que haga tal o cual cosa otro poder que es quien tiene esa facultad para hacerlo si lo cree o no conveniente.

Se dice que han hecho mucho las izquierdas y nada las derechas; se dice también que todo lo han hecho las derechas y nada las izquierdas. (Voces: ¡Al contrario!) Que todo han hecho las izquierdas y nada las derechas. (Voces: ¡Bien! ¡Es cierto!) Yo entiendo que debemos estudiar también cómo se han venido formando aquí en esta Cámara los trabajos, desde un principio, para decir que si hay esa mayoría de trabajo hecho por las izquierdas, es porque habiendo dominado desde un principio el "Partido Liberal Constitucionalista," todas las Comisiones las repartió dentro su seno, de tal manera que hasta a última hora se nos ha dado algún trabajo a los de las derechas. Yo pregunto si de los trabajos que se nos han encomendado, alguno ha dejado de hacerse. Se ha procurado trabajar también con todo ahínco. Ahora también hemos visto una sistemática oposición para todas las iniciativas que vienen de las derechas; así es que para no perder el tiempo en asuntos que van a fracasar, algunas veces nos hemos abstenido de hacer iniciativas precisamente por esa marcada oposición que se ha manifestado. (Murmullos. Dirigiéndose al C. Figueroa:) ¿Decía usted?... (Campanilla.)

Esta, pues, es una verdadera aclaración de hechos; así es que es éste el motivo por el que se haya hecho mucho más trabajo por las derechas... (Voces: ¡Al contrario!) Sí, por los izquierdas que por las derechas. Así que no es cargo que debería hacer el señor Siurob, y venir a quitar el tiempo. Luego viene a hacer una defensa de partidos políticos que no es aquí el lugar a propósito para discutirlos, pero una vez que él ha hecho división manifiesta, yo entiendo que desde el momento en que del seno de un partido político, de un grupo político, viene aquí una gran parte de sus miembros a lanzar proclamas revolucionarias, a decir que sobre las ruinas de este Gobierno debe levantarse otro para que realicen sus principios, es una proclama revolucionaria. Cuando se ha dicho que ya no nos encontraremos aquí sino quién sabe dónde, pues debemos comprender que precisamente se refiere

a la revolución, y es revuelta. Cuando se dice aquí que verán cómo se van a levantar en Coahuila y coincide aquel levantamiento con el conocimiento que aquí tenemos, hay lugar para sospechar que había conocimiento, que había connivencia. Todas estas ideas nos hacen sospechar que en el seno de ese grupo ha habido tendencias rebeldes; cuando en el seno mismo de la Asamblea hay esas manifestaciones netamente políticas, y más que políticas alteradoras del orden, y ese grupo permanece sin hacer ninguna protesta, sin hacer ninguna manifestación ante el público, y sin desconocer los actos de esos miembros, se hace solidario de ellos y es una política que debe atribuirse al partido. Así es, pues que, desde ese momento el partido se ha colocado frente a frente como rebelde ante las autoridades, y en ese concepto creo que el partido ha sido un traidor, porque desde el momento en que elevó a un Gobierno y ese gobierno supongamos que sea bueno o malo, yo creo que no tiene derecho para ir a la revolución contra ese Gobierno que ha elevado, sino al contrario, hacer trabajos para que ese Gobierno se consolide, así lo comprende el pueblo y no sé por qué se vienen a hacer aquí actos de rebeldía precisamente por aquellos que lo elevaron al Poder; esto se debería hacer en el campo de la política, en la lucha de los partidos. Yo también estoy de acuerdo en que debe haber un partido liberal y que ese partido haga sus observaciones al Gobierno por medio de la prensa, por medio de comisiones o en la forma que lo crea mas conveniente, pero observaciones que nunca deben de llegar a la rebelión y al desconocimiento de ese mismo Gobierno, pues esto será siempre en contra nuestra democracia, porque habremos confirmado que México no puede ir sino de la tiranía a la rebelión y de la rebelión a la tiranía; yo creo yo creo que todo esto se puede hacer dentro de la lucha de los partidos, pero venir a predicar la rebelión en contra de un Gobierno constituído por nosotros mismos que, aunque no queramos, significa el fruto de la Revolución, significa los ideales que incitaron a la lucha armada.

Cuando la situación del país es tan peligrosa, cuando vemos que el Gobierno por su situación económica está apenas viviendo y nosotros con nuestra voz de diputados autorizamos la rebelión, vamos a dar una ayuda a esos elementos que apenas está pudiendo dominar el Gobierno, este es un acto de traición a la Nación. Hoy, en las condiciones en que estamos, creo que predicar la rebelión es predicar la destrucción del Gobierno, y la destrucción de nuestras instituciones y la destrucción de los principios que se han conquistado con tanta sangre. Así es que en este sentido no ha tenido razón el señor Siurob en hacer esas demostraciones y más todavía en este asunto yo debo manifestar que si alguna vez llega a haber incondicionalismo en algunos miembros, yo no estaría allí, pero en las condiciones en que estamos, cuando se invita a la rebelión en contra del Gobierno, y yo formo parte de ese Gobierno, estoy obligado a apoyarlo y en este caso estaré en el campo contrario adonde están los rebeldes que atacan ese Gobierno; pero esto no es incondicionalismo, sino es estar del lado de los principios, y en este sentido yo creo que ya debe evitarse el seguir diciendo: "Estos son incondicionales," "estos son rebeldes; éstos están en lo justo y éstos no lo están." Vuelvo, pues, a insistir en que terminemos todos estos asuntos que ningún provecho traen a la Nación, y nos dediquemos a lo que tenemos obligación de dedicarnos. (Voces de la derecha: ¡Muy bien! Aplausos.

El C. Presidente: Teniendo conocimiento la Mesa de que se encuentra enfermo el ciudadano diputado Torres Berdón, la Mesa designa en Comisión a los CC. Fentanes, García Salvador y Prosecretario Limón, para que lo visiten a nombre de la Cámara.

El C. Secretario Aranda: "Orden del día 26 de diciembre a las diez de la mañana: Continúa la discusión del Presupuesto de Egresos."

El C. Figueroa: Pido la palabra, señor Presidente, para una moción de orden. (Voces: ¡Ya se cerró!)

El C. Presidente, a las 7.50 p.m.: Se levanta la sesión y se cita para mañana a las diez.

NOTA: En el número anterior de este diario, sesión matutina celebrada el día 24 del actual, en las páginas 5 y 6, aparece que habló el C. Zavala Leovino debiendo ser el C. Gutiérrez Antonio.