Legislatura XXIX - Año I - Período Ordinario - Fecha 19201126 - Número de Diario 77

(L29A1P1oN077F19201126.xml)Núm. Diario:77

Colegio Electoral

ENCABEZADO

MÉXICO, VIERNES 26 DE NOVIEMBRE DE 1920

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

AÑO 1.- PERIODO ORDINARIO XXIX LEGISLATURA TOMO 1.- NUMERO 77

SESIÓN DE COLEGIO ELECTORAL

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 26 DE NOVIEMBRE DE 1920

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2.- Continúa la discusión del dictamen relativo al 17 distrito electoral del Estado de Puebla. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. ORTEGA MIGUEL F.

(Asistencia de 126 ciudadanos diputados y presuntos diputados.)

El C. presidente, a las 11.32 p.m.: Se abre la sesión.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"Acta de la sesión de Colegio Electoral, celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día veinticinco de noviembre de mil novecientos veinte.

"Presidencia del C. Edmundo G. Cantón.

"En la ciudad de México, a las once y veinte de la mañana del jueves veinticinco de noviembre de mil novecientos veinte, con asistencia de ciento veintiséis ciudadanos diputados y presuntos diputados, se abrió la sesión.

"Sin debate se aprobó el acta de la celebrada el día anterior.

"Dos veces se recogió la votación nominal pendiente sobre el segundo punto resolutivo del dictamen firmado por la mayoría de la segunda Sección de la primera Comisión de Poderes, que se refiere a las elecciones del séptimo distrito electoral del Estado de México, y en ninguna de esas dos ocasiones hubo quorum. También por dos veces se paso lista y la última vez que se hizo se comprobó la presencia de ciento treinta ciudadanos diputados y presuntos diputados.

El C. José Luis Solórzano desistió de su moción para que se recogiera esta votación nominal y en seguida se desechó, en económica, el punto resolutivo del dictamen a que se ha hecho referencia.

"Se puso a discusión el voto particular firmado por el C. Basilio Vadillo, que otorga el triunfo al C. Atanasio Gutiérrez como diputado propietario y al C. Carlos Pichardo como diputado suplente. Ningún miembro de la Asamblea usó de la palabra y en votación económica se aprobó y se hizo la declaratoria respectiva.

"Sin debate, la Asamblea otorgó su aprobación al dictamen sobre las elecciones en el 6o. distrito electoral del Estado de México, quedando aprobados los CC. Arturo Alarcón y Pomposo Gorostieta, como diputado propietario y suplente, respectivamente.

"Se sometió a consideración de la Asamblea el que se refiere al 17 distrito electoral del Estado de Puebla. Propone para diputado propietario al C. Rodolfo Hernández G. y para diputado suplente al C. Manuel Sotero.

"Habló en contra el C. Francisco Soto, quien interpeló a los CC. Soto y Gama y Altamirano y contestó una pregunta del C. Miravete.

"En pro usó de la palabra el C. Porfirio del Castillo.

"Presidente del C. Ignacio Borrego.

"El C. Arroyo Ch. impugnó el dictamen. El orador fue interrumpido por una aclaración del C. Altamirano y por una interpelación del C. Mendoza; interpeló al C. Rodolfo Hernández y nuevamente fue interrumpido, en esta ocasión por el C. Carlos Gómez para reclamar el quorum. El C. Mendoza hizo una moción de orden, el C. Gómez insistió en su moción y la Presidencia, siendo visible la falta de quorum, levantó la sesión a la una y cuarenta de la tarde.

Está a discusión el acta. ¿No hay quien la impugne? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse de pie. Aprobada.

El C. Rojas Sebastián: Pido la palabra para una aclaración. Habemos aquí dos presuntos diputados por el 5o. distrito electoral de Cholula. Yo he justificado plenamente la legitimidad de mi credencial contra la credencial de Carlos Sánchez Pontón. Está una acusación que se hizo en la Junta Computadora ante el juez de Distrito de Puebla, un telegrama que le remitieron al presidente de la Cámara y una carta en que se niegan los

Componentes de la Mesa a darle firmada la credencial a Carlos Sánchez Pontón.

El C. Soto Francisco: No tiene la palabra el ciudadano Rojas.

El C. Rojas: La pedí para una aclaración, para que se declare cuál credencial es la buena. ¿Me permite usted, señor presidente, que la Secretaría dé lectura a estos documentos?

El C. Soto Francisco: Moción de orden, señor presidente. El compañero Arroyo Ch. está en el uso de la palabra desde la sesión de Colegio Electoral anterior; yo ruego a su señoría que en vista de que el asunto que trae este señor compañero tendrá discusión, se aplace para cuando termine la discusión pendiente con objeto de no interrumpir en el uso de la palabra al orador, pues de lo contrario vamos a perder otra hora en la discusión de este asunto que quiere aclarar el compañero.

El C. prosecretario Castrejón: El ciudadano Rojas manifiesta a la Secretaría que se leerán después los documentos que trae referentes a las credenciales de él y del ciudadano Sánchez Pontón.

- El mismo C. prosecretario: Continúa la discusión del dictamen relativo a las elecciones en el 17 distrito electoral de Puebla. Continúa en el uso de la palabra el ciudadano Arroyo Ch.

El C. Arroyo Ch: Honorable Asamblea: Decíamos ayer, para repetir la frase de Fray Luis, en boca del compañero Soto,....

El C. Manrique, interrumpiendo: No profanéis.

- El C. Arroyo Ch., continuado:... que las elecciones efectuadas en el 17 distrito electoral del Estado de Puebla habían sido hechas por militares al servicio del coronel Barrios. Después de veinticuatro horas, creo que todos los ciudadanos diputados que estaban impresionados a favor del ciudadano Hernández, habrán recapacitado y comprendido que este ciudadano no tiene la razón y por lo tanto debe salir de este recinto. Ya pude comprobar que en contra de lo que nos proponía el Compañero Castillo, sí debíamos nosotros hacer alusión aquí a la intervención del ciudadano Barrios, porque no podemos desligarlo de este asunto en el que tomó una parte activísima, aconsejado y azuzado por todos los elementos cabreristas y por los mismo señores Cabrera que todavía están siendo una amenaza y lo serán en el Estado de Puebla hasta que no sean expulsados todos los elementos que ellos impusieron allí en los puestos oficiales. Voy a permitirme suplicar a la Secretaría dé lectura a unas cartas que demuestran desde qué fecha don Salustiano Cabrera - otro miembro de esa familia a quien tanto defiende "La Vanguardia" -, mejor dicho, que la influencia de esa familia es la que estuvo en juego para hacer que el ciudadano Rodolfo Hernández trajese aquí una credencial.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"Correo Viejo.- Número 15.- Casa de usted, Puebla, julio 16 de 1920.

"Señor don Gonzalo E. González.- Ciudad.

"Querido amigo:

"De acuerdo con varios amigos propusimos a usted en la Convención Liberal Obregonista para diputado al Congreso de la Unión, efectuada el 11 del actual. Afortunadamente vencimos en todo, aunque hubo algún representante que se opusiera a su candidatura, pues fue aprobada por mayoría aplastante. Sin embargo, debo decirle para su conocimiento, que don Salustio Cabrera ha tratado de que se reconsidere el asunto o sea su designación en favor de un señor Rodolfo Hernández, a quien no conocemos y que dice el propio don Salustio será apoyado por el coronel Gabriel Barrios quien usará de la fuerza armada para tal objeto.

"Sería bueno que hablara usted con el presidente del Comité, señor Blanco, a fin de que no prosperen las indicaciones de don Salustio Cabrera, pues esto nos sería perjudicial en lo absoluto, ya que es público y notario que este exdiputado está de acuerdo con don David Vilchis, los Narváez y demás individuos del régimen pasado.

"Conque ya pongo a usted al tanto de lo que pasa para que sepa a qué atenerse.

"Sin otro asunto sabe que lo aprecia su amigo y servidor, M. Gil."

El C. Arroyo Ch: Ya veis, señores, a la familia Cabrera en continuo movimiento para hacer que el ciudadano Hernández trajese aquí la credencial. Aquí está también una constancia del Comité Electoral Obregonista del Partido Revolucionario del Estado de Puebla, en donde se habla del mismo asunto.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"Comité Electoral Obregonista y Partido Revolucionario del Estado de Puebla.- 3 Poniente número 504.- Antes costado de San Agustin 2.- Puebla, Pues.

"Al C. Gonzalo E. González.- Zacatlán.

"El Comité Electoral Obregonista y el Partido Revolucionario que tengo la honra en presidir, comunican al C. Gonzalo González, miembro de dichas agrupaciones, que se ha presentado a las oficinas de dicho partido, un enviado del señor Salustio Cabrera para ver de influenciar la candidatura del señor Rodolfo Hernández al Congreso de la Unión.

"Como la mencionada proposición no está de acuerdo con los ideales ni propósitos del partido, y además, usted fue el designado oportunamente para el objeto, le hacemos presente que la presidencia de la agrupación desechó las insinuaciones del enviado del señor Cabrera y se tomó el acuerdo de comunicárselo a intento de que no se deje sorprender y evite en lo posible que sorprenda a personas que no estén al tanto de la política y tendencias de nuestro partido.

"Para los efectos a que haya lugar y para que haga de esta constancia el uso que más le convenga a sus intereses, le hacemos la anterior manifestación.

"Puebla, julio 20 de 1920.- El presidente del partido, B. Blanco."- Al C. Gonzalo E. González.- Zacatlán.

El C. Arroyo Ch.: Así, pues, está demostrado que desde antes de las elecciones la familia Cabrera se puso en actividad.

El C. Lechuga: Pido la palabra para hacer una aclaración que se relaciona con esa carta.

El C. Arroyo Ch.: Se puso en actividad para hacer que Hernández trajese la credencial y así como fue a trabajar ese Salustio Cabrera con personas particulares, acudió a todas las oficinas del Gobierno y en ellas si encontró eco su proposición, y es natural, puesto que en toda aquella zona no han sido removidas las autoridades, no obstante el triunfo del movimiento revolucionario iniciado en el Estado de Sonora, y no han sido cambiadas porque a ello se opone el coronel Barrios, como es público y notorio. Aquí hay una certificación del presidente municipal de Zacatlán por medio de la cual se justifica que no han sido removidas las autoridades.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

Un timbre de cincuenta centavos cancelado con un sello que dice: "Estado de Puebla.- Ayuntamiento Constitucional del Municipio Libre de Zacatlán.- Presidencia.- Estados Unidos Mexicanos.

"El C. Antonio Olvera Molina, presidente municipal constitucional del municipio de Zacatlán,

"Certifica: Que los miembros que forman los consejos municipales de los departamentos de este mismo Municipio, están en funciones desde el mes de febrero del presente año, sin que esta Presidencia tenga conocimiento de que haya habido algún cambio de los mismos.

"Y a pedimento del C. Gonzalo E. González, candidato al Congreso de la Unión, se le expide el presente certificado, en Zacatlán, a veintiuno de noviembre de mil novecientos veinte.- Antonio Olvera Molina."

El C. Arroyo Ch.: Así es que no habiendo sido cambiadas las autoridades impuestas por Cabrera, esas sí aceptaron todas las indicaciones que recibieron para que apoyaran al ciudadano Hernández. Así fue como el ciudadano Lorenzo Oropeza, que desde el año de 1917 está desempeñando el puesto de administrador del Timbre fue el presidente del comité de individuos que apoyaron al ciudadano Hernández. Aquí está una constancia de que ese ciudadano es el administrador del Timbre y quien quiera ver que ese ciudadano Oropeza firmó los nombramientos de delegados que representaron al señor, puede pasar a los expedientes para comprobarlo.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

Un timbre de cincuenta centavos cancelado con un sello que dice: "Estado de Puebla.- Ayuntamiento Constitucional del Municipio Libre de Zacatlán.- Presidencia.- Estados Unidos Mexicanos.

"El C. Antonio Olvera Molina, presidente municipal constitucional del municipio de Zacatlán,

"Certifica: Que los miembros que forman los consejos municipales de los departamentos de este mismo Municipio, están en funciones desde el mes de febrero del presente año, sin que esta presidencia tenga de los mismos.

"Y a pedimento del C. González, candidato al Congreso de la Unión, se le expide el presente certificado, en Zacatlán, a veintiuno de noviembre de mil novecientos veinte.- Antonio Olvera Molina."

El C. Arroyo Ch.: Así es que no habiendo sido cambiadas las autoridades impuestas por Cabrera, esas si aceptaron todas las indicaciones que recibieron para que apoyaran al ciudadano Hernández. Así fue como el ciudadano Lorenzo Oropeza, que desde el año de 1917 está desempeñando el puesto de administrador de timbres fue el presidente del comité de individuos que apoyaron al ciudadano Hernández. Aquí está una constancia de que ese ciudadano es el administrador del timbre y quien quiera ver que ese ciudadano Oropeza firmó los nombramientos de delegados que representaron al señor, puede pasar a los expedientes para comprobarlo.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

Un timbre de cincuenta centavos cancelado con un sello que dice: "Estados de Puebla.- Ayuntamiento Constitucional del Municipio Libre de Zacatlán.- Presidencia.- Estados Unidos Mexicanos.

"El C. Antonio Olvera Molina, presidente municipal constitucional de este Municipio, certifica:

"Que el C. Lorenzo Oropeza, desde el año de 1917 está desempeñado sin ninguna interrupción, el cargo de administrador subalterno del Timbre de esta cabecera.

"Y a pedimento del candidato a diputado del Congreso de la Unión, C. Gonzalo E. González, se expide el presente certificado, en Zacatlán, a los quince días del mes de noviembre de mil novecientos veinte.- Antonio Olvera Molina."

El C. Arroyo Ch.: Luego si ha sido, ciudadanos representantes, la credencial del ciudadano Hernández el fruto genuino de una imposición brutal de parte de las autoridades civiles y militares, ¿cómo lo vamos a aceptar aquí? ¿Cómo nosotros, que estamos pugnando diariamente por el triunfo del sufragio efectivo, vamos a admitir en el seno de esta honorable Asamblea a un individuo que no se ha parado en nada absolutamente desagradable y bochornoso para venir a exhibir aquí una credencial que él llama bien habida y legítima? Debemos nosotros - y por defensa nuestra, porque él será aquí, aunque con alguna torpeza, el representante genuino de aquellos que están conspirando en el Estado de Puebla -, debemos nosotros, decía, arrojarlo para que vaya a dar cuenta a don Salustio Cabrera, al hermano de don Luis Cabrera, a don José María y a toda aquella familia, que no pudo él triunfar no obstante que así conviene al partido de aquellos señores. Al compañero Del Castillo probablemente le sorprendieron viniéndole a decir que aquellos documentos que estaban en el expediente eran falsos y no podían exhibirse otros; pero el mismo compañero Del Castillo estará de acuerdo con nosotros en que estos documentos son fehacientes, legítimos, y bastan para hacer prueba respecto al dicho que hemos sostenido de que la credencial del ciudadano Hernández es el fruto genuino de una imposición brutal. ¿El ciudadano Hernández nos pudiera contestar algunas interpelaciones?

El C. Hernández: Sí, señor.

El C. Arroyo Ch.: ¿Es cierto que Ernesto Rocha, Venancio Rivera, Leopoldo Mora, Daniel Guzmán, Daniel Ruano, Gudelio Jarillo, Vicente Cabrera, Enrique Galindo, Epitacio Ronquillo y Miguel Juan, son militares?

El C. Hernández Rodolfo: No sé.

El C. Arroyo Ch.: No sabe usted; ¿pero sí sabe usted que fueron esos individuos respectivamente instaladores de la primera, segunda, tercera, cuarta y quinta casillas de Huehuetla? ¿Los otros en Amixtlán, representantes de usted en la Sección 14 y 15 y otros miembros del Colegio Electoral?

El C. Hernández: En las casillas debe constar.

El C. Arroyo Ch.: Allí consta, pero, ¿usted no lo sabe?

El C. Hernández: No.

El C. Arroyo Ch.: Luego el señor es un inconsciente representante del coronel Barrios.

El C. Hernández: Me pregunta usted si sé que son militares, ¿cómo lo voy a saber?

El C. Altamirano: Sí son militares, son muy conocidos.

El C. Arroyo Ch.: ¿El estimable compañero Lechuga nos hiciera favor de decirnos si son militares esos individuos?

El C. Lechuga: Sí son militares. (Aplausos.)

El C. Arroyo Ch.: ¿Ya ve usted, señor? Y estos señores son los que representaron a usted, unos y otros formaron parte de la Mesa electoral y está categóricamente, imperativamente expuesto en la Ley Electoral que cuando haya presión oficial por fuerzas armadas o por autoridades civiles, es nula la elección; luego entonces no es buena la credencial que usted viene a exhibir aquí como legítima. Respecto a la carta que tanto escozor les causó ayer al señor y al profesor que reclamó el quorum... (Voces: ¡Gómez!) Gómez, debo decirle a usted que nada de raro tiene que traiga fecha 25 y esté fechada en México; eso es muy usual en los Cabrera; don Luis Cabrera está salpicando de lodo todo el día la República, diciendo un día que está en los Estados Unidos y otro día en esta capital y en

dondequiera. (Aplausos.) Lo raro es que estos señores, que estaban en Puebla, para despistar a las autoridades y encubrirse de tanto crimen que han cometido, nos digan que están aquí cuando están conspirando con Barrios, que fue quien mandó a usted aquí. (Aplausos.) El mismo ciudadano Porfirio del Castillo está de acuerdo con nosotros en que este Barrios es un peligro, en que Barrios es un tirano, en que Barrios ejerce una presión decidida allí. Luego entonces no tenemos nosotros ya qué decir respecto a si Barrios es capaz o no es capaz de imponerlo; bastan las pruebas que hemos exhibido aquí, de que las fuerzas de Barrios estuvieron a favor de usted, para desecharlo. Hay aquí algo muy elocuente que nos dice de lo que será capaz este ciudadano Barrios que aparentemente se ha convertido a la religión de Agua Prieta y en las postrimerías del carrancismo hizo viajes a esta ciudad, según lo dice este periódico, "La tribuna", en donde viene el retrato de don Alfonso Cabrera, a quien creo conocerá usted.

El C. Hernández Rodolfo: ¡Si es paisano mío, cómo no lo voy a conocer!

El C. prosecretario Castrejón: Periódico:

"La tribuna".- Puebla, miércoles 7 de abril de 1920.- Número 168.

"El prestigiado teniente coronel don Gabriel Barrios conferenció con el ciudadano primer magistrado.

"Entre los habitantes de la sierra Norte del Estado causó gran sensación que el teniente coronel Gabriel Barrios, jefe de la Brigada Serrano, fuera llamado a la ciudad de México por el primer magistrado de la República.

"Al teniente coronel Barrios, desde el año de mil novecientos diez que no había salido de sus campamentos, en muchas ocasiones se le hizo ver la conveniencia de que visitara la ciudad de México, pero él no había querido acceder, no sabemos si temeroso de cualquier emergencia o porque así no le convenía.

"Cuando murió el patriarca de la sierra, don Juan Francisco Lucas, según se dice con mucha insistencia, habiendo personas que así lo aseguran, llamó a Barrios y le encomendó el mando de toda su gente, que es numerosa, y esta última voluntad del patriarca fue bien interpretada por todos los pueblos, que quedaron conformes con la decisión del viejo caudillo y contesto con su nuevo jefe. De entonces acá, Barrios ha sido el ídolo, pudiera decirse, de los aguerridos hijos del Norte de esta Entidad.

"Cuando triunfó la revolución constitucionalista, a la cual se afilió el jefe de la Brigada Serrana, Barrios fue llamado a la capital; pero, repetimos, no fue, alegando como principal causa que todavía estaba infestada la región por numerosos núcleos zapatistas y por esto precisamente y porque desde hacía mucho tiempo que no iba a México, llamó poderosamente la atención su viaje reciente.

"Personas bien informadas nos dicen que el teniente coronel Barrios fue a conferenciar primero con el C. Carranza y después paso a Acámbaro, donde habló largamente con el general don Cándido Aguilar, regresando a la sierra en los últimos días de la Semana Santa.

"Se ignoran los asuntos que el repetido señor Barrios trató con el señor presidente; pero se cree que se relacionan con la pacificación del rumbo que tiene encomendado a su vigilancia."

El C. Arroyo Ch.: Así es que ya vemos por medio de este documento las ligas estrechas y arraigadas que tenía este señor con el carrancismo y probablemente de allí viene ese empeño de don Salustio Cabrera, de don Alfonso, de don Federico y de todos los demás, en hacer que venga aquí un ciudadano que los represente genuinamente. El ciudadano Hernández no sabe, según él dice, si son militares o no estos individuos, pero aquí está el certificado que demuestra que son militares; pero si él no lo sabe, puedo justificar que estos individuos fueron los que tomaron parte activa en muchas casillas; lo voy a decir al señor Hernández para que recuerde, y luego a ver si puede rectificar en dónde fueron representantes. Don Ernesto Rocha, oficial de las fuerzas, fue instalador de la 1a. casilla de Huehuetla; don Venancio Rivera, militar también, fue instalador de la 2a.; Leopoldo Mora, de la 3a.; Daniel Guzmán, de la 4a.; Daniel Ruano, presidente de la 5a., en Huehuetla. En Tepetzintla, Domingo Saavedra, militar, presidente de la sección 1a.; Andrés Carrillo, escrutador de la sección 1a.; José Limantour, presidente de la sección 4a.; Juan Pérez, presidente de la sección 5a.; Simón Domínguez, presidente de la sección 6a.; Juan Agustín, escrutador de la sección 6a. también, y todos éstos son militares.

El C. Hernández: Pido la palabra. Tenga usted la bondad de decirme, señor Arroyo Ch., quién certifica que éstos son militares.

El C. Arroyo Ch.: Don José Constantino Méndez.

El C. Hernández: ¿Qué grado tiene don José Constantino Méndez?

El C. Arroyo Ch.: Coronel del Ejército Nacional, perteneciente a la Brigada Vega, que opera en la sierra de Zacapoaxtla.

El C. Hernández Rodolfo: Reconocida por Vega; pero yo quisiera que estuviera el certificado de la Secretaría de Guerra, eso nos daría naturalmente una prueba patente de ello.

El C. Arroyo Ch.: Está usted oyendo que el señor Lechuga los conoce, los conoce Manlio Fabio y los conoce todo el mundo. ¿Y sabe usted por qué los conocen? Voy a decírselo. Aquí dice Vega por qué los conoce.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"Al margen una estampilla de cincuenta centavos, debidamente cancelada.

"José Constantino Méndez, coronel del Ejército Nacional, perteneciente a la Brigada Vega, que opera en la sierra de Zacapoaxtla, Puebla, certifica: que los ciudadanos Ernesto Rocha, Venancio Rivera, Leopoldo Mora, Romualdo Ronquillo, Daniel Guzmán, Leopoldo López Ruanova, Daniel Ruano, vecinos del departamento de Huehuetla; Idulio Jarillo y Vicente Cabrera, del departamento de Amixtlán; Enrique Galindo, Epitacio Ronquillo y Miguel Juan, del departamento de Tepango; Antonio Vásquez, José María Cruz y Diego Nicolás, del departamento de Ahuacatlán; Domingo Saavedra, Andrés Carrillo, José Limantour, Juan Pérez, Narciso Cruz, Simón Domínguez y Juan Agustín, del departamento de Tepetzintla; Domingo Músico, Domingo

Fuentes, Antonio Juárez, Vicente Pérez y Santiago Camisas, del pueblo de Cuacuila; Simón Torres, del departamento de Tlapacoya; todos pertenecientes al municipio de Zacatlán, son ciudadanos armados militarmente y a las órdenes del coronel Gabriel Barrios, a quienes conozco personalmente por haberlos visto funcionar como tales militares en distintas ocasiones que han bajado a combatir contra las fuerzas actualmente a mi mando.

"A pedimento de parte interesada, expido el presente certificado, en México, a los veinte días de agosto de 1920.- El coronel de Caballería, José C. Méndez."

El C. Hernández Rodolfo: Pido la palabra. Ya ve usted, a pedimento del interesado y expedido aquí por Constantino Méndez, primo hermano del señor Gonzalo E. González, porque está casado con una prima hermana de él...

El C. Arroyo Ch.: Ni modo que usted lo hubiera pedido.

El C. Hernández: ¿Por qué la Secretaría de Guerra no certifica?

El C. Arroyo Ch.: Porque no han ido a la Secretaría de Guerra. Ahora mire usted: si este documento no hace fe, está el dicho del señor Lechuga, de Puebla, que conoce a todos estos individuos.

El C. Hernández Rodolfo: El señor Lechuga se ha referido a los de Huehuetla.

El C. Arroyo Ch.: Ahora, si usted quiere, admitiremos que no tienen grados, que no han sido reconocidos, pero son individuos que traen canana y fusil y que bajan a combatir con Barrios, y cuando la Ley Electoral habla de individuos armados, dice militares, civiles, o lo que sean. (Aplausos.) Son causas de nulidad, según el artículo 104:

"II. Haber mediado cohecho, soborno o presión de alguna autoridad para obtener la votación en favor de determinado candidato;

"III. Haberse ejercido violencia en las casillas electorales por la autoridad o particulares, con el mismo objeto que indica la fracción anterior."

Luego si estos señores...

El C. Soto Francisco: ¿Me permite la palabra?

El C. Arroyo Ch.: Luego que termine vendrá usted aquí. Luego si estos señores son militares o no son militares, de cualquiera manera ejercieron presión, puesto que traen armas; son militares según el certificado de este coronel que está en el Estado de Puebla, pero con todo y eso, admitiendo, como quiere el señor Hernández, que no sean militares, sí traen armas, y oid lo que dice el coronel, que sí admite de una manera, franca decidida y leal esta revolución: esos individuos de Barrios están bajando todos los días a combatir con las fuerzas reconocidas por el Gobierno actual, y ese ciudadano Barrios, Pretendiendo ensanchar sus dominios, está todo los días trabajando por que sean quitadas esas autoridades civiles de los alrededores; por esto los conoce este señor. Luego, ¿qué me puede decir el señor Hernández respecto a este individuo que es tesorero municipal y que tomó una parte activa en la elección? ¿Qué me puede decir del ciudadano Oropeza, administrador del Timbre que fue el presidente del Comité Electoral a favor del señor? ¿Esas no son autoridades? Allí estuvieron todas las autoridades confabuladas; las civiles, porque son las que quedan allí todavía impuestas por Cabrera, y las militares al mando de ese coronel Barrios, porque los Cabrera se están moviendo todos los días incansablemente, firmando cartas aquí don José María, y escribiendo artículos más allá don Luis Cabrera para hacer que se desprestigie la revolución que acaba de triunfar, aunque les pese a muchos individuos, para hacer que los ideales que proclamáronse en 1910 ya no sean una burla. Ciudadano Mendoza, le concedo la palabra; hable usted para que se le quite la impaciencia.

El C. Mendoza Salvador: Con permiso de la Presidencia. Con relación al certificado exhibido, en que se habla de la intervención en las elecciones de varias personas en favor del señor Hernández, debo manifestar que aun cuando se trata de representantes de la Administración Pública, éstos no eran ninguna autoridad. Iba a interpelar al ciudadano Arroyo Ch. sobre el particular, y puede creerme que obro de buena fe. Nos ha demostrado que fulano y mengano de los que intervinieron en dichas elecciones son militares, pero aparte de que la constancia exhibida no debe estimarse como enteramente autorizada, puesto que no proviene cuando menos de la Secretaría de Guerra, no está probado que los militares en las casillas o fuera de ellas hayan ejercido presión, o hayan cometido alguna violencia. Quiero que el señor Arroyo Ch. demuestre que sí hubo presión, porque créame que quiero votar en este caso a conciencia. No nada más porque determinadas personas hayan tomado participación en las elecciones, vamos a concluir que esa intervención forzosamente haya sido de una manera violenta; los militares tienen el derecho y el deber de presentarse a las casillas y votar como cualquier ciudadano, sin que su presencia se estime como que necesariamente vayan a ejercer presión.

El C. Altamirano: Pido la palabra para contestar.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Altamirano: Quiero contestar al señor compañero, que pudiera aparecer aquí malicioso o demasiado inocente con respecto a la influencia que ejercen las autoridades, tanto administrativas como militares, en el asunto de elecciones. ¿Qué no sabemos que todas las máquinas administrativas han ejercido siempre hasta la fecha una influencia decisiva en las elecciones, ya sean municipales o federales? ¿Qué el administrador de Rentas o el tesorero municipal no tienen jurisdicción? ¿Qué estos individuos no tienen que tratar con el pueblo y pueden ejercer influencia decisiva sobre los contribuyentes? Está bueno que los militares puedan intervenir en las elecciones, o tengan derechos políticos, muy bien; pero, ¿qué no es revelador el hecho de que no un militar, ni dos, ni tres, sino diez, doce o quince estén inmiscuídos en la elección del señor Hernández? Todos estos hechos aislados, uno solo no produciría ninguna prueba en contra del señor Hernández, pero todos unidos nos vienen a traer la prueba de presunción de que en la elección hubo fraude. (Aplausos. Siseos.)

El C. Mendoza Salvador: ¿Me permite usted una interpelación?

El C. Arroyo Ch.: Después viene usted aquí a hablar en favor del señor Hernández; pues con todo

y su buena fe, con esas interpelaciones tan frecuentes me corta el hilo de mi mal pergeñado discurso. Pero parece de veras un inocente, para no darle otro calificativo, este señor, cuando nos dice que con todo y la intervención de militares no está justificada la violencia en todas esas casillas. Eso nos lo pudieran decir los ciudadanos que desconocieran los arrestos del señor Barrios y de todos los individuos que vienen aquí; pero si ya le acabamos de leer cartas en donde Barrios recomienda aquella candidatura y luego allí mismo se dice: "Ya conoces la eficacia de Barrios"; por eso es que Barrios mandó a sus soldados; ahora, ¿cómo quiere que traigamos aquí nosotros pruebas de la presión, cuando no se les permitió a los contendientes ni siquiera presentarse en ese distrito? ¿Quién es el valiente que se puede enfrentar al coronel Barrios para protestar contra esa presión? ¿De qué medios se puede valer un individuo que va con el fin de luchar en el campo democrático, para contradecir a ese Barrios que dispone de gente, de armas y de todo? Ahora, ¿qué les parece a ustedes poco, señores diputados, que el administrador del timbre sea el representante del señor, el presidente del Comité Ejecutivo Electoral, el administrador de Rentas otro de los propagandistas y que todos los militares, todos los militares que hubo allí a la mano formaron parte en las casillas? Y si esos votos que nos ha presentado aquí el señor como buenos provienen de casillas en donde figuran militares como instaladores, como representantes, como presidentes de casillas, imaginaos de quién serán los votos; con toda seguridad que no van a ser de otros más que de los soldados que tiene este ciudadano Barrios a su disposición. Es inocente, señores, querer demostrar aquí, como pretende hacerlo el ciudadano Soto o Sota - es sota probablemente -, como lo quiere él demostrar aquí que individuos militares con esos antecedentes tan sucios puedan ir a tomar parte en una elección y estén como unas mansas palomas. Al señor Mendoza se le ha olvidado que el artículo 31 de la Ley Electoral dice:

"El instalador deberá ser elector de la sección, no tener cargo público y saber leer y escribir. Este cargo no es renunciable y sólo por causa justificada podrá ser eximido de él por la misma autoridad que hiciere el nombramiento."

El C. Mendoza: A usted fue a quien se le olvidó.

El C. Arroyo Ch.: No, señor, por eso lo estoy invocando. Luego ya ve el señor Mendoza cómo todos esos individuos con los antecedentes que hay de que el coronel Barrios iba a poner toda su influencia para que triunfara el señor Hernández, bien pudieron ser mandados, y en efecto fueron mandados esos militares, no para que dieran garantías, no para que animaran a aquella gente a que fuera a votar, sino a cumplir con la recomendación de don José María Cabrera, Creo y he demostrado con todos estos hechos, que la elección del ciudadano Hernández es fraudulenta y que no podemos permitir, sin mengua de nuestro decoro, que se admita a este individuo que es el representante de don Luis Cabrera, quien desgraciadamente no murió en Aljibes para que se hubiera acabado esa raza que está perjudicando a todos los mexicanos, magüer lo que diga "La Vanguardia". (Siseos. Aplausos.) Ha sido más perjudicial Luis Cabrera que el mismo Carranza. Muerto Luis Cabrera, aunque Carranza no hubiera sucumbido, ya sin tener quien lo asesorara, andaría ya errante y solo. ¡Muy bien para la patria que Luis Cabrera hubiera muerto en Aljibes o en cualquiera otra parte, y si lo hubiese matado, no se habría cometido un asesinato, porque quien mata a un asesino de la patria, no es asesino! (Siseos. Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano Rodolfo Hernández.

El C. Hernández G. Rodolfo: Respetable Asamblea: Vengo a esta tribuna a defender una credencial que es legítima, no obstante los ataques de mis enemigos, y digo legítima porque no es hija del capital ni del pretorianismo, sino el fruto espontáneo de mis conciudadanos. Para seguir el curso del debate voy a referirme a lo que el ciudadano Soto vino aquí a hablar por primera vez; después de una larga peroración, llegó a la conclusión de que esa elección había sido por obra de una imposición al efecto, presentó una carta en que el coronel Barrios recomendaba mi candidatura. El ciudadano Porfirio del Castillo vino a continuación y con pruebas patentes demostró que aquella firma era apócrifa, era falsa. Después vino el señor Arroyo Ch. Antes de contestar los ataques que me ha lanzado el señor Arroyo Ch., y que en nada han vulnerado el dictamen, voy a hacerle una interpelación si me lo permite. ¿Tuviera la bondad de decirme el señor Arroyo Ch. en concepto de él quién ha triunfado en esta elección? (Murmullos.) ¿Tuviera la bondad de decirme el señor Arroyo Ch. en concepto de él quién ha triunfado en esta elección?

El C. Arroyo Ch: Tengo para mí que el triunfo es del señor Gonzalo E. González; eso de una manera categórica no lo puedo decir, porque aún no he estudiado el expediente; pero de lo que sí estoy convencido es de que usted no triunfó. (Siseos. Aplausos. campanilla.)

El C. Manrique: Yo os lo puedo decir.

El C. Hernández Rodolfo: Para seguir, voy a interpelar al señor Camarena. (Voces: ¡No está Camarena!) Voy a demostrar que el señor Arroyo Ch. no ha venido a esta tribuna a defender al ciudadano Gonzalo E. González porque esté convencido de que ha triunfado, sino porque aquí hay algo más práctico; aquí hay aztecas de por medio.

El C. Arroyo Ch.: ¡Protesto enérgicamente!

- El C. Hernández G. Mientras llega el señor Camarena, voy a interpelar al señor Meza para que me diga si es cierto o no que el señor Gonzalo E. González le mandó ofrecer dinero porque no viniera a defenderme en esta tribuna.

El C. Meza: Pido la palabra para contestar.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Meza: Debo manifestar a la Asamblea que un amigo mío se me acercó hace tres días haciéndome la oferta de parte del señor Gonzalo E. González de una regular cantidad de dinero si me abstenía de defender al señor Hernández (Aplausos.)

El C. Hernández G.: Va el primer punto. (Voces: ¡Una interpelación!) Permítanme, señores, que no admita interpelaciones; soy bastante torpe y se me va el hilo de mis ideas. Con qué esta es una presunción bastante fundada para admitir que los

señores Meza y Camarena - y cuando llegue este señor lo ratificará -, no quisieron aceptar esta oferta en virtud de que son honrados; mientras el señor Arroyo Ch. probablemente aceptó la oferta que no es muy pequeña: se trata de dos mil duros. Habiendo llegado el señor Camarena, le ruego que tenga la bondad de decir si es cierto o no que el señor Gonzalo E. González mandó ofrecer a usted dos mil pesos porque dictaminara en mi contra.

El C. Camarena: Es rigurosamente exacto, (Aplausos.)

El C. Hernández G.: Ya ven ustedes, señores, de qué proviene el ardor y la fogosidad con que viene el señor Arroyo Ch. a defender al ciudadano González...

El C. Arroyo Ch.: ¡Miente usted!

El C. Hernández Rodolfo: ¡No, señor, no miento, está justificado!

El C. presidente: (Campanilla.) Se suplica al ciudadano Arroyo Ch. retire la palabra injuriosa que ha lanzando al ciudadano Hernández. (Desorden. Campanilla.)

El C. Manrique: ¿Me permite una interpelación el ciudadano Hernández?

El C. Arroyo Ch.: No es, señor, una injuria, "miente usted."

El C. Manrique: ¿Me permite una interpelación el ciudadano Hernández?

El C. Hernández: Un momento, no me interrumpa usted. (Murmullos.)

El C. Manrique: No lo he interrumpido. Estaba usted callado en los momentos en que lo interpelaba.

El C. Hernández: Yo le suplico que me dispense usted.....

El C. Manrique: Lo interpelo, compañeros, para que se sirva aclarar si tiene usted derecho de lanzar una mancha sobre la reputación de un hombre. Si al ciudadano Camarena o a cualquier otro compañero se les han hecho algunas promesas, esto no nos autoriza a inferir legítimamente y lógicamente que el ciudadano Arroyo Chagoyán, hombre honrado como lo ha comprobado en época de persecución, de prueba... (Aplausos, Siseos, Voces: ¡Huy! ¡Hay! Campanilla.)

El C. Hernández: Yo no he dicho que los haya aceptado; pero es una presunción fundada, señores, desde el momento en que se han hecho ofrecimientos.

El C. Manrique: Aparte, ciudadano Hernández, de que sabe usted perfectamente que ni el ciudadano Arroyo Chagoyán ni sus amigos nos preocupamos un ardite por el ciudadano Gonzalo E. González, sino por el legítimo triunfador que es don Reynaldo Lecona. (Aplausos. Siseos. Desorden. Campanilla.)

El C. Hernández: Un momento, ya después Lecona vendrá aquí. Por eso precisamente le hice la interpelación al ciudadano Arroyo Ch. para que me contestara de una manera categórica a quién defendía.

El C. Camarena: Suplico a su señoría me permita hacer una aclaración. A propósito de la aclaración que acaba de hacer el señor Manrique, tengo que hacer otra, porque la creo enteramente necesaria para orientar los debates. El ciudadano Hernández obtuvo cuatro mil y pico de votos en esta elección, a juicio de la Comisión, bien adquiridos... (Siseos. Aplausos.)

El C. Manrique: Rifle en mano.

El C. Camarena: Viene en segundo término el ciudadano Gonzalo E. González con mil y pico de votos bien adquiridos; de manera que si el ciudadano Manrique se preocupa por hacer triunfar la justicia, cayendo el ciudadano Hernández, tiene que quedarse el ciudadano González. Son votos bien adquiridos los del ciudadano González.

El C. Díaz Soto y Gama: Vamos a ver.

El C. Hernández: Voy a seguir contestando ahora al C. Arroyo Ch. Ayer vino y dijo aquí que yo había tomado el nombre del Partido Cooperatista para lanzar mi candidatura en Zacatlán. Voy a demostrar al ciudadano Arroyo Ch. que no soy impostor; me precio de honrado. (Aplausos.) (Voces: ¡Que se calle la porra!)

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

Telegrama procedente de "México, el 3 de agosto de 1920.- Recibido en Zacatán, Puebla.

"Señor Rodolfo Hernández.

"Tenemos la honra de comunicar a usted el triunfo de los candidatos cooperatistas en la capital de la República, Garza, Casas Alatriste. Prieto Laurens y, probablemente, Franco, contra Novelo, y el 12 distrito electoral del Distrito Federal. Estamos recibiendo telegramas de toda la República, de triunfos candidatos cooperatistas. Esperamos que usted inmediatamente nos comunique el suyo.

"El presidente del Comité de Hacienda y Publicidad, S. Vizcarra."

El C. Hernández G.: Aquí está otro mensaje en el mismo sentido; aquí está la tarjeta que me acredita como miembro de aquel partido; y aquí está otro documento para justificar que no tomé el nombre del Partido Cooperatista indebidamente; con toda seguridad que esa carta tiene fecha posterior a todos estos documentos. Todos los ataques que se me han hecho, son obra de maquinaciones e intrigas. Ya ve la H. Asamblea que los cargos que se me lanzaron van siendo destruidos poco a poco. Al señor Arroyo Ch. le llama poderosamente la atención de que, en ciertas casillas hubiese yo tenido unanimidad; pero debo decirle que no sólo yo obtuve votos. El señor Arroyo Ch., probablemente, no ha revisado el expediente. Voy a leer algunas casillas para que se vea que todos los candidatos obtuvieron mayoría de votos en aquellas casillas que pudieron trabajar.....

El C. Arroyo Ch.: ¡Claro, en las casillas donde pudieron trabajar!

El C. Hernández G.: ¡Señores, pero si no me dejan ustedes concluir; no se me da tiempo: Suplico a la Secretaría venga a certificar lo que voy a leer. Dice así:

"Sección número 24. Un paquete cerrado, sin huellas de haber sido abierto, con todos los documentos exigidos por la ley, resultando el escrutinio, siguiente: En favor del C. Reinaldo Lecona, 64 votos; en favor del C. Raúl G. Sosa, 5 votos, y en favor del C. Rodolfo Hernández G., 3 votos para diputados propietarios e igual número que cada uno de los anteriores, para suplentes, en favor de los CC. profesor Emilio Cabrera Martínez, doctor Miguel Cabrera y Manuel Sotero."

Va una. La sección número 25: "Un paquete

cerrado, sin huellas de haber sido abierto, que contiene todos los documentos exigidos por la ley, resultando el escrutinio siguiente: 54 votos en favor del C. Reinaldo Lecona para diputado propietario e igual número que el anterior, resultó en favor del suplente, C. profesor Emilio Cabrera Martínez."

El C. Arroyo Ch.: ¿Me permite una aclaración el señor? Es cierto lo que está diciendo el señor; en todas esas casillas obtuvieron votos los ciudadanos Lecona y González, porque allí no tenía fuerzas el ciudadano Barrios. (Voces: ¡Claro! Aplausos. Siseos.)

El C. Hernández Rodolfo: Voy a mandar traer los paquetes que se refieren a esta elección, y vamos a ver si no están formados ad hoc, y si no es una misma mano la que hizo todos los papeles en la casa de Pedro Lecona, su hermano (Murmullos.) Voy a demostrar precisamente la tal imposición que se quiere decir que ha habido.

El C. Soto Francisco: ¿Cuántos votos obtuvo usted en la casilla número 41?

El C. Hernández Rodolfo: Aquí se los voy a leer a usted: 167 votos obtuve en esa casilla, y en la 43, tiene el ciudadano Reinaldo Lecona, 113 votos; yo no tengo ninguno. El señor Arroyo Ch. también viene y nos presenta una carta que no sé qué carácter pueda dársele verdaderamente; es un papelucho, porque sólo aparece una firma. (Voces: ¡Sí, cómo no! Risas. Murmullos. Campanilla.) ¡Claro que sí! Vemos que esa carta, naturalmente, no trae una constancia de que efectivamente es del interesado. ¿Cómo puede creerse que el ciudadano José María Cabrera, que es un íntimo amigo mío, como ustedes lo están diciendo, vayan a mandar otra carta a otro amigo y, sin embargo, vaya a dar a poder de mis contrincantes?

El C. Díaz Soto y Gama: ¡Quién sabe!

El C. Arroyo Ch.: ¿Me permite aclarar cómo la obtuvieron?

El C. Hernández G.: Pero hay más: se dice que soy cabrerista. (Voces: ¡Cómo! ¿No?) Un momento. Pregunto a toda la diputación poblana qué empleo desempeñé durante la administración de Alfonso Cabrera como gobernador de Puebla.

El C. Arroyo Ch.: Se lo voy a decir: Dice aquí: "Si aún permanece nuestro amigo Porfirio Baños como tesorero municipal de esa cabecera, ponte al habla con él, para que no vaya a ministrar constancia alguna respecto de los fondos que sustrajo Rodolfo cuando estuvo como tesorero, el año de 1914, porque así daría lugar a que fuésemos al fracaso."

El C. Hernández G.: El año de 1914 no era gobernador de Puebla don Alfonso Cabrera.

El C. Arroyo Ch.: Pero él mandó a usted allá.

El C. Hernández G.: No es cierto. Se dice también que yo extraje fondos. Eso implica un delito, y pregunto: ¿dónde está el proceso?

El C. Díaz Soto y Gama: Si no hay proceso, es porque allí dominan los Cabrera.

El C. Hernández G.: Como se ve, no ha podido contestar la diputación por Puebla.

El C. prosecretario Castrejón: La Presidencia, por conducto de la Secretaría ruega a los ciudadanos diputados no interrumpan al orador; y a las galerías las excita para que cumplan con el Reglamento.

El C. Hernández G.: Señor Lechuga: ¿tiene usted la bondad de informar si he desempeñado algún puesto público en Puebla?

El C. Lechuga: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Lechuga: Voy a contestar la interpelación dirigida por el señor Hernández a la diputación poblana, estando capacitado para ello, por la circunstancia de conocer ampliamente la lucha que se ha desarrollado en el distrito de Zacatlán. En 1914 era gobernador del Estado el general Francisco Coss, y al finalizar el mes de noviembre de ese año, el señor Rodolfo Hernández actuaba como tesorero municipal de Zacatlán. De entonces a la fecha no nos consta que el señor Hernández haya servido al Gobierno de don Alfonso Cabrera en algún empleo de la administración. (Aplausos.)

El C. Hernández G.: A toda la Cámara la interpelo para que me diga si tiene conocimiento.... (Voces: ¿A toda?) Sí, señores, a toda; de que haya desempeñado algún puesto que me haya dado el ministro de Hacienda, don Luis Cabrera. ¿Cómo se puede, entonces, ser cabrerista? Sí, naturalmente, para ser un "ista", a fuerza necesita haber un interés de por medio, ustedes lo conocen perfectamente. (Voces: ¡Sí! ¡Sí!) Ya lo creo que sí. Con que ya ven ustedes cómo soy cabrerista furibundo! Tengo siete años de estar separado del distrito de Zacatlán, de no estar allí absolutamente en ese distrito; he estado viviendo en el Estado de Veracruz. (Murmullos.) Con que ya ve la honorable Asamblea que mis contrincantes y mis impugnadores, no han podido demostrar, de una manera palpable, que haya habido presión en esta elección. El ciudadano Arroyo Ch. presenta aquí un certificado del coronel Constantino Méndez; el ciudadano Constantino Méndez no es coronel, ni es nada. (Aplausos.) Fue a refugiarse, ustedes no lo saben precisamente; a principios de julio vivía en Hueytlalpan, porque allí siempre ha vivido. (Murmullos.)

El C. Altamirano, interrumpiendo: Pero usted estuvo con Sánchez Bernal.

El C. Hernández G., continuando: Porque precisamente allí fue a refugiarse; pero no es coronel, ni es nada; es primo hermano de Gonzalo E. González, porque está naturalmente casado con una prima de él. Hace pocos días estuvo aquí, en el Salón Verde, hablando, y de allí nació el que expidiera el certificado ese. ¿Y por qué no se acudió a la Secretaría de Guerra para probar si efectivamente éstos son militares? ¿Cómo van a ser soldados esos individuos que viven de su trabajo, que no hacen vida de cuartel, que no tienen armas? ¿Cómo van a considerarse soldados?

El C. Altamirano: ¡Pero si Barrios no tiene armas, entonces quién sabe quién las tendrá!

El C. Hernández Rodolfo: Pero no precisamente en los municipios que forman el 17 distrito electoral, donde estuvo precisamente la contienda en carnizada, cuando las fuerzas federales se atacaron rudamente con las rebeldes; entonces se formaron allí unos voluntarios para repeler la agresión de éstos. ¿Quién justifica el hecho de que las fuerzas de Barrios fueron a quemar el pueblo de Ixtepec, perteneciente a Hueytlalpan? El señor Soto y Gama sonríe...

El C. Díaz Soto y Gama: ¡Ya lo creo!

El C. Hernández Rodolfo: Voy a decir la causa.

El señor Soto y Gama tiene razón de odiar al coronel Barrios; el señor Lecona cayó prisionero en poder del señor Barrios, y este señor, lejos de cometer en él algún atentado, le guardó consideraciones y lo consignó a la autoridad competente... (Siseos. Aplausos.)

El C. Paz: ¿Me permite una interpelación?

El C. Hernández G.: No, señor. Esa la causa del odio del señor Díaz Soto y Gama. El coronel Barrios se portó con el señor Lecona correctamente... (Voces: ¡Por poco lo mata de hambre!) ¡Quién sabe! En todo caso no lo mató a tiros.

El C. Camarena: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Camarena: Creo que es necesario pedir a los compañeros de las izquierdas tengan la bondad de ser un poco más caballerosos con el orador. (Aplausos.) Vosotros, señores izquierdistas, casi todos sois viejos lobos parlamentarios, mientras que el señor Hernández hoy es la primera vez que sube a la tribuna. Permitidle hablar.

El C. Zincúnegui Tercero: Y la última probablemente.

El C. Hernández: Con que ya ven ustedes que el certificado que exhibió aquí el ciudadano Arroyo Ch. está firmado por un individuo que no es coronel ni es nada; sin embargo, aquí se le quiere dar un enorme valor que absolutamente no tiene. Ya habeís visto que no han podido probar los impugnadores de ese dictamen la presión a que ellos se refieren. Esta elección ha sido perfectamente legal, y me reservo, después de que hable el ciudadano Díaz Soto y Gama, tratar algunos asuntos respecto del señor Lecona. (Aplausos.)

Presidencia del C. CANTÓN EDMUNDO G.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Díaz Soto y Gama.

El C. Díaz Soto y Gama: (Siseos. Aplausos al abordar la tribuna.) Si alguna vez me he regocijado en un debate, ha sido en éste, sobre todo o principalmente cuando ha tomado la palabra el zacatleco legítimo Rodolfo Hernández. Mi regocijo viene de esto: hay un adagio conocido por todos los habitantes de Puebla, que dice así: "Para chismes y campanas, Zacatlán de las manzanas." (Aplausos.) Además de ese adagio, hay un cuento chocarrero, como todos los cuentos de pequeñas poblaciones. El cuento es el siguiente y ha sido forjado por los mismos habitantes de Zacatlán: Cuando nace allí un niño se dice que se ve salir corriendo de la casa al padre de la criatura.- ¿A dónde vas? ¿qué te pasa? - ¡Cómo que mi señora ha dado a luz! - ¿Qué acaso se está muriendo tu señora; está grave; qué le pasa? - ¡No, hombre, es que se trata de un varón y voy por el código! Esto les demuestra a ustedes, señores diputados, hasta qué punto en Zacatlán son aficionados al chisme y al chanchullo y al enredo, hasta el punto de que en ese pueblo abunda en número de tinterillos. Ningún tipo más consumado de zacatleco que el señor Hernández. Lo hemos visto ir de chanchullo en chanchullo, de intriga en intriga, de ardid en ardid, de subterfugio en subterfugio. Empezó por esto. (El C. Hernández protesta con un signo negativo de cabeza.) El señor Hernández se sigue exhibiendo como zacatleco; en cada ademán lo admiro cada vez más, es la personificación del tinterillo de su tierra, del rábula de su tierra. Empezó el señor Hernández con todo valor civil, con todo desplante, por decirnos que la única prueba que se trae en este debate era un recado de su padrino político, de su protector político, el señor coronel Barrios, y que ese recado era falsificado; así lo dijo. Después que se le presentó un cúmulo, una montaña de documentos y para cada uno de esos documentos tenía un reparo, pero un reparo no basado en la verdad, sino un reparo basado en su temperamento netamente chanchullero. Se le presenta una carta de José María Cabrera, y contesta: "Pero si Alfonso Cabrera estaba entonces en Tehuantepec", y ni se trataba de Alfonso Cabrera, ni Alfonso Cabrera está en Tehuantepec; se trataba de José María Cabrera, y José María Cabrera fingía estar en México o en Puebla, como hoy Luis Cabrera finge estar en Estados Unidos y está desde aquí intrigando y conspirando contra el régimen actual. Se le presenta después una prueba plena de que una infinidad de individuos que tomaron parte en las elecciones eran militares; se le pregunta si sabe que son militares y dice que no sabe; contestación legítima de litigante de mala fe. Todos los abogados y todos los que hemos tomado parte en litigios, sabemos la obligación de todos los litigantes que no quieren dar su brazo a torcer, que no quieren que se conozca la verdad; se niegan a contestar sí o no y se salen por la tangente diciendo: "La ignoro, no lo sé." Y cuando se le contesta y el ciudadano Lechuga le comprueba que sí son militares y se le comprueba además con documentos, entonces recurre a otro subterfugio y dice: ¿Por qué no se acudió a la Secretaría de Guerra? Pues es natural que no se haya acudido a la Secretaría de Guerra; si todos los pretorianos se hacen una, si todos los pretorianos son unos, si todos los pretorianos forman una casta... (Aplausos.) Si la casta militar, señores es tan odiosa y tan cerrada como la casta sacerdotal; si por eso la lucha ésta tiene que ser contra los dos elementos: el pretorianismo y el clericalismo; y a usted lo han impuesto aquí los pretorianos. (Aplausos.) ¿Quiere usted una prueba hasta en un detalle? Se me ha dicho por el ciudadano Manlio Fabio Altamirano, que como jefe de la porra de las galerías figura un señor capitán ayudante de Alfonso Cabrera, que se llama Sergio Hernández. ¿Es o no cierto? (Voces en las galerías: ¡Sí, aquí está!) De manera que aquí están jugando los intereses de la familia Cabrera. Esta familia eternamente intrigante y peligrosa cree que no ha sido derrocada del solio y quiere todavía hacer sentir su peso sobre la pobre República, a la que tantos daños le ha causado. Y usted, señor Hernández, ha tenido el valor de poner en duda que sea usted cabrerista, siendo que usted es compadre de pila de Alfonso Cabrera, como lo sabe todo Zacatlán. Me va usted a decir que no, pero es natural si usted es de Zacatlán. ¡Qué va a confesarlo! Usted tiene la

satisfacción de ser compadre del hombre más intrigante de México, con quien no pudo ni Limantour...

El C. Hernández: No soy su compadre.

El C. Díaz Soto y Gama: Usted sabe quién ha sido Luis Cabrera y sabemos lo que pasa entre los zacatlecos. Ya se ha comprobado con toda clase de documentos que su elección es nula, contra la opinión de la Comisión que en este caso ha fungido de defensora de oficio, saliéndose completamente de su imparcialidad, porque lo ha defendido en una forma tal, que hasta ha pedido - como si el señor Hernández fuera un niño -, que, ¡pobrecito! se le permita la palabra a este torpe, torpísimo señor (Aplausos): pues bien, a pesar de que la Comisión dice que son válidos los votos que obtuvo el señor Hernández, esos votos han sido arrancados a punta de rifle, como lo dijo, interrumpiendo a la Comisión, el señor Manrique. No se trata de una imposición. ¡Y con qué nos ha resultado este legítimo zacatleco Hernández! Con ultrajar cobardemente al señor Arroyo Ch. ¿Qué tenía qué ver eso con la nulidad de la elección de usted? ¿Qué tenía que ver la maniobra sucia o no de Gonzalo E. González con la imposición de usted? ¡No se salga usted por la tangente! Y cuando se ve este hombre acorralado por completo; cuando Arroyo Ch. rechaza esa calumnia, entonces dice: "Voy a irme contra Lecona". ¿Qué tiene que ver esto, si no fue el impuesto González ni Lecona, sino usted, Rodolfo Hernández?

El C. Miravete: ¿Me permite usted una interpelación?

El C. Díaz Soto y Gama: No permito interrupciones.

El C. Miravete: ¿Por qué rehusa usted?

El C. Díaz Soto y Gama: Tengo derecho para no permitir interrupciones; tengo pleno derecho. Si usted también es defensor de oficio, venga usted aquí.

El C. Miravete: Tengo derecho.

El C. Díaz Soto y Gama: El impuesto militarmente, burocráticamente en Zacatlán, fue el señor Rodolfo Hernández, compadre de pila de Alfonso Cabrera, aliado de Alfonso Cabrera y ahijado político del temible y sanguinario coronel Gabriel Barrios, jefe de la Brigada Serrana. (Voces: ¡Pruebas!) Esto se cae por su peso; esto ha quedado demostrado hasta el fastidio, y tan ha quedado demostrado hasta el fastidio, que el grupo que patrocina en esta Asamblea la odiosa credencial de Rodolfo Hernández o sea la Mafia, ha tenido que descompletar el quorum la otra vez y no quería que hubiera quorum en esta vez; Todo esto les consta a las izquierdas y al centro. Comprobado como está plenamente por la sólida impugnación del ciudadano Arroyo Ch., una de las impugnaciones más sólidas que se han hecho en esta Cámara, comprobado como lo está plenamente que el elemento militar jugó, manejando por el coronel Barrios indirectamente y directamente por los Cabrera, me toca ahora aplastar con unos cuantos documentos, para cerrar este debate, al señor Hernández, ahijado político de los Cabrera y del coronel Gabriel Barrios. Pido a la Secretaría dé lectura a algunos documentos que comprueban uno por uno - y son varios - que las elecciones las hicieron los secretarios de las juntas auxiliares, y voy a tener ocasión de explicar lo que significan los secretarios de las juntas auxiliares en el distrito de Zacatlán; recogían los expedientes los señores secretarios de las juntas auxiliares, se los llevaban a sus casas y ahí los confeccionaban a su guisa. Eso se va a demostrar uno por uno.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"Un timbre de cincuenta centavos cancelado con un sello que dice: "Agencia del Ministerio Público.- Zacatlán. Pues.- Estados Unidos Mexicanos.

"El subscripto, agente del Ministerio Público de este municipio hace constar: que en las diligencias que practicó el día diez del actual a petición del ciudadano Gonzalo E. González, candidato a diputado propietario, al Congreso de la Unión, obran las constancias siguientes:

"Que los ciudadanos Andrés Miguel, José Antonio, Juan Antonio, Salvador Diego y Manuel Antonio, quienes integran la Mesa electoral de la Sección 7a. del pueblo de Santa Bárbara del Departamento de Ahuacatlán, nadie sabe leer ni escribir, y agregaron que los documentos todos relativos a las elecciones que se verificaron el día 1o. del actual, fueron recogidos y arreglados por el secretario de la Junta Auxiliar, ciudadano Ascensión Barragán, quien todavía les hizo que le pagaran a razón de 50 centavos a cada uno, por el arreglo de dichos documentos.

"A pedimento del ciudadano Gonzalo E. González expidió el presente certificado para los usos que le convengan en Zacatlán, a diez días del mes de agosto de mil novecientos veinte.- El agente del Ministerio Público, Cándido G. Salinas."

El C. Díaz Soto y Gama: Como este documento hay otros muchos.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"Una estampilla de cincuenta centavos cancelada con un sello, que dice: Agencia del Ministerio Público.- Zacatlán, Puebla.

"El subscripto, agente del Ministerio Público de este Municipio, hace constar que en las diligencias que esta Agencia practicó el día trece del actual con motivo del denuncio que el ciudadano Gonzalo E. González, presentó ante la misma con el carácter de candidato a diputado propietario al Congreso de la Unión por este mismo Municipio, obran las constancias siguientes:

"Que los ciudadanos Antonio de Jesús, Juan Pérez, Miguel Ignacio, Marcos Juan y Juan Fabián, quienes integran la Mesa electoral de la Sección 4a. de la ranchería de Xochicuautla, correspondiente al Departamento de Ahuacatlán, nadie sabe leer ni escribir y agregaron que los documentos relativos a las elecciones que se verificaron el día primero del actual, fueron recogidos por el director de la escuela de niños, ciudadano Miguel Hernández y conducidos en seguida al pueblo de San Marcos para que el secretario de la Junta Auxiliar, ciudadano Abraham Sosa, los arreglara a su satisfacción, previo el pago de sesenta y dos centavos por cada uno de los miembros de la Mesa, por haber arreglado dichos documentos y que las firmas que en ellos aparecen son suplantadas.

"A pedimento del ciudadano Gonzalo E. González expidió el presente certificado para los usos que

convengan, en Zacatlán, a los catorce días del mes de agosto de mil novecientos veinte.- El agente del Ministerio Público, Cándido G. Palacios."

"Un timbre de cincuenta centavos con un sello que dice: Agencia del Ministerio Público.- Zacatlán, Puebla.- Estados Unidos Mexicanos.

"El subscripto, agente del Ministerio Público de este Municipio hace constar: Que en las diligencias que practicó el día diez del actual a petición del ciudadano Gonzalo E. González, candidato a diputado propietario al Congreso de la Unión, obran las constancias siguientes:

"Que los ciudadanos Juan Sebastián, José Mariano, Lorenzo Juan, Miguel Antonio y Miguel Pascual, quienes integraron la Mesa electoral de la Sección 6a. del pueblo de San Mateo Tlacotepec, del Departamento de Ahuacatlan, nadie sabe leer ni escribir y agregaron que los documentos todos relativos a las elecciones que se verificaron el día primero del actual, fueron recogidos y arreglados por el secretario de la Junta Auxiliar, ciudadano Eulalio Torres, quien todavía les hizo que le pagaran a razón de sesenta y dos y cincuenta centavos respectivamente, a cada uno por el arreglo de dichos documentos.

"A pedimento del ciudadano Gonzalo E. González, expido el presente certificado para los usos que le convengan, en Zacatlán, a los diez días del mes de agosto de mil novecientos veinte.- El agente del Ministerio Público, Cándido G. Salinas."

"Un timbre de cincuenta centavos cancelado con un sello que dice: Agencia del Ministerio Público.- Zacatlán, Pues.- Estados Unidos Mexicanos.

La misma cabeza que los anteriores.

"Primero que los CC. Salvador Vásquez, Sebastián Santiago, José Márquez, Manuel Reyes y Salvador Santiago, vecinos de Cuautotola, y quienes integraron la casilla electoral número 5, del departamento de Amixtlán, declararon que, con excepción del último de éstos, saben leer y escribir, pero que los documentos relativos a las elecciones de diputados y senadores verificadas el día 1o. del actual, fueron recogidos por el secretario de la Junta Auxiliar, señor Florencio Sosa, quien los arregló y llamó para que fueran firmados hasta la mañana del día 5 de este mismo mes, en la cabecera de Amixtlán.

"Segundo: que los CC. Alejandro Hernández, Hilario Rivera, Guadalupe Vásquez, Miguel Hernández y Sebastián Reyes, presidente, secretarios y escrutadores, respectivamente, de la casilla electoral 6a. de Cuautotola, departamento de Amixtlán, declararon que el secretario de la Junta Auxiliar, Florencio Sosa, les recogió los documentos electorales el día de la elección, llevándoselos para Amixtlán, en donde formó los expedientes, y que hasta el día 5 del actual los llamó para que los firmaran.

"A pedimento del C. Gonzalo E. González, como candidato propietario al Congreso de la Unión, se expide el presente certificado para los usos que le convengan, en Zacatlán, a los diez y siete días del mes de agosto de mil novecientos veinte.- El agente del Ministerio Público, Cándido G. Salinas."

El C. Díaz Soto y Gama: Esta es la montaña de documentos a que me refiero; hay otros muchos en el mismo sentido, pero sería fatigar a la Asamblea y destruir el efecto. ¿Sabe la Asamblea por qué estas certificaciones las firma el agente del Ministerio Público del Juzgado de Primera Instancia de Zacatlán? ¿Sabe la Asamblea por qué estas diligencias que pudieron haberse seguido en el Juzgado, tuvo que seguirlas personalmente el agente del Ministerio Público en cumplimiento de su deber? Por la sencilla razón de que no había garantías en el Juzgado, porque el secretario del Juzgado de Zacatlán es el mayor médico de la brigada del coronel Barrios. De manera que todo y por todo y hasta las últimas ramificaciones de la organización administrativa se extiende la influencia del pretoriano Barrios. En este caso no ha jugado una sola máquina electoral; han jugado múltiples máquinas electorales, como lo decía muy bien el compañero Altamirano, contestando una interpelación; todas las máquinas administrativas han sido puestas en juego para sacar avante la credencial fraudulenta del señor Hernández. No se trata aquí de la máquina aplanadora, sino de la máquina aterradora del militarismo chorreando sangre, de un militarismo que no tiene ni cuarteles, ni disciplina; se trata de los voluntarios, de las chusmas encabezadas por el coronel Barrios. Esta es la máquina que ha funcionado, la máquina corruptora que con un candor sin igual, por no decir con un descaro sin igual, negaba el ciudadano Mendoza que tuviera influencia en las elecciones la máquina corruptora encabezada por el administrador del Timbre y el tesorero municipal; ¡y todavía se viene a decir a esta Asamblea con todo desplante, con todo cinismo, que no tienen influencia en las elecciones ni el tesorero municipal, ni el administrador del Timbre, los que pagan a los maestros de escuelas, a los gendarmes, a todos los empleados; los que intervienen en las multas! De manera que ha sido una elección completamente burocrática; se trata de un caso típico de candidatura oficial tan cínicamente sostenida, que los mismos individuos que he mencionado, el administrador del Timbre y el tesorero municipal, formaban parte del Comité Ejecutivo Electoral de un supuesto Partido Cooperatista, que fue el que presidió las elecciones a favor del señor Hernández. Ya se ha hablado de uno de esos documentos; quiero ahora precisar un poco más. El administrador del Timbre, en unión del oficial mayor de la Recaudación de Rentas, como miembro del Comité Ejecutivo Electoral del distrito de Zacatlán y formando parte de un Partido Cooperatista Nacional, hicieron repartir estas hojas impresas, que están legalizadas debidamente por el Ayuntamiento de Zacatlán. Ruego a la Secretaría se sirva leer.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"Partido Cooperatista Nacional.- Pro - Alvaro Obregón.- Comité Directivo Electoral del Distrito.- Zacatlán, Puebla.

"El comité Ejecutivo Electoral que tengo el honor de presidir, tuvo a bien nombrar a usted su representante para que, con el carácter de delegado del mismo, se sirva concurrir a la casilla

número 8 de ese lugar, el domingo 1o. de los corrientes, e intervenga en los actos electorales, que para la elección de diputados y senadores tendrá verificativo en la fecha indicada.

"Le agradeceré infinito ponga en juego su valiosa influencia con sus numerosos amigos, a fin de que por todos los medios legales que estén a su alcance procure el triunfo de nuestros candidatos cuya propaganda impresa me permito acompañarle. Asimismo le envío ejemplares de actas y modelos necesarios, para que usted tenga la bondad de proporcionarlos a los miembros de la Mesa, abreviando así el trabajo en caso de que nuestros candidatos resulten triunfantes.

"Espero de su reconocida bondad que atenderá mi súplica, por lo que le anticipo mis agradecimientos.

"De usted muy atento seguro servidor, correligionario y amigo.- Lorenzo Oropeza.

"Zacatlán, 20 de julio de 1920.- Registrado bajo la partida número 238 del libro respectivo.- Por el presidente municipal, el secretario, Juan Téllez."

Un sello que dice: "Secretaría del Ayuntamiento Constitucional del Municipio de Zacatlán, Puebla.- Estados Unidos Mexicanos.

"Nota: No olvide usted que debe exigir del presidente de la Mesa, copia de los escrutinios, del acta final y de los modelos "C" y "D", cuyos documentos le agradeceré remitirme el día siguiente para la recopilación de datos.

"Al C. Procopio Gómez.- 8a. Sección. 2a. 1/2 Ayehualulco."

El C. Díaz Soto y Gama: Para comprobar todavía con mayor claridad que las autoridades se constituyeron en club político para apoyar descaradamente la candidatura del ciudadano Rodolfo Hernández, pido a la Secretaría lea este otro documento; después comprobaré quiénes son los que firman y qué empleos desempeñan.

- El mismo C. prosecretario, leyendo:

"Partido Cooperatista Nacional.- Pro Alvaro Obregón.- Comité Directivo Electoral del Distrito.- Zacatlán, Puebla.

"Zacatlán, 17 de julio de 1920.

"Señor Longino Herrera.- Jilotzingo.

"Muy señor nuestro:

"Este Comité Directivo, después de discutir suficientemente las candidaturas de ciudadanos propuestos para diputados al Congreso de la Unión para el 17 distrito electoral del Estado, atendiendo siempre a los principios revolucionarios, de honradez y demás que deben concurrir para representarlo dignamente, tuvo a bien acordar sean postulados los conocidos CC. Rodolfo Hernández G. y Manuel Sotero, diputado propietario y suplente, respectivamente.

"Habiendo merecido éstas la aprobación unánime del Partido Cooperatista Nacional residente en México, nos es satisfactorio comunicarlo a usted, permitiéndonos a la vez invitarlo, para que si a bien lo tiene, se sirva prestarnos su valioso contingente y el de sus numerosos amigos, para sacar avantes las candidaturas de que se trata.

"Anticipamos a usted nuestro reconocimiento, quedando suyos afectísimos, atentos seguros servidores y amigos.- El presidente, Lorenzo Oropeza.- El secretario, Manuel Aldana."

El C. Díaz Soto y Gama: ¿Quiénes son estos señores? Lo dirá este certificado.

- El mismo C. prosecretario, leyendo:

Al margen una estampilla de cincuenta centavos, cancelada con un sello que: dice "Estado de Puebla.- Ayuntamiento Constituciónal del Municipio Libre de Zacatlán.- Presidencia.- Estados Unidos Mexicanos.

"El ciudadano presidente municipal que subscribe, certifica, a pedimento de parte interesada, que el C. coronel Gabriel Barrios es el jefe de la Brigada Serrana de esta región; el C. Lorenzo Oropeza, agente del Timbre en esta ciudad; el C. Manuel Aldana, oficial mayor de la Recaudación de Rentas, y el C. Porfirio Baños, tesorero municipal en esta propia población.

"Zacatlán, 13 de agosto de 1920.- Antonio Olvera Molina."

El C. Díaz soto y Gama: Ahora vamos a ver qué clase de cartas hacía circular este señor Porfirio Baños, tesorero municipal, entre las autoridades inferiores de los municipios foráneos. ¡El tesorero municipal, nada menos!

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"Zacatlán, 17 de julio de 1920.

"Señor don Longino Herrera.- Jilotzingo.

"Muy señor mío y amigo:

"Estando muy próxima la fecha en que deben verificarse las elecciones para diputados al Congreso de la Unión, y teniendo en consideración la buena voluntad que siempre ha mostrado para impartirnos ayuda en esta clase de trabajos, así como la bondadosa amistad que siempre me ha dispensado, me permito suplicarle, muy atentamente, me haga el favor de prestarnos su valiosa ayuda en ésta como en otras ocasiones, procurando por todos los medios legales que están a su alcance, el triunfo de nuestros candidatos, señores Rodolfo Hernández G. y Manuel Sotero, propietario y suplente, respectivamente.

"Acompaño a usted una carta circular que a todos los correligionarios y amigos envían los ciudadanos presidente y secretario del Comité Electoral Local, recomendándole atienda la misma indicación que muy en lo particular le hago.

"Muy en breve le mandaremos a usted la propaganda respectiva, que se espera de un momento a otro.

Anticipo a usted mis agradecimientos por este señalado favor, repitiéndome como siempre, su muy atento y seguro servidor.- Porfirio Baños."

El C. Díaz Soto y Gama: De manera, señores, que además de la presión militar, además de la presión del terror que causa ahí el sólo nombre del coronel Gabriel Barrios, se recurrió a la presión burocrática. Para cerrar esta parte de mi análisis, y conste que ya estoy muy cerca del fin, quiero interpelar al ciudadano Manlio Fabio Altamirano para que nos diga si sabe en qué forma se condujo el coronel Gabriel Barrios cuando estuvo expedicionando por el cantón de Papantla, del Estado de Veracruz.

El C. Altamirano: Pido la palabra para contestar. Yo quiero hacer constar a la Asamblea que lo único que sé a este respecto de las fuerzas de Barrios, es lo siguiente: en las últimas elecciones de diputados y de gobernador, verificadas en el

Estado de Veracruz por medio de la máquina administrativa dejada por Cándido, tomaron parte muy activa las fuerzas de Barrios en el municipio de Coyutla, del cantón de Papantla; y de esa región, que es la sierra del cantón de Papantla es de donde vinieron todos los fraudes y todos los chanchullos que determinaron el triunfo del bonillismo en el cantón de Papantla, todo cobijado y todo hecho bajo la férula de Barrios. (Aplausos. Siseos.)

El C. Díaz Soto y Gama: Me permito interpelar al señor don Jesús Z. Moreno, sobre el mismo particular; que nos haga favor de informar sobre los abusos del coronel Gabriel Barrios en el Estado de Veracruz.

El C. Moreno: Señores diputados: En estos momentos acabo de llegar y no conozco el curso de los debates; (Voces: ¡Mal hecho!) pero la sola interpelación que ha hecho el ciudadano diputado Soto y Gama acerca de la conducta del coronel Gabriel Barrios como jefe militar que presionó, que atropelló, que detentó contra los derechos políticos, hechos que por la región en donde me encontraba en épocas anteriores operando y que me fueron absolutamente conocidos, estoy en aptitud de informar a la honorable Asamblea con toda la honorabilidad de que soy capaz, manifiesto que, efectivamente el coronel Barrios, sin que lo coloque en el caso particular, sino en tesis general, hizo uso de las fuerzas que tenía a sus órdenes para controvertir el voto del pueblo.

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: De manera, señores diputados, que queda perfectamente comprobado, a pesar de las argucias y subterfugios que haya usado el zacatelco Rodolfo Hernández, queda comprobado que el coronel Barrios, pretoriano clásico, pretoriano de la nueva hornada, es un cacique de lo más abominable; un cacique cuyos crímenes no se pueden comprobar, porque hay miedo a denunciarlo en aquel infeliz distrito. Quiero resumir, porque la Asamblea ha sido demasiado consecuente y demasiado paciente: Las elecciones en este distrito se reducen a lo siguiente, todo perfectamente comprobado: Luis Cabrera y Alfonso Cabrera impusieron, en su oportunidad, cuando fueron los oligarcas de aquella región, a las actuales autoridades municipales, que todavía subsisten. Esas autoridades municipales manejan a su antojo a aquel infeliz pueblo; lo manejan a su antojo, por lo siguiente: Se trata de indios analfabetos, en su mayor parte, muchos de los cuales apenas si hablan el castellano, pues su idioma es el totonaca y el mexicano. Esto no podrán desmentirlo los poblanos que aquí se encuentran; esto, con excepción de la cabecera, Zacatlán. En todos los demás se trata de indios alzados, que usan largas melenas, que están en el mismo nivel cultural que estaban en la época en que los indios de Zacapoaxtla se organizó la gloriosa defensa del cinco de mayo; son individuos que están fuera de la civilización. Pues bien; en esos pueblos de Zacapoaxtla los únicos letrados son tres o cuatro personas, y de esos tres o cuatro se elige el Consejo Municipal o la Junta Auxiliar; como la Junta Auxiliar designada está formada por analfabetos, el factótum es el secretario de la junta Auxiliar; es así que los secretarios de las juntas auxiliares tomaban los expedientes de las mesas, los recogían y se los llevaban a su casa, y cuatro o cinco días después, fraguando los expedientes, exigían a los miembros de la Mesa, cínicamente, el pago de cincuenta, sesenta o setenta centavos por la confección de los expedientes. Ya quedó plenamente demostrado que las elecciones no las hicieron los indios de Zacatlán, sino que las hicieron los secretarios de las juntas auxiliares, impuestos por los hermanos Cabrera y apoyados por los pretorianos adictos al coronel Gabriel Barrios, gran amigo del señor Hernández y su protector, según comprobación hecha por el compañero Arroyo Ch., cuando nos mostró aquella carta de José Cabrera, en la que dice que es necesario sacar avante la candidatura del señor Hernández. Si la Cámara quiere hacerse cómplice de los hermanos Cabrera y del coronel Barrios, que vote a favor de la credencial del señor Rodolfo Hernández. (Aplausos. Siseos.)

El C. Camarena: Pido la palabra, como miembro de la Comisión.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Camarena: Señores diputados: Yo pretendí que esta contienda se desarrollara en un ambiente de serenidad completa; pero ya que el ciudadano Soto y Gama, hiriente, ha venido aquí a lanzar cargos sobre la Comisión, tengo el derecho de levantar en una forma, como nunca, enérgica, (Aplausos.) mi voz, para decirle de una manera definitiva que soy más honrado que él, (Aplausos.) y en una forma definitiva, que estoy mejor equilibrado que él (Aplausos. Siseos.) y que no tiene ningún derecho de arrojar manchas sobre mi reputación. (Voces: ¡Pruebas! ¡Pruebas!) Ya veis, ciudadanos diputados, que el ciudadano Manrique, que se ha mostrado celoso defensor de los débiles, que se ha mostrado caballeroso siempre, pretende interrumpirme; pero puede hacerlo el ciudadano Manrique cuantas veces quiera, con la seguridad de que no perderé el hilo de mis palabras, si eso es lo que pretende. Dice Montaigne, en una de sus meditaciones filosóficas, que un retórico de los tiempos antiguos definía su profesión diciendo que era el arte de abultar demasiado las cosas pequeñas, para hacerlas aparecer grandes, agrega que los retóricos de los tiempos antiguos podrían medrar en todas partes; pero cuando llegaban a algunas de las repúblicas en donde no podían tener cabida, porque en aquella república sólo tenían cabida los hombres concretos, los hombres prácticos, entonces los apaleaban. Ciudadano Soto y Gama: usted, en las repúblicas antiguas, habría sido un retórico, y un retórico malo; (Aplausos. Siseos.) si hubiera usted llegado a Esparta o a alguna de esas repúblicas, lo habrían apaleado. (Aplausos. Siseos.)

Voy a hacer una poca de psicología acerca del asunto que se discute. Se ha traído a esta tribuna un asunto absurdo, bochornoso, para quien hizo la proposición. Se trata del ciudadano González, que en compañía de un amigo suyo se acercó a mí, cuando yo dictaminaba todavía en el Salón Amarillo, para proponerme una cantidad de dinero, y esto, señores diputados, es rigurosamente exacto. Pensad cuál fue el pensamiento mío dominante en aquel momento en que se me fue a ofrecer dinero; colocáos en mi situación; lo que pensé en aquel momento, fue que tenía yo, más que nunca, la obligación de hurgar en el expediente; que tenía yo

el deber de ir examinando papel por papel, boleta por boleta, con el fin de que mi dictamen estuviera completamente ajustado a la ley, con el fin de obrar enteramente apegado a la justicia, y eso fue lo que hice, señores diputados. Aun cuando ha venido aquí la caja cerrada, es simple y sencillamente porque la volvieron a cerrar; pero cada uno de esos paquetes fue examinado por nosotros en el seno de la Comisión y, como acabo de indicarlo, papel por papel y boleta por boleta y con toda honradez. (Aplausos.)

El C. Moreno: ¡Me permite una pregunta el orador?

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Moreno: Es para interrogar a su señoría acerca de si sabe el hecho de que Hernández, acompañado de cualquiera otra persona, hubiera ido a ofrecer dinero....(Voces: ¿Hernández o González?) González, rectifico; el señor González o cualquiera otra persona le hubieran ofrecido a usted dinero para que se produjera este dictamen en tal o cual sentido; si sabe su señoría que ese hecho importa el delito de cohecho, y si sabe que, conforme al primer artículo del Código Penal, estaba en la obligación absoluta de haberlo consignado. Si no lo hizo, ¿qué apreciación tiene de este hecho su señoría, ya que alardea de honradez, refiriéndose al señor Soto y Gama? (Aplausos.)

El C. Camarena: Afortunadamente, los aplausos vienen de acá nada más. (Señala a las izquierdas.) Voy a contestar con dos palabras a su señoría, el señor diputado Moreno: No quise denunciar el hecho, por conservar la respetabilidad de esta Cámara. (Voces: ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!) Por lo demás, ciudadano licenciado Moreno, usted es aquí uno de los primeros que reconocen mi honorabilidad. Usted es uno de los que saben que soy un hombre honorable; de manera que no hay para qué dudar de esa honorabilidad, puesto que hasta los mismos defensores de Lecona, que perdió la elección - que perdió la elección, señores diputados -, vinieron a decir ayer a esta tribuna que la Comisión es honorable, ¿por qué tan pronto variaron de opinión, por qué tan pronto variaron de opinión los señores respecto de mí, por qué ahora se me hacen cargos? ¿Por qué ahora se trata de arrojar lodo sobre mi reputación, cuando ayer decía el señor Arroyo Ch. que reconoce mi honorabilidad como miembro de la Comisión?

El C. Arroyo Ch.: ¿Me permite usted una interpelación, con permiso de la presidencia?

El C. Camarena: Sí, señor.

El C. Arroyo Ch.: Efectivamente; he dicho repetidas veces que la Comisión no obró en la forma en que lo ha hecho, no por falta de honorabilidad, sino por falta de estudio y conocimiento de muchos documentos; que por eso produjo este dictamen. Me extraña que venga ahora a ensañarse, a tomar una defensa tan significativa a favor del señor. (Señalando al C. Hernández.) Dice la Comisión:

"Al efecto, para probar que las autoridades hicieron coacción en bien de Hernández G., aluden a un regular número de cartas, firmadas por los señores Lorenzo Oropeza y Manuel Aldama, así como otras subscriptas por el C. Profirió Baños, y tres con una firma que dice: "C. Barris."

"La Comisión, alarmada justamente por el hecho denunciado, inmediatamente giró un oficio a la Secretaría de Guerra, acompañado de una de estas últimas cartas, suplicando se le dijera si el coronel Barrios es jefe de la Brigada Serrana, por una parte, y por otra, si la firma que subscribe la carta enviada, es la del mencionado jefe.

"La contestación no se hizo esperar, y en ella se asienta que el coronel es jefe de la Brigada Serrana; pero que después de cotejar la firma que se le envió, con todos los documentos subscriptos por él, se encontró que existe una diferencia notable.

"En vista de este hecho, que revela una burda mistificación, y atentos a que en las demás cartas sólo figuran nombres, pero no firmas, a excepción de las del C. Baños, de quien se dice que es tesorero municipal del distrito, hecho que la Comisión no ha podido comprobar, presenta ante vuestra muy ilustrada soberanía las siguientes proposiciones, como resultado de su estudio......"

Allí tuvo empeño en aclarar lo de Barrios, si era la firma de los documentos la del ciudadano coronel Barrios; pero ya no tomó cartas en el asunto para aclarar si este Baños era tesorero, cosa que le venimos a demostrar ahora a la Comisión. En cuanto al señor Oropeza, la Comisión, que no tuvo documentos a la vista, no podía aclarar más; pero ya lo demostramos ahora que es administrador del Timbre y fue presidente del Comité Electoral que favoreció al señor (Señalando al C. Hernández.)

El C. Camarena: En efecto, señores; algunos de los documentos que se han leído aquí, que ha leído el ciudadano Arroyo Ch., no fueron conocidos en el seno de la Comisión; (Voces: ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!) de eso no tiene ninguna culpa la Comisión, puesto que no le fueron presentados, ciudadano Paz. Pero la Comisión declara en este momento que aun habiendo tenido los documentos a que ha hecho mérito, naturalmente no habría podido dictaminar en contra del señor Hernández, por la sencilla razón de que, restándole los votos de todo un municipio, en el que se dice que los militares ejercieron presión, que un grupo de militares ejerció presión, aun quitándole los votos de otros dos municipios en donde se dice que también militares ejercieron presión, todavía al señor Hernández le sobran unos mil quinientos votos en contra de su contrincante. (Aplausos.)

El C. Castrejón: ¿Me permite una interpelación?

El C. Camarena: Con todo gusto.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Castrejón: El compañero Soto y Gama hizo leer a la Secretaría una circular subscripta por un señor Oropeza y un señor Aldana; después otra circular firmada por el señor Baños. Estas tres circulares no tendrían nada de particular, sino por quienes las firman, y en el expediente consta, y eso pudo haberlo visto perfectamente la Comisión, un certificado del presidente municipal de Zacatlán, en el que dice claramente los cargos que tiene este ciudadano. Que me diga el señor Camarena si tuvo en cuenta ese certificado, que sí obra en el expediente. (Aplausos.)

El C. Camarena: Voy a contestar al ciudadano Castrejón manifestándole que la Comisión tuvo a la vista todos los documentos que se le

presentaron, y existe esta circunstancia, ciudadanos diputados: el número de documentos que llegaron en este expediente, o que legaron al seno de la Comisión para ilustrarla, es de tal manera grande, que tuvimos necesidad de hacer un verdadero estudio de cada uno de los papeles y de cada uno de los documentos; solamente el memorial presentado por el ciudadano González, comprende cerca de cincuenta páginas, escritas a máquina, en línea cerrada, y acompaña a este memorial cerca de cincuenta o sesenta documentos, cada uno con sus respectivas estampillas; documentos entre los cuales figuran algunos ya leídos por el ciudadano Soto y Gama, firmados por el representante.....

El C. Díaz Soto y Gama: No los tuvo en cuenta la Comisión.

El C. Camarena: Suplico a su señoría tenga la bondad de permitirme terminar (Murmullos.) Un momento, les suplico un momento. Entre esos documentos figuran algunos, y no algunos, ciudadanos representantes, sino que un número considerable firmados por el representante del Ministerio Público, y ya habéis oído aquí al ciudadano Soto y Gama ayer, diciendo que esos documentos no hacen fe; pero ahora le conviene que hagan fe y ahora viene a leerlos aquí. (Aplausos. Siseos.) Yo le suplico al ciudadano Soto y Gama que me permita proseguir. (Murmullos.)

El C. Castrejón: Moción de orden, señor presidente. El ciudadano Camarena está obligado a contestar las interpelaciones, porque es miembro de la Comisión.

El C. Díaz Soto y Gama: La Comisión está obligada a contestar interpelaciones. Precisamente iba yo a interpelar al señor Camarena, miembro oficioso de la Comisión, sobre esa prueba que le parece nula, sobre esos certificados, puesto que son nada menos que del representante del Ministerio Público; es decir, del representante de la sociedad ¿o no es así? (Voces: ¡A votar! ¡A votar!) certificando que se refiere a los hechos que constan en las diligencias practicadas por él en el ejercicio de su ministerio, cuya misión esencialmente consiste en perseguir los delitos y aclarar estos mismos delitos para después hacer la denuncia y consignación ante el Juzgado. ¿No es esa la misión del Ministerio Público?

El C. Camarena: Aun cuando no soy abogado, lo entiendo muy bien.

El C. Díaz Soto y Gama: De manera que en este caso el Ministerio Público merece fe porque está concretándose a su papel de la sociedad; es decir a la persecución de los delincuentes y a la aclaración de delitos, y en el caso de usted con toda malicia señala como...

El C. Camarena: Sin ninguna malicia, señor.

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: Con la malicia oratoria de la persona que no tiene razón, y el caso en que yo negué fuerza probatoria al Ministerio Público, es el caso en que el Ministerio Público saliéndose de su papel, se vuelve testigo y declara por sí y ante sí, que no estuvieron las elecciones mal hechas. El Ministerio Público, que sólo está para recibir las pruebas testimoniales, para colocarse en un terreno alto, en su solio, y desde allí ver los hechos y no para bajar al terreno de los testigos y convertirse en juez y parte. Vea usted la diferencia: En un caso el Ministerio Público rasga su toga, se vuelve parcial, se vuelve testigo, desnaturaliza las declaraciones de otros testigos, y sobre esas declaraciones pone su testimonio que no tiene derecho a dar; en este caso el Ministerio Público recoge pruebas y testimonios y simplemente nos dice lo que los testigos le fueron a decir. Mi interpelación es ésta: ¿tuvo en cuenta el señor Camarena ese certificado? Y si lo tuvo en cuenta, ¿por qué no anuló todos esos votos? Otra pregunta más: Si no los tuvo en cuenta, ¿qué razones tuvo en cuenta para considerar sin valor aprobatorio un documento emanado del representante de la sociedad?

El C. Camarena: Dos hechos, señores diputados, tuvo la Comisión en cuenta para no considerar de valor los documentos de que estamos hablando en estos instantes; primero: que todos ellos vienen firmados por el representante del Ministerio Público, todos ellos, y que son un verdadero montón de documentos y segundo: que con los individuos que llegaron a declarar allí, en este caso se ve la complicidad del representante del Ministerio Público. (Voces: ¡No! ¡No!) Sí señores, yo lo estoy demostrando, se ve la complicidad del Ministerio Público que con algunos fue a recoger esos documentos, puesto que formó un verdadero montón de documentos. Y otro hecho: que las personas que fueron a declarar allí en número de 16, 20, 30, o 40, son, señores diputados - fijaos bien en este hecho -, de pueblos que están a 6, 8, 10 y 14 leguas; de manera que se ve que como una maravilla fueron allí de distintos pueblos a declarar ante el representante del Ministerio Público. Se ve en esto una burda intriga, una intriga perfectamente clara en contra del ciudadano que ganó la elección. De manera que....

El C. Díaz Soto y Gama: ¿Me permite usted una interpelación?

El C. Camarena: Sí, señor.

El C. Díaz Soto y Gama: Como es sumamente grave el hecho de declarar por sí y ante sí la complicidad del representante de la sociedad, como lo ha declarado el ciudadano Camarena, yo le ruego nos diga qué razón tuvo para ver esa complicidad o para definirla, porque lo que a él le llama la atención, es lo que a mí me llama la atención para darle fuerza probatoria a este testimonio, y esto le llama la atención, que hayan sido muchos, tantos que no se atrevió a contarlos; ¿de manera que cree el señor Camarena que el Ministerio Público estaba autorizado para negarse a recibir esas declaraciones? ¿Cree posible así la administración de justicia, si el Ministerio Público se niega a recibir las declaraciones de testigos que certifican la comisión de un delito? De manera que, para lo sucesivo, y según el señor Camarena, los ministerios públicos tendrían que decir: En cumplimiento de mi deber de imparcialidad no recibo testimonios de ninguna clase cuando se trate de atentados electorales, para que no me declare la Cámara cómplice y me niego a recibir estas declaraciones; allá se las avengan los candidatos. (Aplausos.)

El C. Camarena: Empleados venales, ciudadano Soto y Gama, empleados venales los hay en todas partes; y la Comisión sostiene que cree aunque no lo puede asegurar, (Voces: ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!) Naturalmente, señores, estas cosas no se pueden

asegurar. La Comisión cree y cree honradamente que hay una complicidad entre el representante del Ministerio Público y el candidato perdidos, y esto lo puedo sostener en cualquiera parte. (Voces: ¡Pruebas!)

El C. Arroyo Ch.: ¿Me permite usted una interpelación? Con permiso de la Presidencia.

El C. Camarena: Sí, señor.

El C. Arroyo Ch.: Sigo creyendo en la honorabilidad de la Comisión; pero con todo y eso ratifico lo que he dicho, que la Comisión no estudió minuciosamente el expediente y, en cambio, en cierta forma ha manifestado parcialidad a favor de este señor. La Comisión....

El C. Camarena: Absolutamente, en lo absoluto.

El C. Arroyo Ch.: La Comisión por unos documentos que le fueron presentados donde se hablaba de que Barrios había ejercido presión, inmediatamente se dirigió a la Secretaría de Guerra para que ésta esclareciera el punto; en cambio, cuando uno de los candidatos se dirigió a la Comisión pidiéndole que esa Comisión investigara si el señor Hernández está fuera de la ley porque había sido procesado por peculado, la Comisión no lo preguntó. (Aplausos.) Con todo y eso, repito, sigo creyendo sinceramente en la honorabilidad de la Comisión, pero no en su actividad.

El C. Camarena: Voy a hacer la siguiente aclaración: cuando el ciudadano Gonzalo González se presentó a la Comisión con un verdadero fárrago de documentos pretendiendo que nosotros los estudiáramos, se había dictaminado ya en este asunto, se había dictaminado ya. De esto, señores, hace ya más de dos meses. Por consideraciones especiales al compañero Soto y Gama, este dictamen fue retirado una, dos y tres veces mientras ellos consideraron que podría ser tiempo o podrían recabar algunos otros documentos, porque no les bastaban los que había en el expediente, no obstante que eran docenas y se les concedió todo el tiempo que pidieron con el fin de que viniera otra vez el dictamen a la consideración de esta honorable Asamblea. Entonces el ciudadano Sánchez, hoy candidato a gobernador del Estado de Puebla, fue el que indicó la necesidad, (siento que no esté presente porque yo lo interpelaría y él con toda seguridad que contestaría a mi interpelación), él fue quien sugirió en el seno de la Comisión, de que se pidiera a la Secretaría de Guerra un acotejo de esta firma, porque inmediatamente nosotros, acostumbrados a ver firmas en los expedientes, descubrimos que esa firma era falsa.

El C. Díaz Soto y Gama: ¿Cómo, cómo?

El C. Camarena: Se ve inmediatamente, por los rasgos de la firma, ciudadanos, (Murmullos.) se ve inmediatamente; cualquiera de los ciudadanos diputados que tenga duda acerca de este asunto, sírvase pasar a ver el expediente, y si no siente, si no ve inmediatamente que la firma es falsa, entonces yo estoy dispuesto a cualquiera cosa. De manera que siendo una cosa completamente visible que la firma era falsa, al ciudadano Sánchez se le ocurrió pedir un informe a la Secretaría de Guerra, y la Secretaría de Guerra contestó lo que nosotros ya suponíamos: que esa firma no era auténtica, que esa firma era falsa.

El C. Arroyo Ch.: Pido la palabra para una aclaración.

El C. López Soto Francisco: Pido la palabra para una aclaración.

El C. Manrique: Pido la palabra para una aclaración.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Manrique.

El C. Manrique: Compañero, voy a hacer a usted una interpelación. Comienzo por aclarar, si me lo perdona, que la interrupción de hace pocos momentos no tuvo ni podía tener el deseo de perjudicarlo a usted o de interrumpirlo, le respeto demasiado para eso; fue una interrupción que constituye para mí la defensa de un amigo a quien no había razón para atacar, puesto que el ciudadano Soto y Gama no atacó a usted por falta de honradez, demostró más o menos vehemencia en los momentos de defender a un correligionario y demostrar cierta parcialidad de usted con el señor Hernández. Esto es todo. Ahora voy a la interpelación. En primer lugar, no está a discusión la Comisión, sino el dictamen de la Comisión. Deseo que se sirva el señor Camarena decirme si tuvo en cuenta las pruebas de la intervención de los militares en la elección en las diversas secciones electorales, y si las ha tenido en cuenta, no recordó el precepto de la Ley Electoral, que quiere que se tenga por causa de nulidad la intervención de una autoridad militar en la elección misma. Es todo, compañero.

El C. Camarena: Voy a contestar la interpelación del compañero Manrique. La Comisión consideró este caso, lo meditó bastante y a pesar de esa circunstancia no pudo dictaminar en contra del señor Hernández porque creyó que el señor Hernández, gano la elección, porque sigue creyendo que el señor Hernández ganó la elección, y voy a decir por qué: en presencia del mismo ciudadano, Gonzalo E. González, que repetidas ocasiones, que múltiples veces estuvo en el seno de la Comisión con el fin de ilustrarla acerca de este asunto, se le convenció de que los certificados que dicen que fulano, zutano, mengano son militares, en efecto prueban que son militares, aun cuando por declaración... (Voces: ¡Aah! ¡Aah!) No he terminado todavía, ciudadano Soto y Gama, y yo le suplico que no ría antes de oírme. (Aplausos.) Aun cuando por los miembros de la diputación poblana supo la Comisión que estos ciudadanos, de quienes se dice que son militares, en verdad no lo son, gran parte del año lo pasan arando sus tierras y que sólo cuando son necesarios sus servicios es cuando los llaman; estos informes tuvo la Comisión de los diputados del Estado de Puebla. Por otra parte, se ve que aun cuando estos ciudadanos fueran militares... (Voces: ¡A votar! ¡A votar!) que aun cuando estos ciudadanos fueran militares, no está comprobado que ellos precisamente fueran los que integraron las mesas. Ahora una experiencia personal, compañero Manrique: en la elección para presidente de la República yo estuve en la cabecera de mi distrito procurando vigilar la elección y procurando, naturalmente, que se inclinara, por medios persuasivos, en favor de nuestro candidato el señor general Obregón; y en la 1a. casilla de la cabecera ocurrió este fenómeno muy frecuente en estas partes. Si esto ocurre aquí a unas cuantas leguas de la capital, pues yo soy el

representante de un distrito cercano, ¿qué no ocurrirá en aquellas sierras del Estado de Puebla? (Murmullos.) Le suplico al ciudadano Soto y Gama me oiga y que pese mis argumentaciones. No había manera de integrar ninguna de las casillas, (Murmullos.) ciudadano Manrique, no había manera de integrar la casilla electoral de la cabecera y entonces tuve necesidad de suplicar a uno de los militares que fuera a hacer el papel de secretario. El se resistía...

El C. Díaz Soto y Gama: ¡Y con razón!

El C. Camarena: Solamente estoy relatando una experiencia personal y espero que se me respete debidamente. (Aplausos.) Yo llamé a uno de los militares porque no era posible integrar la casilla; él conocedor de la ley, me dijo: señor, no puedo de ninguna manera integrar la casilla; porque soy militar en servicio activo. Pues bien; no había manera de integrar esa casilla, y como afortunadamente este militar iba vestido de paisano, lo obligamos a que integrara la Mesa. Este hombre se concretó a levantar el acta como secretario de la Mesa y de ese modo funcionó la casilla. ¿Hubo pecado alguno en el fondo de estas cosas?

El C. Manrique: Con permiso del ciudadano presidente. Voy a contestar al compañero Camarena. La analogía que quiere presentar entre uno y otro caso no me parece del todo marcada. No voy a contestar detalladamente a su pregunta, quiero decirle solamente que todo es cuestión de circunstancias; pero me parece que puedo contestar así, violentamente, a la objeción de su señoría: en un caso se trataba en realidad de un candidato único, porque prácticamente puede afirmarse, sobre todo en ciertas regiones del país, en donde la votación fue a favor del señor general Obregón, fue candidato único; en cambio, es bien que más reñidas que las elecciones para presidente de la República lo fueron las elecciones para Congreso General. Hubo en cada distrito dos o tres candidatos empeñados en prevalecer. Aquí no es probable, compañero Camarena, que se presentara este caso, que no haya elementos de qué disponer. Queda, pues, en pie, que a petición de parte interesada se debe tener en cuenta como causa de nulidad la presencia de militares. Quiero me permita marcar una contradicción en que parece haber incurrido el señor Camarena: afirma que la diputación de Puebla, que la diputación de Puebla había afirmado, había testificado que estos señores que intervinieron en la elección no eran militares propiamente tales. Sin embargo, el compañero Lechuga, miembro de la diputación de Puebla, ha testificado cabalmente que sí eran militares y lo ha dicho hace pocos momentos ante todos nosotros.

El C. Camarena: Hago constar al compañero Manrique que en ese caso la contradicción no es mía; en ese caso hay contrariedad entre las ideas expresadas por el señor Lechuga y las mías. Yo aseguro que varios diputados del Estado de Puebla me confirmaron la idea de que estos ciudadanos que forman la brigada del coronel Barrios no son militares de profesión, y que la mayor parte del año la pasan entregados a sus labores de campo y solamente cuando son requeridos para el servicio es cuando se les llama.

El C. Castrejón: ¿Me permite una interpelación el ciudadano Camarena? (Voces ¡No! ¡No!) Deseo que la Comisión me informe, estoy dentro del Reglamento.

El C. Alvarez del Castillo: ¡Moción de orden, señor presidente!

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Alvarez del Castillo: Señor presidente: Yo le suplico que regule debidamente la discusión, porque si bien es cierto que en apoyo del artículo 106 reglamentario cualquier individuo de esta Cámara tiene derecho a interpelar a la Comisión, también es cierto que ya se ha sentado el precedente en esta Cámara de que la Comisión informe cuantas veces se le pida antes o después de que esté en el uso de la palabra; porque es claro que esas interpelaciones no tienen otro objeto que distraer al orador de su principal punto de vista. (Voces: ¡No! ¡No!) Por otra parte, compañeros de las izquierdas, yo no entiendo el deseo de estar interrogando continuamente al orador, cuando con ese objeto no se consigue otra cosa que retardar la votación, y retardar la votación para nosotros significa que se descomplete el quorum y no se pueda votar un asunto que nos conviene se vote en este momento.

El C. Castrejón: ¡Moción de orden!

El C. Camarena: Voy a terminar!.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta al ciudadano Alvarez del Castillo que no puede violar el Reglamento, puesto que el ciudadano Camarena ha pedido la palabra como miembro de la Comisión y no como orador inscripto en pro del dictamen. Si hubiese pedido como miembro inscripto en pro del dictamen, no se hubiese admitido que se le interrumpiera con interpelaciones; pero como Comisión está obligado a contestarlas.

El C. Castrejón: Pido la palabra para que me informe la Comisión.

El C. presidente: La había pedido antes del ciudadano López Soto.

El C. López Soto: ¿Tiene la bondad el ciudadano Camarena de informar si conoció al general o coronel Barrios, o ha tenido alguna vez amistad o negocios con él?

El C. Camarena: ¿Si Camarena conoce a Barrios?

El C. López Soto: Sí, o si ha tenido amistad o negocios con él.

El C. Camarena: Nunca lo he visto. Camarena jamás ha visto a Barrios.

El C. López Soto: Entonces me permito suplicarle nos informe cómo pudo darse cuenta de que la firma de Barrios no es auténtica, si no la conocía. (Siseos. Aplausos. Risas.)

El C. Camarena: Voy a contestar a su señoría.

Ya dije, ya expresé... (Desorden. Campanilla. Voces: ¡A votar! ¡A votar!) Señores diputados es en cierta manera infantil la pregunta del compañero que me acaba de interrumpir. Ya dije por qué en mí surgió la sospecha de que la firma era falsificada, porque se ve a simple vista que es falsificada. Yo suplico al ciudadano López tenga la bondad de pasar a ver esta firma y me diga, honradamente, si no en su ánimo la misma sospecha que se despertó en el mío.

El C. Castrejón: ¿Ya me concede la palabra el señor presidente para que me informe la Comisión? Es muy interesante lo que yo voy a decir.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Castrejón: ¿Tuviera usted la amabilidad de decirme, compañero Camarena,....

El C. Lara César: Moción de orden. El artículo 106 del Reglamento:

"Siempre que al principio de la discusión lo pidiere algún individuo de la Cámara, la Comisión dictaminadora deberá explicar los fundamentos de su dictamen y aun leer constancias del expediente si fuese necesario; acto continuo seguirá el debate."

El ciudadano Camarena, por consiguiente, no tiene obligación, como dicen algunos ciudadanos diputados y como dice el presidente de la Cámara, de contestar a cualquiera interpelación capciosa que se le haga, porque no hay ningún artículo reglamentario que lo prescriba, como dicen algunos señores diputados, y yo desafío a cualquier ciudadano diputado a que me diga cuál es el artículo del Reglamento que obligue al ciudadano Camarena a responder estas preguntas.

El C. Camarena: Sin embargo, ciudadanos diputados, hace constar la Comisión que de veinte y ocho - como dicen los compañeros yucatecos -, muy bien, de veintiocho expedientes que han llegado para su estudio, solamente un dictamen ha caído; esto significa, señores, que el grupo 3o. de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales ha procedido con toda minuciosidad en la revisión de estos expedientes y con absoluta honradez.(Aplausos.)

El C. Castrejón: ¿Me concede usted una interpelación?

El C. Camarena: Si sigo así, no terminaré. Sin embargo, deseo yo a pesar de que la Comisión no se considera en la obligación de responder a cada una de las interpelaciones que se le hagan, y que hoy ha tenido que recibir un chubasco de interpelaciones, estoy dispuesto a contestarle.

El C. Castrejón: Agradezco desde luego esta buena voluntad que tiene el ciudadano Camarena para contestar las interpelaciones y ya que se manifiesta en muy buena disposición, yo deseo que me diga, ya que una firma se le hace sospechosa al compañero Camarena, quiero que me diga si no se le hizo también sospechoso que los padrones estén vaciados en favor del señor Hernández y que tenga votaciones cerradas como la de... (Voces: ¡Huy! ¡Huy!) como la casilla cuarta de Ahuacatlán, en donde están registrados 134 ciudadanos en el padrón y aparecen 134 votos a favor del señor Hernández. En las mismas condiciones están las otras casillas de Ahuacatlán en donde los otros contrincantes no obtuvieron un solo voto; en las mismas condiciones está la Sección 41 de Cuacuila, pertenecientes a Zacatlán y otras muchas más. Yo que he sido uno de los que cuando van a atacar un dictamen me voy al expediente y procuro hurgar todo lo malo que tenga, quiero que me conteste el ciudadano Camarena si no tuvo esa acuciosidad que ha manifestado para ver todo el sinnúmero de datos, de detalles que hay aquí y que significan que esta elección fue perfectamente fraguada. (Gritos. Desorden. Campanilla.)

El C. Camarena: Efectivamente, solo faltó una pequeña parte de los escritos que no dejó lugar a duda; la Comisión examinó boleta por boleta...

El C. Díaz Soto y Gama: Pero no documento por documento.

El C. Camarena: Y documento por documento, ciudadano Soto y Gama, y documento por documento y esta votación, la votación a que acaba de aludir el ciudadano Castrejón, se encuentra no sólo para el ciudadano Hernández, se encuentra en idénticas condiciones para los otros candidatos. Esa fue la razón. (Aplausos.) que tuvo la Comisión. Señores diputados: como es ya un poco largo el tiempo que llevo en esta tribuna y como estoy seguro completamente de que la justicia (Voces: ¡A votar! ¡A votar!) se abrirá paso y de que el ciudadano Hernández será consagrado representante del pueblo porque el ganó la elección, me retiro satisfecho de esta tribuna.

El C. presidente: Tiene la palabra en pro del ciudadano diputado Meza.

El C. Meza: Honorable Asamblea: (Murmullos, Campanilla.)

El C. presidente: Se suplica a los señores diputados se sirvan prestar atención al orador; y a las galerías se les previene que guarden compostura.

El C. Meza: Honorable Asamblea: Por primera vez en el corto tiempo que tenemos reunidos en este recinto, tengo la pena de discrepar con el señor Soto y Gama, a quien he reconocido, no por espíritu de snob, sino por semejanza de idiosincrasia... (Voces: ¡Ah! ¡Ah!) mucha honradez y mucha sinceridad en sus actos de revolucionario, pero la verdad es que no concibo yo que en este caso el ciudadano Soto y Gama se haya apegado a la justicia y se haya apegado a la equidad. Un defecto encuentro en el modo de ser del ciudadano Soto y Gama: una falta de lógica, una falta de sindéresis en el pensamiento absoluto...(Aplausos. Siseos.) El ciudadano Soto y Gama es un hombre de los más impresionables, y si tratándose de un caso cualquiera es impresionable, juzgad señores diputados y presuntos diputados, como se habrá impresionado y como habrá tomado empeño cuando trata aquí en este dictamen de echar abajo al ciudadano Rodolfo Hernández para darle entrada, no digamos al que le sigue en votación, sino al tercero, únicamente por la íntima amistad que lo liga con este señor que se apellida Lecona, si mal no recuerdo, (Voces: ¡Bien! ¡Bien!) y que es, además, por noticias que creo fidedignas, secretario de él o que lo ha sido alguna vez.

El C. Díaz Soto y Gama: ¿Me permite una aclaración?

El C. Castrejón: Lecona es secretario del Partido Agrarista.

El C. Moreno: Pido la palabra para la lectura de un documento.

El C. Díaz Soto y Gama: Creo conveniente aclarar el derecho que tiene todo ciudadano para defender a sus correligionarios; eso en lugar de ser un defecto es cumplir con un deber cívico. La vez pasada se me echó en cara que defendiera al ciudadano Santibáñez. ¿Por qué defendí al ciudadano Santibáñez? Porque sabía que iba a hacer falta en esta Asamblea. Santibáñez agrarista convencido, Santibáñez hombre de estudio y de talla, nos hubiera dado sus luces para la cuestión del Crédito Agrario; la Cámara pensó de otra manera, la Cámara votó en contra de él y nos privamos de sus luces y se lanzó a un hombre honrado. ¿Cómo quiere el compañero Camarena que yo reniegue de

Lecona, a quien he seguido paso a paso en sus luchas con el proletario, a quien he visto sufrir a sus sesenta años padecimientos que para nosotros y para otros más jóvenes eran onerosos y pesados; a quien he visto que dejara a su familia; a quien he visto tener que permitir que su hija, toda una señorita tuviera que trabajar para ganar el pan de su familia; a quien he visto sufrir en la Peninteciaría de Puebla cuando lo he visto traicionado? (Voces: ¡No es cierto!) Se acogió como huésped a Gabriel Barrios y lo entregó al carrancismo. Pues bien, compañero Meza, ¿cómo es posible que yo abandone a un compañero mío de luchas...

El C. Camarena: ¡Allí está el secreto!

El C. Díaz Soto y Gama: ...cuando sé de sobra que él sí es revolucionario, cuando es de los míos, cuando es suriano, cuando ha sido miembro del Cuartel General de Zapata? ¿Cómo había yo de ser tan cobarde y tan miserable de abandonar su defensa? ¿Quiere usted que yo siga el ejemplo de tantos hombres que abandonan a los suyos en los momentos difíciles? Sobre todo, ¿cree usted que yo, ante la imposición de Rodolfo Hernández, bestial y sangrienta, ante el pretorianismo completamente bestial de este hombre, Gabriel Barrios, fuera yo a vacilar en aceptar la defensa de un agrarista, de un ciudadano débil frente al ciudadano, frente al hombre fuerte apoyado por todo el pretorianismo de la región? ¿Qué la llama la atención al compañero Meza en este punto? ¿Por qué me tacha de falto de sindéresis? La falta de sindéresis mía consistiría en que siendo yo socialista, apoyara a un pretoriano, como lo está haciendo usted, compañero; eso sí es falta de sindéresis. (Aplausos. Murmullos.)

El C. prosecretario Castrejón: Por orden de la Presidencia se va a dar lectura a los artículos 195 y 197 del Reglamento.

"Los concurrentes a las galerías se presentarán sin armas; guardarán respeto silencio y compostura, y no tomarán parte en los debates con ninguna clase de demostración.

"Artículo 197. Los que perturben de cualquier modo el orden, serán despedidos en el mismo acto; pero si la falta fuese grave o importare delito, el presidente mandará detener al que lo cometiere y consignarlo al juez competente."

Como se están haciendo frecuentes demostraciones que ya pasan de lo regular y ya empiezan a aullar, verdaderamente, las galerías, la Presidencia se va a ver en el caso de aplicar el artículo 195 reglamentario y, en tal concepto, se les excita a que guarden el respeto que merece la Cámara de Diputados.

El C. Camarena: Pero nosotros nos opondremos a que se aplique el artículo. (Aplausos de las galerías.)

El C. Meza: Continúo, señores diputados. (Siseos. Campanilla.)

El C. presidente: La Presidencia recuerda a los señores diputados que tengan la bondad de darse cuenta de que están en el recinto de las leyes de la nación mexicana y que se sirvan prestar atención al orador y no estar interrumpiéndolo.

El C. Meza: Poco después de que el ciudadano Soto y Gama me interpelara, el ciudadano diputado Moreno pidió la lectura de un documento. Yo pregunto al señor diputado Moreno si insiste en su petición, y en el caso de insistir... ¿Insiste usted?

El C. Moreno: Sí, señor; pedí la lectura de un documento.

El C. Meza: Entonces voy a suplicarle al ciudadano Moreno que me permita contestar la interpelación del ciudadano Soto y Gama y en seguida leeremos el documento. Ciudadano Soto y Gama: mi reproche no está en que usted defienda a los suyos, no reprocho eso, al contrario, yo celebro eso. Solamente quería demostrar cómo en este caso, más que en ningún otro, vuestra pasión os ha llevado a incurrir en graves contradicciones, que ya demostraré en esto que pretendo que sea un discurso.

El C. Moreno: Pido la palabra. Pido que se lea, por conducto de la Secretaría este documento que se refiere a la discusión.

El C. presidente: Si el orador lo permite, se procederá a la lectura.

- El C. secretario Zincúnegui Tercero, leyendo:

"Chignahuapan, Puebla, 10 de septiembre de 1920.

"Señor don Gonzalo González.- México.

"Muy señor mío y amigo:

"Tenemos conocimiento que el funesto Reinaldo Lecona, de pésima memoria por este lugar en épocas pasadas, está contendiendo con usted en la representación de su pueblo, que es el nuestro, Zacatlán. Y decimos que es el nuestro, porque siendo vecinos, sabe usted que siempre nos hemos tratado como una sola familia y deseamos vivamente que ese su pueblo de usted, siga en escala ascendente por la vía del progreso y, naturalmente, que esté debidamente representado.

"No creo en que Lecona pretenda escalar esa alta representación, pero como sucede muchas veces que hay ilusos que se aprovechan de las circunstancias, le recomendamos a usted que no se deje y procure recabar el testimonio de nuestro representante en esa H. Cámara, señor Abraham González, que fue uno de los que intervinieron en el vergonzoso asunto en que se vio envuelto ese sujeto paisano de usted, por desgracia, y que lleva el nombre de Reinaldo Lecona.

"Con que a luchar en buena lid, y ya sabe que si se necesita algún testimonio de nuestro pueblo, todos, pero todos, estamos dispuestos a mandar un memorial en que se demuestre quién fue aquí, como empleado del funesto Mucio Martínez, el exsecretario del Juzgado de 1a. Instancia de este distrito.

"Sabe usted que lo quiere y estima su afectísimo amigo y seguro servidor.- Nemorio Rivera."

(Voces: ¿Quién es ese?) En su casa lo conocen.

El C. Moreno Jesús Z.: Pido la palabra para una aclaración.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Moreno Jesús Z.: Señores diputados: Varias personas para mí perfectamente conocidas.... (Voces: ¡Nombres! ¡Nombres!) -voy a darlos si es necesario- del distrito de Chignahuapan pusieron en mis manos esta carta del señor Rivera, que me es perfectamente conocido como una de las personas más caracterizadas del lugar; y los vecinos que pusieron esta carta en mis manos me refirieron un hecho que me consta por referencias a mí personalmente; es esto: el señor Lecona fue aprehendido en San Juan de los Llanos en la

comisión de un delito contra la propiedad.... (Voces: ¿Cuándo?) Hace cuatro años, o seis y medio más o menos. En consecuencia, siéndome conocidos estos antecedentes, trajeron esta carta diciéndome: "Usted conoce estos hechos, esta en condiciones de poder hacerlos constar en la Cámara de Diputados." Pues bien, señores diputados; hace un momento que el ciudadano Soto y Gama me interrogaba acerca de si el coronel cabrerista Barrios había ejercido presión en las elecciones de la región que estaba bajo la influencia de sus fuerzas; yo con toda honorabilidad contesté a la interpelación que era verdad; pero es rigurosamente exacto también, es rigurosamente exacto que Lecona ante la moral ante el concepto político contemporáneo no tiene derecho a ocupar una curul en esta Representación Nacional.

El C. Meza Enrique: Después de estos incidentes, voy a referirme a lo que los impugnadores de este dictamen han creído que debe constituir en esta ocasión el argumento toral para echar por tierra este dictamen. Desde luego, ante la Comisión revisora hubo de llevarse una carta con una firma apócrifa del señor Barrios, en la cual este señor con una amplitud grandísima recomendaba los intereses de candidato del señor Hernández. Basta ver los términos amplios de esa carta para comprender desde luego que la carta es falsa, porque es evidente, a no ser que el individuo que firma un documento de esa trascendencia, de esa importancia, a no ser que sea un topo, a no ser que sea un hombre perfectamente ignorante, a no ser que sea un hombre que casi raye en la inbecilidad, no suscribe un documento tan amplio en esa forma. Las recomendaciones para esos casos van envueltas en una ambigüedad que para aquel que las recibe dicen todo, y para cualquier otro no dicen nada. Desde el momento en que se dice a un individuo: Yo quiero que por interés de nuestro partido el ciudadano Fulano de Tal salga como diputado y quiero que ponga usted todas las fuerzas que estén a su alcance y que si se necesita dinero me lo pida o que se lo pida a Fulano y que yo le agradeceré su ayuda, etcétera, etcétera; esta carta fue confeccionada por terceras manos para llevar a los espíritus mezquinos, a los espíritus impresionables, a los espíritus de tontos la convicción de que es a carta fue extendida. (Aplausos.) Y eso por lo que se refiere al contenido de la carta, que la misma firma es apócrifa. La Comisión en vista de esa sospecha hubo de dirigirse al Ministerio de la Guerra, y el Ministerio de la Guerra contestó que no podía decir de una manera categórica, porque no está en sus funciones, si esa firma es falsa; pero que los documentos que obran en el Ministerio de Guerra con la firma auténtica del señor Barrios, se hizo una confronta, por la cual se ve a las claras que esa firma no es la misma que usa en todos los documentos que existen en Guerra firmados por el señor Barrios. (Aplausos.) Ese es el dato oficial, pero individualmente el señor Soto y Gama dice: no, es que todos los pretorianos se hacen una misma cosa. Yo no me imagino en estos momentos qué personalidad del Ministerio de Guerra tenga interés con el señor Barrios para traer aquí al señor Rodolfo Hernández; pero por lo demás, señor Soto y Gama, si en el Ministerio de Guerra hubiera el empeño de uno de esos que usted llama pretorianos de que el señor Rodolfo Hernández estuviera aquí apoyando a Barrios, de esa manera como usted lo pretende, ya bastaría para mí este hecho como una recomendación de personas perfectamente reconocidas como revolucionarios, en favor del señor Hernández. (Aplausos.) Sí, señores, voy a decir por qué; porque el mismo derecho, porque el mismo derecho que tiene el señor Soto y Gama para ser consecuente con sus partidarios, tendría yo en ese caso para apoyar aquí a un individuo que ya.... (Voces: ¡Huy! ¡Huy!) sí, señores, que ya en esas condiciones me demostraría que no era un cabrerista, sino que era un individuo revolucionario, puesto que yo no creo que esos señores pretorianos recomendaran a un cabrerista para que entrará a esta Cámara. (Aplausos. Voces: ¡Huy! ¡Huy!) Ese argumento de la carta creyeron los señores impugnadores.... (Desorden.)

El C. secretario Zincúnegui Tercero: Por orden de la Presidencia se llama al orden a los señores diputados,.... (Voces: ¡Nombres! ¡Nombres!) los que están interrumpiendo al orador.

El C. Meza: Ese argumento fue el más importante, fue el tendón de Aquiles que creyeron encontrar ustedes, señores, al principio de nuestra llegada a esta Cámara. Después, verán que no bastó, verán que ese argumento venía por tierra, verán que se trataba de una burda mistificación, de una falsificación, digamos el término. Después, ya en el transcurso de los trabajos de la Comisión, no ha faltado naturalmente gestión posterior; ¿Ya qué se han reducido estas gestiones? Un certificado firmado por el agente del Ministerio Público en su presencia.... (Voces: ¿Y las cartas?) Voy para allá. El señor Soto y Gama sabe perfectamente, porque lo ha dicho en esta tribuna infinidad de veces, lo que significa el fallo de un juez de Primera Instancia, el fallo de un agente del Ministerio Público....

El C. Díaz Soto y Gama: ¡No es fallo!

El C. Meza: Aquí hubo una constancia, un certificado. (Siseos. Desorden.) Bueno, será el ciudadano Soto y Gama de aquí en adelante más consecuente conmigo, más respetuoso de mis lapsus linguaes; le suplico, no puedo estar en todo, señor Soto y Gama. (Aplausos.) El señor Soto y Gama aquí en esta tribuna y siguiendo un criterio bolchevique, (Risas.) ha englobado en una sola palabra....

El C. Domínguez: ¡Como siempre!

El C. Meza: ....con un criterio bolchevique, que por lo demás yo acepto y estoy de acuerdo con él, ha englobado en una sola palabra a todos estos funcionarios: el agente del Ministerio Público, el juez Menor, el juez de Paz, el juez de Primera Instancia de cualquier lugar, para su criterio bolchevique son nada más que la rabulería, son individuos capaces de afirmar todo. Nos ha dicho aquí, nos ha convencido a fuerza de tanto oírlo, que cómo vamos a darle crédito a un agente del Ministerio Público, que cómo le vamos a dar crédito a un juez de Primera Instancia....

El C. secretario Castrejón: ¿Y la carta del tesorero?

El C. Meza: Estos individuos siempre están bien dispuestos para con el mejor postor que

conforme cogen diez pesos por una firma, pueden coger cien o cincuenta; en fin, que todo individuo que disponga de esas cantidades tiene ya de su parte a un agente o a un juez. Ahora bien; ¿Por qué el señor Soto y Gama nos resulta tan defensor de las instituciones establecidas desde hace largo tiempo y de estas columnas del derecho y de estas cuestiones? (Aplausos.) El señor Soto y Gama, que tratándose de otro asunto en el cual él hubiera estado interesado en manera opuesta, habría llamado aquí tinterillo y rábula mequetrefe al agente del Ministerio Público de Zacatlán, (Aplausos.) ahora me ha dado la idea de un flamante joven defensor de oficio que le llamara, como él le llama al agente del Ministerio Público, "su señoría el representante de la Sociedad". Es decir, que ahora ha sido representante de la sociedad, el que en otros casos ha sido para el señor Soto y Gama nada menos que un canalla, un rábula, un falsario capaz de cometer todos los delitos. (Aplausos.) ¿En qué quedamos, señores diputados? O los agentes del Ministerio Público son unos canallas y unos rábulas, o representan verdaderamente a la sociedad. Es necesario ser consecuentes, es necesario tener sindéresis en el pensamiento. Por esto decía yo que me acuerdo, únicamente por contraste, de Aristóteles, cuando escucho los discursos del señor Soto y Gama. (Aplausos.) Después viene el señor Soto y Gama y nos lee aquí un documento firmado por el presidente municipal de Zacatlán.

El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: ¡Tampoco vale! ¿Entonces cómo se va a probar esto?

El C. Meza, continuando: Yo rechazo, con el mismo criterio de usted, las pruebas que usted nos trae. No conozco.....

El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: ¿Me permite una interpelación?

El C. Meza: En estos momentos, no.

No conozco, señores diputados, la Ley para Elecciones Municipales del Estado de Puebla, pero aun sin conocerla, podría decir que exige, para ser presidente municipal, ser de aquella municipalidad; casi esa ha sido la tendencia en toda la legislación. Pues bien; ya se me olvidó el motivo por el cual usted motejó a los de Zacatlán.

El C. Domínguez Norberto: "Para chismes y manzanas, Zacatlán de las campanas."

El C. Meza: Pero, en fin, hay personas de mejor memoria que yo, y yo solamente le saco el jugo: los de Zacatlán dejamos las manzanas y las campanas a un lado y recojo la médula del refrán: son chismes. ¿Cómo le vamos a creer a un chismoso que es el presidente municipal? (Aplausos. Voces: ¡Muy bien!) Por que habremos de convenir en esto: o todos los de Zacatlán son chismosos, o nada más son chismosos los de Zacatlán cuando son enemigos del señor Soto y Gama. (Aplausos.) Señores diputados.....

El C. Manrique: No es de Zacatlán el presidente municipal.

El C. Meza: Así sí pecaría mi argumento; pero como sí es de Zacatlán, queda en pie mi argumento. Señores diputados: En la parte legal no he encontrado absolutamente pruebas de lo que el señor Soto y Gama y sus compañeros han venido a pretender en esta tribuna. (Voces: ¡A votar! ¡A votar! Pero voy a pasar a la parte política.

El C. Díaz Soto y Gama: ¿En serio o en broma?

El C. Meza: Voy a ser serio, porque hay cosas muy serias en la cuestión política.

El C. Díaz Soto y Gama: ¿De lo de Cabrera?

El C. Meza: Si ustedes quieren, también les hablaré de Cabrera. (Aplausos.) Es necesario ya que nos quitemos la muletilla de que, porque a un individuo cree vérsele una enorme cola política, la vamos a abultar aquí, vamos a sacar inmediatamente todo lo que hay en nuestra cabeza de la loca de la casa de nuestra imaginación y vamos a pintar aquí como un fantasma al señor Hernández, como nos dice el ciudadano Soto y Gama, "el pretoriano señor Hernández". Yo no he visto más facilidad en nadie, más que en el señor Soto y Gama, para colocar inmediatamente aquí un epítero a cualquier individuo. (Aplausos.) Quien no conozca al señor Hernández, quien escuchara este debate sin ver al señor Hernández, se imaginaría a un individuo con sus mostachos a la borgoñona, con un sombrero charro, importado de ahí, de "El Castor", con sus flamantes espuelas de Amozoc, con un machete perfectamente bien afilado, con un caballo brioso, con un caballo fogoso, que se hubiera metido aquí mirando a todos de reojo, y que ya sabríamos que si no aprobábamos el dictamen, al salir de aquí, hecho un don Juan Tenorio nacional, nos retaría ahí, en las escalinatas, en el pórtico de la Cámara. (Aplausos.) El señor Hernández....

El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: ¿Y la parte seria?

El C. Meza, continuando: Voy a la parte seria. Usted me recuerda que hay cosas que deben tomarse en broma; yo iba a entrar a la parte seria; pero serio es que el señor Hernández, después de haber sido un revolucionario, dejo el fusil. (Siseos. Murmullos.) Sí, señores, porque en mil novecientos catorce, en que andaba con la Revolución, y en mil novecientos quince, luchando con el Constitucionalismo.....

El C. Díaz Soto y Gama: ¿Con quién?

El C. Meza: Con el Constitucionalismo, que era la Revolución....

El C. Moreno: Para una moción de orden, señor presidente.

El C. Meza: El señor Hernández, de entonces acá, no ha vuelto a tomar las armas. ¿Cómo puede ser pretoriano en estas condiciones?

El C. Díaz Soto y Gama: Si nadie ha dicho que sea pretoriano.

El C. Moreno: Moción de orden, señor presidente.

El C. Meza: Yo me comprometo a mostrar a esta Cámara, el día que salga el "Diario de los Debates" en que se haga la crónica de esta sesión, que el señor Soto y Gama ha llamado pretoriano a Rodolfo Hernández. (Voces: ¡Es cierto!)

El C. Lara César A.: ¡Es cierto!

El C. Díaz Soto y Gama: El coronel Barrios, lo he dicho quinientas veces.

El C. Meza: Voy a continuar, señores diputados.

El C. Moreno: Moción de orden, señor presidente.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Moreno: Señores diputados: De una

manera evidentemente notoria y falta de cortesía, se está interrumpiendo al orador, violándose el Reglamento; yo pido a su señoría, el señor presidente que se sirva mantener el orden y hacer que se escuche con el debido respeto a quien está en la tribuna.

El C. Zincúnegui Tercero: La Secretaría, en distintas ocasiones, ha llamado al orden a las personas que interrumpen al orador, y no puede hacer más, pues dependen de la cultura y de la manera de ser de los ciudadanos representantes, los hechos que aquí se registran.

El C. Meza: Señores diputados: El señor Soto y Gama dice que no tuvo una expresión para el señor Hernández; yo no creo al señor Soto y Gama un mentiroso; me explico las cosas así: en el calor de su discurso, lo dijo, tal vez sin querer decírselo al señor Hernández, sino a Barrios; eso pudo haber pasado. (Voces: ¡No es cierto!) De cualquiera manera disculpado, así lo dijo, yo me acuerdo. (Voces: ¡No! ¡No! Murmullos. Desorden.)

El C. presidente: La Presidencia suplica a los ciudadanos diputados se sirvan guardar silencio; no estamos en un mitin político.

El C. Meza: De cualquier modo, ese hecho, esa contradicción manifiesta del señor Soto y Gama, viene a demostrar lo que yo digo: que ni el señor Soto y Gama, ahora por confesión de él, es capaz de arrojarle personalmente al señor Hernández una mancha así; luego entonces desaparece el fantasma del pretoriano. Y en cuanto a lo de "cabrerista", sabemos que el señor Hernández no ha desempeñado ningún puesto, y que el señor ministro de Hacienda de don Venustiano Carranza, realmente hubiera podido llenarlo de prebendas siendo, como es, un paisano de él, y si hubiera sido un amigo que hubiera seguido a todo trance su política, lo hubiera llenado de empleos, de prebendas, de canonjías, probablemente lo hubiera enriquecido; y el señor Hernández notoriamente es un hombre pobre, retraído de la política y ajeno a ella. En cambio, vamos a analizar la plataforma de Lecona. Yo interpelo aquí a algún miembro de la diputación de Puebla que sepa quién es el suplente del señor Lecona. ¿Algún miembro de la diputación de Puebla se sirve contestar esta interpelación?

El C. Guzmán Peláez: Pido la palabra. Es el profesor Emilio Cabrera. (Voces: ¡Eso no está a discusión!)

El C. Meza, continuando: Está a discusión todo. Yo tengo derecho de hablar de lo que se me dé la gana. Usted, que pertenece a la diputación de Puebla, tenga la bondad de decirme: ¿Quién es el suplente de la candidatura Lecona?

El C. Guzmán Peláez: El profesor Emilio Cabrera, pariente de los señores Cabrera, es el suplente de Lecona. (Aplausos.)

El C. Castrejón: Me permites una aclaración?

El C. Meza: Por tratarse de tí, sí.

El C. Castrejón: Gracias. Con permiso del orador. Esa aseveración que acaba de hacer el compañero Guzmán Peláez, a mí me consta: el señor Emilio Cabrera es pariente de los Cabrera, pero también me consta, porque conozco al señor Cabrera hace muchos años, porque iba a la imprenta de don José María Aguirre. (Voces: ¡Huy!) Un momento, ya oyeron a uno, dejen que hable el otro. Al señor Emilio Cabrera yo lo conozco desde hace muchos años y lo traté en la imprenta de don José María Aguirre, en Puebla, y don Emilio cabrera nunca ha tenido que ver absolutamente con sus parientes y siempre los ha repudiado. Eso es cierto, diga si no es cierto, compañero Guzmán; que lo diga el compañero Munguía, que anda también por ahí y es diputado, hay que rasar parejo.

El C. Meza: Pues bien, señores diputados; esta plataforma que como suplente tiene a un primo de don Luis Cabrera, el señor Soto y Gama y sus compañeros no la tachan de cabrerista, y en cambio al ciudadano Hernández lo tachan de cabrerista. Es bueno, señores, que no nos dejemos impresionar de lo que se ha dicho. (Aplausos.) Y voy a pasar a algo serio, como quería el señor Soto y Gama. El señor Soto y Gama, entre otras cosas, argumenta, para pedir la entrada a esta Cámara del ciudadano Lecona, que es un agrarista perfecto. ¿Y en qué se va a perjudicar al agrarismo aquí con que se respete la ley y que entre el ciudadano Hernández? (Aplausos. Voces: ¡Bravo!) ¿Qué intereses reaccionarios viene a defender aquí el ciudadano Hernández?

El C. Díaz Soto y Gama: Los de Cabrera.

El C. Meza: No, señor; y si eso fuera, es tiempo ya de que aunque fuera una escasa media docena de representantes enemigos nuestros dentro de la misma revolución, vinieran a esta Representación Nacional. (Aplausos.) Por esto que voy a decir: la revolución se dividió y en esa división de la revolución presenciamos la ausencia más grande de filosofía en estos momentos. Aquí mismo, en esta Representación Nacional, tenemos una prueba de ello, tenemos aquí representantes del porfirismo, tenemos representantes del huertismo, y, en cambio, nosotros nos queremos comer aquí a todos los que tenían por qué seguir lealmente a don Venustiano Carranza. (Aplausos.)

El C. Díaz Soto y Gama: ¡Viva Carranza!

El C. Meza: Como mi argumentación, señor Soto y Gama, es enteramente en estos momentos, o pretende ser, en la medida de mis esfuerzos, doctrinaria, le suplico a usted que no me interrumpa y que en igual forma venga usted a rebatirla, porque para ello tiene usted mucho derecho. (Aplausos.) Es verdad, señores, que hemos triunfado ...

El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: ¡Viva Carranza!

El C. Meza, continuando: Nosotros los que al lado de Carranza lo tuvimos como primer jefe y fuimos a la revolución y en una época tuvimos esperanzas en la redención nacional al lado de ese hombre, no podemos denigrarlo; podemos juzgar sus errores, pero no denigrarlo. (Aplausos.)

El C. Camarena, interrumpiendo: Eso es equilibrio, ciudadano Soto y Gama.

El C. Meza, continuando: Hemos reconocido todos nuestro error, en lo que de error tiene, pero no cometeremos nosotros la canallada de proclamar aquí, como una virtud, la injuria contra quien ya está caído. (Aplausos.)

El C. Camarena, interrumpiendo: ¡Eso es equilibrio, ciudadano Soto y Gama!

El C. Meza, continuando: El señor Hernández no es cabrerista, pero si viniera aquí algún

cabrerista, digámoslo claro, no quisiera yo que fuera un hombre insignificante que fuera un hombre modesto, que fuera un hombre humilde...

El C. Díaz Soto y Gama: ¡Nieto o el mismo Cabrera!

El C. Meza: Tampoco. De esos individuos, entre ese grupo, los hombres que fueron dignos por su honradez y por su talento, no los sinvergüenzas. Pues bien, señores diputados; si un Parlamento nacional es para venir a discutir, si un Parlamento nacional es para venir a provocar el choque de las ideas, si la revolución no la constituimos solamente los que estamos aquí, sino que la constituyeron los zapatistas, con quienes yo siempre estuve cuando aquí en esta Cámara se les injuriaba, porque ese es un error de los que yo le reconozco a Carranza...

El C. Díaz Soto y Gama: Carranza fue un dictador.

El C. Meza: Voy para allá. Uno de los errores de la política interior de don Venustiano Carranza para mí, siempre fue esto: el no procurar la atracción del agrarismo suriano, en la cual, para mí, germinaba una idea, sí, señor...

El C. Díaz Soto y Gama: Carranza fue un reaccionario.

El C. Meza: Haya sido lo que haya sido, esos fueron mis principios de entonces y de hoy. Pues bien...

El C. Paz: ¡Carranza fue el asesino de Zapata!

El C. Meza: Perfectamente, yo no disculpo a ese hombre de sus manchas; quiero únicamente no sumarme a los indignos. Pues bien; esta argumentación que el ciudadano Soto y Gama lo escandaliza, hoy...

El C. Díaz Soto y Gama: Siempre me ha escandalizado.

El C. Meza: ...únicamente por el calor del debate, pero que en el fondo puede aceptar hablando de ella con más serenidad, es muy aceptable para aquél que serenamente juzga las cosas y no hago también más que recoger palabras del ciudadano Soto y Gama en esta tribuna. (Aplausos.) El ciudadano Soto y Gama...

El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: La reacción goza.

El C. Meza, continuando: El ciudadano Soto y Gama ha dicho en esta tribuna que debía haber representantes de todos los partidos, lo ha dicho y lo puede enseñar el DIARIO DE LOS DEBATES. (Aplausos.) Así lo ha dicho. (Aplausos. Desorden. Campanilla. Algunos de los ciudadanos diputados de las izquierdas abandonan el salón.)

El C. Paz: Nos vamos para no seguir oyendo tantas indignidades. (Voces: ¡Fuera! ¡Fuera! Aplausos. Continúa el desorden. Campanilla.)

El C. Camarena: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. Meza, continuando: Señores diputados:

La ausencia del señor Soto y Gama me evita la exposición sincera de mis ideas porque yo necesitaría de su presencia para demostrarle aquí las inconsecuencias que con su mismo criterio ha venido a cometer. El señor Soto y Gama, por una conveniencia personal, quiere ahora desvirtuar el criterio de la ley, como lo ha desvirtuado en muchos casos. Primero se creó el "criterio democrático" en el Salón Verde, y después en esta tribuna ampliamente se proclamó que aquí deben entrar miembros de todos los partidos, y luego se espantan de esas mismas palabras y a un individuo que no se le puede probar que sea un cabrerista, se pretende arrojarlo de aquí; y contra esa iniquidad yo he subido a esta tribuna, porque además de las razones que hay para sostener este dictamen en lo que se refiere al señor Hernández, las hay para atacar al señor Lecona, por más que sea un amigo personal del señor Soto y Gama. Yo pido al señor Hernández que me haga favor de proporcionarme la carta que obra en su poder y que se refiere a la conducta del señor Lecona, para pedir a la Presidencia se sirva ordenar a la Secretaría le dé lectura.

El C. prosecretario Castrejón: "México, D. F., noviembre 17 de 1920."

El C. González y González: Pido la palabra.

Reclamo el quorum. No hay quorum. Ya es inútil seguir discutiendo este asunto.

El C. Camarena: Se está en la lectura de un documento; yo suplico a su señoría no sea parcial en este asunto. (Voces: ¡Que se lea!)

- El mismo C. prosecretario, continúa leyendo:

"Señor Rodolfo Hernández .- Ciudad.

"Muy estimado amigo:

"Sabedor que en la H. Cámara de Diputados, se pretende defender a Reinaldo Lecona y atacar a usted, me permito dirigirle la presente asentando los siguientes hechos:

"Que el señor Reinaldo Lecona, en mayo de 1919, se introdujo en mi casa, 1a. calle Nacional número 3 en Chignahuapan, vestido de mujer; esto sucedió como a las diez de la noche del día 7; habiéndose llevado varias piezas de ropa interior de mi propiedad.

"Que más tarde, aun en el mismo mes, fue sorprendido con el mismo disfraz y en la misma operación en los baños de Ocotepec, por los señores Abraham González Galindo, Braulio León, Isaac Zamacona, comandante de policía, y un muchacho José Hernández, así como los hermanos Márquez, dueños de dichos baños; que esta hazaña le valió lo hubieran destituido al señor Lecona del cargo de secretario del Juzgado de Primera Instancia y haberlo detenido en la cárcel pública y más tarde expulsarlo del Distrito de Alatriste, gracias a las gestiones que en su favor hizo su padre político don Juan Soto.

"Que sé también que Abraham González Galindo que actualmente es presunto diputado, está dispuesto a desmentir tales hechos en los cuales él tuvo participación y que en aquella época causó en la sociedad de aquel lugar muy buena impresión la conducta tan cuerda de don Abraham González Galindo.

"Que Lecona ofreció dinero para recabar cartas que asienten lo contrario, y a mí me ofreció un empleo, pero como fui una de sus víctimas y no comulgo con estos hombres, le dije que de mí no conseguiría nada.

"Esperando que en algo pueda prevenirlo esto que dejo asentado, sabe lo estima su afectísimo atento servidor.- Edmundo Rangel."

El C. secretario Zincúnegui: Se va a proceder a pasar lista.

El C. Camarena: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. González y González: Yo he reclamado el quorum, señor presidente. (Voces: ¡Hay quorum! ¡No hay quorum!)

El C. presidente: Se consulta a la Asamblea, en votación económica, si se prorroga la sesión. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie.

El C. secretario Zincúnegui Tercero: Se prorroga la sesión.

El C. Soto Francisco: Para una interpelación al orador. (Murmullos. Voces: Golpes en los pupitres. Desorden. Campanilla.)

El C. presidente: Habiéndose reclamado el quorum, se va a proceder a pasar lista.

El C. Camarena: Ciudadanos diputados: Como ya está a punto de agotarse esta discusión y nuestros enemigos, los que han bregado en contra de este dictamen, se han ausentado y otros están recurriendo al expediente de reclamar el quorum suplico a su señoría tenga la amabilidad de acordar que en la votación, que ya está muy próxima, se determine si hay quorum o no. (Voces: ¡No! ¡No!)

El C. González y González: ¡Que se lea el artículo relativo del Reglamento! (Voces: ¡A votar!)

El C. secretario Zincúnegui Tercero: (Comienza a pasar lista. Voces: ¡A votar ¡A votar!)

Si los ciudadanos representantes no guardan silencio, ni se pasa lista ni se puede continuar la sesión.

El C. Manrique: Para una moción de orden. Un momento pido al compañero Zincúnegui que me deje hablar. Compañeros: Yo, consecuente con el criterio que he sostenido en el caso Nieto y en algún otro, creo que debemos seguir el precedente establecido de decidir por medio de la votación nominal si hay o no quorum. (Aplausos.) La votación nominal equivale a una lista que en lugar de hacerse en orden alfabético, se hace en orden de curules, eso es todo. (Aplausos.)

El C. González y González: Antes tendría que declararse suficientemente discutido el punto.

El C. prosecretario Castrejón: Se consulta a la Asamblea si el punto está suficientemente discutido. (Voces: ¡Sí! ¡Sí! ¡No! ¡No!) Suficientemente discutido. (Desorden. Voces: ¡Seamos suficientemente honrados no interrumpiendo al orador! Campanilla.)

El C. Moreno Jesús Z.: Pido la palabra para una moción de orden.

El C. prosecretario Castrejón: Por falta de orden en la Asamblea, la Presidencia levanta la sesión. (Voces: ¡No! ¡No! Continúa el desorden.) No hay quorum, no llegan a cien. (Voces: ¡La votación dirá! Campanilla.)

El C. presidente, a las 2.32 p. m.: Se levanta la sesión y se cita para las cinco de la tarde.

SESIÓN

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 26 DE NOVIEMBRE DE 1920

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Es leída y aprobada el acta de la anterior.

2.- Se da cuenta con los documentos en cartera.

3.- Es recogida la votación acerca del proyecto de decreto por el que se convoca a elecciones extraordinarias de diputados al Congreso de la Unión en el 7o. distrito electoral de Puebla; aprobado pasa a la Comisión de Corrección de Estilo.

4.- Sin discusión se aprueba el dictamen de la 1a. Comisión de Hacienda que contiene el decreto por el que se pensiona al señor J. Eduardo Sánchez; a la Comisión de Corrección de Estilo.

5.- Iniciativa de los CC. José Remedios Colón, Tranquilino Salgado y varios ciudadanos diputados más, a fin de que en el Presupuesto de Egresos se incluya una partida para establecer comunicación telefónica entre Toluca, México, y Coyuca de Catalán, Guerrero; a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

6.- Se aprueba sin discusión el dictamen de la 1a. Comisión de Guerra que propone se otorgue una pensión a la señorita Elena Gómez y Bridat; pasa al senado para los efectos constitucionales.

7.- Iniciativa firmada por numerosos ciudadanos campechanos, hecha suya por varios ciudadanos diputados y que tiende a crear en el Presupuesto de Egresos una partida como subvención al Gobierno de Campeche y que se empleará en mejorar el camino entre Campeche y el pueblo de Pich; a la Comisión de Presupuestos y Cuenta. Iniciativa del C. José Maqueo Castellanos y hecha suya por otros muchos ciudadanos diputados, tendente a que en el Presupuesto de Egresos, figure una partida destinada a la construcción de obras hidráulicas en el 13 distrito electoral de Jalisco; a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

8.- Primera lectura al dictamen presentado por la Comisión de Agricultura y Fomento, sobre la iniciativa de reforma a la Ley de Aguas de jurisdicción federal, enviada por la Legislatura de Sinaloa; imprímase.

9.- Segunda lectura al dictamen de la 1a. Comisión de Guerra en que propone se conceda una pensión a la señorita María Soledad Arriaga; a discusión el primer día hábil. Lectura del proyecto de ley firmado por la mayoría de la diputación guanajuatense y hecho suyo por otros varios ciudadanos diputados tendente a modificar el decreto sobre industria minera de fecha 10 de junio de 1920, levantándose la sesión por falta de "quorum"

DEBATE

Presidencia del C. ORTEGA MIGUEL F.

(Asistencia de 127 ciudadanos diputados.)

El C. Presidente, a las 5.40 p. m.: Se abre la sesión.

- El C. secretario Zincúnegui Tercero, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día veinticinco de noviembre de mil novecientos veinte.

"Presidencia del C. Miguel F. Ortega.

"En la ciudad de México, a las cinco y treinta y tres de la tarde del jueves veinticinco de noviembre de mil novecientos veinte, con asistencia de ciento veintiséis ciudadanos diputados, se abrió la sesión.

"Se aprobó sin debate el acta de la celebrada el día anterior, y en seguida rindieron la protesta de ley los CC. Atanasio Gutiérrez y Arturo Alarcón, diputados propietarios por los distritos electorales 7o. y 6o de México, respectivamente.

"Dióse cuenta con los documentos siguientes:

"Oficio de la Secretaría de Gobernación, a la que acompaña el proyecto de organización del Manicomio General.- Recibo, a la 1a. Comisión de Gobernación, e imprímase.

"Circular en que el presidente municipal de esta ciudad comunica que fue nombrado secretario general del Ayuntamiento, con carácter de interino, el C. Hermilo Maury.- De enterado.

"Telegrama procedente de Mérida, Yucatán, en que se participa la instalación de la XXVI Legislatura de ese Estado.- De enterado.

"Oficio de gobernador provisional de Chiapas, en que transcribe un escrito de la Cámara Nacional de Comercio de Tapachula, por medio del cual se aboga para que se prohiba la importación de cafés extranjeros, y se deroguen los derechos de exportación sobre el café nacional.- A la primera Comisión de Peticiones.

"Telegrama de Mazatlán, Sinaloa, en que el C. diputado Macedonio B. Gutiérrez solicita se le prorrogue por ocho días la licencia de que ha venido disfrutando.

"Con dispensa de trámites y sin debate, se acordó de conformidad esta solicitud.

"Iniciativa del C. Raimundo Enríquez, hecha suya por otros varios ciudadanos diputados, que tiene por objeto conceder gratuitamente a todos los pueblos, aldeas, rancherías, congregaciones, comunidades, etcétera, que carezcan de ejidos y que se hallen ubicados dentro, o a inmediaciones de terrenos baldíos o nacionales, una superficie de 1,755.61 hectáreas, en las condiciones que la misma iniciativa se establecen.- A las comisiones unidas primera y segunda Agrarias, e imprímase.

"El C. Enríquez solicitó que el asunto se declarara de urgente y obvia resolución y se pusiera a debate desde luego, a lo que se opuso el C. Zincúnegui Tercero; hicieron aclaraciones la Secretaría y los CC. Luis Espinosa y Enríquez. La Cámara, en votación económica, aprobó el trámite de la Mesa.

"El C. Portales usó de la palabra para hechos relacionados con el asunto anterior.

"La Presidencia, a pedimento del C. Siurob, acordó que se procediera a la votación para elegir los miembros de la Comisión de Presupuestos y Cuenta, hasta completar el número de quince, de conformidad con un acuerdo anterior de la Cámara.

"Recogida la votación y hecho el escrutinio correspondiente, resultaron electos los CC. Francisco Trejo, Pedro A. Chapa, Uriel Navarro, Federico N. Solórzano, Luis A. Aldaco, Alfonso Pérez Gasga y Emilio Portes Gil.

"El C. Luis Espinosa dio a conocer las razones por las que no ha podido cumplir con su cometido la Comisión nombrada para pedir al Senado que dictamine a la mayor brevedad sobre el decreto que retira al Ejecutivo las facultades extraordinarias en Hacienda e hizo consideraciones acerca de la forma en que la Cámara colegisladora se propone resolver este asunto. El C. Espinosa concluyó haciendo una proposición, que paso a formular por escrito.

"La secretaría continuó dando cuenta con los documentos en cartera.

Iniciativa del C. Fernando Aguirre Colorado, hecha suya por otros varios ciudadanos diputados, relativa a que en el Presupuesto de Egresos para el próximo año fiscal figure una partida de veinticinco mil pesos para la construcción de los puentes del río de Huimanguillo, de Ocuapan y de Zanapa en la municipalidad de Huimanguillo, Tabasco.- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Iniciativa del C. José Remedios Colón, que hacen suya quince ciudadanos diputados más, tendente a que figure una partida de diez mil pesos en el Presupuesto de Egresos, para la reconstrucción del puente de San Andrés Xaltenco, sobre el Gran Canal del Desagüe de la ciudad de México.- A la Comisión de Presupuesto y Cuenta.

Dictamen de la segunda Comisión de Hacienda, por el que se acepta el proyecto de decreto que devolvió con observaciones el Senado, relativo a la pensión de la señorita Julia Iglesias Calderón.- Primer Lectura.

"Dictamen de la tercera Comisión de Guerra de la Legislatura anterior, hecho suyo por la primera Comisión de Guerra de esta Cámara y que consulta un proyecto de decreto por el que se concede una pensión de quinientos pesos anuales a la señora Paz Bravo viuda de Díaz Ordaz y a sus hijas Catalina y Sara Díaz.- Primera Lectura.

"Presidencia del C. Edmundo G. Cantón.

"El C. Luis Espinosa presentó la proposición a que antes se había referido y que trata de la reconsideración del proyecto de decreto de 21 de octubre de 1919, por el que se retiraron al Ejecutivo las facultades extraordinarias en Hacienda y Aranceles.

"Esta proposición contiene tres puntos resolutivos, de los cuales se aprobaron, sin discusión, los dos primeros, que están concebidos en estos términos:

"1o. Reconsidérese el proyecto de decreto de 21 de octubre de 1919, que deroga los decretos de 8 de mayo de 1917 y 30 de diciembre de 1918, sobre facultades extraordinarias al Ejecutivo, concedidas en Hacienda y Aranceles.

"2o. Declárese este asunto de obvia y urgente resolución."

"El tercer punto resolutivo, después de que sufrió dos reformas, sugeridas por los CC. Manero y Casas Alatriste, y de una discusión en que terciaron el mismo ciudadano Casas Alatriste y los CC. Rivera Cabrera y Espinosa, fue retirado, con permiso de la Cámara, por el autor de la proposición.

"A discusión el proyecto de decreto de 21 de octubre de 1919, ningún ciudadano diputado usó de la palabra. Se declaró con lugar a votar y se aprobó por unanimidad de ciento treinta votos.

Pasa al Senado para sus efectos constitucionales, y la Comisión encargada de llevarlo a la Cámara colegisladora, será la misma que se nombró para pedirle a ésta que dictamine a la mayor brevedad sobre este asunto.

"El proyecto de referencia dice así:

"Artículo 1o. Se derogan los decretos de 8 de mayo de 1917 y 30 de diciembre de diciembre de 1918, por los cuales se concedieron facultades extraordinarias al Ejecutivo federal en Hacienda y Aranceles, respectivamente.

"Transitorio. Esta ley estará en vigor desde el día de su publicación."

"Iniciativa de los CC. Guillermo Rodríguez, Edmundo Bolio, Céspedes, Camarena y numerosos ciudadanos diputados más, para que los ferrocarriles establezcan en sus talleres escuelas técnico - prácticas para los aprendices.

"Así que se le dispensaron los trámites y se admitió a discusión, paso, para su estudio, a las comisiones que conocieron de la reglamentación de la fracción XII del artículo 123 constitucional.

"Proyecto de decreto, firmado por la mayoría de la diputación poblana, que tiene por objeto que se convoque a elecciones extraordinarias de diputados al Congreso de la Unión en el 7o. distrito electoral del Estado de Puebla.

"Una vez que se le dispensaron los trámites y se consideró el asunto de urgente y obvia resolución, se puso a debate.

"El C. Gálvez habló en pro.

"El C. Casas Alatriste hizo una observación, que dio lugar a que los firmantes del decreto, con permiso de la Cámara, le hicieran modificaciones por lo que toca a las fechas de las elecciones, apertura del registro de candidatos, etc.

"Declarado con lugar a votar, se procedió a la votación nominal respectiva, y se vino en conocimiento de que se había desintegrado el quorum.

"A las ocho horas y doce minutos de la noche, se levantó la sesión."

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada el acta.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"La Legislatura del Estado de Querétaro comunica, por medio de su circular número 1, fechada el día 23 de los corrientes, que con fecha 22 del mismo, quedó legítimamente instalada, y con fecha 23 abrió su primer período de sesiones ordinarias." - De enterado.

Telegrama procedente de "Chihuahua, Chihuahua, 25 de noviembre de 1920.

"H. Cámara de Diputados.

"En virtud licencia quince días, que concedióme H. Congreso del Estado, acabo de hacer entrega del poder Ejecutivo, previas formalidades de ley, al C. profesor Abel S. Rodríguez, designado por el H. Congreso para substituirme con el carácter de Gobernador Constitucional interino.- Atentamente, el Gobernador, I. C. Enríquez."- De enterado.

- El mismo C. secretario: Se va a recoger la votación del proyecto de decreto que quedó pendiente, en que se convoca a elecciones al 7o. distrito electoral del Estado de Puebla. Por la afirmativa.

El C. Enríquez Raimundo: Por la negativa.

(Se recoge la votación.)

El C. secretario Zincúnegui Tercero: Votaron por la afirmativa 127 ciudadanos diputados. A la Comisión de Corrección de Estilo.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"1a. Comisión de Hacienda:

"H. Asamblea:

"Para su estudio y dictamen, fue turnado a la Comisión de Hacienda que subscribe, el expediente con el proyecto de decreto enviado por el Senado de la República, que concede una pensión de $6.00 diarios al C. J. Eduardo Sánchez por los servicios que este ciudadano prestó al Poder Legislativo de la Unión.

"Estudiadas con detenimiento las razones que sirvieron de apoyo al Senado para otorgar la pensión de que se trata, la Comisión las encuentra justificadas, toda vez que el expresado C. Sánchez fue un empleado cumplido y digno, que agotó todas sus energías en proyecto de la nación; por lo que se permite el honor de someter a vuestra aprobación, el siguiente proyecto de decreto:

"Artículo único. Se concede una pensión de $6.00 diarios, que le serán pagados sin descuento alguno, al C. José Eduardo Sánchez, por los servicios que por más de treinta y cinco años prestó a la nación como empleado del Poder Legislativo de la Unión."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, a 6 de noviembre de 1920.- Juan Zubaran.- I. Borrego.- E. Trejo."

Está a discusión. Los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse. No habiendo quien quiera hacer uso de la palabra se va a tomar la votación nominal. Por la negativa.

El C. Manrique: Por la afirmativa. Se va a votar el proyecto de decreto que dice:

"Artículo único. Se concede una pensión de $6.00 diarios, que le serán pagados sin descuento alguno, al C. José Eduardo Sánchez, por los servicios que por más de treinta y cinco años prestó a la nación como empleado del Poder Legislativo de la Unión."

El C. Rivera Cabrera: Que se me inscriba en pro, si hay algún otro que hable en contra.

El C. Manrique: Por la afirmativa.

El C. Zincúnegui Tercero: Por la negativa.

(Se recoge la votación.)

El C. secretario Zincúnegui: Votaron por la negativa tres ciudadanos diputados. Los nombres son: Arroyo Ch. Agustín, Ramos Ezquer y Romero José H.

El C. Manrique: Votaron por la afirmativa 125 ciudadanos diputados. Aprobado el decreto.

El C. secretario Zincúnegui: Pasa a la Comisión de Corrección de Estilo en turno.

"H. Asamblea:

"Los subscriptos, miembros de la actual Legislatura, ante vuestra soberanía, atentamente exponemos: que la importancia comercial que tiene el camino nacional que conduce a la ciudad de Toluca, México, a Coyuca de Catalán, del Estado de Guerrero, es de suma e innegable trascendencia, puesto que por ese trayecto circulan las riquezas naturales de aquel Estado a la capital de la República y viceversa, las mercancías de ésta a aquella región cálida; pero a efecto de que el comercio cuente fácilmente con una comunicación rápida para sus transacciones y mayor seguridad en su conducción, se hace necesaria una línea telefónica entre Coyuca y Toluca y por concomitancia a la ciudad de México.

"Esta necesidad es tanto más imperiosa cuanto que siendo una vía extensa y penosa para los humildes comerciantes, y en ciertos sitios enteramente despoblado, creemos que una línea telefónica los pondría a cubierto de serios peligros y proporcionaría una utilidad a aquellos pueblos, que ignoran por meses enteros lo que ocurre en otras regiones del país. Por estas consideraciones suplicamos respetuosamente a la H. Cámara, con dispensa de trámites, se sirva aprobar el siguiente proyecto de decreto:

"Único. Se amplía el Presupuesto de Egresos en la cantidad de $20,000.00 para el establecimiento de una comunicación telefónica entre la ciudad de Toluca, México, y Coyuca de Acatlán, del Estado de Guerrero.

"Sala de Comisiones del H. Congreso de la Unión.- México, noviembre 25 de 1920. T. Salgado.- José R. Colón.- Leopoldo Guadarrama.- P. Dorantes.- A. Gutiérrez.- Arturo Alarcón.- D. Montes de Oca.- L. Vicencio.- B. de la Vega.- Angel Alanís.- Isauro Castillo Garrido.- U. Lavín.- Felipe de la Barrera.- R.A. Alvarez.- Fidel Guillén."- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"1a. Comisión de Guerra.

"Señor:

"Con fecha 3 de diciembre de 1917, la señorita Elena Gómez Bridat elevó ante esta H. Cámara un memorial con objeto de que se decretara a su favor una pensión como recompensa a los servicios prestados a la patria, por su extinto abuelo, el C. coronel Tomás Darío Gómez.

"Pasada a la Comisión que subscribe la solicitud que antecede, ésta hizo un estudio concienzudo de los documentos que forman el expediente respectivo, y los cuales justifican los importantes servicios que prestó a la nación el C. Gómez; pues desde el año de 1815 inició su carrera militar, tomando parte activa en la guerra de Independencia. De la hoja de servicios correspondiente, consta que el C. Gómez prestó servicios militares por espacio de cincuenta y cuatro años, habiendo en varias ocasiones pagado de su propio peculio de hombres montados y armados que se incorporaron al Ejército Trigarante y los cuales bajo su dirección coadyuvaron a la consumación de nuestra Independencia. Su valor, su constancia y su buen comportamiento lo hicieron acreedor al grado de coronel, que fue el último empleo que desempeño.

"Por lo anteriormente expuesto, y juzgando la Comisión dignos de recompensarse los merecimientos del C. Gómez, se permite someter a la aprobación de vuestra soberanía, el siguiente proyecto de decreto:

"Artículo único. Se concede a la señorita Elena Gómez y Bridat, una pensión de $4.00 diarios, que le serán pagados por la Tesorería General de la Nación, mientras conserve su actual estado civil.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, 4 de diciembre de 1919.- R. Cárdenas.- M. Barragán.- G. Bandera y Mata.

"H. Asamblea:

"La Comisión que subscribe, después de haber examinado el dictamen que antecede, lo encuentra fundado y por lo mismo, lo hace suyo en todas sus partes por lo que ruega a vuestra soberanía se sirva aprobarlo.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.- México, 28 de septiembre de 1920.- E. Aguirre Colorado.- B. Ibarra."

Está a discusión. No habiendo quien quiera hacer uso de la palabra, se va a tomar la votación nominal.

El C. Manrique: Pido la palabra para solicitar del ciudadano Barragán se sirva explicarnos en pocas palabras el fundamento de este dictamen. ¿Qué méritos invoca la señorita pensionista?

El C. Barragán Martín: Es dictamen antiguo de la antigua Comisión de Guerra, y lo hizo suyo la actual Comisión.

El C. Manrique: ¿Por qué lo hizo suyo? Que vuelva a leerse el dictamen.

- El C. Secretario Zincúnegui Tercero, leyendo:

"Con fecha 3 de diciembre de 1917, la señorita Elena Gómez Bridat elevó ante esta H. Cámara, un memorial con objeto de que se decretara a su favor una pensión como recompensa a los servicios prestados a la patria por su extinto abuelo, el C. coronel Tomás Darío Gómez.

"Pasada a la Comisión que subscribe la solicitud que antecede, ésta hizo un estudio concienzudo de los documentos que forman el expediente respectivo, y los cuales justifican los importantes servicios que prestó a la nación el C. Gómez; pues desde el año de 1815 inició su carrera militar, tomando parte activa en la guerra de Independencia. De la hoja de servicios correspondiente, consta que el C. Gómez prestó servicios militares por espacio de cincuenta y cuatro años, habiendo en varias ocasiones pagado de su propio peculio hombres montados y armados que se incorporaron al Ejército Trigarante y los cuales bajo su dirección coadyuvaron a la consumación de nuestra Independencia. Su valor, su constancia y su buen comportamiento, lo hicieron acreedor al grado de coronel, que fue el último empleo que desempeño."

No habiendo quien quiera hacer uso de la palabra, se va a tomar la votación y se suplica al ciudadano prosecretario Castrejón pase ayudar a la Secretaría en sus labores. Por la afirmativa.

El C. Manrique: Por la negativa.

(Se recoge la votación.)

El C. secretario Zincúnegui Tercero: Votaron por la negativa 10 ciudadanos diputados.

El C. Manrique: Votaron por la afirmativa 118.

- El mismo C. secretario: Pasa al Senado para los efectos de ley.

- El C. prosecretario Castrejón, leyendo:

"H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.

"Los que subscribimos, ciudadanos campechanos en el ejercicio de nuestros derechos, ante V. H. respetuosamente exponemos:

"Que venimos a solicitar de vuestra soberanía que, al discutirse el Presupuesto de Egresos para el año de 1921, se sirva decretar una subvención para la transformación en carretera del camino común de campo que une la capital del Estado de Campeche con el partido de los Chenes, comunicando diversas poblaciones e importantes haciendas con la capital del Estado.

"Fundamos esta petición en los hechos siguientes:

"Primero. Es perfectamente bien sabido, que el Estado de Yucatán tiene casi como único producto agrícola al henequén, que es exportado a mercados extranjeros para su elaboración, y que el mismo Yucatán tiene necesidad de proveerse en el Estado de Campeche, en otros Estados de la República y principalmente en Estados Unidos de Norteamérica, de los artículos de primera necesidad que consume su población y no produce su territorio.

"Segundo. Entre estos artículos de indispensable consumo en el Estado de Yucatán, figura en primer lugar el maíz.

"Tercero. El Estado de Campeche reune condiciones agrícolas apropiadas para el cultivo del maíz en grande escala, y sobre todo la región que recorre el camino común de campo, cuya transformación en carretera pedimos. Dicha región ha sido considerada, desde tiempo inmemorial, como el granero de Yucatán; pero por el estado de deterioro en que se encuentra el mencionado camino con el puerto de Campeche, y, en consecuencia, con el ferrocarril que comunica este puerto con el Estado de Yucatán, resulta que durante la temporada de lluvias, o sea en los mesess de junio a diciembre de cada año, el camino mencionado queda intransitable y durante esa mitad del año, el maíz, por razón de esa interrupción, sube notablemente de valor, con perjuicio de las clases proletarias, que principalmente lo consumen.

"Cuarto. Esta alza del precio de maíz, que se efectúa todos los años durante la época de lluvias, no beneficia ni aun a los mismos que lo producen, sino a un grupo reducido de especuladores, quienes durante la sequía aprovechan la afluencia del maíz al puerto de Campeche, para acapararlo y venderlo a precios exhorbitantes en la época de lluvias. Esta especulación es ocasionada por la falta de camino útil todo el año, pues los cultivadores levantan sus cosechas y se ven obligados a transportarlas a la ciudad durante la sequía, y esa aglomeración de producto desarrolla naturalmente la baja del precio, precio que fluctúa entre dos pesos cincuenta centavos la carga hasta tres pesos, época propicia a los especuladores, que acaparan grandes cantidades para realizarlas tres mesess después, a ocho, nueve y diez pesos la carga. Si los campesinos de la región, en su mayor parte cultivadores personales de este grano, contaran con camino accesible todo el año, podrían guardar en su estancia la cosecha, acarreándola al puerto, conforme sus necesidades les exige su realización, librándose así de los especuladores, y evitando el alza artificial que éstos ocasionan con sus manejos mercantiles.

"Quinto. Es tan anormal la situación del mercado del maíz en la península de Yucatán, con motivo del mal estado del camino de referencia, que no obstante que, como hemos dicho, la producción del Estado de Campeche sería suficiente para llenar las necesidades de la península entera, en el caso de estar en buen estado la expresada vía de comunicación, resulta que en virtud de los precios exagerados que alcanza el maíz en la época de lluvias, compensa traer este grano, no sólo de los Estado Unidos, sino de países tan lejanos como la República Argentina.

"Sexto. Consideramos justo que la Federación coadyuve a una obra de tanta significación, que debe beneficiar a los Estados de Yucatán y de Campeche, con tanto más razón, cuanto que, desde hace muchísimos años no se registra auxilio antiguo del Gobierno Federal para el mencionado Estado en ninguna obra de utilidad pública y, además, por la razón de estar pasando actualmente los dos Estados peninsulares por una crisis económica.

"Séptimo. La carretera en cuestión facilitaría la explotación forestal de los extensos bosques de aquella región, en donde abundan tanto las maderas de construcción y ebanistería, cuya explotación se hace imposible hoy y que la propia vía expeditaría, constituyendo una nueva fuente de producción para nuestro abatido Estado.

"Octavo. Debemos llamar muy especialmente la atención de esa H. Cámara, acerca de que el estado de deterioro en que se encuentra el camino aludido ha originado la paralización y ruina de las industrias agrícolas de la región que atraviesa, hasta el grado de que los pobladores la abandonan para radicarse en otros lugares menos aislados que, aun que menos propicios para el cultivo del maíz, tienen comunicación menos difícil para el transporte de sus productos a la capital del Estado y otros centros consumidores.

"Por todo lo expuesto a esa H. Cámara, atentamente suplicamos: Que por altas razones de interés público, se sirva decretar en el Presupuesto de Egresos para el año de 1921 una subvención de $300,000.00 oro nacional, destinados a convertir en una buena carretera el deteriorado camino común de campo de liga la capital del Estado de Campeche con el pueblo de Pich, en una extensión de ochenta kilómetros, y cuyo costo se tiene calculado en no menos de quinientos mil pesos; subvención que pagará el Gobierno federal al de Campeche en

la forma y términos que su soberanía se sirva acordar.

"En la ciudad de México, a los veinticinco días del mes de noviembre de mil novecientos veinte años.- R. Zubaran Capmany.- S. Martínez Alomía.- C. Maldonado R.- Francisco Field Jurado.- Joaquín Lanz Galera.- E. A. L. Castillo.- R. Castillo.- José Meneses.- M. Lanz Duret.- Juan de la Cabada.- Miguel Estrada.- Siguen más firmas."

"La hacemos nuestra.- México, noviembre 26 de 1920.- F. Martínez de Escobar.- Juan Zubaran.- José H. Romero.- Edmundo Bolio.- B. Carrillo P.- Jesús Z. Moreno.- Rafael Martínez de Escobar.- V. Alessio Robles."- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"H. Asamblea:

"Nadie ignora que en nuestro país hasta la fecha se ha visto con una indiferencia incapaz de calificar a la fuente principal de nuestra riqueza nacional, la agricultura; ésta ha dado por resultado que muy especialmente nuestras clases más sufridas permanezcan en un estado de miseria lamentable, debido a que ni los gobiernos, ni las clases adineradas han procurado el verdadero desarrollo de esta fuente principal de riqueza, lo que no se conseguirá mientras nuestro Gobierno no consagre de una manera preferente fuertes cantidades de dinero para las obras de irrigación, que son seguramente las que una vez terminadas, transformarán a nuestra atrasada industria agrícola, en una proporción tal, que todo el país recibirá un beneficio incalculable.

"En la región Sur del Estado de Jalisco, y muy especialmente en el 13 distrito electoral, que comprende a Autlán y cinco municipalidades más, la propiedad está en poder de medianos y pequeños terratenientes, con muy ligeras excepciones, no habiendo, casi, latifundios ni haciendas, encontrándose éstos en la costa, donde sí existen propiedades extensísimas; pero que son poco explotadas, por lo insalubre y falto de vías de comunicación.

"La región a que antes me he referido, es poco lluviosa; pero sus tierras son excelentes, y sólo por su magnifica calidad, se obtienen, relativamente, buenas cosechas de temporal: sin embargo, con mucha frecuencia sucede que las labores se pierden por falta de lluvias, originando esto un perjuicio general, y con un costo de poca consideración, se podría conseguir el aseguramiento de las siembras de temporal y poder hacer siembras de regadío, que darían como resultado, que la riqueza de aquella región se multiplicara notablemente y traería como consecuencia una subdivisión mayor aún, en la actual propiedad, pudiendo el Gobierno adquirir tierras en cambio de aguas, que facilitaría a los actuales terratenientes, y adjudicaría éstas a la clase jornalera, que en esta parte del país servir de modelo por sus mil cualidades.

"Los ciudadanos que forman en mi distrito la clase obrera y jornalera, son útiles, honrados y no viciosos, amigos del progreso, y si no han obtenido éste, es por lo apartados que se encuentran de las capitales y por el poco caso que les han hecho los gobiernos anteriores. Los ríos de que se pueden desviar y acaparar aguas, son los siguientes. En Autlán, los arroyos "El Coajinque" y el de "Ayutitla", que son de corriente constante; éstos tienen buenos vasos y facilidades para la construcción de cortinas, con las cuales se podría almacenar grandes cantidades de agua, que producirían fuerza motriz y agua suficiente para regar terrenos de pequeños propietarios de la ciudad de Autlán. En Purificación, existe el río de su nombre, de corriente constante y volumen de consideración: en la actualidad se le toma a este río, durante la estación de lluvias, por medio de una presa y canal de desviación provisionales, agua para siembras de arroz, en una extensión de más de 600 hectáreas, y en la seca, para cañaverales y otras siembras, en una superficie como de 400 hectáreas; tiene modo de construirse una magnífica cortina, habiendo lugar en que, con un costo insignificante, se construiría aquélla y daría agua en la estación de lluvias para más de 15,000 hectáreas de arrozales, y en la seca, para no menos de 5,000 hectáreas. Existen terrenos de señores feudales en este lugar y se podrían conseguir para formar la pequeña propiedad, pero dotada de agua, pues en otra forma no vivirían los pequeños agricultores.

"Los pueblos de "Ayutla" y "El Gruyo" los atraviesa el dio de "Ayuquila", de jurisdicción federal, con un volumen considerable de agua y con relativa facilidad se podría almacenar ésta por medio de cortinas, que no saldrían costosas, si se toma en consideración que se cuenta con los materiales necesarios a poco costo y, por otra parte, los resultados maravillosos de la obra, pues daría agua para dos importantes pueblos, tanto como fuerza motriz como para regar grandes extensiones de tierra, sobrando para vender a distintos hacendados.

"Tomando en consideración lo antes expuesto, me permito someter a vuestra soberanía, la siguiente proposición:

"Única. Tómeses de la partida asignada el Ministerio de Agricultura y Fomento, o créese, en su defecto, una especial en los Presupuestos de Egresos para el próximo año de 1921, por la cantidad de $300,000.00, para la construcción de las obras antes mencionadas."

"Salón de Sesiones del Congreso de la Unión.- México, 24 de noviembre de 1920.- J. Maqueo C.

"Hacemos nuestra esta iniciativa.- S. Serrano Hermosillo.- G. Villalobos.- M. Lomelí.- Ignacio Luquín.- Natalio Espinosa.- Juan Bravo y Juárez. Pablo H. Sánchez.- F. N. Solórzano.- M. Navarro.- José Juan Ortega.- Luis Alvarez del C.- A. Arroyo Ch.- R. Velarde.- Lucas Contreras.- Lucas Lira.- V. Alvarez.- J. B. Vázquez Carlos Chico, jr.- A Díaz Soto y Gama.- Rodrigo Gómez.- Octavio Paz.- F. Castrejón.- Ignacio C. Villegas.- E. Hernández.- M. F. Ortega.- José Méndez.- José Gálvez.- Raf. Martínez de Escobar.- Juan B. Salazar.- Fco. Ramos Ezquer.- C Rivera Cabrera."

- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

La Presidencia y la Secretaría suplican atentamente al ciudadano Manrique venga a leer los documentos.

- El C. Manrique, leyendo:

"Comisión de Agricultura y Fomento.

"Señor:

"A la Comisión de Agricultura y Fomento paso, para su estudio, la iniciativa de reforma a la Ley de aguas de jurisdicción federal, de 13 de diciembre de 1910, que la H. Legislatura del Estado de Sinaloa, apoyada en el inciso III del artículo 71 de la Constitución General de la República, envió a esta Cámara el 14 de diciembre de 1918.

"El texto de las reformas propuestas, es el siguiente:

"Capítulo I.- De las aguas de jurisdicción federal y de las facultades del Ejecutivo de la Unión con relación a las mismas.

"Artículo 1o.

..................................................................................................................................................

"VIII. Son aguas de jurisdicción local, las que no tienen caracteres señalados en las fracciones anteriores de este artículo, y por cuyo cauce no corren aguas todo el año;

"IX. Las de las lagunas interiores que se forman por las aguas pluviales.

"Artículo 8o.

................................................................................................................................................

"Para hacer la declaración sobre las aguas de jurisdicción federal, se oirá el parecer del gobernador del Estado en donde se encuentren ubicadas.

"Capítulo IV.

"Artículo 44.

"VI. Las aguas torrenciales y las que se aprovechen por medio de canales de creciente, serán de uso gratuito, debiendo gravarse únicamente cuando el número de usuarios sea tal, que la Secretaría de Fomento necesite tener una Comisión que distribuya y reglamente el uso del agua;

"VII. El cobro del impuesto sobre aguas de jurisdicción federal, se causará hasta el tercer año, contados desde el día que se comience a regar.

"Artículo 45. (Reformado en los siguientes términos:) En los reglamentos que expida la Secretaría de Agricultura y Fomento, se tendrá como fin el mejor aprovechamiento de las aguas, y como base, las dotaciones, condiciones, épocas y prelación que corresponda a cada uno de los usuarios, según sus correspondientes títulos; en defecto de determinación especial de los títulos en lo tocante a prelación, ésta se determinará por lo falta de aquéllo.

"Deberán fijar facilidades a los agricultores en pequeño para construir sus obras, sin exigirles detalles técnicos minuciosos e inútiles, tratándose de pequeñas obras, para facilitar, en lo posible, la tramitación."

"Estudiando detenidamente las reformas propuestas y algunas más que necesitan hacerse a la Ley de Aguas de jurisdicción federal vigente, hemos llegado a la conclusión de que es indispensable que el actual Congreso de la Unión expida una nueva Ley de Aguas de jurisdicción federal, inspirada en la parte relativa del artículo 27 constitucional. Pero como no habría tiempo para realizar esto en el presente período de sesiones, hemos contraído nuestro dictamen a la iniciativa de la H. Legislatura sinaloense, para no permitir que siga en cartera un asunto que debió despacharse en 1919. Desde ahora podemos anunciar que, para el próximo período de sesiones, tendremos el honor de someter a la consideración de esta H. Asamblea el proyecto de Ley de Aguas de jurisdicción federal, derivado al artículo 27 constitucional.

"Para dictaminar sobre los asuntos que señala la iniciativa, hemos conseguido documentarnos convenientemente, y estamos en aptitud de afirmar que sólo nos ha guiado, al formular nuestras conclusiones, el deseo que tenemos de cumplir a satisfacción con las comisiones que se nos confieran.

"En el orden en que fueron presentadas, discutiremos las reformas:

"Reforma. Artículo 1o. Fracción VIII. No cabe esta proposición en el artículo 1o; que trata de definir las aguas de jurisdicción federal, y no las locales.

"Para llenar el objeto que persigue la Legislatura sinaloense en la fracción V del artículo 1o., se deben agregar las palabras "de corriente constante", acatando el párrafo relativo del artículo 27 constitucional. En tal virtud, la fracción V del artículo 1o. quedará de la manera siguiente:

"V. Las de los afluentes directos o indirectos, de corriente constante, de las aguas a que se refieren los incisos III y IV.

"Reforma. Artículo 1. Fracción IX. Hecha la modificación de la fracción V, queda resuelta la segunda proposición.

"Reforma. Artículo 8o. La investigación que precede a la declaratoria de que una Agua es de Jurisdicción general, corresponde al Reglamento de la Ley de Aguas, que al Ejecutivo toca formular. Por los informes que hemos obtenido, sabemos que en todos los casos a que se refiere la proposición, se oye el parecer de los gobernadores de los Estados. Sin embargo, como el Reglamento de la Ley de Aguas no es explícito en este sentido, proponemos se tome el siguiente acuerdo:

"Único. Pídase al Ejecutivo de la Unión que en el Reglamento de la Ley de aguas de jurisdicción federal se diga explícitamente que antes de hacer la declaratoria sobre aguas de jurisdicción Federal, sean oídas, por medio de informes, las opiniones de los gobernadores de los Estados en que se encuentren ubicadas."

"Reforma. Artículo 44. Fracción VI. Siendo que en la República, la mayor parte del agua aprovechada para la irrigación proviene de un régimen torrencial;

"Considerando que los agricultores de ciertos recursos son los únicos capacitados para aprovechar las crecientes de los ríos y los arroyos del país;

"Y tomando en consideración que la cuota establecida para la renta federal sobre uso y aprovechamiento de las aguas públicas sujetos al dominio de la Federación, fijada por el decreto de 6 de julio de 1917 es muy reducida, nos permitimos proponer que no sea aceptada la reforma que para el artículo 44 de la Ley de Aguas inicia la Legislatura sinaloense.

"Reforma. Artículo 44. Fracción VII. Por la razones expuestas en el caso anterior, y tomando en cuenta la circunstancia de que anteriormente hubo muchos peticionarios de aguas, que sólo

lograron concesiones para negociar con ellas, proponemos que no sea admitida la presente reforma de la H. Legislatura del Estado de Sinaloa.

"Reforma. Artículo 45. Estando conformes con las ideas de los proponentes sobre la redacción del artículo 45 de la Ley de Aguas, proponemos que dicho artículo sea adicionado con el siguiente párrafo:

"Deberán fijar facilidades a los agricultores en pequeño para construir sus obras, sin exigirles detalles técnicos minuciosos e inútiles, tratándose de pequeñas obras, para facilitar todo lo posible las tramitaciones.

"Queremos insistir sobre la primera parte de este dictamen, asegurando que a la mayor brevedad posible presentaremos a la consideración de esta H. Asamblea el proyecto de Ley de Aguas de Jurisdicción Federal, consecuentemente con el espíritu que sobre esta materia anima al artículo 27 de la Constitución vigente.

"Mientras tanto, considerando que la irrigación es una de las atenciones que más debe preocuparnos en la actualidad, para procurar el progreso efectivo de México; y considerando, además, que ya debemos sentar las bases para constituir un fondo para destinarlo exclusivamente a obras de irrigación, vigilancia y reglamentación de las corrientes, sometemos al criterio de vuestra soberanía el siguiente proyecto de decreto:

"Único. Los productos de la renta federal sobre uso y aprovechamiento de las aguas públicas sujetas al dominio de la Federación, de acuerdo con el decreto de 6 de julio de 1917 y la circular aclaratoria de la Secretaría de Agricultura y Fomento, de fecha de 3 de octubre de 1917, serán destinados exclusivamente pare el Fondo de Irrigación, que se constituirá con éste y los otros impuestos que fijen las leyes.

"Si es aceptada esta última proposición nuestra, creemos que debe transcribirse a la Comisión de Presupuestos, para que la considere en el estudio que está haciendo sobre las leyes de Ingresos y Egresos que deberán regir en 1921."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.- México, a 19 de noviembre de 1920.- E. von Borstel.- J. Maqueo C.- J. de D. Bojórquez."- Primera lectura, e imprímase.

"1a. Comisión de Guerra.

"Señor:

"La 1a. Comisión de Guerra recibió para su estudio y dictamen la solicitud de la señorita María Soledad Arriaga, que por conducto de la Secretaría de Guerra y Marina presentó a la consideración de esta H. Cámara, con fecha 9 de julio de 1917, y en la cual pide le sea concedida una pensión por los servicios prestados a la nación por su finado padre, el capitán 1o. Ignacio Arriaga.

"Expone la recurrente, para fundar su solicitud, que su padre empezó a prestar sus servicios en el Ejército como trompeta en el año de 1857, y que por sus méritos fue ascendido por riguroso escalafón hasta obtener el grado de capitán 1o., que fue el último ascenso que adquirió. Manifiesta igualmente la señorita Arriaga, que su finado padre tomó participación activa en los combates de Puebla de 1862 contra los franceses, así como en el sitio y toma de la ciudad de Querétaro, militando entonces bajo las órdenes del prestigiado ciudadano Mariano Escobedo, y concluye su solicitud pidiendo a la Cámara le conceda una pensión, ya que en la actualidad no cuenta con ningún apoyo y, por consiguiente, se encuentra en la indigencia.

"Consultados por esta Comisión la hoja de servicios, los despachos, constancias y demás documentos que obran agregados al expediente respectivo, encuentra comprobados los servicios del C. Arriaga, no estando conforme con el grado de capitán 1o. que, según asienta la peticionaria, fue el último ascenso que obtuvo su padre, pues si bien es cierto que el C. Arriaga prestó sus servicios en las milicias del Estado de Guanajuato con este carácter, la Secretaría de Guerra y Marina no se lo reconoció, por no depender dichas fuerzas de la Federación.

"Por todo lo expuesto, la Comisión estima que los servicios prestados al país por el teniente Ignacio Arriaga, son de los que, por su importancia, deben ser recompensados, y, por lo mismo, se permite el honor de someter a vuestra aprobación el siguiente proyecto de decreto:

"Artículo único. Se concede a la señorita María Soledad Arriaga una pensión de $2.00 diarios, como recompensa a los servicios prestados a la patria por su extinto padre, el teniente Ignacio Arriaga. Dicha pensión le será pagada íntegra por la Tesorería General de la Federación, mientras conserve su actual estado civil."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, 17 de diciembre de 1919.- M. Barragán.- G. Bandera y Mata."

"H. Asamblea:

"Los subscriptos, miembros de la 1a. Comisión de Guerra de la actual Legislatura, después de haber estudiado detenidamente el dictamen que antecede lo encuentran justificado y, por lo mismo, lo hacen suyo en todas sus partes, rogando a vuestra soberanía os sirváis aprobarlo.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, a 16 de noviembre de 1920.- José Méndez.- Leobarado L. Lechuga." - Segunda lectura, y a discusión el primer día hábil.

"Ciudadanos diputados:

"La industria minera en el país, es de aquellas que, para su desarrollo y buena marcha, está subordinada a factores cuya variabilidad escapa a toda previsión. Pueden mencionarse como más conocidos, el cambio brusco en las riquezas de las vetas metalíferas y el valor de la plata y el oro en los mercados extranjeros, por cuyo tipo de valorización de estos metales, se rige en ésta la industria minera. De estos dos factores, el primero se escapa a todo procedimiento que pueda garantizar el conocimiento de su variabilidad; el segundo, dada nuestra situación económica, está fuera de nuestra influencia y difícilmente puede la nación regular sus cambios y variabilidad.

"De los factores que, relativamente, es posible modificar y que también influyen en la prosperidad o decadencia de la industria minera, tales como el costo de los materiales que se emplean en la extracción y separación de los metales y la contribución federal onerosa, que imposibilita a los poseedores de fundos mineros, cuyos metales tienen una ley baja, a trabajarlos con ganancia. El costo de los materiales no puede ser modificado hoy por hoy, porque, desgraciadamente, en el país no se ha implantado la fabricación de productos como el cianuro de potasio, zinc en láminas y otros artefactos similares que se requieren para la separación del oro y la plata. Contra los impuestos onerosos federales, sí es fácil tomar medidas que beneficien de una manera racional tanto a los productores de oro y plata, como al Gobierno, y es la disminución de ellos.

"Todos los hechos ya citados pueden considerarse como inherentes a la industria minera, ya que siempre han estado rigiéndola; pero, desgraciadamente, en los momentos actuales la baja tan rápida que ha tenido el valor de la plata, ha venido a hacer insoportable la situación, al grado de que, si no se cuida de remediarla oportunamente con medidas apropiadas, acabará por asestarle un golpe mortal a nuestra industria minera, fuente de riqueza para un gran número de capitalistas, de trabajo para un crecidísimo número de ciudadanos mexicanos y de ingresos para la nación.

"Atentos a estas circunstancias, los subscriptos, diputados por el Estado de Guanajuato, que constituyen la mayoría de su diputación, por las razones expuestas, pedimos muy atentamente a la H. Asamblea, en nombre de una parte muy considerable del pueblo mexicano, apruebe el presente proyecto de ley, que sometemos a su ilustrada consideración, con la seguridad de que, si le da su aprobación, resolverá un problema que está a punto de originar trastornos graves en la marcha económica y social del país.

"Proyecto de ley.

"Artículo 1o. Se modifica el decreto de 10 de junio del año en curso, en los términos siguientes:

"Artículo 2o. El oro y la plata, así como los metales industriales, ya sea que se produzcan en la República o que procedan de países extranjeros, causarán un impuesto conforme a las cuotas que en seguida se expresan:

"Sobre el oro y la plata de los minerales que se produzcan en el territorio de la República y beneficien dentro del mismo, hasta el grado de no quedar ligados ni mezclados más que con otros metales y cualquiera que sea la ley del producto, cuando la suma de los valores del oro y la plata contenidos en un mineral no exceda de $20.00, oro nacional por tonelada, pagarán el 3.5% de estos valores:

"De $ 21.00 a $ 30.00 3.75%

" " 31.00 " " 40.00 4.00"

" " 41.00 " " 50.00 4.25"

" " 51.00 " " 75.00 4.50"

" " 76.00 " " 100.00 5.00"

" " 101.00 " " 125.00 5.50"

" " 126.00 " " 150.00 6.00"

" " 151.00 " " 175.00 6.50"

De $ 176.00 a $ 200.00 7.00"

" " 201.00 " " 250.00 7.50"

" " 251.00 " " 300.00 8.00"

" " 301.00 " " 350.00 8.50"

" " 351.00 " " 400.00 9.00"

" " 401.00 " " 500.00 9.50"

" " 501.00 " para arriba 10.00%

"Artículo 3o. Sobre las sumas de los valores del oro y la plata contenidos en los minerales, cuando éstos se presenten para su exportación en forma de piedras o tierras, pagarán el 1% más sobre los valores establecidos en el artículo anterior.

"Artículo 4o. Los concentrados, cianuros, cloruros, sulfuros, residuos de fundición o de beneficio de metales preciosos o en cualquier otra forma en que los metales se hallen combinados o mezclados con substancias que no sean metales que procedan de países extranjeros, y que dichos metales hayan sido introducidos a la República para utilizarlos en las combinaciones citadas, pagarán 1.50 más sobre los valores establecidos en el artículo 2o.

"Artículo 5o. Los Estados sólo podrán imponer como máximo de contribución por el oro y la plata que se produzcan dentro de su territorio, cuando las sumas de los valores no excedan de $50.00 por tonelada, el 1.50%; cuando estos valores sean de $51.00 a $75.00 por la misma unidad, 1.75%; arriba de $75.00, el 2% como máximo.

"Artículo 6o. La determinación del tanto por ciento que deba aplicarse en cada caso, se hará de la manera siguiente:

"Cuando se trate de minas o empresas que beneficien minerales extraídos de sus propios fundos, presentarán cada mes a la Secretaría de Hacienda, a la casa de moneda o a las oficinas de ensaye, dentro de los primeros diez días del siguiente mes una manifestación detallada que especifique: el nombre del dueño o razón social de la empresa minera; nombre de la mina o minas de donde se extraiga el fruto; su ubicación, nombre de la hacienda o planta metalúrgica donde se beneficien; tonelaje y leyes del mineral que entra en el tratamiento cada veinticuatro horas, y término medio de las leyes de las barras o planchas producidas en el mismo, con las marcas o señales que lleven para su identificación; peso y leyes de los concentrados y demás productos secundarios, en los cuales no se ha terminado aún el tratamiento; el tanto por ciento por extracción y la pérdida obtenida en el mismo.

"Si se trata de haciendas o plantas metalúrgicas en las que se beneficien minerales procedentes de minas propias y de los obtenidos por compra o de cualquier otra manera o sólo de estos últimos, tendrá que presentar una manifestación mensualmente en que se especifiquen las cantidades minerales que entraron en las revolturas beneficiadas durante ese mes, con el nombre de la mina o empresa minera de donde proceden dichos minerales; el peso y las leyes de cada clase; la cantidad que se benefició de cada una de ellas; el número de barras producidas, con su peso y ley; número del lote que forman y marcas con que se identifiquen, así como también leyes de los mates, escorias ricas,

polvillos y productos secundarios cuyo beneficio no pudo determinarse durante el mes y, además, el cálculo de impuestos que según los datos de su manifestación deba corresponder a cada clase de minerales tratados conforme a las cuotas fijadas por la Secretaría de Hacienda.

"Artículo 7o. Cuando se trate de minerales o productos que se presenten a las aduanas para su exportación, el valor del oro y la plata contenidos en esos minerales o productos se calculará de acuerdo con las cuotas publicadas por la Secretaría de Hacienda correspondientes a la fecha de la exportación.

"Artículo 8o. El Gobierno Federal por medio de inspectores especiales, la Casa de Moneda, Oficinas Federales de Ensaye y las aduanas de exportación podrán inspeccionar los libros de molienda, peso, ensayes y revolturas de las minas, haciendas o plantas metalúrgicas, para cerciorarse de la veracidad de las manifestaciones y por medio de los ensayes de las muestras que se tomen en las aduanas cuando se trate de exportaciones que no hayan sido presentadas con anterioridad a la Casa de Moneda u Oficinas Federales de Ensaye, igualmente podrán tomar las muestras que juzguen necesarias, en cualquier día, en las haciendas de beneficio y plantas metalúrgicas para cerciorarse de las leyes que entran en el tratamiento.

"Artículo 9o. La liquidación de impuestos se formará tomando por base las manifestaciones presentadas, de conformidad con los artículos anteriores y promedio de los contenidos de oro y plata durante el mismo, deduciendo el contenido de los subproductos que quedaron sin completar su tratamiento en este mes.

"Artículo 10. La Secretaría de Hacienda publicará mensualmente las cuotas que servirán para calcular los valores de la plata y el oro durante ese mes, tomando para la plata el término medio de las cotizaciones del mes anterior, publicadas en el "Engineering & Mining Journal", a cuyo efecto la Agencia Financiera en Nueva York telegrafiará semanariamente a la Secretaría de Hacienda el término medio de las cotizaciones publicadas por dicho periódico; y para el oro, el de 1.3333 por gramo.

"Artículo 11. Los demás contenidos en un mineral o en un lote de barras y planchas pagarán los impuestos que le correspondan, conforme a las disposiciones de la ley de 27 de junio de 1919 y decretos subsecuentes, en los momentos de presentarse para su exportación a la Casa de Moneda y oficinas dependientes de ella.

"Artículo 12. Los minerales que se encuentren a más de 30 kilómetros de las vías férreas, pagarán un 25% menos de las cuotas señaladas en el artículo 2o. de esta ley.

"Artículo 13. Cuando en virtud de las condiciones de la circulación monetaria, el Ejecutivo lo considere necesario, tendrá facultades para adquirir la plata afinada que necesite de la que se presente a la Casa de Moneda y oficinas de ensaye para su liquidación, pagándola a los introductores en giros a la vista sobre New York, al precio de la cotización que haya servido para el cobro de impuestos, más un punto, deduciéndose los impuestos y derechos y los gastos de exportación.

"Artículo 14. Los dueños de minas o las empresas mineras que no hagan las manifestaciones de que hablan los artículos anteriores, seguirán pagando sus impuestos en la forma ordenada por el decreto de 10 de junio del año en curso.

"Transitorios.

"Artículo 1o. Este decreto empezará a regir desde el día de su publicación.

"Artículo 2o. Se deroga toda ley que contravenga lo dispuesto por este decreto.

"México, 24 de noviembre de 1920.- J. Siurob.- A. Arroyo Ch.- N. Cano.- R. Velarde.- E. Hernández.- V. Alvarez.- A. D. Maldonado.- Manuel Ortiz. -J. B. Vázquez.- José Méndez.- Carlos Chico.- Lucas Lira.-Lucas Contreras.- Miguel D. Martínez Rendón.- A. Díaz Soto y Gama.- Francisco Soto.- F. González y González

"Hacemos nuestro el presente proyecto de ley.- Ignacio C. Villegas.- José D. Pérez.- Tereso Reyes.- M. Franco Cerqueda.- Procuró Dorantes.- Leopoldo Guadarrama.- Juan Bravo y Juárez.- Leopoldo E. Camarena.- F. Ramírez Luque.- Carlos Gómez.- José H. Romero.- V. Alessio Robles.- C. Argüelles.- B. de la Vega.- F. Ramos Ezquer.- L. Sánchez de Cima.- José Juan Ortega.- T. T. Gutiérrez.- Antonio Ortega."

El C. Siurob: Pido la palabra para fundarla.

El C. presidente: Tiene la palabra, para fundar su proposición, el ciudadano Siurob.

El C. Siurob: Honorable Asamblea: Cuando se trata de fundar una ley como ésta, que reune todas las condiciones más esenciales para que surta beneficios y saludables efectos en un país...

El C. Manrique, interrumpiendo: Para una moción de orden, el Señor presidente.

El C. presidente: Tiene la palabra para una moción de orden, el ciudadano Manrique.

El C. Manrique: El compañero Siurob creo que me agradecerá la interrupción, porque tiende a beneficiarlo. Bien está que, cuando se trató de la lectura, que es algo rutinario que suele no escucharse, se hubiese hecho tal lectura sin quorum; pero tratándose de una exposición, yo creo que lo indicado, reclamado por mí el quorum y aceptado esto por la Presidencia, sería que el compañero Siurob fundase esta ley mañana, en medio de la atención de un auditorio más numeroso. Lo digo en beneficio de esta misma idea. (Murmullos.)

El C. prosecretario Castrejón: Siendo visible la falta de quorum, se va a levantar la sesión.

"Orden día para el 27 de noviembre de 1920.

"A las 10 a. m.: Sesión de Congreso General para resolver sobre la licencia solicitada por el C. magistrado del Tribunal Superior, licenciado Enrique García Parra, y nombrar, en su caso, al substituto.

"Sesión secreta de Cámara.

"Sesión pública: Proyecto de ley por el que se reforman los artículos 50 y 60 de la Ley Orgánica del Distrito y Territorios Federales."

El C. presidente, a las 7.20 p. m.: Se levanta la sesión, y se cita para mañana a las 10.