Legislatura XXX - Año I - Período Ordinario - Fecha 19221011 - Número de Diario 32

(L30A1P1oN032F19221011.xml)Núm. Diario:32

ENCABEZADO

MÉXICO, MIÉRCOLES 11 DE OCTUBRE DE 1922

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a, clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO I. - PERÍODO ORDINARIO XXX LEGISLATURA TOMO I. - NÚMERO 32

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 11 DE OCTUBRE DE 1922

SUMARIO

1. - Se abre la sesión, Es leída y aprobada el acta de la anterior.

2. - Cartera.

3. - Son aprobados, sin debate, seis dictámenes de la 3a, Comisión de Guerra, relativos a las solicitudes de pensión de las señoras Soledad Carrillo viuda de Galván, Carlota Benavides viuda de Mejía, Magdalena Gordillo viuda de Escudero; CC. Leandro del Valle, Emigdio Chacón, y señora Carmen Dozal viuda de Velasco, respectivamente.

4. - Sin discusión es aprobado el dictamen de las comisiones unidas 1a., 2a. y 3a. de Justicia, referente a la proposición del C. diputado Martínez Adame.

5. - Pasa a la 1a. Comisión de Hacienda la iniciativa de los CC. diputados Olivé, Casanova C. y Santa Anna, relativa a que se suministre $30,000.00 para las víctimas de la inundación del río Grijalva. El C. diputado Garza Candelario informa de la comisión que se le confirió.

6. - Usa de la palabra para hechos el C. diputado Gómez Campos. Se concede licencia al C. diputado Rivero.

7. - es discutida una proposición de varios miembros de las comisiones de trabajo y Previsión Social a fin de retirar de la Cámara de Senadores la Ley Reglamentaria del Artículo 123 Constitucional; a votación, se levanta la sesión por falta de "quórum".

DEBATE

Presidencia del C. ARCE GUSTAVO

(Asistencia de 133 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 16.50: Se abre la sesión.

- El C. secretario Gandarilla, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día nueve de octubre de mil novecientos veintidós.

"Presidencia del C. Alfredo Romo.

"En la ciudad de México, a las diez y seis horas y cincuenta y cinco minutos del lunes nueve de octubre de mil novecientos veintidós, se abrió la sesión, con asistencia de ciento treinta y siete ciudadanos diputados.

"Presidencia del C. Gustavo Arce.

"Sin debate se aprobó el acta de la sesión celebrada el día seis del presente mes.

"El C. Mariano Ramírez rindió la protesta de ley como diputado suplente por el 14 distrito electoral de Michoacán.

"La Secretaria dio cuenta de los documentos en cartera:

"La Secretaria de Gobernación remitió un proyecto de decreto que establece el servicio postal de envíos con valor declarado. - Recibo, a la 2a. Comisión de Comunicaciones e imprímase.

"La Legislatura de Nayarit hace suya en todas sus partes la iniciativa del congreso de Chihuahua, sobre reformas a los artículos 53 y 57 de la Constitución federal. - Recibo, y a su expediente.

"La Legislatura de Yucatán envía una iniciativa de reforma a la fracción I del artículo 20 de la Constitución Política. - Recibio, a las comisiones unidas 1a. de justicia y 1a. de Puntos Constitucionales, e imprímase.

"El club "Libres de Guerrero", de Chilapa, Gro., participa, por medio de telegrama, que se encuentra en esta ciudad el diputado a la Legislatura local, Gonzalo Ramírez rayón, quien tiene carácter intrigante, y que lo a esta Cámara, a fin de evitar se le sorprenda. - Recibio.

"El C. diputado Antonio G. Rivera, en cablegrama procedente de Tucson, Arizona, E. U. A., solicita se le amplíe por diez días la licencia, con goce de dietas, de que ha venido disfrutando. - Se dispensaron los trámites, y sin debate acordóse de conformidad.

"La 2a. Comisión de Hacienda presenta una proposición, relativa a que esta cámara suspenda el otorgamiento de pensiones e indemnizaciones a civiles, por carecer de facultades constitucionales para ello, y hasta sujetar dichas pensiones e indemnizaciones a los procedimientos que determinen las leyes reglamentarias. - Imprímase, y a discusión el primer día hábil.

"A solicitud del C. Justo A. Santa Ana se dio lectura a un memorial en que la Comisión Permanente del Segundo Congreso de Ayuntamientos se queja por los atropellos de que están siendo víctimas los ayuntamientos de varios Estados de la República, y pide se resuelva acerca del proyecto de reformas a los artículos 40, 41 y 115 de la Constitución federal. - Recibo, y a sus antecedentes.

"Para hechos y aclaraciones relacionados con el asunto anterior usaron de la palabra los CC. José Manuel Purig y Casaurane y Manlio Fabio Altamirano.

"También para hechos habló el C. Guillermo Castillo Tapia, quien se refirió a la política del Estado de Puebla. El orador interpeló al C. Gustavo Arce, quien paso a la tribuna para contestar, substituyéndole mientras en la Presidencia el C. Alfredo Romo. El C. Castillo Tapia fue interpelado por el C. Gandarilla, solicitó la lectura de documentos y dirigió una pregunta al C. Manrique, cuya respuesta motivó aclaraciones del C. José F. Gutiérrez.

"El C. Salvador López Olvires, diputado suplente por el primer distrito electoral del Distrito federal, rindió la protesta de ley.

"El C. Lailson Banuet se refirió a la política del Estado de Hidalgo y solicitó la lectura de un documento.

"A pedimento del C. Candelario Garza, la Mesa resolvió, que continuara el debate acerca de la proposición por aquél presentada y referente a que una comisión de esta Cámara pusiera en conocimiento del Ejecutivo las quejas procedentes de Tamaulipas, con motivo de la expedición, en aquel Estado, de la Ley para elecciones de diputados al Congreso Local.

"El C. Garza proporcionó nuevos datos en apoyo de la proposición, y ésta en seguida se estimó discutida suficientemente y se aprobó en votación económica. La comisión la integraron los CC. Candelario Garza, Francisco Garza, Enrique Breceda, Rubén Vizcarra y el secretario Barón Obregón.

"A las diez y ocho horas y cincuenta minutos se levantó la sesión pública y se paso a sesión secreta."

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobada el acta.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"La Legislatura del Estado de Querétaro y los gobiernos de los Estados de Chiapas y Oaxaca envían comunicaciones de condolencia por el fallecimiento del C. diputado Ramón Sánchez Arriola" - A su expediente.

"El Congreso del Estado de Tlaxcala comunica que con fecha 1o. de octubre abrió el segundo período ordinario de sesiones de su segundo año de ejercicio." - De enterado.

Telegrama procedente de "Puebla, Pues., 10 de octubre de 1922.

"Presidente Cámara Diputados:

"La unión a que hemos llegado los obreros sindicalizados y los llamados libres en la región de Atlixco, se debe exclusivamente, sin perjuicio de la ingerencia que en ella tomó la Confederación Regional Obrera, a las constantes gestiones y prédicas que el señor gobernador del Estado, don Froilán C. Manjarrez con gran empeño nos hizo durante el término de ocho meses. En esa virtud, es inexacto que el señor Manjarrez haya hostilizado a los obreros sindicalizados, y por el contrario, siempre ha prestado todas las garantías a que tenemos derecho. - Respetuosamente. - por la Confederación sindicalista de Obreros de Puebla, Miguel Candia. - A. Vásquez." - Recibo.

"Varios vecinos del pueblo de san Martín Malinalco, distrito de Tenancingo, Estado de México, envían un memorial queja en contra de las autoridades de aquel lugar, y piden apoyo a fin de que se dote de ejidos a su pueblo." - Recibo, y transcríbase al Ejecutivo.

"El C. Gustavo Marín P. envía un memorial, en el que apoya la movilidad de los funcionarios del Poder Judicial." - A la 2a. Comisión de Peticiones.

"El C. Manuel Vásquez B. solicita pensión por los servicios prestados a la patria por su extinto hermano, el C. general Ascensión Vásquez." - A la 1a. Comisión de Peticiones.

"El presidente y secretario del Partido Independiente Costeño envían un escrito, fechado en Tlacotalpan, Estado de Veracruz, el día 28 de septiembre, relacionado con las elecciones de diputados locales." - A su expediente.

"El C. Tomás R. de la Peña envía una copia de una iniciativa que presentó al Congreso Médico, con el fin de que se estudie la manera de restringir la venta de medicinas de patente." - Recibo.

"La señora Mercedes Rivas de Marcín solicita una pensión por los servicios prestados a la Administración por su extinto hijo el C. Nicanor Marcín Rivas." - A la 2a. Comisión de Peticiones.

"Varios representantes de los clubes instalados en el Estado de Veracruz, solicitan sea reconocida la Legislatura local instalada en Jalapa y trasladada al puerto de Veracruz." - A su expediente.

"La señora Elena Caraza viuda de Duque solicita una pensión vitalicia por los servicios prestados a la causa revolucionaria por su extinto esposo, el C. Mariano Duque." - A la 1a. Comisión de Peticiones.

"El C. presidente municipal de Tecpan de Galeana, Estado de Guerrero, envía un escrito relacionado con las elecciones de diputados al Congreso de la Unión, por aquel distrito electoral." - A su expediente.

"La señora Clementina Lang viuda de De la Rosa, solicita una pensión vitalicia por los servicios prestados a la Administración por su extinto esposo, el C. Rafael de la Rosa." - A la 2a. Comisión de Peticiones.

"El C. Teodoro Careaga solicita pensión por los servicios que prestó a la Administración pública." - A la 1a. Comisión de Peticiones.

"El C. Jerónimo Dupont presenta un escrito de acusación en contra de los ciudadanos juez de primera instancia de Tacubaya y juez octavo de lo civil de esta capital." - A la 2a. Comisión de Peticiones.

"Varios vecinos de san Juanico, de la municipalidad de Ixtapalapa, Distrito Federal, envían un memorial de protesta en contra de la iniciativa de varios vecinos del pueblo de Ixtacalco, para la creación de un nuevo municipio." - Recibo, y a su expediente.

"Varios reclusos de la Penitenciaría del Distrito Federal envían un memorial relacionado con la expedición de una ley de indultos y reducción de penas." - Recibo, y a sus antecedentes.

"Varios vecinos de las villas de Jaumave y de Llera, Estado de Tamaulipas, envían dos escritos de protesta por la expedición hecha por el Congreso del Estado, de la Ley Electoral para la renovación de la Legislatura local." - Recibo, y a sus antecedentes.

- El mismo C. secretario leyendo:

"3a. Comisión de Guerra.

"H. ASAMBLEA:

"La señora Soledad Carrillo viuda de Galván. por medio de un escrito fechado el 17 de noviembre de 1920, ocurrió ante H. Representación Nacional solicitando se le conceda una pensión por los servicios que ha prestado al país su extinto esposo, el general Leobardo Galván.

"El asunto de referencia fue turnado a la 3a. Comisión de Guerra que subscribe, la cual después de estudiar debidamente las constancias que obran en el expediente, no encontró justificado lo que asienta la peticionaria en su solicitud, por lo que es de parecer que se le niegue lo que pide.

"Basados en lo anteriormente expresado, los subscriptos tienen el honor de proponer a vuestra aprobación el siguiente acuerdo económico:

"Por no comprobar la señora Soledad Carrillo viuda de Galván los servicios que dice prestó a la nación su extinto esposo, el C. general Leobardo Galván no ha lugar a concederle la pensión que solicita. Comuníquese este acuerdo a la interesada, devolviéndosele los documentos que sirvió acompañar, y en su oportunidad archívese el expediente."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General. - México, a 25 de septiembre de 1922. - Isidro Cardona. - Leopoldo Reynoso Díaz. - Francisco de P. Alvarez."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado.

"3a. Comisión de Guerra.

"H. Asamblea:

"Para su estudio y dictamen fue turnado a la Comisión de Guerra que subscribe, el ocurso que con fecha 6 de mayo de 1918 elevó ante esta H. Cámara la señora Carlota Benavides viuda de Mejía, en que solicita se le conceda una pensión por los servicios que prestó a la patria su finado esposo el C. teniente coronel Pablo Mejía.

"Revisada con toda escrupulosidad la documentación que existe en el expediente, esta comisión no encontró constancia alguna que comprobara lo aseverado por la interesada en su escrito de petición, por lo que es de parecer que se niegue la pensión que se solicita, y así se permite el honor de proponerlo a vuestra soberanía, por medio del siguiente acuerdo económico:

"Por no comprobar la señora Carlota Benavides viuda de Mejia los servicios que dice prestó a la patria su finado esposo, el C. teniente coronel Pablo Mejía, no ha lugar a otorgarle la pensión que solicita. Comuníquese a la interesada este acuerdo."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, a 29 de septiembre de 1922. - Isidro Cardona. - Leopoldo Reynoso Díaz. - Francisco de P. Alvarez."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado.

"3a Comisión de Guerra.

"H. Asamblea:

"Por acuerdo de vuestra soberanía le fue turnado a la Comisión de Guerra que subscribe, el ocurso que con fecha 14 de septiembre de 1920 elevó ante este H. Cámara la señora Magdalena Gordillo viuda de Escudero, en que solicita le sea aumentada la pensión que actualmente goza, por la muerte

en campaña de su hijo, el capitán 1o. Manuel R. Escudero.

"Esta comisión, siguiendo el mismo criterio aplicado a casos semejantes, es de parecer que se niegue a la peticionaria el aumento que pide, teniendo en cuenta que no hay una ley expresa que autorice al Congreso para decretar esta de clase de concesiones.

"En tal virtud, tenemos el honor de someter a la consideración de la H. Asamblea, el siguiente acuerdo económico:

"No ha lugar a aumentar a la señora Magdalena Gordillo viuda de Escudero la pensión que actualmente disfruta. Comuníquese este acuerdo y de vuélvansele los documentos que acompaño a su petición."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General. - México, a 29 de septiembre de 1922. - Isidro Cardona. - Leopoldo Reynoso Díaz. - Francisco de P. Alvarez."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado.

"3a. Comisión de Guerra.

"H. Asamblea:

"El C. Leandro del Valle, por medio de un ocurso fechado el 12 de septiembre de 1919, ocurrió a esta H. Representación Nacional, solicitando le sea concedida una pensión en recompensa a los servicios prestados a la patria por su éxito padre, el C. general de brigada Rómulo del Valle.

"La Comisión de Guerra que formula el presente dictamen, a quien le fue turnado el ocurso a que se ha hecho mérito, no desconoce los eminentes servicios que prestó al país el padre del peticionario, pero se permite manifestar a la Asamblea que no es posible conceder la pensión solicitada, en vista de que el C. Leandro del Valle no se encuentra comprendido en ninguno de los preceptos de la Ley de Pensiones de 1896, pues dicha ley previene que los varones podrán disfrutar de una pensión, siempre que no hayan cumplido la mayor edad.

"Basados en las anteriores consideraciones, tenemos el honor de someter a vuestra aprobación el siguiente acuerdo económico:

"Por no encontrarse el C. Leandro del Valle comprendido en la Ley de Pensiones de 1896, no hay lugar a concederle la pensión que solicita. Comuníquesele este acuerdo y devuélvansele los documentos que adjuntó a su petición."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General. - México, a 26 de septiembre de 1922. - Isidro Cardona. - Leopoldo Reynoso Díaz. - Francisco de P. Alvarez."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado.

"3a. Comisión de Guerra.

"H. Asamblea:

"A la Comisión de Guerra que suscribe le fue turnado, por acuerdo de vuestra soberanía, el memorial que con fecha 16 de marzo de 1921 dirigió a esta H. Representación Nacional el C. Emigdio Chacón, en que solicita se le otorgue una pensión en recompensa a los servicios que prestó a la patria su finado hijo, el C. teniente coronel Antonio Casimiro Chacón.

"Hecho el estudio correspondiente de la documentación que obra en el expediente, la comisión llegó al convencimiento de que el peticionario no comprueba de manera alguna los servicios que su hijo prestó a la nación, y por los cuales pide una recompensa.

"Basados en lo anteriormente expuesto, tenemos el honor de someter a la consideración de vuestra soberanía, el siguiente acuerdo económico:

"Por no comprobar el C. Emigdio Chacón los servicios que dice prestó a la patria su finado hijo, el C. teniente coronel Casimiro Chacón, no hay lugar a concederle la pensión que solicita. Comuníquesele esta resolución, devolviéndosele los documentos que acompañó a su solicitud, y en su oportunidad archívese el expediente."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General. - México a 25 de septiembre de 1922. - Isidro Cardona. - Leopoldo Reynoso Díaz. - Francisco de P. Alvarez."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado

"3a. Comisión de Guerra.

"H. Asamblea:

"A la Comisión de Guerra que tiene el honor de formular el presente dictamen, le fue turnado, para su estudio el ocurso que con fecha 11 de noviembre de 1919 presentó ante esta H. Cámara la señora Carmen Dozal viuda de Velasco, en que solicita se le otorgue una pensión en recompensa a los servicios que prestó al país su finado esposo, el general de división exfederal J. Refugio Velasco.

"Examinado con todo detenimiento el asunto de que se trata, la comisión llegó al convencimiento de que no es posible conceder la pensión solicitada, en virtud de que el militar desaparecido no murió en acción de guerra, actos del servicio, ni enfermedad contraída en campaña.

"Por lo anteriormente expuesto, tenemos el honor de someter a vuestra aprobación el siguiente acuerdo económico:

"No ha lugar a conceder a la señora Carmen Dozal viuda de Velasco la pensión que solicita, en virtud de no haber muerto su esposo en campaña, en actos del servicio, ni enfermedad contraída en la misma campaña. Comuníquesele este acuerdo y devuélvasele los documentos que acompañó a su escrito de petición."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, a 29 de septiembre de 1922. - Isidro Cardona. - Leopoldo Reynoso Díaz. - Francisco de P. Alvarez."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Comisiones unidas 1a., 2a., y 3a. de Justicia.

"Honorable Asamblea:

"A las comisiones unidas de justicia se turnó, para su estudio y dictamen, la proposición del C. diputado Arturo Martínez Adame, hecho en el sentido de que se giren atentas comunicaciones al Ateneo Nacional de Abogados y a la Orden Méxicana de Abogados, para que oportunamente presenten a la consideración de esta Cámara, planillas de candidatos a los diversos puestos judiciales que habrán de proveerse próximamente.

"Los subscriptos disienten de la idea del representante Martínez Adame, en virtud de que ni por práctica parlamentaria, ni en forma constitucional cabe adoptar la medida que se propone.

"Las determinaciones del Congreso es lo general, y especialmente por lo que respecta al nombramiento de las personas que deberán integrar el Poder Judicial, tienen el carácter de ley.

"Según el artículo 71 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el derecho de iniciar leyes o decretos no compete a los ciudadanos o agrupaciones particulares, sino únicamente al presidente de la República, a los diputados y senadores al Congreso de la Unión y a las legislaturas de los Estados. En consecuencia: como ni el Ateneo Nacional de Abogados ni la Orden Mexicana de Abogados tiene derecho de iniciativa, ni siquiera se les reconoce carácter oficial, constitucionalmente no debe la Cámara de Diputados darles una intervención en las funciones del Parlamento, que pugna con el sistema y con los principios de nuestra organización legal.

"De seguir la senda trazada por el C. diputado Martínez Adame, podríase llegar hasta la conclusión de que la Cámara de Diputados no solamente estaba capacitada para dirigirse a esas honorables agrupaciones jurídicas en el sentido que indica el proponente, sino que había de recabar las opiniones de sindicatos y aun de los particulares, abriendo encuestas, como acostumbra hacerlo la prensa.

"Así, pues, sin desairar las orientaciones ni rehusar los informes que el Ateneo y la Orden de Abogados se sirvan proporcionar en lo privado a los miembros componentes de las comisiones de Justicia de las Cámaras colegisladoras, quienes con toda buena voluntad recogerán todos los datos y elementos que ilustren una acertada elección entre los candidatos que se propongan para el Poder Judicial, los autores de este dictamen estiman infructuosa e improcedente la medida que sugiere el C. diputado Martínez Adame , porque ella importaría el reconocimiento de un carácter, que no tienen, a las agrupaciones jurídicas indicadas, como una función social con prerrogativas constitucionales; esto sin tener en consideración la influencia que daríase a los abogados postulantes que son miembros distinguidos del Ateneo y de la Orden, respecto de los jueces y magistrados que, a propuesta de esas agrupaciones, resultaran triunfantes en las planillas que la Cámara había solicitado de ellas. "Por todo lo expuesto, nos permitimos someter a la consideración de la H. Asamblea, el siguiente punto resolutivo:

"Único. No es de aceptarse la proposición del "C. diputado Arturo Martínez Adame, quedando en libertad las comisiones de Justicia para que, con las facultades que les concede el Reglamento y en el fiel desempeño de su encargo, puedan recurrir a las fuentes de información más idóneas, a fin de recabar los datos que fueren necesarios, respecto a las personas que deban integrar el Poder Judicial."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados de Congreso de la Unión. - México, D.F., a 11 de octubre de 1922. - D Benítez. - R. Otáñez. - Francisco Modesto Ramírez. - E. Arrioja Isunza. - E. B. Domínguez. - Adrián Aguirre Benavides."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado.

- El mismo C. secretario, leyendo.

"H Asamblea:

"La diputación de Tabasco que subscribe, en vista de los grandes perjuicios ocasionados por las inundaciones del río Grijalva, a una gran parte de los habitantes de Villahermosa y a los moradores en las márgenes del mencionado río; de que los perjudicados con la inundación se encuentran en muy precaria situación económica, con sus hogares destruídos y sus sembradíos arruinados, y teniendo en cuenta los antecedentes numerosos que existen sobre el particular, atentamente sometemos a la consideración de vuestra soberanía el siguiente decreto:

"Artículo único. Se autoriza al Ejecutivo de la Unión para que, con cargo a la partida del Presupuesto de Egresos que estime conveniente, suministre la cantidad de $30,000.00 al Gobierno del Estado de Tabasco, para el exclusivo objeto de auxiliar a las víctimas de la inundación del río Grijalva."

"Pedimos dispensa de trámites para la discusión de este asunto.

"Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México a 11 de octubre de 1922. - I. Olivé. - A. Casanova C. - Justo A. Santa Anna."

Se pregunta a la Asamblea si se declara este asunto de urgente y obvia resolución. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. No se declara de urgente y obvia resolución.

El C. Olivé: Reclamo la votación.

El C. secretario Gandarilla: Pasa a la Comisión de Hacienda (Voces: ¡No! ¡No! ¡Hay mayoría!) Se va a proceder a rectificar la votación, en la inteligencia de que se necesitan las dos terceras partes de los ciudadanos presentes. En votación económica se consulta si se considera de urgente y obvia resolución. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. No hay las dos terceras partes. (Voces: ¡Sí! ¡Sí!) La Presidencia declara que no hay las dos terceras partes.

El C. Olivé: Pido votación nominal.

El C. Domínguez Enrique B: Señor presidente: Muchos de los compañeros no se han dado cuenta de lo que se trata, y es necesario que lo aclare la Secretaría.

El C. presidente: La Presidente no tiene la culpa de que los ciudadanos diputados no atiendan a los asuntos que lee la Secretaría.

El C. Olivé: Pido votación nominal.

El C. secretario Gandarilla: Pasa a la Comisión de Hacienda en turno.

El C. Santa Anna: Pido votación nominal.

El C. Manrique: Atentamente reclamo el resultado de la votación. Solicito que se repita.

El C. secretario Gandarilla: En virtud de haber reclamado la votación los ciudadanos diputados Olivé y Manrique, la Secretaría, por orden de la Presidencia, consulta a la asamblea si se considera este asunto de urgente y obvia resolución, en el concepto de que se necesitan las dos terceras partes de los presentes.

El C. presidente: Se comisiona a los ciudadanos diputados Manrique, Domínguez, Santa Anna y Barón Obregón para que hagan el recuento.

El C. secretario Gandarilla: Hay cincuenta y tres ciudadanos de pie, según informa el ciudadano Barón Obregón, comisionado para contarlos. Si quiere su señoría que se rectifique una vez más.... (Voces ¡No! ¡No! ¡No hay mayoría) La Presidencia declara que no hay las dos terceras partes de los ciudadanos diputados presentes.

El C. presidente: Se invita al presidente de la comisión nombrada con relación al caso de Tamaulipas para ver al señor presidente de la República, se sirva informar.

El C. Garza Candelario: Señores diputados: La comisión nombrada para acercarse al presidente de la República con objeto de poner en su conocimiento la opinión y sentir de esta Cámara respecto a la expedición de la Ley Electoral en el Estado de Tamaulipas, se acercó ayer para entrevistar a aquel alto funcionario. Se le hizo saber la opinión de esta Representación Nacional respecto al asunto tratado acá. El ciudadano presidente de la República nos dijo que ya estaba en antecedentes de todos estos asuntos, porque también allá el pueblo de Tamaulipas se había dirigido en repetidas ocasiones, no sólo dando cuenta de los actos violatorios al voto público y verificados por la Administración de aquel Estado, sino que se habían recibido muchas quejas de ciudadanos de Tamaulipas, en las cuales se decía que se estaban violando las garantías individuales. Nos expresó también que dijéramos a esta honorable Asamblea que le satisfacía mucho que aquí también se trataran estos asuntos porque siquiera había una opinión más que pudiera ayudar a la opinión del Poder Ejecutivo federal, que también marcadamente había visto desagrado la expedición de aquella ley en el estado de Tamaulipas, que flagrantemente viola el derecho del voto. Que al presidente de la República le producía la impresión, la expedición de la mencionada ley, de que el grupo dominante en aquel Estado quería preparar la imposición para dejar el poder en manos de un grupo o de un miembro de ese grupo y que, además, él creía que le grupo dominante actualmente en el Estado de Tamaulipas no contaba con la opinión pública de aquel Estado y se veía obligado a proceder en ese sentido; que él personalmente, para ayudar en alguna forma a los ciudadanos de aquel Estado, había escrito una carta al ciudadano gobernador López de Lara, en términos muy respetuosos, en la cual le decía que, en vista de los acontecimientos habidos en aquel Estado, declinaba atentamente el honor que se le había hecho invitándolo a pasar a aquel Estado; no podía aceptar tal invitación, porque con su presencia allá, el pueblo de Tamaulipas creería que se sancionaban todos aquellos malos procedimientos empleados para violar el voto del pueblo. Que lo dijéramos así a la Asamblea, y que en toda forma estaba de acuerdo con el sentir de la misma. Esto es lo que puedo informar respecto a la comisión que tuvimos el honor al Poder Ejecutivo federal. (Aplausos.)

El C. presidente: Para hechos, tiene la palabra el ciudadano Gómez Campos.

El C. Gómez Campos: Señores diputados: Apenas se acaba de dar cuenta a vuestras señorías del resultado de una comisión que se acercó al Ejecutivo para pedir garantías por el atropello cometido al derecho de votar y ser votado, en el Estado de Tamaulipas, cuando ya un humilde representante por el 6o. distrito del Estado de Michoacán viene a poner en conocimiento de esta honorable Asamblea representativa de toda la República, un hecho más incalificable, un atropello más audaz, un insulto más soberano a ese derecho de votar y ser votado. No podía menos que levantar mi voz desde esta tribuna, que tiene la magia, como decía uno de los diputados hace pocas tardes, de hacer oír en todos los ámbitos de la República, y no podía permanecer callado porque se trata de algo que mina fundamentalmente todas las garantías individuales. ¿Por qué? Porque comete este acto un atropello a todos los derechos humanos. Se trata, señores, nada menos que del siguiente hecho: un sencillo coronel retirado del Ejército, con un sencillo procedimiento ha mandado a la cárcel a todo un Ayuntamiento popular. (Voces: ¡Muy sencillo!)

El C. Murguía: Una interpelación, compañero: ¿usted sabe a quién representa ese coronel? ¿Qué órdenes obedece ese coronel?

El C. Gómez Campos: Voy a continuar y allí se lo voy a decir al compañero. Los ciudadanos electos popularmente, sencilla y con toda sencillez siguen presos y no se ha respetado ni siquiera el fuero que en el Estado de Michoacán tiene un presidente municipal. El Código de Procedimientos Penales en el Estado de Michoacán previene que cuando un presidente municipal comete un delito de cualquier orden que sea, no puede ser reducido a prisión sino después de que se le haya formado lo que se llama un antejuicio, es decir, no puede un juez dictar la orden de detención ni menos la formal prisión, porque se necesita para

esto estar preso setenta y dos horas, pero digo, no puedo ni siquiera declarar la detención de un presidente municipal sin antes el Supremo Tribunal de Justicia haya dicho que hay méritos suficientes para proceder en su contra. Eso es lo que en el Estado de Michoacán se llama el antejuicio para un presidente. Hace tres días o cuatro, señores diputados, que uno de los munícipes del Municipio de Zitácuaro, correspondiente al distrito que yo represento, me escribió una carta, que en lo conducente dice así: "Te participo que..." (Leyó.)

El gobernador del Estado, señores, hace días se encuentra en esta capital. Yo no he creído ni puedo creer que Sidronio Sánchez Pineda, elemento joven de ideas revolucionarias, respetuoso del derecho ajeno, haya dado esta orden de esta naturaleza, e inmediatamente me fuí a entrevistarlo; pero me informó que dicho coronel no lleva semejantes instrucciones. En seguida puso el siguiente mensaje:

"México, a 8 de octubre de 1922.

"C. munícipe José Aguilar. - Zitácuaro.

"Conferencié en ésta con gobernador Michoacán, y díceme que su delegado en ésa, coronel Márquez, va únicamente con objeto enterarse situación guarda ese municipio, especialmente militar, pues ha tenido quejas jefe defensas civiles Ladislao Victoria. - A Gómez Campos." - Firmado.

En seguida recibe el siguiente telegrama:

"Anoche llegó agente Ministerio Público. Situación apremiante. Urge tu presencia. - J. Aguilar."

Dirigí este telegrama al ciudadano:

"Procurador de Justicia. - Palacio de Justicia.

"Un delegado gobernador, excediéndose facultades, fue Zitácuaro exigir renuncia Ayuntamiento elección popularmente. No consiguiólo y ahora va agente Ministerio Público agitar proceso criminal injusto. Suplícole, como representante aquel distrito, vigilar no se atropelle ley y libertad municipal."

Recibo después el siguiente mensaje:

"Zitácuaro, Michoacán, octubre 7 de 1922.

"Licenciado Agustín Gómez Campos. - Mérida, 178.

"Situación aprémiente. Gestiona gobernador suspenda todo procedimiento mientras vienes. Saludos. - J. Aguilar."

El domingo, señores, se me presentó una comisión enviada por el mismo Ayuntamiento, para informarme detalladamente del curso de estos sucesos. Lleva este coronel instrucciones, según él dice, pero que el gobernador de Michoacán, hombre recto, desde aquí lo declaro, justiciero, porque no me quiero atrever a creer que haya dado semejante orden tan atrabiliaria; ese coronel llevaba el firme propósito de hacer renunciar al Ayuntamiento en masa, y en caso de no conseguirlo, ponerlos en la cárcel. Esto es lo que ha hecho, según van ustedes a ver. Dirigí la siguente comunicación a los munícipes: "Ciudadanos munícipes de Zitácuaro, Michoacán:

"Los delegados que ustedes han enviado a esta ciudad con objeto de informarme detalladamente sobre que hay en esa ciudad un delegado del señor gobernador del Estado, Sidronio Sánchez Pineda, que dice llevar instrucciones de ésta para destituirles de su cargo de munícipes, agitar el proceso criminal y ponerles en la cárcel por el supuesto delito de desobediencia a un mandato de la autoridad, por no haber querido que el Congreso revisara las elecciones de los munícipes, y con objeto también de poner municipes nombrados por el Ejecutivo y exigir la entrega de dichos expedientes electorales, dichos delegados, digo me enteraron de todo eso procedimiento, así como de que el enviado del gobernador les está haciendo declarar sobre un sinnúmero de hechos, debo manifestarles lo siguiente:

"I. Hablé con el gobernador, Sidronio Sánchez Pineda, quien se encuentra actualmente en esta ciudad, y después de indicarle si es cierto que su delegado lleva instrucciones para destituir el Ayuntamiento de elección popular, me manifestó que no, que únicamente llevaba instrucciones de enterarse de la situación que guardaba ese municipio, muy especialmente en la parte militar, pues había tenido muchas quejas de Ladislao Victoria, jefe de la defensas civiles, pues mientras unas personas le decían que se estaba portando mal, otras le informaban que no era cierto.

"II. En caso de que dicho representante del Ejecutivo les exija la renuncia de sus puestos, o quiera de ustedes alguna declaración sobre hechos relacionados con su administración, que exija la entrega de los expedientes electorales, que se le expidan determinados constancias, siempre que la ley o el servicio público lo permita, pueden ustedes y deben exigir a dicho representante del Ejecutivo: I. Que se dirija a ustedes por escrito en todas sus pretensiones, comprobando su carácter y el hecho expreso de llevar esas facultades, esto con objeto de saber si efectivamente lleva dichas instrucciones del gobernador o no, y poder exigir después las responsabilidades a que hubiere lugar, pues a un particular, como a un funcionario público, se les puede acusar ante los tribunales y ante la opinión pública y ante la nación entera.

"III. Caso de que el juez de primera instancia, o cualquiera otro, pretenda reducirlos a prisión porque no se dejan ustedes deponer de sus cargos o porque no hayan querido que el Congreso les revisara sus elecciones, interpongan oportunamente el recurso de amparo para impedir que se les ponga presos, con lo cual se impide que venga auto de formal prisión, único que puede a ustedes suspenderles en sus derechos de ciudadanos.

"IV. El gobernador Sánchez Pineda no puede exigir la revisión de los actos electorales de un municipio, porque tiene y ha sostenido en la Cámara de Diputados de Michoacán, siendo diputado compañero mío, la tesis de que el Congreso, constitucionalmente, no puede revisar actos electorales de los municipios. Conservo y conservan millares de personas el folleto intitulado "En Defensa del Municipio Libre".

"V. Sírvanse ustedes enviarme inmediatamente y de una manera oficial copias de todas las comunicaciones que les dirija el representante del Ejecutivo, pues, como digo, exijan en todo comunicación oficial de él, comprobando su carácter; sírvanse enviarme, igualmente, copia autorizada de los acuerdos que tomó el Ayuntamiento cuando el exgobernador Francisco J. Múgica estuvo haciendo presión sobre el Ayuntamiento para que remitiera

al Congreso del Estado los expedientes electorales. Sírvase enviarme tambien una relación de cuanto pase y puede constituir un procedimiento violatorio de la libertad municipal, para gestionar, en su caso, lo conveniente ante el Congreso de la Unión, Ejecutivo federal y Unión de Ayuntamiento de la República.

"VI. En caso de que se trate de ejercer una mera presión en contra de ustedes para obligarlos a tomar una determinación, creo que serán indignos de la confianza que el pueblo les ha otorgado si tuvieran la humillante debilidad de ceder a una villanía. Vayan ustedes a la cárcel, soporten cuantos atropellos se quiera someter en su contra, pero sepan ser hombres de vergüenza. Hay vencidos, gloriosos y vencedores que se cubren de ignominia.

"Entiendo, señores municipes, que no se llegaria a actos de esa naturaleza; conozco el criterio de Sánchez Pineda, gobernador de Michoacán, y no creo que haya facultad a su representante en ésa para llegar a tan bajo y despótico nivel moral que colocaría al propio mandatario al igual de Francisco Múgica que cometió esa clase de atropellos contra los ayuntamientos porque no sabía de argumentos electorales, y demostrando en esa materia que no era en Michoacán el pueblo soberano, como dice la Constitución, sino el Gobierno, contra lo que dice el Derecho. Sánchez Pineda no puede achaparrarse hasta esa talla.

"Ya me dirijo al Supremo Tribunal de Justicia enviando nota de copia de esta excitativa de ustedes al igual que al Congreso Nacional de Ayuntamiento, representado actualmente por su Comisión Permanente, al primer mandatario de la República, Congreso de la Unión, y espero se sirvan dar cuenta, si a bien lo tienen, como representante que soy de ese distrito, darme cuenta, digo, con el resultado de los hechos que han puesto, mediante la H. Comisión, en mi conocimiento.

"Protesto a ustedes mis respetos. - México, a 9 de octubre de 1922."

Hoy, señores, he recibido el siguiente telegrama:

"Zitácuaro, Michoacán, octubre 11 de 1922.

"Señor licenciado Agustín Gómez Campos. - Mérida, 178. - Urgente.

"Fuerzas federales y defensas civiles desarmaron gendarmería, posesionándose de Palacio Municipal. Coronel Márquez tiene aprisionado presidente municipal. Urge energía protesta. - Luis G. Martínez."

Señores diputados: Dos pueden ser los motivos por los cuales el Ayuntamiento de Zitácuaro ha sido reducido a prisión atropellando el derecho del voto: o porque la política que este Ayuntamiento sigue no convenga a los intereses del Estado o a los intereses del gobernante, o porque hayan cometido algún delito y justamente se le haya llevado a la cárcel. No puede ser el primer caso, porque la política va armonizada entre el Ayuntamiento de Zitácuaro y el gobernante Sánchez Pineda y, segundo, porque Sánchez Pineda no puede achaparrarse hasta esta talla mandando deponer un Ayuntamiento de elección popular; tengo plena seguridad de que no ha dado esa orden, que ha sido un procedimiento atrabiliario de un individuo que no está en el uso de sus facultades; a ese coronel retirado tal vez lo habrán retirado porque estará enajenado, es un individuo digno de estar en cafrería, pero no digno de estar en la República Mexicana. (Voces: ¡Nombre!) Márquez se apellida, compañeros, no sé el nombre, Segundo punto, señores diputados: Voy a decir a ustedes cuál es el pretexto que pudo haber. La Ley Electoral de Michoacán en artículo 70 dice lo siguiente: "El Congreso del Estado conocerá en última instancia a petición de parte, de las elecciones municipales."

He allí convertido al Congreso del Estado de Michoacán en el gran elector. Principio violatorio de toda la soberanía, de toda la libertad municipal, principio que atropella el verdadero espíritu democrático. Señores, si en el Estado de Michoacán el Congreso revisa las cuentas de los municipios, si él aprueba los presupuestos de ingresos y egresos, ¿puede haber libertad municipal en la hacienda de su distrito? No. Si allí se revisan los actos electorales constituyéndose el Congreso del Estado en el supremo elector, ¿puede haber allí la libertad más sagrada, el fundamento de todo las libertades, el derecho de votar y ser votado, el único derecho que el individuo tiene para demostrar que el pueblo es el soberano? No puede haber libertad municipal donde el Congreso es el que decide en última instancia de la validez o nulidad de las elecciones. Este artículo de la ley Electoral está en contra del texto expreso de la Constitución de Michoacán. La Constitución de Michoacán no sólo no da facultades el Congreso para calificar de la validez o nulidad de las elecciones, sino que de una manera terminante se las quita. Son facultades exclusivas del Ayuntamiento. No obstante que la Constitución prohibe al Congreso en una ley secundaria, se ha puesto la facultad de revisar las elecciones de los municipios. Como sanción a este precepto de la Ley Electoral está el artículo 128 de la propia ley, que dice: "Los miembros de ayuntamientos que retuvieren los expedientes electorales que el H. Congreso del Estado pidiere para su revisión, serán penados con suspensión de sus derechos de ciudadanos por el término de dos años, y prisión por el mismo término."

Me decían, señores, que esta ley no obstante estar en pugna con la Constitución, debería obedecerse, porque mientras no fuere derogada obligaba a su exacto cumplimiento. Mentira, señores; mentira constitucional, porque los funcionarios públicos han protestado guardar y hacer guardar la Constitución de la República, y en cuanto a las leyes secundarias no han protestado hacerlas guardar todas, sino aquellas que emanan de la Constitución, y una ley que contraría la Constitución no tiene fuerza legal, no es ley, y si no tiene fuerza legal ni es ley, no obliga su cumplimiento. Así pues, o la Constitución está por encima de todas las demás leyes comunes, o no; si está por encima de ellas, las leyes secundarias no tienen fuerza ninguna y ningún juez,-ningún munícipe ni ningún gendarme tienen obligación de acatarlas; no acatándolas cumplen con su deber, y guardándolas en sus obligaciones, acatándolas, cometen un delito. Malamente se pone, en esta Ley Electoral el hecho de no enviar los expedientes al Congreso; ese es el cumplimiento del deber de guardar y hacer guardar la Constitución. De manera que si un juez confundiendo las irreconciliables nociones

de delito y de deber ha dado orden de que estos munícipes vayan a la cárcel y un coronel retirado del Ejército, el enviado del Ejecutivo se ha extralimitado en las facultades que el Ejecutivo de Michoacán le ha dado, han cometido un delito que vengo a denunciar ante esta Representación Nacional, a reserva de presentarme ante el Procurador de Juticia a exigir la responsabilidad contra todos los autores, cómplices o encubridores. Yo vengo señores, desde esta tribuna a lanzar a la faz de la nación la protesta más viril y más enérgica de que es capaz un humilde representante, un provinciano. ¿Contra quién? Todavía no designo las personalidades porque, como he dicho, no tengo todavía los comprobantes de quién haya dado esa orden, pero yo la lanzo contra aquél que haya cometido o contra los que hayan cometido este atropello.

El C. Altamirano Manlio Fabio: ¡Que los fusilen!

El C. Gómez Campos: Como no es éste el único caso que se presenta, señores diputados, como no es el único atropello de que se ha dado cuenta esta Representación Nacional, como existen multitud de quejas en el mismo sentido en la Unión de Ayuntamientos, en donde me presente hace media hora, yo vengo a pedir, de una vez por todas, que se sirva emitir su parecer sobre esta clase de atropellos de Representación Nacional. No podemos quedar inactivos, no podemos dejar de protestar, lo mismo sea en Veracruz, que en Zacatecas, que en Puebla, que en Aguascalientes; no podemos quedar callados. Vengo a pedir, señores, se sirvan, por espíritu de compañerismo, por amor a los principios democraticos que no aprueba este atropello que se ha cometido en un Ayuntamiento de elección popular. Vengo a pedir, pues, de vuestra soberanía se sirvan apoyar la siguiente proposición: Que se nombre una comisión del seno de la Cámara para poner estos hechos en conocimiento del presidente se la República. Si se nombró una comisión para manifestarlo la inconformidad de una Ley Electoral en que, conforme a la cual, se cometen atropellos al voto público, con más razón, con más justificación de motivo debe nombrarse esa comisión para poner en su conocimiento, no ya una presención de violación, sino una violación efectiva al derecho más sagrado. Tengan entendio que se mina el principio de autoridad, que se mina al derecho constitucional y que no podemos permanecer callados ante semejantes atropellos.

El C. presidente: El ciudadano Gómez Campos pidió la palabra para hechos; si tiene que hacer una proposición, que sirva presentarla en forma reglamentaria.

El C. Gómez Campos: Deseo únicamente interpelar al ciudadano diputado Peña para que se sirva decir, como miembro de la Comisión Permanente de la Unión de Ayuntamientos, si en esa institución, que está velando por las garantías del principio de la libertad municipal, en esa institución que ha enviado un magnífico proyecto de reformas al artículo 115, creando una verdadera libertad municipal sin esperarse del principio, como se espantaron -perdón- muchos de los constituyentes de 17, se sirva decirnos si es cierto que hay allá multitud de quejas de la magnitud de la que acabo de poner en conocimiento de la Asamblea.

El C. Murguía: Una interpelación al orador.

El C. presidente: Si lo permite el orador.

El C. Gómez Campos: Con gusto.

El C. Murguía: Compañeros Gómez Campos:

Me voy a permitir preguntar a usted: ¿cuándo entrevistó al señor gobernador del Estado de Michoacán? ¿cuándo expuso usted todos esos atropellos a dicho gobernador?

El C. Gómez Campos: Contestando al compañero, le manifesto que hace tres días.

El C. Murguía: ¿Qué fecha tiene el telegrama último que usted acaba de recibir y que dice que por medio de la fuerza armada ocuparon el Ayuntamiento?

El C. Gómez Campos: Fue de hoy.

El C. Murgía: ¿Qué traduce usted de eso? (Campanilla.)

El C. Gómez Campos: No traduzco nada, si estoy diciendo lo que pasa.

El C. Murgía: Hay que tener el valor civil, compañeros, de venir a hacer cargos concretos aquí y no estar por un lado dando incienso y por otro lado estar arrojando cargos que no tiene usted el valor civil de decirlos; usted es el que debe de concretar cargos: ¿usted qué traduce de eso? ¿Que el gobernador, por medio de su delegado, es el que ha depuesto al Ayuntamiento?

El C. Gómez Campos: No creo que el compañero tenga para exaltarse ni para decirme que soy falto de valor civil. Dos años he estado en la Cámara de Diputados del Estado de Michoacán, y ahí he soportado desde el insulto más soez, hasta el naranjazo más fuerte. (Risas.) he dicho únicamente que ha cometido un atropello. ¿El inmediato responsable? El ejecutor. Usted sabe, compañero, y si no lo sabe, es el coronel a que me refiero, ese coronel Márquez, es el primer acusado por mí; después de él, es el delegado del gobernador. El gobernador me ha dicho a mí - y lo creo en su palabra- que no le ha dado esas facultades a ese canalla.

El C. Murguía: ¿Los hechos qué vienen a de mostrar?

El C. Gómez Campos: No sé todavía. Si yo llego a tener pruebas de que Sánchez Pineda es el culpable, yo no tendré miedo y tendré el suficiente valor civil de venirlo a decir aquí.

El C. Manrique: Para una interpelación a la Presidencia.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Manrique: Pido atentamente a la Presidencia, ciudadanos diputados, se sirva informarnos si ya no hay asuntos en cartera.

El C. presidente: No hay, ciudadano diputado.

El C. Manriquez: En este caso, supongo que el ciudadano presidente tiene el propósito de levantar la sesión, y me permito pedirle que se sirva, porque esto es legítimo y equitativo, determinar que pasemos a sesión de Colegio Electoral, compañeros. (Voz: ¡Sí! ¡Sí! ¡No! ¡No!) Si o no, según el capricho o la pasión de los compañeros; pero de todas maneras, yo afirmo enfáticamente que es equitativo y legítimo que se efectúe sesión de Colegio Electoral. Ya todos nosotros somos diputados, y no se ven lo mismo las cosas cuando es uno diputado, que cuando se es presunto diputado. Sería un egoísmo imperdonable de nuestra parte, que nos

opusiésemos a la sesión de Colegio Electoral. Dos son los asuntos pendientes: el decidir sobre el dictamen relativo a la elección en el 8o. distrito electoral de Oaxaca, Nochistlán, en que el presunto es nuestro compañero el señor Pérez Acevedo; el segundo asunto es el relativo al 4o. distrito electoral de Querétaro, Jalpan, en que el presunto es nuestro compañero el señor doctor José Siurob. Por otra parte, no es ya un misterio que las comisiones dictaminaron favorablemente para estos compañeros y que el Bloque Cooperatista tomó ya el acuerdo de aprobar las elecciones de ambos, tanto la de Pérez Acevedo, como la de Siurob; en consecuencia, no hay obstáculo ninguno, puesto que los dictámenes están en cartera; no hay obstáculo ninguno legal ni de otra suerte para que pasemos a efectuar una breve sesión de Colegio Electoral; digo que será brevísima, y esta es una profecía barata: el bloque de la mayoría que habriá podido retirar, si hubiera querido, la aprobación de los dictámenes de Siurob y de Acevedo, está ya de acuerdo en aprobarlos. En consecuencia, es de suponer que estos dictámenes pasen sin obstáculo alguno, sin provocar serias discusiones, y es equitativo, y es justo, y es bueno que ahorremos a nuestros compañeros este penoso estado de la prolongación de incertidumbre en que se encuentra el presunto, y pido, pues, atentamente, el señor presidente que se sirva, si no tiene para ello inconveniente, ordenar que pasemos a sesión de Colegio Electoral.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta al diputado Manrique que en estos momentos se va a dar lectura a otros documentos que hay en cartera; en cuanto a la sesión de Colegio Electoral, la Presidencia no tiene conocimiento de que se hubiesen presentado los dictámenes, y ahora mismo, en la orden del día de la próxima sesión, están anotados en Colegio Electoral esos dos asuntos únicos de Colegio Electoral.

El C. Manrique: Una observación. Aunque yo no me opongo a que las solicitudes que se han presentado sigan su curso, inmediatamente después podemos pasar a Colegio Electoral, desde el momento en que el señor presidente asienta como asuntos discutibles para la sesión del viernes, los dictámenes referentes al 8o. de Oaxaca y 4o. de Querétaro; quiere decir que la Presidencia -y permítame que haga observarlo- se contradice, porque conoce que ya existen esos dictámenes; y si estos dictámenes existen, lo mismo podemos discutirlos el viernes que ahora mismo, y esto último es lo más equitativo. Insisto, pues, en mi petición.

El C. secretario Gandarilla: La Presidencia se sirve informar a la Asamblea y al señor Manrique que, oficialmente, no obran los dictámenes en poder de la Secretaría ni de la Oficialía Mayor, y que si bien es cierto que se dice que para el próximo Colegio Electoral, es porque ordenó terminantemente que, sin excusa ni pretexto, estén en poder de la Secretaría, para que se discutan el próximo viernes.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"H. Asamblea:

"Roberto Rivero, diputado propietario por el 15 distrito electoral del Estado de Oaxaca, ante la consideración de vuestra soberanía y con dispensa de todo trámite, respetuosamente expongo:

"Que teniendo necesidad de salir de esta capital para el arreglo de asunto urgentes de familia, ruego de la manera más atenta me sea concedida una licencia hasta por dos meses, sin goce de dietas, llamándose desde luego a mi suplente, que se halla a las puertas del salón, para que rinda la protesta de ley y me substituya durante el tiempo de mi ausencia.

"Protesto lo necesario.

"México, D. F., 11 de octubre de 1922. - R. Rivero."

Se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites. En votación económica se pregunta si se concede la licencia, llamándose al suplente. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifiestarlo. Aprobado.

- El C. secretario Gandarilla, leyendo:

"H. Asamblea:

"Los subscriptos, diputados componentes de las comisiones del Trabajo y Previsión de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, ante vuestra soberanía comparecemos y con todo respeto exponemos lo siguiente: "Teniendo en cuenta la ingente necesidad de buscar la manera de abreviar la expedición de las leyes del Trabajo, sintetizadas en el artículo 123 constitucional, y considerando que la ley que existe en el Senado, además de a dolecer de muchos defectos de fondo y de forma, está compuesta de innumerables artículos cuya discusión produciría el retardo de la expedición de la ley reclamada justamente con apremio por las agrupaciones obreras, nos vemos en la necesidad de ocurrir ante vuestra honorabilidad solicitando el retiro de la Ley Reglamentaria del Artículo 123 que ha sido enviado a la Cámara de senadores, a fin de discutir con las comisiones del trabajo de aquella Cámara la forma mejor y más abreviada de expedir dicha reglamentación.

"En virtud de lo expuesto, nos permitimos suplicar a la H. Asamblea que, con dispensa de todo trámite, se sirva aprobar el siguiente acuerdo económico:

"Único. Envíese atento oficio a la Cámara de Senadores retirando la Ley Reglamentaria del Artículo 123, que para su discusión le ha sido enviada, a fin de que las comisiones de ambas Cámaras estudien la mejor forma de expedir a la mayor brevedad y más de acuerdo con las circunstancias del proletariado mexicano, la reglamentación del trabajo y previsión social."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México. D. F., el 9 de octubre de 1922. - M. F. Altamirano. - A. Yáñez Salazar. - Guillermo Rodríguez. - Norberto Aranzábal. - J. A. Aguilera. - Arturo Cisneros Canto. - Julián S. González. - A. Gómez Campos."

Se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Dispensados los Trámites. Está a discusión.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Gandarilla.

El C. Gandarilla: Yo suplicaría muy respetuosamente a algunos de los signatarios se sirvan fundar la proposición bajo el punto de vista legal, no bajo el punto de vista, diremos, social o politico.

El C. presidente: Se invita a uno de los firmantes de la iniciativa para que se sirva fundarla.

El C. Rodríguez Guillermo: Señores diputados: Seguramente yo no soy el indica do para fundar esta proposición por lo que concierne a la legalidad de ella misma. El compañero Manlio Fabio Altamirano, que iba a desempeñar esta tarea de fundar esta proposición, por lo que se refiere a la legalidad de ella, está ocupado en la Secretaría y ya lo han ido a buscar; pero yo sí puedo decir a ustedes, para justificar la proposición que hemos acabado de presentar, que hemos estado cambiando impresiones con los señores senadores con el objeto de procurar corresponder a las constantes excitativas que estamos recibiendo de diferentes partes de la República, donde se nos apremia a que cuanto antes esta Ley Reglamentaria del Artículo 123 sea expedida. Cambiando impresiones con los señores senadores, ellos nos dicen que si persistía en expedir la ley que aprobó la XVIII Legislatura, seguramente pasarían dos años y la ley no se expediría. Por estas razones, poniéndose en el terreno para lograr que cuanto antes se expida la Ley Reglamentaria del Artículo 123, acordamos, tanto las comisiones del Trabajo de esta Cámara como las comisiones del Senado, que íbamos a adoptar un nuevo sistema de trabajo. Quiere decir que vamos a fragmentar la ley por capítulos y que en esta forma cada vez que aprobemos un capítulo se expediría, para que poco a poco se fuera expidiendo la Ley del Trabajo. Todos sabemos que debido a la constante evolución social que se observa en el mundo entero, las condiciones del trabajo cambian de día a día y por esta razón si la expedición de esta ley tarda uno o dos años, seguramente cuando llegue a expedirse, ya aquellos artículos no servirían, porque no llenarían las necesidades del momento. Yo espero que dentro de unos momentos vendrá el compañero Manlio Fabio Altamirano y en forma más brillante, más convincente, podrá exponer las razones que nos obligaron a firmar esta proposición. El plan que nos hemos trazado para llevar a feliz término esta obra que reclaman los trabajadores de la República, es el siguiente: queremos establecer un departamento especialista, donde llevemos a colaborar con nosotros a diferentes trabajadores seleccionados de algunas partes de la República; también solicitaremos la cooperación de todos aquellos que hayan estudiado con empeño esta escabrosa materia, porque queremos que al expedirse esta ley tenga general aceptación; queremos hacer una ley práctica que concilie hasta donde sea posible los intereses, tanto del capital como de los tabajadores y, por lo tanto, ya que es un asunto estudiado por las comisiones del Trabajo del Senado y de esta Cámara, yo ruego a los señores diputados que para facilitar el plan que nos hemos propuesto, de aprobar cuanto antes esta ley por capítulos, den un voto aprobatorio a esta proposición.

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Gandarilla.

El C. Gandarilla: Yo me permití la libertad, compañero Rodríguez, de pedir los fundamentos legales de esta proposición; dije expresa y terminantemente que no quería las razones de orden social que existen para hacer esto o algo semejante; estoy con los compañeros que propugnan por la reglamentación pronta e inmediata de la Ley del Trabajo, porque son necesarias; pero me tomo la libertad de pedir el fundamento legal de esta proposición, porque en la forma en que se encuentra formulada, sencillamente no puede ser aceptada ni siquiera fundamentalmente por el senado, aunque esta Asamblea la expidiese. Dice aquí de una manera terminante y categórica:

"Envíese atento oficio a la Cámara de Senadores, retirando la Ley Reglamentaria del Artículo 123, que para su discusión le ha sido enviada, a fin de que las comisiones de ambas Cámaras estudien la mejor forma de expedir a la mayor brevedad y más, de acuerdo con las circunstancias del proletariado mexicano, la reglamentación del trabajo y previsión social."

Es decir, mandar un aviso, una orden a la Cámara de Senadores para que se retire una ley que ya esté aprobada por esta Cámara, para que no se siga discutiendo, a pesar de que esté a discusión en aquella Cámara colegisladora. No hay fundamento legal en lo absoluto, y el Senado, si quiere atenerse a los principios constitucionales, respondería que no tiene la Cámara de Diputados facultades para retirar esa ley. Uno de los firmantes, el señor Gómez Campos, que firmó esta solicitud, me dice que le extraña, me dice que en verdad no firmaría esto, que debe ser presentado en otra forma; ponerse de acuerdo las comisiones y estudiar la forma en que se violente la expedición de la Ley Reglamentaria del Artículo 123; pero no en la forma que se propone. Como mi inteligencia no llega a tanto para encontrar los fundamnetos legales de esto, por eso me permití consultar del algún compañero, aunque no sea miembro de la comisión, que tuviera la amabilidad de fundarla.

El C. Gómez Campos: Pido la palabra para aclaraciones.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Gómez Campos: Señores diputados: La única forma como el Senado devolvería el proyecto de ley constitucionalmente, sería derogando esa ley dada por nosotros antes de que la expidiera el Senado; el Senado en este caso podría remitirla ya como suya para que nosotros la consideráramos y entonces se pusiera en práctica, o puede el Senado aprobar parte de esa ley y remitirla de nuevo a la Cámara de Diputados, y si estamos conformes con la parte aprobada unánimemente por el Senado, se pone en vigor en esos preceptos aprobados por las dos Cámaras, y lo no aprobado por el Senado queda sin ejecución. Parece que el acuerdo habido con los senadores fue el de que estuvieran las comisiones conformes en que devolviera el Senado esa ley, porque de la fecha en que se aprobaron los preceptos que reglamentan el artículo 123 a esta fecha, muchos conceptos sociales, especialmente en

lo relativo a huelgas,han sufrido modificación absoluta.La manera práctica de expedir esta ley seria reglamentando por capítulos separados lo más urgente, por ejemplo lo relativo a huelgas, duración de trabajo, indemnizaciones que se deben dar en casos de accidentes, manera de hacer efectivos los laudos de las juntas de Conciliación y Arbitraje, etcétera. Suplicaría a los demás miembros firmantes de la proposición, y como firmante de ella, se sirvieran retirarla entretanto informa más ampliamente el compañero Manlio Fabio Altamirano, que no se encuentra en la Asamblea. Si los demás compañeros no acepta esta proposición, me veré en el caso de promover un moción suspensiva a fin de que se retarde para la siguiente sesión la discusión de esta proposición que en mi concepto no lleva mucho carácter de constitucional, aunque sí lleva mucha fuerza de práctica; pero ya que el compañero Gandarilla ha reclamado la parte constitucional en esta proposición creo yo que debemos esperar al compañero Altamirano.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Rodríguez Guillermo.

El C. Rodríguez Guillermo: Señores diputados: Yo creo que una Asamblea compuesta por hombres de espíritu revolucionario y progresista, seguramente no va encerrarse mezquinamente en legalismos que entorpecen toda clase de trabajos. La Cámara de Diputados se lava la manos cuando los trabajadores reclaman porque no se a expedido esta ley reglamentaria del artículo 123, y le echan la culpa a la Cámara de Senadores que no la termina de aprobar, y señores diputados, nosotros hemos cambiado impresiones con muchos senadores y nos han dicho que esa ley contiene un gran número de artículos que no son necesarios ya que son impracticables precisamente porque han trascurrido dos largos años desde que esta ley está en poder de ellos. Esto se debe a que dicha ley consta de unos trescientos artículos y ellos, ante la imposibilidad que han confesado, de expedir cuanto antes esta ley, optan y están conformes en que se expida por capítulos. La única forma no sé si legal pero sí práctica, como hemos convenido que se expida, es retirarla, primero, y expedirla en seguida por capítulos que traten de las diferentes modalidades de dicha ley. Desde luego procuraremos reglamentar el artículo 4o. en un capítulo se expedirá inmediatamente después la ley de accidentes, y así sucesivamente, todas las fases de esta grave cuestión. Pero si ustedes, por encerrarse en los términos legales, porque no hay precedentes, seguramente que entonces seguirá allí durmiendo esa ley en el Senado y no haremos nada práctico; les hecharemos la culpa a los senadores y ellos a nosotros. Ahora hemos procurado ponernos de acuerdo con los senadores para que ambos, teniendo reuniones, hagamos algo práctico y violento. Yo, deseando que el compañero Altamirano, que es abogado, exponga argumentos suficientes para convencernos, me permito suspender esta proposición en tanto él llega para reforzar nuestros argumentos y sostener la proposición desde el punto de vista legal.

El C. secretario Gandarilla: Se ha presentado una proposición que dice: "No encontrándose presente en el salón el compañero Manlio Fabio Altamirano, firmemente de la moción que esta a debate, y determinando él los antecedentes del caso, por haber tratado este asunto con las comisiones del Trabajo del Senado, los suscriptos firmantes de la repetida moción, proponemos la siguiente moción suspensiva:

"Única. Suspéndase por cuarenta y ocho horas la discusión de la proposición prestada por las comisiones unidas de Trabajo y Previsión Social

"Salón de Sesiones de la H. Cámara de Diputados. - México, D.F., octubre 11 de 1922. - Julián S. González. - Guillermo Fernández. - Guillermo Rodríguez."

Se pregunta a la Asamblea si se toma en consideración. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Se toma en consideración. A discusión.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra del ciudadano Manriquez.

El C. Manriquez: Creo, señóres diputados, impertinente la moción suspensiva presentada. Efectivamente se trata de un asunto que podemos resolver acto continuo lo mismo en ausencia que en presencia del compañero Altamirano. Es ésta una proposición -me refiero a la proposición primitiva firmada por los ocho compañeros-, y respecto de ella digo que no es serio solicitar que dejen de discutirse, por que se haya ausente uno de ellos......

El C. Altamirano Manlio Fabio: Aquí estoy ya.

El C. Manriquez: Creo que debemos de ser prácticos. Como la razón invocada es la ausencia del compañero Altamirano, la razón invocada a favor de esta moción suspensiva, no argumento más contra la mición y dejo a los compañeros que decidan si la dejan en pie o la retiran.

El C González Julián S.: Pido la palabra. Como firmante de esa moción suspensiva y como miembro al mismo tiempo de las comisiones unidas de Trabajo y Previsión Social, y habiendo desaparecido la causa por la que presentamos esa moción, pido atentamente a esta Asamblea nos conceda permiso para retirarla, encontrándose ya presente el compañero Altamirano, quién podrá fundar debidamente la proposición primitiva .

El C. Gandarilla: En votación económica se consulta a la Asamblea si permite que los firmantes retiren la moción suspensiva. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Si se permite. Continúa a discusión la proposición del ciudadano Altamirano y socios.

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Altamirano Manlio Fabio.

El C. Altamirano Manlio Fabio: Señores diputados: Con el fin de cumplir un anhelo que han dejado ver todas las agrupaciones obreras del país en todos los tonos,las comisiones del Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Senadores, unidas a las mismas comisiones de la Cámara de Diputados, hemos comenzado a tratar el arduo problema que encierra el artículo 123 constitucional. Tanto las comisiones del Senado como las comisiones de la Cámara de Diputados, hemos encontrado muchas razones de carácter general y de carácter particular para, de común acuerdo ambas comisiones, proponer a la consideración de ustedes el retiro de la reglamentación ya hecha y que existe en la Cámara de Senadores, a din de estudiar las comisiones unidas de ambas Cámaras un medio más propicio,

Un medio más rápido, porque las asociaciones obreras con justísima razón no están ya dispuestas a soportar tan larga espera.

Nos hemos propuesto, tanto las comisiones de la Cámara de Senadores como nosotros, estudiar la reglamentación del 123, no en la forma en que se ha hecho hasta hoy, sino procediendo a desmembrar cada una de las partes que constituyen el 123; por ejemplo, una parte que constituirá un proyecto de ley aislado, tratará de los accidentes del trabajo; otra parte tratará de las huelgas; otra parte tratará de los salarios, etcétera, es decir, que nosotros pretendemos, no englobar todos los puntos que abarca el 123 en una sola ley, sino estudiar separada y parcialmente cada uno de los problemas que encierra el propio artículo. De acuerdo con las comisiones del Senado, venimos a proponer a ustedes esta iniciativa a fin de que desde luego se retire; las comisiones estamos de acuerdo en retirar el proyecto de la Cámara de Senadores, e iniciar nuestros trabajos en una forma más rápida, de un modo más adecuado, a fin de no hacer esperar tanto a las asociaciones obreras, que nos han dicho en todos los tonos que no trabajamos y que no atacamos el anhelo y el sentir de ellas, sintetizado en el artículo 123 constitucional. Las comisiones unidas tenemos algunas proposiciones que nos reservamos hacer a esta honorable Asamblea, porque queremos trabajar de modo serio en verdad; para ello estamos ya celebrando continuas juntas, tanto las comisiones del Senado como nosotros, para llevar a la práctica cuanto antes y de la manera más rápida posible, la reglamentación del artículo 123. Por eso me permito suplicar a ustedes, que si no hay alguna objeción seria para esta proposición, se sirvan aceptarla, a fin de que regrese al seno de la Cámara de Diputados el proyecto de ley enviado al Senado y podamos encarrilar nuestras actividades en otro camino más rápido y expedito.

El C. García Téllez: Me permito interpelar al orador para que diga si cree que el procedimiento que propone no es violatorio del artículo 72 de la Constitución federal, que señala el trámite a que deben sujetarse las iniciativas y las discusiones de las leyes.

El C. Altamirano Manlio Fabio: ¿Qué fracción del 72, compañero?

El C. García Téllez: La primera.

El C. Altamirano: El artículo 72 en su fracción (a) dice:

"Aprobado un proyecto en la Cámara de su origen, pasará para su discusión a la otra. Si ésta no la aprobare, se remitirá al Ejecutivo, quien, si no tuviere observaciones que hacer, lo publicará inmediatamente."

El C. García Téllez: (b).

El C. Altamirano Manlio Fabio: Fracción (b):

"Se reputará aprobado por el Poder Ejecutivo todo proyecto no devuelto por observaciones a la Cámara de su origen, dentro de diez días útiles, etcétera."

Yo confieso, señores compañeros, que las comisiones del Trabajo no tuvimos en cuenta este artículo, pero así, rápidamente pensando, me parece que no está en contraposición nuestro procedimiento con lo asentado en la fracción (a) del artículo 72, puesto que nosotros no tenemos la intención de modificar el modo de expedir una ley; nosotros queremos que regrese al seno de la Cámara de Diputados para estudiar, de acuerdo con las comisiones del Senado, la manera más rápida de que se haga y se apruebe la ley. ¿Cómo se aprobará la ley? Como lo indica el artículo 72 constitucional, pero yo creo que la Cámara de Diputados, en un momento dado, tiene absoluta facultad para retirar un proyecto que haya enviado a la Cámara de Senadores para proponer alguna otra reforma o para hacerle algunas modificaciones.

El C. García Téllez: ¿Me permite una aclaración? El inciso (f) dice:

"En la interpretación, reforma o derogación de las leyes o decretos, se observarán los mismos trámites establecidos para su formación."

Este es el procedimiento que debe seguirse.

El C. González Julián S.: Pidió la palabra, señor presidente, para hacer una interpelación como miembro de la comisión.

El C. Murguía: Pido la palabra para hacer una interpelación.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Murguía: No creo que este proyecto está en contraposición con el artículo 72, fracción (e), que de una manera clara establece que cuando haya diferencia de criterio podrá haber un acuerdo para hacer las adiciones y reformas dentro de la Cámara que tenga en estudio el asunto.

El C. Altamirano Manlio Fabio: Estoy absolutamente de acuerdo en lo que ustedes asientan, porque no se puede negar; pero lo que quiero decir es que nosotros proponemos abreviar la discusión del artículo 123 poniéndonos de acuerdo previamente las comisiones del Senado y nosotros, a fin de que sea una ley que no vaya a tener una gran discusión ni dentro de la Cámara de Diputados, por parte de las comisiones, ni dentro de la Cámara de Senadores. Ahora, tanto las comisiones de la Cámara de Diputados como las comisiones de la Cámara de Senadores, como las agrupaciones obreras, sobre todo las de la Confederación Regional Obrera Mexicana, están de acuerdo en que adolece este proyecto de ley, de gravísimos defectos, pero enormemente grandes; entra en detalles como estos: dice en la reglamentación, en algún punto, que los obreros tienen prohibido entrar al taller con cortaplumas o con instrumentos punzo - cortantes con los cuales puedan herirse mutuamente en alguna reyerta. Hemos estudiado, el compañero Pedro de Alba, algunos senadores y nosotros, estos detalles para concluir que en lo general debemos buscar la manera de abreviar los procedimientos, porque esta alta Cámara tendría que discutir trescientos y tantos artículos si es que comienza a discutir esa ley en la forma en que está; de esta manera, desechando algunos artículos y aprobando otros, nos lo regresa, y versando nuestras discusiones sobre los puntos discutidos en el Senado, volvemos a enviarla allá; y va a resultar que se termina la XXX Legislatura, comienza la XXXI, termina ésta, y no habremos dado al proletariado mexicano la ley que ya tiene el justísimo derecho de exigirnos, porque el proyecto tiene ya cinco

años y no ha podido salir de la Cámara colegisladora, comprobando así que estos regímenes burgueses no sirven para nada, señor compañero; de modo que lo que nosotros queremos es buscar la manera más a propósito, aunque sea separándonos un poco de estos principios legales, a fin de dar cuanto antes a los trabajadores mexicanos una ley que venga a encarrilarlos dentro de la revolución social que ahora agita a todo el mundo.

El C. secretario Gandarilla: Se pone a discusión la iniciativa de los ciudadanos Manlio Fabio Altamirano y compañeros. Los ciudadanos que deseen hablar en pro o en contra, tengan la amabilidad de pasar a inscribirse.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Manrique.

El C. Manrique: Señores diputados: El desorden que ha reinado en la discusión de esta iniciativa es señal clara de que los propios iniciadores no meditaron suficientemente el problema constitucional que traía implícitamente envuelto la proposición a debate. Las interpelaciones hechas por algunos compañeros, contestadas a la ligera por el iniciador, que no había meditado suficientemente sobre el aspecto de esta cuestión, son, sin embargo, serias. El Reglamento de la Cámara indica claramente cuál es la forma en que debemos aquí discutir las leyes. El artículo 64 afirma sintéticamente que:

"La formación de las leyes puede comenzar indistintamente en cualquiera de las dos Cámaras, con excepción de los proyectos que versaren sobre empréstitos, contribuciones o impuestos, o sobre reclutamiento de tropas, todos los cuales deberán discutirse primero en la Cámara de Diputados." El artículo 65 prescribe que:

"Todo proyecto de ley cuya resolución no sea exclusiva de una de las dos Cámaras, se discutirá sucesivamente en ambas, observándose este Reglamento respecto a la forma e intervalos y modo de proceder en las discusiones y votaciones."

Y el precepto constitucional - que es en estos momentos lo que más nos interesa -, el artículo 72, dice:

"Todo proyecto de ley o decreto cuya resolución no sea exclusiva de alguna de las Cámaras, se discutirá sucesivamente en ambas, observándose el Reglamento de Debates sobre la forma, intervalos y modo de proceder en las discusiones y votaciones:

"a) Aprobado un proyecto en la Cámara de su origen, pasará para su discusión a la otra. Si ésta no lo aprobare, se remitirá al Ejecutivo, quien, si no tuviere observaciones que hacer, lo publicará inmediatamente."

No hemos llegado todavía a ese caso.

"d) Si algún proyecto de ley o decreto fuese desechado en su totalidad por la Cámara de revisión, volverá a la de su origen con las observaciones que aquella le hubiere hecho. Si examinado de nuevo fuese aprobado por la mayoría absoluta de los miembros presentes, volverá a la Cámara que lo desechó, la cual lo tomará otra vez en consideración, y si lo aprobare por la misma mayoría, pasará al Ejecutivo para los efectos de la fracción (a); pero si lo reprobase, no podrá volver a presentarse en el mismo período de sesiones.

"e) Si un proyecto de ley o decreto fuese desechado en parte, o modificado, o adicionado por la Cámara revisora, la nueva discusión de la Cámara de su origen versará únicamente sobre lo desechado o sobre las reformas o adiciones, sin poder alterarse en manera alguna los artículos aprobados."

Señores: El espíritu que informa la proposición es bueno. Si sólo hubiésemos de juzgar de intenciones, todos estaríamos de acuerdo con la proposición a debate. Los iniciadores quieren que demos al pueblo mexicano, o más concretamente - porque es ésta la realidad -, al pueblo del Distrito y Territorios federales, una Ley del Trabajo. Sabemos perfectamente que en materia de trabajo, sólo podemos legislar funcionando en esta caso el Congreso de la Unión como Legislatura local del Distrito y Territorios federales, para esas entidades federativas. Pues bien; estamos obligados a dar a la brevedad posible una Ley del Trabajo, una Ley Reglamentaria del Artículo 123 constitucional. Esta necesidad está en pie y nadie puede negarlo. Es verdad que en los últimos años se ha levantado un clamoreo unánime en la nación, pidiendo a la Cámara de Diputados la expedición de esta ley. El pueblo juzga sintéticamente, la generalidad no analiza ni está obligada a establecer estas distinciones, a veces tan sutiles, el cómo se dividen los poderes de la nación, cómo funcionan las Cámaras; no, la realidad es que en la conciencia popular, Cámara de Diputados es sinónimo de Poder Legislativo. La razón debe ser ésta por lo menos: la Cámara de Diputados, es decir, la Cámara popular es la que atrae por la intensidad de sus debates, por la fuerza viva de la pasión aquí dominante, la atención pública; de aquí que en el anónimo de las masas, en la conciencia popular, Cámara de Diputados resulte prácticamente sinónimo de Congreso de la Unión. Que no nos extrañé, pues, que la responsabilidad que legalmente sólo corresponde a la Cámara de Senadores, se nos achaque constantemente a los diputados; sin embargo, tenemos derecho de aclarar que la realidad de todos conocida es esta: hay ya un proyecto de Ley del Trabajo, aprobado por la XXVIII Legislatura - es este proyecto de Ley del Trabajo que tengo en mis manos, que fue presentado por las comisiones de la XXVIII Legislatura con fecha 10 de diciembre de 1918, habiéndose dispensado las lecturas primera y segunda y entrado a discusión el primer día hábil, dado ese trámite con fecha 11 de diciembre de 1918 -. Esta Ley del Trabajo fue discutida en el período extraordinario de la XXVIII Legislatura, a principios de 1919; la discusión fue larga, seria, detenida; y querer ahora, señores diputados, borrar de una plumada la obra de la Cámara de Diputados de la XXVIII Legislatura, no es serio. Es necesario que haya una solidaridad a través de las diversas legislaturas. Cierto que la XXVIII Legislatura se diferenció mucho políticamente de la XXIX y de la XXX, pero la realidad es que el parlamento mexicano debe ser uno; la realidad es que todas las legislaturas debemos ser, en tesis general, solidarias las unas de las otras. Querer la XXX Legislatura, simplemente por distinguirse de las que le precedieron, borrar de una plumada la obra de la XXVIII Legislatura, me parece un error, y me parece un grave error. Es la ley de la vida,

ley que rige las manifestaciones todas de la sociedad, esa que se llama el principio del menor esfuerzo. Debemos esforzarnos por ahorrar energía, y esta proposición a debate no nos lleva a ahorrar esfuerzo y energía, sino todo lo contrario. Se quiere, concretamente, que se retire de la Cámara de Senadores el proyecto de Ley del Trabajo que en estos momentos está a discusión en aquella Cámara, y esto, señores compañeros, como bien lo sabe el honorable Diputado por Dolores Hidalgo, esto sí es motivo de un verdadero derroche de energías. El señor diputado por León sabe bien - y él siguió con atención este debate - que si en estos momentos retirásemos la ley a discusión en la Cámara de Senadores, sólo determinaríamos una verdadera pérdida de tiempo. ¿De qué es de lo que se trata? ¿De ahorrar discusiones inútiles? ¿De ponerse de acuerdo las comisiones del Trabajo de ambas Cámaras? Pues, señores, esto puede lograrse de cualquier modo. Es necesario que las comisiones del Trabajo de la Cámara de Diputados procedan a cambiar impresiones con las comisiones análogas de la Cámara colegisladora; pero, señores, para esto no es forzoso que la ley a discusión se retire del Senado; es un argumento verdaderamente pueril el decir que esta Ley del Trabajo que actualmente se discute en la Cámara de Senadores, tiene trescientos artículos y que esto ha de ser fundamento de larguísimas discusiones. La Cámara de Senadores no está obligada a aceptar esta ley formulada exactamente por trescientos artículos; cada Cámara puede, al recibir un proyecto que le envíe la Cámara colegisladora, modificarlo aumentando o disminuyendo el articulado. La Cámara de Senadores puede, pues, modificar el número de artículos, reduciendo este extensísimo articulado de trescientos en el cuerpo de la ley, y dos transitorios; puede reducir los preceptos de esta ley a cincuenta o sesenta claros, terminantes y sintéticos. La Cámara de Senadores puede también desechar por hoy, si lo cree conveniente, si esto resulta del cambio de impresiones de ambas Cámaras, puede rechazar capítulos enteros de la ley, y esto sí nos llevaría a ahorrar esfuerzos y energía que tanta necesidad tenemos de ahorrar. En consecuencia, lo que me permito sugerir es que se repruebe la proposición a debate y que no por eso desistan las comisiones de Trabajo de la Cámara de Diputados de la noble y alta finalidad que persiguen; que se ponga de acuerdo con las comisiones de Trabajo de la Cámara de Senadores y que, de acuerdo con ellas, presenten a la consideración del Senado, retirando previamente, si es necesario, el dictamen en estos momentos a discusión en aquella Cámara, un proyecto de ley más conciso, más perfecto y con un articulado mucho menor, condensado estos trescientos preceptos. Sabemos todos, en tesis general, cuáles deben ser las condiciones de una buena ley, reduciendo el extensísimo articulado a un pequeño número de preceptos claros, terminantes, categóricos, que no se presten en lo posible a confusiones, a discrepancias y errores de interpretación. Como creo que los compañeros están convencidos, como creo que los firmantes de la proposición son los primeros en reconocer que estoy de acuerdo con ellos en la finalidad esencial, que es la de ahorrar tiempo y esfuerzo para dar a la nación mexicana una Ley Reglamentaria del Artículo 123 a la brevedad posible, estimo impertinente insistir en mis argumentaciones. Me permito exhortar a los compañeros para que se rechace esta proposición, que aparte de llevarnos a perder el tiempo, es claramente contradictoria de lo preceptuado en el artículo 72 constitucional en los preceptos relativos a que aludí oportunamente. Pido, pues, compañeros, concretamente, que se rechace la proposición a debate y que los compañeros miembros de la comisión y firmantes de esta proposición, insistan en su noble propósito de trabajar, de acuerdo con las comisiones del Senado, para unificar la opinión dominante en ambas Cámaras y evitar los funestos excesos del sistema bicamarista, que consisten cabalmente en la divergencia de opinión entre una y otra Cámara colegisladora.

Presidencia del C. ROMO ALFREDO

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano diputado Rodríguez Guillermo.

El C. Rodríguez Guillermo: Señores diputados: Seguramente que para contender con mi querido amigo el compañero Manrique se necesita alguna voluntad, y yo quiero suplir mi insuficiencia con la voluntad que me anima en este asunto. El hechos concreto es éste: La Cámara de Diputados ha designado - yo creo que conscientemente - a sus comisiones del Trabajo, y las comisiones del Trabajo os aseguran, así, en una forma terminante, que esta Ley del Trabajo ha pasado de moda. Señores diputados, ¿qué no nos damos cuenta de la evolución social que se manifiesta en todo el mundo? ¿Qué no nos damos cuenta de que las agrupaciones obreras al ver la negligencia con que se trata la cuestión obrera, ellas solas, por su propia organización, han conseguido reglamentaciones más avanzadas todavía que la que se concede con esta ley? La ley aprobada ya por esta Cámara tiene muchos preceptos inaplicables y por eso las comisiones del Trabajo que habéis nombrado os viene a decir con toda honradez que esta ley ya no sirve; que es necesario modificarla. La Cámara de Senadores seguramente por no herir la susceptibilidad de los diputados, no nos rechaza el proyecto de plano y también por otra razón gravísima: Hemos dicho frecuentemente que la mayoría de los senadores era reaccionaria, y esa es la verdad, y aquellos individuos reaccionarios que estaban en la Cámara de Senadores han procurado darle tiempo al tiempo, aprobando los artículos fáciles, los pueriles; por esa razón después de dos años de estar el proyecto en la Cámara de Senadores hemos visto que sólo cincuenta artículos han sido aprobados y estos de los enteramente risibles, de los que ni siquiera merecen el honor de figurar en un reglamento interior de un taller. Esa ha sido la táctica de los reaccionarios que figuraron en las anteriores comisiones de Trabajo de la Cámara de Senadores; pero ahora que dichas comisiones en el Senado están integradas por hombres completamente identificados con el proletariado, nos han dichos que les ayudemos a convencer a los diputados de que la

ley referida es inadecuada. Dicen los legalistas: es anticonstitucional. Pero, señores, podemos esforzarnos un poco para que esta proposición se adapte o encaje en los mismos preceptos de la Constitución. Dice el inciso (e) que cuando alguna ley sea rechazada en parte, volverá a la Cámara de su origen, y esto es lo que sucede: se han aprobado cincuenta artículos en la Cámara de Senadores, quedando doscientos cincuenta por discutir y aprobar. Los senadores han confesado de plano que si siguieran la misma rutina que han seguido, seguramente que emplearían de dos años y no se expediría esa ley. ¿Cómo es posible que nos crucemos de brazos y nos procuremos dar una salida a esta situación? La salida sería retirar esa ley y comenzar de nuevo. El legislador tiene obligación de auscultar la opinión pública, tiene obligación de estar pendiente de las diversas manifestaciones de la sociedad para que por medio de una legislación adecuada procure encauzar esos movimientos esporádicos por un sendero de orden y de justicia. ¿Qué no hemos visto esas manifestaciones violentas de trabajadores libres y sindicalizados? ¿Qué no es necesario atender estas cosas? La mejor forma de atenderlas es enfrentarnos con los capítulos más urgentes. Entre éstos se encuentra el artículo cuarto; está el capítulo de accidentes etcétera. Y después de estar convencidos de esta necesidad hemos considerado que el camino más práctico es retirar del Senado esta ley y comenzar el trabajo en la forma que hemos propuesto. Yo creo que si ustedes no se han dado cuenta perfecta del asunto por la premura de este debate, serían convenientes uno o dos días de meditación para que ustedes se convencieran de que es el único camino para lograr lo que nosotros nos proponemos. El hecho concreto es que esta ley hace cuatro años que se expidió por la Cámara de Diputados y que, por lo tanto, es ya inadaptable; que los artículos aprobados ya no pueden tener aplicación, porque no vamos a ser tan mezquinos de mermarles a las organizaciones de trabajadores las conquistas que esas mismas organizaciones han conseguido al ver que no se reglamentaba el artículo 123. Es por esto que antes de dar un voto negativo a la proposición que se discute, os suplico que concedáis uno o dos días de tregua y os aseguro que después, mirando que el único camino para salir avantes de esta situación, aprobaréis la proposición que hemos sometido a vuestra consideración.

El C. Manrique: Pido la palabra en contra nuevamente.

El C. presidente: tiene la palabra el ciudadano Arce en contra.

El C. Arce Gustavo: Ciudadanos diputados: No puede menos de merecer un sincero elogio para mí, y un sincero fraternal aplauso de todos nosotros, la tentativa o el propósito de los compañeros Manlio Fabio Altamirano, Guillermo Rodríguez y de más firmantes de esta proposición, en cuanto que viene a demostrarnos, viene a indicarnos un propósito noble, un propósito digno de trabajar y de trabajar en algo que es de vital importancia y de suma trascendencia para la nación, puesto que se trata de la Ley Orgánica del Artículo 123 en que tanto interés tienen las clases trabajadoras. Merecería también unánime y general aprobación iniciativa, si no fuera porque en mi concepto hay un error al pretender presentar esta solicitud en la forma en que se presenta, porque en mi concepto va a ocasionar precisamente que continúe retardándose más y más la promulgación de la Ley del Trabajo. En la discusión que se ha suscitado se ha visto claramente que por formulismos, por cuestiones legales de las que no podemos prescindir, seguramente el Senado no podría, y con razón fundado en la ley, acceder a esta solicitud porque no podría legalmente hacerlo....

El C. Rodríguez Guillermo, interrumpiendo: Ya está de acuerdo.

El C. Arce, continuando: Hemos tratado repetidas ocasiones con las comisiones del Senado y con una gran mayoría de los miembros de la alta Cámara y todos están perfectamente dispuestos a trabajar de acuerdo con las comisiones de Trabajo y Previsión Social de esta Cámara y con todos aquellos diputados de buena voluntad que quieran dar su ideas, argumentos y razones sobre este particular para presentar con la mayor prontitud que sea posible distintos capítulos de la Ley del Trabajo a fin de que vayan poniéndose en vigor desde luego. Este sí sería un trabajo efectivo que tendería a obtener el resultado que nos proponemos, es decir, a procurar que inmediatamente se expida en el Senado la Ley del Trabajo; pero si nuestros colegas en la Cámara de Diputados insisten y desean hacer por sí mismos un trabajo fructífero, meritorio, les aconsejaría como lo más práctico - y en esto los miembros de las comisiones de Trabajo y Previsión Social sin duda que los ayudarían eficazmente -, que desde luego presentaran a la Cámara de Diputados proyectos o iniciativas de esas leyes que ellos desean expedir en substitución de la Ley del Trabajo expedida por la Cámara de Diputados, y entonces sí, yendo en esta forma estos proyectos a la Cámara de Senadores y procurando que se expidan desde luego, se dejaría sin discusión el proyecto general de la Ley del Trabajo. De otra manera, ¿qué garantía tendrá la Cámara de Diputados al retirar del Senado ese proyecto de ley aprobado en la Cámara de Diputados de que fuéramos luego a expedir, con la prontitud que se desea, los distintos capítulos o decretos que estamos ansiosos de poner en vigor? Mientras esos decretos, mientras esas iniciativas, mientras esos proyectos no sean sometidos a la consideración de la Cámara de Diputados para que aquí sean discutidos, no tendremos ningún fundamento legal, ningún fundamento de fuerza, ninguna razón poderosa para retirar de la Cámara de Senadores este proyecto que ya hemos remitido para su estudio. En realidad, si queremos hacer algo práctico y pronto, debemos procurar ir a ponernos de acuerdo con la Cámara colegisladora y procurar que desde luego se expidan, aunque sea en diversos, en sucesivos capítulos, los distintos artículos de Ley del Trabajo. E insisto en someter a la consideración de los distinguidos firmantes de esta proposición que, en todo caso, presenten desde luego, inmediatamente, a la Cámara de Diputados la iniciativas que ellos crean convenientes.

El C. Rodríguez Guillermo: Una interpelación. El compañero arce nos dice que qué garantía

ofrecemos a la Cámara, más que a la Cámara, a la nación y particularmente a los trabajadores, de que inmediatamente que se retire esta ley del Senado nosotros responderíamos presentando otra ley. Desde luego debo decir al querido compañero Arce, que precisamente el hecho de que esté discutiéndose en el Senado otra ley que engloba todos los postulados del artículos 123, nos impide presentar nuevos proyectos sobre la misma tesis. Al menos esta es la opinión de muchos compañeros a quienes yo he consultado. Yo mismo tengo proyectos en esta carpeta para presentarlos a la consideración de la Asamblea; pero como he dicho, se me ha manifestado que esta Cámara no los podrá discutir mientras se esté estudiando en el Senado la Ley del Trabajo. Yo aseguro al compañero Arce, que si nos acompaña el sábado que volveremos a reunirnos en el Senado, seguramente él, que está bienintencionado, nos ayudará a presentar esa iniciativa con tal forma que llene el objeto que nos proponemos y al mismo tiempo que no infrinja esa ley constitucional que en tantos casos violamos y ahora se trata, pues no sé de violarla, pero que en todo caso redundará en beneficio de los trabajadores. Para los que invocan esos legalismos, debo recordarles cómo a diario vemos los atropellos de los gobernadores a la soberanía municipal... en fin ¿para qué decir más cosas su ayer la prensa nos decía que le habían concedido el amparo a un muerto? (Risas) En este caso, ¿vamos a hacer la ley para los trabajadores, cuando los trabajadores hayan hechos la revolución social? Seguramente que no. Tenemos obligación de encauzar esta agitación general que existe en la República actualmente, y enfrentarnos con el problema en una forma práctica es hacer la ley por capítulos para que sea expedida cuanto antes, ya que los senadores han confesado de plano que así, englobada, no la harán en dos años.

El C. Arce: Voy a contestar con gusto al diputado y distinguido compañero Rodríguez. Comprendo su intención, quiero ayudar a ella porque es muy bienintencionada, porque es muy noble, pero quisiera también que encarrilara sus esfuerzos por un camino más práctico para conseguir más pronto lo que todos deseamos. Pongo como razón, no la legalidad como obstáculo para nosotros, sino que no depende de nosotros querer o no querer violar el precepto constitucional; si dependiera exclusivamente de nosotros echar una paletada de tierra encima de ese proyecto que está en estudio en el Senado, no pondría yo un solo, pero fundado en algún precepto legal, cualquiera que fuera; pero si no depende de nosotros, si aunque quisiéramos pasar por encima de los preceptos constitucionales con tal de expedir más pronto esta ley que tanto necesita el proletariado, seguramente que el Senado, fundado en la ley, nos contestaría que no procede lo que solicitamos, y con mucha razón nos diría: ¿cómo substituyen ustedes a este proyecto de ley que me vienen a pedir y que estoy estudiando? En la otra forma le remitimos nuevos proyectos que por el transcurso del tiempo y por las necesidades actuales del proletariado se imponen, aunque sean contradictorias o reformatorios de leyes anteriormente expedidas aquí y no sancionadas por la alta Cámara. La objeción que presenta el ciudadano Rodríguez no tiene razón de ser, porque si nosotros, aun tratándose de leyes ya promulgadas y plenamente en vigor, tenemos el derecho de expedir nuevas leyes modificando o derogando aquéllas, con más razón, con sobrado fundamento y acopio de pruebas y datos podemos expedir nuevas leyes o nuevos decretos en la Cámara de Diputados mientras en la Cámara de Senadores no se hubiese expedido el proyecto enviado por la Cámara de Diputados. ¿Qué razón, puede objetarse a un procedimiento legal como éste si la Cámara de Diputados considera ahora que los artículos de la Ley del Trabajo no prestan las suficientes garantías, no consagran suficientemente los derechos y prerrogativas de los trabajadores? ¿por qué no expedir inmediatamente las leyes que estos trabajadores necesitan? Yo aplaudo sinceramente la idea de los iniciadores, el proyecto que presentan, pero quisiera que realizaran algo más práctico. Vamos a formular inmediatamente aquí los capítulos o los distintos decretos que sean necesarios y con toda buena voluntad los discutiremos brevemente, en el menor espacio de tiempo posible, y los remitiremos inmediatamente a la Cámara de Senadores para que allí sean estudiados. Podríamos gestionar ante la Cámara colegisladora que por tratarse de proyectos de ley de conveniencia pública, de utilidad nacional, se estudiaran preferentemente, y en ese caso, después de expedidos todos esos decretos, al tratarse del estudio de la Ley del Trabajo de hace tres años, tendrán que resolver que estando ya expedidas leyes, reglamentando todos los postulados que consagra el artículo 123, no tiene razón de ser aquélla y será a la Cámara de su origen. Esto es lo verdaderamente práctico y es lo que me permito proponer a la consideración de ustedes.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano González Julián S. en pro.

El C. González Julián S: Señores diputados: A la moción que ocupa actualmente la atención de ustedes se han hecho ataques que podemos calificarlos en dos órdenes: ataques desde el punto de vista legal, y ataques desde el punto de vista político - parlamentario. Los primeros, insinuados desde la curul por el compañero García Téllez y por algunos otros compañeros, me parece que no tienen la suficiente base para poder competir en este duelo en que estamos empeñados los que miembros de la Comisión del Trabajo y Previsión Social, venimos a sostener a esta tribuna la necesidad imperiosa de que marchemos un poco adelante, de que demos siquiera un paso más en el terreno de las necesidades nacionales. Se ha dicho aquí - y lo insinuó primeramente también el compañero Gandarilla - que lo moción presentada por las comisiones del Trabajo y Previsión Social no descansa en una argumentación constitucional o, cuando menos, no está amparada por algún artículo de la Constitución o del Reglamento de Debates de esta Cámara. Yo, acumulando los escasos conocimientos que puedo aportar en esta tribuna, voy a permitirme manifestar, respondiendo las aseveraciones de los impugnadores desde el punto de vista constitucional de la moción que se ha

presentado, que el artículo 72, en su fracción (f), dice:

"En la interpretación, reforma o derogación de las leyes o decretos, se observarán los mismos trámites establecidos para su formación."

Parece que en esta fracción descansa toda la argumentación constitucional en contra de la moción que hemos venido a presentar. Como claramente se dice en esta fracción, las leyes o decretos no podrán ser reformados a menos que sufran el mismo proceso de su formación; pero como en el presente caso no se trata de una ley ni decreto, sino de una ley medianamente aprobada, de una ley que ha salido de esta Cámara, pero no habiendo recibido la sanción del Senado, automáticamente deja de ser ley para convertirse en un proyecto medianamente aprobado, la fracción (f) del artículo citado, por lo tanto, no tiene razón de ser, puesto que es una fracción que cabe exclusivamente en tratándose de leyes o decretos que ya están en vigor, y este proyecto de ley aún no está en vigor, pues en una de sus disposiciones transitorias dice que comenzará a regir desde la fecha en que se promulgue, y aún no ha sido promulgada. Entiendo que no hay una sola razón de peso, que la Constitución de la República no dice absolutamente nada que pueda impedir que esta ley pueda ser traída nuevamente al seno de esta Cámara para que sufra otra vez el proceso de su discusión lenta, si se quiere, pero quizá traiga más beneficios a las clases laborantes por venir a hacerse en un nuevo medio después de cuatro años al calor de las hogueras revolucionarias de la humanidad.

Ahora podemos traer nuevos principios aprendidos en la escuela de la experiencia; podemos traer nuevas energías y un conjunto juvenil de esfuerzos para venir a ofrendar ante las redentoras ideas de la humanidad. Si, pues, la Constitución no prohibe, como no pueden demostrarlo los impugnadores de esta ley, que esta ley sea devuelta al seno de esta Cámara, previo acuerdo económico de la misma, ¿entonces en qué se basa la aseveración contraria, para impedir que esta Asamblea apruebe la moción que hemos presentado las comisiones unidas de Trabajo y Previsión Social? Es indudable que los señores constituyentes de Querétaro, al hacer el artículo 72, se refiere a la iniciativa y formación de las leyes, no tuvieron en cuenta que podría haber habido en el Senado una mayoría indolente y perezosa que, desatendiendo los llamados del deber, se olvidara de que está en la precisa obligación de dar al país y a las clases laborantes una ley que venga a resolver los grandes problemas que se suscitan a diario entre los dos factores decisivos: el capital y el trabajo. Los legisladores que hicieron esta ley no tuvieron en cuenta que pasarían cuatro largos años - de 1918 a 1922 -, en que las clases trabajadoras carecerían de ese reglamento necesarísimo para resolver los conflictos diarios que se suscitan. Pues bien; si los legisladores de Querétaro no tuvieron eso en cuenta; si por un olvido de nuestros predecesores en la legislación, no se pudo prever este caso, ¿entonces por qué no podemos nosotros, por qué no puede la soberanía de esta Cámara cuando menos hacer un intento para que vuelva al seno de la misma el proyecto de Ley del Trabajo, que en un principio es malo, desde que cataloga todas las necesidades y todos los problemas del trabajo, si dar libertad para que sean desmenuzados, para que se presenten en forma de capítulos, para que se presenten concretamente de acuerdo con las distintas necesidades de las regiones y una de la clase de trabajo de la colectividad? Las objeciones hechas por el compañero Manrique, señores diputados, y que ya son de otro orden, puesto que constitucionalmente muy poco ha dicho en contra de la moción que hemos presentado, creo que tienen muchos menos peso todavía, porque los hemos traído a esta Cámara la moción a que estamos haciendo referencia, los que hemos pedido a la Asamblea que apruebe que sea traída nuevamente a la Cámara para su discusión la Ley del Trabajo ya aprobada por la misma, no hemos tenido en nuestra mente la idea de que no tomemos en cuenta la obra hecha por la XXVIII Legislatura; no se nos ha ocurrido, compañero Manrique, despreciar el trabajo hecho por los legisladores de la XXVIII Legislatura . Al contrario, si la ley, como es natural, tiene algunos postulados que se adapten al medio y a la época en que estamos viviendo: si la ley tiene algunos postulados que estén de acuerdo con los nuestros, lo lógico será que la aprobemos en estas partes, sufriendo solamente las modificaciones inherentes al medio en que vivimos, a los cuatro años que han pasado desde que esa ley fue al Senado para que durmiera allí el sueño de los justos. Por lo tanto, señores, yo, como firmante de esta proposición que se debate, sostengo que esta Asamblea puede hacer esa tentativa para traer nuevamente a esta Cámara el proyecto de ley y estudiarlo dividiéndolo en las distintas fracciones en que deba dividirse una ley de la magnitud de la que se está tratando. Yo creo que bien merecemos nosotros recrearnos con la satisfacción, bien merecemos sentir el regocijo interno cuando vayamos a nuestros distritos y podamos decirles a nuestros comitentes que la juventud de esta Cámara ha querido cumplir con su deber, pero que se ha estrellado contra la roca granítica de la vejez senatorial. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado García Téllez.

El C. Manrique: Pido la palabra. Hago constar que estoy anotando.

El C. presidente: En su turno se le concederá la palabra.

El C. García Téllez: Señores diputados: La comisión ha fundado su proposición sobre la necesidad de que se expida inmediatamente o cuanto antes una ley que satisfaga las nuevas tendencias sociales; pero la comisión no lo ha sabido hacer, porque la comisión tiene medios constitucionales para lograr de una manera más pronta y más efectiva el fin que desea. Desde luego, la proposición que hace la comisión es inútil, inoportuna, ilegal e innecesaria; es inútil, porque tiene otros medios estrictamente constitucionales que le facilitan llegar a su deseo en la forma más inmediata; los medios son los siguientes: primero, es muy sencillo proponer a la Cámara de Diputados el proyecto de ley que desea y no importa que, aun cuando esté pendiente en el Senado un proyecto sobre una misma materia, se presente sobre esa misma materia un proyecto distinto. Luego si la Cámara desea que cuanto antes se entre al estudio del

problema que ingentemente necesita resolverse, el camino lo tiene directo, el camino lo tiene amplio, y es el de presentar ante esta Cámara cuanto antes, cuando lo crea conveniente, cuando lo haya estudiado, la iniciativa de ley que desea y que venga a reformar que no es ley y que está siguiendo solamente un curso reglamentario constitucional. Si la comisión, de acuerdo con la comisión, de acuerdo con la comisión del Senado, presenta la iniciativa de ley, entramos de lleno al estudio del asunto que se desea, sin necesidad de dar un paso en falso ni cometer una violación constitucional. Esta es la forma más sencilla, la forma más indicada; por el contrario, la forma que proponen es ilegal, ilegal sencillamente porque se ha venido a sostener aquí una doctrina constitucional que está desde luego en contra de nuestra misma organización política, del texto expreso de la Constitución federal, que define cuál es la manera de obrar en estos casos.

Desde el punto de vista constitucional se dice que lo que la ley no prohibe, le está permitiendo al Congreso de la Unión. Señores: basta leer el artículo 124 constitucional, para saber que las Cámaras sólo pueden obrar con facultades expresas. Desde luego, quiere decir que la Cámara sólo puede hacer lo que le está expresamente permitido, y no se necesita que haya prohibición expresa para que no tenga facultad de obrar. Basta leer el artículo 124 constitucional. Además, si se presenta el caso de que esté en el Senado aprobada una parte de la ley y otra parte no, les voy a proponer, además de lo que ya se indicó, que es el medio más legal, más expedito, el de presentar una iniciativa, esta otra proposición: Si está ya aprobada una parte que no satisface a las necesidades actuales, basta con que al pasar al Ejecutivo, el Ejecutivo le objete y la devuelva a la Cámara de su origen para que ahí la discutan nuevamente. Esto, en lo que se refiere a la parte aprobada; en lo que se refiere a la parte no aprobada, basta también que, con fundamento en una fracción relativa del artículo 72 constitucional, el Senado la deseche de plano para que la devuelva aquí.

El C. González Julián S.: Una interpelación, compañero. Decía usted hace un momento, compañero García Téllez, que lo que la Constitución no autoriza legalmente que se haga, que tácitamente queda prohibido de hacerse. Yo pregunto a usted: ¿en qué artículo de la Constitución se previene que cuando la Cámara colegisladora, no devuelva con las modificaciones o aprobado un proyecto de ley que pase de otra Cámara, que no devuelva este proyecto? ¿En qué artículo de la ley se dice que en ese caso la Cámara de su origen puede estudiar otro nuevo proyecto? Usted me contestará que la lógica lo dice; pero ya ve cómo la Constitución no lo dice y, por lo tanto, hay cosas que no diciéndolas la Constitución.....

El C. García Téllez, interrumpiendo: Seguramente que el señor no ha leído el artículo 72; allí se da capacidad para que se funde, para discutir cualquier proyecto de ley. Con fundamento en ese artículo constitucional no solamente en este caso, sino en cualquier otro, puede estudiar la Cámara cualquiera iniciativa, cualquier proyecto. De manera que queda desechada de plano la doctrina de las prohibiciones expresas. Quiero hacer, para terminar,, esta sencilla aclaración: no sería consecuente ni con el partido a que estoy afiliado, ni con las ideas socialistas que siento palpitar y con las cuales me he identificado aun a costa de muchos sacrificios y aun a costa de muchos ataques virulentos en mi tierra, y se he venido a fundarme en este artículo constitucional, es para decir la forma más expedita y más legal para llegar al resultado que se desea, es que creo que la comisión seguramente - y perdóneme es este caso - no ha sabido buscar el medio más expedito para satisfacer las necesidades de la clase obrera, las cuales pueden quedar satisfechas presentando otra iniciativa tan pronto como los señores lo deseen.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Policarpio Mercado.

El C. Mercado Policarpio: Señores diputados: Sin ser miembro de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, pero sintiéndome obligado a venir aquí a agregar mi grano de arena para los anhelos de la clase trabajadora del Distrito Federal y de los Territorios, vengo a esforzarme, aunque mi inteligencia no me permita desarrollar aquí una peroración que fuera del agrado de la Asamblea, pero que más bien dejaría de cumplir con mis obligaciones, ya que he tenido la grandísima suerte de que por el distrito de San Angel, centro de trabajadores, donde se encuentran establecidas seis fábricas del ramo textil, se viniera aquí a estar concretándome a oír las discusiones sin venir a abonar las aspiraciones muy justificadas de la Comisión de Trabajo y Previsión Social.

Se ha dicho aquí, se ha cuidado más bien, con un escrúpulo infinito del respeto a la Constitución, a la que altamente debemos respetar todos, y yo soy el primero; pero, señores diputados, si por el respeto a esa ley suprema vamos a estar sujetando las mil privaciones que tienen los trabajadores del Distrito Federal, no habremos estado a la altura de nuestros deberes. Si esto lo fuéramos a hacer a base de la maldad, a base de equivocación, a base de perversidad, se nos tacharía entonces como intransigentes; pero véase ante esto que hay una necesidad, y una necesidad, señores, que estoy seguro que la mayoría de los ciudadanos diputados desgraciadamente desconocen. Yo que he vivido dentro del seno de los trabajadores, estoy convencido de que a menos que no haya una ley que ponga coto a los abusos que a diario cometen los industriales, éstos siempre se estarán burlando no solamente de la ley, sino de los derechos más humanos a que tienen derecho esos mismos trabajadores, que no están pidiendo por favor la reglamentación de esta ley, sino que supieron componer los batallones rojos para ir a los campos de la lucha a conquistar esta ley que todavía no se les da. por esta razones, señores, yo vengo a suplicar a la Asamblea que se incline a conceder la petición formulada por la Comisión de Trabajo y Previsión Social. Repito que no se trata aquí de ser irrespetuosos con la ley, por un capricho, por una intransigencia, sino que se tiene en cuenta la necesidad que hay de reglamentar cuanto antes esa ley, que si nosotros no movemos estos hilos, se ha dicho aquí ya, y sería ocioso repetirlo, que si dejamos este asunto en el Senado, esto ocasionaría que pasaran otro u otros dos años sin que esa ley saliera en vigor. Debemos tener en cuenta,

señores diputados, que en Distrito Federal, donde abundan más inteligencias, donde hay más ilustración, esta ley no ha podido salir, no se ha podido poner en vigor, con vergüenza de algunas legislaturas locales que sí ya han reglamentado esta ley, bien o mal, pero los trabajadores de algunos Estados están disfrutando ya de esos provechos y de esos beneficios que fueron a conquistar al campo de la lucha. Como el tener en cuenta las opiniones de algunos señores diputados de que se hicieran nuevos proyectos de ley para que siguieran el mismo curso del que se está estudiando en el Senado, vendría a agregar considerablemente el trabajo a los señores senadores, que por esta vez creo que están animados de buena intención para trabajar sobre este sentido, seguramente, en mi concepto, iría a entorpecer los trabajos dedicados o ya encaminados por el Senado.

Por esta razones, señores, yo vengo a suplicar, en nombre de los trabajadores de San Angel, que se decidan a ayudarnos en este sentido para que esa ley vuelva a la Cámara y los elementos nuevos, los hombre que venimos por primera vez, tengamos oportunidad de agregar nuestro grano de arena, y de este modo demostrar a los trabajadores que nos han mandado aquí, que no hemos venido a ser unas figuras decorativas, sino que tenemos los firmes propósitos de venir a corresponder a la confianza con que ellos nos han distinguido. Vuelvo a repetir, señores, que a nombre de los trabajadores de San Angel, yo les ruego de la manera más encarecida se inclinen en favor de la petición que hace la Comisión de Trabajo y Previsión Social. No pueden ustedes siquiera calcular los mil atropellos que cometen esos infames industriales, en que su mayoría son extranjeros, y por esta razón jamás se compadecen de los sentimientos de nuestros hermanos los trabajadores, y por esto que, deseosos de que esta ley les vaya a servir de base, venimos - yo agregado a la Comisión de Trabajo y Previsión Social - a solicitar esto que va seguramente a atropellar a la ley, porque viene con toda buena intención y con toda buena fe.

El C. secretario Gandarilla: Habiendo hablado........

El C. Manrique: Para una aclaración.

El C. Altamirano Manlio Fabio: La comisión pide la palabra.

El C. Manrique: Para una aclaración.

El C. Altamirano Manlio Fabio: La comisión pide la palabra.

El C presidente: En vista de que ya han hecho uso de la palabra tres oradores en pro y tres en contra, se va a preguntar a la Asamblea si este considera suficientemente discutido este asunto.

El C. Manrique: La comisión pide la palabra para hacer una aclaración.

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

El C. Altamirano Manlio Fabio: Señores diputados: Efectivamente, ni Luis Morones, ni Guillermo Rodríguez, ni Guillermo Fernández, ni Pedro de Alba ni todos los que nos reunimos en el Senado para tratar esta ardua cuestión, pensamos en los resquicios legales que hoy traen el tapete de la discusión los abogados de esta Cámara. Nosotros, aunque algunos somos abogados - y hago la aclaración de que no somos litigantes -, con nuestro entusiasmo, con nuestro anhelo de hacer algo que no sea el camouflage que ha presenciado el pueblo trabajador durante tantos años, nos olvidamos por un momento de estos resquicios legales, y con toda buena voluntad todos nosotros creímos que el mejor medio para encauzar nuestros trabajos por otro camino, era retirar, de acuerdo con la mayoría de los señores senadores, porque creo, según el parecer del compañero Pedro de Alba, que ya están de acuerdo en este punto, creímos conveniente retirar el proyecto presentando esta proposición. Yo considero, como muchos compañeros, que no hay precepto legal expreso, como decía el señor García Téllez, que prohiba a la Cámara de Diputados retirar un proyecto de ley enviado por esta misma Cámara; lo que nosotros pretendemos es que el pueblo trabajador vea que vamos hacer algo efectivo.

Durante tres o cuatro legislaturas se les ha estado diciendo a las agrupaciones obreras por todos los diversos candidatos que vienen a ocupar aquí un curul: "elígeme a mí, que yo voy a hacer en la Cámara todo lo posible por reglamentar el artículo 123 y 27 constitucional". Y pasan Legislaturas y pasamos el tiempo aquí muchas veces en discusiones que no conducen a nada, y el pueblo, vigilante, hasta que llegue el momento en que pierda la paciencia esperando en las galerías de esta Cámara que se le den las leyes que tanto ambiciona y que ha esperado con demasiada paciencia. (Aplausos.) Han pasado muchas Legislaturas y no hemos hecho más que obra de camouflage nosotros, y tienen razón los trabajadores en tildarnos y en befarse de nuestra obra; yo les aseguro a ustedes que la Alianza de Ferrocarrileros, yo les aseguro a ustedes que la Confederación Regional Obrera, les aseguro a ustedes que otras muchas agrupaciones del ramo textil, del ramo minero y ferrocarrilero, que son los ramos más importantes de la República, han hecho en su obra particular, en su lucha diaria contra el capitalismo - no contra el capital, contra el capitalismo -, han hecho ellos, con sus escasas inteligencias - porque no han pasado por las aulas, por los colegios preparatorios, ni por escuelas profesionales, sino que han aprendido lo poco que han podido aprender en sus horas de descanso -, han hecho obra más efectiva y más seria que doscientos cincuenta diputados con treinta y tres pesos diarios de sueldo, sin tener que hacer durante todo el tiempo. Yo les aseguro a ustedes que las agrupaciones ferrocarrileras no cambiarían sus contratos de trabajo, no cambiarían sus reglamentos interiores por la famosa Ley del Trabajo de la XXVIII Legislatura que se encuentra en estos momentos en el Senado; ¿por qué, señores, vamos a levantar una estatua a la obra de la XXVIII Legislatura y vamos a hacer de la obra de ella algo intocable? No, ¿qué durante cinco años no sabemos que ha evolucionado el derecho industrial, el derecho de los obreros de una manera formidable? ¿Vamos nosotros hoy a sostener los mismos principios de hace cinco años? Indudablemente que no. Los compañeros del ramos textil tienen hechos - lo sabemos todos nosotros - adelantos mucho mayores, tienen concesiones más grandes, tienen mayores atenciones por medio de sus contratos que ellos mismos han hecho, que ellos mismos han fraguado con respecto

a los patrones, que los que les concede el mismo proyecto de la XXVIII Legislatura; de modo, señores que en gran parte esos principios tenemos nosotros que reformarlos de acuerdo con el sentir de los actuales obreros, de las actuales agrupaciones de trabajadores; por eso nosotros, pasando, si se quiere, sobre un puntillo legal, que es muy discutible, queremos hacerlo, compañero García Téllez. No venimos listos efectivamente para discutirlo de un modo profundo legal como lo discutiríamos en el Colegio de Abogados, o de eso que se reune allí, congreso de quién sabe qué cosa, de pobres viejos de ideas muy luminosas, de muy buena voluntad y todo, pero que no sienten, que no tienen el espíritu que tenemos nosotros, que sentimos y pensamos con la época. De modo que el punto de fondo constitucional es muy discutible. Yo creo que se ha llegado el momento de, pasando aunque sea sobre algún puntillo legal que no debemos tener escrúpulos en vulnerar, porque, como decía el compañero Rodríguez muy bien, escrúpulos debían tener los gobernantes para no pasar sobre la ley constitucional todos los días y a cada minuto; (Aplausos.) escrúpulos debían tener los que creen que estamos todavía dentro de los derechos del liberalismo clásico; escrúpulos debían tener ellos para no violar la Constitución en todos los sentidos. Pero nosotros, aunque vulneráramos en un punto esa Constitución, estamos justificados, porque lo que queremos es que nuestra revolución social en México se verifique efectivamente, se verifica, pero no se verifique como se ha verificado en otras naciones por convulsiones tan brutales que las han puesto a la orilla de la pobreza, a la orilla de la matanza y del pillaje. Queremos nosotros hacer un esfuerzo para encarrilar todas las ansias del proletariado mexicano, y estén ustedes seguros de que si nosotros desoímos la voz de las agrupaciones obreras, si nosotros desoímos la voz de las agrupaciones campesinas, si nosotros desoímos, en una palabra, la voz del proletariado mexicano, no tendremos derecho a quejarnos mañana, cuando revolución efectiva, la revolución por medio de las armas, la lleve a cabo el mismo proletariado de México. (Aplausos.)

Presidencia del C. ARCE GUSTAVO

El C. García Téllez: Pido la palabra para una aclaración corta.

El C. Manrique : Yo la había pedido antes.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano García Téllez. (Voces: ¡Ya, hombre!)

El C. García Téllez: Hacemos a un lado todo el punto legal. Si a usted le propusiesen, si usted desease llegar al salón y uno le indicase que entrase por la puerta y usted se empeñase y enterase por la gatera, ¿qué opinaría de ello? (Murmullos.)

El C. Altamirano Manlio Fabio: Eso no se contesta.

El C. García Téllez: Pues es el caso, señor, que en lugar de retirarse la ley del Senado, tendría que volver a la comisión para que le hiciese las reformas que creyese convenientes, y presentarla nuevamente a la Cámara. Pues nosotros deseamos no perder ese tiempo, sino que desde luego la comisión entre a estudiar las reformas que juzgue pertinentes, entre a estudiar cuáles son las reformas conducentes para llegar de lleno al estudio del asunto.

El C. Gandarilla: Pido la palabra para interpelar a la comisión. En uso de un derecho que tengo, pido la palabra para interpelar a la comisión.

El C. Altamirano Manlio Fabio: Antes voy a hacer una aclaración a lo dicho por el compañero. (Campanilla.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Altamirano.

El C. Altamirano Manlio Fabio: La aclaración, la pregunta del compañero no tiene contestación, por eso no la contesto; solamente quiero aclarar, y esto quiero que lo sepa con beneplácito - porque así debe ser - la Cámara de Diputados, que hemos iniciado, ayudados eficazmente por el compañero Pedro de Alba, una corriente de entendimiento, una corriente de verdadera, armonía entre el Senado y la Cámara de Diputados, porque han sido una verdadera desgracia, no para nosotros, las diferencias tan marcadas entre los colegisladores, entre la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores. Hoy nosotros nos empeñamos - cuando menos en la cuestión del Trabajo -, ya que nos interesa mucho a nosotros en general y en lo particular por nuestro prestigio de líderes, por nuestro prestigio de obreristas, nos hemos empeñado en que se establezca una corriente de armonía entre los señores diputados y los señores senadores a fin de que, si es posible, en la discusión de esta ley, cuando se traiga aquí y cuando se lleve allá, no haya discrepancia de fondo en todos los puntos que va a abarcar esta ley.

El C. Gandarilla: Pido la palabra. Quiero hacer gracia a la Asamblea de emitir mis opiniones sobre el convencimiento que tengo de la buena intención del compañero Manlio Fabio Altamirano, y quiero hacer gracia de emitir estas ideas, porque quiero hacerle una interpelación concreta y que quiero que me conteste también concretamente.

Desde luego, afirma él y yo estoy con él en esa afirmación, que la mayor desgracia para el pueblo mexicano, por lo que ve a lo que se han retardado las leyes necesarias para su mejoramiento, la mayor desgracia estriba en que el Senado las iniciativas buenas siempre duermen el sueño, el sueño eterno de los justos, y me extraña ver que un revolucionario, que un hombre violento y entusiasta como el compañero Altamirano, que nos venga a hacer el panegírico del Senado, diciendo que están en componendas amistosas y que así se obtendrá pronto, cuanto antes, la legislación que mejore la situación del obrero. Yo tengo la convicción íntima de que si Manlio Fabio Altamirano, como dijera en esta tribuna, no quisiese que los diputados viniesen aquí a dormir y a recibir treinta y tres pesos diarios, que tanto canta, él debiera inmediatamente, en unión de las comisiones de Trabajo y Previsión Social, de presentar esa iniciativa de reformas al artículo 123 constitucional. ¿Qué nos importa, compañero Manlio Fabio Altamirano, que haya una

legislación de la XXVIII Legislatura, que usted sabe que es mala? ¿Qué nos importa que el Senado acabe o no acabe esa legislación? Usted y los demás miembros de la comisión deberían trabajar de noche y de día, deberían presentar aquí en la Cámara un proyecto de reformas o de reglamentación del artículo 123, todo lo avanzado que usted quiera, y la Cámara, como un solo hombre, tengo la seguridad de que lo votaría. Y entonces, presentado aquí ese proyecto, enviarse al Senado. ¿Y qué nos importe que haya ahí otra ley, si en uno de los incisos, al final de esta reglamentación nueva de ustedes, se pone esto: se derogan las legislaciones anteriores? Y así salvaría su responsabilidad la Cámara, y si el Senado no aceptaba esas reformas nuevas o esa reglamentación propuesta por ustedes, allá el Senado con su culpa, la culpa negra que tiene y que tendrá mientras existan en el Senado hombres que no son revolucionarios. (Aplausos.)

El C. Altamirano Manlio Fabio: Aunque no me hizo ninguna interpelación el señor Gandarilla...

El C. Gandarilla: ¿Me permite que se la concrete compañero? Se la hice, pero no la entendió usted. (Murmullos.)

- El C. Altamirano Manlio Fabio:...voy a contestar a sus palabra. Nosotros no queremos jugar a la pelota con la responsabilidad en la omisión de la expedición de esta ley con el Senado y nosotros; no, señores; nosotros no queremos eso.

El C. Gandarilla: Pues a darla.

El C. Altamirano Manlio Fabio: Nosotros queremos que se dé esa ley, eso es lo que queremos...

El C. Gandarilla: Pues a darla.

El C. Altamirano Manlio Fabio: Respecto a lo que dice el compañero Gandarilla de que vengo a cantar loas en favor del Senado, no compañero Gandarilla, es que en el Senado hoy, para beneficio de nosotros, para beneficio de las clases trabajadoras, hay un grupo de jóvenes que se empeñan en mover a toda la masa retardataria de los que no son jóvenes del Senado y estamos resueltos a llevar a cabo nuestra obra, aunque sea, compañero Gandarilla, vulnerando un puntillo, un precepto constitucional. En cuanto a las reformas que me aconseja el compañero Gandarilla, no las haré yo, señor Gandarilla; esté seguro de que si yo viniera aquí a proponer las reformas que muchas veces bullen en mi cerebro, y que he aprendido y que sigo aprendiendo porque sigo estudiando, yo creo que muchos compañeros diputados saldrían asustados por esa puerta de enmedio. (Aplausos.) Porque dirían: "esto no es posible; esto es, como dicen todos los reaccionarios del mundo, echar abajo el orden establecido". Ese orden establecido que tanto les encanta a los reaccionarios, y que tanto nos quita el sueño a los que no somos reaccionarios: el orden establecido. Es lo que queremos destruir precisamente, el orden establecido; contra ese orden vamos los revolucionarios; ¿qué no podemos en estos momentos? no es culpa de nosotros; pero esos proyectos de ley vendrían aquí, vendrán aquí traídos por los obreros, por los trabajadores, por los agricultores de la República Mexicana y ojalá que entonces tenga yo la gloria de ser uno de los portavoces de los obreros y de los campesinos de la República. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Manrique.

El C. Manrique: Dos brevísimas aclaraciones me propongo hacer: es necesario que se entienda, compañeros que ni los oradores del pro ni los del contra estamos sosteniendo aquí puntos de vista antitética, puntos de vista radicalmente diferentes; ni Manlio Fabio Altamirano, ni Rodríguez, ni Julián González, de un lado, ni García Téllez, ni Gustavo Arce, ni Manrique, del otro, representan, ora de los obreros, ora al proletariado, ora a la burguesía; no son los nuestros puntos de vista antitéticos; estamos de acuerdo, y así lo dije expresamente desde el momento en que la finalidad que anima a los proponentes es buena; estamos de acuerdo en la finalidad, cual es la de dar al Distrito y Territorios federales a la brevedad posible un código de trabajo, una ley reglamentaria del artículo 123 constitucional; pero si de acuerdo en la finalidad, diferimos en el procedimiento, y aquí de la rectificación o aclaración a los conceptos del compañero Mercado: ninguno de nosotros ha invocado el respeto a la ley; habríamos invocado el respeto a la Constitución en ocasión en que alguien pretendiese vulnerar la Constitución Política en lo que la Constitución Política tiene de respetable para el pueblo mexicano; es decir, en cuanto a lo que garantiza la vida e intereses comunes de ese mismo pueblo; pero la intención de los firmantes es buena, ¿a qué invocar el respeto a la ley? No hemos invocado el texto constitucional, porque deseemos que se obedezca siempre a la letra del precepto, lo hemos invocado simplemente, porque este sistema establecido por el artículo 72 constitucional para decidir sobre la forma en que deben discutirse sucesivamente los proyectos de ley en las Cámaras colegisladoras, porque este sistema, digo, no es improvisación ni un producto del acaso, porque este sistema descansa en la experiencia de algunos años, porque este sistema es algo perfectamente estudiado que no puede improvisarse y que no puede desecharse al impulso del capricho y de la veleidad dominantes en una asamblea; por esto hemos invocado el artículo 72 constitucional; no hemos hablado del respeto a la ley; hemos hablado - y fue esta mi expresión - de ahorro de energías, de ahorro de tiempo. ¿Lo que se quiere es el Distrito y los Territorios federales tengan una ley orgánica del 123 a la brevedad posible? Pues ahorremos tiempo, aprobando la ley en que estos momentos se discute en el Senado. Y por aprobar la ley que en el Senado se discute, no se crea que entiendo aprobar el dictamen de las comisiones con sus trescientos dos artículos; ya hemos dicho, y lo saben quienes tienen alguna experiencia parlamentaria, que las facultades de las comisiones dictaminadoras son amplísimas. El procedimiento que yo he sugerido a la consideración de las comisiones del Trabajo de ambas Cámaras es este, sencillísimo: que en la Cámara de Senadores pide permiso la comisión para retirar el dictamen que en estos momentos se discute, para retirar ese dictamen y no presentarlo modificado sino después de haber cambiado

impresiones con la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados. Cuando la Comisión del Trabajo de la Cámara de Senadores haya obtenido el permiso para retirar el dictamen y lo presente posteriormente modificado, entonces sí se habrá ahorrado tiempo; entonces el vastísmo articulado, este proyecto de ley de trescientos dos artículos, reducido a cincuenta, sesenta o setenta y cinco preceptos claros, expresos y terminantes, será más brevemente discutido, será brevemente discutido en la Cámara de Senadores, y cuando venga a esta Cámara de Diputados, en la que ya la opinión se habrá unificado previamente, merced a esta habilísima y audabilísima estrategia que inician ahora los compañeros Altamirano y Pedro de Alba, es decir, el entendimiento entre las dos Cámaras, el acuerdo entre las dos Cámaras, cuando eso se haya logrado y cuando el proyecto aprobado ya por la Cámara de Senadores, venga a esta Cámara, entonces señores diputados, no provocará ya nuevas discusiones, sino que pasará inmediatamente, acto continuo, al Ejecutivo para su promulgación, y entonces sí en noviembre o diciembre tendrán el Distrito Federal y los Territorios un Código del Trabajo. De otra manera, compañeros, si aprobamos lo que ahora se quiere, por el momento la Cámara de Diputados indica a la de Senadores que retira el proyecto de ley...

El C González Julián S., interrumpiendo: Pues eso es lo que queremos.

- El C. Manrique, continuando:.... retirado el proyecto de ley, no hay ya proyecto de ley aprobado, y entonces estas comisiones estudian y tendrán que comenzar por presentar un proyecto de ley en cualquiera de las dos Cámaras, ora en el Senado, ora - y es esto lo indicado y es éste el propósito dominante en la Cámara de Diputados, y entonces este proyecto se discutiría, y luego de discutirlo aquí pasaría al Senado, y el Senado tendría derecho a enviarlo al seno de sus comisiones, las cuales, por respeto, y decoro, y orgullo de corporación, natural y humanismo, tendrían cuidado de presentar dictamen después de haber estudiado por lo menos una o dos semanas, y este dictamen sufriría todos los trámites reglamentarios que quiero suponer que se aprobasen y pasaría a discusión y la motivarían más o menos seria y más o menos dilatada en la Cámara colegisladora, y es ahorrar tiempo, compañeros. ¿A qué entonces, argumentar, compañero Altamirano y compañero Rodríguez, sobre las necesidades de los tiempos? Estos argumentos serían pertinentes si alguno de nosotros hubiese venido a decir que la ley aprobada en 1918 debía considerarse como obra definitiva, eterna, ne verietur. No señores: queremos que se modifique y perfecciones la ley aprobada en 1918, de acuerdo con las indicaciones de la experiencia, la intensa, la riquísima experiencia ganada, obtenida por la humanidad en estos cuatro años de intensa lucha. ¡Ya lo creo que se ha avanzado de 1918 a 1922! Que no se entienda, pues, que ninguno de nosotros, ni García Téllez, ni Arce, ni Manrique abogan por la ley aprobada 1918 por la XXVIII Legislatura; que se entienda que estamos de acuerdo en el propósito fundamental de expedir, a la mayor brevedad posible, una Ley Reglamentaria del Artículo 123. Lo único que queremos decir es que el procedimiento propuesto por los firmantes de esta proposición no nos conduce al ahorro de tiempo que deseamos, nos conduce a derrochar tiempo y energía, que tanto necesitamos. Si yo quisiera obtener un aplauso de mis amigos de las galerías, compañero Manlio Fabio Altamirano, también yo podría hablar de reformas sociales radicalísimas; no es éste el momento, yo estoy de acuerdo con las finalidades perseguidas por el compañero Altamirano, pero encuentro dilatado, y sino fuese dura la expresión, hasta diría que un poquitín torpe el procedimiento sugerido por ustedes.

El C. Rodríguez Guillermo: Pido la palabra para una interpelación.

El C. secretario Gandarilla: Habiendo hablado tres oradores en pro y tres en contra, se pregunta a la Asamblea si el asunto está suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Suficientemente discutido. En votación económica.....

El C. Altamirano: Moción de orden. Pido votación nominal, y suplico a los compañeros que me apoyen.

El C. Rodríguez Guillermo: Necesito hacer una aclaración antes de que se vote.

El C. secretario Gandarilla: Se va a proceder a la votación nominal. Se va a dar lectura a la proposición que dice así:

"En virtud de lo expuesto, nos permitimos suplicar a la H. Asamblea que, con dispensa de todo trámite se sirva aprobar el siguiente acuerdo económico:

"Único. Envíese atento oficio a la Cámara de Senadores, retirando la Ley Reglamentaria del Artículo 123, que para su discusión le ha sido enviada, a fin de que las comisiones de ambas Cámaras estudien la mejor forma de expedir a la mayor brevedad y más de acuerdo con las circunstancias del proletario mexicano, la reglamentación del trabajo y previsión social."

Se suplica a los ciudadanos prosecretarios y a los demás secretarios se sirvan auxiliar a la Secretaría en sus labores. Además, se suplica a los ciudadanos Aguilera, Gámiz, Barragán y Garza Candelario se sirvan auxiliar a la Secretaria para tomar la votación. Por la afirmativa de la proposición.

El C. secretario Esparza Martínez: Por la negativa.

(Se recoge la votación.)

El C. secretario Gandarilla: Votaron por la afirmativa sesenta y ocho ciudadanos diputados; por la negativa, treinta y siete ciudadanos diputados. En consecuencia, no hay quorum.

El C. presidente: Se levanta la sesión y se cita para el próximo viernes a las 16, a sesión de Cámara, y a sesión de Colegio Electoral. Para esta última con la siguiente orden del día:

Dictámenes sobre elecciones en los distritos 8o. de Oaxaca y 4o. de Querétaro.

Además, se cita para el viernes a las 17, a sesión de Congreso General, con la siguiente orden del día: Renuncia del magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, C. Ricardo B. Castro, y elección del sustituto. Licencias

Solicitas por el juez 4o de lo penal, C. Everardo Gallardo, por el juez de 1a. instancia de Tecate, B. C., y por el magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Norte de la Baja California. (19.50).

(En la sesión secreta verificada el día 9 de los corrientes, se acordó fueran insertadas en este diario las siguientes cartas:)

"México, D. F., a 3 de octubre de 1922.

"Señor don Manuel Gómez Pezuela, contador mayor de Hacienda. - Presente.

"Muy apreciable señor:

"Con motivo de la noticia dada por "El Demócrata" en su edición de fecha de ayer, y por más que ninguna importancia doy a las informaciones de carácter anónimo, por lo bajo y ruin del procedimiento, me permito suplicar a usted que, si no tiene inconveniente, se sirva ordenar la revisión de todas las cuentas de la oficina durante todo el tiempo en que el señor diputado don Roberto Casas Alatriste y yo, nos hubimos de encontrar al frente de ella.

"Como es natural, por poco caso que se haga de la calumnia, siempre deja huella, y por decoro personal desearía, una vez revisadas las cuentas de referencia, saber la estimable opinión de usted, la que le encarezco tenga a bien expresarme, por todo lo cual le anticipo mis agradecimientos.

"Soy de usted afectísimo y atento seguro servidos. E. D. Vásquez."

"México, 5 de octubre de 1922.

"Señor don Enrique D Vásquez, oficial mayor. - Presente.

"Muy apreciable señor:

"Me refiero a su atenta carta del día 3 del presente mes y, por ser un acto de justicia, manifiesto a usted, en respuesta a su solicitud relativa, que habiendo mandado hacer la revisión de todas las cuentas de esa Contaduría Mayor de Hacienda por el período en que el señor diputado Roberto Casas Alatriste y usted estuvieron al frente de la propia oficina, no he encontrado observación alguna, la más leve, que hacer sobre la conducta observada por ustedes; y sí me consta, de las pruebas documentales que tengo a la vista, que su actuación como directores de la Contaduría Mayor de Hacienda, estuvo siempre ajustada a la más acrisolada honradez y a una actividad suma, y que su inteligencia y experiencia en el manejo de la revisión y glosa de las cuentas de la Federación, y en particular de la administración de la repetida Contaduría Mayor de Hacienda, fueron siempre dignas de la aprobación de la Comisión Inspectora respectiva.

"Me es sumamente grato hacer lo anterior, para satisfacción del señor don Roberto Casas Alatriste, diputado al Congreso de la Unión y antecesor mío como contador mayor de Hacienda, y de usted, como oficial mayor de la propia Contaduría Mayor durante la actuación del señor Casas Alatriste y en este período de mi administración. - Atentamente, M: Gómez Pezuela."