Legislatura XXIX - Año II - Período Ordinario - Fecha 19211020 - Número de Diario 27
(L29A2P1oN027F19211020.xml)Núm. Diario:27ENCABEZADO
MÉXICO, JUEVES 20 DE OCTUBRE DE 1921
DIARIO DE LOS DEBATES
DE LA CAMARA DE DIPUTADOS
DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921
AÑO II.- PERIODO ORDINARIO XXIX LEGISLATURA TOMO III.- NUMERO 27
SESIÓN
DE LA
CAMARA DE DIPUTADOS
EFECTUADA EL DÍA 20
DE OCTUBRE DE 1921
SUMARIO
1.- Se abre la sesión. Es leída y aprobada el acta de la anterior.
2.- Cartera. Se concede licencia al C. diputado Prieto Laurens.
3.- Primera lectura a los dictámenes de la 2a. Comisión de Puntos Constitucionales, por los que se concede permiso constitucional para aceptar condecoraciones de gobiernos extranjeros a varios ciudadanos; se les dispensa la segunda lectura; a discusión el primer día hábil.
4.- Se recoge la votación pendiente acerca de los dictámenes presentados por las comisiones 1a. y 2a. de Hacienda y 1a. y 3a. de Guerra, por los que se pensiona a las señoras Trinidad Salazar, Rosalía Gutiérrez viuda de Barrera e hijas, Carlota Moreno Goríbar, Dolores y Guadalupe Solórzano y Domínguez, Lizzie Hall viuda de Green, Josefina y Juana Méndez, Magdalena Ramos, María Torres Torija, Timotea Mazariegos viuda de Merodio, Margarita, Josefina y Juana Dublán y Juárez, Leonarda y Rosario Pezo, Carlota Negrete viuda de Espinosa y señor Guadalupe González; se aprueban; pasan al Senado para los efectos constitucionales.
5.- Elección de segundo vicepresidente de la Mesa Directiva; escrutinio; resultado; declaratoria.
6.- Se continúa dando cuenta con los asuntos en cartera.
7.- A debate una proposición subscripta por varios ciudadanos diputados para que se inscriba, en el Salón de Sesiones, el nombre del C. Ponciano Arriaga. Se nombra una comisión para que entregue al Ejecutivo el decreto por el que se retiran las facultades extraordinarias en Hacienda. Continúa el debate de la proposición anterior, siendo aprobada. Se levanta la sesión.
DEBATE
Presidencia del
C. ZINCÚNEGUI TERCERO
LEOPOLDO
(Asistencia de 126 ciudadanos diputados.)
El C. presidente: a las 5.15 p. m.: Se abre la sesión.
- El C. secretario Salazar, leyendo:
"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día diez y nueve de octubre de mil novecientos veintiuno.
"Presidencia del C. Leopoldo Zincúnegui Tercero.
"En la ciudad de México, a las cinco y cuarto de la tarde del miércoles diez y nueve de octubre de mil novecientos veintiuno, se abrió la sesión con asistencia de ciento veintiocho ciudadanos diputados.
"Fue aprobada el acta de la sesión celebrada el día anterior, y se dio cuenta con los documentos siguientes:
"Oficio del secretario de Educación Pública, en que participa que el C. Francisco Figueroa tomó posesión del
cargo de subsecretario del ramo.- De enterado.
"Circular en que la Legislatura de Tabasco comunica los nombre de los representantes que integraron su Mesa Directiva en el mes de septiembre último.- Recibo.
"Telegrama de Villahermosa, Tabasco, en que se dan a conocer los nombres de las personas que integran la Mesa Directiva para el presente mes, de la Legislatura de ese Estado, instalada en la casa número 16 de la calle Francisco I. Madero de aquella ciudad.- Recibo.
"Mensaje de la misma procedencia, en que el C. Eleuterio Pérez manifiesta que la Legislatura de Tabasco lo designó gobernador interino de ese Estado, por dos meses más.- Recibo.
"Telegrama también depositado en Villahermosa, Tabasco, por medio del cual la Mesa Directiva de la Legislatura de este Estado comunica la referida designación para gobernador, del C. Eleuterio Pérez.- Recibo.
"Telegrama en que la Cámara Nacional de Comercio de Puebla comunica que se resolvió satisfactoriamente el conflicto surgido últimamente en aquella ciudad, con motivo de la Ley de Patente, y que se reanudaron todas las actividades.- De enterado.
"Dictamen de la 1a. Comisión de Guerra, que termina con un proyecto de decreto, por el que se concede una pensión a la señora Carlota Negrete viuda de Espinosa.- De primera lectura.
"En votación económica se le dispensó la segunda lectura, quedando listo para discutirse el primer día hábil.
"Minuta de la 1a. Comisión de Corrección de Estilo, relativa al proyecto de decreto, por el que se retira al Ejecutivo de la Unión la facultad de
MÉXICO, JUEVES 20 DE OCTUBRE DE 1921 aprobar el presupuesto anual de gastos, que le delegó la XXVII Legislatura, ratificada por las siguientes.
"Sin debate se aprobó en votación económica y paso el proyecto al Ejecutivo, para los efectos constitucionales.
"Proposición del C. diputado Castillo Garrido, a fin de que se turnen a la Comisión de Presupuestos y Cuenta las cuatro iniciativas de ley que menciona, presentadas por él en el primer periodo ordinario de esta Legislatura.- Como se pide.
"Proyecto de decreto firmado por el C. Tejeda Llorca y hecho suyo por otros varios ciudadanos diputados, que en su parte resolutiva dice:
"Único. Se autoriza al Ejecutivo de la Unión para que con cargo a la partida del Presupuesto de Egresos que se sirva indicar, suministre a las autoridades municipales de Tlacotalpan, Cosamaloapan, Amatlán, y demás poblaciones de la ribera del río Papaloapan, que se encuentran actualmente en situación angustiosa por las inundaciones, la suma de treinta mil pesos para socorrer a los damnificados por la calamidad indicada."
"Con motivo de que la Secretaría leyó sólo las primeras firmas que calzan el documento anterior, omitiendo las restantes, el C. Jesús Z. Moreno hizo una moción de orden, y la Presidencia, así como la Secretaría, aclaraciones.
"El proyecto, una vez que los fundó el ciudadano Tejeda Llorca, a pedimento del C. José Remedios Colón, se consideró de urgente y obvia resolución, aprobándose, sin debate, por ciento veintiocho votos de la afirmativa contra uno de la negativa del C. Casas Alatriste. Paso al Ejecutivo para los efectos constitucionales.
"Proyecto de decreto firmado por el C. Fernando Aguirre Colorado y hecho suyo por otros varios ciudadanos diputados, que en su parte resolutiva está concebido en estos términos:
"Artículo único. Se faculta al Ejecutivo de la Unión para que con cargo a la partida del Presupuesto de Egresos que tenga a bien señalar, suministre al H. Ayuntamiento de Huimanguillo, Tabasco, la cantidad de $10,000.00 (diez mil pesos), para auxiliar a los damnificados."
"Se declaró de urgente y obvia resolución, y sin que nadie hiciera uso de la palabra fue aprobado por ciento treinta y un votos de la afirmativa contra uno de la negativa del C. Esparza Martínez. Paso al Ejecutivo para los efectos constitucionales.
"Con dispensa de trámites y sin debate se aprobó una proposición de los diputados por el Distrito Federal, tendente a que se nombre una comisión especial que vaya al Senado a gestionar la pronta e inmediata reglamentación del artículo 123 constitucional. La Comisión después de que renunciaron a formar parte de ella los CC. Salazar y Alessio Robles, quedó integrada por los CC. Ramos Pedrueza, Paz, Casas Alatriste, Prieto Laurens, Vizcarra y prosecretario Leyva.
"Proposición de numerosos ciudadanos diputados, relativa a que se dictamine dentro de un plazo de quince días sobre el proyecto de Ley Orgánica de la Contaduría Mayor de Hacienda, presentada por el actual contador mayor, C. Arnulfo Silva, el 27 de diciembre del año próximo pasado.
"El C. Zubaran se opuso a la dispensa de trámites que consultó la Mesa y que la Cámara no aprobó. Se trató de turnar el documento a la Comisión Inspectora, pero habiendo manifestado su inconformidad el C. Casas Alatriste, la Mesa dictó otro trámite: que pasara el asunto a la 1a. Comisión de Hacienda. La Cámara desechó este último trámite y el documento de que se trata se mandó al Archivo.
"Dictamen de la 2a. Comisión de Hacienda, que consulta el siguiente proyecto de decreto:
"Artículo único. Se concede a la señorita Margarita Meza viuda de Nieto, mientras conserve su actual estado civil, una pensión de ocho pesos diarios, que le serán pagados si descuento alguno por la Tesorería General de la Nación, en recompensa a los servicios prestados a la causa libertaria por el extinto C. Fausto Eduardo Nieto."
"Se puso a discusión. Nadie hizo uso de la palabra y fue aprobado por ciento veintinueve votos de la afirmativa contra siete de la negativa de los CC. Castillo Garrido, Esparza Martínez, Fernández Martínez, Franco Abraham, Rodríguez López, Soto Francisco y Velasco. Paso al Senado para los efectos constitucionales.
"También se dio cuenta con diez y seis dictámenes de las comisiones de Guerra y Hacienda, que estaban listos para su discusión y que consultan proyectos de decreto por los que se otorgan igual número de pensiones.
"A insinuación del C. Casas Alatriste, la Cámara acordó votar en un solo acto aquellos dictámenes, que no dieron lugar a discusión. Y así fue como se reservaron los que conceden pensiones a las siguientes personas: señorita Trinidad Salazar, señora Rosalía Gutiérrez viuda de Becerra e hijas Amparo, Consuelo y Santos Victoria, señorita Carlota Moreno Goríbar, señoritas Dolores y Guadalupe Solórzano, señora Lizzie Hall viuda de Green, señoritas Josefina y Juana Méndez, señorita Magdalena Ramos, C. teniente de caballería Guadalupe González, señorita María Torres Torija, señora Timotea Mazariegos viuda de Merodio, señoritas Margarita, Josefina y Juana Dublán Juárez, señoritas Leonarda y Rosario Pezo y señora Carlota Negrete viuda de Espinosa.
"Se reservaron para su discusión, en vista de que serán objetados, los dictámenes que conceden pensiones a las señoritas Angela, Delfina y Josefina Robles Linares; a la señorita Sofía Franco y al C. Rafael Muñoz Moreno.
"Cuando la Secretaría estaba dando cuanta con los dictámenes anteriores, el C. Gandarilla hizo una moción de orden para que se sometiera a consideración de la Asamblea una proposición que obraba en cartera firmada por más de noventa diputados, y el C. Guillermo Rodríguez, pidió que se diera preferencia a la discusión de la Ley del Petróleo. La Presidencia, con motivo de estas solicitudes, hizo aclaraciones. El C. Ernesto Aguirre Colorado contestó una pregunta del C. Zubaran, referente al dictamen que concede pensión al teniente de caballería Guadalupe González. El C. Esparza Martínez se opuso a que se votaran englobados los dictámenes no discutidos, pero la Presidencia manifestó que se haría esto por acuerdo de la Cámara. El mismo C. Esparza Martínez
pidió que la comisión respectiva fundara el dictamen que otorga pensión a la señora Timotea Mazariego viuda de Merodio. Con este motivo, la Secretaría leyó parte de la hoja de servicios del general de Brigada Telesforo Merodio.
"El C. Sepúlveda hizo una interpelación a las comisiones que dictaminaron en estos expedientes, y acto continuo se procedió a la votación de los dictámenes no objetados, y se vino en conocimiento de que se había desintegrado el quórum, pues votaron ochenta y seis diputados por la afirmativa y diez y nueve por la negativa. El C. presidente declaró que se aplicaría el artículo constitucional respectivo a los faltistas.
"A las siete y cuarenta de la noche se levantó la sesión."
Está a discusión el acta. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse de pie. Aprobada.
- El mismo C. secretario: Se va a dar cuenta con los documentos en cartera:
"La Legislatura del Estado de Oaxaca envía una iniciativa de reformas al artículo 115 de la Constitución general, en el sentido de que se derogue el párrafo final, que a la letra dice:
"Sólo podrá ser gobernador constitucional de un Estado, el ciudadano mexicano de nacimiento y nativo de él o con vecindad no menor de cinco años, inmediatamente anteriores al día de la elección."- Recibo, a las comisiones unidas 1a. de Puntos Constitucionales y 1a. de Gobernación, e imprímase. (La iniciativa de referencia está redactada en los términos siguientes:) Poder Legislativo.- Estado de Oaxaca.- Estado Unidos Mexicanos.- Secretaría.- Número 1,693. XXVIII Legislatura del Estado.- Oaxaca de Juárez, octubre 12 de 1921. Ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F. Esta H. Legislatura, con fecha 12 de agosto último, aprobó el siguiente acuerdo:
"La XXVIII Legislatura del Estado Libre y Soberano de Oaxaca inicia la reforma del artículo 115 de la Constitución Política de los estados Unidos Mexicanos, promulgada el 5 de febrero de 1917, en el sentido de que sea derogado el párrafo final del citado artículo, que a la letra dice:
"Sólo podrá ser gobernador constitucional de un Estado, un ciudadano mexicano por nacimiento nativo de él, o con vecindad no menor de cinco años, inmediatamente anteriores al día de la elección."
Diríjase atento oficio a la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, acompañándole copia autorizada de esta iniciativa, para los efecto a que se refieren los artículo 71, 72 fracción (f) y 135 de la Carta fundamental de la República. Remítansele además, ejemplares en cantidad relacionada con el número de ciudadanos diputados a la H. XXIX Legislatura Nacional.- Artículo 3o. Invítese a las HH. Legislaturas de los Estados para que apoyen esta iniciativa, suplicándoles hagan sus respectivas representaciones ante la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. Al efecto, gírese a cada una de ellas un atento oficio, acompañándole número suficiente de ejemplares del presente estudio.- Artículo 4o. Imprímase esta iniciativa, para circularla debidamente, de conformidad con las anteriores disposiciones."
Como se deduce del anterior acuerdo, este H. Congreso se permite sujetar a la ilustrada aprobación de esa H. Cámara de iniciativa de referencia, acompañando, para el efecto, copia autorizada del expediente receptivo, así como en rollo por separado el número suficiente de ejemplares impresos, para que sean distribuídos entre los ciudadanos diputados de esa Representación Nacional.
Protestamos a ustedes la seguridades de nuestra distinguida atención.
Sufragio Efectivo. No Reelección.- Alfredo Calvo, diputado secretario.- Gaspar Allende, diputado secretario.
"La Comisión Permanente de Unión de Ayuntamiento de la República da a conocer los nombres de los ciudadanos que fueron electos para formar la Junta Directiva que funcionará durante el trimestre actual."- De enterado.
"CC. secretarios de la H. Cámara de Diputados. - Presente.
"El subscripto, diputado por el 6o. distrito electoral del Estado de Chihuahua, ante ustedes respetuosamente expongo:
"Que teniendo urgencia de una licencia para separarme de mi ejercicio como diputado al Congreso de la Unión, con dispensa de todo trámite suplico a ustedes se sirvan dar cuenta a la H. Asamblea con la presente, a fin de que desde luego me sea concedida indefinidamente y sin goce de sueldos.
"Protesto a ustedes las seguridades de mi atenta consideración."
"Salón de Sesiones de la H. Cámara de diputados del Congreso de la Unión.- México, 18 de octubre de 1921.- Alejandro Velázquez López."
Como ya hay una anterior, como ya con anterioridad se presentó una licencia, pasa a Comisión y entiendo que ésta no tiene objeto. A sus antecedentes.
"H. Asamblea:
"El subscripto, diputado por el 11 distrito del D. F., atenta y respetuosamente solicita licencia ilimitada, sin goce de suelo, y que se llame a su suplente, por tener absoluta necesidad de atender a un asunto urgente de familia que lo obligará a ausentarse de esta capital.
"Solicita dispensa de trámites.- México, octubre 19 de 1921.- J. Prieto Laurens." En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa
se servirán ponerse de pie. Se dispensan los trámites. Está a discusión. ¿No hay quien haga uso de la palabra? En votación económica se consulta si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Concedida.
Estando impreso el proyecto de Ley para la Organización del Crédito Agrícola enviado por el C. F. Santibáñez y hecho suyo por ciudadanos diputados De la Torre, Reynoso Díaz, Gómez Rodrigo y Calderón, en votación económica, se consulta si se acepta a discusión, con el fin de turnarlo a Comisión. En votación económica se pregunta si se acepta a discusión. Los que estén por la afirmativa...
El C. Barón Obregón, interrumpiendo: Pido la palabra. Honorable Asamblea: Hace uno pocos días, de una manera bastante satisfactoria para esta Asamblea, le dio un voto en el sentido de que el primer día hábil se pusiera a discusión el dictamen de las comisiones del Petróleo, relativo a la reglamentación del artículo 27 constitucional. Este acuerdo de la Asamblea no ha sido cumplido hasta la fecha; han pasado ya doce días y se ha tenido tiempo suficiente para poder iniciar esta discusión que es de tanta trascendencia y necesidad para el país. No creo tampoco, y declaro desde luego, que este proyecto que acaba de presentarse, y del cual se pide discusión inmediata, carezca de la importancia que igualmente para la nación tiene; pero desde luego debemos, como principio, hacer respetar nuestros votos que en esta Asamblea se dan sobre el particular. En tal virtud pido a vuestra soberanía reconsidérese el asunto y que hoy sea el primer día hábil para que se inicie la discusión de la Ley del Petróleo.
El C. presidente: Con objeto de no hacer desordenes, ha tenido la paciencia la Presidencia de no interrumpir al compañero, quien fuera del Reglamento está tratando un asunto que no se compadece con el asunto a discusión en estos momentos. La Presidencia ruega al compañero que, en su oportunidad, cuando termine la lectura de los documentos que hay en cartera, haga las mociones que juzgue convenientes. Igualmente, la Presidencia someterá a la aprobación de la Asamblea la proposición que por escrito ha presentado en ese mismo sentido un compañero.
El C. secretario Salazar: Estando impreso el proyecto de Ley para la Organización del Crédito Agrícola enviado por el C. F. Santibáñez y hecho suyo por los ciudadanos diputados de la Torre, Reynoso Díaz, Gómez Rodrigo y Calderón, en votación económica se consulta si se acepta a discusión, con el fin de turnarlo a Comisión.
En votación económica se consulta si se acepta a discusión, con el fin de turnarlo a Comisión. (Voces: ¿Qué cosa?) El proyecto de Crédito Agrícola, que no viene firmado por mayoría de diputación. Va a preguntar la Secretaría, en votación económica, si se acepta a discusión.
El C. Rodríguez Guillermo: Pido la palabra para una aclaración. Una cosa es que se acepte a discusión y otra cosa que se tome en consideración para que pase a Comisión.
El C. presidente: La Secretaría va a hacer la aclaración.
- El mismo C. secretario: Conforme al reglamento, ciudadano Guillermo Rodríguez, como no hay mayoría de diputación, se va a preguntar si se acepta a discusión y, en tal caso, se pasará a Comisión. En votación económica se pregunta si se acepta para que entre a discusión. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Se pasa a Comisión.
- El mismo C. secretario, leyendo:
"2a. Comisión de Puntos Constitucionales.
"H. Asamblea:
"A la 2a. Comisión de Puntos Constitucionales fue turnado el escrito que el 5 de mayo de 1920 presentó el señor ingeniero Félix F. Palavacini, solicitando del Congreso de la Unión el permiso correspondiente para aceptar y usar, sin perjuicio de sus derechos de ciudadano, la condecoración de comendador de la Orden de Leopoldo II que le confirió S. M. el rey Alberto de Bélgica.
"Como en concepto de los subscriptos, la expresada solicitud satisface la exigencia del artículo 37 de la Constitución federal, en su fracción II; y por otra parte, es muy honrosa la distinción que hace a nuestro compatriota el rey de los belgas, nos permitimos someter a la aprobación de esta H. Asamblea el siguiente proyecto de ley:
"Único. Se permite al ingeniero Félix F. Palavicini que, sin perjuicio de sus derechos de ciudadano, acepte y use la cruz de comendador de la Orden de Leopoldo II que le confirió S. M. el rey Alberto de Bélgica." "Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.- México, D. F., a 18 de octubre de 1921.- M. F. Ortega.- J. L. Solórzano."
- Primera lectura.
En votación económica se pregunta si se dispensa la segunda lectura, para que entre a discusión el primer día hábil. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Se dispensa. A discusión el primer día hábil.
"2a. Comisión de Puntos Constitucionales.
"H. Asamblea:
"El C. Narno Dorbecker solicita del Congreso de la Unión el permiso correspondiente para aceptar y usar la condecoración de 3a. clase de la Orden del Meiji del Tesoro Sagrado, que le ha conferido el emperador del Japón.
"En virtud de que la solicitud del C. Dorbecker satisface los requisitos de la fracción II del artículo 37 de nuestra Constitución general, nos permitimos someter a la aprobación de esta H. Asamblea el siguiente proyecto de ley:
"Único. Se concede permiso a don Narno Dorbecker para que, sin perjuicio de sus derechos de ciudadano, acepte y use la condecoración de tercera clase de la Orden del Meiji del Tesoro Sagrado, que le ha conferido su majestad el emperador del Japón."
"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.- México, D. F., a 18 de Octubre de 1921.- M. F. Ortega.- J. L. Solórzano." - Primera Lectura.
En votación económica se pregunta si se dispensa la segunda lectura. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Dispensada. A discusión el primer día hábil.
2a. Comisión de Puntos Constitucionales.
"H. Asamblea:
"A la Comisión que subscribe fue turnado el escrito del señor Ladislao Castro, en el que solicita del Congreso de la Unión, permiso para aceptar y usar la condecoración de comendador de la Real Orden de Isabel la Católica, que le ha conferido S. M. el rey de España.
"Como la solicitud de referencia está de acuerdo con lo preceptuado por la fracción II del artículo 37 de nuestra Constitución general, nos permitimos someter a la aprobación de la H. Asamblea el siguiente proyecto de ley:
"Único. Se concede permiso al señor Ladislao Castro para que, sin perjuicio de sus derechos de ciudadano, acepte y use la condecoración de comendador de la Real Orden de Isabel la Católica, que le ha sido conferida por el Gobierno español."
"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.- México, D. F., a 18 de octubre de 1921.- M. F. Ortega.- J. L. Solórzano." - Primera lectura.
En votación económica se pregunta si se dispensa la segunda lectura. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Dispensada. A discusión el primer día hábil.
2a. Comisión de Puntos Constitucionales.
"H. Asamblea:
"A la 2a. Comisión de Puntos Constitucionales paso la solicitud del señor Rodolfo Nervo, en la que pide del Congreso de la Unión el permiso constitucional correspondiente para aceptar el grado de comendador de la Corona de Italia, que le ha conferido S. M. el rey Víctor Manuel III.
"En virtud de que el ocurso mencionado satisface la exigencia de la fracción II del artículo 37 de nuestra Constitución general, nos permitimos someter a la aprobación de esta H. Asamblea el siguiente proyecto de ley:
"Único. Se concede permiso a don Rodolfo Nervo para que, sin perjuicio de sus derechos de ciudadano, acepte el grado de comendador de la Corona de Italia, que le ha conferido su majestad el rey Víctor Manuel III."
"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.- México, D. F., a 18 de octubre de 1921.- M. F. Ortega.- J. L. Solórzano." - Primera lectura.
En votación económica se pregunta si se dispensa la segunda lectura. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Dispensada. A discusión el primer día hábil.
"2a. Comisión de Puntos Constitucionales.
"H. Asamblea:
"A la Comisión que subscribe paso el escrito de don Manuel J. Troncoso, en el que pide permiso al Congreso de la Unión para aceptar y usar la condecoración de comendador de la Orden de Dannebrog, que le confirió el rey de Dinamarca.
"Examinada dicha solicitud y encontrando que satisface lo prevenido por la fracción II del artículo 37 de nuestra Constitución general, nos permitimos someter a la aprobación de esta H. Asamblea, el siguiente proyecto de ley:
"Único. Se permite al señor Manuel J. Troncoso que, sin perjuicio de sus derechos de ciudadano, acepte y use la condecoración de comendador de la Orden de Dannebrog que le concedió su majestad el rey de Dinamarca."
"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.- México, D. F., a 18 de octubre de 1921.- Miguel F. Ortega.- J. L. Solórzano." - Primera lectura.
En votación económica se pregunta si se dispensa la segunda lectura. Dispensada. A discusión el primer día hábil.
"2a. Comisión de Puntos Constitucionales.
"H. Asamblea:
"A la 2a. Comisión de Puntos Constitucionales fue turnada la solicitud que presentó don Ramón Lera, para que el Congreso de la Unión le permita aceptar y usar la condecoración de Caballero de la Legión de Honor que le concedió el Gobierno de Francia.
"Como dicha solicitud satisface el requisito prevenido por la fracción I del artículo 37 constitucional, nos permitimos someter a la aprobación de esta H. Asamblea el siguiente proyecto de ley:
"Único. se concede permiso al señor Ramón Lera para que, sin perjuicio de sus derechos de ciudadano, acepte y use la condecoración de Caballero de la Legión de Honor que le ha conferido el Gobierno de Francia."
"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.- México, D. F., a 18 de octubre de 1921.- M. F. Ortega.- J. L. Solórzano." - Primera lectura.
En votación económica se pregunta si se dispensa la segunda lectura. Dispensada. A discusión el primer día hábil.
El C. secretario Salazar: Se va a proceder a recoger la votación nominal de las pensiones no objetadas y se suplica a los señores prosecretarios auxilien a la Secretaría en sus labores.
El C. secretario Barragán: Por la afirmativa.
El C. secretario Salazar: Por la negativa.
(Se recoge la votación.)
El C. secretario Barragán: Por la afirmativa votaron 130 ciudadanos diputados
El C. secretario Salazar: Votaron por la negativa 17 ciudadanos diputados.
El C. secretario Barragán: En consecuencia,
pasan al Senado los proyectos de decreto para los efectos constitucionales.
El C. secretario Barragán: Se procede a la elección de vicepresidente y se conceden cinco minutos para el cambio de impresiones...(Voces: No, hombre, ya está!)
El C. secretario Salazar: Se procede a recoger la votación. (Votación.)
El C. secretario Salazar: ¿Falta algún ciudadano diputado por votar? Se declara cerrada la votación. (Principia el cómputo.)
El C. Esparza Martínez, interrumpiendo: Moción de orden.
El C. presidente: Estamos en votación.
El C. Esparza Martínez: Moción de orden. Pido atentamente a la Presidencia que haga cumplir el Reglamento. Pido que se lean en voz alta los nombres de las personas votadas. (Continúa el cómputo.)
El C. secretario Barragán: El resultado de la votación fue el siguiente:
Obtuvieron votos para vicepresidente los ciudadanos diputados siguientes: Vicente Rivera, 84; José Gálvez, 66, y uno de cada uno de los ciudadanos diputados José Ascensión Aguilera, Arnulfo Portales y Enrique Fernández Martínez.
En consecuencia, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara que es segundo vicepresidente, durante este mes, el ciudadano diputado Vicente Rivera.
(Aplausos.)
- El C. secretario Barragán, leyendo:
"la señora Rosa Flores Verdad viuda de Gómez..."
El C. Moreno Jesús Z., interrumpiendo: Moción de orden. Pido la palabra para una moción de orden.
El C. presidente: Tiene usted la palabra para una moción de orden.
El C. Moreno Jesús Z.: Honorable Asamblea:
Hace más de veinte días, si no un mes, que se tomó el acuerdo de que en el primer día hábil se pusiera a discusión la Ley del Petróleo. La diputación del Estado de Veracruz, que si puede estar dividida en criterio político, tratándose de los intereses del Estado se levantará como un solo hombre, ha estado insistiendo reiteradamente en que se cumpla con este acuerdo de la Asamblea.
La Presidencia por diferentes motivos, ha explicado que no cumple ese acuerdo de la Asamblea, porque se está en lectura de documentos, cuando en realidad de verdad se han puesto a discusión y votación otros asuntos. En consecuencia, creyendo interpretar el pensamiento y los deseos justísimos de la diputación de Veracruz, yo pido a esta honorable Asamblea que por solidaridad nos preste su apoyo para que se cumpla la decisión de la misma, ya que ha sido dada aquí.
El C. presidente: La Presidencia estaba dando en estos momentos fin a la cartera del día, e inmediatamente se iba a poner a discusión una proposición del ciudadano Gandarilla, relacionada con el mismo asunto que vendrá a poner punto final a esta discusión; por lo tanto, se va a terminar con la cartera del día.
- El C. secretario Barragán, leyendo:
"La señora Rosa Flores Verdad viuda de Gómez solicita pensión por los servicios prestados a la patria por su bisabuelo el protomártir de la independencia, licenciado Francisco Primo Verdad y Ramos."- A la 2a. Comisión de Peticiones.
"La señorita Josefina Aguilar y Matamoros solicita le sea aumentada la pensión que actualmente disfruta." - A la 1a. Comisión de Peticiones.
- El mismo C. secretario, leyendo:
"H. Cámara de Diputados:
"Los subscriptos, diputados al Congreso de la Unión, deseosos de honrar la memoria de uno de los más ilustres constituyentes del 57, el insigne liberal y egregio precursor del agrarismo, Ponciano Arriaga, tiene el honor de hacer presente a esta Asamblea que el nombre de dicho eminente ciudadano debe estar inscripto en el Salón de Sesiones de esta Cámara, conforme al decreto de 8 de mayo de 1900, que a la letra dice:
"Artículo 1o. Se autoriza al Poder Ejecutivo para que se ordene la exhumación de los restos del C. Ponciano Arriaga, y su colocación en la Rotonda de los Hombres Ilustres, erogando los gastos que la traslación demande.
"Artículo 2o. El nombre del C. Ponciano Arriaga será inscripto con letras de oro en el Salón de Sesiones del Congreso del nuevo Palacio Legislativo.- F. Bulnes, D. P.- E. Cañas, S. P. - M. R. Martínez, D. S.- A. Castañares, S. S."
"El decreto anterior fue promulgado por el Ejecutivo en la citada fecha, 8 de mayo de 1900, según aparece en la Colección Legislativa de Dublán y Lozano, edición oficial arreglada en virtud de autorización especial de la Secretaría de Justicia e Instrucción Pública, por el licenciado Agustín Verdugo, en la página 258 del tomo 32, correspondiente al año de 1900.
"Como el proyecto de ley relativo al mencionado decreto contiene una exposición en que se hace justicia al distinguido constituyente, el cual obra en las páginas 514 y 515 del DIARIO DE LOS DEBATES de la XIX Legislatura de la Unión, tomo IV, sería de desearse que se hiciese una edición especial de dicha iniciativa o proyecto de ley, en homenaje al gran repúblico.
"Por lo expuesto, los subscriptos proponen a la Cámara, con dispensa de todo trámite, los siguientes acuerdos económicos:
"Primero: Cúmplase desde luego con lo dispuesto en el artículo 2o. del decreto de 8 de mayo de 1900, que ordenó se inscribiese con letras de oro, en el Salón de Sesiones del Congreso, el nombre del constituyente don Ponciano Arriaga.
"Segundo. Hágase una edición especial de la iniciativa que sirvió de base al decreto mencionado y del voto particular que formuló don Ponciano Arriaga al presentarse el proyecto de Constitución.
"Salón de sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, a 20 de octubre de 1921.- Dr. Agustín A. Vidales.- Flavio B. Ayala.- A. Díaz Soto y Gama.- I. Peña.- Arnulfo Portales.- M. Barragán.- Octavio Paz.- A. Valadez Ramírez.- Antonio Ortega.- V. Rivera.- L. Zincúnegui T.- M. G. Rojas.- E. M. Bonilla."
En votación económica. Se consulta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Se dispensan los trámites.
Está a discusión.
El C. Rodríguez Guillermo: Pido la palabra, señor presidente.
El C. Fernández Martínez: Reclamo el quórum, señor presidente. (Voces: ¡No! ¡No!)
El C. Rodríguez Guillermo: Moción de orden, señor presidente, Pido la palabra.
El C. Paz: No sabe el compañero Martínez otra cosa más que reclamar el quórum.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Rodríguez.
El C. Rodríguez Guillermo: Señores diputados: Yo creo que por la propia seriedad de esta Asamblea debemos hacer respetar los acuerdos que en ella se tomen. No estoy conforme en sujetarme a los caprichos del señor presidente; estamos mirando como nos meten frecuentemente diferentes asuntos que no son de importancia. Diez años puede esperarse está iniciativa que de seguro no afectará a la República; en cambio, vemos que precisamente hasta nosotros mismos participamos del dinero que paga a la nación el petróleo y, sin embargo, no nos damos cuenta de la importancia de este asunto. Actualmente no se tramita un solo negocio en los campos petroleros; día a día se agrava la situación obrera; ¿por qué entonces no dedicarle una atención preferente a este asunto?
El C. presidente: La Presidencia hace la aclaración al ciudadano que está ocupando la tribuna en estos momentos, de que no se trata en esta vez sino de un simple acuerdo económico al cual se le está dando lectura por figurar en la cartera del día. Para que no se siga perdiendo el tiempo...
El C. Rodríguez Guillermo, interrumpiendo: Pero intencionalmente el señor presidente está metiendo muchos asuntos y yo no estoy dispuesto a dejarme tomar el pelo por el señor presidente. Todos los diputados veracruzanos - y yo tengo suficiente confianza en ellos - romperemos el quórum si es necesario.... (Voces: ¡No! ¡No!) y no se celebrará sesión hasta que se discuta la Ley del Petróleo. ¿Qué es esto? ¡Estar burlando la voluntad del pueblo! El pueblo reclama urgentemente que se discutan leyes de trascendencia nacional y no asuntillos como éste, que bien puede quedarse allí donde están: en la cartera. Ya digo: yo no soy de los que se dejan ni de los que se sujetan al capricho de ningún ciudadano. Por esto me permito exhortar a la Asamblea para, que vele por su propia dignidad y para que haga respetar el acuerdo que ella misma ha tomado.
El C. secretario Barragán: Está a discusión. Las personas que deseen hacer uso de la palabra, se servirán pasar a inscribirse.
El C. Barón Obregón: Para moción de orden. Señores representantes: Se necesita que tengamos valor civil suficiente para decir de una vez si los acuerdos que toma esta Asamblea van a ser respetados por la misma. Se ha dicho una y mil veces que entrará a discusión la Ley del Petróleo y ahora se pretende tratar de otro asunto....(Voces: ¡Esto no es ley! ¡Es un simple acuerdo!) En consecuencia, pido a vosotros que hagáis respetar vuestra soberanía en este caso.
El C. presidente: Por segunda vez la Presidencia va a hacer la aclaración de que no se trata de una ley, sino de un acuerdo económico. Se trata de un documento que llegó a la Oficialía Mayor y que en cumplimiento del Reglamento se le incluyó entre los documentos que forman la cartera del día. La Asamblea ha decidido que se le dispensaban los trámites; en consecuencia, la Presidencia no puede hacer sino acatar lo que la misma Asamblea acuerde.
El C. Rodríguez Guillermo: Moción de orden. A pesar de ser un acuerdo económico, seguramente provocará discusiones. Yo tengo entendido que los ciudadanos chiapanecos pretenden que ese lugar que está desocupado se ocupe con el nombre del senador Domínguez.
El C. Paz: Son dos cosas distintas. (Desorden. Campanilla.)
El C. presidente: Para que se vea hasta qué punto son injustificados los ataques a la Presidencia, con palabras del mismo orador voy a demostrar la justicia que asiste a la misma. El pretende que se trata de lo relativo al asunto del ciudadano Belisario Domínguez y en ese caso la Presidencia estaría en lo justo, toda vez que ese proyecto de Ley que constaba de dos artículos, quedó suspendido sin mediar las circunstancias que prevé el Reglamento, esto es, una moción suspensiva. Se aprobó el primer punto y, en consecuencia, la Presidencia, dentro del Reglamento y dentro de la ley, podría entrar a la discusión de este asunto; pero, como se ve, el ciudadano Rodríguez no está ni siquiera al tanto del asunto que está a discusión.
El C. Rodríguez Guillermo: Sí estoy al tanto; sé también que la Presidencia no tiene intenciones de poner a discusión al asunto del petróleo.
El C. Gandarilla: Señor Presidente, honorable Asamblea: Acabo de ver detenidamente....(Voces: ¡Huy!) Suplico que me escuchen. Acabo de ver en la tribuna señores representantes, que se trata de un decreto aprobado, de una ley que tiene toda su fuerza, y por lo mismo salen sobrando estas discusiones; la Presidencia debería mandar inscribir el nombre de Ponciano Arriaga, puesto que se trata de una ley. ¿Qué vamos a discutir aquí?
El C. presidente: La Presidencia, de motu proprio no podía dictar este acuerdo, una vez que hay presentada ya una moción a este respecto, ciudadano Gandarilla. Tiene la palabra para una moción de orden el ciudadano Vasconcelos.
El C. Vasconcelos: Desde hace varios días aprobamos el decreto en virtud del cual retiramos las facultades extraordinarias al Ejecutivo en el ramo de Egresos. Ese decreto estará en vigor,
según disposición nuestra, desde el día primero de noviembre entrante; es necesario que el Ejecutivo tenga el mismo tiempo que constitucionalmente le corresponde para poder hacer las observaciones que crea pertinentes en el caso, que las haga. En esa virtud, aun cuando soy enemigo de interrumpir debates y entrar en estas discusiones tan alborotadas que a veces tenemos, en este caso me permito, por medio de esta moción de orden, proponer a su señoría el presidente que se sirva designar una comisión que se acerque hoy mismo al presidente de la República a entregarle el decreto que ha aprobado la Cámara.
De lo contrario, señores representantes, habremos perdido el tiempo, habremos hecho ineficaces nuestros esfuerzos para quitar al Ejecutivo las facultades extraordinarias y acaso nos hayamos puesto en ridículo, porque no hemos calculado el tiempo suficiente de que el Ejecutivo puede usar para observar el decreto y para que esta ley entre en vigor el primero de noviembre. Me permito reiterar, por medio de esta moción de orden, mi súplica relativa a que la Presidencia nombre desde luego la Comisión.
El C. presidente: La Presidencia se permite manifestar al ciudadano Vasconcelos que no ha hecho ninguna moción de orden, sino que ha usado de la palabra para tratar de un asunto ajeno al que estaba a debate. La Presidencia le informa que procederá a hacer el nombramiento de la Comisión en su oportunidad. Por lo pronto, continúa el asunto a discusión.
El C. Vasconcelos: Pido la palabra. Insisto en mi moción de orden.
El C. presidente: La Presidencia ruega atentamente al ciudadano Vasconcelos no siga introduciendo el desorden. Ya la Presidencia va a proceder a designar esa comisión....
El C. Vasconcelos, interrumpiendo: ¿Por qué no la designa en este momento?
El C. presidente: Porque la Presidencia no puede interrumpir un asunto para pasar a otro.
El C. Vasconcelos: Pido la palabra para una moción de orden.
- EL C. presidente: Tiene la palabra para una moción de orden el ciudadano Vasconcelos.
El C. Vasconcelos: Simplemente para indicar esto, señor presidente, que es una cuestión que todo el mundo sabe: Si la Comisión sale a las ocho de la noche a ver al señor presidente de la República, no lo encontrará. Si sale en estos momentos la comisión que designe el presidente, sí encontrará al señor Obregón, y desde hoy mismo se comenzará a contar el plazo de diez días que tiene para objetar el decreto, y ese plazo se cumplirá precisamente el día 1o. de noviembre, fecha en que debe estar en vigor ese decreto.
El C. presidente: Estando entre las facultades relativas de la Presidencia de la Cámara designar en lo económico esas comisiones, no cree la Presidencia necesario interrumpir estos debates para hacer dicha designación.
El C. Rodríguez Guillermo: Moción de orden. Yo estoy de acuerdo con la proposición del ciudadano Vasconcelos....
El C. secretario Barragán: No habiendo ningún orador inscrito, en votación económica....
El C. Rodríguez Guillermo: ....pero cuando la Presidencia se ha olvidado del tiempo que falta para tramitar los asuntos pendientes... (Desorden. Golpes en los pupitres.) ....hay el derecho de llamar la atención, ya que se trata de asuntos baladíes.
El C. presidente: La Presidencia, prescindiendo en este caso de puntos de amor propio y deseando ahorrar tiempo, va a designar la Comisión, pero haciendo constar una vez más que es la Asamblea o algunos miembros de ella los que se salen del Reglamento.
El C. secretario Barragán: La Presidencia ha tenido a bien designar en comisión para que lleven el proyecto que retira las facultades extraordinarias al Ejecutivo, a los ciudadanos Alonzo Romero, José Sánchez Anaya, Antonio Manero, Francisco Trejo, Vito Alessio Robles y secretario Barragán.
El C. Manero: Suplico a usted, señor presidente, se sirva eximirme de esta comisión, por la situación personal que estoy guardando en estos momentos en la política de Hacienda.
El C. presidente: La Presidencia, tomando en consideración las razones expuestas por el ciudadano Manero, nombra en su lugar al ciudadano Zubaran.
El C. Zubaran Juan: Suplico a la Presidencia que me excuse.... (Voces: ¡No! ¡No!) Pido la palabra para explicar por qué no puedo ir. (Voces: ¡No! ¡No!) Bueno; ¡pues no voy!
El C. presidente: La Presidencia cree que éste es un detalle al que no debe dársele importancia, y, por lo tanto, no debe continuarse perdiendo el tiempo.
Se ruega a los ciudadanos representantes designados cumplan con su cometido. Tiene la palabra el ciudadano Soto y Gama.
El C. Moreno Jesús Z.: Pido la palabra para una moción de orden. (Desorden. Campanilla.)
El C. presidente: Tiene la palabra para una moción de orden, el ciudadano Moreno.
El C. Moreno Jesús Z.: En primer lugar, señor presidente, se ha demostrado aquí que se pone a discusión - cuando menos se pone a votación - una proposición por sobre un acuerdo de esta Asamblea, faltándose a la obligación de cumplir este acuerdo. Nosotros estamos dispuestos a insistir en que se cumpla este acuerdo, poniéndose a discusión la Ley del Petróleo. Por lo demás, no se está cumpliendo, como he dicho antes, con un acuerdo de esta Asamblea.
El C. presidente: La Asamblea tomó el acuerdo de que entrara a discusión el primer día hábil determinada ley. Por tercera vez la Presidencia hace la aclaración de que no se trata de ninguna ley ni de ningún decreto; es una simple moción, un acuerdo que se votará sin ninguna discusión; son acuerdos que toma la Asamblea por medio de votaciones económicas; en consecuencia, no está en contraposición la discusión de este asunto con el acuerdo tomado por la Asamblea.
El C. Moreno Jesús Z.: Pido la palabra. Insisto en mi moción de orden. Yo pido que su señoría se sirva informarme en virtud de qué razón de orden reglamentario.... (Desorden. Golpes en los pupitres. Campanilla.) su señoría paso a la votación de un vicepresidente, cuando es precedente establecido, y así lo dispone el Reglamento, que
esas elecciones proceden después de la lectura de los documentos en cartera, y se entre al estudio de los negocios que están pendientes y que ha sido acordado que se pongan a discusión el primer día hábil. Si su señoría insiste en poner proposiciones de esta índole o de cualquiera otra, nunca se llegará el día hábil para poner a discusión una ley de la trascendencia de la que reclama la diputación veracruzana; que se someta ésta a discusión, puesto que es un acuerdo tomado por la Asamblea. En consecuencia, nosotros no podemos, sin que se justifique ese procedimiento, cejar en esta actitud, pues se está violando el Reglamento . (Desorden. Golpes en los pupitres. Campanilla.) Así pues, pido que vayamos inmediatamente a la discusión de la Ley del Petróleo. (Desorden. Campanilla.)
El C. presidente: La Presidencia cree que sería establecer una competencia sobre la facilidad para hacer perder el tiempo a la Asamblea, si continuara en esta pugna de dimes y diretes que no llevan a ningún resultado práctico. Se ha hecho una explicación clara del origen de este incidente, haciendo una explicación de por qué entró a discusión este asunto, y creo se seguirá perdiendo el tiempo de continuar en esta forma. Por lo demás, este asunto no quitará ningún tiempo a la Asamblea; se trata simplemente de una moción que la Asamblea votará en votación económica, y por lo tanto, en la cordura de los ciudadano representantes y en interés de aquellos que pretenden que se entre desde luego a la discusión de leyes serias, está el no seguir entorpeciendo las labores de la Asamblea.
El C. Barón Obregón: Moción de orden, señor presidente. (Siseos. Desorden. Campanilla.) Es necesario que hagamos algo serio... (Desorden. Golpes en los pupitres.) la diputación de Veracruz reclama....(Desorden. Campanilla.) ¡Pido la palabra, señor presidente! Pido a su señoría que se sirva decir cuándo va a poner a discusión la Ley del Petróleo. (Siseos. Golpes en los pupitres. Campanilla.)
El C. secretario Salazar: Por haber sido modificada la comisión que se acercará al señor presidente de la República a poner en sus manos el decreto sobre el retiro de facultades extraordinarias, voy a dar nuevamente lectura a la lista de las personas que integrarán esa Comisión. Ciudadanos Alonzo Romero, Sánchez Anaya, Francisco Trejo, Vito Alessio Robles, Miguel F. Ortega y secretario Barragán.
El C. Ortega Miguel F.: La comisión que me confía en este momento la Presidencia, aunque sé muy bien que es uno de los golpes más fuertes que se va a dar al Ejecutivo y que es lo que más puede dolerle al señor presidente Obregón, no obstante que dos compañeros míos, muy estimables, han renunciado esa comisión, yo la acepto con todo gusto. (Voces: ¡Muy bien! Aplausos nutridos. Murmullos. Gritos. Desorden. Voces: ¡Que se discuta algo serio! ¡Algo serio! Campanilla.)
El C. presidente: La Presidencia se ha propuesto en este caso encauzar los debates, a pesar de la maniobra de algunos ciudadanos diputados encaminada a entorpecer las labores y que está impidiendo que se lleve a cabo la discusión de un asunto que no tardará nada, a efecto de que después queden complacidos los ciudadanos representantes que desean que se entre a la discusión de una ley seria. (Murmullos. Gritos. Campanilla.)
El C. Moreno Jesús Z.: Eso puede ser después. (Murmullos. Campanilla.)
El C. presidente: Como por el decoro de esta Representación Nacional no puede continuar este positivo escándalo, la Presidencia no quiere verse en la necesidad de levantar la sesión y, en consecuencia, como la Presidencia no tiene ningún interés en sostener el trámite ya dado, que sea esta Asamblea la que se asuma toda la responsabilidad de estos hechos y por esta razón va a preguntar a la misma Asamblea si permite que continúe este asunto a discusión (Gritos. Continúa el desorden. Campanilla.)
El C. Moreno Jesús Z.: ¡Moción de orden! ¡Moción de orden! ¡Moción de orden! (Desorden. Campanilla.) ¡Moción de orden! ¡Moción de orden! ¡Moción de orden! (Continúa el desorden. Gritos. Campanilla.)
El C. secretario Salazar: La Presidencia, por conducto de la Secretaría, en votación económica consulta a la honorable Asamblea si continúa este asunto a discusión. (Voces: ¡Sí! ¡Sí! ¡Moción de orden! Confusión. Campanilla.)
El C. Rodríguez Guillermo: ¡reclamo el quórum!
El C. Barón Obregón: ¡Reclamo el quórum, señor presidente!
El C. secretario Salazar: En vista de haber reclamado el quórum el ciudadano Obregón .... (Voces: ¡No! ¡No! ¡Es una maniobra, señor presidente! Campanilla,) En virtud de haberse reclamado el quórum por el ciudadano Barón Obregón, se va a pasar lista. (Voces: ¡No! ¡No! Gritos. Desorden. Campanilla.)
El C. presidente: La Presidencia consecuente, con las mociones de los ciudadanos diputados, va a preguntar a la honorable. Asamblea si se pasa lista o no se pasa. (Voces: ¡No! ¡No! ¡Sí! ¡Sí! Desorden. Campanilla.)
El C. Barón Obregón: El ciudadano presidente no puede violar el Reglamento.. (Siseos. Campanilla.) Yo he reclamado, como diputado, el quórum y se debe proceder a pasar lista. (Desorden. Campanilla. Voces: ¡Es visible!)
El C. presidente: La Asamblea está sobre el Reglamento, ciudadano diputado, y la Asamblea ha acordado que no se pase lista. (Desorden. Golpes en los pupitres Campanilla.) Tiene usted la palabra, ciudadano Soto y Gama.
El C. Díaz Soto y Gama: Faltaría yo a mis deberes... (Desorden. Campanilla.)
El C. Moreno Jesús Z., interrumpiendo: ¡Moción de orden, señor presidente! (Siseos. Campanilla.)
El C. Díaz Soto y Gama: Faltaría yo a mis deberes, señores diputados... (Desorden. campanilla.)
El C. Moreno Jesús Z., interrumpiendo: ¡moción de orden, señor presidente!
El C. Díaz Soto y Gama: Necesito que se me deje hablar.
El C. presidente: Se llama al orden al ciudadano Z. Moreno.
El C. Moreno Jesús Z.: He pedido la palabra
para una moción de orden y su señoría no puede nunca pasar sobre el Reglamento. (Campanilla.)
El C. presidente: Continúa usted en el uso de la palabra, el ciudadano Soto y Gama.
El C. Moreno Jesús Z.: ¡Moción de orden, señor presidente! (Desorden. Campanilla.) El Reglamento, señor presidente, es expreso en esta materia. Cuando un ciudadano diputado ha reclamado el quórum no queda a la apreciación de nadie decir si lo hay o no. Su señoría está pasando por encima del Reglamento.
El C. Rodríguez Guillermo: Artículo 95 del Reglamento. Yo pido que se lea el artículo 95 del Reglamento. (Desorden. Campanilla.)
- El C. presidente. La Presidencia hizo la aclaración.
El C. Barón Obregón, interrumpiendo: Señor presidente, pido la palabra para una moción de orden. Quiero interpelar al señor presidente para dar fin a este asunto. (Desorden. Campanilla.)
El C. presidente, continuando: No tiene usted la palabra, ciudadano representante. (Varias voces: ¡Moción de orden!) Un momento, va a hablar la Presidencia. Ya la Presidencia hizo la aclaración...
El C. Barón Obregón, interrumpiendo: ¡Moción de orden, señor presidente! (Desorden. Campanilla.)
El C. presidente, continuando: Se llama a usted al orden, ciudadano representante. Va a hablar la Presidencia. Ya la Presidencia hizo la aclaración de que no tenía interés en sostener su trámite; que a efecto de que la responsabilidad no caiga sobre la Presidencia, sujetaba a la aprobación de la mayoría de esta Asamblea la conducta que está siguiendo. Es un principio parlamentario, ciudadano Z. Moreno, el aceptar la voluntad de las mayorías, y en este caso usted debería acatar la voluntad de esas mayorías.
El C. barón Obregón: Voy a interpelar a la Presidencia para dar fin a este asunto. La diputación veracruzana consiente en que pase a discusión este asunto, y solamente quiere que la Presidencia señale el día... (Voces: ¡No! ¡No! Desorden. Campanilla.)
El C. presidente: ¡Un momento! La Asamblea ha tomado un acuerdo; La Asamblea ha ratificado la actitud de la Presidencia. en consecuencia, si el desorden continúa, como la Presidencia no puede pasar sobre los acuerdos de la Asamblea, levantará la sesión. (Voces: ¡No! ¡No! Murmullos. Campanilla.)
El C. secretario Salazar: Se suplica a los ciudadanos representantes se sirvan ocupar sus curules.
El C. Díaz Soto y Gama: Después de veinte interrupciones, señores, interrupciones todas descorteces...
El C. Manrique, interrumpiendo: ¡Y torpes!
El C. Díaz Soto y Gama, continuando: ... puedo al fin empezar a procurar hacerme oír. como potosino y como agrarista faltaría a mis deberes si no dedicase algunas frases a honrar la memoria del más ilustre de los potosinos, indudablemente el señor don Ponciano Arriaga. Como agrarista, por que los agraristas tenemos el honor de conocer toda la historia del agrarismo y, por tanto, él es uno de los más clarividentes agraristas, don Ponciano Arriaga; y en estos momentos en que el agrarismo sufre una pugna tenaz, en que se abre una campaña de prensa decidida y perversa contra la corriente agrarista; en estos momentos en que insidiosamente y malévolamente se ha publicado con gran bombo una proposición de los hacendados del Estado de México, que tiende nada menos que a hacer ineficaz el artículo 27; en estos momentos en que se trata de preparar un verdadero golpe de Estado contra el agrarismo, sorprendiendo a la Comisión Nacional Agraria que, por cierto, no se dejaría sorprender; en los momentos en que un hombre hasta aquí respetable, como lo era antes de ayer don Fernando Iglesias Calderón, se coloca cobardemente delante de la reacción.... (Aplausos.) se pone a defender a los latifundistas y se pone casi a justificar la intervención de los Estados Unidos con motivo de lo que él llama despojo; en estos momentos en que la prensa tiene la cobardía de hacer que a ese acto, que no sé cómo calificar, de don Fernando Iglesias Calderón, que se pone a atacar el régimen fundado en una Constitución que él protestó sostener, va en contra de ella y tiene el cinismo de decir, él y otro senador, Brioso Candiani, que ellos no consideran que se hagan expropiaciones cuando la indemnización no sea previa, siendo así que la Constitución de 17, que ellos protestaron sostener, guardar y hacer guardar, categóricamente expresa que los latifundios expropiados se pagarán con bonos de una deuda especial; en estos momentos es un deber de un agrarista venir a defender el agrarismo en los momentos indiscutidos e indiscutibles con opiniones de entre los hombres consagrados por la historia y uno de esos mexicanos consagrados por todos los partidos, respetados por todas las facciones, que admiran propios y extraños, es don Ponciano Arriaga. Por esto cumple a mi deber de agrarista no venir aquí, como se quiere hacer entender por algún diputado ignorante, a venir a quitar el tiempo, sino a defender el agrarismo en su brecha. Yo vengo a defender el agrarismo, señores diputados, porque la misión principal de esta Cámara, la única que hasta ahora ha sabido cumplir, la misión a que nos trajo aquí el voto de nuestros comitentes, la que nos ha hecho permanecer unidos, lo único que nos une en Cámara, lo único que, como decía el diputado doctor De Alba hace un momento, lo único que ha hecho que resulte la unidad de la Cámara es el agrarismo; cuando el agrarismo peligra, nosotros estamos obligados a defender al agrarismo, porque el agrarismo es la voluntad nacional, porque el agrarimos es la médula de la revolución, porque el agrarismo es la causa de la revolución, y porque por el agrarismo han muerto medio millón de mexicanos o quizá más. La cosa es clara la luz y sería un crimen abandonar la defensa del agrarismo cuando lo atacan en la Cámara alta los hombres que deberían defenderlos. El ilustre constituyente Ponciano Arriaga, cuya apología, cuyo panegírico como constituyente no tengo que hacer porque todo el mundo conoce sus méritos, porque todo el mundo sabe que a fue el principal miembro de la Comisión de Constitución, fue el que más se distinguió en los debates, fue el que más sano afán contribuyó a la formación de ese Código político con que se enorgullecía la pasada generación; el ilustre Ponciano Arriaga fue, sobre todo eso y aparte de todo eso, el precursor del agrarismo. En un admirable voto particular que ni siquiera mereció segunda
lectura porque entonces surgió, como ahora surge, la oposición de los latifundistas, porque entonces los latifundistas, alarmados, presentaron un ocurso tremendo al Congreso Constituyente impidiendo en lo absoluto que se pasase a discutir dicho voto particular; en ese voto particular don Ponciano Arriaga con rarísima intuición previó y señaló todos los aspectos del agrarismo uno por uno, desde la cuestión ejidal que hoy se pone en duda por senadores reaccionarios, que son verdaderos tránsfugas de la revolución, como Iglesias Calderón y Brioso Candiani, desde la cuestión de los ejidos hasta los demás aspectos del problema; estudió el monopolio de la tierra y sus consecuencias; estudió las deficiencias en el cultivo y el abandono de la propiedad, resultados del latifundismo, señaló la absorción de los poderes por el latifundismo; hizo un análisis de cómo el latifundista es el soberano verdadero en su tierra, cómo es un señor feudal que absuelve la justicia, que establece gabelas, que tienen cárceles, que hace esclavos a sus peones. Señala maravillosamente cómo del latifundio surgió por una relación inevitable de causa y efecto la esclavitud de los pobladores de los campos como resultado ineludible de la omnipotencia del latifundista. En fin, la mejor defensa del asunto agrario, de la revolución agraria está en la admirable, en el admirable voto particular de don Ponciano Arriaga, voto que, por desgracia, no conoce la República, como debe conocerlo. Por esto la Comisión tiende a que se haga una edición especial de ese voto; por esto la Comisión quiere dar a conocer a la República cómo entendió, cómo vio, con qué clarividencia vio don Ponciano Arriaga y cómo vieron nuestros constituyentes la cuestión de ejidos, y cómo hoy se debate el caduco de don Fernando Iglesias Calderón en cosas que él no entiende. El asunto es trascendental y de otra manera no me hubiera permitido ocupar la atención de la Cámara. En el artículo 8o. de la parte resolutiva del voto particular, dice terminantemente don Ponciano Arriaga:
"8a. Siempre que en la vecindad o cercanía de cualquiera finca rústica, existiesen rancherías, congregaciones o pueblos que, a juicio de la administración federal, carezcan de terrenos suficientes para pastos, montes o cultivos, la administración tendrá el deber de proporcionar los suficientes."
La cuestión ejidal resuelta terminante y categóricamente por don Ponciano Arriaga. ¿Por qué hace esto? Por los abusos de los hacendados, por las infamias continuas de los hacendados, por las constantes arbitrariedades de las autoridades judiciales; la señala terminantemente en esta forma:
"El que creyere que exageramos, puede leer los importantes artículos que nuestro digno compañero el señor Díaz Barriga ha publicado no hace muchos días en el "Monitor Republicano", los que se han publicado en la prensa de Aguascalientes, San Luis Potosí y otros Estados, y sobre todo..."
Llega la penetración de don Ponciano hasta ver el origen que había de ser del agrarismo: Cuernavaca y los distritos del Sur, Morelos y Guerrero, "...puede visitar los distritos de Cuernavaca y otros al Sur de esta capital, los bajíos de Río Verde, en el Estado de San Luis; toda la parte de Huasteca y, sin ir muy lejos, observar lo que pasa en el mismo Valle de México. Pero, ¿qué parte de la República podría elegir para convencerse de lo que decimos, sin lamentar un abuso, sin palpar una injusticia, sin dolerse de la suerte de los desgraciados trabajadores del campo? ¿En qué tribunal del país no vería un pueblo o una república entera de ciudadanos indígenas, litigando terrenos, quejándose de despojos y usurpaciones, pidiendo la restitución de montes y aguas? ¿En dónde no vería congregaciones de aldeanos o rancheros, poblaciones más o menos pequeñas que no se ensanchan, que no crecen, que apenas viven disminuyendo cada día, ceñidas como están, por el anillo de fierro que les han puesto los señores de la tierra, sin permitirles el uso de sus frutos naturales o imponiéndoles requisitos gravosos y exorbitantes?"
Y hoy un liberal no ve otra cosa, el caduco, el imbécil, el ñoño, el vegestorio de don Fernando Iglesias Calderón; (Aplausos. Risas.) después de los hechos consumados, después de una agitación de once años por los ejidos, cuando ya la cuestión de los ejidos es una verdad adquirida, es una verdad axiomática, algo que ha pasado a la categoría de cosa juzgada, todavía este hombre, este bárbaro, cree que no deben de restituirse los ejidos. (Aplausos nutridos.) Y es natural, como en el caso de Iturbide, frente a la autoridad apolillada de don Fernando Iglesias Calderón, fuimos nosotros los agraristas los que tuvimos el honor, la honra de poner en parangón la opinión de un hombre venerable, como don Ignacio Ramírez, frente a la caduca autoridad de un viejo inútil, don Fernando Iglesias Calderón, y es natural que ahora nosotros nos disgustemos cuando se quiere oponer un hombrecillo así ante la opinión del más ilustre de los constituyentes don Ponciano Arriaga (Aplausos.) ¿Por qué, señores? porque es una vergüenza que en este país se mienta siempre y constantemente y se mienta por los intelectuales y sobre todo, con todo descaro por la prensa que cada vez se aleja más de la opinión nacional y cada vez se aleja más de la vergüenza, y que cada vez se aleja más del pundonor. (Aplausos.) Porque es increíble, señores diputados, que haya periodistas que publiquen bajo su firma editoriales en que poco falta para que llamen a la intervención extranjera. (Aplausos nutridísimos.)
Eso es vergonzoso e indigno, que se abuse de una empresa editorial hasta el extremo de llegar, casi, casi, sin casi, a la traición a la patria... (Aplausos estruendosos.) Es escandaloso que en plena República Mexicana se defienda en un editorial del primer periódico citadino nada menos que a la Colonia Española, es decir, a los sucesores de los conquistadores que quieren todavía tratarnos como a conquistados y en ¿qué forma, en qué forma, señores diputados? se quiere que porque el representante de España viene aquí, nosotros sacrifiquemos todos nuestros principios, que nosotros sacrifiquemos toda la revolución y que vayamos a ponernos de rodillas ante los que siempre han sido enemigos de México en nuestra propia patria. (Aplausos.) No cabe mayor falta de vergüenza; no cabe mayor atentado al decoro que venir a defender a los españoles latifundistas en la tierra que deshonró, en la tierra que destruyó en la tierra que asoló Hernán Cortés y que destruyeron y asolaron los encomenderos. (Aplausos.) ¡Era lo
único que le faltaba a México: que un mexicano viniera a defender la conquista y sus consecuencias en la persona de los sucesores de los encomenderos; era lo único que nos faltaba, que en los momentos en que se proclama que se ha consumado la Independencia, se venga a demostrar que todavía los españoles son amos de muchas conciencias y son los amos y los directores de gran parte de la prensa nacional! (Aplausos.) Eso es lo que no podemos permitir los agraristas, y puesto que la prensa vendida, la prensa mercenaria, se lanza francamente a combatir a la revolución, aquí estamos un revolucionario, muchos revolucionarios para enfrentarnos contra la reacción con todo su cinismo, con todo su poder, con todo su dinero. (Aplausos nutridos) ¿Qué importa, señores diputados, que mañana esa prensa miserable, esa prensa que todos los hombres de vergüenza despreciamos con todo el desprecio de que es capaz nuestro corazón de hombres bien nacidos, (Aplausos ruidosos.) ¡qué importa que mañana esa prensa trate de mancharnos con sus insultos y con sus babas? Esos insultos no nos llegan, y esas babas ni siquiera nos tocan. (Aplausos ruidosos.) ¡Infelices de nosotros los revolucionarios si nuestro prestigio dependiera de esas hojas mercenarias que no sirven sino para condenarlas al desprecio; de esas hojas que si alguna vez atacan a un hombre, a un ciudadano, sirven para que toda la República sepa que ese ciudadano tiene algo de honradez y algo de vergüenza, puesto que merece los editoriales de la reacción representada por estos periódicos! ¡Qué nos importa! Gocemos con los ataques de esa prensa; no debemos temerles que nos manchen con su calumnia, que se arrastra, si al cabo la República, la revolución no está con ella. La conoce la República, la conoce la revolución, está el pueblo con la Cámara, por la sola razón de que esta Cámara ha dado todo lo que ha podido, lo que no entiende la prensa reaccionaria, lo que ella llama pérdida de tiempo y lo que nosotros decimos que es lo más excelso: La Ley Agraria. (Aplausos nutridos.) Y dejando en paz a esa prensa que no merece más que un gesto de desdén, vamos a ocuparnos por un momento de las absurdas y ñoñas opiniones del caduco, del vegestorio llamado don Fernando Iglesias Calderón. Dice este hombre que no conoce del agrarismo ni el A B C, que al darse ejidos deben darse nada más unas extensiones de terreno escasas, situadas en las afueras de cada pueblo y suficientes para que los vecinos del mismo planten pequeñas hortalizas, pasteen sus ganados y tengan algunos árboles frutales; pero que los ejidos no deben de ser por ningún motivo grandes extensiones de labrantío que poseen actualmente muchas poblaciones, gracias a los procedimientos agraristas.
Vamos a demostrarle a este señor que no sabe casi, casi, ni dónde tiene la cara...(Voces: ¡Las narices!) Desde las leyes de Indias, es decir, desde los tiempos de Carlos V, el autócrata, y de Felipe II, el inquisidor, desde esa época se dotó por los reyes de España y por sus representantes, los virreyes, de tierra a los pueblos con amplitud sobrada. Quiero basarme en la primera autoridad que hay en la materia, autoridad indiscutida en materia de ejidos, en el licenciado Wistano Luis Orozco, calificado como el primer escritor en materia de tierras ejidales y de terrenos baldíos. Este señor en su obra "La Organización de la República" que es su obra magistral, que es su obra clásica, plantea este apotegma que es la base, que es la justificación, que es la defensa de todo el procedimiento revolucionario en materia de tierras, justificación en el sentido de las tradiciones, no en el sentido de las doctrinas avanzadas, no una justificación fundada en el pasado, sino en la historia de nuestro país; fundada en las tradiciones coloniales. "Apotegma", con esa expresión plantea su trabajo. "A todas las poblaciones de indígenas, sin excepción y establecidas cuando se verificó la conquista, se les concedieron por el soberano..." por la soberanía, por la soberanía del rey de España."... tierras de propiedad común en extensiones más o menos considerables."
Vamos a ver esas extensiones. Bajo el rubro de principios o principios generales, señala la extensión de los ejidos, tomando literalmente preceptos de las leyes de Indias, por el ilustre escritor don Wistano Luis Orozco, respetable en todas sus obras.
"1. Reservando ante todas cosas lo que fuere necesario para plazas, ejidos, propios y pastos de las poblaciones; se reparta incontinenti a los indios "lo que buenamente hubieren menester para labrar y hacer sus sementeras y crianzas, confirmándoles de nuevo lo necesario."
Todo esto es de la ley 14, título 12, libro 4o. de la Recopilación de Leyes de Indias. Y luego es más precisa:
"2. Pero si la población tiene alguna importancia, los virreyes y audiencias cuiden de que se dé a los indios no solamente el fundo legal de la dicha importante población; sino mucha más cantidad de tierras, sin limitación alguna".
Se ve el contraste, se ve opuesto de la teoría que surge del cerebro ya cansado, ya caduco, completamente caduco de don Fernando.
"Y aunque la población no sea de importancia, se dé a los indios toda aquella cantidad de varas de tierra que los dichos virreyes y audiencias juzgaren que necesitan para sembrar y vivir. Real cédula de 4 de junio de 1687." ¡1687!
De 1687 y en 1921 don Fernando Iglesias Calderón, senador, desgraciadamente, por el Distrito Federal, viene a decirnos que debe ser lo que se dé por ejidos una escasa extensión de tierra, donde se siembren unas cuantas hortalizas. Se ve la ignorancia fundamental de este hombre y su espíritu no solo conservador, sino ultrarreaccionario, porque va más atrás, no ya como la vez pasada en la discusión de Iturbide, más allá del año de 23, sino que ahora se coloca el hombre más atrás de 1687. Ahora, para demostrarlo a don Fernando y a los que lo siguen, que no es exacto que se diesen pequeñas extensiones de ejidos y que no es exacto que hoy se den exorbitantes extensiones por la Comisión Nacional Agraria, voy a tener el gusto de leer a la Asamblea una lista de las extensiones de tierra, de la cantidad de sitios que se daba en títulos virreinales, en mercedes coloniales a diversos pueblos:
"Según títulos primordiales que han venido a mi estudio, se dieron:
"Al pueblo de Zapotlán, Jalisco, ocho sitios de ganado mayor y 28 1/2 caballerías de tierra." No es una escasa extensión de terreno, muy pocas veces habrá dado la Nacional Agraria ocho sitios, y ocho sitios vienen a ser como doce o trece mil hectáreas; ocho sitios, por mil setecientas cincuenta y cinco hectáreas que tiene cada sitio, de manera que son como catorce o quince mil hectáreas. Sólo un caso de una dotación de esta especie hay, la del pueblo de Juchitepec; las demás son de dos o tres mil hectáreas; de manera que en la época colonial se dotaba con una generosidad muy superior a la casi mezquindad actual.
"Al pueblo de La Palma, S. L. P., diez sitios de ganado mayor.
"Al pueblo de San Antonio de los Guayabos, S. L. P., ocho leguas de circuito.
"Al pueblo de Santa María Acapulco, S. L. P., seis sitios y medio de ganado mayor.
"8. Según noticias auténticas venidas a mi conocimiento, se dieron:
"Al pueblo de Mazatlán, Tepic, diez y ocho sitios.
"Al pueblo de Zapotán, Tepic, doce sitios.
"9. Según datos oficiales que tengo a la vista, se dieron en territorio de Jalisco:
"Al pueblo de Tequila trescientos sitios de ganado menor.
"Al pueblo de Cuyutlán, seis sitios de ganado mayor.
"Al pueblo de Santa Ana Tepetitlán, 8 sitios de ganado mayor.
"Al pueblo de Huejuquilla tres leguas por cada viento." Y luego viene el caso más notable, "¡al pueblo de Mexquitic, del Estado de Jalisco, veinticuatro y medio sitios de ganado mayor!" etcétera, etcétera, etcétera.
Creo que es la mejor respuesta a la ignorancia de don Fernando. Es verdaderamente escandaloso que los revolucionarios se vuelvan tránsfugas, den armas al enemigo y, lo que es peor, que los revolucionarios den armas a los extranjeros mercenarios, a los hombres que no tratan más que de hacer presión sobre nuestro Gobierno, y todo inútilmente, porque nuestro Gobierno no tiene que recibir más presión que la presión del pueblo mexicano, la presión nacional, la presión de la revolución, nada más. Es vergonzoso que por consideraciones de más o menos extranjerismo se fuera a vender la revolución; que por esto se dejara de cumplir la ley como la Constitución de 17, que tiene todas las características de una ley amparada y sostenida por la voluntad nacional. (Aplausos.) El argumento segundo de don Fernando, de que la indemnización debe ser previa, se contesta con la Constitución de 17 que él prometió él, que se dice caballero, que creo lo será; él que dice que es honrado, y creo que debe serlo, que él protestó, sostener. ¿Dónde está, pues la caballerosidad de don Fernando, y dónde está su lealtad a su juramento y protesta cuando hace todavía un año protestaba guardar y hacer guardar la Constitución y hoy se rebela contra ella y hoy la critica y la ataca y llama despojo lo que garantiza, lo que establece, lo que permite esa Constitución? ¿Será necesario, señores diputados, que les lea a ustedes lo que ustedes conocen de memoria, el artículo 27, en el cual, al tratarse del fraccionamiento de latifundios, textualmente dice que el precio de la expropiación se pagará en bonos de una deuda especial que cada Estado creará mediante la expedición previa de una ley federal? Lo hemos discutido aquí cien veces, lo sabemos todos, tienen obligación de saberlo todo diputado y senador, cómo sea esa interpretación auténtica de su expresión, mediante expresión hecha por el propio constituyente, ¿y viene todavía un senador de la República a decir que mediante indemnización, quiere decir, previa indemnización? He logrado mi objeto y no quiero agregar ni una frase que parezca retórica; queda demostrado que los ejidos son una extensión tan grande como sea necesaria para subvenir a las necesidades de todo un vecindario no una escasa extensión; queda demostrado que la expresión mediante indemnización, quiere decir indemnización pagadera en bonos de una deuda que creará cada Estado o la nación, si se trata de ejidos en el Distrito Federal; queda demostrado que Iglesias Calderón no sabe de la misa la media en agrarismo, ni conoce antecedentes sobre ejidos y que se ha colocado a una distancia tal del proletariado, que ha quedado atrás, muy atrás, de Carlos V el déspota, y de Felipe II, el fundador de la Inquisición.
El C. Rodríguez: ¿Me permite una aclaración el ciudadano orador? Para no dar lugar a que quiera interpretarse que nosotros.....
El C. presidente: No tiene usted la palabra.
El C. secretario Salazar: No encontrándose presente.....
El C. Rodríguez: Pido la palabra. El orador me la ha concedido. (Risas.)
El C. presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Rodríguez: El orador me ha permitido una pequeña aclaración. Con el fin de no dar lugar a que pueda interpretarse que nuestra obstinación en pedir que se pusiera a discusión la Ley del Petróleo era para impedir que el ciudadano Soto y Gama hiciera uso de la palabra, hago la aclaración de que él sabe perfectamente bien que comulgo con las ideas agraristas que él sostiene; por lo tanto, yo apoyo en todas sus partes lo que él ha dicho y únicamente dio la coincidencia de que él pusiera a la consideración de la Asamblea esa proposición en los momentos en que nosotros habíamos insistido, como seguiremos insistiendo, en que se ponga a discusión la Ley del Petróleo.
El C. Siurob: Pido la palabra, señor presidente.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Siurob.
El C. Siurob: Señores diputados: El objeto de haber pedido la palabra para aclaraciones a propósito del asunto que está a debate, lo confieso franca y lealmente, no es otro que el de protestar en mi calidad de miembro del Partido Liberal Constitucionalista; yo no puedo menos de tachar personalmente, y así entiendo que lo hará el partido más tarde, los conceptos vertidos por el ciudadano Iglesias Calderón en defensa de los latifundistas. (Aplausos.) Me gusta ir recto a un asunto, sin ambages y sin ningún escrúpulo. El senador don Fernando Iglesias Calderón, liberal de la cepa clásica, que hoy está chocho en el Senado, ha sido uno de los que se han incorporado al Pélece
únicamente por el nombre de liberal; pero debo confesar, en mi calidad de peleceano, que de ninguna manera estoy conforme con la labor que viene desarrollando en contra de la Ley Agraria; no sólo, sino que la censuro acremente y con toda energía, con toda la energía de mi corazón y con toda la fuerza de mi propia conciencia. Hay más todavía: felicito calurosamente, con todo el entusiasmo que se merece, al estimable compañero Soto y Gama por su protesta en contra de la prensa; me uno íntima y estrechamente a esta protesta, porque comprendo que es una protesta justa, y ya era tiempo que esa protesta se hiciera desde la tribuna parlamentaria, aunque ya se ha hecho parcialmente por muchos representantes, debo decir que algunos periódicos merecen mucho menos esta protesta que otros, pero todos la merecen por tibios al defender los verdaderos intereses nacionales, y algunos la merecen hasta el grado de que merecían la acusación - algunos de sus directores - de traidores a la patria. (Voces: ¡Nombres!) Voy a citar nombres. Si yo no he tenido nunca escrúpulos para decir la verdad: me refiero especialmente a "El Universal". "El Universal", yo no quiero personalizar aquí asuntos con su director, porque ya se sabe que existe de antaño un añejo disgusto - odio, por parte de él, por parte mía, no odio, desprecio - entre el ciudadano Palavicini y yo. Debo advertir que vino el odio desde que yo, en el Estado de Guanajuato defendí los ejidos para los pueblos, desde que yo entregué los primero ejidos en aquel Estado a los pueblos de Tenango el Nuevo y Tenango el Viejo, y él, en compadrazgo con Macías, que cobraba dinero de los terratenientes, se opuso a que se entregaran los ejidos a los pueblos. Todo el mundo conoce la historia: se entregaron los ejidos; Carranza quiso obligarme a que quitara las tierras a los pueblos, y la testarudez de Carranza por la primera vez se estrelló ante la testarudez mía, porque yo no quise entregar aquellas tierras a los terratenientes; pero no, señores, aquí ya se trata de algo más serio: la labor que viene desarrollando "El Universal" desde hace tiempo, es una labor de traición a la patria perfectamente clara. Dígalo si no la defensa de los petroleros; dígalo si no algo enteramente claro: los artículos publicados por toda la reacción, por Moheno, por esa pitonisa de la reacción; por Bulnes, por todos esos individuos que resuellan por la herida..... (Voces: ¡Son bueyes cansados!) y de la cual se ha hecho eco "El Universal". Dígalo si no aquel artículo de Querido Moheno, en que preconiza la enmienda Platt; recordad ese artículo, es infame, es canallesco y fue prohijado por "El Universal". Recuérdese todavía ..... voy a relatar hechos y es necesario que se sepa por toda la nación, porque es tiempo de quitarles las caretas a estos animales ponzoñosos, a estos bribones que se burlan de nuestra nación y que hacen una labor netamente extranjerista. Ya no hay los límites de la confidencia, porque la confidencia no tiene razón de ser cuando se trata del bien de la patria. (Aplausos.)
El señor don Adolfo de la Huerta me ha relatado los siguientes hechos: atacaba "El Universal" por su labor, así como hoy alaba al señor de la Huerta, de una manera insidiosa y rastrera. En un artículo de fondo atacaba al ciudadano De la Huerta sobre su labor, y entonces el ciudadano De la Huerta, teniendo, en su poder los cheques del dinero que recibió Palavicini, por su campaña en favor de los aliados, Fulgencio Palavicini, y teniendo en su poder los cheques que recibió por la defensa de los petroleros, iba a publicar estos cheques y, naturalmente, al periódico "Excélsior" y a otro periódico envió copia de estos documentos. Pero sucedió que Palavicini se movió bastante, y comprendiendo que era su ruina, porque constituía su muerte civil, entonces mandó a algunos cónsules y representantes extranjeros y éstos fueron a ver al ciudadano De la Huerta para que no se publicaran.
Yo entiendo que el ciudadano De la Huerta debió haberlos hecho públicos desde luego, porque si no se coarta la labor de "El Universal", entonces llegará un momento en que se haga eco de una manera más completa y más pérfida y más peligrosa para la nación, de los intereses extranjeristas. Este individuo no es mexicano, sencillamente porque se hace eco de los intereses extranjeristas en contra de la patria. ¿Sabéis lo que significa su labor en estos momentos? Cree él o tiene datos o se imagina que los países extranjeros, que los que representan en México el oro y el capital, no reconocerán al presidente de la República, y con ese simple hecho le basta para tomar partido y para arrojarse como un buitre en la persona del presidente de la República y de los elementos revolucionarios, sobre el corazón de la patria (Aplausos.) Y sencillamente, ¿hace poco no fue el señor Palavicini a ver al presidente de la República, a ofrecerle su periódico, porque él quería retirarse a la vida privada? Ese artículo no es más que un desahogo de Palavicini por la sencilla razón de que el presidente de la República le dijo que el Gobierno no tenía periódicos subvencionados. Es necesario que toda la República sepa el valor que puede dar a cualquiera declaración de este individuo, para el que la abundancia no ha tenido un cuerno, sino dos, y se han derramado abundantemente sobre su cabeza... (Aplausos. Risas.) Yo desde esta tribuna parlamentaria, para que de una vez se aclaren puntos, denuncio estos hechos ante el procurador general de la República; pido al procurador general de la República que tome nota de los hechos que dejo asentados desde esta tribuna parlamentaria; que tome nota del artículo de Moheno publicado allí y de los otros artículos publicados antes en defensa de los petroleros. Que tome nota de las declaraciones hechas ante mí por el señor De la Huerta a propósito de los cheques, de las copias o de los documentos comprobatorios, de este dinero recibido de los extranjeros para esta clase de campañas, para que se abra un proceso a este individuo; a ver si no sucede lo que la vez pasada, en el proceso que por andar vendiendo los huesos de los niños huérfanos se le hizo en tiempo de Madero y salió libre únicamente por sus artimañas. Ya es tiempo de que desde esta tribuna se acuse a individuos que merecen el título de traidores a la patria, que tienen en sus manos una fuerza poderosa fundada exclusivamente en el materialismo, en el sistema fenicio de este bribón intrigante, falaz, falaz; con este individuo que tiene el pecho constelado de condecoraciones y tiene el alma corrompida por todas las úlceras, y por todas las llagas, y por
todas las máculas de un mal mexicano, de un mal patriota y de un mal hombre.
Y ahora es tiempo también de decir que toda la República debe interpretar las censuras de estos individuos infames que quieren asestar la puñalada en el pecho de este Gobierno que quiere realizar y está realizando la promesa agrarista. El general Villarreal, puesto como obstáculo para el reconocimiento que se pretende ejercer en la política nacional como elemento decisivo en contra de la revolución; el general Villarreal merece el bien del pueblo, porque está realizando, a despecho de estos miserables, la labor que desempeña en favor de los humildes y de los proletarios. (Aplausos.) Ya es tiempo de defender esas cosas; ya es tiempo de defender la labor que realiza dentro de la Secretaría de Industria y Comercio, aun cuando yo no sea partidario de las ideas del ciudadano Zubaran en la cuestión obrera, sin embargo, me hago copartícipe de la defensa en favor de los intereses petroleros por lo que respecta a la nación y aun siento que no sea suficientemente enérgica, porque yo, francamente, sí estoy por una defensa enérgica, terminante, de los intereses nacionales en las cuestiones del petróleo. Creo que el fundamento de la soberanía nacional no es otra cosa sino el verdadero fundamento de la soberanía popular, después de lo cual se hace solidario, por decirlo así, el Gobierno, creando así el verdadero fundamento del socialismo de Estado al constituir al poder de la nación como legítimo representante de su soberanía en todos los órdenes de las actividades nacionales. Felicito, pues, una vez más al ciudadano Soto y Gama ; no quiero dejarlo solo en esta protesta, quiero demostrarle que los antiguos luchadores, que los antiguos compañeros de tantos años, estamos juntos aquí en la tribuna en los momentos de peligro para la labor revolucionaria. Quiero demostrarle que si él está en el grupo de los agraristas, grupo que en ninguna forma está separado por las ideas del grupo peleceano, puesto que hay los mismos principios, hay los mismos ideales, puesto que hay el mismo espíritu, juntos debemos estar aquí exponiéndonos a que mañana la prensa nos cubra de lodo, porque ese lodo será una aureola de gloria para nosotros, desde el momento en que toda le República se convencerá de que no defendemos más que sus propios intereses.
Yo a la prensa la divido en dos partes: la francamente reaccionaria y la revolucionaria tibia; para la revolucionaria tibia, mis estigmas todavía más fuertes, más fuertes todavía que para la francamente reaccionaria. porque la prensa francamente reaccionaria a lo menos demuestra tener una convicción; que la prensa revolucionaria tibia está muy por debajo de su deber. Les pongo un ejemplo: la prensa que hace muy poco tiempo que defendía una idea y que declaraba francamente, abiertamente amiga del proletariado, ahora no se ven más que puros fenicios, no hay otra cosa. (Risas.) Hoy no encontramos más que individuos que van con el saco de oro a la espalda, en busca de la subscripción en busca del apoyo del público y por las secretarías mendigando rollos de papel, sin atreverse a sostener un principio ni una convicción. Hago esta crítica del periodismo nacional, porque creo que es justa y honrada; creo que los periódicos, sus directores, dirán lo que se dice aquí, y si no lo dicen, allá ellos. Termino, pues, ciudadanos diputados, en que uno mi formal protesta contra la actitud de don Fernando Iglesias Calderón en el Senado, haciéndome solidario de todos los ataques que ha venido a formular el ciudadano Soto y Gama en contra de la prensa que no se atreve a sostener convicciones; haciéndome especialmente solidario de los ataques que he lanzado desde esta tribuna al director de "El Universal" y uniendo mi protesta contra los deturpadores del agrarismo, que atacan a sus cabezas visibles, puesto que el agrarismo es la revolución y la revolución se ha identificado con el pueblo mexicano. (Aplausos.)
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Manero.
El C. Manero: Señores compañeros: He notado, al ascender a esta tribuna, un murmullo de sarcasmo; pero tengo la seguridad de que va a convertirse en un movimiento de respeto para un sentimiento que todos llevamos dentro y que nos obstinamos en no macular. Ese sentimiento es el de la amistad, sentimiento que está sobre otros muchos, inclusive sobre el de las pasiones políticas.
No son para nadie un misterio ni en el recinto de la Representación Nacional, ni en la República entera, ni en gran parte del extranjero, los vínculos de amistad personal que me unen con el señor Palavicini, gerente de "El Universal" (Voces: ¡Huy! ¡Huy! Siseos.) Se necesita más valor para venir a defender a un amigo cuando es vilipendiado justa o injustamente, que para arrojar cargos sin pruebas y, sobre todo, cuando los que escuchan están de antemano preparados favorablemente hacia esos cargos. Ruego a ustedes, señores compañeros, tengan un poco de respeto, porque no voy a ser muy largo.
Mi querido amigo, el señor Siurob, ha pronunciado una verdadera catilinaria contra la política que sigue "El Universal", y contra la conducta personal y el honor personal de su director. Respecto de la política que sigue
"El Universal", toca a "El Universal" defenderla, y los que ocasionalmente hemos colaborado en "El Universal" y hemos tenido abiertas sus columnas para dar el pueblo nuestras ideas llegado el caso... (Toses. Siseos.)
El C. presidente: Se advierte a las galerías que al primer ciudadano que falte al respeto a la Asamblea, se le ordenará que desaloje el salón. La Presidencia está en la obligación de hacer que se respete a los oradores sin distingos de ninguna naturaleza. (Aplausos.)
El C. Manero: Yo les pregunto a ustedes, señores diputados, entre los que creo no contar ningún enemigo: ¿cuál sería el sentimiento de ustedes cuando supieran que yo, lejos de cada uno de ustedes, personalmente, había tenido el valor civil para enfrentarme contra una opinión ya hecha en defensa de ese sentimiento de amistad? Consulte cada uno su conciencia y estoy seguro de que respetará la actitud que en este momento tengo....(Voces: ¡Adelante!) Sin necesidad de que me lo digan, allá iré. Quiero exclusivamente tocar la cuestión personal, es decir hacer la defensa personal de dos cargos que mi querido amigo el señor Siurob hace
a mi estimado amigo el señor Palavicini...(Siseos.) El primero de ellos es que el señor Palavicini fue en época reciente a ofrecer "El Universal" al señor presidente de la República porque quería retirarse a la vida privada, y que el señor presidente de la República le contestó que no tenía dinero para subvencionar. El segundo, que el señor De la Huerta conoce unos cheques que los petroleros y los aliados dieron al señor Palavicini para que hiciera la defensa de los intereses aliados y de los intereses petroleros. Así, pues, el señor Siurob no está aislado en estos dos cargos: en el primer cargo está involucrado el presidente de la República, y en el segundo el secretario de Hacienda y Crédito Público. Yo no tengo ningún motivo para creer que el señor Siurob haya faltado a la verdad; por lo tanto, el señor presidente de la República y el señor Siurob tienen la obligación de probar este cargo: que el señor Palavicini ha ido a ofrecer en venta su periódico y que no lo aceptó el señor presidente de la República. Si el señor presidente de la República no puede probar esto, el señor Siurob ha faltado a la verdad....
El C. Siurob, interrumpiendo: ¡No es cierto!
El C. Manero, continuando: Si el señor secretario de Hacienda puede demostrar que existen esos cheques, puede hacerlos públicos; en ese caso yo tendré que reconocer la verdad del señor Siurob; en el otro caso el señor Siurob habrá faltado a la verdad en este punto y habrá puesto en ridículo al señor presidente de la República y al señor ministro de Hacienda. Dejo, pues, la palabra al señor Siurob, para que en toda forma pruebe los cargos que ha hecho al señor Palavicini, a mi amigo. Una vez hecho esto, creo haber cumplido con un deber y no tengo más que agregar.
El C. Siurob: Pido la palabra para una aclaración.
El C. presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Siurob: Yo no voy a censurar aquí la conducta de mi estimado amigo el señor Manero al venir a defender al amigo personal, pero sí desde ahora tacho absolutamente de ilógicas las conclusiones que ha pretendido sacar desde esta tribuna. Ha dicho: Si el presidente de la República no corrobora lo dicho por el ciudadano Siurob, éste ha faltado a la verdad. Ya se sabe perfectamente que en estos casos de resentimiento personal existen razones de orden político que muchas veces perjudican a los altos funcionarios; esto lo sabe muy bien el ciudadano Manero; pero a nosotros nos toca, a los que estamos haciendo política a cara descubierta, decir la verdad. Lo mismo en el caso del ciudadano De la Huerta, no sé si estará dispuesto a decir la verdad tal como me la dijo a mí. Pues si no la dice él, basta leer en el artículo lo que dice este condottier de la política mexicana acerca De la Huerta. "Político conspicuo, eminente, previsor."
El C. Alvarez del Castillo, interrumpiendo: No dice eso.
El C. Siurob: Diga usted lo que dice, señor compañero. Dice que es más hábil.
El C. Alvarez del Castillo: Con todo gusto le daré esa satisfacción al ciudadano Siurob. Dice que el señor De la Huerta es un político modesto y honrado. Yo creo que el señor Siurob está de acuerdo con esas ideas vertidas por el señor Palavicini.
El C. Siurob, continuando: El ciudadano.... no digo su nombre porque me mancho los labios, dice que - quiero creer las palabras del compañero porque tal vez él haya leído con más detenimiento y calma el artículo, porque yo lo leí a la ligera - , dice que se refiere al señor De la Huerta diciendo que es un político modesto y honrado; pero a continuación dice que deja mangonear a los ministros en los presupuestos, a su antojo; que deja mangonear a los ministros con el Tesoro Público. Todo el mundo sabe leer entre líneas, y es lástima que políticos viejos no sepan leer entre líneas. Lea usted a fondo esto; no es más que una sangrienta ironía para el señor De la Huerta, es un ataque directo al ciudadano Obregón, que no ha hecho nada en dos años que lleva en el Poder, ¡es natural!, no significa nada para estos individuos el reparto de mil ejidos dados a los pueblos!
El C. Gandarilla, interrumpiendo: Eso es de Villarreal, no de Obregón.
El C. Siurob: Esa es la labor que está.....
El C. Alvarez del Castillo, interrumpiendo: Apelo a la caballerosidad de usted. ¿Me permite una palabra?
El C. Siurob: Ya sé lo que me va usted a decir: que si yo creo que es honorable y modesto el señor De la Huerta. Sí creo que es honorable y modesto. ¿Está usted satisfecho?
- El C. Alvarez del Castillo. Apelo a la caballerosidad de usted. ¿Me permite usted la palabra?
El C. Siurob: Con mucho gusto.
El C. Alvarez del Castillo: El señor Siurob, este compañero diputado cuya psicología es tan curiosa, por no decir tan rara, y al cual le podría yo hacer cargos concretos...
El C. Siurob, interrumpiendo: Me tiene sin cuidado.
- El C. Alvarez del Castillo. continuando:...pero llevado por la línea de conducta que siempre me he trazado, de no venir jamás a arrojar leña en la hoguera de las pasiones políticas, porque jamás en mi vida de representante del pueblo, y el ciudadano Siurob si es honorable debe de dar fe de eso, jamás he venido a fomentar sentimientos nocivos ni pasiones intemperantes e innobles.
El ciudadano Siurob ha manifestado que fue una ingenuidad de mi parte juzgar de una manera recta, juiciosa, los conceptos que el señor Palavicini le dispensa al ciudadano De la Huerta. Yo no quiero en este momento discutir la buena fe o la mala fe del ciudadano Palavicini al comentar la conducta política del ciudadano De la Huerta; pero sí le manifiesto al señor Siurob que él no me merece en estos momentos crédito al comentar ese artículo del señor Palavicini, desde el momento en que saca a colación el nombre del ciudadano De la Huerta de una manera irónica. No hace mucho tiempo que el ciudadano Siurob, uno de los líderes más connotados del Partido Liberal Constitucionalista, subscribió con su firma, estampó en un papel su firma haciéndole al ciudadano De la Huerta el cargo de que defraudaba los dineros de la nación, y esa calumnia del ciudadano Siurob no vino a rectificarla después cuando tuvo el convencimiento de que el ciudadano De la Huerta era inocente. En su consecuencia, un hombre que, como el ciudadano Siurob, obra de esa
suerte, no me puede merecer absolutamente ningún crédito en sus comentarios ni en sus juicios políticos. (Aplausos. Siseos.) Esa es la verdad.
El C. Siurob: ¿Ya concluyó usted? - El C. Alvarez del Castillo: Sí, señor. - El C. Siurob, continuando: Acaban ustedes de oír esta especie de disertación defensa, ataque de agua tibia de nuestro estimable compañero Alvarez del Castillo; en resumen no se sabe qué es lo que quiso decir este señor. (Murmullos.) ¿Quiere usted decir que yo no he justificado mis ataques al ciudadano De la Huerta? Pues bien; sepa usted que los cargos que hice al ciudadano De la Huerta fueron cargos políticos y que de esos cargos políticos hay algunos perfectamente comprobados. ¿Quién no recuerda que hace poco se quitó la imprenta a uno de los periódicos, me parece a "Las Noticias", una imprenta que se la había dado a un precio excesivamente bajo y que la recogió la Secretaría de Hacienda, obedeciendo a la denuncia que hizo otro periódico que se llama "El Nacional"? ¿Quién no sabe que se ha dado dinero a una multitud de individuos que han ido a hacer propaganda bolcheviqui? Pues ese es un dato enteramente comprobado. (Voces: ¡Pruebas!) ¿No dijo toda la prensa que se había dado dinero para el Congreso de Ferrocarriles? (Voces: ¿Entonces en qué quedamos?) Yo no he atacado al ciudadano De la Huerta porque algunas de esas cantidades hayan sido dadas en bien de los pueblos; no, yo lo único que he atacado es que algunas de esas cantidades se han malversado porque han ido a parar a manos de individuos especuladores del socialismo...(Voces: ¡Pruebas!) Eso es lo que yo he dicho, han ido a dar a manos de los zánganos, a manos de los especuladores. Estos son datos que se comprueban con toda la prensa; allí encontrará todos los datos el ciudadano Alvarez del Castillo; no puede llamarme calumniador, este cargo lo rechazo en lo absoluto y él mismo será el primero, estoy perfectamente seguro, que acabará por confesar que es falso el cargo que me ha hecho. (Una voz: Ahora sí estuvo buena la prensa! Risas.) A la prensa le he concedido siempre un valor informativo, pero de ninguna manera un valor apreciativo en los actuales momentos políticos. Es una absoluta estupidez decir que porque he censurado la labor política de la prensa, voy a censurar la labor informativa de la prensa. Eso sólo lo piensan los imbéciles. (Murmullos. Risas.) Ahora bien, señores; si el ciudadano Alvarez del Castillo cree que yo he atacado al ciudadano De la Huerta en esta ocasión - y en eso padece un error absoluto - , yo sencillamente he dicho lo que el ciudadano De la Huerta me ha manifestado a mí confidencialmente, ya que no tengo derecho a guardar confidencias cuando se trata del bien del país. Por eso no he vacilado en decir aquí lo que había de cierto en este asunto, porque se trata de un individuo que puede ser altamente peligroso para el país al seguir consumando su traición a la patria. En esta apreciación mía me escudo contra cualquier ataque que se pudiera hacer en mi contra por este particular. En cuanto a los cargos que tenga que hacerme el estimable compañero Del Castillo, yo no sé por qué fue a escoger esta oportunidad para hablar de cargos que tenía que hacerme. Si tiene cargos que hacerme, que me los haga; que no tengo absolutamente ningún miedo a ningún cargo que se me lance. Si el compañero Del Castillo cree que yo he cometido errores, crímenes o lo que él dice, que lo diga, que lo exprese, y si merezco castigo, que se me castigue; si no se comprueba que yo he obrado con absoluto y recto criterio, que venga todo lo que quiera. Yo siempre estoy acostumbrado a afrontar las consecuencias de mis actos, y si conmigo se quiere seguir la política de que porque denuncio un hecho, cualquier error, se me va a acusar y se me va a denigrar para acabar con mis ataques, pues en ese caso que vengan todos los ataques; si Belisario Domínguez puso en esta tribuna el ejemplo de exponer su vida, ¿por qué no he de exponer yo mi humilde honra de revolucionario? (Voces: ¡Ah! Murmullos. Aplausos.) Yo la he expuesto muchas veces y todos los que venimos a esta tribuna a decir algo en favor de la revolución, exponemos de hecho nuestra propia honra. ¿Qué otra cosa hace todos los días la reacción si no denigrarnos y hacernos tiras y pedazos? ¿Qué no ha dicho del compañero Soto y Gama? ¿Qué no ha dicho también de mí? Ineptos, imbéciles, criminales incapaces, etcétera, etcétera. El héroe de Ticumán, llama al compañero Soto y Gama, y no sé cómo me irá a llamar mañana, como lo quiera el compañero Alvarez del Castillo si se hace solidario de la prensa reaccionaria. Estoy a su disposición; pero de todas maneras resulta que es ilógica la conclusión que saca el compañero Manero, porque por razón de su posición social y por razón de conveniencia política que desgraciadamente figura entre nosotros, puede obligar a estos funcionarios a no decir lo que efectivamente ha sucedido. En cuanto al asunto del ciudadano De la Huerta yo sí digo - y el ciudadano De la Huerta personalmente me lo ha dicho a mí - , que el ciudadano De la Huerta, digo, que en lo personal es íntegro, pero que desde el punto de vista político ha cometido algunos errores y entre otros el haber permitido que se malversaran con fines políticos los dineros de la nación. Este cargo lo sigo sosteniendo porque lo firmé, por que estampé mi firma, y lo que yo calzo con mi firma lo pienso antes de calzarlo y estoy dispuesto a sostenerlo en todo momento, porque tengo datos suficientes con qué probarlo; por consiguiente, esta profesión que hago en estos momentos y en virtud de las circunstancias, concreto mi apreciación para que se vea que estoy enteramente con los pies en el estribó, consciente de mi actitud, porque sé perfectamente a dónde me puede llevar. Que venga la oleada de lodo también, no le temo; si el señor compañero Alvarez del Castillo se quiere hacer solidario de eso, que se haga; si el compañero quiere tomar la defensa de la reacción, estoy dispuesto a afrontar mi situación. De todas maneras pido que el procurador de la República tome nota de los conceptos vertidos por mí en esta tribuna y que obre como le dicte su conciencia. (Aplausos.)
El C. Alessio Robles: ¿Me permite una interpelación, compañero?
El C. Siurob: Con mucho gusto.
El C. Alessio Robles: Con permiso de la Presidencia voy a hacer una interpelación al orador. El ciudadano Siurob acaba de hacer cargos en conjunto a toda la prensa y ha tildado a toda la prensa, que él ha llamado reaccionaria de tibia, de que solamente anda mendigando rollos de papel, solamente anda
implorando subvenciones del Ejecutivo. Yo le pido atentamente al ciudadano Siurob que si esas acusaciones son contra "El Demócrata", que dirijo, y también a mí personalmente, que lo diga a la Asamblea.
El C. Siurob: Con mucho gusto. Pido la palabra, señor presidente.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Siurob.
El C. Siurob: Señores: Yo de "El Demócrata" hago el siguiente juicio, así como de su director: creo que "El Demócrata" es uno de los periódicos que más han estado defendiendo los principios revolucionarios; a pesar de eso, creo que han sido defendidos con alguna tibieza. En cuanto a que haya recibido rollos de papel "El Demócrata", no me consta; lo digo franca y lealmente. Yo me referí a algunos de los periódicos que parecen oficiales o semioficiales, que sé que por lo menos reciben alguna ayuda oficial, directa o indirectamente. En cuanto al señor director de "El Demócrata", me merece el concepto de ser un leal revolucionario y un caballero en toda la extensión de la palabra; pero a pesar de todo, creo que el señor director de "El Demócrata", será con el fin de sostener su periódico o tal vez por juzgarlo así conforme a su leal saber y entender, pero creo que "El Demócrata" no se ha atrevido a seguir una línea de conducta clara, marcada, en todas las ocasiones. "El Demócrata" ha defendido a los obreros, especialmente a los obreros rojos, cuya labor merece aplausos sin duda; ha defendido también la repartición de ejidos, pero no se me negará que en los asuntos relativos a la reacción religiosa ha estado un poco complaciente. "El Demócrata" creo que de los órganos de que tengo conocimiento, es de los que pueden ser independientes y de los que se han portado mejor con la revolución.
El C. Alonzo Romero: ¡No le haga la barba! (Risas.)
El C. Siurob: No, yo le digo la verdad.
El C. Alessio Robles: Agradezco algunas de las palabras del compañero Siurob, pero tengo que hacer algunas aclaraciones y algunas explicaciones. Yo he defendido el problema agrario en el periódico, tal como lo entiendo: de una manera consciente, de una manera práctica; no llevarlo hasta la locura. Yo he reprochado allí la superabundancia de comisiones agrarias....
El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: ¡Son pocas!
El C. Alessio Robles, continuando: Si lo que se ha gastado en comisiones agrarias se hubiera empleado en obras de irrigación, con toda seguridad que los campesinos, los pueblos, hubieran obtenido mayores ventajas que las obtenidas hasta ahora...
El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: ¿Me permite una interpelación?
El C. Alessio Robles, continuando: He sido un defensor acérrimo del problema agrario.....
El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: ¿Me permite usted una interpelación?
El C. Alessio Robles: Con todo gusto.
El C. Díaz Soto y Gama: ¿Conoce usted el adagio vulgar de que para que haya guisado de liebre lo primero que se necesita es liebre?
El C. Alessio Robles: Sí, señor.
El C. Díaz Soto y Gama: Pues para que haya reparto de tierras, lo primero que se necesita es que se repartan las tierras; después vendrá la irrigación, todos los demás adornos del problema agrario. (Risas. Aplausos.)
El C. Alessio Robles, continuando: Esa interpelación la ha tomado el ciudadano Soto y Gama de un editorial de "El Demócrata", que él exhibía lleno de contento y lleno de gusto....
El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: No me inspiro en "El Demócrata".
El C. Alessio Robles, continuando: Esas fueron las palabras que decía "El Demócrata". De manera que no es nada nuevo lo que ha dicho. Yo creo que el problema agrario debe resolverse también con la fundación del crédito agrícola, con la fundación de cajas rurales....
El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: ¡Naturalmente!
- El C. Alessio Robles, continuando:... y no con puras teorías líricas estilo Soto y Gama....
El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: Muy líricas, ¿verdad? ¡Pregúntelo a los latifundistas! (Risas.)
El C. Alessio Robles, continuando: En cuanto al problema obrero, también lo he defendido con todo tesón.
El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: Favor de preguntar a los latifundistas si soy lírico. (Risas.)
El C. Alessio Robles, continuando: Ahora, hay que respetar todas las ideas vertidas en la prensa, o qué, ¿pretende el ciudadano Soto y Gama que todos los habitantes de la República piensen como su luminosa excelencia? (Risas.) No, quién sabe adónde iríamos a dar, a Mixcoac probablemente. (Risas. Murmullos.) De manera que defienda usted sus teorías agrarias, defiéndalas por la prensa, defiéndalas aquí en la tribuna....
El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: ¿Pero en cuál prensa? ¿Cuál periódico las publica? (Murmullos.)
El C. Alessio Robles: Funde usted uno. (Voces: ¡Ah! Risas.)
El C. Díaz Soto y Gama: No sé cómo se hace dinero.
El C. Alessio Robles: Puede ser que sí sepa usted mejor que todos los demás!
El C. Díaz Soto y Gama: No sé cómo se hace dinero, francamente.
El C. presidente: Se ruega al ciudadano Soto y Gama no esté interrumpiendo al orador.
El C. Alessio Robles, continuando: Está bien que hagamos, que suprimamos en la próxima discusión de egresos, que reduzcamos a la mitad el Presupuesto de Guerra y que destinemos una cantidad fortísima a resolver el problema agrario, de una manera consciente; que destinemos todas las economías, también, a Instrucción Pública; esos son los principios que debe alentar todo verdadero revolucionario y no con declamaciones huecas y líricas de plazuela. (Risas. Aplausos. Siseos.)
El C. presidente: Tiene la palabra para aclaraciones el ciudadano Serrano.
El C. Serrano Gustavo P.: Honorable Asamblea: De intento no quise interrumpir con una petición al compañero Soto y Gama y al compañero
Siurob, por esperar a que se calmaran un poquito los ánimos. La petición que me ví tentado a hacer fue ésta, y hoy quiero hacerla más bien como una protesta contra lo dicho por el compañero Soto y Gama y apoyado por el compañero Siurob. Como las palabras, como los discursos de Soto y de Siurob han sido recibidos por la Cámara con aplausos, yo no quiero que conste que toda la Cámara apoya las palabras de Siurob, y voy a decir en qué parte protesto.
El C. Solórzano José Luis, interrumpiendo: ¡Es usted reaccionario!
El C. Serrano, continuando: No importa que se me diga reaccionario, señor, pero soy decente. (Aplausos.) Mi protesta va contra esto solamente, compañeros; no voy a defender ideas, porque tiempo hay para ello y ya he tenido ocasión de defenderlas con todo valor civil cuando ha llegado el caso, y yo suplico al compañero Solórzano que si desea sostener algunas ideas, que venga después de mí; pero que no me interrumpa, y proceda conmigo con la misma caballerosidad que he acostumbrado siempre.
El C. Solórzano, interrumpiendo: No la merece usted.
El C. Serrano, continuando: Mi protesta va contra esto - porque el compañero Manero ha defendido ya la personalidad del señor Palavicini - : contra las palabras de imbécil y otras que se han proferido contra nuestro compañero de Congreso, el senador don Fernando Iglesias Calderón. (Voces: ¡Huy!) Recibo con la mayor satisfacción estas muestras de desagrado de los que me sisean; me enorgullezco de ser de los pocos que protestamos contra esta clase de insultos dirigidos a compañeros de Congreso que no están en estos momentos para contestarlos y que aunque estuvieran, se encontrarían en condiciones desventajosas, porque no son capaces de contestar en la misma forma.
El C. secretario Salazar: No habiendo más oradores inscriptos, en votación económica se pregunta si está suficientemente discutido el proyecto.
El C. Sánchez Pontón Carlos: Pido la palabra.
Para protestar en contra de las frases vertidas por el compañero que acaba de estar en la tribuna, yo os excito a que nos levantemos con toda la energía de nuestros corazones a sostener lo dicho por el compañero Soto y Gama contra lo vertido por el ciudadano Iglesias Calderón en el Senado. Que sepa el país que es la Cámara entera oficialmente la que reprueba ese reaccionarismo de un exliberal, de un reaccionario actual, como son los exliberales de hace cincuenta años. Voces: ¡Muy bien! Aplausos.)
El C. secretario Salazar: En votación económica se pregunta si se considera el asunto suficientemente discutido. (Voces: ¡Sí! ¡Sí!) Los que estén por la afirmativa, se servirán ponerse de pie. Suficientemente discutido. En igual forma de votación se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, se servirán indicarlo. Aprobado. Por disposición de la Presidencia se levanta la sesión y se cita para mañana a las cuatro. (8.20 p. m.) obreros rojos, cuya labor