Legislatura XXIX - Año I - Período Ordinario - Fecha 19200915 - Número de Diario 20

(L29A1P1oN020F19200915.xml)Núm. Diario:20

Colegio Electoral

ENCABEZADO

MÉXICO, MIÉRCOLES 15 DE SEPTIEMBRE DE 1920

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

AÑO I.- PERIODO ORDINARIO XXIX LEGISLATURA TOMO I.- NÚMERO 20

SESIÓN DE COLEGIO ELECTORAL

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 15

DE SEPTIEMBRE DE 1920

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación el acta de la anterior.

2.- Reanudada la discusión del dictamen relativo al 4o. distrito electoral del Estado de Yucatán, se aprueba.

3.- Son aprobados, sin discusión, los dictámenes relativos a los siguientes distritos electorales: 2o. de Sinaloa, 11 de Puebla, 4o. de Coahuila y 9o. de México, reformados; y 3o. de Sonora.

4.- Se da cuenta con el dictamen referente al 12 distrito electoral del Estado de México. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del

C. GARCÍA VIGIL MANUEL

(Asistencia de 127 ciudadanos diputados y presuntos diputados.)

El C presidente, a las 10.57 a.m.: Se abre la sesión.

- El C. secretario Zincúnegui Tercero, leyendo:

"Acta de la sesión de Colegio Electoral de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, celebrada el día trece de septiembre de mil novecientos veinte.

"Presidencia del C. Rafael Martínez de Escobar.

"En la ciudad de México, a las cinco horas y cinco minutos de la tarde del lunes trece de septiembre de mil novecientos veinte, se abrió la sesión, con asistencia de ciento cuarenta y tres ciudadanos diputados y presuntos diputados.

"Sin debate se aprobó el acta de la sesión celebrada el día nueve del presente mes.

"El C. Mijares manifestó que indebidamente figuraba en la lista el nombre del C. Roberto Sepúlveda, cuya credencial no estaba ajustada a la ley.

La Presidencia expresó que se pedirían los informes pertinentes a la Comisión respectiva.

"Se puso a discusión el dictamen que trata de las elecciones en el 2o. distrito electoral de Guerrero. No estando presente ninguno de los miembros de la Sección dictaminadora, circunstancia que hizo notar el C. Soto y Gama, al dirigir una interpelación, fue suspendido el debate de este dictamen.

"Sin que ningún ciudadano hiciera uso de la palabra, se aprobó el que propone para diputados propietario y suplente, respectivamente, por el 3er. distrito electoral de Guanajuato, a los CC. Carlos Chico e Ignacio Ibarrondo.

"Los CC. José Luis Solórzano y Abraham Franco hablaron en contra y en pro el C. Zincúnegui Tercero, del dictamen que otorga el triunfo a los CC. Alfonso Flores Mirafuentes y Emilio López, como diputados propietario y suplente, respectivamente, por el 9o. distrito electoral de México. Durante este debate contestaron interpelaciones, del C. Solórzano, los CC. Manrique y Prieto Laurens, y del C. Zincúnegui Tercero, los CC. Vicencio y Abraham Franco.

"Suficientemente discutido el dictamen, se aprobó en votación económica la validez de las elecciones, y en votación nominal, que se recogió a moción del C. Zincúnegui Tercero, debidamente apoyado, se desecharon las credenciales de los CC. Alfonso Flores Mirafuentes y Emilio López, por ciento veintiséis votos de la negativa, contra treinta y cinco de la afirmativa. Volvió el dictamen a la Sección dictaminadora para que lo reforme en el sentido de la votación.

"Después de que el C. Bolio hizo una moción de orden, se aprobaron, sin debate, los dictámenes que hacen referencia a las elecciones en los distritos electorales quinto de Veracruz y tercero de Chiapas, y que proponen para diputados propietarios y suplentes, respectivamente, el primero, a los CC. Teodomiro T. Gutiérrez y Raymundo Pérez Reyes, y el segundo a los CC. Jaime A. Solís y Milciades Carrascosa.

"El C. Zubaran Capmany hizo una moción de orden para que se pasara a sesión secreta, y en seguida se aprobaron, sin discusión, las credenciales de los CC. Moisés Huerta y Felipe Xochihua, por el segundo distrito electoral de Tlaxcala y las de los CC. Manuel Tello Romero y Antonio Martínez, por el 17 distrito electoral de Veracruz.

"El C. Edmundo G. Cantón protestó porque no se había dado cuenta con el dictamen sobre la credencial del presunto diputado C. Edmundo Bolio.

El C. Zubaran pidió que se pasara a sesión secreta.

El C. Bolio y la Presidencia hicieron aclaraciones. El C. Von Borstel sugirió que en las mañanas se celebren sesiones de Colegio Electoral. El C. Manrique hizo una moción de orden, y acto continuo la

Asamblea, en votación económica y previa consulta de la Mesa, resolvió que no se pasara a sesión de Cámara de Diputados.

"Se puso a discusión el dictamen referente a las elecciones en el 4o. distrito electoral de Yucatán, que propone para diputado propietario al C. Edmundo Bolio y para diputado suplente al C. Federico Carrillo; hablaron en contra y en pro, respectivamente, los CC. Manrique y Edmundo G. Cantón. El C. Manrique respondió a preguntas de los CC. Gandarilla y Edmundo G. Cantón, y éste contestó una interpelación del repetido C. Manrique.

"El C. Alonzo Romero reclamó el quórum, cuya falta quedó comprobada al responder solamente ciento doce ciudadanos diputados y presuntos diputados, a la lista que paso la Secretaría.

"A las ocho y treinta y cinco de la noche se levantó la sesión."

Está a discusión. ¿No hay quien desee hacer uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba el acta. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: Continúa a discusión el dictamen relativo a las elecciones verificadas en el 4o. distrito electoral del Estado de Yucatán, habiendo hecho uso de la palabra, en último término, el C. Edmundo G. Cantón. Se pregunta al C. Alonzo Romero si no hace uso de la palabra, pues parece que estaba inscripto para ello.

El C. Alonzo Romero: Estaba inscripto, en el supuesto caso de que hubiera habido quórum en aquella vez, y en el caso en que se inscriba algún otro orador en pro. No habiendo oradores...

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el C. Roque Estrada.

El C. Bolio: ¡Moción de orden! No habiendo ningún orador en contra, antes de que el C. Roque Estrada hable en pro, debe preguntarse si está suficientemente discutido el asunto.

El C. presidente: Conforme al Reglamento, aun cuando no se hayan inscripto oradores en contra, puede hablar el señor Estrada, pues en pro no ha hablado más que el C. Cantón. Tiene la palabra en pro el C. Roque Estrada.

El C. Estrada Roque: (Aplausos al subir a la tribuna.) Honorable Asamblea: No deja de ser para mí algo penoso el que venga a expresar desde ésta tribuna argumentos que han sido extensamente explorados. Además, permítaseme que divague un poco, y sírvame de excusa el haber notado que casi todos divagamos. He podido observar que, siempre que se trata de la discusión de un expediente, se plantean problemas muy extraños a los datos del propio expediente. Se tiene la tendencia, casi el prurito, de plantear, antes que todo, ciertos argumentos doctrinarios o de tendencias políticas para a lo último, y casi como incidencia o paréntesis, hablar del caso preciso a debate. Y ya que esto se ha hecho casi una costumbre en esta Cámara, pido, pues, que me sirva eso de excusa.

Se discutió, no ha mucho, una credencial, también de Yucatán y perteneciente a un miembro del Partido Socialista de ese Estado, y algún otro diputado por aquella Entidad federativa, con un calor que si juzgo propio de una tribuna popular, no lo juzgo digno de una tribuna parlamentaria; se atacó de una manera muy dura, de una manera muy pasional lo que se refiere, o lo que se refería no a los datos precisos del expediente, sino a ciertas pugnas entre partidos políticos en aquella propia Entidad federativa. Se planteó este problema: la tendencia socialista en el Estado de Yucatán, frente a esta otra: la tendencia política del Partido Liberal Constitucionalista. Se habló con respecto al primer partido, de no sé cuántos atentados, se dijo de crímenes, se dijo de horrores y, basado en esos atentados, en esos crímenes y en esos horrores, se pidió que se rechazara una credencial. Esto no tenía absolutamente ninguna relación con el debate; pero, en fin, me permito tocarlo

¿Qué causa, señores compañeros, llámese política, llámese religiosa, y más aún si es de carácter social, no ilustra las páginas de su historia con atentados, aunque estos atentados chorrean sangre? ¿Acaso, señores, cuando se ponen en juego las tendencias de los hombres, y estos hombres tienen pasiones, y estos hombres tienen sangre, no es posible que se derramen esas pasiones y se derrame también la sangre? ¿Si esto que está dentro de lo pasional, si esto que trata de las luchas políticas para mejorar, tarde o temprano, remoto o próximo un estado de cosas, hace que se derrame sangre; cuando vemos que en aquellas luchas de carácter meramente científico, en las cuestiones de exploraciones y experimentos de laboratorio, cuando se trata de hombres de ciencia, de filósofos que en apariencia no hacen mal ninguno, sino bienes a la humanidad, han sido asimismo llevados a la hoguera de la Inquisición? No es posible, señores, que por el hecho de que un partido político, de que una causa social derramen sangre, se excluya a aquellos que la representan ante el Parlamento, que solamente tiene la misión de contar votos, saber si éstos están emitidos conforme a la ley, y cuáles son los que hacen el mayor número (Aplausos). Y viene otro problema de carácter sentimental: se dice, Fulano de Tal, un luchador de tal partido, un abnegado propagandista, un patriota que pone su vida en riesgo a cada momento por los principios de su partido, es injusto que no sea diputado. Tal vez haya algún motivo de éstos, si lo tomamos como simple exclamación en el terreno sentimental; pero en el terreno de la ley no es argumento. Aquí se trata de dos individuos: uno amigo y correligionario, que es el señor Sánchez Tenorio, que, en efecto, ha arriesgado su vida por los fueros del Partido Liberal Constitucionalista, y otro el señor Edmundo Bolio, a quien, si acaso, tengo el honor de conocer en la distancia que media entre nuestras respectivas curules. Pero he venido aquí a defender la ley, y vuelvo al caso sentimental. Injusticia que un hombre luchador, injusticia que uno que ha arriesgado su vida a cada momento por los fueros de nuestro partido - porque soy peleceano y de los viejos-, no deba venir a la Cámara de Diputados. No es esa lucha precisamente, no son esas anegaciones, no son esos sacrificios los que deben traer como punto principal y capital a esta Representación Nacional a los individuos, no, es la voluntad de los conciudadanos. (Aplausos.) Ahora vamos al punto a debate.

Hay dos puntos capitales: primero, número de votos; segundo, la aplicación de cierta disposición legal. Toco el primer punto, el número de votos. Es el caso tan claro, más que claro, es extraordinario el que se presenta, que no sé cómo se haya podido tener ni siquiera el mal pensamiento de discutirlo, mucho menos nulificalo si trae siete mil y tantos votos a favor de la credencial que ampara al C. Edmundo Bolio, y si trae, aproximadamente, como dos mil votos el candidato que le sigue. Para aquellos de los miembros de esta Asamblea que no puedan tener percepción clara del alcance de la ley, porque no están obligados a tenerlo, puesto que no se han especializado en la profesión respectiva, es de alta elocuencia esta simple pregunta: ¿Cómo es posible que pretenda echarse fuera a quien trae una credencial extraordinaria en número de votos, siete mil y tantos, y que se pretenda traer a esta Representación Nacional a quien apenas si pudo tener la tercera parte de esos votos? Que se habla de presión, que se habla de intrigas, que se habla de chanchullos, ¡presión, intrigas, chanchullos! Yo desafío a cualquiera a que me diga, aunque haya traído dos votos, si no hizo un chanchullo, si no hizo una intriga si no hizo algo indigno y fuera de la ley para que fuera ayudado por las autoridades con objeto de conquistarse votos. En consecuencia, yo puedo suponer que haya esas intrigas, que haya esos chanchullos y que haya todo lo que ustedes quieran en esta credencial, y sigo en la pregunta: ¿Cómo es posible, señores, que esos chanchullos y esas intrigas vengan a nulificar más de cinco mil votos para darle el triunfo a otro que apenas tiene la tercera parte, y suponiendo que fueran tan puros como dicen que es la Virgen María? (Aplausos.) Tal vez extrañe ésta mi actitud a los miembros de mi partido, a los miembros del Partido Liberal Constitucionalista; he querido ser disciplinado, quiero también obedecer todas aquellas intenciones que se tengan con respecto a los bloques del partido; pero yo no puedo pasar, señores, el que se tenga que pasar por las horcas caudinas del acuerdo de una docena de individuos, cuando ese acuerdo no se basa en algo que sea fundado, en algo que sea verdaderamente justo. (Aplausos nutridos.) Yo acepto los acuerdos de ese bloque, yo acepto los acuerdos de mi partido, aun en el caso en que haya simple duda; en estos casos, lo he asentado yo mismo: vamos a colegio electoral, señores compañeros, a discutir credenciales con esta base esencial y primordial: el respeto a la ley. Pero si en un momento dado, si en un caso especial hay duda razonable y justificada, entonces entra el segundo argumento: el del interés del partido, y yo estoy con los intereses de partido en caso de duda; pero en lo indiscutible, no puedo estar más que con los indiscutible. Y ahora vamos al caso. Se dice: el señor Bolio fue secretario particular del gobernador provisional del Estado de Yucatán, y se separó unos cuantos días antes de celebrarse la elección respectiva. Me adelanto más, señores compañeros; yo voy a suponer que el señor Bolio no se separó ni un segundo del cargo de secretario particular del gobernador de Yucatán. La segunda parte de la fracción V del artículo 5o. constitucional, cuyo texto respectivo está también en la Ley Electoral, dice:

"Los gobernadores de los Estados, sus secretarios, los magistrados y jueces federales o del Estado, no podrán ser electos en los distritos de sus respectivas jurisdicciones." Y aquí está el caso de que me lamentaba yo al iniciar esta plática: de venir a repetir argumentos.

Los que creen que están imposibilitados los secretarios particulares, se fijan en el hecho de que al hablar de secretarios se habla en plural, y contra éstos los que sostienen la tesis contraria -entre los cuales estoy yo-, decimos: Se habla en plural de secretarios, porque en plural se habla de gobernadores. Muy bien; pero esto lo único que hace es dejar siempre la confusión. Como al hablarse en plural, lo mismo se puede tratar de dos, que de millones, no se aclara por completo la cosa, queda casi la misma confusión. Debemos, pues, señores, buscar alguna otra palabra que venga a definir con toda claridad el concepto expresado sobre gobernadores y sus secretarios. Encontramos la condición esencial, dice: "No podrán ser electos en los distritos de sus respectivas jurisdicciones...." Esta es la piedra de toque; ésta es la palabra que define de una manera absoluta el significado de la prohibición. Para nosotros los abogados, y ayer se lo decía a algún compañero, la palabra "jurisdicción" tiene el mismo significado decisivo, contundente, que para un médico la palabra "quinina". Jurisdicción, sin saber latín, pero algo me acuerdo de esto, está compuesta de dos palabras latinas, de jux, derecho, y decire, decir o dictar. Jurisdicción, pues, quiere decir dictar el derecho; en consecuencia, cuando se habla de jurisdicción, con respecto a un individuo, quiere decir la extensión territorial en donde aquel individuo dicta el derecho, impone su derecho, su autoridad; es decir, se necesita que sea funcionario público. ¿Qué funcionario público es un secretario particular? Es un simple empleado, empleado, como la palabra lo dice, de carácter particular. No hay, pues, ese jux, el derecho, ni el decire, dictar; y quien no puede dictar el derecho, no es autoridad; en consecuencia, no está imposibilitado por la segunda parte de la fracción V de este artículo. (Aplausos nutridos). Por lo tanto, señores compañeros, espero que daréis vuestro voto, no en pro de la justicia, que es una palabra tan vaga, sino de la palabra ley, que es algo menos vago, y algo un poco concreto. Y no se me tome a mí como un indisciplinado de mi partido, porque, como ha dicho muchas veces el compañero Manrique, hay que hacer justicia aun en contra de los propios, aunque en este caso parece que no fue su actitud así; pido que se aplique la ley aun en el caso de aquellos que sean propios. ¿Por qué? Porque uno de los fundamentos capitales para la fuerza de todo individuo, para la fuerza de todo político y para la fuerza de toda entidad política, es precisamente aquella fuerza de atracción que es consecuencia de sus procedimientos basados en la ley, basados en la equidad y en la honradez. (Aplausos nutridos y voces: ¡Bravo! ¡Bravo!)

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el C. Alonzo Romero.

El C. Alonzo Romero: Señores representantes: Profunda admiración he sentido al escuchar en esta tribuna a uno de los más viejos revolucionarios, a uno de los que se distinguieron desde 1910. Antes

de comenzar, a propósito de mayoría de votos, compañero Roque Estrada, tenga la bondad de decirme cuál fue la norma de conducta que los señores de la época del porfirismo establecieron en esta Representación Nacional. ¿Traían mayoría de votos? Puede usted tener un ejemplo de un señor Fuentes D., del Estado de Aguascalientes, que a pesar de haber venido con una credencial, se le expulsó de la manera más villana de esta Representación Nacional. ¿Y esto no quiere decir nada cuando usted asienta que el hecho de traer siete mil votos es una razón para que se crea que la elección ha sido legal? Y tenga usted en cuenta, compañero Roque Estrada, que en aquella época no solamente traían siete mil votos, traían doce mil, quince mil, veinte mil votos, como ha sucedido siempre cuando se ha tratado de hacer un chanchullo, fundado en ese criterio que vuestra señoría vino a sostener aquí: el criterio del chanchullo. Es el último criterio, señores diputados, que se ha venido a asentar en esta tribuna. (Siseos. Aplausos.) Señores: He quedado pasmado al ver de qué manera, de qué manera tan poco digna de esta Representación Nacional se han tratado todos los puntos en el Colegio Electoral. Voy a hacer historia: En el Congreso pasado, en la XXVII Legislatura, se aplicó el cuchillo de los tres filos: el criterio legal, el criterio moral y el criterio político. En la Legislatura berlanguista se aplicó el criterio berlanguista, cuando se les expulsaba ignominiosamente de esta Representación Nacional a aquellos individuos que venían con un número de votos, yo fui una de las víctimas del berlanguismo. En la XXIX Legislatura, señor Roque Estrada, se habla del criterio democrático, del criterio de la conmiseración de que se habló la otra noche, de que el C. Bolio hubiera sufrido uno de los golpes más rudos de la vida, como el de haber perdido a uno de sus hijos; pero, señores, qué cosa más espantosa y más ridícula es venir a esgrimir el criterio de la conmiseración cuando que de la manera más indigna muchos individuos vienen a la Representación Nacional únicamente por los treinta y tres - treinta y tres, (Siseos y aplausos.) señor Roque Estrada; y si se trata de conmiseración, empecemos por sentirla por el pueblo mexicano y cediendo la mitad de nuestras dietas, para que de esa manera la ambición que se apodera de la inmensa mayoría de los que vienen, no vengan aquí únicamente impulsados por ese sentimiento de medro absoluto. Usted no habla, señor Roque Estrada, de siete mil y tantos votos adquiridos en plena lucha y que no ha habido tales cosas en esta tribuna, y que no debe ligarse el criterio político, el criterio moral, con el criterio legal que usted esgrime de los 7,000 votos. ¿Acaso le parece poco, ciudadano Roque Estrada, que precisamente en el distrito electoral del C. Bolio - y el C. Bolio no me desmentirá, porqué creo que es un hombre honrado -, un individuo, uno de los propagandistas más ardientes del señor Bolio, llamado Norberto Cabiche, se divirtiera decapitando a los peleceanos y lanzando las cabezas al espacio para que al caer estallaran como bombas? Eso no lo negará, (Aplausos en las galerías.) Eso no lo cree el C. Roque Estrada; pero yo que lo siento, tengo que venir a levantar mi voz, porque yo estoy en disposición de demostrar que la única credencial que ha venido por el Estado de Yucatán, ha sido la que he traído, contra viento y marea y contra la imposición brutal de todos aquellos individuos que, validos del poder oficial, han traído esas credenciales que chorrean sangre y chorrean fraude! (Aplausos. Siseos.) Si, señores; no puedo permanecer aquí de una manera tranquila al ver cómo un revolucionario viene a sancionar hechos de esa especie. No me importa a mí que de una manera parcial estos elementos que deben velar por los intereses de nuestro conglomerado federal, hagan declaraciones parciales; no me importa. Mi voz vendrá aquí a resonar contra todas las asechanzas, contra todos los improperios que me lanzan los que saben que se sienten lastimados, y yo siempre vendré a defender los intereses de mi Estado, sobre todo esta vez que se trata de una credencial arrancada por la influencia del C. Bolio, siendo secretario particular del gobernador del Estado. Y le voy a probar a usted que sí se ha pasado sobre la ley; le voy a probar a usted que se ha violado la ley en esta Representación Nacional. Usted dice, C. Roque Estrada, que no tiene importancia que los secretarios particulares lancen sus candidaturas, y que éstos no tienen influencia en el distrito. Voy a probar a usted que sí. Un secretario particular - y esto es de sentido común-, un secretario particular es el director intelectual, sobre todo de esos sátrapas que pasan por los Estados que son unos descalificados e ignorantes y que por lo regular se rodean de un individuo, de uno de esos leguleyos, para que con su influencia puedan controlar todos los distritos electorales. Y esto es lo que ha sucedido en Yucatán, señor Roque Estrada. Usted personalmente, antes de venir a la Representación Nacional, le manifestó al C. Bolio que estaba comprendido, o al C. Sánchez Tenorio, que estaba comprendido el C. Bolio entre estas prohibiciones, y ahora...

El C. Estrada Roque, interrumpiendo: Alusión. Protesto contra esa afirmación.

El C. Alonzo Romero, continuando: Y ahora viene usted, C. Roque Estrada, a decir que no están comprendidos en el artículo constitucional. El hecho de que en esta Representación Nacional se haya violado tres o cuatro veces o seis o diez, ciudadano licenciado, no quiere decir que un error establezca jurisprudencia; todavía es tiempo, C. Roque Estrada, de defender la ley, aquí tan encarnecida y tan maltratada, y aquí me viene a la mente una frase del C. Vadillo, de la XXVII Legislatura, que decía que de aquí, de la Representación Nacional, había tenido que salir la ley ultrajada y escarnecida, montada a la jineta sobre los lomos de un macho cabrío. Pues hoy ha salido la ley destrozada y maltrecha, a golpe de macana, arrastrada de los cabellos, y maltratada por las pezuñas del macho cabrío. Y esto no lo podemos consentir nosotros los que venimos aquí con una credencial limpia, porque no podemos permitir que individuos impuestos vengan aquí a pasar por hombres limpios, representantes de un distrito, y es necesario, de una vez por todas empuñar el látigo para expulsar a los mercaderes del templo. Decía el señor Vadillo que si el ciudadano X fuera expulsado de la Representación Nacional, sería tanto como coger a la justicia, tenderla sobre la mesa pulida de los taquígrafos, y violarla ante la Representación Nacional. Y

vos, señor Roque Estrada, con vuestras aseveraciones, que son autorizadas porque sois un abogado inteligente y un revolucionario viejo, no solamente venís a violar la ley, sino a contribuir también para que la ley siga siendo escarnecida. ¡Sois vos uno de los que a macanazos habéis sacado a la ley de esta Representación Nacional! Y esto es necesario, de una vez por todas, quitar; hay que quitar esa palabra que dice Lex aquí en lo alto, para poner algo ahí que sirva de norma a la conducta de muchos individuos, el de "Lego, legis, legere, legi, lectum", para que muchos individuos que vienen aquí, que no saben leer ni escribir, sepan que a la Representación Nacional hay que traer un acopio de valor civil, un acopio de valor personal, y hay que traer conocimientos y hay que traer un gran corazón para no seguir poniendo en ridículo al país ante las naciones extranjeras. (Siseos. Aplausos.)

Si todos los defensores de la ley son como vos C. Roque Estrada, le doy el pésame y les doy el pésame a todos los que le ayuden a usted en ese sentido. Me siento herido verdaderamente, porque vos, que sois un hombre consciente, venís a defender una credencial manchada de fraude y de sangre; vos venís a ultrajar esa pobre palabra; pero yo estoy en disposición siempre de sostener aquí, en la tribuna, contra todos y contra todo, la dignidad de mi Estado. Cualquier día, C. Roque Estrada, verá usted cómo nosotros podremos traer, con los mismos procedimientos que se siguen con la ley del chanchullo que usted establece aquí, una credencial, y entonces tendría la oportunidad de que el C. Roque Estrada viniera a defender mi credencial. (Aplausos. Siseos.)

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el C. Bolio.

El C. Bolio: Señores diputados y presuntos diputados: No me extraña, en verdad, que en esta ocasión venga a esta tribuna el gentil doctor yucateco Miguel Alonzo Romero, a hablar en contra de este dictamen, que es el fruto desprendido por la Comisión Dictaminadora de ese gran árbol que se llama la justicia revolucionaria. Digo que no me extraña, en verdad, porque el doctor Alonzo Romero no ha venido a esta tribuna a traer la voz de la razón y de la justicia y del derecho y de la ley, sino que ha venido simplemente a traer la voz del odio y la voz del sentimentalismo personal.

El C. Alonzo Romero, interrumpiendo: No siento odio por usted; siento conmiseración. (Campanilla.)

El C. Bolio, continuando: Digo que trae la voz de la pasión y del odio y voy a comprobarlo, El señor doctor Alonzo Romero ha venido a hablar a esta tribuna en contra de mi credencial, porque fui secretario particular, que porque no soy apto para venir a la Representación Nacional, que porque, en fin, no reúno condiciones especiales. El 3 de julio, siendo yo secretario particular del gobernador, él me postuló en el Partido Liberal Constitucionalista como candidato para venir a la Representación Nacional, y acepté la postulación que me hizo mi partido, el Partido Socialista, hoy tan vejado y calumniado inútilmente. Esa es la voz de la pasión que trae aquí, la voz del odio que me tiene por no haber aceptado la postulación que él me hizo. Aquí debe estar "La Revista de Yucatán" y "El Clamor Público", que son dos periódicos que, en concepto del C. Alonzo Romero, y en mi concepto, como yo especifiqué la otra vez, son periódicos de la opinión pública de Yucatán, son periódicos independientes, como dijéramos ya en otras ocasiones. Pues este periódico publica aquí la lista de los candidatos a diputados al Congreso de la Unión, y al Senado -los partidos coaligados-, y dice:

"Después de que se hizo la designación, la Junta Directiva, en masa, se trasladó a eso de las diez y media de la noche al local del Partido Demócrata Yucateco, en donde en una Asamblea fue presentada para la aprobación de la Junta Directiva de dicho partido la relación de los candidatos, quedando integrada de la siguiente manera:

"1er. distrito, licenciado don Pedro Caballero; suplente, don Horacio E. Villamil; 2o. distrito, licenciado don José María Covián Zavala; suplente, doctor don José María Esquivel Fernández; 3er. distrito, profesor don Edmundo Bolio; suplente, don Delfín Sánchez; 4o. distrito, licenciado don Arturo Cisneros Canto; suplente, don Anastacio Manzanilla; 5o. distrito, licenciado don Narciso Fernández; suplente, licenciado don Gabriel Ceballos Romero; 6o. distrito, doctor don Miguel Alonzo Romero; suplente, licenciado don Enrique Sánchez Tenorio.

"Senador propietario: licenciado don José Inés Novelo; suplente, ingeniero don Miguel Medina Ayora.

"Se acordó que la insignia de los partidos coaligados que lo son los dos antes mencionados, sea el pabellón tricolor.

"Se nos informa que ambos partidos políticos celebraron varias asambleas para discutir las personalidades de los candidatos que figurarían en las planillas, llegando en definitiva a quedar de acuerdo en sostener en las próximas elecciones a los ciudadanos cuya relación fue aprobada en las asambleas de antes de anoche.

En vista de que el Partido Socialista me postuló igualmente para diputado al Congreso de la Unión, opté por aceptar aquella candidatura, que es el partido que siempre me ha traído a esta Representación Nacional, y es ese el partido que yo, en mi concepto, debo de representar; por lo tanto, debí aceptar la postulación que me hacía. En vista de esto, aquí tengo un telegrama publicado en donde digo lo siguiente, en Sotuta:

" Julio 3 de 1920.- Señor Felipe Carrillo Puerto.- Presidente del Partido Socialista.- Mérida.

"Por la prensa leída en éste, heme enterado de que partido presidente doctor Alonzo Romero me postula para diputado. Yo hago formal renuncia de tal designación y sólo aceptaré lo que disponga el Partido Socialista al que pertenezco. Ruégote me esperes para hablar contigo. Afectuosamente, Edmundo Bolio." Con esto compruebo que primeramente el doctor Alonzo Romero vino y me postuló, y como no acepté esta postulación y sí la del Partido Socialista, ahora viene aquí con toda la vehemencia en él característica a hablar en contra de mi credencial. A buen seguro estoy de que si hubiese aceptado la postulación que hizo de mi candidatura,

hubiese venido con la misma vehemencia a defender mi credencial.

En cuanto a las presiones, en cuanto a todo eso que ha dicho de que me valí como secretario particular para lograr mi credencial, aquí tengo todas las crónicas de los periódicos en los diversos poblados en que estuve paso a paso haciendo mi propaganda; dicen entre otras cosas "Izamal..."-aquí tengo una crónica en donde justifico cómo se hizo mi propaganda. Se hizo en orden y se hizo de conformidad con los postulados democráticos. Para no cansar a la Asamblea, no le doy lectura; pero si ella lo desea, sí. (Voces: ¡No, No!) Aquí tengo también la crónica de Motul. En consecuencia, con esto demuestro la bondad de mi elección. Más adelante, aquí tenemos "El Clamor Público" que también da nota exacta de cómo he hecho mi propaganda, sin presión de ninguna clase, puesto que ya ni era secretario particular, y puesto que también tengo simpatías entre el Partido Socialista de Yucatán. Del pueblo de Motul, uno de tantos pueblos, dice también lo siguiente el corresponsal de "El Clamor Público":

"Por dos votos. Sabemos que el Partido Socialista perdió las elecciones en Telchac, únicamente por dos votos, a pesar de la lucha reñida del P.L .C. Parece ser que hubo partidarios de este último que pretendieron votar dos veces lo que fue advertido por el alcalde municipal y evitado a tiempo."

De manera que allí se quería hacer un fraude en contra de mi credencial. Aquí tengo un telegrama de la ciudad de Izamal y otro de Motul, etcétera, en donde se dice cómo fueron las elecciones, periódico del señor Carlos Menéndez, leído la otra tarde y justificado por el señor Alonzo Romero como honrado e independiente. Dice lo siguiente:

"Ayer se efectuaron aquí y en todo el partido las elecciones, sin presión por parte de las autoridades, ejerciendo sus derechos los liberales constitucionalistas y los socialistas. "Las autoridades, tanto federales cuanto municipales, se reconcentraron en el cuartel, en previsión de cualquier desorden que pudiera ocurrir.

"Según los cómputos de aquí y los procedentes de los pueblos del partido, el triunfo fue de los socialistas, por mayoría. No se registró ningún incidente desagradable."

Y así por el estilo; aquí tengo toda la documentación, que podemos decir que hace prueba plena de cómo fueron las elecciones verificadas en el 4o. distrito electoral; aquí está lo que ha sucedido y que es lo que antes he dicho. Debo advertir a la H. Asamblea que las veces que aquí se han tratado asuntos de secretarios particulares, se quiso sacrificar al algunos compañeros, precisamente - y esta es la oportunidad de decirlo y ahora es la oportunidad de sacar el ganchito-, precisamente para sentar jurisprudencia y sacarme a mí, para beneficiar a un connotado miembro del Partido Liberal Constitucionalista, Enrique Sánchez Tenorio. Pero ya habéis visto, señores diputados, cómo esta H. Asamblea, desenajenándose de todo interés personal y haciendo justicia y cumpliendo con los dictados de su conciencia, ha votado favorablemente en todos los casos que se han presentado. Ahora, el C. doctor Alonzo Romero, indudablemente como buen doctor que conoce perfectamente, como diría Iriarte, las virtudes de las hierbas, catárticas, diuréticas, febrífugas, eméticas y prolíficas también, y, en cambio, desconoce lo que son las virtudes de un pueblo consciente de sus derechos. (Aplausos.)

El C. Alonzo Romero: Pido la palabra para una serie de interpelaciones al C. Bolio.

El C. presidente: Si lo permite el orador.

El C. Bolio Edmundo: Siento mucho, en este caso, no atender a usted; como ya oigo que es una interminable lista de interpelaciones, no podré contestar a usted, porque parezco ya el chivo expiatorio de esta Cámara. (Aplausos).

El C. Alonzo Romero: Dos interpelaciones nada más.

El C. Bolio Edmundo: No, señor.

El C. Alonzo Romero: Yo me iba a permitir hacer esta interpelación al C. Bolio, para que me la contestara. La voy a hacer y la responderé, si es que no la quiere responder él; pero tengo fe en que el C. Bolio todavía conserve una ráfaga de lo que se llama dignidad política.

El C. Bolio Edmundo: ¡Siempre la he tenido! (Campanilla.)

El C. Alonzo Romero: Dígame el C. Bolio si no es verdad que el día de las elecciones estuvieron presos todos los representantes del Partido Liberal Constitucionalista, y que el mismo C. Bolio contribuyó para que a algunos se les pusiera en libertad.

El C. Bolio: Me veo en el caso de responder honradamente, con permiso de la Presidencia.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Edmundo Bolio.

El C. Bolio: Me veo en el preciso caso de contestar a la interpelación una vez, para demostrar la bondad de mis elecciones. Obra en el expediente que está en la tribuna un certificado expedido por los secretarios del Juzgado de Primera Instancia, en donde se hace constar que los propagandistas del partido contrario fueron puestos en libertad, por asuntos ajenos a la política.

El C. Alonzo Romero: Dígame el C. Bolio si no es verdad que en su distrito un individuo, de nombre Norberto Cabachi, se divirtió cortando las cabezas de los peleceanos y lanzándolas al espacio, para que al caer estallaran como una bomba. Diga el C. Bolio si no es verdad.

El C. Bolio Edmundo: El señor Norberto Cabachi está preso y consta en las diligencias; no sé de las...

El C. Alonzo Romero: ¿Es verdad o no?

El C. Bolio: ¡No es cierto! (Desorden. Gritos. Campanilla.)

El C. Alonzo Romero: Pues falta usted a la verdad, C. Bolio; usted lo ha dicho delante del señor García Vigil. Pues, ciudadanos diputados, podéis formaros un concepto de lo que sucede en esa lejana tierra. El C. Bolio- voy a hacer esta aclaración también para que conste en el "Diario de los Debates",- dígame el señor Bolio si no es verdad que cuando Pablo A. de la Garza, al iniciarse en el Estado de Yucatán la propaganda obregonista, el C. Bolio, con su habitual cobardía, acompañado del señor Recio, que fue gobernador del Estado, me propusieron que hiciera una transacción con Pablo A. de la Garza, y qué contesté a usted, señor Bolio.

El C. Bolio: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Bolio.

El C. Bolio: Hago presente a la honorable Asamblea que el C. Alonzo Romero está saliéndose fuera de la discusión.

El C. Alonzo Romero: No, Señor; contesto usted, para que conste en el "Diario de los Debate?

El C. Bolio: Mi actuación política obregonista está en la conciencia de los hombres honrados y de los hombres verdaderamente revolucionarios. Yo invito al C. León, que es de los hombres honrados y buen amigo nuestro, y un hombre excepcionalmente honrado en esta Cámara, a que dé cuenta o sea portavoz de las palabras que el general Obregón dijo de lo que son el obregonismo y el Partido Socialista de Yucatán, el que nos ha traído a esta Representación Nacional.

El C. Alonzo Romero: Ciudadanos diputados: Ha rehuido la respuesta. Vosotros os formaréis un concepto de la actitud cobarde del C. Bolio. (Siseos.)

El C. Carrillo Felipe: ¡Usted está mintiendo! (Murmullos. Campanilla.)

El C. presidente: Tiene la palabra por segunda vez el C. Estrada Roque.

El C. Bolio: He interpelado al C. León para que de una vez haga aclaraciones, que son necesarias, para no desvirtuar la labor del Partido Socialista de Yucatán.

El C. León Luis: Con permiso de la Presidencia. (Voces: ¡Tribuna! ¡Tribuna!) Son breves aclaraciones. Creo yo que el compañero Bolio se refiere a una conversación que sostuve con el general Obregón antier en la mañana, el día en que llegó, y que conté a mis compañeros yucatecos. Efectivamente, los señores socialistas yucatecos están muy interesados en que los compañeros conozcan estas declaraciones, y yo no tengo empacho en hacerlas públicas.

Preguntando al general Obregón sobre las impresiones que traía de su viaje al Sureste de la República, nos habló, al referirse a Yucatán, diciéndonos lo siguiente: el Partido Socialista Yucateco controla, probablemente, el ochenta u ochenta y cinco por ciento de la población de la península; el Partido Socialista Yucateco ha cometido, no actos colectivos, sino ciertos actos que son puramente personales, en vista de las pasiones tan violentas que tienen los yucatecos, y muchas veces con copas, liberales y socialistas se encuentran y degeneran en riñas; pero en unas riñas personales y vulgares, y no se puede imputar un crimen a ese partido. En segundo lugar, en el Partido Socialista Yucateco se encuentran actualmente un poco soliviantados en su ánimo, merced a la labor de las noticias exageradas que ha publicado la prensa capitalina, iniciada por los líderes del partido contrario, y merced también -palabras del general Obregón, que no tengo empacho en hacer públicas- a que el actual gobernador es parcial y es contrario al Partido Socialista Yucateco. Esas son las declaraciones que tenía que hacer. (Aplausos.)

El C. presidente: El C. Roque Estrada tiene la palabra por segunda vez.

El C. Estrada Roque: Honorable Asamblea: Advierto que si he venido a ocupar esta tribuna nuevamente, ha sido por la insistencia, casi por la obsesión del señor Alonzo Romero, en dirigirme la palabra. Conste que no menté en mi plática anterior más nombre propio que el de los contrincantes en el distrito electoral; y si hablé personificando, fue porque allí era forzoso personificar, y no hice alusión ninguna fuera de esas personas. También, como preámbulo, diré que el señor Sánchez Tenorio me hizo el honor de platicar conmigo sobre este asunto hace varios días en mi modesto despacho, y que en conclusión le dije que sería necesario, para formarme una idea exacta del caso, tener en mis manos todos y cada uno de los detalles del expediente. Ahora vamos ya a la requisitoria del señor Alonzo Romero. Personalizaré, porque me veo en el caso forzoso de personalizar. Desde la primera vez que escuché en esta tribuna hablar al señor Alonzo Romero, me figuré, y hoy más que entonces, que asistía a una representación de un drama de capa y espada, (Risas. Aplausos.) o que se nos leía, con todas las entonaciones del caso, un capítulo de las "Aventuras de Rocambole". (Risas. Aplausos.) El señor Alonzo Romero, vuelvo a personificar, tiene, no digo fuego, tiene una hoguera en el organismo, y en esa hoguera no sale precisamente como el Ave - Fénix, sino que en su propia hoguera quema su criterio, su sensatez, su razón y hasta eso que se llama sentido común, que al decir de un profesor mío de Ciencias Naturales, era muy raro.(Risas.) Dice con esa voz rocambolesca, que he venido yo a argumentar a base de mayoría de votos; el mismo argumento de los tiempos porfirianos. Yo creo que, en cuestiones de elecciones, que en cuestiones de la manifestación de la voluntad popular por medio del voto, no se puede hablar con más argumento básico que el de la mayoría de votos; la cuestión está en saber si estos votos son reales o suplantados, si son verdaderos o son ficción, y creía que ahí iba la argumentación, precisamente, del C. Alonzo Romero, y concluyó y no nos dijo nada como prueba de que esos votos no sean verídicos; nada más nos habló de cabezas por el aire, de piernas por la tierra. (Risas.) de peleceanos en la cárcel, (Risas.) de socialistas en las nubes, etcétera, etcétera; pero no nos dijo: los votos de esta casilla son falsos por tal y tal motivo, los de esta otra porque maniataron a los pobres peleceanos; los de aquélla, porque estaban en la cáncer todos los votantes; la de más allá, porque se anunció un cataclismo peninsular, etcétera, etcétera. (Aplausos nutridos). Nada de eso nos dijo. El señor Alonzo Romero, que acompañando a su frase con la fisonomía, se pone lívido, me hizo recordar aquella frase del compañero Manrique cuando le decía: "el señor Alonzo Romero, este compañero de pasiones africanas", etcétera, etcétera. (Risas.) Y yo creía que esa frase se la decía satíricamente, y ahora me convenzo de que se la decía sinceramente. (Aplausos.) Lo único que he podido descubrir aquí, señores compañeros, es algo que de tendencias personales, de intereses personales, se ha transformado en tintes colectivos y en tendencias políticas; se nos ha hablado también en esta tribuna de que si alguno es socialista o no es socialista, con esta o con aquella tendencia, ¿Y dónde está el maestro, señores, que nos diga cuáles son los caminos precisos y absolutos para llegar a la finalidad de tal o cual doctrina, si aquí estamos reunidos doscientos y tantos compañeros que no podemos ni siquiera

regirnos por el Reglamento de esta Cámara? (Aplausos.) Y nos dice el C. Romero: Los secretarios particulares tienen influencia en sus respectivos distritos; y yo le contesto al señor Alonzo Romero: Los secretarios particulares sí tienen influencia en sus respectivos distritos, y la tiene también todo el que se presenta a candidato, porque si no, no se presentarían candidatos. (Aplausos.) Se me podrá argüir que los secretarios particulares tienen más influencia, y cogiéndole el argumento al señor Alonzo Romero, decir: no debemos admitirlos en esta Representación Nacional; y yo le digo al señor Alonzo Romero, cogiéndole el concepto: "Si el licenciado Estrada ha venido a hacer fracasar la ley, nosotros debemos obedecer la ley." Sí señor, nosotros debemos obedecer la ley, y ahí va la prueba de que los secretarios particulares no están incapacitados para las elecciones: Cuando en el Constituyente se discutió este asunto, se tuvieron en cuenta los argumentos del pro y del contra; se dijo cuáles eran las influencias de los secretarios particulares; y esas influencias no han cambiado, han sido normales siempre y ahora, supuesto que un secretario particular es hombre de confianza del gobernador, y siempre se ha supuesto la consecuencia forzosa, la influencia moral en la jurisdicción del gobernador, no del secretario particular, porque no la tiene, y si en aquel entonces se tuvieron en cuenta ambos criterios y, sin embargo, se estampó el artículo en los términos en que está estampado, quiero decir esto: que ya se agotó el tema y que no se consideró la influencia de los secretarios particulares suficiente para nulificar la voluntad de los ciudadanos. Repito, pues: venimos aquí a respetar la ley. Un error no debe sentar jurisprudencia, nos dice el señor Alonzo Romero, y esta Asamblea ha cometido varios errores exactamente iguales. Se comenzó con el error, llamémosle caricaturescamente nacional, de no objetar la elección del secretario particular del ciudadano presidente de la República. Y no se objetó. ¿Por qué? Porque no podía objetarse. Pero ahora vengo a la demostración que en el terreno sentimental, no en el legal -porque repito, no pudo objetarse-, no se objetó por causas muy extrañas; entonces no se tuvo ese valor civil de que nos hablan aquí en esta tribuna.(Aplausos.) Entonces no se tuvo esa cualidad, ¿por qué? Porque se trataba del secretario particular del ciudadano presidente de la República. Y yo escuché desde esta tribuna que cómo había de compararse al secretario particular del ciudadano presidente de la República, con el secretario particular del gobernador de Tamaulipas, pongo por caso, puesto que el señor De la Huerta es así y es "asado" y es de más allá, con todas sus cualidades; y yo pregunto si para el caso de abusar, no se trata aquí de quién es el presidente de la República, ni quién es el gobernador provisional de tal parte, sino quién es el candidato. ¡Valor civil! El C. Alonzo Romero se dirigió a mí diciéndome que aquí había que venir con valor civil, con corazón; y yo podría decirle al señor Alonzo Romero: es muy difícil que me venga a dar cátedra de valor civil! (Aplausos nutridos.) No admito el pésame que me expresó desde esta tribuna el C. Alonzo Romero, porque no es el señor Alonzo Romero quien tiene que dármelo; es esta Asamblea. Por fin, ¿qué dijo Alonzo Romero? (Voces: ¡Nada! ¡Nada!) ¿Y que probó Alonzo Romero con todo lo que dijo? (Voces: ¡Nada! ¡Nada!) Que se habían cometido crímenes por un partido; muy bien. Si el C. Alonzo Romero me demuestra que, como consecuencia de esos crímenes está procesado el candidato y dictado el auto de formal prisión, no vuelvo a quitar a ustedes la atención; pero mientras eso no exista, la ley debe aplicarse, la ley exige que se apruebe el dictamen. (Aplausos. Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. Alonzo Romero: Pido la palabra para una aclaración.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Alonzo Romero: Yo necesito hacer algunas aclaraciones. Realmente admiro el oportunismo del compañero Roque Estrada; digo oportunismo, porque uno de los miembros más conocidos del "Pélece", como él se ha hecho pasar en últimas fechas, y yo recuerdo que en los momentos en que el "Pélece" necesitaba de la cooperación de sus miembros más culminantes, el C. Roque Estrada nunca se dejó ver en los círculos del "Pélece"; cuando se trató de discutir este asunto...(Siseos. Campanilla.) pueden ustedes sisear, pueden hacerlo que gusten; no me inmutan los siseos, cuando el aire sale por la boca, etcétera, etcétera. (Siseos. Campanilla.) Yo decía que el señor Roque Estrada debía de haberse presentado en el bloque del "Pélece" a darnos esa hermosísima cátedra de Derecho Constitucional; pero el C. Roque Estrada, en su afán de exhibición y de oportunismo, ha venido a esta Asamblea a querer sorprender con esos argumentos, dichos con la prosopopeya del C. Roque Estrada, característica en él, como en mí la pasión; pero Víctor Hugo decía que el hombre sin pasiones no es hombre; lo habrá leído usted alguna vez, porque es usted un hombre ilustrado, cuando menos, en mi concepto. Necesitamos, C. Roque Estrada, de esa cooperación suficientísima de usted para que podamos normar nuestros actos. Ya sabemos que somos un rebaño y que usted es el pastor; pero yo, desde hoy declaro que toda aquella personalidad reconocida en Roque Estrada para mí se ha desvanecido en esta tribuna, y sólo se ha traducido en el exhibicionismo y en el oportunismo de su señoría.

El C. presidente: No habiendo más oradores inscriptos, en votación económica se pregunta a la Asamblea si se considera este asunto suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa, se servirán ponerse de pie. Suficientemente discutido.

El C. Alonzo Romero: Pido votación nominal...(Voces: ¡No! ¡No!) y pido que me acompañen siete ciudadanos diputados.

El C. presidente: ¿Para cada uno de los puntos resolutivos del dictamen?

El C. Alonzo Romero: No, para la segunda parte nada más.

El C. secretario Tirado: Se procede a dar lectura al 1er. punto resolutivo del dictamen, para votarlo en votación económica:

"1o. Son válidas las elecciones verificadas en el 4o. distrito electoral del Estado de Yucatán, el día 1o. de agosto de 1920."

Los ciudadanos diputados que aprueben este 1er. punto resolutivo, se servirán ponerse de pie.

Aprobado. ¿El C. Alonzo Romero está apoyado por siete ciudadanos diputados para la votación nominal? (Varios ciudadanos diputados se ponen de pie.) Está debidamente apoyado el C. Alonzo Romero por siete ciudadanos diputados; en consecuencia, se procede a la votación nominal.

El C. Aguirre Colorado Fernando: Por la afirmativa.

El C. secretario Tirado: Por la negativa.

El C. Roque Estrada: ¡Moción de orden! Que se lea lo que se va a votar.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"2o. Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por dicho distrito, los CC. profesor Edmundo Bolio y licenciado Federico Carrillo." (Se recoge la votación.)

- El mismo C. secretario: El resultado de la votación fue el siguiente: por la negativa, 25; por la afirmativa, 133. (Aplausos.) En consecuencia, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, hace la siguiente declaratoria: La Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: que son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el 4o. distrito electoral del Estado de Yucatán, los CC. Edmundo Bolio y Federico Carrillo. (Aplausos.)

El C. León Luis L.: Pido la palabra para una aclaración.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. León Luis L.: Como he reflexionado que las declaraciones que hice a petición del compañero Bolio pudieran aparecer parciales- y quiero ser imparcial- y que no me hiciera el cargo mañana o pasado el general Obregón, de que no hice sus declaraciones íntegras, quiero agregar que el general Obregón también declaró que el C. Alonzo Romero, con una actitud muy digna y lleno de valor civil, en la época difícil, organizó el Partido Liberal Yucateco...(Voces: ¡Constitucionalista!) rectifico, el Partido Liberal Constitucionalista de Yucatán; que ese partido no contaba con la mayoría de los socialistas y que lo único que lamentaba era que los yucatecos alimentaran con tanto odio sus luchas particulares; pero que también es un partido respetable.

El C. secretario Zincúnegui Tercero, leyendo: "1a. Comisión Revisora de Credenciales.- 2a. Sección.

"H. Asamblea:

"En el 2o. distrito electoral del Estado de Sinaloa, la Junta Computadora extendió credenciales para diputados propietario y suplente, respectivamente, a favor de los CC. licenciado José Gómez Luna y Abraham Salcido, por haber obtenido la mayoría de los votos habidos en la elección de aquel Estado.

"En el expediente que esta Comisión Revisora de Credenciales tuvo a la vista, figuran varias protestas presentadas en el curso de la elección por el C. Adolfo Rivera, que también contendió en el 2o. distrito electoral del Estado de Sinaloa; tales protestas dieron margen a una averiguación practicada por el juez de Distrito en aquel Estado, pero las actuaciones de dicho juez, que figuran en el expediente, son en todo favorables a la fórmula que obtuvo las credenciales.

"Por estas razones, la Comisión Revisora de Credenciales que subscribe, propone a la aprobación de la H. Asamblea los siguientes puntos de dictamen: "1o. Son válidas las elecciones habidas en el 2o. distrito electoral del Estado de Sinaloa, el día 1o. de agosto del corriente año.

"2o. Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el mencionado distrito, los CC. Licenciado José Gómez Luna y Abraham Salcido."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión .- México, 3 de septiembre de 1920.- B. Valdillo. - Lic. L. Castro y López."

Está a discusión. Los ciudadanos diputados o presuntos que deseen hacer uso de la palabra, se servirán pasar a inscribirse. No habiendo quien desee hacer uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobado.

La Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: que son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el 2o. distrito electoral del Estado de Sinaloa, los CC. José Gómez Luna y Abraham Salcido.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- 9o. Grupo.

"H. Asamblea:

"A la novena Comisión de Poderes tocó en turno revisar el expediente electoral del 11 distrito del Estado de Puebla, habiendo encontrado que la documentación esencial está de acuerdo con la ley de la materia.

"Cinco fórmulas jugaron en el mencionado Distrito, habiendo obtenido los siguientes votos cada una de ellas, a saber: Godofredo Guzmán Peláez y Heliodoro Marín, 2, 774; Antonio Moro y Ricardo Sarmiento, 2, 435; Seoane Salvador y Sosa Pavón Ricardo, 1, 275; Amado Camarillo y Leopoldo García Beyrán, 712; Guillermo Castillo Tapia y Julián Castro, 466.

"Que hecho el exámen del expediente se encontró que el C. Salvador Seoane presentó una protesta, la que no se toma en consideración porque no procede de un candidato registrado, según se justifica con el telegrama del ciudadano gobernador del Estado de Puebla, fechado el 30 de julio último, que obra en el expediente; ni procede de ningún representante del partido que lo sostiene, como lo previene el artículo 107 de la Ley Electoral.

"Hay tres protestas del C. Guillermo Castillo Tapia, que tampoco son de tomarse en consideración, por haber manifestado posteriormente ante la Comisión que subscribe, mediante un memorial fechado el 31 de agosto retropróximo, que no hubo las violaciones de que se quejó ante la Junta Computadora y confesaba que la votación obtenida en favor de la fórmula Guzmán Peláez, y Marín, era la mejor de las que contendieron. "Protesta del candidato Guzmán Peláez, que consiste en que, según la lista de escrutinio, la elección verificada en las secciones 1a. y 2a. de Aljojuca, arroja 139 votos en favor de la candidatura

Moro - Sarmiento; 40 en favor de Guzmán Peláez, y Marín; 2 en favor de la fórmula Castillo Tapia y Castro, y 18 en la de Amado Camarillo, faltando las boletas que comprueban la votación de la candidatura Moro - Sarmiento. La Comisión toma en cuenta esta protesta por ser exacta y, por lo tanto, se quitan dichos votos a favor de la última.

"Ante la Junta Computadora, el candidato Godofredo Guzmán Peláez presentó dos peticiones de nulidad; una contra el candidato Antonio Moro, y otra contra la fórmula Seoane y Sosa Pavón. La primera la hace consistir en que el C. Antonio Moro fue secretario del gobernador del Estado de Puebla, señor general Rafael Rojas, hasta fines de julio último, lo que justifica con el telegrama que corre en el expediente y cuya antefirma dice: "El secretario particular: A. Moro." La Comisión opina que toda la votación que obtuvo a su favor es nula, de acuerdo con el artículo 43, fracción III, de la Ley Electoral, ya que dicho documento es auténtico y hace prueba plena, conforme al artículo 551 del Código de Procedimientos Civiles.

"En cuanto a la nulidad de la elección de la fórmula Seoane y Sosa Pavón, que consiste en no haber registrado oportunamente su candidatura, sino que lo hizo dos días después de cerrado el registro y aunque equivocadamente y de una manera arbitraria el secretario general de Gobierno del Estado de Puebla ordenó que se hiciera en la Presidencia Municipal algún asiento sobre este particular, después de cerrado ese registro, el gobernador del Estado dejó sin efecto esa orden y declaró sin validez el registro hecho ilegalmente de la fórmula mencionada, como se comprueba con el telegrama de 30 de julio último, subscripto por el referido gobernador y de que ya se habló; en que se usó en la elección de las boletas del distintivo azul - rojo, marcando con una cruz los anillos. Fundado en estos hechos y en los artículos 55 y 104, fracción IV de la Ley Electoral, solicitaba la nulidad de los votos emitidos en favor de la fórmula Seoane - Sosa Pavón. La Comisión cree que no son causa de nulidad los hechos en que se apoya la petición que antecede, toda vez que no están comprendidos en la citada fracción IV.

"Los CC. Salvador Seoane y Ricardo Sosa Pavón, mediante un escrito presentado ante esta Comisión Revisora, solicitan la nulidad de la elección obtenida en favor de las fórmulas Guillermo Castillo Tapia y Julián Castro; Antonio Moro y Ricardo Sarmiento; Godofredo Guzmán Peláez y Heliodoro Marín, y Amado Camarillo y Leopoldo García Veyrán, con diversos capítulos.

"Como la candidatura del C. Godofredo Guzmán Peláez, fue la que obtuvo una mayoría absoluta de sufragios, sobre los demás contrincantes, la Comisión estima que debe ocuparse única y exclusivamente en analizar la impugnación que de su elección hacen los CC. Seoane y Sosa Pavón, para resolver sobre la validez o invalidez de dicha elección.

"Los peticionarios hacen consistir su acción: I. En el hecho de que el candidato Guzmán Peláez ejerció funciones de presidente municipal en el distrito de Tecamachalco. II. Que el expresado candidato fungió en ese distrito con el carácter de coronel, teniendo a su mando un regimiento que se llamaba "Carabineros de Valsequillo". III. Que con ese carácter figuró hasta mediados de junio último; y IV. Porque después desempeño el empleo de recaudador de Rentas del propio distrito.

"La Comisión estima que es improcedente dicha acción de nulidad, porque no está comprobado de ninguna manera el primer hecho; en cuanto al segundo, con motivo de la imposición que de la candidatura a la Presidencia de la República pretendió hacer el C. Venustiano Carranza en favor del ingeniero Ignacio Bonillas, a raíz del movimiento revolucionario que la motivó, el C. Godofredo Guzmán Peláez empuñó las armas poniéndose al frente de una gran número de revolucionarios, que operó en la zona de Tecamachalco, cuya jefatura desempeño hasta el 1o. de junio próximo pasado y no a mediados del mismo mes como lo aseguran los impugnadores, lo que se comprueba con el certificado que exhibieron éstos, y el documento expedido por el presidente municipal de Tecamachalco, el 16 de mayo anterior, la Comisión opina que no es de tenerse en cuenta este capítulo de nulidad, por no haber tenido Godofredo Guzmán Peláez mando de fuerzas regulares sino revolucionarias, en la reciente convulsión, antes de la fecha de la elección; y porque la convocatoria a elecciones no se expidió por el Congreso en fecha predeterminada, sino distinta de la establecida por la Ley Electoral de 1o. de julio de 1918, y por ello mismo imposible de prever por los candidatos. Respecto al último capítulo de nulidad, no están comprendidos los recaudadores de rentas en las causas de inelegibilidad que especifica el artículo 43 de la repetida ley, y por lo tanto no es de tomarse en consideración.

"Continuando el exámen del expediente, se encontró con que las secciones 1a. y 2a. de San José Ixtapa del departamento de Cañada, Morelos, aparece que los padrones oficiales de aquéllas, rinden un total de 161 votantes, sin excluir a los fallecidos o ausentes, como se ve del documento también oficial, expedido por el presidente municipal de Cañada, Morelos; y en el acta de escrutinio de las elecciones verificadas en las expresadas secciones, aparece que votaron en la 1a. 411 ciudadanos y en la 2a. 349, dando un total de 760 sufragios a favor de la fórmula Seoane y Sosa Pavón. La Comisión cree que en estas secciones se violó la fracción V del artículo 104 de la Ley Electoral, por haber habido fraude en la computación de votos y por lo mismo deben dejarse como buenos únicamente 161.

"En atención a que la Junta Computadora no computó los votos emitidos en favor de la candidatura Guzmán Peláez y Marín en las casillas 10 y 18 del departamento del Palmar, que dan un resultado de 241, deben agregarse éstos a los 2,774 dando un total de 3,015 votos a favor de dicha candidatura. Hechas las deducciones correspondientes, quedó la votación en la forma siguiente: "Para diputados propietarios: Godofredo Guzmán Peláez, 3,015 votos; Antonio Moro, 2,395; Amado Camarillo, 712; Guillermo Castillo Tapia, 466; Seoane Salvador 515.

"Para diputados suplentes obtuvieron votos los siguientes ciudadanos: Heliodoro Marín, 3,015; Ricardo Sarmiento, 2,395; Leopoldo García

Veyrán, 712; Julián Castro, 466; Ricardo Sosa Pavón, 515.

" En virtud de lo expuesto, la Comisión que subscribe hace a la honorable Asamblea las siguientes proposiciones:

"1a. Son válidas las elecciones verificadas en el 11 distrito electoral del Estado de Puebla, el día 1o. de agosto último, para diputados al Congreso de la Unión:

2a. Por haber obtenido la mayoría de votos legales, es diputado propietario al Congreso de la Unión por dicho distrito, el C. Godofredo Guzmán Peláez.

"3a. Es diputado suplente al propio Congreso por el mismo distrito, el C. Heliodoro Marín.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D.F., a 3 de septiembre de 1920.- M. F. Altamirano.- M. A. González."

A discusión. ¿No hay quien pida la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie.

Aprobado.

La Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: que son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el 11 distrito electoral del Estado de Puebla, los CC. Godofredo Guzmán Peláez y Heliodoro Marín.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- 9o. Grupo.

"H. Asamblea:

"En la sesión vespertina del día 6 de los corrientes, fue discutido el dictamen referente a las elecciones verificadas en el 4o. distrito electoral del Estado de Coahuila, y rechazadas sus dos últimas proposiciones por las que se daba el triunfo a la fórmula Manuel H. Flores y Martín V. González.

"En virtud de la decisión de la H. Asamblea. la Comisión que subscribe reforma su dictamen en las proposiciones mencionadas en el sentido que lo determinó la mayoría de esta Asamblea. En esta virtud presentamos el nuevo dictamen en la siguiente forma:

"1o. Es diputado propietario al Congreso de la Unión por el 4o. distrito electoral del Estado de Coahuila, el C. Fidel Ramírez M.

"2o. Es diputado suplente por el mencionado distrito, el C. Martín V. González.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., 8 de septiembre de 1920.- M. A. González.- Felipe de la Barrera.- Aprobado.

Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra?

En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Aprobado.

La Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: que son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el 4o. distrito electoral de Coahuila, los CC. Fidel Ramírez y Martín V. González."

- El mismo C. secretario, leyendo:

"La Comisión Revisora de Credenciales.- 4a. Sección.

"H. Asamblea:

"En virtud de que vuestra soberanía, en la sesión de Colegio Electoral verificada ayer, determinó modificar por una mayoría de 126 votos, el 2o. punto resolutivo del dictamen relativo a las elecciones verificadas en el 9o. distrito electoral del Estado de México, esta 4a. Sección Revisora de la 1a. Comisión de Poderes, somete a vuestra consideración el siguiente punto de acuerdo:

"Único. Son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el 9o. distrito electoral del Estado de México, los CC. Angel Alanís Fuentes y Artemio Garduño.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión .- México, 14 de septiembre de 1920 .- Rafael Martínez de Escobar .- Claudio N. Tirado."

A discusión. ¿No hay quien desee hacer uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Aprobado. La Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: que son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el 9o. distrito electoral del Estado de México, los CC. Angel Alanís Fuentes y Artemio Garduño.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- 9o. Grupo.

"H. Asamblea:

"A esta Comisión tocó revisar el expediente relativo al 3er. distrito electoral del Estado de Sonora.

"Hecho el exámen minucioso, tanto del expediente como de las boletas y documentos que deben traer en cada una de las secciones electorales, pude apreciar que en general las elecciones se llevaron a cabo con relativo apego a la ley, dando el siguiente resultado:

"Para diputados propietarios: Alejo Bay, con 3,5 51 votos; Jesús T. Reyes, con 261 votos.

"Para diputados suplentes: Luis A. Aldaco, 3,648 votos; Ventura G. Tena, 243 votos.

"Hubo otros candidatos con una pequeñez numérica de votos.

"Por lo expuesto, esta Comisión somete a la deliberación de esta H. Cámara, las siguientes proposiciones: 1a. Son válidas las elecciones verificadas en el 3er. distrito electoral del Estado de Sonora, el día 1o. de agosto último, para diputados al Congreso de la Unión.

"2a. Son diputados al Congreso de la Unión, propietario y suplente, respectivamente, por el mencionado distrito, los CC. Alejo Bay y Luis A Aldaco. "Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D.F., 8 de septiembre de 1920. - Felipe de la Barrera.- M. A. González."

Está a discusión el dictamen. Los ciudadanos

diputados o presuntos diputados que deseen hacer uso de la palabra sírvanse pasa a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta a la Asamblea si se aprueba el dictamen. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Aprobado el dictamen.

La Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: que son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el 3er. distrito electoral de Sonora, los CC. Alejo Bay y Luis A. Aldaco.

El C. Espinosa y Elenes: Pido la palabra.

El C. presidente: ¿Para qué, ciudadano diputado?

El C. Espinosa y Elenes: Para hacer una súplica a usted.

El C. presidente: Si no entorpece las labores...

El C. Espinosa y Elenes: No entorpece las labores, por el contrario. Hace un momento hice una súplica a su señoría a fin de que se pusiera a discusión el dictamen relativo a las elecciones efectuadas en el 12 distrito electoral del Estado de México. Ahora, públicamente, vuelvo a hacer esa súplica a usted, en virtud de que ese dictamen está en la Mesa desde el 25 de agosto de este año, hace casi un mes, y no veo yo el motivo para que se postergue día a día y no se ponga a discusión en esta Asamblea. Yo suplico a su señoría se sirva decirme cuáles son los motivos por los cuales no se pone a discusión ese dictamen.

El C. presidente: Este dictamen a que se refiere el C. Espinosa y Elenes, ha sido insistentemente separado por algunos miembros de la Asamblea a efecto de impugnarlo, y ha habido partes interesadas en el sentido de aceptar que se aplace su discusión, y esto mismo ya se lo he manifestado hace unos momentos al C. Espinosa y Elenes.

El C. Espinosa y Elenes: Pido la palabra.

El C. presidente: Ya le he dado a usted la explicación que deseaba.

El C. Espinosa y Elenes: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Espinosa y Elenes: Tengo entendido que los impugnadores de este dictamen se encuentran en la Asamblea; por lo tanto, no hay motivo para que no se ponga a discusión, a no ser que se vayan a fabricar pruebas en contra del dictamen.

El C. Díaz Soto y Gama: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Díaz Soto y Gama.

El C. Díaz Soto y Gama: Para explicarle a la persona que ha hablado, aunque no tengo el gusto de conocerla, pero supongo que será el señor Emilio Cárdenas, que el debate va a ser muy largo y siendo muy largo y la hora avanzada, creo que no acabaremos en tiempo oportuno. Sin embargo, si se quiere que la sesión se dilate más allá de lo debido, pues...

El C. Espinosa y Elenes: Ya no hay los motivos que había antes. Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Espinosa y Elenes.

El C. Espinosa y Elenes: Suplico a la Presidencia se sirva consultar a la Asamblea si se pone a discusión el dictamen; ella que es soberana, se servirá resolver sobre este asunto.

El C. presidente: La Presidencia informa lo siguiente: se han hecho serias impugnaciones a este dictamen, presentándose diversas solicitudes a efecto de que se aplace su discusión; y por este motivo no se ha traído a debate. La Presidencia, sobre todo, tiene en cuenta la ausencia en esta Asamblea de la mayoría de los miembros de la Comisión, pues aunque el C. Roque Estrada es el presidente de ella, no está al tanto del expediente; sin embargo, va a consultarle si a su juicio debe ponerse a discusión dicho dictamen.

El C. Estrada: En mi concepto, todavía no es tiempo de que se ponga a discusión, porque se trata de un estudio laborioso que indudablemente va a dar lugar a muchas impugnaciones.

El C. presidente: Como a la Asamblea le consta, el presidente de la 7a. Comisión Revisora informa que todavía no es tiempo de que se discuta este dictamen, porque es un asunto laborioso, que va a dar lugar a discusiones muy prolongadas; es por eso que la Presidencia ha aplazado la discusión.

El C. Espinosa y Elenes: Voy a hacer una última súplica a la Presidencia. Entiendo que el dictamen ya está presentado ante la Mesa y que día a día se ha incluido en la orden del día respectiva; por lo tanto, si no se tiene el propósito de discutirlo, suplico a su señoría que entonces no anote ese dictamen en la orden del día, porque de esa manera se falta al orden, esto es, no se cumple con lo que se anuncia.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta al C. Espinosa y Eleves que, como lo desea, se va a preguntar a la Asamblea si quiere que desde luego se ponga a discusión al dictamen; por otra parte, le manifiesta también que no se ha anunciado en ninguna orden del día la discusión del referido dictamen.

El C. Zincúnegui Tercero: Deseo hacer una aclaración.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Zincúnegui Tercero para hacer una aclaración.

El C. Zincúnegui Tercero: La aclaración es la siguiente: no se encuentran presentes los CC. Bordes Mangel y Martínez de Escobar, quienes van a impugnar este dictamen y en poder de los cuales obran documentos en contra del ciudadano de cuya credencial se trata. Por lo tanto, yo, con mi carácter de diputado, suplico a ustedes se suspenda este debate, pues yo también deseo tomar parte en él.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: La Presidencia, por conducto de la Secretaría, pregunta a la Asamblea si juzga conveniente que se ponga a discusión desde luego este dictamen. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. (Voces: ¡No hay mayoría de pie! ¡Sí hay mayoría!)

El C. Espinosa y Elenes: ¡Reclamo la votación!

El C. Espinosa Luis: ¡Es visible la mayoría de pie!

El C. presidente: También es visible para la Presidencia.

MÉXICO, MIÉRCOLES 15 DE SEPTIEMBRE DE 1920

- El mismo C. secretario, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- 7a. Sección.

" H. Asamblea:

" A la Sección 7a. de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales fue turnado, para su examen, el expediente número 113, que corresponde al 12 distrito electoral del Estado de México.

" Para cerciorarnos del resultado de la votación obtenida en ese distrito, hemos procedido al recuento de los votos emitidos en favor de los distintos candidatos contendientes, encontrando en primer lugar que la única credencial que obra en el expediente remitido por la Oficialía Mayor es la expedida en favor del señor doctor Emilio Cárdenas, debidamente legalizada por la autoridad municipal respectiva, y en segundo, que el número de casillas que se instalaron fue el de 62, correspondiendo 12 a la municipalidad de Tlalnepantla, 7 a la de Naucalpan, 8 a la de Huizquilucan, 10 a la de Otzolotepec, 11 a la de Ecatepec de Morelos, 6 a la de Xonacatlán, 1 de Iturbide y 7 a la de Jilotzingo.

"Jugaron tres fórmulas en el distrito de referencia, a saber: la fórmula Cárdenas - Vicencio; Pulido y Guerrero, y Garduño Palacios - Muciño Arroyo, siendo el número de votos que obtuvo la primera el de 5,694; 796 para la segunda, y 707 para la tercera.

" Los representantes de las dos últimas fórmulas presentaron algunas protestas por irregularidades cometidas durante las elecciones; los candidatos y sus representantes presentaron también algunas otras peticiones ante la Junta Computadora correspondiente; y el candidato señor Pulido dirigió un memorándum acompañado de otros documentos, pidiendo, en resumen, que a él debía declarársele diputado. Pero como a pesar de estas protestas y deduciendo toda la votación obtenida en la municipalidad de Otzolotepec, todavía quedan a favor de la fórmula Cárdenas - Vicencio 5,124 votos, y aun de éstos se pueden deducir los que pretenden los demás contendientes, sin que por ello quede afectada la mayoría, es incuestionable que el triunfo ha correspondido a esta última fórmula.

"Cumple al deber de la Comisión manifestar que, efectivamente, se han encontrado irregularidades, pero éstas, además de ser muy frecuentes en esta clase de elecciones por no estar nuestro pueblo adaptado a los formulismos que reclama la Ley Electoral, no por ello constituyen un motivo de nulidad total de la elección, toda vez que se traduce claramente la expresión de la voluntad mediante los sufragios depositados.

"Por las consideraciones que anteceden, nos permitimos someter a la aprobación de la H. Asamblea las siguientes proposiciones:

"1a. Es válida la elección que para diputados propietario y suplente, se verificó el 1o. del mes en curso en el 12 distrito electoral del Estado de México.

"2a. Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el mismo distrito electoral, los CC. doctor Emilio Cárdenas e ingeniero Mariano Vicencio."

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, a 25 de agosto de 1920.- Moisés Huerta .- A. Aillaud."

Está a discusión el dictamen. Los ciudadanos diputados o presuntos diputados que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse.

El C. Ramos Pedrueza: pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Ramos Pedrueza: Honorable Asamblea:

Pido a la Comisión que fundamente su dictamen.

El C. presidente: A pedimento del C. Ramos Pedrueza, se invita a la Comisión con objeto de informar de los fundamentos que tuvo para dictaminar en el sentido en que lo hizo. (Voces: ¡No hay ninguno!)

El C. Espinosa Luis: ¡Para una moción de orden, señor presidente!

El C. presidente: ¡No está alterado el orden!

El C. Espinosa Luis: Sí está alterado, porque se pide una cosa que no está de acuerdo con el Reglamento. Es potestativo para los miembros de una Comisión el fundar su dictamen, y como ya está completamente fundado en el texto del mismo, sale sobrando completamente cualquiera otra explicación; está fundado en el mismo texto del dictamen. (Aplausos.)

El C. Manrique: Pido la palabra para una moción de orden, suplicando se lea el artículo 106 reglamentario que aclara la sugestión del compañero Espinosa.

- El C. presidente, leyendo:

"Artículo 106. Siempre que al principio de la discusión lo pida algún individuo de la Cámara, la Comisión dictaminadora deberá explicar los fundamentos de su dictamen y aun leer constancias del expediente si fuere necesario; acto continuo seguirá el debate."

Está en un error el C. Espinosa. ¿Reconoce el C. Espinosa que está en un error?

El C. Espinosa: Sí.

El C. presidente: Entonces es reglamentario que la Comisión informe a pedimento de un individuo que en este caso es el C. Ramos Pedrueza.

Se invita a la Comisión a que informe.

El C. Vito Alessio Robles: Aquí está el licenciado Estrada que es miembro de la Comisión.

El C. presidente: Son miembros de la sección que dictaminó en el presente caso los CC. Roque Estrada, Augusto Aillaud y Huerta Moisés. Se invita a cualquiera de ellos para que informe a nombre de la Comisión.

El C. Roque Estrada: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Roque Estrada, de la Comisión: La explicación que voy a dar es simplemente una excusa. Como se ve, no firmé el dictamen porque no tuve tiempo de examinar el expediente; fueron los CC. Aillaud y Huerta quienes revisaron el asunto.

El C. presidente: Efectivamente, la Presidencia observa que el dictamen está firmado únicamente por los CC. Huerta y Aillaud y a ellos se invita para que informen. (Voces: ¡No están!) Con objeto de dar cumplimiento al Reglamento y en previsión de que se encuentren en alguno de los departamentos donde está trabajando las comisiones revisoras de Credenciales, se va a mandar buscar a los expresados señores.

El C. Espinosa Luis: Pido la palabra.

El C. presidente: ¿Con qué objeto?

El C. Espinosa: Sobre el asunto pendiente.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Espinosa: Para manifestar a su señoría que el espectáculo que estamos dando es bastante triste; ha pasado un tiempo más que bastante para que fuesen encontrados los miembros de esta Comisión, y claro está que al no haber traído razón ninguna, es porque no se encuentran dentro de esta Cámara; por lo tanto, lo único que corresponde es entrar de lleno al debate, supuesto que éste ya no puede suspenderse, salvo por uno de los motivos marcados en el Reglamento, Reglamento que no conozco, como ha visto su señoría y como le consta también al C. Manrique, supuesto que yo he invocado un artículo del Reglamento, que dice todo lo contrario de lo que yo quería decir; ya ha visto el C. Manrique cómo no han tenido en cuenta la suficiencia de los ciudadanos representantes para hacerlos figurar en esta lista de comisiones. Este hecho demuestra todos los errores cometidos en esa lista, y creo que no puede haber prueba más elocuente que la que acabo de dar en este instante. Suplico, pues, a su señoría, que entremos desde luego al debate y no sigamos perdiendo el tiempo miserablemente.

El C. Manrique: Para una moción de orden, señor presidente.

El C. presidente: Tiene la palabra, para una moción de orden, el C. Manrique.

El C. Manrique: Compañeros: Hay un precedente, si mi memoria no me engaña: en la sesión de ayer o de anteayer se pidió también que un miembro de las comisiones fundase su dictamen, y como no estaba presente ninguno de los miembros, se aplazó la discusión del dictamen por esa sola causa. Si mi memoria.....

El C. Espinosa: Conforme al Reglamento, no se puede aplazar esta discusión.

El C. Manrique: No me interrumpa el compañero Espinosa. E insisto en afirmar que en la sesión de anteayer se suspendió la discusión de un dictamen, mientras se presentaba la Comisión. Como, por lo demás, creo perfectamente justificada la petición del C. Espinosa y Elenes, y los deseos del interesado, doctor Cárdenas, lo que sí puede hacerse, teniendo en cuenta lo avanzado de la hora, y ya que esta discusión durará por lo menos dos horas, es que prometa la Presidencia que este asunto se discutirá en primer término en la sesión próxima de Colegio Electoral.

El C. Espinosa: Pido la palabra.

El C. Manrique: No he terminado.

El C. Espinosa: Para una moción de orden.

El C. Manrique: No he terminado.

El C. Espinosa: No le hace.

El C. presidente: No se le ha concedido a usted la palabra. (Campanilla.)

El C. Espinosa: Tengo derecho, se violó el Reglamento, señor presidente.

El C. Manrique: No he terminado.

El C. Espinosa: Pido a su señoría que mande dar lectura al artículo 107 reglamentario. (Campanilla.) Allí están expresamente indicados los únicos casos en que puede suspenderse la discusión de un negocio. (Campanilla.)

El C. presidente: La Presidencia manifiesta al C. Espinosa, en particular, que no ha hecho una moción de orden; que se le ha concedido el uso de la palabra hasta que ha cesado de hablar. El C. Manrique estaba hablando, pero quiero manifestar al C. Espinosa que, no obstante su súplica, esta Presidencia, si de ella dependiera, personalmente de García Vigil, accedería a todo lo que le pidiera el C. Espinosa; pero no puede acceder con violación del Reglamento, porque está aquí:

"Artículo 106. Siempre que al principio de la discusión lo pida algún individuo de la Cámara, la Comisión dictaminadora deberá explicar los fundamentos de su dictamen, y aun leer constancias del expediente, si fuere necesario; acto continuo seguirá el debate."

Y el C. Ramos Pedrueza me ha venido a decir que él no desiste de la exigencia que tiene para la Comisión dictaminadora, con fundamento en este mismo artículo: ".....que deberá....." En esta virtud, la Presidencia no ha hecho otra cosa más que satisfacer al C. Ramos Pedrueza, satisfaciendo así la ley. Ha mandado buscar a la Comisión; hasta este momento no han llegado a informarle si se encuentran los miembros de la Comisión en el recinto de la Cámara; de manera que no puede hacer otra cosa, que esperar un tiempo prudente a efecto de que, si se le comunica que no se encuentra la Comisión, se suspenda desde luego el debate, para continuarlo cuando aquélla se encuentre presente.

El C. Espinosa: ¿ Me permite su señoría?

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Manrique, que estaba en el uso de ella.

El C. Espinosa: ¡Pero si es para una moción de orden!

El C. presidente: ¿Esta sí es verdadera moción de orden? (Risas.)

El C. Espinosa: Sí, señor.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Espinosa: El compañero Manrique propone un absurdo, que implica una violación terminante al artículo 107 del Reglamento. El pide, invocando un precedente, que yo no recuerdo, pero que tengo la obligación de creerlo, por el solo hecho de que lo dice el C. Manrique, que debe aplazarse esta discusión Yo reclamo el respeto, invocando el artículo 107 del mismo, que indica también la manera precisa en qué casos únicamente puede suspenderse el debate de un asunto. Suplico, pues, a su señoría, que haga a un lado los bizantinismos del compañero Manrique y tenga a bien mandar dar lectura al artículo 107, para que la Asamblea sepa en qué casos nada más puede suspenderse una discusión, porque yo secundo a su señoría en que debemos esperar todo el tiempo que sea necesario para que se vea si encuentran o no los miembros de esta Comisión, y en caso de que no se encuentren, debemos entrar de lleno al debate. Si no es posible, por haber transcurrido el tiempo reglamentario fijado por el Reglamento para suspender las sesiones, que se haga en la primera sesión de Colegio Electoral. Pero esto es lo que debe hacerse, porque el asunto no haría más que quedar pendiente, porque no puede aplazarse sino por las causas previstas en el artículo 107.

El C. presidente: En efecto, han transcurrido las cuatro horas que marca el Reglamento. Precisamente aquí se trata de suspenderse un debate, una

discusión, porque el artículo 107 que invoca usted, dice:

"Artículo 107. Ninguna discusión se podrá suspender sino por estas causas: primera, por ser la hora que el Reglamento fija para hacerlo, a no ser que se prorrogue por acuerdo de la Cámara; segunda, porque la Cámara acuerde dar preferencia a otro negocio de mayor urgencia o gravedad; tercera, por graves desordenes en la misma Cámara; cuarta, por falta de quórum; quinta, por proposición suspensiva que presente alguno o algunos de los miembros de la Cámara y que ésta apruebe."

El debate todavía no se ha iniciado sobre esto.

El C. Espinosa, interrumpiendo: ¡Sí, señor!

El C. presidente, continuando: No se ha iniciado, porque el artículo 106, que antecede al 107, dice lo siguiente:

"Artículo 106. Siempre que al principio de la discusión lo pida algún individuo de la Cámara, la Comisión dictaminadora deberá explicar los fundamentos de su dictamen, y aun leer constancias del expediente, si fuere necesario; acto continuo seguirá el debate."

El C. Céspedes, interrumpiendo: Pido la palabra.

El C. presidente: Nada se ha puesto a discusión, C. Céspedes.

El C. Espinosa, interrumpiendo: Sí, señor. Se puso a discusión, y entonces en lugar de hablar en contra, el C. Ramos Pedrueza pidió que hablara la Comisión; pero su señoría dijo que estaba a discusión.

El C. León Luis: ¡Para una verdadera moción de orden!

El C. presidente: La Presidencia tiene derecho de hablar.....

El C. Aguirre colorado, interrumpiendo: Para una moción de orden.

El C. León Luis: ¡Para una verdadera moción de orden!

El C. presidente: Pero va a concluir la Presidencia. El artículo 106 dice:

"Artículo 106. Siempre que al principio de la discusión lo pida algún individuo de la Cámara, la Comisión dictaminadora deberá explicar los fundamentos de su dictamen, y aun leer constancias del expediente, si fuere necesario; acto continuo seguirá el debate."

Esto quiere decir que puede ser en el momento preciso en que principie la discusión, pero todavía ni siquiera se ha dado lectura a la lista de oradores en pro o en contra. Propiamente la discusión no se ha abierto; no se ha pedido más que el informe a la Comisión dictaminadora. Ahora tiene la palabra el C. León para una moción de orden. (Voces: ¡No ha terminado Manrique!) Tiene la palabra el C. Manrique.

El C. Manrique: Antes deseo saber si el compañero Espinosa no me va a interrumpir con una nueva moción de orden. (Risas. Aplausos.) El silencio del compañero Espinosa es para mí consolador: creo que puedo continuar tranquilamente. (Risas.) Insisto en solicitar de la Presidencia que se sirva suspender el debate; en realidad el debate no se ha iniciado, porque el C. compañero Céspedes lo diga, puesto que el artículo 106, que antecede al 107, como dice García Vigil, da derecho a cualquier diputado a pedir el informe de la Comisión. Hace pocos días, fundándose en este mismo artículo, el compañero Céspedes me interpeló para que fundase mi dictamen relativo a las elecciones habidas en el 2o. distrito electoral de Nuevo León; digo que, fundándose en este artículo, el C. Ramos Pedrueza va a exigir de los miembros de la Comisión que funden su dictamen. Si ellos no están presentes, esta es razón para que se suspenda el debate. Por lo demás, termino haciendo a los señores diputados esta pregunta: ¿Cuándo merece crédito el C. Espinosa, cuando con una ingenuidad - que no debemos dejar pasar inadvertida-, finge desconocer el Reglamento, o cuando un minuto más tarde se revela perfecto conocer del Reglamento arguyendo con un nuevo artículo en la mano, que la cita que yo he hecho es indebida? Por lo demás, también es bueno que el compañero Espinosa, que presidirá, si ustedes lo desean, la Comisión de Reglamento, haga de una vez para todas una clasificación de las mociones de orden, porque ya tenemos: mocioncitas, mociones de orden, mociones de orden propiamente dichas y verdaderas mociones de orden. (Risas.)

El C. presidente: En vista del giro que ha tomado este asunto, y siendo bastante avanzada la hora, la Presidencia suspende la sesión de Colegio Electoral y cita para el viernes próximo a las diez de la mañana, a sesión de Colegio Electoral, y para hoy, a las cuatro de la tarde, a sesión de Cámara de Diputados. (1.10 p.m.)