Legislatura XXVIII - Año I - Período Ordinario - Fecha 19181214 - Número de Diario 98
(L28A1P1oN098F19181214.xml)Núm. Diario:98ENCABEZADO
MÉXICO, SÁBADO 14 DE DICIEMBRE DE 1918
DIARIO DE LOS DEBATES
DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
Año I.- PERÍODO Ordinario XXVIII LEGISLATURA TOMO I.- NÚMERO 98
SESIÓN ORDINARIA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
EFECTUADA EL DÍA 14 DE DICIEMBRE 1918
SUMARIO
1.- Se abre la sesión. Es leída y aprobada el acta de la anterior.
2.- Se da cuanta con los asuntos en cartera, concediéndose licencia al C. F. G. Méndez.
3.- Es aprobado en lo general y en lo particular, el dictamen de las Comisiones unidas 2a. de Guerra 1a. de Gobernación, que autoriza al Gobierno del Estado de Veracruz para crear un cuerpo de Fuerzas de Seguridad Pública; pasa al Senado para los efectos constitucionales.
4.- Segunda lectura de la proposición que presentan los CC. Alejandre de Anda, para reformar la Tarifa Arancelaria en la parte relativa a equipo ferroviario de procedencia extranjera; admitido en discusión pasa a las Comisiones unidas de Hacienda en turno, Ferrocarriles e Industria y Comercio.
5.- Discusión en lo general del dictamen de la 3a Comisión de Guerra, que consulta un Proyecto de la ley estableciendo que todos los miembros del Ejército Nacional, deben ser Mexicanos. La Comisión pide permiso para retirarlo y se le niega. Se levanta la sesión.
6.- Reanudada ésta, en la tarde , se da cuenta con los asuntos en cartera.
7.- Iniciativa de Ley enviada por el Ejecutivo de la Unión, sobre Instituciones de Crédito; recibo, a las Comisiones unidas de Crédito Público y de Hacienda en turno, e imprímase.
8.- Iniciativa enviada por el Ejecutivo de la Unión, pidiendo se le faculte para disponer hasta de la suma de $10.000,000.00 o comprometer el crédito de la Nación por esa cantidad a fin de adquirir el control de los Ferrocarriles Unidos de Yucatán y de la Empresa encargada del abastecimiento de combustible mineral; a las Comisiones unidas de Hacienda y Crédito Público en turno y de Ferrocarriles, e imprímase.
9.- Iniciativa presentada por el C. Villaseñor Salvador y otros ciudadanos diputados, para que se adicione el Ramo VIII del Presupuesto de Egresos con la cantidad de $310,000.00, destinada a la reapertura de la Escuela Nacional de Agricultura; a la Comisión de Presupuesto y Cuenta.
10.- Iniciativa presentada por el C. diputado Soto Rosendo A., y apoyada por la mayoría de la Diputación de Jalisco, para que se adicione la partida respectiva del Presupuesto de Egresos, con la cantidad de $50,000.00 que se destinará a la construcción de una presa en el 8o. Cantón de ese Estado; a la Comisión de Presupuesto y Cuenta. Se concede licencia al C. diputado J. G. Ruvalcaba.
11.- Continúa el debate sobre el Presupuesto de Egresos, Ramo Undécimo. Son votadas y rechazadas las partidas 11480 y 11492; se aprueba la 11498 y son rechazadas las 11499, 11500 y 11501; vuelven las partidas que se desechan a la Comisión, para su reforma en el sentido de la discusión.
12.- Son puestas a discusión las partidas correspondientes a las secciones Segunda y cuarta del Ramo Primero, siendo aprobadas por unanimidad, a excepción de las 52 y 53 que fueron apartadas; a discusión éstas, son rechazadas al votarse; vuelven a la Comisión para que las reforme en el sentido de la discusión.
13.- Son puestas a discusión las partidas que integran la Sección Quinta del mismo. Son apartadas por varios ciudadanos las partidas 64 a la 73, 76 y 81, siendo aprobadas por unanimidad las 74, 75 y 77 a 80. A discusión las 64 y 65, la Comisión solicita permiso para retirar y modificar esta última, pero no se le concede. Son aprobadas las 66 a la 73, y la 64. Consultando la Asamblea si se prorroga la sesión, se pone a votación este asunto y resulta no haber quórum, por lo que se levanta.
DEBATE
Presidencia del C. BLANCARTE RAMÓN
(Asistencia de 126 ciudadanos diputados.)
El C. Presidente: a las 10.35 a. m.: Se abre la sesión.
- El C. Prosecretario Aguilar, leyendo:
"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día trece de diciembre de mil novecientos diez y ocho.
"Presidencia del C. Ramón Blancarte.
"En la ciudad de México, a las cuatro y veinte de la tarde del viernes trece de diciembre de mil novecientos diez y ocho, con asistencia de ciento veintiseis ciudadanos diputados, según consta en la lista que pasó el C. Secretario Soto, se abrió la sesión.
"El propio ciudadano Secretario dio cuenta del acta de la sesión celebrada el día anterior, que fue aprobada sin debate y de los documentos siguientes:
"Escrito en que el ciudadano Presidente de la República solicita permiso para que, sin menoscabo de su calidad de ciudadano mexicano, pueda aceptar la medalla de Primera Clase que le concedió el Gobierno de la República de Bolivia.- Recibo y a la Comisión de Puntos Constitucionales en turno.
"Oficio de la Secretaría de Gobernación, transcribiendo otro del Gobernador del Distrito Federal, en que se participa el fallecimiento del C. licenciado Crispín Ramos, quien desempeñaba el cargo de Juez en el Ramo Civil, a fin de que se nombre la persona que deba substituirlo de acuerdo con el artículo 73 constitucional.- Recibo y transcríbase al Senado como complemento del citatorio que se le hizo.
'Tres oficios de la Secretaría de Gobernación, en que manifiesta que ya se procede a promulgar los decretos que convocan a elecciones extraordinarias de diputados en los Distritos Electorales 8o. de Michoacán, 7o. de Chihuahua y Distrito Sur de la Baja California.- A sus expedientes.
"Solicitud del C. Siurob relativa a que se le conceda licencia por cinco días con goce de dietas.
"Previa dispensa de trámites, se aprobó sin debate.
"Petición del C. Serrano, para que se le conceda licencia por veinte días, con goce de dietas.
"En la misma forma que la anterior, fue aprobada.
"Proyecto de ley del C. diputado Velásquez López que se refiere al ejercicio notarial que las leyes de México, deben reconocer en sus Cónsules, en todos los actos propios de Notarios y que deban surtir sus efectos en la República Mexicana.- Primera lectura e imprímase.
"En vista de que en la sesión anterior surgieron algunas reclamaciones con motivo de la forma que se empleó para recoger la votaciones de las partidas del Presupuesto de Egresos, el ciudadano Presidente indicó la eficacia de ese procedimiento y consultó su aprobación a la Asamblea, que resolvió afirmativamente.
"Se pasó lista para proceder a la votación por eliminación de las partidas reservadas del Ramo Undécimo, y con una asistencia de ciento cincuenta y un ciudadanos diputados, se fueron aprobando sucesivamente las partidas siguientes:
"11,026 por ciento veintinueve votos de la afirmativa contra veintidós de la negativa; 11,027 por ciento treinta y nueve votos de la afirmativa contra doce de la negativa; 11,028 por ciento treinta y ocho votos de la afirmativa contra trece de la negativa; 11,029, por ciento veintinueve votos de la afirmativa contra veintidós de la negativa y 11,030, por ciento veinticinco votos de la afirmativa contra veintiseis de la negativa.
"Se reservó para su votación la partida 11,132 después de que renunció hablar en contra el C. Morales César. Púsose a debate la 11,179, y fue impugnada por el C. Paz.
"Presidencia del C. Jesús Rodríguez de la fuente.
"Dicho C. Paz contestó una pregunta del C. Reyes Francisco, y en seguida el C. Soto Peimbert, a nombre de la Comisión de Presupuestos, pidió permiso para retirar la partida 11,179 y 11,222, a lo que no accedió la Asamblea. Considerada suficientemente discutida la partida 11,179, se reservó para su votación. Lo mismo se hizo con las 11,180, 11,202, 11,205 y 11,222, después de que el mismo C. Paz habló en contra de la primera y de que el C. Soto Peimbert pidió un voto reprobatorio para la última, con objeto de que fuera reformada por la Comisión.
"Se pasó nueva lista y con el quórum de ciento cuarenta y cuatro ciudadanos diputados se procedió a las votaciones de las partidas reservadas, que resultaron aprobadas como sigue:
"Partida 11,132 por ciento treinta y dos votos de la afirmativa contra doce de la negativa; partida 11,179 por ciento veintinueve votos de la afirmativa contra quince de la negativa; partida 11,180 por ciento veintisiete votos de la afirmativa contra diez y siete de la negativa; partida 11,202 por ciento veintiún votos de la afirmativa contra veintitrés de la negativa; partida 11,205 por ciento veintinueve votos de la afirmativa contra quince de la negativa y partida 11,222 por ciento diez votos de la afirmativa contra treinta y cuatro de la negativa.
"Sucesivamente se reservaron para su votación por haber renunciado al uso de la palabra los ciudadanos diputados que las habían apartado, estas partidas: 11,250 11,258 a 11,260, 11,268, 11,270, 11,271, 11,283, 11,286, 11,289 y 11,294 a 11,303, las que en seguida se aprobaron, siendo ciento treinta y ocho los votantes, es esta forma: 11,250 por ciento veinticuatro votos de la afirmativa contra catorce de la negativa; partida 11,258 por ciento veinticuatro votos de la afirmativa contra catorce de la negativa; partida 11,259 por ciento treinta y dos votos de la afirmativa contra seis de la negativa; partida 11,260 por ciento treinta y dos votos de la afirmativa contra seis de la negativa; partida 11,268 por ciento treinta y dos votos de la afirmativa contra seis de la negativa; partidas 11,270 y 11,271 por ciento veintinueve votos de la afirmativa contra nueve de la negativa; partida 11,283 por ciento veintiocho votos de la afirmativa contra diez de la negativa; partida 11,286 por ciento veintinueve votos de la afirmativa contra nueve de la negativa; partida 11,289 por ciento treinta y un votos de la afirmativa contra siete de la negativa; y partidas de la 11,294 a la 11,303 por ciento veintiocho votos de la afirmativa contra diez de la negativa.
"Por no encontrarse presente el C. morales César, quien las había apartado, se reservaron sin debate para su votación las partidas 11,323, 11,409, 11,438 y 11,440, habiéndose hecho lo mismo con las partidas de la 11,368 a la 11,406 por haber renunciado al uso de la palabra en contra de ellas el C. Toro.
"A consideración de la Asamblea la partida 11,454, la Comisión obtuvo permiso para retirarla en unión de la 11,504, con objeto de incorporarlas al Ramo de Comunicaciones y Obras Públicas.
"Se reservaron las partidas 11,457, 11,480, 11,481, 11,484, 11,492 y 11,501, después de que el C. Morales César habló en contra de las partidas 11,457, 11,480, 11,492 y 11,498 a 11,501, y de que el C. Gámiz Luis G., hizo lo propio respecto de la partida 11,457.
"Presidencia del C. Ramón Blancarte.
"Con una asistencia de ciento veintisiete ciudadanos diputados, se procedió a las votaciones de las partidas reservadas, las que fueron aprobadas de la manera siguiente:
"11,323, por ciento tres votos de la afirmativa, contra veinticuatro de la negativa; 11,368 a 11,406, por ciento catorce votos de la afirmativa, contra
trece de la negativa; 11,409, por ciento diez votos de la afirmativa, contra diez y siete de la negativa; 11,438 y 11,440, por ciento diez y seis votos de la afirmativa, contra once de la negativa; 11,457, 11,481 y 11484, por ciento diez y nueve votos de la afirmativa, contra ocho de la negativa.
"En el momento en que se recogió la votación acerca de la partida 11,480, reclamó el quórum el C. Valadez Ramírez, por lo que la secretaría pasó nueva lista, habiéndose comprobado por ella que solamente había en el salón ciento veinte ciudadanos representantes, se declaró que no había quórum.
"A las siete y cincuenta se cerró la sesión y se citó para las diez de la mañana del día siguiente."
Está a discusión el acta. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse poner de pie. Aprobada.
El C. Secretario Soto: Se va a dar cuenta con los asuntos en cartera:
"Secretaría de la Cámara de Senadores del Congreso de los Estados Unidos Mexicanos.- Sección 1a.- Número 141.
"Ciudadanos Secretarios de la honorable Cámara de Diputados.- Presente.
"El Senado, en sesión verificada ayer, aprobó el siguiente acuerdo:
"Único. Dígase al Presidente de la honorable Cámara de diputados que, habiendo reconsiderado esta Cámara el asunto que motivó la reunión del Congreso General a que se refirió en su citada comunicación, y estimando que la reunión del Congreso General en el caso de que se trata, es contraria a los preceptos de la Constitución, se abstiene de concurrir a la cita que se sirve indicar."
"Lo que transcribimos a ustedes para que se sirvan del conocimiento de esa honorable Cámara, como resultado del oficio número 251, de fecha 23 de noviembre último, reiterándoles las seguridades de nuestra atenta y distinguida consideración.
"Constitucional y Reformas.- México 13 de diciembre de 1918.-B. Germán, S.S..- Juan Barrón Vázquez, S.S."- A sus antecedentes.
"Suprema Corte de Justicia de la Nación.- México.- Correspondencia particular de los señores Magistrados.
"Diciembre 13 de 1918.- Señores Secretarios de la Cámara de Diputados del Congreso General de la República.- Ciudad.
"Muy respetados señores:
"Tengo la satisfacción de remitir a ustedes, para que se sirvan ofrecerlo a la honorable Cámara de Diputados, de que son dignos miembros, un ejemplar de mi libro "El Gobierno de Gabinete y la Evolución del Parlamentarismo en Inglaterra," que me permito dedicar a la biblioteca de esa ilustre Asamblea, como testimonio de mi estimación y respeto.
"A la vez hónrome protestando a ustedes mi más atenta consideración.- M. E. Cruz." -Recibo, y dénse las gracias.
"Honorable Asamblea:
"El subscrito, diputado en ejercicio por el 15 Distrito del Estado de Puebla, por estar atacado de gripa, respetuosamente os pide le concedáis, con dispensa de trámite y con goce de dietas, licencia durante su enfermedad, cuyo acto de equidad y de justicia os agradecerá.
"México, a 10 de diciembre de 1918.- Fortunato F. Méndez."
En votación económica se consulta si se dispensan los trámites a esta solicitud. Los que están por la afirmativa sírvanse poner de pie. Se dispensan los trámites. Está discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se consulta si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa servirán poner de pie. Concedida.
- El mismo C. Secretario: Los alumnos de la Escuela Odontólogica Nacional, presentan un memorial, en el que piden que se considere en el Presupuesto del Departamento Universitario, para el próximo año fiscal, lo relativo a la Facultad Odontológica.
Hacen suyo este memorial los CC. diputados Rodríguez de la Fuente, José de la Luz Ortiz y José María Suárez.- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.
Los ciudadanos Presidente, Vicepresidente y Secretario de la Sociedad Dental Maxicana, elevan un memorial, en el que piden se incluya en el Presupuesto de Egresos, en la parte relativa al Ramo Undécimo, la partida relacionada con la Escuela Dental.
Hace suyo este memorial la diputación del Estado de Hidalgo.- A las Comisiones de Presupuestos y Cuenta.
Los alumnos de la Facultad de Ciencias Químicas presentan un memorándum, en el que piden que en el Presupuesto de Egresos del año próximo se incluyan las partidas relativas a dicha Facultad.
Hace suyo el memorial la diputación del Estado de Hidalgo.- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.
Los CC. diputados Méndez Benjamín y Ríos Landeros, apoyados por la mayoría de la diputación de Guanajuato, presentan una iniciativa tendiente a que se incluya en el Presupuesto del Ramo de Comunicaciones y Obras Públicas, una partida de $15,000.00, destinada a las obras necesarias para introducir el agua potable a la ciudad de Dolores Hidalgo.- A la Comisión de Presupuestos.
Los CC. diputados Fernández Ledesma, Gómez Noriega, Aguilar Pablo, Camarena, González Marciano, Bolio y treinta y un firmantes más, presentan una iniciativa tendiente a que se modifique las partidas 11,493 y 11,494 del Ramo XI del Presupuesto de Egresos, estableciendo una subvención de $35,000.00 a la Orquesta Sinfónica Nacional y otra de $20,000.00 a la Escuela de Arte Teatral.- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.
- El mismo C. Secretario, leyendo:
"Comisiones unidas, 2a. de Guerra y 1a. de Gobernación.
"Señor:
"A las Comisiones unidas, 2a. de Guerra y 1a. de Gobernación, fue turnada una solicitud del ciudadano Gobernador del Estado de Veracruz, en la que manifiesta que es urgente obtener la pacificación de aquel Estado y asegurar la tranquilidad pública, siendo necesario para esto la organización de un cuerpo de seguridad pública, que constará de mil plazas como máximo y que se denominará Guardia Civil del Estado de Veracruz y, en esa virtud, pide autorización al Congreso de la Unión para proceder a la formación de dicho cuerpo.
"Las Comisiones estimán, fundándose en la fracción II de artículo 118 de la Constitución Política, que es de accederse a la petición, y se permiten someter a la deliberación de Vuestra Soberanía, el siguiente proyecto de ley:
"Artículo 1o. Se autoriza al ciudadano Gobernador del Estado de Veracruz, para que pueda organizar fuerzas de seguridad en el Estado, hasta por mil hombres, con carácter de transitorio.
"Artículo 2o. Dichas fuerzas dependerán directamente del Gobernador del Estado de Veracruz, y su sostenimiento será a cargo del Presupuesto de Egresos de dicha Entidad Federativa; pero quedarán sujetas a las prescripciones de la Ley Orgánica y de la Ordenanza General del Ejército actualmente en vigor, mientras se reglamenta y organiza la guardia nacional de dicho Estado, como lo previene la Constitución General de la República."
"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.- México, 21 de noviembre de 1918.-J. Siurob.- J. M. Alvarez del Castillo.- Marciano González.- Isauro Castillo Garrido.- Enrique Parra."
Está a discusión, en lo general, el dictamen. Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra sírvanse pasar a inscribirse. ¿No hay quién solicite el uso de la palabra? Se procede a la votación nominal. Se consulta, si se aprueba el proyecto de ley, en lo general. Por la afirmativa.
El C. Prosecretario Morales Sánchez: Por la negativa.
(Se recogió la votación.)
El C. Secretario Soto: Votaron por la afirmativa 134 ciudadanos diputados.
El C. Prosecretario Morales Sánchez: Votaron por la negativa 4 ciudadanos diputados, a saber: García Carlos, Leal Mariano, Mariel y Mena.
El C. Secretario Soto: En consecuencia, ha sido aprobado el proyecto de ley en lo general.
A discusión el artículo 1o.:
"Se autoriza al ciudadano Gobernador del Estado de Veracruz, para que pueda organizar fuerzas de seguridad en el Estado, hasta por mil hombres, con carácter transitorio."
Está a discusión. Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra pueden pasar a inscribirse. ¿No hay quien solicite el uso de la palabra? En votación nominal se consulta si se aprueba el artículo 1o.
El C. Prosecretario Morales Sánchez: Por la afirmativa.
El C. Secretario Soto: Por la negativa.
(Se procedió a recoger la votación.)
El C. Prosecretario Morales Sánchez: Votaron por la afirmativa 132 ciudadanos diputados.
El C. Secretario Soto: Por le negativa 5 CC. diputados: Fernández Martínez, García Carlos, Leal Mariano, Mariel y Mena.
Ha sido aprobado el artículo 1o.
A discusión el artículo 2o.
"Dichas fuerzas dependerán directamente del Gobernador del Estado de Veracruz y su sostenimiento será a cargo del Presupuesto de Egresos de dicha Entidad Federativa; pero quedarán sujetas a las prescripciones de la Ley Orgánica y de la Ordenanza General del Ejército, actualmente en vigor, mientras se reglamenta y organiza la Guardia Nacional de dicho Estado, como lo previene la Constitución General de la Rapública."
Está a discusión. Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra sírvanse pasar a inscribirse. ¿No hay quien solicite el uso de la palabra? En votación nominal se consulta si se aprueba el artículo 2o.
El C. Prosecretario Morales Sánchez: Por la afirmativa.
El C. Secretario Soto: Por la negativa.
(Se recogió la votación.)
El C. Prosecretario Morales Sánchez: Votaron por la afirmativa 139 ciudadanos diputados.
El C. Secretario Soto: Votaron por la negativa 4 ciudadanos diputados. Ha sido aprobado el proyecto de ley; pasa al Senado para los efectos constitucionales.
- El mismo C. secretario, dio lectura a la proposición hecha por los CC. Alejandre y De Anda, que contiene un proyecto de ley por el que se reforma la tarifa arancelaria en la parte relativa a equipo ferroviario de procedencia extranjera que entre al país por cualquiera de sus fronteras. (Esta proposición recibió primera lectura en la sesión del día 10 de diciembre y consta en el "Diario de los Debates de esa fecha.) Segunda lectura.
El C. Alejandre: Pido la palabra para fundar el proyecto de ley.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Alejandre: Señores diputados: Si queremos ayudar de hecho al obrero en alguna forma, debemos comenzar por proporcionarle los medios suficientes para que en nuestro país existan todos los talleres y no veamos, como actualmente pasa, que ellos mismo se hacen competencia. Yo puedo
citar infinidad de casos, a pesar de que en México sólo tenemos dos clases de obreros: los que trabajan en los ferrocarriles y los que trabajan en los talleres de telas, muy escasos por cierto en nuestro país; por consiguiente, mi argumentación principalmente estriba en que todos aquellos que deseamos en alguna forma ayudar al obrero, antes que leyes, debemos proporcionarles los medios suficientes para que trabaje. Ninguno de ustedes desconoce que a la fecha el setenta y cinco por ciento de obreros se encuentra sin trabajo; y es obligación del legislador hacer que todo aquello que puede construirse en el país, se haga aquí con el objeto de dar todas las facilidades y los medios necesarios para que subsista el obrero mexicano. Sólo por verdadera necesidad hemos conocido las aptitudes del obrero mexicano aquí en nuestro país; en México hace 40 años que se construyó un equipo ferroviario en el Ferrocarril Internacional y desde entonces a la fecha no se ha vuelto a construir nada, pues todos los equipos que nos vienen del extranjero y que fácilmente podrían construírse en la República, no se hacen por apatía de los que dominan o regentean un negocio de importancia, los que casi siempre tienden a favorecer a aquellos de procedencia extranjera; si estudiamos nosotros todo esto,- las tarifas ferroviarias que siempre son aprobadas en la Secretaría de Comunicaciones con ligereza y torpeza-, desde luego encontraremos que siempre se encuentran favorecidos todos los productos de origen extranjero. Voy a citarles, por ejemplo, este caso y es uno de los puntos esenciales de por qué en nuestro país nunca se ha desarrollado la industria nacional: tienen ustedes el carbón de piedra procedente de cualquiera de las fronteras de México, cuesta a México $9.50 la tonelada; en cambio el de Rosita o de otros puntos interiores del país y que es producción nacional, vale catorce pesos y centavos. Desde luego encuentran ustedes constantemente que siempre los productos de origen extranjero han sido favorecidos en todas las circunstancias y en todas la épocas; el legislador no solamente debe observar esto, sino que tiene la obligación de vigilar porque los nacionales encuentren un amplio radio de trabajo. Si nosotros nos preocupamos únicamente por darles las leyes y no procuramos que todos esos trabajadores constantemente puedan ser empleados en el país y no sean amenazados en sus intereses, de hecho encontramos un campo muy pequeño y todas estas leyes, bien intencionadas, que demos en favor de ellos, nunca surtirían los efectos necesarios, supuesto que constantemente vemos amenazada toda la producción nacional.
Esta petición que yo he puesto en consideración de ustedes, de hecho beneficiará a todo el país, pero especialmente a Sonora y Yucatán. Por Sonora y por Yucatán biene todo el equipo; en Yucatán entra por Progreso y entra ya casi preparado para entrar al país a los Ferrocarriles Unidos de Yucatán. Estableciéndose un taller, puede construirse todo el equipo que de hecho hay facilidades para ello; yo no soy aquél que crea que nosotros podemos hacerlo todo, pero lo que la práctica y la experiencia no enseña que puede producirse, debemos por todos los medios restringirlo para que se produzca aquí en el país, Vemos en Sonora igualmente, -porque tiene una gran extensión el Ferrocarril Sur Pacífico-, entrando este equipo por Nogales, puede establecerse una fábrica de importancia sea en Hermosillo, en Magdalena o en Guaymas y podrá dar magníficos resultados, siendo un equipo de mucha importancia el que tenga que usarse en esta región. Después viene la parte interior del país donde probablemente al aceptarse esta proposición y gravarse el equipo, tendrá que construirse todo el que se necesite, pues hemos visto que nuestros operarios son competentísimos y que sólo falta estimularlos a fin de que cualquier industrial que comprenda la importancia que esto reporta, pueda desde luego establecer fábricas que serán una fuente de riqueza para el país y un lugar donde el obrero mexicano pueda encontrar trabajo. Siempre he visto con tristeza que nosotros, por ejemplo, nos preocupamos por llevar a un amigo a la Contaduría Mayor de Hacienda o a alguna otra oficina para darle trabajo, a pesar de que esta clase de trabajos son momentáneos y sin importancia; si nos preocupáramos porque en nuestro país hubiera todas las industrias necesarias para que el setenta y cinco por ciento de los obreros que se encuentran sin trabajo hallara donde ocuparse, indudablemente que haríamos otra cosa, y voy a permitirme citar este caso para que se vea nuestra apatia en todo esto: por datos que he adquirido, el pueblo de México paga a los Estados Unidos por introducción de llantas para automóviles, la suma de nueve millones de pesos; y nosotros, en cambio, enviamos a los Estados Unidos la materia prima, porque tenemos todos los elementos suficientes. ¿Que ventajas no reportaría al país y al pueblo en general si el Gobierno de México en alguna forma estimulara el establecimiento de una fábrica de estos artefactos, que no requieren muchos conocimientos, ni son de mecha importancia? Si tal cosa se verificara, se aligeraría un poco este fardo tan pesado que gravita sobre el pueblo, nivelándose los presupuestos, y todos esos individuos que solicitan la protección del Gobierno por servicios prestados a la Revolución, hallarían trabajo, porque entonces el Gobierno podría ocupar en las fábricas a cinco, diez mil o más operarios.
Otro de los puntos esenciales que quiero repetir para que se fijen ustedes, por el cual yo he trabajado constantemente y que yo creo que es uno de los puntos esencialísimos y ventajosos para todos, es el fomento de la industria.
Si el Gobierno se fijara también en este otro punto: la minería actualmente está muerta, la minería no tiene ninguna importancia, porque el minero en pequeña escala pocas veces o casi en ninguna puede trabajar con organización y con orden sus pequeñas propiedades; las grandes fundiciones del país siempre tiene acaparado esto y cuando se interesan en alguna pequeña propiedad, no obstante que el ensaye es uno, después en el terreno de la práctica el rendimiento general les da una liquidación con un veinticinco o un cincuenta por ciento. Como en México no existe, de hecho, una fundición donde todo el minero pudiera recibir sus productos íntegros y solamente pagar una maquila, que sería lo justo, que sería lo equitativo, al Gobierno le toca vigilar por esos intereses y sería muy provechosa una fundición en Irapuato, otra en Parral
o en Chihuahua y otra en el norte de la República; traerían consigo el desarrollo general de la industria y tendríamos un mejoramiento general en todo nuestro pueblo, pues todos esos individuos que actualmente se encuentran sin trabajo, naturalmente vienen a la Capital y alguna vez el Gobierno, obligado por ellos, tiene la necesidad de crear un puesto o tiene la obligación de ayudarlos en alguna otra forma, porque hayan prestado algún servicio; pero en cambio no se preocupa porque fomentando o estimulando una industria en el país, ya sea nueva o de las ya establecidas, podría quitarse toda esa carga que pesa sobre él y que de hecho tiene la obligación forzosa de darles en alguna forma trabajo. Es, además, un vicio, porque he sabido de todos nosotros que si no vivimos del empleado, no podemos subsistir nunca.
Para terminar, les voy a citar a ustedes este caso, que es un caso elocuantísimo, que será precisamente en apoyo de esta petición, para que pase desde luego a Comisión y ya oportunamente les daré mayores informes: Últimamente ha pasado desapercibida para muchos de ustedes una junta que tuvieron aquí los cónsules norteamericanos; esa reunión, señores, fue tendiente a ver qué cosa podía venir al país de todo aquello a que se habían puesto mil restricciones. Estos señores, más observadores, más juiciosos y mucho más inteligentes que nosotros, comprendieron que de seguir esas restricciones para México, perderían su mercado importantísimo, uno de los mercados más inmediatos y más seguros, como es México. El Gobernador de Coahuila, uno de los buenos inteligentes y un hombre observador, comprendió que los pueblos fronterizos que siempre se han surtido de harina del mercado vecino, necesitaban que se les estimulara para que la produjera el país y no estuviera su vida económica sujeta a los productores extranjeros; y hemos visto que, gracias a ese apoyo y a ese impulso, la producción de trigo del año pasado y la de maíz de este año, no ha sido sólo suficiente para llenar las necesidades de este año, sino que bastará para el año futuro. Este hecho tan importante no pasó desapercibido para el Gobierno de los Estados Unidos; comprendieron que de no dar todas las facilidades para el comercio de ese artículo con nuestro país, más tarde perderían uno de sus mejores mercados.
Por todas estas razones que me he permitido poner a vuestra consideración, es por lo que deseo que se favorezca la producción y la construcción de todo aquello que pueda obtenerse en el país, recurriéndose únicamente al extranjero en casos especiales en que no tengamos artículos que sólo allá se producen. Un pueblo que no tiene asegurada su vida económica, siempre estará sujeto a las amenazas de aquél que lo surte, que le da vida. Más tarde, en la ocasión oportuna, manifestaré a ustedes toda la importancia que entraña esta iniciativa que tiende a favorecer directamente al obrero y a obtener una producción que tiene de hecho muchas facilidades y que ya se está obteniendo en el país, y para que más tarde, al venir el estado moral, no pierdan nuestros obreros una gran fuente de trabajo, ya que actualmente ascienden a cerca de cuatro mil los individuos que trabajan en la construcción y reparación de equipo ferroviario.
El C. Presidente: Tiene la palabra, en contra, el C. Méndez Benjamín.
El C. Méndez: Con pena vengo a hablar en contra de esta petición de dos de mis compañeros de gremio, porque, aun cuando están animados de la mejor voluntad para favorecer en esta forma al obrero mexicano, en sí esa proposición es un desatino y es un desatino por las siguientes razones: no existen en el país ningunas fábricas, ningunos talleres en donde se construyan carros de ferrocarril; lo que se hace es el revestimiento de madera de todo el herraje, que ya sea por su destrucción en la Revolución, o por su destrucción en los accidentes, queda en disponibilidad para poderse utilizar nuevamente; el herraje no se construye en el país, no se funden ruedas, no se hacen ejes en ninguno de los talleres de la República, ni en el taller de Aguascalientes, ni llantas, ni ninguna de esa clase de implementos, y el hecho de que los obreros mexicanos sean bastante competentes para el revestimiento de un carro en la parte del maderamen únicamente, no quiere decir que por este hecho vayamos a gravar la introducción de carros de ferrocarril en algo más de lo que valen, pues proponen los señores de la iniciativa que los furgones, jaulas y plataformas paguen impuestos arancelarios de dos mil pesos por cada una de esas piezas. Un furgón, en los Estados Unidos, vale ochocientos dólares igual no paga derechos de introducción-, es decir, mil seiscientos pesos mexicanos; proponen que se grave con dos mil pesos y, naturalmente, que al aprobar, si llegara a aprobarse desgraciadamente esta iniciativa para favorecer la industria nacional embrionaria y no sólo embrionaria, sino imaginaria únicamente, puesto que no hay ningunas fábricas en las que se pueda construir eso, los Estados Unidos responderían con otro gravamen de exportación más fuerte, para el herraje que nosotros aprovecharíamos únicamente en el país en revestirlos. En la Revolución se destruyeron aproximadamente seis mil carros de ferrocarril, incluyendo coches, jaulas y plataformas; por medio de iniciativas particulares han logrado revestirse de maderamen únicamente como mil ochocientos carros; por lo tanto, los ferrocarriles están en una necesidad absoluta de importar equipo de los Estados Unidos y tengo entendido que hay un pedido bastante fuerte, tanto en coches como en furgones, para subvenir a las necesidades del movimiento de cereales que se avecinan en el próximo año. Esta iniciativa indudablemente que sería muy buena únicamente, es decir, cuando en el país hubiera fábricas para construir esos carros, tanto en su herraje como en su maderamen en grande escala y que se pudiera favorecer la industria nacional en esa forma; pero no en la forma exagerada de dos mil pesos por cada carro, que es algo más de su valor. Por lo tanto, suplico que ni siquiera toméis en consideración esta iniciativa y que se aplace para otra oportunidad.
El C. Alejandre: Pido la palabra para una aclaración.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Alejandre: Me permito hacer del conocimiento de la Asamblea que no es exacto, como dice el C. Méndez, que ni siquiera se construyen carros en el país; yo desearía que fuera a Acámbaro, donde yo he construído carros, absolutamente de todo
a todo. Actualmente en Aguascalientes y en Monterrey se construye todo el herraje necesario, desde las ruedas, ejes, etc.; así es que lo principal que se requiere es la madera y ésta la tenemos en abundancia y muy barata. Respecto a que un carro costaría hasta $2,500.00, debo decir que no es exacto, porque ha subido tanto el precio de un equipo en los Estado Unidos, que el que corresponde a todo un carro no baja de dos mil quinientos dólares. Por consiguiente, al gravarse la forma que se pretende, la cuota es todavía equitativa; lo único que se pretende es favorecer la producción nacional. Después, al estudiarse la iniciativa minuciosamente, entonces el señor Méndez, el que habla o alguna otra persona, haremos la reforma que más convenga; por ahora lo único que se pretende es que pase a Comisión. Esta hará un estudio exacto y preciso y dirá si es o no de aprobarse, exponiendo los datos que reúna, y entonces yo suministraré más amplios informes para que se vea si efectivamente es conveniente o inoportuno el proyecto.
El C. Méndez Benjamín: Pido la palabra para una aclaración.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Méndez: Debo aclarar que el C. Alejandre ha reconstruído carros con herrajes que los Ferrocarriles le han proporcionado, es decir, las ruedas y los ejes; él únicamente ha hecho el revestimiento por una cantidad insignificante de $300.00 o $400.00, e insisto en que en ninguna parte de la República hay fábricas de equipo para carros de ferrocarril. Señor Alejandre, ¿en qué parte del país se construyen llantas de acero y ejes?
El C. Alejandre: Pido la palabra para contestar.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Alejandre: Existe en el ferrocarril Internacional la "Serie E," donde, como puede usted informarse, se han construído llantas. Infórmese usted allí y verá si hace cuarenta años no se construyó ese herraje y hasta las llantas que actualmente sí se hacen, son probablemente peores, pero vea usted cómo hace cuarenta años el Ferrocarril Internacional construyó todo su equipo, que actualmente se considera con el nombre de "Serie E."
El C. Méndez: ¡Esa fue una experiencia que se hizo!
El C. Secretario Soto: Habiendo hablado ya los oradores que indica el Reglamento, se va a consultar a la Asamblea si se admite a descisión, con objeto de que esta iniciativa de ley pase a Comisión. En votación económica se pregunta a la Asamblea si se acepta a discusión. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Se acepta a discusión; pasa a las Comisiones unidas de Hacienda en turno e Industria y Comercio.
El C. Andrade Priego: Reclamo el trámite.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Andrade Priego: Debe ir a las Comisiones unidas de Hacienda y Ferrocarriles y no a las Comisiones a que ha sido turnada.
El C. Alejandre: Reclamo trámite.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Alejandre: Yo pido que sea a las Comisiones de Hacienda, Ferrocarriles e Industria y Comercio, porque las tres están afectadas en este caso.
El C. Presidente: La presidencia no tiene inconveniente en adicionar la Comisión que se ha indicado.
El C. Secretario Soto: Ha sido modificado el trámite en el sentido de que pase también este asunto a la Comisión de Ferrocarriles.
- El mismo C. Secretario, leyendo:
"3a. Comisión de Guerra.
"Señor:
"A la tercera Comisión de Guerra que subscribe, fue turnado para su estudio el proyecto de ley presentado por el C. diputado Octavio M. Trigo, por el cual pide se incapacite a los extranjeros para prestar sus servicios con carácter militar en el Ejército Nacional y Armada o en cualquiera dependencia del mismo con tal carácter.
"La propia Comisión encuentra muy loable el fin que persigue el mencionado proyecto, esto es, formar un Ejército verdaderamente nacional en el que pueda la Patria confiar la defensa de su soberanía e integridad. En la actualidad son numerosos los elementos extranjeros que prestan sus servicios en dicha institución; pero esto obedece al gran movimiento revolucionario, que surgió en el país, y que por su intensidad necesitó de los contingentes extranjeros que voluntariamente engrosaron sus filas.
"Esta Comisión, si bien conceptúa que los comprendidos en este caso merecen la consideración del Gobierno emanado de la Revolución, asimismo considera que no deben continuar al servicio de las armas, cuando ya no se trata de las legiones revolucionarias, sino del Ejército Nacional; esto por una parte y, por otra, que haya un número considerable de Jefes y Oficiales del Ejército en depósito, que el Gobierno se ve obligado a pagar sus haberes sin que presten servicio alguno.
"En todo el mundo, con excepción hecha de los Estados Unidos de América, donde sólo basta para ser miembro de su Ejército la naturalización, es requisito indispensable en el resto, de ser hijo de padres de la nacionalidad de que se trata por nacimiento.
"Por las razones antes expuestas someramente, pero que cree la Comisión que son suficientes para llevar al convencimiento vuestro la conveniencia de aprobar el proyecto de ley del C. Trigo que sometemos a la deliberación de esta honorable Asamblea y que espera merezca su aprobación, en los términos siguientes:
PROYECTO DE LEY
"Artículo 1o. Para ser general, jefe, oficial, clase o tropa del Ejército o Armada Nacionales, será condición indispensable ser ciudadano mexicano por nacimiento, hijo de padres mexicanos, mayor de veinte años y estar en pleno goce de los derechos de ciudadanía.
"2o. En las hojas de servicios de los generales, jefes y oficiales, deberán en todo caso figurar el acta de nacimiento expedida por el correspondiente Juez de Registro Civil; a falta de éste
deberá presentarse información testimonial practicable ante un juez de 1a. Instancia que sirva para comprobar el origen del individuo.
"Artículo 3o. Los individuos que al expedirse esta ley sirvan al Ejército Nacional, y no llenen los requisitos que requieren los dos artículos precedentes, serán inmediatamente licenciados, sin atender a los servicios que hayan prestado, los cuales podrá recompensar el Ejecutivo empleando a dichos individuos en cualquiera otro ramo que no sea el de Guerra.
"Artículo 4o. Cuando el Gobierno Mexicano se vea obligado por circunstancias especiales a aprovechar en las fábricas de armas, explosivos, arsenal y demás establecimientos técnicos de origen militar, los servicios de extranjeros, podrá hacerlo; pero con la taxativa de que tales individuos sólo tendrán carácter militar en los momentos precisos de sus funciones, y en ningún caso usarán insignias ni uniformes de Ejército Nacional y nunca ni por ningún concepto podrán tomar el mando de fuerza alguna.
"Los empleados en la Secretaría de Guerra y demás establecimientos de carácter militar quedarán igualmente sujetos a las prescripciones de la presente ley.''
"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.- México, 26 de noviembre de 1918.- Luis Espinosa.- D. Bravo Izquierdo.- Miguel Rosas."
Está a discusión en lo general este proyecto de ley. Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra sírvanse pasar inscribirse.
El C. Presidente: Están inscriptos en contra los CC. Leal, Franco Agustín, Pérez Vela, y Velázquez López. Tiene la palabra en contra el C. Mariano Leal.
El C. Leal: Honorable Asamblea: Toda ley, aun cuando haya sido aceptada y promulgada, para que pueda tener valor y pueda ser efectiva, necesita no estar en pugna con la Constitución General de la República. El proyecto de ley que en estos momentos se presenta a la consideración de ustedes, está en abierta pugna con los preceptos relativos a que voy a dar lectura, de la Constitución General. No me explico cómo este dictamen, en abierta pugna con dicha Constitución, haya sido subscrito por un constituyente, el señor Luis Espinosa. En efecto, el artículo 1o. dice que: "Para ser general, jefe, oficial o tropa del Ejército o Armada Nacional, será condición indispensable ser ciudadano mexicano por nacimiento, hijo de padres mexicanos, mayor de veinte años y estar en pleno goce de los derechos de ciudadanía."
¡Es casi inconcebible que en tan pocos renglones haya tantas aberraciones jurídicas! En efecto, requiere esté artículo que para ser miembro del Ejército se sea ciudadano mexicano; y bien sabido que la Constitución uno de los requisitos que señala para ser ciudadano mexicano es tener veintiún años cumplidos, por otra parte, en este mismo artículo se dice que basta tener veinte años: se exigen, pues, dos condiciones contradictorias; aquel que tenga veinte años de edad puede ser miembro del Ejército y por otro lado se exige que sea ciudadano mexicano. Se ve, en consecuencia, la aberración: se exige que sea ciudadano mexicano y puede serlo aquel que no tenga ventiún años. Además, se exige al interesado que sea ciudadano mexicano por nacimiento e hijo de padres mexicanos. La Constitución impone a todos los ciudadanos en su artículo 31, fracción III, alistarse y servir en la Guardia Nacional conforme a la Ley Orgánica respectiva; y este artículo, al impedir a los ciudadanos que no sean hijos de padres mexicanos, pero que si sean mexicanos por nacimiento, los inhabilita también para cumplir esta prerrogativa que les da la Constitución; les impide asimismo satisfacer el derecho que el artículo siguiente, el 32, impone a todos los ciudadanos, obligación de servir en el Ejército y alistarse en la Guardia Nacional. Es, pues, un absurdo querer privar al ciudadano mexicano en una ley de un derecho que le da la Constitución querer que el soldado mexicano, aun cuando sea un recluta, sea hijo de padres mexicanos, es exigir para éstos mayores requisitos que se exigen para ser diputado o para ser Gobernador de Estado. La Constitución General de la República únicamente exige para desempeñar alguna función, ser ciudadano mexicano, e hijo de padres mexicanos para el Presidente de la República. Es absurdo que se quieran equiparar los requisitos que se exigen al recluta del Ejército, con los requisitos que la Constitución exige única y exclusivamente para ser Presidente de la República.
Son tan claras estas aberraciones, son tan claras las consideraciones que acabo de hacer respecto de la anticonstitucionalidad de esta ley, que a fin de no perder el tiempo en discutir una ley que aun cuando se aprobara no podría tener valor por estar en abierta pugna con la Constitución de la República, es por esto por lo que me permito suplicar a la Comisión se sirva retirar el dictamen, para no perder el tiempo, y presentarlo de acuerdo con los preceptos de la Constitución General de la República.
(Aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra en pro el C. Espinosa Luis.
El C. Espinosa Luis: Ciudadanos diputados: No se si el compañero que vino a impugnar el dictamen presentado a vuestra consideración es o no abogado, pero sea o no sea, esto poco importa, y yo lo lamentaría únicamente porque me explico que sólo una persona que no sea abogado puede venir a sustentar la teoría tan absurda que acaba de sustentarse, en la forma, más bien dicho, que impugnó el dictamen tachándolo de anticonstitucional.
Se dice que la Constitución establece como obligación a todo ciudadano mexicano el prestar sus servicios en el Ejército Nacional y naturalmente para ser ciudadano maxicano puede serse por dos maneras: por nacimiento o por naturalización y es aquí por lo que creen ver que el dictamen está en pugna con el texto constitucional. Esto es, en mi concepto, verdaderamente absurdo, porque este criterio sólo puede tenerse cuando se ha visto el asunto en su forma superficial y no en su fondo. ¿Qué incompatibilidad tiene con la Constitución el que se diga por medio de un dictamen que sólo podrán prestar sus servicios en el Ejército los mexicanos por nacimiento? ¿En dónde está la pugna con el precepto constitucional? En todo caso debe tomarse esta iniciativa que ahora se somete a la consideración
de esta Asamblea, como una ley que reglamenta el artículo constitucional respectivo, pero de ninguna manera se puede decir que está en contradicción con la Constitución lo que aquí se pide, de que para ser soldado de la Patria se debe ser mexicano por nacimiento, y naturalmente, desde el momento que la Constitución no dice que no puede ponerse esta taxativa, desde el momento que la Constitución no dice que no pueda hacerse una reglamentación en este sentido, no veo yo dónde está la pugna con el artículo constitucional para que pueda decirse, con razón, que esta iniciativa está fuera de los preceptos de esa misma Constitución.
En cuanto a la segunda objeción de que se incluya aquí como condición el que serán los ciudadanos mayores de veinte años los que podrán tomar las armas, está en las misma condiciones que el primer punto, es decir, es un artículo reglamentario de la Constitución respectivo que dice que los ciudadanos mexicanos lo serán cuando tengan diez y ocho años, cuando sean casados, o veintiuno si son solteros. Así pues, esto no es incompatible con el texto constitucional; aquí lo único que se pide es que un individuo, aunque sea ciudadano porque tenga diez y ocho años o diez y nueve años siendo casado, no puede ser soldado hasta que no tenga los veinte cumplidos como se solicita por medio de este dictamen. Así pues, esto no es más que un requisito de reglamentación que no está en pugna de ninguna manera con el precepto constitucional. Si dijéramos aquí podrían prestar sus servicios individuos que tuvieran menos de diez y ocho años, podrá objetarse esto de anticonstitucional, porque un individuo menor de diez y ocho años claro está que, aun siendo casado, no es ciudadano. No veo, pues, dónde está la razón para que se objete como anticonstitucional este segundo punto; naturalmente, no escapa a la consideración de los ciudadanos diputados que nosotros hemos creído muy conveniente que el soldado no sea menor de veinte años, porque es cuando el hombre ya está, si no en la plenitud de su desarrollo físico, si en condiciones suficientemente fuertes para poder soportar todas las fatigas de la vida militar. En cambio, un individuo menor de esta edad, probablemente en lugar de ser un elemento útil en el Ejército, sea un individuo que por no llenar todos los requisitos indispensables, supuesto que no tiene la fuerza física necesaria, ni la práctica se adquiere también por medio de los años, ni los conocimientos suficientes para ser un buen miembro del Ejército, no podrá estar capacitado para serlo; en cambio, el individuo que ha pasado de los veinte años, es un hombre que tiene ya sus facultades completas y que, por lo tanto, puede tener un concepto completo de lo que es ser soldado de la Patria.
En cuanto al requisito de ser mexicano por nacimiento, es un requisito aceptado en la mayor parte de las repúblicas o de las naciones del mundo, excepto Estados Unidos, donde todo está formado a base de mercantilismo. Allí sí se acepta el reclutamiento con individuos que no están ni siquiera nacionalizados pero en México, donde nuestro origen, donde nuestras costumbres y nuestro modo de ser en general, son tan distintos de los del país vecino, es muy natural que nosotros seamos celosos defensores de esta institución tan necesaria que se llama Ejército, y lo hemos visto en esta última Revolución; muchos extranjeros nacionalizados o no nacionalizados otros, se lanzaron a la corriente del río revuelto, nada más que para enriquecerse, siendo dentro de esta gran Revolución simples aventureros, sin llegar a comprender nunca los altos ideales del pueblo mexicano. Estos individuos extranjeros, nacionalizados o no, han servido únicamente para desprestigiar al Ejército, porque con su ansia insaciable de dinero, se han dedicado exclusivamente al lucro, dejando de cumplir siempre con los deberes que aceptaron voluntariamente como soldados. Es, puedo asegurar el elemento más nocivo en la Revolución actual, el elemento extranjero, nacionalizado o no, que ha servido para cometer toda clase de abusos y atropellos, escudados no sólo en su carácter de militares de ocasión, sino también en su nacionalidad y, naturalmente, los que hemos visto de cerca estas deficiencias, los que hemos visto de cerca estas grandes desventajas, los que hemos visto que el elemento extranjero sólo ha servido para desprestigiar el buen nombre del Ejército, queremos, con una buena intención, que sean expulsados desde luego del Ejército Nacional, y es por esto que también esta iniciativa, en uno de sus capítulos pide que estos individuos que indebidamente están prestando actualmente sus servicios en el Ejército, sean expulsados desde luego. No se excluye al extranjero para que pueda prestar sus servicios científicos en las oficinas propiamente militares, ellos prestarán sus servicios en la Armada o aquí en los grandes centros militares; pero desde le punto de vista enteramente científico y sin carácter militar de ninguna naturaleza, sin deshonrar el uniforme del Ejército, o más bien dicho, del soldado mexicano, puesto que ellos jamás podrán sentir nuestras necesidades, jamás podrán comprender de los ideales que sólo puede sentir el mexicano por nacimiento, y resulta contrasentido, resulta una inconsecuencia dar al extranjero el sentimiento que puede tener únicamente el mexicano; esto es sencillamente un absurdo. En buena hora que se utilicen los servicios de los militares extranjeros, pero en el terreno exclusivamente técnico, en la parte exclusivamente científica; pero de ninguna manera se haga al soldado del pueblo mexicano la grave ofensa de ponerle como jefe al frente de él, a extranjeros que no son más que aventureros que vienen sedientos de riqueza. Los que tenemos este concepto enteramente real, los que hemos palpado los grandes perjuicios que ha traído al Ejército la intromisión de los extranjeros, no podemos menos que pedir con todo entusiasmo la supresión inmediata de estos individuos que son altamente nocivos a la institución. (Siseos.) No me explico los siseos de los ciudadanos diputados, que demuestran su inconformidad con esta teoría; se conoce que ellos no han visto de cerca lo que es un militar extranjero en las filas del Ejército Mexicano, ellos no han visto como pasan los jefes y oficiales extranjeros entrometidos en las fuerzas mexicanas por los pueblos de la República, como negociantes enteramente metalizados, sin pregonar jamás una idea alta, porque a ellos no les importa eso; ellos van únicamente aprovechándose del momento para enriquecerse a
costa de los infelices; ellos van únicamente engrosando las filas del Ejército para cometer todos los atropellos que puede cometer un hombre que está apoyado en la fuerza bruta, en pro de sus intereses particulares, y me explico que sólo estos ciudadanos representantes que no han sido militares, que no conocen de cerca la actuación de estas clases en nuestro Ejército, puedan sentirse descontentos con la iniciativa que ahora se presenta, que es por mil títulos saludable; pero lo que hemos visto cómo estos individuos han procedido, que han llenado de baldón a jefes muy respetables del Ejército, cómo han sido los primeros en desprestigiar a jefes dignos, no podemos, bajo ningún concepto, aceptar que sigan perteneciendo al Ejército por más tiempo, y de allí la necesidad de venir a solicitar de Vuestra Soberanía un decreto que trate precisamente de remediar este mal que ya se ha arraigado y que necesario extirpar de raíz.
Así, pues, señores diputados, termino pidiendo que, sin perjuicios, se medite en esta iniciativa y que se vea que, no siendo anticonstitucional y sí, en cambio, siendo muy necesaria para depurar al Ejército, sea aprobada desde luego. (Aplausos.)
El C. Presidente: A petición del C. Fernández Martínez, se va a dar lectura a un artículo constitucional.
- El C. Secretario Soto, leyendo:
"Artículo 32. Los mexicanos serán preferidos a los extranjeros, en igualdad de circunstancias. para toda clase de concesiones y para todos los empleos, cargos o comisiones del Gobierno en que no sea indispensable la calidad del ciudadano. En tiempo de paz ningún extranjero podrá servir en el Ejército ni en las fuerzas de la policía o seguridad pública.
"Para pertenecer a la marina nacional de guerra y desempeñar cualquier cargo o comisión en ella, se requiere ser mexicano por nacimiento. Esta misma calidad será indispensable en capitanes, pilotos , patrones y primeros maquinistas de los buques mercantes mexicanos, debiendo tenerla, además, los que compongan las dos terceras partes de la tripulación."
El C. Fernández Martínez: Para una aclaración, señor Presidente.
El C . Presidente: Tiene la palabra el C. Fernández Martínez.
El C. Fernández Martínez: Para hacer notar tan sólo al señor Espinosa, que está perfectamente expresado en la Constitución que solamente los extranjeros no podrán servir en el Ejército en tiempo de paz. Se deduce que los mexicanos por nacimiento o por naturalización, sí pueden servir y está perfectamente probada la inconstitucionalidad del artículo.
El C. Franco Agustín: Señores diputados Quiero suponer móviles generosos y sentimientos patrióticos en el autor del proyecto de ley sobre la organización del Ejército Nacional, y quiero suponer también en la honorable Comisión dictaminadora las mismas cualidades; pero desgraciadamente, estos sentimientos generosos vienen a estrellarse contra el precepto terminante de la Carta Constitucional. En consecuencia, podemos suponer este proyecto de ley como injusto y arbitrario, por el sólo hecho de oponerse a los preceptos constitucionales a que luego aludiré.
El Artículo 1o. del proyecto que podemos considerar como substancial o substantivo, tiene el imperativo o tiene la exigencia de que únicamente integrarán el Ejército Nacional los mexicanos nacidos de padres mexicanos. Está fuera de duda que este precepto se opone a lo dispuesto en la fracción III del artículo 31 y a la fracción IV del artículo 35 constitucional, que establece como obligación o prerrogativa de los ciudadanos mexicanos el alistarse en el Ejército Nacional para la defensa de la República. Vamos a suponer que esta ley prospera o que llega a tener la sanción del Ejecutivo. Desde luego tendremos aquí una ley ordinaria que se opone a la ley constitucional, y los mexicanos naturalizados que sirvan o no en el Ejército, al ver arrebatados sus derechos, pueden perfectamente ocurrir a la justicia de la Unión en demanda de amparo. Probablemente la justicia de la Unión, siguiendo la doctrina del jurisconsulto Jéze, que dice que cuando una ley ordinaria se opone a la ley constitucional y el tribunal se encuentra en presencia de dos textos contradictorios, con seguridad que aplicará la Ley Suprema, o sea la ley constitucional. En consecuencia, el artículo 1o. del proyecto aludido, se opone terminantemente a los preceptos constitucionales invocados y moverán el recurso de amparo.
El artículo 3o. del proyecto dispone que sean desde luego retirados todos los extranjeros; quiero suponer que se refiere a los extranjeros mexicanizados, es decir, a los mexicanos nacionalizados y no establece ninguna indemnización; pone potestativemante al Ejecutivo la facultad de dárselas o no en los otros servicios públicos y la jurisprudencia francesa, al responder a las transformaciones del derecho público, viene sosteniendo desde el año de 1903 que el Estado incurre en responsabilidad siempre que ordene el cese o la separación de empleados, funcionarios, individuos de servicio y que en consecuencia está obligado a la indemnización, cualquiera que sea el agente administrativo que ordene el cese, ya sea Presidente de la República, un Ministro, o un jefe subalterno cualquiera. Además esta ley, por el solo hecho de herir derechos adquiridos. -pues hemos de suponer a los militares y a la milicia como una carrera-, viola el artículo 14 constitucional, porque tiene un efecto retroactivo, el efecto retroactivo es aquel que se aplica a casos anteriores y es una regla jurídica tradicional que la ley debe siempre mirar al porvenir, porque de lo contrario violaría la seguridad de los derechos adquiridos por las personas. En vista de esta oposición que existe entre este proyecto de ley y los preceptos constitucionales invocados, procede desde luego rechazarlo, pues de lo contrario se llegaría a aprobar por nuestros legisladores ordinarios una ley que se opondrá a la ley constitucional. Sin entrar en otro orden de consideraciones de carácter moral o de carácter nacionalista y siendo evidente la inconstitucionalidad de este proyecto de ley, los mexicanos naturalizados por el solo hecho de que esta ley les arrebata derechos establecidos por la Constitución, podrán perfectamente exclamar ante este proyecto de ley lo que Enrique Kleist puso en boca de uno de los héroes de sus novelas: "Más vale ser perro que hombre al verse pisoteado en sus derechos." (Aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra en pro el C. Trigo.
El C. Trigo: Honorable Asamblea: Es materialmente pasmoso que en estos momentos en que todo el mundo clama contra la inmoralidad de un Ejército, clama contra la fuerza armada por haberse formado con chusmas que fueron a la Revolución, haya individuos que en esta misma Cámara hayan venido a decir en pasados días que sentían horror de que hubiera jefes que colgaban a individuos en los campos de la República, quienes vengan a oponerse a una ley que tiende a moralizar de hecho, de nacimiento, al Ejército Nacional.
El C. Leal y otros ciudadanos diputados me han hablado de la anticonstitucionalidad de la ley, y voy a estudiar la cuestión bajo este punto de vista. Se dice que es anticonstitucional la ley, fundándose principalmente en un error de redacción. El artículo 1o dice: "Para ser general, jefe, oficial, clase o tropa del Ejército o Armada Nacional, será condición indispensable ser ciudadano mexicano por nacimiento, hijo de padres mexicanos, mayor de veinte años, y estar en pleno goce de los derechos de ciudadanía."
Desde luego la palabra "ciudadano" ha sido algo que por error de redacción se puso en este proyecto de ley y que desde luego yo pido a la Comisión que se sirva retirar la frase de "ciudadano" y que quede en esta forma: "Mexicanos por nacimiento e hijo de padres mexicanos." He hecho esta aclaración por lo que toca a este punto.
El segundo punto que bajo la cuestión anticonstitucional analizó el C. Franco, dice que la ley que yo presento está en pugna con los artículos 31 y 35 de la Constitución. Voy a demostrar a esta H. Asamblea que no hay nada más falso que esto que ha asentado el C. Franco. El artículo 31 dice:
"Articulo 31. Son obligaciones de los mexicanos:
"I. Hacer que sus hijos y pupilos menores de quince años concurran a las escuelas públicas o privadas para obtener la educación primaria elemental y militar, durante el tiempo que marque la Ley de Instrucción Pública en cada Estado.
"II. Asistir en los días y horas designados por el Ayuntamiento del lugar en que residan, para recibir instrucción cívica y militar que los mantenga aptos en el ejercicio de los derechos de ciudadano, diestros en el manejo de las armas y conocedores de la disciplina militar.
"III. Alistarse y servir en la Guardia Nacional, conforme a la ley orgánica respectiva, para asegurar y defender la independencia, el territorio, el honor, los derechos e intereses de la Patria, así como la tranquilidad y el orden interior; y
"IV. Contribuir para los gastos públicos, así de la Federación como del Estado y Municipio en que residan, de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes."
Como se ve, desde luego la prevención constitucional se refiere a la Guardia Nacional, que es una institución completa y absolutamente distinta a la institución Ejército, que es el Ejército de línea propiamente dicho. No toco yo a la Guardia Nacional que no es sino en realidad la fuerza de reserva creada para guardar el orden interior de un país. Por lo tanto, no hay violación del artículo 31 como se aseguraba. El artículo 35 que igualmente citaba el C. Franco, dice así: Son prerrogativas de los ciudadanos.." Sale sobrando desde luego, puesto que acabo de decir que por un error de redacción se asienta "ciudadanos mexicanos" en el proyecto de ley, más bien dicho, debe decir: "mexicanos por nacimiento." Pero a pesar de esto, suponiendo que existiera la frase "ciudadano:" "IV. Tomar las armas en el Ejército o Guardia Nacional, para la defensa de la República y de sus instituciones, en los términos que prescriben las leyes."
Se trata de una ley reglamentaria del artículo constitucional que establece que para ser miembro del Ejército Nacional se necesita ser mexicano por nacimiento o hijo de padres mexicanos; desde luego se ve que da en la prevención constitucional el derecho de que haya una ley que reglamente este artículo; no puede caber la anticonstitucionalidad por este capítulo. En realidad de verdad el único punto que puede ser tocado, que puede, partiendo de una base completamente sofística, decirse que está en pugna con este proyecto, es el artículo 32 de la Constitución que dice:
"Artículo 32. Los mexicanos serán preferidos a los extranjeros en igualdad de circunstancias, para toda clase de concesiones y para todos los empleos, cargo o comisiones del Gobierno en que no sea indispensable la calidad de ciudadano. En tiempo de paz ningún extranjero podrá servir en el Ejército ni en las fuerzas de policía o seguridad pública.
"Para pertenecer a la marina nacional de guerra y desempeñar cualquier cargo o comisión en ella, se requiere ser mexicano por nacimiento. Esta misma calidad será indispensable en capitanes, pilotos, patrones y primeros maquinistas de los buques mercantes mexicanos, debiendo tenerla, además, los que compongan las dos terceras partes de la tripulación."
Desde luego, aun cuando ya dije que con muy buena voluntad por parte de los impugnadores del proyecto podría verse la inconstitucionalidad, desde luego sostengo que el proyecto de ley por mí presentado no es sino propiamente una reglamentación del artículo 32 constitucional. Se dice que en tiempo de paz no debe haber en el ejército extranjeros, y yo pregunto: en un país como el nuestro, ¿quién califica cuándo está en paz? ¿Cuándo podemos asegurar que México estará en paz? No puede decirse haber estado en paz durante los treinta años de Porfirio Díaz, porque, en realidad, no había paz, puesto que había levantamientos en el país, pero, en realidad, de verdad, no hubo paz en México, y pretender que en la actualidad exista la paz en México, también es otro error. Si vamos a esperar pacientemente cien años para que en el Ejército empiece a formar algo netamente nacional, como debe serlo - pues si en alguna institución debemos llegar al radicalismo más completo, es en el Ejército-, es casi seguro que toda la vida tendremos a esos árabes luciendo las insignias del Ejército Nacional y a otros individuos que, si bien es cierto que hay algunos que tienen grandes méritos, hay otros que no sirven sino para el desprestigio de la institución Ejército Nacional. Yo creo, señores diputados, que en un país joven como México es de gran
importancia la corriente inmigratoria en general; un país joven como México, sin la concurrencia del extraño no podrá jamás llegar al auge más completo, que es de ambicionar para todos los países; pero pretender con esto que porque necesitamos la corriente extranjera, ésta debe llegar hasta el Ejército, a mi modo de ver es un absurdo. Si queremos empezar por hacer obra netamente nacionalista, es por el Ejército por donde debemos comenzar; si el Ejército es la institución llamada a defender el honor de un país, ¿cómo le vamos a confiar al amigo la defensa de nuestro honor, si el honor lo defiende solamente el propio, aquel quien el honor estima y quien debe defenderlo necesariamente? ¿Por qué vamos a confiar la defensa de nuestras instituciones a individuos que no tienen las mismas ligas, que no tienen el mismo interés nuestro en conservar la integridad territorial e independencia que conservamos los mexicanos? Ya se que me pueden ustedes presentar los casos de Mina y otros muchos individuos que con gran suma de identidad han venido a colaborar con nosotros por nuestra independencia y nuestra libertad, pero pregunto: ¿estos hechos aislados deben contribuir necesariamente, en general deben servirnos de norma para formar y para hacer una ley? Indudablemente que no. Hay quien asegure también que tenemos el ejemplo muy próximo en los Estados Unidos de Norte - América, que en sus filas reciben a todos, absolutamente a todos. (una voz: ....Y Francia.) No, señores, en Francia no se reciben en el Ejército a ningún extranjero, existe la "Legión Extranjera," que no son componentes del Ejército Nacional. Un coronel de la "Legión Extranjera," pero no del Ejército Nacional. Los Estados Unidos, que es el país que en realidad de verdad admite extranjeros, porque no les exige ni siquiera la condición de ciudadanos de Norteamérica para ir a filas, se puede poner como ejemplo; pero, pregunto yo: ¿es que el mismo poder de atracción que tienen los Estados Unidos, tiene México? ¿Es que las mismas facilidades para la vida que hay en Estados Unidos, se encuentran en México? Ser soldado en Estados Unidos es una canongía; ser soldado en Estado Unidos es tener cerradas para siempre las puertas de la miseria, es darse una vida regalada; un individuo que gana quince dólares mensualmente, que tiene magnífica casa, magníficos alimentos, magnífico vestuario -que ya lo quisiera, no un soldado, sino un general de división en México-, ¿cómo no ha de ser un motivo, señores, de interés para que a ese Ejército vayan extranjeros y para que en ese Ejército los extranjeros estén relativamente bien y con deseo de servir en él. En cambio, el Ejército Mexicano ha sido, es y será por muchos años -como casi todos los ejércitos de los países hispanoamericanos-, como lo hemos conocido y no es sino por la condición misma de nuestro carácter, por ese espíritu dominante que tenemos hacia el inferior, algo que necesariamente trae como consecuencia la enajenación del criterio, la enajenación del pensamiento y de todo absolutamente en el individuo; el soldado mexicano desde que llegan al cuartel no tienen libertad, no va sino a tener sufrimientos continuos, puesto que en campaña son las eternas privaciones, en el cuartel siguen igual, la falta de vestuario, la falta de medios para vivir decorosamente; ustedes recordarán que en los tiempos mismos de don Porfirio, cuando el Ejército se decía que había llegado al colmo del perfeccionamiento, los oficiales tenían que empeñar la espada para poder comer, porque carecían del pan para llevarlo a la boca. Había coroneles que tenías empeñada su paga con usureros, porque no les alcanzaba su sueldo para vivir decorosamente. Con estas comparaciones, señores, ¿es posible creer que debemos adoptar en México el mismo sistema que en los Estados Unidos? Seguramente que no. Todos sabemos, por experiencia, que el mexicano o el hijo de padres mexicanos nacido en los Estados Unidos, optan siempre por la nacionalidad americana, por que ella le ofrece mayor garantía porque ella le ofrece.mayores condiciones de comodidad, porque vivir en los Estados Unidos, comparativamente con México repito, para determinadas clases sociales, para la clase media, para la clase humilde, no tiene comparación a como se vive en México. En Estados Unidos sobran medios para la vida, tiene una infinidad de ventajas el ser ciudadano americano que no tiene el ser ciudadano mexicano conquistada en Estados Unidos; luego entonces, ¿cómo queremos que este medio de atracción, que esos grandes medios de que disponen los Estados Unidos no sean suficientemente halagadores para que los individuos que pisan su suelo se arraiguen allí, si estamos viendo, y esto podré demostrarlo en pocas palabras y con datos estadísticos, que la mayor parte de los extranjeros que nacen en México, esos hijos optan por la nacionalidad del padre y muy raras veces por la mexicana? Hay que recordar las frases de un estadista alemán, que dice: "Alemania será grande, porque donde quiera que haya un alemán, allí nacerán alemanes igualmente." Eso prueba desde luego el gran amor, el gran cariño que puede despertar México hacia los hijos de los extranjeros nacidos en él.
Se dice en la prevención constitucional que en tiempos de paz no debe servir en el Ejército ningún extranjero; sin embargo, en el tiempo del Gobierno porfirista, en la Armada Nacional -y esto lo sabe cualquiera que haya pasado por la Escuela Naval Militar de Veracruz-, había un primer maquinista llamado Ruso, que era de nacionalidad italiana, ni siquiera nacionalizado mexicano, y en tiempo de paz, en el Ejército Federal, en tiempo de Madero y de Díaz, tuvimos a un general Valdés, que era de nacionalidad cubana; de manera que siempre hemos visto que por falta de una ley reglamentaria, esta prescripción constitucional ha dejado abierta la puerta para abusos, ¿por qué no vamos a procurar, repito, llegando a un radicalismo muy explicable, puesto que es el unido ramo en que el radicalismo debe existir, que procuremos por todos los medios que la institución llamada a defender el honor nacional, el Ejército Mexicano, sea mexicano no sólo por el hecho de que se hayan nacionalizado mexicanos los que en él sirvan, sino porque hayan nacido en el suelo patrio, porque tengan, con la mayoría de los mexicanos, la conciencia del honor, de la patria que van a defender y que el Ejercito sea para ellos lo que era para el mercenario, un sitio
en que a fuerza de habilidad se venía a enriquecer, sino un sitio donde van a sufrir, pero un sufrimiento digno, porque es el sufrimiento por la patria, por que si pierden algo de su criterio, de su yo personal, tienen cuando menos la ventaja de que aquella enajenación la hacen haciendo un sacrificio por la patria, a la que estamos obligados todos los mexicanos a servir? Y esto, ciudadanos diputados, no son frases de relumbrón ni de patriotería; en esta Asamblea hay muchos que han servido en el Ejército y que han venido a ocupar una curul en esta Cámara y ellos mejor que nadie pensarán en estos momentos que mis palabras son una gran verdad. El Ejército Mexicano dista mucho de ser como el de los Estados Unidos o el argentino; no es un sitio donde se goza de innumerables comodidades, sino un sitio de sufrimiento donde vamos a padecer, donde empezamos a connaturalizarnos con el dolor, que más es cuando somos llevados a la campaña, llamados, no a gozar, sino a sufrir y a perecer; pero no por eso queremos que individuos nacidos en nuestro suelo, hijos de padres mexicanos sean llevados al combate y al ser atravesados por la balas, al caer bajo la bandera mexicana, tengan el supremo desaliento de que la última orden, de que la última frase que escuchen sea pronunciada por una lengua que mal pronuncie el español; que siquiera eso se le dé al mexicano: que en los momentos de morir escuche de labios de un compatriota suyo la última orden y el grito de ¡Viva México! (Aplausos.)
El C. Altamirano: Pido la palabra para una interpelación al orador, con permiso de la Presidencia.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Altamirano: Señor compañero: Indudablemente que el fin perseguido por usted es por todas razones loable, pero esta ley tal como está concebida adolece de muchos defectos del orden legal. Dice el artículo 3o.:
"Los individuos que al expedirse esta ley sirvan en el Ejército Nacional, y no llenen los requisitos que requieren los dos artículos precedentes, serán inmediatamente licenciados...." Y el artículo 1o. dice lo siguiente: que un individuo para pertenecer el Ejército Nacional debe ser hijo de padres mexicanos y, por consecuencia, necesitaría la Secretaría de Guerra tener en sus manos el comprobante, es decir, el acta de nacimiento, en donde conste que este individuo es hijo de padres mexicanos. Ahora bien, cuando no se encuentre el acta de nacimiento, porque se hubieren perdido los archivos o se hubieren quemado los registros o porque la hoja del libro en que debió estar el acta no existe, entonces con un certificado de la oficina correspondiente tienen que ocurrir a la Secretaría General del Gobierno para ver si allí está el duplicado, y si no se encuentra el duplicado, entonces es cuando se debe ocurrir solicitando una información ante el Juez de Primera Instancia para acreditar su filiación. Todos estos trámites tiene que seguir un simple soldado para comprobar que es hijo de padres mexicanos; por consecuencia, si inmediatamente pusiéramos en vigor esta ley, vendría la desorganización absoluta del Ejército, porque el ochenta por ciento de los soldados no podrán hacerlo así. Por consecuencia, mi interpelación se refiere a esto: ¿Cómo zanjaría usted esa dificultad que surgirá, si aprobamos esta ley?
El C. Trigo: Señor diputado Altamirano: El punto que usted ha tocado ya yo lo pensé antes y, es más, yo me salí de la prevenciones de la ley civil, que establece el medio de comprobación, puesto que escogí únicamente la información testimonial, cuando anterior a ésta el Código Civil del Distrito Federal y de los Estados establecen otros medios de comprobación. Le voy a dar a usted una explicación del por qué de esto: usted, como todos, saben las condiciones por que acaba de atravesar nuestro país; las fuerzas revolucionarias que ocupaban las plazas, como siempre en ellas había un jefe con el suficiente criterio y con el suficiente juicio para evitar que los archivos de las oficinas públicas fuesen destruidos e incendiados, así sucedió, y esto no sólo lo hicieron las fuerzas revolucionarias, sino que también las fuerzas americanas en Veracruz destruyeron el Registro Civil en aquella población casi en su totalidad. De aquí resulta que si exigimos como única condición la presentación del acta comprobatoria, imposibilitaríamos a muchos mexicanos para comprobar su filiación. Usted sabe que el medio más práctico para comprobar la filiación es la información testimonial, porque es el medio más vulgar y es el más conocido en nuestras actuaciones judiciales, sin que por esto yo me oponga, y si la Asamblea lo cree conveniente a que la Comisión retire su dictamen reconociendo todos los medios de prueba que da el Código Civil. El segundo punto que encuentro muy razonable también es el de licenciarse inmediatamente a quienes no llenen este requisito, y debo decir a Su Señoría que la prevención de la ley que establece que deben ser licenciados inmediatamente, se llevará a efecto con aquellos individuos que de una manera ostensible podemos juzgar que no son hijos de padres mexicanos, ni nacidos siquiera en tierra mexicana. Ustedes saben también que hay individuos que no necesita usted ni hablar con ellos para saber que no son mexicanos, a la simple vista se conoce; puede usted objetar una cosa muy razonable, esto es una ley y no podemos juzgar por indicios, sino que debemos asegurarnos de la verdad. Estoy de acuerdo con ello y yo suplicaría a la Comisión que se permita pedir permiso para retirar este dictamen y reformarlos a este respecto, dando un plazo razonable para que, puesta en vigor esta ley en caso de ser aprobada, tuviera tiempo la Secretaría de Guerra para que pudiera exigir estos requisitos, dado que muchas de nuestras fuerzas están en campaña actualmente y tropezarían con dificultades para obtener esto, y es más por lo que toca a la clase de tropa podría ampliarse un poquito más todavía el cumplimiento de este requisito, siendo un poco menos corto el período de tiempo para los oficiales, puesto que disponen de más tiempo que la tropa y dejar a la tropa con más amplitud hasta la organización completa del Ejército, para que pudiera comprobar el origen e ser mexicano por nacimiento o por ser hijo de padres mexicanos. Creo haber contestado la interpelación.
El C. García Carlos: Pido la palabra para una interpelación al orador.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. García Carlos: ¿No cree Su Señoría conveniente también, aconsejar a la Comisión que no prescinda al emitir el dictamen , si es que lo retira,
no omitir, al presentar el dictamen respectivo, el estudio de la Ley de Extranjería, que tiene previsto precisamente este caso para los extranjeros?
El C. Trigo: C. general García: Voy a aprovechar esta interpelación que hizo que usted para decir a la honorable Asamblea al mismo tiempo, unas cuantas palabras.
Cuando presenté mi proyecto de ley no creí hacer una cosa que cumplir un deber de mexicano; hijo de padres mexicanos y por añadidura miembro de un Ejército del que acabo de salir, y habiendo tenido en muchas ocasiones la pena de recibir órdenes de individuos que distaban mucho, no digo ya de soldados, sino de sentir siquiera alguna estimación por este suelo en cuyo Ejército servían, me creí en el deber, repito, de presentar este proyecto de ley. No es mi intención que no se combata, no me desagrada siquiera, por el contrario, yo deseo que sea ampliamente combatido, para que, si no se aprueba este proyecto, se presente, cuando menos otros que tienda a lo mismo, a moralizar nuestro Ejército, que es la aspiración de todos los mexicanos y los militares que estamos en esta Asamblea; por tanto creo prudente, como Su Señoría indica, pedir la consulta a que se refiere; es más, en este momento debo hacer presente que la Ordenanza Militar registra una prevención que exige que para servir en el Ejército en determinado grado, se necesita ser mexicano de origen; por lo tanto, si la Constitución nuestra establece ciertas taxativas, con anterioridad ya teníamos una Ordenanza que preveía esto que yo trato de reglamentar en la ley actual. Por lo demás, yo ruego nuevamente a la comisión se sirva pedir permiso para retirar el dictamen, hacer un estudio más amplio de la cuestión, consultándolo bajo el punto de vista jurídico y presentarlo nuevamente a la Asamblea, ya reformado, para que ésta lo vote en el sentido que crea conveniente.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Espinosa Luis.
- El . Espinosa Luis: En virtud de las razones expuestas y previa la aclaración que me voy a permitir hacer a nombre de la Comisión, suplico a la Asamblea que me permita sea retirado el dictamen a discusión, para reformarlo en el sentido que me voy a permitir indicar.
El C. Velásquez López: Moción de orden. (Campanilla.) Estoy anotado para hablar en contra, y yo suplicaría a la Asamblea que no permita a la Comisión que lo retire, pues aún no se han traído a la consideración de la Asamblea todas las razones para que se deseche de plano.
El C. Andrade Priego: Pido la palabra para una moción de orden. En el mismo sentido estoy inscripto yo; yo creo que se debe preguntar a la Asamblea si está suficientemente discutido, y desecharse por improcedente e inútil este proyecto, que contiene conceptos anticonstitucionales y hay fundamentos de peso para desecharlo. Yo creo que se debe dejar hablar a los otros oradores que faltan y consultar a la Asamblea si está suficientemente discutido, para desecharlo inmediatamente.
El C. Presidente: Lo que están haciendo los señores que han hablado para moción de orden, es hablar.
El C. Espinosa Luis, continuando: Conforme al Reglamento, la Comisión tiene facultad o derecho para pedir a la Presidencia que consulte a la Asamblea si se retira el dictamen, y la Asamblea es la única que puede resolver el punto, muy en contra de lo que opinan los señores Andrade Priego y Velásquez López. Como yo me permití manifestar de una manera muy precisa que iba a hacer una aclaración y en seguida iba a pedir el permiso necesario para retirar el dictamen, empiezo por lo primero.
La Comisión está convencida de que el objeto único del proyecto de ley propuesta por el C. diputado Trigo, es que no figuren en el Ejército Nacional individuos que no sean mexicanos por nacimiento es decir, que no figuren en él los mexicanos por nacionalidad, y como punto secundario, el que todos los extranjeros, nacionalizados o no, que militen en el Ejército Nacional en estos momentos, sean separados desde luego de las filas del Ejército. Estos son los dos puntos capitales del proyecto de ley, y como ni la primera parte ni la segunda están en contra de la Constitución en ninguna de su partes, voy a permitirme manifestar, a pesar de que es conocido ya de todos los ciudadanos diputados, quiénes son mexicanos por nacimiento. (Voces: ¡Ya lo sabemos!) El artículo relativo dice: (Voces: ¡No, no! ¡Ya lo sabemos!) Es una aclaración que tengo derecho a hacer.
El C. Andrade Priego: ¿Me permite una aclaración?
El C. Espinosa Luis: No la admito. El artículo respectivo dice:
"Artículo 30. La calidad de mexicano se adquiere por nacimiento o por naturalización.
"I. Son mexicanos por nacimiento, los hijos de padres mexicanos, nacidos dentro o fuera de la República, siempre que en este último caso los padres sean mexicanos por nacimiento, Se reputan mexicanos por nacimiento los que nazcan en la República de padres extranjeros, si dentro del año siguiente a su mayor edad manifiestan ante la Secretaría de Relaciones Exteriores que optan por la nacionalidad mexicana y comprueban ante aquélla que han residido en el país los últimos seis años anteriores a dicha manifestación."
Así, pues, todos aquellos miembros del Ejército Nacional que sean hijos de padres extranjeros, pero nacidos en México, éstos seguirán perteneciendo al Ejército Nacional, desde el momento en que, conforme al precepto, ellos son mexicanos por nacimiento; pero el artículo 33, en su parte última, les prohibe a los extranjeros inmiscuirse en política nacional y, con más razón, pertenecer al Ejército. Es, pues, el fundamento verdaderamente constitucional que la Comisión pide a la Asamblea, si es que éste es el sentir de ella, que el artículo 1o. quede reformado en estos términos:
"Artículo 1o. Para pertenecer al Ejército o Armada Nacional, será condición indispensable ser mexicano por nacimiento."
En consecuencia, pido con todo respeto a la Asamblea sea retirado el dictamen en este sentido.
El C. Andrade Priego: ¿Me permite una interpelación el orador?
El C. Espinosa Luis: No admito interpelaciones.
El C. Andrade Priego: Para una aclaración, pido la palabra.
El C. González Marciano: Moción de orden.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Andrade Priego para una aclaración.
El C. Andrade Priego: El autor de la ley y la Comisión, se baten en retirada perfectamente derrotados; piden permiso para retirar el dictamen, ¿para reformar en qué sentido? No lo sabemos. Nosotros debemos.....
El C. Ángeles, interrumpiendo: Reclamo el quórum. (Voces: ¡No, no! Campanilla.)
El C. Andrade Priego, continuando: Nosotros deseamos saber en qué sentido se va a reformar el dictamen, y nosotros deseamos que la Presidencia interrogue a la Asamblea en el sentido de si está o no suficientemente discutido, pues ya han hablado tres oradores en pro y tres en contra.
El C. González Marciano: Pido la palabra para una moción de orden. Mi criterio difiere del de la Comisión pide permiso a la Asamblea para modificarlo en el sentido de que puedan ser miembros del Ejército los mexicanos de nacimiento; este es el parecer de la Comisión, pero la Asamblea es la que debe imponer su resolución. Así es que se impone en este caso que continuemos la discusión.
El C. Presidente: La Asamblea es la que debe resolver si se concede el permiso o no, en vista de las razones expresadas.
El C. Espinosa Luis: Señores diputados: Lo que se va a consultar a Vuestra Soberanía es si acepta que se retire el dictamen: solamente que como el señor Andrade Priego padece tapazón timpánica, puesto que no oyó la proposición que se hizo a nombre de la Comisión para manifestar en qué sentido sería modificado el dictamen, manifiesto a Vuestras Señorías que la Comisión pide permiso para retirar el dictamen para modificarlo en el sentido de que sean miembros del Ejército Nacional solamente los individuos mexicanos por nacimiento y en este sentido se consulta a Vuestra Soberanía.
El C. Secretario Soto: En votación económica se consulta a la Asamblea si permite a la Comisión que retire su dictamen. Los que estén por la afirmativa se servirán poner de pie. No hay mayoría de pie. No se permite; continúa el debate.
El C. Pastrana Jaimes: Reclamo el quórum.
El C. Ángeles: Reclamo el quórum.
El C. Presidente: En vista de que a las cuatro en punto tenemos que continuar los debates, se levanta la sesión y se cita para las cuatro, bajo la orden del día a que se va a dar lectura. - El C. Secretario Soto, leyendo: "Orden del día: Continúa la discusión del Ramo Undécimo del Presupuesto de Egresos. Discusión de la parte del Ramo Primero que se refiere a la Cámara de Senadores y a la Contaduría Mayor de Hacienda." (12.52 p. m.)
Presidencia del C. BLANCARTE RAMÓN
(Asistencia de 132 ciudadanos diputados.)
- El C. Presidente, a las 4.19 p. m. Se reanuda la sesión.
El C. Prosecretario Aguilar: Se va a dar cuanta con los documentos en cartera:
"Secretaría de la Cámara de Senadores del Congreso de los Estados Unidos Mexicanos.- Oficialía Mayor.- Número 54.
"En la sesión verificada por esta Cámara, el día de hoy, se aprobó el siguiente acuerdo:
"Dígase a la H. Cámara de Diputados, que el Senado le estimaría en alto grado se sirviera igualar los sueldos de los empleados y servidumbre de ambas Cámaras, en el Presupuesto para el ejercicio fiscal entrante."
"Lo comunicamos a ustedes para conocimiento de esa H. Cámara de Diputados, retirándoles las seguridades de nuestra atenta consideración y particular aprecio.
"Constitución y Reformas.- México, diciembre 12 de 1918.- B. Germán, S. S. -Juan Barrón Vázquez, S.S.
"A los ciudadanos Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presente."- A la Comisión de Presupuesto y Cuenta.
"Secretaría de Hacienda y Crédito Público.- México.- Estados Unidos Mexicanos.- Departamento Consultivo.- Mesa 2a.- Expediente número 4757.
"Por el atento oficio de esa H. Cámara de Diputados, girado por la Mesa 3a. de la Secretaría, con el número 291 y fechado el 10 del actual, se recibió en esta Secretaría el Decreto expedido por esa H. Cámara, por el que se amplía la partida número 26 del Presupuesto de Egresos vigente, en la cantidad de $8,000.00; y al acusar a ustedes recibo de él, tengo la honra de manifestarles que ya se procede a su promulgación.
"Reitero a ustedes las seguridades de mi atenta y distinguida consideración.
"Constitución y Reformas.- México, a 14 de diciembre de 1918.
"El Subsecretario Encargado del Despacho de Hacienda, R. Nieto.
"A los ciudadanos Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presente."- A su expediente.
- El mismo C. Prosecretario: El Ejecutivo de la Unión, por conducto del ciudadano Secretario de Estado y del Despacho de Gobernación, envía en 54 fojas útiles una iniciativa de Ley General de Instituciones de Crédito.- Recibo, a las Comisiones unidas de Crédito Público y Hacienda en turno, e imprímase.
8
- El mismo C. Prosecretario, leyendo:
"Poder Ejecutivo Federal.- México.- Estados Unidos Mexicanos.- Secretaría de Gobernación.- Sección Primera.- Iniciativa número 36.
"A los ciudadanos Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presente.
"El Gobierno Nacional ha llegado a controlar
un sistema ferrocarrilero que una al interior del país con la frontera y algunos puertos del Golfo y del Pacífico y además posee la línea del Ferrocarril de Tehuantepec que liga las costas de ambos océanos. El sistema referido se halla en la actualidad incompleto, porque no se extiende hacia los Estados del Sur, a través de los cuales la comunicación es sumamente difícil para llegar al Estado de Yucatán. En este Estado existe una red independiente de los ferrocarriles interiores de la República, que cubre gran parte de la península yucateca. El Ejecutivo Federal considera de la mayor importancia ambos sistemas por medio de una línea que las ponga en comunicación a fin de que toda la República se encuentre enlazada por medio de vías terrestres y para que la propia comunicación no sufra las interrupciones a que está sujeta la marítima por el Golfo. Además, esta nueva línea tendrá que poner en desarrollo extensas comarcas, hasta hoy inexploradas, y aumentará como es natural, el comercio, tanto interior como exterior, de la República. Ahora bien, el Gobierno no puede consagrar su atención a la construcción de esta línea, si previamente no se encuentra en condiciones de controlar el manejo de la red independiente de Yucatán, porque hasta después de conseguirlo podrá proceder en la debida uniformidad en su política ferrocarrilera. Tales consideraciones llevan a la conclusión de que es absolutamente indispensable que el Gobierno Federal se haga cargo de los Ferrocarriles de Yucatán. Esta empresa pertenece en estos momentos a una sociedad anónima, cuyas acciones son poseídas por la Compañía de Fomento del Sureste de Yucatán, que es una corporación declarada de orden público por el Gobierno de dicho Estado. El Ejecutivo Federal no considera que haya dificultades serias para lograr la adquisición de dichas acciones, pero de todas maneras, es indispensable que cuente con los fondos necesarios para lograrlo. Se cree indispensable, además, controlar, al mismo tiempo que los Ferrocarriles, la empresa que se encargue de abastecer de combustible mineral, no sólo a los ferrocarriles, sino a todas las industrias de aquel Estado.
"En tal virtud, el Ejecutivo Federal en uso de las facultades que le concede la fracción I del artículo 71 de la Constitución Federal vigente, somete a la consideración del H. Congreso, la siguiente iniciativa de ley:
"Único. Se faculta al Ejecutivo de la Unión, para disponer hasta de la suma de diez millones de pesos oro nacional o comprometer el crédito de la Nación por esa cantidad, a fin de adquirir el control de los Ferrocarriles Unidos de Yucatán y de la empresa encarga del abastecimiento de combustible de mineral. El Ejecutivo de la Unión dará cuenta al Congreso General, del uso que hiciere de esta autorización."
"Lo que me honro en comunicar a ustedes para los efectos legales, protestándoles las seguridades de mi más distinguida consideración.
"Constitución y Reformas.- México, 14 de diciembre de 1918.
El Secretario, Aguirre Berlanga."- Recibo, a las Comisiones unidas de Hacienda y Crédito Público en turno y de Ferrocarriles, e imprímase.
- El mismo C. Prosecretario: Los CC. Villaseñor Salvador, Méndez Benjamín, Alcocer, García Carlos y nueve firmantes más, presentan una iniciativa para que se adicione el Ramo Octavo del Presupuesto de Egresos en la cantidad de. . $310,000.00, destinada a la reapertura de la Escuela Nacional de Agricultura.- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.
- El mismo C. Prosecretario: El C. diputado Rosendo A. Soto y la mayoría de la diputación del Estado de Jalisco, presentan una iniciativa para que se adicione la partida respectiva del Presupuesto de Egresos en la cantidad de $50,000.00, que se destinará a la construcción de una presa en el 8o. Cantón del Estado de Jalisco.- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.
- El mismo C. Prosecretario, leyendo:
"Honorable Asamblea:
"J. G. Ruvalcaba, diputado por el 3er. Distrito Electoral del Estado de Jalisco, ante Vuestra Soberanía, atentamente expongo:
"Que tengo urgente necesidad de ir al Distrito que represento, a atender asuntos de familia, y por pido atentamente a Vuestra Soberanía, se sirva concederme una licencia de diez días, con goce de dietas.
"Pido dispensa de todo trámite y que se discuta desde luego.
"México, diciembre 14 de 1918.- J.G. Ruvalcaba."
En votación económica se consulta a la Asambleas se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Se dispensan los trámites.
Está discusión. Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra sírvanse pasar a inscribirse. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse poner de pie. Se concede la licencia.
- El mismo C. Prosecretario: Para proseguir con la votación de las partidas que ayer quedaron pendientes, se va a proceder a pasar lista.
(Se procedió a pasar lista.)
Hay una asistencia de 149 ciudadanos diputados.
El C. Secretario Soto: Se va a proceder a la votación de la partida 11,480. "Cuatro mozos, con obligación de servir a la nocturna, $730.00; cuota diaria, $2.00."
Se ruega a los ciudadanos diputados se sirvan ocupar sus curules.
El C. Presidente: Como ya en la sesión anterior se vio que la mayoría estaba para votar por la negativa,
para conseguir el ahorro de tiempo que nos proponemos, ahora se preguntará que los que voten por la afirmativa sean los que se pongan de pie.
- El mismo C. Secretario: "Partida 11.480. Cuatro mozos, con obligación de servir a la nocturna, a $730.00; cuota diaria de $2.00."
Los ciudadanos diputados que deseen votar en pro de esta partida sírvanse poner de pie.
(Se recogió la votación.)
Ha sido rechazada la partida 11,480 por 99 votos de la negativa contra 50 de la afirmativa. Vuelve a la Comisión para que la reforme en el sentido de la discusión.
Se va proceder a la votación de las partidas siguientes en una sola votación:
"11,492. Para pensionar en el extranjero a los alumnos que se distingan de la Escuela de Bibliotecarios y Archiveros, $3,000.00.
"11,499. Para mobiliario escolar y material de enseñanza, $6,000.00.
"11,500. Para muebles, enseres, libros y útiles de escritorio para las oficinas del departamento. . . $6,000.00.
"11,501. Para el pago de los servicios de alumbrado, teléfonos, etc.; y los gastos de higiene y menores en las oficinas dependientes de la Universidad, $12,000.00."
Los ciudadanos que deseen votar en contra de estas partidas sírvanse poner en pie.
Presidencia del C. RODRÍGUEZ DE LA FUENTE JESÚS.
El C. Basañez: Que se lean otra vez las partidas, porque no se han dado cuenta.
(El mismo ciudadano Secretario volvió a leer las partidas.)
El C. Silva Pablo: No hay escuela.
(El mismo ciudadano Secretario leyó nuevamente las partidas.)
Estas cuatro partidas se van a poner a votación en un solo acto.
El C. Villaseñor Salvador: Para una moción de orden
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Villaseñor: no estimo yo prudente, señor, que en un solo acto votemos partidas tan disímbolas como es la de enviar alumnos a Europa y la de comprar muebles aquí.
El C. Presidente: Atendiendo a la solicitud de algunos ciudadanos diputados, se va a proceder a la votación de cada una de las partidas.
El mismo C. Secretario: Los ciudadanos diputados que deseen votar en contra de la partida 11,492, sírvanse ponerse en pie. (Voces: ¿Qué dice?)
"Para pensionar en el extranjero a los alumnos que se distingan de la Escuela de Bibliotecarios y Archiveros, $3,000.00."
(Se recogió la votación.)
Ha sido rechazada la partida 11,492 por 99 votos de la negativa contra 50 de la afirmativa.
A votación la partida 11,498. "Para fiestas y excursiones escolares y premios a los alumnos; lo mismo que en los concursos y certámenes acostumbrados, $3,000.00."
La Presidencia ruega a los ciudadanos diputados se sirvan ocupar sus curules.
Se llama al orden al C. Pastrana Jaimes. (Aplausos.)
El C. Velásquez López: pido la palabra.
El C. Presidente: ¿Con qué objeto?
El C. Velásquez López: Con relación a la partida que está a votación.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Velásquez López: Como ayer no se pregunto si era de retirarse esta partida para que la Comisión la reformase en el sentido de la discusión, pido respetuosamente a la Presidencia lo haga con ese mismo objeto.
El C. Presidente: La Presidencia manifiesta a Su Señoría que ayer se puso a discusión la partida 11,498, se declaró suficientemente discutida y se reservo para su votación. En consecuencia, los diputados pueden rechazarla si gustan. (Voces: ¡Muy bien! Murmullos.)
(El mismo ciudadano Secretario volvió a leer la partida 11,498 y se recogió la votación.)
Ha sido aprobada la partida 11,498, por 104 votos de la afirmativa, contra 45 de la negativa.
- El mismo C. Secretario: En un solo acto se van a votar las tres partidas siguientes: 11,499, 11,500 y 11,501.
(Volvió a leerlas.)
Los ciudadanos diputados que deseen votar en contra de estas tres partidas sírvanse ponerse de pie.
El C. Villaseñor Mejía: Pido que se separe la última partida.
- El mismo C. Secretario: A petición del C. Villaseñor Mejía, únicamente se van a votar en un sólo acto las partidas 11,499 y 11,500. quedando la partida 11,501 para votarse por separado. Los ciudadanos diputados que deseen votar en contra de las partidas 11,499y 11,500 sírvanse ponerse en pie.
(Volvió a leerlas y recogió la votación.)
Han sido rechazadas las partidas 11,499 y 11,500, por 87 votos de la negativa, contra 62 de la afirmativa.
- El propio C. Secretario: A votación la partida 11,501: "Para el pago de los servicios de alumbrado, teléfonos, etc., y los gastos de higiene y menores en las oficinas dependientes de la Universidad, $12,000.00."
Los ciudadanos diputados que deseen votar en contra de esta partida, sírvanse ponerse de pie.
(Voces: ¡Como hay mayoría por la negativa, debe recogerse la votación por la afirmativa!) Los ciudadanos diputados que voten por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.
(Se recogió la votación.)
Rechazada la partida 11,501, por 147 votos de la negativa, contra 2 de la afirmativa.
El C. Alejandre: Pido la palabra para una aclaración.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Alejandre: Suplico a la Comisión se sirva decirme: al quedar rechazadas estas partidas, ¿Cuanto va a ser lo que se va a fijar en este caso?
(Murmullos. Siseos.)
El C. Presidente: La Presidencia manifiesta a Su Señoría que no forma parte de la Comisión, y en estos momentos no se ve en el salón a ninguno de
los miembros de la Comisión de Presupuestos y Cuenta; que se rechazaron las partidas para que sean modificadas en el sentido de la discusión habida ayer tarde, y ellos indudablemente sabrán la cantidad que tendrán que fijar a estas partidas.
- El mismo C. Secretario: Las partidas rechazadas vuelven a la Comisión para que las modifique en el sentido de la discusión.
El C. Silva Pablo: No hubo discusión.
- El mismo C. Secretario: Entonces no se modificarán.
- El mismo C. Secretario: Se van a poner a discusión las Secciones Segundas y Cuarta del Ramo Primero.
(Estas secciones constan de las siguientes partidas: 3 y 43 a 63, que corresponden al Senado y sus dependencias.)
Están a discusión estas partidas. Se llama al orden al C. Basáñez y a todos los ciudadanos diputados que están fuera de sus curules; al C. Valladares, al C. Castillo Nájera, al C. Quiroga.
- El mismo C. Secretario: los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra sírvanse pasar a inscribirse. Los ciudadanos diputados que deseen apartar alguna partida, sírvanse pasar a indicarlo a la Mesa.
Han sido apartadas la partidas 52 y 53. No habiendo sido impugnadas las restantes comprendidas en las secciones Segunda y Cuarta, se va a proceder a la votación nominal. Se va a proceder a la votación de las partidas comprendidas en las Secciones Segunda y Cuarta a las que se ha dado lectura ya, con excepción de las números 52 y 53, que han sido apartadas. Los ciudadanos diputados que deseen votar en contra sírvanse ponerse de pie.
(Se tomo la votación.)
Han sido aprobadas por unanimidad las dos Secciones Segunda y Cuarta, con excepción de las partidas 52 y 53.
El C. Secretario Soto: Está a discusión la partida número 52: "Dos taquígrafos primeros, a $3.285.00, cuota diaria, $9.00."
El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. diputado Guerrero.
El C. Guerrero: Ciudadanos representantes: He pedido la palabra, con el objeto de hacer presente a esta honorable Asamblea que, cuando se trató del estudio del Presupuesto de la Cámara de Diputados, se tuvo a bien rechazar las partidas de los taquígrafos parlamentarios de la misma, a fin de que se les aumentara el sueldo de que disfrutan, teniendo en cuenta el trabajo que desempeñan estos empleados; y como en la Cámara de Senadores el trabajo es igual al de la Cámara de Diputados.....(Voces: ¡No!)) Aparentemente es más intensa la labor de los taquígrafos de la Cámara de Diputados; pero si se tiene en consideración que aquí son 12 y allá 6, resulta que es muy justo que a aquéllos también se les aumente el sueldo y se ponga en igualdad de condiciones al que actualmente disfrutan los taquígrafos de esta Cámara. Así es que pido respetuosamente a la honorable Asamblea, teniendo en consideración estas razones, se igualen los sueldos de los taquígrafos de allá, con el de aquí.
- El mismo C. Secretario: ¿Hay algún otro ciudadano diputado que desee hacer uso de la palabra en la discusión de esta partida?
El C. Saucedo: Pido que se lea este documento.
- El mismo C. Secretario: En relación con la partida que se discute y a solicitud del C. Saucedo se va a dar lectura a la siguiente carta:
"Cámara de Senadores.- Correspondencia particular.
"México, diciembre 11 de 1918.
"Señores diputados Presidente de la Comisión de Presupuestos.- Cámara de Diputados.- Ciudad.
"Muy distinguido señor:
"Habiendo tenido conocimiento de que se ha sido aumentado el sueldo de los taquígrafos de aquella Cámara, aumento que empezará a surtir sus efectos el próximo año, nos permitimos, por medio de la presente, suplicar a usted se sirva interponer su valiosa influencia, a fin de que se haga extensiva esa gracia a los subscriptos, taquígrafos parlamentarios del Senado.
"No tenemos la honra de conocer a usted, invocando su amistad en el presente caso; pero con la convicción de que lo que deseamos es una cosa justa, no dudamos se dignará prestarnos su apoyo.
" Para su buen gobierno, debemos exponer a usted que aunque en algunas ocasiones la labor de nosotros puede ser menos intensa, esto es aparentemente, toda vez que aquí estamos encargados de tomar la correspondencia particular de los señores senadores las sesiones del "Bloque Nacionalista," dictámenes de las Comisiones, etc., y solamente somos seis, es decir, la mitad del número de taquígrafos que hay en aquella Cámara.
"Creemos por demás invocar mayores razones en nuestro apoyo, y sólo añadiremos que durante el año en curso hemos tenido sueldo menor que los taquígrafos de aquella Cámara, pues gozando ellos de $10.00 y $9.00, primeros y segundos, respectivamente, nosotros tenemos $9.00 y $8.00.
"Con gracias anticipadas por lo que se digne hacer en nuestro obsequio, nos es altamente satisfactorio suscribirnos como sus. afmos. attos. SS. SS- Taquígrafo 1o., Juan Prieto.- Taquígrafo 1o., A. Prieto.- Taquígrafo 2o., A. G. Bejarano. -Taquígrafo 2o., Miguel Camarena.- Taquígrafo 2o., Mateo Sainz.- Taquígrafo 2o., (firma ilegible).
El C. Alvarez del Castillo: Pido la palabra.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Alvarez del Castillo: Después de felicitar al estimable compañero Saucedo por la forma tan noble con que supo obsequiar la recomendación ingenua que le hicieron algunos humildes empleados de la Cámara de Senadores, y para robustecer las razones por todos conceptos lógicas expuestas por el estimable compañero Guerrero, voy a suplicar a la Presidencia tenga a bien ordenar a la Secretaría dé lectura a esta carta.
- El mismo C. Secretario, leyendo:
"Cámara de Senadores.- Correspondencia particular.
México, 11 de diciembre de 1918.
"Señor licenciado Juan Manuel Alvarez del Castillo, diputado al Congreso de la Unión.
"Presente.
"Muy estimado amigo y correligionario:
"Tengo conocimiento de que a los taquígrafos de la Cámara de Diputados les ha sido aumentado un sueldo a $10.00 y $12.00, respectivamente.
"Con tal motivo me permito suplicarle que cuando se discuta el sueldo que debe asignarse a la planta de taquígrafos de esta Cámara, se sirva usted tomar la palabra, a fin de que les sea concedida igual gracia, pues creo que es de justicia, toda vez que, si bien es cierto que en algunas ocasiones la labor de los taquígrafos de esta Cámara es menor que la que desempeñan los de la Cámara de Diputados, también hay que tener en consideración que aquí solamente hay seis taquígrafos, que también desempeñan otras labores similares.
"Reitero a usted mi súplica de ayudar a los taquígrafos del Senado en el sentido que dejo indicado, pues lo creo de estricta justicia.
"Le anticipa las gracias su afmo. amigo y muy atento S.S- José Morante, senador por Tamaulipas."
El C. Garza Candelario, miembro de la Comisión: Pido la palabra.
El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión.
El C. Garza Candelario: Señores diputados: La Comisión recibió, turnada por la Secretaría de esta Cámara, la solicitud que los señores empleados de la Cámara de Senadores hicieron por conducto de la Comisión de Administración de aquella Cámara, y para basar su dictamen, pasó esta misma Comisión una comunicación a aquella Cámara, es decir, a la Oficialía Mayor, para que dijera cuántos oficios había girado, -me parece que en el mes de septiembre-, para tener un dato y relacionarlo con el trabajo que se lleva en esa Oficialía Mayor. Resultó esto como uno de los datos que buscamos: que el trabajo de la Oficialía Mayor de la Cámara de Diputados es cinco veces mayor. Por otra parte, la segunda solicitud dice que hacen trabajos de los señores senadores y que hacen trabajo de otra agrupación, trabajos que la Comisión por ningún motivo debe tener en cuenta, porque creo conveniente que no debe ser así... (Voces: ¡Que lo paguen ellos!) y precisamente, si ustedes se fijan en el dictamen que tiene a la vista, allí encontrarán que decimos la razón de por qué no equiparamos los sueldos de los señores empleados de la Cámara de Senadores con los sueldos de los empleados dependientes de esta Cámara...
El C. Zincúnegui Tercero, interrumpiendo: ¡Taquígrafos!
El C. Garza Candelario, continuando: Los señores taquígrafos dicen que viendo que la Cámara de Diputados aumentó a sus taquígrafos sus sueldos, piden también que se les aumente. Nosotros sabemos perfectamente bien, porque la Comisión se informó que aquel trabajo no es igual al de los taquígrafos de la Cámara de Diputados; por lo tanto, no tuvo a bien equipar estos sueldos, pero no tiene la Comisión interés ninguno en que subsistan como los ha propuesto a la honorable Asamblea; si ella lo cree conveniente, puede hacer lo que guste... (Murmullos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra en pro de la partida número 52 el C. Avellaneda. (Aplausos.)
El C. Avellaneda: Señores diputados: En la petición subscrita por los señores taquígrafos del Senado, aseguran que están convencidos de que la labor de ellos es menor que la de los de la Cámara de Diputados; pero que esto es aparente, porque los senadores se toman la libertad de ocuparlos en sus trabajos netamente particulares, dicen también que tiene qué ver con la correspondencia del "Partido Liberal Nacionalista," al que me honro en pertenecer. Como no estoy de acuerdo con ninguna inmoralidad, dondequiera que exista, aun cuando sea en favor de mi partido, deseo hacer constar que si los senadores quieren tener taquígrafos particulares a sus disposición, deben pagarlos de su propio bolsillo ; y si nuestro Partido quiere tener también taquígrafos, me cuotizaré, en unión de mis compañeros para que los paguemos, ya que no tienen obligación de servirnos. (Aplausos.) De tal manera, que si están de acuerdo los taquígrafos de la Cámara de Senadores en que trabajan menos que los de la Cámara de Diputados, en lo que ve a asuntos oficiales del Senado, no veo por qué aumentárseles el sueldo tanto como a los de aquí, puesto que su trabajo es menor que el que hay aquí. Repito, si el trabajo de los taquígrafos de la Cámara de Senadores, oficialmente hablando, es menor, también debe ser menor el sueldo; y si tanto los senadores como nuestros compañeros del "Partido Liberal Nacionalista" quieren tener taquígrafos, que los paguen y que continúe la partida tal como está.
El C. Fernández Martínez: Pido la palabra para una interpelación al C. Alvarez del Castillo.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Fernández Martínez: Ruego atentamente al C. Alvarez del Castillo... (Voces: ¡No se oye! ¡Tribuna! Sube a la tribuna.) Señores:... (Murmullos.)
El C. Secretario Soto: La Presidencia ruega a los ciudadanos diputados se sirvan guardar silencio y el orden debido.
El C. Fernández Martínez: Señores diputados: En vista de que los señores taquígrafos de la Cámara de Senadores hacen determinados trabajos particulares con aquiescencia, -estoy seguro-, del Presidente y de la Secretaría de la misma Cámara, no creo justificado que nos opongamos a que se les pague el mismo sueldo que a los taquígrafos parlamentarios de esta Cámara y como quiero rectificar este dato, ruego muy atentamente al señor licenciado Alvarez del Castillo me diga él, que es el lider más conspícuo y más inteligente del "Nacionalista"... (Murmullos) si es que ese Partido celebra en la Cámara de Senadores sesiones diarias o terciadas, a fin de tenerlo en cuenta para pagar el sueldo en la forma que se crea conveniente.
El C. Alvarez del Castillo: Pido la palabra.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Alvarez del Castillo: (Voces: ¡Tribuna, tribuna!) Verdaderamente, ciudadanos diputados ...(Voces: ¡Tribuna, tribuna!) El orador desistió de hablar.)
El C. Presidente: Tiene la palabra para impugnar la partida 52 el C. García Vigil
El C. García Vigil: señores Representantes: (Una voz: ¡no se oye!) ¡Señores Representantes,
y en particular el que no oye!: Como la surte que podrían correr los emolumentos por asignarse a los taquígrafos de la Cámara de Senadores, pudiese estar regida por las cuestiones políticas de los bloques existentes en la Cámara de Senadores y en la Cámara de Diputados, yo quiero que en estos momentos hagamos a un lado las cuestiones políticas y que esos servidores no vayan a sufrir los eventos que tiene la política del país. (Aplausos.)
Indudablemente que la lectura de esta carta que, como bien dice el señor Alvarez del Castillo, ha sido escrita ingenuamente por los empleados taquígrafos de la Cámara de Senadores con objeto de justificar hasta donde era posible su aspiración al mismo sueldo que tienen los taquígrafos de la Cámara de Diputados, como esta carta, digo, a dado únicamente ocasión a una chuela, puede decirse, por lo que respecta a las actividades del "Bloque Nacionalista;" pero de ninguna manera se justificaría que por este hecho fuéramos a privar de esto a que tienen derecho los taquígrafos de la Cámara de Senadores...(Voces: ¡No!) Vengo aquí a dirigir a ustedes la palabra para que accedamos a lo que solicitan, por esta razón: porque aunque lo haya dicho el C. diputado Avellaneda y a pesar de que ha hecho que se levantaran diez o doce miembros del "Bloque Nacionalista" a decir que ellos sufragarían lo necesario para pagar a los taquígrafos sus trabajos particulares, estamos seguros que siempre, invariablemente, los señores senadores emplearán para sus usos particulares y tienen derecho a ello, debe haber una tolerancia a este respecto, a los taquígrafos de la Cámara de Senadores; pero aun suponiendo que no tiviesen derecho, los emplearán y los taquígrafos, observando el principio de autoridad, no podrán rehusarse; de modo es que, queramos o no, los taquígrafos desempeñarán ese servicio. Así, pues, pido que se repruebe la partida y que se les haga el insignificante aumento que solicitan de $1.00.
El C. Secretario Soto: No habiendo más oradores inscriptos.....
El C. García Ruiz: Pido la palabra en pro del dictamen.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. García Ruiz: los padres conscriptos, como se nos llama, estamos en la obligación de velar por los intereses del Tesoro Nacional.... (Voces: ¡Aaaah!) ¡Un momento! El señor García Vigil y algunos otros diputados han creído que las arcas nacionales son una especie de "Sésamo, abrete!" Se arguye aquí que los taquígrafos del Senado tienen obligación, en cierta forma, de servir a los senadores en asuntos particulares; y, en cambio, cuando los diputados van a ver a los taquígrafos y a los empleados de esta Cámara para algún trabajo particular, la Comisión nos viene a decir que no tienen obligación de servirnos. Desde luego, señores diputados, los taquígrafos del Senado vean desfilar los días sin trabajo, porque los señores senadores se reúnen allá por campanada de vavante. (Voces: ¡muy bien! Aplausos.)
El C. González Galindo, interrumpiendo: ¡Y cuando se reúnen no discuten!
El C. García Ruiz, continuando: Esta es una verdad como una catedral. (Risas.) Han hecho publicar en todos los diarios de la metrópoli que van a reunirse a mañana y tarde para discutir los asuntos trascendentales que tienen en cartera, y eso únicamente es nominal, eso es como darle al público atole con el dedo.... (Se apagan las luces en el salón. Murmullos. Voces. Desorden.) ¡Yo no quiero suponer que estas intermitencias de la luz se deban a algún senador! (Risas. Voces: ¡Moción de orden! Continúa el desorden.)
El C. Valladares: ¡Moción de orden! ¡Los taquígrafos no pueden tomar las palabras del orador! (Murmullos. Voces. Sigue el desorden. Se enciende la luz.)
El C. García Ruiz, continuando: Además, señores diputados , aunque esta verdad sea como todas las verdades, un poco amarga, los señores senadores, con honrosísimas excepciones, nunca tiene discusión. Allá va un asunto y se aprueba más o menos en su totalidad sin discutir nada y si, pues, los taquígrafos de la Cámara de Diputados sí trabajan, porque nosotros, disparatando unos y razonando otros, sí discutimos, pues sí tiene trabajo diariamente, no hay razón, ni hay motivo, ni hay justicia para que los taquígrafos del Senado, que se pasan tranquilamente los días contemplando la cara más o menos afeitada de un señor senador y que calla..... (risas) cobren más que los que trabajan aquí de una manera efectiva tomando los debates de está Cámara. Por lo expuesto, pido que se aprueben las partidas tal como la Comisión las ha presupuestado. (Aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra, en contra, el C. García Vigil.
El C. García Vigil: Señores representantes: Aunque parezca esta una impertinencia, me veo en el caso de refutar al señor García Ruiz los conceptos que acaba de verter. Toda su argumentación es sofisticada y lo es porque trata de hacer responsables de los ocios acostumbrados por los senadores, a los señores taquígrafos; ellos no tienen absolutamente ninguna culpa en esto; los señores taquígrafos de la Cámara de Senadores asisten puntualmente a su oficina. Razón abría para disminuirles el sueldo con relación a los taquígrafos de la Cámara de Diputados, si se dijera: " la calidad de los taquígrafos, o sea el coeficiente, es tal; éste, el de los taquígrafos de la Cámara de Diputados, y éste, el de los taquígrafos de la Cámara de Senadores," y hubiera una diferencia de coeficiente entre cada uno de ellos; pero desde el momento en que no es así, no hay razón. Si se dijera, por ejemplo, concretándonos a un caso práctico, que los oradores de la Cámara de Senadores hablan con mucha mayor lentitud que los de la Cámara de Diputados y, por consiguiente, el coeficiente de producción de los taquígrafos del Senado es inferior con respecto al de los taquígrafos de la Cámara de Diputados, habría algo de lógica. Tampoco los taquígrafos son responsables de que los senadores no asistan con puntualidad ni todos los días tengan sesiones, ni duren el tiempo que las de esta Cámara; en todo esto, los taquígrafos del Senado son enteramente ajenos; pero a mayor abundamiento, tenemos que decir que los taquígrafos, unos y otros, no están a sueldo por línea, ni por palabra, sino por día. ¿Qué tienen, pues, que ver ellos con que haya o no haya en el Senado cierto número de sesiones con respecto a las de la Cámara de Diputados? Lo que debemos
ver es si son positivamente taquígrafos parlamentarios, y si lo son, tienen derecho a la remuneración proporcionada al trabajo que ofrecen y sería una inconsistencia completa de lógica el que se viniera a decir que se necesitaban taquígrafos que trabajaran poco o que no trabajaran nada, suponiendo que en mucho tiempo la Cámara de Senadores no tuviera una sola sesión, porque entonces no conseguiriamos un solo taquígrafo, porque los taquígrafos se ofrecen para trabajar. Por consiguiente, si los senadores no trabajan, eso es cuenta de ellos; yo, por lo tanto, pido que se repruebe la partida y que se les conceda lo que en justicia piden, porque lo que se ha hecho con los taquígrafos de la Cámara de Diputados no ha sido precisamente porque trabajen tanto -hoy lo mismo que trabajaron la Legislatura pasada-, sino porque se a visto que los medios de vida han estado en careciendo y, por consiguiente, hay que buscar la manera de remunerar su trabajo en proporción con las necesidades y con los servicios. Esta ha sido la causa principal para que se aumenten los sueldos a los taquígrafos de la Cámara de Diputados y ésta subsiste también por lo que respecta a los taquígrafos de la Cámara de Senadores. Por lo tanto, yo pido que se repruebe esta partida y que se les aumente su sueldo en un peso, como lo han solicitado. (Aplausos.)
El C. Secretario Soto: No habiendo mas oradores inscriptos, se consulta a la Asamblea, en votación económica, si considera suficientemente discutida esta partida. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Suficientemente discutida. Se reserva para su votación. (Voces: ¡De una vez!)
La partida número 53 que se va a poner a discusión en seguida, se refiere al mismo asunto que la número 52; de modo que sería conveniente que se votaran las dos en una sola votación. (Voces: ¡Muy bien!) Está a discusión la partida número 53.
El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el C. Antonio Guerrero.
El C. Guerrero Antonio: No quiero subir a la tribuna con objeto de hablar sobre esta partida, porque aduciría las mismas razones que expuse al tratar de la partida número 52; de manera que suplico a la honorable Asamblea tenga en consideración las mismas razones que ya expuse, para que se haga el aumento en esa partida.
- El mismo C. Secretario: ¿Hay algún otro ciudadano diputado que desee hacer uso de la palabra respecto a esa partida? Se procede a la votación de las dos partidas números 52 y 53:
"52. Dos taquígrafos primeros, a $3,285.00, cuota diaria, $9.00"
"53. Cuatro taquígrafos segundos, a $2,920.00, cuota diaria, 8.00."
Los ciudadanos diputados que deseen votar por la afirmativa, es decir, que aprueben las partidas como las presenta la "Comisión, sírvanse ponerse de pie.
(Se recogió la votación.)
Han sido rechazadas las partidas 52 y 53, por 115 votos de la negativa, contra 34 de la afirmativa. Vuelven a la Comisión para que las reforme en el sentido de la discusión.
- El mismo C. Secretario, dio lectura a las partidas 64 a 82, que corresponden a la Contaduría Mayor de Hacienda.
Los ciudadanos que deseen apartar alguna o algunas partidas de las que se han leído, sírvanse pasar a inscribirse a la Mesa.
Han sido apartadas las partidas de la 64 a la 73, inclusive.... separada también la 76. ¿Algún ciudadano diputado desea separar alguna otra partida? Apartada también la 81. Se va a proceder a la votación de las partidas 74, 75, 77, 78, 79, 80y 82, en una sola votación.
El C. Peña: Pido la palabra, señor Presidente.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Peña: no puede votarse la partida 82, hasta que no esté aprobada la
- El mismo C. Secretario: Entonces se votarán las partidas 74, 75, 77, 78, 79, y 80; los ciudadanos que deseen votar en contra de estas partidas, sírvanse ponerse de pie. Aprobadas por unanimidad.
- El mismo C. Secretario: Está a discusión la partida 64: "Un Contador Mayor, $35.00 diarios." (Siseos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Zincúnegui Tercero.
El C. Zincúnegui Tercero: Señores representantes: He apartado de una vez las partidas 64, 65, etc. hasta la 73 de la Sección V de la Contaduría Mayor de Hacienda, y aun cuando nos encontramos en la discusión particular de cada una de estas partidas, como las razones que voy a exponer afectan directamente a todas y cada una de las partidas enumeradas con anterioridad, me bastará dar las razones por las que juzgo innecesario, más aún, casi superfluo en hablar en contra de estas partidas porque todas ellas se encuentran atacadas del mismo mal.
Es necesario hacer referencia a la Contaduría Mayor de Hacienda con toda amplitud, porque el caso merece más atención de lo que a primera vista parece. Desde que esta honorable Asamblea disolvió la Contaduría Mayor de Hacienda por motivos de carácter meramente político y se procedió a la reorganización de la misma, sujetando a todos los aspirantes a que sustentaran un examen de suficiencia, hemos visto bullir en esta Asamblea muchos intereses encontrados y muchos apasionamientos personales. Tenemos todos nosotros la convicción, señores representantes, de que una oficina, de que un departamento como es el de la Contaduría Mayor de Hacienda, ha sido instituído en una forma, pues, irreflexiva, por decirlo así. Yo he conceptuado siempre que el papel que desempeña la Contaduría Mayor de Hacienda, es sencillamente inútil y es absurdo. (Voces: ¡No, no! Siseos.) Me diréis, señores representantes, que las funciones que desempeña la Contaduría Mayor de Hacienda son las de glosar las cuentas; perfectamente, señores; estoy de acuerdo en que esta oficina tuviera una razón absoluta de ser, si las cuentas que se fueran a glosar fueran precisamente las cuentas contemporáneas, es decir, de estas épocas; pero, ¿Qué objeto, qué chiste tiene, señores, que la oficina en cuestión esté glosando cuentas de hace ocho
o diez años, cuando ya no se pueden exigir responsabilidades? (Aplausos. Siseos.) Esta oficina, señores representantes, que está haciendo la revisión, que está haciendo la glosa de cuantas de los ejercicios fiscales de hace ocho años, es sencillamente inútil.
Voy a exponer algunas razones, señores representantes, por las cuales juzgo que el aumento que la honorable Comisión presenta a esta Asamblea para que sea aprobado en lo relativo a los sueldos que deben disfrutar los empleados de la Contaduría Mayor de Hacienda, eso sencillamente no debe aprobarse, y no debe aprobarse por muchas razones. En el ejercicio fiscal del año pasado, el Contador Mayor de Hacienda tenía únicamente asignado un sueldo de $25.00, y en la actualidad la Comisión ha presentado en su proyecto un aumento de $10.00 diarios al Contador Mayor, y en esa misma relación, no sólo concretándose a aumentar el importe de los sueldos, sino el número de empleados, vemos, señores representantes, que en esta oficina que, repito, prácticamente, es inútil.... (siseos), se va a erogar la enorme suma de..... $117,000.00 más anualmente. Los señores de la Comisión, entre otras razones, alegan que la carestía de la vida y que el examen de capacidad a que se sujetó a los empleados, ameritan el que se les aumente el sueldo; pero yo pregunto a los miembros de la Comisión, ¿otros muchos empleados no deberían ser considerados en esa misma forma? Los profesores, esa sufrida clase que no me cansaré de elogiar en esta tribuna, que tiene mayores necesidades, que desempeña un trabajo intelectual diez veces mayor que el de los empleados de la Contaduría Mayor de Hacienda, ¿no podrían aducir esas mismas razones para que les aumentara su sueldo, y vamos nosotros, señores, a cometer la inmoralidad de aprobar este Presupuesto, en el cual se aumenta en una forma inusitada en ciento y tantos mil pesos la erogación del Fisco, para una oficina que, concediéndole mucho, si presta algunos servicios, no pueden ser éstos tan importantes como los de la educación y otros numerosos ramos del servicio administrativo?
Yo creo, señores, que es injusto que mientras haya profesores a quienes se les están adeudando varias decenas, que mientras haya empleados que fueron de la Contaduría Mayor de Hacienda, a quienes se les esté adecuando el veinticinco por ciento que se les descontaba en la época en que fueron empleados y cuando se les puso en la calle sin recursos de ninguna naturaleza, cuando la Comisión no se ha preocupado porque a esos empleados que hoy se encuentran sin trabajo se les pague ese veinticinco por ciento, es injusto, señores, que ahora vengamos a recargar las erogaciones del Fisco con una cantidad tan fabulosa. Por tanto, señores, pido que rechacéis la partida 64 y, por las mismas razones, todas las demás partidas que presenta la Comisión, porque, además de ser injustas, no podrán de ninguna manera demostrarnos los señores de la Comisión que realizarán efectivamente una obra de provecho, puesto que hemos visto que al discutirse los Presupuestos en lo relativo a la educación y a otros importantísimos ramos, los señores de la Comisión se han concretado a hacer suyo completamente el dictamen que les ha enviado el Ejecutivo y no se han preocupado por equiparar, por poner en un terreno de absoluta justicia el cartabón de los sueldos de los profesores, y así hemos visto el caso vergonzoso de que figure en los Presupuestos un profesor ganando el mismo sueldo que un portero.
Por lo tanto, señores diputados, yo espero que rechacéis esta partida y con ésta todas las subsecuentes relativas a los sueldos de los empleados y que éstos, los empleados de la Contaduría Mayor de Hacienda queden con el sueldo que tenían en el ejercicio fiscal del año pasado. (Aplausos.)
Presidencia del C. BLANCARTE RAMÓN
El C. Presidente: Tiene la palabra, en pro, el C. Rodríguez de la Fuente.
El C. Rodríguez de la Fuente: Señores diputados: La Comisión de Presupuestos ha producido un dictamen favorable a los empleados de la Contaduría Mayor de Hacienda, no solamente porque la Comisión de Presupuestos ha estudiado cuál es la labor efectiva de dicha Contaduría, sino porque ha tenido en cuenta también, como hace un momentos lo decía aquí el señor García Vigil, el encarecimiento de la vida. Yo no soy miembro de la Comisión de Presupuestos, pero sí vengo a hablar aquí del aumento tan insignificante que se ha puesto para los empleados de la Contaduría, por varias circunstancias......(Siseos.)
Al organizar la Contaduría Mayor de Hacienda, señores diputados, efectivamente los empleados que fueron allá, fueron por los conocimientos que tienen en la materia, fueron convocados para ocupar aquellos puestos y los individuos todos se examinaron conforme al Reglamento de la Contaduría Mayor de Hacienda, cosa que nunca se había hecho hasta estos momentos; la Comisión Inspectora de la Contaduría Mayor de Hacienda se ha preocupado porque fuesen elementos que tuvieran conocimientos suficientes en la materia para que se glosasen las cuentas con toda efectividad y en el término que la misma ley señala. No ha aducido argumentos de peso aquí el C. Zincúnegui Tercero, ha manifestado únicamente que es un absurdo y que es inútil este aumento de empleados y este aumento de sueldo, porque no está el Erario en circunstancias tales que pueda sufragarlos. Pero yo tengo razones como las siguientes, señores diputados, que deben llevar al convencimiento de vosotros: que, efectivamente, los empleados de la Contaduría Mayor de Hacienda merecen este aumento de sueldo, porque tenemos en el Presupuesto anterior que los nueve contadores de primera ganaban $10.00 y en el actual se sostiene que deben ganar un poco más, es decir, 11.00; a los de segunda se les aumentan $0.50. Yo, señores, debo decir a ustedes que hasta el año de 1913, desde 1909 o 1910, el monto del Presupuesto fue de $97.000,000.00 en 1912 de. . . . . $111.000,000.00; en la actualidad, señores diputados, la Contaduría Mayor de Hacienda tiene que glosar $187.000,000.00; no es, pues, el mismo trabajo, señores diputados; los miembros de la Contaduría Mayor de Hacienda tienen que trabajar más
ahora y precisamente por eso sostiene la Comisión que deben aumentarse unos cuantos contadores más de primera, de segunda y de tercera clase. Los sueldos de la Contaduría Mayor de Hacienda han permanecido hasta la fecha en los mismos términos en que estaban en el Presupuesto de 1912 a 1913; en cambio, señores diputados, hay que ver el cuadrito comparativo que seguramente ha llegado a cada uno de vosotros y vean ustedes que a los empleados de la Tesoreria General de la Nación, que a los empleados de la Sección de Contabilidad y Glosa de la Dirección del Timbre y a algunos otros más de la Federación se les ha aumentado su sueldo en este lapso de tiempo; en cambio, la Contaduría Mayor de Hacienda, con más trabajo, puesto que va a glosar $187.000,000.00, con el encarecimiento de la vida, no pueden vivir con el sueldo que tienen asignado actualmente.
Estas razones, señores, son las que yo aduzco aquí para que la honorable Asamblea acepte de plano todas las partidas que ha presentado la Comisión de Presupuestos, sencillamente porque no se puede decir que sea una enorme cantidad que no pueda sufragar la Nación; al contrario, señores diputados, vamos a hacer más expedito el trabajo en la Contaduría Mayor de Hacienda, puesto que se aumenta el número de empleados. Hace unos cuantos días, la Contaduría Mayor de Hacienda ordenó, señores diputados, que se hiciese una revisión a las cuentas de algunas oficinas públicas. Han de saber Sus Señorias, por si acaso no leyeron la prensa del día en que estos acontecimientos se consignaron, que algunos ciudadanos jefes de esas oficinas protestaron porque la Contaduría Mayor de Hacienda había ido allá a ver cuánto tenían las cajas y hacer un corte el día en que se hizo la visita, y ahí tienen ustedes que estos ciudadanos que protestaron en contra de la Contaduría Mayor de Hacienda no conocen perfectamente la organización de la Contaduría, ni saben para qué está establecida. Muchos dicen: la Contaduría Mayor de Hacienda no hace nada, nada más se ocupa de glosar las cuentas, como dijo el C. Zincúnegui, de 1910, y no saben que también se están glosando las cuentas del presente año fiscal. Eso, señores diputados, es el desconocimiento más absoluto de lo que es la Contaduría Mayor de Hacienda.
Voy a permitirme, para terminar, hablarles a ustedes del incidente que se registró hace algunos días en una oficina pública: el Contador Mayor de Hacienda, que sí conoce el Reglamento, dijo esto: yo tengo facultad para ver en qué estado están las cuentas de la Administración de Correos, por ejemplo, y envió una comisión que se acercó a las cajas de la Administración Local de Correos y a las de los Ferrocarriles e hizo su corte de caja; eso es cumplir con su deber y nunca la contaduría Mayor de Hacienda había desempeñado este trabajo como en la actualidad. ¿Por qué , señores? Porque la Comisión Inspectora de la Contaduría Mayor de Hacienda también se ha preocupado porque los empleados cumplan con su deber, y el día que no cumplan con su deber, la misma Comisión Inspectora ha de proponer el cese de aquellos individuos que no estén cumpliendo con su deber; pero vean ustedes, señores, que la Contaduría Mayor de Hacienda en la actualidad no solamente está glosando las cuentas, no crean ustedes, señores diputados, que la Contaduría Mayor de Hacienda en la actualidad está haciendo lo que en la época del general Porfirio Díaz; en esa época, señores, únicamente se veían las cuentas, no se exigían responsabilidades a nadie; en la actualidad el Contador Mayor de Hacienda está obligado a los empleados a que estudien las cuentas de los generales y de los Ministerios, con objeto de que en su oportunidad se presenten a esta Cámara se les exijan responsabilidades a todos aquellos que hayan defraudado al Erario Nacional.
Ante este trabajo de la Contaduría Mayor de Hacienda, no puedo creer que ustedes se obstinen en dar un voto reprobatorio a estas partidas, puesto que es lógico, puesto que es natural, señores diputados, que a mayor trabajo, pues debe haber una poca de mayor retribución. No es exagerado lo que presenta la Comisión de Presupuestos, por eso he venido a hablar en favor del Proyecto presentado por esa misma Comisión; yo entiendo, señores diputados, que la honorable Asamblea hará un acto de justicia aprobando estas partidas por las razones que ha aducido ya.
Ha sostenido aquí el C. Zincúnegui que los señores miembros de la Comisión presentaron los Presupuestos que se refieren a los profesores en las mismas condiciones en que los envió el Ejecutivo. Eso, señores diputados, no es un argumento en contra de los Presupuestos de la Contaduría Mayor de Hacienda, para que sean aumentados o disminuidos; eso quiere decir, en todo caso, que no hubo aquí pedagogos que levantaran su voz para sostener que los presupuestos de los profesores se aumentasen en alguna cantidad; eso es solamente lo que significa lo que acaba de decir el C. Zincúnegui Tercero. Los empleados de la Contaduría Mayor de Hacienda, señores diputados, están trabajando de ocho a dos de la tarde y yo quisiera que no solamente la Comisión Inspectora se acercara a esa oficina para ver cuál es el trabajo de estos empleados, yo quisiera que los ciudadanos diputados se acercaran allí para ver que están cumpliendo con el Reglamento. Cuando la Comisión Inspectora de la Contaduría Mayor de Hacienda habló aquí en alguna de las ocasiones anteriores para que se convocase a los ciudadanos que quisieran ocupar los puestos que existían vacantes en la Contaduría, manifestó clara y terminantemente que no tenía interés de ningún género en las personas que fuesen allí y está perfectamente comprobado, señores diputados, que los empleados de la Contaduría Mayor de Hacienda están allí porque han demostrado antes los conocimientos amplios que tienen en la materia. Yo suplico que acepten ustedes estas partidas de la Contaduría Mayor de Hacienda en los términos en que los han presentado los miembros de la Comisión de Presupuestos, por que en verdad hay justicia de sobra para que esos empleados ganen un peso más algunos, y otros cincuenta centavos. Además, señores diputados, la Comisión indudablemente que ha tenido en cuenta al aumentar al Contador Mayor de Hacienda de veinticinco a treinta y cinco pesos, que la Contaduría Mayor de Hacienda forma un departamento que depende, como bien lo saben Sus Señorías, de la Cámara de Diputados y siempre que el Contador Mayor de Hacienda ha tenido el mismo sueldo
que el Tesorero General de la Nación y algunos otros funcionarios públicos, y en cambio, señores diputados, ya hace algún tiempo que olvidaron los presupuestos que el Contador Mayor de Hacienda es una persona que tiene innumerable trabajo en su oficina y le rebajaron de una plumada el sueldo que tenía. El Tesorero General gana en la actualidad $40.00 y el Contador Mayor de Hacienda gana únicamente $25.00, y rebajándole el veinticinco por ciento, gana solamente $19.00; por eso la Comisión ha pedido que sean $35.00 para que aun restándole el veinticinco por ciento, venga a ganar unos veintitantos pesos.
Yo creo que estas razones que ha tenido la Comisión son sobradamente justas para que Sus Señorías también las tengan presentes a la hora de votar estas partidas.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Pérez Vela en contra.
El C. Pérez Vela: Ciudadanos diputados: El compañero Rodríguez de la Fuente, el primero y principal argumento que se sirvió esgrimir desde esta tribuna, es el encarecimiento de la vida. Quiero, ciudadanos diputados, de una vez por todas manifestar ante Vuestras Soberanías que creo es que el tiempo necesario de que no se nos siga asustando constantemente con ese "Coco" del encarecimiento de la vida; eso sólo pueden decirlo las personas que no salen de las céntricas avenidas de la capital, pero cualquiera que en la actualidad tenga correspondencia con los Estados productores de la República, verá y podrá convencerse plenamente de que el termómetro para la baja de todos los artículos, aún de los mismos artículos de lujo, es la cosecha de maíz. Actualmente, ciudadanos diputados, y creo que para muchas personas no es esto desconocido, estamos, o mejor dicho, se está ya recogiendo una de las mejores cosechas que ha tenido la República de muchos años a la fecha. En algunas regiones de Guanajuato y de Michoacán el maíz tiene ya un precio casi de épocas normales; igualmente pasa con la mayor parte de los efectos, que nosotros estamos viendo que día a día, aunque de una manera muy reducida por la codicia de la mayor parte del comercio capitalino (Risas. Voces: ¡Capitalino!) Pero sin embargo, no obstante esta codicia, este acaparamiento que tienen de los artículos alimenticios, sin embargo en vista de mayores pérdidas probables, se ven obligados a bajar, aunque poco en la actualidad todavía, pero están bajando, y esa baja tendrá que acentuarse más a medida que vaya entrando el año próximo. Los empleados que se aumentan a la Contaduría Mayor de Hacienda, según la comparación que he hecho de los Presupuestos en vigor y de los que están a discusión, es de 31 empleados. Para el Oficial Mayor se propone un aumento de $2.00 diarios; para los nueve jefes de sección igualmente $7.00 diarios; para cada uno de los contadores de primera, $1.00; para los veinticuatro contadores de segunda, -aquí se aumentan dos-, se propone un aumento de $1.00 diario para cada uno; para los treinta contadores de cuarta se propone $0.50, para los treinta de quinta,- y aquí se aumentan diez más-, se propone $1.00 de aumento para cada uno. De manera, señores diputados, que sumado lo que se propone por aumento diario para los diversos empleados, es todavía superior lo que aquí sólo se propone para el señor Contador Mayor de Hacienda, quien de aprovarse la partida tal como la presenta la Comisión, resulta que tendrá un sueldo superior a los encargados de los Departamentos del Estado, como, por ejemplo, el Universitario, el de Salubridad. Ahora, refiriéndome a que en la Contaduría Mayor de Hacienda haya un trabajo abrumador, de esto todavía por más esfuerzos que yo he hecho no he logrado convencerme; donde sí he visto un trabajo abrumador es, por ejemplo, en la Tesorería General de la Nación; allí he visto que se trabaja desde las ocho de la mañana hasta las doce y media, y por la tarde de tres a seis y muchas veces hasta las siete y horas después; en cambio, ciudadanos diputados, en la Contaduría Mayor de Hacienda sí se trabajan cinco, y algunas veces, seis horas diariamente únicamente por la mañana. (Siseos.) A cualquier ciudadano diputado que quiera ir a convencerse de esto, no le costará más trabajo para que alguna mañana ir a convencerse con su propia vista. (Siseos.) Ya véis cómo los individuos interesados en el que se les siga dejando este sistema de trabajo, porque durante las tardes pueden ocuparse en cualquier otro asunto, son los que sean en estos momentos. Así es que por estas razones, señores diputados, y principalmente porque para este aumento de sueldo no se ha seguido sino el sistema netamente "porfirista," el mismo sistema de la dictadura, ¿por qué no se aumentan los sueldos en un tanto porciento justo, de manera que todos alcancen un aumento equitativo? Y no, sino que por ejemplo, a determinados empleados únicamente se les aumentan $0.50, pero que, en cambio, al jefe de la oficina -que en muchas ocasiones es el que menos hace- aumentarle $10.00 diarios. Por eso suplico a Vuestras Señorías se sirvan para dar voto reprobatorio al dictamen que presenta la Comisión.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Soto Peimbert.
El C. Soto Peimbert, miembro de la Comisión: Señores diputados: Indudablemente que se ha desvirtuado la índole de esta discusión, porque los puntos que se han tomado para atacar los sueldos que la Comisión asigne al personal, no son aquéllos, desde los cuales debían haberse mirado estas cosas.
Para llegar a una conclusión, es preciso documentarse en la ley que creó esta Contaduría Mayor de Hacienda, sobre las facultades que la propia ley le otorga y cuál es la intervención que tiene en los asuntos públicos. Desde luego una de las grandes aspiraciones colectivas es la de la moralización de la Administración, y ningún punto tan corrompido, como aquél que a dineros se refiere. En tal virtud, la Cámara de Diputados no tiene otros puestos sobre la Administración, ni otro medio de hacer efectivas la responsabilidades por mal manejo de fondos, que la Contaduría Mayor de Hacienda. Claro está que cualquier esfuerzo que trate de dar independencia a los jefes de ella en forma tal que puedan, en un momento cualquiera, informar de la verdad sobre un asunto en que se versa dinero, debe ser laudable y debe tener la sanción de los que aspiran a un mejoramiento social. Por lo demás, me voy a permitir rendir a
ustedes un informe detallado, un informe sintético, para no cansarlos, de cuál ha sido el funcionamiento de la Contaduría Mayor de Hacienda, desde el año de 1824 hasta la actualidad, para que ustedes mismos puedan estimar por que no ha llenado efectivamente el vacío que se trataba de llenar cuando fue creada. En el año de 1824, que fue cuando se creó el primer "Contador, y esto como corolario de una oficina virreinal que se llamó Tribunal de Cuentas; de entonces acá fue considerada en la Constitución de 1857 y lo es en la actual; de modo, entonces, que esta oficina no es anodina y no está fuera de lo que debe ser, obedece a una necesidad pública reconocida desde la época del virreinato. Lo que sucede es, también, que las leyes reglamentarias que rigen, no son adecuadas al momento actual; pero se trata de adoptar precisamente esto: que las personas que intervengan en esas labores, estén bien remuneradas, para que puedan hacerse las observaciones pertinentes, que no harían un empleado mal pagado.
En 1867, al triunfo de la República, se nombró Contador Mayor de Hacienda a un señor Tornel; los servicios de este señor no fueron satisfactorios, porque su nombramiento obedeció a una necesidad política, más que una necesidad administrativa, a una necesidad social. Al triunfo de Tuxtepec se nombró Contador Mayor de Hacienda a don José Ponce de León, que no tenía más conocimientos, que el haber sido regente de empresas públicas, periódicos revolucionarios, pero un desconocedor absoluto en los ramos especiales para cuales se le llamó. Si ustedes lo desean, yo podría ir señalando uno a uno de los Contadores Mayores de Hacienda que han pasado por esa oficina y, en todos los casos, se encontraría que los nombramientos tienen un carácter de necesidad política, pero no obedecían al deseo de un mejoramiento social. Cuando, felizmente, por la determinación tomada por esta Cámara, se ha pensado en hacer efectivas las responsabilidades por manejo de fondos, es entonces el momento de echar las bases para que los que ocupen aquellos puestos, puedan considerarse, por el emolumento que reciben, efectivamente independendientes. En las leyes y disposiciones reglamentarias de la Contaduría Mayor de Hacienda, se encuentra el artículo 12, que a la letra dice:
"Artículo 12. La Comisión Inspectora de que habla el artículo 81 del Reglamento interior de la Cámara de Diputados, es el conducto por medio del cual deben transmitirse a la Contaduría Mayor los acuerdos de la Cámara, y a ésta los informes que rinda aquella oficina."
Este sólo artículo es bastante para dar una ligera idea del funcionamiento de la Contaduría Mayor de Hacienda. Esto por lo que se refiere a la institución en abstracto, pero por el significado que tiene en el actual momento.... (Campanilla. Murmullos.)
Como noto que la Asamblea, quizá por lo avanzado de la hora o por el exceso de labores o por encontrar fuera de lugar o de poco colorido los razonamientos que me he permitido someter a vuestra consideración, no me presta su atención, me veré penosamente en el caso de dejar esta tribuna y de callar las razones que, en mi obligación de miembro de la Comisión, debería exponer para que fueran del conocimiento de ustedes y también llevándome la penosa impresión de que asuntos que nos interesan vitalmente no reciben por parte vuestra la atención que merecen.
Se arguye que en sueldo de $35.00 del Contador Mayor de Hacienda es un sueldo excesivo y se le compara con los sueldo del personal del Departamento Universitario; pero no se tiene en cuenta que las funciones de la Contaduría Mayor de Hacienda le vienen a dar un carácter -permítaseme la comparación-, de único ministerio de la Cámara de Diputados, es la única prolongación dentro de la administración efectiva de la Cámara, por medio de la cual se puede auscultar el manejo de fondos; el día en que nosotros nos propongamos hacer responsables a los que resulten del manejo de fondos, no tendremos otro medio para lograrlo, que pedir los informes respectivos a la Contaduría Mayor de Hacienda. Esta sola consideración es suficiente para darnos idea de que el funcionamiento de la Contaduría Mayor de Hacienda, para responder a su objeto, no requiere otra cosa sino nuestro deseo de hacer efectivas las responsabilidades, y este sólo capítulo es suficiente para que pese en los ánimos serenos y sin dejarse guiar de falsas comparaciones, aprueben lo que la Comisión propone. Por lo demás, tengo a la vista las razones que los propios interesados han consignado en este memorial, al que me voy a permitir dar lectura:
"En el año de 1909 a 10 se glosaban..... $97.871,750.00 con un personal de 112 empleados, y en 1918 se tendrán que glosar $187.135,871.00 ó sean ochenta y siete y tantos más millones, casi el doble, aumentando las labores en un ochenta por ciento."
Ahora bien, a alguno de los oradores le pareció excesivo el aumento de diez pesos y no le parece excesivo el aumento del ochenta por ciento en las labores. Si a igual trabajo corresponde igual remuneración, equitativamente debiera aumentarse el sueldo hasta un ochenta por ciento.
".....y si en 1909 a 1910 el personal no era suficiente para glosar todas y cada unas de las cuentas, y estando autorizado por la Ley Orgánica para dejar de glosar una tercera parte de las cuentas, en la imposibilidad material de hacer todo el trabajo, para glosar el año de 1918 será necesario el aumento del personal que se pide, a fin de que, ayudado con máquinas calculadoras, puedan glosarse todas y cada una de las cuentas en la Contaduría Mayor."
Esto que a primera vista no tiene significación, en el fondo sí lo tiene, y muy grande, por una sencilla razón; es de creerse que la mayoría de las cuentas sometidas a la consideración, al examen de la Contaduría, vayan en regla; pero aquellas que justamente puedan ser motivo de responsabilidades para los que en el manejo de esas cuentas intervengan, quedarían dentro de la tercera parte que la propia ley autoriza para no examinar a la Contaduría Mayor de Hacienda y en esto estriba que su funcionamiento no sea correcto y que no haya respondido a la necesidad para la que fue creada. El medio está en nuestras manos: démos el emolumento suficiente y aumentemos el personal en forma tal que se glosen todas y cada una
de las cuentas, sin excepción de la tercera parte que la propia ley autoriza a dejar pendiente.
"Por primera vez en la historia, la Contaduría Mayor de Hacienda se propone responder al objeto para el cual fue creada y no dejar de revisar y glosar una sola cuenta, a fin de que la H. Cámara pueda darse cuenta de cómo se manejan los fondos públicos y si lo aprobado por ella ha sido llevado a cabo."
"En el cuadro comparativo se nota que la Tesorería de la Federación, la Dirección de Contabilidad y Glosa, ahora Contraloría, Dirección del Timbre y dirección de Aduanas, han tenido aumentos considerables tanto en su personal, como en sus gastos de oficio y sueldo, estos dos últimos muy considerable y superiores a los habidos en la Contaduría Mayor."
Ahora bien, yo debo hacer hincapié en este punto: el sueldo de un Secretario de Estado es de $50.00, el sueldo de un Contralor es de $50.00. (Voces: ¡No!) Parece que alguien dice que no, le ruego rectifique el número si estoy equivocado
El C. Arrioja Isunza, interrumpiendo: El sueldo del Contralor no es de $50.00, es de $35.00.
El C. Soto Piembert, continuando: En el concepto de C. Arrioja Isunza, el sueldo de Contralor es de $35.00; como ni él ni yo tenemos documentos en que apoyarnos, que la honorable Asamblea conceda la razón a quien la tenga. De cualquier modo el sueldo del Contador Mayor de Hacienda no vendría sino a equiparse con el del Contralor, pero como las labores son similares, pero más pesadas las de la Contaduría, porque su creación es constitucional y la labor de la Contraloría es anticonstitucional, ya que muchos casos se ha dicho que el Contralor es el único que puede decir la última palabra, yo alego, con la ley en la mano, que el único facultado para dictar finiquitos es el Contador Mayor de Hacienda. Si deseamos, como es de nuestro deber, asumir las funciones propias que las leyes nos otorgan, debemos hacer porque nuestras dependencias puedan desempeñar mejor estas funciones. La creación de la Contraloría me la explico en las condiciones anormales, justamente por la falta de control que sobre este asunto tiene el órgano creado por la ley para llevarlo acabo; pero es nuestra obligación que se restituya a esta oficina toda la ingerencia que debe tener en los negocios públicos y que desaparezca la Contraloría, esta es una tendencia moralizadora; no podemos nosotros admitir que la oficina que debe revisar las cuentas, que debe rendir informes sobre el manejo de fondos, depende precisamente de los jefes que manejan esos fondos. ¿Cómo vamos nosotros a admitir que esa Contraloría dependa de una Secretaría de Hacienda, cuando justamente a la Secretaría de Hacienda es a quien tendríamos que pedir cuentas? Depende directamente del Ejecutivo o no, en todo caso no debe, no deberá depender del Ejecutivo, porque la revisión debe hacerla en poder Legislativo y no el Poder Ejecutivo. No quiero con esto significar que la Contraloría pudiera ser una oficina en que se encubriesen ciertas cosas, estoy muy lejos de suponerlo, pero sí debe manifestar que su creación es contraria a la ley...
El C. Arrioja Isunza, interrumpiendo: ¡No!
El C. Soto Peimbert, continuando: Sí, señor, muy a pesar que usted me diga que no. Yo ruego al C. Diputado que me dice que no, me enseñe la ley que crea la Contaduría y el reglamento de ella y verá cómo en uno de sus preceptos, uno de los primeros preceptos de éste: que nadie puede dictar finiquitos, si no es el Contador General, y yo con la ley en la mano demuestro que el único que puede dictar finiquitos es el Contador Mayor de Hacienda.
"Al Contador Mayor de Hacienda y al Oficial Mayor se les designa un sueldo igual al del Tesorero de la Nación y al del Subtesorero, debido a que desde que fue creada la Contaduría hasta 1903, siempre han sido considerados de igual categoría y sus sueldos han sido equiparados como puede verse en cada cuadro comparativo, y en realidad no existe ningún aumento, sino que se pide vuelvan a reconquistar el sueldo que siempre han tenido."
Ahora bien, si como ya en el cuadro comparativo quedan perfectamente establecidas las circunstancias que concurren en el momento actual y por las razones que ya he sometido a vuestra consideración queda en pie la necesidad de reorganizar esta oficina, yo espero, serena y cuerdamente de cada uno de los miembros de esta Asamblea, que apoyen a la Comisión en lo que pide. (Aplausos.)
El C. Presidente: No habiendo ningún orador en contra, tiene la palabra en pro el C. Casas Alatriste.
El C. Casas Alatriste: Señores diputados: En vista de que no se ha presentado ninguna objeción de peso contra el presupuesto que está a discusión y para demostrar hasta la evidencia a Vuestra Soberanía la poca preparación que en el asunto han tenido los oradores del contra, que no tienen ni siquiera una idea remota de la importancia de la oficina denominada Contaduría Mayor de Hacienda, instituida en virtud de un precepto constitucional....
El C. Arrioja Isunza, interrumpiendo: ¿Me permite una interpelación el orador?
El C. Casas Alatriste: Sí, señor.
El C. Arrioja Isunza: Con permiso de la Presidencia. Yo suplico al señor Casas Alatriste sea él el que nos dé los fundamentos que ha tenido la Comisión para ese aumento tanto en el personal como en los sueldo, porque no es precisamente que necesite atacar los argumentos del pro, sino que para votar nosotros tenemos necesidad de saber en qué se ha fundado la Comisión para ese aumento.
El C. Casa Alatriste, continuando: Voy a dar gusto al señor Arrioja Insunza y voy también a rectificar lo asentado en esta tribuna por el C. Pérez Vela, que asienta que es solamente el motivo de la carestía de la vida el que indujo a la Comisión de Presupuestos y Cuenta a proponer a la Representación Nacional el pequeñísimo aumento de cincuenta centavos diarios y un peso, en la mayoría de los empleados de la Contaduría.
Las razones, la razón primordial no es tanto la carestía de la vida, es el aumento positivo de trabajo. La Contaduría Mayor de Hacienda, señores, debe revisar las cuentas que presenta el Ejecutivo a la Representación Nacional con el objeto de que
ésta, a nombre del pueblo, le dé el "visto bueno" a todas las operaciones hechas con los fondos del pueblo, y si el Ejecutivo, para el manejo de los fondos públicos, ha necesitado de un importante aumento en el personal fiscal, un importante aumento en las dotaciones de los empleados fiscales, es natural, es lógico, es una consecuencia directa que la Contaduría Mayor de Hacienda tenga necesidad de aumentar las dotaciones de él, en la misma proporción en que han sido aumentadas las dotaciones de los empleados fiscales dependientes del Ejecutivo. Señores, la Tesorería de la Federación tiene un aumento del Presupuesto de 1909, comparado con el de 1918, de 323 empleados; la Dirección de Contabilidad y Glosa tiene 64 empleados más, la Dirección General del Timbre 62 más, la Dirección General de Aduanas 19 empleados más y la Contaduría Mayor de Hacienda, señores diputados, tiene exactamente el mismo número de empleados que tenía el año fiscal de 1909 a 1910. Si para hacer las labores que va a hacer la Secretaría de Hacienda se ha necesitado un aumento tan importante del personal, ¿por qué, entonces, no conceder que se aumente también el personal revisor? El resultado que producirá la negación de vuestro voto al Proyecto presentado, sería que las labores de la Contaduría no fueran todo lo eficaces que fueran de desearse y, entonces, señores diputados, yo os propongo la siguiente disyuntiva: o la Contaduría cumple las obligaciones que le impone la ley, o suprimir la Contaduría Mayor de Hacienda; pero como esto no podrías hacerlo, porque, constitucionalmente, está instituida y porque es útil y es necesaria para el servicio público, dotadla bien y exigidle que cumpla debidamente con su deber. A nombre de la Comisión Inspectora de la Contaduría Mayor de Hacienda, yo os prometo que se exigirá mayor actividad, justificación y honradez en el personal de esa oficina. No debéis olvidar, no debéis perder de vista que esta oficina es la que da los finiquitos a todas las cuentas que presentan los individuos que manejan fondos de Erario, ésta es la que va a relevar de toda responsabilidad a los individuos que manejan fondos y ésta es la que debe exigir responsabilidades a los que ha malversado los fondos del Erario y, en consecuencia, no se ocultará a nadie que necesita de un personal perfectamente honrado y que esté a salvo de todas las tentaciones y cohecho, y esté garantizado para que la Cámara tenga la seguridad de votar y dar el visto bueno a las cuentas que presente el Ejecutivo a nombre del pueblo mexicano que lo eligió.
Me voy a concretar también a la partida primera, a la partida que se refiere al sueldo del Contador Mayor de Hacienda. El Contador Mayor de Hacienda, repito, tiene sobre sí la responsabilidad de la aprobación o reprobación que está Cámara dé a las cuentas del Ejecutivo. La oficina que maneja fondos, centralizadora de los fondos del Erario, es la Tesorería General de la Nación y, en consecuencia, el funcionario que está más directamente bajo la vigilancia del Contador Mayor de Hacienda, el ciudadano a quien, por el orden natural de la organización fiscal, debe exigírsele mayor responsabilidad es el Tesorero General de la Nación y si el Contador Mayor de Hacienda es el encargado de revisar las labores del Tesorero, es perfectamente ilógico que el Contador Mayor esté menos bien dotado en sus emolumentos que el Tesorero General de Nación y así lo han comprendido todas las pasadas Legislaturas, porque desde 1901 hasta 1912 en que hubo el último presupuesto, el Contador Mayor de Hacienda y el Tesorero General de la Nación han ganado exactamente la misma cantidad. En 1918, por razones que desconozco y probablemente por alguna razón de orden enteramente sentimental o por temor de que la Legislatura creyera que se trataba de dar grandes sueldo, se redujo la dotación del Contador Mayor de Hacienda a $25.00, en tanto que en 1909 ganaba $26.00; todos los sueldos en general, salvo raras excepciones, se han aumentado considerablemente de 1909 a 1918 y como una prueba de esto os digo que el Tesorero General de la Nación que ganaba en 1909 los mismos $26.00 que el Contador Mayor de Hacienda, gana en la actualidad $40.00 diarios. La Comisión de Presupuestos y Cuenta fue, sin embargo, conservadora; no quiso atreverse a nivelar el sueldo del Contador Mayor de Hacienda con el del Tesoro y por un escrúpulo le puso el mismo sueldo de jefe de departamento: $35.00. Esto no es un exceso si se toma en cuenta la categoría, la responsabilidad, la importancia que la Legislatura, más que nadie, está obligada a dar a la Contaduría Mayor de Hacienda. La Cámara de Diputados, primero que nadie, es la que estaría, en mi concepto, en la obligación imperiosa de hacer que la Contaduría Mayor de Hacienda sea respetada y sea tenida en el alto concepto en que debe tenerse entre las oficinas fiscales de la República, por ser lo que en México equivale al "tribunal de cuentas" es decir, el que falla sobre todas cuentas de la Administración pública. Si, pues, siempre habido un paralelismo entre los sueldos del Contador Mayor de Hacienda y del Tesorero, ¿por qué os asombráis que hoy, inspirados por un deseo de justicia y por un deseo de equidad, la Comisión de Presupuestos y Cuenta os presente un aumento que es perfectamente equitativo y que es perfectamente justificado? Yo creo que si se desea tener un buen servicio, si se desea que los empleados cumplan positivamente con su deber, se les debe de pagar los sueldos que justamente devengan por las funciones que desempeñan. El antiguo sistema español desgraciadamente implantado dentro de nuestra psicología, de pagar sueldos mezquinos, sueldos raquíticos, está completamente desacreditado por las teorías modernas que rigen en estos asuntos; ahora la teoría es que se pague bien para que se exija buen trabajo. Antes se observaba que cualquier español, por ejemplo, dueño de una casa de abarrotes, pagaba un sueldo mezquino a su empleado y estaba contento porque no gastaba sino $200.00 o $300.00 al año y no se fijaba en que ese dependiente, para resarcirse, procuraba sisarle en lo que podía y procuraba también no cumplir con su deber. Pagad buenos sueldos, señores, y ahorraréis en ese caso exacciones, los negocios sucios, y por lo menos tendréis ya derecho para exigir, con plena justificación y con pleno convencimiento moral, que se lleven con estricta honradez todos los asuntos públicos, y no olvidéis que en la Contaduría Mayor de Hacienda no obstante que por allí no circula un peso en metálico, sí se revisan todas las cuentas y que de
la revisión de las cuentas resulta la inmunidad para toda malversación de fondos públicos o responsabilidades efectivas para ellos. Por justicia, pues, por conveniencia y para guardar el propio decoro del Poder Legislativo, yo os invito a que déis un voto aprobatorio al presupuesto que está a debate. (Aplausos)
El C. Alarcón: Para una interpelación.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Alarcón.
El C. Alarcón: Yo quisiera que la Comisión me informara si puede existir un caso que la nación haya recuperado un solo centavo como consecuencia del manejo de fondos públicos y para disculpar las pesadas labores de la Contaduría Mayor de Hacienda.
El C. Presidente: Tiene la palabra la Comisión.
El C. Soto Peimbert: Pido la palabra para contestar. Desgraciadamente, aún cuando la Contaduría Mayor de Hacienda en varias ocasiones ha tenido oportunidad de señalar casos de responsabilidad efectiva, las componendas políticas a que me he referido desde la tribuna, impidieron que se hicieran esas responsabilidades efectivas y se dio carpetazo al asunto; en consecuencia, no puede atribuirse a la Contaduría el que no haya llenado sus fines; es falta de energía de la Cámara para exigir que los asuntos sigan adelante. (Aplausos.)
El C. García Vigil: Señores representantes: Los oradores que me han precedido en el pro han expuesto bastantes razones para justificar, tanto el aumento en sueldo, cuanto al aumento en personal; pero a pesar de eso, todavía creo que existe un error algo generalizado entre alguno de los señores representantes respecto al funcionamiento de la Contaduría Mayor de Hacienda, de la misión que tiene que llenar y de las condiciones peculiares en que se encuentran el personal de ella. Este error generalizado, es el de creer que es una oficina absolutamente inútil, y sobre este particular quiero indicar las razones que presiden a la constitución de la Contaduría Mayor de Hacienda.
Por la Constitución General de la República, es la Cámara de Diputados la que tiene la exclusiva en lo que respecta al Presupuesto de Egresos; en lo que respecta a los ingresos, cooparticipa con la Cámara de Senadores. Desde el momento en que la Cámara de Diputados es la Oficina o, digo, es la representación, el poder que autoriza la erogación de las contribuciones, es inconcuso que también tiene la exclusiva por lo que respecta a la fiscalización de esas erogaciones. No pudiendo hacer la Cámara de Diputados por sí sola, esto es, por medio de la Representación, la glosa de la cuenta pública, o sea el recuento, el cómputo, la verificación de las cuentas, es indispensable la existencia de una oficina dedicada expresamente a efectuar esto, siempre bajo la vigilancia de la Cámara de Diputados, esto es, del Poder que autoriza tanto la erogación, cuanto que tiene el derecho para cerciorarse de que estas erogaciones se han hecho enteramente ajustadas a las leyes emanadas de la misma Cámara.
Ahora bien, señores, nuestra Constitución Política concede un poder que casi es absoluto al Ejecutivo; lo único que tiene la Representación Nacional y particularmente la Cámara de Diputados, es el poder de negar los subsidios al Ejecutivo en la medida en que lo desee, o para lo que lo desee, y en poder de fiscalizar absolutamente la administración de esos subsidios. Así es que el mecanismo federal gubernamental puede decirse que dejando facultades omnímodas en todos los ramos al Poder Ejecutivo, le resta el de poder erogar a su arbitrio pleno todas las cantidades que desee y en la forma en que lo desee; por esto es que nosotros estamos discutiendo el Presupuesto de Egresos. Ahora bien, discutido el Presupuesto de Egresos, que es en ejercicio de nuestras facultades, ¿Cómo puede la misma Cámara de Diputados verificar el exacto cumplimiento de las leyes que da, verificar las erogaciones de la Administración? ¿Cómo puede la Cámara obtener el convencimiento de que estas cantidades se han gastado en la proporción dada por la misma Cámara y para los objetos señalados en la misma ley? Pues solamente mediante una oficina auxiliar de ella, que tanto por la moralidad de sus miembros, desde el principal de ellos, o sea el Contador Mayor, hasta el último, cuanto por lo que respecta a la capacidad de los mismos. Sentada de este modo la tesis, es claro que la Contaduría Mayor de Hacienda debe ser una oficina que goce de absoluta independencia por lo que respecta al Poder Ejecutivo, que no dependa más que de la Cámara de Diputados y que tenga los requisitos de altísima moralidad y capacidad. En estas condiciones, nosotros, desentendiéndonos -como debemos hacerlo-, de las cuestiones políticas que se agitan en la actualidad, debemos tener únicamente en consideración a las personas abstractas, a las entidades representativas, esto es, al Contador Mayor de Hacienda, al Oficial Mayor de Hacienda, no al señor Luis Meza Gutiérrez, ni al señor Rafael Garza, ni al señor Juan López, etc., nombrados por el "Bloque Liberal Nacionalista," predominante en la Cámara de Diputados, no; debemos tener en consideración al Contador Mayor de Hacienda, al Oficial Mayor y a todos los empleados de la Contaduría. Así, señores, la Contaduría Mayor de Hacienda es, contra lo que pretenden algunos, un absurdo en la Administración, lo más lógico en ella, como lo he demostrado ya por las palabras que acabo de dirigiros.
Ahora bien, la Contaduría Mayor de Hacienda se dice que no hace otra cosa que revisar las cuentas de la Administración Pública Federal. Efectivamente, y casi todos piensan de este modo: ¿Qué, es posible que un jefe de cuerpo, que un administrador del Timbre, que un tesorero, que un pagador, que cualquier administrador de los fondos del Erario, vaya a presentar una factura por menor cantidad que aquella que está en los libros, o vaya a no poder balancear su contabilidad en el momento de rendir cuentas, primero a su superior jerárquico, o sea la rama del Ejecutivo que tiene por objeto llevar la contabilidad de todas las dependencias de él, esto es, la Contraloría? ¿qué, habrá alguien tan tonto que no ajuste sus cuentas de tal modo que en el momento de rendirlas no se observe la diferencia de un solo centavo? Pues todo el mundo contesta indudablemente que no. hay uno tan tonto que lo haga y deducen: ¿Luego para qué sirve la Contaduría Mayor de Hacienda si todos saben perfectamente bien cubrirse, como vulgarmente se dice? Pues sirve únicamente para eso, señores, para
llevar a cabo esta última verificación, porque de otro modo, si no existiera la Contaduría Mayor de Hacienda que tiene por misión ver que se cubran -ya se verá si se cubren bien o si se cubren mal-, pero que tiene por misión única ver que se cubran, ¿qué harían, entonces, todos los que administran? ¡Pues no cubrirse! (Risas. Murmullos.) ¡Qué les importaría hacerlo! ¿Verdad? Luego Sí es indispensable y no más por este fin, el que exista la Contaduría Mayor de Hacienda. Ahora bien, es indudable que en la Administración Pública, por muy peritos que sean algunos en cubrirse, dejarán algo a descubierto. La Contaduría Mayor de Hacienda, en esta virtud, tiene que llevar a cabo una glosa muy detallada de las operaciones y de cómo han sido éstas y, en esta virtud, necesita de un personal harto competente y, sobre todo, celoso de la misión que se le asigna, y la Contaduría Mayor de Hacienda no existe por ley sin responsabilidad alguna para el Contador ni para alguno de sus empleados, sino que, a diferencia de como sucede con algunos otros miembros de la Administración, todas las responsabilidades están señaladas para cada uno de los empleados. En esta virtud, el Contador Mayor de Hacienda es un alto responsable en la administración de los fondos públicos, y así, señores, si el Contador Mayor de Hacienda tiene observancia de la ley, sabe que es su obligación efectuar visitas periódicas a las cajas públicas, a todas ellas, donde se recauden fondos. Y, efectivamente, en el actual período de ejercicio de esta Legislatura la Contaduría Mayor de Hacienda ha procedido a visitar las tesorerías, o las cajas de algunas dependencias del Ejecutivo que no se habían visitado.
En la Legislatura pasada, siendo yo el Secretario de la Comisión Inspectora de la Contaduría, giré una comunicación a esa Contaduría para que inspeccionara todas las oficinas públicas que recaudaran fondos; pero aun cuando se ha dicho que no se ha efectuado visita alguna, sí se hizo, sólo que no hubo tiempo para efectuar esas visitas en todas las oficinas en que se recaudan fondos, y no solamente esto, sino que con el sambenito de que los inspectores eran del "Pélece," había manifiesta renuencia por parte de los que tenían en su poder los fondos públicos, a prestarse a la verificación de esta visita. Pero hoy no estamos en ese caso; entiendo yo que hoy, siendo el señor Luis Mesa Gutiérrez, extesorero de la Nación, nombrado por la mayoría de la Cámara en que predomina el "Bloque Nacionalista," no tendrá el señor Meza Gutiérrez, esto es, la Contaduría Mayor de Hacienda, colgado el sambenito de que es hostil al Gobierno, y sí se mantendrá en los límites que le fija la misma ley con objeto de vigilar, fiscalizar exactamente la administración de los fondos públicos. ¿Cómo, pues, nosotros podremos llegar a obtener esa independencia que debe rodear al Contador Mayor de Hacienda y a todos los empleados de esa oficina? Creando en primer lugar los emolumentos bastantes para que gocen de esa independencia y por ningún motivo vayan a dejar pasar algo que a su juicio sea un delito en lo que respecta a la administración, cuanto porque el hecho de fiscalizar esta administración de los fondos públicos, requiere forzosamente para los fiscales una alta representación en el orden administrativo, porque no nos hagamos ilusiones, señores, por muy moral que sea un empleado, si ponémosle al Contador Mayor de Hacienda un sueldo relativamente irrisorio de unos 10, 12 o 15 pesos diarios, con lo cual indudablemente no puede cubrir todas sus necesidades, le restamos representación y la representación oficial y la representación social que debe tener. Sería verdaderamente irrisorio el que el Contador Mayor de Hacienda, jefe de la oficina fiscalizadora en definitiva de la administración de los fondos públicos, fuera a pretender pasar una vista de inspección y se encontrase con que empleados de relativa inferior categoría estuvieran percibiendo emolumentos mucho más elevados. Es, pues, de todo punto indispensable que el Contador Mayor de Hacienda tenga emolumentos compatibles con su representación administrativa, oficial, cuanto social, y compatible también con las responsabilidades que contrae, o que puede contraer.
Ahora bien aquí es donde viene el caso de hacer analogías con otros empleados: La Contaduría Mayor de Hacienda ha hecho circular un cuadro comparativo de los sueldos devengados desde muchos años atrás por empleados de la Administración de pendientes del Ejecutivo, y por los empleados de la Contaduría. Por este cuadro comparativo se ve que no ha habido progreso igual en lo que respecta a los emolumentos de unos y de otros; esto proviene precisamente del prejuicio que se tiene respecto a la Contaduría; desde el momento en que considera que es una oficina inútil, o casi inútil, se deprime a su personal y consecuentemente viene el menosprecio por lo que respecta a los sueldos que deben devengar; pero sí hay que hacer observar lo siguiente: Si se considera inútil, o casi inútil, la Contaduría Mayor de Hacienda, ¿por qué esa inutilidad, o casi inutilidad que se valúa en $25.00 para el Contador Mayor de Hacienda? ¿Por qué no se valúa en cero? ¿Por qué no se es cuerdo? ¿Por qué no se dice: "Es inútil; en tal virtud, debe de suprimirse"? ¿Por qué no se dice: "Es un empleado de una categoría tan baja, que se puede decir que es casi un escribiente, y en esa caso debe tener emolumentos alrededor de $4.00 diarios; pero, ¿por qué son $25.000"? Esto es lo yo digo: ¿Por qué no $35.00 ? Así, señores, vemos que los impugnadores no han tenido en cuenta otra cosa que sus prejuicios enteramente infundados, como son todos y, sobre todo, que parece que quieren proceder al igual que proceden todos los individuos que hacen girar todos los asuntos de su vida en torno a sus pasiones en torno a sus afectos. Yo, que como Secretario que fuí de la Comisión Inspectora de la Contaduría, puedo decir que incluí en el nombramiento del personal de la Contaduría hasta que fue disuelta por esta representación Nacional, no puedo de ninguna manera consentir en que siga existiendo el prejuicio de que la Contaduría Mayor de Hacienda es un foco de holgazanes a donde nada se va a ser y donde únicamente se premia con empleos a individuos que han ayudado para propagandas electorales de partidos políticos que se agitan en esta Representación Nacional. Nosotros no debemos colocarnos desde ese punto de vista; nosotros, puesto que somos los que nombramos también esos empleados, debemos fiscalizar la misma Contaduría Mayor de Hacienda, debemos
Inspeccionarla y debemos velar porque el personal corresponda a los fines para que ha sido creada, pero de ninguna manera podemos decir que porque son miembros favorecidos por muchos del "Bloque Liberal Nacionalista" no por eso, señores, les asignemos un sueldo de $3.00 o $4.00 diarios, porque entonces lo único que haremos es viciar por nosotros mismos a la misma Contaduría Mayor de Hacienda, y si hoy se hiciera eso deprimiendo al personal y deprimiendo sus funciones, para este año o para lo sucesivo o para la próxima Legislatura se deprimiría mucho más y quién sabe si al fin de cuentas se llegara a considerar a la Contaduría Mayor de Hacienda como una cosa enteramente inútil y, en consecuencia, se suprimiera y hasta se intentara la reforma constitucional con objeto de que hasta desapareciera esta oficina. No debe ser así, al contrario: debemos procurar que este pretendido equilibrio: equilibrio de los Poderes o, por lo menos, esta relación entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo por lo que respecta a los subsidios, exista realmente. Y no debemos confundir las funciones de la Contaduría Mayor de Hacienda con las funciones de la Contraloría; creo que es elemental para todos vosotros que la Contraloría, Departamento de reciente creación, corresponde a la Dirección de Contabilidad y Glosa que existía como dependencia de la Secretaría de Hacienda; esta Contraloría no es más que la oficina fiscalizadora de las cuentas dependientes del Ejecutivo, pero es inconcuso que debe haber una supervisión más alta, la última, la definitiva por lo que respecta a estas cuentas públicas. De modo es, señores, que podría desaparecer la Contraloría, pero de ningún modo podrá desaparecer la Contaduría Mayor de Hacienda. La Contraloría podría reducirse, la Contraloría podría hasta suprimirse si un día se pudieran intensificar las labores de la Contaduría hasta el punto de que todas las cuentas del Ejecutivo pasaran directamente a la Contaduría Mayor de Hacienda, teniendo dos personales distintos: uno que tuviera por objeto revisar las cuentas originales de la Administración, y otro que tuviera por objeto glosar las primeras, es decir, las anteriores, esto es, las funciones propias que tienen actualmente la Contaduría Mayor.
En esta virtud, señores, necesitando el Contador Mayor de Hacienda, jefe de la oficina, guardar absoluta independencia por lo que respecta a la Administración Pública; debiendo tener una alta representación administrativa, oficial y social, supuesto que tiene altas responsabilidades también, los emolumentos que deben asignársele a este empleado deben ser compatibles con esa representación. Y en las actuales circunstancias no puede ser este emolumento, así lo creo yo, menor de $35.00, tanto más cuanto que el Contador Mayor de Hacienda, como todos los demás empleados, entra dentro del cartabón fijado por el Ejecutivo: a razón del setenta y cinco por ciento. Ya alguna vez dije que considero inmoral esto de fijar emolumentos de setenta y cinco por ciento para unos empleados, íntegros para otros, y dejar un margen amplísimo para que se disponga de un veinticinco por ciento restante al albedrío en tiempo y cantidad; pero no ha llegado el momento todavía, supuesto que no hemos votado ni estamos para votar en definitiva la ley de Presupuestos, del Presupuesto de Egresos, pero sí quiero señalar que la condición especial del Contador Mayor de Hacienda es tal que requiere emolumentos elevados. El Contador Mayor de Hacienda, si se deja a semejanza de los contadores que existían en la época de Porfirio Díaz, indudablemente que no llenará su emisión; pero si esta Cámara por conducto de la Comisión Inspectora que es la señalada a efectuarlo, mueve activamente a este Contador Mayor y a todos los empleados dependientes de él, para que las oficinas públicas recaudadoras de fondos estén inspeccionadas con bastante frecuencia, y sobre todo, porque el personal sea celoso de su misión y consecuentemente glose las cuentas tan minuciosamente como es necesario, la Cámara de Diputados habrá realizado, en lo que respecta a los subsidios que se den a la Administración, la misión capital, o sea la de verificación de esos subsidios, de esas erogaciones.
Así pues, señores, no sólo vengo yo a pedir que se apruebe el dictamen de la Comisión como está presentado, sino que por lo que respecta al Oficial Mayor de la Contaduría, pido que se eleve el sueldo a $25.00 diarios, porque estableciendo una analogía con otras oficinas públicas, es muy comprensible para todos vosotros que es el Oficial Mayor el empleado en quien descansa inmediatamente el Contador Mayor de Hacienda para todo lo que signifique la vigilancia en la Oficina, esto es, el trámite de rigor, sin éste no puede pasarla al Contador Mayor de Hacienda; el Oficial Mayor tiene que intervenir en todas las operaciones, supuesto que recibe los informes de los jefes de sección. Así, señores, yo no me concreto a pedir que se apruebe el sueldo de $35.00 para el Contador Mayor de Hacienda, sino que pido que se aumente el del Oficial Mayor a $25.00.
Por lo que respecta al aumento en el personal, hay que ver lo siguiente: La Contaduría ha funcionado, se puede decir, en la época de la dictadura porfiriana, no siendo más que para cubrir, para observar un precepto constitucional que ordenó su creación y su funcionamiento; pero nosotros debemos confiar en que no sea esto en la época actual, sino que debemos tener confianza en que la Contaduría sirva para los fines para que ha sido creada. Así, señores, un personal reducido como el que ha existido antes y hasta la fecha, no podrá sino pasar a toda prisa los ojos sobre las cuentas que se le presenten; pero un personal llamado a inquirir con verdadera acuciosidad cómo se han administrado los contribuciones, tendrá que dedicar mayor tiempo, tendrá que observar con mayor detenimiento todas las cuentas que se le presenten, y entonces damos un porcentaje de posibilidades mayor por lo que respecta a la fiscalización de estas cuentas. He hablado con el Oficial Mayor actual de la Contaduría y me ha expuesto que entre las razones que se tienen para pretender un aumento en el personal, está la de que se pretende comprar máquinas calculadoras que están en uso en todas las oficinas públicas de todo el mundo en la actualidad, y que sólo faltan en la Contaduría Mayor de Hacienda y que estas máquinas calculadoras necesitan empleados peritos, diestros en el manejo de ellas, que auxilien las labores de los empleados que se pasan manualmente todas las facturas, todas las
Cuentas. En esta virtud, al aumento en el personal está enteramente justificado.
Ahora bien, señores, la contabilidad de la Administración no ha podido ser glosada como debía hacerse, precisamente por ese personal tan reducido que ha tenido la Contaduría. En la Legislatura pasada el personal de esa Contaduría no pudo, no obstante que se hicieron muchas salvedades por lo que respecta a cuentas, esto es, desconociendo la administración de Huerta en absoluto, no fueron glosadas las cuentas de esa administración; haciendo todo lo posible porque las cuentas de los últimos meses del Gobierno del señor Madero no fueran glosadas tan minuciosamente como hubiera de desearse, con objeto de que se pusiera esa glosa al día, ni así, señores, y con verdadero empeño - contra lo que se diga -, fue posible el que la Contaduría Mayor de Hacienda, con el personal de que disponía, pudiese estar al día; algunos meses faltaron por glosar. De modo que si se pretende que esta glosa se lleve al día y que se vise en definitiva la cuenta pública federal, es indispensable que el personal sea bastante para las necesidades de ese servicio, que sea capaz y, sobre todo moral. No quiero ya detener vuestra atención en este punto que ha sido tocado muy desacertadamente por algunos oradores del contra, aunque no desde esta tribuna pero sí en corrillos: el asunto político. Como dije antes, no debemos nosotros ver si los empleados actuales han sido favorecidos; si lo han sido, están contrayendo responsabilidades, y esas responsabilidades, aunque parezca ilusorio, podrán exigírseles, si no en 1918, podrán exigírseles en 1920, podrán exigírseles en 1920 y tantos . Por consiguiente, señores representantes, nosotros debemos atender, no a la persona en particular, porque entonces no procederíamos con lógica, haríamos lo que se hacia en la época porfiriana, crear los empleos para la persona y no buscar el personal para los empleos.
Así pues, señores representantes, yo pido que aprobéis en lo general todas estas partidas y que por lo que respecta a la partida referente al Oficial Mayor de la Contaduría, que está partida sea aumentada hasta $25.00 diarios. (Aplausos.)
Presidencia del C. TRIGO OCTAVIO M.
El C. Arrioja Isunza: Pido la palabra en contra.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Arrioja Isunza: Honorable Asamblea: Todas las consideraciones que han venido a hacer aquí los oradores del pro, son perfectamente fundadas, y han hecho eco en el ánimo de todos nosotros. Somos los primeros en reconocer que la fuerza mayor que tiene la Legislatura o el Poder Legislativo es la de fiscalizar todas las cuentas, los gastos hechos con el dinero del pueblo; somos precisamente, como representantes del pueblo los encargados de cuidar porque el dinero del pueblo introducido a las arcas del Tesoro Nacional por concepto de contribuciones, sea perfectamente distribuido para los gastos públicos; pero ante esto hay que poner siempre como barrera en la situación actual, el hecho de que el Erario no está lo suficientemente abastecido, ni el pueblo está en condiciones bastantes para llegar a pagar, a recompensar a todos los señores del Gobierno como en realidad quisiéramos que debiera hacerse. Si nos proponemos hacer estos aumentos en el sueldo del Contador Mayor de Hacienda, Oficial Mayor y demás empleados, todos los empleados en general de la Administración tendrán derecho también a pedir un aumento de sueldo; el aumento de un período fiscal a otro en $10.00 diarios que se pide para el Contador Mayor de Hacienda es, a mi juicio, un aumento exagerado; en buena hora que se aumente el personal en número; si las cuentas que hay que glosar han aumentado, que se aumente el personal, pero que se aumenten también las horas de trabajo, porque ese personal no trabaja más que seis horas, en tanto que los que forman el personal de la Tesorería General de la Nación y de la Contraloría y de todas las otras dependencias del Ejecutivo, trabajan siete horas y media u ocho. Que se aumente el personal y que se aumente, en último caso, una hora más de trabajo, pero que no se aumente el sueldo. Repito, si el Erario estuviera en condiciones apropiadas, enhorabuena que se pagara de una manera perfectamente liberal a todos los servidores de Gobierno; pero nosotros debemos mostrarnos aquí como cuidadores de los fondos públicos, y en eso debemos ser lo suficientemente estrictos para no derrochar ni malgastar un sólo centavo. Hay que tener en cuenta también que si fuésemos a pagar a todos los que sirven al Gobierno. de una manera sumamente amplia, introduciríamos, hasta cierto punto, un fondo de inmoralidad; todos nosotros estamos obligados, como ciudadanos, a prestar nuestros servicios al Gobierno, y la teoría es ésta: si los servicios al Gobierno se pagan por el Gobierno, es simple y sencillamente porque de alguna manera ha de vivir el que emplea su tiempo en servir al Gobierno; pero el Gobierno no puede mostrarse, y más en este caso, perfectamente liberal, no puede mostrarse espléndido, porque esas esplendideces además de que no se pueden llevar a cabo en estos momentos, pueden provocar hasta la inmoralidad de los mismos servidores del Gobierno. (Murmullos.) Por lo tanto, yo suplico a la honorable Asamblea tenga en consideración estos conceptos, y se proponga un aumento cuando mucho, de $5.00 en el sueldo del Contador Mayor, un aumento más o menos relativo en el sueldo del Oficial Mayor y, si acaso algún corto aumento en los otros empleados, aumentando, sí, el personal; pero el aumentar desde luego $10.00, de un año a otro, al Contador Mayor, y una cantidad por el estilo al Oficial Mayor es, a mi juicio, inmoral, y en estos momentos, no debe hacerse, puesto que el Tesoro nos está presentando desde luego una barrera en contra de estas esplendideces. La honorable Asamblea ya tiene normado perfectamente su criterio, y será la que resuelva en este caso. (Aplausos.)
El C. Presidente: La Presidencia ruega al señor García Vigil se sirva decir si piensa siempre hacer impugnaciones sobre la fracción 65, que tiene apartada. Hace esta pregunta la Presidencia,
porque estima que hace un momento la discusión comprendió también la fracción 65.
El C. García Vigil: Perdone su señoría, no he escuchado.
El C. Presidente: Según la lista de oradores, figura usted apartando la fracción 65 del Presupuesto. Como a la Presidencia le parece que usted ya tocó esta cuestión, le pregunta si insiste en hacer uso de la palabra sobre este particular.
El C. García Vigil: No, porque ya la traté. (Voces: ¡A votar!)
El C. Secretario Soto: No habiendo más oradores inscriptos, en votación económica.......
El C. Garza Candelario, interrumpiendo: Pido la palabra. Para suplicar a la Presidencia se sirva mandar preguntar a la Asamblea si permite a la Comisión retirar la partida referente al sueldo del Oficial Mayor, para reformarla.
- El mismo C. Secretario: La Comisión pide permiso para retirar la partida 65, a fin de modificarla en el sentido de la discusión. (Voces: ¡No, no!) En votación económica, los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie . Los que estén por la afirmativa de que se permita a la Comisión retirar la partida 65. Hay mayoría de pie. (Voces: ¡No, no!)
El C. Cabrera Federico: Reclamo la votación.
El C. Presidente: Habiéndose reclamado la votación, se ruega a los ciudadanos diputados que votaron por la afirmativa permanezcan de pie hasta que se cuente a los que están de pie.
- El mismo C. Secretario: Habiéndose reclamado la votación, se repite ésta. los que estén por la afirmativa, es decir, en el sentido de que se permita a la Comisión retirar la partida 65 para reformarla, sírvase ponerse en pie. (Murmullos. Voces: ¡No hay quórum!) Se nombra al C. Quiroga y al C. Olivé, para que cuenten a los que están sentados; a los CC. Saucedo Salvador y Mena José Ignacio, para que cuenten a los que están en pie. Se va a repetir la votación. Los ciudadanos que estén porque se permita a la Comisión retirar el dictamen, es decir, la partida 65, sírvase ponerse de pie. Hay 65 ciudadanos diputados en pie y 78 sentados.
El C. Zayas: Protesto; había mayoría de pie. (Voces: ¡No, no! Murmullos.)
- El mismo C. Secretario, continuando: En consecuencia, no se permite a la Comisión que retire esta partida. (Aplausos.) Se van a someter a votación las partidas de la 64 a la 73, en una sola votación, a menos que algún ciudadano diputado desee que se vote alguna de ellas por separado.
El C. Mena: pido la palabra .
El C. Flores: Deseo que se separe la 65.
El C. Mena: La 64 y la 65.
El C. Quiroga: La del Contador Mayor, aparte. (Murmullos.)
- El mismo C. Secretario: Se van a votar por separado, es decir, cada una en una votación, las partidas 64 y 65. En una votación las restantes.
El C. Prosecretario Aguilar: Para recoger las votaciones se procede a pasar lista.
(Se pasó lista.)
Hay una asistencia de 154 ciudadanos diputados.
El C. Secretario Soto: Se van a someter a votación las partidas de la 66 a la 73 inclusive, en una sola votación. Los ciudadanos que deseen votar en contra de estas partidas sírvanse ponerse de pie. (Voces: ¡Que se lean!) ¿Quieren que se lean otra vez?
"66. Nueve Jefes de Sección, a $5,110.00; cuota diaria, $14.00.
"67. Un archivero, cuota diaria, $14.00
"68. Nueve contadores de primera, a $4,015.00; cuota diaria $11.00.
"69. Veinticuatro contadores de segunda, a $3,285.00; cuota diaria, $9.00.
"70. Veinticuatro contadores de tercera, a $2,820.00; cuota diaria, $8.00.
"71. Treinta contadores de cuarta, a $ 2,190.00; cuota diaria, $ 6.00.
"72. Treinta contadores de quinta, a $1,825.00; cuota diaria, $5.00.
"73. Diez y ocho ayudantes, a $1.095.00; cuota diaria, $3.00."
Los ciudadanos que deseen votar en contra de estas partidas sírvanse ponerse de pie.
(Se recogió la votación.)
Aprobadas las partidas 66, 67,68,69,70,71,72,y 73, por 124 votos de la afirmativa contra 30 de la negativa. (Aplausos.)
A votación la partida 64. "Un contador Mayor, cuota diaria, $35.00." (Siseos. Voces: ¡No, no!) Los ciudadanos diputados que deseen votar por la negativa sírvanse ponerse de pie.
(Se recogió la votación.)
Aprobada la partida 64. (Aplausos.)
El C. Cuéllar: ¡Moción de orden! Reclamo la votación; no está presente el número de diputados que consta en la lista. (Voces: ¡Votación nominal! Desorden.)
El C. Araujo Emilio: ¡Ya se aprobó!
El C. Fernández Martínez: ¡Ya se hizo la declaratoria!
El C. Espinosa Luis: Moción de orden. Me permito manifestar a la Presidencia, que de muchas curules de por acá salen voces protestando por el resultado de la votación y diciendo que ha habido un chanchullo. Aunque yo no creo lo último, sí pido, por decoro, no sólo de la Mesa, sino de la Cámara, que la votación sea nominal.
- El mismo C. Secretario: Me voy a permitir hacer la siguiente aclaración al C. Luis Espinosa: Los ciudadanos diputados que piden se repita la votación, entiendo que no es porque crean que ha habido un chanchullo en la Secretaría, sino porque creen que muchos ciudadanos que aparecen en la lista de votación han salido del salón. (Voces: ¡Sí! ¡Es cierto!) Esa es la razón....(Voces: ¡Votación nominal!)
El C. Fernández Martínez: ¡Ya se hizo la declaratoria! (Voces: ¡No! ¡Sí! Campanilla. Continúa el desorden.)
El C. Presidente: La Presidencia hace presente que este sistema de votación, que está completamente fuera del Reglamento, fue aprobado por esta Asamblea antier; de modo que desde luego si resulta que un día se aprueba una forma de votación y al día siguiente otra, esto es dar una muestra completa de inconsecuencia. La Presidencia no tiene ningún inconveniente en que se haga la votación en la forma en que se desee pero si quiere que la Asamblea apruebe de manera definitiva en qué forma han de hacerse las votaciones.
El C. Villaseñor Mejía: Pido la palabra.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Villaseñor Mejía: Los diputados tenemos derecho de modificar, cuando queramos, la forma de votar; el hecho de que esta vez deseamos que la votación sea nominal, no significa que tratemos de desconocer las votaciones anteriores. Así es que, con el derecho que nos asiste, hemos pedido votación nominal.
El C. Presidente: La Presidencia no puede consentir en que se le constituya juguete de los ciudadanos diputados, que apenas hace media hora acordaron una cosa y ahora quieren que se haga otra. (Aplausos.)
El C. Quiroga: ¡Moción de orden!
El C. Presidente: Hago además, la aclaración de que la Secretaria ya hizo la declaratoria. (Voces: ¡No!)
El C. Quiroga: ¡Moción de orden!
El C. Presidente: No se le concede el uso de la palabra.
El C. Quiroga: Estoy pidiendo la palabra para moción de orden.
El C. Espinosa Luis: Pido la palabra. (Voces: ¡Votación nominal!)
- El mismo C. Secretario: Se va a proceder a la votación nominal de la partida número 64. (Volvió a leerla. Voces: ¡Ya pasó la hora reglamentaria!) Por la afirmativa.
El C. Prosecretario Morales Sánchez: Por la negativa.
(Se recogió la votación.)
El C. Secretario Soto: Votaron por la afirmativa: Aguilar Pablo, Aguirre León, Aguirre Vito, Alvarez del Castillo, Anda de, Araujo Emilio, Araujo Francisco, Blancarte Bolio, Bravo Carlos, Bravo Izquierdo, Bravo Lucas, Cancino, Carriedo Méndez, Carrión Luis G., Casas Alatriste, Castilleja, Castillo David, Castillo Nájera, Castro Roberto, Contreras, Escudero, Espinosa y Elenes, Fernández Ledesma, Fernández Martínez, Fierro, Flores, Galindo, Gámiz, García Carlos, García José Guadalupe, García Vigil, Garza, González Marciano, Guerrero, Gutiérrez Antonio, Gutiérrez de Velasco, Hernández Eulogio, Hernández Jerónimo, Lara, Leal, León, Lomelí, Maceda, Madrid, Mancisidor, Martínez del Río, Méndez Benjamín, Mendoza, Morales Sánchez, Olivé, Ortiz, Palacios Moreno, Peña, Pérez Carbajal, Ramos, Ríos de los, Rodríguez de la Fuente, Rojas Rafael, Romero Cepeda, Rosas, Ruiz de Chávez, Saldaña, Saucedo, Solórzano, Soto Peimbert, Soto Rosendo A., Tapia, Toro, Treviño, Trigo, Uzeta, Velásquez Juan, Velásquez López, Villeda y Zayas.
¿Hay algún otro ciudadano diputado que reclame su voto por la afirmativa?
El C. Aguirre León: ¡Falta mi voto!
El C. Secretario: Aparece su voto en la lista.
El C. Ruiz de Chávez: Yo voté por la negativa y aparece mi voto por la afirmativa.
- El mismo C. Secretario: Se hace la corrección. ¿Hay algún otro ciudadano diputado que reclame su voto por la afirmativa? Votaron por la afirmativa 76 ciudadanos diputados.
El C. Prosecretario Morales Sánchez: Votaron por la negativa: Alarcón, Alejandre, Alencáster, Andrade, Ángeles Carlos L., Ángeles Genaro, Arrioja Isunza, Balderas Márquez, Baledón Gil, Barragán, Basáñez, Bouquet, Breña, Cabrera, Castillo Garrido, Castro Alfonso, Céspedes, Colina de la, Conejo, Cuéllar, Chablé, Díaz Infante, Espinosa Bávara, Fernández Martínez, Fernández Miguel B., Ferrel, Franco, García Ruiz, Gil Feliciano, Gómez Cosme D., González Galindo, González Jesús N., Gutiérrez Antonio, Huerta, Iturralde, Limón Uriarte, López Emiliano Z., Macías Ruvalcaba, Malpica, Mena, Méndez Arturo, Molina, Morales Francisco César, Navarro, Ocampo, Parra, Pérez Vela, Quiroga, Reyes Francisco, Reyes Rafael, Rivera Castillo, Roaro, Rodríguez Sabino, Roel Ruiz de Chávez, Ruiz Martínez, Ruvalcaba J. Guadalupe, Schulz y Alvarez, Silva Pablo Tamez, Tello, Torre de la, Torres Garza, Trejo, Valadez Ramírez, Valladares, Villalobos, Villaseñor Mejía, Villaseñor Salvador, Zavala Dionisio y Zincúnegui Tercero.
El C. Fernández Martínez: He votado razonablemente por la afirmativa.
El C. Fernández Miguel B.: Reclamo mi voto.
El C. Tello: Reclamo el mío.
El C. Barragán: Reclamo mi voto por la negativa.
El C. Schulz y Alvarez: Reclamo el mío en el mismo sentido.
- El mismo C. Secretario: Ya están esos votos en la negativa. ¡ Hay algún otro ciudadano diputado que reclame su voto?
El C. Esponisa Luis: ¡Moción de orden! Se está alterando el Reglamento. Dice que la sesión debe durar cuatro horas. (Gritos. Desorden.)Ya pasó la hora reglamentaria.....
El C. mismo C. Secretario, interrumpiendo: Votaron por la afirmativa 76 ciudadanos diputados y por la negativa 70; en consecuencia, queda aprobada la partida 64.
El C. Espinosa: Hago notar que la votación es ilegal.
El C. mismo C. Secretario: La Presidencia, por conducto de la Secretaría, consulta a la Asamblea si se prorroga la sesión....(Voces: ¡No!) con el objeto de votar únicamente la partida número 65, relativa al Oficial Mayor de la Contaduría Mayor de Hacienda....(Voces: ¡No! ¡Sí!) Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. No hay mayoría de pie. (Voces: ¡Sí hay!)
El C. Bravo Izquierdo: Reclamo la votación.
- El mismo C. Secretario: Reclamando la votación el C. Villaseñor Mejía, se suplica a los ciudadanos diputados.....
El C. Villaseñor Mejía, interrumpiendo: Pido la palabra. Yo no he movido los labios para formular ninguna protesta.
El mismo C. Secretario: Perdone usted, ciudadano diputado, la Secretaría se equivocó. Los ciudadanos diputados que estén por la afirmativa, es decir, en el sentido de que se prorrogue la sesión, sírvanse ponerse de pie para contarlos. Se ruega a los CC. Quiroga y Bravo Izquierdo se sirvan contar a los ciudadanos diputados que están de pie, y a los CC. diputados García Ruiz y Aguirre Vito, para que se sirvan contar a los que están sentados. Los ciudadanos comisionados para contar a los ciudadanos diputados rinden este informe: 48 ciudadanos diputados sentados y 68 en pie; resultado: no hay quórum.
El C. Espinosa Luis: ¡Que se pase lista!
El C. Presidente: Que se pase lista que se imponga la multa a los que abandonaron el salón. (Voces: ¡Ya se pasó la hora reglamentaria!)
El C. Casas Alatriste: ¡Moción de orden! (Varios ciudadanos diputados piden simultáneamente la palabra para moción de orden...... Sigue el desorden.)
El C. Presidente: No se ha levantado la sesión y es la Presidencia quien debe levantarla. (Voces: ¡Moción de orden! ¡Vámonos! Desorden. Campanilla.)
Se llama al orden al C. Espinosa Luis.
El C. Espinosa Luis: ¡Pido la palabra!
El C. Presidente: Se llama al orden al C. Espinosa; no se le concede la palabra, porque no hay nada a discusión.
El C. Espinosa Luis: Pido la palabra.
- El mismo C. Secretario: La orden del día para el lunes es la siguiente: Continúa la discusión de los Presupuestos de Egresos.
El C. Espinosa Luis: ¡Se está violando el Reglamento!
El C. Presidente: A las 8.35 p.m.: Se levanta la sesión y se cita para el lunes a las cuatro de la tarde.