Legislatura XXIX - Año I - Período Extraordinario - Fecha 19210207 - Número de Diario 2
(L29A1P1eN002F19210207.xml)Núm. Diario:2ENCABEZADO
MÉXICO, LUNES 7 DE FEBRERO DE 1921
DIARIO DE LOS DEBATES
DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
AÑO I. - PERÍODO EXTRAORDINARIO XXIX LEGISLATURA TOMO II. - NÚMERO 2
SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS EFECTUADA EL DÍA 7 DE FEBRERO DE 1921
SUMARIO
1.- Se abre la sesión. Es leída y aprobada el acta de la Junta Preparatoria celebrada el día 4 del presente.
2.- Informan las comisiones nombradas en la última Junta Preparatoria. Se levanta la sesión.
DEBATE
Presidencia del C. CIENFUEGOS Y CAMUS ADOLFO
(Asistencia de 130 ciudadanos diputados.)
El C. presidente, a las 5.05 p. m.: Se abre la sesión.
- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:
"Acta de la Junta Preparatoria celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día cuatro de febrero de mil novecientos veintiuno.
"Presidencia del C. Rafael Martínez de Escobar.
"En la ciudad de México, a las cinco y veinte de la tarde del viernes cuatro de febrero de mil novecientos veintiuno, se abrió esta Junta Preparatoria con asistencia de ciento veintisiete ciudadanos diputados.
"Se procedió a la elección de presidente y vicepresidentes que deben funcionar durante el resto del presente mes en el período extraordinario de sesiones que debe abrirse el día siete de los corrientes, de acuerdo con la convocatoria expedida por el Ejecutivo de la Unión.
"Obtuvieron votos, para presidente: el C. Adolfo Cienfuegos y Camus, ochenta y nueve, y el C. Froilán C. Manjarrez, cuarenta y tres; para vicepresidentes: el C. Federico Trejo, ochenta y ocho; el C. Federico N. Solórzano, ochenta y seis; el C. Ernesto Aguirre Colorado, cuarenta y tres, y el C. Salvador Franco Urías, cuarenta y cuatro, y los CC. Pedro de Alba, Juan Quiroga y Bernardo de la Vega, uno cada uno.
"En vista del resultado anterior, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, hizo la declaratoria correspondiente a favor de los CC. Adolfo Cienfuegos y Camus, Francisco Trejo y Federico N. Solórzano.
"Los electos, a invitación del C, Rafael Martínez de Escobar, tomaron posesión de sus cargos.
"Presidencia del C. Adolfo Cienfuegos y Camus.
"El ciudadano presidente hizo la siguiente declaración:
"La Cámara de Diputados de los Estados Unidos Mexicanos se declara legítimamente constituída para funcionar durante el período extraordinario para el cual fue convocada por el Ejecutivo de la Unión."
"El propio ciudadano presidente nombró las siguientes comisiones:
"Para participar al ciudadano presidente de la República que esta Cámara ha quedado legítimamente instalada y que el próximo día siete, a las cinco de la tarde, se celebrará la sesión de apertura del Congreso General, a los CC. Porfirio del Castillo, Froilán C. Manjarrez, Jesús B. González, Rodrigo Gómez, Juan B. Salazar y secretario Valadez Ramírez.
"Para comunicar lo mismo a la Cámara colegisladora, a los CC. Miguel Alonzo Romero, Pedro de Alba, Francisco González y González, Leopoldo Estrada, Franco Urías y secretario Tirado.
"Para hacer igual participación a la Suprema Corte de Justicia, a los CC. Jaime A. Solís, Ernesto Aguirre Colorado, Jesús Z. Moreno, Prisciliano Carriedo Méndez, José H. Romero y secretario Saucedo.
"Para acompañar al ciudadano presidente de la República el próximo día siete, del Palacio Nacional a esta Cámara, a los CC. Enrique Bordes Mangel, Rafael Lara G., Pedro A. Chapa, Ignacio Borrego, Juan Manuel Álvarez del Castillo y secretario Saucedo.
"Para recibir al mismo ciudadano presidente de la República a las puertas de esta Cámara, a los CC. Rafael Martínez de Escobar, Juan Zubaran, Juan de Dios Bojórquez, Carlos Sánchez Pontón, Luis Espinosa y secretario Valadez Ramírez.
"La Secretaría, con motivo de la próxima sesión de apertura, recordó a los ciudadanos diputados lo prevenido en el artículo 48 reglamentario.
"Con el ceremonial de costumbre, fue recibida una Comisión del Senado, y el presidente de ella, C. senador José J. Reynoso, ocupó la tribuna y manifestó que la Cámara colegisladora, el día de hoy, se había declarado legítimamente instalada para funcionar durante el próximo período de
sesiones extraordinarias. El ciudadano presidente, a nombre de la Cámara, se dio por enterado de este aviso y la Comisión se retiró.
"A las seis y treinta y cinco de la tarde se levantó la Junta, citándose para el próximo día siete, a las cuatro de la tarde, a sesión de Cámara de Diputados, y a las cinco, a sesión de Congreso General."
Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, se servirán ponerse de pie. Aprobada.
El C. presidente: Se invita a los ciudadanos diputados Porfirio del Castillo, Miguel Alonzo Romero y Jaime A. Solís, para que den cuenta de las comisiones que les fueron conferidas.
El C. Del Castillo Porfirio: Honorable Asamblea: Cumpliendo con la Comisión que se sirvió designar esta honorable Asamblea, estuvimos a buscar al ciudadano presidente de la República para darle cuenta de que la Cámara de Diputados quedaba legalmente instalada, y de que hoy, día 7, celebraría sesión de Congreso General. El señor presidente agradeció la atención de la Cámara de Diputados; nos manifestó quedar enterado y que hoy estaría aquí para leer su informe respectivo.
El C. Alonzo Romero: Ciudadanos representantes: la Comisión que esta honorable Cámara designó para manifestar a la Cámara de Senadores que en esta fecha quedaba instalada legítimamente la Cámara de Diputados, o, mejor dicho, el Congreso de la Unión, y que hoy daría comienzo el período extraordinario de sesiones, llenó su cometido. Esa honorable Cámara alta tuvo a bien manifestar a aquella Comisión, para hacerlo presente a vosotros, que en el período que se inicia, todos los asuntos trascendentales, todos los problemas que en este momento se dan, tanto a aquella Cámara como a ésta, de acuerdo y dentro del criterio más amplio de la revolución, se tratarán con eficacia. Lo que tengo el honor de manifestar a ustedes para su conocimiento.
El C. Solís Jaime: Señores diputados: Cumpliendo con la Comisión con que se nos honró, hemos pasado esta mañana al edificio que ocupa la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y le hicimos patente que se había instalado esta Cámara de Diputados para el efecto de iniciar sus labores en el período de sesiones extraordinarias a que fue convocado. Le hicimos también patente el propósito de esta Cámara, de que nuestras relaciones con aquel Poder fueran perfectamente armónicas. Nos respondió el señor presidente que tal era también el sentir de aquella Corte y que por nuestro conducto se permitía enviaros un saludo personal.
El C. presidente: La Presidencia, por sí y en nombre de la Asamblea, da las más cumplidas gracias a las comisiones cuyos informes han rendido en estos instantes, agradeciendo la atingencia con que cumplieron.
Se levanta la sesión de Cámara de Diputados para reanudarse oportunamente la de Congreso General. (5.12 p. m.)
SESIÓN DE APERTURA DEL PERÍODO EXTRAORDINARIO DEL XXIX CONGRESO DE LA UNIÓN EFECTUADA EL DÍA 7 DE FEBRERO DE 1921
SUMARIO
1.- Se abre la sesión. Declaratoria de la apertura. El ciudadano presidente de la República se presenta en el salón y da lectura al informe de que trata el artículo 69 de la Constitución. Contesta el ciudadano presidente del Congreso
2.- Es leída y aprobada el acta de la presente sesión y se levanta ésta.
DEBATE
Presidencia del C. CIENFUEGOS Y CAMUS ADOLFO
(Asistencia de 39 ciudadanos senadores y 130 ciudadanos diputados.)
El C. presidente, a las 5.15 p. m.: Se abre la sesión de Congreso General.
El C. secretario Valadez Ramírez: Se invita a todos los presentes a ponerse de pie, a efecto de que el ciudadano presidente haga la declaratoria de la instalación del Congreso de la Unión.
El C. presidente: El XXIX Congreso de los Estados Unidos Mexicanos abre hoy, siete de febrero de mil novecientos veintiuno, el período extraordinario de sesiones para el cual fue convocado por el Ejecutivo de la Unión.
(El ciudadano presidente de la República penetra al salón. Aplausos.)
- El C. presidente de la República, leyendo:
"En cumplimiento de un deber constitucional, tengo la hora de dirigirme a los miembros del honorable Congreso de la Unión, con el objeto de informarles acerca de las causas que tuvo el Ejecutivo federal para convocar a sesiones extraordinarias a la Representación Nacional, en ejercicio de la facultad que le concede el artículo 88, fracción XI, de la Constitución mexicana.
"El momento histórico por el que atraviesa la República, es verdaderamente excepcional por todos conceptos, pero principalmente porque significa una oportunidad de primer orden para llevar a cabo, no sólo la reconstrucción del país, sino la moralización de la Administración Pública en todos sus ramos, y la intensificación cultural de las diversas clases sociales dentro de la esfera propia del legislador y del Gobierno.
"Mengua fuera para un gobernante consciente de sus deberes y de sus facultades, no aprovechar esta oportunidad, única en la historia de México, de 1910 a la fecha, para responder a las exigencias de la opinión pública y al desiderátum de todos los espíritus honrados, realizando, de acuerdo con sus poderes constitucionales, las reformas que es de toda
urgencia llevar a la práctica, y procurando, en lo posible, elevar extensivamente el nivel cultural del pueblo.
"Teniendo en consideración que el período ordinario de sesiones del H. Congreso de la Unión, apenas si es suficiente para que las Cámaras puedan ocuparse en los asuntos que los preceptos constitucionales les encomiendan de una manera particular, el Ejecutivo ha creído necesario llamar a las Cámaras a un período extraordinario de sesiones, para que dentro de él resuelvan las trascendentales e importantísimas reformas a que se contrae la convocatoria.
"Los grandes trastornos que la República ha sufrido por la falta de un régimen bancario sólidamente establecido, que derrame a través de todo el país los beneficios del crédito mercantil, son de tal manera patentes y han provocado una crisis tan honda, que es inútil pretender demostrarlos y más inútil encarecer la suprema necesidad que existe de poner un remedio radical a la caótica situación que impera en la República a este respecto. De ahí que, el primer punto a que se refiere la convocatoria, es la expedición de la Ley que resuelva el problema de los Bancos de Emisión. El Ejecutivo tiene la plena seguridad de que el proyecto que presenta a la alta consideración del Congreso, será discutido con un espíritu imparcial y sereno, dentro de los principios que rigen la vida económica de los pueblos.
"El seguro obrero es una medida de protección a la clase trabajadora, cuya oportunidad y conveniencia nadie podrá discutir, pues son tan apremiantes las reivindicaciones del pensamiento y de la cultura modernas en este sentido, que cualquier gobernante que quisiera oponerse a un movimiento humanitario de suyo tan importante, no sólo fracasaría, sino que dejaría de cumplir con su deber. Por eso el Ejecutivo ha querido realizar uno de los más hermosos ideales de la revolución, y dar al artículo 123 constitucional efectos prácticos inmediatos. De ahí el segundo punto tratado en la convocatoria.
"la federalización de la enseñanza, la creación de las Secretarías de Instrucción Pública y del Trabajo y la reforma correlativa de la Ley Orgánica de Secretarías, son cuestiones que responden de modo tan franco a las necesidades de una buena administración y al problema vital de intensificar la cultura del pueblo por cuantos medios estén al alcance del Estado, que basta enunciar el propósito de la leyes respectivas, para que el Congreso de la Unión comprenda desde luego la importancia de los puntos tratados y la necesidad de una pronta resolución.
"La Ley Agraria tiene por objeto solucionar en lo posible, el ya viejo aunque siempre importante problema de las tierras. En el programa revolucionario figura en primer término la distribución equitativa de la tierra entre la clase proletaria, y el Ejecutivo debe velar por que esa promesa no quede en la esfera de los ensueños políticos, sin que por eso se pretenda trastornar todo el régimen agrario que impera, ni atacar en su base los fundamentos mismos de la vida agrícola del país. El proyecto de Ley Agraria que someto a la consideración del Poder Legislativo, si bien está inspirado en principios revolucionarios más avanzados, también se funda en el conocimiento concreto de las necesidades del país y de las dificultades prácticas que una ley de esa índole ha de encontrar en su realización.
"En torno a la cuestión del petróleo se agitan grandes problemas de carácter interno e internacional, que han de tener no poca resonancia en la marcha futura del país. Por un lado el principio de autonomía nacional que la revolución proclamó como indispensable para incorporar al progreso económico todas las fuerzas vivas y todos los elementos de riqueza de la República; y, por otra parte, los intereses de los dueños de fundos petroleros que se oponen a la aplicación del artículo 27 constitucional, sea ante los tribunales de México, o sea en forma diplomática. Todo ha contribuído a que el problema del petróleo tenga resonancia en el extranjero y presenta graves dificultades que sólo podrán resolverse estudiando con serenidad la manera de salvar los intereses de la nación, sin lesionar injustamente el patrimonio de propios y extraños que se haya constituído con arreglo a la ley y la justicia.
"El Ejecutivo entiende que la moralidad política y administrativa ha de comenzar en los altos funcionarios y extenderse a todo el cuerpo de servidores de la nación. De ahí que, en la convocatoria, figure preferentemente la ley que fija las responsabilidades del presidente de la República y de sus secretarios de Estado. Con ella se persigue conseguir que los altos representantes del Poder Ejecutivo queden sujetos en todos sus actos al imperio de la ley y la justicia, y no gocen de franquicias que repugnan a las conciencias honradas, y al amparo de las cuales se han cometido tantos delitos. En la verdadera democracia, el funcionario público debe dar cuenta de sus actos, sea cual fuere la categoría que tenga y su poder legal, pues mientras mayor sea éste, mayores son sus deberes y responsabilidades. El Ejecutivo cree por lo mismo, dar una prueba de espíritu democrático y de respeto al principio de la legalidad, iniciando la expedición de la ley que fije las responsabilidades del presidente de la República y de sus secretarios de Estado.
"Con relación al párrafo 10 de la convocatoria, le es altamente satisfactorio al Ejecutivo, devolver a la Comisión Permanente del Congreso la facultad que conforme a nuestra carta Política de 1857 tenía para convocar a sesiones extraordinarias, y que un espíritu de absolutismo mal disfrazado en la Constitución de 1917, hizo desaparecer sin motivo justificado. De este modo se conseguirá que el Poder Legislativo goce de la autonomía que la mayor parte de las constituciones modernas le conceden, y no encuentre supeditada su acción a la voluntad o caprichos del Poder Ejecutivo.
"El clamor público ha señalado males profundos en la administración de justicia que hoy en día está únicamente inscripta en nuestras leyes, pero carece en lo absoluto de efectividad, no obstante que conforme a nuestra Carta Política, los tribunales deben estar expeditos para conceder justicia al que la solicite. La causa principal de semejante estado de cosas, radica en la Ley Orgánica de Tribunales que se promulgó durante la pasada administración y cuyos defectos han sido señalados con una rara unanimidad. El Ejecutivo desea hacer cuanto esté de su parte para que la justicia sea algo práctico y efectivo, y no signifique, como hasta ahora lo ha sido.
Una vana esperanza y un ensueño de imposible realización.
"El vicio del juego debe ser, en concepto del Ejecutivo, atacado enérgicamente para conseguir que se aminoren en lo posible los trastornos que ocasiona, no sólo dando lugar a especulaciones y despilfarros inmorales, sino también provocando la corrupción administrativa de los funcionarios que lo consienten o que de modo positivo celebran convenios con los empresarios de juego. Como las autoridades federales no tienen en esta materia jurisdicción en toda la República, se hace necesario promover una reforma constitucional para que puedan legalmente perseguir y castigar a los tahures, no sólo en el Distrito Federal y Territorios, sino en las diversas entidades locales.
"En orden a las pensiones de los militares, el Gobierno ha creído de justicia y de equidad reformar el sistema hoy en vigor, que establece diferencias odiosas, en relación al grado militar que tenga el agraciado en el momento de su muerte, o cuando es víctima de un accidente que le impida trabajar. Nada más contrario a las exigencias de una compensación equitativa humanitaria que esas diferencias, y por lo mismo, el Ejecutivo desea que los servidores de la patria que mueran en los campos de batalla o sufran heridas que aminoren su eficiencia vital, tengan la seguridad de que el Estado vendrá en su ayuda y sabrá compensar sus esfuerzos y sacrificios.
"Todas las demás leyes que figuran en la convocatoria son de importancia, y cada una de ellas en lo particular corresponde a problemas sociales, políticos o administrativos, cuya solución se impone a fin de encauzar al país en la vía del progreso y de la organización.
"Señores diputados, señores senadores: en los momentos actuales, la nación exige a sus representantes un amplio y alto espíritu de reforma y el propósito firme de trabajar para reconstruir el país, restaurar el crédito nacional y lograr la desaparición de aquellos males tradicionales que han importado una franca paralización en todas las fuerzas vivas de la República. El porvenir de millones de seres está vinculado en la actuación del Poder Legislativo, y no extraño, por lo tanto, que la opinión pública exija un esfuerzo ímprodo, tenaz y coordinado para resolver todas las cuestiones que la nación tiene ante sí y de cuya solución depende el futuro de la Patria. Ojalá que el H. Congreso de la Unión realice los votos y las esperanzas del pueblo mexicano." (Aplausos nutridos.)
- El C. presidente del Congreso, Leyendo:
"Ciudadano presidente:
"Es para mí altamente honroso dirigiros la palabra en respuesta a vuestro mensaje, cuya lectura acaba de escuchar con visible beneplácito la H. Representación Nacional.
"Decís muy bien: el momento histórico que vive la República es único y es menester aprovecharlo en la resolución de los arduos problemas planteados al calor de una larga década de cruentos sacrificios y considerados luego como condición sine qua non para el mantenimiento del orden, que es, a su vez, imperiosa necesidad para la vida de las sociedades.
"Doloroso sería, en verdad, que el Gobierno que voz presidís por mandato del pueblo mexicano, resultase insuficiente para dejar satisfechas las justas exigencias de la colectividad que tanto ha esperado de vuestra pericia en la penetración de sus necesidades y derechos; de la colectividad que os llamó para entregaros sus destinos, en momentos en que la humanidad desgarra sus propias entrañas en su esfuerzo por dar a luz nuevos sistemas de organización social, que habrá de encontrar aun cuando para ello sea menester echar por tierra los postulados de la ciencia oficial actual en cuanto a ellos se opongan a tan inevitable advenimiento. Pero es justo reconoceros preocupado por el bienestar de vuestros gobernados, y aún cuando nadie puede dudar de las dificultades que comenzáis a afrontar con sobrada energía, el país espera confiado los beneficios que habrán de reportarle vuestras altas gestiones.
"Nadie es capaz de discutir ahora, que una de las obligaciones de que nunca podrá librarse el Estado, es aquella que consiste en proporcionar la educación a todos los individuos sin distinción alguna; y cuando vos lo reconocéis así y os ponéis en marcha para hacer tangible esta obligación del Estado, que es al mismo tiempo un derecho de la sociedad, estad seguro de que todas las fuerzas activas de la nación concurrirán en vuestra ayuda. Tengo para mí, sin embargo, que el problema de la educación nacional no quedará resuelto si atendemos sólo a la pluralidad y no a la calidad de las instituciones encargadas de difundirla. Es tangible la necesidad de removerlo todo a este respecto si se quiere obtener la resolución del problema más hondo: el problema moral.
"Temo mucho la ineficacia de la escuela laica, ya que ella fue necesaria en un momento dado de la vida humana para limitar el fanatismo; fue un medio de destrucción contra las inveteradas injusticias de que hicieron gala las instituciones cuya bancarrota presenciamos; pero creo llegado el momento de la reorganización ideológica dentro de las nuevas orientaciones de la ciencia social.
"El sueño de los grandes precursores de la revolución fue tomando caracteres de realidad. Era necesario derribar el dogma religioso para substituirlo por la verdad misma; pero con el dogma fue destruída la unidad de la regla que es indispensable a la existencia de la sociedad. De ahí que vivamos en un estado de positiva anarquía que no podrá prolongarse demasiado sin graves perjuicios para las colectividades. La educación, pues, debe suministrar una nueva fórmula de moral, cuya sanción sea incontestable al través del examen.
"Las especiales condiciones a que estuvo sometido el país durante los diez últimos años, determinaron, como es natural, el desequilibrio económico que demanda, hoy más que nunca, la atención del legislador y del gobernante; tanto más si se tiene en cuenta que los métodos suministrados por la economía política, van resultando, más que ineficaces, estorbosos para la organización racional de la riqueza. En tanto que la economía política es particular a las nacionalidades dentro de un régimen de fuerza, la economía social se refiere a la asociación universal; pero la diferencia esencial entre una y otra es más notoria, si se observa que la primera es la organización de la riqueza según el despotismo de la fuerza bruta, en tanto que la segunda es la
organización de la riqueza según la razón, según la justicia. La economía política no parte sino de un hecho, cualquiera que éste sea, esforzándose por justificar lo que es; la economía social se ocupa de lo que debe ser e indica, previo el examen conducente, cuáles hechos tienen lugar de acuerdo con la justicia absoluta.
"Dice Juan Batista Say, que la economía política no puede ocuparse de demostrar lo que debería ser, sino de lo que es; de constatar un hecho y, señalando las causas, mostrar las consecuencias.
"Es decir, que el economismo constata la existencia de la miseria que flagela a las mayorías, señala las causas y, más o menos bien, deduce las consecuencias; pero esto es todo. Es impotente para la necesaria abolición del pauperismo, tanto como para distinguir lo justo de lo injusto, puesto que el mismo Juan B. Say afirma que la cuestión relativa al derecho, permanece aún bajo el dominio de la opinión.
"Es, pues, arduo el problema, y hacia él deben converger todas las intenciones honradas del país, para la más pronta realización de las aspiraciones colectivas.
"No podía pasar desapercibido para vuestro espíritu observador y práctico, cuán trascendental e inminente es la resolución del problema agrario; vuestras sintéticas pero sesudas consideraciones a este respecto, constituyen una parte, la más interesante acaso, de vuestro mensaje, ya que tanto para vos como para la Representación Nacional, que tengo el honor de presidir en momentos tan solemnes, esta cuestión es reconocida como el desiderátum de las actuales tendencias.
"Largo sería, y fuera de lugar, abocarme más detalladamente al estudio de cada una de las materias contenidas en vuestra convocatoria. Por esta razón me limito a deciros, para terminar, que la opinión pública y el Congreso de la Unión esperan fundadamente que vuestra indiscutible moralidad se extienda a todos los miembros de vuestro Gobierno, a fin de poner a salvo los más naturales derechos ciudadanos que frecuentemente suelen ser lesionados.
"Asimismo, ciudadano presidente de la República, puedo afirmaros, si mal no interpreto el sentir de los ciudadanos representantes, que el honorable Congreso de la Unión sabrá responder a las ingentes exigencias del momento histórico por que atravesamos y os ayudará eficazmente, en reconocimiento de su deber, a dar cima a los loables propósitos de vuestro Gobierno, velando en todo por la salud y prosperidad nacionales. (Aplausos.)
(Se retira el ciudadano presidente de la República.)
- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:
"Acta de la sesión de apertura del Período Extraordinario del XXIX Congreso de la Unión, celebrada el día siete de febrero de mil novecientos veintiuno.
"Presidencia del C. Adolfo Cienfuegos y Camus.
"En la ciudad de México, a las cinco y quince de la tarde del lunes siete de febrero de mil novecientos veintiuno, reunidos en el salón de sesiones de la Cámara de Diputados, ciento treinta ciudadanos diputados y treinta y nueve ciudadanos senadores, según consta en las listas que previamente paso la Secretaría, el ciudadano presidente abrió la sesión y en seguida hizo la declaración siguiente:
"El XXIX Congreso de los Estados Unidos Mexicanos abre hoy, siete de febrero de mil novecientos veintiuno, el período extraordinario de sesiones para el cual fue convocado por el Ejecutivo de la Unión."
"Pocos momentos después, recibido y acompañado por las comisiones nombradas al efecto por ambas Cámaras, penetró en el salón el ciudadano presidente de la República y tomó asiento a la izquierda del ciudadano presidente del Congreso.
"Aquel funcionario dio lectura al informe de que trata el artículo 69 de la Constitución general, el que fue contestado, en términos generales, por el presidente del Congreso.
"El ciudadano presidente de la República abandonó el salón con el ceremonial acostumbrado, y se leyó la presente acta."
Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada.
El C. presidente, a las 6.44 p. m.: Se levanta la sesión y se cita para mañana, a las cuatro de la tarde, a sesión de Cámara de Diputados.