Legislatura XXX - Año I - Período Extraordinario - Fecha 19230201 - Número de Diario 7

(L30A1P1eN007F19230201.xml)Núm. Diario:7

ENCABEZADO

MÉXICO, JUEVES 1o. DE FEBRERO DE 1923

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADO UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO I. - PERÍODO EXTRAORDINARIO XXX LEGISLATURA TOMO II. - NÚMERO 7

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 1º. DE FEBRERO DE 1923

SUMARIO

1. - Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior. Rinde la protesta legal el C. Manuel M. Prieto, diputado suplente por el 4o. distrito electoral del Estado de Chihuahua.

2. - Proposición del C. diputado Luis Espinosa y varios ciudadanos diputados más, relativa a la huelga de tranviarios en esta ciudad; a debate, se aprueba la primera parte, referente al nombramiento de una comisión que se acerque al Ejecutivo para buscar la solución de la citada huelga. Se nombra la comisión de referencia. Para hechos usa de la palabra el C. diputado Rodríguez Guillermo.

3. - Es nombrada una comisión, a fin de que asista a la ceremonia que con motivo del aniversario de la promulgación de la Constitución de 17, se efectuará el día 5 del actual en Querétaro. Al principiarse a recoger la votación para elección de Mesa Directiva que funcionará durante el presente mes, se levanta la sesión por falta de "quórum".

DEBATE

Presidencia del

C. PORTES GIL EMILIO

(Asistencia de 133 ciudadanos diputados.)

- El C. presidente, a las 17:55: Se abre la sesión.

- El C. secretario Gandarilla, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día veintinueve de enero de mil novecientos veintitrés.- Período extraordinario.

"Presidencia del C. Emilio Portes Gil.

"En la ciudad de México, a las doce horas y tres minutos del lunes veintinueve de enero de mil novecientos veintitrés, con asistencia de ciento cuarenta ciudadanos diputados, se constituyó la Cámara en sesión permanente, a fin de procurar que se integrara el quórum de ciudadanos senadores y celebrar sesión de Congreso General para hacer la elección de magistrados y jueces de los tribunales de fuero común en el Distrito y Territorios de la Federación, de acuerdo con la convocatoria expedida por el Ejecutivo para este período extraordinario.

"Se aprobó sin debate el acta de la sesión celebrada el día veintitrés de este mes.

"La Secretaría dio cuenta con los siguientes asuntos:

"El C. diputado Rubén Basáñez pide licencia por tiempo indefinido y que se llame al suplente.

"Se dispensaron los trámites y sin debate se aprobó.

"El C. Nicolás Cano, en telegrama procedente de Guanajuato, dirigido al C. diputado Luis Espinosa, se queja de ataques al Partido Comunista por parte de las fuerzas de ese Estado. - Transcríbase al Ejecutivo.

"El C. diputado Ezequiel Ríos Landeros solicita, por medio de telegrama depositado en Chihuahua, que continué la licencia indefinida de que ha venido haciendo uso, con objeto de que pueda seguir desempeñando la comisión que le tiene conferida el Ejecutivo federal.

"Con dispensa de trámites y sin debate se acordó de conformidad.

"La Presidencia nombró comisiones para que fueran en busca de varios ciudadanos senadores, con objeto de lograr se integrara el quórum de Congreso General.

"A las doce horas y cincuenta minutos se levantó la sesión para pasar a sesión de Congreso General.

Está a discusión el acta. Los honorables ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra en contra, se servirán pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa tengan la amabilidad de manifestarlo. Aprobada el acta.

El C. Espinosa Luis: Pido la palabra para presentar una proposición que considero urgente, relacionada con la huelga de tranviarios.

El C. secretario Gandarilla: Encontrándose a las puertas del salón el diputado suplente del diputado propietario don Luis L. León, que se llama don Manuel M. Prieto, se le va a tomar la protesta y se comisiona a los ciudadanos diputados Guzmán Apolonio R., Fabila Gilberto, Gálvez José, Solorzano Béjar y secretario Samayoa, para que se sirvan introducir al diputado que va a rendir la protesta de ley. Se suplica a las personas que se encuentran en las tribunas y a las honorables personas que ocupan los palcos de la prensa, se sirvan ponerse de pie.

(Rinde la protesta de ley el C. Manuel M. Prieto, diputado suplente por el 4o. distrito electoral del Estado de Chihuahua.) (Aplausos.)

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Honorable Asamblea:

"En atención a los caracteres sumamente graves que ha asumido la huelga de tranviarios en esta ciudad, me permito someter a vuestra aprobación, con dispensa de todo trámite, los dos siguientes puntos de acuerdo:

"Nómbrese una comisión que se acerque al ciudadano presidente de la República para que, de acuerdo con él, se busque la manera más rápida y más eficaz de solucionar la huelga de los empleados y obreros de la Compañía de Tranvías.

"2o. Nómbrese otra comisión para que haga conocer este acuerdo a los empleados de tranvías y les manifieste que la Representación Nacional les presta en este caso su apoyo moral, recomendándoles, al mismo tiempo, que guarden la mayor serenidad posible mientras se resuelve el conflicto.

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, a 1o. de febrero de 1923. - Luis Espinosa. - E. Gandarilla. - Enrique M. Barragán. - Guillermo Rodríguez."

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Espinosa Luis.

El C. Espinosa Luis: Ciudadanos representantes:

Me he permitido someter a la consideración de vuestra soberanía estos dos puntos de acuerdo, confiado y seguro de vuestros sentimientos como revolucionarios y como representantes legítimos del pueblo. Este asunto, por su naturaleza, por ser de necesidad apremiante y por llenar todos los requisitos de un asunto económico que encaja muy bien dentro de nuestras labores no legislativas, entiendo que sí es de la competencia de esta Cámara Nacional y que debe tratarse con todo el interés que encierra, a efecto de corresponder, aunque sea en parte, al alto deber que tenemos de servir al país y de prestar nuestro concurso a los trabajadores de la ciudad de México que se debaten en estos momentos en una situación verdaderamente angustiosa por conquistar algún mejoramiento en su trabajo. No me voy a permitir hacer consideraciones sobre el fondo del actual conflicto, porque quiero ser breve y porque no se necesita; está en la conciencia de esta Asamblea que todo movimiento que emana de las clases proletarias, que toda acción de los trabajadores, tiene a fuerza, en el fondo, mucho de justicia, y esto únicamente basta para que todos nosotros respondamos al llamado de los trabajadores de la Compañía de Tranvías, que ya han arrojado el guante a una de las compañías más odiosas que hay en la República. Nadie de vosotros ignora que la Compañía de Luz y Fuerza, que es también la propietaria del servicio de tranvías en la ciudad de México, constituye un monopolio y que, ensoberbecida por la magnitud de su negocio, amparada por la fuerza brutal del capital que representa, comete en los servicios que presta a los interesados, los más grandes atentados y las más incalificables violencias, que no se justifican, porque esta compañía goza de verdaderos privilegios. Sus abusos son muy graves; de la manera más violenta y atentatoria viola el hogar de cualquier familia respetable para arrancar las instalaciones cuando por cualquiera circunstancia no se ha pagado el consumo de luz con la religiosidad que ellos exigen; acaparan cantidades fabulosas por concepto de depósito que exigen previamente a todo contratante de fuerza o de luz, y así por el estilo, ciudadanos representantes, podría señalar a vuestra consideración el funcionamiento verdaderamente despótico, arbitrario y odioso de esta compañía. Y es natural, señores, que los empleados en los talleres de tranvías, los que mueven los carros y hacen todo el servicio, quieran mejorar su condición económica; y es justo que esta compañía, que tiene grandes utilidades, ceda en parte a las exigencias de los trabajadores. Pero nosotros, no porque se trate de una compañía extranjera cuyo capital debe ser respetado, puesto que es indispensable para el buen funcionamiento del Gobierno y para la vida del país, sino porque se trata de trabajadores que de seguro tienen justicia, nosotros estamos obligados a prestar nuestro concurso en este caso. Yo pienso, ciudadanos representantes, que el Ejecutivo de la República, compenetrado de la necesidad y de la justicia del movimiento de tranviarios y obedeciendo a sus viejos principios de firme revolucionario, acogerá con gusto a la comisión que nombre vuestra soberanía y pondrá todo su patriotismo y toda su buena voluntad para que conjuntamente con la representación que nombréis, procure solucionar lo antes posible este conflicto que ya empieza a manchar de sangre las calles asfaltadas de la metrópoli. Considero que es uno de los imperiosos deberes nuestros acudir en apoyo de los trabajadores que se encuentran en lucha; sé que estos obreros que en estos momentos defienden no sólo sus intereses, sino principios revolucionarios amparados en la Constitución, como es el derecho de huelga, necesitan que la Representación Nacional los respalde porque de esta manera se harán más fuertes y el conflicto se resolverá más pronto.

Termino exhortando a todos vosotros para que pongáis vuestro concurso y especialmente a los representantes del Distrito Federal, que están obligados a tomar parte activa y principal para la solución de este conflicto, ya que son los representantes directos de estos trabajadores. Creo haber justificado la necesidad de aprobar la proposición, y pido que si os parece que es pertinente y justa, como lo considero, le deis vuestro voto aprobatorio.

El C. secretario Gandarilla: Los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra en contra, sírvanse pasar a inscribirse.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Rodarte.

El C. Rodarte: Señores diputados:

Estoy en contra, en lo general, de toda la proposición que hace el ciudadano Espinosa y creo de mi deber hacer presente, por si acaso ha pasado desapercibido, el desaire que sufrió el Ayuntamiento de esta ciudad cuando, inspirado seguramente en los mismos buenos sentimientos que el

diputado Espinosa, fue al salón de sesiones de la Federación de Tranviarios a ofrecer su mediación y todos sus buenos oficios, a fin de solucionar el conflicto presente. Yo creo por decoro, la Cámara debe abstenerse de la segunda parte de la moción presentada por el ciudadano Espinosa, porque sería también una vergüenza que aquellos compañeros que se titulan radicales, que se titulan rojos y que hasta en el encabezado de su papel de correspondencia y en los documentos que usan ponen el lema de "acción directa", que quiere decir que no aceptan la intervención de los poderes, sería una vergüenza que esos compañeros hicieran uso de ese lema para cometer un desaire a la Representación Nacional. Por tal motivo, creo que se saldría de su esfera de acción la Cámara de Diputados si fuera esa comisión a hacer presente esto que el compañero Espinosa ve sinceramente como un desinterés, pero que ellos, suspicaces, verían como una maniobra para atraerlos en política. Así es que yo acepto que se nombre una comisión que vaya a ver al Ejecutivo y le haga alguna representación a fin de crearle fuerza y que el conflicto se resuelva lo antes posible, pero estoy en desacuerdo con la segunda parte, porque conozco la psicología de los trabajadores y sé que no aceptarían de buen grado a esta comisión y no quiero que la Cámara sufra un desaire en un asunto ajeno enteramente a las funciones de la Representación Nacional. Por tal motivo, yo insisto en que se acepte la primera parte, a fin de que esta Cámara contribuya o coadyuve con el presidente de la República para solucionar el conflicto, pero creo que debe rechazarse la segunda parte en bien de la Representación Nacional y para que no sufra algún desaire o algún bochorno una institución que por todos los conceptos es digna de todo respeto y de toda consideración. Por tanto, yo ruego a los señores diputados se sirvan interpretar fielmente mis palabras, ya que deben conocer seguramente mi actuación obrerista, pero como sincero en todos mis actos, no quiero que esta Representación Nacional vaya a sufrir un bochorno por un asunto que no es exclusivamente de su competencia. Bien está que en lo personal los diputados vayamos todos, si se quiere, a hacer una labor en pro de a solución de la huelga cerca de los huelguistas, pero no con carácter oficial, como el ciudadano Espinosa propone.

El C. Espinosa: Señor presidente, para una aclaración.

Honorable Asamblea:

El compañero Rodarte en parte tiene razón. Probablemente muchos de vosotros, que no habéis vivido la vida palpitante de los obreros en la capital de la República porque sois de Estados lejanos, ignoráis las tendencias de los obreros rojos. Yo, que he vivido con ellos, yo que sé desde hace más de tres años de sus tendencias y de sus luchas, estoy capacitado para decir a todos vosotros que estos obreros revolucionarios de convicción, firmes en sus principios, que merecen la consideración más alta en mi concepto, de todo revolucionario legítimo, repudian a todo lo que huele a poder oficial, porque son los más decepcionados; estos luchadores, agremiados, tienen entre los principios de su programa político el no luchar por medios políticos, es decir, el de no trabajar para que vengan sus representantes a las Cámaras ni a ninguna otra parte del Poder público, porque son unos decepcionados de la libertad del sufragio en México y porque no creen en la honradez de los funcionarios públicos; ellos lo han pregonado abiertamente con toda la fuerza de sus pulmones y lo han gritado en las calles, en las plazas y en todas partes donde han tenido oportunidad de hacerlo; pero yo pienso, ciudadanos representantes, que nosotros, si tenemos en realidad deseos de coadyuvar en una forma honrada para solucionar este conflicto sin meternos a prejuzgar sobre motivos de la huelga, ni mucho menos hacernos copartícipes de banderías políticas, podríamos dar un paso en firme para demostrar a estos obreros que merecen todo nuestro respeto, que somos hombres honrados como funcionarios y que les tendemos en este caso una mano leal y amiga; este es mi concepto, esta es mi opinión. Por lo que hace al segundo punto de la proposición, si os parece, aprobadla; de lo contrario, yo no me fijaré en detalles con tal de que vuestra soberanía nombre la comisión que se acerque al presidente de la República y que conjuntamente con él haga algo para solucionar este conflicto verdaderamente grave. Dejo, pues, a vuestra conciencia la aprobación o reprobación de esta segunda parte.

El C. Manrique: Pido la palabra en pro.

El C. presidente: Tiene usted la palabra en pro.

El C. Manrique: Ciudadanos diputados:

Este asunto debemos estudiarlo, atenderlo con todo cariño, con la simpatía que merece y con la serenidad que reclama de nosotros. No es ocasión propicia ésta para teorizar sobre las tendencias de tal o cual grupo de obreros ni sobre las diferencias, ni sobre las causas de las diferencias que a los diversos grupos de obreros separan; lo interesante es esto: Hay un conflicto obrero, hay un problema, un pequeño problema, concreta manifestación, fase transitoria accidental del gran problema social de la lucha de clases. Un grupo de obreros está en huelga La huelga no es el remedio al mal; la huelga puede no sólo aliviar el mal, sino aun agravar lo transitoriamente; la huelga, repito, no es el remedio al mal, sino sólo un síntoma del mal social. La huelga es arma, instrumento de combate en manos del obrero que sabe que así, abandonando el trabajo , poniendo de manifiesto lo que significa su actividad en la vida social, es como puede ejercer presión moral sobre sus patronos, por una parte, y sobre el pueblo en que vive, por la otra, para hacernos pensar en la gravedad del problema, para hacernos pensar, por un momento siquiera, en la utilidad del trabajo del obrero en huelga.

La huelga es, en suma, instrumento de lucha, y un grupo de obreros de la ciudad de México, del Distrito Federal, está en estos momentos en huelga. Si un grupo de obreros ha decidido volver al trabajo, no es esto sino una pequeña fase de la lucha. El conflicto en tesis general está en pie, el conflicto está irresoluto a pesar de las apariencias y a pesar de todos nuestros buenos deseos; que nadie considere, pues, que nuestra actitud en este conflicto, participando espiritualmente en él, expresando nuestro deseo de que se resuelva a la mayor brevedad, signifique conocimiento exacto de la cuestión y de sus antecedentes. No quiere decir el

nombramiento de la comisión sino que entendemos lo que la solidaridad humana significa, que entendemos que este conflicto no puede sernos indiferente y que elevándonos por encima de las diferencias que a los diversos grupos de obreros separan, estamos dispuestos a tender nuestra mano, a prestar nuestra ayuda para la solución del conflicto. Que se redacte, por tanto, la proposición en una forma más amplia, proponiéndose el nombramiento de una comisión que acercándose al ciudadano presidente de la República y a los obreros en huelga, interponga su influencia para arreglar el pronto arreglo del doloroso conflicto que presenciamos; redactada así en forma más amplia, más sintética, no hallaría oposición alguna en la Asamblea. Lo interesante es que esta Asamblea indique con esta actitud, con este rasgo, con este gesto, que el problema actual no nos es indiferente, que a todos nos afecta no por lo que materialmente signifiquen para nosotros la dificultad para transladarnos a puntos más o menos lejanos de la ciudad, sino por lo que significa moralmente para la República Mexicana que un grupo de hombres de trabajo esté sufriendo en estos momentos las graves consecuencias de un conflicto.

Por todo esto, y porque comprendemos que en momentos en que desgraciadamente ha corrido la sangre hermana, el conflicto puede agravarse intempestivamente y adquirir caracteres de inesperada gravedad, nuestra intervención en el conflicto, si algo puede significar, es hoy más urgente que nunca y por esto, compañeros, y porque creo que el sentimiento dominante tiene que ser favorable no considero necesario agregar más; estimo que está indicado el aprobar la proposición.

El C. Gandarilla: Pido la palabra, señor presidente, para hacer una aclaración importante a lo dicho por el compañero Manrique, a la proposición misma, y para expresar algo que evitará discusiones.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Gandarilla: Honorable Asamblea:

No ha sido ni por un momento el ánimo de los firmantes de esa proposición perfectamente justa, el que se vaya a discutir sobre la conveniencia de que la Cámara se acerque o no por medio de una comisión a determinado grupo de obreros. El señor Espinosa y los demás compañeros que hemos tenido el gusto de firmar esa proposición, queremos retirar la segunda parte de ella y dejar en pie solamente la primera, la que dice que se nombre una comisión que colabore con el Ejecutivo para evitar que se siga dando el espectáculo de que un grupo de obreros destroce a otro grupo de obreros de modo directo o indirecto. Nosotros creemos, como firmantes de esa proposición, que esta Cámara genuinamente revolucionaria, que está integrada por hombres que no tienen matices cuando se trata de luchas revolucionarias, luchas de obreros, aprobará por unanimidad la primera parte de la proposición. Pedimos, pues, que se nos permita retirar la segunda parte y pedimos respetuosamente a la Asamblea, a los revolucionarios de esta Cámara, que no den un solo voto negativo a la primera parte de la proposición. (Aplausos.)

El C. Barragán: La Secretaría, por orden de la Presidencia, consulta a la honorable Asamblea si permite retirar la segunda parte de esta proposición.

El C. Rodríguez Guillermo: Pido la palabra en contra.

El C. Barragán: Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Se permite retirar la segunda parte.

El C. secretario Gandarilla: Los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra en contra de la primera parte de la proposición que dice:

"Nómbrese una comisión que se acerque al ciudadano presidente de la República para que de acuerdo con él se busque la manera más rápida y más eficaz de solucionar la huelga de los empleados y obreros de la Compañía de Tranvías."

Sírvanse pasar a inscribirse.

El C. Rodríguez Guillermo: Pido la palabra en contra.

El C. presidente: ¿En contra de qué? ¿De la proposición?

El C. Rodríguez Guillermo: Pido la palabra en contra. No encuentro la razón de por qué me niegan la palabra.

El C. presidente: ¿En contra de la proposición?

El C. Rodríguez Guillermo: En contra de la proposición que está en debate.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Rodríguez Guillermo: Oportunamente yo solicité la palabra porque considero que no sobraba esa proposición. Yo creo que hay diputados que tienen suficiente aceptación en el grupo de obreros para que pudieran acercarse a ellos para ver si era posible encontrar el camino fácil para solucionar este conflicto; por esa razón yo quería hablar sobre la conveniencia de no retirar esa segunda parte, e iba a presentar argumentos a ese respecto, y yo creo que la Secretaría precipitó la votación negando el uso de la palabra a un representativo de los trabajadores. Yo creo que, como miembro de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, estoy obligado a dar mi opinión a este respecto por esta razón reclamo tomar parte en esta discusión.

El C. presidente: La Presidencia informa al ciudadano Rodríguez que en virtud de no haber proposición a debate, puesto que fue retirada, no hay motivo de discusión, no queda más que la primera parte de la proposición, y sobre esa puede usted hablar.

El C. secretario Gandarilla: La Presidencia por conducto de la Secretaría, pregunta a la Asamblea si quiere que se repita la votación como un acto verdaderamente democrático. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. No se repite la votación, compañero Rodríguez; palpablemente se ve el deseo de la Asamblea; en consecuencia, la única proposición que está a discusión, es la parte que se refiere a que se nombre una comisión que procure que se resuelva este conflicto a la mayor brevedad. Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra en contra, sírvanse pasar hacer uso de la palabra en contra, sírvanse pasar a inscribirse; y no habiendo quien haga uso de la palabra en contra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los ciudadanos diputados que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada la proposición.

El C. presidente: Se nombra para que se acerquen al ciudadano presidente de la República, a los

ciudadanos diputados Gálvez, Espinoza y Elenes, Miravate, Avilés y secretario Esparza Martínez.

El C. Manrique: Creo debido que se incluya en la comisión, quizá en término preferente, a alguno de los autores de la proposición.

El C. presidente: Exactamente. El espíritu de la Presidencia fue nombrar al ciudadano Luis Espinoza, pero por un error se anotó el nombre del ciudadano Espinosa y Elenes en lugar del ciudadano Luis Espinoza.

El C. secretario Gandarilla: La Secretaría aclara que queda nombrado como presidente de la comisión, el ciudadano Luis Espinosa para actuar en compañía de los demás diputados nombrados para acercarse a la Presidencia de la República a la mayor brevedad.

El C. Rodríguez Guillermo: Pido la palabra para hechos.

El C. Presidente: La Presidencia hace notar a la Asamblea que sólo por el deseo de no impedir el uso de la palabra a ningún diputado, concede que se hable para hechos; pero cree de su deber manifestar que siendo éste un período extraordinario de sesiones, deberíamos limitarnos exclusivamente a los asuntos incluídos en la convocatoria.

El C. Rodríguez Guillermo: Yo agradezco, señores, la deferencia del señor presidente al permitirme hablar, y esto revela su espíritu evolucionista, que no se encierra en las fórmulas pasadas que señalaban un cartabón estricto para obedecer exclusivamente a la consigna, para venir a la Cámara únicamente a decir sí o no. Yo creo que los representantes del pueblo tenemos obligación terminante de exponer nuestro criterio cuando vemos que la sociedad sufre en alguno de los factores que la componen.

Decía yo hace un momento que consideraba indispensable que algunos diputados nos acercáramos a los tranviarios para estudiar la parte de la razón que ellos tengan, porque aunque esto se niegue, en todas las huelgas hay un fondo de justicia que debe seguramente atenderse para que quede satisfecha la misma justicia; si nada más vamos a ver a una parte, que ya ha dado a conocer su criterio en el sentido de que no tienen razón aquéllos, seguramente que no encontraremos la fórmula que deseamos para solucionar el conflicto. Se ha dicho que los tranviarios se han puesto al margen de la ley, que piden más de lo que la ley concede, y en este caso, señores, los diputados, más que otros, somos los responsables porque no hemos dado cima diligentemente a la reglamentación de la Ley del Trabajo. Por esto es que la Comisión actual de Trabajo y Previsión Social de esta Cámara, hace ya gestiones para que en el próximo período extraordinario a que se nos convoque, se incluyan también estas cuestiones, a fin de que de una vez por todas se señale un camino por el cual puedan encauzarse todos estos movimientos sociales tan frecuentes. Por lo que respecta al camino que yo, como obrero que he pasado mi vida en esa clase de movimientos, considero que puede aconsejarse, es éste: Si la empresa justicia en forma clara y convincente que no deje lugar a dudas entre los obreros, que sus entradas no bastan para cubrir sus gastos, yo creo que en este caso hasta una empresa administrada por los mismos trabajadores, se encontraría en la imprescindible necesidad de introducir economías en sus gastos; pero en este caso, lejos de recurrir al cese de unos cuantos, seguramente que lo más indicado, ya que cada uno de esos operarios que trabajan en la Indianilla tienen sus sueldos por horas, sería preferible repartir el trabajo entre el mayor número para que ninguno quedara cesante, para que la miseria se repartiera entre todos, y de esta manera podría quizá encontrarse una solución que si no los deja contentos, al menos, era una solución diferente para resolver esa pugna enconada donde nadie quiere concederle la razón a otro. Por esto yo creía que era indispensable ver a las dos partes en pugna; pero ya que por precipitación o por lo que ustedes quieran no ha sido posible, yo quiero hacer estas aclaraciones para que se vea que la Comisión del Trabajo de la Cámara no es indiferente a estos conflictos; para que se vea que estamos estudiando detenidamente estas cuestiones, porque queremos encontrar la forma armoniosa que evite dificultades.

El C. secretario Gandarilla. Habiendo invitado la honorable agrupación de constituyentes a esta Cámara de Diputados con objeto de que sea representada en Querétaro el próximo día 5, la Presidencia de la Cámara ha tenido el honor de designar la siguiente comisión que lleve la representación de esta honorable Cámara de Diputados: Juan de Dios Robledo, diputado constituyente; Enrique B. Domínguez, Guillermo Rodríguez, Rafael Garibay, Gustavo M. Bravo y el secretario que habla.

Se procede a la elección de la Mesa de la Cámara de Diputados. Se suplica a los ciudadanos diputados contesten de presente al ser llamados por su nombre.

(Se principia a recoger la votación.)

El C. presidente, a las 18.35: Siendo visible la falta de quórum, se levanta la sesión y se cita para mañana a las cuatro de la tarde, para la elección de Mesa Directiva. (Voces: ¡A las once!)