Legislatura XXIX - Año I - Período Ordinario - Fecha 19201123 - Número de Diario 74

(L29A1P1oN074F19201123.xml)Núm. Diario:74

Colegio Electoral

ENCABEZADO

MÉXICO, MARTES 23 DE NOVIEMBRE DE 1920

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

AÑO I.- PERIODO ORDINARIO XXIX LEGISLATURA TOMO 1.- NÚMERO 74

SESIÓN DE COLEGIO ELECTORAL DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 23 DE NOVIEMBRE DE 1920

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2.- Es aprobado, sin debate, el dictamen reformado relativo al 2o. distrito del Estado de Veracruz. A discusión el dictamen relativo al 10 distrito electoral de San Luis Potosí; se aprueba.

3.- Es discutido el dictamen correspondiente al 13 distrito electoral del Estado de Puebla; puesto a votación, se levanta la sesión por falta de "quórum."

DEBATE

PRESIDENCIA DEL C. ORTEGA MIGUEL F.

(Asistencia de 127 ciudadanos diputados y presuntos diputados.)

El C. presidente, a las 11 a. m.: Se abre la sesión del Colegio Electoral.

- El C. prosecretario Zuno, leyendo:

"Acta de la sesión de Colegio Electoral celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día veintidós de noviembre de mil novecientos veinte.

"Presidencia del C. Miguel F. Ortega.

"En la ciudad de México, a las once horas y siete minutos de la mañana del lunes veintidós de noviembre de mil novecientos veinte, se abrió la sesión con asistencia de ciento veintiocho ciudadanos diputados y presuntos diputados.

"Sin debate se aprobó el acta de la sesión celebrada el día diez y nueve del presente mes.

"Fue puesto a discusión el dictamen relativo a las elecciones del 8o. distrito electoral de Zacatecas, que propone para diputado propietario al C. Daniel Castañeda Nigra y para suplente al C. Juan M. Hernández.

"Habló en contra el C. Juan Ángel Morales y en pro lo hizo el C. Castañeda Nigra, quien fue interrumpido por una aclaración del C. Flavio B. Ayala y por una pregunta que le dirigió el C. Díaz Soto y Gama. Este paso luego a la tribuna y se produjo en contra, interrumpiéndole los CC. Jesús Z. Moreno y Francisco Ollivier, el primero para hacer una moción de orden y el segundo para aclaraciones. El C. Camarena hizo apreciaciones sobre un documento exhibido por el C. Díaz Soto y Gama y acto continuo usó de la palabra en pro el C. Leopoldo Estrada.

"Suficientemente discutido el dictamen, se votaron separadamente las dos proposiciones con que concluye. En votación económica se aprobó la primera, relativa a la validez de las elecciones. Respecto de la segunda, favorable a los mencionados ciudadanos Castañeda Nigra y Juan M. Hernández, el C. Juan Ángel Morales, debidamente apoyado, solicitó votación nominal, la que hubo de repetirse en virtud de que la primera vez que se recogió no había quórum. Se obtuvieron cien votos por la afirmativa y treinta y uno por la negativa, resultando en consecuencia, aprobada la proposición de que se trata.

"La Asamblea otorgó su aprobación, sin que nadie hiciese uso de la palabra, dos dictámenes, que se refieren a las elecciones en los distritos electorales 6o. de Zacatecas y 5o. de Oaxaca, y que proponen para diputados, propietarios y suplentes, respectivamente, por el primero, a los CC. Tereso Reyes y Juan Manuel Dávila, y por el segundo, a los CC. Manuel Franco Cerqueda y Celestino Pérez.

"Se puso a debate el dictamen que se refiere a las elecciones del segundo distrito electoral de Veracruz, y que otorga el triunfo al C. Juan León para diputado propietario y al C. Federico Martínez para diputado suplente.

"El C. Vicencio pidió que se suspendiera la discusión y la Presidencia lo invitó a que presentara por escrito su proposición. El C. Bolio se opuso a la suspensión del debate; el C. Manrique hizo una moción de orden y el C. Vicencio manifestó que desistía de presentar la moción suspensiva.

"Presidencia del C. Edmundo G. Cantón.

"Abierto el debate sobre el dictamen de referencia, habló en contra el C. Bolio, a quien interrumpió una moción de orden del C. Camarena.

"En votaciones económicas sucesivas, la Asamblea aprobó la validez de las elecciones y desechó la proposición favorable a los CC. León y Martínez. Volvió el dictamen a la sesión respectiva, para que lo reforme en el sentido de la discusión.

"La Secretaría procedió a la lectura del dictamen que estudia las elecciones verificadas en el

décimo distrito electoral de San Luis Potosí, y le interrumpieron los CC. Meza y Arroyo Ch. para reclamar el quórum; y como a juicio de la Presidencia, no lo había, se levantó la sesión, siendo la una y cincuenta y cinco de la tarde."

Está a discusión. Los ciudadanos diputados y presuntos diputados que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada el acta.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- 2a. Sección.

"H. Asamblea:

"En acatamiento a lo expresado por vuestra soberanía en la discusión y votación del dictamen formulado por esta Comisión revisora, en las elecciones efectuadas en 2o. distrito electoral del Estado de Veracruz, tenemos el honor de someter a la aprobación de ustedes el siguiente punto resolutivo:

"Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el 2o. distrito electoral del Estado de Veracruz, los CC. Joel Flores y profesor José María Argüelles."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, 22 de noviembre de 1920.- Lic. L. Castro y López.- B. Ibarra."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobado. (Aplausos.)

La Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el 2o. distrito electoral de Veracruz, los ciudadanos Joel Flores y José María Argüelles.

- El mismo C. prosecretario, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- 3a. Sección.

"H. Asamblea:

"A la 3a. Sección de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales tocó dictaminar en el expediente relativo a las elecciones para diputados al Congreso de la Unión, últimamente efectuadas en el 10 distrito del estado de San Luis Potosí.

"En esa lucha electoral contendieron las fórmulas Ildefonso Peña - Pedro Altamirano, Gabriel Torres Garza - Abraham L. González y Bernardo Ramos Estrada - Casimiro Castellanos; la Junta Computadora, instalada en la ciudad de Valles, cabecera del distrito, en vista del resultado del escrutinio que practicó, extendió las credenciales correspondientes en favor de los CC. Peña y Altamirano que, respectivamente, obtuvieron 1,161 votos. En favor de la fórmula Torres Garza - González sufragaron 605 ciudadanos, y Ramos Estrada - Castellanos sólo logró 28 votos.

"Ahora bien: ante la Sección que suscribe, el candidato Torres Garza presentó un memorial protestando por diversas irregularidades cometidas en distintas casillas, y que esta propia Sección no quiso tomar en cuenta, ya que su poca importancia no puede afectar ni mucho menos nulificar el resultado de las votaciones allí emitidas.

"El mismo C. Torres Garza pide la nulidad absoluta de los votos emitidos en favor del candidato Ildefonso Peña, por estar éste, según dice, incapacitado para ser diputado en virtud de que cuando se verificaron las elecciones era militar en servicio activo; y en apoyo de su dicho exhibe un certificado subscripto por el ciudadano subsecretario de Guerra y Marina, en el que se asienta que el C. Peña paso revista de administración el día 3 de agosto último con el grado de capitán primero de la Brigada "Lucero"; pero en el mismo expediente existe otro escrito precisamente del mencionado ciudadano subsecretario de Guerra y Marina, con fecha posterior al que exhibe el C. Torres Garza, en el que se certifica que el C. general Horacio Lucero se dirigió a la propia Secretaría haciendo constar que por un error se incluyó al C. Ildefonso Peña con el grado de capitán primero en las listas de revista de la Brigada que es al mando de dicho general.

"Abunda el expediente en pruebas de que el C. Peña en la fecha de las elecciones no era militar en servicio activo, y tales son:

"El C. general Horacio Lucero, cuya brigada se dice pertenecía al C. Peña, certifica, que hallándose al frente de su brigada levantado en armas en la huasteca potosina en contra del gobierno del C. Carranza, con fecha 18 de abril se presentó en su campamento el C. Ildefonso Peña invitándolo a que con sus fuerzas al triunfo del plan de Agua prieta; invitación que desde luego fue aceptada. Que el C. Peña permaneció en aquel campamento hasta el triunfo de la revolución, viniendo entonces a la capital de la República a dar cuenta al C. general Alvaro Obregón con el resultado de la Comisión que le había conferido. Que en virtud de haber pedido la Secretaría de Guerra un Estado de fuerzas, fue inscripto en el mismo el C. Peña con el grado de capitán primero con lo que el mismo ciudadano no estuvo conforme a sus regreso a la ciudad de San Luis, negándose a recibir haberes y pidiendo que éstos fueran devueltos a la Jefatura de Hacienda, pues no quería tener carácter militar, tanto porque nunca lo había sido, como en cumplimiento de una orden circular girada por el general Obregón, a fin de que todos los que de una manera espontánea, sin ser militares, se habían unido al último movimiento, se les dieran las gracias y se retiraran a sus hogares, por lo que si el C. Peña figuró en algunas listas de revista, se debió sólo a un error o a una mala intención del jefe del Detall de la Brigada, puesto que no recibió ni un solo centavo de haberes ni prestó ningún servicio de carácter militar. La autenticidad de la firma del general Lucero así como la veracidad de los hechos que se asientan, están certificados por el C. Plutarco Elías Calles, secretario de Guerra y Marina.

"El C. general Samuel M. Santos, jefe de las operaciones militares en el Estado de San Luis Potosí, certifica que el C. Ildefonso Peña no fue militar de la brigada "Lucero" ni de ningún cuerpo

de los que pertenecían a la Jefatura de operaciones en el Estado, así como que el propio C. Peña sólo como revolucionario simpatizador del Plan de Agua Prieta, se agregó a las fuerzas del entonces revolucionario Lucero para secundar el movimiento pero sin ningún carácter militar.

"Existen otros documentos probatorios a este respecto; pero la Sección que firma, con los que han hecho mención, está convencida de que el C. Peña no está incapacitado para ser diputado, y atenta a las razones primeras, somete a la consideración de la H. Asamblea, los siguientes puntos resolutivos:

"1o. Son válidas las elecciones para diputados al Congreso de la Unión efectuadas el 1o. de agosto último, en el 10 distrito electoral del Estado de San Luis Potosí.

"2o. Son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el mencionado distrito, los CC. Ildefonso Peña y Pedro Altamirano.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, a 4 de noviembre de 1920.- M. García Vigil.- F. González y González."

- El mismo C. prosecretario: Hay un voto particular que dice:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- 3a. Sección.

"Voto particular que formula el C. Nicolás Cano, secretario de la 3a. Sección de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales, sobre las elecciones para diputados al Congreso de la Unión verificadas en el 10 distrito electoral del Estado de San Luis Potosí.

"H. Asamblea:

"Con apreciación radicalmente opuesta a la de la mayoría de esta 3a. Sección para juzgar la legalidad de las elecciones es este distrito, expongo a vuestra consideración lo siguiente:

"Contendieron dos fórmulas: Ildefonso Peña - Pedro L. Altamirano y Gabriel Torres Garza - Abraham L. González.

"El C. Gabriel Torres Garza pide la nulidad de la elección recaída en favor de su contrincante el C. Ildefonso Peña, por considerarlo militar en servicio activo. La documentación correspondiente que ha sido aportada a esta Sección por ambos, está compuesta de los siguientes documentos: un certificado, con los timbres de ley, expedido por el C. general Francisco R. Serrano, subsecretario de Guerra y Marina, en el que hace constar que el C. Peña paso revista de administración en la brigada "Lucero" el 3 de agosto del corriente año. Este documento lleva la fecha del 18 del mismo mes y año; un certificado del mismo general, sin los timbres de ley, del 1o. de septiembre del año en curso, haciéndose constar que por un error se incluyo en las listas de revista al C. Peña; copia de un telegrama dirigido al capitán Ildefonso Peña por el general Samuel M. Santos, de fecha 2 de septiembre retropróximo, en el que hace constar que el referido capitán Peña no ha pertenecido a las fuerzas de la brigada "Lucero"; mensaje del jefe de Hacienda de San Luis Potosí, a esta Sección, con fecha 5 de septiembre de este año, en el que dice pagador de la brigada "Lucero" no ha suministrado al capitán Peña haberes; mensaje del mismo jefe de Hacienda, del 14 de septiembre próximo pasado, diciendo a esta Sección que le fueron proporcionados haberes para el capitán Peña para los meses de junio, julio y agosto de este año, pero fueron reintegrados por el citado pagador; oficio enviado a esta Sección por la Auditoria de Glosa Militar, manifestando que no puede proporcionar los datos que de esa oficina se solicitaron, por no tener a la vista las cuentas de las brigada "Lucero"; oficio de la Secretaría de Guerra y Marina, haciendo constar que el C. Peña estaba en funciones el 1o. de agosto, y que hasta la fecha, 11 de septiembre, no había causado baja en el Ejército. Este oficio está debidamente requisitado.

"El general Samuel M. Santos, con fecha 22 de septiembre del año en curso, dice que el C. Ildefonso Peña no ha sido militar. Certificado del coronel Filiberto Ayala, Ex jefe del Estado Mayor de la Brigada "Lucero", fechando el 20 de septiembre próximo pasado, en el que afirma que el C. Ildefonso Peña se incorporó a la citada brigada a principios de abril de este año, separándose el 8 de junio del mismo. Acta notarial levantada ante el agente del Ministerio Público, Antonio Sánchez Aldana, en esta capital, en la que certifica los testimonios de los CC. coronel Isidro García Sánchez y capitán 1o. Jesús C. Carpio, de que el capitán 1o. Ildefonso Peña figuró en las listas de revista en los meses de junio, julio y agosto del presente año, y que fungió como agente del Ministerio Público en un consejo de guerra sumario que se verificó en la ciudad de Valles, S.L.P., los días 19 y 20 del mes de julio del año que corre.

"El candidato Ildefonso Peña pide la nulidad de la elección recaída a favor del doctor Torres Garza, por no ser éste originario del Estado de San Luis Potosí, ni vecino de su 10 distrito electoral. Presenta los siguientes documentos: acta notarial del 7 de septiembre del corriente año, en el que los CC. teniente coronel Gustavo Barragán y José Campero, certifican que el C. Gabriel Torres Garza vive en esta ciudad hace más de un año. Certificado con los timbres de ley, en el C. licenciado Rafael Santos Alonzo, senador suplente en funciones por el Estado de San Luis Potosí, hace constar que el C. Gabriel Torres Garza es originario de Antiguo Morelos, Tamaulipas. Copia del acta de matrimonio del C. Torres Garza, en la que aparece ser originario de Antiguo Morelos, Tamaulipas; sin certificar la firma del ciudadano juez 2o. del Estado Civil.

"El C. Torres Garza presentó una constancia del C. Roberto Casas Alatriste, secretario que fue de la Comisión Permanente de la XXVIII Legislatura General, en la que hace constar que el referido C. Torres Garza estuvo en funciones como diputado suplente por el 10 distrito electoral de San Luis Potosí desde el 18 de noviembre hasta el 2 de mayo de 1919, y los días 20 y 21 del mes de mayo del corriente año.

"El que subscribe, sólo acepta como documentos probatorios el expedido por el Departamento de Estados Mayor de la Secretaría de Guerra y Marina, y en el se hace constar que el C. Peña todavía el 11 de septiembre de este año, ni había

causado bajo en el Ejército, ni había solicitado licencia para separarse de él; considerando, en consecuencia, al C. Ildefonso Peña como militar en servicio activo.

"Respecto a la vecindad del candidato Gabriel Torres Garza, el subscripto no considera que haya perdídola; no habiendo ningún antecedente sobre el alcance que pueda tener la conservación de la vecindad por la representación ejercida por el C. Torres Garza, deja el criterio de esta Asamblea lo resuelva en definitiva.

"Examinada la documentación de las sesiones electorales de este distrito, la encuentra en las condiciones siguientes:

"Municipalidad de Valles: La 3a. Sección se anula por carecer de nombramiento de instalador y de padrón. Fracción II del artículo 51, I del 52 y VI del 104.

"La 4a. Sección carece de nombramiento de instalador, acta de instalación y lista de escrutinio. El cómputo está cerrado. Fracciones I del artículo 52, II del 53 y V y VI del 104.

"La 6a. fue recogida por la Presidencia Municipal; carece de lista de escrutinio y nombramiento de instalador. Se anula porque el representante del C. Torres Garza, haciéndose pasar como agente del Ayuntamiento, hizo propaganda en favor de la candidatura Torres Garza; y por violación del secreto del voto Fracciones III y VII del artículo 104.

"Municipalidad de Guerrero: Las tres secciones de esta municipalidad se anulan porque los nombramientos de los instaladores fueron expedidos por el C. Ignacio Ornelas, en representación del general brigadier, jefe de la 3a. brigada. En la 3a. Sección vienen selladas las credenciales con el sello del Juzgado Popular de Villa Guerrero. Fracción I del artículo 30 y VI del 104.

"Municipalidad de Tanquián de Escobedo: La 1a y 2a. se anulan porque, aparte de otras irregularidades, faltan los padrones y porque el instalador de cada una de ellas fue electo y fungió como presidente de las secciones electorales. Fracciones III del artículo 50 y VI del 104.

"Hechas las deducciones correspondientes, se obtiene el siguiente resultado: Para la fórmula Torres Garza - González, 333 votos válidos y para la fórmula Peña - Altamirano, 268 votos válidos.

"Por todo lo expuesto, el subscrito somete a vuestra consideración, las siguientes proposiciones:

"1a. Son válidas las elecciones para diputados al Congreso General efectuadas el 1o. de agosto del corriente año en el 10 distrito electoral de San Luis Potosí.

"2a. Son diputados propietarios y suplente, respectivamente, por el mencionado distrito, los CC. Gabriel Torres Garza y Abraham L. González.

"Sala de Comisiones de la Cámara de diputados del Congreso de la Unión.- México, 18 de noviembre de 1920.- Nicolás Cano."

El C. prosecretario Castrejón: Habiendo un dictamen subscrito por mayoría de Comisión y otro subscrito por el voto particular del ciudadano Cano, se pone a discusión el dictamen de la mayoría de la Comisión. Los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Alba Pedro de.

- El C. De Alba: Honorable Asamblea: Yo entiendo que en la discusión de esta credencial no habrá para que salgan a relucir las pasiones políticas y se crucen entre sí como puñales florentinos. El asunto es sencillo: El debate tendrá por objeto llevar a la conciencia de cada uno de vosotros la luz suficiente para que al votar el dictamen de la mayoría, o sobre el voto particular del ciudadano Cano, secretario de dicha Comisión, tengáis los mejores datos y tengáis a la vez formado un juicio más sereno a propósito de estas elecciones verificadas en el 10 distrito electoral de San Luis Potosí. Como digo, la cuestión es bien clara; voy a referirme, en primer lugar, al medio en que se desarrollaron estas elecciones. Es el 10 distrito electoral de San Luis Potosí, cuya cabecera es la ciudad de Valles, comprendiendo dos municipalidades secundarias, la municipalidad de Tanquián Escobedo y la municipalidad de Guerrero. Propiamente las elecciones tuvieron su mayor y casi única importancia en la municipalidad de Valles, puesto que era el único municipio en donde allá se había llevado a cabo la elección de la Junta Municipal que, según el plan de Agua Prieta, debería figurar como poder municipal en aquella ciudad puesto que todos los poderes del Estado de San Luis Potosí que se decían de elección popular fueron desconocidos. En el municipio de Valles se instalaron únicamente ocho casillas; de estas ocho casillas, hecho el estudio pormenorizado de cada una de ellas, se llega a la conclusión de que hay que nulificar tres: la 3a, la 4. y la 6a. Ya muy a menudo se ha argumentado aquí en esta tribuna que no hay para qué establecer un criterio rigorista en lo que se refiere a la documentación de cada una de las casillas; pero la Ley Electoral tampoco es rigorista en aquella documentación, que estima como de importancia secundaria: en los documentos que se refieren a los estados del Registro Civil, a los que han perdido el derecho de votar, a los votantes transeúntes, para todos eso no exige la Ley Electoral que se presenten esos documentos; pero en cambio sí exige como requisito indispensable para que sean considerados como paquetes electorales y para que esas casillas hayan tenido realmente el papel, la función de lugares en que se haya ido a depositar con la mayor seguridad, con la mayor fidelidad el voto público, si establece el requisito de que deben traer el nombramiento de instalador, el padrón y las listas de escrutinio. Ya hemos visto cómo aquí en la ciudad de México en las fricciones que hubo entre los diversos partidos contendientes en las elecciones pasadas, se llegó en varias ocasiones hasta a las vías de hecho por adquirir estos preciosos documentos: el nombramiento del instalador y el padrón, precisamente porque si no constaban en las casillas en aquellas en que se estableció doble casilla, no se les daba ningún valor a esas votaciones. Pues en esta votación de las tres casillas a que me refiero, dos de ellas son nulificadas porque no hay nombramiento del instalador; no hay padrón en la 3a. y en la 4a., ni tampoco hay lista de escrutinio, de tal manera que llegamos a lo que ya se ha dicho alguna vez aquí: esto se considera como un legajo de papeles, pero que de ninguna manera representa lo que puede llamarse electoral. Sin embargo, la mayoría de la 3a. Comisión no le dió

importancia a esto y no accedió a la nulificación, no hizo el recuento de votos, sino que, a juzgar por la redacción del dictamen, se atiene casi exclusivamente al cómputo por la Junta Computadora. La 6a. casilla de Valles se nulificó porque se descubre en ella que hubo parcialidad por parte de la autoridad municipal de Valles, dado que el paquete de esta casilla fue recogido de la Presidencia Municipal para llevarlo a la Junta Computadora, y uno de los representantes de la candidatura Torres Garza se dice que andaba haciendo propaganda, diciendo que era la candidatura grata al presidente municipal. En esas condiciones, es de nulificarse también esta casilla 6a., porque incurría en una grave irregularidad al encontrarse este paquete electoral en las oficinas del Municipio. Como dije al principio, casi únicamente en este municipio de Valles puede considerarse que hubo elección. Los municipios de Guerrero y de Tanquián Escobedo no habían integrado sus juntas municipales conforme a lo establecido por el Plan de Agua Prieta, que desconoció a los municipios que se decían electos; así es que para la preparación del acto electoral figuró el mismo jefe de las armas en el distrito de Guerrero, un general Alanís, y uno de sus lugartenientes, coronel Ornelas, fue el que extendió los nombramientos a los instaladores; fue el que preparó todos los actos de la lucha electoral sin que haya habido autoridades municipales independientes, sino que tosas las autoridades que tomaron parte en esto dependían de las mismas fuerzas que operaban en aquella región. El hecho de que no se hubiera integrado la Junta Municipal de Guerrero se debió, según el decir de los que conocieron la situación de aquella región en esa época, a que había un levantamiento de un general Lárraga en la región de Guerrero y Tanquían que no había dejado de funcionar a estas juntas y que estaban propiamente consideradas como en campaña aquellas regiones. No tendría nada que ver suponiendo que las autoridades militares se hubieran limitado exclusivamente, por decirlo así, a un papel de tramitación del voto, si los candidatos que lucharon en esta contienda no hubieran estado en distintas condiciones: Uno de ellos era civil y el otro era militar; uno de ellos no tenía ningún ascendiente sobre los jefes de las operaciones en aquella región, y el otro había estado militando a sus órdenes y había estado figurando en la misma brigada encargada de imponer el orden constitucional en aquella región del distrito de Valles. Así es que estas tres casillas que funcionaron allí en Guerrero deben nulificarse, porque las boletas vienen firmadas, como lo dice en el voto particular el ciudadano Cano, vienen firmadas con el sello de un Juzgado; los nombramientos extendidos por un coronel Ornelas a los instaladores y a todos los que funcionaron en el trámite electoral, de tal suerte que no tiene el valor de un acto independiente este acto electoral llevado a cabo en el municipio de Guerrero. En el municipio de Tanquián Escobedo funcionaron únicamente dos casillas; esas dos casillas arrojan una votación unánime en favor del candidato Peña, de ciento noventa y tantos votos; en otra de ciento cuarenta y tantos votos unánimes en favor del ciudadano Peña, y cero votos para todas las otras candidaturas. A ese municipio no había podido llegar ningún candidato a hacer propaganda. El candidato Peña fue al municipio de Tanquián con escolta de las mismas fuerzas de la brigada Lucero, que guarnecen toda aquella región, a hacer su propaganda y a hacer la elección, y se llegó hasta el grado, tal vez por falta de boletas de la candidatura Peña, de que se tuvieron que hacer manuscritas en las boletas de otras candidaturas y todas por la misma letra en favor del ciudadano Peña. Ya todos sabemos qué sospechosas son estas votaciones unánimes; todos sabemos que estas casillas en lugares donde no hay la suficiente práctica en cuestiones electorales, hasta por equivocación suelen tener dos o tres votos algunos de los candidatos y más con el sistema del voto secreto y, sin embargo, estas dos casillas de Tanquián Escobedo están unánimes, una con 196 votos y la otra con ciento cuarenta y tantos en favor del candidato Ildefonso Peña.

Además, en estas casillas, los instaladores fungieron como presidentes de las mismas casillas y, por este motivo, caen, desde luego, dentro de una de las causas de nulidad de las casillas en su totalidad. Como dije, estos hechos, por más irregulares que parezcan, tendrían alguna explicación si los candidatos que contendieron en esta región hubieran estado en las mismas condiciones, si se hubiera tratado de dos candidatos civiles independientes que se hubieran ido a presentar, y ante la urgencia de que se desarrollara el acto electoral, se les hubiera pedido a las autoridades militares que hubieran dado las facilidades por medio de nombramientos o por medio de vigilancia, puesto que la Ley Electoral dice que en la casilla en que no se presente el instalador, si hay suficiente número de votantes, éstos instalarán su Mesa y harán su elección, haciéndolo constar en el acta; pero aquí no es la misma condición la de las dos candidaturas, y hago hincapié, principalmente, sobre el hecho de que el señor Ildefonso Peña era militar en servicio activo en aquella región. No sólo era militar en servicio activo y no se había separado, no digamos - puesto que ya se ha establecido que ha de haber alguna irregularidad -, no digamos con los 90 días, sino siquiera una vez que haya aparecido la convocatoria a elecciones, como ha sido lo aceptado y establecido aquí en casos similares. A este propósito, de considerar o no al ciudadano Peña como militar en servicio activo, hay una documentación suficiente en el expediente, que yo no sé por qué la mayoría de la Comisión dijo que no tenía ninguna fuerza; la documentación oficial de la Secretaría de Guerra y Marina es terminante. Una carta - certificado del general Serrano, en la que dice que el ciudadano capitán Ildefonso Peña paso revista de administración, es decir, la revista correspondiente al mes de julio, el 3 de agosto, y que hasta la fecha en que extendió ese documento, el día 10 de septiembre, se consideraba al señor capitán De la Peña, como en servicio activo, puesto que ni había pedido su baja, ni había solicitado licencia y, según datos que había en esa Secretaría, había pasado las mencionadas revistas y había percibido los haberes que corresponden a su investidura militar. Luego vienen las aclaraciones secundarias, porque la principales seguramente que deben ser para que esta honorable

Asamblea norme su criterio: las informaciones oficiales de la Secretaría de Guerra y Marina. Vienen posteriormente los documentos en que se habla de que el capitán Peña nunca fue militar, como es un documento del general Samuel M. Santos, en que se dice que no fue un civil revolucionario, que prestó sus servicios a la Revolución; pero esto fue a fines de septiembre, cuando se vio claramente que, por el informe que había rendido la Secretaría de Guerra, el señor Peña solicitó este informe. Viene otra cosa que es más capciosa y más significativa: que la Jefatura de Hacienda de San Luis Potosí, informó que estuvo ministrando, desde el primero de junio hasta el mes de agosto, haberes para el capitán primero Ildefonso Peña, de la Brigada Lucero; pero después dice el jefe de Hacienda: esos haberes fueron reintegrados a esta oficina en el mes de septiembre, porque el capitán Peña no los quiso recibir, diciendo que los cedía a una obra de beneficencia, porque no se consideraba como militar. Se ve claramente que estas declaraciones, tanto la del señor general Santos, como la del señor general Lucero, cuanto la del jefe de Hacienda de San Luis Potosí, ya son hechas bajo la auténtica reintegración de los sueldos, pero de hecho seguramente que fue militar en servicio activo, y para desvirtuar el cargo, despistar la opinión, se dice que reintegró los tres meses de sueldo, y que no los quería recibir a su tiempo. Llama altamente la atención que, en tres meses, no haya tratado este señor de definir su verdadero estado, si era civil o militar, y no haya sido sino a propósito de esa requisición electoral, de esa información de la Secretaría de Guerra, a propósito de esta interrogación de la 3a. Comisión Revisora, a propósito de todo esto, que surgieran estas explicaciones a posteriori y no a su debido tiempo; son casi todas ellas de fecha posterior, y no cuando debían haber sido para definir que el señor Peña no había estado realmente en servicio activo en aquella región; así es que se desprende claramente que el ciudadano Ildefonso Peña contaba con la simpatía, como la anuencia, con el favor con la propaganda de todos los militares que estaban en campaña en aquella región y que habían sido sus compañeros de armas y que él mismo pertenecía a aquellas fuerzas que operaban en el distrito en donde se verificaron las elecciones. Se ve claro, también que las autoridades de San Luis Potosí, el gobernador Curiel y algunos de los jefes militares de mayor prestigio, recomendaban muy especialmente la candidatura del ciudadano Ildefonso Peña. Esto está comprobado con documentos y hasta con algunas cartas que han dirigido, en lo particular, estos señores a miembros prominentes de esta Asamblea, a fin de que se encargara de defender al ciudadano Ildefonso Peña, una vez de que viniera la discusión de su credencial; pero lo principal se refiere a que era militar en servicio activo, y a que ese cargo no está suficientemente desvanecido y, por el contrario, los documentos oficiales arrojan una claridad eficiente y demostrativa de que este señor estuvo en servicio activo y no sólo en el Ejército Nacional, si no en Brigada y en el distrito en donde se verificaron las elecciones. Ya sabemos todos que, cuando se trata de presentar candidaturas y, sobre todo, cuando se trata de discutir la legalidad de una elección, y ya nadie quiere ser militar, desde el más alto magnate del Ejército, hasta el más humilde capitán como el caso del ciudadano Ildefonso Peña; todos quieren renunciar a su investidura y a su grado militar, para estar capacitados a fin de ser ungidos con el voto popular; pero, como dije al principio, espero que en esta discusión no choquen, de ninguna manera, las pasiones políticas en una forma exaltada, sino que se vea con serenidad toda esta documentación; espero que, en vuestra conciencia, se forme una opinión suficientemente clara, suficientemente honrada para dar vuestro voto a favor del ciudadano Torres Garza, que es quien tiene el voto particular de uno de los miembros de la Comisión, que hizo el estudio desinteresado, honrado, inteligentemente y ampliamente libre de todo perjuicio, a propósito de la documentación que consta en este expediente.

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Flavio Ayala.

El C. Ayala: El compañero Pedro de Alba es probable que no conozca el distrito electoral sobre cuyo expediente ha venido a tratar aquí. El décimo distrito electoral del Estado de San Luis Potosí, lo componen los municipios de Tanquián, Guerrero, Valles, San Nicolás de los Montes, San Vicente Tancuayalab. Digo que no lo conoce, porque omitió los nombres de algunos de sus municipios y, por eso mismo, me creo autorizado para decir que su buena fe ha sido sorprendida por el contrincante del señor Ildefonso Peña que, desarrollando una política de palmadita, ha venido de diputado en diputado pidiendo el voto o el favor de la defensa.

Decía el compañero De Alba que la votación en el municipio de Valles, había sido enteramente irregular y que había habido presión de parte del elemento militar; y en esto tiene razón el compañero Pedro de Alba; pero, ¿sabe el compañero De Alba que esa votación ha favorecido no a Ildefonso Peña, sino al doctor Torres Garza?

El C. De Alba: ¿Me permite usted una interpelación?

El C. Ayala: Sí, Señor.

El C. De Alba: ¿Quién tuvo la mayoría en las ocho casillas que funcionaron en el municipio de Valles?

El C. Ayala: De la población de Valles la obtuvo el doctor Torres Garza.

El C. De Alba: En una solamente, en dos casillas obtuvo mayoría el señor Torres Garza; todas las demás están con una gran mayoría en favor del ciudadano Ildefonso Peña.

El C. Ayala: Precisamente tenía razones muy fundadas, señores diputados y presuntos, en que el compañero Pedro de Alba no conoce el distrito que ha venido a defender, porque dos de las casillas son las ubicadas dentro de la población donde tuvo injerencia el elemento militar, y las restantes donde ha obtenido mayoría el ciudadano Ildefonso Peña, han sido aquellas que se encuentran fuera del perímetro de la ciudad; pero las dos estaban al alcance de la población de la acción militar, las dos estaban a la mano de los elementos militares, en esas ha obtenido la mayoría de votos el ciudadano Torres Garza. El compañero Alba se refería, muy particularmente, a las dos casillas de Tanquián, ¿y sabe el compañero de Alba por qué no obtuvo en aquellas

dos casillas votación el señor Torres Garza? Pues sencillamente porque está a 36 leguas distante de la cabecera del distrito electoral y solamente allí pudo ir el ciudadano Ildefonso Peña, porque el ciudadano Torres Garza tuvo frío para ir hasta allá, más cuando en aquellos días se decía que no estaba levantado en armas, como que sí lo estuvo, el general Lárraga, que andaba en las serranías muy inmediatas a Tanquián; por esto no pudo hacer propaganda el ciudadano Torres Garza, y la culpa no es del señor Ildefonso Peña, sino de aquél, y a esto se debe que haya obtenido mayoría de votos. En el Ébano se refería el compañero De Alba a la unanimidad de votos obtenida por el ciudadano Ildefonso Peña y su suplente; en Ébano, en la casilla del Ébano, para dejar satisfecha la curiosidad del señor Pedro de Alba debo decirle que en el Ébano en 1919, siento todos elementos enteramente partidarios de nosotros, de los independientes, de los liberales independientes de San Luis Potosí, allí nos ha dado hospitalidad y allí hemos ido a fundar la Junta Computadora que debió haberse reunido en Guerrero por disposición de Juan Barragán, y la llevamos allá al Ébano, porque allá teníamos garantías y allá han estado todos con nosotros, allá no puede obtener un voto ninguno que se oponga a los liberales; de manera que allá era imposible que el señor Torres Garza fuera a obtener una votación ni siquiera insignificante. En la cuestión de la votación solamente esto puedo decir, señores, porque creo no muy necesario, creo que no es muy necesario entrar en mayores detalles; baste demostrar que si la votación, la votación unánime en el municipio de Tanquián fue a favor del señor Peña, fue porque no hubo más candidato que él; si hubiera ido el señor Torres Garza, quizá hubiera obtenido votos; pero en Valles la votación, la mayoría la obtuvo el señor Torres Garza, porque allí tenía precisamente la ayuda de los elementos militares que votaron y que aparecen en el padrón como transeúntes.

Señores diputados y presuntos diputados, quizá me hubiera abstenido yo basta de tomar parte en los debates si no hubiese sido por dos o tres compañeros que ayer me decían: "¿Y cómo va usted a defender a Ildefonso Peña, si ha votado en contra de Rafael Nieto?" Y quiero que me digáis, señores diputados y presuntos diputados, si no es infame que se venga a querer ahora desconocer la elección legítima del ciudadano Ildefonso Peña, simplemente porque no votó con nosotros?; pues sencillamente, señores, si él ha sido el legítimo representante, el ungido verdaderamente con el voto público del 10 distrito electoral, yo, señores, os aseguro que no podría, de ninguna manera, torcer la norma de conducta que me he trazado; así es que vengo con más ardor, con más entusiasmo a defender al ciudadano Peña, aunque en la votación a que he hecho alusión no haya votado con nosotros, porque le concedo la justicia y no podré permitir, por ningún motivo, que venga el ciudadano Torres Garza, a quien le digiera no en días lejanos a Rafael Curiel que la revolución que había encabezado el ciudadano Adolfo de la Huerta había sido un verdadero cuartelazo. ¿Cómo es posible, señores, entonces, que ahora venga a reclamar un sitial en el festín revolucionario? ¿cómo es posible que un individuo que no trae por bandera más que la inmoralidad política, que no es sino un individuo acomodaticio que siempre viene colándose buscando la manera de entrar en cualquiera de los regímenes en cualquiera forma, pero la cuestión es entrar? No creo, señores diputados y presuntos, que debamos sacrificar aquí nosotros a un verdadero representante del 10 distrito electoral para traer a individuos que por todos conceptos no deben permanecer ni entrar aquí, porque aquí entran los hombres que han sido ungidos con el voto público. Me decía el señor Torres Garza en uno de los pasillos: Señor Ayala: ¿pero es posible que vaya usted a defender al señor Ildefonso Peña? ¡Y qué tiene de particular que le vaya a defender! Le voy a defender porque le asiste la justicia. Si no le asistiera la justicia, señores, honradamente declaro que no vendría a hablar una sola palabra por un individuo que, como el ciudadano Torres Garza, viene a sorprender la buena voluntad y la buena fe de todos ustedes. Hoy en la mañana ocurría de uno a uno suplicándoles, pidiéndoles el voto, aunque sea. No se metía en la cuestión legal, todos sus alegatos son de que el ciudadano Peña es militar en servicio activo y, señores, ¿cómo se le llama militar en servicio activo al ciudadano que ha ido a prestar su contingente a la revolución, a un ciudadano que como un simple particular ha ido a ver al general Lucero para pedirle que se adhiriera al movimiento iniciado en Sonora? No es posible que se le llame militar. Lo que yo trasluzco en esto, señores diputados y presuntos, es que el ciudadano Torres Garza, como es íntimo amigo del jefe del Detall de las fuerzas del general Lucero, ha ido a conseguir que incluyera al ciudadano Ildefonso Peña en las nóminas, en las revistas de administración para nulificarlo dentro de esta Asamblea; pero el ciudadano Peña, os lo diré por mi honor, que no ha sido militar, porque tal caso hubiera yo estado en las mismas condiciones también, pues fuí yo a ver a muchos de los jefes pelaecistas para que secundasen el movimiento iniciando ya en Sonora, como le consta al compañero Manrique; entonces yo también habría sido militar; que aquel señor, general Horacio Lucero haya querido estimular al señor Peña regalándole algún grado y haberes, los cuales él no aceptó, eso no va a ser culpa de él. El mismo general Santos ha dicho ya que el señor Ildefonso Peña no ha sido militar; el subsecretario de Guerra y Marina lo ha dicho también en un principio dijo que sí figuraba en la lista de administración de tal o cual fecha, pero posteriormente dijo que había sido un error; el error se ha aclarado ya y no es justo que el voto particular del ciudadano Cano venga trayendo aquí como argumento contundente el que el ciudadano Ildefonso Peña haya estado incluido en determinada fecha en las listas de revista de administración. Si el mismo ciudadano subsecretario de Guerra y Marina, que en un tiempo dijo que era militar el señor Ildefonso Peña, posteriormente dice que no lo fue, que solamente por un error pudo haberse incluido allí, ¿entonces, señores cómo vamos a tener derecho para creer lo primero que dijo, sin tener el mismo derecho para creer lo que dice posteriormente? El ciudadano Cano en su voto alega que en determinadas se nulifican las votaciones recibidas

en ellas por tales o cuales circunstancias. Yo he registrado la Ley Electoral de punta a punta y no me encuentro un artículo que diga que son motivos de nulidad; están perfectamente marcadas cada una de las causas y ninguna de las causas que amerita el ciudadano Cano están incluidas en la Ley Electoral. Uno de los expedientes que nulifica el señor Cano es el correspondiente a la sección de Jarrilla, que se encuentra sin pegar. Señores, ¿pero es causa o motivo poderoso de nulidad que un expediente haya venido sin pegar porque no se tuvo a la mano con qué hacerlo? Que en otros falta el acta del instalador? ¿y no hemos visto en cuántos expedientes estas credenciales han sido aprobadas y han adolecido del mismo defecto? ¿Entonces por qué vamos a creer ahora que son motivos de nulidad el que falte el nombre del instalador, el que falte cualquiera otra cosa, el que venga sin pegar, el que le faltaba una firma sobre la cubierta y que esto y que lo otro y aquellas pequeñeces? Yo francamente declaro, señores, que al ciudadano Cano lo ha sorprendido también el ciudadano Torres Garza; que me perdone el compañero Cano, pero yo creo que el señor Cano le ha ofrecido que le ayudará, aún en estas condiciones, que son enteramente indefendibles.

El C. Cano: ¿Me permite una interpelación, con permiso de la Presidencia? Me permito interpelar al compañero González, miembro signatario de la mayoría. ¿No es verdad, señor González, que tres casillas nulificadas en el municipio de Guerrero ha estado usted de acuerdo con ellas al nulificarlas?

El C. González y González: En el municipio de Guerrero no.

El C. Cano: En el municipio de Valles.

El C. González y González: En el municipio de Valles, sí, señor; en el de Guerrero, no.

El C. Cano: Ahí tiene usted, son las casillas que su señoría no pudo examinar con la ley en la mano.

El C. Ayala: Desde un principio dije, señores, que las casillas, las dos primeras casillas de Valles sí tienen defectos, sí adolecen de faltas graves y se deben nulificar; pero la mayoría de la votación favoreció a Torres Garza. De manera que si el señor González estaba de acuerdo con nulificar estas casillas, ha estado en lo justo; pero, en cambio, el ciudadano Cano nulifica las casillas de Tanquián sin motivo para ello, que porque los consejos municipales fueron instalados muy fuera de tiempo, que debían estar desde la época de la convocatoria; pero no sabe el ciudadano Cano que en San Luis Potosí se tuvo que nombrar una comisión para que fuera de municipio en municipio cambiando los consejos municipales y que no lo pudo hacer así desde el primer día, aunque así lo hubiera querido; lo mismo que decía yo, compañero. Dice así:

"Examinado el expediente de la 1a sección de Tanquián Escobedo, resulto falto de padrón electoral."

Luego la falta de los padrones, porque el instalador de cada una de ellas fue electo y funcionó como presidente de las secciones electorales; bien sabe el compañero Cano que en Tanquián es tan reducido el personal que no hay el suficiente para cubrir el personal para estas casillas. ¿Qué se hacia en tal caso? Señores diputados: en el expediente que nos ocupa yo, el deseo íntimo mío, creo que no es de desconocer la elección habida en favor del ciudadano Peña, porque ninguno de los motivos que como de carácter legal viene para aducir el ciudadano Cano, disintiendo de la mayoría de la Comisión, creo yo, por tal motivo, que debemos aceptar el dictamen tal como se encuentra, tanto porque política, moral y legalmente le corresponde el triunfo al ciudadano Peña Ildefonso. El ciudadano Torres Garza, si alguno de sus defensores viene a aducir méritos de índole política, entonces tendré mucho gusto, señores representantes, de volver a la tribuna para hacer conocimiento de ustedes todas las pruebas que en contrario tengo yo.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Reyes Francisco.

El C. Reyes Francisco: Honorable Asamblea: Recuerdo haber manifestado que estaba yo dispuesto a no tomar absolutamente participio en las cuestiones que se referían a discusiones de credenciales, porque era extraordinariamente difícil formarse, en muchos casos, un concepto íntimo de la verdad de cómo había verificándose el suceso de todos los actos electorales. Yo había informándome del asunto electoral que está a discusión por una serie de documentos que mi estimable compañero el ciudadano Torres Garza había puesto a disposición mía; pero habiendo escuchado, entre otras cosas, la declaración del señor diputado que acaba de hacer uso de la palabra - y que me ha precedido -, de que el señor Torres Garza había hecho declaraciones, lastimando, atacando verdaderamente el movimiento del señor general Obregón, en el cual muchos de nosotros con todo gusto, con todo interés y con todo patriotismo tomamos parte, a la verdad que esto me ha contristado sobremanera y solamente me voy a permitir, para acabar de rectificar este concepto, solicitar la rectificación o ratificación de su dicho al señor Ayala, si es cierto esto.

El C. Ayala: Con permiso de la Presidencia.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Ayala: Honorable Asamblea: Os juro por mi honor que lo he dicho es cierto

El C. Reyes: Señores: Yo tuve el honor de tomar participio en este movimiento yo fui designado en Sonora, por el ciudadano general Calles, jefe del Servicio Sanitario que venía acompañado al señor general Serrano. Esto por una parte, y por la otra, si a mí se me pudo haber conceptuado como militar en servicio activo por este simple hecho, la verdad es que en ese caso se encuentra el señor capitán Peña y, por consiguiente, yo estimo que en este momento ni yo ni el señor Peña podemos ser militares en servicio activo. En tal concepto, señores, yo renuncio al uso de la palabra, (Aplausos.) a pesar mío, y tal vez hasta lastimado los intereses de mi compañero el señor Torres Garza, a quien mucho estimo, y desisto de la defensa de él, porque eso sería tanto como ir contra mis ideales y contra mis principios. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Manrique Aurelio.

El C. Manrique: Deseo que haya argumentos que refutar, señor; creo que el compañero Cano debe impugnar este dictamen.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Cano. (Voces: ¡A votar!)

El C. Cano: No pudiendo informar como miembro de la Comisión, puesto que disentí de su mayoría, he pedido la palabra en contra para hacer unas aclaraciones, que más que aclaraciones, vengo a fundar las razones que tuve para emitir este voto particular. La documentación aportada por los dos contrincantes respecto de que si el ciudadano Peña es o no militar, la ha clasificado el que había en dos clases de documentos: a unos los ha clasificado de particulares, y a los otros de oficiales. Los documentos de carácter particular son aquellos que no han pasado por la tramitación de las oficinas públicas, o, mejor dicho, del Ministerio de la Guerra. Estos documentos no nos expresa más que el sentir más o menos individual de las personas que los han expedido, en pro o en contra del ciudadano Peña. De los documentos de carácter oficial solamente hay uno, el expedido por el Departamento de Estado con todos los requisitos debidos, en el cual hace constar que el ciudadano Peña no se ha separado del servicio activo ni ha pedido tampoco licencia. Basándome en ese documento y no teniendo ninguno en contrario, a pesar del tiempo transcurrido desde que se empezó a estudiar este dictamen que se trajo a esta Asamblea, no pude, digo, encontrar ningún documento en contra del ciudadano Peña; por eso es que no pude conseguirlo en el citado Departamento, porque no han querido allí contradecirse, como lo han hecho algunos miembros del Ejército al enviar a este expediente documentos completamente contradictorios. El general Serrano, en un documento de carácter particular, clasificado por mí, decía que era militar en servicio activo, y a los pocos días decía que no era militar en servicio activo, y así todos los demás.

El C: González y González: Pido la palabra para una interpelación.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. González y González: ¿Tiene la bondad el ciudadano Cano de decirme por qué el ciudadano general Serrano rectificó acerca de su primera opinión? ¿Con fundamento en qué dio su segundo dato?

El C. Cano: Aquí están los dos documentos, compañero. En uno dice que es militar en servicio activo, con una estampilla de ley, y en el otro sin la estampilla de ley, y solamente con su carácter particular dice que por un error se le incluyó en el servicio activo. Este documento tiene fecha primero de septiembre.

El C. González y González: Dice que por un error.

El C. Cano: Por un error. Para mí es muy respetable la opinión del ciudadano general Serrano como miembro del Ejército; pero también es para mí de mucho más peso y mucho más estimable, la opinión de todos los que tramitan en un departamento estos asuntos, porque ya no es la opinión de una persona; por eso pues, es por lo que he considerado al señor Peña como militar, y ruego a ustedes que no interrumpan con objeto de haber breves estas explicaciones, a fin de no perder tiempo.

El C. Portales: Pido la palabra para una interpelación al orador.

El C. Cano: Quiero concluir, compañero; no debe usted interrumpir el debate, para que no perdamos el tiempo. En cuanto al asunto de que el ciudadano Torres Garza tenga la vecindad, por el hecho de haber desempeñado las funciones de representantes en esta Cámara de Diputados en dos distintos períodos, uno de seis meses y otro de dos días, en el mes de mayo del año que corre, no habiendo tampoco ningún antecedente - al menos, yo no lo conozco -, de que por esta causa pudiera considerarse como vecino todavía del distrito que lo eligió, el que habla no quiso declarar de una manera absoluta que el ciudadano Torres Garza no tenía la vecindad que marca el artículo constitucional correspondiente. Esos son los puntos generales del dictamen.

El C. González y González: Pido la palabra para una aclaración. Deseo hacer constar que el dictamen de la mayoría de la Comisión no toma en consideración la vecindad o no vecindad del señor Torres Garza para dictaminar en este asunto.

El C. Cano: Como yo no estoy rectificando lo que hizo la mayoría de la Comisión, ella puede guardarse las razones que tuvo obrar en esa forma.

El C. González y González: ¿Entonces, para qué traer lo de la vecindad?

El C. Cano: Ahora, estudiando la documentación electoral de las secciones, el compañero Ayala, que quiso impugnarla, dijo que no encontraba absolutamente ningún artículo en la Ley Electoral que sancionarse la nulidad de estas casillas. Como tampoco es inútil estudiar esto, porque el compañero González que es miembro de la mayoría que firmó este dictamen, interpelando para que dijese sí él estaba conforme en la nulidad de estas tres casillas electorales contestó que sí sale sobrando cualquiera explicación, desde el momento en que ellos aceptan la nulidad de estas tres secciones. En lo que diferimos la mayoría y el que habla, es en las razones que aduzco yo para anular la votación emitida en el municipio de Guerrero y en Tanquián. En el municipio de Guerrero es el jefe de las armas, que iba a expulsar a los rebeldes de esa municipalidad, el que el día 31 de julio, un día antes de las elecciones, nombraban a los instaladores, para que se efectuasen éstas al siguiente día. Y yo pregunto, señores, ¿esto es lógico? Yo no quiero tratar este asunto desde el punto de vista político, porque, a pesar de ser minoría de esta Comisión, no me creo capacitado para ser miembro independiente de esta Comisión; debo tener, pues, el criterio, como miembro dictaminador; es por lo que, en el terreno legal, trataré de hacer estas aclaraciones. ¿Es posible que sin autoridades debidamente constituidas hasta un día antes, se pudiesen verificar las elecciones en esa municipalidad? Evidentemente que no, puesto que la ley misma nos dice, en su capítulo correspondiente a la preparación de las elecciones, nos dice todos los trámites que deben hacerse para estas elecciones deban considerarse como legales. La Comisión, o por mejor dicho, el que habla, es completamente ajeno a las condiciones en que se encontraba esta municipalidad el día de las elecciones, y tenía que aplicar la ley de acuerdo con las circunstancias en que venían estos expedientes que, en su opinión, son nulos. Los miembros de la Comisión que han

venido a hablar en pro del dictamen, han pasado como sobre ascuas estos asuntos y no han invocado ningún precepto, ninguna razón, para demostrar que estas elecciones en este municipio, fueron legales, y, en cambio, en las fracciones invocadas en el dictamen, rendido, nos dicen, de una manera clara, por qué son ilegales: porque no intervino ninguna autoridad legal, y en la fracción IV dice que son nulas aquellas casillas que no han instalado de acuerdo con lo prevenido en esta ley, y dice cuál es la práctica que el presidente municipal debe tener en la preparación de las elecciones. No habiendo una autoridad legal, pues seguro que todo lo hecho por estas personas es completamente ilegal y eso, en mi opinión, debía nulificarse. En el municipio de Tanquián se anulan también, porque el mismo instalador fue presidente de la sección, cosa perfectamente prohibida por el artículo relativo de la Ley Electoral, que dice que no pueden ser instaladores de una casilla los funcionarios públicos, y el instalador de una casilla, señores, es funcionario público. Es por esto que, estando bien probada la causa de nulidad, anulé esta elección, de acuerdo con la ley, y las personas que han hablado en pro del dictamen de la mayoría, no han aducido ni una razón para probar que son legales las elecciones efectuadas allí, ni para probar que yo no apliqué la ley al anular las elecciones. Estas son las causas por las que he disentido de la mayoría, porque creo que tengo la obligación, en todos aquellos expedientes que llegan a mi conocimiento, de emitir una opinión, cualquiera que ésta sea. Es por esto que he hecho este voto particular. La votación en las casillas, si no hubiese causas de nulidad, la mayoría de la votación resultaría para el ciudadano Torres Garza, y los oradores del pro no han podido, absolutamente, probar lo contrario; y no han podido probar tampoco que el voto particular no esté basado en la ley; esto me satisface, porque significa que tengo razón. Ahora, si el criterio político, con que se resuelven estos asuntos en la Cámara, viene a dar razón al ciudadano Peña, perfectamente bien: será otra violación más, agregada a las muchas violaciones a la ley a la Constitución, que se han cometido en esta Asamblea.

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano Manrique.

El C. Manrique: Señores diputados: Siguiendo el buen ejemplo de mis preopinantes, voy a ser muy breve, porque es fuerza serlo y porque no es necesario alargarse para explicar cosas tan sencillas. El compañero De Alba, al participar en este debate; el señor doctor Reyes, al inscribirse para participar en él, obedecieron a un noble sentimiento de compañerismo: son ambos médicos, y quisieron defender al hijo de Esculapio; esto es todo. Pero el compañero De Alba nos reveló desconocimiento del asunto; el señor doctor Reyes acabó por convencerse, convencido por los argumentos del compañero Ayala que, como veis, no necesitó hacer esfuerzos de dialéctica para desvanecer el voto particular, para fundar el dictamen de la Comisión. Os expliqué ya los móviles de la conducta del compañero De Alba y del compañero Reyes; ahora os voy a explicar los móviles del compañero Cano. Nada hay en la conducta del compañero Cano, de deshonroso; habrá, acaso, un poquillo de anormal. Se ha dicho que los defectos no son, en muchos de las veces, sino exageraciones de las virtudes; conocéis bien la teoría de la Rochefoucauld, aquel escéptico filósofo....

El C. Moreno: Ruso.

El C. Manrique: No, sino francés, compañero Moreno, para quien toda cualidad no era sino sublimación o exageración de un defecto; bien sabéis que, pensadores modernos, como Faguet, han intervenido, digo, han invertido la cuestión, perdonad el lapsus. Bien; estaba yo por explicaros cuál había sido el móvil del compañero Cano, pues os lo voy a decir: el compañero Cano. que no es un hombre normal (Risas.) - en esto no hay ofensa ninguna, el hombre normal no es sino una ficción, el hombre normal es una abstracción, el hombre normal no existe -; el compañero Cano, que no es un hombre normal, tiene una fobia; el compañero Cano tiene una fobia; el compañero Cano tiene un odio, profesa un odio de enemigo mortal a todo lo que signifique, a todo lo que huela a militarismo; esto es todo ¿No recordáis que el compañero Cano fue el único que votara en contra del dictamen que declaraba presidente de la República al ciudadano Alvaro Obregón? ¿Fue afán, fue torpe y necio afán de exhibición del compañero Cano? Seguramente que no; el compañero Cano demasiado alto para incurrir en estas mezquindades; pero el compañero Cano, socialista, convencido radical; el compañero Cano, enemigo del militarismo, imaginó que faltaba a sus convicciones, que traicionaba sus creencias votando en favor de un militar, del ciudadano Alvaro Obregón. Si el ciudadano Nicolás Cano tuvo el plausible valor civil de ser el único en esta Asamblea - cuando es tan difícil romper una opinión unánime - en oponerse al dictamen que declaraba al ciudadano Alvaro Obregón, ¿qué mucho que la emprenda ahora contra este desmedrado capitancito de Caballería que se llama don Ildefonso Peña ? He ahí todo. En realidad, el compañero Cano es buen chico y no tiene odio personal alguno contra Ildefonso Peña, pero vió un militar, y se dijo: ¡Oh, el militarismo! ¡El militarismo: viola l'ennemi! Y Nicolás Cano se dijo: es necesario aplastar a esa hidra de cien cabezas que se llama militarismo, porque toda nuestra Historia está manchada por el militarismo. Ildefonso Peña constituye un peligro en esta Asamblea; hay que arrojar, hay que expulsar, se da valor a documentos que no tienen. Hay un certificado del ciudadano general Serrano, el subsecretario de Guerra; si este documento fuese el único, este documento sería decisivo; pero posteriormente se presentaron contradocumentos. El compañero Pedro de Alba, con una suspicacia poco habitual en él, nos dice, creyendo argumentar habilísimamente: los documentos presentados por Peña, son sospechosos, porque los ha presentado para desvanecer el documento de Serrano. ¡Pues es claro! Si el compañero Ildefonso Peña era el presunto, ¡para qué traer pruebas de que su elección era buena, para qué traer pruebas de que su elección era legítima, de que no había incurrido en ninguna de las causas de nulidad por la ley señaladas? Pero en el momento en que Gabriel Torres Garza, el contrario, trata de invalidar la elección, se echa en busca de

documentos y presenta un documento que cree suficiente para invalidar la elección, y entonces Peña, como estaba indicado, se dirige a la Secretaría de Guerra, se dirige a quienes habían sido sus superiores, excitándolos para comprobar el documento por Gabriel Torres Garza; nada hay aquí más natural. El compañero Peña era militar - yo no quiero desvanecer los argumentos del compañero Cano, bromeando un poco, puedo desvanecerlos seriamente -: ¿el compañero Peña era militar en servicio activo? He aquí el problema. Si el compañero Peña lo fuese, no vendría yo a defenderlo; aunque amigo personal mío, votaría en contra suya; ¿no recordáis, acaso que al discutirte la credencial de Ernesto Aguirre Colorado, por Tabasco, primero, y por el 7o. distrito del Distrito Federal, después, le impugné ruda y vigorosamente, porque estaba probado que se trataba de un militar en servicio activo, jefe de Departamento de la Secretaría de Guerra? Pues entonces no podría yo incurrir en la flamante contradicción de borrar ahora con la siniestra, lo que con la derecha había escrito. El compañero Ildefonso Peña, cumpliendo con un deber de delegado del ciudadano Alvaro Obregón inmediato del ciudadano Rafael Curiel, que en estos momentos ocupa un palco de la prensa, había, en cumplimiento de sus deberes de ciudadano, de revolucionario, de obregonista, determinado el levantamiento en contra del presidente Carranza, de algunos jefes militares que operaban en las huastecas, y el compañero Peña, desempeñando a su lado la comisión que se le había conferido por el ciudadano Alvaro Obregón, permaneció a su lado, cumpliendo con su deber; he ahí todo. El ciudadano Ildefonso Peña no ha sido un militar, compañero Cano, es un ciudadano, un miliciano. He ahí la diferencia; es un civil, es un ciudadano que, cuando ve a la patria en peligro toma las armas en defensa de las instituciones, en defensa de esas mismas ideas que profesáis, ciudadano Cano. Yo abomino también del militarismo y, sin embargo, recuerdo con honda fruición el día 9 de mayo en que, frente a la Aduana de Tampico, defendida por Orozco y sus hombres, montando en un caballejo que, según expresión del compañero Martínez de Escobar, no andaría una legua, y con la pistola al cinto, por primera vez en mi vida me disponía a disparar contra los pretorianos; y, sin embargo, yo no he sido un militar, ni usaría nunca una insignia en mi cuerpo, ni llevaría una insignia en mi vestido. El compañero Ildefonso Peña no es militar; el compañero Ildefonso ha sido un miliciano; el compañero Ildefonso Peña ha sido un ciudadano que había sabido cumplir con su deber en la hora de prueba; y ahora, por un escrúpulo legalista y por una fobia del ciudadano Cano, que no advierte que quiere perjudicar a un antimilitarista, a un hombre que se empeño, aun cuando le fuese en ello la vida, en combatir el militarismo de Carranza, pero no para substituirlo por otro militarismo, el de Alvaro Obregón, sino para impedir que siguiera imperando, ahora se quiere desechar al compañero Peña. Ciudadano Cano, ¿no advertís que vuestra fobia es ciega limita vuestra razón, va contra vuestras propias convicciones y vuestros propios ideales? He ahí a dónde conducen las fobias, ciudadano Cano. (Aplausos.) ¿Habría que analizar, por el contrario, la personalidad del ciudadano Torres Garza? Yo creo que no. El ciudadano Torres Garza no tiene en su haber revolucionario sino un sólo acto, ciudadano Nicolás Cano, pero también lo tienen los aljibistas, también lo tienen los senadores y diputados bonillistas unidos en la derrota de Aljibes; el ciudadano Torres Garza, en junio de este año, votó por el ciudadano don Adolfo de la Huerta para presidente de la República. ¡Pues es claro! Este es el acto único que pudiera señalarse en el haber revolucionario del ciudadano Torres Garza, un caballero cuyo carácter bastaría a pintar este hecho sólo: se asomó a aquella puerta, escuchó las palabras que en su defensa pronunciara el compañero Pedro de Alba y no se atrevió a más: dióse a deambular por los pasillos, sin atreverse siquiera a escuchar la discusión de su credencial. En Época de prueba, en época de lucha en la que es necesario exponer, a veces, la vida, porque las elecciones ya no se ganan como antaño, en el número ocho de la calle de Cadena, sino que es necesario ganarlas exponiendo a veces la propia vida, ¿qué de extraño tiene que el ciudadano Ildefonso Peña, que había arriesgado la suya en momentos difíciles, fuese esta vez, que trataba de ganar su elección, cruzando la sierra, haciendo una larga caminata a caballo en aquella difícil región de la Huasteca, tan carente de vías de comunicación, para ganar su elección, a Tanquián a donde el ciudadano Gabriel Torres Garza ni siquiera había enviado boletas para la elección? El ciudadano Ildefonso Torres Garza, una personalidad incolora y anodina, no podía, legítimamente, derrotar al ciudadano Ildefonso Peña en la lucha democrática. He aquí el caso: Se viene a argumentar con dialéctica de cuistre, de rábula, de tinterillo, de chupatinta, sobre la necesidad de nulificar una casilla, porque en su expediente faltaba el nombramiento de instalador; se necesita para esto, señores diputados, tener o una profunda mala fe, o una absoluta ignorancia de las condiciones culturales y económicas de la Huasteca potosina, ese territorio que forma parte de la vasta región de las huastecas, con una región del Estado de Hidalgo y otra del Estado de Veracruz; región tan fértil, tan rica y, sin embargo tan abandonada por todos los gobiernos que se han sucedido en el país, región que ya merece que tienda hacia ella el Gobierno del Centro una mirada piadosa, una mirada de conmiseración; en esta región, a donde hay apenas escuelas, y escasísimas vías de comunicación, en donde el nivel cultural es tan poco apreciable, ¿puede Exigirse una elección tan correcta como tenemos el deber de exigirla en el Distrito Federal? Seguramente que no; de manera que la analogía citada por el ciudadano Pedro de Alba, pretendió establecer, tomando como norma las elecciones del Distrito Federal, es impertinente; en las elecciones del Distrito Federal sí tenemos derecho de exigir que los expedientes se hagan de acuerdo con la Ley Electoral; que la tramitación sea correcta; que las actas se levanten correctamente y que no falte ese documento -entonces sí es preciso -, que se llama el acta de instalación; ese otro documento, entonces sí inapreciable, que se llama el nombramiento de instalador, ¡pero en la Huasteca, compañero De Alba! Habéis viajado algo por el

país conocéis si ésta, por lo menos alguna región de nivel cultural y análogo, y comprenderéis que no puede ser humanamente, exigente.

Quedan desvanecidos, en mi sentir, ciudadanos diputados, los argumentos serios que pudieran aducirse en contra del ciudadano Peña, pero para que escuchéis una opinión técnica, voy a preguntar al ciudadano Vito Alessio Robles, militar profesional, si en su sentir compañero Peña puede considerarse como militar en servicio activo por haber estado en algunos días como asimilando en la brigada del general revolucionario Lucero.

El C. Alessio Robles: Pido la palabra. Aunque no soy por el momento militar profesional y hasta quiero repudiar este título, debo manifestar que el señor Ildefonso Peña no puede considerarse en ningún caso como militar en servicio activo.

El C. Manrique: Sírvanse, compañero Vito Alessio Robles, explicar un poco más su opinión. (Risas.) Quiero que el ciudadano Alessio Robles nos explique brevisimamente la diferencia, desde el punto de vista de la Ordenanza, entre el militar y el asimilado.

El C. Alessio Robles: Yo creo que puede considerarse al señor Peña como militar asimilado. Militares asimilados son los que prestan ciertos servicios en el Ejército, diferentes de los servicios de armas: los médicos, los abogados que prestan sus servicios en la rama de justicia militar, etcétera, pero no pueden considerarse en servicio activo porque solamente son considerados en esa modalidad del servicio los que están un servicio de armas en algún cuerpo del Ejercito; los demás se consideran en disponibilidad o en reserva. Entiendo yo que el ciudadano Peña tiene únicamente la Comisión del servicio militar; de manera que puede considerarse como un militar en comisión. En consecuencia, como la Ley Electoral y la Constitución únicamente prohiben a los militares en servicio ser electos, yo creo que no está imposibilitado el señor Peña y que su credencial es legítima.

El C. Manrique: La opinión del compañero Vito Alessio coincide con la mía; quise que le escuchaseis, para que tuvieseis una opinión técnica. El ciudadano Pedro de Alba ha sido militar, también ha sido militar asimilado, el compañero Pedro de Alba sabido cumplir como bueno con sus deberes de médico, el compañero Pedro de Alba ha sido médico militar; sin embargo, yo tampoco creo que en un caso análogo el compañero Pedro de Alba hubiera estado imposibilitado para desempeñar un cargo de elección popular. Yo creo, señores diputados, que si ha habido argumentos serios en contra del dictamen, quedan desvanecidos. Sé que la opinión favorable al dictamen está ya definitivamente formada en la Asamblea; declaremos suficientemente discutido el punto y votemos afirmativamente el dictamen; este es nuestro deber. (Aplausos.)

El C. prosecretario Castrejón: La Presidencia, por conducto de la Secretaría manifiesta a la Asamblea que ya no hay oradores en contra, nada más en pro, y se consulta si está suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Suficientemente discutido.

El C. Pedro de Alba: Pido votación nominal. (Voces: ¡No! ¡No! ¡Sí! ¡Sí! No está apoyado. Sí está apoyado.)

El C. Moreno: Hay derecho, ¡cómo no!

El C. prosecretario Castrejón: ¿Para los dos puntos resolutivos?

El C. Pedro de Alba: Para el segundo.

El C. prosecretario Castrejón: En votación económica se consulta el primer punto resolutivo que dice:

"1o. Son válidas las elecciones para diputados al Congreso de la Unión efectuadas el 1o. de agosto último, en el 10 distrito electoral del Estado de San Luis Potosí."

Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Aprobado. Se va a proceder a la votación nominal del segundo punto que dice:

"2o. Son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el mencionado distrito, los CC. Ildefonso Peña y Pedro Altamirano."

Por la afirmativa.

El C. prosecretario Zuno: Por la negativa.

(Se recoge la votación.)

El C. prosecretario Castrejón: Votaron por la afirmativa 123 ciudadanos diputados y presuntos diputados.

El C. prosecretario Zuno: Votaron por la negativa 3 ciudadanos diputados y presuntos diputados.

El C. prosecretario Castrejón: La Presidencia, por conducto de la Secretaría declara: son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el 10 distrito electoral de San Luis Potosí, los ciudadanos Ildefonso Peña y Pedro Altamirano.

- El mismo C. prosecretario, leyendo:

"1a Comisión Revisora de Credenciales.- 7a. Sección.

"H. Asamblea:

"A esta 7a. Sección de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales, paso por orden de la Presidencia de esta H. Cámara, por el dictamen, el expediente número 177 que corresponde al 13 distrito electoral del Estado de Puebla, que se excusó de emitir su dictamen, la 1a. Sección Revisora de Credenciales."

La Secretaría ruega muy atentamente a los ciudadanos diputados y presuntos diputados presten atención a la lectura de este dictamen, por ser de los de discusión; hay dictamen de mayoría de Comisión y voto particular. Se ruega a los ciudadanos diputados y presuntos ocupen sus curules.

"En el expediente se encontraron dos credenciales: una expedida a favor del C. José Gálvez, que puede considerarse como legítima, por estar debidamente certificada por el presidente municipal de Teziutlán, que es la cabecera del distrito; y la otra expedida a favor del C. Eduardo Guerra y que entre otros defectos tiene el de la falta de certificación por el presidente municipal de la cabecera del distrito, pues viene certificada por el presidente municipal de Tlatlauqui.

"Acerca de esta duplicidad de credenciales, la Comisión ha tenido conocimiento de que ante el presidente de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales, señor Enrique Bordes Mangel, informaron personalmente, tanto el presidente municipal de

Tlatlauqui, como el presidente de la Junta Computadora, en el sentido de que algunas de las firmas puestas al calce de la credencial presentada por el C. Eduardo Guerra son falsas, y por lo tanto la Comisión consignara el caso a la autoridad respectiva.

"Del estudio minucioso hecho del expediente, se ve que en dicho distrito electoral contendieron varias fórmulas; pero las que más votación obtuvieron, fueron las de los CC. José Gálvez - Leopoldo Gómez León y Edmundo Guerra - Espinosa de los Monteros, correspondiendo a la primera, 2,870 votos y a la segunda, 2,745 votos, según cómputo general que verificó la Comisión, sin calificar la votación.

"De la revisión, se vino en conocimiento de que en las casillas números 1, 2 y 3 de Hueytamalaco; 1 y 2 de Ayotoxco; 3, 4, 5, 6, 7, 9, 10, 11, 13, 15, 16, y 17 de Tlatlauqui; 1, 2, 3, 4 y 5 de San José Acateno y 1 y 4 de Hueyapan, la votación tiene, a juicio de esta Comisión, todos los vicios de una elección fraudulenta. En unas casillas falta la documentación más indispensable que exige la ley, como es el acta de instalación, padrón, etcétera, en otras aparecen los documentos de dos y tres casillas escritas por una misma letra; y por último, en una casilla donde sólo se encuentran registrados en el padrón 129 ciudadanos, se hacen figurar 436 votos en favor de la fórmula Eduardo Guerra - Espinosa de los Monteros.

"También se descontaron todas aquellas boletas que fueron firmadas por los votantes en apoyo del artículo 55 en su último párrafo, de la Ley Electoral vigente.

"La Comisión hace presente que tanto el C. Gálvez, como el C. Guerra, quedaron conformes con el recto y justo criterio que guió a los subscriptos para nulificar la votación de las casillas especificadas anteriormente.

"Por las anteriores consideraciones y deduciendo respectivamente a las fórmulas José Gálvez - Leopoldo Gómez León y Eduardo Guerra - Espinosa de los Monteros, 1,443 y 1,986 votos, se llega a la conclusión de que, la candidatura Gálvez - Gómez León obtuvo una mayoría de 1427 votos buenos contra 759 a favor de la candidatura Guerra - Espinosa de los Monteros.

"Por lo expuesto, la Comisión se permite someter a la aprobación de la H. Asamblea, los siguientes puntos resolutivos:

"1o. Son buenas las elecciones que para diputados propietario y suplente, se verificaron en el 13 distrito electoral del Estado de Puebla, el 1o. de agosto del corriente año.

"2o. Son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el mismo distrito mencionado, los CC. José Gálvez y Leopoldo Gómez León.

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados.- México, a 4 de noviembre de 1920.- A. Aillaud.- Porfirio del Castillo."

El voto particular del ciudadano Huerta dice así:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- 7a. Sección.- Voto particular.

"H. Asamblea:

"El subscripto, miembro de la 7a. Sección de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales, a la cual paso para su estudio el expediente número 177, relativo a la elección de diputados, verificada el 1o. de agosto del año en curso, en el 13 distrito electoral del Estado de Puebla, disintiendo del parecer de la mayoría de la Comisión dictaminadora, formula el presente voto particular en los siguientes términos:

"Visto el expediente en cuestión y examinado con todo detenimiento y minuciosidad cada uno de los paquetes electorales, aparece:

"I. Por falta de documentos esenciales de la elección, por ser mayor el número de votantes al consignar en el padrón, por encontrarse firmadas algunas boletas y por aparecer la documentación de diversas casillas escrita por una misma mano, fueron nulificadas las casillas 1, 2 y 3 de Hueytamalco; 1 y 2 de Ayotoxco; 3, 4, 5, 6, 7, 9, 10, 11, 13, 15, 16 y 17 de Tlatlauqui; 1, 2, 3, 4 y 5 de San José Acateno, y 1 y 4 de Hueyapan.

"II. Las casillas 1, 2, 3 y 4 de Atempan, fueron instaladas en la Presidencia Municipal y en la Escuela Oficial; las credenciales de elector están firmadas por el presidente municipal y secretario del Ayuntamiento y la documentación de las cuatro casillas aparece escrita con una misma letra. Consecuente la mayoría de la Comisión con el criterio legal adoptado, debió nulificar también estas cuatro casillas, máxime si se tiene en cuenta que fueron instaladas contra el texto expreso del artículo 48 de la Ley Electoral. Donde existe la misma causa debe existir el mismo efecto. Si está probado plenamente que la documentación de las referidas cuatro casillas de Atempan está hecha por una misma mano, deben nulificarse incuestionablemente, por ser idénticas las razones que se tuvieron en consideración para haber anulado los votos emitidos en las casillas mencionadas en el párrafo anterior.

"III. La documentación de las casillas 1, 2 y 3 de Xiutetelco aparece palmariamente confeccionada por una misma persona, no existen credenciales de elector en la 1 y 3, ni padrón oficial alguno, y los documentos correspondientes e esta última casilla ni siquiera están firmados por los miembros de la Mesa. La nulidad es, pues, patente, y esto no obstante, la mayoría de la Comisión tampoco aceptó el criterio que le sirvió de norma al nulificar las casillas que enumera en su dictamen. La nulidad de estas casillas está perfectamente fundada en la fracción VI del artículo 104 de la Ley Electoral.

"IV. La documentación de las casillas 2 y 3 de Hueyapan, aparece hecha por una misma mano, y en estas casillas se ejerció una sensible presión de parte de las fuerzas militares, la cual fue denunciada por los presidentes de las propias casillas en una protesta que obra en el expediente, y tanto más debe tomarse en cuenta esa presión cuanto que el mismo presunto diputado, don José Gálvez, la ratifica en un memorándum presentado a la Comisión, marcado con el número 28. Dada esta circunstancia, existe un doble motivo de nulidad: el del criterio adoptado por la mayoría de la Comisión, del que se separó en este caso, y el prevenido por los artículos 104, fracción III, y 105 de la mencionada Ley Electoral.

"V. La documentación de la casilla número 4 de Hueytamalco, aparece desde luego burda a los ojos de cualquiera persona que la examine con serenidad, pues es de notarse que en oficios procedentes

de distintas oficinas públicas, una misma mano es la que escribió; hay dos padrones que tienen los visos de manufactura de última hora y concurre además un hecho que no debe pasar desapercibido, a saber: el pueblo de San Juan Tenexapa, donde se instaló la casilla de que vengo ocupándome, tiene un censo menor de quinientos habitantes, según los datos estadísticos que se tuvieron a la vista, y a pesar de ellos, aparecen votando cerca de trescientos ciudadanos. Tanto por la desproporción manifiesta entre los sufragados emitidos y el censo de la población, cuanto por la documentación irregular que acusa un verdadero fraude en los sufragios que se dice se emitieron, la mayoría de la Comisión, consecuente con su criterio, debió anular los votos de esa casilla, al no haberlo hecho, cumple al deber del subscripto hacer constar la nulidad, de acuerdo con lo previsto en la fracción VI del artículo 104 de la ley invocada.

"VI. La documentación de la casilla número 8 de Tlatlauqui, burdamente confeccionada, carece hasta del padrón oficial, tiene una acta de instalación, en que se asienta de manera originalísima que durante la elección estuvieron presentes los representantes de los partidos "X" y "Z", con lo cual queda patentizada la falsedad de dicho acta; a pesar de esto, la mayoría de la Comisión no nulificó los votos de esta casilla, como lo hizo respecto de aquellas cuya votación favorecía al candidato Eduardo Guerra.

"VII. De la protesta que obra en el expediente, aparece que la casilla de Teteles se instaló en la casa habitación de uno de los regidores del Ayuntamiento y que se cerró la votación en punto de las tres de la tarde, hora en que faltaban por votar muchos de los ciudadanos empadronados; esto constituye la nulidad de la elección, de conformidad con los artículos 48 y 49 de la expresada Ley Electoral.

"VIII. En el dictamen de la mayoría de los miembros de la Comisión, se dice que se tuvo conocimiento de que algunas de las firmas puestas al calce de la credencial presentada por el C. Eduardo Guerra, son falsas y, por lo tanto, consignarán el caso a la autoridad respectiva. Esta apreciación, a juicio del subscripto, carece de todo fundamento legal para sostener con tanto énfasis que son falsas hasta el punto de ameritar la consignación del caso a la autoridad, pues una cosa es que los miembros de la Junta Computadora no hayan tenido derecho para expedir dos credenciales, y otra muy distinta es la de que sean falsas las firmas que calzan la credencial del C. Guerra. Es más: el mismo C. Guerra ha exhibido una certificación del presidente municipal de Tlatlauqui y del juez de la 1a. Instancia de aquel lugar, con la que queda demostrado que son auténticas las firmas que obran en la referida credencial; y el hecho de que dicha credencial haya sido firmada en Tlatlauqui, significa a los más su ineficacia o la infracción del artículo 89 de la Ley Electoral, pero este hecho no constituye el delito de falsedad de que se pretende hacer responsable al C. Guerra o a los firmantes de las tantas veces repetida credencial y, en consecuencia, lo asentado por los miembros de la mayoría más bien parece una insinuación para que la Asamblea se formara un prejuicio respecto del caso.

"Resumen: Según el cómputo general practicado por los miembros de la mayoría de la Comisión, sin calificar los votos, la fórmula Gálvez - Gómez León obtuvo 2,870 votos, y la fórmula Guerra - Espinosa de los Monteros, 2,745; y según la calificación hecha por la mayoría de la propia Comisión, la fórmula Gálvez - Gómez León obtuvo 1,427 votos válidos, contra 759 en favor de la candidatura Guerra - Espinosa de los Monteros.

"Ahora bien; aceptando por una parte el mismo criterio que adoptara la mayoría de la Comisión para nulificar los votos de las casillas a que se refiere en su dictamen, y por otra, acatando los mandatos imperativos de la ley de la materia, resulta que deben deducirse a la fórmula Gálvez - Gómez León, a más de los 1,986 que por iguales razones le fueron nulificados.

"Atento los fundamentos legales que se invocan, es de concluirse y se concluye que, hechas las deducciones que anteceden, la candidatura "Guerrera - Espinosa de los Monteros", obtuvo una mayoría de 705 votos contra 552 de la fórmula "Gálvez - Gómez León".

"Por lo expuesto, el subscripto se permite someter a la aprobación de la H. Asamblea, los siguientes puntos resolutivos:

"1o. Son válidas las elecciones que para diputados propietario y suplente, se verificaron en el 13 distrito electoral del Estado de Puebla, el 1o. de agosto del corriente año.

"2o. Son diputados, propietario y suplente, respectivamente por el mencionado distrito electoral, los CC. licenciado Eduardo Guerra y Benito Espinosa de los Monteros."

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, a 17 de noviembre de 1920.- Moisés Huerta."

Habiendo dictamen de mayoría de Comisión y voto particular, corresponde discutir el dictamen de la mayoría de la Comisión; los ciudadanos diputados y presuntos que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra, el ciudadano Altamirano Manlio Fabio.

El C. Altamirano: Señores diputados: Hasta mí han llegado los gritos de burla de mi particular amigo, y enemigo político, Z. Moreno, y de todos los que con él forman el grupo reaccionario de esta Cámara de Diputados. (Aplausos. Voces: ¡Huy! ¡Huy!)

Vengo a atacar el dictamen de la mayoría de la Comisión, por dos conceptos: primero, por el concepto legal y, después, por el concepto político. Si nos guiamos por el criterio legal, indudablemente que tiene el triunfo el señor Eduardo Guerra, (Voces: ¡No! ¡No!) como lo voy a demostrar. (Voces: ¡No! ¡No!) ¿Pero por qué decís que no, si todavía no escucháis mis razonamientos? Voy a combatir el dictamen de la mayoría de la Comisión, aduciendo los mismos argumentos que ésta ha tomado para nulificar algunas casillas en la elección del 13 distrito electoral del Estado de Puebla. Los conceptos capitales en que se funda la mayoría de la Comisión para nulificar las casillas de Hueytamalco, Ayotoxco, San José Acateno y de Hueyapan,

son los siguientes: primera, que vienen todos los expedientes de la misma municipalidad escritos con una sola mano; segundo, que en una casilla aparece mayor votación que la que demostró el padrón; tercero, que en algunas de ellas, las boletas no traen las huellas de haber sido usadas; estos son los conceptos que aduce la Comisión para nulificar las casillas; por consecuencia, éste es el criterio que preside a la mayoría de la Comisión para dictaminar en sentido contrario al señor Eduardo Guerra. Yo me permito suplicar a la Secretaría que ordenen que traigan a esta honorable Asamblea los expedientes de la 1a., 2a., 3a. y 4a. de Atempan; 1a., 2a. y 3a. de Xiutetelco; 2a. y 3a. de Hueyapan, para que vean que en estas casillas, que favorecen al señor Gálvez, existen absolutamente las mismas razones legales que tuvo la Comisión para nulificar las del señor Guerra y, sin embargo, la mayoría de la Comisión se abstuvo de nulificar estas casillas, sólo porque favorecían al señor Gálvez; lo voy a demostrar con los expedientes electorales. (Voces: ¡Huy!)

El C. Gálvez: Pido que se traiga todo el expediente, no solamente eso.

El C. Altamirano: Aquí tienen ustedes, señores diputados, los expedientes que se refieren a la elección de Atempan, y suplico a ustedes, especialmente al señor Z. Moreno, que encabeza el grupo reaccionario y que defiende al señor Gálvez, que vengan a ver los expedientes, para ver si es una misma la que hizo de dos casillas distintas.

El C. Moreno: Pido la palabra para una explicación.

El C. Altamirano: Al terminar el debate la hará usted.

El C. Moreno: Como es el momento oportuno, me permito decir que, como no tengo ningún conocimiento en Paleografía, ni tampoco lo tiene el ciudadano Altamirano, cualquiera que fuera mi apreciación sobre el particular, no haría, absolutamente, prueba.

El C. Altamirano: ¡Que casualidad! Yo explico a la honorable Asamblea que, para distinguir si un montón de hojas ha escrito la misma persona, no se necesita ser calígrafo, ni paleógrafo, ni perito, sino nada más tener sentido común, honradez y, sobre todo, ganas de observar los expedientes. En lo referente a las boletas, quiero que me digan ustedes si estas boletas, procedentes de las casillas de Atempan, tienen huellas de haber sido dobladas, o no las tienen. Aquí está otro expediente de Atempan, referente a la casilla número 3, para que vean ustedes si la letra es de la misma persona que hizo los otros dos expedientes. Yo suplico al señor diputado Vito Alessio Robles, que tan valeroso defensor se muestra del señor José Gálvez, que tenga la bondad de venir a ver estos expedientes, para ver si, honradamente, confiesa que son legales y que vea estas boletas, para ver si no una sola mano puso estas cruces.

El C. Moreno: Pido la palabra. Como el señor diputado Altamirano desea establecer el hecho de que una misma mano haya escrito las firmas en los expedientes, yo apelo a su honorabilidad, para que pida la intervención, a fin de que se obtenga una declaración en este sentido, de los peritos paleógrafos De la Riva, don Delfino Torijano y don Fabián Vergara. (Voces: ¡Huy! ¡Huy! ¡Huy!)

El C. Altamirano: Yo reto, yo desafío al señor Z. Moreno, a que venga a ver estos expedientes, para que se convenza. Lo que pasa es que no quiere convencerse, porque es en su perjuicio. Señores diputados: Voy a continuar, haciéndole una interpelación al señor Porfirio del Castillo, que fue miembro de la mayoría que dictaminó en este asunto. Suplico al señor Del Castillo que me diga qué votos nulificó en la casilla de Xiutetelco, o si no nulificó ninguno.

El C. Del Castillo Porfirio: Pido la palabra para contestar.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Del Castillo Porfirio: No sólo podría contestar esa interpelación, sino que, como miembro de la Comisión, estoy dispuesto a dar las mayores explicaciones que sean necesarias. Si el ciudadano Altamirano quiere, cuando él termine de hablar, subiré a la tribuna y explicaré el criterio que la mayoría tuvo y los votos que nulificó. (Voces: Bien!)

El C. Altamirano: Tengo en el dictamen la certificación de la mayoría de la Comisión, acerca de las casillas que nulificó, y en ese dictamen no aparecen nulificados los votos de la 1a. casilla de Xiutetelco, que aparecen firmados, siendo que esas boletas que vienen firmadas, son perfectamente nulas, porque se ha violado el secreto del voto de la manera más flagrante. Aquí tienen ustedes boletas firmadas, que la mayoría de la Comisión no tomó en cuenta ni nulificó, deduciendo votos de la fórmula Gálvez, a la cual favorece. Aquí tienen ustedes otra boleta firmada, que no se nulificó, y otra, y otras varias.

El C. Franco Abraham: ¿Cuantas son?

El C. Altamirano: Son muchas. Si usted quiere tomarse el trabajo de contarlas, puede hacerlo.

El C. Franco Abraham: Usted, que está hablando en contra del dictamen, seguramente que ya las debió haber contado.

El C. Altamirano: Ya ven ustedes cómo la reacción es la que toma aquí la defensa del señor José Gálvez.

El C. González Marco Aurelio: ¡Yo no soy reaccionario!

El C. Altamirano: Aquí tienen ustedes, señores diputados, las casillas de Hueyapan, diversas casillas, para que vengan a ver si es la misma persona la que escribió los expedientes, o no es la misma persona (Voces: ¡Huy! ¡Huy! Y si esto, señores, en nuestro criterio no es motivo de nulidad, entonces yo no me explico qué cosa será lo que vamos a tomar nosotros para pedir nulificar una votación. Yo podría seguir examinando los paquetes electorales que tenemos a la vista para demostrar a ustedes este hecho que no va a poder desvanecer la mayoría de la Comisión: que en los paquetes electorales que favorecen al señor José Gálvez, existiendo las mismas causas de derecho para nulificar la votación y, en cambio, en las casillas que favorecen al señor Eduardo Guerra tomándose las mismas causas, ha tenido a bien nulificar la votación para que el señor Eduardo Guerra quedara en segundo lugar y no pudiera entrar a esta Representación

Nacional. Ya veremos los argumentos legales que traen aquí los defensores del señor Gálvez. Toquemos, siquiera sea a la ligera, el criterio político que desgraciadamente no ha presidido en la mayoría de las discusiones en esta honorable Asamblea. Si el criterio político hubiera dominado, señores diputados - debía de haber dominado, porque a la reacción debemos combatirla en todos momentos -, no estarían aquí sentados esos señores que van a venir a defender al señor José Gálvez. (Murmullos) Me permito interpelar al señor José Gálvez para que nos diga, categóricamente, si fue miembro de la Defensa Social en Torreón en tiempo de Victoriano Huerta.

El C. Gálvez: Sí, señor.

- El C. Altamirano. Muchas gracias. Ya ven ustedes, señores diputados, cómo en cuestiones políticas no anda muy limpio el señor José Gálvez. ¿Cómo va a poder explicarnos aquí su actuación en la Defensa Social de Torreón en tiempos de Victoriano Huerta? ¿Acaso nos va a decir que para defender los intereses de los revolucionarios dentro de esa Defensa Social? ¿Acaso nos va a decir que para defender a los inocentes consignados al ejército por los esbirros de Victoriano Huerta? ¿Nos va a decir acaso que fue engañado, o que fue un error de él? ¿Que no sabemos nosotros que en la política los errores son imperdonables y que se castigan duramente, porque la política no debe admitir errores de esta naturaleza? Entonces, señores, por este concepto, ya no por el concepto legal demostrado palpablemente, sino por el concepto político, porque debemos nosotros siempre defender el criterio revolucionario en contra del criterio reaccionario, por este doble concepto, el legal y el político, suplico a ustedes que se sirvan votar en contra del dictamen de la mayoría de la Comisión. (Aplausos. Siseos.)

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano Rama Aquilino.

El C. Rama: H. Asamblea: Si no fuera por una convicción muy profunda que tengo de que la justicia y la razón asisten al ciudadano Gálvez, no sería yo quien viniera a defender este dictamen, porque desgraciadamente esta tribuna, cuando se trata de Colegio Electoral, pierde su augusta seriedad para convertirse en algo así a manera de un lugar donde se viene a desbordar la pasión y donde el rencor y el odio predominan sobre el criterio exclusivamente legal que debía existir aquí.

Acaba de decir el compañero Altamirano, refiriéndose al concepto legal, que el mismo criterio que existía para nulificar las casillas del ciudadano Guerra, existía para nulificar algunas casillas del ciudadano Gálvez y que en tal virtud, seguramente que siendo con ese criterio que él ha asentado aquí, la minoría resultaría para el ciudadano Gálvez. Creo, señores, que el dictamen de la mayoría de la Comisión está perfectamente bien fundado, y como una prueba de mi aserto suplico a la Secretaría dé lectura a esta parte del mencionado dictamen.

El C. prosecretario Castrejón: "La Comisión hace presente que tanto el C. Gálvez, como el C. Guerra, quedaron conformes con el recto y justo criterio que guió a los subscriptos para nulificar la votación de las casillas especificadas anteriormente."

El C. Rama: A este respecto interpelo al ciudadano Del Castillo, que es miembro de la mayoría de la Comisión dictaminadora, para que me diga en qué se fundó para establecer esa conformidad de ambos interesados.

El C. Del Castillo Porfirio: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Del Castillo Porfirio: Contestando la pregunta de su señoría, debo manifestar que, efectivamente, cuando se estudió este expediente el señor Guerra y el señor Gálvez tuvieron todas las facilidades para que estuviesen presentes; con su parecer se nulificaron algunas casillas, llegando a la conclusión de que las casillas que nulificó la mayoría de la Comisión fue de acuerdo con los contendientes. Ya se ve, pues, señores

representantes, cómo el ciudadano Guerra estuvo conforme a la nulificación de sus votos. (Voces: ¡No! ¡No!) Pero como si esto fuera poco,... (Voces: ¡Sí! ¡Sí! ¡No! ¡No!... yo voy a suplicar que se dé lectura a este párrafo para demostrar que el ciudadano Guerra es muy afecto a felicitar a todos por su honradez y tras esa felicitación viene aquí, señores, a quejarse amargamente de injusticias. (Aplausos. Siseos)

El C. Soto Francisco: ¿Me permite usted una interpelación?

El C. Rama: Con todo gusto.

El C. Soto Francisco: Hace constar el dictamen que los dos contrincantes han estado de acuerdo con los votos nulificados por la Comisión. ¿Se sirviera su señoría manifestar si alguno de ellos está inconforme porque no se nulificaron otros votos, o si estuvieron igualmente conformes lo mismo con que se hubieran nulificado los que la Comisión tuvo a bien nulificar, como con este otro concepto: que no se nulificaron más votos?

El C. Rama: No, compañero; estuvieron de acuerdo en la nulificación que se hizo a ambos, porque tanto se nulificaron al ciudadano Guerra, como al ciudadano Gálvez.

El C. Soto Francisco: Mi interpelación es esta: si es que alguno de los dos contrincantes, aparte de haber estado conforme con esos votos nulificados, pretendía la nulificación de algunos más.

El C. Rama: No puedo contestar eso, pero la Comisión lo podrá contestar; yo no estoy enterado de esto, si no con todo gusto le contestaría. Pido a la Secretaría que dé lectura a esta expediente.

El C. prosecretario Castrejón: "Durante el curso de esta revisión el candidato Guerra pidió por escrito se diera por terminada dicha revisión por estar satisfecho de la honorabilidad de los miembros que forman esta Junta Computadora y los felicitó por su honrada labor, así como a los candidatos Gálvez y Espinosa de los Monteros por el triunfo que alcanzaron en los comicios. Igual homenaje rindieron los felicitados al C. Guerra por la corrección con que procede en este acto."

El C. Avilés: Para una interpelación a la Secretaría, ciudadano presidente. Para que me diga si esa acta está firmada por el ciudadano Guerra; para que me diga si existe la firma del ciudadano Guerra en esa acta a que se acaba de dar lectura.

- El mismo C. prosecretario: El párrafo que la Secretaría leyó es un acta de la Junta Computadora y está firmada por el: "Presidente, J. M.

Mendoza. - Vicepresidente, Manuel G. Ríos.- 1er. secretario, Eulogio Carcaño. - 2o. secretario, Enrique Castañeda. - 3er. secretario, Mariano Parra. - 4o. secretario, José D. Jiménez. - 1er. escrutador, Conrado Uribe. - 2o. escrutador, Antonio Martínez. - 3er escrutador, Vicente Sánchez. - 4o. escrutador, Próspero Parra. - José Gálvez. - Benito Espinosa de los Monteros."

El C. Altamirano: ¿Me permite una interrogación el compañero Rama?

El C. Rama: Señor presidente: Estoy en el uso de la palabra y suplico que no se me interrumpa.

El C. Altamirano: Es la primera y la última, compañero.

El C. Rama: Está bueno, compañero.

El C. Altamirano: Por encargo del señor Eduardo Guerra, que desgraciadamente no puede alternar en este debate, porque no trajo credencial... (Voces: ¡Sí trajo!) declaro que esa afirmación que consta en esa acta de la Junta Computadora es falsa, pues nunca la hizo y no consta su firma allí.

El C. Rama: Señor compañero Altamirano, no quería venir a hacer cargos al señor Guerra, porque en primer lugar odio los contrastes y creo que para demostrar la pureza de la elección del señor Gálvez no necesito atacar de fraudulenta la del señor Guerra; ya que usted, mejor dicho, el señor Guerra por conducto de usted, dice que esa aseveración es falsa, se me obliga a decir que lo que es falsa es la credencial que trajo el señor Guerra; y a ese respecto pido que se dé lectura a una carta del Señor Enrique Bordes Mangel.

El C. Altamirano: Yo también pido que se dé lectura a la parte del voto particular presentado por el señor Moisés Huerta en lo relativo a la duplicidad de credenciales.

El C. Rama: Suplico al señor presidente haga que se cumpla el artículo 110 del Reglamento, para que no se me siga interrumpiendo.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"Congreso de la Unión. - México, 9 de noviembre de 1920.

"Señor profesor José Gálvez. - Presente.

"Muy señor mío y amigo:

"Mucho siento no poder acceder a la petición que me hace usted concurriendo a la sesión en que deba ser discutida la legitimidad de su credencial como presunto diputado por el 13 distrito electoral del Estado de Puebla, en atención a que acontecimientos muy bien conocidos de usted me han obligado a hacerme el irrevocable propósito de no volver a asistir a ninguna sesión de Colegio Electoral. Pero ya que apela usted a mi testimonio por lo que se refiere a la credencial presentada aquí por su contrincante, el licenciado Guerra, no tengo inconveniente en hacer constar que cuando el expediente relativo estuvo en poder de la Sección escrutadora que yo presido, nos llamó la atención a los miembros de dicha Sección, que algunas de las firmas que calzan tal credencial, no correspondieran a las que cazaban el acta de la Junta Computadora, siendo visible su falsedad. Que en alguna ocasión fue traído a México, por el propio señor Guerra, el presidente que fue de aquella Junta Computadora, y al pedirle explicaciones sobre esa credencial, me manifestó que le había sido extendida al licenciado Guerra en Tlatlauqui, días después de terminados los trabajos de la Junta Computadora que se reunió en Teziutlán, cabecera del distrito electoral, y que las firmas que yo tachaba de falsas no habían sido recogidas en su presencia y tenía entendido que lo habían sido en el lugar residencia de los firmantes, con posterioridad.

"Después el presidente municipal de Tlatlauqui, que no sé con qué motivo vino también a México en esos días, me dijo que a pesar de su certificación, no le constaba que todas las firmas que aparecen en la credencial del señor Guerra hubieran sido debidamente recogidas.

"La simple lectura de la credencial me ha hecho siempre la impresión de que se trata de una simulación, y lo expuesto me ha fortalecido en esta creencia. No tengo, pues, inconveniente en declararlo así a usted para que haga de ésta el uso que le convenga.

"Soy de usted siempre afectísimo amigo y seguro servidor, E. Bordes Mangel."

El C. Rama: Creo que nadie en esta Asamblea dudará...

El C. Altamirano: ¡Moción de orden ! He pedido la lectura de un documento. Precisamente la lectura de ese documento es interesante para demostrar que lo que se dice en la carta que se acaba de leer es sólo una opinión muy particular del señor Bordes Mangel.

El C. presidente: El artículo 110 del Reglamento prohibe interrumpir al orador.

El C. Manrique: ¡Moción de orden! Creo que en este caso no asiste la razón al compañero Altamirano, y yo, defensor de los fueros de los diputados que usan de la palabra en la tribuna, pido que se lea el artículo 110.

El C. Altamirano: Retiro mi solicitud.

El C. Manrique: Yo también.

El C. Rama: Yo creo que nadie en esta Asamblea dudará de la acrisolada honradez del señor Bordes Mangel, y, en consecuencia, creo que su afirmación es categórica y será suficiente para ir al animo de cada uno de nosotros como una afirmación cierta y honrada. No quería yo tocar este punto, compañero Altamirano, porque soy enemigo de los ataques personales; pero me habéis obligado a ello. Hecha esta breve exposición sobre la parte meramente legal, en último caso, señores, con un criterio legal, existiendo la confesión del ciudadano Guerra, no es discutible lo demás; si él estuvo conforme tanto ante la Junta Computadora originaria al felicitar al ciudadano Gálvez y a todos los que intervinieron en esa elección, y si aquí en la Comisión Revisora de Credenciales hizo igual manifestación, pues, señores, yo no me explico si el ciudadano Guerra no entiende lo que quiere decir dar una satisfacción en gratitud a la honradez con que se ha portado esa Comisión, o si lo hace para después explotar un arma que, a mi criterio, la verdad no sé como lo irá a hacer. (Aplausos. Siseos.) Indudablemente que desde el punto de vista legal, el ciudadano Gálvez ha obtenido el triunfo, porque tiene mayoría de votos; sencillamente el señor Gálvez tiene en su poder cerca de mil cartas de adhesión de ese distrito electoral.

El C. Altamirano: ¡Eso yo lo puedo mandar hacer!

El C. Rama: Compañero: Usted es muy

incrédulo, pero está en su derecho, Yo estoy hablando a la Asamblea y ella sabrá si toma mis palabras en cuenta o las desecha. (Aplausos. Siseos.) Voy a referirme ahora a la cuestión política, y no sólo a eso, sino también a la cuestión moral. El cargo más grave que se le ha hecho al ciudadano Gálvez en unas hojas que acabo de ver por allí, es el de que fue miembro de la Defensa Social de Torreón y no sé qué otros cargos por el estilo; le dicen que fue huertista. Yo creo que es una aseveración del todo gratuita...

El C. Altamirano: ¡Pero si él lo afirma! ¡El lo confiesa!

El C. Rama: ¡Un momento! El ciudadano Gálvez ha dicho que fue miembro de la Defensa Social. Ahora veamos, con pruebas evidentes, si la Defensa Social fue huertista o no lo fue. (Voces: ¡Sí fue! ¡Asesinó revolucionarios!) Yo interpelo al licenciado Franco Urías, que fue atacante de la ciudad de Torreón, que militaba en las filas revolucionarias, para que nos diga como testigo presencial, si es cierto que la Defensa Social de Torreón se abstuvo de combatir.

El C. Franco Urías: Es cierto. La Defensa Social no combatió. (Murmullos)

El C. Rama: ¡Un momento!

El C. Franco Urías: La Defensa Social solamente se limitó a defender los intereses de los vecinos de la ciudad de Torreón. (Aplausos.)

El C. Rama: Una pregunta más, compañero. Lo interpelo para que, con toda caballerosidad, me diga si es cierto que, al entrar los revolucionarios a Torreón, no se persiguió a esa Defensa Social y respetaron las vidas de sus componentes, precisamente porque no tenían ninguna organización de carácter político.

El C. Franco Urías: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Franco Urías: En los primeros momentos de la toma de Torreón, fueron aprehendidos todos los miembros de la Defensa Social; Pero dos horas después, fueron puestos en absoluta libertad, por haberse comprobado que no combatieron contra nosotros. (Aplausos.)

El C. Rama: Ahora, para demostrar que la Defensa Social de Torreón no atacó a los revolucionarios y que, en cambio, salvó la vida a varios de ellos, pido a la Secretaría que dé lectura a una carta de un revolucionario combatiente, que fue salvado de las garras de la muerte por el señor José Gálvez, quien lo arrancó de las manos de los federales.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"México, D. F., 1o. de octubre de 1920.

"Señor profesor don José Gálvez. - Calle de Galeana, 37. - Ciudad.

"Muy señor mío y amigo:

"Por la presente hago constar que siendo usted miembro de la Defensa Social de Torreón, durante al asedio de esa plaza, en el mes de julio de 1913, habiendo sido yo víctima de las violencias de los federales, iba a ser pasado por las armas y, debido a la oportuna intervención de usted, del presidente municipal, señor don Francisco Villanueva y del inspector de Policía, señor Ignacio Risa, obtuve mi libertad.

"Hago constar, asimismo, que usted fue uno de los miembros más honrados de la Defensa Social y que siempre estuvo usted de parte de las familias pacíficas de esa ciudad, impartiéndoles garantías.

"Con todo gusto me suscribo de usted su afectísimo amigo y S. S. - Francisco García de la Cadena."

El C. Rama: Ya se ve que no es exacto que el señor Gálvez, como miembro de esa Defensa Social de Torreón, se haya prestado a cometer asesinatos; esto sólo lo puede decir quien no lo conozca. El señor Gálvez, sin duda alguna, ha sido uno de los hombres que más bienes, óiganme ustedes, han hecho a la región del Norte. (Voces: ¡Es cierto!) Ha sido el fundador de los mejores colegios de aquella región, y no ha sido el profesor servil que se inclina ante los intereses de los que valen. (Aplausos.) El señor Gálvez impartió su enseñanza bajo una base de estricta moralidad y arraigando en sus alumnos un espíritu de civismo. Creo que un hombre que ha llegado a sembrar el bien por esa vasta región del país, que a un hombre que ha ido a acabar con aquellos sistemas caducos de la enseñanza de los jesuitas; a un hombre que ha ido a establecer liceos enteramente liberales, a impartir una enseñanza sana y honrada, no se puede nunca, señores, prestar a servilismos y a cometer asesinatos (Aplausos.) También se le hace este cargo gratuito: que el señor José Gálvez derrocó al Ayuntamiento legítimo de Torreón. Y como a mí me gusta argumentar con pruebas fehacientes y no con dichos más o menos calurosos, pido que se dé lectura a una carta del que entonces era presidente municipal de Torreón, doctor José María Rodríguez, quien se dice fue derrocado por el ciudadano José Gálvez.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"El que subscribe, certifica lo siguiente:

"Que siendo presidente municipal de la ciudad de Torreón, Estado de Coahuila, en el año de 1913, al ser ocupada la plaza por la fuerzas federales al mando del general Eutiquio Murguía, a raíz del cuartelazo de febrero del citado año, el Ayuntamiento presidido por mí fue disuelto por dicho general, como comandante militar de la plaza, y no por ciudadanos residentes de Torreón, según testimonios que los miembros de dicho Ayuntamiento me hicieron a mi regreso a la referida plaza; que el propio general Munguía nombró a una junta provisional de ciudadanos independientes, ajenos a todos los bandos políticos, para que integrasen una Junta de Administración Civil, entre quienes figuraron don Francisco Larriva, hombre de pundonor y de intachable conducta, así como ajeno, hasta la fecha, a cuestiones políticas; don Rafael Aldape Quirós, el ingeniero don Andrés L. Farías, el doctor Antonio Cárdenas y el profesor José Gálvez, con los mismos méritos que el señor Larriva y sin que, hasta la fecha, hubiese tomado participación en la cosa pública; que esta junta renunció ante el gobernador del Estado, tan pronto como se restablecieron las comunicaciones a Saltillo, quedando en su lugar, como autoridad política el licenciado Miguel Garza Aldape; que posteriormente, algunos ciudadanos de Torreón, entre los que figuraron el profesor Gálvez y algunos otros, formaron una Defensa Social, bajo la presidencia de don

Francisco Larriva, con el carácter de Cruz Roja, para prestar sus servicios, como en efecto lo hicieron, a los heridos de ambos bandos, así como para dar garantías a los ciudadanos y a las familias pacíficas, sin distinción de credos políticos ni nacionalidades; Tuve conocimiento después, que habían cumplido con su deber, sin tomar intervención ni en favor ni en contra de ninguno de los bandos políticos y, por último, tuve conocimiento de que el profesor Gálvez fue traído a México a la Penitenciaría, por órdenes del Gobierno huertista, por sospechas de su actuación política, en donde permaneció por más de un mes como prisionero.

"Hago estas declaraciones por honor a la verdad y para que, en caso necesario, los interesados puedan hacer de ellas el uso que les convenga.

"México, D. F., noviembre 16 de 1920. - General José M. Rodríguez."

El C. Rama, continuando: Ya ve usted, compañero Altamirano, que esto lo dice el presidente municipal derrocado; en consecuencia, creo que no se puede dudar de su sinceridad. Y por último, señores, para que ustedes me hagan favor de explicarme cómo un huertista puede ser llevado a las mazmorras de la Penitenciaría por aquel chacal que se llamó Victoriano Huerta, pido, como último punto de mi defensa, que se dé lectura a este certificado de la Penitenciaría del Distrito Federal.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

Un sello que dice: "Penitenciaría de México, D. F. - Dirección.

"El subscripto, secretario de la Penitenciaría del Distrito Federal, por la presente hace constar que: José Gálvez Arrieta (207), de Teziutlán, Puebla, De 40 años, casado, profesor de instrucción pública, con esposa y dos hijos, ingresó a este establecimiento el 24 de octubre de 1913, procedente de la Inspección General de Policía, a disposición del ciudadano secretario de Gobernación; en noviembre 12 del mismo año fue remitido a práctica de diligencias a la Secretaría de Gobernación, y en noviembre 12 fue puesto en libertad, por orden de la aludida Secretaría.

"Y a pedimento del interesado y para los usos que estime conveniente, le expido esta constancia en la ciudad de México, a los veintitrés días del mes de Noviembre de mil novecientos veinte. - J. Béjar G."

El C. Rama: Ya ve usted, compañero Altamirano - de quien yo no dudo en lo absoluto de su honorabilidad porque soy el primero en reconocerla ampliamente -, que ha sido sorprendido usted y a venido a decir que el ciudadano Gálvez fue huertista careciendo de datos y tan sólo por la afirmación de partes interesadas. Yo no tengo más interés que el que da a un hombre honrado el venir a decir aquí la verdad; he venido a leerle pruebas documentales que estoy dispuesto a entregarle a usted y al compañero Uriel Avilés, cuya honorabilidad también reconozco, para que digan si son fehacientes. No he venido con vana palabrería, ni con pasiones; seguramente todos reconocerán mi corrección al no atacar al señor Guerra, en primer lugar porque sé que no tiene derecho a usar de la palabra, lo que me basta para abstenerme de hacerlo, y en segundo lugar porque creo que ya está perfectamente formado el criterio de esta Asamblea. En consecuencia, espero que haciendo honor a un hombre honrado, se dé un voto aprobatorio al dictamen. (Aplausos.)

El C. Altamirano: Una interpelación.

El C. Manrique: ¡Moción de orden! Compañeros, hay que dar a las cosas el valor que realmente tienen. En la primera tribuna de la derecha hay una canalla a soldada que viene aquí diariamente a interrumpir a los oradores que defienden alguna causa; una canalla a soldada que viene aquí diariamente a ganar un mendrugo de pan, unas cuantas monedas de cobre, para estar haciendo atmósfera en favor de determinados individuos; canalla seguramente cosechada en el presidio que viene aquí a profanar esta Cámara que debemos hacer respetable y respetada, creyendo que se puede hacer artificialmente presión sobre los diputados que tienen criterio liberal, y que si votan en favor del señor Gálvez será porque tengan la convicción de que el triunfo legal fue a favor de este señor, y no por la presión de esos miserables que no tienen derecho a estar aquí. Cuando viene el pueblo a rugir como león enfurecido para pedir que se respete su voluntad, en buena hora que entonces este reglamento porfirista se aparta en mil pedazos; pero cuando viene una canalla a soldada a pretender influir en el ánimo de la Asamblea, esa canalla debe ser expulsada en cumplimiento del artículo 198 del Reglamento que el presidente tiene obligación de hacer cumplir, si no en este momento, al menos a la nueva demostración de estos miserables. (Aplausos.)

El C. Altamirano: He escuchado atentamente las argumentaciones del defensor del señor Gálvez; he oído la exposición en la parte política, exposición que voy a combatir; pero yo quisiera que nos demostrara aquí hasta la evidencia, con esa evidencia que dice ha venido a hacer en la parte política, que nos demostrara hasta la evidencia si los expedientes que he traído yo ahí a esa tribuna son legales, y mientras no me demuestre que esos expedientes son legales, queda fraudulenta la elección del señor Gálvez. Eso es lo que yo quiero que me demuestre: que no es una sola mano la que ha fraguado esos expedientes que han visto la mayoría de mis compañeros.

Presidencia del C. CANTÓN EDMUNDO G.

El C. Rama: Compañero Altamirano: para contestar a su interpelación digo que si fuera paleógrafo con todo gusto haría una demostración. En mi criterio, señor - divergente del suyo -, creo que es distinta mano la que ha trazado estas cruces. Por lo demás, es un criterio muy particular el suyo y el mío. En último caso, que se repartan las boletas a la Asamblea para que diga si es o no es. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!) En consecuencia, señores, yo continúo haciendo la petición que hice hace un momento: pido que deis un voto aprobatorio para este dictamen, porque es de justicia y es de honradez.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Uriel Avilés.

El C. Avilés: Ciudadanos diputados: la peroración del ciudadano Aquilino no ha tenido la fuerza suficiente para hacerme cambiar de criterio. Yo sigo creyendo que la elección hecha a favor del ciudadano Gálvez ha sido una elección que carece enteramente de honradez, y lo voy a demostrar así en la parte legal al ciudadano Aquilino. (Risas.) La cosa, ciudadanos diputados, es enteramente sencilla: la Comisión al hacer su dictamen, ciudadanos diputados, no ha estado en lo justo, puesto que ha arrebatado al ciudadano Guerra toda la votación de Tlatlauqui diciendo que no había padrones, que las boletas estaban sin votar, etcétera, etcétera; arrancó esa votación al ciudadano Guerra, porque con esa simple votación estaba con muchos votos arriba del ciudadano Gálvez; pero la Comisión, señores diputados, se olvidó de que mucha de la votación del ciudadano Gálvez adolecía de los mismos vicios que la del ciudadano Guerra. Yo me voy a permitir suplicar a la Secretaría que traiga aquí todos los expedientes que voy a ir señalando, para demostrar a esta Asamblea que quien ha triunfado en esta elección ha sido el ciudadano Guerra, a pesar de esta peroración que no fue de fondo, porque no llegó al fondo de la cuestión, que nos vino a espetar el ciudadano Aquilino con un montón de documentos que él llama fehacientes y a los cuales no les concedo ningún valor. Pido a la Secretaría que traiga aquí los cuatro expedientes de la sección de Atempan, así como los expedientes de Xiutetelco; también los de Hueyapan y los de Hueytamalco. ¿Así se pronuncia, ciudadano Z.? Pido también que se traigan los expedientes de la casilla número 8 de Tlatlauqui.

El C. Moreno Jesús Z.: No son palabras tarascas.

El C. Avilés: Ya verán los ciudadanos diputados cómo todos esos expedientes están afectados de nulidad. Ahora, tomando como buena la defensa que en la parte política ha venido a hacer el ciudadano Aquilino, yo me iría por todos esos campos de las personalidades y vendría aquí a exhibir ante vosotros la personalidad del ciudadano Guerra como un perfecto revolucionario y como un individuo que ha sabido cumplir con sus deberes. Ya que el ciudadano Aquilino hizo aquí historia sobre el señor Gálvez, yo también haré historia respecto de la actuación política del señor Guerra, para que la Asamblea aquilate y vea si el ciudadano Aquilino o yo tenemos la razón. (Murmullos. Risas.) Como ustedes ven, ciudadanos diputados, yo les suplico me esperen un momento para hacer el panegírico de la personalidad del ciudadano Guerra; ahora me voy a concretar a defender la parte legal de esta elección. Aquí tiene el ciudadano Aquilino estos dos expedientes que pertenecen a la sección de Ayotoxco. o quién sabe como se llama. (Risas.) Aquí se puede ver cómo se nulificaron las casillas 3a., 4a., 5a., 6a., 7a., 9a., 10., 11., 13., 15., 16 y 17 que favorecían al ciudadano Guerra, y no se nulificaron la 1a. y la 2a. que favorecían al ciudadano Gálvez. Aquí están estos documentos, ciudadanos diputados, y vean cómo están hechos por la misma mano y si no pertenecen a la primera casilla unos, y otros a la segunda. Si esto no es prueba plena, si esto no justifica que la elección fue fraguada, pues entonces, ciudadanos diputados, que venga Jesucristo y lo diga. (Risas. Voces: ¡Mejor que no venga! ¡A votar! ¡A votar!) Aquí está también esta otra documentación de Xiutetelco que está hecha también por la misma mano y que pertenece a diferentes casillas; están hechas las actas y toda la documentación. Yo no me explico, ciudadanos diputados,... (Voces: ¡Ya! ¡Ya!) Cómo no va a ser ésta una elección formada.... (Voces: ¡A votar! ¡A votar!) ....Los que gritan a votar, pues pueden votar. (Risas.) Sencillamente yo no descenderé de esta tribuna hasta que no se cumpla el tiempo reglamentario; lo deben de tener en cuenta los impacientes. Aquí está, los mismos presidentes de las casillas de Hueyapan pidieron la nulidad de éstas, porque según ellos asientan en el acta, hubo presión por parte de la fuerza armada, y, sin embargo, la H. Comisión tomó en cuenta esa votación nada más porque favorecía al ciudadano Gálvez. Quiero demostrar a los ciudadanos diputados cómo en el acta final los presidentes de las expresadas casillas de Hueyapan hacen constar que hubo presión por parte de la fuerza armada. Esto está perfectamente determinado dentro de la Ley Electoral, y por tal motivo debe nulificarse la votación por estar afectada de nulidad. (Voces: ¡A votar!) Quería demostrar a esta Asamblea con la mencionada acta que hubo presión oficial por parte de la fuerza armada del lugar y que la Comisión no nulificó la votación porque estaba a favor del señor Gálvez; pero como no encontré el acta, voy a permitirme hacer una interpelación al ciudadano Huerta, que designó el voto particular, para que me diga si es cierto o no lo que acabo de afirmar.

El C. Huerta: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Huerta: Voy a contestar la interpelación del ciudadano Avilés, haciendo del conocimiento de la Honorable Asamblea que las actas de las casillas 2a. y 3a. de Hueyapan aparecen escritas por una misma mano, y que hubo presión en esas casillas, la que fue denunciada por los presidentes de las mismas, según aparece en un acta de protesta que obra en el expediente. Debo hacer también constar que el mismo señor Gálvez está conforme con que hubo esa presión; pero los curioso del caso es que esa presión ejercida, según él, por el señor Guerra, favoreció al señor Gálvez, puesto que el señor Guerra nada más obtuvo un solo voto, no obstante la presión, y, en cambio, el ciudadano Gálvez obtuvo todos esos votos. Si la mayoría hubiera sido consecuente con su criterio, debía también haber anulado los votos de esas casillas, y al no haberlo hecho, cumple a mi deber haberlo hecho constar en el voto particular.

El C. Avilés: Pues ya ven los ciudadanos diputados cómo hasta la evidencia los del contra hemos probado aquí que esta elección no está arreglada a la ley y que sí hubo presión y hubo chanchullo y que sí la votación favorece al ciudadano Guerra, porque si se echan abajo al ciudadano Gálvez las casillas que realmente están viciadas de nulidad, se llegará a la conclusión de que el ciudadano Guerra, no obstante el corte tan enorme que le ha hecho la Comisión, tendrá la mayoría sobre el ciudadano Gálvez. Y yo seguiría argumentando sobre la parte legal de este dictamen, que es enteramente

precisa y que da el triunfo al ciudadano Guerra; pero ya que el ciudadano Aquilino no hizo aquí una defensa sobre la parte legal, sino más bien vino a hacer una defensa sobre la parte política del ciudadano Gálvez, yo me voy a permitir también hacer una defensa sobre la cuestión política del ciudadano Guerra. Comenzaré, ciudadanos diputados, por no tomar en consideración lo dicho aquí por el ciudadano Rama en aquello de que el ciudadano Gálvez había recibido más de mil cartas de felicitación de sus comitentes, (Voces: ¡De adhesión!) más de mil cartas de adhesión; pero digan ustedes, ciudadanos diputados, si no es esto es ridículo... (Voces: ¿Pero por qué?) ¿Por qué no va a ser esto ridículo, ciudadanos diputados? Se va a una imprenta, se mandan hacer estos papeles y luego se dan a firmar. (Siseos. Murmullos. Desorden.)

El C. Rama: Son adhesiones, compañero.

El C. Avilés: Pero éstas no son adhesiones, ciudadano Aquilino; esto es hecho exprofeso, estas cosas están hechas precisamente para simular adhesiones, esto no es una adhesión, es una simulación de adhesión, si realmente estos papeles están acabaditos de salir de la imprenta; estos papeles, ciudadano Aquilino, no hace tres días que salieron de la imprenta, (Siseos. Risas. Murmullos.) no hace tres días que estos papeles salieron de la imprenta...

El C. Chapa, interrumpiendo: Que no tienen valor ni en pro ni en contra.

El C. Avilés: Indudablemente que no tienen valor, tienen más valor en contra que en pro. De modo es que por este lado está desvanecido el golpe que quiso venir a dar el ciudadano Rima. (Risas. Voces: ¡Rama!) Rama, que ha venido aquí queriendo hacer que la Asamblea creyera que era muy popular el ciudadano Gálvez, puesto que había recibido más de mil adhesiones a su candidatura...

El C. Manrique: ¡Quiso dar un ramalazo!

El C. Avilés: Ahora, ciudadanos diputados, por lo que se refiere a la carta del ciudadano doctor Rodríguez, que vino a exhibir aquí también el ciudadano Rama, yo no le doy mucha importancia, dado el ciclo político, ciudadanos diputados, en que vivimos, puesto que vemos que después de que el triunfador entra y se apodera del poder, no es consecuente con sus antiguos amigos, tiende a proteger a sus enemigos... (Voces: ¡Pruebas! ¡Ejemplos!) ¡Pruebas, ejemplos! De pruebas y ejemplos están llenas todas las revoluciones, ciudadanos diputados. (Aplausos. Risas.) El enemigo de ayer, ciudadanos diputados, viene a ser después de que las revoluciones han triunfado, uno de los elementos más influyentes en el nuevo Gobierno. ¿Y por qué no sacar una carta de recomendación abonando al que ayer fue enemigo? Esta es la cosa más sencilla, ciudadanos diputados, y más natural del mundo, puesto que, ciudadanos diputados, los revolucionarios que ocupan el primer solio del Gobierno comienzan por ser inconsecuentes con los hombres que los llevaron al poder y sientan ellos mismos estas tesis como principios, diciendo: "Tú fuiste amigo mío y, en consecuencia, tienes que seguir siendo mi amigo. Ahora, como yo necesito ensayar mi radio de acción, ahora yo llamo a mis enemigos y les tiendo la mano." Tesis absurda, tesis absurda y tesis que ha traído como consecuencia el desquiciamiento del Gobierno maderista, el desquiciamiento del Gobierno carrancista y quizás el desquiciamiento del Gobierno obregonista. (Murmullos.) Ustedes pueden aullar, ustedes pueden aullar los que aúllan, y ustedes pueden sisear, los que sisean; pero esto que vengo a decir a la tribuna está en la conciencia de cada uno de ustedes. ¿Y qué de extraño tiene que el enemigo de ayer, el ciudadano Rodríguez, hoy que el ciudadano Rodríguez también parece ser uno de los caídos por el oleaje de esta nueva revolución, no haya tenido inconveniente de ninguna naturaleza para haber dado la carta al ciudadano Gálvez, abonando la conducta que ayer él mismo condenaba y aquí está una prueba, ésta también puede ser prueba, ciudadano Aquilino, (Risas.) y yo me voy a permitir suplicar a la Secretaría que dé lectura a ella.(Voces: ¡Ya la conocemos! ¡Ya la leímos! Murmullos) Yo quiero y tengo derecho a ello, ciudadanos diputados, que se dé lectura a este documento.

El C. Castrejón: "El ciudadano José Gálvez..." (Voces: ¡No! ¡No!) "Manifiesto al pueblo de Torreón..." (Voces: ¡No! ¡No! ¿quién firma?)

El C. presidente: La Presidencia pone en conocimiento de esta Asamblea, que solamente faltan cinco minutos para que termine de hablar el ciudadano diputado Avilés y que no debe interrumpirse al orador en el uso de la palabra, y éste puede hacer leer todos los periódicos de la metrópoli, si quiere durante la media hora que le concede el Reglamento.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"Dos meses y medio estuvo al frente de la Presidencia Municipal el doctor Rodríguez, porque la rebelión de Félix Díaz vino a hacer que los antiguos porfiristas de Torreón, se declararan partidarios del sobrino de su ídolo, y entonces pudimos ver que la mayoría de los que habían jugado un papel importante, apoyando la candidatura de Andrés L. Farías, eran acérrimos felicistas. Tras del felicismo vinieron los acontecimientos de la decena trágica en México, y cuando el general Eutimio Munguía era el amo y señor de la situación en esta zona del país, y estando al frente de la Presidencia Municipal el regidor Gabino Calvo, fue derrocado el Ayuntamiento del que era jefe el doctor Rodríguez, y que había sido electo popularmente, por la llamada Junta Gubernativa que estaba integrada por el ingeniero Andrés L. Farías, profesor José Gálvez, licenciado Anacleto Martínez, Francisco A. Villanueva y otros, cuyos nombres nos reservamos por ahora, pero que publicaremos con las copias que tenemos en nuestro poder. Vea, pues, claramente el pueblo, que Andrés L. Farías fue de los que haciéndose partidario del huertismo, integró la Junta Gubernativa que derrocó al Ayuntamiento legítimamente ungido por el voto popular. Vea el pueblo, que Andrés L. Farías es su eterno enemigo, cuya enemistad y odio quedaron demostrados cuando fungió como décimo vocal de aquella mil veces maldita, depravada y aborrecible Defensa Social, que persiguió sin descanso a multitud de compañeros que militaban en las filas maderistas, arrancándolos de sus hogares y a altas horas de la noche para sacrificarlos en aras de su odio criminal de hienas humanas, que se hartaban de sangre hermana hasta la saciedad. - La Comisión de Prensa del Gran Partido Unionista.

"Nota: El jefe de la Defensa Social de Torreón fue el profesor C. José Gálvez, hoy presunto diputado al Congreso de la Unión."

(Voces: ¿Quién firma?

El C. prosecretario Castrejón: La Comisión de prensa del Gran Partido Unionista.

El C. Avilés: Ya lo ve usted, ciudadano Aquilino, cómo aquí también hay documentos; cómo también éstas son pruebas que hacen fe.

El C. Moreno: ¡Moción de orden; ya paso la media hora!

El C. Avilés: Ahora, ciudadanos diputados, voy a entrar a analizar la personalidad del ciudadano Guerra. El ciudadano Guerra sí es un revolucionario, es un hombre que ha sabido estar a la altura de su deber en los momentos de prueba, en los momentos en que se conoce al hombre, en los momentos en que también se conoce a los que saben cumplir con sus deberes; el ciudadano Guerra formó parte de la XXVIII Legislatura y fue uno de los fundadores del Bloque Revolucionario de la Cámara; al ciudadano Guerra fue uno de los que firmaron el manifiesto que los diputados obregonistas lanzamos a la nación, desconociendo casi ya el Gobierno de don Venustiano Carranza, y ese manifiesto, ciudadanos diputados, como ustedes saben, o bien pudo abrirnos las puertas de la Penitenciaría, o bien pudo abrirnos las puertas de la sepultura. El ciudadano Guerra, ciudadanos diputados, con el que habla, con el general Serrano y con el ciudadano Bibiano Ibarra, hizo la propaganda en el Estado de Michoacán a favor del ciudadano Alvaro Obregón, y aquí está el ciudadano Serrano, no está el ciudadano Ibarra, para que digan en qué forma y bajo que auspicios hicimos esta propaganda del general Obregón. El ciudadano Guerra, ciudadanos diputados, fue uno de los que estuvieron en Aljibes al lado de las fuerzas que combatían a don Venustiano Carranza y ya ven ustedes, ciudadanos diputados, cómo llegando a la cuestión política, aquilatando a los dos candidatos, ya se verá cómo el ciudadano Guerra tiene supremacía absoluta sobre el ciudadano Gálvez. Yo no le desconozco honradez al ciudadano Gálvez, yo no he venido a decir aquí que no sea honrado; pero yo vengo aquí, ciudadanos diputados, en primer lugar, a defender a la justicia, porque en mi convicción, en mi convicción íntima, en el estudio que yo he hecho de este expediente, he visto que quien tiene la razón es el ciudadano Guerra, porque el ciudadano Aquilino (Risas.) no ha venido aquí a desbaratar los argumentos del ciudadano Manlio Fabio, no demostró aquí que la elección del Gálvez estuviera dentro de los términos legales, y yo, ciudadanos diputados, he venido a demostrar aquí cómo quien tiene la razón en este caso es el ciudadano Guerra. ¿Y por qué, ciudadanos diputados, ya que se ha demostrado que los hechos aquí revolucionarios del ciudadano revolucionario; ya que se ha demostrado aquí que tiene la razón, por qué esta Asamblea... Voces: ¡A votar! ¡A votar! Campanilla.) por qué esta Asamblea pretende cerrar los ojos a la justicia por qué esta Asamblea, con esa impaciencia de niños de escuela, pega sobre los pupitres y quiere votar? Yo, ciudadanos diputados, yo os conjuro, ciudadanos diputados, desde aquí desde esta tribuna; yo os conjuro, ciudadanos diputados, que mañana tengáis que arrepentiros de vuestra inconsciencia; que mañana no tengáis, ciudadanos diputados, que llorar como una mujerzuela lo que hoy no sabéis defender como hombres. (Siseos. Risas.)

El C. Soto Francisco: Pido la palabra al presunto diputado, si me lo permite la Presidencia.

El C. presidente: La Presidencia, por conducto de la Secretaría va a preguntar a la Asamblea si continúan los debates de este dictamen, debido a que ya transcurrió la hora reglamentaria.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: En votación económica se pregunta si continúa el debate. Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse de pie. Continúa el debate.

El C. Soto Francisco: Para interpelar al presunto.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Soto Francisco: Yo quisiera que el señor Gálvez, y no sus defensores, nos hiciera las siguientes aclaraciones: primera: se habló de que el señor Gálvez no sólo no había sido huertista, sino que sufrió una prisión, me parece que en tiempo de Victoriano Huerta; yo quiero que el señor Gálvez nos explique, nos pruebe que esta prisión fue precisamente por asuntos políticos, por asuntos que implicaran una rebeldía al Gobierno despótico de Huerta... (Voces: ¡No! ¡No!) Yo estoy formando mi conciencia, compañeros, y tengo derecho a pedir estas aclaraciones. (Aplausos.) Esa es mi primera aclaración. La segunda es esta: El señor Aquilino Rama expresó que el contrincante del señor Gálvez lo había felicitado a raíz de las elecciones en la Junta Computadora o algo semejante. Para formar mi conciencia sobre el particular, interrogué al ciudadano Rama y me dijo algo así como que se había firmado una felicitación. Yo quiero que el señor Gálvez me diga si firmó la felicitación por el triunfo su contrincante o si fue el suplente.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Gálvez.

El C. Gálvez: La primera pregunta que me hizo el ciudadano Soto, se refiere a que si estuve preso en la Penitenciaría de México por revolucionario. Voy a explicar el origen de la Defensa Social, porque de allí arranca precisamente la persecución de que yo fuí objeto, y así formar su criterio el ciudadano Soto.

Cuando en Torreón, cortadas completamente las comunicaciones y rodeados de fuerzas revolucionarias nos encontramos aislados, al grado de que faltaban hasta los víveres más indispensables, que era necesario muchas veces salir a buscarlos a extramuros de la población, nosotros tuvimos noticia perfectamente comprobada de que no solamente de parte de las fuerzas rebeldes, se cometían mil atentados; ahí están todavía los recuerdos de Mapimí, de Durango, de Viezca, de Velardeña, de Pedriceña, de todas partes de los puntos que rodean Torreón, de las violencias que se cometieron por parte de unos y de otros. Nosotros, tratando de proteger a nuestras familias, tratando de que no se llevara la lucha al grado de que como perros se mataban unos a otros y quedaban los heridos tirados en el campo, sin auxilio de ninguna clase, sin intervención médica de parte de los federales, ni los auxilios con que podían contar los

revolucionarios, acordamos organizar una defensa social y públicamente lo manifestamos en escritos que siento no tener aquí; pero que a fuer de hombre honrado protesto que se publicaron en Torreón, que nosotros no teníamos ningún carácter político, que no defendíamos a ninguno ni atacábamos a la revolución. Y yo menos podía atacarla, cuando en mi casa habían tomado albergue muchos de los revolucionarios, entre ellos Eugenio Aguirre y mi discípulo Eugenio Aguirre Benavides, a quien le facilité la fuga de Torreón cuando Murguía tomó la plaza. Entonces, hecha esta declaración, nos concretamos a patrullar la ciudad y a amparar a las familias y evitar que salieran en los momentos del combate; nosotros hemos recogido muchos heridos, nosotros hemos salvado prisioneros, les hemos dado albergue en nuestras casas, como sucedió con Lázaro Levy, cuñado de Eugenio Aguirre, casado con una hermana de este jefe y así estuvimos haciéndolo, evitando que el comercio subiera de precio las mercancías, quitando de las manos de los federales a individuos que estaban perfectamente connotados como revolucionarios o espías de ellos; entre ellos a Miguel Bernardín, hijo del cónsul francés, que era compadre del primer jefe, y a ese jefe se los fuí a quitar a un batallón de zapadores que iba a fusilarlo. Tengo un certificado de García de la Cadena, hermano del que fue fusilado en Gómez Palacio, y si estuvimos en esa forma, naturalmente que despertamos todas las sospechas del general en jefe que no era Murguía, sino un jefe tristemente célebre por su crueldad: Ignacio Bravo. Nosotros, en esa forma nos produjimos, no tuvimos armas del Gobierno ni parque del Gobierno, sino que sencillamente, abrimos el mercado y cuando la gente no tenía que comer, abrimos las puertas para que fueran a tomar las provisiones que urgentemente necesitaban para su alimentación. Después de eso quedé yo señalado, como otros muchos, entre ellos Mauro Cárdenas, tío del general Fernando Dávila. Así varios fuimos señalados en esa forma, y habríamos sido con toda seguridad fusilados por orden de Bravo, si no es que violentamente en el mes de octubre la plaza fue tomada por las fuerzas de Villa. Nosotros nos hemos salido de allí; nuestros amigos que pertenecían a las defensas sociales fueron hechos prisioneros y cuando quedaron en libertad muchos de ellos pasaron a formar parte del Ejército Liberal Revolucionario; pero los que no tuvimos deseos de pertenecer a él, porque nuestro carácter, porque nuestra posición, porque nuestro trabajo nos lo impedían, no quisimos quedarnos. Entre esas tropas vine yo a dar prisionero aquí. Al llegar las fuerzas derrotadas a Hipólito, de allí nos condujeron a México, entre otros amigos que son personales amigos del señor Alessio Robles. ¿No estuvo prisionero el señor García Letona? ¿No fue traído desde San Luis Potosí?

El C. Alessio Robles: Es cierto.

El C. Gálvez: Emilio Cárdenas y otros muchos fuimos a dar a la Penitenciaría; allí estuvimos bastantes días, sin tener absolutamente auxilio de ninguna clase, ni siquiera para pedir amparo, ni tampoco lo pedimos. Alguna vez un amigo mío, yo estaba incomunicado en la crujía donde estaban los reos políticos, donde estaban más de ochenta diputados del Congreso, y un amigo, burlando la vigilancia estricta que se ejercía sobre nosotros, me presentó un ocurso de amparo para que lo firmara, cosa que no quise hacer. Una tarde salí de la Penitenciaría, escoltado, a hacer declaraciones a la Secretaría de Gobernación, ante el ministro Garza Aldape. Había mucha confusión, y yo aproveché este momento y me bajé de la escalera. El Certificado que viene de la Penitenciaría no dice la verdad; a mí no me dejó libre la Secretaría de Gobernación, sino que yo me escapé, y los amigos con quienes contaba, entre ellos Almazán, Campa y algunos otros, hablaron por mí, y entonces, por teléfono, se avisó a la Secretaría de Gobernación de que yo estaba libre. Está contestada la primera pregunta de usted. (Aplausos.)

La segunda contestación. Yo fuí invitado por mis amigos y paisanos del 13 distrito electoral, para venir a representarlos en el Congreso de la Unión. No tengo yo absolutamente por qué no decir la verdad; yo no deseaba figurar en las planillas, sin méritos de ninguna clase, aunque puedo demostrar, también con certificados, que en los momentos de la desocupación de Puebla por las fuerzas carrancistas, yo contribuí, con el jefe del departamento de comunicaciones, ciudadano Manjarrez, para que se trajeran de Cuautla, de Tehuacán, de toda la línea del Interoceánico, toda la maquinaria y material rodante que se necesitó para facilitar el movimiento e impedir la salida de los trenes militares de Murguía. Tengo un certificado que, en caso ofrecido, lo presentaré, si dudan de mi veracidad. También contribuí con el mismo ciudadano Manjarrez a cortar la línea entre San Marcos y Oriental; ahí fuimos con una máquina, un caboose y 25 hombres, a arrancar los rieles, para evitar la fuga de Carranza por el lado de Jalapa. Al regresar a Puebla, el jefe de operaciones, por un nombramiento, me hizo que me encargara de la Comisaría del ferrocarril, donde había más de cien mil pesos de mercancías, pertenecientes a las líneas ferrocarrileras; yo he recibido toda esa cantidad de mercancías, y no ha faltado nada, como pueden también certificarlo todos los empleados del sistema ferrocarrilero, a quienes urgía esa Comisaría; en los momentos en que se desocupaba la plaza y entraban los triunfadores, también yo contribuí a recoger el equipo que dejaban, en su fuga vergonzosa, los carrancistas. Aquí hay, entre los diputados al Congreso de la Unión, un coronel, el ciudadano Guzmán Peláez, y que diga si no le ayudé a recoger dos carros de equipo, que se entregaron al jefe de las armas.

El C. Peláez: Pido la palabra para contestar.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Peláez: Efectivamente, el señor Gálvez me acompañó, en compañía de otros compañeros, a recoger dos carros de equipo, que le entregué al inspector general de Policía de aquel entonces, coronel Porfirio del Castillo.

El C. Gálvez: No creo que esos eran méritos que tenga yo, ni que tampoco tengo yo que venir a darme baños de rosas, porque sé que no he hecho más que cumplir con mi deber, ante el espectáculo vergonzoso que ofrecía el Gobierno carrancista, tratando de imponer, contra la voluntad del pueblo, a un hombre que no tenía méritos, tratando de burlar a la Revolución, que ha escrito con sangre de

10 años, estas palabras: "Sufragio Efectivo. No Reelección." Y en esa forma también, invocando ese principio, es como las elecciones del 13 distrito electoral, se han verificado. No fuí yo dependiendo de los galones de ningún general; yo tampoco fuí con recomendaciones; las recomendaciones las tengo en mi tierra, porque no soy, no he sido nuevo allá. Hay antecedentes de familia, que para mí son muy honrosos. José Manuel Gálvez y Antonio Gálvez, dos insurgentes connotados, que ayudaron a Guadalupe Victoria, ellos fueron, José Manuel Gálvez, fue mi abuelo, y Manuel Arrieta, el coronel que llevó a los indios de Tlatlauqui y Zacapoaxtla a Cerro Gordo, el año de 1847, ese fue mi abuelo también. (Voces: ¡Tenía dos abuelos!) Cuando yo hacía mi propaganda solicitando votos - y explicaré después por qué los solicitaba -, se me acercó uno de los indios más viejos, diciéndome: "¿Tú eres el nieto de Manuel Arrieta?" Sí. "Pues entonces está seguro de que nosotros votaremos por tí, nuestros diputados no han hecho nada por nosotros y, probablemente, tú podrás hacerlo, y si no puedes, según hemos oído decir que viene el americano sobre nosotros a reclamar las cuentas que debe la Revolución, creo que estarás tú como tu abuelo." Y entonces le dije: "Sí, si voy al Congreso, prometo a ustedes, ante todo, que tendrán escuelas y, para ello, he destinado parte de las dietas que gane aquí, porque no las necesito todas, porque mis necesidades son modestas, para pensionar a niños en escuelas industriales, químicas y agrícolas, y de devolver a ese pueblo hombres útiles, en cambio de los que muchas veces cuesta la privación de la comida cuando va a pagar el pobre las boletas a la Recaudación de Rentas." (Aplausos.) Yo les he prometido, y lo sé cumplir también que sus caminos se arreglarán, y a esta fecha, sin ser diputado, y sin pretender serlo, porque no vengo aquí con el ánimo de ganar un sueldo, porque soy luchador y sé ganarme la vida, a estas fechas tenemos 3,000 hombres dispuestos para trabajar en las carreteras que unen las dos cabeceras municipales y llevarlas hasta el puerto de Nautla. He tenido conversaciones con el secretario de Comunicaciones, y él me ha ofrecido ayudar a esos pueblos a que tengan esos caminos, porque si es indispensable la educación, es más indispensable, en estos momentos, abrir caminos por donde pueda circular la riqueza, que tanta falta hacen al país. Ahí en mi distrito, señores, pasa esto: A diez kilómetros de distancia está la tierra caliente. Pues bien; muchas veces no hay maíz que comer en la tierra fría, y no se puede llevar, porque cuesta más el flete de una mula, que lo que vale una carga de maíz Yo también les he prometido que las promesas de la Revolución, que lo que se ha escrito con sangre, se cumplirá en la parte que a mí me corresponda, y le dije a aquel indio: en estos momentos yo hará por ustedes lo que pueda y si, como tú dices, vienen los americanos, como mi abuelo también vendré con ustedes a cancelar con sangre la última página de la vida de México. (Aplausos.) Está contestada la pregunta segunda.

El C. Soto Francisco: Con permiso. Mi interpelación no era esa, era la que se refiere al punto político. La primera era relativa al punto político, y la segunda interpelación se refiere, esencialmente, al punto legal. Se afirma que el señor contrincante de usted, contrincante como candidato a diputado propietario, lo había felicitado a usted por su triunfo, y después la aclaración es que a mí se me dijo que la felicitación escrita era del suplente. Esto tiene alguna importancia para mí, porque si el contrincante lo hubiera felicitado, sería una confesión paladina de su derrota; si no lo felicitó, creo que la parte contraria no debe sorprendernos en esta forma.

El C. Gálvez: Hechas las elecciones, la Junta Computadora se reunió en Teziutlán con una mayoría favorable al señor Guerra; ellos hicieron el cómputo de votos, se presentaron muchos paquetes, entre los cuales he reservado algunos para mostrarlos también, como ha hecho el señor Altamirano, relativos a municipios y a elecciones que favorecen al señor Guerra. Concluido el cómputo tuvimos una diferencia de 24 votos. Debo advertir a ustedes esto: que al final de la elección o al final del cómputo ya no había más casillas que computar y llegaron las de Tierra Caliente y no las quiso computar la junta; en cambio sí computaron las de Cuitzián. Cuitzián es un pueblo, una ranchería quemada que no cuenta con cien vecinos y, sin embargo, dice la Comisión Revisora que ha descontado esos votos, que se presentaron 436 votos. Allá se verificó el milagro de los panes, se multiplicaron de una manera tremenda. No obstante esto, saco una mayoría encima del señor Guerra y honradamente declaro que el señor Guerra me ha dado un abrazo cuando yo le dije: "Señor Guerra, va usted a tener un contendiente de guante blanco, por nuestra educación, por que somos de esta tierra y necesitamos darles una lección de democracia a estos ciudadanos", y el señor emocionado me dio un abrazo y me felicitó diciéndome: "Señor Gálvez, le devuelvo el guante blanco que usted me dijo, y aquí está mi abrazo; lo felicito a usted lo mismo que a la Junta que se ha portado con toda honradez." Eso consta en el acta y si no está la firma del ciudadano Guerra fue porque salió en el momento de firmarla; pero está firmada por el suplente del ciudadano Guerra, señor Benito Espinosa de los Monteros. (Aplausos. Voces: ¡A votar!)

El C. prosecretario Castrejón: En votación económica se consulta a la Asamblea si el asunto está suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Suficientemente discutido.

El C. Zincúnegui: Pido votación nominal. (Voces: ¡No! ¡No!)

El C. Zincúnegui: ¿Por qué no? ¡tengo derecho! Al que no le guste que se vaya. No hay quórum.

El C. prosecretario Castrejón: En votación económica se consulta el siguiente punto resolutivo:

"1o. Son buenas las elecciones que para diputados propietario y suplente, se verificaron en el 13 distrito electoral del Estado de Puebla, el 1o. de agosto del corriente año."

Los que estén por la afirmativa, se servirán ponerse de pie. Aprobado.

"2o. Son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el mismo distrito mencionado, los CC. José Gálvez y Leopoldo Gómez León."

El C. prosecretario Castrejón: Por la afirmativa.

El C. secretario Zincúnegui: Por la negativa. Se ruega al ciudadano que está interrumpiendo, no colabore.

(Se recoge la votación.)

El C. secretario Zincúnegui: Votaron por la negativa 16 ciudadanos diputados y presuntos.

El C. prosecretario Castrejón: Votaron por la afirmativa 84 ciudadanos diputados. No hay quórum. Se cita a sesión de Cámara de Diputados a las cinco de la tarde.

El C. presidente, a las 2.40 p. m.: Se levanta la sesión.

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 23 DE NOVIEMBRE DE 1920

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior. Rinden la protesta de ley los CC. Joel Flores e Ildefonso Peña, diputados respectivamente, por los distritos electorales 2o. de Veracruz y 10 de San Luis Potosí.

2.- Se da cuenta con los asuntos en cartera. Iniciativa suscrita por los CC. diputados Céspedes, Candelario Garza y Portes Gil, tendente a que se aumente el sueldo que actualmente disfrutan los empleados de telégrafos, correos y del Juzgado de Distrito en el puerto de Tampico; a la Comisión de Presupuesto y Cuenta. Iniciativa firmada por el C. diputado Jesús F. Azuara y numerosos ciudadanos diputados a fin de que se autorice una partida para la construcción de un camino carretero de Acapulco a Huejutla, Estado de Hidalgo: a la Comisión de Presupuestos y Cuenta. Iniciativa presentada por los CC. diputados Aldaco, Rico G. y Aguirre Colorado E., hecha suya por varios diputados tendente a crear en el Presupuesto de Egresos una partida para subvención a la escuela particular de Agricultura de Ciudad Juárez, Chihuahua; a la Comisión de Presupuestos y Cuenta. Dos proyectos suscritos por el C. Alvaro Obregón y que hace suyos la diputación del Distrito Federal, referentes, respectivamente, a reformar la fracción IV del artículo 79 de la Constitución Política general, y a que se reforme la última parte del artículo 108 constitucional en los términos que en el mismo proyecto se establecen; recibo y a la Comisión de Puntos Constitucionales, e imprímase.

3.- Es discutida y aprobada una proposición suscrita por los CC. diputados Siurob, Casas Alatriste, Candelario Garza e I. del Castillo, relativa a que se divida la Comisión de Presupuesto, en cinco secciones de tres miembros cada una y que se nombren los miembros que faltan para completar los quince, por existir sólo nueve en funciones.

4.- Se aprueba una proposición firmada por el C. diputado Luis Espinosa, a efecto de que se nombre una Comisión que se acerque al Senado, suplicándole dictamine a la mayor brevedad el decreto que deroga las facultades extraordinarias que en Hacienda tiene el Ejecutivo.

5.- Iniciativa presentada por los CC. diputados Siurob y Constantino Llaca y hecha suya por los CC. diputados Antonio Díaz y von Borstel, a fin de incluir en el Presupuesto de Egresos una partida para las obras de irrigación del Plan de San Juan del Río, Estado de Querétaro; a la Comisión de Presupuestos y Cuenta. Iniciativa de los CC. diputados Federico N. Solórzano y J. Maqueo Castellanos que hacen suya varios ciudadanos diputados, relativa a que se incluya en el Presupuesto de Egresos una partida destinada a la construcción de una carretera entre Sayula y el Puerto de Chamela, Jalisco; a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

6.- Primera lectura al dictamen de la 1a. Comisión de Guerra, por el que se propone se pensione a la señorita María Soledad Arriaga. Iniciativa del C. diputado Carlos Argüelles y hecha suya por la diputación del Distrito Federal, referente a que en el Presupuesto de Egresos figure una partida para la construcción de una carretera que una los municipios de Xochimilco e Ixtapalapa, del Distrito Federal, y para la reparación de las de Huipulco y Xochimilco y Mexicaltzingo e Ixtapalapa; a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

7.- Es aprobada una proposición suscrita por el C. Manrique y varios ciudadanos diputados más, a fin de que se dirija atento mensaje al C. licenciado Jesús Urueta, haciendo votos por su restablecimiento.

8.- Proyecto suscrito por los CC. Fidel Ramírez M., Andrés Gutiérrez Castro y hecho suyo por otros varios ciudadanos diputados, relativo a que se conceda una pensión a la señora Rosalía Gutiérrez viuda de Barrera y a sus hijos; a votación el trámite de la Mesa, se levanta la sesión por falta de quórum.

DEBATE

Presidencia del C. ORTEGA MIGUEL F.

(Asistencia de 126 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 5.42 p. m.: Se abre la sesión.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día veintidós de noviembre de mil novecientos veinte.

"Presidencia del C. Miguel F. Ortega.

"En la ciudad de México, a las cinco y cuarenta y cinco de la tarde del lunes veintidós de noviembre de mil novecientos veinte, con asistencia de ciento veintiséis ciudadanos diputados, se abrió la sesión.

"El acta de la celebrada el día diez y nueve del mes en curso, se aprobó sin objeción.

"Rindieron la protesta de ley los CC. Daniel Castañeda Nigra, Tereso Reyes y Manuel Franco Cerqueda, diputados propietarios por los distritos electorales 8o. de Zacatecas, 6o. del mismo Estado y 5o. de Oaxaca, respectivamente.

"La Secretaría dió cuenta de los documentos en cartera:

"Oficio del Senado, en que pide se apruebe a la mayor brevedad el proyecto que reforma el Reglamento del Congreso, estableciendo la Tesorería de aquella H. Cámara.- Recibo, y a la Comisión de Reglamento.

"Oficio de la Secretaría de Gobernación al que acompañada, debidamente rectificado, el proyecto de Ley de Ingresos para 1921.- Recibo, a la Comisión de Presupuesto y Cuenta, e imprímase.

"Oficio de la misma Secretaría, en que inserta

una nota de la de Relaciones Exteriores, que se refiere al resultado de las gestiones en favor del señor Juan G. Cabral, preso en Leavenworth, Kansas, E. U. A.- De enterado y a su expediente.

"Oficio del C. secretario particular del presidente substituto de la República, con el que envía una solicitud de pensión subscripta por la señora Soledad Carrillo, viuda de Galván.- Recibo, y a la primera Comisión de Peticiones.

"Oficio en que el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación participa que se comisionó al ministro licenciado Patricio Sabido para que practique la investigación relativa a la violación del voto público que se dice existe en las elecciones de gobernador del Estado de Aguascalientes. - De enterado y a su expediente.

"Oficio del propio presidente de la Suprema Corte, en que manifiesta que ese alto Cuerpo, de conformidad con los preceptos respectivos de la Constitución y de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, clausuró con fecha 19 de los corrientes su séptimo período de sesiones.- De enterado.

"Oficio en que la Legislatura de Coahuila avisa que el 15 del actual inauguró su segundo y último período de sesiones ordinarias.- De enterado.

"Oficio del C. juez de Distrito del Estado del Michoacán, en que transcribe la sentencia definitiva que dictó en el juicio de amparo promovido por los CC. Manuel Gómez y José Cueto contra actos del Congreso de la Unión.- Recibo, y a sus antecedentes.

"Escrito del C. diputado José Siurob, por medio del cual avisa que da por terminada la licencia que venía disfrutando sin goce de dietas y que con esta fecha reasume el ejercicio de su cargo.- De enterado, y comuníquese para sus efectos a la Tesorería del Congreso.

"Solicitud del C. J. Antonio Couto, a fin de que se le conceda licencia por tiempo ilimitado, sin goce de dietas, y se llame al suplente.

"Se aprobó sin debate, previa dispensa de trámites, y acto continuo rindió la protesta de ley el diputado suplente del C. Couto, C. Carlos Rivapalacio.

"Proposición del C. Salvador Saucedo, que en su parte resolutiva dice:

"Excítese a la primera Comisión instructora del Gran Jurado para que dentro del improrrogable plazo de quince días rinda el dictamen sobre la acusación que formuló en contra del gobernador de Colima, Miguel Alvarez García."

"Se aprobó en votación económica, previa dispensa de trámites y una vez que habló en pro el C. Saucedo.

"Proposición del C. Manzanilla, tendente a que se llamara al C. diputado Felipe Carrillo o a su suplente, en virtud de haber faltado el primero a doce sesiones consecutivas después de haberse vencido la segunda licencia que con goce de dietas le concedió esta Cámara.

"Así que se le dispensaron los trámites y se puso a discusión, habló en pro el C. Manzanilla.

"Presidencia del C. Ignacio Borrego.

"La Secretaría proporcionó informes solicitados por los CC. Manrique y Manzanilla, respecto del vencimiento de la licencia al C. Carrillo.

"El C. Cantón usó de la palabra en contra.

"Los CC. Leobardo Lechuga y Bolio se produjeron en pro y en contra, respectivamente, interrumpiéndole al primero una aclaración del C. Cantón y una interpelación del C. Paz.

"Suficientemente discutida la proposición, se desechó en votación económica, que hubo de repetirse por haberla reclamado el C. Manzanilla.

"Proyecto de ley del C. Juan Bravo y Juárez, hecho suyo por otros varios ciudadanos diputados, que tiene por objeto derogar el decreto de diez y nueve de septiembre de mil novecientos dieciséis, que trata de dotación de ejidos a los pueblos, expedido por el C. Venustiano Carranza en su calidad de primer Jefe del Ejército Constitucionalista, encargado del Poder Ejecutivo de la Nación, a fin de que quede en vigor el de 6 de enero de 1915, y que para ejecutar las posesiones de que hablan los artículos 7o. y 8o. de este último decreto, no se requieran trabajos técnicos de precisión.

"Al concluir la lectura del proyecto anterior, el C. Manzanilla reclamó el quórum. Con tal motivo hicieron mociones de orden los CC. Paz y Francisco Soto, y la Cámara resolvió que no se pasara lista.

"El C. Bravo y Juárez fundó su proyecto, al que le fueron dispensados los trámites. La Mesa acordó turnarlo a las comisiones unidas primera y segunda Agrarias y que se imprimiera. Los CC. Bravo y Juárez y Francisco Soto se opusieron a este trámite. La Mesa lo sostuvo. El C. Manrique hizo una moción de orden y la Presidencia aclaraciones. Luego usaron de la palabra en pro del trámite los CC. César A. Lara y Huerta y en contra los CC. Avilés y Siurob. Hicieron aclaraciones los CC. Bravo y Juárez, Francisco Castillo y Francisco Soto. La Presidencia reformó su trámite, en el sentido de que se imprima el proyecto y se discuta el primer día hábil, y la Asamblea lo aprobó.

"Continuóse dando cuenta de los documentos en cartera:

"Telegrama depositado en esta ciudad, en que el C. subsecretario de Gobernación, encargado del Despacho, manifiesta a los diputados Alessio Robles, Paz y demás firmantes, en respuesta a su instancia relativa, que ya firmó el ciudadano presidente substituto de la República el decreto que deroga el de la anterior Administración, referente a elecciones municipales en el Distrito Federal.- Dése cuenta y archívese.

"Iniciativa de los CC. Rodrigo Palacio, Rama, De Alba y diez ciudadanos diputados más, a fin de que en el Presupuesto de Egresos para 1921 figure una partida de $300,000 que se destinará a la construcción de una presa en el río de Santiago, del Estado de Aguascalientes.- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Dictamen de la segunda comisión de Hacienda, que consulta un proyecto de ley, tendente a que las mercancías fabricadas en el país con marcas extranjeras causen los mismos derechos de exportación que las similares al ser importadas, y que la Secretaría de Hacienda imponga a esas mismas mercancías, al ser expendidas dentro del país, una contribución igual al monto de los derechos de importación de sus similares extranjeras.- Primera lectura e imprímase.

"Dictamen de la Comisión de Marina, que

concluye con un proyecto de ley por el que se establece en el puerto de Mazatlán o a bordo del buque adecuado que designe la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, una escuela náutica para los fines que en el mismo proyecto se establecen.- Primera lectura, e imprímase.

"El trámite segunda lectura y a discusión el primer día hábil, recayó a dictámenes de las comisiones que a continuación se citan y que consultan igual número de proyectos de decreto sobre los asuntos que se mencionan:

"Primera de Hacienda.- Pensión a la señorita María Torres Torija.

"Tercera de Guerra.- Pensión vitalicia al C. Leandro del Valle.

"Tercera de Guerra.- Pensión vitalicia al teniente de Caballería Guadalupe González.

"Tercera de Guerra.- Pensión a la señorita Ana María Palacios.

"El mismo trámite recibió el dictamen de la primera Comisión de Gobernación, que consulta un proyecto de ley por el que se reforman los artículos 50 y 60 de la Ley Orgánica del Distrito y Territorios Federales, expedida por el Ejecutivo de la Unión el 13 de abril de 1917.

"Continuó la discusión, suspendida en la sesión del diez y ocho del actual, del artículo 4o., reformado, del proyecto de ley que reglamenta la fracción XII del artículo 123 constitucional en relación con el artículo 3o. de la misma ley fundamental.

"Hablaron en contra y en pro, respectivamente, los CC. Gabriel Martínez y Manrique. Este lo hizo a nombre de las comisiones dictaminadoras y fue interrumpido por una aclaración del primero.

"Suficientemente discutido el artículo, el C. secretario Zincúnegui Tercero declaró que se reservaba para su votación.

"El C. Norberto Domínguez usó de la palabra para contestar alusiones personales.

"A las ocho y veinte de la noche se levantó la sesión."

Está a discusión el acta. ¿No hay quien la impugne? En Votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada.

- El mismo C. prosecretario: Encontrándose a las puertas del Salón de Sesiones los ciudadanos diputados electos Joel Flores e Ildefonso Peña, se invita a los ciudadanos Martín Barragán, doctor Francisco Reyes y prosecretario Camarena, para que los introduzcan al salón a rendir la protesta de ley. No estando el ciudadano prosecretario Camarena, se designa al compañero Zuno. (Voces: ¡Tampoco está!) Pues entonces al compañero Zincúnegui Tercero. (Voces: ¡Tampoco está!) Entonces va el que habla. (Risas.)

(Rinden la protesta de ley los CC. Joel Flores e Ildefonso Peña, diputados propietarios por los distritos electorales 2o. de Estado de Veracruz y 10 del Estado de San Luis Potosí, respectivamente. Aplausos.)

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"Poder Ejecutivo Federal.- México.- Estados Unidos Mexicanos.- Secretaría de Gobernación.

A los ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presente.

"Por su atento oficio número 205, de fecha 11 de los corrientes, ha quedado enterada esta Secretaría, y toma de ella la debida nota, de la protesta que ante esa R. Asamblea ha formulado el Partido Liberal Independiente de Tamaulipas, y de la solicitud que hace el mismo partido que se declare la nulidad de las elecciones para poderes locales efectuadas en aquel Estado, el domingo 7 de los corrientes.

"Reitero a ustedes mi atenta consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.- México, D. F., noviembre 19 de 1920.- P. O. del subsecretario encargado del Despacho, el oficial mayor, José Huerta." - A su expediente.

"Poder Ejecutivo Federal.- México.- Estados Unidos Mexicanos.- Secretaría de Gobernación.- Número 6.073.

"A los ciudadanos secretarios de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- Presente.

"En contestación al atento oficio de ustedes, 315, de fecha 12 del corriente, en el que se sirven insertar la queja de los señores G. N. Ortiz y J. Macías y demás asignantes, quienes manifiestan que el actual Consejo Municipal de Tacuba, Distrito Federal, trata de imponerse en las próximas elecciones, tengo la honra de manifestarles que ya se dirigió esta Secretaría al gobernador del Distrito, recomendándole imparta toda clase de garantías a los quejosos.

"Reitero a ustedes mi atenta y distinguida consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.- México, D. F., 19 de noviembre de 1920. - P. O. del subsecretario encargado del Despacho, el oficial mayor, José Huerta." - A su expediente.

"Poder Ejecutivo Federal.- México.- Estados Unidos Mexicanos.

"Procuraduría General de la Nación.- Número 22,906.

"A los ciudadanos secretarios de la H. Comisión Permanente del Congreso de los Estados Unidos Mexicanos.- Presente.

"Tengo el honor de referirme al atento oficio de ustedes, en el que por acuerdo de la H. Comisión Permanente remiten a esta Procuraduría el escrito en que las señoritas Guadalupe, Juana y Marcelina Puente se quejan de que un grupo de fuerzas revolucionarias dió muerte a su padre, el señor general brigadier Margarito Puente, permitiéndome manifestar a ustedes en debida respuesta, que ya remito el escrito de referencias al ciudadano procurador general de Justicia en el Estado de Tlaxcala, para los efectos legales a que hayan lugar.

"Protesto a ustedes mi atenta y distinguida consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.- México, a 17 de noviembre de 1920.- El procurador general de la Nación, E. Neri."- A su expediente.

"Poder Ejecutivo Federal.- México.- Estados Unidos Mexicanos.

"Procuraduría General de la Nación.- Número 22,904.

"A los ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- Presente.

"En respuesta a la atenta nota de ustedes, número 165, fechada el 6 del actual, en la que por acuerdo de esa H. Cámara se sirven transcribirme el escrito que presentó a esa H. Representación el ciudadano Camarena, denunciando frandes al Erario federal, en la venta de pulque por la hacienda de Tulancalco, propiedad de la casa "Rule e Hijos", ubicada en el municipio de Tetepango, distrito de Tula, Estado de Hidalgo, tengo el honor de manifestarles que ya consigno el asunto al agente del Ministerio Público, adscripto al Juzgado de Distrito en aquel Estado, para que ejercite las acciones que procedan.

"Protesto a ustedes mi atenta y distinguida consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.- México, 18 de noviembre de 1920.- El procurador general de la Nación, E. Neri." - A su expediente.

Telegrama procedente de "Oaxaca, Oaxaca el 23 de noviembre de 1920.- México, D. F.

"Ciudadanos secretarios de la Cámara de Diputados.

"Tenemos la honra de participar a ustedes que a las 12 m. de hoy quedaron formalmente inauguradas las juntas preparatorias de la XXVIII Legislatura constitucional de este Estado. Respetuosamente.- Presidente, Gaspar Allende. - Secretario, Lic. Tereso Figueroa.- Secretario, Librado S. López." De enterado.

Telegrama procedente de "La Paz, B. C., 23 de noviembre de 1920.

"Secretario del H. Congreso de la Unión.

"Hónrome participar ese H. Congreso que, previas formalidades de ley, híceme cargo Juzgado 1a. Instancia este partido. Respetuosamente.- Juez de 1a. Instancia, Ch. Hidalgo." - A su expediente.

"El C. licenciado Eleazar O. Núñez comunica, por medio de su oficio número 1,953, fechado el día 23 del presente, que con fecha 22 del mismo se hizo cargo nuevamente del Juzgado 8o. Correccional de esta capital, por habérsele cumplido la licencia de que disfrutaba." - A su expediente.

"El C. licenciado Abelardo Medina y Díaz comunica, por medio de su oficio número 1,941, fechado el día 21 de los corrientes, que ha hecho entrega del Juzgado 8o. Correccional de esta capital al C. licenciado Eleazar O. Núñez." - A su expediente.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"Licenciado Emilio Portes Gil.

"H. Asamblea:

"Los subscriptos, diputados al Congreso General por el Estado de Tamaulipas, exponen:

"Es por todos conocido el alto costo de la vida en el puerto de Tampico, hasta el grado de que los sueldos que se hagan en aquella ciudad a los empleados de la Federación y, principalmente, a los de Correos, Telégrafos y Juzgado de Distrito, es exiguo y no basta a satisfacer las necesidades más apremiantes de la vida. Es por ello por lo que el Congreso de Periodistas, reunido últimamente en la ciudad de Torreón, aprobó una moción en el sentido de pedir a esta H. Asamblea decretase un aumento de ciento por ciento en los sueldos de los empleados mencionados, persiguiendo con ello, el que éstos puedan vivir de manera decorosa y desempeñar también de una manera correcta los empleos correspondientes.

"Ahora bien; en nuestra calidad de representantes de aquel Estado fronterizo, hemos palpado la necesidad de tal aumento en los sueldos de los empleados referidos, y es por ello por lo que venimos a solicitar de vuestra soberanía se sirva, al discutir los Presupuestos respectivos, acordar:

"Único: Que es de aumentarse en un ciento por ciento el sueldo que actualmente disfrutan los empleados de Telégrafos, Correos y Juzgado de Distrito, en el citado puerto de Tampico."

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados.- México, a 19 de noviembre de 1920.- E. L. Céspedes.- Candelario Garza.- E. Portes Gil." - A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

- El mismo C. prosecretario, leyendo:

"Ciudadanos diputados:

"Estando para iniciarse una era de prosperidad y progreso de nuestra querida patria, creo que ha llegado el momento en que la Representación Nacional tome parte activa en la reconstrucción de nuestro país.

"Para ello sólo se requiere poner en juego la mucha voluntad que anima a todos y cada uno de los señores representantes del pueblo, sin que nos haga desmayar la enorme deuda que pesa sobre la República por nuestras luchas intestinas, pues bien podemos imitar el ejemplo de otros países que, no obstante carecer de recursos naturales de que está dotado el nuestro, y haber sufrido terribles estragos por la guerra, ya entran rápidamente en su reconstrucción.

"Bien sabido es por esta H. Cámara que una de las casi insuperables dificultades para ser explotadas las grandes riquezas con que la naturaleza pródigamente dotó a nuestra patria, es la falta de vías de comunicación, pues los gobiernos pasados no han querido dar a este punto toda la importancia que merece.

"Poseídos los gobernantes pasados de esa vanidad, muy humana si se quiere, pero siempre reprochable, de inclinarse por todo lo que signifique relumbrón, apenas si se preocuparon de comunicar algunas ciudades de importancia del país, descuidando regiones que, por su importancia e

inagotables riquezas, constituyen un verdadero filón, que explotado debidamente, contribuirá de una manera poderosa el mejoramiento social.

"Me refiero a las huastecas, de las cuales apenas si se habla, y sólo los que en ellas hemos nacido o los que, por circunstancias especiales han ido por allá, sabemos de las enormes riquezas naturales que ahí se encierran, pero cuya explotación es imposible, por la absoluta carencia de caminos.

"Por ahora, voy a ocuparme únicamente de la región hidalguense comprendida entre la estación de Apulco y la villa de Huejutla, entre cuyos puntos es de urgente e imperiosa necesidad la construcción de un buen camino carretero, y en lo cual consiste la iniciativa que tengo el honor de someter a vuestra alta consideración.

"Todo esfuerzo, todo sacrificio que se haga en pro de esta mejora material, será recompensado al país con creces, pues los vastos productos de aquella región, que consisten en maíz, haba, garbanzo, café, chile, frijol, arroz, ajonjolí, ajo, cebolla, maderas preciosas, frutas de todas clases, etcétera, no se quedarían estancadas, como desgraciadamente sucede ahora, sino que saldrían al mercado, beneficiado a las clases sociales y, por ende, al Tesoro Nacional.

"Los productos que allí se elaboran, como el piloncillo, la manteca, el almidón, la cera de bujía, la miel virgen, y otros muchos, tendrían un vasto mercado y se fomentaría poderosamente la industria, la cual, por ahora, se reduce a abastecer las necesidades de la región, en vista de carecer de caminos para dar salida a los citados productos.

"El ganado vacuno, del cual salen, venciendo toda clase de dificultades, de 50 a 60,000 cabezas anualmente, así como 20,000 de ganado porcino, bajarían grandemente de precio, con beneficio de las clases menesterosas, pues los comerciantes de este ramo no sufrirían las pérdidas que, por accidentes actualmente resienten en los caminos existentes, que no son otra cosa que peligrosas veredas, en las cuales muchas veces ni una sola persona puede caminar por ciertos lugares a caballo, porque tiene que bajarse e irlo estirando.

"El camino en proyecto vendría a ser el eje de una vasta región en la que quedan comprendidos los pueblos de Agua Blanca, Huaya (perteneciente al Estado de Veracruz), Zacualtipán, Tianguistengo, Xochicoatlán, Molango, Calnali, Temalacatla, Tlacolula, Yatipán, Atempán, población de mucha importancia por sus baños sulfurosos de propiedades curativas idénticas a los de Tehuacán, Puebla ; Yahualica, Xochiatipán, El Arenal, Atlapexco, Huautla, Huazalingo, Huejutla, San Felipe Orizatlán, Tlanchinol, Tehuetlán, Cuacuilco, Jaltocán y muchas rancherías, además de que se facilitaría la comunicación con las poblaciones de Chiconamel, Chalma, Platón Sánchez, Tantoyuca, Chapote y Chicontepec, del Estado de Veracruz.

"Alguna vez se proyectó ya este camino, y aun se hicieron algunos trazos, teniéndose al idea de prolongar el ferrocarril de Apulco hasta Tampico; pasando por esa importante región; desgraciadamente, todo se quedó reducido a simples proyectos.

"Varias compañías extranjeras han construido un camino carretero de Huejutla a Tampico; llevada a cabo la iniciativa que tengo el honor de presentar, quedaría unida esta capital hasta el mencionado puerto, al cual se podría llegar en un día, en automóvil.

"Una comisión de ingenieros presupuestó la cantidad de $500,000.00 para llevar a cabo esta mejora; pero como de entonces acá, ha transcurrido bastante tiempo y, tanto los jornales como la herramienta, han subido considerablemente de precio; creo que habría necesidad de aumentar esta cantidad, pero también estoy seguro de que los habitantes de la región, con todo entusiasmo ayudarían en alguna forma para la realización de este proyecto, que me permito calificar en magno y, por lo tanto, no habría necesidad de aumentar la cantidad proyectada.

"Señores diputados: Atentamente me permito invitar a ustedes para que, suprimiendo, por ahora ciertos gastos que no son de absoluta necesidad, se sirvan autorizar el gasto de $500,000.00, dedicados a la construcción de un camino carretero que vaya de Acapulco a Huejutla, Estado de Hidalgo.

"Si como lo espero de vuestro patriotismo, aprobáis esta iniciativa, podéis estar seguros de haber contribuído poderosa y grandemente para el engrandecimiento nacional.- México, 19 de noviembre de 1920.- El diputado por el 4o. distrito electoral de Estado de Hidalgo, J. F. Azuara.- 11 de Hidalgo, Erasmo Trejo.- 6o. de Hidalgo, E. Olguín.- El diputado por el 10 distrito, Carlos Gómez.- F. Castrejón.- Hacemos nuestra la presente iniciativa.- Benito Ramírez G.- E. Portes Gil.- M. Ramírez.- José H. Romero.- A. E. Rama.- S. García G.- M. F. Altamirano.- E. L. Céspedes.- E. Hidalgo Catalán.- L. Espinosa y Elenes.- M. G. Rojas.- S. Franco Urías.- Aurelio Manrique, jr.- H. S. Rodríguez. - M. Barragán.- P. Carriedo Méndez.- M. Montero Villar.- Macario M. Hernández.- I. del Castillo.- J. B. González.- Manuel Rico G.- Jaime A. Solís.- Ignacio Luquín.- Licenciado Rodríguez López.- J. C. Miramontes.- F. Ramírez Luque.- D. Montes de Oca.- Francisco Castillo.- Gustavo S. Martínez.- Firma ilegible.- F. B. Martínez.- E. M. Barragán.- Arnulfo Portales.- Rodrigo Palacio.- Antonio Díaz. - E. von Borstel.- T. T. Gutiérrez.- T. Salgado.- Leopoldo E. Camarena.- C. Munguía.- J. M. Vergara.- E. del Castillo.- Enrique Meza.- José Maqueo C.- I. Borrego.- Candelario Garza.- J. M. Cuéllar.- Juan Bravo y Juárez.- G. Villalobos. - Juan Quiroga.- Moisés Huerta.- Jesús Z. Moreno.- Francisco Barbosa.- Francisco M. Ramírez.- C. Damián.- Porfirio del Castillo.- Antonio Ortega.- R. Ramos Pedrueza.- Aurelio M. Aja.- Joaquín E. Acevedo.- A. Díaz Soto y Gama.- Natalio Espinosa.- Pedro A. Chapa.- J. Antonio Couto.- Edmundo Bolio.- F. B. Vázquez.- A. Arroyo Ch.- R. Velarde.- Uriel Avilés.- José Luis Solórzano.- Ángel Alanís.- U. Llavín.- J. Siurob.- Uriel Navarro.- E. Fernández Martínez.- M. Lomelí.- José Gómez Luna.- Gabriel Martínez.- P. Dorantes.- F. B. Ayala.- A. G. García.- Manuel E. Miravete.- J. Macías Rubalcaba.- Francisco Garza.- Fidel Guillén.- Juan B. Salazar.- Guillermo Rodríguez.- José Juan Ortega.- J. Sánchez de Cima. - Godofredo Guzmán Peláez.- Leobardo Lechuga.- E. Aguirre C.- R. A. Alvarez.

- Isauro Castillo Garrido." - A la Comisión de Presupuesto y Cuenta.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"H. Asamblea:

"Los subscriptos diputados, en ejercicio a la XXIX Legislatura de la Unión, convencidos de que gran parte del futuro engrandecimiento y bienestar de nuestra patria descansa en el desarrollo de la agricultura nacional, y siendo ésta muy deficiente en la actualidad, puesto que sus productos no bastan para cubrir el consumo del país, debido en gran parte a la rutina en su explotación por falta de una difusión más amplia y científica en los procedimientos agrícolas modernos, difusión que racionalmente se hace en los planteles especiales existentes en la República.

"Que uno de estos planteles existe en La Playa, Ciudad Juárez, del Estado de Chihuahua, fundado y sostenido por la iniciativa privada de los señores ingenieros agrónomos Escobar Hermanos, quienes la fundaron en 1906 en condiciones más o menos favorables o bonancibles.

"Que dicha institución, a pesar de los trastornos políticos habidos en el país durante los últimos 10 años, ha estado funcionando regularmente, no obstante las difíciles circunstancias pecuniarias por que han tenido que atravesar su fundadores, pues además de los perjuicios sufridos por ellos en sus intereses privados, el plantel mismo tuvo que sufrir mucho debido a las frecuentes incursiones de grupos revolucionarios en aquella zona, habiéndose aprovechado en ocasiones sus cinco edificios como hospital de sangre, llegándose a albergar allí hasta 700 heridos; sufriendo considerables pérdidas en los elementos de que anteriormente disponían, tales como laboratorios, gabinetes de física, biblioteca, aparatos de mecánica, de topografía, maquinaría agrícola destinada a las prácticas de los educandos y un considerable número de ejemplares animales destinados a estudios de zootecnia; colecciones de plantas e insectos, paciente y laboriosamente formadas; y otros muchos elementos que sería largo enumerar.

"Convencidos de que el ánimo y perseverancia de sus fundadores y propietarios, en su obra civilizadora y eminentemente nacionalista, merecen de la Nación un apoyo decidido, puesto que los resultados obtenidos redundan en beneficio de la misma y evitan a nuestros agricultores progresistas tener que mandar sus hijos al extranjero para que adquieran los conocimientos de la agricultura moderna, corriéndose con ese procedimiento el peligro de que esos jóvenes adquieran el desamor a la Patria, a nuestras costumbres y a nuestras instituciones, juzgamos patriótico y justo se imparta a ese plantel un apoyo económico por el Gobierno federal.

"Dicha escuela particular de Agricultura, de Ciudad Juárez, ha dado ya a la Nación varias generaciones de agrónomos, que en la actualidad se encuentran luchando en el terreno de la vida práctica; unos en los campos y otros prestando sus servicios al Gobierno en las esferas de sus especialidades.

"Es de hacerse notar el hecho de que un gran número de los jóvenes allí educados, por virtud de la libérrima enseñanza que se les imparte, han contribuído con su vida, con su sangre y con sus energías y entusiasmos, a la consecución de los ideales democráticos, en los campos de batalla unos y en los de la idea otros.

"Juzgamos, pues, patriótico y de toda equidad ayudar a ese plantel para que la intensidad de sus enseñanzas y esfera de acción sean lo más amplia y fructífera posible, ya que con ello no se favorecen intereses especiales ni personales, sino los de la Nación en general y los de los Estados fronterizos en particular, que son los que, por razones de proximidad a los planteles norteamericanos y por dificultades de comunicación y alejamiento de la Escuela Nacional de Agricultura, tendrían que acudir a las instituciones similares de Estados Unidos en busca de esa enseñanza.

"Por estas razones, señores diputados, y por otras que sería largo enumerar, pero no por eso de menor peso, suplicamos atentamente a la H. Asamblea se sirva apoyar y dar su voto aprobatorio al siguiente proyecto de decreto:

"Único. Se crea una partida en el Presupuesto General de Egresos, en el Ramo correspondiente, por la cantidad de $18,000 (diez y ocho mil pesos) anuales como subvención del Gobierno federal, en favor de la Escuela Particular de Agricultura de Ciudad Juárez, Chihuahua, la cual cantidad será pagada íntegra por la Tesorería General de la Nación al principio de cada año.

"Salón de Sesiones de la H. Cámara de Diputados.- México, a 22 de noviembre de 1920.- L. Aldaco.- Manuel Rico G.- E. Aguirre C.- Hacemos nuestra la anterior iniciativa.- Francisco Soto.- J. Joaquín Silva.- Francisco Ramos Esquer.- Francisco Garza.- E. Portes Gil.- M. F. Ortega.- A. Díaz Soto y Gama.- Rodrigo Gómez." - A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

- El mismo C. prosecretario, leyendo:

"Alvaro Obregón. Nogales, Sonora. México.

"H. Cámara de Diputados al Congreso de la Unión:

"Alvaro Obregón, presidente electo de la República, con domicilio en la Avenida Madero número 1, de esta capital, ante vuestra honorabilidad respetuosamente propongo la reforma de la fracción IV del artículo 79 de la Constitución que nos rige, en los siguientes términos:

"Parte expositiva.

"La división e independencia de los Poderes federales como base indispensable de nuestro sistema de Gobierno, exige que ninguno de esos Poderes intervenga sino por excepción en el funcionamiento de los demás.

"La Constitución de 57, teniendo en cuenta ese principio, consignaba el precepto de que el Congreso de la Unión pudiera ser convocado a sesiones extraordinarias por la Comisión Permanente cuando ésta lo estimara necesario.

"La Carta Fundamental de Querétaro, en su tendencia de concentrar en el Ejecutivo federal la mayor suma de facultades, aun con mengua de los

otros Poderes, restringió la facultad concedida a la Comisión Permanente por la Constitución de 57.

"De acuerdo con el postulado que se menciona al principio, y puesto que no hay razón alguna excepcional que funde la restricción contenida en la Carta fundamental de Querétaro, se hace, pues, indispensable restituir a la Comisión Permanente la facultad cercenada por dicha Constitución.

"Por tal motivo, propongo la reforma de que se trata, en los siguientes términos:

"Artículo 79

"IV. Acordar por si o a propuesta del Ejecutivo, oyéndolo en el primer caso, la convocatoria del Congreso o de una sola Cámara a sesiones extraordinarias, siendo necesario en ambos casos el voto de las dos terceras partes de los individuos presentes. La convocatoria señalará el objeto u objetos de las sesiones extraordinarias.

"Protesto a esa H. Cámara de Diputados mi atenta y distinguida consideración. México, D. F., noviembre 20 de 1920.- A. Obregón."

"La Diputación del Distrito Federal hace suya la anterior solicitud.- Gustavo S. Martínez, 1er. distrito.- R. Martínez de Escobar, 2o. distrito.- E. Hidalgo Catalán, 3er. distrito.- V. Alessio Robles, 4o. distrito.- Rubén Vizcarra, 5o. distrito.- R. Ramos Pedrueza, 6o. distrito.- E. Aguirre C., 7o. distrito.- R. Casas Alatriste, 9o. distrito.- Octavio Paz, 10 distrito.- José D. Pérez, 11 distrito. - C. Argüelles, 12 distrito." - Recibo, y a la Comisión de Puntos Constitucionales, e imprímase.

- El C. secretario Zincúnegui Tercero, leyendo:

"H. Cámara de Diputados:

"Alvaro Obregón, presidente electo de los Estados Unidos Mexicanos, con domicilio en la Avenida Madero número uno, de esta ciudad, ante esa H. Representación propone sea adicionado el artículo 108 de la constitución general de la República en la forma que sigue:

"Parte expositiva.

"Los constituyentes de 57, al señalar las causas por las cuales sería enjuiciable el presidente de la República, tuvieron en cuenta no sólo la perturbación que los delitos o faltas de ese funcionario producirán en la sociedad, sino los trastornos que el enjuiciamiento habría de acarrear a la misma sociedad con la suspensión o separación del propio Primer Magistrado; y optaron por precaver las perturbaciones o trastornos que fueran de mayor importancia y trascendencia.

"En tales términos estimaron y pesaron el efecto social y político de unas y otras perturbaciones o trastornos, que únicamente fijaron, como motivos de enjuiciamiento, aquéllos que en su concepto eran de tal manera graves que pudieran romper o alterar fundamentalmente, no solo el sistema representativo y popular, consagrado por aquella Constitución, sino el funcionamiento de ese mismo sistema en la satisfacción de sus fines más trascendentales.

"Los constituyentes de 57, pues, prescribieron en el artículo 103 de aquel pacto federal que el presidente de la República, "durante el tiempo de su encargo sólo podría ser acusado por los delitos de traición a la patria, violación expresa de la Constitución, ataques a la libertad electoral o delitos del orden común."

"La Constitución de Querétaro, por el contrario, en su tendencia centralizadora o de absorción para el Ejecutivo, de la mayor suma de facultades y prerrogativas, con menoscabo de las de los otros Poderes, restringió las causas de enjuiciamiento del presidente de la República, a tal grado, que en la parte final del artículo 108, prescribe "que el presidente de la República, durante el tiempo de su encargo, sólo podrá ser acusado por traición a la Patria y delitos graves del orden común."

"Es tan grave esta restricción, que conforme a la Carta fundamental que nos rige, el encargado del Poder Ejecutivo federal, en el tiempo de sus funciones, puede impunemente violar, con las excepciones indicadas, la misma Carta en puntos de tal importancia y trascendencia, que rompa o desvirtúe nuestro sistema de Gobierno.

"La experiencia nos ha enseñado, bien dolorosamente por cierto, de lo que es capaz un presidente sin escrúpulos y cuya responsabilidad queda restringida en los términos que lo hacen la Constitución de Querétaro.

"El Gobierno anterior estuvo infringiendo la Carta fundamental en sus bases más importantes, como son los principios que la Revolución iniciada desde 1910 ha venido conquistando a fuerza de sangre y de sacrificios, sin que a pesar de la trascendencia de las violaciones, se pudiera acudir a medio legal alguno, de tal suerte que hubo necesidad de apelar a la fuerza de las armas para defender nuestras instituciones.

"Entre otros atentados constitucionales de importancia y trascendencia, cometidos por el mencionado Gobierno, se encuentran los relativos al sufragio popular y a la soberanía de los Estados, con la circunstancia de que llegaron hasta a distraerse con tal objeto los fondos públicos.

"Por todo lo anterior, se hace indispensable consignar de manera expresa en nuestra Constitución vigente, el remedio para semejantes atentados, cuando interviene en ellos directa o indirectamente el presidente de la República; remedio que ya en otra vez ante la Convención del Partido Liberal Constitucionalista, he señalado en los mismos términos que ahora someto a la consideración de esa H. Cámara.

"En la Constitución de 57, se encontraban previstas en general las violaciones de la Constitución cometidas por el encargado del Poder Ejecutivo de la Federación; pero semejante generalidad es peligrosa por dejar demasiado campo a la interpretación jurídica; de suerte que es preferible consignar en la misma Constitución las causas de enjuiciamiento del presidente.

"Por otra parte, como en cuanto a los miembros del gabinete presidencial no militan las mismas razones para que en los casos de infracción constitucional no sean acusados y enjuiciados; y, además, conviene despertar en ellos la conciencia de responsabilidad de sus actos, aun cuando sean de mera sanción de los del presidente, es necesario que por su parte respondan en lo personal de todos los actos del Ejecutivo en que ellos intervengan y que sean contrarios a la Constitución general de la República.

"Las razones anteriores me mueven a proponer que sea adicionada la última parte del artículo 108 constitucional, en los siguientes términos:

"El presidente de la República, durante el tiempo de su encargo, podrá ser acusado, no sólo por las causas señaladas en la fracción que se adiciona, sino también por las siguientes:

"a) Por atentar contra la existencia o el libre funcionamiento del Congreso de la Unión, de cualquiera de sus Cámaras o de la Suprema Corte de Justicia; o por violar el fuero constitucional de los miembros de esas corporaciones.

"b) Por atentar contra la libertad del sufragio, violando la de emisión del voto de los electores o ejerciendo presión material para que el voto se verifique en determinado sentido.

"c) Por atentar contra la soberanía interior de los Estados, interviniendo en la elección de los funcionarios legales o impidiéndoles el ejercicio de sus funciones legales.

"d) Por malversar los fondos públicos, ordenando o autorizando erogaciones no comprendidas en las leyes de presupuestos o en disposiciones legales especiales.

"e) Por celebrar con Gobiernos extranjeros pactos, convenios o acuerdos y ponerlos en ejecución sin la previa aprobación del Senado.

"f) Por no promulgar las leyes que expida el Congreso de la Unión, en el caso de la fracción "C" del artículo 72 constitucional.

"g) Los secretarios de Estado serán también enjuiciables, en el tiempo de su encargo, por la sanción que presten a los actos delictuosos del presidente, señalados en los incisos anteriores.

"Los mismos secretarios de Estado serán en general enjuiciables, durante el ejercicio de sus funciones, por la sanción que le presten a los actos delictuosos del presidente, no comprendidos en los propios incisos que anteceden.

"México, noviembre 19 de 1920.- A. Obregón.

"La diputación del Distrito Federal hace suya la anterior solicitud.- C. Argüelles, 12 distrito.- Octavio Paz, 10 distrito.- R. Casas Alatriste, 9o. distrito.- V. Alessio Robles, 4o. distrito.- Gustavo S. Martínez, 1er. distrito. - E. Hidalgo Catalán, 3er. distrito.- José D. Pérez, 11 distrito.- E. Aguirre C.- R. Martínez de Escobar.- R. Ramos Pedrueza.- Rubén Vizcarra." - Recibo, a la 2a. Comisión de Puntos Constitucionales, e imprímase.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"H. Asamblea:

"Considerando la premura con que la Comisión de Presupuestos tiene que estudiar los graves problemas que dichos presupuestos entrañan, los últimos acuerdos de la H. Asamblea respecto al orden en que deben estudiarse y la circunstancia de que apenas acaban de ser entregados los relativos a ingresos, y teniendo en cuenta nuestra obligación de mirar en todo por el mejor orden y realización de las labores que esta H. Asamblea nos ha encomendado, proponemos que, con dispensa de todo trámite, sea aprobada la siguiente proposición:

"1a. Divídase la Comisión de Presupuestos en 5 secciones, formadas de tres miembros cada una.

"2a. Nómbrense los miembros que faltan para complementar el número de quince miembros, por existir sólo 9 en funciones."

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados.- Noviembre 23 de 1920.- R. Casas Alatriste.- Candelario Garza.- J. Siurob.- I. del Castillo."

El C. secretario Zincúnegui Tercero: En votación económica se consulta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Se dispensan los trámites.

El C. presidente: Tiene la palabra para fundarla el ciudadano Siurob.

El C. Siurob: Honorable Asamblea: Aunque no creo que haya necesidad de fundar esta proposición, porque son obvias las causas que se exponen para que la Comisión se divida en cinco secciones, con objeto de que estas cinco secciones trabajen de una manera hasta cierto punto independiente, pero siempre con la cohesión que debe existir dentro de una gran Comisión encargada de estudiar los presupuestos de un país, sin embargo voy a exponer algunas de las razones que me parecen más de peso. Vosotros habéis visto, conciudadanos, la premura con que tenemos nosotros que resolver este asunto el más arduo, el más trascendental que está a la consideración de las Cámaras colegisladoras: la importancia que tiene para el país la formación de sus actuales presupuestos, porque precisamente en la formación de estos presupuestos vamos a conocer si realmente la marcha política del país se encamina por los nuevos senderos que le trazara el último movimiento revolucionario. Estamos viendo que ya se apuntan ante la opinión pública publicados por toda la prensa y de un origen oficial, los nuevos presupuestos que desde un examen enteramente superficial parecen excesivos en unos ramos y demasiado exiguos en otros. Vemos, por ejemplo, el Presupuesto de Guerra que se nos presenta; es un presupuesto de 131 millones de pesos, no obstante que la República va a entrar o está ya en un período casi de una paz franca, de una paz enteramente completa. Vemos que, además de este Presupuesto de Guerra, existe un presupuesto de 22 millones de pesos para los Aprovisionamientos, y como de ahí también una gran parte corresponde a los Aprovisionamientos de Guerra, hay lugar a suponer que de esos 22 millones todavía correspondan 8 ó 10 millones al ramo de Guerra. Después viene el ramo de Aprovisionamientos Militares, que tiene una dotación en el presupuesto de 2 millones de pesos. De manera que en esa forma no son 131 millones los que se destinan al ramo de Guerra, sino ciento cuarenta y tantos millones, es decir, el 75 por ciento de todos los presupuestos. Ahora, ¿es eso justificable ante la situación actual del país? Indudablemente que no; sobresale a primera vista; cualquiera persona de mediano conocimiento de los negocios, como estadista o que haya manejado intereses públicos, puede comprender que esto es materialmente imposible. Por el contrario, vemos que hay ramos, como el de Salubridad Pública, que en estos momentos en que apuntan epidemias en distintos puntos del país, se presentan problemas de salubridad y se recuerda una frase célebre, de que toda cuestión social es una cuestión de higiene, vemos que al ramo de Salubridad se le rebajan quinientos mil pesos y queda reducido a ochocientos mil pesos,

siendo un ramo que merece la atención de todos los señores representantes del pueblo. Por otra parte, el ramo de Instrucción Pública, existiendo el proyecto de volver a crear el Ministerio de Educación Pública, tiene una dotación exigua de dos millones de pesos, que apenas bastarán para las necesidades, ¡qué digo! es una cantidad verdaderamente exigua para lo que tenemos derecho de exigir del movimiento revolucionario y las nuevas circunstancias por las que atraviesa el país en relación con el ramo de Instrucción Pública. No parece sino que, por la forma en que ha sido presentado este presupuesto, nos encontramos frente a esta situación: un Gobierno que forzosamente deberá ser un Gobierno militarista, desde el momento que tenemos presupuestos enormemente amplificados en el ramo de Guerra y verdaderamente exiguos en los ramos civiles del Poder Ejecutivo, en que realmente se necesita la acción civilizadora del Gobierno federal, extendiendo esa misma acción a todos los ámbitos de la República. Pues bien; a nosotros, a la Comisión de Presupuestos, nos ha encargado esta honorable Cámara la labor trascendental de poner esto en su lugar, de dar a cada cosa lo que sea suyo, a cada ramo lo que la nación tiene derecho a exigir. Después de haber vuelto a ingresar a esta honorable Cámara, tengo únicamente el empeño de cumplir fiel y decididamente la parte que me ha sido encomendada; mis compañeros de Comisión están en la misma buena disposición y, por consiguiente, venimos a pedir por medio de esta proposición que se nos permita reglamentar mejor nuestras labores, que se aumente nuestra Comisión para que puedan examinarse a la perfección todos los ramos, ya que es una regla general en todas las órbitas, en todos los ramos del saber humano, que se necesita dividir el trabajo para que el trabajo pueda completarse de una manera mejor, satisfaciendo mejor las necesidades que está llamada a cumplimentar. Por otra parte, así funcionando la Comisión en gran masa, en gran bloque, tenemos el inconveniente de que para firmar los dictámenes necesitamos las firmas de todos los miembros de la Comisión. Ustedes saben perfectamente con qué tropiezos, con qué dificultades nos encontraremos, porque a todas las asambleas deliberativas mientras más numerosas son, les es más difícil deliberar. Por consiguiente, necesitamos facilitar el trabajo de esta Gran Comisión para que pueda tener su pleno y debido efecto. Ya que existe, como he observado yo dentro de esta honorable Asamblea, y aun en el seno de los bloques, una absoluta anarquía parlamentaria, puesto que no sabemos ni siquiera el criterio que vamos a seguir, puesto que vengo a encontrar que realmente no hay caminos trazados para resolver los principales asuntos y podría citar casos concretos: ahí está la Ley del Petróleo, por ejemplo, que no sabemos qué es lo que le conviene a la nación, si que se discuta desde luego, o que no se discuta y sin ningún criterio se dejan dormir los asuntos interminablemente, y la nación, mientras, esperado, el tiempo transcurriendo y los dineros del pueblo gastándose sin que nosotros podamos haber hecho nada digno ni presentable ante los ojos de la Nación. De manera, conciudadanos, que por todas estas razones, y por razón de orden y en vista de que estos asuntos estamos llamados a discutirlos a la mayor brevedad de tiempo y a presentarlos y resolverlos con la urgencia que tiene la Nación de conocer cuáles son las verdaderas erogaciones que va a tener que sufrir y, por consiguiente, qué pesos va a recargar sobre sus hombros y cuáles vamos a quitarle para poder permitir a los ciudadanos que progresen mediante un alivio en sus contribuciones, yo pido a la honorable Asamblea que se digne aprobar este proyecto, que espero será de benéficas y saludables con secuencias, porque así podremos inmediatamente dividirnos el trabajo y presentar cuanto antes como lo exijan el tiempo, las circunstancias y la situación general del país, un presupuesto que verdaderamente honre, primero, a la nación mexicana; segundo, al Gobierno; tercer, a esta Representación Nacional, y cuarto, que satisfaga completamente a la opinión pública, porque esté de acuerdo con sus verdaderas necesidades. (Aplausos.)

El C. Díaz Soto y Gama: ¿Me permite una interpelación la comisión?

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Díaz Soto y Gama: Quiero hacer a la Comisión, representada en este caso por el ciudadano Siurob, la siguiente interpelación, abundando precisamente en las ideas que él acaba de expresar en la tribuna. Dice él, y con razón, que casi en todas las cuestiones obramos sin orientación, sin saber de ciencia cierta lo que va a hacerse, es una gran verdad; que reina en la Cámara anarquía parlamentaria, es otra gran verdad. En materia de presupuestos he visto a distancia que se han discutido siempre los presupuestos al acaso, sin idea de síntesis, sin mira de conjunto; en lugar de hacer un estudio sintético, se hace un estudio de partidas, de detalles, y resulta que cuando se han discutido todas las partidas está agotado el presupuesto y ya no hay con qué contar. Mi interpelación consiste en esto: ¿estaría dispuesta la Comisión en darse cuenta del momento histórico por que atraviesa el país, de las exigencias creadas por la revolución, de las nuevas necesidades originadas por el movimiento revolucionario y consignar en el presupuesto, de preferencia a cualesquiera otras partidas, las tres partidas fundamentales siguientes: primera partida, destinada a irrigación amplísima, no ridícula, no los diez millones que propone el Ministerio de Agricultura y Fomento, sino una cantidad que permita que sea una realidad el problema agrario, no para crear la producción agrícola deficiente, sino para crear una producción agrícola próspera y floreciente; segunda partida, correlativa de la anterior: caminos carreteros, punto omitido por la dictadura porfiriana, que sólo se fijaba en los trabajos de oropel y de adorno, por lo que daba preferencia a los ferrocarriles para llamar la atención en el extranjero y olvidaba lastimosamente los caminos carreteros, que son el nervio de una buena agricultura; y tercera partida, también amplísima, destinada a lo que podríamos llamar crédito agrario que forzosamente debe existir si se quiere sinceramente realizar el problema agrario? Contra lo que se dice, respecto de lo que pretenden los teóricos a este problema, comprendemos que sólo quedará coronado completamente si al reparto de tierras se agrega por una parte la irrigación y por la otra el crédito agrario. Si se

resuelve de cualquiera manera, sobre todo, en este período de transición, es evidente que el Gobierno va a tener que acudir en amparo de los agricultores pobres, dotándolos de implementos de agricultura: arados, bueyes, animales de labranza, etcétera, proporcionándoles efectivos suficientes para esperar la cosecha. Sea eso, o sea el pie veterano, la base financiera para la organización del crédito agrario, de todas maneras es evidente que debe abrirse en el presupuesto una partida de consideración para el crédito agrario. Resumiendo o condensando, pues, mi interpelación, yo digo a la Comisión lo siguiente: ¿Está dispuesta a tomar en cuenta que primero que nada, primero que Presupuesto de Guerra, primero que Presupuesto de Instrucción Pública, primero que presupuestos de adorno, está el presupuesto verdaderamente revolucionario, el destinado a satisfacer las finalidades del movimiento iniciado en 1910, y para satisfacer esas necesidades, la Comisión tendrá en cuenta, aparte de otros ramos que ella considera importantes, esos tres fundamentales de irrigación, de caminos carreteros y de crédito agrario? Es la interpelación que equivale a esto: a una exhortación, a una excitativa que diré le hago fraternalmente, plenamente, revolucionariamente cordial a la Comisión para que cualquiera que sea la organización que se le dé, cualquiera que sea la organización que se adopte por medio de la división del trabajo que ahora apunta el compañero Siurob - El único procedimiento hasta hoy conocido para realizar cualquiera obra eficiente -, cualquiera que sea su organización y cualquiera que sea la división del trabajo que se lleve a cabo en el seno de la Comisión, la exhorto fraternalmente, cordialmente y revolucionariamente para que tome en cuenta estas medidas sintéticas y todo lo demás que los demás compañeros apuntan. Yo, como revolucionario, que me doy cuenta de la magnitud del problema agrario, excito, exhorto, estimulo a la Comisión para que se dé cuenta de la necesidad de un estudio de conjunto, de un estudio de síntesis.

El C. Siurob: Pido la palabra para contestar.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Siurob.

El C. Siurob: Honorable Asamblea: Yo celebro infinito que mi estimable compañero y correligionario, el ciudadano Díaz Soto y Gama, me haya obligado, en la parte que me corresponde como miembro de esta Comisión y, accidentalmente, como presidente de ella, a exponer las ideas amplias que tengamos los miembros de la Comisión, aun cuando precisamente no hayamos todavía cambiado impresiones de una manera definitiva sobre el particular.

Precisamente, dentro del problema que se presenta a esta honorable Asamblea, en la cuestión de Presupuestos, entran no solamente los problemas apuntados por el compañero Díaz Soto y Gama, sino una verdadera nivelación de los verdaderos gastos de la nación. Por una parte, el problema para la Comisión de Presupuestos, es éste: procurar, en cuanto sea posible, nivelar el déficit; esa es la primera parte del problema. Segunda: satisfacer los gastos en el ramo más grave, del que depende la paz del país, que es el ramo de Guerra; pero también sin proporcionar a esa hidra, o a ese tonel de las Danaides, todos los fondos que quiera, para que desaparezcan en el fondo de ese tonel sin que la nación obtenga ningún beneficio. Tercer punto: el que ya se había apuntado, que ya existe en la conciencia pública, y es satisfacer, en cuanto sea posible, una parte de nuestra deuda, siquiera algo de lo que se debe por concepto de réditos, algo que manifieste la honorabilidad de la nación y la voluntad que tiene de comenzar a hacer pagos, para volver a readquirir el crédito que momentáneamente se ha perdido, en virtud de nuestras convulsiones intestinas. En seguida, indudablemente, dentro del régimen interior, cuatro cosas son las que principalmente debe tener en cuenta la Comisión de Presupuestos, y estoy seguro que seré secundado en mis ideas por todos mis compañeros de Comisión: primero, lo que apuntaba muy bien el compañero Soto y Gama, y que es lo referente a la partida de irrigación, creación en cuanto sea posible de esta irrigación y fomento de pequeña y media agricultura; segundo, el ramo de Instrucción Pública que, sin duda por un olvido, no fue tocado por el compañero Díaz Soto y Gama, y que es otro ramo amplísimo, al que debemos proporcionar la mayor cantidad de dinero posible, si es necesario haciendo sacrificios, porque, precisamente, de este ramo depende nuestro éxito para mañana; de él depende la formación de los nuevos agricultores, industriales y toda clase de nuevas unidades de combate en la lucha que tendrá que sostener la nación para vivir con honra entre los demás pueblos cultos y civilizados de la tierra; en seguida, el ramo que apuntaba el ciudadano Díaz Soto y Gama, el ramo de caminos carreteros y ferrocarriles. Ustedes saben que ha desaparecido una enorme cantidad de furgones, en virtud de nuestras luchas intestinas; que las vías férreas están en pésimo estado; que seguirán controladas por el Gobierno durante un período más o menos largo, y que es necesario que durante ese tiempo llenen sus funciones. En la actualidad nuestro comercio está casi paralizado, debido a la falta de vías férreas (¡y de caminos!) así como de material rodante. El ciudadano presidente de la República, electo, Alvaro Obregón, consciente de esta necesidad, me expresaba, hace algunos días, que serían una de las cosas principales que debieran atenderse: reponer todo el material ferroviario que se encuentra destruido o que ha desaparecido por circunstancias especiales. De manera que nosotros estamos perfectamente conscientes de todas estas necesidades; pero, precisamente para eso, necesitamos mayor número de colaboradores. Una Comisión de nueve individuos para estudiar problemas tan arduos, tan trascendentales, para ir a recoger a los ministerios y para ir a documentarse en todas las oficinas, francamente declaramos que, en el corto tiempo que falta, es absolutamente imposible desempeñar el programa que está llamado a desempeñar. Nosotros queremos sentar el precedente, ver si es posible sentar el precedente de que, por primera vez, se establezca un presupuesto digno de una nación culta. ¿Sabéis lo que significa el Presupuesto de Guerra tal como se nos quiere presentar? Significa sencillamente un Presupuesto mayor, en relación, que el que usaron las naciones en guerra durante la guerra europea. Y eso en plena paz. El Presupuesto de Guerra nuestro, el que se trata de

presentar, en relación con los demás ramos de la administración pública, equivale a un Presupuesto mayor que el Presupuesto en el ramo de Guerra de las naciones que estuvieron en guerra durante el tiempo de la guerra, y nosotros estamos en paz; por lo menos, la prensa nos da cuenta todos los días de que no existen partidas armadas; que si acaso existen algunas partidas, serán verdaderamente insignificantes, de manera que basta un destacamento cualquiera para perseguirla. Estamos, pues, conscientes de todas nuestras obligaciones, y por eso pedimos a la honorable Asamblea que se digne aprobar la forma en que nosotros proponemos que se subdivida esta Comisión, y aseguro, en nombre de la Comisión de Presupuestos y Cuenta, al compañero Soto y Gama, y con él a los demás radicales de la Cámara de Diputados y al pueblo en general, les aseguro que lucharemos sin descanso hasta lograr que estas ideas y estos principios se vean convertidos en realidad, para que de esa manera la nación pueda contar con un Presupuesto digno del movimiento revolucionario que se acaba de consumar y digno del pueblo mexicano. Esto es todo lo que tengo que exponer, contestando la interpelación que me ha hecho el ciudadano Soto y Gama. Abundo, pues, en sus ideas, creo tener la seguridad de estar secundado por mis compañeros de Comisión, y lucharemos hasta donde nos alcancen nuestras fuerzas para tan noble objeto, y tenga la seguridad el compañero Díaz Soto y Gama, de que, en todo caso, no quedará por buena voluntad de nuestra parte, y que si se debe a nuestra falta de preparación en los asuntos, no será, en todo caso, culpa nuestra; la honorable Cámara de Diputados remediará los errores en que podríamos haber incurrido, para que las cosas queden en su verdadero punto de vista y para que la nación tenga lo que tiene derecho a tener: un Presupuesto digno de un pueblo libre.(Aplausos.)

El C. Díaz Soto y Gama: Pido la palabra para hacer algunas aclaraciones.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Díaz Soto y Gama: Estoy perfectamente de acuerdo en que se divida el trabajo de la Comisión de Presupuestos y Cuenta, y sólo me permitiría proponer que, antes de dar principio a sus trabajos de detalle, cada una de las secciones, digamos así, en que se divida la Gran Comisión de Presupuestos, tenga un cambio general de impresiones, para acordar el programa sintético o los puntos de vista generales que deban regir los trabajos en conjunto del estudio del Presupuesto: primera aclaración. Segunda: que no se debe preocupar tanto la Comisión porque el Presupuesto tenga un déficit, porque eso tiene que ser forzosamente. El Presupuesto de Guerra tiene que ser más crecido de lo normal, porque va a atender a necesidades de licenciamiento, que originan gastos costosísimos, que aun parecen despilfarros, pero que son indispensables, porque tienden al aseguramiento de la paz pública. Los surianos sabemos, por experiencia, que hay muchísimos dignísimos compañeros de armas que han sido licenciados y quienes dicen que por qué al villismo se le ha pagado una gratificación de un año de haberes y, en cambio, a ellos se les echó a la calle de un momento a otro. Y que lo dice el suriano, dice también el pelaecista y el aguilarista, etcétera. De manera que este Presupuesto de guerra, para que pueda atender a los gastos de licenciamiento, que son indispensables para la pacificación, tiene que ser muy alto.

El presupuesto de agricultura tiene que ser enorme, lo mismo que el de Instrucción Pública, por la que tanto se preocupan los amantes de que las cosas se hagan todas juntas; pero yo preferiría que primero se resolviese el problema agrario y después el de instrucción. (Voces: ¡No!) Pero ya que hay la manía de instrucción, pues que se atienda a la vez al pan y al libro. Como todos los ramos del presupuesto de egresos exigieran fuertes sumas, seguramente que vendrá un déficit; pero, ¿qué nos importa un déficit en un período de pleno florecimiento en un país donde diga lo que quiera el caduco Bulnes se descubren riquezas enormes; en un país como éste en que lo que era antes zona petrolífera reducida a dos Estados, se está convirtiendo en zona petrolífera que abarca toda la República; cuando se descubren pozos de producción inagotable; en los momentos en que la minería está llamada a un desarrollo excesivo; ¿qué nos importa un déficit si estamos en un país no igual a los europeos, cuya producción está sujeta a un límite, mientras que aquí la producción de la riqueza no está limitada más que a la voluntad y a la capacidad de los que la explotan? Por lo mismo, yo creo que la Comisión debe quitarse de la cabeza ese temor; con déficit o sin déficit hay que atender a todas las necesidades nuevas, ¿Cree la comisión que hay que atender ampliamente las necesidades de la Instrucción Pública? Pues atiéndalas; pero atienda primero las necesidades revolucionarias; primero las necesidades agrarias, primero el licenciamiento, primero es ser y después la manera de ser; pero si se quiere atender también a la manera de ser, representada por la instrucción, pues entonces no sea avara, amplíe su presupuesto todo lo necesario y satisfaga todas las necesidades nacionales. Son las observaciones que tengo que hacer.

El C. Siurob: Pido la palabra para contestar.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Siurob: Señores diputados: En cuanto a la cuestión de que la Comisión cambie impresiones antes de emprender su trabajo, desde luego es una cosa que no necesita explicarse en la proposición, no necesita incluírse en la proposición, no necesita incluirse en la proposición, porque sencillamente es la función misma de la Comisión cambiar impresiones, primero de una manera general y después entrar ya en detalles. De manera que el compañero Díaz Soto y Gama dispensará que no lo incluyamos en la proposición, porque no hay necesidad de ello. En cuanto a la segunda parte, desde luego la Comisión no puede ser mezquina sobre el particular, pero necesita tener en cuenta también el límite en el cual el país puede tener dinero y sobre todo el Gobierno. Nosotros no vamos a sentar el principio de Blas Urrea, de que el dinero hay que tomarlo de donde haya; nosotros tenemos que sentar el precepto de que el dinero se tome de donde la ley establece, la ley quiere que se tome y no de donde lo haya. De manera que de acuerdo con ese precepto tenemos nosotros que extender nuestra esfera de acción hasta donde alcancen las capacidades económicas del país. Esto es todo lo que tengo que decir al compañero Díaz Soto y

Gama. En lo que sí no estoy de acuerdo con él, es en el raciocinio que se hacen tanto los surianos como los pelaecistas. Si el Gobierno cometió un error o hizo bien - que no lo podemos nosotros juzgar todavía -, al dar a Villa determinada cantidad de dinero para que se pacificara, sentando así un precedente para las demás facciones que están levantadas en armas, el error de un gobernante en este particular no debe servir en lo absoluto de precedente para las demás fracciones, porque entonces llegaríamos al caso de que cualquiera facción política se sometiese con dinero. De manera que no debemos sentar esto como un precedente; y creo que el compañero Soto y Gama no lo asienta como cosa que él piensa, sino como cosa que piensan ellos; pero la prensa toda debe procurar destruir esta clase de ideas y esta clase de manera de pensar de parte de las facciones, porque no alcanzaría todo el dinero de la nación para licenciar a los facciosos que se levantaran en armas. (Aplausos.) Por lo contrario, debemos sentar un precedente, comenzar a sentarlo, de que cuando una fuerza sea licenciada y la nación acuerde lo que tenga a bien, aquélla tenga que conformarse con su suerte y con una ligera ayuda en cualquier otro sentido se vayan sus componentes a trabajar, volviendo a sus ocupaciones anteriores. La prensa, digo, debe esparcir estas ideas para que se arraiguen entre los antiguos luchadores, ya que hemos visto que no todos han adquirido lo que desean y que no se adquieren las cosas sólo con tomar las armas, sino mediante capacidad propia, mediante el trabajo y un gran número de cualidades que el hombre necesita reunir para triunfar en la lucha por la vida: esto es lo que tengo que contestar al compañero Díaz Soto y Gama. Por lo demás, la Comisión no será avara; medirá la capacidad de las riquezas del país y en esa forma proveerá a las necesidades que se señalan. No creo que sea más revolucionaria la cuestión de tierras que la cuestión de instrucción; tan revolucionaria es una cosa como la otra....

El C. Díaz Soto y Gama: ¿Pero cómo no? ¡Sí lo es! (Voces: ¡A votar!)

El C. Siurob: Ese será el criterio de la Comisión, porque es el que predomina en la opinión pública.

El C. Díaz Soto y Gama: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Díaz Soto y Gama.

El C. Díaz Soto y Gama: Quiero hacer una última observación a la Comisión. ¿Cómo se va a decir a un revolucionario que ha estado diez años en las montañas: muchas gracias; ya no necesitamos tus servicios; vete a la calle? ¿En nombre de qué va a exigírseles esa abnegación, esa heroicidad de quedarse conformes en la miseria después de tantas luchas? Al mismo señor Siurob no le hubiera gustado que la nación le hubiera dado las gracias por sus servicios y lo mandara a Querétaro a ejercer su profesión. Las galerías y la Cámara aplauden sus discursos sentimentalistas, pero ya sabemos que las multitudes aplauden siempre todo lo que les halaga el oído. Es muy hermoso decir que todos los surianos vuelvan al trabajo, todos somos hermanos; pero la realidad es que hay un soberano disgusto entre estos hombres. Es un hecho psicológico; las necesidades de pacificación deben ser atendidas, no las necesidades líricas de abnegación predicadas por una prensa a la que no le hace caso el pueblo que ha luchado con las armas en la mano. Este punto tenemos sostenerlo los que estamos en contacto con la realidad, los que estamos en contacto con los hombres que no piden que se les paguen con ingratitudes sus servicios y sus sacrificios. De manera que desde este punto de vista, si el compañero Siurob insiste en su criterio de desprendimiento, yo insistiré en mi criterio de pacificación y de pago a los servicios y de recompensa a los sacrificios de esos hombres, porque si no son recompensados, no habrá paz en el país. (Siseos.) Tendremos que luchar para destruir los sentimientos de avaricia y de mezquindad que se apoderan de algunos espíritus (Siseos.) ante la idea de que haya que gastar unos cuantos millones de pesos para satisfacer estas necesidades...

El C. Reyes Francisco: ¡Moción de orden, señor presidente! Creo que está desviándose completamente la discusión. La interpelación que el compañero Soto y Gama ha hecho al doctor Siurob al fundar la proposición, absolutamente nos ilustra respecto a las necesidades de la proposición que hace el señor Siurob propone la conveniencia de que se derramen todas las obligaciones, las atenciones de la Gran Comisión de Presupuesto en otras tantas comisiones, a fin de que puedan evacuar con toda facilidad y con toda oportunidad, dada la premura de tiempo, el enorme trabajo que pesa sobre ellos. Sobre este particular, debo decir que en la XXVIII Legislatura se hizo una cosa semejante y que no obstante la precipitación con que fueron el retardo, mejor dicho, con que se presentaron a esta Asamblea los distintos presupuestos, sin embargo de eso, habiéndose derramado las obligaciones de la Gran Comisión en otras pequeñas, todos estos presupuestos pudieron presentarse con la debida oportunidad. Yo tuve el honor de presidir la Comisión de Presupuestos de Salubridad Pública y unido a mis compañeros pude hacer una visita a todas las distintas dependencias de este ramo y formarme un concepto de sus necesidades; de manera que nosotros vemos perfectamente bien. (Voces: ¡Esa no es moción de orden! Murmullos. Risas. Campanilla.) La discusión debe concretarse a si conviene o no que se apruebe la proposición del doctor Siurob.

El C. Díaz Soto y Gama: Continúo en el uso de la palabra. Quiero decir, pues, que este cambio de impresiones, que parece impropio e inoportuno al compañero, me lleva a mí a precisar una de tantas necesidades que tiene el país, como es la necesidad de la pacificación, necesidad en la cual tengo que insistir, porque estoy colocado en el caso de oír todos los días quejas y protestas, que pueden convertirse en recriminaciones y en hechos prácticos, o sean levantamientos, o por lo menos, en un disgusto, en un malestar que no es la paz profunda de conciencia que el país tiene derecho a ambicionar. En cuanto al otro punto que tocó el doctor Siurob, no puedo dejarlo pasar por alto. Que sea tan revolucionaria la cuestión de instrucción como la cuestión de tierras, ¡protesto en nombre de mi espíritu revolucionario! Todos los burgueses del mundo han dicho siempre que el progreso de la humanidad reside en la instrucción

publica: era la cantinela porfiriana y de la prensa reaccionaria. No, primero reformemos la cuestión económica; primero demos de comer a nuestro pueblo; fortalezcamos su cerebro; pongámoslo en condiciones de recibir ideas, que hoy ni siquiera se halla en esas condiciones físicas; y una vez que esté satisfecha su hambre corporal, satisfagamos su hambre espiritual; primero pan, y luego libros, o como vulgarmente se dice: primero es comer que tirarse con los platos. De manera que, primero que nada, y antes que todo, si queremos ser revolucionarios, resolvamos la cuestión de tierras, y después vendrá, como adorno, como progreso, como mejoramiento, como remedio, como lo que se quiera, pero en segundo término, la instrucción pública. Siempre sostendré que la cuestión fundamental de la Revolución, es la cuestión de tierras, y que todo lo demás es adorno y cuestión secundaria. Nunca dejaré de insistir sobre este particular.

El C. Manrique: Pido la palabra en contra de la proposición.

El C. Céspedes: Pedí la palabra anteriormente.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Manrique.

El C. Manrique: Señores diputados: He pedido la palabra en contra de la primera proposición y en apoyo de la segunda. En realidad, se han estado discutiendo ambas conjuntamente. La primera proposición creo que es, en rigor, la segunda, y la segunda debería ser primera, porque primero es aprobar el aumento, y luego de aprobar el aumento, dividir la Comisión de 15, en grupos de 3; pero, en fin, puesto que el compañero ha llamado primera a la que debía de ser segunda, comienzo por la primera: "Divídase la Comisión de

Presupuestos en 5 secciones, formadas de 3 miembros cada una."

¡Claro! Esto tiene que ser posteriormente a la aprobación del aumento que el compañero coloca en segundo lugar. Falta un poquillo de lógica, pero siempre llegaremos al mismo resultado. "Nómbrense los miembros que faltan para completar el número de 15 miembros, por existir sólo 9 en funciones."

Estoy de acuerdo con la segunda proposición, precisamente porque es la primera Estoy de acuerdo con el aumento solicitado por el compañero, es decir: si la experiencia le ha demostrado que el número de 9 es insuficiente para despachar la magna tarea de los Presupuestos, y aquí recojo la observación de un compañero nuestro, señor F. Solórzano, que dice que si la Cámara diese a la nación Presupuestos bien discutidos, la verdad es que habríamos cumplido satisfactoriamente la misión que nos está encomendada en este período de sesiones; pero, pues, nos hemos ocupado de otras cosas, no todas importantes, y tenemos apenas un mes escaso para discutir Presupuestos, discutámoslos lo mejor posible, conviniendo, para lograr este desiderátum, que se aumente el número de comisionados que la práctica ha demostrado que es pequeño. Pues aprobemos el número, estoy de acuerdo en que se aumente el número a 15 ó a 16; es corriente que el número sea de 15, por aquello de la mayoría. Mencionaba 16, porque 16 son los ramos; pero, en fin, como hay ramos de escasa importancia, fáciles de estudiar, como el Poder Ejecutivo, como, por ejemplo, la Procuraduría, que es un ramo de poca extensión dentro de los Presupuestos, el número de 15 no lo discuto, no discutamos detalles, no discutamos pequeñeces. Auméntese la Comisión, en hora buena, estoy de acuerdo en que se aumente en 6; estoy, pues, de acuerdo con la idea principal del aumento de la Comisión, y en lo que disiento, es en la exposición de motivos que el compañero Siurob invoca para exigir que se apruebe que esta Comisión funciones dividiéndose en cinco comisiones aisladas, de 3 miembros cada una, de tal manera, que cada una de estas subcomisiones o secciones de la Comisión, puedan presentar su trabajo aisladamente, separadamente de los demás. (Voces: ¡No! ¡No!) Así lo expresó el compañero, acaso fue imperfecta su exposición, pero así lo dijo, lo recuerdo perfectamente. Yo creo, señores, que no es de la competencia de la Asamblea, en estos momentos, el decidir cómo ha de funcionar la Comisión de Presupuestos, esto es cuestión de su régimen interior. De la misma manera que las comisiones escrutadoras, las comisiones revisoras de credenciales las forma la Cámara con individuos de su confianza, y una vez formada cada Comisión de tres miembros, ellos, económicamente, se reparten los expedientes que la Asamblea les ha entregado; de manera que a uno de los miembros le toca estudiar diez distritos, al de más allá, ocho; al otro, siete, y luego son todos solidariamente responsables del dictamen firmado Si la Asamblea no exige otra cosa que una responsabilidad solidaria, no nos preocupemos del funcionamiento interior de la Comisión; que ella se divida en cinco comisiones de 3, o en quince comisiones unitarias, no es indiferente. Yo debo insistir, señores, en lo poco indicado que está que la Comisión se divida en grupos que funcionen aisladamente, por las ideas expuestas por el compañero Díaz Soto y Gama, que ya había yo tenido ocasión de exponer hace dos o tres semanas: la necesidad de que los Presupuestos que esta Asamblea apruebe, estén caracterizados por su unidad. De manera que, en este presupuesto aprobado para el próximo año, pueda observarse una clara unidad, pueda observarse un espíritu de método, un espíritu de síntesis, de manera que cada ramo lo apruebe la Comisión en total; de manera que la proporción relativa que tendrá del Presupuesto total.....(Murmullos.) Sí, compañeros, que la proporción dentro del Presupuesto total, ha de corresponder a Instrucción Pública relativamente y comparativamente con lo que le toca a Guerra, comparativamente con lo que le toque a Hacienda, etcétera, etcétera sea aprobado por la Comisión en su conjunto. En pocas palabras, para lograr el deseo, para lograr nuestro deseo de que nuestra obra legislativa en materia de Presupuestos se caracterice por su unidad, por su método, por la unidad de plan, de sistema, de idea, de conjunto, debemos exigir que la Comisión de Presupuestos proceda como un cuerpo sólo, de manera que ella sea solidariamente responsable del proyecto común. Dejemos al régimen interior de la propia Comisión, si ha de dividirse en comisiones unitarias o en comisiones más o menos numerosas, de dos o tres miembros. Yo creo que la proposición debe reducirse a esto: amplíese el número de miembros de la Comisión de Presupuestos a 15; es decir,

a la propisición presentada por el compañero Siurob.

Presidencia del

C. CANTON EDMUNDO G.

El C. Siurob: Pido la palabra, señor presidente. Honorable Asamblea: deseo hacer algunas aclaraciones a lo expresado por el compañero Manrique. En primer lugar, no dije que la Comisión se dividiera en otras tantas comisiones aisladas, sino que única y exclusivamente para facilitar el trámite, a la hora de la firma cada cuerpo de tres miembros pudiera firmar sin necesidad de que firmaran los demás; pero en la inteligencia de que los asuntos se resolverían en conjunto. Se necesita conocer cómo deben trabajar estas comisiones de presupuestos, y la manera cómo deben trabajar, en mi concepto, es la siguiente: primero, deben reunirse para cambiar impresiones generales sobre los distintos ramos, para seguir el criterio que deben adoptar sobre los asuntos que se deben tratar. Después repartirse el trabajo y después de realizado ese trabajo, rendirá cada Comisión su dictamen respectivo; se vuelve a reunir la comisión, se da cuenta con cada dictamen y después de aprobado será firmado por los miembros de la Comisión de tres individuos que se nombre en cada caso. Creo haber explicado suficiente y ampliamente este asunto, compañero Manrique. De manera que en este caso creo que no tendrá inconveniente. Voy a exponer las ventajas de que así se haga y son éstas: primera, que se quiten responsabilidades a los miembros de los demás grupos de la Comisión, si un miembro de aquellos no cumple en ese momento con su deber o cumple mal. Segunda, que la misma Cámara, por decirlo así, preste cierta sanción a esa libertad y hasta cierto punto obligue en cierta forma moral a cada una de esas comisiones a que se empeñen más en el cumplimiento de su deber. De manera que por estas dos razones poderosas, y muy dignas de tenerse en cuenta, yo pido que se conserve la proposición tal como está y que así se vote.

El C. Manrique: Para una última aclaración.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Manrique: Señores diputados: Hace mal el compañero Siurob en empeñarse en sostener lo secundario desdeñando lo principal. Lo esencial es que la Comisión aumente el número de sus miembros para que trabaje más eficazmente; lo esencial es el principio de la división del trabajo que rige todas las actividades orgánicas en la vida social. En consecuencia, no se empeñe en sostener el detalle; yo creo que si quiere que se divida la Comisión de determinado modo, esto es de la competencia exclusiva del régimen interior de la Comisión; puede el presidente de la Comisión, de acuerdo con los demás miembros, repartir los ramos. Lo que yo quiero es esto, voy a explicar concretamente mi idea: El compañero Siurob debe estudiar este ramo, paréceme que es el cuarto, el ramo séptimo, Guerra, pues el compañero Siurob va a estudiar su ramo de Guerra y él es el responsable de su trabajo. El compañero que haya de especializarse en la instrucción Pública, es decir, en el Departamento Universitario, nada tiene que ver con la tarea del compañero Siurob; el compañero Siurob es el responsable de su tarea; pero en el momento de ponerse de acuerdo para repartir proporcionalmente los doscientos millones; fijemos doscientos millones que ha de proporcionar la nación según el presupuesto de ingresos aprobados; entonces sí se necesita de la acción conjunta de todos lo miembros de la Comisión, de manera que toque a la Comisión conjuntamente, solidariamente, decidir de estos doscientos millones de pesos, qué proporción debemos consagrar a los gastos de guerra, qué proporción debemos consagrar para agricultura, para los gastos de instrucción pública. Al individuo del departamento universitario le toca decidir esto: De la cantidad que me toca debe de corresponder la mitad a bibliotecas, la mitad a escuelas. De esta idea es responsable el miembro que haya dictaminado sobre el departamento universitario; pero lo que toca decidir a la Comisión en conjunto es la forma en que se distribuya el presupuesto total aprobado entre las diversas Secretarías, entre los diversos ramos que son 16, incluyendo los tres poderes. Yo creo que huelga discutir estas cosas; es cuestión de método interior, de régimen interior. Aprobemos el aumento de la Comisión a 15 miembros y dejemos a la propia Comisión el repartir sus labores como mejor le acomode.

El C. secretario Zincúnegui: no habiendo más oradores inscriptos....

El C. Céspedes: Pido la palabra para una aclaración.

El C. presidente: Tiene la palabra para una aclaración el ciudadano Céspedes.

El C. Céspedes: Ruego muy atentamente a la Comisión de Presupuestos y Cuenta representada por el señor Siurob, se digne informar a la Asamblea cuántos ramos de egresos hasta la fecha ha enviado el Ejecutivo de la República y cuántos han sido dictaminados por la comisión de presupuestos también hasta la fecha.

El C. Siurob: Tengo el gusto de contestar al compañero Céspedes que ya estaban dictaminados diez ramos de egresos; que ya habiéndose dictaminado algunos, se presentaron a esta honorable Asamblea; pero la misma Asamblea acordó que se discutieran primero los ingresos y en tal concepto de nada sirvieron los dictaminados que ya estaban, sino que tendrán que discutirse hasta después de la discusión de ingresos. Como éstos todavía no llegaban, sino que hasta ayer llegaron, esa es la razón por la que hasta ahora la Comisión de Presupuestos pudo reanudar sus labores, y me alegro mucho que el señor Céspedes haya hecho esta interpelación para que toda la Cámara esté consciente del momento en que llegaron los presupuestos a poder de la Comisión para que así no luego la Cámara trate de echar toda la culpa a la Comisión en el caso de que no alcance el tiempo para esta enorme labor, sino que la Cámara sepa perfectamente que el Presupuesto de Ingresos hasta ayer llegó y que este Presupuesto de Ingresos, como ustedes lo habrán visto por la prensa, es demasiado amplio, contiene la reforma de diez leyes nuevas, supresión de impuestos y creación de otros nuevos; por consiguiente, va a ser objeto de un estudio

detallado, meticuloso y difícil y quiero que la Cámara lo tenga en cuenta por la parte que me corresponde como presidente accidental de esa Comisión y a los demás compañeros como miembros de esta Comisión.

El C. Céspedes: Pido la palabra. ¿Quisiera decirme el ciudadano Siurob, cuándo podrá la Comisión de Presupuestos presentar a esta Cámara, dictaminada ya, la Ley de Ingresos, poco más o menos? Y en vista de que el ciudadano Siurob cree que la Comisión de Presupuestos no puede trabajar en los dictámenes de los ramos de egresos sino hasta después de que esta Cámara haya aprobado la Ley de Ingresos, si cree el ciudadano Siurob que haya tiempo bastante y que en su concepto sea práctico el aumento de miembros de la Comisión, haya tiempo bastante, repito, para que esta Cámara despache los 16 ramos de egresos, porque en mi concepto, ciudadano compañero, no es indispensable que la Comisión de Presupuestos vea ya aprobada por la Cámara la Ley de Ingresos para que dictamine los distintos ramos de la Ley de Egresos; lo que la Constitución dice es que esta Cámara no puede entrar a la discusión de los ramos de egresos antes de discutir los ingresos, pero no que no puedan ser dictaminados antes; más aún, creo que la Comisión Presupuestal y de presupuestos sí tenga este criterio respecto al despacho de la Ley de egresos, que debe ser primero éstos que la Ley de Ingresos. Tengo entendido que ya habían sido dictaminados algunos ramos de egresos; pero que han sido modificados lo que ha sucedido; la cuestión es que la Cámara resolvió que no se discutieran, pero no se resolvió que la Comisión de Presupuestos no los trabajara, no los dictaminara. Es mi parecer que la Comisión de Presupuestos no necesitaba conocer la resolución de esta Asamblea respecto a la Ley de Ingresos para haber trabajado los ramos de Egresos. En consecuencia, ya es tiempo de que tuviéramos en cartera de la Secretaría despachados si no todos los ramos, sí al menos el del Ejecutivo y cuando menos cinco o seis para poder trabajar inmediatamente después que esta Cámara apruebe la Ley de Ingresos.

El C. Siurob: Contestando la última parte de la interpelación del ciudadano Céspedes, desde luego le participo que no es la Comisión la que ha querido que se discutan primero los ingresos, sino que la misma Asamblea fue la que así lo dispuso y la Comisión tiene que someterse a las resoluciones de la Asamblea. Continúo manifestándole que no han dejado de estudiarse las leyes de egresos, que continúan estudiándose y existen ya ramos dictaminados; pero de nada sirve que estén dictaminados si no se pueden tratar aquí, porque por acuerdo de la misma Asamblea se dispuso que no se siguiera dictaminando los presupuestos de egresos al mismo tiempo que los ingresos. En cuanto ello sea posible, puesto que no es posible que siendo tan complicado el Presupuesto de Ingresos, considerásemos al mismo tiempo los dos presupuestos para hacernos una bola, para hacernos un desorden, sino que tenemos que dedicarnos a la Ley de Ingresos para tener dictámenes cuanto antes, y ver si es posible que en los primeros diez días que faltan de este mes o en los primeros diez días del próximo no sólo esté dictaminado el ramo de ingresos, sino que estén ya discutidos por la misma Asamblea, para que en los últimos veinte días del mes de diciembre nos dediquemos al ramo de Egresos. Esa es la resolución que se ha trazado la Comisión de Presupuestos, y así lo participo a la honorable Asamblea, estimando que es muy atinada hasta cierto punto la observación de tiempo que ha hecho. ¿Cree la honorable Asamblea poder discutir en menos de quince días el ramo de Ingresos? Indudablemente que no. ¿Cree, pues, en menos de veinte días discutir el ramo de Egresos? Apenas basta, pues no disponemos de más tiempo, luego no podemos hacer más, no podemos alargar los días ni las horas a nuestro gusto, ni las semanas ni los meses, ni prolongar las sesiones de esta Cámara; tenemos que contentarnos con el tiempo que existe, la

Comisión no puede en este punto hacer más.

El C. Céspedes: Pido la palabra para una aclaración. El ciudadano Siurob acaba de decir que están ya dictaminados varios ramos del Presupuesto de Egresos, no sé el número, pero lo dijo él...

El C. Siurob: Son cuatro.

El C. Céspedes: Como hasta la fecha... El ciudadano Siurob dice que son cuatro los dictámenes despachados del Presupuesto de Egresos; en consecuencia, quedan por estudiarse 12 de los 16 que son en total. No encuentro razonable el aumento de la Comisión de Presupuestos y Cuenta para el despacho de los 12 asuntos que quedan por dictaminarse, no lo encuentro razonable, mucho menos para el despacho de la Ley de Ingresos, porque mientras más numerosa sea una Comisión en el despacho de un asunto, más se entorpecen sus propias labores. (Voces: ¡No! ¡No!) Por experiencia, señores diputados, lo digo, y ustedes lo conocen también. Los asuntos que son turnados al despacho de comisiones unidas de esta Cámara, pierden más para ser elaborados, que los que son turnados a una sola Comisión; en consecuencia, el aumento de la Comisión de Presupuestos es únicamente para el despacho de los ramos de egresos, 12 que quedan por dictaminar. Yo creo, señores diputados, que no es razonable el aumento de esta Comisión tanto más, si tomamos en consideración el número de días que faltan, el número de días que nos quedan para que esta Cámara pueda funcionar legalmente.

El C. secretario Zincúnegui: No habiendo más oradores inscriptos...

El C. Manrique: Pido la palabra para una interpelación. Señores diputados, voy a hacer una postrera interpelación, rebatiendo de paso la idea del compañero Céspedes. Creo que todos disentiremos en detalle, pero estamos de acuerdo en la urgencia de aumentar el número de miembros de la Comisión, aunque no fuera sino porque en la escuela primaria aprendimos aquello que se llama la regla de tres inversa. Si cien albañiles construyen un muro en un me doscientos albañiles en cuanto tiempo lo construirán. Resulta menor el tiempo Voy a interpelar al compañero Siurob para que se sirva decirme si en su trabajo, si en el curso de sus operaciones la Comisión de Presupuestos se ha visto auxiliada por la consulta, por la opinión de otros miembros de la Cámara no pertenecientes a la Comisión de Presupuestos. Mi interpelación tiene un objeto altamente práctico. El compañero Siurob nos ha señalado que disponemos de un plazo verdaderamente

angustioso para aprobar la ley y si no hemos de dar el espectáculo risible y lastimoso de aprobar sin discusión varios ramos, en las últimas sesiones, en las postreras sesiones del período, debemos procurarlo. Dice el compañero que no podemos alargar los días ni las horas, es cierto; pero podemos metodizar el trabajo, el trabajo metódico es trabajo fructuoso. Creo que el compañero Rivera Cabrera no tomará en esta vez mi observación como un regaño a la Asamblea, que nadie está autorizado y menos yo para hacerlo, sino que se tomará como un consejo práctico. Es un hecho de observación en pasadas legislaturas, yo he seguido la labor de dos de ellas por lo menos, y es un hecho de observación que en la discusión de los presupuestos quienes intervienen, por ejemplo, al discutirse el presupuesto universitario, presentado por la Comisión de Presupuestos; quienes seguramente intervienen directamente en esto, quienes tomarán la palabra para oponerse a determinadas partidas del presupuesto, serán los miembros de la Comisión de Instrucción Pública o de la Comisión de Universidad y Bellas Artes. Al tratarse del presupuesto del ramo de Guerra, del ramo séptimo, serán indudablemente los miembros de la Comisión de Guerra los que ataquen determinadas partidas. Al tratarse la cuestión agraria o de Agricultura y Fomento, serán indudablemente los miembros de la Comisión Agraria los que discutan. Señores, es un hecho de observación que es más fácil llegar a un acuerdo cambiando impresiones en lo privado, en una conversación, que en una discusión en público, porque si el compañero Siurob, por ejemplo, presenta una idea, y yo la objeto públicamente y él se afirma en su primitiva idea, entonces yo, por impulso oratorio, porque entran en juego las pasiones, estimulado por el aplauso o por los sentimientos de aprobación de la Asamblea, me sostengo en mi idea y de aquí estas largas y estériles discusiones que nos hacen perder el tiempo a veces. Para que esto no suceda, y no me dejará mentir el ciudadano Alessio Robles que acaba de presentarse en escena, el compañero Alessio Robles ya saborea con fruición, ya no saborea de antemano pensando que ha de participar eficazmente en la discusión del ramo séptimo, del ramo de Guerra, y hará muy bien; pero cuánto más fructuoso sería que el señor Alessio Robles cambiase antes, previamente, sus ideas con la Comisión.

El C. Alessio Robles: ¡Ya las cambié!

El C. Manrique: Acaso no se pusiese de acuerdo en todo; pero nos ahorraríamos más de una discusión. Para las discusiones en público, señores compañeros, debemos dejar la discusión sobre las grandes ideas, sobre las ideas generales sobre las cuales no hayamos podido llegar a un acuerdo. Pero todo lo que pueda acordarse en una discusión previa significa un enorme ahorro de tiempo para la enorme labor que esta Asamblea está destinada a efectuar. Mi interpelación que es más bien una afirmación, una exhortación, consiste en pedir a los compañeros, miembros de las comisiones de Instrucción Pública, de Guerra, de Hacienda y Crédito Público y Universitaria y Bellas Artes, que cambien ideas sobre el presupuesto de su ramo, con la Comisión de Presupuestos. Así compañero Siurob, habremos alargado las horas, así habremos hecho un trabajo mucho más fructuoso.

- El C. Siurob. Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Siurob: Para manifestar en nombre de la Comisión a todos los honorables compañeros, que la Comisión se honra en invitar a todos los compañeros que tengan ideas especiales sobre determinados ramos de presupuestos, para que se dignen ayudarla con sus esfuerzos en este trabajo. Tiene, pues, la Comisión, por mi conducto, el honor de invitar a todos los compañeros de la Cámara para que se dignen ayudarla en esta labor.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: No habiendo más oradores inscriptos, en votación económica se pregunta si se aprueba. (Voces: ¡Son dos proposiciones! ¡Que se voten separadamente!) "Divídase la Comisión de Presupuestos en cinco secciones, formadas de tres miembros cada una." "Segundo. Nómbrense los miembros que faltan para completar el número de quince miembros, por existir sólo nueve en funciones."

El C. Manrique: Pido que se voten separadamente.

- El mismo C. secretario: Se van a votar separadamente, como lo desea su señoría. En votación económica se pregunta si se aprueba la primera proposición. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada. En la misma forma de votación se pregunta si se aprueba la segunda. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada.

El C. Siurob: Pido la palabra, señor presidente. No habiendo la suficiente meditación en la Asamblea para designar a las personas que faltan, yo suplicaría a su señoría que en la orden del día de mañana se icluyera el nombramiento de esta Comisión o que la Gran Comisión los proponga como lo estime conveniente. Suplico a la Presidencia se digne ordenar a la Secretaría se dé lectura a los artículos reglamentarios que haya sobre el particular, para saber si esa Comisión la nombra la Asamblea o debe ser propuesta por la Gran Comisión.

- El mismo C. secretario: La Secretaría hace la aclaración al ciudadano Siurob de que tiene que ser una elección directa.

El C. Siurob: Está bueno, insisto en mi proposición, señor presidente.

El C. presidente: En la orden del día de mañana se hará constar que se harán los nombramientos para integrar los quince miembros que proponen los signatarios de esa moción.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"H. Asamblea:

"Por razones que es obvio formular, me permito el honor de someter a la aprobación de vuestra soberanía, previa dispensa de trámites, los siguientes puntos de acuerdo:

"1o. Nómbrese una Comisión que se acerque al Senado y le suplique que dictamine a la mayor brevedad posible sobre el decreto que deroga las facultades extraordinarias que en Hacienda tiene el Ejecutivo.

"2o. Que la Comisión haga del conocimiento del

Senado que el decreto relativo a facultades extraordinarias que rechazó el año pasado, quedó sin ningún efecto, de acuerdo con el contenido del artículo 131 del Reglamento Interior del Congreso."

"México, 23 de noviembre de 1920.- Luis Espinosa."

En votación económca se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, se servirán ponerse en pie. Se dispensan los trámites. Está a discusión.

El C. Espinosa: Pido la palabra para fundar la proposición.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Espinosa para fundar la proposición.

El C. Espinosa: Señores compañeros: En alguna otra ocasión se pidió que se nombrase esa Comisión para que se acercara al Senado de la República y le pidiera que dictamine a la mayor brevedad posible sobre el decreto aprobado por vuestra soberanía y que deroga las facultades extraordinarias que en Hacienda tiene el Ejecutivo. El que habla, consultando la opinión de algunos ciudadanos senadores, llegó al convencimiento de que en el Senado de la República existe entre algunos ciudadanos senadores la idea de no hacer ningún dictamen sobre este asunto y lavarse las manos, como Poncio Pilatos, diciendo que aquí en está Cámara de Diputados existe un decreto aprobado el año pasado sobre este mismo asunto y que fue rechazado por el Senado de la República, y que mientras no se reconsidere este decreto, no están ellos en la obligación de conocer y dictaminar sobre el que últimamente ha mandado esta Cámara de Diputados. Es natural, ciudadanos representantes, que la actitud de estos ciudadanos senadores no es más que un subterfugio. No alcanzo a comprender cuáles son las ideas que envuelve esta actitud de los ciudadanos senadores; pudiera muy bien ser que quisieran obligar al ciudadano presidente de la República a que gobierne como gobernó Carranza con estas facultades extraordinarias en Hacienda. Pero de cualquiera manera, nosotros no debemos olvidar que nuestro principal deber, que nuestro deber más grande y más solemne es precisamente dedicarnos al estudio de los presupuestos. Ahora bien, ciudadanos representantes, ¿qué objeto tiene que nosotros entremos de lleno a discutir la Ley de Ingresos y más tarde el Presupuesto de Egresos, si no sabemos a qué atenernos, más bien dicho, si no sabemos que el Senado de la República ratificará esas facultades o las derogará de acuerdo con el sentir de esta Cámara de Diputados? Hacer lo contrario, ciudadanos representantes, dedicarnos al estudio de estas leyes sin saber la actitud del Senado sobre este particular sería tanto como engañarnos, esto no sería más que engañar al pueblo, supuesto que en esencia esto no sería más que música celestial. Yo invito a la Asamblea a que, haciendo a un lado intereses personalistas, cumplamos con nuestro deber, con nuestro alto deber en este caso. En todos los parlamentos del mundo. ciudadanos representantes, la función esencial del diputado es estudiar los presupuestos, y con razón: y ya lo habéis visto, cómo el Ejecutivo presentó hace unos cuantos días una Ley de Ingresos con modificaciones tales, con creación de nuevos impuestos que venían a ser una carga abrumadora que de seguro sacudiría el pueblo, porque no podría resistirla, pues de lo contrario, tendría que perecer bajo el peso enorme de esas nuevas contribuciones. La prueba es esa, que el Ejecutivo, hábilmente consultando el sentir de los ciudadanos representantes de la Cámara popular, extraoficialmente, llegó al convencimiento de que este proyecto de Ley de Ingresos se había desechado de plano y tuvo el tino de pedir que se retirara antes de que se entrara al estudio de esta iniciativa. Merece, pues, un sincero aplauso el Ejecutivo por su actitud; pero no ha hecho otra cosa que darnos una voz de alerta, que estamos obligados a recoger, si queremos ser consecuentes con nuestra obligación de representantes dentro de esta Cámara. Si nosotros no sabemos a qué atenernos, si no sabemos si vamos a discutir estas leyes, si vamos a ver si conviene o no crear nuevos impuestos o restringir o sostener las iniciativas sobre gastos que ya conocemos, ¿qué objeto tendría, ciudadanos representantes, si el Senado de la República nos dice el 15 de diciembre, por ejemplo, que no son de derogarse las facultades extraordinarias que en Hacienda dispone el Ejecutivo? ¿qué se habría conseguido con esto? Hacernos tontos nosotros mismos, hacer perder el tiempo miserablemente a esa Asamblea, y algo más grave, substraer de las arcas nacionales una cantidad enorme de cientos de miles de pesos por estar aquí nosotros durante todo un mes engañándonos miserablemente, como decía hace un instante.

Así, pues, ciudadanos representantes, pido a todos vosotros que, colocándonos en el alto deber de patriotismo que os corresponde y que el pueblo os puede exigir con mucho derecho, aprobemos esa iniciativa que se compone de dos puntos: primero: Suplíquese al Senado de la República que dictamine a la mayor brevedad posible sobre el decreto que allá tiene sobre las facultades extraordinarias del Ejecutivo de la República, y, en segundo lugar, hágase saber al Senado de la República que el decreto que devolvió el año pasado sobre este mismo asunto, ha quedado sin ningún efecto y que, por lo tanto. no debe esperar a que sea reconsiderado por esta Asamblea. Las razones esenciales están expresadas en el artículo 131 del Reglamento y en el 72, fracción (f) de la Constitución, que terminantemente dice que cuando un proyecto de ley, como es el caso actual, sea rechazado por una de las Cámaras, tiene que volver a la Comisión que dictaminó. Ahora bien, ciudadanos representantes; éste es un asunto de Presupuestos y, por lo tanto, corresponde conocer de él a la Comisión respectiva. Todos vosotros, sabéis que las comisiones de Presupuestos terminan, precisamente, con el año de la Legislatura. Así pues, la Comisión de Presupuestos que conoció de este decreto del año pasado, terminó el último de diciembre de 1919. En consecuencia, esa Comisión ya no puede conocer de este decreto, y estamos en lo justo al haber aprobado de nuevo este decreto que ahora existe en el Senado y cuya violencia y tramitación debemos nosotros pedir, si es que queremos nosotros cumplir con nuestro deber. Es cuanto tengo que exponer a vuestra soberanía, y suplicar atentamente que, en honor al puesto que representamos, procedemos en esa forma.

El C. prosecretario Zuno: No habiendo más

oradores inscriptos, se pregunta a la Asamblea si se aprueba la proposición del ciudadano Espinosa. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada. La Presidencia ha designado en comisión para que se acerquen al Senado, a los ciudadanos diputados Luis Espinosa, Vicencio, De Alba, Jesús Z. Moreno, Carlos Gómez y prosecretario Zuno.

- El mismo C. prosecretario, leyendo:

"Honorable Asamblea:

"Los subscriptos, diputados en ejercicio, conscientes de la necesidad que existe de aumentar las obras de captación de aguas que almacenarán la inmensa riqueza que se nos escapa por el cauce de nuestros ríos, y que debe tener preferente utilidad en la irrigación de las grandes extensiones de tierra que hoy son de temporal y que fácilmente pueden convertirse en excelentes tierras de regadío; teniendo además, en cuenta que esta labor debe comenzarse por los grandes planes existentes en la Mesa Central, atravesados por vías férreas, por ser los que más se prestan para la implantación de los modernos procedimientos agrícolas, y que aun esta necesidad fue comprendida ya por la XXVII Legislatura, que decretó la cantidad de $300,000.00 para obras de irrigación del Plan de San Juan del Río, cuyo proyecto está ya perfectamente estudiado, y que no sólo servirá para llevar a cabo la irrigación, sino también para proporcionar luz y fuerza eléctricas en cantidades muy considerables a toda esta vasta región del país.

"Por todo lo expuesto, nos permitimos someter a la consideración y aprobación de la H. Asamblea, el siguiente proyecto de ley:

"Artículo 1o. Se destina una partida de..... $300,000.00 para las obras de irrigación del Plan de San Juan del Río, Querétaro, cuya suma quedará incluída en el Presupuesto de la Secretaría de Agricultura y Fomento.

"Artículo 2o. El Ministerio de Fomento reglamentará la mejor distribución de las aguas, la venta de las mismas y la forma en que deba hacerse la instalación de las plantas eléctricas que se establezcan."

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., a 22 de noviembre de 1920.- J. Siurob.- C. Llaca.

"Hago mía la anterior iniciativa.- E. von Borstel.- Antonio Díaz." - A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

- El C. prosecretario Zuno, leyendo:

"H. Cámara de Diputados:

"Mucho tiempo ha que se ha dejado sentir la necesidad imperiosa de mejorar los raquiticos medios de comunicación existentes entre la rica región suroeste del país y el resto de él, principalmente los centros de consumo.

"Bien sabido es que aquella región, tan variada y exuberante en sus productos, constituye una fuente de riqueza nacional, que ha sido lastimosamente abandonada.

"La agricultura y la minería son las ramas principales de esa fuente; pero tan costoso resulta el tranposrte de los productos a los centros de consumo, que muchas veces vale más aquél que éstos, y casos ha habido en los últimos tiempos, en los que mientras en aquella región hay una gran oferta de maíz, por ejemplo, a cincuenta centavos el hectólitro, con una demanda casi nula, en Guadalajara y otros lugares de consumo vale a siete a ocho pesos el hectólitro sin que pueda conducirse a ellos, porque ese precio no cubre el costo del flete.

"Una vía férrea que entroncara con las del sistema que ya existe, y muriese en un puerto de la costa del Pacífico, como la ya empezada a construir de Santa Ana a Chamela, daría vida aquella feraz región, porque la haría ingresar a la vida económica del país, con notorios progresos para la riqueza nacional. Pero ya que esto sería muy costoso y, por ende, dilatado, conviene que entretanto se construya una carretera, que daría excelentes resultados.

"La Federación debe de estar grandemente interesada en que estas carreteras se multipliquen por la vasta extensión del país, ya que su orografía peculiar y la riqueza inexplotada de una gran parte de él, las están reclamando con todo apremio.

"Por las razones expuestas, me permito someter a vuestra aprobación, el siguiente acuerdo:

"Unico. Inclúyase en el Presupuestos de Egresos para 1921, una partida de cien mil pesos, que se destinará a la construcción de una carretera que, partiendo de la ciudad de Sayula y pasando por la de Autlán, vayan a morir en el puerto de Chamela, del Estado de Jalisco."

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados. - México, 19 de noviembre de 1920.- F. N. Solórzano.- J. Maqueo C.

"Hacemos nuestra la anterior proposición.- Pablo H. Sanchez.- J. M. Cuéllar.- Juan Bravo y Juárez.- José G. Zuno.- Natalio Espinosa.- G. Villalobos.- Luis A. del Castillo.- Ignacio Luquín.- M. Lomelí.- José Juan Ortega.- M. Navarro.- S. Serrano Hermosillo.- Por Tlaxcala, Macario M. Hernández.- Mauro Angulo.- Moisés Huerta." A la Comisión de Presupuestos y cuenta .

- El mismo C. prosecretario, leyendo:

"1a. Comisión de Guerra.

"Señor:

"La 1a. Comisión de Guerra recibió, para su estudio y dictamen, la solicitud de la señorita María Soledad Arriaga, que por conducto de la Secretaría de Guerra y Marina, presentó a la consideración de esta H. Cámara, con fecha 9 de julio de 1917, y en la cual pide le sea concedida una pensión por los servicios prestados a la nación por su finado padre, el capitán 1o., Ignacio Arriaga.

"Expone la recurrente, para fundar su solicitud, que su padre empezó a prestar sus servicios en el Ejército, como trompeta, en el año de 1857, y que por sus méritos fue ascendido por riguroso escalafón, hasta obtener el grado de capitan 1o., que fue el último ascenso que adquirió. Manifiesta,

igualmente, la señorita Arriaga, que su finado padre tomó participación activa en los combates de Puebla de 1862, contra los franceses, así como en el sitio y toma de la ciudad de Querétaro, militando entonces bajo las órdenes del prestigiado ciudadano Mariano Escobedo, y concluye su solicitud pidiendo a la Cámara le conceda una pensión, ya que en la actualidad no cuenta con ningún apoyo y, por consiguiente, se encuentra en la índigencia.

"Consultados por esta Comisión la hoja de servicios, los despachos, constancias y demás documentos que obran agregados al expediente respectivo, encuentra comprobados los servicios del ciudadano Arriaga, no estando conforme con el grado de capitán 1o. que, según asienta la peticionaria, fue el último ascenso que tuvo su padre; pues si bien es cierto que el C. Arriaga prestó sus servicios en las milicias del Estado de Guanajuato con este carácter, la secretaría de Guerra y Marina no se lo reconoció, por no depender dichas fuerzas de la Federación.

"Por todo lo expuesto, la Comisión estima que los servicios prestados al país por el teniente Ignacio Arriaga, son de los que, por su importancia, deben ser recompensados y, por lo mismo, se permite el honor de someter a vuestra aprobación el siguiente proyecto de decreto:

"Artículo único. Se concede a la señorita María Soledad Arriaga, una pensión de dos pesos diarios, como recompensa a los servicios prestados a la patria por su extinto padre, el teniente Ignacio Arriaga. Dicha pensión le será pagada íntegra por la Tesorería General de la Federación, mientras conserve su actual estado civil.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, a 17 de diciembre de 1919.- M. Barragán.- G. Bandera y Mata."

"1a. Comisión de Guerra.

"H. Asamblea:

"Los subscriptos, miembros de la 1a. Comisión de Guerra, de la actual Legislatura, después de haber estudiado detenidamente el dictamen que antecede lo encuentran justificado y, por lo mismo lo hacen suyo en todas sus partes, rogando a vuestra soberanía os sirváis aprobarlo.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, a 16 de noviembre de 1920.- José Méndez.- Leobardo L. Lechuga."- Primera lectura.

- El mismo C. prosecretario, leyendo:

"H. Asamblea: "El subscripto, diputado a esta XXIX Legislatura por el 12 distrito electoral del Distrito Federal, ante vuestra soberanía, con toda atención, expone:

"Que siendo de gran utilidad, por las facilidades de transporte que consigo traería, la construcción de una carretera que una las municipalidades de Xochimilco e Ixtapalapa, prácticamente aisladas en la actualidad, y comprendidas en el perímetro del citado 12 distrito electoral; ante vosotros, para quienes no debe pasar inadvertido el hecho de que cada nueva vía de comunicación abierta, significa un paso hacia el mejoramiento económico en general, vengo a proponer que aprobéis la siguiente iniciativa, que tiende a mejorar algunas vías de comunicación ya existentes y al establecimiento de una nueva:

"Unico. Inclúyase en el Presupuesto del ramo respectivo, una partida que se destinará a la constucción de una carretera que una las municipalidades de Xochimilco e Ixtapalapa, del Distrito Federal, y a la reparación, con macádam, de las ya existentes entre Huipulco y Xochimilco, y Mexicaltzingo e Ixtapalapa."

"Salón de sesiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., a 23 de noviembre de 1920.- C. Argüelles.

"La diputación del Distrito Federal hace suya la anterior proposición.- V. Alessio Robles.- Gustavo S. Martínez.- R. Casas Alatriste.- Octavio Paz.- José D. Pérez.- . Aguirre C.- I. Borrego.- Rafael Martínez de Escobar.- E. Hidalgo Catalán.- R. Ramos Pedrueza." - A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"H. Asamblea:

"Los subscriptos diputados, sometemos atentamente a vuestra soberanía, la siguiente proposición, para la que solicitamos la necesaria dispensa de trámites:

"Unica. Diríjase atento mensaje al C. licenciado Jesús Urueta, ministro de México en la Argentina, haciendo votos por su restablecimiento."

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados. - México, 23 de noviembre de 1920.- Aurelio Manrique, Jr.- I. Borrego.- Rafael Ramos Pedrueza.- C. Argüelles."

Está a discusión esta proposición.

El C. Manrique: Favor de pedir dispensa de trámites.

El C. prosecretario Zuno: En votación económica se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Se dispensa los trámites. Está a discusión.

El C. Manrique: Pido la palabra. Señores diputados: Creo que casi huelga fundar mi propisición; está ya previamente aprobada; yo no voy a decir palabras de mera fórmula, ni quiero hacer vano elogio, que sería incapaz de hacer, de Urueta; solamente quiero decir que, con el afecto que sentimos por él quienes vemos en él a una gloria nacional, a uno de los pocos oradores que en México hemos tenido, a quien vemos con afecto de maestro los jóvenes que hoy nos levantamos, recordando que la prensa de la mañana nos ha traído la infausta nueva de su gravedad; afirma la prensa de la mañana que el ciudadano Urueta se halla enfermo, y si este mensaje de aliento a través de la distancia puede en un temperamento exquisitamente sensitivo, como el de Urueta, significar un estímulo, un favorable estímulo para su restablecimiento, yo creo que la Cámara de Diputados hará bien en enviarle este mensaje, deseando sinceramente el restablecimiento de este hombre, que ha honrado las letras patrias y la tribuna nacional. (Aplausos.)

El C. secretario Zincúnegui Tercero: No habiendo más oradores inscriptos, se pregunta, en votación económica, si se aprueba la iniciativa. (Voces: ¿Cómo dice?

"Unico. Diríjase atento mensaje al C. licenciado Jesús Urueta, ministro de México en la Argentina, haciendo votos por su restablecimiento."

Se aprueba por mayoría.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"Ciudadanos secretarios de la Cámara de Diputados.- Presente.

"Fidel Ramírez M. y Andrés Gutiérrez Castro, diputados propietarios por los distritos electorales 4o. y 5o., respectivamente, del Estado de Coahuila, y para conocimiento de la H. Cámara, atentamente exponemos:

"Que el extinto coronel Atilano Barrera fue uno de los viejos luchadores en pro de las causas libertarias, pues fue compañeros de los incansables paladines Antonio I. Villarreal, Juan Sarabia, Casimiro H. Regalado, los Flores Magón y otros muchos que sería largo enumerar. Cuando los primeros chispazos revolucionarios se iniciaron en Las Vacas, Coahuila (hoy Villa Acuña), con Juan José Arredondo a la cabeza, ya Atilano Barrera se encontraba en el secreto de trabajar en contra de la dictadura porfirista, actitud que trajo consigo la aprehensión y conducción a esta capital, donde lo internaron en Belén, privándolo de su libertad y de toda consideración por espacio de tres años y once días consecutivos, y aquí, a pesar de su encierro y no importándole su propia situación, ni la de sus compañeros, continuó predicando las ideas libertarias y vindicaciones nacionales, y fue tan firme en sus ideas, que el 18 de febrero de 1910, en compañia de varios correligionarios acusados de rebelión, dirigió al señor licenciado Vicente Rodríguez Miramón, entonces procurador general de Justicia, la siguiente carta, que fue publica en el número 409 de "México Nuevo" el 22 de febrero del mismo año: "Señor: en los primeros días del mes de diciembre del año próximo pasado, la prensa local publicó un suelto, en el que se decía que la causa que se ha instruído en nuestra contra, por el supuesto delito de rebelión, había pasado a esa Procuraduría para su revisión, después de haber estado en poder del fiscal adscripto al Juzgado 1o. del Distrito. De esto han transcurrido tres meses, sin que hayamos vuelto a saber algo referente a nuestro asunto, pues no parece sino que se ha querido sepultarnos en el más profundo de los olvidos, como lo demuestra el hecho de que hace más de dos años que no le vemos la cara a nuestro juez, ni se ha practicado con nosotros diligencia alguna que nos signifique que existe la "justicia." Más de tres años ha que se inició nuestro proceso, e increíble nos parece que ese largo tiempo no ha bastado para que el ciudadano juéz instructor deslinde nuestra responsabilidad y pronuncie el fallo que la equidad aconseja. Al asesino, al ladrón, al más insignificante o poderoso de los violadores o infractores de la ley penal, en tiempo determinado y sin que transcurran dos años, se les absuelve o se les condena; ¿que para nosotros, porque se nos designa con el calificativo de reos políticos y por el solo hecho de que se nos pretende hacer aparecer como descontentos de la actual administración, que, para nosotros, repetimos, la ley tiene excepciones? ¿que acaso, señor procurador nuestro supuesto delito, es de aquello que se escaparían a la perspicacia y previsión de los señores legisladores y no está comprendido en los códigos que nos rigen, y, por lo tanto, la justicia encuentra en nuestro asunto un problema de difícil resolución? No lo creemos. A pesar de nuestra ignorancia en derecho y en achaques jurídicos, vemos clara y terminantemente que el delito de rebelión en todas sus fases está previsto y clasificado en el Código Penal. Rogamos a usted, señor procurador, que en la presente vea tan sólo el desesperante deseo que tenemos por que se nos imparta justicia cuanto antes, y nunca un motivo de censura y soberbia, pues al dirigirnos a usted encareciéndole una pronta resolución en nuestro asunto, lo hacemos por el peso abrumador de cuarenta meses de encierro, cuarenta meses que no han sido toda una carrera de torturas y de sufrimientos; tiempo que no ha bastado para dar término a toda una era de vejaciones que hemos soportado los que sobrevivimos, pues varios de nuestros compañeros sucumbieron ya, víctimas de las distintas enfermedades que debido a las antihigiénicas condiciones de este antro, minan la existencia de sus habitantes, etcétera, etcétera."

"Una vez que obtuvo su libertad el señor Barrera, fue de nuevo encarcelado en Piedras Negras, Coahuila, permaneciendo seis meses rigurosamente incomunicado, sacándole varias veces de su prisión con el propósito de fusilarlo.

"Atilano Barrera fue de los que ayudaron de una manera muy activa a los trabajos del señor Madero en pro de las libertades patrias, causa que motivó, del destierro donde se encontraba, su vuelta a su pueblo, Allende, Coahuila, y al verificarse las elecciones para la renovación de poderes locales de aquel Estado, resultó electo diputado a la gloriosa XXII Legislatura de aquella Entidad, donde, dentro de un criterio ampliamente liberal y ampliamente revolucionario, supo llevar adelante varias iniciativas y reformas en pro del mejoramiento del pueblo, y cuando ya se desarrollaron en esta ciudad los trágicos sucesos de febrero de 1913 y se discutía cuál debería ser el camino que siguiera aquel Gobierno de Coahuila, después de los asesinatos de Madero y Pino Suárez, decía Barrera en una de las sesiones: "La revolución es el único medio de lavar la mancha que sobre nuestra patria han arrojado esos malos mexicanos asesinando a los primeros mandatarios de ella", siguiendo incontinenti aquel famoso decreto: "El XXII Congreso constitucional del Estado Libre, Independiente y Soberano de Coahuila de Zaragoza, decreta: número 1,421 Artículo 1o. Se desconoce al general Victoriano Huerta en su carácter de Jefe del Poder Ejecutivo de la República, que dice le fue conferido por el Senado, y se desconocen también todos los actos y disposiciones que dicte con ese carácter.- Artículo 2o. Se conceden facultades extraordinarias al Ejecutivo del Estado en todos los ramos de la Administración Pública, para que suprima los que crea convenientes y armar fuerzas para coadyuvar al sostenimiento del orden constitucional de la República.

"Económico. Excítese a los gobiernos de los demás Estados y a los jefes de las fuerzas federales, rurales y auxiliares de la Federación, para que se cunden la actitud del Gobierno de este Estado.- Dado en el Salón de Sesiones del H. Congreso del

Estado, en Saltillo, a los diez y nueve días del mes de febrero de mil novecientos trece.- Atilano Barrera, diputado presidente.- J. Sánchez Herrera, diputado secretario.- Gabriel Calzada, diputado secretario.- Imprímase, comuníquese y obsérvese.- Saltillo, 19 de febrero de 1913.- V. Carranza.- E. Garza Pérez, secretario."

"Este decreto es el único que dió legalidad y fuerza al movimiento constitucionalista, y si es verdad que la mayoría de los componentes de la Legislatura coahuilense, estuvieron a la altura de sus deberes y de las circunstancias, no es menos cierto que Atilano Barrera, a más de ser el presidente de ella, en aquel entonces, gozaba de un gran ascendiente y simpatía sobre sus amigos y compañeros, lo que constribuyó de una manera directa para que la nobleza de anhelos y vindicaciones no se ahogaran en su nacimiento.

"Atilano Barrera fue a la revolución, y para ello estuvo al frente de un puñado de luchadores dispuestos a sacrificar hasta sus vidas por los anhelos patrios.

"Atilano Barrera desempeño varias comisiones del entonces Primer Jefe del Ejercito Constitucionalista, y en todas ellas siempre estuvo a la altura de las circunstancias y de sus deberes, sobresaliendo en estimación de parte de sus compañeros y subordinados por su honradez y rectitud revolucionarias.

"Atilano Barrera fue compañero de armas de los extintos general Maclovio Herrera, coronel Gabriel Calzada y del hoy general y ministro Antonio I. Villarreal, quien conoce la larga vida revolucionaria del extinto.

"Siendo jefe de las armas, Atilano Barrera, en Piedras Negras, Coahuila, en enero de 1915, ordenó la aprehensión de Enrique Breceda, entonces administrador de aquella Aduana fronteriza, por haberlo encontrado complicado en los delitos de contrabando y fraude al Erario Nacional, según informes y constancias del señor Jerónimo Elizondo, entonces inspector de aduanas en aquella región, actitud que motivó el disgusto del entonces Primer Jefe, que se encontraba en Veracruz, y quien a la sazón tenía como jefe de Estado Mayor a Alfredo Breceda.

"Desde Veracruz decía el 4 de enero de 1915 el ciudadano Primer Jefe al coronel Barrera: "Tengo conocimiento fue aprehendido administrador de la Aduana, señor Enrique Breceda; póngalo usted inmediatamente en libertad y en su empleo, a reserva, etcétera, etcétera." El día 7 contestó Barrera el anterior mensaje: "Me refiero a su mensaje ayer. Yo substituí coronel Castro por orden general Villarreal, jefe Nuevo León y Coahuila, por mediación de quien espero sus respetables órdenes. Administrador Aduana quedó en libertad el mismo día de su detención, mandándole comprobantes del abuso para que usted ordene lo que proceda. Permítome manifestarle que yo he creído haber obrado como hombre honrado, defendiendo los intereses de nuestra causa, a fin de obtener mayores elementos para su triunfo. Respetuosamente, etcétera."

"El día 8 del mismo enero, el ciudadano Primer Jefe dirigió al coronel Barrera los siguientes mensajes: "Suyo de ayer. No admito excusas para que se cumplan mis órdenes. Ponga usted en libertad al administrador de la Aduana.

Entregue usted el mando de las armas al inmediato subordinado de usted y preséntese arrestado al comandante militar de Coahuila para que se le juzgue, etcétera." Y el otro dice: "Cumpla usted con mis órdenes contenidas en mi mensaje anterior."

"Atilano Barrera cayó en desagrado del de arriba y meses después, el 12 de abril del mismo año de 1915, fue asesinado en las inmediaciones de Las Vacas, Coahuila (hoy Villa Acuña), cerca de un arroyo seco. Cinco balas expansivas acabaron con la vida de aquel luchador, y no contentos con su crimen y después de despojar al cadáver de cuanto llevaba Barrera, inclusive su ropa y calzado, dejaron los restos a la intemperie, hasta que el humanitarismo de algunos ciudadanos norteamericanos, siete días después y mediante cien pesos que dieron a un soldado para que les denunciara el sitio macabro, encontraron aquellos restos, del que fue Atilano Barrera, y los trasladaron a la población de Del Río, Texas, donde fueron sepultados por los familiares del extinto y donde yacen por falta de recursos de éstos.

"Entretanto, el crimen sigue en misterio y probablemente los delincuentes gozan de todas las comodidades y, en cambio, la familia del extinto se encuentra en la miseria, sujeta al trabajo honrado de uno de sus hijos. Esta familia consta de la esposa de Barrera, señora Rosalía G. viudad de Barrera; tres señoritas Santos Victoria, Amparo y Consuelo, y de los jóvenes Rafael y Elpidio y de una hija mayor de edad y casada.

"Por todo lo expuesto, venismo a suplicar a esta Cámara que por justicia se sirva acordar de conformidad el siguiente proyecto de ley:

"Unico. Concédase a la señora Rosalía Guitiérrez viuda de Barrera y a sus expresados hijos, por los valiosos servicios prestados por el extinto coronel Atilano Barrera a la causa revolucionaria, una pensión de $600.00 mensuales."

"Salón de Sesiones del Congreso de la Unión.- México, D. F., a 23 de noviembre de 1920.- Diputados por Coahuila: Fidel Ramírez M.- Andrés Gutiérrez Castro.- Hacemos nuestra esta petición: F. Castrejón.- Pedro A. Chapa.- A. Díaz Soto y Gama.- A. Manero.- E. del Castillo.- E. Portes Gil.- Octavio Paz.- Tereso Reyes.- E. Aguirre C.- C. Damián G.- Fidel Guillén.- P. Dorantes.- Leopoldo Guadarrama."

Trámite: A la Comisión de Guerra en turno.

El C. Alessio Robles: Pido la palabra para impugnar el trámite.

- El C. Espinosa:Pido la palabra en contra del trámite.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Alessio Robles Vito.

El C. Alessio Robles: Yo entiendo que debe conocer de este proyecto de ley la Comisión de Guerra en turno; se trata del coronel Atilano de la Barrera, era militar y prestó muy importantes servicios a la causa revolucionaria.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta que pasa a la Comisión de Guerra en turno.

El C. prosecretario Castrejón: Pasa a la Comisión de Guerra en turno.

El C. Espinosa: Yo he pedido la palabra en contra del trámite.

El C. presidente: ¿En contra de qué trámite?

El C. Espinosa: Del trámite dado por su señoría.

El C. presidente: ¿De que pase a la Comisión de Guerra?

El C. Espinosa: Sobre cualquiera de los dos. (Risas)

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Espinosa: Ciudadanos representantes: Sé muy bien que la proposición mía en este caso tal vez no merezca la aprobación de vuestras señorías; pero debo ser consecuente con mis actos, estoy obligado a serlo. Hace algún tiempo, quince o veinte días, que la Presidencia de la Cámara dió un trámite semejante al presente y entonces me opuse fundándome en que todas estas solicitudes de pensión debe resolverlas directamente el Ejecutivo, sin que tenga que ver absolutamente ninguna Comisión dictaminadora de esta Cámara ya que el Ejecutivo está facultado para conceder esta clase de pensiones de acuerdo con un decreto expedido por la XXVII Legislatura. Entonces, ciudadanos representantes, se esgrimió aquí a sotto voce, porque nadie tuvo el valor de irlo a exponer a la tribuna, que debería aceptarse que esa solicitud de pensión pasase a una de las comisiones de la Cámara de Diputados, porque probablemente el actual Ejecutivo no quería negar ni conceder la pensión a unos descendientes, de exfederal. Ahora, señores representantes, nosotros debemos ser serios, estamos obligados a proceder aquí con verdadera seriedad; si este asunto no corresponde al Poder Legislativo, ¿por qué lo acogemos? ¿por qué consentimos en que pase a una Comisión dictaminadora? Allí lo que corresponde es devolverlo a los peticionarios y decirle que se dirijan al Ejecutivo de la unión, puesto que él está facultado ampliamente para resolver sobre esa solicitud. Hay más, ciudadano presidente y honorable Asamblea, yo pregunto: ¿que trámite se ha dado, qué se ha hecho, qué ha dictaminado la Comisión respectiva sobre la solicitud anterior? Estoy seguro que han pasado más de los quince días que marca el Reglamento y hasta la fecha, que yo sepa, no se ha rendido ningún dictamen sobre este asunto. Esto, señores, por una parte perjudica a los interesados, perjudica a los que se dirigieron al ciudadano presidente de la República pidiéndole esta gracia, ¿y ahora se quiere que se haga lo mismo? No, señores; seamos conscientes, no hagamos lo que no estamos facultados a hacer. Por estas razones yo me opongo a ese trámite y al trámite reformado también. Este asunto no debe pasarse a Comisión ninguna, debe devolverse al interesado o interesados diciéndoles que como es un asunto de la incumbencia del Ejecutivo, tenga a bien dirigirse a él para los efectos consiguientes. Esto es, señores, lo que cabe dentro de la ley y estamos obligados a respetar la ley y a cumplirla. Así pues, pido que se rechace este trámite y se ponga el que propongo.

El C. presidente: La Presidencia debe manifestar al ciudadano Espinosa, que ella no tiene más que cumplir con los preceptos reglamentarios, que dicen que cuando una proposición o proyecto venga firmado por mayoría de Comisión, debe pasar inmediatamente a la Comisión respectiva. En tal caso, si vuestra señoría reclama el trámite dado por la Presidencia, no tendrá más esta misma Presidencia que sujetarlo a la deliberación de la Asamblea.

El C. Espinosa: Para una aclaración que completa la idea expuesta por mí. Quiero poner a la consideración de la Asamblea este ejemplo: si un ciudadano o varios ciudadanos se dirigen al Ejecutivo de la Republica presentándole una iniciativa de ley que, como vosotros sabéis, corresponde exclusivamente a este Cuerpo Legislativo, es natural, señores, que el ciudadano presidente de la República no podrá hacer más que estas dos cosas: o devolverla a quien se la dirige diciéndole que la mande a la Cámara, o bien mandárnosla él si quiere ser tan galante -, para que nosotros hagamos lo que mejor nos plazca. Este es el caso: se nos manda aquí un asunto que no es de nuestra competencia y yo pregunto: ¿con qué derecho le damos acogida? Aquí no caben también, señor presidente, más que estas dos cosas dentro de la lógica y la ley: mandar este asunto al Ejecutivo para que él lo resuelva - si es que queremos ayudar a los interesados -, o devolverlo directamente a los interesados para que ellos lo dirijan al Ejecutivo.

El C. presidente: Antes que se dé lectura al artículo reglamentario respectivo, la Presidencia debe manifestar nuevamente al ciudadano Espinosa que no se cree facultada para dar un trámite, es decir, para rechazar la petición de varios diputados que se dirigen a la Asamblea; debe ser ella la que resuelva y no la Presidencia; de manera que la Asamblea resolverá si lo acepta, la Asamblea será la que resuelva si se toma o no en consideración; si desde luego la Asamblea no lo acepta, la Presidencia no hará más que acatar la decisión de la Asamblea.

El C. Céspedes: Para una interpelación.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"Artículo 58. Las iniciativas presentadas por el presidente de la República, por las legislaturas de los Estados o por las diputaciones de los mismos, pasarán desde luego a Comisión. Las que presentaren los diputados o senadores se sujetara a los trámites que designa este Reglamento."

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Céspedes para una interpelación.

El C. Céspedes: Quiero que su señoría, por conducto del señor secretario, se sirva informarme si respecto a asuntos análogos enviados directamente al Ejecutivo de la Unión, éste los ha despachado a esta Cámara para que sean resueltos por la misma, pues tengo entendido que como miembro de una Comisión de Peticiones he conocido de casos iguales que han sido dirigidos al Ejecutivo de la República y que éste los ha enviado a la Cámara. Quiero saberlo por boca del señor secretario.

El C. prosecretario Castrejón: La Secretaría informa al ciudadano Céspedes que el Ejecutivo ha devuelto a la Cámara las solicitudes que se han hecho con motivo de pensiones.

El C. Céspedes: Es el mismo caso actual.

El C. Castrejón: ¿Me permite una aclaración, señor presidente?

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Castrejón para una aclaración.

El C. Castrejón: Yo recuerdo, ciudadanos diputados, que cuando la Diputación de Hidalgo, mis compañeros y yo, presentamos una iniciativa para que se concediera una pensión a los deudos del general Felipe Angeles, estuvo en todo nuestra solicitud sujeta a los trámites reglamentarios; no veo

yo la razón por la que no se vuelva a hacer lo mismo tratándose de un caso análogo.

El C. Rivera Cabrera: pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Rivera Cabrera: He pedido la palabra para completar la interpelación de la persona que habló antes. Esas solicitudes devueltas, o mejor dicho, enviados por el Ejecutivo de la Unión a la Cámara de Diputados, ¿fueron hechas por deudos de militares fallecidos, o por deudos de civiles? Por que si fueron hechas por deudos de civiles, en este caso sí compete a la Cámara conocer de ellas; más si fuere hecha por deudos de militares, parece que hay una ley que reglamenta las pensiones que deben otorgarse a los deudos de los militares:

El C. Espinosa: ¿Me permite la palabra, señor presidente?

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Espinosa: Quiero hacer esta aclaración, ciudadanos representantes: la pensión a que se refiere el ciudadano Castrejón, concedida a los hijos del finado ciudadano general Angeles, no se concedió por méritos militares en campaña, sino que se concedió por méritos de un ciudadano, por servicios de un ciudadano.

El C. Castrejón: Es el mismo caso.

El C. Espinosa: Es claro, señores, que en el segundo caso, es exclusivamente la Comisión de Hacienda la que tiene que dictaminar sobre este asunto. Recordará el ciudadano Castrejón que yo precisamente, queriéndoles ayudar, aunque yo no estaba de acuerdo en que se concediera esa pensión o que se tramitara este asunto, me opuse al trámite dado por la Mesa y que era exactamente igual al dado ahora, de que pasara a Guerra y Hacienda, y entonces dije: esta pensión no se pide por méritos de un militar adquiridos en campaña, sino por los servicios de un ciudadano mexicano prestados a la patria; por lo tanto, es Hacienda la única capacitada para dictaminar. La Asamblea estuvo conforme y en consecuencia de ese informe dictaminó la Comisión respectiva y se concedió esa pensión. Pero ahora, ciudadanos representantes, se trata de un caso enteramente distinto y bien clasificado: todas las solicitudes de pensiones que vienen ante vuestra soberanía por méritos de militares muertos en campaña, de 1910 a la fecha, claro lo dice el decreto de 1917, debe resolverlas el Ejecutivo, y en manera alguna el Legislativo, mientras no se derogue este decreto; eso es lo que yo entiendo. Ahora bien, señores; si nosotros estamos compenetrados de esta verdad legal, ¿para qué perjudicar a los interesados teniendo en las comisiones de esta Cámara estas solicitudes de pensiones, por uno, dos y hasta tres meses y quizá más tiempo todavía; para qué perjudicar a estas mismas comisiones de la Cámara mandándoles asuntos que no son de su competencia y que sólo servirán para abrumarlas con mayor trabajo inútil? Son pues, razones de orden legal y razones de orden práctico las que nos deben impulsar a oponernos a este trámite dado con muy buena fe por la Mesa, pero que ya es tiempo que nosotros rectifiquemos y marquemos un camino recto para estas tramitaciones en bien del interesado y de las propias comisiones de la Cámara. Pido, pues, que este trámite sea desechado.

El C. Céspedes: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Céspedes: No me explico el criterio del compañero Espinosa al margen de este asunto, cuando hace un momento él mismo nos decía que era necesario insistir cerca del Senado para que éste retirara al Ejecutivo el uso de las facultades que en Hacienda viene gozando. Esto, necesariamente, tiene íntima relación con Hacienda, y así lo acaba de expresar, diciendo que asuntos de esta naturaleza, cuestiones de dinero o peticiones de pensiones, deben dictaminarlas ya Hacienda o Guerra, o Guerra y Hacienda unidas. El trámite de su señoría, en mi concepto, está perfectamente apegado al Reglamento, es una petición de ciudadanos diputados miembros de esta Asamblea, que debe ser despachada por conducto de sus comisiones correspondientes. En consecuencia, el trámite debe de subsistir. Ahora quiero hacer una aclaración: el Ejecutivo de la República sí ha devuelto a esta Cámara asuntos de solicitud de pensiones para militares muertos en campaña, y recuerdo yo, como miembro de la 1a. Comisión de Peticiones, haber dictaminado uno, que fue enviado por el Ejecutivo por conducto de la Secretaría de Gobernación, el que se refiere a un ciudadano de la Armada Nacional, de apellido Godínez, que solicitaba pensión - que solicita, porque todavía no está resuelto el asunto en las comisiones de Guerra -, por los méritos, por los servicios prestados a la patria en su Armada. Así es que este asunto, la Comisión debe resolver que pase a la Comisión de Guerra, porque es solicitud de compañeros y, repito, pertinente o impertinente esta solicitud, será la Cámara la que, después de conocer un dictamen de la Comisión de Guerra, resuelva sobre el particular. Yo pido a la Asamblea que apruebe este trámite de la Mesa.

El C. Espinosa: Señores compañeros: Voy a ser muy breve. El ciudadano Céspedes está sufriendo una lamentable equivocación en este caso; las pensiones se conceden a mexicanos comprendidos en dos categorías: por concepto de servicios civiles y por servicios militares. En el primer caso, por ejemplo está comprendido el mártir Belisario Domínguez, que fue un civil, que jamás tuvo personalidad militar, y se sacrificó por la democracia de México. Es una categoría especial que corresponde dictaminar a esta Cámara, porque las fascultades extraordinarias dadas al Ejecutivo en 1917, no se refieren a los civiles precisamente, sino a los militares muertos en campaña de 1910 a la fecha; expresamente lo dice el decreto, y es lo que yo no quiero que se viole. Es claro, señores, que mientras no se derogue eses decreto, ni las facultades extraordinarias que, en general, disfruta el Ejecutivo actual, está en vigor este decreto y debemos nosotros acatarlo y respetarlo. Es claro que la pensión que ahora se solicita es por méritos adquiridos por un militar en campaña.... (Voces: ¡No! ¡No!) Es lo único que se nos ha leído aquí; se nos han demostrado en una larga biografía, los méritos que en el terreno de las armas adquirió este ciudadano, al menos, yo así lo he entendido. (Voces: ¡No! ¡En pro de la causa constitucionalista!) Si yo estoy, naturalmente, equivocado porque no se haya pedido esta pensión por concepto de servicios militares, es natural, señores, que entonces sí toque resolver a esta Cámara; pero el criterio que

nos habíamos formado, es otro. La parte resolutiva dice así, señores, a mí me gusta ser claro; dice:

"Unico. Concédase a la señora Rosalía Gutiérrez viuda de Barrera, y a sus expresados hijos, por los valiosos servicios prestados por el extinto coronel Atilano Barrera, a la causa revolucionaria, una pensión de $600.00 mensuales.

Señores, qué más claro: "por el extinto coronel". Si queréis ser complacientes con los que piden esta pensión, en horabuena, yo no seré quien insista en oponerme; pero cometéis la aberración a sabiendas. Yo estoy seguro de que no lo haréis, porque sois conscientes de vuestros actos, se trata de un militar; en el caso de Angeles, es muy distinto, es un exfederal cuya situación, dentro del escalafón del Ejército Federal, está todavía ambigua, no se sabe cuál es la verdadera personalidad de estos señores, si se les considera como militares o civiles. Pero ahora se nos habla, en la parte resolutiva, de un coronel; en la parte expositiva se ponen de relieve los méritos que como militar prestó este ciudadano Atilano de la Barrera; no me explico, pues, cómo ahora se niega esto. Por lo demás, yo suplico a la Presidencia que la Secretaría tenga a bien leer el decreto de 1917, para ilustración de la Asamblea, y vea que no es posible esto.

El C. Rivera Cabrera: ¡No! Creemos lo que decís con respecto al decreto.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"Decreto por el que se autoriza al Ejecutivo para acordar pensiones en favor de los deudos de militares y civiles muertos en campaña durante la Revolución.

Un sello que dice: "Estados Unidos Mexicanos. - Secretaría de Hacienda y Crédito Público.- México.

"El ciudadano presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, se ha servido dirigirme el siguiente decreto:

"Venustiano Carranza, presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, a sus habitantes, sabed:

"Que el Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, decreta:

"Artículo único. Mientras se expide la Ley de Pensiones respectiva, se autoriza al Ejecutivo de la Unión para acordar las pensiones que sean procedentes, únicamente a los deudos de militares y civiles muertos en campaña durante la Revolución de 1910 a la fecha, y a los que en lo sucesivo sucumban en defensa de las instituciones republicanas; en la inteligencia de que esta autorización se hará extensiva a todas las solicitudes de pensión que se encuentren pendientes tanto en la Cámara de Senadores como en la de Diputados.- Aarón Sáenz, D. P.- E. P. Navarrate, S. V. P.- A. Magallón., D. S.- F. Silva, S. S." - Rúbricas.

Por lo tanto, mando se imprima, publique, circule," etcétera.

El C. Espinosa: Señores representantes: Todavía es más amplio el texto del decreto, de lo que yo me imaginaba; no lo recordaba bien, tenía la idea errónea de que se refería exclusivamente a militares muertos en campaña; pero no, señores, dice también: "a militares y civiles muertos en campaña", y hace referencia muy directa a todas aquellas solicitudes que ya existen, tanto en la Cámara de Diputados como en la Cámara de Senadores, por este mismo concepto. Ahora, señores, si queréis violar la ley, entonces aprobad el trámite dado por la Mesa; si queréis respetarla, si queréis reconocer que el Ejecutivo todavía goza de estas facultades extraordinarias, entonces reprobad el trámite.

El C. Borrego: Para una moción de orden.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Borrego: La reclamación de un trámite o, más bien dicho, en la reclamación de un trámite solamente están autorizados para hablar dos en pro y dos en contra; aquí vemos desfilar seis o siete en pro y en contra. Yo suplico a usted se sirva cumplir con el Reglamento, señor presidente.

El C. prosecretario Castrejón: En votación económica se consulta si se aprueba el trámite dado por la Presidencia, que es: a la Comisión de Hacienda Los que estén por la afirmativa, se servirán ponerse de pie. Hay mayoría de pie.

El C. Espinosa: No, señor, protesto; es una minoría visible la que está de pie. Es visible la mayoría sentada, señor presidente; apenas si son treinta los que están de pie, cuando más.

El C. prosecretario Castrejón: Se consulta nuevamente a la Asamblea si se aprueba el trámite dado por la Mesa.

El C. Rivera Cabrera: Reclamo el quórum.

El C. presidente: Se va a proceder a hacer el recuento...

El C. Espinosa: Si es visible, señor, que sólo unos cuantos están de pie.

El reglamento dice expresamente que, cuando es dudosa la votación, se haga el recuento; pero, señor, usted mismo contará que serán veinticinco o treinta los que están parados.

El C. Borrego: Cuando se reclama el quórum....

El C. Rivera Cabrera: Yo he reclamado el quórum.

El C. Espinosa: No conduce a nada, señores, seamos honrados; es visible que la mayoría de la Cámara se opone a la aprobación de este trámite.

¿Para qué queremos ganar una cosa a fuerza?

El C. Céspedes: Para moción de orden. Como Comisión de Peticiones, yo tengo sobre viente o treinta solicitudes de pensiones aprobadas ya por esta Asamblea.

El C. Espinosa: Estamos en votación, señor; no se puede tratar ningún asunto.

El C. Rivera Cabrera: Reclamo el quórum.

El C. presidente: Como toda votación debe hacerse con quórum, y como se ha reclamado el quórum, se procede a pasar lista. (Se pasa lista.)

El C. prosecretario Castrejón: Hay una asistencia de cien ciudadanos diputados. No hay quórum. Orden del día para mañana:

"A las 10 a.m.: Sesión de Colegio Electoral.

"A las 4 p.m.: Sesión de Cámara. Proyecto de Ley Reglamentaria de la fracción XII del artículo 123 constitucional.

"Elección de siete miembros de la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Proyectos de decreto concediendo diversas pensiones.

"Asuntos particulares."

El C. presidente, a las 8.35 p.m.: Se levanta la sesión.