Legislatura XXIX - Año I - Período Ordinario - Fecha 19200903 - Número de Diario 12

(L29A1P1oN012F19200903.xml)Núm. Diario:12

Colegio Electoral

ENCABEZADO

MÉXICO, VIERNES 3 DE SEPTIEMBRE DE 1920

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

AÑO I. PERIODO ORDINARIO XXIX LEGISLATURA TOMO I. - NÚMERO 12

SESIÓN DE COLEGIO ELECTORAL

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 3

DE SEPTIEMBRE DE 1920

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Es leída y aprobada el acta de la anterior.

2.- Es discutido y aprobado el dictamen relativo al 2o. distrito electoral del Estado de Tabasco. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del

C. GARCÍA VIGIL MANUEL

(Asistencia de 185 ciudadanos diputados y presuntos diputados.)

El C. presidente, a las 5.25 p.m.: Se abre la sesión.

- El C. secretario Zincúnegui Tercero, leyendo:

"Acta de la sesión de Colegio Electoral de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, celebrada el día dos de septiembre de mil novecientos veinte.

"Presidencia del C. Manuel García Vigil.

"En la ciudad de México, a las cinco horas y dos minutos de la tarde del jueves dos de septiembre de mil novecientos veinte, con asistencia de ciento treinta y seis ciudadanos diputados y presuntos diputados, se abrió la sesión.

"Se puso a discusión el dictamen que trata de las elecciones en el 2o. distrito electoral de Tabasco. El C. Manrique presentó una moción para que se suspendiese el debate por veinticuatro horas. Esta moción suspensiva fue aprobada, después de que la imputó el C. Lara César, de que hizo una aclaración el C. Francisco Soto y de que la apoyó su autor.

"Sin debate se aprobaron las credenciales de los CC. Antonio Ortega y Fidel Vélez, como diputados propietario y suplente, respectivamente, por el 3er. distrito electoral de Puebla, así como la proposición que consulta el dictamen correspondiente y que dice: "Hágase la consignación de los hechos delictuosos señalados en el presente dictamen, al ciudadano procurador general de la república."

"El dictamen que hace referencia a las elecciones en el 13 distrito electoral de Jalisco y que propone para diputado propietario al C. José Maqueo Castellanos y para diputado suplente al C. Florencio Topete, fue aprobado, después de que no se accedió a una solicitud del C. Macedonio V. Gutiérrez para que se difiriese la discusión y de que el C. Jesús Z. Moreno hizo una aclaración.

"Presidencia del C. Rafael Martínez de Escobar.

"Se puso a debate el dictamen relativo a las elecciones en el 7o. distrito electoral del Distrito Federal. El C. García Vigil, como miembro de la sección dictaminadora, pidió que se aplazase por veinticuatro horas la discusión. Esta petición motivó aclaraciones de los CC. Céspedes y Mijares, así como de la Presidencia, y mociones de orden de los CC. León Luis, Manrique y García Vigil. En votación económica, que se repitió por haberla reclamado el C. Mijares, la Asamblea permitió que la Sección respectiva retirara el dictamen.

"Puesto a discusión el que declara diputado propietario por el 14 distrito electoral de Veracruz al C. Jesús Z. Moreno y diputado suplente al C. Luis Rodríguez, la Sección dictaminadora, por conducto del C. Cuéllar, contestó una interpelación del C. Garza Candelario, y el C. Campillo Seyde hizo una aclaración, aprobándose en seguida el dictamen, en votación económica.

"Presidencia del C. Manuel García Vigil.

"Sometióse a consideración de la Asamblea el dictamen formulado por la 2a. Comisión Revisora de Credenciales, que estudia las elecciones en los distritos electorales 1o. y 2o. de Yucatán, y que propone a los CC. Felipe Carrillo Puerto y Gustavo Arce, para diputados propietarios y suplente, respectivamente, por el 1er. distrito, y a los CC. Edmundo G. Cantón y Juan Zárate, para los mismos cargos, por el 2o distrito.

"El C. Siurob, miembro de la Comisión, fundó el dictamen a solicitud del C. Alonzo Romero, quien usó de la palabra en contra, en dos ocaciones. Los CC. Manjarrez y Carrillo Felipe hablaron en pro. Se suscitaron incidentes con motivo del turno de los oradores del pro y del contra. La Presidencia sostuvo que, no habiendo más oradores en contra que el C. Alonzo Romero, quien ya había hecho uso de la palabra, debía escucharse en seguida a los oradores del pro. Los CC. León Luis, Céspedes y Manjarrez, opinaron que los oradores en uno y otro sentido, debían alternarse. Al fin, prevaleció el criterio sostenido por la Presidencia. El C. Siurob, a nombre de la Comisión, hizo aclaraciones. Contestó interpelaciones de los CC. Alonzo Romero y

Carrillo Felipe, el C. Bolio, y con motivo de las manifestaciones de las galerías, hizo una moción de orden el C. Gandarilla.

"Presidente del C. Enrique Bordes Mangel.

"El C. Alonzo Romero, por tercera vez, habló en contra, interpelando en esta ocasión a los CC. Carrillo Felipe y Zubaran, quienes contestaron.

"Presidencia del C. Manuel García Vigil.

"Rectificaron hechos los CC. Soto y Gama y Alonzo Romero y contestó alusiones personales el C. Jesús Z. Moreno. Después de una moción de orden del C. Espinosa Luis y de aclaraciones de la Presidencia, se consideró suficientemente discutido el dictamen y se aprobó en votaciones económicas sucesivas.

"La Presidencia, por conducto de la Secretaría, hizo la declaratoria de costumbre, a favor de los CC. Felipe Carrillo Puerto y Edmundo G. Cantón y sus suplentes.

"A las nueve y quince de la noche se levantó la sesión y se citó a sesión de Cámara de Diputados a las cuatro de la tarde del día siguiente."

Está a discusión el acta. ¿No hay quien pida la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada.

- El mismo C secretario, leyendo:

"1a. Comisión Revisadora de Credenciales. - 2a. Sección.

"H. Asamblea:

"En el expediente relativo al 2o. distrito electoral del Estado de Tabasco, que para su estudio paso a la 2a Sección de la 1a Comisión Revisora, aparecen dos credenciales, expedidas la primera al C. Tomás Garrido C., por la Junta Computadora reunida en Junta y con fecha 7 de agosto del corriente año. La segunda aparece expedida en favor del C. general J. D. Ramírez Garrido, en la misma población de Junta, sin fecha y sin autenticación de las firmas que asignan tal documento.

"Para hacer un estudio fundamental de las elecciones habidas en el 2o. distrito electoral de que se trata, la Comisión que subscribe tuvo a la vista los paquetes electorales, las actas de la Junta Computadora que extendió credencial al C. Ramírez Garrido, y los demás documentos que los dos contrincantes para el cargo de diputados propietarios por el mencionado distrito electoral, han presentado a la subscripta Comisión que rinde este dictamen.

"De tales documentos se desprende que el Partido Radical Tabasqueño, que postuló el C. Ramírez Garrido para diputado por el 2o. distrito electoral del Estado de Tabasco, fue hostilizado por el Gobierno de aquella Entidad, con todas las consecuencias naturales de este hecho para los efectos de dar forma legal a la votación que el pueblo dio en pro de la candidatura Ramírez Garrido.

"Como testimonio de que el C. Tomás Garrido C. disfruto de la protección del Gobierno actual de Tabasco, se ha hecho figurar en el expediente dos documentos que prueban que el Ejecutivo de Tabasco ha ordenado a la Tesorería de aquella Entidad la situación de $1,800.00 (mil ochocientos pesos), a favor del C. Tomás Garrido C., en pago de gastos de representación y para pago por comisión de aquel Gobierno, que actualmente desempeñaba el C. Tomás Garrido, de esta capital.

"Hay, además, otras tres órdenes a la Tesorería de Tabasco, por la suma, en conjunto, de $1,144.00 (mil ciento cuarenta y cuatro pesos), que aparecen como cargados a la misma partida 17 de Presupuesto de aquel Estado, y que se atribuye por los contrincantes del C. Tomás Garrido, a gastos oficiales de propaganda, hechos en favor del mismo C. Tomás Garrido C. Esto último no está plenamente comprobado.

"Se desprende también por los documentos que obran en el expediente, que el C. Tomás Garrido registró su candidatura hasta el día 23 de julio del presente año, fuera del plazo legal para el registro, de acuerdo con el artículo 106, fracción VII, de la Ley Electoral vigente.

"Por otra parte, consta en el expediente que el C. Tomás Garrido C. es originario del Estado de Chiapas, distrito de Palenque, y no tiene la vecindad que establece la fracción II del artículo 41 de la Ley Electoral, pues el C. Tomás Garrido C. desempeño el puesto de gobernador del Estado de Yucatán desde el 12 de mayo hasta el 18 de junio del corriente año, como consta por el "Diario Oficial" de aquel Estado. Este hecho incapacita legalmente al C. Tomás Garrido C. para poder obtener el cargo de diputado por el Estado de Tabasco.

"Y como, por último, la H. Asamblea ha sentado el precedente de que en el Estado de Tabasco, dada la presión oficial contra el Partido Liberal Tabasqueño, se debe de estimar como válida la votación que los miembros de tal partido emitieron en las elecciones pasadas, según se vio al discutirse la credencial del C. Federico Martínez de Escobar, quien luchó contra la imposición comprobada del gobernador Greene, de aquel Estado, esta Comisión Revisora de Credenciales propone a la aprobación de la H. Asamblea los siguientes puntos de resolución de este dictamen:

"lo. Por incapacidad legal del candidato y por haber mediado presión oficial en las elecciones, es nula la votación habida en el 2o. distrito electoral del Estado de Tabasco en favor del C. Tomás Garrido C.

"2o. Es válida la votación habida en el 2o. distrito electoral del Estado de Tabasco en favor del C. J. D. Ramírez Garrido.

"3o. Son diputados, propietarios y suplente, respectivamente, por el mencionado distrito, los CC. J.D. Ramírez Garrido y Candelario Damían."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México 2 de septiembre de 1920. - B. Vadillo. - Lic. L. Castro y López."

Está a discusión. Los ciudadanos diputados o presuntos que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse.

El C. Aguirre Colorado Fernando: Pido la palabra.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: Sírvase usted pasar a inscribirse.

El C. Aguirre Colorado: Sólo voy a hacer una interpelación.

- El mismo C. secretario: Sírvase pasar a inscribirse. (Voces: Mira, mira, qué enérgico!) Si no somos ahora que empezamos. ¿cuándo?

El C. Céspedes: Pido la palabra para interpelar a la Comisión.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Aguirre Colorado que le pidió primero.

El C. Céspedes: Voy a interpelar a la Comisión, con fundamento en el artículo 106 del Reglamento.

El C. presidente: El C. Aguirre Colorado va a hacer lo mismo y pidió la palabra primero que usted.

El C. Aguirre Colorado Fernando: Deseo interpelar a la Comisión.

El C. presidente: La Presidencia informa a la Asamblea y particularmente a los CC. Aguirre Colorado y Céspedes, que en estos momentos se le informa que el C. diputado Vadillo, que es el único miembro de la Comisión que podía defender este asunto, creyendo que hoy no habría sesión de Colegio Electoral, puesto que se había citado para sesión de Cámara de Diputados, avisó que vendría hasta las seis de la tarde. Por consiguiente, la Presidencia cree que es de suspenderse la discusión de este asunto hasta esa hora.

El C. Céspedes: !Pido la palabra!

El C. Aguirre Colorado Fernando: El C. Luis Castro y López, que también es miembro de la Comisión, ha estado aquí en los pasillos y ha pasado lista.

- El mismo C. secretario: La Secretaría tiene el honor de informar a la Asamblea que, efectivamente, el C. diputado Luis Castro y López paso lista hace breves momentos; pero no se encuentra actualmente en el salón.

El C. Aguirre Colorado Fernando: En ese caso yo quiero hacer constar un hecho a la Asamblea, aunque no esté la Comisión aquí presente. Hago costar respetuosamente a la Asamblea, que el dictamen que se ha leído hoy no es el mismo al que se dio lectura ayer. Ayer concluía el dictamen declarando diputados propietarios y suplente, respectivamente, a los CC. J. D. Ramírez Garrido y Cornelio Colorado, y hoy la Comisión lo pone en otros términos.

- El mismo C. secretario: Se va dar lectura a la parte resolutiva del dictamen, que dice:

"lo. Por incapacidad legal del candidato y por haber mediado presión oficial en las elecciones, es nula las votación habida en el 2o. distrito electoral del Estado de Tabasco en favor del C. Tomás Garrido. C.

"2o. Es Válida la votación habida en el 2o. distrito electoral del Estado de Tabasco, en favor del C. J. D. Ramírez Garrido.

"3o. Son diputados, propietarios y suplente, respectivamente, por el mencionado distrito, los CC. J.D. Ramírez Garrido y Candelario Damián."

"Sala de Comisiones, etc."

El C. presidente: Se han inscripto para hablar en pro los CC. Lara César A. y León Luis L.; en contra Aguirre Colorado Fernando y Garrido C. Tomás. Tiene la palabra en pro C. Lara César.

El C. Lara César A: ¡Moción de orden, señor presidente! Entiendo que debe hablar primero el contra.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Aguirre Colorado Fernando.

El C. Aguirre Colorado Fernando: Ciudadanos jurados: Indudablemente, ciudadanos representantes, que no vengo ante vosotros a pronunciar un discurso que pueda convenceros que deis vuestro voto en contra del dictamen de la Comisión. Ya lo asentó ayer el ciudadano representante por Pichucalco, al decir que desde luego el C. Tomás Garrido no estaba dispuesto a concurrir a la Asamblea porque ya estaba derrotado, porque sabía que la Asamblea lo iba a expulsar de esta Representación Nacional; de manera que, señores, yo solamente vengo a decir unas cuantas palabras, porque en el dictamen de la Comisión se asientan hechos verdaderamente falsos... (Voces: !No se oye!) Vuelvo a hacer constar ante la honorable Asamblea que el dictamen de ayer tenía otros puntos resolutivos distintos de los que contiene el que ahora se nos presenta; aquí está tachado el nombre de Cornelio Colorado y tienen puesto entre líneas el nombre del suplente... (Voces: !No se oye! antes de pasar adelante, pido a la presidencia ordene a la Secretaría que se lean estos documentos.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Contaduría Mayor de Hacienda. - Villahermosa, Tab. - Número 3,332.

"A la Comisión Inspectora de Hacienda de la H. XXVI Legislatura local. - presente.

"En nota número 2749, Ramo de Hacienda, girada por la Sección 1a., con fecha de ayer, el ciudadano secretario general de Gobierno del Estado, dice a esta Contaduría Mayor de Hacienda de mi cargo lo siguiente:

"Hoy digo al ciudadano tesorero general del Estado lo siguiente:

"Por acuerdo del ciudadano gobernador constitucional del Estado y con cargo al segundo concepto de la partida número 17 del presupuesto del Egresos del Erario vigente, sírvase usted situar al señor licenciado Tomás Garrido C., a México, D.F., la cantidad de $800.00 (ochocientos pesos), para gastos representación de este Gobierno, que erogue con motivo de una comisión que le fue conferida. Y lo inserto a usted para conocimiento, etc."

"Lo que tengo el honor de insertar a ustedes para su conocimiento, protestándoles mi consideración distinguida. - Sufragio Efectivo. No Reelección. - Villahermosa, Tab. agosto 14 de 1920. - El contador mayor de Hacienda. León Rebolledo."

El C. Aguirre Colorado Fernando: Nada tiene que ver una partida de ochocientos pesos que le sitúan al señor Garrido, en México, con los gastos electorales de un distrito de Tabasco.

- El C. secretario Zincúnegui Tercero, leyendo:

"El mismo sello.

"Contaduría Mayor de Hacienda. - Villahermosa, Tab. - Número 3,267.

"A la comisión Inspectora de Hacienda, de la H. XXVI Legislatura local. - Presente.

"En nota número 2,680, Ramo de Hacienda, girada por la Sección 1a. en esta fecha, el ciudadano gobernador constitucional del Estado, dice a esta Contaduría Mayor de Hacienda de mi cargo, lo siguiente:

"Hoy digo al ciudadano tesorero general del Estado, lo siguiente:

"Por acuerdo del ciudadano gobernador constitucional del Estado, sírvase situar al señor licenciado Tomás Garrido C., al hotel "Buenos Aires" de México, D.F., la cantidad de $1,000.00 (un mil pesos), para gastos de representación de este

Poder Ejecutivo que erogará en motivo de una comisión que el fue conferida, debiendo hacer el cargo respectivo a la partida número 17 del Presupuesto de Egresos vigentes. "Y lo inserto a usted para su conocimiento, etc..."

"Lo que tengo el honor de insertar a usted, para su conocimiento, protestándole mi consideración distinguida. - Sufragio Efectivo. - No Reelección. - Villahermosa, de Tab. agosto 10 de 1920. - El contador mayor de Hacienda, León Rebolledo."

El C. Aguirre Colorado Fernando: Está en el mismo caso este documento que el anterior. De manera, señores representantes, que ya ven ustedes que el dinero que el C. licenciado Tomás Garrido recibió del Gobierno del Estado de Tabasco claramente se dice que no fue empleado para gastos electorales; ese dinero lo recibió aquí en la capital de la República. (Voces: ¡No se oye!) En segundo lugar, voy a demostrar a ustedes que el Partido Radical Tabasqueño, el legítimo Partido Radical Tabasqueño, como se obstinan en afirmar aquí algunos individuos allá de Tabasco, no tiene la representación, ni tiene la ramificación debida en todo el Estado; y para el efecto, y como yo no voy a pronunciar aquí un discurso bonito que les haga a ustedes arrancar el aplauso o que les haga a ustedes arrancar el voto en contra del dictamen, voy a interpelar al señor licenciado Martínez de Escobar, si es que el señor Martínez de Escobar me permite interpelarlo.

El C. Martínez de Escobar Rafael:

El C. Aguirre Colorado Fernando: Tengo la bondad el señor licenciado Martínez de Escobar de decirme cuántos clubs...(Voces ¡Clubes!) o clubes, dependientes del Partido Radical Tabasqueño, el legítimo, tiene en la región de los Ríos.

El C. Martínez de Escobar Rafael: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Martínez de Escobar Rafael: Como voy a satisfacer un deseo vehemente que tengo al ascender a esa tribuna a fundamentar lógica y jurídicamente ese dictamen, entonces, señor Aguirre Colorado, quedarán satisfechos los deseos de usted. (Aplausos).

El C. Aguirre colorado Fernando: Pues yo, señores representantes, voy a decir que el Partido Radical Tabasqueño, el legítimo Partido Radical Tabasqueño que defiende el C. licenciado Martínez de Escobar, no tienen un sólo club en la región de los Ríos; allá en la región de los Ríos hay clubes establecidos que trajeron o que mandaron su representante a la Convención del Partido Liberal Constitucionalista; el otro, el Partido Radical Tabasqueño, no tuvo representante en la Convención, ningún club del Partido Radical Tabasqueño, a que se refiere el C. Martínez de Escobar, tuvo representante; sigo con el Partido Radical Tabasqueño, el legítimo, no tuvo tampoco un sólo representante por la región de Chontalpa; allá en la Chontalpa fue nombrado representante el C. Inocente Lugo, por Huimanguillo; por Cárdenas había sido nombrado el C. Basilio Vadillo pero los rebeldes se cogieron los documentos; por Comalcalco o Paraíso vino de representante el C. Antonio Ancona Albertos y no vinieron más representantes. De manera que la votación de la Chontalpa es nula, o es nula la influencia que tiene el Partido Radical Tabasqueño. Por la región del centro, Villahermosa y los demás distritos, fue representante en la Convención del Partido Liberal Constitucionalista el C. Roque Estrada y también por el grupo que representa el C. Martínez de Escobar fue representante el mismo señor; de manera que el legítimo Partido Radical Tabasqueño sólo tuvo representación del club que defiende el C. licenciado Rafael Martínez de Escobar; no hubo más. Ya véis ciudadanos representantes, que así como al C. Manrique se le cree cuando viene a esta tribuna a asentar hechos de Tabasco, no siendo tabasqueños, yo creo que la honorable Asamblea también me debe creer cuando yo vengo a decir esto de Tabasco. (Siseos.) No me importa el siseo de las galerías, porque tengo dieciocho años de lucha por los principios liberales; le consta el C. Díaz Soto y Gama. En las galerías hay tabasqueños; muchos de ellos padecen de insomnio en las noches porque no tienen la conciencia tranquila; conozco a muchos y que me desmientan, si pueden. Pueden venir ahora, señores, a decir de Tabasco todo lo que quieran; pueden venir a decir que el Partido Radical Tabasqueño es grande, fuerte y poderoso; pueden venir a decir los que van a ocupar la tribuna en pro del dictamen, que el general Greene impuso al licenciado Tomás Garrido; pueden venir a decir todo lo que quieran; pueden venir, como el dios mitológico hijo de Mercurio, a sembrar el terror en esta Asamblea para que deís vuestro voto a favor del general Ramírez Garrido. Yo solamente me voy a concretar a decir lo siguiente: a los tabasqueños no se les cree; se tiene más confianza en la palabra de los que no son de allá. Yo os emplazo, ciudadanos representantes, para dentro de pocos días cuando el candidato a la Presidencia de la República, C. general Alvaro Obregón, vuelva a la capital. El de sus labios autorizados va a decir a ustedes de parte de quién está la mayoría del pueblo tabasqueño. El general Obregón no miente, y yo espero que el general Obregón refiera los hechos y ponga en conocimiento de ustedes cuál es la verdadera situación del Estado de Tabasco; entonces recordarán ustedes y se les vendrán a la memoria las palabras de Benjamín Franklin: "Si los pícaros pudieran comprender lo ventajoso que es ser hombre de bien, serían hombres de bien por picardía" (Siseos)

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el C. César A. Lara (Aplausos)

El C. César A. Lara: Honorable Asamblea: Cuando el ciudadano presidente de la Cámara dijo que yo tenía la palabra para hablar en pro, yo juzgué oportuno hacer la observación de que era conveniente que antes hablara el contra, porque creía, señores representantes, que iba a haber contra; pero, efectivamente, no la ha habido. Lo único que el señor Aguirre Colorado ha venido a hacer aquí, es a poner de relieve, en las pocas palabras que dijo acerca del asunto, que el C. Garridos C. era el representante del gobernador Greene en la capital de la República, y que se le han mandado fondos para gastos de representación al C. Garrrido; dice el señor Aguirre Colorado que no tiene nada que ver con la cuestión electoral, y está demostrado palpablemente que el C. Garrido es el

representante del gobernador de Tabasco; no tiene nada que ver eso con la elección, y es precisamente lo que viene a comprobar que ¿quién más iba a tener el apoyo, la presión del gobernador, que su representante en esta Capital? A mí no me extraña que el C. Garrido C. sea representante de Greene en la Capital de la República. Si Garrido ha sido el representante de Greene en la Capital de la República, en Yucatán y en Tabasco; el señor Garrido es el consentido del general Greene, es la persona a quien el general Greene dejo recomendada la marcha sobre el mar tranquilo de Tabasco cuando él se vino a esta capital. El señor Tomás Garrido es a quien el General Greene, por sí y ante sí, nombró gobernador del Estado de Yucatán y el señor Tomas, Garrido, que probablemente va a venir a invocar que se respetó la ley, fue quien pisoteó la ley, fue quien pisoteó todos los principios de derecho; fue a ser gobernador de Yucatán nombrado simplemente por el general Carlos Greene. El señor Aguirre Colorado dice que el Partido Radical Tabasqueño, el legal, el legítimo, no tiene clubes en la región de los Ríos. Que el Partido Radical, el ilegítimo, el que postuló al señor Garrido, es el que tienen clubes en los Ríos. ¡Ya lo creo! todos los clubes que haya en este momento en Tabasco, deben ser del Partido Radical ilegítimo, el que vino a defender Aguirre colorado, porque esos clubes los fabricó el Gobierno de Tabasco a su sabor; lo mismo que ha fabricado el gobernador de Tabasco, el general Greene, todos los atropellos de que ha sido víctima el Estado de Tabasco y que hace más de año y medio se vienen denunciando ante la opinión pública y que todavía permanecen sin el castigo que merecen, como ha fabricado también toda la serie de robos que ha hecho el gobernador, el general Greene, como ya lo he probado, señor Aguirre Colorado, en el Senado con documentos firmados por todos ellos, entre cuyas firmas se contaba la del C. Garrido C. En el Senado de la República, en el DIARIO DE LOS DEBATES del 25 del mes de noviembre del año pasado, puede ver el C. Garrido C. su firma estampada con documentos fotografiados; no lo puede usted negar, porque allí está estampada (Aplausos.) el Estado de Tabasco que ha sufrido tantas vejaciones de parte de estos ciudadanos, que ha llorado tantas lágrimas de sangre por todos los ámbitos de la República arrastrando su desgracia, no puede nunca estar con estos hombres que han pisoteado todos sus derechos y asesinado todas sus libertades (Aplausos.) Y luego sale el C. Aguirre Colorado con que no le importan las galerías, como que aquellos hombres padecen de insomnio porque no tienen la conciencia tranquila, y la tranquilidad de conciencia sí que la debe tener el C. Garrido, al ver allí en las galerías a hombres que le vienen a pedir cuentas, aunque sea mudamente, de todos sus atropellos en Tabasco, y ahora se me viene a la mente un hecho: el señor Garrido, en contubernio con las fuerzas del general Elizondo en el Estado de Tabasco, mandó plagiar a unos individuos entre los que se encontraba el señor Rubén Quintero, y porque el hermano protestara, el C. Garrido, por conducto del inspector general del policía le cobro una multa de mil pesos y allí en las galerias está el individuo que puede responder, que no responderá... (Una voz en las galerías: ¡Aquí estoy!... Campanilla.) Que no responderá, pero aunque mudo, viene a pedir cuentas de esos actos (Murmullos. Campanilla.)... La verdad es que no puede uno rebatir el contra, porque no lo ha habido. Dice el C. Aguirre Colorado que el señor Obregón cuando regrese aquí sabrá decir de parte de quien está el pueblo tabasqueño; yo sí sé de parte de quién está el pueblo tabasqueño y lo sabe el señor licenciado Martínez de Escobar que tiene en su bolsa un telegrama que recibió ayer y que probablemente él va a venir a leer en esta tribuna ahora que venga a hacer uso de la palabra; por esto no interpelo al C. Martínez de Escobar, que sí sabe, y sé yo también de sobra, señor Aguirre Colorado y señor Tomás Garrido C., de parte de quién estuvo el pueblo de Tabasco a la hora de hacer la recepción al señor general Obregón. El Partido Radical; el legítimo, tiene que estar en estos momentos con los que últimamente les han probado que siempre han estado con ellos; el pueblo de Tabasco no puede estar con el Partido Radical, el ilegítimo que no ha hecho otra cosa, señores diputados y presuntos, que atropellar todos sus derechos; ya lo he probado, no traigo aquí las pruebas, porque ya en el Senado de la República, como dije antes, las he llevado todas. Y para colmo, señores, para que veais hasta dónde llega el relieve moral de los que por desgracia han gobernado aquel pobre Estado, en época del C. Garrido, cuando estaba desgobernando esa región, se publicaban - para vergüenza de la moralidad de aquel pueblo - dos periodicuchos apoyados por él que se llamaban "El Chivo" y "El Cangrejo". Usted, señor Garrido, debía avergonzarse al sólo recuerdo de esos nombres, porque allí se ultrabaja de la manera más vil e indigna hasta el honor de las damas tabasqueñas.

El C. Carrido C., interrumpiendo: Es porque yo siempre he respetado la libertad de imprenta.

El C. César Lara: Lo habéis oído, señores diputados y presuntos, se respeta la ley de imprenta y se echa por tierra la honra de las demás tabasqueñas (Aplausos.) La libertad de imprenta tiene sus límites, límites, que usted no conoce, porque usted no conoce ningún límite, porque usted no lo ha sabido respetar. Señores diputados y presuntos diputados: no tengo contra qué rebatir, por lo que me reservo si acaso viene aquí alguien a tratar el asunto legal de esta cuestión y trae algunos argumentos; entonces yo tendré el honor de venir a rebatirlos a esta tribuna. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el C. Garrido C. Tomás.

El C. Garrido C. Tomás: (Siseos y toses.) No le tuve miedo a las bayonetas de Bertani, mucho menos a las galerías. (Siseos.)

Señor Manrique: antes de entrar a la discusión sobre el dictamen, debo hacer presente mi reconocimiento por haber impedido que ayer, en mi ausencia, se desechara mi credencial.

El C. Manrique: Era mi deber, señor Garrido.

El C. Garrido C. Tomás: Gracias. El señor Lara ha venido aquí a hablar de cosas que no sabe. Me ha atacado porque yo, administrativamente, no puse presos a los directores de unos periódicos ¿y cómo los iba a poner presos si no correspondía a la autoridad administrativa conocer de esos asuntos?

Si esos periódicos atacaban la moral o a determinadas personas, deberían de haber ocurrido...

El C. Lara: ¡Eran suyos!

El C. Garrido: Bueno, eran míos, usted lo dice.

La palabra de usted aquí tiene tanto mérito como les consta a los diputados del Partido Liberal Constitucionalista. es la verdad.

El señor Lara ha dicho que el general Greene me impuso como gobernador del Estado de Yucatán. Aquí está la crónica.

- El C. secretario Zincúnegui Tercero, leyendo:

"La revista de Yucatán". Diario independiente.

"El licenciado don Tomás Garrido, gobernador provisional del Estado de Yucatán.

"Ayer a las 11 a.m. fue nombrado y tomó posesión de su elevado cargo.

"Detalles de la interesante junta de civiles y militares efectuada ayer en Palacio.- Acta de designación, la protesta y la réplica.

"Fue desconocido el Congreso local, por ilegal.

"Nombramientos hechos por el nuevo gobernador.

"El General Greene, de acuerdo con el proceder del coronel Medina.- Se castigará enérgicamente a los que cometan abusos o ejerzan venganzas políticas o personales.

"Circularon los trenes.- Llegada de fuerzas.- Guarnición para Progreso.- Otros detalles de interés.

"La reunión de ayer en Palacio.

"Conforme informamos en nuestro número de ayer, tuvo lugar ayer mismo, en el salón de actos del Palacio del Ejecutivo, una junta que comenzó a las diez de la mañana.

"Entre la numerosa concurrencia que llenaba liberalmente dicho local, pudimos ver a las siguientes personas: licenciados Tomás Garrido, Felipe Bueno, Eduardo Cámara Millán y Ernesto Sánchez Vera; don Julio Sierra Ugarte, jefe de Hacienda en el Estado; don Federico de M. Campos, administrador principal del Timbre; don Manuel Padrés, director del Banco Refaccionario de Yucatán; ingeniero don Fedencio G. Márquez, don Rogelio V. Suárez, vicecónsul de España; don Manuel Ocampo, don José Dolores Bojórquez, don Eduardo Ponce Escalante, don Rodolfo Avalos, jefe de la oficina de Telegrafos; don Abelardo Correa Franco y otras. La Directiva del Centro Obregonista estuvo representada por los que siguen: licenciado Vicente Ocampo, doctor José María Esquivel F., don Wenceslao Méndez, profesor Marcos B. Caballero, don Francisco Rodríguez, don Juan Zárate, don Felipe Rosas Garibaldi, don Julio Corrales Moner, don José B. Garma, don Donaciano Pérez Córdova y don Liborio Gómez. Del elemento militar asistieron los que siguen, escapándose de la memoria de nuestro reportero algunos nombres: capitán Jesús Ochoa, mayor Neira, capitán Sánchez, Benedicto Bacelis, Juan E. Maas Pérez, Antonio Villanueva, José Castrejón, Miguel Aguilar, tenientes Manuel Romero Palafox, Roberto Morano Martínez, Trinidad Pérez, José Robles, subtenientes Daniel González, capitán Ponciano Becerra, capitán 1o. Rafael Romero de Teneros, subteniente Gustavo Palmero G., subtenientes Daniel Valerio y Aureliano Caporal, capitán 2o. Encarnación González, tenientes Gumersindo Andrade y Pedro Espinosa, subteniente Hernando Cáceres, capitán 2o. Benito C. Contreras 1o. Manuel V. Valadez, subtenientes Julio Alayola y Fausto Cruz, Antonio Crastón, subtenientes Miguel Medina y Wilfrido Chirín, tenientes José Ibarra, Antonio Hernández, Ezequiel Rivero y Manuel Sánchez, mayor Manuel Vega Mayorca, capitán Adolfo Echagaray, coroneles Limón y Berrones, y los jefes y oficiales de la policía constitucionalista, entre ellos los señores Juan Pérez Lara y Felipe Vélez, jefe y subjefe, respectivamente, de la policía judicial y el teniente José A. Tavárez. También asistieron los señores diputados Lara Rivero, Pino, Cuevas G., Rodríguez Castillo, Castro Monforte, Sánchez Cuevas, Novelo y Sobrino Vivas, y el licenciado Santiago Hernández, del vecino Estado de Campeche.

"A la hora mencionada, bajo la presidencia del teniente coronel Manuel Madrigal comenzó la junta revolucionaria. Manifestó a la concurrencia, que el coronel don Antonio Medina lo había facultado para representarlo en aquella junta, en virtud de que había sido llamado urgentemente por el general Obregón, con el objeto de celebrar una conferencia; que creía que aquella entrevista podría requerir mucho tiempo y que con tal motivo lo autorizó para que permitiera que los presentes cambiaran impresiones e indicaran cuál sería el hombre, al entender de ellos, que pudiera regir provisionalmente los destinos del Estado. Asimismo dijo que antes de ayer, el coronel Medina celebró con el general Obregón una conferencia, de quien recibió instrucciones para proceder conforme al plan de Agua Prieta; que como éste habla del desconocimiento de las autoridades que no hubiesen emanado de la voluntad popular, lo había autorizado para que se desconociera a la Legislatura del Estado y demás autoridades, que fueron impuestas por elementos militares por orden del Gobierno del centro, y que desde aquel momento quedaba autorizada la concurrencia para elegir a un correligionario suyo, a fin de que asumiera el poder. Después invitó a todos los que quisieran hacer uso de la palabra, para proponer a cualquier candidato.

"El licenciado Sánchez Vera hablo extensamente de la personalidad del general Obregón y dijo que el Congreso fue impuesto por las bayonetas y no por el pueblo, e invitó a los diputados presentes para que defendieran la legitimidad de sus credenciales. Terminó pidiendo que se les respetara, dando así una prueba de democracia.

"El teniente coronel Madrigal volvió a hacer uso de la palabra y suplicó nuevamente que dando una prueba de civismo, no se hicieran cargos a los diputados; que el gobierno debía constituirse militarmente mientras vuelve el gobierno constitucional, y que los oradores se limitaron únicamente a proponer a tal o cual candidato; que no podía permitir que en aquel lugar se discutiera legalidad o ilegalidad de las autoridades desconocidas.

"El teniente Romero Palofox propuso al coronel Medina para gobernador provisional, por ser, según manifiesto, a quien corresponde el poder como jefe de la revolución.

"El licenciado Sánchez Vera dijo nuevamente que el coronel Medina, en distintas ocasiones había manifestado que no aceptaría el cargo de gobernador civil. Que había un ciudadano que ha expuesto su vida en varias ocasiones y era

candidato del general Obregón y revolucionario antiguo, o sea el licenciado don Tomás Garrido; que la concurrencia se fijara en él para gobernador provisional. Esta proposición fue recibida con una salva de aplausos y vivas.

"El doctor don José María Esquivel habló en nombre y representación del Centro Electoral candidatura Alvaro Obregón; dijo que con aquella representación se adhería a la proposición del licenciado Sánchez Vera y que el licenciado Garrido, a quien hacía un momento había tenido el gusto de conocer le había manifestado que aceptaría aquel cargo siempre que su nombramiento lo dimanara el Congreso local. Después hizo ligero panegírico de la vida revolucionaria del licenciado Garrido.

"El señor Luis Torregrosa también habló adhiriéndose a lo que había manifestado el teniente coronel Madrigal y se refirió a que el coronel Medina como hombre honrado y revolucionario, no había querido aceptar el cargo de gobernador, pues únicamente seguiría como jefe de las armas para poder dar garantías a la sociedad. También se refirió extensamente a la vida política del licenciado Garrido. El señor José Castrejón como representante del Partido Liberal Constitucionalista, felicitó al coronel Medina y a sus soldados por su triunfo.

"Don Santiago Pérez comenzó diciendo que el licenciado don Luis Cabrera, hombre que fue funesto para la revolución mexicana, en cierta ocasión dijo lo siguiente: "La Revolución es la Revolución" Que estas palabras, todos los revolucionarios las debían tener siempre presentes por ser de bastante significación en el momento. Pidió que desaparecieran todas las autoridades del Estado que fueron impuestas por elementos militares que estaban presentes, pero que quizá lo hicieron por un error. Tuvo frases muy duras para los diputados locales.

"El teniente coronel Madrigal nuevamente hizo uso de la palabra para suplicar a los oradores que no hicieran cargos a las autoridades a quienes se acababa de desconocer, porque no era el momento, reiterando su súplica para los que siguieran en el uso de la palabra se limitaran a hablar de sus candidatos.

"En estos momentos llegó el coronel Medina, cediéndole la presidencia el teniente coronel Madrigal.

"El coronel Medina, dirigiéndose a la concurrencia, dijo poco más o menos:

"Señores: Esta reunión que hemos tenido, tiene forma de provisional; ya expuse ante el pueblo yucateco la actitud de mis fuerzas para con él, conforme al Plan de Agua Prieta; las autoridades impuestas por consigna, quedan desconocidas. El caso no es para ejercer venganzas políticas. Recordemos las palabras del benemérito de las Américas, licenciado don Benito Juárez: "El respeto al derecho ajeno, es la paz." Como jefe que soy de estas fuerzas de Campeche y de este Estado, he prometido el orden absoluto y respetar las vidas e intereses de todos. Don Venustiano Carranza fue nuestro patriarca; pero, desgraciadamente se rodeó de individuos nefastos para la patria mexicana y de algunos tinterrillos de pésimos antecedentes. Reconocemos que más tarde fue un tirano y, con tal motivo, nos hemos puesto al lado de un hombre honrado, como lo es el general Obregón. Si mañana éste se vuelve tirano, también lo iremos a batir."

"Repitió las palabras que pronunció en su discurso de anteayer, en el sentido de que no viene a atacar a ningún partido político y excitó a la concurrencia a que no se ataquen los unos a los otros.

"El doctor Esquivel Fernández hizo otra vez uso de la palabra, ratificando en todas sus partes la proposición del licenciado Sánchez Vera, en favor del licenciado Garrido para gobernador.

"El coronel Medina preguntó que si aquella proposición era de aprobarse, lo que hizo por aclamación. Inmediatamente, el mismo coronel Medina recibió al licenciado Garrido, designado Gobernador provisional, la protesta de ley, presentándolo a la concurrencia.

"Lo interrogó para que manifestara si cumpliría con el Plan Revolucionario de Agua Prieta, y habiendo contestado afirmativamente, le dijo:

"Mientras así sea, contará usted con nuestro apoyo y con el del pueblo yucateco; pero si no lo cumpliere, nosotros le bajaremos del poder y le castigaremos enérgicamente.

"El mismo coronel Medina propuso se levantara una acta para que firmaran todos los presentes y para su publicación, para conocimiento de la República. Dicha acta ésta concebida en los siguientes términos:

"En la ciudad de Mérida, Estado de Yucatán a los trece días del mes de mayo de mi novecientos veinte, reunidos en el salón de actos del Palacio del Poder Ejecutivo, los jefes y oficiales del movimiento revolucionario, así como gran número de civiles de todas las clases sociales, a moción del jefe del movimiento, coronel Antonio Medina, después de haber explicado a la concurrencia que se trataba de elegir provisionalmente a una persona lo suficientemente honrada y capaz de ocupar la primera magistratura del Estado, provisionalmente , se sometió a discusión, y después de haber hecho uso de la palabra varios oradores, levantando los méritos y aptitudes del licenciado Tomás Garrido C., fue designado por aclamación unánime gobernador provisional del Estado. Acto continuo, el C. jefe militar, coronel Antonio Medina, en voz alta tomó al citado licenciado Garrido la protesta siguiente:

"Protestáis, señor licenciado Garrido, cumplir honradamente el cargo que os ha confiado la representación del Ejército y del pueblo Yucatecos" A lo que contestó: "Sí protesto" Replicándosele: "Si así lo hiciereis, tendréis el apoyo de la fuerza revolucionaria que hoy os eleva a este cargo; de lo contrario, con la misma facilidad con que se os ha puesto, se os quitará."

"Para constancia, se levanta la presente, siendo las once de la mañana, y firmando el jefe militar, el gobernador provisional, los jefes y oficiales que estuvieron presentes, así como las personas que estuvieron presentes y desearon firmar."

"Mientras la aludida acta se levantaba, el coronel Medina, acompañado del nuevo gobernador y de otras personas, salió al balcón central del Palacio, y desde allí el señor Luis Torregrosa hizo la presentación del licenciado Garrido al pueblo, que

estaba en la plaza principal, en términos parecidos a los que se había referido en la reunión."

El C. Garrido C.: Como ve el señor Lara, así son todas las imposiciones, y además de "La Revista de Yucatán," está "El Correo" y está "La Prensa," que hablaron de eso.

El C. Mijares: ¿Me permite una interpelación el orador? ¿Qué no conoce el señor Garrido el artículo 7o. de la Constitución General de la República? Con permiso del señor presidente.

El C. Garrido: Sí lo conozco.

El C. Mijares: pues la prensa no puede atacar la moral, señor exgobernador; pero, naturalmente, los gobernadores ven las cosas con el color del vidrio de su alma.

El C. Garrido C.: ¿Qué les parece a ustedes que todos los gobernadores y presidente de la República, a pretexto de que se ataca la moral, empezaran a encarcelar a todos los periodistas? ¿No les parece a ustedes que eso debe dilucidarse ante los tribunales judiciales? ¿Por qué fue combatido don Venustiano Carranza cuando mandaba periodistas en viaje de rectificación a Chihuahua, etcétera, y a otros puntos?

El C. Mijares: Con permiso del señor presidente. Porque ellos nunca atacaron la moral. (Siseos Campanilla.)

El C. Garrido C.: ¿Y si se deja al criterio del gobernador cuándo atacan la moral y cuándo no? Sobre todo, hay la ley judicial, expresamente dice a quién le corresponde juzgar esos casos. Sobre todo, eso no tiene que ver nada con la elección. (Toses). Dejando a un lado lo del Partido Radical, que son asuntos netamente personalistas, voy a tratar sobre los tres puntos que abarca el dictamen. Primero: Que fuí impuesto. No hay ningún dato, ninguna prueba; no hay ninguna de algunos ciudadanos, de que algunos presidentes de casillas hayan sido encarcelados, que hayan sido atropellados. Se habla de imposición. Naturalmente, nosotros podemos decir mañana, los que salgan derrotados en las elecciones presidenciales, porque el señor general Obregón no es enemigo de don Adolfo de la Huerta, van a decir que fue impuesto; solamente aquéllos que son enemigos de la autoridad, son los que obtienen el triunfo. La diputación del Estado de Chiapas no es enemiga del Gobernador; la diputación de Sonora no es enemiga del gobernador.

Segundo punto: Me situaron cierta cantidad de dinero ¿Aquí se hizo la elección o fue en Tabasco? Si se hizo allá, entonces se hubiera repartido allá. Sobre todo, yo tengo la satisfacción de no necesitar del Gobierno el pago de mis gastos. (Una voz: ¿y en Yucatán?) ¿En Yucatán? Está bueno. (Risas. Voces: ¿Y en Tabasco?) En Tabasco? (Risas. Campanilla.) Déjenlos que hablen.

El tercer punto: Que he perdido la vecindad, que soy hijo de Chiapas, Yo puedo decir que no, porque aquí no está el acta de nacimiento con que se me acredite que nací en Tabasco o Chiapas, porque el estado civil de las personas se comprueba por medio de las actas del registro Civil, y no con dos cartas de amigos políticos del general Ramírez Garrido.

El C. Mijares: Para una interpelación (Siseos.)

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Mijares: Volveré a repetir la interpelación que le hice en este recinto a uno de los diputados que fue expulsado, a ver si usted contesta: ¿Es usted originario de Tabasco o de Chiapas? Interpelo al señor.

El C. Garrido C.: A fuer de hombre honrado digo que nací en los límites de Tabasco y Chiapas. (Siseos. Risas. Campanilla.)

El C. presidente: La Presidencia hace saber a las galerías, y particularmente a las personas que se encuentran en el primer palco de la izquierda, junto a la columna, que no deben tomar parte en el debate, dirigiéndose a los oradores, porque serán expulsados de la tribunas. (Aplausos.)

El C. Garrido C.: Dice el Derecho Civil que cuando uno nace en un viaje por mar o por tierra, no por eso es uno originario de la bandera que ampara el barco, sino que tiene uno la nacionalidad de sus padres. Yo voy a cumplir el 20 de septiembre del presente año, y si algún diputado quiere hacerme algún obsequio, ya lo sabe. (Risas.) Tengo veintinueve años y días de vivir en Tabasco; todos mis esfuerzos, todos mis desvelos han sido puestos al servicio de Tabasco. Señor licenciado Martínez de Escobar, ¿no es cierto que yo allí fuí juez de Distrito y luché contra la tiranía?

El C. Martínez de Escobar: Yo voy a subir a esa tribuna, estimado compañero Garrido, y voy a contestar según los deseos de usted.

El C. Garrido: La Constitución de Tabasco, expedida y firmada por los señores Martínez de Escobar y el general Ramírez Garrido, dice algo sobre la vecindad. Artículo 14, fracción II.

El C. secretario Zincúnegui Tercero, leyendo: "Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Tabasco.- Artículo 14, fracción II. Por dejar de residir seis meses en el Estado, aun cuando no se diere aviso a la autoridad."

El C. Garrido C.: Ya ven ustedes. El dictamen dice que de mayo a agosto estuve fuera del Estado. Son tres meses, todavía me quedan tres meses más que podía haber salido del Estado. Además, en las circunstancias que yo salí del Estado, y ya vemos el caso del señor Aillaud, que sabiendo que lo iban a aprehender salió del Estado, pues a mí me tuvieron amarrado, me formaron consejo de guerra y después me embarcaron en un barquito, como consta en un mensaje de autoridades que no tienen nada que ver con el general Carlos Greene.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Campeche, a 26 de julio de 1920.- Licenciado Tomás Garrido.- H. Buenos Aires. - Como autorización del señor gobernador interino en el Estado contesto su telegrama de ayer en el sentido de que consta a este Gobierno y pueblo campechanos, que usted fue expulsado de Tabasco, preso en esta ciudad por jefe guarnición, Anacleto Guerrero, quien custodiado lo remitió a Mérida por su filiación y actitud leal al obregonismo.- Afectuosamente.- Secretario general interino, Santiago Hernández."

El C. Garrido: Del juez de Distrito de Mérida.

- El mismo C. secretario, leyendo:

Mérida, Yuc., 16 de agosto de 1920.- Licenciado Tomás Garrido.- Hotel Buenos Aires.- Suyo 21 cónstame que en mayo fue traído preso por considerársele mezclado movimiento obregonista

efectuóse Villahermosa y que general Garza dióle ciudad por cárcel.- Felipe Bueno."

El C. Garrido: Y no pedí una constancia al juez de Distrito de Campeche, licenciado Martínez Alomía, por existir la circunstancia de que es mi pariente político, pero gracias a la intervención del licenciado Martínez Alomía, juez de Distrito de Campeche, y del licenciado Felipe Bueno, juez de Distrito de Mérida, el primero fue personalmente al cuartel donde me tenían preso en el momento en que estaba nombrada la escolta para fusilarme, a suspender el acto, y el licenciado Felipe Bueno se apersonó con el jefe de las operaciones, general De la Garza. Como queda demostrado, según la Constitución de Tabasco, y las circunstancias que me hicieron salir de Tabasco no he perdido la vecindad. Ahora, respecto lo que dijo alguno de las galerías, que no sé qué cosa de Yucatán, quiero que se vea la opinión del periódico que regentea el presidente de la Sociedad de Periodistas y las frases que tuvo para mi humilde persona al abandonar el Estado.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"La prensa". Diario informativo.

"Licenciado Tomás Garrido.

"Ha entregado el Gobierno de nuestro Estado el licenciado Tomás Garrido, a quien debiera substituirlo.

"Y ahora que el licenciado Garrido es un ciudadano como otro cualquiera, cábenos la satisfacción, recogiendo la expresión popular, de felicitarlo por su actuación gubernativa.

"Digamos que ella no ha levantado, no ya una ola, pero ni la más leve rizadura de descontento; y parecerá que habremos dicho bastante.

"Pero no. Hay que decir que el pueblo de Yucatán ha visto con satisfacción su estancia en el Gobierno en el momento de revolución; y que siente ahora su despedida, y habremos dicho más, y más en verdad.

"El licenciado Garrido puede irse con la conciencia de haber sabido conquistarse con una gestión patriótica y honrada las simpatías de nuestro pueblo noble.

"Que tuvo errores, nadie lo discute; pero, ¿qué hombre, por sabio que sea, no los tiene? Ninguno.

"Por eso nos complace recoger el sentir popular que aprueba la actuación del licenciado don Tomás Garrido de hacerla pública en prenda de justicia."

El C. Garrido C.: Con que ha quedado demostrado que la Comisión dictaminadora no se basó en ningún documento probatorio, que obró parcialmente al dictaminar en el sentido de declarar al general Ramírez Garrido diputado por el 2o. distrito electoral del Estado de Tabasco, pues no consta ni hay dato ninguno que pueda tomarse como prueba fehaciente de que yo haya sido impuesto, que no consta que ningún votante, ningún presidente de casilla, ningún partidario de Ramírez Garrido haya sido aprehendido ni molestado en lo más mínimo. El general Ramírez Garrido me ganó la elección en el caso de la ciudad de Frontera, donde estaban las autoridades, y las ganó por maniobra del presidente municipal de Jonuta, haciendo la elección solamente en una casilla y en un lugar apartado, lejano, en los límites con Campeche, como es San Pedro, en la ribera de San Pedro.

Respecto al dinero que me dio el Estado está comprobado que me fue remitido aquí para asuntos del Gobierno. Hoy hablando con el licenciado Santamaría que no es mi amigo político, me hizo una declaración ante el diputado doctor Atanasio Gutiérrez, de que los presidentes de castillas del municipio de Jonuto no habían podido concurrir a la Junta Computadora porque el Gobierno del Estado no les había suministrado la cantidad a que tenían derecho, y esto se motivó porque yo recriminaba al presidente municipal de Macuspana, que había obstruccionado mi candidatura, como consta en el presente mensaje.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Macuspana.

"Telegrama procedente de Macuspana, Tab., 2 de agosto de 1920.

"Tomás Garrido C.- Hotel Buenos Aires.- Enterado suyo. Autoridades en contra su candidatura.- Ayer recibiéronse boletas, probablemente no haya elecciones hoy este municipio.- Avisarle resultado. - Salúdole-. Rubén."

El C. Garrido C.: Esta es la imposición. En Montecristo, lugar donde los partidarios del Partido Radical Tabasqueño, de todo el partido radical del ilegítimo, del falso, perdieron las elecciones y la obtuvieron los partidarios de vuestro general Luis Felipe Domínguez; todo ese municipio me dio el triunfo; ¿allí hubo presión de Greene, donde no pueden ver a Greene? Aquí está el mensaje.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Montecristo, Tab., 4 de agosto de 1920.

"Licenciado Tomás Garrido C.- Hotel Buenos Aires.- Por mayoría absoluta triunfó tu candidatura este municipio. Felicítole sinceramente.- Alejandro Lastra."

El C. Garrido C.: Esta votación, como la de Macuspana, Balankán y Tenosique, donde triunfé por absoluta mayoría, no se me computó; ¿por que? por el apoyo que me dio el Gobierno, que no fue capaz de facilitar los fondos, conforme a la ley, a los presidentes de casilla para que asistieran a la Junta Computadora.

Ahora, señores diputados, como habéis visto, he refutado con pruebas, no con palabras, el dictamen; no me he metido a alusiones personales, porque soy enemigo de atacar en público a mis contrincantes; cuando sienta algo de ellos, personalmente lo arreglo. Ahora el señor Lara me tiene mala voluntad, porque fue Bertani a atacar la soberanía de Tabasco y yo la defendí y sufrí vejaciones y yo estuve a punto de ser asesinado unas dos veces, y lástima que no esté el C. Martínez de Escobar, que estuvo en el Juzgado de Distrito...

El C. Martínez de Escobar: ¡Es cierto, señor Garrido!

- El C. Garrido C.:.... que estuvo en el Juzgado de Distrito preso conmigo y expuesto a ser fusilado. Esta es la inquina que me tiene el señor Lara; pero dígame usted, ¿qué haría en lugar mío, digo, si no tiene usted miedo, (Risas.) le nombraran gobernador de un Estado y que un jefe militar porque se lo ordenaba el señor Carranza o Juanito Barragán, fuera a destruir lo que con tanto sacrificio, con tanta lucha de ese pueblo habíamos conseguido para triunfar? También usted debe tenerle coraje al señor De la Huerta, porque

defendió la soberanía de su Estado y en cada caso que se trata debe usted atacarlo, porque tiene ese delito, el mismo que tengo yo, de haber estado allí sin armas, ni elementos, ni nada, soportando esa tiranía y al fin entrar triunfante a Tabasco. Señores diputados, no pido que me déis el voto a favor, sino que resolváis en conciencia. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el C. Luis León.

El C. León Luis L.: Señores: Principiaré, como el señor Aguirre Colorado por decir que no haré retórica y haré un esfuerzo por ser claro y ser breve. Me ha causado una profunda desilusión la defensa que de su credencial hace el licenciado Garrido que, como a todos les consta, oradores eminentes de palabra elocuente vinieron en el caso del general Aguirre Colorado a hacer una requisitoria formidable sobre los procedimientos electorales que llevó a cabo el gobernador de Tabasco. Nada de eso ha destruído, todo quedó en pie y el aplauso que el público dio a esta honorable Cámara por haber rechazado aquella credencial obtenida por malos manejos, por haber rechazado de una manera enérgica los procedimientos violentos que burlan el voto de los conciudadanos, que no deben existir dentro de nuestro país, sigue en pie; y si hoy, como lo probará después hablando de todos los asuntos de Tabasco que tan profundamente conoce, el C. Martínez de Escobar, volvéis a rechazar una nueva imposición, un nuevo aplauso será con el que premie el público la actitud de esta Cámara. (Aplausos. Siseos.)

Se nos dice, señores, que los documentos que aquí han demostrado que durante la época, de la propaganda electoral, porque me parece que uno de ellos tiene fecha veinte de agosto, veinte de julio de 1920, que recibió el señor licenciado Garrido C., no quieren decir nada; ¿no quiere decir absolutamente nada estar ligado económicamente con el gobernador, no tener ningún puesto que lo imposibilite para ser diputado, sino ser ese algo que ocupan siempre los, que vulgarmente se llaman achichincles de los gobernadores, los serviles de un gobernador, que se llaman representantes personales? ¿y a qué partida del presupuesto están cargadas esas cantidades que entregaban al licenciado Garrido? A la partida indudablemente de gastos extraordinarios, a la partida que admirablemente calificó Maura en España de partida de los reptiles. ¿Que no quiere decir, no significa nada que haya triunfado el señor Garrido en un Estado en el que precedió al señor Greene como gobernador, en el que puso las autoridades municipales? Por este solo hecho, que no ha desvanecido, que no ha venido a combatir cuando lo dijeron en sesiones pasadas, por ese solo hecho de que las autoridades que estaban ligadas ¿qué no quiere decir nada que sea uno de los favoritos, el hombre de la confianza del gobernador Greene, al grado tal de que sea su representante personal? Si en sesiones pasadas la voz elocuente de Martínez de Escobar demostró de manera profunda, hasta llevarlo al fondo del convencimiento de la Asamblea, que el general Greene sigue prestando toda su ayuda, como en el caso del general Aguirre Colorado, si por obra de encantamiento el general Greene, que tiene esa psicología, que tiene esos cargos pesando sobre él, si por obra de encantamiento tratándose de un hombre de su intimidad, de su confianza, de su representante personal ¿no iba a violar una ley? ¿iba a respetarla? ¿Tenía necesidad de imponer al señor general Aguirre Colorado y no tenia necesidad de imponer a su representante personal, su amigo Tomás Garrido? (Aplausos.)

Se dice de la discusión de los partidos radicales de Tabasco, entre el legítimo y el ilegítimo, que pondría en claro, porque lo conoce profundamente, el licenciado Rafael Martínez de Escobar; se dice que los clubes de aquellos partidos - lo dijo el señor Aguirre Colorado vinieron a la Convención obregonista; pero nosotros, señores, que asistimos como humildes personalidades al último movimiento social que derrocó al gobierno del señor Carranza, nosotros hemos tenido muchas decepciones sobre esas pruebas. !Cuántos fueron a la Convención y cuántos en los momentos de prueba, días después de la Convención, cuando el Gobernador del señor Carranza levantaba el fantasma de una fuerza enorme, de esa formidable amenaza para aplastar a los rebeldes que protestaban contra el atropello de las libertades públicas; cuantos de los de esa Convención permanecieron inermes y cantos otros de los que figuraron en la Convención fueron a acogerse a la corriente del bonillismo. Nosotros, señores que asistimos a esa jira del general Obregón en aquellos momentos difíciles, debemos de aclarar en nuestro fuero interno que no son formidables argumentos los que presenta el C. Aguirre Colorado para saber la actitud del partido que a ellos los mandó a la Cámara, el que venga a declarar el general Obregón. Aquí se dice: yo recibí una carta del general Obregón; otros, que lo dirá el general Obregón. Ya parece pila de agua bendita el general Obregón y para nosotros esto no es prueba, no es autoridad el que venga a declarar el general Obregón ni vendrá. Además nosotros que asistimos junto con él a aquella jira de propaganda democrática, vimos que entonces muchos de los que ahora lo aclaman, muchos de los que lo siguen como propagandistas, de los que ahora construyen arcos triunfales, huían de Obregón como si Obregón los pudiera contaminar de un apeste que se llamara el anticarrancismo. La lectura que hace de "La Revista de Yucatán" y de "La Prensa" no tiene valor ni en cuanto a demostrarnos que fue un gran gobernador de Yucatán, cosa que se extraña al debate y solamente tiene el valor para demostrarnos que sí estuvo fuera del Estado de Tabasco. Aquí se está acostumbrando, se está convirtiendo en costumbre traer como pruebas los periódicos. Los periódicos muchas veces, como ayer lo vimos, como "La Revista de Yucatán", están empapados en el calor de las pasiones políticas del combate electoral, y, señores ¿qué os parecería al licenciado Garrido que viésemos penetrar por aquí la calva rutilante del señor Bunillas con un rimero de papeles y periódicos en el brazo, a probar con la prueba irrebatible de "El Liberal", "El Demócrata" y "La República" que él en aquella vez era el candidato popular? Indudablemente que no le daríamos valor a tales pruebas, ¿y qué prueba puede hacer un periódico que se levante en un himno al que ha sido nombrado gobernador?,

probablemente que el periódico tiene sus fines preconcebidos, probablemente necesita estar bien con los que han sido nombrados mandatarios; pero aquí no se ha insistido sobre ciertos hechos que sí están probados en el expediente electoral.

Las boletas de licenciado Tomás Garrido no fueron selladas ni firmadas. La inscripción de la candidatura del señor Tomás Garrido C. fue hecha después del término que marca la ley. Me parece que el día 23 de julio se inscribió primero la candidatura del propietario del licenciado Santamaría, que ahora trae como prueba en una declaración el señor Garrido; pero que por telegrama posterior, que según entiendo obra en el expediente, fue retirada y puesto el nombre del licenciado Garrido el día 25 ¿Qué os parece? ¿no hay parcialidad de parte de las autoridades municipales, cuando después de transcurrido el término que marca la ley se pudo registrar la candidatura del licenciado Garrido y no se pudo registrar la candidatura de su contrincante; cuando no se admiten las protestas de los contrincantes en las casillas instaladas? Hay más, la casilla número 13 que debía instalarse en Tabasquillo, no funcionó por no haberse presentado el instalador ni los ciudadanos que marca la ley, y sin embargo, aparece un paquete de elecciones como funcionando con el número de la casilla número 13. El domingo, como lo previene la Ley Electoral, debió funcionar la casilla número 15; la casilla número 15 funcionó el lunes; esos hechos que constan en el expediente, no los ha refutado el licenciado Garrido; por lo demás, y poniendo de manifiesto la honorabilidad y honradez del licenciado Garrido, ha dejado ante la consideración de ustedes la duda de su vecindad; cuando fue interrogado por el ciudadano compañero, dijo que nació en los límites. Eso es vago, y como argumento para decir que puedo tener la vecindad, ponía aquellos del estado civil de las personas en que decía que si nacía en el camino tenía la nacionalidad de sus padres, achacando a sus ascendientes, sin quererlo, que fuera una caravana de gitanos en procesión y que naciera el licenciado Garrido en no sé que lugar incierto donde no está marcado si es Tabasco o si es Chiapas. (Aplausos. Siseos.)

El argumento que he presentado aquí, de que la Constitución local de Tabasco le da vecindad, es una niñería en labios de un señor abogado. Yo no lo soy, y, sin embargo, sé que las elecciones federales se rigen por los principios federales, por la Constitución General de la República y la Ley para Elecciones de Poderes Federales y que los principios de las constituciones locales aplicables única y exclusivamente a elecciones de poderes locales y no soy abogado, licenciado Garrido.

El licenciado Garrido, que no quiere precisar dónde nació, en Punta - Gorda, de la municipalidad de Playes de Catavaca, del Departamento del Palenque; es, pues del Estado de Chiapas. Una vez que aquí no se ha venido a desvanecer la requisitoria formidable que contra las labores imposicionistas que el general Greene hizo en el caso del general Aguirre Colorado, los oradores que en aquel entonces hablaron, una vez que él no ha venido a demostrar que es hijo de Tabasco y que, por consiguiente, tiene la vecindad; una vez que no ha venido a demostrar por qué existe ese expediente de la casilla número 13 y por qué existe ese expediente de la casilla número 15, que fue constituída el lunes 2 de agosto; una vez que a nosotros no nos ha probado la legalidad de su elección, que no nos ha probado que carecía de ligas con el gobernador de Tabasco; que, por el contrario, ha demostrado que es persona la más adicta a él, puesto que es su representante personal, y no ha desvanecido los cargos formidables de que el general Greene ha burlado el voto público, nosotros debemos votar por el dictamen de la Comisión. Nosotros rechazaremos esa credencial, como debemos rechazar todas aquellas que vengan manchadas con la influencia de los gobernadores, porque de una vez para siempre debemos sentar el precedente en la XXIX Legislatura, de que por esa puerta se entra amplia y francamente; que no son las puertas angostas de la aplanadora, donde todo era grande, donde todo era inmenso, menos las puertas por donde había que entrar a esta recinto, arrastrándose, pasando por las horcas caudinas de los presidentes municipales, de los gobernadores de los Estado, de los secretarios de Gobernación. (Aplausos.)

El C. Aguirre Colorado Fernando: Deseo hacer una interpelación al C. León Luis.

El C. presidente: El señor Aguirre Colorado Fernando pide la palabra para una interpelación al C. León.

El C. León: Con gusto, compañero.

El C. Aguirre Colorado Fernando: Usted afirma que el general Greene impuso y tomó participación activa en las elecciones de Tabasco; ha dicho usted eso. (Voces: !No se oye!) Que Greene ha impuesto a los candidatos en Tabasco ¿He sido yo impuesto por el general Greene?

El C. León: Yo no tengo datos para juzgar la elección de usted; los tengo sobre su primo o pariente, el general Aguirre Colorado, y sobre el señor Tomás Garrido.

El C. secretario Tirado: No habiendo más oradores inscritos en contra, tiene la palabra el C. Martínez de Escobar Rafael.

El C. Céspedes: Pido la palabra en contra.

El C. presidente: ¿En contra? No paso usted a inscribirse.

El C. Céspedes: Porque ya estaba usted dando la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Céspedes.

El C. Céspedes: Ciudadanos representantes: Yo no vengo a esforzarme por bajar del Helicón las musas inspiradoras de un discurso lírico, de sentimentalismo revolucionario; un noble propósito de hacer justicia en el caso que se debate, me ha hecho venir a esta tribuna a inscribirme en el momento que ustedes escucharon. Efectivamente, ciudadanos representantes, el dictamen de la Comisión que no sé por qué no se encuentra presente en estos momentos para que nos ilustrara abundantemente en el caso que se discute - concluye con la primera proposición que dice:

"I. Por incapacidad legal del candidato y por haber mediado presión oficial en el segundo Distrito Electoral del Estado de Tabasco en favor del C. Tomás Garrido C."

Procuraré, ciudadanos diputados, hacer unas

breves ideas sobre el particular. No es precisamente un discurso. La Comisión en la parte expositiva de su dictamen encuentra como fundamento de prueba bastante para llegar el convencimiento de que hubo presión en estas elecciones los dos documentos de la oficina de Hacienda de aquel Estado que dicen: Haberle remitido el C. Tomás Garrido C. dos distintas cantidades a esta capital, en donde se encontraba el propio señor Garrido en el desempeño de una comisión de aquel Gobierno. La verdad, ciudadanos diputados, es que estos dos documentos que corren agregados a la parte principal de este expediente no son elementos bastante de prueba para llevar el ánimo de la Asamblea que en el distrito hubo la presión tan sostenida por los elementos del pro de este dictamen, ¿y qué, no tenemos muy presentes, muy frescos en la memoria los casos resueltos por esta honorable Asamblea en las personas de muchos de nuestros compañeros que por situación especial que guardaban en los momentos de las elecciones, bien pudiera argüirse con mayor fundamento que en sus respectivas elecciones había existido una presión irritante? Yo me permito presentar el caso típico del licenciado Alessio Robles, secretario particular del presidente de la República, en que salió electo por un distrito de Coahuila. (Voces: !Usted lo dice, es de ahí!) Es coahuilense, efectivamente pero era secretario particular del presidente de la República, que tiene jurisdicción en toda la República.

El C. Manrique: No hay prohibición legal, compañero.

El C. Céspedes: No me voy a referir a la prohibición legal constitucional, C. Manrique, sino a la posición especial que el señor Robles guardaba cerca de una autoridad con jurisdicción en toda la Nación.

El C. Garrido C. se hallaba fuera del Estado de Tabasco, no estuvo presente ni un solo día en los trabajos preparatorios de su elección, estuvo aquí en la capital de la República en el desempeño de una comisión de aquel gobierno y como tal parece, fue, según los documentos, había recibido cantidades para sostenerse aquí mientras resolvía el asunto que le trajo, favorablemente o no. ¿Qué otra clase de elementos de prueba se han exhibido ante esta honorable Asamblea, para que se nos convenza de que ha habido presión en ese distrito? Solamente, señores diputados, los alegatos líricos de los ciudadanos ordenadores del pro; pero eso, ciudadanos diputados, no es elemento bastante de prueba ante nosotros. Eso y mucho más podría argüir cualquier contendiente de cada uno de nosotros, porque a ninguno le faltan palabras o medios para hacer que uno de los compañeros venga a sostener aquí que por tal o cual motivo hubo presión en tal distrito; que por tener tal situación especial en el Estado, hubo presión en su favor. Esto a todo mundo se alcanza y esto es fácil de alegar. Yo sostengo en esta tribuna que hasta este momento no ha habido elementos bastantes de prueba para dictaminar en contra del C. Garrido C., y yo quisiera que la Comisión estuviera en estos momentos para que ella nos expusiera punto por punto los documentos, pero documentos de fuerza legal, que tuvo a la vista para llegar a esta convicción. Otro de los puntos que la Comisión alega para dictaminar en contra del señor Garrido, es el de incapacidad legal, porque le está negando la vecindad en aquel Estado. Yo vengo a sostener aquí, ciudadanos presuntos diputados, que la vecindad del C. Garrido C. no la ha perdido en el Estado de Tabasco, y no la ha perdido por las circunstancias especiales que concurren en la separación del señor Garrido de aquel Estado. La vecindad es un acto volitivo del ciudadano, es un acto que depende del libre albedrío de las personas; en tal virtud, la vecindad se pierde cuando esta persona la quiere perder y se conserva cuando esta persona llena tales a cuales requisitos de la ley. Esta honorable Asamblea ha oído de labios del C. Garrido C. y por la relación que la misma Comisión hace en su parte expositiva del dictamen, que salió del Estado de Tabasco en el mes de mayo, es decir, hace tres meses. Además el C. Garrido C. ha dado a conocer por conducto de la Secretaría algunos documentos que atestiguan abundantemente, que demuestran elocuentes que el C. Garrido C. salió de aquel Estado expulsado preso, amarrado, hasta el puerto de frontera, en compañía de algunos otros jefes y oficiales militares. (Siseos y murmullos.) Del puerto del Frontera salió embarcado, a Campeche; en Campeche, el jefe de la guarnición, según acta que conserva el C. Garrido C., lo aprehendió, y en Campeche estuvo amenazado de ser fusilado, por lo que pidió amparo, ya que creyó violada su garantía constitucional, la más suprema, la de la vida. El juez de Distrito de aquel lugar, según mensaje que ha dado a conocer el C. Garrido C., personalmente se presentó a amparar a este ciudadano, lo arrebató de la férula militar, de las garras del jefe de la guarnición que estuvo a punto de fusilarlo; la justicia federal amparó al C. Garrido C. y, en esa virtud, se encaminó a Mérida. Allí el C. Pablo de la Garza, si mal no recuerdo, jefe entonces de la guarnición, le dio la ciudad por cárcel. En esas condiciones sobrevienen los acontecimientos que todos conocemos, la península yucateca responde al llamado de la revolución, surge la necesidad de nombrar una primera autoridad militar política de aquel Estado, un gobernador, y en junta de civiles prominentes de la península, con militares de aquel lugar, acuerdan el nombramiento del C. Garrido C., quien se hace cargo del Gobierno de aquel Estado accidentalmente, en tanto el Senado de la República o la autoridad del movimiento revolucionario, la primera autoridad, hace la designación de quien fuera a substituirle. Pues bien, señores diputados; el C. Garrido C., abandonado en las condiciones que acabo de explicar el Estado de Tabasco, no lo hizo por su voluntad, lo hizo por la fuerza, no podría nunca haber perdido la vecindad de aquel Estado porque faltaron los dos elementos esenciales, faltó que se llenara lo prescrito en la fracción II del artículo 14 de la Constitución Política de aquel Estado, que dice que deben pasar seis meses para que se considere perdida la vecindad y faltó también la voluntad expresa y libre del C. Garrido C., por tanto, no tiene el C. Garrido C., en mi concepto, perdida la vecindad de aquel Estado y, por tal motivo, no tiene razón la Comisión para decir que está incapacitado el C. Garrido C. para haber jugado como diputado en aquel distrito, para decir que no es vecino de aquel Estado. son las dos causas fundamentales, los dos

argumentos torales que la Comisión en su dictamen alega para decir que es nula la elección del C. Garrido C. Cuando a esta tribuna, ciudadano representante, vengan los elementos de prueba elocuentes que nos convenzan de que el C. Garrido C. está incapacitado legalmente y que el C. Garrido C. tuvo en su favor la presión oficial y abominable de todos los violadores del sufragio popular, entonces yo reverente me inclinara ante la fuerza de este dictamen; pero en tanto esto no se demuestre con elementos de prueba elocuentes, con documentos que hagan fe plena, con demostraciones jurídicas bastantes, entonces yo me veré precisado a dar un voto negativo a este dictamen y entonces solicito de ustedes también que den un voto negativo al presente dictamen. (Aplausos y siseos.)

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el C. Martínez de Escobar.

El C. Martínez de Escobar Rafael: Ciudadanos representantes y presuntos representantes: Sancho Panza se salvó en la historia porque era el sentido común hablando, pero si se hubiese dejado seducir, fascinar, por las maritornes de don Quijote, habría sido una figura ridícula y digna de risa, como lo es en Tabasco la figura autocrática de don Carlos Greene. Vuelvo a contender en esta Asamblea con el general Carlos Greene, no con el C. Tomás Garrido ni con el C. Fernando Aguirre Colorado. Don Tomás Garrido Colorado...

El C. Garrido C.: No Colorado.

El C. Martínez de Escobar, continuando: Como, ciudadanos representantes, el señor don Tomás Garrido figuró en una planilla en donde están cuatro colorados, nada de extraño tiene que a pesar de su palidez moral, intelectual y política, se haya coloreado también. (Risas y aplausos.) Un guasón, no yo, diría que entre tanta fuchina, ¡qué de extraño tiene que el señor Garrido se haya pintarrajeado! Las botas pretorianas de Carlos Greene, sus manos ensangrentadas, han dejado caer brutalmente sus guantadas por todo el Estado de Tabasco, sobre los ilusos soñadores enamorados de las libertades públicas de aquella región palpitante del país, sembrando la desilusión, la desesperanza y el desencanto y abriendo una fosa, queridos compañeros, donde no sólo ha enterrado los derechos cívicos, sino también las garantías individuales de todos los seres humanos que se cobijan bajo el cielo azul tabasqueño. Vamos a ver si yo puedo convencer a su señoría el compañero Eliseo Céspedes, y voy a principiar con las argumentaciones de este señor. Así me gusta. ¡Que doloroso y que triste es que en esta Asamblea de ciudadanos que tienen obligación, desde el momento que representan una enorme parte de la población de la República cada uno, que triste y doloroso es descender al terreno donde se enfanga el espíritu y donde se enloda el alma. No, hay que discutir, pero elevando la discusión hasta el pensamiento filosófico de la Revolución. Empieza el señor Céspedes por hablar de libre albedrío y de determinismo. En estos momentos, por asociación de ideas, podría decir, no al señor Céspedes, a quien yo tengo estimación, y no van mis palabras enderezadas contra él, que a quien tal sostiene le puede pasar lo que al Asno de Buridán, aquel asno de la moraleja que nos presenta el filosofo, justamente para demostrarnos qué es lo que existe: si el libre albedrío o el determinismo. El señor Céspedes no sabe si beber con la vecindad o comer con la residencia; el Asno de Buridán no sabía si beber o comer, y se murió de sed y de hambre, porque las energías que lo obligaban a beber tenían la misma potencialidad y la misma fuerza que las energías que lo obligaban a comer, y aquel asno tuvo que morir de hambre y de sed. No, compañero Céspedes; ya las teorías de libre albedrío han pasado a la Historia, son caducas, están empolvadas; las modernas teorías filosóficas justamente son las del determinismo. El hombre, dice el determinismo, no es libre para querer lo que quiere: es libre para hacer lo que quiere, pero previa una fuerza terrible y formidable que lo obligue a hacer aquello; pero no puede tener libertad para querer lo que él quería querer. De aquí que muchas veces la aparente manifestación de los fenómenos no prueban la existencia del fenómeno mismo; así los antiguos decían: el sol gira alrededor de la tierra, y aparentemente, es claro, la sensación que se experimentaba era esa y, sin embargo, no probaba que el sol giraba alrededor de la tierra. No, era lo contrario lo que sucedía: la tierra, con su movimiento de traslación, semejante al de rotación, gira alrededor del sol. Pero vamos con la teoría del señor Céspedes. Dice: "Garrido fue arrancado por la fuerza, de Tabasco; fue, pues, un acto al cual Garrido no pudo resistir; tuvo por la fuerza que salir de ese Estado y remontarse al de Yucatán." Bien, acepto la teoría de libre albedrío. ¿Y el hecho, ciudadanos diputados, de que Garrido hubiese aceptado la gobernatura de Yucatán con el libre albedrío de usted, señor Céspedes? ¿No tuvo? facultad para aceptar o no aceptar el Gobierno de Yucatán? Si, pues, Garrido, por virtud de sus violaciones, porque así lo quiso, porque así lo deseé, asumir el poder de Yucatán y lo hizo por voluntad, no lo hizo por al fuerza de las bayonetas, ved, pues, cómo hubo un acto volitivo en el señor Garrido para ocupar el cargo de Yucatán. Y sigo con el señor Céspedes, ya que desde un principio manifesté que quería venir despojado de pasiones, de egoísmos y de prejuicios. La prueba es, compañeros, que a mi misma Comisión se turnó el expediente de Fernando Aguirre Colorado; no obstante que por todos lados se me decía que no se efectuaron elecciones en la Chontalpa debido a las fuerzas rebeldes que penetraron a la cabecera de ese municipio; no obstante que moralmente yo tengo la convicción de que no hubo elecciones ni en la Chontalpa, el que habla, procediendo con toda honradez, analizó el expediente, lo estudió y como no había pruebas en contrario, el señor Fernando Aguirre Colorado es diputado al Congreso de la Unión. Ved, pues, que no es pasión lo que me mueve en estos instantes.

El C. Aguirre Colorado Fernando, interrumpiendo: ¡Pero no firmó usted el dictamen!

El C. Martínez de Escobar, continuando: No firmé el dictamen, es verdad, no podía llegar hasta eso, ni me lo puede exigir, señor Aguirre Colorado. Sólo puede usted exigirme caballerosidad. Yo pertenezco al legítimo Partido Radical Tabasqueño, dependiente del Partido Liberal Constitucionalista, ¿y que me dirían los de aquel partido, todos sus miembros integrantes, si mañana vieran mi firma puesta en un expediente como el del señor Aguirre

Colorado, ya que todos tienen la conciencia de que allí no hubo elecciones? Pero si yo tengo la conciencia moral, no había documentos vivos y palpitantes que tal me demostraran, y el dictamen paso, porque les dije a Tirado y a Avilés: "Firmen el dictamen, compañeros, y que pase a la consideración de la Asamblea." ¿He, sido pues, caballeroso o no?

El C. Aguirre Colorado, Fernando, interrumpiendo: ¿Me permite usted una interpelación?

El C. Martínez de Escobar, continuando: Ayer, ciudadanos representantes, presidía yo la sesión cuando se trataba de las elecciones en el 7o. distrito. Ustedes vieron cómo procedí, dándole la razón a García Vigil para que no se discutiera la elección sino hasta que estuviera presente el C. Aguirre Colorado. Ayer, cuando se trataba de Tomás Garrido, y que Manrique - caballerosamente, como son todos sus actos - pedía que se aplazara el dictamen, yo estuve muy conforme en que se aplazara el dictamen, y una sola palabra en contra no brotó de mis labios. Esto les demuestra que voy procediendo, no con la inteligencia ofuscada, no con el cerebro nublado, no pasionalmente, sino teniendo en cuenta la brillantez sublime de las ideas y de la verdad. Se me escapa en estos momentos el otro argumento del compañero Céspedes. No le pregunto cuál es, porque probablemente vendrá a esta tribuna, y entonces lo rebatiré. Vamos ahora al asunto político de Tabasco, porque de esa manera es como tenemos que analizar las elecciones habidas en aquella región. Cierto es, y yo lo confieso sinceramente - porque no gusto de la mentira -, que Tomás Garrido sí se portó como hombre y como buen ciudadano en los momentos en que Bertani, con las bayonetas, trataba de hacer pedazos, de hacer trizas la soberanía del Estado de Tabasco; pero no sólo Tomás Garrido. Alrededor de Tomás Garrido estaban los diputados a la Legislatura local: allí estaba Nicolás Cámara, que fue diputado a la XXVII Legislatura; allí estaba el diputado Porfirio Jiménez Calleja, y había muchos hombres que tienen el corazón bien puesto y la conciencia limpia, que solidariamente con Tomás Garrido, estuvieron a la altura de su deber, defendiendo la soberanía del Estado de Tabasco. Es verdad, yo no puedo negarlo, no, ni lo negaré jamas. Pero negar, ciudadanos diputados, la presión brutal, la estupenda y terrible presión habida en todos los distritos de Tabasco para sacar avante a los incondicionales de Carlos Greene, no se puede, señores, es absolutamente imposibles; ya veréis como yo os voy a convencer. Tomás Garrido quedó como gobernador del Estado de Tabasco, cuando el general Greene vino a esta capital a entrevistar al C. Carranza para destruir el cuartelazo de Bertani; Tomás Garrido peregrinó con los diputados a la Legislatura local y volvieron a ella. ¡Ah, señores, yo no entiendo las inconsecuencias de los hombres! ¡Yo no me explico cómo no elevan cada uno de sus actos a leyes generales de conducta! Porque si Tomás Garrido estaba defendiendo, con el grupo de hombres viriles y valientes de mi Estado la soberanía del mismo, ¿por qué volvió a Tabasco acompañado de negras pasiones, de refinados egoísmos, de fulminantes prejuicios, a sembrar el luto en el alma cívica de los ciudadanos de mi tierra? Fue él, ciudadanos, el autor del cuartelazo que se dio al legítimo Partido Radical Tabasqueño: él se valió de Eligio Hidalgo, un hombre, señor Garrido, de quien usted me ha dicho que tiene un concepto terrible, para enviarlo al seno del partido cuando se trataban las elecciones municipales y darle orden para, en complicidad con él - fundidos los dos diabólicamente -, hacer pedazos el Partido Radical Tabasqueño y formar su núcleo Garrido con Hidalgo, Hidalgo con Greene, tres personas distintas y una sola verdadera; ellos tres, señores, fueron los que quisieron hacer pedazos a su partido. (aplausos.) Y yo me explico que lo haga Carlos Greene, hombre de crasa ignorancia, hombre que no es capaz de concebir una sola idea, que no puede, por lo tanto, elaborar un juicio, menos un raciocinio, y no puede comparar, no puede discernir, no puede decidir; pero ¡Tomás Garrido! abogado que ha desempeñado puestos como el de juez de Distrito, que ha sido gobernador del Estado de Tabasco, ¿cómo es posible que él, que es un intelectual, que es un cerebral - así lo supongo, porque tiene un título -, y un hombre así tiene obligación de imbuir en el pueblo grandes y brillantes ideas, porque los pueblos se agigantan, crecen y se vigorizan en su espíritu y en su alma cuando se imbuyen en su cerebro y en su corazón ideas nobles y sentimientos elevados, y Tomás Garrido fue el autor de ese cuartelazo, cuartelazo terrible, señores, porque se trataba de extirpar, se trataba de una vez por todas de matar el sentimiento cívico del verdadero pueblo tabasqueño, y Tomás Garrido fue el que no quiso que se registrara la plantilla del Radical Tabasqueño, y fue el que impuso brutalmente, en complicidad con los otros, a ese ayuntamiento, señores, que no hace honor a la República, ni mucho menos a la Revolución. Ya decía yo la vez pasada cómo la absorción del municipio por el Estado, es el alma de las tiranías, es el alma de las monarquías absolutas, si acaso de las democracias centrales, pero nunca de las democracias federales. En el ayuntamiento libre, señor Tomás Garrido, y el municipio autónomo, allá, el sastre Johnson aprendió a gobernar con la libertad, en los Estados Unidos de Norteamérica; allá, C. Tomás Garrido, Grant aprendió a gobernar sin ejércitos. Señores: En Tabasco la justicia, el derecho y la razón están luchando abiertamente contra el vilipendio, la opresión y la fuerza, y la fuerza, la opresión y el vilipendio fue lo que pusieron en juego todos estos hombres en contra del legítimo partido Radical Tabasqueño, para ganar las autoridades municipales, después imponer a los diputados, más tarde al gobernador del Estado que sucediera a Greene y después imponer a los diputados y senadores al Congreso de la Unión. Y bien; ¿que, señores, revolucionario es solamente el hombre viril que presenta su pecho para que lo atraviesen las balas? ¿Esto no más es ser revolucionario? ¡Ese es un aspecto de la revolución! ¿pero qué, no hemos visto revolucionarios, en ese sentido, de un valor y de un brío formidables, que al día siguiente de su triunfo, llegan a quemar el ideal que estaban divulgando y se transforman en reaccionarios más empedernidos que aquellos cuyo Gobierno hicieron estallar en mil pedazos? Decía yo en Oaxaca: "¿Que es revolución? ¿Que, la revolución es nada más la

turbación de la paz pública, la caída más o menos violenta de un gobierno? No, señores; esta es la connotación vulgar de la palabra revolución; pero ella evoca sentimientos más elevados, ella evoca pensamientos más nobles." La revolución, dijo alguien, es toda renovación progresiva del espíritu humano, como es reacción toda transformación regresiva del mismo; y por eso se dice que hay revoluciones científicas, que hay revoluciones políticas, que hay revoluciones morales y que hay revoluciones sociales, siempre que hay un cambio de sistema, un cambio de procedimientos, siempre que hay una transformación de conducta. Por eso el descubrimiento del telescopio que escudriñó con sus ojos infinitos las profundidades del cielo, es revolución; por eso hay revolución cuando se descubre la máquina que sojuzga; por eso hay revolución cuando se pone en las manos callosas de los esclavos, la substancia explosiva para hacer estallar en polvo, en mil pedazos, los edificios de los señores feudales; por eso hay revolución cuando se descubre la brújula, que abre amplios campos al comercio; por eso hay revolución cuando se pasa del estado metafísico, al físico de teológico al ideológico. Entonces hay revolución, y hay revolución también cuando se transforman las Artes, con Rafael, dándoles una nueva forma; cuando se transforma la religión con Lutero, dándole una nueva conciencia, cuando se descubre el Nuevo Mundo con Colón. (Aplausos.) Y en materia social y en materia política, revolucionario formidable y tremendo fue Pascual Orozco ,y Pascual Orozco se puso con el mismo valor a las órdenes de la reacción y, sin embargo, fue en un momento dado un revolucionario. ¡Y cuántos y cuántos más, señores diputados! De aquí que se pronuncie aquella frase hermosísima y suprema: "La Revolución, como Saturno, devora a sus propios hijos." Sí, la revolución va devorando, porque es una potencia avasalladora que camina y camina y va saltando todas las barreras y van quedando atrás los hombres que no quieren marchar a la par con esa fuerza pujante y creadora. Pues bien; Tomás Garrido, que había sido un revolucionario, llegó a Tabasco a mutilar los principios y a despedazar la ideas, ya véis, con peores procedimientos que los de sus antepasados, y con procedimientos más diabólicos, más vergonzantes, llegó a Tabasco a hacer que volvieran a vivir los sistemas antiguos y los sistemas arcaicos. Yo entiendo así la revolución armada, y si no va acompañada de la revolución científica, ¡ maldita sea esa revolución armada! Eso hizo don Tomás Garrido y estableció, ad hoc, todos los ayuntamientos del Estado de Tabasco; lo que hizo en Villahermosa lo hizo en Jonuta, en Macuspana, en Teapa y en Tlacotalpa; lo hizo en todos los pedazos palpitantes de aquella región, pues los ayuntamientos del Estado son hijos del C. Tomás Garrido, demostrándonos con esto una potencialidad sexual maravillosa. (Risas. Aplausos.) Y ahora dice el C. Tomás Garrido, o Aguirre Colorado: "El Partido Radical Tabasqueño de Escobar." Yo no tengo partido ninguno, C. Garrido; aquellos hombres que forman el Radical Tabasqueño, tienen conciencia libre y espíritu muy digno y muy vigoroso para que pudieran girar alrededor de mí. Partido es una fusión de ideas, un amalgamiento de pensamientos, de principios; ese partido que quiere matar hoy Carlos Greene, como ayer quiso matarlo Domínguez..... Y se me ocurre en estos momentos -ya voy a la tesis jurídica-: Cuando estaba Domínguez en el poder y se decía que era un partido de demagogos exaltados e individuos disolventes, yo recordé el hermoso poema de Víctor Hugo, aquel que nos presenta al sátiro de la leyenda de los siglos presentándose a la orgullosa asamblea de los dioses; lo reciben los dioses orgullosos, con desprecio, con ironía y con sarcasmo, y aquel dios responde con cantos de reto; Mercurio le da su flauta; Apolo le da su lira, y elévase el canto revolucionario hasta la bóveda celeste. Todo el mundo se levanta: el trono de Júpiter cae de rodillas y el sátiro de la leyenda de los siglos, adelanta. ¿Y no será acaso, dije en aquella época, algo así como esta leyenda lo que va a suceder con el Partido Radical Tabasqueño? Se presenta débil, tísico, descolorido, responde con cánticos de rebeldía cívica: Mercurio le da su flauta, Apolo le da su lira, ocurre a todos los prestigios del arte, de la filosofía y de la ciencia, y elévase el canto revolucionario, cívico también, hasta la bóveda celeste, y Luis Felipe Domínguez, como hoy Carlos Greene, tiene que caer de rodillas el trono de Júpiter, y el Partido Radical Tabasqueño surge floreciente, esplendoroso y bravo! (Aplausos.) ¿Que ese partido es el que no vale? ¡Vamos a ver! Compromiso tenía de ir a mi Estado para que, así como ayer en unión de Carlos Greene cantó un himno de revolución en pro de los intereses generales y sociales de mi Estado, deseaba, como es natural, ir también con Obregón entonando el mismo canto que ayer contra Domínguez - ahora contra Carlos Greene-; pero por virtud de venir a sostener la soberanía popular de mi Estado en esta Asamblea, me vi imposibilitado de ir a aquella región. Supe que el licenciado Zubaran iba para allá - me lo dijo su hermano-, púsele un mensaje a Puerto México - que lo recibió en-, donde le decía que le delegábamos Ramírez Garrido y el que habla, en unión del doctor Martínez de Escobar, nuestra representación cerca de aquel partido, para que no fuese a sorprender el grupo espurio de Greene al grupo viril y valiente que con Obregón a la cabeza iba en jira democrática por aquel Estado. Y llegó el general Obregón a Tabasco, y aquí está un telegrama recibido ayer:

"Villahermosa, Tab., septiembre 2 de 1920.

"General J. D. Ramírez Garrido, licenciado Rafael Martínez de Escobar y Federico Martínez de Escobar. - Cámara Diputados. - Urgente.

"Estos momentos efectuóse manifestación monstruosa favor general Obregón, quien pronunció elocuentísimos discursos, aplaudiéndolo pueblo delirantemente; licenciado Zubaran mostróme mensaje ustedes, y contestación: aplastamos enemigos espurios. Felicítoles. - M. Lezcano."

Pero podría decirse que es el presidente del legítimo Radical Tabasqueño, quien pone este mensaje y que no debe dársele crédito. Pues aquí está un mensaje de una persona enteramente neutral:

"Villahermosa, Tab., septiembre 2 de 1920.

"Licenciado Martínez de Escobar. - Cámara Diputados.

"Contesto. Acepto honor representación ustedes

acerca legítimo Partido Radical Tabasqueño, aunque estímelo innecesaria, pues notable entereza y valor civil muestra legítimo Radical, ha hecho imposible toda sorpresa. Afectuosamente, R. Zubaran C."

(Aplausos ruidosos.)

Pues sí, señores con los ayuntamientos puestos por Tomás Garrido, aquello era un asfixiante círculo de hierro, era completamente imposible la jira democrática, la odisea política de los elementos liberales independientes de aquel Estado. "Si empezáis a hacerla, es que estáis locos. Aquí - dice el general Carlos Greene, no mandan más que mis pantalones". (Risas.) Carlos Greene, señores, desgraciadamente quiso, despertando o haciendo viva y dinámica la ambición enfermiza y latente de estos jóvenes, corromperlos si ayer tenían ideas saludables y fecundantes procedimientos. Y no pudo el legítimo Radical Tabasqueño luchar en esa región de los Ríos. En la capital del Estado, naturalmente, hay más intelectuales, hay más hombres de espíritu, de iniciativa, de acometividad; hay más hombres que saben enfrentarse contra las tiranías y pudieron instalar las casillas; pero no en los Ríos, en donde la mayoría de los hombres son ignorantes, en donde la mayoría de ellos no tienen una verdadera conciencia, y si la tienen no saben manifestarla en un momento dado, porque tienen temor. Ustedes saben lo terrible que es cuando se le dice a un individuo que tiene una pequeña propiedad: "Si vas con ese partido, se te aumenta el impuesto". Y al receptor de Rentas: "Si no impones multas a fulano de tal de ese partido, te voy a destituir". Y así se les amedrenta al administrador del correo y al del telégrafo y se tiene también al tinterillo del pueblo, y al boticario, y al médico, y al cura, y todos éstos son vehículos terribles de las dictaduras. Y así se va asustando a los ciudadanos. Y aquellos no pudieron, no supieron enfrentarse como en la capital del Estado que fueron a la elección, demostrando así que tenían conciencia de ciudadanos, que el voto no es propiedad de nadie, que renunciar a la conciencia cívica es algo detestable, es peor que renunciar al libre ejercicio del cerebro, de los brazos, del corazón. Se necesita ser un instrumento ciego, se necesita ser un terrón de tierra -seguramente dijeron aquellos ciudadanos - para que nosotros no hagamos que explosione nuestra libertad cívica y no vayamos a votar. Y fueron a votar a pesar de los pesares, a pesar de la barrera infranqueable que ha levantado Carlos Greene, que en Tabasco ha hecho revivir todas las arcaicas doctrinas del pasado en todas las manifestaciones administrativas, en el ramo hacendario, en el ramo educativo, en el ramo municipal, en el ramo de la educación pública, en el ramo de la justicia. De la justicia han hecho una abominable prostituta con quien comerciar. Sí, C. Tomás Garrido; sí, señores, eso es lo que ha sucedido allá, eso es lo ha pasado. Por eso los que ayudamos a Carlos Greene teníamos la obligación a fuer de hombres honrados, de haberle dicho: "Tú vas hacia el pasado y nosotros vamos hacia el porvenir. ¿Que hiciste, Carlos Greene de aquella democracia esplendorosa que traicionaste al tercer día de tu gobierno?" "¿Que hiciste de esa virgen esplendorosa, de esa diosa excelsa que ahora atáis al carro del pasado y a los prejuicios y al latifundismo del Estado de Tabasco?" Esa es la pregunta que se hacen los liberales honrados del legítimo Radical Tabasqueño, y por eso vienen luchando contra Greene y lucharon hasta dominarlo y vencerlo, porque es indispensable que las ideas revolucionarias estallen y nada ni nadie puede detener sus efectos. Fueron a la lucha, pero fueron a la lucha, naturalmente, con grandes dificultades, y por eso es que dice el C. Garrido que sí la ganó en este lugar y no la ganó en el otro. ¡Pues claro, en Frontera, Frontera es un puerto, tiene tanta importancia, o más, que la capital del Estado, que Villahermosa, y en Frontera todavía hay hombres intelectuales, capaces de enfrentarse con una situación y triunfar abrumadoramente sobre Tomás Garrido. Allí el tinterillo del pueblo, el boticario, el médico, el receptor de Rentas, el administrador de correos y el de aduana, no tienen tanto temor y por eso ganaron en Frontera; también ganaron en todos los pueblos del Usumacinta, también, porque ya no es posible que las imposiciones sigan triunfando en este país; ya no es posible que se sigan violando la Ley y los principios. ¿Quién no sabe que las revoluciones son máquinas de guerra que hacen funcionar a los pueblos contra los asesinos de la libertad y de la justicia? ¿Quién no sabe que ya todo el pueblo tiene que odiar a los hombres que como Tomás Garrido Colorado sólo tienen un dios y sólo un ídolo, el Becerro de Oro de Carlos Greene en Tabasco? ¡Pero para qué seguir! porque diría el señor Céspedes que estoy con lirismos, con sentimentalismos, queriendo atraer a esta Asamblea. No, mi palabra no es avasalladora, tiene la fuerza de la convicción, tiene la potencia de la verdad, tiene una fuerza latente y explosionante para defender la justicia, que es lo que tiene que defender esta Asamblea. Pero vamos al punto jurídico.

Lastimosamente confunden en esta Asamblea algunos oradores conceptos que seguramente ellos no pueden percibir claramente; con ideas más que claras, definidas y precisas. La Constitución de 57 sólo decía que para ser diputado era necesario ser vecino del Estado. ¿Pero, qué, no se sabe acaso, que en la Asamblea Constituyente de Querétaro reformamos este artículo, esta disposición? ¿No pusimos allí "con residencia efectiva de más de seis meses en el Estado"? ¿Para qué agregó el Constituyente de Querétaro la frase: "con residencia efectiva de más de seis meses en el Estado?" Eso es el complemento del concepto "vecindad". No, la vecindad conforme a la Constitución de 57 - que no quiero hablar de la Constitución local de Tabasco, porque no viene al caso, porque no es aplicable, porque la que está en vigor, como decía brillantemente el C. León, es la Constitución General de la república -, pues bien, supongamos, sin conceder, que el C. Tomás Garrido fuera originario de Tabasco, ¡pues habría perdido la vecindad porque por un acto de voluntad propia aceptó el Gobierno de Yucatán y no volvió a Tabasco: salió desde el mes de abril y se vino a México y ha estado en la capital de la república gastando los tesoros del Estado de Tabasco que le manda el general Carlos Greene, mensualmente! ¡Es claro! Carlos Greene, para que Tomás Garrido lo defienda en esta capital, necesita pagarle con algo; ya no se satisface Tomás

Garrido con dinero: quiere una curul en la Representación Nacional. "Pues allí está el pago de tu labor, el que yo te haga diputado por la ley de la fuerza bruta de mi Gobierno". Esto es lo que ha sucedido en Tabasco; nada más natural que la reciprocidad de afectos y de cariños hacia Carlos Greene, haya que pagarla con una curul! ¡Ah, en estos momentos paréceme, señores, que todos los muertos en la obra santa de la Revolución se levantan de sus tumbas, rompen las lozas de su sepulcro y le gritan a Carlos Greene y a todos los gobernantes pérfidos "Idos del templo de la justicia, falsarios de la libertad! (Aplausos.)

El C. Garrido Tomás, interrumpiendo: ¿Y el general Pedro Colorado?

El C. Martínez de Escobar, continuando: ¡General Pedro C. Colorado! ¡Ah, recuerdo cariñoso y entusiasta que hago en estos momentos del general Pedro C. Colorado, uno de los hombres, señores, más viriles y más nobles y que más dignificaron esta obra de la Revolución! El general Pedro C. Colorado se avergonzaría - bajo palabra de honor - de que sus sobrinos Fernando y Ernesto Aguirre Colorado estén mutilando los principios...

El C. Aguirre Colorado Ernesto, interrumpiendo: ¡Como tú debías avergonzarte de que el día que me arrojaron de esta Representación Nacional fue precisamente el aniversario del asesinato de mi tío el general Colorado, que fue quien te dio la mano y quien te hizo hombre...! (Desorden. Campanilla.)

El C. Martínez de Escobar, continuando: ¡Siempre alabé al general Pedro C. Colorado! Cuando el C. ingeniero Palavicini me brindara atentamente que fuera su secretario particular en Veracruz, estando él en el Ministerio de Instrucción Pública, no acepté por irme con el general Pedro C. Colorado al Ébano. Allá estuve con él en todas las batallas, allá donde briosamente peleó García Vigil; allá estuve con él, y el general Pedro C. Colorado era uno de los hombres que más odiaba a Carlos Greene; y el general Colorado, que tenía un inmenso y santo cariño por su hermano, me decía: "Un error profundo ha cometido mi hermano, el licenciado Colorado: el de estar unido y fusionado con el general Carlos Greene." ¡Ese era el general Colorado, un hombre ideal porque, señores, son idealistas aquellos que tienen un gesto de protección hacia algo noble, hacia algo bello, hacia algo excelso; así, si poeta, canta el ideal; si filósofo, define el ideal; si santo, enseña el ideal; si héroe, ejecuta el ideal! ¡Héroe fue el general Colorado, porque siempre tuvo como bandera de combate el ideal revolucionario de la República Mexicana! Sí, y dice el Señor Céspedes: "¿Por qué al licenciado Miguel Alessio Robles no se le hizo el cargo de que era secretario particular del señor de la Huerta?" ¡Qué analogía! ¡Qué similitud! ¡Qué semejanza! ¡Don Adolfo de la Huerta, que predica la verdad y practica la verdad; que predica la justicia, y la hace; que predica la lealtad, y es leal; que predica la dignidad, y es digno; que predica el carácter, y jamás es servil; ¿vamos a comparar a don Adolfo de la Huerta con don Carlos Greene, que predica la verdad, y la mutila; que predica la justicia, y es injusto; que predica la lealtad, y es traidor; que predica la dignidad, y es servil; que predica el carácter, y es incondicional de sus egoísmos brutales de hotentotes y de cafres? No podemos comparar una situación con otra: Carlos Greene está en un polo y en otro está el C. Adolfo de la Huerta. No hay comparación, señores. Si don Adolfo de la Huerta fuera el gobernador de Coahuila, a semejanza de Carlos Greene en Tabasco, entonces sí habría de aplicarse ese criterio al licenciado Alessio Robles; pero el licenciado Alessio Robles es el secretario particular del presidente de la República, y el licenciado Alessio Robles fue electo diputado por la voluntad unánime de su distrito, y nadie protestó contra él. Ved, pues, qué diferencia tan enorme; nada de sofismas, nada de eso, señores; la verdad.

En derecho internacional existen estas tres tesis para juzgar de la nacionalidad de los ciudadanos: la procedencia, el nacimiento y la voluntad, o el libre albedrío, que diría el señor Céspedes. Esta última tesis, la de la voluntad de escoger la nacionalidad, es la que marcha al compás de las teorías modernas; mejor dicho, de las teorías contemporáneas en derecho internacional: que el hombre elija libremente la nacionalidad que guste y que más le satisfaga, por razón de afectos que tenga en un lugar, o por razón de intereses que lo tengan estrechamente unido a ese lugar. No es el caso. El del nacimiento, es decir: el lazo de unión que se establece entre la población y el territorio, entre el individuo y el pedazo de tierra en que nace, el diccionario lo dice: "Ser nativo, es haber nacido en determinado lugar." Viene la otra: la del origen. ¿Es lo mismo ser originario que ser nativo de un lugar? No, compañeros se puede ser nativo de Italia o de Francia y ser originario de México; como un hijo de padres mexicanos por nacimiento, que nació en Italia o en París, es nativo de Italia o de París y es originario de México, porque ve a la sangre, porque ve a la herencia, porque ve a los antepasados, porque ve a la tradición de sangre: jus sanguinis, dicen los juristas. Así vemos, pues, que la Constitución hace distintos; para ser presidente de la república se requiere ser ciudadano mexicano por nacimiento, hijo de padres mexicanos por nacimiento. Esto lo estableció el Constituyente de Querétaro, por virtud de aquella discusión acalorada cuando el señor Limantour parecía que iba a asumir la Presidencia, y se discutió quiénes pueden ser presidentes de la República, y se puso en la Constitución de Querétaro: ser mexicano por nacimiento e hijo de padres mexicanos por nacimiento. De tal manera que, por ejemplo, el general Greene, gobernador de Tabasco, hijo de extranjeros, pero mexicano por nacimiento, puede ser gobernador de Tabasco, y no podría ser presidente de la República, porque no es hijo de padres mexicanos por nacimiento; él es mexicano por nacimiento, pero no es hijo de padres mexicanos por nacimiento; puede ser gobernador del Estado de Guanajuato el señor Madrazo, pero no podría ser presidente de la República, porque la disposición relativa de la Constitución lo incapacita si se le aplica. Cuando se trata de los gobernadores de los Estados, dice la ley: se necesita ser nativo del Estado o tener cinco años de residencia, y cuando se trata de diputados, dice la ley: originario del Estado. Y el señor Garrido no es nativo de Tabasco, no es originario de

Tabasco. Estos principios de derecho internacional podemos aplicarlos, por virtud de una deducción, al derecho que yo llamaría inter - regional, ínter los Estado que integran la Federación. Pues Tomás Garrido consta, por un telegrama del gobernador de Campeche, que aparece registrado en el instituto relativo, como originario del Estado de Chiapas, es decir, el C. Tomás Garrido nació en Catazajá; no es nativo de Tabasco ni tampoco es originario de Tabasco, porque el C. Tomás Garrido es hijo de un ciudadano que nació en el Estado de Chiapas Señores, ¿actas? ¡Si no se trata de juicios, no se trata de probar personalidad en un juicio ejecutivo civil o mercantil, no se trata de una quiebra, de un juicio de hipoteca, no se trata de un juicio ordinario; no, señores, no se trata de eso. Aquí el juez es un juez que va a formarse conciencia de la verdad de los asuntos moralmente. ¡Es claro! ¡Actas para todo! No, no ha habido tiempo para traer esas actas, pero es indudable que el gobernador de Campeche no va a mentir. El señor Zubaran le puso un telegrama y el señor Ramírez Garrido otro, y aquí están estos mensajes, en donde dice que no es originario de Campeche Tomás Garrido, sino que nació en Chiapas. El señor Ramírez Garrido es primo hermano de Tomás Garrido, son hombres que se han querido mucho, son hombres que se han adorado, son hombres que sólo por cuestión de principios, que sólo por cuestión de ideales, que sólo por cuestión de sentimientos políticos, revolucionarios, se han distanciado, el uno siguiendo la línea recta, y el otro la línea de curvaturas, desgraciadamente. ¿Y cómo va negar el C. Garrido que es de Chiapas, y cómo va a negar que sus padres eran chiapanecos? Sería necio, señores, que yo lo preguntara, porque así como él sabe que yo soy de Tabasco, sabe que él no es de Tabasco ni sus padres. (Aplausos.) Es verdaderamente triste que se quiera venir a hacer estas argumentaciones aquí para desviar la conciencia moral y revolucionaria de esta Asamblea. Yo no he venido más que a decir verdades. ¿Que interés personal podría tener yo en que este ciudadano (refiriéndose al C. Garrido), no entre a la Asamblea? Interés, sí, tiene el Estado; interés, sí, tiene la colectividad de allá, y un diputado deja de ser un individuo para transformarse en un ser representativo de los habitantes que lo eligieron. Yo aquí no soy Rafael Martínez de Escobar, yo aquí soy el representante del segundo distrito electoral; soy el hijo de Tabasco que tiene que hacerse portavoz de los gritos de la conciencia indignada, de la voz de protesta de Tabasco, que ya quiere que sea una verdad el voto. (Aplausos.) Ya, señores, no es posible que, como antaño, los diputados sean aquí, unos, representantes del presidente de la República; otros, representantes del ministro de Fomento, del ministro de Hacienda o del ministro de Gobernación, y aquellos, representantes de tal o cual personaje político de influencias, o del gobernador del Estado, para que defiendan sus intereses muy locales. Bien que los defiendan, pero no en la Representación Nacional; bien que los defiendan y que les manden miles de pesos mensuales, ¡nada importa! ¿por qué van a trabajar, a desplegar energías y esfuerzos sin ser perfectamente retribuídos? Pero que no se engañe a la sociedad, que no sean mentira las instituciones, que sean una realidad los principios republicanos federativos de este país. Si no, ¿qué chiste? ¿Qué hemos ganado con la Revolución, señores diputados? Hay que socializar el voto. El socialismo, sí, es muy supremo y muy grandioso; el socialismo, como concepción filosófica, es supremo; como concepción social, es grandioso; como concepción política es divino, y como concepción económica también. Si hay necesidad de que los latifundios se disuelvan, que se haga la repartición de tierras; si ha menester de que los sindicatos de obreros sean bloques de resistencia contra los patronos; si ha menester de que el equilibrio y la armonía entre el trabajo y el capital sea una verdad; si ha menester establecer el equilibrio que debe existir entre las fuerzas sociales, como la fuerza centrípeta y la centrífuga en el sistema planetario; si ha menester de eso, también debemos hacer socialismo político. ¿Y cómo se hace socialismo político? Socializando el voto, haciendo una verdad el sufragio efectivo y que no solamente un grupo determinado, por ser rico, o porque cuenta con la protección de los de arriba, deba venir a esta Representación. No, que se esparza y se difunda en las conciencias de los hombres, desde el millonario, desde el que destaca su figura deslumbrante, hasta los que giran alrededor de los siniestros círculos de la miseria, como los condenados en el círculo de Dante. Eso es lo que se necesita, hacer obra de socialismo, pero verdaderamente científico, exacto, real, positivo. ¡Ese es el socialismo como yo lo experimento y lo siento! Y en materia política hay que aplicar los principios generales del socialismo. ¿Cómo, representantes de gobernadores porque son amigos del gobernador? No, señores, no es posible, no; no podemos consentirlo; no es posible que estemos de acuerdo. Greene manda a uno por el 1er. distrito, y se convence hasta la saciedad la Asamblea de que no fue legalmente electo; manda a otro, porque ha sido su gobernador substituto, porque es su amigo incondicional, porque es su amigo querido, porque Garrido se ha confundido con Greene. Porque... admitamos que Greene ha hecho bien, ¡para qué meternos en el fuero interno del señor Garrido, para qué querer penetrar en la conciencia, barrenar su alma y decir: Este hombre estaré procediendo así porque él cree..... bueno, yo no quiero atacar al señor Garrido!: ¡lejos de mí todo eso! Lo que quiero es defender la idea, el principio, la verdad de un partido que está pendiente, naturalmente, de si esta Representación Nacional hace o no hace justicia. Por eso, señores, yo os digo que hay que entonar el poema de la justicia; que jamás se extinga el canto, que nunca muera la hermosísima epopeya, que jamás pueda estancarse, pueda borrarse esa leyenda que une a los hombres, que agrupa a los pueblos, que forma a los ciudadanos, que santifica la fuerza, que inmortaliza el pensamiento, que fortalece la idea en la conciencia y el sentimiento en el arte; esa leyenda, señores, que no va envuelta en brumas, ni mecida por auras ni acariciada por suspiros, sino esa leyenda, compañeros, que crea, que fortifica, que vigoriza y que fecunda: la hermosísima leyenda del sufragio efectivo, que fuera divulgado por todos los puntos de nuestra República el apóstol Madero, aquel que en un momento de visión soñó con idealismos, que fue por

todos los puntos de este país, y a su voz profética y a su voz grandiosa brotaban hombres del abismo, descendían hombres de las montañas, de los talleres, de las minas, de los campos, del comercio, de todas partes, y con él se fueron a la lid democrática. Y ese grito formidable de rebelión, de sufragio efectivo, es el grito que, recordando al apóstol Madero, yo, en estos momentos, hago que explosione de mis labios, con mi conciencia tranquila, porque he demostrado que Garrido no es nativo ni es originario de Tabasco; que no ha tenido la vecindad, sino que ha sido impuesto por Carlos Greene. ¡Entonemos, pues, esa leyenda suprema: la del sufragio efectivo! (Aplausos prolongados!)

El C. Garrido C. Tomás: Señor presidente, pido la palabra.(Voces: ¡A votar!)

El C. presidente: Tiene la palabra por segunda vez el C. Tomás Garrido. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. Manrique: ¡Tiene derecho!

El C. Garrido: Iba yo a refutar al señor León, que nos echó aquí un discurso lleno de flores y de adornos; pero con el larguísimo discurso del señor Martínez de Escobar, que no le gana un fonógrafo, (Siseos. Risas.) se me ha olvidado. (Siseos.) Siseen, no les tengo miedo, pueden hacerlo. Cuando el derecho y la justicia le asisten a uno, no importan las cosas de los demás. Aquí ha venido a hablar mucho el licenciado Martínez de Escobar; ha dicho que su hermano estuvo a la altura mía; la noche que lo iban a fusilar, lo fuimos a agarrar de la chaqueta, porque se iba a botar de cabeza por el balcón.....

El C. Martínez de Escobar Federico, interrumpiendo: ¡Es mentira! ¡Es usted un falso!

El C. Garrido: Don Fernando Aguirre Colorado: ¿es verdad, o no, que el doctor Martínez de Escobar se iba a botar de cabeza por un balcón?

El C. Martínez de Escobar Federico: ¡No es cierto, es usted un mentecato !

El C. Aguirre Colorado Fernando: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Aguirre Colorado Fernando: Yo le suplico al C. Garrido que tenga la bondad de no hacerme esa interpelación, porque en honor a la verdad, entonces yo estaba en México, junto con el licenciado Escobar.

El C. Garrido, continuando: Pero la voz Pública así lo dice.....

El C. Aguirre Colorado: Sí, así lo dice.

El C. Martínez de Escobar Federico, interrumpiendo: La voz Pública dice que usted es, en Tabasco, un macho cabrió. (Siseos)

El C. Garrido, continuando: ¿Qué más?

El C. Martínez de Escobar Federico: ¡Un bandido!

El C. Garrido, continuando: Eso dicen en tabasco, eso dice usted y , en cambio, el pueblo yucateco dice otra cosa.

Sólo para los hermanos Martínez de Escobar yo soy una fiera, un monstruo, un tirano, un quién sabe cuántas cosas; pero, en cambio, donde emiten su parecer con entera imparcialidad, donde no esperan nada de mí, tienen otro criterio. Y yo no vengo aquí con palabrería hueca, yo no vengo a hablaros de Júpiter, de Marte, de esto, de lo otro, yo vengo con hechos; (Risas) yo no vengo a tratar de impresionar a la Asamblea para arrancarle una resolución por medio de discursos; yo vengo a que resuelvan conforme a las pruebas que se traen aquí. El ingeniero León dijo que no se habían admitido las protestas en Tabasco, y aquí en el acta de la junta Computadora - la copia, que aquí debe existir también-, constan tres protestas en contra de la votación. Ya ve usted, señor ingeniero León, a lo que se expone uno cuando habla de lo que no sabe. (Risas. Aplausos.) Digo esto contra usted, porque tengo referencias de que es usted una persona honorable y le han sorprendido en este caso, porque aquí está el acta.

El C. León, interrumpiendo: Para una aclaración.

El C. presidente: Si lo permite el orador.

El C. Garrido: Con mucho gusto.

El C. León: Yo no dije que en la junta Computadora, dije que en las casillas electorales.

El C. Garrido, continuando: En las casillas electorales, ciudadanos. Yo no conozco el expediente. (Voces: ¡Ah! ¡Ah!) No conozco cómo está el expediente, pero existen las protestas. Allí está una protesta del partido Liberal Fronterizo, y puede certificarlo la Secretaría.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: La secretaría hace constar que, efectivamente, se encuentra aquí una protesta calzada por las firmas del presidente, R. Cachón; secretario, Pérez F.; tesorero, Ricardo Sánchez, y algunas firmas más.

El C. Garrido C.: Y aquí R. Cachón, ¿qué cosa es?

- El mismo C. secretario: Representante del club Liberal Frontereño.

El C. Garrido C.: Y así hay dos o tres de ambos lados; no solamente del partido Radical, sino también del "Benito Juárez", del "Pedro C. Colorado"; todos tuvieron completa libertad. Ahora, de los mensajes que nos leyó aquí el licenciado Martínez de Escobar, yo también leeré uno, adonde se fue a alojar el general Obregón.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Santa Lucrecia, Ver., 25 de agosto de 1920.

"Licenciado Tomás Garrido. - Cámara de Diputados. - Agradezco mensaje del veintitrés, en que comunícame que Partido Radical Tabasqueño tiene preparado alojamiento en mi próxima visita al Estado de Tabasco. Afectuosamente.- A. Obregón."

(Voces: ¡Eso y nada es lo mismo!)

El C. Garrido C.: Bueno; pero esto y nada es lo mismo... (Voces: ¡Claro!) porque no tiene valor el hecho de que el general Obregón, que naturalmente en Tabasco, donde todos son obregonistas, tienen que haberlo recibido perfectamente bien.

El C. Manrique: ¡Porque ya triunfó!

El C. Garrido C.: ¡No! Hasta pasado mañana son las elecciones; no se adelante usted; ¡usted ni sabe quién saldrá! El licenciado Martínez de Escobar asienta que yo acepté el Gobierno de Yucatán. ¿El licenciado Sánchez Pontón no fue nombrado gobernador del Estado de Puebla antes de las elecciones y salió diputado aquí por el Distrito Federal? ¿Usted, licenciado Martínez de Escobar, en cumplimiento de su deber, no salió usted de la capital y estuvo preso en Tampico, como estuve yo preso en Frontera...?

-Un ciudadano de las galerías: Usted estuvo preso por sinvergüenza.

El C. presidente: Que saquen a ese joven de vestido claro.

El C. Garrido C.: Déjelo usted, yo le suplico que lo deje.

- El mismo ciudadano de las galerías: (Dirigiéndose al C. Tomás Garrido C.) Cuando yo era periodista en Tabasco sufrí persecuciones y usted me robó mi prensa. (El ciudadano de las galerías que se dirigió al orador, fue expulsado del salón.)

El C. Garrido C.: Hay otros casos más: El señor Herminio Pérez Abreu salió hacia el extranjero y resultó electo diputado por el Distrito Federal. Cuando yo estaba preso en Campeche se embarcó en un vapor americano para la Habana; y todo aquel que tenga un poco de conciencia no puede decir que el señor Pérez Abreu haya perdido la vecindad; si permanece aquí, se le hubiera hecho desaparecer y ellos salieron por su voluntad en cumplimiento de su deber. La Constitución terminantemente dice que se necesita no estar seis meses fuera del Estado. El general Ramírez Garrido está en servicio activo, y conforme a la Constitución General de la República, está incapacitado para ser diputado. El artículo 55, en su fracción Iv, dice así:

"Para ser diputado se requieren los siguientes requisitos:

"IV. No estar en servicio activo en el Ejército federal ni tener mando en la policía o gendarmería rural en el distrito donde se haga la elección, cuando menos noventa días antes de ella."

El mismo general hasta hace dos meses cobraba sueldo como militar y creo que tengo derecho a que se me crea esto, como el licenciado Martínez de Escobar también pide que se le crea. Fue ascendido a general, y ya se sabe que sólo se conceden ascensos a los que están en servicio activo. Por otra parte, Ramírez Garrido no es hijo de padres tabasqueños; su padre es del Estado de Campeche; es paliceño, y conforme a la Constitución de Campeche, es campechano. La ley aquí se estira y se encoge según conviene, y ahora tendrá que adaptarse al cuarto o quinto criterio del compadrazgo, pues ya que no han podido aplicarme el criterio legal, el político, ni el democrático, van a aplicarme el del compadrazgo. (Risas.) Esa ley, si se me aplica, debe aplicarse también a Ramírez Garrido. ¿Por qué la ley no es para este señor? Interpretes en esta Cámara aplicándose también a este señor, y en todos los casos hágase lo mismo. porque la ley para todos debe ser igual. (Voces: ¡Eso dicen!) Al menos así está escrito en los libros. Ahora, el señor ingeniero león dijo que la Constitución local no regía para las elecciones..

El C. León Luis L., interrumpiendo: Federales.

El C. Garrido C.: Hágame usted favor de decirme, dónde trata de la vecindad, cuándo se pierde, etc., etc.

El C. León Luis L.: El artículo 55.

El C. Garrido C.: No. El artículo 55 dice: ser vecino, y residencia y vecindad es lo mismo. (Voces: ¡No, hombre!) Sí, señor; sí, señor (¡Voces: ¡No, señor!)

El C. León Luis L.: Pido la palabra para contestar una interpelación.

El C. Garrido C.: Sí, con mucho gusto.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Luis L. León para contestar una interpelación.

El C. León Luis L.: Fracción III del artículo 55:

"Ser originario del Estado o Territorio en que se haga la elección, o vecino de él, con residencia efectiva de más de seis meses anteriores a la fecha de ella." Lo que quiere decir que la residencia del Estado sí se pierde. y como usted era gobernador de Yucatán por decreto o por plebiscito, no tenía usted un cargo de elección popular del Estado de Tabasco.

El C. Garrido C.: Eso dice, solamente en determinados casos; pero la ley local es la que determina cuándo es uno vecino. Y tenga usted la bondad de decirme si la Constitución dice cómo adquiere uno la vecindad, cómo la pierde y todas esas cosas. ¿Verdad que no? Porque eso tiene que estar en las constituciones locales, tiene que estar en las constituciones locales. Sobre todo, tenemos los casos prácticos: que esta Cámara ya ha aprobado credenciales. El señor Sánchez Pontón, actualmente gobernador del Estado de Puebla... (Voces: ¡No se le ha aprobado!) pero se le va a aprobar... (Risas) Pérez Abreu, Martínez de Escobar y otros más que no me acuerdo. ¿Por qué a mi nada más por aplicarme el criterio del compadrazgo, tratan de desconocerme en este caso? Yo no salí sino porque espontáneamente en Tabasco me sacaron. Lo que pasa es que ustedes no conocen cómo me sacaron, ni lo que sufrí en Frontera. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!) Pues a votar (Aplausos)

El C. presidente: Habiendo hablado ya los oradores que marca el Reglamento, se va a preguntar si está suficientemente discutido, advirtiendo que todavía está inscripto para hablar en pro el C. Siurob. En votación económica se pregunta si se considera suficientemente discutido. Los que están por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Suficientemente discutido.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: En votación económica se pregunta si se aprueba el dictamen.

El C. Garrido C. Tomás: Pido votación nominal. (Voces: ¡No! ¡No!)

- El mismo C. secretario: ¿Quiénes apoyan a su señoría? Conforme al Reglamento se necesitan siete miembros. Encontrándose suficientemente apoyado el ciudadano que hizo la petición, se procede a votar económicamente la primera parte del dictamen. (Voces: ¡No, está todo junto!)

El C. Garrido C. Tomás: Señor presidente, retiro la votación nominal y pido que sea económica de una vez.

- El mismo C. secretario: Habiendo retirado su petición el C. Tomás Garrido C., se va a proceder a votar económicamente los tres puntos del dictamen. Primer punto.

"1o. Por incapacidad legal del candidato y por haber mediado presión oficial en las elecciones, es nula la votación habida en el segundo distrito electoral del Estado de Tabasco en favor del C. Tomás Garrido C.

"2o. Es válida la votación habida en el 2o. distrito electoral del Estado de Tabasco, en favor del C. J. D. Ramírez Garrido.

"3o. Son diputados, propietarios y suplente,

respectivamente, por el mencionado distrito, los CC. J.D. Ramírez Garrido y Candelario Damián".

Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. No hay mayoría de pie.

El C. Lara César A.: Reclamo la votación. (Voces: ¡Reclamo la votación! ¡No hay mayoría de pie! ¡Sí hay!)

El C. presidente: Habiéndose reclamado la votación, se suplica a los que están de pie que no se sienten.

El C. Reyes Francisco: Es visible la mayoría de los que están sentados. (Voces: ¡Que se cuenten!)

El C. presidente: para él efecto se nombra a los CC. diputados Valadez Ramírez y Siurob para que cuenten a los que están sentados, y a los CC. diputados Garza Candelario y Ramos Pedrueza para que cuenten a los que están de pie. (Voces: ¡No se paren! ¡No se sienten!)

El C. Garza Candelario: ¡Moción de orden!

El C. presidente: No hay desorden. (Voces: ¡Estamos en votación!) Se suplica a los ciudadanos que están cerca de las butacas adyacentes a las puertas, se sirvan retirarse.

El C. Garza Candelario: No se pueden contar, señor presidente, porque los andan levantando.

El C. Espinosa Luis: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. presidente: No hay desorden.

El C. Espinosa: Sí hay desorden. No se puede recoger la votación, y como es necesario proceder con estricta justicia, suplico que en virtud de este desorden se proceda a tomar votación nominal.

El C. Siurob: Son cincuenta y siete los que están sentados.

El C. Martínez de Escobar Federico: Es asombrosa y manifiesta la mayoría que está de pie.

El C. Espinosa Luis: El C. Valadez Ramírez dice que son 70 los que están sentados.

El C. Manrique: Señor presidente...

El C. presidente: Que informe la otra Comisión respecto a los que están de pie.

El C. Siurob: No se cuenta a los que están de pie.

El C. Ramos pedrueza: no se puede hacer el cómputo, porque se sientan y se levantan sucesivamente.

El C. presidente: En obvio de mayores dificultades, ¿se conviene en que sea la votación nominal? (Voces: ¡Muy bien!)

El C. Lara César A.: Estamos en votación.

El C. Borrego: ¡Moción de orden! No se puede hacer la votación nominal porque ya se acordó que fuera económica, y en caso de duda, el Reglamento dice que se haga el recuento.

El C. Garrido C.: ¡Es manifiesta la mayoría contra el dictamen!

El C. presidente: La Presidencia se permite manifestar que, a juicio suyo, hay mayoría de pie. (Aplausos.)

El C. Garza Candelario: ¡Protesto, señor presidente, porque no había mayoría de pie.

El C. presidente: La Presidencia no dice que hay mayoría de pie; dice que, a su juicio, hay mayoría de pie; pero habiéndose reclamado la votación previamente, ha hecho lo que indica el Reglamento: nombrar comisiones por dos partes para contar a los que están sentados y los que están de pie; tanto a los que hubieren votado por la afirmativa, como a los que votaron negativamente. De manera que la Presidencia se ha sujetado enteramente al Reglamento y sólo falta que las comisiones señaladas para hacer este cómputo se ciñan estrictamente a su deber, comunicando a la presidencia el resultado de este cómputo.

- El. C. Siurob: Yo ya informé que son 57 los que están sentados.

El C. Reyes Francisco: Pido la palabra.

El C. presidente: No tiene objeto; las comisiones son las que deben informar. Suplico a las comisiones que se sirvan informar del resultado del cómputo, desde la tribuna.

El C. Reyes Francisco: Desde luego como hay duda, a fin de que no quede esa duda, que se proceda a la votación nominal, como lo ha pedido el C. Garrido C. (Voces: ¡Votación nominal!)

El C. secretario Manjarrez: Se llama la atención al C. Ramos Pedrueza para que haga la computación desde esta tribuna, por acuerdo de la Presidencia.

El C. presidente: Se suplica a los ciudadanos representantes se sirvan ocupar sus curules. Se vuelve a preguntar: los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.

El C. Martínez de Escobar Federico: Es notable la mayoría de pie.

El C. presidente: Esto solamente puede resolverse si el C. César A. Lara, que reclamó la votación, retira la reclamación respectiva.

El C. Lara César A.: La retiro.

El C. presidente: Hay mayoría de pie. (Aplausos.)

El C. secretario Zincúnegui Tercero: En consecuencia, la Secretaría hace la siguiente declaratoria: "Son diputados, propietario y suplente, respectivamente por el mencionado distrito, los CC. Ramírez Garrido y Candelario Damián." (Aplausos.)

El C. Garza Candelario: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente, a las 8.20 p.m.: Se cierra la sesión de Colegio Electoral y se cita para mañana a las diez de la mañana a sesión de Cámara de Diputados.