Legislatura XXIX - Año I - Período Ordinario - Fecha 19201011 - Número de Diario 41

(L29A1P1oN041F19201011.xml)Núm. Diario:41

Colegio Electoral

ENCABEZADO

MÉXICO, LUNES 11 DE OCTUBRE DE 1920

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

AÑO 1. - PERÍODO ORDINARIO XXIX LEGISLATURA TOMO I. - NÚMERO 41

SESIÓN DEL COLEGIO ELECTORAL DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 11 DE OCTUBRE DE 1920

SUMARIO

1. - Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior. Usa de la palabra para una aclaración relativa a las comisiones dictaminadoras de credenciales, el C. presunto diputado De la Peña.

2. - A discusión del dictamen referente al 5o. distrito electoral del Estado de San Luis Potosí. Se suspende la sesión.

3. - Reanudada ésta, continúa la discusión del dictamen relativo al 5o. distrito electoral del Estado de San Luis Potosí. Se levanta la sesión por falta de "quórum".

DEBATE

Presidencia del C. ALESSIO ROBLES VITO

(Asistencia de 132 ciudadanos diputados y presuntos diputados.)

El C. presidente, a las 11 a.m.: Se abre la sesión.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"Acta de la sesión del Colegio Electoral celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día ocho de octubre de mil novecientos veinte.

"Presidencia del C. Vito Alessio Robles.

"En la ciudad de México, a las diez y cincuenta de la mañana del viernes ocho de octubre de mil novecientos veinte, se abrió la sesión, con asistencia de ciento veintisiete ciudadanos diputados y presuntos diputados.

"El acta de la sesión celebrada el día seis del corriente mes, fue aprobada sin discusión.

"Continuó el debate iniciado en dicha sesión acerca del dictamen referente a las elecciones en el 5o. distrito electoral del Distrito Federal, y que propone el C. Luis Sánchez Pontón para diputado propietario y al C. Manuel Escudero para diputado suplente.

"La secretaría leyó el artículo 195 del Reglamento y en seguida habló en contra el C. Luis L. León.

"En pro usó de la palabra el C. Luis Sánchez Pontón. El orador fue interrumpido por una frase del C. Prieto Laurens, quien, al escuchar la invitación de la Presidencia para que retirara sus palabras, pidió la lectura de un documento. El C. Manrique invocó el artículo 110 reglamentario, y la Presidencia se dispuso a obsequiar la petición del C. Prieto Laurens, con lo que no estuvo conforme el C. Sánchez Pontón; pero como la Asamblea, después de una moción de orden del C. César A. Lara, apoyó la determinación del ciudadano presidente, se cumplimentó el deseo del C. Prieto Laurens. También se leyó otro documento que proporcionó el C. Sánchez Pontón, quien dio fin a su discurso después de que interpeló al C. Jesús M. Garza y éste contestó.

"El C. Prieto Laurens pronunció un discurso en contra.

"Presidencia del C. Antonio Díaz Soto y Gama.

"El C. Luis Álvarez del Castillo usó de la palabra para apreciaciones sobre la interpretación de la fracción III del artículo 55 constitucional, y el C. Flavio B. Ayala hizo una moción de orden.

"Pasó a la tribuna para sostener el dictamen, a nombre de la segunda sección de la Primera Comisión Revisora de Credenciales, el C. Vadillo. Interrumpieron al orador una aclaración del C. Prieto Laurens y una moción de orden, motivada por las manifestaciones de las galerías, del C. Siurob. Esta moción dio lugar a que el ciudadano presidente externara su criterio sobre el particular en el sentido de que debía concederse al público cierta libertad en sus manifestaciones y exhortara al mismo para que guardara compostura; varios ciudadanos diputados se dispusieron a abandonar el salón; las manifestaciones de las galerías continuaron y el incidente concluyó con aclaraciones del C. Siurob y de la Presidencia.

"El C. Sánchez Pontón, a invitación del ciudadano presidente, recomendó a sus partidarios que se encontraran entre el público, que guardaran orden. El C. Jesús M. Garza, invitado a hacer lo propio, suplicó a la Presidencia que en su lugar lo hiciera, ya que el Reglamento le prohibía dirigirse a las galerías.

"El C. Candelario Garza, apoyándose en el artículo III del Reglamento, solicitó se preguntara si el asunto estaba suficientemente discutido. La Presidencia hizo aclaraciones.

"El C. Vadillo, quien no había abandonado la

tribuna, concluyó su peroración en apoyo de su dictamen.

"La Asamblea, a las tres y quince de la tarde, acordó que la sesión se prorrogara, y en seguida, después de una moción de orden del C. Manrique, resolvió que el dictamen estaba suficientemente discutido.

"El C. Luis Sánchez Pontón pidió la palabra para hacer una moción de orden. La Presidencia leyó el artículo 107 reglamentario y opinó que lo procedente era votar el dictamen. El C. César A. Lara hizo una moción de orden, y la Presidencia, al fin concedió la palabra al C. Sánchez Pontón.

"Así que éste terminó de hablar, se declaró nuevamente suficientemente discutido el dictamen.

"Por acuerdo de la Asamblea, y previa disculpa de la Presidencia, volvió a usar la palabra el C. Sánchez Pontón. En esta ocasión hizo aclaraciones, proporcionó varios documentos que la Secretaría leyó, interpeló al C. Bibiano Ibarra, quien respondió, y fue interrumpido por la lectura del artículo 102 reglamentario, solicitada por el C. Gómez Sariol.

"En votación económica fue aprobada la primera proposición del dictamen, que se refiere a la validez de las elecciones.

"Por lo que hace a la segunda, que otorga el triunfo como diputado propietario al C. Luis Sánchez Pontón y como diputado suplente al C. Manuel Escudero, el repetido C. Sánchez Pontón, debidamente apoyado, solicitó votación nominal.

"Recogida ésta, se vino en conocimiento de que la segunda proposición de que se trata había sido desechada por ciento doce votos de la negativa contra veintiocho de la afirmativa. En consecuencia, volvió el dictamen a la Sección respectiva para que lo reforme en el sentido de la votación.

"A las cuatro cincuenta de la tarde se levantó la sesión, citándose para las tres de la tarde del día siguiente, a sesión de Cámara de Diputados."

Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, se servirán ponerse de pie. Aprobada.

El C. De la Peña Francisco: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: ¿Para qué, señor?

El C. De la Peña: Voy a decirlo.

El C. presidente: ¿Pero para qué quiere usted hacer uso de la palabra?

El C. De la Peña: Para una petición.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. De la Peña: Para pedir atentamente a la Presidencia tome alguna providencia respecto a las credenciales que aún están en el seno de las comisiones; ya que el Reglamento de la Cámara es tan deficiente que no señala plazo para dictaminar, a lo menos que la Presidencia tome una providencia a este respecto, porque no vamos a estar a merced de las comisiones. Si las comisiones tienen mucho trabajo, que se nombren otras con carácter de auxiliares. Además, parece que a algunos comisionados les parece mal que nos informemos del estado que guardan los expedientes, y yo creo que tenemos tanto derecho para verlos, tanto los callados, como los que hablan demasiado; y por esto suplico que en este sentido se tome alguna providencia.

El C. prosecretario Castrejón: La Presidencia, por conducto de la Secretaría informa al señor ingeniero De la Peña que ya hay un acuerdo tomado por la Asamblea en el sentido de que se concederá un plazo de diez días a las comisiones para que rindan los dictámenes que tengan pendientes.

- El C. secretario Zincúnegui Tercero, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- 7a. Sección.

"H. Asamblea:

"A la 7a. Sección de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales, fue turnado el expediente número 192, relativo a las elecciones verificadas en el 5o. distrito electoral del Estado de San Luis Potosí, que lo forman los municipios de Matehuala, Villa de Guadalupe y Catorce.

"De la documentación, que está ajustada en lo general a la ley de la materia, aparece que jugaron las siguientes fórmulas: Rafael Nieto - Ramón de Mendizábal, Juan Angel Morales - Octaviano Rangel y Jesús Canal - Alejandro Martínez.

"Se encontraron varias protestas presentadas por la fórmula Morales - Rangel ante la junta computadora reunida en Matehuala, quejándose del hecho particular de que los presidentes municipales de Catorce y Villa de Guadalupe se negaron a sellar sus boletas; y ante la subscripta Comisión, por el hecho antes mencionado, por el de que en la casilla número 1 instalada en la Presidencia del municipio de Guadalupe votaron todos los empadronados, por las protestas en la casilla número 10 del municipio de Catorce y por no haber habido elecciones en las casillas números 9 y 10 de Guadalupe y 15 de Catorce, la expresada fórmula Morales - Rangel ha pedido la nulidad de los votos emitidos en esos municipios, acompañando actas notariales y otros anexos.

"A fin de proceder metódicamente, la Comisión comenzó por examinar los expedientes del municipio de Matehuala, encontrando que en las casillas números 10 y 20, los representantes de las fórmulas Nieto - Mendizábal y Canal - Martínez formularon protestas pidiendo la nulidad de los votos por estarse violando el secreto y por no haberse instalado la casilla 20 con las formalidades que expresa la ley; pero como estos hechos no están justificados, no pueden ser tomados en consideración.

"Respecto a la nulidad de los votos emitidos en el municipio de Villa de Guadalupe, por el hecho de que el Presidente municipal se haya negado a sellar las boletas de la fórmula Morales - Rangel, hay que hacer las siguientes consideraciones, fundadas en la documentación que acerca de este particular ha presentado tanto el señor Morales como el señor Nieto: Primera. Si en comunicación número 65, de fecha 31 de julio, el presidente municipal de Villa de Guadalupe hizo saber al candidato Ramón Mendizábal que hasta esa fecha, por la tarde, no se habían presentado más boletas para su sello que las de la fórmula Nieto - Mendizábal, y

esto no obstante; de los expedientes relativos a ese municipio se desprende que se distribuyeron las boletas de la fórmula Morales - Rangel conteniendo dos sellos, uno de la Presidencia de Matehuala y otro del de Villa de Guadalupe, es incuestionable que el representante de la fórmula Morales - Rangel hizo un uso delictuoso del sello de la Presidencia de Guadalupe, atenta el acta que se levantó por la autoridad municipal, a solicitud de las fórmulas Nieto - Mendizábal y Canal - Martínez, y que obra en el expediente; y es incuestionable también que el relacionado señor presidente municipal no violó precepto alguno legal al negarse a sellar las boletas, puesto que de conformidad con el artículo 9o. de las reformas a la Ley Electoral, se señaló el cuarto domingo de julio como el último día hábil para hacer la entrega de boletas. Segunda. Aun cuando el señor Morales exhibió una copia de un oficio que el presidente municipal dirigió al juez auxiliar de San Vicente dándole ciertas reglas para la emisión del voto, y manifestando a la vez, que el distintivo color verde es el que debía surtir efectos legales, este oficio es anterior al en que se hizo saber al candidato Mendizábal que no se habían presentado más boletas que las de la fórmula Nieto - Mendizábal, y no hay motivo para declarar la nulidad que se pretende, puesto que de una manera clara se advierte que el espíritu de la Presidencia no fue otro que el de hacer saber que la repetida candidatura Nieto - Mendizábal era la única que había cumplido con las formalidades legales.

"Por lo que toca a la objeción que hace el señor Morales respecto de la votación obtenida en la casilla número 1 de Villa de Guadalupe, que se instaló en la Presidencia, en el lugar acostumbrado, no hay precepto legal que prohiba la instalación de una casilla en un edificio público, menos en el caso concreto por el ser acostumbrado para elecciones, y, por otra parte, el hecho de que aparezca que votaron todos los empadronadores, será raro, pero no imposible y no constituye tampoco un motivo de nulidad.

"En cuanto a las casillas números 9 y 10 del referido municipio de Villa de Guadalupe, que el señor Morales asegura no se instalaron, fundando esa aseveración en un testimonio notorial, hay que tener en cuenta que el presidente municipal no aseguró que no había votación en esas casillas, sino que no sabe si hubo o no elecciones y, en consecuencia, de ese testimonio no se infiere que efectivamente no las hubiese, pues no habiendo precepto legal por el que los presidentes de casillas estén obligados a dar aviso de la instalación de la mesa al presidente municipal respectivo, se da el caso frecuente de que los presidentes de casilla guardan el expediente electoral en uso de la facultad que concede el artículo 71, y no es sino hasta la hora y en el lugar en que se reúne la Junta Computadora, cuando se llega al conocimiento de que no hubo elecciones en el lugar en que se creía que no se habían verificado.

"Al examinar los expedientes electorales que corresponden al municipio de Catorce, encontramos que el repetido señor don Juan Morales hace una objeción general a la votación en dicho municipio por el hecho de que el presidente municipal no recibió sus boletas y libró órdenes a las mesas electorales para que no se diera entrada más que a las boletas selladas por la Presidencia Acerca de este punto, el señor Nieto exhibió documentos comprobando que las boletas fueron presentadas después de la fecha señalada por la ley, y a esto se debió que no se hubieran sellado. También hay otros documentos que se refieren a esta misma circunstancia y a pesar de esto, del examen de los expedientes aparece que se distribuyeron las boletas de la fórmula Morales - Rangel, motivo por el que la Comisión carece de fundamento alguno para declarar la nulidad de todos los votos emitidos en el ya mencionado municipio de Catorce.

"La nulidad de los votos en la casilla número 5 de este municipio, solicitada por el candidato señor Morales con fundamento del acta levantada en Matehuala, por el juez de Primera Instancia del distrito judicial, no es de declararse en concepto de los subscriptos, toda vez que del expediente electoral aparece la existencia de los documentos respectivos, credenciales y boletas; y no siendo de la competencia de la Comisión juzgar en este dictamen si la falsedad está en lo asentado por el presidente de la casilla ante el juez, al decir que no había Ley Electoral ni papel para hacer escrutinios, y que lo que se hizo fue en modelos remitidos por el municipio, o en la documentación misma del expediente, no hay fundamento para esa nulidad, ya que los hechos no están comprendidos en ninguno de los casos a que se refiere el artículo 104 de la invocada Ley Electoral.

"La nulidad de votos pide que el propio señor Morales por lo que toca a la casilla número 9, la Comisión la estima procedente en virtud de concentrarse en el paquete respectivo únicamente 45 boletas para la fórmula Nieto - Mendizábal, sin acta de instalación, sin padrón y sin escrutinio, y es imposible, por la tanto, saber si la votación fue real o suplantada.

"La nulidad que el repetido señor Morales pide respecto de los votos emitidos en la casilla número 10 por haberse negado el presidente de la Mesa a recibir sus boletas, fundado en que vienen contraselladas por el municipio de Matehuala y no por el de catorce, los subscriptos la conceptúan improcedente, porque esa negativa no constituye la nulidad de la elección, en los términos del artículo 104, y es incontrovertible, además, que el presidente de la casilla cumplió con su deber al no recibir boletas que no estaban selladas por el presidente del municipio respectivo.

"Finalmente, el tantas veces repetido candidato señor don Juan Morales, pidió la nulidad de los votos emitidos en la casilla número 15 del municipio de Catorce a que nos hemos venido refiriendo, fundándose en una acta levantada con fecha 9 de agosto ante el Juez de Primera Instancia; más como del expediente mismo se desprende que la instalación de la casilla se hizo en contravención a los preceptos legales, es de declararse nula la votación, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 104, fracción IV.

"El acta de la Junta Computadora contiene el siguiente escrutinio: Para diputados propietarios: C. Rafael Nieto, 2,360 votos; C. Juan Angel Morales, 1,935, y Jesús Canal, 787. Para diputados

suplentes; Ramón de Mendizábal, 2,471; Octaviano Rangel, 1,883, y Alejandro Martínez, 742.

"Por virtud de la nulidad de 45 votos correspondientes a la casilla número 9, y 131 que corresponden a la casilla número 15, del municipio de Catorce, hay que deducir 176 votos a la fórmula Nieto - Mendizábal, quedando entonces como válidos para esta fórmula, las que a continuación se expresan: C. Rafael Nieto, 2,184 votos; C. Ramón de Mendizábal, 2,295.

"Por las consideraciones legales que anteceden, nos permitimos someter a la aprobación de la H. Asamblea las siguientes proposiciones:

"1a. Son válidas las elecciones verificadas en el 5o. distrito electoral del Estado de San Luis Potosí, el día 1o. de agosto próximo anterior.

"2a. Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el propio distrito, los CC. Rafael Nieto y Ramón de Mendizábal."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. México, 14 de septiembre de 1920. - R. Estrada. - Moisés Huerta. - A. Aillaud."

Está a discusión el dictamen. Los ciudadanos que quieran hacer uso de la palabra, deben pasar a inscribirse.

El C. Mijares: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Mijares.

El C. Mijares: Con objeto de ilustrar a la Asamblea sobre este particular, suplico a su señoría se sirva ordenar se dé lectura a un documento que envió el diputado Tirado.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"Honorables representantes del pueblo:

"Por la licencia que vuestra soberanía me concedió, ha pocos días, me veo privado en el derecho de atacar la credencial del C. Rafael Nieto, desde la tribuna de la Cámara de Diputados; pero tomo la pluma para exponer todo lo que considero que debe tomarse en consideración por vuestras señorías en la discusión de una credencial fraudulenta, que ampara a una personalidad pública llena de lacras morales y políticas.

"Compañeros que lucharon en el mismo terreno de los hechos, demostrarán hasta la evidencia la ilegalidad de la mencionada credencial; ellos probarán con documentación fehaciente el grosero fraude electoral que se cometió; yo sólo me concretaré a cumplir con mi deber de revolucionario delineando la anodina y mediocre personalidad de Rafael Nieto, indigna de pertenecer al actual Parlamento que aspira a elevar no sólo su plano político, sino muy esencialmente su plano moral, ya que de ella esperamos la legislación que cristalice los ideales que el pueblo mexicano viene reclamando desde 1910.

"Para esta labor es necesario que el Parlamento esté integrado por hombres que a su firmeza de principios adunen su reconocida probidad como hombres públicos Y si para aceptar la credencial del C. Rafael Nieto fuera posible convocar al pueblo mexicano a un plebiscito, un clamor de protesta se levantaría, un ¡no! rotundo y enérgico brotaría de todos los labios, de todas las conciencias, porque Rafael Nieto es repudiado por la opinión pública nacional; fue un mal gobernante y es un mal ciudadano.

"El ideal, que "es un gesto de espíritu hacia alguna perfección", jamás lo ha sentido Rafael Nieto; recorred su mediocre y gris historia política y no encontraréis un solo acto que revele que se ha preocupado alguna vez por el mejoramiento del pueblo. Como hombre público no ha demostrado hasta hoy tener otra tendencia que esta: escalar alturas sin peligros y llenar alforjas impunemente. En la XXVI, Legislatura ¿qué hizo? ¿qué proposición en favor del pueblo subscribió; cuando sostuvo con pasión y con valor en la tribuna, alguna de las tendencias de la revolución? Siempre en la sombra, a media luz, acechando la oportunidad del fácil encumbramiento para la satisfacción de su desordenado apetito de riquezas. Un refinado egoísmo de traficante fenicio ha sido su característica política..."

El C. Montero Villar: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: ¿Con qué objeto?

El C. Montero Villar: Para su interpelación. ¿El señor Tirado pidió la lectura de este documento?

- El mismo C. prosecretario: La pidió el señor diputado Mijares.

El C. Montero Villar: Porque, según parece, la Secretaría ya dio lectura a un documento del señor Tirado, y ha seguido con esta otra lectura, que me parece debe entrar a la hora de la discusión, si es que la persona que dice llamarse Custodio Alarid se inscribió en contra.

- El mismo C. prosecretario: La presidencia, por conducto de la Secretaría, informa al señor Montero Villar que, a petición del C. Mijares, se está dando lectura a este escrito.

- El mismo C. prosecretario, leyendo:

"...Si Rafael Nieto en el comercio, en la industria o en la agricultura, en noble lucha por la vida, hubiese enriquecido, digno sería de nuestro respeto y emulación; pero Rafael Nieto como funcionario público, prevaliéndose de su alta posición política, posponiendo los sagrados intereses del pueblo a él encomendados y amontonando una forma ilícita, es abominable a los ojos de aquellos que esperan el advenimiento de una generación de hombres morales que demuestren su capacidad para gobernar a la República como pueblo civilizado y culto.

"Durante la Revolución Constitucionalista logró con el grupo de Macías, Cravioto, Rojas, Cabrera y otros prevaricadores, posesionarse del poder, adular a Carranza, establecer la dictadura y amontonar fortunas.

"Yo no conocía a don Ramón Nieto. En Veracruz, con motivo de una fiesta de aduladores que le hicieron al entonces Primer Jefe, pude conocerlo moralmente. Y con ello me bastó. Aquella era una fiesta para ver quién competía más en el servilismo y la adulación al hombre a quien después de desprestigiarlo y explotarlo, lo abandonaron como un estorbo, arrojándolo a la tragedia de Tlaxcalantongo. Todos debían escribir en una postal una frase servil para Carranza; y Macías y socios exprimieron el caletre y escribieron. El primer premio lo obtuvo don Rafael Nieto. En efecto, la tarjeta de este señor decía: "Carranza es el superhombre de Nietzsche. Villa es el pitecantropo de Darwin."

"He aquí pintado a un mediocre por él mismo. Descubrid el fondo psicológico de estas frases y habréis llegado al fondo del alma pequeña de Rafael Nieto. La adulación más grande para el

poderoso; el insulto más grande para el ausente separado por miles de bayonetas constitucionalistas. Si hubiese estado cerca de Villa, su expresión hubiera sido a la inversa. Pero observad, además, la ampulosidad de la frase, la pretensión de un sabihondo que mueve a risa; un "cuistre" reviviendo un pasaje digno de la "Derrota de los pedantes" de Moratín.

"Si el admirable psicólogo argentino José Ingenieros conociese el tipo de Nieto, bien podría agregar una página más a su altísimo libro " El Hombre Mediocre". Pero muchos de los conceptos del gran crítico, vienen muy bien para clasificar a don Rafael Nieto. Son casi su retrato moral. Leed: "Los espíritus afiebrados por algún ideal son adversarios de la mediocridad: soñadores contra los utilitarios, entusiastas contra los apáticos, generosos contra los calculistas, indisciplinados contra los dogmáticos. Son alguien o algo contra los que no son nadie ni nada. Todo idealista es un hombre cualitativo: posee un sentido de las diferencias que le permite distinguir entre lo malo que observa y lo mejor que imagina. Los hombres sin ideales son cuantitativos; pueden apreciar el más y el menos, pero nunca distinguen lo mejor de lo peor."

El C. Cerda: Pido la palabra, señor presidente.

- El C. presidente. ¿Para que quiere usted la palabra?

El C. Cerda: Para suplicar a la Presidencia que pregunte a la Asamblea si permite que se siga leyendo ese libelo. En buena hora que se ataque a Rafael Nieto, y yo daré con toda honradez, como acostumbro hacerlo, mi voto en contra si así lo merece; pero que no se enfangue a la Representación Nacional pidiendo que se lean libelos de la clase del que se lee. Pido, pues, atentamente a su señoría, pregunte a la Asamblea si permite que se siga leyendo.- El C. Manrique: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Manrique: El derecho que asiste al diputado Mijares para pedir la lectura de este documento, está claramente expresado en el artículo 106 reglamentario. El derecho de Mijares es correlativo de la obligación de la Asamblea de escuchar la lectura.

El C. Ayala Flavio: Pido la palabra. Entiendo yo, señores representantes, que sale sobrando la lectura de un documento cuando en todas las curules ha sido repartido; todos nos hemos dado cuenta de esto y no creo necesario que la Secretaría se canse dándonos a conocer dicho documento. Si se hace por prurito de venir a enfangar, como decía el señor Cerda, a la Cámara, en buena hora que se lea ese documento y más todavía; pero si se quiere ser respetuoso con la Asamblea, si se quiere tener una atención para los representantes de la nación, entonces debe suspenderse la lectura, supuesto que cada uno de los diputados conoce el documento en cuestión.

El C. prosecretario Castrejón: La Secretaría hace esta aclaración por indicación de la Presidencia: que respetuosa del Reglamento y conforme lo pidió el C. Mijares apoyado en el artículo 106, ordenó que se le diera lectura a este documento; pero que si la Asamblea desea que no se lea, lo manifieste. Los que estén porque se lea, sírvanse ponerse de pie. (Voces: ¡No hay mayoría! ¡Hay mayoría! Voces: ¡No! ¡No!) La Presidencia sostiene su trámite (Voces: ¡No! ¡No!) Hay mayoría. (Voces: ¡No! ,No!)

El C. Montero Villar: Pido la palabra. El artículo 106 dice que al principiar la discusión; y no se ha abierto todavía la discusión.

El C. prosecretario Castrejón: Ya se puso a discusión.

El C. Montero Villar: No, señor, no se ha abierto todavía. No está a discusión.

El C. Manrique: Es el número 110, compañero.

- El prosecretario Castrejón: Continúa la lectura del documento. (Voces: ¡No! ¡No!)

El C. Moreno: Moción de orden. (Voces: ¡Que se rectifique la votación!)

El C. prosecretario Castrejón: Habiendo sido reclamada la votación, la Presidencia designa a los CC. Martínez de Escobar y de Alba, para que cuenten a los que están de pie y a los que están sentados.

El C. Valadez Ramírez: Deben ser dos para cada parte.

El C. Prosecretario Castrejón: Y al C. González y al C. Manzanilla para que ayuden al recuento.

Se va a repetir la votación. Los que estén porque se lea el documento, que se sirvan ponerse de pie.

El C. prosecretario Castrejón: Hay 81 ciudadanos diputados y presuntos diputados de pie. Hay mayoría. Continúa la lectura del documento. "¿No corresponde a los segundos don Rafael Nieto?

"El hábito organiza la rutina y nada crea hacia el porvenir; sólo de los imaginativos espera la ciencia de sus hipótesis, el arte su vuelo, la moral sus ejemplos, la historia sus páginas luminosas. Son la parte viva y dinámica de la humanidad; los prácticos no han hecho más que aprovechar de su esfuerzo vegetando en la sombra.

"Don Rafael Nieto es ante todo un hombre práctico.

"Dice Bovio, cuando descubre al mediocre: "Es dócil, acomodaticio a todas las pequeñas oportunidades, adaptabilísimo a todas las temperaturas de un día variable, avisado por los negocios, resistente a las combinaciones de los astutos; pero dislocado de su mediocre esfera y seguido por una feliz combinación de intrigas; él se derrumba siempre, en seguida precisamente porque es un equilibrista y no lleva en sí las fuerzas del equilibrio.

"Don Rafael Nieto es también un equilibrista, salta hábilmente del maderismo al huertismo, de éste al carrancismo, de éste al obregonismo y de éste.....

"Hasta el perverso inteligente de Cabrera, que por simulación en la lucha política solía disfrazarse de revolucionario, tuvo chispazos del ideal subscribiendo con peleceanos en la XXVII Legislatura la Ley de Tierras Ociosas; Nieto en cambio, en el Constituyente de Querétaro, no fue más que un guarismo en las votaciones de las derechas que estuvieron contra los radicales, que eran los revolucionarios y los patriotas.

"Y Nieto, ¿qué hizo, qué ha hecho, qué hará? Rafael Nieto, mientras el pueblo luchaba en las

trincheras, hacía dinero; Nieto, mientras Carranza, su protector, se derrumbaba, hacía dinero; Nieto, mientras vosotros hagáis leyes para el pueblo, él hará dinero. ¿Qué méritos, qué virtudes positivas y no negativas, puede presentar un traficante de la política? Porque en la conciencia nacional está latente su nefasta labor en la Secretaría de Hacienda, un constante desastre económico fue su larga permanencia en tan importante Ministerio, un desfalco y un descrédito crecientes, un continuado malestar nacional fue la resultante de su infame y torpe labor como encargado de la Hacienda Pública. Mientras él dirigió este ramo de la Administración Pública, no había cambio para las transacciones comerciales; nuestra pequeña industria y nuestro pequeño comercio se asfixiaban; sus agentes llamados "coyotes" se multiplicaban; los empleados recibían sus sueldos mermados; los maestros de escuela se morían de hambre... ¡Ah! pero el señor Nieto enriquecía desmesuradamente. ¿Cuánto tenía el señor Nieto en 1913 y cuánto tiene ahora?

"Pudiera argüir Nieto, como Cabrera, que era política de Carranza; y ¿por qué el Señor Nieto no tuvo el gesto de rectitud e independencia que tuvieron muchos revolucionarios retirándose del señor Carranza cuando éste faltó a los principios proclamados por la Revolución?

"La moralidad, la probidad en la administración pública que tanto se ambicionó por los revolucionarios de 1910 y 1913, después de los desastres porfirista y huertista, no se lograron, porque don Rafael Nieto y socios, fueron los principales factores de corrupción administrativa y política.

"Nieto fue quien en Veracruz, a cambio de su adulación y domesticidad hacia Carranza, se aprovechaba de su posición para explotar la Hacienda Pública; fue quien llevó a su lado a hombres sin principios, sin patriotismo, sin honor; llamados a base mercantilista, hizo con todos ellos de la Hacienda Pública una sociedad anónima de la que él era gerente y principal accionista.

"Probablemente sienta como su congénere Cabrera, estupor, admiración de que una administración moral y honrada en sólo dos meses haya encontrado cambio para las transacciones comerciales, pague sueldos íntegros a los empleados públicos, anuncie una partida de doce millones para pago de la deuda exterior y cumpla decorosamente con sus más elementales compromisos económicos. Y quizás también se haga solidario de la suspicacia de Cabrera cuando cree que una mano extraña protege económicamente al actual Gobierno; pues si se siente esa extrañeza, que sí la sentirá porque fingirá no poder explicarla de otra manera, ya que es su más formidable condenación, habremos de constatarlo lo que dijera el presidente de la Huerta a Cabrera: "el único secreto es nuestro poco amor a los dineros ajenos."

"He dicho que no conozco a don Rafael Nieto más que moralmente. No le merezco un beneficio ni le guardo rencor por agravio alguno, estoy obligado, pues, a ser imparcial y después de lo asentado debo hacer conocer unas íntimas confidencias de un amigo del alma suyo que bien pueden favorecerlo.

"Cuando algunos supieron que estaba dispuesto a atacar la credencial de don Rafael Nieto, un íntimo amigo suyo me llamó aparte y en sitio privado me hizo las siguientes confidencias, que si las doy a luz pública es porque no se me exigió sigilo y tengo para mí que pueden beneficiar al tenedor de la credencial del 5o. distrito de San Luis Potosí.

"Comenzó el fiel y honrado amigo de Nieto así: "¿Sería usted capaz de negarle la entrada a una casa decente a un criminal probadamente regenerado? No, ¿verdad? Pues es el caso de mi buen amigo don Rafael. Está ya regenerado. Aquel instrumento de Cabrera, negociante en la Secretará de Hacienda, incondicional de Carranza, verdugo del pueblo, prevaricador de la Revolución, ya no existe; ahora Rafael Nieto es socialista, libertario, casi bolchevique, con una doctrina moral elevadísima... ¡vamos - me decía mi interlocutor - si le juro a usted que Nieto está transformado, mejor dicho, regenerado! Con decirle que se avergüenza de su pasado, no quiere que le hablen de él. Y continuó el amigo del señor Nieto: "Mire usted, en verdad Nieto no ganó a la buena su elección. Usted sabe que por conveniencias políticas del momento, Nieto dejó a Curiel en el Gobierno de San Luis; pues bien, Curiel le ha correspondido sacando triunfantes en las elecciones a él y a sus propagandistas; por eso hay nietismo en la Cámara de Diputados; - y al observar mi extrañeza, continuó - pero amigo, esto será siempre, no lo podrán evitar nada ni nadie; después de todo no dejará de reconocer el fondo práctico de la máxima de Nieto: ¡Hay que legalizar la imposición! Con qué, amigo mío vote usted en favor de Nieto, que así legaliza usted la...credencial. Por otra parte no debe usted olvidar que el que practica la máxima bien puede obtener una representación financiera en Londres...

"Ahora bien; en política la pasión más común es la envidia, y cuando se tiene una frente de torre como la de Nieto - mi interlocutor le encuentra mucho parecido con la de Victor Hugo joven - se tienen más envidiosos. Y ¡ay! los envidiosos en política son capaces de todo, hasta de la calumnia; ¿quién asegura a Nieto que los envidiosos de su talento financiero no lo calumnien en su honrada y meritísima gestión hacendaria y quieran dar con sus huesos en la Penitenciaría? Y sabe usted con qué se burla a los calumniadores y a los envidiosos?, pues con el fuero constitucional. He aquí el secreto - exclamó el amigo de C. Nieto - del empeño de don Rafael por entrar a la Cámara de Diputados; ¡el fuero constitucional! ese fuero que es una coraza de acero, que hace inmune al individuo contra la envidia, contra la calumnia y... contra la Penitenciaría.

"Continúa el defensor del señor Nieto: "Pero hay más; algo que no se espera usted, ni se esperan los diputados ni el mismo pueblo. Oigame usted; una de estas mañanas Rafael Nieto, después de un cuidadoso examen de conciencia, tomó en sus manos un libro de Zola, era "Trabajo", hojeó el acaso y se encontró con la página más palpitante y más hermosa del gran escritor realista, aquel momento supremo en que el pasado simbolizado por el paralítico millonario Qurignon recobra el habla de que estuvo privado durante muchos años, ante el asombro de sus familiares y el apóstol socialista Lucas Froment, el fundador de la ciudad ideal, de la ciudad del porvenir, fundada en la ley del amor

y en la conciencia del deber. ¿Lo ha leído usted? Es un momento solemne en que el pasado renuncia a sus atributos en favor de la humanidad del porvenir. Pendientes están todos los circunstantes del multimillonario Qurignon, el amontonador de riquezas con sangre y lágrimas de varias generaciones, cuando pronuncia las incomprensibles y mágicas palabras: "Hay que devolver.... hay que devolver.... hay que devolver todo lo que hemos despojado a los demás". Mi amigo leyó, se puso de pie súbitamente, abrazó emocionado a su clientela de Cerritos que lo esperaba en su antesala y obsesionado por el bello pasaje de Zolá, repetía a sus amigos: "Hay que devolver..... hay que devolver... Voy a devolver.... ¿pero qué? - le preguntábamos todos sus amigos - Todo lo que dejó de llevarse Juan Barragán en el tren dorado. Hay que devolver... hay que devolver todo lo que me he reservado para qué no se llevara la rapacidad carrancista; todo lo que me reservé desde Veracruz, donde descubrí las intenciones lejanas de Barragán y don Venustiano. Todo lo que tengo no es mío es de la nación, es del pueblo y hay que devolverlo. Desde entonces estuvimos frente a frente Barragán y yo, por esto rompí con Cabrera, porque han de saber ustedes que desde Veracruz se comenzó a cargar el tren dorado de Aljibes sólo que yo, más astuto que ellos, les mermaba la carga en bien de la Nación. Es sólo un depósito el que tengo y lo voy a devolver. ¡Ay! ¡suspicaces y malévolos! ¡cómo se van a quedar cuando desde la tribuna de la Cámara anuncie el fausto acontecimiento; entonces se alabará mi previsión y mereceré bien de la patria!

"Ciudadanos representantes del pueblo: Sólo que este milagro se realizara podría pediros que aprobaseis la credencial de don Rafael Nieto. Tiene la palabra este señor para hacer la sensacional restitución al Tesoro Nacional. Claudio N. Tirado."

(Aplausos, Siseos. Campanilla.)

- El mismo C. prosecretario: Están inscriptos para hablar en pro, los CC. Angel Silva, Flavio Ayala, y Castro y López Rafael. En contra, los CC. Francisco Soto, Anastasio Manzanilla, Aurelio Manrique, J. Joaquín Silva y Mijares Aureliano.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el C. Soto Francisco.

El C. Soto Francisco: Señores diputados y presuntos diputados: Ya los compañeros que están perfectamente interiorizados de los detalles de esta elección, vendrán a esgrimir aquí una argumentación fundándose en documentos irrefutables para demostrar que la credencial del señor Nieto es perfectamente fraudulenta. Para todos aquellos que sólo se atengan al criterio legal, serían preciosísimos los datos que se vengan a esgrimir aquí; para mí, sé deciros que, aunque soy el primero en someterme a esos escrúpulos rebatidos de soberanía, en cuya virtud hemos querido que el criterio legal sea el alma de nuestras discusiones, no comprendo por qué en el caso del señor Nieto nos hemos de atener exclusivamente a este criterio. No es que abrigue temores de que vaya a fallar el criterio legalista, ni tampoco que yo pretenda esgrimir exclusivamente el criterio público, pero hay casos en que, imprescindiblemente, deberemos echar mano de los dos, y estoy seguro de que esta Asamblea concederá tanta importancia a uno como otro. ¿Quién no conoce al señor Nieto, y quién es este señor para que la Representación Nacional vaya a concederle un sitio en esta Cámara, siendo así que un hombre tan lacrado, tan manchado (Siseos, Campanilla) como él, debe ser expulsado de esta Representación Nacional, por conceptos de ignominia mayor? (Siseos) Sí, señores; no pretendo desencadenar una tormenta, pero no sé por qué hay tanto miedo, tenemos miedo a la censura reaccionaria; (Siseos, Campanilla. Aplausos.) tenemos miedo a esos periódicos que burlan a los que vienen a emplear bien el lenguaje, a los que venimos a ver desnudos a los hombres. (Risas) Sí, señores no hay quizá cosa que se oponga tanto a juzgar a los hombres, como las vestiduras. (Risas) La prueba, el ejemplo lo dio aquel glorioso pueblo en la antigüedad, en donde es fama que bastaba desnudar a una mujer para que la justicia rindiese su espada ante la belleza. En este orden de ideas vendríamos a concluir en que vosotros expulsaréis a Nieto con sólo concedernos que lo exhibamos en cueros vivos. (Risas, Toses.) Se nota desde luego....(Toses, Siseos.) La silueta de don Rafael Nieto realmente hay poca necesidad de delinearla, porque ella se destaca con la fuerza expresiva de un capricho goyesco, que no se borrará mientras perdure esta generación. Los defensores del señor Nieto no podrán exclusivamente atenerse al criterio legal, porque llevan completamente perdido este punto, y como tienen que eludirlo, forzosamente vendrán aquí con otros argumentos, y yo quiero preveniros a los que, como yo, sois bisoños en estas lides, que os vendrán a decir que Nieto es popularísimo y que forzosamente tenía que haber triunfado. Ya hemos escuchado a uno de los miembros dictaminadores, a uno de los miembros de la Comisión dictaminadora que conoció de este expediente, decir y declarar que antes de ver ese expediente, él tenía la seguridad de que el señor Nieto había triunfado. Efectivamente, señores; se trata del señor Nieto, un capitalista, un banquero, y tanto este señor como el señor licenciado Roque Estrada, podían de antemano, sin percatarse de ese expediente, abrigar la seguridad de que Nieto había triunfado. ¿Por qué? Porque sufren el ascendiente del poder y del dinero. Si se tratara de otro individuo, ¿cómo iba a decir, antes de ver el expediente, que había triunfado? Si se tratara de una personalidad humilde, estos señores de la Comisión hubiesen hojeado el expediente, hubiesen recurrido a todos los artículos de la Ley Electoral, buscando pretextos para decir que no había triunfado; pero el señor Nieto, y ¿quién no sufre el ascendiente del poder y el dinero? La popularidad del C. Nieto, señores diputados, no es, en concepto de todos aquellos que raciocinan fríamente, sino un fútil argumento, que vendrán a esgrimir aquí sus defensores. Yo procuraré deciros qué y el cómo de ese timo y de esa impostura que se no quiere hacer pasar como una popularidad enorme del señor Nieto; si ellos se atreven a tocar uno solo de los puntos legales, estrictamente legales del dictamen, vendremos a desbaratarlos, a deshacerlos con una documentación que yo declaro que es la única documentación verdaderamente fehaciente que he tenido en mis manos. En los días en

que don Venustiano Carranza era el amo absoluto de la República y en que el Estado de San Luis Potosí estaba encargado como un feudo a Juan Barragán, el señor Nieto se presentó en aquella Entidad como candidato independiente o semi - independiente. Era muy natural que el pueblo potosino, encontrándose enfrente de una oposición y de una imposición, se inclinara por la oposición ¿Cómo correspondió el C. Nieto a esta actitud de los que lo postulaban para el Gobierno de San Luis Potosí? De la manera más bochornosa, como todos vosotros lo sabéis. Yo lo predije, señores representantes; yo puedo demostrarlo hasta con escritos de entonces, en que decía que el señor Nieto vendría inevitablemente a disfrutar de otra encomienda de Carranza, alguna encomienda que Carranza le tenía preparada para endulzarle la amargura del trago electoral; porque de antemano sabíamos que se consumaría aquella imposición en el Estado de San Luis Potosí. Cosa igual pasaba en Guanajuato. En Guanajuato el ingeniero Madrazo se presentó en idénticas condiciones a las del C. Nieto; también ahí el pueblo se inclinó a favor del ingeniero Madrazo y dejó que el ingeniero Madrazo viniera a disfrutar de otra encomienda de don Venustiano Carranza. Generalmente, las comparaciones se condenan por odiosas; efectivamente, hay odiosidad en las comparaciones, y es precisamente esto lo que les da su fuerza. No quiero atribuir al ingeniero Madrazo el mismo nivel moral que al señor Nieto; pero también vemos cómo el ingeniero Madrazo viene a disfrutar otra encomienda de Carranza, después de la derrota, más bien dicho: de la imposición consumada por Carranza en Guanajuato y aceptada vergonzosamente por él.

El C. Ortiz Manuel: Pido la palabra para una aclaración.

El C. presidente: Después que termine el orador.

El C. Soto Francisco: Yo permito que hable el señor.

El C. Ortiz Manuel: El señor ingeniero Madrazo.....

El C. presidente: Después que terminen los debates, vienen las aclaraciones.

El C. Soto Francisco: Yo permito la interpelación.

El C. Ortiz Manuel: El orador me autoriza.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Ortiz Manuel: La aclaración es ésta: El señor ingeniero Madrazo no disfrutó de encomienda alguna; es cierto que arrendó en determinadas condiciones unos andenes para pulque; pero pagaba sus rentas, y él dejó después un representante, como arrendatario que era de esos andenes, o no sé qué tenía, bajo determinada cantidad; pero hago constar que no se le hicieron ningunas concesiones.

El C. Soto Francisco: He dicho que no he querido atribuir al ingeniero Madrazo el nivel moral del señor Nieto. No sé si el señor ingeniero Madrazo aceptaría o no encomiendas de Carranza; las noticias que yo tengo, y que se hicieron públicas en la prensa, fueron de que vino a introducir pulque o algunas cosas a la metrópoli, y algunas otras concesiones. Respecto del señor Nieto, ya lo vimos que fue a rehacer su fortuna, su capital muy mermado en su propaganda política. Es preciso que la Representación Nacional se dé cuenta del comportamiento del señor Nieto después de las elecciones en el Estado de San Luis Potosí para que pueda discernir con perfecta serenidad si es creíble si es verosímil que este señor siga disfrutando todavía de popularidad. Mientras sus partidarios eran encarcelados, él marchaba a Europa con una comisión degradante, para rehacer su capital mermado. En esta misma Representación Nacional, según tengo entendido, hay partidarios del señor Nieto, que arrastraron toda serie de peligros para sacar avante su candidatura, y Nieto, repito, con una falta de firmeza que muy poco le honra, vino a aceptar una nueva encomienda del Gobierno de Carranza. Hubo un momento en que, hasta los más enconados enemigos de Carranza y de sus hombres, creyeron que Nieto llegaría a la cumbre de una apoteosis, cuando aquella protesta magnífica rendida por él como gobernador electo, ante la Legislatura legalmente electa de San Luis Potosí, en despoblado, perseguido. Ya vimos cómo paró todo aquello, fue algo así como un aire de cueva carbonaria, pero tuvo un epílogo verdaderamente ridículo. Si entramos a profundizar un poco en el dictamen rendido por la Comisión, veremos, en primer lugar, una ligereza o una diferencia imperdonables, y descubriremos en él puntos que no pueden atribuirse únicamente a ligereza, sino a un interés manifiesto por sacar avante la credencial del señor Nieto. En primer lugar, debo hacer constar que en la municipalidad de Matehuala, es decir, en el cerebro, en el corazón del 5o. distrito electoral de San Luis Potosí, el señor Nieto perdió, y perdió en buena lid, porque allí quedó en tercer lugar, ni siquiera en segundo lugar, pues la fórmula Morales - Rangel obtuvo allí un número aplastante de votos. ¿Cómo explicar este fenómeno, si en las demás municipalidades que componen el 5o. distrito electoral, el señor Nieto obtuvo un triunfo aplastante y votaron por él los muertos y los ausentes? Es muy sencillo, señores: en la cabecera del distrito se explica que haya más cuidado para estas cuestiones políticas, que los ciudadanos se preocupen más, que sea más difícil una disposición, que los fraudes y los chanchullos se dificulten enormemente, aun teniendo, como tenía el señor Nieto, todos los medios de coacción en su poder, como Gobernador que es de aquel Estado, por más que nos venga aquí con el valor sobrentendido de que disfruta de una licencia. Hay un punto interesantísimo: existe un acta notarial, y en su oportunidad pediremos la lectura de ella, en que un presidente municipal hace constar que no sabe si en dos casillas habría o no habría elección. La Comisión dictaminadora, examinando estas protestas, declara que del dicho del presidente municipal no se deduce nada, porque como estos expedientes aparecieron en la Junta Computadora, se vino en conocimiento de que había habido elecciones allí, donde en un principio pudo creerse que no las había habido. Aquí se olvida la Comisión de que la Ley Electoral es terminante en este punto, y trata precisamente de evitar estos fraudes, para que, en un momento dado, no vengan a salir expedientes hechizos para decirnos que el señor Nieto obtuvo una mayoría aplastante de votos. Dice el artículo 27 de la Ley Electoral:

"El primer domingo de junio, el Ayuntamiento en cada municipalidad, mandará publicar la lista electoral de su jurisdicción, expresando el número de las casillas y la ubicación de cada una."

El artículo 30 insiste:

"El tercer domingo de junio, el Ayuntamiento de cada municipalidad publicará de nuevo la lista de las casillas electorales de su jurisdicción y de los lugares donde deben instalarse, agregando el nombre de un instalador propietario y de un suplente para cada una de ellas, los que serán nombrados por el propio Ayuntamiento."

El presidente municipal dio a los representantes del Partido Liberal Constitucionalista de Matehuala y del Partido Laborista de obreros y campesinos la lista de ocho casillas, omitiendo estas dos que después necesitó el señor Nieto para completar los votos que le hacían falta. Ya veis hasta dónde llega la parcialidad de la Comisión diciendo que estas dos casillas pudieron muy bien instalarse a pesar del dicho del presidente municipal, supuesto que los expedientes aparecieron en la Junta Computadora indicando que hubo elecciones, aunque al principio se creyó que allí tal vez no las hubo. Pues no, señores, la Ley Electoral es terminante, es precisa en este punto. Previene, con una insistencia muy razonable, que no puedan verificarse estos fraudes, haciendo constar de antemano los presidentes el número y la ubicación de cada una de las casillas. Pues entonces, ¿a dónde iríamos a parar si la ley no previniera estas cosas? A que cada candidato en su casa forjara mil o quince mil votos, o todos los que quisiera, para llevarlos a la Junta Computadora, atribuyendo que corresponden a determinada casilla, como efectivamente sucedió en el caso del señor Nieto, porque sus expedientes son fraguados, con hechizos. La parcialidad de la Comisión debe poner muy sobre aviso a la Representación Nacional. (Siseos) Respecto de una casilla instalada en la Presidencia Municipal de Villa de Guadalupe, dice la Comisión que como la ley no previene el caso ni declara que sea causa de nulidad el instalar una casilla en la Presidencia Municipal, naturalmente no se puede nulificar los 382 votos que allí obtuvo el señor Nieto. La Ley Electoral, efectivamente, no dice que en las presidencias municipales no pueden instalarse las casillas, pero en cambio, tenemos este artículo:

"Artículo 48. Las casillas electorales no podrán instalarse en casas habitadas por funcionarios o empleados del Gobierno",....

Si una casilla electoral no puede instalarse en casa habitada por funcionario o empleado del Gobierno, ¿es creíble que sea el lugar indicado para la instalación, como dicen los que dictaminan sobre este asunto, una Presidencia Municipal? ¿Cuál es entonces el espíritu de la ley, sino el de permitir que la emisión de los votos sea dentro de una atmósfera de efectiva libertad para que así sea libre y espontáneo ese voto? ¿Pues cómo va a ser libre y espontánea la manifestación del sufragio en una Presidencia Municipal en donde no sólo habitan los funcionarios del Gobierno, sino donde radica toda la fuerza de coacción que pueden disponer las autoridades? Un dato curioso es que allí votaron los 382 ciudadanos empadronados. La Comisión dice que esto puede ser muy raro, pero que no es imposible. Efectivamente, este es uno de los poquísimos puntos lógicos del dictamen: que hayan votado todos es raro, pero no es imposible. Ahora bien; hay también una constancia del general Eulalio Gutiérrez en que hace constar que aquellos lugares, como es natural, están muy despoblados relativamente de algunos años a esta parte. ¿Cómo, pues, pudo hacerse que allí votaran todos, absolutamente todos los empadronados? Pero este dato es completamente secundario, lo esencial es que la casilla se instaló en la Presidencia Municipal y que la Comisión declaró que era el lugar acostumbrado para que se instalaran las casillas. Yo pregunto a todos y cada uno de los diputados y presuntos que me escuchan, si alguno de ellos trae en sus expedientes la votación de una casilla instalada en una Presidencia Municipal. Yo creo que el que se encuentra en ese caso es únicamente el señor Nieto y apelo a la conciencia de los ciudadanos representantes para que interpreten este hecho, el de haberse instalado la casilla en la Presidencia Municipal, y el dicho de la Comisión de que no puede nulificar esos votos porque era el lugar de costumbre para hacer las elecciones. La nulificación de estos solos votos bastaría para dejar al señor Nieto en segundo lugar respecto del señor Angel Morales que fue quien obtuvo legítimamente el triunfo en el 5o. distrito electoral de San Luis Potosí. Esto es perfectamente explicable, porque el señor Nieto, que fue postulado por una convención en la capital del Estado de San Luis Potosí, fue completamente desconocido por los habitantes de Matehuala. En Matehuala existe el Partido Liberal Constitucionalista de Matehuala y el Partido Laborista de Obreros y Campesinos, y estos dos partidos en convención democrática acordaron sostener a sus candidatos; éstos no fueron ni el señor Nieto ni un señor de Mendizábal que resulta hoy ennoblecido por quién sabe qué volteretas de la fortuna. Los dos partidos que apoyaron a los señores Rangel y Morales en Matehuala los llevaron al triunfo como no podía dejar de ser, porque cuentan allí, como es natural, con un control del distrito y se preocuparon por combatir al señor Nieto, considerándolo - como es en realidad - un elemento verdaderamente nocivo. Ya se ha dejado oír por allí alguna voz insidiosa que acusa al C. Manrique de faltar a sus compromisos con la convención que lo postuló a él juntamente con el C. Nieto. Y los defensores del señor Nieto quieren esgrimir un arma tan torpe como pueril en defensa de su candidato. Dicen: "¿Por qué Manrique viola el pacto de la convención, mientras Soto y Gama lo respeta?" ¡Pues muy sencillo, señores! Si estos tres candidatos salieron de aquella convención, creo que todos debieron tener el compromiso de defenderse, de apoyarse durante las elecciones; pero si el señor Nieto fue electo de una manera ilegal, ¿es posible que honradamente después de las elecciones los demás pudieran quedar comprometidos a defenderlo a todo trance? Yo creo que esto sería verdaderamente indecoroso. Dicen los defensores del señor Nieto que Soto y Gama, al contrario de Manrique, no vendrá a atacar al señor Nieto, Esta arma se vuelve contra ellos. Efectivamente, Soto y Gama tal vez no lo atacará ni lo defenderá tampoco - ¿por qué dicen

esto los señores nietistas?-; Soto y Gama tampoco vendrá a defenderlo, porque un hombre que de muchísimo tiempo ha conquistado un prestigio verdaderamente revolucionario, no puede venir a comprometerlo en un segundo defendiendo al señor Nieto; (Siseos.) no puede venir a defenderlo porque todo su pasado se levantaría para prohibírselo; no lo puede defender porque se le interpondría una sombra gigantesca, la de Emiliano Zapata, para ahogarle la voz en la garganta y para decirle: ¡no traiciones! (Siseos, Risas. Voces: ¡Agua!) Yo lamento verdaderamente que el Licenciado Roque Estrada haya solicitado un permiso, probablemente para no encontrarse en el apuro de tener que sostener al señor Nieto en estos debates, (Siseos.) porque los sofismas del señor licenciado Roque Estrada serían aquí provechosísimos para el mayor esclarecimiento de la verdad. Contentándome con los argumentos que vienen a esgrimir los defensores, debo decir que este dictamen es verdaderamente insostenible porque, como en los casos en que he demostrado, manifiesta una parcialidad marcadísima de la Comisión para sacar triunfante al señor Nieto; toda ley la interpreta en el sentido más favorable para este señor en casos en que las mismas autoridades declaran, se puede decir, en contra del señor Nieto; la Comisión interpreta esas declaraciones en otro sentido y dice que son favorables al señor Nieto. Los presidentes de casillas declaran que no hubo elecciones; pero como aparecen los expedientes forjados, los expedientes hechizos, la Comisión, por más que tenga las pruebas de que allí no hubo elecciones, dice que esos expedientes corresponden efectivamente a una votación legítima. Yo dejo a la conciencia de los señores representantes la apreciación de los puntos del dictamen sobre los cuales he llamado la atención, en comparación con la Ley Electoral. (Aplausos, Siseos. Murmullos.)

El C. Silva: Honorable Asamblea: Francamente si yo quisiera referirme al discurso del muy estimable compañero Soto para la defensa de esa credencial, tendría que consumir dos o tres botellones de agua, y aun estimo que la prensa al hacer sus crónicas, va a tener que hacer papeles mojados. Después de oír la lectura del señor secretario Castrejón, que generalmente nos lee aquí documentos con voz cansada, al estilo de todos los secretarios, es natural; pero ayer seguramente estuvo haciendo ejercicio de flexibilidad de voz y de aptitudes para poder leer el documento que nos ha leído. (Aplausos y risas.) El documento es una hoja exclusivamente política y moral del señor Tirado, que había prometido inscribirse en el contra de este dictamen y no pudo venir por la circunstancia de habérsele concedido una licencia para desempeñar funciones de otra especie. ¿Por qué el señor Tirado no entró al examen legal de este expediente? me pregunto yo y nos hemos preguntado muchos. La única explicación que yo encuentro es que el señor Tirado no tuvo tiempo de ver este expediente, por la circunstancia de tener que ir al Ayuntamiento a ver expedientes de otra naturaleza; de allí que haya echado mano de sus procedimientos de examen en lo político y en lo moral para estamparlos en el documento que habéis oido leer. Yo no quisiera entrar en esta credencial a la parte política del asunto, y no entraré por una sencilla circunstancia: porque el que debe defenderse de los cargos políticos que se le hagan es el mismo señor Nieto; y no tengo por qué defenderlo, puesto que el puede hacerlo con mayor brillantez. Hay, además, de esta circunstancia, un escrúpulo netamente personal mío. Al hacer yo el examen de las credenciales en toda esta época que hemos tenido, siempre me he atenido exclusivamente al criterio legal y no al criterio político, ni al criterio moral; en muy raras veces he tenido que atenerme a éste, sencillamente por forjarme en mi mente la idea de que determinada credencial sea buena o sea mala, pero exclusivamente como una ayuda, no como parte fundamental en el asunto. Cuando comenzaban las sesiones de Colegio Electoral, curiosísimo como estaba yo por saber qué clase de criterios eran los que iban a tener que aplicarse, me fui encontrando con que el C. Espinosa propuso que se siguiera exclusivamente el criterio democrático. Yo, conocedor ya de los terribles filos de esos cuchillos de que tanto se ha hablado, francamente me sentí sobrecogido de pavor; yo creía que se trataba de inventar una nueva guillotina, pero afortunadamente no se trata de esto, se trata sencillamente de un nuevo nombre para un criterio que yo conceptúo simple y sencillamente como un criterio legal. El criterio democrático se ha definido aquí como el criterio legal llevado a su última expresión, es decir, ahondando, viendo si los votos que vienen en los dictámenes son realmente votos, si no ha habido ni la más ligera sospecha de imposición pretoriana, de imposición capitalista, y esto en mi concepto es absolutamente el criterio legal. Así pues, he seguido conceptuando el criterio democrático como el criterio legal purificado, quintaesenciado, si queréis. ¿Por qué el criterio político en las asambleas, en los países civilizados va perdiendo terreno? Sencillamente porque no son las asambleas las que tengan que dar los votos, son los ciudadanos que han ejercido su derecho en los respectivos distritos. Hablaba el C. Soto hace pocos momentos, y le cogí una expresión que literalmente dice: "¿Quién es este hombre para que la Representación le conceda un sitio? Yo digo: no es la Representación Nacional la que tiene que conceder el sitio, es el voto del pueblo el que tiene que conceder este sitio, la Representación Nacional no tiene más que sancionar la voluntad popular, y para esto es para lo que tiene que entrar el examen minucioso de todas las causas que hayan concurrido a la formación de esos votos, de todos los vicios de forma y principalmente de fondo que puedan existir. Así pues, repito que no voy a examinar esta credencial desde el punto de vista político, esto quedará para los que me sigan. Mucho tiempo hemos tenido esta credencial pendiente por diversas circunstancias que vosotros conocéis; faltan otros muchos ciudadanos todavía por discutir su credencial, y la verdad que estamos haciendo el papel de Dionisio el Tirano. No habría para qué repetir la historia de Damocles cuando es tan conocida por todo el mundo, y vimos que si nosotros, en la época que tuvimos nuestras credenciales pendientes sufrimos moralmente mucho, más de lo que puede sufrirse en cualquiera campaña electoral, sencillamente porque se trata de una Asamblea, y como todas las asambleas, sujeta a leyes todavía no exploradas suficientemente para

poder controlarlas, sujeta a los vaivenes a que están sujetas todas las asambleas, hemos sufrido moralmente en ese periodo mucho más de lo que puede sufrirse en cualquiera campaña política; aún tenemos una multitud de representantes que andan en los corrillos esperando y pidiendo que se acepten o que se rechacen sus credenciales, pero que de una vez se pase sobre el asunto y no se les tenga con la tortura de que están sin saber a qué atenerse. Habría para esto que profundizar el asunto, quizá haciendo consideraciones muy poco favorables para la Representación; pero hay que tener en cuenta que si son poco favorables, son también poco favorables todas las que tengan que hacerse, absolutamente, de toda clase de asambleas. ¿Qué tanta será la confianza que los ciudadanos presuntos representantes tienen en la justicia que hemos estado buscando desde hace mucho tiempo y que seguiremos buscando no sabemos hasta cuándo, precisamente cuando no saben a qué atenerse respecto del resultado de su credencial? ¿Hasta dónde llegará la confianza que se puede tener en esa diosa cuando nosotros, la flor y nata de los distritos, podría decirse, los que venimos ungidos con el voto de nuestros representados, los que se podría creer que estamos más capacitados que cualquiera de los demás para poder saber hasta dónde llegan esos cánones de la justicia, nosotros mismos no tenemos fe en esa justicia, nosotros mismos no sabemos a qué atenernos, así venga la credencial más limpia que una gota de rocío? Así se comprenderá por qué circunstancia, mientras una credencial no se aprueba, el representante anda sufriendo constantemente las torturas de Tántalo. Aquí cabría decir o cabría recordar las épocas romanas; cuando Alejandro Severo daba audiencia, tenía un heraldo en la puerta que recordaba constantemente un versículo de los misterios de Eleusis, un versículo que decía: "no entre aquí sino aquel cuya alma sea inocente y pura." Nosotros en lugar de escribir sobre el frontispicio de la Cámara la palabra Lex, quizá tendríamos que escribir mejor alguna parodia de este versículo diciendo: no entre sino aquel cuya alma sea batalladora y fuerte. Batalladora y fuerte como la de nuestros ancestros, como la de los españoles cuando vinieron a la conquista, como la de todos los indígenas que les resistieron; batalladora como la de Hernán Cortés, a quien un orador en días pasados llamaba ciudadano; (Risas.) batalladora y fuerte como la de Moctezuma - me refiero a Moctezuma Ilhuicamina -, batalladora y fuerte como la de Cuauhtémoc. ¿Por qué? Sencillamente porque si no tenemos la conciencia suficiente para poder decir qué es la justicia, será necesario venir revestido de toda esa fortaleza a fin de no estar sufriendo moralmente, como se sufre constantemente.

El señor Soto, entrando ya al examen del asunto, no comprendió por qué circunstancias nosotros habríamos de apegarnos exclusivamente al criterio legal y decía que tendríamos en este caso que echar mano principalmente del criterio político y del criterio moral. Yo estoy plenamente seguro de que si se echa mano de cualquiera de los tres criterios, y todavía más, si se inventa otro criterio, el señor Nieto saldrá con su credencial perfectamente limpia. (Siseos.) ¿Por qué? Estos siseos me hacen fijar la atención en un pequeño detalle que he estudiado en esta Asamblea; parece que cuando se trata de afirmaciones lisas y llanas como las que he hecho, sin llevar las pruebas por delante, los señores que sisean no conceden estas afirmaciones muy usuales en política; prefieren que primero vayan las pruebas y después vengan las afirmaciones. Pues bien; yo obedezco a los dictados de los que sisean, si esa es su intención, y voy a dar las pruebas primero para poder afirmar después. No vengo, como el señor Soto, a afirmar constantemente, entre trago y trago de agua, (Risas y Aplausos) que la elección es mala, que el tipo moral es malo, que el tipo político es malo. No, señores; procuraré seguir un camino distinto y procuraré probar, primero, que la elección es perfectamente legal, y en seguida haré la afirmación y veremos si así me libro de los siseos. ¿Por qué circunstancia yo no voy a exhibir este expediente al desnudo, como pedía el señor Soto que se exhibiera aquí al C. Nieto? ¿Por qué circunstancia quiere el señor Soto que la personalidad del C. Nieto se exhiba en toda su desnudez, si la labor del señor Nieto, como él mismo lo ha confesado, ya es perfectamente conocida? ¿Habrá necesidad de estar recalcando constantemente toda la labor que este ciudadano ha desarrollado? Esto es, sencillamente, hacer perder el tiempo a la Asamblea. El señor Soto rechaza la comparación; es natural, él no podría comprender, como decía el C. Soto y Gama, que un huevo se parece a otro huevo; él podrá comprender que un tostón se parece a otro tostón. (Risas y aplausos.) Esto de las comparaciones resulta odioso, naturalmente. Cuando se refirió el señor Soto al viaje del señor Nieto a Europa, sencillamente no nos dijo nada acerca de esta cuestión; se concretó a afrimar que, efectivamente, sin probar nada absolutamente, sin dar un solo razonamiento, sin hacer siquiera una alusión a esa labor, a decir sencillamente que el señor Nieto había ido a rehacer su fortuna. Yo estoy enterado de los detalles de este asunto, dejo las pruebas para que venga a presentarlas el señor Nieto y me concretaré a afirmar, aun cuando contraríe la regla que me había trazado, que no fue expresamente a hacer fortuna, fue únicamente a hacer labor en pro de la patria. (Siseos.) Ya el señor Nieto se encargará de demostrar esto; suspendamos un momento nuestro juicio sobre esta cuestión. Entra el C. Soto al examen del expediente y se pregunta por qué circunstancias la elección del señor Nieto fue ganada en Matehuala y no fue ganada en los municipios que constituyen este distrito electoral, el 5o. distrito electoral del Estado de San Luis Potosí, desconocido del señor Soto porque el señor Soto, como lo dije alguna vez, fue a San Luis a dirigir un periódico huertista en la época en que nosotros los revolucionarios no estábamos precisamente en la capital; que llegó con las fuerzas huertistas allí y estuvo dirigiendo el periódico. (Siseos. Murmullos. Aplausos en las galerías.) El señor Soto, que entonces por necesidades de la campaña conoció algunas regiones de San Luis, no será perfectamente capacitado para poder afirmar que el 5o. distrito electoral del Estado tiene más o menos habitantes; El señor Soto no conoce ese distrito con toda seguridad y, por lo tanto, es disculpable que venga a hacer afirmaciones a priori, pero ya expliqué y vuelvo a explicar por qué circunstancias en Matehuala, que

es la cabecera del distrito, el C. Nieto obtuvo menos votos que el C. Morales, que es su contrincante; se debe sencillamente a que el C. Morales vive en Matehuala desde hace muchos años; el C. Morales es allí empleado de un ferrocarrilito que hace su tráfico entre Matehuala, la cabecera del distrito, y una de las fracciones de mucha importancia, por ser un centro minero de los más importantes del Estado de San Luis. El C. Morales es de los altos empleados de allá; el suegro del C. Juan Angel Morales es el gerente de este ferrocarril, y tanto en Matehuala como en La Paz, es natural que todos los empleados de ese ferrocarril estén sujetos a lo que el C. Morales desee. Es más, yo no niego - porque me gusta hacer justicia siempre -, que el C. Morales haya dejado de hacer campaña política; es más, afirmo que la hizo. Y no entro absolutamente a decir si los votos obtenidos por el C. Morales son buenos o están viciados; si me atengo a las constancias del expediente, que para mí es el que contiene exclusivamente las pruebas que debemos tener en cuenta, afirmaré que en Matehuala triunfó el C. Morales; pero como, según nuestra organización democrática, no son los votos de determinada población los que decidan una elección, sino que la mayoría de todos los votos obtenidos en las diversas partes que componen el distrito, hay que tener en cuenta que en los otros dos municipios, que son Villa de Guadalupe y Catorce, el C. Morelos obtuvo una votación absolutamente pequeña. Haciendo el resumen, pues, de los tres municipios, nos encontramos con que el C. Nieto obtiene una votación muy superior a la del C. Morales. ¿O qué se querría que el representante del 5o. distrito electoral viniera exclusivamente a representar al municipio de Matehuala? ¡Muy cómodo y muy bueno para los defensores del señor Morales; pero para los que tenemos como norma la ley y para los que hemos comprendido cuál es el verdadero espíritu de la ley, tenemos que atenernos exclusivamente a los votos que da el distrito en general! Si ellos aplicaran el criterio de que sólo se viniera a representar el municipio de Matehuala, con toda justicia nosotros echaríamos mano del argumento correspondiente, diciendo que entonces debería venir también el representante de Villa de Guadalupe y de Catorce, y así nos saldríamos nosotros con la muestra; pero no es esto lo que hay que hacer. Lo que hay que hacer es lo que se hace en todas partes: sumar los votos obtenidos en cada uno de los distritos y ver quién es el que saca mayoría. ¿Que hay vicios en el municipio de Villa de Guadalupe? Como el señor Soto absolutamente no se refirió más que a una casilla y de esto nos dijo muy poco francamente yo no encuentro argumento que rebatir. El señor Soto nos leyó el artículo 27 y el artículo 30, y yo creo que lo hizo exclusivamente para poder consumir su turno, porque no tenía otros argumentos con qué llenarlo. No nos dijo qué casillas faltaban con relación a la lectura de estos asuntos, no nos dijo absolutamente de qué se trataba, ni siquiera de qué municipio, pero se hizo hincapié en un detalle, una casilla instalada en la presidencia municipal y para esto pregunta el señor Soto: ¿Una casilla instalada en una presidencia municipal puede tener votos perfectamente válidos? El señor Soto dice que no, yo digo que si. ¿Por qué? Por la sencilla circunstancia de que el hecho de que una casilla vaya a instalarse en la Presidencia Municipal, no significa precisamente que sea en el salón donde está el presidente, no significa que precisamente en el salón donde se encuentran los gendarmes, significa que se encuentra en el edificio donde está la Presidencia Municipal y en ese caso la casilla no se instaló en el despacho del presidente ni se instaló donde había gendarmes o donde estaba el comandante de Policía, que pudieran haber hecho presión sobre los votantes. La Comisión, perfectamente fundada en esta cuestión, no nulificó los votos de esta casilla. ¿Por qué? Porque la Comisión no puede atenerse sino exclusivamente al criterio absolutamente legal, y el artículo 48 dice:

"Las casillas electorales no podrán instalarse en casas habitadas por funcionarios o empleados de Gobierno, ni en haciendas o fincas de campo que disten menos de cinco kilómetros de alguna cabecera del municipio, pues entonces en la cabecera deberá instalarse la casilla, y reunirá, además, los requisitos siguientes:"

Hago caso omiso de los requisitos que siguen, por la circunstancia de no venir al caso. Como habréis notado, el artículo 48 no prohibe que una casilla pueda instalarse en una Presidencia Municipal. Ahora, como para juzgar de la validez de una elección habría que ir al fondo del asunto, yo quisiera saber que protestas se han presentado acerca de la presión que se haya ejercido en esa casilla. En el expediente no aparece ni una sola acerca de esta cuestión; los votantes, pues, no tuvieron absolutamente sobre sí, ninguna presión, para que tuvieran que votar en determinado sentido, lo hicieron libremente ¿En dónde está, pues, la causa de nulidad que el señor Soto pretende buscar en esta casilla? Si se tratara de individuos del espíritu de él y de que por el simple hecho de que en la acera de enfrente ven un gendarme, ya votan en pro o votan en contra; si se tratara de individuos que pueden tener la pequeñez de espíritu, que por el simple hecho de ver al comandante de Policía de a Pie a media cuadra de distancia, se sintieran sobrecogidos de pavor, y preguntaran primero al comandante por quién debían votar, entonces sí diría yo: "Esta casilla está viciada en el fondo; debe nulificarse." Pero de los documentos presentados hasta ahora, no aparece una sola protesta respecto de presión habida en esta casilla; el simple hecho del lugar, es decir: la simple circunstancia de que se haya instalado una Casilla en la Presidencia Municipal, absolutamente a nadie puede ocurrírsele que sea por sí solo un argumento suficiente para nulificar una votación. ¿Por qué la circunstancia la Comisión, tan atacada en este caso por el señor Soto, se concreta exclusivamente a nulificar la votación de las casillas? Por más que el señor Soto no nos exhibió los documentos correspondientes, yo estoy autorizado para decir - y aquí si están las pruebas, aquí no se trata de afirmaciones simples -, estoy autorizado para decir que la Comisión ha echado mano en esto de la Ley Electoral, con un absoluto cuidado, apegándose estrictamente a lo que la ley dice, sin traer por sí y ante sí argumentos de otra especie, sino que sencillamente se ha concretado al examen de la ley, a la aplicación directa del expediente y a nulificar las casillas que, conforme a esa misma ley, debían nulificarse. En los demás casos, la

Comisión no hizo nada; indudablemente que nos puede decir el señor Soto: "La Comisión lo ha hecho así para favorecer al señor Nieto." ¿Pues qué, quería el señor Soto que en un caso de esta especie, la Comisión anduviera buscando de los particulares los documentos correspondientes para nulificar esta casilla saliéndose así de su papel? ¿Qué no se comprende que el papel de una Comisión es exclusivamente el de pasar todas las razones que vengan en los documentos, pero no andar absolutamente escarbando fuera de lo que se le presenta? Y esto, por la sencilla circunstancia de que la Comisión viene a hacer un dictamen, y para que pueda sostenerlo, tiene que basarse absolutamente en los dictados de la Ley Electoral, no puede, de otra manera, fundar su dictamen. Luego, terminaba el señor Soto haciendo alusión a acusaciones que se han hecho al C. Manrique, para justificar o no justificar la actuación de este ciudadano en esta cuestión, por el hecho de inscribirse en contra. Yo no voy a hacer absolutamente el examen de este asunto, por una sencilla circunstancia: somos muy dados, los que traemos una credencial ya aprobada, a venir a consumir turnos y turnos, para hacer el examen de asuntos completamente ajenos al caso que está a debate. Es uno de los principales defectos que tienen los oradores, el venir a hacer verdaderas disertaciones, muchas de ellas magníficas, brillantes, de las cuales yo me quedo con la boca abierta, precisamente esperando poder aprender mucho de lo que no he aprendido todavía; pero de asuntos que absolutamente no viene al caso. De este defecto yo quiero corregirme, si es que lo tengo, por la sencilla razón de que no es justo que, por más brillantes que sean las peroraciones; por más brillante que sea el examen y el estudio que se hagan de determinada cuestión, si esto no es de las que están a debate, viene a holgar completamente. Tiempo tendrán los ciudadanos representantes de seguir instruyéndose en otra parte; pero no precisamente en los turnos correspondientes a la materia a debate. De esto se sigue que, tenemos más de un mes sin hacer una labor efectiva, algo que pueda palparse en realidad; todo se ha ido en discusiones de credenciales y, principalmente, hemos pasado días enteros en discusiones de asuntos que no tienen absolutamente ninguna importancia. Este argumento pueden aprovecharlo los señores, del contra para decir: ¿por que este señor, que no había abierto la boca durante la discusión de todas las credenciales, que no había venido a la tribuna a debatir ninguna cuestión, ahora que se trata de su amigo o de su paisano, el señor Nieto, viene a hacer su defensa? Y a renglón seguido pueden decir: es interés. Me anticipo, para no tener después que consumir otro turno, a explicar a ustedes cuál es la situación en este caso: la convención de partidos políticos en San Luis Potosí, hizo sus postulaciones para trabajar en la capital y para recomendarlas exclusivamente a los distritos. Al efectuarse esta convención, todos los convencionados, los partidos políticos por medio de sus representantes, se comprometieron solemnemente - esto hay que tenerlo muy en cuenta - a apoyar todas las credenciales, o todos los nombramientos, credenciales o postulaciones salidas de esa convención. Al hacer el examen de la actitud del C. Soto y Gama respecto del C. Manrique, decía el señor Soto: "El C. Soto y Gama no es precisamente que sea respetuoso de los acuerdos de esta convención." Y yo digo El C. Soto y Gama se ha mantenido respetuoso de estos acuerdos, porque, ¿qué es lo que hace cualquier grupo político; que podía hacer el grupo independiente, el bloque del Partido Liberal Constitucionalista, o el bloque revolucionario si se encuentra con uno de sus miembros que trae una credencial buena y halla quien lo ataque? Se defiende abiertamente, se viene a la tribuna a esgrimir todos los razonamientos que se tengan para la defensa de esa credencial se encuentra el partido o el grupo político con una credencial en cuya legalidad no se tiene absoluta confianza yo quisiera que me dijera cualquiera que esté afiliado a los bloques ¿Hay alguno de ellos que por el simple hecho de que reconozca que alguno de sus compañeros de bloque trae una credencial mala por ese simple hecho va a levantarse a atacarlo? No señor Esto es natural es rudimentario sencillamente se abstiene de defenderlo. Esto es lo que ha hecho el C. Soto y Gama. El C. Manrique no se encuentra en este caso y ya veréis qué actitud es la que va a asumir en esta Representación. ¿Que yo encuentro justificada la actitud de C. Manrique? Absolutamente no, pero me abstengo de calificarla porque para ello tendría que echar mano de multitud de epítetos que no gusto de usar en este debate.

El C. Manrique: ¡Podéis hacerlo!

El C. Silva: No quiero, compañero.

El C. Manrique: No podéis hacerlo.

El C. Silva: No quiero hacerlo. Termina el C. Soto, como es natural, deshaciéndose en ataques a la Comisión sin fundarlos absolutamente. Yo, que no soy amigo de defender oficiosamente a nadie sino cuando me considero obligado en el caso no vendría a defender a la Comisión de estos ataques. La Comisión, tachada por el señor Soto de ligera, tachada por el señor Soto de vendida, ha sido tachada por el simple hecho de que el C. Nieto puede tener dinero o prestigio suficiente para comprarla. El señor Soto, que se ha deshecho en ataques para esta Comisión, no me merece sino el calificativo de ligero. Cuando se viene a hacer un ataque, principalmente a los compañeros, hay que fundarlo y, en este caso, nosotros hemos visto que el C. Soto no nos ha dado absolutamente ningún fundamento en esta cuestión. Ahora, para seguir haciendo la defensa de esta credencial, como no se han expuesto verdaderamente argumentos en contra, yo me veía obligado a insistir sobre los argumentos en pro de la legalidad de este asunto, es decir: a repetir lo que ya se dice en el expediente, a tener que hacer hincapié en multitud de puntos aquí tratados; pero yo; que creo que habéis prestado atención a la lectura del expediente, me concreto sencillamente a pediros un voto favorable, pero no a pedirlo como una limosna, no a pedir el voto como se pide comúnmente, por favoritismo; me concreto a pediros, como estoy seguro que lo haréis, que deis el voto de acuerdo con vuestra conciencia. Si vuestra conciencia os dice que, legalmente, la credencial está manchada, votad en contra, yo seré el primero en aplaudirlo pero, si haciendo el sacrificio de vuestro criterio en aras de un criterio político muy discutible, absolutamente discutible, en este caso vais a dar el

voto en contra, yo seré el primero en censurarlo. Cuando la conciencia es la que está dictando los actos del individuo, el individuo, puede llevar la frente perfectamente alta; cuando detrás de los actos volitivos de cualquier ciudadano se encuentra como supremo juez la conciencia, en este caso el ciudadano es un individuo invulnerable, y no importa que venga el oleaje de todas las pasiones a combatirlo; le basta simplemente conseguir los dictados de su conciencia, de ese supremo juez al que yo llamo conciencia.

Para terminar en este asunto, sólo me resta hacer hincapié en algunos de los argumentos expuestos por el señor Tirado en la hoja a la cual se dió lectura. El señor Tirado ha venido afirmando que la credencial no es legítima; la misma fuerza que tenga la afirmación del C. Tirado, debe tener la mía: la credencial es absolutamente legítima. ¿Por qué? En primer lugar, por los argumentos expuestos por el C. Soto ya habéis visto cuán deleznables son; y en tercer lugar, por la sencillísima circunstancia, la circunstancia elemental de que los votos obtenidos en todo el distrito electoral dan mayoría muy fuerte en favor del C. Nieto. Aquí quiero hacer hincapié en un pequeño detalle: El C. Morales, contrincante del C. Nieto, de que se ha dicho que con mucha anticipación fue a hacer su campaña política, tuvo un lamentable descuido: Su candidatura no se encuentra registrada en el 5o. distrito electoral del Estado de San Luis, en los términos legales; hizo un registro con anticipación a la convocatoria a elecciones, cuando esta convocatoria modificó los términos en que debían hacerse esos registros el C. Morales no llegó a revalidar su registro el C. Morales pues trabajo allá sin haber registrado su candidatura conforme a la ley. Todavía más el C. Morales por sí o por medio de sus representantes en el municipio de Matehuala, mandó sellar sus boletas y por una ignorancia absoluta de la ley o por una mala fe que yo creo ver en la cuestión selló allí todas las boletas correspondientes al 5o. distrito como si la Ley Electoral no dijese que éstas se mandan sellar en cada una de las presidencias municipales y nos encontramos como se ve en el expediente mismo que el expediente de Guadalupe y de Villa de Catorce no tiene boletas del C. Morales con los sellos de Guadalupe o de Catorce; los trae con el sello de Matehuala. Probablemente uno de los representantes del señor Morales, sabedor ya de que la Ley Electoral pedía que se hiciera el sellado en el municipio correspondiente, no pudo hacerlo a tiempo y en este caso ¿sabe la honorable Representación de qué expediente se ha valido este ciudadano tan honorabilísimo, representante de un candidato también tan honorable como el C. Morales? Pues se valió sencillamente del expediente de entrar subrepticiamente a la Presidencia Municipal, extraer el sello y sellar las boletas por su cuenta, haciendo este razonamiento: la Ley Electoral dice que deberán estar selladas por la Presidencia Municipal ¿qué importa que sea el ciudadano presidente municipal o yo el que las selle? ¿Por qué no puedo ser yo que entré subrepticiamente en la noche a la Presidencia Municipal tomando el sello, como representante de un candidato? Con esto la Ley Electoral queda a salvo y no hay absolutamente nada de malo en esta maniobra, es sencillamente una maniobra de que puede valerse cualquiera para corresponder a los llamados de la Ley Electoral. Y así nos encontramos con qué todas las boletas del Municipio de Villa de Guadalupe se encuentran con un sello de Matehuala, sello absolutamente ilegal porque, como he dicho, la Ley Electoral pide que sea del municipio correspondiente; y luego se encuentra otro sello, además del primero que he expresado, obtenido en la forma que ya relaté. Sobre esto naturalmente yo podría hacer extensísimas consideraciones para poner en ridículo la actitud de este ciudadano. ¿Pero para qué cuando en la conciencia de cada uno podría estar ya la firme convicción de que esta maniobra no ha traído sino un desprestigio para el candidato? ¿Para qué insistir sobre un hecho delictuoso por sí mismo, sobre el cual no se necesita absolutamente hacer hincapié, puesto que por sí solo da todo el lineamiento de lo que es este ciudadano representante de esa candidatura? Sobre este detalle habría que entrar al examen de los mandatos de la Ley Electoral. ¿Por que circunstancias la Ley Electoral pide que las boletas para que sean válidas tengan que ser selladas precisamente en el municipio donde se va hacer la elección? ¿Por qué circunstancias las boletas, cuando vienen selladas por otros municipios, no pueden servir absolutamente para la elección de que se trata? Considero que la Ley Electoral o los legisladores, al dictar estas medidas, lo hicieron exclusivamente para evitar que hubiese fraudes. Es natural: si en un municipio cuyo número de habitantes se conoce, cuyo número de casillas se conoce, se traen boletas selladas en otras partes, es muy natural que aquéllas puedan servir exclusivamente para forjar expedientes "hechizos" - me parece que dijo el señor Soto -,

El C. Manrique, interrumpiendo: Y muy bien dicho; es castizo....

El C. Silva, continuando: ...con estos expedientes naturalmente podrán hacer crecer la votación a su antojo. Pues bien; aquí es donde muy a mi pesar me viene la sospecha de que estos expedientes hayan sido "hechizos", palabra castiza, si la hay, según la expresión del C. Manrique, y me viene la sorpresa de que estos expedientes hayan sido farguados con boletas selladas al arbitrio de los interesados en esta cuestión; pero como estas sospechas no tengo documentos con que comprobarlas, quedan absolutamente en mi mente como una simple sospecha, pues yo no me atrevo a afirmar sino aquello sobre lo cual tengo pruebas fehacientes, pero las boletas pueden servir, pueden confundirse a la hora de la elección. La Comisión que ha hecho un examen cuidadosísimo de este expediente, que se ha ceñido absolutamente a la letra y al espíritu de la ley, no ha nulificado estas boletas que en mi concepto sí deben nulificarse porque no traen absolutamente el sello de un voto fehaciente, es decir, de un voto legal, de un voto legítimo. El simple hecho de que las boletas no son legales. De allí que crezca en mucho la proporción con que el C. Nieto haya vencido en estas

elecciones, puesto que descontando los votos nulificados con toda justicia por la Comisión, le quedan 2,246 votos, cuando el C. Morales sólo tiene 1,940. Pero si aplicamos el criterio que acabo de citar, respecto de los votos, entonces el C. Morales, perdiendo toda su votación de Catorce y Guadalupe, queda sólo con 1,334 votos. No insistí con la Comisión acerca de la nulificación de estos votos, por la sencilla razón de que nulificados o no, de todas maneras el expediente resulta favorable al C. Nieto, que es lo que se quería demostrar.(Aplausos. Siseos.)

El C. Soto: Pido la palabra para una aclaración.

El C. presidente: Artículo 103 del Reglamento: de pedir la palabra sino en voz baja y acercándose al presidente, ni se podrá interrumpir al que habla, bajo pretexto alguno, a no ser para reclamar el orden."

Tiene la palabra en contra el C. Manzanilla.

El C. Manzanilla: Ciudadanos diputados y presuntos diputados: El distinguido compañero Soto acaba de inventar en esta Cámara el último criterio verdaderamente paradógico y extremo: ese criterio es el criterio estético. (Voces: ¡Ah!) Dice que a él no le asusta al desnudo el señor Nieto. Realmente, a los que queremos abogar un poco por la estética, sí nos asustaría al desnudo el señor Nieto; como creemos que si se aplicara este criterio estético, ni el que habla, ni muchos distinguidos compañeros podrían estar en esta Representación Nacional. (Risas. Siseos.)

En la disertación verdaderamente psicológica del distinguido compañero Silva realmente tiene que rendirnos. Efectivamente, es muy psicológico, muy efectivo venir a hablar en medio de un ambiente favorable y venir a hablar en medio de un ambiente en el que el pueblo, representado por las galerías, está dando su voto favorable; (Voces: ¡Claque! Murmullos y aplausos.) pero es que el pueblo representando por esas galerías, (Voces: ¡Ah! ¡Ah!) no ha ido al fondo de la cuestión; es que el pueblo todavía no ha sabido tratar, no ha sabido analizar el problema de fondo de este asunto, y el problema de fondo, señores del pueblo y señores diputados, no es el problema legal. El problema de fondo es el problema político, es el problema que no es sólo el problema de México, que no es sólo el problema de América, que no es sólo el problema de Europa, que no es sólo el problema... (Voces: ¡De Asia!) Risas y siseos.) es el problema que representa la influencia del capital en la desorganización y en la ruina de todas las revoluciones. (Aplausos y siseos.) Ese eminente orador del pueblo, que se llama Hipólito Seijas, (Voces: ¡Huy! ¡Huy! Siseos.) me dijo hace unos breves instantes que el señor Nieto debía estar en la Representación Nacional, porque representaba una utilidad para México. (Siseos.) Eso es lo que no vemos los que queremos que la revolución siga su curso, eso es lo que no vemos los que vemos la luz que hay en frente. (Risas.) Esa utilidad del señor Nieto en la revolución. ¿Dónde está? (Voces: ¡Ah! ¡Ah!) Dije al comenzar que yo solamente iba a tratar el problema político y lo repito, porque considero eminentemente pueril venir a tratar un problema legal (Voces: ¡Huy!) cuando en la elección se trata del gobernador constitucional de San Luis, cuando se trata del individuo que tiene una organización burocrática perfectamente organizada en San Luis, cuando el actual gobernador es el presidente de la Legislatura nietista, cuando todos los elementos que gobiernan en el Estado de San Luis son nietistas, considero eminentemente pueril venir a tratar el problema legal, porque el señor Nieto lo mismo pudo haber sido electo por Matehuala, que por el sitio que le hubiera dado la gana. (Aplausos y siseos.) Dije que iba a tratar de la influencia del capital en la desorganización de las revoluciones, y a eso voy escasamente porque no tengo ni las eminentes dotes de Bordes Mangel, (Voces: ¡Ah! ¡Ah!) ni los conocimientos tan vastos de los ciudadanos que forman las derechas, en los que realmente se ha aposentado el estudio. (Voces: ¡Ah! ¡Ah! Toses. Siseos.) ¿Qué hizo el capital con la revolución francesa? Vosotros lo sabéis muy bien, conciudadanos. (Voces: ¡No! ¡No! Risas y murmullos.) Cuando la burguesía recogió la herencia de la revolución francesa, cuando la clase intelectual de Francia, como dijo muy bien ayer el C. Vadillo, (Voces: ¡Ayer no Risas.) la recogió, entonces el capital trató inmediatamente de poner un dique al avance de las ideas revolucionarias. Y el capital consiguió su objeto ¿De qué sirvieron los torrentes de oratoria de Marat...?

El C. Avilés, interrumpiendo: ¡De nada! (Risas.)

El C. Manzanilla, continuando: ¿De qué la influencia poderosa de Robespierre? (Risas.) Ciudadanos diputados: Veo que estáis de vena (Risas.) y casi quisiera ser el Verástegui de la XXVIII Legislatura para contaros cuentos, pero no hay tiempo. (Risas y murmullos.) Y si, señores diputados, el problema capital en el asunto Nieto es el del capital, el de los burgueses holgazanes contra los pobres laboriosos, (Siseos y aplausos.) ese es el problema. (Aplausos y siseos. En el porfirismo, ese es el problema, ya sabemos cuál fue la obra del capital. Parece mentira que el pueblo de México se ría cuando se trata este problema.. (Siseos.) cuando treinta años este pueblo soportó el círculo de hierro del porfirismo; cuando treinta años este pueblo no tuvo escuelas; cuando treinta años este pueblo gimió bajo la bota del caudillo. (Aplausos y siseos.) ¿Qué obra desarrollaron los intelectuales del porfirismo? ¿Qué obra desarrollaron estos ciudadanos que se encontraban presos en el criterio estrecho de los Limantour y de los Casasús? (Siseos.) ¿Qué obra desarrollaron aquellos ciudadanos? Una obra paradójica y deleznable, una obra que fue un ariete para minar a la revolución, una obra que fue que hoy mismo comienza a levantarse con Bulnes para minar la revolución mexicana que acaba de triunfar. (Aplausos.) Y volviendo al capitalismo, señores, ¿cuál fue la obra del señor Nieto durante el régimen carrancista? Todos la conocemos. ¿Dónde está el beneficio que hizo a la nación mexicana desde la Secretaría de Hacienda? En Yucatán todavía palpamos el desastre que fue obra del señor Nieto y en todas partes la mano del señor Nieto: en la Secretaría de Hacienda no le hizo ni un bien a la nación, no se lo hizo, señor Hipólito Seijas, no se lo hizo; por eso no queremos que venga a la

Representación Nacional. (Aplausos.) Señores del criterio científico, si el señor Nieto fuera Turgot, si el Señor Nieto hubiera firmado la memoria de Hacienda que pudo haber salvado a Luis XVI, así como el nonagenario Voltaire fue a besar la mano de Turgot, así nosotros iríamos a besar la mano al señor Nieto y a decirle: ven a darnos tus luces; pero el señor Nieto no es ni siquiera la sombra de Turgot. Se habla de la popularidad del señor Nieto. ¿Dónde es popular? Si popularidad se llama a la antipatía del contrario, entonces sí era muy popular el señor Nieto. El señor Nieto, cuando todos veíamos que ese individuo que se llama Juan Barragán manchaba los anales de nuestra historia con sus truculentas aventuras de amor, entonces todos deseábamos que cualquiera, X. Z o Nieto fuera a San Luis Potosí a levantar su voz; y esa antipatía cordial que se tenía a Barragán, es semejante a la popularidad del señor Nieto. ¿Pero realmente dónde está esa popularidad? No existe. Señores diputados, es necesario tener presente que no todos nacen con las dotes oratorias de Mirabeau, ni todos logran esas grandes dotes oratorias de que tanto gustáis en esta tribuna, y que si quieren ustedes aplicar el último criterio, que este criterio sea el de la discreción para con los compañeros que os hablan. (Toses en las galerías.)

El C. Espinosa Luis: ¡Moción de orden, señor presidente.)

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Espinosa Luis: Pido a su señoría que tenga la bondad de mandar dar lectura al artículo relativo del Reglamento que impone corrección a las galerías. (Siseos.) ¡Es claro! Porque es vergonzoso, señor presidente, que las galerías se crean autorizadas para faltarle al respeto a un compañero. En buena hora que participen con manifestaciones correctas, ya sea en pro o en contra de un asunto cuando se discuta, pero en manera alguna que quieran vejarse de un ciudadano representante, como lo es el compañero Manzanilla, que merece el respeto de las galerías y de todos los compañeros.

El C. prosecretario Castrejón: Por disposición de la Presidencia, y a petición del C. Luis Espinosa, es va a leer el artículo 195 del Reglamento.

"Los concurrentes a las galerías se presentarán sin armas; guardarán respeto silencio y compostura, y no tomarán parte en los debates con ninguna clase de demostración."

La Presidencia también hace saber a las galerías que, si continúan haciendo demostraciones ilícitas contra los oradores, mandará desalojarlas. (Silbidos en las galerías. Campanilla.)

El C. Manzanilla, continuando: Realmente, ciudadanos, tenía razón el compañero Vadillo cuando dijo que nosotros mismos estábamos labrando, estábamos poniendo los cimientos del problema que se nos viene encima. (Siseos en las galerías.) El pueblo mexicano, que no tiene empacho en sisear cuando se le habla del capital, ¡no merece la libertad! (Voces: ¡Ah! ¡Ah! Risas. Siseos.) Porque el pueblo que no tiene el mérito de escuchar, aunque después pegue, ¡ese pueblo no tiene derecho a ninguna libertad! (Risas. Siseos.) Yo dije que no iba a hablar del problema legal de la elección del señor Nieto, y lo repito. (Voces: ¡Ya! ¡Ya!) Y voy a terminar, para dar gusto a todos los ciudadanos que tanto empeño tienen en que acabe. Si en esta ocasión permitimos que el representante más genuino del capital, de esos modernos capitales espurios que han paseado sus automóviles de muchos cientos de caballos por las calles de México, (Risas.) mientras el pueblo mexicano gime de hambre; si en esta ocasión permitimos que un capitalista venga a esta Asamblea, cuando en todas las barriadas de esta ciudad el pueblo mexicano escarba en los basureros para extraer un pedazo de hueso escapado de los banquetes de los magnates, entonces estaremos laborando por que esta Revolución vaya a su fracaso. (Aplausos.) Así envuelve el capital a todas las revoluciones; así comienza a minar todos los organismos; así se introduce en todas las instituciones; así se ha introducido hasta en la revolución rusa, esa revolución que hoy está rectificando sus errores y la cual está encerrando en un estrecho círculo de hierro para ahogarla; pero, muy a pesar de todos los capitalistas, muy a pesar de los extorsionadores y muy a pesar de los diputados reaccionarios, la revolución rusa irá a su fin, cumplirá su objetivo llenará su contenido y el pueblo, al fin, armado o como sea, obtendrá reivindicación, que es lo que necesita. (Aplausos.) Ahora que se trata de los capitalistas, es cuando deben negar su voto los verdaderos revolucionarios ahora sí es cuando el señor Soto y Gama, representante de las clases proletarias, paladín de los ideales agraristas, paladín de los ideales del pueblo, paladín del socialismo, es cuando debe venir a esta tribuna a impedir que los capitalistas lleguen a ensuciar hasta la Representación Nacional. (Aplausos.)

¡Ahora sí, señores! ¡ahora que el clericalismo - esa hidra de muchos cientos de cabezas - levanta sus tentáculos para arrollar al pueblo mexicano! (Aplausos.) ¡Ahora que los clérigos llegan hasta a celebrar convenciones en la capital de la República! ¡Ahora que no tiene empacho en que los sacristanes eunucos impidan que las damas escotadas entren a los templos! (Risas. Aplausos.) ¡Ahora que por todas partes vemos cómo se está minando a la Revolución por el Clero! ¡Ahora, señor Soto y Gama, venid a esta tribuna a levantar vuestra potente voz contra el capital y contra el Clero! (Aplausos.) Por lo mismo que no hemos aceptado - oídlo bien, señor Soto y Gama, porque a vos va - a los caciques de Tlalnepantla, Shyloks de todos los tiempos; por lo mismo que no hemos aceptado, según vos y según vuestra tonante oratoria, a todos los caciques y a todos los mercaderes, ¡ahora venid y alzad vuestra voz contra los capitalistas, porque si no la alzáis - oídlo bien, señor diputado Soto y Gama -, mañana los israelitas de la Revolución empezarán a adorar al becerro de oro y olvidarán que las tablas de la ley les imponen que, para salvar a la Revolución, los capitalistas no deben manchar los escaños de esta Representación Nacional! (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el C. Flavio Ayala. (Aplausos. Siseos.)

El C. Ayala Flavio: Señores representantes: (Silbidos en las galerías. Campanilla.) Es muy fácil, cuando se viene aquí a querer..... (Campanilla.)

El C. presidente: Se hace saber a las galerías

que estamos en el recinto de la Representación Nacional. Por tanto, la Presidencia espera de su cordura que guarden la compostura debida; en caso contrario, serán desalojadas. (Voces: ¡Muy bien! Aplausos.)

El C. Ayala Flavio, continuando: Decía, señores, que es muy fácil, cuando se viene poseído de un odio intenso, poseído de toda la malquerencia, atacar, no la parte legal de un dictamen, porque se desconocen los hechos, o malintencionadamente se ocultan; pero que es difícil, cuando se quiere atacar esa parte legal, que se pueda convencer a una Asamblea de que asiste a los impugnadores la justicia. No me extraña que el señor Soto venga a atacar la credencial de que es portador el señor Nieto. y digo que no me extraña, porque he visto al señor Soto militando en un periódico netamente católico y netamente huertista, cuando fuí a reparar la maquinaria en que se imprimía aquel periódico, que se llamaba "El Eco de San Luis". (Aplausos.) Y digo que no me extraña, porque, como el C. Juan Ángel Morales, ha sido, en tiempo no muy lejano, el candidato sempiterno del Partido Católico, es natural que sus compañeros vinieran a defenderlo en esta tribuna. (Aplausos.) El propio señor Soto ha hecho inumerables cargos, pero ninguno de carácter legal; se ha concretado a decir que el millonario Rafael Nieto es un hombre que ha comprado las conciencias de todos los potosinos y que maneja todos los asuntos públicos del Estado de San Luis Potosí y en esto ha sufrido un grave error el señor Soto. Ví ayer distribuirse en los apartados de la Cámara, de una manera insidiosa, unas hojas en las que se asienta que todos los candidatos a diputados por el Estado de San Luis Potosí, han recibido dinero del señor Nieto. Cuando se pone una hoja de éstas, que no se calza con ninguna firma, esto es un testimonio de que el que lo ha hecho, lleva en sí un alma mezquina y ruin, porque no ha tenido el valor civil de firmarla. (Aplausos.) Hace un momento cruzaba una cuantas palabras con el C. Jesús M. Garza, persona bastante honorable y que tuvo oportunidad de visitarnos días antes de que cayera el régimen carrancista y pudo tomar opiniones de todos los partidos independientes, compuestos, en su mayor parte, por elementos obreros en su inmensa mayoría, y el C. Jesús M. Garza estuvo a visitarme en mi taller, para invitarme a que colaborase con él en la campaña pro - Obregón, lo cual yo acepté. Al señor Jesús M. Garza le consta en la miseria que me había dejado la campaña política pasada y las condiciones en que yo estaba, porque él estuvo en mi taller, adonde teníamos que forjar alcayatas y herraduras para ganarnos la vida yo en compañía de veinte o treinta operarios que tenía, y esto pone de manifiesto que no ha sido cierto que el C. Nieto haya hecho uso de dinero para comprar las conciencias de los diputados potosinos. Por lo tanto, la hoja a que hago alusión es un instrumento que no puedo calificar, porque me faltan palabras para hacerlo, palabras que no he oído al timbre del martilleo de mi taller. Yo podría decir el calificativo que podría dársele a esa hoja, si yo tuviese la facilidad de otros ciudadanos, que han recibido una educación esmerada; pero yo nada de eso tengo, y me abstengo de calificarla.

Para defender al señor Rafael Nieto de los cargos políticos que se le hacen, tengo que recordar el origen de las elecciones en que él jugó como candidato a diputado por el 5o. distrito electoral de San Luis Potosí, y debo decir que en la Convención que tuvo verificativo en el teatro de "La Paz" - adonde estuvo presente el señor Soto y Gama y parece que el compañero Manrique -, también su mayoría la componían elementos netamente obreros; estaban representados allí por cincuenta delegados, los cinco partidos liberales del Estado de San Luis Potosí; un pequeño número de ellos eran profesionistas, entre ellos estaba el doctor Víctor del Pino, y en aquella Convención fuí yo electo presidente y resultó postulado el C. Rafael Nieto sin estar allí presente él porque estaba en esta ciudad, y estando en esta ciudad, ¿cómo es posible, señores representantes y presuntos representantes, que haya ejercido presión para que nosotros lo postulásemos por el 5o. distrito electoral del Estado de San Luis Potosí? Indudablemente que no ha habido tal. Ahora bien; lo que defendemos nosotros aquí los diputados potosinos, la parte de esta diputación que estamos defendiendo la credencial del señor Nieto, defendemos el respeto a nuestro acuerdo, a nuestras clases trabajadoras que han hecho la postulación. Si el señor Nieto hubiese sido postulado por los burgueses, por los hombres que influyen con su dinero, en buena hora que se le atacara; pero en mi condición de simple obrero no puedo menos que recurrir a la conciencia de vosotros para deciros que el señor Nieto ha sido el candidato de los elementos obreros, sin ninguna presión. ¿Por qué no hemos traído a otros obreros, a Portales, Alfonso Peña, etc.? Porque los potosinos tenemos para con el señor Nieto una deuda de gratitud que no hemos podido aún pagar. En aquellos días aciagos de que hablaba uno de los impugnadores del dictamen, en que no había un sólo apóstol que se presentase por San Luis Potosí para salvarnos de la tiranía de Juan Barragán, se presentó el señor Nieto, recogió el guante y fue nuestra bandera; le seguimos con entusiasmo y fuimos al triunfo, imponiéndonos contra la consigna del Centro, porque siempre estuvimos unidos. Que no se diga que el señor Nieto después nos abandonó, pues fue al extranjero al desempeño de una comisión que le confirió el Gobierno, y al hacerlo, cumplió con un deber de patriotismo. (Siseos.) Nosotros, que hemos sido los interesados, que somos los que tendríamos derecho a quejarnos, no lo hacemos porque hemos visto la razón, pues cuantas veces llamamos al señor Nieto siempre estuvo a nuestro lado. Ahora, que se me haya perseguido, que se me haya vilipendiado, que se me haya encarcelado y aunque se me haya mandado a asesinar, pues de esto no voy a culpar al señor Nieto, pues no podía haber andado tras de mí para salvarme de mis perseguidores. Se me ocurre una frasecita para contestar la alusión del señor Soto.

El se queja de que el señor Nieto abandonó al grupo de diputados nietistas, como se nos llamaba, que se ha ido al desempeño de una comisión, mientras que nosotros éramos encarcelados, vilipendiados y todo eso: pero aquí resulta aquello de que no suda el ahorcado y suda la horca. Nosotros que

deberíamos de quejarnos y echar todos nuestros cargos sobre Rafael Nieto, no hemos dicho ni una palabra; estamos agradecidos con su actitud y estaremos siempre con él. ¿Por qué de la popularidad de Rafael Nieto entre los elementos obreros? Yo voy a decirlo: al Gobierno del Estado de San Luis Potosí yo fuí de los que lo atacaban, me parecía inadecuado para el Gobierno de San Luis y cuando en la convención de partidos políticos resultó él con una mayoría, aunque muy limitada, yo quise todavía impedir que Rafael Nieto jugase como candidato al Gobierno del Estado y puse por condición que debía de aceptar un programa de gobierno que le sometimos todos los elementos obreros; y ¿cuál sería mi sorpresa, ciudadanos diputados, que no sólo aceptara el programa, sino que dice: "Hay que aumentarlo mucho, porque éste no está de acuerdo con las necesidades del momento; es necesario que anualmente haya un congreso obrero." ¿Por qué no habíamos de estar con un hombre que nos da todas estas facilidades, que se presta a oírnos, alejándose mucho de aquel antiguo despotismo que se usaba por todos nuestros gobernantes? En las impugnaciones que se hacen al dictamen, principalmente en las del señor Soto - porque el señor Manzanilla, en vez de venir aquí a atacar el dictamen, lo ha defendido -, se ha hablado de la popularidad de Rafael Nieto, y eso es cierto. Al señor Soto yo no lo he visto venir aquí sino con todo el prejuicio que le caracteriza, con una sarta de injurias enteramente infundadas. En la parte expositiva del dictamen he visto yo que la Comisión no ha querido por ningún motivo modificarlo, porque dice que no hay razones poderosas o de carácter legal que la autoricen para hacerlo; y ciertamente, si se tuviera que apelar a las razones legales del dictamen, resultaría que los impugnadores no pueden impugnar el dictamen porque está perfectamente fundado. Uno de mis compañeros encontraba un día al C. licenciado Roque Estrada y le preguntaba cómo era el señor Nieto el dictamen, si favorable o contrario; y el licenciado Roque Estrada delante de mí dijo esto: "Yo estudio el expediente y no podré dictaminar favorablemente al señor Nieto, si la elección no está perfectamente ajustada a la ley; si, lo está, el señor Nieto será agraciado por el voto de la Comisión; pero si no lo está, no podré comprometer mi prestigio de abogado en un dictamen." Si esto ha dicho uno de los miembros de la Comisión, es preciso convencernos de que el dictamen está enteramente ajustado a la ley. No obstante que toda esa votación, como ya dijo mi compañero Silva, fue de una manera ilegal sellada posteriormente, la de Villa de Guadalupe y la del municipio de Catorce que se quedó sin el sello de la Presidencia porque viene sellada en Matehuala. La Ley Electoral, en sus artículos 32 y 34, establece la forma cómo deben autorizarse las boletas antes de ser distribuídas en las diferentes casillas, que forman un distrito electoral; por lo que no es posible que se acepte como buena la elección del C. Juan Ángel Morales, cuando se presta sospechar que fue metida furtivamente en los expedientes que venían con el sello de Matehuala; sin embargo, la Comisión la ha tenido en cuenta; ¿y entonces los que impugnan el dictamen que desean? Me he quedado maravillado al ver que no se trata más que de juzgar con un criterio que desconozco por mi ninguna ilustración, pero que le llamaría así como criterio personalista: aquí cada quien tiene su criterio y ese es el que pone en juego. Si se tratase del criterio legal o político, llegaríamos a la conclusión de que el señor Nieto no puede ser enemigo de la revolución, y no lo es sencillamente porque ha estado en contra del Gobierno de Carranza; no creo que haya dejado la Subsecretaría de Hacienda para aceptar el Gobierno de un Estado que está enteramente abandonado y al que le faltan $70,000.00 anualmente para cubrir su presupuesto; no creo que un hombre que quiera medrar y enriquecerse pretenda ser gobernador de San Luis Potosí, cuando otras personas que han tenido la intención de lanzar su candidatura por ese Estado, no lo han hecho porque ven que no hay ninguna perspectiva; sin embargo, el señor Rafael Nieto ya ha ido a hacer campaña, ha triunfado y es el gobernador de San Luis Potosí.

Quiero recordar lo que en un principio dije, ciudadanos diputados: Yo no quisiera que viniese aquí Juan Ángel Morales, no porque sea mucho el temor que le tengo; toda mi vida he combatido siempre en las filas del Partido Liberal, del Partido Socialista, ningún acto de mi vida podrá infundir ninguna sospecha; pero Juan Ángel Morales, postulado en varias ocasiones por el Partido Católico - cuyas pruebas uno de los señores que vendrá aquí a la tribuna les exhibirá -, no creo yo que vaya a ser el más adecuado para que venga aquí; y esto me recuerda un pasaje de la historia de México, parece que Labastida, si mal no recuerdo, tuviera que apelar en su miseria humana al extranjero, a traernos una intervención francesa, a pisotear nuestro suelo, cosa que no hemos podido olvidar ninguno de los mexicanos; para eso no se necesita ser ilustrado - para conocer nuestra historia - y aquel Labastida en cierta época que el Maximiliano de Austria lo increpara contestara de la manera más sencilla: "Yo no he tomado cartas en la política". Así aquí, Juan Ángel Morales, ayer del Partido Católico, hoy carrancista, como el náufrago a medio océano, asido de una tabla, nos resulta obregonista, se presenta como candidato del Partido Liberal Constitucionalista, callando maliciosamente sus antecedentes, viene aquí y se le recibe como a un peleceano y resultamos con que tenemos un miembro connotado del Partido Católico... (Voces: ¡Pruebas!) Vienen luego, las hay por fortuna; el orador que me sigue las exhibirá... (Una voz: Son combinaciones.) No son combinaciones. Alguno me dice que son combinaciones; no lo son, yo os aseguro por mi honor que le tengo la más insignificante mala voluntad a Juan Ángel Morales, solamente quiero evitaros el bochorno, el trabajo de tener que estar aludiendo aquí constantemente a los representantes del clero, porque el Partido Católico es un partido que jamás claudica, es un partido que aun cuando se vea reducido al mínimo, a la insignificancia, siempre está tendiendo a surgir de aquellas cenizas, de aquellos escombros en que ha quedado. Si el Partido Liberal Constitucionalista por una mera sorpresa aceptó a Juan Morales, yo os lo vengo aquí

a poner pintado de pies a cabeza. El señor Juan Ángel Morales, al decir de muchos, no es rico ni pobre; es un hombre que vive de su empleo en la negociación minera de Santa María de la Paz, o en el ferrocarril que va de Matehuala a dicha población; este buen señor, que no gana sino cinco pesos diarios, ¿sabéis cuánto deposita semanariamente en la Caja de Ahorros de Matehuala? Nada menos que cuarenta pesos. (Voces: ¡Pruebas!) Las hay también. ¿Cómo se puede creer en tanta honradez y nobleza de corazón y en tantas cosas grandes y maravillosas, si no se viene a decir de dónde toma el señor Morales esa cantidad que deposita semanariamente en la Caja de Ahorros, si lo que gana es menor que lo que deposita? Voy de paso, porque sé que el señor Manrique, miembro de un partido político al que también pertenezco, va a venir dentro de un momento a hacer que brote agua de esta tribuna y a hacer que caiga fuego del cielo; pero antes voy a decir grandes cosas. El señor Manrique vendrá a atacarme porque no gusto de defender las cosas que son injustas, sujetándome a acuerdos de un bloque cuando se tiene la conciencia de que es legal una elección como la que en estos momentos se trata. Dicen los miembros del Partido Reformista Independiente que el señor Manrique en 1917 fue a San Luis Potosí llevando doscientos pesos que le proporcionó el club Ponciano Arriaga a efecto de ir a hacer la propaganda a favor del señor Juan Sarabia, pero que gastó ese dinero el señor Manrique para hacer su propia propaganda particular. Al señor Manrique, cuando no se trata de elecciones, no se le encuentra en San Luis Potosí por ninguna parte, y cuando éstas se aproximan, entonces lo tenemos allí de cuerpo entero, buscando qué es lo que se necesita ¿Eh? (Risas) En esta forma, señores, es como lo tenemos aquí combatiendo. (Aplausos.) Yo recuerdo que en junio de 1918, cuando se trataba de hacer elecciones para la renovación del Poder Legislativo de la Unión, el C. Manrique llegó; yo era diputado en San Luis Potosí, y tuvimos una junta en una carpintería de Feliciano Hernández y a las seis horas de la noche, cuando ya había el quorum suficiente para tratar el asunto que se iba a tratar allí, el C. Juan Sarabia con ese carácter que le honra, de ser mesurado y cuerdo, permanecía callado esperando, naturalmente a ver si alguno de los ciudadanos de su partido lo proponía para candidato, el señor Manrique se levantó airadamente y lo atacó diciéndole: "Usted ha estado con Pablo González, usted ha estado con éste, usted ha estado con el otro". Lo que trataba Manrique era, naturalmente desechar, agobiar, derrotar a todos los contrincantes que pudiera tener allí para quedarse él como único candidato factible de aquel partido; y así fue como esa noche el señor Aurelio Manrique estuvo allí atacando a Juan Sarabia, y Juan Sarabia fue reducido a prisión; naturalmente era parte débil, yo tuve al otro día que gestionar, recurrir hasta la humillación para pedir la libertad de Juan Sarabia, mientras que Aurelio Manrique brillaba por su ausencia. Después, en los días ya trágicos, en los últimos días de nuestra persecución, en el mes de diciembre, recuerdo que el primer sábado del mes de diciembre Aurelio Manrique llegó a mi taller, cambió algunas impresiones conmigo, que venía de los Estados Unidos, había visitado allá diferentes factorías, parece que entre ellas la casa Ford; me regaló algunos folletos y me habló algo de política; en la noche fuí yo sacado de mi domicilio por la policía reservada y metido primero en un departamento, donde había unos gendarmes en estado de ebriedad que forcejeaban con unas pistolas, no sé si con el propósito de que se les fuera un tiro y quitarme del teatro de los hechos; lo cierto es que llamé fuertemente a la puerta y el conserje, indignadísimo, me echó al común de presos; allí fuí a dar entre los presos y esta tirado en las losas cuando vino el señor Aurelio Manrique herido de una mano, no sé si decía que Orozco lo había herido, pero era una coincidencia, se trataba de las elecciones municipales y entonces se necesitaba de un candidato en aquellos días y por eso iba el señor Manrique. Todo esto que he dicho aquí me hubiera abstenido de decirlo, porque entre compañeros de un mismo partido es muy duro decir estas cosas; se puede juzgar que como son unos, son todos; pero me ha ordenado el partido que lo diga para que se vea cuáles son los propósitos del señor Manrique. Es probable que piense en el futuro tener a Matehuala en condiciones favorables para sus fines; muy de él, muy humano por cierto; pero de todas maneras era mi deber decirlo. Después de todo esto, habiendo puesto de manifiesto que todos los ataques que se lanzan son enteramente de carácter personalista, nada tendría que ver en un asunto que debemos tratarlo desde el punto de vista legal; pero si a personalismos fuéramos, estoy seguro que agotaríamos los días enteros para poder poner a cada quien en el lugar que le corresponde. El señor Nieto para nosotros es un hombre que nos ha salvado de la situación difícil que guardábamos en San Luis Potosí.(Siseos.)Sí, señores. ¿Por qué en esa época no se presentó el señor Manrique a decir: aquí estoy yo? Porque entonces lo hubieran mandado encarcelar; no hubiera tenido facilidades en su camapaña, porque hubiera sufrido toda clase de persecuciones...

El C. Del Castillo Israel: ¡Porque no jugaba con dos barajas!

El C. Ayala: Os aseguro que el señor Manrique estuvo en el club Ponciano Arriaga y que cuando vió que allí fue postulado el señor Nieto, no conveniéndole esto, desertó...

El C. Manrique: ¡Claro!

El C. Ayala: Tenía oportunidad de jugar con dos barajas; hubiera aprovechado la oportunidad, pues ya se sabe que los momentos de las oportunidades no se presentan siempre. Sé que en una sesión de bloque habló el señor Manrique acerca de que el señor Nieto nada significa en San Luis Potosí; y a los señores Manrique y Soto y Gama les consta cómo los recibió el pueblo potosino. Y me permito preguntar al compañero Soto y Gama, si me lo permite la Presidencia, que diga la noche que llegaban el señor Manrique y usted, compañero, ¿en qué forma lo recibieron allá? ¿Hay un ambiente allá favorable al señor Nieto, o le es contrario?

El C. Díaz Soto y y Gama: Pido la palabra para contestar.

El C. presidente: Tiene usted a palabra.

El C. Díaz Soto y Gama: En obsequio a la verdad, y sin que esto quiera decir tratar de inclinar el ánimo de la Asamblea en favor del señor Nieto, debo decir que en San Luis Potosí sí es popular el señor Nieto; aunque esa popularidad en más o menos discutible, si se tiene en consideración que el señor Nieto se aprovechó de los deseos del pueblo potosino, enfrentando a la candidatura de imposición, una candidatura independiente, y ese detalle lo hizo popular al señor Nieto.

El C. Ayala Flavio, continuando: ¿Ya ven ustedes, señores? Yo no esperaba menos de la honradez que caracteriza al compañero Soto y Gama. Yo me recuerdo que estaba en los balcones del hotel "Sáenz" hablando él, y yo estaba detrás, y en un momento de su discurso dijo - he conservado estas palabras, que le honran al compañero Soto y Gama -, en un momento de su discurso dijo: "Si bien es cierto que yo hubiera querido para mi pueblo otra cosa mejor, ante la soberana voluntad de este pueblo sufrido y abnegado, yo me inclino. "Eso lo dijo, y eso le honra al compañero Soto y Gama, y yo siempre he recordado estas palabras, porque son palabras que lo caracterizan como un hombre honrado. El compañero Manrique estuvo allí también, y él ha dicho en la sesión del bloque que no es popular el señor Rafael Nieto, ha dicho que no es popular, para que se presuma, desde luego, que viene por artimañas o por malas artes, y no hay tal. Al señor Rafael Nieto se le quiere en San Luis Potosí porque - como dice el compañero Soto y Gama- en aquellos momentos angustiosos para el Estado, en que veíamos enteramente perdido nuestro carácter hasta de ciudadanos; en aquellos momentos el señor Rafael Nieto aceptó su candidatura y estuvo con nosotros hasta donde sus fuerzas le alcanzaron. No quiero cansar más a la Asamblea; creo que con esto habré dado a entender cuál es mi sentir y cuál es el sentir de los demás compañeros que hemos estado unidos aquí y que no nos trae ningún propósito de venir aquí ni a ensalzar al señor Rafael Nieto, porque para nosotros no es más que un potosino; pero tampoco vamos aquí a decir que es verdad todo lo que diga después el compañero Manrique. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra en contra, el C. Aurelio Manrique. (Aplausos. Siseos.)

El C. Manrique: Señores diputados: Francisco María de Arouet de Voltaire, el cáutico Voltaire, afirmaba en alguna ocasión que el pueblo de los teatros podía compararse, por su temperamento, a un animal, mezcla de asno, de simio, de papagayo y de serpiente: de asno, por lo largo de las orejas; de simio, por la facilidad con que el público imitaba los ademanes, los aplausos de una pequeñísima parte de ese propio público, pagado exprofeso; de papagayo, por la facilidad con que el juicio de una parte del público se convertía en los prejuicios del resto, y de serpiente, porque hasta el propio don Francisco María Arouet de Voltaire había sido abuchado en más de una ocasión por las silbas del público. Lo que del público del teatro decía Voltaire, puede también afirmarse del público de las galerías que viene a la Cámara. Al lado de hombres que vienen siguiendo exclusivamente un interés moral, a observar cómo se debaten en esta Representación Nacional los destinos de la República, hay hombres en menor número, en ínfimo número, que vienen persiguiendo un interés exclusivamente personal. Desgraciadamente, sucede a veces, si no hay oradores que tengan energía y fuerza moral suficientes para imponer su criterio y su prestigio, que el público, que todo el público por contagio mental, por imitación, aplaude cuando aplaude la claque y silba cuando silba la claque. También me agrada ver en ese público un elemento que no mencionaba Voltaire, el león. A mí me agrada el público de las galerías de la Cámara, cuando ruge como león indignado porque aquí se pretende despedazar la justicia; pero ese elemento no ha comenzado a exteriorizar aún sus actividades, ya comenzará. Y es verdad, C. Ayala, brotará de esta tribuna la linfa clara de la verdad y brotará el fuego para todos los miserables y para todos los mercaderes. Las palabras del compañero Ayala han producido en mi ánimo amarga decepción, porque ellas revelan hasta dónde ha llegado corruptor de este hombre manchado como pocos, que se llama Rafael Nieto.(Aplausos.) Pero yo, a quien se llama apasionado; yo, a quien se tilda de vehemente no cometeré, cegado por la pasión, la injusticia de decir una sola palabra, de emitir un sólo concepto desfavorable para Flavio Ayala, porque Flavio Ayala, que sistemáticamente - cosa que no esperaba yo de él, cosa que tenía derecho a no esperar de él -, ha lanzado sobre mí cargos infantiles. ¿Y sabéis por qué? ¿Por qué nos habla de conciencia y nos habla de justicia? Porque su partido se lo ordenado, vienen a mentir y a calumniar, compañero Ayala. Es un sentimiento de tristeza el que embarga mi ánimo de escolar, que de esos labios de donde ha brotado siempre a raudales la verdad y la justicia, ahora broten perezosamente - porque el alma entera de Ayala, que es honrado y fuerte, se rebela contra la injusticia -, ataques que no merezco. Perdonad si, rompiendo con el plan que me había trazado, comienza - para procurar desvanecer,para desvanecer los ataques del compañero Ayala, la impresión que hubiera podido dejar en el ánimo de los poquísimos que en esta Asamblea no me conocen -, por rectificar sus conceptos, y lo haré brevemente. Yo también soy harto conocido y saben a qué atenerse quienes me conocen, y me juzgan favorablemente los unos y desfavorablemente los unos y desfavorablemente los otros; pero ha mucho tiempo que me conocen, y no han de ser las palabras de Ayala las que cambien su juicio. Yo fuí a San Luis en 1917 a hacer propaganda por Juan Sarabia, es verdad; y es rigurosamente cierto que el Club Ponciano Arriaga me dió en calidad de depósito, para que la entregase - las galerías están llenas de potosinos y saben, y también lo sabe el compañero Ayala, que son mis palabras rigurosamente ciertas -, que me dieron doscientos pesos para que los entregase al impresor Elpidio Ramírez, a quien los azares de la vida han traído hoy a la ciudad de México, y habita en la primera calle de San Ildefonso, número siete, donde puede averiguar quien lo desee, la verdad de mi afirmación. Doscientos pesos para Elpidio Ramírez, para gastos de imprenta; de ellos entregué al señor Elpidio Ramírez cien pesos, y le dije: compañero Elpidio Ramírez, me reservo estos cien pesos, que me hacen mucha falta; y el señor Ramírez me dijo: "Esta bien, señor Manrique." Elpidio Ramírez es

un caballero y yo era otro caballero. (Voces: ¡Y lo sois todavía!) Y lo soy aún. Cien pesos más me prestó el C. licenciado Antonio J. Carlos, que tiene actualmente su bufete en la primera calle de Donceles. Inmediatamente que llegué a la Cámara - paso por alto la cuestión de la propaganda -, inmediatamente que triunfé, ungido por el sufragio del pueblo potosino, el señor Ayala no creo que niegue que me favoreció contra el señor Mario Méndez, director general de Telégrafos, candidato impuesto por Carranza, que no era ni originario ni vecino de San Luis Potosí, y después de haber sufrido una reparación de tal elección, mi primer acto al recibir mi primera decena de ciento sesenta y cinco pesos, fue pagar al licenciado Antonio J. Carlos los cien pesos que me había prestado, y después, en la segunda decena, es decir, en la segunda de mayo, pagué al señor Elpidio Ramírez lo cien pesos que, en calidad de préstamo, había tomado para mí. Mañana, ya terminado el debate y cuando ya no tenga influencia sobre él, pero sí asistiéndome derecho para que conste, presentaré una carta que pediré hoy mismo del candidato Juan Sarabia, otra carta del señor licenciado Carlos, y una tercera carta del señor Elpidio Ramírez. Creo que el señor Sarabia es un caballero, ¿verdad, señor Ayala, lo mismo que lo es el señor Carlos y el señor Ramírez? De esto resulta que no recibí, a la postre, no utilicé, a la postre, para mi campaña, un sólo centavo ajeno. Es más: perdóneme el compañero Carlos que lo diga, pero me obliga el ciudadano: una de mis cualidades, una de las pocas cualidades que tengo, es la de la gratitud; el C. Antonio J. Carlos, que fue al 1er. distrito de Zacatecas a combatir contra el ingeniero Francisco J. Olliver....

El C. Ayala Flavio, interrumpido: ¿Me permite la palabra?

El C. Manrique: Tiene la palabra, compañero.

(Risas.)

El C. Ayala Flavio: ¿Me permite la Presidencia?

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Ayala Flavio: No he querido decir con eso, señor Manrique, que usted ha faltado a sus deberes como caballero devolviendo la cantidad; a lo que yo me he referido es a que pecaba de ingratitud cuando había recibido aquella cantidad para hacer propaganda a favor del C. Juan Sarabia y no a favor de usted. Lo demás es otra cosa.

El C. Manrique, continuando: Ahora ya cambia el aspecto de vuestra afirmación. En un principio dejasteis caer maliciosamente la especie y yo tengo el derecho de rectificarla. Y por lo que toca a la gratitud, también aclaro: al C. Carlos que fue a Zacatecas - en esta ocasión recordando que pagar era corresponder -, le presté yo cien pesos y con esos cien pesos fue a hacer el C. Carlos la propaganda que yo tres años antes había hecho con dinero del compañero Carlos. ¿Hay en esto algo turbio? ¿Hay en esto algo desagradable? Yo hice propaganda y propaganda activa en favor del C. Sarabia en San Luis Potosí, y luego, cuando llegaron las elecciones de diputados, yo fuí candidato y candidato de Flavio Ayala; y triunfé, y vine a la Cámara, y cumplí con mi deber. Hay aquí una buena parte del público que asistió en aquellos días y hay aquí compañeros de la XXVII Legislatura, Federico Martínez de Escobar, Rafael del mismo apellido y otros muchos compañeros - ahí está León - y todos saben que en la Cámara cumplí con mi deber; de manera que no hay en esto nada extraño y es sumamente infantil que el compañero Ayala venga con estas tonterías; acaso haya querido apartarme del debate, pero voy al debate, compañero Ayala. Y usted sabe bien, sabéis muy bien, C. Ayala, que el 13 de diciembre yo no había ido a la campaña municipal; yo venía de regreso de un breve viaje a los Estado Unidos, me detuve cinco breves días en San Luis Potosí, y sabéis muy bien que se me aprehendió, y sabéis también que al llegar a la cárcel no llegué llorando - debéis recordarlo, C. Ayala -, llegué cantando...(Aplausos) con voz desentonada, aquel fragmento de "Ballo in maschera":

"E che bacanno sul caso stranno verrá domani nella cittá ja...! ja...! ja...! ja...!"

¿Recuerda el compañero Ayala? (Risas y aplausos.) Y eran las mías palabras de desafío y traía una levísima herida de un dedo, herida que debió haber sido más hondo, lo sabe el señor Ayala, quien hace mal en burlarse de estas cosas. Yo reconozco y he reconocido sus sacrificios, le he llamado digno y estoy dispuesto a seguir llamándolo así y no por contraste porque no podría, dejándome arrastrar por pasiones, llamar indigno al señor Ayala que es honrado. Pero éste, carente de la disciplina y fortaleza moral suficiente para arrancarse el compromiso que lo liga a algo indigno, incapaz de romper con este compromiso que lo obliga a defender a un hombre en cuya fortaleza moral no cree Ayala, este compañero viene a dar un triste espectáculo al venir a hablar en nombre de las clases obreras, de las que sonríe socarronamente el señor Nieto de las clases obreras de las que se burlan y ríen todos los burgueses de todas las naciones del mundo; y Ayala, que ha sufrido, que vive de su trabajo, que no ha recibido ni necesita recibir un solo centavo de Nieto; Ayala, que por él ha sufrido persecuciones y encarcelamientos; Ayala, que fue en un principio uno de los más acérrimos enemigos del señor Nieto, que lo atacó despiadadamente en la Convención de San Luis Potosí; Ayala, que por disciplina se sometió al sentir de la mayoría y se convirtió en celoso propagandista del señor Nieto; Ayala, apuñalado villanamente en un obscuro callejón de San Luis Potosí por un rufián de Severino Martínez; Ayala, errante en el Estado de Tamaulipas, donde le vi, no perdió un solo momento su honradez y por eso, aunque me haya atacado injustamente, le tiendo la mano y le digo que es un hombre honrado a pesar de sus monumentales errores. (Aplausos.) Pero el señor Ayala, que es uno de los defensores del señor Nieto, aquel a quien le concedo la beligerancia, por que con él sí puedo cruzar mi espalda, se ha olvidado ya de los atropellos cometidos a los ciudadanos independientes de San Luis Potosí, atropellos sancionados con la ausencia cobarde en el momento de la prueba decisiva por el propio candidato, y por ello todos mis argumentos se reducen, cuando se trata del problema de la filiación del candidato con los potosinos, se reducen a decir estas solas

palabras: Rafael Nieto ha sido indigno de sus partidarios. De manera que mis ataques no envuelven ni remotamente un reproche a los potosinos como el C. Ayala, ni al Partido Reformista Independiente, ni al Partido Liberal Obrero, ni a todos los hombres dignos e independientes de San Luis Potosí; lo que tengo derecho a afirmar es que los esfuerzos de Ayala, de Silva, de los obreros de San Luis Potosí, han sido, señores, dignos de mejor causa. Lo que digo es que Rafael Nieto no merecía un defensor tan gallardo y tan honrado como el señor Ayala. Esto es todo. Para el señor Ayala no tengo un reproche. Ahora vamos a la elección del C. Nieto; ahora vamos a ver si esa popularidad del señor Nieto es real o es ficticia, y no me tache el compañero Flavio Ayala de falta de honradez. Las palabras que yo haya podido decir en alguna ocasión las repito siempre. ¿El testimonio del C. Díaz Soto y Gama que significa? Que le consta al señor Díaz Soto y Gama que en la ciudad de San Luis Potosí, artificiosamente fomentada por los agitadores, había una popularidad para el C. Rafael Nieto; pero aquí vamos a discutir, no la popularidad del señor Rafael Nieto el 23 de junio que nosotros llegamos a San Luis Potosí, sino la popularidad de Rafael Nieto el 1o. de agosto en la ciudad de Matehuala, en la ciudad de Catorce, en la municipalidad de Villa de Guadalupe que forman el 5o. distrito electoral de San Luis Potosí. Esto es lo que hay que demostrar, que el señor Nieto pudo triunfar en la ciudad de Matehuala; que el señor Nieto pudo triunfar en Catorce y en Villa de Guadalupe, y que esa elección es legítima y su credencial honradamente ganada. Cuando pregunté, señores diputados, a algún amigo del C. Nieto o a alguna persona que por una u otra razón se le inclina; bueno: ¿cuántos votos suponiéis que tenga el C. Nieto de exceso sobre su contrincante? Siempre ha contestado invariablemente: (Hay aquí muchísimos señores diputados a quienes puedo referirme); se me ha contestado invariablemente por los unos que probablemente tendría de exceso sobre su contrincante, de ventaja, de mayoría de pluralidad, mil o dos mil votos. Lo menos me han dicho: Tendrá unos quinientos votos; ¡es claro! es lo menos que puede suponerse del ciudadano gobernador constitucional de San Luis Potosí! Pues no, señores; ¿sabéis cuántos votos, malgre tout, sabéis cuántos votos contando los buenos, los malos y los medianos, tiene de ventaja el C. Nieto sobre su contrincante? Bien sabéis que el papel de las juntas computadoras es este solamente: El de computar, el de contar; más tarde es el Congreso el que califica decidiendo si los votos son reales o ficticios e ilegítimos o verdaderos; de manera que el argumento que se ha esgrimido es infantil, pues se dice ¿no trae la credencial el señor Nieto? Pues sí, señor. Cabalmente por eso se le llama presunto diputado, porque no se es diputado sino después de la calificación de la Cámara, antes de eso sólo nos llamamos presuntos diputados. Hay una sola presunción en nuestro favor; pero esta presunción puede ser fuerte o a la postre puede desvanecerse. ¿Pues qué, no han salido por esa puerta eliminados por el voto íntegro de la Asamblea muchos presuntos diputados? Pues bien, compañeros y amigos; el exceso de votos del C. Rafael Nieto sobre su contrincante, es simplemente de 425; 4, 2, 5, C. Vicencio. Bueno. Esto según el escrutinio de la Junta Computadora.

El C. Lara César A.: No está Vicencio.

El C. Manrique: Le imagino presente. (Risas.) Bien. Cuatrocientos veinticinco votos, según el escrutinio de la Junta Computadora; pero la Comisión, aceptando algunas de las protestas, tras de haber regateado a la manera como podría hacerlo el avaro de Moliére; tras de haber regateado a él y para no aparecer sobretodo parcial como cuidándose del contrincante derrotado, el legítimo diputado por el 5o. distrito de San Luis Potosí, Juan Ángel Morales, aceptó algunas de las protestas y sabéis, según el dictamen de la Comisión, ¿cuál es la ventaja que conserva Nieto sobre su contrincante? Doscientos cuarenta y nueve votos. Dos, cuatro, nueve, C. Vicencio. (Voces: ¡No está Vicencio!) Como si estuviera.

Hacedme favor, ciudadanos diputados, de tomar un lápiz y papel y podréis verificar fácilmente mi cálculo: Rafael Nieto, 2,360 votos; Juan Ángel Morales, 1,935 votos, diferencia, 425. Por virtud de la nulidad de 45 votos de una casilla y 131 de una siguiente, sólo quedan los que a continuación se expresan: Nieto, 2,184 votos; C. Morales, los mismos, porque en las casillas, en esas dos casillas solamente a Nieto corresponde nulificarle una votación a Nieto, y 171 en otra, sólo quedan, pues, a Nieto 2,184 votos y para Juan Ángel Morales, 1,935. Diferencia, 249 votos. He querido mencionar este detalle, compañeros, para llevar a vuestro ánimo este convencimiento, para llegar a esta sencilla conclusión: que no se trata desde luego, puedo afirmarlo, a priori, de una de aquellas elecciones en las que es evidente el triunfo del contrario, como en el caso del compañero Benjamín Carrillo Puerto, en que había seis o siete mil votos de un lado y sólo mil del otro; entonces racionábamos fácilmente diciendo: por la presión que se ha ejercido, por las irregularidades que se han cometido, por los fraudes cometidos contra la Ley Electoral, siempre es de suponer que quede algún margen siquiera pequeño sobre el candidato derrotado y nos resistíamos a nulificar seis o siete votos y resultó triunfante el C. Carrillo Puerto; pero sólo se trata de 249 votos. Bien. Me diréis: ¡pero si estos votos son buenos! ¡Ah! Si fuesen buenos yo los respetaría, porque mi respeto debe extenderse a un solo, a un voto legítimo que yo sería el primero en respetar; pero voy a demostraros que por lo menos cuatrocientos de los votos de Nieto pueden nulificarse fácilmente. Y de paso ya, llevandonos de la mano, al examen del problema electoral del 5o. distrito de San Luis Potosí. A continuación del problema político y moral. No voy a establecer una disociación entre el problema moral y entre el problema político, porque las clasificaciones tienen siempre algo de artificial, son esfuerzos del espíritu para introducir lo descontínuo y lo continuo entre el problema político y el moral, que están íntimamente ligados y lo están igualmente con el problema electoral. En estas complejas manifestaciones del pueblo, ¿cómo podremos tener un solo criterio para decidir del problema? Nuestro criterio debe tener tantos aspectos, como aspectos presente el problema; de ahí la necesidad, para

facilitar la solución del problema, de estudiar, juzgar y examinar el aspecto legal o electoral de las elección, el aspecto político y el aspecto legal, aquí se ha querido inferir que se pretenda arrojar al C. Nieto por ser él delincuente político. No, Rafael Nieto es efectivamente un delincuente político; Rafael Nieto ocupa en estos momentos el banquillo del acusado, que no el sitial del magistrado; pero Rafael Nieto es además un hombre cuya credencial ha sido ilegítimamente ganada; de manera que voy a demostraros que si aplico el criterio político, lo aplico a mayor abundamiento, que el solo examen del aspecto legal del problema es bastante para determinar que el triunfo de Nieto ha sido artificial e ilegítimamente conquistado y en el examen del aspecto legal, en el examen del aspecto electoral de la cuestión seré, porque debo serlo, breve y sintético. El C. Nieto triunfó en el 5o. distrito electoral, triunfó en Catorce, y queréis inferir su triunfo argumentando erróneamente con el compañero Ayala, con el viejo y proscrito argumento de autoridad: "Porque ya lo dijo la Comisión." Pues entonces holgaría toda discusión es esta tribuna! ¡Porque ya lo dijo el C. licenciado Roque Estrada!!! ¿Y qué? Y bien ¿y qué? Pues qué, ¿no tenemos criterio, ni sensibilidad propias para preguntar si un dictamen subscrito por Roque Estrada es garantía de éxito? ¿No tengo yo derecho, como lo tenemos todos, para analizar estas vacunas, estas artificiales personalidades? ¿No tenemos derecho de decir si el argumento Estrada dixit es el decisivo y concluyente? ¡No, señores! El C. Roque Estrada, discretamente -alguna cualidad había de tener -, contestó perogrullada: "Nada puedo decir de la elección de Rafael Nieto mientras no haya examinado el expediente"; pero el C. Moisés Huerta, menos discreto, había ya adelantado que antes de examinar el expediente, se inclinaba a creer en el triunfo del C. Nieto, por ser éste gobernador de San Luis Potosí, por haber triunfado como gobernador en alguna ocasión. Pues bien; yo afirmo que el estar firmando un dictamen por Roque Estrada, por Moisés Huerta y por Augusto Aillaud, no es garantía de éxito; no es garantía de la legitimidad de la elección; es más yo tengo derecho a afirmar, si algún prejuicio he de tener, que el estar calzado este dictamen por la firma de Roque Estrada es su principal condenación. ¿Y por qué lo digo Porque el C. Roque Estrada ya no es el tribuno popular; no es ya el glorioso propagandista del maderismo, porque el C. Roque Estrada es simple y sencillamente un hombre mercantilizado. (Aplausos.) Porque el nombre del C. Roque Estrada evoca, por inevitable y fatal asociación de ideas en nuestra memoria, el recuerdo de Rattner, del gerente de la Tampico News Company; el recuerdo de ese hombre que vendió armas a Huerta para asesinar a los revolucionarios; (Aplausos.) porque el nombre de Roque Estrada, evoca en mi mente el recuerdo de los expoliadores de los indígenas de Xochimilco. (Aplausos.) Porque el nombre de Roque Estrada evoca en nuestra mente la memoria de todos los bienes desintervenidos en la época de la revolución; (Aplausos.) porque el nombre de Roque Estrada, que para triunfar en sus litigios ha menester de apoyarse hasta en la Suprema Corte de Justicia en la influencia de generales victoriosos; el nombre de Roque Estrada está también asociado en mi mente al ruidoso litigio de la Naica. ¡No, el nombre de Roque Estrada, la firma de Roque Estrada es en este dictamen su peor condenación, C. Nieto! Y luego ¿será garantía de la legitimidad del dictamen la firma de un mediocre abogado provinciano que revela que si es capaz de legislar en Tlaxcala, ¡Ay, pobre Tlaxcala! (Risas.) en cambio ha demostrado, habéis demostrado, C. Moisés Huerta, en la confección de este dictamen que es en buena parte vuestro y que el C. Roque Estrada no hizo sino subscribir, una absoluta ignorancia de una ley tan sencilla como la Ley Electoral, y os lo voz a demostrar. ¡Ah! Y hay un tercer nombre, este nombre, el nombre de Augusto Aillaud. Este nombre que aquí pronuncio, mal de mi grado, porque yo ignoraba que el señor Aillaud se hubiese atrevido a subscribir este dictamen, cuando me había dicho en lo privado que había sido él empleado de Nieto, ya no iba a conocer del asunto, cuando calzar con su firma un dictamen equivale a conocer de él y hacerse responsable de su contenido. El nombre de Augusto Aillaud, evoca fatalmente en mi memoria, por inevitable asociación de ideas, el nombre de la Administración General del Timbre y de la Dirección Principal del Timbre; evoca también en quienes hayan leído la prensa, el recuerdo del desfalco sufrido por la oficina del Timbre, aquel fabuloso desfalco sobre que convenía echar el polvo del olvido. Con qué ya veis ciudadanos diputados, si el argumento de autoridad de que este dictamen viene calzado por las firmas del C. Roque Estrada, por la de Moisés Huerta y la de Augusto Aillaud pueda ser una garantía! Yo aseguro que si algún prejuicio puede inspirar la lectura del dictamen y la lectura de las firmas, es cabalmente el prejuicio condenatorio para Nieto. ¿No era natural que cuando se discutiese la credencial del C. Rafael Nieto, se agitasen dentro de la Asamblea toda la mercadería adelante y en la galería naturalmente, ya lo expliqué, en la mínima parte de la galería, toda la coyotería adelante? (Aplausos.)

Este era un elemento que el buen Voltaire había olvidado; también hay algo de coyote en la galería. Era natural, y por esto en el momento de examinar esta cuestión vamos a decidir de una vez para todas si la Cámara tiene criterio suficientemente libre para resistir a la artificial presión de una parte contagiar al resto de la propia galería y ha de influir para torcer vuestra voluntad y desvirtuar vuestro criterio. (Aplausos.) Vamos al examen de la elección de Matehuala. Se me argumenta que es racional creer en el triunfo del C. Rafael Nieto. ¿Pues qué no triunfó como gobernador, no triunfó legítimamente como gobernador, no triunfó legítimamente como gobernador en la lucha contra Severino Martínez? ¿Y qué? respondo al amigo que tal objeción me hace. ¿No triunfó acaso en 1917 Venustiano Carranza en la elección de presidente de la República y no perdió la partida en 1920 y en ella la vida misma? ¿Qué tiene de extraño entonces toute proportion gardée que pudo haber triunfado en 1919 el señor Nieto, y que un año más tarde haya podido perder, y que al perder haya necesitado acudir al fraude, a la violación de la

ley para poder traer una credencial legítima? Señores, puedo afirmar como el resultado de una observación que está el alcance de cada uno de vosotros, como un hecho de observación, que no quiero erigir en ley, sino solamente afirmo como tesis general, que las cabeceras deciden del triunfo en el distrito (Voces: ¡No! ¡No! ¡Sí| ¡Sí!) Que no se coja.... (Voces: ¡No! ¡No!) que no se coja el vuelo mi argumento para objetarme la objeción que yo mismo adelanto, que dentro de un mismo distrito electoral puede haber dos o más zonas de influencia de diversos candidatos. Yo lo que afirmo es en tesis general que el candidato que venció en la cabecera del distrito venció en el distrito. Pedro de Alba, vencedor en el 1er. distrito de Aguascalientes, venció en la ciudad de Aguascalientes; Francisco Ollivier, vencedor en el 1er. distrito de Zacatecas, venció en el ciudad de Zacatecas y aunque no fuese esto absoluto, tengo derecho a afirmar que la votación de los pueblos y de las villas, la votación de los centros populosos es lo que llamó mi amigo el ingeniero Ollivier, la votación de calidad, la votación de la que más ufano puede estar un candidato, la votación más consciente, la votación que se hace ahí donde hay una organización cívica y política siquiera rudimentaria, la votación de las ciudades. Bueno. Pues si el C. Nieto es popular y si su popularidad no es la popularidad de un hombre que por algunas otras razones puede tener popularidad en los distritos rurales en las fracciones, en las congregaciones, en los pequeños poblados, entonces la popularidad del señor Nieto, que es un político, y sólo hay popularidad política propiamente tal en los grandes centros de población, el C. Rafael Nieto debe ser popular en la ciudad de Matehuala. Efectivamente, el C Nieto es muy popular. Vamos a juzgar, si no basta mi afirmación, de la popularidad del C. Nieto. En la ciudad de Matehuala, una de las más pobladas y cultas de San Luis Potosí y cabecera del 5o. distrito: 1a. casilla de Matehuala: Canales, 39 votos, Morales, 16, Nieto, 13.

"3a. casilla: Morales, 47 votos; Canales, 19; Nieto 10.

¡Diez votos para Nieto!

"4a. casilla: Canales, 29 votos; Morales, 22; Nieto, 7.

¡Siete votos para Nieto!

En la 5a. ocupa el segundo lugar; tiene 22 votos; en la 9a., 16; en la 10 volvió a ocupar el segundo lugar; en la 11, Nieto, 18; en la 12, Nieto, 26; en la 14, no tiene ningún voto, si queréis cero votos; en la 15, Nieto tiene 3 votos; en la 16, ocupa el primer lugar, Nieto, 81 votos; en la 17, Nieto, 55, también en primer lugar; en la 18, Nieto, 14; en la 19, Nieto 7 y en la 20, Nieto, 34 votos. Totalizando: en la municipalidad de Matehuala obtuvo Juan Ángel Morales, el legítimo diputado, por el 5o. distrito, 1,335 votos; un tercer candidato, no creáis que el señor Nieto, viene en segundo término; un tercer candidato, Jesús Canal, obtuvo 700 votos y en tercer término, modestamente, es una de las características del señor Nieto, la modestia, (Risas.) en tercer término, modestamente, el señor Nieto tiene una votación de 338 votos; 338 votos para 1,335, diferencia: 997 votos. Nieto ocupa el tercer lugar en la votación y sólo tiene 338 votos en Matehuala. ¿Eso es popularidad? ¿Es esto al menos popularidad en Matehuala? Creo que no habrá quien lo sostenga; pero me diréis: pudo haber perdido en Matehuala y, sin embargo en el resto del distrito haber triunfado y aquí es donde tengo derecho a afirmar que cabalmente quienes se ven perdidos en las cabeceras de los distritos, acuden a defraudar el voto público en las pequeñas fracciones de los distritos foráneos, de las municipalidades foráneas, porque es claro, es más fácil engañar, es más fácil defraudar donde la cultura es menor, ahí donde el índice cívico y cultural es menor, que en las ciudades donde hay una organización política siquiera imperfecta. Bueno. En Villa de Guadalupe cambió la decoración: 1a. casilla, Nieto, 382 votos; Canales, cero votos; Morales, cero votos (Risas.) ¡ah! pero afirma la Comisión dictaminadora que esto es algo raro; pero no imposible. Efectivamente, debe ser cosa muy rara que a una sesión asistan los 249 diputados electos; pero esto no es imposible. Señores diputados, en la 1a. casilla de Villa de Guadalupe, el total de los empadronados es de 382, y el total de votantes es de 382, (Siseos.); adviértase que la impresión que causa en vuestro ánimo de la docta Comisión. Ya estáis infiriendo que este hecho es demasiado raro, aunque no imposible. (Risas. Aplausos.) Y es que vuestra naturaleza entera, ciudadnos diputados, se rebela contra este padrón, porque no hay nada más absurdo que la uniformidad en el voto, porque todos somos desiguales, porque en ninguna parte hay uniformidad, unanimidad absoluta y porque esto resulta tanto más patente, esto resulta muy más patente cuando comparemos lo que sucedió en la 1a. casilla de Villa de Guadalupe, con lo que paso en la casilla instalada inmediatamente después. E id atando cabos, ciudadnos diputados; ya el señor Soto expresó que si era verdad, que si bien era verdad que no hay precepto legal expreso que prohibiera la instalación de una casilla en una Presidencia Municipal, en un edificio público, no es menos cierto que la propia ley contiene un precepto que prohibe la instalación de las casillas en las casas habitadas por funcionarios públicos, y el argumento del compañero Soto es correcto, se llama un argumento de mayoría de razón. Sí está prohibido instalar una casilla en la casa de un empleado público, ¿cómo no va a estar prohibido instalarla en un edificio público? Bueno, desdeñad el argumento... (Siseos). si sólo este argumento, si esto no bastaría; pero id atando cabos, he dicho que la casilla se instaló en la Presidencia Municipal, votan todos los empadronados, ni uno más ni uno menos, y todos con unanimidad que no existe, con unanimidad que no existe en el pueblo de San Luis Potosí ni en parte alguna; los 382 empadronados con un celo al que debe estarle reconocido el señor Nieto, van a depositar sus votos por su hombre predilecto. Advertid: el total de la votación, 382. En la 2a. casilla, la instalada inmediatamente después, Nieto tiene 30 votos, por 27 que obtiene Morales; en la 2a., 29 Canales; en la siguiente, 29, Canal 15 y Morales 7, Morales 141 y Nieto 5; 6a. casilla, otro ejemplo de unanimidad:

Nieto, 116 votos, ni Morales ni Canal obtienen ahí un solo voto; la votación de Nieto es la única que presenta la casos de unanimidad. 9a casilla, Nieto, 73 votos, todos para él. ¿Por qué he enumerado, señores diputados?.... (Campanilla.)

Señores diputados: para que no quede en suspenso, incompleta la idea que he querido apuntar, voy a apuntar aquí la estadística, esta ciencia tan imprecisa y sutil todavía, esta ciencia con la que tanto se ha mentido; esta ciencia que tan maravillosamente ha esgrimido y aprovechado el publicista don Francisco Bulnes. La estadística ha establecido ya algunas verdades, muy pocas si queréis, algunas verdades relativas que pueden considerarse como fórmulas o Leyes. Quiero formular mi pensamiento en estas sencillas palabras. Los fenómenos sociales obedecen a un capricho, los fenómenos sociales obedecen a leyes que no por imprecisas ni por difíciles de desentrañar, menos reales, menos existentes, pero eficaces. Cuando un observador que se dedica a la estadística anota los votos obtenidos en cada una de las casillas por los diversos candidatos del mismo distrito, puede el observador, siguiendo los preceptos de la estadística, llegar a la conclusión general, llegar a formular en reglas aproximadas la proporción relativa de la fuerza, puede llegar a formular la fuerza relativa de los contendientes expresando, haciendo una fórmula algebraica en que entran como funciones determinados factores, función de determinados factores; pues bien; siempre se observa, por ejemplo, en las casillas de Matehuala, que es una casilla modelo de votación regular, que hay determinada proporción, que las votaciones recibidas por Nieto, por canal o por Morales no son resultado de un capricho si no que en todas ellas hay una proporción bien determinada, por ejemplo, el total de la votación ya os lo he dicho, fue de 338 votos para Nieto, 700 para Canal y 1,335 para Juan Ángel Morales. Pues bien; aproximadamente es ésta la misma proporción; aproximadamente en la misma proporción; están las sumas parciales obtenidas en cada una de las casillas; de manera que en cada una de las casillas se observa que el señor Nieto obtuvo determinada votación, que le siguió en votos, que obtuvo un número mayor de votos Canal y que en primer término quedaba Morales. Eso puede observarse de las veinte casillas; el C. Morales ganó en dos, tres, cuatro, cinco, seis, es decir, obtuvo el primer lugar en seis casillas; Canal obtuvo el primer lugar en doce casillas, no en once casillas, y Nieto el primer lugar en sólo dos, contrastando con esta regularidad en las votaciones relativas a la Villa de Guadalupe, en que nos presenta, rompiendo con toda fórmula, este singularísimo fenómeno: en la primera casilla no hubo quien votase por Morales, nadie votó por Canal, todos unánimemente, sin faltar uno, todos los empadronados votaron por Nieto; pero aún hay más. En la ciudad de Matehuala se observa que la proporción de los votantes es uniforme comparada con el total de empadronados. Sólo os citaré dos ejemplos: Primera casilla, padrón 225 votos, 225; Morales 16 votos, Nieto 4 y Canal 34. ¿Hay nada más regular, más acorde con nuestras observaciones personales en los distritos todos de la República, que esto? De los 225 empadronados sólo votaron 54, ver que es una votación uniforme, no hubo mucho entusiasmo, no obstante que en la ciudad debió haber sido más reñida. Otro ejemplo, señores representantes: casilla número 10, empadronados 400, votaron por Morales 124, votaron por Nieto 20, votaron por Canal 18; total, 38 y 124, 162; de manera que de los 400 sólo un poco más de la tercera parte 162 se dirigió a la casilla a sufragar por su respectivo candidato; en cambio, en villa de Guadalupe, ¡hecho insólito!, votan todos los empadronados Quienes sabemos, por la observación o por la lectura, que estas cosas no son resultado del azar ni del capricho, sino que obedecen a leyes, no por precisas, menos existentes y menos eficaces, no podemos menos que afirmar que el criterio de la Comisión ha sido absurdo, que nosotros como jurado sí tenemos derecho a desechar lo que la Comisión acoge amorosamente, porque le daba el triunfo al banquero y tenemos derecho a afirmar que esto es algo sospechoso, que es esto algo raro, pero no imposible. (Risas.) ¡Pero, señores, que esto es demasiado raro! Como la hora avanza y la Presidencia va a preguntar si la sesión se suspende, y esto es lo indicado, quedo en el uso de la palabra para la próxima sesión.

El C. presidente: Para la próxima sesión queda en el uso de la pala el C. Manrique. se cita para las cinco de la tarde a sesión de Cámara y enseguida se pasará a Colegio Electoral.

Se suspende la sesión. ( 2.40 p.m.)

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 11 DE OCTUBRE DE 1920

SUMARIO

1. - Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2. - Se da cuenta con los asuntos en cartera, concediéndose licencia a los CC. diputados Manuel G. Toro y Fernando B. Martínez.

3. - Memorial suscrito por varios ciudadanos diputados, tendente a que se suplique al ciudadano presidente de la República para que informe a esta Asamblea acerca del conflicto político del Estado de Veracruz; a discusión; no se toma en consideración. Usan de la palabra para hechos varios ciudadanos diputados.

4. - Escrito firmado por el C. C. Maldonado R., Alfredo Alvarez y otros ciudadanos más, en que piden a esta H. Cámara intervenga en el asunto de Félix Díaz; a la 2a. Comisión de Peticiones.

5. - Se aprueba la proposición de varios ciudadanos diputados tendente a que se nombre una comisión para que se acerque al jefe del Ejecutivo de la Unión a fin de que se consigne a las autoridades correspondientes al C. general Rafael Pimienta; se nombra dicha comisión.

6. - Solicitud de pensión firmada por la señora Eladia G. viuda de Oviedo y hecha suya por numerosos ciudadanos diputados; a la 2a. Comisión de Hacienda

7. - Es aprobada la proposición de varios ciudadanos diputados, referente a que se nombre una comisión que se acerque al Senado para suplicar a las comisiones respectivas la devolución de los proyectos de la ley para la creación de la Deuda Agraria de los Estados y la Ley del Trabajo. Se nombra dicha comisión.

8. - Primera lectura a dos dictámenes de la 3a. Comisión de Guerra que proponen, respectivamente, que se conceda una pensión al C. Rafael Muñoz Moreno y que se conceda otra a la señorita Sofía Franco.

9. - Segunda lectura del dictamen de la 1a. Comisión de Hacienda, en que propone se conceda una pensión a cada uno de los hijos del extinto general Felipe Angeles; a discusión el primer día hábil.

10. - Segunda lectura del dictamen de la 2a. Comisión de Hacienda, en que se propone se conceda una pensión de $10.00 diarios a cada uno de los hijos del extinto doctor Belisario Domínguez, derogándose el decreto que les concede $5.00 diarios; a discusión el primer día hábil.

11. - Es aprobado el dictamen de la 1a. Comisión de Hacienda, en que propone se archive la solicitud del ciudadano gobernador del Estado de Sinaloa, por haberse efectuado ya la importación de los artículos a que dicha solicitud se refiere. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. ALESSIO ROBLES VITO

(Asistencia de 129 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 5.30 p.m.: Se abre la sesión.

- El C. prosecretario Castrejón leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión el día siete de octubre de mil novecientos veinte.

"Presidencia del C. Vito Alessio Robles.

"En la ciudad de México, a las cuatro y cincuenta y cinco de la tarde del jueves siete de octubre de mil novecientos veinte, se abrió la sesión con asistencia de ciento treinta y tres ciudadanos diputados.

"Se aprobó sin debate el acta de la sesión celebrada el día anterior y la Secretaría paso a dar cuenta con los documentos en cartera:

"Memorial del C. licenciado José María Truchuelo, magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, en que pide que el Congreso de la Unión reconsidere la negativa de la licencia que solicitó y que se le conceda ésta sin goce de sueldo.

- Resérvese para la próxima sesión de Congreso General.

Telegrama procedente de Jalapa, Veracruz, en que se comunica la instalación del Colegio Electoral de la XXVIII Legislatura de ese Estado. - Recibo.

"Circular en que el ciudadano Gobernador del Estado del Nayarit participa que cesó como secretario interino de ese gobierno el C. licenciado Francisco Serrano. - De enterado.

"Circular del mismo funcionario, en que comunica que expidió nombramiento de secretario general de aquel Gobierno en favor del C. licenciado Jacobo Ramos Martínez. - De enterado.

"Circular del propio ciudadano gobernador, en que dice haber designado al C. licenciado Francisco Serrano Oficial mayor de la Secretaría General del Gobierno de aquella Entidad federativa. - De enterado.

"Circular por medio de la cual avisa el C. Tomás León que se hizo cargo del Departamento de Trabajo y Previsión Social, dependiente del Gobierno del Estado de Zacatecas. - De enterado.

"Telegrama procedente de San Francisco, Guanajuato, firmado por numerosos ciudadanos, en que protestan con motivo de que tienen noticias de que las elecciones para diputados al 9o. distrito electoral de Guanajuato se resolverá a favor del C. Enrique Fernández Martínez. - Recibo, y a su expediente.

"Solicitud del C. Cosme D. Gómez, relativa a que se le conceda licencia por un mes, con goce de dietas.

"Se aprobó sin discusión, previa dispensa de trámites.

"Escrito de los CC. diputados Enrique Meza y Francisco Reyes, al que acompañan un telegrama depositado en Jalapa, Veracruz, y firmado por el C. senador Heriberto Jara y por el C. diputado Francisco Tejeda Llorca, en que se dan a conocer los hechos que en aquel Estado se ha desarrollado con motivo de la contienda entre los diversos partidos políticos en la elección de poderes locales. - Archívese.

"El C. Guillermo Rodríguez, inscripto en contra del trámite anterior, hizo aclaraciones. El C. De Alba usó de la palabra para una moción de orden y acto continuo apoyó el trámite de la Mesa. La Presidencia lo sostuvo y la Asamblea, en votación económica, lo aprobó.

"Proposición firmada por numerosos ciudadanos diputados, que en su parte resolutiva dice:

"Unica: Nómbrese una Comisión que se acerque al Ejecutivo de la Unión para significarle la necesidad de que se ponga al C. Félix Díaz a disposición de las autoridades judiciales, a fin de que se le exijan las responsabilidades por su participación en los crímenes de febrero de 1913 y muy especialmente por el asesinato del diputado Gustavo Madero."

"Dispensados los trámites a la proposición, y así que habló en pro el C. Bordes Mangel, fue aprobada en votación económica, designando la Presidencia al propio C. Bordes Mangel, en unión de los CC. Siurob, Borrego, Soto y Gama, Cerda y secretario Saucedo, para integrar la Comisión de que se trata.

"Oficio de la Secretaría de Gobernación, con el que envían los ramos 1o., 3o., 4o. y 5o. del Presupuesto de Egresos para el año fiscal de 1921. - A la Comisión de Presupuestos y Cuenta, e imprímase.

"Memorial de los Miembros de la Mesa Directiva del Partido Republicano (disco blanco), en que solicitan se declaren nulos los votos en las últimas elecciones presidenciales fueron emitidos a favor de los CC. Alvaro Obregón y Alfredo Robles Domínguez, y que se haga la declaratoria que corresponde, a favor del C. licenciado Nicolás Zúñiga y Miranda.- Recibo, y agréguese al expediente electoral respectivo.

"Dictamen de la segunda Comisión de Hacienda, que consulta un proyecto de decreto por medio del cual se aumenta la pensión de que disfrutan los

hijos del doctor don Belisario Domínguez.- De primera lectura.

"Recogida la votación nominal que en la sesión anterior quedó pendiente por falta de quorum, sobre el proyecto de decreto por el que se pensiona a la señorita Julia Iglesias Calderón, se obtuvieron ciento veintiocho votos de la afirmativa, contra cinco de la negativa, de los CC. Cantón, Cuéllar, Cuervo, Soto Francisco y Torre Francisco de la. El proyecto aprobado, que pasa al Senado para los efectos constitucionales, dice textualmente:

"Artículo único. Se concede una pensión de quinientos pesos mensuales a la señorita Julia Iglesias Calderón, hija del extinto don José María Iglesias, cuya pensión será pagada, íntegramente, por la Tesorería General de la Nación, mientras conserve su actual estado civil.

"Proyecto de ley firmado por numerosos ciudadanos diputados, que está concebido en los términos siguientes:

"Artículo primero. Se deroga la ley de 8 de mayo de 1917, que concedió al Ejecutivo de la Unión facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda.

"Artículo segundo. Se autoriza especialmente al Ejecutivo para expedir aranceles sobre el comercio extranjero."

"Después de que se consideró este proyecto de urgente y obvia resolución, el C. Manero paso a la tribuna y pronunció un discurso en pro. A moción del C. Manrique se leyeron los artículos 114, 115 y 143 del Reglamento, y acto continuo, por unanimidad de ciento treinta y cuatro votos, se declaró con lugar a votar en lo general el proyecto.

"A discusión en lo particular, ningún ciudadano hizo uso de la palabra, y se aprobaron en un sólo acto los dos artículos transcriptos, por unanimidad de ciento treinta y cinco votos.

"La Presidencia comisionó a los CC. Manero, Argüelles, Méndez José, Rodríguez López, Vicencio y prosecretario Bojórquez, para que lleven al senado el proyecto de ley de referencia.

"La Secretaría continuó dando cuenta, aprobándose sin debate, cuatro dictámenes que consultan los puntos resolutivos que a continuación se mencionan:

"Que se turne a la Comisión Inspectora de la contaduría Mayor de hacienda, para que se sirva informar si en la propia Contaduría ya son conocidas las cantidades erogadas fuera de lo previsto en el presupuesto respectivo, el expediente que se refiere a la ratificación y autorización de diversos pagos y erogaciones hechos del primero de mayo al treinta y uno de diciembre de mil novecientos diez y siete.

"Que se archive, por ser extemporáneo resolver sobre el asunto, el expediente formado con varios oficios en que el magistrado del Tribunal Superior de Justicia de la Baja California, comunicó los datos relativos a la separación del juez de Primera Instancia de Mulegé.

"Que se archive, por improcedente, la solicitud del juez noveno de lo Civil de esta ciudad, relativa a que se le conceda licencia hasta por veinte días, con goce de sueldo.

"Que se transcriba al ciudadano contador mayor de Hacienda, para que se le dé debido cumplimiento, el oficio por medio de cual el juez segundo de lo Civil de esta ciudad inserta un auto dictado en el juicio ordinario civil promovido por la señora María Ramírez del Palau contra el señor Francisco Palau, empleado de la contaduría mayor.

"El C. Bordes Mangel informó del resultado de la Comisión que se acercó al Ejecutivo de la Unión para pedirle que se pusiera a Félix Díaz a disposición de las autoridades judiciales. El C. Aguirre Colorado Ernesto usó de la palabra para un hecho relacionado con este asunto, y pidió que la Cámara insistiera en su solicitud ante el Ejecutivo. El C. Bordes Mangel hizo aclaraciones y contestó una pregunta del C. Manrique. La Presidencia invitó al C. Aguirre Colorado a que formulara por escrito la proposición que había hecho. El C. Soto y Gama hizo consideraciones al margen de los informes que a la Comisión proporcionó el Ejecutivo, y contestó una pregunta del C. Ernesto Aguirre Colorado.

"La Secretaría dio cuenta con la proposición que éste subscribió, en unión del C. Mijares, y que dice en su parte resolutiva:

"Primero. Vuélvase a reiterar al ciudadano presidente de la República, sea entregado Félix Díaz a los tribunales federales.

"Segundo. Si no aceptase las indicaciones de la Cámara el ciudadano presidente, constitúyase la H. Cámara en parte acusadora ante el tribunal competente en contra de Félix Díaz.

"Fue puesta a discusión, una vez que se le dispensaron los trámites.

"Hablaron en contra y en pro, respectivamente, los CC. Manrique y Aguirre Colorado Ernesto, dándose cuenta en seguida con una moción suspensiva, firmada por los CC. Manzanilla y Huerta, tendente a que se suspendiera toda discusión en este asunto y se dejara en libertad de obrar al Ejecutivo, conforme a su criterio.

"Tomada en consideración la moción suspensiva, fue impugnada por el C. Luis León.

"Presidencia del C. Antonio Díaz Soto y Gama.

"Usaron de la palabra, en pro de la moción suspensiva, los CC. Serrano, Manzanilla y Huerta, y en contra los CC. Bordes Mangel y Ramos Pedrueza. El C. Manrique contestó una interpelación del C. Manzanilla; el C. Rivera Cabrera hizo una moción de orden, y el C. Siurob rectificó un hecho.

"Desechada la moción suspensiva, continuó el debate sobre la proposición de los CC. Aguirre Colorado y Mijares.

"Rectificó hechos el C. Borrego y, en vista de los informes proporcionados por éste, el C. Aguirre Colorado solicitó retirar su proposición, a lo que accedió la Asamblea.

"Dióse cuenta con otra, firmada por los CC. Manrique, Aguirre Colorado Ernesto, Luis L. León, Pablo H. Sánchez, Aldaco, Manuel Ortiz, Macedonio B. Gutiérrez y Siurob, que en lo conducente dice:

"Nómbrese una Comisión del seno de la Cámara, para pedir atentamente al jefe del Poder Ejecutivo, como expresión del deseo de la Representación, que ordene la inmediata libertad del rebelde Félix Díaz, dentro del territorio nacional y en su propio campamento."

"Igualmente, se dispensaron los trámites a esta proposición, y se puso a debate.

"En contra hablaron los CC. Bordes Mangel y

Cerda, y en pro los CC. Manrique y Ramos Pedrueza. El C. De Alba hizo una interpelación al C. Manrique; éste contestó e inmediatamente pidió permiso para retirar su proposición otorgándoselo la Asamblea.

"Se leyó, por último, otra proposición del C. Montero Villar, tendente a que esta Cámara se abstuviese de inmiscuirse en el asunto de que se trata, para que el ciudadano presidente de la República pueda obrar de acuerdo con su honor y con los compromisos que tiene como jefe del Gobierno.

"Después de una moción de orden del C. José Luis Solórzano, la Asamblea no dispensó los trámites a esta proposición, por lo que quedó de primera lectura. "Después de una moción de orden del C. Manzanilla, la Cámara acordó, siendo las nueve y quince de la noche, que se prorrogara la sesión.

"Momentos después la Presidencia hizo observar que no estaba a discusión ningún asunto ni había en cartera documento alguno, por lo que lo procedente era levantar la sesión, como en efecto lo hizo, a las nueve y veinte de la noche."

Está a discusión el acta. ¿No hay algún ciudadano diputado que desee hacer uso de la palabra? En votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"Cámara de Senadores del Congreso de la Unión. - México. - Estados Unidos Mexicanos. - Sección de Archivo y Biblioteca. - Número 82.

"La atenta comunicación de ustedes, fechada el 30 de septiembre último, enteró al Senado de que, esa honorable Cámara, en la sesión efectuada el mismo día, eligió: presidente, el C. Vito Alessio Robles; y vicepresidente, a los CC. Antonio Díaz Soto y Gama e Ignacio Borrego, quienes funcionarán durante las sesiones del presente mes.

"Reiteramos a ustedes las seguridades de nuestra consideración muy distinguida.

"Constitución y Reformas. - México, 8 de octubre de 1920. - L. J. Zalce, S. S. E. del Valle, S. S. - A los ciudadanos secretarios de la honorable Cámara de Diputados. - Presente." - A su expediente.

"Cámara de Senadores del Congreso de la Unión. - México. - Estados Unidos Mexicanos. - Sección 1a. - Número 59.

"Ciudadanos secretarios de la honorable Cámara de Diputados. - Presente.

"Tenemos el honor de manifestar a ustedes que se recibió en la Secretaría de esta Cámara con el atento oficio de ustedes, número 123, girado por la Mesa décima el día 5 del presente mes, copia del acta de la sesión del Colegio Electoral, en la que se presentó el dictamen relativo a las elecciones para senadores por el Distrito Federal, declarando haber recaído la elección en favor del C. Fernando Iglesias Calderón, como 1er. senador propietario y el C. Daniel Ríos Zertuche, como 1er. senador suplente; así como la documentación electoral respectiva.

"Reiteramos a ustedes las seguridades de nuestra atenta y distinguida consideración.

"Constitución y reformas. - México, 8 de octubre de 1920. - L. J. Zalce, S. S. - E. del Valle, S. S." - A su expediente.

"Estados Unidos Mexicanos. - El escudo de las armas nacionales. - Presidencia de la República. - Secretaría Particular. - México, D.F. - 4,249. - Memorándum.

"A los ciudadanos diputados secretarios de la honorable Cámara de Diputados.- Presente.

"Por ser de la exclusiva competencia de esta honorable Cámara, con el presente me permito remitir a ustedes, adjunto al presente, el ocurso de la señorita Rosa R. Novoa, para que a bien tengan resolver sobre el particular.

"Reitero a ustedes mi atenta consideración.

"Sufragio Efectivo. No reelección. - México, a 7 de octubre de 1920. - El secretario particular, Alessio Robles." - A la 2a. Comisión de Peticiones.

"El congreso del Estado de Tlaxcala comunica, por medio de su circular número 24, fechada el día 1o. del presente, que en la propia fecha abrió su segundo periodo de sesiones ordinarias." - De enterado.

"El ciudadano presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Sinaloa en funciones de gobernador del Estado, comunica por medio de su circular número 21, fechada en Culiacán el día 27 de septiembre, que en la propia fecha hizo entrega del Poder Ejecutivo al C. general Ángel Flores." - De enterado.

"El C. Ángel Flores comunica, por medio de su circular número 22, fechada en Culiacán el día 27 de septiembre, que habiendo sido electo gobernador constitucional del Estado de Sinaloa, con la fecha citada tomó posesión de su cargo."- De enterado.

Telegrama procedente de "Culiacán, Sinaloa, a 11 de octubre de 1920.

"Secretario Cámara de Diputados.

"Habiéndoseme concedido licencia por H. Congreso para separarme Poder Ejecutivo esta entidad, hoy hice entrega de él al coronel José Aguilar, designado para substituirme.

"Atentamente, gobernador, Ángel Flores."- De enterado.

Telegrama procedente de "Culiacán, Sinaloa, a 9 de octubre de 1920.

"Señores secretarios de la Cámara de Diputados.

"Hónrome participar usted que habiéndose concedido por H. Legislatura licencia al C. general A. Flores, gobernador constitucional, hoy híceme cargo este gobierno por designación hecha mi favor.

"Atentamente, gobernador interino, J. Aguilar." - De enterado.

- El mismo c. prosecretario, leyendo:

"Honorable Cámara de diputados al Congreso de la Unión.

"El subscripto, diputado propietario por el 3er. círculo electoral del Estado de Oaxaca, respetuosamente expongo:

"Habiendo ofrecido a mis comitentes que tan luego como fuese aprobada mi credencial haría una visita a la región que me honró con su voto, caso que ha llegado en virtud de la suprema resolución que en mi favor otorgó esta respetable Asamblea, ocurro a vuestra soberanía pidiendo atentamente se me conceda una licencia con goce de dietas, por un término que no pase de veinte días, contados desde el doce del actual.

"Pido también dispensa de trámites, y protesto mis respetos.

"México, 7 de octubre de 1920.- Manuel G. Toro."

En votación económica se consulta si se dispensan los trámites, en el concepto de que se necesita para ello las dos terceras partes de los ciudadanos diputados. Se dispensan los trámites. Está a discusión. ¿No hay algún ciudadano diputado que desee hacer uso de la palabra? En votación económica si consulta se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada.

- El mismo C. prosecretario, leyendo:

"Teniendo urgente necesidad de salir para la ciudad de Culiacán, ocurriendo a un llamado con motivo de enfermedad de uno de mis hijos, a la vez que para conducir mi familia a esta capital, muy atentamente suplico a vuestra honorabilidad el favor de concederme, con dispensa de todo trámite y con goce de dietas, licencia por veinte días ( ya que sería imposible hacer el viaje de ida y vuelta en menos tiempo, por lo irregular de los medios de comunicación marítima), para estar separado de esta Asamblea; en el concepto de que, si tenéis a bien concedérmela, empezaré a hacer uso de dicha licencia el día 15 del actual.

"Protesto a la honorable Cámara mi atenta y respetuosa consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.- México, 11 de octubre de 1920. - El diputado por el 5o. distrito electoral del Estado de Sinaloa, F. B. Martínez."

En votación económica se consulta si se dispensan los trámites, en el concepto de se necesitan las dos terceras partes de los ciudadanos diputados presentes. Se dispensan los trámites. Está a discusión. ¿No hay algún ciudadano diputado que desee hacer uso de la palabra? En votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada.

- El mismo C. Prosecretario, leyendo:

"H. Asamblea:

"Son de carácter tan grave y trascendental los acontecimientos políticos que con motivo de la instalación del Colegio Electoral del Estado de Veracruz, se están registrando en la capital del mismo, que de no ocurrir con la premura que esa situación exige, en auxilio de la efectividad del sufragio y, por ende del respeto al voto del pueblo, se lamentarían consecuencias verdaderamente deplorables.

"La sola relación de los hechos que allí se han registrado al instalarse la junta Preparatoria del Colegio Electoral de la XXVIII Legislatura veracruzana, bastarán a vuestra soberanía para considerar que en estos momentos está gravemente comprometido el voto del pueblo y que los atentados y tropelías que han recibido los presuntos representantes del pueblo, no tiene precedente alguno en los anales de la historia de las imposiciones más aprobiosas en que abunda nuestra incipiente vida política.

"El día 6 del mes en curso, fijado por la ley para la instalación de la Junta Preparatoria del Colegio Electoral de la XXVIII Legislatura de Veracruz, por arte de encantamiento, pero de una manera evidentemente parcial resultaron registrados por el oficial mayor del Poder Legislativo, las credenciales de diez y nueve presuntos diputados al Congreso del Estado, con la filiación política que en seguida se indica, y con los vicios de legalidad que también se señalan.

"Cuatro presuntos diputados de filiación tejedista, con credenciales únicas por sus respectivos distritos electorales; cuatro presuntos diputados de la misma filiación política de doble credencial por sus respectivos distritos electorales; un presunto diputado, que a guisa de credencial, presentó un acta del resultado del escrutinio de la Junta Computadora de Córdoba, en la cual se explica que no se expidió allí credencial alguna a ninguno de los tres candidatos que jugaron en la elección; y una credencial expedida en un lugar que no es cabecera de distrito electoral y, por lo tanto, la citada credencial es apócrifa y sin el menor valor legal.

"Dos presuntos diputados, con credenciales únicas y de filiación gavirista, quienes pertenecen a los partidos obreros de Orizaba y Jalapa, y seis presuntos diputados de filiación rinconista, con credenciales únicas, por los respectivos distritos electorales, donde fueron candidatos.

"Sin que se diera otra explicación que la violencia, el oficial mayor de la Cámara de Diputados de Veracruz, sin facultad legal para ello, se negó a registrar las credenciales de dos presuntos diputados rinconistas, con credenciales únicas por los distritos de Chicontepec y Ozuluama, y también se negó a registrar las credenciales de seis presuntos diputados de filiación gavira - rincón, dando como razón que se trata de casos de dobles credenciales,

precisamente cuando había registrado en iguales condiciones las de sus contrincantes de filiación tejedista.

"No obstante que por los hechos narrados se comprende con toda claridad que la maniobra del oficial mayor de que se habla, propendía únicamente a dar mayoría en la junta previa de Colegio Electoral de la XXVIII Legislatura de Veracruz, a los presuntos diputados de filiación tejedista; no obstante los vicios de legalidad ya citados, no por ello dejaron de concurrir a la citada junta preparatoria los presuntos diputados de filiación gavirista y rinconista con la esperanza de que en los actos preliminares del Colegio Electoral, se respetara la ley y, por lo tanto, la efectividad del sufragio.

"Lamentablemente, lo que la opinión pública califica ya como la más vulgar de las maniobras imposicionistas, siguió por el camino de las violaciones a la Ley al grado de que, cuando los diputados presuntos gaviristas y rinconistas invocaban el precepto de la ley que designaba al funcionario que debía presidir la instalación de la junta previa, la imposición tejedista, sin atender a ningún razonamiento de orden legal, decidió con ese quorum de diez presuntos diputados, de los cuales sólo cuatro tienen en principio capacidad para considerarse como tales, instalar el Colegio Electoral y, por lo tanto, una Legislatura que en su origen y en su forma tiene el vicio flagrante de la más cruel y despiadada violación de la ley; privando por otra parte, a los nueve presuntos diputados gaviro - rinconistas, con credenciales únicas, de toda acción y decisión en las deliberaciones de aquella junta; lo cual obligó a éstos a constituirse en juntas preparatorias de Colegio Electoral y, por ende, de una segunda Legislatura, dando lugar desde luego a un conflicto político.

"Necesariamente, para que los hechos llegaran a esa fase, hubo de por medio la irrupción al Santuario de la Ley de la gendarmería y policía armadas, las que se pusieron discrecionalmente al mandato del grupo tejedista que se llama Legislatura, para proceder a las tropelías más violentas contra los presuntos diputados de los partidos adversos a este grupo, ocurriendo casos de que el fuero de que éstos están investidos, fuera hollado de la manera más sangrienta.

"Los hechos que con toda brevedad se consignan aquí, para explayarlos al sostener la proposición que sigue, han dado lugar a que los diputados, que ven ultrajado el fuero, en peligro sus vidas y el naufragio definitivo del voto del pueblo, hayan ocurrido, por la vía telegráfica, según los documentos que se exhibirán en esta Representación Nacional, tanto al ciudadano presidente de la República, denunciando los hechos y pidiendo garantías; al ciudadano procurador general, puntualizando los delitos cometidos y pidiendo la intervención que le da la ley y, por último, a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, para que, por lo menos, tome nota y esté lo suficientemente documentada acerca de los sucesos a que nos referimos.

"Como hasta los últimos momentos en que hemos recibido información telegráfica y postal acerca de los sucesos que siguen desarrollándose en la capital del Estado de Veracruz, son de carácter grave, que no solamente pueden culminar en la violación de la efectividad del sufragio, sino pueden dar lugar a sangrientos sucesos de consecuencias verdaderamente incalculables, en nuestra calidad de diputados en ejercicio por el Estado de Veracruz, con todo respeto, cumpliendo con el alta mandato de que estamos investidos, sometemos a la consideración de vuestra soberanía, esta proposición:

"Unica. Por la urgencia del caso, y con dispensa de todo trámite legal atenta súplica al ciudadano presidente de la República para que informe a esta Asamblea acerca de los hechos que aquí se refieren y de las medidas que se hubieren dictado para evitar que el conflicto político del Estado de Veracruz llegue a tomar proporciones lamentables y, sobre todo, informe acerca de las medidas tomadas para garantizar de manera efectiva la vida y la seguridad de los presuntos diputados y también de la efectividad del sufragio.

"Salón de Sesiones. México, a 9 de octubre de 1920. - Jesús Z. Moreno. - Juan B. Sariol. - José H. Romero.

"Hacemos nuestra la anterior proposición.- Carlos Gómez.- F. Ramírez Luque.- Carlos Cuervo.- L. Vicencio.- A. Aillaud.- Pablo H. Sánchez.- F. Olliver.- Pedro de Alba."

El C. prosecretario Castrejón: En votación económica se consulta si se dispensan los trámites, en el concepto de que se necesitan las dos terceras partes de los ciudadanos diputados presentes. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Se dispensan los trámites. A discusión.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Moreno Z. para fundarla.

El C. Moreno: Honorable Asamblea: La exposición de hechos que precedido a la proposición que acaba de someterse a la consideración de vuestra soberanía, releva al grupo de diputados que la ha subscripto, de entrar en un orden de consideraciones que sólo importaría pérdida de tiempo; pero los hechos fundamentales que inspiran esta misma proposición, importan de manera evidente la intervención necesaria de esta H. Cámara para asegurar, cuando menos mediante un informe del poder Ejecutivo, el fuero de los diputados a la Legislatura veracruzana, que en estos momentos están siendo objeto de las más crueles tropelías. Efectivamente, señores diputados, apenas se iniciaron los trabajos para las juntas previas en la ciudad de Jalapa, cuando el secretario de Gobierno, encargado en esos momentos de la primera magistratura, por conducto del inspector general de policía, mandaba que la fuerza armada, que la fuerza del Estado fuera a violar el santuario de la ley, a ocupar con las armas en la mano el recinto de la Cámara, y allí se vio el espectáculo, seguramente nunca visto en los anales de las tropelías: que a los presuntos diputados, que habían sido registrados por el oficial mayor como tales, con sus credenciales perfectamente impecables en principio, les fue privado el acceso al salón, a donde debían, cuando menos por pudor, tener el derecho de fiscalizar los actos que iba a ejecutar una mayoría perfectamente viciada ante el concepto de la ley. Allí pudo verse, señores, por el pueblo que se agrupaba en el recinto de la Cámara, ávido de tener siquiera la primera demostración de que se iba a obrar con

imparcialidad, cómo a un diputado obrero que iba a explanar razones de orden legal para exigir que la primera Junta Previa debería ser presidida por el funcionario que la ley designa, para fiscalizar siquiera, que no estuvo al arbitrio completamente caprichoso de un oficial mayor de aquella Legislatura nombrada ad hoc, la mayoría que se había instalado allí, como, repito, cuando aquel presunto diputado obrero reclamaba en la Presidencia de la Junta Previa a los funcionarios que la ley designa, lejos de oírsele, lejos de dar siquiera el menor razonamiento que pidiera, no justificar, pero cuando menos aparentar que se justificaba el procedimiento atentatorio que allí se seguía a ese diputado obrero se le contestó con arrojársele a fuerza de golpes, de la Cámara. Y en esos momentos angustiosos, señores diputados, cuando un número respetabilísimo que - si hubiera sido uno, tendría la misma prerrogativa de todos ellos -, cuando ese número pidió, repito, la intervención de alguien extraño y de alguien que, con el compromiso de su honorabilidad, garantizara los actos que allí se iban a ejecutar, la respuesta, repito y digo, fue la irrupción de fuerzas armadas en el santuario de la ley, en la Cámara de Diputados del Estado de Veracruz. Pues bien; establecidos por la fuerza de las circunstancias, que no es el momento de analizar, por que no quiero dirigir el menor dardo siquiera a ningún grupo político militante en el Estado de Veracruz, sino que vengo solamente a propugnar por el respeto que se debe al fuero de los presuntos diputados; cuando a todas las gestiones en los poderes locales se recibía por sola contestación el silencio, se dirigieron al ciudadano presidente de la República, a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y al ciudadano procurador de Justicia de la Nación, también, pidiendo, cuando menos, garantías y seguridad para sus personas, siquiera en consideración a la investidura suprema de diputados presuntos por aquel Estado. Hasta estos momentos que sepamos, no sólo los presuntos diputados, los diputados al Congreso de la Unión por el Estado de Veracruz, sino los ciudadanos veracruzanos -, no hay dato alguno que explique cuáles son las resoluciones que han dádose a la solicitud apremiante de los presuntos diputados del Estado de Veracruz para que tengan garantías y para que, de este modo, no se llegue a lo que todos aseguran que es una imposición brutal, tan brutal y cruel como las que se hacían en la época del señor Carranza y la que se intentó llevar a cabo con el ingeniero Bonillas, lo que trajo por consecuencia el derramamiento de sangre. En estas condiciones, no nos guía, al someter a la aprobación de vuestra soberanía la proposición anterior, más fin, que demos siquiera, en obsequio de la ficción, de la unión al Pacto federal, una prueba de que hacemos algo para que los presuntos locales por Veracruz, tengan el respeto y las garantías a que la ley les da derecho. Por lo demás, el tiempo vendrá a decirnos, con la elocuencia de los hechos perfectamente explanados en aquella tierra, que toda imposición, cualquiera que sea su origen, se estrellará ante la conciencia absolutamente clara de los veracruzanos, que siempre han mantenido muy alto los ideales de la libertad. Por lo tanto, pido a vuestras señorías, de una manera rendida y respetuosa, deis un voto aprobatorio a la proposición que acaba de someterse a vuestra consideración.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el C. Enrique Meza.

El C. Meza: Ciudadanos diputados: Al hacer uso de la palabra para hablar en contra de la proposición del C. diputado don Jesús Z. Moreno, es pertinente que yo a mi vez y siquiera someramente exponga ante la consideración de ustedes, las razones que tengo para oponerme, dando así un mentís al C. Z. Moreno que si bien es cierto que tiene la representación legal de un distrito electoral del Estado de Veracruz, también es cierto que los revolucionarios veracruzanos tenemos el honor de considerar que el C. Z. Moreno no es veracruzano y que al ocuparse de estos asuntos en la Cámara con la voz que su representación le da, lo hace solamente para defender los intereses de su partido. El día 6 de este mes se instaló la Legislatura del Estado de Veracruz, la XXVIII Legislatura del Estado de Veracruz, en la forma que vais a oír: No es verdad, como manifiesta el C. Z. Moreno, que fueron cuatro los diputados tejedistas, sino diez; del número de los demás no me propongo en este momento discutir. La legislatura de Veracruz está integrada por 19 diputados, uno por cada uno de los 19 distritos electorales de que se forma este Estado, tanto para su representación local cuanto para su representación al Congreso de la Unión; de estos diputados tienen seis credenciales, y por lo tanto son presuntos diputados seis del partido rinconista y aunque estas credenciales todas ellas huelen a petróleo y no hay ninguna legalmente buena, el oficial mayor... (Siseos.) esos siseos también huelen a petróleo. (Aplausos.) Aunque de estas seis credenciales todas ellas son malas, todas fueron registradas por el oficial mayor; el C. general Gavira llevó a la Representación local tres presuntos diputados, cuyas tres credenciales se registraron y el C. coronel Tejeda llevó diez y las diez se registraron. Apareció en primer lugar este punto que constituye en la historia de los anales de la instalación de las Legislaturas en el Estado de Veracruz, una verdadera novedad, y fue este: el Reglamento de aquella Legislatura, igual que el Reglamento de esta Cámara, establece que al terminarse el último período ordinario, deben nombrarse simultáneamente con la Comisión Permanente una Comisión instaladora que debe instalar en juntas previas a los miembros de la Legislatura siguiente.

En el Estado de Veracruz, y yo creo que aquí los legisladores se valieron del número de diputados con que contó la Legislatura anterior a ésta, que naturalmente es mucho mayor, se valieron, digo, del número, y establecieron en el Reglamento que la Comisión Permanente sea quien instale a la Legislatura siguiente en juntas previas; pero es el caso que, como sabéis, no hay XXVIII Legislatura en el Estado de Veracruz porque fue desconocida en virtud del movimiento pasado y por ser esa Legislatura de una filiación enteramente bonillista, de una filiación enteramente imposicionista. Pues bien, si no había Comisión Permanente, porque no había legislatura, ¿quién iba a instalar en juntas previas a los presuntos diputados de la XXVIII Legislatura? Entonces los partidiarios del C. Rincón, con los partidarios del C. Gavira, unidos no sé por

qué, pero por nada noble evidentemente, supuesto que uno es de una filiación, y esto voy a tener la satisfacción de decirlo ahora que está presente el señor Moreno: el señor Rincón es de filiación enteramente reaccionaria, de los que los revolucionarios llamamos reaccionarios de hueso colorado, y el señor Gavira es, o pretende ser, un revolucionario. Ellos proponían este procedimiento: que el gobernador del Estado instalara la Junta. El gobernador les contestó que no tenía facultades legales ningunas para hacerlo. Entonces un procedimiento se imponía, eso se ocurre a cualquier cerebro, pues vamos haciéndolo de una manera democrática, y lo democrático es a base numérica, señor Z. Moreno; la democracia es numérica y a esa base tuvieron miedo y por eso propusieron la instalación. ¿Y qué tenía que ver con ella el gobernador? Luego la junta se instaló por sí misma, nombrando una Mesa a mayoría de votos de aquellos 19 presuntos diputados, y se nombró en esta forma democrática, estando presentes, como bien lo sabe el señor Moreno, los 19 diputados: los 10 tejedistas, los 6 rinconistas y los 3 gaviristas. Esta mayoría de 10 ganó la Mesa directiva y las comisiones revisoras....

El C. Moreno, interrumpiendo: ¡No es cierto!

El C. Meza, continuando: Entonces aquellos 9 diputados se quisieron constituir en otro salón de Palacio, en Legislatura; pero antes de eso, para proceder con orden, voy a referir a ustedes la expulsión de esos que el señor Z. Moreno llama presuntos diputados. El hecho paso de la siguiente manera: un presunto diputado, es decir, un individuo a quien no se le registró una credencial porque no llenaba las condiciones, los requisitos que la ley exige y que él se cree presunto diputado -sé la historia, señor Z. Moreno, porque precisamente el distrito que tuve el honor de representar en la XXVII Legislatura y que es mi tierra natal, y que es, además, ese señor que pretende ser un presunto diputado, es, además, por añadidura pariente mío y conozco sus lacras mejor que usted, que aunque los conociera tendría que callarlas... (Aplausos.) - pues, sí, señor, este señor que cree que es un presunto diputado, es un huertista, un defensor del general Cáuz en la Legislatura de Veracruz, cuando Huerta mandó de gobernador y comandante militar a Veracruz al general Cáuz; y este señor, el señor Leopoldo Llorente, trae una credencial que huele a petróleo y que huele a pólvora también: que huele a petróleo, porque fue la imposición descarada de los votos que lleva porque después de tener ocho años de expulsado de aquel distrito, ahora me resulta con ocho mil y tantos votos de aquel distrito. ¡Esa es una majadería democrática y por eso estamos los veracruzanos aquí! y después de que la voluntad netamente popular lo ha expulsado, después de que no podía ni poner la planta allí, porque el pueblo en masa le reclama una propiedad agraria que no le pertenece, como a otros individuos a quien usted también patrocina y que ya a su debido tiempo vendré aquí a desenmascarar, señor Z. Moreno, todavía este señor Llorente pretende haber obtenido ocho mil y tantos votos en aquel distrito -; y que huele a pólvora, porque esa fue la amenaza que se ha hecho a los presidentes de casillas que no simpatizaban con ese partido, para que no fueran a un lugar que no era el señalado por la ley, y fue la amenaza que se hizo al presidente municipal de ese lugar, pero afortunadamente es un hombre que tiene los calzones en su lugar y que, arriesgándose a todo, no quiso acceder a las amenazas que un general de guarnición allí en ese distrito y que es de las fuerzas del general Peláez, le hizo, como estuvo haciendo todos los preparativos de la elección: dentro de un terreno enteramente porfirista, enteramente anticuado dentro de nuestros modernos procedimientos actuales. Informa así el oficial mayor, señor Z. Moreno, de las circunstancias que mediaban, y no llenando los requisitos legales, no se registró esa credencial. Este señor presunto diputado - que quería serlo, pero que no lo era -, se presentó cuando se instalaban las juntas previas; entonces el presidente lo invitó a salir del salón, no accediendo él; y yo pregunto a cualquiera de vosotros, ciudadanos diputados, ¿si mañana o pasado algún individuo a quien no hubiésemos aprobado con nuestro voto, se presentara en este recinto si ningún derecho y alguien os llamara la atención sobre este hecho y pidiera atentamente que aquel individuo saliera del salón, ¿que haríais? Evidentemente que tendríais que invitarlo a salir del salón; si no salía, volveríais a invitarlo, y si se resistía una tercera vez, seguramente que acudiríais al teléfono llamando al inspector general de Policía diciéndole que prestara la fuerza pública para hacer obedecer una orden de la Presidencia.

Pues este es el caso: una vez instalada la Legislatura, una vez nombrada la Mesa Directiva, estoy seguro de que haríais eso; puede ser que el señor Díaz Soto y Gama no lo hiciera, pero la generalidad de vosotros si lo haríais. Y voy a pasar al siguiente hecho, al que dicen que ha constituído un atropello al fuero de los presuntos diputados; eso estuvo de la siguiente manera: ya instalada la Legislatura con diez diputados, puesto que los otros se fueron por no sé qué temores, quisieron éstos entrar al salón donde estaban los expedientes electorales; como sabéis, tan pronto como se nombra un presidente de la Mesa Directiva, el presidente es el que dispone de los salones y en general de la Cámara y de todos los demás trámites; la primera orden del presidente fue pedir guardias - porque de esos señores es de temerse mucho - para las puertas; llegaron allí y quisieron sorprender a los guardias diciéndoles que era un grupo de nueve o más presuntos diputados y que debían entrar; el guardia aquel, muy soldado, muy disciplinado, se dejó siempre imponer por el número de los que se decían presuntos diputados, sólo nueve de ellos lo eran, y accedió; pero ya al llegar a las puertas de la Oficialía, el oficial mayor de la Legislatura, con un acuerdo escrito del presidente, le manifestó que no entraba nadie a los salones, más que los miembros de las comisiones dictaminadoras, porque tenían la orden en esa misma Oficialía Mayor, de que sólo a ellos debía permitírseles la entrada para que se pusieran a estudiar los expedientes. Como veis, lo demás son puras pláticas de familia, son cosas que aquí el partidarismo político hace que se vengan a decir y que se venga a entretener el tiempo de nosotros, que es precioso, porque debe estar consagrado a otras cosas. No quiero, señores, ponerme a

juzgar - porque sería incurrir en lo mismo que yo reprocho al señor Z. Moreno -, no quiero juzgar cuáles credenciales son buenas y cuáles son malas, porque ni el señor Z. Moreno es la Comisión Revisora de Credenciales de la Legislatura de Veracruz, ni esta Cámara tiene facultades para ello, y si las tuviera tal vez ni sería el tiempo, porque nos faltan todavía que ver muchas credenciales. Y vamos al caso: el señor Z. Moreno, para armar escándalo, llegó a Jalapa, empieza aquí a ver a algunos ciudadanos diputados y algunos miembros de su partido para que ocupen las galerías, y trae aquí una proposición para que la opinión pública se excite - porque no lo está, porque en Veracruz no hay conflicto, porque el Ejecutivo reconoció esa Legislatura y porque el centro la ha reconocido, y si hubiera conflicto, evidentemente - ya lo sabéis - no seamos nosotros... (Murmullos y voces: ¡Somos!) los llamados a resolverlo; en ese caso el C. Z. Moreno tenía expeditos enteramente los tribunales para pedir sus amparos por esos atropellos, y nada más. Pasando ahora a la cuestión del llamado del ciudadano ministro de Gobernación, que había de venir como delegado del ciudadano presidente - según el deseo del C. Z. Moreno -, yo me permito manifestar a ustedes que con estos antecedentes yo no creo cuerdo ni creo prudente que vayamos a quitar en estos momentos de sus tareas enteramente serias al ciudadano ministro de Gobernación para que tengamos aquí algún tiempo de distracción, porque creemos que nos va a venir a decir grandes cosas; ¡quién sabe qué nos vendrá a decir!, pero de ninguna manera viene a resolver el caso. ¿Que quiere garantías el señor Z. Moreno? Nosotros no se las vamos a dar. Y aquí debo yo manifestar a ustedes esto: con la tendencia al parlamentarismo, que cada vez se ha ido marcando más entre la generación política moderna, siento verdaderamente oponerme a que el ciudadano ministro de Gobernación venga, pero habréis de excusarme. Yo, inclinado hacia el parlamentarismo, yo que deseara que los ministros de Estado vinieran cuantas veces se les llamara a informar a esta tribuna, desearía, aun ya dentro del régimen parlamentario, que vinieran aquí cuando verdaderamente el motivo fuera justificado: que se diera una ley de Hacienda que amenazara los intereses del pueblo; que no estuviéramos de acuerdo con la política del jefe del Gabinete, perfectamente bien; pero para que nos diga el ministro de Gobernación que no es de su competencia el registro de credenciales en Veracruz, sino del oficio mayor de esa Legislatura, no vale la pena de que se le llame. El señor Z. Moreno dice que el oficial mayor no es el encargado de dicho registro, ¿pues entonces quién va a ser? Que no tiene que calificar, muy bien; pero han presentado algunos individuos documentos que notoriamente no son credenciales, y como allá quizá por el precedente de aquí quizá porque así haya sido la costumbre, se estipula que sólo las credenciales que llenen ciertos requisitos deben registrarse, el oficial mayor se rehusó a registrarlas. En consecuencia, el ministro de Gobernación, seguramente no dirá nada nuevo. Esta es una cuestión política que tiene apasionados a los miembros de un partido y que quizá nos tiene apasionados, por que no quiero hacerme una excepción, a los miembros de otro partido, y para venir a oír esas cosas de las que nada sacamos en limpio, no debemos molestar en estos momentos, cuando considero que es prematuro, al ciudadano ministro de Gobernación. Es por esto por lo que he venido a la tribuna a hablar en contra del trámite.Si vuestra voluntad lo llama, bien está; pero, repito, no creo que sea el momento oportuno, ni que saquemos absolutamente nada en limpio; eso por lo que respecta a mi modo de pensar en contra de la proposición; por lo que respecta a la palabra "somos" que se me fue en el discurso, pido perdón a los puristas que me sisearon.

El C. Moreno Z.: Pido la palabra para una aclaración.

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el C. Guillermo Rodríguez.

El C. Rodríguez: Señores diputados: Podría extrañar que no hubiera subscripto la proposición en la cual se solicitaba que viniera a informar el ministro de Gobernación de los sucesos graves que acontecen en Veracruz, y es indispensable que yo justifique el por qué he omitido una firma, esta proposición es la siguiente: yo considero que para llamarse revolucionario no es necesario únicamente decirlo de palabra, sino practicarlo con hechos; en esta forma y para justificar su revolucionarismo, el partido gavirista en el Estado de Veracruz ha procedido perfectamente apegado a la ley y por eso ha conseguido sentar en el Estado un precedente democrático del actual tenemos pruebas. Yo creo que los demás candidatos triunfantes en el Estado de Veracruz, me refiero a los diputados, no pueden enorgullecerse de haber sido felicitados por sus mismos contrincantes; en cambio, ante la realidad de los hechos y precisamente por la legalidad, por el celo de no apartarnos del respeto a la Ley Electoral y a los procedimientos democráticos, los gaviristas hemos triunfado en esa forma. No así los tejedistas y los rinconistas. Unos y otros es inútil que se llamen revolucionarios, porque se apartan diametralmente de los principios sostenidos por la revolución. ¿Por que? Voy a demostrarlo: los tejedistas siempre han incurrido a todos los medios de imposición, poniendo de su parte a las autoridades municipales, poniendo de su parte a la División de Oriente, como podemos comprobarlo; las fuerzas del general Peláez en una forma descarada han hostilizado a los partidarios del general Gavira que, como única fuerza moral, llevaban la ley en la mano. En la zona que ocuparon las fuerzas exrebeldes y que eran partidarios decisivos del C. Rincón, se cometió precisamente otro atropello en idéntica forma, por uno y otro lado: la imposición armada en contra de la voluntad soberana del pueblo; y nosotros que, enamorados de los principios democráticos, creímos que después del movimiento revolucionario podría llegarse a la libre emisión del voto por el pueblo, hemos llegado a la conclusión que no es posible aún.

Por eso nosotros si en esta vez no se nos da la razón, que todavía tenemos confianza en que así suceda, para la próxima lucha electoral que se presente seremos los primeros en decir a nuestros partidarios que en una mano lleven la ley y en la otra mano un garrote o lo que puedan llevar para hacer respetar la ley. Ya digo que estamos en estas condiciones; uno y otro se equiparan en sus procedimientos: en toda la zona ocupada por las

fuerzas ex - rebeldes no hubo más candidato que Rincón. ¿Quién lo apoyaba? La fuerza de las armas. Donde imperaba la división de Oriente, no hubo más candidato que Tejeda, lo que no puede negar que sea cierto el señor Meza...

El C. Meza: ¡sí puedo; y pido que se me permita interpelar al orador!

El C. Rodríguez Guillermo: No lo permito. No se ha mordido la lengua en decir que los tejedistas instalaron su Legislatura con diez diputados perfectamente legales. Esto es muy fácil decirlo, pero ante la realidad de los hechos es difícil demostrarlo. Aquí tenemos un antecedente que habla muy claro: el señor Josafat Márquez, que jugó en Misantla, firmó de conformidad el acta de la Junta Computadora, estuvo perfectamente de acuerdo en que el triunfo en este distrito lo había obtenido el C. Ángel Paniagua, candidato del partido gavirista, sin embargo de que aquél contaba con la facilidad de las autoridades municipales y militares de Jalapa; pero en vez de aceptarse al señor Paniagua que tenía la credencial legítima y reconocida por el contrincante porque había firmado de conformidad la misma acta de la Junta Computadora, usando de la fuerza lo arrojaron de donde tenía derecho a estar para reclamar sus derechos como presunto diputado. Es por esto, para que se resuelva el conflicto en una forma pacífica y legal, en una forma que haga escuela y siente la democracia en mi Estado, por lo que apoyo que venga a esta Representación Nacional a informar el ministro de Gobernación a fin de que nos diga siquiera cuáles son los procedimientos que van seguirse para hacer luz y saber quién tiene la razón. El pueblo veracruzano en esta vez se ha encontrado ante dos fuerzas poderosas, por un lado las fuerzas ex-rebeldes que no permitieron la libre emisión del voto al pueblo desarmado, y por otro la División de Oriente apoyando a los tejedistas; esto no podrán decir que no, porque en la conciencia de muchos señores diputados está todavía que antes de que intervinieran la justicia federal concediendo amparo, este quedó perfectamente justificado, como puede demostrarse que en muchas municipalidades estaban puestas las autoridades especialmente, incondicionales, especialmente partidarias del general Tejeda, digo del coronel Tejeda; por esto el chanchullo, la imposición puede llevarse a su término.... (Siseos.) Ya digo, para que estemos al corriente, para que sepamos el curso que van a seguir, y pueda preverse y evitarse un conflicto armado, porque ya digo, a Rincón lo apoyan las fuerzas exrebeldes; y a Tejeda, lo apoya la División de Oriente; franca y decididamente unos y otros están en pugna y el pueblo no ha encontrado la forma de emitir su libre voto; se ha encontrado entre dos fuerzas antagónicas que no han permitido que el pueblo pueda elegir a quien en su candidato verdadero. Ahora, como en esta tribuna se ha dicho que el general Gavira se había aliado al partido reaccionario de los rinconistas, yo prometí el otro día ante esta Asamblea, que suspendiera sus juicios para que yo pudiera justificar la actitud de dicho candidato al gobierno de Veracruz. Yo pido a la Presidencia conceda que el secretario lea esta carta que aquí traigo.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"Correspondencia particular del general Gabriel Gavira.

"Casa de usted, México, octubre 10 de 1920.

"Señor diputado Guillermo Rodríguez.- Presente.

"Muy apreciable amigo:

"Habiendo sabido que algunos miembros de la Cámara de Diputados manifestaron a usted la seguridad que tenían de que yo me hubiera unido con mis elementos, al licenciado Jacobo Rincón, en la campaña política que se está librando en el Estado de Veracruz, dirijo a usted la presente, rogándole la haga llegar a las manos de aquellos señores diputados, pues mucho me interesa desmentir tal especie.

"El coronel Adalberto Tejeda, substituto del general Aguilar, ha contado incondicionalmente con las autoridades civiles puestas por Nava con ese objeto y las militares, de la conocida División de Oriente, para hacer una reprobable labor de mistificación. Logró que el secretario de gobierno - tejedista connotado -, aprovechando una ausencia del gobernador, influyera para que fueran registradas diez credenciales, la mayor parte dobles, viciadas en el grado máximo, y que sólo a tres diputados gaviristas les registraran las suyas, y con esas ventajas instaló su Legislatura. Abusando del apoyo complaciente de la fuerza armada, impidió el acceso al recinto de la Cámara, a los diputados gaviristas y rinconistas, que según he sabido, trataron de formar otra Legislatura, en otro sitio.

"Como las veces anteriores que he sido candidato en el Estado de Veracruz, he obtenido fácilmente un número de votos efectivos muy superior al de los candidatos Rincón y Tejeda; pero la experiencia me ha enseñado, que eso de nada sirve, cuando no se cuenta con una mayoría en la Cámara, debido a que habiendo sido falseadas nuestras incipientes prácticas democráticas, las leyes son el mayor enemigo que tiene la efectividad del voto.

"No pudiendo constituir una Legislatura con mis propios elementos, por haber obtenido sólo seis diputados, he optado por desligarles, de todo compromiso político, dejándoles en absoluta libertad para que obren como mejor les convenga, haciéndoles saber que yo, que en esta pugna electoral represento a los elementos liberales de filiación netamente revolucionaria, no me he unido ni me uniré al licenciado Jacobo Rincón, que como candidato de los conservadores del Estado, sustenta tendencias completamente opuestas.

"Autorizo a usted a publicar esta carta y le agradezco haberme defendido, sin otros datos que mis antecedentes.

"De usted afectísimo amigo y seguro servidor, Gabriel Gavira."

Como ustedes verán por esta carta que acaban de leer, ha quedado desmentida la afirmación que hacía el C. Meza de que el general Gavira apoyaba en todas sus partes a los rinconistas; esto no es así. Algún diputado gavirista ante la imposición brutal, que fueron arrojados por la fuerza armada que estuvo incondicionalmente al servicio de Tejeda, que fueron expulsados del salón de la Cámara, tuvieron necesidad por propia conservación, por sus propias garantías, de reunirse con los demás

presuntos diputados y juntos reclamar, porque dispersos no era posible que llegaran a ninguna conclusión. Pero ya véis cómo los que pomposamente se dicen revolucionarios hacen lo contrario de los principios que proclama la Revolución, desde el momento que atropellan de una manera brutal e impiden al pueblo que emita el parecer de su voluntad en una forma democrática y correcta. Es por esto que solicito nuevamente que en previsión de un conflicto armado que pueda haber en el Estado de Veracruz, venga el ministro a informar, por que la Nación debe tener empeño en impedir que vuelva a alterarse el orden público cosa que está muy próxima a suceder, porque digo que hay dos fuerzas armadas en pugna en mi Estado, que han hecho añicos la voluntad popular.

El C. Meza: Pido la palabra para interpelar al orador.

El C. Moreno Z.: La tengo pedida antes para una aclaración.

El C. presidente: Después del debate. Tiene la palabra el C. Francisco Reyes en contra.

El C. Reyes: Ciudadanos representantes: no está en mi ánimo oponerme en el fondo a la proposición que ante vuestra soberanía ha presentado el C. Moreno Z. Tengo verdaderos deseos de que el ciudadano presidente de la República acceda a esa solicitud si vosotros la aprobáis para que se presente el subsecretario de Gobernación a informar lo que haya de cierto, lo que haya de verdad en el asunto electoral de mi Estado. Vengo a hablar como veracruzano, señor Moreno Z., no vengo a hablar como usted interesado por la cuestión pura y exclusivamente política, porque vosotros, aunque nos parezca especie de encantamiento, usted principalmente y el señor Sariol, que han subscripto la proposición, no pertenecen a otro partido que al partido del señor Jacobo Rincón que, entre otras cosas, señores, habían asociado esa elección a la del señor ingeniero Robles Domínguez...

El C. Moreno Jesús Z. interrumpiendo: ¡No es verdad!

El C. Meza, continuando: pronto se lo voy a probar a usted.

El C. Reyes: Ya el señor diputado Meza ha venido aquí a explicar, a dar una relación sucinta de los acontecimientos electorales en el Estado de Veracruz. El señor diputado Rodríguez ha venido a exponer aquí, aunque en cierto punto falseando los hechos, algo también de los acontecimientos de Veracruz; algo faltó, pero yo voy a deciros cómo se han verificado las elecciones de diputados en Veracruz y como se verificaron las elecciones de diputados al Congreso de la Unión. Se dice que ha habido imposición en Veracruz, se hecha en cara la actitud valientemente viril, entusiastamente revolucionaria del señor general Sánchez, y, sin embargo, el señor Z. Moreno, que vosotros sabéis en qué partido militaba, viene aquí con una credencial y creo, señores, que se le aprobó. ¿A dónde está esa imposición, señor Z. Moreno, de ese señor general Sánchez? Yo le pregunto también al señor diputado Z. Moreno que viene aquí con una credencial de Ozuluama, es decir, de la región petrolera, ¿allí el señor Z. Moreno resintió los estragos de esa miseria que nos refiere aquí el señor Z. Moreno? Y esa credencial fue perfectamente aprobada sin discusión.

El C. Moreno Z.: Es falso; yo no soy diputado más que por el 14 distrito electoral.

El C. Reyes Francisco: Los diputados obregonistas...

El C. Meza: Quiso decir usted Romero.

El C. Reyes Francisco: El señor Romero. Los diputados obregonistas que lanzaron su candidatura usaron algunos de la imposición militar; pero no fue nunca la del señor Guadalupe Sánchez, fue la de las fuerzas rebeldes. Voy a citar el caso, allí está el caso de Coatepec. Se verificaron las elecciones en Coatepec, figura un candidato obregonista, el señor doctor Gonzalo García; y allí tenéis, señores, que este presunto diputado o diputado, con todo y una votación perfectamente clara, no ha logrado conseguir su credencial. ¿Por qué? el señor general Morales, general rebelde que pertenece a las fuerzas de Gabay se impuso con las armas para que no se verificara el Colegio Electoral y esta es la fecha en que esos expedientes obran aún en poder de las oficinas militares en Coatepec; hasta ahora no se han recibido esos expedientes ni se ha expedido esa credencial. Igual acción depresiva experimentó el candidato obregonista en el distrito de Huatusco; allí el general Gabay naturalmente no había de consentir, como efectivamente no consintió, en que se verificaran esas elecciones, y entonces el señor Nava con mucha anticipación, estando perfectamente seguro por los datos que él tenía de que no era posible que las elecciones se verificaron allí con toda honradez, cambió la cabecera electoral de Huatusco a Cosautlán y merced a ello se logró que el candidato obregonista, o sea el presunto diputado Miguel B. Fernández, que posee una credencial, esté aquí figurando en el Colegio Electoral y que la Comisión respectiva haya dictaminado que esa credencial es la que se ajusta más a la ley, porque la otra que creo que está en manos de un señor González, pariente muy cercano de un general que pertenece a las fuerzas de Gabay, no fue admitida en el Colegio Electoral. Es así como se siente el peso de la imposición militar, señor Moreno Z., pero esas fuerzas no dependen de las que comanda el general Sánchez, que en ninguna parte han hecho presión de ninguna naturaleza contrariamente a lo que asegura el diputado Rodríguez, y que se han abstenido de votar, tanto en las elecciones federales como en las elecciones para gobernador y diputados locales. Voy a referir a ustedes un hecho curioso de cómo se protege la libertad electoral por las fuerzas exrebeldes en el Estado de Veracruz. Hay un presunto diputado de apellido Soler, no recuerdo con precisión en este momento, que jugó en el distrito de Acayucan y en el de Minatitlán, Tirso Cházaro, rectifico; este señor representa a los más grandes terratenientes en el Estado de Veracruz , a los señores Cházaro, cuyas propiedades comprenden casi todo el cantón de Cosamaloapan y buena parte de Acayucan. Y hay que ver allí cómo se manejan estos señores con los pobres obreros del campo. Recuerdo en alguna ocasión que acompañando al señor general Jara en una jira para darse cuenta del estado que guardaban todas aquellas gentes del campo, se acercaban al general Jara exponiéndole multitud de dificultades que pulsaban para sembrar pequeñas parcelas de terreno; y todos estos señores, junto con el señor Lagos, que es también dueño de

grandes extensiones de terrenos - extensiones de terrenos que avanzan hasta la proximidad de las poblaciones -, estos señores jamás consintieron en que esa pobre gente pudiera disfrutar de unos pedazos de terreno para poder dedicarse a sus labores. Y ese señor Cházaro, como a ustedes manifesté, es poseedor de esas grandes extensiones de terreno, que comprenden casi dos cantones del Estado de Veracruz. Pues bien; el señor Tirso Cházaro, apoyado por las fuerzas de don Cástulo Pérez, se impone allí; pero como hay elementos bastante honrados y bastante viriles, reúnese la Junta Computadora en el distrito, expide bajo la presión de las armas la credencial a favor de este señor Tirso Cházaro, pero el presidente municipal, hombre honrado e íntegro, se niega a registrar la respectiva credencial. Pero voy a decir todavía más, esto es lo más importante que se me pasaba: la susodicha credencial rezaba en estos términos: "Nos vemos obligados a expedir la credencial en favor del señor don Tirso Cházaro, pura y exclusivamente obligados por la fuerza de las armas; pero este señor no triunfó legalmente." Naturalmente este señor Tirso Cházaro vio perdidas sus esperanzas y entonces procuró ver de qué manera resolvía el conflicto que tenía entre sus manos. No contento entonces, reunió en casa particular a algunos presidentes de casillas que le extendieron una segunda credencial, fuera de lugar y fuera de todos los requisitos de la ley. Yo le pregunté a Cházaro cuál es la credencial que él estima como válida, cuál es la legal. Naturalmente se presenta el señor Tirso Cházaro al oficial mayor de la Legislatura del Estado de Veracruz y naturalmente no podía registrarle semejante barbaridad; y este es el señor don Tirso Cházaro, que es uno de los principales y secretarios del comité electoral rinconista, uno de los muy lastimados. Por ese tenor, señores podría yo a ustedes referir muchos acontecimientos en el Estado de Veracruz que se refieren a la cuestión electoral, tanto de gobernador como de diputados. El señor general Gavira se queja también de imposiciones. No es exacto.

En Misantla, el caso de una hoja suelta, debo manifestar honradamente, puesto que represento ese distrito, que en mayoría de votos, obtuvo la credencial el contrincante del señor Josafat Márquez, o sea el señor Paniagua; pero el señor Márquez, que está en segundo lugar, tiene la seguridad de que el señor Paniagua no está capacitado para ser candidato, por no haber votado. Son los informes que tengo. El señor Márquez hizo valer el comprobante que tenía, y se dirigió al presidente de la Junta Computadora, lo convenció e hizo que le expidiera una segunda credencial. Ese es el caso de Misantla. En lo relativo al general Gavira debo decir lo siguiente: no creo, por más que se me ha dicho, que el general Gavira tenga algunas responsabilidades, de las cuales no me hago eco; yo lo considero como revolucionario. Señor Rodríguez: el general Gavira me decía personalmente: "Señor doctor Rey: estoy seguro completamente de que tengo menor número de diputados que el C. Tejeda; pero creo que el mayor número de votos para gobernador, me corresponde." Confiesa el señor Gavira, por consiguiente, que perdió el número de diputados, y es sabido que éstos son los que, formando mayoría en la Legislatura, deciden del triunfo de un gobernador. Pero sobre este particular, no soy yo el que venga a informar a ustedes, sino que ya será el Colegio Electoral, la Junta Computadora del Estado de Veracruz, la que definitivamente resuelva este problema. Sí creo, y así lo espero, que el Señor Gavira, por más que lo afirme en esta carta que nos leyó la Secretaría y de la cual es portador el diputado Rodríguez , no podrá aliarse, en manera alguna con el señor Rincón. Este representa, como lo ha dicho el diputado Meza, los intereses de los petroleros; representa los intereses de los exrebeldes; representa los intereses de todos los grandes terratenientes del Estado de Veracruz , y si no, que lo digan sus líderes. ¿Quién es uno de los principales líderes en Veracruz del señor Rincón? El licenciado Trejo. ¿Y quién de los ciudadanos diputados que formaron parte de la Legislatura pasada, no conoce cuál es la actitud declarada con toda énfasis y con positiva satisfacción, aquí en varias sesiones, desde aquí lo decía a mandíbula batiente: "Yo soy reaccionario." El licenciado Trejo es uno de los líderes del Señor Rincón, representante de los intereses del dehesismo; en definitiva, el rinconismo representa, ni más ni menos, que los intereses de la reacción; en el sentido filosófico religioso no, señores; en el Estado de Veracruz la mayor parte es pueblo libre, todos son libres allí; pero allí hay grandes intereses, los intereses pecuniarios, que son los que positivamente constituyen la reacción en Veracruz. En tal virtud, yo deseo, señores, que, A título de preliminar, vosotros toméis cuenta de todo lo que ha ocurrido en el Estado de Veracruz; allí se han sujetado todos los casos, tanto electorales como los de la Junta Computadora, todos se han sujetado al criterio de la ley; por consiguiente, nosotros debemos esperar, con toda tranquilidad, el fallo definitivo, y vosotros podéis estar seguros de que, al venir a informaros, lo hago con toda sensatez, lo hago lejos de todo espíritu de apasionamiento; esperemos; los acontecimientos, y yo os aseguro de que dentro de muy pocos días podréis saber con certeza a quién correspondió el triunfo en el Estado de Veracruz y si se han cometido los actos que refiere allí el señor Z. Moreno.

El C. Rodríguez Guillermo: ¿Me permite una interpelación?

El C. Meza: Señor presidente: Deseo hacer una interpelación al señor Rodríguez. ¿Me concede la palabra para interpelarlo?

El C. Aguirre Colorado Ernesto: ¡Moción de orden!

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Aguirre Colorado Ernesto, para una moción de orden.

El C. Aguirre Colorado Ernesto: Honorable Asamblea: Sin afectar los intereses de los representantes del pueblo veracruzano, creo que se ha extraviado esta discusión, discutiendo aquí el origen de la cuestión política electoral en el Estado de Veracruz; aquí habla un gavirista, habla un tejedista, habla un rinconista, y nos están haciendo perder miserablemente el tiempo. El fondo de la cuestión es si debe o no venir el ministro de Gobernación aquí. Que se vote, pues, por la Asamblea si debe o no venir a informar, y no sigamos perdiendo el tiempo con discusiones a favor de Gavira, de Rincón o del señor Tejeda.

El C. Mijares: Pido la palabra para hechos.

El C. Moreno: Pido la palabra para una aclaración. (Voces: ¡Después del debate! ¡A votar!)

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el C. Cerda.

El C. Cerda: Señores diputados: Como acostumbro siempre que vengo a esta tribuna, seré muy breve en la exposición de los hechos que voy a exponer. (Voces: ¡A votar!) Quiero hacer resaltar este hecho: si aprobamos la moción presentada por el estimable compañero Moreno Z., para que venga el subsecretario de Gobernación a informar sobre el caso de Veracruz, no haremos otra cosa sino ponernos una vez más en ridículo. Ya dos veces nos ha sucedido: primero, en el caso de Michoacán, en que no hicimos, después de alegar aquí que abogámos por el parlamentarismo y todas esas cosas, si no que viniera el subsecretario de Gobernación y que se impidiera a uno de los compañeros que lo siguiera interrogando; en seguida, surgió el caso de Félix Díaz, en que, después de tres horas de debate y múltiples proposiciones, llegamos a esto: que hay una proposición de primera lectura, y una vez más quieren los compañeros, muy estimables, de Veracruz, que venga el subsecretario de Gobernación, para que nos diga lo que ellos nos han dicho de una manera muy amplia y clara, y para que no lleguemos a ningún acuerdo en definitiva. No tenemos derecho, en este caso, a llamar a ese funcionario; creo que todos los compañeros están de acuerdo con este hecho, y espero que todos votarán en contra de la proposición presentada por el señor Jesús Z. Moreno.

El C. Rodríguez Guillermo: Pido la palabra para una aclaración.

El C. Prosecretario Castrejón: La Presidencia, por conducto de la Secretaría, consulta a la Asamblea si el asunto está suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Suficientemente discutido.

Se va a proceder a la votación de la proposición que dice:

"Unica. Por la urgencia del caso, y con dispensa de todo trámite, hágase atenta súplica al ciudadano presidente de la República, para que informe a esta Asamblea, acerca de los hechos que aquí se refieren y de las medidas que se hubieren dictado para evitar que el conflicto político del Estado de Veracruz, llegue a tomar proporciones lamentables y, sobre todo, informe acerca de las medidas tomadas para garantizar de manera efectiva la vida y la seguridad de los presuntos diputados y también la efectividad del sufragio."

Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.

El C. Mijares: Pido la palabra para hechos.

(Voces: ¡Estamos en votación!)

El C. Prosecretario Castrejón: No se aprueba la proposición.

El C. Rodríguez Guillermo: Pido la palabra para rectificar hechos, señor presidente. Tengo derecho. Es para rectificar hechos.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Rodríguez Guillermo.

El C. Rodríguez Guillermo: Os mostráis tan impacientes (Siseos.) para decidir un caso de tanta trascendencia. (Siseos. Murmullos. Voces: ¡Ya! ¡Ya!) Ya que os mostráis tan impacientes para decidir en un caso como éste, conste que si los acontecimientos de Veracruz se agravan, después seréis responsables por no haber querido oír al ministro de Gobernación. Es más fácil que la República entera se entere de cómo van a resolverse estos asuntos, que después tener que lamentar una revolución armada, y al rectificar los hechos al referirme a lo que dijo el señor Reyes, que yo había aludido al señor Guadalupe Sánchez, conste que no personalizo precisamente a Guadalupe Sánchez, no dije ni un nombre; pero ya que se trata de personalizar, en la División de Oriente.... (Siseos. Gritos. Campanilla.) quien fue el que contribuyó a la oposición, debo decirlo, fue el general Palacios, uno de los más decididos partidarios de Tejada y por medio de las armas impuso en muchos de los distritos al candidato Tejada. (Voces: ¡Ya! ¡Ya! Siseos.)

El C. Moreno Jesús Z.: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Moreno Jesús Z.: Con todo ciudadano, al fundar la proposición que se dio a conocer momentos antes, procuré apartarme de la cuestión electoral que puede afectar a los candidatos al Gobierno de Veracruz, si bien es verdad que tanto los CC. diputados Meza, como Reyes, han expresado aquí una verdad palmaria: que no soy del Estado de Veracruz; es igualmente cierto que represento el 14 distrito electoral de ese Estado y que me he dado cuenta de las responsabilidades históricas con que se me ha investido y por esto vine solamente a cumplir con este primordial deber de buscar seguridades, protección y garantías para el fuero de los presuntos diputados que en estos momentos están siendo objeto hasta de golpes y que la Cámara local de Veracruz está invadida por la fuerza armada. Pues bien, señores; si no obstante que quise cumplir con esta obligación moral y patriótica, quiero declarar, para que conste de una vez por todas en el DIARIO DE LOS DEBATES, que la gota de sangre que se derrame por no haber ocurrido a prestarles las seguridades y garantías a esos presuntos representantes del pueblo veracruzano, caerá sobre la frente de los que se han opuesto a que se haga justicia. (Burlas. Siseos. Campanilla.)

El C. Rama Aquilino: Honorable Asamblea:

Para rectificar hechos, señor presidente.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Rama Aquilino: Honorable Asamblea:

Quiero referirme a las palabras que acaba de pronunciar el señor Moreno, cuando ha dicho aquí que nosotros nos hemos negado a dar garantías a esos ciudadanos presuntos diputados, porque yo creo que no ha estado en lo justo. La Cámara en un caso de estos seguramente que tendrá la suficiente solidaridad para ir a auxiliar a esos compañeros; en el presente caso tienen un camino expedito, tienen los tribunales federales para evitar que se les dé de palos, para obtener esas garantías y no es la Cámara la que debe servir de juguete, digámoslo así, de politiquerías locales. (Aplausos.)

El C. prosecretario Castrejón: Prosigue la lectura de documentos.

"Licenciado Calixto Maldonado R.- Licenciado Neguib Simón.- Gante, 1.- Ericsson 61- 40.- México, D. F.

"H. Cámara de Diputados:

"Los subscriptos, ciudadanos mexicanos en el ejercicio de nuestros derechos, a ustedes con todo respeto, señores diputados, nos permitimos manifestarles.

"Es público y notorio que el Gobierno federal, representado por el señor presidente de la República, don Adolfo de la Huerta, ha entablado negociaciones con el rebelde Félix Díaz; se han hecho del conocimiento del país, por declaraciones extraoficiales, pero de carácter de indubitable certeza, las bases de los arreglos pendientes entre una y otra parte y, francamente, consideramos de nuestro deber formular una protesta enérgica y cumplida por esos indebidos arreglos.

"El Gobierno actual podrá perdonar las rebeldías actuales de Félix Díaz, pero no está facultado, no está en su potestad perdonarle los delitos del orden Común en que ha incurrido dicho individuo. Por lo tanto, nos abstenemos de comentar los propios arreglos en el punto de referencia.

"Pero el Gobierno federal no puede dejar de considerar, no debe dejar de hacerlo, que Félix Díaz es un prófugo de la Penitenciaría del Distrito Federal, sujeto por razones de orden público al delito de rebelión de que fue acusado en la época del Gobierno del señor presidente Madero, delito que encabezó Díaz y por el que fue capturado y procesado. La nación entera se dio cuenta de los hechos relacionados con tal delito. No está, pues, lo repetimos, capacitado el Gobierno federal para transigir sobre esos puntos que sólo pueden entrar dentro de una sentencia judicial absolutoria o dentro de una ley

administradora que aún no se da.

"Por último, existe un precepto constitucional, el décimo transitorio, que previene que deben ser juzgados por las leyes vigentes los que hubieren figurado en el Gobierno emanado de la rebelión contra el legítimo de la República, encabezado por el señor presidente don Francisco I. Madero. El Gobierno federal no puede tampoco, por ningún concepto, salvar dicho precepto y violarlo abiertamente tratando con los traidores que figuraron en la lista de los que fueron directores del cuartelazo o de los asesinatos de los señores presidente y vicepresidente de la República, en febrero de mil novecientos trece. Es también público y notorio que Félix Díaz tomó una parte muy principalísima en esos acontecimientos deplorables y es cierto también que hasta hoy nada han hecho prácticamente las autoridades para juzgar a los culpables de semejantes gravísimos atentados que de manera tan importante lesionaron los fundamentos políticos y sociales de la República. Lejos de eso, el Gobierno pacta con semejante rebelde y aun está de acuerdo en proporcionar dinero a los infidentes.

"Como consideramos que semejante conducta no rima bien con la que deben observar nuestros mandatarios, venimos a esa honorable Cámara que legítimamente, nos representa, a pedirle que intervenga en la forma que estime más prudente, para evitar que los tratados de referencia continúen por el camino que llevan, que se evite que Félix Díaz salga del país y que, en todo caso, se le sujete a los tribunales que sean competentes para que responda de los cargos que le resulten y que toda la Nación le atribuye, en los sucesos de febrero de 1913 y, muy especialmente en los asesinatos de los señores presidente Madero y vicepresidente Pino Suárez.

"La Representación Nacional, creemos, no puede, no debe dejar desapercibidos los hechos que dejamos narrados.

"Protestamos a esa honorable Cámara nuestra respetuosa consideración.

"México, Distrito Federal, octubre 7 de 1920.- C. Maldonado R.- Alfredo Alvarez - Ramón Coy.- M. Navarro Ángulo.- Martín Lomelí.- M. F. Reyes.- Alfredo Pino Suárez.- Ramón Sánchez Arriola.- Claudio N. Tirado." - A la 2a. Comisión de Peticiones.

- El mismo C. prosecretario, leyendo:

" H. Asamblea:

"Los subscriptos, diputados en ejercicio a la XXIX Legislatura, tiene el honor de someter a la consideración de esa H. Asamblea, el siguiente acuerdo económico, con dispensa de todo trámite:

"Único. Nómbrese una Comisión del seno de esta Representación Nacional, para que se acerque al jefe del Ejecutivo de la Unión, a fin de que de acuerdo con los datos que constan en los anexos números 1, 2 y 3, se proceda a hacer la consignación a las autoridades que correspondan, del hoy general Rafael Pimienta, que aparece como autor material del asesinato cometido en la persona del que fue vicepresidente de la República, C. José María Pino Suárez.

"Sala de Sesiones de la Cámara de Diputados.- México, a 11 de octubre de 1920 .- D. Montes de Oca.- E. Bordes Mangel.- Isauro Castillo Garrido.

Octavio Paz.- Luis L. León.- Ed. G. Cantón M.- A. Díaz Soto y Gama.- Francisco Soto.- Ignacio Villegas.- A. Mijares."

El C. secretario Valadez Ramírez: Se consulta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse de pie, en el concepto de que se necesitan las dos terceras partes. Se dispensan los trámites. Está a discusión.

El C. presidente: Tiene la palabra para fundar la proposición el C. Bordes Mangel.

El C. Bordes Mangel: Tres o cuatro días hace que desde esta misma tribuna tuve el honor de llevar la representación de la justicia, para hacer ante vuestra soberanía una petición; una nueva petición, y desgraciada y probablemente no la última, se presenta ahora ante vosotros. El azar, las circunstancias, lo que se quiera, hizo que la justicia no pudiera brillar como resultado de nuestra moción anterior; no creo definitivamente perdida la esperanza, creo que dentro de pocos días tendrán plena satisfacción los que la han pedido. Se trata ahora del caso de un hombre más insignificante, de aquel cuya consignación pedíamos antes de ayer; pero siendo insignificante en su personalidad, no lo fue en su delito. La opinión pública lo señala; las declaraciones de sus cómplices lo acusan; y este

individuo cuya consignación pedimos ahora, es nada menos que jefe del Ejército Nacional (Siseos.) Se dice que durante el último movimiento revolucionario los magnates de ahora le debieron favores; se dice que él protegió la fuga o el escondite en momento oportuno de los jefes de la Revolución; se dice que es uno de los hombres fuertes dada su influencia y sus recomendaciones en la actual administración. Yo pido aquí que este hombre fuerte, yo pido que este jefe del Ejército Nacional, yo pido que sobre este hombre de influencia caiga todo el peso de la justicia, que se dé un ejemplo a la nación de que no nos importa cuál es la situación de los que han delinquido para llevarlos a ocupar el lugar que les corresponde. (Aplausos.) ¿Formular contra él una requisitoria? La ha formulado la opinión pública, a nuestra petición van agregadas pruebas, en nuestra opinión, bastantes para fundar un procedimiento contra ese individuo y declararlo culpable. Bueno. Yo, individualmente, sí lo declararía; no pedimos que la Asamblea lo declare; pedimos que se consigne a los jueces, aquellos que tienen la facultad que la ley les otorga para declarar si es o no culpable, y si lo declaran culpable, pediremos que inexorablemente se le aplique el castigo a que se ha hecho acreedor y que se le dé a la nación un ejemplo de rectitud y de justicia. Creo en estos breves términos haber fundado nuestra petición, y creo que en esta vez no se nos cerrarán por compromisos de Estado o personales, las puertas de la justicia. (Aplausos.)

El C. prosecretario Castrejón: En votación económica se consulta a la Asamblea si se aprueba esta proposición. Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse de pie. Aprobada.

El C. presidente: La Presidencia nombra en Comisión para que se acerquen al Ejecutivo, a los CC. Bordes Mangel, Marco Aurelio González y Mijares Aurelio, Montes de Oca, Aguirre Colorado y prosecretario Castrejón.

El C. prosecretario Castrejón: Continúa la lectura de documentos.

"Señores diputados:

"Eladia G. viuda de Oviedo, ante ustedes con el debido respeto, manifiesta: que es viuda del señor Manuel Oviedo, quien fue asesinado la noche del 19 de febrero de 1913, en el interior de la Ciudadela, para dejar satisfechos el odio y las pasiones del sanguinario Manuel Mondragón y los cómplices de éste, que allí se encontraban, siendo mi esposo una de las personas en quienes más saña desplegaron sus enemigos, profanándose su cadáver en tal forma, que no pudo ser indentificado entre los que aparecieron allí.

"Este acto, como ustedes comprenderán señores diputados, dejó en el mayor desamparo a una viuda con sus dos hijitas, que desde luego se encontraban en el mayor desamparo y miseria toda vez que mi esposo, el señor Oviedo, había dedicado su tiempo, sus energías y su labor, a secundar los trabajos emprendidos por el señor don Francisco I. Madero, desde los comienzos de la campaña política y pobre...

- El C. secretario Valadez Ramírez, continuando:

..... y pobre y honrado, como era, lejos de haber acumulado elementos para que su familia pudiera subsistir, se encontraba sin nada con que contar.

"Al triunfo del movimiento libertario y cuando la Revolución se hizo Gobierno, mi esposo fue designado por el señor Madero, prefecto político de Tacubaya, puesto en el que disfrutaba un sueldo que apenas le bastaba para satisfacer con decencia las necesidades de su vida y las de su familia, siendo además el tiempo que estuvo al frente de esa oficina, tan corto, que, aun queriendo, hubiera sido imposible hacer economías, y que éstas bastaran para formar un patrimonio a sus hijitas.

"En estas condiciones nos encontraron los trágicos momentos de la llamada "decena trágica" de febrero de 1913, y desde entonces nuestras penas fueron infinitas, porque careciendo de todo y siendo hostilizadas por los hombres de la usurpación, tuvimos que soportar durísimos momentos de prueba y angustia, hasta después de que el pueblo justiciero derribó la tiranía, con los deseos infinitos de contemplar días de justicia y equidad para todos los mexicanos, pasando por tanto, largos meses de sufrimientos, de dolores y de lágrimas.

"Al fin nuestra situación pudo ser un tanto aliviada, porque el 27 de marzo de 1917, el entonces primer jefe de Ejército Constitucionalista, don Venustiano Carranza, acordó que se me diera una pensión de cien pesos mensuales, de acuerdo con las leyes relativas, y subsiguientemente he estado percibiendo este auxilio.

"Más en estos últimos días, por disposición de las Secretarías de Gobernación y Hacienda, se pretende reducirme este emolumento a la cantidad de cincuenta y cinco pesos mensuales, que como ustedes fácilmente comprenderán, es corto en demasía para que pueda sostener a mis hijitas, que urgentemente por su edad, reclaman educación para poder ser mañana útiles a sí mismas y a la sociedad.

"Por todas estas consideraciones y dado que mi finado esposo, al ser asesinado se encontraba en lo mejor de la edad viril, no puede satisfacer las necesidades de nuestra existencia, a ustedes ocurro, confiada en que sabiendo interpretar cual es debido, mi situación, y como un acto de mera justicia y equidad, acuerden que el Estado me ministre una pensión que me permita llenar las necesidades de mi vida, dando educación adecuada a mis dos niñas, hijas de un revolucionario de los que de veras lucharon por conquistar el bienestar y el adelanto de sus hermanos los mexicanos, lejos de todo sentimiento bastardo y de vulgar ambición.

"Profeso a ustedes mi consideración, asegurándoles que su determinación favorable, será un acto de meritoria justicia en bien de tres seres desamparados.

"México, octubre 11 de 1920.- Eladia G. Viuda de Oviedo.

"Hacemos nuestra la anterior solicitud y pedimos dispensa de trámites.

"Salón de Sesiones de la H. Cámara de Diputados, octubre 11 de 1920.- V. Alessio Robles, 4o. D. F.- 5o. distrito Gto., Manuel Ortiz.- 7o. Gto., A. Arroyo Ch.- E. Bordes Mangel, 8o. Gto.- C. Argüelles, 12 distrito D. F.- Lucas Contreras, 18 distrito Gto.- J. B. Vásquez, 4o. distrito Gto.- J.

Velarde, 1er. distrito Gto.- V. Alvarez.- R. Ramos Pedrueza.- R. Casas Alatriste.- Andrés Gutiérrez Castro.- Fidel Ramírez M.- Octavio Paz.- Daniel Cerda.- Marco Aurelio González.- N. Mijares.- Francisco Reyes.- E. Aguirre C.- Gustavo S. Martínez.- Miguel Martínez Rendón.- Francisco Garza.- Juan Quiroga."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Se dispensan los trámites. A la 2a. Comisión de Hacienda.

El C. Avilés: Reclamo el trámite.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Avilés: Ciudadanos diputados: Vengo a reclamar el trámite de la Presidencia, porque este asunto debe votarse inmediatamente y acordar que no sean cien pesos mensuales los que le den a esta señora viuda, sino cuando menos doscientos pesos. Si se acaba de publicar en la prensa que se va a votar una cantidad de dinero para que el asesino de Madero, porque él fue el promotor del cuartelazo, Félix Díaz, viva con holganza en los Estados Unidos, ¿cómo es que esta Representación Nacional no va a votar para esta, viuda víctima precisamente del asesino Félix Díaz, la cantidad miserable de doscientos pesos? Ya que nuestro actual Gobierno se ha puesto tan magnánimo con los responsables del cuartelazo, con los responsables de los asesinatos del presidente Madero y del vicepresidente Pino Suárez, ¿cómo esta Representación Nacional no va a ser consecuente con una viuda que lo ha sido a consecuencia nada menos que del funesto cuartelazo? y también, ciudadanos diputados, aprovecho este momento para lanzar mi protesta ante esta Representación Nacional y ante la nación entera contra los procedimientos del actual presidente de la República, que yo no llamo caballerosidad, ni nada absolutamente, sino una complacencia absurda que está teniendo con los enemigos de la actual revolución, con los asesinos de Madero, con los asesinos de Pino Suárez, etc., etc. Yo quiero lanzar desde aquí mi protesta, porque no creo que estos procederes del actual mandatario de la nación estén ajustados a un principio revolucionario. (Aplausos.)

El C. secretario Valadez Ramírez: La Secretaría hace constar al compañero Avilés que como aquí no se trata de un proyecto de ley, sino solamente de una petición, lo que corresponde precisamente es que pase a Comisión a fin de que lo presente en debida forma, es decir, en forma de ley o decreto.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"H. Asamblea:

"Los subscriptos, teniendo en cuenta la trascendencia de todo aquello que se refiere a los problemas agrarios y del trabajo y la urgente solución de los mismos, pedimos que, previa dispensa de trámites, se apruebe la siguiente proposición:

"Nómbrese una Comisión que se acerque al Senado, encareciéndole atentamente a las comisiones respectivas, la necesidad de devolver cuanto antes a esta Cámara, con las resoluciones correspondientes, los proyectos de ley para la creación de la Deuda Agraria de los Estados y la Ley del Trabajo."

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, a 11 de octubre de 1920.- Rafael Ramos Pedrueza.- E. Bordes Mangel.- A. Díaz Soto y Gama.- A. Valadez Ramírez.- Aurelio Manrique."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, se servirán ponerse de pie. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se preguntan si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado.

El C. presidente: La Presidencia nombra en comisión para que se acerquen al Senado, a los CC. Basilio Vadillo, Avilés, Soto y Gama, López Castro, Ramos Pedrueza y secretario Valadez Ramírez.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"3a. Comisión de Guerra.

"H. Asamblea:

"A la 3a. Comisión de guerra que subscribe le tocó conocer del asunto relativo a la petición que hace el C. Rafael Muñoz Moreno, para que le sea decretada una pensión por el derecho que le corresponde como biznieto del héroe de la Independencia nacional, C. Pedro Moreno.

"Tomando en cuenta los miembros que forman esta Comisión, los servicios, prestados a la patria por el C. Pedro Moreno en la época de la Independencia nacional, y los sacrificios que este héroe proporcionó en loor de las libertades nacionales, habiendo perdido todas sus comodidades y riquezas para luchar en pro de nuestra emancipación política, y no solamente sus intereses, sino aun sacrificando a muchos miembros de su familia con verdadera abnegación y patriotismo, cree que debe concederse una pensión a su biznieto Rafael Muñoz Moreno, atendiendo, además a las circunstancias de que dicho señor en la actualidad cuenta la edad de 64 años y que dicho expediente llena todos los requisitos legales. Encuentra la Comisión, asimismo, en el expediente de referencia, que el C. presidente Venustiano Carranza haciendo uso de las facultades extraordinarias de que lo investió el Poder Legislativo de la Unión, suspendió la pensión que disfrutaba el señor don Rafael Muñoz Moreno y que le fue transferida por quien anteriormente la gozaba, osea el doctor Agustín Rivera, y decimos que fue suspendida, en virtud de los documentos que obran en el expediente respectivo que justifican nuestro dicho.

"Por lo anteriormente expuesto, la Comisión tiene el honor de someter a vuestra consideración el siguiente proyecto de decreto:

"Único. Se concede una pensión vitalicia al C. Rafael Muñoz Moreno, biznieto del héroe de la Independencia nacional, don Pedro Moreno, por la cantidad de seis pesos diarios, que cubrirá íntegros la Tesorería General de la Federación."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.- México, a 7 de octubre de 1920.- E. Aguirre C.- B. Ibarra."- De primera lectura.

Presidencia del C. DÍAZ SOTO Y GAMA ANTONIO

- El mismo C. secretario, leyendo:

"3a. Comisión de Guerra.

"H. Asamblea:

"A la comisión de Guerra que subscribe le tocó conocer, en turno del expediente relativo a la solicitud de pensión que envió a esta honorable Cámara la señorita Sofía Franco, por los servicios prestados a la patria por su extinto padre, el general Francisco Franco.

"La Comisión, haciendo un delicado estudio de los documentos que existen en el citado expediente, viene en conocimiento de que se encuentra perfectamente ajustado a la ley de que el extinto general Franco prestó servicios relacionados con su profesión por espacio de 49 años, 11 meses, veintiocho días, sosteniendo en un principio al Gobierno constituído presidido por el C. licenciado Benito Juárez y después combatiendo contra los invasores en los años de 1862 a 1867.

"Cree la Comisión que es justo conceder una pensión vitalicia a la señorita Sofía Franco, en honor y premio a los servicios que prestara a las instituciones republicanas su extinto padre, el general Franco y, en esa virtud, se permite el honor de someter a la deliberación de esta H. Asamblea, el siguiente proyecto de decreto:

"Único. Se concede una pensión vitalicia a la señorita Sofía Franco, por los servicios prestados a la patria por su extinto padre, el general Francisco Franco, a razón de cuatro pesos diarios, que le serán pagados, íntegramente, por la Tesorería General de la Nación, mientras conserve su actual estado civil."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.- México, a 7 de octubre de 1920.- E. Aguirre C.- B. Ibarra." - De primera lectura.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"1a. Comisión de Hacienda.

"Señor:

"A la 1a. Comisión de Hacienda fue turnada la solicitud presentada y subscrita por un grupo de ciudadanos diputados, solicitando la aprobación de una pensión para los hijos del extinto general Felipe Ángeles.

"La Comisión, tomando los antecedentes de los servicios prestados por el mencionado general Felipe Ángeles, tanto en su carrera militar cuanto como director del Colegio Militar; de su actuación en la Revolución, desde el año de 1913, después de haber cumplido con su deber como fiel guardían del orden constituído, durante la decena trágica, en el cuartelazo preparado por varios generales del Ejército, que tuvo por final la aprehensión de los mandatarios legítimos, y del asesinado de los ciudadanos presidente y vicepresidente, José María Pino Suárez; reconocido como es por todos los servicios que prestó durante la revolución que encabezó el C. Venustiano Carranza, y su actitud después de la escisión que hubo entre el carrancismo y otros elementos de la revolución, en que el general Felipe Ángeles siempre mantuvo con dignidad los principios revolucionarios; sin hacer mérito aquí de sus obras técnicas, que en algunos países extranjeros fueron aceptadas, y habiendo últimamente pagado con su vida, los errores de la administración carrancista, y quedando en la orfandad sus hijos, exentos de todo recurso para su educación y para el sostenimiento de su vida, esta Comisión inspirada en estos antecedentes e interpretando el sentir de la Representación Nacional, dado que la solicitud a que hacemos referencia está firmada por más de cuarenta ciudadanos diputados, la misma somete a la aprobación de la H. Asamblea, el siguiente proyecto de Ley:

"1o. Concédase una pensión vitalicia de seis pesos diarios a la señorita Isabel Ángeles, mientras mantenga su actual estado civil.

"2o. Concédase una pensión de seis pesos diarios al niño Felipe Ángeles, de catorce años de edad actualmente, hasta que cumpla los 25 años, en que la Comisión considera, como lo solicitan los firmantes de la petición, tiempo suficiente para terminar los estudios en la carrera que desee adoptar.

"3o. Concédase igual pensión al niño Julio Ángeles, de 14 años de edad, para que pueda costear sus estudios hasta la edad de 25 años, tiempo que, igualmente, considera esta Comisión suficiente para terminar los estudios en la carrera que desee adoptar.

"4o. Las pensiones antes citadas, serán pagadas, íntegramente, por la Tesorería General de la Nación, desde el día de la aprobación del presente proyecto de ley."

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados.- México, a 2 de octubre de 1920.- Juan Zubaran.- I. Borrego.- Francisco Trejo." - Segunda lectura, y a discusión el primer día hábil.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"2a. Comisión de Hacienda.

"Señor:

"A la 2a. Comisión de Hacienda, que subscribe, se le turnó nuevamente el expediente formado con motivo de la iniciativa de varios ciudadanos diputados a efecto de aumentar la pensión que actualmente disfrutan los hijos del extinto doctor don Belisario Domínguez, en virtud de que la Cámara colesgiladora la devolvió, por haber resuelto que no había lugar a votar el dictamen favorable que la Comisión de Hacienda de la misma, presentó para su consideración.

"Como las razones que ha tenido esta Comisión, así como las de la Cámara de Senadores, no han sido combatidas con argumentos dignos de tomarse en consideración, esta propia Comisión, convencida de la justificación más amplia al haber propuesto el aumento de pensión de los hijos de tan esclarecido ciudadano, merecedor de toda clase de recompensas, se permite proponer a la aprobación de vuestra consideración, el siguiente proyecto de decreto:

"Artículo 1o. Se concede a la señorita Hermila Domínguez una pensión de diez pesos diarios, que le serán pagados, íntegramente, por la Tesorería General de la Federación, mientras conserve su actual estado civil.

"Artículo 2o. Se concede al joven Ricardo Domínguez una pensión de diez pesos diarios, que le serán pagados, íntegramente, por la Tesorería General de la Nación, durante el tiempo que sea necesario para la terminación de sus estudios, debiendo el interesado comprobar anualmente, ante la misma oficina con los certificados respectivos, los estudios que hubiere realizado.

"Artículo 3o. Se deroga el decreto de cuatro de octubre de mil novecientos diez y siete, que concedió una pensión de cinco pesos diarios a cada uno de los jóvenes Hermila y Ricardo Domínguez."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, 30 de diciembre de 1919.- Marciano González.- Carlos Galindo."

"H. Asamblea:

"Los subscriptos, miembros de la 2a. Comisión de Hacienda, habiendo estudiado el dictamen que antecede, y encontrándolo fundado, lo hacen suyo en todas sus partes y ruegan a la Asamblea le dé su voto aprobatorio.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General - México, a 6 de octubre 1920.- A. Manero.- Octavio Paz." - Segunda lectura, y a discusión el primer día hábil.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"1a Comisión de Hacienda.

"H. Asamblea:

"Por la vía telegráfica, y con fecha 26 de marzo de 1919, el gobernador del Estado de Sinaloa solicitó se declararan exentos de derechos de importación diversos bultos de papel y algunas medicinas, destinados al Departamento de Salubridad del Estado.

"Posteriormente, y a pregunta que la Comisión respectiva de la pasada Legislatura le hiciera al mencionado gobernador, éste contestó que el papel y las medicinas ya habían sido recibidas en Culiacán.

"En tal virtud, los subscriptos consideran que es extemporáneo resolver sobre la solicitud aludida y, por lo mismo, se permite el honor de someter a vuestra aprobación, el siguiente acuerdo económico:

"Archívese la solicitud del gobernador del Estado de Sinaloa, en virtud de haberse efectuado ya la importación de los artículos a que dicha petición se contrae."

"Sala de comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.- México, a 5 de octubre de 1920.- Juan Zubaran.- Francisco Trejo.- I. Borrego."

Está a discusión. Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra sírvanse pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobado.

El C. presidente: Se abre la sesión de Colegio Electoral, y continúa en el uso de la palabra el C. Manrique.

El C. Casas Alatriste: Pido la palabra. (Voces: ¡Lista, primero!)

El C. Lomelí: No se ha levantado la sesión.

El C. presidente: Tienen razón los señores. Se levanta la sesión, y se procede a pasar lista de Colegio Electoral. (7.35 p.m.)

CONTINUACIÓN DE LA SESIÓN DE COLEGIO ELECTORAL

Presidencia del C. DÍAZ SOTO Y GAMA ANTONIO

(Asistencia de 151 ciudadanos diputados y presuntos diputados.)

El C. presidente, a las 7.52 p. m.: Se reanuda la sesión de Colegio Electoral. Continúa en el uso de la palabra el C. Manrique.

El C Manrique: Señores diputados y presuntos diputados: El involuntario paréntesis que la suspensión de la sesión de esta tarde ha determinado en la discusión de la credencial del 5o. distrito electoral de San Luis Potosí, me permite recordar que en el momento de refutar los cargos, los levísimos e inconsistentes cargos que me hiciera el estimable compañero Ayala, olvidé rectificar algunos. Puedo contestarlos brevemente. Asentaba el C. Ayala, que invitado yo por el club "Ponciano Arriaga" a la ciudad de San Luis Potosí para hacer propaganda en favor de Juan Sarabia, en lugar de hacer tal cosa, hice propaganda en favor de mi candidatura para diputado al Congreso de la Unión. La rectificación es muy sencilla, no hice lo último en lugar de lo primero, hice lo último a la vez que lo primero. Hice propaganda por Juan Sarabia, a la vez que hacía propaganda por mi propia candidatura luego de aceptada. ¿Cómo podría yo torpemente reprochar a Flavio Ayala que a la vez que propugnaba por el triunfo del general Obregón para la Presidencia de la República, trabajase por su propia candidatura? Si una aspiración es legítima, no veo por qué hayamos de condenarla; yo tengo aspiraciones y las he tenido siempre y nunca he hecho de ellas misterio; lo que aquí hay que definir es si una aspiración es legítima o ilegítima. Esto es lo que importa otra afirmación: Yo no estuve en los momentos de peligro cuando se discutía, se luchaba en favor del candidato Rafael Nieto en San Luis Potosí. Esto no es sino una prueba más de que procuré, como he procurado siempre, ser consecuente conmigo mismo. Al C. Rafael Nieto, poderoso subsecretario de Hacienda de Venustiano Carranza, habíalo combatido el diputado Manrique desde esta propia tribuna y el diputado Manrique no podía, sin ser traidor a su convicción, ir más tarde, a sabiendas de que no era Nieto el candidato genuinamente independiente, a defender su candidatura; de manera que en este velado reproche de Ayala, no hay nada de que tenga que avergonzarme, pero como es bien sabido

que contra la imposición de Carranza no se luchaba tan sólo en el Estado de San Luis Potosí, sino que se luchaba en la República entera y como no es un misterio que aquí en la ciudad de México y en el Estado de Guanajuato, en ocasión de la propaganda de Madrazo, y en el Estado de México en ocasión de la propaganda de los diputados obregonistas, allí donde se necesitó de mi esfuerzo, ahí estuve leal y desinteresadamente; de manera que el reproche huelga, C. Ayala. Comencé esta mañana a analizar detenidamente el mecanismo de la elección en el 5o. distrito electoral de San Luis Potosí. Del examen de la votación obtenida por Rafael Nieto, por Jesús Canal, otro candidato derrotado, y por Juan Ángel Morales, el legítimo diputado por el 5o. distrito electoral por San Luis Potosí y del examen de esa votación se infiere que en la ciudad de Matehuala, la población más populosa y culta del distrito, la votación favoreció absolutamente al señor Morales, quien tuvo en su favor un total de 1,335 sufragios, por 700 de Jesús Canal, y por el irrisorio número de 338 alcanzados por el C. Rafael Nieto. Analizando el por qué de esta innegable popularidad del señor Morales en Matehuala, afirmaba el C. Silva que era algo perfectamente explicable; es claro, Juan Ángel Morales, que desde el palco de la prensa espera con firme esperanza la justicia que habrá de hacerle esta Asamblea, a pesar de la sonrisa socarrona del C. Nieto. (Aplausos.) El C. Juan Ángel Morales, que todavía tiene fe en la justicia, tiene en Matehuala 22 años de residencia; en estos 22 años ha trabajado y ha cumplido como bueno. Es alto empleado, ya lo creo, como que es el segundo, el segundo en jefe del ferrocarril de Matehuala al Mineral de La Paz. Morales llegó, y no se avergüenza de decirlo, antes lo proclama, llegó como aprendiz, como meritorio; llegó a Matehuala, se puso al servicio del jefe de la empresa y comenzó a barrer la oficina hace 22 años. Y poco a poco, no debe sonreír el C. Nieto que también fue modesto dependiente en una tienda de San Luis Potosí! (Aplausos.) Pronto habéis olvidado vuestro pasado, C. Nieto; Morales no lo ha olvidado, Morales lo recuerda con orgullo y con ufanía lo proclama. 22 años de labor constante y definida, 22 años de perseverancia hicieron que Morales llegase a adquirir la absoluta confianza de su jefe, confianza tan absoluta que llegó a ser hijo político del jefe de la negociación. (Risas.) Confianza que demuestra que era Morales un perfecto caballero. Morales me recuerda aquel humilde Laffite, aquel humilde joven que llegado de provincia a París, se presenta en una casa bancaria y como se le negase trabajo, en el momento en que se retiraba recoge un alfiler del pavimento; reflexiona un momento el jefe, lo llama porque de aquel signo de ahorro infiere que se trata de un hombre serio y provechoso; Laffite recibe una modestísima colocación y llega también a ser, como el tiempo, hijo político del gerente de la negociación. (Risas.) Bueno, las cosas más serias tienen en la vida su aspecto de broma; sonreíd en hora buena, ciudadanos diputados, pero sonreíd discretamente. Juan Ángel Morales es, pues, popular en Matehuala y este humilde empleado, este obscuro empleado, ha derrotado al ciudadano gobernador constitucional de San Luis Potosí, al C. Rafael Nieto. (Aplausos. Siseos.) Afirmé esta mañana que el C. Nieto sólo tiene sobre su contrincante 249 votos de ventaja, y afirmé también -no fue aquello sólo lo por mí afirmado -, afirmé también que pueden nulificarse al C. Nieto por lo menos cuatrocientos de los votos por él recibidos, de los votos fraguados por sus agentes. Examinando cuidadosamente la votación obtenida por los tres candidatos en la municipalidad de Matehuala, en la de Catorce y Villa de Guadalupe, se infiere que la votación más regular, la más natural fue la votación obtenida en la ciudad de Matehuala. Se advierte claramente que la votación fue siempre inferior al número de habitantes empadronados, al número de electores. Así en la primera casilla, que tiene un padrón de 225 electores, el total de votantes es de 54, es decir poco menos de la cuarta parte. En la casilla número 10, que tiene 400 electores, votaron un total de 162, es decir, un poco más de la tercera parte de los electores. Este es un hecho que se observa normalmente en todos los distritos de la República; es verdaderamente excepcional que la votación resulte nutrida, que iguale o que supere al padrón. En la casilla número 20, la sección número 20 que corresponde al mineral de la Paz, el padrón comprende 800 electores; allí la votación en favor de Morales fue la más nutrida: 347 en favor de Morales, por 34 de Nieto y 11 de Canal, o, lo que es lo mismo, 392 votantes por un total de 896 electores, es decir, un poco menos del 50 por ciento. Advertid cómo todos esos fenómenos no está sujetos a un capricho, sino que parecen obedecer a una fórmula, a una ley difícil de precisar, pero no menos eficaz. En cambio después de esta votación- votación como puede observarse en cualquier distrito de la República en que las elecciones hayan sido regulares y que no haya habido fraude o presión-, si pasamos a la de la Villa de Guadalupe, nos sorprende por absurdo un hecho inesperado: en la primera casilla el total de votantes iguala a la de los electores empadronados. Electores empadronados, 382; votantes, 382; sufragios recibidos por el C. Nieto también 382. (Siseos. Aplausos.)

Lo absurdo de esta votación, tan contraria a las observaciones que todos hemos podido hacer al recorrer nuestros distritos electorales, es patente; claro signo de fraude. Y la presunción de fraude se convierte en evidencia si observamos otros detalles si recordamos que la casilla se instalara en la propia Presidencia Municipal; (Siseos.) en la propia Presidencia Municipal de la Villa de Guadalupe se instaló la primera casilla. Pero todavía hay más: La Villa de Guadalupe se divide en diez secciones electorales; pues bien; en todas las secciones, en el expediente de todas las secciones, obedeciendo al artículo 14 del decreto de reformas a la Ley Electoral, de julio de 1918, en todas las casillas, digo, hay en el expediente, existen en el expediente las credenciales de electores, salvo en aquellas en que el triunfo absoluto corresponde al C. Nieto. Pido atentamente a la Secretaría se sirva suministrarme el expediente de la elección. Aquí tenéis un memorándum cuidadosamente formado por uno de los secretarios de la Junta Computadora: En el municipio de Matehuala aparecen veinte casillas, de las cuales sólo dejó de instalarse la 13.

"Municipalidad de Villa de Guadalupe.

"Casilla número 1. Presidente, C. Israel Torres.

Un paquete debidamente cerrado y sin huellas de haber sido abierto..." Es claro. "...Conteniendo los documentos que exigen los artículos 63 y 71, números de credenciales entregadas por los votantes, ninguna. Al C. Rafael Nieto para diputado propietario 382 votos. Al C. Ramón de Mendizábal, diputado suplente, 382 votos."

Pasemos a la casilla número 2, la casilla contigua, la casilla vecina, la más inmediata. Aquí advertimos: Anotación: "Credenciales entregadas por los votantes, 55, al C. Rafael Nieto. Diputado propietario 30 votos al C. Ramón de Mendizábal. Diputado suplente 30 votos. Al C. Juan Ángel Morales, diputado propietario, 27 votos."

De esos 55 votantes sufragaron 30 por Nieto y 27 por Mendizábal. Hubo, pues, dos electores que se presentaron sin llevar la credencial respectiva; no hay aquí regularidad ni sombra alguna de sospecha. De manera que en la 2a. casilla sí hubo credenciales, la votación fue escasísima, fue muy inferior al total de electores empadronados; y en la 1a. casilla, en la instalada en la propia Presidencia Municipal, en la casilla en que se presentaban a votar los electores más próximos a la Presidencia Municipal, los que racional es suponer que fueran los más cuidadosamente empadronados en esta casilla, los 382 electores votaron, los 382 con pasmosa unanimidad sufragaron por el ínclito C. Nieto, y los 382 se presentaron sin llevar uno solo de ellos la credencial que lo acreditase como elector. (Aplausos.) Empero la Comisión, con un sutilísimo criterio casuista de monje benedictino, afirma que estos hechos son muy raros, pero no imposibles. (Risas.)

"Casilla número 3. Nieto 29 votos, Morales 7 y Canal 15. Casilla número 4. Nieto 5 votos, Morales 141 y Canal 2. Casilla número 5. Nieto 24, Morales 54. Casilla número 6. Nieto 116 votos. Casilla número 7. Morales 73, Canal 3 votos, Nieto 1 voto. Casilla número 8. Nieto 88 votos, Morales 51 votos y Canal 10 votos."

"Casilla número 9. Presidente, C. Luis Rocha..."

Contiene el expediente todos los documentos exigidos por los artículos 63 y 71; no hay credenciales de electores. Al C. Rafael Nieto, diputado propietario, 73 votos; al C. Ramón Mendizábal, 73 votos como diputado suplente; a Morales, 0; a Canal, 0"; no hay credenciales. ¡La votación unánime en favor de Nieto! Id atando cabos, ciudadanos diputados. "Casilla número 10. Presidente, Leonardo Escalante. Un paquete debidamente cerrado y sin huellas de haber sido abierto".Conteniendo, los documentos que exigen los artículos 71 y 63 de la Ley Electoral; no hay credenciales. Al C. Rafael Nieto, para diputado propietario, 333 votos. Al C. Ramón de Mendizábal, diputado suplente, 333 votos. Al C. Juan Ángel Morales, 11 votos; al C. Octavio Rangel, para diputado suplente, 11 votos; al C. Jesús Canal, diputado propietario, 4, y al C. Alejandro Martínez para diputado suplente, 4 votos; contrastando esta votación con las escasas de las casillas anteriores: 333 votos; al C. Ramón Mendizábal, diputado suplente 333 votos; al C. Juan Ángel Morales - ¡es claro, por conmiseración! -: 11 votos al C. Octaviano Rangel...

"Municipio de Catorce.

"Casilla número 1. Nieto, 135; Morales, 29.

"Casilla número 2. Nieto, 32 ; Morales, 0.

"Casilla número 3. Nieto, 19; Morales, 69.

"Casilla número 4. Nieto, 22; Morales, 19.

"Casilla número 5. Nieto, 71; Morales, 0.

"Casilla número 6. Nieto, 58; Morales, 10.

"Casilla número 7. Nieto, 86; Morales, 0.

"Casilla número 8. Nieto, 176; Morales, 0.

"Casilla número 9. Nieto, 45; Morales, 0.

"Casilla número 10. Nieto, 79; Morales, 11.

"Casilla número 11. Nieto, 43; Morales, 0.

"Casilla número 12. Nieto, 36; Morales, 34.

"Casilla número 13. Nieto, 24; Morales, 70.

"Casilla número 14. Nieto, 42; Morales, 0.

"Casilla número 15. Nieto, 131; Morales, 0."

Ya véis qué interesante y qué pródigo en sorpresas es el examen del expediente de la elección en el municipio de Catorce. Pero no ha terminado todo (Risas.) Hay tres actas notariales que constan en el expediente, a las que la Comisión no parecía dar importancia alguna, que por precaución se mandaron hacer por triplicado y que en previsión de la necia objeción de que estas actas debieran ser legalizadas por el gobernador del Estado, las conservo yo en mi expediente particular, legalizadas por el C. Rafael Curiel, gobernador del Estado, y a quien no podrá tachársele parcialidad en favor del C. Morales.

Hay, pues, un acta notarial subscripta por el juez de Primera Instancia de Matehuala, en funciones de notario; por Nicolás Escudero, y legalizada esta firma debidamente por el C. Rafael Curiel, gobernador constitucional interino del Estado. No voy a leer el documento íntegro, que está a vuestra disposición, porque la lectura de esos documentos suele ser árida; pasaré por alto las fórmulas de ritual. "En la Villa de Guadalupe, a los quince días etc...." Y entraré a leer la parte relativa, la parte interesante. "Se presentó el juez de Primera Instancia del distrito de Catorce, actuando por receptoría por falta de notario público, a solicitud de Octaviano Rangel; se presentó en la Villa de Guadalupe ante el presidente municipal, y le interrogó preguntándole en dónde se instaló la casilla número 1, qué número de votantes tenía empadronados esa sección y, además, si hubo elección en la fracción de Vallejo y San Judas. Las fracciones de Vallejo y San Judas corresponden a las casillas números 9 y 10, de las diez en que se divide la municipalidad de Catorce; y preguntó también con qué objeto mandó llamar a los presidentes de las casillas al siguiente día de la elección. "Presente en este acto el presidente municipal, señor Juan Villanueva, y previa la protesta de ley que otorgó, se le interrogó en los términos solicitados por los señores Octaviano Rangel y Teodoro Salazar, quienes me exhibieron la comunicación respectiva con que acreditan la representación que se ha dicho, la cual doy fe tener a la vista y se les devuelve, y contestó el referido señor presidente municipal, Juan Villanueva: que la casilla número 1..." Es, pues, declaración del propio Presidente. "...se instaló en la Presidencia Municipal, y que el número de votantes empadronados fue de trescientos ochenta y dos..." 382, es decir, cabalmente el número de votantes en favor del C. Nieto.

"No justificando con el padrón respectivo, porque únicamente se levantan dos, uno que se fija y otro

que se remite con el expediente." El padrón consta en el expediente. "Que no sabe si hubo elecciones en Vallejo y San Judas"; ¡un presidente municipal que no sabe si en las diez fracciones en que se divide su municipalidad hubo o no elecciones en dos de ellas!

Pero dice el juez que no sabe si hubo elecciones; que se mandaron las boletas a los jueces respectivos, pero no se nombraron instaladores, y que mandó llamar a los presidentes de casillas para que se hicieran presentes en Matehuala. "Manifestando, además, que el número de casillas que dio al representante de los partidos políticos antes mencionados fueron ocho..."

Esta es, señores diputados, la parte más interesante. El juez, el presidente municipal de Villa de Guadalupe podría haber ignorado si las casillas habían funcionado el día de la elección; está bien, esto podría ser una pequeña omisión; no había tenido la vigilancia suficiente para saber si habían funcionado las diez casillas de la municipalidad. Esto sería, a lo sumo, un hecho por el que podríamos exigir responsabilidad al presidente, pero no una prueba seria de que no se hubiera efectuado la elección en las dos secciones mencionadas, en la 9a. y en la 10. Pero todavía hay más: el presidente municipal, a pregunta del C. Salazar, representante del candidato Juan Ángel Morales, le advirtió que funcionaron solamente el domingo 1o. de agosto, día de la elección, "..... la 1a. y 2a. casillas en este municipio; la 3a, en San Vicente; la 4a., en La Viznaga; la 5a., en La Presa; la 6a., en Tanque; la 7a., en Magdalenas, y la 8a., en Solís." Aquí está el acta. De manera que el juez omitió decir al representante de Juan Ángel Morales, uno de los candidatos..... y que no se me diga que no estaba debidamente registrado, o cosa por el estilo, porque quien advierte, quien acata la petición de informes y dice al representantes que se instalaron ocho de las casillas, no debió mentir, no debió callar que se instalaban las casillas 9a. y 10. Efectivamente, se instalaron; de manera que, por confesión propia del presidente municipal, que hace fe, aquél informó al representante del independiente Morales, del candidato Morales, candidato de partido, que habrían de funcionar solamente ocho de las casillas, no le dijo que funcionarían la 9a. y la 10, y, naturalmente, el candidato independiente no envió representantes a aquellas dos casillas y, es claro, los agentes del C. Rafael Nieto fraguaron a su antojo el expediente. Bien; veamos lo que opina la luminosa Comisión sobre este detalle, veamos cómo razona la Comisión: "No habiendo precepto legal - dice - por el que los presidentes de casillas estén obligados a dar aviso de la instalación de la Mesa al presidente municipal respectivo...."

De manera que, escuchadlo bien, la Comisión, esta Comisión de doctos jurisconsultos: don Roque Estrada, el del modesto bufete de seiscientos pesos de renta mensual, el de dirección cablegráfica "Eslertoso", este modesto bufete del licenciado Estrada; el C. Moisés Huerta, este docto jurisconsulto provinciano que, de fijo, no heredó la sangre bravía de su antepasado Xicoténcatl, (Risas.) y el C. Agusto Aillaud; esta Comisión, digo, afirma categóricamente que no hay precepto legal por el que los presidentes de casilla estén obligados a dar aviso de la instalación de la Mesa al presidente municipal respectivo. Niega categóricamente la Comisión que haya, que pueda haber precepto alguno que obliga al presidente municipal por informe de los presidentes de casillas.....

El C. Huerta, interrumpiendo: No dice así.

El C. Manrique: Cambiaré la frase como le plazca a su señoría.

El C. Huerta, interrumpiendo: ¿Me permite usted?

El C. Manrique: No le permito al C. Huerta.

El C. Huerta, interrumpiendo: Presidentes de casillas, hay que leer bien el dictamen.

El C. Manrique, continuando: Entre paréntesis, compañeros, hay en el dictamen un error, error que yo corrijo con toda buena voluntad; dice: "presidentes municipales de casillas"; pero yo, con toda buena voluntad, corrijo: "presidentes de casillas". Está corregido el error. (Aplausos.) No, no crea el C. Huerta que voy a usar la infame argucia, la tonta argucia, de argumentar sobre un error; dice textualmente la Comisión que no hay precepto legal, "no habiendo", dice, es una oración de gerundio; pero reduzco a una oración de indicativo...(Toses.) a una oración de indicativo. (Murmullos.) Afirma la Comisión que no hay precepto legal por el que los presidentes municipales de casillas estén obligados - corrijo, presidentes de casillas -, estén obligados a dar aviso de la instalación de la Mesa al presidente municipal respectivo.

El C. Huerta, interrumpiendo: No lo hay.

El C. Manrique, continuando: Muy bien; según esto, es perfectamente disculpable que el presidente municipal de Villa de Guadalupe ignore si se instalaron o dejaron de instalarse determinadas casillas. Y aquí es donde se pone de manifiesto la poca discreta ignorancia de la Comisión. Señores, aquí tenéis la Ley de Elecciones para Poderes Federales. Esta ley, esta pequeñez la olvida la Comisión: esta ley no se compone sólo del cuerpo de la ley, sino que tiene, además, artículos transitorios, y tiene, que es lo que nos interesa en este momento, un decreto de reforma, en cuya expedición se ocupó la XXVIII Legislatura recientemente, y hay un artículo, el décimonoveno, que dice....

"Artículo 19. Los presidentes municipales tendrán obligación de comunicar, a la mayor brevedad posible, al presidente municipal del lugar en que se instalen las juntas computadoras, el número de casillas que funcionaron en sus respectivos municipios durante las elecciones, para los efectos del artículo 81 de la Ley Electoral de 1o. de julio de 1918."

El C. Huerta: ¡Pero no los de casilla!

El C. Manrique: Está bien; pero como se trata de saber si estaba o no obligado el presidente municipal de Villa de Guadalupe, señor mío, a saber si se había verificado o no elección en cada una de las casillas de su municipalidad, resulta absurda vuestra afirmación. No, amigo mío, no se trata de los presidentes de casilla- en esa forma redacta usía su dictamen -, aquí se trata de determinar hasta qué punto es fehaciente esta acta notarial, esta acta notarial de donde resulta que el presidente municipal de Villa de Guadalupe, ignoraba si habían o no verificádose elecciones en las casillas nueve y diez, en Vallejo y San Judas, y el artículo 19 claramente expresa:

"Los presidentes municipales tendrán obligación de comunicar a la mayor brevedad posible, al presidente municipal del lugar en que se instalen las juntas computadoras, el número de casillas que funcionaron en sus respectivos municipios durante las elecciones, para los efectos del artículo 81 de la Ley Electoral de 1o. de julio de 1918."

Presidencia del C. Alessio Robles Vito.

En conclusión, el presidente municipal de Villa de Guadalupe no debía ignorar si las casillas habían dejado de instalarse; el presidente municipal de Villa de Guadalupe comunicó al candidato independiente Morales que sólo funcionarían ocho de las casillas, y el candidato Morales obró en consecuencia de este dicho; de manera que el presidente municipal de Villa de Guadalupe es cómplice, es coactor, es encubridor del fraude electoral cometido por los agentes del C. Rafael Nieto. (Siseos. Aplausos.) Se llega ante el presidente municipal de Villa de Guadalupe un representante de Morales y le dice hacedme favor de decirme qué casillas funcionarán. El presidente explica funcionarán solamente ocho casillas que son estas.... las enumera; entonces el representante de Morales obra en consecuencia, y posteriormente, en la Junta Computadora de Matehuala, hay expedientes, no de ocho casillas sino de diez casillas. Las últimas, la novena y la décima, tengo derecho a clamar que son fraudulentas. (Aplausos. Siseos.) De estas casillas, en la novena, la votación, si bien escasa, fue unánime en favor del C. Nieto; absurdo que contradicen siempre nuestras experiencias y la observación de las casillas anteriores; y la décima dio para el C. Nieto la subida suma de 333 voto, por 11 para Juan Ángel Morales y por 4 para Jesús Canal; además, contrastando con el expediente de otras siete casillas, de la segunda a la octava, sucede aquí lo que en el expediente de la primera casilla: no hay en el expediente credenciales de electores o, lo que es lo mismo, no se empadronó a los electores, no hubo electores que realmente votaran. Esta es una casilla fraguada, esta es la obra fraudulenta de los agentes del C. Nieto (Aplausos.) Hay todavía otras dos actas notariales, pero el nulificar más votos, sería, ciudadanos diputados, a mayor abundamiento... No he de cansaros. Resulta del dictamen, del luminoso dictamen de la Comisión resulta que la votación de Nieto sólo supera en 249 sufragios a la de Morales. Pues bien; en la casilla del fraudulento expediente de la 1a. Sección de la Villa de Guadalupe, Nieto tiene 382 sufragios ilegítimos. Casilla instalada en la Presidencia Municipal, votando todos los electores, todos unánimemente en favor de Nieto - y no hay credenciales en el expediente - 382 que superan, si mis conocimientos en aritmética no me engañan, superan con mucho a los 249 en que se finca la ficticia ventaja, la ficticia pluralidad del C. Nieto Alguna ocasión el C. Pedro de Alba, ausente en estos momentos del salón, reclamaba: bueno, ¿Pero cómo quieren ustedes que se nulifiquen votos solamente al vencedor? ¿Porqué no llevan a la vista la cuestión de los votos nulificados en la propia casilla fraudulentamente instalada, al candidato derrotado? Por una razón muy sencilla: los votos obtenidos por Morales en la primera casilla de la Villa de Guadalupe son cero, o si queréis uno dividido por infinito...... (Risas. Aplausos.) Esta es la razón por la que no puedo plegarme a la exigencia del compañero Pedro de Alba y pedir la nulidad de votos de Morales.En la novena casilla no instalada, como lo demuestra el acta notarial que he leído, Nieto tiene 73 votos, casilla de Vallejo; y en la décima casilla, que se llama de San Judas, en la Sección de San Judas tiene el C. Nieto 333 votos, por 11 de Morales. Estoy dispuesto, naturalmente, por espíritu de equidad, a pedir que se nulifiquen los 11 votos de Morales, pero tengo razón para pedir que se declaren nulos los 333 votos de la décima casilla de Vallejo. 333 más 71, son 404. Los 382 de la primera casilla, C. Nieto, os los regalo. (Aplausos.) Y ahora, señores diputados, dejemos por un momento estas arideces de números que eran, sin embargo, indispensables para demostraros que quienes venimos a impugnar la credencial de Nieto no lo hacemos solamente por la arraigada convicción de que éste es un delincuente político que merece nuestra condenación, (Aplausos ruidosos en las galerías. Siseos.) No, no es por esto sólo, ya véis cómo del análisis que de la elección propiamente dicha he hecho, resulta clara y diáfanamente que la elección de Nieto, que la ficticia pluralidad que tiene sobre su contrincante Morales, es algo falso, algo ilegítimo que debemos reprobar, porque estaba obligado a demostraros, señores diputados, que no procedía solamente por pasión. ¿Cómo he de negar que me mueve una pasión cómo he de negarlo si sería ineficaz mi negativa? ¿Cómo he de negar que es una pasión el móvil que me trae aquí: mi amor vehemente amor a la justicia, mi odio a todos los usurpadores y a todos los impostores. (Aplausos.) Pasión es ésta que no niego ni me avergüenza, pero me toca demostrar a los hombres serenos, a aquellos cuyos actos están aquí gobernados más por su cerebro que por su corazón, que si mi pasión no los contagia ni los inflama, en cambio mis argumentaciones serias y fundadas en el expediente mismo y en el luminosísimo dictamen de la Comisión, son bastantes a llevar la convicción al ánimo más obcecado, al espíritu más renuente a la verdad, porque debo comenzar por advertir, antes de avanzar en el terreno de los apóstrofes, que yo no cometo el error de creer que todos los que hayan en breve de votar en favor del C. Nieto, que serán muy pocos, (Voces: ¡Ah! ¡Ah! Aplausos.) yo no cometo el grave error de creer que todos los que hagan obedeciendo a un móvil torpe y mezquino; no, habrá quienes imaginen ver en Nieto a una víctima de nuestras pasiones políticas, habrá quienes vean en él a un hombre cuya colaboración intelectual será útil para la resolución de nuestros problemas; habrá finalmente, quienes no queden muy convencidos de lo lógico y recto de mi argumentación; a éstos los respeto, no es a ellos a quienes aludo, naturalmente hablo de móviles mezquinos y de miras bastardas; y al hablar de hombres venales y al hablar de mercaderes entiéndase bien que no quiero significar con esto la materialidad de que a cada diputado que vote en favor del C. Nieto se le haya ofrecido determinada granjería, no es esto lo que quiero decir. Lo que quiero significar, lo que afirmo, es que hay espíritus suficientemente dúctiles, harto carentes de fortaleza moral para inclinarse ante el poderoso, por esto, porque es poderoso, porque se

llama León. (Aplausos.) No, al hablar de hombres venales, no me refiero a los que hayan aceptado treinta dineros, no me refiero a quienes hayan aceptado treinta dineros por vender la justicia y la verdad; no, me refiero a los hombres que no tienen fortaleza moral suficiente para inclinarse ante el poderoso, ante el hombre que puede darles por lo menos el premio de una sonrisa. y hecha esta advertencia necesaria para no lastimar... Olvidé otro aspecto de la cuestión: a quienes hayan de votar en favor del C. Nieto por una amistad personal y por un sentimiento afectivo que yo tengo el deber de respetar. Hecha esta salvedad, es necesario, es urgente que analicemos el problema político moral que tiene involucrado la discusión de la credencial del C. Nieto. Dije en un principio, al comenzar mi exposición esta mañana, que estudiaría el aspecto político moral de la cuestión; que toda clasificación tiene forzosa y fatalmente algo de artificial, toda clasificación nos aparta de la realidad; pero apartándonos de ella facilita la solución de este problema complejo, nos permite llegar a la verdad. De manera que las clasificaciones no deben considerarse como realmente existentes en la naturaleza, sino como artificio intelectual del hombre; por eso no quiero distinguir entre el aspecto político y el aspecto moral de la cuestión; en realidad son uno solo.

El aspecto político de la cuestión comprenderá dos partes: primero, si es racional creer que el C Nieto haya tenido realmente en el 5o. distrito electoral de San Luis Potosí la popularidad bastante para doblegar las voluntades, para subyugar los ánimos y para darle un triunfo legítimamente alcanzado; y a quien argumentaba como un amigo mío que dijera esta mañana que el C. Nieto, triunfador en 1919 en las elecciones de gobernador, nada de extraño tenía que hubiese triunfado en las elecciones de diputado en un distrito electoral, ya no en los diez, argumentos que se desvanece fácilmente recordando que los tiempos cambian, que Venustiano Carranza pudo triunfar en 1917 como presidente de la República, y que en 1920 no pudo ya imponer un sucesor, contrariando la manifiesta voluntad popular. De manera que nada de extraño tiene, razonando así, que Rafael Nieto pueda haber triunfado, pueda haber sido realmente popular en 1919, y no lo sea ya a consecuencia de la lucha electoral en el 5o. distrito electoral de San Luis Potosí. Y voy a explicar por qué. Un breve paréntesis A algunos compañeros les ha extrañado, y en broma me han reclamado, que a diario traiga bajo el brazo este enorme cargamento de papeles, este rimero de documentos. (Risas.) "- Bien; ¿por qué no los guardáis en vuestro pupitre? ¿Hay cosa más natural?" No, señores diputados; tengo ya un horror sagrado a los pupitres, un horror sagrado a las cerraduras que pueden violarse. (Murmullos.) Nada de raro ni de precioso ni de insubstituible encierran estos papeles; pero los he coleccionado lenta y pacientemente y no quiero exponerme a perder su concurso en el momento necesario. Voy a explicáros el por qué no los he dejado en mi pupitre. El C. Rafael Nieto exhibió hace muy pocos días una carta que dice dirigida por Juan Ángel Morales al C. diputado Luis Leonardo León. Bien; esta carta yo podría afirmar que era falsa y falsario el C. Nieto; pero el C. Nieto afirma que si se coteja la firma, que si se coteja la rúbrica y se cotejan rúbrica y firma de la carta original con algunos de los documentos también asignados por Juan Ángel Morales y que en el expediente existen, fácil será a los señores diputados, sin ser peritos calígrafos, convencerse de la identidad de las dos firmas, de la autenticidad de la carta. Bueno; entonces acepto la indicación del C. Nieto, acepto su palabra, la carta es auténtica; entonces, C. Nieto, escoged: o falsario o....¿Cómo diré ? aquí se necesita, es claro, para no vulgarizar esta tribuna, buscar algún eufemismo. ¡Ya! Escoged, C. Nieto: o falsificador de documentos o interceptor de cartas. (Aplausos.) Porque esta carta no ha llegado a manos del diputado Luis L. León, porque esta carta fue interceptada, porque esta carta, hay que decir la palabra, fue robada. (Aplausos.) Y sí al menos hubierais tenido, para llegar a poseer esta carta, robado el ingenio, a la inversa, que tuviera el detective de la novela de Edgard Allan Poe, menos mal, C. Nieto, podría perdonárseos vuestro desacato, vuestro delito penado por el Código Penal en gracia al ingenio desplegado; pero no, se trata probablemente de una vulgar jugarreta, de un engaño miserable, por ser a un hombre pobre, de un engaño hecho al conserje Martínez; esto es harto vulgar y harto indigno de una Representación Nacional. (Aplausos.) Aquí se hablaba por alguien que no sé por qué se empeña en defender lo indefendible, siquiera lo defienda indirecta y vergonzosamente, aquí se hablaba esta mañana de que era bueno no enfangar esta Representación Nacional, no traer la discusión al nivel del fango. Señores, yo me esfuerzo constantemente por elevarla, por ennoblecerla, pero la realidad me trae a esto: al fango, a la miseria. ¡Ha habido una carta robada! Yo pregunto, yo interpelo, porque tenéis necesidad de saber estos casos de fraude, pregunto al C. diputado Luis L. León si esta carta que se dice por Nieto haber sido escrita por Juan Ángel Morales para León, si esta carta ha llegado a su poder, compañero León.

El C. León: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. León.

El C. León: Cuando el señor Rafael Nieto leyó esta carta ante la Representación Nacional, no me encontraba yo desgraciadamente en su seno; después, cuando lo supe, creció mi extrañeza al saber que estaba dirigida a mí, pues debo confesar categóricamente que nunca llegó a mis manos y no sé por qué artes llegó a las del señor Nieto. (Voces: ¡Huy! ¡Huy! Aplausos en las galerías.)

El C. Manrique. continuando: Ya veis cómo, C. Nieto, aparte lo torpe del procedimiento, venís a desmentir vuestra decantada habilidad; os estáis exhibiendo como torpe, C. Nieto. (Voces: ¡Huy! ¡Huy! Aplausos.) Queríais prestigiaros hablando de maniobras políticas en el seno de la Cámara y, C. Nieto, yo os aseguro que habéis perdido mucho en el ánimo de los hombres honrados. Bien... casi no teníais ya nada que perder. (Aplausos ruidosos Risas.) Y el C. Nieto, con una tartufería indigna, levantaba la voz y hacía aspavientos diciendo: se trata de inclinar al C. Alvaro Obregón - a quien yo personalmente no creo capaz de mezclarse en este asunto- , de hacer inclinarse el ánimo de la Representación Nacional en favor de mi contrincante.

Leyó la carta y en la carta se hablaba, entre otras cosas, frases textuales "del pillo de Nieto." (Risas.) Bueno, está bien; el C. Nieto, he dicho que con tartufería indigna, nos hablaba de una maniobra. Quienes conocemos al C. Obregón, sabemos demasiado que es incapaz, nosotros lo decimos sinceramente y con toda convicción, que es incapaz de recomendar. ¿Y si no lo fuese? ¿Qué tendría de extraño? ¿Que podría sorprenderos -a menos que fueseis mojigatos e hipócritas-, qué tendría de extraño que un hombre que en los momentos difíciles de prueba, en los momentos de prueba definitiva supo estar al lado de Obregón, que después pidiera a Obregón una ayuda, una recomendación para sus amigos, en el terreno de lo honrado y de lo justo? Nada de particular. Y vos, C. Nieto, que de tan poco os escandalizáis, tengo derecho de afirmar que habéis procurado corromper a cada uno de nosotros, tengo derecho de afirmar que a cada uno de nosotros, no atreviéndoos a hablarnos directamente, vos el magnate, vos el prócer, a nosotros los simples diputados, como dice Siurob, entre paréntesis erróneamente, porque no hay en mi sentir nada más digno que la investidura de diputado que pretendéis usurpar. Pues bien; vos que así argumentáis habéis mandado a León un parlamentario para explicarle la lectura de la carta; vos para doblegar el ánimo del incorruptible Francisco Castrejón, habéis hecho que vuestro amigo, que vuestro agente llegue al secretario de Fomento y Agricultura don Antonio I. Villarreal, y vos habéis diseminado, habéis hecho diseminarse por los pasillos de esta Cámara una multitud de agentes vuestros; a un enemigo político vuestro que os ha atacado desde las columnas de un diario, le habéis enviado un embajador a que el caballero en cuyo rostro indígena tan bien sentaban un par de arrogantes mostachos Kaiserianos, a don Emiliano López Figueroa, naturalmente. Y bien, a Manuel García Vigil, el hombre incorruptible si los hay, le habéis enviado un plenipotenciario, también le habéis enviado un parlamentario para pedirle una entrevista que no os hizo la gracia de concederos; le habéis enviado a un don Martín Luis Guzmán. Y a Emilio Portes Gil, al incorruptible gobernador provisional de Tamaulipas, que supo desechar ofertas de centenares de miles de dólares, a Emilio Portes Gil le habéis enviado también a un embajador, al C. Federico Campeán, pariente vuestro. (Aplausos.) Y al C. Obregón no habéis ido a verlo porque os recordabais el sarcasmo que Obregón tuviera en los labios cuando en compañía de Curiel estuvierais a verlo en sus habitaciones del hotel San Francisco para implorar que se os dejase marchar a San Luis Potosí; por eso no habéis ido a verlo, pero habéis estado a ver a don José Inés Novelo para pedirle, para suplicarle que nos era más conveniente que os dejásemos tranquilamente como diputado en esta Cámara, en lugar de permitir que fueseis a gobernar el Estado de San Luis Potosí; que teníais aquí pequeños intereses a qué atender... un Banco de comercio, un Banco de crédito en el número 40 de la calle de Capuchinas; (Voces: ¡Huy! ¡Huy! Aplausos.) que vuestros intereses personales requerían constante y desmedida atención y que era bueno que os dejásemos en paz. Pero ni Novelo dio oídos a vuestras indicaciones, ni si hubiese dado oídos hubiésemos nosotros acatado indicaciones suyas. C. Nieto: ya véis que errasteis el tiro. Y una palabra para don Martín Luis Guzmán: Hace tres años, este joven, a quien yo creía uno de los más legítimos representativos de la generación contemporánea, de la generación revolucionaria contemporánea, escribía en el destierro, adonde lo llevó la firmeza de sus principios, y publicó en Madrid un librito que se llama "La querella de México", y este libro yo lo leí con cariño, me deleité en su lectura, le tenía reservado un sito predilecto entre mis lecturas vigorizantes; y este libro, que habla del problema de México, señalando principalmente la importancia de su aspecto moral, tiene un epígrafe que valía para mi un tesoro; el epígrafe dice así: "Nada es posible sin la reforma moral de algunos." Y este epígrafe lapidario y vigoroso de Martín Luis Guzmán túvelo, por sincero y ansiaba estrechar su mano, y al serme presentado hace pocos meses le tuve por un hombre bueno y digno de estimación. Y ahora don Martín Luis Guzmán, el que debiera ser intelectual orgulloso, ajeno a cortesanías y bajezas, se convierte en plenipotenciario de un banquero, de un burgués lacrado, de un parvenú, de un advenedizo de la nueva revolución. (Aplausos.) ¡Ah! olvidaba un detalle: a mí también, C. Nieto, Tengo derecho de afirmar que habéis pretendido apartarme de la buena causa, de la causa de Juan Ángel Morales, el legítimo diputado por el 5o. distrito electoral del Estado de San Luis Potosí. El C. Nieto - esto no es una revelación para ninguno de nosotros, y he aquí cómo la burguesía sigue influyendo en todas las manifestaciones de la vida nacional-, el C. Nieto es uno de los principales accionistas del diario "El Universal". Ahora nos explicamos por qué el fogoso tribuno de la Convención, no Hipólito Seijas, ese es el cronista teatral, Rafael Pérez Taylor, hablase al oído a Hugo Sol para insinuarle la conveniencia de que se aceptase al C. Nieto, dada la utilidad o la presunta utilidad de su colaboración. (Aplausos. Voces: ¡Huy! ¡Huy! ) No, C. Pérez Taylor, desde esta misma tribuna habéis pronunciado frases de verdad y de justicia, habéis clamado justicia y pan para los miserables, ¿y son vuestros labios los mismos que se profanan por esta inicua recomendación? ¡Oh témpora, oh mores! (Aplausos.)

El C. Lara César A.: ¡Moción de orden! (Voces: ¡Cállate! ¡Cállate! Siseos. Gritos en las galerías.)

El C. presidente: (Campanilla.) Tiene la palabra para moción de orden el C. Lara.

El C. Lara César A: Señores diputados...(Voces: ¡No! ¡No! ¡No! Desorden.) Voy a hablar, tengo derecho. (Voces: ¡No tiene la palabra!) Sí tengo la palabra y haré uso de ella. Es indigno, señores representantes, que un representante del pueblo esté injuriando a un representante de la prensa, que no tiene derecho de defenderse aquí...(Voces: ¡Huy! ¡Huy! ¡Huy! Siseos. Desorden.) La prensa , buena o mala, es prensa y tiene sus derechos sagrados y los representantes del pueblo son los primeros que deben respetarla. (Aplausos nutridos.) El C. Manrique, guiado por ese apasionamiento que lo ha arrastrado a lanzar toda clase de injurias contra todos aquellos (Voces: ¡Bravo! Siseos. Aplausos.) que no están con él, ha descendido hasta el hecho de injuriar a los representantes de la prensa, que

no tienen derecho de defenderse en esta Asamblea. (Voces: ­ Huy! Huy! Siseos.) Yo excito a la Presidencia para que diga al C. Manrique que se concrete a la discusión y que no injurie a la prensa, que no tiene el derecho de defenderse en esta Asamblea. (Voces: ¡Huy! ¡Huy! Aplausos. Siseos. Continúa el desorden. Campanilla.)

El C. Manrique: Gracias, muchas gracias, compañero Lara, por el descanso que me habéis dado y que me ha permitido poner en orden mis ideas. (Aplausos ruidosos.) Y de paso, compañero Lara, habéis logrado también otro propósito: sois un buen tirador; mañana en sitio de preferencia en la crónica de "El Universal" apareceréis... (Risas. Aplausos.) y mañana en sitio de preferencia... (Una voz en las galerías: ¡Cuidado con la vida privada!)

El C. presidente: Que se expulse a aquel individuo de las galerías. (Se expulsa a un ocupante de las galerías.)

El C. Manrique: Y bien, habéis, C. Lara, logrado también que mañana en sitio preferente "El Universal" os consagre un párrafo muy elogioso: "Paladín y defensor de los derechos de la prensa, del Cuarto Poder, se ostentó ayer el honorable representante chiapaneco don César A. Lara." (Risas. Aplausos.) No, C. Lara, urge una rectificación; yo no increpo a la prensa, yo no tengo para mí, como Antonio Zozaya, que podrá criticarse a una parte de la prensa, pero no a la prensa; que la prensa es algo necesario, algo útil e indispensable en la vida de los pueblos; para ella el más alto respeto. Pero yo, C. Lara, soy también incapaz de tener una adulación para prensa alguna. (Aplausos.) Yo elogio, oídlo bien, a la prensa, pero no a determinado periódico. He aquí la diferencia, C. Lara. Yo soy incapaz de contener mis palabras por la consideración de que mañana un periódico del que es principal accionista el ciudadano ex-subsecretario de Hacienda, diga de mí todo lo que pueda decirse de un hombre; porque mañana se alabe al C. Nieto, porque mañana... ¡Ah!, C. Nieto, qué lástima que vuestra maniobra, la maniobra que teníais preparada para esta tarde de acuerdo con algunos buenos amigos, de impedir que esta discusión continuase hoy para que mañana la prensa os ayudase a determinar un cambio de opinión ya imposible en esta Representación; qué difícil, qué difícil es, C. Nieto, que vuestra maniobra tenga éxito. Ya es demasiado tarde. Pero ha sido demasiado largo el paréntesis y el C. Lara tiene la culpa. Yo quise afirmar solamente que también a mí, indirectamente, se me había tratado de apartar de la buena causa, de la causa de Morales, el legítimo candidato, el legítimo diputado. "El Universal", "Diario popular de la mañana", el sábado 28 de agosto, en la primera columna, en el ángulo inferior izquierdo, en la primera plana, dice:

"¿Quién será gobernador de San Luis?

"Entre los miembros de la diputación potosina, en la Cámara de Diputados, se comentaba ayer la posibilidad de que el gobernador constitucional, don Rafael Nieto, opte..." apto debió decir, "...por su cargo de diputado y, en tal caso, haya que hacer nuevas elecciones de gobernador en San Luis Potosí." Hasta este momento, nada más inocente. "Se mencionaba entre los posibles candidatos que contenderían en las elecciones, a los señores Aurelio Manrique, Juan Sarabia y el actual gobernador interino, señor Rafael Curiel.

"Se cree que el diputado Manrique es quien más probabilidades tendría de triunfar."

Esto es, C. Rafael Nieto, accionista de "El Universal", lo que se llama un vulgar buscapié. (Aplausos nutridos.) Se quería que Manrique, el impaciente, el impetuoso, el ambicioso, a la lectura del párrafo pensase en algo en que no había antes pensado: "¡Ah, pues es verdad, si yo puedo ser gobernador de San Luis Potosí, a poco que calle, a poco que me resigne a no atacar al C. Nieto!" Pero C. Nieto, habéis fallado una vez más el golpe; yo soy tan ambicioso como el que más tengo aspiraciones que no niego, que no oculto y de que no me avergüenzo; pero hay algo que me distingue de vos, C. Nieto: yo soy un ambicioso, pero no un impaciente, no un arribista; no quiero llegar a todo trance, prefiero el camino lento y recto, a vuestro camino tortuoso y rápido. (Aplausos.) Ya véis, C. León, C. Portes Gil, C. Castrejón, C. Alessio Robles y C. García Vigil, que fueron en vano las tentativas del C. nieto para torcer la voluntad y la opinión de esta Asamblea. Terminaba explicando cómo no podía Rafael Nieto, popular en 1919, ser ya popular en julio y agosto de 1920, y aquí de estos documentos entre los cuales puedo proclamar que no hay ninguna carta robada. (Risas. Aplausos.) Aquí es el momento en que estos documentos se utilicen. "Universal" página doce:

"¿El Sr. Nieto va a Europa en misión diplomática?

"Desde hace días se viene rumorando que el señor don Rafael Nieto dejará esta capital para marchar al viejo continente, al desempeño de una importante y delicada comisión de carácter diplomático, que le ha conferido el señor presidente de la República."

Voy a hacer una súplica muy atenta, a menos que haya quien reclame por el Reglamento, una súplica muy atenta a mis estimables amigos los taquígrafos; leo despacio, y les suplicaría, porque puedo salpimentar de breves comentarios la lectura, que escribiesen a medida que leo. "El señor Nieto, a las doce de la mañana de ayer estuvo en la Secretaría de Relaciones conferenciando con el oficial mayor del ramo" con el licenciado Salvador Diego Fernández, oficial mayor del ramo, "más de media hora. Aunque la reserva oficial no nos permitió conocer el punto oficial, el objeto de esta entrevista, se nos dijo extraoficialmente que en ella se habían tratado algunos de los asuntos a que se contrae la comisión que llevará a Europa el señor Nieto." El mismo día "El Heraldo de México", en primera plana, afirma:

"El señor Rafael Nieto va a Inglaterra.

"El señor don Rafael Nieto, exsubsecretario de Hacienda, concurrió ayer en la mañana a la Secretaría de Relaciones Exteriores, celebrando larga conferencia con el actual encargado de la Cancillería. Se dice que el señor don Rafael Nieto partirá en breve para Europa, llevando una misión especial, que desempeñará en Inglaterra. El hermetismo que reina para la prensa en la Secretaría de Relaciones" ya recordaréis la conducta que siguió entonces don Salvador Diego Fernández, "en la secretaría de Relaciones, nos impidió corroborar

oficialmente esta noticia y saber con exactitud la fecha en que partirá el señor Nieto." ¡Aaah! Justamente indignado el C. Nieto, escribe inmediatamente una carta a "El Heraldo de México", fechada el 31 de agosto:

"Una carta del señor Nieto ("Heraldo de México", página 5, lunes 1o. de septiembre):

"El señor Rafael Nieto nos ha enviado la carta siguiente: "México, 31 de agosto de 1919.- Señor Antonio Mediz Bolio, director de "El Heraldo de México".- Presente.- Distinguido señor y fino amigo: No es cierto que la entrevista que celebré ayer con el señor oficial mayor de Relaciones, haya tenido conexión alguna con una supuesta misión diplomática a Inglaterra que, de seguro, el Gobierno no ha pensado conferirme y que tampoco podría yo aceptar mientras no se resuelva la cuestión electoral de San Luis. Mal interpretada a veces por la prensa, la situación electoral en San Luis es ésta: Dos legislaturas, terminadas ya sus juntas preparatorias, están listas para instalarse formalmente el 15 de septiembre, fecha fijada por la Constitución local. Diez días después dos gobernadores asumirán el Poder Ejecutivo del Estado. Este conflicto sólo podrá evitarse si la Cámara de Senadores, a la que mañana someteremos la cuestión electoral de San Luis, dicta una resolución antes del 15 de septiembre. Creo inútil insistir sobre el hecho - que está en la conciencia de todos los potosinos - de que a los partidos independientes que me postularon, correspondió el triunfo en los comicios. Sólo quiero llamar la atención del público hacia uno de tantos hechos brutales con que se han manchado las autoridades de San Luis. Hace mes y medio, los miembros del Colegio Electoral de Venado están presos, acusados del delito de falsificación de documentos. La falsificación se hace consistir en que el Colegio Electoral extendió credencial de diputado al candidato independiente y no al de consigna!!!" (¡Tres admiraciones! Este candidato independiente, era un hombre digno, Flavio Ayala, que actualmente representa al propio distrito de El Venado - 6o. distrito electoral de San Luis Potosí - en esta Cámara.)

"A los miembros del Colegio Electoral Presos. se les ha ofrecido la libertad, si firman otra credencial a favor del candidato de imposición. Ante la negativa de los viriles miembros del Colegio Electoral, se les ha amenazado con la muerte, y en varias ocasiones han sido sacados de la prisión, para amedrentarlos con aparatos de fusilamiento!!!" (¡Tres admiraciones!)

"El juez de lo Penal que decretó la infamia de su encarcelamiento, acaba de ser ascendido por el Supremo Tribunal de Justicia del Estado. Estos hechos no necesitan comentarios" ¡Ya lo creo, y tampoco los de vuestra conducta, C. Nieto "Mucho estimaré a usted la publicación de estas líneas, y me repito a sus órdenes, afectísimo, atento, S. S., Rafael Nieto" - Rúbrica. El C. Nieto no quería ir a Inglaterra. ¿qué de particular tenía, si iba a trabajar por el país, como expresara esta mañana, defendiendo lo indefendible el C. Ayala? Esto era el 31 de agosto. El 26 de octubre, no resuelta aún la cuestión electoral de San Luis Potosí, el C. Nieto publicó una declaración en el periódico "El Heraldo de México", entonces propiedad de Salvador Alvarado, que, dicho sea de paso, estaba un poco desorientado y que, sin saberlo, estaba contribuyendo a los planes de Carranza: El peligro de dos o tres presidentes, trae aparejado el grave cisma de la existencia de dos o tres Repúblicas." Creo que recordaréis que en aquel entonces Alvarado abría en su periódico una enquéte para investigar la opinión relativa a la posibilidad de que sucediese en la República lo que había sucedido en los Estados: Tamaulipas, primero; en San Luis Potosí, después; y en algún otro Estado más tarde, es decir: que hubiese pluralidad de Congresos, dos o tres y, en consecuencia, sucediese lo que ahora está sucediendo en Veracruz, lo que sucedió en Michoacán; abrió una encuesta, digo, entre los políticos más caracterizados. "Es inocente apelar al patriotismo y a la honradez de los políticos. Hoy, como ayer, los intereses burocráticos y militares impondrán su voluntad. El señor don Rafael Nieto, contestando a la encuesta que hemos abierto sobre el peligro de que en las próximas elecciones presidenciales surjan dos o más congresos y, en consecuencia, igual número de presidentes, nos ha manifestado su opinión, que transcribimos textual, en la que expone, a su juicio, la manera de evitar ese peligro:

"Es inocente apelar al patriotismo y a la honradez para conjurar el serio peligro que entrañan las próximas elecciones presidenciales. Hoy, como ayer, los intereses militaristas y burocráticos impondrán su voluntad en la contienda política. El peligro es más serio de lo que parece. La existencia de dos o tres Congresos, de dos o tres presidentes, traería como consecuencia inmediata la existencia de dos o tres repúblicas, fomentada por grandes intereses del exterior. Para conjurar el peligro encuentro dos soluciones:..." ¡Oh!, decididamente la colaboración del C. Nieto ha de ser interesantísima en esta Representación Nacional; para todo, para lo más difícil, para lo más complejo encuentra una o más soluciones. Para aquel serio peligro - más serio de lo que parece -, encuentra el C. Nieto dos soluciones: "I. Democratizar la imposición. II. Legalizar la imposición. Para democratizar la imposición...." Las peores causas tienen defensa y ya vendrá más tarde el C. Nieto a explicar el por qué de su afirmación y aun a demostrar que no se equivocó en su profecía. "Para democratizar la imposición.... - continúa diciendo -,.... sería preciso que el Gobierno federal y la mayoría de los gobiernos locales cooperaran francamente con el candidato personalista notoriamente popular - (léase Obregón) - y que los sostenedores de tal candidatura hicieran su campaña a base de cooperación con el Gobierno." Proponía, en una palabra, que la candidatura de Obregón, tan simpático por independiente, se convirtiese en candidatura oficial y en candidatura de consigna. Por lo demás, desecha la proposición, desecha el recurso. "Esta solución, sencilla al parecer, casi viene resultando tan utópica como los llamados al patriotismo y a la honradez. Legalizar la imposición es quizá lo único factible en los momentos actuales." El C. Nieto es un hombre discretísimo que cuida, como lo demostrará la lectura de posteriores documentos, cuida siempre de deslizar entre sus afirmaciones algún "quizá", algún

"Posiblemente", algún "tal vez", algún "acaso"; es un hombre discretísimo el señor Nieto. "Legalizar la imposición, es quizá lo único factible en los momentos actuales. Para lograrlo será preciso que las credenciales de los diputados que calificarán la elección presidencial, sean extendidas por las legislaturas locales. En el resultado de la elección predominará, naturalmente - (naturalmente) -, la voluntad de los gobiernos locales, pero esto viene haciéndose inevitable. En cambio, será imposible la instalación de más de un Congreso con apariencias de legalidad. La solución es mala, pero salvadora en nuestra incipiente democracia.- México, octubre 25 de 1919.- Rafael Nieto."

El pueblo, creyendo inocentemente que era bueno, que era preferible apelar una vez más a la honradez y patriotismo de los mexicanos, desechó los consejos arteros y mañosos del señor Nieto y de otros muchos y el pueblo hizo justicia y por eso estamos ahora disfrutando de una libertad de que también pretende aprovecharse el señor Nieto para sus fines aviesos personalistas. (Aplausos.) El 9 de noviembre ya "El Heraldo de México" afirmaba que los señores Nieto y Caturegli van comisionados a Inglaterra. Dice el señor licenciado Cabrera, a pregunta del reportero, que:"....también es exacto que los señores Rafael Nieto y Alfredo Caturegli van a Londres para procurar la reorganización de la Agencia Financiera de México en Londres, que durante muchos años estuvo establecida y que suspendió su funcionamiento al principio de la Revolución." Esto era el 9 de noviembre; el 13 partió Nieto para Veracruz y el 14 embarcaba pero antes publicaba en "El Universal" una carta modelo de estulticia (Siseos.) ....una carta desgraciadamente modelo de estulticia, en la que el señor Nieto comprendiendo que debía una explicación a sus partidarios, trataba de disculpar su viaje. En la tercera columna de la séptima plana de "El Universal del 13 de noviembre, se lee lo que sigue:

"El señor Nieto se dirige a sus partidarios.

"México, 5 de noviembre de 1919.

"Señor don Rafael Curiel, gobernador interino de San Luis Potosí.

"Querido amigo y compañero:

"Me dirijo a usted con el propósito de que estas líneas sean conocidas por todos mis amigos y partidarios en San Luis Potosí.

"Es perfectamente sabido que en la pasada campaña electoral, no omití ningún esfuerzo personal para llegar al triunfo que tan legítimamente conquistamos. En esa campaña - modelo de entusiasmo democrático por parte de los elementos independientes de San Luis y modelo de burda imposición por parte del general Juan Barragán y sus amigos -, han descollado egregiamente innumerables actos de valor, de abnegación y de sacrificio, con que mis partidarios han respondido a las agresiones de la fuerza bruta.

"Terminada la primera fase de la contienda electoral con la farsa de imposición de un Gobierno usurpador, la lucha ha continuando en la capital de la República donde demandamos justicia de los altos poderes de la Federación.

"Mi labor aquí ha sido también constante y ruda. Día por día hemos luchado por llevar al ánimo de diputados, magistrados y senadores, el convencimiento del incalificable atentado político cometido por el general Barragán y sus amigos. Y la verdad es que aquí, como en San Luis Potosí, hemos triunfado: una gran mayoría de los miembros del Congreso y de la Corte, han adquirido el convencimiento de que la justicia está de nuestra parte.

"Pero precisamente porque nuestros contrarios saben que el fallo les será adverso, han recurrido a todos los medios imaginables para retardar la resolución del Senado. Afortunadamente tal estado de cosas no será indefinido y muy en breve se hará justicia al pueblo potosino.

"Ahora bien, la XXVI Legislatura de San Luis Potosí acaba de prorrogar mi licencia por tres meses y voy a aprovechar esa licencia para hacer un viaje al extranjero.

"Ruego a ustedes tengan presente...."Dice lacrimosamente; he aquí la disculpa. "....que hace más de seis meses no he tenido un solo ingreso pecuniario; que en la campaña electoral agoté casi mi escasa fortuna, y que ello me obliga a trabajar..." ¡Bendita campaña que obliga a trabajar a un hombre! (Risas.) "....y que ello me obliga a trabajar desde luego para atender mis obligaciones personales.

"Por otra parte mi presencia inmediata aquí no es ya necesaria para el pronto descenlace del conflicto potosino...." Esto era el 13 de noviembre y el Senado Terminaba sus sesiones el 31 de diciembre. "....antes bien, se me ha asegurado por autorizadas personas, que mi ausencia posiblemente violentará la desición del Senado." ¿Habéis reparado en el absurdo?: la ausencia del C. Nieto que podía ejercer una influencia positiva en el ánimo de magistrados, diputados y senadores; la ausencia del C. Nieto - tal le habían asegurado caracterizadas personas - iba a violentar la resolución del conflicto potosino.

"Espero, por tanto, que mi corto viaje no será interpretado erróneamente...." Esta es la finalidad de la carta. El comprendía la desilusión inmensa que en el ánimo de sus partidarios iba a producir su partida en momentos difíciles, y escribió esta carta, esta disculpa: "..... y, en todo caso, aseguro a usted y, por su conducto, al pueblo potosino, que al ser llamado, regresaré inmediatamente para cumplir, como siempre, con mis deberes de ciudadano.

"Lo saluda con el mayor afecto, su afectísimo amigo, atento seguro servidor, R Nieto." (Firmado.)

Con esta lectura he terminado de explicar cómo el C. Nieto, popular en 1919, no podía - después de su vergonzosa, después de su lastimosa claudicación -, seguir siendo popular entre los potosinos. El C. Nieto, cuya popularidad -como explicó Hugo Sol - no habría sido sino el reflejo, sino la impresión de la impopularidad de Juan Barragán y de Severino Martínez; el C. Nieto, que no había podido comprender esto; el C. Nieto, que había tropezado en San Luis Potosí con la resistencia de los hombres honrados; el C. Nieto, que había sido realmente atacado por Flavio Ayala, el mismo compañero que viniera a defenderlo esta mañana; el C. Nieto, ¡ay!, engañó fácilmente a los obreros potosinos, diciéndoles: "Pero esto que me pedís es muy poco; agreguemos un poco más....." ¡Era tan

fácil agregar!".... que se celebre un congreso obrero anualmente en San Luis Potosí." Y el C. Nieto era popular, y los potosinos - que en un principio tenían que hacerse violencia paran convencerse de que el C. Nieto era realmente fuerte, honrado y probo -, a la postre - porque la lucha crea afectos entre los hombres -, acabaron por convencerse y por creer - por esta acción continuada de la sugestión -, acabaron por convencerse de que su hombre era bueno, y con él fueron a la lucha y con él triunfaron. Y luego, en el momento decisivo de la prueba cuando se necesitaba que el señor Nieto correspondiera, con su dignidad y, lo que es más, con su descencia personal, a la dignidad de cada uno de sus partidarios, hasta los últimos, hasta los más humildes, cuando todo esto era necesario, Nieto, después de haber en aquella carta ampulosa, que tengo derecho de llamar exclusivamente retórica, la carta de las tres admiraciones, después de haber expresado que la misión que llevaba era una supuesta misión diplomática y que, por ningún concepto, abandonaría el país - lo dice textualmente el 31 de agosto -, mientras no se resolviese la cuestión electoral, vos mismo, C. Nieto, un mes más tarde, después de vuestra declaración en favor de la política de Carranza, recibísteis un gaje una granjería, una limosina, y abandonásteis a los miembros del Colegio Electoral de El Venado, a los de las tres admiraciones, todavía presos, y abandonásteis también a los demás partidarios, todavía expatriados y fugitivos, por ir a rehacer vuestra fortuna personal. (Aplausos.) Y ahora, ciudadanos diputados, porque un hombre es el mismo en todas partes, os pregunto si hubiéseis sido partidarios de Nieto y por él hubiéseis arriesgado vuestra vida y vuestros intereses y los intereses y el honor de vuestras familias, después de la dura prueba, al veros abandonados por este hombre claudicante y miserable, (Siseos. Aplausos.) al veros abandonados por este hombre enfermizo moralmente.....

El C. Espinosa: ¡Moción de orden!

El C. Manrique: ..... ¿hubiérais conservado todavía el afecto, la adhesión y el entusiasmo de antes?

El C. Espinosa: La palabra "miserable", pronunciada por el C. Manrique, la conceptúo calumniosa y, por lo tanto, (Siseos.) respetuosamente pido a la Presidencia tenga la bondad de exigir al C. Manrique que la retire, por respeto a la Asamblea.

El C. presidente: Se suplica atentamente al C. Manrique que, por respeto a la Asamblea, retire las palabras que ha pronunciado.

El C. Manrique: C. Espinosa: sois la contradicción ambulante. (Risas. Aplausos.) C. Espinosa, que vivís en perpetua contradicción, hace pocos días afirmábais: "He dicho mis palabras con pleno conocimiento de causa, y no las retiro." Yo, C. Espinosa, sin desafiaros, sin hacer alarde de bravucón y deciros: "estoy dispuesto a repetir mis palabras en cualquier terreno", digo sencillamente que he pesado mis palabras, que siempre peso mis palabras y que nunca cometeré la cobardía de decir: "Las dije en un momento de pasión." ¡No!, C. Espinosa, las dije con perfecto conocimiento de causa (Aplausos.) y no las retiro, ni creo deber retirarlas, ni creo haber faltado al respeto que me debo y al respeto que os debo; porque, C. Espinosa, hay palabras - y yo no las he pronunciado soeces -, hay palabras que podrán desagradar a oídos delicados; pero, C. Espinosa, necesitamos de una oratoria fuerte y vigorosa, oratoria de verdad, no oratoria de ampulosidades retóricas, a la que nos tenéis tan acostumbrados. ¡No!, C. Espinosa. Podrán mis palabras haber parecido un poco shocking a la exquisita educación de gentleman del C. Nieto; pero no las retiro, C. Espinosa. (Aplausos.) Yo os pregunto - y no me interrumpáis, porque me prolongaría involuntariamente -, os pregunto, para terminar: si vosotros os viéseis abandonados por un hombre que claudicaba miserablemente, ¿conservarías para este hombre el mismo afecto, la misma noble adhesión, el mismo desinteresado entusiasmo de los días de lucha? Respondedme. (Voces: ¡Nunca!) Yo creo que no. Pues esto fue lo que paso en el ánimo de los potosinos. Yo pasé por San Luis Potosí, cabalmente la noche del 14 de noviembre, rumbo a los Estados Unidos, y de las nueve de la noche a las tres de la mañana, recorrí las calles y recogí algunas impresiones, y en todos los compañeros había una profunda decepción, determinada por la carta que aquella misma mañana habían leído. De manera que el C. Nieto se explica que haya perdido gradual, lenta, sistemática y fatalmente aquella inmensa popularidad que tuviera. Más tarde, en San Luis Potosí, hábilmente fomentada por agitadores que saben de esto, que en los momentos de la llegada del C. Nieto ordenaron, obtuvieron que se iluminase el Palacio y la Plaza de Armas; que bandas militares lo recibiesen en la estación; que las campanas de los templos se echaran a vuelo, repicando a gloria; que la bandera nacional flameara orgullosa por todas partes; que todos los corazones latiesen presurosos, como queriendo romper su estrecha cárcel; todo esto y otras zarandajas que en el Teatro de La Paz dijera el C. Castro y López en sus discursos de adulación al C. Nieto; todo esto y más, fue obra de los agitadores. Pero en Matehuala, donde algunos días antes de la postulación del señor Nieto, no por los partidos locales, sino por los partidos de la capital de San Luis Potosí, se había lanzado la candidatura de Juan Ángel Morales y Rangel por los dos únicos partidos organizados en Matehuala: el Liberal Constitucionalista y el Laborista Mexicano en Matehuala, al presentarse la candidatura de Nieto, los matehualenses, que son localistas, se dijeron: "No aceptamos la imposición del centro del Estado" y los obregonistas del Liberal Constitucionalista y del Laborista, perseveraron en su empeño y llevaron adelante la candidatura de Morales y Rangel.

Vino la propaganda y en ella sabéis qué despiadadamente se analiza la personalidad de los contrincantes; entonces en San Luis no se había analizado la personalidad del señor Nieto y por inercia en San Luis Potosí seguían siendo nietistas; pero hay en el alma colectiva, como en el alma individual una subconciencia y en ella había surgido ya un principio de impopularización de Nieto; sólo se necesitaba que hubiese algún acontecimiento que determinase la crisis, y la determinó en Matehuala la imposición, el choque, la lucha entre la candidatura popular de Morales, del jefe de

obreros de 22 años de trabajo, y la candidatura de Nieto que se pretendía recomendar, como decía el C. Silva de la capital del Estado, cometiéndose un grave error político que me reprocha el compañero Portales. Está bien. Esos partidos que me postularon no tienen ingratitud, C. Portales. Me habéis hecho el mismo imperdonable reproche que el C. Castro y López en la Plaza de Armas de San Luis Potosí la noche del 29 de julio de 1920. Los partidos políticos de San Luis Potosí si creyeron que iban a tener en mí a un silencioso incapaz de abrir los labios en defensa de la verdad y de la justicia, los partidos de San Luis Potosí se equivocaron; pero no se han equivocado afortunadamente; ellos no me exigieron una indignidad; ellos me enviaron aquí a sabiendas, con la plena conciencia de que yo cumpliría con mi deber, y como la Convención al enviarnos no nos obliga a sostener alguno indigno y reprobable - porque ahora se trata de juzgar, no la conveniencia de aprobar al C. Nieto, sino el hecho histórico del primero de agosto de mil novecientos veinte acerca de quién triunfó en Matehuala y quién triunfó en Catorce -, yo afirmo que quien triunfó fue Juan Ángel Morales. ¿Cómo me pedís ahora la indignidad de que por compromiso, por sujeción a la Convención, venga ahora a defender al C. Rafael Nieto y a oponerme a la entrada a esta Asamblea de Juan Ángel Morales? Y si me pedís neutralidad, yo os diré que no tengo neutralidad en ningún conflicto humano. O en favor de Nieto -y entonces vendría aquí a defenderlo contra todos vosotros si fuera necesario - o en contra de Nieto, porque ha usurpado una credencial que no ha ganado legítimamente. (Aplausos.) Explicando ya, señores diputados, que Nieto no puede se popular en San Luis Potosí.... (Voces: ¡Ya! ¡Ya!) Claro que voy a terminar; pero debo expresar cómo voy a terminar. Explicado ya, señores diputados, que Nieto no puede ser popular en su distrito y que no puede triunfar en él legítimamente, tenéis explicado cómo, viéndose perdido Nieto y sus agentes en el Municipio de Matehuala - el más culto y el más poblado -, acudieron a simular, a fraguar expedientes, como el análisis del expediente os lo ha demostrado, para darle un triunfo ficticio que a la postre resulta sólo de 249 votos ilegítimos de exceso sobre los de Juan Ángel Morales. Ahora, ciudadanos diputados, una exhortación: Váis a demostrar, yo quiero que demostréis, quiero que demostremos que Carlos Marx se ha equivocado; que Carlos Marx no tenía razón de hacer afirmaciones absolutas; que Carlos Marx se equivocaba al afirmar que todas las manifestaciones de la vida humana, hasta las más altas manifestaciones de la vida, obedecían imperiosamente al factor económico; váis a demostrar que sois capaces de espiritualizar un poco la vida, de arrancaros al imperio, al influjo del poder material, al influjo de la sugestión del oro, al influjo de los poderosos; váis a demostrar que sois capaces de hacer justicia a todos, a los pequeños como a los poderosos; váis a demostrar que tenéis todavía sensibilidad bastante para repugnar las injusticias, porque si antaño se condenaba a presidio a un hombre que robara una liebre en los bosques del rey, hoy todavía - quienes no hemos perdido aún nuestra sensibilidad - hemos visto cómo en Puebla se fusila a dos hombres que robaron una vaca, eso en pleno siglo XX en el corazón de la República; váis a demostrar que sois capaces de hacer justicia, eliminando al poderoso que es aquí la encarnación del carrancismo; váis a demostrar que condenáis a este eterno mimetista, a este imitador que se adaptó al maderismo al triunfar el maderismo; y cuando el 10 de octubre, hace 7 años, C. Nieto, los diputados a la XXVI Legislatura de la Unión era aprehendidos escandalosamente, vejados, atropellados y conducidos a la Penitenciaría, vos C. Nieto, vos diputado renovador no fuísteis a la Penitenciaría. Recordad entonces, sí, C. Silva, aunque sonríais la historia de un delito cuando Víctor Hugo narra cómo en diciembre del 48 Napoleón ordenaba que se aprehendiese a los diputados miembros de la oposición, y al reunirse los que habían quedado libres se presentó a ellos, balbuciente, un viejo diputado, diciendo: "Señores, ¡no ha habido orden de aprehensión contra mí! ¡Señores, el Gobierno me insulta; yo también era digno de haber ido a la prisión!" (Aplausos.) Sonreís, C. Silva, pero es que interesa. Aquí en el vestíbulo de la Cámara, en el momento que se llamaba a lista de presente a los diputados a quienes habría de conducirse a las mazmorras de la Penitenciaría, ayer hace 7 años, hubo un noble anciano, de la Hoz, que trémulo de indignación como aquel diputado del 48, se adelantó al comandante de policía diciendo: "Señor comandante de policía advierto que los hombres honrados van a la Penitenciaría, ¿por qué no está mi nombre en la lista?" (Aplausos) ¿Porqué vos, C. Nieto, no imitásteis el ejemplo del señor de la Hoz, por qué no reclamásteis vuestro puesto de honor, el puesto de los hombres honrados, de los verdaderos y legítimos renovadores, que era entonces la Penitenciaría? Después, C. Nieto, os acomodásteis, triunfante ya la Revolución Constitucionalista, os acomodásteis, hábil mimetista, hábil imitador, al régimen constitucionalista y ¡claro! váis a Veracruz, desempeñáis muy pronto una Subsecretaría de Estado y luego, vos que no teníais derecho a protestar porque erais uno de los favoritos de Carranza, os llamáis a engañado, ¿engañado por qué, si el presidente había querido que fuéseis comparsa en la farsa electoral de San Luis Potosí? ¿Engañado por qué? Engañados los potosinos honrados, ¡ellos sí! pero vos, que habéis recibido granjerías del presidente, que os presentábais en la campaña electoral de San Luis Potosí con una ejecutoria de honradez firmada por Carranza - oídlo bien -, una amplísima recomendación de Carranza, que decía: "El C. Nieto me ha servido con celo y honradez",.... (Aplausos.) ... ejecutoria, C. Nieto, que debería avergonzáros, por que sabemos lo que quería decir honradez en el régimen carrancista;..... (Aplausos.) .... de manera que representáis en estos momentos, en el banquillo del acusado, al carrancismo; sois en estos momentos, ya lo dijo vuestro panegirista en Matehuala - Castro y López -, ya no sois en estos momentos un hombre, habéis pasado a la categoría de símbolo; es verdad, sois el símbolo viviente del carrancismo y el carrancismo está condenado por que era régimen de rapiña, régimen de latrocinio;.... (Aplausos.) ....porque el carrancismo

habrá podido triunfar en la institución reaccionaria por excelencia: en el Senado, porque a Juan Nepomuceno Frías, a pesar de ocupar el tercer término, puede hacérsele, por compadrazgo, senador; porque eliminado los votos legítimos de Faustino Roel, que se había separado dentro de los noventa días del puesto de secretario de Gobierno del Estado de Nuevo León, pero que se había separado antes de la expedición de la convocatoria, y nulificando los ocho mil y pico de votos de Domingo Valdés Llano - presidente municipal de Monterrey -, de la sola cuidad de Monterrey y cuyos votos eran nulos sólo en la cuidad de Monterrey, se nulifica así la voluntad de dieciséis mil sufragantes y se puede admitir a Ildefonso Vásquez, que traía apenas unos dos mil votos; porque todo esto puede hacerse en el Senado, y también allí puede dársele el triunfo a Cristóbal Ll. y Castillo y se le dará probablemente al bonillista Anastasio Meneses contra José de la Luz Ortiz, candidato del Partido Tlaxcalteca.

Pero esto que puede hacerse en el Senado, váis a demostrar que sois incapaces de hacerlo aquí; vais a demostrar que Carlos Marx se ha equivocado; váis a demostrar que poseéis altas manifestaciones de la vida espiritual, en las cuales no influye, no impera, no tiene influjo alguno el poder económico, y ahora ciudadanos diputados: a Ayala, a Silva, a Zubaran, a quienes por consideraciones afectivas que respeto o por su noción del deber sean los pocos de los escasos votantes en favor del C. Nieto, para ellos mi saludo impregnado de respetuosa melancolía... (Risas.); para vosotros, los que tengáis fortaleza moral suficiente para substraeros a estas influencias, los que sois capaces de demostrar que podéis castigar a quienes no son, para aplicarles la frase lapidaria de Alfonso Daudet en "El Nabab", otra cosa que contrabandistas de frac, auto y cartera ministerial... (Aplausos.); para vosotros mi exhortación a ser firmes hasta el último momento, a contestar con un "no" claro y rotundo, arrancado del fondo mismo de vuestro corazón, la indicación de la Secretaría en el momento de la votación nominal; y a vosotros, los débiles, los acomodaticios... (Voces: ¡Nombres!) La votación los señalará. Para vosotros, los débiles, los acomodaticios, los interesados, los que son incapaces de perder la sonrisa del magnate, para vosotros mi enhorabuena, mi cordial enhorabuena. ¡Se os presenta una ocasión, aprovechadla; se os presenta una ocasión casi única para rehacer vuestra fortuna! (Aplausos nutridos y prolongados.)

El C. Huerta Moisés: Pido la palabra.

El C. presidente: La presidencia se permite manifestar que se inscribieron para hablar en pro los CC. Ángel Silva, Flavio B. Ayala, Castro y López y Rafael Nieto...

El C. Zubaran Juan: Yo me inscribí para aclaraciones y hechos.

El C. presidente: ...en contra, los CC. Francisco Manzanilla, Aurelio Manrique, Joaquín Silva, Ramos Pedrueza, Mijares y Castrejón. Para hechos se inscribieron los CC. Soto Francisco, Macías Rubalcaba, Bordes Mangel y Zubaran. Han hablado en pro los CC. Ángel Silva y Ayala; en contra, los CC. Francisco Soto, Manzanilla y Aurelio Manrique. Como ha transcurrido con exceso la hora reglamentaria, la Presidencia consulta a la Asamblea si prosigue la sesión. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Se prorroga la sesión.

El C. Huerta Moisés: Como miembro de la Comisión y para contestar alusiones personales, pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Huerta, miembro de la Comisión.

El C. Manrique: Para una moción de orden.

El C. presidente: Tiene la palabra el C. Manrique para una moción de orden.

El C. Manrique: Si el C. Moisés Huerta va a informar sobre el expediente, como Comisión, tiene derecho a hacer uso de la palabra en cualquier momento; pero para alusiones personales sólo tendría derecho al final del debate.

El C. presidente: La presidencia ha concedido la palabra al C. Huerta como miembro de la Comisión.

El C. Manrique: Gracias.

El C. Huerta: Honorables representantes: Largas tres horas he estado escuchando la terrible catilinaria que ha formulado el señor Manrique no sólo en contra de su enemigo personal don Rafael Nieto, sino también en contra de la Comisión. Ya me esperaba estos ataques injustificados, pero nunca podría permitir mi decoro callar ante la serie de ultrajes, que así puedo calificar las palabras del señor Manrique, si no viniese en estos momentos a refutarlos como lo merecen. Desde luego, siento sobremanera que se haya permitido la libertad hasta de llamarme un abogado mediocre cuando yo jamás he tenido la vanidad de creerme un abogado de talla....

El C. Manrique: Perdón, C. Huerta.

El C. Huerta: No tengo la omnisciencia del señor Manrique que soy de los que vienen aquí a hablar como un maestro de escuela ante una serie de alumnos; yo siempre he sido respetuoso de todos ustedes... (Siseos de las galerías. Campanilla.) Decía que he sido siempre respetuoso para la Asamblea, y siquiera en gracia de ese respeto ha debido tenérseme consideración; pero ya que esto no ha sido así, yo protesto enérgicamente contra esas apreciaciones que de mí ha hecho el señor Manrique: más todavía: protesto más... (Siseos.) cuando ha calificado de pobre al Estado de Tlaxcala con mi labor legislativa. Pero, señores, yo nunca he alardeado de esa labor, ni tampoco he alardeado de ser un omnisciente como lo quiere aparecer aquí el señor Manrique... (Siseos en las galerías. Campanilla.)

El C. presidente: La presidencia hace saber a las galerías que de seguir en estas manifestaciones incultas que profanan el recinto de la Representación Nacional, se verá constreñida - muy a su pesar- a mandarlas desalojar.

El C. Huerta Moisés, continuando: Ahora sí ya doy todo crédito a una apreciación que en "El Universal" se hizo respecto a la personalidad del señor Manrique; me refiero al rasputín de esta Cámara, al maestro de ceremonias. Efectivamente, cada vez que lo veo en esta tribuna, me lo imagino todo un maestro de ceremonias, un maestro de escuela que nos quiere tratar como a sus alumnos. (Siseos.)

Voy ahora a entrar al análisis del dictamen, que no es luminoso - como irónicamente lo llama el

señor Manrique -, pero que sí está perfectamente justificado a la luz de la ley. El 5o. distrito electoral de San Luis Potosí lo forman tres municipios: Matehuala, Villa de Guadalupe y Catorce, siendo la cabecera de este distrito electoral, Matehuala. En este municipio la votación favoreció al señor Juan Ángel Morales y aun cuando hubo algunas protestas de nulidad respecto de algunas casillas formuladas por las candidaturas Nieto - Mendizábal y Martínez, la Comisión no las tomó en cuenta por no estimarlas arregladas a la ley. Pero pasemos a a los municipios de Villa de Guadalupe y Catorce, que es donde verdaderamente radica el fondo del debate. Se ha dicho en esta tribuna por el señor Manrique, que con una ignorancia completa de la ley se concede validez a la votación obtenida en la primera casilla de Guadalupe, siendo así que con arreglo a la misma ley esa votación debía ser nula; y la razón que se invoca para estimar como nula la votación obtenida en la primera casilla, estriba en el hecho de haberse instalado la casilla en la Presidencia Municipal. Pues bien, el hecho de que se haya instalado la casilla en la Presidencia Municipal, no constituye nulidad, porque en los términos del artículo 106 el caso no está comprendido en el artículo, que rectificó ahora que no es el 106, sino el 104. Si, pues, el hecho de haberse instalado la casilla en la Presidencia Municipal de Villa de Guadalupe no constituye una nulidad, ¿por qué razón la Comisión había de nulificarla? Se argumenta diciendo que es sospechoso que hayan votado en la primera casilla de Villa de Guadalupe todos los empadronadores. Pues, señores, podrá ser sospechoso, pero la Comisión no tuvo tampoco ningún fundamento para decretar la nulidad de la votación en esa casilla, y el hecho también de que no se hayan acompañado las credenciales de los electores no constituye ningún motivo de nulidad y eso lo digo, señores, con conocimiento de causa por la 7a. Sección Revisora de que formo parte; he tenido oportunidad de analizar varios expedientes electorales y en ninguno de ellos, que se refiere nada menos que a un señor diputado por el Distrito Federal, no había ni una sola credencial de electores y, sin embargo de ello, la Comisión estimó pertinente declarar válida la elección porque no encontró, dentro de lo preceptuado por la ley, motivo alguno para declarar la nulidad.

Se dijo también en esta tribuna que era una ignorancia de la Comisión sostener que no había precepto por el que los presidentes de casillas dejaran de estar obligados a dar el aviso a la Presidencia Municipal de la instalación de las mismas casillas; y, señores, el señor Manrique no me citó texto alguno, porque no lo hay, no hay precepto por el que se obligue a los presidentes de casillas a dar el aviso al presidente municipal respectivo de la instalación. De allí resulta que en muchas ocasiones el presidente municipal no sabe si se instaló o no la casilla y tanto menos lo sabe cuanto que el presidente de casilla, conforme a la ley, es quien debe conservar el expediente electoral para entregarlo a la hora y en el lugar en que se reúna la Junta Computadora; es por ello por lo que no se le concede ninguna importancia al testimonio notarial que se refiere al hecho de haber afirmado el presidente que no sabía si en las secciones 9a. y 10 no hubo elección; pero este hecho no significa que, en efecto, no haya habido tal elección, lo que prueba el testimonio notarial es simple y sencillamente el dicho del presidente municipal, pero del dicho del presidente municipal no se infiere, repito, que haya dejado de haber elecciones en la secciones 9a. y 10 de villa de Guadalupe. Por lo que respecta al municipio de Catorce, la Comisión estimó pertinente nulificar algunos votos del señor Nieto, porque estimó comprobada la solicitud de nulidad presentada por la fórmula Morales Rangel. Pero hay algo enteramente importante... (Voces: ¡A votar!) que no se debe pasar desapercibido: el señor Juan Ángel Morales no cumplió con lo preceptuado en el artículo 9o. de la reforma a la Ley Electoral, que dice:

"Artículo 9o. Los partidos políticos y candidatos registrados, deberán hacer sus boletas, y los candidatos y sus representantes entregarán dichas boletas a los presidentes municipales, a más tardar el cuarto domingo de julio, para la elección de diputados y senadores, y el último domingo de agosto para la de presidente de la República."

Pues bien; la fórmula Morales - Rangel no cumplió con este precepto, es decir, no llevó sus boletas a la Presidencia Municipal de Villa de Guadalupe y de Catorce antes del plazo fijado; de esto resulta que, tanto el presidente de Villa de Guadalupe, como el de Catorce, se negaron a sellar las boletas, y viendo esta negativa la fórmula Morales - Rangel, apeló al procedimiento delictuoso de introducirse subrepticiamente a la Presidencia Municipal a hacer uso del sello respectivo y repartir las boletas. De manera que si se estima este hecho a la luz de la ley, se verá que la fórmula Morales - Rangel no cumplió con ella y, por lo mismo, no puede ahora quejarse de haber obtenido pocos votos en los municipios de Villa de Guadalupe y Catorce. No quiero decir que Morales sea un impostor; lo que se demuestra es que Morales y Rangel se limitaron a trabajar en el municipio de Matehuala con anterioridad y que en los municipios de Guadalupe y Catorce abandonaron por completo sus labores de propaganda; naturalmente que en estas condiciones tuvieron sus contrincantes que haberles superado en votos. Podría entrar al análisis de otras muchas cuestiones, pero no quiero cansar vuestra atención; mi deber, como miembro de la Comisión, es sostener ante ustedes la legalidad de este dictamen. Al señor Nieto se le podrá arrojar de esta Cámara por cualquier otro criterio, menos por el legal, y mi deber - como decía hace un momento - está en sostener el dictamen; por lo mismo, yo pido a la honorable Representación Nacional que apruebe el dictamen por ser de justicia. Dejo la defensa de los cargos políticos a quienes corresponda.

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el C. Castro y López. (Voces: ¡No hay quorum!)

El C. Ayala Flavio: ¡Reclamó el quorum! Acabo de contar y se encuentran solamente en el salón 119 ciudadanos diputados y presuntos.

El C. Manrique: ¡Qué miedo tenéis!

El C. secretario Saucedo: Se procede a pasar lista.

(Se pasa lista.) - El C. Manrique: (Voces: ¡Declaratoria! ¡Declaratoria!) Pido atentamente que la Secretaría se sirva leer en voz alta los nombres ya anotados para

que reclamen compañeros que me consta que no fueron anotados en los momentos de pasar lista, porque es visible el quorum.

El C. Espinosa: Es visible el quorum.

El C. Manrique: Es visible, pero en el papel no es visible. (Voces: ¡Si hay quorum! ¡No hay quorum!)

El C. prosecretario Castrejón: La Secretaría va a dar lectura a los nombres de los representantes que no están anotados como presentes con objeto de que rectifiquen y pueda dárseles como presentes. (Leyó la lista de diputados y presuntos diputados no anotados como presentes.)

- El mismo C. prosecretario: Hay una asistencia de 132 diputados y presuntos diputados. Hay quorum. (Aplausos.)

El C. presidente: tiene la palabra en pro el C. Castro y López.

El C. Castro y López: Ciudadanos diputados y presuntos diputados: Es la segunda vez que yo ocupo esta tribuna y, muy a mi pesar, así como en la vez anterior, para un asunto de credencial. Digo que muy a mi pesar es en asunto de credencial, porque de ordinario siempre que se trata de credenciales, ya sea de defenderlas, ya sea de atacarlas, es muy difícil que los que las defienden o los que las atacan se mantengan siempre dentro del límite de la ley, dentro del límite del decoro, dentro del límite del respeto a la Asamblea y del respeto a sí mismos. Casi siempre estas credenciales vienen a ser combatidas por pasión, por pasión personal o por pasión política, pero siempre por pasión, y este caso es un caso singularísimo en la discusión de credenciales; nunca antes de ahora, ni en las credenciales más rudamente atacadas y más valerosamente defendidas, hemos visto desbordarse desde esta tribuna de la Representación Nacional toda la pasión, toda la pasión reconcentrada largo tiempo en un hombre y venida a volcar aquí en esta Asamblea, sin respeto a la Asamblea y sin respeto al individuo pasional que vino a combatir una credencial. (Aplausos. Siseos.) Seguramente todos vosotros, señores diputados y presuntos, todos vosotros habréis seguido paso a paso, momento a momento y paso a paso la discusión de esta credencial del 5o. distrito electoral del Estado de San Luis Potosí. Seguramente vosotros habréis visto al hombre, al Rasputín de la Cámara, como donosamente le llamaba "El Universal", levantarse aquí en esta tribuna de la Representación Nacional sin serenidad, sin juicio, sin razón... (Siseos.) sin justicia para venir, no a hablar de puntos de derecho, no a estudiar desde el punto de vista de la fría razón y de la ley escrita este expediente electoral, sino le habéis visto levantarse en la tribuna de la Cámara, no para hacer que cayera lluvia de fuego de los cielos - como él anunciaba - capaz de consumir en sus llamas esta credencial que él llama fraudulenta y que tiene más de verdad, más de legalidad, más de espontaneidad de votos, que la que por misericordia política dimos al Rasputín de la Cámara los partidos independientes de San Luis Potosí. (Aplausos. Siseos.) En efecto, señores diputados, vosotros habéis visto a este hombre, ya casi no hombre, ya casi fiera, venir aquí a vomitar sapos y culebras contra la Asamblea, (Siseos. Aplausos.) al pretender manchar con su sucia baba, (Burlas. Siseos.) a manera de esos caracoles que estamos acostumbrados a ver en los jardines las hojas de las plantas, así ha venido (Siseos.) a pretender con su sucia baba manchar reputaciones tan limpias. (Risas. Burlas. Campanilla.) No digáis que no, sin saber qué vais a condenar, porque todavía no sabéis qué voy a decir. (Toses. Burlas. Campanilla.)

El C. presidente: Se previene a las galerías que guarden compostura; a la siguiente manifestación, serán desalojadas. (Aplausos.)

El C. Castro y López: Habéis visto a este hombre venir aquí con la pretensión de manchar reputaciones tan revolucionariamente sólidas, tan firmemente arraigadas en la conciencia de todos los miembros de la Representación Nacional, como la del limpísimo revolucionario Roque Estrada, sobre la que ha querido arrojar una mancha este Rasputín de la Representación Nacional. (Aplausos. Voces: ¡Huy! ¡Huy! ¡Huy!) ¡Roque Estrada! Lo combate Rasputín! Yo quisiera poder hacer aquello que en pasada sesión nos recomendaba el compañero Bordes Mangel: poder cerrar, de un modo definitivo en esta Cámara, para ir a la discusión más seria, el libro inmortal del ilustre Manchego; pero esto es imposible, ciudadanos diputados, en muchas ocasiones y, especialmente, en ocasiones como está; se necesita tener un algo de Quijote dentro de uno mismo para venir, lanza en ristre, como el Caballero Manchego, a luchar, no contra argumentaciones, no contra la razón, no contra la verdad, no contra la justicia, sino contra este molino de viento, contra este Rasputín de la Cámara de Diputados. (Aplausos. Siseos.) Yo, señores, conozco a Aurelio Manrique desde que era pequeñín, desde que vestía el pantalón corto, usaba cachucha y llevaba bajo el brazo, no ese pesado fardo que trae ahora de viejos periódicos, sino su libro cuando iba al colegio. Desde entonces le conozco, desde entonces le he estudiado en su vida personal, paso a paso, y en su vida política, y creédme, señores diputados, que nunca como en el período que va corrido, en el período de esta Representación Nacional, me he convencido de una verdad que yo, en un principio, tomé como un algo malintencionado, que llevaba ánimo de dañar al Rasputín de la Cámara. Veréis: un amigo mío, alienista, amigo de Manrique, un observador suyo y amigo también mío, me decía en cierta ocasión: Este compañero Aurelio Manrique es víctima de una degeneración paranoica que tiene delirio sistematizado de persecución y de grandeza. (Aplausos. Siseos.) Después de estudiar, y así lanzado de primera impresión este diagnóstico, señores compañeros, seguramente que os sorprendería, como me sorprendió a mí; pero los que vamos viendo día la labor de este pálido Ecce Homo, nos vamos convenciendo de que, realmente, no está en el uso cabal de sus facultades mentales. (Siseos. Aplausos.) Yo no quisiera haber tocado este punto; pero era absolutamente preciso que yo lo tocara, señores compañeros, porque ya es empresa grande, ya es empresa difícil el tener que argumentar en contra de un alineado. (Siseos. Burlas. Aplausos.) Cuando yo vaya marcando los puntos de observación personal, veréis cómo el médico, mi amigo, observador del compañero Manrique, tenía razón; realmente es un alineado. Esto lo digo con profunda tristeza. (Siseos. Aplausos.) Lo digo

con tristeza, porque no puedo menos de dolerme que a la tribuna de la Representación Nacional venga a levantarse una voz que sólo de oírla pudiera uno recordar las célebres palabras de Demóstenes en su discurso de la Corona: "Te vanaglorias de tus aullidos y, en esto, tienes razón; yo te la concedo, porque quien tiene una voz tan fuerte como la tuya, bien puede dominar en el concurso de los aullidos." Pues bien, señores diputados; examinando a este señor, era absolutamente preciso que yo llamara la atención sobre su locura, en primer lugar, y en segundo lugar, sobre su sentimiento de sinceridad. (Aplausos.) Sobre su locura, por que es verdaderamente triste, señores diputados, es irritante que, credenciales apegadas a la ley, vengan aquí a ser destrozadas entre las manos inconscientes de un loco, y es también, ciudadanos diputados, profundamente triste y profundamente doloroso, que tenga uno que venir a perder tiempo y a quitar tiempo a la Asamblea, tratando de desvanecer esos que no son cargos, esos que no son argumentos, esas que no son razones; pero una vez explicado quién es el hombre, veamos por qué el hombre ataca. ¿Por qué ataca Aurelio Manrique la credencial de Rafael Nieto? Voy a deciros por qué la ataca; vosotros pensaréis que porque hay algo malo en el expediente, (Voces: ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!) que porque hay algo sucio en esa credencial, (Voces: ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!) que porque hay algo que no está apegado a la ley; no, vosotros seguramente no pensaréis eso, vosotros pensaréis que él ataca porque es enemigo personal de Rafael Nieto. No, señores, tampoco es enemigo personal de Rafael Nieto. (Voces: ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!) Vosotros pensaréis que lo ataca por el deseo de conquistarse aplausos en la Asamblea; no, señor, no es por eso por lo que lo ataca; ¿sabéis por qué tan rudamente ataca esa credencial? ¡Por su delirio de persecución y de grandeza! (Voces: ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!)

Ese ¡Ah! admirativo tiene razón de ser, señores diputados; el señor Aurelio Manrique.... y ahora voy a explicaros antecedentes, para que convengáis en que tengo razón. Cuando Aurelio Manrique fue a San Luis Potosí, postulado por nosotros, y os voy a decir el por qué de esa postulación, justamente voy a explicar el por qué de esa postulación. Vosotros habéis visto, señores diputados, el papel que representa Aurelio Manrique en esta Representación Nacional; vosotros habréis visto seguramente la obra inmortal de Jacinto Benavente "Los intereses creados". Aquí el "de los bellos sueños y el de los altivos pensamientos", es el Partido Liberal Constitucionalista; pero el Partido Liberal Constitucionalista necesita su Crispín; su Crispín es Aurelio Manrique, y así como el Partido Liberal Constitucionalista de "bellos sueños y levantados pensamientos", tiene el derecho de utilizar a su Crispín, nosotros, en San Luis Potosí, que, comparados con el Rasputín, también podemos tener nuestros bellos sueños y levantados pensamientos, lo utilizamos también como nuestro "Crispín". He ahí el por qué de la postulación de Manrique por los partidos de San Luis Potosí.

El C. Manrique, interrumpiendo: ¡ignoraban mi locura!

El C. Castro y López: La sabíamos; pero la aprovechábamos.

En San Luis Potosí con grande, con poderoso y noble esfuerzo, el pueblo entero del Estado se enfrentó contra la tiranía de Barragán y de Carranza, y logramos el triunfo en los comicios; pero solamente en los comicios, y en lugar de darse a los diputados y al gobernador legítimamente electos el mando soberano del Estado, lejos de eso, se dieron destierros, se dieron encarcelamientos, se dio muerte a muchos de los partidarios de la candidatura independiente de Rafael Nieto en San Luis Potosí en esa pasada campaña, y entonces, cuando paso el Senado, para que el Senado resolviera sobre la legitimidad de la elección, aun cuando nosotros teníamos la íntima fe de nuestro triunfo, aun cuando nosotros teníamos esperanza de que se nos hiciera justicia, esa esperanza iba ya para largo, para muy largo y, en cambio, en esos momentos, triunfante la revolución obregonista, venía Aurelio Manrique, Aurelio Manrique que no había sido elemento intelectual de la revolución obregonista, (Siseos. Burlas) porque no había dado nacimiento al principio revolucionario; Aurelio Manrique, que no había ido a combatir, a contribuir con su contingente de sangre a la realización del ideal revolucionario, Aurelio Manrique tenía un mérito inmenso, señores diputados: Orozco le había arrancado en la plaza pública de Tampico, delante de la multitud, la barba rizada, y había dejado de ser Aurelio Manrique para tornarse, señores, para se el chivo expiatorio de la revolución obregonista. (Aplausos. Siseos. Campanilla.) Por esta razón lo aprovechamos nosotros para que viniera aquí a luchar por la legitimidad de nuestro triunfo ante el Senado de la República, a cambio de una credencial. El lo sabía, cuando fue a San Luis Potosí dijo que iba a atacar a Rafael Nieto, y cuando se le dijo en San Luis Potosí que no sólo no lo atacara, sino que debería venir a defenderlo en nombre de los partidos independientes de San Luis Potosí al Senado de la República, o no se le daría la credencial, entonces este individuo, que hoy se dice tan incapaz de plegarse a nadie y tan incapaz de cometer ninguna acción que no sea absolutamente noble, entonces amainó en sus odios, entonces rindió sus fuerzas, entonces dejó de ser el airado Rasputín de la Cámara, y fue nuestro sumiso Crispín en San Luis Potosí. (Aplausos. Siseos.)

Así los partidos políticos de San Luis Potosí consiguieron un triunfo, el triunfo de sus ideales, el triunfo de la sangre vertida, el triunfo de la lucha tan penosamente empeñada contra la dictadura de San Luis, a cambio sólo de traer un alienado a la Cámara de Diputados; aquí no era muy peligroso, como no lo es, como no lo será, porque él seguramente llevado de su delirio de grandeza, dirá que ya es una alabanza que se le llame loco, que loco se llamó a Jesucristo, que loco se llamó a Fred. Nietzsche; pero hay de locos a locos, hay locos que son dignos de pasar a la inmortalidad y de vivir enteramente en las páginas de la Historia, como los he citado, como muchos otros, y hay otros a cuya categoría, a cuyo grupo pertenece Rasputín, y éstos son los que no tienen otro final que un modesto pabellón en la Castañeda. (Siseos. Burlas. Murmullos.) Allí se pueden sonar estrellas. Si lo tomara en serio sería peligroso, podría hacer un daño inmenso dentro de la Representación

Nacional; pero la Representación Nacional no lo ha tomado en serio, como no lo ha tomado nunca.(Aplausos. Siseos.) Aquí están, aquí hay seguramente en la XXIX Legislatura muchos que lo conocieron en su labor en la ida Cámara y que vino aquí como representante por San Luis Potosí. Ellos conocen aquella labor de mariposa, aquel ir de este partido al otro partido; de este bloque al otro bloque; y así hasta acabar en los bajos fondos de la Cámara. ¡Ojalá que hoy no le pase igual! ¡Ojalá que hoy con el bromuro y las duchas y un tratamiento adecuado, lo lleven a ser útil al pueblo! (Aplausos. Siseos.)

El C. Castrejón, interrumpiendo: ¡Que lástima que no lo vieron antes!

El C. Castro y López: ¿Por qué ataca este hombre a Rafael Nieto? Hay motivo, el más grande quizá de todos lo motivos: A este hombre pegadle, no os odiará a este hombre hacedle todos los daños imaginables, y no os guardará rencor ninguno; seguirá como dice Fred. Nietzsche, fuera del bien y del mal, impasiblemente siempre; pero no lo ataquéis en su delirio de persecución o de grandeza, porque se tornará en vuestro más formidable enemigo, se tornará en vuestro más encarnizado enemigo. Cuando Manrique llegó a San Luis Potosí y la multitud (en ese día debían llegar a San Luis Potosí tres candidatos postulados por los partidos convencionados de San Luis Potosí: Rafael Nieto, Antonio Díaz Soto y Gama y Aurelio Manrique), el pueblo, el pueblo en masa acudió a la estación del ferrocarril, esperando que llegarían todos, vitoreando a Rafael Nieto, lanzando también aclamaciones a Antonio Díaz Soto y Gama; pero nadie acordándose de Manrique; (¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! Burlas. Campanilla.) y no es eso todo, eso significaría muy poco; pero es que este hombre, cubierto con un guardapolvo, saltó del tren, y como el convoy era largo y el carro de primera había quedado fuera de la luz de la estación, la multitud lo arrebató de momento pensando que era Rafael Nieto; (Risas. Burlas.) pero al llegar a la luz de la estación y reconocer su error, lo dejaron abandonado en medio de la estación y volvieron al tren en busca de Rafael Nieto que no sabían que no había llegado esa vez. Eso les consta a ustedes, compañeros de la Diputación de San Luis Potosí, y a muchos de los que están en las galerías y así, humillado en su delirio de grandeza, tomó un grande, un irreconciliable, un feroz odio a don Rafael Nieto. (Voces: Bueno. Bueno.) Hay otro hecho, señores diputados; vosotros habéis visto que Aurelio Manrique ha leído desde esta tribuna de la Cámara uno de esos periódicos en donde dice: para engañarme, para sorprenderme a mí, para despertar mi ambición, dijeron, Rafael Nieto se quedará en la Cámara, no irá al Gobierno de San Luis Potosí; en consecuencia, se convocará a elecciones y el más viable candidato es Aurelio Manrique. Este es uno de los motivos, de los más poderosos motivos que tiene para odiar a Rafael Nieto, ciudadanos diputados, no sólo a Rafael Nieto; si ustedes supieran, como sabemos nosotros en San Luis Potosí su actuación, sabrían que con la misma tenacidad, con la misma furia, con la misma saña con que odia y combate a Rafael Nieto, atacó ayer y combatió a Juan Sarabia, porque Juan Sarabia tenía el inmenso delito que tiene hoy Rafael Nieto: ser popular en San Luis Potosí, donde no es popular Aurelio Manrique. (Aplausos. Siseos. Voces: ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh!) Dicho quién es el hombre que ataca y por qué ataca; voy a decir ahora qué es lo que ataca y con qué armas tan baladíes, tan ridículas, tan exageradamente tontas viene a pretender con sus aullidos sorprender el ánimo de la Asamblea, o sorprender al buena fe de los señores diputados. Muchos de los compañeros que me escuchan en este momento, y que antes oyeron a Manrique, ya antes de oírlo en esta Cámara, no tenían necesidad de oírlo en esta tribuna, ya le habían oído letra a letra y coma a coma en la sesión del bloque este discursito aprendido de memoria que ha venido a recitarnos aquí letra a letra y coma a coma, como fue leído en el seno del bloque del Partido Liberal Constitucionalista y después se nos repitió aquí. Pero vamos a ver qué hay en el fondo de este elección en el 5o. distrito electoral de San Luis Potosí. Voy a tratarla desde el punto de vista legal.

Muchos han hablado, habló primero el redactor del "Eco de San Luis Potosí", habló después este señor que tiene el nombre de una yerba que sirve para quitar el dolor de estómago Señor Manzanilla; pero lo que hizo aquí fue darnos dolor de estómago de toda verdad, (Risas. Aplausos.) y al final habló el señor diputado Don Aurelio Manrique, el formidable tribuno, el impecable político, el más grande de todos los hombres del siglo actual...¡según él! Pues vamos a la credencial del 5o Distrito Electoral de San Luis Potosí. Hay un contrincante de Rafael Nieto, que es el verdadero representante del 5o distrito electoral de San Luis Potosí, dice Aurelio Manrique, ahuecando la voz para hacer crujir los ámbitos y lo repitió mucho a manera de martilleo para que no se nos escape de la imaginación por mucho tiempo ni se nos borre de la memoria en mucho tiempo. "Este es el que legítimamente triunfó." Pero este diputado Aurelio Manrique, movido de su enajenación mental, mejor dicho, víctima de ella, no se ha dado cuenta de lo que ha hecho al estudiar este expediente electoral. (Risas. Burlas.) Os lo voy a demostrar de una manera patentísima y con la más grande facilidad. Este expediente electoral es uno de los más sencillos, es de los casos más claros, de los que menos discusión necesitan de cuantos expedientes han sido traídos a la discusión de esta Asamblea.

El C. Manrique, interrumpiendo: ¡Es muy verdad!

El C. Castro y López: Si el punto legal es de tal naturaleza fácil, que no vale la pena distraer mucho la atención de sus señorías. Tiene un contrincante, ese contrincante se llama Juan Ángel Morales. Para que pudiera haber jugado Juan Ángel Morales como contrincante de Rafael Nieto en boletas de fórmula registrada, era absolutamente preciso que hubiera el registro previo. Pues bien, señores; Juan Ángel Morales no tuvo derecho ni para jugar en la elección, porque no estaba registrado como candidato. Esta no es una afirmación gratuita, voy a leeros un documento que queda aquí, para que dé fe la Secretaría, para que si

quiere venir alguno de vosotros, aquí está. Este certificado dice:

"El C. Juvencio Alvarez, presidente del H. Consejo Municipal de la ciudad de Matehuala, cabecera del Distrito Judicial de Catorce, Estado de San Luis Potosí, certifica: "Que la candidatura del C. Juan Ángel Morales, fue registrada el día 25 de junio próximo pasado.

"Y a petición del C. Rafael Nieto, expido el presente en el despacho de esta Presidencia a mi cargo, a primero de octubre de mil novecientos veinte.

"Doy fe.

"Presidente municipal, J. Alvarez.- Secretario M. Cruz.

"El C. Rafael Curiel, gobernador constitucional interino del Estado Libre y Soberano de San Luis Potosí certifica:

"Que las firmas que calzan el presente documento son auténticas de los ciudadanos J. Alvarez y M. Cruz, presidente y secretario, respectivamente, del Consejo Municipal Provisional de la cuidad de Matehuala, cabecera del Distrito Judicial de Catorce de este Estado.

"San Luis Potosí, 2 de octubre de 1920.- Rafael Curiel.- E. G. Martínez.

"Un timbre de cincuenta centavos cancelado con un sello que dice: Gobierno del Estado Libre y soberano de San Luis Potosí.- Estados Unidos Mexicanos.- San Luis Potosí, 2 de octubre de 1920."

El C. prosecretario Castrejón: Al margen están los timbres debidamente cancelados y los sellos de autorizar.

El C. Castro y López: Ahora bien, señores diputados; este solo hecho bastaría para quitar de una sola plumada todos los votos al contrincante de Rafael Nieto, de Juan Ángel Morales, ¿por qué? porque Juan Ángel Morales se postuló candidato a diputado y Juan Ángel Morales se registró como tal en 25 de junio de 1920, es decir, en los términos o de acuerdo con la vieja Ley Electoral; es decir, en la época todavía de Carranza (Siseos. Murmullos.) cuando estaba en vigencia, no Carranza, pero sí la ley que debió haber regido en la elección. Todos vosotros sabéis, es una argumentación absolutamente legal, ciudadano diputado, todos vosotros sabéis que el decreto de la convocatoria de elecciones fue promulgado el 6 de julio. Todo registro anterior al 6 de julio, es decir fuera de la convocatoria, es un registro absolutamente nulo, nulo de pleno derecho, absolutamente insubsistente, porque el decreto último que convoca a elecciones, fija los términos dentro de los cuales debieron haberse registrado las candidaturas; esto por una parte, por la otra, ese primer registro de la candidatura de Juan Ángel Morales, nula por este solo hecho, es nula a mayor abundamiento por este segundo hecho: Juan Ángel Morales fue postulado en Matehuala por el Partido Laborista; vosotros sabéis perfectamente que el Partido Laborista tiene su matriz en México, y tiene muchas ramificaciones en distintas partes del país; pero todas esas ramificaciones están subordinadas a la matriz y necesariamente en dependencia de inferior a superior, respecto de todas las que necesariamente tienen que recurrir para llegar a la matriz. Así en el Estado de San Luis Potosí la matriz que existe en la capital, del Partido Laborista, está subordinada en todas sus decisiones a la decisión del Partido Laborista del centro, como lo está la de Matehuala respecto de la central de San Luis Potosí. Se ha querido argumentar en esta forma dolosamente, torpemente, con el ánimo de mentir y de mentir a sabiendas. Se ha dicho que el Partido Laborista de Matehuala no se convencionó y a todos los diputados convencionistas de San Luis Potosí les consta que sí se convencionó el Partido Laborista; que el Partido Laborista todavía intentó sostener dentro de la gran convención de partidos políticos de San Luis Potosí a sus primitivos postulados, a Juan Ángel Morales y Octaviano Rangel y fue derrotado en la convención y supo el Partido Laborista convencionado en San Luis Potosí sostener la candidatura de Rafael Nieto, que fue el triunfante en la Convención de San Luis. (Voces: ¡Ah! ¡Ah!) Si, pues, no había sido registrada en tiempo, porque el registro había sido anterior a la convocatoria; si, pues el partido que lo había postulado en primer término, dejó de postularlo para adoptar una segunda postulación, por virtud de la Convención de San Luis Potosí, Juan Ángel Morales en rigor de derecho no podía haber jugado como candidato en esas elecciones, como candidato registrado; esto sólo basta para nulificar la elección toda, toda la votación que obtuvo en esa elección el C. Ángel Morales. Hay otro punto, señores diputados, admitiendo sin conceder que pudiera haber jugado como candidatura registrada la candidatura de Juan Ángel Morales; todavía hay más ciudadanos diputados: Vosotros sabéis perfectamente, porque se ha leído aquí en parte, aunque maliciosamente, se ha ocultado también toda la mayor parte, pero aquí consta en este expediente, la Comisión lo sabe, que en este expediente están los documentos y quien quiera convencerse de esta verdad puede venir a cerciorarse o pedir que la Secretaría dé lectura al documento relativo. Yo no quiero pedir la lectura por no cansar la atención de vuestras señorías; pero aquí existe un documento y en ese documento consta y consta plenamente demostrado con eficacia de prueba absoluta que haría prueba plena aun en juicio, consta, digo, que para obtener la votación, votación perfectamente fraudulenta, que obtuvo Juan Ángel Morales en uno de los municipios, que no en el municipio de Matehuala, fue en esta forma, ya alguno de los oradores lo ha dicho: escalando las tapias de la Presidencia Municipal, introduciéndose en la Presidencia Municipal, apoderándose del sello y estampándolo en las boletas. ¿Es posible, señores diputados, que podamos nosotros admitir coco buena esta votación, esta votación que se ha consignado en boletas que son objeto de delito? Esto es perfectamente inmoral, señores diputados, y yo no sé cómo se viene a hablar de honradez y de moralidad y se viene a sostener que es válida un votación cuando esa votación se ha estampado en boletas que son objeto de delito. A mayor abundamiento, señores diputados, en otro de los municipios del 5o. distrito electoral, figuraron boletas que no tenían tampoco estampado el sello de autorizar de la Presidencia de ese municipio, sino que llevaban el sello de la Presidencia de Matehuala. También la ley establece de un modo absolutamente terminante que las

boletas vayan selladas, no por la cabecera de distrito, sino que vayan selladas por el sello de la Presidencia de cada uno de los municipios en que se va a recoger esa votación. Por todos estos motivos es nula, plenamente nula toda la votación obtenida por Juan Ángel Morales y debe descartarse y quedar subsistente solamente en rigor de derecho la votación obtenida por Rafael Nieto en este 5o. distrito electoral. (Aplausos. Siseos.) Hay todavía más, señores diputados. (Campanilla. Siseos.)

El C. Ayala Flavio: Suplico a su señoría que me conceda la palabra.

El C. presidente: ¿Para qué?

El C. Ayala Flavio: Deseo reclamar el quorum. Acabo de contar a los ciudadanos diputados y no hay quorum. Nuevamente se han salido y no hay quorum. (Voces: ¡Ya se verá en la votación!) Y lo que se discuta será una labor enteramente nula. Hay 110 ciudadanos diputados y presuntos con todos los que están en el corredor; suplico a su señoría que ordene a la Secretaría que pase lista. (Voces: ¡Que se consulte a la Asamblea!)

Señor presidente: Yo suplico a su señoría que cuando algún diputado pida una cosa que esté dentro de sus atribuciones, no permita usted a este señor Manrique que le gusta entrometerse en todo. Yo tengo la razón por mi carácter de diputado y tengo el derecho de reclamar el quorum cuando sé que se ha descompletado.

El C. prosecretario Castrejón: Conforme lo desea el señor diputado Ayala, la presidencia indica a la Secretaría se pase lista.

(Se pasa lista.)

Presidencia del C. DÍAZ SOTO Y GAMA ANTONIO

- El mismo C. prosecretario: hay una asistencia de 128 ciudadanos diputados y presuntos. Hay quorum (Aplausos.) No, 108... (Voces: ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!) No hay quorum.

El C. presidente, a las 11.12 p.m.: Se levanta la sesión y se cita para mañana a las cuatro de la tarde.