Legislatura XXX - Año I - Período Ordinario - Fecha 19220930 - Número de Diario 26

(L30A1P1oN026F19220930.xml)Núm. Diario:26

ENCABEZADO

MÉXICO, SÁBADO 30 DE SEPTIEMBRE DE 1922

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO I.- PERIODO ORDINARIO XXX LEGISLATURA TOMO I.- NUMERO 26

SESIÓN DE COLEGIO ELECTORAL

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 30

DE SEPTIEMBRE DE 1922

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2.- Es discutido y aprobado el dictamen relativo al 3er. distrito electoral de Tamaulipas.

3.- Sin debate, se aprueba el dictamen referente al 2o. distrito electoral de Tamaulipas. A discusión el dictamen correspondiente al 3er. distrito electoral del Estado de Tlaxcala; se levanta la sesión por falta de "quorum".

DEBATE

Presidencia del

C. ALVAREZ DEL CASTILLO JUAN MANUEL

(Asistencia de ciento treinta y cuatro ciudadanos diputados y presupuestos diputados.)

El C. presidente, a las 11.30: Se abre la sesión de Colegio Electoral.

- El C. secretario Barón Obregón, leyendo:

"Acta de la sesión de Colegio Electoral celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día veinticinco de septiembre de mil novecientos veintidós.

"Presidencia del C. Juan M. Alvarez del Castillo.

"En la ciudad de "México, a las diez y seis horas y cincuenta minutos del lunes veinticinco de septiembre de mil novecientos veintidós, se abrió la sesión con asistencia de ciento cincuenta y cinco ciudadanos diputados.

"El C. secretario Barón Obregón dio cuenta del dictamen de la Sección décima de la primera Comisión de Poderes, relativo a las elecciones para diputados al congreso de la Unión, celebradas en el primer distrito electoral de Chihuahua, y que concluye declarando válidas las elecciones y diputados propietario y suplente, respectivamente, a los CC. Angel G. Castellanos y Manuel P. Monzón.

"Sin debate se aprobó en votación económica y se hizo la declaración correspondiente.

"El C. José Castillo Torre, a quien se concedió la palabra para aclaraciones, hizo uso de ella, según manifestó en la tribuna, para rectificar errores cometidos en el curso del Colegio Electoral.

"A las diez y siente horas y veinticinco minutos se suspendió la sesión y se reanudó a la diez y ocho horas y veinte minutos.

"Sin que nadie hiciera uso de la palabra, fue aprobado el dictamen de la tercera Sección de la primera Comisión de Poderes, que en su parte resolutiva dice:

"Son buenas las elecciones verificadas en el primer distrito electoral de San Luis Potosí el día dos de julio del presente año, para diputados al Congreso de la Unión y, en consecuencia, son diputados por el propio distrito, propietario, el C. Aurelio Manrique, jr., y suplente, el C. Ramón F. Hernández.

"También fue aprobado sin discusión este dictamente y la Secretaría hizo la declaración de costumbre.

"A las diez y ocho horas y veintidós minutos se suspendió esta sesión de Colegio Electoral para pasar a sesión de Cámara de Diputados." Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Aprobada el acta.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- Sección 3a.

"H. Asamblea:

"Habiendo estudiado detenidamente los expedientes relacionados con las elecciones verificadas en el 3er. distrito electoral del estado de Tamaulipas, la mayoría de la comisión que subscribe tiene el honor de rendir a vuestra soberanía el siguiente dictamen:

"En el distrito electoral de referencia contendieron, por una parte, las candidaturas de los CC. licenciado Emilio Portes Gil, como diputado propietario y Pedro Romero, como suplente, apoyadas éstas por los partidos Cooperatistas Nacionales y Demócrata Laborista Tamaulipeco, y por la otra, las de los CC. licenciado Luis Ramírez de Alba como diputado propietario, e Ignacio Angeles,

como suplente, apoyados por el Partido Demócrata de Tamaulipas. "Salta a la vista, del expediente, que las autoridades municipales de Tampico, desde que se inició la lucha electoral, se mostraron sumamente parciales en favor de la candidatura de Ramírez de Alba Angeles, llegando a ejercer alguna presión, lo cual comprobó plenamente el candidato, licenciado Emilio Portes Gil, con diversas actas notariales y documentos auténticos que presentó.

Desde luego, aparecen dos expedientes, uno de la fórmula Portes Gil Romero, y otro de la fórmula Ramírez de Alba - Angeles conteniendo el primero 24 casillas y el segundo 25, o lo que es lo mismo, aparecen repetidas en ambos expedientes un buen número de casillas.

"La comisión ha examinado los expedientes desde dos puntos de vista, y son: "Primero. Considerando buenas tanto las casillas que presenta el expediente de la fórmula Portes - Gil - Romero, como las casillas que presenta la fórmula Ramírez de Alba - Angeles, aparecen para la primera de dicha fórmulas una votación de 6,927 votos, y para la segunda, una votación de 6,578 votos, o lo que es la mismo, la fórmula Portes Gil - Romero superó a la fórmula Ramírez de Alba - Angeles, en 349 votos. Desde este primer punto de vista, como puede observarse, la fórmula Portes Gil - Romero salió triunfante en las elecciones verificadas en Tampico.

"Segundo. El segundo punto de vista de consideración, es el de considerar solamente buenas las casillas no repetidas, o sean: en la fórmula Portes Gil - Romero, las números 7, 10, 12, 19, 23 y 25, y en la fórmula Ramírez de Alba - Angeles, las casillas número 16, 17, 20, 27 y 28, las cuales arrojan para la primera fórmula 1,741 votos en contra de 1,125 votos para la fórmula Ramírez de Alba - Angeles, o lo que es lo mismo, la fórmula Portes Gil - Romero, supera en votación a la fórmula Ramírez de Alba - Angeles, en 616 votos. "Debe advertir la comisión que en el distrito de Tampico funcionaron dos juntas computadoras, habiendo expedido cada una de ellas credenciales a los CC. licenciado Emilio Portes Gil y Luis Ramírez de Alba, con las circunstancias de que la primera fue autorizada por un notario público y sólo la del licenciado Ramírez de Alba, por el presidente municipal.

"Teniendo en consideración la anterior exposición, la subscripta mayoría de la comisión ha creído de su deber formular los siguientes puntos resolutivos: "Primero. Son Válidas las elecciones de diputados del Congreso de la Unión, verificadas en el 3er. distrito electoral del Estado de Tamaulipas.

"Segundo. Son diputados propietario y suplente, respectivamente, por ese distrito, los CC. licenciado Emilio Portes Gil y Pedro Romero.

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, a 28 de septiembre de 1922.-A. R. Guzmán.- R. Nieto." (Aplausos.) Está a discusión.

El C. Céspedes Eliseo L: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Céspedes.

El C. Céspedes: El ciudadano Rubén Vizcarra no firma ese dictamen.

El C. secretario Barón Obregón: Tiene razón su señoría; como las firmas casi son parecidas y las iniciales son casi las mismas, la Secretaría se equivocó al leer. Dice Roberto Nieto.

El C. Manrique: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Manrique: Pido atentamente a la Secretaría se sirva decirme si el dictamen está firmado por mayoría de comisión.

El C. secretario Barón Obregón: Como lo pide el ciudadano Manrique, la Secretaría certifica que tiene el dictamen dos firmas, que son de los ciudadanos Apolonio R. Guzmán y Roberto Nieto; en consecuencia, hay mayoría de comisión.

El C. Manrique: deseo saber igualmente si hay algún voto particular.

El C. secretario Barón Obregón: La Secretaría informa al ciudadano Manrique que hasta la fecha no ha recibido ningún voto particular.

El C. Manrique: No habiendo, pues, voto particular, el diputado Vizcarra ha subscripto el dictamen. No tiene importancia ninguna la observación que hace el ciudadano Céspedes. Hay dictamen y está a discusión. (Aplausos.)

El C. Céspedes: Señores, hay un dictamen y sobre él vamos a discutir. Con fundamento en el artículo relativo del Reglamento interior del Congreso, pido que uno de los miembros de la mayoría de la Comisión Revisora que subscribió el dictamen pase a fundarlo, y después me permitirá la Presidencia que haga uso de la palabra en contra.

El C. presidente: Tiene la palabra uno de los miembros de la comisión para fundar el dictamen.

El C. Guzmán Apolonio R., de la comisión: Señores diputados y presuntos diputados: Aparte de las consideraciones que están perfectamente claras en el dictamen que ustedes acaban de oír, son pocas las palabras y pocos los razonamientos que voy a dirigir a esta Asamblea. En el dictamen están los dos puntos de vista capitales que tuvo la mayoría de la comisión para emitir este mismo. El primero que salta a la vista fue considerar todos los paquetes electorales como legales, es decir, tanto las casillas que se instalaron en Tampico a favor de la fórmula Ramírez de Alba Angeles, y las que se instalaron frente a frente de esas mismas casillas, las del ciudadano Portes Gil - Romero. Como ustedes deben saber, el distrito de Tampico fue dividido en treinta casillas. De estas treinta casillas hubo repetición de ellas, y sumando los votos que emitieron los ciudadanos de aquel distrito en ambas casillas dieron un resultado de seis mil novecientos veintisiete votos para el ciudadano Emilio Portes Gil, y seis mil ciento setenta y ocho votos para el ciudadano Ramírez de Alba, y respectivamente para sus suplentes. Pero como tanto una parte como la otra alegan, con fundamento, que hubo presión al instalarse las casillas dobles, una por parte de las autoridades municipales (y está plenamente demostrada por una acta notarial que tiene el señor Portes Gil, que se ejerció la presión más brutal) donde hubo siempre la cuestión de que las autoridades municipales cuando se empeñan rotundamente en sacar a sus partidarios, o cuando reciben la consigna de un gobernador, como en el presente caso,

(Aplausos en las galerías.) máxime cuando este gobernador es un militar acostumbrado siempre a que se le obedezca; las autoridades municipales, tanto por el cariño que se le tenía al ciudadano Ramírez de Alba, porque él mismo se considera el primer abogado de la ciudad de Tampico por sus grandes relaciones con las compañías petroleras, fue esa presión, que se verificó desde que se formó el consejo electoral donde el presidente municipal, en vez de hacer la insaculación, formó empleados del Consejo Superior de Salubridad para ejercer desde un principio, desde sus raíces, la presión más brutal que se ha visto en la República Mexicana. (Aplausos en las galerías.) Por otra parte, alega el señor Ramírez de Alba que el ciudadano Portes Gil tenía la presión de las autoridades militares del puerto de Tampico; pero no lo ha justificado no lo ha aprobado, porque el mismo jefe de las operaciones en cartas que publicó, en los periódicos, desmintió rotundamente que se hubiera metido en nada para conseguir ese objeto; pero la comisión, viendo que por las dos partes se alegaba esa presión, la municipal y la militar, desechó los expedientes dobles y tuvo en cuenta los expedientes sencillos, es decir, donde nada más hubo una sola casilla, y aun allí el ciudadano Portes Gil, por su popularidad, por sus negocios, por ser un hombre avanzado, porque en él está la revolución, porque en él están todos los principios del agrarismo, porque él ha sostenido con energía los principios sociales, triunfó el señor Portes Gil votando en su favor todo el pueblo de Tampico. (Aplausos.) En cambio, el señor Ramírez de Alba, como él mismo lo dice, encarna los negocios más grandes que hay en Tampico, y a su bufete van los negocios que producen más dinero y los hombres más inteligentes y sociables, ¡y qué clase de negocios! En Tampico, señores, son los petroleros los que arreglan allí sus negocios, y todavía no contento este señor con todo eso, quería arroparse con el manto de diputado para extender en mayor escala sus negocios; pero el pueblo no se dejó sorprender y dio su voto por el licenciado Portes Gil en un total de 1,741 contra 1,125 del señor Ramírez de Alba. Esto es lo que puede comunicar la comisión respecto a estos expedientes, teniendo en cuenta simplemente las casillas 7, 10 12, 16, 17, 19, 20, 23, 25, 27 y 28, donde se encontró votaciones parciales que alcanzaron cifras con las que no quiero molestar a la Asamblea, pero cuyo total, vuelvo a repetirlo, fue de 1,741 votos a favor del licenciado Porte Gil, y de 1,125 para el señor Ramírez de Alba. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Céspedes.

El C. Céspedes: Señores diputados: Permitid que un representante del estado de Tamaulipas y un miembro viejo y leal del heróico Partido Democrático Popular del propio Estado, venga a bordar sobre las elecciones de diputados verificadas el día 2 de julio próximo pasado, en el puerto de Tampico. Del asunto, señores, quiero hacer una discusión amplia, pero a la vez serena, hablando con mis débiles argumentaciones, al conciencia de los hombres honrados de este Parlamento, dirigiendo mis palabras a todos aquellos compañeros que pesando una a una las amarguras por las que ha tenido que atravesar el Partido Cooperatista Nacional, puedan resolver en conciencia y de una manera definitiva sobre este caso electoral tan controvertido. Desde luego vais a permitirme que dirija mi atención, que eche una pequeña ojeada retrospectiva a la política del Estado de Tamaulipas y al origen de la agrupación política que vengo a defender.

A fines de 1916 y a principios de 1917, cuando la República se daba un Código Fundamental en la ciudad de Querétaro y los Estados se preparaban con sus elementos a entrar al orden constitucional, Tamaulipas, como los demás de la República, respondió a ese movimiento, y su pueblo desarrolló los primeros trabajos para formar agrupaciones políticas que sirvieran para darse sus autoridades. Y fue entonces cuando el Partido Demócrata de Tamaulipas se fundara con los elementos del pueblo, con los elementos campesinos, con los trabajadores del puerto de Tampico; y fue entonces también cuando se formara el Partido Liberal de Tamaulipas, integrado por elementos conservadores de aquel de aquel Estado. (Siseos de las galerías.)

Tocóme en suerte señores diputados, desarrollar humildes trabajos para la organización del Partido Democrático de Tamaulipas, de distintivo rojo, y tocóme en suerte dedicar también mis actividades en contra de las que desarrollara el Partido Liberal que encabeza el ciudadano general Luis Caballero y que adoptó como distintivo el color verde. Organizados estos grupos políticos, la contienda electoral de los tres poderes del Estado se hizo porque era menester que el Estado de Tamaulipas, que viviera dentro del período preconstitucional desde 1913, en que interrumpió su orden constitucional, se diera sus autoridades, constituyera su Gobierno, y entonces ambos partidos chocaron, ambos partidos contendieron en la lista electoral; las pasiones estallaron, y llegamos al fin de la contienda electoral en la seguridad de que uno u otro de los partidos sería el que diese las autoridades al Estado, cuando los trabajos de intriga de elementos del partido verde hicieron que el triunfo sonado alcanzado por el rojo se desvirtuara y produjera un conflicto de sangre en el Estado de Tamaulipas. El Partido Rojo se dio una Legislatura legal; el Partido Verde dijo tener otra Legislatura, y el conflicto se planteó en el Estado de Tamaulipas y ante los poderes federales. El Senado se avocó el conocimiento del asunto, y estaba para resolverlo, cuando el general Caballero se levantó en Tamaulipas, seguido por algunas fuerzas federales que comandaba y por algunos elementos de carácter civil que militaban en las filas del Partido Verde. El Partido Rojo en esta nueva ocasión, en esta lucha armada, estuvo en su puesto y supo combatir al lado de fuerzas federales, a Luis Caballero y su partido. (Murmullos.) El Senado de la República declaró desaparecidos los poderes del Estado y tuvo necesidad de nombrar un gobernador provisional. Este gobernador provisional convocó a elecciones, pero esas elecciones no pudieron realizarse en el plazo previamente fijado por este gobernador provisional y la fecha se pospuso. Después vino el movimiento general en el país al margen de la sucesión presidencial, y vino el interés por parte del presidente de la República -señor Carranza- para imponer en los Estados individuos que sirvieran a los intereses de la Candidatura bonillista, la

candidatura de imposición. Y el Estado de Tamaulipas, que estaba por constituir su orden constitucional, sufrió el bofetón de que se le impusiera al ciudadano general Rafael Cárdenas, que afortunadamente sólo duró tres días en el poder, porque prestó su protesta de ley el 4 de mayo de 1920, y el 7 del mismo mes tenía que salir de huída de la capital del Estado. Después viene el plan de Agua Prieta, señores compañeros, desconociendo en uno de sus artículos principales las elecciones verificadas, mejor dicho, las imposiciones verificadas en los Estados de Guanajuato, Querétaro, Nuevo León, San Luis Potosí y Tamaulipas, y el Ayuntamiento de la capital de la República. Tocóme en suerte, señores diputados, ser de los primeros que denuncian a la faz de la nación estas cinco imposiciones de los cinco Estados referidos, y la imposición del Ayuntamiento de la capital porque tocóme en suerte, el 7 de abril de 1920 que nos reunimos en el Salón Verde formar parte de una comisión, en la que figuraron el licenciado Alvarez del Castillo y el licenciado José Silva Herrera, actual magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, para redactar un manifiesto que lanzaríamos a la República, en cuyo manifiesto el que habla tuvo especial cuidado de incluir como puntos concretos de denuncia a la faz de la República, las imposiciones verificadas en los cinco Estados referidos. Esto ocurría el 7 de abril de 1920 y el manifiesto se publicó al día siguiente, y fue hasta el 23 de abril del mismo año cuando el plan de Agua Prieta se publicó en Sonora, consignó en artículo especial estos seis puntos concretos que denunciamos a la faz de la nación, pidiendo que desconociese a las autoridades impuestas brutalmente. Esto lo cito nada más para que se vea que hablo con algún conocimiento de causa y con algún derecho. Después vino al lucha armada, a la que nos tocó ir a algunos, y en la que nadie hizo nada. (Siseos.) ¿Por qué? Por que nadie tuvo tiempo de hacer nada. El ciudadano Alvarez del Castillo lo sabe bien; el ciudadano Olivé, que debe estar en estos escaños, y el ciudadano Barragán, que no entró a este Parlamento, saben también que el que habla salió junto con ellos para el Estado de Michoacán a empuñar una carabina, a buscar un humilde puesto de soldado y colaborar en el terreno de las armas para derrocar el Gobierno imposicionista. Ahora veamos cómo se desarrollaron las elecciones en el 3er. distrito electoral del Estado de Tamaulipas.

El partido Demócrata de Tamaulipas, señores, tiene por costumbre darse sus candidatos, después de que la opinión se hace en convenciones distritales, después de que las mesas directivas de los destinos clubes que funcionan en una circunscripción territorial discuten sobre quién debe ser la persona más indicada para que los representantes en tal o cual puesto público. De acuerdo con esta costumbre tradicional que tiene el Partido Demócrata de Tamaulipas, y de acuerdo también con una de las bases constituvas de la Confederación Nacional Revolucionaria, el partido hizo su convención distrital en Tampico, señores diputados, el 13 de mayo de año en curso, convención a la que concurrieron las mesas directivas de los ocho clubes políticos que funcionan en Tampico, y a la que concurrió gran número de pueblo. A esa convención asistieron como aspirantes para ser candidatos a diputados, los ciudadanos licenciados Eugenio Méndez Aguirre, Luis Ramírez de Alba y Emilio Portes Gil. En esa convención que, repito, se celebró el 13 de mayo en Tampico, se discutieron estas tres personas, y la convención, después de una discusión conveniente, dictó su resolución por un noventa y tantos por ciento de votos favoreciendo al ciudadano Luis Ramírez de Alba como candidato a diputado por el puerto de Tampico. (Siseos en las galerías. Campanilla.) El ciudadano Portes Gil, hacía algunos meses que desarrollaba trabajos encaminados al mismo fin entre los elementos trabajadores del puerto, usando de los elementos que residen en el puerto mismo y utilizando elementos que llevara del Distrito Federal. (Murmullos.) Cuando llegó la fecha de hacer la convención, el ciudadano Portes Gil creyó tener preparado, absolutamente preparado el terreno para obtener un triunfo ruidoso y amplio en la sesión de la propia convención y se sometió a ella. Como el resultado le fue desfavorable, señores diputados .... (Murmullos. Siseos. Gritos en las galerías. Campanilla.)

El C. González Jesús B.: ¡Moción de orden!

El C. Padilla Ezequiel: ¡Moción de orden!

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado González.

El C. González Jesús B.: Señores: En este debate estamos mayor mente obligados a la caballerosidad y al respeto al orador, señor Céspedes; yo soy uno de los que van a votar por Portes Gil, pero aquí, parodiando al filósofo, diré: soy amigo de Platón, pero soy más amigo de la verdad; no es justo que las galerías estén interrumpiendo con marcada insistencia las palabras del señor Céspedes. Es preciso que las galerías, compenetrándose de la caballerosidad que inspira a los ciudadanos representantes, se hagan eco de esa misma caballerosidad y respeten las palabras del orador. El resultado todos lo sabemos, está defendiendo una causa perdida, pero precisamente porque es una causa perdida, le debemos más respeto y mayor consideración que en ningún otro caso en este debate. Así es que yo excito a la Presidencia para que los términos corteses que estime conveniente, llame la atención a las galerías, diciéndoles eso mismo: que se hagan eco del respeto que inspira en estos momentos a cada uno de los representantes aquí dentro del recinto. El resultado ya se sabrá, salen sobrando todas las injurías y todas la interrupciones. (Aplausos.)

El C. presidente: La Presidencia manifiesta a su señoría el señor diputado González, que abunda en la misma opinión de él; que ha demostrado la Presidencia un criterio absolutamente firme y único en este sentido en lo que respecta a salvar a toda costa el prestigio y la honorabilidad de la Asamblea.

Es la Asamblea, ciudadano González, la que en estos casos, por las circunstancias de orden político que imperan sobre al asunto a discusión, la que debe normar la conducta de la Mesa. La Presidencia está en la mejor disposición de atacar en todo los dictados de la Asamblea a este respecto, y dando forma reglamentaría a la petición de su señoría, se permite manifestar a las

galerías, con toda atención, que haciendo honor a su causa, se sirvan guardar el orden y la compostura que tanto el Reglamento como los principios de moral y de nobleza bien puestas les aconsejan; en consecuencia, no quiere hacer uso del Reglamento para hacer una serie de exhortaciones en el sentido de que se guarde orden; apela al buen criterio y buen sentido de las galerías para que se sirvan interpretar el sentir de la Asamblea.(Aplausos.)

El C. Céspedes: Doy las más cumplidas gracias al señor presidente de la Cámara y a mi estimado amigo el compañero González por la intervención que han tomado en este asunto, a fin de que el público asistente a las galerías demuestre la corrección a que está obligado. Yo sabía perfectamente bien que venía a un debate con la hostilidad de las galerías, porque son mandadas especiales, señor González; y ahora aprovecho la oportunidad para suplicar al señor presidente que haga venir hasta este sitio el expediente todo, es decir, la parte principal de los expediente, y los paquetes electorales de ambos también, porque voy a hacer un estudio detenido de la cuestión.

Pues sí, señores, decía a ustedes que la convención de Tampico celebrada el 13 de mayo del corriente año, dictó su resolución apoyando como candidato por una votación abrumadora al ciudadano Luis Ramírez de Alba. El ciudadano Portes Gil, que aceptó ir a la convención porque creyó tener seguro un triunfo ruidoso en el seno de la misma, no aceptó la resolución de la convención y se consideró absolutamente desligado del acuerdo tomado allí y de los elementos -naturalmente- que tomaron parte para dictar esa resolución, elementos que todos, absolutamente todos, eran miembros de las mesas directivas de los ocho clubes políticos con que cuenta en Tampico el Partido Demócrata de Tamaulipas. El ciudadano Portes Gil entonces tuvo necesidad de lanzarse, de autopostularse, y como la ley le mandara que necesitaba para hacer el registro correspondiente ante la autoridad municipal, cien firmas por lo menos que respaldasen su candidatura, levantó un acta notarial y recogió firmas de algunos individuos del puerto, contándose entre ellos algunos que figuraron en las filas del Rojo, pero que por sus malos antecedentes ya no figuran en dicho partido, siendo despachados tanto de la administración del Estado como del partido; entre esos figura el ciudadano Pavacheau que le dio la firma a Portes Gil, y figuran otros dos que por el momento no recuerdo; se hizo el registro de la candidatura del señor Portes Gil y se lanzó a la lucha; usó primero, quiso usar primero como distintivo de su candidatura el color rojo, porque él decía que los elementos del Rojo estaban con él, pero el color rojo de nuestro partido político, está registrado desde hace tiempo porque tiene siete años de luchas constantes dentro del territorio del Estado; se encontró entonces Portes Gil con la dificultad de que no podía usar del color rojo y entonces usó el color rojinegro, el color rojinegro que es el distintivo de las ideas avanzadas, de las ideas radicales en el puerto de Tampico y del que usa la Casa del Obrero Mundial, que estaba codo con codo con lo demás elementos obreros en este caso de candidaturas a diputados, porque muchos de sus elementos concurrieron a la convención y porque todos figuraron en las filas del Partido Rojo, le envió una comisión al ciudadano Portes Gil, formada por Mariano Benítez y Revocato Malerba, a decirle que no usara esos colores, que no quería que su distintivo, que cristalizaba luchas sociales radicales, lo mezclara en politiquerías en las que su distintivo saldría muy mal parado; pero el distintivo se usó, se registró y corrió así la candidatura. En los postreros trabajos que en el puerto de Tampico se hicieron en pro de la candidatura de Portes Gil, este candidato se sirvió, como ya lo dije hace un momento, de elementos extraños no sólo al Estado de Tamaulipas, sino extraños a los elementos obreros del puerto, y llevó desde aquí al señor don Pedro S. Medina, que es jefe del Departamento de Estadística de esta Cámara, lo llevó para que le sirviera en todos los trabajos de politiquería sucia que había necesidad de desarrollar. (Voces en las galerías: ¡Huy! ¡Huy! Campanilla.) Y se llevó a otros elementos, a otros empleados del mismo Departamento, al ciudadano Alcázar. ¿Por qué el ciudadano Portes Gil no usaba los elementos del puerto, de los radicados en el puerto para la lucha electoral? ¿Por qué tenía necesidad de rodearse de elementos extraños al Estado y de elementos extraños al puerto, con excepción de los que he referido, que viven en el puerto, y que son Pavageon, un señor Morales, que tengo entendido que también tiene cuentas pendientes con la justicia, etcétera, etcétera? Porque el ciudadano Portes Gil apreció que dentro del Estado no tenía la fuerza completa, la fuerza suficiente para llegar al triunfo, dado que el Partido Rojo, que es el fuerte y que es el organizado, no estaba con él, desde el momento en que la convención de ese partido había adoptado como candidato a otra persona, y era natural suponer que un partido que dizque fundó el ciudadano Portes Gil, pero que en realidad no existe, llamado Laborista Tampiqueño, de un mes de vida -porque lo fundó a principios de junio-, no pudiera derrotar a una agrupación política organizada de siete años de vida, como es el Partido Demócrata de Tamaulipas. Para eso necesitó elementos de aquí, porque era necesario que elementos ajenos al Estado viniesen a impresionar a las esferas oficiales de la Federación, para que éstas coadyuvaran a demostrar ante esta honorable Asamblea, que en el 3er. distrito electoral de Tamaulipas salió derrotando el Partido Rojo. El ciudadano general Obregón, presidente de la República, sabe, y muchos elementos de esta Asamblea saben perfectamente bien, cuál es la fuerza que recibió al ciudadano general Obregón en Tampico y fue el que se opuso precisamente a las bayonetas de Murguía y de Orozco cuando éstos querían ahogar el movimiento político favorable al mismo Obregón en Tampico; y cuando querían las autoridades del centro, Carranza, obliga a este partido a que acogiera la candidatura de Bonillas, fue el Partido Rojo el que como un solo hombre rodeó y acogió la candidatura del señor general Obregón y por esa razón el señor general Obregón sabe de qué es capaz ese Partido Rojo y cuál es su fuerza. (Siseos en las galerías. Campanilla.) No

digo del Partido Verde, porque el Partido Verde hizo su convención en el Teatro Juárez para apoyar la candidatura de Bonillas, y malamente el Partido Verde, que era el único contendiente del Rojo, podía estar con la candidatura de Obregón. (Murmullos. Siseos en las galerías. Campanilla.) Pues bien, señores; en el dictamen de la comisión se asientan como razones principales para resolver en favor del ciudadano Portes Gil, el hecho que ellos consideran saliente de la presión, de la presión desarrollada por el gobernador del Estado y por la autoridad municipal del puerto. (Voces: ¡Es cierto! La comisión confiesa también que hubo muchas casillas duplicadas, y yo únicamente le digo a la comisión: si hubo casillas dobles, una frente de la otra, no pudo haber presión, porque cuando hay presión no se deja que se instalen casillas dobles. (Siseos en las galerías. Campanilla.) O en otra forma se la pongo a la comisión: si hubo presión, no hubo casillas dobles; si hubo casillas dobles; no hubo presión no pudo haber las famosas casillas dobles y entonces el expediente es fraudulento, es decir, no hubo tales elecciones. (Murmullos.)

Si hubo casillas dobles, vuelvo a repetir, compañero Campillo, no hubo la tal presión, porque es de aceptarse esta tesis: que si pudo instalarse una casilla frente a la otra, entonces fue o porque no hubo presión, o porque esa casilla la instalaron fuerzas más superiores a las imposicionistas que ustedes le atribuyen a la autoridad municipal del puerto. (Siseos en las galerías. Desorden. Campanilla.) Y sí, señores, sí hubo casillas dobles, no precisamente porque el pueblo se haya impuesto; hubo algunas casillas dobles porque, en cada casilla electoral, señores diputados, había un retén de fuerzas federales. (Voces en las galerías: ¡No es cierto! Desorden. Campanilla.) Ahora, señores, voy a citar otros detalles elocuentes que hacen prueba plena de que este expediente no precisamente salió de la elección que se hizo en Tampico; no, señores, en Tampico se comenzó una farsa de elección en favor de la fórmula Porte Gil - Romero, se comenzó en el Hotel Palacio de Tampico, hotel residencia del jefe de las operaciones militares y de la oficialidad de él. Ahí se comenzó, y después de que se comenzó la farsa de dicho expediente electoral, señores, se depositó en el Correo, dirigido expresamente al señor general Garza, jefe de la guarnición de esta ciudad. Esto sucedió tres o cuatro días después de las elecciones, mejor dicho, después de la Junta Computadora famosa que dicen que hicieron; y después se ultimó acá todo el chanchullo, por esta razón el expediente electoral de la fórmula Portes Gil - Romero entró en está Cámara, según certificado que obra en este expediente, con fecha 15 de agosto, y no fue dirigido, como la ley lo manda, directamente a la Oficialía Mayor de la Cámara, pues entró a la misma por conducto particular. El expediente de la Junta que hizo sus trabajos en la escuela Gabino Barreda de Tampico, llegó a los sótanos de esta Cámara el día 10 de julio pasado. De manera, señores, que acá fue donde se elaboró el expediente Portes Gil - Romero, acá fue donde se prepararon actas, acá donde se hicieron padrones.... (Voces: ¡Pruebas!) La Comisión Revisora de Credenciales, de la que forman parte los ciudadanos Nieto, Vizcarra y Guzmán, oyó de labios de algunas personas que se presentaron a declararlo -esto puede atestiguarlo el compañero Nieto- que dicho expediente se hizo en Magnolia 75, interior 9, de esta capital.

El C. Guzmán Apolonio R.: ¿Me permite una interpelación el orador?

El C. Céspedes Eliseo: No admito interrupciones, señor. Por esa razón, señores diputados, el expediente tiene que mostrar huellas del fraude tan escandaloso que se ha cometido en este caso. Desde luego, yo me permito informar a la Asamblea, analizando casilla por casilla del expediente del señor Portes Gil, que el personal de la número I, comenzando por el instalador, que fue el señor Paulino Morato, no aparece empadronado, es decir, no está empadronado Morato, no está empadronado el presidente de esa casilla, Francisco G. Espinosa; no está empadronado José Ramírez; no está empadronado el escrutador, Apolonio Hinojosa, Y en la casilla número 1 del expediente del señor Ramírez de Alba, como ustedes pueden ver en el propio expediente, está empadronado él ciudadano Morato, que es el instalador, y viene el nombramiento de instalador, y aparece firmada el acta de instalación por el mismo Morato, que aparece como instalador de casilla de Portes Gil. El presidente, que fue un señor Aguilera, está empadronado, está empadronado Tomás Morato, que fue el secretario, y está empadronados los escrutadores. En la sección 1a., señores, el personal fue el siguiente: Instalador propietario en el expediente de Porte Gil, Eleno García; el presidente fue Luis Macías, el secretario, Manuel C. Hinojosa, y el otro secretario, Rafael Leal; los escrutadores fueron Graciano López y Merced Gamboa: ninguno de estos absolutamente ninguno está empadronado. ¿Por qué? Porque se usaron otros padrones, como lo demostraré. En la sección 2a. de Ramírez de Alba, fue instalador propietario Eleno García, el mismo que hacen poner ellos, pero que no firma el acta de instalación que acompañan a su casilla. En el expediente de la propia casilla del ciudadano Ramírez de Alba, aparecen empadronados: el presidente, Pedro Garza; secretarios: Fernando Camargo y Eligió Caudillo, así como los escrutadores: Moisés Martínez y Salomón Angeles; y en el artículo 50 de la Ley Electoral de Poderes Federales, en su tercer párrafo, dice: "Es requisito indispensable para ser miembro de Mesa de una casilla electoral, estar inscripto en el padrón de la sección y no ser funcionario o empleado público ni candidato registrado, y saber leer y escribir."

De manera, señores, que dejo demostrado que las casillas número 1 y número 2 del expediente de Portes Gil traen como personal a individuos que no se puede saber si son tamaulipecos, o si son del Distrito Federal, sencillamente porque no están en el padrón. Aquí están, señores, las respectivas actas de instalación que ofrecen las casillas a que acabo de referirme. Las casillas que presenta Portes Gil en su expediente, no traen el acta de instalación firmada por el instalador; las casillas de Luis Ramírez de Alba, sí traen el acta firmada por

el instalador. Pasemos a la sección 3a., y esto para demostrarle también a la comisión que conozco el expediente y que no hablo de memoria. Sección 3a.: instalador propietario en el expediente de Portes Gil, Ramón Hernández; no está empadronado. Sección 3a. del expediente de Luis Ramírez de Alba: instalador propietario, Luis Méndez, empadronado; presidente, Silvestre Cintora, empadronado; secretarios: Joaquín Lavalle y Enrique Estrella, empadronados, y todos los demás, también empadronados. Sección 4a.: instalador propietario en el expediente de Portes Gil, Jesús Hidalgo. No está empadronado. El presidente, Ismael Rodríguez, sí está empadronado; los secretarios: Pablo V. Malerva y Juan Gutiérrez, no están empadronados, y los escrutadores: Margarito Hernández y Niño Cisneros tampoco están empadronados . Sección 5a., en el mismo expediente de Portes Gil: secretario, José G. Martínez, no está empadronado; escrutador. Arnulfo Mendoza, no está empadronado; el presidente sí lo está; uno de los secretarios, Agustín Galarza. sí está empadronado. Sección 8a.: no aparece empadronado el presidente de la casilla, que fue J. Estrada, hijo. La sección 6a. se me había pasado. El instalador propietario en el expediente de portes Gil, Daniel Guzmán, no está empadronado; los secretarios, A. Cervantes y Ponciano Arozqueta, no están empadronados; escrutadores, Joaquín D. León e Indalecio Castro, no están empadronados. Sección 9a.: instalador propietario no tiene, porque no trae nombramiento de instalador. Sección 11: instalador propietario, Alberto Estrada, padre, sí está empadronado; escrutador, Modesto Briceño, no está empadronado; de los representantes no hay que decir una palabra, porque no está empadronado ninguno. Sección 16: instalador propietario, Francisco Vásquez; en el expediente de Portes Gil no está empadronado; los secretarios Marcelino Cruz y Alberto Sánchez, no están empadronados; escrutador Manuel marines y Pedro Merino no están empadronados. Sección 17: instalador propietario, Lauro Sandoval, no está empadronado; presidente, Efrén Méndez, no está empadronado; secretarios, Apolonio Guzmán y Ramiro García, no está empadronados; escrutadores, Lino Rivas y José Ramírez no están empadronados. Sección 18: instalador propietario, Manuel Díaz, en el expediente de Portes Gil, no está empadronado; secretarios, están empadronados; escrutadores; con excepción de Hermenegildo Facio, que está empadronado, el ciudadano Lucio Torres no aparece empadronado. Sección 24: el instalador de esta sección 24: el instalador de esta sección en el expediente de Portes Gil, Alfredo López, no aparece empadronado; los secretarios José Cavazos y Bulmaro Rosas, no están empadronados; escrutadores, Angel Contreras y Juan Stoeber, no están empadronados. Sección 26: el instalador propietario, J. M. Pérez, no está empadronado; el presidente, Crisóstomo Nájera, no está empadronado; secretarios, José M. Cáceres e Ismael, no están empadronadores; escrutadores José Benite o Bemeti -no se le entiende-, no está empadronado. La sección 27: instalador propietario, que dice haber sido de la casilla mencionada, en el expediente de Portes Gil, Marcelino Hernández, no está empadronado; el presidente, A. P. Garza, no está empadronado; los secretarios no lo están; fueron Adolfo Meza y Gaspar Hernández; los escrutadores, Bruno Rodríguez y B. S. Infante, no están empadronados. En la sección 28 no está empadronado el presidente Eduardo López Atristáin; en la 29 no están empadronados ni el presidente ni los secretarios; de la sección 30 no están empadronados ni Atilano Chávez Hernández, ni los demás que forman el personal de la Meza y que fueron, como secretarios, Pompeyo Carreón y Fidencio García, y como escrutadores, Santiago Sánchez y Severino Juárez. Los expedientes, señores, de las casillas que forman ambos expedientes, están aquí; de todo lo que he dicho cualquiera de los representantes puede desengañarse en los documentos y en los padrones que ofrece cada una de las casillas. Yo no quiero entrar personalmente al análisis de esos padrones por no robar más tiempo a la Asamblea; pero si la misma comisión duda de mi aseveración, puede ocurrir al expediente de Portes Gil y sacar los padrones y cerciorarse de lo que acabo de afirmar.

El C. Nieto: ¿Le permite su señoría una aclaración a la comisión?

El C. Céspedes: ¿Una interpelación?

El C. Nieto: No, una aclaración. Con permiso del orador, señor presidente.

El C. Céspedes: Señor compañero Nieto, un momento. Por ahora ya quiero terminar este asunto para que la comisión venga a defender su dictamen y después, si la Asamblea me lo permite, podré venir nuevamente a presentar nuevas argumentaciones y nuevas pruebas sobre lo que aquí afirmo. De muchos de los detalles que acabo de referirme, el mismo señor Portes Gil, tiene perfecto conocimiento y tiene perfecto conocimiento porque al abrirse por la comisión ambos expedientes, se tuvo el cuidado de inventariar todo lo que venía en ellos, firmando al calce de los inventarios los miembros de la comisión que estuvieron presentes, el mismo señor Portes Gil, Ramírez de Alba, el que habla y el ciudadano León. Sabe el ciudadano Portes Gil que todas las actas de instalación, con excepción de una o dos que vienen en el expediente de Luis Ramírez de Alba, aparecen firmadas por el instalador y que se acompañan también los nombramientos respectivos.... (Murmullos y siseos en las galerías.) Sabe también que los padrones que ofrecen las casillas de Ramírez de Alba corresponden exactamente a la sección respectiva, y sabe también Portes Gil porque en presencia de él y de los asistentes a los sótanos de esta Cámara, donde se abrieron estos expedientes electores, se lo hice notar, y él estuvo de acuerdo conmigo en que ofrecen huellas visibles en los padrones de sus expedientes que denuncian que las cifras anteriores fueron borradas y substituidas por otras a tinta o a máquina, pero no sin dejar visible el anterior número; es decir, se usaron padrones correspondientes a la antigua división territorial del puerto, que era de cincuenta secciones cuando el barrio de Cecilia votaba con Tampico; pues ahora la división territorial, como lo dijo la comisión, se redujo a treinta casillas.

Se habla también, señores diputados, de que el ciudadano Portes Gil en Tampico tiene una

popularidad arrolladora y de que todas las clases laborantes del puerto lo apoyaron en su candidatura. Y yo quiero leer ante esta honorable Asamblea varios documentos que demuestran precisamente lo contrario, es decir, que las clases laborantes de Tampico, las clases obreras que forman en las filas del Partido Rojo, apoyaron a la candidatura de Luis Ramírez de Alba, y que los alijadores puerto de Tampico, asociación cooperativa muy respetable y eficaz en los destinos del país, estuvieron en esta lucha electoral apoyando la candidatura de Luis Ramírez de Alba, porque Luis Ramírez de Alba, en primer lugar es viejo elemento del Partido Rojo, porque nunca ha tenido la ambición de desempeñar puestos públicos de elección popular. (Voces en las galerías: ¡Huy! ¡Huy!) Porque ha sido abogado de los alijados durante diez o doce años, porque con tal carácter ha sido el que les ha arreglado muchos asuntos sin cobrarles honorarios, sin explorarlos en forma alguna, como lo demuestra esta carta que suplico a la Secretaría se sirva leer.

El C. secretario Barón Obregón: Al margen un sello que dice:

"Gremio Unido de Alijadores.- Cumplimiento y moralidad en el trabajo.

"Tampico, julio 8 de 1922.

"Señor licenciado L. Ramírez de Alba.- Ciudad.

"Muy señor mío y amigo:

"Al contestar su apreciable de fecha 12 del pasado, voy a referirme a su primer párrafo, y que se refiere a que le dé mi opinión con respecto a las elecciones, las que se verificaron ya el domingo próximo pasado y, al efecto, tengo entendido ya que habiéndose verificado dichas elecciones, debe usted tener en cuenta que una inmensa mayoría de nuestros compañeros votaron por 2 usted, y esto viene a demostrarle una vez más que nuestros compañeros no le han perdido ni le perderán la confianza que, como usted sabe, le tienen desde hace más de diez años, o sea desde que en forma decidida ha venido colaborando con su carácter de abogado al engrandecimiento y bienestar de nuestro gremio.

"Para terminar, señor licenciado, sólo deseo suplicarle que perdone no haya podido contestar su apreciable carta, debido a mis múltiples ocupaciones.

"Quedo de usted atentamente su S. S.- Isauro Alfaro."

El C. Céspedes, continuando: Ustedes saben ya que el Gremio Unido de Alijadores en Tampico es una asociación respetable por su número y respetable por su organización y sus tendencias. Me explicaré. El Gremio Unido de Alijadores trabajaba en la carga y descarga en el puerto de Tampico al servicio de una compañía de nacionalidad americana, Rowly; el Gremio Unido de Alijadores apareció la necesidad de constituirse en sociedad cooperativa, porque creyó que en esta forma garantizaría mejor sus intereses como agrupación obrera y para esto el Gramio Unido de Alijadores tuvo necesidad de adquirir la maquinaría que servía para la estiba de la carga en el puerto, de su propietario, la compañía Rowly. Pero para esto necesitó del dinero indispensable. El Gobierno del Estado de Tamaulipas no tuvo inconveniente, después que una comisión respetable de ese gremio se lo pidiera, en proporcionar cien mil pesos para la constitución del propio gremio en sociedad cooperativa, mejor dicho, los cien mil pesos eran para que adquiriera la maquinaria de Rowly, de nacionalidad americana, como he dicho. El ciudadano Ramírez de Alba tomó parte muy principal en este asunto, pues que garantizó ante la Secretaría de Hacienda a dicho gremio con veinticinco mil pesos a efecto de que acabaran de constituirse y tuvieran a su disposición el muelle de Tampico. Este servicio de Luis Ramírez de Alba de dar una fianza en favor de los alijadores de Tampico por veinticinco mil pesos en el mes de abril de este año, si mal no recuerdo, y los trabajos que siempre ha prestado a este gremio de una manera gratuita, son más que bastantes para que este gremio le esté agradecido. Tengo en mi poder también, señores diputados, una carta de la Casa del Obrero Mundial, de una agrupación obrera importante, decepcionada también de las luchas políticas, carta que ya he mostrado a algunos de los compañeros de esta Cámara, en la que afirman que están seguros de que mientras las elecciones de sus representantes se hagan en esta Cámara, la democracia, el sistema representativo de nuestro Gobierno no será sino un mito; una carta en la que también exhortan al licenciado Soto y Gama para que defienda a las clases obreras en este caso, carta que desgraciadamente no he mostrado al licenciado Soto y Gama, porque sé que en este caso no estaría al servicio de los intereses de aquellos obreros, porque sé que está empecinado en el propósito de sostener a todo trance la candidatura de Portes Gil. Se habla también de que en todas formas la candidatura de Portes Gil encontró obstáculos por parte de las autoridades municipales de Tampico para el desarrollo de los trabajos que convencías a sus intereses; y yo quiero que la Secretaría dé lectura a este oficio para que la Asamblea norme su criterio sobre el particular.

El C. secretario Barón Obregón: Al margen: Un sello que dice: "Presidencia Municipal.- Tampico, Tamaulipas.- Estados Unidos Mexicanos.- Secretaría. "Al margen: Rafael Otero Gama.- Altamira 20 Poniente.- Tampico, Tamaulipas.- Julio 27 de 1922.

-En el centro: señor León F. Gual, presidente municipal.- Ciudad.- Estimado señor y amigo: Con relación a su oficio número 7,251 de fecha 26 del que cursa en el que pide manifieste si con motivo de las elecciones para diputados al Congreso de la Unión tuve algunas dificultades en las oficinas del H. Ayuntamiento en el desempeño de mi cargo de representante del Partido Coopertista Nacional, no tengo inconveniente en manifestar que para el registro de mi credencial, el de la candidatura del partido y de los representantes del mismo en las casillas, no encontré ningún obstáculo. En cuanto a los incidentes del día de la elección, no estoy autorizado para hacer declaración alguna. Soy de usted afectísimo amigo y atento seguro servidor.- R. Otero y Gama."

"Es copia que certifico, concuerda fielmente con el original que obra en el archivo de esta Secretaría a mi cargo, y del cual se compulsó en la fecha, ocho de agosto de mil novecientos veintidós.- El

secretario del H. Ayuntamiento, J. Campusano Jr."

El C. Céspedes, continuando: Como muchos de vosotros sabéis, señores diputados, el ciudadano ingeniero don Rafael Otero y Gama es el representante el Partido Cooperatista en esa región del Estado de Tamaulipas y con tal carácter tuvo a su cargo el trabajo del registro de su credencial, que lo acreditaba como tal representante; el registro de los representantes del partido etcétera, etcétera, y él, bajo su firma, asienta que en todos esos trabajos preliminares y preparatorias de toda elección no encontró obstáculo alguno de parte de las autoridades municipales de ese puerto. Respecto de la tan decantada presión que se dice hubo en contra de la candidatura de Portes Gil, solamente quiero decir breves palabras para dejar probado en el DIARIO DE LOS DEBATES, donde se lleva la historia de este Congreso, que muy al contrario, fue en pro de la candidatura de Portes Gil- Romero que se ejerció la presión militar más escandalosa para hacerla triunfar. (Siseos.) En la víspera de las elecciones, señores diputados, de Jefatura de Operaciones Militares del Estado de Tamaulipas, hizo circular por medio de soldados este aviso impreso que ruego a la Secretaría se sirva leer.

- El C. Barón Obregón, leyendo:

"Aviso muy importante.

"La Jefatura de la Guarnición de esta Plaza, por conducto de esta Mayoría de Ordenes a mi cargo, hace del conocimiento del público por medio del presente aviso, que a partir de esta fecha ha tenido a bien disponer: en virtud de que la región dependiente de la Jefatura de Operaciones Militares en el Estado está considerada en campaña, todos aquellos ciudadanos en general que tengan permiso de postración de armas de fuego expedidas por las autoridades civiles, deben de presentarse a esta oficina en el improrrogable plazo de ocho días, con el fin de visar los permisos de referencias; debiendo de presentar el interesado para este objeto, un retrato tamaño "visita" para su identificación; en el concepto de que se procederá con toda energía contra todo aquel que contravenga esta disposición."

Sufragio Efectivo. No Reelección.- C. Victoria Tamps., 23 de mayo de 1922.

- El teniente coronel mayor de órdenes de la Plaza, Francisco Perdomo.- Vo. Bo.

- El general brigadier jefe de la guarnición, Alberto A. Cabañas."

El C. Céspedes, continuando: Como se ve, señores diputados, por este aviso impreso, la Jefatura de la guarnición de la plaza de Ciudad Victoria hacía del conocimiento de los habitantes del distrito del centro, que había una disposición de carácter general para toda la zona comprendida dentro de la jurisdicción que mandaba el ciudadano general Gómez, que disponía que por virtud de que esa región estaba considerada en campaña, -en campaña, fijarse bien-, se había de recoger todas las armas o se habrían de presentar los ciudadanos que las portasen, con retratos tamaño "visita", etcétera, etcétera. Porque no eran las autoridades civiles lo bastante capacitadas para conceder un permiso de portación de armas. Fijaos bien que el ciudadano jefe de las operaciones en Tamaulipas declaraba en campaña toda la zona comprendida dentro de su jurisdicción. ¡En campaña el Estado, que ha gozado desde hace algún tiempo, y goza en la actualidad, de una paz octaviana, de una tranquilidad absoluta! No hay elementos levantados en armas, no los hubo entonces cuando se dictó esta disposición; no había más campaña -eso le faltó aclarar al jefe de las operaciones en el Estado - que la campaña política, que la campaña de elecciones para diputados y senadores al Congreso de la Unión. Y fue, señores, esta disposición la que sirvió para que en Ciudad Victoria se ejercitaran los trabajos más asquerosos, más criticables, más bochornosos dentro de una época de libertad y de orden; para que se cometieran, repito, atentados que dieron al traste con las garantías constitucionales.... (Murmullos.) El sábado, señores, víspera de las elecciones, por medio de patrullas de soldados se desarmaba a los ciudadanos en Ciudad Victoria y se les desarmaba en otros lugares del Estado. Se perseguía a caballo a las familias que salían de los teatros o de los cines, y se situaban también doscientos y pico de soldados alrededor del Palacio de Gobierno, cercándolo no sé con qué motivo. Están en poder del señor presidente de la República los mensajes enérgicos dirigidos por los poderes locales del Estado, que demuestran elocuentemente lo que afirmo. El Congreso del Estado, en sesión extraordinaria acordó dirigirse, luego que vió este aviso de que el Estado estaba en campaña, al presidente de la República; el Ejecutivo del Estado y el Poder Judicial hicieron lo propio, y la Cámara de Comercio se dirigió también a las Cámaras de Comercio existentes en esta capital, diciendo que sus negocios sufrían grandemente por medidas tan torpe, que tal disposición ponía en grave peligro los negocios que emprendían en esos instantes, y que no podía declararse en guerra la zona que tenía a su mando el jefe de las operaciones, porque no había alteración de la paz pública. Debo hacer aquí, señores, un paréntesis que es conveniente que yo haga en honor de un jefe que supo cumplir con su deber de militar al margen de estas cuestiones políticas, ya que la Ordenanza manda que los militares se abstengan de intervenir en dichas cuestiones. El pueblo de la parte Norte del Estado de Tamaulipas hizo sus elecciones de la manera más pacífica, porque los elementos militares no tomaron ingerencia alguna; pero esos elementos militares, señores diputados -oídlo bien-, dependían entonces y dependen ahora, si no me equivoco, del ciudadano general Joaquín H. Amaro, y el ciudadano general Joaquín H. Amaro dio amplias garantías a todos los ciudadanos, y se comportó como un militar que respeta los deberes que le impone la Ordenanza. Yo estaba, señores, en Xicoténcatl, uno de los pueblos de mi distrito, cuando recibí, cuando pude conocer este aviso impreso, y entonces yo puse este mensaje, mejor dicho, este telegrama al señor gobernador del Estado, diciéndole:

"Por avisos impresos que han llegado a mi poder, tengo conocimiento de que el ciudadano jefe de las operaciones militares en el Estado ha declarado en campaña a toda la zona comprendida dentro de su jurisdicción, disponiendo se observe una vigilancia inusitada sobre todas las personas que con previo permiso de ese supremo Gobierno portan armas de

fuego. Sin detenerme a considerar por hoy dicha medida, que en mi concepto ataca las garantías individuales dentro de una Entidad que no sólo disfruta de orden constitucional, sino de tranquilidad absoluta, me permito suplicarle se digne informarme si el Gobierno de su cargo tiene conocimiento oficial de los términos de dichos avisos, a efecto de normar mis procedimientos como candidato a diputado por el 4o. distrito electoral y como ciudadano del Estado. Atentamente."

Y el ciudadano gobernador contestó transcribiéndome la comunicación oficial que le dirigiera el jefe de la guarnición de la plaza de Ciudad Victoria, general Cabañas, transcribiéndole dicho aviso. Me consta, señores, por otros hechos, también la presión militar, la ingerencia militar que hubo en las elecciones de diputados y senadores al Congreso de la Unión; me consta, porque traigo aquí documentos que hablan claro; traigo mensajes, señores, que me dieron cuenta de los atropellos que ejercitaron las fuerzas federales en contra de los ciudadanos. En la casilla número 1 de Xicoténcatl, señores diputados..... (Voces en las galerías: ¡Ya! En la casilla número 1 de Xicoténcatl, señores, a las nueve de la mañana, hora en que manda la ley que se presenten los ciudadanos a hacer la legal instalación de la Mesa para recoger la votación, se presentaron treinta soldados uniformados, sin armas, formados, a disputar la casilla; en unión de treinta ciudadanos de carácter civil. Y entonces yo tuve la satisfacción de apreciar cómo los elementos del Partido Rojo y el pueblo de todo el Estado saben estar en su puesto cuando se ven atropellados en sus garantías; pues ciento veinte rancheros montados a caballo, dignos y valientes, de los que apoyaban mi candidatura, se presentaron y, desgraciadamente, a reírse de los soldados, esa es la palabra, señores, porque con chufletas pedían un clarín para tocar reunión, a fin de que se reunieran más soldados a ganar esta casilla, diciéndoles también: "toquen el clarín, señores, para que vengan más soldados a arrebatarnos esta Mesa, o manden traer más soldados al Estado de Sonora para que nos quiten esta Mesa." (Desorden Campanilla.) A mi contrincante, ciudadano Martínez Rojos, también la fuerza federal le prestó todo el apoyo, ya que rodeaba las manifestaciones que se hacían en pro de dicho candidato, ya que amenazaban al pueblo si no apoyaba dicha candidatura o si no estaba presente en dichas manifestaciones. Yo tuve la satisfacción de ver que en mi distrito todo fue inútil, y el candidato Martínez Rojos sólo alcanzó ciento setenta y siete votos; pero acá se me quería hacer lo mismo que a Ramírez de Alba, y así me fraguaron también un expediente en la calle de magnolia, setenta y cinco, dentro nueve, según lo pudieron oír los ya citados compañeros Nieto y Vizcarra; es decir, se confeccionó otro expediente para meterlo aquí y arrebatarme mi credencial, sólo que según declaración de los mismos que tomaron parte en su confección se abstuvieron de presentarlo a la Cámara con cinismo, porque consideraron que en mi caso el éxito no estaría fácilmente con ellos, y así fue que dicho expediente siguió llenando el veliz que lo guardaba. Ahora, señores, por todos estos detalles dejo demostrado que la presionó militar favoreció en grado superlativo la elección de Portes Gil de Romero. Más todavía: la Junta Computadora de Portes Gil se refugió en el Hotel Palacio a fraguar su chanchullo, y hasta ahí, señores, se presentó el agente del Ministerio Público federal a evitar que se violara la Ley Electoral de Poderes Federales, y el ciudadano Portes Gil y sus acompañantes contestaron que no se trataba de "una simple reunión de amigos." La copia certificada de las diligencias a que me refiero, señores, la conocieron los miembros que forman la Comisión Revisora de esta credencial, y la conocieron en su oportunidad, cuando se inventariaron los documentos de ambos expedientes. Me llama la atención que dicho documento no esté en el expediente principal y que sólo haya documentos que favorecen la candidatura de Portes Gil. Ya la comisión informará adónde fue a parar este testimonio de acta notarial presentado por el ciudadano Ramírez de Alba. Decía que ahí, en ese Hotel Palacio, fue donde se comenzó a fraguar el enorme chanchullo de que esta ocacion estáis conociendo; ahí, protegidos por la fuerza militar federal, fue donde se comenzó este atentado al sufragio; y, repito, este expediente después fue remitido directamente al señor general garza, y después paso a ser preparado a ultimado a lugar aparte, ya lo he dicho. La sola circunstancia, señores diputados, de que un expediente no venga dirigido adonde lo manda la ley, a la Oficialía de la Cámara, la sola consideración de que un expediente entre a la Cámara en fecha muy posterior, porque este expediente de Portes Gil entró en 15 de agosto, por conducto particular y no por la vía postal, etcétera, etcétera, sería bastante para rechazar por sucia la pretensión de Portes Gil; pero aquí de lo que se trata es de meter al ciudadano Portes Gil a la Cámara por sobre todo. Nosotros, como miembros de un partido ya fogueado en las luchas cívicas; nosotros, como elementos leales de un partido fuerte, no podemos dejar pasar desapercibida tamaña ofensa. Y nosotros, el ciudadano Garibay, el ciudadano Rodríguez, y el que habla, no podemos ni debemos callar ante esta ofensa que se hace a un partido regional; no podemos ni debemos dejar de protestar en esta tribuna por la manera tan escandalosa como se guillotina la libertad del sufragio, la libre voluntad del pueblo que defendiera en sus banderas el Plan de Agua Prieta; no podemos ni debemos dejar pasar inadvertido tampoco que esta Cámara que se llama revolucionaria, señores diputados, sin consideración alguna, dé tan inmerecido bofetón a un partido político regional revolucionario, como lo es el Demócrata de Tamaulipas, que nos cobija en su bandera Rojo. Yo creo, señores diputados, que andando el tiempo, tal vez en la próxima Legislatura, tengamos que corregir estos procedimientos engañosos, estos procedimientos que matan la libertad, que manchan los principios revolucionarios, puesto que no se sabe respetar a los partidos regionales; porque hay partidos en los Estados, respetables por mil títulos que se han sentido lastimados en muchos de sus miembros; y ya veremos el resultado en muy poco tiempo. (Murmullos.) Todo esto, señores diputados, he venido a exponerlo en este lugar, porque

en el seno del Bloque Cooperatista no he tenido oportunidad de hacerlo; el expediente del 3er. distrito electora de Tamaulipas, debió tratarse amplia y serenamente en el seno del bloque; se comenzó a tratar a principios del mes, y hubimos de dejarlo en coma, por virtud de que la comisión revisora de este asunto declaró por boca de Vizcarra, que no había dictamen ninguno sobre qué discutir; que no había dictamen que aprobar o desaprobar. Después, con consideración a la pronta aprobación del convenio Lamont - De la Huerta, la discusión de este negocio y de otros iguales que podían dividirnos, se suspendió; no sin antes tomar en el Salón Amarillo un acuerdo en el sentido de que e este asunto se hiciera, amplia y serena, en el seno del bloque, acuerdo que tomamos Alvarez del Castillo, Rama, Prieto Laurens, León, el que habla, etcétera, etcétera, por virtud de proposición que en tal sentido hizo el ciudadano Rama, y en el bloque, señores, este asunto se resolvió de manera atropellada, rápida, por la sencilla razón de que el miércoles próximo pasado, día veintisiete de los corrientes, sin estar presentes los miembros de las comisiones revisoras -porque no estaba Nieto, ni estaba Vizcarra, ni estaba presente el que habla, representante de la diputación de Tamaulipas, ni estaba presente el interesado-, entonces, señores, se trató este asunto sin haber dictaminado y sin respetarse el acuerdo que tomamos aquí, en este salón, los miembros que defendieron a Portes Gil y los que defendemos a la parte contraria. No se hizo de este asunto una discusión en el bloque, y ello ha hecho que yo venga a esta tribuna a defender el asunto, a exponer mis razones y a justificarme ante la Historia y ante mi Estado de que hasta lo último he sabido estar en mi puesto.

Protesto de la manera más enérgica contra los atropellos que se hacen por el centro contra los intereses de un partido regional, contra los intereses mismos de la revolución, señores, porque es en la Secretaría de Gobernación adonde han ido muchos compañeros a documentarse para formarse un criterio favorable a la candidatura de Portes Gil - Romero. La lucha era muy desigual, señores diputados; los que defendemos el expediente legal nos hemos colocado en el plano de la moral más absoluta y de la honradez más completa, porque nosotros fuimos nobles y caballerosos en el ataque, pues yo tuve tiempo y oportunidad de ejercitar intrigas también para que el asunto de Portes Gil entrase a un global y no le diese oportunidad de defenderse, pero yo fuí siempre el primero en decir que se separara ese asunto, porque quise que tuviésemos una oportunidad de discutirlo. Esa oportunidad se negó en el seno del bloque. Ahora, señores diputados, que creo haber dicho mucho de lo que ocurre en este asunto, reservándome para después otros asuntos estrechamente relacionados con esta credencial, ahora que ya he dicho lo bastante hasta para cansar a esta honorable Asamblea, (Voces: ¡Sí! ¡Sí! voy a retirarme exhortando a los compañeros del bloque Cooperatista -que yo ayudé a formar -, señores diputados. (Voces: ¡Ah! Murmullos.)

El C. Castillo Agustín: Para una moción de orden, señor presidente. Yo suplico a la Presidencia que prevenga a las galerías que se callen; que no se olviden de que el señor Céspedes está velando un cadáver, y que pueda desahogar dolorosamente todo su sentimiento. (Aplausos.)

El C. Céspedes, continuando: Ha dicho una gran verdad el compañero Castillo, estoy velando un cadáver, el del sufragio efectivo y el de la misma revolución; ya tendrán tiempo, señores compañeros, de arrepentirse de lo que en esta ocasión van a hacer; ya tendrán tiempo de confesar que en esta ocasión obraron de una manera inconveniente a los destinos de un partido, y de una manera inconveniente para la vida los principios revolucionarios; porque yo jamás he ido a pedir la opinión de Cobián para resolver los asuntos de la Cámara; porque yo jamás he ido a consultar ni al señor general Calles ni al señor Gilberto Valenzuela sobre ningún asunto que la Cámara debe resolver, (Desorden. Campanilla.) ni tampoco he querido pedir nunca consejo a la Secretaría de Hacienda, ni a la Presidencia de la República. ¡Jamás, señores!

El C. Manrique: ¿Ni a Aguirre Berlanga? (Aplausos. Siseos.)

El C. Céspedes: ¡Ni a Aguirre Berlanga! Yo demuestro de la manera más elocuente que cuando el Gobierno de Carranza por su órgano Gobernación, cuyo encargado era Aguirre Berlanga, estaba más interesado en que se diera el golpe de muerte al Partido Socialista de Yucatán, partido verdaderamente organizado: entonces, señores, cuando en esta Cámara se trataba de los Ferrocarriles Unidos de Yucatán para arrebatárselos a ese partido socialista, y que se trataba de aprobar o desaprobar un dictamen sobre tal asunto y que a mí me tocó el honor de dictaminar, entonces, señores, cuando Aguirre Berlanga me envió aquí tres recados por medio de un compañero que no está en este Parlamento, tres recados para que se retirara mi firma de dicho dictamen, yo supe contestar como contesta un hombre honrado, y entonces vimos cómo se resolvió ese asunto en aquella cámara y entonces vimos en qué forma se obedecieron los deseos de Aguirre Berlanga y entonces supieron, quienes gratuitamente nos cargaban el sambenito de ser berlanguistas, cómo contestaban los representantes del pueblo, cómo obran los que nunca saben recibir consignas. (Burlas. Campanilla.) ¡Sí, señores; jamás estoy dispuesto a recibirlas! ¡Ojalá, señores diputados, y ustedes no hagan del señor general Calles otro Aguirre Berlanga! (Desorden en las galerías.)

El C. presidente: La Presidencia manifiesta a la honorable Asamblea, que si en este caso ha dejado a las galerías que a sus anchas hagan manifestaciones, se debe a una súplica del ciudadano Céspedes a la Presidencia, en el sentido de que se dejara en absoluta libertad a las galerías.

El C. Céspedes: Para terminar, señores diputados, voy a decir que este asunto lo resolverá simple y sencillamente el criterio de la "amistosas de los amigos", que dijera Moheno, y las exhortaciones de la Secretaría de Gobernación; (Voces: ¡Nombres!) porque no es el criterio legal, ni mucho menos el moral, señores diputados, el que se ha fincado en este expediente para resolverlo; tampoco es el criterio político, porque el criterio político no desfavorece al licenciado Ramírez de

Alba, porque si el criterio político se hubiese tenido en consideración, se tendría en cuenta que es un partido regional de siete años de vida el que está de por medio y que puede servir para futuros trabajos políticos, y que, el Partido Demócrata de Tamaulipas nunca ha perdido en Tampico una elección, nunca, lo sabe el mismo Portes Gil. ¿Por qué razón señores diputados, en este asunto se ha empeñado el interés de muchos compañeros que están dentro del Parlamento y de muchos señores que están fuera? ¿Qué desgracia para nuestro país, señores diputados, que desde ahora se comience a hacer trabajo futurista; qué desgracia para nuestro país que se comience a hacer labor de división en el seno del Gobierno; labor de división que perjudicará grandemente los intereses de la revolución, los intereses de nuestro país, porque es en estos momentos cuando debiera mantenerse más firme la unión del Gobierno. ¡Malditos aquellos que hacen labor futurista! ¡Malditos aquellos que no consideran que con las divisiones tan hondas que se están operado en el Parlamento, mejor dicho, en el seno del Gobierno, están dando puñalada criminal a la patria, cuando ahora más que nunca necesitamos unión; cuando después del convenio Lamont - De la Huerta necesitamos, como un solo hombre, agrupamos con el pendón de la tranquilidad más absoluta en provecho de los intereses de la patria! No tardará tiempo, señores diputados, en que, como muy acertadamente lo anunciaba ayer un periódico de la tarde, esta Cámara se haga tres pedazos, (Burlas.) este Parlamento se haga tres pedazos, tres fracciones: la de los impacientes que rodean al que ya se asoma como candidato presidencial, el señor general Calles; la de los que tienen una amistad firme, pero que ya quieren también manifestarla respecto del señor de la Huerta, y de los que consideran que es criminal una y otra cosa y que se colocan en el grupo de los independientes para procurar refrenar los impulsos de estos impacientes, de estos elementos que son traidores a los intereses patrios. (Voces: ¿Nombres!) No es necesario citar nombres, señores diputados, porque en la conciencia de cada uno de todos vosotros está que se hacen trabajos futuristas dentro de este Parlamento; sí, señores.

El C. Manrique: ¡Qué novedad!

El C. Céspedes: No es novedad la que anuncio, señores diputados; pero yo, viejo compañero de muchos de los que aquí se sientan, les sugeriría la conveniencia de que procuremos refrenar esas impaciencias para bien del país. Hace falta, señores, que aprobemos la Ley del Petróleo dentro de este Parlamento, que dictemos esta ley que es importante, como muchas otras y que es importante, como muchas otras y que es subsidiaria del convenio Lamont - De la Huerta; porque si las divisiones se vienen torpemente, como parece, esta ley ni las otras se dictarán por esta Cámara, y la XXX Legislatura, de la que mucho se esperaba, no habrá hecho labor pro - patria; hará sólo labor política y de esto ya estamos hartos. Convengamos en que tenemos mucho tiempo por delante. A los compañeros del bloque Cooperatista que en las lides parlamentarias lo fueron hasta el día de ayer... (Murmullos en las galerías.) Conste que soy cooperatista, que seguiré siendo cooperatista solo o acompañado, como no lo son ni lo serán otros y que procuraré que el Partido Rojo de mi Estado, a pasar del bofetón que recibe en esta ocasión se agregue al Partido Cooperatista. (Aplausos.) Lo procuraré, porque yo sé que el Partido Cooperatista será fuerte, será grande, porque este Partido Cooperatista ha abrazado un programa mínimo en la lucha social, porque no tiene los radicalismos del Partido Agrarista, ni tiene tampoco las exaltaciones del Partido Laborista, porque es el que trata de resolver de una manera concienzuda los problemas sociales y porque trata de refrenar los impulsos, que mucho nos sirven, de los radicales; es decir, porque como partido de lucha programa mínimo, trata de coadyuvar con los radicales, como son los compañeros laboristas y los agraristas, a fin de poner las cosas en su verdadero lugar para que los principios de la revolución sean de aplicación práctica en la República. Y el Partido Cooperatista es fuerte y sea fuerte en los destinos del país; y como el Partido Cooperatista tiene un programa, un programa parecido, mucho muy parecido al programa que sostiene mi Partido Rojo en el Estado de Tamaulipas, no puedo estar en contra del Partido Cooperatista, porque no puedo estar en contra de mi Partido Rojo. Ahora, señores, quiero que vuestras señorías resuelvan este asunto definitivamente; pero quiero que vuestras señorías consulten su conciencia sobre si efectivamente estoy velando un cadáver -si cadáver debe llamársele al expediente de Tamaulipas-, o tan sólo porque en el fondo de este debate existe un acuerdo de votar en contra de la credencial de Ramírez de Alba. Antes de retirarme de esta tribuna , debo dar las más cumplidas gracias a la honorable Asamblea porque me ha permitido que yo exponga algo de lo mucho que puede decirse sobre este particular. Resolved de una manera definitiva este asunto, señores, que interesa al Partido Rojo de Tamaulipas; y haced lo mismo en el caso que queda pendiente de 2o. distrito electoral; si lo hacéis en contra, ya en alguna fecha tendremos oportunidad de recordar que en estos casos se ha procedido mal, con desconocimiento de causa por lo menos, con apasionamientos por lo más.

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Manrique.

El C. Manrique: Desde que se iniciaron, señores diputados, las labores de este Colegio Electoral, tenía yo verdaderos deseos, abrigaba verdadera ilusión al pensar en que esta oportunidad de defender la justicia en el caso del 3er. distrito electoral del Estado de Tamaulipas, habría de presentarse; si he de decirnos la verdad, mi entusiasmo ha menguado, mi entusiasmo se despertaba al pensar en que habría de ser esta formidable batalla contra poderosos intereses que habrían de oponerse al triunfo de Portes Gil; pero el tiempo ha pasado, el tiempo ha pasado transformando a los hombres y las cosas dentro de esta Asamblea, y ya no puedo tener el entusiasmo de antaño, ya no puedo tener el entusiasmo de pocos días antes, porque ahora no es ya la defensa de un hombre próximo a ser víctima de la pujanza de la mayoría, ahora es la defensa de una causa definitivamente ganada la que vengo a

emprender, y si puede entusiasmar a ánimos como el mío el enristrar la lanza en la defensa de los que se siente amagados por el poderoso, no puede entusiasmarlos mucho, por cierto, el tener que medir nuestras armas con hombres a quienes no podemos reconocer la beligerancia desde ningún punto de vista . . (Aplausos.) ni desde el punto de vista de la intelectualidad, ni menos, ni mucho menos desde el punto de vista moral. (Aplausos.) La palabra ha caído en descrédito - firmaba José Martí -, porque los necios, los ignorantes y los perversos se han encargado de desacreditarla. ¡Qué doloroso y acaso qué ridículo, que amargamente ridículo el escuchar desde esta tribuna hablar de honradez, de respeto a la ley, de amor a la justicia, por boca de hombres que ha mucho tiempo olvidaron lo que la justicia, la ley y la honradez significaban! (Aplausos.) Si Juan Manuel Alvarez del Castillo hubiese persistido en su transitoria hostilidad a la candidatura Portes Gil, nos fuera satisfactorio el medir nuestras armas con un hombre de intelectualidad innegable; si Jorge Prieto Laurens hubiera persistido en su también transitoria hostilidad para la candidatura de Portes Gil, mediríamos nuestras armas con un adversario astuto y a las veces temible; pero en la lista de los oradores del contra sólo queda un nombre solo, queda un hombre que no tiene, que no puede tener dentro de esta Asamblea la influencia que sólo tienen los poderosos caracteres y las altas intelectualidades. Cierto que esta misma Asamblea en sus comienzos ha dejádose gobernar por influencias que no eran siempre las más altas; pero no en vano paso el tiempo que él no deja experiencia y que esta Asamblea, si pudo cometer errores en los primeros días de Colegio Electoral, no tendría disculpa alguna para cometerlos transcurridos algunos días de intensa lucha y por lo mismo fructuosos en experiencias. Ahora la palabra Céspedes no puede ya convencer a nadie (Risas. Siseos) Cierto que es característico de las discusiones políticas que en ellas resulte a veces infructuosa el argumentar, porque se trata de combatir prejuicios hondamente arraigados, porque todos al llegar aquí, cual más, cual menos, tenemos ya opiniones formadas e intereses adquiridos y filiación perfectamente determinada; pero cabalmente en esto se revela la pujanza de los oradores. El orador fuerte es el que yendo contra prejuicios hondamente arraigados sabe arrancarlos, sabe combatir en una Asamblea, modificando su ambiente hostil para tornarlo propicio y amable; pero de estas cosas es incapaz el único orador inscripto en contra del dictamen a debate. El dictamen a debate quiere en esencia que se reconozca el triunfo de Emilio Portes Gil en el 3er. distrito del Estado de Tamaulipas, es decir, en Tampico; este dictamen reclama el reconocimiento de una verdad, el reconocimiento de un hecho consumado: el triunfo legítimo de Emilio Portes Gil, triunfo legítimo porque no ha de engañar a esta Asamblea el hecho de que el contrincante, licenciado Ramírez de Alba, se haya presentado a nosotros con una credencial; por algo al portador de una credencial no se llama un diputado, sino solamente presunto diputado; la credencial da una presunción, supone un hecho; toca a esta Asamblea el rectificar, toca a esta Asamblea el decir la palabra definitiva, y esta Asamblea dice, porque debe decirlo, que el triunfador legítimamente en el puerto de Tampico es Emilio Portes Gil y voy a decir en breves palabras por qué: Antecedentes yo voy a referirlos remontándome a diez o doce años atrás para no sacar ningún jugo de esta relación de hechos que son, por otra parte, perfectamente conocidos de la República entera; yo quiero referirme a antecedentes próximos de Emilio Portes Gil. ¿Emilio Portes Gil puede triunfar en una elección de diputados, en el puerto de Tampico? ¿Emilio Portes Gil puede triunfar en una elección de diputados por cualquier distrito del Estado de Tamaulipas? ¿Emilio Portes Gil tiene fuerza política y popularidad positiva en el Estado de Tamaulipas? ¿Sí o no ? (Voces en las galerías: ¡Sí!) Es esta la pregunta. ¡Ah! se sonríe un hombre que recomendaba que no se tuviese en cuenta al futuro. (Risas.) Y este hombre que está en estos momentos a mi izquierda . . .

El C. Céspedes, interrumpiendo: Estoy riendo, pero llevo algo aquí dentro.

El C. Manrique, continuando: Y este hombre que recomendaba serenidad, en los diputados, y completa abstracción del futuro; este hombre ha venido aquí persiguiendo cabalmente un sentimiento futurista, porque este hombre ve en Emilio Portes Gil a un próximo candidato al Gobierno del Estado de Tamaulipas y ve en él . . .(Aplausos.) que encarna aspiraciones que no cuadran con las de su amo don César López de Lara. (Aplausos.) Y viene por esto aquí a combatirlo, después de haberle traicionado tan pronto como llegó a Tamaulipas. (Aplausos.) La expresión es dura, pero merecida. ciudadano Céspedes. (Risas. Aplausos.)

El C. Céspedes, interrumpiendo: Dé usted pruebas.

El C. Manrique: El ciudadano Céspedes, que abandonó esta capital en perfecto acuerdo con Emilio Portes Gil. . .

El C. Céspedes: Falta usted a la verdad.

El C. Manrique: continuando: Eliseo Céspedes que abandonó esta capital en compañía de Herminio Rodríguez y en perfecto acuerdo con Emilio Portes Gil, a quien debiera - dicho sea entre paréntesis - el nombramiento de presidente de la Comisión Instaladora del Colegio Electoral de la XXX Legislatura. (Aplausos.) Eliseo Céspedes había de tardar muy poco en traicionar a sus amigos de ayer, a sus amigos de la víspera, para ponerse de acuerdo con el gobernador de Tamaulipas y con un hombre mil veces más abominable, con el senador José Morante. ¡Qué doloroso me es recordar el apóstrofe de Altamirano el 28 de marzo en Tampico: "Malditos los hombres que han convertido a las ciudades de mi patria en un vasto garito!" Y esto que clamaba apocalípticamente Altamirano refiriéndose a los hombres que en la época de Carranza lo corrompían todo, que doloroso es decir que había de ser aplicable semanas más tarde, meses solamente más tarde al gobernador provisional de Tamaulipas nombrado por el Senado, a José Morante, a ese amigo íntimo de Eliseo Céspedes; José Morante, uno de los políticos más abominables de la República, es ahora aliado natural, de López de Lara, uno de los enemigos visibles de Emilio Portes Gil, aquél que por boca de

Eliseo Céspedes nos amenazaba, a sus amigos del bloque cooperatista, rectifico, amenazaba a sus amigos del bloque cooperatista con la ruptura del orden constitucional y no sé qué calamidades que debían de desatarse sobre la República, algo peor que las siete plagas faraónicas. (Risas.) Y José Morante de acuerdo, ya con López de Lara y de acuerdo con Eliseo Céspedes, que con tan poco escrúpulo faltaba a sus compromisos y faltaba a su deber, forjaba en Victoria, forjaba en Tamaulipas la traición al licenciado Emilio Portes Gil, diputado a la XXVII Legislatura por el puerto de Tampico; Emilio Portes Gil, que por su conducta en la XXVII Legislatura, perfectamente definida, por su conducta como izquierdista, contra Eliseo Céspedes, que militaba entonces sumisa y mansamente en las filas carrancistas. . . (Aplausos. Voces en las galerías: ¡Bravo!) Emilio Portes Gil, que no podía por su filiación izquierdista, perfecta y claramente definida, tener acceso a la XXVIII Legislatura, en tanto que su enemigo de hoy, su contrincante de hoy, Eliseo Céspedes, era portador de consignas de Aguirre Berlanga en los principios de la XXVIII Legislatura; Emilio Portes Gil, contrincante de este hombre, que en la XXVIII Legislatura era dócil instrumento en manos de Aguirre Berlanga para ejecutar todas las abominaciones que se les exigían desde el palacio de Cobián...

El C. Céspedes interrumpiendo: ¡Una prueba!

El C. Manrique, continuando: Si quisieseis una pequeña, un pequeño botón de muestra, ciudadano Céspedes, ya que tenéis la suprema inverecundia de demandar pruebas, cuando las pruebas están en vuestra conciencia . . . (Silbidos. Aplausos. Campanilla.) Si queréis una pequeña prueba, podría aludir muy de paso al pequeño dictamen firmado por el pequeño Céspedes aprobando las elecciones de Arturo Méndez en el 1er. distrito de San Luis Potosí. . .

El C. Céspedes, interrumpiendo: Ahí te duele. Como que tú fuiste su contrincante derrotado.

El C. Manrique, continuando: Pues bien; Emilio Portes Gil, que no había podido, por su filiación izquierdista, tener acceso a la XXVIII Legislatura, siguió teniendo derecho al afecto más hondo y más firme del puerto de Tampico. Emilio Portes Gil, en el momento de prueba para la causa obregonista, supo cumplir con su deber como bueno y como bravo. (Aplausos.) Emilio Portes Gil, que, privado ya del fuero, privado ya de la inmunidad parlamentaria a que tenía derecho como diputado mientras lo fue de la XXVII Legislatura; Emilio Portes Gil, que en tanto Eliseo Céspedes era dócil instrumento de la consigna de Aguirre Berlanga en la XXVIII Legislatura, era enviado en glorioso viaje de rectificaciones a Chihuahua; creo que nadie me pedirá pruebas de que Emilio Portes Gil fue enviado por el Gobierno de Carranza a Chihuahua a la línea de fuego y creo que nadie, por lo menos que conozca la vida de Tamaulipas en los últimos años, nadie ignora que Emilio Portes Gil estaba expuesto una y cien veces a la muerte en Tampico por sus convicciones; Emilio Portes Gil, iniciado ya en el brevísimo movimiento revolucionario obregonista, abandonó el Estado de Tamaulipas para ir a Sonora y presentarse a los iniciadores de la revolución, dispuesto a cumplir con su deber; Emilio Portes Gil fue entonces nombrado gobernador provisional del Estado de Tamaulipas y Portes Gil gobernó provisionalmente, revolucionariamente, digo, durante el período del momento preconstitucional; Emilio Portes Gil gobernó el Estado de Tamaulipas por espacio de dos meses escasos y Emilio Portes Gil, en el breve periodo de tiempo que gobernó a su Estado, demostró firmeza y cordura, demostró que había en él, que existía en él la característica del caballero: una suave y una templada energía. Emilio Portes Gil, en época tan peligrosa, tan propicia para sembrar agravios, supo, sin embargo sembrar afectos en el estado de Tamaulipas y esto me consta, porque en aquellos días estuve a su lado y me consta que sin traicionar en un ápice a sus ideales revolucionarios, supo tener la templada firmeza que debe exigirse a los hombres de Estado. Emilio Portes Gil, gobernador del Estado de Tamaulipas durante dos o tres meses en época revolucionaria, que había de ceder el puesto desgraciadamente al gobernador provisional José Mórente, nombrado por el Senado, hizo que tuviera derecho todavía más tarde al efecto cada vez más adquirido, más hondo del pueblo de Tamaulipas, y así fue cómo Emilio Portes Gil fue electo diputado a la XXIX Legislatura; y si en la XXIX Legislatura cumplió con su deber y su filiación fue la que la revolución exigía que fuese y si su conducta correspondió a la confianza de sus electores y si Emilio Portes Gil supo estar aquí definitivamente del lado de los intereses populares, que lo responda la nación y que lo respondan los compañeros de la XXIX Legislatura. (Aplausos.) Voy a referiros un hecho solo que explica, que demuestra que Emilio Portes Gil como diputado supo sembrar afectos entre sus electores, a la XXIX Legislatura. Emilio Portes Gil patrocinó a los habitantes, de los llanos del Golfo, que, como sabéis, son obreros, muchos millares de obreros, algunos centenares de familias de obreros que han poblado, los vastísimos llanos del Golfo, cercanos a Tampico, al puerto, propiedad de los Ferrocarriles Nacionales. Sabéis muy bien que los últimos años se ha creado en esta región de Tampico, en esa región del puerto, una verdadera colonia obrera.

Sabéis también que recientemente los Ferrocarriles Nacionales reivindicaban la propiedad de estos terrenos exigiendo nada menos que la desocupación a los numerosos pobladores de la colonia, y no es un misterio que Emilio Portes Gil, diputado por el puerto de Tampico, patrocinó - aun cuando por otra parte no era sino su deber -, la causa de los pobladores de los llanos del Golfo, y sabéis muy bien nombrado más tarde Emilio Portes Gil consultor de los ferrocarriles, no estuvo ciertamente del lado de los intereses materiales de la empresa que habrían podido exigir la desocupación de los llanos del Golfo, sino, por el contrario, puso en esta vez la influencia nuevamente adquirida, su influencia y su poder acrecentado, al servicio de los pobladores de los llanos del Golfo, ¿y se concibe ahora que estos pobladores de los llanos del Golfo, numerosos y entusiasta - lo saben quienes conozcan Tampico -, habrían podido votar por otro que no hubiera sido Emilio Portes Gil? ¡Ah! Pero la

estiba y la desestiba, ¡ah, pero los estibadores de Tampico, argumentan Eliseo Céspedes! (Risas.) Señores, Emilio Portes Gil había ya patrocinado a los estibadores de Tampico y solicitado para ellos gestiones para que les concediesen el contrato de carga y descarga; lo había gestionado ante la empresa de los Ferrocarriles Nacionales, pero estas gestiones, ciudadano Eliseo H. Céspedes. . . (Risas.)

El C. Céspedes, interrumpiendo: Eliseo L. Céspedes, si usted quiere y si no también.

El C. Manrique, continuando: Pero estas gestiones, ciudadano Eliseo H. Céspedes, (Risas.) estas gestiones de Emilio Portes Gil en defensa de los proletarios de Tampico, en defensa de los estibadores del puerto de Tampico, llenaron de justa alarma al gobernador López de Lara, que quiso anticiparse, que quiso neutralizar la influencia de Portes Gil y fue entonces, fue hasta entonces cuando se despertó la sensibilidad de López de Lara; entonces fue cuando López de Lara se sintió obregonista, amigo de los obreros y del proletariado, y fue hasta entonces, temeroso de la popularidad de Emilio Portes Gil, cuando Lara ofreció generosamente su ayuda para los trabajadores del Puerto de Tampico. ¡Ah, pero la convención, pero el Partido Demócrata de siete años de vida! El Partido Rojo, el partido de siete años, y esto lo dice un hombre de siete meses. (Risas.) El partido que supo levantarse como un solo hombre en torno de Alvaro Obregón, el partido que en los últimos años no ha perdido una sola elección en Tampico, en Tamaulipas, ¿este partido cómo no había de llevar al triunfo a su candidato Ramírez de Alba? Ese argumento falso de Eliseo Céspedes. Pues bien, si el Partido Rojo, ciudadano Eliseo Céspedes, a pesas de vuestras fricciones legales, a pesar de las apariencias con que pretende engañar a quien no conoce, por la distancia lo que sucede en Tamaulipas el Partido Rojo efectivamente triunfó en la última elección; pero habéis olvidado una cosa, ciudadano Céspedes, habéis olvidado hacer justicia y os habéis olvidado de decir que el Partido Rojo llevó al triunfo a Emilio Portes Gil. (Aplausos.) ¿Pretendéis por ventura, imaginaros que no hay en esta Asamblea hombres de criterio suficientemente claro y disciplinado para dejarse engañar, para que fuera fácil engañarlos con vuestras ficciones del registro de la candidatura? ¿Pretendéis, por ventura, engañarnos de que Emilio Portes Gil porque uso el distintivo rojo y negro no pudo estar apoyado por los rojos en Tampico? No, ciudadano Céspedes; yo veo en las galerías rostros conocidos de la dura época de la prueba. . . (Aplausos en la galerías.) Hay allí rostros bronceados a quienes conocí en la época de prueba y estos hombres que están ahora, como ayer, del lado de Portes Gil, son los mismos que en época de prueba estuvieron de lado de López de Lara. (Aplausos. Voces en las galerías: ¡Es cierto!) Porque hay una cosa que distingue a esos hombres de Eliseo L. Céspedes (Risas.) y son éstos. Estos hombres estuvieron también como Céspedes, del lado de César López de Lara, pero estos hombres estuvieron al lado de César López de Lara mientras César López de Lara encarnó sus aspiraciones, mientras César López de Lara fue siquiera relativamente fiel a sus principios; pero lo abandonaron cuando César López de Lara abandonó el camino de los buenos revolucionarios. (Aplausos.) En tanto Eliseo Céspedes sigue del lado de César López de Lara. Esta es toda la diferencia, ciudadano Céspedes. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!) Efectivamente, señores, el ciudadano Emilio Portes Gil quiso registrar el distintivo rojo, el ciudadano Emilio Portes Gil había sido postulado por los clubes rojos del distrito de Tampico desde el 29 de abril, y cuando estos clubes que lanzaban la candidatura de Portes Gil y todos aquellos pertenecientes al Partido Rojo intentaron registrar el distintivo rojo, el distintivo rojo que los había llevado al triunfo otras veces, fue la autoridad municipal de Tampico, fue el doctor León F. Gual. . . (Voces en las galerías: ¡Que muera!) quien se negó a registrar la candidatura de Portes Gil y fue entonces también cuando Emilio Portes Gil se vio obligado a crear otra entidad que con diverso nombre estaba, sin embargo, formada por los mismos componentes del Partido Rojo de Tamaulipas y fue entonces cuando Emilio Portes Gil, para burlar las asechanzas del presidente municipal, se vio obligado a aceptar el distintivo rojo y negro. Luis F. Gual, lo ignora por ventura el ciudadano Céspedes, es hermano de Juan Gual Vidal, diputado al Congreso local, amigo de César López de Lara; la policía de Tampico, creo que no lo ignora el ciudadano Céspedes, la Policía de Tampico está mandada por un comandante y por un inspector que de acuerdo con la Constitución local son nombrados por el gobernador del Estado. El gobernador del Estado de acuerdo con la Constitución tiene, además, el mando - esto no lo negará el ciudadano Céspedes -, de la Policía en los municipios, en que reside accidentalmente o transitoriamente; y Juan Gual Vidal y León Gual, su hermano, son jefes del grupo enemigo de Portes Gil, enemigos del Partido Rojo. L León Gual, presidente municipal de Tampico - lo sabe muy bien Céspedes -, no renunció a su puesto sino escasas semanas antes de la elección, hizo una ficción que a ninguno puede engañar. ya veis, pues, ciudadano Céspedes. (Voces: ¡A votar!)

Compañeros: Yo terminaré pronto. Sólo quiero insistir en este hecho: el ciudadano Céspedes imagina haber puesto una pica en Flandes leyendo afanosamente la lista de casillas y demostrando que el presidente y los miembros en cada casilla electoral no estaban empadronados si no se trataba de casillas instaladas por partidarios de Portes Gil, y sí lo estaban y existía, además, en el expediente el acta de instalación y el nombramiento del instalador y la firma del instalador en el acta siempre que se trataba de casillas instaladas por los partidarios de Luis Romero Ramírez de Alba y, señores, Eliseo Céspedes ha perdido el tiempo y ha demostrado, cabalmente invocando esta imaginaria, esta hipotética, esta paradisíaca perfección, del expediente electoral de Luis Ramírez de Alba, ha demostrado cabalmente que este expediente sin facticios, que este expediente podía corresponder a una candidatura de imposición a la candidatura de un grupo que cuenta con el apoyo del presidente municipal que, como sabéis, se cuidan siempre de empadronar cuidadosamente, religiosamente, venerantemente a los ciudadanos que pertenecen al partido político al que se empeñan en apoyar todos los partidarios, que

los miembros de las casillas de Luis Ramírez de Alba estaban todos los empadronados; ¡es claro, ciudadano Céspedes! Que los miembros de las casillas del ciudadano Emilio Portes Gil no estaban empadronados, ¡pues claro también, ciudadano Céspedes! El Ayuntamiento de Tampico, precisamente violando la ley que ahora os empeñáis en invocar, había cuidadosamente empadronado - y esto lo hace todo Ayuntamiento impositor en toda la República, había cuidadosamente empadronado a los partidarios de Ramírez de Alba y había excluído faltando a su deber y violando preceptos categóricos y terminantes de la ley, había excluído de las listas electorales a los partidarios de la candidatura popular de Emilio Portes Gil. (Aplausos.) Y como fuera necio, señores diputados, popular el insistir en llevar el convencimiento a quienes están ya convencidos; el empeñarme en convencer a quienes están ya convencidos de que Emilio Portes Gil, revolucionario, tiene derecho al apoyo de los partidos revolucionarios de la República; como fuera impertinente el empeñarme en desvanecer argumentos que aquí no se han esgrimido, sólo me resta exhortaros a cumplir con vuestro deber, desentendiéndonos de los argumentos de quienes pretenden levantar ante vuestros ojos el fantasma del Partido Demócrata de Tamaulipas, con treinta mil individuos, partido regional cuya adhesión importa mucho al Cooperatista obtener. Ciudadanos diputados: Hablo en este momento como agrarista, pero defiendo en Emilio Portes Gil no tanto al candidato del Partido Cooperatista, como al hombre de principios que podrá diferir de los agraristas y de los laboristas en procedimientos - ya os he dicho que Emilio Portes Gil, es templado y sereno, y acaso entre nosotros abunden los impacientes - pero Emilio Portes Gil está íntimamente ligado con nosotros. Emilio Portes Gil - tal es mi creencia - tiene afinidad con los laboristas y agraristas de la Cámara, porque si quiera disienta en el procedimiento, está esencialmente de acuerdo en las finalidades; porque Emilio Portes Gil, es para los laboristas, agraristas y socialistas del Sureste que ocupan escaños en esta Cámara, un revolucionario como cualquiera de nosotros; porque Emilio Portes Gil, uno de los creadores de la Confederación Nacional Revolucionaria, tiene, lógicamente, derecho al apoyo que todos nosotros; porque Emilio Portes Gil, revolucionario templado, pero revolucionario al fin, radical en el fondo, siquiera mesurado en la forma, está absolutamente de acuerdo con nuestros principios y con nuestras finalidades, y porque para nosotros, agraristas, socialistas del Sureste y laboristas -claro que no hablo expresamente autorizado por estos grupos - sino esforzándome por interpretar su sentir . . .

El C. Morones, interrumpiendo: Sí está autorizado.

El C. Manrique, continuando: . . . la entrada de Emilio Portes Gil a la Cámara significa dos victorias - la una indirecta -: la salida de Luis Ramírez de Alba, que será un negociante menos en la Cámara, (Aplausos.) y porque su ingreso será para nosotros una victoria positiva, porque Portes Gil será el seno del Cooperatista, si sigue perteneciendo a él, un elemento de atracción y de concordia para la unificación de los verdaderos revolucionarios de la Cámara. (Aplausos.) Esta es la alta significación para nosotros el triunfo de esta tarde. Creo propicia esta oportunidad para declarar que tenemos los socialistas de la Cámara la íntima convicción de que, a despecho de las apariencias y a despecho de los errados comienzos de esta Legislatura, a despecho de los errores cometidos, por la mayoría imperante, errores que no he de borrar ahora simplemente porque mi credencial ha sido aprobada, errores que no he de olvidar, descaminos que no he de dar al olvido, porque a despecho de estos errores transitorios, digo, tenemos los socialistas, los revolucionarios de la Cámara la íntima convicción de que la XXX Legislatura será una Legislatura revolucionaria, a despecho, asechanzas de nuestros enemigos. Y bien, porque Emilio Portes Gil será en el seno del Partido Cooperatista un lazo de atracción y de concordia, porque la salida de Luis Ramírez de Alba - ojalá seguida más tarde por la eliminación de elementos como Céspedes, factor de desacuerdo, factor de disolución de las fuerzas revolucionarias de esta Cámara - es para nosotros el inicio de una nueva era, porque, señores, se hablado aquí - y creo que más románticamente que con hechos prácticos y con argumentos que lleguen al corazón y a la confianza de los hombres - se ha hablado aquí de la unificación revolucionaria y, señores, paso, ya el momento en que nosotros - hablo por la minoría formada en estos momentos por los laboristas, agraristas y socialistas del Sureste - paso ya el momento en que nos satisfacían palabras halagadoras. Si el Partido Cooperatista quiere positiva y sinceramente la unificación de los elementos revolucionarios, no ha de lograrlo con promesas ni discursos retóricos; ha de lograrlo con hechos y realidades tangibles y positivos. Y bien, del Partido Cooperatista nos ha separado en los últimos días, en las últimas semanas, orientaciones y hombres. Las orientaciones son cosas perpetuamente modificable, perfectamente, variable en los grupos políticos. Si las nuevas orientaciones del Partido Cooperatista están más de acuerdo con las orientaciones de los demás grupos de la Cámara, es claro que el acercamiento, que la unificación vendrán automática, natural y fácilmente. Y nos han separado también algunos hombres, factores de discordia y disolución, verdaderos traidores de la causa revolucionaria. (Voces: ¡Nombres!) La eliminación de Céspedes puede ser para nosotros el aviso, la señal. . . (Murmullos.) La separación de Céspedes - más revolucionario que el que habla -, puede ser el anuncio feliz de que se inicia ya una total depuración en el seno del Partido Cooperatista. (Aplausos en las galerías.) Y no hablo de la materialidad de la eliminación; no hablo de que el ciudadano Céspedes sea o no tachado de las listas del Partido Cooperatista - esta es cosa para nosotros indiferente -: hablo de la eliminación práctica, de la verdadera eliminación, hablo del hecho que consiste en desoír en lo sucesivo los consejos, de los tristes consejos de hombres como éste, que pueden solamente ser factor de disolución y de derrota. (Aplausos en las galerías.)

El C. Céspedes, interrumpiendo: ¡Porque nunca he estado con farsantes como tú!

El C. Manrique, continuando: ahora sí

termino, señores diputados, exhortados a desoír definitivamente la voz de la intriga, la voz de la impotencia, y a firmar rotundamente que reconocéis como legítimo, como bueno, como honrado, el triunfo de Emilio Portes Gil en el 3er. distrito de Tamaulipas. (Aplausos nutridos. Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. secretario Barón Obregón: La Presidencia, por conducto de la Secretaría, consulta a la Asamblea si considera suficientemente discutido este punto. (Voces: ¡Sí! ¡Sí!) Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Suficientemente discutido. En votación económica se consulta si se aprueba el dictamen. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. (Voces: ¡Sí!)

El C. Céspedes, interrumpiendo: Señor presidente . . .

El C. secretario Barón Obregón: Aprobado el dictamen. (Aplausos nutridos.) En consecuencia, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara:

"Primero. Son válidas las elecciones de diputados al Congreso de la Unión, verificadas en el 3er. distrito electoral del Estado de Tamaulipas.

"Segundo. Son diputados propietario y suplente, respectivamente por este distrito, los ciudadanos licenciado Emilio Portes Gil y Pedro Romero."

(Aplausos nutridos.)

- El mismo C. secretario, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- 8a. Sección.

"H. Asamblea:

"El expediente relativo a las elecciones para diputados por el 2o. distrito de Tamaulipas fue turnado, para su estudio y dictamen, a esta 8a. Sección de la 1a. Comisión de Poderes.

"El expediente comprende dos partes: la una, formada por los documentos y paquetes que corresponden a la Junta Computadora instalada en los altos del mercado de Ciudad Victoria y a los paquetes de las casillas cuyos presidentes formaron esa junta, y la otra, formada por los documentos de la Junta Computadora que se instaló en una casa de la calle de Aquiles Serdán y a los paquetes de las casillas cuyos presidentes integraron 2a. junta.

"Jugaron en las elecciones las fórmulas de los CC. Candelario Garza y Emilio Portes Gil, para diputados, propietario y suplente, respectivamente, y de los CC. Domingo García y P. de J. Vásquez, respectivamente, con igual carácter. De los documentos que obran en el expediente se desprende: Primero, que hubo dos computadoras, porque a falta de designación de lugar hecha oportunamente por las autoridades municipales de Ciudad Victoria, los presidentes adictos a la una y la otra fórmula resolvieron concurrir a lugares distintos; segundo, que la mayoría de las casillas estuvieron legalmente representadas, ya en una, ya en la otra computadora; tercero, que hubo casillas duplicadas, y paquetes duplicados, al integrarse las dos computadoras; cuarto que la documentación de la mayor parte de las casillas representadas en ambas computadoras está en perfecto orden; quinto, que hay algunas casillas (como la 4a. de Villagrán) cuya votación debe tenerse por nula por violación al secreto del voto, y sexto, que hay algunas casillas, como la 24 de Ciudad Victoria, cuya votación es a todas luces fraudulenta.

"Por todo lo cual esta comisión, obrando a la vez con espíritu de equidad y estricto apego a la ley, ha debido hacer un cómputo general de los votos a que se refieren las actas de la una y la otra computadoras, y después de deducir aquellos que deben considerarse viciados por las razones arriba enumeradas, propone el siguiente punto resolutivo:

"Único. Son Válidas las elecciones para diputados verificadas en el 2o. distrito electoral del Estado de Tamaulipas, y diputados, propietario y suplente respectivamente a la XXX Legislatura, los CC. Candelario Garza y Emilio Portes Gil, por una mayoría de 3,257 votos."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., 19 de agosto de 1922.- Enrique Barón Obregón.- M. L. Guzmán."

Esta a discusión. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. Céspedes: Pido la palabra en contra. (Gritos. Siseos en las galerías.)

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Céspedes: Seguramente que no ha de ser la gritería ensordecedora de las galerías la que me impida decir breves palabras al margen de este asunto. Sé que será el mismo criterio el que rija la resolución de este 2o. distrito electoral de Tamaulipas; pero con la convicción íntima que tengo, antes, ahora y después seguiré sosteniendo que es el Partido Rojo de Tamaulipas el que ha triunfado en todos sus candidatos y por eso hablo ahora sobre este distrito.

No es, ciudadano Manrique, un farsante de la revolución quien habla en estos momentos; no soy un farsante porque jamás serví a Huerta como usted; yo combatí el régimen de Huerta con las armas en la mano; fui a la labor destructiva como un hombre resuelto y convencido, pero inmediatamente después colaboré a la reconstrucción del país cuando hubo necesidad de restablecer el orden constitucional: no soy, pues un farsante; no busco nunca de hablar de mi yo; no gusto nunca exhibirme ante las multitudes como merecedor de aplausos, ni defiendo a la cuestión electoral de Tamaulipas por ambiciones vulgares, porque no tengo ambiciones en Tamaulipas; no tengo más ambición que la muy natural y justa de que a Tamaulipas no se le abofetee en sus candidatos por la razón única de que las autoridades son amigas del gobernador del Estado, porque las autoridades todas del Estado son hijas legítimas del Partido Rojo y éstas no se han divorciado de ese partido. ¿Qué hubiéramos visto en esta Cámara si por la sola razón de que las autoridades son amigas del gobernador, hubiese sido necesario echar fuera a todos los presentes? ¿Qué, no son amigos del gobernador los queridos compañeros del Estado de México? ¿Qué, no son amigos del gobernador los queridos compañeros del Estado de Puebla? ¿Qué, no son amigos del gobernador los queridos compañeros del Estado de Jalisco? ¿Los del Estado

de Michoacán no son amigos del gobernador Sánchez Pineda? ¿Qué los de Nuevo León no buscaron un gobernador para que favoreciese sus intereses electorales y políticos? (Desorden. Gritos en las galerías. Campanilla.) No, no es esa la razón, ciudadano Manrique, es la íntima convicción que abrigo, de que en el Estado de Tamaulipas saben apreciar a quienes defienden las causas justas, y usted sólo habla en esa tribuna por que le han instruído y el primer instructor de usted ha sido Portes Gil. Todos esos detalles que ha dado son inciertos. Yo no le debo el nombramiento de la Comisión Instaladora a Portes Gil; se lo debo a la Cámara en mayoría, porque la Cámara supo apreciar mis trabajos en la XXIX Legislatura, desde que se fundara con veintidós elementos en el bloque Social Demócrata en contra de las filas del Pélece. (Gritos en las galerías.)

El C. presidente: (Campanilla.) La Presidencia exhorta a las galerías a que guarden compostura y permitan hablar al orador.

El C. Céspedes, continuando: Desde un principio, ciudadano Manrique, yo estuve combatiendo los trabajos del Pélece en el seno del bloque Social Demócrata. Yo fui uno de los fundadoras, no como portes Gil, que se salió del Pélece en un año antes, en el segundo período ordinario de sesiones, para servir los intereses de nuestro grupo - yo estaba en el Social Demócrata desde mucho tiempo antes que él, y no he traicionado para desempeñar labor de esbirro como Portes Gil, que vino a esta tribuna a leer documentos en contra del licenciado Zubaran porque se lo mandaron -. (Desorden. Gritos en las galerías. Campanillas.) Yo no desempeño labor de esbirro como la desempeña Portes Gil. (Gritos en las galerías. Campanillas.)

Ahora, señores, respecto del 2o. distrito electoral de Tamaulipas, sólo voy a decir, que según el dictamen, se asienta que hubo dos juntas computadoras. Y bien, ¿por qué, señores, en este dictamen no aplicaron el mismo criterio las comisiones? ¿Por qué razón la Junta Computadora, la famosa Junta Computadora de Candelario Garza arroja un número de votos de tres mil trescientos siete, mientras que la Junta de Computadora qué se instaló en los altos del mercado arroja un número de cuatro mil y pico? (Voces: ¡A votar!) Ni siquiera reconociendo lo actuado por esa Junta Computadora que ustedes dicen que se instaló por la presión y por otras causas, ni siquiera reconociendo todo lo que hizo esa Junta Computadora, puede triunfar legalmente el ciudadano Candelario Garza. No entraré en más detalles sobre el asunto porque es innecesario e inútil; tengo a la vista todas las casillas de la famosa Junta Computadora de Garza, que, violando todo precepto legal, violando toda consideración a los principios revolucionarios, se fraguaron en lo particular, se hicieron a domicilio. ¡Pero a qué seguir insistiendo, si creo firmemente que estoy hablando en desierto! Creo firmemente que de estos mis razonamientos no se hace caso por esta Asamblea, porque el momento psicológico de ella es especial con ocasión del caso de Portes Gil. Así pues, señores diputados, de este 2o. distrito electoral de Tamaulipas yo, miembros del Partido Demócrata de Tamaulipas, levantó mi más enérgica protesta porque se comete una segunda violación al sufragio y un segundo atentado al Partido Rojo de mi Estado.

El C. secretario Barón Obregón: No habiendo inscripto ningún orador ni en pro ni en contra, se pregunta a la Asamblea si considera el asunto suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Suficientemente discutido. En igual forma se consulta a la Asamblea si se aprueba el dictamen. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. (Aplausos.) En consecuencia, la Secretaría hace la siguiente declaración:

"Único. Son válidas las elecciones para diputados verificadas en el 2o. distrito electoral del Estado de Tamaulipas, y diputados propietario y suplente, respectivamente, a la XXX Legislatura, los CC. Candelario Garza y Emilio Portes Gil, por una mayoría de 3,257 votos." (Aplausos.)

- El mismo C. secretario: Se ruega a los ciudadanos diputados ocupen sus curules, y a las galerías se les previene que no deben seguir haciendo manifestaciones.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- 8a. Sección.

"H. Asamblea:

"A la 8a. Sección de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales fue turnado para su estudio y dictamen, el expediente electoral correspondiente al 3er. distrito del Estado de Tlaxcala. Contendieron en estas elecciones las fórmulas de los CC. Macario M. Hernández - J. Natividad Nava y la de Aurelio M. Peña - Adalberto Cortés.

"En este distrito se instalaron dos juntas computadoras, las cuales extendieron credenciales, respectivamente, a los C. Hernández y Peña. No obstante esto, la comisión aceptó como buenas las votaciones obtenidas por cada uno de estos ciudadanos, nulificando la votación de las casillas viciadas y que no funcionaron de acuerdo con lo que establece la Ley Electoral vigente, llegándose a un resultado final para el C. Macario M, Hernández, de 3,923 votos y de 3,296 para el C. Aurelio M. Peña.

"En vista de este resultado, la comisión que subscribe somete a la aprobación de esta H. Asamblea los siguientes puntos resolutivos:

"Primero. Son válidas las elecciones de diputados al Congreso de la Unión, verificadas en el 3er. distrito electoral del Estado de Tlaxcala.

"Segunda. Son diputados propietario y suplente respectivamente, los CC. Macario M. Hernández y J. Natividad Nava."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D.F., 18 de agosto de 1922.- E. Barón Obregón.- G. Martínez.- M. L. Guzmán."

Está a discusión.

El C. Prieto Laurens: Pido la palabra en contra.

El C. Manrique: Moción de orden. No está presente el ciudadano Macario M. Hernández, y si se pudiese aplazar la discusión de este dictamen (Voces: ¡No! ¡No!) para ocasión en que estuviese

presente el interesado, creo que ello constituiría una muestra de caballerosidad de la Asamblea. Algún compañero objetó que el señor Ramírez de Alba tampoco estuvo presente, pero se sabe perfectamente que si este señor no asistió a la sesión, fue porque no quiso. (Voces: ¡Lo mismo que el otro!)

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Prieto Laurens.

El C. Prieto Laurens: Señores diputados: Siendo éste un asunto perfectamente conocido, que está en la mente de todos los diputados, en cuya conciencia está que después de Oaxaca, fue Tlaxcala el Estado donde los últimos reductos del Pélece se manifestaron en forma ignominiosa de atentados brutales por medio de las armas y por la presión de las autoridades municipales del gobernador del Estado, no creo necesario insistir ante la Asamblea, pidiendo un voto reprobatorio para ese dictamen que ha sido hecho solamente a la luz de la apariencia legal, sin que la comisión tuviera en cuenta documentos fehacientes, pruebas formidables del chanchullo de votaciones íntegras de padrones completos, a favor de Macario Hernández en muchas casillas, sin tomarse absolutamente en consideración las pruebas que tiene el ciudadano Peña en contra de esa votación fraudulenta, fabricada en familia, en la familia de Macario Hernández, fabricada en familia de Máximo Rojas, fabricada en familia del gobernador. Este caso electoral es idéntico al caso electoral resuelto por la Asamblea, por idénticas razones, por idénticos motivos, dando el triunfo al profesor Suárez y declarando que no era diputado el que traía la credencial: José de la Cruz de la Luz Ortiz. Ese señor Ortiz que traía la credencial, fue un esbirro del gobernador de Tlaxcala, como lo fue Macario Hernández, a pesar de sus merecimientos revolucionarios, que no podemos negarle. Pero también el ciudadano Peña, en el terreno político, puede salir airoso de su papel de revolucionario y de hombre de talento, que ha puesto su inteligencia y su energía al servicio de la causa revolucionaria. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano diputado Espinosa.

El C. Espinosa Luis: Señor presidente: Antes de ir a hacer la defensa del dictamen, yo desearía que alguno de los respetables miembros que lo calzan tuviera la bondad de fundarlo, para que la Asamblea vea si sus compañeros de grupo y de diputación han procedido con honradez y con justicia en este caso, o no.

El C. presidente: Se invita a alguno de los miembros de la comisión, a fundar su dictamen.

El C. Barón Obregón: Señores compañeros:

Como presidente de la 8a. comisión, a la que le tocó conocer de este asunto, en varias ocasiones he manifestado a ustedes cuál fue nuestro criterio al dictaminar en favor del ciudadano Macario Hernández. La Asamblea toda en general conoce las explicaciones que dio está comisión cuando en el seno del Bloque Cooperatista se discutió este asunto. Algunos compañeros que no pertenecen al Bloque Cooperatista, han sido enterados también por la propia comisión, del fundamento que tuvo ésta para dictaminar. Ha sido en este caso un verdadero sentimiento de cohesión de la 8a. comisión porque se haga respetar su manera de pensar, o por lo menos, que se considere que honradamente hemos llegado a una conclusión y que ésta ha sido la que hemos puesto a la consideración de la Asamblea, y es por esto que la 8a. comisión persiste aún en poner a la consideración de vuestra soberanía el dictamen en la forma que acaba de presentarlo. Indudablemente que argumentos que no tomó en cuenta la comisión y que después se manifestaron en el seno del bloque, vinieron casi, casi a inclinar a la mayoría de esta Cámara a dar su voto aprobatorio en favor del señor Peña; pero no por esto la comisión se ha sentido derrotada sino que, muy al contrario, viene a poner a vuestra consideración este mismo dictamen, a fin de que sea la Cámara de Diputados, ya en conjunto, quien dé su fallo sobre el dictamen. Los fundamentos esenciales que tuvo la Comisión para formular este dictamen, ya los ha explicado, fueron materia de números; en números cree la comisión que el triunfo corresponde al señor Macario Hernández. Por lo demás, se ha demostrado hasta la evidencia, políticamente y con argumentos bastante serios dentro del seno de la mayoría de esta Cámara, que hubo presión de parte de las autoridades del Estado de Tlaxcala en favor del ciudadano Macario Hernández. La comisión no ha tomado en cuenta esto, porque se han concretado única y exclusivamente a hacer el estudio de los expedientes desde el punto de vista de la votación obtenida, descontando las votaciones malas a ambos candidatos y formulando, finalmente, el resultado en números, que es a lo que se ha atendido la comisión. (Voces: ¡A votar!)

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano Espinosa Luis.

El C. Espinosa Luis: Ciudadanos representantes: No vengo a defender el dictamen a favor del ciudadano general Macario M. Hernández, porque este ciudadano sea un miembro del Pélece. No vengo a defenderlo tampoco porque el ciudadano general Macario Hernández haya sido mi jefe dentro del Ejército; vengo a defenderlo única y exclusivamente porque tengo la íntima convicción, tengo la seguridad plena de que Macario M. Hernández ha ganado legalmente la elección en el 2o. distrito electoral de Tlaxcala. (Siseos. Murmullos.) En el Estado de Tlaxcala, ciudadanos representantes, existe desde hace varios años, perfectamente organizado el Partido Liberal Constitucionalista Tlaxcalteca. Este partido, por su número, por la calidad de sus directores, por la ramificación y organización que tiene en todo el Estado, es el grupo político más pujante, el grupo político más fuerte y el que ha venido triunfante año por año. (Siseos.) en todas las elecciones que se han celebrado en el Estado de Tlaxcala. No sólo tengo la seguridad de que el general Hernández ha ganado esta elección por su prestigio, por su popularidad, por sus antecedentes y por que ha sido sostenido por el partido más fuerte de Tlaxcala, sino por el dictamen mismo. (Desorden. Gritos en las galerías.)

El C. secretario Barón Obregón: La Presidencia por conducto de la Secretaría, dispone que si los ciudadanos asistentes a las galerías continúan en sus manifestaciones de desorden procederá a desalojarlas.

El C. Espinosa Luis, continuando: Firman el

dictamen los ciudadanos Enrique Barón Obregón, Martín Luis Guzmán y Gabriel Martínez, tres miembros representativos del bloque del Partido Cooperatista. Desde luego, señores, si estos ciudadanos ampararon con su firma la verdad legal en este dictamen, no puedo concebir que haya ciudadanos representantes que puedan votarlo en contra...

El C. Prieto Laurens: Pido la palabra para interpelar muy brevemente al orador.

El C. presiente: Tiene usted la palabra con la anuencia del ciudadano Espinosa.

El C. Prieto Laurens: El diputado Espinosa dice que si hay tres personas miembros de la mayoría que suscriben la verdad legal del dictamen, no puede haber compañeros del bloque que voten en contra por ser tres miembros de la mayoría los que sostienen que la verdad legal es esa. Su señoría, compañero Espinosa, no escuchó las palabras sinceras y claras del ciudadano Barón Obregón que al subir a la tribuna ha contestado cabalmente algo sobre que usted interpelaba; dijo este señor que creía que esa era la verdad legal, y que podía tomar en consideración los argumentos, las razones de carácter legal que se adujeron en el bloque, las pruebas fehacientes, porque ya estaba firmado el dictamen. En consecuencia, lo que pasa es que la comisión por amor propio se sostiene en su dicho, en su opinión, en su concepto primitivo; pero su señoría olvida que hace un momento el ciudadano Barón Obregón dijo que en el bloque, con posterioridad a la formación del dictamen, se presentaron pruebas suficientes para tomar en cuenta que el dictamen no es la verdad legal, puesto que hay muchas casillas que se pueden nulificar perfectamente con el criterio legal y porque con criterio político también tenemos derecho a señalar la clase de elementos que tomaron participación en esa lucha electoral. ¿Usted ignora, señor Espinosa, qué clase de partido es el que patrocinó la candidatura del general Hernández? ¿Usted ignora que el Gobierno local trató de impedir una manifestación a favor de Gerzayn Ugarte y de Suárez, manifestación monstruosa que no lograron disolver los esbirros del gobierno peleceano, a pesar de la fuerza bruta de las armas, porque el pueblo se supo imponer? A muchos de nosotros nos consta todo esto, porque fue allá una delegación del Partido Cooperatista, que no obra a ciegas, porque nosotros no imitamos al Pélece que calificaba aquí las elecciones sin saber lo que había pasado en realidad. (Aplausos.) Por eso pregunto a usted lo siguiente: ¿Con qué criterio subió a esa tribuna, con el criterio de un amigo, con el criterio de un compañero, con el criterio de un exsubordinado del señor general, Hernández, o con el criterio de antiguo miembro del Pélece, por el que siente usted todavía nostalgia? (Aplausos.)

El C. Espinosa Luis: Lamento, ciudadanos representantes, que el ciudadano Prieto Laurens no haya escuchado al principio los motivos por los cuales vengo a defender este dictamen. Lo dije con toda claridad y lo voy a repetir: No vengo a defender este dictamen porque el general Hernández sea un miembro del Pélece, no vengo a defender este dictamen porque el general Hernández haya sido mi jefe en el terreno militar; vengo a defenderlo porque tengo la seguridad absoluta, porque tengo el convencimiento pleno de que Macario Hernández ha ganado el 2o. distrito electoral de Tlaxcala. Se habla, señores de imposición a favor de Macario Hernández. Y bien, no hay una sola prueba, una solo que venga a demostrar que el general Macario Hernández, ha sido impuesto por las autoridades de Tlaxcala. En cambio, los que conocemos la organización de los partidos políticos de Tlaxcala, sabemos que los Tlaxcaltecas, desde el más humilde hasta el más representativo, se han agrupado desde hace varios años formando el Partido Liberal Constitucionalista Tlaxcalteca. (Siseos.)

El C. Suárez Pedro, interrumpiendo: ¡No es cierto!

El C. Espinosa, continuando: Le ruego compañero, que refrene sus impaciencias. Sé que este dictamen será rechazado, pero quiero que su señoría me permita que se diga aquí la verdad, aunque llene de vergüenza a algunos malos Tlaxcaltecas, como lo es su señoría.

El C. Suárez Pedro: Pido la palabra para hechos. (Campanilla.)

El C. Espinosa, continuando: Aquí no se puede hablar, ciudadanos representantes, de presiones oficiales; aquí hay que hablar de chanchullos, pero de chanchullos hechos por el ciudadano Peña. Toda la elección, todas las boletas - que no votos - que cuenta el ciudadano Peña en su favor, son boletas confeccionadas a domicilio, y no han salido de las manos de los ciudadanos Tlaxcaltecas. En cambio, ciudadanos representantes, en ese pueblo humilde hay gente consciente, hay infinidad de ciudadanos que, conscientes de su deber, van todos los años a las luchas electorales, y así como Macario Hernández, por su prestigio, por su popularidad y por su honradez, es uno de los candidatos que siempre han contado con el apoyo del pueblo. Señores, en buena hora que se burle - si así conviene a los intereses políticos -, la libertad y la voluntad de los ciudadanos de Tlaxcala, pero que se respete siquiera a los que todavía tienen pudor suficiente para venir a decir aquí dos o tres frases de verdad. (Siseos.) Los votos a favor de Macario Hernández no son boletas, sino votos que tienen las huellas del sudor de las manos de los trabajadores; pero son votos efectivos, no son papeles simples que se compran, sino que son boletas que tiene algo de honor de los ciudadanos que no se venden. ¿Para qué hablar de la verdad legal de esta elección, si la Comisión dictaminadora, compuesta por representativos del Partido Cooperatista, viene a declarar desde esta tribuna que sostiene el dictamen, porque a pesar de cuanto se le ha dicho, el triunfo, según el criterio de esta comisión corresponde a Macario Hernández? (Gritos. Desorden en las galerías.)

El C. secretario Barón Obregón: Nuevamente la Presidencia excita a las galerías a que guarden la compostura debida, en la inteligencia de que si prosiguen en sus manifestaciones en pro o en contra de los oradores, eso será suficiente para mandarlas desalojar.

El C. Espinosa, continuando: En contra de todo lo que quiera decirse, yo sostendré siempre que Macario Hernández es quien ha triunfado legalmente en Tlaxcala; pero véase la inconsecuencia con que quieren proceder algunos individuos

apasionados. Se habla de la pureza de la elección de Gerzayn Ugarte; y bien, señores, no tengo derecho para prejuzgar de la elección a favor de Gerzayn Ugarte; pero sí debo decir que Gerzayn Ugarte fue derrotado, que el que ganó fue el contrario, y no sólo en este caso, sino hace dos años fue burlado el pueblo de Tlaxcala por estos individuos, comerciantes en elecciones, que nunca atienden a la efectividad del sufragio sino a conveniencias y a intereses políticos muy bajos y muy mezquinos; y así como aquella vez se burló al pueblo de Tlaxcala, así también se burla ahora aprobado en el Senado a Ugarte, como se preferirá también en esta Cámara a Peña en contra del general Hernández. No, señores, quiero dirigirme a los hombres libres y honrados de este Parlamento para fijar de una buena vez responsabilidades; quiero que se sepa que siguiendo por este camino torcido, que cometiéndose estos errores - como decía muy bien Manrique hace algunos instantes -, no se hace, no se prestigia a ningún grupo ni se hace labor de patria. (Murmullos. Gritos en las galerías. Campanillas.) Señores, no echemos más lumbre, no echemos más leña a la hoguera revolucionaria; pensemos que si queremos consolidar al Gobierno, si queremos hacer paz, si queremos hacer patria, es necesario que haya justicia y que haya respeto a la ley. (Gritos en las galerías. Campanillas.) Yo sé, señores, que venís aquí a gritar improperios en contra del que no es simpático a determinados intereses, es muy fácil, pero yo sé que a la hora de las reivindicaciones, a la hora de las grandes responsabilidades, es más fácil todavía esconder cobardemente la cara! (Voces: ¡Huy! ¡Huy!) que salir al frente a recibir el castigo que se necesita. (Gritos en las galerías. Campanilla.)

El C. von Borstel, interrumpiendo: Moción de orden, señor presidente. Siendo visible la falta de quórum y que, por tanto, el orador no está hablando ante la mayoría necesaria en la Cámara, con fundamento en el Reglamento pido que se pase lista. (Murmullos.)

El C. presidente: Conforme al Reglamento, cuando un ciudadano diputado reclama el quórum, lo que procede es pasar lista. (Voces: ¡Sí hay quórum!)

El C. Malváez: Moción de orden. Que se llame a los ciudadanos diputados que están en los pasillos; si hay muchos por allá; de ese modo sí habrá quórum.

El C. secretario Barón Obregón: Se procede a pasar lista. (Se paso lista.) Hay una asistencia de noventa y nueve ciudadanos diputados. No hay quórum.

El C. presidente, a las 14.57: Se levanta la sesión y se cita para esta tarde a las seis.