Legislatura XXX - Año I - Período Extraordinario - Fecha 19230409 - Número de Diario 25
(L30A1P1eN025F19230409.xml)Núm. Diario:25ENCABEZADO
MÉXICO, LUNES 9 DE ABRIL DE 1923
DIARIO DE LOS DEBATES
DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración local de correos, el 21 de septiembre de 1921.
AÑO I. - PERÍODO EXTRAORDINARIO XXX LEGISLATURA TOMO II. - NÚMERO 25
SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
EFECTUADA EL DÍA 9 DE ABRIL DE 1923
SUMARIO
1.- Se abre la sesión, Lectura y aprobación del acta anterior.
2.- Cartera. Se concede licencia a los CC. diputados Solís Vidal, González Gonzalo E., Rama, Álvarez Alfredo, Benítez y Azueta. Es nombrada una comisión para que deposite en la tumba del general Emiliano Zapata una ofrenda floral el día 10 de los corrientes.
3.- Sin debate se aprueba una proposición del CC. diputados Espinosa Luis y Solís Jaime A., a fin de que se presente a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial del Estado de Chiapas, que esta representación Nacional reprueba y condena el atentado de que fue víctima el C. Ricardo Alfonso Paniagua.
4.- Memorial del Sindicato de Zapateros, hecho suyo por el C. diputado Rodríguez Guillermo, por que piden se nombre una comisión que se acerque a la Suprema Corte de Justicia a solicitar que se active la solución del conflicto obrero originado por la clausura de la fábrica "La Alianza"; se le dispensan los trámites; es aprobado y se nombra la comisión respectiva.
5.- Para hechos usa de la palabra el C. diputado Altamirano Manlio Fabio.
6.- Primera lectura al dictamen de la 2a. Comisión de Hacienda, relativo a la iniciativa del Ejecutivo por la que solicita la ampliación de varias partidas del Presupuesto de Egresos, correspondientes a las direcciones de Correos y Telégrafos; imprímanse y a discusión el primer día hábil.
7.- Usan de la palabra para hechos varios ciudadanos diputados. El C. diputado Hernández Galván informa acerca de la comisión que le confirió. 8.- Se aprueba sin debate, una proposición del C. diputado Barragán, referente a que se nombre una comisión que asista a la inauguración de la mejoras materiales llevadas a cabo en el Territorio de Quintana Roo; es nombrada la comisión correspondiente.
9.- Continúa a debate el artículo 4. de la Ley del Petróleo. Se levanta la sesión.
DEBATE
PRESIDENCIA DEL C. CUÉLLAR JOSÉ MARÍA
[Asistencia del 136 ciudadanos diputados.]
El C. presidente, a las 17.02: Se abre la sesión.
- El C. secretario Esparza Martínez, leyendo:
"Acta de sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día cinco de abril de mil novecientos veintitrés. - Período extraordinario.
"Presidencia del C. Antonio Valadez Ramírez.
"En la ciudad de México, a las diez y siete horas y treinta y ocho minutos del jueves cinco de abril de mil novecientos veintitrés, se abrió la sesión con asistencia de ciento treinta y dos ciudadanos diputados.
"Aprobada el acta de sesión celebrada el día anterior, se dio cuenta con una solicitud del C. diputado Gilberto Bosques, relativa a que se le prorroge por diez días la licencia de que ha venido disfrutando, con goce de dietas. Esta solicitud fue dispensada de trámites y sin debate aprobada.
"Se recogió la votación para designar presidente y vicepresidentes de la Mesa Directiva para el mes en curso, y obtuvieron votos: Para presidente: el C. José María Cuéllar, ciento treinta y tres, y los CC. Roque González Garza y Francisco Escudero, uno; para vicepresidentes: el C. Juan de Dios Bátiz, ciento treinta y tres; y los CC. José Castillo Torre y Fernando Rodarte, dos, y Vidal Solís, uno.
"En vista de este resultado, se hizo la declaratoria de presidente, a favor del C. José María Cuéllar, y de vicepresidentes, a favor de los CC. Juan de Dios Bátiz y David Montes de Oca.
"Los electos, a invitación del ciudadano presidente saliente, tomaron posesión de sus cargos.
"Presidencia del C. José María Cuéllar.
"La Secretaría manifestó que continuaba la discusión del artículo 4. del proyecto de Ley del Petróleo.
"El C. Israel del Castillo solicitó que pasara a informar sobre el estado de la discusión alguno de los miembros de las comisiones dictaminadoras, y, a ese efecto, los invitó la Secretaría, pero ninguno de ellos estaba presente. Y como el mismo C. Del Castillo reclamara el quórum, se paso lista
y a ella solamente respondieron ciento tres representantes.
"A las diez y ocho horas y cuarenta y dos minutos se levantó la sesión y se citó para las diez y seis horas del siguiente día, manifestando la Presidencia, que estaba dispuesta a aplicar a los faltistas el artículo constitucional respectivo."
Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada el acta.
- El mismo C. secretario: La Secretaría va a dar cuenta con los asuntos en cartera.
"Honorable Asamblea:
"Teniendo necesidad de trasladarme al Estado de Michoacán, al arreglo de importantes asuntos relacionados con los interese del distrito electoral que represento, muy atentamente me permito solicitar de esta H. Asamblea, una licencia hasta por quince días, con goce de dietas. Asimismo, pido dispensa de trámites.
"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F., 9 de abril de 1923. - Vidal Solís."
En votación económica se consulta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta a la Asamblea si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Concedida.
"H. Asamblea:
"El subscripto, diputado en ejercicio al Congreso de la Unión, ante vuestra soberanía, atentamente expone:
"Que, teniendo necesidad urgente de salir de esta capital, con destino al distrito por el que fue electo, al arreglo de varios asuntos que requieren su presencia, solicita, con dispensa de todo trámite, una licencia, con goce de dietas, hasta por diez días, a contar desde el día de mañana.
"Protesta sus respetos. - México, D. F., 9 de abril de 1923. - Gonzalo E. González."
En votación económica se consulta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se concede la licencia.
"Ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados:
"Aquilino Emilio Rama, diputado en ejercicio, os suplica consultéis a la honorable Asamblea, la aprobación de una licencia que, con goce de dietas, y por el plazo de cinco días, solicito muy respetuosamente.
"Hago notar que es la primera vez que solicito licencia y que solamente muy serios asuntos relacionados con mi Estado natal me obligan a pedirla.
"Protesto mi muy distinguida consideración.
"México, abril nueve de mil novecientos veintitrés. - A. E. Rama."
En votación económica se consulta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta a la Asamblea si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Concedida.
"Honorable Asamblea:
"Teniendo necesidad de pasar al distrito de Apatzingán, Michoacán, al arreglo de algunos asuntos importantes, atentamente ruego a vuestra soberanía que, con dispensa de trámites, me concedáis una licencia de veinte días, con goce de dietas.
"Salón de Sesiones. - México, D. F. , a 9 de abril de 1923. - Alfredo Álvarez."
En votación económica se consulta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión . No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta a la Asamblea si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobada.
Telegrama procedente de "General de Terán, Nuevo León, 5 de abril de 1923.
"Secretarios de la Cámara de Diputados:
"Obligado circunstancias imprevistas permanecer ésta unos días más, por su honorable conducto solicito Cámara licencia quince días, goce dietas y dispensa los trámites. - Diputado, Daniel Benítez.".
En votación económica se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Concedida.
Telegrama procedente de "Tampico; Tamaulipas, abril 9 de 1923.
"Señores secretarios Cámara Diputados. - México.
"Asuntos urgentes mi distrito, hanme detenido. Atentamente ruego a esa H. Cámara concederme permiso económico por ocho días. - Atentamente, el diputado, A. M. Azueta."
En votación económica se pregunta a la
Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta a la Asamblea si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Concedida.
"Gobierno del Estado libre y soberano de Morelos. - Circular.
"Cámara de Diputados. - México.
"El ejecutivo de mi cargo tiene el honor de invitar a usted para que deposite en la tumba del general Emiliano Zapata, una ofrenda floral el día 10 de abril, en la ciudad de Cuautla, Morelos, con motivo del aniversario de su muerte.
"Emiliano Zapata fue el caudillo de la revolución mexicana de carácter social; es una cumbre de ideal y esperanza que guía a los agraristas en la lucha diaria por el mejoramiento efectivo de las condiciones económicas, sociales y morales del campesino. La vida de Zapata fue un confortante ejemplo de constancia en la horas amargas, de indomable valor en el esfuerzo y de fe profunda en la justicia y triunfo del agrarismo. El culto a este caudillo tiene, para los que fueron sus colaboradores, las nobles proporciones de una comunión de ideales y después de consumada ésta, cuando se separan sus discípulos, se encuentran renovados de la fe que su caudillo tuvo y se entregan a su labor libertaria con más ahinco, lleno el corazón de un alto desinterés personal.
"Anticipa a usted las gracias el Ejecutivo, seguro de que aceptará con beneplácito la presente invitación, teniendo en cuenta sus ideales, y con este motivo sírvase aceptar las seguridades de su alta consideración.
"Sufragio Efectivo No Reelección. - Cuernavaca Morelos, a 23 de marzo de 1923. - El gobernador provisional del Estado, José G. Parres. - El secretario general de Gobierno, Joaquín Páez.
"Nota. - Para las personas que acepten la presente invitación, habrá dos trenes, que saldrán de la ciudad de México para la de Cuautla, uno, a las 20 del día 9 de abril, y el otro, a las 5.30 del día 10 del mismo mes."
La Presidencia ha tenido a bien designar en comisión para que asistan a la ceremonia que en Cuautla, Morelos, tendrá verificativo en honor del extinto general Emiliano Zapata, a los siguientes ciudadanos diputados: Fabila Gilberto Romero Ismael, Reynoso Díaz Leopoldo, Cuéllar José de Jesús, Murguía Salvador y secretario Esparza Martínez.
- El mismo C. secretario. Leyendo:
"H. Asamblea:
"La noche del 28 del mes próximo pasado, el señor Ricardo Alfonso Paniagua fue víctima de un atentado en la ciudad de Tuxtla de Gutiérrez, Chiapas, por parte de la policía del Gobierno del Estado, la que hizo fuego sobre él, causándole tres graves heridas, que lo tienen a las puertas de la muerte.
"Como ese es un atentado político oficial, debidamente clasificado, que condenan nuestras leyes y reprueba la moral de los pueblos cultos, venimos a pedir a nuestra soberanía que tengáis a bien aprobar, con dispensa de todo trámite, la siguiente proposición económica:
"Única. Diríjanse telegramas a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial del Estado de Chiapas, haciéndonos presente que esta Representación Nacional reprueba y condena el atentado de que ha sido víctima el líder socialista Ricardo Alfonso Paniagua."
"Salón de sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, a los dos días del mes de abril de mil novecientos veintitrés. - Luis Espinosa. Jaime A. Solís."
El C. Espinosa Luis: Pido la palabra, señor presidente, para fundar mi proposición.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Espinosa Luis.
El C. Espinoza Luis: Ciudadanos representantes:
Venimos ante nuestra soberanía a levantar nuestra enérgica protesta por el brutal atentado de que ha sido víctima el líder agrarista chiapense, Ricardo Alfonso Paniagua, quien fue vil y gravemente herido por los esbirros del gobernador del Estado de Chiapas. La policía del Estado obedeciendo órdenes de aquel sultanzuelo, hizo fuego de manera impestiva sobre Paniagua, causándole tres gravísimas heridas, que lo tienen al borde de la tumba.
Como nosotros hemos estado luchando desde hace tiempo por encauzar por los caminos de la moral la administración pública del Estado de Chiapas, pudiera creerse, ciudadanos representantes, que veníamos en esta ocasión con el propósito de hacer cargos, más o menos infundados, al gobernador del Estado de Chiapas; para borrar de vuestra mente esta idea, que pudiera esbozarse por los antecedentes que señalo, me voy a permitir suplicar a la Secretaría de lectura a estos telegramas, a efecto de orientarnos debidamente.
- El secretario Esparza Martínez, leyendo:
Telegrama procedente de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 29 de marzo de 1923.
"Diputado Luis Espinosa. - Cámara Diputados.
"Particípote anoche policías Estado asaltaron, frente teatro, a Paniagua, resultando herido gravedad; ruégote reservarte noticias, efecto no llegue oídos de su esposa; necesita pronto auxilio, pues temo desenlace funesto. - Héctor Vásquez."
Telegrama procedente de "Palacio Nacional, México, D. F. el 3 de abril de 1923.
"Señores Diputados Luis Espinosa y Jaime A. Solís. - Cámara de Diputados. - Ciudad.
"Estado Mayor. - Hasta hoy me he enterado de su atento mensaje del 31 del próximo pasado, y lo contesto haciendo a ustedes presente la pena que al Ejecutivo de mi cargo ha causado el desgraciado suceso que ha puesto en tan inminente peligro la vida del señor Paniagua, y hago votos por su pronto restablecimiento, participándoles que se han dictado todas las medidas necesarias, para que tenga
garantías completas. - Afectuosamente, el presidente República, A. Obregón."
Telegrama procedente de "Mérida, Yucatán, 1. de abril de 1923.
"Señores Diputados Luis Espinosa y Jaime A. Solís. - Cámara de Diputados.
"Su mensaje relativo. Con esta fecha diríjome a señores presidente de la República y general Calles, haciendo mía su protesta y suplicándoles se sirvan prestar las garantías necesarias a miembros Partido Socialista Chiapaneco. - Atentamente, el presidente del Partido Socialista, F. Carrillo."
El C. Espinosa Luis, continuando: El atentado mandado ejecutar por el gobernador del Estado de Chiapas, ha causado honda y profunda indignación en el Ejecutivo de la República y yo pienso, ciudadanos representantes, que siendo vosotros los que representáis el sentimiento revolucionario de la Nación, no podíais permanecer indiferentes, ni podíais ser ajenos a la desgracia de un compañero que ha caído por el que ayer fuera uno de los más activos y decididos defensores del huertismo y del felicismo.
Efectivamente ciudadanos representantes, la silueta, la grotesca figura política que por desgracia gobierna o tiene en sus manos - porque no gobierna -, los destinos de mi Estado, es una de la siluetas lombrosianas, es la de un individuo completamente descalificado por sus antecedentes contrarrevolucionarios: Tiburcio Fernández Ruiz, el que por uno de esos caprichos incomprensibles de la suerte asaltó el Gobierno de mi Estado, sirvió en Chiapas defendiendo el huertismo con las armas en la mano, combatiendo a los pocos que tuvimos el gesto de levantarnos en armas para combatir contra aquel Gobierno usurpador emanado de un cuartelazo y embriagando con la sangre de los mártires.
Más tarde cuando ya el constitucionalismo había triunfado y se consolidaba en Gobierno en toda la República, Fernández Ruiz levantó de nuevo la bandera de la contrarrevolución en Chiapas asolando y sembrando de ruinas su vasto territorio; entonces se le vio pasear por los rincones del Estado, porque jamás se aventuró a penetrar al centro, la grotesca, la ridícula, la sanchopancesca figura de Félix Díaz, expulsado continuamente del Estado de Oaxaca. En Chiapas fue, ciudadanos representantes, donde Félix Díaz tuvo la más grande, la más sincera, la más entusiasta de las acogidas; cuantas veces Félix Díaz huía del Estado de Oaxaca, iba a refugiarse al Estado de Chiapas donde sabía que contaba con sus más adictos partidarios, porque sabía que los mapachis eran suyos, porque sabía que Fernández Ruiz lo escoltaría siempre en sus derrotas y lo sacaría de la República para arrojarlo como un preciado despojo a las fronteras guatemaltecas.
Ciudadanos representantes, ¡qué de raro tiene que quien ayer fue esbirro del huertismo y más tarde sostenedor del felicismo, y quien como Fernández Ruiz aprendió en Guatemala las prácticas del esbirro que también supo perfeccionar Estrada Cabrera, hoy, que se encuentra al frente de los destinos de Chiapas, ponga en su juego estos procedimientos y mande asesinar a los que como Ricardo Alfonso Paniagua no tienen otro delito que ser líderes, en la sierra de Motonzintla, donde a su voz responden alrededor de doce mil trabajadores del campo?
Ricardo Alfonso Paniagua, a pesar de su juventud , pues apenas cuenta veinticinco años, es una de las figuras de mayor relieve político en el Estado de Chiapas, por su desinterés, por su carácter de batallador, infatigable, por su intrepidez, por su inteligencia; es uno de los ciudadanos más queridos en aquella región del pueblo chiapense y naturalmente, ciudadanos representantes, que Ricardo Alfonso Paniagua y los suyos, revolucionarios de abolengo, defensores de las causas nobles, apóstoles de la generación del pobre labriego, tenía que enfrentarse a la hora de la lucha, como efectivamente lo hizo, con el hoy tiranuelo del Estado de Chiapas. Cuando Fernández Ruiz asolaba las campiñas nativas tremolando la bandera felicista, Ricardo Alfonso Paniagua, al frente de los suyos, concernido la tea del constitucionalismo en las montañas de Motonzintla e hizo frente a la contrarrevolución que encabezaba Fernández Ruiz y lo tuvo siempre a raya, lo persiguió y lo castigó tenazmente, y de ahí que, al asaltar Fernández Ruiz el Gobierno de Chiapas, en virtud de la magnimidad del Plan de Agua Prieta, su primer acto haya consistido en hostilizar a Ricardo Alfonso Paniagua y a los doce mil o quince mil campesinos de la serranía de Motozintla que a la hora de la revolución habían demostrado cómo se sabe ser viril y como se sabe defender los derechos de los vejados. Este es el delito, ciudadanos representantes, que hoy purga Ricardo Alfonso Paniagua en el camastro de una casa humilde de la capital del Estado de Chiapas.
Cuando Fernández Ruiz asolaba las campiñas nativas tremolando la bandera felicista, Ricardo Alfonso Paniagua, al frente de los suyos, encendió la tea del constitucionalismo en las montañas de Motozintla e hizo frente a la contrarrevolución que encabeza Fernández Ruiz y lo tuvo siempre a raya, lo persiguió y lo castigó tenazmente, y de ahí que, al asaltar Fernández Ruiz el Gobierno de Chiapas, en virtud de la magnanimidad del Plan de Agua Prieta, su primer acto haya consistido en hostilizar a Ricardo Alfonso Paniagua y a los doce mil o quince mil campesinos de la serranía de Motozitlán que a la hora de la revolución habían demostrado cómo se sabe ser viril y cómo se sabe defender los derechos de los vejados.
Este es el delito, ciudadanos representantes, que hoy purga Ricardo Alfonso Paniagua en el camastro de una casa humilde de la capital del Estado de Chiapas.
Nosotros no podíamos permanecer impasibles ante la desgracia de un compañero y ante la actitud insultante de un contrarrevolucionario, único individuo que se encuentra al frente de un Estado para vergüenza de la revolución. No me explico, señores representantes, cómo un individuo de antecedentes lombrosianos lleve su arrojo y su sensatez hasta el grado de atentar en contra de la persona de un genuino revolucionario, en estos momentos en que los campos están ya deslindados; no me explico, ciudadanos representantes, estas manifestaciones de despecho y de odio inveterado cuando todo el Gobierno de la República y los gobiernos revolucionarios de los Estados, uniéndose en fraternal abrazo, olvidan todas las diferencias de partido y sólo tienen en la mente el deseo de hacer labor de patria y de concordia. Yo no sé, ciudadanos representantes, lo que este individuo que desgobierna el Estado de Chiapas, piensa al proceder en la forma en que lo ha hecho, pero sí tengo el deber de pensar que los actos de este esbirro de Huerta no son más que la consecuencia de su actitud de ayer y reflejo de su odio a los de abajo, a los que el mismo pertenece.
Yo no vengo, señores, a pedir precisamente un castigo para Fernández Ruiz ni a defender a Ricardo Alfonso Paniagua; yo vengo a poner adelante de vosotros una situación clara y definida: por un lado el esbirro de Huerta y lugarteniente del felicismo que ha subido por los vaivenes de la política al Gobierno de un Estado al que oprime y veja y que asesinan sin importarle las leyes ni los principios de la moral, y por otro lado el grupo de revolucionarios que lucha cumpliendo con su deber, queriendo por todos los medios a su alcance refrenar a este
hombre perverso e inconsciente, y enseñarle el camino recto de la fraternidad. Si Fernández Ruiz, ciudadanos representantes, no responde a estos anhelos de fraternidad de todos nosotros, si el no atiende la ley, si el menosprecia la dignidad del ciudadano, ¿qué de raro tiene entonces que los pueblos de Chiapas, cansados de soportar el rigor de este tiranuelo, se levanten en armas, como lo están haciendo desde el mes de enero último?
Y no se crea que la actitud de estos pueblos obedece a fines mezquinos, innobles y bastardos; no, no ciudadanos representantes; el individuo que como Fernández Ruiz recurre al asesinato vulgar para deshacerse de sus adversarios políticos, es un individuo que está dispuesto a recurrir a todos los medios para sostenerse en el poder, para flagelar al pueblo, para castigar al pueblo, como viene haciéndolo. El malestar de los habitantes del pueblo de Chiapas obedece a que Fernández ha implantado una verdadera tiranía; Fernández Ruiz lo mismo pisoteó en julio la voluntad del pueblo manifestada en los votos para elegir representantes al Congreso Federal, como la burló después cuando se trató de elegir representantes al Congreso del Estado, y como la pisoteó más tarde cuando el pueblo de Chiapas, que cree en los principios revolucionarios y que ama la libertad, se aprestó para nombrar a sus autoridades directas, es decir, a los presidentes municipales.
En aquella lucha, ya lo dije otra vez, el pueblo derrotó al Gobierno, que fue su único adversario, ganándole cuarenta y dos municipios, de los cincuenta y ocho de que se compone el Estado; esto es, triunfó el pueblo en contra del Gobierno en más de las dos terceras partes de los municipios de Estado. Fernández Ruiz, tiranuelo de la más baja medida, inconforme con su derrota, apeló, como era natural, a la Legislatura del Estado compuesta de incondicionales, ordenándole que hiciera un decreto por medio del cual se declararan nulas todas las elecciones habidas en los municipios donde el había perdido, y por virtud del mismo decreto se pusieron consejos de administración civil.
Pero no vaya a creer vuestra soberanía que estos consejos están formados por personas serenas, imparciales y honorables, ajenas a la contienda política, como de seguro os lo imaginaréis; no, compañeros; Fernández Ruiz, para hacer más sangrienta su burla al pueblo, hizo que las planillas íntegras que él había sostenido en contra de las planillas populares, fuesen las que entraran en funciones con el nombre de consejos municipales. Pero no paró ahí la burla. Todos estos elementos adictos, incondicionales y serviles al Gobierno de Chiapas, obedeciendo a la consigna, estando íntimamente unidos por el sentimiento del odio y de la venganza, apenas se hicieron cargo de los ayuntamientos, su primer acto consistió en perseguir, en atropellar, en asesinar a sus contrarios. ante esta situación desesperada, ante esta burla tan cruel y tan sangrienta, ante esta vejación a los derechos del hombre y de los pueblos, yo pregunto: ¿qué hubierais hecho vosotros? indudablemente que levantaros en armas para derrocar a un tiranuelo como el que os he estado pintando. Pues esto es lo que han hecho los pueblos del Estado de Chiapas. Naturalmente cuando el esbirro de Huerta, cuando el opresor del Estado de Chiapas, cuando el paladín del felicismo comprende que está próximo a derrumbarse, recurre al asesinato, única arma de los débiles y de los cobardes, porque ya no tiene la fuerza moral del pueblo que lo respalde ni la fuerza moral de sus propios actos, acude a la violencia y a la cobardía para pretender amedrentar al pueblo de Chiapas y prolongar su dictadura por más tiempo.
Por todo esto, ciudadanos representantes, yo vengo a pedir a los revolucionarios de esta Cámara, que lo son en su mayoría, nos tiendan su mano en esta ocasión, obedeciendo a un sentimiento de solidaridad. Yo no puedo, señores, creer que haya alguno de vosotros que ante la desgracia de los revolucionarios de Chiapas, que ante los asesinatos brutales del gobernador troglodita, permanezcan impasible, por que entonces seríais traidores a la revolución y habría que pensar que habías abjurado de vuestros principios.
Yo sé que por encima de cualquiera liga personal están vuestros sentimientos de revolucionarios; a ellos apelamos y pedimos que aprobéis que se dirijan estos mensajes de protesta; ya lo véis, es bien poco lo que pedimos. Seguro de que estaréis con nosotros en este caso, me retiro de esta tribuna, convencido de que prestaréis vuestro valioso apoyo, anticipádos desde luego mis más expresivas gracias en nombre del pueblo sufrido y expoliado de Chiapas, que gime bajo el látigo de un capataz que, para vergüenza de la República, gobierna el Estado de Chiapas.
El C. secretario Esparza Martínez: En votación económica se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Dispensados los trámites. Está a discusión la proposición subscripta por el ciudadano diputado Espinosa, que, en su parte resolutiva, dice:
"Única. Diríjanse telegramas a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial del Estado de Chiapas, haciéndoles presente que esta Representación Nacional reprueba y condena el atentado de que ha sido víctima el líder socialista Ricardo Alfonso Paniagua."
Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra en contra, en votación económica se pregunta a la Asamblea si se aprueba: Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobada.
- El mismo secretario, leyendo:
"Sindicato de Zapateros. - Secretaría:
"Al ciudadano secretario de la Cámara de Diputados. - Presente.
"Los subscritos, miembros del Comité Ejecutivo del Sindicato de Zapateros del D. F., nos permitimos dirigirnos a ese H. congreso, respetuosamente, en demanda de los siguiente:
"Un grupo de obreros de la fábrica de calzado "La Alianza", situada en la 11a. calle del cobre número 253, se ha acercado a este sindicato obrero, formulando la siguiente petición, que, por solidaridad, hacemos nuestra ante esa Representación.
"Un justo procedimiento judicial hizo que fuera clausurada contra toda ley la fábrica "La Alianza", dejando sin trabajo a multitud de obreros. El dueño de esta fábrica, don Ezequiel Castañeda, que no es el demandado, recurrió a la justicia federal en demanda de amparo por el atropello cometido, y el juez de distrito, ante quien elevó su queja, declaro que la justicia de la Unión le amparaba y protegía contra actos de la autoridad judicial que decretó el cierre y embargo de la fábrica. La parte actora, no obstante esta sentencia, intentó su revisión ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ante cuyo alto Cuerpo el ciudadano procurador general de la República pidió la confirmación de la propia sentencia, teniendo encuentra razones de equidad, con cuya exposición no debemos distraer la atención de esa H. Asamblea; pero como quiera que un procedimiento ante la Corte tardaría mucho tiempo, y el conflicto obrero de la fábrica "La Alianza" se prolongaría indefinidamente, dejando sin trabajo a numerosos obreros, esta corporación, teniendo en cuenta la afinidad de los componentes de esa H. Cámara con el elemento trabajador, ha resuelto dirigirse a ustedes solicitando que esa H. Representación nombre una comisión para que, acercándose a la Suprema Corte de Justicia, le pida que, considerando de interés público la resolución de este negocio, se sirva fallarlo a la mayor brevedad posible.
"Parécenos oportuno hacer constar que este sindicato no se permite hacer insinuación alguna en cuanto al fondo del negocio que se ventila, por respeto al alto Tribunal que ha de fallarlo, y por la respetabilidad de la Cámara, y sólo desean dentro de la ley, la terminación de este asunto, por lograrse así la solución del conflicto obrero citado, por la falta de trabajo para multitud de compañeros.
"Protestamos a ustedes nuestro respeto y consideración. - Salud y Revolución Social. - México, 3 de abril de 1923. - El secretario general, Librado Mendoza. - El secretario del interior, Nemesio Fernández."
"Hago mía la presente proposición. - Guillermo Rodríguez." - A la comisión de Peticiones.
El C. Hernández Marín: Pido la palabra, señor presidente, para objetar el trámite. Los peticionarios de esta proposición se fundan en que hay una cantidad de obreros que están sin trabajo con motivo del cierre de esta fábrica, y ante este conflicto solicitan de esta Asamblea que se designe una comisión que, acercándose a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, le pida que declaré este asunto de urgente resolución en virtud de entrañar un conflicto obrero. Creo que esta Asamblea, por su afinidad con el elemento obrero y consecuente con antecedentes ya establecidos, puede bien dispensar los trámites, porque, de otra manera, no tendría objeto la proposición que se ha hecho, y así me permito pedirlo: que se dispensen los trámites a esto, con objeto de que se designe una comisión, que no tiene más fin que solicitar que se declare de urgente resolución un asunto que tiene sin trabajo y sin pan a multitud de familias de compañeros obreros.
El C. Peña: Pido la palabra para objetar el trámite.
El C. secretario Esparza Martínez: Como se trata de una petición de particulares y el ciudadano diputado Guillermo Rodríguez la ha hecho suya, en votación económica se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Dispensados los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra en contra, en votación económica se consulta a la Asamblea si se nombra la comisión que proponen los ciudadanos peticionarios. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se nombrará la comisión. La presidencia ha tenido a bien designar para que cumplan con este encargo de la Asamblea, a los ciudadanos diputados siguientes: Manlio Fabio Altamirano, Enrique Parra, Adolfo Hernández Marín, Solórzano Béjar Francisco, Ramírez Mariano y secretario Gandarilla.
No encontrándose presentes los miembros que componente las comisiones del Petróleo, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, excita muy atentamente a dichas comisiones para que concurran a las sesiones y no hagan perder el tiempo a la Asamblea.
El C. presidente: Tiene la palabra para hechos, el ciudadano Manlio Fabio Altamirano.
El C. Altamirano Manlio Fabio: Señores diputados:
Por unos cuantos minutos voy a distraer la atención de ustedes, para referirme a un asunto que ha tenido suspensa la atención de la República durante varios días: se trata del conflicto surgido en el Estado de Veracruz. La diputación del Estado de Veracruz en este Congreso, me ha dado la encomienda de venir a esta tribuna para aclarar algunos puntos referentes a nuestra actuación en el conflicto surgido en el Estado de Veracruz. Para ello quiero decir a esta Asamblea, aunque estaría por demás, porque lo sabe y de sobra, que en el Estado de Veracruz ha surgido un conflicto gravísimo entre las dos entidades principales de aquella Entidad Federativa: la entidad civil y la entidad militar. Se han hecho con anterioridad, todos los esfuerzos posibles para llegar a un entendimiento entre el gobernador Tejeda y el general Guadalupe Sánchez, representativos de estas dos entidades. Pero señores diputados, por desgracia, todos los esfuerzos han salido fallidos y han venido las cosas agravándose paso a paso, y día tras día, hasta el grado que consideramos nosotros que la situación se hace verdaderamente insostenible en aquella Entidad; creemos que, si no se pone un remedio inmediato y eficaz a aquella situación, se creará un conflicto verdaderamente, inconmensurablemente grave para el gobierno de la República.
Resulta que, tanto el coronel Tejeda como el general Guadalupe Sánchez, están rodeados de determinados elementos y, por la pugna existente
entre los dos representativos de estas entidades, resulta que lo que ordena el coronel Tejeda, por un espíritu de grupo, por un espíritu de partidarismo, lo obstruccionan los que están con el general Guadalupe Sánchez; y lo que ordena el general Guadalupe Sánchez, lo obstrucciona, por la misma razón, el grupo que rodea al coronel Tejeda; y entre estas diferencias, entre este conflicto tan grave, que ya ha hecho que se derrame sangre en el Estado de Veracruz, el que sufre verdaderamente es el pueblo veracruzano. Aun para las mismas instituciones revolucionarias, aún para sostener los mismos principios y llevarlos a la práctica, resulta que no se puede dar un paso en el Estado de Veracruz, por la pugna existente entre estas dos entidades que gobiernan el Estado.
La representación veracruzana en el Congreso de la Unión había acordado, desde hace mucho tiempo, abstenerse en lo absoluto de tomar parte en la política veracruzana, para que no fuera a decir el coronel Tejeda que se obstruccionaba su labor aquí en el Congreso de la Unión, y hemos dejado que los acontecimientos sigan su curso, hasta llegar a este momento en que no podemos, porque es materialmente imposible, permanecer indiferentes ante una situación tan grave, creada en aquel nuestro Estado. Ante esta situación, la representación veracruzana en este Congreso de la Unión, sostiene el siguiente criterio: creemos nosotros que la única manera de resolver el conflicto de Veracruz, consiste en que los dos representativos de las entidades que gobiernan Veracruz, en el orden civil y en el orden militar, abandonen el Poder. Nosotros creemos que, si sigue subsistiendo el estado de cosa actual en Veracruz, no se podía ya dar un paso en ningún orden de cosas: las fuerzas de Tejeda, armadas, frente a las fuerzas de Guadalupe Sánchez, también armadas. Señores: la situación en Veracruz es verdaderamente insostenible; nuestros esfuerzos - lo quiero declarar aquí, ante este Parlamento y ante las tribunas que me escuchan-, los esfuerzos de la mayoría veracruzana en el Congreso de la Unión tienden desde hace dos o tres días, a lograr que se resuelva de una manera definitiva el conflicto surgido en Veracruz. Estas son las declaraciones que tengo que hacer en nombre de la diputación veracruzana.
Ahora, en dos minutos, haré algunas declaraciones muy personales, personalísimas: me había yo abstenido, señores diputados, de decir algo acerca de la labor desarrollada últimamente en Veracruz. Yo quería tener la oportunidad de decirlo en esta tribuna, y ahora es la oportunidad: ¿porqué ha surgido el gravísimo conflicto que hoy mantiene suspensa la opinión pública en el Estado de Veracruz? Por una sola cosa, señores diputados: por la falta absoluta de talento y de pericia en el coronel Tejeda para gobernar el Estado. Un alto funcionario hizo declaraciones acerca de la personalidad del coronel Tejeda; estoy conforme con este alto funcionario. El coronel Tejeda no tan sólo es ecuánime, se pasa de ecuánime; no tan solo es sereno, se pasa de sereno; pero el coronel Tejeda, con todas sus virtudes y con todas sus cualidades, le falta una sola: el talento y la pericia necesaria, nada más necesaria, para poder inmediatamente gobernar. De modo señores diputados, que, con todas las virtudes que le podamos admitir, le falta la única necesaria para poder gobernar.
El primer paso en falso que dio el coronel Tejeda, fue ponerse en abierta pugna con el jefe de las operaciones. Yo creo que cualquier gobernante, en su caso, lo primero que hace es ponerse de acuerdo con el jefe de las fuerzas que están en el Estado, para gobernar entre los dos, por el sendero que indican los principios revolucionarios. El coronel Tejeda ha querido hacer labor revolucionaria; el coronel Tejeda ha iniciado sus pasos para hacer verdadera labor eficaz en el Estado de Veracruz; pero, señores diputados, el coronel Tejeda es absolutamente un abúlico; el coronel Tejeda está en manos de tres o cuatro individuos que quieren ser candidatos al Estado de Veracruz, y cada uno de ellos que lo rodea, tira por su lado; uno está con Jara, otro está con un señor Meza, que dicen que va a ser también candidato; otro está con Basáñez, y así por el estilo. Resulta que en el Gobierno del Estado de Veracruz, en el grupo que rodea a Tejeda, no hay una unidad de acción, no hay absolutamente un hombre que piense en gobernar serena, tranquila y reposadamente, al Estado encaminándolo por el sendero revolucionario. No, señores, se toma la bandera revolucionaria para hacer labor política; cualquier principio, el más sagrado de la revolución, lo manchan el Estado de Veracruz involucrándolo con la labor política. Se da este caso, señores diputados: en la ciudad de Jalapa existen dos agrupaciones agraristas, una agrupación está con Jara, que se dice que va a ser el Bonillas del Estado de Veracruz, aunque otros afirman que va a ser el señor Meza. Muy bien: la agrupación sostenida y prohijada en todos sentidos con dinero y con fuerzas por Jara, tiene toda la preeminencia en el Gobierno del Estado; a esta agrupación se le da dinero, se le han dado armas, se le da todo, y a la agrupación contraria, a la que no está con Heriberto Jara para candidato al Gobierno del Estado, a esa ni se le dan armas, ni se le atiende, ni se le da absolutamente ninguna protección.
La intriga política, señores diputados, llega a tal grado que hace unos cuantos días estuvo en la ciudad de México una comisión de agraristas, mejor dicho, una comisión de agraristas de los que pertenecen al general Heriberto Jara; me acerqué a esta comisión porque tengo amistad con todos los miembros de ella, y alguno me dijo: "Sabemos que usted y el diputado Guillermo Rodríguez han intervenido, se han acercado al señor presidente de la República para obtener el desarme de los agraristas". Y, señores diputados, ante una afirmación de tal naturaleza, no tuve más que dirigirme al señor presidente de la República para que se sirvieran decir de manera categórica si le había yo hablado una sola palabra con respecto al asunto del desarme de los agraristas en aquel Estado. El señor presidente de la República contestó en estos términos:
"Palacio Nacional, México, D. F., 3 de abril de 1923.
"Señor diputado M. F. Altamirano. Artes cuarenta y tres.
"Obsequiando su atento mensaje ayer, hago
constar que en esta Presidencia no ha realizado usted ninguna gestión, relacionada con desarme elementos agraristas Veracruz, ni de ninguna otra naturaleza. - Afectuosamente. - Presidente República, Álvaro Obregón."
El señor Calles me dice lo siguiente:
"Contesto su mensaje fecha dos, manifestándole que usted no ha hecho ningunas gestiones ante esta Secretaría apoyando el desarme de los agraristas. - Saludo afectuosamente. - Secretario Gobernación, general P. Elías Calles."
Hago estas aclaraciones, señores diputados, personalísimas, no en nombre de la Diputación veracruzana, sino personalísimas, porque no sé por qué razón en el Estado de Veracruz por parte del elemento que está con el general Jara, se ha tratado por todos los medios de desvirtuar hasta el último de los pasos que yo doy en cuestiones políticas. Yo no sé porqué; algunos de mis compañeros diputados veracruzanos puede ser que pudieran explicarlo; pero ese el hecho. Yo quiero hacer estas aclaraciones desde esta tribuna para que lo sepa el Estado de Veracruz y todos mis compañeros diputados: que no tan sólo no he hecho yo una gestión para el desarme de los agraristas, sino que soy el primero en proclamar que a los campesinos que se les dé un pedazo de tierra, se les deben dar armas para defender aquel pedazo de tierra. Pero, señores diputados, cuando se trató de la cuestión de los cientos y tantos ayuntamiento destituidos por Tejeda, para lo cual se sirvió, al llevarlo a cabo, de su Guardia Civil - que es una cosa muy distinta de los agraristas -, de su Guardia Civil, nosotros pedimos y nosotros fuimos secundados por el señor presidente de la República para que se le retiraran a Tejeda las guardias civiles; ¿por qué? por una razón sencilla: porque las guardias civiles se habían constituido en instrumento de Tejeda para destituir ayuntamientos a su antojo. Y, señores diputados, nosotros creemos que no son esas las atribuciones de las guardias civiles que quieren cumplir con su deber, ni son las atribuciones de un gobernante que se afana por el cumplimiento de los principios revolucionarios. Sostenemos nosotros el criterio de que una de la conquistas revolucionarias más grandes es la libertad del municipio, y creemos que todo Gobierno que se apoya, que se vale de una policía y que se vale de un conjunto de gendarmes para quitar ayuntamientos a diestra y siniestra, porque no están de acuerdo con sus futurismos políticos, ese gobernante traiciona a la revolución. Esta es la razón, señores diputados, por la que nosotros pedimos el desarme de las guardias civiles, pero no hemos pedido ni una sola vez el desarme de los campesinos, de los agraristas del Estado de Veracruz. Por lo demás , señores, el conflicto sigue; que sepa la Asamblea que seguimos trabajando los diputados del Congreso de la Unión por el Estado de Veracruz para que se resuelva este conflicto; no estamos con Tejeda ni estamos con Guadalupe Sánchez; no estamos contra Tejeda ni estamos contra Guadalupe Sánchez; queremos que cese la pugna entre estas dos entidades para que se salve el único que debe salvarse: el Estado de Veracruz. (Aplausos.)
El C. Manrique: Pido la palabra, señor presidente, para hechos.
El C. presidente: No se puede conceder la palabra al ciudadano Manrique.
El C. Manrique: No entiendo por qué se concedió al señor Manlio Fabio Altamirano y no se me concede a mí, señor presidente.
El C. presidente: Se concedió la palabra al ciudadano Altamirano porque en ese momento no había ningún asunto a discusión, dado que no se hallaban presentes los miembros de la comisión del Petróleo; pero como ahora el oficial mayor acaba de hacer entrega a la Presidencia de un documento, la Secretaría va a darle lectura inmediatamente.
El C. Manrique: No, señor; yo pido atentamente que se me conceda la palabra; no hay derecho para distinguir a un diputado de otro.
El C. presidente: Ruego al compañero que tenga la bondad de esperar unos dos minutos para que se lea el documento.
- El C. secretario Esparza Martínez, leyendo:
"2a. Comisión de Hacienda.
"H. Asamblea:
"A esta 2a. Comisión de Hacienda fue turnada para su estudio y dictamen, la iniciativa del H. Ejecutivo de la Unión, fechada el seis de marzo del presente año, por la cual solicita la ampliación de diversas partidas del Ramo IX del Presupuesto de Egresos en vigor, especialmente de la Dirección de Telégrafos, correspondiente a dicho ramo.
"La comisión ha estudiado con detenimiento cada una de las partidas cuya ampliación se solicita y estima que en algunas de ellas pudiera ser procedente la petición; más tiene en cuenta las siguientes poderosas razones:
"Los esfuerzos de la Cámara de Diputados, durante su período ordinario pasado, tendieron a la nivelación de los presupuestos, lo que se logró después de imponer a las diversas Secretarías de Estado los sacrificios que la economía nacional imponía, aun con peligro de refrendar un poco el progreso administrativo del país. Ahora bien; habiendo quedado completamente limitado el Presupuesto de Egresos a los ingresos, de seguir aprobando la H. Cámara de Diputados todas las ampliaciones solicitadas, desharía la labor equilibradora de la misma y, por lo tanto, no sólo sería impolítica su labor, sino hasta antieconómica, porque la autorización de gastos que de antemano se sabe no pueden cubrirse, es una patente de inconsecuencia hacendaria. Además, tanto por la prensa como por datos oficiales, esta Comisión ha tenido conocimiento de que se estudia la próxima fusión de las direcciones de Correos y Telégrafos, dependientes de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, y como al consumarse dicha unidad tendrán forzosamente que modificarse las partidas correspondientes a estas direcciones, exponiendo así a la Cámara, de someter a su consideración la aprobación de la ampliación de las partidas, a un trabajo inútil, puesto que de antemano se sabe van a ser modificadas las partidas.
"Por último, de acceder a la solicitud de ampliaciones, fundada en los perjuicios que sufrirían las
direcciones citadas al principio; de mantenerse las reformas que, tanto la Secretaría de Hacienda como esta Cámara, hicieran a los presupuestos, justificarían que todas las demás secretarías, a las que se le sacrificaron partidas de sus presupuestos, pidiesen a su vez ampliaciones, lo que no siendo materialmente posible, por las razones económicas expuestas, de accederse en este caso se crearía un privilegio injusto a favor solamente de las direcciones de Correos y Telégrafos, dependientes de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas.
"Por las razones anteriormente expuestas, tenemos el honor de someter a vuestra aprobación el siguiente acuerdo económico:
"Único. No ha lugar a aceptar la iniciativa del Ejecutivo de la Unión, de fecha 6 de marzo del presente año, por medio de la cual solicita la ampliación de varias partidas del Presupuesto de Egresos vigente, relativas a las direcciones de Correos y Telégrafos, dependientes de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas."
"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F., a 15 de marzo de 1923. - Mauricio Gómez. - C. Avilés. - Ignacio García Téllez." - Imprímase, y a discusión el primer día hábil.
El C. presidente: Tiene la palabra hechos el ciudadano Manrique.
- El C. Señores diputados:
Lamento que el señor diputados Manlio Fabio Altamirano, el compañero don Manlio Fabio Altamirano, no haya sabido o no haya querido levantar el debate al nivel a que era necesario elevarlo: estudiar el conflicto de Veracruz desde el punto de vista interesante, desde el único punto de vista que puede interesar a una Asamblea popular que se precie de revolucionaria. Es visible, es sensible el contraste entre el tono mesurado, ecuánime, ecléctico, anodino, del compañero Manlio Fabio Altamirano al hablar en la sesión de hoy, y el tono valiente, leal y franco y suyo, verdaderamente suyo, del propio compañero Altamirano, cuando se refería a estas cosas en pasados días. El compañero Manlio Fabio Altamirano esbozó en aquella ocasión el verdadero problema de Veracruz; ahora se aparta del verdadero punto de vista para perderse en el detalle, abandonando el estudio de conjunto, que es lo que a una Asamblea de esta suerte, una Asamblea como la nuestra puede y debe solamente interesar. El problema de Veracruz es aparentemente, es en la superficie una lucha entre el jefe de las operaciones y el gobernador Tejeda; es en el fondo, para los verdaderos observadores, algo más que todo esto; es en el fondo la lucha entre los hombres que intentan implantar la reforma agraria en el Estado de Veracruz, y los elementos conservadores que se oponen todo trance a la realización de la reforma agraria. (Voces: ¡No es cierto!) Si los hombres que intentan la reforma agraria son más o menos puros, si son más o menos sinceros, esta es cosa secundaria y es torpe pretender desvirtuar la nobleza de una finalidad porque se señale determinado error individual, porque pueda señalarse determinado error individual. La lucha entre los revolucionarios, la lucha entre la tendencia revolucionaria agrarista y de la fuerza conservadora que se opone a la realización de esta tendencia, se personifica secundariamente, transitoriamente, en dos hombres: Adalberto Tejeda y Guadalupe Sánchez.
El C. Altamirano Manlio Fabio, interrumpiendo: ¿Me permite usted una interpelación?
El C. Manrique, continuando: Y hay, además, otro aspecto interesantísimo: se trata también de una lucha entre un funcionario civil - no debemos olvidarlo, civilistas de la Cámara -, entre un gobernador de Estado y un jefe de operaciones; un hombre cuya misión no es, no debe ser, la de intervenir en las luchas políticas de un Estado. El ciudadano Manlio Fabio Altamirano ha olvidado o pretende olvidar que el ciudadano Guadalupe Sánchez es un factor, factor serio y positivo en la política del Estado de Veracruz. La pugna entre Guadalupe Sánchez y Adalberto Tejeda no es en el fondo sino la pugna entre el hacendado y el campesino de Veracruz; la pugna entre un gobernador civil que se esfuerza, siquiera torpemente, siquiera desmayadamente, siquiera con toda la falta de tacto que quiera suponérselo, pero sincera y lealmente, por realizar la reforma agraria en Veracruz, y los hacendados y los hombres que fueron de la revolución, corrompidos ahora por los hacendados, ganados a la causa de los hacendados y que se empeñan en estorbar la reforma agraria. La expresión no es mía, la empleó el mismo ciudadano Manlio Fabio Altamirano, refiriéndose en reciente sesión, hablando en reciente sesión de las guardias blancas del Estado de Veracruz, la pintoresca, gráfica y exactísima expresión "Guardias Blancas", la atribuyó a los voluntarios del Estado de Veracruz. Se habla de la guardia civil, se habla del desarme de la guardia civil, ¿por qué no es absolutamente y totalmente leal y se exige y se pide como eliminación del factor de discordia el desarme de los voluntarios del Estado de Veracruz? La Jefatura de las Operaciones en el Estado de Veracruz, el jefe de las operaciones del Estado de Veracruz, general Guadalupe Sánchez, subrepticiamente a proporcionado armas a los hacendados, y hay en Veracruz verdaderas acordadas que, con el nombre de voluntarios, defienden los intereses de los terratenientes enemigos de la reforma agraria.
El C. Altamirano Manlio Fabio, interrumpiendo: ¡En todos los Estados hay voluntarios!
El C. Manrique, continuando: En todos los Estados, bien; intentemos la reforma en Veracruz e intentémosla simultáneamente en la República entera.
El C. Altamirano Manlio Fabio, interrumpiendo: Estamos de acuerdo.
El C. Manrique, continuando: Pues ahora resulta que los pesimistas se equivocan una vez más y que teníamos razón quienes afirmábamos que, a despecho de pasajeros desvíos, ésta es una Asamblea revolucionaria; y que a despecho de pasajeras divergencias, siempre que se trata de médula de la causa revolucionaria de la medula doctrina revolucionaria, podremos fácilmente llegar
a un acuerdo. Desarmemos la guardia civil de Adalberto Tejeda - ¡qué sea enhorabuena! -, pero desarmemos también, porque esto requiere nuestra lealtad a los principios revolucionarios, a los voluntarios de Guadalupe Sánchez. (Aplausos.) Completemos la obra en San Luis Potosí. prosigámosla en Jalisco y continuémosla en Michoacán. (Una voz: ¡En Michoacán qué hay! ¡No hay nada!) Hablo de las acordadas de las haciendas. La voz autorizada del presidente de la Cámara José María Cuéllar, diputado jaliciense, dice a media voz discretamente: " sí hay". Ya véis, pues, que se trataba de algo discutible. (Aplausos). En San Luis Potosí los peones de las haciendas, todos los empleados, perdonad, los empleados de las haciendas están armados para oponerse a todo trance y de cualquier modo a la realización de la reforma agraria. Es lucha de intereses, un conflicto eterno, no hay nada en esto que no sea humano y natural; pero sí somos revolucionarios, si queremos en verdad la realización de la reforma agraria, debemos completar nuestra obra exigiendo el desarme de estas guardias blancas, como pintorescamente las ha bautizado Manlio Fabio Altamirano; y como estamos de acuerdo y como yo no he venido a defender a Adalberto Tejeda, sino a la causa agrarista en el Estado de Veracruz, termino insistiendo a los compañeros a perseverar en la obra; iníciese enhorabuena la solución de problema en el Estado de Veracruz.
El C. Altamirano Manlio Fabio: Pido para una interpelación, la palabra. para una simple aclaración. ¿Cree el compañero Manrique, por casualidad, que un gobernante revolucionario no está en la obligación de allanar todas las dificultades y de prever todas las dificultades que se iban a presentar a su paso para resolver de una manera práctica - porque ya los campesinos lo han dicho mil veces: están cansados de promesas -, para resolver de una manera práctica el problema agrarista? ¿Sí o no está en al obligación?
El C. Manrique, interrumpiendo: ¡Pues claro que sí!
El C. Altamirano Manlio Fabio, continuando: Yo creo que la primera obligación del coronel Tejeda en el Gobierno del Estado de Veracruz, es y ha sido siempre, allanar todas las dificultades para la resolución del problema agrario; pero el coronel Tejeda, accionando precisamente al contrario de como lo indica la razón, ha puesto todos los obstáculos, ha encontrado el camino más intransitable para llegar a la para llegar a las reforma agraria. Yo estoy seguro de que cualquier gobernante que estuviera en el Estado de Veracruz, con un poco de buen sentido, con un poco de inteligencia, - que no tiene el coronel Tejeda - podía haber allanado ese camino para llevar a la práctica, no nada más en teoría, como se ha hecho en Veracruz, sino a la práctica, el problema agrario. Esta es la aclaración, compañero Manrique.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Manrique.
El C. Manrique: Es irreprochable la tesis del compañero Manlio Fabio Altamirano; todos sabemos que el tacto, esa rara cualidad de los gobernantes, es el secreto de muchos éxitos; no importa que la reforma revolucionaria sea una empresa, por su naturaleza misma, de difícil realización; con un poco de tacto, con una clara visión de la realidad, con un profundo sentido de la realidad, puede un gobernante, por avanzado y radical que sea en sus finalidades, realizar mucho. Así presentada la tesis del compañero Altamirano, es irreprochable; yo no voy a discutir si Tejeda ha tenido para la realización de su obra, todo el tacto necesario.....
El C. Altamirano Manlio Fabio, interrumpiendo: ¡Ha fracaso por completo, compañero Manrique!
El C. Manrique, continuando: Pero seamos leales al juzgar la obra de Tejeda; al juzgar la obra de Tejeda, de Adalberto Tejeda, está demasiado ceca de nosotros para juzgarla serenamente. Seamos leales para juzgar la obra de Tejeda, y antes de exigirle cualidades extraordinarias, reconozcamos lealmente que Tejeda ha tenido en su camino un serio obstáculo, un poderoso obstáculo: la posición del general jefe de las operaciones militares en el Estado de Veracruz.....
El C. Altamirano, interrumpiendo: Que él mimo se creó.
El C. Manrique, continuando: .... en convivencia con los hacendados. ¿Queréis resolver un problema, lo queréis resolver lealmente? Aconsejad al presidente de la República, sugerid al presidente de la República que retire del Estado de Veracruz, al general José Guadalupe Sánchez. (Aplausos.)
El C. Secretario Esparza Martínez: Por disposición de la Presidencia, la Secretaría invita al ciudadano Hernández Galván, presidente de la comisión que la Cámara envió a Puente Nacional, pase a esta tribuna a rendir su informe.
El C. Hernández Galván: Honorable Cámara: La función que tenía que desempeñar la comisión que vuestra soberanía nombró para investigar los sangrientos sucesos del Estado de Veracruz, era restringida; restringida porque, según aquí mismo oísteis vosotros, los términos de la proposición, digo, que dio lugar a que se nos nombrase para trasladarnos a aquel Estado, únicamente se tomo como base el atentado que dijeron los promoventes que cometieron las guardias civiles contra los voluntarios que dependen directa e inmediatamente de la jefatura de Operaciones de Veracruz, e indirectamente de la secretaría de Guerra. Sin embargo, la comisión, cambiando impresiones íntimamente los miembros de ella, unos con otros, quiso darle a la investigación el carácter - si era posible- casi popular, popular en el sentido de cuál debiera ser, de qué índole deberían ser los orígenes de información que debían inspirar el informe que hoy rendimos a ustedes.
Como informantes a la comisión figuraron personas del pueblo, campesinos que trabajan por salario, medieros, tercieros, porcioneros en general, uno o dos dueños de haciendas, funcionarios públicos, algunos de ellos que forman parte del ayuntamiento de Puente Nacional, y un gran número de los que fueron víctimas de los sucesos del mismo lugar. Hemos formado el expediente con todo cuidado, y nuestro escrúpulo llegó hasta el grado de tomar
taquigráficamente las declaraciones de todos los que quisieron decirnos algo sobre los sucesos, y la síntesis de los hechos es la siguiente, según lo que humanamente puede hacerse de esfuerzo y con todo el éxito - que lo tendrá, seguramente -, en todo caso mejor que un simple Juzgado instructor, el procedimiento de enfrentarnos directamente con el pueblo, citándolo en masa, y de allegarnos directamente a la voz de quienes han sido partícipes en el asunto, o simplemente lo han sufrido pasivamente, y eso fue lo que hicimos.
La síntesis a que me refiero es la siguiente: De un manera pública y notoria, el 8 de marzo llegó el mayor Ramírez Jesús, el segundo jefe de las guardias civiles del Estado de Veracruz, que están a disposición del Ejecutivo de aquel Estado, llegó a Puente Nacional y le expresó al presidente municipal, delante de algunos ciudadanos con cargos oficiales, o no, que venía con una comisión del gobernador Tejeda, y le entregó un oficio en que acreditaba la verdad de comisión. En seguida, dijo que tenía que esperar todavía a dos o tres jefes subordinados suyos, también con mando de guardias civiles, al capitán Lara y teniente Vázquez, que deberían llegar uno, la tarde del día 8, y el otro, en la mañana del día 9 de marzo; eso ocurrió en efecto. Todavía el mayor Ramírez estuvo reuniendo en la tarde del día 8 de marzo, algunos dispersos, en razón de sus funciones, miembros también de la guardia civil, que se encontraban en las cercanías. Además, a moción, más bien dicho, por orden del mayor Ramírez, el presidente municipal mandó un citatorio a los miembros de la guardia de voluntarios que se encontraban en "El crucero" y algunos otros puntos cercanos, para que al día siguiente, 9 de marzo, pasaran a rendir una declaración a propósito de con qué facultades habían recogido las armas a algunos escandaloso que había, según se dijo, en un baile de un rancho cercano. El nueve en la mañana ocurrieron los dos jefes subordinados de Ramírez, se acuartelaron en la Casa Municipal y en sus dependencias, sin haber hecho uso, para acuartelarse, de ningún otro lugar, de ninguna otra casa, de ningún otro edificio que hay por allí cerca de la Presidencia Municipal en Puente Nacional.
Cuando comenzaron a llegar los voluntarios se les obligó, se les dio orden de que estuvieran en el patio de la Casa Municipal; cuando llegaron los últimos que se esperaban de "El crucero", el presidente municipal, en presencia del Mayor Ramírez, se limito a tomar una o dos declaraciones, e intempestivamente, después de que público y notorio fue que tomaron posiciones como para un verdadero combate, los de la guardia civil, de improviso, como acabo de decir, comenzaron a disparar, como si se hubiera ya designado determinado grupo para víctima suya; comenzaron a disparar los de la guardia civil sobre todos ellos, y apenas se les conminó a que se rindieran a la voz de: ¡manos arriba! - en muchos casos los disparos coincidieron con esa voz -, inmediatamente comenzó la matanza.
Unos de los jefes de los guardias civiles, el capitán López, fue el que personalmente, por la espalda, le dio un tiro - del cual no se encontró más que orificio de entrada, cerca del occipucio - al señor Rivero Amieva. Muchas personas del pueblo, que se encontraban intrigas por la presencia de tanto soldado, fueron presenciales accidentales; ninguno esperaba, en vista de que pacíficamente llegaban los voluntarios, depusieron sus armas y penetraron a la Presidencia Municipal a rendir declaraciones, nadie se esperaba que de un momento a otro fuera a comenzar una matanza como la que tuvo lugar. Hay que tener en cuenta que faltaron, dentro de los informes con que integra el suyo la comisión, declaraciones de los jefes de las guardias civiles; pero por más esfuerzos que la comisión hizo para lograr que ellos declararan, nunca las autoridades locales de Veracruz les quisieron informar, ni otras autoridades de Jalapa quisieron informar dónde se encontraban. Algunas personas, de entre ellas dos o tres funcionarios o empleados públicos, un munícipe, el tesorero municipal, un escribiente del Registro Civil que presenciaron directamente los acontecimientos, pretendían levantar averiguaciones por su cuenta con objeto de ayudar con el trabajo previo a las autoridades judiciales o de otra índole o administrativas, por ejemplo, que pudieran presentarse a hacer por su cuenta la investigación; un munícipe levantó un acta, e inmediatamente que supo el Gobierno, el Ejecutivo de Veracruz, que en ese munícipe había comenzado una averiguación sobre los hechos, le ordenó su cese; propuso el cese inmediato, la suspensión de ese munícipe el gobernador del Estado directamente a la Comisión Permanente, de acuerdo con determinadas facultades que le da la Constitución de Veracruz, y aquí está entre los documentos que nosotros insertamos en el expediente, aquí está textualmente la suspensión de ese munícipe. Más aún, el procurador de Justicia se trasladó tres o cuatro días después de los sucesos a levantar las investigaciones, y cuando se le presentaron los habitantes de Puente Nacional, presenciales y actores pasivos en el hecho, no se les quiso recibir su información; se les dijo que después rendirían sus declaraciones, ya fuese ante la autoridad que viniera de Veracruz o ante la autoridad civil, o ante la autoridad militar que dizque iba a tomar participación en el asunto. Nosotros creímos, los comisionados que nos trasladamos a Veracruz, que en materia de selección de las fuentes, nos habían de dar luz. Claro es que esta información, en cuanto al hecho concretísimo que parece inspiraba principalmente la mente de los que presentaron la moción hace aproximadamente dos semanas y media, o sea deslindar directamente la responsabilidad del Gobernador Tejada, nosotros creemos lealmente, honradamente, que sí fue Tejada el ordenador de aquellos asesinatos; pero tanto como decir: aquí está la prueba material, por ejemplo, la prueba escrita de que el gobernador haya dicho: "mátese a determinados individuos", no es posible presentarla. Sin embargo, dentro del terreno ampliamente presuncional, puesto que la prueba presuncional es la más humana y más amplia, sobre todo cuando hacen uso de ella individuos que no forman parte de ningún Juzgado, que ya llevan un prejuicio que pudiéramos llamar inquisitorial, no tratándose de eso, creo que lo que hemos allegado en materia de pruebas, es lo menos imperfecto posible en la investigación que hicimos. Si algún señor diputado quiere detalles sobre lo que investigamos, con mucho gusto estoy dispuesto a dárselos.
El C. Manrique: Pido la palabra para una interpelación. Después del compañero Manlio, que desea hacer uso de la palabra .
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Manlio Fabio Altamirano.
El C. Altamirano Manlio Fabio: Señores diputados:
Cuando se trató aquí por primera vez el asunto de Puente Nacional, yo quise que se pusieran los puntos sobre las íes para ver quién había sido el culpable de aquellos acontecimientos que, como lo dijo el presidente de la República, avergüenzan al Gobierno de esta misma República. ¿No creen, señores diputados, los que defienden la labor del coronel Adalberto Tejeda que un asesinato, así sea de Satanás, así sea del hombre más malo que pudiera concebirse, ya se del más grande enemigo de la revolución, hasta de los fascistas, ¡vaya! (Risas.) que un asesinato en estas condiciones, como se llevó a cabo el de Puente Nacional, perjudica a una causa? Señores diputados, el coronel Tejeda, con todo y su agrarismo, con todo y su revolucionarismo, que quizá lo sienta, pero que no puede encauzarlo porque no tiene el talento para encauzarlo, ¿no creen ustedes que han perjudicado grandemente a la labor revolucionaria, a la labor agrarista en el Estado de Veracruz, convirtiendo a estos hombres en verdaderos mártires de los reaccionarios? Esta es la verdad de las cosas. Muy bien que en un combate pecho a pecho, frente a frente, como vamos nosotros a las luchas políticas y que nos agarramos a balazos, que muera uno, dos o mil, qué importa, estamos en la lucha y para eso estamos; pero, señores diputados, estos individuos fueron muertos por la espalda. Yo no deploro que hayan muerto terratenientes, sino que hayan muerto en esa forma, porque han convertido a los enemigos de la revolución en verdaderos mártires de los hacendados. ¡Y esta es la obra del coronel Tejeda! Yo no ignoro, señores diputados, la labor de algunos jefes del Ejército Federal; yo se que han ido estos jefes a desarmar a los campesinos con toda saña....
El C. Villanueva Garza, interrumpiendo: Por orden del Ejecutivo.
El C. Altamirano, continuando: ... por orden el Ejecutivo o por orden de quien ustedes quieran; el Ejército Federal ha recibido órdenes de desarmar a los agraristas y ha ido a desarmarlos, y los ha ido a desarmar con saña; se les ha ultrajado, se les han quitado hasta sus carabinas "chachalaqueras", como ellos les llaman; se les ha ultrajado personalmente. Y, señores diputados, ¡ésta es la labor del coronel Tejeda, que no se explica la saña del Ejército Federal para ir a desarmar a los que conceptúa sus enemigos, puesto que sabe que los tejedistas están en contra de su jefe, el general Guadalupe Sánchez; no se explica la saña de esos jefes que reciben la orden de desarmar a los tejedistas! Indudablemente que se explica esa saña, porque los militares, porque los soldados, porque los tenientes no tienen la suficiente ilustración, no tienen la suficiente mesura para discutir con la seriedad con que estamos discutiendo aquí nosotros. Ellos saben que van a desarmar a los que están con Tejeda, es decir, a los enemigos de su jefe, y natural es que vayan con saña a desarmar a los enemigos de su jefe. Esto lo deploramos, esto lo hemos combatido y nosotros no podemos estar conformes, nosotros censuramos a los altos jefes, no a la tropa, porque ésta es inconsciente; censuraremos a los altos jefes que permiten esos atropellos; pero nos los explicamos en los soldados, saben que van a disparar contra los enemigos, porque les hacen creer que los campesinos son sus enemigos; Tejeda ha hecho creer que los campesinos son enemigos de la tropa. ¡Qué labor más infame en contra del pobre, señores diputados, que hacer ceer que los campesinos que los soldados son sus enemigos, cuando éstos salen también del fondo del pueblo; qué labor más mala para el Estado de Veracruz que hacer ceer que los soldados son enemigos de los campesinos y viceversa! He aquí la labor del coronel Tejeda. Y, señores diputados, qué triste cuando se procede con esta falacia por servir únicamente los intereses del general Heriberto Jara o de cualquier otro, cuando se sirve así en esa forma, cuando no se tiene talento para encauzar a la revolución, cuando por esta inconsecuencia no se sirve a la revolución y se va por otros derroteros; cuando por inconsciencia, por falta de talento se labora en contra de la revolución y se traiciona a esa misma revolución. (Aplausos.)
¿Que hay guardias blancos en el Estado de Veracruz? Muy bien, a combatirlas, a desarmarlas; claro que hay que batir a todas las guardias blancas del mundo; esa es la lucha. Desgraciadamente, señores, da pena pensar que aun dentro de los mismos obreros recientemente hubo algunos que se prestaron a romper la huelga en contra de compañeros obreros rojos, sólo porque no pensaban como ellos. (Una voz: ¡Es que son de la Regional Obrera!) La alevosía, señores diputados, la alevosía con que se mató a los terratenientes de Puente Nacional, perjudica a la revolución - y sostengo aquí, sostengo contra todos los que defiendan la labor de Tejeda -, que esto ha venido a perjudicar más la obra revolucionaria que todos los actos de todos los enemigos de la revolución juntos en el Estado de Veracruz. A un individuo que no significa nada se le convierte en mártir, se le convierte en mártir de una idea, contrarrevolucionaria! (Una voz: ¡A Silvino García!) Silvino García cae también herido por las balas traidoras. ¿Qué no hemos visto nosotros que un gobernador en el Estado de Zacatecas, no hablo del doctor Donato Moreno, sino de un antecesor, pudo hacer labor agrarista repartiendo ciento y tantas mil hectáreas sin matar un solo individuo? ¿Qué no sabemos que en el Estado de Morelos se ha podido hacer labor agraria sin matar, sin convertir en mártires a los terratenientes? ¿Qué no sabemos todo eso? Pues bien; hagamos esta labor y quitemos a los hombres que no han sabido comprender la revolución y que sólo han tomado la bandera revolucionaria y los principios revolucionarios para servir los intereses de un general que quiere ser, que está siendo ya el Bonillas en el Estado de Veracruz, porque quiere ser el sucesor de Tejeda, ya que Tejeda cuando subió al Poder impuesto, porque no triunfó en votos, se comprometió a dejar como sucesor a Heriberto Jara, sin consultar antes la opinión del Estado de Veracruz; y que digan aquí los tejedistas si esa es labor de un verdadero revolucionario. La Cámara de Diputados
Diputados del Estado de Veracruz en su mayoría, en su mayoría (Una voz: ¡No es Cámara!) -recalco la palabra porque hay muchas excepciones, hay algunas excepciones en aquella Cámara- son enemigos de la revolución; esos individuos siguen el principio del mimetismo político; fueron huertistas; triunfó Carranza, fueron carrancistas; fueron bonillistas, triunfó Obregón, son obregonistas; estos individuos son acomodaticios. ¡Cómo Pablo Martínez Guerra, señores diputados, nos habla de revolucionarismo en la Cámara local! Pablo Martínez Guerra salió huyendo de la revolución carrancista en Papantla, siendo él acendrado huertista; se fue a Misantla para ayudar en la misa y cantar la misa junto con el cura; es diputado porque Tejeda lo metió en la Cámara local. Juan de Dios Ochoa es un individuo, señores diputados, que estoy seguro de que en el distrito de Coatepec no sacó ni cien votos; es un individuo que cuando pronuncia la palabra revolucionario y la palabra libertad deberían arderle los labios. Pavón Flores, el sostenedor del bonillismo en Puerto México, hoy nos habla de revolucionarismo, nos habla del sufragio, cuando no tiene el derecho de pronunciar estas palabras, porque éste ha sido el peor enemigo de la revolución. Y estos son los elementos que rodean a Tejeda, y aun siendo Tejeda un abúlico, un hombre incapaz de acción, donde asumir la responsabilidad; estos hombres han desprestigiado la labor de Tejeda, estos hombres lo han llevado al abismo; estos hombres contrarrevolucionarios, reaccionarios, han empujado a Tejeda por un camino absolutamente falto de talento, por un camino falto de pericia, que indudablemente lo llevará a un fracaso ruidoso, y nunca lo puede llevar al triunfo. Esta es la explicación de la situación política en el Estado de Veracruz, señores diputados; en el Estado de Veracruz, si no se remedia este mal, tendremos que lamentar acontecimientos profundamente sangrientos; los veracruzanos no podemos soportar ya esa camarilla de individuos que pregonan a los cuatro vientos que son revolucionario y no saben ni entienden si quiera el "a b c" de la revolución. Estos individuos, más aún, han sido los enemigos nuestros en todas las luchas revolucionarias. ¿Qué un monaguillo como Pablo Martínez Guerra pueda ser revolucionario, cuando tiene necesidad de ir a hincarse a las plantas del cura para poner su alma bien con Dios por que la tiene muy negra? Indudablemente que no, señores diputados. ¡Y estos son los elementos que aconsejan a Tejeda, estos son los elementos que están alrededor de Tejeda, éstos son los que llevan a la política en la cámara local, y le dicen a Obregón que recuerde que hubo un Tlaxcaltongo! ¡Cómo no estuvo Pavón Flores en Tlaxcaltongo! ¡Nos hubieran hecho un bien quitándolo de en medio! (Risas. Aplausos.) Pero estos individuos, señores diputados, son pérfidos, son falaces; ellos son los que sirven a la contrarrevolución en el Estado de Veracruz. ¿Qué los elementos militaristas han perjudicado? ¡Muy bien! ¡Qué salgan los elementos militares! Yo he combatido el militarismo, porque yo sé perfectamente lo que significa traer los rifles en las manos para imponer las ideas contra todo el mundo por medio de la fuerza; yo sé todo eso, y estoy seguro de que muchos jefes revolucionarios, de que muchos jefes del Ejército federal que están al lado de Guadalupe Sánchez no hubiera hecho lo que han hecho si no supieran que enfrente de Guadalupe Sánchez está el coronel Tejeda. Esta pugna es la que combatimos nosotros; queremos que vayan otros hombres a gobernar Veracruz para salvar la revolución, porque mientras predominen estas dos entidades, una frente de la otra, todo se va en combate, todo se va en escándalos, todo se va en mitotes; en efecto, señores diputados, nada, absolutamente nada, y la revolución, como siempre, está resultando un fracaso y se presta a diatribas de los ciudadanos del pueblo, que dicen: ¿Dónde está la obra revolucionaria? ¿Hasta cuándo los hechos prácticos de la revolución? Esto, señores, quiero dejarlo asentado en el DIARIO DE LOS DEBATES, porque futuras luchas políticas nos esperan en el Estado de Veracruz y ahí vamos a hacer el balance, ahí vamos a ver quiénes han sido los verdaderos revolucionarios y quiénes con su torpeza no saben llevar la revolución, orillan a la revolución a un enorme, a un grandísimo fracaso y, sin embargo, se titulan pomposamente revolucionarios. (Aplausos.)
El C. Manrique: Pido la palabra, señores diputados, para interpelaciones, solicitando algunas aclaraciones del ciudadano presidente de la comisión, enviado por vuestra soberanía al Estado de Veracruz. El señor licenciado Hernández Galván nos ha hecho una revelación, ha procedido en este caso, quizá como verdadero juez instructor, ha recogido datos con la finalidad de deslindar responsabilidades en los sucesos de Puente Nacional, en los lamentables sucesos de Puente Nacional. El señor licenciado Hernández Galván ha hecho bien en referirnos, en darnos a conocer los datos por él obtenidos en una pesquisa que debo suponer imparcial y serena, que quería yo haber supuesto, haberlo podido suponer imparcial y serena, en los sucesos de Puente Nacional. Sin embargo, el señor Hernández Galván ha ido a Veracruz, nos lo ha dicho claramente - sus palabras están ya consignadas por los taquígrafos -, ha ido a Veracruz con su bagaje de prejuicios, y afirmó desde aquí con imperdonable ligereza, sin pensar que no tiene derecho a lanzar sin pruebas imputación de tamaña magnitud sobre el prestigio de un hombre, afirmó desde aquí que el ciudadano Adalberto Tejeda es el culpable, el inmediato responsable de los asesinatos de Puente Nacional.
Y es en vano que el ciudadano Hernández Galván procure atenuar momentos más tarde el efecto producido por su estupenda declaración, reconociendo que no tiene pruebas, que obra, si acaso, una prueba presuncional, la más fuerte, afirma él, la más fuerte - sobre todo cuando se tiene prejuicios -, fue sobre poco más o menos esta su expresión textual. Y bien, ¿La Cámara de Diputados envió a Puente Nacional una comisión que recogiese datos para comprobar la responsabilidad de Tejeda? ¿Fue esta la mente de la mayoría de los diputados? El compañero Joachín dice que sí, pero el compañero Joachín no es la mayoría y la mayoría de diputados permanece serena y tácitamente negativa, a mi pregunta. Como quiero creer, compañero Joachín, que no fui suficientemente claro,
voy a esforzarme por aclarar mi pregunta y el mismo compañero Joachín estará de acuerdo conmigo. ¿La Cámara de Diputados envió a Puente Nacional una comisión que recogiese datos para comprobar - porque era fuerza comprobarlo - la responsabilidad de Tejeda? No envió una comisión que fuese a Puente Nacional para saber, para averiguar si era Tejeda responsable. Creo que el compañero Joachín, como la mayoría de la Cámara, si procedió honradamente, estará de acuerdo conmigo en que fue esto último lo que la Cámara de Diputados quiso inferir. (El C. diputado Joachín hizo algún signo afirmativo.) Estoy satisfecho....
El C. Joachín, interrumpiendo: No estoy de acuerdo con la apreciación que hace Hernández Galván.
El C. Manrique, continuando: Entonces el compañero Joachín y yo estamos absolutamente de acuerdo. Si la Cámara de Diputados, obedeciendo a un impulso sentimental, perfectamente legítimo y respetable para mí; si la Cámara de Diputados, obedeciendo a un sentimiento, a un impulso sentimental condenó los sucesos de Puente Nacional y envió una comisión al Estado de Veracruz, lo hizo, señores, debe haberlo hecho para averiguar de qué lado estaban las responsabilidades y no con el propósito artero, previamente definido de acopiar, de hacer acopio de datos fuera una farsa de investigación para condenar a un hombre, porque era fuerza condenarlo, porque así conviene a los intereses políticos de un grupo imperante. La mayoría de la Cámara de Diputados, la Cámara de Diputados entera me da la razón. No fue su mente. (Voces: ¡No! ¡No!) No fue su mente, no pudo haber sido su mente prejuzgar. La Cámara de Diputados no prejuzgaba, no quiso prejuzgar. ¿Estáis de acuerdo? (Voces: ¡Sí! ¡Sí!) En consecuencia, el ciudadano Hernández Galván no ha salido airoso en su cometido. Hernández Galván dijo desde esa tribuna, con imperdonable ligereza, que el ciudadano Adalberto Tejeda era culpable de los asesinatos de Puente Nacional, al menos por la prueba presuncional, "La más fuerte en materia de pruebas", sobre todo cuando se tiene prejuicios, como lo tenía, como lo llevaba el ciudadano Hernández Galván, completo yo el pensamiento.
El C. Hernández Galván, interrumpiendo: Los prejuicios son de usted, compañero. ¡Qué me importa a mí Veracruz!
El C. Manrique, continuando: Al compañero Hernández no le importa Veracruz....
El C. Hernández Galván, interrumpiendo: Los asuntos políticos de Veracruz no me importan, absolutamente no me importan; de allá hay estimables compañeros aquí que saben defender a su Estado muy bien.
El C. Manrique, continuando: El compañero Hernández Galván era, pues, parecía ser, pues,.... (Toses. Murmullos. Campanilla.) el ciudadano Hernández Galván parecía ser, pues, el más indicado para investigar la realidad en los asuntos de Puente Nacional....
El C. Miravete, interrumpiendo: ¿Me permite usted una aclaración en relación con lo que está diciendo?
El C. Manrique: Diga usted, compañero.
El C. Miravete: Con permiso de la presidencia. Compañero Manrique: Aun cuando el compañero Hernández Galván hubiera lanzado ese cargo al ciudadano Tejeda, en nada absolutamente desvirtuaría los hechos consumados en Puente Nacional. Yo, como muchos de los compañeros que integramos la Diputación veracruzana, tenemos la convicción más íntima de que en nuestro Estado no gobierna Tejeda, sino una camarilla insolente, y como consecuencia de ello Tejeda es un irresponsable en nuestro Estado. Esta es la verdadera situación, compañero.
El C. Manrique, continuando: Digo, pues, compañeros, que el ciudadano Hernández Galván parece el indicado para investigar la realidad de los sucesos de Puente Nacional y el licenciado Hernández Galván nos ha hablado espontáneamente de sus prejuicios; él, si no estoy mintiendo ni estoy afirmando ninguna idea temeraria, el ciudadano Hernández Galván es quien ha hablado de prejuicios, son sus labios los que han pronunciado la palabra; el ciudadano Hernández Galván nos ha hecho una relación de los sucesos de Puente Nacional; creo que hay aquí más intereses que otra cosa, que la relación concreta de los sucesos de Puente Nacional. El ciudadano Hernández Galván, abogado, representante popular, debe entender, seguramente que ha entendido, que la Cámara de Diputados en este caso no es un tribunal de justicia común, sino a lo sumo un tribunal político; es, pues, mucho más interesante para la Cámara de Diputados el tener algunos datos resultado de la observación de la comisión sobre la causa, sobre la génesis de los acontecimiento de Puente Nacional. Estas observaciones deben darnos la luz de si esto es transitorio o si revela algo grave, si esto es síntoma de una grave enfermedad reinante y permanente, si esto es un problema permanente en el Estado de Veracruz. Los acontecimientos de Puente Nacional son algo transitorio, porque la ley de las pasiones lo que quieren; dentro de poco tiempo la dolorosa impresión recibida por nosotros habrá desaparecido y, sin embargo, el problema permanente de Veracruz quedará en pie, y éste es el problema permanente. (Una voz: Si no lo remediamos.) Y es el problema permanente el que nos interesa resolver. Conviene, pues, a la Asamblea tener datos como resultado de las observaciones de la comisión sobre las causas de esta pugna que culminó en los acontecimientos de Puente Nacional. Al compañero Hernández Galván, al licenciado Hernández Galván quiero hacerle algunas interpelaciones concretas. Primera: Espero tenga usted la bondad de contestarme, olvidando por un momento, haciendo a un lado por un momento la impresión que en su ánimo de combativo, de joven apasionado hayan podido dejar apreciaciones personales mías.
El C. Hernández Galván, interrumpiendo: No, compañero, ya sé que está usted neurasténico.
El C. Manrique: La expresión del compañero Hernández Galván es clara señal de que le he lastimado; no he querido lastimarlo, compañero Hernández Galván; el compañero Hernández Galván debería ser un poquillo más sereno.
- El Hernández Galván: Pues si ha querido usted lastimarme ¿cómo estuviéramos?
El C. Manrique: Al ciudadano Hernández Galván, presidente de la comisión.......
...
El C. Hernández Galván: No soy yo el presidente, lo es el compañero Pastoriza.
El C. Manrique, continuando: Al ciudadano miembro de la comisión que se ha servido informar, pido atentamente se sirva contestar las siguientes interpelaciones, estrecha y concretamente relacionadas con el asunto a debate. ¿El ciudadano Adalberto Tejeda, al dar determinadas órdenes al presidente municipal de Puente Nacional, obró en uso de facultades expresas, concedidas por las leyes locales del Estado de Veracruz? Primera interpelación.
El C. Hernández Galván: Desde luego, para cometer un atentado, no hay leyes expresas; pero, por otra parte, usted comprende perfectamente, por lo que yo dije, que es absolutamente imposible para una comisión que tiene el tiempo limitado y fuentes de información que ahí mismo las va a improvisar, conforme a su prudencia y su serenidad, esforzándonos por ser completamente independientes e imparciales en cada caso; una comisión que va en estas condiciones, no es posible, sinceramente, que descienda hasta esos detalles. Claro es que uno que otro miembro escucharán impresiones personales, después de ello, en pláticas con otras personas, juntos haremos un examen de todas esas conversaciones, etcétera, etcétera. Yo no puedo contestar compañero, de una manera explícita sobre si obró o no con facultades; lo que sé decir a usted es esto, puesto que expresé que, en nombre de la comisión, daría satisfacción a las preguntas que se hiciera en detalle. Ahora, refiriéndome a un detalle que no cuidé de estudiar debidamente, cuál fuera el del oficio que llevo el ciudadano coronel Ramírez, le diré que el oficio, la parte únicamente escrita de la cuestión, como la llamaría usted mismo, y no la parte substancial, lo único que sé es eso, que se citara a los voluntarios de "El Crucero" para que dieran una declaración. Esto es lo oficial, lo escrito, esto es todo. Naturalmente, al mandarle esas instrucciones por escrito y de que haya sido por conducto de un jefe militar de la región, si se funda en facultades, se funda en lo que todo el mundo sabemos, en las facultades de un gobernador.
El C. Manrique: "Creo que la comisión se equivoca al considerar como detalle secundario, que no tenía tiempo para estudiar el interesante aspecto que consiste en averiguar si el gobernador Tejeda, no al ordenar un atentado -aquí de vuestra petición de principio -, sino al dar determinadas órdenes por escrito, que documentadamente consten, al presidente municipal de Puente Nacional, obró o no, en uso de facultades concretas. Esto es demasiado interesante para que la comisión haya debido desdeñarlo. Yo sé - lo sabemos perfectamente a poco que se hurgue en las leyes locales del Estado de Veracruz - que el gobernador Tejeda tuvo facultades para proceder como lo hizo. El ciudadano Hernández Galván, el ciudadano licenciado Hernández Galván cometió una petición de principio al hablar de un atentado. ¿Hay, por ventura, ciudadano Hernández Galván, en el expediente de la comisión, algún "mátalos en caliente" del gobernador Tejeda? ¿Hay por ventura, ciudadano diputado y licenciado Hernández Galván, constancia procesal - llamémosle así - de que Tejeda, independientemente de la orden escrita consta en el expediente, haya enviado al presidente municipal de Puente Nacional, instrucciones verbales para que diese muerte a los voluntarios? (Voces: ¡Casi, Casi!) Honradamente el ciudadano Hernández Galván no podría contestar afirmativamente a mi pregunta.
El C. Hernández Galván, interrumpiendo: Y no lo haría porque soy honrado, precisamente.
El C. Manrique, continuando: Es claro, precisamente; ni el más acérrimo enemigo de Tejeda, si es honrado, contestaría afirmativamente a mis preguntas. No hay, pues, en el expediente, pruebas concretas de la responsabilidad de Tejeda por lo que se refiere, no a la interpelación sobre el resultado de su orden, sino a la orden concreta, a la orden en sí. Otra pregunta al señor licenciado Hernández Galván.....
El C. Hernández Galván, interrumpiendo: ¿Me permite usted contestar una de sus frases?
El C. Manriquez: No hubo interpelación, pero si usted lo desea, con gusto.
El C. Hernández Galván: Precisamente, la frase que usted a empleado de que no hubo un "mátalos en caliente", la empleada......
El C. Villanueva Garza: Un momento. Quiero poner en conocimiento de la Asamblea que anteriormente el gobernador Tejeda consultó al Ejecutivo de la Unión si podría él desarmar, si lo facultaba, el Ejecutivo de la Unión contestó que no tenía más facultad que el jefe de las operaciones y, en cambio, Tejeda, a pesar de las órdenes del Ejecutivo, ordenó al presidente municipal que desarmara a esos individuos y que para esto tenía la guardia civil, y ahora Tejeda dice que se ha extraviado este mensaje.
El C. Hernández Galván: Pues decía, señor Manrique, que exactamente la expresión que usted empleó con algún representante de Veracruz.....
El C. Manrique: Dije que no era posible,
El C. Hernández Galván: Tiene usted bastante originalidad, cuando menos para repetir lo que dijo don Porfirio. Pero ahora, en apoyo de cuanto he dicho, que si nosotros hubiéramos tenido esa preciosa fuente de los hechos consumados, de las palabras rituales, aquéllas que cuando el César o Heliogábalo ordenaba algo, habríamos dicho no sólo a la Cámara, si no que le habríamos ahorrado trabajo a todos los tribunales de la República que pudieran intervenir en el asunto. Yo dije, compañero, y creo que honradamente usted, calmándose un poco de esa crisis que tiene de neurastenia, reconocerá que yo honradamente dije que venía en nombre de la comisión a hablar, y, por tanto, estoy dispuesto a resistir cualquier ataque que usted me dirija; dije que nosotros, al llegar allá, teníamos que comenzar por improvisarnos desde el método, porque no sabíamos, no quisimos saber en el camino cuáles pudieran ser la fuentes, precisamente para ser más imparciales. Fuimos en el camino con personas que pudieron habernos dado cuantos datos hubiéramos necesitado; pero no quisimos pedir ninguno, precisamente para llegar con libertad de acción, con nuestro carácter de diputados de que disfrutamos y que nos autoriza para acercarnos a interpelar a cualquiera clase de autoridades si así lo juzgábamos conveniente, y meternos en cualquiera oficina
pública, para reunir poblaciones, para juntar rancherías y que nos dijeran algo de lo que había pasado. Dado que nosotros tuvimos que improvisar hasta el sistema de trabajar allí, comprenderá usted, y será sincero y leal para confesarlo, que eso de la prueba presuncional no es algo que usted me haya agarrado en falso, compañero Manrique; sencillamente me refiero a esto: a que habiendo obtenido ya una información nutrida, declaración expresa de presenciales y víctimas del asunto y actores en el asunto de cómo habían estado los hechos, la parte presuncional, parte humana, como yo le llamé, consiste - y de eso tenemos obligación de hablar aquí porque para eso fuimos - en decir: en nuestro concepto creemos que Tejeda fue el que ordenó estas cosas. lejos, pues, de que haya yo externado aquí, no por falta de maña o cualquiera otra cosa, que había tenido prejuicio; quise precisamente insistir en el hecho de que la comisión no llevaba ninguno y que como sabían todos y cada unos de los miembros de la comisión que lo más humano son los prejuicios, luchamos desde un principio contra el prejuicio que pudiéramos tener como hombres.
Que la investigación haya sido defectuosa en tal o cual punto, eso podría decirlo sólo la lectura del expediente y el conocimiento completo desde le principio hasta el fin del mismo expediente que formamos. Tuvimos hasta el escrúpulo, como lo dije al principio, de no querer ir, como lo dije antes, de no ir a hacer investigaciones en forma judicial tomadas por un secretario y con las palabras de cartabón, las palabras ordinarias, asentando lo que dijeran los presenciales, los heridos entre ellos, y por esto les tomamos taquigráficamente sus declaraciones. yo quiero que me diga honradamente después de esto, con qué prejuicio y con qué carácter político podría servir a otros intereses, y toda esa clase de cosas que ha dicho, porque aún cuando son cargos políticos los que usted me hace a mí, como diputado, claro es que detrás del diputado está el hombre, y no acepto ni por un momento que se me diga, ni siquiera que se me crea que soy capaz de triquiñuelas, o quizá, como sombra chinesca, que influenciado por algún prejuicio pueda servir a determinado grupo político como si fuera yo una mula de batalla, porque no los soy de nadie. (Aplausos.) Yo no soy de aquellos que tratan de quitar algunos de delante para que se aproveche el cooperatismo o cualquier otro ismo. Yo fui como diputado, no como miembro de un partido político.
El C. Manrique: Si el ciudadano Hernández Galván ha sido juez sereno y no juez y parte, es cabalmente lo que debió haber demostrado en su exposición del asunto. Yo me he referido a palabras concretas, que constan en la versión taquigráfica . Por lo demás, es peregrina ocurrencia, ahora sí, peregrina ocurrencia del señor Hernández Galván, concreta y personalmente peregrina ocurrencia, que quiere, que pretende considerarse intocable; nadie tiene derecho de juzgar la conducta ni las obras del ciudadano Hernández Galván. Hombres públicos somos, y todos nuestro actos públicos están aquí sujetos a discusión. Si el ciudadano Hernández Galván tenía la piel tan sensible para no tolerar que se juzgase de sus intenciones y actos de su vida pública, nadie lo obliga a venir a esta Cámara a representar un distrito. No, el ciudadano Hernández Galván es discutible; únicamente a lo que sí tiene derecho el ciudadano Hernández Galván, es a una cosa: a que se le discuta en forma respetuosa y comedida....
El C. Hernández Galván, interrumpiendo: Y fundada, sobre todo, fundada.
El C. Manrique, continuando: Por eso expresamente le doy amplia excusa, si hubiera podido lastimarme en lo mínimo; pero sigamos adelante y vengamos a la cuestión concreta. Una segunda interpelación concreta al señor licenciado Hernández Galván: En su concepto, señor licenciado Hernández Galván, ¿esta Cámara es, tratándose de los acontecimientos de Veracruz, algo más que un tribunal político? Positivamente no, ¿verdad? En consecuencia, sólo tiene interés para nosotros desde el punto de vista político y moral lo acontecido en Veracruz; pero, de paso, Hernández Galván, abogado, debe tener una opinión técnica sobre los acontecimientos de Veracruz desde el punto de vista legal. En opinión del señor licenciado Hernández Galván - si está preparado para contestarme y quiere obsequiar mi pregunta, obsequiar mis deseos - en opinión de Hernández Galván, abogado, ¿Los acontecimientos de Veracruz son, como lo quiere el ciudadano procurador general de la República, de la competencia de los tribunales federales?
El C. Hernández Galván: Compañero: Para contestar a usted esto, necesitaría yo, o solo, o junto con los demás miembros de la comisión, haber observado algunos otros detalles de la conducta del gobernador Tejeda, algunos procedentes del simple hecho material que investigamos, por los cuales pudiéramos ir a dar al matiz o ir a decir que no se había encontrado ese matiz por el cual pueda surtirse a la competencia de los tribunales federales, y esto es lo que observo que no se ha hecho en Veracruz, ni nosotros podemos hacerlo tampoco.
El C. Manrique: Estoy satisfecho de la respuesta del compañero; pero sin que yo pretenda dar a las palabras mayor alcance de lo que tengo derecho a darles, pido al compañero que me conteste, si él lo desea, cuál es en estos momentos a primera vista prima facie - perdonad el tecnicismo -, su impresión antes de documentarse más, cuál es en estos momentos, prima facie, su opinión sobre la competencia en el asunto del Puente Nacional. ¿Es este asunto de Puente Nacional, son los sucesos de Puente Nacional, por su impresión hasta el momento, a reserva de documentarse posteriormente, posteriormente puede recitificarse si lo desea, son los sucesos de Puente Nacional, los sucesos de Puente Nacional son de la competencia de los tribunales federales?.
El C. Hernández Galván: Compañero: Los hechos que hasta ahora hemos observado, yo, Hernández Galván, no como miembro de la comisión; los hechos que hasta hoy he observado en el Estado de Veracruz, son de la competencia de las autoridades comunes del Estado de Veracruz.
El C. Manrique: Muchas gracias. Me satisface ampliamente a reserva, como lo digo, de rectificarlos posteriormente con documentos. Ultima interpelación: por lo demás, la opinión de Hernández Galván es una opinión técnica, como la del señor Delhumeau. Mi tercera interpelación, a reserva de
pagar las consultas del señor licenciado Hernández Galván, la tercera interpelación al compañero Hernández Galván es ésta: ¿Los voluntarios fueron factor en la contienda; los voluntarios de Veracruz, una parte de los voluntarios de Veracruz intervino en los sucesos de Puente Nacional? ¿De las investigaciones practicadas por la comisión resultan datos suficientes para contestar a estas interpelaciones? ¿Son los voluntarios de Veracruz fuerzas dependientes de la Jefatura de Operaciones Militares de aquel Estado? ¿Estos voluntarios han sido armados por la Jefatura de Operaciones del Estado de Veracruz? ¿Estos voluntarios son una organización obediente a determinados preceptos? ¿La existencia de estos voluntarios qué objeto tiene? ¿La existencia de estos voluntario está determinada por algún decreto de la Legislatura, si se trata de fuerzas locales, o por alguna disposición del Ejecutivo federal o de la Ordenanza del Ejército o disposición de la propia jefatura de las Operaciones Militares? Sírvase aclarar estos puntos.
El C. Hernández Galván: Según el informe que rindió el jefe de la División, ciudadano general Guadalupe Sánchez, los cuerpos de los voluntarios se forman para fines de policía rural y regional en cada caso, puesto que se nombra personalmente a individuos que residen en determinado lugar, haciendas, rancherías o congregaciones para que funciones sólo dentro de determinado radio debido a autorización expresa del ciudadano secretario de Guerra y Marina y cumpliendo esa autorización el jefe de las operaciones militares, quedan sujetos directa o indirectamente todos sus movimientos en aquellos casos en que se les ordenó, habitualmente, todos corresponden al jefe de operaciones, a dicho jefe de operaciones; dicha jefatura tiene también la censura de los actos que por ser de mucha urgencia no podía ser consultados previamente, quedando sujetos continuamente a la jefatura de Operaciones. Así, pues, son cuerpos irregulares, no pueden dar un paso sin dar cuenta estricta de sus actos cuando no se han pedido por la premura del tiempo.
El C. Manrique: ¿Quién es, pues, compañero Galván, el inmediato superior jerárquico, desde el punto de vista de la Ordenanza Militar, para estas agrupaciones de voluntarios?
El C. Hernández Galván: El ciudadano general Sánchez.
El C. Manrique: El ciudadano general Guadalupe Sánchez, según los datos recogidos por la comisión, es el inmediato superior de los voluntarios; es decir, de la organización de los voluntarios en conjunto es también, o el sentido común ha desaparecido, el inmediato responsable de los actos de sus subordinarios. Mi conclusión es indiscutible, así puedan negarla enfáticamente los apasionados y los que traigan aquí un prejuicio en favor de Sánchez; pero mi conclusión, desde el punto de vista de la lógica, es rigurosa e indiscutible. ¿Desde el punto de vista de la disciplina militar, los voluntarios del Estado de Veracruz dependen de la Jefatura de operaciones? Que sí, ha dicho Hernández Galván.
El C. Barón Obregón, interrumpiendo: De la secretaría de Guerra. (Voces: ¡Más arriba!)
El C. Manrique, continuando: Es claro, del presidente de la República, diría yo. (Risas.)
El C. Barón Obregón: Fue quien ordenó el desarme.
El C. Manrique, continuando: No, compañero Barón Obregón; hablamos del superior inmediato. Sabe perfectamente el compañero Barón Obregón que en el Ejército hay una jerarquía, una serie de jerarquías: se van escalonando los mandatos.
El C. Barón Obregón: Le voy a contestar dos palabras, si me permite.
El C. Manrique: No lo he interpelado, la Jefatura de Operaciones - esto resulta de la investigación de la comisión - ha organizado los cuerpos de voluntarios del Estado de Veracruz, que le obedecen, que están a sus órdenes inmediatas y directas. Es, pues, ésta una conclusión mía personalísima, irreprochable y rigurosa desde el punto de vista de la lógica: La Jefatura de Operaciones del Estado de Veracruz es la inmediata responsable de los actos de sus subordinarios. (Murmullos. Siseos.)
El C. Barón Obregón: Para interpelar al ciudadano Manrique, ciudadano presidente.
El C. Hernández Galván: Un momento, compañero. He contestado, según parece, a satisfacción del ciudadano Manrique todas las interpelaciones que me ha hecho, y puesto que fuimos allá para averiguar hechos y puesto que ahora trata el ciudadano Manrique de sacar conclusiones de lo que yo mismo he dicho, voy a repetirle, con una sola palabra, cuál fue el papel que desempeñaron los voluntarios de Veracruz. Sí, en efecto, fueron actores de la tragedia, pero más bien fueron víctimas.
El C. Manrique: Eso es lo que ha de decir la comisión. (Aplausos.)
El C. Altamirano Manlio Fabio: Para una aclaración. Señores diputados: Quiero decir dos palabras respecto a algo interesantísimo que tocó el diputado Manrique: Se trata de la génesis, del origen de los acontecimientos de Puente Nacional. Yo se lo voy a decir al compañero Manrique. Cuando se hizo la elección, es decir, cuando se hizo la farsa de elección de Tejeda, estaban reunidos todos los elementos de Guadalupe Sánchez con Tejeda; no había absolutamente diferencia. La falta de talento de Guadalupe Sánchez o de Tejeda, hizo que empezaran las diferencias entre uno y otro; naturalmente que con las diferencias entre los jefes, se fueron ahondando las diferencias entre los que rodeaban a los jefes. Entonces comenzó la lucha entre Tejeda y Guadalupe Sánchez: uno tenía sus fuerzas armadas, otro armó sus fuerzas; uno predicaba el agrarismo, el otro también predicaba el agrarismo; uno traía la bandera revolucionaria como estandarte, el otro traía igualmente la misma bandera. Entonces, señores, diputados, naturalmente se exacerbaron los ánimos y vinieron algunos acontecimientos que empezaron a provocar escándalos armados, acaeciendo al final la tragedia de Puente Nacional; pero lo que nosotros sostenemos es que en esta génesis, en este origen, en estos precedentes la culpa es de Tejeda, que no ha sabido que no ha podido por falta de talento, ni conservar a sus amigos, ni conservar la unidad revolucionaria que debe existir en todo Gobierno, ni por consecuencia, encauzar la obra revolucionaria. Los revolucionarios
de la diputación veracruzana sostenemos que los hechos de Puente Nacional han perjudicado grandísimamente a la revolución por haber convertido precisamente a los reaccionarios en mártires de su idea: esto es lo que sostenemos y esa es la génesis de los acontecimientos de Puente Nacional, o sea la pugna entre Tejeda y Guadalupe Sánchez.
El C. Manrique: Estamos de acuerdo.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Castellanos. (Voces: ¡No hay debate!)
El C. Castellanos: Simplemente quiero que la presidencia pregunte a las comisiones qué ha sucedido con el dictamen sobre la iniciativa del Ejecutivo, precisamente sobre muchas guardias de los Estados que, con y sin autorización del Congreso, están armadas. Como ya vemos la trascendencia que tiene este asunto en Veracruz y lo estamos palpando, y, por otra parte, cuando esta iniciativa vino aquí fue recibida hasta con aplausos, habiéndose comprometido las comisiones a presentar dictamen dentro del término de veinticuatro horas, y como estas veinticuatro horas se han convertido en veinticuatro días, sin que ese dictamen se haya presentado, no obstante que tengo noticias y me consta que ya está hecho, quiero saber cuál es la causa por la que algunos de los miembros de la comisión no lo han firmado o por qué razón, según se dice, se han llevado a su casa el expediente y no lo han devuelto.
El C. presidente: La Presidencia informa a la Asamblea, que no ha sido presentado el dictamen a que se refiere el diputado Castellanos, a pesar de que ya exhortó por oficio a la comisión para que rinda este dictamen a la mayor brevedad.
El C. Manrique: Pido permiso para leer un documento relacionado con la cuestión de Veracruz: "Pánuco, Veracruz..." (Voces: ¡Secretaría!) No, señor. A la secretaría se le puede pedir que certifique cuando así convenga a los intereses de un diputado que tema que el auditorio dude de su palabra: Yo no temo que nadie dude de mis palabras y no pido el auxilio de la Secretaría. (Aplausos.)
"Pánuco, Veracruz, marzo 20 de 1923.
"Diputado Antonio Díaz Soto y Gama. - Cámara Diputados.
"Secretario Federación de Obreros y Campesinos municipio Pueblo Viejo, díceme telegráficamente lo siguiente: "Antier terratenientes Ibarra y socios provocaron zafarrancho, resultando un muerto y heridos varios compañeros, esbirro Erpige aprehendido y remitido hoy a Ozuluama. Suplicamosle interceda efecto castíguense responsables". Transcríbolo su conocimiento, suplicándole que, como jefe bloque agrarista, levante voz protesta por partidiario asesinado y atropellos cométense contra indefensos campesinos, influyendo mismo tiempo hágase justicia, pues no sería recto que por ser terratenientes los asesinos, todo olvídese rápidamente. salúdolo. - Presidente Junta Administración Civil, E. Ismael."
Este hecho que acaba de acontecer en Pueblo Viejo es cosa que se repite a diario en el Estado de Veracruz, en donde se asesina a compañeros agraristas por voluntarios dependientes de la Jefatura de Operaciones. (Voces: ¡Al revés!) Hay una autoridad indiscutible, por su afiliación política y social perfectamente determinada: "Excélsior". "Excélsior", en número reciente afirma expresamente, con el testimonio de su corresponsal en una población del Estado de Veracruz, el asesinato de dos o tres campesinos agraristas por guardias blancas, por voluntarios de los hacendados. (Voces: ¡No! ¡No!) No es honrado quien diga que no; todo veracruzano sabe que a diario hay conflictos en los que mueren agraristas en el Estado de Veracruz. (Murmullos. Voces: ¿Quién los mata?) Quiero que se considere este documento como uno de tantos que habrán de agregarse al expediente definitivo a la hora del balance.
El C. Altamirano Manlio Fabio: Pido la palabra, señor presidente, sobre el documento (Voces: ¡Ya! ¡Ya!) Señor presidente: Una palabra. (Voces ¡Ya! ¡Ya!) Para decir al compañero Manrique que, precisamente lo que quiere la diputación veracruzana en el Congreso de la Unión, que se ha abstenido de actuar en Veracruz, es que cese la matanza de campesinos y de los no campesinos, que cese la matanza en Veracruz; y esto no podrá lograrse mientras las dos entidades armadas estén frente a frente. Queremos que vayan otros elementos a ver si pueden encauzar la revolución por un sendero que no sea el de la matanza.
El C. Manrique: Estoy de acuerdo, y me permito apuntar que la solución definitiva de las dificultades tiene que ser, no la eliminación solamente de Tejeda, que sería el triunfo de la casta militarista en el Estado de Veracruz, ni la eliminación solamente de Guadalupe Sánchez, sino la eliminación de ambos factores.(Aplausos.)
El C. Altamirano: ¡Es lo que queremos! Se acabó el debate.
- El C secretario Esparza Martínez, leyendo:
"Honorable Asamblea:
"Acatando indicaciones de autoridades municipales del territorio federal de Quintana Roo, tengo el honor de poner en vuestro conocimiento, que el próximo mes de mayo tendrá lugar la inauguración de importantes mejoras materiales que revisten inusitado interés, no sólo porque abren la puerta de la comunicación con las poblaciones del resto de la República, si no porque con ellas se facilita grandemente el comercio de aquella región con el resto del continente, liberándose a aquella lejana Entidad de odiosas tutelas mercantiles ejercidas por naciones extranjeras vecinas.
"Mis representados se dirigen ya a la Presidencia de la República invitando al Ejecutivo para que concurra a las fiestas inaugurales; y, por mi conducto, lo hacen a esta H. Asamblea, poniendo en su conocimiento los festejos que van a verificarse y encareciendo a esta Representación a que, si lo estima conveniente, se sirva nombrar una comisión que vaya a dicho efecto.
"Protesto, etcétera.
"México, D.F. abril 9 de 1923. - Enrique M. Barragán."
En votación económica se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se
dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta a la asamblea si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado.
El C. Manrique: Reclamo la votación.
- El mismo C. secretario: En virtud de que el ciudadano Manrique ha reclamado la votación, nuevamente la Secretaría consulta a la Asamblea si se aprueba la proposición. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. hay mayoría de pie. (Voces: ¡No! ¡No! ¡Sí! ¡Sí!) La Presidencia ha tenido a bien designar, para que cumplan con esa comisión, a los ciudadanos diputados Barragán Enrique M., Pastoriza Juan, Moisés G. Herrera, Rivera Antonio G., Sepúlveda Aurelio y secretario Barón Obregón.
El C. Barón Obregón: Ciudadano presidente: Pido la palabra. (no puedo aceptar esta comisión que honrosamente me señala la Presidencia de la Cámara, en virtud de no poderla cumplir, desde luego y muy especialmente, porque considero inútil que vaya a una comisión de diputados a la Isla de Mujeres a representar a este Congreso de la Unión en un punto desierto completamente. Creo que es perfectamente inútil. (Aplausos.)
El C. Manrique: Pido la palabra.
El C. presidente: En vista de que el ciudadano Barón Obregón ha renunciado a la comisión que le confirió la Presidencia, se nombra en ese lugar al ciudadano Franco Urías.
El C. secretario Esparza Martínez: Continúa a discusión el artículo 4o. de la Ley del Petróleo.
El C. Puig y Casauranc José Manuel, de la comisión: Señores diputados: para cumplir con un precepto reglamentario, aunque los señores diputados conocen perfectamente el artículo 4o., por haber dado origen, sino a verdaderos debates, sí a numerosos discursos durante tres sesiones consecutivas, como han pasado bastantes días desde que esto sucedió y para complacer especialmente al compañero Castillo, la comisión va a resumir brevemente las razones por las cuales en este artículo 4o. se hace una modificación substancial al proyecto primitivo de las comisiones.
En este artículo 4o., señores diputados, hay dos puntos fundamentales: el primero es la distinción que se establece entre terrenos nacionales y baldíos, y el segundo es el que se refiere a las razones federales y al modo de otorgar estas concesiones. Los terrenos nacionales y baldíos, como los señores diputados conocen ya por el proyecto de ley, se establece que tendrán una regalía menor que la fijada para terrenos federales; y la Asamblea conoce también ya los motivos de orden práctico que han obligado a las comisiones a fijar un porcentaje mayor para los terrenos federales, porque como se explicó ampliamente, en los casos de zonas federales no se trata de exploraciones cuyo resultado no se conoce, sino que con anterioridad se determina hasta la localización de los pozos constantemente enfrente de pozos de enorme producción. Pero hay un párrafo en el que la Asamblea debe fijarse muy especialmente, porque esto entraña de manera muy posible la resolución de graves conflictos, que han llegado a efectuar hasta el decoro de la Suprema Corte de Justicia; establecemos que los concesionarios de fundos petrolíferos colindantes con una zona federal determinada, tendrán derecho de preferencia para obtención del contrato de explotación de dicha zona y que, si fueren varios los solicitantes, la zona federal podrá ser adjudicada a todos ellos. Se trata, señores diputados, de evitar que enfrente de pozos en plena producción, sujetos a todas las leyes y que están pagando o que pagarán la regalía que se le determina, pueda otorgarse una concesión, que no será sino objeto de coyoteos, enfrente de los pozos en producción para los cuales ha habido necesidad de hacer enormes inversiones. En momentos como los actuales, en que por más que se haya tratado de decir lo contrario, la industria petrolera está en verdadera crisis en el país, es enteramente indispensable otorgar garantías, siempre que estén dentro del espíritu constitucional, si queremos que siga invirtiéndose capital en la industria del petróleo en México.
Esta cláusula, que establece que si son varios los colindantes podrán tener todos derecho a obtener concesión en una zona federal, vendrá a evitar numerosos conflictos tanto de orden práctico en los campamentos, como de orden legal, conflictos que es indispensable que esta Representación Nacional cuide en lo posible de evitar, porque desagradecidamente si se deja un poco obscura la ley en este sentido, no será difícil que hasta a la Suprema Corte de Justicia llegue la acción turbadora de los capitales petroleros. Y no hablo de memoria, señores diputados porque en estos mismos momentos en que la prensa nacional toda está haciendo una amplia campaña de propaganda para la próxima Suprema Corte de Justicia, se da en nuestro país el espectáculo doloroso de que algún magistrado de este Tribunal sea socio de negocios petroleros y esté fallando como miembro de la Suprema Corte de Justicia en negocios de sus asociados. (Voces: ¡Nombre! ¡Nombre!) como son once los señores magistrados de la Corte, diez podrán decir que no son ellos, pero alguno no podrá hablar y ese será el miembro de la Suprema Corte de Justicia a quien me refiero.
El C. Altamirano Manlio Fabio, interrumpiendo: ¿Con qué letra comienza su nombre? (Murmullos.)
El C. Puig y Casauranc José Manuel, continuando: De este modo, señores diputados.... (Voces: ¡Nombre! ¡Nombre!) Perfectamente claro lo he dicho de esa manera, compañero; ya no quiero, ya me he hecho el propósito de no venir a hacer cargos personales; pero si el compañero quiere saberlo, es muy sencillo; voy a darle el medio: Señores representantes de la prensa: Yo he declarado aquí que hay un miembro de la Suprema Corte de Justicia que tiene negocios petroleros y conoce de asuntos en tramitación en la Suprema Corte. Son once nada más; que nieguen los once y entonces, cuando lo hayan dicho, yo probaré plenamente que he dicho la verdad. De este modo no delato.
El C. Altamirano Manlio Fabio: ¿Con qué letra comienza su apellido?
El C. Puig y Casauranc José Manuel: Tratamos con esta cláusula de evitar en lo posible conflictos de orden legal sobre concesiones petroleras o sobre pozos o permisos de perforación en zonas federales, y es el desiderátum de la comisión el que esta ley sea lo más clara y terminantemente posible, para que, si esto se puede humanamente evitar, como antes decía, la influencia perturbadora del capital en las empresas petroleras. La comisión cree con esta explicación somera haber resumido lo que se refiere al artículo 4o. Se refiere a concesiones en terrenos baldíos y nacionales con una participación para el Fisco, menor que la que se fija en las zonas federales, y se establece de modo terminante que los colindantes de zonas federales tendrán derecho de preferencia para obtener la concesión.
El C. Rodríguez Guillermo: Una interpelación a la comisión. Creo que para que la República Mexicana cuente con la sanción moral de las demás naciones, es indispensable sujetar toda la reglamentación del petróleo a bases absolutamente morales. El doctor Puig nos demostraba en una forma gráfica en qué consisten las concesiones federales; quiere decir que aquel que las obtiene se va a aprovechar del trabajo de las exploraciones de otra compañía que ha invertido dinero. Por lo mismo, a mi juicio, creo que no hay derecho a dar concesiones federales a particulares, sino únicamente en el caso de que la compañía o compañías colindantes taparan sus pozos o entorpecieran la explotación del petróleo. Entonces el Gobierno, con el derecho de favorecer la utilidad pública y los rendimientos que debe percibir el propio Gobierno, podrá otorgar esa concesión; o en otro caso: si las compañías colindantes solicitaban aquella concesión federal para ampliar su radio de acción. Es, a mi juicio, lo que creo; y en el caso remotísimo de que el Gobierno se encontrara obligado a otorgar esas concesiones federales, bastaría con poner, como condición también, que se elaboraran los productos en México, de manera de conseguir en alguna forma que tengamos gasolina y productos de petróleo baratos. Yo insisto en esto y me permito recordar al doctor Puig que el compañero Cuervo también tiene la misma idea: que busquemos la forma de que la gasolina en México no valga veinte centavos, sino siete, como cuesta en los Estados Unidos, no obstante que la materia prima la llevan de México.
El C. Puig y Casauranc José Manuel: Contestando las interpelaciones del diputado Rodríguez, voy a permitirme aclarar que la excepción que él querría establecer en la ley para que los particulares no pudieran obtener concesiones en terrenos federales, además de que sería inconstitucional, sería inconveniente para los intereses del Gobierno, porque las compañías petroleras que tengan pozos en producción, tendrán interés, frecuentemente, en que no se explore la zona federal adyacente ni aun por ellas mismas, porque en la zona federal adyacente tendrán que pagar un veinticinco por ciento de regalía, y en los terrenos en que están explorando ellas, por rentas a particulares casi nunca habrán llegado a esta regalía del veinticinco por ciento. Por lo mismo, y para evitar esta grave dificultad, las comisiones establecen que tendrán preferencia los colindantes. Es claro que si esta preferencia no la ejercen, el país no podría permitir que los terrenos federales fueran drenados de petróleo por un pozo adyacente, y entonces tiene que existir el derecho de la Nación de dar esta concesión a cualquier colindante, o no, que reúna los requisitos que la ley fija y que desee perforar.
Por lo que se refiere al punto de la gasolina, el compañero Rodríguez y el compañero Cuervo saben bien que no sólo soy un convencido, sino que soy un enamorado de la idea; pero en el artículo 4o. era imposible, por razones de orden legal, de estructura misma de la ley, establecer esa distinción, sino hasta el punto en que podamos hacerlo cuando dijimos que el que explota una zona federal tendrá solamente el carácter de contratista. Hicimos esta distinción para que más fácilmente puedan establecerse modalidades diversas con el contratista, ya que no será un concesionario común; pero el compañero Cuervo sabe bien que posteriormente hemos de encontrar un lugar en el que en esta ley se establezca por algún artículo la protección que necesita la industria agrícola para que, habiendo gasolina barata, puedan trabajarse los campos de conformidad con los métodos modernos de la agricultura; y en este artículo 4o. en que se establecen simplemente los requisitos por los que se otorgarán concesiones en terrenos nacionales y baldíos, ha sido imposible a las comisiones aceptar la idea del compañero Cuervo; pero si el artículo final que las mismas comisiones han propuesto, la ley del precio mínimo, para que una compañía que quiera vender gasolina barata no pueda ser ahorcada por otra empresa poderosa que baje más todavía el tipo de venta de su gasolina para después subirlo a su gusto, si este artículo no satisface plenamente los deseos del compañero Cuervo y de la Asamblea, porque indudablemente que la Asamblea va a apasionarse de este propósito del compañero Cuervo, que es verdaderamente levantado, si no satisface este artículo en que proponemos ese propósito, ya habremos de encontrar, y las mismas comisiones lo dicen en su proyecto, puesto que dejan a la consideración de los abogados de la Cámara la redacción definitiva del artículo, ya habremos de es encontrar el modo de proteger la agricultura nacional abaratando la gasolina. Por lo pronto, creo que el artículo 4o., si es tan sólo por la objeción del compañero Rodríguez, puede pasar en la forma en que se encuentra; y las comisiones están dispuestas a contestar las interpelaciones de cualquier otro ciudadano diputado.
El C. Barón Obregón: ¡Una interpelación! Ruego encarecidamente al ciudadano diputado Puig y Casauranc se sirva indicarme si aún conserva la comisión el deseo manifiesto de establecer la facultad de exploración en terrenos nacionales y baldíos otorgada mediante concurso, o en la forma que sea.
El C. Puig y Casauranc José Manuel: El compañero Barón Obregón se refiere probablemente a que en el inciso II del artículo de la ley se dice: "La explotación en los terrenos a que se refiere este artículo...." ¿O a qué se refiere usted, compañero?
El C. Barón Obregón: Me refiero a esto, compañero Puig. Usted recordará que yo he combatido desde el principio de la discusión de esta ley el hecho de que se den concesiones para explorar, en tesis general, para explorar cualquier terreno,
sea de propiedad privada, se de propiedad de la Nación, o sea baldío. Recordará el señor Puig y Casauranc que me he opuesto a esto por creerlo perfectamente descabellado, porque no debe haber una concesión para explorar, puesto que la exploración es libre en la República Mexicana, y así debe de ser ya que la Nación necesita que se exploren sus terrenos, y no poner en manos de dos o tres compañías grandes extensiones de terrenos con objeto de que acaparen para un futuro esas zonas como reserva; sino sencillamente que la exploración sea libre. Convengo con usted y con la comisión en que el artículo 4o. habla de la facultad de explotación, pero que no se relaciona con la facultad de exploración.
El C. Puig y Casauranc: Como el compañero Barón Obregón recuerda, desde que en el artículo 3o. se presentó este problema, las comisiones sostuvieron el punto -e indudablemente la Asamblea fue de su opinión, puesto que el artículo 3o. se aprobó-, de que no era conveniente para los intereses nacionales establecer distinción este concesión de exploración simplemente, o concesión de explotación; y por eso desde el artículo 3o. unimos los dos términos y dejamos las concesiones de exploración y explotación. Nuestro propósito es precisamente porque comprendemos que la exploración tiene que ser absolutamente libre. Si la exploración llega sólo hasta la visita de los geólogos, la inspección de los campos y la determinación de las anticlinales; si llega sólo hasta allí, no hay motivos para poner dificultades a esta labor. Nosotros quisimos unir con una copulativa los términos exploración y explotación, para significar que siempre que la Nación dé una concesión petrolera, llevará ésta el permiso de explorar y de explotar, en su caso, es decir, no habrá concesión para exploración superficial. Ese método es el que ha producido el serio peligro de enormes extensiones. Todas las concesiones, o casi todas las concesiones anteriormente otorgadas, decían: "Se da permiso para exploración superficial en varios grados geográficos", y después había otro artículo donde se decía: "de esta extensión tendrán derecho los concesionarios a tomar tales cantidades de terreno para explotación". Nosotros precisamente para evitar el acaparamiento, queremos que una compañía solicite lo que piense trabajar, no que se provea de una vez de inmensas reservas o de permisos de exploración y explotación; y ya hasta por un hecho lógico, elemental, si en el artículo 3o. que se refiere a las concesiones que no son en terrenos nacionales, baldíos y federales, hemos establecido este sistema, tenemos en el artículo 4to., que se refiere a terrenos nacionales, baldíos y federales, que seguir el mismo procedimiento.
El C. Barón Obregón: Su señoría el diputado Puig me permitirá contestar, mejor dicho, modificar mi interpelación en este caso, con permiso de la Presidencia. Yo rogaría a la Asamblea, y muy especialmente a la honorable comisión dictaminadora en este asunto, que puesto que el criterio está perfectamente formado, puesto que están perfectamente establecidas las bases, se digna con toda claridad en la redacción de este artículo, se diga de una manera franca, terminante y sincera, para que todo el mundo lo entienda, que no habrá concesiones de exploración, porque se dan concesiones de exploración y explotación, pero de hecho un principio de preparación en este asunto, que consiste en explorar el terreno. El terreno petrolífero nacional está ya explorado y se está explorando en gran escala; en toda la República hay grandes zonas de terreno petrolífero, y le voy a señalar un hecho al compañero Puig con el objeto de que tome nota, y muy especialmente a la Asamblea. En estos momentos, casi puedo decir al señor Puig, toda la parte correspondiente al distrito de Huauchinango, Zacatlán y al municipio de Tetela de Ocampo, etcétera, del Estado de Puebla, ha sufrido ya una serie de contratos en los que los propietarios de los terrenos ceden desde luego cualquier derecho que tengan sobre las parcelas que son actualmente de su propiedad, para la exploración y explotación de terrenos, a diversas compañías. Es un hecho perfectamente demostrado que toda aquella zona fue explorada por una serie de geólogos de distintas compañías hace cuatro o cinco años; estos geólogos naturalmente han ido rindiendo sus informes y las compañías en estas condiciones se han ido aprovechando ya de ese conocimiento que tienen para procurarse reservas en el futuro. Pues bien; si en estas condiciones se llegara a interpretar el artículo como que la Nación faculta de una manera plena y da una concesión por concurso, o como sea, a una compañía o a un individuo para explotar y explorar el terreno, ¿no cree el señor Puig y Casauranc que volvemos a incurrir en el mismo errores, en el mismo caso en que estamos actualmente, en que todos los terrenos nacionales están ya concesionados y que ya no podemos legislar sobre ellos, porque realmente están ya en manos de las distintas poderosas compañías petroleras que están actuando en el país? Esto quiero preguntar al doctor Puig y Casauranc: si en estas condiciones no cree que una ley más clara, mejor dicho, que la interpretación que dé desde la tribuna, sirva en caso dado para interpretar la ley, al discutirse un asunto de estos en el futuro. Pues bien; yo desearía que para que esto quedara de una manera clara y perfectamente definida, se dijera: la exploración es libre en los terrenos nacionales y baldíos para cualquier ciudadano mexicano, para cualquiera compañía, extranjera que sea; es libre, pero el derecho de explotar se otorgará mediante una concesión en tal o cual forma, como usted lo propone. En esas condiciones creo que todo el mundo podría interpretar en una forma clara y precisa que es libre de explorar en el país todo el terreno que guste; mejor, la Nación adquiere de esta manera fuentes de reserva para el futuro; pero si de una manera ya así, embozada, se le da facultad a una compañía mediante una concesión para explorar y en caso de que la exploración, naturalmente, coincida con indicios de existencia de depósitos de petróleo, hay explotación ya de hecho y se entiende que hay preferencia para esa compañía que recibe esa concesión. Desde luego, compañero Puig y Casauranc, usted debe convenir conmigo en que no habrá ningún interesado que pida la exploración de un terreno nacional para no explotarlo; esto es una verdad. Si, pues, se va a explotar ya,
puesto que la exploración se hace libremente y nadie la prohibe, porque el mismo Gobierno no puede impedir que un geólogo de determinada compañía se traslade a un terreno nacional, haga un estudio de esta naturaleza y rinda un informe a su compañía, diciéndole: "Estos terrenos son necesarios para nosotros, porque son fuentes de reserva; es casi seguro que puede haber aquí petróleo", en estas condiciones, ¿no cree el compañero Puig y Casauranc que hay ya una preparación y que la Nación contribuye en esa forma a otorgar los famosos latifundios petroleros nuevamente, ya que están casi terminadas todas las tierras nacionales concesionadas?
El C. Puig y Casauranc José Manuel: La observación del compañero Barón Obregón es muy interesante; pero tiene este gravísimo inconveniente de aplicación legal: necesitaríamos entrar a la definición de lo que era exploración y explotación y, este capítulo, es uno de los más difíciles, como el compañero Barón Obregón sabe, en lo que a asuntos de petróleo se refiere. Hay quienes aseguran, por ejemplo, que la exploración no consiste simplemente en el estudio del terreno, ni en el de los cortes naturales, en el de la determinación de anticlinales, ni en la busca de chapopoteras, sino que la exploración científica tendrá que acompañarse de uno o varios pozos de pruebas; y llevado este asunto a ese terreno, el compañero Barón Obregón entendería el serio conflicto de orden legal, y posiblemente político, que ocurriría cuando, amparándose en esta concepción de exploración, una compañía, con permiso de exploración superficial, practicara agujeros, y por el hecho de haber practicado agujeros y de haber invertido X cantidad de dólares en esta busca de petróleo, quisiera conservar ciertos derechos para unos terrenos que simplemente se le habían dado para exploración. La exploración, en ese caso, sólo podría ser lógicamente concebida en la forma que lo hacía el Ejecutivo antes de este proyecto de ley, diciendo: "concedo permiso para explorar" y, en este caso, tendría que ser en zonas enormes, extensísimas, para que alguien las pidiera, porque nadie pediría permiso para explorar en un terreno de veinte o treinta hectáreas, y después tendría que agregar la cláusula; "y de esta zona tendrá derecho el concesionario para escoger lo que le convenga". Esto es dar más amplitud, favorecer más todavía, sin haber necesidad, a los buscadores de petróleo. No es necesario; las comisiones han sostenido la tesis de que tal vez han sido un poco exageradas en lo que a conceder se refiere; pero las comisiones no quieren cometer el pecado enorme de ir a conceder hasta lo que no es indispensable para que vivamos.
Es claro, compañero Barón Obregón, y eso daría origen a mil triquiñuelas, a mil combinaciones; se necesitaría hacer en esta ley la definición técnica de exploración y explotación, que sería, seguramente, mala; el compañero Barón Obregón sabe qué difícil es definir y especialmente en una ciencia en la que, como la del petróleo, sólo se tiene seguridad de algo cuando brota un "geyser" de chapopote. De modo que establecer que la exploración es absolutamente libre, resulta inútil. El compañero Barón Obregón ha dicho que las palabras vertidas en esta tribuna por las comisiones y los señores diputados, tienen que servir para la interpretación de la ley. ¿Y no corremos el peligro de, estableciendo el principio de que la exploración es libre en la República, ir a hacer que se hagan agujeros que después se dirá que son de prueba? Porque el compañero sabe qué difícil es, en último resultado, probar que una perforación se está intentando a doce o catorce pulgadas, y hasta en último extremo, en una perforación de ocho pulgadas podría obtenerse la inspección del petróleo. Una vez que brotara el petróleo por ese agujero, ¿sería lógico negar el permiso? Si ya estaba brotando el petróleo, ¿sería lógico concederlo? Creo sinceramente que el escrúpulo del compañero Barón Obregón no tiene razón de ser. En esta forma, con las explicaciones que se han hecho y que constan en el DIARIO DE LOS DEBATES, no habrá manera de torcer el espíritu de la ley.
El C. Murguía: Para una interpelación al orador. Ruego al compañero Puig y Casauranc se sirva decirme la razón que las comisiones han tenido para no comprender en el artículo 4o., a discusión, los terrenos de fundos de los municipios, ejidos y terrenos de vacantes de sucesiones que, conforme a la ley, pertenecen a los Estados; y si éstos terrenos van a estar en la misma situación que cualquier terreno de propiedad privada.
El C. Puig y Casauranc José Manuel: En efecto, y como este miembro de la comisión dijo desde una de las sesiones pasadas, ese punto, que es de orden estrictamente legal, no podría el que habla cometer la ligereza de abordarlo: se trata de un problema , indudablemente, jurídico, y el que habla no tiene la fortuna de ser abogado; pero es posible contestar al compañero, aun sin razones de Derecho, y ruego a los compañeros conocedores de leyes que hay en este recinto, que en caso de que mi respuesta no satisfaga al compañero Murguía, cualquiera de ellos auxilie a la comisión en este caso, si no está presente alguno de los abogados miembros de la Comisión del Petróleo.
Los terrenos a que el compañero Murguía se refiere, según me han explicado los abogados miembros de la comisión, quedarían incluidos en la comprensión general con que acaba esta enumeración del artículo 4o., que dice:
"Zonas federales, terrenos nacionales, baldíos y además de dominio nacional, así como en aquellos cuyo título de propiedad tuviese expedido la Nación con reserva del subsuelo....."
Me dicen que toda esa clase de terrenos queda comprendido en esta clasificación, porque los que fueren de propiedad de Estados, como el compañero dice, si esos terrenos originariamente han sido de propiedad nacional, la Nación, al cederlos, o de cualquiera manera, al perder la propiedad sobre ellos, no ha perdido sino la propiedad sobre la superficie y, por lo mismo, quedan comprendidos en esta fracción, que dice: "..... en aquéllos cuyo título de propiedad tuviese expedido la Nación con reserva del subsuelo....." Sin embargo, como antes decía, en este punto desearía conocer la opinión de los abogados de esta Cámara.
El C. Murguía: Es sofística la razón que da el ciudadano Puig, porque en ese caso todos los terrenos de particulares estarían en las mismas condiciones y, por lo tanto, dentro del artículo 4o., porque,
conforme al principio del artículo 27 constitucional, todo el subsuelo pertenece a la Nación. Por lo tanto, quiero que algún abogado que esté perfectamente enterado de este asunto, lo explique, porque esto es de suma importancia, tanto para los intereses de los Estados, como para los intereses de los municipios.
El C. Barón Obregón: Pido la palabra para concretar. Creo que, de una manera concreta, debe decirse así, ciudadano docto Puig y Casauranc, y muy especialmente me dirijo al compañero Manrique. ¿En qué condiciones cree el compañero Manrique que quedarían los fundos que acaban de otorgarse, en virtud de la vigencia del artículo 27 constitucional, a los pueblos de las zonas petroleras donde se han hecho, se están haciendo y se harán, seguramente, explotaciones de petróleo, por ser conveniente para la Nación explotarlos? Quisiera que el compañero Manrique nos ilustrara sobre el particular, ya que está dentro de un terreno que él constantemente borda.
El C. Manrique: Sabe bien el compañero Barón Obregón que no soy miembro de las comisiones y sabe bien que no es éste tampoco un asunto de mi especialidad; pero creo, salvo su mejor opinión - coincidiendo la mía en este punto con la del miembro ponente de la comisión, Puig y Casauranc -, que estos terrenos a que se refieren los compañeros Murguía y Barón Obregón, caben perfectamente dentro de esta connotación genérica:" de más terrenos de dominio nacional, así como en aquellos cuyo título de propiedad tuviese expedido la Nación con reserva del subsuelo...." La Nación ha reservado la propiedad del subsuelo.....
El C. Murguía, interrumpiendo: ¿De toda la República, compañero?
El C. Manrique: Sí, señor, de acuerdo con el artículo 27.
El C. Puig y Casauranc José Manuel: Voy a contestar al compañero Murguía. Mi observación, compañero Murguía, no fue sofística por esta razón: Si los terrenos particulares no fueran materia de artículos expresos, sí podría haberse pensado que entraban entonces dentro de esta clasificación; pero desde el momento en que hay artículos precisos para esos terrenos, se entiende, desde luego, que el término genérico a que antes me refería y que en mi opinión y en la del compañero Manrique, abarca los terrenos a que el colega se refiere, no los comprende. De todos modos, el punto no tiene interés, porque no tiene interés, porque la mente de las comisiones es la de que sí entren todos esos terrenos al artículo 4o. (Voces: ¡A decirlo!)
El C. Murguía: ¡Entonces hay que especificar!
El C. Puig y Casauranc y José Manuel: De manera que si el compañero Murguía insiste y los abogados de la Cámara - insisto en mi ruego- no consideran que esto va a ser albarda sobre aparejo, las comisiones no tienen inconveniente en manifestarlo. Quieren simplemente las comisiones - y no lo digo por el que habla, que no es abogado y no llevaría la responsabilidad, sino por demás - no establecer una redundancia que fuera motivo después de una sonrisa en los rostros de los apreciables compañeros del Senado.
El C. Murguía: Pido la palabra para hacer otra pequeña aclaración al compañero. Los terrenos pertenecientes a las vacantes de sucesiones, como usted sabe, compañero -y no se necesita ser abogado para ello -, siguen un trámite: ese trámite llega hasta el final de poner a remate, es decir, a subasta esos terrenos. Naturalmente llega el momento en que se enajenan esos terrenos a particulares y, naturalmente, mientras no haya la subasta, pertenecen al Estado...
El C. Puig y Casauranc José Manuel, interrumpiendo: La superficie, compañero.
El C. Murguía, continuado: Bueno; en ese caso es lo que yo digo, compañero Puig, que su razón es sofística, porque en el caso es lo mismo para considerar los terrenos propiedad de los Estados y de los municipios y de propiedad individual; y en ese caso entrarían todos, absolutamente todos, y yo creo que el espíritu del artículo 27 es ése, que entre todo el subsuelo de la superficie de la República.
El C. Puig y Casauranc José Manuel: Me permito atentamente suplicar al eminente abogado Escudero, que nos dé su opinión sobre este punto perfectamente concreto. ¿Cree el compañero Escudero que los terrenos a que el compañero Murguía se refiere, quedan comprendidos en la clasificación o en la ordenación del artículo 4to.? Voy a permitirme decir los nombres de los terrenos a que se refiere el compañero y a leerle el artículo 4to.
El C. Murguía: Terrenos de fundos y ejidos de los municipios, y terrenos de vacantes de sucesiones, que, conforme a la ley, pertenecen a los Estados.
El C. Puig y Casauranc: Y el artículo dice lo siguiente:
"En los terrenos nacionales, baldíos y demás de dominio nacional, así como en aquellos cuyo título de propiedad tuviese expedido la Nación con reserva del subsuelo..."
Y la pregunta es ésta: ¿Quedan comprendidos los terrenos a que se refiere el compañero Murguía en este capítulo, o hay necesidad de expresarlos, porque la mente de la comisión es que sí esta clase de terreno quede comprendida dentro del artículo 4o.?
El C. Escudero: En mi concepto, señores compañeros, sí quedan comprendidos dentro del artículo 4o. los terrenos a que se refiere el diputado Murguía. Para hacer fácilmente comprensible mi opinión, voy a referirme únicamente al último de los citados, que abarca más fácilmente la idea de propiedad de particulares respecto de los Estados. Se refiere a bienes vacantes. Dice el Código Civil que para el efecto de las sucesiones vacantes, los Estados se encuentran absolutamente en las mismas condiciones que los individuos particulares. De consiguiente, por analogía y por extensión se encuentran en las mismas condiciones los terrenos de ejidos y demás a que se refiere su señoría, con la reserva natural del subsuelo, que pertenece a la Nación. En otros términos: todos esos terrenos ante la ley es como si fueran terrenos de particulares; de consiguiente, quedan comprendidos dentro del artículo citado.
El C. Barón Obregón: Ciudadano presidente: Para una pregunta al orador. Yo convengo con usted en que ha dicho una verdad que la Asamblea
ha interpretado así, pero yo quisiera preguntarle al ciudadano Escudero cómo quedarían los propietarios en común que tienen sembrados, que tienen pequeñas parcelas que ya han estado cultivando, en el momento en que se otorgue por le Gobierno federal, con la facultad que le da el artículo 4o., una concesión sobre este particular. (Voces: ¡La Ley Minera!)
El C. Escudero: Esto, naturalmente, es objeto de leyes reglamentarias. Exactamente, como sería el caso tratándose de minas; si, por ejemplo, se encuentra una mina en un terreno de particulares que se hallen en las condiciones que dice su señoría. Naturalmente se les indemniza conforme a las leyes reglamentarias por los perjuicios que sufran.
El C. Barón Obregón: Entonces no se ha resuelto el problema agrario, señor Puig y Casauranc. (Campanilla.) Estoy en el uso de la palabra, ciudadano presidente. He interpelado y voy a acabar de hacer mi exposición. Si, pues, se faculta en estos momentos al Gobierno federal para hacer una donación en forma de concesión a una compañía o a cualquier particular, sobre terrenos que hayan sido aplicados al cumplimiento de un precepto constitucional, quiere decir que tácitamente se regresa al estado en que se encontraban antes de haber recibido las tierras. Entonces estos individuos van a ser copartícipes y van a participar en algo de aquella explotación, y no es, pues, resolver el problema agrario dando en esta forma tierras a los pueblos si mañana o pasado se les van a quitar para darlas a un tercero que va a explotar petróleo.
El C. Puig y Casauranc José Manuel, continuando: Señores compañeros:
Los temores del compañero Barón Obregón son muy de tomarse en cuenta, porque manifiestan su celo por el problema agrario; pero realmente no tienen importancia, porque si un Gobierno revolucionario va a aplicar la ley, nunca cometerá el crimen de, sin motivos de verdadera necesidad nacional y sin compensación suficiente, quitar lo que ha dado para ejidos.
El C. Barón Obregón: Lo hicieron con Juan Felipe.
El C. Puig y Casauranc José Manuel: Si esta ley va a ser aplicada por un Gobierno reaccionario, entonces si habrá ese peligro y habrá otro mayor: desaparecerá entonces el artículo 27.
El C. Murguía: Una aclaración. El señor licenciado Escudero ha dicho que, conforme a un artículo del Código Civil, los terrenos de los Estados, ejidos y fundos de los municipios, quedan en iguales condiciones que los terrenos de particulares; y contradice la opinión que la comisión tiene de que deben quedar comprendidos en el artículo 4o. En este caso, conforme la opinión del señor licenciado Escudero, quedarían comprendidos dentro del artículo 12 de la ley, y siendo ésta la aclaración que quiero se haga para que se vea cuál es el sentir de la Asamblea en este asunto, sin tomar en cuenta el Código Civil, que sabemos que tiene mil años.
El C. Puig y Casauranc José Manuel: La comisión no tiene inconveniente en agregar en este artículo 4o. esos terrenos a que el compañero Murguía se refiere. Si en último extremo y en el análisis que de esta ley se haga en el Senado hay una redundancia, allá se quitarán estas palabras para obviar dificultades, y puesto que el propósito de la Asamblea es que esos terrenos queden dentro de la protección del artículo 4o. A fin de que no estén sujetos sino a las concesiones dadas directamente por el Ejecutivo y no vayan a ser motivos de codicias y de pleitecillos de campanario, no tenemos inconveniente en aceptar que queden comprendidos de modo expreso dentro del artículo 4o. los terrenos a que el compañero Murguía se refiere.
El C. secretario Barón Obregón: Por disposición de la Presidencia y siendo visible la falta de quórum, se levanta la sesión y se cita para el próximo jueves a las once de la mañana, en virtud de que varios ciudadanos diputados han manifestado deseos de asistir a las ceremonias de Cuautla. (20 h.)