Legislatura XXX - Año I - Período Ordinario - Fecha 19221107 - Número de Diario 47

(L30A1P1oN047F19221107.xml)Núm. Diario:47

ENCABEZADO

MÉXICO, MARTES 7 DE NOVIEMBRE DE 1922

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO I. - PERÍODO ORDINARIO XXX LEGISLATURA TOMO I. - NÚMERO 47

SESIÓN DE CONGRESO GENERAL

EFECTUADA EL DÍA 7 DE NOVIEMBRE DE 1922

SUMARIO

1. - Se abre la sesión. Es discutida y desechada la solicitud de licencia del C. licenciado Manuel E. Cruz, magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.

2. - Lectura y aprobación del acta de la presente sesión, levantándose ésta.

DEBATE

Presidencia del

C. FRANCO URÍAS SALVADOR

(Asistencia de 166 ciudadanos diputados y 39 ciudadanos senadores.)

El C. presidente, a las 17.10: Se abre la sesión de Congreso General.

- El C. secretario Gandarilla, leyendo:

"Licenciado Manuel E. Cruz. - México, D.F. - 23 de octubre de 1922.

"Al Congreso General de la República:

"Manuel E. Cruz, magistrado en funciones del Tribunal Superior de Justicia del Distrito y Territorios de la Federación, ante esa H. Asamblea respetuosamente comparezco y expongo: Que el Ejecutivo federal, por conducto de la Secretaría de Industria y Comercio, se ha servido comunicarme que necesita de mis servicios para el despacho de algunos negocios en esa misma Secretaría; y teniendo la obligación, como ciudadano, de cooperar en las funciones del buen servicio público, y siendo, por otra parte, incompatibles las que se desea encomendarme con el cargo de magistrado que actualmente desempeño, a ese H. Congreso pido: que se sirva concederme licencia para separarme del tribunal donde sirvo, desde el día en que se me comunique que puedo hacer uso de dicha licencia hasta el 31 de diciembre del presente año.

"Protesto a ese patriótico Cuerpo mi más respetuosa consideración. - México, D. F., octubre 23 de 1922. - M. E. Cruz."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. Los ciudadanos representantes que deseen hacer uso de la palabra en pro o en contra, se servirán pasar a inscribirse.

El C. senador Ortega Miguel J.: Pido la palabra en contra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra en contra.

El C. senador Ortega: Honorable Asamblea:...(Voces: ¡No se oye!) Voy a tener la pena de distraer vuestra atención...(Voces: ¡No se oye!) ¡Tribuna!) (Pasó a la tribuna.) Honorable Asamblea: No quisiera distraer vuestra atención con estas cuantas palabras que voy a deciros en contra de la licencia solicitada por el señor magistrado Cruz. Poco caso siempre se ha acostumbrado en Congreso General conceder las licencias con una prodigalidad inusitada que casi es reveladora de la inconsciencia de nuestros deberes. Nosotros los abogados, que tenemos algunos asuntos en los tribunales, podemos darnos cuenta y nos hemos dado cuenta siempre de los grandes perjuicios que resiente la Administración de Justicia con esta concesión de licencias, porque una concesión de licencia de esta naturaleza significa un aplazamiento de las audiencias y el aplazamiento de todas las diligencias judiciales, sencillamente porque el cambio de un solo juez o de un magistrado significa una notificación personal para todos los interesados en los negocios que se ventilan. En buena hora que los altos funcionarios de la Administración de Justicia vengan a solicitarnos licencias por causas de enfermedad o por otros motivos de gravedad reconocida; pero cuando vienen a solicitar licencias tan sólo por cambiar de empleo para irse a un puesto administrativo que pueda dejarles remuneración mayor, o si no mayor, igual, pero con una disminución de trabajo, debemos nosotros pensar entre ese interés mezquino de quien solicita la licencia y pensar también en el interés social que se encuentra perjudicado con la concesión de esa licencia, y enfrente de estos dos intereses no nos queda, como representantes populares, más que esto: de negar la licencia porque no se considera como causa justa la que se menciona en el escrito de solicitud. Si el señor magistrado Cruz considera hondamente perjudicados sus intereses siguiendo desempeñando las funciones que hasta ahora desempeña, lo que deberá hacer, honrada y dignamente, es renunciar el puesto de magistrado, porque si nosotros nombramos a un substituto que

vaya a desempeñar sus funciones, sabemos perfectamente que los substitutos van de paso y que, como van de paso no se ocupan debidamente de administrar justicia. Eso se ha observado y tengo el testimonio de las dos salas del tribunal; cuando el magistrado entra como propietario, sí se preocupa por dejar un buen nombre, se preocupa por administrar justicia; pero el que va a substituir al que pidió licencia, ese no se ocupa de nada; se ocupa de salir de allí con un certificado de la sala adonde prestó sus servicios; para después venir a sorprendernos y decirnos: he cumplido con mi deber y quiero que ahora me nombres propietario. Van exclusivamente a ganar el sueldo, señores, y la administración de justicia se resiente; así es que exhorto a todos los que me escuchan para que, cumpliendo con un deber sagrado, cual es el de velar por los intereses de la sociedad, en tanto que la Administración de Justicia se encarga de atender esos intereses, desechemos esta licencia, no la admitamos, y si acaso el señor Cruz se considera perjudicado, que renuncie al puesto que actualmente desempeñe. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Espinosa Luis en contra.

El C. Espinosa Luis: Ciudadanos representantes: El ciudadano senador y licenciado Ortega ha expuesto razones fundamentales y de verdadero peso para que se niegue la licencia solicitada por el señor magistrado Manuel Encarnación Cruz. A estas razones puede agregarse otra no menos fuerte, que de seguro vendrá a decidir a vuestras señorías para que voten en contra de esta solicitud: el ciudadano Cruz no menciona en su solicitud de una manera precisa qué funciones va a desempeñar en la Secretaría de Industria y Comercio, sino que únicamente se concreta a decir que se le ha encomendado ahí el despacho de algunos trabajos. Esto es completamente vago y no nos permite, señores representantes, apreciar qué clase de funciones o de trabajos serán los que se le encomienden al señor Cruz en ese Departamento de Estado.

El C. Altamirano Manlio Fabio: Yo te lo digo.

El C. Espinosa Luis: Desde luego, ciudadanos representantes, la redacción de este documento no satisface; el señor Cruz dice que solicita esta licencia, en la inteligencia de que empezará a hacer uso de ella desde el momento en que se le notifique que se le concede, hasta el último de diciembre próximo. Desde luego, ciudadanos representantes, de acuerdo con un precepto constitucional, todos los funcionarios de la Administración de Justicia que están actuando en estos momentos deben cesar precisamente en la fecha que indica el ciudadano Cruz, esto es, el último de diciembre; de tal manera que no era necesario que el señor magistrado Cruz dijera en el cuerpo de su solicitud que haría uso de esta licencia hasta el día último de diciembre; ¿por qué? Porque se sobreentiende que el 1o. de enero, conforme al precepto constitucional relativo, el magistrado Cruz ya no será magistrado y, por lo tanto, mal podría volver a desempeñar sus funciones en el Tribunal del Distrito Federal. Pero hagamos a un lado esta forma un poco ambigua y brumosa de la solicitud y lleguemos, señores, a esta conclusión franca y honrada: ¿Qué objeto tiene concederle la licencia al ciudadano Cruz en vísperas de terminar sus funciones de magistrado? Yo entiendo, ciudadanos representantes, que ninguno que sea al menos en beneficio de la administración de justicia en el Distrito Federal, sino todo lo contrario, entraña, en mi concepto - pensando como el compañero Ortega -, un verdadero y grave perjuicio para la Administración de Justicia del Distrito Federal; en buena hora, ciudadanos representantes, que tuviéramos todavía por delante un año o más de actuación de estos funcionarios judiciales, porque entonces el substituto del señor Cruz iría a substituirlo con el entusiasmo que debe llevar todo hombre que sabe que tiene por delante tiempo bastante para desempeñar una labor que le será tomada en cuenta; pero no hay este estímulo, no hay tiempo para que el substituto del señor Cruz pueda hacer ninguna labor que lo signifique; creo, por lo tanto, ciudadanos representantes, que debe negarse de plano esta solicitud.

Quiero aprovechar esta oportunidad para hacer este vaticinio a la Asamblea: estoy seguro de que el ciudadano Cruz será uno de los que más tarde pululen por los pasillos de esta Asamblea y probablemente por la de Senadores pidiendo se le nombre magistrado ya no del Distrito Federal, sino de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Desde luego debo decir esto: si el ciudadano Cruz quiere seguir dentro de este Cuerpo Judicial y no sólo seguir en él, sino elevarse, ocupar un lugar más alto, no debe entonces ir a desempeñar comisiones en una Secretaría de Estado que lo rebaja a simple empleado, ya que al aceptar este puesto pierde por completo su personalidad de funcionario y se convierte en un simple empleado a sueldo. Por lo demás, ciudadanos representantes, la personalidad del ciudadano magistrado Cruz, como profesionista y como funcionario de la Administración de Justicia, ha sido puesta en tela de juicio en más de una ocasión dentro de este recinto parlamentario; de seguro muchos compañeros que pertenecieron a la XXIX Legislatura recordarán con cierto regocijo la declaración aquella de Uriel Avilés relativa al caso de Michoacán, en que aseguró desde esta tribuna que el ciudadano licenciado Manuel Encarnación Cruz había hecho dos dictámenes en el caso de Michoacán y los llevaba en las respectivas bolsas de pecho de su saco; que en estas condiciones se había presentado ante el representante del Ejecutivo dispuesto a decirle que lo mismo podía resolverse el caso en pro que en contra y que él estaba a sus órdenes para fallar en el sentido que se le indicase. Esto, ciudadanos representantes, no es más que un aspecto de la personalidad del señor magistrado Cruz, y yo me he adelantado porque en realidad al rededor de esta persona hay mucho de camoufflage, hay muchos compañeros que ingenuamente creen en la honradez inmaculada del señor licenciado Cruz, honradez que yo personalmente no puede poner en tela de juicio, pero que si hemos de creer a los compañeros que tan rudamente lo atacaron dentro de esta Asamblea en la Legislatura pasada, sí estamos en la obligación de irnos con tiento y poco a poco por lo que hace a las ambiciones que de seguro tendrá y vendrá a manifestarnos muy próximamente el señor magistrado

Cruz. Pero me desvío del asunto a debate. Creo, ciudadanos representantes, que con lo expuesto tan sapientemente por el compañero Ortega, como lo modestamente expuesto por el que habla, es más que bastante para negar la licencia al ciudadano Cruz. En buena hora, señores, que si le es más lucrativo el puesto de la Secretaría de Industria, renuncie de una buena vez al puesto que actualmente tiene, con esto habrá dado una muestra de honradez que se le tendrá muy en cuenta para sus ambiciones futuras.

El C. secretario Gandarilla: No habiendo más oradores inscriptos....

El C. Altamirano Manlio Fabio: Pido la palabra en contra.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Altamirano.

El C. Altamirano Manlio Fabio: Señores senadores: Señores diputados: Además de las razones fundamentales expuestas aquí por el ciudadano senador Ortega y por el ciudadano diputado Espinosa, quiero yo expresar alguna otra que he pescado, así al vuelo, en las sesiones pasadas cuando vino aquí a informar y a discutir el ministro de Industria y Comercio y que nos dijo que los títulos de la Huasteca Petroleum Company que tanto clamor han levantado en la prensa capitalina, serían estudiados minuciosamente por el señor licenciado Cruz para fallar si eran buenos o no eran buenos; y dentro del régimen social actual, dentro de la división de poderes en Ejecutivo, Legislativo y Judicial, yo creo, señores diputados y señores senadores, que no corresponde absolutamente al Ministerio de Industria y Comercio, departamento administrativo del Ejecutivo, conocer de la legalidad o la ilegalidad de los títulos de propiedad de cualquiera compañía que sea. Se nos dijo aquí que a la compañía Huasteca Petroleum cuyos procedimientos, a pesar de lo que se diga en contra, fueron perfectamente dilucidados y están ya perfectamente calificados por la opinión pública, se nos dijo que tenía el sesenta y cinco por ciento de los derechos primitivos sobre la hacienda de Juan Felipe, y ahora, en tres o cuatro días que han podido pasar de aquella discusión, que me tomó por sorpresa en esta Asamblea, he podido ver esto, mejor dicho, entrever en los artículos de la prensa misma que no es cierto que la Huasteca tenga el setenta y cinco por ciento de esos derechos primitivos. He visto en la prensa, he oído a los interesados del pro y del contra y a través de todas las conversaciones y a través de todos los artículos de la prensa de deja ver , se deja entrever que la Huasteca Petroleum ha usado de una maniobra más para sorprender al Ejecutivo de la República y arrancar los permisos de perforación basada en una falacia, en una mentira: que tiene el setenta y cinco por ciento de los derechos primitivos; pero, señores, vamos a suponer que la Huasteca Petroleum Company tiene el setenta y cinco por ciento de las demás compañías a las que no conozco, que he oído sus nombres aquí: la Agwi, la Sinclair y quién sabe cuántas otras que representan otros derechos primitivos de los condueños de este fundo indiviso -hay que tener muy en cuenta esta palabrita porque influye mucho en la situación jurídica de sus propietarios -. Este fundo indiviso, estas compañías aducen derechos en contra de la Huasteca Petroleum Company y, señores, yo creo aquí, si no es que durante mis luchas políticas en que he dejado por completo las cuestiones legales que se refieren a estos asuntos, si mi memoria no es fatal, creo que inmediatamente que surge unas compañías frente a los derechos primitivos de la Huasteca Petroleum Company, no corresponde al Ejecutivo, ni por medio de su Secretaría de Industria, ni por medio de ninguna de sus secretarías decidir cuáles son los buenos títulos, si los de la Huasteca o los de otras compañías. Yo creo, repito -si no me es infiel mi memoria -, y más creo tratándose de un fundo indiviso, que dilucidar los derechos exactos de cada uno de los contendientes, corresponde a los tribunales, corresponde al Poder Judicial, en último término: a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Por esto, señores, porque el ministro de Industria y Comercio nos vino a decir aquí que los títulos de la Huasteca Petroleum Company serían estudiados por un hombre sin mancha, por un hombre honorabilísimo, por un hombre honradísimo , el señor magistrado Cruz, y que el señor magistrado Cruz es su despacho de la Secretaría de Industria y Comercio sería el que fallara -porque esta es la palabra -, el que fallara sobre la legalidad de los títulos, por esto vengo a oponerme a esta licencia y por esto me opondré; y sepan los compañeros que me opongo principalmente a que se nombre ese abogado especial para conocer de los títulos de la Huasteca Petroleum Company en contra de las otras compañías que también aducen derechos. ¿De cuándo acá, señores, un departamento netamente administrativo se arroga facultades judiciales para resolver sobre la legalidad o ilegalidad de los títulos? ¿De cuándo acá hemos visto esto nosotros? Mucho he oído acerca de los títulos de la Huasteca; mucho, señores , se me ha dicho que la Huasteca Petroleum Company tiene títulos absolutamente falsos, tiene títulos absolutamente malos, que no sirven para garantizar ni siquiera el sesenta por ciento de los derechos primitivos; es cierto que tiene unos cuantos derechos que no significan el setenta y cinco por ciento en que se ha basado el Ejecutivo de la República para otorgar la concesión de perforación de nueve pozos. De modo, señores, que esto es muy grave, y por encima de todas las pasiones que pueda levantar esta discusión, quiero que pensemos serena y tranquilamente: ¿qué, nosotros vamos a sancionar -siquiera con nuestro voto -, en esta licencia, a sancionar siquiera el nombramiento de un abogado especial que vaya a arrogarse en un departamento administrativo facultades judiciales? Indudablemente que no, señores, y por esto vengo a oponerme a esta licencia y por esto me opondré si se llega la oportunidad de que se nombre ese juez de hecho para que falle en el asunto tan discutido de la Huasteca y las demás compañías.

¿Para qué sirve entonces la Suprema Corte de Justicia de la Nación? ¿Qué la Huasteca rehuye que el más alto tribunal conozca sus títulos? ¿qué los abogados de la Huasteca no son suficientemente competentes y pagados, y expensados, para ver si

sus títulos son buenos o si son malos? Y si son buenos ¿por qué estos mismos abogados tienen miedo de llevar el litigio a la Suprema Corte de Justicia para que ella sea la que por medio de las garantías del procedimiento, por medio de toda la secuela judicial, sea la que falle cuáles son los títulos buenos, si los de la Huasteca o los de las demás compañías que representan derechos primitivos? Pues bien, señores, por este nuevo concepto, además de los expresados por Miguel F. Ortega, senador, y por Luis Espinosa, diputado, por este nuevo concepto me opongo a la licencia de este señor magistrado, porque ya sabemos que aquí lo declaró el señor ministro de Industria y Comercio, y sabemos a qué va la Secretaría de Industria: va a juzgar los títulos de la Huasteca, y creo que ningún departamento del Ejecutivo tiene facultades para decidir sobre la legalidad o ilegalidad de los títulos de cualquiera compañía; por esto me opongo a la licencia.

El C. secretario Gandarilla: Conforme al artículo 121 reglamentario, se va a consultar a la Asamblea si el asunto está suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa, se servirán ponerse de pie. Suficientemente discutido.

El C. Espinosa: Señor presidente, pido votación nominal.

- El mismo C. secretario: En virtud de haber solicitado votación el ciudadano Castillo Nájera y el ciudadano Espinosa, debidamente apoyados, se procede a recoger la votación nominal conforme al artículo reglamentario respectivo.

Se suplica al ciudadano senador Claudio N. Tirado, auxilie a la Secretaría; igual súplica se hace al ciudadano Guillermo Rodríguez, al ciudadano Manlio Fabio Altamirano y a los ciudadanos prosecretarios que se encuentren presentes.

Por la afirmativa.

El C. secretario Barón Obregón: Por la negativa.

(Se recoge la votación.)

- El mismo C. secretario: Votaron por la negativa ciento setenta ciudadanos diputados y senadores.

El C. secretario Gandarilla: Votaron por la afirmativa treinta y cinco ciudadanos representantes; en consecuencia, se declara que no se concede la licencia solicitada. (Aplausos.)

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por el Congreso de la Unión, el día siete de noviembre de mil novecientos veintidós.

"Presidencia del C. Salvador Franco Urías.

"En la ciudad de México, a las diez y siete horas y diez minutos del martes siete de noviembre de mil novecientos veintidós, se abrió la sesión con asistencia de ciento setenta y seis ciudadanos diputados y treinta y nueve ciudadanos, senadores, según consta en las listas que previamente paso la Secretaría.

"Se dio cuenta con una solicitud del C. licenciado Manuel E. Cruz, magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, relativa a que se le conceda licencia a partir de la fecha en que se comunique el acuerdo favorable de esta H. Asamblea hasta el treinta y uno de diciembre del año en curso, sin goce de sueldo.

"Puesta a discusión, previa dispensa de trámites, hablaron en contra el C. senador Miguel F. Ortega y los CC. diputados Luis Espinosa y Manlio Fabio Altamirano.

"Suficientemente discutido el punto, los CC. diputados Castillo Nájera y Luis Espinosa, debidamente apoyados, pidieron votación nominal, la cual se recogió y produjo 170 votos de la negativa contra 35 de la afirmativa.

"En consecuencia, el H. Congreso no accedió a la solicitud del magistrado Cruz y así lo declaró la Secretaría.

"Se leyó la presente acta."

Está a discusión. Los ciudadanos representantes que deseen hacer uso de la palabra, se servirán pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlos. Aprobada el acta.

El C. presidente, a las 17.58: Se levanta la sesión de Congreso General y se pasa a sesión de Cámara de Diputados.

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 7 DE NOVIEMBRE DE 1922

SUMARIO

1. - Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2. - Iniciativa de ley enviada por el Ejecutivo de la Unión, relativa a que se amplíe la partida número 87 del Presupuesto de Egresos del Distrito Norte de la Baja California; recibo, a la 2a. Comisión de Hacienda e imprímase.

3. - Es aprobada la proposición del C. diputado José F. Gómez, referente a que se nombre una comisión a fin de solicitar garantías para los Ayuntamientos de Santo Domingo Petapa y Juchitán, Oaxaca. Se nombra la comisión de referencia.

4. - Para hechos, usan de la palabra varios ciudadanos diputados.

5. - Informe de la comisión que fue al Estado de Tabasco a investigar los sucesos políticos ocurridos recientemente en aquella Entidad; de enterado. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del

C. FRANCO URÍAS SALVADOR

(Asistencia: La misma de la sesión de Congreso General inmediata anterior.)

El C. presidente, a las 17.58: Se abre la sesión de Cámara de Diputados.

- El C. secretario Gandarilla, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día seis de noviembre de mil novecientos veintidós.

"Presidencia del C. Salvador Franco Urías.

"En la ciudad de México, a las diez y siete horas y treinta y tres minutos del lunes seis de noviembre de mil novecientos veintidós, se abrió la sesión con asistencia de ciento setenta y seis ciudadanos diputados.

"Se aprobó sin debate el acta de la sesión celebrada el día tres de este mes , y se dio cuenta con los documentos en cartera:

"Oficio en que el Senado participa que eligió para este mes, presidente, al C. Federico González Garza, y vicepresidentes, a los CC. J. Manuel Truchuelo y Alejandro Martínez Ugarte. - De enterado.

"Oficio de la Secretaría de Gobernación, al que acompaña el proyecto de Prepuesto de Egresos de la municipalidad de Mulegé, Baja California, para 1923. - Recibo, y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Oficio de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con el que remite el nuevo proyecto del Ramo 14 del Presupuesto de Egresos para 1923, correspondiente al Departamento de Establecimiento Fabriles y Aprovisionamientos Militares, en lo que se refiere a gastos. - Recibo, y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Circular en que la Legislatura de Zacatecas comunica que no se adhiere a la iniciativa del Congreso de Yucatán, referente a que se reforme la fracción I del artículo 20 constitucional. - Recibo, y a su expediente.

"Telegrama en que el gobernador constitucional de Coahuila, informa que las elecciones municipales se verificaron en ese Estado en completo orden.- Recibo.

"Circular del gobernador substituto de Jalisco, en que avisa que el C. licenciado Jesús Guzmán Baca se hizo cargo nuevamente de la Secretaría General de ese Gobierno. - De enterado.

"Solicitud de licencia por veinte días, con goce de dietas, del C. Eduardo Mena Córdova.

"Se dispensaron los trámites, y sin debate se aprobó.

"Proyecto de decreto para convencer a elecciones extraordinarias de diputados al Congreso de la Unión por el 16 distrito electoral de Jalisco, que presenta la mayoría de la diputación por ese Estado. - A la 3a. Comisión de Gobernación.

"Proyecto de ley de los CC. Guillermo Rodríguez, Manlio Fabio Altamirano y Roque González Garza, a fin de que se de el carácter de directos a los impuestos que pagan los vehículos y a todos aquellos que se relacionan con el pavimento. Estando impreso y distribuido este proyecto, se consultó a la Cámara si se aceptaba a discusión, y habiendo resuelto afirmativamente, se turnó a las comisiones unidas de Hacienda y de Gobernación en turno.

"Dictamen de la 3a. Comisión de Justicia que consulta un proyecto de ley para que se reforme el artículo 28 de la Ley del Notariado. Estando impreso y distribuido este dictamen, la Secretaría anunció que se discutiría el primer día hábil.

"Estado que manifiesta el número de expedientes tramitados durante el mes de octubre del año actual, por las comisiones de esta Cámara. - Agreguese al acta.

"El C. Barón Obregón, usó de la palabra para hechos, refiriéndose a los informes que acerca del problema petrolero proporcionó a esta Asamblea el ciudadano secretario de Industria y Comercio, en la sesión del día tres de este mes y a los comentarios que sobre el particular hizo la prensa.

"También habló para hechos el C. José F. Gómez, quien trató de atropellos cometidos por el gobernador de Oaxaca en los ayuntamientos de Santo Domingo Petapa y Juchitán.

"Dictamen de la 2a. Comisión de Gobernación, que consulta un proyecto de decreto para que se reconozca el puerto de Santa Rosalía como cabecera de la municipalidad de Mulegé, Baja California.

"Puesto a debate, la comisión aceptó una reforma propuesta por el C. Enrique Von Borstel y, en esa virtud, con permiso de la Cámara, modificó la parte resolutiva de su dictamen en los siguientes términos:

"Única. Se reconoce como cabecera de la municipalidad de Mulegé, perteneciente al distrito Sur de la Baja California, puerto de Santa Rosalía.

"Transitorios. - 1o. El Ayuntamiento de Mulegé comenzará a funcionar en su nueva cabecera, el día primero de enero de mil novecientos veintitrés.

"2o. El Ayuntamiento de Mulegé propondrá al Congreso de la Unión los límites del fundo legal que juzgue indispensable para la nueva cabecera."

"Presidencia del C. Salvador Murguía.

"Puesto a discusión el proyecto con esa reforma, no hubo quien hiciera uso de la palabra, y resultó aprobado en votación nominal, por ciento cincuenta y tres votos de la afirmativa contra cuatro de la negativa, de los ciudadanos Gama, Nieto, Parra, Pérez Gil y Ortiz, pasando al Senado para los efectos constitucionales. Se nombró en comisión para llevarlo a la Cámara colegisladora, a los CC. Ricardo Covarrubias, Joaquín Silva, Jesús Magaña Soto y secretario Barón Obregón.

"Dictamen de la Comisión de Agricultura y Fomento, que consulta los siguientes puntos y resolutivos:

"I. No es de aprobarse el contrato celebrado entre la Secretaría de Agricultura y Fomento y el C. Plácido Díaz Barriga, para la desecación de la laguna de Cuitzeo, por ser perjudicial para la región, por ser antieconómico y por estar en contra de los principios técnicos de la materia;

"II. Comuníquese lo anterior a la Secretaría de Agricultura y Fomento."

"Después de aclaraciones del C. Luis Espinosa y de la Secretaría, se declaró aprobado el dictamen, en votación económica.

"Proposición del C. José F. Gómez para que se nombre una comisión que se acerque al ciudadano secretario de Gobernación, con objeto de pedir garantías para los ayuntamientos de Santo Domingo Petapa y Juchitán, Oaxaca, en vista de los atropellos de que están siendo víctimas esas corporaciones por parte del gobernador del Estado.

"Se puso a discusión, previa dispensa de trámites.

"El C. Manlio Fabio Altamirano pidió la palabra en contra, e inmediatamente el C. Luis G, Malváez

reclamó de quórum. A esta moción se opuso el C. Guillermo Rodríguez, y con ese motivo hizo aclaraciones la Presidencia. EL C. Manlio Fabio Altamirano usó de la palabra para moción de orden, y habiendo insistido en su propósito el C. Malváez, la Secretaría paso lista, comprobándose solamente la presencia de ciento y veintiséis diputados.

"A las diez y nueve horas y diez minutos se levantó la sesión y se citó para las diez y seis del día siguiente, con la orden del día que la Presidencia leyó."

Está a discusión el acta. ¿No hay quien pida la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada del acta.

-El mismo C. secretario, leyendo:

"Poder Ejecutivo Federal. - México. - Estados Unidos Mexicanos. - Secretaría de Gobernación. - Departamento Consultivo. - Número 245.

"A los ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados. - Presente.

"El Ejecutivo de la Unión, usando de las facultades extraordinarias que en el ramo de Hacienda le fueron concedidas en la Ley de 8 de mayo de 1917, tuvo a bien expedir de decreto de 30 de mayo anterior, por el que se amplió la partida número 87 del Presupuesto de Egresos de distrito Norte de la Baja California, en la cantidad de $200,000.00, destinados a la prosecución de los caminos nacionales y vecinales del propio distrito; pero, estando hoy casi agotada dicha partida, se ve en la necesidad imprescindible de presentar la iniciativa correspondiente para que esa H. Cámara se sirva ampliarla en la cantidad de $100,000.00, por las razones que someramente pasa a exponer.

"Es de pública notoriedad que los caminos en aquel distrito son muy escasos y difíciles, lo cual importa un obstáculo verdaderamente serio para el desarrollo y prosperidad ulteriores de esa región del país, y lo es también que entre las vías de comunicación ya terminadas, resaltan, por su indiscutible utilidad, la que forma el camino nacional de Mexicali al puerto de Ensenada, y la que une esta costa a Tijuana, pues la primera está reputada como una obra maestra de ingeniería, y la segunda es una amplia carretera que bordea la costa del Pacífico y que, además de sus grandes ventajas comerciales , ha venido a ser un especial atractivo para el turismo extranjero.

"Ahora bien; una y otra vía están en peligro no sólo de suspenderse, sino de quedar del todo inutilizadas, a consecuencia de las próximas lluvias de invierno y de la naturaleza especial del terreno, a menos que las reparaciones y la vigilancia sean constantes y oportunas para mantenerlas en buen servicio; en el concepto de que actualmente está clausurado el camino de Tijuana, mientras se ejecutan las obras necesarias para su reconstrucción, y principalmente los puentes formales, en el punto llamada "Barrancas Cuatas."

"Por otra parte, la importancia de estas comunicaciones ha subido de punto, porque, dada la prohibición absoluta de tránsito de alcoholes y otros artículos por territorio americano, todas las importaciones tienen que hacerse por el puerto de Ensenada, y esto significará un positivo beneficio para el citado distrito, siempre que el buen estado de los caminos permita aprovechar tales ventajas.

"En esta virtud, y por acuerdo del ciudadano presidente de la República, me es honroso presentar a la H. Cámara de Diputados la siguiente iniciativa de ley:

"Artículo único. Se amplía en la cantidad de cien mil pesos la partida número 87 del Presupuesto de Egresos del distrito Norte de la Baja California, la cual cantidad se destina a la prosecución y conservación de los caminos nacionales y vecinales del distrito Norte de la Baja California."

"Rogando a ustedes se sirvan dar cuenta de esta iniciativa a la mencionada H. Cámara, me es grato protestarles las seguridades de mi más atenta consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección. - México, 6 de noviembre de 1922.-P. O. del secretario, el subsecretario, Gilberto Valenzuela." - Recibo, a la 2a. Comisión de Hacienda, e imprímase.

El C. Rodríguez Guillermo: Pido la palabra para una aclaración.

El C. Gómez Mauricio: Pido la palabra como miembro de la comisión.

El C. presidente: Como se trata de egresos y en esta materia el Ejecutivo tiene facultades extraordinarias, es por una mera cortesía por lo que ha mandado a la Cámara este asunto; pero como de cualquier manera se trata de un ramo del presupuesto, lo natural y lo lógico es que pase a la Comisión de Hacienda.

El C. Rodríguez Guillermo: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Gómez Mauricio.

El C. Gómez Mauricio: Como este asunto ha sido turnado a la 2a. Comisión de Hacienda, de la que tengo el honor de ser el primer miembro, y en virtud de las observaciones atinadísimas del señor presidente de la Cámara, que hago mías en todas sus partes, pido a la Cámara que dispense los trámites y que se vote.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Guillermo Rodríguez.

El C. Rodríguez Guillermo: Siendo un partidario consciente del Gobierno actual, claro está que no voy a tener desconfianza de la inversión de los dineros que solicita para aplicarlos a la Baja California; pero como representante veracruzano y siendo este Estado uno de los que más produce a la Federación, tengo la obligación imprescindible de hacer la siguiente aclaración: En los presupuestos que aprobó la XXIX Legislatura, se determinó la inversión de algunas cantidades para caminos en el Estado de Veracruz. Algunos representantes de la diputación veracruzana ha hecho gestiones ante la Secretaría de Comunicaciones para que esas cantidades que figuraban en el presupuesto se hicieran efectivas, pero se ha aducido en todos los casos que carecía el Erario de fondos para emprender estas obras, y ahora nos extrañamos de que en una apartada región de la República, muy digna, y en mi concepto merecedora de toda nuestra atención, se dediquen doscientos mil pesos, y al Estado de

Veracruz, que contribuye con cantidades fabulosas para el sostenimiento del Gobierno federal, no se le dediquen cantidades de importancia. Precisamente en la discusión de los presupuestos yo hacía resaltar el compromiso contraído por el Gobierno federal, como una compensación, como un reconocimiento del derecho que tiene el Estado de Veracruz, de participar en las cantidades que se cobran por concepto del petróleo, de sostener íntegro el presupuesto de Instrucción Pública. Esta aclaración mía la refutó el señor licenciado Vasconcelos, diciéndome que el único compromiso que reconocía la Federación era la debida instalación de la Escuela Industrial de Orizaba y, señores, yo he oído a Orizaba y eso solamente se ha quedado en proyecto. Yo creo que si el ministro de Instrucción Pública tenía la intención de hacer efectiva aquella construcción de la Escuela Industrial en Orizaba, debió haber ahorrado algo de lo que ha gastado en ese faustoso viaje al Brasil, para convertir en realidad lo que aquí fue solamente una promesa. Por esta razón, considerándome obligado a defender los derechos de Veracruz, ya que, como vuelvo a repetir, es uno de los Estados que más productos da a la Federación, pido que también se nos den las cantidades que solicitamos, porque, como en la Baja California, también en Veracruz hay problemas de caminos y nosotros deseamos y exigimos que al Estado de Veracruz también se le tenga en cuenta en estos gastos que hace la Federación.

El C. secretario Gandarilla: No habiendo hablado en realidad ningún orador en contra del trámite, se considera aprobado. (Voces: ¡No! ¡No!)

El C. Gómez Mauricio: El artículo 62, que dice que la Cámara puede dispensar que un asunto pase a comisión, lo invoco para apoyar que se declare de urgente y obvia resolución.

- El mismo C. secretario: Habiendo el diputado Mauricio Gómez pedido que se declare este asunto de urgente y obvia resolución, se consulta a la Asamblea si así se declara. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. No se declara de urgente y obvia resolución. Pasa a la 2a. Comisión de Hacienda.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Honorable Asamblea:

"Pido que con dispensa de todo trámite se acuerde el nombramiento de una comisión que se acerque al ciudadano secretario de Gobernación, solicitando garantías para los ayuntamientos de Santo Domingo Petapa y Juchitán, en virtud de los atropellos de que están siendo víctimas dichas corporaciones de parte del gobernador de Oaxaca.

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados, a 6 de noviembre de 1922. - José F. Gómez."

Continúa a discusión este punto.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Altamirano Manlio Fabio.

El C. Altamirano Manlio Fabio: Señores diputados: He estrujado mi escasa inteligencia, para llegar a resolver cuál fue la intención del señor diputado Malváez al reclamar ayer el quórum de la manera más inoportuna que pueda hacerse; y por más que he buscado cuál fue el fin que persiguió el señor Malváez, no he podido encontrarlo. ¿Se trataba de algún asunto de inmensa trascendencia política en que hasta cierto punto está uno autorizado para valerse de estos ardides parlamentarios y posponer una votación? Indudablemente que no. ¿Tuvo el señor Malváez alguna razón de peso para en un momento tan inoportuno, como digo, reclamar el quórum? No he podido hallarla, señores, por lo cual considero que el señor Malváez tuvo una humorada y reclamó el quórum para que se suspendiera la sesión a las siete de la noche; probablemente alguna ocupación que él tuvo a esa hora le hizo reclamar el quórum para poderse separar de esta Asamblea.

Desde ayer pedí la palabra en contra de esta proposición porque no estoy de acuerdo en el procedimiento, y no estoy de acuerdo porque constantemente, sistemáticamente se han enviado comisiones a la Secretaría de Gobernación para pedir garantías en favor de los ayuntamientos, de los municipios libres, y la Secretaría de Gobernación, claro, no ha tenido medios para dar efectivamente esas garantías a dichos municipios. ¿Qué hará el señor ministro de Gobernación cuando llegue a su presencia la comisión que se nombre con objeto de pedir garantías para estos munícipes? El señor ministerio de Gobernación no tiene más que un procedimiento: dirigirse al gobernador del Estado de Oaxaca. Y yo creo, he podido entrever, que precisamente porque el gobernador del Estado de Oaxaca es enemigo de estos munícipes que han sido atropellados, por eso se han seguido estos procedimientos con ellos. ¿Y qué logrará, qué medios coercitivos tiene el señor ministro de Gobernación, legalmente, para obligar a García Vigil, gobernador de Oaxaca, a que respete la autonomía de este Municipio? Yo creo que no tiene ningunos medios eficaces. Por eso considero que es inútil que sigamos nosotros cada semana, por dos o tres veces, nombrando comisiones que vayan a distraer el tiempo al señor ministro de Gobernación para pedirle garantías en favor de los municipios.

Señores diputados: la actual situación de los municipios de la República, frente a los gobernadores de los Estados, ha sido tomada por los reaccionarios de la República, como una arma para echarnos en cara a los revolucionarios, que no hemos adelantado nada dentro de nuestro régimen constitucional. Nos dicen con sarcasmo: allí tienen sus municipios libres; ellos no han servido más que para pisotear la ley y para burlarse de la democracia. Nos dicen los reaccionarios: ya vean ustedes como eran mejores los jefes políticos nombrados directamente por los gobernadores de los Estados; eso evitaba atropellos a la ley y a los principios democráticos. Y, señores diputados, nuestro deber aquí como representantes populares, no es seguir nombrando comisiones que vayan a importunar a los secretarios de Estado; no, nuestro deber es que pongamos desde luego a discusión el proyecto de reformas presentado por el Congreso de Ayuntamientos; que discutamos si son eficaces la medidas que ese Congreso propone, y si son eficaces para garantizar la autonomía y la verdadera libertad de

los municipios, las aprobemos aquí inmediatamente. Porque, efectivamente, señores, la libertad de los municipios ya se está constituyendo en el ludibrio de los gobernadores de los Estados. ¿Qué sería de esta Representación Nacional si viniéramos aquí los veracruzanos todos los días a pedir comisiones para que fueran a ver al secretario de Gobernación quejándose de atropellos a los municipios? Ciento cincuenta y tantos municipios tiene Veracruz, y estoy seguro de que no alcanzarían los diputados para nombrar constantemente comisiones de diputados que fueran a pedir garantías para los municipios. ¿Por qué? Porque en todos los Estados, en el Estado de Veracruz, sobre todo, que es del que conozco la cuestión municipal, se ha hecho cuestión política; porque si Heriberto Jara es el factótum de la política de Veracruz, trata de quitar todos los ayuntamientos que no son incondicionales de él con miras futuristas, y así otros se aprovechan de su situación política predominante en el Estado para quitar a los munícipes que no le son afectos y nombrar individuos incondicionales para elegirse gobernador , y esto se agrava cuando ese individuo está en contubernio con el propio gobernador del Estado, pues entonces las cosas llegan a su colmo, entonces se quitan y ponen ayuntamiento como quien quita y ponen ayuntamiento como quien quita y pone las piezas del ajedrez; exactamente igual. Esto, señores, va tocando los límites de lo inconcebible. Por eso nosotros tenemos aquí la obligación, no de nombrar comisiones, como decía yo, que vayan a quitar el tiempo a los secretarios de Estado; no, señores, tenemos la obligación de tomar inmediatamente las medidas que sean necesarias para garantizar, para hacer efectiva la libertad y la autonomía de los municipios. Si no lo hacemos así, señores diputados, seguirá absolutamente el mismo estado de abandono, el mismo estado de abatimiento en que se encuentran los municipios de toda la República: estarán a merced de las legislaturas, y como las legislaturas desgraciadamente se encuentran, en la mayoría de los Estados, a merced del señor gobernador, en definitiva los ayuntamientos estarán a merced de un solo hombre todopoderoso: del gobernador del Estado.

Por estas razones, señores diputados, tan someramente expuestas, ya que me reservo venir a esta tribuna en su oportunidad a discutir ampliamente el proyecto del Congreso de Ayuntamientos, por estas razones pido a ustedes que no se apruebe el nombramiento de esa comisión, no porque crea yo que no son ciertos los atropellos de que se queja el compañero Gómez; no porque crea yo que esos munícipes no hayan sido efectivamente víctimas de la politiquería del señor gobernador; no, señores, yo creo -porque no tengo razón para dudar de la palabra del compañero Gómez - que efectivamente se han cometido esos atropellos, que efectivamente los munícipes de Juchitán han sido víctimas de violaciones de la ley por parte del gobernador del Estado de Oaxaca; pero también creo, señores diputados, que la medida que tomamos nosotros no es eficaz, que no va a resolver el problema, que se va a engañar a aquel pueblo haciéndole creer que habiendo tomado ya parte la Cámara de Diputados, se va a resolver su problema. No, señores, nosotros no debemos engañar de esa manera; por eso yo me he abstenido de venir a esta tribuna en cada caso de atropello que se me comunica del Estado de Veracruz; yo podía haber venido aquí todos los días a citar casos concretos de atropellos por parte del "jarismo" en el Estado de Veracruz; pero no, señores, sé que la medida es absolutamente ineficaz: haría yo perder tiempo a esta Asamblea y engañaría a mis comitentes, si les dijera que la Cámara de Diputados, por medio de una comisión que iría al Palacio de Gobernación, estaba resolviendo el asunto. No, señores diputados, con esto vamos a cometer un engaño, vamos a seguir perdiendo el tiempo y no habremos logrado lo que deseamos tanto: la verdadera autonomía y la verdadera libertad de los municipios de la República. Por eso pido que no se apruebe esta proposición.

El C. Gómez José F.: Pido la palabra para hacer una interpelación al ciudadano Altamirano.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Gómez José F.: Quiero suplicar me indique cuál es el camino para dar garantías a esos individuos que están presos por orden del gobernador de Oaxaca. ¿Mientras se resuelve la reglamentación de esa Ley de Ayuntamientos, vamos a dejar morir a esos individuos que están amenazados de muerte o, como es nuestro deber, debemos correr en su auxilio? Si es esto lo último, corro en auxilio de ellos. Mi pueblo prestó gran contingente a la revolución, y como revolucionario tengo que estar con ellos en el puesto de peligro, con ellos me voy.

El C. Altamirano Manlio Fabio: Sigo en el uso de la palabra para contestar la interpelación del compañero Gómez. Compañero, indudablemente que el espíritu de usted el espíritu mío; yo también, aunque pertenezco a tierra veracruzana que está bañada por otros mares, también siento arder en mis venas la sangre del costeño cuando se cometen atropellos contra los munícipes elegidos por el pueblo; pero mientras no reformemos la Constitución que ponen a merced de los gobernadores y de las legislaturas de los Estados a los ayuntamientos, como usted lo decía, mientras no propendamos a la reforma que se hace ya necesarísima en favor de los municipios de la República, no tendremos medios eficaces para salvar a esos mismos municipios. No se me ocurre un procedimiento en estos momentos para salvar al Ayuntamiento de Juchitán. (Una voz: ¡La acción directa!) Decía algún compañero: la acción directa. ¡Oh, si viniera la acción directa se armaría probablemente un gran escándalo , quizá se regaría con sangre el municipio de Juchitán, porque nos consta a todos los revolucionarios que los juchitecos han paseado la bandera revolucionaria en toda la República Mexicana! De modo, señor compañero, que si siguiéramos el procedimiento aconsejado por un veracruzano, en estos momentos estaría ardiendo Juchitán. ¿Pero convendría la acción tan radical, tan enérgica como lo aconseja el compañero veracruzano? Esto es lo que tendremos qué discutir. Por lo demás, conforme a nuestras leyes y procedimientos vigentes, no encuentro modo y medio eficaz de llamar al orden al gobernador de Oaxaca para que no siga atropellando a los municipios del propio Estado. Si algún otro compañero propone algún procedimiento, indudablemente que si es eficaz y enérgico, la Cámara y el diputado Altamirano estarán con usted.

El C. Gómez José F.: Pido la palabra.

El C. presidente: ¡Para qué?

El C. Gómez José F.: Para refutarle un punto al compañero Altamirano.

El C. presidente: Tenga usted la bondad de inscribirse .

El C. Gómez José F.: En pro de la proposición.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Gómez José F.: El compañero Altamirano, a quien agradezco mucho la buena voluntad que ha demostrado de ser un representante y defensor del pueblo, está en un error, porque no con esa buena voluntad el pueblo juchiteco se va a quitar de encima esa lacra social que se llama García Vigil, investido del carácter de gobernador de Oaxaca, porque la reglamentación del artículo 115 constitucional aún no está terminada; lo que quiere decir que si esta reglamentación no se termina en este año, ni en el que entra ni en muchos años, mientras termina el período García Vigil, mientras no haya revolución y mientras no haya nada, él manda matar y encarcelar a todo el mundo, y nosotros, ¡cruzados de brazos viendo el sacrificio de aquel pueblo, digno de mejorar suerte! Por lo tanto, si nosotros no tomamos una medida enérgica y radical que siente precedente, los municipios de la República, inclusive nosotros, en muchas ocasiones seremos víctimas de todos los atentados de un gobernador enemigo. Si nosotros no ponemos, como digo, los puntos sobre las íes en este momento interesante para la nación, la catástrofe sobrevendrá, el mare magnum revolucionario en el Istmo de Tehuantepec contra los actos del gobernador de Oaxaca será inevitable, y la buena voluntad de nosotros para acallar la revolución, sería infructuosa, porque el pueblo, antes de morir de inanición, preferirá morir con las armas en la mano. (Voces: ¡Muy bien! Aplausos.)

El C. Siurob: Pido la palabra para una interpelación al compañero Gómez, si él lo permite.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Siurob para una interpelación.

El C. Siurob: Deseoso yo también de que a todos los municipios de la República, como ya lo he demostrado en el caso de Baja California, apoyando al compañero Covarrubias en su petición de que se dieran garantías a los munícipes de la Baja California; deseoso de que lo mismo se haga en el Estado de Oaxaca, yo suplicaría al compañero Gómez me dijera en qué consisten los atropellos que se han cometido, porque deseo estar bien interiorizado de este asunto. Además, como él solicitaba algún recurso, me permito, desde luego, señalarle el del amparo.

El C. Gómez José F., interrumpiendo: ¡Es muy tardío el amparo, compañero! (Campanilla.)

El C. presidente: No tiene usted la palabra.

El C. Siurob, continuando: Mi interpelación consiste en interrogar al compañero Gómez para que diga en qué consisten estos atropellos, porque de la naturaleza misma de los atropellos puede resultar algún remedio, y, en segundo lugar, señalarle al compañero el recurso de amparo. El me dice que es tardío; pero, en realidad, ha demostrado su eficacia no solamente en este caso , sino en casos mucho más graves, salvo cuando el gobernador de un Estado materialmente ha roto con el régimen constitucional, que no creo que sea el caso actual.

El C. Gómez José F.: El recurso de amparo en la región del Istmo es letra muerta. El juez de distrito es incondicional de García Vigil, y el agente del Ministerio Público también lo es; ¿de este modo se dará entrada a un recurso de amparo? Se lo comen y no le dan entrada; así ha pasado siempre; así, si las leyes no se respetan, haremos que se respeten los 30-30.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano González Garza.

El C. González Garza: Señores diputados: La indignación que ha venido demostrando el muy digno representante por Juchitán, con motivo de los atropellos sufridos por varios de los miembros de ese propio Ayuntamiento, es poca en relación con la que debíamos sentir cada uno de nosotros por la serie inaudita de atropellos que se están cometiendo en contra de los ayuntamientos no solamente en Oaxaca, sino en toda la República. Mucho podría decirse acerca de esto, mucho se ha luchado por evitar todos esos atropellos; pero hasta el momento han sufrido infructuosas las medidas y no ha quedado más que una esperanza, que es, a saber: el Congreso Nacional de Ayuntamientos, que eficientemente ha estado trabajando y ha logrado obtener señaladas victorias. Hasta el día último del mes pasado tuve el honor de ser el presidente de la Comisión Permanente de dicho Congreso, y cábeme la satisfacción de informar a esta Asamblea que esa institución ha logrado, entre otras cosas, obtener por parte de la Suprema Corte de Justicia, personalidad jurídica para tratar todos y cada uno de los asuntos que incumben directamente a los ayuntamientos de la República; y esto, señores, es un paso mucho muy grande que se ha dado. Y cumple también a mi deber decir que durante seis meses que estuve presidiendo esa Comisión Permanente, no recuerdo haber salido una sola vez desairado de la Secretaría de Gobernación, cuando en nombre de los ayuntamientos ocurrí en demanda de la República afectados por cuestiones políticas o por cuestiones domésticas. Evidentemente que la Representación Nacional, tendrá que tomar muy en breve una determinación radical para poner un hasta aquí, para poner coto a los desmanes que las autoridades políticas, los ejecutivos de los Estados están cometiendo constantemente y con pretextos políticos contra los ayuntamientos. El remedio, evidentemente, será la aprobación de las reformas constitucionales a los artículos 40, 41 y 115; pero como el procedimiento va a ser dilatado; porque después de aprobado aquí el proyecto -perfectamente estudiado por el segundo Congreso de Ayuntamientos y sometido a la consideración de esta Asamblea hace pocas semanas -, tendrá que recorrer el ciclo que recorren todos esos documentos para que sean aprobados; tendrá que ir a las legislaturas de los Estados; y es incuestionable que la Representación Nacional, si quiere ser celosa del Ayuntamiento Libre, debe tomar alguna medida, y esta medida, en mi humilde opinión, debe consistir en fortalecer de una manera precisa, de una manera evidente a la Unión de Ayuntamientos. El procedimiento que se me ocurre para conciliar, aunque sea en parte, las muy justas aspiraciones del ciudadano Gómez, es que

esta misma queja está presentando a la Representación Nacional, la presente al Congreso Nacional de Ayuntamientos, en la inteligencia de que toda la Mesa Directiva, compuesta en su mayoría de ciudadanos diputados, tendrá el honor de acompañar a usted ante el ciudadano secretario de Gobernación, quien estoy seguro tomará las medidas del caso, porque se han registrado hechos de tal naturaleza graves con relación a atropellos a ayuntamientos, que hubo una ocasión en que tuvo que necesidad de recurrir no solamente al secretario de Gobernación, sino también al secretario de la Guerra, y ambos prestaron toda clase de garantías para individuos que habían sido infame e injustamente encarcelados, de un modo análogo al caso que su señoría cita. En consecuencia, yo, humildemente, como vocal de la Comisión Permanente del Congreso de Ayuntamientos, me pongo a la disposición del señor Gómez para ocurrir tanto al Ministro de Gobernación, como al de Guerra, para que se ponga coto a esas injusticias. Supongamos que no tenemos resultado: ya veremos entonces cuál es el paso siguiente que debamos dar. En este caso, la Representación Nacional no puede hacer otra cosa, porque se estrella ante la muralla tremenda de la soberanía de los Estados, alegada una y mil veces por los gobernadores para hacer y deshacer en la cuestión de ayuntamientos. Esta Cámara no puede hacer nada; es la Comisión Permanente del Congreso Nacional de Ayuntamientos, que ha tenido muchos éxitos, la única que, en este caso, puede hacer algo en favor de los comitentes del compañero Gómez.

El C. Gómez José F.: Para una aclaración. El arma esgrimida por los gobernadores de los Estados es la soberanía de los mismos; pero si el pueblo es masa protesta contra el gobernador porque está ya cansado de atropellos, ¿qué soberanía alega García Vigil?

El C. González Garza: Está usted en lo justo.

El C. Gómez José F.: Debidamente estoy de lado del pueblo. Desde el momento en que el pueblo detesta a García Vigil, éste no puede alegar ninguna razón legal.

El C. González Garza: El argumento de su señoría aparentemente es fuerte, pero de hecho no significa nada. El secretario de Gobernación, ante el alegato de la soberanía del Estado cuando está bien hecho por un gobernador, no tiene más remedio que ceder, porque en honor a la verdad el Gobierno federal ha sido muy respetuoso, quizá el más respetuoso de la soberanía de los Estados.

El C. Gómez José F.: Estoy convencido de ello.

El C. González Garza: Evidentemente; en consecuencia, no quedan en este caso más que los procedimientos de persuasión; debemos ir ante el secretario de Gobernación llevando la representación de todos los ayuntamientos de la República a hacer presión en él para que dé los pasos que en otras ocasiones ha dado y que han dado buenos resultados, acerca del Ayuntamiento de Juchitán. Estoy seguro de que se obtendrá éxito muy pronto, porque también en honor a la verdad debo decir que el Estado de Oaxaca, que es el que cuenta con mayor número de ayuntamientos, es el Estado del que menos quejas se han recibido por atropellos de ayuntamientos. Por lo tanto, creo yo que el señor García Vigil, que tendrá todas las lacras que se quiera, pero que es lo suficientemente inteligente para no ponerse en pugna con el Gobierno federal por cosas de un ayuntamiento, obrará con la prudencia debida y estimo que siguiendo el camino que yo indico obtendremos éxito. Me opongo al nombramiento de una comisión, porque sería inútil; es preferible que vaya por conducto de la Comisión Permanente del Congreso Nacional de Ayuntamientos.

El C. Gómez José F.: ¿Me permite la palabra?

El C. Barrera Elpidio: Compañero González Garza ¿me permite una interpelación?

El C. Altamirano Manlio Fabio: ¿Qué Estado ha dado más quejas?

El C. González Garza: Veracruz.

El C. Barrera Elpidio: Con permiso de la Presidencia. Voy a hacer una breve explicación, compañeros, para probarle al general González Garza que dondequiera se cuecen habas. No hay medio eficaz de poner coto a estos abusos de los señores gobernadores. El Estado de Coahuila, que se precia de ir a la vanguardia en cuestión democrática, tiene al frente a su Gobierno a un revolucionario: general Arnulfo González. Piedras Negras, es una de las poblaciones principales de aquella entidad federativa y por razones que no vienen al caso exponer, fue depuesto el presidente municipal de aquella ciudad. El señor gobernador mandó allá a un miembro de la Legislatura local, con el carácter de presidente municipal; durante mi estancia - no ha mucho - en aquella región, organicé una manifestación, señores, integrada por tres mil ciudadanos conscientes de aquella ciudad, para pedir la renuncia del actual presidente municipal que denigra aquella población fronteriza, porque, señores, es el protector de los tahúres de aquella región; es un individuo anormal en todos los sentidos. ¿Y saben ustedes, señores? Aquel individuo ni siquiera se digno salir al llamado del pueblo; no tuvo el valor civil necesario para salir al balcón de Palacio. Ante aquella actitud cobarde y ruin de un miserable que gobierna aquella ciudad para oprobio nuestro, me dediqué a recoger firmas; me presente al señor gobernador del Estado con una solicitud, pidiendo la destitución de aquel individuo como presidente municipal; el señor gobernador hojeó y hojéo y se enteró de que allí había centenares y centenares de firmas de ciudadanos conscientes de aquella población. ¿Y saben ustedes lo que me contestó? "-¡El pueblo, señor Barrera, firma cualquiera cosa!"

El C. Altamirano Manlio Fabio, interrumpiendo: ¡Entonces no es revolucionario!

El C. Barrera, continuando: Le presente fotografías de aquella manifestación que varios compañeros de esta Legislatura vieron, y me dijo el señor gobernador: "-¡No, señor Barrera, allí los tiene usted sugestionados ....!" Y esta es mi interpelación: ¿Cuál es el medio eficaz de poner coto a estos desmanes?, porque el que usted acaba de señalar al compañero no es lógico ni oportuno ni da los resultados que los representantes del pueblo deseamos. ¿Por qué? Porque el señor gobernador de Coahuila le contesta a Gobernación que está apoyado en la Constitución local del Estado para proceder en esa forma, y hay un artículo arbitrario e

infame en la Constitución del Estado de Coahuila, que capacita al gobernador del Estado para deponer no sólo a un ayuntamiento, sino a todos los ayuntamientos del Estado. ¿Cómo, pues, entonces hacer tanto alarde y vanagloriarse de que existe eso que se llama el Municipio Libre? (Aplausos.)

El C. González Garza: Voy a contestar al compañero Barrera. El señor Manlio Fabio Altamirano lo dijo y yo también lo dije: el remedio eficaz es que esta Representación Nacional apruebe a la mayor brevedad posible el proyecto de ley enviado a esta Cámara, por el segundo Congreso Nacional de Ayuntamientos que trata de las reformas a los artículos 40, 41 y 115 constitucionales; ese es el remedio eficaz. Una vez que la Cámara lo haya aprobado y que también las dos terceras partes de las legislaturas locales lo aprueben, hay la seguridad de que el mal se cortará de raíz. Mientras tanto, para el caso particular de Juchitán que está defendiendo el diputado Gómez, he indicado el medio al que me referí, porque las comisiones que han sido nombradas por la Cámara para tratar estos asuntos, o bien no han estado lo suficientemente documentadas, o bien por la violencia con que han sido nombradas se acercan a diferentes Secretarías y no han dado el resultado apetecido, mientras que la Comisión Permanente del Congreso de Ayuntamientos, que no hace otra cosa más que estar todos los días en las distintas Secretarías de Estado, gestionando directamente los asuntos de los ayuntamientos, ya tiene la personalidad reconocida por los señores ministros y es mucho más eficaz al tratar estas cuestiones. Por eso en el caso concreto de Juchitán recomiendo este procedimiento, y para el caso general de la República, la aprobación inmediata de las reformas enviadas por el Congreso de Ayuntamientos; para lo cual ruego a la Presidencia exhorte a las comisiones 1a. de Gobernación y la correspondiente de Puntos Constitucionales para que rindan a la mayor brevedad el dictamen, porque estoy seguro de que esta Asamblea aprobará ese proyecto que es salvador y pondrá un dique a todas las arbitrariedades inconcebibles e infames, que están cometiendo todos los días los gobernadores, principalmente el del Estado de Veracruz.

El C. Gómez José F.: Su señoría el diputado González Garza ha dicho que dentro de breve tiempo el Congreso Nacional de Ayuntamientos tendrá personalidad. ¿Pero qué, la Cámara de Diputados no tiene personalidad ahora para enfrentarse con nadie? ¿Por qué, si vamos a esperar que el Congreso Nacional de Ayuntamientos tenga la personalidad que se requiere para ir a tratar el punto, mientras nosotros estamos aquí como cero a la izquierda? Si las comisiones de diputados no son oídas, ¿pues qué es lo que se oye más? ¿El tronar de un cañón o la súplica? (Risas.) Vamos a disparar un cañón a ver si así nos hacemos oír, como los nacionalistas turcos que se hicieron respetar hasta contra Inglaterra y contra Grecia y contra todos los poderosos y, sin embargo, la razón dio el triunfo al rugir de los cañones. (Risas. Murmullos.)

El C. González Garza: Compañero: Lo que yo dije acerca de la personalidad que tiene la Comisión Permanente del Congreso Nacional de Ayuntamientos, no quiere decir que la Representación Nacional, la Cámara de Diputados, no tenga la suya propia; pero no me da usted un solo artículo constitucional que le permita a la Cámara entrometerse en estas cuestiones, porque hay un conflicto legal, compañero, que consiste en el hecho de que la Secretaría de Gobernación, el propio presidente de la República, no pueden entrometerse en las cuestiones locales de los Estados porque éstos alegan su soberanía. Ese es el conflicto, eso es lo que se trata de quitar, ese escollo, por medio de la reforma a los artículos 40, 41 y 115; pero mientras eso no exista, le digo a usted con franqueza que los pueblos, los habitantes de cada Ayuntamiento están en su perfecto derecho de hacerse justicia, primero por las vías legales, y si no lo consiguen, por medio de las armas, contra sus opresores. No creo que en Juchitán haya llegado este caso; todavía hay caminos, hay manera de llegar a un buen entendimiento. ¿Cómo? Ya se lo indiqué a usted: exponiendo su queja al Congreso de Ayuntamientos, que está respaldado...

El C. Gómez José F., interrumpiendo: Es muy tardío, compañero.

El C. González Garza, continuando: Absolutamente no es tardío: mañana a las doce del día estará la Mesa Directiva de la Comisión Permanente del Congreso de Ayuntamientos, con usted, en Gobernación. Le expliqué a usted que la mayoría de los vocales de la Comisión Permanente somos diputados y llevamos doble representación.

El C. González Onésimo: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano González Onésimo.

El C. González Onésimo: El ciudadano diputado González Garza acaba de afirmar que el gobernador del Estado de Oaxaca no es tan torpe para desoír a una comisión del Congreso de Ayuntamientos que se acerque a la Secretaría de Gobernación gestionando garantías para los munícipes de Juchitán, e invoca el precedente de que el Estado de Oaxaca no vienen muchas quejas en contra del gobernador. Voy a explicar al señor González Garza por qué no vienen muchas quejas.

El año pasado se presentó una multitud de quejas, entre otras, las del Ayuntamiento de Tuxtepec; pero como el gobernador no atendió absolutamente ninguna de las gestiones del Congreso Nacional de Ayuntamientos, el pueblo de Oaxaca ha creído que ese Congreso no sirve para nada. Y voy a permitirme interpelar al compañero Vásquez, que en aquella época presidía el Congreso referido, para que informe sobre el particular y ratifique las palabras que he vertido. Por último, si el compañero González Garza considera inútil una comisión de la Cámara de Diputados, yo considero más inútil una comisión que los miembros del Congreso de Ayuntamientos. Ruego al señor Vásquez que informe.

El C. presidente: Vamos a proceder por orden: primero que conteste el señor González Garza su interpelación, y después contestará el señor diputado Genaro, V. Vásquez.

El C. González Garza: En verdad no tengo nada qué contestar, porque no se me ha hecho ninguna interpelación, sino que sólo se virtieron ciertas apreciaciones respecto a Oaxaca; no se me

ha hecho una interpelación correcta. Puede ser que al señor Onésimo González no le haya agradado mi declaración en el sentido de que la Comisión Permanente del Congreso de Ayuntamientos no ha recibido gran número de quejas de Oaxaca como de otros Estados; el hecho es que el Congreso de Ayuntamientos no ha recibido más quejas, que yo sepa, que esta de Juchitán; del año pasado no puede decir nada. Por otra parte, es indebido usar una arma innoble como la que usted ha usado, señor González, haciéndome aparecer como que quiero deprimir a la Representación Nacional subiendo al Congreso de Ayuntamientos. Sepa el señor Onésimo González, que soy el más celoso del buen nombre de los representantes populares; para mí no hay título más honroso que el del diputado; para mí no hay más agradable placer que el cumplir un acuerdo de esta Asamblea; pero creo que estoy diciendo una verdad muy grande: la mayoría de los vocales de la Comisión Permanente del Congreso de Ayuntamientos somos diputados; tenemos, pues, para ir a tratar el asunto de oficio con el ministro de Gobernación, no sólo la representación de la Cámara de Diputados, sino también de representación de dos mil ochocientos cincuenta y tantos ayuntamientos que están adheridos a la Unión. Sobre todo, la práctica ha demostrado que es ese el camino que ha dado mejores resultados para obtener, ya la libertad de algunos munícipes que han sido encarcelados, ya la devolución de propiedades que han tenido en litigio algunos ayuntamientos; en una palabra, para resolver esa serie de conflictos y diarios que se suscitan en los diferentes ayuntamientos de la República. Sobre todo, si ustedes quieren, yo no tengo ningún inconveniente en dar mi voto en el sentido de que se nombre una comisión; pero el camino indicado, la distribución del trabajo, que es otra de las razones que yo invoco, indica que el diputado por Oaxaca debe dirigirse al Congreso de Ayuntamientos, que es el más capacitado para tratar estas cuestiones. La Cámara está bastante ocupada en otros asuntos que le interesan más, sin que esto quiera decir que la cuestión de los ayuntamientos no le interese, y la prueba es que aquí se está ventilando en estos momentos, en la comisión respectiva, el gran problema de si se aceptan las reformas a los artículos 40, 41 y 115, que, en concepto del Congreso Nacional de Ayuntamientos y de todos los ayuntamientos, será el desiderátum para resolver la verdadera autonomía de los ayuntamientos, o su verdadera sumisión, tal como están en estos momentos.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Francisco Modesto Ramírez, en pro.

El C. Vásquez Genaro V.: Fui interpelado por el ciudadano Onésimo González y solicito la palabra para contestar la interpelación.

El C. presidente: Efectivamente, tiene usted la palabra.

El C. Vásquez Genaro V.: Probablemente el señor diputado Onésimo González no está perfectamente bien enterado de la marcha que sigue la Comisión Permanente del Congreso de Ayuntamientos y por eso tiene la creencia -que yo disculpo, naturalmente - de que el pueblo del Estado de Oaxaca no ha tomado en serio a la Comisión Permanente del Congreso de Ayuntamientos. Y como presidente que fui de esa comisión el año pasado, declaro que sí la tomó muy en serio, porque asuntos muy delicados se han puesto a la consideración de esa comisión. Pero voy a explicar por qué motivo los municipios del Estado de Oaxaca se han considerado decepcionados de la Comisión Permanente precisamente por la tiranía a que se encuentran sometidos, no solamente por el carácter impulsivo del gobernador, sino por los defectos de la Constitución Política del Estado. Como casos especiales que se presentaron en el Congreso de Ayuntamientos el año pasado, hubo algunos de deposiciones que se hacían sin razón por la Legislatura local, con anuencia del gobernador. Se trataba de individuos que habían sido electos precisamente por el pueblo; hubo casos de otros ayuntamientos que se disolvieron por un decreto que se publicó en relación con la matanza de ganado. Con este motivo, los ayuntamientos se sintieron perjudicados, porque los ingresos que tenían, posteriormente no los tuvieron ya, y, por ejemplo, en los pueblos del distrito de Juchitán los causantes prefieren ir a matar del lado de Chiapas para no pagar la contribución, provocando de este modo conflictos con los ayuntamientos del Estado; en estos casos naturalmente la Comisión Permanente del Congreso de Ayuntamientos hizo cuanto pudo por conseguir la libertad municipal de Oaxaca, no siguiendo un personalismo vacuo ni necio, sino con una tendencia sana y pura.

Desgraciadamente, el gobernador del Estado de Oaxaca no se compenetró de esto, y tienen ustedes que, en el mes de febrero del año pasado, expidió la Secretaría General del Gobierno, una circular a todos los ayuntamientos, previéndoles que por ningún motivo deberían tener relaciones con ninguna corporación o entidad extraña al Estado, sin ir por conducto de la propia Secretaría; así, ningún Ayuntamiento podía dirigirse a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al Archivo General, a la Comisión Nacional Agraria, porque todas estas corporaciones son extrañas al Estado y, por consiguiente, pesa sobre cada Ayuntamiento esta tiranía. Posteriormente ha venido a concentrarse más esta dictadura. Se expidió la Constitución del Estado en abril del año pasado, y en uno de sus preceptos se dice que los ayuntamientos tienen personalidad jurídica; pero que en lo político y en lo administrativo, estarán sujetos a la Secretaría General del Gobierno; de modo que se pisotea en absoluto la autonomía que les corresponde como municipios libres. Las consecuencias de esta disposición se hicieron sentir, y el señor gobernador no sólo consiguió gobernar autocráticamente, controlando la autoridad municipal por medio de las leyes locales, sino mediante un precepto de la Constitución del Estado, a tal grado, que cuando nosotros nos dirigimos convocando a todos los ayuntamientos de la República para el segundo Congreso Nacional de Ayuntamientos, hubo uno, como el de Huajuapan, que nos puso un telegrama, después de haber nombrado un delegado, diciendo que retiraba ese delegado, porque la Constitución Política local les prohibía nombrar delegados y tener relaciones con corporaciones extrañas. Ustedes comprenden que, dada la poca capacidad de

las autoridades inferiores en Oaxaca y, en general, en toda la República, no puede sentirse en toda su fuerza y extensión el principio de la autonomía del Municipio Libre. Por este motivo es por lo que los trabajos de la Comisión Permanente del Congreso Nacional de Ayuntamientos, fracasaron algunas veces, en vista de que el gobernador de Oaxaca no los tomaba en cuenta, y por eso es por lo que la Comisión Permanente no ha desarrollado todo su esfuerzo como debía ser; pero el general González Garza tiene razón: la Comisión Permanente debe tener una representación augusta y fuerte, y por este motivo yo estoy de acuerdo en que sea una comisión del Congreso de Ayuntamientos la que trate este negocio; pero que la Cámara de Diputados también, como Poder político supremo de la República, tome a su cargo la definición de esta responsabilidad que recae sobre el Gobierno del Estado de Oaxaca. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. Ramírez Francisco Modesto: Voy a ser breve, señores, porque tengo el convencimiento de que no debe mermarse a la Asamblea el poco tiempo de que disfruta para tratar las cuestiones que importan mucho al país.

Los oradores del contra, lo mismo que la Asamblea en general, tienen el convencimiento de que es necesario no cerrar los oídos a los clamores del pueblo, que pide nuestra ayuda. Todos consienten y convienen en que la autonomía del Ayuntamiento no la podemos garantizar mientras no se haya expedido la ley definitiva al efecto; pero que, entre tanto, sí es necesario poner un remedio para aliviar de alguna manera los males que aquejan a los ayuntamientos, males a los que se ha referido el compañero diputado Gómez. Yo no desdeño la generosa oferta del señor diputado González Garza para que vaya una comisión del Congreso de Ayuntamientos; pero si la juzgo bastante eficaz, tampoco creo que sea contra el prestigio de la Cámara de Diputados el prestar una ayuda, como la que el mismo Congreso de Ayuntamientos va a prestar a esas corporaciones. El señor González Garza dice bien, que no hay un precepto constitucional que faculte de una manera expresa a la Cámara de Diputados para que nombre esas comisiones; pero los precedentes parlamentarios nos autorizan a ello y yo, en nombre de la diputación de Oaxaca, suplico a los señores diputados que procedan con equidad y justicia, porque si en otras ocasiones se ha dado esa ayuda a las diputaciones de otros Estados que la han pedido, para que se vea que la Cámara de Diputados no es indiferente a los clamores y a las necesidades del pueblo, creo que en esta ocasión debe procederse en la misma forma, ya que, si bien es cierto que no hay un precepto que la faculte para hacerlo, tampoco hay una ley que lo prohiba. (Aplausos.)

El C. Vasconcelos: ¿Me permite la Presidencia una interpretación al orador?

El C. presidente: Si el orador lo permite.

El C. Vasconcelos: El señor diputado Gómez ha presentado una proposición para que se pida que el Gobierno federal, por conducto de la Secretaría de Gobernación, dé garantías a los ayuntamientos de Santo Domingo, Petapa y Juchitán. Como la Asamblea no está, hasta estos momentos, no es hasta estos momentos sabedora de la clase de atentados que se han cometido contra esos ayuntamientos, yo ruego atentamente al señor licenciado Modesto Ramírez que tenga la bondad de decirme en cada uno de esos casos en qué consisten los atentados del Gobierno de Oaxaca y cuáles son las garantías que el Gobierno federal puede dar en contra de esos atentados y a favor de las supuestas víctimas.

El C. Ramírez Francisco Modesto: La primera parte de la interpelación está contestada con los telegramas que ayer leyó el señor diputado Gómez y que son conocidos de la Asamblea.

El C. Vasconcelos: Yo ruego al señor Ramírez que tenga al bondad de indicarme en qué consisten los relativos a Petapa.....

El C. Ramírez Francisco Modesto: Son relativos a la aprehensión de varios miembros del Ayuntamiento (Murmullos.) de Petapa.....

El C. Vasconcelos: ¿Verificada por quién?

El C. Ramírez Francisco Modesto: Que lo diga el que lo sabe. Son hechos que denuncia el diputado Gómez en los telegramas. . . . . (Campanilla.)

El C. Vasconcelos: ¿Me permite un momentito? (Campanilla.)

El C. presidente: Se prohiben los diálogos.

El C. Vasconcelos: Voy a continuar mi serie de interpelaciones.

El C. Ramírez Francisco Modesto: Respecto a la segunda parte de la interpelación que me hace el compañero Vasconcelos, le contesto lo siguiente: que las garantías que se piden son los siguientes: siempre influye en el ánimo de los gobernadores la intervención del Gobierno federal, no precisamente para imponérseles, porque no se puede hacerlo respetando la soberanía de los Estados; pero sí para recomendarles que, en la esfera de sus atribuciones y de sus posibilidades, hagan que se den garantías a aquellos ayuntamientos, a aquellos municipios que se quejan de atropellos cometidos en contra de ellos.

El C. Vasconcelos: Continúo mis interpelaciones, señor presidente, si el orador me lo concede.

El C. Ramírez Francisco Modesto: No hay inconveniente.

El C. Vasconcelos: ¿Sabe el señor Modesto Ramírez si esas autoridades fueran detenidas por orden de las autoridades judiciales?

El C. Ramírez Francisco Modesto: En este telegrama.....

El C. Vasconcelos, interrumpiendo: Si fue por las autoridades judiciales, ¿qué tiene que ver en este asunto el Gobierno de Oaxaca?

El C. Gómez José F.: Son instrumentos de él.

El C. Vasconcelos: Quiero que tenga la bondad el orador de contestar en qué forma puede influir el gobernador del Estado de Oaxaca sobre el Tribunal Superior de Justicia y sobre el juez que ha dictado la orden de detención en contra de esos munícipes, que seguramente tienen sobre sí el cargo de alguna responsabilidad.

El C. Ramírez Francisco Modesto: Voy a contestar al compañero. Las autoridades judiciales - eso lo sabe muy bien el compañero Vasconcelos - , las autoridades judiciales en el Estado de Oaxaca son nombradas por el Tribunal Superior a sugestión del Gobierno del Estado, por una parte; por la otra,

las autoridades judiciales, aunque no dependan de una manera directa del Gobierno del Estado, sí están dentro del control de ese Gobierno, para que puedan informar los fundamentos que hayan tenido para decretar esas detenciones; porque ni el gobernador del Estado está convencido de que se ha cometido un atentado, puede recomendar que se den garantías, que se cumpla con la ley, y debe tener el celo suficiente para dar garantías a los ciudadanos del Estado.

El C. presidente: No habiendo ningún orador inscripto en contra, tiene la palabra en pro el ciudadano Pérez Taylor.

El C. Pérez Taylor Rafael: Señores diputados: Quizá os llamará la atención que yo venga a tomar la palabra en este asunto en donde se discute y se habla sobre cuestiones del Ayuntamiento, cuestiones del Ejecutivo y del Gobierno del Distrito; yo, como representante del 4o. distrito electoral de la ciudad de México, vengo a protestar enérgicamente y valiéndose de este pretexto, en contra de la institución llamada Gobierno del Distrito que dirige actualmente el señor Gasca, protector de rateros y protector de apaches y de apachesas. . . (Murmullos. Aplausos. Siseos. Campanilla.)

El C. Barrera Elpidio, interrumpiendo: ¡Usted en otra ocasión ha dicho que es honrado!

El C. Pérez Taylor: Es cierto que yo dije que el señor Gasca es un hombre honrado, pero es un hombre honrado individualmente, pero es un hombre que fuera de su esfera, perfectamente definida, dentro del criterio individual, es un hombre que no puede... (Voces: ¡Moción de orden! Murmullos. Campanilla.)

El C. presidente: La Presidencia se ve en el caso de retirar a usted la palabra... (Voces: ¡No! ¡No!) En la inteligencia, compañero, de que resulto el asunto de Oaxaca, con todo gusto concederé a usted la palabra para esto... (Voces: ¡Sí! ¡Sí!) En este caso la Presidencia está en lo justo.

El C. Pérez Taylor, continuando: Pasa esto, ciudadanos diputados: que nosotros, viejos lobos dentro de las crónicas parlamentarias, y aunque determinadamente efebos dentro de las curules, sabemos perfectamente bien cuáles son más o menos las maniobras que unos u otros hacen para querernos quitar el uso de la palabra; pero como es en determinadas ocasiones, cuando se trata del asunto de Tabasco, cuando se trata del asunto de Oaxaca, de Chiapas, o de los asuntos de Mexicali, vienen aquí determinados oradores a levantar su voz llena de iracundia y llena de potencia en contra de todos los tiranos. Yo, como diputado por el Distrito Federal, ahora que más o menos se presenta la ocasión para hablar, de las cuestiones de los ayuntamientos, yo vengo y digo, y protesto porque sencillamente el Gobierno del Distrito es un anacronismo con el Ayuntamiento: o Ayuntamiento, o Gobierno del Distrito Federal. Y eso no solamente lo digo yo, eso sencillamente palpita en los espíritus de unos y otros; esa sencillamente es una de las aspiraciones populares. No se puede ser gobernador del Distrito Federal ni se puede ser tampoco presidente del Ayuntamiento de la ciudad de México; son dos cosas perfectamente antagónicas, son dos cosas perfectamente enemigas una de otra, y ahora que se viene aquí y se trata de los asuntos de los ayuntamientos, yo vengo a decir, como diputado por la ciudad de México, que es necesario para el Gobierno del Distrito quede abolido, porque todos los comerciantes, todos los hombres que viven de su trabajo, están perfectamente llenos de rabia y coraje porque van y les levantan infracciones. Y ¿sabéis quiénes son? El comisario, el subcomisario, el escribiente, el ayudante, el comandante, el inspector del Consejo, el inspector del Gobierno del Distrito, el inspector del Ayuntamiento. Y estos individuos perfectamente agorzomados, llenos de tristeza, fastidiados, no tienen más que un grito: decir a la República, decir a la Cámara decir al Ayuntamiento: ¡ya no queremos que vengan y nos estrangulen tantos parias, tantos ganapanes, tantos hombres que están explotando sencillamente a la República, sino que queremos un solo individuo, queremos un solo inspector, sea de quien fuere, para que con éste nos entendamos". Esa es la verdad de las cosas, señores diputados, y yo vengo a decirlo sinceramente, con el corazón en la mano. Actualmente hay y dentro de la ciudad de México, una enorme energía, una enorme represalia, un enorme disgusto en contra de este estado de cosas. O hay Gobierno del Distrito, o hay Ayuntamiento de la ciudad de México; no podemos tener dos cosas completamente diferentes, y en el fondo solamente una cosa, una autoridad o varias o múltiples autoridades que tratan de explotar y de chupar por medio de grandes contribuciones, de grandes impuestos a los comerciantes. Yo no vengo a defender aquí a los comerciantes, yo sencillamente trato de convencer a vuestras señorías de que el pueblo es el que paga, de que si al comerciante se le explota, él después sube la mercancía, y el que tiene que sufrir es sencillamente el pueblo; por el pueblo, señores, por ese pueblo, por ese pueblo que tanto ha sufrido, por el cual se han levantado tantos ideales revolucionarios, yo vengo a sentar el precedente, aunque no venga al caso dentro de esta discusión, como tantos diputados han venido a salirse también del punto de discusión, de que es necesario que aquí se machaque constante y determinadamente en la tribuna, que no debe existir Gobierno del Distrito, sino única y exclusivamente un Ayuntamiento de la ciudad de México. (Aplausos.)

El C. secretario Gandarilla: Habiendo hablado todos los oradores inscriptos, se pregunta a la Asamblea si el asunto está suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Suficientemente discutido. En votación económica se pregunta si se aprueba la proposición. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobada la proposición. En consecuencia, obedeciendo a los mandatos de la Asamblea, la Presidencia, por conducto de la Secretaria, declara que ha sido designada la siguiente comisión para los efectos correspondientes: José F. Gómez, Castillo Nájera, Pérez H. Arnulfo, Barriga Zavala y secretario Barón Obregón.

Se les suplica desempeñen su cometido.

El C. Siurob: Pido la palabra para una interpelación a la Comisión de Presupuestos.

El C. presidente: La presidencia, haciéndose eco de la moción ciudadano González Garza, excita a las comisiones tanto de presupuestos, como de Gobernación, y principalmente de Puntos Constitucionales, que son las que tienen en cartera la reglamentación de los artículos 40, 41 y 115 constitucionales, para que a la mayor brevedad posible presenten dictamen. Tiene la palabra el ciudadano Siurob.

El C. Siurob: Ciudadanos diputados: Mi objeto al pedir la palabra para interpelar a la Comisión de Presupuestos, es que sólo faltan treinta y tantas sesiones para terminar período ordinario; que todos vosotros sabéis las circunstancias por que atraviesa el país, principalmente las creadas después de la aprobación del convenio Lamont - De la Huerta. Todos sabéis la necesidad urgente de realizar economías, la necesidad urgente de moralizar y de reducir nuestros gastos, la necesidad quizá para la administración, para el Gobierno, de crear determinados impuestos y, sobre todo, señores ya hace varios años que paso el período preconstitucional, y todavía seguimos con las facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda, perfectamente anticonstitucionales, puesto que no corresponden más que a la falta de garantías en el país, conforme a la Constitución, es decir, a la suspensión de garantías. En esta forma, siendo el principal papel de una Cámara de representantes el de establecer los gastos y los ingresos del Tesoro público, nosotros estamos faltando a la más grande, a la capitalísima de nuestras obligaciones, como es la de dar al país verdaderos presupuestos, y que se nivelen los presupuestos de egresos y el de ingresos. Llamo la atención no sólo de esta Cámara, sino de la prensa y del pueblo en general, sobre la absoluta esterilidad hasta este momento de las comisiones de esta Cámara. Las comisiones de esta Cámara, en efecto, no han resultado nada; fuera de aquello en que había presión política del momento, fuera de aquello inminente, de aquellos casos que dictó hasta la composición de estas Cámaras, las comisiones no nos han traído aquí ninguna cosa que valga la pena. De pena, da tristeza asistir a estas sesiones en que no se tratan más que asuntos de mero trámite, o se presentan quejas pidiendo garantías de todas partes del país, como si estuvieran de acuerdo las autoridades. En esta forma, nosotros al menos que sabemos nuestra responsabilidad, dando los presupuestos al país, haciendo que merme esa salida constante, ese derroche continuo de las energías populares por el lado donde esas energías son más apreciadas, por el lado precisamente de la riqueza, en esa forma, señores, ya no nos escudemos con que el Ejecutivo vuelva a pedir otra vez los presupuestos, pues, señores, si vuelve a pedirlos, que no se le manden ya, porque si siguen en esta forma las secretarías enviando los presupuestos y volviendo a pedirlos a los tres o cuatro días, entonces esta Cámara nunca tendrá base para hacer esos mismos presupuestos, como se hizo, por ejemplo, durante la Legislatura pasada. A la Legislatura pasada el Ejecutivo mandó los presupuestos; luego pidió retirar otra vez esos presupuestos, y ya no se le concedió que esos presupuestos volvieran otra vez a su poder, sino que sencillamente se comenzaron a hacer los presupuestos y en muchos casos aun sin que hubiera aquí los presupuestos enviados por el Gobierno. Precisamente, esa fue una de las causas por las que comenzó el sistema de porras y de intrigas contra la Legislatura pasada, y precisamente esa es una de las glorias de aquella Legislatura, haberse mantenido enérgica y firme hasta el último momento ni crear presupuestos y dependió del mismo Gobierno el hecho de que la Legislatura pasada no haya tenido presupuestos. Pero yo, señores, para esta mayoría, no obstante que no soy amigo de esta mayoría, aspiro, sin embargo, a que tenga la satisfacción de haber cumplido con su deber y no quiero para ustedes la esterilidad a que desgraciadamente se han visto condenadas las pasadas legislaturas, excepto la anterior a ésta, que no fue por su culpa, sino por culpa del Gobierno, no quiero para esta Legislatura que le vaya a suceder lo mismo y que pase ante el país con la misma grave responsabilidad de haber transcurrido sus períodos ordinarios sin haber cumplido con la más grande y la más capital de sus funciones, que es la de dar los presupuestos. ¿Quién ignora que la formación de los prepuestos da la clave y la base de toda la política de un país? Si en ese país, por ejemplo, se amplían los presupuestos en Instrucción Pública o de Comunicaciones o de Fomento y, por el contrario, se restringen los ramos inútiles, de parásitos, de reptiles, de individuos que sin prestar ningún servicio al país chupan las energías del pueblo, entonces sí se puede suponer que aquel país va hacia adelante, que aquel país se levanta, que aquel país progresa y sí, por el contrario, en ese país se observa que todo es para los mercenarios, que todo es para los parásitos, que todo es para los reptiles, que todo es para los aduladores, que todo se va en infiltraciones del presupuesto y que a la manera como decía yo a Cabrera alguna vez, los millones se escurren entre las manos del secretario de Hacienda como un puñado de lentejas; en ese caso el país está perdido, en ese país no existe remedio, pues en ese país no existe más que la desorganización, el caos y para las generaciones venideras las deudas, la miseria, la falta de esperanza. Ahora, señores, esta Cámara, para demostrar que realmente tiene alguna conexión con el pueblo, ya no quiero decir que haya sido electa por el pueblo - que sería mucho decir - , sino que sólo tiene alguna conexión con él, es menester que sea exigente en el cumplimiento de su deber y ese cumplimiento de su deber comienza por hacer los presupuestos para el próximo ejercicio fiscal. En tal concepto, yo interpelo a las comisiones de Presupuestos para que me digan qué presupuestos han recibido ya del Gobierno y por qué no se dictamina sobre esos presupuestos, o si están resueltas a esperar, para dictaminar sobre estas cuestiones de presupuesto hasta que lleguen buenamente las iniciativas de las distintas secretarías de Estado. Me permito llamar la atención de esta honorable Cámara acerca de que el presidente, precisamente de todas las comisiones de Presupuestos, es el

ciudadano Escudero, y el ciudadano Escudero ni siquiera se encuentran precisamente en ejercicio, según entiendo, sino que ha perdido una licencia para ir a una lucha política en el Estado de Jalisco, y en esta forma, faltando el presidente de estas comisiones, ¿qué cohesión puede haber dentro de estas comisiones? ¿Qué unidad de iniciativa? ¿Qué acuerdos se han tomado? Todo esto necesita saberlo la nación, todo esto necesitamos saberlo los diputados, y con especialidad los de la minoría, porque los diputados de la minoría tenemos aquí la obligación de ser censores de la mayoría, porque a los de la minoría es el papel que nos corresponde legítimamente, precisamente en virtud de la forma como entramos en esta Asamblea; precisamente en virtud del papel que representamos aquí, faltaríamos a nuestro deber de minoría sí no fuéramos censores de la mayoría, si no estuviéramos haciéndole a cada momento excitativas en favor de sí misma, en favor de la nación. Yo no quiero que predomine ni este ni aquel partido; quiero sencillamente que la nación esté satisfecha de sus ansias de mejoramiento, de sus ansias de bienestar; a mí no me importa que dentro de esta Asamblea haya individuos que hayan venido de tal o cual manera; una vez dentro de esta Asamblea, lo que importa es que cumplan con su deber y por eso yo interpelo a estas comisiones, que hasta ahora han estado remisas, que hasta ahora han estado débiles y que han demostrado tan poca voluntad, para que cumplan con su deber, para que me conteste el presidente de la comisión o la persona que esté en su lugar, cuándo presentan el primer ramo de presupuesto ya dictaminado, es decir, qué esperanzas nos dan de su labor en esta Cámara, si nos vamos a pasar estérilmente treinta y cinco sesiones que faltan, o si solamente estaremos tratando aquí asuntos baladíes que no tienen relación con los intereses del país. (Aplausos en las galerías.)

El C. secretario Gandarilla: La Presidencia, por conducto de la Secretaria, se da el honor de manifestar que si se encuentra alguno de los miembros de las comisiones de Presupuestos y Cuenta o el presidente de ellas y quieren hacer uso de la palabra para contestar la interpelación del ciudadano Siurob, se sirvan manifestarlo a la Presidencia, a fin de que contesten la interpelación del honorable ciudadano Siurob.

El C. Díaz Jesús M.: Pido la palabra. Como uno de los miembros de la 4a. Comisión de Presupuestos y Cuenta, para no rehuir la interpelación del ciudadano Siurob, voy a hacer uso de la palabra, ya que con muy buenos conceptos, con muy fundadas razones nos ha informado de sus grandes deseos, que son los mismos en que abundamos nosotros. Pero debo informar a la Asamblea, no para descargo de las comisiones de las cuales soy miembro, sino por un acto de justicia, que hasta estos momentos las comisiones no han recibido un solo presupuesto. Que el presidente, diputado Escudero, excitado por mi, más de diez o quince veces ha ido a las secretarías de Estado y le han prometido enviarle los presupuestos; no ha venido más que uno solo, que al segundo o tercer día fue retirado; ¿tienen la culpa de esto las comisiones de Presupuestos y Cuenta? (Voces: ¡No!)

El C. Barragán Enrique: Pido la palabra, señor presidente, para contestar la interpelación del ciudadano Siurob. Como presidente de la 9a. Sección de la Comisión de Presupuestos, sección a la que fueron turnados para su estudio y dictamen los que corresponden a los gobiernos del Distrito y Territorios federales, puedo informar a su señoría, el diputado Siurob, que nosotros, los miembros que integramos esa comisión, estamos dispuestos a entregar esos presupuestos en los momentos en que se nos pidan. Lo que nos ha detenido es el hecho de que el Ejecutivo federal no ha remitido el proyecto de Ley de Ingresos, como usted lo sabe, por ser un requisito constitucional para entrar de lleno a la discusión de estos presupuestos.

El C. Siurob: No he terminado en mi interpelación, continuó en el uso de la palabra. En vista, señores diputados, de la situación que ustedes ven cómo se perfila, es decir, de que el Gobierno federal no se ha servido hasta estos momentos enviar los presupuestos a la Cámara de Diputados; en vista de que la Constitución dice que oportunamente el Ejecutivo debe enviar los presupuestos a la Cámara de Diputados para que tenga tiempo de ir dictaminando, estudiando esos presupuestos, es por lo que yo excito a las comisiones de Presupuestos para que no esperen ya los que vendrán del Ejecutivo, sino que de acuerdo con su leal saber y entender y con el conocimiento que tengan de los asuntos públicos y de las necesidades públicas, se pongan ellos mismos a hacer los presupuestos para que los discutamos poniéndolos más o menos en relación con las necesidades públicas y no estar esperando lo que no ha de llegar.

El C. Castilleja, interrumpiendo: ¡Que se excite al Ejecutivo!

El C. Siurob, continuando: Yo no pido que se excite al Ejecutivo, porque esto es enteramente anticonstitucional y ustedes saben muy bien que si yo lo pidiera, pues quizá sería peor, porque entonces todos dirían que era un acto de oposición; pues no es un acto de oposición, señores, es un acto de justicia, pero en todo caso no está sancionado por la Constitución y no podemos desgraciadamente excitar al Ejecutivo, pero sí podemos hacer un acto de virilidad y el acto virilidad consiste en hacer nosotros mismos los presupuestos, interpretando, conforme nuestro leal saber y entender, las necesidades públicas. Eso se comenzó a hacer durante la Legislatura pasada y se terminó porque la mayor parte de los ramos fueron presentados y algunos ramos discutidos hasta el último y aprobados como leyes especiales separadas del presupuesto, para así quitar toda oportunidad al Ejecutivo de que destruyera estos presupuestos ya aprobados en virtud de que no estaban aprobados en su totalidad, sobre todo el ramo de Ingresos. El ramo de Ingresos es más fácil que pueda hacerse dentro de la comisión. ¿Por qué no verificarlo? Yo llamo la atención de los ciudadanos diputados sobre las gravísimas circunstancias por que atraviesa el país. ¿Qué se va a hacer después del Convenio, teniendo compromisos el país de pagar determinadas sumas de dinero, una suma cada vez más respetable, cada vez más fuerte? Vosotros habéis aprobado ese Convenio a la

carrera, (Voces: ¡No! ¡No!) violentamente, de un solo golpe. Pues bien, ya que lo habéis hecho, al menos dad facilidades para que se cumpla con el Convenio; evitad esto, tan natural y tan humano, de que los secretarios de Estado, sin límite y sin tasa, únicamente confiados en su influjo político cerca del Ejecutivo, engloben y aumenten sus presupuestos a su antojo. Cuántas veces hemos visto que a los secretarios de Estado se les han reducido millones y millonadas enteras de su presupuesto. ¿Y en qué se confiaba aquel representante del Ejecutivo para aumentar y convertir en un verdadero globo su presupuesto? Pues, señores sencillamente en el influjo que tenía con el propio presidente de la República. En la actualidad, el porvenir de ese pueblo que nos está escuchando está en que se economice algo; ese pueblo pide que no se aumenten tan considerablemente los impuestos, ya que no podemos rebajarlos; el porvenir de ese pueblo consiste única y exclusivamente en no estar sujeto en los gastos públicos al influjo que tiene cada secretario de Estado con el presidente de la República, sino a las verdades necesidades públicas. Si he censurado los globos en materia electoral, censuro infinitamente más, con mayor energía, estos globos en materia de presupuestos. ¿O queréis ser partidario de unos globos, tan infamantes aquéllos como éstos? (Murmullos.) Yo no creo que vayáis a arrojar sobre nosotros mismos esta responsabilidad. Por eso yo me permito llamar directamente al cerebro y al corazón de los ciudadanos representantes y especialmente de los de la mayoría; yo no quiero para esta mayoría que no cumpla con su deber, porque eso sería no estimar a mi país; ya que se ha formado la mayoría de cualquiera manera que se haya formado, yo deseo única y exclusivamente que cumpla con su deber, que realmente justifique las esperanzas del país para que el país progrese, aunque la mayoría vaya englobada dentro de ese progreso; a mi no me interesa eso; los asuntos políticos no me ciegan a tal grado que no quiera, para esta mayoría, que no cumpla con su deber; cumplamos todos, seamos enérgicos en el cumplimiento de nuestro deber, porque se necesita ser fuerte para ser bueno, como dijo Napoleón, y nosotros no somos fuertes si no nos enfrentamos a los derechos del Poder, a las exigencias de todo Poder, pues es natural que todos los poderes quieran controlar todo y llegar hasta el exceso. El Poder nunca está contento con lo que tiene; el Ejecutivo, que tiene ya las facultades extraordinarias, no se contenta con eso, y ya que en le Senado duerme el proyecto de ley que quita las facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda, ya que los senadores no tienen la virilidad y el patriotismo suficientes para cumplir con su deber, aprobando esa iniciativa, a lo menos que la Cámara de Diputados haga lo que pueda, ¿y qué es lo que puede hacer?, pues a lo menos aprobar esos presupuestos que limitarán un poco esos manejos, que son el puñado de lentejas que se escurren entre las manos del ciudadano secretario de Hacienda.

Presidencia del C. SALVADOR MURGUÍA

El C. Pérez Taylor: Pido la palabra para ratificar, como miembro de una mayoría, los conceptos expresados por el ciudadano diputado Siurob.

(Siseos.)

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Pérez Taylor: Señores diputados: Nuevamente regreso a esta tribuna, refrescada mi imaginación juvenil todavía por las palabras pronunciadas por el compañero Siurob, y antes debo recordar unas palabras de aquel orador que para mí lo quise como a nadie, porque me hizo sentir momentos emotivos y momentos de arte, que se llamó el licenciado Jesús Urueta, y el cual con palabras tranquilas, con esas palabras parecidas a las de aquellos filósofos que platicaban con el divino Platón, me decía refiriéndose a cuestiones de política: "Pérez Taylor: yo soy un viejo lobo en cuestiones y achaques de política; yo sé lo amargo que es ponerse el nudo gordiano de una mayoría política; yo sé lo doloroso que es ir a votar con una mayoría, cuando el alma y el corazón están diciendo: la verdad está del lado de la minoría. Yo sé, Pérez Taylor, esa tragedia brutal que existe dentro del pensamiento de un político, dentro de la moral de un político, cuando después de una polémica formidable, cuando después de una lucha parlamentaria nosotros - porque yo he estado dentro de ellos - tenemos que dar nuestro voto por una cosa que no sentimos y que nunca hemos amado y ni siquiera nos hemos interesado por ella". Y por eso cuando veo yo al pequeño Siurob, a ese pequeño Siurob, diminuto, (Risas.) a ese pequeño Siurob que ha sido tan vilipendiado, y quizá vilipendiado por mí mismo dentro de las crónicas parlamentarias, que ahora viene y levantan su voz única, llena de virilidad y llena de entusiasmo y llena de patriotismo por los presupuestos, yo no puedo menos que decir: sí, la verdad está con las minorías, la verdad está con el diminuto Siurob. (Aplausos en las galerías.) La verdad, hay que confesarlo, la verdad está con esa cola cortada del P. L. C., porque la verdad hay que decirla a todas voces, la verdad hay que pregonarla contra viento y marea, la verdad hay que decirla, pese a quien pese, que en estos momentos, cuando todos los empleados, cuando todos los de la clase media están sufriendo por que la prensa dice que se van a disminuir los empleos al treinta por ciento y que van a acabar con todas las partidas de gastos extraordinarios y con todos los empleados supernumerarios, antes de que la tragedia dentro de esos hogares venga y surja y palpite y grite, se levanta el ciudadano Siurob, el pequeño Siurob, a decir: es necesario que los presupuestos los conozca la nación. (Aplausos en las galerías Murmullos.) Es verdad, señores diputados, que la única misión, misión constitucional - como diría el erudito Ezequiel Padilla - , en cuestiones parlamentarias, lo único que nos toca a nosotros es discutir, rechazar o aprobar los presupuestos. Herbert Spencer, un gran pensador que todos vosotros conocéis y que el compañero Soto y Gama citó una vez en la Casa

del Obrero Mundial, dijo estas palabras referentes a la cuestión del régimen parlamentario: el régimen parlamentario quiere decir la selección, la unificación, la parte más selecta de los distritos para que éstos voten y lleven al Parlamento, por medio de sus representantes, el entusiasmo y el sentir de sus respectivos distritos. Estos dice Spencer y ratifico, más bien dicho, rectifico: hay que ver los parlamentos, los parlamentos en realidad son sencillamente la parte pura, la parte selecta de los distritos; y nosotros vemos claramente en la práctica que eso no es cierto, que eso es una utopía, que eso es pura metafísica porque Spencer argulle: "es natural que dentro de cada distrito se elija a aquella persona que tiene mayores conocimientos intelectuales, que sea de una caparazón moral perfectamente definida"; y cuántas veces vemos que dentro de los parlamentos no hay esos individuos de una perfecta intelectualidad, y, lo que es peor, de una caparazón moral perfectamente definida. Muchas veces quizá por atonía, muchas veces quizá por ineptitud, muchas veces quizá porque esto de Herbert Spencer es una paradoja, porque no puede existir dentro de la práctica, pero sí cuando dentro del Parlamento escuchamos la palabra de los oradores del contra, de los oradores de la pequeña minoría, de los oradores que en la época de la revolución francesa hubieran sido sencillamente los jacobinos de un lado o los girondinos del otro lado, pero siempre alejados de la montaña, de la montaña que no piensa ni define; ahora podemos decir, gritando a voz en cuello, que debemos aprobar el gesto del pequeño Siurob, de ese pequeño Siurob de la minoría que pide, exige y sencillamente quiere traer aquí los presupuestos, porque los presupuestos es la única misión de la Cámara de Diputados, bajo la cual debe discutirse y debe de aprobar; por tanto, yo doy mi voto de confianza al pequeño Siurob de la minoría, porque está sencillamente con la patria y con los ideales de la revolución.

El C. González Garza Roque: Pido la palabra para hechos con motivo de la alocución que nos acaba de espetar a la mayoría el señor Pérez Taylor.

El C. secretario Gandarilla: Respetuosamente la Presidencia, por conducto de la Secretaría, manifiesta al señor González Garza que todavía no se ha terminado la cartera y que, conforme a Reglamento, los hechos y las aclaraciones serán tratados después de que se lea la cartera.

El C. González Garza : No, para hechos antes de que termine este asunto. Para hechos ha pedido la palabra el ciudadano Pérez Taylor.

- El C. presidente; Tiene usted la palabra.

El C. González Garza: Señores diputados: No cabe duda que el despecho en cuestiones políticas es el peor de los consejeros. Sí a esto agregamos que éste que habla, que conoce perfectamente bien a Pérez Taylor, porque lo ha visto en época tormentosa y también tranquilas, ahora lo desconoce por completo y no parece sino que se ha dedicado esta tarde al deleite de Baco... (Murmullos. Risas.) resultaría que no tendría nada de particular las palabras que ha venido a pronunciar aquí veladamente en contra de una mayoría que piadosamente le dio albergue, cuando él no tenía la más mínima esperanza de un triunfo, porque estaba muy lejos de sus posibilidades. (Aplausos.)

El C. Pérez Taylor: Pido la palabra para una alusión personal.

El C. presidente: No puede usted estar interrumpiendo al orador.

El C. Pérez Taylor: Si el orador lo consiente.

El C. González Garza: En estos momentos no, al final. Algo más, señores; el señor Pérez Taylor pertenece a esta mayoría y, entiendo , que hasta hace poco se jactaba de ello, y en estos momentos se pronuncia muy tímidamente en contra de ella por una sencilla razón: porque ha tenido la indelicadeza de no cumplir con su deber como miembro del bloque Cooperatista, de la mayoría, viniendo a las deliberaciones que son diarias y constantes, y que dentro de esa mayoría, de ese bloque, siempre se están tratando a fondo todas estas cuestiones. Si hubiera venido se hubiera percatado, desde hace muchos días, de que no sólo una minoría del bloque Cooperatista, sino unánime la asistencia o la lista de esa mayoría, están pugnando por que el Ejecutivo cumpla con un precepto constitucional, cual es el de enviar oportunamente los presupuestos para el estudio de esta Cámara. (Aplausos.)

La mayoría no se está haciendo cómplice de ninguna maniobra política en esta cuestión; la mayoría exige y está exigiendo los presupuestos para hacer lo que dijo muy sensatamente el señor Siurob - y él sabe bien que son suficientemente franco para decir la verdad - ,para cumplir nosotros con el deber imperioso que tenemos de aprobar o reprobar los presupuestos, porque es la misión más alta, quizá la única que está destinada a la Cámara de Diputados; pero de eso, señor Pérez Taylor, a querer venir aquí, en esta tribuna, y con acento mucho muy parecido al del señor ministro de Comunicaciones, melodramático..... (Voces: ¡De Industria!) de Industria y Comercio, para impresionar a la Cámara y hacernos ver cómo que la razón y la justicia está..... (Aplausos.) única y exclusivamente reconcentrada en una minoría, para mí siempre respetable y vigorosa, hay una diferencia mucho muy grande. Yo, miembro de esa mayoría, le digo a usted que antes de que Siurob, o cuando mucho, al mismo tiempo que Siurob y el señor Vasconcelos y todos los miembros de la minoría, estoy pugnando junto con todo los míos, sin excepción, porque los presupuestos vengan, y no solamente eso, por encima de los presupuestos - y sépalo su señoría - ,que hay otra cosa por la que estamos pugnando nosotros: por la reglamentación del artículo 27, que es la clave, que es el desiderátum de la cuestión política internacional. Ya ve, pues, el señor Pérez Taylor que es muy fácil venir a esta tribuna a hacer frases bonitas, elevarse a los helenos y chotear aquí a la Asamblea. (Risas.) Pero en el fondo, puede estar cierto y seguro su señoría, lo mismo que los miembros de la minoría, que la mayoría está cumpliendo estrictamente con su deber, está pidiendo todos los días los presupuestos, están las comisiones listas; no ha venido más que un presupuesto, y ese presupuesto, como ya lo dijo muy bien uno de los miembros de la sección que le corresponde, está dispuesto para entrar a discusión cuando sea oportuno. La mayoría

del Bloque Cooperatista está cumpliendo con su deber, y se alegra, eso sí, de que haya una minoría vigorosa y fuete, que le esté llamando la atención; pero en este caso no tienen razón porque la mayoría ha estado cumpliendo con su deber.

(Aplausos.)

El C. Pérez Taylor: Pido la palabra para alusiones personales.

El C. Gutiérrez José F.: Pido la palabra para una interpelación al orador.

El C. Espinosa Luis: Pido la palabra.

El C. Pérez Taylor: El ciudadano González Garza se ha dirigido a mí, y yo estoy obligado a contestarle. (Murmullos. Desorden. Campanilla.) El Reglamento me protege, ciudadano presidente.

(Campanilla.)

El C. secretario Gandarilla: La Presidencia, por conducto de la Secretaría, manifiesta que, habiendo interpelado el ciudadano diputado Gutiérrez José F. al ciudadano González Garza, se consulta al ciudadano González Garza sí acepta la interpelación. (Desorden. Campanilla.)

El C. Espinosa Luis: Moción de orden.

El C. Pérez Taylor: Pido la palabra. El ciudadano González Garza me ha aludido personalmente. Me protege el Reglamento; estoy obligado a contestarle.

El C. secretario Gandarilla: Se llama al orden al ciudadano Pérez Taylor. Habiendo terminado el ciudadano González Garza, lo interpela el ciudadano Pérez Taylor.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Gutiérrez José F.

El C. Gutiérrez José F.: Mi interpelación, ciudadano González Garza, consiste en lo siguiente: al hablar usted respecto a los trabajos que está emprendiendo la mayoría del Partido Cooperatista, manifestaba que pugnaba por otra cosa que la minoría no había pugnado hasta ahora, y se refería al artículo 27 constitucional. Yo interpelo muy respetuosamente al ciudadano González Garza para que me diga si sabe él si la minoría que constituímos los miembros del Bloque Laborista y del Bloque Agrarista, no estamos trabajando en ese sentido; si lo sabe de una manera terminante y categórica, porque debo advertirle al compañero González Garza que, tanto el bloque del Partido Agrarista, como esta pequeña minoría del bloque del Partido Laborista, estamos trabajando para presentar un proyecto de ley en ese sentido.

El C. González Garza: Para contestar. Señor diputado Gutiérrez: Sé perfectamente bien, mejor dicho, voy a cambiar el giro de mi decir: en la Cámara de Diputados existen tres minorías, no una: existe la minoría Laborista, la minoría Agrarista..... (Voces: ¡Unidad!) unidas, y la minoría correspondiente al P. L. C. En este debate se ha estado tratando solamente de la minoría del P. L. C. Yo sé bien que las minorías Laborista y y Agrarista, han estado trabajando muy activamente.....

El C. Manrique, interrumpiendo: ¡Y Socialista del Sureste!

El C. González Garza, continuando: Y Socialista del Sureste también, si usted quiere, han estado trabajando activamente en la cuestión; yo me refería exclusivamente a la minoría del P. L. C. Está satisfecho su señoría.

El C. Pérez Taylor: Pido la palabra.

El C. Espinosa Luis: Señores compañeros: Quiero hacer una aclaración que juzgo importante, al margen de esta cuestión de presupuestos. Entiendo, ciudadanos compañeros, que nosotros estamos bordando en el vacío. El artículo 74 de la Constitución, en su fracción IV, de una manera terminante dice que primero debería aprobar al Congreso la Ley de Ingreso y que después la Cámara de Diputados, dentro de sus funciones exclusivas, discutirá y aprobará los Presupuestos de Egresos. ¿De qué sirve, señores, tener aquí todos los presupuestos de las Secretarías de Estado, si no contamos con la Ley de Ingresos? Entiendo, pues, por cuestión de orden y por cuestión legal, que el esfuerzo de mayoría y minoría debe, dentro de esta Asamblea, tender a que cuanto antes venga a esa Ley de Ingresos, y digo venga, porque la Ley de Ingresos sólo compete darla al Ejecutivo, desde que tiene el carácter de iniciativa, es decir, como iniciativa. La Ley de Ingresos no puede hacerla la Cámara de Diputados ni la Cámara de Senadores, ni aislada ni conjuntamente; el proyecto de esa ley debe venir forzosamente del Ejecutivo, no así por lo que hace al Presupuesto de Egresos. Yo considero una práctica perniciosa, y que debe desterrarse desde esta Legislatura, el estar pidiendo al Ejecutivo que nos mande los Presupuestos de Egresos. Conforme a esta misa fracción IV del artículo 74, los presupuestos son de la competencia exclusiva de esta Cámara de Diputados, ni siquiera de la Cámara de Senadores. Si es, pues, el hacer los presupuestos función muy nuestra, función exclusiva de la Cámara de Diputados, considero un tanto indecoroso estarle exigiendo al Ejecutivo estos presupuestos, estas iniciativas de presupuestos. Vamos valiente y decididamente abordando la obra de dar nosotros mismos los presupuestos, porque esto es lo que nos corresponde dentro de nuestras funciones de diputados. Yo creo, ciudadanos representantes, que no deja de ser bochornoso este cambio de palabras que se ha establecido de unos días acá sobre esta cuestión de presupuestos; creo haber puesto el dedo en la llaga, diciendo que el asunto de los presupuestos es función exclusiva de la Cámara de Diputados, en la que nada absolutamente tienen que ver ni la colegisladora ni el Ejecutivo.

De tal manera, que exhorto a las comisiones respectivas de presupuestos para que sean ellas las que, sin esperar más, den cima a este trabajo de iniciativas sobre presupuestos y que nosotros, dentro de nuestras facultades, las aprobemos, teniendo en cuenta, como Cámara dispuesta a colaborar con el Ejecutivo, todas las objeciones que vengan de la Presidencia de la República, porque es muy justo que quien va a gastar los dineros que nosotros vamos a autorizar, tome intervención directa en esta cuestión; de allí, pues, que sea el primero en convenir y en aceptar que el Ejecutivo tenga una ingerencia directa en estos asuntos, pero no en la forma torcida en que se ha interpretado, y exijo y sostengo, por lo tanto, que no es al Ejecutivo a quien le corresponde mandar los presupuestos, sino nosotros hacerlos desde su origen, de tal manera,

que nosotros debemos de tomar empeño especialísimo en que la Ley de Ingresos venga cuanto antes, puesto que he demostrado que mientras no se haya aprobado la Ley de Ingresos, no podremos discutir ningún ramo del Presupuesto de Egresos.

El C. presidente: Tiene la palabra para contestar alusiones personales, el señor diputado Pérez Taylor.

El C. Pérez Taylor: Señores diputados: Por tercera vez regreso a esta tribuna para contestar alusiones personales del compañero Roque González Garza, persona sumamente estimable para mí cuando fue presidente de la soberana Convención Revolucionaria; pero veo con enorme tristeza que aquel Roque de la Convención, se ha convertido ahora en el Roque de la Marina (Risas.)

El compañero González Garza dice que yo he venido aquí a hablar inspirado por el divino Dionisio; ¡ah, querido compañero González Garza! ¿sabe su señoría lo que es hablar inspirado por el divino Dionisio, por el divino dios del Olimpo, por ese Dionisio que va metiendo dentro de nosotros mismos todo su entusiasmo, toda su inteligencia, toda su inspiración? Si su señoría me dice que yo he venido a hablar aquí por boca de Dionisio, hagámoslo, ¡oh partidarios del helenismo! ¡oh hombres que habéis apurado las divinas palabras de aquellos que hablan del Olimpo! Pero aquí Dionisio no solamente va a hablar ahora de cuestiones políticas, no solamente va a hablar ahora el divino Dionisio contestando a Roque el de la Marina, sino sencillamente viene a decir aquí la verdad, una enorme verdad, y entonces ya cerrarán sus páginas todos aquellos que se hayan inspirado en la obra de poética y en la obra de literatura, porque ahora Dionisio viene a hablar sencillamente por labios míos, por la verdad y por la lógica, por una cosa incontrovertible, por una cosa que llevamos todos dentro de nosotros mismos, de que yo prefiero que me llamen traidor a un partido, antes que me llamen traidor a la patria! (Aplausos en las galerías.) ¡Ah, señores diputados! estoy verdaderamente cansado de estar en entredicho dentro de la mayoría del Partido Cooperatista; ya, señores diputados, estoy verdaderamente ahito de que momento a momento me digan que yo no soy un fiel, que yo no soy un esclavo, que yo no soy un hombre que admite y baja la espaldas para admitir las imposiciones del Partido Cooperatista. Yo no, señores diputados. (Aplausos en las galerías.) Yo, antes que todo, soy un hombre de honradez (Voces: ¡Huy! ¡Huy!) Aunque os riáis, yo a nadie he explotado y de nadie he vivido... (Una voz de las galerías: ¡A la india bonita! Risas. Aplausos.) Esa frase, señores, tan oportuna, surgida de labios anónimos de las tribunas, me causa el mismo alborozo y el mismo regocijo que las palabras que se lanzan en el tendido de sol durante una tarde calurosa cuando Gaona y Silveti se disputan las palmas y son los "ases" de una gloria relativamente nacional. (Voces: ¡No! ¡No!) ¿Que yo he explotado a la india bonita? (Risas.) Desgraciadamente el ciudadano que ha lanzado esa palabra no supo quién fue la india bonita. (Risas.) La india bonita, esa persona por la cual trabajé anónimamente sin saber quién sería, sepa su señoría que ni siquiera las gracias me dio después de su triunfo! (Murmullos.) Lo mismo que la obrera simpática, ese otro brillantísimo concurso que organizó "El Universal", tampoco la obrera simpática me dio las gracias después de su triunfo; pero así es la humanidad, y continuemos adelante. (Risas.) El compañero Roque González Garza, el Roque de la Marina, (Risas.) me dice que yo soy un individuo que estoy en contra de la mayoría cooperatista, y no estoy en contra de la mayoría cooperatista; nosotros hemos visto aquí prácticamente que cuando se tratan asuntos nacionales, que como cuando se trató el asunto Lamont - De la Huerta, todos, tirios y troyanos, todos estuvieron en una sola armonía y en un solo conjunto en favor de ese Convenio. Cuando aquí se trató el asunto del Banco Cooperatista y de las organizaciones cooperatistas, todos, el mismo compañero Soto y Gama y el compañero Luis León, vinieron aquí a esta tribuna a pronunciar entusiastas y bellísimos discursos a favor de esa tendencia novedosa y modernista que lleva sencillamente a desesclavizar a aquellos que existen bajo la tutela del capitalismo, pero es completamente distinto a las cuestiones interiores de partidos políticos. Yo, por ejemplo, y esta es una de las cosas por las cuales no me puedan tener a bien, voy a tener una pequeña indiscreción con el compañero Vizcarra. El compañero Vizcarra hace cerca de quince días, se me acercó y me dijo: "Compañero Pérez Taylor, aquí tiene usted una manera de vengarse de Morones". Ante ese exabrupto, casi me fui de espaldas, porque era un ditirambo shakesperino, porque no soy vengativo, soy un hombre bueno, quizás porque comienzo a ser algo gordo, como dice Querido Moheno; pero me intrigó el asunto y le dije: "¿por qué quiere usted que ataque a Morones?" "Pero, compañero, me dijo, aquí traigo un documento muy interesante". "Enseñádmelo". Era un diálogo benaventino. "Aquí se trata de que Cosme Hinojosa, el director de Correos, ha nulificado como artículo de segunda clase un periódico de los rojos que se llama creo que "Acción Directa". "Muy bien, compañero, esto será cosa de Cosme Hinojosa, pero no de Morones." "Pero eso - me dice en acento trágico, como si fuera una especie de Barba haciendo el don Juan Tenorio - , me dice: No, esto va más adelante. ¡Pero si esto es un absurdo! Pues no, señor, esto es sencillamente de que Morones fue el que intrigó cerca de Hinojosa para que este artículo, este periódico de "Acción Directa" no fuera sencillamente declarado como artículo de segunda clase", y entonces le contesté: "Aquí está el oficio; pues la acusación será contra Cosme Hinojosa; si yo ataqué a Morones, fue - y todos ustedes, y toda la nación y todo el pueblo debe estar conmigo - , porque la peor de las miserias es ser ingrato; yo ataqué a Morones porque atacó a "El Universal", y porque yo había estado en "El Universal" y porque el mismo me atacó; si yo no hubiera defendido aquí a "El Universal" y al ingeniero Palavicini, hubiera aparecido como un miserable ante los propios ojos de sus señorías, ante los ojos de Morones y ante los mismos enemigos nuestros. ¿Pero en este caso, yo cómo iba a atacar al ciudadano Morones si nada me había hecho? Si el ciudadano Vizcarra tenía que ver algo con Morones, él, como yo, tenía la facultad de venir a esta tribuna a atacar a Morones, si él no lo hizo, fue por cobardía; si no lo hice, fue por sinceridad.

Pues bien; a partir de esto que son pequeñas cosas que se riegan, que aparentemente no llevan a determinada finalidad, a mí me hizo ver que todo esto servía para que yo fuera instrumento en determinadas ocasiones para venir a atacar desde lo alto de esta tribuna a determinados miembros de uno y otro partido, y yo francamente, antes de ser diputado y periodista, soy un bohemio, yo amo la vida libre, yo no puedo estar perfectamente encadenado dentro del criterio de un partido político.

Se asegura que yo todo se lo debo al Partido Cooperatista, y aquí, desde lo alto de esta tribuna, vengo a decir una enorme verdad que le consta al señor Prieto Laurens, a Samayoa, a Vizcarra y a todos los que están dentro del Partido Cooperatista: si yo no hubiera estado en "El Universal", a mi no me hubiera apoyado el Partido Cooperatista. (Aplausos.) El Partido Cooperatista me apoyó porque el ingeniero Palavicini hizo propaganda a favor del Partido Cooperatista porque nos apoyaran a tres o cuatro de la redacción de "El Universal". (Aplausos.) Así es que si yo no hubiera estado en "El Universal", el Cooperatista no me hubiera apoyado. Y esto vengo y lo digo aquí sinceramente, porque ya estoy cansado, verdaderamente cansado de toda esa montaña, de toda esa turba, de toda esa multitud de improperios que constantemente me están lanzando. Yo no soy lacayo de nadie y repito aquí, desde lo alto de esta tribuna, que prefiero caer muerto por la honra de mi patria, pero no prefiero caer muerto por los honores de un partido político. (Aplausos.)

Presidencia del C. FRANCO URIAS SALVADOR

- El C. secretario Gandarilla, leyendo:

"Honorable Asamblea:

"El viernes 29 de septiembre último, fue aprobado el siguiente acuerdo:

"En vista de la situación caótica que impera en Tabasco, y que ha culminado en agresiones a varios miembros de la Legislatura local, de los cuales han muerto dos, nómbrese una comisión de diputados que vaya a Tabasco para que, formándose un concepto cabal de lo que allá acontece, rinda un informe imparcial acerca del origen que puedan haber tenido las agresiones sufridas por los diputados a la Legislatura de Tabasco.

"Como consecuencia de dicho acuerdo, los subscriptos fuimos nombrados en comisión, considerando desde luego difícil desempeñar con todo acierto nuestro cometido; sin embargo, para iniciar nuestro trabajo, tuvimos en cuenta los siguientes antecedentes:

"I. Los telegramas dirigidos desde Villahermosa a los miembros de la diputación tabasqueña, insertados ya en el DIARIO DE LOS DEBATES, en los cuales se anunciaban temores por la muerte de los diputados. Torruco y Bautista; dichos telegramas están fechados en los últimos días de agosto y 1o. de septiembre.

"II. El telegrama que la hoy viuda de Torruco dirigió desde esta capital a su esposo en los primeros días de septiembre, participándolo que debía cuidarse mucho, pues al partir de esta capital rumbo a Tabasco algunos políticos enemigos suyos habían anunciado que tendrá que ser asesinado.

"III. El telegrama que se dirigió al C. J. María Estrada, suplente del diputado Torruco, radicado en Cárdenas, invitándolo a trabajar por la candidatura del señor general Ramírez Garrido, y en su carácter de diputado suplente con seguridad de entrar en funciones.

"IV. Las amenazas expresadas en distintos lugares del Estado de Tabasco por los simpatizadores del señor general Ramírez Garrido contra los diputados Torruco y socios, que eran fervientes partidarios del licenciado Tomás Garrido Canabal.

"V. El desafuero del diputado Lauro Aguilar Palma, simpatizador del general Ramírez Garrido, acordado por la Legislatura, y que fue tomado como una ofensa por el partido del mencionado general.

"VI. La circunstancia de que en la Legislatura local había mayoría de simpatizadores del licenciado Tomás Garrido C., lo cual fue conceptuado como un peligro para el Partido Liberal Constitucionalista Tabasqueño, que sostenía al repetido señor general Ramírez Garrido; por lo que, según versiones, comenzó a buscarse la manera de combatir dicho peligro.

"VII. Prueba de ello fue la invitación que el expresado general hizo al diputado Garrido Lacroix, tío de ambos candidatos, para que éste procurara conseguir que al revisarse los expedientes electorales, la Comisión Revisora estuviera integrada en la Cámara por tres simpatizadores de cada candidato y alguien más, imparcial, lo cual no llegó a formalizarse por el giro sangriento que tomaron las cosas.

"VIII. La vehemencia con que la mayoría de las personas entrevistadas por nosotros, señalaba como responsable del asesinato del diputado Miguel Torruco, principalmente, a los líderes del Partido Guinda, o sea el Liberal Constitucionalista Tabasqueño.

"La situación política en Tabasco

"El señor general Ramírez Garrido llegó Villahermosa, sosteniendo su candidatura para gobernador del Estado el 8 de septiembre último. Entre esta fecha y el fin del mes puede decirse que se desarrolló el período álgido de la campaña electoral, que culminó con lo siguiente:

"Las lesiones inferidas mortalmente al diputado Juan Bautista de Dios Torres; el conato de homicidio en contra del diputado Nicanor González, suplente del actual gobernador del Estado; hecho calificado como sainete por el Partido Guinda; el traslado de la Legislatura local al municipio de Jalapa, distante doce leguas de la capital, por no contar con suficientes garantías en Villahermosa; el asesinato proditorio del diputado Miguel Torruco, acaecido el 20 del repetido mes de septiembre; y, finalmente, la renuncia que el señor general Ramírez Garrido hizo de su candidatura,

retirándose con los diputados locales simpatizadores suyos, hasta está capital.

"Para llenar debidamente nuestra misión, celebramos diferentes conferencias con el gobernador interino del Estado en Villahermosa, con los diputados locales en Jalapa, con los periodistas afiliados a los diversos partidos, con exfuncionarios simpatizadores del general Ramírez Garrido, con autoridades militares y civiles, con extranjeros radicados en Tabasco y con particulares de distintas clases sociales, pues sólo de este modo y con la discreción necesaria inherente a nuestra representación, podían acopiarse los datos que nos servirían para formar nuestro criterio.

"No conformes, sin embargo, con lo anterior recurrimos al Juzgado único de lo Penal en el Estado para ver la situación que guarda el proceso abierto al exdiputado Aguilar Palma por el delito de lesiones, y al C. Jesús Velásquez, autor del asesinato del diputado Torruco, hallado absolutamente deficientes los dos, pero más el segundo en la investigación pues si es cierto que el delincuente confesó su delito, la torpeza y dilación con que se le ha examinado, no pone en claro los móviles que lo hayan impulsado ni las personas que hubieran podido sugerir el crimen.

"Procuramos reunir ejemplares de periódicos, proclamas, manifiestos, decretos y acuerdos gubernativos que tuvieran relación con los asuntos que motivaron nuestra ida; y si no pudimos agregar al expediente que presentamos a vuestra consideración, copia de algunos telegramas importantes, fue porque el ciudadano gobernador del Estado, a quien encomendamos recoger en el telégrafo las copias de los mensajes, no nos las ha remitido.

"Puntos de vista de la comisión

"La necesaria defensa que de sus intereses tenía que hacer cada partido y el deseo de que uno y otro manifestaban de contar con mayoría en la Cámara para la hora del cómputo, han hecho más precisa la presunción de que los hechos delictuosos a que nos referimos fueron desgraciadamente premeditados.

"En consecuencia, cumpliendo con el deber marcado por el acuerdo inserto al principio, venimos a informaros que de los miembros de la Legislatura del Estado de Tabasco, fue muerto el C. Miguel Torruco, herido el C. Juan Bautista de Dios Torres y agredido sin causársele daño alguno el C. Nicanor González, suplente en sus funciones.

"Igualmente manifestamos que está aprobado que el asesino del diputado Torruco fue el C. Jesús Velásquez, partidario del señor general Ramírez Garrido y miembro del Partido Liberal Constitucionalista Tabasqueño. Asimismo, que las lesiones inferidas al diputado Bautista Torres por el exdiputado Aguilar Palma fueron causadas en un lance personal de origen esencialmente político; y, por último, que con la renuncia hecha por el C. general Ramírez Garrido, decayó la exaltación y sólo han quedado los resquemores de la lucha, que el buen juicio del nuevo Gobierno del Estado de Tabasco toca hacer desaparecer.

"México, D. F. noviembre 3 de 1922. - A. Castillo. - Carlos Puig y Casauranc. - G. V. Vázquez." - De enterado.

El C. Espinosa Luis: Para rectificar un hecho sobre este documento que se acaba de leer. Como nadie lo ha oído ruego a la Secretaría que, dentro de sus atribuciones, llame la atención de los ciudadanos diputados, a efecto de que se sienten y puedan darse cuenta de lo que se trata. (Voces: ¡Ya lo oímos!)

El C. presidente: La Presidencia suplica atentamente a los ciudadanos diputados se sirvan ocupar sus curules.

El C. Espinosa Luis: Ese documento es el luminoso informe que rinde la comisión que vuestra soberanía, en un momento de ligereza, tuvo a bien nombrar para que fuera a pisotear la soberanía del Estado de Tabasco. Todos vosotros habéis prestado la más grande indiferencia a la lectura de ese documento, ¡y sabéis lo que ese documento significa?: cuatro mil quinientos pesos extraídos de las arcas nacionales. Cuando se presentó la iniciativa para que se nombrara esta comisión, me opuse con verdadera tenacidad, porque estaba, seguro desde entonces, de que no tendría ningún resultado práctico. Ya habéis visto cómo ese papel no contiene informe ninguno que vierta más luz sobre los acontecimientos sangrientos que se registraron el Tabasco a raíz de la lucha electoral para gobernador que se efectuó el domingo próximo pasado. Lo dijo entonces y, sin embargo, vuestras señorías nada más por espíritu de grupo apoyaron a los proponentes y se nombró esa comisión. Yo doy por terminado este asunto de Tabasco; entiendo que no hay nada más que hacer sobre él; pero sí quiero llamar la atención de los compañeros para que otra vez no invadan terrenos que no les corresponden, no malgasten el dinero de la nación y no pierdan el tiempo en asuntos que no son de su competencia. Desde luego, señores, esta comisión no investigó nada, no inquirió nada, no conoció absolutamente nada; en lo que allí se dice en ese documento, que ni siquiera habéis oído, no se asienta nada nuevo, ni siquiera lo que ya sabíamos todos nosotros por los periódicos de la ciudad de México. Así pues, por no ir a hacer nada, por no investigar nada, por no traer una noticia nueva siquiera, habéis hecho que se derrochen cuatro mil quinientos pesos que pudieron haberse dedicado a algo útil y necesario. Yo, señores, tendría derecho en esta ocasión para pedir cuentas a la comisión nombrada por los atropellos que, según queja del presidente municipal de Palizada...

El C. Vásquez Genaro V., interrumpiendo: Puede hacerlo su señoría.

El C. Espinosa Luis: No tiene objeto, no soy yo un ingenuo, se perfectamente que los comisionados que llegaron a México desde hace cinco o seis días tienen bien arreglado todo lo que tienen que contestar en caso de que se les interpele sobre este particular; así es que no incurriré en la ingenuidad de su señoría, pero si quiero revelar este hecho gravísimo: que esta comisión no sólo no cumplió con su deber, no sólo no sirvió para nada, sino que se trasladó a otro Estado a cometer verdaderas arbitrariedades, poniendo en mal predicamento a esta Asamblea.

El C. Vásquez Genaro V.: ¡Miente usted!

El C. Espinosa Luis: Decir miente, señor licenciado Vásquez, es muy fácil cuando se tiene la costumbre de usar ese lenguaje que tan poco cuadra con la alta investidura que os han dado vuestros representados. (Aplausos.)

El C. Vásquez Genaro V.: A pesar de todo, miente usted.

El C. Espinosa Luis, continuando: Sabe muy bien el licenciado Vásquez que cuando he tenido adversarios dignos de aplicarles un castigo cuando se han tomado el lujo de dirigirme esas injurias, lo he sabido hacer; pero puede tener la seguridad de que no le contestará esa palabra, que califico piadosamente de malsonante, y mucho menos le impondré el castigo que merece, es decir, el castigo que estaría obligado a imponerle como hombre. No considero al ciudadano Vásquez hombre bastante para enfrentarse con el que habla. (Aplausos.) De tal manera que ni siquiera tomo en consideración esa palabra que ha lanzado, ni se la devuelvo siquiera. Tendría, ciudadano representantes, derecho bastante para presentar una iniciativa en la tribuna pidiendo, exigiendo cuenta de sus actos de Palizada; pero no quiero que esta Representación, tan respetable por mil títulos, siga perdiendo el tiempo en una política de campanario, que nada tiene que ver con las funciones y con los trabajos tan arduos y tan delicados que el pueblo nos ha encomendado. Por esta razón no exijo cuentas a estos comisionados; pero si quiero, por última vez, que esta Asamblea tenga presente que ha cometido un error que debe rectificarse y no reincidirse nombrando comisiones de esta naturaleza; porque ya hemos visto cuáles son los resultados tan contrarios y tan desastrosos que dan.

El C. Vásquez Genaro V.: Pido la palabra. Soy el primero, señores diputados, en aplaudir que no se quite más el tiempo a la honorable Asamblea con discusiones que vendrían fuera de ocasión sobre el informe que nosotros hemos presentado y que tanto escozor ha hecho al señor Espinosa. Realmente no tiene motivo para calificar de equivocada la resolución que tomó la honorable Asamblea la fecha en que nombró la comisión que fue a Tabasco, porque dentro de la solidaridad que todas las agrupaciones políticas en la República deben tener, debe estar precisamente esta: cuando se menoscaba la dignidad de una Legislatura local, como fue la Tabasco, se le den las garantías suficientes para recuperar la alta dignidad que le corresponde. Por este motivo decía yo que soy el primero en aplaudir que no se quite más el tiempo a la Asamblea por este asunto y lo pasaré también por alto porque ya no viene al caso; pero quiero referirme a lo que en días anteriores se dijo estando nosotros ausentes, con relación a lo sucedido en Palizada.

En aquellos discursos pronunciados por algunos señores diputados, externaron opiniones que no tienen ninguna razón, ningún fundamento, en primer lugar, porque los diputados que vinieron a hablar no conocen los acontecimientos tal cual se desarrollaron, y en segundo lugar, yo estoy seguro de que el señor Espinosa ni siquiera conoce la región de Campeche que nosotros recorrimos. Quiero que me diga el ciudadano Espinosa si alguna vez ha estado en Tabasco y en Campeche.

El C. Espinosa Luis: Sí he estado y no como politicastro, sino como soldado de la revolución.

El C. Vásquez Jenaro V.: ¡Cuánto honor! Pues bien; voy a hacerme yo mismo dos preguntas con las que, respondiéndolas, quedará satisfecho el diputado Espinosa, para saber por qué motivo nosotros seguimos ese derrotero. Nosotros llegamos a Frontera precisamente cuando el temporal era fuerte en el mar, cuando la Compañía Naviera no ponía vapores directos a Veracruz; de manera que no hubiéramos podido tomar el camino directo para el Occidente, sino que teníamos que seguir forzosamente por el río Palizada hasta la laguna del Carmen, donde teníamos que tomar el vapor que nos llevase a Veracruz. Al pasar por Palizada, nosotros nos detuvimos, y esta es la segunda pregunta que voy a formularle para contestar. ¿Por qué nos detuvimos en Palizada? Yo recibí un telegrama del Partido Cooperatista, del cual soy miembro, diciéndome que viera por qué motivo no se registraba la planilla de un grupo independiente adherente a nuestro partido, y descendimos del barco, no como miembro de la comisión que fue a Tabasco, tampoco como miembros de la Comisión Permanente del Congreso de Ayuntamientos - y en esto quiero insistir, para que no se tome como un perverso error la circunstancia de que yo aproveche mi carácter de miembro del Congreso de Ayuntamientos, para ir a atropellar a un Municipio - ; llegué como simple miembro del Partido Cooperatista Nacional, y la situación se desarrolló en esta forma; fuimos a visitar al señor presidente municipal, un señor la misma estructura, la misma complexión y el mismo nombre que el diputado Espinosa; se llama Luis Espinosa. Este señor, carpintero de oficio y actualmente presidente municipal, nos recibió como a eso de las ocho de la noche en el taller que tiene, con un retén como de diez soldados que custodian la puerta de la casa. Le manifesté que nuestro propósito era saber qué motivos había para que no se registrara la planilla del grupo independiente, afín al partido a que yo pertenezco, y con este motivo le rogaba tuviera la bondad de decirme en qué lugar debíamos tratar este asunto, y me dijo que deberíamos ir al Ayuntamiento, y allá nos dirigimos junto con tres o cuatro personas que lo acompañaban. Es un local destartalado, desmantelado, sin más muebles que una mesa, cuatro sillas y dos o tres bancas. El presidente llegó acompañado de un individuo que tiene todo el aspecto de un tinterillo de pueblo, vividor y político. Esta persona es un tal Rochel, que ha funcionado como secretario del Ayuntamiento, como secretario del juez, como secretario del Ministerio Público, y actualmente es candidato del Partido Socialista del Sureste. Esto lo investigué después, porque llegó con una ingenuidad completa a presentársenos como el intérprete del infeliz presidente municipal, que no sabe expresarse. Este individuo nos dijo: No puede registrarse esta planilla, porque los individuos que la componen están fuera de la ley. Todos ellos están acusados: uno de robo, otro de asesinato, otros de motín; en fin, ninguno de ellos está dentro de sus deberes de ciudadano y, por consiguiente, no se les

puede registrar. Pero, además le decía al presidente, porque ellos no han cumplido con el requisito legal, que es el de protocolizar el acta constitutiva de su grupo, dos meses anteriores a la fecha de la elección; naturalmente que yo tuve que terciar en este debate, con el doctor Puig y Casauranc, compañero mío de comisión, manifestándole que no podían estar fuera de la ley los miembros de la planilla independiente, porque no había ninguna sentencia que los calificara como responsables de algún delito, ni menos un auto de formal prisión, que hiciera entrever la responsabilidad que pudiera tener, y que, en cuanto a lo segundo, la protocolización del acta, la ley quería que el requisito de dos meses anteriores a la fecha de la elección, fuera del acta constitutiva, pero no de la protocolización, porque ésta constituye solamente la fórmula de que ha sido constituído ese grupo. El presidente municipal se negó a darme más razones, y como yo, con mi carácter de miembro del Partido Cooperatista, necesitaba justificar que había hecho alguna gestión en ese sentido, pretendí levantar una acta, y se lo manifesté así al presidente municipal. Este hombre me dijo que podía hacerlo. Al efecto, pedí pluma y una hoja de papel para formularla, y comencé a levantar el acta, suplicándole al presidente municipal me dijera los motivos legales que tuviera para oponerse al registro de la planilla. El vio, seguramente, peligrosa para él la formación de un acta, que no tenía realmente ningún peligro. Entonces Rochel lo dijo que no debía firmar el acta, y él dijo: naturalmente, qué voy afirmar yo esa acta. Entonces le dije a Rochel: usted, señor, debe procurar, como autoridad, registrar la planilla independiente, sin meterse a discutir los defectos legales que pudieran tener estos señores. Y en todo caso y en este momento fue cuando Rochel me aclara: Sí, yo soy candidato para presidente, por el Partido Socialista del Sureste. Entonces le dije: Excúseme usted, no quiero tratar ningún asunto con usted, por que aquí no tiene usted ningún carácter; quiero hablar con la autoridad. Seguí escribiendo, y entonces el presidente municipal me dice: Yo no firmo esa acta. Pensé entonces que, en no firmarla, estaba la formalidad legal de tener el pliego en que yo escribía el sello del Ayuntamiento, sobre lo cual le llamé la atención, diciéndole: Si usted no firma esta acta, el sello del Ayuntamiento dirá que yo he levantado esta acta en el edificio del propio Ayuntamiento. Inmediatamente Rochel aconsejó al presidente municipal que se abalanzara sobre mí, y así lo hizo, en efecto. De manera que éste fue el altercado que hubo; el presidente municipal pretendió arrebatarme el pliego, yo no me dejé, le dí entonces un golpe, y no es verdad que me hubiera pateado, como dice el diputado Espinosa, porque sabía que no podía hacerlo, ni física ni moralmente. Con esto, el presidente municipal salió a armar un escándalo; pretendiendo aprehenderme, nos hicimos respetar serenamente con los soldados que estaban en Palizada; salimos directamente para Laguna, y no hubo más. Ya ven cómo de un pequeño incidente, ha venido a hacerse un golpe envuelto de pasiones políticas.

El C. Salcedo, interrumpiendo: Pido la palabra para una aclaración.

El C. presidente: Cuando termino el orador.

El C. Gandarilla: Moción de orden.

El C. Vásquez Jenaro V., continuando: En cuanto a las alusiones personales hechas a mí por el diputado Espinosa, faltando a toda caballerosidad, por estar yo ausente, y a todo compañerismo, porque nunca he reñido con Espinosa, y porque haciendo balance de recuerdo, más bien he tenido para él servicios de amigo, me permitiré hacer una aclaración: el señor diputado Espinosa sabe perfectamente que, cuando se hacen imputaciones, deben hacerse porque se conozca el fundamento que se tenga para hacerlas; pero en esta ocasión el diputado Espinosa no sabía lo que había acontecido en Palizada. Ni el ni yo hemos tenido dificultades. Como yo no tenía cuentas pendientes que saldar con él, pensé que por una envidia, muy rara por cierto, él vino a desahogarse diciendo cosas que no vienen al caso, como ésta de que por el hecho de haber sido yo propagandista de la candidatura del ingeniero Bonillas, era capaz de todos los atropellos a la autoridad municipal. En primer lugar, yo no cometí ningún atropello; en segundo lugar, ha pasado, por fortuna, el tiempo en que los cargos políticos no amedrentan a los hombres de carácter; pero aun cuando estuviéramos en plena discusión de credenciales, yo no rehuiría ningún cargo por mi actuación política pretérita. Sabe la Asamblea que los grandes errores se convierten, a veces, en grandes glorias, como los grandes malhechores pueden convertirse en héroes. Así, ¿qué más que yo haya cometido un error, si fue error el mío? Pero de una vez por todas, debo rectificar al compañero. Espinosa, porque tengo juventud, facultades y capacidad para hacer otra clase de méritos, que no es verdad que yo haya andado como saltimbanqui proclamando la candidatura de Bonillas, y de una vez para toda mi vida declaro que como en la campaña presidencial política pasada eran liberales y revolucionarios todos los contendientes, era menester significar la actitud de cada partido por medio de personalismo, yo opté por declararme carrancista. Por lo demás, no vienen al caso los motivos que tuvo; pero nadie tiene derecho a calificar mi actitud, porque fuera franca y desinteresada; porque siendo novato en política, acabando de salir del Instituto de Oaxaca, no había recibido prebendas ni empleo, no había recibido dinero, ni había enajenado mi convicción y mi juventud. Por este motivo, el señor Espinosa no tenía razón para venir a atacarme; pero a él, que me ha dado oportunidad para atacarlo, me permito darle un consejo: Cuando un hombre puede o pretende ser el censor de los demás, debe procurar no dejar ningún hueco que pueda criticársele. Debe ser austero, no hablar más de lo debido y, sobre todo, procurar bastarse a sí mismo para no más tarde deber servicios a los demás, que puedan convertirlo en un ingrato. El señor Espinosa sabe perfectamente que, en la vida, todos nosotros tenemos más o menos manera de luchar; pero que siempre hay que luchar con dignidad y con honor. La envidia que el señor Espinosa, en este caso, ha manifestado contra mí, porque no puede ser otra cosa, ha sido mala consejera para él; la envidia ciega a los hombres, nunca puede llevar la envidia a un individuo que hace

uso de ella, al convencimiento de una verdad pretendida, porque esa verdad estará siempre ofuscada por esta pasión; pero yo tomo muy poco en serio la actitud del compañero Espinosa en este caso, porque recuerdo que entre uno de los pasajes de la Divina Comedia ya el Dante ha calificado en qué forma debe verse a los hombres que no han sido capaces de tener en su vida ni alabanzas ni vituperios. Yo sé perfectamente bien que estos hombres que por envidia vienen a atacar a los que nunca les han hecho absolutamente nada malo y que más que todo les han hecho servicios, están confundidos entre el coro de los ángeles, que diría el Dante, que no han sido rebeldes ni leales, y cómo él decía en aquella ocasión al discípulo: éstas son las almas miserables que han perdido el bien de la inteligencia, son los despreciados por el cielo y por la justicia divina: "míralos y pasa adelante" Así hago yo con el diputado Espinosa; de manera que puede volver a decir todo lo que dijo en aquella ocasión; pero sepa de antemano que yo compadezco esa inquina con que él viene a atacarme. (Aplausos. Voces: ¡No hay quórum!)

El C. Mena Alcocer: Pido la palabra para rectificar hechos. (Voces: ¡No hay quórum!)

El C. presidente a las 20.30: Siendo visible la falta de quórum, se levanta la sesión y se cita para mañana a las diez y seis.