Legislatura XXIX - Año I - Período Ordinario - Fecha 19201027 - Número de Diario 53

(L29A1P1oN053F19201027.xml)Núm. Diario:53

ENCABEZADO

MÉXICO, MIÉRCOLES 27 DE OCTUBRE DE 1920

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

AÑO I.- PERIODO ORDINARIO XXIX LEGISLATURA TOMO I.- NÚMERO 53

SESIÓN

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 27

DE OCTUBRE DE 1920

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2.- Se da cuenta con los asuntos en cartera, concediéndose licencia a los CC. diputados Gerzayn Ugarte, Ignacio C. Reyes, Macedonio B. Gutiérrez, Raymundo Enríquez, Luis Castro y López y Basilio Vadillo.

3.- Rinde la protesta de ley el C. Gabriel Martínez, diputado suplente por el 8o. distrito electoral de San Luis Potosí.

4.- Continúa a discusión el dictamen por el que se nulifica el decreto que crea los puertos libres, expedido por el Ejecutivo de la Unión. Se levanta la sesión por haber transcurrido la hora reglamentaria.

DEBATE

Presidencia del C. BORREGO IGNACIO.

(Asistencia de 126 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 4.45 p. m.: Se abre la sesión.

- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día veintiséis de octubre de mil novecientos veinte.

"Presidencia del C. Vito Alessio Robles.

"En la ciudad de México, a las cuatro y cuarenta y dos de la tarde del martes veintiséis de octubre de mil novecientos veinte, se abrió la sesión con asistencia de ciento veinte ciudadanos diputados.

"El acta de la sesión celebrada el día anterior, fue aprobada sin debate.

"A las cuatro y cuarenta y ocho minutos se suspendió la sesión, con objeto de constituirse la Cámara en Colegio Electoral para conocer de las elecciones presidenciales celebradas el día cinco del mes próximo pasado.

"Se reanudó a las cinco y cincuenta y cinco.

"La Secretaría dio cuenta con una proposición, firmada por varios ciudadanos diputados, que dice en su parte resolutiva.

"1o. Intégrense las comisiones de Poderes, interinamente, y que por diferentes causas están hoy incompletas.

"2o. Dése a dichas comisiones un plazo improrrogable de diez días, a contar desde hoy, para que rindan dictamen sobre todos los expedientes que tienen en su poder.

"3o. Efectúense sesiones de Colegio Electoral diariamente por la mañana, a efecto de que en el menor tiempo posible quede integrada la Cámara de Diputados."

"Previa dispensa de trámites, se puso a discusión.

"Presidencia del C. Ignacio Borrego.

"La Secretaría, a solicitud del C. Candelario Garza, proporcionó un informe y en seguida el C. Federico N. Solórzano también informó sobre las labores de la sexta sección de la Primera Comisión. En contra hablaron los CC. Bordes Mangel y Candelario Garza y en pro los CC. Rivera Cabrera y Castrejón. Durante la peroración del C. Garza se escucharon manifestaciones de la galerías, que dieron lugar a una moción de orden del C. Jesús Z. Moreno.

"Suficientemente discutida la proposición, se desechó en votación económica.

"Se leyó otra, firmada por los CC. Bordes Mangel, Paz y Manzanilla y que en lo conducente dice:

"1o. Nómbrese un miembro para cada una de las sesiones de la Primera Comisión de Poderes, a fin de que desde luego entren en funciones los correspondientes a las secciones no integradas.

"2o. Excítese a dichas secciones para que cuanto antes formulen dictámenes de los expedientes electorales aún no despachados."

"Se aprobó después de que se le dispensaron los trámites y una vez que el C. Federico N. Solórzano insinuó una reforma, que fue impugnada por el C. Borde Mangel.

"Rindió la protesta de ley como diputado propietario por el 6o. distrito electoral de Michoacán, el C. J. Antonio Couto.

"Recogida la votación para designar suplentes en las nueve secciones en que se dividió la Primera Comisión de Poderes, se vino en conocimiento de que habían sido electos: para la primera sección, el C. Octavio Paz, por ochenta y seis votos; para la segunda sección, el C. Bibiano Ibarra, por ochenta y un votos; para la tercera sección, el C. Francisco González y González, por ciento cinco votos; para la cuarta sección, el C. Erasmo

Trejo, por ciento veintiocho votos; para la sexta sección, el C. Juan B. Salazar, por ciento veinticuatro votos; para la séptima sección, el C. Porfirio del Castillo, por ciento treinta votos, y para la novena sección, el C. Miguel D. Martínez Rendón; por ciento dieciocho votos.

"Ninguno de los ciudadanos que figuraron como candidatos para suplentes en las secciones quinta y octava obtuvo mayoría de votos, por lo que esta elección quedó pendiente. El C. José Luis Solórzano obtuvo cuarenta y un votos para suplente de la quinta y el C. Luis L. León, cuarenta y siete para suplente de la octava.

"El C. Rafael Martínez de Escobar informó acerca del resultado de la Comisión que se acercó al Senado para suplicarle tratara de preferencia el asunto relativo a la desaparición de poderes en el Estado de Tabasco.

"A las ocho y veinte de la noche se levantó la sesión."

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie.

Aprobada.

El C. secretario Valadez Ramírez: Se va a dar cuenta con los asuntos en cartera.

"Cámara de Senadores del Congreso de la Unión.- México.- Estados Unidos Mexicanos.- Sección Segunda.- Número 20.

"En 7 fojas útiles se recibió en esta Secretaría el expediente con el proyecto de decreto que concede una pensión de $6.00 diarios a cada uno de los hijos del finado general Felipe Angeles. El expediente paso al estudio de la 2a. Comisión de Guerra.

"Reiteramos a ustedes las seguridades de nuestra atenta y distinguida consideración.

"Constitución y Reformas.- México, a 26 de octubre de 1920.- Gerzayn Ugarte, S. S.- E. del Valle, S. S.

"A los ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presente."- A su expediente.

"H. Asamblea:

"El que suscribe, diputado en ejercicio por el 13 distrito electoral del Estado de Oaxaca, ante vuestra honorabilidad se permite manifestar:

"Que teniendo urgente necesidad de salir fuera de la capital de la República para el arreglo de un asunto de familia, que indispensablemente requiere su presencia, respetuosamente solicito de esta H. Representación Nacional se sirva concederle, con dispensa de todo trámite, una licencia de 20 días con goce de dietas, que se comenzará a contar desde el día 27 del actual.

"Reitero las seguridades de mi atenta y distinguida consideración.

"México, a 23 de octubre de 1920.- Ignacio C. Reyes."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie, en la inteligencia de que se necesitan las dos terceras partes de los ciudadanos presentes. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Concedida.

"Ciudadanos diputados del Congreso General.- Presente.

"El infrascrito representante ante esa H. Asamblea, del 3er. distrito electoral del Estado de Sinaloa, atentamente expone:

"Que según se ve por el adjunto mensaje, se halla en cama la esposa del suscrito; por lo que, y a fin de pasar a Concordia, Sinaloa, para atender a su familia, y traerla si es posible, solicita que con dispensa de trámites y goce de dietas, se le conceda una licencia de veinte días; de la que hará uso próximamente, previo aviso que dará a esa Representación Nacional, de acuerdo con las facilidades de próximo transporte que facilite el movimiento marítimo que haya entre Manzanillo y Mazatlán.

"México, D. F., a 26 de octubre de 1920.- Macedonio B. Gutiérrez."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se concede. Concedida.

"H. Asamblea:

"Teniendo urgente necesidad de acompañar a mi señora esposa a la ciudad de Tapachula, Chis, a fin de que se restablezca de su salud bastante amenazada, con dispensa de todo trámite suplico a vuestra soberanía concederme quince días con goce de dietas a contar desde el 4 de noviembre próximo; pues el camino además de ser penoso, es muy largo.

"Respetuosamente. México, D. F., a 25 de octubre de 1920.- R. E. Enríquez."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Concedida.

"Ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados.

"Luis Castro y López, diputado a la XXIX Legislatura Federal, por el 4o. distrito electoral de San Luis Potosí, por el digno conducto de su señoría, viene a exponer a la H. Cámara de Diputados lo siguiente:

"Que teniendo en consideración que en las ciudades de Cerritos y Carbonera, correspondientes al

4o. distrito electoral de San Luis Potosí, como es del dominio público, se ha declarado la epidemia de peste bubónica y deseando ayudar en todas las formas posibles a que se combata la enfermedad, iniciando la formación de brigadas sanitarias, promoviendo subscripciones populares para proporcionar elementos a dichas brigadas, viene muy respetuosamente a pedir a esta H. Cámara de Diputados sea muy servida de dar su aprobación, con dispensa de todo trámite, al siguiente acuerdo:

"Unico. Se concede, con goce de dietas, al ciudadano diputado Luis Castro y López, licencia por 30 días para que se traslade a la ciudad de San Luis Potosí con el objeto indicado en el cuerpo de esta solicitud, en el concepto de que dicha licencia se comenzará a contar el día siguiente que el beneficiario haga uso de ella.

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados, octubre 5 de 1920.- Licenciado L. Castro y López."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie, recordando nuevamente que se necesitan las dos terceras partes de los presentes. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Concedida.

"Telegrama de Cedral, San Luis Potosí, el 23 de octubre de 1920."

Se da lectura a este telegrama a petición del ciudadano diputado Manrique.

"Cedral, San Luis Potosí, octubre 23 de 1920.

"Señor Aurelio Manrique.- Cámara de Diputados.

"El señor gobernador Nieto, sin causa ni razón alguna, ordena deponer autoridades este lugar, pueblo y sociedad sumamente indignados por lo que niégome entregar. Ruégole ponerlo conocimiento H. Cámara con premura el caso requiere y aconsejarme qué debo hacer caso insistir atropello soberanía municipio. Salúdolo afectuosamente. El presidente municipal, Melesio B. Gutiérrez."

"El ciudadano gobernador del Estado de Hidalgo comunica, por medio de su circular número 116, fechada el día 18 de los corrientes, que ha designado secretario general de Gobierno al C. Amador Castañeda."- De enterado.

Telegrama procedente de "Monterrey, Nuevo León, 24 de octubre de 1920.

"Señor presidente H. Cámara Diputados.

"Hónrome comunicar a usted que de acuerdo decreto y Ley Electoral respectivos, efectuáronse hoy elecciones Supremos Poderes del Estado, siendo altamente satisfactorio y halagador no haberse registrado el más ligero incidente durante celebración acto democrático en toda la extensión territorial del Estado.

"Respetuosamente, el gobernador provisional del Estado, Porfirio González."- De enterado.

"El ciudadano general Octavio Solís comunica, por medio de su circular número 16, fechada en Payo Obispo, Quintana Roo, el día 8 del presente, que se ha hecho cargo del Gobierno de aquella Entidad, habiendo nombrado al C. Estanislao Cortés Teixeira secretario general de Gobierno."- De enterado.

"El C. Rosauro Rojo, magistrado del Supremo Tribunal de Justicia del distrito Sur de la Baja California, comunica, por medio de su oficio número 1,097, fechado en La Paz, el 29 de septiembre, que con fecha 28 del mismo se encargó del Juzgado de Primera Instancia del partido Sur, el C. licenciado Trinidad Sánchez Benítez."- A su expediente.

Telegrama procedente de "La Paz, Baja California, 26 de octubre de 1920.

"Secretario Cámara de Diputados.

"Hónrome comunicar esa H. Cámara día 30 presente mes terminará licencia concedida juez Primera Instancia, partido Sur, licenciado Trinidad Sánchez; que licenciado Senén García no ha presentádose tomar posesión dicho cargo. Suplico instrucciones para evitar suspensión que perjudicaría grandemente al público.

"Respetuosamente, magistrado Rosauro Rojo." - Resérvese para el Congreso General.

"El C. licenciado Abelardo Medina y Díaz comunica, por medio de su oficio número 1,802, fechado el 23 del presente, que con fecha 17 del mismo se hizo cargo del puesto de juez 8o. Correccional interino de esta capital."- De enterado y a su expediente.

"El ciudadano juez de distrito de Morelia, Michoacán, envía sus oficios números 1,776 y 1,778 fechados el día 22 de los corrientes, por lo que transcribe dos autos que ha dictado en el juicio de amparo promovido por los CC. José Cueto y Manuel Gómez, contra actos del Congreso de la Unión, y por los que se piden el informe previo y el informe principal relativos."- A la 1a. Comisión de Peticiones.

"El C. licenciado M. Gil Treviño, magistrado de la 1a. Sala del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Nuevo León, comunica, por medio de su circular número 7, fechada el día 4 del presente, que ha sido designado para ocupar el cargo de presidente del propio Tribunal." - De enterado.

"La oficina de personal de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público comunica, por medio de su oficio

número 38,639, que el Tribunal del 2o. Circuito ha dictado un fallo por el que se inhabilita al pagador del Grupo "C" de la Legión de Honor, C. Carlos Canudas, para prestar sus servicios a la administración pública por el término de diez años." - De enterado.

Telegrama procedente de "Puerto México, Veracruz, 23 de octubre de 1920.

"Cámara de Diputados.

"Como parte interesada, participámosle ser partidarios puertos libres; pero juzgamos atentatorio parte decreto refiérese expropiación, menos no comprenda fundo legal población. Respetuosamente.- Cámara Nacional Comercio." - Recibo, y a su expediente.

El C. Cantón: Favor de volver a leer, porque no se oyó.

- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:

"Puerto México, Veracruz, 23 de octubre de 1920.

"Cámara de Diputados.

"Como parte interesada, participámosle ser partidarios puertos libres; pero juzgamos atentatorio parte decreto refiérese expropiación, menos no comprenda fundo legal población. Respetuosamente.- Cámara Nacional Comercio."- Recibo, y a su expediente.

Telegrama procedente de "Hermosillo, Sonora, 23 de octubre de 1920.

"Presidente del Congreso de la Unión.

"Prescripción médica, prohibe trasladarme La Paz; esa virtud, renuncio formalmente cargo juez de Primera Instancia confirióme Congreso actual permanente.- S. García."- Resérvese para el Congreso General.

Telegrama procedente de "Cedral, San Luis Potosí, 23 de octubre de 1920.

"Presidente de la H. Cámara de Diputados.

"Sin causa ni razón justificada, señor gobernador Nieto pretende deponer miembros Ayuntamiento este lugar, atropellando así soberanía municipio.

Pueblo todo y sociedad indignados. Póngolo superior conocimiento honorables miembros esa Cámara, para proceder lo conducente.- Respetuosamente, el presidente municipal, Melesio B. Gutiérrez."- Recibo, y transcríbase al Ejecutivo.

Telegrama procedente de "Teziutlán, 25 de octubre de 1920.

"Señor presidente de la Cámara de Diputados.

"Comisión estudiantes Colegio Estado que acompaña en gira de propaganda al diputado José M. Sánchez, candidato a gobernador, organizó ayer un gallo en honor sociedad teziutleca; momentos efectuábase éste, fuerzas guarnición intervinieron, disolviéndolo brutalmente, a pesar Ayuntamiento concedió licencia respectiva; el jefe este sector, general Pedro Morales, secundado por oficialidad y soldados sus órdenes, persiguen y hostilizan partidarios diputado José M. Sánchez, exaltando ánimos y provocando indignación general Suplico a usted dé cuenta con esta queja a H. Cámara, para que ésta pida urgentemente ciudadano presidente República, garantías para quienes acompañan diputado Sánchez, para sus numerosos simpatizadores y para clubes instalados esta región, que dependen Partido Liberal Independiente.

"Diputado Leobardo L. Lechuga."- Recibo, y transcríbase al Ejecutivo.

- El mismo C. secretario: A petición del ciudadano diputado Ernesto Aguirre Colorado, se va a dar lectura al siguiente telegrama:

"Villahermosa, Tabasco, 26 de octubre de 1920.

"General Ernesto Aguirre Colorado.- Cámara de Diputados.

"Ayer, como 10.15 a. m., diputado Congreso local, Manuel Lezcano G., dio muerte, en el pasillo Palacio Gobierno, al capitán José C. Torres, e hirió gravedad señora Josefina Góngora. Diputado Lezcano refugióse Congreso, hasta donde llegó un grupo pueblo, pidiendo su aprehensión. En seguida, policía presentóse lugar acontecimientos para restablecer orden, pero se le recibió a balazos desde puerta Cámara, surgiendo nuevo incidente, en el que perdieron vida diputados Manuel Lezcano G. y Alberto Nicolás Cámara, así como teniente Jesús C. Santos, resultando herido diputado César Jiménez Calleja; desde mi despacho, donde me encontraba acordando, dicté medidas que exigía momento álgido, para evitar mayores desgracias, y solicité auxilio fuerza federal que guarnece actualmente Palacio de Gobierno, y a cuya llegada también disparó; momentos después de lo narrado, autoridad judicial avocóse conocimiento y práctica diligencias para esclarecer hechos y castigar responsables, para todo lo cual cuenta con el apoyo Gobierno, que no escatima medios para que esclarezca la verdad citados hechos, que han llevado luto a los hogares. Todo lo anterior lo he puesto conocimiento ciudadanos presidente de la República, ministros de Gobernación y Guerra, jefe de las operaciones militares, general Juan Torres S., que encuéntrase Tuxtla Gutiérrez; general Obregón, manifestando González y senador Aureliano Colorado; con pena particípole estos incidentes, que soy el primero en lamentar, suplicándole hacerlo conocimiento H. Cámara Diputados, para evitar erróneas interpretaciones y desbordamiento pasiones políticas. Ruégole también sus informes vía telegráfica. Salúdolo.- Gobernador constitucional del Estado, C. Greene."

(Siseos. Voces: ¿Qué fecha tiene ese mensaje? ¡A la cárcel ese bandido! ¡No, que lo fusilen! ¡Trámite! ¡Trámite!)

El C. secretario Valadez Ramírez: La Secretaría hace constar que se le dio lectura a este telegrama, a petición del ciudadano general Ernesto Aguirre Colorado. Por lo tanto, no podía caber ningún trámite. El telegrama está fechado el 26, en Villahermosa, y recibido el 27. (Voces: ¡Trámite! ¡Trámite!) El trámite es: devuélvase al interesado.

El C. Martínez de Escobar Federico: Pido la palabra sobre ese asunto.

El C. Presidente: La Presidencia manifiesta a su señoría que no hay nada a discusión. El ciudadano diputado Ernesto Aguirre Colorado pidió que se leyera ese telegrama, y el trámite que se ha dado a este asunto es el de: devuélvase ese telegrama al interesado. Así es que no cabe sobre esto ninguna discusión.

El C. Martínez de Escobar Federico: Entonces, pido la palabra para un comentario. (Risas. Voces: ¡Tiene derecho!)

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Martínez de Escobar Federico: Señores diputados, señores de la prensa: Sí, me dirijo a la prensa, porque he venido con el fin más bien de expresar cuestiones del libre pensamiento, no para venir aquí a llenar simples preceptos legales o formulismos, sino que me trae aquí... fue un pretexto únicamente para mí el hecho de haber leído este telegrama. El día que supe los trágicos acontecimientos que se suscitaron en el Estado de Tabasco, estaba enfermo, estaba con unos pródromos febriles, y no pude venir, indudablemente, a protestar enérgicamente contra los acontecimientos más bárbaros que en mi tierra natal se habían experimentado. Ví con sumo placer, con sumo agrado, que toda esta Cámara, tal como si los ciudadanos diputados hubiesen sido cada uno de ellos tabasqueño, vió con todo sentimentalismo y protestó con todo sentimentalismo por los trágicos acontecimientos de Tabasco. Al mismo tiempo ví que la prensa también toda de la capital se ocupó de los acontecimientos de Tabasco, tal cual debió haberse ocupado. No es exagerado; la prensa ha dicho la verdad, ha narrado los acontecimientos, si no en detalle, porque no podemos saber los detalles, sí en el fondo, de lo que aconteció en Tabasco. Quien viene a protestar enérgicamente contra los horrendos acontecimientos de Tabasco, no es un individuo de ocasión, que por casualidad viene a protestar en estos momentos; quien viene a protestar, es un individuo que, siendo diputado en el Estado de Tabasco, todos los días protestaba enérgicamente contra los acontecimientos, contra las barbaridades que diariamente cometía Carlos Greene en el Estado de Tabasco.

Violaba todos los días la ley; violaba todos los días los principios más elementales de justicia, los principios más elementales de moral, y el doctor Martínez de Escobar diariamente tenía una logorrea, protestando continuamente en la Cámara de Diputados de Tabasco enérgicamente contra el sátrapa Carlos Greene. Para mí no es una casualidad lo que acaba de acontecer en el Estado de Tabasco; para los hombres que, como yo, conocen; para los hombres que, como yo, vieron los acontecimientos posteriores que se venían que se desarrollaban en el Estado de Tabasco, los acontecimientos, el drama no fue nuevo para mí. Yo desearía que la prensa, mañana o cualquier día de estos, diera otra vez a luz.... (Murmullos. Risas.)

El C. Zincúnegui Tercero: ¿Con asistencia de quién?

El C. Federico Martínez de Escobar: ....diera otra vez a luz, repito, un reportazgo que dí yo a "El Heraldo de Tabasco" sobre los bárbaros atropellos, sobre la serie de vulneraciones a la ley, sobre la serie de vulneraciones a los principios más elementales de justicia que Carlos Greene venía cometiendo continuamente en Tabasco. Yo desearía, también, que la prensa tuviera conocimiento de un escrito que uno de los muertos.... (Murmullos. Risas.)...Manuel Lezcano, transcribió hace dos meses en "El Heraldo de México". Espero, ciudadanos diputados, que la protesta que hicisteis ayer, antier, con todo entusiasmo, no sea únicamente un rasgo de sentimentalismo, sino de una verdadera creencia sobre los funestos acontecimientos que se desarrollaron en Tabasco; que no sea producto únicamente del sentimentalismo, sino que no dejéis de traer a colación todos los días, si fuere posible, hasta que no veamos exhumado,.... (Risas. Aplausos.) inhumado el cuerpo de Carlos Greene,...(Risas. Aplausos.) inhumado el cuerpo de Carlos Greene. Porque si únicamente fue esto producto de sentimentalismo y no perduramos hasta ver castigado duramente a ese hombre, a ese hombre que ha cometido el crimen más espantoso que se ha registrado en la historia de México, habremos dado prueba únicamente de que la protesta de hace unos días, que lo que se leyó en la prensa ha sido únicamente producto de sentimentalismo... (Risas. Siseos.) y no de una elaboración mental en que llegamos a una conclusión propia y en relación directa a los grandes crímenes cometidos por Carlos Greene. Ayer entrevistamos al ciudadano presidente de la República, pero me temo que el Presidente de la República, con este carácter magnánimo que lo caracteriza, no tome las determinaciones que de una manera rápida deben de tomarse en el caso de Tabasco. Ya el Senado acaba de declarar que desaparecieron los poderes en el Estado de Tabasco; Carlos Greene ya no tiene fuero, puesto que está fuera de la ley; ya se debió haber procedido contra de él de una manera directa, de una manera económica,...(Risas. Aplausos.) de una manera administrativa en contra de él; pero todavía creo que no se ha hecho nada; todavía se habla con él para que venga aquí. Yo no desearía que se le llamara para que viniese, sino que se le trajese aquí; no que se le llamara para que viniese, sino que se le trajese aquí preso, porque, de lo contrario, esos métodos no están de acuerdo con el crimen cometido por Carlos Greene; esos métodos se hacen únicamente cuando lo que se ha cometido es un acto de inmoralidad, pero no un acto de crimen horrendo que ni Huerta cometió. Yo espero, señores diputados, que ayudéis a los tabasqueños, pero no de una manera así sentimental, sino que perduréis, que recordéis si mañana, si pasado mañana todavía no se ha hecho nada a Carlos Greene, que ayudéis a los tabasqueños que hemos protestado antiquísimamente contra Carlos Greene, que nos ayudéis hasta no ver inhumado, repito, a ese maldito hombre que a quien habla lo declaró en Tabasco, a quien habla, repito, lo declaró en Tabasco, loco; lo declaró loco, porque todos los días tanto en la Cámara como fuera de la Cámara, en las esquinas, en las calles, protestaba y lanzaba epítetos de los más fuertes que podía contra un hombre que conculcaba las leyes, la moral y la justicia. Hace tres meses traté de venir a México con el fin de venir a hacer declaraciones, de venir a poner al tanto al general Obregón de los

acontecimientos, de la conducta que observaba Greene diariamente; tomé un vapor para venir acá y me mandó sacar de ese vapor con escolta. Entonces yo protesté enérgicamente con todo el valor civil y personal que me caracteriza, con todo el valor civil personal, y honradez personal que me caracterizan, no dejé que ese bandido, que ese criminal abriera mis petacas.... (Risas. Aplausos.) Había dado orden a la escolta que me desembarcó que me abriese los baúles y las petacas, que me extrajera la correspondencia que traía y en la cual delataba todos los hechos, todos los acontecimientos que después del triunfo del general Obregón este maldito hombre cometía en Tabasco. Sacado del vapor me fuí a la casa del general Carlos Greene y con todo el valor personal que me caracteriza,... (Risas. Aplausos.) con todo el valor civil y honradez que me caracterizan, protesté enérgicamente en la casa del general Greene, en donde estaba su esposa, su cuñada, sus criados, un grupo de civiles y otro de militares; lo increpé hasta el grado de decirle que era un cobarde, que sacara la pistola y que me matase, puesto que el que saca a un hombre como yo, de un vapor, no estaba en relación directa con mi categoría de diputado ni con mi honradez; y este hombre no tuvo el valor personal para hacerme nada. Por ese motivo este hombre dijo en Tabasco que yo era un loco que lo atacaba yo en dondequiera, que lo veía yo, si lo veía yo en la calle me dirigía yo a uno de mis conciudadanos y le decía: "allí va el bandido de Carlos Greene, allí va el sátrapa de Carlos Greene, allí va el hombre más inmoral que ha nacido en Tabasco". Y ese hombre cuando me veía parado en una esquina se iba por otra parte por no encontrarse con el loco Martínez de Escobar que protestaba indignado continuamente; no tenía para mí un momento en que no protestara yo contra Carlos Greene, tanto en la Cámara como en la calle, en dondequiera eran protestas continuas; y no protestas así únicamente, formulismos de protestas, sino que personalmente lo increpaba yo para que procediera contra mí si así lo creía conveniente, pero que no siguiese burlando nuestras instituciones ni que siguiera burlando de una manera tan descarada la justicia y la moral. Al ver, señores, este telegrama que se leyó aquí, realmente me da pena y si me lo hubiera dirigido a mí, me daría vergüenza francamente, porque parece como si yo fuese uno de los partidarios, aunque fuese de una manera tácita, de él. Este individuo, señores, generalmente no quiere ser responsable directo de sus actos, sino que generalmente, señores diputados - yo lo conozco a él personalmente, conozco la psicología individual de ese bandido, el más grande que tiene mi tierra -, cuando alguno decía: ¿Por qué no mata usted al doctor Martínez de Escobar?" Decía: "No me diga usted que yo lo mate, vamos a mandarlo matar." En los acontecimientos desarrollados en el Estado de Tabasco, el drama que se acaba de desarrollar en Tabasco, vamos a suponer que él no fue directamente, quien mató al diputado Alberto Nicolás Cámara, que él no fue directamente quien agarró la pistola y mató al diputado y periodista Lezcano. Quiero que sepa la prensa que no solamente Manuel Lezcano era diputado a la Legislatura de Tabasco, sino que era también un "cólega"....(Voces: ¡Colega! ¡Colega!) de la prensa. Por eso me dirigí a la prensa diciendo: "Señores de la prensa": Manuel Lezcano no era únicamente diputado, señores, era director de un periódico que se llama "El Radical Tabasqueño". Quiero que lo tenga muy presente la prensa para que mañana, para que pasado mañana, para que todos los días haga una defensa en sus columnas hasta no ver, repito, guillotinado a Carlos Greene. (Risas. Aplausos.) De lo contrario,.... (Voces: ¡Ya, hombre! ¡Ya!) de lo contrario, entonces creeré que en la prensa únicamente fue producto de sentimentalismo y no producto cerebral, únicamente producto sentimental....(Voces: ¡Huy! ¡Ya! ¡Ya!) Por eso me dirigí a la prensa, por eso dije: "Señores de la prensa", para que vean que el señor diputado Manuel Lezcano era también un periodista y en defensa de ese periodista debe la prensa todos los días sacar, como hizo hoy el "Excelsior", un editorial hablando sobre los crímenes de Carlos Greene. (Voces: ¡Ya, hombre! ¡Ya!)

Lamento que no se haya dado el voto de censura al señor Lugo el otro día que hubo esa iniciativa; sí, lo lamento, porque tengo presunciones para creer que ha habido partidarismo de parte del subsecretario de Gobernación con respecto a Carlos Greene. Una de ellas: un banquete que dio hace poco tiempo un grupo nato de greenistas y que fue aceptado por el señor Lugo; y después fue un grupo de los revolucionarios de nosotros a decirle que por qué había aceptado ese banquete, y él, naturalmente, tuvo explicaciones, porque siempre hay explicaciones. El señor diputado Lara - y lo interrogo, si está aquí - me ha dicho que hay complicidad del señor Lugo con Carlos Greene. ¿Donde está el diputado Lara? (Risas. Voces: ¡No está aquí!) No está aquí; pero el señor César A. Lara, a quien tengo el deber, más bien dicho, de creerle un tanto en sus afirmaciones, varias ocasiones me ha dicho que había cierta complicidad entre el general Greene y el subsecretario de Gobernación. El hecho de no haber recibido a aquella Comisión que fue, creo que haya sido, no una casualidad, sino que hubo causa y efecto; y lamento que mi hermano, quien pidió el voto de censura, después lo haya retirado. Yo sí creo un poco más en la maldad de los hombres; él es un poco más altruísta en ese sentido... (Voces: ¡Ya! ¡Ya) Culpo... (Voces: ¡Ya! ¡Ya! Campanilla.) Permitidme que yo hable; culpo un tanto al señor presidente de la República de los acontecimientos terribles que han sucedido en Tabasco. Después del niño ahogado, tápese el pozo; después de que se ha cometido la tragedia más terrible en mi Estado, tragedia que ni en el tiempo de Huerta se verificó; entonces sí cámbiese la situación de Tabasco y entonces ya serán observadas las determinaciones del Senado; después de que ha muerto un hombre intelectual, un hombre moral, un hombre honrado, Alberto Nicolás Cámara; después de que ha muerto un hombre honrado, un hombre liberal, un periodista honrado, Manuel Lezcano, y herido de gravedad otro honorabilísimo diputado, César Jiménez Calleja. Si mi hermano tuviese allí una carta que le dirigimos al señor De la Huerta previniéndole todo lo que iba a acontecer en el Estado de Tabasco y nos hubíese dado

oído, no se habrían desarrollado estos tristísimos acontecimientos de Tabasco; yo deseo que si el licenciado Martínez de Escobar tiene esa carta, me la facilite para que le dé yo lectura. Dice que la tiene.

El C. Bojórquez: Pido la palabra para un moción de orden. Con fundamento en el artículo 102 del Reglamento, yo solicito que su señoría consulte a la Asamblea si concede al orador que continúe en el uso de la palabra, porque ya lleva más de media hora. (Aplausos.)

El C. Martínez de Escobar Federico: Los hombres que se... (Campanilla.)

El C. secretario Valadez Ramírez: Se hace notar al compañero Bojórquez, que el orador no se ha salido del tiempo que marca el Reglamento.

El C. Martínez de Escobar Federico, continuando: Los hombres que se quieren gobernar únicamente de los tontos formulismos legales, ¡realmente me dan lástima! (Risas. Aplausos.) Yo jamás, si alguna cosa tengo yo es el que nunca me estoy exhibiendo aquí en la Cámara de Diputados para venir a hablar. Si vengo esta vez, es porque me asiste, porque estoy saturado de un sentimentalismo... (Murmullos. Risas.) por los acontecimientos de mi tierra. Yo no vengo a exhibirme como orador; yo no deseo que mañana la prensa venga a calificar mi actitud de que lo hice mal o que si lo hice bien como orador, que si lo que vine a decir aquí es o no la verdad; yo no me vengo aquí a exhibir como orador, no pretendo ser tal; pero sí, cuando se ha conculcado la moral, cuando se ha conculcado la justicia, cuando se han conculcado las leyes, viene a protestar el doctor Martínez de Escobar, haciendo abstracción absoluta del calificativo que le lacen como orador o como individuo que no sabe hablar; ¡me tiene a mí muy sin cuidado! Un deber, no un patriotismo, yo muy poco creo en la palabra patriotismo, creo en el deber que me asiste para protestar contra los actos inmorales, ignominiosos que se han verificado en el Estado de Tabasco. Crea el señor Bojórquez que el que habla aquí, ha sido en el Estado de Tabasco el que ha llevado la voz de la revolución en su más alto grado revolucionario, protestando siempre, antiquísimamente contra los atentados de Huerta, protestando contra los atentados que cometía Carranza; y hoy me desmentiría yo si no viniese a protestar enérgicamente con todo el sentimentalismo con que un hombre debe protestar; si no lo hice desde ayer, repito, fue porque estaba enfermo... (Voces: ¡Ya! ¡Ya!) Yo deseo, señores diputados, suplico a la prensa que mañana o cualquiera de estos días tenga la bondad de sacar en su prensa lo que hace alrededor de tres meses dije yo a "El Heraldo". "El Heraldo" me mandó un reportero y dí un reportazgo en que decía yo que la situación de Tabasco debía de ser conocida por el presidente de la República y por el general Alvaro Obregón, más que ninguna otra persona, y por toda la nación. Allí hacía una explicación de la situación del Estado de Tabasco; hacía yo un análisis de psicología de Carlos Greene y sacaba ya conclusiones científicas de los acontecimientos que como consecuencia lógica de la conducta de Greene tendrían que venir, acontecimientos terribles, trágicos, como los acontecimientos de hace dos o tres días. Deseo también que "El Heraldo de México" vuelva a sacar en su prensa un artículo, una entrevista que se dio también al "Heraldo de México", en donde el señor Lazcano ponía de manifiesto la conducta del general Greene y pronosticaba estos tristísimos acontecimientos que hace dos o tres días se verificaron en Tabasco. (Siseos. Voces: ¡Ya! ¡Ya!) De allí, repito, que el presidente de la República tenía conocimiento. Difícilmente haya otro gobernador, otro hombre público en la República Mexicana, señores, que tenga un porcentaje de hombres en contra de él: todos los dominguistas, que son miles; todos los revolucionarios radicales, que somos otros miles; todos los rebeldes levantados en armas... (Murmullos.) casi todos los del Partido Liberal Constitucionalista de aquí de México, el licenciado Novelo, el general Hill y todos sus miembros le manifestaron al señor De la Huerta, que no volviera a dejar retornar al Estado de Tabasco a Carlos Greene, una vez que fue llamado en virtud de la infinidad de atropellos que había cometido en el Estado de Tabasco. No solamente los del Partido Liberal Constitucionalista; hubo un ingeniero León, hubo un general Garza, hubo un general Serrano, en fin, todos ellos habían dicho al señor De la Huerta que no era conveniente que el general Carlos Greene regresara otra vez al Estado de Tabasco. Fue llamado Carlos Greene como haciéndole un llamado de los que se hacían también en tiempo de Carranza, que le costaba al Estado un gran caudal de dinero; eran llamados los gobernadores y, naturalmente, a cualquiera evasiva se les decía:

"Vuélvase usted otra vez a su Estado." Yo fuí uno de los que dije: ¿Para qué llamar a Carlos Greene, para qué va a llamar el presidente de la República a Carlos Greene, si lo va a volver a dejar ir dentro de unos días?" Lo que decía: fue llamado Carlos Greene; ese ladrón de Carlos Greene fue llamado Carlos Greene y dijo que no tenía dinero; supe de buena fuente que se le había situado dinero para que viniera a México y que se trajo un montón de hombres con él, como 50 o 60 individuos, todos pagados por el Erario de la nación, ya sea del Estado de Tabasco o ya sean fondos sacados de la Tesorería de México. Allí en el Hotel Buenos Aires estuvo Carlos Greene con más de 50 hombres que se trajo, pagándoles el hotel, pagándoles hasta el vestido a esos 50 ó 60 sátrapas que venían con él. (Siseos. Voces: ¡Ya! ¡Ya!) Son algunos de los tabasqueños reaccionarios, cómplices, aunque sea de una manera tácita, de los crímenes que comete Carlos Greene. (Siseos.) Y no se necesita ser únicamente cómplice activo y autor de la muerte, sino que yo opino que los hombres que callan son cómplices, aunque sean pasivos, de los crímenes que se cometen. (Siseos. Voces: ¡Ya! ¡Ya!) Yo soy de los que creen, como Iglesias Calderón, que quien calla es complaciente con el crimen; yo jamás he callado desde 1908. (Risas.) Jamás he callado ante ninguno de los atentados que conculcan la justicia y la moral, y los hombres que allá sisean, son sin duda media docena de descalificados y desgraciados greenistas (Siseos.) cómplices de Greene. Repito yo siento indudablemente admiración y conozco antiquísimamente la labor del presidente de la República, pero su magnanimidad, señores diputados, en algunos casos concretos, trae consecuencias gravísimas; esa parsimonia que está usando ahorita en los asuntos de Tabasco, me huelen un tanto a

reaccionarismo. ¡Por qué eso de venir Carlos Greene, de venir después de cometido un crimen terrible que jamás ha registrado la historia de México! Con ese hombre no se debe de hablar; a ese hombre se le debe aprehender; si se larga al monte, perseguírsele, pero no tener pláticas con él, porque en acontecimientos anteriores, y quiero que lo oiga la prensa, el señor Carlos Greene mandó, hace alrededor de cuatro meses, hacer pedazos la imprenta en que se editaba el periódico "El Radical Tabasqueño". Sin embargo, el muy desgraciado - perdónenme que tenga frases de éstas un poco prosaicas, pero quisiera yo sintetizar, no con palabras doradas, sino con palabras aun de las más fuertes, de los epítetos más fuertes que hubiese en el lenguaje castellano, para este individuo abominable que se llama Carlos Greene. Este hombre mandó, hace como cuatro meses, esa escolta a matar a los diputados en la Cámara... (Siseos.) así como mandó esa escolta a matar a los diputados de la Cámara de Tabasco hace esos cuatro meses, señores diputados, mandó Carlos Greene hacer pedazos la imprenta en que se editaba el periódico "El Radical Tabasqueño". Y lo mismo en esos días mandó secuestrar - sin quererse hacer él responsable directo, porque, repito, es cobarde personalmente; yo lo excité a que se diera de balazos conmigo y el muy desgraciado tuvo miedo -, ese individuo mandó secuestrar también al diputado a la Legislatura local de Tabasco, Natividad de Dios Guarda, de la casa en donde vivía. Con todos esos acontecimientos anteriores y robos comprobados en la Tesorería, no sé cómo, señores, después de haber sido llamado, después de habérsele comprobado al Ejecutivo de la Nación estas barbaridades de Carlos Greene, lo deja retornar y vuelve a Tabasco y de allí, señores, el drama que se verificó hace dos o tres días. Por eso creo que, en parte, siendo consciente y teniendo conocimiento el presidente de la República, no por dos o tres individuos que por cuestiones políticas fueran a hablar con él, precisamente, sino comisiones de la parte rebelde, comisiones de la parte dominguista, comisiones de la parte revolucionaria de Tabasco, comisiones hasta del Partido Liberal Constitucionalista, diciéndole: "No dejéis volver a Carlos Greene a Tabasco, porque el retorno de él traerá consecuencias terribles en Tabasco." He ahí el resultado de ayer, (Voces: ¡Ya! ¡Ya! Siseos. Campanilla.) pronosticado por el diputado que en estos momentos habla en la tribuna... (Voces: ¡Ya está bueno! Campanilla.) Voy a terminar, señores greenistas, cómplices greenistas, cómplices de los atentados de ayer; sí, esos son, no puedo creer que sean otros, únicamente los cómplices de los asesinatos de ayer; voy a terminar volviendo no a excitar, que dijera yo, a suplicar a los diputados que hagamos recordatorio de esto, una, dos, tres, cuatro, cinco, seis...(Voces: ¡Diez! ¡Once!) Las veces que se necesiten; que la prensa perdure también en la acusación que hay contra Greene hasta, repito, no dejar a ese hombre, hasta que inhumemos el cadáver de Carlos Greene.

- El mismo C. secretario: Se va a seguir dando cuenta con los asuntos en cartera.

"Señor:

"A nombre del C. diputado Basilio Vadillo pido atentamente a vuestra soberanía que se sirva conceder a dicho señor que disfruta de una licencia económica de tres días, prórroga por doce días más, con goce de dietas.

"Hago esta petición de acuerdo con un mensaje telegráfico del C. Badillo, enviádome hoy de Tamazula, Jalisco.

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados.- México, a 26 de octubre de 1920.- Aurelio Manrique, jr."

En votación económica se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites Los que estén por la afirmativa, se servirán ponerse de pie. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se concede la prórroga de licencia. Los que estén por la afirmativa, se servirán ponerse de pie. Concedida.

- El mismo C. secretario, leyendo:

Telegrama procedente de "Morelia, Michoacán, octubre 24 de 1920.

"Presidente de la Cámara de Diputados.- Urgente.

"Tengo la honra de comunicar a usted que habiendo asumido ayer, por ministerio de la ley, el Poder Ejecutivo del Estado, he nombrado secretario general de Gobierno al C. licenciado Joaquín Silva y publicado decreto número 1, expedido por Legislatura XXXVII que hace declaratoria de gobernador a favor del C. general Francisco J. Múgica, así como de diputados al Congreso local y de magistrados al Supremo Tribunal de Justicia, cesando, en consecuencia, en mis funciones de gobernador provisional. Al tener la satisfacción de ponerlo en conocimiento, debo manifestarle que tomé esa resolución porque soy respetuoso de la soberanía del pueblo y porque creo incompetente a cualquiera otra autoridad, que no sea la Legislatura local para resolver asuntos electorales del Estado. Espero que de esa manera quedará solucionado definitivamente todo conflicto.- El gobernador provisional, Serranía M."

Trámite: Recibo.

El C. Zincúnegui Tercero: Pido la palabra en contra del trámite.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra del trámite el ciudadano diputado Leopoldo Zincúnegui Tercero.

El C. Zincúnegui Tercero: Señores diputados: Lamento venir a distraer vuestra atención en momentos en que ésta se encuentra quizá un poco cansada por el discurso demasiado político de mi estimable amigo el doctor Martínez de Escobar; pero creo de mi obligación, como creo de la obligación de cada uno de los representantes del pueblo, ya que tan poco hacemos en favor de los intereses generales, venir siquiera a levantar en esta tribuna nuestra voz de protesta cuando se trata de los intereses particulares de nuestros Estados, es decir, cuando se trata de venir aquí a salir por los fueros de la justicia y de la ley en nuestro carácter de representantes de una Entidad federativa. Es por eso, ciudadanos

diputados, que yo vengo a objetar el trámite dado por la Presidencia a este mensaje en que un gobernador espurio viene a comunicar a ustedes un acto que yo pudiera calificar de delictuoso, toda vez que la base de los actos efectuados por este gobernante espurio se apartan por completo de la ley y de ninguna manera la Representación Nacional, en la personalidad de su presidente, puede dar el trámite de: "Recibo" a un mensaje en el cual se asientan hechos que están ajenos a la ley. Voy a procurar ser lo más sintético posible. El ciudadano Primo Serranía Mercado, gobernador bonillista en el Estado de Michoacán, electo, ni siquiera gobernador, ciudadanos diputados, sino encargado del Poder Ejecutivo en la época en que nos lanzáramos a la revolución en Michoacán, comunica a esta honorable Representación Nacional que, de acuerdo con la Constitución, se ha hecho cargo del Gobierno del Estado y a su vez lo ha transmitido al general Múgica. Estos hechos adolecen de mucho... implican muchas mentiras y están por completo ajenos a los principios legales.

Es indispensable, ciudadanos diputados, que tengamos la paciencia suficiente para escuchar unas breves razones, en las cuales pienso fundamentar la parte legal de esta impugnación. No necesito hacer una larga historia; todos vosotros recordaréis las circunstancias en que nos lanzamos a la revolución en el estado de Michoacán. El día 15 de abril, a las 7 de la noche, el gobernador constitucional del Estado, Pascual Ortiz Rubio, con su escolta y un grupo que lo acompañábamos, abandonó la ciudad de Morelia, de acuerdo con el Plan de Agua Prieta, desconociendo el Pacto Federal. Fungía en aquel entonces no como se pretende falsamente, la Comisión Permanente del Congreso Local, sino el Congreso local en sesiones extraordinarias, convocado para discutir la Ley Electoral y algún otro proyecto. Después de abandonar nosotros la ciudad de Morelia, el ciudadano jefe de la Revolución en el Estado, ingeniero Pascual Ortiz Rubio, entre otros decretos lanzados por él, figuró el decreto número uno, en el cual concedía a la Legislatura del Estado y a algún otro poder, el término de diez días para reconocer el Plan de Agua Prieta, en cuyo defecto ese poder quedaría claramente desconocido. Los acontecimientos se desarrollaron con demasiada precipitación. Habíamos salido de Morelia, con la creencia íntima de que nuestra aventura revolucionaria tardaría mucho tiempo; pero la opinión unánime de la República precipitó los acontecimientos, y volvimos a ocupar la ciudad de Morelia la tarde del 28 de ese mismo mes de abril; cuando esto ocurría, ya en Morelia se habían desarrollado muchos acontecimientos. La Legislatura local, con una falta de sinceridad que ha sido juzgada acremente, no tuvo el valor civil suficiente, porque temía a la Revolución, de declarar, desde un principio, rebelde al ingeniero Ortiz Rubio y a los que le seguimos en el movimiento revolucionario. Basado en uno de los artículos de la Constitución del Estado, que dice que el ciudadano gobernador del Estado podrá disponer de un plazo de ocho días - esto es, en esencia -, para recorrer los distintos distritos del Estado, sin estar en la capital de dicho Estado. Basado en ese artículo, digo, lanzó, a manera de una opinión política, por medio de la prensa de la capital del Estado, diciendo que había que esperar ocho días a que el ingeniero Ortiz Rubio definiera su actitud. Transcurridos esos ocho días, la Legislatura del Estado, que estaba ya en convivencia con el Centro, es decir: que había recibido ya instrucciones directas del señor general o exgeneral - como se quiera - Cándido Aguilar, desconoció, de hecho, al gobernador Ortiz Rubio y a la Revolución, nombrando, en aquel entonces, como gobernador del Estado, al señor doctor Primo Serranía Mercado. Al llegar nosotros a Morelia, y como de hecho había incurrido la Legislatura local en un delito en contra de la Revolución, en contra del Plan de Agua Prieta, los ciudadanos diputados que se habían hecho cómplices del carrancismo, que habían desconocido el Plan de Agua Prieta, fueron sujetos a un proceso y consignados a las autoridades competentes. Más tarde, ciudadanos diputados, las intrigas políticas comenzaron a germinar en los corazones llenos de despecho de los ciudadanos exdiputados al Congreso local; más tarde, los que nos habíamos lanzado a la Revolución y que habíamos tenido por enemigos a toda la diputación michoacana, vimos con tristeza que, al llegar a Michoacán, a última hora, después de haber estado hasta el último momento con el presidente Carranza, el señor general Múgica llegaba en los momentos en que todos nosotros nos preocupábamos por la unificación revolucionaria; en los momentos en que todos nosotros tratábamos de organizar debidamente el movimiento libertario último, llegaba el señor general Múgica a insuflar en los oídos de los exdiputados ideas futuristas, esto es: comprendiendo con anterioridad cuál podría ser la utilidad que para él reportaría el que la Legislatura local no fuera desconocida, como de hecho lo había sido ya, trataba de hacer que esta diputación espuria fuera reconocida. Y así es como vimos, señores diputados, y todos ustedes deben saberlo, que aquella diputación que desconociera el Plan de Agua Prieta y estuviera en contra de la Revolución, se levantara airadamente, asesorada por unos cuantos reaccionarios de la capital michoacana, en contra de la Revolución. (Aplausos.) Me concreto, señores diputados, a narrar hechos históricos. No vengo a lanzar calumnias ni a verter en contra de nadie un solo pensamiento; lo que yo digo, señores diputados, son hechos recogidos ya por la Historia. No mueven mis palabras ni la pasión política, ni el deseo de calumniar a nadie; estos hechos, repito, son hechos históricos, que nadie podrá desmentir. Trato de probar una tesis jurídica; trato de probar un principio legal, esto es: que el ciudadano Primo Serranía no puede, de ninguna manera, hacer esta comunicación a la Cámara, puesto que, de acuerdo con la Constitución, tanto general como con la Constitución del Estado, es el menos llamado a haber ocupado el puesto de gobernador interino. Voy a permitirme dar lectura al artículo constitucional respectivo, que dice, entre las facultades del Senado, exclusivas del Senado, en el artículo 76, fracción V:

"V. Declarar, cuando hayan desaparecido todos los poderes constitucionales de un Estado, que es llegado el caso de nombrarle un gobernador provisional, quien convocará a elecciones,

conforme a las leyes constitucionales del mismo Estado. El nombramiento de gobernador...." etcétera, y en su parte conducente, dice: "Esta disposición regirá siempre que las constituciones de los Estados no prevean el caso."

Veamos ahora, señores diputados, lo que dice la Constitución del Estado, en la parte conducente, en el artículo 76 dice lo siguiente.... Me había equivocado. La Constitución Política del Estado de Michoacán, dice textualmente en su artículo 164:

"En el caso de la fracción V del artículo 76 de la Constitución General, asumirá el Poder Ejecutivo, cualquiera de los funcionarios siguientes, por orden de designación;

"I. El presidente de la última Legislatura o el de la Diputación Permanente, si la disolución de los poderes ocurriese estando ésta en funciones;

"II. El vicepresidente de la Legislatura;

"III. El último secretario de Gobierno;

"IV. El último presidente del Supremo Tribunal de Justicia."

Ahora bien, señores; ¿vamos a admitir nosotros como última Legislatura en funciones a una Legislatura ilegal, tomando por base el término legal que se ha venido tomando en los últimos tiempos dentro del terreno jurídico revolucionario? ¿Vamos nosotros, señores diputados, a admitir como Legislatura en funciones a una Legislatura que se apartó precisamente del actual movimiento, del Plan que sirviera al actual movimiento, y que de hecho ha tenido una acción jurídica? ¿Vamos nosotros a declarar Legislatura en funciones a aquélla agrupación del pasado régimen, que laboró abiertamente en contra del actual movimiento revolucionario?

Creo, señores diputados, que esto se aparta por completo de la idea que todos nosotros podemos tener jurídicamente del caso si llegáramos a ahondar dentro del tecnicismo jurídico, dentro del espíritu de las leyes y, sobre todo, de la adaptación que se ha dado a los planes revolucionarios dentro del terreno jurídico; seguramente que no faltaría algún abogado que pudiera probarnos que sí la legislatura espuria de Michoacán, dentro de este concepto, fue la última que fungió en el pasado movimiento; pero yo sostengo en esta tribuna, señores diputados, que de ninguna manera podemos reconocer la legalidad de esa legislatura que se aparta precisamente, o se apartó, de los principios que proclamó el último movimiento revolucionario. Es por esto que no podemos aceptar en principio, en principio de tesis, ni en principio político, ni en principio ideológico, la idea de que el presidente de la última Legislatura que desconociera el movimiento revolucionario, sea la que debe caer bajo la sanción del artículo 164 de la Constitución legal. Por estas razones, ciudadanos diputados, me opongo a que el trámite dado a este telegrama sea el de "recibo", porque implícitamente, en cierta forma da a entender al ciudadano gobernador, al que se llama gobernador interino del Estado, que la Cámara ha tomado siquiera en consideración la institución que él representa y los actos emanados de un verdadero cuartelazo, un cuartelazo dado fuera de todo principio legal: un cuartelazo en el que ha quedado de manifiesto, ciudadanos diputados, que en las modernas épocas retrogradamos democráticamente, que volvemos a las épocas nefastas para el país en que la bota militar, en que el cuartelazo, en que el movimiento armado es capaz de hacernos olvidar la ley, y que un grupo de ciudadanos armados, un grupo de ambiciosos del poder pasa sobre todos los poderes, pasa sobre la sanción de la ley, pasa sobre los principios más rudimentarios del derecho, y que en lo futuro bastará que un grupo de ciudadanos armados vaya a ocupar, como está sucediendo a últimas fechas, el Poder Ejecutivo de las capitales de los Estados, para que esos hechos queden sancionados debidamente. No, señores diputados, tened presente que estamos en una época en la cual cada uno de los hechos, que se relacionan, serán precedentes para el futuro; tened presente, ciudadanos diputados, que lo que pasa en Tabasco y en Michoacán son gérmenes morbosos que laten ya dentro del ambiente del falso revolucionarismo; tened presente que los que se han acogido a última hora a la bandera de la revolución, tratan de aprovecharse de sus frutos, y que los que no han soñado siquiera con un porvenir de verdadera democracia para la patria, que los que sólo se han acogido a la bandera de la revolución para obtener un medro personal, están espiando el momento de ocupar los puestos públicos, el momento de apoderarse del poder para hacer una irrisión de toda la sangre derramada, perdonad esta ligera digresión, pero es que clama dentro de mi sangre joven la protesta más enérgica por ver que los enemigos a quienes combatimos ayer, los enemigos que hasta el último momento estuvieron al lado de los tiranos, sean los primeros en pisotear hoy los derechos democráticos del pueblo y los primeros en venir a reírse de la sangre derramada. (Aplausos.)

El C. Manrique: Pido la palabra en pro del trámite.

El C. presidente: El trámite que se ha dado ordinariamente en asuntos de esta naturaleza, es el que ha dado la Presidencia; ni prejuzga ilegalidades, ni implica reconocimiento. La Presidencia no sabría dar otro trámite. Tiene la palabra el ciudadano Manrique.

El C. Manrique: Lejos de mi ánimo, señores diputados, oponerme a las ideas de mi simpático y caballeroso amigo el señor Zincúnegui Tercero, digno compañero de la Diputación de Michoacán. Voy a decir unas cuantas palabras exclusivamente estudiando el asunto bajo el punto de vista legal: En pasadas legislaturas se han impugnado trámites análogos cuando tales trámites pudieran implicar la idea de reconocimiento de un Gobierno; por ejemplo, al instalarse dos legislaturas hace dos o tres años en el Estado de Tamaulipas, en Ciudad Victoria, la capital del Estado de Tamaulipas, es bien sabido que la Comisión Permanente, en aquel entonces, a los oficios dirigidos por una de las legislaturas daba el trámite de enterado, lo que implicaba un reconocimiento que explotaron en su beneficio los partidaristas; me parece que se trataba entonces de López de Lara; pero el trámite de recibo es de mera cortesía y nada prejuzga, como dijo acertadamente el ciudadano Borrego, en materia de legalidad; yo creo que si el compañero Zincúnegui se proponía ilustrarnos sobre la situación política del Estado de Michoacán, que como tal puede considerarse el móvil que le llevó a la

tribuna, ha llenado completamente su objeto; pero el trámite, en realidad, no significa no implica reconocimiento del estado de cosas reinante en Michoacán, sino que es de mera cortesía, está indicado para cualquier particular, para cualquier persona que envíe una comunicación a la Cámara de Diputados y se le conteste de "recibo". Si el ciudadano Zincúnegui hubiese, realmente, querido impugnar el trámite, debiera haber propuesto este otro: Recibo y al Archivo; simplemente recibo y al Archivo; pero no lo ha hecho así.

El C. Zincúnegui Tercero: Acepto su proposición.

El C. Manrique: Esto tocará al ciudadano Zincúnegui hacerlo; pero creo que el trámite tal como está es bueno. Si el ciudadano Zincúnegui quiere darle ese, es cosa suya.

El C. Zincúnegui Tercero: Acepto el trámite propuesto por el ciudadano Manrique.

El C. presidente: Recibo y archívese. ¿Está bien?

El C. Zincúnegui: Sí, señor.

El C. Alessio Robles: Pido la palabra en contra del trámite, del nuevo trámite.

El C. presidente: Tiene pedida la palabra primero el ciudadano Avilés.

El C. Avilés: Ahora pido la palabra en pro del nuevo trámite.

El C. Zincúnegui: Pido la palabra para una aclaración.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Zincúnegui: Parece que la dificultad en este caso es la palabra "Al Archivo". Con objeto de no seguir haciendo perder el tiempo a esta honorable Asamblea, tanto el ciudadano Avilés como el ciudadano Vito Alessio Robles están de acuerdo en que el trámite sea "recibo". A efecto de que no se siga perdiendo el tiempo pido que se dé ese trámite.

El C. secretario Valadez Ramírez: La Presidencia acepta la sugestión del ciudadano Zincúnegui, y dicta el trámite primero de recibo. En votación económica se pregunta si el asunto está suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Suficientemente discutido. En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Aprobado. Continúa la discusión del proyecto de ley relativo a la derogación de la ley que crea los puertos libres.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano diputado Bojórquez.

El C. secretario Valadez Ramírez: Encontrándose a las puertas del Salón de Sesiones el ciudadano Gabriel Martínez, suplente del ciudadano Angel Silva, la Presidencia ha tenido a bien designar a los ciudadanos Huerta Moisés, Angulo Mauro, y prosecretario Castrejón, para que lo introduzcan a rendir la protesta de ley.

(Rinde la protesta de ley el ciudadano Gabriel Martínez, diputado suplente por el 8o. distrito electoral del Estado de San Luis Potosí.)

El C. Bojórquez: Ciudadanos diputados: Lamento no tener facultades extraordinarias para producir un buen discurso, (Risas) ya que soy el primero en convenir que ni siquiera las tengo ordinarias con tal fin; pero desde que se puso a debate este asunto de los puertos libres, como representante de una región directamente interesada en que se establezcan en la República, yo he venido estudiando el punto para buscar todos los inconvenientes y encontrar todas las ventajas que, en favor o en contra del establecimiento de los puertos libres, puedan aducirse en esta tribuna. Como ya han pasado algunos días desde aquel en que la discusión de los puertos libres tomó carácter de verdadero debate, voy a permitirme recordaros que, de quienes han hablado en favor del decreto que nulifica el establecimiento de los puertos libres en la República, no se puede rebatir al ciudadano Zubaran, porque no se oyeron sus argumentaciones; no se puede rebatir al ciudadano Espinosa, por el ciudadano Espinosa siempre habla en contra, siempre habla en contra de sí mismo; tampoco se puede tomar muy en cuenta la acometividad del ciudadano diputado Rama que, a pesar de sus arrestos aquilinos, no trajo ante la Representación Nacional ningún argumento de fuerza que pudiera convencernos, porque dice que en el terreno de la legalidad, el establecimiento de los puertos libres es contrario a la Constitución o a alguna de las otras leyes establecidas. No se han destruído, hasta ahora, los argumentos que en un principio sostuvo, en contra del dictamen de las comisiones, el ciudadano representante Portes Gil. Lo que más me ha llamado la atención, es que los impugnadores del decreto de los puertos libres, hayan atacado la primera disposición, el primer acuerdo tomado por el actual Ejecutivo de la Unión, por el nuevo régimen, cuando a todos nos consta que hay muchas leyes por derogar, de aquellas leyes que el ciudadano Carranza dictó en uso de las facultades extraordinarias, y es raro que no se haya pensado en eso, cuando durante la época en que el ciudadano Carranza dispuso de facultades extraordinarias, se dictaron leyes tan importantes como la creación de la Contraloría, que ha tenido tantos detractores. Ya el ciudadano diputado Soto presentó un proyecto de ley para derogar la Ley de Imprenta establecida por el ciudadano Carranza; pero estos señores que ahora quieren ser los mentores de la Asamblea en materia hacendaria y que se dicen los maestros en finanzas y los que conocen más sobre asuntos económicos, están pendientes de todos los acuerdos que toma la Secretaría de Hacienda; todo lo que se acuerda por conducto de la Secretaría de Hacienda, para oponerse a ello. (Voces: ¡Nombres! ¡Nombres!) Ya nosotros sabemos perfectamente bien quiénes son los que han traído al seno de la Asamblea esta política. (Voces: ¡Nombres! ¡Nombres!) Ya voy después a los nombres. Por otra parte, ciudadanos diputados, sabemos perfectamente que, desde el momento en que se puso a debate este proyecto de decreto, para nulificar el decreto que establece los puertos libres, faltaban firmas de la Comisión

de Comunicaciones, y a última hora, el ciudadano diputado Ollivier puso la suya en el dictamen. Yo sé que el presidente de la misma Comisión se ha negado a firmar ese dictamen, porque no está de acuerdo con él; con una minoría de firmas se trajo al debate, porque los ciudadanos interesados en derogar el decreto de los puertos libres, han demostrado, en esta vez, una actividad asombrosa; están decididos a obstruccionar las labores del Ejecutivo en materia hacendaria, y ya van por ese camino en que se han iniciado: Yo no entraré al debate de las consideraciones legales que puedan traerse en lo de adelante acerca del establecimiento de los puertos libres, porque ese estudio está encomendado a los abogados, quienes entienden mejor de esta materia; pero, señores, cuando se ha hablado de las facultades del secretario de Hacienda, cuando se ha dicho que el decreto sobre creación de puertos libres invade otras secretarías, yo he pensado en que, si preguntáramos a cualquiera de los firmantes del proyecto de ley hasta dónde llegan las atribuciones de una Secretaría de Estado, nunca podrían responder, porque todas están íntimamente ligadas; se podría citar una multitud de casos. Voy a poner, simplemente, dos, para que os enteréis perfectamente de ello: Ahí tenéis la Escuela Nacional de Medicina, que depende de la Universidad Nacional, y si se ven los fines para que está creada la Escuela de Medicina, muchos podrán pensar o creer que la Escuela Nacional de Medicina debería depender del Departamento de Salubridad. (Siseos.) Ahí tenéis como otro ejemplo, el Departamento de Minas de la Secretaría de Industria y Comercio, que también podría pertenecer a la Secretaría de Agricultura y Fomento, puesto que se trata de fomentar la minería. (Siseos.) En este caso, una argumentación sofística del compañero Rama viene a traer a la imaginación de todos nosotros el hecho de que lo que aquí se pretende con el establecimiento de tales puertos libres, es el establecimiento de los puertos libres, es crear centros industriales y comerciales; pero hay que pensar en que lo primero que se consigue con el establecimiento de almacenes, verdaderas bodegas, adonde pueden llegar las mercancías del mundo, para ser reexportadas después. Ya el ciudadano diputado León, en el discurso que pronunció desde esta tribuna, puso de manifiesto la importancia que para las clases trabajadoras tenía el establecimiento de los puertos libres en la República, sobre todo, porque se conseguiría que en el país que en el territorio nacional se establecieran nuevas industrias, a las que irían trabajadores de todas partes, trabajadores de toda la nación, trabajadores mexicanos, a las que irían trabajadores mexicanos a colaborar en el desarrollo de nuevas industrias. Por otra parte, en esos puertos libres, por las facilidades que se tienen librándolos de los impuestos fiscales, se podrán conseguir salarios mejores, y ya no veríamos, como se ve en la actualidad, por todos los puertos fronterizos del Norte, que salen caravanas, peregrinaciones de trabajadores que van al otro lado, a los Estados Unidos, en demanda de quehacer. Yo he sido testigo de la cantidad de gente que sale por Nogales: oscila entre cien y doscientos el número de trabajadores que constantemente, diariamente se expatrian por su propia voluntad y van a Estados Unidos en busca de mejor salario. Es bien sabido que ahora en los Estados Unidos, sobre todo en las labores del campo, a las que se refirió el ciudadano Obregón esta mañana, el salario mínimo es de dos cincuenta o tres cincuenta oro americano; y cuando sabemos que ni en los Estados fronterizos, que es donde se pagan los mejores salarios, se tiene la mitad de ese sueldo para las clases trabajadoras, comprenderemos perfectamente que las clases laborantes, que los obreros de toda naturaleza, tienen necesidad de salir del país en busca de mejor remuneración; van a otras partes adonde puedan ganarse lo suficiente para mantenerse. Eso mismo sucede en Laredo, por Ciudad Juárez, por Piedras Negras, por todos los lugares de la frontera, por todos los puertos fronterizos. Entre las argumentaciones que se han traído al terreno de la discusión, está también el hecho de que el establecimiento de los puertos libres invade las facultades de los Estados y de los municipios; pero contra este débil argumento, están los hechos, están los numerosos telegramas que se han recibido en la Secretaría de la Cámara de Diputados y que hemos recibido particularmente algunos ciudadanos representantes, en los que se pide que no sea derogado el decreto de los puertos libres. Esos mensajes han llegado procedentes de Guaymas y Salina Cruz, de Rincón Antonio, de la Colonia González Cosío, de Puerto México, y hasta se nos ha hablado de manifestaciones que se han llevado a cabo en favor del decreto de los puertos libres, en Rincón Antonio Guaymas. Hasta las mismas Cámaras de Comercio, que en materia de innovaciones siempre son reaccionarias, las mismas Cámaras de Comercio en los lugares a que me he venido refiriendo, están de acuerdo con el establecimiento de los puertos libres y creen que, llevándose a la práctica ese establecimiento, podrán tener prosperidad en sus negocios. Otro argumento que se ha traído aquí, es el relativo a que se pueden suscitar ciertas diferencias entre Sonora y Sinaloa, por el hecho de que el establecimiento de un puerto libre en Guaymas, haga decaer al puerto de Mazatlán; pero a este respecto quiero referiros que, si algunos Estados de la República se miran fraternalmente y si hay cariño en dos entidades federativas, es entre Sonora y Sinaloa; a tal grado, que allá no hemos distinguido nunca las fronteras y que siempre los sonorenses hemos estado de acuerdo y hemos aplaudido los progresos de Sinaloa, y otro tanto han hecho los sinaloenses; en los últimos movimientos revolucionarios, siempre el Estado de Sinaloa ha secundado al de Sonora, y los hombres que más se han distinguido en las luchas armadas en Sinaloa, han vivido accidentalmente en nuestro Estado o Sinaloa. De esta suerte, existe una fraternidad allá y comprenden los ciudadanos de Sinaloa que el mejoramiento de Guaymas podría traer mejoramiento de la región Norte del propio Estado de Sinaloa; no creo que haya entre ellos algunos que se opongan al establecimiento del puerto libre en Guaymas. Por otra parte, quienes piensen que lo que se pretende es elevar un puerto del Estado de Sonora, por el hecho de ser de Sonora algunas de las autoridades que intervienen en este decreto, no tiene razón de ser, si consideramos que, desde hace quince años a esta parte, el puerto de

Guaymas ha venido decayendo de una manera notable, a tal grado, que cuando ahora Mazatlán tiene 30,000 habitantes y un regular movimiento marítimo, en Guaymas apenas tendremos de cuatro a cinco mil, y ningún movimiento marítimo; hay que buscar la manera de salvar al puerto de Guaymas. Yo creo que ésta es una de las soluciones, por eso apoyo y sostengo el decreto que creó los puertos libres. Mucho se ha hablado en esta tribuna acerca de la interpretación que se ha de dar a varios artículos constitucionales y a otros artículos legales sacados de la Constitución de 1917 o de la de 1857. A este respecto, cuando se invoca un razonamiento lógico en favor de determinado principio, en favor de determinada ley, yo he podido encontrar en un libro de política experimental, escrito por el licenciado José Diego Fernández, que en Derecho Constitucional es autoridad, este párrafo:

"Si es necesario que una ley sea o ilógica o inconveniente, la ciencia política no vacila; prefiere que viva el pueblo con leyes ilógicas útiles, a que muera con leyes lógicas inconvenientes. Los ingleses se jactan de que jamás han dado una ley por espíritu lógico, y que la lógica es lo que han despreciado al hacer sus leyes."

Y ayer mismo, cuando el ciudadano diputado Martínez de Escobar, en esta misma tribuna pedía que la Cámara tomara una actitud enérgica para contrarrestar la influencia del greenismo en Tabasco, nos decía que, sobre todas las leyes, está la ley de la necesidad, y es invocando esta ley, que yo vengo a pedir que no sea aprobado este proyecto de decreto que nos traen las comisiones unidas de Crédito Público, Hacienda y Comunicaciones. Otras autoridades más expertas, otros eruditos de mayor erudición, vendrán después a hablaros en términos técnicos acerca del establecimiento de los puertos libres, para fundar el decreto, el proyecto de decreto que los nulifica; pero yo quiero que os fijéis en este hecho: yo he venido examinando a los detractores del decreto de los puertos libres, porque creo que, conociendo a las personas, se puede llegar a saber cuáles son sus intenciones y cuáles las miras que persiguen. "Dime quién eres y te diré si te tomo en cuenta." (Risas.) Entre los que vienen después, encontraremos al ciudadano diputado Manero, que siempre ha hecho alarde de sus conocimientos económicos y de ser un maestro de finanzas; en esta misma tribuna ha venido a hacer alarde de revolucionarismo, diciendo que él se opuso siempre a la política financiera de Cabrera y que atacó a Carranza durante su dictadura. Y, señores diputados, yo vengo a deciros que entre uno de los creadores del carrancismo en toda la América, está el ciudadano Antonio Manero, y lo voy a demostrar: don Venustiano Carranza se preocupó mucho de hacer propaganda en la América española, en favor de los ideales de Bolívar; pero los comisionados que fueron a Centro y Sudamérica, no hicieron otra cosa que hacer labor netamente carrancista, y cuando el señor Manero colaboraba en esta ciudad en el principal órgano de los aliados, en Centro América hacía labor carrancista, hacía labor germanófila. Ya podréis juzgar de sus ideales, de la consistencia de los principios que sostiene. Yo vengo a deciros que no se puede creer mucho en las palabras del ciudadano Manero, porque ha sido uno de los creadores del carrancismo en América, si no el principal sostenedor de Carranza en todo el continente; pues cuando en México todavía no sabíamos ni qué era la doctrina Carranza, Manero andaba pregonándola en Costa Rica, en Cuba, en el Perú, por todas partes. Yo voy a leeros unos cuántos párrafos de uno de los libros publicados por el señor Manero a este respecto. Se llama "México y la solidaridad americana. La doctrina Carranza." Aquí tenéis cómo juzga el ciudadano Manero al señor Carranza; después de hablar de la tiranía, de la dictadura porfirista, dice lo siguiente:

"México contó desde entonces con 14 millones de seres, que pedían justicia, y con 2 millones que ensordecían al mundo con su indiscutible grandeza. Era el apogeo de México de Porfirio Díaz.

"Un hombre apareció entonces con gran relieve en la historia mexicana: Carranza, que ha llenado numerosas páginas de ella con resplandores de honor y de gloria.

"Don Venustiano Carranza es un hombre alto y fuerte: su voz y sus movimientos son graves y pausados; su rostro no revela jamás la menor emoción, y parece un granito toscamente tallado por la mano de algún artífice azteca; su larga y blanca barba, hace venerable su figura. Habla pocas veces; sus palabras explican siempre su pensamiento desnudo, sin galas oratorias, aun cuando generalmente tiene su dicción cierto sabor de ciencia.

"Su mirada, impasible de continuo, suele tornarse severa o dulce, reflejando las pasiones de su corazón americano, hecho igual para heroicidades que para tiernas abnegaciones. Su presencia impone respeto a propios y extraños; dondequiera que él se encuentre, es el jefe, lo mismo en las juntas de sus antiguos tenientes, que en las discusiones de los insolentes caudillos: lo mismo entre los hombres de más poder intelectual de su partido, que entre los representantes de naciones extrañas; lo mismo en el hogar y con sus amigos, que en medio de un ejército de un cuarto de millón de hombres.

"Su calma es inalterable; pero su mandato tiene una firmeza y una fuerza irresistibles. El mismo efecto tienen en su ánimo injurias, que adulaciones y el cumplimiento de su deber guía tan sólo los actos públicos y privados de su vida. Su sabiduría en la Historia General y Patria, le dan una videncia superior en la vida, y el conocimiento de los hombres y experiencia en la vida política, una seguridad completa en sus empresas."

Ya verán con qué seguridad impuso a Bonillas.

Página 33: "Imposible dejar de hacer justicia en esta ocasión a una de las figuras más grandes del México contemporáneo: la del general Cándido Aguilar, que acogió a Carranza en el Estado de su mando, como antaño lo hiciera Gutiérrez Zamora con el benemérito Juárez, poniendo todo su esfuerzo celo y patriotismo en la defensa del principio legítimo que encarnaba Carranza. Años más tarde, ocupando Aguilar el Ministerio de Relaciones Exteriores, y con una gloriosa carrera militar, fue llamado por los ciudadanos de su Estado como candidato al Gobierno local. Aguilar aceptó tal candidatura, renunciando antes su alta investidura militar, de jefe del Gabinete, y dándose de baja como general, a fin de quedar reducido, antes de su

elección, a la categoría simplísima de un humilde ciudadano."

Oid lo que dice de Luis Cabrera: "El ministro de Hacienda, Luis Cabrera, perdió por iguales vías a dos queridos e infortunados hermanos. Este hombre ecuánime, que lleva el cerebro más vigoroso, más profundo y más cultivado de todos los revolucionarios, es el acreedor intelectual máximo de la revolución."

"Hidalgo es para México el caudillo de la libertad nacional; Juárez el conquistador de la soberanía del Estado; Carranza el reivindicador de la Justicia del Pueblo.

"Hidalgo es el símbolo del derecho patrio; Juárez es el símbolo del derecho del Estado; Carranza es el símbolo del derecho del ciudadano."

En Caracas depositó una ofrenda en la tumba de Bolívar, pronunció un brillante discurso alabando el hecho de que Carranza lo hubiera enviado a aquella república.

"Los cuatro capítulos que forman este libro son la transcripción de las conferencias pronunciadas por don Antonio Manero en el ilustre Colegio de Abogados de Lima, Perú; Biblioteca Nacional de Santiago de Chile, Instituto Histórico y Geográfico de Río Janeiro y Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.

"La prensa centro y sudamericana ha reproducido y comentado durante año y medio los escritos y conceptos del enviado del presidente Carranza, y como documentación histórica anotamos los principales periódicos que han secundado y vigorizado sus propósitos; en la Habana 12 artículos; en Costa Rica 22; en Panamá 8; en Caracas 18; en Panamá 3; en Lima 30; en Santiago de Chile 18; en Argentina 2; en Montevideo 14; en Río Janeiro 21, y en Argentina 11; total, 159 artículos."

Por algo el ciudadano Bulnes, en una de sus recientes elucubraciones, decía que en Sudamérica Carranza es un hombre más popular que Sucre, que San Martín y que Bolívar. Yo estaba en la república de Costa Rica cuando falleció Carranza y me admiró que todos los costarricenses aseguraran que México iba a la bancarrota, que había muerto el país, porque iba a faltar su hombre representativo; que sin la firmeza de Carranza no podría seguir adelante. Tuve que luchar con muchos de ellos para demostrarles que para el porvenir de México no interesaba la presencia de Carranza en el poder. Yo sé, porque me consta, que el ciudadano Antonio Manero se incorporó en 1914 al Constitucionalismo en Veracruz, gracias a la influencia del ciudadano Luis Cabrera; Luis Cabrera lo llevó allá. Sabemos todos los que anduvimos en la revolución y sobre todo los que luchamos en 1915, qué perniciosa fue la labor de aquellos que se quedaron en Veracruz, de aquellos que se decían desde entonces los civilistas y que intrigaban de mala manera ante el Primer Jefe, como se dice vulgarmente, para contrapuntear a los más prestigiados jefes revolucionarios. En una de estas intrigas que ya se recordó con motivo de la discusión de la credencial del licenciado Cabrera en otra Legislatura, el ciudadano Manero tomó una participación muy activa. Después de este brillante recorrido por la América, era natural que Manero viniera con pretensiones de ministro o de subsecretario a México, pero como no llegó a ministro o a subsecretario, fue el primero en atacar a su protector, en atacar a Luis Cabrera. (Aplausos.) Hace muy poco tiempo, en el mes de junio, cuando yo llegué a la Habana, algunas personas me informaron que Manero había pasado rumbo a Sonora, y yo aseguré a muchos amigos que en Sonora no iba a ser admitido el señor Manero, pero desgraciadamente sí se le admitió allá; yo tengo entendido que allá también se ofreció como ministro o secretario de Hacienda, y como la historia se repite, como ayer atacara a Luis Cabrera, hoy ataca al encargado de la Secretaría de Hacienda y seguirá atacando a todos los encargados de esta Secretaría mientras no se le dé un puesto de importancia. Por eso ha venido a intrigar el señor Manero a esta Representación Nacional. De los que vienen después, está también el señor Zubaran, de quien tengo derecho de afirmar que es un cazador de concesiones. (Aplausos.) Es natural que los que nos consideramos honrados y revolucionarios puros dudemos de estos hombres que siempre están a caza de alguna concesión; es natural que pensemos que ahora que tratan de atacar un proyecto, lo hacen porque probablemente se les ha negado algo en esa Secretaría. Vendrá después también con su verbo fugaz el ciudadano García Vigil. Muchos revolucionarios decían: "¿Pero qué, García Vigil va a atacar una ley eminentemente revolucionaria y que favorece a las clases trabajadoras?" Pero yo entonces recordé la actuación de García Vigil cuando aquí mismo se discutía la Ley del Trabajo. El ciudadano García Vigil dijo en aquella ocasión palabras que ahora mismo podrá venir a repetirnos al comenzar su discurso: "¿Quién de vosotros quiere venir a defender los intereses del capitalismo?" (Voces: ¡No! ¡No!) Ahora bien, ciudadanos diputados; como en esto de la interpretación de las leyes y en la interpretación de las palabras de un hombre se hacen miles de conjeturas y se llega a conclusiones falsas, yo sé que los individuos del pro van a venir a explotar las palabras del ciudadano Alvaro Obregón. Van a decir que él es enemigo de que se instituyan los puertos libres; pero yo simplemente quiero recordar las frases que tuvo el ciudadano Obregón esta mañana. El dijo que no iba en contra de sus planes futuros la creación de los puertos libres; que, al contrario, eso iba dentro de un proyecto más amplio que tenía él para nosotros. Dijo después, contestando categóricamente a una pregunta del ciudadano Rivera Cabrera, que él no sólo era partidario, sino que aplaudía la creación de los puertos libres. Me extraña que personas que se dicen o que se llaman revolucionarias, cuando se trata de implantar una verdadera reforma traigan como argumento la interpretación de la ley, la interpretación de la ley que sólo sirve para dar que hacer a los abogados. Yo estoy seguro de que cuando no hubiera abogados, el mundo sería más feliz. (Risas. Aplausos.) Tengo la convicción de que en seguida vendrán a refutar algunos de los cargos las personas que he designado como personas impulsoras del movimiento contrario al establecimiento de los puertos libres en la República; pero aunque no quiero hacer el alarde que hizo el señor Martínez de Escobar Federico, yo puedo decir que también tengo energía y tengo valor civil y

personal suficiente para sostener mis ideas en el seno de esta Representación Nacional. Estoy convencido de la nobleza de fines que se buscan con la creación de los puertos libres, y por esto he venido a defenderlos. Creo que serán, que cambiarán la marcha económica del país, que es lo que necesitamos en la actualidad. Ya no bastan leyes de mayor o menor cuantía, se necesita que vayamos directamente a hechos prácticos, a realizar obras de progreso; y cuando nosotros estamos decididos a llevar adelante este decreto, cuando nosotros pensamos que es bueno, cuando nosotros pensamos que el establecimiento de los puertos libres de Salina Cruz, Guaymas y Puerto México pueden ser de alguna utilidad para la República, me pongo a pensar en que los hombres de la revolución lo primero que necesitan tener es carácter, y tener carácter, sobre todo, para defender los más altos ideales por los que se luchó. Ya se ha repetido muchas veces, y por más que se diga que la revolución no ha reformado nada, no ha reformado las leyes fundamentales, las leyes que tienden a crear un desarrollo nuevo de la riqueza pública. Nosotros oímos del mismo ciudadano Obregón esta mañana, al referirse al problema agrario, de qué manera los latifundistas mexicanos pudieron enriquecerse: primero, decía él, por las tarifas, proteccionistas, y después porque se explotaba vilmente el trabajo de la gente del campo, a la que no se le daba ni siquiera pan para su familia. Es necesario hacer acopio de energías en estos momentos para no dejarnos sugestionar por palabras más o menos vanas de los oradores que vengan a defender la nulificación del decreto que crea los puertos libres; es necesario que tengamos la fortaleza de ánimo suficiente para imponernos a todas las sugestiones de las sirenas; es necesario que pensemos que "nunca un hermoso ideal fue servido para paralíticos y obtusos..."; estas son palabras de José Ingenieros:"...No pueden marchar lejos los tullidos, ni contemplar los ciegos un luminoso amanecer." (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Zubaran, miembro de la Comisión. La Presidencia ruega atentamente a los ciudadanos diputados se sirvan ocupar sus curules.

El C. Bojórquez: Pido la palabra para hacer una rectificación.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Bojórquez: Con permiso del ciudadano Zubaran. Yo no leí textualmente las palabras del ciudadano García Vigil, y según me dicen, yo dije: los derechos del capitalismo, y debo hacer notar que las palabras textuales dicen: "del capital", y después la repite también, "los derechos del capital."

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Zubaran.

El C. Zubaran: Como se ha hecho una alusión personal a mí, atentamente ruego al ciudadano Bojórquez me diga si estaría dispuesto a contestarme una interpelación.

El C. Bojórquez: Con mucho gusto.

El C. Zubaran: ¿Tiene usted la bondad de concretarme qué concesión conoce usted que esté a mi nombre?

El C. Bojórquez: En diferentes ocasiones he leído en periódicos oficiales y en noticias de la prensa, que al ciudadano Juan Zubaran se le han dado determinadas concesiones. En este momento no recuerdo sino la del chicle en Quintana Roo.

El C. Zubaran: Hace veinte años que trabajo en la explotación del chicle, y tengo una concesión de cien mil hectáreas en terrenos de Quintana Roo, donde hay doscientas concesiones más de extranjeros y particulares de mucha mayor cantidad, y éste es uno de los negocios que por los malos gobiernos, por las malas condiciones que hay en estos momentos, me está costando el dinero. (Murmullos.)

El C. Zincúnegui Tercero: Entonces no hable de revolucionarismo.

El C. Zubaran: Estoy en el derecho, como cualquier ciudadano, de obtener concesiones pagando mis derechos, donde doy de comer a más de quinientas personas que en él trabajan. Ahora, señores, voy a hacer una aclaración: ¿Tiene usted la bondad de decirme si sabe usted entre cuántas personas se han repartido cuatro distritos de Sonora para la explotación y perforación petroleras?

El C. Bojórquez: No lo sé.

El C. Zubaran: Pues es entre cuatro y le han pasado esta concesión a un americano West Wolff, cediéndole estos cuatro distritos de Sonora. (Voces: ¡Nombres! ¡Nombres!) Entre ellos uno personalmente amigo mío, Roberto V. Pesqueira. (Murmullos.) Todavía hay más, señores diputados; no contentos con lo que han acaparado, se les ha conseguido en la parte limítrofe con los Estados Unidos, en la Baja California, al mismo W. Wolff, una gran extensión de terreno - casi la mitad - de la Baja California, para exploraciones petroleras.

El C. Zincúnegui Tercero: Todo eso está muy mal hecho.

El C. Zubaran: Señor diputado Zincúnegui, usted que me está interrumpiendo porque es muy fácil asentar falsedades diciendo que yo estoy a caza de concesiones, no tengo más riqueza que mi nombre, mi nombre limpio hasta ahora, sin hablar de la honradez, porque creo que quien viene hacerlo a esta tribuna, creo que no lo es. No tiene necesidad un individuo que es honrado, no tiene necesidad de decirlo él: por sus actos la sociedad puede decir si es honrado ese hombre. (Aplausos.)

El C. Zincúnegui Tercero: Pido la palabra para una aclaración.

El C. Zubaran: Ahora me reservo para el momento en que tenga que aclarar, como miembro de la Comisión; ya no en la cuestión legal de los puertos libres, sino en la cuestión moral. Me reservo después de otros oradores el venir a atacar aquí la cuestión moral en este asunto.

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano Manero Antonio. La Presidencia ruega atentamente a los ciudadanos diputados se sirvan ocupar sus curules.

El C. Manero: Señores diputados: Sinceramente he consultado la voz de mi conciencia, y escrupulosamente he revisado todos los datos que pudiera encontrar, antes de venir a sostener el dictamen que está a debate, y declaro que no me habría atrevido a venir a hacerlo sin el imperativo categórico de mi conciencia y sin que los datos que he consultado me dieran toda la fuerza necesaria para venir a apoyar el dictamen en el que se está discutiendo una de las cosas más hondas y más importantes que

atañen a la nación. Mi primitivo deseo hubiera sido concretarme simplemente a sostener el dictamen, es decir, a demostrar que la ley que el Ejecutivo ha expedido para fundar los puertos libres, en uso de facultades extraordinarias, es ilegítima, que a esto sólo se contrae el dictamen; pero no quiero que se me tache de tener un criterio estrecho y por esto entraré al fondo mismo de la cuestión, es decir, a saber si es conveniente o es inconveniente la institución de los puertos libres en México tal cual la pregona el decreto a que he aludido anteriormente. Hay más aún: el ciudadano Bojórquez dijo hace un momento de mí: "dime quién eres y te diré si te tomo en cuenta." No puedo tampoco pasar por alto este apotegma y dejar de contestar, aun cuando sea muy brevemente, a las palabras que acaba de verter contra nosotros en esta tribuna, no porque crea que con eso ha impugnado el dictamen ni mucho menos, ni ha hecho algo en favor de los puertos libres, sino para darle la razón en el mismo apotegma. Completa las imputaciones del señor Bojórquez, una imputación velada, aunque más correcta, del señor general Alvarado. Necesito, pues, comenzar por saber si el señor Alvarado quiere tener la amabilidad de decirme qué interés cree, qué intereses materiales, naturalmente - por que todos estamos inspirados en el sano interés de levantar, de ayudar a levantar a nuestra patria - qué interés menguado, qué interés mezquino, en una palabra, ¿qué interés pecuniario hay detrás de las cinco personas que hemos firmado la iniciativa que dio motivo a este dictamen? ¿Tiene usted la amabilidad, si me lo permite la Presidencia?

El C. ministro de Hacienda: Desearía que me aclarara bien, porque no oí.

El C. Manero: Con mucho gusto, señor. En alguna ocasión el señor general Alvarado manifestó, aunque veladamente, que podría exhibir algunos intereses que inspiraron a las cinco personas que firmamos la iniciativa para derogar la ley que él promulga dentro de las facultades extraordinarias; si usted, señor general, tiene algún dato concreto que pruebe que hemos sido inspirados por un malsano interés, le suplico a usted tenga la amabilidad de decirme. Apelo a su honorabilidad para que se sirva aclarar el punto.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano secretario de Hacienda.

El C. secretario de Hacienda: En primer lugar deseo que el ciudadano Manero me explique por qué interpreta que yo veladamente he hecho esa acusación.

El C. Manero: Señor general: usted dijo en alguna ocasión que estábamos guiados por un interés particular al hacer esta iniciativa. Si acaso me he equivocado en ello, ya está dada la contestación; eso es lo único que quiero saber y pido que quede definido con claridad.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano secretario de Hacienda.

El C. secretario de Hacienda: No entiendo que el ciudadano Manero tenga el derecho de suponer que yo he dicho algo que no he dicho, y de darle interpretación a mis palabras.

El C. Manero: Debemos vonvenir entonces, señores diputados, en que el señor general Alvarado no ha dicho que haya un interés particular detrás de las cinco personas que firmamos esta iniciativa; estamos, pues, a salvo de toda sospecha por lo que respecta a este particular. No tengo que repetir más que lo siguiente: que si algún interés nos guía, es el sano interés de cumplir con nuestro deber de ayudar a la reconstrucción de nuestro país sobre bases firmes. Voy a contestar algunas de las alusiones del ciudadano Bojórquez, aunque sumamente rápido, porque no es ésta cuestión que debe venir a debate; pero nada más para saber si eso se puede tomar en cuenta en razón de conocer quiénes somos. El señor Bojórquez, como imputación muy grave, me ha hecho la de haber escrito este libro en el cual digo que Carranza había asumido, en el año de 1916 en que yo escribí este libro, una actitud noble y patriótica. Al lado del señor Carranza, y justamente en la misma actitud que yo, se encontraba el señor general Obregón y la mayor parte de los revolucionarios conscientes en aquella época. No se me puede tachar, pues, de que yo haya hecho una labor en favor de Carranza en contra de los intereses de la Revolución. En el índice de este libro viene la narración de los artículos que yo publiqué en Sudamérica en el año de 1916, y el señor Bojórquez aclaró que suman 159 estos artículos. Eso es preciso reconocer que me honra, porque sencillamente si yo he ido al extranjero a trabajar y para eso me ha pagado el Gobierno, lo único que siento es no haber escrito ciento cincuenta y nueve mil. No seguiré por este camino que no tiene ninguna importancia; solamente aclaro este punto final: Dice el señor Bojórquez que yo ataqué al señor licenciado Cabrera porque él se interpuso o no le pareció bien que yo ocupara la subsecretaría al lado suyo y que seguiré atacando a todos los ministros como estoy atacando, según él, ahora, al señor general Alvarado, mientras no obtenga esa Subsecretaría o quizá la Secretaría de Hacienda. Acabando de llegar el señor licenciado Cabrera del extranjero, me invitó, por orden del señor Venustiano Carranza, a colaborar con él en la Secretaría de Hacienda. Como yo no he entendido hasta hoy que colaboración quiera decir subordinación absoluta, le manifesté cuáles eran mis ideas para colaborar con él; él no las encontró convenientes, y me ofreció algunas otras situaciones, las que me hubieran sido más provechosas pecuniariamente que la Subsecretaría de Hacienda, entre otras, recuerdo que me ofreció, para citar casos concretos, la de reorganizar las finanzas del Distrito Federal, teniendo en cuenta el espíritu que informaba al Ejecutivo de suprimir el municipio libre y dar toda la fuerza al Gobierno del Distrito. Yo rehusé este ofrecimiento del señor licenciado Cabrera, y no fue sino seis meses después de esta conversación, que yo comencé a atacarlo públicamente en la prensa por considerar que su labor era funesta. Estos ataques, que fueron recibidos entonces con el beneplácito de todos los buenos revolucionarios, y por los amigos del general Obregón, vienen ahora a ser impugnados por quien quiere hacerse ahora aparecer como defensor de estas mismas personalidades. Debo decir por último, señores diputados, que cuando yo llegué del extranjero, yo no serví al Gobierno del señor Carranza dentro de su Gobierno Constitucional; serví al señor Carranza cuando era primer Jefe, y muchas personas que ahora quieren

echármelo en cara, siguieron sirviéndole hasta los últimos días en que pereció y se pasaron del presupuesto del carrancismo al presupuesto de la administración actual sin el menor pudor. (Aplausos.) Terminada esta digresión que espero habrá hecho conocer quiénes somos y procurar que se nos tome en cuenta, paso al asunto a debate.

Decía antes, que desearía sostener el punto de vista constitucional, porque eso es lo que corresponde al dictamen; pero sobre haberlo hecho ya brillantemente algunos otros diputados, deseo entrar a la cuestión meramente técnica referente a los puertos libres tal como los instituye el decreto de referencia. Para esto desearía hacer unas preguntas al general Alvarado, si es tan generoso que me las conteste. Desearía, señor general, que tuviera usted la amabilidad de decirme cuáles considera usted que sean las consecuencias económicas del decreto expedido en uso de facultades extraordinarias.

El C. secretario de Hacienda: ¿Las consecuencias económicas inmediatas o mediatas?

El C. Manero: Cuan amplio le sea a usted posible, le agradeceré que exprese su pensamiento.

El C. secretario de Hacienda: Las consecuencias económicas inmediatas de la declaración de los puertos libres de Salina Cruz y Puerto México, son las de desviar el tráfico hacia aquellos puertos, el tráfico del lejano Oriente y el tráfico de Europa, y hacer así que el ferrocarril de Tehuantepec, que no ocasiona actualmente más que pérdidas a la nación, sea una empresa productiva y que llene los fines para que fue construído el ferrocarril, lo mismo que las obras en los puertos terminales: esos serán los resultados inmediatos. Los resultados mediatos serán los de crear grandes centros industriales que den trabajo bien remunerado a muchos millares de nuestros trabajadores e intensifiquen la producción de materias primas en todos los Estados de la República y especialmente en los contiguos al Istmo, como Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Campeche, Veracruz, Guerrero y todos los de la costa occidental. En cuanto a la creación del puerto libre de Guaymas, está indicado que así sea, porque es el punto terminal de un gran sistema ferrocarrilero, y las inmediatas ventajas que se obtendrán con este puerto libre serán las de desviar la corriente del comercio que hoy se hace del lejano Oriente por San Francisco California, por el medio Oeste de los Estados Unidos y por el Canal de Panamá y Nueva Orleans, para algunas regiones del valle del Mississippi y algunos de los Estados que están en el Sureste de los Estados Unidos. Todo ese tráfico vendrá por Guaymas; hoy no puede venir por ahí, porque nuestras leyes fiscales son el obstáculo más serio para que se desarrolle el comercio. (Aplausos.)

El C. Manero Antonio: ¿Puedo hacer algunas otras preguntas al señor secretario?

El C. secretario de Hacienda: Todas las que usted guste. Para aclarar este punto precisamente nada deseo más que eso, para que los señores diputados se den cuenta de las razones que nos impulsaron a dar ese decreto. (Aplausos.)

El C. Manero: Señor general: Como nosotros estamos inspirados en esos mismos buenos sentimientos en relación con nuestro país, me va usted a perdonar que sea un poco insistente en mis preguntas. Querría conocer el concepto de usted sobre las consecuencias hacendarias del mencionado decreto.

El C. secretario de Hacienda: ¿Querría usted ser más explícito?

El C. Manero: Con mucho gusto, señor general aquello que pudiera afectar a la Hacienda Pública es decir, a los ingresos y a los egresos.

El C. secretario de Hacienda: Perfectamente. Lejos de disminuirse los ingresos como hay quien lo tema así, yo entiendo que tienen que intensificarse, puesto que las mercancías que vienen a los puertos libres no entran sin pagar derechos al país, y las que salen para los puertos libres, pagan sus derechos de exportación. Por este concepto, no disminuirán los ingresos al Erario federal; por el contrario, la intensificación del comercio hará que muchas de estas mercancías que hoy pueden pasar de tránsito, puedan entrar al territorio nacional, por las facilidades que este mismo decreto les da, y aun aumentarán las entradas, y con la intensificación de la explotación y cultivo de las materias primas, el lógico esperar que se intensifiquen los derechos de exportación.

El C. Manero: Muchas gracias. Señor general:

Como la Secretaría de Hacienda debe seguir una determinada política en materia financiera y debe de tener una línea de conducta bien definida a este respecto, quisiera yo saber cuál es su opinión sobre aquéllo en lo que pudiera estar opuesto o fuera benéfico a la instalación de estos puertos libres, tal cual lo preconiza el decreto expedido por usted, en relación con la política financiera general, que sea conveniente para el desarrollo de la producción en el país.

El C. secretario de Hacienda: ¿Se refiere usted a la política fiscal, a las tarifas?

El C. Manero: A la política comercial extranjera.

El C. secretario de Hacienda: Entiendo que absolutamente en nada la afecta, puesto que ya se ha dicho que las mercancías que entren pagarán derechos, lo mismo que las mercancías que salgan. Así es que no afecta a nuestro sistema de tarifas la creación de los puertos libres, aun cuando desearía que lo afectara honda y profundamente.

El C. Manero: Abusando de su amabilidad, quisiera conocer, aun cuando ya está contestada implícitamente la pregunta que voy a hacerle, en la primera que me contestó, ¿cuáles son los efectos, las consecuencias sociales de ese decreto?

El C. secretario de Hacienda: Los efectos sociales consistirán en dar trabajo probablemente, a cientos de miles de hombres, que hoy tienen que emigrar al extranjero en busca de ese trabajo, porque México no es más que una factoría de donde se extraen las materias primas para llevarlas a producir riquezas en otros países. (Aplausos.)

El C. Manero: Una última pregunta de orden técnico. ¿Cuáles serán las consecuencias de este último decreto?

El C. secretario de Hacienda: Ningunas perjudiciales; antes bien, estrechamiento de los lazos de amistad entre México y los países de donde proceden los nacionales que inviertan dinero en nuestra patria. (Aplausos.)

El C. Manero: Como me he resuelto a tocar todos los puntos relativos a esta cuestión, sin que esto sea un motivo para que usted se considere molestado o aludido, desearía saber si se ha firmado algún contrato entre la Secretaría de Hacienda y las personas que han de regir los puertos libres, de acuerdo con el decreto.

El C. secretario de Hacienda: Se ha firmado un contrato de prestación de servicios, que contiene una cláusula acerca de que no contrae ninguna responsabilidad el Gobierno nacional, si esta Cámara rechaza el decreto. (Aplausos.)

El C. Manero: Estoy sumamente agradecido de su atención, señor general. Espero que esto ilustrará mucho el debate que vamos a continuar. Muy agradecido, señor. Señor general: Si mi insistencia no fuera molesta, ¿sería usted tan amable de decirnos quiénes son las personas que están designadas para regir los puertos libres?

El C. secretario de Hacienda: No tengo inconveniente en decirlo; pero yo me atrevería a suplicar al señor Manero que me permita contestar, en resumen, cuando yo, a mi vez vaya a la tribuna, si me lo permite así la Presidencia.

El C. Espinosa Luis: ¡Moción de orden!

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Espinosa.

El C. Espinosa: El ciudadano secretario de Hacienda y Crédito Público, en este caso, de acuerdo con las prescripciones legales, tiene la obligación de contestar, por vía de información, a todas las preguntas que le hagan los señores diputados, porque precisamente para eso se le ha invitado a esta sesión, para ilustrar el criterio de la Asamblea. Por lo tanto, me permito suplicar al señor secretario de Hacienda que acceda y conteste en forma amplia la interpelación del ciudadano Manero. (Siseos. Campanilla.) ¿Me permite?

El C. Manero: Yo estoy en el uso de la palabra. Señores diputados: Como no ataca ni implica cuestión de fondo, absolutamente, en el debate que vamos a tener, las personas que haya nombrado el señor general Alvarado; como, por otro lado, él ocupará posteriormente la tribuna y podrá decir quiénes son estas personas, creo que no debemos insistir sobre ese particular.

El C. Manrique: Una moción de orden, compañero, para aclarar este punto. Pido atentamente a la Secretaría, se sirva leer los artículos 126 y 127 reglamentarios, que claramente definen hasta dónde llega la obligación de los secretarios de Estado cuando se les llama a informar.

El C. presidente: La Presidencia va a mandar leer los artículos, de acuerdo con la moción del ciudadano Manrique.

- El C. secretario Zincúnegui Tercero, leyendo:

"Artículo 126. Antes de comenzar la discusión, podrán los secretarios del Despacho informar a la Cámara lo que estimen conveniente y exponer cuantos fundamentos quieran en apoyo de la opinión que pretendan sostener.

"Artículo 127. Pasada esta vez, sólo se les concederá la palabra en el turno que les toque, conforme a lo dispuesto en los artículos precedentes; a no ser que, ya por sí, o excitados por algún miembro de la Cámara, tuvieren que informar sobre hechos, pues entonces podrán hacerlo breve y sencillamente, con tal de que sea antes de cerrarse la discusión."

El C. Manrique: Favor de subrayar ese término: "podrán hacerlo".

El C. secretario Zincúnegui Tercero: A petición del ciudadano Manrique, me permito subrayar la frase que dice: "podrán hacerlo" potestativamente.

El C. presidente: Están satisfechos los deseos del ciudadano Manrique.

El C. Manero, continuando: Apoyando, señores diputados, el dictamen que está a discusión, antes de entrar a discutir los puntos sobre los que he tenido el honor de interrogar al ciudadano general Alvarado, voy a tocar determinados puntos de vista, en apoyo de este mismo dictamen. Yo creo que la promulgación, con facultades extraordinarias, por el Ejecutivo, de esta Ley de Puertos Libres, ha faltado a los elementos rudimentales de una sana política; en efecto, la Cámara de Diputados pocos días antes había retirado las facultades extraordinarias al Ejecutivo; la Cámara no podría ver sino como un golpe de rechazo el que el Ejecutivo promulgara este decreto pocos días después, máxime cuando el presidente de la República había ofrecido solemnemente, en repetidas ocasiones, enviar este decreto a las Cámaras para su discusión. Esto debería provocar una pugna entre ambos poderes; por lo tanto, fue impolítica la promulgación del decreto en esta forma, y la Cámara de Diputados, en vista de esta misma razón política, debe sostener el que esta ley no siga en vigor. Otro punto de vista político es el siguiente: al promulgar esta ley el actual Gobierno un mes antes de fenecer su período, incapacita verdaderamente al Gobierno que va a seguirle en el ejercicio del poder, para dar una ley en sentido opuesto a ésta que se acaba de dar. El señor general Obregón nos ha manifestado hoy en la mañana que tenía un proyecto más amplio que éste y que no beneficiaba a determinados intereses, sino a la nación entera. Está, pues, contrapuesto el interés del proyecto. (Voces: ¡Sí! ¡Sí! ¡No! ¡No!) Si el general Obregón hubiera creído que la ley decretada favorecía los intereses generales de la nación, no hubiera venido a decir que tenía otra ley que favorecía esos intereses generales y no a un grupo de particulares; dijo que este grupo se opondrá y será enemigo de la ley que traerá a la consideración de la Cámara. (Voces: ¡No! ¡Sí! Aplausos.)

El C. Castrejón: Pido la palabra para un interpelación.

El C. presidente: Tiene la palabra para una interpelación, el ciudadano Castrejón.

El C. Castrejón: ¿Usted cree, ciudadano Manero, que si el Ejecutivo ha usado de las facultades extraordinarias para hacer este decreto, mañana o pasado, si lo considera conveniente el general Obregón, en el caso de que todavía el Senado no ratifique el retiro de las facultades extraordinarias que esta Cámara ya retiró, en el caso de que el general Obregón, gobernando todavía con facultades extraordinarias retire ese decreto, tenga la facultad de poder retirar ese decreto y dar uno nuevo reformándolo en el sentido que lo crea conveniente?

El C. Manero: Yo creo que sí, pero es una cosa totalmente diversa de lo que yo estoy apuntando, porque si el general Obregón queda con facultades para derogarlo, eso no implica que nosotros tengamos la mendacidad de no derogarlo cuando en uso de nuestras facultades podemos hacerlo. (Aplausos.) Paso al punto de vista moral por el cual este decreto no debió haberse expedido y, en consecuencia, el mismo punto de vista moral por que nosotros estamos obligados a derogarlo. El señor general Alvarado, en una junta que tuvimos hace breves días en el Salón Verde de esta Cámara, había interpretado lo que los firmantes de esta moción conceptuamos como inmoral en el sentido de que nosotros creyéramos que se iba a disponer malamente de los dineros que la República otorgara a las personas que van a regentear los puertos libres. Nuestro pensamiento moral, señores diputados, no llega evidentemente al concepto socrático de la moral para el cual la moral es la perfección; apenas si podríamos acercarnos al concepto de Kant, para el cual la moral, el camino de la moral es el camino del deber. Desde luego puedo asegurar al señor general Alvarado que ha estado lejos de nuestra mente el dar a la palabra "inmoral" la acepción vulgar de rateril. Voy a precisar cuáles han sido los motivos que nosotros hemos tenido para creer que es inmoral la promulgación de este decreto, y que precisamente en obediencia al imperativo categórico de la moral, debemos derogarlo. Cuando se expidió este decreto en uso de facultades extraordinarias, la Cámara de Diputados había expresado ya explícitamente y había llevado o estaba para llevar a la de Senadores la ley que impedía al Ejecutivo seguir usando de facultades extraordinarias. Creo que desde el mismo momento en que el Ejecutivo sabía que una parte de la Legislatura no estaba conforme con qué siguiera usando de facultades extraordinarias, era absolutamente inmoral que las siguiera usando. Hay más: el ciudadano presidente de la Huerta había ofrecido solemnemente, públicamente que devolvería las facultades extraordinarias; ¿qué quería decir esto? Que no se consideraba moralmente capacitado para seguirlas usando y, sin embargo, las usa. El señor de la Huerta, repito por segunda vez, dijo que traería a la consideración de la Cámara el decreto sobre Puertos Libres, y no lo hizo, faltando a un compromiso explícito, tanto en el caso de las facultades extraordinarias, como en el caso del decreto a que aludí, y al decretarlo ha faltado a un deber moral que todo hombre tiene de respetar las promesas que privada o públicamente haya hecho. Me hubiera contenido aquí si las palabras del general Obregón hoy en la mañana no me facultaran para ir más al fondo de la cuestión; él aseguró que el proyecto ya hecho decreto sobre los Puertos Libres, beneficiaría a unas cuantas personas que vendrían a ser enemigos suyos; y todo proyecto que beneficia a unas cuantas personas, cuando sólo debe beneficiar los intereses del país, es un proyecto inmoral. (Aplausos.) Por eso creo que no ha obrado moralmente el Ejecutivo y que nosotros debemos obedecer a la moral haciendo que este proyecto se declare nulo. No deseo extenderme sobre el punto de vista constitucional, porque mucho ya se ha tocado; pero al tocar este punto de vista fundándose en los artículos expresos constitucionales, no se han rebatido algunas observaciones que las personas en contra de este dictamen han traído a esta tribuna. El señor Portes Gil aseguró que podría darse este decreto en uso de facultades extraordinarias, porque estas facultades no se podían dar sino en conexión con la suspensión de garantías, y no de garantías individuales como decía la Constitución de 57, sino de garantías civiles, supuesto que la Constitución de 17 dice que se suspenderán las garantías en general; de tal manera que el señor Portes Gil nos vino a decir lo siguiente en términos concisos: puede dar el decreto el Ejecutivo, porque al concedérsele facultades extraordinarias, se han suspendido no solamente las garantías individuales, sino hasta las garantías civiles. En concepto del señor Portes Gil en estos momentos estamos bajo la suspensión de las garantías individuales y civiles y en esto apoya el que se haya dado este decreto. Esto es sencillamente un absurdo; no necesita ni siquiera rebatirse, solamente concretarse bien el pensamiento que él expresó a través de un largo discurso de hora y media. Mi estimado amigo el señor Rivera Cabrera sostuvo la siguiente tesis: que cuando se concedieron facultades extraordinarias al Ejecutivo, se hizo en vista de que amenazaban al país grandes complicaciones internacionales y graves peligros internos, y que si es cierto que hemos salido de aquel caos, no hemos salido de las consecuencias de aquel caos, y por lo tanto puede seguir usando de facultades extraordinarias el Ejecutivo. Es verdaderamente infantil sostener una tesis de esta naturaleza porque ¿cómo podemos nosotros puntualizar cuándo terminan las consecuencias de un caos para que siga usando de estas facultades extraordinarias? Creo que tampoco podemos tomar en cuenta esta observación. Como repito, las personas que seguirán en el uso de la palabra traerán poderosos argumentos de orden legal, es decir, de orden constitucional para sostener este dictamen, voy a dejarlos a un lado y a pasar al análisis del decreto que, aunque no sea el debate del propio dictamen, debemos de aceptarlo con un criterio liberal y cuando se discuten intereses tan importantes. No todo el decreto que instituye los puertos libres es malo; tiene una cosa buena: yo hubiera deseado interpelar al señor general Alvarado para saber si esto de bueno que tiene el proyecto corresponde a la Secretaría que él regentea ahora o a la Secretaría que regenteó el señor licenciado Cabrera, porque según nos han asegurado, el proyecto actual existía en uno de los cajones de la Secretaría, y solamente fue aumentado con respecto al puerto de Guaymas y cambiada la forma de las juntas administrativas para manufacturar el decreto actual. Pero como la cosa no tiene importancia, sea uno u otro, y yo me alegraría de que fuera del actual Ejecutivo lo que encuentro de bueno en este proyecto, a fin de que no se me creyera apasionado contra el Ejecutivo ni muchísimo menos contra el general Alvarado; encuentro una idea buena, plausible y a la cual debemos ayudar con nuestras fuerzas: darle movimiento al Ferrocarril de Tehuantepec, el cual está perdiendo una suma cuantiosa diariamente por las condiciones especiales en que se encuentra.

El Ferrocarril de Tehuantepec, que tuvo una época de relativa bonanza, vino a la situación actual por tres importantes factores: el primero, la guerra internacional, es decir, la guerra europea, a la cual entraron los Estados Unidos, que afectó no solamente a Tehuantepec, sino a Panamá; el segundo factor, la guerra interior que teníamos en México, y el tercero, que viene de origen, la competencia formidable que hace el tráfico del Canal de Panamá al tráfico del Ferrocarril de Tehuantepec. En la actualidad podemos creer que están descartados los dos primeros factores; la guerra internacional ha terminado, y la paz en la República es un hecho, como lo afirma el presidente de la República, aunque no lo crea el diputado Rivera Cabrera; queda, pues, solamente un grave factor, o sea la competencia que hace al Ferrocarril de Tehuantepec, el Canal de Panamá. Voy a analizar brevemente la situación relativa de estas dos grandes vías de comunicación, a ver si es posible que el Itsmo de Tehuantepec haga una competencia victoriosa al Canal de Panamá y los medios que debemos emplear para obtener esta competencia victoriosa, es decir: para darle movimiento al Istmo de Tehuantepec; analizaré sin son necesarios los puertos libres para este objeto. Creo que cuatro son los factores que debemos tener en consideración: el primero, las distancias que separan a los puertos de Oriente de los puertos europeos por una y por otra vía, porque es inconcuso que si la vía de Tehuantepec es más corta y rápida que la de Panamá, puede hacerle Tehuantepec a Panamá una competencia victoriosa; el segundo factor que debemos ver son las maniobras que es necesario hacer para la carga y descarga de los buques, para la conducción de las mercancías, etcétera, tanto en Tehuantepec como en Panamá; el tercero, las finanzas de cada una de estas dos empresas, porque es absolutamente claro que si Panamá reclama mayores gastos para el sostenimiento de sus empresas, debe poner mayores tarifas para que transiten por esa vía las mercancías comerciales; y, por último, si existen actualmente líneas navieras que puedan concurrir a Tehuantepec, porque crear nuevas líneas o procurar artificialmente que estas líneas vinieran a Tehuantepec, si no estuvieran ya conectadas, sería una cosa absolutamente ilusoria, teniendo en cuenta, naturalmente, que en Panamá sí están ya conectadas las principales líneas de navegación mundial.

El C. León Luis: ¿Me permite usted una interpelación?

El C. Manero: Con mucho gusto.

El C. León: ¿No le parece a usted que se le ha olvidado un quinto punto: el capital invertido en las obras de Tehuantepec y en las de Panamá, que forzosamente exigen rédito?

El C. Manero: Creo que no se me ha olvidado, señor compañero, porque ya he dicho que analizando la situación financiera de ambas empresas, podríamos saber cuál es la que demanda mayores gastos. Es claro que Panamá demanda mayores gastos, porque ahí se ha invertido mayor capital. He tenido en cuenta el factor capital.

El C. León: No, yo entiendo que gastos se llama a los gastos de administración y conservación. El capital invertido demanda un interés.....

El C. Manero, interrumpiendo: La situación financiera de una empresa no se concreta a esto....

El C. León: Usted dijo gastos, no dijo situación financiera, por eso me permití hacer esta aclaración.

El C. Manero: Entonces estamos conformes. Las distancias, señores, que separan a los principales puertos de Oriente de los principales puertos europeos por las vías de Tehuantepec y de Panamá, son los más importantes los siguientes, por lo cual se verá la gran ventaja que Tehuantepec tiene sobre Panamá en materia de distancias:

De Liverpool a Hong-Kong 1198 millas.

" " " Yokohama 1085 "

" " " Aukland 503 "

" " " San Francisco 609 "

De New York a Hong - Kong 1351 "

" " " " Aukland 881 "

" " " " Melbourne 761 "

De New Orleans a Yokohama 1974 "

" " " " Aukland 1564 "

" " " " Honolulú 1960 "

Es pues, verdaderamente aplastante la ventaja que en materia de distancias para el comercio internacional de Oriente y Occidente, tiene Tehuantepec sobre Panamá. No insistiría sobre estas cosas si no fuera a tocar el siguiente punto: discutir si son necesarios los puertos libres. Por eso suplico que se tenga paciencia y se siga toda la argumentación que me propongo hacer. En materia de maniobras, éstas son sumamente importantes, porque a mayor facilidad de las maniobras, hay mayor facilidad en el tráfico y mayor economía en los transportes. Es absolutamente necesario poner en mejor situación los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz; pero, de todas maneras, cuentan con los siguientes elementos para maniobras:

"Todos los barcos que llegan a ambos puertos, tanto el del Atlántico como el del Pacífico, atracan al lado de muelles de la más sólida construcción (7 en Puerto México y 6 en Salina Cruz), todos dotados de grúas eléctricas, con un radio de acción de 54 pies; todos los muelles tienen bodegas, cada una de las cuales tiene capacidad para almacenar 15,000 toneladas de carga. Eliminando completamente el alijo, y cargando directamente de las bodegas del buque a los carros y luego de los carros a las bodegas del buque en el otro puerto, los bultos reciben el menor manejo posible en su transporte a través del Istmo mexicano.

"Los 7 muelles de hierro y acero de Puerto México, están dotados cada uno de ellos de un almacén o bodega de 420 por 110 pies, con una capacidad de 15,000 toneladas de carga, hallándose repartidas entre ellos 12 grúas eléctricas, con un radio de acción de 54 pies.

"En Salina Cruz existen seis muelles y seis grúas de las mismas dimensiones y esfera de acción que los de Coatzacoalcos.

"Se ha construído, además, en Salina Cruz, un dique seco, de 666 pies de largo, con un ancho en el fondo, de 72 pies, y en marea baja hay 29 pies en la parte menos profunda.

"En la distancia de 304 kilómetros de recorrido que tiene el ferrocarril, hay numerosos apartaderos de escapes para cruces de trenes, además de los cuales se han repartido 40 kilómetros de vías en

la zona del puerto de Coatzacoalcos y 35 kilómetros en la de Salina Cruz, con lo cual las operaciones de carga y descarga, son rapidísimas."

Las maniobras en Panamá son de una complicación extraordinaria, aun cuando pudiera parecer lo contrario a quienes no han estado en aquel lugar.

Cuando fuí a Sudamérica enviado por el Gobierno del señor Carranza, no solamente escribí los 159 artículos a que aludió el diputado Bojórquez, sino que estuve también algunos meses en el Canal de Panamá, donde hice un estudio comparativo de la economía del Canal de Panamá con la economía del Ferrocarril de Tehuantepec. Voy a manifestar en muy pocas palabras cómo se hacen las maniobras en el Canal de Panamá. El Canal, todos ustedes saben que no es un canal a nivel; tiene compuertas por ambos océanos, de tal manera que es necesario ir elevando paulatinamente los buques hasta subirlos a la altura del lago de Gatún y descender después al Océano Pacífico o al Atlántico, según por donde hayan entrado. Para hacer esta maniobra, el buque es amarrado por medio de cables de acero a cuatro locomotoras, dos cables en la proa y dos en la popa; las máquinas del barco deben estar con el movimiento absolutamente en suspenso, y son las cuatro locomotoras las que van arrastrando muy lentamente al barco para irlo pasando por el Canal, de manera que no se desvíe un metro, porque chocaría con una u otra de las paredes del propio Canal. Esa es una cosa muy complicada y demanda horas enteras en la maniobra; y a pesar de todas las medidas verdaderamente portentosas que el Gobierno de los Estados Unidos ha tomado para que la maniobra sea fácil, no ha logrado conseguirlo.

En una de las ocasiones que atravesé el Canal a bordo de un buque chileno, el buque chocó tres veces contra las paredes del Canal, destruyendo gruesos muros de madera que están construídos para ese efecto, y toda la carga que venía en la cala del buque se volteó, sufriendo graves perjuicios. De manera que, vuelvo a decir, la maniobra es sumamente complicada. El costo para atravesar el Canal es de tal naturaleza, que se podrá juzgar por el siguiente dato: En el Canal de Panamá ha sido invertido un capital en derredor de mil millones de francos, pongamos poco más de trescientos millones de dólares, y en el primer año de tráfico del Canal de Panamá, en que los Estados Unidos esperaron una enorme bonanza por aquella empresa, tuvo que votar el Congreso americano treinta millones de dólares para completar las entradas del Canal y sostenerlo; es decir, muy lejos de tener la menor utilidad, tuvo que invertir el diez por ciento de su capital a fin de que pudiera seguirse haciendo el tráfico por el Canal. Es, pues, inconcuso que Tehuantepec está en mucho mejores condiciones para el tráfico si se proporciona una manera eficiente de acuerdo con los elementos que ya se encuentran en los puertos de carga y de descarga. Puede, pues, competir Tehuantepec con Panamá también desde el punto de vista de las maniobras.

El C. Moreno Jesús Z: Ruego al orador me permita hacerle una interpelación.

El C. Manero: Todas las que usted guste.

El C. Moreno: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Moreno.

El C. Moreno: Ruego al orador se sirva concretar de una manera expresa y categórica si con los datos experimentales de carácter personal hechos en Panamá puede decir si es practicable la navegación en Panamá, conforme al proyecto de Lesseps o conforme al informe de Goenthals de los Estados Unidos, es decir, si es practicable en esas condiciones o no lo es.

El C. Manero: Aunque no veo claros los motivos que tenga el señor compañero Moreno para esta interpelación, le voy a contestar con muchísimo gusto. Los franceses sostuvieron, cuando comenzaron las obras del Canal de Panamá, la conveniencia de hacer un canal a nivel como algunos otros canales se han hecho, para mejorar el tráfico internacional. Se discutió con numerosos peritos la conveniencia de aquello y se llegó a la siguiente conclusión: que evidentemente era mejor el canal a nivel; pero era tan cuantiosa y tan verdaderamente extraordinaria la suma que era necesario invertir para esa obra, que no estaba al alcance ni del poderosísimo pueblo de los Estados Unidos abrir ese canal en esas condiciones. Entonces se optó por hacer la obra actual que es sumamente deficiente y que, en efecto, proporciona grandes ventajas a la navegación internacional; la principal de ellas es la siguiente, señores diputados: Hubo necesidad de hacer un tajo en una enorme montaña llamada La Culebra, a fin de que pasaran por ahí las aguas del futuro canal; una vez hecho este tajo, todas las previsiones humanas se estrellaron ante una cosa que había sido imposible prever, cual era la formación geológica sobre que se sustentaba el Cerro de la Culebra que iba a cortarse. Resultó que este cerro estaba ubicado sobre un terreno deleznable, casi pantanoso, y que al abrir el tajo automáticamente el Cerro de la Culebra se cerraba, de tal manera que no podían pasar las aguas para hacer el canal. Desde esa época terrible para la empresa de los Estados Unidos hay ubicadas en el Canal cuatro o cinco portentosas grúas que están constantemente sacando los materiales que brotan del fondo del Canal; y no es sino con verdaderas dificultades como puede hacerse la navegación internacional.

Creo que si algún objeto tiene esa interpelación, es apoyar las ventajas del tráfico por Tehuantepec sobre Panamá.

El C. Moreno: La siguiente es más breve: ¿Puede decirme el señor Manero el dato del valor... (Voces: ¡No se oye!) Pero me oye el orador.

El C. presidente: La Presidencia ruega al ciudadano Moreno hable en voz alta.

El C. Moreno: Ruego al orador que si tiene este dato se sirva proporcionarlo a la Asamblea. ¿Cuánto es el valor de los derechos por tonelada de conducción por el Canal de Panamá, y cuánto el promedio que el mismo derecho reportaba por el Ferrocarril de Tehuantepec en 1910?

El C. Manero: Señor compañero, se necesitaría una memoria verdaderamente portentosa para tener ese dato en la memoria, y si en alguna cosa puede afectar a la tesis que estoy sosteniendo, procuraré suplir ese dato con algunos otros informes, pero que resultarían extraordinariamente largos. Ruego a su señoría me diga si insiste sobre el particular.

El C. Moreno Z: Si su señoría no ha podido dar el dato, teniendo una discusión de esa

trascendencia, yo voy a hacer la aclaración, porque como vengo a interpelarlo en este debate, he querido tener los datos experimentales a la mano para poder hacer algunas explicaciones. Lo que actualmente cuesta el derecho de tonelaje por el paso a través del Canal de Panamá, son veinte dólares, y en el Ferrocarril de Tehuantepec en 1910 tenía un promedio de cuatro dólares.

El C. Manero: Agradezco mucho ese dato, porque me va a servir precisamente para sustentar más vigorosamente la tesis que estoy sustentando. (Aplausos. Risas.) Queda un último punto, señores diputados: el de saber si es necesario crear una línea de navegación que venga a concurrir a Tehuantepec, o si esta línea ha concurrido ya en un pasado no muy remoto, de tal manera que con un movimiento de atingencia pudiéramos traer nuevamente a esta concurrencia a las compañías más importantes que han concurrido al tráfico en Tehuantepec.

"Las líneas marítimas con navegación directa desde Puerto México, son:

"Para Europa, Cié Générale Transatlantique; Cía. Transatlántica de Barcelona; Cuban Line; Harrison Line, Hamburg - Amérika Line; Leyland Line y The Royal Mail Steam Packet Company.

"Para Nueva York, American - Hawaiian Steamship Company.

"Para Texas City, Wolvin Line.

"Para puertos mexicanos, Compañía mexicana de navegación.

"Las líneas marítimas con navegación directa desde Salina Cruz, son:

"Para Canadá, Canadian - Mexican Pacific S. S. line. Salidas mensuales de puertos mexicanos y Canadá.

"Compañía naviera del Pacífico. Salidas cada 10 días a todos los puertos mexicanos incluyendo los del Golfo de California.

"Jersey Line. Salidas mensuales a puertos de América Central, mexicanos, de los Estados Unidos y del Canadá.

"Kosmos Line. Salidas cada 15 días a puertos de las Américas del Sur y Central, de México, Estados Unidos y del Canadá.

"Mexican - Oriental S. S. Line. Salidas mensuales para China y Japón.

"Tokyo Kisen Kaisha. Salidas cada dos meses para América del Sur, Honolulú y Japón.

"Pacific Mail Steamship Company. Salidas mensuales para San Francisco, puertos occidentales de México, América Central y Panamá", con un total de 14 vapores directos a Salina Cruz y Coatzacoalcos cada mes.

Con todos estos datos creo que podríamos votar los siguientes recursos para intensificar el tráfico por Tehuantepec antes de recurrir al arbitrio de los puertos libres. El primero de ellos, el de traer a las compañías a que antes he aludido a una conferencia, de tal manera que se pusieran de acuerdo los itinerarios del Pacífico con los del Atlántico y que, como estaba ya hecho en 1910, se reanudara el tráfico por Tehuantepec. El segundo de ellos, es decir, la segunda medida que deberíamos tomar para intensificar el tráfico de Tehuantepec, es la de mejorar el material rodante, el material que se encuentra en ambas estaciones terminales; el tercero, el de hacer depósitos de carbón y de petróleo en dichas terminales, como lo tiene hecho Panamá en los puertos de Colón y de Panamá mismo; el cuarto, el de legalizar las minutas de contrato que han sido formados con las compañías navieras sudamericanas, es decir, con la compañía chilena, con la compañía peruana, a fin de que concurrieran hasta Salina Cruz en su tráfico, formando lo que se había llamado cuando se tocó este punto en Sudamérica, la línea de navegación latinoamericana. Cuando el Perú envió aquí a su comisionado comercial, el señor Carranza no sé por qué circunstancias no tomó suficientemente en serio la proposición que se le hizo, cometiendo un gravísimo error; si entonces se hubieran firmado estos tratados de navegación con las Repúblicas Sudamericanas, Tehuantepec tendría ya un gran tráfico. Por último, podríamos recurrir a tratados aduanales con los países extranjeros, de tal manera, que se intensificara este mismo tráfico.

He explicado ya que los grandes recursos de que dispone Tehuantepec, nos permiten combatir victoriosamente a Panamá tocando solamente estos cinco recursos que he apuntado y sin necesidad de fundar los puertos libres. Cuando pase al análisis de estos puertos, se verá por qué mi escrúpulo de que no se funden allí los puertos libres y, sobre todo - téngalo bien entendido la Asamblea, porque lo repito por quincuagésima vez - en las condiciones en que quiere que se funden los puertos libres el decreto expedido por el Ejecutivo en uso de facultades extraordinarias. Examinando cuidadosamente el decreto que instituye los puertos libres dado por el Ejecutivo, encuentro que no tiene substancialmente más que tres determinaciones: primera, se instituyen los puertos libres; se instituyen las zonas que se denominan puertos libres; se instituye una zona en que se cambiará la materia prima, etcétera, etcétera; se instituyen los puertos libres. Segundo, se faculta a la Secretaría de Hacienda para organizar los puertos libres. Tercero, contrátese con cinco personas la administración de los puertos libres, y cuarto, dense quinientos mil pesos para comenzar las obras de los puertos libres.

Esto no es ni remotamente una ley que pueda instituir los puertos libres. El señor general Alvarado nos decía hace breves días que la Ley de Bancos que esta Cámara está esperando desde hace largos meses, estaba ya terminada e iba a venir a la consideración de la Asamblea. ¿Qué diría la Cámara - me parece un ejemplo muy accesible - si la Ley de Bancos dijera lo siguiente: se instituye el Banco de la República Mexicana, se faculta a la Secretaría de Hacienda para organizar el Banco de la República Mexicana; se faculta a la Secretaría de Hacienda para nombrar el Consejo de Administración del Banco de la República Mexicana? Pues yo diría que eso no es Ley del Banco Unico de la República Mexicana. (Aplausos.) En el capítulo en que se faculta a la Secretaría de Hacienda para fundar los puertos libres, me ocurre que podría haber dicho el decreto - claro que no estoy haciendo un decreto de puertos libres - me ocurre simplemente que podría haber dicho cuáles serían las rentas que hubieran de pagarse por las personas que fueran a ocupar esas zonas libres, cuáles las formas de hacer los contratos con la nación, siquiera el tamaño de la zona libre que ha de comprender cada puerto.

Todo esto se deja a la Secretaría de Hacienda y a la discreción también de la junta que nombrará la Secretaría de Hacienda, es decir, a la Secretaría de Hacienda. Respecto del contrato con las cinco personas que han de manejar los puertos libres, el señor general Alvarado nos decía hace muy breves días en el Salón Verde de la Cámara de Diputados, que esta forma de desempeñar las comisiones públicas estaba aceptada en el extranjero con grandes beneficios, y que había sido también puesta en planta en México, por ejemplo con motivo del drenaje y desagüe del Valle de México. Yo contestaría a esto lo siguiente: una cosa es una obra pública y otra cosa es una administración o el desempeño de un servicio público; también la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas la hizo el señor ingeniero Boari con algunos otros ingenieros que lo asesoraron; pero la administración de esta propia Secretaría no me hubiera parecido conveniente que la dieran por cinco años inamovibles al señor Boari con los otros cinco ingenieros que lo asesoraron para hacer el edificio. Una cosa es hacer una obra pública, y otra cosa es contratar un servicio público, siendo las personas inamovibles por un determinado tiempo. Nos dijo también el señor general Alvarado que algunos puertos libres en el extranjero estaban regenteados en esta forma. Efectivamente, así están regenteados los puertos de Hamburgo, de Amberes, de Liverpool de Glasgow y de Barcelona, nada más que hay una ligera diferencia. El puerto de Hamburgo, por ejemplo, costó trescientos mil marcos; tiene veintisiete kilómetros de muelle.

El C. León Luis: Protesto; no fueron trescientos mil marcos.

El C. Manero: Tiene usted mucha razón; trescientos millones de marcos, es un error. Tiene veintisiete kilómetros de muelle y cuatrocientas hectáreas de bahía; el de Amberes costó doscientos siete millones de marcos. Estos puertos no han podido ser construídos por el Estado, sino que lo han sido por empresas particulares, navieros, comerciantes, etcétera, y, naturalmente, ellos han sido quienes han administrado los puertos libres; pero hay una gran diferencia entre invertir dinero para la construcción de un puerto y después administrarlo, a que la nación invierta su dinero y después administren el puerto cuatro o cinco amigos del ministro de Hacienda. (Aplausos.) He dicho que el decreto expedido tiene un último punto imperativo, el que disponga de quinientos mil pesos para comenzar las obras de los puertos libres. No sé qué me contestaría una persona que quisiera edificar su casa, en la que debieran invertirse cuarenta o cincuenta mil pesos, y yo, encargado de la construcción, le dijera: "Dame cinco mil pesos para comenzar." Pues seguramente que no se me confiaría la edificación de la casa. Vamos a ver para qué servirían quinientos mil pesos para comenzar a instituir los puertos libres, y en esto verá el señor general Alvarado que no creo que se vayan a dilapidar esos fondos, que considero bien mezquinos para el objeto. Tres son los puertos libres que van a comenzar a construirse con estos quinientos mil pesos, o sean Guaymas, Puerto México y Salina Cruz; he consultado con personas que conocen el puerto de Guaymas, que no conozco, y con técnicos que conocen los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, acerca de lo que será necesario invertir para poner estos puertos en estado, no de puertos libres, que pudieran ser suficientes para el portentoso movimiento de carga y descarga que tiene esta clase de puertos, sino simplemente para ser útiles para el tráfico general. El puerto de Guaymas, según informes que tengo, cala difícilmente quince pies, y los barcos de cierta importancia, necesitan un calado de veinte pies para poder entrar a la bahía; se necesitaría, pues, para que este puerto respondiera a las necesidades del tráfico internacional, hacer un dragado en la bahía, de manera que pudieran entrar los grandes buques Se me ha dicho también que la iluminación que tiene el puerto de Guaymas, es absolutamente deficiente para poder hacer siquiera la navegación; que precisa substituir los faros que tiene en la isla de Lobos, los faros de Recalada y de Cabo Haro, con aparatos más poderosos; se me dice también que las montañas que circundan esta bahía, producen deslaves con las aguas, y que las aguas arrastran estos deslaves al fondo de la bahía, de tal manera, que azolvan continuamente esa bahía; de manera que habría que darle un calado mayor o tener dragas que estuvieran desazolvando constantemente. Yo pregunto: ¿bastarían no los quinientos mil pesos, sino cinco millones para hacer estas obras? No, señores; por lo tanto, no servirían de nada los quinientos mil pesos para comenzar a instituir los puertos libres, y ese puerto será absolutamente tan inútil como puerto libre, como lo es actualmente para el tráfico común y corriente. Debemos agregar a esto la situación del de Salina Cruz. Se me dice que requiere obras de perfeccionamiento y de complemento; que el puerto está construído abierto y que, por lo tanto, está expuesto a los azolves que hace la misma corriente marítima. Los buques de gran calado hace diez años que no entran en el puerto; de manera que sería absolutamente necesario dragar el puerto, para que fuera eficiente el servicio. Otro tanto pasa con Puerto México, donde también hay grandes deficiencias en los faros, en la iluminación, que sería necesario corregirlas. No quiero cansar con tanto detalle técnico a la Asamblea, me parece que con estas cuantas razones bastará, y agregaría la última: sería necesario hacer gastos de carácter militar, porque, ¿qué clase de puertos libres van a instituirse allí, si no tenemos contingentes para defenderlos? Estaríamos expuestos, si no pudiéramos defenderlos, tanto del interior como del exterior, a consecuencias incalculables; de tal manera, que los gastos que tendrían que hacerse en materia de guerra, reclamarían una cantidad mucho mayor que quinientos mil pesos, para comenzar las obras de los puertos. Creo, pues, que el decreto que se ha expedido en uso de facultades extraordinarias, es un decreto que no llena absolutamente las necesidades de un decreto que instituya a los puertos libres; es un decreto impremeditado, incompleto, incondicional, casi pudiera deciros pueril. Hace breves momentos el señor presidente de la Cámara me indicó que era demasiado tarde y que, por lo tanto, consultaría a esta honorable Asamblea si quería que siguiera en el uso de la palabra, o que

quedara con ella para una próxima sesión. Tiene la palabra el señor presidente de la Cámara.

El C. prosecretario Castrejón: Habiendo transcurrido la hora reglamentaria, la Presidencia consulta a la Asamblea, por conducto de la Secretaría, si se prorroga la sesión. Los que estén por la afirmativa, se servirán ponerse de pie. No se prorroga.

El C. presidente: La orden del día para la sesión de mañana, que empezará a las cuatro de la tarde, es: continuación del debate sobre el proyecto de ley que deroga el expedido por el Ejecutivo creando los puestos libres, y continúa en el uso de la palabra el ciudadano Manero. Se levanta la sesión. (8.22 p.m.)