Legislatura XXIX - Año I - Período Ordinario - Fecha 19200929 - Número de Diario 31

(L29A1P1oN031F19200929.xml)Núm. Diario:31

Colegio Electoral

ENCABEZADO

MÉXICO, MIÉRCOLES 29 DE SEPTIEMBRE DE 1920

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

AÑO I. - PERIODO ORDINARIO XXIX LEGISLATURA TOMO I. - NUMERO 31

SESIÓN DE COLEGIO ELECTORAL DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 29 DE SEPTIEMBRE DE 1920

SUMARIO

1. - Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2. - Es discutido y aprobado el dictamen referente al 3er. distrito electoral del Estado de México. Se suspende la sesión.

3. - Se reanuda la sesión. Sin debate es aprobado el dictamen relativo al 8o. distrito electoral de Guerrero.

4. - Es discutido y aprobado el dictamen referente al 16. distrito electoral del Estado de México.

5. - Se aprueba, sin discusión, el dictamen que se refiere al 3er. distrito electoral de Jalisco. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. GARCÍA VIGIL MANUEL

( Asistencia de 147 ciudadanos diputados y presuntos diputados.)

El C. presidente, a las 11 a.m.: Se abre la sesión.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"Acta de la sesión de Colegio Electoral celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día veintisiete de septiembre de mil novecientos veinte.

"Presidencia del C. Manuel García Vigil.

"En la ciudad de México, a las once y diez de la mañana del lunes veintisiete de septiembre de mil novecientos veinte, se abrió la sesión con asistencia de ciento treinta y cinco ciudadanos diputados y presuntos diputados

"El acta de la sesión celebrada el día veinticuatro de los corrientes, fue aprobada sin debate.

"Se puso a discusión el dictamen relativo al 5o. distrito electoral de Nuevo León, que propone el C. Pedro A. Chapa para diputado propietario y al C. Roberto Morelos Zaragoza para diputado suplente.

"El C. Soto y Gama pidió que la Sección dictaminadora fundara su dictamen y con este motivo hizo una aclaración el C. Tirado. En contra usó de la palabra el C. José Cortés, de quien contestó una interpelación el C. Tirado.

"Presidencia del C. Enrique Bordes Mangel.

"El referido C. Tirado hizo aclaraciones como firmante del dictamen, habiéndole interrumpido los CC. Garza Candelario y José Cortés para hacer aclaraciones, y el C. Soto Francisco para dirigirle una interpelación, que contestó el orador. Los CC. Mijares y Manrique hicieron aclaraciones relacionadas con la pregunta del C. Soto Francisco al C. Tirado.

"El C. Castrejón habló en pro. El orador interpeló a los CC. José Cortés, García Vigil, Carrillo Puerto Felipe, Cano, González Marco Aurelio, Martínez Rendón y Quiroga, quienes contestaron.

"El C. José Cortés rectificó hechos y dirigió una pregunta al C. González Marco Aurelio, que éste contestó.

"Hicieron aclaraciones los CC. Lara G. Rafael y Quiroga.

"El C. Soto y Gama impugnó el dictamen. Durante su discurso interpeló a los CC. Tirado, González Marco Aurelio, Martínez Rendón, Garza Francisco y José Cortés, quienes contestaron, y se leyó un documento que el último proporcionó.

"El Soto Francisco, inscripto en contra, hizo una aclaración, a la que siguió otra del C. Soto y Gama.

"Habló en pro, por último, el C. García Vigil, a quien interrumpió el C. Cerda para hacerle una aclaración.

"Suficientemente discutido el dictamen se aprobó en votación económica, la validez de las elecciones.

"El C. Cortés, debidamente apoyado, solicitó votación nominal para la proposición que declara diputado propietario al C. Pedro A. Chapa, y se obtuvo ciento diez votos de la afirmativa contra veintiséis de la negativa, resultando, en consecuencia, aprobada.

"La Sección dictaminadora pretendió retirar la candidatura del diputado suplente, pero en vista de una moción de orden del C . Céspedes, no se hizo a la Asamblea la consulta respectiva . Acto continuo, en votación económica se aprobó el C. Morelos Zaragoza, como suplente.

"A las tres y quince de la tarde se suspendió la sesión.

"Presidencia del C. Rafael Martínez de Escobar.

"Se reanudó la sesión a las siete y quince de la noche.

"Sin discusión se aprobaron las credenciales de los CC. Enrique Meza y Samuel Herrera, como diputados propietario y suplente, respectivamente, por el 12 distrito electoral de Veracruz.

"El C. Francisco Castillo, con motivo de que hasta ahora no se ha dado cuenta con el dictamen relativo a su elección, sugirió un procedimiento para que se despachen con más rapidez los expedientes electorales. El C. Borrego, como miembro de la 1a. Sección de la 1a. Comisión Revisora, hizo aclaraciones por lo que respecta al estudio de la elección del C. Castillo, y la Presidencia recomendó a las comisiones dictaminaran a la mayor brevedad los expedientes que estuviesen en su poder.

"Sin discusión se aprobaron las credenciales de los siguientes ciudadanos como diputados propietarios y suplentes, respectivamente, por los distritos electorales que se mencionan:

"Manuel G. Toro y Gabriel Pérez, por el 3o. de Oaxaca.

"Alfonso Pérez Gasca y Abraham Velázques, por el 15 del mismo Estado.

"Ricardo Alvarez y José María Ledón, por el 3o. del Nayarit.

"Por lo que respecta a las credenciales citadas en el último término, el C. Trejo Francisco hizo una aclaración.

A las siete y cincuenta de la noche se levantó la sesión.

Está a discusión. ¿ No hay quien pida la palabra ?En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse de pie. Aprobada.

- El mismo C. prosecretario, leyendo:

"8a. Sección de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales.

"H. Asamblea:

"A esta 8a. Sección de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales, fue turnado el expediente relativo a las elecciones para diputados al Congreso de la Unión, efectuadas en el 3er. distrito electoral del Estado de México, el día 1o. de agosto del corriente año.

"Hecho un estudio minucioso del expediente, llegamos al convencimiento que la elección se efectuó con entero apego a la ley, y que si bien es cierto que se registraron algunas irregularidades de forma, éstas en manera alguna efectúan, ni pueden afectar, el fondo de dicha elección.

"De las constancias existentes, tanto en el cómputo general como en los demás documentos, aparece que el C. David Montes de Oca obtuvo 2,465 votos; el C. Felipe Santibáñez, 1,026; el C. Protasio I. Gómez, 901, y el C. Abel Salazar 746 votos, todos ellos candidatos a diputados propietarios, y para suplentes, obtuvieron votos los CC. Rafael Castañeda, 2,484 votos; Juan Torres Osorio, 1,023; Cristóbal Solano, 903, y Arnulfo Castro, 749 votos.

"El C. Felipe Santibáñez presentó a esta Comisión varios escritos, telegramas, esqueletos de letras de cambio y otros papeles, con los que pretendía probar que el triunfo debería declararse a su favor.

"Por su parte, el C. Rafael Rentería, representante del Partido Nacional Agrarista, presentó un escrito pidiendo la nulidad de la elección a favor del C. David Montes de Oca, alegando que dicho ciudadano estaba en servicio activo en el Ejército cuando se efectuaron las elecciones, y por lo tanto incapacitado por la ley para ser candidato. Por su parte, el C. Montes de Oca alega que el C. Felipe Santibáñez ni siquiera es vecino del distrito por el cual pretende ser representante.

"Estudiadas todas y cada una de las objeciones presentadas por el C. Santibáñez, la Comisión determinó que no estaban fundadas debidamente y que, por lo tanto, no eran de atenderse.

"Por lo que respecta al hecho denunciado por el ciudadano representante del Partido Nacional Agrarista, éste fue plenamente desvanecido con documentos que hacen prueba y que obran agregados al expediente.

"En cuanto a la no vecindad del C. Santibáñez, no obstante que por declaración propia del mismo ciudadano, contenida en el documento que presentó a esta Comisión con fecha 24 del presente, la Comisión ha hecho a un lado este incidente, y se ha inspirado para dictaminar a favor de la fórmula Montes de Oca - Castañeda, en que después de deducidos todos los votos malos emitidos a favor de los distintos candidatos, dicha fórmula queda con una mayoría de votos muy superior a sus contrarios.

"Por las razones expuestas, nos permitimos someter a la consideración de esta H. Asamblea los siguientes puntos resolutivos:

"1o. Son válidas las elecciones para diputados al Congreso de la Unión, verificadas en el 3er. distrito electoral del Estado de México, el día 1o. de agosto del año en curso.

"2o. Son diputados propietario y suplente respectivamente, por el expresado distrito, los CC. David Montes de Oca y Rafael Castañeda.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados. -México, D.F., agosto 30 de 1920.- Luis Espinosa.- Liborio Espinosa y E."

A discusión. Los ciudadanos representantes que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse. Se han inscripto para hablar sobre este debate, en pro, los CC. Alanís y Montes de Oca, y en contra, los CC. Soto Francisco y Díaz Soto y Gama.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el C. Soto Francisco.

El C. Soto Francisco: Señores diputados y presuntos diputados: Con un enorme placer de mi parte, tócame venir a romper el fuego en una de estas escaramuzas finales que el grupo revolucionario de la Cámara ha de tener en contra de la maffia; y digo escaramuzas, porque éstas ya no pueden ser batallas formales. La falange del señor Lucas Bravo está completamente deshecha; entre sus filas se ha oído ya el " sálvese quien pueda", y así se explica que los jefes- supongo que el señor Nieto no será un simple recluta-, procuren ingresar al grupo que les presta garantías, a aquel grupo en que creen encontrar apoyo y que, hoy por hoy, ejerce la hegemonía y que la seguirá ejerciendo mientras con nobleza sepa conservar la unión de los otros grupos afines, el revolucionario y el socialista. Ya que me he acordado de la maffia, creo

interesante aclarar un punto que tocó hace días el señor general don Manuel García Vigil, al discutirse un dictamen por un distrito de Nuevo León, en que se disputaban el triunfo el ya diputado señor Chapa y un señor Cortés; el señor García Vigil terminó su peroración invitando a votar por ese dictamen a ese grupo, dijo él, que se ha reunido para defender credenciales legales; quiero hacer constar que este grupo no se ha constituido para defender credenciales legales; todos vosotros recordaréis cómo respondió el señor Lucas Bravo a mi interpelación de hace días, cuando yo lo interrogaba si era verdad o era mentira que él me había invitado a firmar ese pacto, eso que puede llamarse acta constitutiva de la maffia, y en la cual estos señores se comprometen, por la ironía de su honor, a defender sus credenciales, cualquiera que sea el dictamen de las comisiones dictaminadoras, cualquiera que sea el fallo. Yo pregunto, señores, ¿ No puede darse el caso de que una Comisión dictaminadora presente un fallo contrario a una credencial de una persona que pertenezca a este grupo, y que esta Comisión se funde en motivos perfectamente justos, perfectamente adecuados a la ley? Es indudable que pueda darse ese caso y, sin embargo, la maffia de antemano está comprometida a defender esa credencial. Ya véis, pues, cómo no es un compromiso para defender credenciales legales y justas. Hay algunos motivos muy poderosos para que nos acaloremos en esta discusión; el primero de ellos es que, por regla general, debemos preferir la tranquilidad de los transportes de las pasiones; el segundo, como llevo dicho, es que vamos a disputar un triunfo a un grupo perfectamente desorganizado y casi no significa nada en esta Cámara y que, en esta vez, como en otras muchas, va a defender una credencial perfectamente fraudulenta; el tercer motivo es que, que las personas que figuran en la elección de este distrito son, por una parte, el señor coronel David Montes de Oca, de quien no tengo pésimos antecedentes ni noticias remotamente malas, pero puedo decir que no las tengo buenas.

El señor Montes de Oca se ha hecho elegir en este 3er. distrito del Estado de México, en un ambiente cálido de imposición oficial, muy bien disimulada y, por otra parte, están algunos otros candidatos, uno de ellos del Partido Nacional Agrarista. Voy a procurar, con claridad y brevedad, expresaros cómo el señor coronel Montes de Oca usó de la fuerza, de la presión armada y de todo ese cúmulo, de toda esa trama de influencia oficiales para forzar la elección en su favor. El señor David Montes de Oca, para preparar su postulación y llevarla a buen fin, se ha valido de un artificio sumamente ingenioso: Ha utilizado la influencia de todos aquellos personajes de significación que pudieran ser para él un apoyo, obedeciendo al antiguo refrán de que el que a buen árbol se arrima.....No fue el señor Montes de Oca desde un principio candidato a diputado, ved cómo se habían arreglado antes las cosas. Hay un telegrama, dirigido de Tenango del Valle, el 18 de junio del corriente año al licenciado José Inés Novelo, por el señor Casimiro Montes de Oca. Dice así:

"Número 7.- De Tenango del Valle, el 18 de junio de 1920.

"Recibido en México, D.F., 38 2\1.52 p.m.

"Señor licenciado José I. Novelo.- Avenida Juárez 75 setenta y cinco.

"Partido Liberal Independiente ésta, sesión ayer, acordó sostener candidatura siguientes: Presidente República, general Alvaro Obregón; senadores, Antonio Barbosa, Protasio Gómez; diputados Unión, general Gómez, coronel Montes de Oca; gobernador Estado, general doctor Castro. Acordóse participárselo. - Atentamente, presidente partido, Casimiro Montes de Oca."

Vino después una substitución para que, en lugar del señor general Gómez, quedara el coronel Montes de Oca como candidato o diputado. Debo hacer notar este cúmulo enorme de ligerezas asentadas en el dictamen. Se dice que las reclamaciones presentadas por los contrincantes del coronel Montes de Oca, carecen de importancia; que no demuestran absolutamente nada y que no constituyen prueba de la presión de que éste se sirvió para imponer su candidatura. Me voy a permitir interpelar a algunos de los miembros de la Comisión, para que se sirvan manifestarme si entre esas protestas que han tenido a la vista, no figura una, en que se hace constar que los voluntarios del señor David Montes de Oca, llevaban a los electores al sufragio.

El C. Espinosa Luis: Señor Presidente: Pido la palabra para contestar.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Espinosa: Contestando la interpelación que me hace el C. Soto, tengo la satisfacción de manifestar a la honorable Asamblea que, efectivamente, existen las protestas, no sólo una, sino varias, en el sentido que el ciudadano indica, y que la mayor parte de ellas son exactamente iguales a ésta que voy a leer, lo que considero necesario para contestar ampliamente la pregunta que me hace el C. Soto, y para que la Asamblea ilustre su criterio sobre el particular; estas protestas están hechas unas hasta en copia de papel carbón, lo que demuestra que son exactamente iguales todas; dicen así- también debo aclarar que estas protestas, a pesar de ser exactamente iguales, están presentadas por distintos representantes de una misma candidatura-; dicen así:

" El que subscribe, delegado de la candidatura independiente del licenciado Abel C. Salazar y doctor Arnulfo C. Castro, que se postulan para diputados propietario y suplente, respectivamente, por el 3er. distrito electoral, con el nombramiento de delegado que en este momento exhibe para comprobar su personalidad, viene ante ustedes a formular enérgica y respetuosa protesta contra toda la votación que se haga en favor del señor coronel David Montes de Oca y Rafael Castañeda, personas que también se postulan para diputados propietario y suplente, por su orden y para este distrito, por las siguientes razones:

"El señor coronel David Montes de Oca, persona bastante honorable, pero que está imposibilitada para desempeñar el cargo para el cual se postula, porque, conforme el artículo 29, fracción I de la Ley Electoral vigente, es nula toda la elección que recaiga en favor de un militar que haya mandado cualquier fuerza y no se haya separado noventa días antes de la elección, y en el presente caso es público y notorio que el señor coronel Montes

de Oca en todo el mes de mayo tuvo mando de fuerza, supuesto que con el último movimiento armado, entró a esta plaza al frente de sus tropas, y se separó hasta fines del mismo mes y, por consiguiente, siendo la fuerza que mandaba la de todos los cuerpos de voluntarios del distrito por el cual se postula, ha estado en posibilidad de ejercer presión en dichos cuerpos; y por no haber transcurrido desde su separación del mando a la fecha de hoy, los noventa días que requiere la ley, hago presente a la Mesa electoral, y para que sirva tenerlo en cuenta tanto en la computación de votos, como a la Junta Revisora en sus respectivas funciones, en todos los votos que se emitan a favor el señor coronel Montes de Oca, son nulos, teniendo presente, además, que el señor Rafael Castañeda es el síndico propietario del H. Ayuntamiento de esta cabecera y está en ejercicio y que, con su investidura de autoridad, también ha estado posibilitado para ejercer presión con la gente ignorante, para obtener su voto, y esta circunstancia lo inhabilita para el cargo a que también se postula, y debe tenerlo en cuenta la Junta Computadora, para ver que hay una razón poderosa para declarar nula la votación de la fórmula Montes de Oca - Castañeda.

"Tenango, agosto primero de mil novecientos veinte.- El delegado. Alberto G. Romero."

Ahora bien, honorable Asamblea: De estas protestas que, como antes dije, son todas iguales, la junta es natural que no podía dejarlas pasar; las protestas son de tal naturaleza que necesitaba examinar el fondo del asunto y de allí que se fijara en toda la documentación presentada a la misma Comisión por el C. Montes de Oca relativa a desvirtuar estas protestas. En esa documentación, con documentos que hacen prueba plena, demostró el C. David Montes de Oca que tenía licencia para dedicarse a asuntos particulares, desde mucho antes de los tres meses de efectuadas las elecciones; prueban también los documentos que hay allí que, incidentalmente y en calidad de revolucionario, empuñó nuevamente las armas para secundar el movimiento encabezado por el C. Plutarco Elías Calles en Sonora; hay allí también documentos del C. general Figueroa en que hace constar este hecho. Ahora bien, ciudadanos diputados, si el C. coronel Montes de Oca comandó a estos revolucionarios durante el tiempo de la última revolución, no hizo más que, en nuestro humilde concepto, cumplir su deber de ciudadano y se encuentra en las mismas condiciones que muchos compañeros militares que han entrado a esta Cámara, y que a la ligera cito al muy estimable compañero general García Vigil, al C. doctor Siurob, etcétera y a tantos que han entrado aquí sin que haya sido capítulo de nulidad el que transitoriamente hayan empuñando las armas para secundar el último movimiento; al contrario, lo hemos tenido como un mérito más. Esta es la verdad de las cosas y de ahí que hayan quedado, en concepto de la Comisión, sin ninguna fuerza legal las protestas. Es lo que tengo la satisfacción de informar al C. Soto.

El C. Soto Francisco: Creo que para hablar en favor del coronel Montes de Oca había tiempo para que el compañero Espinosa se inscribiese. Como habéis visto, ha hecho una disertación, pero no ha respondido a mi interpelación; y voy a demostrarle que no todas las protestas son iguales. Creo conveniente anticipar al señor Espinosa que me propongo que en esta vez nos demuestre que conoce este expediente de una manera más adecuada que un expediente que acaba de venir aquí. Le pregunté si había tomado nota de una protesta que consta en ese expediente y que se refiere a que los voluntarios del señor David Montes de Oca llevaron a los electores a sufragar a la casilla Esa protesta está allí y el señor Espinosa ha eludido por completo mi interpelación; pero como vosotros comprenderéis, los voluntarios del coronel Montes de Oca no llevaron a los votantes a sufragar en su contra. Es este un caso de presión militar perfectamente claro. Voy a dirigir otra interpelación a la Comisión, rogándole que no haga disertaciones tan largas, sino que me diga: Sí o no, con explicaciones, sobre el punto acerca del cual la voy a interrogar. Se servirá decirme el señor Espinosa si tomó nota de otra protesta en la que se hace constar que en Santa María Rayón el cómputo se hizo en la Presidencia Municipal. Con permiso de la Presidencia .

El C. Espinosa: Categóricamente contesto que sí se tomó nota, pero que no hay prueba bastante para justificar este hecho, por lo que la Comisión no pudo tomar en cuenta.

El C. Soto Francisco: ¿Quién firmó esa protesta?

El C. Espinosa: Francamente no puedo decirlo; he visto tantas protestas y nombres, que no los puedo retener en la memoria, pero es muy fácil verlo, pues está a su disposición expediente.

El C. Soto Francisco: Lo que sucede en este caso , señores, es que, como ha dicho el señor Espinosa, les basta que el señor coronel Montes de Oca, por un formulismo natural, haya dejado aparentemente el mando de sus fuerzas; pero estas protestas y el modo como se verificó la elección nos está demostrando que el señor Montes de Oca siguió con sus voluntarios ejerciendo presión; que dio lo mismo para el caso que él fuera o no el jefe visible de esos voluntarios...

El C. Montes de Oca, interrumpiendo: ¡ Pruebas!

- El C. Soto, continuando:... Las que estoy indicando de que los voluntarios de su señoría, de su presunta señoría, llevaron a los electores a sufragar a las casillas y que, naturalmente, no lo iban a hacer en contra del señor Montes de Oca. A la otra casilla, la primera casilla de Joquicingo, en que consta, hay un certificado en el expediente,- no diré quién lo firma, porque voy a preguntarle al señor Luis Espinosa quién firma allí-, en el que se hace constar que los voluntarios del señor Montes de Oca figuraban como miembros de la mesa. Con permiso de la Presidencia voy a interrogar al señor Luis Espinosa para que me diga si tomó nota de esta protesta y si recuerda quiénes firman o si tampoco estas firmas son de tomarse en consideración para él... un poco antes de que le hable al señor Montes de Oca, tenga la bondad de responderme el señor Espinosa. Deseo que me diga usted si tomó nota de una protesta de la 1a casilla de Joquicingo en la que se hace constar que los voluntarios formaban parte de la 1a. casilla.

El C. Espinosa: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra para contestar la interpelación.

El C. Espinosa: De una vez por todas manifiesto al C. Soto que se dice allí en el dictamen, y esa es la verdad, que se tomó nota de todas las protestas presentadas; pero como no quiero que el C. Soto siga este procedimiento de charada que a nada conduce, he mandado traer el saco donde están todos los documentos y todos los paquetes para que él mismo por sus propios ojos se cerciore de quiénes son las personas que firman esos documentos, porque francamente yo no puedo tener en la memoria los nombres de personas a quienes ni siquiera conozco; sí las he tenido en consideración.

El C. Soto: Pues, sin embargo, hubo momento en que el C. Espinosa tuvo esa protesta a la vista, si es que se enteró del expediente, y paso para él sin darle importancia ninguna y sigue creyendo que el señor coronel David Montes de Oca no hizo presión en las elecciones, y esta constancia está firmada por los mismos miembros de la mesa. Acaba de exponer el señor Espinosa que el hecho de haberse levantado en armas, según el Plan de Agua Prieta, no constituye un impedimento para los candidatos, sino un mérito más. Esto es muy relativo, sobre todo cuando como en el caso del señor Montes de Oca, este levantamiento ocurrió algunos días después que Carranza había salido de esta capital. Hace muchísimo tiempo que el señor Montes de Oca ejerce allí un caciquismo patriarcal, un caciquismo manso y ladino que es de los más perjudiciales en ese distrito. El señor Montes de Oca se levantó en armas seis o siete días después que Carranza había abandonado la capital; tengo muy mala memoria, pero sobre estas fechas creo hablar con seguridad, porque no pueden olvidárseme. Hasta el 6 de mayo estuvo Carranza en esta ciudad y el 12 del mismo mes el coronel Montes de Oca se levantó en armas secundando el Plan de Agua Prieta. El hecho que veamos a sus voluntarios figurar invariablemente en la elección, nos demuestra el valor que tuvo su separación del mando de esos voluntarios. La constancia de que tuvo el mando militar la voy a leer:

" En la ciudad de Tenango del Valle..." Es una constancia expedida a pedimento del representante del Partido Nacional Agrarista. "... del distrito del mismo nombre, Estado de México, a los once días del mes de agosto de mil novecientos veinte, etc... " El hecho de que el coronel Montes de Oca cumplió con las órdenes recibidas de su jefe, el general Figueroa, está plenamente comprobado por el mismo documento, en el cual el ciudadano presidente municipal de Tenango manifiesta y certifica que se llevó a cabo una colecta entre las municipalidades del distrito, para el sostenimiento de los voluntarios. Dice así el mencionado documento: " Al margen un sello que dice: Presidencia Municipal de Tenango del Valle, Estado de México.- El C. Octaviano Arellano, presidente del honorable Ayuntamiento constitucional de esta municipalidad, certifica: Que el expediente respectivo, formado en esta oficina con motivo de una colecta que se hizo entre las municipalidades de este distrito, hay copia de una orden presentada por el C. coronel D. Montes de Oca, que dice: " Al C. coronel D. Montes de Oca. - Presente.- Este Cuartel General ha tenido a bien autorizar a usted para que organice los voluntarios de Tenango del Valle, formando las listas nominales del personal de las mismas, a fin de que estén prontos para todo servicio en la primera orden que para ello se expida; igualmente se le autoriza para recabar fondos en calidad de presentados de los comerciantes del propio distrito, con la mayor equidad posible, a fin de sostener cincuenta hombres que estarán en servicio activo. Lo digo a usted para su ( cumplimiento y efectos) conocimiento y efectos, reiterándole mi consideración.- Lerma, México, a doce de mayo de mil novecientos veinte.- El general de Brigada, R. Figueroa." Rúbrica.

Voy a entrar ahora a otro terreno, demostrando que el señor coronel Montes de Oca, además de haber ejercido presión descarada para hacerse elegir, cometió algunos hechos perfectamente reprobables y que absolutamente no pueden hacerlo popular en aquel distrito. Su elección se debió tan sólo a sus voluntarios que obligaron a todos a votar por él, impidiendo toda efectividad en el voto. Hay unas constancias de algunos ciudadanos que se quejan del señor coronel Montes de Oca, porque este señor ha cometido con ellos algunos atropellos dignos de tomarse en cuenta. Hay un antecedente que pinta al señor Montes de Oca de cuerpo entero: Él ha querido hacerse popular. Yo creo que es un hombre de buena fe que ha procurado hacerse popular, pero los medios de que se ha valido para lograr esa popularidad son completamente contraproducentes; ha querido favorecer a su pueblo perjudicando a otros de otros pueblos, les ha traído semillas a los de él; creo que éste no es un procedimiento legal ni correcto y voy a darle lectura a estos documentos en que habla de otros casos del señor coronel Montes de Oca. Dice así:

" Ciudadano secretario general de Guerra y Marina.- México, D. F.

" El que subscribe, con domicilio en la ciudad de Tenancingo, Estado de México ante usted respetuosamente expone: Que enterado del informe rendido por el C. coronel David Montes de Oca, al ciudadano jefe de operaciones militares de Toluca. Estado de México, en oficio número 282, de fecha 11 de febrero, debo manifestar a usted lo siguiente:

" Asienta en su informe haber sido comisionado con el grado que tiene para proteger la repoblación del pueblo de Toquicingo, y como quiera que en el mismo año de 1918, mis terrenos fueron explotados, al siguiente año de 1919, me presente en los primeros días del mes de febrero ante el presidente municipal, Bernardo Reynoso, manifestándole que el objeto que llevaba a ese lugar era el de recoger mi casa y terrenos que estaban en posesión del propio expediente municipal, a lo que contestó: "Yo no devuelvo a usted sus intereses, y no respeto más órdenes que son las del coronel David Montes de Oca"; en vista de esa contestación, que probaré si necesario fuere, solicité de la superioridad, con fecha 14 de enero último que el propio coronel de referencia autorizara la devolución de mis intereses, y no como asienta en su informe, que yo le reclamo a él las cosechas. "

Por otra parte, a mí no se me ha solicitado jamás ninguna ayuda para la reconcentración, sino al contrario, cuando me presente, se me negó rotundamente.

" Además, creo que dos años que tiene de explotar mis terrenos y casa, el C. Bernardo Reynoso, puesto que en la misma tiene establecimiento mercantil, esto es más que ayuda que la pudiera haberles proporcionado si la hubiesen solicitado.

"Yo no he proferido palabras en contra de autoridades o voluntarios, como hace constar en su informe, lo que he dicho es que la explotación de mis intereses ha sido para bien de sus parientes del coronel de referencia y no para bien del pueblo, puesto que la esposa del expresidente es prima carnal del coronel, el presidente municipal actual es tío carnal del coronel, también son parientes la profesora y el ciudadano secretario del honorable Ayuntamiento. Estas personas han de procurar siempre proceder en mi contra; esto es lo mal que he hablado y lo que a usted vuelvo a repetir.

" Por último, atentamente suplico a esa superioridad se sirva librar sus respetables órdenes a fin de que me devuelvan mis intereses. Con lo que recibiré justicia, que no gracia.

" Reiterándole a usted las seguridades de mi atenta consideración y respeto.

" Tenancingo, 29 de febrero de 1920.- Reinaldo Domínguez."

He suprimido la lectura de los documentos anteriores, porque se adivina con facilidad de lo que se trata; es un terreno o una casa recogidos dizque con pretexto de favorecer la repoblación de Joquicingo, obligando a los habitantes a que prestaran su ayuda y tomado represalias contra con los que se negaban a prestar esta ayuda. Ya habéis visto cómo aquí ha habido un verdadero despojo y este señor hace constar que ni siquiera se le vio a él para pedir esa ayuda; allí hace referencia a un informe que rindió el señor coronel David Montes de Oca cuando por primera vez hizo esta reclamación y él se dirigió a la superioridad, a la Secretaría de Guerra. El señor David Montes de Oca, como llevo dicho, procuró valerce de todas las influencias de los funcionarios del Estado de México para garantizar su elección; empezaremos por este certificado:

" El C. Octaviano Arellano, presidente del honorable Ayuntamiento constitucional de esa municipalidad, certifica: Que en el expediente respectivo, formado en esta oficina con motivo de una colecta que se hizo entre las municipalidades de este distrito, hay copia de una orden presentada por el C. coronel D. Montes de Oca, que dice: " Al C. coronel D. Montes de Oca.- Presente.- Este Cuartel General ha tenido ha bien autorizar a usted para que organice los voluntarios de Tenango del Valle, formando las listas nominales del personal de las mismas, a fin de que estén prontos para todo servicio en la primera orden que para ello se expida; igualmente se le autoriza para recabar fondos en calidad de prestados de los comerciantes del propio distrito, con la mayor equidad posible, a fin de sostener cincuenta hombres que estarán en servicio activo.- Lo digo a usted para su ( cumplimiento y efectos) conocimiento y efectos, reiterándole mi consideración.- Lerma, Méx., a doce de mayo de mil novecientos veinte.- El general de Brigada, R. Figueroa." - Rúbrica.

Siguen todos los personajes influyentes en torno al señor Montes de Oca: El General Abundio Gómez, jefe prestigiado y actualmente gobernador del Estado, constituyó fórmula primitiva con Montes de Oca como suplente; después se hizo la substitución, para que quedara el señor Montes de Oca en su lugar, una vez asegurado el triunfo por el prestigio de los señores que lo rodean y por la presión de sus propios voluntarios; el mismo Enrique del Castillo, secretario general del Gobierno del Estado en la administración anterior a la de Abundio Gómez, fue postulado senador suplente por el partido de Montes de Oca; Agustín Arrazola, director de las obras del palacio de Gobierno, principal orador en apoyo del señor del Castillo, candidato a diputado por el 1er. distrito, y el señor Montes de Oca, por el 3o. Rafael Castañeda, síndico del Ayuntamiento de Tenango, postulado por Montes de Oca para diputado suplente; Enrique Ortiz Gómez, jefe de su propaganda, y que es 3er. regidor del Ayuntamiento de Tenango, advirtiendo que el actual Ayuntamiento debe su elección al partido del señor Montes de Oca; Samuel Montes de Oca, presidente municipal de Joquicingo, tío del coronel Montes de Oca; Rafael Montes de Oca; secretario del municipio de Santa María Rayón, primo del mismo coronel Montes de Oca; el juez auxiliar de otro pueblo es tío de Montes de Oca. El juez de Primera Instancia de Tenango se ha negado ha entregar algunas constancias, por el miedo que le imponen los voluntarios del señor Montes de Oca; pero, a pesar de ello, hay en el expediente documentos serios, que no fueron tomados en serio por la Comisión; ya véis con qué ligereza cree el señor Espinosa que esas firmas nada valen; se tiende en largas disertaciones, pero no responde si considera o no de peso esos documentos. Creo que la Representación Nacional, tomando en cuenta la presión ejercida por dichos voluntarios en el Estado de México, rechazará este dictamen, máxime cuando el señor Espinosa no ha sabido contestar de un modo directo las interpelaciones y cuando, con una ligereza muy suya, ha dejado de tomar en cuenta documentos que forman prueba plena de la presión ejercida por los voluntarios del señor Montes de Oca.

El C. Díaz Soto y Gama: Una interpelación a la Comisión.

El C. Espinosa Luis: El C. Díaz Soto y Gama está inscripto para tomar la palabra en contra; por lo tanto, si hemos de ajustarnos al Reglamento, como estamos obligados, contestaré cuanto se quiera luego que vaya hablar en esa tribuna.

El C. Díaz Soto y Gama: Me permito contestar al C. Espinosa. Quiero hacer constar que la Comisión está obligada a rendir todos los informes que se le pidan y en cualquier momento del debate.

El C. presidente: Puede ser, C. Espinosa, que el C. Soto y Gama o prescinda de hacer uso de la palabra, si la respuesta que usted se sirva a dar a la interpelación que desea hacerle, le satisface bastante, o puede ser también que, que si queda insatisfecho, el C. Soto y Gama insista en tomar la palabra; de manera que sí es conducente que la Comisión informe constantemente, porque un derecho es correlativo de una obligación, y así como la Comisión tiene derecho a hablar cuantas veces quiera y a la hora que le plazca, es natural que también

satisfaga a la Asamblea cuantas veces quiera, siempre que sea necesario.

El C. Espinosa: Honorable Asamblea: De una vez por todas, manifiesto a vuestra soberanía que reconozco la obligación que tengo de proporcionar toda clase de informes sobre los expedientes en que yo haya conocido; pero en manera alguna estoy dispuesto a permitir que se viole el Reglamento. El C. García Vigil, que preside en estos momentos los debates, es una garantía de honradez para nosotros; yo sé que él no puede permitir estos juegos, estos ardides parlamentarios, de los que está pretendiendo hacer uso el C. Soto y Gama. Conforme al Reglamento, nosotros tenemos que entrar al debate de lleno, inscribiéndose los oradores que vayan a hablar en pro y los que vayan a hablar en contra, y no está, ni el ciudadano presidente ni el que habla, en condiciones de prejuzgar si el C. Soto y Gama, por el hecho de hacerme interpelaciones desde su curul, renuncia o no renuncia al derecho que tiene de hablar en contra de este dictamen, supuesto que ya está inscrito en la lista del contra. Y como yo no quiero prestarme a juegos de esta naturaleza, que para mí ya son de sobra conocidos, yo suplico a la Asamblea que se fije en esta clase de maniobras. Conforme al Reglamento, aquí no cabe más que ir al debate; que hablen todos los oradores inscriptos en el pro y en el contra, y , una vez que este asunto se considere suficientemente discutido, porque la Asamblea así lo haya resuelto, entonces será cuando haya que entrar a toda clase de interpelaciones, es decir: De aclaraciones, rectificaciones de hechos, etcétera, etcétera; pero mientras, no. El Reglamento es categórico a este respecto, y si alguno de vosotros ignora estas prescripciones reglamentarias, yo me creo en el derecho de hacerlas de vuestro conocimiento, a efecto de que no vayáis a prestaros de una manera inconsciente, a ser el instrumento de estos ardides. Ahora bien; el C. Soto y Gama - ¡ Oídlo lo bien! - es amigo íntimo del C. Santibáñez, que disputa, en mala ley, el triunfo al C. Montes de Oca. Yo tendré la satisfacción de pasar en su oportunidad a esa tribuna y, como pasando por una cinta cinematográfica, exhibiré todo el proceso de esta elección, y quedareis convencidos, de una manera amplia, de que el triunfo es legítimo a favor del C. Montes de Oca, y que la defensa del señor Díaz Soto y Gama, es una defensa verdaderamente imposible. Así pues, contestaré cuantas interpelaciones se me hagan sobre este asunto y daré toda clase de informes, siempre que quienes me lo pidan estén en el uso de la palabra, conforme el Reglamento; no antes.

El C. Díaz Soto y Gama: Pido la palabra para rectificación de hechos.

El C. Espinosa: Hasta después del debate.

El C. Lara César A.: Pido la palabra en pro.

El C. presidente: Tenga la bondad el C. Soto y Gama, de permitir que continúe el debate, a efecto de obviar tiempo.

El C. Díaz Soto y Gama: Tengo derecho. He visto que todo el mundo interpela a las comisiones, y quien más lo hace es él C. Espinosa, quien ahora no quiere que se le interpele, tratando de colocarse en una condición especial...

El C. Lara César A., interrumpiendo: ¡ Moción de orden!

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: Ya que el señor Espinosa ha hablado como defensor y no como Comisión, no es justo que ahora no quiera contestar.

El C. presidente: La Presidencia considera que la Comisión está obligada a contestar; pero sabiendo que todas las resoluciones de la Presidencia están sujetas al voto de la Asamblea, desde luego va a consultar, en votación económica si la Comisión está obligada a responder inmediatamente al C. Díaz soto y Gama.

El C. Díaz Soto y Gama: Pido antes la palabra. Ruego a la Presidencia que se me oiga. El hecho, que no puede ser maniobra, es algo que se ha estado repitiendo sesión por sesión; nunca, hasta ahora, se ha llamado maniobra interpelar a una Comisión. ¿ Cómo puede serlo?.....

El C. Lara César A., interrumpiendo: ¡ Moción de orden!

El C. Díaz Soto y Gama: Estoy hablando y no puede llamarse maniobra al hecho de ... (Siseos.)

El C. presidente: ¿ Cuál es la moción de orden?

El C. Lara César A.: Es la siguiente: El C. Díaz Soto y Gama pregunta que en qué consiste el desorden cuando se está interpelando a la Comisión. Consiste en esto: El C. Soto y Gama y algunos otros ciudadanos representantes, interpelan a la Comisión con objeto de hablar en contra del dictamen, a pesar de que, como en este caso, el C. Soto y Gama ya está inscripto para hablar en contra; luego quiere hablar dos veces en contra y después poderse inscribir las veces que le dé la gana en forma de interpelaciones, en la forma de mociones de orden, en forma de rectificaciones de hechos, etc., etc. Mi moción consiste en que si el C. Soto y Gama quiere interpelar a la Comisión, no tiene mejor oportunidad para hacerlo que cuando esté haciendo uso de la palabra en contra; ¡Entonces puede interpelar a la Comisión cuantas veces le dé la gana!

El C. Díaz Soto y Gama: Pido la palabra para rectificar el hecho.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Díaz Soto y Gama: Interpelar a la Comisión , hacer una pregunta a la Comisión no quiere decir, ni en castellano ni en sentido común, tomar parte en pro ni en contra, sino que es sencillamente hacer una pregunta, ¡Y no se me deja hacer la pregunta! (Aplausos.) Yo puedo hacer una pregunta, como se han hecho miles de preguntas a todas las Comisiones. Y quiero que se me diga si la Comisión que el C. Espinosa representa está amparada por algún fuero, por alguna prerrogativa o por algún privilegio que la ponga en una situación distinta de aquella en que han estado todas las demás comisiones. Por eso es por lo que yo no quiero que se pregunte a la Asamblea sobre algo que ha estado en las costumbres de la propia Asamblea. Yo no he sabido que, en ningún caso, se niegue una Comisión a contestar, y es verdaderamente extraordinario que el C. Espinosa, que es, si se me permite la palabra, el más preguntón y el más intruso en los debates y el que continuamente los está interrumpiendo, sea ahora quien no quiera que se haga con él lo que él hace con todo el mundo. (Aplausos.) Yo creo que nadie ha sido llamado al orden en esta Asamblea más veces que el C. Espinosa, y ahora que se le llama a que cumpla con su

deber de informante, elude una contestación precisa. Pero puesto que así lo quiere el C. Espinosa, y si la Asamblea no quiere que yo cumpla con mi deber ilustrándola con las preguntas precisas que puedo hacerle a la Comisión, yo desde la tribuna demostraré que el C. Espinosa no conoce el expediente, y no lo conoce, como lo ha demostrado el C. Soto; ¡ Por eso es por lo que se niega a contestar categóricamente las interpelaciones que se le hacen!

El C. presidente: La Presidencia considera que por haberse establecido este procedimiento de que en cualquier momento se interpele a las comisiones y no solamente se interpele a las comisiones, sino aun a los oradores - como ha sucedido muchísimas veces-, considera la Presidencia, repito, que sí están las comisiones obligadas a contestar las interpelaciones que se les hagan de una manera categórica... ( Aplausos.) sin que por esto se establezca un nuevo debate sobre estas interpelaciones que se hacen únicamente para poder ilustrar a la Asamblea sobre por lo que desea saber el señor Díaz Soto y Gama en este caso. Así pues, la Presidencia va a someter a la resolución de la Asamblea su trámite, que consiste en que la Comisión responda a la interpelación del C. Díaz Soto y Gama. Los que estén por la afirmativa, sírvanse poner de pie.

El C. Espinosa: Pido la palabra antes.

El C. presidente: Se va a resolver la cuestión.

El C. Espinosa: No se puede antes de que se me oiga.

El C. presidente: Ya está resuelto. No hay mayoría de pie. No se aprueba el trámite. Tiene la palabra en pro el C.Alanís Fuentes.

El C. Alanís Fuentes: Honorable Asamblea: Uno de los hechos más trascendentales de la revolución iniciada en 1910 y continuada durante una década sangrienta, es seguramente el haber dado oportunidad a que surgiera una juventud vigorosa, una juventud dotada de un cerebro preñado de grandes idealidades, de un corazón henchido de sentimientos generosos y de amor por la causa de la democracia; esa juventud que en los campos de la lucha expresara sus alegrías a la par que entonara himnos de guerra; esa juventud no puede contemplar impasible que se venga aquí en el recinto de la Representación Nacional, en donde están cristalizadas las aspiraciones más legítimas del pueblo, no puede permitir, digo, que se venga a torturar la justicia. Seguramente que si nosotros diéramos un voto reprobatorio al dictamen referente al 3er. distrito electoral del Estado de México, cometeríamos la más grande de las arbitrariedades y la mayor de las aberraciones; es por esto que vengo a esta tribuna a levantar mi voz, la voz de uno de los jóvenes que representa al elemento revolucionario del Estado de México, y lo vengo a hacer en defensa de la legítima credencial del coronel Montes de Oca. El C. Soto, que me ha precedido en el uso de la palabra, de una manera capciosa ha pretendido venir a establecer la división entre dos grupos de la Cámara en la discusión de la credencial del coronel Montes de Oca, división que no existe; me refiero a los grupos que mencionó en la tribuna, de la maffia y del partido revolucionario, y puedo declarar aquí con toda sinceridad, con todos los entusiasmos de mi juventud, que en este caso no existe la división y que el coronel Montes de Oca es uno de los hijos más legítimos y de los hijos más puros de la Revolución Constitucionalista. En este sentido es verdaderamente extraño, es hasta bochornoso que la extrema izquierda, compuesta por los socialistas avanzados, vengan a atacar a uno de sus mejores compañeros. El señor Soto, que me ha precedido en el uso de la palabra, no ha venido a esgrimir aquí absolutamente ningún argumento; ha pretendido presentar pruebas, y esas pruebas no las hemos visto; el señor Soto principia asentando una falsedad y la asienta sencillamente porque el señor Soto desconoce de manera absoluta los asuntos electorales del Estado de México. Dice el C. Soto que no fue desde un principio el coronel Montes de Oca el candidato a diputado por ese distrito; me voy a permitir manifestarle, para que se dé cuenta la honorable Asamblea, que el general Obregón, en la jira que hizo por el Estado de México en diciembre, nombró como delegados para que se encargaran de los trabajos electorales en ese distrito, a los CC. generales Andrés G. Castro, al senador y doctor Darío López y a don Alberto Román para que se entendieran con todo aquello que concierne a los asuntos electorales,y cuando hizo su visita el general Obregón al distrito de Tenango, el 3er. distrito electoral, desde un principio vio con buenos ojos que esos tres delegados se hubiesen fijado en el coronel David Montes de Oca para que figurara como candidato por el mencionado distrito. De eso puede dar fe el C. diputado Solórzano, que acompaño en su jira al C. Obregón en aquella ocasión. Yo le suplico a su señoría se sirva decir si es exacto lo que esta tribuna manifiesto, o no.

El C. Solórzano José Luis: Sí es cierto.

- EL C. Alanís Fuentes: Los ciudadanos diputados han oído de labios del diputado Solórzano, que, efectivamente, el general Obregón, de acuerdo con la Comisión, de acuerdo con la delegación peleceana en el Estado de México, había designado al coronel Montes de Oca para que figurara como diputado por aquel distrito, y todos nosotros, que conocemos perfectamente la ecuanimidad del C. general Obregón no podemos negar que el mencionado jefe tuvo motivos poderosos para haberse fijado en la personalidad del coronel Montes de Oca, perfectamente conocido en el 3er. distrito electoral, en primer lugar, por ser originario de este distrito, y en segundo lugar, por haber realizado obras de trascendencia, obras revolucionarias y obras benéficas El C. Soto vino aquí a esta tribuna e inició una serie de preguntas que verdaderamente resultan infantiles; ¿ Qué pretendió el C. Soto al preguntar a la Comisión dictaminadora cuáles personas habían sido las que firmaron las protestas? ¿Acaso el nombre de fulano, zutano o mengano constituía una prueba de lo que él pretendía probar? Seguramente no.

El C. Soto Francisco, interrumpiendo: ¿ Me interroga usted ?

El C. Alanís Fuentes, continuando: No me interrumpa, señor; estos son ardides de mala ley. El señor Soto pretende sorprender la buena fe de la Asamblea, leyendo aquí una serie de documentos que nada prueba; el señor Soto probablemente, digo probablemente, porque a la convicción mía y creo que a la convicción de la mayor parte de los ciudadanos diputados, no llegó a aclarar lo que

pretendía; probablemente el señor Soto quiso demostrar estos dos hechos: Que el coronel David Montes de Oca, habiendo sido jefe de las fuerzas de voluntarios del distrito de Tenango, en consecuencia, el coronel Montes de Oca había ejercido presión en este distrito. Señores diputados: Yo creo que si el señor Soto dice que el coronel Montes de Oca fue jefe de los voluntarios, con eso no demuestra absolutamente nada respecto a la nulidad de su elección, pues existen en este expediente documentos que acreditan que el coronel Montes de Oca tiene una licencia de la Secretaría de Guerra, la cual le permitió que hiciera uso de ella desde el 1o. de abril; en consecuencia, el coronel Montes de Oca estuvo separado más de los noventa días que exige el artículo 55 constitucional en su fracción relativa; el coronel Montes de Oca, por lo tanto, podía ser candidato, y el coronel Montes de Oca, al triunfar, triunfó en buena lid, triunfó dentro de la ley. Vamos a la segunda parte, y es la relativa a que el coronel Montes de Oca ejerció presión con los voluntarios. Esto es absolutamente falso, y a más de ser falso, el C. Soto no ha probado en modo alguno que hubiera existido dicha presión. Yo entiendo, ciudadanos diputados, que existe presión cuando se constriñe el ánimo, la voluntad del individuo, obligándolo a que siga determinado carril, a que vaya por determinado cauce. Si yo demuestro, como en breves momentos voy hacerlo, que el coronel Montes de Oca no necesitó de hacer presión de ninguna especie para obtener el favor, para obtener el voto de sus conciudadanos, habré demostrado que lo asentado por el C. Soto es absolutamente falso, que no tiene ningún valor. Tengo en mi poder, ciudadanos diputados, documentos que acreditan que el coronel Montes de Oca, desde el año de 1917 y durante los años de 1918, 1919 y 1920, ha sido el hombre más popular de su distrito; puedo asegurar yo, que soy de la diputación del Estado de México y que conozco el 3er. distrito electoral, que no hay uno, que no hay ningún individuo ahí que tenga mayor popularidad que la que disfruta el coronel Montes de Oca. Aquí hay un documento fechado el 29 de agosto de 1918 y que a la letra dice:

" Tenango, 29 de agosto de 1918.- Ciudadano coronel David Montes de Oca.- Presente.

" No podemos menos que encomiar la labor de usted en los pueblos comarcanos, pues son patentes los resultados de bienestar y tranquilidad de que disfrutamos en nuestros intereses y personas.

" Los pueblos de ... Oid bien, señores diputados, " Los pueblos de Texcalyacac, Joquicingo, Tepexoxuca, Jajalpa, Zictepec, Atlahuca, y otros más, llevados por usted a sus hogares y la formación de cuerpos voluntarios cuyo objeto es laborar en pro de la pacificación general del país y hacer que todos entren en el sendero de la laboriosidad y honradez, son ejemplos que deben encomiarse sinceramente, pues revelan el más acendrado patriotismo por parte de usted, y además su amor por los que sufren.

" Sea, pues, este documento, la expresión genuina de nuestra adhesión para usted y de nuestro agradecimiento para su benéfica labor.

" En consecuencia, esperamos de usted se siga sacrificando en pro de estos pueblos, y sinceramente deseamos que continuando con igual fe su labor, para lo cual estamos dispuestos a prestar nuestra pequeña ayuda, lleguemos a conseguir que la paz se adueñe de nuestros pueblos y extienda sus alas cariñosas en la madre patria.

" Protestamos a usted nuestro particular aprecio."

Yo quisiera que los ciudadanos diputados se vinieran a informar que este documento lo calzan más de mil firmas. En tal virtud, C. Soto...

El C. Soto y Gama, interrumpiendo: ¡ También Cárdenas presentó firmas iguales!

El C. Alanís, continuando: Esto fue en 1918; De tal suerte que el coronel Montes de Oca en la época en que lanzó su candidatura, seguramente que llevaba asegurado su triunfo de antemano. Para los individuos que de esta manera espontánea, que sin presión de ninguna especie le ofrecen su adhesión no había necesidad de constreñirlos a que depusieran su voto en las urnas electorales en favor del coronel Montes de Oca. Estoy seguro, ciudadanos diputados, de que si vosotros fuerais al distrito electoral aquél y preguntarais a todos los que sufragaron en favor del C. Montes de Oca, ratificarían su adhesión y ratificarían su voto; en cambio, el C. Santibáñez, a quien defiende el C. Soto y Gama, en primer lugar es un individuo desconocido en el distrito de Tenango, el C. Santibáñez es originario de la ciudad de México, y fue a hacer su propaganda en aquel distrito, que pudiéramos decir está controlado moralmente por el C. Montes de Oca, dada su labor benéfica y patriótica. Decía yo en principio que no es exacto lo que el C. Soto asentó en esta tribuna relativo a que iba a realizarse una pugna entre el grupo reaccionario y el grupo revolucionario. El C. Soto mintió a sabiendas; el coronel Montes de Oca es uno de los más viejos, de los más prestigiados y de los más honrados revolucionarios. El coronel Montes de Oca, que trae como galardón de sus trabajos el cuerpo atravesado por las balas y a pesar de ser coronel y de haberlo sido durante diez años no ostenta en sus manos esos brillantes que ostentan nuestros generales y coroneles, no dispone de ningún munificente palacio, no pasea en automóvil; el C. Montes de Oca ha estado sostenido ha nuestras expensas, señores diputados. ( Aplausos.) Para comprobar la labor revolucionaria del coronel Montes de Oca, voy a permitirme que la Secretaría lea estas cuantas líneas.

- EL C. prosecretario Castrejón, leyendo: " La que subscribe, Carmen Serdán, superviviente del movimiento armado, estallado en su propio domicilio en la ciudad de Puebla, encabezado por el extinto Aquiles Serdán, en diez y ocho de noviembre de mil novecientos diez, certifica:

" Que el C. coronel David Montes de Oca, prestó sus servicios a la Revolución desde el principio de ella en mil novecientos diez, cooperó pecuniariamente y fue miembro de la Junta Revolucionaria de Puebla; se le confiaron varias comisiones y su labor de un firme patriota y de ideales, la ha sabido conservar y llevado a cabo tomando las armas hasta llegar a conquistarse en los campos de la lucha el grado que guarda.

" Por lo expuesto, y a petición del interesado, me es satisfactorio extender el presente en testimonio y constancia para el uso que corresponda, en

la ciudad de México, a los siete días del mes de julio de mil novecientos diez y siete.- Carmen Serdán."

El C. Alanís Fuentes: Aquí está la prueba auténtica, señores diputados, de la Junta Revolucionaria de Puebla, en que figuran la heroína señorita Carmen Serdán, y el coronel Montes de Oca. De la misma manera, ciudadanos diputados, la prensa de aquella época, prensa de la capital y prensa del Estado, manifiestan cuál ha sido la labor del coronel Montes de Oca. Tenemos aquí un número de "El Pueblo" de 1917, en donde dice en la parte relativa respecto al Estado de México:

" Los vecinos de algunas poblaciones del Estado de México acaban de dirigirse al ciudadano secretario de Guerra y Marina, solicitando les sea concedida la debida autorización para cultivar una gran cantidad de terrenos, así como para organizar un cuerpo de voluntarios que sin depender directamente del Gobierno, vigilen toda la región en donde merodean los facinerosos."

Y en la parte relativa, después de hacer una exposición, dice:

" Para llevar a buen término la organización a que nos referimos, pedimos ser dirigidos por un jefe honrado y de toda nuestra confianza, a quien ofrecemos solemnemente obedecer y respetar; este jefe, para nosotros no será otro sino el C. coronel David Montes de Oca, en quien tenemos basados esperanza y fundamento, pues el mencionado señor Montes de Oca actualmente se encuentra prestando sus servicios en la 2a. Brigada de la 2a. División de Oriente en la ciudad de Toluca; éste es hijo nativo de nuestro pueblo, nos conoce personalmente, así como nuestras necesidades y aspiraciones, abrigando la seguridad de que, estando él al frente nuestro, lograremos el fin que nos proponemos, esto es: Cooperar a la pacificación de nuestros lugares, que actualmente están destruidos y abandonados."

Esto se decía, señores, en 1917. Otro número de "El Pueblo", de 23 de agosto de 1917, habla en la misma forma del coronel Montes de Oca. "El Nacional" del sábado 6 de abril de 1918, dice:

" Los habitantes de Joquicingo reanudarán muy pronto sus labores agrícolas." Oid bien, ciudadanos socialistas y ciudadanos agraristas:

" Los habitantes de Joquicingo reanudarán muy pronto sus labores agrícolas.

" Por correo para " El Nacional."

" Toluca, abril 1o.

" Hace más de dos años que muchos de los pueblos pertenecientes al distrito de Tenango del Valle, del Estado de México, fueron de tal manera hostilizados e imposibilitados a segir su curso normal, ocasionado por la revolución, que se vieron en la necesidad de reconcentrarse y refugiarse en lugares controlados por el Gobierno, hasta que, después de mucho luchar los vecinos del pueblo de Joquicingo de "León de Guzmán", procuraron que el C. coronel Montes de Oca, hijo nativo del propio Joquicingo y conocedor de las necesidades del pueblo, se pusiera al frente de ellos para volver a sus hogares, con el fin de trabajar sus campos y cooperar por esa región, a hacer la paz, tomando las armas en favor del Gobierno constituído.

" Ardua y constante fue la tarea de varios hijos del pueblo de Joquicingo, hasta que, logrando las fuerzas del C. general F. Vezcaíno controlar una vasta extención del lado Sur del Estado, se dirigieron nuevamente, el día 26 del próximo pasado febrero, muchos vecinos del referido Joquicingo, ante los CC. generales Gonzalo Novoa, jefe de operaciones militares en el Estado, y F. Vizcaíno, jefe de la Brigada 18, para recordarles la conveniencia que habría, al nombrar al coronel Montes de Oca, jefe de ellos, para alentar a los pueblos, llevándolos al trabajo, y formar grupos armados en defensa de sus propios intereses y del Gobierno. Los referidos dignos generales acogieron con agrado tal petición y, teniendo en cuenta que anteriormente existía ya autorización de la Secretaría de Guerra, promovida por más de sesenta firmas y gestión del C. general Novoa, para que el C. coronel David Montes de Oca pasara a hacerse cargo de los voluntarios de Joquicingo, inmediatamente los citados generales dictaron sus órdenes para encomendar la comisión citada al referido coronel Montes de Oca quien pertenecía a la Brigada " V. Cepeda", hoy Brigada 21.

" Recibidas órdenes, el coronel Montes de Oca, con fecha 12 de los corrientes, se trasladó al lugar de su comisión, al frente de cuatro hombres armados y cuarenta y siete desarmados, del mismo pueblo de Joquicingo, que se encontraban reconcentrados en su cabecera, Tenango del Valle.

" El júbilo de los pobres amantes del trabajo fue inmenso al verse en su tierra natal; sólo que, con tristeza al ver que no existían casas y quedar ellos sin más recursos que el deseo de trabajar. El coronel Montes de Oca, con su ánimo y prédicas constantes, hacia sus paisanos para alentarlos, logró que inmediatamente empezaran a sembrar maíz, haba y frijol, aunque sin más útiles de labranza que azadones y talaches; y para sustento, han llegado a la necesidad de comer una especie de camotitos que en su sabor semeja al de la patata", etcétera, etcétera.

" Después de permanecer el referido coronel Montes de Oca ocho días desempeñando su comisión y dejar ya como doscientos habitantes, fue llamado de Toluca para ampliarle su comisión, consiste en ponerse al frente de todos los voluntarios habidos de los pueblos y los que él pueda organizar en la región de referencia, proporcionándole sus jefes una fuerte escolta para sus gestiones."

Ahora, señores, probablemente el señor Soto y Gama que, como sabemos, fue uno de los directores intelectuales del movimiento zapatista, quizás sea por motivos de rencor por los que trata de atacar la credencial del coronel Montes de Oca, pues seguramente estos pueblos fueron duramente azotados por la revolución del Sur; pero aquí está una prueba patente que demuestra cuán generosos son los sentimientos del coronel Montes de Oca. Aquí tenemos, señores, el retrato de un pequeño zapatista, recogido en las trincheras del enemigo, que está educándose en la ciudad de México a expensas del C. coronel Montes de Oca.

El C. Montes de Oca, interrumpiendo: No es cierto. Señor presidente, ¿ Me permite usted la palabra?

El C. presidente: Si lo permite el orador.

El C. Alanís: Hasta que yo acabe.

El C. Montes de Oca: Quiero rectificar este hecho.

El C. presidente: No se puede interrumpir al orador.

El C. Alanís: Un momento; respecto a este asunto......

El C. presidente: No lo consiente el orador.

El C. Montes de Oca: Pido la palabra, porque no ha asentado una verdad.

El C. presidente: Rectifique usted en su oportunidad.

El C. Alanís: Este retrato de un pequeño zapatista.....

El C. Montes de Oca, interrumpiendo: Pido la palabra. ( Siseos. Campanilla.)

El C. Alanís, continuando: Esta fotografía, que me ha sido presentada por el coronel Montes de Oca para su defensa, dice al reverso:

" Pedro Francisco, hijo de Venancio Miranda y de Isabel, recogido en los linderos de Joquicingo, distrito de Tenango del Valle, Estado de México, después de un combate con los zapatistas, el día 17 de julio de 1918, y entregado a la señorita Carmen Serdán el día 20 del mismo mes y año."

Este niño se está educando aquí. Aquí está una carta relacionada, que viene a comprobar lo dicho por mí:

"Tacubaya, septiembre de 21 de 1918.

" Señor coronel David Montes de Oca.- Tenango del Valle.

" Estimado coronel y correligionario:

" A la vista su atenta carta de fecha 15 del actual, participo a usted que el niño Pedro Miranda, a quien se sirvió usted entregarme para educarlo y cuidarlo mientras tanto se sabe de sus padres, está muy contento, pues como los niños de Aquiles, mi hermano, viene con frecuencia y son muy juguetones, esto le agrada y se quieren mutuamente; sus pláticas nos divierten, por la manera de hablar tan chistosa del niñito y, además, porque aquí no oye cuernos ni coyotes.

"Aún tengo en mi mente el aspecto de esa pobre gente de sus pueblos; quisiera ir otra vez a visitarlos, pero no voy, por dos motivos: Primero, por mis quehaceres, y, segundo, por no ser tan fácil recolectar fondos entre los amigos y correligionarios nuestros, como la vez pasada, pues al ir, necesitamos llevarles algo nuevamente; ya en otra ocasión lo haremos con gusto.

" Cuénteme algo de las siembras de esos pobres, de sus hermanos, como así lo llama usted, y ya ha reconstruido a todos sus pueblos.

"Lo felicito sinceramente por su labor, pues creo que no es a favor de ningún " ista" ni haciendo labor sectaria, como se es patriota; es palpitando con el alma del pueblo y sintiendo sus necesidades; es influyendo por que cesen las reconcentraciones en las capitales, donde los indios se mueren de hambre; es devolviéndoles sus tierras y dándoles útiles de trabajo, como se hace labor patriótica; esto usted lo ha hecho aun a costa de su peculio, pues Inesita y Elenita - se refiere a las señoritas Malváez - me informaron que hasta se ha desentendido usted un poco de sus familiares, por auxiliar a esos pueblos, y que les ha conseguido cuanto ha podido para su sustento; así pues, señor Montes de Oca, ha hecho un bien por la humanidad y merece las felicitaciones de los realmente revolucionarios y ojalá siga así en lo futuro, para ejemplo de muchos militares; pues usted, más que militar, ha sido el amigo, compañero y hermano de esos desvalidos.

" Con cariñosos recuerdos para su señora y niños, se despide su amiga y correligionaria, Carmen Serdán."

Efectivamente, ciudadanos diputados: El coronel Montes de Oca no ha sido, como lo ha asentado de manera ligera el C. Soto, un cacique a la antigua usanza. Estos caciques no se usaban en la época de la dictadura; estos caciques, puede llamarse así, son creados por la revolución de 1910, y ojalá así fueran todos los caciques, que hicieran el bien a sus pueblos, a la humanidad, porque de esta manera es como se es buen patriota. ( Aplausos.) Como creo haber llevado al ánimo de vosotros, los ciudadanos diputados honrados, los que sientan arder en su alma todavía la llama de la revolución, no quiero extenderme en más consideraciones; únicamente hago un llamamiento a los ciudadanos que forman la extrema izquierda del Partido Liberal Constitucionalista, para que reconozcan en el coronel Montes de Oca, no a un enemigo, que reconozcan a un individuo que con hechos ha demostrado que es amante del proletariado, que es amante de los habitantes de los campos. El C. coronel Montes de Oca no ha tenido tiempo de ilustrarse en libros, no ha tenido la oportunidad de ir a las bibliotecas a empaparse en las nuevas doctrinas socialistas; quizá sea así; pero el C. coronel Montes de Oca, con el ejemplo, con la buena voluntad y con sus actos ha practicado, en su pequeño distrito, en el 3er. distrito electoral del Estado de México, que tiene por cabecera Tenango, el socialismo. Señores socialistas, si vosotros votáis en favor del dictamen, habréis votado por uno de vuestros mejores compañeros. Señores del Partido Liberal Constitucionalista, si vosotros votáis por el dictamen del C. Montes de Oca, habréis votado por uno de los hijos más legítimos de la revolución, por uno de los peleceanos de más poderosos principios y más nobles ideales.

El C. Montes de Oca: Pido la palabra para una aclaración.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el C. Soto y Gama. ( Aplausos.)

El C. Díaz Soto y Gama: Señores diputados: Tanto me dirijo a los compañeros del Grupo Socialista, como a los revolucionarios del Grupo Liberal Constitucionalista, y como a los mismos señores de la maffia, a cuyo grupo ha pertenecido, quiérase o no, el señor Montes de Oca. Me dirijo a todos para explicarles esto: Deben ustedes comprender que para que el compañero Francisco Soto y yo hubiésemos tomado la defensa del C. Santibáñez, agrarista connotado, contra el C. Montes de Oca revolucionario del género armado, revolucionario del género mílite, revolucionario del género pretoriano, pero revolucionario al fin, no reaccionario, puesto que sería una infamia calificar de reaccionario a este hombre, debo explicar a ustedes, que para que nosotros hayamos tomado la defensa del C. Santibáñez en contra del C. Montes de Oca, es porque tenemos muchas y muy fundadas razones. El caso del C. Montes de Oca no es el caso, repetido en esta Cámara, en que lucha un revolucionario contra un

reaccionario; no, señores; el caso del C. Montes de Oca está sintetizado en las palabras que con tanto ingenio como verdad vertió en esta tribuna el C. Soto. Se trata de un caso típico, de caciquismo, no a la antigua, como dijo con mala fe el compañero Alanís, que me precedió en esta tribuna, sino de un cacicazgo a la moderna, de un cacicazgo manso y ladino que se apoya en la gente armada, en los voluntarios, para tener esa popularidad, esa popularidad algo pavorosa de que se ufana el compañero Montes de Oca, a esa popularidad se deben las mil firmas por él recogidas; a esa popularidad completamente basada en su influencia de jefe de voluntarios se debe la seguridad que el señor Montes de Oca tiene de convencer a esta Asamblea, como ha tratado de convencer uno por uno a los diputados de su influencia moral en su distrito. A este respecto debo recordar que hace poco el compañero, digo, el señor Montes de Oca, le decía al señor Santibáñez: " Lo desafío a usted que vaya a mi distrito y le aseguro que en unos cuantos días junto yo dos mil hombres." Con una ingenuidad muy propia de él, muy propia de sus alcances intelectuales, el señor Montes de Oca se pintó y pintó su influencia en aquel lugar. Un hombre que durante muchos años ha estado al mando de voluntarios, que han hecho lo que hacen todos los voluntarios, esto es: Fusilar, quemar, cortar, derribar, y lo voy a desmontar; es natural que un hombre así ejerza cierta influencia de pánico, cierta influencia de pavor sobre las poblaciones en donde sus voluntarios han imperado. Sobre esto voy a presentar casos típicos, casos precisos, para que se vea que muchos de esos pueblos destrozados lo fueron precisamente por haber sido zapatistas y precisamente por fuerzas que estaban llamadas, en nombre de Venustiano Carranza, a dar garantías a las poblaciones, y un caso de esos es el de Atlautla, caso que conocemos los habitantes del Estado de México, y que es evidentemente conocido por la diputación de ese Estado; pero dejándonos de preámbulos, quiero entrar al fondo del asunto, después me referiré a antecedentes de uno y otro. Por lo pronto, quiero contestar la afirmación un poco ligera, asaz ligera del compañero Alanís,sobre que en este caso el compañero Soto no trae pruebas y que yo tampoco las traería. Voy a presentar pruebas completamente concluyentes sobre las cuales quería hacer una interpelación al compañero Espinosa, presidente o jefe de la Comisión y defensor apasionado del señor Montes de Oca, como lo he demostrado, y el cual no conoce el expediente, y el cual se negó terminantemente a contestar mis preguntas contra toda práctica parlamentaria, que debería serle perfectamente conocida. (Aplausos.) Dice el primero de los documentos a que quiero referirme y que es sumamente corto y cuyo recibo está firmado o rubricado por la propia mano del C. Espinosa, dice este documento, firmado por el presidente municipal, S. Montes de Oca, tío o primo de este C. Montes de Oca, porque ahí todos son sus parientes, está firmado en Joquicingo, la tierra natal del C. Montes de Oca, y dice:

"Al margen un sello que dice: Ayuntamiento Constitucional.- Joquicingo de León Guzmán.- Distrito de Arista.-.México.- Esta Presidencia Municipal de mi cargo hace constar que los CC. Estanislao Aguilar, Casimiro Orihuela y Joaquín Pérez pertenecen al cuerpo local de voluntarios de esta cabecera.-Y a pedimento del C. Rafael Rentería, como representante del Partido Nacional Agrarista en esta municipalidad, expido el presente.-Joquicingo, agosto 2 de 1920.- El presidente municipal, S. Montes de Oca." Rúbrica.

Estas tres personas a quien se refiere el certificado forman el personal que dirigió los trabajos de una de las casillas electorales y, sin embargo, confesado por los parientes del señor Montes de Oca, esos miembros de la casilla, esos directores de la elección, pertenecen al grupo local de fundadores de esta casilla. Ya ve, pues,la Asamblea, que empiezan las pruebas. Otra prueba que no leeré para no fatigar demasiado a la Asamblea, o para evitar que deje de prestarme atención, pero que después leerá la Secretaría, por indicación mía, es un certificado del presidente de la Mesa de una de las casillas del pueblo de Balderas, en el cual se acordó el hecho que no quiso tomar en cuenta la Comisión, esa Comisión que por estar presidida por el señor Espinosa, caracterizado por su ligereza, ha procedido naturalmente en este caso, como en todos, con esa misma ligereza. Ese hecho que no tuvo en cuenta la Comisión, prueba que la Comisión no tuvo en cuenta ninguno de los hechos adversos al C. Montes de Oca, y es éste que se comprueba por el dicho del presidente de la misma casilla, de la misma Mesa de la casilla que estuvieron en el pueblo de Balderas, frente a las casillas, los voluntarios del C. Montes de Oca, llamando a los electores para que fueran a sufragar en el sentido de favorecer a su jefe. Ese hecho perfectamente claro de presión, porque es natural que en un pueblo tan corto como Balderas, refundido en plena sierra, en plena montaña del Estado de México, se tenga miedo por los pacíficos a los voluntarios, máxime cuando unos días antes de la elección había sido asesinado uno de los pacíficos por uno de los voluntarios, máxime cuando dos años antes el C. Montes de Oca, como jefe de los voluntarios, en ese mismo pueblo de Balderas había amenazado con fusilar y había tachado de bandidos a todos los del pueblo por haber sido zapatistas. Vamos a ver cómo en el distrito a que me refiero hay la pugna entre los voluntarios dueños de la situación y los pacíficos que, por sus simpatías al zapatismo, fueron perseguidos y siguen siendo perseguidos por los voluntarios que representan allá y en todas partes el enemigo nato de la revolución, los voluntarios son los equivalentes a las defensas sociales, son los equivalentes a la reacción. Yo, con motivo de este expediente, demostraré la obra que se hizo en el Sur, la obra que hizo la revolución y cómo esta obra fue deshecha por las defensas sociales y por los voluntarios, obedeciendo las órdenes directas del más grande de los reaccionarios que ha existido, el reaccionario de lo últimos tiempos, del C. Carranza o de los hombres que lo rodeaban; de manera que en este caso se trata de la pugna de la revolución agraria, radical, en la que los pueblos tienen fe, porque empezó a repartir tierras, devolvió tierras en tiempo de Zapata, como tendré ocasión y el honor de demostrarlo en esta ocasión, y el elemento reaccionario de los mismos pueblos representados por la pequeña burguesía de cada lugar, formada en este caso por los parientes del señor Montes

de Oca, burguesía tanto más odiosa cuanto se compone de pequeños intereses contra el pueblo humilde, verdaderamente revolucionario, para constituir la pequeña reacción muy molesta y muy eficaz que se desarrolla en los pequeños pueblos y que se ha desarrollado en toda la República. Vuelvo a decir, este es el caso de un jefe de defensa social, contra el agrarismo popular. Existen también otros documentos que tampoco tuvo en cuenta la Comisión, porque la Comisión, vuelvo a decirlo y no me cansaré de repetirlo, no tuvo en cuenta, con la ligereza que caracteriza al C. Espinosa, ninguno de los hechos que perjudicaban a su protegido y ahijado electoral, el señor Montes de Oca. Es ésta una protesta firmada en Santa María Rayón por todo el personal de la Mesa; fíjese el señor Espinosa, fíjese el señor Alanís que me decía que no tenía ninguna importancia la pregunta que él llamaba capciosa del C. Soto al C. Espinosa, acerca de cuáles eran las firmas que calzaban esa protesta, pues el interesado, nada menos en esto, no se trataba de cualquier firmante, ni firmantes, sino que se trata nada menos que de todo el personal de una Mesa de casilla aseverando que el cómputo de la elección lo hicieran ellos, los mismos firmantes, al día siguiente de la elección, en la Presidencia Municipal. De manera que ya ve la Asamblea que los hechos existen, podría presentar más; pero no quiero cansar a la Asamblea, no me escucharía, y por otra parte, debo decir que muchas de las pruebas que podríamos haber presentado no se han presentado por la presión oficial, ni podido presentar tampoco. Este es uno de los puntos que quiero que la Asamblea se fije: en este caso ha habido dos clases de presión: la presión militar, la pretoriana, de este cacicazgo de género nuevo, manso y ladino - como dijo el C. Soto atinadamente - , y la presión oficial representada por todas las autoridades del distrito, muchas de las cuales están ligadas por lazos de parentesco con el señor Montes de Oca. Sobre esto de la presión oficial ya expliqué suficientemente; pero no quiso, haciendo el hincapié debido el compañero Soto, manifestar en qué consistió esta presión oficial y cómo el señor Montes de Oca, no obstante considerarse con esa popularidad tan enorme y tan sonora y tan sonada de que nos ha hablado, se sentía débil en el fondo y hubo de recurrir a toda serie de colaboraciones políticas, a toda serie de colaboraciones oficiales, para el fin de obtener una votación que dista bien poco de la de su contrincante, el señor Santibáñez. Ya explicó a este respecto el compañero Soto que la fórmula primitiva de la elección para diputado en aquel distrito estaba formada por el general Abundio Gómez, actual gobernador y hombre de grande y llana influencia en ese distrito, y como suplente el señor Montes de Oca; de manera que toda la influencia del gobernador que en aquella época de la elección ya había sido declarado gobernador provisional por el Senado, toda esa influencia política paso íntegra al señor Montes de oca. Este ciudadano es exageradamente activo, como lo demuestra el hecho de haber recurrido a toda clase de expedientes, a toda clase de trabajos para asegurar su elección y triunfo, y ya en esta Cámara el señor Montes de Oca acudió a otras personas y a otros procedimientos para reforzar lo que no consideraba muy fuerte, o sea su candidatura, que él consideró completamente vigorosa; y cuando le convino y cuando con los hechos se dio cuenta perfecta de su debilidad, acudió a toda clase de adminículos oficiales; sigo en mi análisis, adoptó como senador suplente en su fórmula al señor licenciado Enrique del Castillo, secretario general del Gobierno del Estado en aquellos momentos y aquí está precisamente en este debate y no me dejará mentir; como propagandista empleó a "Agustín Arrazola", director de las Obras del Palacio de Gobierno; usó como suplente en su propia fórmula al síndico del Ayuntamiento de Tenango, de la población más populosa y cabecera del distrito de su elección, lo usó como suplente para reforzar su no muy clara popularidad. Como jefe de la propaganda empleó a Enrique Ortiz Gómez, 3er. regidor del Ayuntamiento de Tenango; es decir, no le bastó que toda la elección del Ayuntamiento de Tenango fuera obra de su partido, sino que todavía quiso interesar en su elección a todas esas personas que son verdaderos personajes en el distrito de su residencia. No conforme con esto, había apelado al principio el señor Montes de Oca, al refuerzo del elemento latifundista del que después tuvo que prescindir, y digo que tuvo que prescindir del elemento latifundista en su fórmula para senador propietario, porque nada menos que proponía a don Antonio Barbosa, el dueño de "Atenco". En estas condiciones se dirigió al Partido Nacional Agrarista pidiendo la autorización de ese partido para postular al señor Montes de Oca y también su participación para apoyar la candidatura para senador, del señor Barbosa. Entonces el Partido Agrarista contestó que era imposible que ese partido, defensor de los intereses el proletariado aceptara como senador a un connotado latifundista y por razón natural enemigo del pueblo trabajador, enemigo de la gente del campo. Ante esa respuesta, el señor Montes de Oca tuvo que renunciar al apoyo del latifundismo y se conformó con sus voluntarios y con sus parientes, es decir, con la presión oficial y la presión militar. Y aquí cabe hacer una observación: Hay veces que los hechos sociales se presentan en una forma tan vaga, que no permiten una apreciación concreta y de tal manera son diversos, y de tal manera son complicados, que por su misma complejidad escapan a una apreciación precisa. En este caso, como se trata de algo que podríamos llamar química electoral, que yo la expreso en esta forma, dados ciertos y determinados reactivos que han precisado y que acabaré de precisar, o sean la presión oficial, la influencia del compadrazgo por parte de los parientes del C. Montes de Oca, el miedo de los pueblos a los voluntarios, la sumisión natural de nuestros pueblos al que tiene las armas en la mano y la intervención de elementos oficiales, como senadores suplentes, etc., etc., dada esa serie de reactivos, tiene que ser del mismo modo que en química: oxígeno, más hidrógeno, igual a agua; oxígeno, más azufre, igual a ácido sulfúrico, o sea presión militar, y presión oficial, igual a imposición oficial. (Risas. Siseos.) Vamos a verlo. Imposición oficial, más imposición militar, más miedo de los pueblos, más influencia de los voluntarios, más compadrazgos del señor Montes de Oca, igual a imposición de la candidatura de Montes de Oca y triunfo aparente de él. (Voces: ¡Sí! Aplausos. Siseos. Risas. Campanilla.)

Las pruebas pueden ser de dos clases: la prueba analítica, a la que me he empezado a dedicar y que puedo completar, si es preciso, en el curso del debate, y otra prueba enteramente concluyente, que es lo que llamo caso de química electoral. Saben ustedes perfectamente que en las ciencias naturales se procede conforme a dos viejos aforismos, que son dos inmensas verdades, que dicen en latín: posita causa, ponitur effectus, que quiere decir: "puesta la causa, se pone el efecto"; y el otro: Sublata causa, tollitur effectus, "quitada la causa se quita el efecto". Hay en esto un caso muy ilustrativo, que conocemos todos los que tuvimos la oportunidad de estudiar tratados de física, por elementales que fuesen; ustedes saben perfectamente que el agua hierve a distintas temperaturas, según la altura a que se encuentra colocado el recipiente de la misma agua sobre el nivel del mar. Esto es debido a que el enrarecimiento del aire, que es la causa..... (Siseos. Risas. Campanilla.) Esto es debido, repito, a que el enrarecimiento del aire, que es la causa que favorece la prontitud de la ebullición, va haciéndose más y más grande, a medida que se va subiendo sobre el nivel del mar. (Aplausos.) Cuando las galerías se den cuenta de mi argumentación, creo que se explicarán el por qué de mi forma de razonar. Pues bien; se fue aclarando que el enrarecimiento del aire era causa de esos fenómenos de que el agua hirviese según que se pusiera en un lugar bajo o alto, en virtud de que , después de haberse hecho la experiencia, entonces ya varían todos los factores, menos uno, que era la diferencia de altura sobre el nivel del mar. Se llegó a saber que, en todos los casos en que existe mayor altura sobre el nivel del mar, resultaba el efecto, o sea la ebullición, a temperatura más baja, y cuando se quitaba la causa, o sea la altura, o sea el enrarecimiento del aire, inmediatamente se quitaba el efecto; es decir: ya el agua no hervía en el mismo tiempo. Pues bien; este ejemplo, que no es otra cosa que la aplicación del método científico que se usa para investigar en cada caso la causa de un fenómeno lo ha puesto en práctica el C. Santibáñez en el caso del distrito por el que se postularon tanto él como el señor Montes de Oca; y el resultado fue el siguiente: el señor Santibáñez se hizo esta reflexión: puesto que la causa del triunfo de la candidatura del Señor Montes de Oca es la influencia de los voluntarios, vamos a ver cuál fue el resultado de la votación a favor del señor Montes de Oca en los lugares donde hay voluntarios, y vamos a ver cuál fue el resultado de esa misma votación en los lugares donde no alcanzó la influencia de esos mismos voluntarios; es decir: donde había la causa - influencia de los voluntarios, ¿quién triunfó?, y en donde no había la causa - influencia de los voluntarios, ¿quién triunfo?, y el resultado fue el siguiente: En la parte montañosa del distrito de Tenango, en donde ha habido voluntarios, porque allá fue donde hubo lucha con el zapatismo, porque ahí fue donde los poblados eran atacados por el zapatismo, ahí donde la influencia de los voluntarios es permanente, el resultado de la votación, reducido a números, es el siguiente: La fórmula Montes de Oca - Castañeda alcanzó 2,101 votos, contra la fórmula de Santibáñez - Osorio, que alcanzó 347. Véase la proporción de 347 a 2,101; viene a ser la séptima parte de votos, por influencia de los voluntarios. Parte llana donde no ha habido voluntarios, porque hasta allí no llegaba la influencia del zapatismo, y veamos el resultado: el señor Montes de Oca, triunfante en la parte montañosa, obtuvo 302 votos, y Santibáñez 647 votos. Ahí triunfó Santibáñez. Quiere decir que quitada la causa, sublata causa, se quita el efecto, quitada la causa - influencia de los voluntarios, se quita el triunfo o imposición de Montes de Oca; el triunfo en este distrito, por doble número de votos, fue del señor Santibáñez. Vuelvo a comparar el resultado para que sea más gráfico. En la parte montañosa obtuvo Montes de Oca 2,101 votos, o sea siete veces la votación del señor Santibáñez, que sólo obtuvo 347; en la parte llana, Montes de Oca obtuvo la mitad de los votos de Santibáñez, o sea 302, contra 647. Ahora vamos a analizar el por qué de estos hechos. Vamos a entrar a lo que yo he llamado relación de causa típica en la que se ejerció presión, y voy a tomar dos pueblos, cuando podía tomar uno por uno y hacer una explicación semejante a la que voy a hacer respecto de dos. Ruego a la Asamblea que se fije en esto, porque es muy ilustrativo, aun para la historia de los hechos del Gobierno de Venustiano Carranza en la región que ocupó el zapatismo. El pueblo de más importancia hace cinco años y de todos los colindantes con Tenango, era el de Atlautla, esto no me lo puede negar el C. Montes de Oca, ni ninguno de los miembros de la diputación del Estado de México. Pues bien; como este pueblo de Atlautla dio color zapatista, y lo dio en virtud de los servicios que la causa del zapatismo prestó a este pueblo del Estado de México, que consistieron en el que el Ministerio de Agricultura de la Convención admitió las reclamaciones de este pueblo localizadas en los linderos con Tenango, el poderoso pueblo de Tenango, cabecera del distrito y, por lo mismo, superior con mucho en influencia política y de todas clases al pequeño pueblo de Atlautla. Pues bien; admitió el Ministerio de Agricultura las reclamaciones localizadas en el lindero con Tenango, y empezaron a atenderlas, celebrando diligencias de deslinde. Por este y por otros hechos, el pueblo de Atlautla, como muchos otros pueblos de otras zonas que yo conozco personalmente, y en los cuales la Convención hizo diversos trabajos, y el C. Santibáñez representó a la Convención y por eso es conocido y querido en los pueblos, por los trabajos que realizó; pues bien, Atlautla, por estas circunstancias, lo mismo que otros pueblos, abrazó ardiente y calurosamente la causa del zapatismo; vino el dominio del carrancismo, y el pueblo de Atlautla, marcado con el estigma de zapatista, sufrió una serie interminable de incendios, de asaltos, y acusaciones, y aun de deportaciones en masa. Una gran parte de los vecinos de Atlautla fueron deportados infamemente a Yucatán y Quintana Roo, y todavía en estos momentos no acaban de regresar las familias; todavía en estos momentos sigue dándose el caso de que aquellos hombres, agotados en su salud por las enfermedades de aquella zona mortífera, siguen regresando a su pueblo. Cuando se presentó en estas condiciones el señor Santibáñez, conocido no sólo como propagandista del Gobierno convencionista, sino como

agente de ese mismo Gobierno para el reparto de tierras, fue recibido con muestras de extraordinaria aprobación. Se constituyó ahí espontáneamente un club político por algunos miembros, y se pudo asegurar para el agrarismo, uno de sus triunfos inevitables, puesto que no nacían de la presión oficial ni del favoritismo, sino del dolor de todo un pueblo y, sin embargo, señores, cuando efectuó una segunda visita el representante del señor Santibáñez, se encontró con que el panorama había cambiado. Los vecinos del pueblo, cuando los llamaba a cuentas el representante Rentería, que, por cierto, está ahí presente, volvían la cara mustios, como buscando el peligro: el voluntario. Y le decían: Señor: lo sentimos mucho, pero no podemos votar. ¿Por qué? -preguntaba Rentería-. Porque nos perjudicarían si votáramos contra el C. Montes de Oca; y él preguntaba: ¿Quién?, y le respondían: Los voluntarios, señor. ¡Esto es terminante! (Aplausos.) Para convencerme a mí el C. Santibáñez de esta psicología del pueblo de Atlautla, hizo venir en ese lugar, en esa esquina, debajo de esa tribuna, a un vecino de Atlautla, y en presencia de varios miembros del bloque socialista comencé a interpelarlo. También estuvieron presentes algunos miembros de la honorable diputación de Guanajuato, y todos podrán decir que aquel hombre se rehusaba a toda explicación, estaba azorado, y le dije: "No, hombre; si aquí vamos a ayudar a ustedes, yo fui representante del general Zapata en la Convención; no tenga usted miedo, hable usted", y el hombre empezó a explicarnos esto mismo que acaban ustedes de oír. Pocos momentos después entraba el señor Montes de Oca, y el hombre, poniéndose pálido, fingió cualquier pretexto y se salió del salón, cosa que consta a todos los compañeros.(Aplausos.) De manera que eso no sólo lo dice Rentería, sino que lo ví yo. Es natural: todavía hace más de dos o tres años se les deportaba en masa, se incendió el pueblo, no quedó techo en pie, tenían que refugiarse las familias en una esquina de sus jacales, porque no les alcanzó para techarlo. Si el carrancismo se portó como enemigo, si los voluntarios son representantes del carrancismo y ellos se conceptúan zapatistas, pues es claro que tengan un terror pánico a los voluntarios, es claro que no hayan podido votar. (Aplausos. Siseos.) ¿Creen la Asamblea y las galerías que han estado siseando, que un pueblo como Atlautla, víctima de deportaciones, víctima de incendios y de saqueos, destruido por el carrancismo y por los voluntarios, creen ustedes que allí lógicamente pudo haber triunfado Montes de Oca?. Y, sin embargo, triunfó ahí Montes de Oca. ¿Por qué? Porque está en la parte montañosa, donde obra la causa, el enemigo, esa causa de que se ríen las galerías, el primitivo enemigo llamado presión brutal de los voluntarios , presión moral y militar.(Aplausos.) Ahora voy a presentar el segundo caso: el de Balderas. Balderas era un pueblo que tenía suficientes tierras, era uno de los pueblos a quien se les devolvió sus tierras por el Gobierno de la Convención, representado, vuelvo a decir, en lo personal, por el señor Santibáñez, la misma persona que dice el señor Montes de Oca y sus oradores que es desconocido en el distrito. ¿Sabe el señor Montes de Oca por qué Santibáñez prefirió presentarse por ese distrito y no por otro distrito donde está ubicado el aserradero en que trabajaba el C. Santibáñez, y en el cual está establecida su vecindad? Lo sabe usted precisamente, y no se presentó ahí porque sabía que los pueblos tienen una memoria infalible para sus benefactores, no para los que reparten maíz, sino para los que reparten tierras; y como él había sido repartidor de tierras, tuvo a orgullo y satisfacción el presentarse ahí donde tuvo el honor el zapatismo de sentar sus reales. El zapatismo, señor Montes de Oca, cuyo procedimiento en estos lugares le voy a explicar a la Asamblea, porque es de oportunidad. (Siseos. Voces: ¡Oh! ¡Oh!) El otro día fui atacado por el C. Alonzo Romero acerca de que en el Sur no se había hecho ninguna obra revolucionaria, y voy a demostrar ahora, con motivo de este expediente, cómo se hizo obra revolucionaria por el desprestigiado y calumniado zapatismo y por su jefe, el inmortal - pésele a quien le pese -, general Emiliano Zapata. (Voces: ¡Oh! ¡Oh!) En el punto llamado Son Antonio de la Isla, del Estado de México, había necesidad de tierras, porque había sido despojado de sus ejidos, y entonces ese hombre sin igual, llamado Emiliano Zapata, en 31 de mayo de 1915, dirigió, desde Tlaltizapán, esta orden, de una elocuencia laconiana, de una concisión revolucionaria, de una concisión de hombre de acción, que no se fija en fórmula ni en expedientes, ni en leyes, ni en disparates; la siguiente orden que voy a tener el honor de leer textualmente, de cabo a rabo. (Aplausos.)

"Al ciudadano presidente municipal de San Antonio de la Isla. - Estado de México.

"Queda usted autorizado por esta superioridad, para entrar en posesión de los terrenos que correspondan a ese pueblo, de acuerdo con los títulos que ampare su propiedad, haciendo extensiva dicha posesión a todos los vecinos de su referido pueblo, para que desde luego puedan dedicarse a sus labores. Sirve de fundamento, el artículo 6o. del Plan de Ayala, decreto de 8 de septiembre de 1918".....

De la convención, que después fueron a atacar, a destruir su obra los voluntarios.

"Y lo comunico a usted para su inteligencia y debido cumplimiento.

"Reforma, Libertad, Justicia y Ley. - Cuartel General en Tlaltizapán, a 31 de mayo de 1915. - El general en jefe, Emiliano Zapata."

Se trata del mismo distrito de Tenango. ¿Saben ustedes, señores representantes, saben ustedes, señores moderados.- no quiero en este caso llamarles reaccionarios -, saben ustedes cómo procedió? (Aplausos.) ¿Saben ustedes, señores, que le niegan al pueblo la democracia y las aptitudes para unificarse, gobernarse y satisfacer sus necesidades, saben ustedes en qué forma procedió este pueblo de San Antonio de la Isla ante esta orden que recibió de uno de sus caudillos naturales, su jefe natural, Emiliano Zapata? Voy a tener el gusto de explicarlo a ustedes. (Una voz: ¿A qué viene esto?) Viene a esto: Voy a explicar por qué ahí los agraristas tienen popularidad. Como tengo la palabra, no aceptaré interpelaciones. Esto fue en 31 de mayo de 1915; para el 6 de julio de 1915, contad con los dedos, mes de junio y seis días de julio, un mes seis días: en ese tiempo estaba el pueblo en

posesión de todos sus ejidos; éstos fueron hechos por tres ingenieros, pagados por los vecinos, y hechos los croquis, el padrón, haciéndose los sorteos para verificar el reparto de ejidos, y repartidos los ejidos de un pueblo en mes y medio, cuando la Comisión Nacional Agraria de la administración de Venustiano Carranza tuvo a su disposición cinco años de mal gobierno y no ha podido hacer lo que hicieron esos pobres hombres analfabetos en un mes seis días. (Aplausos). Esa fue la obra. (Murmullos.) Sí, señor Vicencio, esa fue la obra del zapatismo en uno de tantos rincones del Estado de México. En Morelos, basta decir que en este Estado funcionaron numerosas comisiones de ingenieros, y aun viven y radican éstos en la capital y han formado el pie veterano de los trabajos agrarios del Ministerio de Agricultura, y ellos lo dirán. No hubo muchos, sino sesenta, ochenta o cien ingenieros, de esos jóvenes revolucionarios de que nos hablaba el C. Alanís. Ellos pueden dar fe de si ahí se hizo o no se hizo algo más, porque se hizo un Departamento, por parte de la Convención y por parte del general Zapata y por parte de los agraristas del Sur. (Aplausos.) Siento mucho, a este respecto, no poder salirme del debate y no poder puntualizar mucho más en detalle la obra del zapatismo en el Estado de Morelos; me he querido referir soberanamente, pues aquí no se trata del Estado de Morelos, sino del Estado de México, donde hubo, por cierto, jefes que deshonraron al zapatismo, y si a esos jefes se quiere referir el C. Vicencio, le doy la razón; pues está claro que se la doy; pero eso pasa en todas las revoluciones. En la Revolución Francesa usted sabe lo que fue y lo que hizo la jacquerie; usted sabe perfectamente lo que hizo cada campesino, y usted sabe perfectamente bien que en todas las revoluciones hay, como dice muy bien Bulnes, héroes, semihéroes, héroes, medio héroes y medio bandidos y bandidos absolutamente. Esos los ha tenido el carrancismo, los ha tenido el villismo y los tuvo el zapatismo; pero me refiero a la parte honda de la Revolución, la dirigida por el general Zapata y los que con él compartimos la responsabilidad de ella, a la obra hecha por los directores de ese grupo, no a la obra hecha infamemente por los que mancharon la bandera de ese grupo. Creo que me he anticipado, que he adivinado la opinión del señor Vicencio, y ya ve la Asamblea si los zapatistas procedemos o no con sinceridad y honradez. Hecha esta explicación, que conduce a demostrar el por qué de la personalidad del señor Santibáñez como repartidor de tierras en el distrito de Tenango, voy a referirme a la lista de los ejidos restituidos a los pueblos por Santibáñez en persona, como representante de la Convención; es una lista muy corta, los ejidos restituidos a los pueblos fueron los siguientes:

"San Antonio de la Isla, San Lucas Tepemajalco, Santa María Rayón, Santiaguito, Balderas"... el punto a que me voy a referir.... "San Pedro Zictepec."

"Arreglo de linderos entre los pueblos de San Antonio y San Lucas, Tenango y Atlatlahuca."

Latifundios y haciendas afectadas por este reparto: "Hacienda de Atenco, de Rafael Barbabosa sucesores"... del mismo Barbabosa o de su hijo, a quien utilizó para la fórmula de suplente el señor Montes de Oca... "Hacienda del Veladero, de los señores Cortina; hacienda de Morales; propiedad de los señores Garduño; propiedad de la señora Arias de Barbosa; propiedad de Emilio Clares."

Ya se explica la Asamblea el por qué Santibáñez, oriundo de la capital de la República, se presentó por un distrito en donde era perfectamente conocido por trabajos eficaces y serios en favor del pueblo, no por esos trabajos que el señor Montes de Oca, con su buena fe, con su generosidad, pero también con su insignificancia revolucionaria - porque es claro que la tiene - ha hecho, creyendo hacer obra intensamente revolucionaria. Yo admiro el buen corazón del señor Montes de Oca al recoger un niño zapatista; admiro también su obra revolucionaria de Tenango. ¡Claro, saquear Tenango porque había allí burgueses, burguesillos, para repartir a los vecinos reconcentrados de Joquicingo, es perfectamente revolucionario! Se portó usted como nos portamos los zapatistas en casos semejantes.(Aplausos. Siseos. Murmullos.)

El C. Montes de Oca, interrumpiendo: ¿Me permite usted una interpelación?

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: No, señor. Voy a explicar por qué va usted a ver mi honradez. Lo que hizo en Tenango el señor Montes de Oca es digno de alabanza, es un hecho eminentemente revolucionario, pero que tiene también su significación electoral contraproducente para usted, C. Montes de Oca. Lo que hizo en Tenango el C. Montes de Oca fue los siguiente: se había efectuado una de esas reconcentraciones que el carrancismo copió del huertismo, que consistía en la infame maniobra de introducir en un solo pueblo a todos los habitantes de las inmediaciones para que se murieran de hambre, porque como vivían de la agricultura y allí no tenían terrenos que sembrar, vino el hambre y la desolación. ¿No es exacto, C. Montes de Oca?

El C. Montes de Oca, interrumpiendo: Pido la palabra.

El C. Díaz Soto y Gama: No, señor.

El C. Montes de Oca: Entonces no me pregunte.

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: Voy a explicar a usted lo bien que lo hizo y usted me dirá si he mentido.

El C. Montes de Oca, interrumpiendo: ¡Sí ha mentido!

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: Entonces el señor Montes de Oca insistió con los vecinos más ricos de Tenango para que dieran maíz y en lugar de dar maíz bueno dieron maíz podrido. ¿No es cierto, señor Montes de Oca?

- El señor Montes de Oca, interrumpiendo: Pido la palabra.

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: No, señor, cuando termine...

El C. Montes de Oca: Entonces, ¿en qué quedamos? ¿Me interpela usted, o no?

El C. Díaz Soto y Gama: Voy a acabar y entonces sí hablará usted todo lo que quiera. (Aplausos.)

El C. Montes de Oca, interrumpiendo: Pues entonces no me pregunte.

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: Con qué reparten maíz podrido, y entonces, revolucionariamente, el C. Montes de Oca ordena que se saquee

a aquellos individuos, en lo cual hizo muy bien, y que se les quite maíz bueno para repartirlo en lugar del podrido, a las infelices víctimas de la reconcentración. Eso hizo Montes de Oca y por eso merece mi aplauso sincero, y va mi aplauso sincero, vuelvo a decir que los zapatistas no lo hubiéramos hecho mejor que usted. ¿He mentido en algo de lo que he dicho?

El C. Montes de Oca: En todo.

El C. Díaz Soto y Gama: ¿En todo? Bueno, puede usted hablar si gusta, si lo permite la Presidencia.

El C. Montes de Oca: Pido la palabra. (Siseos.)

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Montes de Oca: Honorable Asamblea: El hecho que asienta usted a la concentración habida en Tenango del Valle, provino de la revolución. Los pobres pueblos fueron reconcentrados allí por autoridad del Gobierno. En esos días los pueblos aquellos se dirigieron a la Secretaría de Guerra y Marina pidiéndole, como consta por documentos. Habiendo tenido yo por suerte que ir a esos lugares, se presentaron a mí varios de aquellos individuos, a los cuales conozco en su mayor parte porque soy nativo de allí, y me dijeron: Señor no tenemos ni un grano de maíz que ir a sembrar; nuestro propósito primitivo era el de ir a sembrar nuestras tierras; estamos muy contentos de que usted esté ya con nosotros". Yo, queriendo proceder por el camino más correcto, me apersone con las autoridades de Tenango y le dije al presidente: "Señor presidente, vengo a cumplir esta comisión y suplico a usted tenga la bondad de pedir un puño de maíz a su pueblo para dárselos y llevarlo."

El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: muy igual a lo que yo dije.

El C. Montes de Oca, continuando: El señor presidente municipal, después de quince o veinte días, como lo puedo justificar con una hojita que también traigo, porque ya me suponía por dónde tenía que atacarme, me dijo: "Señor coronel, no hemos podido recoger más que estos bultos de maíz" y tras de mí venían unos ocho o diez individuos enteramente pobres, necesitados; saco un puño de maíz para verlo - que se lo había pedido para semilla - y vi que aquel grano era de todos colores, menos semilla. Entonces me dicen los pobres aquellos: "Señor coronel, aunque nos muramos de hambre, sírvase usted decirle al señor presidente municipal que no necesitamos nada; vamos a trabajar". Entonces, esas mismas palabras, esa misma determinación se la hice saber al señor presidente municipal y no recibí un grano de maíz por conducto de las autoridades. En tal virtud, yo, conocedor de algunas personas amigas mías de ese lugar, fui a pedirles, como consta - como ahora que tenga que ir a la tribuna tendré que probarlo y leeré esa hojita -, me dirigí a determinados individuos, a cuatro o cinco, quienes me dijeron: "Señor, con todo gusto yo doy una media; yo doy un tercio; yo doy una carga. Aquí la tiene usted, repártala". Lo que hice inmediatamente, señores, diciéndoles: "Aquí tienen ustedes el maíz". Se fueron con nosotros; digo nosotros, porque me llevé cuatro individuos ¡Esa era la fuerza total que yo llevaba, pero nos impulsaba el ánimo de ver a todos los pueblos a trabajar, y me congratulo, me encuentro satisfecho, de que aquella región se encuentre todo el mundo trabajando y en perfecto orden; no sé si será por lo de los voluntarios, pero mi intención fue esa, de llevarlos por el camino más correcto y más honrado. (Aplausos en las galerías.)

El C. Díaz Soto y Gama: Es evidente que yo, que no soy de Tenango, que no presencié los hechos y que no tengo aquí la facilidad de que hable personalmente el contrincante del señor Montes de Oca, no puedo estar en el caso de poder rectificar al C. Montes de Oca y decirle si es cierto que tuvo que recurrir o no al acto revolucionario del saqueo o si fue espontáneo de los vecinos. La cosa no tiene importancia, puesto que soy el primero en reconocer que el señor Montes de Oca obró revolucionariamente en este caso. El se asusta del saqueo; será porque él pertenece a un régimen constitucional, y como nosotros anduvimos mucho tiempo fuera de la ley, a nosotros nunca nos han asustado los actos verdaderamente revolucionarios, jamás, absolutamente jamás; por eso nosotros tomamos parte con tanto gusto en esa manifestación del domingo, que ha aterrado a la burguesía y que no es más que un pequeño síntoma de la revolución latente que existe en nuestro proletariado, en el proletariado industrial, (Aplausos ruidosos.) que al verse defraudado en sus esperanzas de mejoramiento por parte de algunas de las autoridades, recurre a medios revolucionarios, a medios de presión, lo que el sindicalismo llama acción directa o presión exterior a los poderes públicos, para obligar a los poderes públicos a que cumplan con su deber. Yo desearía que mañana se presentara en esta Cámara la famosa acusación contra nosotros, los del grupo socialista, para tener el gusto de darle una clase a la burguesía de México, de cómo se efectúa la acción directa, de cómo da resultado la acción directa y de cómo ese pánico que hoy agobia al elemento burgués y a la parte dañada del elemento oficial, es precisamente lo que buscábamos nosotros con nuestra manifestación de acción directa, es decir, por medio de la presión moral tremenda de la mayoría, obligar a la minoría de malos gobernantes, de malos legisladores, o de malos jueces, a que se ajusten a las necesidades del pueblo y las satisfagan. (Aplausos. Siseos.) De manera que si el señor Montes de Oca creyó confundirme al manifestarse alarmado de que yo le atribuyera un acto revolucionario, pues me permito decir al C. Montes de Oca que no me comprendió. Yo le hubiera alabado más al señor Montes de Oca el saqueo de Tenango para dar maíz a los pueblos. (Siseos.) Evidentemente, lo hubiera alabado más que no esos procedimientos patriarcales que a mí, viejo zapatista, no me simpatizan. (Aplausos. Siseos.)

Voy a seguir explicando el caso de Balderas, cuya relación tuve que interrumpir para intercalar la defensa del agrarismo zapatista en el distrito de Tenango. Hay que hacer constar, desde luego, que en el pueblo de Balderas efectuó la restitución de tierras personalmente el señor Santibáñez; hay que hacer constar que esas tierras que recuperó por un momento nada más en virtud del esfuerzo agrarista del Sur, el pueblo de Balderas, habían sido vendidas en vil precio a la hacienda del veladero y sólo el zapatismo supo devolvérselas por un momento y el carrancismo después las entregó a quienes las

habían usurpado. Por eso reina allí esa paz octaviana, esa paz carrancista, esa paz de los sepulcros de que está tan satisfecho el señor revolucionario coronel jefe de voluntarios, Montes de Oca; precisamente por eso, porque allí ya logró imponer su mano férrea el latifundista, como se lo voy a demostrar. Pues bien; en este pueblo de Balderas la recepción que se hizo a Santibáñez fue inmejorable, como se comprende. Se creía que allí triunfaría la candidatura de Santibáñez, y se creía así, porque la situación de aquellos jornaleros es tan miserable como lo que ustedes van a oír:

"Los habitantes del pueblo son los jornaleros de la hacienda, que les paga $0.50 diarios, y cuando no hay trabajo, les da por $0.05 licencias para hacer cargas de leña en el monte, que son vendidas en Tenango, entre $0.30 y $0.35. Un hombre necesita un día entero para hacer la carga, acarrearla y venderla, de tal manera que obtiene una ganancia que varía entre $0.25 y $0.30 diarios.

" Después de sacrificarse allí, sí, sacrificarse en el trabajo, en el pesado trabajo de leñador. Se podría creer, pues, lógicamente, que al presentarse allí el hombre que quería trocar, y que había trocado de hecho por un momento esa situación miserable del jornalero en la situación bonancible del pequeño propietario, que al presentarse allí el hombre que ya Había hecho justicia a Balderas, pues naturalmente fuera recibido con aplausos, como lo fue, y después triunfara en la elección; pero no, señores, se atravesó la eterna complicidad de las autoridades con los poderosos, y acaeció este sucedido, que es preciso puntualizar perfectamente para ilustración de esta Asamblea: se presenta antes que el candidato agrarista, antes que él, en jira de propaganda, el presidente municipal, el cual llama al juez auxiliar de Balderas y le dice: tenga mucho cuidado con esa propaganda de Santibáñez, del zapatista.

Y el pueblo aquel le dio a usted, señor, noventa votos y veinticuatro votos a Santibáñez. ¿Por qué le dio a usted esos noventa votos? Porque en ese pueblo fue donde los voluntarios estuvieron frente a las casillas electorales llamando a los electores antes de votar; por eso obtuvo esos noventa votos, no porque tuviera popularidad; allí la popularidad la ha tenido siempre el agrarismo...

El C. Montes de Oca, interrumpiendo: ¡Sí la tengo!

El C. Díaz Soto Y Gama, continuando: Este hecho de que los voluntarios estuvieran frente a las casillas llamando a los electores antes de votar, está comprobado por uno de los documentos que pediré a la Secretaría que se lean. Podría hablar mucho más, porque conociendo sobradamente el expediente, a la inversa de la Comisión, que en este caso ha estado boquiabierta escuchando cosas que no soñaba, cosas que no conocía; estando perfectamente penetrado del expediente, como de ninguno de los expedientes que se han discutido en esta Cámara, habría materia en el señor Soto y en mi persona para producir aquí tres o cuatro discursos tan largos como éste y quizá tan enfadosos como éste puesto que he tenido que recurrir a una serie de detalles, de divagaciones, de análisis que yo he considerado indispensables; pero como yo no quiero recurrir a las frases galanas, brillantes y puramente efectistas del compañero Alanís, que nos viene a hablar de la juventud revolucionaria, que tenía el pecho atravesado y de todas esas cosas que no prueban nada respecto de la elección; como yo no quiero sugestionar a la Asamblea con frases bellas, ya que por otra parte quizá no podría hacerlo, digo que quiero simplemente demostrar lo que ya he dicho que aquí químicamente se demuestra que en los lugares en donde los voluntarios existen, hubo presión; y que en los lugares donde los voluntarios no existen, allí faltó, allí se sebo la decantada popularidad de Montes de Oca. Ya quiero realmente concluir; sólo quiero que la Asamblea se fije en un punto que sí se refiere estrictamente a la cuestión legal de presión en las elecciones, de vicio en la elección y anula la misma en virtud de presión del elemento armado. Estos hechos son los siguientes:

"Los voluntarios que se encontraban frente a la casilla llamando a los electores momentos antes de votar, para persuadirlos de que debían votar por la fórmula Montes de Oca - Castañeda."

Y para demostrar que eran voluntarios - ya sé que el señor Montes de Oca me va a decir que no eran de los suyos, y yo le demostraré que estaba una persona conocida por "El Diablo", conocido como voluntario.- Estos hechos y otros innumerables, porque tengo aquí otros expedientes sobre el asunto, les demostrarán dos cosas: que los voluntarios ejercieron presión y que el señor Montes de Oca, diga lo que quiera, a pesar de haber pedido una licencia nominal y de haber seguido teniendo sobre sus voluntarios la misma influencia que tenía antes de la licencia, la misma influencia que vinieron a comprobar los documentos ingenuamente leídos por el señor Alanís, en los cuales ellos dicen que siempre fueron llevados al triunfo, o cosa por el estilo, y que estaban muy satisfechos de su jefe. De tal suerte, señores, que el señor Montes de Oca, en realidad no se ha separado de la jefatura de los voluntarios. Tan es así, que ni siquiera se ha nombrado nuevo jefe de los voluntarios y se valió de sus influencias para ejercer presión en este distrito. Este es el hecho en que debe fijarse la Asamblea: sí hubo la presión militar y sí hubo también la presión oficial manifestada por ese caciquismo manso y ladino apoyando por todo el compadrazgo de los innumerables parientes que tiene en las diversas oficinas municipales el señor Montes de Oca, por lo demás, muy buena persona; por lo demás, muy insignificante en su labor revolucionaria. (Aplausos. Siseos.)

El C. Espinosa Luis: Pide la palabra la Comisión.

El C. presidente: Tiene la palabra la Comisión. (Aplausos.Siseos.)

El C. Espinoza Luis: Honorable Asamblea: Es muy satisfactorio para el que habla venir a fundar su dictamen. No quise hablar cuando el C. Soto y Gama me interrumpía, porque respetuoso del Reglamento, tenía que ajustarme a los preceptos establecidos en él para que no viniera lo que ha sucedido en tantas otras ocasiones: una verdadera anarquía en el curso de la discusión. Estoy seguro de que la honorable Asamblea me habrá dado la razón, porque ha visto cómo estos debates se han desarrollado en una forma ordenada, serena y tranquila, gracias precisamente a que no se han permitido estas

interrupciones continuas, que no son más que, como a todos vosotros consta, verdaderos ardides parlamentarios, ardides de muy mala ley en ciertas ocasiones Por lo demás, ciudadanos representantes, yo vengo a esta tribuna, no con el estrecho criterio de querer nada más dar una voz informativa sobre un dictamen porque, conforme al mismo Reglamento, la Comisión tiene derecho, conforme al artículo 106, para fundar sus dictámenes, es decir, para sostenerlos; y no se explica de otro modo, ciudadanos representantes. Es natural que los miembros de una Comisión encargada de dictaminar sobre un asunto, sean los indicados para empaparse de él; es natural también, ciudadanos representantes, suponer que los miembros de esta Comisión traigan ya un criterio que envuelva la verdad, o si quiere - para ser más exacto-, mucho de verdad. Es justo también oír en esta tribuna a la parte contraria, porque es natural que también ella en sus argumentaciones traiga a la tribuna algo de verdad, y de la verdad de una parte, y de la verdad de la otra, y de la verdad de la Comisión, tiene que surgir lo que se llama el verdadero criterio de la Asamblea. De ahí, ciudadanos representantes, que yo no esté conforme en querer encerrar las facultades de la Comisión en ese círculo estrechísimo de un simple informe; la Comisión tiene también el derecho de fundar y de fundar ampliamente su dictamen, ya que es la convicción de la verdad encontrada a través del estudio hecho. Es natural, ciudadanos representantes, que la Comisión -sobre todo en el caso presente, por no pertenecer el que habla a ningún grupo militante dentro de esta Asamblea -, esté en condiciones de venir ante vosotros a exponer un criterio verdaderamente imparcial, ya que no tiene la influencia política poderosa y grande de una agrupación política. Es natural, señores representantes, que yo no venga con predisposición en contra del bloque agrarista, que no traiga predisposición en contra del Partido Liberal Constitucionalista, que no la traiga también en contra de los ciudadanos independientes a quienes han dado en llamar reaccionarios. Si mi criterio, emanado de un estudio concienzudo y enteramente libre, puede servir a la Asamblea para que norme su conducta en este caso, ¿por qué no permitírsele a la Comisión que exponga cuanto mejor le plazca? El C. Soto y Gama, con una ligereza, también característica en él, vino a sostener en esta tribuna que la Comisión no quería contestarle - la Comisión representada por el que habla-, porque no conocía el expediente. Y no, compañero Soto y Gama, si algún expediente conoce la Comisión, si algún expediente se ha estudiado minuciosamente, es precisamente el que se está discutiendo en este instante, que sí conoce de una manera detallada. Os lo voy a demostrar haciendo pasar ante los ojos de la Asamblea todo el proceso electoral de este 3er. distrito electoral del Estado de México. Vosotros mismos, ciudadanos representantes, veréis cómo por medio de este procedimiento tan rápido y tan Fácil, la elección se ha desarrollado, con todos los defectos naturales si queréis, registrados en todos los distritos electorales de la República, pero también se desprende de este examen que iréis viendo con vuestros propios ojos, un triunfo aplastante y legítimo a favor de la fórmula Montes de Oca. Pero antes ciudadanos representantes, permitidme que os dé algunas ligeras explicaciones sobre este proceso electoral.

En primer lugar, encontramos en el acta de escrutinio general y en el acta de la Junta Computadora, una votación a favor del C. David Montes de Oca, de 2,465 votos, oidlo bien, 2,465 votos; para el C. Felipe Santibáñez, 1,026 - ya veis, menos de la mitad -; para el C. Protasio I. Gómez, 901, y para el C. Abel C. Salazar, 746 votos; que fueron los cuatro candidatos a diputado propietario que jugaron en ese distrito electoral. La Comisión, después de haber hecho un estudio minucioso de toda la votación; revisando paquete por paquete y boleta por boleta, hizo un escrutinio que pudiera llamarse escrutinio calificado, que dio por resultado esta proporción: el C. Montes de Oca, 1,926 votos. Como ve la honorable Asamblea, se le descontaron más de quinientos votos que, en concepto de la Comisión, estaban viciados; el C. Protasio I. Gómez, quedó con 712 votos; el C. Abel C. Salazar, con 635 votos, y, por último. el C. Felipe Santibáñez, con 632 votos. ¡Y esta causa es la que viene a defender el C. Soto y Gama! Viene, como dije al principio, cuando hice una aclaración, a querer defender un imposible. El C. Antonio Díaz Soto y Gama tiene empeño particularísimo en que entre a esta Asamblea el C. Santibáñez, amigo íntimo de él, y allí sí, compañero Soto y Gama, compadre vuestro, y no compadre de estas lides electorales, compadre en todas vuestras locuras, porque yo os juro que a Soto y Gama se le está destornillando uno de los tornillos. (Siseos. Risas. Aplausos.) En cambio, ciudadanos representantes, el C. Francisco Soto, con una mesura que en mucho le honra, vino aquí a hacer objeciones de indole legal. La Comisión tampoco quiso contestar de momento, no por falta de cortesía para el C. Soto, sino porque, como antes dije, quería apegarse exclusivamente al Reglamento. Conforme al Reglamento de la Cámara, las comisiones, los miembros de las comisiones tienen obligación - oidlo bien - de informar a vuestra soberanía cuando lo pida algún ciudadano representante al principio de la sesión, pero no para contestar "toritos", como se dice vulgarmente; no para contestar preguntas capciosas e impertinentes, sino para hacer un informe más o menos detallado de todo el asunto, a efecto de que se entre al debate. ¿Pero qué tiene que ver esta información serena y seria con las preguntas capciosas que continuamente hacen los interesados en defender algún asunto, a los miembros de la Comisión? Absolutamente nada, ciudadanos representantes, y como el que habla no está dispuesto a servir de instrumento a intereses personales, ni mucho menos a ser juguete de algunos miembros de esta Asamblea, se rehusó a contestar en aquella ocasión. Al efecto, ciudadanos representantes, me permito citar algunos de los artículos respectivos que fijan de una manera precisa que la Comisión no ha estado fuera de lo legal al negarse a contestar esas preguntas. El artículo 95 del Reglamento dice:

"Artículo 95. El presidente formará luego una lista de los individuos que pidan la palabra en contra y otra de los que pidan en pro, las cuales leerá íntegras antes de comenzar la discusión.

"Artículo 97. Los miembros de la Cámara hablarán alternativamente en contra o en pro, llamándolos el presidente por el orden de las listas.

"Artículo 99. Los individuos de la Comisión y el autor de la proposición que se discuta, podrán hablar más de dos veces. Los otros miembros de la Cámara sólo podrán hablar dos veces sobre un asunto."

"Artículo 103. Comenzada la discusión, ningún individuo puede pedir la palabra sino en voz baja y acercándose al presidente, ni se podrá interrumpir al que habla, bajo pretexto alguno, a no ser para reclamar el orden."

Este artículo 103 le quitaba todo derecho al C. Soto y Gama para hacer estas preguntas. Hay más: el artículo 110 dice:

"Cuando algún individuo de la Cámara quisiere que se lea alguna ley o documento, para ilustrar la discusión, pedirá la palabra; y, sin interrumpir al que habla, se le concederá la preferencia, para el sólo efecto de la lectura."

Estos artículos son clarísimos y vienen a demostrar que la Comisión estuvo en lo justo al negarse a contestar las impertinencias del C. Soto y Gama.

También el artículo 106, dice:

"Artículo 106. Siempre que, al principio de la discusión, lo pida algún individuo de la Cámara, la Comisión dictaminadora deberá explicar los fundamentos de su dictamen y aun leer constancias del expediente, si fuere necesario; acto continuo seguirá el debate."

Oidlo bien, dice: "al principiar la discusión", no dice: en el curso de ella. Ya ve la honorable Asamblea cómo por respeto al Reglamento, yo me negué a contestar esas preguntas. Ahora, refiriéndome a las objeciones hechas por el C. Francisco Soto, debo contestarle: la Comisión tuvo en cuenta y estudió detenidamente todas y cada una de las protestas presentadas; pero, oído bien, ciudadanos representantes: esas protestas, que, como ya antes dije, muchas eran absolutamente iguales, no tienen ninguno de los requisitos que exige la ley, para que pudieran hacer prueba en el ánimo de la Comisión. El artículo 90 de la Ley Electoral, ley vigente y que la Comisión tiene el deber de respetar, dice textualmente:

"Artículo 90. Los ciudadanos del distrito electoral o los representantes de los candidatos, podrán presentar peticiones de nulidad de votos, directamente a la Junta Computadora, siempre que sean apoyados - oidlo bien, ciudadanos - por pruebas fehacientes al instalarse la Junta."

Ya ve la honorable Asamblea cómo este precepto de la Ley Electoral exige que, para que sea tomada en consideración una protesta, debe estar acompañada de pruebas fehacientes, pruebas que no encontró la Comisión en ninguna de estas protestas. En el mismo artículo, párrafo tercero, se dice:

"Si el presidente de la Junta se negare a dar entrada a una de esas peticiones, que deberán presentarse por escrito y con pruebas en su apoyo, sufrirá una multa...."

Ya ve cómo también en este párrafo se repite que esas protestas deberán ser presentadas con las pruebas correspondientes. ¿Cómo, ciudadanos diputados, va una Comisión que procede con toda rectitud, a aceptar como válidas las protestas de los simples representantes, nada más porque son ellos quienes las firman? ¿Qué, acaso se escapa al ilustrado criterio de vuestra soberanía, que al aceptarse este criterio verdaderamente torcido, no se podría la elección más honrada en gravísimo peligro, ya que los representantes de los candidatos más hábiles o más chanchulleros - digámoslo de una vez - protestarían todas las casillas sin fundamento legal o real ninguno? ¡Claro que sí, ciudadanos representantes! Y de allí que el legislador haya puesto condiciones para aceptarse las protestas como buenas al hacer el escrutinio definitivo la Comisión Revisora de Credenciales. En este punto, la razón fundamental por que esta Comisión no tomó en consideración las protestas, fue porque llegaron sin prueba de ninguna especie. Hay más ciudadanos representantes: El C. Antonio Díaz Soto y Gama viene a objetar aquí dos casillas....

El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: ¡Montones!

El C. Espinosa, continuando: El C. Soto Y Gama dice que montones, y a la honorable Asamblea le consta que sólo se refirió a dos. (Voces: ¡No! ¡Sí!) se refirió a la de Joquicingo en la que el C. Montes de Oca obtuvo 190 votos y el C. Felipe Santibáñez obtuvo 45 votos. Desde luego, ciudadanos representantes, se ve que aquí, en esta casilla electoral, de los cuatro candidatos, los dos que obtuvieron la mayoría, la mayoría de votos, mayor número de votos, más propiamente, fueron: el C. Montes de Oca, y después el C. Santibáñez; los otros dos candidatos sacaron cualquier número de votos. De esto se desprende que sí hubo libertad para votar; pero como se tacha de viciada esta casilla, porque los miembros que habían integrado esta casilla eran voluntarios, La Comisión no ha tomado en cuenta. Lo que paso es que el C. Antonio Díaz Soto y Gama, que en realidad no conoce la parte legal de este expediente, vino a hablar únicamente a ojo de buen cubero, pero sin conocer, en realidad, el asunto. (Siseos.) Se refirió a una casilla de Rayón; voy a leeros el escrutinio de todas las casillas de Rayón, para que veáis, ciudadanos representantes, la ligereza del C. Soto y Gama al querer hacer un análisis enteramente falso de esta computación:

"1a. casilla: Protasio I. Gómez, 27; David Montes de Oca,17; Abel Salazar, 4, y Felipe Santibáñez, 0 votos."

"La 2a. casilla no se instaló y, por lo tanto no pudo haber habido votos.

"3a. casilla: Protasio I. Gómez, 36; David Montes de Oca, 12; Abel Salazar, 10 y Felipe Santibáñez, 11 votos.

"4a. casilla: Protasio I. Gómez, 10; David Montes de Oca, 10; Abel Salazar, 16 y Felipe Santibáñez, 17 votos."

5a. casilla: Protasio I. Gómez, 5; David Montes de Oca, 21; Abel Salazar, 14, y Felipe Santibáñez, 38 votos."

Como ha oído vuestra soberanía, en ninguna de estas casillas obtuvo mayoría de votos el C. Montes de Oca. ¿Dónde está, pues, aquí la presión de los famosos voluntarios? ¿Qué no le parece a vuestra soberanía que ese reparto casi equitativo de la votación en todas las casillas, oidlo bien, ciudadanos representantes, acusa precisamente una pureza absoluta de procedimientos? Es natural, ciudadanos representantes, es lógico y es razonable que, si

hubiera habido presión por parte de Montes de Oca en este municipio, las casillas todas hubieran resultado a favor de Montes de Oca. Y, sin embargo, yo os pruebo con los documentos oficiales, que en ninguna casilla de este municipio obtuvo mayoría el C. Montes de Oca. Así es como el C. Antonio Díaz Soto y Gama pretende venir a sorprender la honorabilidad de esta Asamblea. (Aplausos. Siseos.) Pero hay más, ciudadanos representantes: la diferencia de votos es tal, que el C. David Montes de Oca tiene para obsequiar a su pretendido contrario - y digo pretendido, porque ni siquiera contrario es el señor Santibáñez -, todos los votos que ellos quieran; son 2,600 por una parte, contra 1,020 por la otra. ¿Qué se deduce? Que hay todavía 1,500 por encima para obsequiarlos al contrario y salir el C. Montes de Oca con una mayoría abrumadora; pero no es cuestión de cifras; vamos a ver los procedimientos de la elección, vamos a ver la pureza de la elección, vais a verla vosotros mismos, ciudadanos representantes. Esto, en lo que hace a la parte enteramente legal; en cuanto a lo que pasa con el aspecto moral de esta elección, porque yo no puedo calificarlo de otra manera, porque no puede ser legal, más bien dicho, por lo que se refiere a la incapacidad constitucional del C. Montes de Oca para ser diputado, por haber estado en servicio activo, esto, ciudadanos representantes, no puede aceptarlo la Comisión, porque la documentación que obra en el expediente hace prueba absoluta, prueba plena, de que el C. David Montes de Oca no era militar en servicio activo. Al efecto, suplico a la Secretaría que tenga a bien dar lectura al documento expedido por el C. general Francisco Figueroa, en que se demuestra que el C. David Montes de Oca empuño las armas para secundar el movimiento en el Estado de Guerrero.

- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:

"Ejercito Nacional Constitucional. - 3a. Brigada.

"El que subscribe, Rómulo Figueroa, general de Brigada del Ejército Nacional Constitucionalista, certifica:

"Que el C. coronel de Caballería del Ejército Nacional, David Montes de Oca, se incorporó a mis fuerzas el día 4 de mayo próximo pasado, con sus elementos armados de voluntarios y militares procedentes del distrito de Tenango del Valle, México, por orden expresa del C. general Alvaro Obregón, según su telegrama de fecha 2 del mismo mes de mayo, expedido en Puente de Ixtla, haciendo constar que el referido coronel Montes de Oca se portó dignamente y estuvo a mis órdenes, en compañía de su elemento armado, en número de 300 hombres, hasta el día 3 del actual, fecha en que, por orden del interesado, envió sus contingentes a sus lugares de procedencia; asimismo hago constar la influencia de que goza el mencionado coronel en su zona, que por largos años ha estado comisionado como jefe de los cuerpos voluntarios, y que se levantó en armas después de haber estado preso en Tenango del Valle, con fecha último de abril, dirigiéndose al C. general Alvaro Obregón, a Puente de Ixtla, de quien recibió instrucciones.

"Y para los usos que le convengan al interesado, extiendo el presente a los nueve días del mes de junio de 1920.

"Sufragio Libre. No Reelección .- Tacubaya, D.F., a 9 de junio de 1920.-R. Figueroa.

"A quien corresponda."

El C. Espinosa, continuando: Ha oído la honorable Asamblea en qué condiciones empuño las armas nuevamente el C. Montes de Oca. Ahora suplico a los ciudadanos diputados que se fijen en qué condiciones y en qué fecha obtuvo el C. Montes de Oca licencia de la Secretaría de Guerra para separarse del servicio activo. A la solicitud presentada por el C. Montes de Oca por los conductos debidos, el jefe inmediato a él le contestó en esta forma. Suplico atentamente a la Secretaría se sirva darle lectura.

- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:

"Secretaría de Guerra y Marina.- Jefatura de Operaciones en el Estado de México. - Número 441.

"C. Coronel David Montes de Oca, jefe de los voluntarios. - Tenango del Valle, México.

"Contesto su atento oficio, número 79, de fecha 3 de los corrientes, manifestando a usted haber recibido adjunta su solicitud pidiendo tres meses de permiso, con goce de haberes, a la que ya se le da el trámite correspondiente, para lo que a bien tenga disponer la superioridad.

"Retiro a usted mi atenta consideración.

"Constitución y Reformas. - Toluca, México, 4 de marzo de 1920.- El general de Brigada, jefe de las operaciones en el Estado, G. A. Elizondo."

El C. Espinosa: Ahora se va a dar cuenta la Asamblea del oficio respectivo.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Al ciudadano general subsecretario encargado del Despacho de la Secretaría de Guerra y Marina.

-Presente.

"Tengo el honor de referirme a su atento oficio, número 40276/11582, de fecha 18 de los corrientes, girado por la Mesa 2a., Sección 1a. del Departamento de Caballería, relativo a que esa superioridad ha tenido a bien concederme un licencia de tres meses, con goce de haberes, percibiéndolos por conducto de la Pagaduría de la corporación a que pertenezco, y con el fin de trabajar mi candidatura para diputado al Congreso de la Unión en el distrito de Tenango del Valle, México; por lo que, con todo respeto, participo a esa superioridad que empezaré a hacer uso de tal licencia el próximo día 1o. del entrante abril, como así se me hace saber en el citado oficio.

"Tengo el honor, mi general, de hacer a usted presentes mi subordinación y respeto.

"Constitución y Reformas.- México, 25 de marzo de 1920."

El C. Espinosa: Ha oído la honorable Asamblea cómo el C. David Montes de Oca no solamente obtuvo la licencia en el mes de marzo, sino que empezó a hacer uso de ella el día 1o. de abril, según consta en el oficio a que acaba de darse lectura. Así pues, el C. Montes de Oca no estuvo solamente separado los noventa días que exige la Constitución, sino cuatro meses. El artículo constitucional respectivo, dice:

"Artículo 55. Para ser diputado se requieren los siguientes requisitos:

"IV. No estar en servicio activo en el Ejército Federal, ni tener mando en la policía o gendarmería rural en el distrito donde se haga la elección, cuando menos noventa días antes de ella."

Es decir, cuando menos noventa días antes de la elección, y ya ha visto la honorable Asamblea cómo el C. Montes de Oca se separó ciento veinte días antes de la elección, cosa que estoy seguro que ningún ciudadano representante, que haya sido militar, hizo. Ahora, ciudadanos representantes, ya está explicado de una manera amplísima y categórica en qué condiciones el C. coronel David Montes de Oca, empuño las armas después; las empuño como revolucionario, cumpliendo con un deber, no de militar en servicio activo, sino con un deber de ciudadano, como era el de todos vosotros, como era el mío, porque era un deber de todos vosotros luchar porque en México fuera verdaderamente efectivo el sufragio, principio rudamente amenazado por la dictadura de Venustiano Carranza y por la imposición de Ignacio Bonillas. Era, pues, un deber no de un militar, sino de todo ciudadano que tuvieran el corazón bien puesto, empuñar las armas donde y como fuese, para defender ese principio, que ha costado tanta sangre a la patria. Ahora, ciudadanos representantes, se dice por ahí -yo he oído y quiero adelantarme a ello -, que el C. David Montes de Oca consiguió su licencia con goce de haber, y esto, ciudadanos representantes, ¿qué tiene que ver que la haya conseguido con goce de haberes o sin ellos? El hecho es que la Secretaría de Guerra le concedió está licencia; no puede siquiera considerarse como una gracia de las autoridades militares de entonces, porque el C. Montes de Oca fue perseguido por las autoridades del carrancismo. Aquí hay documentos que hablan sobre el asunto, pero yo quiero nada más referirme a "El Heraldo de México", del 4 de mayo, donde veréis cómo se confirma el oficio del general Figueroa, en el que dice que se le presentó el C. Montes de Oca en Puente de Ixtla el día 2 de mayo, y vosotros recordáis muy bien que la salida -no la caída - de Carranza, se efectuó el día 7 de mayo; Carranza salió de aquí la mañana del 7 de mayo, es decir, cinco días antes, Montes de Oca había secundado el movimiento no estuvo esperando ocho días más para que cayera Carranza. De allí, pues, que el C. Montes de Oca no fue oportunista, sino hombre que, por convicciones, secundó el movimiento; pero de una idea más clara de sus convicciones, la noticia de este periódico.

- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:

"Se sublevó el coronel Montes de Oca y su gente. Había quedado en libertad y como buen ingrato, en el acto se declaró en rebeldía.

"Toluca, mayo 2. Hace pocos días hablábamos sobre la libertad decretada por el señor juez de Distrito, a los señores coronel David Montes de Oca y mayor Ezequiel Pérez, y hoy tenemos que consignar el hecho de que los militares mencionados quizá por la persecución de que fuera objeto, o bien porque existía en la mente de ellos lanzarse a la revolución, desde hace tiempo, como lo aseguraba el mayor Uranga, antenoche a las once y media, acompañados de cien voluntarios de Joquicingo y de otros pueblos circunvecinos, se rebelaron tomando, según se asegura, el camino a Morelos.

"Lo cierto del caso es que el levantamiento se ha confirmado, y ya se han destacado fuerzas de Tenango del Valle, para perseguir a los primeros sublevados en el Estado, cuyas fuerzas van al mando del mayor Uranga..."

El C. Espinosa, continuando: Con esto debe haberse dado cuenta la Asamblea de que el C. Montes de Oca fue hecho prisionero por las autoridades militares carrancistas; que puesto después en libertad se sublevó con la gente que tuvo a mano, secundando el movimiento de Sonora; de esto se desprende también, con claridad meridiana, que el C. Montes de Oca no fue un favorito de las autoridades carrancistas. Pero hay, ciudadanos representantes, por encima de todo esto que habéis oído con todo detenimiento, que habéis tenido la benevolencia de oír con todo detenimiento, conceptos todavía tan fuertes como los que habéis escuchado, y que obligaron a la Comisión a dictaminar en el sentido que lo hizo. Están también las declaraciones expresas y categóricas del C. Santibáñez - oídlo bien: el único que defendió aquí derechos que no tiene -, de que no es vecino del Estado de México. Voy a dar lectura a la parte relativa. Suplico a la Presidencia que ordene a la Secretaría dé lectura nada más a la parte relativa.

- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:

"Memorándum del C. Felipe Santibáñez..."

El C. Soto Francisco, interrumpiendo: Señor presidente, pido que se lea todo, no solamente la parte que le interesa al señor Espinosa.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Por lo tanto, conservé en México una habitación, en la que ha residido mi familia y en la cual dormía yo mismo, los días que pasaba en esta ciudad, que han sido cuatro o cinco cada mes; pero esto no evita que mi residencia habitual y efectiva estuviera en la hacienda de San Jerónimo."

El C. Espinosa: De esta parte expositiva de un memorándum presentado por el C. Santibáñez, se desprende que su casa habitación quedó en México, que su familia quedo en México, y que su asiento principal de negocios, como es una maderería que tiene aquí en sociedad con otro señor, cuyo nombre no recuerdo, también quedó aquí. De esto se desprende jurídicamente que el domicilio del señor Santibáñez era la ciudad de México, que la residencia del C. Santibáñez era la ciudad de México; que el C. Santibáñez estaba en el Estado de México desempeñando trabajos relacionados con sus negocios, pero que jurídicamente y ante el derecho público - como es una ley electoral -, residía en México, y la Constitución, ciudadanos representantes, exige estos dos requisitos para poder ser diputado, oído bien: ser vecino del Estado o con residencia efectiva de tantos meses sin interrupción antes de las elecciones, y el C. Santibáñez declaró que venía cuatro o cinco veces por mes a la capital de la República. Así es que, ¿qué más queréis, ciudadanos representantes? (Aplausos.) Pero esto también es absurdo, ciudadanos representantes; la Comisión en manera alguna podía tener en cuenta a Felipe Santibáñez y, oído bien, el C. David Montes de Oca nunca se presentó a las comisiones a alegar derechos, nunca presentó un escrito, y Felipe Santibáñez, que del estudio del expediente viene ocupando el cuarto lugar de los candidatos, (Siseos.)

agobió a la Comisión continuamente, se le escuchaba con toda resignación, esta es la palabra, y llegó hasta el grado de querer que guardásemos como expediente y como prueba un montón de copiadores de cartas, que ya podéis imaginarnos, ciudadanos representantes, la prueba que puede ser esto. Y yo os juro que no hubo prejuicio de ninguna naturaleza, que al principio se oyó al señor Santibáñez con todo detenimiento, que se le aceptaron todos los argumentos, todos los memoriales que presentó y que consta aquí en el cuerpo del expediente, que todos ellos fueron completamente estudiados y que en lugar de pruebas no eran más que pruebas a favor del C. Montes de Oca, como vais a ver en el mismo texto del memorial presentado por el C. Santibáñez. El C. Santibáñez quiso probar ante la Comisión derechos que no tenía, con documentos de esta naturaleza, letras que había girado, telegramas que, como vosotros sabéis, no pueden hacer prueba de ninguna naturaleza, si acaso, pruebas presuncionales, pero no prueba plena, como se necesita, para poder dictaminar, para poder fallar en un asunto tan difícil. El C. Santibáñez, no teniendo más argumentos de peso que esgrimir, vino aquí con unos capítulos que él llama "Ventajas adquiridas por el C. Montes de Oca." ¿Y sabéis, señores, cuáles son esas ventajas? Pues las ventajas de la popularidad; el mismo adversario lo confiesa. Desde luego, ya leí cómo los impugnadores de la candidatura Montes de Oca, impugnadores honrados, como son los representantes del C. licenciado Abel C. Salazar, confiesan que es un hombre honorabilísimo y prestigiado en aquel distrito y manifiestan que impugnan la votación por ser militar en servicio activo. Ya demostré hasta la saciedad que no es militar en servicio activo y los mismos impugnadores reconocen que es un hombre honorabilísimo; estos señores confiesan la honorabilidad del C. Montes de Oca Ahora, El mismo C. Santibáñez, a falta de argumentos, viene precisamente a reforzar la causa de su contrario, que no lo necesita, porque su elección es completamente pura y su personalidad podrá pecar de exceso de revolucionarismo Aquí sí no hay ese decantado reaccionarismo con que el licenciado Soto y Gama en su obsesión, ataca a todos aquellos individuos que no son sus amigos o que no están con él. Por lo que hacen a que el C. general Gómez figuraba como candidato a suplente; después le ofrecieron el Gobierno del Estado de México y renunció, pero esto fue después. ¿Y qué prueba esto, ciudadanos representantes? Que, a falta del C. general Gómez, los ciudadanos de aquel distrito escogieron al C. coronel Montes de Oca; esto viene a demostrar nada más una eliminación honrosísima, que a falta del general Gómez iba el coronel Montes de Oca; esto es todo, y estas son la armas con que el C. Santibáñez infantilmente pretendía desvirtuar el triunfo legítimo de su contrario.

Ciudadanos representantes: Con esta manera de razonar, con esta manera de acumular pruebas, no se hace otra cosa que dar más elemento moral favorable al contrario; es lo único que ha hecho el C. Santibáñez, y así es por el estilo todo su memorial. Ciudadanos representantes, en lugar de atacar esa candidatura, no ha hecho más que apoyarla y defenderla; así nos ha hecho saber que uno de los paladines que lucharon por la candidatura del C. coronel Montes de Oca, fue el Partido Laborista, y ¡claro!, ciudadanos representantes, no podían ser de otra manera; el Partido Laborista, identificado con los principios revolucionarios, tenía que buscar para esta Cámara a un hombre genuinamente revolucionario como lo es el C. Montes de Oca. Por todos estos capítulos, ciudadanos representantes, y otros muchísimos que podría yo someter a la consideración de vuestra soberanía la Comisión no tuvo más que dictaminar en el sentido que lo ha hecho; pero como no quiero ya, como antes lo dije, ser juguete de intrigas, ya que el C. Antonio Díaz Soto y Gama, oído bien, tiene un interés marcadísimo en que entre el C. Santibáñez que es su amigo íntimo, su compadre, puede decirse, yo quiero llevar al convencimiento de todos vosotros el triunfo purismo de esta elección. Se dice que el C. Montes de Oca será despedido de esta Asamblea ignominiosamente por la influencia del C. Soto y Gama. Yo rechazo este cargo, yo creo que todos vosotros, ciudadanos representantes, tenéis la honradez bastante y también la independencia bastante para que aun perteneciendo a determinadas agrupaciones, tengáis la libertad de votar en un caso tan claro como es el presente. Yo sé, ciudadanos representantes, que el Partido Liberal Constitucionalista, por ejemplo, que tiene en estos momentos la hegemonía en la Cámara, no puede en manera alguna obligaros a que votéis en contra de esta candidatura. ¿Por qué? Porque el Partido Liberal Constitucionalista, desde el principio, optó por un procedimiento amplio para tratar estos asuntos de credenciales y para votar a favor del que en realidad hubiese ganado y no a favor de determinados intereses Yo sólo creo, como si lo hubiera oído, que el Partido Liberal constitucionalista no será el instrumento de una infamia, ni tampoco el instrumento de los intereses personales de Antonio Díaz Soto y Gama en este caso. Aplausos.)

Antonio Díaz Soto y Gama vendrá a esta tribuna, con el pretexto de rectificar hechos, a desmentir lo que estoy asentando; pero os juro, ciudadanos representantes, que he visto a Santibáñez pegado continuamente al C. Soto y Gama, es algo así como el Alter Ego de Soto y Gama; es algo así como la sombra inseparable de Soto y Gama; yo he visto la intimidad que existe entre estos dos ciudadanos. Nosotros, ciudadanos representantes, por encima de los intereses de la amistad, que nada significan ante los intereses sociales, por encima de estas mezquindades que yo denuncio ahora, están los altos intereses de la patria y los principios revolucionarios; por ello, ciudadanos representantes, os exhorto a que sostengáis el dictamen. Como prueba última voy aquí en unos cuantos minutos, a hacer pasar por vuestros ojos los votos emitidos a favor de Santibáñez y los votos emitidos a favor del C. coronel Montes de Oca. Esto lo creo necesario porque váis a ver tres cosas: primero, la insignificancia de votación en favor de Santibáñez; segundo, el reparto casi equitativo en todos los municipios, de la votación, con lo que se prueba que no hubo esa decantada imposición de que aquí se ha hablado; en tercer lugar, la popularidad del C. Montes de Oca, y, por último, os convenceréis también de que la elección donde pudiera presumirse chanchullo, por ejemplo, donde las boletas están sin doblez

ninguno , son de aquellas que favorecieron al C. Santibáñez. Esto lo váis a ver con vuestros propios ojos. (Voces: ¡A votar!)

El C. Manrique, interrumpiendo: Pido la palabra para interpelar a la Comisión ¿No ha terminado el compañero Espinosa?

El C. Espinosa: No, señor estoy todavía en el uso de la palabra. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!) Si la Asamblea no quiere, yo podré nada más citar unos cuantos casos: la copiosidad de votación a favor de Montes de Oca y los votos insignificantes por Santibáñez, en todos ellos. Quisiera también manifestar aquí ante vosotros, los chanchullos que hay, en mi concepto, que no los he tomado en cuenta. Al señor Santibáñez no hubo necesidad de descontarle ni una boleta, así es que no se necesita absolutamente de estas pruebas; pero yo, para convenceros más todavía, quiero que veáis las boletas sin doblez ninguno, esta es una de las características de un verdadero chanchullo y estas boletas están sufragadas a favor del C. Santibáñez. Yo quiero dejarlos a estos señores ampliamente satisfechos, y, sobre todo, al C. Soto y Gama, y demostrar que sí conozco, y que conozco a fondo el expediente....

(Voces: ¡A votar! ¡A votar!) en caso de que sea necesario. Como veo que la Asamblea está cansada, en caso de que sea necesario vendré a hacer estas aclaraciones o, más bien dicho, a aclarar el estado del expediente. - El C. Manrique: Ciudadano Espinosa, ciudadano Espinosa, ¡ciudadano Luis Espinosa! quiero que la Comisión, obediente al deber que le impone el Reglamento....

El C. Espinosa, interrumpiendo: ¿En qué artículo?

- El C. Manrique, continuando:...se sirva contestar esta interpelación mía. El compañero Espinosa conoce a maravilla el Reglamento, lo ha demostrado hace pocos momentos, la respuesta debe ser él quien la dé; esta Comisión que no ha defendido a Montes de Oca con la serenidad con que deben proceder las comisiones, sino con un apasionamiento propio de un defensor, de un interesado y no de un juez; el C. Espinosa dice que oyó resignadamente a Santibáñez, fueron sus palabras de Espinosa, y no debía haberlo oído resignadamente, sino atentamente, serenamente, con el alma abierta, con el espíritu abierto a todas las indicaciones, porque vuestro deber como juez es escuchar, escuchar a Montes de Oca, escuchar a Gómez, escuchar a Salazar y escuchar a Santibáñez, pero no escucharlos resignadamente, sino escucharlos atentamente, este es vuestro deber; habéis demostrado que no sois justo, sereno, sino apasionado defensor de una causa. (Aplausos.)

El C. Céspedes, interrumpiendo: Pido la palabra.

El C. Manrique, continuando: Vuestros juramentos, señor Espinosa - y hoy habéis jurado diez o veinte veces en esa tribuna -, no tiene valor...

El C. Espinosa, interrumpiendo: ¡Moción de orden! He aceptado que se me interpele, pero no que se me regañe. Pido que el C. Manrique se concrete a su interpretación. (Siseos. Aplausos.)

El C. Manrique, continuando: No voy a pediros que juréis por vuestro honor, porque ya sabemos lo que valen vuestros juramentos, porque ya en el caso de Emigdio Santillán jurasteis veinte veces por vuestro honor que habías estudiado concienzudamente el asunto y ya sabemos cómo lo habéis estudiado. (Aplausos.) Lo que quiero es que demostréis vuestra imposible interpretación del artículo constitucional que exige residencia efectiva. El C. Santibáñez ha demostrado con una serie de documentos cuyo conjunto hace prueba plena....

El C. Espinosa, interrumpiendo: Se me iba a interpelar, y se está pronunciando un discurso, ¿por qué se tolera? (Voces: ¡A votar!)

El C. presidente: La Presidencia ruega al C. Manrique que sea concreto.

El C. Manrique, continuando: Tened paciencia. El C. Espinosa, que hace pocos momentos al contestar una interpelación hizo un discurso, no tiene derecho a impedirme que hable un minuto más. Digo que el C. Santibáñez ha demostrado con una serie de documentos, cuyo conjunto hace prueba plena, que ha estado residiendo en el distrito de Tenango...(Voces: ¡No!) Sí, señores, la Constitución no requiere vecindad; hay que distinguir el domicilio para los efectos del Código Civil, y la residencia efectiva para los efectos de la Ley Electoral. (Aplausos) Esto es lo único que quiero preguntar al C. Espinosa; debe demostrar que los documentos presentados por el C. Santibáñez no comprueban que haya trabajado constantemente en el distrito de Tenango y adquirido en él la vecindad y residencia efectiva que exige el artículo constitucional relativo.

El C. Espinosa: Pido la Palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra la Comisión

El C. Espinosa: Honorable Asamblea: Empiezo por manifestaros, contestando a la pregunta hecha por el C. Manrique, que el C. Santibáñez fue oído hasta la saciedad con entera corrección, que cuando llevó los copiadores y un gran montón de cheques, de esqueletos de libranzas, etcétera que no podían ser más que un medio de intriga, pero de ninguna manera un medio decoroso, la Comisión le siguió oyendo, pero naturalmente aquello no era una obligación, porque nosotros no estábamos obligados a darle entrada a copiadores de cartas, porque esto, señores, no era serio, no puede tomarse en cuenta y, sin embargo, la Comisión, más bien dicho, el que habla, suplicó al C. Santibáñez que le hiciese el favor de no dejarle aquella carga, que, por lo demás, el que habla había leído la parte que le interesaba y que no era más que copia de documentos, ni siquiera documentos; esto es por lo que hace a esta parte, el C. Manrique. Ahora, por lo que hace a si el C. Santibáñez triunfó en ese distrito, la Comisión....

El C. Solórzano interrumpiendo: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. presidente: Tiene usted la palabra para una moción de orden.

El C. Espinosa Luis: Estoy contestando la interpelación que el C. Manrique hizo a la Comisión dictaminadora.

El C. Solórzano: Tanto la interpelación que el C. Manrique hace a la Comisión dictaminadora, como la contestación que ésta, por boca del C. Espinosa, hace, se salen por completo del debate, dado que se ésta discutiendo el punto resolutivo presentado por la Comisión, relativo a que es diputado propietario

.

el C. coronel Montes de Oca. La Asamblea, ilustrada en su criterio, en el momento de la votación decidirá si está o no conforme con este punto resolutivo; pero no es el caso de discutir si Santibáñez reune o no los requisitos necesarios para ser declarado diputado. En caso de que el dictamen fuera rechazado, la Comisión tendría que presentarlo nuevamente y entonces sería oportuno atacar o defender el punto resolutivo que da el triunfo al C. Santibáñez. (Aplausos.)

El C. presidente: La Presidencia suplica al C. Espinosa concrete la contestación.

El C. Espinosa: Es claro, allá voy, a concretar mi respuesta. Al C. Santibáñez no se le negó el triunfo, no porque no tuviese la vecindad; nada más dice la Comisión que, en concepto de ella, el C. Santibáñez no es vecino de ese distrito, por declaración hecha por el mismo Santibáñez, leída ya por la Secretaría y que oísteis todos vosotros; no se le dio el triunfo a Santibáñez, porque del estudio del expediente, de la calificación hecha de todo él, Santibáñez ocupa el cuarto lugar, y es por esto por lo que la Comisión no dictamina a favor de él, no por la cuestión de vecindad. (Aplausos.) Ahora, por lo que hace al último capítulo de la interpelación o acusación hecha por Manrique, ya la Asamblea ha dictado su fallo sobre el asunto en la cuestión de Santillán, honradamente declaro que había yo cometido un error; la Asamblea, que vale más que el criterio personal del C. Manrique, tuvo a bien ratificarme su confianza, fundándose en que no había cometido un acto infame, sino acaso una ligereza que yo mismo manifesté entonces y en la que yo he sido el único que en ella ha incurrido. (Voces: ¡A votar!)

El C. presidente: Se ruega a la Asamblea se sirva guardar el orden. Tiene la palabra en pro el C. Montes de Oca.

El C. Montes de Oca: Honorable Asamblea: Hemos oído unos brillantísimos discursos, y entre ellos se destaca el del señor Díaz Soto y Gama. Yo, sin pretensiones, carente de frases pulcras y falto de retórica para pronunciar un bello discurso, vengo con la humildad y sencillez que me caracterizan, a defender el dictamen de la Comisión que conoció de mi expediente.

La absoluta mayoría de la voluntad popular del 3er. distrito electoral del Estado de México me ha traído a este lugar para tomar participio en el componente de la Representación Nacional, autorizado por una credencial honrada, democrática y justa; pero habiendo sido impugnado el dictamen de referencia y habiéndoseme imputado cargos injustificados que no merezco, por los oradores Díaz Soto y Gama y Soto Francisco, no puedo menos que rechazar una y otra cosa con toda energía. Además de las palabras que pudiera yo verter en mi favor y de los documentos que obran en mi expediente, traigo otros muchos documentos para comprobar mi dicho; pero no queriendo cansar la atención de esta Asamblea con la lectura de tanto documento, solamente daré a conocer aquello o aquellos documentos que me sean muy necesarios. Con fecha 11 de marzo próximo pasado recibí un documento de la Jefatura de Operaciones Militares en el Estado de México para entregar mi pequeñísima escolta que yo tenía, por el solo hecho de haber recibido dignamente al señor general Obregón en Tenango del Valle el día 15 de diciembre del año pasado. Después de esto pedí mi permiso, como habéis oído, de antemano, a la Secretaría de Guerra, se me concedió y fue con el objeto de trabajar mi candidatura. El día 19 en la noche, cuando un señor mayor José María Uranga estaba de guarnición en Tenango, por no querer entrar yo a matar hermanos, sino a convencerlos, este señor mayor me dijo: estoy a sus órdenes, mi coronel, nos levantaremos mañana; yo estaba contento con mi nueva adquisición para iniciar mi movimiento; pero el día 20, a eso de las tres de la tarde, penetró a mi habitación cuando yo estaba comiendo y con un número de cincuenta o sesenta soldados fui aprendido y por la noche me llevaron a la Jefatura de Operaciones, en donde se me iba a juzgar por un consejo de guerra sumario. Afortunado que fui en salir en libertad a los cuatro o cinco días de esa fecha, inmediatamente cogí el elemento que estaba a mi alcance y me lancé a la lucha desconociendo al Gobierno, como se ha hecho también constar por el periódico y por este expediente que traigo como copia del juez de Distrito de aquel lugar. Con fecha 2 de mayo estuve con el general Obregón, y después de terminado el movimiento, con fecha 3 de junio entregué todos mis elementos, quedando en espera del señor general Gómez, que iba a ser el propietario y yo el suplente; este señor vino como el 18 de junio, cuando yo ya estaba casi indeciso de lanzar mi candidatura. En esas fechas, más o menos, fue designado gobernador del Estado de México el señor Gómez y permaneció aquí algunos días sin protestar. Faltando ya doce o catorce días para la fecha de las elecciones, tuve que indicar al partido que designara propietario, y el Partido Liberal Independiente de Tenango del Valle se fijó en el que habla para postularlo como propietario. En dos o tres días que vine aquí, pude arreglar que se hicieran mis papeles en una imprenta, a fin de lanzarme a la lucha electoral. Cuando ustedes lleguen a conocer a este hombre humilde que se ha levantado de entre las clases indígenas; cuando lleguen a conocer a este insignificante hombre, estoy seguro de que cariñosamente tendrán que tenderme su mano por doble motivo: porque, como humilde que soy, he conocido las necesidades de todas las humildes gentes de mi clase, y porque he sido revolucionario desde el principio. (Aplausos.) Al señor Soto y Gama, más que a nadie, le voy a referir un caso - siendo yo civil, antes de que fuera militar -, que tuvo lugar en la ciudad de Puebla, a ver si acaso la diputación de Puebla también le cae mal al señor Soto y Gama. Yo estaba en una casa que la misma diputación me hará favor de atestiguar que existe, la casa de los señores Nuño y Escondrillas, comerciantes en madera, estaba yo allí ganando $150.00 mensuales y el 10 por ciento de las utilidades anuales; pero como yo veía que de día en día se iban enriqueciendo por el trabajo del proletariado, del trabajador, no tuve inconveniente en haberme separado de aquella casa y haber ido ante los carpinteros, ante los carroceros que trabajaban esas maderas, a decirles: señores, quiero hacer una casa donde vayan ustedes a comprar sus mercancías. Quiero, señores, llamarles la atención en este caso y muy directamente al señor Soto y Gama, porque tengo la seguridad de que él mismo me dará

su voto, si quiere a un hombre honrado, si quiere a un hombre que se ha levantado de las masas proletarias; suplico a la Presidencia se sirva ordenar a la Secretaría dé lectura a este párrafo.

- El C. secretario Zincúnegui Tercero, leyendo:

"Acta primordial.

"En Puebla, a las 11 a.m. del día 17 de agosto de 1913, reunidos en la casa número 1 de la calle 2a. de Benito Juárez, los señores que al calce firman; el señor David Montes de Oca manifestó a los concurrentes su verdadera gratitud por ver el efecto de su invitación que con fecha 15 del actual había hecho a las distintas personas de su agrado. Acto continuo, el mismo señor Montes de Oca manifestó el objeto de su llamado en la forma siguiente: Que habiéndose separado de la maderería de los señores Nuño y Escondrillas, de esta ciudad, había meditado un proyecto para la formación de una negociación para el mismo ramo de maderas, y que estando perfectamente enterado del negocio por la práctica de muchos años, exponía a los asistentes su deseo de llevar tal iniciativa, prefiriendo fuese con los elementos carpintero y carrocero, pero dudando que los interesados de dichos gremios fuesen suficientes para los fondos que se necesitan, se vería a personas particulares de pequeños capitales o empleados para llegar a formar un negocio de importancia, sabiendo que los elementos serán honrados, sanos y progresistas..."

Como ustedes ven, señores diputados y presuntos diputados, la veracidad de mis palabras. Señor Soto y Gama, créamelo usted que con todo respeto lo he tratado siempre y quiero que trate usted de la misma manera a este hombre humilde que usted no conoce. En mi estancia dentro de los pueblos del distrito de Tenango del Valle, del cual soy nativo, me aprecian tanto, porque no he sido tal pretoriano; no me he valido de mis voluntarios, bajo mi palabra de honor. Ya que se le ha titulado muchas veces al señor Luis Espinosa de que ha faltado a la verdad y a su palabra de caballero, yo no faltaré jamás, señor Soto y Gama, y digo la verdad y responde mi propio pueblo. En mi estancia en aquellos lugares me he dedicado con gusto, por eso fui militar, para irles a tender mi mano cariñosamente a mis amigos, a mis paisanos, a aquellos humildes que me conocieron de pequeño, a aquellos hombres en cuya compañía fui a cargar leña al monte; por eso me conocen y por eso digo que me quieren, porque ahora de militar, habiendo podido perjudicarlos, como otros compañeros lo han hecho, fui a buscarles un terreno que sembraran, fui a llevarles un puño de maíz que sembraran y por todo esto me he atraído el cariño de las gentes de esos lugares. ¿Por qué voy a permitir que se me diga que soy pretoriano? ¡Desconozco aun la palabra! (Risas) No quiero ya cansar la atención de esta Asamblea; prometí leer algunos documentos, pero ya no lo hago. (Aplausos. Voces: ¡ A votar!) Dos palabras nada más. Apelo a la honorabilidad de esta Asamblea y muy principalmente a los miembros del gran partido revolucionario, al gran partido del "Pélece", esos hombres valientes y vigorosos; sepan ellos que aquí hay también un hombre valiente y vigoroso. Igualmente me refiero al Partido Socialista; soy socialista de corazón y de hecho, señor Díaz Soto y Gama. En consecuencia, de los dos partidos solicito respetuosamente su voto en favor de mi dictamen, porque es justo y es honrado; pero nunca, ¡óiganlo muy bien! me dirijo a aquellos que no pertenezcan a estos dos partidos, es decir, no quiero, no acepto el voto o los votos de aquellos individuos que dimanen del Partido Nacional Republicano, porque los rechazo y los borraré yo mismo. (Aplausos)

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el C. Franco Abraham.

El C. Franco: parece innecesario decir una palabra más, pero es necesario que yo venga aquí para certificar con toda la honradez de mi conciencia, por mi palabra de honor, que los hechos que ha referido el señor Montes de Oca son rigurosamente exactos. Se le encomendó la reconstrucción de los pueblos que rodean al pueblo de Joquicingo, de donde él es nativo, y yo, señores, le he ayudado personalmente con mi dinero para esa reconstrucción, y mientras otros militantes hacían negocios simplemente para hacer y amontonar el dinero, él no hacía otro negocio más que el de llevar el trabajo a los humildes, a los pequeños, a los insignificantes. Y yo, señores, ante la pureza revolucionaria del señor Montes de Oca, me inclino respetuosamente y pido al señor Soto y Gama, a quien conceptúo honrado, aunque algo desequilibrado cuando se trata de cuestiones agraristas,....(Murmullos.)...pido al señor Soto y Gama que crea sinceramente que un aliado de los pobres, de los pequeños, de los insignificantes, de los humildes - en cuya cuna nació el señor Montes de Oca -, será seguramente el candidato por el 3er. distrito electoral del Estado de México. Si se vota en contra de este dictamen, se cometerá en esta Asamblea la mayor de las injusticias, señores, y yo tendría una decepción profunda del sentir y de la honradez de mis compañeros de Cámara.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el C. Vito Alessio Robles. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. Alessio Robles: Solamente voy a decir unas cuantas palabras. No se ha comprendido perfectamente bien cuál es la función del Colegio Electoral y cuáles son las funciones de las comisiones dictaminadoras. Las comisiones dictaminadoras tienen y hacen el papel de jueces: instruyen un proceso, tienen que atenerse a los documentos que se les presenten y tienen que atenerse estrictamente a los artículos relativos de la Constitución y de la Ley Electoral. El papel de nosotros viene a ser el papel de jurados, y nosotros no tenemos, como los jurados, que atenernos estrictamente a la ley; tenemos que atendernos a nuestra conciencia.

El C. Franco, interrumpiendo: ¡Aténganse usted a su conciencia y que se atengan a su conciencia los compañeros de Cámara!

El C. Alessio Robles, continuando: Sí, señor, me voy a atener a mi conciencia. Aquí se ha venido a hablar de muchas cosas; aquí se ha venido a hablar de pureza por un "barrista", por un "mocho" y se ha venido a hablar del señor Santibáñez, que no tiene que ver nada absolutamente en este debate.

El C. Espinosa: El C. Díaz Soto y Gama lo mencionó.

El C. Alessio Robles: Ahora bien, tengo la

conciencia, la convicción de que en la elección del señor Montes de Oca medió presión y voy a demostrar de dónde me viene esa convicción. Pido a la Secretaria que dé lectura a este documento.

- El C. secretario Valadez Ramirez, leyendo:

"Secretaría de Guerra y Marina. Departamento de Caballería. - Al C. coronel de Caballería, David Montes de Oca, jefe de los cuerpos de voluntarios del Distrito de Tenango del Valle, México. - Tenango del Valle. -México.

"Esta Secretaría ha tenido a bien disponer se concedan a usted tres meses de licencia con goce de haberes, que percibirá por conducto de la Pagaduría de la Corporación a que pertenece, a fin de que se dedique a trabajos electorales para diputado al Congreso de la Unión en el distrito de Tenango del Valle, México; en el concepto de que deberá comunicar la fecha en que comience a disfrutar de dicha licencia.

"Lo comunico a usted para su conocimiento, efectos y como resultado de su instancia fechada el 3 del mes próximo pasado.

"Reitero a usted mi consideración.

"Constitución y Reformas.

"México, D. F., 18 de marzo de 1920. - El coronel subjefe encargado del Departamento, F. Vargas L.

"c. c. p. - El ciudadano jefe de los cuerpos de voluntarios del Distrito de Tenango del Valle, México. - Tenango del Valle, México."

El C. Alessio Robles: Esta concesión de licencia está fechada el 18 de marzo de 1920. Todos sabemos cómo se comportaba la Secretaría de Guerra con los militares que tenían tendencias en pro de los grupos independientes; no se concedía absolutamente nada; hubo muchos casos y podría enumerar más de cien, en que algunos militares que habían demostrado sus simpatías hacia el obregonismo, fueron, contra toda ley, dados de baja y algunas veces reducidos a prisión. Ahora ¿cómo se concibe que al señor coronel Montes de Oca se le haya concedido una licencia con goce de haberes el 18 de marzo último para que fuera a hacer su propaganda como diputado en el distrito electoral de Tenango? ¿Qué cosas iría a prometer el señor Montes de Oca a la Secretaría de Guerra? (Voces: ¡Pruebas!) Tengo la convicción moral y eso me basta;....(Siseos.) por lo tanto, votaré en contra. El señor Montes de Oca estaba en servicio activo el primero de agosto y voy a demostrarlo. Pido que la Secretaría dé lectura a este documento.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Secretaría de Guerra y Marina. - Departamento de Caballería. - Número 9,865.

"Al C. coronel de caballería David Montes de Oca, comisionado en la Jefatura de Operaciones Militares del Estado de México. - 4a. del Apartado número 118. - Presente.

"Esta Secretaría ha tenido a bien conceder a usted dos meses de licencia, sin goce de haberes, a fin de que en el distrito de Tenango del Valle, México, atienda al arreglo de asuntos particulares; en el concepto de que dicha licencia comenzó a surtir sus efectos con fecha 1o. de julio próximo pasado.

"Lo que por acuerdo del ciudadano general de División, secretario del ramo, comunico a usted para su conocimiento, a efectos y como resultado de su instancia relativa, reiterándole mi consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección. - México, D. F., a 7 de agosto de 1920. - El general brigadier oficial mayor, M. Piña."

El C. Montes de Oca, interrumpiendo: ¡Pido la palabra para hacer una aclaración!

El C. Alessio Robles, continuando: Aquí se ve, ciudadanos diputados, que la Secretaría de Guerra concede el 7 de agosto una licencia que debería empezar a surtir sus efectos desde el día 1o. de julio; pero ¿cuándo pidió el señor Montes de Oca esa licencia?

El C. Céspedes, interrumpiendo: ¡Está usted engañado!

El C. Montes de Oca: ¡Pido la palabra para hacer una aclaración, señor presidente!

El C. Alessio Robles, continuando: La licencia está concedida el 7 de agosto.(Voces: ¡No es cierto! Siseos.) Está fechada el 7 de agosto; dice aquí: "Secretaría de Guerra", y ¿cómo iba a empezar a surtir sus efectos desde el 1o. de julio, es decir, un mes antes de que se concediera? Aquí se ve claro el subterfugio, aquí se ve clara la presión, aquí se ve claro el apoyo de las autoridades. (Voces: ¡No es cierto! ¡Está usted engañado! ¡A votar! ¡A votar!) Señores: En vista de lo anterior, ya no quiero seguir exponiendo más razones; yo votaré en contra, y pido a todos los que han luchado contra la imposición, que den su voto en contra. (Siseos. Campanilla.)

El C. Montes de Oca: Pido la palabra para rectificar un hecho, señor presidente.

El C. Espinosa Luis: Pide la palabra la Comisión para rectificar un hecho.

El C. presidente: Un momento, C. Espinosa.

El C. Espinosa Luis: Muy breve, señor presidente.

El C. presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Espinosa Luis: Honorable Asamblea: Para informar que, como lo dice muy bien ese documento, esta prórroga de licencia - porque es una prórroga de licencia de la que ya existía - se dio en 7 ó 12 de agosto, porque en la Secretaría de Guerra, como en todas las secretarías, no despachan los asuntos el mismo día en que se solicitan, sino que hay veces que hasta dos o tres meses después. (Siseos.) ¡Claro! De allí que el mismo documento claramente diga que se empezaría a contar desde un mes atrás, es decir, desde el 1o. de julio; por lo que hace a la cuestión militar, a la licencia, porque no quiero que quede duda ni la más pequeña en el ánimo de vosotros. Ahora, por lo que hace a la decantada presión, que nadie ha comprobado, quiero nada más poner en vuestro conocimiento esta última prueba que sí es prueba fehaciente, prueba plena. En la casilla electoral que se instaló en Tenango, oídlo bien, y en el Ayuntamiento, no sacó mayoría el señor Montes de Oca, sino el señor Protasio Gómez; es claro que si hubiera habido presión en aquel edificio del Ayuntamiento, la mayoría hubiera estado de parte del señor Montes de Oca. (Aplausos. Siseos.) Del escrutinio de esta casilla resulta que el C. Protasio Gómez obtuvo 58 votos; el C. Montes de Oca, 51 y el C. Santibáñez 6. Se ve, pues, que la mayoría estuvo de parte del C. Protasio Gómez. ¿Dónde está esa decantada presión, de que tanto se ha hecho alarde? Si la

hubiera habido, ningún lugar más apropiado para manifestarse, que en la casilla que se instaló precisamente en el edificio del Ayuntamiento de la cabecera. Ya ve la Asamblea cómo está demostrado hasta la saciedad, que no hubo presión. (Voces: ¡A votar!)

El C. Soto Francisco: Pido la palabra para rectificar hechos. (Voces: ¡Después de la votación!)

- El C. presidente; Tiene la palabra en contra, por segunda vez, el C. Soto.

El C. Espinosa: ¡Moción de orden! Han hablado ya los tres oradores que marca el Reglamento.

El C. presidente: Parece increíble, C. Espinosa, que en las reiteradas veces en que usted ha hecho estas mociones de orden, siempre se le haya demostrado que tienen derecho a hablar hasta dos veces cada uno de los oradores y la Comisión cuantas veces quiera, es decir, porque dice el Reglamento: "hasta dos veces - C. Espinosa - cada orador", es decir, cada orador tiene derecho para hablar hasta dos veces......

El C. Espinosa, interrumpiendo: Cuando no han hablado tres.

El C. presidente: Aunque hayan hablado.

El C. Espinosa: ¡No, señor! El artículo reglamentario respectivo.....

El C. presidente: Tenga usted la bondad de citarlo.

El C. Espinosa: Y usted también tenga la bondad de citar el artículo reglamentario en que se apoya para contradecirme.

El C. presidente: Un momento, C. Espinosa.

El C. Espinosa: Si no lo hay, ¡qué lo va a citar!

El C. presidente: "Artículo 99. Los individuos de la Comisión y el autor de la proposición que se discuta, podrán hablar más de dos veces." Punto y seguido. "Los otros miembros de la Cámara sólo podrán hablar dos veces sobre un asunto."

El C. Espinosa: ¿Y cómo compagina su señoría el contenido de este artículo con el otro, en el que se dice que sólo podrán hablar en un asunto de esta índole, tres oradores en pro y tres en contra?

El C. presidente: ¿Cómo dice su señoría?

El C. Espinosa: Que ¿cómo compagina su señoría el contenido del artículo que acaba de leer, con el que dice que sólo podrán hablar en un asunto de esta índole tres oradores en pro y tres en contra, artículo reglamentario que ha observado religiosamente esta Asamblea cuando se ha tratado de la discusión de credenciales? Yo entiendo que el artículo 99 dice que podrá hablar hasta dos veces un mismo individuo sobre un asunto, cuando no se hayan llenado los tres que exige el otro artículo reglamentario. Hay más: otro artículo reglamentario dice que, cuando se trata de proyectos de ley, podrán hablar hasta seis individuos en pro y seis en contra, y si fuéramos a aceptar la teoría de su señoría, de que puede hablar hasta dos veces cada uno de los oradores, resultaría que serían doce los que podrían hablar en pro y doce los que podrían hablar en contra, y esto es un absurdo

El C. Díaz Soto y Gama: ¡Para una moción de orden, señor presidente!

El C. presidente: Lo absurdo es la interpretación que da su señoría, el C. Espinosa, al artículo 99 del Reglamento. El artículo que cita, el relativo a cuántos miembros, cuántos ciudadanos, cuántos oradores pueden hablar sobre un asunto, quiere decir lo siguiente: las personas de ellos únicamente - porque el artículo no dice que se podrá hablar tantas veces en pro y tantas en contra, sino que solamente menciona a las personas -, quiere decir que un orador, cada uno de los oradores pueden hablar hasta dos veces un mismo asunto; y se infiere, C. Espinosa, por esto: porque muchas veces un orador necesita reforzar sus argumentos con motivo de la réplica que haya tenido por la parte contraria y, consiguientemente, se le da opción para que pueda, recapacitando y reforzando sus argumentos, replicar a su vez a quien le ha replicado primero.

El C. Romero José H., interrumpiendo: ¡Moción de orden!

El C. presidente: Cuando la Presidencia está en el uso de la palabra, no caben mociones de orden; la Presidencia es la que establece el orden. En consecuencia, cada orador puede hablar hasta dos veces sobre el mismo asunto, y en el caso de la discusión de credenciales, pueden hablar hasta tres oradores en pro y tres en contra. Si hubiere más inscriptos, se preguntará a la Asamblea si se amplía el debate. Por esto es que cada ciudadano inscripto en el pro o en el contra, siendo de los tres primeros inscriptos en una o en otra parte, puede hablar hasta dos veces, sin habérselos impedido la Presidencia. (Voces: ¡Que se consulte a la Asamblea! La Presidencia concede la palabra por segunda vez al C. Soto.

- El C. Espinosa ¡Moción de orden! Hay un artículo que subordina a vuestra señoría al voto de la Asamblea. Como ya ésta se opone a que continúe el debate, suplico atentamente que sea ella la que imponga su decisión.

El C. Gómez Rodrigo: Pido que se lea el artículo 101 del Reglamento.

El C. presidente: La Presidencia tiene la obligación de conceder la palabra por segunda vez a cada uno de los oradores; de manera que no es que la Presidencia dicte una resolución fuera del Reglamento, sino de acuerdo con él; por eso ha concedido la palabra por segunda vez al C. Soto. Si la Asamblea en definitiva resuelve que no se le conceda, ya sabrán el C. Soto y el que habla defender su derecho.

El C. Espinosa: Pido la lectura de los artículos 108, 111 y 112, que son los que marcan el procedimiento.

El C. presidente: "Artículo 108. En este último caso..." - El caso último a que se refiere el artículo 108 es la suspensión de la discusión... -

El C. Espinosa: Yo nada más he suplicado la lectura de estos artículos, sin comentarios.

El C. presidente: Se hace indispensable ilustrar a la Asamblea, porque un artículo está relacionado con el otro.

El C. Espinosa: Yo nada más quiero que se lean los artículos cuya lectura he solicitado.

El C. presidente: "En este último caso se leerá la proposición, y sin otro requisito que oír a su autor, si la quisiese fundar, y a algún impugnador, si lo hubiere, se preguntará a la Cámara si se toma

en consideración inmediatamente. En caso afirmativo, se discutirá y votará en el acto, pudiendo hablar al efecto tres individuos en pro y tres en contra; pero si la resolución de la Cámara fuese negativa, la proposición se tendrá por desechada."

El C. Espinosa: Ahora el 111.

El C. presidente: Tenga la bondad de precisar a qué viene la lectura de estos artículos, C. Espinosa.

El C. Espinosa: En que los asuntos, señor, que no son proyectos de ley, como lo marca el artículo 111, que también quiero que se lea para después poder definir claramente el significado de cada uno de estos artículos, dice que en esta clase de asuntos económicos, como es el de una proposición, pueden hablar tres individuos en pro y tres en contra. Suplico al señor presidente que para que haya una idea completa sobre el particular, se lean los otros artículos, porque todos están relacionados entre sí.

El C. presidente: Yo ruego a su señoría que confiese que ha sufrido un craso error. El artículo 108, en que se apoya su señoría, está relacionado con la suspensión de una discusión, esto es, con una proposición suspensiva de una discusión, como lo expresa claramente el artículo anterior, es decir, el 107, que en su parte final dice: "...quinta, por proposición suspensiva que presente alguno o algunos de los miembros de la Cámara y que ésta apruebe."

Y luego viene el artículo 108, que dice:

"En este último caso, se leerá la proposición, y sin otro requisito que oír a su autor, si la quisiese fundar, y a algún impugnador, si lo hubiere, se preguntará a la Cámara si se toma en consideración inmediatamente. En caso afirmativo, se discutirá y votará en el acto, pudiendo hablar al efecto tres individuos en pro y tres en contra; pero si la resolución de la Cámara fuese negativa, la proposición se tendrá por desechada."

De manera que este artículo se refiere a una proposición suspensiva de una discusión y no a lo que dice su señoría el C. Espinosa.

El C. Espinosa: Pero yo no veo, señor, la razón por qué se oponga a que se lean esos artículos. (Siseos).

El C. presidente: Se va a dar lectura al artículo 111.

"Antes de cerrarse en lo general la discusión de los proyectos de ley, podrán hablar seis individuos en pro y otros tantos en contra, además de los miembros de la Comisión dictaminadora y de los ministros..."

El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: Pido la palabra para hacer una moción de orden.

- El C. Espinosa, continuando:

"... En los demás asuntos que sean económicos de cada Cámara, bastará que hablen tres en cada sentido, a no ser que ésta acuerde ampliar el debate."

El C. Díaz Soto y Gama: ¡Para una moción de orden, señor presidente!

El C. presidente: Tiene la palabra para hacer una moción de orden el C. Díaz Soto y Gama.

El C. Díaz Soto y Gama: Mi moción de orden consiste en esto: el señor Espinosa es inconvencible; nunca lo va usted a convencer de que no tiene razón Yo quiero esto: afirmar que -suponiendo que el señor Soto, que tiene derecho para hablar otra vez, se limite a sacrificar parte de sus derechos hasta el grado de hacer solamente alguna aclaración - es verdaderamente injusto que el C. Espinosa hable hasta por los codos y que se niegue a oír a los que vienen aquí a esgrimir razones; quiere que se oiga nada más su voz y que no se oiga la voz de los impugnadores. Por lo demás, todo lo que ha dicho el C. Espinosa es un conjunto de sofismas y de falsedades...

El C. Espinosa, interrumpiendo: ¡En concepto de usted!

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: El C. Soto va a rectificar hechos y tiene derecho a ser oído, porque va a rectificar hechos conforme a un artículo expreso del reglamento. Yo ruego a la Presidencia que no insista en convencer a un hombre que de antemano está dispuesto a no oír razones, pido que le conceda la palabra al C. Soto, conforme al Reglamento, para rectificar hechos.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Soto Francisco. (Voces: ¡No!) Es el mismo representante que habló anteriormente, y el Reglamento lo permite, puesto que dice que hablen hasta tres oradores. Los que han hablado en pro son los CC. Alanís Fuentes, montes de Oca y Franco, y en contra lo CC. Soto Francisco, Díaz Soto y Gama y Alessio Robles, teniendo cada uno de ellos derecho a hablar por segunda vez. (Voces: ¡Moción de orden!)

El C. Soto Francisco: Tengo derecho a hablar...

El C. Céspedes, interrumpiendo: ¡Moción de orden! El trámite dado por su señoría de conceder la palabra...

El C. Soto: ¡Si tienen miedo no hablo!

- El C. Céspedes:... al C. Soto, ha sido impugnado; esto no lo puede desmentir nadie; ha sido impugnado por el C. Espinosa y sostenido por el C. Soto y Gama. Se ha llenado, pues, el requisito de un artículo reglamentario que dice cuando se discute un trámite de la Presidencia, es el caso de consultar a la Asamblea si se aprueba o no. Por eso he formulado mi moción de orden, para que se pregunte a la Asamblea si consiente que hablen nuevamente los oradores que ya han hecho uso de la palabra.

El C. Lara César A: ¡Moción de orden!

- El C. presidente; Ha cometido usted una falsedad, C. Céspedes; la Presidencia no ha concedido el uso de la palabra al C. Soto para rectificar hechos, sino para hablar por segunda vez en contra...

El C. Céspedes, interrumpiendo: ¡Procede más mi moción de orden! (Voces: ¡No!)

El C. Soto Francisco: El señor Céspedes no quiere que se oiga la voz del contra; pero es indispensable, porque es necesario poner el dedo en la llaga. El señor Espinosa ha eludido las interpelaciones que le hemos dirigido el C. Díaz Soto y Gama y el que habla. Ha dicho que conoce el Reglamento a maravilla; pero cuando le hemos interpelado, se ha limitado a hacer largos discursos sin responder las preguntas. Tengo aquí una lista, que no voy a leer, de casillas objetadas con fundamento en artículos de la Ley Electoral y que el señor Espinosa no tomó en cuenta. Sólo me voy a referir a los documentos a que aludí antes cuando no hizo caso de mis interpelaciones. Excito por segunda vez al C. Espinosa, no a que haga discursos,

sino a que responda en el terreno donde yo lo llamo de la interpelación concisa, o que me diga si tiene miedo de oír el contra, porque no conoce el expediente. Mi interpelación se reduce a que me diga si es verdad o no que el presidente municipal de Balderas certifica que los voluntarios fulano y zutano son del cuerpo del señor Montes de Oca y que esos voluntarios figuraron en la Mesa electoral. La otra constancia de que los voluntarios estuvieron llamando a los electores a votar, es un sofisma del señor Espinosa, así como eso de que el señor Montes de Oca haya pedido licencia. Lo que nos interesa a nosotros, como jurados que somos - como lo ha dicho muy bien el C. Vito Alessio Robles -, son las presunciones generales de que hubo presión en todo ese distrito, por los casos concretos en que estamos demostrando que hubo la presión. Si esta Cámara está de antemano dispuesta a votar en favor del señor Montes de Oca, perfectamente; pero también nosotros tenemos el derecho de hacer constar que allí hubo presión, que allí estaban esos voluntarios; el señor Montes de Oca estaría en otra parte gozando de los haberes con que se le concedió esa licencia, pero sus voluntarios estaban allí forzando la votación.

El C. presidente: Han hablado en pro los CC. Alanís Fuentes, Montes de Oca y Franco y en contra los CC. Soto Francisco, Díaz Soto y Gama y Alessio Robles.

El C. Soto Francisco: ¡Moción de orden! He interpelado al señor Espinosa para que me diga si sabe de esos documentos y para que diga si no los tomó en cuenta.

El C. Espinosa: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Espinosa: Honorable Asamblea: A todos vosotros os consta que ese punto fue ampliamente contestado....(Voces: ¡No es cierto!) Ya se dijo que la Comisión no computó los votos de esas casillas; ya lo dijo muy claro desde la tribuna y ahora lo repite, que no computó los votos de esas casillas. ¿Qué más claro quieren que se diga? Ahora bien; sepa el compañero Soto que yo no he rehuído ninguna pregunta, sino que yo no he querido contestarlas cuando no lo he creído pertinente, porque el Reglamento se opone a eso,....(Voces: ¡Ah!) y porque yo, es claro, las he contestado en su oportunidad. (Siseos.) Ahora, ya probé con documentos que no ha existido presión. (Voces: ¡A votar!)

El C. presidente: Han hablado en contra los CC. Soto Francisco, Alessio Robles y Díaz Soto y Gama, y están inscriptos aún para hablar y no lo han hecho, los CC. Solórzano José Luis y Lara César. En votación económica se pregunta a la Asamblea si considera el asunto suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Suficientemente discutido.

El C. secretario Valadez Ramírez: Se va a dar lectura a las proposiciones que se van a votar:

"Primera. Son válidas las elecciones para diputados al Congreso de la Unión, verificadas en el 3er. distrito electoral del Estado de México, el día 1o. de agosto del año en curso.

"Segunda. Son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el expresado distrito, los CC. David Montes de Oca y Rafael Castañeda."

El C. Díaz Soto y Gama: Pido votación nominal para el segundo punto.

El C. presidente: ¿Está usted suficientemente apoyado?

El C. Díaz Soto y Gama: Sí lo estoy.

- El mismo C. Valadez Ramírez: En votación económica se pregunta si se aprueba el primer punto. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobado. Se procede a la votación nominal del segundo punto. La Proposición que se va a votar dice así:

"Segunda. Son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el expresado distrito, los CC. David Montes de Oca y Rafael Castañeda."

Por la afirmativa.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: Por la negativa.

(Se recoge la votación.)

El C. Valadez Ramírez: ¿Falta algún ciudadano diputado o presunto diputado por votar?

El C. Espinosa Luis: Yo no he votado todavía. (Murmullos.)

El C. presidente: No se le ha preguntado a usted individualmente.

El C. Espinosa: Sí señor, me han preguntado si faltaba algún ciudadano diputado por votar.

- El mismo C. secretario: Continúa la votación.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: Se va a dar lectura a la votación. Votaron por la negativa los siguientes ciudadanos: Aillaud, Aja, Alessio Robles, Alvarez del Castillo, Argüelles, Barbosa, Berzunza, Bravo Betancourt, Carrillo Puerto Felipe, Casas Alatriste, Castrejón, Cerda, Colón, Contreras, Chapa, Damián, Díaz Soto y Gama, Dorantes, Fernández, Gallegos, García Vigil, Garza Francisco, Gómez Cosme D., Gómez Rodrigo, González Galindo, Gutiérrez Castro, Gutiérrez Teodomiro T., Hernández Alvarez, Hernández Coronado, Hidalgo Catalán, López Soto, Llaca, Maldonado, Manjarrez, Manrique, Martínez Gustavo S., Martínez Rendón, Méndez Montes Manuel, Olguín, Ortega Antonio, Ortiz, Paz, Peña Francisco de la, Pérez Garza, Ramos Esquer, Ramos Pedrueza, Reyes Ignacio C., Rodríguez Guillermo, Salazar, Sánchez Anaya, Sánchez Gilberto, Sánchez José María, Sánchez Pontón Carlos, Solórzano Federico N., Soto Francisco, Soto José M., Toro, Torre de la, Trejo Erasmo, Trejo Francisco, Vadillo, Vázquez Juan B., Villalobos y Zincúnegui Tercero.

El C. presidente: Se suplica a los ciudadanos diputados y presuntos se sirvan ocupar sus curules.

- El C. Zincúnegui:....Garza Candelario. (Protestas.)

El C. Valadez Ramírez: Es Garza Francisco y no Garza Candelario.

El C. secretario Zincúnegui: Total, 66 votos. (Aplausos.)

El C. secretario Valadez Ramírez: Votaron por la afirmativa....(Voces: ¿Cuántos?) 73 votos. (Aplausos.) Acevedo, Aguirre Colorado Fernando, Aguirre Emilio, Alanís Fuentes Alba Pedro de, Alvarez Ricardo A., Ayala, Basaldúa, Bravo Lucas, Barragán Enrique N., Castillo Enrique del, Castillo Francisco, Castillo Garrido, Castillo Israel del, Céspedes, Cuervo, Chávez Franco, Díaz Antonio, Domínguez, Enríquez, Estrada, Franco

Abraham, Franco Cerqueda, Franco Urías, Gálvez, García Adolfo G., García Rojas, Gómez Carlos, González Jesús B., González Onésimo, González Rafael M., Guadarrama, Guerrero Alberto, Guillén, Gutiérrez Macedonio B., Guzmán Peláez, Hernández G. Rodolfo, Lara César A., Luquín, Macías Rubalcaba, Márquez, Martínez Fernando B., Mendoza, Mijares, Miramontes, Montes de Oca, Moreno, Ogarrio Meixueiro, Ollivier, Palacio, Pérez Colín, Portales, Quiroga, Rama, Ramírez G. Benito, Ramírez Luque, Ramírez M. Fidel, Rico G., Rodríguez López, Romero, Ruiz, Salgado Florencio M., Salgado Tranquilino, Sariol, Serrano Gustavo P., Solís, Solórzano José Luis, Tello, Romero, Valadez Ramírez, Valverde, Vergara, Vicencio y Villegas.

Total, 73 votos por la afirmativa. (Aplausos)

En consecuencia, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: Son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el 3er. distrito electoral del Estado de México, los CC. David Montes de Oca y Rafael Castañeda.

El C. presidente, a las 3.15 p. m.: Se levanta la sesión y se cita para las cinco y media de la tarde.

SESIÓN

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 29

DE SEPTIEMBRE DE 1920

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2.- Rinden la protesta de ley los CC. David Montes de Oca y Miguel Ángel Cuevas, diputados propietario y suplente, respectivamente, por el 3er. distrito electoral del Estado de México y por el 14 de Puebla.

3.- Se da cuenta con los asuntos en cartera, concediéndose licencia a los CC. diputados José María Sánchez y Alejo R. Bay. Se levanta la sesión de Cámara para reanudar la de Colegio Electoral.

DEBATE

Presidencia del

C. GARCÍA VIGIL MANUEL

(Asistencia de 129 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 6.02 p. m.: Se abre la sesión.

- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo.

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día veintiocho de septiembre de mil novecientos veinte.

Presidencia del C. Manuel García Vigil.

"En la ciudad de México, a las cinco horas y treinta minutos de la tarde del martes veintiocho de septiembre de mil novecientos veinte, se abrió la sesión con asistencia de ciento cuarenta ciudadanos diputados.

"El acta de la sesión celebrada el día anterior, mereció, sin objeción, la aprobación de la Asamblea.

"Los CC. Manuel G. Toro, Alfonso Pérez Gasga y Enrique Meza rindieron la protesta de ley, como diputados propietarios por los distritos electorales 3o. de Oaxaca, 5o del mismo Estado y 12 de Veracruz, respectivamente.

"Dióse cuenta con los documentos en cartera:

"Circular del Congreso de Sonora, en que comunica que el diez y seis del presente abrió su primer periodo de sesiones ordinarias. - De enterado.

"Escrito del C. licenciado Rosauro Rojo, en que solicita se le tenga en cuenta, cuando se elijan los funcionarios judiciales para el distrito Norte del Territorio de la Baja California. - A la 2a. Comisión de Peticiones.

"Oficio del C. licenciado Guillermo Schulz, en que avisa que, fenecida la licencia de que venía disfrutando, ha vuelto a hacerce cargo del Juzgado 5o. Correccional de esta ciudad. - A su expediente.

"Memorial del Comité Ejecutivo del sindicato de obreros del Yute, fechado en Orizaba, Veracruz, en que pide se reglamente a la mayor brevedad el artículo 27 constitucional. - A la 1a. Comisión de Peticiones.

"Ocurso de la Unión de Estibadores y Jornaleros del puerto de Veracruz, por medio del cual solicita del Congreso de la Unión, la reglamentación del artículo 27 constitucional en la parte relativa a la cuestión agraria. - A la Comisión de Peticiones.

"Iniciativa de varios diputados a la Legislatura anterior, tendente a que se reforme el artículo 28 de la Ley del Notariado de 19 de diciembre de 1901. - De primera lectura.

"Solicitud del C. diputado Teodomiro T. Gutiérrez, a fin de que se le permita continuar desempeñando, sin remuneración alguna, y por el tiempo que falta para que termine el año escolar, la clase de biología en la Escuela Normal para maestros de esta capital.

"Con dispensa de trámites y sin debate, se acordó de conformidad.

"Escrito del C. diputado Claudio N. Tirado, en que solicita licencia por sesenta días, sin goce de dietas, a fin de hacer entrega de los trabajos que como regidor tuvo a su cargo en el Ayuntamiento de esta ciudad, y manifiesta que, entre este cargo y el de diputado al Congreso de la Unión, opta por el último.

"Previa dispensa de trámites, se puso a discusión esta solicitud: hablaron en contra los CC. Mijares, León Luis L. y Lara César, y en pro el C. Tirado.

"Presidencia del C. Rafael Martínez de Escobar.

"Acerca de la solicitud de referencia, hicieron aclaraciones los CC. Mijares, Tirado, Lara César y Céspedes, y mociones de orden los CC. Ortiz Manuel y Alessio Robles, la del último, con motivo de manifestaciones de las galerías; el C. Tirado contestó interpelaciones de los CC. León Luis L., Aguirre Colorado y Céspedes. El C. Avilés habló en pro; los CC. Mijares y León Luis L. usaron de

la palabra para rectificar hechos, habiéndole interrumpido al primero una moción de orden del C. García Vigil. Habló en pro, por el último, el C. Huerta.

"Suficientemente discutido el punto, el C. Mijares, debidamente apoyado, solicitó votación nominal y recogida que fue, se vino en conocimiento de que la solicitud del C. tirado había sido aprobada por ciento seis votos de la afirmativa contra treinta y nueve de la negativa. La Secretaría declaró que sería llamado el suplente.

"La Gran Comisión presentó un informe, por conducto de su secretario, el C. Aurelio Manrique, en que manifiesta que decidió nombrar a los CC. Bordes Mangel, Ortega Miguel F., Céspedes, Francisco Urías y Espinosa Luis, para estudiar los memoriales en que el Partido Republicano y adherentes solicitan la nulidad de los votos emitidos a favor del C. Alvaro Obregón, para presidente de la República, y propone los miembros que faltan para integrar debidamente las comisiones permanentes de esta H. Cámara y los que deben formar el 1er. Grupo de Insaculados para las secciones instructoras del Gran Jurado.

"Una interpelación del C. J. Joaquín Silva a la Gran Comisión, acerca de por qué no figuran en esas comisiones los diputados por Sinaloa y sobre la aptitud de los que se proponen para la Comisión de Marina, dio lugar a aclaraciones de los CC. Manrique y Bordes Mangel, secretario y presidente de la Gran Comisión, respectivamente, así como de los CC. Casas Alatriste y Martínez Fernando B. La Gran Comisión retiró la Comisión de Marina y acto continuo se aprobó el resto del dictamen.

"Los aprobados fueron los siguientes:

"C. Francisco Garza, como tercer miembro de la Comisión de Establecimientos Fabriles y Aprovisionamientos Militares.

"C. Froylán C. Manjarrez, como tercer miembro de la 2a. Comisión de Gobernación.

"C. Eliseo L. Céspedes, como presidente de la 2a. Comisión de Crédito Público.

"C. Emilio Aguirre, como suplente de la 1a. de Minas.

"C. Manuel Lomelí, como tercer miembro de la 2a. de Minas.

"C. Benito Ramírez C, como suplente de la 1a. de Petróleo.

"C. Leopoldo Estrada, como segundo miembro de la 2a. de Puntos Constitucionales

"CC. Juan de Dios Bojórquez y Jaime A. Solís, como presidente y segundo miembro de la Comisión de Reglamento, respectivamente.

"C. Francisco Tejeda Llorca, como presidente de la 1a. de Relaciones Exteriores

"C. Edmundo Bolio, como tercer miembro de la 2a. de Peticiones.

"CC. Ángel Alanís Fuentes, Eduardo Arrioja Isunza, Enrique M. Barragán, Manuel Berzunza, Ignacio Borrego, Liborio Chávez Franco, Liborio Espinosa y Elenes, José María Cuéllar, Abraham Franco, Moisés Huerta, Francisco López Soto, Manuel Lomelí, Froylán C. Manjarrez, Fidel Ramírez M., Juan B. Salazar y José Macías Rubalcaba para el primer grupo de insaculados para las sesiones instructoras del Gran Jurado.

"Sin debate se aprobó el dictamen que de acuerdo con el sentir de la Asamblea presentó reformado la 1a. Comisión de Gobernación, y que propone no se conceda licencia por tiempo indefinido y sin goce de dietas al C. Silviano Hurtado.

"Los CC. Víctor del Pino, Fernando Aguirre Colorado y Luis Espinosa, presentaron una proposición, relativa a que se nombre una comisión especial que a la mayor brevedad presente un proyecto de reglamentación del artículo 27 constitucional, en las fracciones relativas a tierras.

"La fundó el C. del Pino; el C. Luis Espinosa sugirió una reforma; el C. Soto y Gama habló en contra; el C. Soto Francisco hizo una aclaración, y la proposición, con permiso de la Cámara, fue retirada por sus autores.

"El C. Ricardo A. Alvarez, como diputado propietario por el 3er. distrito electoral del Nayarit, rindió la protesta de ley.

"El C. Octavio Paz informó del resultado de la comisión que se acercó al C. subsecretario de Relaciones Exteriores, encargado del Despacho, para pedirle se hagan las gestiones conducentes, a fin de impartir protección a los mexicanos que se encuentran presos en las cárceles de los Estados Unidos de Norteamérica. La Presidencia dio las gracias a los comisionados.

"A las siete y veintidós de la noche se levantó la sesión."

Está a discusión el acta. ¿No hay quien desee hacer uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada.

El C. presidente: Encontrándose a las puertas del salón los CC. Montes de Oca David y Cuevas Miguel Ángel, se nombra en comisión a los CC. diputados Garza Candelario e Hidalgo Catalán Emigdio y secretario Valadez Ramírez, para que se sirvan introducirlos al salón a rendir la protesta de ley.

(Rinden la protesta de ley los CC. David montes de Oca y Miguel Ángel Cuevas, diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el 3er. distrito electoral del Estado de México y por el 14 de Puebla. Aplausos.)

- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:

"Telegrama procedente de Gobernación, el 28 de septiembre de 1920.

"Secretario H. Cámara Diputados. - Ciudad.

"Ciudadano gobernador Distrito Sur, B. C., en mensaje de hoy díceme para mayor garantía intereses sociales en ésta, encarézcole inflúyase H. Congreso para que brevedad posible venga juez Primera Instancia este partido, hace cuatro meses Juzgado ésta encuéntrese clausurado con grave perjuicio negocios." Lo que tengo el honor de transcribir ustedes, para su conocimiento y efectos conducentes.

"Atentamente. El secretario de Gobernación, E. del D., J. I. Lugo." - Resérvese para el Congreso General.

"H. Cámara:

"José M. Sánchez, diputado propietario por el 1er distrito electoral del Estado de Puebla, solicita, con dispensa de todo trámite, una licencia por dos meses, por haber sido electo candidato al Gobierno de dicho Estado por la convención que verificaron los partidos y clubes liberales de dicha Entidad, el 21 de los corrientes.

"Para dedicarse a la campaña electoral solicita la licencia de que se trata, suplicando que sea llamado el suplente mientras dura su ausencia.

"México, D. F., 25 de septiembre de 1920. - J. M. Sánchez."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Se dispensan los trámites. Está a discusión. Los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada. Se llamará al suplente.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"H. Asamblea:

"El subscripto, diputado propietario por el 3er. distrito electoral del Estado de Sonora, ante vuestra soberanía respetuosamente pide, previa dispensa de todo trámite, se le conceda una licencia ilimitada, sin goce de dietas, permitiéndose manifestar que a las puertas del salón se encuentra su suplente, el ingeniero Luis Aldaco, quien desde luego puede pasar a rendir la protesta de ley.

"La necesidad que tengo de ir a mi distrito para ayudar en la resolución del problema agrario de mis comitentes, en su mayoría indígenas del Río Mayo, es lo que me obliga a solicitar esta licencia ilimitada.

"Protesto lo necesario.

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso General. - México, 29 de septiembre de 1920. - Alejo Bay."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Se dispensan los trámites. Está a discusión. Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra sírvanse pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Concedida. Se llamará al suplente.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Ayuntamiento Constitucional. - Tonalá, Chiapas. - Estados Unidos Mexicanos. - Número 841.

"Adjunto a la presente, tengo la honra de remitir a esa superioridad, listas de los damnificados que recibieron el auxilio que esa H. Cámara se sirvió remitir por conducto de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, para su reparto, habiéndose hecho dicho reparto equitativamente en la forma siguiente:

$20,020.00 repartidos a los damnificados.

"$2,928.67, gastos erogados en la reparación a la fuente pública de esta ciudad, la cual fue destruída por la inundación.

"$7,051.33, que se entregaron al nuevo Ayuntamiento para que siga haciendo las reparaciones de las escuelas y Rastro público, que fueron destruídos por la misma inundación.

"$30,000.00 Los cuales fueron recibidos de la Aduana de Salina Cruz.

"Protesto a ustedes mi atento respeto.

"Constitución y Reformas. - Tonalá, diciembre 31 de 1919. - El presidente municipal, J. E. Vázquez. - E. Pineda.

"Al ciudadano presidente de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F." - De enterado, y a su expediente.

"El ciudadano director de la Escuela Nacional de Música transcribe, por medio de su oficio número 314, fechado el 9 del presente, la iniciativa que envió a la Comisión Permanente, tendente a que se declare fiesta nacional el 14 de septiembre." - Agréguese a sus antecedentes.

"Las señoritas Candelaria y Josefa Escalona reiteran la solicitud de pensión que con anterioridad tienen presentada ante esta Cámara de Diputados." - A sus antecedentes.

"El Comité Ejecutivo Electoral Pro - Alvaro Obregón, de San Luis Potosí, comunica, por medio de su circular fechada el 26 de agosto, que ha quedado debidamente integrado." - Recibo.

"Los ciudadanos presidente y secretario del Partido Demócrata de Guadalajara, Jalisco, envían un ejemplar de una protesta que ha formulado el propio partido por las irregularidades cometidas en los distintos distritos del Estado de Jalisco, en las pasadas elecciones de diputados y senadores." - Recibo.

"La señorita Sofía F. Franco reitera la solicitud de pensión que con anterioridad tiene presentada." - A sus antecedentes.

"El presidente de la Convención de Partidos y Clubes Liberales en el Estado de Puebla, envía la planilla de diputados al Congreso local, que será sostenida por los propios partidos." - Recibo.

"El C. Rafael Muñoz Moreno envía un memorial en el que reitera la solicitud de pensión que,

con anterioridad, tiene presentada ante esta Cámara de Diputados." - A sus antecedentes.

"La señora Josefina Marín viuda de Cuéllar, solicita le sea aumentada la pensión de que disfruta como viuda del mayor de Caballería, Daniel Cuéllar." - A la 1a. Comisión de Peticiones.

Telegrama procedente de "La Paz, B. C., el 25 de septiembre de 1920.

"Secretario Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión.

"Gobernador dirigióse Ministerio Gobernación solicitando juez Primera Instancia este Distrito Sur; Juzgado hace cuatro meses. Suplícole hacer presente honorable Cámara, mis deseos concédame vacante; desempeño Ministerio Público Federal. - Respetuosamente, licenciado Francisco Calderón." - A la 2a. Comisión de Peticiones.

"El C. Rodolfo Barreda pide pensión para sus menores hijas, Trinidad, Aurora y Esperanza, nietas del extinto capitán 1o. de Caballería, Francisco de A. Barreda." - A la 1a. Comisión de Peticiones.

"La señora Refugio Moya de Torres envía un memorial, en el que solicita pensión por los servicios prestados por su extinto padre, el general José Luis Moya, a la causa revolucionaria." - A la 2a. Comisión de Peticiones.

"La señora Micaela Canal solicita pensión por los servicios que prestó a la patria su extinto padre, el coronel Manuel Canal." - A la 1a. Comisión de Peticiones.

"La señora Milburga Martínez, viuda de López, solicita pensión por los servicios prestados a la patria por su extinto esposo, el coronel de Infantería, Sixto López." - A la 2a. Comisión de Peticiones.

- El mismo C. secretario: Estando a las puertas del salón el C. Aldaco, suplente del C. diputado Bay, por acuerdo de la Presidencia se nombra a los CC. diputados Castillo Israel del, Luquín Ignacio y prosecretario Castrejón, para que se sirvan introducirlo al salón a fin de que rinda la protesta de ley. No encontrándose el C. Aldaco, por acuerdo de la Presidencia se levanta la sesión de Cámara de Diputados y se procede a pasar lista de Colegio Electoral .

El C. presidente, a las 6.28 p. m.: Se levanta la sesión de Cámara.

CONTINUACIÓN DE LA SESIÓN DE COLEGIO ELECTORAL

Presidencia del

C. GARCÍA VIGIL MANUEL

(Asistencia de 170 ciudadanos diputados y presuntos diputados.)

El C. presidente, a las 6.40 p. m.: Se reanuda la sesión de Colegio Electoral.

El C. Sánchez Pontón Carlos: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Sánchez Pontón: Con objeto de interpelar a vuestra señoría, porque tenemos presentada una proposición varios diputados y presuntos, a efecto de que las sesiones de Colegio Electoral se celebren también los martes, jueves y sábados por la tarde, y como se pide dispensa de trámites y no se ha leído por la Secretaría, desearía que usted me informara.

El C. presidente: Eso sólo se puede resolver en Cámara de Diputados.

- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales. - 7a. Sección.

"H. Asamblea:

"A la 7a. Sección de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales, fue turnado, para emitir dictamen, el expediente número 70, que se refiere a las elecciones de diputados en el 8o. distrito electoral del Estado de Guerrero, cuya cabecera es Coyuca.

"Por el estudio del referido expediente se viene en conocimiento de que en aquel distrito jugaron las fórmulas siguientes: "José I. Lugo - Isidro Cervantes", "José Castilleja - Desiderio Borja", José Próspero Cervantes - Reynaldo García", Feliciano Bailón - Marcelo Pineda", y aun cuando obtuvieron algunos votos otros candidatos, siendo su número tan escaso, es innecesario mencionarlos.

"Según el escrutinio verificado por la Junta Computadora, la fórmula primeramente mencionada obtuvo una votación de 2,948 para el propietario, y 2,552 para el suplente; en la segunda fórmula, el propietario obtuvo 2,014 votos y el suplente 2,054; la tercera fórmula obtuvo 693 votos, y la última 413 para el propietario y 320 para el suplente.

"El candidato don José Próspero Cervantes formuló algunas protestas ante la Junta Computadora, denunciando el hecho de estar incapacitado el C. Isidro Cervantes, por ser jefe de la defensa social en Pungarabato; pero como no lo comprobó con pruebas fehacientes, no debe tomarse en cuenta esa incapacidad, y menos aún, cuando en un certificado del presidente municipal del mismo

pueblo de Pungarabato, que obra en el expediente, dicho funcionario manifiesta, a solicitud del propio señor Cervantes, que no le consta que tenga el grado de coronel y sea miembro de la defensa social.

"El candidato, señor don José Castilleja, presentó también algunas protestas ante la Junta Computadora, denunciando irregularidades cometidas en la sección 1a. de Zirándaro y 9a. del mismo lugar, tales como la falta de lista electoral y anotación de "voto"; más como estas aseveraciones no están justificadas, por existir en los expedientes la lista electoral y las anotaciones, no son de tomarse en cuenta.

"El mismo señor Castilleja presentó ante esta Comisión dos protestas, subscriptas por ciudadanos de Cutzamala, Coyuca y Ajuchitlán, denunciando irregularidades cometidas en cinco casillas de Zirándaro y tres del pueblo de Zacapuato, pertenecientes al municipio de Cutzamala, así como otras dos del club "Francisco Javier Mina", de Tlalchapa, por las que se pide la nulidad de toda la elección verificada en Zirándaro; pero como de la revisión de estos expedientes se advierte que sólo los votos emitidos en la sección 1a. de Zirándaro son de nulificarse, por no existir la documentación que requiere la ley , los demás puntos que comprenden las protestas no son de tomarse en consideración.

"Respecto de la violación del secreto del voto en Cutzamala, no acompañando ninguna prueba fehaciente sobre este hecho el señor Castilleja, la Comisión carece de fundamentos legales para estimar que se haya violado, en efecto, el secreto del voto.

"Los representantes de la candidatura Lugo - Cervantes, denunciaron el hecho de que en Coyuca funcionaron 18 casillas y no 19, y como se comprueba por la revisión y el certificado que expidió el presidente municipal de aquel municipio, los subscriptos estiman procedente nulificar la votación de la casilla sobrante, que es de 19 votos, los que deducidos de la votación total en favor de la fórmula Castilleja - Borja, dan suma de 1,995

votos a favor de ésta.

"Por las consideraciones que anteceden y hecha la deducción de 88 votos que corresponden a la sección 1a. de Zirándaro, de que antes se ha hecho mérito, la fórmula Lugo - Cervantes, tiene sobre las demás una mayoría de 2,800 votos en favor del propietario y 2,464 en favor del suplente; por lo que nos permitimos someter a la consideración y aprobación de la honorable asamblea, las siguientes proposiciones:

"Primera. Son válidas las elecciones que, para diputados propietario y suplente, tuvieron verificativo el día primero de agosto último en el 8o. distrito electoral del Estado de Guerrero.

"Segunda. Son diputados propietarios y suplente, respectivamente, por el mismo distrito, los CC. licenciado José I. Lugo e Isidoro Cervantes.

"Sala de Comisiones de la honorable Cámara de Diputados.- México, a 29 de septiembre de 1920.-Moisés Huerta. - A. Aillaud."

Está a discusión. Los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra pueden pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobado.

La Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: Son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el 8o. distrito electoral del Estado de Guerrero, los CC. José I. Lugo e Isidoro Cervantes.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales. - Sección 3a.

" H. Asamblea:

"A esta 3a. sección de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales, tocóle revisar el expediente del 16 distrito electoral del Estado de México, encontrando que las elecciones se verificaron con suma irregularidad.

"En el acta de la Junta Computadora se menciona el incidente ocurrido al C. Ernesto Santillana, representante de la fórmula Melgarejo Randolff - Ochoterena, motivado por la presión del C. Santillana, llevada a cabo por un oficial de las fuerzas del C. general Basave Piña, quien tenía encomendada la vigilancia en Ozumba; pero dicho incidente no es de tomarse en consideración, ni menos la petición de nulidad de la elección en dicho lugar, hecha por el referido C. Santillana, ya que en el escrito de referencia presentado a la Junta Computadora hace constar el propio C. Santillana que su detención fue por breves momentos. Además, en un certificado expedido por el presidente municipal de Ozumba, se hace constar que ningún representante de los tres candidatos que jugaron en ese distrito, fue reducido a prisión ni molestado en sus personas y, finalmente, en un escrito firmado por el C. Eliseo Casillas, jefe de las fuerzas que guarnecían la citada plaza, dirigido al señor Francisco J. Muñiz, candidato por ese distrito, hace constar que no tiene conocimiento del incidente de que se queja el C. Santillana, ni de ningún otro de igual índole. Por tantas razones, esta Comisión Revisora de Credenciales no toma en consideración la petición de nulidad.

"No viniendo en las listas de escrutinio las votaciones parciales de las secciones electorales, y pidiendo uno de los candidatos contendientes la computación total de las votaciones emitidas en ese distrito, la Comisión creyó justa dicha petición y procedió a revisar minuciosamente expediente por expediente y de su examen se encontró que en la municipalidad de Ozumba se nulifica la 1a. sección por haber mediado fraude en la computación de votos, fracción V del artículo 104 de la Ley Electoral vigente. Se nulifica la 4a. sección de la misma municipalidad por carecer de los documentos legales y se computaron las casillas 2a., 3a. y 5a. La única casilla de Tenango del Aire se nulifica también por error en el cómputo, de acuerdo con la fracción V del artículo 104 de la ley de la materia. La 3a. y 4a. secciones de la municipalidad de Atlauta, se nulifican por carecer de documentos legales. La 1a. sección de Amecameca se nulifica por no saber firmar dos de los escrutadores de la

sección. (Fracción III del artículo 50 de la Ley Electoral.) La sección 5a. se nulifica por carecer de los documentos legales y en la sección 7a. se nulifican a la fórmula Dorantes - Monterrubio cincuenta votos, por venir firmadas las boletas correspondientes. (Fracción última del artículo 55 de la Ley Electoral.) La 1a. sección de la municipalidad de Tlalmanalco tiene dos actas de instalación, y duplicados los demás documentos relativos, que prueban que se emitió votación en dos lugares distintos, Río Frío y Tlalmanalco. Esta casilla se nulifica de acuerdo con el inciso II del artículo 50. La 4a. sección de la misma municipalidad se nulifica por estar viciada en la misma forma que la anterior. En la sección 2a. de la municipalidad de Tepetlixpa se acusa al candidato Francisco J. Muñiz de sustracción de documentos electorales, y examinados los documentos sobre el particular se encuentra que es fundado el cargo que se denuncia. La 4a. sección de la misma municipalidad se nulifica por violación al secreto del voto, de acuerdo con la fracción VII del artículo 104 de la Ley Electoral, y por último, se nulifica la 1a. sección de Chalco por igual causa que la anterior.

"Hechas las deducciones respectivas se obtiene el siguiente resultado:

"Para la fórmula Dorantes - Monterrubio, 1,392 votos; para la fórmula Muñiz - Rojas, 1,324 votos; para la fórmula Melgarejo Randolff - Ochoterena, 605 votos

Por lo expuesto, esta 3a. Sección revisora somete a vuestra aprobación los siguientes puntos resolutivos:

"Primero. Son válidas las elecciones para diputados al Congreso de la Unión, verificadas en el 16 distrito electoral del Estado de México el 1o. de agosto último.

"Segundo. Son diputados propietario y suplente, respectivamente, por haber obtenido la mayoría de votos, los CC. Procuró Dorantes y Rafael Monterrubio.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.

"México, a 18 de septiembre de 1920. - Nicolás Cano. - Felipe Carrillo."

Está a discusión. Los ciudadanos diputados que desean hacer uso de la palabra, se servirán pasar a inscribirse.

El C. Vadillo: Señor García Vigil: Quiero interpelar a la Comisión.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Vadillo para interpelar a la Comisión.

El C. Vadillo: No está presente la Comisión.

El C. presidente: Se le va a mandar avisar. (Voces: ¡Ya llegó Cano!)

El C. Vadillo: En el expediente del 16 distrito electoral del Estado de México, la Comisión concede el triunfo al C. Procuró Dorantes por mayoría de votos, porque la Sección revisora hizo acá computación de los votos habidos en el distrito; pero tengo conocimiento de que algunos de los expedientes no fueron computados allá en la cabecera del distrito, ni lo fueron tampoco en el seno de la Comisión revisora. Uno de estos expedientes, que sería suficiente para cambiar totalmente el resultado de este debate, es el que se refiere a la casilla de Atlautla, al pueblo de Atlautla, en donde no se computaron la 3a. y 4a. casillas, según la documentación que me acaba de entregar el interesado en este asunto. Se trata del C. Muñiz, individuo a quien nadie en esta Asamblea le ha ayudado a hacer valer su derecho; es uno de los candidatos que no tiene un hombre que haga valer aquí su voz. En tal virtud, deseo que la Comisión se sirva ser en este caso sumamente explícita y aclararnos, tanto cuando merece respeto este C. Muñiz, como lo que haya acerca de las casillas 3a. y 4a. del pueblo de Atlautla.

El C. Cano: Pido la palabra.

El C. presidente: tiene la palabra la Comisión.

El C. Cano, de la Comisión: Contestando la interpelación que hace el C. Vadillo a la Comisión, ésta se permite informar que las secciones 3a. y 4a. de Atlautla fueron nulificadas porque la documentación que se encontró en dichas secciones carece de muchos documentos y también porque la casilla se instaló de una manera no ajustada a la ley. Que la documentación de estas casillas estuvo en poder de los funcionarios de ellas mucho tiempo después de que se concluyó de emitir la votación. Por esa circunstancia, la Comisión que examinó detenidamente este expediente, nulificó la votación de la 3a. y 4a. casillas de Atlautla.

Presidencia del

C. MARTÍNEZ DE ESCOBAR RAFAEL

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Vadillo.

El C. Vadillo: Afirma la Comisión, ciudadanos representantes, que se haya visto en el caso de nulificar la 3a. y 4a. secciones de la municipalidad de Atlautla por carecer de documentos legales. Como esta es una cuestión de hecho, para que quede justificada la Comisión plenamente, le voy a suplicar de la manera más respetuosa, se sirva traer aquí los paquetes de estas dos casillas para ver qué clase de documentos son esos que le han obligado a nulificar dos casillas por falta de estos documentos. En lo general ya sabe la honorable Asamblea que la mayor parte de los expedientes relacionados con las casillas, especialmente de pueblos indígenas, suelen carecer de documentación. Estoy por afirmar que absolutamente todos los ciudadanos diputados han logrado validez en su expediente faltándoles tres o cuatro documentos que la ley exige y que, sin embargo, no son esenciales. Consiguientemente, es cuestión de apreciación de las comisiones el afirmar si son o no son esenciales estos documentos. Yo suplico a la Comisión se sirva exponer aquí, de una manera categórica, cuáles son esos documentos esenciales y se sirva traer acá los dos paquetes de estas casillas, porque sería sumamente grave el error de que por un papel de más o un papel menos, la voluntad popular manifestada por los elementos suficientes para que sea comprendida, fuera a dar margen a una verdadera injusticia en este caso especial.

El C. Cano: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Cano: El señor compañero Vadillo viene a simplificar de una manera notable el trabajo de

explicación que la Comisión tendría que hacer en este caso. Efectivamente, señor compañero Vadillo, la 3a. Sección no se ha plegado de una manera rigurosa y estricta a la ley. A sus miembros les consta que no hay un solo expediente electoral llegado a esta Cámara que si se le aplicase el criterio estrictamente legal, hubiese podido considerarse como bueno; esa es la verdad.

El C. Zubaran, interrumpiendo: No es cierto.

El C. Cano, continuando: Ahora bien; la Comisión, teniendo en cuenta ese criterio y habiendo estudiado una por una de las secciones electorales, se ha encontrado con que la elección de este señor Muñiz adolece de gravísimos defectos. Uno de los cargos con presunciones muy graves que se le hacen a Muñiz, es que las autoridades militares intervinieron en su favor y a pesar de eso la Comisión, no queriendo proceder con un severo criterio legalista, no ha nulificado muchos de sus votos. Además, hay un antecedente sumamente perjudicial para Muñiz; hay una resolución judicial, que la Comisión quiso hacer del conocimiento de la Asamblea solamente en caso de que se hubiera provocado discusión, como ya se ha provocado. En la 2a. casilla de Tepetlixpa, el presidente de ella acusó al señor Muñiz de substracción de documentos electorales; este incidente lo puso en conocimiento de la autoridad judicial, habiendo fallado que había delito que perseguir y dictándose orden de prisión contra el propio Muñiz...

El C. Vadillo: Pido la palabra.

El C. Cano: Un momento. Voy a concluir a reserva de darle los documentos de Atlautla. Pues bien; estos incidentes de la elección originaron diferencia de criterio entre los miembros de la Comisión, y con objeto de ponernos de acuerdo sus miembros, volvimos a hacer otra revisión minuciosa, y en vista de lo que se deduce de los documentos y cada una de las secciones y relacionándolo todo, hemos venido a nulificar aquellas secciones en que sin tener en cuenta la falta de documentos de que adolecen, hemos creído que no había habido elección - valga la frase - legal; porque hay no sólo esas secciones que deseo venir a confrontar, sino otras muchas que carecen de los documentos legales, habiéndose computado los votos, sin embargo, al señor Muñiz. La Comisión, relacionando todos esos incidentes, ha tenido que desentrañar de esa madeja de chismes del expediente, en qué secciones, a pesar de la falta de documentos, había presunciones de haberse realizado la votación, y en cuáles otras secciones no había habido elección. Por esta circunstancia, en muchas de las mismas secciones, a pesar de faltarles determinados documentos que, siguiendo un criterio legalista, nos hubieran obligado a nulificarlas, se les han computado sus votos, y en otras, también por la misma falta de documentos, no se les han computado, porque la Comisión, guiándose únicamente por su juicio, relacionando toda la documentación y la forma en que se efectuó la votación, creyó honradamente que debía nulificarse. Así es que voy a traer al señor compañero Vadillo los dos expedientes que él pide.

El C. Vadillo: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Vadillo.

El C. Vadillo: Señores diputados: La documentación de la casilla a que he venido refiriéndome, se encuentra aquí. Aquí está el documento del acta de la instalación y podrá dar fe al ciudadano secretario; está el de escrutinio están los padrones firmados por el presidente de la Mesa, por el escrutador, por un segundo escrutador, por un secretario; después una lista electoral, también debidamente firmada. Según los datos que yo tengo, el hecho ocurrió de esta manera: la Comisión Revisora se encontró con qué en este expediente faltaba el nombramiento del instalador, el nombramiento oficial; el interesado, ciudadano Muñiz, se apresuró a poner un mensaje al presidente de la cabecera de este municipio a fin de que informara por qué no venía el nombramiento del instalador y a fin de que certificara que estas casillas, que son dos, funcionaron debidamente. Tanto el certificado como el nombramiento del instalador que se había quedado por allá, fueron remitidos, pero por un error, en lugar de venir dirigidos a la Cámara de Diputados, México, Distrito Federal, lo fueron a la Cámara de Diputados del Estado de México y llegaron a Toluca, de donde fueron regresados para acá. Durante este tiempo la Comisión dictaminó sin tenerlos a la vista, pero una vez que se recibieron estos documentos, el C. Muñiz, que es el interesado en este caso, fue y los entregó personalmente al C. García Vigil, quien podrá dar testimonios, si se encuentran en el Salón. De la computación de estas dos casillas se impone evidentemente, puesto que vosotros sabéis que este documento es muy suficiente para probar el hecho electoral de la votación, que si esas dos casillas se computan como debe hacerse, el triunfo es del C. Muñiz, porque según el dictamen sólo hay una diferencia de 71 votos, y las casillas a que me refiero producen una votación de 233 votos. Debo agregar un dato: que el instalador aparece firmando el acta de la instalación; de manera que aunque no apareciera como debe aparecer, puesto que fue entregado el documento, aunque no apareciere el nombramiento del instalador, hasta el acta de instalación de la casilla. Consiguientemente, la Comisión de que es miembro el señor Cano, está obligada a explicarnos dónde está ese nombramiento de instalador que fue entregado a la Comisión, o en virtud de qué criterio de pesimismo democrático, de exigencia suma, de morbosidad electoral, exige que venga el nombramiento del instalador cuando, sin embargo, figura aquí el nombre y la firma del instalador de la casilla. Me parece que llevado hasta ese grado el puritanismo de la Comisión, ya linda, ya está frontero de una complicidad, de una parcialidad; pongo a la Asamblea alerta acerca de este particular y exijo al C. Cano, miembro de esta Comisión, que venga a explicarnos a título de qué, la Ley Electoral, a falta del nombramiento del instalador, viene a anular el voto, la votación dada real y efectivamente por los ciudadanos en esta casilla del distrito diez y seis del Estado de México. El documento de la otra de las casillas es exactamente igual, tenemos el acta de la instalación, el acta de la elección, es decir, al concluir la votación se levantó el acta legal correspondiente, tenemos el escrutinio; el ciudadano secretario, a quien solicito por segunda vez intervenga, se servirá dar testimonio de ello. Hay también un padrón.

El C. Cano: Pide la palabra la Comisión.

El C. secretario Valadez Ramírez: A solicitud del C. Vadillo se va a dar lectura a dos documentos que obran en este expediente; dice el primero:

"En el pueblo de Tepecoculco, comprensión del Municipio de Atlautla, a las nueve en punto de la mañana del día primero de agosto de mil novecientos veinte, presentes en la esquina de Cuanextitla en esta población, lugar designado para instalar la casilla número tres del 16 distrito electoral los CC. Germán Galicia, Catarino Rocha, Adán Sanvicente, Fidencio Mejía, Francisco Rocha, y como no hubo representantes de ningún partido político, se procedió a instalar la expresada casilla y previa la votación de los electores presentes resultaron designados por mayoría de votos, para presidente de la Mesa, el C. Eusebio Mejía, primer escrutador el C. Severiano Balbuena, segundo escrutador el C. Zacarías Zapata, primer secretario el C. Eufemio Mejía, segundo secretario el C. Miguel Amaro, quienes tomaron inmediata posesión de sus respectivos puestos. Acto continuo, el instalador hizo entrega al presidente de los documentos de que habla el artículo 52 de la Ley Electoral vigente y por su parte el auxiliar electoral hizo entrega de los padrones correspondientes; concluída la instalación de la expresada casilla, el presidente preguntó en voz alta si alguno de los presentes tiene que hacer queja o denuncia por cohecho, soborno o amenaza, para que la elección recaiga sobre determinada persona, habiéndose contestado a esta pregunta que nadie podía hacer denuncia o queja alguna. Se hace constar que se recibieron 232 boletas para la votación así como un ánfora, papel y útiles de escritorio. Se levantó esta acta de instalación de la Mesa por triplicado y se forma por todos sus componentes así como por el instalador y no por los representantes de partidos políticos, por no haber.

"El presidente de la casilla, Eusebio Mejía. - 1er. escrutador, Severiano Balbuena. - 2o. escrutador, Z. Z. - 1er. secretario, Eufemio Mejía. - 2o. secretario, Miguel Amaro."

"En el pueblo de Tepecoculco, comprensión del municipio de Atlautla, a las cinco de la tarde el día primero de agosto de mil novecientos veinte. Se procedió a levantar la presente acta de la votación obtenida en la casilla número 3 del 16 distrito electoral del municipio de Atlautla, con respecto al cargo de diputados propietario y suplente del Congreso de la Unión. Al efecto: Se hace constar que el número total de votantes fue de 232, que el número de ciudadanos que no votaron fue de 12, que la votación para diputado propietario fue como sigue: C. profesor Procuró Dorantes, con 104 votos; el C. Francisco J. Muñíz, con 128 votos; que la votación para diputado suplente, el C. licenciado Rafael Monterrubio, con 104 votos, y el C. Eduardo Rojas con 128 votos, y por último, no habiendo ocurrido ningún incidente, se cierra la presente acta por duplicado y la firman todos los componentes de la Mesa.

Viene también la lista "C" y el padrón electoral.

El C. Vadillo, continuando: Ahora, suplico a la Presidencia se sirva conceder la palabra a la Comisión, a fin de que sirva exponer ésta ampliamente el criterio legal sobre este caso especial, con la documentación que la Asamblea ha visto; a ver si la Comisión puede convencer a esta honorable Asamblea, que un pueblo de indígenas que se presta a cumplir el deber de votar, por haber sido convocado para ello, y que por error de uno de los elementos de la Mesa no vino de casualidad dentro del paquete de la elección el nombramiento original del instalador, a pesar de que venga su firma y a pesar de que todos los demás documentos esenciales prueben que el acta electoral se recibió correctamente, a ver si la Comisión puede convencer a esta honorable Asamblea de que la falta de ese nombramiento es suficiente para que esas casillas sean declaradas nulas y que, consiguientemente, el resultado de la votación de ese distrito, en lugar de ser, como debió haber sido, a favor del C. Muñiz, pasa a ser, por este solo hecho de la falta de un papel con una firma y con el nombre del instalador, a favor de otra fórmula. Me parece que sería esto imposible. La asamblea no puede tener, después de la discusión de tantas credenciales, después de que hemos visto subir al voto público a esta tribuna, claudicante; que todos los paquetes han venido envueltos en una especie de lepra, por tantos fraudes, tantas pasiones, tantas ambiciones; después que la honorable Asamblea ha puesto todo su empeño, todo su amor por los principios; toda su dedicación, toda su honradez, a buscar entre toda esta maraña de la vida electoral de nuestro país, donde la democracia comienza con tan buenos auspicios, a buscar entre toda esta paja, el grano sagrado del sufragio efectivo, necesitamos ver si por falta de un papel, 250 individuos aquí presentes van a declarar que es nula la manifestación de todo un distrito a favor de su candidato. La Comisión ha declarado en su dictamen que funda éste exclusivamente en la mayoría de los votos; no ha alegado, como en otras ocasiones, ni presión militar, ni presión civil, ni fraudes, ni violencias; la Comisión ha dicho que, contados los votos, resulta que tiene mayor cantidad el ciudadano Dorantes y que tiene menor cantidad, 71 votos menos, el C. Muñiz; que, por consiguiente la voluntad popular se ha expresado a favor de Dorantes. Ahora bien; yo demuestro con documentos que no existe esa diferencia de votos; que la Comisión, por un exceso en su examen, por demasiado estricta, por absolutamente puritana - ya que no quiero atribuirle parcialidad -, ha dejado de computar cuatro casillas, dos de las cuales son suficientes, y con mucho, para que el resultado de este debate sea favorable a Muñiz; y deseo, de una manera franca, que la Comisión se sirva exponer aquí su criterio legalista acerca de este particular, porque si la Comisión nos convence de que basta la falta de un documento de esta naturaleza, como es el nombramiento de instalador oficial, a pesar de que está comprobado que intervino en el acto electoral, entonces, señores diputados, desde este momento confieso yo francamente que, al dictaminar en muchas de las credenciales de vosotros, he cometido un verdadero delito contra la Ley Electoral, porque yo me he atenido a los documentos esenciales, que son aquellos que me prueban la instalación de la Mesa, que son aquellos que me prueban el acto de la votación, que son aquellos que me prueban la

identidad de los votantes, que son aquellos que me prueban la ubicación del acto que se ha realizado y demás datos que son manifiestamente esenciales; pero nunca he exigido que se me presente el padrón de los votantes que perecieron, el padrón de los transeúntes, el padrón de los que cambiaron de domicilio, etcétera; en determinados casos me he visto precisado a prescindir del nombramiento de los instaladores, cuando, por otras constancias, vengo al conocimiento de que este instalador, efectivamente, cumplió con su deber, que es sencillamente representar a la autoridad municipal en el momento de instalar la casilla y de allí retrocederse, de ahí devolverse, porque es la voz oficial o la mano oficial, que sólo llega a la casilla para dejarla instalada y de allí se devuelve, dejando al pueblo marchar solo; si consta que intervino si en los actos sucesivos de la instalación, el instalador no tiene que hacer nada en esto, porque la falta de este documento podría invalidar toda una casilla y cambiar el resultado de la votación de un distrito de una fórmula a otra fórmula, solamente por esta minucia de que falta el nombramiento del instalador, suplico a la Comisión se sirva exponernos claramente si tiene otras razones para haber dictaminado en contra de Muñiz en este caso, o si únicamente son las casillas a que me he venido refiriendo.

El C. presidente: tiene la palabra la Comisión.

El C. Cano: Efectivamente, señores diputados, si fuéramos a juzgar el caso aislado de las secciones 3a. y 4a. de Atlautla, seguramente que no habría razón para nulificar estas dos secciones por que les falta el nombramiento de instalador, como dice el señor Vadillo; es muy verdad, y tan es verdad que a muchas de las secciones que favorecen al candidato Muñiz no solamente les falta el nombramiento de instalador, sino que les falta una que otra acta y, sin embargo, se le ha computado, porque la Comisión, relacionando todas y cada una de las secciones, ha visto que, en esas casillas, a pesar de no estar completa la documentación, sí efectivamente en ella se veía la manifestación de los votantes en favor de determinado candidato. El señor Vadillo nos dice que, por las condiciones propias de todos los compañeros ignorantes que intervienen en estas funciones electorales, se envió una parte de la documentación al Estado de México y otra a la Cámara de Diputados. Me extraña sobremanera que la mayor parte de la documentación de estas secciones haya venido en el expediente, y sólo el nombramiento del instalador haya ido a dar a la Cámara local del Estado de México y de allí, de acuerdo con las gestiones hechas por el señor Muñiz, se haya enviado a esta Cámara a la Sección 3a. Revisora de Credenciales. Si por alguna confusión.....

El C. Vadillo: Pido la palabra para una aclaración.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Vadillo: Señores diputados: Recordaréis que dije en una de la veces que tuve el honor de hablar a la honorable Asamblea, que ese nombramiento de instalador, después de que fue solicitado por el interesado, quien mandó pedir informes a la cabecera del distrito, y de que fue encontrado, no sé de qué manera se remitió al Estado de México, y de allá se mandó a ésta, habiendo sido entregado, según se me informó, al señor García Vigil, quien lamento que no se encuentre aquí; pero ya digo que él recibió los documentos personalmente. De manera que el señor Cano debe recordar que sí llegaron, solamente que ya estaba hecho el dictamen, o ignoro por qué razón no se mencionan en él; pero sí llegaron los documentos a la Cámara de Diputados, habiendo sido entregados a la Comisión. Quiero dar por supuesto que no se recibieron, aunque el señor Cano ya los vio; no obstante eso, hay elementos suficientes para comprobar en ese expediente que el instalador sí intervino; que se instalaron las casillas, que sí llevó la representación de la autoridad allá, porque aparece su firma en el acta; consiguientemente, el acto está consumado, está hecho, está realizado; no es necesario el nombramiento para que esta Asamblea sepa que el instalador instaló las casillas. Además, el señor Cano acaba de hacer una confusión, que es verdaderamente asombrosa; acaba de decir que, en muchos casos, aun con menos elementos de documentación, ha computado las casillas; ¿entonces por qué razón, si aquí hay una mayoría de documentación, por qué no ha computado estas dos casillas? ¿Es que se quería que faltaran 71 votos, para que el triunfo fuera al señor Dorantes? ¿Es, acaso, que se escogieron esas dos casillas, a pretexto de que faltaba un papel de más o de menos, para que entonces apareciera siempre una mayoría a favor del C. Dorantes? El señor Cano ha comprometido mucho el debate en su contra, porque acaba de hacer la declaración de que, en otros casos y en otras casillas, no ha sido estricto, no ha sido severo, y que solamente en estas dos ha exigido hasta el último papel. Eso me basta para comprobar que el C. Cano ha procedido con ligereza en este dictamen.

El C. Cano: Continúo señores diputados. El señor Vadillo, a priori, ha juzgado de una manera completa sobre el particular, sin acabar de oír absolutamente ninguna de las explicaciones que seguramente va a venir a poner en su verdadero lugar el incidente que tanto le llama la atención. El señor Vadillo en su peroración, que yo creía que era una interpelación, dice que la Comisión misma acaba de ponerse en mal lugar porque asienta que otras secciones electorales, con menos documentación, se ha aceptado como válidas. Efectivamente, señor Vadillo; pero es que aún no explicaba yo este caso muy particular de estas dos secciones de Atlautla, y son éstas: que esta documentación, deacuerdo con lo que se desprende de los documentos que vienen en el expediente, paso por las manos de las autoridades municipales de ese distrito, y en vista de todas las protestas que hay de presión militar, en vista de todas las protestas que hay de algunos presidentes municipales que no permitieron, por ningún motivo, que se ejerciese en algunas de sus secciones esta presión militar; de acuerdo con una acusación presentada contra el C. Muñiz, que falló el juez en su contra y hay una orden de aprehensión en contra de él; relacionando todos estos actos es por lo que la Comisión, al ver que una documentación de algunas secciones electorales no había sido enviada a la junta Computadora

y sí había sido disgregada una parte de los documentos, quedando unos en la Presidencia Municipal y otros viniendo a la Cámara; mirando que en la mayor parte de los presidentes municipales se había visto cierta parcialidad en favor del C. Muñiz, es por lo que la Comisión creyó - en el caso particular de las dos secciones de Atlautla, cuya documentación había pasado por las manos de los presidentes municipales - que la votación en estas secciones real y efectivamente no significaba la voluntad del pueblo, no precisamente porque faltara el nombramiento del instalador, no es por eso, puesto que he dicho que otras secciones, sin mucha documentación, las habíamos aceptado como buenas, sino precisamente porque estos documentos no habían venido de las manos de los presidentes de casillas a la Junta Computadora, ni de ésta a la Comisión Revisora, sino que habían pasado por las manos de presidentes municipales y en vista de que hay documentos en el expediente.... (Voces: ¡Que se lean!) Van a leerse. Documentos, digo, que nos prueban que por parte del señor Muñiz habían estado algunas autoridades complacientes con él, la Comisión pudo creer que habían existido estas circunstancias anormales y que estos expedientes ya no significaban la emisión de la voluntad popular. Por estas circunstancias únicamente es por lo que la Comisión los ha nulificado, no precisamente por la falta de documentos, sino nada más por eso. Si los otros documentos hubieran estado en las mismas condiciones, la Comisión hubiera hecho lo mismo con ellos.

El C. Vadillo: Señores diputados: El señor Cano cada vez se envuelve más en sus propias palabras; acaba de decir que no por falta de documentos, sino por falta de pureza en ellos, fueron nulificadas las casillas. Ahora bien; voy a leer la parte relativa del dictamen. Dice así: "La 3a. y 4a. secciones de la municipalidad de Atlautla se nulifican por carecer de documentos legales". Suplico a la Secretaría dé fe de que eso dice el señor Cano.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: La Secretaría hace constar que el diputado Vadillo ha leído textualmente la parte relativa del dictamen que dice "La 3a. y 4a. secciones de la municipalidad de Atlautla se nulifican por carecer de documentos legales.

El C. Vadillo: Ya recordará la honorable Asamblea que cuando leí este dictamen, en seguida pregunté a la Comisión qué documentos legales eran éstos, y la Comisión no me supo responder; fui yo quien tuve que decir que se trataba del nombramiento del instalador. Ya he demostrado que a pesar de que no está en el expediente, si llegó a poder de la Comisión, sin haberse tomado en cuenta por las razones que a poco exploraremos, y que a pesar de que no se recibió en un principio ese nombramiento, figura el nombre y firma del instalador en el acta; de consiguiente, es claro que el acto de la instalación quedó consumado y que la Asamblea no podía, sin desmentir la credencial de cada uno de nosotros, ser exigente hasta el grado de pedir la presencia material del nombramiento del instalador cuando su nombre aparece en el acta de instalación, cuando ésta no es impugnada y cuando la misma acta está corroborada por los demás actos sucesivos de la elección. Por lo tanto, se impone que la honorable Asamblea rectifique el juicio de la Comisión y repruebe este dictamen que evidentemente fue hecho con toda ligereza, que evidentemente fue hecho con un exceso, no digo de parcialidad - que no me consta -, en fin, con un exceso de ligereza, porque no se tuvo en cuenta ese razonamiento que se impone. Puedo exigir al señor Cano que lea el artículo 104 de la Ley Electoral para ver si allí encuentra un indicio siquiera de que el espíritu de la ley sea nulificar toda una casilla porque falta el nombramiento del instalador, constando que el instalador funcionó. Así es que suplico a la Secretaría tenga a bien dar lectura al artículo 104 de la Ley Electoral.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"Artículo 104. Son causas de nulidad de una elección:

"I. Estar el electo comprendido en alguna de las causas de inelegibilidad, o carecer de los requisitos exigidos por la ley para poder ser electo presidente de la República, diputado o senador, según la elección de que se trate;

"II. Haber mediado cohecho, soborno o presión de alguna autoridad para obtener la votación en favor de determinado candidato;

"III. Haberse ejercido violencia en las casillas electorales por la autoridad o particulares, con el mismo objeto que indica la fracción anterior;

"IV. El error sobre la persona elegida, salvo que dicho error sólo fuese sobre el nombre o apellido, pues en este caso lo enmendará la Cámara respectiva del Congreso de la Unión, al calificar la elección, siempre que no lo haya hecho la Mesa de la casilla electoral o de la Junta Computadora correspondiente;

"V. Haber mediado error o fraude en la computación de votos;

"VI. Haberse instalado la casilla electoral en distinto lugar y condiciones diferentes a las señaladas por esta ley;

"VII. Haberse violado por cualquiera causa el secreto del voto, y

"VIII. No haberse permitido, de hecho, a los representantes de partidos políticos o de los candidatos independientes, ejercer su cargo."

El C. Vadillo: ¿El señor Cano podría explicarnos en qué inciso de esta ley, de este artículo 104, puede incluír la falta de un documento? A lo sumo podría invocarse el haberse instalado la casilla fuera de las condiciones ordinarias; pero el acta de instalación nos está diciendo que fue instalada debidamente. En nombramiento de instalador es positivamente para darle personalidad a aquel que representa a la autoridad municipal el día de la instalación de la casilla, a eso se reduce la importancia de este documento; pero si consta el acta sucesiva inmediata, si el presidente de la casilla y todos los elementos que la formaron firmaron el acta en señal de estar conformes, de que quedó instalada conforme a la ley, ¿qué necesidad hay en realidad de que este documento figure aquí? El nombramiento del instalador jamás prueba la instalación, el nombramiento del instalador podría venir aquí, y si no venía el acta de instalación, claro es que la Asamblea no podía darse por satisfecha de que había funcionado aquella casilla; pero si viene el acta de instalación, el nombramiento del

instalador sale sobrando para los efectos de justipreciar la legalidad del acto; consiguientemente, señores diputados, hago notar a la honorable Asamblea que la Comisión no ha podido, porque no es posible, no ha podido justificar sus actos en este caso; ha dado la credencial al C. Procuró Dorantes por una mayoría de setenta y un votos, y yo he demostrado que la Comisión ha dejado de computar dos casillas que son suficientes para darle la mayoría al C. Muñiz, porque estas casillas, juntas con otras que fueron computadas, dan una votación de doscientos treinta y tres votos, cifra muy superior a setenta y un votos, que es la diferencia actual según los cómputos mal hechos revisados por la Comisión Revisora. Como la honorable Asamblea está sumamente ahita de invocaciones a la ley, a la justicia, a la honradez y a la conciencia; como se han deshonrado todos los apóstrofres; como ya ruedan por el suelo todas las fórmulas sagradas, no apelo a ellas; apelo al orgullo personal de cada ciudadano diputado. Los diputados no estamos aquí para ser engañados; no podemos ser juguete de una Comisión; no podemos dar las credenciales siguiendo el espíritu psicológico del C. Cano, porque "le parece", porque "tal vez", porque "hay apariencias", etcétera; la Asamblea es algo serio; la Asamblea habla en nombre de la nación; la Asamblea es el guardián de las libertades democráticas; la Asamblea es el único sostén del principio del sufragio efectivo tan asendereado en todos los tiempos, tan perseguido por los pueblos, tan amado por los pueblos, como que es la única esperanza de la libertad y de la patria. (Aplausos.)

El C. Cano: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el pro el C. Castillo Francisco.

El C. Cano: La Comisión desea hablar.

El C. presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Cano: El señor Vadillo siempre tiene interés de llevar el debate al caso aislado de las secciones 3a. y 4a. de Atlautla, y no es ese el criterio de la Comisión para fallar en este caso. (Siseos.) Suplico a la Secretaría lea este documento.

El C. prosecretario Castrejón: Un sello que dice: "Presidencia municipal de Tenango del Aire. - Chalco. - Estado de México.

"El subscripto, presidente municipal de Tenango, certifica:

"Que en virtud de la presión militar que existió en este municipio por parte de las fuerzas que guarnecen la misma, no votaron los civiles, por temor de ser atropellados.

"Tenango, 19 de agosto de 1920. - El presidente municipal, Benito Vidal."

- El mismo C. prosecretario: Se va a leer una parte de un documento, que comienza de la siguiente manera:

"Una estampilla de cincuenta centavos, cancelada con un sello que dice: Juzgado Mixto de Primera Instancia. - Amecameca. - Departamento de Chalco. - Estado de México. - Estados Unidos Mexicanos.

"José Vicente Villada, secretario del Juzgado de Primera Instancia del distrito de Chalco, con residencia en Amecameca, certifica:"

En la parte a que se refiere la Comisión, dice:

"Amecameca, septiembre nueve de mil novecientos veinte. - Apareciendo del auto de vista que no se ordenó que las presentes diligencias se remitieran en su oportunidad al Juzgado de Distrito, como lo previene la ley, remítanse éstas desde luego, y apareciendo de las mismas que están plenamente comprobados los delitos de allanamiento de morada y fraude a la Ley Electoral, vistos y penados por los artículos 640 del Código Penal y 965 del mismo cuerpo de ley, pues los testigos que declararon hacen prueba plena, como lo previenen el artículo 207 del Código de Procedimientos Penales en sus fracciones I, II, y IV por lo que, con fundamento en los artículos 16 constitucional y 221, 222 y 223 del Código de Procedimientos Penales vigente, líbrese orden de aprehensión contra el C. Francisco José Muñiz, y en su caso de no ser lograda dentro de un término prudente, remítase las diligencias como está mandado. Notifíquese. - En seguida se notificó al Ministerio Público, quien firmó al margen y se cerró el acta. - Doy fe. - Teodoro Ruiz Esparza. - J. V. Villada. - Rúbricas. - Al margen: Felipe Parrilla. - Rúbrica. - En once del mismo se libró la orden de aprehensión contra Francisco José Muñiz. - Conste.

"Y a pedimento del C. licenciado Rafael Monterrubio, se expide la presente en Amecameca de Juárez, a los once días de septiembre de mil novecientos veinte. - El secretario del Juzgado de Primera Instancia, J. V. Villada.

"Un sello que dice: Presidencia Municipal. - Amecameca de Juárez. - Estados Unidos Mexicanos.

"El subscrito, presidente municipal constitucional de la municipalidad de Amecameca, distrito de Chalco, certifica: que la firma que antecede es auténtica y corresponde al C. José Vicente Villada, secretario del Juzgado de Primera Instancia de este lugar.

"Amecameca de Juárez, septiembre 11 de 1920.- El presidente municipal, Luciano Parrilla. - El secretario, Francisco Tejeda."

El C. Vadillo: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: ¿Con qué objeto?

- El C. Vadillo Para interpelar a la Comisión.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Vadillo para hacer una interpelación a la Comisión.

El C. Vadillo: Suplico al C. Cano tenga la bondad de informar a la Asamblea quién fue el que presentó ese documento y qué día se presentó; si fue con anterioridad o con posterioridad al dictamen.

El C. Cano: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra la Comisión.

El C. Cano: El documento último que acaba de leer el secretario, fue presentado cuando el señor general García Vigil, que aún no era presidente de la Cámara, estaba en desacuerdo con la opinión del que habla y, por consiguiente, aún no se formulaba un dictamen definitivo, y el primer documento que leyó la Secretaría vino con los documentos que presentaron a la Comisión los respectivos contendientes en el mencionado distrito electoral.

El C. Vadillo: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Vadillo: Pero usted no me ha dicho si fue con anterioridad o con posterioridad al día en que usted firmó ese dictamen que estamos discutiendo.

El C. Cano: Me parece que he expresado claramente...

El C. Vadillo, interrumpiendo: Deseo que me lo diga usted categóricamente.

- El C. Cano, continuando:... que el documento que se refiere a la aprehensión del C. Muñiz, fue presentado antes de que se formulara el dictamen.

El C. Vadillo: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Vadillo: Honorable Asamblea: Puesto que ese documento fue presentado con anterioridad al dictamen y la Comisión en este dictamen no se funda en ese hecho ni en ese documento, es señal de que la propia Comisión únicamente hubo de atenerse a la mayoría de los votos, porque ese documento es sumamente discutible, ese documento es un elemento político, ese documento habla de substracción de elementos electorales, podía venir contra cualquiera de nosotros, porque un juez de Amecameca, cuya honorabilidad puede ser muy pura y puede ser muy discutible, ese juez de Amecameca pudo haber dado un documento a cualquier diputado de nosotros. Yo no doy fe absolutamente a un documento político, a un documento judicial de ese aspecto, traído como elemento de campaña política; en cualquiera otra circunstancia eso bastaría para que al C. Muñiz se le encarcelara y yo pediría que se le metiera en la cárcel; pero en el fragor de la lucha, cuando las pasiones están exaltadas, hacedme el favor de poneros en este caso y recordar los días de la propaganda electoral, si no cada uno de vosotros ha tenido un enemigo capaz de fraguar un expediente de esta naturaleza, si es verosímil ese caso, y la conciencia de vosotros os dirá que lo rechacéis precautoriamente entretanto discutimos eso. Sí el señor Muñiz es culpable, lo consignaremos al Gran Jurado, desde hoy hago esta petición; pero si es inocente, si la Comisión tácitamente lo declara, puesto que no lo toma en cuenta en el dictamen, a pesar de que lo recibió con anterioridad, como lo habéis oído, sino que sólo pretende fundarse en el cómputo de los votos, eso está probando, C. Cano, que ese documento lo habéis traído en este momento a falta de otras razones y que queréis manchar a Muñiz después de que le habéis quitado la credencial. (Aplausos.)

-E. C. Cano: Independientemente de la maniobra parlamentaria del C. Vadillo, de hacer una interpelación y hablar en pro del dictamen y que la Comisión no lo ha interrumpido, voy a contestar lo que ha dicho el señor Vadillo. Precisamente la Comisión, porque en este documento no encuentra razones suficientes para anular como candidato al señor Muñiz de acuerdo con la ley, es por lo que no lo ha tomado en consideración. La Comisión tampoco ha tenido ningún empeño en traer documentos; apelo al testimonio de todos aquellos compañeros presuntos o ya diputados, que han tenido que tratar asuntos electorales en la 3a. Comisión, para que digan si ésta no ha puesto a su disposición los elementos informativos para la mejor defensa de sus intereses. Todos estos documentos de carácter judicial han sido traídos de acuerdo con los compañeros que tienen interés en el dictamen; la Comisión sólo ha aceptado toda clase de documentos informativos a fin de orientar de la mejor manera su criterio y fallar de acuerdo con su conciencia. Ahora bien; si efectivamente este documento no tiene un valor judicial probatorio para poder anular la candidatura del señor Muñiz y consignarlo a las autoridades competentes para que se le castigue por los delitos que hubiese cometido, este documento, como el que acaba de leerse del presidente municipal y otros muchos de esa índole que hay en el expediente, trajeron a la Comisión - cuando menos al que habla - la conciencia de que en ese distrito electoral había habido parcialidad por parte de las autoridades. Y apelo yo a las palabras mismas del C. Vadillo, quien, cuando se discutía el dictamen relativo al 14 distrito electoral del Estado de Guanajuato, dijo que las presiones solamente se palpaban cuando éstas tenían buen éxito. Ahora la Comisión, basándose en esta serie de documentos que si aislados no hacen absolutamente ninguna prueba, pero que relacionados unos con otros sí pueden llevar a la Comisión la conciencia de que hay expedientes electorales que deben nulificarse, es en ese criterio, en el que teniendo en cuenta - como he dicho al principio - que estos dos expedientes electorales habían pasado por las manos de las autoridades de este municipio, es por lo que la Comisión creyó que estos documentos - independientemente de la falta de documentos más o menos importantes -, creyó ella que estaban viciados de nulidad; y no invoca la razón, en último resultado, a que hacía alusión el C. Vadillo, sino que si fuésemos a juzgar con ese criterio podríamos invocar la razón tercera del 104, o la segunda: "Haber mediado cohecho, soborno o presión de alguna autoridad para obtener la votación en favor de determinado candidato."

Es por esta circunstancia, pues, por lo que la Comisión ha nulificado estas dos secciones electorales, y contra todas las aseveraciones lanzadas por el C. Vadillo - que yo reconozco que en estos momentos no tienen más que un fin político para sacar avante la candidatura que él defiende -, la Comisión sí protesta de una manera enérgica que no ha tenido absolutamente ninguna parcialidad al dictaminar en este expediente electoral; que de acuerdo con su criterio, bueno o malo, ha emitido este dictamen, y que oídas las razones tanto de los que lo impugnan, como de los que defienden, la Asamblea sancionará su voto este dictamen, o bien con su reprobación hará que se retire y la Comisión no tiene ningún inconveniente en reformarlo en el sentido de la discusión.

El C. Vadillo: Pido la palabra

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el C. Francisco Castillo.

El C. Castillo Francisco: Ciudadanos diputados y presuntos diputados: Después de que la Comisión, ampliamente interrogada por mi antecesor, su señoría el señor diputado Vadillo, y que contra las disposiciones del Reglamento, ha satisfecho sus deseos por los fines que el mismo señor Cano ha dicho aquí, por fines políticos, pero que él, usando de corrección y para justificar su dictamen ha accedido a la petición del señor Vadillo, digo, que después de haberse ampliamente interrogado a la Comisión y de haber satisfecho los deseos de su señoría, no nos queda otra cosa sino sentar este concepto: que el dictamen hecho por la Comisión ha sido formulado de conformidad con el expediente que tuvo a su vista y de conformidad con la Ley Electoral vigente... (Voces: ¡No! Siseos.) Voy a probarlo. El señor Vadillo está conforme con la computación hecha por

la Comisión, excepto en dos casillas, que son la 3a. y 4a. de Atlautla, que son las únicas con las cuales ha manifestado su inconformidad, sin que haya habido otras que sean atacadas, y respecto de esas casillas me voy a ocupar. Dice su señoría el diputado Vadillo, que los expedientes de Atlautla no fueron tomados en cuenta por la Comisión porque faltaba el nombramiento del instalador, y sobre eso ha versado todo su discurso, porque en concepto de él, dice que ese documento por sí solo se bastaría para dejar de computar esos votos a favor del señor Muñiz, a quien él defiende; pero la Comisión le ha contestado perfectamente bien, y lo voy a demostrar. Le ha contestado bien por las siguientes razones: porque cuando no ha computado esas dos casillas, lo ha hecho fundada en las presunciones que se dice haber, de no haber el nombramiento del instalador segundo, de que parece que los expedientes fueron dirigidos, no a la Junta Computadora de Amecameca, sino que fueron dirigidos al Estado de México y posteriormente dice que a la Cámara de Diputados, habiéndolo recibido el señor general García Vigil, a quien él se ha referido; además hay otra apreciación que se deduce también del propio expediente, y la cual ya también la ha manifestado la Comisión; el señor Cano, en representación de ella, deduce estas apreciaciones, pues hacen creer que esos expedientes fueron fraguados y voy a demostrarlo. Aquí hay un certificado del presidente municipal de Amecameca, que, conforme al artículo 19 de la Ley Electoral, debió haber tenido conocimiento, un aviso de los presidentes municipales, en donde se verificaron las elecciones, de cuántas fueron las casillas instaladas en cada municipalidad. Ahora bien; el presidente municipal de Amecameca certifica que los presidentes de las casillas del 16 distrito electoral del Estado de México... (Siseos.) no le dieron aviso de que fueran instaladas, pero sí se tuvo conocimiento de que las casillas 3a. y 4a. de Atlautla no se establecieron; aquí está este certificado, que suplico al señor presidente se sirva ordenar que la Secretaría lo lea.

El C. prosecretario Castrejón: (Leyó.)

El C. Castillo Francisco: Este documento viene a dar la solución del asunto, y es evidente, porque si el presidente municipal de Amecameca, a quien, conforme a la ley, deberían dársele los avisos de que se habían establecido todas las casillas en todas las municipalidades, si este mismo presidente municipal certifica que las casillas 3a. y 4a. no se establecieron, es evidente que viene a confirmar las presunciones en las cuales se funda la Comisión; por consiguiente, los votos que dejaron de computarse. en estas casillas están perfectamente quitados al señor Muñiz. No deben, pues, computarse. No hay pues, razón, ya carece de fundamento, mejor dicho, lo expuesto por el señor Vadillo, y carece, puesto que ahora ya no le alegará que por la falta única del nombramiento de instaladores no se computaron esas casillas. Quiere decir esto que esos expedientes fueron fraguados y que no fueron presentados a la Junta Computadora y que con el objeto de alcanzar una votación elevada el señor Muñiz, los mandaron a la Secretaría. La Comisión, pues, estuvo en su perfecto derecho y de conformidad con la ley y de conformidad con los datos del expediente para desechar esa votación, o, mejor dicho, para no tenerla en cuenta; así es que si el señor diputado Vadillo sólo en esto hace consistir, es decir, en la votación de estas dos casillas hace consistir el triunfo del señor Muñiz, habiendo ya quedado demostrado que éstas no fueron instaladas, la razón está de parte del señor Dorantes y, por consiguiente, la credencial estuvo perfectamente bien expedida a su favor.

Ahora bien, señores diputados; en cuanto a las demás circunstancias en que se verificó la elección en este distrito electoral, el señor Dorantes en su caso vendrá a dar todas las explicaciones, porque en su poder hay más documentos que justifican, no solamente la presión oficial en varias casillas, sino le falta de instalación de algunos de ellas y que se fraguaron expedientes con el objeto de venir a alcanzar aquí una votación que, en realidad, no fue hecha en los diferentes pueblos. A mi vez yo también, en caso necesario, vendré a dar una explicación y a razonar en cada caso las objeciones que se hagan a este dictamen; por ahora sólo me concreto a pedir a ustedes, ya que habéis oído un certificado como éste que demuestra de una manera plena que esas dos casillas no fueron instaladas, que déis vuestro voto en favor del C. Dorantes, porque es el únicamente popular en su distrito y ha alcanzado la votación de sus conciudadanos. A él, pues, os suplico que déis vuestro voto.

- El C. Vadillo Pido la palabra para hacer una aclaración.

El C. presidente: Tiene la palabra para una aclaración, el C. Vadillo, aunque ya ha hablado varias veces.

El C. Vadillo: Que se pregunte a la honorable Asamblea si puedo hacer una aclaración a un hecho. (Voces: ¡Sí! ¡Sí!)

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Vadillo.

El C. Vadillo: Honorable Asamblea: El C. Del Castillo parece tan mal informado de los asuntos de este expediente, como el señor Cano de la Ley Electoral, y como el presidente de Amecameca acerca de las casillas que se instalaron. El certificado que ha leído aquí el señor Del Castillo, en síntesis, como lo habéis visto bien, no dice otra cosa que esto: En el 16 distrito del Estado de México son tan malas las comunicaciones por correo, por telégrafo, etcétera, que los presidentes no pudieron informar a esta cabecera, como lo manda el artículo 19 ó 31 de la Ley Electoral, acerca de las casillas que se establecieron; pero sí, por un fenómeno inexplicable, ese raro presidente de Amecameca sí supo que dos de Atlautla esas sí no se instalaron. La Comisión no llega a ese grado de ignorancia del presidente de Amecameca; la Comisión no dice que no se instalaron, dice que sí se instalaron, y aquí están los expedientes, las boletas; que aquí están las actas, que aquí están los padrones, que aquí están las firmas de todos los que intervinieron en el acto electoral; pero la Comisión dice que solamente falta el nombramiento del instalador; de manera que, ante un hecho y ante un documento del presidente municipal de Amecameca, la Cámara tiene que atenerse al hecho; la Cámara tiene visibles los expedientes, tiene visible el dictamen de la Comisión, que no niega que se instalaron, sólo que establece que les faltaron dos requisitos,

uno a cada uno: el nombramiento del instalador. Para que la honorable Asamblea sepa lo que ya en el juego de las pasiones políticas de las elecciones son los documentos oficiales de los presidentes, voy a citar un caso: Tengo aquí el expediente del 5o. distrito electoral del Estado de Veracruz; en él tengo dos certificados de los presidentes de un mismo pueblo, absolutamente contradictorios; el uno dice que sí hubo elección en todo el municipio de Chiconamel y que se instalaron tales y cuales casillas, y el otro dice que no hubo absolutamente elecciones en ese distrito. La Secretaría podrá leer estos documentos, que son verdaderamente documentos curiosos de la literatura política electoral en México. Un presidente dice que en este municipio de Choconamel hubo elecciones y que apenas tres o cuatro casillas se instalaron, y el otro dice que absolutamente no hubo elecciones aquí; y lo ratifica otro presidente con un mensaje. De manera que este documento que se dice categórico, ratificado con un telegrama de la Presidencia Municipal, diciendo que sí hubo elecciones en el pueblo remoto, y después de decir que no dieron aviso los presidentes, no tiene absolutamente valor ninguno. Tan es cierto que ese pueblo de Atlautla es lejano, es remoto, que ni el señor Muñiz ni el señor Dorantes pudieron enviar allá representantes. Las elecciones se realizaron solas, mecánicamente; los pueblos se reunieron, dieron su voto, y ya. Tan es cierto que el correo funcional mal, que el presidente no pudo saber si hubo elección o no la hubo; que, como vosotros lo habéis visto, cuando se quisieron enviar documentos, fueron a dar al Estado de México, a la ciudad de Toluca. Por consiguiente, ¿qué queda, señores representantes, de ese famoso documento, única tabla de salvación para esa credencial indebida que está naufragando en vuestras conciencias ya, seguramente? A mayor abundamiento, el señor García Vigil acaba de encontrar un documento que no he leído, porque ya he dicho que no he estudiado este expediente; no es cierto, como dicen aquí estos señores, Cano y Castillo, que yo tenga aquí fines políticos; no tengo fines políticos en la discusión de credenciales; por esto nadie me ha visto subir a esta tribuna. De todos los individuos que, cuitados, en la obscuridad de los pasillos sorprenden a uno y lo toman por el brazo y le dicen al oído su caso, su asunto, con lamentaciones, con excitativas, con ruegos, con imprecaciones, a nadie he oído, las comisiones tienen que dictaminar. De manera que aquí no tengo interés político, me ha llevado un espíritu de conmiseración, permitidme que lo diga así sin agraviar al C. Muñiz. Este hombre, en el último momento, ha llegado con estos documentos, que no alcanzó a repartir, para que supiérais vosotros cómo está la elección. Cuando se iba a leer el dictamen, se presentó en la puerta y ha solicitado de mí que diga algunas palabras por él, y como el caso es tan sencillo, me ha dicho: "No me han computado dos casillas", trae un certificado de que sí hubo elección, y ese certificado la Comisión no lo menciona; hace un momento que lo estoy pidiendo, y no lo hizo la Comisión, hasta que el C. García Vigil ha encontrado entre todos estos papeles, éste que me acaba de entregar, e ignoro si será el de que se trata. La Secretaría, con permiso de la Presidencia, va a tomarse la molestia de leer este documento, para ver qué es lo que contiene.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

Una estampilla de a cincuenta centavos, cancelada con un sello que dice: "Presidencia Municipal. - Atlautla. - Departamento de Chalco. - Estado de México. - Estados Unidos Mexicanos.

"El ciudadano presidente municipal de Atlautla, del distrito de Chalco, del Estado de México, certifica:

"I. Que el día de las elecciones para diputados y senadores al Congreso de la Unión, el 1o. de agosto de 1920, se instalaron en este municipio cuatro casillas electorales, habiendo estado la primera y la segunda dentro de este pueblo, la tercera en el de Tepecoculco y la cuarta en el Tlalama.

"II. Que este municipio nombró a los cuatro instaladores, los cuales cumplieron con su deber, instalando las cuatro casillas, que funcionaron con todos los requisitos legales.

"III. Que en todo el municipio no hubo presión de parte alguna, civil o militar, y

"IV. Que los pueblos de Tepecoculco y Tlalama están muy distantes de este municipio y mucho más de Amecameca, por cuya razón los presidentes de las casillas no pudieron llegar con toda oportunidad a la Junta Computadora reunida en esta última municipalidad.

"Atlautla, septiembre 9 de 1920. - El presidente municipal, Eleuterio Madariaga".

El C. Vadillo: Señores diputados: Este documento pone fin al debate, porque este documento comprueba todo lo que hemos estado debatiendo unos y otros sin los elementos suficientes, siempre con mayoría de razón de mi lado, porque yo he enseñado los expedientes, y los señores no han presentado más que razonamiento especiosos. Este documento prueba que sí hubo elección, que sí hubo instaladores, que por razones de distancia y dificultades que vosotros conocéis perfectamente, los expedientes no llegaron a tiempo, que es lo único que alegaba la Comisión. No queda a la honorable Asamblea sino reconocer la votación de esos pueblos; no por ser pueblos indígenas, no por ser gente humilde, no por estar alejados de los centros de civilización, merecen menos respeto de vosotros; el voto es igual, sin fijarse en la calidad de los ciudadanos, ciudadanos humildes, porque hasta la pronunciación de este pueblo que ha mencionado el certificado, es dificilísima de pronunciar; pero son ciudadanos conscientes y merecen vuestra atención, tienen derecho a vuestro respeto y, consiguientemente, deben ser computados estos votos. El dictamen de la Comisión debe volver al seno de ella, para que sea reformado, para que sean tomados esos votos en consideración, para que la Asamblea no inconscientemente vaya a cometer una injusticia con este ciudadano. (Aplausos.)

Suplico a la Comisión que una vez que he encontrado este documento, que se sirva justificarse ante la Asamblea, porque la verdad eso raya ya en historia.

El C. Dorantes: Pido la palabra. Para que su señoría se sirva decirme qué número de veces debe hablar el señor Vadillo, porque tengo entendido que ya son muchas; estoy inscripto en pro y, sin embargo, todavía no se me ha concedido la palabra.

El C. presidente: Después de que hable la Comisión se le dará a usted la palabra.

El C. Cano: La Comisión quiere aclarar algunos puntos que ha tocado el C. Vadillo; pero antes tiene que lamentar que cuando alguno de los que sostienen este dictamen quiere hablar o hacer alguna moción acertada, se les sisea; seguramente será porque son noveles en el Parlamento o no tienen prestigio debidamente cimentado o perfectamente ganado. Lo lamentamos, pero no estamos en esas condiciones.

La Comisión al no tomar en consideración que las casillas de Atlautla no estaban instaladas, fue precisamente por ese documento que acaba de leer el señor Vadillo y la Comisión también aclara que el documento que acaba de leer el compañero no lo conocía, y no pudiendo más que atenerse al documento que dice que sí se instalaron las casillas de Atlautla. La Comisión, sin el pesimismo que tiene el señor Vadillo para los documentos legales, sí lo aceptó como bueno, puesto que no prueba en contrario, y aceptó como buenas las elecciones verificadas en la 4a. sección de Atlautla y volvemos a la misma. La Comisión, fundando su criterio en vista de todas y cada una de las secciones electorales, expedientes y demás, es por lo que cree que en vista del gran número de presunciones para creer que estas casillas estaban en malas condiciones, las nulificó. Es, pues por esto que la Comisión ha conocido el documento: pero la Comisión no dice que no se instalaron. La Comisión computó dos por esa misma razón y las otras dos por su criterio, en esto radical, no las computó por las razones que ha expuesto aquí. Además, si señor Vadillo dice que aquí en este asunto él vino a tratarlo únicamente desde el punto completamente impersonal. La Comisión tiene también que hacer esta aclaración. No tiene absolutamente ningún interés en ninguno de los contrincantes, puesto que el señor Dorantes y al Señor Muñiz sólo los conoció cuando se acercaron a ella para tratar asuntos relativos a su elección. El C. Muñiz y el C. Dorantes no podrán absolutamente acusar a la Comisión de parcialidad, pues tanto a uno como a otro les ha facilitado todos los documentos necesarios, les ha facilitado los medios necesarios, para que presenten las pruebas a fin de esclarecer la verdad. Como aquí, más que nada, se versa un interés político, la Comisión, pues, no quiere seguir discutiéndolo desde este punto de vista y ha dado todas las razones que ha tenido para fundarse en preceptos legales al dictaminar en este sentido. Repetirlo sería ocioso y cuando se le haga una interpelación o se vierta un concepto nuevo que perjudique a la honradez que la Comisión ha seguido al dictaminar, solamente así la Comisión tomará la palabra para no perder el tiempo y para que los compañeros que quiera hablar en pro, como principalmente el señor Dorantes, puedan hacerlo.

El C. Mijares: Para una interpelación a la Comisión.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Mijares.

El C. Mijares: Para que se sirva rendir un informe acerca de cómo fue extendida la credencial al señor Dorantes. Primero quiero que se sirva informar a la Asamblea si en el municipio de Ozumba fueron instaladas la 1a., la 2a., la 3a., 4a. y la 5a. casillas.

El C. Cano: ¿Cuáles casillas dice su señoría?

El C. Mijares: De Ozumba, de la 1a. a la 5a., inclusive.

El C. Cano: Sí se instalaron.

El C. Mijares: Sí señor, sí se instalaron, muy bien y que se sirva decirme si se instaló la 1a. casilla de Tenango, es decir la única.

El C. Cano: Tenango del Aire, la única, sí señor.

El C. Mijares: Muy bien. Mi tercera pregunta fue si se instaló la 4a. casilla de Atlautla.

El C. Cano: ¿Atlautla? Precisamente la Comisión acaba de confesar que se instalaron las cuatro y que no las computó por las razones que ha dado.

El C. Mijares: Quiero que se sirva informar a la Asamblea si los documentos correspondientes a estas casillas fueron enviados a la Junta Computadora.

El C. Cano: No, señor.

El C. Mijares: Las que acaba usted de declarar que se instalaron. Las de Ozumba, las de Atlautla y las de Tenango.

El C. Cano: Las casillas de Ozumba, señor, fueron enviadas a la Junta.

El C. Mijares: Muy bien, señor, entonces suplico a la Comisión que ya que cuando se ejerce presión se fija mucho la Comisión en estos detalles, se sirva decirnos por qué no ha tomado este detalle de la Junta Computadora: Que la Junta Computadora no ha computado más que votos suficientes, es decir, casillas suficientes, en aquellas en que el señor Dorantes tenía mayoría de votos para extenderle la credencial y violando el artículo 92 de la Ley Electoral, que dice así:

"Articulo 92. La Junta Computadora de votos se abstendrá de calificar los vicios que encuentre en los expedientes electorales o en los votos emitidos, limitándose a hacerlos constar en el acta respectiva, para que se califiquen por quien corresponda."

Y no obstante que el Colegio Electoral, es decir, la Junta Computadora recibió los suficientes expedientes donde se demostraba que traía mayoría de votos para Muñiz, la Junta Computadora explica en su acta diciendo que hubo algunos expedientes que a juicio de la misma Junta están mal hechos y por lo tanto no los tomaba en consideración, y se extendió por ese motivo la credencial al señor Dorantes. Véase ahí un motivo de cierta presión que hubo para no hacer justicia en la Junta Computadora.

El C. Cano: A la larga interpelación del compañero, debo contestarle que los motivos que tuvo la Junta Computadora los explica en el acta, y los motivos que no explica le ruego preguntárselos a la Junta, porque no los sé.

El C. Mijares: Voy a preguntar....

El C. Cano: Voy a concluir con la interpelación al compañero. Precisamente la Comisión, mirando que muchos de los expedientes electorales que perjudicaban a uno y a otro candidato - porque hubo de las dos cosas - no estaban computados en la Junta Computadora, la Comisión revisora empezó a computar nuevamente el expediente electoral

del 6o. distrito como si no hubiera acta de la Junta Computadora, tomando en consideración las anotaciones, aclaraciones, etcétera, a este respecto, y es por esto porque la Comisión se dio cuenta perfecta de las instalaciones de las casillas, de los incidentes de unas casillas con otras, y se formó un criterio particular respecto a las casillas de Atlautla. Respecto a la número 3 a que se refiere el señor Vadillo, el documento fue remitido a la Cámara y no a la Junta Computadora.

El C. Mijares: Yo pregunto por la 4a. casilla. Quiero hacer constar que al señor Cano le pregunté naturalmente por el estudio de los expedientes; ¿puede contestar categóricamente por qué la Junta Computadora dejó de computar las casillas de la 1a. a la 5a. de Ozumba, de Atlautla la 4a. y la única que se instaló en Tenango?

El C. Cano: Las casillas de Ozumba acabo de contestar por qué no las ha computado la Junta, puesto que sus razones las da en el acta y en cuanto a las razones que tuvo, puede preguntárselas a la Junta Computadora. Respecto a la de Tenango del Aire, voy a contestarle. La única casilla que se instaló allí......

El C. Manrique: Para una interpelación, compañero.

El C. Cano: Permítame concluir con el compañero Mijares. La casilla de Tenango de Aire, compañero, se nulificó por error en el cómputo, de acuerdo con al fracción V del artículo 104. Yo ruego a los compañeros que se sirvan dejar de hacer interpelaciones, para que los interesados en este debate vengan a hacer uso de la palabra. La Comisión ha dado sobra de datos y está cansando a la Asamblea. Es preciso que oigan ustedes al señor Dorantes, y después la Comisión tendrá mucho gusto en aclarar.

El C. Mijares: Muy bien, señor; pero necesitamos algunos datos.

El C. Presidente: No es posible, señor Mijares, que se permitan los diálogos entre usted y la Comisión.

El C. Mijares: Tiene usted la razón, me he equivocado.

El C. Manrique: Había pedido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Dorantes Procuró.

El C. Dorantes Prócoro: Honorable Asamblea: He estado muy satisfecho porque un orador parlamentario de altos vuelos, como lo es el señor profesor Vadillo, haya venido a impugnar un dictamen que me da el triunfo legítimo en el 16 distrito electoral del Estado de México; sólo lamento que en esta ocasión el profesor Vadillo, que siempre ha venido a esta tribuna a defender buenas causas, en esta vez por circunstancias especialísimas de compañerismo hacia el señor profesor Muñiz, contrincante mío, haya venido a esta tribuna a defenderlo. Voy a entrar en explicaciones: En la lucha electoral, ciudadanos diputados y presuntos diputados, contendimos las fórmulas siguientes: Muñiz - Rojas, apoyada por el Partido Liberal Constitucionalista; la fórmula Melgarejo - Ochoterena, independiente, que era todavía un residuo del berlanguismo, porque desde abril comenzó a trabajar esa candidatura en el distrito de Chalco, apoyada por el exministro Berlanga, era el candidato de oposición; y, por último, la fórmula Martínez - Rodríguez, del Partido Agrarista. Estas fórmulas comenzaron a luchar en el distrito de una manera democrática; pero resultó que la última fórmula, la Martínez - Rodríguez, no llegó al periodo álgido de la elección, por la circunstancia de que, con anterioridad, sus boletas no llegaron oportunamente, y entonces se retiró de la liza electoral. El señor Muñiz inmediatamente que terminó el período de ley para la admisión de boletas, se presentó sacando un certificado de todos los presidentes municipales de distrito de Chalco, para que en un mes se presentara como candidato a diputado por aquel mismo distrito. El suplente mío en la Presidencia Municipal hacía gestiones para que se le recibieran esas boletas, porque nuestro objeto era sentar escuela democrática, y aun cuando por circunstancias especiales no se habían podido entregar esas boletas de Martínez con la oportunidad debida, sin embargo, queríamos que se le admitieran, no obstante que era en perjuicio nuestro. Descartada la candidatura Martínez - Rodríguez, solamente quedaríamos las tres fórmulas a que me referí al principio de mi peroración. La fórmula Melgarejo - Ochoterena contó con los terratenientes de lo que antes fuera cabecera del distrito de Chalco, contó con los amigos de Iñigo Noriega, y por eso ese vampiro de la riqueza del Distrito de Chalco le ayudó con todos los que estaban ahí para que hubiera obtenido el triunfo en el distrito, y ahí nos derrotó, tanto al candidato Muñiz como a mí mismo. En los demás municipios continuó la lucha hasta el día 1o. de agosto, en que tuvieron lugar las elecciones. Este día 1o de agosto, en muchas partes la fórmula Dorantes - Monterrubio no tuvo representantes; ¿por qué? Porque creía en la buena fe de los demás candidatos, y el candidato Muñiz hizo propaganda en las secretarías de los ayuntamientos y en los cuarteles. La víspera de las elecciones, en Ozumba, dio un banquete al general Basave Piña, que era el que guarnecía aquella plaza, y por la noche les dio un baile, para que al día siguiente lo acompañaran a las elecciones, y entonces ahí, en Ozumba, votaron todos, absolutamente todos los militares a que acabo de hacer referencia, en distintas casillas, y no contentos con votar ahí, en Ozumba, se trasladaron al municipio más inmediato, que dista como cuatro kilómetros del distrito de Ozumba, y ahí votaron. Y aquí viene una protesta, señores diputados y presuntos diputados, que de una manera espontánea, sin que ninguno de los candidatos hubiéramos tenido participio ninguno en el asunto, hicieron el Consejo de Listas Electorales y un presidente de casilla. La protesta a que me refiero, dice así:

"Alejandro Lima, originario y vecino del pueblo de Tepetlixpa, cabecera del municipio del mismo nombre a ustedes me dirijo, para exponerles lo siguiente: fui nombrado presidente de la casilla número 2, que se estableció en la esquina denominada "Buenavista", de esta cabecera, designada por la autoridad respectiva. A las 5 de la tarde del día de las elecciones, se presentó el candidato Francisco José Muñiz, acompañado de un grupo de soldados, los cuales procedieron a votar, sin ser vecinos y sin encontrarse como transeuntes, pues

pertenecían a la guarnición de Ozumba, viéndome obligado por la fuerza bruta a recibirles sus votos, en contra de la ley, hasta las seis de la tarde, en que se retiraron. Por faltar la luz, no fue posible continuar los trabajos respectivos, por lo que me llevé a mi casa habitación el ánfora y demás documentos que se encontraban en la casilla, haciendo esto en presencia de todos los vecinos y estando cerrada y sellada el ánfora en que estaban depositados los votos de los ciudadanos. Como soy de oficio arriero y, por lo tanto, dueño de varios asnos con los cuales trabajo para el sostenimiento de mi familia, al llegar a mi casa supe se habían soltado dichos animales, obligándome a ir a buscarlos al monte; al regresar a mi casa con dichos animales, que serían como las diez de la noche, supe por mis familiares, que se encontraban asustadas, que el candidato a diputado, Francisco José Muñiz, había llegado a mi casa y se introdujo a ella, sin consentimiento de mi familia, acompañado de varios soldados, y rompió el ánfora en que se encontraban los votos emitidos, dizque con el pretexto de contarlos. Mi familia no se opuso, ante la fuerza de las armas y de los soldados llevados por el candidato Francisco José Muñiz. Creyendo el subscripto que con autorización del ciudadano presidentes municipal se había llevado a efecto aquel atropello, ocurrió a dicho ciudadano, y éste manifestó que no era orden de él, que el citado Francisco José Muñiz había ido a pedirle unos policías o vecinos, para que le enseñara en dónde vivían los presidentes de las casillas que se habían establecido. El señor Muñiz no es digno de llamarse siquiera vecino del distrito de Chalco, pues si no sabe respetar a sus mismos paisanos, ante quienes viene solicitando un voto, menos sabrá respetar a los extraños.

Por los hechos antes expuestos, yo acuso ante la H. Cámara de Diputados, ante el Colegio Electoral, ante el Juzgado de Primera Instancia y ante la opinión pública al C. Francisco José Muñiz, por los delitos de allanamiento de morada, fractura de la ánfora en que estaban depositados los votos, y ataques a las garantías constitucionales y violación a la Constitución General de la República, en sus artículos 1o. y 16, y espero que tanto una como otra de las autoridades a quienes acudo, hagan justicia, pues si se queda impune este delito, cualquiera querrá en adelante estrujar al pobre y humilde labrador."

Como consecuencia de esta acusación mandada por el presidente de la casilla, se abrió la averiguación respectiva, y el resultado de ella es el que consta en la copia enviada; esta copia obra en el expediente con la certificación respectiva, y para mayor abundamiento, no quedando conforme el presidente de la Comisión, señor García Vigil, se dirigió por telégrafo al juez de Primera Instancia de Chalco para que dijera qué había de cierto sobre el particular, y el juez de Primera Instancia de Chalco contestó, tengo entendido, en los términos que aparece en la copia certificada del acta; pero para que la honorable Asamblea se persuada de la veracidad de mi aserto, me voy a permitir, con la venia de la Presidencia, preguntarle a la Comisión si efectivamente recibió contestación a ese telegrama y en qué términos viene esa contestación.

El C. presidente: Tiene la palabra para interpelar a la Comisión.

El C. Dorantes: ¿Me hiciera el favor su señoría, como miembro de la Comisión Revisora de la credencial que traje por el 16 distrito electoral de México, de decir si efectivamente la Comisión puso un telegrama al juez de Primera Instancia de Chalco, sito en Amecameca, solicitando informes acerca de la acusación de Alejandro Lima, presidente de la 2a. casilla?

El C. Cano: La Comisión, como lo ha dicho repetidas veces en la tribuna, ha atendido las indicaciones de cada uno de los candidatos que venían a pedir informes, que venían a solicitar que se recogieran documentos, que se enviaran oficios preguntando a las secretarías, y con ese criterio el señor Dorantes se acercó a la Comisión rogando que ésta se dirigiese al juez de Primera Instancia para que dijera en qué condiciones se encontraba el asunto. El juez contestó con un documento que se encuentra en el expediente electoral, que si el señor Dorantes quiere que se le dé lectura, puede buscarlo, ahí está la contestación y después viene el documento que está leyendo con el auto de aprehensión del C. Muñiz.

El C. Dorantes: Como ustedes ven, ciudadanos diputados y presuntos, el juez de Primera Instancia confirma en telegrama lo que ya había dicho en la copia certificada que personalmente se entregó a la honorable Comisión Revisora de Credenciales, y cuya parte final dice lo siguiente:

"Amecameca, septiembre nueve de mil novecientos veinte.- Apareciendo del auto de vista que no se ordenó que las presentes diligencias se remitieran en su oportunidad al Juzgado de Distrito, como lo previene la ley, remítanse éstas desde luego, y apareciendo de las mismas que están plenamente comprobados los delitos de allanamiento de morada y fraude a la Ley Electoral, vistos y penados por los artículos 640 del Código Penal y 965 del mismo cuerpo de ley; pues los testigos que declararon hacen prueba plena como lo previene el artículo 207 del Código de Procedimientos Penales en sus fracciones I, II y IV; por lo que, con fundamento en los artículos 16 constitucional y 221, 222 y 223 del Código de Procedimientos Penales vigente, líbrese orden de aprehensión contra el C. Francisco José Muñiz, y en caso de no ser lograda dentro de un término prudente, remítanse las diligencias como está mandado.- Notifíquese. - En seguida se notificó al Ministerio Público, quien firmó al margen y se cerró el acta.- Doy fe.- Teodoro Ruiz Esparza.- J. V. Villada.- Rúbricas.- Al margen: Felipe Parrilla.- Rúbrica.- En once del mismo se libró la orden de aprehensión contra Francisco José Muñiz.- Conste.

"Y a pedimento del C. licenciado Rafael Monterrubio, se expide la presente en Amecameca de Juárez, a los once días de septiembre de mil novecientos veinte. - El secretario del Juzgado de Primera Instancia, J. V. Villada.

"Un sello que dice: Presidencia Municipal.- Amecameca de Juárez.- Estados Unidos Mexicanos.

"El subscripto, presidente municipal constitucional de la municipalidad de Amecameca, distrito de Chalco, certifica: que la firma que antecede es auténtica y corresponde al C. José Vicente Villada,

secretario del Juzgado de Primera Instancia de este lugar.

"Amecameca de Juárez, septiembre 11 de 1920.- El presidente municipal, Luciano Parrilla.- El secretario, Francisco Tejeda."

Como esta honorable Asamblea se servirá ver por esto, como resultado de la queja no mía, sino del presidente de la casilla 2a. de Tepetlixpa, el Juzgado de Primera Instancia de Chalco libró órdenes de aprehensión por estar plenamente comprobados los delitos de falta a la Ley Electoral. En cuanto al Consejo de Listas Electorales, se dirigió igualmente al ciudadano presidente de la República, y al mismo tiempo a la Junta Computadora, y a la Comisión Revisora de Credenciales en la siguiente forma:

"Los subscriptos, miembros del Consejo de Listas Electorales de este municipio, ante el H. Consejo de Distrito Electoral de este distrito, exponemos lo que sigue:

"Que el día de ayer se presentó en este municipio gente de tropa armada y otros desarmados a votar en formación y al mando de sus jefes, dichas tropas pertenecen a las fuerzas que guarnecen la plaza de Ozumba, las cuales anduvieron votando en todas las casillas, algunos armados. Como es un delito penado por la ley, según mencionan los artículos 59, 60 y 61 de la Ley de Elecciones para Poderes Federales, en su parte relativa y atendiendo de que ninguno de los miembros de este Consejo se le hizo caso en las observaciones hechas, protestamos de la manera siguiente: 1o. Que nunca han existido aquí las tropas mencionadas, y desde luego no tienen derecho a votar en este municipio.- 2o. Que no se pueden considerar como transeuntes, porque están de destacamento en Ozumba, como se comprueba con el hecho que después de la votación, la cual hicieron en favor del candidato José Muñiz, regresaron a la mencionada población. Por lo expuesto y en atención a que no se obedece en lo dispuesto por este Consejo, hacemos formal renuncia de nuestro cargo, como protesta por violar a la Ley de Elecciones Federales...."

Como resultado de esta protesta, el ciudadano presidente de la República mandó consignar el asunto a la Procuraduría de Justicia de la Nación, y ésta al juez de Distrito, quien se dirigió al Juez también de Primera Instancia de Chalco, para que levantara una averiguación y esa averiguación está también en el expediente en copia certificada, y dice:...

El C. Quiroga: ¿Y estas boletas?

El C. Dorantes: Dice: (Leyó.) Aquí están las diligencias que se practicaron por el juez de Distrito, todavía no sé que estén terminadas, esto es muy independiente de la acusación del presidente de la 2a. casilla de Tepetlixpa, esto es, del Consejo de Listas Electorales. Son un poco largas estas diligencias y para no molestar la atención de ustedes, voy a hacer omisión de ellas; pero en la parte final de la declaración de estos hechos se lee que aparecen de estas mismas diligencias que, efectivamente, hubo presión por parte de los militares. A propósito, como consecuencia de todo esto, la Secretaría de Guerra ordenó el relevo de las fuerzas del general Basave Piña quien a su vez levantó también protestas en algunas casillas, como representante del señor Muñiz el señor general Basave Piña. Como lo que se alega es únicamente la cuestión de la 2a. casilla de Tepetlixpa, voy a referirme a este punto. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

En las actas de la Junta Computadora no se mencionan las casillas 3a. y 4a. de Atlautla, que es el punto capital en que ha hecho hincapié el C. diputado Vadillo. Además, se ve que en el inventario de la documentación que recibió la Junta Computadora de todos los presidentes de casillas, tampoco se mencionan la 3a. y 4a. casillas de la municipalidad de Atlautla; por consiguiente, sólo se establecieron dos casillas, la 1a. y la 2a. casillas. Esos documentos o esas boletas no vinieron o no se computaron, sino que vinieron en seguida; de manera que, como ustedes se habrán servido ver aquí en el certificado a que ha hecho mención el señor diputado Castillo, que me precedió en el uso de la palabra, aparece y dice lo siguiente: (Leyó.)

Por consiguiente, señores diputados, estas boletas que venían ahí de la 3a. y 4a. casillas de Atlautla son suplantadas, esas casillas no se establecieron, como se servirán ver por esas boletas que no están ni siquiera dobladas, y cruzadas por la misma mano; de manera que esas casillas no fueron establecidas; la prueba de ello es que la Junta Computadora no hace mención ni en los oficios de remisión, ni en ninguna otra parte de los oficios de remisión que mandó la Junta Computadora; no menciona para nada esas casillas.

El C. Manjarrez: Pido la palabra para una interpelación cuanto termine usted, si me lo permite la Presidencia.

El C. Dorantes: Puede usted hacerla.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Manjarrez para una interpelación.

El C. Manjarrez: Se me ha dicho, señor Dorantes, que su señoría era jefe de las comisiones de seguridad en la época de la Convención, precisamente cuando desapareció de esta capital el señor Paulino Martínez. (Aplausos.) Ruego a usted se sirva decirme si es verdad esto, y si tiene conocimiento de cómo ocurrieron aquellos hechos, pues se podría deducir o podría, por lo menos, tenerse duda de que su señoría haya tomado alguna participación en la aprehensión, que dio como resultado el asesinato de ese gran revolucionario que se llamó Paulino Martínez.

El C. Dorantes Prócoro: Para contestar la interpelación de su señoría, el señor diputado cuyo nombre.... (Voces: ¡Manjarrez!) el señor Manjarrez, que acaba de hacerme una interpelación con todo gusto contesto lo siguiente: Desde la época del señor Madero ocupé, por designación de él, la 6a. Comisaría, siendo inspector general de Policía el señor Coronel Vito Alessio Robles. Entonces, cuando vino el cuartelazo, yo corrí grave peligro porque estuve en mi puesto hasta el último momento, como podrá demostrarlo el mismo señor Vito Alessio Robles; pero durante la época huertista, me asocié a las juntas revolucionarias en donde actuaba la señorita Carmen Serdán y Guadalupe Narváez y algunos otros; como esto lo voy a pasar por alto porque no es objeto, sólo me concretaré a decir que cuando el general Obregón, el 15 de agosto de 1914, si mal no recuerdo, hizo su entrada en esta ciudad, al día siguiente había nombrado inspector general de Policía al general

Francisco Cosío Robelo, y en el acto venía yo en lista. Me llamó el general Cosío Robelo, porque venía en lista, porque el general Obregón tenía antecedentes de los revolucionarios y de la actuación de todos ellos y me dijo que aceptara el puesto nuevamente de comisario de la 6a. Demarcación de Policía. Por circunstancias especiales no fui a la 6a., sino a la 4a., que recibí el día 16 de agosto de ese mismo año de 1914. Posteriormente, meses después, pasé a la 7a.; cuando abandonaron el 24 de agosto la capital, digo el 24 de noviembre, la capital de México, el general Lucio Blanco, que fue el último que la desocupó, entonces yo continué ahí hasta que vino la Convención. Vino Eulalio Gutiérrez -a quien no tengo el gusto de conocer ni siquiera personalmente -, como presidente de la República por designación de la Convención; al venir él llamó al coronel Alessio Robles como inspector general de Policía, y dado que yo estaba en una situación ambigua respecto de mi puesto como comisario de la 7a. demarcación, el coronel Alessio Robles me llamó y me dijo que colaborara con él en las comisiones de seguridad, y por unos cuantos días fui jefe de las comisiones de seguridad; durante ese lapso de tiempo, no sé si recibió la Inspección el día 12 o 13 de diciembre de ese año, para dejarla cuando el coronel Robles paso al Gobierno del Distrito, y no volví a servir más, porque me fui para el Estado de Veracruz, invitado precisamente por algunos obregonistas que siguieron al entonces primer jefe del Ejército Constitucionalista, C. Venustiano Carranza. Ahora bien; cuando el coronel Vito Alessio Robles estuvo en la Inspección, un día me llamó y me dijo que había desaparecido el paladín de la democracia, el periodista, el valiente periodista Paulino Martínez y que, por lo mismo, era necesario que se hicieran todas las investigaciones para ver cómo se llegaba al esclarecimiento de la verdad. Entonces me presente a la viuda de Martínez y me dijo que pusiera a su disposición dos policías y un taxímetro - porque se usaban entonces los taxímetros,- y estos policías hicieron una labor de investigación sin llegar a descubrir nunca absolutamente quién era el que había aprehendido a Paulino Martínez; la única noticia que se tuvo en la Inspección General entonces, fue que con una tarjeta que en el portal se había hecho del general Robles, que era entonces ministro de la Guerra, Isabel Robles me parece, con esa tarjeta dos militares habían ido a aprehenderlo a su casa o invitar a su casa al periodista Martínez para llevarlo al palacio, y de ahí no se volvió a saber más. Interpelo, si está aquí, al señor Vito Alessio Robles para que me diga honradamente cuál fue mi actuación cuando fui comisario y él fue inspector general de Policía (Voces: ¡No está!) Ahora, en el periódico de "La Voz de Juárez" hay una carta al C. Adolfo de la Huerta, presidente substituto de la República, que tengo a la vista, y que en la parte relativa dice la señora viuda de Martínez:

"Tengo el derecho de creer, mientras no se depuren responsabilidades, que los señores Eulalio Gutiérrez, Vito Alessio Robles y Luis Sánchez Galán, son responsables de la desaparición y muerte de mi esposo, porque obran en mi poder documentos y pruebas convincentes, que demuestran la culpabilidad de dichos individuos, que en distintas formas contribuyeron al asesinato del señor Paulino Martínez, inspirados por móviles bastardos, y ruines envidias miserables."

El C. Manjarrez: Pido la palabra, señor presidente, para volver a hacer una interpelación al orador. (Voces: ¡Ya! ¡Ya!)

Su señoría no me ha dicho cuál fue la participación que tomó la Inspección General de Policía, cuando se aprehendió a Paulino Martínez (Voces: ¡Ya lo dijo!) Para mí es sumamente sospechoso que cuando nadie le lanzaba a su señoría un cargo, tan a la mano haya tenido la carta que últimamente ha dirigido la viuda de Paulino Martínez al presidente. Y como sí se desprende de la confesión de su señoría que tomaba parte como ayudante o no sé yo qué cosa del inspector de Policía, llámese Vito Alessio Robles o como se quiera, cuando se aprehendió al periodista Paulino Martínez que fue asesinado y apareció su cadáver en Chihuahua, yo declaro que no daré mi voto a su señoría. (Aplausos. Siseos.)

El C. Dorantes: Honradamente declaro y protesto solemnemente contra esa calumnia, por el honor de mis hijos, y mío, porque he conservado mi nombre limpio y es la única herencia que legaré a mis hijos; en nombre de mi honor limpio a toda prueba protesto contra esa calumnia y espero que la justicia haga pronta luz sobre el particular, para que yo, quedando mis derechos a salvo, los ejercite en el tiempo y forma que estime conveniente. Yo soy el primero en lamentar esa desaparición de Paulino Martínez, yo soy el primero en dolerme de la viuda de Martínez en su calidad de esposa, soy el primero que creo que eso ha sido un verdadero asesinato muy cobarde; pero las cosas probablemente estarán para descubrirse, porque ahora estamos en paz, muchos de los actores indudablemente que saldrán a luz, y entonces desafío yo a los que me juzgan, a los que me escuchan, para que si alguna vez salgo yo manchado en eso, se me castigue con todo rigor; pero si salgo ileso y mi plumaje cruza el pantano sin mancharse, (Risas.) entonces procuraré que esa calumnia se desvanezca. Por el honor, repito, de mi familia, por el honor de los míos, protesto. De manera que por la Inspección General protesto por mi honor que no paso el asunto de Paulino Martínez, ni individuos de la policía reservada fueron los que intervinieron en el asunto; intervinieron militares. Es cosa que la Inspección llegó a esclarecer solamente, llegó a esclarecer la Inspección que fueron militares los que aprehendieron y llevaron a un cuartel al C. Paulino Martínez sin saberse más; pero, repito, por la Inspección absolutamente no paso nada acerca de la aprehensión de Paulino Martínez. Con esto creo que queda contestada la interpretación. (Voces: ¡Ya! ¡Ya! ¡A votar!)

El C. Manjarrez: Yo no he hecho cargo alguno.

El C. Dorantes: Para terminar, señores diputados, debo decir a ustedes que hay una cosa que está por encima de las pasiones, que está por encima de las intrigas, una cosa que está por encima de las influencias, y es el fallo de la opinión pública. Vosotros que integráis aquí la Representación Nacional, váis a ser el tribunal que va a decidir de la justicia que me asiste en este caso. Si creéis que traigo la credencial ganada en buena lid, en

los campos de la democracia, entonces hacedme justicia; pero si creéis que esa credencial no es limpia ni ganada en buena lid, entonces desechadme, porque aquí sólo debe imperar la voluntad soberana del pueblo mexicano. (Aplausos.)

El C. Cantón: Pido la palabra, señor presidente, para una aclaración.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Cantón para hacer una aclaración.

El C. Cantón: Se acaba de herir el honor de algún presunto diputado de esta Cámara, y es justo hacer constar que tenemos noticias fidedignas de que el asesino del señor Martínez, a un amigo nuestro le ha hecho la confesión de que él cometió el crimen, él solo y se llamaba...

El C. Manrique: ¡Y se llamaba Filomena!

El C. Cantón: Fierro, un señor Fierro.

El C. prosecretario Castrejón: La Presidencia, por conducto de la Secretaría consulta a la Asamblea si está suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Suficientemente discutido.

El C. González Marco Aurelio: Pido votación nominal. (Voces: ¡No! ¡No!)

El mismo C. prosecretario: Se va a dar lectura a la parte resolutiva del dictamen.

"1o. Son válidas las elecciones para diputados al Congreso de la Unión, verificadas en el 16 distrito electoral del Estado de México, el 1o. de agosto último.

"2o, Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por haber obtenido la mayoría de votos, los CC. Procuró Dorantes y Rafael Monterrubio."

En votación económica se pregunta si se aprueba el primer punto del dictamen, que dice:

1o. Son válidas la elecciones para diputados al Congreso de la Unión, verificadas en el 16 distrito electoral del Estado de México, el 1o. de agosto último."

Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobado. Estando suficientemente apoyado el C. Marco Aurelio González, se va a proceder a la votación nominal del segundo punto resolutivo , que dice:

"Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por haber obtenido la mayoría de votos, los CC. Procuró Dorantes y Rafael Monterrubio."

El C. presidente: Se invita a los CC. diputados Ernesto Aguirre Colorado y Aurelio Manrique para que se sirvan auxiliar a la Secretaría.

- El mismo C. prosecretario: Por la afirmativa.

El C. Manrique: Por la negativa.

(Se recoge la votación.)

- El mismo C. prosecretario: Votaron por la afirmativa 16 cuidadanos diputados y presuntos diputados. Votaron por la negativa 112 cuidadanos diputados y presuntos diputados. (Aplausos.) En consecuencia, vuelve el dictamen a la Comisión para que lo reforme en el sentido del debate.

- El mismo C. prosecretario, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales.

"H. Asamblea:

"El 9o...."

"El C. presidente: Se ha informado la Presidencia de que en este dictamen no habrá discusión, y, por lo tanto, suplica a los ciudadanos diputados que se sirvan escucharlo.

- El C. Castrejón, continua leyendo:

"H. Asamblea:

"Al 9o. Grupo de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales fue turnado el expediente relativo a las elecciones verificadas el día 1o. de agosto último, en el 3er. distrito del Estado de Jalisco.

"En la lucha electoral jugaron las siguientes fórmulas:

"Licenciado Pablo H. Sánchez y Tomás L. Ruvalcaba; Luis R. Castillo y David E. Orozco; Miguel Orozco y Gildardo Orozco; Carlos M. Orozco y J. Refugio Reynoso. El resultado del escrutinio general fue el siguiente:

"Para diputados propietarios: Pablo H. Sánchez, 1,589 votos; Miguel Orozco, 709; Luis R. Castillo, 555 votos, y Carlos M. Orozco, 396.

"Para diputados suplentes: Tomás L. Ruvalcaba, 1,573 votos; Gildardo Orozco, 558; David E. Orozco, 549 votos, y J. Refugio Reynoso, 393.

"Examinando detenidamente el expediente, encontramos algunas protestas: cinco, subscriptas por L. D. Ramos, quien se dice representante de la candidatura Castillo - Orozco, y asienta diferentes hechos que, a más de no afectar la parte legal de la elección, carecen de comprobación, pues no es posible tenerse como ciertos los hechos que las protestas contienen, en virtud de que a esta Comisión no puede hacerle fe el dicho de un solo testigo, máxime si éste es parcial, ya que es representante de una candidatura contraria.

"Tres protestas de otro representante del Partido Demócrata, llamado Adolfo Orozco García, quien, como el anterior, sólo con su dicho pretende probar algunos hechos que en manera alguna afectan la legalidad de la elección.

"Una protesta del señor Luis R. Castillo, manifestando que no le fueron computados algunos paquetes electorales procedentes de Cuquío y San Juan del Monte.

"Además, otras protestas del candidato Miguel Orozco y de algunos otros representantes de partido, que no se relacionan con la legalidad de la elección efectuada.

"Por último, el C. Luis R. del Castillo dirige un memorial a esta Sección, alegando algunos hechos para solicitar la nulidad de la elección llevada a cabo en favor de los portadores de las credenciales presentadas; pero como carecen de comprobación los hechos narrados en dicho memorial, esta Comisión no ha tomado en cuenta lo alegado por el C. Castillo, sino el hecho de no haberle sido computados algunos paquetes por la Junta Computadora, cosa que se ve precisada a hacer esta Comisión, dando de ese cómputo el resultado que a continuación se indica:

"Para diputados propietarios: Licenciado Pablo H. Sánchez, 1,601 votos; Luis R. Castillo, 1,027 votos; Miguel Orozco, 959 votos, y Carlos L. Orozco, 488.

"Para diputados suplentes: Tomás L. Ruvalcaba, 1,585 votos; David E. Castillo, 1,023 votos; Gildardo Orozco, 808 votos, y J. Refugio Reynoso, 488.

"Esta Comisión ha tenido a la vista un certificado expedido por el Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco, en el que se comprueba que al candidato Miguel Orozco se le instruye proceso por los delitos de violación y lesiones, circunstancias que lo incapacitan para ser candidato; y también ha tenido a la vista un acta del Registro Civil, debidamente certificada, en la que aparece que el suplente del C. Miguel Orozco, llamado Gildardo del mismo apellido, no cumple aún 24 años de edad y, por lo tanto, también está incapacitado para ser candidato. (Artículos 39 fracción III de la Ley Electoral y 55 fracción II de la Constitución.)

"La Comisión menciona estas circunstancias sólo en forma incidental, pues la fórmula Miguel Orozco y Gildardo Orozco, como se ve en el cómputo relativo, ocupa el tercer lugar en la votación y, por lo mismo, de ninguna manera podría obtener el triunfo.

"Por último, la Comisión tiene la convicción de que el triunfo, por los datos expuestos y el cómputo a que se ha hecho referencia, corresponde a los CC. licenciado Pablo H. Sánchez y Tomás L. Ruvalcaba, por cuya causa somete a la deliberación de esta H. Asamblea, las siguientes proposiciones:

"1a. Son válidas las elecciones verificadas en el 3er. distrito electoral del Estado de Jalisco, el día 1o. de agosto próximo pasado, para diputados al Congreso de la Unión.

"2a. Son diputados al Congreso de la Unión, propietario y suplente, respectivamente, por el mencionado distrito, los CC. licenciado Pablo H. Sánchez y Tomás L. Ruvalcaba."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F., 7 de septiembre de 1920. - M. A. González. - Felipe de la Barrera.

Está a discusión. Los ciudadanos diputados y presuntos diputados que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobado. (Aplausos.)

La Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el 3er. distrito electoral del Estado de Jalisco, los CC. Licenciado Pablo Sánchez y Tomás L. Ruvalcaba.

El C. presidente, a las 9.21 p. m.: Se levanta la sesión y se cita para mañana a las cuatro de la tarde a sesión de Cámara de Diputados y se elegirá Mesa.