Legislatura XXVIII - Año II - Período Ordinario - Fecha 19191213 - Número de Diario 77
(L28A2P1oN077F19191213.xml)Núm. Diario:77ENCABEZADO
MÉXICO, SÁBADO 13 DE DICIEMBRE DE 1919
DIARIO DE LOS DEBATES
DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
AÑO II. - PERIODO ORDINARIO XXVIII LEGISLATURA TOMO III. - NÚMERO 77
SESIÓN
DE LA
CÁMARA DE DIPUTADOS
EFECTUADA EL DÍA 13
DE DICIEMBRE DE 1919
SUMARIO
1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.
2.- Cartera.
3.- El C. licenciado José M. Truchuelo, apoyado por varios ciudadanos diputados, presenta un proyecto de reformas a la Ley Orgánica del Fuero Común, que modifica el que anteriormente presentó; a las comisiones que tienen antecedentes. El C. diputado José Federico Rocha presenta una iniciativa, con el fin de que en el Presupuesto de Egresos para 1920 figure una partida par diversas vías de comunicación en el Estado de México; de primera lectura.
4.- Primera lectura de los dictámenes de la 1a. Comisión de Guerra, en que se conceden las pensiones en favor de las siguientes personas: Cecilia Picazo Salgado, Elena Gómez Bridat, Lizzie Hall, Timotea Mazariegos y Elena Vásquez.
5.- El C. Fernando Breña Alvírez presenta un memorial que hacen suyo numerosos ciudadanos diputados, en el que pide que se tomen tres acuerdos que tienden a abrir una averiguación sobre el funcionamiento de la Caja de Préstamos y la Comisión Monetaria y a reformar la ley que declaró institución de Estado a la citada Caja de Préstamos; a las comisiones unidas de Hacienda en turno y Agricultura y Fomento; es discutido y aprobado este trámite.
6.- La 3a. Comisión auxiliar de Presupuestos y Cuenta presenta su dictamen relativo al Presupuesto de Egresos de la Secretaría de Agricultura y Fomento para el año 1920; se le dispensan las lecturas, imprímase y a discusión el primer día hábil.
7.- Es aprobado su dictamen de la 2a. Comisión de Peticiones.
8.- Se aprueba el dictamen de la 1a. Comisión de Hacienda, por el que se concede una pensión a las señoritas Josefa y Rosa Alcocer; pasa al Senado para los efectos constitucionales.
9. - Continúa la discusión del Presupuesto de Egresos. A discusión en lo particular el dictamen sobre el proyecto de presupuesto de la Contaduría Mayor de Hacienda; se discute la partida 1; vuelve a la Comisión. Esta presenta su dictamen reformado, haciendo suyo el proyecto de la Comisión Inspectora de la Contaduría Mayor de Hacienda, agregando únicamente una partida de $ 8,000 para el pago de empleados substitutos; se discute; al votarse se levanta la sesión por falta de "quórum".
DEBATE
Presidencia del
C. CESPEDES ELISEO L.
(Asistencia de 142 ciudadanos diputados.)
El C. presidente, a las 4.42 p. m.: Se abre la sesión.
- El C. secretario Castillo, leyendo:
"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día once de diciembre de mil novecientos diez y nueve.
"Presidencia del C. Francisco R. Serrano.
"En la ciudad de México, a las cuatro y cuarenta de la tarde del jueves once de diciembre de mil novecientos diez y nueve, con asistencia de ciento treinta y un ciudadanos diputados, se abrió la sesión.
"Aprobada sin debate el acta de la sesión celebrada el día nueve de los corrientes, se dio cuenta con estos documentos:
"Oficio de la Cámara de Senadores, en que acusa recibo del proyecto de ley por el que se pensiona a la viuda del C. licenciado don Justo Sierra. - A su expediente.
"Circular del ciudadano gobernador del Estado de Puebla, en que comunica que el C. licenciado Roberto Jiménez tomó posesión del cargo de magistrado segundo de número de la Sala de Quejas y Competencias del Tribunal Superior de Justicia en ese Estado. - De enterado.
"Solicitud del C. diputado Baledón Gil, relativa a que se conceda licencia hasta por quince días, con goce de dietas. Se aprobó sin debate después de que se le dispensaron los trámites.
"Dictamen de la Comisión de Presupuestos y Cuenta, sobre el Presupuesto de Egresos de la Secretaría de Relaciones Exteriores para 1920. La Cámara le dispensó las lecturas, a fin de que se discutiera el primer día hábil.
"Oficio de la Secretaría de esta H. Cámara dirige al presidente de la misma invitándolo para que ordene abandonen el Salón Verde de este edificio varios ciudadanos que allí se han reunido para llevar a cabo trabajos ajenos a las funciones de esta Representación Nacional.
"Escrito de los CC. diputados Saldaña José P., Tamez, González Marciano y Morales Sánchez, por medio del cual protestan, con motivo del hecho asentado en el documento anterior, relativo a la ocupación de uno de los salones de esta Cámara. - Archívese.
"El C. Angeles Carlos, a quien se concedió la palabra por haber reclamado el trámite, opinó que el punto tratado en los dos últimos documentos debía ser resultado por la Cámara. Hicieron aclaraciones la Secretaría y el ciudadano presidente, éste para justificar su resolución, que sometió a la consideración de la Cámara de acuerdo con el artículo 19 reglamentario, de dar permiso para que fuera ocupado el Salón Verde.
"Usaron de la palabra en contra los CC. Avellaneda y González Marciano y en pro los CC. Aviles y Espinosa Luis. Durante el debate, con motivo de las manifestaciones de los asistentes a las galerías, el C. Mena hizo una moción de orden y la Secretaría leyó el artículo 197 del Reglamento; a pedimento del C. Angeles Carlos se leyó el artículo 220 también reglamentario y el C. Espinosa Luis fue interrumpido por una aclaración del C. González Marciano.
"Así que se estimó suficientemente discutida la resolución del ciudadano presidente y después de mociones de orden de los CC. García Vigil y González Marciano, se procedió a la votación respectiva, que fue nominal a moción de varios ciudadanos diputados. Y como su resultado demostró que no había quórum, pues votaron por la negativa ochenta ciudadanos representantes y por la afirmativa treinta y nueve, se pasó nueva lista, que vino a ratificar la falta de quórum.
"A las cinco cincuenta y cinco de la tarde se levantó la sesión."
Está a discusión el acta. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se consulta a la Asamblea si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada.
- El C. secretario Castillo, leyendo:
"Cámara de Senadores del Congreso de la Unión. - México. - Sección de Archivo y Biblioteca. - Número 386.
"En una foja útil, tenemos la honra de remitir a ustedes el memorial que, con fecha 1o. de los corrientes, envió al Senado el ciudadano licenciado juez primero de Distrito de la Baja California, y que por acuerdo de esta H. Cámara se remite a la de Diputados, por estar con ella el expediente sobre reformas a los artículos 12 y 14 de la ley de organización judicial del Distrito y Territorios Federales.
"Protestamos a ustedes las seguridades de nuestra consideración muy distinguida.
"Constitución y Reformas. - México, 11 de diciembre de 1919. - A. S. Rodríguez, S. S. - Enrique Contreras, S. S." - Recibo, y a las comisiones unidas 1a. de Justicia y 1a. de Puntos Constitucionales.
"Estado de Coahuila de Zaragoza. - Saltillo. - Estados Unidos Mexicanos. - Secretaría particular.
"Ciudadanos secretarios de la Cámara de Diputados. - Presente. "Con relación a la solicitud que el gobierno de mi cargo tiene presentada ante esa H. Asamblea pidiendo se autorice la creación de dos mil plazas para las fuerzas de seguridad del Estado de Coahuila, por razones de orden económico, ha creído pertinente el gobierno de mi cargo suplicar a ustedes se tenga por reducida mi anterior solicitud, al número de quinientas plazas solamente; rogando a ustedes, a la vez, se sirvan dar cuenta a esa H. Cámara con esta petición.
"Protesto a ustedes, señores secretarios, las seguridades de mi consideración atenta y distinguida.
"Constitución y Reformas. - México, a 12 de diciembre de 1919. - El gobernador constitucional del Estado de Coahuila, G. Espinosa M." - Recibo, y agréguese a sus antecedentes.
"La Legislatura del Estado de Zacatecas comunica por medio de su circular fechada el día 9 de los corrientes, que en la misma fecha abrió un período extraordinario de sesiones." - De enterado.
"El ciudadano presidente municipal de Cuajimalpa envía junto con su oficio número 920 bis, copia del acta de la sesión celebrada por aquella Asamblea, el día 10 de los corrientes, en la que acordó solicitar del Congreso de la Unión la nulidad de las elecciones municipales celebradas el día 7 de este mismo mes." - A la Comisión de Peticiones en turno.
- El mismo C. secretario, leyendo:
"El C. licenciado José M. Truchuelo presenta un proyecto de reformas a la Ley Orgánica de los Tribunales del Fuero Común, que modifica el que anteriormente tenía presentado. Hacen suyo este proyecto, los CC. diputados Olivé, Castillo Nájera, Alvarez del Castillo, Ferrel, Reyes Francisco, Padrés, Gutiérrez Orantes, García y Chablé." - A las comisiones que tienen antecedentes.
"En cumplimiento a lo prevenido por el artículo 82 del Reglamento, suplico a ustedes se sirvan hacer del conocimiento de esta H. Asamblea, que durante el primer período de receso tendré que salir fuera de la capital por lo que procede nombrar vocal suplente de la Comisión de Administración que actualmente desempeño.
"Protesto a ustedes las seguridades de mi consideración. "Constitución y Reformas. - México, diciembre 10 de 1919. - C. Esparza.
"Ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados. - Presente. - A la Gran Comisión.
"El C. Federico Rocha presenta una iniciativa con el fin de que en Presupuesto de Egresos para 1920 figure una partida de $ 30,000.00 para diversas vías de comunicación en el distrito de El Oro, del Estado de México." - De primera lectura.
- El mismo C. secretario, leyendo:
"La 1a. Comisión de Guerra presenta dictamen por el que consulta un proyecto de decreto, concediendo una pensión de $4.00 diarios en favor de la señorita Cecilia Picazo Salgado, por los servicios a la Patria su finado padre, el C. coronel Braulio C. Picazo." - De primera lectura.
(El dictamen de referencia está redactado en los términos siguientes:) 1a. Comisión de Guerra.
Señor:
Al estudio de la Comisión que suscribe, fue turnado el expediente relativo a la solicitud de pensión presentada ante esta H. Cámara por la señorita Cecilia Picazo y Salgado, como hija del finado coronel de Caballería Braulio C. Picazo.
Examinado detenidamente el expediente respectivo, y después de haber pedido informes a la Secretaría de Guerra y Marina acerca de los servicios prestados a la Patria por el expresado coronel Picazo, esta Comisión ha llegado al convencimiento de que los servicios que prestó son dignos de recompensarse, pues combatió contra la intervención francesa en 1847, obteniendo varios diplomas, y en más de cuarenta años que estuvo en servicio activo, concurrió a importantes acciones de guerra.
Por todo lo anteriormente expuesto, esta Comisión se permite el honor de someter a la consideración de vuestra soberanía el siguiente proyecto de decreto:
Artículo único. Se concede a la señorita Cecilia Picazo y Salgado, hija del finado coronel Braulio C. Picazo, una pensión de $4.00 diarios, que le será pagada por la Tesorería General de la Federación, mientras conserve su actual estado civil.
Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, 4 de diciembre de 1919. - R. Cárdenas. - M. Barragán. - G. Bandera y Mata.
"La 1a. Comisión de Guerra presenta dictamen por el que consulta un proyecto de decreto, concediendo una pensión de $4.00 diarios en favor de la señorita Elena Gómez Bridat, por los servicios que prestó a la Patria su finado padre, el coronel Tomás Darío Gómez." - De primera lectura.
(El dictamen de referencia dice así:)
1a. Comisión de Guerra.
Señor:
Con fecha 3 de diciembre de 1917, la señorita Elena Gómez Bridat elevó ante esta H. Cámara un memorial con objeto de que se decretara a su favor una pensión como recompensa a los servicios prestados a la Patria por su extinto abuelo, el C. coronel Tomás Darío Gómez.
Pasada a la Comisión que subscribe la solicitud que antecede, ésta hizo un estudio concienzudo de los documentos que forman el expediente respectivo y los cuales justifican los importantes servicios que prestó a la nación el C. Gómez, pues desde el año de 1815 inició su carrera militar, tomando parte activa en la guerra de independencia. De la hoja de servicios correspondiente, consta que el C. Gómez prestó servicios militares por espacio de cincuenta y cuatro años, habiendo en varias ocasiones pagado de su propio peculio hombres montados y armados que se incorporaron al Ejército trigarante y los cuales bajo su dirección coadyuvaron a la consumación de nuestra independencia. Su valor, su constancia y su buen comportamiento, lo hicieron acreedor al grado de coronel, que fue el último empleo que desempeño.
Por lo anteriormente expuesto y juzgado la Comisión dignos de recompensa los merecimientos del C. Gómez, se permite someter a la aprobación de vuestra soberanía, el siguiente proyecto de decreto:
Artículo único. Se concede a la señorita Elena Gómez y Bridat una pensión de cuatro pesos diarios, que le serán pagados por la Tesorería General de la Nación, mientras conserve su actual estado civil.
Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, 4 de diciembre de 1919. - R. Cárdenas. - G. Bandera y Mata. - M. Barragán.
"La 1a. Comisión de Guerra presenta dictamen por el que consulta un proyecto de decreto, concediendo una pensión de $3.00 diarios a la señora María Ruiz, por los servicios prestados a la Patria por su finado esposo, el mayor Manuel Flores." -
De primera lectura.
(Este dictamen está redactado en los siguientes términos:)
1a. Comisión de Guerra.
H. Asamblea:
Por acuerdo de vuestra soberanía fue pasada para su estudio y resolución a la 1a. Comisión de Guerra que subscribe, la solicitud de pensión que, con fecha 18 de julio de 1917, elevó a esta H. Cámara por conducto de la Secretaría de Guerra, la señora María Ruiz, viuda del C. mayor Manuel Flores. En los documentos que se sirvió acompañar a su solicitud la recurrente, se encuentra una copia debidamente requisitada de la patente de retiro que le concedió al citado mayor Flores el ciudadano presidente de la República, general Porfirio Díaz, con fecha 4 de abril de 1906, asignándole una pensión anual de mil seiscientos veintisiete pesos noventa centavos, de la que estuvo disfrutando hasta el 6 de agosto de 1916, en que falleció. Desde esta fecha y según se desprende de los datos que la Comisión tomó del expediente respectivo, la solicitante no ha contraído segundas nupcias y ha vivido desde entonces en la indigencia en compañía de dos
pequeñas niñas. Además de la hoja de servicios correspondiente que obra agregada en el mismo expediente, consta que el finado mayor Flores prestó servicios militares durante más de 35, habiendo siempre observando buena conducta.
Por lo expuesto, nos permitimos someter a vuestra aprobación el siguiente proyecto de decreto:
Artículo único. Se concede a la señora María Ruiz, viuda del C. mayor Manuel Flores, una pensión de tres pesos diarios, que le serán pagados íntegros por la Tesorería General de la Nación, mientras conserve su actual estado civil.
Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, 5 de diciembre de 1919. - R. Cárdenas. - G. Bandera y Mata. -. Barragán.
"La 1a. Comisión de Guerra presenta dictamen por el que consulta un proyecto de decreto, concediendo una pensión de $4.00 diarios en favor de la señora Lizzie Hall, por los servicios que prestó a la patria su finado esposo, el teniente coronel George M. Green." - De primera lectura.
(El dictamen de referencia está concebido en los siguientes términos:)
1a. Comisión de Guerra.
H. Asamblea:
A la Comisión de Guerra que subscribe fue turnada para su estudio, la solicitud de pensión, que por conducto de la Secretaría de Guerra y Marina elevó ante esta H. Cámara, la señora Lizzia Hall, por los importantes servicios que prestó a la Nación su finado esposo, el C. teniente coronel Jorge M. Green.
La Comisión, al revisar minuciosamente el expediente de que se trata, encontró que el referido teniente coronel combatió en favor de la guerra de Reforma, contra la intervención francesa, así como a los imperialistas de Querétaro, en cuyas acciones de guerra fue condecorado. Además, la peticionaria ha comprobado que fue esposa legítima del C. Green, no habiendo cambiado de estado civil hasta esta fecha y demostrado, por último, con documentos fehacientes que su referido esposo prestó eminentes servicios a la nación, por más de treinta y cinco años.
Por lo anteriormente expuesto, la Comisión estima dignos de recompensarse los servicios del C. Green, concediendo a su viuda una pensión que le permita subvenir a sus necesidades más urgentes, ya que, según lo manifiesta en su solicitud, actualmente se encuentra en la indigencia. En tal virtud, nos permitimos el honor de someter a vuestra aprobación el siguiente proyecto de decreto:
"Artículo único. Se concede una pensión de cuatro pesos diarios a la señora Lizzia Hall, viuda del teniente coronel Jorge M. Green, que le será pagada íntegra por la Tesorería General de la Federación, mientras conserve su actual estado civil."
Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, 5 de diciembre de 1919.- R. Cárdenas. - G. Bandera y Mata. - M. Barragán.
"La 1a. Comisión de Guerra presenta dictamen por el que consulta un proyecto de decreto, concediendo una pensión de $8.00 diarios en favor de la señora Timotea Mazariegos, por los servicios prestados a la nación por su finado esposo, el general de brigada Telésforo Merodio." - De primera lectura. (El dictamen de referencia está concebido en los siguientes términos:)
1a. Comisión de Guerra.
H. Asamblea:
La señora Timotea Mazariegos viuda de Merodio elevó, con fecha 20 de septiembre de 1918 a esta H. Cámara, una solicitud en la que pide se le conceda una pensión, como recompensa a los servicios prestados a la patria por el extinto general de brigada C. Telésforo Merodio, esposo que fue de la ocursante, según comprobante que acompaña y que obra en el expediente respectivo.
Turnado para su estudio y dictamen a la Comisión que subscribe el asunto de referencia, hemos examinado cada uno de los documentos y comprobantes indispensables en estos casos, pudiendo convencernos por ellos, que efectivamente los servicios prestados en la carrera militar por el C. general Merodio, pueden reputarse como importantes y dignos de recompensarse por parte de la nación.
En la hoja de servicios que obra debidamente requisitada en poder de la Comisión, pueden verse anotadas las numerosas acciones de armas en que tomó parte el esposo de la peticionaria, y es por esto que no creemos necesario en este dictamen hacer la transcripción de los datos que nos han servido de apoyo al fallar favorablemente en esta cuestión, ya que todos éstos corren agregados al expediente respectivo. Además, se ha comprobado que el Ejecutivo está suministrando actualmente a la señora viuda de Merodio la suma de seis pesos diarios.
En tal virtud, nos permitimos someter a la deliberación y aprobación de vuestra soberanía, el siguiente proyecto de decreto:
"Artículo único. Se concede a la señora Timotea Mazariegos, viuda del general de brigada Telésforo Merodio, una pensión de ocho pesos diarios, que le serán pagados por la Tesorería General de la Nación, mientras conserve su actual estado civil."
Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, 4 de diciembre de 1919. - R. Cárdenas. - M. Barragán. - G. Bandera y Mata.
"La 1a. Comisión de Guerra presenta dictamen por el que consulta un proyecto de decreto, concediendo una pensión de cuatro pesos diarios en favor de la señora Elena Vásquez, por los servicios que prestó a la nación su extinto esposo el C. coronel José María Montero." - De primera lectura.
(Este dictamen dice así:)
1a. Comisión de Guerra.
Señor:
La señora Elena Vásquez, viuda del coronel de caballería José María Montero, ocurrió con fecha 26 de octubre de 1917 ante la H. Representación Nacional, en solicitud de una pensión por los servicios que prestó a la patria su citado esposo.
Dicha solicitud fue turnada para su estudio y dictamen a la Comisión de Guerra que subscribe, la que después de revisar todos los documentos que forman el expediente respectivo, manifiesta los siguiente:
El C. coronel Montero sentó plaza en el Ejército nacional en el año de 1856, cuando apenas contaba catorce años de edad, y debido a su valor y comportamiento fue escalando paulatinamente los diversos grados del Ejército, hasta llegar a ostentar las insignias de coronel de caballería de auxiliares del Ejército, según se desprende del despacho expedido por el general Porfirio Díaz, que obra en el expediente. En el transcurso de treinta y dos años de servicios que prestó a la nación el C. Montero, concurrió a varios hechos de armas gloriosos, entre los cuales señalaremos los siguientes, que creemos de más importancia: batalla de San Lorenzo, contra los franceses, el 8 de mayo de 1863; batalla de Necaxa, el 1o. de septiembre de 63; batalla de La Carbonera, el día 18 de octubre de 1866; sitio de Puebla, que terminó con el asalto del 2 de abril de 1867, etcétera, etcétera. Además de las acciones de armas que hemos dejado apuntadas, figuran otras muchas que no citamos, por cansar la atención de la Asamblea; pero por la magnífica hoja de servicios y por las condecoraciones que corren agregadas al expediente, la Comisión ha orientado su criterio en el sentido de conceder a la peticionaria una pensión como recompensa a los servicios de su finado esposo.
Por lo anteriormente expuesto sometemos a la aprobación de vuestra soberanía, el siguiente proyecto de decreto:
"Artículo único. Se concede a la señora Elena Vásquez, viuda del coronel José María Montero, una pensión de cuatro pesos diarios, que le serán pagados por la Tesorería General de la Federación, mientras conserve su actual estado civil."
Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, 4 de diciembre de 1919. - R. Cárdenas. - G. Bandera y Mata. - M. Barragán.
- El C. secretario Castillo, leyendo:
"Ciudadanos diputados al Congreso Nacional.
"Fernando Breña Alvírez, ciudadano mexicano en ejercicio de mis derechos..."
El C. Altamirano, interrumpiendo: Pido la palabra señor presidente, para su moción de orden.
El C. presidente: Para una moción de orden, tiene la palabra el C. Altamirano.
El C. Altamirano: Señores diputados: Se va a dar lectura en estos momentos a una petición referente a la Caja de Préstamos. El asunto es verdaderamente importante, porque se trata de otro "panamá" semejante al de los Ferrocarriles. Yo suplico a ustedes que presten atención, porque esto debe debatirse. (Voces: ¡Presupuestos!)
- El mismo C. secretario, leyendo:
"Ciudadanos diputados al Congreso Nacional:
"Fernando Breña Alvírez, ciudadano mexicano en ejercicio de mis derechos, ante ustedes, respetuosamente comparezco y expongo que: Invocando la garantía y derecho a que se refieren los artículos 8o. y 35, en su fracción V, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, vengo a pedir a ustedes se sirvan:
"Primero. Nombrar, con dispensa de trámites, una Comisión de tres o más ciudadanos diputados para que investigue si la Caja de Préstamos y la Comisión Monetaria han funcionado de acuerdo con los fines para que fueron creadas y leyes que las rigen, o si han cometido los abusos de que el público se queja, rindiendo a esta Cámara el informe consiguiente y quedando facultada para solicitar, en sus labores, el concurso de las secretarías de Estado correspondientes y el de los particulares.
"Segundo. Acordar, con dispensa de trámites, que se llame a los ciudadanos secretarios de Estado y del Despacho de Hacienda y Crédito Público, y Agricultura y Fomento, para que ante la Representación Nacional rindan un informe sobre el funcionamiento de la Caja de Préstamos para Obras de Irrigación y Fomento de la Agricultura y el de la Comisión Monetaria.
"Tercero. Reformar la ley de dos de junio de mil novecientos diez y siete, que declaró Institución de Estado a la Caja de Préstamos, mediante la discusión y aprobación, en su caso, del proyecto de ley relativo, presentado a la XXVI Legislatura en sesión del 28 de noviembre de 1912.
"Señores diputados: Los tres puntos petitorios de esta solicitud tienen poderosos fundamentos de hecho y de derecho, bien conocidos de vosotros, y que serán amplia y luminosamente expuestos por los ciudadanos diputados que bondadosamente han ofrecido apoyarme , por lo que me limitaré a indicarles someramente a fin de no distraer por mucho tiempo vuestra valiosa y ocupada atención.
"Entre los primeros, me referiré desde luego al clamor público, cada día creciente, que señala a la Caja de Préstamos como una institución que en vez de cumplir con los nobles fines para que fue creada, sólo ha servido para enriquecer a unos cuantos y extorsionar a muchos, señalándose a su actual gerente, don Carlos Basave y del Castillo Negrete, como a un Torquemada financiero, a quien no siéndole suficientes los medios de tortura que tiene en sus manos para atormentar a los infelices que alguna vez creyeron en que la Caja de Préstamos era una Institución benéfica y efectuaron operaciones con ella, pretendiendo salvarse de las manos de los agiotistas, ha husmeado en las carteras de todos los Bancos incautados por el Gobierno, para elegir nuevas víctimas, obligando a estos Bancos, por medio de la Comisión Monetaria, a que cedieran, velis nolis, a la Caja de Préstamos, sus mejores créditos y valores a cambio de cualquier cosa, resultando así que los deudores de los Bancos se han visto de la noche a la mañana en las garras de la Caja de Préstamos, institución que ha sido convertida por Basave en una agencia de despojo y de iniquidades, pues haciendo a un lado los más elementales principios de justicia y de derecho que establecen que el cesionario no puede adquirir más derechos que el cedente, y alegando que el moratorio no existe para los deudores de la Caja de Préstamos, ha procedido a cobrar, judicialmente y por su totalidad en oro, los créditos quitados a los Bancos, que están sujetos a moratoria y son pagaderos
en billetes de los propios Bancos, teniendo la frescura de decir que esas operaciones son ventajosas para la Caja de Préstamos.
¡Malditos sean los hombres que no pueden ver un dolor o una miseria, sin pensar en cuántos pesos se pueden sacar de cada lágrima de los desgraciados!", gritó el C. diputado Luis Cabrera en la sesión del 12 de octubre de 1912, en lo que precisamente el ciudadano secretario de Fomento rindió el informe que sobre el funcionamiento de la Caja de Préstamos acordó pedirle a la H. Cámara de Diputados a la XXVI Legislatura, en sesión de 9 del mismo octubre, en la que se aprobó, con dispensa de trámites, una proposición presentada por el C. diputado José Castellot y la mayoría de la diputación del Estado de Veracruz, análoga a la contenida en el punto segundo petitorio de este memorial; y esa tremenda maldición debe resonar incesantemente a los oídos de Carlos Basave, pero es insuficiente para desviarlo en un ápice del camino del vejaciones y atropellos que se ha trazado en su gestión como gerente de la Caja de Préstamos.
"La prensa seria de la capital, dando cabida en sus columnas a las angustiosas quejas de las víctimas de la Caja de Préstamos, propaló por todos los ámbitos del país los desmanes de Basave, los que sin duda llegaron también al conocimiento de las autoridades superiores, pero tampoco esto fue suficiente para poner remedio al mal, dando sólo por resultado que Basave, envalentonado por el silencio de sus jefes, pretendiera hacer callar al diario que, con más energía y constancia, ha fustigado sus procedimientos de implacable agiotista.
"El Universal" fue así arrastrado ante los tribunales del orden Penal, por la querella que en su contra presentó el gerente de la Caja de Préstamos, quien tuvo la audacia de acusarlo de calumnia, y vimos entonces el caso curioso de que el acusador se negara a permitir que el acusado rindiera pruebas en legítima defensa; Basave recurrió al auto por el que se decretó la inspección de los libros y contabilidad de la Caja de Préstamos; el recurso se tramitó con la lentitud típica de nuestros procedimientos judiciales, el fallo fue adverso a Basave, y entonces, cuando ya se creía llegado el momento de poner en claro todo lo obscuro que existe en la Caja, cuando el público, satisfecho, veía llegado el momento de que la purísima luz de la justicia alumbrara el tenebroso antro de esa Caja que se ha llamado de Pandora, cosa inaudita, surgió el austero secretario de Hacienda y urbe et orbe declaró que no permitiría tal cosa! "Así pues, las autoridades judiciales tampoco han podido hasta la fecha ni podrán tal vez en mucho tiempo, poner un hasta aquí a los sucios manejos de la Caja de Prestamos. Tales hechos, señores diputados son más que suficientes para justificar la necesidad de que interpongáis, en el caso, vuestra soberana autoridad, única que no podrá ser burlada por quienes tienen empeñó en ocultar las repugnantes operaciones e la Caja de Préstamos y la Comisión Monetaria, mediante las cuales el gobierno ha despojado y continúa despojando de lo que legítimamente les pertenece, a los particulares que no son gratos a don Carlos Basave; y digo el gobierno, porque siendo la Caja de Préstamos y la Comisión Monetaria instituciones de Estado, en último término es aquél responsable de todo lo que en ellas se haga.
"¿Los fundamentos legales? ... ¿A qué mencionarlos, si son conocidos mejor de vosotros que de mí? Me bastará citar algunos antecedentes históricos y referirme a la indiscutible verdad asentada por el actual señor presidente Carranza en el informe que leyó al entregar al Constituyente el proyecto de Constitución el 1o. de diciembre de 1916.
"El Poder Legislativo, dijo el C. Carranza, tiene incuestionablemente el derecho y el deber de inspeccionar la marcha de todos los actos del gobierno, a fin de llenar debidamente su cometido, tomando todas las medidas que juzgue convenientes para normalizar la acción de aquél." (Primer tomo del Diario de los Debates del Congreso Constituyente. Página 267.)
"Y si esto no se estimare bastante, ahí está el presente sentado por la Cámara de Diputados a la XXVI Legislatura, a que antes me he referido; buscad en el Diario de los Debates de 9 de octubre de 1912 y encontraréis que en esa fecha, la Representación Nacional, con dispensa de trámites, acordó que el secretario de Fomento se presentara a informar sobre la marcha y funcionamiento de la Caja de Préstamos, a pesar de que todavía en esa fecha no estaba declarada institución de Estado, informe que fue rendido tres días después, en sesión del 12 del mismo octubre, en la que el C. diputado Castellot, criticando duramente las combinaciones de la Caja de Préstamos, expuso que en ella se ponían "los intereses pecuniarios de la nación en competencia con los intereses pecuniarios de un individuo." Hoy no cabe ni aun esa triste competencia: la Caja de Préstamos es demasiado poderosa para poder competir con ella en ninguna forma! Continuad hojeando el Diario de los Debates de la expresada Legislatura y veréis que en sesión del 16 del repetido octubre se presentó y admitió, turnándose a las comisiones unidas 1a. de Fomento y 1a. de Puntos Constitucionales, una proposición análoga a la contenida en el punto primero petitorio de este escrito.
"Para apoyar esa proposición, el C. diputado Braniff, entre otras cosas, dijo: "Hagamos historia de uno de los casos más tipicos en que una institución de crédito se convierte en usurero cruel y despiadado, haciendo esfuerzos para despojar a un propietario de lo que legal y justamente le corresponde"; y se refirió al caso de la hacienda de Chapingo, que bien estudiado resulta juego de niños comparado con el caso de la hacienda de Salaices del señor don Ramón F. Luján o con cualquiera otro de los despojos cometidos actualmente por Carlos Basave. Dijo también el mismo C. diputado Braniff: "Durante los tres meses que la Secretaría de Fomento entretuviera este negocio, los Bancos e instituciones de crédito que eran acreedores del general González, apretaban despiadadamente sus cinchos de hierro, y en los círculos financieros, se rumoraba que la Caja de Préstamos (cuya influencia sobre las demás instituciones podréis adivinar) había puesto esta poderosa influencia en juego, a fin de rendir al osado que con manos crispadas defendía el patrimonio de sus hijos!"
"Qué correspondería decir ahora en que la Caja no sólo tiene influencia sobre los Bancos, sino
que tiene a éstos su más absoluta y caprichosa disposición, bastando para ello que se dirija a la Comisión Monetaria, de la que aquéllos dependen, para darles sus órdenes, que son irresistibles, porque Basave también fue gerente de la Comisión Monetaria, es todavía consejero de la misma y su negra influencia ha aumentado en vista de la incondicional protección que le imparte el ciudadano secretario de Hacienda?
"Las comisiones dictaminadoras rindieron su dictamen de conformidad y de los sólidos argumentos con que lo fundaron, dedujeron esta conclusión: "....que la misma Representación Nacional está interesada en conocer en todos sus detalles las operaciones de la Caja de Préstamos que funciona con capital del gobierno y tomando de la Hacienda Pública de la Nación", y esto cuando, como ya antes dije, la Caja de Préstamos no era todavía institución de Estado.
"En sesión de 28 de noviembre de 1912 se dio primera lectura al mencionado dictamen, y en esa misma sesión se presentó una iniciativa de ley para declarar institución de Estado a la Caja de Préstamos; basta leer esta iniciativa y compararla con la ley de 2 de junio de 1917, para que resulte ampliamente fundada la proposición contenida en el tercero y último punto petitorio de este ocurso.
"Concluyo, señores diputados, confiado en que no desoiréis mi justa súplica, y protestando que su único móvil es el ineludible deber que tengo de recurrir a todos los medios legales posibles para defender los sagrados intereses de una de las numerosas víctimas de la Caja de Préstamos.
"Designo para recibir comunicaciones, mi bufete establecido en la 3a. calle de Donceles número 69, de esta capital.
"México, 5 de diciembre de 1919. - Fernando Breá Alvírez
"Hacemos nuestra la anterior petición. - Carlos L. Angeles. - A. Velásquez López. - F. Aguirre León. - Amado J. Trejo. - M. I. Fierro. - A. Valadez Ramírez. - J. M. A. del Castillo. - A. Rivera C. - L. Breá. - B. Vadillo. - M. Romero C. - J. Silva. - B. Balderas Márquez. - M. Leal. - Leopoldo E. Camarena. - R. Basáñez. - F. Martínez Saldaña. - Dionisio Zavala. - J. Hernández. - J. P. Alejandre. - M. H. Flores. - Uriel Avilés. - D. Alarcón. - M. Gutiérrez de Velasco. - J. I. Arriaga. - - Carlos E. Tamez. - Matías Ramos. - C. Esparza. - Enrique Liekens. - A. Toro. - Gildardo Gómez. - J. Macías Rubalcaba. - C. Navarro. - Feliciano Gil. - Emiliano C. García. - Antonio Guerrero. - Pánfilo Méndez. - Emiliano Z. López. - O. H. León. - José Castilleja. - Arturo Méndez. - Estanislao Peña. - M. Barragán. - José Ferrel. -Julio Mota. - M. F. Altamirano. - N. Sánchez Salazar. - J. Siurob. - A. M. García. - J. Iturralde T. - R. Balderrama. - José M. Soto. - Rafael Rojas. - F. Mercado. - J. Avellaneda. - N. A. Chablé. - E. L. Céspedes. - Luis Espinosa. - Alfonso Castro. - Cervantes Olivera. - A. Franco."
El C. Altamirano: Pido la palabra.
El C. secretario Saldaña: La Presidencia, por conducto de la Secretaría, hace del conocimiento de la H. Asamblea, que dictó el trámite de que pasara este asunto a las comisiones unidas de Hacienda, en turno, y Agricultura y Fomento, en atención, a que se trata de un caso bastante grave; pero que no deseando sostener a todo trance este trámite, lo somete a la consideración de la Asamblea.
El C. Altamirano: Pido la palabra en contra.
(Voces: !Presupuestos!)
El C. presidente: Tiene la palabra en contra el C. diputado Altamirano.
El C. Altamirano: Señores diputados: Vengo a oponerme al trámite que ha dado el ciudadano presidente a este memorial, que está subscripto por más de sesenta ciudadanos diputados. Este memorial viene a iniciar aquí ante la Representación Nacional, ya que ante los jueces no se ha podido hacer nada, el "panamá" que entra la Caja de Préstamos. Los peticionarios solicitan en los capítulos perentorios, lo siguiente:
"Primero. Nombrar, con dispensa de trámites, una comisión de tres o más ciudadanos diputados para que investigue si la Caja de Préstamos y la Comisión Monetaria han funcionado de acuerdo con los fines para que fueron creadas y leyes que las rigen, o si han cometido los abusos de que el público se queja, rindiendo a esta Cámara e informe consiguiente y quedando facultada para solicitar, en sus labores, el concurso de las Secretarías de Estado correspondientes y el de los particulares.
Segundo. Acordar, con displena de trámites, que se llame a los ciudadanos secretarios de Estado y del Despacho de Hacienda y Crédito Público y Agricultura y Fomento, para que ante la Representación Nacional rindan un informe sobre el funcionamiento de la Caja de Préstamos para obras de irrigación y fomento de la agricultura y el de la Comisión Monetaria.
"Tercero. Reformar la ley de 2 de junio de mil novecientos diez y siete, que declaró Institución de Estado a la Caja de Préstamos, mediante la discusión y aprobación, en su caso, del proyecto de ley relativo, presentado a la XXVI Legislatura en sesión del 28 de noviembre de mil novecientos doce."
Como ven ustedes, ciudadanos diputados, la petición tiene tres capítulos. El primero se refiere al nombramiento de una comisión investigadora; el segundo, a que se llame a los secretarios de Estado respectivos para informar acerca de los manejos que ha habido en la Caja de Préstamos, y el tercero, a proveer a todos los males que son origen de estos malos manejos, discutiendo la ley presentada ya a la XXVI Legislatura, en 1912. Señores diputados: Probablemente, dada la conmoción política del momento, es decir, por este motivo, porque estamos demasiado distraídos con los acontecimientos políticos que hoy por hoy conmueven, no sólo a la capital de la República, sino a todo el país, no se ha dado... (Murmullos. Campanilla.) Decía yo, ciudadanos diputados, que probablemente porque el momento político no es propicio para distraer nuestra atención de estos acontecimientos políticos, no se ha dado al asunto de la Caja de Préstamos todo el interés que merece que se le dé como se le dio al asunto de los ferrocarriles; pero ya lo dijo alguno de los periódicos diarios de esta capital: el señor Basave ha tenido en todos los momentos más suerte que ese Pescador que había establecido su pescadería en los Ferrocarriles
Nacionales. (Siseos.) Señores diputados, es preciso que la Cámara de Diputados se dé cuenta exacta de los manejos a que ha descendido la Caja de Préstamos, manejos verdaderamente bochornosos para cualquier gobierno; a eso tiende esta petición subscripta por más de sesenta ciudadanos representantes; que vaya una comisión de diputados a investigar, a ver cuáles han sido los manejos de esta Caja de Préstamos en relación con la Comisión Monetaria y que rinda un informe par tener en cuneta dicho informe a la hora de discutir la ley relativa. Consideramos nosotros de urgente necesidad que se acuerde el envío de la Comisión para que se vea que nuestro objeto es la depuración en todos los ramos de la administración pública y que si alguna vez somos nosotros los impotentes para contener los despojos, para contener los abusos de algunos ciudadanos administradores de los fondos de la Nación, siquiera que se vea la buena voluntad de nosotros para contribuir a la moralización de esa administración pública. En consecuencia, señores diputados, yo pido a ustedes respetuosamente que se sirvan desechar el trámite de la Mesa, que no pase este asunto a Comisión sino que, con dispensa de trámites, se nombre la Comisión que proponemos nosotros a fin de que cuanto antes se constituya en la Caja de Préstamos y en la Comisión Monetaria a fin de investigar los puntos que se dejan ya asentados en este memorial.
El C. secretario Saldaña: La Presidencia manifiesta, por conducto de la Secretaría que sostiene su trámite. No habiendo más oradores inscriptos, en votación económica se consulta a la Asamblea si lo aprueba. Hay mayoría de pie. Aprobado.
El C. secretario Saldaña: La 3a. Comisión Auxiliar de Presupuestos y Cuenta, presenta su dictamen relativo al Presupuesto de Egresos de la Secretaría de Agricultura y Fomento, para el año de 1920.
En votación económica se consulta a la Asamblea si se dispensan las lecturas, mandándose imprimir y quedando listo para discutirse el primer día hábil. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.
Se dispensan las Lecturas y pasa a imprimirse, quedando listo para discutirse el primer día habil.
- El mismo C. secretario, leyendo:
"2a. Comisión de Peticiones.
"Señor:
"A la 2a. Comisión de Peticiones pasó, por acuerdo de vuestra soberanía, el memorial que con fecha 17 de noviembre último enviaron los ciudadanos presidente y secretario de la Compañía Mercantil de Abastecimiento y Consumo de la población de El Mesón, Veracruz, en el que solicitan una ayuda efectiva para poder construir una carretera para camiones entre el pueblo de Santiago Tuxtla y las riberas del río Alonso Lázaro.
"Los subscriptos, hallando que el citado memorial reúne los requisitos de ley, no tienen inconveniente en turnarlo a la Comisión de Presupuestos y Cuenta para que se tenga en consideración al formarse los presupuestos de egresos, por lo que se permiten consultar a esta Asamblea la aprobación del siguiente acuerdo económico:
"Pase a la Comisión de Presupuestos y Cuenta, el memorial de los ciudadanos presidente y secretario de la Compañía Mercantil de Abastecimiento y Consumo de la población de EL Mesón, Veracruz.
"Salón de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General. - México, a 6 de diciembre de 1919. - Manuel Andrade. - José P. Saldaña."
Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta a la Asamblea si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobado.
- El mismo C. secretario, leyendo:
"1a. Comisión de Hacienda.
"Señor:
"Las señoritas Josefa y Rosa Alcocer, nietas del C. Vidal Alcocer, obtuvieron, según decreto de 10 de julio e 1902, en virtud de los servicios prestados a la humanidad por el citado C. Alcocer, una pensión de mil doscientos pesos anuales, que por los términos en que se dictó el decreto aludido, quedó sujeta para su pago a la tarifa contenida en la fracción III del artículo 17 de la Ley de Pensiones, Montepíos y Retiros de 29 de mayo de 1896, y, por tanto, sólo tenían derecho a percibir la suma de cincuenta y cinco pesos.
"Las expresadas señoritas Alcocer, con fecha 12 de septiembre de 1917 ocurrieron a esa H. Asamblea manifestando que la pensión de cien pesos mensuales que se les tenía asignada había sido reducida durante el período preconstitucional a un veinticinco por ciento de su valor nominal, por lo que, teniendo en cuenta los servicios de su finado abuelo, el señor Alcocer, pedían que se les concediera el pago íntegro de dicha pensión.
"La primera Comisión de Hacienda de la Legislatura próximo pasad, sin tener presente lo expuesto por la tarifa respectiva que les da derecho a las beneficencias a percibir cincuenta y cinco pesos mensuales, dictaminó que se les cubriera la mitad de dicha pensión, esto es, menos de lo establecido por Ley de Pensiones y Retiros de que se viene hablando.
"Acordado que fue por la H. Cámara el dictamen de referencia, pasó al Senado par los efectos Constitucionales, el cual, tomando en consideración lo que se acaba de exponer, declaró que no había lugar a votar y fue devuelto a esta H. Cámara.
"Turnado nuevamente a la Comisión que subscribe, ésta, teniendo en cuenta la precaria situación en que se encuentran las peticionarias y los excepcionales servicios del C. Alcocer, ha creído de justicia que las solicitantes no sólo perciban la cantidad a que les da derecho la tarifa, que por ser tan exigua no alcanza a cubrir sus más urgentes necesidades, sino que la perciban íntegramente, y al efecto, tomando en cuenta las disposiciones de la citada ley de 29 de mayo de 1896,
creído pertinente reformar el decreto que otorgó la pensión de que se trata y en este concepto propone a la consideración y aprobación de esa H. Asamblea, el siguiente proyecto de ley:
"Artículo único. Se reforma el decreto de 10 de julio de 1902, en los siguientes términos: Se concede una pensión de mil doscientos pesos anuales a las señoritas Josefa y Rosa Alcocer, como recompensa de los servicios prestados a la humanidad por su abuelo el señor Vidal Alcocer y la cual pensión disfrutarán íntegra, sin sujeción a tarifa, desde la promulgación de este decreto y mientras no cambien de estado.
"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, 28 de noviembre de 1919. - J. Silva Herrera. - E. L. Céspedes. - M. G. de Velasco."
Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación nominal se va a preguntar a la Asamblea si se aprueba.
El C. prosecretario Castro: Por la afirmativa.
El C. secretario Saldaña: Por la negativa.
(Se recoge la votación.)
"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- - El mismo C. secretario: Por unanimidad de 134 votos ha sido aprobado el proyecto de ley. Pasa al Senado para los efectos constitucionales.
(Votaron los CC. diputados Alarcón, Alcocer, Alejandre, Alencáster, Roldán, Altamirano, Amezola, Anda de, Angeles Carlos L., Araujo Francisco, Arriaga, Avellaneda, Avilés, Balderrama, Baledón Gil, Barragán, Bouquet, Bravo Lucas, Breña, Castellanos Díaz, Cabrera, Cárdenas Emilio, Carrión, Casas Alatriste, Castillo Torre, Castro Alfonso, Castro Roberto, Céspedes, Colina de la, Cornejo, Cravioto Gallardo, Crespo, Chablé, Espinosa Bávara, Espinosa, Espinosa y Elenes, Fernández Ledesma, Fernández Martínez, Fernández Miguel B., Ferrel, Franco, Frías, Fuentes Barragán, Gámez, García Adolfo G., García Antonino M., García Pablo, Garza, Gil, Gómez Noriega, González Galindo, González Marciano, Guerra, Guerrero, Gutiérrez Antonio, Gutiérrez Atanasio, Gutiérrez de Velasco, Hernández Eulogio, Hernández Loyola, Huerta, Iturralde, Lazcano Carrasco, Leal, León, Liekens, Lomelí, López Emiliano Z., López Serrano, Maceda, Macías, Macías Rubalcaba, Madrid, Mancisidor, Mariel, Márquez Galindo, Martín del Campo, Martínez del Río, Méndez Benjamín, Méndez Fortunato, Mendoza, Mercado, Meza, Morales Sánchez Mota, Navarro, Ortíz, Palacios Moreno, Pastor, Pastrana Jaimes, Pérez Carbajal, Pérez Vargas, Pérez Vela, Pesqueira, Reyes, Roaro, Rodríguez Alfredo, Rodríguez Herminio S., Rodríguez Sabino, Rosas, Ruiz H. José María, Ruiz Martínez, Saldaña, Sánchez Margarito, Sánchez Salazar, Saucedo, Schulz y Alvarez, Silva Herrera, Silva Pablo, Siurob, Solórzano, Soto Peimbert, Soto Rosendo A., Suárez José María, Tamez, Tejeda Llorca, Tello, Toro, Torre, de la, Trevió, Uzeta, Vadillo, Valadez Ramírez, Valverde, Valladares, Velásquez, Velásquez López, Verástegui Franco, Verástegui José, Vilchis Villaseñor Mejía, Villaseñor y Zavala Dionisio. Total, 134 votos.)
- El mismo C. secretario, leyendo:
"Dictamen reformado de la Comisión de Presupuestos y Cuenta sobre el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Contaduría Mayor de Hacienda para el año fiscal de 1920.
"H. Asamblea:
"A la Comisión de Presupuestos y Cuenta fue turnado el proyecto de Presupuesto de Egresos formado por la Comisión Inspectora de la Contaduría Mayor de Hacienda, y que deberá regir en el año de 1920 en la indicada oficina dependiente de vuestra soberanía.
"La misma Comisión Inspectora, en su exposición de motivos, hace referencia al proyecto de presupuesto que le remitió la Contaduría Mayor de Hacienda y en el cual se modificaban algunos sueldos de empleados y se pedía el aumento de setenta y dos empleados más, a fin de cumplir con lo dispuesto en el artículo 5o. de la Ley Orgánica de la misma Contaduría. La Comisión Inspectora reconoce la justicia de los razonamientos que expuso el contador mayor, tanto en lo que se refiera al aumento de sueldos como al aumento de personal; pero teniendo en cuenta razones de índole económica, la Comisión solamente propone el aumento de treinta empleados más y no está conforme en que los emolumentos de que disfrutan los empleados de la Contaduría Mayor, sean los mismos de que disfrutan los empleados similares de la Contraloría, dando como razón que en este último departamento los empleados están ampliamente dotados.
"La Comisión de Presupuestos y Cuenta no puede aceptar el criterio de la Comisión Inspectora, tanto en lo que se refiere a retribución de empleados como al aumento de personal, porque cree contrario a las leyes de la equidad que empleados de la Contaduría Mayor, con un trabajo equivalente al de los de la Contraloría, no tengan derecho a disfrutar del mismo sueldo. Por otra parte, no cree justificadas las razones de la Comisión Inspectora para oponerse al aumento de setenta y dos empleados, ya que, según lo creemos, no está en posibilidad de llegar a determinar si los treinta empleados que propone como aumento, bastarían para las labores de la Contaduría Mayor. Si la Cámara de Diputados nombró al ciudadano contador mayor de Hacienda, es únicamente porque creyó ver en él a la persona indicada para cumplir la alta misión que le impone su puesto, y nos parece fuera de razón que no demos a este representante de la Cámara los elementos que pide para llenar eficientemente su cometido. Si bien es verdad que abundamos en los deseos de la Comisión Inspectora de aligerar en lo posible las cargas del Erario, no es, en nuestro concepto, escatimando sueldos justos a los empleados públicos, como debe hacerse economías en los presupuestos. Tampoco somos partidarios de aumentar las horas de trabajo a los empleados, porque tratándose de una labor intelectual demasiado delicada, creemos que con las horas que acostumbra la Contaduría Mayor y con el aumento de empleados que se propone, los trabajos llegarán a normalizarse.
"Esto decíamos en el dictamen presentado con fecha 31 de octubre del corriente año; pero al comenzar a discutirse dicho dictamen, el C. diputado Uriel Avilés lo impugnó en lo general y la Comisión, no teniendo a la vista el Presupuesto de la Contraloría General de la Nación, no sabía si las objeciones hechas por el señor Avilés eran o no fundadas. En tal virtud, nos vimos obligados a retirar el dictamen para modificarlo conforme el presupuesto referido de la Contraloría. Teniendo ya dictaminado el Presupuesto de la propia Contraloría, la Comisión subscripta cree pertinente que las modificaciones que deben hacerse al Presupuesto de Egresos de la Contaduría Mayor de Hacienda, deben quedar en las mismas condiciones que el Presupuesto de la Contraloría. En consecuencia, proponemos a vuestra soberanía lo siguiente:
"1o. El oficial mayor tendrá un sueldo de $25.00 diarios.
"2o. En lugar de nueve jefes de sección de nuestro dictamen anterior, añadimos uno, por ser necesario para las atenciones que demandará el aumento de setenta y dos empleados.
"3o. Estos jefes de sección disfrutarán de una sueldo de $20.00 diarios.
"4o. Debemos hacer figurar una partida adicional de $8,000.00 para pago de emolumentos a empleados substitutos.
"Debemos hacer mención de que los informes tomados en la Contaduría Mayor de Hacienda, tendríamos un gasto de $8,895.00 para pago de empleados substitutos, desde el 1o. de enero hasta el 30 de noviembre del presente año. Este desembolso se refiere al gasto que hay que erogar para substituir accidentalmente a los empleados que, conforme al Reglamento, tienen derecho a disfrutar licencias hasta por 30 días, y como las labores que los mismos empleados desempeñan son de positiva importancia y no admiten interrupción, se hace indispensable la creación de esta partida.
"En consecuencia, sometemos a vuestra soberanía la aprobación del siguiente Presupuesto de Egresos.
"Artículo único. El Presupuesto de Egresos de la Federación, correspondiente a la Contaduría Mayor de Hacienda, y que deberá regir durante el año fiscal que comenzará el 1o. de enero de 1920 y terminará el 31 de diciembre del propio año, se compondrá de las siguientes partidas:
3 Diez jefes de sección a $7,320 $20.00 $ 73,200.00 29 Para pago de emolumentos a empleados substitutos " 8,000.00 "Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, 9 de diciembre de 1919. - L. Bravo. - Amado J. Trejo. - M. I. Fierro." - Rúbricas.
Está a discusión en lo particular.(Voces: ¡En lo general!) La Presidencia, por conducto de la Secretaría, hace la aclaración de que ya había sido aprobado en lo general el ramo primero, al cual corresponde la Contaduría Mayor de Hacienda; en consecuencia, está a discusión en lo particular. Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse. El C. Avilés ha separado todas las partidas. (Aplausos.) Está a discusión la primera: "Un contador mayor, a $40.00 diarios."
El C. presidente: Tiene la palabra en contra el C. Avilés.
El C. Avilés: Ciudadanos diputados: La otra vez esta H. Asamblea consintió en que debía discutirse el Presupuesto en lo general, y así se hizo; la prueba fue que esta misma Asamblea permitió a la Comisión que retirara su proyecto para que lo reformara, cosa que la H. Comisión no hizo, sino que hoy nos presenta el mismo Presupuesto, sin haber quitado ni una jota, ni una coma. Yo no estoy de acuerdo en que el contador mayor de Hacienda gane $40.00, ni mucho menos basado en los argumentos que la Comisión nos viene a presentar aquí, como el de comprar a la Contraloría con la Contaduría Mayor de Hacienda. Si el tiempo fuera suficiente, señores diputados; si hubiera tiempo de ir discutiendo estas cosas, yo sería uno de los que me vendría a oponer a que se aprobara este Presupuesto de la Contaduría, que es demasiado oneroso y que tiene gastos enteramente grandes, que, en una palabra, se despilfarra allí el dinero. Pero el argumento que nos trae aquí la Comisión diciéndonos que la Contraloría tiene mayor número de empleados que la Contaduría, este no es un argumento que deba tomarse en cuenta, porque si en una parte se cometen desmanes, nosotros no por ese solo hecho vamos a autorizar que se cometan en otra parte, y mucho menos en el caso éste, cuando la Contaduría es dependiente del Poder Legislativo y la Contraloría es dependiente del Poder Ejecutivo. Yo estoy de acuerdo en que si se hubiera siquiera aprobado no ya el Presupuesto de 1919, sino siquiera el que presentaba la Comisión Inspectora aumentaba treinta empleados a la Contaduría Mayor de Hacienda, y la H. Comisión nos presenta aquí un presupuesto aumentado setenta y tantos empleados y un jefe de sección, cosa que yo veo que es un absurdo. Ahora, ciudadanos diputados, el papel nuestro es economizar el dinero de la nación y, sobre todo, en las dependencias de esta Cámara. Si, por otra parte, somos anuentes en que el dinero de la nación se derroche, no debemos ser anuentes en lo que a nosotros interesa es decir: no debemos permitir nosotros que en dependencias nuestras se derroche el dinero. Yo no vengo a discutir en esta Asamblea si es o no competente, si es o no necesario la Contaduría Mayor de Hacienda; lo que sí vengo a sostener en esta Asamblea es que, con el número de empleados que tiene, es más que suficiente para sus labores.
El C. Fernández Martínez, interrumpiendo: ¿Cuáles son?
El C. Avilés, continuando: La Comisión viene aquí con argumentos peregrinos de este tamaño, diciéndonos que ella no puede, que no está de acuerdo en que se aumenten las horas de trabajo. Pues, señores, si a todo mundo consta que la República nuestra está en bancarrota, si a todo mundo consta que los ingresos no son iguales a los egresos, si a todo mundo consta que el gobierno tiene una
deuda enorme encima, ¿por qué no vamos a sacrificarnos nosotros y a sacrificar un poco a los servidores de la Nación para que trabajen como se debe trabajar, es decir, que ganen el dinero como debe ganarse?
El C. Ruiz Martínez, interrumpiendo: ¿Y nosotros
El C. Avilés, continuando: ¡Nosotros!, dice el ciudadano diputado. Yo estoy de acuerdo, ciudadanos diputados, en que nosotros estamos ganando el dinero de balde, yo estoy de acuerdo en eso: nosotros no hemos sabido corresponder a los intereses que tenemos en nuestras manos, es decir, a los que han depositado nuestros comitentes en nosotros, pero esto no quiere decir que esto sirva de escuela, que nosotros sentemos esto de que nosotros no hacemos nada como un principio y que lo llevemos a las dependencias de esta Cámara.
El C. Gutiérrez de Velasco: Es decir, el diablo predicador.
El C. Avilés: Yo entiendo, ciudadanos diputados, que lo justo en este caso, ya que quieren que vayan más empleados a la Contaduría, que se vote el presupuesto tal como lo ha presentado la Comisión Inspectora; no estoy yo de acuerdo, lo confieso, con ese presupuesto porque yo, conforme a la tesis que he sentado desde que se comenzó a tratar este asunto, he estado de acuerdo en que se tome como base el presupuesto de 1919 para el pago de la Contaduría Mayor de Hacienda. Es bueno que los ciudadanos diputados tengan en cuenta que las arcas de la Nación son insuficientes, que las arcas de la Nación están completamente vacías, que ese dinero no alcanza ni para pagar chanchullos electorales, que ese dinero se está derrochando a manos llenas en otras cosas. Nosotros, ciudadanos diputados, no debemos de ser cómplices en las dependencias nuestras de ese derroche tan inmoderado que se hace de dinero, debemos ser enteramente parcos en este caso, es decir, sacrificarnos, sacrificar a los dependientes de la Cámara de Diputados, sacrificarnos para que trabajen, es decir para que entren a trabajar a las nueve de la mañana, salgan a las doce del día, vuelvan a las tres y terminen a las seis de la tarde; de ese modo es como se hacen grandes las naciones, ciudadanos diputados, economizando, es decir, trabajando. Aquí, como vulgarmente se dice, hay mucho canto y nada de ópera. (Risas. Siseos.) Todo es cuestión de puro espantajo, todo es cuestión de relumbrón; nosotros nos preocupamos porque todo relumbre aunque en el fondo sea pura basura y la prueba la tienen ustedes, ciudadanos diputados, en las condiciones en que actualmente estamos tanto de miseria como de todo y esto se debe a que nuestros gobiernos se han preocupado más que por lo práctico, por todo lo que relumbra; nunca han ido al fondo de la cuestión, es decir, al de las economía, que es una de las bases fundamentales para que los gobiernos se hagan fuertes. El gobierno que tiene dinero, ciudadanos diputados, de por sí es fuerte, y nosotros debemos procurar por todos los medios economizar ese dinero para que nuestra Nación sea fuerte. Por eso es que yo me opongo a que se le paguen los $40.00 al ciudadano contador mayor de Hacienda; con los $35.00 que tiene es más que suficiente para que viva, pues no de un modo elegante, pero sí que atienda a todas sus necesidades. Yo hasta propondría a los ciudadanos diputados este caso, es decir, esta cosa, (Risas.) yo propondría que expidiéramos aquí un proyecto de ley donde se dijera: "Paguese a todos los servidores de la Nación conforme al Presupuesto de 1918, pero que este pago sea íntegro". ¿Para qué estamos recargando a la Nación cada año, aumentando los presupuestos y que esté quedando siempre ese margen del 25 por ciento que, según el decir de los que se han ocupado de este caso, se presta única y exclusivamente para enriquecer a tres o cuatro bribones y que éstos, aunque desaparezcan los que están actualmente explotando ese capítulo, mañana surgirán otros que serán émulos de ellos? Esto no terminará con que estos hombres que están ahorita en el poder y que están explotando de ese modo, desaparezcan; no, señor, el mal debe cortarse de raíz; nosotros debemos expedir una ley donde se quite ese 25 por ciento, es decir, que los presupuestos actuales se equiparen a los de 1918, con la condición de que se paguen íntegros todos, y de ese modo cortaremos y quitaremos los abusos. Por eso yo me opongo a que al contador mayor de Hacienda se le paguen los $40.00, porque se va buscando en todos estos presupuestos, en todos estos asuntos, que el 25 por ciento ese esté siempre gravitando sobre el gobierno y no así sobre los empleados, porque con el aumento de estos prepuestos, que se hace cada año, pues no se hace más que ir dando margen a que se esté recargando ese 25 por ciento sobre la Nación y que a la postre resulten beneficiados los ciudadanos servidores de ella. Yo entiendo que deben dejársele al ciudadano contador mayor de Hacienda los $35.00 que tenía conforme al Presupuesto de 1919, es decir, de este año.
El C. presidente: Tiene la palabra el C. Villalobos.
El C. Villalobos: Señores diputados: A propósito de este debate, abordo la tribuna no con el propósito de impugnar exclusivamente la partida que asigna $40.00 diarios como sueldo al contador mayor de Hacienda, lo hago con este deseo y lo hago, además, con el propósito de hacer un llamamiento a vuestro patriotismo para que poniéndonos en la situación en que estamos, fijando vuestra atención en la cortedad, en la premura del tiempo que nos aguarda, consagremos nuestra atención a labores preferentes y que nos permitan dar cima de la mejor manera posible a nuestros trabajos legislativos. En efecto, una vez desechado en el Senado el proyecto de ley que se le envió de esta Cámara, en virtud del cual se le quitaban las facultades extraordinarias en Hacienda de que disfrutaba el Ejecutivo de la Unión, es ocioso que nos ocupemos con todo detalle y escrupulosamente del estudio del Presupuesto. Sentada esa base, cualquiera discusión que nosotros tengamos sobre materia de presupuestos será inútil, puesto que el Ejecutivo podrá destruirla con un simple acuerdo. En consecuencia, si nosotros no hacemos ninguna labor pertinente discutiendo esta materia, es conveniente que nos dediquemos a trabajar sobre otra. Están listos para discusión una infinidad de proyectos especiales en materia agraria que esperan vuestra sanción para ser convertidos en ley o pasarlos a la Cámara colegisladora; alguno de esos proyectos, el relativo
a la deuda agraria, sería de importantísima expedición, dado que una infinidad de reclamaciones que pueden transformarse en representaciones diplomáticas se evitarían porque se les quitaría el caracter de despojo que tienen las dotaciones y expropiaciones con carácter de utilidad pública, para resolver el problema agrario constituyendo la pequeña propiedad. Respecto a esta materia de presupuestos, hago especial hincapié en la circunstancia de que hay varios pareceres, uno de los cuales es sustentado por el Ejecutivo, otro por la Comisión Inspectora y otro por la Comisión de Presupuestos y Cuenta. Indudablemente que teniendo facultades extraordinarias en Hacienda del Ejecutivo, el parecer del Ejecutivo será el que al fin prevalecerá, y como este parecer está de acuerdo con el sentir de los que hemos pedido, la palabra para impugnar el dictamen, por sabido se calla que el Ejecutivo será nuestro colaborador. En efecto, señores diputados, causa verdaderamente extrañeza el hecho de que la Comisión Inspectora, que debe suponerse vigilante y cuidadosa fiscalizando el funcionamiento de la Contaduría Mayor de Hacienda, el parecer de esta Comisión esté en desacuerdo con el parecer de la Comisión de Presupuestos y Cuenta que debe suponerse, también, menos bien enterada del funcionamiento de esa misma Contaduría Mayor de Hacienda. Así pues, para evitarnos debates sobre todas y cada una de las partidas, para que la Asamblea se ilustre el aumento del personal y sobre el aumento de sueldos a cada uno de los servidores de la contaduría Mayor de Hacienda, que nos parece a primera vista desproporcionado, que nos parece fuera de las condiciones críticas por que atravesamos, yo me permito suplicar, por una parte a la Comisión Inspectora de la Contaduría Mayor de Hacienda, y por otra a la Comisión de Presupuestos y Cuenta, que se sirvan informarnos sustentando cada una el fundamento de su parecer, el fundamento de su proyecto y de su dictamen, para que tengamos bases seguras sobre que fijar nuestro criterio y descernir nuestro voto. En tesis general, puede decirse que este presupuesto, que aumenta grandemente las erogaciones del Erario público al aumentar el personal y al aumentar el sueldo del personal, parece perfectamente ilógico, puesto que ni las circunstancias en que se encuentra el país ni las labores de la Contaduría Mayor de Hacienda ameritan este aumento. En efecto, nosotros, señores diputados, no tenemos a la vista un resultado sintético o sinóptico de las labores de la Contaduría Mayor de Hacienda; no sabemos cómo se han administrado los intereses de la Nación, porque no tenemos un informe a la vista y todo parece conducirnos a la tesis de que la Contaduría Mayor de Hacienda, por lo que a las labores de este año y del año pasado se refiere, no produce ningún resultado práctico y no les permite a los miembros del Poder Legislativo fiscalizar los actos del Poder Ejecutivo. Si, pues, no es completamente útil la Contaduría Mayor de Hacienda, o con el funcionamiento que actualmente tiene no da los resultados que constitucionalmente debían de esperarse, es conveniente, como ya decía hace un momento, que tanto la Comisión de Presupuestos y Cuenta como la Comisión Inspectora de la Contaduría Mayor de Hacienda ilustren este debate y que consideren si es conveniente conservar las asignaciones del Presupuesto vigente, o aumentarlas con frutos y con beneficios efectivos para la Nación.
El C. Casas Alatriste: Pido la palabra.
El C. presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Casas Alatriste: para suplicar a la Comisión de Presupuestos y Cuenta, cuyo es el dictamen que se discute, se sirva informar los motivos que tuvo, y en seguida la Comisión Inspectora informará con todo gusto a la H. Asamblea sobre las razones que la hicieron no aprobar el presupuesto en la forma en que está.
El C. presidente: Tiene la palabra el C. Lucas Bravo, miembro de la Comisión.
El C. Bravo Lucas, de la Comisión: Señores diputados: La Comisión de Presupuestos y Cuenta tiene la honra de informar a ustedes el por qué del dictamen que ha emitido a propósito del presupuesto de la Contaduría Mayor de Hacienda. La impugnación que ha hecho el compañero señor Avilés es una de aquellas que no deberíamos contestar, porque en realidad no ha dicho una sola palabra...
El C. Avilés, interrumpiendo: ¡Dije muchas, no sólo una!
El C. Bravo Lucas: Lo único que ha dicho es lo que ya anteriormente había dicho...
El C. Avilés, interrumpiendo: ¡No es cierto!
El C. Bravo Lucas, continuando: ...es decir, que la nación está en malas condiciones económicas; que nosotros no somos cuerno de la abundancia para derramar nuestros bienes, y así sucesivamente; total, que no ha dicho una sola palabra en contra del presupuesto nuestro. Me permito interrogar al compañero Avilés para que tenga la bondad de decirme cuáles son las funciones que desempeña la Contaduría Mayor de Hacienda, porque criticar así no más en una forma general sin precisar el por qué de los ataques, es lo más fácil y sencillo; y una vez que me conteste, le diré cuáles son los fundamentos del dictamen.
El C. Avilés: Pido la palabra para contestar.
El C. presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Avilés: Esta pica que pretende el señor Lucas Bravo venir a poner en Flandes, se la contesto con esta otra: lo de menos son las funciones; lo que debemos ver son los gastos.
El C. Bravo Lucas, continuando: Quedamos exactamente lo mismo; no ha dicho nada. Desde luego, la Comisión de Presupuestos y Cuenta se ha percatado del papel que desempeña la Contaduría Mayor de Hacienda, y el fundamento que tuvo para no aceptar el presupuesto de la Comisión Inspectora, es sencillamente el siguiente: la Comisión Inspectora nos dice que el aumento de setenta y dos empleados que la Contaduría Mayor de Hacienda ha pedido es, en su concepto, exagerado, y sólo le da treinta empleados, en lugar de los setenta y dos que ha solicitado esa oficina. Desde luego no ha parecido extraño fijar un número determinado de empleados sin decir los fundamentos de ese parecer de la Comisión Inspectora, porque el caso es bien claro; nosotros hemos nombrado un contador mayor de Hacienda, y si la Comisión Inspectora no tiene mala memoria, recordará que precisamente el año pasado, al hacer la designación de contador mayor, nos dijo que era un hombre verdaderamente honorable el que se designaba y que reunía todas
las cualidades necesarias para desempeñar bien su papel; por esto pregunto: si estamos absolutamente conformes en que el actual contador mayor de Hacienda posee esas cualidades de caballerosidad, conocimientos, etc., y él nos pide un número determinado de empleados para llenar las funciones que le hemos encomendado, ¿no es extraño que a priori vengamos a decir que con treinta empleados es más que suficiente? Creo que nosotros no tenemos absolutamente motivos para ir a jugar, como he dicho, a priori, si los setenta y dos empleados son o no son excesivos. En primer lugar, si nosotros queremos exigirle al contador mayor de Hacienda el papel eficiente que debe desempeñar, es deber de la Cámara de Diputados darle los elementos que la Contaduría Mayor de Hacienda exige para el cumplimiento de ese deber. ¿Con qué derecho, señores diputados, vamos a exigirle al contador mayor de Hacienda que cumpla con su deber, si nosotros no le hemos dado los elementos necesarios para que lo haga? Eso me parece que es de una lógica elemental. Por otra parte, vengamos a la cuestión económica como la entiende el compañero señor Avilés: para él, decir que un empleado que gana $40.00 está bien pagado con diez, es un argumento, según él, de mucho peso; para nosotros no, y ya hemos ocurrido precisamente a los antecedentes que hay sobre el particular, con objeto de establecer el sueldo de $40.00, que está asignado desde el Presupuesto de 1903 hasta el Presupuesto de 1918. El contador mayor de Hacienda siempre está equiparado al sueldo que disfruta el tesoro general de la Nación. Si el señor Avilés se toma la molestia de revisar este Presupuesto, verá que desde 1903 hasta la fecha, con excepción de un solo año que desde $40.00 y de una plumada bajó a $25.00, que los sueldos son exactamente iguales. En consecuencia, nosotros no podemos establecer esa diferencia caprichosa sin tener absolutamente ningún fundamento legal para hacerlo. Por otra parte, el oficial mayor de la Contaduría Mayor de Hacienda debe estar equiparado cuando menos al mismo papel de los demás oficiales mayores de las Secretarías de Estado. Si el compañero Avilés se fija en el Presupuesto de Hacienda, verá que el oficial mayor allá gana más de los $25.00 que el contador mayor de Hacienda, y que el oficial mayor de Gobernación más de esos $25.00 De manera que, como verá, nosotros no hemos hecho otra cosa sino asignar el sueldo que anteriormente ha disfrutado. Por otra parte, la Comisión no tiene absolutamente ningún empeño en que al contador mayor de Hacienda se le pague determinado sueldo, sino ha tenido sencillamente en consideración los antecedentes sobre la materia. Por otra parte, como el compañero Avilés no ha dicho una sola palabra respecto del papel de la Contaduría Mayor de Hacienda, voy a dar a ustedes algunos datos estadísticos con objeto de que se percaten de que la Comisión ha estado en lo justo al señalar todos y cada uno de los sueldos que constan en el proyecto de presupuesto. Se nos dice, por ejemplo, que la Contraloría tiene sueldos exagerados, pues bien; sepa el C. Avilés que absolutamente todo lo que hace la Contraloría lo repite la Contaduría Mayor de Hacienda, por lo que la Comisión no cree justo que un auditor, que así se llama en la Contraloría, y en la Contaduría Mayor de Hacienda es jefe de sección, gane más y éste gane menos; de consiguiente, si el criterio de la Asamblea es justiciero, tendrá que poner $20.00 al jefe de sección de la Contaduría Mayor de Hacienda o rebajar en cantidad proporcional el sueldo de los auditores de la Contraloría, de tal manera que los sueldos queden equiparados. Respecto del aumento de los setenta y dos empleados, que tanto escozor ha causado a algunos representantes, debemos decir que los datos que la Comisión ha recogido son sencillamente los siguientes:... (Murmullos. Voces: ¡A votar!) Como veo que algunos diputados están ya muy impacientes, si quieren conocer los datos estadísticos acerca del trabajo material a que antes me he referido, que llevan a cabo los empleados de la Contaduría Mayor de Hacienda, no tendré empacho en proporcionarlos después.
El C. Casas Alatriste: Pido la palabra para informar.
El C. presidente: Tiene la palabra el C. Casas Alatriste.
El C. Casas Alatriste, de la Comisión Inspectora de la Contaduría Mayor de Hacienda: Ciudadanos diputados: Es una verdad indiscutible que todos los asuntos de presupuestos han dejado de tener interés para los ciudadanos diputados.... (Voces: ¡No! ¡No!) o para la mayoría de ellos. La contaduría Mayor de Hacienda, señores no es inútil como pretende el ciudadano Avilés; la Contaduría Mayor de Hacienda existe en virtud de un precepto constitucional y es el instrumento por medio del cual, el Poder Legislativo, más bien dicho, la Cámara de Diputados en su calidad de representante popular, da el finiquito, da la aprobación o la reprobación de las cuentas que les rinde el Poder Ejecutivo; llena, en consecuencia, una función constitucional, que es una consecuencia directa y natural del régimen republicano que rige en el país y de la división de los poderes. Como quiera que, en consecuencia, la Contaduría Mayor de Hacienda llena una función constitucional; como quiera que también necesita llenarla, no podemos suprimirla como pretende el ciudadano Avilés y debemos ponerle...
El C. Avilés, interrumpiendo: ¡Yo no he dicho eso!
El C. Casas Alatriste: Pues yo creía...
El C. Avilés: Pues no lo crea usted.
El C. Casas Alatriste: Me alegro que el ciudadano Avilés no haya dicho eso; sin embargo, sé que algunos ciudadanos diputados tienen esa errónea creencia de que la Contaduría Mayor de Hacienda es algo completamente inútil, es un despilfarro que nosotros permitimos para dar allí empleo y colocación a los amigos y a los protegidos de los honorables ciudadanos diputados. Nada más erróneo, como queda dicho. Me voy a concretrar a exponer las razones por las cuales la Comisión Inspectora se vio en el caso de no aceptar la iniciativa que el Contador Mayor de Hacienda le envió, a fin de que se crearan setenta y dos plazas más y de que se aumentaran considerablemente los sueldos de los empleados. Las razones fundamentales son las siguientes: la Contaduría Mayor de Hacienda desempeña una labor perfectamente determinada en su ley orgánica; esa labor la desempeño durante la época del general Díaz con más o
menos dificultades, es decir en una actitud completamente pasiva, y el año anterior sometió la Comisión Inspectora a que tengo el honor de pertenecer, una solicitud a la H. Cámara de Diputados a fin de que se aumentaran los sueldos de esa oficina y se aumentara también el personal. Este es, pues, el segundo aumento que irá a hacer la H. Cámara de Diputados. La razón fundamental en que se apoya la Contaduría Mayor de Hacienda para pedir el aumento de personal y el aumento de sueldos, es que la Contaduría Mayor de Hacienda repite, como dijo aquí el C. Lucas Bravo, lo que la Contraloría General de la Nación hace. Me voy a permitir demostrar a vuestras señorías que esto es algo erróneo y que es muy diferente la labor de una y otra oficinas. La Contraloría tiene la obligación de vigilar a todos los innumerables agentes con manejo de fondos que existan y que pasan de miles; recibe las cuentas que todos estos manejadores de fondos le rinden, muchas de las cuales están muy mal formadas; las tiene que corregir, recopilar y revisar y después de revisadas corre los asientos en la forma de pólizas para la contabilidad del erario federal. La Contaduría Mayor de Hacienda, en cambio, recibe dos tomos empastados, perfectamente foliados y arreglados que deben estar cuando menos y que sin duda están mejor que el hacinamiento de papeles que la Contraloría desembrolla y no hace sino ratificar las operaciones que en esos tomos de comprobantes y en esos libros de contabilidad se han anotado. Por este solo concepto se ve que la Contraloría tiene una función que difiere el algo de la función a cargo de la Contaduría Mayor de Hacienda. Es verdad que ambas se dice que glosan; pero una hace lo que en términos técnicos se llama glosa preventiva y la otra hace la glosa definitiva, y que ejecuta la Contaduría Mayor de Hacienda: revisa esta oficina lo que ya ha sido expeditado por la Contraloría. Esta tiene además otras funciones: recibe los libramientos que expiden las distintas secretarías de Estado y está obligada, por medio de inspectores, a cerciorarse de la necesidad del gasto, de la corrección o en el precio, de la exactitud del negocio verificado y de la compra hecha. La Contaduría Mayor de Hacienda no tiene que hacer eso; se encuentra el asiento de caja por salida del dinero y la factura o el documento que ampara la compra y tiene necesidad de aprobarlo porque su ley orgánica y la Constitución en la forma deficiente en que están no le permite tomar, en nombre del Legislativo, la intervención directa que en el manejo de los fondos público será de desearse para impedir los despilfarros. La Contaduría Mayor de Hacienda no puede vigilar, la Contaduría Mayor de Hacienda tiene que hacer una rectificación a posteriori. Esta es, pues, otra diferencia importante en el trabajo, en las labores que tienen que desarrollar una y otra oficina. La Contraloría, por último, para no fijar la atención de ustedes en otros detalles, tiene la necesidad de llevar la cuenta minuciosa de las partidas del presupuesto, para vigilar que no se excedan; la Contaduría Mayor de Hacienda ve ya después de verificados los negocios, si se excedieron o no, es decir, ya encuentra completamente hechas. Ustedes ven pues, señores diputados, que es un error grande decir que las operaciones de la Contraloría son idénticas a las de la Contaduría Mayor de Hacienda; evidentemente tiene alguna similitud, pero no puede considerarse que sean exactamente iguales. Por otra parte, señores diputados, la Comisión Inspectora ha sustentado en este proyecto la tesis de que en los momentos angustiosos de la nación, en los momentos en que año por año los Presupuestos presentan déficit, los empleados, los servidores de la nación, tienen, se les puede exigir un sacrificio para que den mayor trabajo y no aumentarles extraordinariamente sus emolumentos, hasta el grado de hacer verdaderamente canongías sus puestos. Cuando la Nación necesita los esfuerzos de todos sus individuos; cuando el gobierno, llámese el gobierno como debe llamársele: el conjunto de los tres poderes, necesita que esos tres poderes se unan para perseguir el fin de la reconstrucción de la patria, la Cámara de Diputados, en mi concepto, tiene obligación de exigir de sus empleados el mayor celo, la mayor actividad y hasta quizá el sacrificio, pero que no llegue hasta el grado de tenerlos en la indigencia, de no convertirse en cargas onerosas para la Nación. Por esto, señores diputados, la Comisión Inspectora consulta a vuestra soberanía la creación de treinta plazas más de entre los empleados de inferior categoría, con el objeto de que éstos vengan a reforzar las labores del actual personal, que se compone de ciento y tantas plazas; no acepta los setenta y tantos empleados, porque, entre otras razones, señores diputados, no habría local para que pudieran trabajar estos señores; el edificio de la Contaduría Mayor de Hacienda no permite que quepan allí, con las condiciones higiénicas y con la holgura necesarias, setenta y dos empleados más, y es incuestionable que la diferencia de treinta y cinco empleados la podrán substituir los actuales empleados, considerando que esta H. Cámara ha depositado su confianza en ellos y les exige un mayor celo y una mayor atingencia en el desempeño de sus labores. La Comisión Inspectora no propuso para el oficial mayor de la Contaduría Mayor de Hacienda más que la cantidad de $20.00 que figura en el presupuesto vigente, teniendo en cuenta que durante las sesiones del año pasado esta Cámara no tuvo a bien aprobar el aumento que se había propuesto para este empleado. El contador mayor de Hacienda en todos los presupuestos ha estado equiparado a un subsecretario de Estado y al tesorero general de la Nación: en consecuencia, sería justo, por la categoría de este empleado, que tuviera $40.00; sin embargo, la Comisión Inspectora, deseosa de que la Cámara no se la que ponga el ejemplo al Ejecutivo de aumentar desconsideradamente los sueldos a sus subordinados, mantuvo la referido contador con el mismo sueldo de $35.00 que tiene en la actualidad. Deseando también la Comisión Inspectora dar un pequeño aumento compatible con las circunstancias del erario, propone el aumento de un peso diario para los jefes de sección, mientras que la Comisión de Presupuestos y Cuenta propuso $6.00, es decir, hoy los jefes de Cuenta propuso $6.00, es decir, hoy los jefes de sección ganan $14.00. la Comisión de Presupuestos pide que ganen $20.00 y la Comisión Inspectora que represento opina que es conveniente aumentarles el sueldo a $15.00, en vista de las condiciones
difíciles de la vida. Estas han sido, en términos generales, las razones que la Comisión Inspectora tuvo para no aceptar el proyecto que el ciudadano contador mayor de Hacienda le sometió, pidiendo la creación de setenta y tantas plazas y aumento de los sueldos en la forma que vuestra señoría conoce; la Comisión Inspectora desearía que la Contaduría Mayor de Hacienda tuviera toda clase de elementos y facilidades para que pudiera venir gustosa a informar con todo orgullo que esa oficina había llegado ya al máximum de su eficiencia y que cumplía estrictamente con su deber, y por esto, señores diputados, la Comisión Inspectora no se inscribió para hablar en contra de la Comisión de Presupuestos y Cuenta: pero ya que ha sido interpelada, se ve en el caso de insistir en que un alto principio un alto concepto del deber y del patriotismo, en estos momentos la ha inducido a suplicar a los empleados de la Contaduría Mayor de Hacienda que se conformen con el aumento que ella solicita y que, dándose también cuenta de que las circunstancias difíciles por que atraviesa el erario, aumenten su eficacia haciendo ellos un trabajo mayor, y que se conformen, en vista de estas circunstancias, con no obtener mayor retribución en sus emolumentos. (Voces: ¡Muy bien! Aplausos.)
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Lucas Bravo, miembro de la Comisión. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)
El C. Bravo Lucas: Señores diputados: Para contestar a una objeción del señor Casas Alatriste que, en mi concepto, no ha determinado por qué la Comisión ha dictaminado que sean solamente treinta empleados y no setenta y dos como lo pide la Contaduría Mayor de Hacienda. Me parece peregrino el argumento del señor Casas Alatriste de que no hay local donde ponerlos; de manera que en concepto del señor Casas Alatriste él está mejor interiorizado que el mismo contador mayor de Hacienda; a no ser que lo supongáis un individuo perfectamente desprovisto hasta de los conocimientos más elementales, que no sepa dónde acomodar a los setenta y dos empleados que necesita... (Voces ¡En el viento!) Desde luego debe saber el compañero Casas Alatriste que hay otro local, además del que tiene actualmente, donde sí puede caber una parte de ellos.
El C. Casas Alatriste: ¿Dónde está?
El C. Bravo Lucas: Por otra parte, es otra nimiedad la cuestión sencillamente de entender la economía en la forma de disminuir los sueldos de los empleados; para la Comisión no es una economía en el buen sentido del término. Por otra parte, el compañero Casas Alatriste ha dicho que entre las labores que desempaña la Contaduría Mayor de Hacienda y las que desempeña la Contraloría hay alguna diferencia. Estoy completamente de acuerdo, pero en los detalles que él ha sentado olvida seguramente que hay algunas secciones en la Contraloría que se ocupan precisamente de los trabajos que él ha señalado. Yo he dicho, en tesis general, que las labores que desempeña la Contraloría Mayor de Hacienda son exactamente iguales, y si bien es verdad que revisar cuesta menos trabajo que crear, también es cierto que para revisar una cosa se necesita tener los conocimientos necesarios para hacerlo, lo que no negará el C. Casas Alatriste. Por otra parte, para que se vea que la Comisión no ha procedido a priori ni mucho menos, voy a señalar los datos estadísticos a que antes me había referido. El compañero Casas Alatriste ha hecho punto omiso del trabajo que desempeña la Contaduría Mayor de Hacienda y no sé porque la Comisión Inspectora, que debiera ser la más interesada en el buen desempeño de la Contaduría, se opone a que se den los 72 empleados por la razón peregrina de que no caben en el local. El contador mayor sabrá dónde los coloca. Además, los datos a que antes aludí, son los siguientes: La glosa que tiene que hacer la Contaduría Mayor de Hacienda consiste, a grandes rasgos, en lo siguiente: "En el año de 1909 a 1910 el importe general del presupuesto fue solamente de $97.000,000.00 y había ciento dos empleados". Y debo hacer esta advertencia: si bien es verdad que los ciento dos empleado hicieron la glosa, también es verdad que conforme al reglamento que debe conocer el C. Casas Alatriste, en su artículo 60 autoriza al contador mayor de Hacienda para hacer selecciones o supresiones en la glosa, en una palabra que la glosa debe hacerse por selección, eliminando una infinidad de documentos que no se juzgan necesarios. Bien; eso fue en el año de 1909 a 1910. El año de 1918 tuvo un presupuesto por valor de $187.000,000.00 y para hacer la glosa se ha aumentado el personal a ciento cuarenta y siete empleados. Por otra parte, olvida también el C. Casas Alatriste que la labor de glosa de la Contaduría es hecha cuando menos por quinientos empleados, y yo pregunto si es racional que los ciento veinticuatro empleados de la Contaduría que son los que se encargan ahora de que glosa, hagan el mismo trabajo que el que ejecutan los quinientos empleados de la Contraloría.
El C. Casas Alatriste: ¡No es el mismo trabajo!
El C. Bravo Lucas: Pues entonces no sé qué clase de trabajo hagan, pero es absolutamente el mismo trabajo, Pues bien; a esos presupuestos de $187.000,000.00 hecho con ciento cuarenta y siete empleados, correspondía la friolera de treinta y ocho mil trescientos seis documentos a cada empleado; si siguiéramos precisamente esta proporción, para glosar el presupuesto último se necesitaría un número casi doble de empleados. Por otra parte, el señor Casas Alatriste y el compañero Avilés han dicho que trabajasen todo el día. El compañero Avilés dice que trabajen de 9 a 12 y de 3 a 6, pero él olvida que trabajan justamente esas seis horas, solamente que lo hacen en horas corridas, es decir, el trabajo en horas corridas es más eficiente que haciéndolo de una manera interrumpida. Al compañero Casas Alatriste yo le ruego tenga la bondad de decirme si en su criterio, porque no ha dicho ni una sola palabra, si la cantidad que la Comisión de Presupuestos señala para pago de los empleados que deben substituir a los que tienen licencia, que es de $8,000.00, si en su concepto es o no fundada.
El C. Casas Alatriste: Pido la palabra para contestar.
El C. presidente: Tiene la palabra el C. Casas Alatriste.
El C. Casas Alatriste: No considero exagerada la partida a que alude el C. Bravo.
El C. Bravo Lucas: El compañero Casas Alatriste dice ahora que la partida es exagerada; debo advertirle que no es exagerada y que ya él me ha dicho que estaba enteramente conforme con ella.
El C. Casas Alatriste: ¿Me permite? He dicho que no es exagerada.
El C. Bravo Lucas: No he dicho nada entonces.
El C. presidente: Tiene la palabra el C. Villaseñor Salvador.
El C. Villaseñor Salvador: Señores diputados: Por más que se empeñe la Comisión de Presupuestos, no puede esta H. Asamblea dar su aprobación al dictamen que nos propone. Bastaría sólo hacer notar a esta. Asamblea que todos los empleados de la contaduría Mayor de Hacienda trabajan solamente seis horas diarias, mientras que todos los empleados del Gobierno trabajan ocho horas, cosa que en principio no es justa. Nos dice como argumento, que las labores que desempeña la Contaduría son de una índole tan delicada, que no puede trabajar más tiempo que el que hace y también nos dice que las labores de la Contaduría Mayor de Hacienda son las mismas labores que las de la Contraloría. Propone el señor presidente de la Comisión que el sueldo del Contador Mayor de Hacienda esté equiparado al del tesorero general de la Nación, pero ya he dicho que esta Comisión por más esfuerzos que haga no podrá convencer a la Asamblea, puesto que no le asiste razón. Tal parece que lo que se ha pretendido es que el veinticinco por ciento que dejan de percibir los empleados y que más tarde se les pagará, no lo sientan esos señores con el aumento que se pide para sus sueldos; y es penoso ver que mientras en la Contaduría Mayor de Hacienda se han despachado con la cuchara grande, porque esa es la palabra, en otros ministerios, como en la pobre Secretaría de Industria y Comercio, los oficiales primeros tienen un sueldo raquítico de seis pesos cincuenta centavos diarios, siendo algunos de ellos ingenieros titulados. Ya se nos ha dicho que los empleados de la Contaduría Mayor de Hacienda revisan cuentas que son enviadas perfectamente arregladas y correctas por la Contraloría; por lo mismo, no puede ser igual formar y glosar todas las cuentas que hacer la revisión de ellas. Los resultados prácticos que obtiene la Nación con la labor de la Contaduría no son necesarios, porque aquí a diario vemos que los que manejan fondos, por ejemplo, algunos pagadores, se sumen con los fondos y esos no rinden cuentas; otros roban cubriéndose con facturas adulteradas o facturas falsas, y otros cumplen honradamente con su deber y presentan las facturas primitivas y verdaderas. Por consiguiente, creo que si los empleados de la Contaduría Mayor trabajan seis horas solamente, para no aprobar el aumento de los 72 empleados debemos obligar a esos señores a que trabajen como todos los servidores de la Nación, esto es, durante ocho horas al día. Ojalá que para que el país no se siga agravando con ese veinticinco por ciento que ya ascienda a muchos millones de pesos, se diese la disposición de que todos los empleados de los que pueden ejecutar sus labores en horas corridas, lo hicieran así, descontándoseles ese veinticinco por ciento y no expidiéndoseles ya bonos; todos los empleados aceptarían de buen grado trabajar sólo seis horas y no percibir el el veinticinco por ciento. Pero si todos los empleados trabajan ocho horas y perciben el veinticinco por ciento en bonos, justo es que los empleados de la Contaduría Mayor de Hacienda, o trabajan ocho horas o tengan un sueldo, ya no digo menor que el de los otros empleados, pero siquiera igual; por ejemplo, que a los jefes de Sección para quienes se propone.... $20.00, ganen $12.00 como en otras muchas oficinas, donde los jefes de Sección son profesionistas; abogados, ingenieros o doctores, mientras que aquí sólo son contadores, que por muy competentes que sean y por mucho trabajo que tengan, considero mucho más justo que se distribuya con un sueldo más alto a un ingeniero o a un abogado que trabaja ocho horas en un Ministerio, que a un señor contador o a un jefe de Sección que nada más trabaja seis horas. Entiendo, señores, que un estudio ligero de este asunto será suficiente para que las personas que me han precedido en el uso de la palabra y para que la Comisión se den cuenta exacta de que esta H. Asamblea no podrá aprobar este proyecto de presupuesto. Además, señores diputados, por lo que respecta a esta Contaduría Mayor de Hacienda, se han presentado aquí tres proyectos de presupuestos: uno que manda el Ejecutivo, otro que formula la Comisión Inspectora, que creo yo debe estar más enterada de las labores de la Contaduría Mayor de Hacienda y que propone sólo treinta empleados de aumento por lo que respecta al proyecto del Ejecutivo, y ahora viene la Comisión de Presupuestos todavía proporcionando otro proyecto que aumenta setenta y dos empleados, y el señor presidente de la Comisión Inspectora no tiene idea de las labores que se desempeñan allí; por consiguiente, lo más justo sería aprobar el proyecto de presupuesto actual de 1919 para que rigiera el año de 1920. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)
El C. secretario Saldaña: No habiendo más oradores inscriptos, en votación económica se consulta a la Asamblea si ha lugar a votar... en primer término, si está suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.
Está suficientemente discutido. En la misma forma de votación, se consulta a la Asamblea si la lugar a votar. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. No hay mayoría de pie.
Vuelve a la Comisión. (Aplausos.)
El C. Soto: La Comisión pide la palabra.
El C. presidente: Tiene la palabra la Comisión.
El C. Soto: La Comisión hace suyo el proyecto presentado por la Comisión Inspectora. (Aplausos.)
- El mismo C. secretario: En votación económica se consulta a la Asamblea..
. - El C. Soto, interrumpiendo: H. Asamblea: La Comisión, al hacer suyo el proyecto que presenta la Comisión Inspectora, únicamente añade la partida de $8,000.00 para pagar a los empleados substitutos; con dicha partida, la Comisión Inspectora ha manifestado su conformidad, y rogamos a esta Asamblea que la tome en consideración al discutir este proyecto de Presupuestos.
- El mismo C. secretario: La Comisión de Presupuestos y Cuenta, deseando modificar el dictamen que ha presentado a esta Asamblea, solicita retirarlo. En consecuencia, en votación económica se consulta a la Asamblea si permite que se retire el dictamen.
Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Hay mayoría de pie.
Se concede a la Comisión retirar el dictamen.
La Comisión presenta su dictamen reformado, haciendo suyo el proyecto que presentó la Comisión Inspectora, agregando únicamente una partida de $8,000.00 para pago de empleados substitutos. Está a discusión.
El C. Trejo: Pido la palabra en contra.
El C. presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Trejo: Señores diputados: Aunque soy miembro de la Comisión de Presupuestos que ha dictaminado acerca del presupuesto de la Contaduría Mayor de Hacienda, disiento del parecer de la mayoría de la Comisión en este asunto, por la razón que voy a decir. Yo firmé, de acuerdo con el C. Lucas Bravo, el dictamen del presupuesto primitivo que ha sido rechazado por vuestra soberanía; razones tuvimos para hacer ese dictamen en el sentido que he indicado, pero hoy creo, y creo que conmigo estará la mayoría de la Asamblea, lo siguiente: El Ejecutivo de la Unión continuará haciendo uso de las facultades extraordinarias que la XXVII Legislatura le concedió en materia de Hacienda; desde este punto de vista, cualesquiera que sean los presupuestos que nosotros le demos, tendrá que hacer modificaciones según se criterio. Nosotros, y me dirijo principalmente al C. Casas Alatriste, que me está haciendo un gesto sinaloense... (Risas.) nosotros, ciudadanos diputados, lo que necesitamos ante todo en este momento, es que el Ejecutivo tenga presupuestos, así emanen de él mismo, pero que no deje de tenerlos. Si nosotros le damos al Ejecutivo un presupuesto que disienta de las ideas que él mismo ha tenido y aunque vaya de acuerdo con las ideas de la Comisión de Presupuestos, indudablemente que no vamos a llegar a u ningún fin práctico. Si nosotros aceptamos el presupuesto presentado por la Comisión Inspectora de la Contaduría, no tendríamos ningún resultado práctico, como he dicho, de ninguna clase. (Murmullos.) Yo espero que acaben los murmullos para continuar hablando. La Comisión de Presupuestos y Cuenta, al formular el dictamen que acaba de ser rechazado por vuestra soberanía, tubo en cuenta lo siguiente: en los actuales momentos y en los años anteriores no ha sido posible que la Contaduría Mayor de Hacienda haga la revisión de las cuentas del Ejecutivo de la Unión, y por eso razón la Comisión de Presupuestos y Cuenta pidió que se ampliara el número de empleados. Desde el momento en que ha sido rechazado por vuestra soberanía el dictamen de la Comisión de Presupuesto y Cuenta y tomando en consideración que la Comisión Inspectora de la Contaduría Mayor de Hacienda solamente añade unas pequeñas modificaciones que en nada benefician - que en nada benefician, óiganlo bien-, a la marcha de esta administración hacendaria, ya que en este aumento tan pequeño no se evitará en lo absoluto el mal manejo de fondos, nosotros creemos indespensable, es decir, yo creo indispensable que aceptemos el proyecto del Ejecutivo como quiera que venga, para mandárselo al Ejecutivo tal como él lo ha enviado y no haya necesidad de que se hagan observaciones. Hay que tener en cuenta que estamos a 13 de diciembre; el Ejecutivo se tomará los diez días necesarios, como se los ha tomado en los demás presupuestos, para hacerle las observaciones y nosotros no tendremos el tiempo necesario para hacer las rectificaciones. Por esta razón yo me vengo a oponer terminantemente a que aceptamos el proyecto presentado por la Comisión Inspectora de la Contaduría Mayor de Hacienda y sí aceptemos mejor el proyecto enviado por el Ejecutivo (Aplausos.)
El C. Espinosa Luis: Pido la palabra para hacer una aclaración. (Voces: ¡Ya, hombre, ya!)
El C. presidente: Tiene la palabra el C. Casas Alatriste.
El C. Casas Alatriste: Señores diputados: Voy a ser muy breve, porque creo que este asunto está agotado ya. El Ejecutivo de la Unión, en su proyecto de presupuesto del ramo primero, ha enviado exactamente el mismo presupuesto que estuvo en vigor este año para la Contaduría Mayor de Hacienda; a este presupuesto hubo necesidad de que esta Asamblea le otorgara una ampliación por decretos posteriores que dio; en consecuencia, ese presupuesto se ha visto claramente que no llena todas las necesidades de la Contaduría Mayor. La Comisión Inspectora comprende que se necesita dotar de mayor personal a esa oficina y por eso ha pedido un aumento que me parece racional y no el exagerado de 72 empleados. Por esta razón pido que se aumenten 30 empleados. La razón de que el Ejecutivo puede objetar este aumento, no es de tomarse en cuenta, porque si lo hace, él seria el único responsable de que esa oficina no pueda tener un mayor impulso compatible con las circunstancias. Probablemente hará objeciones para evitar que la Contaduría Mayor de Hacienda haga, dentro de la órbita de sus facultades, lo que puede hacer, no obstante que es muy poco; sin embargo, a los gobiernos siempre les molesta la fiscalización y revisión de sus cuentas. En consecuencia, al Ejecutivo conviene dejar la Contaduría con el mismo personal, pero la Cámara está en la obligación de hacer un pequeño aumento para lograr hacer efectiva la revisión. Vuestras señorías han visto ya varios informes que la Contaduría Mayor ha rendido, y habrán visto que esto ha sido un caso inusitado en los anales parlamentarios de México; la Contaduría nunca había hecho observación alguna a las cuentas del Ejecutivo; hoy, cuando menos, ya las hace; la Cámara, por lo tanto, debe fomentar esta tendencia. El C. Trejo, lastimado en su amor propio, probablemente porque vuestra soberanía tuvo a bien, con mucha justificación, desechar el enorme presupuesto que proponía, por medio del cual se aumentaban en $400,000.00 los gastos de esa oficina, hoy pugna, pasando ya de un extremo a otro, por que continúe el personal siendo como hasta ahora. Esto, señores diputados, no es justo ni racional, y solamente con las pasiones africanas de un Otelo, como las del señor Trejo, se explica su actitud. (Murmullos. Risas.) La Comisión Inspectora en este debate ha procurado ser perfectamente ecuánime. Hay dos términos: uno, el Presupuesto del Ejecutivo, en el cual se desea que esta oficina continúe como hasta hoy, sin entrar en una labor efectiva y eficiente; hay el otro término, el presupuesto por la Comisión de Presupuestos y Cuenta, que desea que se gasten $400,000.00 más y que desea que se dote con un personal extraordinario muy grande. Y la
Comisión Inspectora, que se ha puesto, en su concepto, en el justo término, que no aumenta de $14.00 á $20.00 diarios el sueldo de los jefes de sección y que solamente los aumenta a $15.00, ha procurado, pues, la Comisión Inspectora mantenerse absolutamente en el justo término y suplica a la H. Asamblea se sirva apoyarla por considerar este asunto de entera justicia. Si el Ejecutivo observa, bienvenidas las observaciones; cuando observe, nosotros podremos entonces votar el presupuesto de el. Si nos observa y tiene facultades extraordinarias, él podrá modificar en el sentido que le plazca este presupuesto; pero la Cámara siempre hará bien en hacer conocer al mismo Ejecutivo su interés por que esa oficina sea impulsada y se faciliten sus labores en términos que sean verdaderamente los más ecuánimes, los más conservadores - digamos así-, en virtud de las circunstancias. Pido, pues, señores diputados por todas estas razones, que no dejándoos llevar de las pasiones del C. Trejo, votéis por este presupuesto, que significa equidad, y que significa, como dije antes, el término medio entre los dos extremos a que, tanto el Ejecutivo como la Comisión de Presupuestos y Cuenta, quieren llevar a esta H. Asamblea. En vuestro papel de diputados debéis procurar mantener este principio, que ha sido la línea de conducta que yo me obligué a seguir cuando tuve el honor de ingresar a esta H. Representación Nacional: tratar los asuntos con ecuanimidad, tratar los asuntos con serenidad, no ofuscarse y ser siempre, procurar ser siempre, ya he dicho, justiciero y ecuánime. De vuestra ecuanimidad, pues, y de vuestra justicia, señores diputados, solicito un voto aprobatorio al dictamen de la Comisión Inspectora, que está a discusión.
El C. Trejo: Pido la palabra para una aclaración, señor presidente.
El C. Espinoza: Tengo pedida la palabra.
El C. Trejo: Para una aclaración.
El C. presidente: Tiene la palabra en contra el C. Avilés.
El C. Avilés: Ciudadanos diputados: Yo estoy de acuerdo en mucho de lo que el C. Trejo ha venido ha exponer en esta tribuna, y por más que pese al C. Bravo, sigo sosteniendo la tesis de que se necesita ser prácticos en todos los actos de la vida. ¿Para qué vamos a sostener estos platonismos de la Comisión? ¿Qué objeto tiene que los sostengamos después de que el C. Trejo ha demostrado hasta la evidencia que es necesario desechar el dictamen que ahora hace suyo la Comisión de Presupuestos y Cuenta? No he sostenido que se quite la Contraloría, como vino a decirlo el C. Casas Alatriste; lo que he venido a decir es que esa oficina, dado el medio en que nos encontramos, dado el sistema de gobierno que tenemos, es perfectamente inútil, sencillamente porque esta oficina, dotada con el personal que ahora tiene o con un personal mayor, seguirá siendo la misma, puesto que mientras estemos regidos por una dictadura como ésta, como será la de mañana y como será la que venga dentro de muchos años... (Aplausos.) saldrá sobrando esta oficina, porque como sostenía también el diputado Casas Alatriste, ningún gobierno - óiganlo ustedes bien-, ningún gobierno dictatorial como han sido los nuestros y como seguirán siéndolo, está de acuerdo en que le fiscalicen sus cuentas, es decir, en que se vayan a meter a su casa. Si nosotros fuéramos verdaderamente prácticos, deberíamos desechar de nuestro sistema de gobierno todos estos platonismos que salen sobrando; sale sobrando todo este derroche de dinero que nosotros hacemos en lujos y en oropeles. La base, la verdadera base de la cuestión la hemos olvidado, es decir, hace mucho tiempo que está olvidada, esto es: el hacer de estas dictaduras del pasado, del presente y del porvenir, no dictaduras, ciudadanos diputados, sino verdaderas repúblicas representativas y democráticas, cosa que hasta ahora no ha existido desde hace muchos años, es decir, yo creo que pasará mucho tiempo para que venga a establecerse este verdadero sistema. Ahora, por lo pronto, yo estoy de acuerdo con lo expuesto por el C. diputado Trejo, hay que ser prácticos: Si se manda este presupuesto al presidente de la República y él lo devuelve objetado, ¿para qué estamos perdiendo el tiempo, ciudadanos diputados? Hay que ser prácticos; hay que votar el presupuesto tal como nos lo ha mandado el dictador... (Aplausos.) porque así debe de hacerse. Y para qué es que estemos aquí con cuentos y con aspavientos, ciudadanos diputados; si hay que tener en cuenta esta gran verdad: el que tiene - óiganlo bien, ciudadanos diputados-, hay que tener en cuenta esta gran verdad: que el que tiene dinero, ese es el que manda, y el que no...! (Risas. Aplausos.)
El C. Trejo: Pido la palabra.
El C. presidente: Tiene la palabra la Comisión.
El C. Trejo: Señores diputados: Quiero hacer las siguientes aclaraciones....
El C. Martínez del Río, interrumpiendo: ¡Reaccionario!
El C. Trejo, continuando: Pero no como usted, yo soy efectivo. Quiero hacer las siguientes aclaraciones, señores: La Comisión de Presupuestos y Cuenta ha tomado determinado camino al hacer el estudio de los presupuestos. No es cierto, como dice el C. Casas Alatriste, que con una pasión no veracruzana, como él llamaba, pero ni siquiera sinaloense híbrida, porque él es de Puebla. (Risas.) ¡Híbrida! Yo lo que digo es esto: La Comisión de Presupuestos y Cuenta ha dividido su trabajo, dando a cada uno de los miembros de la Comisión el estudio de cada uno de los ramos de presupuestos; a mí me tocó el estudio de la Ley de Ingresos; al C. Lucas Bravo le tocó es estudio del proyecto de Presupuestos de la Contaduría Mayor de Hacienda. Desde este punto de vista, nosotros no tenemos ningún empeño en sacar avante el proyecto del C. Lucas Bravo. Si alguna pasión puede existir, es exclusivamente del C. Bravo. Al C. Soto, por ejemplo, le ha tocado el estudio del Presupuesto de Relaciones Exteriores y sabrá cómo lo defiende, únicamente él personalmente. Nosotros lo hemos ayudado con la firma y personalmente no tengo ningún empeño en sacar avante ese presupuesto.
Ahora entremos a la cuestión de fondo. La Comisión de Presupuestos y Cuenta en un principio, ciudadanos diputados, al dar su dictámenes en el sentido de que se tuvieran en cuenta 72 empleados más, fue con el propósito de que la obra de la Comisión Inspectora de la Contaduría Mayor de Hacienda fuera verdaderamente eficiente, porque estamos convencidos de que la Comisión Inspectora de
la Contaduría Mayor de Hacienda no cumple con su deber... (Voces: ¡Pruebas! ¡Pruebas!) ¿Pruebas? ¿Acaso se ha rendido ya el dictamen relativo a la cuenta del año de 1917? Que me digan los ciudadanos diputados si aquí se ha aprobado el dictamen de la cuenta correspondiente del año de 1917. Ahí está la prueba, ciudadanos diputados. Nosotros sabemos, ciudadanos diputados, que la Contaduría Mayor de Hacienda...
El C. Casas Alatriste, interrumpiendo: Es la Comisión de Presupuestos la que tiene que dar el dictamen, no la Comisión Inspectora... (Campanilla.) de la Contaduría Mayor de Hacienda, conforme a la ley de 1881... (Campanilla.)
El C. Martínez del Río, interrumpiendo: ¡Allí murió el gallo! (Risas.)
El C. Trejo, continuando: Efectivamente; dice el C. Martínez del Río que allí mataron al gallo. (Risas.) La Comisión de Presupuestos y Cuenta, al rendir su dictamen, al rendir un dictamen aprobando o negando la aprobación, mejor dicho: aprobando o no aprobando la cuenta de 1917, debe basarse en un dictamen técnico, y ese dictamen técnico, C. Martínez del Río, para que el gallo resucite, no tiene que emanar exclusivamente de la Comisión de Presupuestos, sino que tiene que emanar directamente de la Contaduría Mayor de Hacienda; ¿y sabéis por qué ese dictamen no ha emanado de la Contaduría Mayor de Hacienda, que es el órgano técnico que tenemos para rendir el dictamen? Sencillamente porque el Ejecutivo de la Unión no ha dado todavía, hasta hoy, los documentos que comprueben los gastos hechos en 1917. Ya véis cuál es la razón de por qué no ha cumplido la Contaduría Mayor de Hacienda. Ahora, ¿por qué la Contaduría Mayor de Hacienda no ha cumplido? Es porque la ley que exista es una ley mala; es porque la ley que exista le da a la Contaduría Mayor de Hacienda un plazo de tres años para rendir un dictamen y, por contra, existe en la misma ley un precepto que da un plazo simplemente de año para que terminen las responsabilidades de los funcionarios. Ya véis que absolutamente para nada puede cumplir la Contaduría Mayor de Hacienda; ya ve el C. Martínez del Río cómo el gallo no ha sido muerto; el gallo está vivo. (Aplausos.)
Y sigo haciendo aclaraciones: La Comisión de Presupuestos y Cuenta, el presentar su dictamen primitivo, al indicar que es indispensable sostener setenta y dos empleados, era con el objeto de que en el término de un año y con la anuencia del Ejecutivo, es decir: siempre que el Ejecutivo mandara las cuentas relativas y los comprobantes correspondientes, pudiera rendir el dictamen del caso, y la Comisión de Presupuestos y Cuenta le dijera a la Cámara: los gastos del Presupuesto de 1918 - que es lo que nos correspondería ahora-, están bien o están mal hechos Nosotros, al mismo tiempo que íbamos a dar los setenta y dos empleados a la Contaduría Mayor de Hacienda, íbamos a dar una nueva ley y una nueva organización. Queríamos nosotros, los miembros de la Comisión de Presupuestos y Cuenta, que la Contaduría Mayor de Hacienda no solamente asumiera las atribuciones que la ley de 81 le concede, sino que tuviera una atribución nueva, es decir: todas aquellas que sedan a la Contraloría.
Ya ve el C. Martínez del Río que había razón para que la Comisión de Presupuestos y Cuenta pudiera exigir los setenta y dos empleados más; pero desde el momento en que vuestra soberanía ha acordado en esta ocasión que estos setenta y dos empleados no se den, y desde el momento en que el Senado no ha aprobado hasta estos momentos que el Ejecutivo deje de tener facultades extraordinarias, y sí permitirá que siga en el uso de esas facultades, nosotros consideramos, es decir, yo considero, y creo que la Asamblea también lo considerará, que el aumento de esos veintiséis empleados que pide el compañero Casas Alatriste, no conducirá a nada. Es preferible que se deje el dictamen del Ejecutivo sin observaciones de ninguna clase, con tal de que el Ejecutivo tenga presupuesto. Porque nosotros consideramos que, por malos que sean, por pésimos que sean los presupuestos, es preferible que el Ejecutivo tenga presupuestos a que deje de tenerlos, como ha sucedido en los años de 1917, 1918 y 1919. Esta fue la razón por la cual yo, independientemente de la mayoría de la Comisión, vine a opinar en contra de lo que pedía el C. Casas Alatriste y los demás miembros de la Comisión Inspectora de la Contaduría Mayor de Hacienda. Por eso pedimos a la Asamblea que apruebe el presupuesto del Ejecutivo, porque convengamos en que, sea malo el presupuesto, pero preferible que lo tenga, a que deje de tenerlo. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)
El C. presidente: Tiene la palabra el C. Espinosa Luis.
El C. Espinosa: H. Asamblea: Quiero únicamente aclarar algunos puntos que considero verdaderamente capitales, antes de que se ponga a votación el asunto. El primero es que el Senado, hasta estos instantes, nada ha hecho ni nada ha dicho sobre la derogación de las facultades extraordinarias en Hacienda al Ejecutivo; es absolutamente falso; el Senado nada ha resultado sobre el particular. (Voces: En lo general, sí.) En cambio, yo sí estoy capacitado para asegurar que el criterio de la Comisión del Senado es que deben concederse al Ejecutivo facultades extraordinarias únicamente en aranceles y en lo que corresponde a la Ley de Ingresos, y dictaminará en ese sentido, aclarando que nada absolutamente tiene que ver con los egresos que, conforme a la Constitución es facultad exclusiva de esta Cámara legislar sobre el particular; por lo tanto, pues, el Ejecutivo quedará sin esas facultades extraordinarias en cuanto al ramo de presupuestos. Yo estoy capacitado para hacer esta declaración, porque he cambiado impresiones con los señores senadores que están más interiorizados de este asunto; desde luego esto viene a echar por tiela teoría de que nos cruzaremos de brazos y que de una manera indiscutible aceptemos todos los presupuestos que vengan del Ejecutivo. No, señores; yo sí estoy convencido que para no confirmar la profecía del C. licenciado Martínez del Río, de que llegará el último día del año y esta Cámara no habrá dado cima a la elaboración de los presupuestos, debemos aceptar sin discusión todos los presupuestos; pero no como vengan originariamente del Ejecutivo, sino como vengan de las comisiones. ¿Por qué? Porque claro está que las comisiones ya estudiaron estos presupuestos, ya quitaron lo superfluo
y dejaron lo que debe estar. Si ésta es la opinión que tienen muchos compañeros, no veo yo razón alguna para que estemos perdiendo el tiempo en la discusión de estos presupuestos. Esto en cuanto a la facultad que aseguran algunos que seguirá teniendo el Ejecutivo en facultades extraordinarias; por lo demás, el C. Trejo dice que se apruebe el dictamen del Ejecutivo. La Cámara ha resuelto que se retire el presupuesto de la Comisión de Presupuestos y Cuenta y que se apruebe el de la Comisión Inspectora de la Contaduría Mayor de Hacienda. Este es el criterio que prevalece hasta estos instantes. Es claro que el C. Martínez del Río, gobiernista recalcitrante, tiene derecho a manifestar que no; pero la opinión general entre todos los compañeros, es que se apruebe el presupuesto, que está colocado en un término ecléctico. El Presupuesto de la Comisión Inspectora no tiene ni las restricciones de la Comisión de Presupuestos y Cuenta, ni tampoco las exigencias del Ejecutivo. Está colocado en un término verdaderamente razonable y justo; nada más que autorizado, o, más bien dicho: habiendo consultando al C. Soto y los CC. Bravo y Casas Alatriste, sobre algunos puntos que yo consideraba dudosos, me han autorizado para que diga a esta Asamblea que ellos lo que quieren es que, una vez retirado el proyecto de presupuesto o el dictamen de la Comisión de Presupuestos y Cuenta, sea aprobado el de la Comisión Inspectora con estas modificaciones: que quede el sueldo de $25.00 AL oficial mayor de la Contaduría Mayor de Hacienda y que se aprueben $8,000.00 para cubrir los gastos de empleados supernumerarios; pero como algunos ciudadanos diputados han hecho manifestaciones en sentido negativo, quiero aclarar esto: desde hace doce años se han votado sueldos paralelos a algunos empleados de Hacienda, de la Secretaría de Hacienda, con los de la Contaduría Mayor de Hacienda, y así vemos recorriendo un mismo aumento al tesorero de la Federación con el contador mayor de Hacienda y del oficial mayor de la Secretaría de Estado; estos sueldos durante diez años han sido los mismos. En cambio, desde el año actual la diferencia es muy marcada a favor de los empleados de la Secretaría de Hacienda, y una disminución también muy marcada en contra de los empleados de la Contaduría Mayor de Hacienda; en cambio, no son los $30.00 para el oficial mayor que ponía la Comisión de Presupuestos y Cuenta, sino que son $25.00, es decir, $5.00 menos, señalado con esto una diferencia en contra del oficial mayor de la Contaduría Mayor de Hacienda, es decir: tendrá más sueldo el oficial mayor de la Secretaría de Hacienda; pero esto no importa. En cambio, es muy equitativo y muy justo que se le dejen al oficial mayor de la Contaduría estos $25.00. Así pues, ¿para qué discutir más este asunto? Que se apruebe de una vez, sin discusión ninguna el presupuesto de la Comisión Inspectora, con las modificaciones que ella misma presenta. Es todo lo que tengo que decir. (Voces: ¡A votar!) Nada más quiero suplicar al presidente de la Comisión que manifieste su deseo de que la Cámara apruebe el presupuesto presentado por la Comisión Inspectora, en el sentido que yo lo acabo de indicar, es decir, con esas dos únicas modificaciones, para que tenga carácter oficial.
El C. Soto Rosendo A: Pido la palabra. La Comisión ya lo ha manifestado antes a la Asamblea, y hemos autorizado al C. Espinosa para que repita otra vez las modificaciones que deseamos hacer y que apruebe la Asamblea respecto a ese proyecto de la Comisión Inspectora: de $25.00 para el oficial mayor y los $8,000.00 para los empleados supernumerarios, esto es, para pagar a los empleados que van a substituir a aquellos empleados que se enfermen y que conforme al Reglamento pidan licencia.
El C. secretario Saldaña: No habiendo más oradores inscriptos, en votación económica se consulta a la Asamblea si ha lugar a votar en lo general este proyecto de ley.
El C. Avilés, interrumpiendo: No, si está suficientemente discutido. - El C. secretario Saldaña: Se considera el asunto suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Suficientemente discutido. En la misma forma de votación se consulta a la Asamblea si ha lugar a votar. (Voces: ¡No! ¡No! ¡Sí! Desorden. Campanilla.)
El C. Casas Alatriste: ¿Qué cosa es lo que se va a votar?
El C. secretario Saldaña: No habiendo sido objetada ninguna partida, se procede a votar todo. (Desorden. Gritos. Campanilla. Varios ciudadanos diputados piden la palabra para mociones de orden.)
El C. Angeles Carlos L: Pido la palabra, señor presidente. Para una moción de orden. Entiendo que ya está votado esto en lo general al haberse votado en lo general, también, el ramo primero, de que forma parte la Contaduría. (Voces: ¡No! ¡No! ¡Sí!) ¡Sí! Desorden. Gritos. Campanilla.)
El C. Mena José I.: Para una moción de orden.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Mena.
El C. Mena: He pedido la palabra para una moción de orden que consiste en reclamar el quórum.
(Voces: ¡A votar! ¡Lista! Continua el desorden. Campanilla.)
El C. Lara : En a votación se sabrá si hay quórum
- El C. Mena Reclamo el quórum, ciudadano presidente. ¡Desorden, Gritos, golpes. en los pupitres. Campanilla)
El C. Mena: Reclamo el quórum. (Gritos. Campanilla. Voces: ¡Lista! ¡Lista! Gritos: ¡Está reclamando el quórum!)
El C. secretario Saldaña: Se comienza a recoger la votación.
El C. Lara César A: Moción de orden. (Campanilla. Desorden.) La Secretaría dijo que se iba a tomar la votación. (Voces: ¡No! ¡No!) Sí, señores; después de que se iba a tomar la votación, el ciudadano Mena pidió la palabra para una moción de orden, cuya moción de orden no cabía. Debe tomarse la votación y en ella se verá si hay quórum o no. (Desorden.)
El C. secretario Saldaña: Se procede a recoger la votación. (Voces: ¡No! ¡Lista! ¡Lista!)
El C. Martínez del Río: Que se pase lista, tengo derecho. (Voces: ¡Lista! ¡Lista! ¡Que se cumpla con el Reglamento! Desorden. Campanilla.)
El C. secretario Saldaña: Por la afirmativa.
El C. Arlanzón: Por la negativa.
(Comienza a recogerse la votación. Crece el desorden.) - El C. Mena: Moción de orden. (Campanillas.) He reclamado el quórum y cuando el quórum está reclamado, la Presidencia no puede hacer más que observar el Reglamento. (Campanilla. Desorden. Gritos) Cuando la Presidencia falte al Reglamento, no puede nada.... (Escándalo. Campanilla.) La Presidencia no puede hacer pensar esta votación; yo he reclamado el quórum. Usted no puede más que mandar pasar lista. (Campanilla. Gritos.) Ciudadano presidente, usted desconoce el Reglamento; yo sí lo conozco: (Campanilla.) usted tiene la obligación de cumplir con el Reglamento. (Escándalo. Gritos en las galerías.) El presidente está equivocado y quiere hacer salir la votación. (Siseos. Gritos.)
El C. Saldaña: Se continúa recogiendo la votación. (Gritos.)
El C. Mena: Ciudadano presidente: ¿Qué va usted a hacer ahora aquí? (Voces: ¡Fuera ese secretario! Gritos. Protestas. Arrecia el escándalo!)
El C. secretario Saldaña: ¿El ciudadano Silva, cómo vota?
El C. Silva: ¡No voto!
El C. secretario Saldaña: El ciudadano Silva Pablo tiene la obligación de votar.
El C. Silva Pablo: ¡El presidente tiene la obligación de cumplir el Reglamento! ¡No voto!
El C. Quiroga: Si no vota, que se vaya. (Sigue el desorden.)
El C. secretario Saldaña: Por orden de la Presidencia si el ciudadano Silva Pablo no vota, que abandone el salón. (Voces: ¡No! Siseos. Campanilla. Gritos. Escándalo.)
El C. Avilés: El presidente debe cumplir con el Reglamento y no hecer un juguete de la Cámara. (Desorden. Campanilla. Gritos. Continúa recogiéndose la votación.)
El C. Trejo: Se está violando el Reglamento.
El C. Mena: Yo protesto contra la Presidencia. La Presidencia está en un gravísimo error si cree que puede ejercer tiranía en la Asamblea, y está muy equivocada. La Presidencia sabe que cuando se reclama el quórum, no tiene sino la obligación de mandar pasar lista, porque no soy yo, ciudadano Céspedes, el que voy a permitir que usted viole el Reglamento. (Aplausos. Gritos. Desorden.)
El C. presidente: ¡Que siga la votación!
(Continua la votación.) - El C. Ruiz Martínez: En vista del escándalo, que se levante la sesión, señor presidente. (Campanilla.)
El C. presidente: ¡Que siga la votación! (Continua la votación.)
El C. Avilés: Por mi parte retiro el voto que acaba de dar; no voto por nada. (Desorden. Continúa la votación.)
El C. Trejo: ¡Moción de orden! ¡Moción de orden! No es posible recoger una votación en esta forma. El presidente no cumple con el Reglamento. Desorden. Continúa la votación.) Señores secretarios, cumplan con su deber; ese secretario no cumple con su deber. El secretario no puede recoger ninguna votación si se reclama el quórum.
El C. secretario Saldaña: La Secretaría obedece las órdenes del presidente.
El C. Arlanzón, abandonando la tribuna: Bueno; ahí los dejo.
El C. Villalobos: Por la negativa.
El C. Trejo: La Secretaría debe obedecer el Reglamento.
El C. Mena: El presidente debe obedecer.
El C. Trejo: La Secretaría debe entender que no se puede tomar la votación. (Gritos. Voces: ¡Moción de orden! ¡Moción de orden!)
El C. Mena: Ni el secretario Saldaña ni el presidente pueden obligarnos a votar.
El C. Trejo: Señor presidente: No es posible tomar la votación así. (Gritos. Desorden. Campanilla.) No hay quien tome la negativa. Señor presidente: pido que cumpla usted con el Reglamento. (Gritos. Voces: ¡Es nula esta votación! ¡Que se levante la sesión!)
El C. presidente: ¡Que siga la votación!
El C. Soto: Moción de orden, señor presidente. Se ha reclamado el quórum, y es verdad que por la votación se tendrá conocimiento de si hay o no quórum; pero desde el momento en que se pide que se pase lista, debe cumplir el mandato de la Asamblea. (Aumenta el desorden.)
El C. secretario Saldaña: Sigue la votación.
El C. Mena: Señor presidente, ¿Quién es soberano; usted o la Asamblea? - El C. Trejo: El presidente no puede mandar sino que lo que le ordena el Reglamento.
El C. presidente: Que siga la votación. (En medio de un gran desorden, continúa la votación.)
El C. Ruiz Martínez: En vista del desorden, que se levante la sesión. (Voces: ¡Esto es un escándalo! ¡Que vergüenza!)
El C. Valladares: ¿Qué mayor desorden se espera, señor presidente? Yo no voto. (Voces: ¡Ni yo! ¡Ni yo! ¡Ni yo!)
El C. Ruiz Martínez: Que se consigne al Gran Jurado al presidente.
El C. Aguirre Vito: Moción de orden. Esta es una imposición. No estamos en imposición. No estamos en votación.
El C. Trejo: Esto es un relajo, señor presidente; esto no es votación ni es nada; son bobadas.
El C. Ruiz Martínez: Ese capricho del presidente no lo podemos tolerar jamás.
El C. Trejo: Esto no es votación ni es nada; se ha reclamado el quórum. (Sigue recogiéndose la votación.)
El C. Mena: Ciudadano presidente: ¿Qué se ha creído usted aquí? ¿Cree usted que su tiranía ha de imperar aquí? ¡Está usted muy equivocado!
(Campanilla. Voces: ¡Fuera! ¡Fuera!)
El C. presidente: Que siga la votación.
El C. Mena: No tiene usted derecho a hacer esa votación. (Voces: ¡Abajo la dictadura!)
El C. Mena: Yo protesto aquí... (Voces: ¡Fuera! Gritos.) Yo protesto porque no se cumple con el Reglamento.
El C. Trejo: Protesto porque el ciudadano Espinosa es orador del contra y no puede tomar la votación del pro.
El C. Mena: Yo protesto, (Gritos.) yo
protesto porque no hay secretario tomada la votación y no puede ser válida ninguna votación cuando se toma sin la debida intervención de los secretarios. (Campanilla. Siseos.)
El C. presidente: Que siga la votación. (Continua la votación.)
El C. Trejo: Señor presidente: ¿Cuándo cumplirá usted con el reglamento? (Desorden. Gritos.)
El C. Mena: Yo exijo a la Presidencia que cumpla con el Reglamento.
El C. Ruiz Martínez: En vista del escándalo, pido que se levante la sesión.
El C. Martínez del Río: ¡Aquí está la tiranía! (Risas.)
El C. Trejo: Conste que no se me ha tomado mi voto. Conste que no se me ha tomado mi voto. ¡Conste que no se me ha tomado mi voto! (Voces: ¡Ni a mí tampoco! ¡Ni a mí!)
El C. Saldaña: ¿Cómo vota el ciudadano Trejo?
El C. Trejo: No voto, porque se está violando el Reglamento.
El C. Martínez del Río: Se está violando el Reglamento y no voto. (Desorden. Gritos.)
El C. García Ruiz: Moción de orden, señor presidente.
El C. Mena: Yo protesto solemnemente (Campanilla.) por la tiranía salvaje (Campanilla. Aplausos. Voces: ¡Salvaje, muy bien! ¡Muy bien!) Por la tiranía salvaje (Siseos.) del primitivo Céspedes, que ha creído que podía venir a imponerse a la Asamblea. ¿En virtud de qué autoridad? ¿En virtud de qué derecho? ¿En virtud de qué fuerós? (Campanilla.) ¿De cuándo acá, ciudadano presidente....?
El C. presidente: ¡Cállese, Mena!
El C. Mena: Usted no es presidente ni es nada. ¿De cuándo acá un presidente que empieza por no cumplir el Reglamento...? (Campanilla. Gritos. Desorden.)
El C. García Ruiz: Señor presidente: con el desorden que reina en la asamblea no es posible tomar votación alguna. Yo ruego a su señoría que levante la sesión o suspenda la votación hasta que reine el orden, como es obligatorio.
El C. presidente: La Presidencia manifiesta al ciudadano García Ruiz, que en estos momentos se acaba de tomar la votación y que de ella se va a dar cuenta. (Voces: ¡Contra toda ley! ¡Contra todo Reglamento!)
El C. Espinosa: Votarón por la negativa 23 ciudadanos diputados.
El C. secretario Saldaña: Votaron por la afirmativa 60 ciudadanos diputados. En consecuencia, no hay quórum.
El C. presidente: Se va a pasar lista y se aplicarán las multas respectivas.
El C. secretario Saldaña: Se procede a pasar lista. Se suplica a los ciudadanos diputados se sirvan guardar orden para pasar lista. (Siseos.)
El C. Ruiz Martínez: ¡Qué lista, vámonos!
El C. Saldaña, pasó lista. Hay una asistencia de 103 ciudadanos diputados; en consecuencia, no hay quórum. Orden del día para el lunes a las 4 de la tarde: "Proyecto de Ley por el que se concede una pensión a los descendientes del general Mariano Escobedo. Proyecto de ley adicionando el artículo 43 de la Ley Electoral vigente. Presupuestos de Egresos de la Contaduría Mayor de Hacienda, la Secretaría de Gobernación y el Departamento de Contraloría, y artículos adicionales del de la Secretaría de Hacienda."
El C. presidente, a las 7.48: Se levanta la sesión.