Legislatura XXIX - Año I - Período Ordinario - Fecha 19201029 - Número de Diario 55
(L29A1P1oN055F19201029.xml)Núm. Diario:55Colegio Electoral
ENCABEZADO
MÉXICO, VIERNES 29 DE OCTUBRE DE 1920
DIARIO DE LOS DEBATES
DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
AÑO I.-PERIODO ORDINARIO XXIX LEGISLATURA TOMO I. -NUMERO 55
SESIÓN DE COLEGIO ELECTORAL
DE LA
CÁMARA DE DIPUTADOS
EFECTUADA EL DÍA 29 DE OCTUBRE DE 1920
SUMARIO
1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.
2.- Es leída una proposición del C. diputado Manzanilla, referente a que no sean reconsiderados los acuerdo del Colegio Electoral. Se aprueban sin discusión los dictámenes referentes a los distritos electorales 7o. de Guerrero, reformado, y 2o. de Durango.
3.- Es discutido y rechazado el dictamen reformado que se refiere al 16 distrito electoral del Estado de México. Se aprueba sin debate el dictamen referente al 10 distrito electoral del Estado de México. se da lectura al dictamen reformando, relativo al 4o. distrito electoral de Querétaro. Se levanta la sesión por falta de "quórum".
DEBATE
Presidencia del
C. ALESSIO ROBLES VITO
(Asistencia de 126 ciudadanos diputados y presuntos diputados.)
El C. presidente, a las 10.40 a. m.: Se abre la sesión.
- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:
"Acta de la sesión de Colegio Electoral, celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día veintiocho de octubre de mil novecientos veinte.
"Presidente del C. Vito Alessio Robles.
"En la ciudad de México, a las once y cuarenta y cinco de la mañana del lunes veinticinco de octubre de mil novecientos veinte, se abrió la sesión con asistencia de ciento veintiséis ciudadanos diputados y presuntos diputados.
"Sin debate fue aprobada el acta de la sesión celebrada el día veintidós del presente mes.
"El C. Octavio Paz rectificó hechos.
"El C. Trinidad Mastache hizo constar su protesta porque no se ha presentado dictamen acerca de su elección y se retiró del salón pidiendo se le avisara por telégrafo a Iguala, Guerrero, cuando aquel dictamen se pusiese a debate.
"La Presidencia informó acerca de los dictámenes pendientes y exhortó a las comisiones para que a la mayor brevedad los formulen.
"El C.Cano hizo una aclaración como miembro de la tercera Sección de la primera Comisión Revisora de Credenciales.
"El C. Laris Rubio solicitó de la Presidencia exitara a los miembros de la referida Sección tercera, para que entreguen el dictamen sobre las elecciones en el noveno distrito electoral le Michoacán.
"El C. Montero Villar hizo una aclaración.
"La Presidencia, por conducto de la Secretaría, manifestó que se iban a girar oficios a los presidentes de las secciones dictaminadoras, a fin de que informen sobre los expedientes que aún no dictaminan.
"El C. Cano volvió a usar de la palabra para aclaraciones relacionadas con las labores de la tercera Sección y pidió que ésta se integrara debidamente, nombrándose al substituto del C. Felipe carrillo Puerto, quien disfruta de licencia.
"El C. Felipe de la barrera dio a conocer las razones por las que la novena Sección de la primera Comisión no ha terminado aún con los asuntos electorales que le fueron encomendados.
"El C. Juan B. Salazar propuso que se designen diputados que substituyan a los que faltan en las secciones revisoras de credenciales. La Presidencia manifestó que en sesión de Cámara de Diputados se trataría este asunto.
"El C. Ramos Pedrueza rectificó hechos.
"Sin discusión se aprobó el dictamen referente a las elecciones en el décimo distrito electoral de Guanajuato, favorable al C. Antonio D. Maldonado, como diputado propietario y al C. Vicente Mendoza Oliveros, como diputado suplente.
"La discusión de los dictámenes sobre las elecciones en los distritos electorales sexto de Michoacán y décimosexto de México, fue suspendida momentáneamente a solicitud, respectivamente, de los CC. Pérez Colín y Manrique.
"Abierto el debate acerca del referido dictamen que trata de las elecciones en el sexto distrito electoral de Michoacán, que propone para diputado propietario al C. J. Antonio Couto y para diputado suplente al C. Carlos Riva Palacio, fue apoyado por el C. Espinosa y Elenes miembro de la Sección dictaminadora, e impugnado por el C. Pérez Colín.
"Presidente del C. Antonio Díaz Soto y Gama.
"El C. Zincúnegui Tercero habló en pro y el C. Pérez Colín en contra por segunda vez.
"Se leyeron documentos a solicitud de los CC. Zincúnegui Tercero y Martín Barragán, y acto continuo se estimó el dictamen suficientemente discutido.
"Presidente del C. Vito Alessio Robles.
"Se aprobó en votación económica la validez de las elecciones, y en votación nominal, recogida a petición del C. Pérez Colín, debidamente apoyado, la segunda proposición del dictamen que declara diputado propietario al C. J. Antonio Couto y diputado suplente al C. Carlos Riva Palacio, por ciento quince votos de la afirmativa contra once de la negativa.
"Se puso a discusión el dictamen referente a las elecciones en el cuarto distrito electoral de Querétaro, favorable a los CC. Adalberto M. Suzán y Gonzalo Montoya, para diputados propietarios y suplente, respectivamente.
"Hablaron en contra los CC. Filemón Basaldúa y Manrique, y en pro los CC. Ramón Bueno y Bordes Mangel, así como el C. Cano, a nombre de la Sección dictaminadora.
"Una vez que el C. Carlos Gómez hizo una aclaración ajena al debate, se consideró el dictamen suficientemente discutido.
"El C. Rodrigo Gómez, debidamente apoyado, solicitó votación nominal para la proposición que declara válidas las elecciones, y habiéndose obtenido ochenta y siete votos de la afirmativa contra cuarenta y dos de la negativa, la Secretaría declaró aprobada dicha proposición.
"Para la que declara diputados propietario y suplente, respectivamente, a los CC. Adalberto M. Suzán y Gonzalo Montoya, también se recogió votación nominal, por haberla solicitado, debidamente apoyado, el C. Tejeda Llorca. Ciento veintiún ciudadanos diputados y presuntos diputados votaron por la negativa y cinco por la afirmativa. En consecuencia, fue desecha la proposición de referencia y volvió el dictamen a la tercera Sección de la primera Comisión para que lo reforme en el sentido de la votación.
"A las dos y cuarenta y cinco de la tarde se levantó las sesión.
Está a discusión. ¿No hay quien la impugne? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Aprobada.
El C. presidente: La Presidencia hace constar que la 6a. Sección de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales ha entregado ya los expedientes. Esta Comisión estaba formada por los señores Solórzano y Camarena. (Aplausos.)
El C. Manzanilla: Pido la palabra para una moción de orden. acabo de presentar una proposición a la Asamblea y creo que se debe dar cuenta con ella primero.
- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:
"1a. Comisión Revisora de credenciales.- 4a. Sección.
El C. Manzanilla, interrumpiendo: ¡Moción de orden! ¿Por qué se quiere leer una proposición que yo he hecho?
El C. presidente: La Presidencia no tiene inconveniente ninguno; pero hay una orden del día a la que tiene que sujetarse. (Aplausos.)
El C. Manzanilla: Pero yo creo que debe leerse primero esta proposición, porque afecta a los dictámenes que van a leerse; de manera que pido que se lea esa proposición.
El C. presidente: Hay aprobada una orden del día que se leyó en la última sesión de Colegio Electoral. El señor Manzanilla puede hacer veinte o treinta mociones, las que guste; pero la Presidencia tiene que sujetarse a una orden del día determinada.
El C. Manzanilla: Pero es una proposición que afecta precisamente a la orden del día, que afecta a los dictámenes que van a leerse y pido a la Asamblea que se lea esa proposición, porque se refiere a la no reconsideración de los asuntos que se voten en el Colegio Electoral, y es necesario que la Asamblea conozca esa proposición; de manera que se ponga a la consideración de la Asamblea, si es necesario.
- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:
"El que subscribe, diputado en funciones a la XXIX Legislatura del Congreso de la Unión, somete a la aprobación de la H. asamblea, por razones que a nadie se ocultan, la siguiente proposición, con dispensa de trámites.
"Única. Los asuntos que hayan sido votados por la Cámara en Colegio Electoral, tanto en sentido negativo cuanto en sentido afirmativo, no podrán ser reconsiderados bajo ningún concepto.
"En México, a 29 de octubre de 1920. - A. Manzanilla. - la hacemos nuestra. - F. Ramírez Luque. J. B. González. - Pedro Alba."
El C. presidente: la Presidencia hace constar que solamente por una complacencia y por no perder el tiempo, ordenó que se diera lectura a esta proposición; pero en concepto de la Presidencia esta proposición no debe tratarse en sesión de Colegio Electoral, sino en sesión de Cámara de Diputados.
(Aplausos.)
El C. prosecretario Castrejón: Continúa la lectura del dictamen que rinde la 4a. Sección de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales.
"1a. Comisión Revisora de Credenciales. - 4a. Sección.
"Honorable Asamblea:
"En virtud de que vuestra soberanía, en la sesión de Colegio Electoral verifica el día veintidós del presente, determinó modificar por mayoría de 102 votos el segundo punto resolutivo del dictamen relativo a las elecciones verificadas en el 7o. distrito electoral del Estado de Guerrero, esta 4a. Sección Revisora de la 1a. Comisión de Poderes, somete a vuestra consideración el siguiente punto de acuerdo:
"Único. Son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el 7o. distrito electoral del Estado de Guerrero, los CC. Urbano Lavín y Gildardo R. Gama.
"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, a 25 de octubre de 1920.- Rafael Martinez de Escobar.- Uriel Avilés."
Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobado. (Aplausos.)
- El mismo C. prosecretario, leyendo:
"1a. Comisión de Poderes.- 6a. sección.
"H. Asamblea:
"El expediente relativo a las elecciones efectuadas el día primero de agosto de este año, en el 2o. distrito electoral del Estado de Durango, para diputados al Congreso de la Unión, fue turnado a esta 6a. Sección de la 1a. Comisión de Poderes, para su estudio y dictamen.
"Las candidaturas que contendieron en dicho distrito fueron las de los ciudadanos licenciado Lorenzo Gámiz, para diputado propietario, y Juan J. Palacios, para suplente; Salvador Castaño Dorador, como candidato a diputado propietario, y licenciado Julio Bermúdez, como suplente, y licenciado Severiano Domínguez, para diputado propietario, y Rafael Uriza, para diputado suplente.
"Tanto la documentación como los paquetes están debidamente arreglados, y del estudio que de todos ellos hizo esta Sección, obtuvo el resultado siguiente:
"Candidatura Gámiz - Palacios 1,346 votos
" Castaño Dorador-
" Bermúdez 1,314 "
" Domínguez - Uriza. 1,168 "
"Sin haber pasado por la Junta Computadora, fue remitido directamente a la Cámara de Diputados un paquete de la elección que se efectuara en la hacienda de Huatimapé, en el que aparecen 112 votos a favor de la candidatura Castaño Dorador - Bermúdez. Esta Sección consideró que no debían computarse esos votos, en virtud de que el paquete no fue considerado por la Junta Computadora y de que si se admitiera que a la Cámara estuviesen llegando paquetes de elección con posterioridad al funcionamiento de la Junta Computadora, podría estimarse que la elección o quizá la manufactura de paquetes electorales se podía prolongar, válidamente, más allá de los trabajos de dicha Junta. El candidato Castaño Dorador sostiene haber obtenido mayoría de sufragios, fundado en los que contiene el paquete de referencia; pero en atención a la razón expuesta, considera esta Sección que no debe accederse a su petición.
"Por su parte, el candidato Domínguez presenta un extenso memorial, en el que sostiene que la candidatura triunfante fue impuesta por el general Jesús Agustín Castro con su carácter de candidato triunfante al Gobierno del Estado, y que los votos obtenidos por el candidato Castaño Dorador son nulos, en virtud de que carece del requisito de ser originario del Estado o tener una residencia efectiva de seis meses anteriores a la elección, y pide que, en consecuencia, se declare que él es el diputado electo.
"Esta Sección considera que debe desestimarse la solicitud mencionada, en atención a que no hay pruebas sobre la presión que se alega, y aunque es verdad lo relativo a la falta del requisito expresado por lo que se refiere al candidato Castaño Dorador, esta conclusión en nada le favorece en último análisis, puesto que el candidato Gámiz tiene mayoría de votos buenos sobre la candidatura del solicitante.
"Por las razones expuestas, esta Comisión se honra en proponer a vuestra soberanía la aprobación de los siguientes puntos resolutivos:
"Primero. Es legal la elección para diputados al Congreso General de la República, efectuada el día 1o. de agosto de este año, en el 2o. distrito electoral del Estado de Durango.
"Segundo. Son diputados, propietario y suplente, por el expresado distrito, los CC. Lorenzo Gámiz y Juan J. Palacios, respectivamente."
"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D.F., a 22 de octubre de 1920. - F.N. Solórzano. - L.E. Camarena."
Está a discusión. Los oradores que deseen hablar en pro o en contra, sírvanse pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobado. (Aplausos.)
La Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: que son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el 7o. distrito electoral del Estado de Guerrero, los ciudadanos Lorenzo Gámiz y Juan J. Palacios.
La Presidencia, por conducto de la Secretaría, hace la siguiente declaratoria con relación al dictamen anteriormente leído: Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el 7o. distrito electoral del Estado de Guerrero, los ciudadanos Urbano Lavín y Gilberto M. Gama. (Aplausos.)
- El mismo C. prosecretario, leyendo:
"Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México.
"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- 3a. Sección.
"H. Asamblea:
"Acatando el sentir de vuestra soberanía, manifestando el día 29 de septiembre último, al discutirse y votarse el dictamen relativo a las elecciones de diputados al Congreso de la Unión, verificadas en el 16 distrito electoral del estado de México, la subscripta Comisión Revisora se permite el honor de presentar nuevo dictamen, proponiendo la aprobación de la siguiente proposición:
"Única. Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el 16 distrito electoral del Estado de México, los CC. Francisco José Muñiz y Eduardo Rojas."
"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México 1o. de octubre de 1920. - M. García Vigil. - Nicolás Cano."
Está a discusión. Los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra, en pro o en contra, sírvanse pasar a inscribirse.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Soto.
El C. Soto Francisco: Señores jurados:
Como no sé si estaréis dispuestos a refugiar....(Siseos. Murmullos.) como no sé si pretenderéis refugiaros en vuestras resoluciones irrevocables, para no reconsiderar este dictamen, que hoy vuelve a presentaros la Comisión relativa, no me detendré en tocar este punto con demasiado ahínco; solamente debo hacer algunas consideraciones que estimo muy pertinentes, y faltaría a mi conciencia de hombre honrado, de hombre independiente, si no viniera a exponernos esas consideraciones.
La vez pasada, señores, se os presentó este dictamen; no se respiraba un ambiente de tormenta; pero surgió el señor Vadillo, habilísimo en eso que se llama desorientar a una Asamblea, habilísimo en eso que se llama lanzar preguntas capciosas a una Comisión, entiendo que no muy bien preparada para responder a todos sus interrogatorios, a todas sus requisitorias de desorientación, porque, en el fondo, el ciudadano Vadillo no vino a esgrimir absolutamente ningún argumento de peso; vino a invocar cuestiones verdaderamente falsas, queriéndoles dar la fuerza de argumentos incontrovertibles. Interpeló a la Comisión respecto a la causa por la que no había computado los votos de dos casillas: la tercera y la cuarta de atlautla que, según el señor Vadillo, cambiaban completamente el resultado general de la votación y eran suficientes los votos ahí obtenidos para que la Comisión dictaminadora, obrando en justicia - decía él - , hubiese formulado un dictamen en forma completamente opuesta, es decir, en favor del señor Muñiz, tal como hoy se presenta este dictamen. Y los hechos, la verdad es que esas casillas tercera y cuarta, nunca se instalaron. El señor Vadillo interpeló a la Comisión repetidas veces. El compañero Cano se limitó a decir que no se habían instalado, arguyendo con algunos documentos que leyó. En cambio, el señor Vadillo, a cada respuesta del compañero cano respondía con la misma interpelación: "Pero si allí están unas actas, allí están documentos", etcétera. En vano se le decía que carecían de valor esos documentos y que la votación tenía todos los visos de ser fraudulenta. Estos documentos - debe fijarse muchísimo cada ciudadano diputado que pretenda votar conforme a su conciencia - , los documentos relativos a las casillas tercera y cuarta de Atlautla, no estuvieron en poder de la Junta Computadora del 16 distrito electoral del Estado de México. (Voces: ¡Pruebas! Risas.) Llegaron por conducto del presidente municipal a esta Cámara. No los tuvo en cuenta, no podía tenerlos en cuenta, porque no los tuvo presentes la Junta Computadora de aquel distrito. Así pues, ¿cómo puede probar el señor Vadillo que hubo elección en esas casillas, o lo que es más todavía: que esas casillas se instalaron, si todas las pruebas que tenemos están precisamente en contra, es decir, que no se instalaron? Y por el simple dicho del señor Vadillo, se ha votado en contra del dictamen en la primera forma que fue presentado. aparte de las pruebas que ya conocéis, que fueron leídas la vez pasada, hay un dato sumamente significativo, y es que en las elecciones de senadores, que todos vosotros sabéis se verifican simultáneamente con las de diputados, en estas casillas no aparece documentación para senadores. Yo espero que la parte contraria venga hoy con algunos fundamentos más sólidos a pretender lo que la vez pasada, es decir: probar que en estas casillas hubo elección, que se instalaron estas casillas; porque la vez pasada, repito, todo se redujo a esas preguntas capciosas del señor Vadillo y a una interpelación del ciudadano diputado Froylán Manjarrez, que, parece increíble, parece que, basándose en aquello de que la calumnia, aunque no sea cierta, algo deja, se atrevió a lanzar sobre el ciudadano Procuró Dorantes una verdadera calumnia, algo así como una calumnia, por lo menos, una imputación sumamente cautelosa; quedó siempre la duda en todos los ciudadanos representantes. Hizo significar que el ciudadano Procuró Dorantes había estado complicado en el asesinato del periodista Paulino Martínez. El ciudadano Procuró Dorantes requirió al señor presidente actual de la Cámara para que, como inspector general de Policía que había sido en aquella época, dijera si el señor Procuró Dorantes Había tenido alguna culpabilidad en ese crimen. Desgraciadamente, el señor Vito Alessio Robles no se encontraba en esos momentos, y al día siguiente vino a hacer una aclaración muy amplia en favor del señor Procuró Dorantes. Y estos fueron los fundamentos para que la mayoría votara en contra. Repito, los defensores del dictamen en la forma que hoy se nos presenta, deben venir con nuevas pruebas a demostrar que se instalaron estas casillas, la tercera y la cuarta de Atlautla. (Siseos. Aplausos.)
El C presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano Cienfuegos y Camus. (Aplausos.)
El C. Cienfuegos y Camus: Ciudadanos representantes: hay antecedentes de sobra, y que ya han sentado jurisprudencia en esta Asamblea, de que los dictámenes que, por cualquiera circunstancia son votados en contra, claro está que las comisiones encargadas de dictaminar nuevamente
Sobre este punto, han de presentar un dictamen en el sentido de la discusión, que ya no merece ser objetado, y que ya no debe ser objetado, porque implicaría un desconocimiento del acuerdo tomado con anterioridad. (Voces: ¡Claro!) Pero el señor Soto, con quien disiento en este momento, a pesar del respeto que me merece su rectitud y caballerosidad, viene a impugnar el dictamen que presenta la Comisión, alrededor de un punto que se refiere a la instalación de la tercera y cuarta casillas de Atlautla. Me permito hacer de la consideración de vuestra soberanía, que hay un certificado en poder de la Comisión, como en poder del que habla, que me permitio solicitar de la presidencia sea leído por la Secretaría.
- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:
Al margen una estampilla de a cincuenta centavos, cancelada con un sello que dice: "Presidencia Municipal. - Atlautla, Departamento de Chalco. - Estados de México. - Estados Unidos Mexicanos."
"El que subscribe, presidente municipal de esta población, certifica: que en las elecciones para diputados y senadores verificadas el 1o. de agosto del corriente año, se instalaron en la misma 4 casillas electorales, con todos los requisitos que marca la ley, dos en esta población, una en Tepecoculco y una en Tlalama, municipios pertenecientes a Atlautla. Que durante las mismas, no hubo presión oficial, civil o militar, ni se registró ningún incidente. Que en otras poblaciones hubo votos para varios candidatos a senadores, no habiendo pasado aquí lo mismo, porque sólo unos mandaron boletas, y éstas, en tan escaso número, que no alcanzaron para todas las casillas.
"Atlautla, Departamento de Chalco, Estado de México, 26 de octubre de 1920. - El presidente municipal, Eleuterio Madariaga."
El C. presidente: El ciudadano Soto y Gama se ha acercado a la Presidencia, para pedir la lectura de un documento expedido por el presidente municipal de Amecameca, que obra en la Cámara de Senadores.
- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:
"Cámara de Senadores del Congreso de la Unión. - México. - Estados Unidos Mexicanos. - Número 97.
"Ciudadano secretario de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales de la Cámara de Diputados. - 3a. Sección. - Presente.
"Como resultado del atento oficio de usted, de fecha 16 de los corrientes, tenemos el honor de manifestarle que en el expediente formulado con motivo de la elección para primeros senadores propietario y suplente, por el Estado de México, no se encontraron los documentos o expedientes relativos a las casillas 3a. y 4a. de Atlautla, del 16 distrito electoral de ese Estado.
"Reiteramos a usted las seguridades de nuestra atenta consideración.
"Constitución y Reformas. - México, 18 de octubre de 1920. - Gerzayn Ugarte,S.S. - E. del valle, S.S."
Y otra firma ilegible de un ciudadano senador secretario.
El C. Manzanilla: Debe de ser de Eleazar del Valle, otro bonillista.
El C. prosecretario Castrejón: Sí. El señor Soto y Gama se reserva para que se lea después el otro documento que falta porque, como es muy voluminoso el expediente, no lo encuentra en el momento.
El C. Cienfuegos y Camus: Como se ve por el documento a que se acaba de dar lectura, señores representantes, las casillas.... (Voces: ¡A votar! Desorden.)
El C. presidente: (Campanilla.) La Presidencia ruega atentamente a los ciudadanos diputados se sirvan ocupar sus curules y atender al orador.
El C. Cienfuegos y Camus, continuando: ....las casillas objetadas por el contra, es decir, la tercera y cuarta de Atlautla sí fueron instaladas y sí se recogió en ellas la votación en favor de los diputados, a pesar del certificado que acaba de leerse, también en contra del que traigo yo en favor del dictamen. Lamento que no esté aquí el señor Atanasio Gutiérrez, que fue comisionado precisamente para conducir las boletas de senadores a las casillas respectivas. El señor Atanasio Gutiérrez, presunto diputado, puede atestiguar ante vuestra soberanía, que no alcanzaron las boletas que le fueron remitidas para distribuirlas en las casillas de que se hace mención. Pero me resta hacer una aclaración pertinente: el señor Gerzayn Ugarte y la otra firma ilegible de la certificación del Senado...
El C. secretario Castrejón, interrumpiendo: Eleazar del Valle.
El C. Cienfuegos y Camus, continuando: ....de Eleazar del Valle, son personas perfectamente interesadas en la elección del señor Procuró Dorantes por las siguientes circunstancias. El señor Procuró Dorantes fue diputado de la XXVI Legislatura; el señor Procuró Dorantes perteneció al Bloque Renovador, al que perteneció el mismo Gerzayn Ugarte, bonillista por demás, y uno de los hombres cuyos antecedentes son bien conocidos por vuestra soberanía. Este interés es muy especial en favor del señor Procuró Dorantes, pero no aducen los interesados más que medios para hacer revocar el acuerdo de vuestra soberanía y traer nuevamente a colación el dictamen que favorezca al señor Procuró Dorantes; esto es todo. La votación que arroja el dictamen en favor de los señores Muñiz y su suplente, tiene una cantidad de votos por encima de la que favoreciera al señor Procuró Dorantes. La Comisión, a pesar de eso, había formulado un dictamen que desfavorecía en todos sus términos a la fórmula del señor Muñiz, y ahora vienen estos señores con el propósito de lograr la reconsideración de la Asamblea, para que este dictamen vuelva a ser formulado en favor de este señor Dorantes, en virtud de que tiene muy buenos amigos del exgrupo renovador. Yo rogaría a la Asamblea que no tuviera en consideración esta especie de sectarismo y que, de una vez por todas, ratificara este acuerdo: los dictámenes que por alguna circunstancia fueran desechados por vuestra soberanía, deben ser respetados, ya afecten a unos, o ya afecten a otros intereses. Yo espero mayores pruebas, si así quieren traerlas los señores del contra, para dejar ampliamente satisfecha a la Asamblea, para que den su voto aprobatorio al dictamen que hoy se nos presenta. (Aplausos en las galerías.) - El C. Díaz Soto y Gama: Para interpelar a la Comisión, pido la palabra.
El C. presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Díaz Soto y Gama: Suplico a la Comisión, que entiendo que en este caso está representada por el señor Cano, se sirva informar a la Asamblea en qué forma y por conducto de quién llegaron a su poder los expedientes relativos a las casillas tercera y cuarta de Atlautla.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Cano, miembro de la Comisión, para contestar la interpelación.
El C. Cano: Los expedientes llegaron por conducto de la Oficialía Mayor de la Cámara de Diputados.
El C. Díaz Soto Y Gama: Entonces pido la palabra para interpelar al señor oficial mayor.¿Me lo permite la Presidencia? (Voces: ¡No! ¡No! ¡No se puede! Siseos. Campanilla.) Es enteramente igual; a la Secretaría, puesto que es tan escrupulosa la Cámara. Con permiso de la Presidencia, interpelo a la Secretaría para que diga en qué forma y por conducto de quién llegaron esos expedientes a la oficialía Mayor, o sea a la Secretaría.
El C. prosecretario Castrejón: Va a buscarse el dato en este momento. La Secretaría informa que el día siete de agosto, por conducto particular, se recibieron dos paquetes forrados en manta, procedentes de Amecameca, y el 11 de agosto un sobre cerrado, por correo certificado, bajo el número 120,834.
El C. Díaz soto y Gama: Con permiso de la Presidencia, vuelvo a interpelar a la Secretaría. Eso de conducto particular, es muy vago y muy raro; yo querría que se me dijera cuál es ese conducto particular, porque no es de creerse que la Oficialía Mayor o la Secretaría, sea tan poco escrupulosas, que no anoten el nombre de la persona que entrega expedientes electorales.
El C. prosecretario Castrejón: El señor oficial mayor informar a la Secretaría, y ésta a su vez lo hace al ciudadano Soto y Gama, que fue un propio que vino de Amecameca con los expedientes que contienen los dos paquetes forrados en manta.
El C. Díaz Soto y Gama: Según eso, fue un conducto anónimo, incógnito o misterioso, ¿no es eso? Muy bien. (Siseos.) para interpelar a la Comisión, señor Presidente, pido la palabra. (Voces: ¡Ya! ¡Ya! Siseos.) Tengo el derecho de interpelar a la Comisión y la Cámara está obligada a permitirme que haga uso de la palabra en este asunto que, por lo que se ve, tiene caracteres de novela de folletín. Para interpelar a la Comisión, he pedido la palabra, señor presidente.
El C. presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Díaz Soto y Gama: ¿Me hiciera favor de decirme el señor cano, representante de la Comisión, si es cierto que ni el acta de la Junta Computadora, ni en el inventario de expedientes por la Cámara recibidos ni en los oficios de remisión de dichos expedientes, aparece constancia que se refiere a la existencia de los expedientes electorales de la tercera y cuarta casilla de Atlautla?
El C. Cano: Pido la palabra. Es verdad que no aparece esa constancia.
El C. Díaz Soto y Gama: En ninguno de estos tres documentos, ni en el de la Junta Computadora, ni en los oficios de remisión, ni en el inventario de expedientes que estaba formado por la Junta Computadora.
El C. Cano: pido la palabra.
El C. presidente : Tiene la palabra la Comisión.
El C. Cano: Respecto de los oficios de remisión, si mal no recuerdo, parece que hay un oficio en la Oficialía Mayor, remitiendo a la Comisión el paquete que llegó aislado; nada más.
El C. Díaz Soto y Gama: para aclarar la interpelación: ¿La Junta Computadora, en su oficio de remisión, no hace mención a los expedientes de la tercera y cuarta casilla de Atlautla?
El C. Cano: Que yo recuerde, no.
Presidencia del C. BORREGO IGNACIO
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Castillo Francisco.
El C. Castillo Francisco: Ciudadanos diputados y presuntos diputados: Nos dijo el ciudadano Cienfuegos y Camus que, con anterioridad, se había puesto a discusión en esta asamblea el expediente del 16 distrito electoral del Estado de México, y que cuando esta Asamblea ha votado en contra del dictamen presentado con anterioridad también por la Comisión dictaminadora, esta Asamblea ya no puede volver sobre sus pasos, porque esa es una resolución irrevocable. (Aplausos en las galerías.) Y esto no es cierto. (Siseos.) Y esto no es cierto, porque tenemos ya aquí ejecutorias, señores, en otras ocasiones, y puedo citar el caso del señor Martínez, en que la Cámara volvió sobre sus pasos y dio entonces un voto favorable, una vez que se hubieron traído a la consideración de esta asamblea, datos que probaban de una manera fehaciente, que se había cometido un error al haber votado en contra del dictamen. Y este es el caso actual, señores. (Siseos.) Primero, no estoy conforme en que las resoluciones de la Asamblea sean irrevocables; conforme a la Constitución, las resoluciones de la Cámara tienen el carácter de ley o de decreto. En este caso de Colegio Electoral, no estamos en que sea una ley o decreto; en este caso nos sujetamos a la disposición terminante del artículo 97 de la Ley Electoral, que sirvió para hacer las elecciones pasadas, que dice lo siguiente:
"La Cámara de Diputados calificará las elecciones de sus miembros, y las resoluciones que sobre ellas pronuncie, serán definitivas e inatacables."
(Voces: ¡Ahí está!) ahora bien; en el caso presente, señores, no ha habido una declaración, porque no se ha dicho que el diputado Muñiz ya haya sido admitido en esta Asamblea, (Siseos.) y la prueba la tenéis en que se mandó que la Comisión, en vista de la votación anterior, reformara su dictamen; y si la resolución hubiera sido irrevocable ya no tendríamos otra cosa que hacer sino nada más admitir al ciudadano Muñiz, es decir, no necesitaríamos volver a la discusión. Pero es el caso que no solamente nosotros, sino también el contra ha admitido la discusión y, por consiguiente, quiere decir que esta resolución no es inatacable, quiere decir que todavía nosotros podemos reconsiderar esta resolución y en vista de las pruebas. ( Voces: ¡No! ¡No!) Sí, en vista de las pruebas que se traen ahora, podemos dar una resolución que esté de acuerdo con la justicia, que esté de acuerdo con el
voto de los ciudadanos que forman el 16 distrito electoral del Estado de México. (Voces: ¡A votar! ¡A votar! recuerdo yo que la defensa que hizo el ciudadano Vadillo de la elección en favor del diputado Muñiz, no fue una defensa como las acostumbra el ciudadano Vadillo, con entereza, con energía, como cuando él está convencido de que está defendiendo una causa justa; fue muy débil su defensa, (Siseos.) y no porque no esté ahora, (Siseos.) fue muy débil su defensa y es porque no defendía una causa justa y por eso, para determinar, para hacer que la opinión de esta Asamblea... (Siseos.)
El C. presidente: (Campanilla.) La Presidencia suplica a los ciudadanos diputados guarden silencio y no interrumpan al orador, y a las galerías que guarden compostura.
El C. Castillo Francisco: Digo que con el objeto de inclinar a esta Asamblea en favor del señor Muñiz se hizo una interpelación a la Comisión, o no recuerdo a quién, para que dijera si el señor Dorantes había tenido conocimiento y no sólo conocimiento, sino que había intervenido en la muerte de unos periodistas; y este hecho fue el que determinó que en aquella ocasión la Asamblea diera un voto a favor del señor Muñiz, porque entonces se creía que el señor Dorantes había intervenido en esas muertes; pero posteriormente el presidente de la Cámara, el ciudadano Vito Alessio Robles, vino aquí a demostrar, vino aquí a hacer una declaración honrada y sincera, de que el señor Dorantes no había intervenido en esas muertes y que él lo consideraba un hombre honrado y digno de venir a esta Asamblea. Hecha, pues, esta declaración, que creo que estará dispuesto a ratificar el ciudadano Vito Alessio Robles, yo creo que nuestra opinión se volverá hacia el señor Dorantes y le daremos un lugar en esta Representación Nacional, porque sí es de justicia.
En cuanto al examen del expediente, hay dos casillas que no andan muy bien, que son la tercera y la cuarta de Atlautla. Se vino aquí a leernos un documento del presidente municipal de Atlautla, en donde se nos dice que estas casillas fueron instaladas. Bien, señores, si en Atlautla se instalaron cuatro casillas como se pretende, ¿por qué sólo a la Junta Computadora fueron dos? La misma razón para que esas dos casillas, es decir, los presidentes de casillas concurrieron a la Junta Computadora, la misma razón, porque las mismas dificultades pudieron haber tenido para transportarse de Atlautla a Amecameca, digo que la misma razón hay para que los presidentes de la tercera y cuarta casillas fueran a Amecameca. ¿Y porqué no fueron? no consta ni en la documentación de Atlautla, es decir, la remisión de esos expedientes a la Junta Computadora de Amecameca; no consta tampoco en el acta de la junta Computadora que se hubieran revisado esos dos expedientes. Consta, por otra parte, por medio de un certificado expedido por el presidente de Amecameca, que no se había recibido en la Presidencia, como tenían obligación todos los presidentes municipales de informar al presidente de la cabecera del distrito electoral, cuáles han sido las casillas que se han instalado en los diferentes pueblos del distrito. Ahora sí el presidente municipal de Amecameca, en vista de esos informes, dice que solamente tuvo noticia de que se instalaron en Atlautla dos casillas, que son la primera y la segunda, y no así la tercera y la cuarta. Quiere decir, pues, que, en realidad, éstas no fueron instaladas en el día en que se verificó la elección, y que si los expedientes se remitieron al Congreso del Estado de México primero, y de allí remitidos particularmente a la Cámara, es decir, a la Oficialía Mayor de esta Cámara, quiere decir que estos expedientes fueron fraguados. (Siseos.) Sí, y se prueba también de la siguiente manera: porque al mismo tiempo que se hicieron las elecciones de diputados, se hicieron las elecciones para senadores y resulta que en la Cámara de Senadores tampoco consta que haya ido esos dos expedientes, correspondientes a la tercera y cuarta casillas de Atlautla; este es el certificado que nos acaban de leer hace un momento, el certificado expedido por los ciudadanos Gerzayn Ugarte y Eleazar del Valle, (Siseos. Campanilla.) y no se diga que estos señores lo han hecho por partidarismo, porque esto no es cuestión de partidarismo, aquí se trata de constancias de expedientes y ellos no pueden, aun cuando no fueran partidarios del señor Dorantes, no pueden negar la constancia ésta. De manera que no se trata aquí de partidarismo, es cuestión de justicia, cuestión de expedir un certificado de constancias existentes en la Cámara de Senadores.
El C. Cienfuegos y Camus: ¿Me permite una interpelación?
El C. Castillo Francisco: Sí, señor.
El C. Cienfuegos y Camus: Señor presidente, ¿me permite una interpelación?
El C. presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Cienfuegos y Camus: ¿Cuáles son las premisas de que parte usted para demostrar que con el certificado del presidente de la Junta Computadora o del presidente municipal de Amecameca, queda perfectamente probado que no se instalaron las casillas tercera y cuarta de Atlautla, y cuál es, en todo caso, señor Castillo, la razón que tendrían los señores Gerzayn Urgarte y Valle para probar también, ya que ellos juzgan la cuestión desde el Senado y no tienen absolutamente pruebas, más que la ausencia de boletas en favor de la elección de senadores? ¿Cómo podría usted afirmar, también, que la certificación de los señores Ugarte y Valle es bastante para probar la no instalación de la tercera y cuarta casillas en Atlautla? Está aquí, señor Castillo, el señor Atanacio Gutiérrez, que si me lo permite su señoría y me lo permite la Presidencia, voy a hacerle una interpelación sobre el particular a fin de aclarar perfectamente estos puntos.
El C. Castillo Francisco: Yo le permito a usted la interpelación, pero si va usted a interpelar después a todos los ciudadanos diputados, no acabaremos. (Voces:¡Huy! ¡Huy!)
El C. Cienfuegos y Camus: Señor Gutiérrez:
¿Está usted dispuesto a contestar la siguiente interpelación que voy a hacerle?
El C. Gutiérrez Atanasio: Sí, señor.
El C. Cienfuegos y Camus: ¿Es verdad que usted fue comisionado para conducir a las casillas electorales las boletas para elección de senador en la municipalidad de Atlautla y en distrito de que se trata?
El C. Gutiérrez: ¿Que fui comisionado para repartir las boletas en qué parte?
El C. Cienfuegos y Camus: En Atlautla.
El C. Gutiérrez Atanasio: No, señor. Yo fui candidato al Senado por el Estado de México y solamente comisioné a algunas personas para que se repartieran las boletas.
El C. Cienfuegos y Camus: ¿Tiene el señor noticia de que las boletas para senador no fueron suficientes para distribuir en todas las casillas?
El C. Gutiérrez Atanasio: Tengo conocimiento de que no se repartieron. ( Aplausos.)
El C. Castillo Francisco, continuando: Voy a contestarle. (Siseos. Voces: ¡Ah!) Dice el señor diputado Cienfuegos y Camus que cuáles son las premisas en que me baso para declarar, o para haberme formado la opinión de que cómo con el certificado expedido por el presidente municipal de Amecameca está comprobado plenamente que esas casillas no se instalaron. El certificado expedido por el presidente municipal de Amecameca justifica, unido a la certificación hecha por los secretarios, o por el señor Gerzayn Ugarte, unido también a la falta de documentos de esas dos casillas en la Junta computadora, a la falta de mención de esas dos casillas en el acta de la misma junta, que no se instalaron las casillas 3a. y 4a. de Atlautla. De manera que no es sólo el certificado, es un conjunto de documentos que vienen a formarle a uno la opinión de que esas casillas realmente no fueron instaladas. No es solamente el certificado, porque el certificado pudo haber sido hecho expresamente y sólo por simpatía a favor del señor Muñiz, en Atlautla, porque ese es solamente un documento... (Siseos. Voces. ¡Huy! ¡Huy!) Así es que no me formo yo una opinión por un solo certificado, me formo la opinión por un conjunto de hechos, por varios documentos, que no puede uno, después de leerlos, creer que esas casillas hayan sido instaladas, sino que fueron fraguadas. Esa es mi opinión. Yo formo, pues, mi opinión de ese conjunto de documentos y de ese conjunto de causas que intervinieron en la falta de esa documentación, no solamente en un solo documento. En cuanto a que las boletas para senadores según la declaración que hizo el compañero cuyo nombre no recuerdo, (Voces: ¡Gutiérrez!) el señor Gutiérrez, esto no prueba nada; desde el momento en que se hicieron elecciones para senadores, quiere decir que se repartieron; pero falta probar ahora que en Atlautla no se repartieron esas boletas, y el señor Gutiérrez no dice que no se hayan repartido en Atlautla, dice que no se repartieron en general; pero no que no se haya repartido en Atlautla; nada afirma respecto de ese pueblo; de manera que en Atlautla sí pudieron haberse mandado esas boletas y también pudieron no haberse instalado esas dos casillas, puesto que para senadores allí hay dos casillas, la primera y la segunda, lo que quiere decir que en Atlautla sí se repartieron las boletas para senadores y que no se instalaron las dos casillas. (Siseos.) Eso demuestra que en otros pueblos pudo no haberse repartido el boletaje para senadores, pero en Atlautla sí se repartió desde el momento en que al Senado fueron dos expedientes, el de la primera y segunda casilla para senadores....(Siseos.) No se crea, pues, que sea de gran fuerza la declaración hecha por el señor Gutiérrez, porque ya vemos que en Atlautla, en la primera y segunda casillas, sí se verificaron elecciones de diputados y senadores. (Voces: ¡Huy! ¡Huy! ) Ahora bien; yo no veo por qué tanta preocupación para meter aquí al señor Muñiz; este señor está sujeto a un proceso criminal.... (Voces: ¡Mientes!) sí, a un proceso criminal....(Voces: ¡Mientes!) Está sujeto a un proceso criminal y el juez de Distrito ha declarado que en el caso de ese proceso ya está comprobado de una manera plena el cuerpo del delito de allanamiento de morada y de extracción de documentos, si mal no recuerdo. Pero, en fin, voy a leer; aquí está. Decía yo que el señor Muñiz está sujeto a un proceso criminal por fraude en las elecciones y por allanamiento de morada. Este delito lo cometió el señor Muñiz yendo a la casa de uno de los presidentes de casillas a extraerse uno de los documentos, en el pueblo de Tepetlixpa, si mal no recuerdo, y el juez de Distrito, después de haber tomado las declaraciones no todos los testigos que presenciaron el acto, después de haber tomado la declaración al presidente de la casilla, declaró, con fundamento en la ley, en la Constitución, que el delito de fraude electoral y el de allanamiento de morada estaban plenamente comprobados. (Aplausos. Siseos.) Y como en estos casos, señores, en estos delitos está imbíbita en la comprobación del cuerpo del delito la responsabilidad criminal, así lo sabemos todos los abogados, el señor es culpable de esos delitos. (Siseos.) Sí, señores, es culpable de esos delitos.
El C. Moreno: Es presunto culpable.
El C. Castillo Francisco: Está declarado
El C. presidente: La Presidencia ordena que salga ese señor que está sentado allí. (Señalando un palco de la derecha.)
El C. Castillo Francisco: Decía yo que al estar comprobado el cuerpo del delito, estaba comprobada también la responsabilidad criminal y que solamente falta que el señor Muñiz sea aprehendido, tomada su indagatoria y que se dicte el auto de formal prisión. Esto lo saben todos los abogados, todos los individuos que conocen algo de procedimientos y lo conocemos todos los abogados también; es lo único que falta para que el señor Muñiz vaya a compurgar a la cárcel estos atentados en caso de elecciones. (Voces: ¡Pruebas!) aquí están las pruebas.
El C. Manrique: Pero puede decretarse su libertad.
El C. Castillo Francisco: La libertad bajo fianza no es del caso; está sujeto siempre a un acto de formal prisión; la libertad bajo fianza no quita la fuerza del acto de formal prisión.
El C. Manrique: no se ha decretado el auto de formal prisión.
El C. Castillo Francisco: Todavía no; yo digo solamente que desde el momento en que está comprobado el cuerpo del delito, que en este caso está imbíbita en la comprobación del cuerpo del delito la responsabilidad criminal, porque se trata de actos ejecutivos por un individuo y esos hechos constituyen un delito, y desde el momento en que están comprobados los hechos, está comprobada también la responsabilidad del individuo que cometió esos hechos. (Siseos.) Por lo demás, aquí tenemos un certificado que suplico a la Secretaría dé lectura, y por el cual veréis que está dictado el auto de
aprehensión contra el señor Muñiz y que el interés de él para venir a esta Cámara es ampararse con el fuero para no ir a pagar esos hechos punibles que ha cometido. (Siseos.)
- El C. prosecretario Castrejón. leyendo:
Al margen una estampilla de a cincuenta centavos cancelada con un sello que dice: "Juzgado Mixto de 1a. Instancia. - Amecameca. departamento de Chalco. - Estado de México. - Estados Unidos Mexicanos.
"El ciudadano José Vicente Villada, secretario del juzgado de 1a Instancia de este distrito, certifica: que en el libro de registro de comunicaciones correspondiente al corriente año, aparece, con fecha once del próximo pasado mes de septiembre, un asiento que a la letra dice: "Número 685. Al presidente municipal de esta cabecera para la aprehensión de Francisco José Muñiz, acusado por Alejandro Luna por los delitos de allanamiento de morada y fraude electoral."
"Y a pedimento del ciudadano Luis Melgarejo Randolf, se expide la presente en Amecameca, a los cuatro días del mes de octubre de mil novecientos veinte. - F. V. Villada, secretario."
El C. Castillo Francisco: Ya véis, por este documento, ciudadanos diputados, la responsabilidad y la causa a que está sujeto el señor Muñiz; yo creo que, por lo anterior y con las consideraciones que hice, este dictamen puede ser reconsiderado por la Cámara. Si dais un voto en contra del nuevo dictamen y reconsideráis el anterior, haréis justicia al señor Dorantes. por lo demás, detrás del señor Muñiz se esconde otra figura, otra figura que vendrá a poner de relieve el ciudadano Soto y Gama, porque se trata de un individuo propietario de grandes extensiones y de un fabricante de no muy buena ley. El vendrá a decirnos aquí algo sobre la personalidad de ese otro hombre que se esconde detrás del señor Muñiz, para que así podáis dar ya un voto con toda honradez, podáis hacer justicia al señor Muñiz, desechándolo de esta Cámara, y al señor Dorantes dándole un puesto en esta Representación Nacional, y reparando, (Siseos.) reparando, sí, señores, la injusticia que se le quería cometer. Y antes de terminar, para que lo recordéis, voy a permitirme suplicar al señor diputado Vito Alessio Robles que nos diga, o que nos repita o ratifique lo que dijo después de la sesión aquella en que se desechó el dictamen del señor Dorantes: Si el señor Dorantes tuvo ingerencia en la muerte de los periodistas, quién es el señor Dorantes y cuál fue la actuación de él en esa época.
El C. Alessio Robles: Ya lo dije terminantemente en la sesión siguiente a aquella en la que fue rechazada la credencial del señor Dorantes. El señor Dorantes no tuvo absolutamente la menor ingerencia en el asesinato del ciudadano Paulino Martínez, Al efecto, leí también un documento amplísimo del ciudadano senador por el Estado de Coahuila, general Eulalio Gutiérrez, que en aquellas fechas desempeñaba el puesto de presidente de la República, nombrado por la Soberana Convención Revolucionaria de Aguascalientes. Conozco al señor Dorantes desde el año de mil novecientos once, (Voces: ¡Es tu compadre!) y es, además de un revolucionario activo, un hombre perfectamente honorable en todos sentidos.(Siseos. Aplausos.)
El C. Castillo Francisco: ya lo veis, señores diputados: no gravaréis vuestra conciencia reconsiderando este dictamen, porque lo único que haréis será reparar una injusticia que se iba a cometer a sabiendas y solamente por una declaración que ponía en tela de juicio la honradez del ciudadano Dorantes. Hay otros documentos aquí que demuestran la presión militar en favor del ciudadano Muñiz. Aquí están. Los dejo aquí, para que el que me siga, los explote en la forma decorosa y en la forma en que estos documentos aparece que fueron expedidos, porque es de justicia que se le dé plenamente al señor Dorantes. Así es que pido para él una votación de conformidad con las ideas que he expuesto y en contra del dictamen. (Siseos.)
El C. García Vigil: Pide la palabra la Comisión.
El C. presidente: Tiene la palabra la Comisión.
(Aplausos.)
El C. García Vigil: Ciudadanos diputados y presuntos diputados: Es verdaderamente sorprendente que un caso como éste, harto sencillo, se preste a una complicación como la que estamos presenciando. Este asunto de los elecciones y su revisión en la Cámara, del 16 distrito electoral del Estado de México, debe verse sin apasionamiento alguno, sino con la mayor sensatez posible, a efecto de que así como debe hacerse justicia a aquel que haya obtenido el triunfo en las elecciones, también la conciencia de esta Cámara, de esta Asamblea, se haga patente no sólo en el recinto de la Cámara de Diputados, sino también en el exterior.
Ciudadanos representantes: Esto, desde un punto de vista meramente constitucional, no debe ser objeto de discusión. La Comisión que presido no ha hecho otra cosa en este caso, que obedecer ciegamente el mandato de la Asamblea, el mandato vuestro de 29 de septiembre, hace un mes justamente, tomado por 112 votos contra 16: fue el de que la Comisión presentara un dictamen enteramente contrario a los intereses políticos del ciudadano Procuró Dorantes y favorable a los intereses políticos del ciudadano Francisco José Muñiz. (Aplausos en las galerías.) Tengo a la vista la lista de votación, y la Comisión se pregunta a sí misma si ha sufrido una equivocación muy grave, o es que la Asamblea no está suficientemente preparada para resolver esta clase de asuntos, supuesto que permite entrar a una discusión, cuando esta Asamblea ha discutido el asunto suficientemente, según el precepto legal, puesto que fue hecha la pregunta y contestada afirmativamente. Y ha resuelto el punto en el sentido de que se rechazara el dictamen favorable al ciudadano Procuró Dorantes, por esto o por lo otro, pero que se rechazara, siempre conforme al precepto legal que previene que estos asuntos se juzguen de manera definitiva e inatacable. Por consiguiente, la Comisión, en este caso, no está haciendo otra cosa que sujetarse ciegamente a vuestro mandato, ciudadanos representantes. Yo creo que, para proceder con lógica, para que no demos el espectáculo de que se lamentaba el ciudadano Bordes Mangel, de la inconsciencia de la Asamblea, debe decirse: ¿La Comisión
ha obedecido vuestro mandato? ¿Es ésta la interpretación fiel de vuestra votación en aquella sesión? ¿O es que la Comisión ha faltado a su deber? Pero es indispensable que se diga esto a la Comisión, porque parece como que se pone en tela de juicio el criterio de la Comisión, sobre si ha interpretado fielmente el pensamiento de la Asamblea; pero esto, que no podría contestárseme colectivamente, yo entiendo que está en la conciencia de vosotros el ser contestado afirmativamente, esto es: que la Comisión sí interpretó fielmente vuestro mandato; vuestro mandato fue categórico. (Aplausos.) Por consiguiente.....
El C. Arroyo Ch., interrumpiendo: ¿Me haría usted favor de contestarme una interpelación?
El C. García Vigil: Pues si conduce al debate, con mucho gusto; estoy en esa obligación.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Arroyo Ch., para una interpelación.
El C. Arroyo Ch: Entiendo yo que, por más que las comisiones deben sujetarse a la voluntad de esta Asamblea en cualquier momento, están en la obligación de externar su opinión. ¿Cuál es la opinión de la Comisión dictaminadora? ¿Quién triunfó, Dorantes o Muñiz?
El C. Cienfuegos y Camus: Allá va.
El C. García Vigil: La Comisión dictaminadora cree que triunfó Muñiz.
El C. arroyo Ch: ¿Entonces, por qué dictaminó a favor de Dorantes? (Aplausos en las galerías.)
El C. García Vigil: He contestado categóricamente. (Voces: ¡No! ¡No!) He contestado , sí señores.
El C. Arroyo Ch: Con permiso del orador. Entonces, si la Comisión dictaminadora juzgó que había triunfado Muñiz, ¿por qué nos presentó un dictamen favorable a Dorantes? (Aplausos. siseos en las galerías.)
El C. García Vigil: Ciudadanos representantes: Con objeto de satisfacer los escrúpulos del ciudadano Arroyo Ch., voy a explicar lo siguiente: Cuando se dictaminó en el asunto del 16 distrito electoral del Estado de México, la Comisión, constando de tres miembros, únicamente pudo hacerlo por parte de dos, que eran los ciudadanos Carrillo Puerto y Nicolás cano, porque el que habla, miembro de la Comisión, Fungía como presidente de la Cámara. Este ciudadano que tiene el honor de dirigiros la palabra tenía su convicción desde entonces arraigada en lo que hace al interés político del ciudadano Francisco José Muñiz, e iba a formular un voto particular en contra del dictamen que estaban elaborando tanto el ciudadano Cano como el ciudadano Carrillo Puerto. Ahora no dictamina el ciudadano Carrillo Puerto, porque él se encuentra ausente, dictamina ahora una mayoría de Comisión, compuesta del ciudadano Cano y del ciudadano García Vigil. El ciudadano García Vigil está afirmando en su criterio, no lo ha hecho variar absolutamente nada, sino, muy al contrario, la resolución vuestra de 29 de septiembre vino a conformarlo precisamente en su opinión, esto es: que ganó el ciudadano Francisco José Muñiz. (Aplausos.) Y en este caso particular, como no se puede interpelar separadamente a cada miembro de la Comisión, porque no actúan separadamente, sino que actúan colegiados, resultó que este caso, aun cuando la opinión particular del ciudadano Cano siga siendo la de que ganó el ciudadano Dorantes, lo cual yo no sé, lo que tengo que decir es que ahora que ha resuelto la Asamblea, y siendo la Comisión una delegación de la Cámara, la Comisión tiene el criterio de la asamblea y, por consiguiente, aquí sostengo hoy que el criterio de la Comisión es que ganó Francisco José Muñiz. (Aplausos.) Pues bien; creo que este asunto no es de llevarse más adelante; como todos recordamos, el debate únicamente comprendió los intereses políticos de los ciudadanos Dorantes y Muñiz. Resuelto de modo definitivo e inatacable que el ciudadano Procuró Dorantes no ganó la elección del 16 distrito electoral del Estado de México, es inconcluso, dado el precepto legal, que nosotros, de ninguna manera, podremos volver hoy una votación que le fue contraria. Podría, quizá, si hubieran entrado en juego otros intereses políticos, versar hoy el debate sobre estos intereses políticos y sobre los intereses políticos del ciudadano Muñiz; pero los del ciudadano Procuró Dorantes están definitivamente rechazados y conceptuados como malos por el criterio de la Asamblea; de modo es que el interés peculiar de los sostenedores del ciudadano Dorantes, está errado en absoluto. Esto no tiene lógica, y prueba de ello es que, en lo privado, algunos de esos intereses en favor de Dorantes, me han dicho: "Pues que no sea Muñiz: que sea un tercero." No saben ni quién es, ni en qué condiciones está, pero así lo desean, ¿por qué? Porque fincado el amor propio de un diputado en favor de la elección de uno de sus amigos, se da el desgraciado espectáculo de que prefieren que gane un cualquiera, menos aquel que combatió abiertamente con el que ya resulta vencido definitivamente por el fallo de la Asamblea; pero el criterio de la Comisión......
El C. Díaz Soto y Gama: ¿Me permite el ciudadano García Vigil? ¿Me permite la Presidencia?
El C. García Vigil: Con mucho gusto.
El C. Díaz Soto y Gama: Pido permiso doble a la Presidencia y al orador. Señor García Vigil, le estimaría muchisimo se sirviera darnos los nombres de las personas que han hecho semejante proposición a usted o que han hecho semejante indicación a usted, porque ni el ciudadano Soto ni yo lo hemos hecho; pero pudiera haber habido alguna persona que por torpeza lo hubiera hecho; desearíamos nosotros conocer el nombre de esa persona o personas.
El C. García Vigil: Ciudadanos representantes, y en particular ciudadano Díaz Soto y Gama: No estoy yo facultado para dar los nombres; pero tenga usted la bondad de creerme bajo mi palabra.
El C. Díaz Soto y Gama: Lo creo a usted.
El C. García Vigil: Uno de los individuos que me lo ha dicho está presente; si él espontáneamente se levanta y me autoriza para hacerlo, entonces yo habré salvado la responsabilidad que debo guardar (Aplausos.) por la confianza que me dispensó un compañero. Si el compañero permanece sentado, quiere decir que yo no debo dar su nombre y, en ese caso, a pesar de todo, no lo daré; pero le empeño a usted mi palabra de lo que he dicho.
El C. Díaz Soto y Gama: Muy bien. una pregunta nada más, si me lo permite el orador. Una cosa muy sencilla: Así como creo en la palabra del
general García Vigil, apelo a esa misma palabra, apelo a esa misma honorabilidad para que diga que no somos ni el señor Francisco Soto ni yo las personas que hicieron semejante indicación a usted.
El C. García Vigil: Como lo pide a usted, ciudadano Díaz Soto y Gama, ni usted ni el señor Francisco Soto son los que han hecho esa indicación.
El C. Alessio Robles: Yo se lo manifesté al señor García Vigil; pero debo hacer la aclaración de que lo hice porque sé que existe una orden de aprehensión contra el ciudadano Muñiz, y que esa orden de aprehensión, a pesar de haberse tramitado por medio de un exhorto del juez de Distrito de Toluca, no se ha tramitado debidamente. Sé que el señor Muñiz está acusado de un delito y por eso decía que en caso de que no se pudiera reconsiderar el voto, deberíamos de dar nuestro voto al tercero, que no sé quién es.
El C. García Vigil: Ciudadanos diputados y presuntos diputados: Veamos, pues, todos los aspectos que está presentando el asunto de la revisión de las elecciones en el 16 distrito del Estado de México. Ha quedado definitivamente descartado el ciudadano Procuró Dorantes de la contienda; ahora bien; el debate en esa sesión versó únicamente, como he dicho antes, sobre los intereses de Dorantes y Muñiz. El ciudadano Vadillo, defensor del segundo, no tuvo en cuenta absolutamente para nada si el ciudadano Dorantes había tenido complicidad o no en el delito de que se ha hablado tanto; tampoco el ciudadano Vadillo tuvo en cuenta cualquier otro acto político del ciudadano Dorantes; recordemos todos, y aquí está el DIARIO DE LOS DEBATES a vuestra consideración, que los intereses del ciudadano Muñiz defendidos por el ciudadano Vadillo fueron únicamente desde el punto de vista legal, y que para nada se hizo enterar en este asunto el carácter político de la elección o de los contendientes. Ahora, entrando en detalles, tenemos que ver el caso en el cual quieren apoyarse los defensores del ciudadano Dorantes para pretender que se reconsidere este asunto precisamente en favor de este ciudadano. Se dice que no fueron instaladas las casillas tercera y cuarta de Atlautla; esto es falso; desgraciadamente el ciudadano Soto no nos ilustró sobre este particular. Todos los ciudadanos del contra no han hecho otra cosa que remitirse al que le sigue para que venga a completar su argumentación; así nos dijo el diputado Soto que no se habían instalado aquellas casillas, invocando un certificado de la Secretaría de la Cámara de Senadores, en que no se dice otra cosa sino que en el expediente de elecciones de senadores en el Estado de México, no se encontraron los documentos correspondientes a esas casillas de Atlautla. Esto quiere decir nada más que no se encontraron; la Cámara de Senadores no certifica, fundada en algo positivo, en un hecho real deslindado plenamente, que no se hayan instalado las casillas; nada más dice que no se encontraron los expedientes. Sabemos que los dictaminadores de credenciales de esta Cámara de Diputados, que muchísimos expedientes de las elecciones de senadores se encuentran en la Cámara de Diputados; invoco a las respectivas secciones para que se sirvan decir si hay alguna que tenga estos casos y no solamente éstos, sino si hay alguna en la que no se haya dado un caso de que se haya incluido en los paquetes de remisión alguna hoja por lo menos, algún expediente de las elecciones de senadores. Aunque sin levantarse de sus curules, muchos ciudadanos dictaminadores asienten, esto es, que han encontrado en esos expedientes parte de expedientes de las elecciones de senadores. ¿Entonces qué fuerza tiene este certificado que nos dan estos secretarios de la Cámara de Senadores, si lo único que nos dicen es que no se encontraron? Y, bien, podríamos preguntales alguna otra cosa más que no nos importa verdaderamente; esto no nos importa a nosotros, es ocioso haberles pedido a los secretarios de la Cámara de Senadores que dieran un certificado sobre qué no se encontró, sobre algo negativo; debió afirmar algo, debió haber dicho: esto es positivo, pero no decir: "no hay esto", pues cuántas cosas no hay, ¿y qué nos importa saber que no las haya? Lo que nos importa saber es qué hay. (Aplausos.) pero contra esto, ciudadanos diputados, está el certificado del presidente municipal, que dice que sí se instalaron, y hasta algo más. Se dijo que el acta de la Junta Computadora no hacía alusión alguna al expediente de esta casilla, que no mencionaba para nada eso, esto es, como si fueran unas casillas absolutamente ficticias, no ficticias en construcción, sino ficticias hasta en la denominación, en la instalación, etcétera, y esto no es cierto. Yo pido a la Secretaría que dé fe de lo siguiente, ciudadano presidente.
El C. prosecretario Castrejón: La Secretaría da fe de tener al frente el acta de la Junta Computadora, levantada en la ciudad de Amecameca de Juárez sobre las elecciones del 16 distrito electoral del Estado de México, firmada por su Mesa Directiva. El párrafo que el ciudadano García Vigil, miembro de la Comisión, desea que se lea, es el siguiente:
"Como los presidentes de las casillas del municipio de Atlautla, no enviaron con la oportunidad debida los paquetes electorales correspondientes a la elección de dicho municipio, el candidato C. Procuró Dorantes, presentó a la Junta Computadora dos copias certificadas de la 1a. y 2a. casillas de ese municipio, en que constan los votos emitidos a favor de cada uno de los candidatos contendientes, como lo previene la ley en su artículo 86."
El C. García Vigil: aquí está, pues, ciudadanos diputados y presuntos diputados, la comprobación del hecho de que sí hace alusión la Junta Computadora de las casillas de Atlautla; es un caso singular; (Voces: ¡Dos!) No dice que dos...
El C. Soto Francisco: ¿Me permite usted una interpelación?
El C. García Vigil: Un momento, voy a concluir mi párrafo. Dice el acta:
"Como los presidentes de las casillas del municipio de Atlautla, no enviaron con la oportunidad debida los paquetes electorales correspondientes a la elección de dicho municipio..."
Pero no dice tampoco que se hayan instalado únicamente dos; en términos generales dice que los presidentes de las casillas de la municipalidad de Atlautla, sin decir cuántas, se instalaron; y así como Dorantes pudo traer y trajo a la Junta Computadora los comprobantes de las elecciones en la primera y segunda, ¿por qué había de
poder traer otro ciudadano, cualquiera que éste fuese, los de las casillas tercera y cuarta? para que nos formáramos un criterio respecto a esto, debería decirse: Atlautla, con tantos habitantes, dividida en tantas secciones, no puede haber tenido tercera y cuarta casillas, sino únicamente primera y segunda. Atlautla, con sus alrededores, da hasta cuatro casillas; y una constancia más de la bondad con que ha sido tratada este asunto, es el testimonio que va a dar en este momento la Oficialía Mayor, por conducto de la Secretaría, respecto a quién dirigió a dicha Oficialía el expediente. Pido a la Secretaría que pregunte al oficial mayor, para que lo haga del conocimiento de la Asamblea.
El C. prosecretario Castrejón: La Oficialía Mayor de la Cámara expidió al ciudadano Lucio P. López este oficio:
"Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - Oficialía Mayor. - Número 8 A. - Mesa Novena.
"Se ha recibido en esta Oficialía Mayor la comunicación de usted fechada ayer, un sobre cerrado, un bulto forrado con manta y un paquete con papel, que se dice contiene documentación relativa a las elecciones de diputados al Congreso de la Unión, celebradas en el 16 distrito electoral del Estado de México.
"México, D.F., a 7 de agosto de 1920.- El Oficial mayor, Fdo. Romero García."
El ciudadano oficial mayor informa a la Secretaría que en esos paquetes venía todo el expediente electoral relativo a este distrito.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Soto Francisco.
El C. Soto Francisco: Para que el ciudadano García Vigil nos diga si entre la documentación que recibió de las casillas tercera y cuarta venía la de senadores referentes a Atlautla, confundidas las dos.
El C. presidente: Tiene la palabra la Comisión.
El C. Cano Nicolás: Verdaderamente no podría yo contestar de una manera precisa como lo desea el ciudadano Soto, porque no podemos rememorar la forma en que venía los expedientes; así es que no puede decirse si venían incluidas las boletas de senadores o no.
El C. Soto Francisco: Ahora suplico a la Presidencia ordene a la Secretaría que dé lectura al artículo 91 de la Ley Electoral de Elecciones de Poderes Federales.
- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:
"Artículo 91. Cada expediente electoral se pondrá en paquete sellado y cerrado y se remitirá por pieza certificada, a la Secretaría de la Cámara de Diputados, expresando en la cubierta que se refiere a la elección de diputados por el distrito electoral que haga la remisión. Tanto al cerrar estos paquetes como al emitir los expedientes de las casillas, los representantes de los candidatos podrán exigir todas las garantías necesarias para la debida seguridad de los documentos electorales."
La Oficialía Mayor informa a la Secretaría, para que ésta lo haga del conocimiento de la Asamblea, que no es el único caso el que está a debate en que por medio de propios han llegado los expedientes a esta Cámara; muchos se han recibido como lo dice este artículo, y otros se han recibido como antes he informado, por medio de enviados especiales. (Aplausos.)
El C. García Vigil: Me permito a mi vez preguntar al ciudadano Soto qué conclusión es la que quiere sacar del artículo 91. ¿Se refiere únicamente a lo ya dicho por el ciudadano prosecretario Castrejón respecto a la certificación de los paquetes?
El C. Soto Francisco: ¿Cómo?
El C. García Vigil: ¿Tenía por objeto la lectura de ese artículo el hacer ver que los paquetes electorales deben enviarse certificados y no con propio?
El C. Soto Francisco: Exactamente es lo que me proponía: hacer ver el contraste del procedimiento legal, con el procedimiento de enviar mozos.
El C. García Vigil: Ya se tiene el informe de la Oficialía Mayor, dado por conducto de la Secretaría, respecto a muchos casos en que los paquetes electorales son enviados por correos particulares. Respecto a este artículo quiero hacer la siguiente observación: es defectuoso y deficiente en la práctica: he visto que no se recibe en el Correo como paquete certificado todo el voluminoso expediente de la elección de un distrito; de manera que no es de enviarse por paquete certificado la caja enorme que contiene todos los expedientes de las 30 o 40 casillas que por término medio tiene cada distrito electoral, sino que hay que enviar por express la documentación, o por otro conducto. Falta a la Comisión tratar de un asunto que se ha esgrimido como el determinante para rechazar el dictamen favorable al ciudadano Francisco José Muñiz, y que es en acatamiento del mandato de la Asamblea. Se dice que el ciudadano Muñiz es un delincuente; que hay una orden de aprehensión. Sí, ciudadanos representantes, obra en el expediente el documento que todos conocéis por la lectura que de él se dio; pero la Comisión debe manifestar que el caso del delito que se imputa al ciudadano Muñiz reviste estos caracteres: primero, que el presidente de la casilla número tantos de Tepetlixpa no clausuró la casilla conforme a la ley, sino que levantó las ánforas y toda la documentación, y sin levantar el acta que debió haber levantado conforme lo previene la ley y sin fijar la lista de escrutinio, se retiró a su casa; también hay constancias de esto en el expediente, declaraciones del mismo ciudadano Lima, presidente de la casilla Ahora bien, el ciudadano Lima era enemigo político del ciudadano Francisco José Muñiz; el ciudadano Lima, saliéndose de su papel de presidente de la Mesa, que está obligado a obrar con absoluta imparcialidad y, sobre todo, a sujetarse a los preceptos legales que lo obligan a levantar el acta y dar una constancia del resultado a que se hubiere llegado en la votación, no lo hizo, que se llevó los paquetes electorales y las ánforas a su casa. Como es natural y todos nosotros lo sabemos, herido en sus intereses políticos el ciudadano Francisco José Muñiz, buscó auxilio en la Presidencia Municipal para que le indicaran la casa del ciudadano Lima con objeto de que este ciudadano le diera una constancia de la votación y precisamente no fuera a defraudar éste, no fuera a ser que en su casa hiciera un expediente enteramente contrario a las elecciones tal como se habían dado. Esto fue lo que hizo el ciudadano Francisco José
Muñiz, y el ciudadano Francisco José Muñiz, habiendo buscado insistentemente al ciudadano Lima y no habiéndolo encontrado fuera de su casa, habiendo tenido que ir ahí y creyendo que se lo negaban, penetró a la casa, según se desprende de las declaraciones que dan algunos de los policías que acompañaban a Muñiz. Este es el caso, que no tiene absolutamente nada de infamante y no sólo esto, sino que tenemos que verlo también con bastante imparcialidad y siempre con la tendencia a fortalecer la emisión libre del sufragio y garantizarlo. Está suficientemente probado con la declaración del ciudadano Lima, que él no clausuró la casilla, que no levantó el acta, que no fijó las listas de escrutinio y que se fue a su casa con los expedientes, diciéndoles a los miembros de la Mesa que levantaría el acta al día siguiente en la casa de él. (Aplausos.) Claro es que esto lesionaba los intereses del señor Francisco José Muñiz y aceptando que el ciudadano Francisco José Muñiz haya procedido con violencia penetrando a la casa, éste es un asunto de otro orden, y debemos decirlo, ciudadanos representantes: sólo con violencia se han hecho también las revoluciones, porque se necesita obrar con violencia, cuando los intereses que nos pertenecen legítimamente están vejados por una autoridad auténtica o falsa, como quiera llamársele, pero que de cualquiera manera, como en el caso del ciudadano Lima, había lesionado los intereses legítimos del ciudadano Muñiz y aun de otros varios ciudadanos candidatos. (Aplausos.) De manera que este caso no debemos estimarlo como lo quiere presentar el ciudadano Castillo, como una nota infante, sino como un incidente electoral de los muchos que se presentan. Sabemos qué incidentes se han dado en la lucha electoral en la ciudad de México durante los comicios municipales entre los partidos "Cooperatista" y "Liberal Constitucionalista" y, sin embargo de esto, hemos aceptado la lucha; no estamos haciendo otra cosa que hacer democracia hasta que el espíritu de nuestros ciudadanos y las leyes garanticen la libre emisión del sufragio; estos incidentes se presentan en todas partes del mundo, no sólo en las casillas electorales, sino en el recinto de los parlamentos más notables; así es que esto nada tiene que ver aquí y lo único que tenemos que ver es la elección, la cual fue ganada legítimamente por el ciudadano Muñiz. (Aplausos.)
El C. presidente Tiene la palabra en pro el ciudadano Pérez Gasga. (Voces: ¡A votar!)
El C. Pérez Gasga: Ciudadanos representantes: Tomo la palabra para hacer aclaraciones de carácter netamente jurídico y establecer la verdad en esta clase de asuntos. No me interesa saber quién está detrás del señor Muñiz, ni quien puede estar detrás del ciudadano Dorantes; mi interés es saber únicamente cuál es la tesis que debe sentarse en esta Representación Nacional para tratar asuntos como el presente. La cuestión legal que se plantea es esta: la Representación Nacional resolvió, al ponerse en su conocimiento el dictamen presentado a favor del ciudadano Dorantes, que éste no era el representante legítimo del 16 distrito electoral del Estado de México, siendo esa resolución de la Asamblea, definitiva e inatacable.
El precepto de la Constitución contenido en el artículo 60 es terminante; dice:
"Cada Cámara calificará las elecciones de sus miembros y resolverá las dudas que hubiere sobre ellas.
"Su resolución será definitiva e inatacable."
En consecuencia, con ese precepto está el artículo 97 de la Ley Electoral, que dice que:
"La Cámara de Diputados calificará las elecciones de sus miembros, y las resoluciones que sobre ellas pronuncie, serán definitivas e inatacables."
En alguna ocasión se sentó aquí esta curiosa tesis: cuando la resolución de la Cámara afirma que un individuo es diputado esta resolución es definitiva e inatacable; pero se dice que cuando la resolución de la Cámara afirma que una persona no es diputado, esta resolución no es definitiva ni inatacable. El argumento es absurdo; la Cámara lo mismo resuelve diciendo: fulano de tal es diputado, que diciendo: fulano de tal no es diputado. Si en una sesión anterior la Cámara de Diputados resolvió que el señor Procuró Dorantes no era diputado por el 16 distrito del Estado de México, la Asamblea no tiene ya para qué discutir si Procuró Dorantes es o no representante del 16 distrito del Estado de México. (Aplausos.) En efecto, señores, cuando un asunto se pone a discusión, y el final de la discusión es la resolución, si se pregunta a la Asamblea: ¿es diputado Procuró Dorantes? y la Asamblea contesta que no, esa resolución es definitiva, esa resolución es inatacable. La Comisión se vio, pues, forzada a no tomar en consideración para nada al señor Procuró Dorantes, y, en consecuencia, a circunscribir su dictamen al señor Muñiz. Yo no quiero ponerme a considerar cuáles son las condiciones en que se encuentra el señor Muñiz para saber si él es el legítimo representante del 16 distrito del Estado de México. En consecuencia, los que vengan aquí a hablar en contra del dictamen, deben ceñirse a hablar en contra de Muñiz, pero a favor de Dorantes. Sin embargo, es necesario hacer notar algunas consideraciones también de carácter netamente jurídico. Por error, por ligereza, por una convicción moral, por el interés político, por equivocación, si ustedes quieren, la Asamblea ha determinado ya que Procuró Dorantes no es el representante; en consecuencia, este asunto ya no puede tratarse. Si después la Asamblea llegara a resolver que el ciudadano Muñiz no es el representante del 16 distrito electoral del Estado de México, el resultado efectivo de esta resolución sería el que de hecho quedaran anulados los votos del ciudadano Dorantes, por total de 1,959 y los de Muñiz, por total de 2,573, y en estas condiciones no podría por ningún concepto declarase al ciudadano Melgarejo como representante del 16 distrito electoral de Estado de México, porque de una manera automática se habría anulado la mayoría de los votos emitidos en dicho distrito, y por lo tanto, no podría democráticamente declararse al ciudadano Melgarejo representante del propio distrito. Para ilustrar también a la Asamblea sobre una cuestión que se ha mencionado aquí y esto únicamente bajo el punto de vista legal, debo llamar la atención sobre que la circunstancia de existir una orden de aprehensión en contra del ciudadano Muñiz, no puede
servir jamás de base a la Comisión para declarar que éste no puede ser el representante del repetido distrito, porque el único impedimento legal es aquel que tiene por origen la incapacidad del electo, y sólo lo es cuando hay un auto de formal prisión; pueden existir todos los elementos que se quiera sobre la existencia del delito, pero no hay todavía la resolución judicial, que es el punto de toque, declarando formalmente preso al ciudadano Muñiz, y esta resolución sólo puede tomarse después de que se haya tomado la indagatoria dentro del término constitucional que expresa el artículo 16. En consecuencia, suplico únicamente que este debate se ordene por donde debe ordenarse; que se trate la cuestión del ciudadano Muñiz bajo el verdadero aspecto legal, y que se resuelva de una manera definitiva si es Muñiz el representante del 16 distrito electoral del Estado de México; pero no tomando en consideración al C. Dorantes, que ha quedado descalificado de una manera definitiva e inatacable por esta Representación Nacional. (Aplausos. Voces: ¡A votar! ¡A votar!)
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Díaz Soto y Gama.
El C. Soto y Gama: Nos encontramos aquí frente a frente de dos fenómenos psicológicos perfectamente conocidos: el primero, la notoria, la enfermiza, lo que podría yo decir: la sugestionabilidad de las asambleas, que por alguna razón, en su calidad de multitudes han sido comparadas por un sabio de primer orden, así sea burgués, Gustavo Le Bon, con los seres primitivos. Para Gustavo Le Bon las multitudes son seres primitivos que tienen los caracteres generales de esos seres primitivos: las mujeres, los niños y los salvajes. Las multitudes tienen de esos tres seres su calidad de entidades primitivas. (Murmullos.) Esta Asamblea se dejó sugestionar, como todas las asambleas, por un detalle que en el caso no es curioso, sino que en el caso fue trágico, por una interpelación hecha a la ligera por el ciudadano diputado Froylán Manjarrez, hombre honrado, hombre de palabra convincente e insinuante; supo insinuar, deslizar en el ánimo muy sugestionable de la Asamblea, la idea falsa de que Dorantes estaba inmiscuído en un suceso reprobable, en un suceso ignominioso: la muerte de Paulino Martínez. Y la Asamblea votó como niño, como mujer o como salvaje en contra de Dorantes. (siseos. Aplausos. Murmullos.) En otros casos se han visto cosas peores; por detalles verdaderamente chuscos esta Asamblea, cuya formación celebral de conjunto es inferior al valor cerebral de cada uno de los individuos que la forman, esta Asamblea tuvo un momento alma de multitud y alma sugestionable, alma de mujer, alma de mujer histérica, y desbarató una credencial buena simplemente porque a Castrejón, al invencible Castrejón, al victorioso ciudadano Castrejón, que había hecho polvo a Luis Espinosa, se le motejó de ser cuñado de uno de los candidatos. La Asamblea se alarmó. ¡¡ Ah !! ¿Cuñado de un candidato? ¡Qué horror! y votó en contra de Castrejón. Y la cosa es tan disparatada como esto: que no sólo el cuñado de un candidato, sino el hermano de un candidato, como Rafael Martínez de Escobar, pudo defender al candidato hermano de él; no sólo sino que el mismo candidato, el mismo interesado, que es algo más que hermano, puesto que es él mismo - yo soy más que mi hermano ¿verdad? yo soy más que mi cuñado -, pues yo mismo puedo venir a defender mi credencial y entonces la Cámara no se alarma. Pero la Cámara oye decir: "No, si Castrejón tiene interés en el asunto, si es cuñado del candidato. ¡Oh! pues abajo la candidatura sostenida por Castrejón." (Aplausos. Siseos.)
En estas condiciones viene el ciudadano García Vigil a sostenernos algo que también va en contra de otro fenómeno psicológico: viene a hacernos creer que la Asamblea ha tenido el derecho de declararse infalible. No, es esencialmente falible; lo son hasta los tribunales unitarios, hasta los tribunales de 3 o 4 miembros; por eso hay en los Códigos esa serie de garantías escrupulosísimas, nimias: de primera instancia, segunda instancia, recurso de cesación, recurso de amparo, primera instancia del recurso de amparo ante el Juez del Distrito, y en segunda instancia ante la Corte, etcétera, y en algunos países más civilizados, como en Francia , una sentencia ejecutoria que tiene fuerza de cosa juzgada en materia penal, puede anularse en casos muy excepcionales cuando se comprueba plenamente la inocencia de un individuo condenado, y puede anularse la cosa juzgada, la sentencia ejecutoria por algo que no tenemos en México, pero que existe en Francia y que se llama: el juicio extraordinario de casación, (Aplausos.) diferente del recurso de casación. Y es verdaderamente raro que una persona de tanta honorabilidad, de tanta conciencia y tantos escrúpulos como el ciudadano García Vigil nos sostenga esto: ya se cometió una injusticia pues ratifíquese la Asamblea, porque somos muy hombres y tenemos palabra de rey. No; lo que debe hacerse es estudiar si se cometió la injusticia y en este caso que la Asamblea tenga la inmensa satisfacción de reparar esa injusticia. (Aplausos.) En esta época la más prestigiada de todas las virtudes es la justicia; la caridad misma anda mal traída y llevada por los socialistas; el mismo clero ha dicho en una pastoral ya célebre que es preciso que los asuntos sociales se resuelvan conforme a la justicia y a la caridad. Esta es ya una retractación de la iglesia católica; antes para ella sólo había caridad; pero la insistencia noble y generosa de los socialistas sobre la injusticia social, ha hecho que el clero se fije en que por encima de la caridad, ya tan choteada, está la alta justicia social. Pues aquí se trata de eso que está de moda, de la justicia, que es muy superior a las pamplinas de la ley y de todos los formulismos y que es la base sobre la cual descansan las sociedades. Se ha dicho hasta la saciedad que si esta revolución triunfó, fue porque el régimen de Porfirio Díaz estaba pasando sobre la justicia; así lo decían hasta los burgueses; los mismos burgueses nos dicen: cuestión de tierras, ni el sufragio efectivo ni de la no reelección, sino de justicia. Quieren que esta Cámara, por un prurito de forma, de algo enteramente reaccionario y conservador, como es un detalle de reconsideración o no reconsideración , vulnere la justicia, el alma de esta revolución, el alma de las sociedades, la base de toda sociedad civilizada. (Aplausos.) Tenemos la obligación, pues, de ver si en el caso se ha cometido una injusticia con Dorantes, y sí se ha cometido; la
Cámara se dejó llevar por esa impresión enteramente moral, enteramente de ocasión y no quiso examinar el fondo del expediente. En el fondo del expediente lo que hay es una justicia tan notoria en favor del ciudadano Dorantes, que la Comisión, integrada por dos personas tan dignas de crédito como el ciudadano Cano, obrero, y como el ciudadano Carrillo Puerto, presidente nada menos que del Partido Socialista, la Comisión, después de haber estudiado el expediente, encontró una mayoría visible en favor del señor Dorantes, y en ese sentido rindió su dictamen. ¿No es así, señor Cano?
El C. Cano: Sí, señor.
El C. Soto y Gama: Pero vino después el ciudadano Vadillo con su palabra de fuerte dialéctica, con su palabra sugestiva, con su palabra unciosa, y suavemente, lentamente (Voces: ¡Clericalmente!) no clericalmente, iba yo a decir jesuíticamente, pero no quiero ofender al señor Vadillo, unciosamente, porque si algo tiene el señor Vadillo es unción; unciosamente, con su palabra unciosa vino a destruir el fondo de verdad que había en el dictamen de la Comisión, y el raciocinio, o más bien dicho, no el raciocinio, sino el ardid del señor Vadillo se redujo a querer dar como válidas y existentes dos casillas declaradas inexistentes por el juicio de Cano, por el juicio honrado y por el juicio imparcial y sereno de la Comisión. De manera que la Comisión que estudió todo el expediente lenta y profundamente, no como se estudian los expedientes en esta Asamblea, a la ligera y pasionalmente, sino ahí solos, frente a su mesa, sin pasión de ninguna especie, sin tener que inclinarse a uno ni a otro lado, la Comisión, desentrañando documentos, revisando papeles, encontró que estaba comprobado que no había tal; que no existían las dos casillas tercera y cuarta de Atlautla, sino que esas dos casillas eran dos casillas novelescas, fantásticas, inventadas por el candidato interesado, señor Muñiz. Ese mismo candidato interesado es a quien el señor García Vigil le da la facultad portentosa de poder cometer actos de violencia a su favor, de violar el Código Penal y cometer allanamientos de morada, de convertirse en el representante de la revolución y decir: "Yo soy la revolución, y yo cometo este acto de violencia porque sólo así se hace la revolución". La Comisión vio que no habían existido las casillas 3a. y 4a. de Atlautla, y luego los documentos nos demuestran que estas casillas no existían. En el acta de la Junta Computadora terminantemente se dice que no había ningún expediente de ninguna de las 4 casillas; pero respecto de dos de ellas apareció con una copia certificada el otro candidato Dorantes y esa copia suplió la falta del expediente, conforme al artículo 86 que dice:
"En caso de que faltare el paquete electoral que deba revisarse, se aceptarán como buenas las copias que quedaren en poder de uno de los secretarios de la casilla; y si éstas también faltaren, se dará fe a las copias que obren en poder de los representantes de los candidatos, las cuales deberán estar certificadas por los miembros de la Mesa de la casillas respectiva."
De manera que esa primera y segunda casilla se instalaron, y tan se instalaron que no las objetó el ciudadano Muñiz; si hubieran existido las casillas 3a. y 4a., ¿por qué el ciudadano Muñiz no dijo: así como el ciudadano Dorantes habla de la primera y segunda casillas, yo hablo de la tercera y cuarta? ¿por qué no se reservó el derecho de decir que después presentaría los documentos? Vemos después que en el Senado tampoco se encuentran huellas de esa tercera y cuarta casillas, y cuando se nos presenta un certificado del Senado, de la Cámara colegisladora suscrito con la firma de dos secretarios, viene uno del pro a decirnos algo estupendo: que no son respetables, que no son fehacientes, que no son dignas de crédito las firmas de los secretarios de la Cámara de Senadores de la República Mexicana. (Siseos. Aplausos.) ¡Hasta dónde lleva la pasión y el deseo de hacer triunfar una credencial a troche y moche, de donde diere y caiga quien cayere, así caiga por su base la honorabilidad de la Cámara de Senadores y de la fe de sus secretarios. ¿Qué diríamos nosotros si en la Cámara de Senadores no se diera crédito a las certificaciones que hiciera la Secretaría de la Cámara de Diputados? ¿Cómo vamos a chotear a tal extremo....?
El C. García Vigil: ¿Me permite el orador una interpelación?
El C. Soto y Gama: Sí, señor.
El C. García Vigil: El orador me permite que lo interpele. Solicito el permiso de la Presidencia.
El C. presidente: Tiene usted la palabra.
El C. García Vigil: Ciudadanos Soto y Gama, entiendo que usted está falseando enteramente mis palabras.
El C. Soto y Gama: No me refiero a usted, sino al otro orador que me parece que es el señor Cienfuegos y Camus.
El C. García Vigil: Por la parte que me toca. Dice usted que se desautoriza la certificación de la Cámara de Senadores. Ruego atentamente a su señoría que se sirva releer el certificado de la Cámara de Senadores para que vea que no se dice que lo que la Cámara de Senadores asienta por conducto de sus secretarios sea falso; yo he dicho que no se saca ninguna Conclusión respecto a las casillas de Atlautla por el certificado, sobre un hecho cierto dado por la Cámara de Senadores, esto es, la Cámara de Senadores dice que no encontró los expedientes; no dice que no se instalaron las casillas ciudadano Díaz Soto y Gama; le ruego que relea.
El C. Soto y Gama: Sí, señor, muy bien. Cuando dije el señor García Vigil, no me referí a las palabras de él sino que era porque tenía presentes las palabras de mi estimado compañero Cienfuegos y Camus, quien vino aquí a deslizar también suavemente, unciosamente la cuestión de que Eleazar del Valle y Gerzayn Ugarte eran amigos.... o yo no sé en qué embrollos nos metió y quizá en el fondo de sus palabras quedó la insinuación, la sospecha de poca fe concedida al certificado. En lo que yo entendí ¿no es eso? Con qué vamos a estudiar el fondo del asunto, el detalle novelesco de esas dos casillas inventadas.
El C. Cienfuegos y Camus: Lo esperaba a usted para hacerle una aclaración.
El C. Soto y Gama: Sí, cómo no.
El C. Cienfuegos y Camus, (dirigiéndose al presidente): ¿Me permite hacer una interpelación al orador? Con permiso de su señoría.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Cienfuegos y Camus.
El C. Cienfuegos: Es verdad, señor Soto y Gama, que en tercer término he mencionado algunos detalles acerca de las personalidades de Eleazar del Valle y Gerzayn Uyarte; pero la tesis que sostenía sobre el particular, es decir, sobre la certificación de estos señores secretarios de la Cámara colegisladora, es la siguiente: ¿Cómo es posible que los señores secretarios de la Cámara de Senadores nos den una certificación de los expedientes que vienen exclusivamente a la Cámara de Diputados y no a la Cámara de Senadores? Ellos no pueden certificar que haya o no expediente de las elecciones de diputados, porque esos expedientes vienen aquí a la Cámara de Diputados. Eso es lo único que he asentado yo. (Aplausos.) Me permito suplicar al señor Soto y Gama que tenga la bondad de escucharme dos palabras solamente acerca de que no hay pasión en mí, de que no tengo intereses especialísimos en este caso, sino son aquellos que el mismo señor Soto y Gama viene a defender. Creo que desde ese punto de vista el señor Soto y Gama y yo no podemos tener diferencias; venimos a defender un acto de justicia, él por su lado y yo por el mío.
El C. Díaz Soto y Gama: Sería incapaz yo, hombre maduro, de ser tan ligero para atribuir intereses bastardos al señor Cienfuegos y Camus o al señor García Vigil. No es interés de dinero, sino interés de amor propio que pesa más que el dinero; son esos caprichos, esos pequeños caprichos muy perjudiciales a esta Asamblea, porque no es posible que se deje llevar por las preferencias personalistas de nadie, así sea de García Vigil - de tanta influencia - o de Cienfuegos y Camus, tan simpático para la Asamblea y para mí en lo personal. Pero voy al fondo del negocio; no me gusta andarme por los aledaños de las cuestiones, sino ir al fondo de los asuntos; vamos a ver si es correcto, decoroso y honorable lo que se ha hecho con esas famosas 3a. y 4a. casillas de Atlautla. En el acta de la Junta Computadora se dice que ante ella no se presentaron esos paquetes; la Asamblea lo ha oído y el ciudadano García Vigil con su lectura logró que quedara completamente acreditado; en el inventario que la misma Junta Computadora formó, tampoco se hizo mención de esos expedientes, y en el oficio de remisión de la Junta Computadora a la Cámara tampoco se mencionan; pero aquí entra lo hermoso del asunto: el ciudadano García Vigil, tan escrupuloso de la ley cuando se trata da aprobar la reconsideración del asunto, nos ha soltado la estupenda teoría de que el artículo 91 no debe observarse. No es de enviarse el paquete electoral, lo dice doctoralmente, con su palabra vibrante.... (Voces: ¡No! ¡Sí!) no es de enviarse el paquete por pliego certificado; hacen muy bien los candidatos o sus agentes en mandarlo por express, con propios o por cualquier conducto, aunque sea anónimo; lo que estorba es el precepto. Pues no estorba, porque es verdaderamente algo raro, algo anormal, algo que no puede permitirse que cuando la Junta Computadora no tuvo a su vista esos paquetes y cuando se declaró que no estaban al grado de que el ciudadano Dorantes presentó un certificado, después aparezcan, como por obra de magia, por obra de encantamiento, dentro de los paquetes forrados de manta que recibió la Oficialía Mayor. ¿Quién metió esos paquetes? ¿Esa mano que metió los paquetes no pudo haber adulterado, falseado, modificado de alguna manera el resto del paquete? ¿Podemos permitir que cuando la Junta Computadora manda ciertos paquetes confeccionados de cierta manera, de repente aparezca deslizado un paquete que no tuvo a la vista? Hubiera sido preferible para la tesis que sostiene el ciudadano García Vigil y el ciudadano Cienfuegos y Camus, que viniera el paquete de la Junta de Computadora completo, íntegro, honradamente formado, y que después hubieran venido por conducto misterioso o anónimo, aparte, los dos paquetes de la 3a. y 4a. casillas; pero que dentro de los paquetes que se supone - ¡fíjense ustedes! - que se supone, indulgentemente, generosamente, benignamente que vienen remitidos de la Junta Computadora a acá, que dentro de esos paquetes aparezcan dos que la Junta no remitió, esto sí ya pasa de novela, ya tiene ciertos puntos de contacto con la criminología que el ciudadano García Vigil ha borrado de una plumada; ya es mucho permitir al señor Muñiz. Muy malo que haya ido a allanar una morada, muy malo que haya hecho uso de violencias cuando no se trataba de actos revolucionarios, sino de legales, los más legales, los actos electorales; pero todavía por él con sus gentes viole la inviolabilidad de un paquete de una Junta Computadora y deslice ahí dos paquetes folletinescamente. Eso es muy grave, eso es gravísimo. De manera que todo esto es no sólo un conjunto de pruebas demostrativas de que esos paquetes son falsos, uno de ellos; el hecho de que el Senado, que tuvo a la vista los paquetes de la primera y segunda, no haya tenido los de la tercera y cuarta. Y otra cosa: es un pueblo el de Tepetlixpa y el otro del que no me acuerdo su nombre, sumamente pequeños, y, sin embargo, resulta que ahí - y además están formados por analfabetos - y, sin embargo, resulta que los expedientes están hechos correctamente por la mano de un hombre docto, lo que no podría haber salido de ahí. Además, que habiéndose recibido 232 boletas, las doscientas treinta y dos boletas fueron votadas; de manera que es el pueblo más demócrata del mundo el de Tepetlixpa y su congénere. (aplausos.) ¡Ni en la capital de la República, ni en París, ni en Berlín, ni en pleno régimen soviet en Rusia, donde hay mucho entusiasmo, se da el caso de que todos voten o de que todos los ciudadanos inscriptos, sin excepción de uno sólo voten! ¡Es admirable el caso de Tepetlixpa! ¡Deberíamos ir a estudiar y a aprender democracia a Tepetlixpa! (Aplausos! Y todavía después de este conjunto horroroso de presunciones y hechos, ¿quiere el ciudadano García Vigil, quiere el ciudadano Cienfuegos y Camus y quiere el tercer orador, que la Cámara se encapriche en su injusticia y que ratifique y expulse a un hombre como Dorantes, para darle cabida a un hombre como el señor Muñiz, que yo no sé si será culpable de allanamiento de morada, pero que, por lo menos, tiene contra sí un auto, una orden de aprehensión? Para que vea la Asamblea si está desprovisto de fundamento lo que se sienta aquí, nosotros los abogados sabemos que para decretar una aprehensión gastan presunciones, que no se necesita ni semiplena prueba; y, sin embargo, este
auto de aprehensión está basado en pruebas plenas, según dice el juez. Óiganme todos los diputados, pero especialmente los abogados o los que conozcan de achaques jurídicos:
"Amecameca, septiembre nueve de mil novecientos veinte. - Apareciendo del auto de vista que no se ordenó que las presentes diligencias se remitieran en su oportunidad al Juzgado de Distrito como lo previene la ley, remítanse éstas desde luego y apareciendo de las mismas que están plenamente comprobados los delitos de allanamiento de morada y fraude a la Ley Electoral, vistos y penados por los artículos 640 del Código Penal y 965 del mismo cuerpo de Ley; pues los testigos que declararon, hacen prueba plena como lo previene el artículo 207 del Código de Procedimientos Penales en sus fracciones III Y IV; por lo que, con fundamento en los artículos 16 constitucional y 221, 222 y 223 del Código de procedimientos Penales vigente, líbrese orden de aprehensión contra el C. Francisco José Muñiz, y en caso de no ser lograda dentro de un término prudente, remítanse las diligencias como está mandado. Notifíquese."
Sobre esto ha intervenido el sofisma y nos ha dicho que este auto de aprehensión no incapacita legalmente al ciudadano Muñiz para ser declarado diputado al Congreso de la Unión; muy bien; pero se establece una presunción fortísima, casi podría decir jure et jure, sobre la corrección electoral del ciudadano Muñiz, porque el que puede lo más, puede lo menos: el que comete un allanamiento de morada, no tiene nada de particular que finja dos modestos paquetes electorales; las presunciones se concatenan, se rebustecen unas con otras. En estas condiciones no se quiere, al reconsiderar el asunto, meter a la cárcel a Muñiz; no lo vamos a declarar autor de un allanamiento de morada. El juez ha declarado que está plenamente comprobado por el dicho de testigos el delito; y es natural y muy verosímil que ese hombre haya metido los dos paquetes de dos casillas que no existieron, más cuando esos paquetes aparecen por obra de encantamiento dentro del paquetaje legítimo de la Junta Computadora, manchando, ensuciando, desvirtuando la legitimidad del resto de los documentos. ( Aplausos. ) Me enseña en este momento mi compañero en la defensa del ciudadano Dorantes, un documento que comprueba el bonillismo del señor Eduardo Rojas, suplente del señor Muñiz. Este señor Rojas, según datos que se me acaban de dar, quiere ser el cacique de Amecameca, para lo cual pone a contribución su cuantioso capital, cosa que me certifican dos antiguos zapatistas que me dijeron:
"Señor licenciado...." ¡Palabra de hombre! Tuve fe en la palabra del ciudadano García Vigil. ¡Palabra de caballero, palabra de revolucionario, porque lo de caballero está ya muy gastada ¿verdad? palabra de revolucionario, me ha venido a decir esto una comisión de vecinos de Tepetlixpa. "Señor licenciado, usted que se ha presentado como campeón del agrarismo, es decir, usted que se la ha echado de revolucionario, háganos usted el favor de intervenir en este asunto, porque nos alarma que un individuo que allana moradas, que compra votos, porque los ha andado comprando, no el señor Muñiz - dicen - sino el señor Rojas a razón de tres pesos por cabeza, que personas así vengan a sentarse en esta Cámara", Y me dijeron más, textual, estos dos hombres, estos dos individuos de huarache y calzón blanco, humildes campesinos, humildes indígenas, palabra de hombre, me dicen: "¿Y para qué se nos llama a elecciones si las elecciones van a ser farsa, como todas las farsas que se han sucedido desde la época de Porfirio Díaz hasta aquí?" Pudo haber dicho: desde la época del señor Juárez; pero él sólo sabía de Porfirio Díaz; probablemente sabía de Madero y probablemente de Huerta y probablemente algo de Carranza. " ¿Para qué se nos llama a elecciones si las elecciones no han de ser una verdad, sino han de ser un juego?" Textualmente me lo preguntó: "¿Para qué se nos llama a elecciones, señor licenciado? Si hay justicia, queremos verla, si no, nos convenceremos de que esta revolución es como todas las revoluciones." (Aplausos.) Y esto, señores, dicho en una de las zonas donde más se arraigó al zapatismo, en una de las zonas en donde más obstáculos encontró el vencedor Ejército Constitucionalista, en una de las zonas donde se derramó sangre a torrentes, porque todavía la metrópoli recuerda aquella hecatombe formidable de Chalco, cuando corrió la sangre a chorros, la sangre a torrentes por los canales de las casas, cuando murieron quinientos constitucionalistas, por el valor, por la heroicidad, por la abnegación, por el amor a su causa de los siempre calumniados, pero siempre gloriosos zapatistas. (Aplausos. Siseos.) Y estos hombres que lucharon entonces contra toda la República inconsciente, porque la inconsciente fue la República y los conscientes eran ellos, los humildes; esos hombres tienen el derecho de tener aquí a un representante cuando no tienen aquí hasta ahora ninguno, que yo sepa, porque yo, que soy su defensor, aspiro a ser su intérprete, pero no he sufrido como ellos; he sufrido dos o tres años, pero ellos han sufrido toda su vida, desde la infancia, y yo no he sufrido siempre los golpes del capataz; ellos quieren tener un hombre que los interprete; ellos quieren tener un hombre que venga a una curul de esta Cámara de Diputados a decir: soy representante de la revolución del Sur; de ese glorioso, de ese calumniado, de ese Sur invicto, así haya sido pisoteado por la bota fuerte de Venustiano Carranza, y esta es justicia que hay que hacer al Sur; es preciso aquí levantar la voz más grande y poderosa, porque la única revolución proletaria, la única revolución popular que no se ha fraguado con mentiras políticas ni con zarandajas electorales, que ha ido al fondo de las cuestiones nacionales; la única que ha sabido conmover a los burgueses y a los latifundistas, la única que infunde pánico en los pechos de esos hombres, es la revolución campesina, la revolución de los de abajo, y aunque esa revolución tenga pocos representantes en esta Cámara, esa revolución tiene el derecho de decir a los hermanos constitucionalistas, que ya es tiempo de hacer justicia a esa revolución en el terreno legal, en el terreno legislativo, ya que infamemente se le trató en el terreno de las armas. (Aplausos.) Por eso, señores diputados, me entusiasmo para defender este punto, porque yo a esta Cámara no vengo más que a una cosa: a defender a los agraristas de Morelos, por eso yo estoy aquí. Yo no me enfrentaré con la política del General Obregón, ni de su corifeo.
en esta Cámara el señor García Vigil, ni del partido Liberal Constitucionalista. Yo he creído, y conmigo los socialistas, que de ninguna manera nos hemos de oponer a las tendencias políticas, ni al programa político ni a la orientación política, que les plegue imprimir a esta República al Partido Liberal Constitucionalista o el Partido Obregonista; yo, en esta Cámara, pugnaré hasta el último momento, mientras tenga un resto, un átomo de energía, por que triunfe en esta Cámara el agrarismo. Ese es mi compromiso y para que en esta Cámara triunfe el agrarismo necesitamos, compañeros, que hayan estado en los campos zapatistas, no ciudadanos, no catrines, no individuos que se satisfacen con las orgías de México; no individuos que creen que la revolución ha triunfado porque tienen placeres y los mil pesos mensuales. No, necesitamos individuos que hayan estado cerca del pueblo y hayan alentado alma con alma con él, y esos individuos así faltan en la Cámara, porque todavía no hemos podido conseguir que ni Reynoso Díaz, uno de los pocos zapatistas idénticos, concurriera a esta Cámara, porque dirijo la vista a la diputación del Estado de México y no hay un sólo zapatista y, sin embargo, allí también corrió bastante sangre; y porque veo a los oriundos de Zacatecas, y tampoco viene en representante del proletariado, y cuando el proletariado manda un representante idéntico, se le contesta con que no se puede reconsiderar el acuerdo de esta Cámara. (Aplausos. nutridos.)
El C. prosecretario Castrejón: Habiendo hablado los oradores que previene el Reglamento..(Voces: ¡A votar! ¡A votar! )
El C. presidente: Como miembro de la Comisión tiene la palabra el ciudadano Cano y en seguida se preguntará si está el asunto suficientemente discutido.
El C. Cano: Señores diputados: Pedí la palabra como miembro de la Comisión que ha intervenido en la resolución de este asunto electoral, solamente para rectificar dos hechos que es necesario que queden debidamente comprobados.
Primeramente disiento de la opinión del compañero García Vigil, que dice que los miembros de la Comisión deben acatar ciegamente los acuerdos de esta Cámara. Yo, señores diputados, no acataré ciegamente ningún mandato de esta Cámara, a menos que esté basado en la justicia. Yo, señores diputados, como miembro de una Comisión no haré más que cumplir con ella; pero de acuerdo con los elementos que con anterioridad se me proporcionaron para cumplir con esta Comisión. A esta Comisión Electoral sólo le dieron dos elementos para juzgar: la ley en una mano y los expedientes electorales en la otra, y solamente con estos dos elementos, el que habla, ha formulado este dictamen, bueno o malo. Así pues, yo no acataré ciegamente ningún mandato de esta Asamblea ni de ninguna Asamblea, ni de ninguna persona, ni de ninguna corporación; yo Procuró conservar en todas partes mi propia personalidad, pero siempre cumpliré con todos los compromisos y con todos los deberes que he contraído al entrar en esta Cámara. Esa es una aclaración. La otra, que en el dictamen de este distrito que se discute, yo adivinaba que tras de él había grandes intereses, la vez pasada, cuando se discutió a favor de Dorantes, me limité exclusivamente, como siempre lo he hecho, a contestar interpelaciones y cuando se me pedía una explicación, los fundamentos legales en que basaba los dictámenes en que he tomado parte para formarlos; pero en el dictamen de este distrito el señor García Vigil, como miembro de la Comisión más que venir a informar a esta Asamblea ha hecho una defensa del ciudadano Francisco José Muñiz. No quiero Yo defender al señor Dorantes, sólo tengo que aclarar este hecho: este dictamen estuvo en la Comisión cinco semanas mirándose día a día; en él estuvo fijándose el compañero García Vigil, expediente por expediente, con la ley en la mano. Es verdad que el señor García Vigil nunca estuvo de acuerdo en que se formúlase el dictamen en favor del ciudadano Dorantes. (Aplausos.) pero es verdad que cuando llegó esta copia certificada del juez que conoció del asunto de Tepetlixpa, el señor García me dijo honradamente: "Bueno, señor Cano, haga usted el dictamen en la forma que usted ha indicado",. porque con este documento el compañero García Vigil vino a convenir en que había una gran inmoralidad en la elección del ciudadano Francisco José Muñiz. Después el señor García Vigil, electo presidente de esta Cámara, siguió interveniendo todavía aún en los asuntos electorales que se discutían en la 3a. Sección de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales, y fue hasta cuando en una Asamblea de Colegio Electoral, en el asunto de Chapa que se le dijo que no tenía derecho a intervenir en la revisión de estos expedientes, cuando se abstuvo de hacerlo. Así pues, si no firmó el primer dictamen signado por Carrillo y el que habla, sí tomó una parte muy activa, con derecho, puesto que él dejó de tener derecho de opinar en este asunto hasta el último día del mes de septiembre; de suerte que sí tenía participación en la elaboración de este dictamen. Y yo siempre digo, y es necesario decirlo puesto que el señor compañero García Vigil también dijo algo parcial, que el compañero García Vigil tenía interés en que el ciudadano José Muñiz entrase a esta Cámara, y consecuente con ese interés estuvo laborando para conseguirlo. Esto es muy justo, esto es muy legal; pero yo hubiera deseado que esa tercera comisión hubiera concluído como ha empezado, no hablando ni en pro ni en contra de ninguno de los dictámenes que ella ha formulado, tanto más cuanto que el señor García Vigil en este caso sólo intervino para firmar un dictamen en el sentido de la votación recogida en esta Asamblea, cuando se puso a discusión el primero. Hechas estas aclaraciones, señores diputados, que las creo, cuando menos, como un caso de conciencia, aunque sirvan para ilustrar a la Asamblea en nada, puesto que la parte legal, puesto que la parte política ha sido tratada ampliamente por los que han hablado en pro y en contra de él, espero, señores diputados, que fundamentalmente en este caso se haga justicia. (Aplausos.)
El C. García Vigil: Pido la palabra.
El C. Cienfuegos y Camus: Le cedo al ciudadano García Vigil mi turno.
El C. García Vigil: Como presidente de la Comisión para contestar algunas alusiones, señor presidente. (Desorden. Campanilla.)
El C. presidente: Tiene usted la palabra.
El C. García Vigil: Ciudadanos representantes: No quiero que en este caso intervenga para nada la pasión, ya sea política, o de cualquier otro orden, a eso que le llama amor propio el ciudadano Soto y Gama; sólo quiero decir que el señor Soto y Gama, muy respetuoso de la justicia y uno de sus paladines, ha pasado por alto casos tan singulares como el del presidente de la casilla de Tepetlixpa, en que por su pasión política, por su partidarismo levantó los expedientes y se los llevó a su casa. Esto fue un acto de injusticia. ¿Está bien esto? Yo voy a interpelar al ciudadano Soto y Gama particularmente al ciudadano Cano para que me digan si no están conformes con el hecho asentado, aseverado y sostenido por mí, de que el presidente Lima, de la casilla de Tepetlixpa, levantó los expedientes y las ánforas y se las llevó a su casa, indicando a los demás componentes de la mesa que levantaran un acta y que terminarían el escrutinio al día siguiente en su propia casa. Quiero que me conteste primero el ciudadano Soto y Gama.
El C. Soto y Gama: Con permiso de la Presidencia. No tengo inconveniente en reconocer que esa pequeña irregularidad fue cometida, pero debo advertir que en todos los expedientes electorales hechos a conciencia, hechos por el pueblo, se cometen una serie de irregularidades; los expedientes sospechosos son los correctos, son los perfectos;...(Siseos.) los expedientes llenos de irregularidades llevan la marca de la voluntad del pueblo, expresándose en la forma torpe, irregular, vacilante del pueblo que no sabe hacer elecciones y menos ajustarlas a una Ley electoral tan absurda como la que nos rige. (Aplausos y siseos.)
El C. García Vigil: Quiero que el ciudadano Cano me diga, como miembro de la Comisión que es, si no está suficientemente comprobado que el ciudadano presidente de la casilla de Tepetlixpa levantó las ánforas y las llevó a su casa, citando para el día siguiente a los demás componentes de la Mesa.
El C. Cano: Pido la palabra para contestar.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Cano.
El C. Cano: Es verdad lo que dice el ciudadano García Vigil, tanto más, cuanto que el hecho consta en el acta de la casilla de Tepetlixpa; pero también es verdad que cualquiera que sea la irregularidad cometida por cualquiera de los funcionarios de una casilla, o por cualquiera de los ciudadanos que concurrieron a emitir en ella su sufragio, menos que nadie un candidato está obligado, no a violar el domicilio de ninguna persona, romper las ánforas y tomar datos de una votación. Lo que debió hacer el señor Muñiz fue que ya tenía tantos medios en ese distrito, era acudir a la autoridad que fungía allí con el carácter de notario y haber levantado un acta de los sucesos y haber pedido la nulidad de los votos emitidos en esa casilla por fraude electoral. Estos datos sí los tuvo en cuenta la Comisión.
El C. García Vigil: Ciudadanos representantes: Únicamente hice la interpelación a cada uno de los ciudadanos que acaban de contestar, para comprobar que el caso de la injusticia del presidente Lima, de la casilla de Tepetlixpa, lo paso por alto el ciudadano soto y Gama, no para sacar conclusiones; ahora sí me veo obligado a sacarlas. Además, califica esto el ciudadano Soto y Gama de una pequeña irregularidad; pues bien, señores representantes; a todos vosotros os digo que os pongáis en el caso del ciudadano Muñiz que está luchando por una elección. Ya sabéis lo que se siente cuando hay un presidente de mesa parcial y que se lleva los expedientes a su casa. Yo no he tratado de justificar la violencia cometida por el ciudadano Muñiz, únicamente me lo explico, porque se debe hacer psicología, y la causa de las causas, es causa de lo causado. El acto del ciudadano presidente de la casilla fue el que determinó el acto violento superabundante de violencia del ciudadano Francisco José Muñiz; esto es cierto. Ahora, ciudadanos representantes, el medio que sugiere el ciudadano Cano ni él lo habría puesto en práctica, no obstante que da pruebas de una ecuanimidad admirable; pero vamos a suponer que él lo hiciera, dice que llevaría al juez; ¿hay tiempo para llevar a cabo toda esta tramitación de la intervención de un juez, etcétera, cuando no sólo al día siguiente, sino en la misma noche, supuesto que tenía los expedientes en su casa, podía haber defraudado la elección el presidente? Seguramente que no. Es indudable que mientras va a buscar al juez, mientras el juez se presta, mientras se acerca, mientras llama, mientras lo emplaza, etcétera, y dicta los autos, todo este procedimiento tan dilatado de los juzgados, ya el presidente Lima con sus demás asociados habrían podido indudablemente presentar la votación y hacer todos los documentos como lo hizo al día siguiente; si en el acta que se hizo al día siguiente se asentó el hecho de allanamiento de morada de parte de Francisco José Muñiz, fue porque precisamente fue tomado en falta el presidente de la casilla, porque el ciudadano Francisco José Muñiz, que había estado momentos antes, hasta los últimos momentos de la tarde en la casilla de Tepetlixpa. inmediatamente fue revisar otra casilla y cuando volvió - a muy corta distancia la primera de la segunda -, se encontró con que el presidente se había ido, porque se fue dolosamente llevándose los paquetes. Esto fue lo que le hicieron al señor Muñiz, porque se le dijo que sí, que todavía tardaban, "Todavía estamos esperando la votación", se le dijo, y naturalmente el señor Muñiz dijo: "tengo tiempo de estar", y volvió y se encontró, no obstante que había vuelto rápidamente, sin embargo de eso se encontró con que todo el personal de la Mesa se había ido y el presidente de la casilla se había llevado los expedientes a su casa. La injusticia es por parte del presidente de la casilla, eso es evidente. Ahora, ciudadanos representantes, nos habla el ciudadano Soto y Gama de una justicia, pero nos habla de la justicia absoluta, y yo, respetando las palabras del ciudadano Soto y Gama, como las del ciudadano Cano, digo lo siguiente: Dice el ciudadano Soto y Gama, que hay que reparar la injusticia; nosotros sabemos cuán compleja es la elección de un diputado, y si nosotros nos pusiéramos a rectificar todos los hechos que se hubieran apuntado falsos y sobre los cuales se hubieran fallado, no acabaríamos jamás, por consiguiente, la justicia debe ser inmediata, y por lo que respecta a lo dicho por el ciudadano Cano, de que él no acataría el parecer de la
Asamblea, si desde un punto de vista tiene un carácter de un acto de bastante independencia, desde otro punto de vista es inconsecuente con su actuación, supuesto que ha protestado cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanen, supuesto que él, al entrar a esta Asamblea, se ha ajustado a una disciplina y esa disciplina es el Reglamento de la Cámara. (Aplausos.)
Y nosotros lo consideramos con todas sus atribuciones, todos sus derechos; pero también con todas sus obligaciones. Yo no quiero decir que a mí me dicte una disposición la Cámara y que me haga variar en mi fuero interno; yo lo que digo es que como elementos constitutivos de la Asamblea, estamos obligados por ello, y tanto más, cuanto que ha sido suficientemente discutido el caso, yo no tengo otra cosa que hacer, sin entrar en disquisiciones y en especulaciones de orden mental ni de orden moral, no tengo otra cosa que hacer sino sujetarme a su mandato. (Aplausos.)
El C. Cano: ¿Me permite usted una interpelación?
El C. García Vigil: Sí, señor.
El C. Cano: ¿Cree el compañero García Vigil que las opiniones de las minorías no deben tener nunca una parte de respeto que tienen las mayorías en toda colectividad?
El C. García Vigil: Es indudable que deben tener la parte proporcional que les corresponde. En una democracia las mayorías gobiernan, se equivoquen o no se equivoquen, ellas gobiernan. (Aplausos.) El principio eminentemente democrático de la supremacía de las mayorías es un dogma político, es un dogma político contrapuesto al dogma político de la divinidad de los reyes. Antiguamente se decía que los reyes heredaban el poder de Dios, esto es, un dogma político, y así se rigió la sociedad durante mucho tiempo. En la actualidad desde la época de Juan Jacobo Rousseau, con su magna obra el Contrato Social, se estableció que los reyes no recibían autoridad ninguna divina, que los reyes eran en este caso los hombres mismos, los ciudadanos, y entonces se estableció ese dogma de que las mayorías no sé equivocan; es un dogma, se puede decir que pueden equivocarse; pero en sus determinaciones son absolutas y esto tiene su lógica. Su puesto que sobre ellas recaen los actos que ellas mismas cometen, es inconcuso que se dañan a sí mismas, y establecido que nadie puede pretender dañarse a sí mismo, es claro que las intenciones que deben tener al cometer éstos son buenas, y por eso se llama dogma de la infalibilidad política de las mayorías. (Aplausos.) Ahora, ciudadanos representantes, quiero hacer algunas aclaraciones sobre el caso de las casillas de Atlautla: muy sugestivamente el ciudadano Soto y Gama ha dicho que fueron deslizados dentro del paquete, esto es, antes de cerrar la costura, una mano oculta metió allí los expedientes de dos casillas en el momento en que otro - el que cosía -, no veía; esto nos da a entender. No se dice lo contrario, lo único que se asienta es que esos expedientes venían en todo el paquete componiendo todo él. Aquí la sugestión que se había hecho, la sugestión que se había querido hacer en el ánimo de la Asamblea de que hubieran venido esos expedientes, por el conducto particular del señor Muñiz, ya vemos, pues, cómo nos encontramos en un caso que no es suficientemente claro para poder decir; no fueron traídos particularmente, introducidos dentro del paquete electoral, pero en cambio, sí podemos decir que no fueron traídos a la Oficialía Mayor de la Cámara por Francisco José Muñiz porque éste era el sentido en que se quería hacer la sugestión a la Asamblea; es un hecho que desvirtúa la bondad de esos documentos, y esto está absolutamente descartado, no los trajo el señor Muñiz, no los trajo ningún pariente del ciudadano Francisco José Muñiz. Ahora bien, el ciudadano Soto y Gama pretende una explicación de este fondo. Yo con gusto se la daré hasta donde mis luces me lo permitan. Nosotros sabemos con cuánta apatía, y, sobre todo, con cuánta inexactitud, los elementos constitutivos de las juntas computadoras proceden a hacer esta computación. Nosotros sabemos que no tienen en cuenta todos los requisitos de la ley que muchos olvidan, otros los menosprecian, y por tanto no tiene nada de particular que después de haber levantado el acta y antes del embalaje de los expedientes, los hayan puesto allí; pero no podemos nosotros aceptar que hayan sido introducidos por una mano oculta que tratara de beneficiar al ciudadano Muñiz únicamente, y yo quiero hacer hincapié en este caso particular: cuando se revisaba el expediente en la 3a. Sección, expediente que tomó, es decir, en cuya revisión tomó bastante interés el ciudadano Cano...
El C. Cano, interrumpiendo: ¡Como en todos los que he intervenido!
El C. García Vigil: Sí señor; como todos los que ha revisado. El ciudadano Cano me dijo que había formulado el dictamen en contra del ciudadano Muñiz y en favor del ciudadano Dorantes. El ciudadano Muñiz, que quizá había sorprendido animosidad en contra suya por parte del ciudadano Cano, quizá porque creyera que el ciudadano Cano estaba equivocado, quizá por cualquiera otra causa, me dijo: "Sé que van a presentar el proyecto de dictamen en mi contra, diciendo que no se inhalaron las casillas de Atlautla, y sí se instalaron". Yo llegué a la Comisión y le pregunté al ciudadano Cano si no se habían instalado estas casillas, que qué podía decirme sobre este caso particular, y me dijo que no se habían instalado, así, de plano. Yo fui al expediente y encontré entonces que sí se habían instalado; es decir, que había en el paquete electoral, a la disposición de la Comisión Revisora, las casillas del municipio de Atlautla, esas tres o cuatro sobre las cuales se ha discutido tanto. Entonces el señor Cano me dijo que sí existía el expediente; pero que no habían sido legítimas o legalmente instaladas. Este el hecho, no es otro. De esto no puede desprenderse otra cosa sino que el ciudadano Cano interpretó que no estaban legalmente instaladas; pero como el certificado del presidente municipal y con la documentación misma, supuesto que tiene acta de instalación, boletaje...
El C. Cano, interrumpiendo: Sin doblar.
El C. García Vigil: Sin doblar, sí, como es en casi todos los distritos de la República, porque en los pueblos indígenas no se doblan las boletas tan religiosa, tan respetuosamente se ocurre al acta electoral, que en mi tierra, en Oaxaca, van los indígenas llevando la boleta en un papel doblado, a efecto de no ensuciar la boleta y la presentan así
al presidente de la Mesa. (Aplausos.) Incapaces son de comprender el acto electoral, y ahora viene también el momento de añadir lo siguiente: se admira el ciudadano Soto y Gama de que la votación haya sido absoluta, esto es, que hayan votado todos los ciudadanos democráticamente. Nosotros sabemos que en los pueblos indígenas hay tres o cuatro líderes, patriarcas o leguleyos, o como quiera llamárseles, que influyen en el ánimo de toda la comunidad, y como la comunidad es tan reducida, como no luchan varios contendientes, y como no comprenden la trascendencia del acto electoral, porque únicamente se preocupan del acto electoral municipal porque conviven con el hombre por quien pueden demostrar sus opiniones, pero no por lo que hace a los diputados, porque por espacio de treinta años de dictadura porfiriana el papel de diputado es desairado, ha pasado desapercibido para la conciencia de la multitud de indígenas; por eso, ciudadanos representantes, hemos visto ahora, lo hemos experimentado, que aquellos indígenas no se apasionan por las elecciones de diputados ni por las elecciones de los senadores; se preocupan por la elección del presidente municipal y un poco más por la elección del gobernador, pero no por la elección de diputados; para ellos los diputados significan poco, solamente los agitadores políticos, los miembros de la comunidad que están al tanto de la política y a los cuales les rinde provecho, ya bueno, ya malo, ya en un sentido, ya en otro, se apasionan por esto, sugestionan a la multitud y les hacen ver que quien conviene es fulano de tal, y esto pasa en todos los pueblos, absolutamente en todos, excepto en algunos pueblos en los que hay verdadera contienda. De manera que tiene nada de extraño que en una comunidad tan reducida como Atlautla, los indígenas de ese lugar se hayan decidido unos por Muñiz y otros por Dorantes y que haya habido una votación absoluta; esto es cierto. (Aplausos.)
Lo podemos comprobar, e invito a los diputados que no vengamos con lirismos vanos; nosotros podemos justificar que pueblos enteros votan a favor de fulano de tal, y que pueblos enteros votan a favor del contrario del primero. Nosotros podemos decir no sólo esto, podemos testificar que, en casi todos los pueblos de indígenas se hace la votación hasta por los menores de edad, porque, al menos en mi tierra, durante mucho tiempo se estuvo cobrando una capacitación, la contribución personal, y esto se interpretaba como que tenían derecho a votar, no el que tuviera personalidad o cierta edad y reuniera ciertos requisitos, sino que el que pagara; esto paso en 1918 en Oaxaca. Precisamente, cuando yo me presente en una casilla alegando en contra del permiso que se daba para votar a los menores de 14 y 16 años, se me contestaba: "Ya paga, señor, ya paga." (Risas.) De manera que no tiene nada de extraño que voten todos. Y presencié, además, esto: que el día de la votación, los labriegos llevan los votos suyos y los de sus familiares; vemos a la mujer, a la madre, a la hermana, llevar las boletas del padre, del hermano, del hijo, del cuñado, del esposo; de manera que así se hacen las votaciones. Nosotros no pretendemos que se haga igual en la ciudad de México ni en otros lugares donde hay lucha democrática; allá, desgraciadamente, no la hay todavía; pero esta es la verdad y a ella tenemos que atenernos. Así pues, no quedan con fuerza alguna las observaciones hechas por el ciudadano Soto y Gama. (Aplausos.)
En cuanto al punto principal, el de la justicia, señores, es ciega y nosotros, desgraciadamente, somos muy humanos y muy falibles; no quiero quitarle el derecho al ciudadano Soto y Gama de que sea menos falible que yo; pero es falible y, en este caso particular, invocar la justicia absoluta en una puerilidad. (Aplausos.)
El C. Cano: ¿Me permite una pequeña interpelación, con permiso de la Presidencia, respecto de las casillas de Atlautla?
El C. presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Cano: En los expedientes de esas dos casillas, que son el punto esencial del dictamen, aparece que los nombramientos de instalador fueron remitidos a la Legislatura del Estado de México, y de allá a acá, y aparece también que el padrón de la sección cuarta de Atlautla lo remitió en documento separado e independiente del expediente electoral el presidente municipal; aquí me hará usted el favor de explicar cómo concibe usted esto: que el nombramiento del instalador, que es parte del expediente, vaya al Estado de México, y que las boletas vengan en un paquete dirigido a la Oficialía Mayor, y que el padrón de la misma sección, en otro paquete aparte, venga dirigido a la misma Oficialía Mayor.
El C. Manrique: Para una moción de orden, señor presidente. Creo que si el señor García Vigil accede a contestar la interpelación, estará en su derecho; pero en estos momentos se presenta el ciudadano Cano, a quién sólo tocó un papel mecánico, de firmar el dictamen, diciendo: "Salvando yo mi criterio personal, acato yo la resolución de la Asamblea." El 29 de septiembre presentó un dictamen favorable a Muñiz; ahora resulta que el señor Cano esté impugnando el propio dictamen de que ha sido autor.(Aplausos.)
El C. Cano: ¿Me permite una aclaración, señor presidente, cuando concluya el orador?
El C. García Vigil: Paso por alto la atinada observación del ciudadano Manrique; pero como de lo que se trata es de dilucidar el punto, voy a suponer que no es el ciudadano Cano, miembro de la Comisión, quien hace la interpelación; hagamos de cuenta que ha pasado a Soto y Gama, que viene a defender asuntos que, a veces, no conoce a fondo. Acepto la interpelación por parte del Señor Soto y Gama, y digo: Es una pregunta bastante ociosa la que se me hace; con el mismo derecho con que me pregunta el ciudadano que me ha hecho esa interpelación, yo podría preguntarle para ver cómo se lo explica él. Pero esto no conduce a nada, señores; nosotros lo que debemos hacer es dilucidar responsabilidades; si el ciudadano Cano infiere que ha habido una parcialidad, es indispensable que demuestre que esa parcialidad es en favor de Muñiz, que es lo que discutimos, esto es: el que hayan ido, por una parte, los nombramientos a Toluca y el Padrón a otro lugar. Pero esto, señores, no nos viene a dar sino la demostración completa de que son incapaces, en aquellos lugares, para hacer todo un expediente conforme a la Ley Electoral; pero no se saca ninguna consecuencia. Eso que podría decir el señor Cano que era para favorecer al
ciudadano Muñiz, podríamos decir nosotros: ¿no sería para favorecer a otro? Pues cabría la sospecha de que, yendo los documentos separados, se podrían perder los expedientes en la Legislatura de Toluca, a efecto de que jamás llegaran a conocimiento de la Cámara de Diputados y, por consiguiente, no se esclareciera este punto, que es en favor de Muñiz. (Aplausos. Voces: ¡A votar! ¡A votar!)
El C. Rico Manuel: Pido la palabra para una interpelación al ciudadano García Vigil.
El C. Espinosa: Pido la palabra para una moción de orden.
El C. presidente: Tiene pedida la palabra, para rectificaciones de hechos, el ciudadano Espinosa; una vez que termine la discusión, se le concederá.
El C. Espinosa: Pido la palabra.
El C. Rico Manuel: Como miembro de la Comisión, le estimaré a usted, señor García Vigil, que tenga la bondad de aclarar una duda que se me ha presentado con el cuadro sinóptico de la votación habida en el 16 distrito electoral del Estado de México. (Siseos. Desorden. Campanilla.) Esa duda es la siguiente: Uno de los puntos más discutidos, uno de los puntos más debatidos aquí, es el de que no hubo elecciones en la tercera y cuarta casillas de Atlautla; pero del examen del cuadro sinóptico se ve que no hay votos a favor de ninguno de los candidatos, y se me ha presentado esta duda, que estimaré a usted se sirva aclarar. No soy parcial en favor de ninguno de los candidatos. (Siseos. Campanilla.)
El C. García Vigil: Con permiso de la Presidencia. Tenga usted la bondad de decir a qué cuadro sinóptico se refiere.
El C. Rico: el cuadro que hizo el candidato Muñiz, puesto que viene firmado por él. (Siseos. Murmullos. Voces: ¡A votar! ¡A votar!)
El C. García Vigil: Me permite usted, compañero, que le diga que con lo que hace el señor Muñiz no tiene nada que ver con la Comisión, y me eximo de responder. (Aplausos. Voces. ¡Ya! ¡Ya!)
El C. Rico: Bueno; pero es un documento que tenemos que leerlo y examinarlo, y no hemos visto nosotros el expediente de elección. (Voces: ¡ya! ¡Ya! ¡A votar! ¡A votar!)
El C. García Vigil: Mire usted, estimado compañero. En principio, no estoy obligado a contestar la interpelación de usted, porque el cuadro sinóptico no lo hizo la Comisión, ni lo hago mío; sin embargo de eso, interpretando ese cuadro sinóptico, que acabo de leer, y que hizo el ciudadano Muñiz, no la Comisión - le ruego que tenga usted esto como base de mi contestación - , se infiere que dejaron de computársele y que deben de computársele 233 votos, que ahora señala. Esto es lo que dice. Dice: "Atlautla. No se computaron la 3a. y 4a. casillas. Hay documentos. Dejaron de computarse 233 votos."
Se explica el cuadro sinóptico, está bastante claro, señor.(Aplausos.)
El C. presidente: Tiene la palabra para rectificar hechos el ciudadano Espinosa.(Voces: ¡No! ¡No! Campanilla.)
El C. Espinosa: Quiero rectificar un hecho con brevísimas palabras. (Siseos. Murmullos. Campanilla.) Es un hecho de verdadera importancia para todos nosotros. (Siseos. Murmullos. Campanilla.) El ciudadano licenciado Pérez Gasga, con un verdadero criterio de abogado, y entiéndase lo que quiero decir con esto, sostuvo desde la tribuna la absurda teoría de que una resolución no puede ser reconsiderada. (Voces: ¡Ya! ¡Ya! ¡A votar! Campanilla.)
Suplico a los compañeros tengan la bondad de no interrumpirme; estoy haciendo uso de la palabra. (Voces: ¡ya! ¡Ya! Campanilla) Decía, ciudadanos representantes, que los ciudadanos diputados..... (Voces: ¡ A votar! ¡A votar! Campanilla.)
El C. Cienfuegos y Camus: ¡Moción de orden, señor presidente! Según el Reglamento, señor presidente, las rectificaciones de hechos deben hacerse después de la votación y así se ha sentado el precedente en sesiones anteriores.
El C. Manrique: No es exacto, compañero.
El C. presidente: No tiene eso el Reglamento. Hágame favor de ver el artículo.
El C. Cienfuegos y Camus: Se ha sentado el precedente, señor. El Señor Bordes Mangel en una sesión memorable pedía la palabra para hacer rectificaciones de hechos antes de que la votación se efectuara.
El C. Manrique: Para una moción de orden. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)
El C. presidente: La Presidencia, por conducto de la Secretaría, hará conocer el artículo respectivo.
El C. Manrique: Para una moción de orden.
El C. Manzanilla: Moción de orden. Que se consulte a la Asamblea si se hacen las rectificaciones de hechos.
El C. Manrique: Para una moción de orden. Inmediatamente después...(Desorden. Voces: ¡A votar! ¡A votar!)
El C. presidente: Se suplica a las galerías que guarden silencio y a los diputados que permitan oír la lectura del artículo reglamentario.
El C. Castrejón: Por disposición de la Presidencia se da lectura al artículo 101 Reglamentario.
"Los individuos de la Cámara, aún cuando no estén inscriptos en la lista de los oradores, podrán pedir la palabra para rectificar hechos o contestar alusiones personales."
El C. Espinosa Luis: Voy a ser breve, señores representantes...(Siseos. Murmullos. Campanilla.)
El C. Manrique: ¿Tengo la palabra, señor presidente? (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)
El C. Espinosa: No voy a hablar ni en pro ni en contra del asunto. (Voces: ¡A votar! ¡A votar! Campanilla.)
El C. Manrique: ¡Tengo la palabra para una moción de orden? (Campanilla.)
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Manrique para una moción de orden.
El C. Manrique: Señores diputados: Es rigurosamente cierto, como recuerda el ciudadano Cienfuegos, que en una memorable sesión, en una sesión muy movida, se negó al ciudadano Bordes Mangel por decisión de la enorme mayoría de la Asamblea que usase de la palabra. Esto es cierto; pero era por razones explicables: había una impaciencia decidida por votar y se temía que al conceder la palabra al ciudadano Bordes Mangel favoreciese a alguna maniobra; pero, señores diputados, contra
aquel precedente único existe, lo saben muy bien todos los ciudadanos diputados, la historia de los últimos años de debates, y claro es que si el compañero Espinosa quiere rectificar un hecho que en su concepto puede influir - de no rectificarlo - en las decisiones que vamos a tomar, es parte esencial del debate mientras no hayamos declarado suficientemente agotado el asunto, suficientemente discutido el asunto, y el ciudadano Espinosa tiene derecho. No es práctico que discutamos esto; más tiempo hemos perdido en negarle la palabra, que el que habría empleado en hacer uso de ella. (Aplausos.)
El C. Espinosa Luis: Ciudadanos representantes: vengo únicamente a rectificar un hecho. No vengo hablar ni en pro ni en contra del dictamen. Deseo sencillamente que la Asamblea tenga un concepto claro y diáfano y definir de una vez su criterio sobre el punto de la reconsideración de dictámenes. El ciudadano Pérez Gasga vino a esta tribuna con criterio de abogado, como dije desde hace un momento, que puede considerarse como el criterio peor de todos los criterios (Aplausos y risas), a asentar que un dictamen no puede ser considerado y esto, señores representantes, a la luz del artículo 60 de la Constitución General de la República, es la herejía más grande que se puede formular en esta tribuna.(Voces: ¡Oh! ¡oh! ¡oh! Aplausos. Murmullos.)
El C. García Vigil: Moción de orden.
El C. Espinosa: No acepto mociones.
El C. García Vigil: No, si no es usted, ciudadano Espinosa; es la Presidencia la que está obligada a concederme la palabra. (Campanilla. Desorden.) Una moción de orden.
El C. Espinosa Luis: Desde luego...(Crece el desorden. Campanilla.)
El C. García Vigil: Moción de orden. Tengo yo entendido que el ciudadano Espinosa no va a tratar de ningún hecho, él va referirse al caso del distrito N. de Hidalgo, en el caso de Santillán. (Aplausos.) Pero no se va a referir a ningún hecho, y con objeto de que no perdamos el tiempo, es indispensable que nos diga el ciudadano Espinosa cuál es el hecho asentado como cierto, Cuál concepto falso, y que, por consiguiente, va a rectificar. (Aplausos.)
El C. Espinosa Luis: Como me consta....
El C. presidente: Se ruega al ciudadano Espinosa se ciña al punto.
El C. Espinosa Luis: Como me consta que el ciudadano García Vigil no padece tapazón timpánica, probablemente estaba durmiendo y por esto no oyó el hecho que voy a rectificar. Lo dije muy claro y lo repito: El ciudadano Pérez Gasga con criterio de abogado asentó desde esta tribuna que los dictámenes no son reconsiderables, y yo vengo a rectificar este hecho: que es esencialmente necesario que nosotros tengamos un criterio definitivo y claro sobre este punto. Este es el hecho. Ahora bien, ciudadanos representantes, yo convengo en que cuando una elección.....
El C. García Vigil: Moción de orden.(Siseos. Desorden. Campanilla.) Señores representantes: Yo digo que este no es un hecho, es una doctrina, es una tesis del ciudadano Espinosa; pero no es un hecho.
El C. Espinosa Luis: ¿entonces qué es un hecho? (Aplausos.) En todo proceso, en todo juicio (Desorden.) no se admiten pruebas ni apelaciones de ningún género, cuando ha sido formulada la sentencia definitiva; en un proceso electoral, ciudadanos representantes, que comprende desde las juntas previas para la elección, hasta la declaratoria hecha por la Secretaría de la Cámara, de quiénes son los representantes por el distrito, hay derechos a presentar pruebas que vengan a orientar el criterio de la Asamblea, por la justicia, por la razón, por la legalidad de la elección. (Siseos. Murmullos.) Ahora, ciudadanos representantes, tenemos un caso fresco todavía, (Murmullos. Campanilla.) el caso del ciudadano Fernández Martínez, por un distrito de Guanajuato. ( Murmullos. Campanilla.) La Asamblea lo reconsideró; ¡por qué nosotros, ciudadanos representantes, vamos a tener un día un criterio y otro día otro criterio? (Voces: ¡Huy! ¡Huy!) Proceder en esta forma, ciudadanos representantes. sentar este absurdo, sería tanto como hacerle a la Asamblea el gravísimo cargo de que está compuesta de inconscientes, (Voces: ¡Huy! ¡Huy!) y no por hombres conscientes. Si no se ha dicho la última palabra sobre este dictamen, si estamos todavía dentro del capítulo dentro del cual puede presentarse pruebas para hacer luz en el asunto, ¿por qué, entonces, no querer aceptar la reconsideración no sólo de éste, sino de los demás casos enteramente idénticos que se presentan ante vuestra soberanía? Estoy seguro, ciudadanos representantes, de que el artículo 60 constitucional no tiene más interpretación que está: que son irrebatibles los acuerdos de la Asamblea, en materia electoral, cuando la Secretaría de la Cámara haya hecho la declaratoria respectiva de quiénes son los ciudadanos representantes por un distrito; es hasta entonces cuando no puede caber reconsideración alguno, pero pensar lo contrario, señores, es negar la verdad; pensar que no puede reconciderarse un asunto cuando no se ha llegado a este fallo a este definitivo, es cometer el más grande de los absurdos.(Aplausos.) Desde luego, ciudadanos representantes....
El C. presidente: Pidió usted la palabra para rectificar un hecho.
El C. Espinosa Luis: Termino, ciudadanos representantes, manifestando que, si queremos llamarnos liberales, revolucionarios y socialistas, debemos empezar por ser justos. (Aplausos.)
El C. Cantón: Con fundamento en un artículo del Reglamento, pido lectura de varios documentos, que harán luz sobre la personalidad de cada uno de los contrincantes.
El C. Castrejón, leyendo: "Cuerpo Revolucionario del Estado de Guerrero.
"La Asamblea de Honor reunida en el pueblo de Huitzuco el día 9 de mayo del corriente año, teniendo en consideración los meritorios y patrióticos servicios prestados por usted en favor de la Revolución Nacional, ha tenido a bien conferirle el título de coronel del Ejército Libertador.
"Lo que por acuerdo de la propia Asamblea tenemos el honor de participarle a usted, por medio de la presente, que le servirá para justificar en todo tiempo el nombramiento hecho en su favor.
"Sufragio Efectivo. No Reelección.
-Campamento insurrecto en Huitzuco, a 9 de mayo de 1911.- El general en jefe, Ambrosio Figueroa.
" Al C. Procuró Dorantes."
"Cuartel General del Ejército Liberador del Sur.
"Ha dispuesto este Cuartel General que, en vista de las buenas simpatías que todo el pueblo del Estado de México ha sentido por nuestra causa, o sea la iniciada por el C. Francisco I. Madero, se le haga saber a usted que, por el conducto que crea más prudente, comunique al señor general Fernando González, gobernador del mismo Estado, que, en vista del triunfo que ha alcanzado nuestra Revolución, renuncie inmediatamente al puesto que está desempeñando y evacue las plazas de aquel Estado, replegando las fuerzas federales hacia el Distrito Federal, y, en caso de no hacerlo, hacer saber a dicho señor general González que usted puede contar con el apoyo, tanto moral como efectivo, de 5,000 hombres, que componen las fuerzas de mi mando, para hacer respetar la voluntad de ese pueblo, por tanto tiempo oprimido.
"Lo que comunico a usted para su cumplimiento y demás fines.
"Sufragio Efectivo. No Reelección.- Iguala, mayo 26 de 1911.- El general en jefe, Ambrosio Figueroa.
" Al C. coronel Procuró Dorantes. - Ixtapan, E. de M."
"Los subscriptos, bajo nuestra palabra de honor, hacemos constar: que en el mes de abril del corriente año, fuimos citados por conducto de la Presidencia Municipal, para concurrir a la casa del señor don Eduardo Rojas, vecino de esta población, sin decírsenos el objeto; al presentarnos en la tarde, a la hora señalada en la cita, el señor Rojas nos manifestó que el objeto de la junta era establecer un Centro Bonillista y que, con tal objeto, tomaría la palabra el doctor Loreto Morales, como en efecto así lo hizo esté, ponderando las cualidades de su candidato. Desde luego, comenzaron a formar la Mesa Directiva, y habiendo designado secretario de ella al C. Pedro Constantino, miembro que es el del Club Liberal Independiente Benito Juárez, protestó enérgicamente por tal designación y por no habérseles manifestado con anterioridad cuál era el motivo de la junta, y que como pertenecía a otra agrupación política y él no tenía idea bonillistas, ni muchos de los allí reunidos, se retiró, y así lo hicieron las demás personas que habían concurrido. Días después, se mandaron recoger por parte de dicho señor Rojas, las firmas del acta que levantaron después de la junta, a lo que también se rehusó el señor Constantino, y únicamente firmaron algunas personas esas actas, por temor de ser perjudicadas por la presión que se estaba haciendo por las fuerzas militares que guarnecían esta plaza.
"Lo que tenemos el honor de manifestar a la H. Comisión revisora de Credenciales, para que compare los antecedentes políticos del C. profesor Procuró Dorantes y licenciado Rafael Monterrubio, y los de los señores Francisco José Muñiz y Eduardo Rojas, que contendieron en las pasadas elecciones para diputados al Congreso de la Unión.
"Amecameca de Juárez, agosto 23 de 1920.- Leopoldo Segura.- Pedro Constantino. F. M. Flores. - Darío Avendaño. - Vicente M. Molina.- D. Cisneros.
"Presidencia Municipal. - Amecameca de Juárez. - Estados Unidos Mexicanos.
"El subscrito, presidente constitucional de la Municipalidad, certifica: que las firmas que anteceden, son de comerciantes honorables de esta población.
"Amecameca de Juárez, agosto 23 de 1920.- El presidente municipal, Luciano parrilla.- El secretario, Francisco Tejeda."
No habiendo más oradores inscriptos, en votación económica se consulta si el asunto está suficientemente discutido. Suficientemente discutido. Se procede a la votación. En votación económica se pregunta si se aprueba el siguiente punto resolutivo: "Único. Son diputados..."
El C. Cienfuegos y Camus: pido votación nominal.
El C. prosecretario Castrejón: Habiendo sido pedida votación nominal, se procede a tomar dicha votación. Por la afirmativa.
El C. secretario Valadez Ramírez: Por la negativa. (Votación.)
- El mismo C. prosecretario: votaron por la afirmativa 63 ciudadanos diputados y presuntos diputados. (Voces: ¡Sesenta y cuatro!) Sesenta y tres están registrados, y de eso es de lo que da fe la Secretaría.
- El mismo C. secretario: Votaron por la negativa 74 ciudadanos diputados y presuntos diputados. (Voces en las galerías: ¡Bien! ¡Bien! ¡Viva Soto y Gama!) Se va a dar lectura a los nombres de los que votaron por la afirmativa y por la negativa, para que consten.
- El mismo C. prosecretario: Por la afirmativa votaron los secretarios diputados siguientes: Aguirre Colorado Fernando, Aja, Aldaco, Alvarez Ricardo, A., Alvarez Vicente, Angulo, Argüelles, Avilés, Azuara, Berumen, Borrego, Bravo Betancourt, Camarena, Cano, Castillo Porfirio del, Cienfuegos y Camus, Colón, Cuéllar, Cuervo, Couto, Chapa, Damián, Espinosa Natalio, Fernández Miguel B., García Adolfo G., García Socorro, García Vigil, Guiérrez Castro, Gutiérrez Teodomiro T., Hernández Coronado, Hernández G. Rodolfo, Hidalgo Catalan, Huerta, Ibarra, Lira, López Soto, Manrique, Manzanilla, Martínez de Escobar Federico, Martínez Gustavo S., Meza, Mijares, Miramontes, Miravete, Morales, Navarro Uriel, Ortega Antonio, Ortega Miguel F.,Peña Ildefonso, Pérez Gasga, Ramírez G. Benito, Ramírez Fidel M., Rodríguez Guillermo, Rivera Cabrera, Salazar Sánchez de Cima, Sánchez Pontón, Solórzano Federico N., Soto José M., Trejo Erasmo, Trejo Francisco, Zincúnegui Tercero y Zuno. Total, 63 votos.
- El mismo C. secretario: Votaron por la negativa los ciudadanos siguientes: Acevedo, Aguilera, Aguirre Emilio, Alanís, Fuentes, Alarcón, Arroyo Ch., Barragán Enrique M., Barragán Martín,
Barrera, Berzunza, Bolio, Borstel, Bravo Lucas, Cantón, Carrillo Puerto Benjamín, Casas Alatriste, Castillo Francisco, Castrejón, Céspedes, Contreras, Cuervo, Chávez Franco, Cervantes, Díaz Antonio, Díaz Soto y Gama, Domínguez, Espinosa Luis, Espinosa y Elenes, Franco Abraham, Franco Cerqueda, Franco Urías, Garza Candelario, Garza Francisco, Gómez Carlos, Gómez Rodrigo, González Jesús B., González Rafael M., Guadarrama, Guerrero Alberto Guerrero Eduardo, Guzmán, Lara César A., López Merced A., Luquín, Maldonado Martínez Rendón, Méndez, Mendoza, Montes de Oca, Moreno, Martínez Gabriel, Ogarrio Meixueiro, Paz, Peña Francisco de la, Portes Gil, Quiroga, Ramírez Francisco Modesto, Ramírez Luque, Reynoso Díaz, Rico G., Rodríguez Herminio S., Rodríguez López, Romero, Sánchez Pablo H., Sariol, Solís, Soto Francisco, Tello Romero, torre, Valadez Ramírez, Valverde, Vásquez, Velarde, Villalobos y Villegas. Total, 75 votos.
La secretaría hace notar que falta el nombre del ciudadano Valadez Ramírez. En consecuencia en lugar de 74 votos por la negativa, fueron 75.(Aplausos. Campanilla. Voces: ¡Declaratoria!) Desechado el dictamen. Vuelve a la Comisión para que lo reforme en el sentido de la votación. (Voces: ¿En favor de quién?) En favor de Dorantes.
El C. presidente: Se levanta la sesión y se cita...
El C. Manrique, interrumpiendo: Señores, pido la palabra en moción de orden.
El C. Mijares: Para rectificar hechos.
El C. Manrique: Pido la palabra, en moción de orden, para hacer a cada uno de ustedes, personalmente, una rendida petición: el sacrificio de medio minuto, a trueque de no sacrificar cuatro días más a un presunto diputado cuyo dictamen no va a ser discutido: el señor Leopoldo Guadarrama, por el 10 distrito electoral del Estado de México. Sólo tomamos el tiempo que requiere una lectura y una votación económica. (Voces: ¡Sí! ¡Sí!)
"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- 5a. Sección.
"Señor:
"Los subscriptos, miembros de la 5a. Sección de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales, hemos estudiado atenta y detenidamente el expediente formado con motivo de las elecciones de diputados al Congreso de la Unión, efectuadas en el distrito electoral de El Oro, 10 del Estado de México, el domingo 1o. de agosto próximo pasado.
"Como resultado de nuestro estudio, podemos afirmar que las elecciones se verificaron visiblemente con apego a la ley de la materia, habiendo obtenido una mayoría de dos mil trescientos trece votos el C. notario Público Leopoldo Guadarrama, candidato a diputado propietario, y de dos mil ciento veintiocho el C. Benjamín Arcos, candidato a diputado suplente, a quienes siguen en votos, el C. Emilio Balboa, con ochocientos nueve votos, como propietario, y el C. Honorato Serrano, con mil diez nueve votos, como suplente..."
El C. prosecretario Castrejón, interrumpiendo la lectura: La Presidencia ruega a los ciudadanos diputados ocupen su curules y presten atención a la lectura del dictamen que está leyendo el compañero Valadez Ramírez.
"Figuran en el expediente diversas protestas de los candidatos Emilio Balboa, Luis Solís y sobre todo el doctor don Francisco Echeverría, denunciando irregularidades, que no constituyen un delito y otras irregularidades que se pretenden interpretar como muestras evidentes de parcialidad por parte de la autoridad municipal en favor de la fórmula Guadarrama - Arcos; pero sin que tales protestas estén acompañadas por documentos suficientemente serios para constituir pruebas fehacientes y bastantes a destruir la mayoría obtenida por los presuntos diputados Guadarrama y Arcos.
"Por lo expuesto, atentamente sometemos a vuestra consideración los siguientes puntos resolutivos:
"1o. Son válidas las elecciones de diputados al Congreso General, efectuadas en el 10 distrito electoral del Estado de México, el día 1o. de agosto de 1920.
"2o. Son diputados, propietario y suplente, al Congreso de la Unión, por el mencionado distrito, los CC. Leopoldo Guadarrama y Benjamín Arcos, respectivamente."
"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, a 29 de octubre de 1920.- Salvador Saucedo. - Aurelio Manrique, jr. - J. M. Soto."
Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, se servirán ponerse de pie. Aprobado.
La Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: que son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el 10 distrito electoral del Estado de México, los ciudadanos Leopoldo Guadarrama y Benjamín Arcos.
"H. Asamblea:
"La subscripta 3a. Sección de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales, obediente a la voluntad de la H. Asamblea, expresa en la sesión del día 25 de los corrientes, con respecto a las elecciones de diputados, efectuadas en el 4o distrito electoral del Estado de Querétaro, tiene el honor de someter a vuestra consideración, la siguiente proposición:
"Única. Son diputados propietario y suplente, por el 4o. distrito electoral del Estado de Querétaro, los CC. Filemón Basaldúa y Reynaldo Montes.
"Sala de Sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, 28 de octubre de 1920. - M. García Vigil. - Nicolás Cano."
Está a discusión.
El C. Paz Octavio: Reclamo el quórum (Voces: ¡No! ¡No! ¡Eso no pasa! ¿Por qué no?)
El C. secretario Valadez Ramírez: Está a discusión.
El C. Soto Francisco: Pido votación nominal. (Desorden.) Ya se había levantado la sesión.
El C. presidente: Me permito llamar la atención del ciudadano Soto acerca de que no se había levantado la sesión.
El C. Díaz Soto y Gama: A moción del ciudadano Manrique la Asamblea acordó prolongar la sesión para escuchar la lectura de un expediente, cuando ya estábamos levantados de nuestras curules, y aceptamos porque se nos dijo que no
tendría discusión; pero la Secretaría, de pronto, en una forma inesperada, leyó otro expediente que sí tendrá discusión. (Voces: ¡No! ¡No!)
El C. Lara César: No cabe la moción de orden del ciudadano Soto y Gama porque no se había levantado la sesión.
El C. secretario Valadez Ramírez: Se ruega a los señores diputados se sirvan ocupar sus curules, porque de otras manera no podrá continuar la discusión de este dictamen. La Secretaría recuerda que está a discusión este dictamen.
El C. Paz: En contra.
El C. Manrique: En pro.
El C. Avilés: Si hay orador en contra, yo me inscribo en pro.
El C. Espinosa: Para una moción de orden, señor presidente. Todos consentimos en que este asunto se pusiera a debate...
El C. presidente: Esto no es moción de orden, es moción de desorden.
El C. Espinosa: Usted no sabe lo que voy a decir. Pido la palabra para una moción de orden.
El C. presidente: No hay desorden.
El C. Espinosa: Para una moción de hombre, como quiera su señoría; son las dos y media de la tarde y sólo consentimos en que fuera votado este asunto porque creímos que no iba a haber discusión; ya vemos que hay discusión y pido que se suspenda el debate.
El C. Mijares: Efectivamente el compañero Manrique dijo que únicamente iba a ser puesto a discusión el dictamen que fue aprobado, y como esto no tampoco ninguna discusión, yo suplico a su señoría se sirva consultar a la Asamblea para ver si se toma en consideración este dictamen y que pase el señor Octavio Paz a defender un asunto que no conoce, porque no es más que obstrucción lo que quiere hacer el señor Octavio Paz.
El C. secretario Valadez Ramírez: Tiene la palabra en contra el ciudadano Paz (Voces: ¡Reclamo el quórum!)
El C. presidente: Tiene la palabra el C. Paz.
El C. Paz: Renuncio al uso de la palabra y reclamo el quórum.
El C. secretario Valadez Ramírez: (Comienza a pasar lista.)
El C. Manrique: Moción de orden.
El C. presidente: No hay desorden; se está pasando lista.
El C. Manrique: Sí señor; tengo derecho.
El C. secretario Valadez Ramírez, a las 2.25 p.m.: Siendo visible que no hay quórum, la Secretaría renuncia a seguir pasando lista. Se cita para las cinco de la tarde, a sesión de Cámara de Diputados.
SESIÓN
DE LA
CÁMARA DE DIPUTADOS
EFECTUADA EL DÍA 29
DE OCTUBRE DE 1920
SUMARIO
1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior. Rinde la protesta de ley el C. Urbano Lavín, diputado por el 7o. distrito electoral de Guerrero.
2.- Se da cuenta con los asuntos en cartera, concediéndose licencia al C. diputado Jesús M. Garza. Se dispensan las lecturas del dictamen de la Comisión de Presupuesto y Cuenta sobre el proyecto de Presupuesto de Egresos del Ramo Primero para 1921, mandándose imprimir y a discusión el primer día hábil.
3.- Rinde la protesta de ley el C. Rubén M. Vizcarra, diputado suplente por el 5o. distrito electoral del Distrito Federal.
4.- Continúa el debate del dictamen que nulifica el decreto que crea los puertos libres, expedido por el Ejecutivo. Rinden la protesta de ley los CC. Lorenzo Gámiz y Leopoldo Guadarrama, diputados por los distritos electorales 2o. de Durango y 10 del Estado de México, respectivamente. Sigue la discusión del anterior dictamen; a votación éste, se levanta la sesión por falta de "quórum".
DEBATE
Presidencia del
C. BORREGO IGNACIO
(Asistencia de 134 ciudadanos diputados.)
El C. presidente, a las 5.20 p.m.: Se abre la sesión.
El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo: "Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día veintiocho de octubre de mil novecientos veinte.
"Presidencia del C. Ignacio Borrego.
"En la ciudad de México, a las cuatro y media de la tarde del jueves veintiocho de octubre de mil novecientos veinte, se abrió la sesión con asistencia de ciento treinta ciudadanos diputados.
"Sin objeción se aprobó el acta de la sesión celebrada el día anterior.
"Dióse cuenta con los documentos siguientes:
"Telegrama de Hermosillo, Sonora, por medio del cual la Legislatura de ese Estado apoya la excitativa de la Cámara Nacional de Comercio de Guaymas, tendente a que no se derogue el decreto relativo a los puertos libres. - Enterado y a su expediente.
"Proyecto de ley firmado por numerosos ciudadanos diputados, que tiene por objeto reformar la base 4a. de la fracción VI del artículo 73 de la Constitución General. - A las comisiones unidas segunda de Puntos Constitucionales y segunda de Justicia, e imprímase.
"Iniciativa firmada por los CC. Mijares, Franco Urías, Rodrigo Gómez y cincuenta y un ciudadanos diputados más, a fin de que en el Presupuesto de Egresos del próximo año fiscal figure una partida de $200,000.00, que se destinarán a la construcción de un puente sobre del río Nazas y un camino carretero que una las ciudades de Torreón y San Pedro, Estado de Coahuila, y Ciudad Gómez Palacio, del Estado de Durango.- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.
"Memorial de la Sociedad Mutualista Obrera "Unión Hijos del Trabajo, de Salina Cruz, Oaxaca, en que hacen diversas consideraciones sobre el decreto del Ejecutivo que establece los puertos
libres y piden se deseche la iniciativa que consulta su derogación. - Recibo y a su expediente.
"Proposición de los CC. Manrique, Soto y Gama, Ayala y seis ciudadanos diputados más, formulada con motivo del fallecimiento del C. senador Juan Sarabia, y que en su parte final dice:
"Primera. Enlútese por tres días útiles la tribuna de la Cámara.
"Segunda. Nómbrese una Comisión de esta Cámara que exprese a la de Senadores su condolencia.
"Tercera. Nómbrese una Comisión de la Cámara para que presente su condolencia a la familia y asista a los funerales del señor Sarabia.
"Aprobada esta proposición con dispensa de trámites y después de que la apoyó el C. Manrique, la Presidencia designó a los CC. Manrique, Rafael Martínez de Escobar, Luis L. León, Augusto Aillaud, Eliseo L. Céspedes y secretario Valadez Ramírez para expresar a la Cámara de Senadores la condolencia de ésta de Diputados, ya los CC. Bordes Mangel, Soto y Gama, Ayala y secretario Zincúnegui Tercero, para hacer presente la condolencia de esta propia Cámara a la familia del extinto y asistir a los funerales.
"Prosiguió la discusión del dictamen por el que se nulifica el decreto que crea los puertos libres, expedido por el Ejecutivo de la Unión, continuando en el uso de la palabra, en pro, el C. Moreno. El orador contestó una pregunta del C. Luis L. León, y fue interrumpido por el C. Ernesto Aguirre Colorado para reclamar el quórum; la Secretaría, por orden de la Presidencia, se dispuso a pasar lista, a lo que se opusieron los CC. Manrique y Soto y Gama, con objeto de que no se sentara el precedente de interrumpir a los oradores para reclamar el quórum. Por disposición de la Presidencia se leyeron los artículos 63 constitucional y 107 y 104 del Reglamento, y a solicitud del C. Céspedes el 103 del mismo ordenamiento.
"Después de que el C. Manero concluyó en discurso, usó de la palabra para informar el ciudadano secretario de Hacienda quien contestó una interpelación del C. Manrique.
"En contra habló el C. Jesús Z. Moreno. Como el orador aludiera al discurso pronunciado en sesión anterior sobre este mismo asunto por el C. Rama, éste pidió la lectura de la parte relativa de ese discurso, a lo que accedió la Secretaría; y como el propio C. Rama pretendiera que la lectura continuara, hizo una moción de orden el C. Manrique. Continuó el C. Moreno y le interrumpió el C. Manero para hacer una aclaración.
"Siendo las ocho de la noche y sin haber terminado el discurso el repetido C. Moreno, la Presidencia, por acuerdo de la Cámara, levantó la sesión." Está a discusión el acta. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada.
Estando a las puertas del salón el ciudadano diputado Urbano Lavín, la Presidencia ha tenido a bien comisionar a los ciudadanos Rivera Cabrera Crisóforo, Ramos Pedrueza Rafael y secretario Saucedo a fin de que lo introduzcan al salón a rendir la protesta de ley. Igualmente los mismos ciudadanos comisionados introducirán al salón a los ciudadanos Guadarrama y Gámiz, que también deberán rendir la protesta de ley.
(Rinde la protesta de ley el C. Urbano Lavín, diputado propietario por el 7o. distrito electoral del Estado de Guerrero. Aplausos.)
- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:
"Cámara de Senadores del Congreso de la Unión. - México. - Estados Unidos Mexicanos. - Sección Segunda. - Número 21.
"Habiendo sido modificado el proyecto de decreto aprobado por esa H. Cámara de Diputados, aumentando la pensión que actualmente disfruta la señorita Ana María Palacios, tenemos la honra de devolver a ustedes el expediente con el proyecto de ley aprobado por el Senado.
"Constitución y Reformas. - México, a 28 de octubre de 1920. - E. del Valle, S.S. - Elías Arias,S.S.
"A los ciudadanos secretarios de la H, Cámara de Diputados. - Presente." - Recibo, y a la 3a. Comisión de Guerra.
"Poder Ejecutivo Federal. - México. - Estados Unidos Mexicanos. - Secretaría de Gobernación. - Número 3,674.
"A los ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados. - Presente.
"Tengo el honor de remitir a ustedes, para que se sirvan presentarlo a los ciudadanos diputados de esa H. Cámara, el proyecto de Presupuesto de Egresos del Poder Ejecutivo y secretarías de Agricultura y Fomento, y Comunicaciones y Obras Públicas, correspondiente al año fiscal de 1921, para su estudio y aprobación, suplicándoles se sirvan acusar el recibo correspondiente.
"Reitero a ustedes mi atenta consideración.
"Sufragio Efectivo. No Reelección. - México, 26 de octubre de 1920. - El Subsecretario encargado del Despacho, J. I. Lugo." - Recibo, a la Comisión de Presupuestos y Cuenta, e imprímase.
"Poder Ejecutivo Federal. - México. - Estados Unidos Mexicanos. - Secretaría de Gobernación. - Número 3,689.
"A los ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados. - Presente.
"Con el atento oficio de ustedes, número 22, fecha de ayer, girado por la Mesa 8a., se recibió en esta Secretaría, para sus efectos constitucionales, el decreto expedido por esa H. Cámara, declarando presidente constitucional de la República al C. Alvaro Obregón, para el período que comenzará el 1o. de diciembre del corriente año y terminará el 30 de noviembre de 1924.
"Reitero a ustedes mi atenta y distinguida consideración.
"Sufragio Efectivo. No Reelección. - México,
octubre 27 de 1920.- El subsecretario encargado del Despacho, J. L. Lugo." - A su expediente.
"H. Asamblea:
"Jesús M. Garza, diputado por el 5o. distrito del Distrito Federal, ante vuestra soberanía, y con el debido respeto, expongo:
"Que no permitiéndome el estado actual de mi salud cumplir debidamente con mis obligaciones de diputado, como lo demuestran los certificados médicos adjuntos muy a mi pesar me veo en la necesidad de pedir a esa H. Cámara se me conceda, previa dispensa de todo trámite, licencia indefinida (sin goce de dietas) para poder atender a mi curación.
"Protesto lo necesario.
"Sufragio Efectivo. No Reelección. - México, D.F., a 28 de octubre de 1920. - J. M. Garza."
Acompaña dos certificados médicos con la traducción correspondiente. En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Concedida, y llámese al suplente.
La Comisión de Presupuestos y Cuenta presenta su dictamen sobre el proyecto de presupuesto de egresos del ramo primero para 1921, correspondiente al Poder Legislativo. En votación económica se pregunta si se dispensan las lecturas a este dictamen, mandándose imprimir y quedando listo para discutirse el primer día hábil. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Se dispensan las lecturas. Se mandará imprimir y se discutirá el primer día hábil.
- El mismo C. secretario: Estando a las puertas del Salón de Sesiones el ciudadano Rubén M. Vizcarra, suplente del ciudadano diputado Garza, la Presidencia ha tenido a bien designar a los ciudadanos Manrique, Casas Alatriste y secretario Saucedo para que lo introduzcan a rendir la protesta de ley.
(Rinde la protesta de ley el C. Rubén M. Vizcarra, diputado suplente por el 5o distrito electoral del Distrito Federal. Aplausos.)
El C. presidente: Prosigue la discusión de los puertos libres y continúa en el uso de la palabra el ciudadano Moreno.
El C. Bojórquez: Pido la palabra para una alusión personal.
El C. presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Bojórquez: Ciudadanos diputados: No estando presente en la sesión de ayer, el ciudadano Manero me hizo un cargo grave; dijo que del presupuesto del señor Carranza había pasado al presupuesto del señor De la Huerta, y vengo a hacer la siguiente rectificación. Desde que se me ofreció el ir como comisionado a la Secretaría de Agricultura y Fomento en una delegación comercial a Centro América, acepté ese encargo porque sabía perfectamente que no iba a hacer política personalista; fui a Centro América representando a la Secretaría de Agricultura y Fomento, a los estudiantes mexicanos y a los obreros de la Federación del Distrito Federal. Mi labor consta en crónicas y creo que ni el señor Manero ni ninguno podrá demostrarme, como demostré respecto de él, que haya hecho labor carrancista en Centró América; iba con una representación oficial e hice labor pro - México, no pro - Carranza, como él y aun pro - Cándido Aguilar. Su libro apareció no en 1916, sino en 1917. Por otra parte, mis antecedentes por mi actuación política son bien conocidos de todos; podría interpelar a algunos compañeros, pero en este momento tengo en mi poder un certificado que ruego a la Secretaría se sirva leer.
- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:
"Alvaro Obregón. Nogales, Sonora. México.
"México, octubre 29 de 1920.
"Señor diputado Juan de Dios Bojórquez. Presente.
"Muy estimado amigo:
"En contestación a su carta de esta fecha, le participo que no tengo inconveniente en declarar cuantas veces sea necesario que si efectuó usted su viaje a Centro América, fue con mi anuencia, y que siempre lo hemos considerado a usted afiliado a nuestro Partido e identificado con el último movimiento revolucionario.
"Con todo afecto me despido de usted. Atento amigo y seguro servidor. - A. Obregón."
Por otra parte, en estos momentos yo puedo decir lo que todos vosotros: no estamos viviendo del presupuesto del señor De la Huerta, ni de ningún Ejecutivo, sino que estamos aquí porque nos trajo la voluntad del pueblo; somos diputados, somos parte de la Representación Nacional. Aunque mi personalidad política es muy modesta, no quiero que continué en paralelo con la del señor Manero, porque ya he demostrado todas sus inconsecuencias políticas y tengo algunos otros cargos que hacerle y que vendrán después; entre otros, figura el siguiente: En 1910 el señor Manero escribió un libro en contra del señor Madero y de la Revolución; ya cuando estaba impresa su obra, triunfó el movimiento maderista y entonces el señor Manero se presentó al ciudadano Federico González Garza, entonces gobernador del Distrito Federal y el dijo que se arrepentía de haber escrito aquello, que se desdecía de lo que decía su obra y le prometió que podía recoger los ejemplares de su libro si se le daba una gratificación, y el señor Manero recibió cinco mil pesos por recoger la obra que había escrito en contra del señor Madero y de la Revolución. Ese es el ciudadano Antonio Manero, para que lo vayáis conociendo (Aplausos.)
Presidencia del
C. DÍAZ SOTO Y GAMA ANTONIO
El C. presidente: Continúa en el uso de la palabra el ciudadano Moreno Jesús Z.
El C. Moreno: Ciudadanos representantes: decíamos ayer, como podía dar principio cualquier pedestre editorial periodístico, que la cuestión de los puertos libres, que ha sido objeto de una serie de consideraciones prolijas y perfectamente documentadas por el ciudadano Manero, había quedado en una derivación de las más alta trascendencia nacional, y era el aspecto económico que la misma cuestión ofrecía, considerada de una manera incidental por el orador a que me he referido, la importancia que tenía el Canal de Panamá. Aunque pareciera acucioso de parte mía entrar en largas consideraciones hasta en la historia del Canal de Panamá, tuve la necesidad de hacerlo así para borrar la impresión que pudiera dejar en vuestros espíritus la afirmación que se hizo en esta tribuna acerca de que el Canal de Panamá había sido proyectado con fines netamente de carácter militar o estratégico. De una manera así somera superficial, el ciudadano diputado Manero hizo referencia al Canal de Panamá, como si quisiera dejar de una manera tácita expresada la idea de que esta obra podía ejercer en el futuro alguna influencia económica sobre nuestra vía transoceánica de Tehuantepec, que es precisamente en donde yo considero que reside el eje de diamante que justifica la creación de los puertos libres. Pero cuando me prometía seguir haciendo historia de las obras del Canal y de la impracticabilidad de éste como vía marítima, tuve un cambio de impresiones con el ciudadano Manero y llegamos de acuerdo al punto fundamental que quería yo dejar establecido, y es este: el Canal de Panamá, cualquiera que haya sido el objeto fundamental de los autores de esta grande obra, no importa ni ahora, ni mañana, ni en ninguna época una amenaza de concurrencia comercial con la vía de Tehuantepec. Pues bien, señores, para no cansar vuestra atención, por una parte, y al estar de acuerdo con el ciudadano Manero en el objeto que motivaba la explicación más o menos larga que me proponía hacer respecto del Canal de Panamá, por otra, voy a pasar a considerar otras de las causas que motivan que la corriente de comercio del Oriente no tenga la derivación por nuestra vía de Tehuantepec, por nuestra vía ístmica y que allí está precisamente, como decía antes, la razón más importante que justifica desde el punto de vista económico la creación de los puertos libres de Salina Cruz y Puerto México. Para todos nosotros es perfectamente sabido que el comercio de Oriente fecunda en la América Occidental por la vía de San francisco a New York. Las mercancías, las materias primas, las materias de consumo que se lanzan al mercado de América, hoy por hoy forzosamente lo hacen por el puerto de San Francisco, y estos efectos, estas mercancías tienen que hacer un recorrido de 3,425 millas, es decir, 5,512 kilómetros. la distancia que separa el puerto de Salina Cruz de Puerto México es de 304 kilómetros, es decir, actualmente los productos asiáticos representan, conforme a las estadísticas que publica el Gobierno americano, nada menos que 48 millones de dólares. Y ese enorme acervo de la producción de Oriente tiene que recorrer 18 veces por ferrocarril la distancia que hay de Salina Cruz a Puerto México. Pues bien, señores diputados; también sabemos, porque esto se ha dicho repetidas veces en defensa de la política ferrocarrilera de todos los gobiernos mexicanos, que nuestras tarifas por fletes son las más reducidas del mundo. Tenemos, pues, que considerar que lo que paga la producción, las materias primas, lo artículos de consumo de Oriente que vienen a fecundar al hemisferio occidental, es por lo menos 18 veces lo que pagarían si hicieran su transporte por la vía transoceánica de Tehuantepec. Y bien, señores, no obstante que existen estos datos numéricos concluyentes, ¿qué razón se ha aducido aquí para explicar que los inmensos beneficios que produce en la vida económica de los Estados Unidos el paso de mercancías procedentes del Extremo Oriente por la vía de San Francisco a New York, no hay tenido la derivación que con este proyecto de ley persigue precisamente el jefe del Poder Ejecutivo por conducto de la Secretaría de Hacienda? No se necesita, en mi humilde concepto, hacer un gran esfuerzo imaginativo para explicarse este fenómeno de aspecto netamente económico; y es que si bien es verdad que es mucho mayor el costo que pagan las mercancías por derecho de peaje o por fletes de ferrocarril de San Francisco a New York para fecundar la América del Sur y la del Centro, también es verdad que el capital americano ha acumulado en los puertos de San Francisco y New York gran número de factorías; ha creado grandes facilidades para verificar ese comercio, pero facilidades de carácter netamente económico que, a la postre, para llevar a esos efectos hasta la Tierra del Fuego, representarían sin duda un costo menor, que haciendo el recorrido por nuestra vía transoceánica, en las condiciones en que actualmente se encuentran los puertos de Salina Cruz y Puerto México. Creo que sobre este particular el ciudadano diputado Manero creyó absolutamente innecesario hacer lagunas consideraciones respecto a la enorme importancia que tiene para el desarrollo industrial y comercial de la nación vecina el tráfico constante que se mantiene con la producción de Oriente entre el puerto de San Francisco California y New York.
Yo sí he querido venir a hacer este orden de explicaciones, porque considero, por los datos que he tenido a las vista, estudiando esta cuestión, que el gran pensamiento que envuelve el proyecto de ley que es materia del decreto que crea los puertos libres, viene precisamente a coronar este gran pensamiento, estableciendo en Salina Cruz y en Puerto México las facilidades, las condiciones propias para poder concurrir a la competencia, a la competencia racional, que es lo único que desean los mercados extranjeros, para derivar las corrientes de sus producciones por aquellos lugares que les presten mayores facilidades y mejores resultados económicos. Ahora bien, señores diputados; decía ayer que este asunto, que con tanta justicia ha apasionado a los miembros de esta Representación Nacional, lo mismo que a la opinión pública en general, podíamos considerarlo como absolutamente nuevo entre nosotros, cuando los periódicos del Japón, los
periódicos franceses, los periódicos de Estados Unidos, han estado publicando constantemente las más serias consideraciones acerca de que el día en que el Gobierno mexicano, preocupado fuertemente por la salvaguardia de sus intereses económicos, diera las facilidades y propusiera las condiciones de aprovechar en el tráfico mundial los puertos de Salina Cruz y Puerto México, entonces forzosa y necesariamente tendría que convertirse en una potencia económica de primera fuerza; y a este pensamiento, repito, considero que concurre el decreto que crea los puertos libres. Dar facilidades a la importación y exportación de materias primas; procurar que allí puedan convertirse en artículos de consumo y que puedan, en mejores condiciones que las actuales, concurrir a los mercados extranjeros, ponen fuera de toda duda y con absoluta claridad que la creación de estos puertos no significa más que poner la mano sobre uno de los problemas de cuya resolución depende nada menos que el porvenir y la vida independiente, económicamente hablando, del país; y, forzosa y necesariamente el aspecto económico que entraña la creación de los puertos libres en Salina Cruz y Puerto México, lo mismo que en Guaymas, entraña también un aspecto social de enorme trascendencia: Que con la creación de los puertos libres viene a promoverse, viene a darse nuevos horizontes a la industria en general, eso está fuera de toda duda; los autores mismos del proyecto de ley, que desean o que proponen que se declare nulo y de ningún valor el decreto que expidió el Ejecutivo el 25 de septiembre, dicen en todos los tonos y en todas las formas: estamos de acuerdo con la creación de los puertos libres, y sólo discrepamos en los detalles de la forma en que éstos han sido establecidos por el decreto de que se habla. Su señoría el diputado Manero, decía ayer, como una consideración de aspecto secundario, pero no por eso menos intensiva para las personas a quienes dirigía estas palabras, que promover un aumento de la industria en los puertos libres significaría, nada menos, que deprimir las industrias de la Mesa Central. Allí, precisamente, está encubierto de una manera habilísima el pensamiento que ha dirigido el proyecto que en estos momentos procuro combatir; buscar el aumento del salario por medio del trabajo; buscar un mayor volumen en la producción nacional; buscar, en fin, la forma más racional y equitativa de acudir al dolor y a la miseria del proletariado mexicano; parece que despierta hondos temores a los que, con la actual incipiente industria, apenas si le largan un mendrugo, para que mal pueda saciar el hambre de sus hijos. El argumento de que el aumento de industrias a que daría lugar forzosa y necesariamente la creación de los puertos libres, que las industrias que actualmente existen en el centro de la República, vinieran a sufrir una conmoción en sus intereses, es precisamente el argumento más fuerte que puede darse en favor del proyecto del Ejecutivo, que se pretende con esta iniciativa que sea derogado; por los demás, sé perfectamente que otros oradores, quizá con mayores elementos de documentación y de estudio, van a tratar ampliamente el aspecto social que la resolución de este problema importa. Quiero ser breve para no cansar más vuestra atención; pero no voy a abandonar la tribuna, antes de hacer, por espíritu de justicia, una aclaración a la árida protesta que alzaba ayer el diputado Rama, cuando yo decía aquí, al tratar la cuestión legal del decreto dado por el Ejecutivo, que había declarado que no podía menos que reconocer que era legal el uso de las facultades extraordinarias. Con su protesta decía que se diera lectura a todo su discurso, y yo no lo hice entonces, porque quería, para la parte final de la explanación de mis ideas, ocuparme precisamente de la única objeción a los razonamientos de orden jurídico que, con todo acierto y competencia, hizo aquí el diputado Portes Gil. Dice en su discurso el diputado Rama que, si bien es cierto que reconoce que es legal el uso de las facultades extraordinarias, materia del decreto de que se habla, también tiene que declarar, que afirmar, que el Ejecutivo se ha excedido en el uso de esas facultades, porque ha involucrado nada menos que facultades en los ramos de Comunicaciones y Obras Públicas y de Industria y Comercio. Precisamente, cuando hice esta afirmación a que vengo refiriéndome, pedí la lectura de un artículo constitucional, en que se establece, de manera clara, que es a la Federación, por conducto de la Secretaría de Hacienda, a la que compete reglamentar todo cuanto se refiere a aranceles. Sin embargo, no queriendo traer a esta tribuna solamente argumentos de mi propio estudio, hoy me dirigí a las dos secretarías de que se trata, preguntando a los cuerpos técnicos que tienen, para que resolvieran, o cuando menos, emitieran su opinión acerca de si el decreto que ha dictado el Ejecutivo, en uso de las facultades extraordinarias, afecta a alguna de las prerrogativas de estos departamentos de Estado. Pido a la Presidencia, con toda atención, se dé lectura a este documento.
- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:
"Correspondencia particular del secretario de Comunicaciones y Obras Públicas.
"México, D.F., a 29 de octubre de 1920.
"Señor diputado Jesús Z. Moreno. - Presente.
"Muy estimado señor y amigo:
"De conformidad con nuestra conferencia telefónica de hoy, manifiesto a usted que no afecta a esta Secretaría de mi cargo el decreto del Ejecutivo que establece los puertos libres, en virtud de que, Comunicaciones y Obras Públicas, por medio de las oficinas de su dependencia, sólo se ocupa de las obras materiales de los puertos y de dar facilidades a lo buques y mercancías que entran o salen de ellos, sin tener ninguna ingerencia en los aranceles de aduanas.
"Soy de usted, afectísimo, atento amigo y seguro servidor. - P. Ortiz Rubio."
El C. Moreno Jesús Z.: No tuve la misma fortuna con el señor secretario de Fomento, Industria y Comercio, debido a que el señor general don Jacinto Treviño no se encuentra en esta capital; pero si la hubiera tenido y hubiera sido contraria a la tesis que yo he venido sosteniendo aquí, con la misma lealtad, con la misma honradez le hubiera dado lectura para conocimiento de vuestra soberanía.
El C. Bojórquez: Para una moción de orden, señor presidente.
El C. presidente: Tiene usted la palabra para una moción de orden.
El C. Bojórquez: Suplico a su señoría que
ordene a alguno de los secretarios que despierte al señor presidente de la Comisión de Hacienda, el señor Zubaran, que está profundamente dormido desde hace tiempo. (Risas. Aplausos.) Este no es un lugar apropiado para dormir.
El C. Moreno Jesús Z.: Es precisamente, señores diputados, la razón con que a grandes pasos quería llegar al término de mi discurso, porque sabía perfectamente que esta cuestión que considero de las más enorme trascendencia para el país, no despertaba a los autores de la iniciativa que estoy combatiendo, el más pequeño interés. Tienen aquí, sin duda alguna, la convicción ya formada de que esta cuestión no es cuestión de razones, que está cuestión no es de estudio, sino que es cuestión de fuerza de personalidad y de fuerza de número de votos para resolver de ella; por esto no había hecho alusión ni lejanamente a su señoría el diputado Zubaran. (Voces ¡Estaba durmiendo!) Por lo demás, señores, voy a terminar pidiendo a vuestra soberanía un voto reprobatorio para el dictamen que ha sido materia de este debate; pero para darlo, pido que os pongáis la mano sobre vuestros corazones, considerando que esto no es motivo ni cuestión sentimental, sino que en ella va envuelto el porvenir económico no sólo del país, sino más aún, el mejoramiento de las clases trabajadoras de México. (Aplausos.)
El C. secretario Valadez Ramírez: Encontrándose a las puertas del Salón de Sesiones los CC. Gámiz Lorenzo, diputado por el 2o. distrito electoral del Estado de Durango, y el C. Guadarrama Leopoldo de 10 distrito electoral del Estado de México, la Presidencia ha tenido a bien designar a los ciudadanos Gumaro Villalobos, Zubaran Juan, juntamente con el prosecretario Castrejón, para que los introduzca a rendir la protesta de ley.
(Rinden la protesta de ley los CC. Lorenzo Gámiz y Leopoldo Guadarrama, diputados propietarios, respectivamente, por los distritos electorales 2o. de Durango y 10 del Estado de México. (Aplausos.)
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Borrego.
El C. Borrego: Alguno de los oradores, ciudadanos diputados, que paso por esta tribuna, y cuyo nombre no quiero dar porque no gusto de personalizar el debate, sino que, por el contrario me place arrancarlo de ese terreno de personalismos surcado de charcas, en las cuales suelen encontrarse salpicaduras uno de esos oradores, repito, insinuó que en el fondo de la iniciativa o del dictamen había una maniobra política, que tenía por objeto impedir el implantamiento de una reforma progresiva, benéfica para el desarrollo comercial e industrial del país o de una gran parte del país y altamente favorable para el mejoramiento de las clases proletarias. Me resisto a creer que en alguno o algunos de los miembros de la iniciativa o del dictamen quepan procederes tan indignos; por mi parte, puedo asegurar a ustedes que soy incapaz de cualquiera maniobra sucia y que tengo amplia conciencia de mis actos para permitir servir de instrumento a mezquinas combinaciones políticas. (Aplausos) Antes, señores diputados, haré mil pedazos mi pluma que subscribir un dictamen contrario a una tendencia revolucionaria, pero no quiero que a pretexto de reformas progresivas se destroce la ley, pues bien sabido es, señores diputados, que de los escombros de la legalidad sólo han surgido, o las dictaduras, o la anarquía. (Murmullos. Aplausos.) No quiero ni el cuartelazo de febrero ni la orgía huertiana, ni la anarquía preconstitucional carrancista. Si la dictadura, crimen de un hombre, se castiga con el destierro o con la muerte, la anarquía, crimen de los pueblos, suele castigarse con la pérdida de la autonomía o con mutilaciones del territorio nacional, y no quiero para mi país ni una ni otra cosa. No gusto, señores, de divagaciones; Voy a entrar desde luego en materia.
Los que han asistido a este debate, a las sesiones de este debate, podrán decir lo que el concurrente a un espectáculo de ópera: ha habido mucha música y nada de ópera.(Risas.) Así es, señores diputados que se ha venido a discutir la conveniencia o inconveniencia de los puertos libres, y bien sabéis, señores diputados, que no está a discusión este tema. Si se hubiera venido a discutirse el tema de los puertos libres, como decía particularmente al ciudadano secretario de Hacienda, sería el primero en venir a sostener esta tesis: que los puertos libres son necesarios a la vida nacional y que implican un mejoramiento para las clases proletarias; pero no está a discusión este tema. En cambio los impugnadores, los que han venido a desfilar por la tribuna a impugnar un dictamen que sólo niega las facultades de la legalidad del decreto expedido por el Ejecutivo, nos han venido a pasar por la vista todos esos argumentos anticuados de la escuela clásica: la ruina de la industria nacional, el ahogo de las fuerzas productivas; los temores internacionales. Señores, eso pertenece a la historia. En la política comercial moderna el libre cambismo es el término fatal, necesario, indefectible de esa política que nace en el mercado de México y termina en el mercado mundial. En todo problema tenemos los tres términos: tesis, antítesis, y síntesis. La tesis, el proteccionismo; antítesis, el libre cambismo; la síntesis, como decía el ciudadano Manero, los tratados comerciales internacionales. Vuelvo a insistir; el punto a debate es el siguiente: ¿Es nulo el decreto dado por el encargado del Poder Ejecutivo creando los puertos libres? Quiero que fijen ustedes la atención sobre este asunto: La comisión no ha dicho: se deroga el decreto del Ejecutivo; si la Comisión hubiera dicho, si la Comisión hubiera establecido la derogación de este decreto, en buena hora que se hubieran venido a discutir la conveniencia o la inconveniencia de los puertos libres; pero no, señores; el dictamen dice lisa y llanamente: es nulo ese decreto y voy a demostrarlo. De todos los oradores que han abordado este debate, únicamente el señor Portes Gil se ha concretado a la materia, pero desgraciadamente no ha estado muy acertado, no obstante lo que dice el ciudadano Moreno, y voy a demostrarlo. Suplico a usted me diga, ciudadano Portes Gil, si el artículo 29 de la Constitución es la base de las facultades extraordinarias.
El C. Portes Gil: Con permiso del señor presidente. La solicitud que hizo el Ejecutivo en 1917 para la concesión de facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda, se fundó precisamente en el artículo 29, y él es el que funda esas facultades extraordinarias y el que las ha venido fundando
durante todos los gobiernos que las han solicitado y a quienes se les han concedido.
El C. Borrego: Prácticamente de aquí se desprenden estos argumentos. Primero dice el ciudadano Portes Gil que todos los gobiernos anteriores han tenido esas facultades extraordinarias, y a esto le contesto yo a él, que es un abogado, que el abuso no constituye el derecho y que si las legislaturas anteriores han cometido el error de delegar facultades que no tienen derecho a delegar, eso no justifica que esta Asamblea incurra en los mismos errores. El artículo 29, señores diputados, que se ha invocado como fundamento de las facultades extraordinarias, es el siguiente:
"En los casos de invasión, perturbación grave de la paz pública, o cualquiera otro que ponga a la sociedad en grande peligro o conflicto, solamente el presidente de la República Mexicana, de acuerdo con el Consejo de Ministros, y con aprobación del Congreso de la Unión, y en los recesos de éste, de la Comisión Permanente, podrá suspender en todo el país o en lugar determinado, las garantías que fuesen obstáculo para hacer frente, rápida y fácilmente, a la situación."
Pero por tiempo limitado, por prevención general y sin sujetarse a determinado individuo; fíjense ustedes en este detalle. Decía el ciudadano Portes Gil que se reformó la Constitución de 57 porque allí sí se expresaba por lo que se podían suspender las garantías individuales. Aquí tengo la Constitución de 1857 y está redactado casi en los mismos términos el artículo 29 que en la Constitución queretana, con una sola diferencia: que en la Constitución de 57 conforme a ella, se podían suspender todas las garantías que otorgaba esta Constitución, a excepción de las de la vida, y la Constitución queretana, que olvidó los principios de esa humanidad, borró ese precepto y dijo que todas las garantías. Ahora bien, señores diputados; nuestra Constitución comprende, consta de dos títulos, el primero que se refiere a las garantías individuales, y el segundo que se refiere a la organización política del Gobierno. Yo ruego al señor Portes Gil que lea la primera página de esta Constitución y verá cómo dice textualmente: "De las garantías individuales"
El C. Portes Gil: De acuerdo.
El C. Borrego: Señores, las garantías individuales son los derechos humanos, los derechos naturales, los derechos imprescriptibles, los derechos - ilegislables, los que han nacido con el hombre y que no dependen de ninguna latitud. Estos derechos son lo que nuestra Constitución llama garantías individuales y el artículo 29 dice que sólo estas garantías podrán suspender; pero vamos allá más aún, para completar mi pensamiento: El génesis de la primera parte de nuestra Constitución hay que juzgarlo en la Constitución Francesa, en la suprema declaración de los derechos del hombre, me parase que la Constitución de 1971, sobre todo en la legislación española pues verán ustedes cómo precisamente lo único que se puede suspender, lo único que la Cámara tiene derecho a otorgar es la suspensión de las garantías individuales y sólo de ciertas garantías, en constituciones como la Constitución Española. Dice la Constitución Española de 1876, artículo 71: "Las garantías expresadas en los artículos 4o., 5o., 6o., y 9o. y párrafos 1o., 2o. y 3o. del 13, no podrán suspenderse en toda la Monarquía, ni en parte de ella, sino temporalmente , y por medio de una ley, cuando así lo exija la seguridad del Estado en circunstancias extraordinarias.
"Sólo no estando reunidas las Cortes, y siendo el caso grave y de toda urgencia, podrá el Gobierno, bajo su responsabilidad, acordar la suspensión de garantías a que se refiere el párrafo anterior, sometiendo su acuerdo a la aprobación de aquéllas lo más pronto posible.
"Pero en ningún caso se suspenderán más garantías, que las expresadas en el primer párrafo de este artículo."
Ya lo ven ustedes, señores diputados, cómo estas facultades, cómo estas suspensiones se refieren exclusivamente a las garantías individuales; es decir a los derechos naturales y los derechos naturales o las garantías individuales como las llaman nuestra Constitución, se refieren, por ejemplo, a las garantías que goza el acusado, a la libertad de pensamiento, a la libertad de tribuna, a la libertad de reunión, de asociación, a la inviolabilidad del domicilio, a la propiedad, etcétera, esas son las garantías que se pueden suspender, y si esto es lo único que garantiza el artículo 29, yo pregunto, ya no a los abogados, pregunto a la Cámara si no ha sido éste el fundamento de las facultades extraordinarias: ¿cuál otro fundamento pueden tener esas facultades? Se me dirá -quiero prevenir un argumento que se me pudiera hacer -: el artículo 4o. de la Constitución dice que podrán reunirse el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo en el caso de facultades extraordinarias. La explicación es muy sencilla, señores: supongamos que se suspende la garantía constitucional relativa a la libertad de imprenta, la imprenta ,dentro de las condiciones normales, constitucionales, no tiene más límites que la paz, los derechos de tercero y la moral. Supongamos que se dicta una ley suprimiendo la libertad de imprenta; el Ejecutivo naturalmente tendrá que reglamentar en este caso en qué condiciones siguen funcionando los periódicos y qué limitaciones deben tener; allí ejerce esa facultad legislativa.
El C. Portes Gil: ¿Me permite usted una interpelación?
El C. Borrego: Todas las interpelaciones que usted guste.
El C. Portes Gil: Ciudadano presidente, ¿me permite usted la palabra para una interpelación?
El C. presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Portes Gil: ¿Tuviera usted la bondad, licenciado Borrego, de decirme si el Ejecutivo de la Unión, conforme a nuestra Constitución y sin necesidad de facultades extraordinarias, está facultado para expedir reglamentos?
El C. Borrego: Ruego me diga usted qué clase de reglamentos, pues de otro modo no le puedo contestar de una manera concreta.
El C. Portes Gil: Como el que su señoría ha dicho relativo a la libertad de imprenta.
El C. Borrego: Si la Cámara de Diputados otorga la suspensión de la garantía de libertad de pensamiento, el Ejecutivo, en virtud de esta ley puede determinar en qué condiciones pueden funcionar los periódicos. Esto es lo que se ha hecho en
Estados Unidos (Murmullos.) Ya voy, suplico no se me interrumpa porque voy precisamente a ese punto. Los Estados Unidos del Norte, que fueron a la guerra mundial, no como Francia, por la democracia universal; no como Inglaterra, por la dignidad nacional; no como la heroica Bélgica, en defensa de su honor, sino que fueron a la guerra por defender sus intereses materiales, jamás, jamás, óiganlo bien, jamás otorgaron facultades extraordinarias al Ejecutivo para hacer frente a una situación tan grave como era en la que se encontraban en esa lucha mundial; para cada cosa fue el Congreso expidiendo esas facultades especiales, para levantar un ejército de unos cuatro u once millones de habitantes, para dar facilidades a la autorización, para levantar empréstitos los famosos empréstitos de la Victoria, de la Libertad, de la Guerra; para todos estos actos importantes, para todos estos actos trascendentales fue dando la Cámara autorizaciones especiales; pero jamás se le ocurrió a aquel pueblo donde se respetan las facultades de la Cámara, jamás se le ocurrió abdicar de sus facultades y delegarlas en el Ejecutivo.
Quiero refutar también un argumento presentado bellamente, hermosamente, como sabe hacerlo mi querido compañero el diputado Luis León; pero argumento aparatoso susceptible de arrancar un aplauso, pero no de conquistarse un voto. Dice el diputado Luis León: ¿por qué vamos a sacrificar a los formulismos de la ley, a las ritualidades del reglamento de esta ley, el estudiar, discutir y aprobar la iniciativa, importante, buena y benéfica de los puertos libres? Indudablemente que este argumento, presentado así, con frase deslumbrante, entusiasma, seduce, apasiona; pero, repito, no convence, porque es de aquellos argumentos que llamamos que prueban demasiado: quod nimio probat, nihil probat: Lo que prueba demasiado, nada prueba. Si por razones de tardanza, vamos a probar, o por razones de rapidez, vamos a probar, vamos a declarar que este decreto es válido, yo diría al compañero León que ya pueden venirnos del Ejecutivo los proyectos sobre el parlamentarismo; sobre el Banco único; sobre cuestiones agrarias; sobre todos los grandes problemas que la Revolución ha planteado: así más fácilmente los tendríamos resueltos; pero, en ese caso, señores diputados, sobraría esta Cámara. Yo, repito, no me opongo a la creación de los puertos libres; pero yo quiero que el proyecto de los puertos libres, entré por la majestuosa escalinata de la Cámara y no por las puertas laterales, destinadas a los ujieres. Repito, señores: me propuse aquí venir a ceñir el debate; dejo a un lado todas las cuestiones de proteccionismo, librecambismo, mejoramiento, puertos libres, influencia económica, social, etc etcétera; yo lo único que digo es que esta Cámara, es decir, que la Cámara de 1917, no tuvo derecho a delegar esas facultades, y que ninguna Cámara tiene derecho para delegar esas facultades y que, por consiguiente, es nulo el decreto expedido por el Ejecutivo, de acuerdo con esas facultades extraordinarias. Voy a terminar. Yo creo que las razones aducidas por los oradores del pro, habrán llevado al convencimiento de esta Cámara, la necesidad de aprobar el dictamen; pero si así no fuere, si el prestigio de los oradores del contra, si la influencia personal del ciudadano secretario de Hacienda, y las razones aducidas por dichos oradores, os van a hacer dictar un voto reprobatorio, en buena hora: votad en contra de ese dictamen; pero antes, señores diputados, mandad grabar en el frontispicio de esta Cámara las palabras que Cromwell grabó en el parlamento inglés: "Esta casa se alquila." (Aplausos.)
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Porte Gil.
El C. Portes Gil: Ciudadanos representantes: Me halaga sobremanera que el ciudadano licenciado Borrego haya expuesto en esta tribuna, en síntesis, y haya desarrollado su opinión, concretándola exclusivamente al punto de debate: la cuestión de constitucionalidad o inconstitucionalidad del decreto expedido por el Ejecutivo de la Unión en lo referente a puertos libres. Bien ha expresado el ciudadano Borrego que la mayoría de los oradores que ha desfilado por esta tribuna han bordado sobre tesis completamente distintas al asunto a debate; han expuesto teorías económicas de autores muy conocidos; han expuesto sus ideas personales sobre esas teorías económicas; pero, en verdad que el punto a debate, por completo, se ha dejado en la carpeta y no se ha tratado por la mayoría de esos oradores. En la disertación que yo sustenté sobre esta cuestión, pretendí ceñirme exclusivamente al punto a discusión. No tengo la pretensión de haber logrado lo que pretendía; pero me place que el ciudadano Borrego diga que me ceñí a ese punto, y esa es la mejor satisfacción que puedo tener en mi fuero interno.
Voy a contestar brevemente las objeciones y los argumentos expuestos por el ciudadano Borrego en contra de la tesis que sustenté yo, relativa tanto al artículo 29 de la Constitución, como a su correlativo el artículo 49.
Desde luego, debo hacer constar, y el ciudadano Borrego lo ratificará, no ser yo el orador o la persona que él dice manifestó aquí que era una argucia política de los sustentantes del pro del dictamen, para evitar que se llevase a la práctica una reforma que, en opinión de los sustentantes del contra, la estimamos como una reforma verdaderamente liberal y de acuerdo con los principios revolucionarios; yo siempre he creído que el orador que viene a esta tribuna, viene con una absoluta buena fe e inspirado en sanos principios de patriotismo; al menos, así debemos venir todos a laborar por el bien público. Rechazo también, desde luego, esas imputaciones veladas de alguno de los oradores, del ciudadano Espinosa, sobre que ya se estaban deslindando los dos campos de esta Asamblea: el campo gobiernista y el campo independiente. Jamás, en mi corta actuación revolucionaria, he sido un incondicional de los gobiernos que hemos tenido, ni un enemigo irreconciliable, sobre todo del último que acaba de pasar a la Historia. (Aplausos.) He censurado los actos malos de esos gobiernos, pero también he aplaudido sus actos buenos; y si eso he hecho respecto a gobiernos con los cuales muy pocas ligas políticas tenía, ¿por qué no he de hacerlo con el actual, con el cual, sin no tengo ligas políticas, sí, por lo menos, contribuí con mi escaso contingente al nuevo estado de cosas? Nada, pues, de interés personal; nada, pues, de incondicionalismo con el Gobierno. En los pocos puestos
públicos que he desempeñado, y alguno de importancia, como pueden atestiguarlo aquí algunos ciudadanos diputados, rechacé enormes cantidades de dinero que se me ofrecieron por negocios ilícitos. Ahí está el ciudadano diputado Manrique: que diga si es cierto que cuando fungí como gobernador del Estado de Tamaulipas, rechacé, con indignación, la proposición que muchas veces se me hizo, de ciento cincuenta mil pesos mensuales por el juego en el puerto de Tampico. (Aplausos nutridos.) Hecha esta breve aclaración, paso a lo que manifesté antes, a rebatir los argumentos expuestos por el ciudadano Borrego desde esta tribuna.
la redacción del dictamen en lo que se refiere al decreto de puertos libres, dice así: "Es nulo el dictamen, etcétera, etcétera." Yo no sé en qué se basa la Comisión para declarar, tan así como así, que es nulo un acto político y legislativo del Poder Ejecutivo que, en estos momentos, tiene facultades extraordinarias; no sé en qué jurisprudencia se ha inventado esta terminología; no sé que un Poder califique de una manera así tan radical, tan de plano, de una manera tan violenta, el acto de otro Poder, que se funda precisamente en leyes constitucionales. Decía yo en una de las sesiones pasadas, que la autoridad encargada de interpretar la Constitución y de sentar una jurisprudencia sobre los distintos principios de ella, es la Suprema Corte de Justicia de la Nación; es la equilibradora de los otros poderes; es la encargada de mediar entre los conflictos de esos poderes en relación con los artículos constitucionales relativos y, sobre todo, con los relativos a las garantías individuales, y la Suprema Corte de Justicia, que constitucionalmente tiene esa facultad para interpretar la Constitución y para conceder amparo cuando las leyes violen las garantías individuales, jamás, en toda su jurisprudencia, ha usado términos tan así como: Es nula tal o cual ley del Poder Legislativo.
Y entiéndase bien que la Suprema Corte de Justicia, después de determinado número de resoluciones sienta una jurisprudencia y por ese solo determinado número de resoluciones echa abajo una ley del Poder Legislativo, pero nunca dice: es nula esa ley; únicamente se dice: se concede amparo contra tal o cual ley por tal o cual violación, pero nunca hace una declaración categórica en ese sentido. Y si, pues, la Suprema Corte de Justicia, cuya jurisprudencia debemos tener como ley cuando ésta ha sido determinada y precisa, ¿por qué nosotros vamos a decir: es nulo tal o cual acto del Poder Ejecutivo? El Poder Ejecutivo es tan respetable como los otros poderes. ¿Por qué lo vamos a increpar y a decirle: es nulo el acto que tú cometes? Si el acto del Ejecutivo es malo o es legítimo, allí está la Suprema Corte de Justicia para que diga si ese acto es válido o no lo es; pero no le dirá tampoco al Poder Ejecutivo que este acto es nulo, sino que dirá que se concede tal o cual amparo, porque el acto del Ejecutivo viola tales o cuales garantías. De allí deduzco yo, señores, que el hecho de que la Comisión haya querido redactar el dictamen en la forma en que lo expresa el ciudadano Borrego, es completamente ilógica. (Aplausos.) El segundo punto que trató el ciudadano Borrego es el relativo a las facultades extraordinarias. Incidentalmente en la tarde en que hice uso de la palabra sobre este mismo asunto, toqué el punto relativo a facultades extraordinarias; pero no con la intención de fundar estas facultades extraordinarias, porque sé perfectamente que éste no es el punto a debate. Alguno de los honorables cronistas de la prensa, en la crónica correspondiente a esa sesión, manifestó que yo había apoyado la cuestión de facultades extraordinarias sin estar a debate este asunto. Respetuosamente me permito manifestarle al señor representante de la prensa a que me he referido y también respetuosamente a la Asamblea, que yo no he tratado el punto de facultades extraordinarias sino de una manera incidental, sino para fundar el hecho de que el Ejecutivo pudo haber expedido ese decreto en uso de las facultades extraordinarias. No es ciertamente el punto a debate la cuestión de facultades extraordinarias, éstas están dadas desde el año de 1917, en que las disfrutó el ciudadano presidente Carranza; esas facultades, como expresé, se han venido prorrogando de un Ejecutivo a otro; en consecuencia, no vamos a discutir si fueron bien dadas o no; el hecho es que las facultades extraordinarias están concedidas y el hecho es que mientras no se le quiten al Ejecutivo esas facultades extraordinarias, el Ejecutivo puede hacer uso perfectamente legítimo de esas facultades. (Aplausos.) Si no estamos ya en el caso del artículo 29 de la Constitución en los casos de los artículos de perturbación grave de la paz pública, de invasión o de cualesquiera otros que pongan en peligro las instituciones, mientras el Congreso de la Unión no le quite esas facultades extraordinarias al Ejecutivo, puede éste seguir haciendo uso de ellas y no se vaya a sustentar aquí la tesis de que porque la Cámara de Diputados ya le quitó esas facultades, el Ejecutivo no debe ni puede hacer uso de ellas, puesto que falta todavía que la Cámara de Senadores apruebe ese decreto de la Cámara de Diputados, y mientras la Cámara de Senadores no lo apruebe, las facultades extraordinarias podrán seguir siendo usadas por el presidente de la República. Estoy de acuerdo con el ciudadano diputado Borrego en lo que se refiere al origen de donde emanaron los artículos relativos de la Constitución y sobre todo el artículo 29, que es el que en estos momentos nos preocupa. Todas las constituciones que ha citado el ciudadano Borrego se refieren, como muy bien lo ha dicho, a garantías individuales, es decir, que en caso de suspensión de garantías, de acuerdo con el artículo 29, éstas deben concretarse únicamente a las garantías individuales. Paso por alto las ideas expuestas por el ciudadano Borrego respecto a lo que son las garantías individuales, las cuales no quise tocar, porque creo que todos los ciudadanos diputados están al tanto y conocen perfectamente cual es la teoría que anima a los primeros 29 artículos de la Constitución; no quise tocar este punto, como digo, porque creo que en la conciencia de todos vosotros está que se ha discutido con amplitud, sobre todo en los últimos diez años, lo que se entiende por garantías individuales; en consecuencia, estoy enteramente de acuerdo con las ideas expresadas a este respecto por el ciudadano diputado Borrego; pero en lo que no estoy de acuerdo es en esa interpretación que le quiere dar el ciudadano Borrego al artículo 29 de la Constitución actual. Las
leyes cuando su redacción es dudosa o cuando no se conoce el verdadero espíritu que animó al legislador, las leyes, digo, deben ser interpretadas; pero cuando el texto de la ley es perfectamente claro, cuando se conoce perfectamente el espíritu que animó al legislador, cuando se tiene a la mano toda la documentación correspondiente que sirvió de modelo a esa ley, ¿por qué vamos a darle una interpretación ociosa a la misma? Si el artículo 49 de la Constitución dice en su segunda parte que: "No podrán reunirse dos o más de estos poderes en una sola persona o corporación, ni depositarse en una sola persona o corporación, ni depositarse el Legislativo en un individuo, salvo el caso de facultades extraordinarias al Ejecutivo de la Unión, conforme a lo dispuesto en el artículo 29", ¿por qué vamos a hacer una interpretación completamente ilógica, completamente original de ese artículo, si el precepto es perfectamente claro, si el artículo 29 dice que se pueden suspender las garantías que otorga la presente Constitución; si ya no se dice garantías individuales, como dijo la Constitución de 57, por qué queremos reducir a sólo determinadas garantías la suspensión o la autorización al Ejecutivo de facultades extraordinarias? Yo disiento completamente de la tesis sustentada por el ciudadano Borrego a este respecto y creo que el texto está perfectamente claro. Será un error de los constituyentes, será algo que viene a ser fatal para el país después de algunos años; pero entonces el remedio no es evitar al presidente de la República que siga desarrollando la política que patrióticamente crea conveniente al país, no, señores, el remedio es reformar la Constitución, hacer de este principio algo más liberal, que esté en perfecto acuerdo con las tendencias nacionales de todo el país. (Aplausos.) Finalmente, voy a referirme a las últimas palabras dichas por el ciudadano diputado Borrego. Niega el compañero Borrego que durante la guerra europea y aun en la actualidad algunos gobiernos europeos y el Gobierno de Estados Unidos hayan tenido facultades extraordinarias y alega que en cada caso los congresos correspondientes otorgaron determinadas facultades a esos gobiernos. Se necesita que el ciudadano Borrego desconozca absolutamente el proceso de la guerra europea y desconozca también el actual movimiento, las actuales condiciones de esos países para consentir tales ideas. Allí están los úkases del presidente Wilson, ahí están las resoluciones del primer ministro francés y del reino de Inglaterra abarcando cuestiones que eran de la competencia del Poder Legislativo; ahí están muchas resoluciones del presidente americano sobre cuestiones en muchos casos hasta el poder judicial, y esto, señores, está patente porque todos vosotros conocéis los hechos. Finalmente asentaba el ciudadano diputado Borrego, que si las facultades extraordinarias de que se había investido a un poder eran completamente contrarias al desenvolvimiento de un pueblo, debía entonces evitar el Congreso el uso de esas facultades extraordinarias.
Cuando en los años de 63 a 72 los diversos Congresos que fungieron durante el gobierno del señor Juárez, cada vez que se necesitaba otorgar facultades extraordinarias a este ilustre presidente, la única taxativa que se le puso, de acuerdo con las discusiones que se sustentaron en esos Congresos, fue la taxativa de salvar a la patria, porque entonces la nacionalidad estaba en peligro. Ahora, señores, si el Ejecutivo, como decía en alguna sesión de las anteriores, si el Ejecutivo, digo, está haciendo un buen uso de esas facultades, si el uso que ese Ejecutivo está haciendo es perfectamente honrado y patriótico, no le entorpezcamos los actos a ese Poder; cuando ese Poder haga mal uso de esas facultades, seamos los primeros en evitar ese mal uso; pero al tener ese Poder las facultades extraordinarias, la única taxativa que debemos ponerle nosotros es la que se salve la revolución. (Aplausos.)
Presidencia del
C. BORREGO IGNACIO
El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano diputado Castillo Francisco.
El C. Castillo Francisco: Ciudadanos diputados: Después de las peroraciones de los diputados Borrego y Portes Gil que han venido a concretar la discusión de los puertos libres a lo que es, en sí, y a no divagarla por otros caminos; después de la lección de derecho constitucional que nos ha venido a dar aquí el diputado Borrego, yo no tendría más que agregar; pero después de él vino el diputado Portes Gil a refutar algunos de esos argumentos, algunos de esos argumentos que son perfectamente legales y a los cuales no se les ha atacado suficientemente, ni se les ha destruído.
Comienza el señor diputado Portes Gil por decirnos que el Ejecutivo al haber expedido el decreto sobre puertos libres, lo hizo en uso de facultades extraordinarias están perfectamente concedidas. El diputado Borrego dijo que no estaban legalmente concedidas esa facultades, o, mejor dicho, que no había hecho uso de esas facultades extraordinarias legalmente para expedir el decreto de los puertos libres, porque en la concesión de esas facultades extraordinarias no estaba explícita la formación o la expedición de leyes en este sentido. Concretó perfectamente la cuestión del diputado Borrego en estos términos: ¿Cuándo y en qué caso se conceden las facultades extraordinarias? Y nos leyó el artículo 29 de la Constitución de la República, en donde de una manera clara y terminante se indica que las facultades extraordinarias solamente se conceden en los casos de invasión, perturbación a la paz pública. o cualquier otro motivo que ponga a la sociedad en grave peligro o conflicto y que las facultades extraordinarias en este caso se concretan a la suspensión de las garantías individuales, y esas garantías individuales son las que consigna la Constitución en los artículos 1o. a 29; garantías constitucionales que no pueden confundirse ni deben tampoco confundirse con los derechos políticos a que ha querido hacer referencia el ciudadano diputado Portes Gil, porque en el concepto amplio de garantías él no solamente incluye las garantías individuales a que se refieren los artículos del 1o. a 29, sino que también incluye los derechos políticos. Y no, señores diputados. Si la Constitución de 1917 excluyó el término que usaba la Constitución de 57, "individuales", lo hizo porque ya
estaba en la conciencia de todos, en la conciencia nacional, que las garantías eran únicamente las individuales. Y para todos los que conocen de jurisprudencia y para todos los que también tienen sentido común, las garantías no se refieren más que a las garantías individuales, es decir, los derechos del hombre han sido reconocidos por la Constitución y que han sido amparados por ella; esas son las garantías individuales. Las demás, es decir, todos los artículos posteriores que se refieren a la constitución del Gobierno, que se refieren a su modo de proceder, a la formación de las leyes, a las facultades de los poderes, éstas no son más que derechos políticos, no pueden ser garantías, señores. Así es que cuando el artículo 29 se refiere a garantías, se entiende que son las garantías individuales y no pueden ser los derechos políticos. (Siseos.) Ahora bien; cuando se trata de la expedición del decreto sobre puertos libres no puede decirse que se legisla sobre garantías, es decir, que la suspensión se ha referido a garantías individuales y que solamente ha reglamentado los casos de cómo deben regirse los individuos respecto a estas garantías, como lo decía el diputado Borrego en el caso concreto que puso: en la imprenta. En este caso se suspenden las garantías, pero el Ejecutivo tiene necesariamente que expedir un decreto para que diga en qué términos deben escribirse los artículos, etcétera, es decir la censura. Y esto es natural, señores, pero tratándose del decreto de puertos libres, éste no puede ser un decreto que reglamente la forma en que debe hacer uso de esas garantías, señores. El decreto de puertos libres se sale fuera de ese caso y, por consiguiente, es anticonstitucional. El artículo 49 nos dice de una manera terminante que: "El Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio, en Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
"No podrán reunirse dos o más de estos Poderes en una sola persona o corporación, ni depositarse el Legislativo en un individuo, salvo el caso de facultades extraordinarias al Ejecutivo de la Unión, conforme a lo dispuesto en el artículo 29." Es decir, al caso de garantías individuales; fuera de allí no tiene facultades el Ejecutivo para legislar sobre otra materia, para reglamentar otros artículos, para reglamentar los derechos políticos.
El C. Portes Gil: ¿Me permite una interpelación, con permiso de la Presidencia? - El C. presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Portes Gil: ¿Tuviera la bondad el ciudadano compañero de decirme si en el artículo 29 de la Constitución de 16-17 se dice "garantías individuales" como decía en la Constitución de 57 y en las bases constitutivas de 56?
El C. Castillo: Ya expliqué ampliamente, compañero, que en el caso dice "garantías", pero que la Constitución de 17 se refiere a las garantías individuales, no a los derechos políticos, porque esos no son garantías, esos son derechos políticos.
El C. Portes Gil: ¿Y en qué se funda usted?
El C. Castillo: Esto en derecho puro es... Por lo demás, también nos dijo aquí el diputado Portes Gil que mientras no se quiten al Ejecutivo las facultades extraordinarias, la Cámara no podrá derogar, no podrá nulificar esos decretos que expida en uso de esas facultades, y yo creo que en esto está en un error y muy grande, porque el Ejecutivo al expedir este decreto en uso de las facultades extraordinarias no lo hace por un poder que tenga conforme a la Constitución, lo hace por un poder que se le ha delegado, y cuando el Poder Legislativo, ya sea parte - porque nosotros formamos parte nada más de éste, pero me refiero al hecho de que nosotros ya en esta Cámara hemos quitado estas facultades extraordinarias al Ejecutivo -, digo que si el Poder Legislativo que le ha concedido esas facultades, en cualquier momento puede derogar un decreto que el Ejecutivo haya expedido en uso de esas facultades y lo hace en su perfecto derecho, también; de la misma manera que tiene el derecho para dar esas facultades, tiene el derecho para en un momento dado nulificar lo que haga el Ejecutivo contra esas facultades extraordinarias. Lo contrario significaría que el Legislativo renunciaba al derecho de derogar todas las leyes que se expidiesen, y es ampliamente conocido el apotegma de que el que tiene derecho para dictar una ley, tiene derecho también para derogarla. Así es que el Legislativo, al derogar un decreto lo haría en su perfecto derecho: no lesionaba ningunos intereses, no abusaba de ningún poder, no invadía las funciones del Poder Ejecutivo. Así es, pues, que al derogar esta Cámara, al votar esta Cámara sobre la derogación o nulificación de este decreto, está en perfecto derecho. (Siseos.)
Recuerdo que el ciudadano Borrego, al hablar sobre la suspensión de garantías preguntaba que si había otra forma, si había otro caso en el cual se concedía la suspensión, se decretaba la suspensión y se concedía esas facultades extraordinarias. El no encontraba otra fórmula más que el artículo 29 de la Constitución, y yo digo que, en el pasado, sí la encontramos, señores, en una pereza de nosotros, es decir: de todos los Congresos pasados para legislar, en una complacencia de ellos para dar esas facultades a quienes no debía darlas; y, segundo, en el poder omnímodo que creían tener todos los caudillos que subían a la Presidencia de la República y que, validos de su fuerza, de su influencia, venían a pedir esas facultades extraordinarias. Ya véis cómo si hay otra causa; pero esa causa depende de nosotros en este caso. Dependió en la Legislatura pasada de las concesiones que se hicieron al ciudadano Venustiano Carranza, y en las anteriores dependió también de aquellos Congresos que tuvieron la complacencia de siempre otorgar las facultades extraordinarias y de poner todo su poder en manos del Ejecutivo, que entonces lo representaba Porfirio Díaz. Por eso es, señores que las facultades extraordinarias se han concedido, y no hay otra causa; pero esto es ilegal, esto está fuera de la Constitución. En la Constitución solamente hay un caso: el artículo 29, y fuera de ese caso, señores, no hay otro. Ya está suficientemente discutido....(Voces: ¡Sí! ¡Sí! Siseos.) el decreto de los puertos libres. Yo creo que en vuestra conciencia, yo creo que en la conciencia nacional está que este decreto debe nulificarse y que mientras, como dice el ciudadano Borrego, no entré por esa puerta, para que sea suficientemente discutido aquí, no debemos nosotros dejarlo que viva; debemos nulificarlo. (Siseos. Aplausos. Voces: ¡A votar!)
El C. Zubaran: Pido la palabra para aclaraciones. (Voces: ¡A votar!)
El C. presidente: El ciudadano Soto y Gama había pedido la palabra para rectificaciones. Tiene la palabra.
El C. Zubaran: Como presidente de la Comisión, después del ciudadano Soto y Gama pido la palabra para aclaraciones, antes de votarse este asunto.
El C. Díaz Soto y Gama: (Aplausos.) Señores diputados: Procuraré ser sumamente breve. Cuando se trata, como en este caso, de algo que favorece hondamente los intereses del proletariado y que va a herir de raíz los privilegios, los múltiples privilegios de que injusta o infamemente goza la clase capitalista; cuando se trata de dar el primer golpe serio ese sistema absurdo arancelario, que viene a significar una enorme subvención, una cruel subvención que se hace pagar al pueblo trabajador, al proletariado, y más que nada, a la población consumidora, a la inmensa masa de la población consumidora que forma la gran mayoría del país; subvención que se hace pagar a ese pueblo consumidor en provecho exclusivamente de la oligarquía capitalista, para que la oligarquía capitalista pueda sostener una serie de industrias ficticias, de industrias artificiales, de industrias raquíticas, que sólo con la ayuda del arancel soportan la competencia con el extranjero; cuando se trata de algo en que están frente a frente los intereses del proletariado eternamente postergado, y los intereses capitalistas, eternamente favorecidos, era natural que nosotros, los socialistas, con León a la cabeza y un servidor de ustedes después de él, sin las capacidades de él y sin sus conocimientos en la materia, viniéramos a esta tribuna a poner nuestra voz, nuestra humilde voz al servicio de la causa del proletariado. (Aplausos.) Por eso vengo yo con todo gusto, con todo placer, a rectificar hechos, porque ya es tiempo, como se ha dicho aquí, de que se dé el primer paso, de que se haga el primer ensayo, de que se inicie el primer experimento en contra de la protección, en contra del sistema proteccionista, proteccionista del capital, proteccionista, del privilegio, proteccionista del abuso, y se abra campo al gran principio del librecambio, en el que están de acuerdo los economistas liberales y los socialistas, los hombres del porvenir, los hombres que ven para el mañana, los hombres que ven para las reformas que han de salvar a la humanidad de las garras de los capitalistas, siempre odiosos y siempre hábiles para defenderse. (Aplausos.) Muy a mi pesar tendré que tocar la cuestión legal , pero es el primer hecho que quiero rectificar. La rectificación que quiero hacer es tan concreta, como esto: No se trata aquí de saber si el Ejecutivo ha tenido o no facultades extraordinarias; eso no está a discusión. El Ejecutivo ha tenido facultades extraordinarias, así como suena. Quiéranlo o no los señores del pro, el Ejecutivo de la Unión ha tenido hasta aquí, y tiene todavía, facultades extraordinarias. (Aplausos.) La prueba al canto: que esta Cámara ha tenido necesidad de iniciar un decreto en que se propone la derogación de las facultades extraordinarias; iniciativa que todavía no es ley, iniciativa que lo será cuando se apruebe por el Senado ese decreto de derogación de las facultades extraordinarias. No está vigente ese decreto; no puede tener efecto retroactivo. Quiero decir que regirá cuando el Senado lo ratifique y el presidente lo sancione y lo promulgue. Mientras tanto, siguen en pie las facultades extraordinarias; este hecho es claro como la luz. Que las facultades extraordinarias hayan sido malas, que hayan sido pésimas, nada tiene que ver en el asunto; todos esos son lirismos y declamaciones, que yo llamaría históricos. Precisamente porque han sido malas esas facultades, por eso se van a suprimir, por eso se suprimirán, por eso vendrá un decreto que las derogue; pero este decreto todavía no viene. Así es que el debate se debe concretar a esto, que es a lo que lo ha concretado un único orador : el señor Rama. Lo digo en obsequio de su juventud perfectamente lúcida. El señor Rama sostuvo ésto: se trata de que el ministro de Hacienda obró fuera de las facultades que le competían como ministro de Hacienda. Este es el hecho que él sentó y yo rectifico ese hecho. El señor ministro de Hacienda sí ha tenido facultades como ministro de hacienda, para dar este decreto. (Aplausos en las galerías.) Voy a demostrarlo. El señor Rama, con un espíritu sofístico, muy explicable en quien sostiene con apasionamiento una tesis, ha ido a los fines en lugar de ir a los procedimientos, para juzgar de la licitud de los actos del ministro de Hacienda. Eso no es debido, ni eso es jurídico, compañero Rama; voy a demostrarlo. Los procedimientos de un ministro, de un Ministerio, de una Secretaría, son los que deben verse para juzgar si él ha obrado dentro de sus facultades. Con ejemplos voy a demostrarle al compañero Rama y a la Cámara, que un ministro de Hacienda puede perfectamente dar un decreto de impuesto progresivo sobre la propiedad territorial. ¿Es cierto o no es cierto, compañero Rama?
El C. Rama: En lo referente a impuestos, sí.
El C. Díaz Soto y gama: Se cae de su base, ¿verdad? la Secretaría de Hacienda puede decretar impuestos progresivos sobre la propiedad rústica; un ministro de hacienda puede decretar impuestos diferenciales sobre la propiedad rústica no cultivada y sobre la cultivada; los procedimientos son fiscales, luego están dentro de sus facultades; ¿qué importa para el caso que el resultado, el efecto, el fin de esos procedimientos perfectamente lícitos, por ser fiscales, sea o redunde en sentido agrario? ¿Qué importa que con esos procedimientos se resuelva el problema agrario? ¿Qué importa que con esos procedimientos se ataque al latifundista? ¿Qué importa que con esos procedimientos se ataque a la pereza del latifundista, si el procedimiento es fiscal? Sería verdaderamente escandaloso, sería absurdo, sería ilógico, honraría muy poco al compañero Rama y cualquier otro abogado, si se atreviese a sostener que un ministro de Hacienda no tiene derecho para decretar impuestos progresivos en virtud de que esos impuestos redundan en sentido de la solución del problema agrario. Sería un disparate decir que se ocurriese al ministro de Agricultura y Fomento (Aplausos.) Otro caso: la Secretaría de Hacienda puede perfectamente decretar impuestos prohibitivos sobre el alcohol. El resultado ¿cuál es? La moralización. La moral, la salud pública, el orden público, y todas esas cuestiones caen bajo la competencia del Consejo de Salubridad y no por eso se va
a decir que esa ley prohibitiva sobre alcoholes, de impuestos prohibitivos sobre alcoholes, debía haberla dado el ministro de Gobernación o el Consejo de Salubridad. Otro caso más: La Secretaría de Hacienda exime de impuestos a los enseres, a la maquinaria, a los implementos dedicados a la agricultura; a los enseres, a la maquinaria, a los implementos dedicados a la irrigación. El objeto es agrícola, pero el procedimiento es fiscal; cabe dentro de las facultades de la Secretaría de Hacienda. Otro hecho que quiero rectificar: se ha dicho aquí que la Constitución prohibe toda clase de exenciones de impuestos. Esto no es cierto, esto no es jurídico. La Constitución prohibe las exenciones de impuestos que se traducen en monopolio, que se traducen en dificultades para la competencia; seré más claro: cuando se exime de impuestos a un industrial con perjuicio de otros industriales, se establece un monopolio a favor del industrial favorecido. Esta sí es exención de impuestos prohibida por la Constitución; es una forma de los monopolios, así lo dice el artículo 29: " Se prohibe toda clase de monopolios, estancos, etcétera, etcétera. Es el caso, es decir, en cuanto sean equivalentes a monopolios; pero exenciones de impuestos que no sean monopolios, hay por montones y lo sabe el compañero Rama Vamos a poner casos: Exención de impuestos a toda maquinaria, como dije ya, que se dedique a la agricultura, a toda industria nueva...
El C. Rama, interrumpiendo: ¡A toda!
El C. Díaz Soto y Gama, continuando: A toda, Sí. Aquí se exime de impuestos a todos los artículos que se elaboran, a todos, por todos los fabricantes de todo un puerto. No se destruye la competencia (Aplausos.) Y esos fabricantes, todos los fabricantes de todo puerto, exentos de impuestos, no van a hacer competencia a los fabricantes de fuera de ese puerto, por la sencilla razón de que se atraviesa la muralla, la barrera de los impuestos. Es lo que ha propuesto el señor ministro de Hacienda, es lo que quiere decir puerto libre: al salirse de la barrera del puerto libre, se paga contribución. Luego no se alarme el señor Rama que nos decía que se iba a matar la industria nacional. ¡No, señor, si la industria nacional va a quedar favorecida, inicuamente favorecida, como de costumbre, con la muralla proteccionista! ¡No se alarme el señor Rama: los capitalista seguirán siendo privilegiados; la población consumidora seguirá pagando su subvención a los capitalistas, para que los capitalista se enriquezcan a costa de la miseria y del hambre del pueblo! (Aplausos en las galerías. Voces: ¡Muy bien!) No hay que alarmarse, ¡si sigue siendo víctima la población consumidora del resto de la República, sigue siendo sacrificada al oligarca capitalista! ¡sigue el oligarca recibiendo la subvención del pobre, la subvención del humilde! ¡Si la cosa queda igual! Precisamente por eso nosotros clamamos por el puerto libre porque el puerto libre es un ensayo tan visible del libre cambio; de tal manera demuestra que el libre cambio ayuda a la población consumidora y va contra el privilegio, que tan pronto como se vea el desarrollo inmenso de esos centros populosos que asustaban a un economista, al señor Manero, inmediatamente todo el país se soltará pidiendo a gritos que venga el libre cambio, absoluto, íntegro, completo, que abarque y favorezca todo el territorio nacional. (Aplausos.) A título de ensayo, a título de experimento, a título de primer ataque, de primera brecha abierta en el privilegio capitalista, a título de eso, nosotros, los socialistas, nos levantamos aquí con inmenso entusiasmo, de cara al porvenir y dándole la espalda al pasado; por eso venimos aquí con entusiasmo, por eso se levantó la voz honrada y juvenil de León, por eso hemos tomado la cosa con cariño, no por dinero ni por granjearías, nosotros somos incapaces de todo eso, y bien lo sabe la Asamblea. (Aplausos.) Podría seguir rectificando una infinidad de cosas, podría seguir hablando de los errores de economía política en que incurrió el señor Manero, a pesar de sus nociones en el asunto; podría decir muchísimas cosas. Ayer el señor Manero estuvo absolutamente retardatario, estuvo absolutamente en desacuerdo con los postulados de la economía política, se asustó de todo, se asustó de que viniera capital extranjero, pidió una muralla china, clamó contra posibles intervenciones, se asustó por los centros populosos, declaró que aunque se aumentaran los salarios en los puertos libres, no se aumentarían en el resto del país y olvidó que tan luego como aumenta la demanda de brazos automáticamente aumenta el salario. (Aplausos.) pero no quiero cansar a la Asamblea; yo quiero simplemente que en esta tribuna se oiga, como siempre, la voz de los socialistas, que se oiga la voz de los obreros que aquí no se ha podido oír; por eso voy a cerrar mi discurso, muy malo, leyendo un documento que será el broche de oro, será la voz del obrero, será la voz de los obreros de Tehuantepec. (Aplausos.) Así verán los señores de la Cámara que esto es reaccionar, que esto es argüir, que lo que dicen los obreros de la Sociedad Mutualista de Obreros Unión hijos del Trabajo, de Salina Cruz, Oaxaca es la mejor recapitulación de todos estos debates, de todos estos debates, yo diría que es la última palabra que debe decirse en este debate. Dicen los obreros después de una exposición bien hecha:
"Por tales conceptos, la Sociedad Mutualista "Unión Hijos del Trabajo" que tiene el honor de dirigirse a esa Cámara honorable, al saber que se ha iniciado la derogación de la ley a que nos referimos, telegráficamente informó al representante de este distrito electoral en esa Asamblea que la opinión general apoya la subsistencia de la ley, por benéfica, y en sesión de anoche acordó elevar este memorial a esa Representación Nacional, para que no se derogue la ley, por estas consideraciones especiales:
Ruego mucho a la Asamblea toda su atención. "Primera, Porque el Istmo de Tehuantepec ocupa una posesión singular para el tráfico internacional...." todo esto lo olvidan los señores economistas a la hora de la hora como vulgarmente se dice "... y su puerto de Salina Cruz, comunicado con el de Puerto México por el ferrocarril nacional de Tehuantepec, es la llave del mundo en oriente y occidente,..." Une dos continentes. ¿Cómo no va a ser la llave del mundo? ".. y relaciona por medio de las vías marítimas al Asia, Centro y Sud América y a los puertos del Pacífico de la Unión Americana y del Canadá, con las costas de sotavento y barlovento del Golfo de México, y los puertos del Atlántico de la misma Unión Americana, las Antillas y
Europa, sin necesidad de atravesar el Canal de Panamá.
"Segunda. El establecimiento de los puertos libres en el Istmo, aumentará el tonelaje e intensificará el tráfico marítimo de la marina mercante en dichos puertos, con beneficio de los ingresos aduanales, de las clases laborantes a las que pertenecemos, y del comercio en general..."
"Tercera. Preparará una era de actividad y prosperidad para la región y abundará el trabajo de que han menester, así las clases laborantes..." de las clases laborantes, que es lo que nos debe importar a los revolucionarios de esta Cámara, no el interés de los capitalistas "... como todos los demás que emplearán las empresas que inviertan su capital en dichos puertos..."
"Cuarta. ..." lo que olvida lastimosamente el señor Manero " ... surgirán nuevas industrias, quizá hasta las desconocidas en el país, y precisamente por la colaboración que necesitan de la mano de obra, se ocuparán trabajadores nacionales...."
No va a venir, pues, la colonia extranjera en territorio mexicano, que suponía gratuitamente el señor Espinosa. Van a venir trabajadores nacionales, no extranjeros. (Aplausos.) "Trabajadores nacionales que adquirirán prácticamente nuevos conocimientos y hábitos, lo que aumentará su bagaje de elementos para la lucha por la vida, y los volverá más útiles, amén de que los jornales mejorarán indudablemente..." El aumento automático, necesario, fatal, de los jornales en todos los centros populosos. Es verdaderamente curioso que los amigos del capital vengan aquí a decirnos que el aumento del capital es perjudicial. No, señores; es benéfico porque aumenta la demanda de brazos, es benéfico porque prepara la expropiación de los medios de producción, que es la bendición del mundo, la esperanza y el ideal del socialismo. (Aplausos nutridos.) "Quinta. En la región hay mucha mano de obra a la que urge emplear y dar trabajo, de otros rumbos del país," Óiganlo bien señores que decían que no se mejoraban las clases laborantes. "...de otros rumbos del país afluirán también trabajadores, como lo vimos en la época próspera y bonancible en que se llevaron a cabo las obras del puerto, muchos de los cuales radicaron aquí definitivamente."
Como lo vemos ahora, diré yo, con el capital americano, inglés, francés, etcétera, que por fortuna para México se está invirtiendo en Tampico y en toda la región petrolera, y aunque esté invirtiéndose ese capital extranjero allí, no vamos a tener la cobardía los mexicanos de entregar Tampico y la región petrolera en manos del capital extranjero. (Aplausos.)
"Sexta. El clima de Salina Cruz no es malsano, es bien soportable, pues los nortes que soplan casi todo el año lo refrescan, lo mismo que el Sur, y de ello pueden dar testimonio los que nos han visitado", y
"Séptima" - casi ésta es la mejor de todo, porque es la mejor contestación a los largos, tediosos e insubstanciales discursos que se han dicho contra las facultades extraordinarias, esto contesta todo lo malo que se ha dicho contra las facultades extraordinarias.
"Séptima. Positivamente se trata de obra nacional y patriótica la que ha sido aplaudida y es mucho hacer con no entorpecer la labor del Gobierno, hoy que emprende resueltamente una mejora magna y trascendental y revolucionaria, y quizá por eso ha despertado zozobras, que, a nuestro juicio, no tienen razón de ser."
Esto en castellano, o traducido al romance vulgar, quiere decir que es absurdo que cuando en este país siempre se han usado mal las facultades extraordinarias, se venga a querer poner coto a ellas la primera y única vez que se han empleado en sentido benéfico para el pueblo. (Aplausos estruendosos.) Después de eso, y para concluir, para destruir el último escrúpulo que tienen los defensores del capital y del privilegio, los defensores de la subvención arancelaria a costa del consumidor y en beneficio de la oligarquía capitalista, voy a rogarle al señor Alvarado que destruya esa sospecha - injustificada en mi concepto - que se hace basar en la calidad de las personas que van a formar ese consejo de administración. Yo creo que con que el señor Alvarado aclare esto, estará ganando el punto y la Cámara habrá aprobado una medida revolucionaria, apoyando a un revolucionario de tan alta talla como el señor general Alvarado. (Aplausos en las galerías.)
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Zubaran.
El C. Zubaran: Cedo mi turno al señor general Alvarado y después pasaré yo, señor. (Voces: ¡Que hable Alvarado!)
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano secretario de Hacienda. (Aplausos.)
- El C. secretario de Hacienda: Señores diputados: no soy abogado, pero a fuerza de oír a los señores abogados discutir el punto, he sacado mis propias deducciones, que voy a comunicar a ustedes, sobre el punto legal. Al dar el Ejecutivo un decreto de carácter fiscal en uso de las facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda, no ha hecho sino ejercitar un derecho concedido por el Congreso de la Unión, y yo niego a la Cámara - y digo a la Cámara, porque no me quiero referir al Senado, ya que aún no ha hecho oír su voz en esta cuestión - el derecho de nulificar ese decreto. (Aplausos.) Puede esta Cámara introducir una ley, y aprobarla, para derogarlo, pero no puede nulificarlo, y no puede nulificarlo porque entretanto el Ejecutivo esté en uso de las facultades extraordinarias para legislar en el ramo de Hacienda, puede expedir todos los decretos que crea conveniente, dentro de esas facultades; y es el caso del decreto que instituye los puertos libres en la República. Si, pues, el Ejecutivo, ha obrado dentro de ese legítimo derecho, no hay razón y no tiene facultades la Cámara para nulificar el acto del Ejecutivo; tiene facultades para derogar la ley que el Ejecutivo haya dado en uso de esas facultades. Decía el señor diputado Borrego que los que habíamos hecho uso de la palabra en esta tribuna nos habíamos salido del verdadero punto de la cuestión, que es el legal. Yo no lo niego, es así, y si en mi caso he salido del punto legal para fundar las razones que el Ejecutivo tuvo para expedir este decreto, es porque los impugnadores de él así lo han hecho, y puesto que han tratado de las diversas cuestiones que van al fondo de la ley que crea los puertos libres, justo es que los
que tratamos de justificar esa medida, también nos salgamos del punto legal al entrar al debate. las dos causas fundamentales para haber decretado la institución de los puertos libres en el país, son: primera, el atraer hacia nuestra vía interoceánica las corrientes del comercio mundial; y el señor diputado Manero ayer ha gastado una hora para venirnos a decir, para venir a justificar uno de los principios fundamentales del decreto que instituye los puertos libres, al demostrarnos que la vía del Canal de Panamá es muy inferior a la vía del Ferrocarril de Tehuantepec. Otra de las razones fundamentales por que se instituyen los puertos libres, es para acercar a nuestro país, pletórico de materias primas, los centros industriales. El señor Manero ha gastado ayer otra media hora en demostrar que se iban a crear grandes centros industriales en los puntos terminales del Ferrocarril de Tehuantepec; es, pues, con sus mismas palabras y con sus mismos argumentos como yo vengo a justificar la creación de los puertos libres. (Aplausos en las galerías.) Ciertamente, los que hemos venido a sostener este decreto y no a impugnar el dictamen, por que en el fondo creo que lo fundamental es que no se instituyan los puertos libres, puesto que se ha echado mano de todos los argumentos, saliéndose, como decía el señor diputado Borrego, del verdadero punto de la cuestión; teniendo en cuenta la redacción del proyecto de decreto que sometió a la consideración de la Asamblea la Comisión; dentro de este orden de ideas, los señores que impugnan los puertos libres han hecho circular la versión de que tras de la institución de los puertos libres hay un negocio para cinco amigos del señor secretario de Hacienda. Ya ven ustedes que no es tan sólo el sostener un dictamen el propósito de los señores que impugnan los puertos libres, puesto que se buscan armas de toda clase para inspirar desconfianza y traer la mala voluntad de la Asamblea hacia este decreto. Para destruir hasta lo último la sospecha de que pudiera encerrarse una maniobra que se tradujera en beneficios para un grupo de personas favorecidas por mí, voy a hacer una proposición a esta Asamblea, no sin antes decir que quien ha sido revolucionario desde el momento en que se inició la lucha y que ha tenido oportunidades mil de vender su conciencia, no tan sólo por dinero, sino por halagos, que estoy absolutamente seguro pocos hombres hubieran podido resistir, no vendría hoy, en 1920, a hacer una combinación sucia, que por el hecho de no hacerlas se ha conquistado muchos enemigos, muchos de los falsos revolucionarios que han pretendido que yo, en los puestos públicos que he desempeñado, les conceda negocios que repugnan a la conciencia de todo hombre honrado, y por esto esos hombres, continuamente, en todas partes, en las antesalas de los ministerios, en las redacciones de los periódicos de Estados Unidos y de aquí, procuran que ese hombre a quien no han podido conquistar - y que no lo conquistarán - , jamás conquiste una posición desde donde pueda poner en práctica las ideas que ha amado toda su vida. (Voces: ¡Bravo! Aplausos.) La proposición que voy a hacer a la Asamblea y creo que destierra hasta la más pequeña sospecha de que pudiera haber un interés particular al instituir los puertos libres, es que si así lo estima conveniente y necesario esta Asamblea, sea ella la que por nombre las cinco personas que deben administrar esas instituciones. (Aplausos.)
El C. Rivera Cabrera: Se acepta la proposición.
El C. Alvarado, continuando: Si pues, la Asamblea está conforme con ser ella la que nombre a las personas que deban administrar los puertos libres, yo estaré siempre listo para venir a recibir sus órdenes y sus instrucciones a este respecto. (Aplausos.)
El C. Alessio Robles Vito: para una interpelación al ciudadano Alvarado, pido la palabra.
El C. Bojórquez: Moción de orden. Como se ha discutido demasiado este punto, pido que se pregunte a la Asamblea si está suficientemente discutido. (Voces: ¡No! ¡No!) Si la intención de la Asamblea es verificar la votación, yo suplico, ciudadano presidente, que se haga la pregunta de si está suficientemente discutido.
El C. Alessio Robles: Vito: Señor presidente Pido la palabra para una interpelación al ciudadano secretario de Hacienda.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Vito Alessio Robles, para interpelar al señor secretario de Hacienda.
El C. Alessio Robles: El ciudadano secretario de Hacienda ha manifestado, en repetidas ocasiones, que ya firmó un contrato, que ya firmó una escritura pública para que cinco personas se encarguen de la administración de los puertos libres. Como quiera que un diario de esta capital, tal vez sorprendido, haya dado una lista de esas cinco personas, yo interpelo atentamente al ciudadano secretario de Hacienda para que manifieste con quiénes firmó esa escritura.
El C. secretario de Hacienda: Pido la palabra.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano secretario de Hacienda para contestar.
El C. secretario de Hacienda: Desea el ciudadano Alessio Robles saber con quiénes he firmado la escritura para la administración de los puertos libres, y entiendo también que la pregunta envuelve qué condiciones tenía la escritura, y si no envuelve la pregunta este pensamiento, yo entiendo que la Asamblea sí desearía saberlo.
El C. Casas Alatriste: ¡Es claro! (Voces: ¡Sí!)
El C. secretario de Hacienda: Se había firmado una escritura para la administración de los puertos libres con el señor ingeniero Modesto Rolland, (Voces: ¡Huy! siseos.) con el señor ingeniero Mariano Cabrera, con el señor Guillermo Ellis, con el señor ingeniero Pérez Castro y con el señor licenciado Fernando González Roa. (Siseos.) Debo advertir que las cuatro personas últimas eran las mismas que yo encontré comisionadas en la Secretaría de Hacienda para el estudio de este proyecto; yo agregué a la comisión al señor Rolland, y al firmar la escritura, se estipuló que si no era aprobado el proyecto por la Cámara, quedaba insubsistente al contrato, sin ninguna responsabilidad para el Gobierno.
El C. Casas Alatriste, interrumpiendo: ¿Entonces cómo puede nombrarlos la Cámara?
El C. secretario de Hacienda, continuando: Es más: en vista de las objeciones que se hacían, de que al venir el señor general Obregón al Gobierno, se hubiera encontrado con que la institución
de los puertos libres estaba atada a un contrato, estos señores me han dado una carta adicionando el contrato, en el sentido de que, si el señor general Obregón no considera útiles sus servicios, quedaría rescindido el contrato. Ya ven ustedes, pues, que se han tomado todas las precauciones para que, si la Cámara no lo aprobaba, quedara rescindido el contrato, sin ningún compromiso para la nación, y si el señor general Obregón, al tomar posesión del Gobierno, no aprobaba estos nombramientos, que daba, igualmente, rescindido el contrato, sin ninguna responsabilidad para la nación. (Aplausos.)
El C. Manrique: Yo deseo hacer una interpelación al señor Alvarado, señor presidente.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Manrique, para una interpelación.
El C. Manrique: deseo que el señor secretario de Hacienda se sirva explicar qué garantías tiene el Gobierno federal de cumplimiento del contrato por parte de los contratistas.
El C. secretario de Hacienda: Los contratistas no son más que simples empleados del Gobierno, con un contrato de prestación de servicios.
El C. von Borstel: Para interpelación al señor ministro de Hacienda.
El C. presidente: Tiene usted la palabra.
El C. von Borstel: Señor ministro: ¿Me hiciera usted el favor de decirnos categóricamente si en el caso de que la Cámara nombrara los cinco señores que van a administrar los puertos libres, y no fueran los contratados, sufriría algún perjuicio la nación en caso de que ellos quisieran alguna indemnización, o cosa por el estilo?
El C. secretario de Hacienda: Absolutamente ningún perjuicio sufre la nación pues en la escritura está estipulado que, si la Cámara no aprueba el decreto, o si el señor general Obregón, al tomar posesión del Gobierno, no considera útiles sus servicios, queda rescindido el contrato, sin ninguna obligación para la nación. (Aplausos.)
El C. von Borstel: Yo me refería al caso de que quede insubsistente el decreto de los puertos libres y que únicamente el consejo de las cinco personas señaladas no quede formado por las personas que están estipuladas.
El C. secretario de Hacienda: Yo entiendo que, si la Cámara nombra estas personas, lo hará teniendo en cuenta el deber que tiene de velar por los interese del país, y la opinión pública, porque, aun cuando fueran personas muy buenas, no estando apoyadas por la opinión pública, no podrían ser aceptadas. Y si la Cámara de Diputados no acepta nombrar a estas personas que ya dije, yo puedo venir en sesión extracámara para que me den sus instrucciones y nombrar a las que ustedes crean convenientes y, además, podemos discutir....
El C. Manero, interrumpiendo: ¡Que cada uno vote con su conciencia! ¡Nada de chanchullos!)
El C. von Borstel: Dispénseme si insisto. Yo soy un convencido partidario de los puertos libres y, dependiendo en gran parte que la opinión de la Cámara sea favorable a ese proyecto, de una contestación categórica del señor ministro, yo le agradecería, en bien de ese mismo proyecto, que de manera terminante nos dijera si esos cinco señores se considerarían lesionados en alguna forma al tiempo que la Cámara haga diferente designación.
El C. secretario de Hacienda: Absolutamente no se considerarían lesionados en ninguna forma, puesto que está estipulado que si no se aprueba el decreto, o si el nuevo presidente no aprueba su designación, quedará rescindido el contrato, sin ninguna obligación para el país.
El C. von Borstel: Ciudadano Alvarado: usted dispense, en la Cámara.....
El C. secretario de Hacienda, continuando: Además, deseo decir a ustedes que la proposición que estoy haciendo a esta honorable Asamblea, está de antemano aprobada por el ciudadano presidente de la República. (Aplausos.)
El C. Alessio Robles Vito: Para una interpelación, pido la palabra, señor presidente.
El C. Díaz Soto y Gama: Moción de orden.
El C. presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Díaz Soto y Gama: Yo creo que el orden de este debate se restablecería de la manera siguiente: que además de la resolución que dé la Cámara dando su voto reprobatorio al dictamen que consulta la derogación del decreto sobre puertos libres, se redacte después, se discuta y se apruebe una proposición de acuerdo económico, que diga:
"la Cámara acepta la proposición hecha por el señor ministro Alvarado..... (Voces: ¡No! ¡No! ¡No se puede.)
El C. Espinosa: ¡Esos son disparates!
- El C. Díaz Soto y Gama:.....de que las cinco personas que forman el consejo de administración, sean nombradas por la misma Cámara. (Murmullos. Desorden. Campanilla.)
El C. Moreno Jesús Z: Señor presidente: Para una moción de orden.
El C. presidente: La Presidencia ruega a los señores diputados se sirvan guardar silencio.
El C. secretario Valadez Ramírez: Se ruega a los ciudadanos diputados se sirvan ocupar sus curules.
El C. presidente: Para normar debidamente el debate y para que se tenga conciencia de lo que se diga y de lo que se haga después, ruego a la Secretaría se sirva dar lectura al artículo siguiente:
- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:
"Artículo 128. Los secretarios del Despacho no podrán hacer proposiciones ni adición alguna en la sesiones. Todas las iniciativas o indicaciones del Ejecutivo, deberán dirigirse a la Cámara por medio de un oficio."
El C. Moreno Jesús Z.: Señor presidente: Una moción de orden. Hace un momento he entregado a su señoría una proposición, relativa al asunto que está a debate; no es proposición de un secretario de Estado y, por tanto, pido a su señoría que le mande dar lectura por la Secretaría.
El C. Zubaran: No se le puede dar lectura hasta que no se termine el debate, señor diputado.
El C. secretario Valadez Ramírez: Nuevamente se insiste en que guarden orden y compostura los señores diputados, pues de otra manera tendrá que levantarse la sesión, porque no se puede continuar discutiendo así. (Voces: ¡Ah! Campanilla.)
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Alessio Robles, para una interpelación.
El C. Alessio Robles: Yo soy uno de los partidarios convencidos del establecimiento de los puertos libres; pero muchos de los que estamos aquí,
encontramos el obstáculo del nombramiento de los cinco señores, porque hay algunas personas allí que están tachadas como acomodaticias, que saltan, como decía con toda razón un compañero nuestro, de un presupuesto a otro presupuesto, y uno de ellos es el señor González Roa, que yo no sé cómo saca canonjías, y muchas canonjías, de todos los gobiernos. (Aplausos.) Desearía que el señor secretario de Hacienda nos contestara lo que vamos a preguntarle. Nos ha dicho que ese contrato que ha hecho con "los cinco señores", quedará insubsistente si la Cámara deroga el decreto. ¡Es claro que queda insubsistente, pues si no hay decreto, cómo van a funcionar si no hay puertos libres! Nosotros desearíamos que nos manifestara de una manera categórica, que queda insubsistente el nombramiento de "los cinco señores." (Aplausos. Risas.)
El C. secretario de Hacienda: Pido la palabra.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano secretario de Hacienda, para contestar.
El C. secretario de Hacienda: Desde el momento que, con autorización del ciudadano presidente de la República, he manifestado que el Ejecutivo está dispuesto a nombrar a las personas que designe esta Cámara, claro está que el contrato que se había firmado queda insubsistente. (Aplausos.)
El C. León: Para rectificar un hecho.
El C. presidente: Tiene la palabra....
El C. León: Señores diputados.....
El C. Zubaran, interrumpiendo: ¿Pero qué es eso? ¡Reclamo el orden! Tengo la palabra yo.
El C. León: Tengo la palabra (Aplausos. Campanilla.) para rectificar un hecho.
El C. Zubaran: Después rectificará usted hechos. (Desorden.)
El C. Díaz Soto y Gama: Reclamo el orden. Con apoyo en un artículo reglamentario, me parece que es el 112, tiene derecho cualquier diputado a pedir lectura de documentos, aun interrumpiendo al orador. Yo, con apoyo en ese artículo, pido a la Secretaría dé lectura a este documento.
El C. Zubaran: ¡Reclamo el orden, señor presidente!
El C. Díaz Soto y Gama: Tengo derecho a pedirlo. (Campanilla. Desorden.)
El C. León: ¡Qué miedo tiene don Juan! ¡No nos vaya a confundir con su elocuencia!
El C. Zubaran: Señores diputados.....
El C. Moreno Jesús Z.: Moción de orden.
El C. Díaz Soto y Gama: He pedido la palabra para la lectura de un documento. Tengo derecho para pedirlo. ¿Por qué razón se viola el Reglamento?
El C. León: ¿Se trata aquí de imponer la voluntad del señor Zubaran, o de hacer respetar la soberanía de la Asamblea? (Murmullos. Desorden. Campanilla.)
El C. Moreno Jesús Z.: Moción de orden. Que se lea el artículo 110 del Reglamento. (Voces: ¡Que se consulte a la Asamblea! Desorden Campanilla.)
El C. Manzanilla: Que se levante la sesión.
El C. Rama Aquilino: Que se levante la sesión.
(Continúa el desorden. Voces: ¡Que se lea! Campanilla.)
El C. secretario Valadez Ramírez: señores diputados: El presidente de la Cámara, deseando en todo acatar la resolución de la Asamblea, en votación económica se pregunta a la Asamblea si se da lectura a un documento. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. (Voces: ¡No! ¡No! ¡Sí! ¡Sí! ¡Hay mayoría!) Hay mayoría de pie. (Aplausos.)
- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:
" Los subscriptos, diputados a la XXIX Legislatura, en consideración a la declaración hecha por el ciudadano secretario de Hacienda y Crédito Público, sometemos a la consideración de la H. Asamblea la siguiente proposición, con dispensa de todo trámite:
"Se modifica el artículo 8o. del decreto que crea los puertos libres, en su parte relativa, en la forma siguiente:
"La Cámara de Diputados nombrará los miembros de la Junta Directiva, por un plazo no mayor de cinco años. Los contratos respectivos se harán por conducto de la Secretaría de Hacienda."
Salón de Sesiones, 29 de octubre de 1920. - Jesús Z. Moreno. - Luis L. León. - F. González y González."
El C. Rama Aquilino: ¡Moción de orden!
El C. Manrique: tengo la palabra con anterioridad, para moción de orden. Señores diputados: Que la opinión aquí dominante venza, en la hora buena, porque las mayorías tienen derecho, democráticamente, a imponer su criterio; pero que se luche leal y francamente. (Voces: ¡Bravo! Aplausos.) Se trata de ardid indigno de personas serias..... (Voces: ¡Si! ¡No! Desorden.)
El C. León Luis L.: ¡Protesto contra Manrique!
El C. Manrique: El espíritu del artículo 110 claramente indica que este artículo tiende a garantizar el derecho de un diputado para pedir que se lean documentos o leyes que ilustren la discusión; pero es claro que se trata de un documento precedente, no de un documento que se forje en el momento preciso. (Aplausos.)
El C. Díaz Soto y Gama: ¡No queremos que se discuta, sino que se lea!
El C. Manrique: Es verdad, y si esto se proponían los compañeros, han logrado su propósito; pero era más leal, correcto y lógico, permitir que la discusión siguiera su curso para que al final se presentaran todas las proposiciones. (Voces: ¡Que siga la discusión!)
El C. Rama: ¡Moción de orden!
El C. presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Rama: Honorable Asamblea: Se me ha dicho que soy muy fogoso... (Voces: ¡Aaaah!)
El C. presidente: La Presidencia suplica a los ciudadanos diputados no interrumpan al orador.
El C. Rama: Vengo con toda serenidad a deciros lo siguiente: hay una proposición que se acaba de leer en este momento, diciendo que se reforme un artículo del decreto... (Desorden. Voces: ¡No está a discusión!)
El C. Díaz Soto y Gama: ¡Moción de orden, señor presidente. Moción de orden! (Desorden. Campanilla.) Pido que continúe en el uso de la palabra el orador; es lo que procede; esa es mi moción de orden, que siga el orador en el uso de la palabra para que no nos metamos en otra cosa.
El C. Rama: ¿Continúo, señor?
El C. Solórzano José Luis: Pido la palabra para una moción de orden. (Desorden. Campanilla.)
El C. prosecretario Castrejón: La Presidencia, por conducto de la Secretaría manifiesta a la Asamblea que todavía no ha puesto a discusión la proposición presentada por el ciudadano León y demás firmantes. (Aplausos.)
El C. presidente: Continúa en el uso de la palabra la Comisión.
El C. Rama: Señor presidente, no he terminado; no se sabe mi idea.
El C. prosecretario Castrejón: La Presidencia manifiesta al ciudadano Rama que para proseguir el debate tiene la palabra la Comisión.
El C. Rama: La Comisión me la ha cedido. (Voces: ¡No! ¡No! Desorden. Campanilla.)
El C. presidente: La Presidencia manifiesta a los ciudadanos diputados que deben ocupar sus curules y prestar atención al orador. (Campanillazos.)
El C. Zubaran: La comisión viene una vez más a decir a la Asamblea que no va a sostener más que el punto legal, que es lo que ha sustentado en su dictamen Don Luis Cabrera, ministro de Hacienda, decía (Siseos.): con las facultades extraordinarias en Hacienda salen sobrando las demás Secretarías". Y era verdad. Aquí tenemos el decreto de los puertos libres, firmando por el señor presidente de la República y por el señor secretario de Hacienda don Salvador Alvarado; no está refrendado por la Secretaría de Gobernación. Yo pido a la Secretaría que tenga la bondad de venir a leer aquí la Ley Orgánica de Secretarías, primero Gobernación, en los apuntes que tengo anotados.
El C. prosecretario Castrejón: La secretaría da fe de tener a la vista la Ley Orgánica de Secretarías de Estado.
"Artículo 1o. para el despacho de los negocios del orden administrativo de la Federación, habrá siete Secretarías de Estado y cinco Departamentos.
"Las Secretarías serán, etcétera.
"Artículo 2o. Corresponde a la Secretaría de Gobernación.
..."Decretos, leyes orgánicas y códigos federales y su publicación.
..."Códigos para el Distrito Federal y Territorios.
..."Expropiación por causas de utilidad pública....
"Artículo 4o. Corresponde a le Secretaría de hacienda y Crédito Público:
..."Impuestos federales.
..."Aranceles de aduanas marítimas y fronterizas.
..."Artículo 6o. Corresponde a la Secretaría de Agricultura y Fomento:
..." Terrenos nacionales.
"Artículo 7o. Corresponde a la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas ...
"Puertos.
..."Faros.
..."Marina Mercante.
..."Vías navegables.
..."Obras que se ejecuten en terrenos nacionales, bien sea costeadas por la Federación o por concesión otorgada a particulares.
"Artículo 8o. Corresponde a la Secretaría de Industria, Comercio Y Trabajo:
..."Industrias en general, con excepción de las de carácter agrícola.
..."Comercio.
"Artículo 16. Las obras materiales de las Secretarías, Departamentos y en general las del Gobierno Federal, serán ejecutadas por la Secretaría de Comunicaciones conforme al artículo 134 de la Carta Magna, sujetándose a los planos que acuerde el ramo administrativo a que correspondan y con cargo a sus presupuestos respectivos, con excepción de las fortificaciones, que serán hechas por la Secretaría de Guerra.
"Artículo 134. Todos los contratos que el Gobierno tenga que celebrar para la ejecución de las obras públicas, serán adjudicados en subasta mediante convocatoria y para que se presenten proposiciones en sobre cerrado, que será abierto en junta pública."
El C. Zubaran: Como ustedes ven, el decreto que expidió el Ejecutivo con fecha 25 de septiembre último y publicado en la prensa el día 12 de octubre, seis días después que esta Asamblea por unanimidad había retirado las facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda, ha invadido las atribuciones de la Secretaría de Industria y Comercio, de Comunicaciones y de Gobernación.
El C. Moreno Z.: ¿Quién juzga?
El C. Zubaran: Se nos presenta en este momento una moción suprimiendo el artículo en que la Secretaría de Hacienda nombraba los cinco miembros que habían de administrar los puertos libres; pero de ninguna manera nos retiran otros artículos, como los que hacen referencia a las expropiaciones que únicamente competen a la Secretaría de Gobernación y para las que no alcanza el uso de las facultades extraordinarias en Hacienda. El decreto de facultades extraordinarias que se dieron al Ejecutivo en 1917, dice lo siguiente:
- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:
"Artículo 1o. Se conceden al presidente de la República facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda, mientras el Congreso de la Unión expide leyes que deban normar en lo sucesivo el funcionamiento de la Hacienda Pública Federal."
El C. Zubaran: Las facultades extraordinarias que solicitó el Ejecutivo en 1917, iban a tener efecto mientras el Poder Legislativo aprobaba los presupuestos, esto es, se pedían exclusivamente para presupuestos. Posteriormente Carranza nos vino a consultar facultades extraordinarias en aranceles, en presupuestos, en la cancelación del contrato del Istmo de Tehuantepec, ¿y cómo es posible que ahora un Gobierno al que apenas le quedan 32 días de oxígeno político festine un decreto de la importancia de éste, acomodándolo a las facultades extraordinarias otorgadas el 8 de mayo de 1917? Esto no puede ser.
El C. Mijares: Quiero preguntar al C. Zubaran si Carranza también pidió permiso para traer a México a Bonillas. (Voces: ¡Aaaah!)
Como considero que la interpelación no tiene respuesta, no puedo darla al señor compañero. Quiero poner un ejemplo aquí. El año de 1882 tuvo necesidad el presidente de la República, por cuestión de expropiación, de consultar a esta Asamblea,
el año de 1882 - fijense ustedes -; hace de esto 38 años. Yo suplico a la Secretaría que se sirva dar lectura a este decreto.
- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:
"Número 8,613. - Mayo 31 de 1882. - Decreto del Congreso. - Autoriza al Ejecutivo para reformar el arancel vigente.
"Secretaría de Estado y del Despacho de Hacienda y Crédito Público. - México. - Sección 1a.- El presidente de la República se ha servido dirigirme el decreto que sigue:
"Manuel González, presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, a sus habitantes, sabed:
"Que el Congreso de la Unión ha decretado lo siguiente:
"El Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, decreta:
"Artículo 1o. Se autoriza al Ejecutivo para que en el término de nueve meses proceda a reformar el arancel vigente, sujetándose a las siguientes bases:
"1a. Simplificar y aclarar la nomenclatura de la tarifa, sin alterar las cuotas de pago, sino en los casos de contradicción manifiesta.
"2a. Unificar los diversos impuestos que ahora pagan las mercancías extranjeras a su entrada en la República, refundiéndose en una sola cuota.
"3a. Substituir, hasta donde sea posible, el derecho sobre aforo o sobre valores de factura, con cuotas fijas que tengan por base los resultados que hayan dado, respectivamente, en el último quinquenio los derechos..." (Voces: ¡Ya, hombre! ¡Ya, hombre!)
- El mismo C. prosecretario: El ciudadano Zubaran ha pedido la rectificación del decreto que se estaba leyendo; no es el número 8,613, sino el 8,611. (Voces: ¡Huy! Campanilla.)
"Número 8,611.
"Mayo 31 de 1882. - Decreto del Congreso. - Autoriza al Ayuntamiento de la capital para hacer la expropiación de aguas potables.
"Secretaría de Estado y del Despacho de Gobernación. - Sección 2a.- El presidente de la República se ha servido dirigirme el decreto que sigue:
"Manuel González, presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, a sus habitantes, sabed:
"Que el Congreso de la Unión ha tenido a bien decretar lo siguiente:
"El Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, decreta:
"Artículo 1o. Mientras se expide la Ley Orgánica del Artículo 27 de la Constitución, el Ayuntamiento de esta capital podrá hacer la expropiación de aguas potables que necesite la ciudad, y la de los edificios que sean necesarios para el alineamiento de calles; sujetándose estrictamente a las bases acordadas en la Ley de 13 de septiembre de 1880, para la Compañía Constructora Nacional.
"Artículo 2o. Bajo las mismas bases podrá el Ejecutivo federal expropiar a los particulares, de los terrenos, edificios, materiales y aguas que sean necesarios para la construcción de caminos, ferrocarriles, canales, telégrafos, rectificaciones de ríos, fortificaciones, aduanas, muelles, diques, faros, almacenes y demás obras de pública utilidad que haga la administración, siempre que dichos terrenos, materiales, edificios y aguas no estén destinados a alguna otra obra de utilidad pública. - Julio Zárate, diputado presidente. - J. Baranda, senador presidente. - Antonio Z. Balandrano, diputado secretario. - F. Méndez Rivas, senador secretario." (Voces: ¡Ya! ¡Ya! ¡A votar! ¡A votar!)
El C. Zubaran: Como ven ustedes, señores diputados, el decreto del Ejecutivo abarca toda las secretarías de Estado, sin consultar absolutamente lo que es únicamente de la competencia del Poder legislativo para autorizarlo. Como esa expropiación es cuestión que corresponde a la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas y que corresponde a la Secretaría de Industria y Comercio y aun a la de Gobernación, en el concepto de expropiación... (Voces: ¡Ya, hombre! ¡Ya! ¡A votar!) La Asamblea está muy cansada y deseosa de votar. La Comisión únicamente se permite decir esto: que la Representación Nacional, el Poder Legislativo debe tener conciencia de sus actos; que esta es una invasión al Poder Legislativo sin el menor merecimiento... (Voces: ¡No! ¡No! ¡Sí! ¡Sí!) y que únicamente los diputados aquí, la Asamblea, los que obramos de buena fe, con conciencia... (Voces: ¡Huy! ¡Huy!) venimos aquí a velar por lo que nos compete a nosotros , y no que manu militar y tras las bambalinas de una Secretaría de Estado se manufacturen decretos como el presente, que afectan a la dignidad de la Representación Nacional... (Voces: ¡No! ¡No!)
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Espinoza. (Voces: ¡A votar!)
El C. Espinosa: Honorable Asamblea: Tengo que rectificar hechos de cuya importancia estoy seguro depende el afianzamiento del criterio definitivo de esta Asamblea... (Voces: ¡Aaaah! ¡A votar!) Desde luego empiezo por demostrar que el ciudadano Luis León tuvo muchísima razón cuando dijo desde esta tribuna que el pueblo tiene hambre y que hay que darle, en vez de leyes, pan. El problema del trabajo íntimamente vinculado con el asunto de los puertos libres, tratado indebidamente por el compañero Díaz Soto y Gama, amerita también una rectificación. El consentimiento del ciudadano secretario de Hacienda de que sea la Cámara de Diputados la que nombre a la Comisión administrativa de los puertos libres, también amerita otra rectificación. (Voces: ¡Ya! ¡Ya!) Son estos los tres hechos que quiero rectificar debidamente. (Voces: ¡Brevemente!)
Desde luego, el decreto no llena todos los requisitos necesarios para ser un buen decreto, ni da pan a los obreros mexicanos, como lo voy a probar. Yo sí estoy por que si es necesario violar las leyes para mejorar la situación verdaderamente miserable del país, no sólo las violemos, sino que las pisemos con tal de conseguir, aunque sea un ligero mejoramiento económico, entre las clases proletarias. Yo demostraré también cómo con este decreto no se consigue ese mejoramiento que oropelescamente han venido a exponer ante vuestra soberanía los compañeros Luis León y Soto y Gama. Efectivamente, ciudadanos representantes, en Inglaterra, cuando los principales componentes de la monarquía eran los principales productores de trigo, era natural que no se quisiera importar del
extranjero el trigo para el pueblo inglés hambriento, porque de esta manera se perjudicaban grandemente los intereses de aquellos cuantos agraciados por el poder monárquico inglés. Pero veamos, ciudadanos representantes, dentro de una suposición o, más bien, dentro de una comparación, si los puertos libres pueden romper con los monopolios que puedan tener algunos industriales mexicanos en contra de los intereses generales del proletariado mexicano también, y veremos cómo en nada remedian los puertos libres esta miseria nacional. Si aquí en México la miseria consiste en el acaparamiento de las materias primas y de los artículos de primera necesidad, es claro, señores, que como no se desgrava a las mercancías extranjeras para que hagan competencia en nuestro país, en manera alguna pueden hacer pedazos este monopolio odioso en el país. (Voces: ¡Huy! ¡Huy! Siseos.) Me extraña, ciudadanos representantes, que no hayáis entendido mis palabras, supuesto que han sido expuestas con toda precisión. Los puertos libres solamente conceden que el extranjero no pague impuestos cuando introduce sus materias primas o sus artículos a los mismos puertos libres, pero no así cuando pasan de los puertos libres al interior del país; cuando rompen la muralla, la barrera que cerca a los puertos libres, sí pagan, ciudadanos representantes, impuestos las mercancías o materias primas y los artículos que se manufacturan en el extranjero.
Ahora voy al caso concreto: si nosotros tenemos, por ejemplo, hambre de pan, como dice el ciudadano León; si el trigo en México es caro, porque está en manos de unos cuantos productores de trigo que, como muy bien sabéis, casi todos ellos son españoles, ¿Cómo entonces va a bajar el precio del trigo? ¿Cómo va a saciarse el hambre del pueblo, si el extranjero también, para introducir trigo al país, tiene que pagar impuestos, aunque tenga que pasar por los puertos libres? Ya veis, pues, cómo los puertos libres no vienen a hacer la competencia en estos ramos a los productores nacionales; ya veis cómo en manera alguna vienen los puertos libres a competir con los precios de los productores mexicanos. Creo haber demostrado que, desde el momento en que se introducen libremente estos artículos, no puede haber competencia; en cambio, el Gobierno inglés, deseando satisfacer el hambre de su pueblo, eximió de todo impuesto al trigo extranjero y, de esta manera, se hizo pedazos el odioso monopolio que consumía de hambre al pueblo inglés. En buena hora que nuestro Gobierno, por medio de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, dé un decreto sobre puertos libres, que quite todo gravamen a estos artículos de primera necesidad extranjeros para que vengan a competir con los artículos nacionales, y entonces habremos hecho la obra que reclama el sentimiento revolucionario; entonces sí habremos dado de comer a bajo precio al pueblo; mientras tanto, no. Ahora, se nos dice que el obrero mexicano tendrá trabajo; ¿pero en qué condiciones? Ya lo hemos visto. ¿Sabéis bien lo que los puertos libres significan con relación al trabajo del bracero mexicano. Os lo voy a decir: el bracero mexicano es, generalmente, odiado en los Estados Unidos y toda la frontera, especialmente. (Voces: ¡No es cierto!) pregúntese a todos nuestros compatriotas, para que nos digan si afirmo la verdad. (Desorden)
El C. prosecretario Castrejón: La Presidencia, por conducto de la Secretaría reitera a los diputados su súplica para que atiendan al orador, y a las galerías les exige que cumplan con el Reglamento, guardando orden y compostura.
El C. Espinosa: No son, pues, más que esclavos nuestros compatriotas en la frontera del Norte; se les ve como a animales, como un término medio entre el hombre y un ser irracional: esto es el mexicano peón del campo en la frontera de los Estados Unidos. Ya lo hemos visto: no se va a proteger para nada al capital mexicano. ¿Sabéis lo único que va a hacerse? Satisfacer las ambiciones bastardas de un senador Fall, con todos los industriales americanos. Eso es lo que pretende hacer el Gobierno en este caso. ¿Sabéis lo que buscan los extranjeros, sobre todo los americanos? Poder establecer sus industrias en territorio mexicano, para que no tengan las exigencias de las leyes americanas, porque ellos no respetarán en México ninguna ley que ampare al trabajador mexicano. ¿Por qué? Porque ni existen esas leyes, y porque los americanos ya hemos visto cómo ríen sarcásticamente por las bocas de sus cañones enfrentados en Tampico (Voces: ¡No! ¡No! ¡Sí! ¡Sí! Aplausos. Siseos.) contra nuestras leyes mexicanas. Aunque no se quiera, ciudadanos representantes; cuando México ha querido hacer cumplir sus leyes sobre los intereses extranjeros, las bocas de los cañones nos contestan con una carcajada sarcástica, y es así como queda nuestro pueblo burlado. (Aplausos.) Pero hay más, señores: El ciudadano secretario de Hacienda, queriendo batirse hábilmente en retirada, hace la transacción fundamental que equivalía a una vergonzosísima derrota. (Voces: ¡No! ¡No!) Y lo voy a demostrar. El ciudadano secretario de Hacienda se ha comprometido a que sea la Cámara de Diputados quien haga el nombramiento de los individuos, de los ciudadanos que integrarán la junta administrativa de los puertos libres Ahora bien, señores; meditemos en este punto, porque es de capital importancia ¡Cómo vamos nosotros a poder nombrar esta junta administrativa, mientras no sea reformada esa ley? Ya veis, señores, cómo es un absurdo y una tanteada, como se dice vulgarmente, lo que quiere hacer el ciudadano Alvarado. Nosotros no estamos discutiendo el decreto - oídlo bien - sobre los puertos libres; nosotros nada más estamos discutiendo un dictamen que ha declarado que esa ley es anticonstitucional y que, por lo tanto, la Cámara no sanciona. (Voces: ¡No! ¡No!) ¡Claro que sí! Lo que nos propone el ciudadano secretario de Hacienda es una reforma a esa ley, y no estamos nosotros discutiéndola, porque no es de nuestra incumbencia en estos instantes; pero hay un hecho elocuentísimo, señores: el ciudadano Alvaro Obregón, en su calidad de presidente electo, ya os lo dijo muy claro: "Soy partidario de los puertos libres; pero - oídlo bien, aquí está el "pero"- yo tengo un proyecto más amplio y que conceptúo mejor." Os ha dicho algo más; os ha dicho: los únicos que pueden oponerse a mi proyecto, son aquellos que resulten beneficiados con el proyecto de la Secretaría de Hacienda. (Voces: ¡No! ¡No!) ¡Sí lo dijo! Ahora bien; por
el respeto que merece la Asamblea, por el respeto que merece el Poder Legislativo Nacional, os pido que no cometáis el error grandísimo que os llevaría al pináculo del desprestigio: no deis esta ley ahora, para revocarla mañana, cuando Obregón, en su calidad de presidente, y respetuoso de la ley, nos mande su proyecto, para que lo discutamos amplia y libremente y lo apruebe la Cámara, si lo cree bueno, o lo rechace, si lo cree malo; ya lo habéis oído el general Obregón ofreció mandar su proyecto a la Cámara como una simple iniciativa, no como un decreto, Así pues, no pido más que serenidad para resolver este problema verdaderamente difícil; quiero daros la voz de alerta: lo que la Secretaría de Hacienda propone, no es más que una transacción indebida; nosotros quedaríamos burlados, aunque haya muy buena fe de parte de la Secretaría de Hacienda para cumplir sus compromisos ; no estamos discutiendo ese proyecto, y por eso no podemos hacerle reformas. En buena hora que retrocedamos todo lo andado y que, en lugar de discutir este dictamen, que es lo único que estamos haciendo, discutamos el decreto sobre los puertos libres; entonces haremos todas las modificaciones que parezcan pertinentes, entre otras, la de que sea la Cámara quien nombre a esa junta administrativa; entretanto, no será más que una tomada de pelo de la Secretaría de Hacienda. (Aplausos.) He terminado; (Voces: ¡Qué bueno!) nada más os pido que os coloquéis dentro del verdadero punto de vista del debate: la concesión hecha por el secretario de Hacienda, aunque muy honrado, porque soy el primero en reconocerlo, ya no puede ser argumento, porque para eso sería necesario reformar el decreto, reforma que no podemos hacer, puesto que, al no aprobar el dictamen, declararemos que el Ejecutivo ha hecho bien en lanzar esta ley sobre puertos libres; y lo que se necesita es aprobar el dictamen de las comisiones para que, si el mismo Ejecutivo lo quiere, presente hasta su mismo decreto, defectuoso como está, para que la Cámara le haga todas las modificaciones que crea pertinentes. (Voces: ¡Ya!)
El último punto que quiero rectificar y que es de mucha importancia: El ciudadano Alvarado ha dicho que los ciudadanos que administren los puertos libres no serán más que empleados dependientes de la Secretaría de Hacienda. Y no, señores; conforme al texto del decreto, no, señores; conforme al texto del decreto serán otra cosa: serán una entidad moral con personalidad propia, supuesto que el Gobierno jamás ha consentido en dar a sus empleados esta personalidad que les da el decreto a los administradores de los puertos libres. ¿Sabéis lo que dice? Que serán los administradores de los puertos libres durante cinco años. ¿Qué, esta es la forma reglamentaria de la administración pública para con sus empleados? Claro que no, ciudadanos representantes; esa es una concesión inmoral. (Voces: ¡No! ¡No! ¡Sí! ¡Sí!) ¡Claro que sí! Es una concesión inmoral; porque ¿con qué derecho vamos a poner en manos de cinco personas, por más honorables que se las suponga, como yo creo que serán, durante cinco años, obligados para administrar esta riqueza nacional. Esto es un absurdo, esto es inmoral y esto es atentatorio. Ahora, ciudadanos representantes, yo he señalado con índice candente todas estas lacras de la ley; votad como queráis; yo sólo pido respetuosamente a la Secretaría de la Cámara que consigne en el acta de esta sesión los nombres de todos aquellos individuos que voten en contra del dictamen, para que sus comitentes sepan quiénes son los vergonzantes (Voces: ¡No! ¡No! Campanilla. Siseos.) que conscientemente.... (Voces: ¡No! ¡No! Desorden. ¡Si! ¡Si! Campanilla.) sí, para que se sepa quiénes son los que no cumplen con su deber y vergonzosamente delegan sus facultades sagradas en el Ejecutivo de la Unión. (Aplausos. Siseos.)
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano secretario de Hacienda.
El C. secretario de Hacienda: EL señor diputado Espinosa ha calificado de absurdo y de inmoral el procedimiento de contratar los servicios de los empleados por parte del Gobierno. Esto me da oportunidad de aclarar el punto y de expresar un sentimiento largamente acariciado por los revolucionarios. No estén ustedes temiendo que yo vaya a hacer un discurso de una hora o de dos; voy a ser tan sintético como me sea posible para expresar este pensamiento. En diversos folletos que he escrito, y en algún libro también, he sostenido que es verdaderamente admirable la abnegación y la honradez del empleado público mexicano, no obstante que todo mundo cree que los empleados del Gobierno en México todos son ladrones. Voy a demostrar por qué estos hombres son abnegados y por qué son tanto más meritorios los actos de honradez en ellos, que los de otros ciudadanos. La administración pública en México está organizada a base de la conquista de los despojos del Poder por el último que se apodera de él; los empleados públicos no tienen absolutamente ninguna garantía; conozco personalmente a muchos hombres honorabilísimos en las diversas Secretarías de Estado, que están continuamente con el temor de ser despedidos cuando triunfa un movimiento político en nuestro país; conozco a esos hombres que han estado defendiendo las cuestiones del petróleo, las cuestiones de impuestos sobre alcoholes, las cuestiones de impuestos sobre hilados y tejidos, las cuestiones de propiedad nacional, etcétera, simple y sencillamente porque son hombres honrados, sin ningún estímulo, sin ninguna seguridad para el mañana , sin ningunas ventajas por observar una conducta debida. Estoy concluyendo un proyecto de servicio civil para los empleados del Gobierno a fin que estén seguros en sus empleos, sean estimulados y entren al servicio público no por medio de la recomendación, no por medio del triunfo de su partido político, sino a base de examen y de competencia; y el hombre que no sea capaz de llenar una posición superior a la que tiene, bien puede durar treinta años de barrendero, contra la costumbre seguida en nuestro país de ir ascendiendo a los empleados por simple antigüedad, costumbre sumamente perniciosa, porque el hecho de vivir del presupuesto un número mayor o menor de años, no significa que un hombre sea competente para desempeñar las funciones que se le encomienden. La necesidad del sistema de contratos para los empleados públicos, la necesidad de la selección de comisiones de especialistas para manejar los asuntos públicos, no es sino el principio de lo que queremos que se implante como sistema en el país para
que ya no sigamos viendo que la administración pública en México sea tan costosa y tan retardataria. Señores: yo hago la declaración que el obstáculo más serio y más infranqueable que tiene el pueblo mexicano para su progreso, es el sistema de administración que tiene, porque todos saben perfectamente bien que el asunto más pequeño en una de nuestras Secretarías, aunque el secretario se esfuerce y luche por evitarlo, dura días, semanas y meses sin resolverse; esto siempre contando con que no haya influencias que determinen que no se resuelva nunca. El hecho de que nosotros estemos deseando asegurar para el país una administración debida por medio de la seguridad que tengan los empleados públicos al prestar sus servicios, como ya dije, no es más que el principio de los que nosotros deseamos ver establecido, porque, como dije al principio, es un absurdo pedir al jefe del Departamento del Petróleo en México que sea un hombre integérrimo, que no sucumba a las tentaciones, viviendo como vive sin suficiente para cubrir sus necesidades, sin ninguna seguridad para el mañana, cuando sabemos que si ese hombre se vendiera pasado mañana, tendría palacios, y tendría coches, y tendría diamantes, y tendría todo lo que se puede comprar con el dinero. En estas condiciones, yo conozco en la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas hombres meritísimos que hace muchos años han estado estudiando los problemas de nuestro país y, sin embargo, nadie los conoce nadie aprecia sus trabajos; esos hombres mañana pueden ser despedidos para colocar al ayudante de cualquier general victorioso. (Aplausos. ¡A votar! ¡A votar!)
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadanos Manero para rectificar hechos.
El C. Manero: Señores diputados: Cuando se debate un proyecto de ley o cualquier otro asunto sin abdicar y sin pedir transacciones, es señal de que en la mente hay un ideal noble, porque para traficar se trafica siempre con beneficio, aun a costa de transacciones; pero la conciencia no admite tráfico posible. Si, pues, vengo a hacer este esfuerzo postrero por que la Asamblea no pierda su ecuanimidad y no abandone las ideas que tenga bien concebidas, es sin duda porque no obedezco otra voz ni otra razón que la voz de mi conciencia. Pido, señores diputados, serenidad y respeto, porque siempre con serenidad y con respeto me he demostrado ante esta Asamblea y porque no se están debatiendo intereses mezquinos, sino grandes cuestiones que atañen al interés general de la nación. Ha sido costumbre, cuando un grupo de la Cámara siente que flaquea la opinión de la misma en favor del debate que ese grupo haya estado sosteniendo, apelar a diversas maniobras, como descompletar el quórum; decir que la hora ha sonado, etcétera; me alegro mucho que en esta ocasión a nadie haya ocurrido semejante cosa, porque eso probará perfectamente que los que están dispuestos a votar en sentido o en otro, tendrán hecha una firme convicción y votarán de acuerdo con su conciencia sin apelar a maniobras de ninguna naturaleza. (Voces: ¡A votar!) Es asombroso cómo en breves minutos y solamente por escuchar palabras fogosas, y no desconozco que muy bienintencionadas, puedan olvidarse las consecuencias de una meditación y de un estudio serenos. Ayer, desde esta tribuna, sentí el asentimiento general de la Asamblea... (Voces: ¡No!)
El C. León Luis L.: ¡Sintió usted mal!
El C. Manero: He suplicado serenidad y respeto, porque es la forma como me estoy expresando y siempre me he expresado. Digo que sentí esa aprobación.... (Voces: ¡No!) Bueno, pues ustedes no la sentirían, pero yo sí la sentí (Risas. Aplausos.) cuando había argumentado serenamente sobre los puntos más importantes que comprende el debate. En efecto, señores diputados; está fuera de toda discusión que el Ejecutivo, al promulgar esta ley, no ha obrado moralmente, puesto que ha faltado a una promesa explícita de enviarla a esta Cámara, y el que falta a una promesa explícita, falta a la moral. (Murmullos.) Ha quedado bien comprobado, señores diputados, que esta ley no está dentro de las facultades constitucionales, o de las facultades especiales que tenga el Ejecutivo, porque, aun teniéndolas en Hacienda, ha invalidado otras secretarías. Una cosa es que quieran hacerse sordos o quieran hacerse ciegos ante el imperativo categórico de la ley, y otra cosa es que sea así. Analizamos también ayer el decreto expedido por el Ejecutivo, y vimos que este decreto no llenaba ni remotamente las necesidades que debe llenar un decreto que funda los puertos libres. haciendo una concesión al debate, dije ayer: paso a estudiar las consecuencias que pudiera tener ese decreto. No fui yo, pues, quien se salió del debate, sino lo hice a invitación, a moción y porque habían tomado la delantera en ese camino las personas que venían a impugnar el dictamen. El señor licenciado Soto y Gama, a quien reconozco una sinceridad y una honradez a toda prueba, ha venido a leernos un memorial de unos obreros de Tehuantepec, como si esto fuera la Biblia económica. No, señor licenciado; ya he dicho ayer que, hasta por conveniencia particular, porque no quiero cubrirme de oropeles, estaría siempre en favor de los trabajos que se hicieran en pro de la clases proletarias. Pero considero que es necesario estos trabajos sean conscientes y sean bien mediatos; que no resultemos que, por inexperiencia o simplemente por entusiasmo, llevemos a estas mismas clases a una situación aún más difícil y más precaria.
Sin querer ofender en particular a los grandes líderes obreros, tanto mexicanos como extranjeros, tenemos que convenir que, si las clases proletarias no han avanzado tan rápidamente como fuera de desearse y como tienen el derecho a avanzar, es porque sus líderes han tenido más que ciencia, más que estudio, entusiasmo y buena intención. Es, pues, necesario que ese entusiasmo y esa buena intención queden moderados y se haga entrar en el carril de lo bien pensado, de lo bien meditado, diré, en la buena acepción de la palabra, de lo científico. Podemos estar absolutamente ciertos de que la concesión a capitales extranjeros para que vengan a radicarse en las zonas libres, no será esencialmente sino concesión a capitales extranjeros; todo lo demás será subsidiario. Ha hecho vacilar a esta Asamblea la proposición del señor general Alvarado, que parece por un momento desvirtuar la creencia que existía y debe seguir existiendo, de que el proyecto en cuestión beneficia a unas cuantas personas. (Voces: ¡No!) Aunque inspire inmediatamente nuevas protestas, tengo que repetir que esto
lo ha asentado la autorizada voz del presidente electo, y no creo que fuera tan ligero, para venirse a poner en ridículo para decir que la ley beneficia a unas cuantas personas. (Voces: ¡No! ¡No!) por supuesto, lo ha dicho de una manera terminante, y toda la prensa la ha publicado. Allí están los apuntes taquigráficos.
El C. Portes Gil: Con permiso de la Presidencia, ¿me permite usted una interpelación?
El C. Manero: Sí, señor.
El C. Portes Gil: Sabida es la honorabilidad y la integridad a toda prueba y tras de todas las luchas que se le han presentado, del general Obregón, y sabida es también la honorabilidad - al menos debemos así presumirlo - de todos los representantes. ¿No cree el señor Manero que el argumento tan llevado y traído de que la opinión del ciudadano Alvaro Obregón, en tal o cual sentido sea el deseo de esos diputados que lo han esgrimido, de aceptar una consigna, sin que el ciudadano Obregón quiera darla? (Voces: ¡No! ¡No! Siseos. Aplausos. Campanilla.)
El C. Manero: Señores diputados: Nunca he oído una interpelación que, en forma tan excesivamente fina, traiga en sus entrañas tanto veneno. Me dice el señor licenciado Portes Gil, traduciéndolo a idioma corriente, lo siguiente: que el señor Manero y quienes con él piensan, están obedeciendo una consigna del general Obregón. (Voces: ¡No! ¡No!) Ruego al señor Portes Gil se sirva aclararlo. Señor Portes Gil: Le ruego que se sirva aclarar su concepto, porque yo lo he entendido en esa forma. He entendido que su señoría ha expresado que nosotros obedecíamos una consigna, si no explícita, por lo menos tácita, quiero decir, más humillante, que nos aventábamos a la consigna que pudiéramos recibir.
El C. Portes Gil: ¿Me permite usted la palabra? Al asentar yo que el ciudadano general Obregón es un hombre incapaz de dar consignas, por su honorabilidad reconocida, y al asentar también que todos los ciudadanos representantes - debemos presumirlo - somos también incapaces de obedecer una consigna, deseché de plano esta idea; pero quise llegar a la afirmación de que los ciudadanos diputados que han esgrimido este argumento, quieren hacer atmósfera en ese sentido, y esto es digno. (Aplausos.)
El C. Manero: Señores diputados: Es absolutamente claro que, cuando se quiere uno supeditar a la opinión de los poderosos, no levanta uno la voz contra ellos. Es muy posible que pudiera esperar mayores beneficios, de haber apoyado en esta tribuna el proyecto absurdo a que ha dado publicidad el ciudadano secretario de Hacienda, que de estarlo rebatiendo. (Siseos.) Es absolutamente claro que redundará en beneficio de unas cuantas personas el decreto, tal cual lo ha estatuído el general Alvarado; de otra manera no hubiera tenido el menor escrúpulo en traerlo a la discusión de esta Asamblea, para que de aquí hubiera salido modificado y por los caminos constitucionales. Seguramente el que no lo haga así, nos da derecho a pensar que algún beneficio, que hubiera podido ser obstruccionado por la libre discusión en esta Cámara, va a llevarse a cabo. El señor general Alvarado esgrimió, como uno de sus más poderosos argumentos, el de que si era cierto que íbamos a dar entrada, en condiciones sumamente benéficas para ellos, a los capitales extranjeros, no deberíamos tener ningún miedo a esos capitales y, especialmente, a los de los Estados Unidos, porque nuestro patriotismo y nuestras leyes estaban sobre todas esas cuestiones; y yo pregunto: ¿el patriotismo y las leyes de otros pueblos débiles no han sido tan grande y tan ilustradas como los nuestros, y no han permitido muchas veces su soberanía, por dejar que se apoderara de su país, primero, el capitalismo extranjero y, después, cuando no era posible sacudir ese yugo, echarse encima la presión política? la Historia tiene numerosos ejemplos, y es preciso meditar serenamente.
El C. Cantón Edmundo: ¿Me permite el orador una interpelación?
El C. Manero: Sí señor.
El C. Cantón: Desearía que aclarase este punto: ¿el capital invertido en la industria nacional, es capital mexicano en su mayoría, o es extranjero?
El C. Manero: La pregunta me parece sumamente pertinente. Señor diputado Cantón: en su mayoría ese capital es extranjero; pero si esto significa ya un peligro, no debe aumentarse trayendo mayor capital extranjero. Para terminar vuelvo a suplicar que no olviden que no he echado mano de ningún argumento oropelesco ni patriotero, y ruego a ustedes que con toda serenidad mediten en lo siguiente: al terminar ayer mis palabras os dije que hemos protestado guardar y hacer guardar la Constitución; ahora no reparamos, quizá por entusiasmo, en que el voto que vamos a dar es violatorio de ese juramento y quizá dentro de algunos días veamos, y ojalá que no sea así, dentro de algunos meses, que se cierne también sobre nosotros un grave peligro internacional. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano León para rectificar hechos.
El C. León Luis: (Aplausos.) Señores diputados: No podíamos nosotros los del contra dejar sin rectificar las palabras del señor Espinosa por segunda vez. La primera, en el salón Verde, el señor Manero, y la segunda, aquí desde esta tribuna de la Cámara, el compañero Espinosa, nos quieren señalar ante la pública expectación con un índice....
El C. Espinosa: ¡Claro!
El C. León: Y ya expliqué yo al fundar cuáles eran los efectos sociales y económicos de la fundación de los puertos libres, que ese índice es el de la aristocracia capitalista que está explotando los privilegios que les conceden los aranceles. (Aplausos. Siseos.) Este señor Espinosa, que es la contradicción viviente, que es la contradicción ambulante, la contradicción vestida a veces con saco y aveces con jaquet, (Siseos. Aplausos. Campanilla.) este señor Espinosa en su largo discurso vino aquí a hacer la apología del proteccionismo y a demostrar el libre cambio como la maldición del pueblo; ahora viene a cantar el libre cambismo de Inglaterra, para decir que para bajar los artículos de primera necesidad necesitamos adoptar cuando menos para esos artículos el sistema de libre cambio en nuestros aranceles
El C. Espinosa: No he dicho eso. (Siseos. Campanilla.)
El C. León: Pues bien, señores.
El C. Manero: ¿Me permite el ciudadano León que le haga una interpelación? Yo las he concedido siempre que se me han pedido.
El C. León: Después que termine, compañero. Pues bien, señores, nosotros hemos sostenido los puertos libres y lo seguiremos sosteniendo porque es una convicción nuestra, por que tenemos profundamente arraigada la convicción que traerá un bienestar al país, de que fuera de tantos hechos que provocan con este solo hecho de ser focos de atracción del trabajo, traerán mejoramiento al proletario, porque forzosamente harán subir, por la ley de la oferta y la demanda, rudimentaria y elemental de las leyes económicas que rigen a la humanidad, los salarios en el interior de la República. Ese Hecho no lo han destruído aquí los oradores del pro. (Aplausos.) Por consiguiente, señores, si se nos quiere señalar con el índice, si se nos quiere marcar con el baldón infamante porque votamos en favor de los puertos libres, aceptamos desde este momento todas las responsabilidades: el proletariado de la República tiene la palabra para juzgarnos. (Aplausos.) En cambio, señores, nosotros también haremos que el proletariado señale con su índice a los defensores de la aristocracia.(Aplausos.) ¡Ya es mucha desvergüenza en esta Cámara de Diputados de la que se hace gala y hay que hablar claro; hay labios que por tragedias que tuvieron en su vida pasada no debían de venir aquí, sin arderse, a hablar de moralidad y de honradez! (Aplausos.) Los hombres que, como nosotros, compañero Espinosa, no estuvieron en la XXVIII Legislatura haciéndole el juego a Aguirre Berlanga, podemos hablar claro en esta tribuna.(Aplausos.)
El C. Espinosa: ¡No es cierto!
El C. León Luis: Es claro, señores, que ellos se pueden indignar.(Desorden . Campanilla.)(Incidente desagradable entre los ciudadanos Espinosa Luis y Prieto Laurens. El desorden crece. Gritos. Golpes. Campanilla.)
Ya perdió usted el asunto, ese es el último recurso de los derrotados. (Aumenta el desorden.) Señores diputados... (Arrecia el escándalo.) Señores diputados... (Magno escándalo.)
El C. presidente: Se llama al orden a los ciudadanos Espinosa y Prieto Laurens, porque han infringido el Reglamento.
El C. Prieto Laurens: Señor Presidente: El señor Espinosa me vino a agredir. (Voces: ¡Es cierto! Murmullos. Desorden. Gritos en las galerías. Campanilla.) estando yo sentado en mi curul... (Desorden. Campanilla.) y yo no he hecho sino defenderme (Voces: ¡Fuera! ¡Fuera! ¡Fuera!) Yo, por el honor de esta Asamblea, porque no quiero que en los anales de esta Asamblea se crea que he tenido falta de honradez y falta de seriedad, falta de respeto para esta Asamblea de la cual siempre he sido respetuoso, como les consta a mis compañeros... (Voces: ¡Sí! ¡Sí! ¡Fuera Espinosa! Sigue el desorden.) El señor Espinosa se atrevió a agredirme y entonces lo único que hice fue cogerlo por los brazos, esto es lo único que yo he hecho, defenderme y cogerlo por los brazos para evitar que me tocara la cara, porque esto pretendía, y... (Desorden. Gritos en las galerías. Voces ¡Fuera! ¡Fuera!) esto no lo toleraré ni aquí ni en ninguna parte, porque no estoy dispuesto a tolerarlo. (Desorden. Campanilla. Varios ciudadanos diputados piden la palabra para mociones de orden. Confusión Campanilla.)
El C. León: Señores diputados.(Sigue el Desorden. Campanilla.) Continúo en el uso de la palabra.(Voces: ¡No! ¡No! Que se levante la sesión porque esto es un Desorden. Campanilla.)
El C. Espinosa: Pido la palabra.(Voces: ¡No! ¡No!) Sí, señores, se le ha concedido al señor Prieto Laurens. ¿por qué no se mi concede a mi? Tengo derecho.
El C. Céspedes: Señor Presidente: El ciudadano Espinosa tiene derecho a hablar, debe usted concederle la palabra.
El C. León: Señores diputados: Ya estamos viendo los frutos del primer antagonismo que se presenta en esta Representación Nacional.(Voces: ¡Vámonos! ¡Vámonos! (Algunos ciudadanos Abandonan el salón.) Señor Zubaran, ese es el recurso de los derrotados... (Gritos, Protestas, Campanilla.)
El C. Manrique: No haceís falta, podéis iros.
El C. Zubaran: No es derrota, lo que digo es que se debe levantar la sesión por el escándalo que hay. Yo no rehuyo... (Desorden. Campanilla.)
El C. presidente: Se suspende la sesión en vista del desorden que reina en la Asamblea.
El C. prosecretario Castrejón: Se suspende la sesión momentáneamente mientras se restablece el orden.
El C. León Luis: Ya no tenéis ningún recurso, es el recurso de los derrotados.
El C. Zubaran: No, señor, es usted muy injusto.
El C. presidente: Se suspende la sesión hasta en tanto no se restablezca el orden.
El C. León: Señores diputados: Tened calma, tened serenidad.(Voces: Ya se suspendió la sesión.)
(Se suspende un momento la sesión, mientras se restablece el orden.)
El C. secretario Valadez Ramírez: Se ruega muy atentamente a los ciudadanos diputados ocupen sus curules y guarden silencio y compostura para que pueda reanudarse la sesión.
El C. presidente: Se reanuda la sesión. Continúa en el uso de la palabra el ciudadano León.
El C. León: Ciudadanos diputados:...
El C. Espinosa: ¿Permite usted que haga una breve explicación relativa al incidente que pasó?
El C. León: Con mucho gusto, señor Espinosa, se la permito.
El C. presidente: Ciudadano Espinosa: Tan luego como termine el orador le concederé la palabra para una alusión personal.
El C. Espinosa: Pero si me lo permite el orador.(Voces: ¡Tiene derecho! Desorden. Campanilla.)
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Espinosa.
El C. Espinosa: Señores compañeros: Empiezo por pedir excusas y exponer mi más amplia pena por este incidente; si en algo he faltado al respeto a la Asamblea, les suplico, de la manera más atenta, que me perdonen; lo hice por la violencia de que
estaba poseído en los instantes en que de una manera capciosa e inicua me calumniaba el ciudadano Prieto Laurens. Yo nunca le hice el ruedo, como él dijo, a Aguirre Berlanga; a todos los compañeros les consta cuál fue mi actitud digna dentro del Parlamento y que no estuve nunca de acuerdo con la política berlanguista, en donde estuve en continua rebeldía. Así pues, señores, no he podido menos que sentirme indignado cuando veo que los que antes eran mis amigos personales, son los primeros en lanzarme estas imputaciones, que considero las más denigrantes. Así pues, tanto a Prieto Laurens, que no podrá creer que soy cobarde porque he tenido el valor de enfrentarme hasta con Generales.(Burlas. Campanilla.) Sí señores; yo abofetee a Marciano González al pie de esa tribuna. Por lo tanto, tengo derecho a exigir que no se me crea cobarde; lo hago por corrección, por respeto a la Asamblea a todos mis amigos. Así pues, termino dando la más amplia excusa, pido la más amplia absolución si alguna falta he cometido en virtud de que lo hice ciegamente impulsado. Lo hago por respeto a la Asamblea y para hacer respetar mi propio prestigio.
El C. León Señores diputados: Para cualquier observador no puede pasar desapercibido ese encono de pasiones, ese choque pasional al final de este debate; porque ¿cómo se explica que se haya suspendido hasta la sesión por ese encono, por ese partidarismo de los pro y de los del contra que los hacen chocar como espadas rivales? Porque es la primera vez que se pone a debate aquí un antagonismo económico entre el proletariado, la nueva tendencia, y la aristocracia capitalista. (Aplausos.) Es por eso, señores, que de esos antagonismos económicos, en que la nueva orientación, la nueva corriente revolucionaria trata de ir segregando poco a poco privilegios a la casta oligarca, (Aplausos.) es por esto que en estos momentos viene a hacer un esfuerzo último el señor Manero. Hay palabras fuertes, pasiones desatadas, porque la vieja sociedad se siente minada en su base por un nuevo mundo que se levanta. (Aplausos.) Señores diputados: Para concluir digo que cada vez que el pueblo las masas que se han levantado airadas que se han levantado en revolución a los hombres dirigentes de esa revolución les han pedido la satisfacción, de sus necesidades, parece por el espectáculo que estamos contemplando que se repite la historia que se contesta siempre con la leyenda griega. Se cuenta que en la Leucade, una isla del mar Jónico había un arrecife batido por todas las tempestades y que tenía a la orilla del mar un abismo profundo y ahí por tradición iban todos los desesperados del amor iban todos los vencidos a arrojarse en las profundidades del abismo y ahí fue Safo también a arrojarse decepcionada por unos amores que no había visto cumplidos ni saciados allá fue Eros y así como contestaba el abismo a aquellos desgraciados le contestan los hombres dirigentes de los grupos revolucionarios al pueblo cada vez que le pide que le cumpla con los compromisos de la revolución y que satisfaga sus necesidades "Perece y cúrate" decía el abismo y así le dicen los de hoy: "Muérete de hambre espérate que pasen los trámites de la ley y luego muérete." (Aplausos) Ahora señores se nos quiere arrojar una mancha un baldón porque defendemos un principio que creemos revolucionario y que creemos de progreso y de bienestar para la nación. En hora buena aceptamos esas responsabilidades. Yo de mí el más humilde de ustedes sólo sé decir que si después que salgamos de la XXIX Legislatura hay alguno que se acuerde de mi humilde personalidad que si hay alguno al recordarme y al echarme en cara todos nuestros errores diga como mi única defensa: "¡Votó por los puertos libres!" (Aplausos.) Así es que yo excito a todos los revolucionarios, a todos los no inconscientes a los revolucionarios que no creen que la revolución son los combates, el saqueo y los incendios, así como a los revolucionarios que creen que la revolución es la transformación precisamente de nuestros regímenes económicos y de nuestra organización social hacia una humanidad más justa hacia una organización más noble más equitativa a todos ellos los excito y yo quisiera tener en este momento para convenceros la elocuencia griega de Urueta cuando pedía a la juventud que defendiera la tumba de Juárez. Así señores cuando los enemigos de la revolución venga a despedazar un principio revolucionario repitamos aquí las hazañas homéricas juntémonos todos alrededor de ese principio como los guerreros troyanos se juntaban alrededor de los caudillos muertos en la brega y para defenderlo embracemos el escudo empuñemos la pica del valiente y formemos alrededor del principio revolucionario y así habrá una verdadera muralla circular de clavas resonantes. (Aplausos nutridos.)
El C. prosecretario Castrejón: Habiendo hablado los oradores inscriptos, en votación económica se consulta si el asunto está suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Se va a preguntar en votación nominal, si ha lugar a votar en lo general. (Voces: ¡No! ¡No! ¡Sí! ¡Sí!)
El C. Aguirre Colorado Fernando: Moción de orden. Pido que se lea el artículo
- El mismo C. prosecretario, leyendo:
"Artículo 159. Los secretarios del Despacho se retirarán mientras dure la votación. Lo mismo hará el individuo de la Cámara que tuviese interés en el asunto que se votare."
El C. secretario Valadez Ramírez: Se va a tomar la votación del siguiente proyecto de decreto:
"Único. Se declara que es nulo y de ningún valor el decreto que se expidió en 25 de septiembre último, creando los puertos libres de Salina Cruz, Puerto México y Guaymas."
El C. Espinosa: ¿Qué es lo que se va a votar? (Varios ciudadanos diputados: ¿Qué es lo que se va a votar?)
- El mismo C. secretario: Se va a votar el artículo único del proyecto de decreto, que dice así:
"Único. Se declara que es nulo y de ningún valor el decreto que se expidió en 25 de septiembre último, creando los puertos libres de Salina Cruz, Puerto México y Guaymas."
El C. presidente: Se suplica a los ciudadanos Manrique, Aguirre Colorado Fernando y Garza que auxilien a la Secretaría.
- El mismo C. prosecretario: La presidencia ruega muy atentamente a los señores diputados ocupen sus curules, no interrumpan con manifestaciones
la votación, y a las galerías se les exige que cumplan con el Reglamento.
- El mismo C. secretario: Por la negativa.
- El mismo C. prosecretario: Por la afirmativa.
(Se recoge la votación.)
- El mismo C. prosecretario: Votaron por la afirmativa...
- El mismo C. secretario: Se ruega muy atentamente a los ciudadanos diputados se sirvan guardar orden a fin de que la Secretaría pueda leer la lista de los votantes con el objeto de que se hagan las rectificaciones correspondientes. (Voces: ¡No hay quórum!)
El C. Manrique: La rectificación de la lista puede determinar que se aclare que haya o no quórum.
- El mismo C. prosecretario, leyendo: "Votaron por la afirmativa los siguientes ciudadanos diputados: Aillaud, Angulo, Arrioja Isunza, Borrego, Cano, Casas Alatriste, Castillo Agustín, Castillo Francisco, Céspedes, Colón, Cuevas, Damián, Espinosa Luis, Franco Abraham, García Adolfo., Gómez Carlos, Gómez Luna , González Jesús B., Gutiérrez Teodomiro T., Guzmán Peláez, Hernández Macario M., Luquín Manero, Manzanilla Martínez de Escobar Federico, Martínez de Escobar Rafael, Martínez Gustavo S., Miramontes, Pérez Gasga, Quiroga, Rama, Reyes Francisco, Sánchez Pablo H. Sariol, Silva, Solís, Tello Romero, Trejo Francisco, Vergara, Villalobos y Zubaran Capmany. "Total, 42 por la afirmativa.
- El mismo C. secretario, leyendo: "Votaron por la negativa los siguientes ciudadanos: Acevedo, Aguirre Colorado Fernando, Aguirre Emilio, Aja, Alanís Fuentes, Aldaco, Alessio Robles, Barragán Enrique M., Barrera, Berzunza, Bojórquez, Bolio, Bodes Mangel, Borstel von, Bravo y Juárez, Juan Cantón, Castillo Garrido Isauro, Castillo Porfirio del Castrejón, Cerda, Cienfuegos y Camus, Cuervo, Chapa, Chávez Franco, Chico, Díaz Antonio, Díaz Soto Gama, Domínguez, Enríquez, Esparza Martínez, Espinosa Natalio, Espinosa y Elenes, Franco Urías Salvador, García Socorro, Garza Candelario, Garza Francisco, Gómez Rodrigo, González Rafael M., Gonzalez y González Francisco, Gutiérrez Castro Andrés, Guzmán Luis, Hernández Alvarez Enrique, Hernández Coronado Abel, León, Lira Lomelí, Lavín, Maldonado, Manrique, Martínez Rendón, Méndez, Mijares, Montero Villar, Montes de Oca, Morales, Moreno, Navarro Manuel, Navarro Uriel, Ortega Antonio, Paz, Portes Gil, Prieto Laurens, Ramírez Luque, Ramírez M. Fidel, Ramos Pedrueza, Rico G., Rivera Cabrera, Rivera Constantino, Rodríguez Guillermo, Rodríguez López, Romero, Salazar, Serrano, Solórzano José Luis, Soto Francisco, Trejo Erasmo, Valadez Ramírez, Villegas y Vizcarra."
Se hace la rectificación de que sólo faltaba el ciudadano González y González, que se le paso anotarlo a la Secretaría al pasar lista.
Total: 79 por la negativa. En consecuencia, votaron únicamente 121 ciudadanos diputados: no hay quórum. Se cita para mañana a las 10 de la mañana.
- El mismo C. prosecretario: La orden del día para mañana es la siguiente: "Orden del día para el 30 de octubre de 1920.
"Elección de presidente y vicepresidente para el mes de noviembre.
"Votación sobre el dictamen relativo a puertos libres.
"Discusión en lo particular del dictamen relativo a convocatoria a elecciones extraordinarias de diputado en el 12 distrito electoral de México."
El C. presidente, a las 9.35 p.m.: Se levanta la sesión. NOTA:- En el Núm.54 del DIARIO DE LOS DEBATES Pág.23,primera línea, dice: es que la trascontinental, etc.:debe decir: es que la vía transcontinental, etc.