Legislatura XXX - Año I - Período Ordinario - Fecha 19221108 - Número de Diario 48

(L30A1P1oN048F19221108.xml)Núm. Diario:48

ENCABEZADO

MÉXICO, MIÉRCOLES 8 DE NOVIEMBRE DE 1922

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO I. - PERÍODO ORDINARIO XXX LEGISLATURA TOMO I. - NÚMERO 48

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 8 DE NOVIEMBRE DE 1922

SUMARIO

1. - Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2. - Cartera. La Secretaria de Hacienda y Crédito Público devuelve reformados, los proyectos de Presupuestos de Egresos para 1923, correspondiente a los Ramos Quinto y Duodécimo; recibo y a la Comisión de Presupuesto y Cuenta. La Secretaría de Gobernación remite el proyecto de ley relativo a la construcción de un ferrocarril de Santa Lucrecia a Campeche; y recibo a las comisiones 1a. de Comunicaciones y 2a. de Hacienda.

3. - Sin debate es aprobado el dictamen de la 3a. Comisión de Gobernación por el que se convoca a elecciones extraordinarias para diputados en el 16 distrito electoral de Jalisco; pasa a la Comisión de Corrección de Estilo.

4. - Iniciativa de varios ciudadanos diputados, por la que se reforman los artículos 73 fracción X y 123 constitucionales; a las comisiones 1a. de Puntos Constitucionales; y 1a. de Trabajo y Previsión Social e imprímase. Para hechos usa de la palabra el C. diputado Vizcarra Rubén.

5. - Se declara de urgente resolución y se aprueba en lo general, el proyecto de ley presentado por el C. Elpidio Barrera y varios ciudadanos diputados más, por el que se crea el Departamento de Estadística Nacional.

6. - A discusión en lo particular, se reserva para su votación el artículo 1o. Se discute el artículo 2o.; a votación, se levanta la sesión por falta de "quórum".

DEBATE

Presidencia del

C. FRANCO URIAS SALVADOR

(Asistencia de 132 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 16.50: Se abre la sesión.

- El C. secretario Gandarilla, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día siete de noviembre de mil novecientos veintidós.

"Presidencia del C. Salvador Franco Urías.

"En la ciudad de México, a las diez y ocho horas del martes siete de noviembre de mil novecientos veintidós, se abrió la sesión con el quórum de diputados que hubo en la sesión inmediata anterior de Congreso General.

"Una vez que se aprobó el acta de la sesión celebrada el día anterior, se dio cuenta de los documentos en cartera:

"Proyecto de decreto que envía el Ejecutivo de la Unión, por conducto de la Secretaría de Gobernación, para que se amplíe en cien mil pesos la partida número 87 del Presupuesto de Egresos del Distrito Norte de la Baja California, cantidad que se destinará a la prosecución y conservación de los caminos nacionales y vecinales del Distrito Norte de la Baja California. - Recibo, a la Segunda Comisión de Hacienda e imprimase.

"El C. Guillermo Rodríguez hizo aclaraciones y el C. Mauricio Gómez pidió que el asunto se declara de urgente y obvia resolución, lo que no aprobó la Asamblea.

"Proposición del C. José F. Gómez, a fin de que se nombre una comisión que se acerque al secretario de Gobernación en solicitud de garantías para los ayuntamientos de Santo Domingo Petapa y Juchitán, Oaxaca, en vista de que esas corporaciones están siendo víctimas de atropellos por parte del gobernador del Estado.

"Como en la sesión anterior se dispensaron los trámites a esta proposición, fue puesta a debate.

"El C. Manlio Fabio Altamirano habló en contra y contestó una pregunta del C. José F. Gómez, quien apoyó su proposición y luego respondió a una interpelación del C. Siurob.

"El C. Roque González, Garza, inscripto en contra, sugirió al C. Gómez que estas gestiones las hiciera ante la Comisión Permanente del Congreso Nacional de Ayuntamientos.

"El C. Elpidio Barrera se refirió a los atropellos de que también está siendo víctimas los ayuntamientos en Coahuila e interpeló sobre el particular al C. González Garza, quien contestó. Este representante igualmente dio respuesta a preguntas que le hicieron los CC. José F. Gómez y Onésimo González. El C. Jenaro V. Vázquez usó de la palabra para contestar una interpelación del referido C. Onésimo González.

"El C. Francisco Modesto Ramírez habló en pro y respondió a una pregunta del C. Eduardo Vasconcelos.

"El C. Pérez Taylor, inscripto en contra, hizo apreciaciones acerca de las facultades del Gobierno del Distrito Federal y del Ayuntamiento de la ciudad de México.

"Suficientemente discutida la proposición, se aprobó en votación económica y la comisión a que refiere quedó formada por los CC. José F. Gómez, Marino Castillo Nájera, Arnulfo Pérez H., José Barriga Zavala y secretario Barón Obregón.

"La Presidencia excitó a las comisiones que tienen en estudio la reglamentación de los artículos 40, 41 y 115 de la Constitución, para que a la mayor brevedad presenten los dictámenes respectivos.

"El C. Siurob trató de la importancia que tiene el que esta Cámara expida los presupuestos de egresos para el año próximo e interpeló a la Comisión de Presupuestos y Cuenta, por la que contestaron los CC. Jesús M. Díaz y Enrique M. Barragán.

"El C. Pérez Taylor pronunció un discurso apoyando los conceptos del C. Siurob.

"Presidencia del C. Salvador Murguía.

"El C. Roque González Garza rectificó lo dicho por el C. Pérez Taylor y contestó una pregunta del C. José F. Gutiérrez.

"El C. Luis Espinosa, invocando la fracción IV del artículo 74 Constitucional, opinó por que se hicieran gestiones, a fin de que a la mayor brevedad el Ejecutivo remita la iniciativa de Ley de Ingresos.

"El C. Pérez Taylor contestó alusiones personales.

"Presidencia del C. Salvador Franco Urías.

"La Secretaría dio cuenta con el informe que rinde la comisión que nombró esta Cámara para que fuera al Estado de Tabasco a abrir una averiguación sobre los acontecimientos políticos allí ocurridos últimamente.

"Al margen de este informe, que recibió el trámite de enterado, hicieron aclaraciones los CC. Luis Espinosa y Jenaro V. Vásquez.

"El C. Mena Alcocer pidió la palabra para rectificar lo expuesto por el C. Jenaro V. Vásquez, pero como era visible la falta de quórum, la presidencia, siendo las veinte horas y treinta minutos, levantó la sesión."

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse poner de pie. Aprobada el acta.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"La Secretaría de Hacienda y Crédito Público devuelve reformados los proyectos de presupuestos de egresos para 1923 de los ramos V y XII, correspondiente a la Secretaría de Relaciones Exteriores y Departamento de Salubridad Pública." - Recibo, y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"La Secretaría de Gobernación transcribe en su oficio número 8,670, fechado el día 7 de los corrientes, el oficio número 6,182, de 18 de octubre último, de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, en el que suplica se expida el proyecto de ley relativo a la construcción de un ferrocarril de Santa Lucrecia a Campeche." - Recibo, y a las comisiones 1a. de Comunicaciones y 2a. de Hacienda, que tiene antecedentes.

(El proyecto de referencia está concebido en los siguientes términos:)

Poder Ejecutivo Federal. - México. - Estados Unidos Mexicanos. - Secretaria de Gobernación. - Número 8670.

A los CC. secretarios de la H. Cámara de Diputados. - Presente.

La Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, en oficio número 6182 girado con fecha 18 de octubre del presente año, dice a esta de Gobernación lo que en seguida copio:

Se ha recibido en esta Secretaría el escrito siguiente: "Jesús H. Abitia, en el expediente relativo a la concesión que tengo solicitada para la construcción de un ferrocarril de Matamoros a Campeche, ante usted, respetuosamente vengo a exponer: Está a discusión el contrato que con el S. Gobierno celebrará la compañía que he organizado (Compañía del Ferrocarril de la Costa del Golfo, Tuxpan y México, S. A.) se tiene propalado el convenio con los banqueros que tomaran los bonos que se emitirán para construir el ferrocarril de Puerto México a Campeche, y también está para concluirse el contrato con la compañía que construirá este ferrocarril. Concluído el ferrocarril citado, de Puerto de México a Campeche, será explotado por la compañía que he organizado, o bien se dará oportunidad a las Líneas Nacionales para que lo adquieran y lo agreguen a su sistema. En sesión de 26 de junio de 1919 fue aprobada por el Senado el siguiente proyecto de ley: Artículo 1o. Se autoriza al Ejecutivo federal para que, directamente, con fondos del Erario nacional, o por empresa concesionaria, según las leyes vigentes, construya las siguientes líneas de ferrocarril....(c) la que comunique a Santa Lucrecia, Veracruz, con el Estado de Campeche. - Artículo 2o. El Ejecutivo federal dará cuenta oportunamente al Congreso de la Unión, del uso que hubiere hecho de estas autorizaciones. Y en sesión del 1o. de julio quedó definitivamente aprobado dicho proyecto de ley, enviándose a la Cámara de Diputados para los efectos constitucionales. Salvo la mejor opinión de usted, creo que sería convenientemente que el proyecto de ley anterior fuera aprobado por la Cámara de Diputados, pues así sería más fácil concluir el contrato de concesión que tengo solicitado, ya que quedaría amparado por ley de que se trata. Es cierto que el estudio y planos presentados por mí a esa Secretaría, se refieren principalmente al ferrocarril de Puerto México a Campeche; pero en los mismos estudios y planos está marcado un ramal a Santa Lucrecia, ya que el primer punto es de una gran importancia comercial y el segundo solamente sería de importancia estratégica. Como se trata de un asunto de gran importancia para el país y de enorme prestigio para el Gobierno, es indispensable activar su terminación a fin de no perder la oportunidad que se presenta, dado que están por concluirse los arreglos con los banqueros y constructores. Por lo expuesto, a usted ocurro solicitando que, si para ello no hay inconveniente, se sirva usted obtener del

señor presidente el acuerdo correspondiente para que se haga una instancia a la H. Cámara de Diputados para que se obtenga la aprobación del proyecto de ley motivo de esta petición. Lo que me permito transcribir a usted, para que si en ello no hubiere inconveniente, formule atenta súplica a la H. Cámara de Diputados, en apoyo de la solicitud del ciudadano que subscribe el preinserto escrito"

Lo que tengo el honor de transcribir a ustedes para los efectos a que haya lugar, reiterándoles mi atenta y distinguida consideración.

Sufragio Efectivo. No Reelección. - México, D. F., 7 de noviembre de 1922. - El subsecretario, G. Valenzuela.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"La señora Isidora Soto viuda de Pineda solicita le sea concedida una pensión por los servicios prestados a la revolución por su extinto hijo el general brigadier Fidel Pineda." - A la 1a Comisión de Peticiones.

"El C. Benito Flores F., presidente de la federación de Estudiantes de México, solicita que en el próximo Presupuesto de Egresos de la Secretaría de Educación Pública , sean considerados bajo un pie de igualdad las escuelas a que hace referencia. - A la 2a. Comisión de Peticiones.

"La señora Eulalia Estrada solicita pensión por los servicios prestados a la revolución por su extinto hijo el sargento 2o. Arturo Madrid." - A la 1a. Comisión de Peticiones.

"El Ayuntamiento de Amecameca de Juárez, distrito de Chalco, Estado de México, envía un memorial en el que se queja de que se les quiere quitar la propiedad de las aguas que nacen en jurisdicción de dicho municipio, y solicitan se recomiende al diputado por el distrito electoral respectivo, les imparta su ayuda en este caso." - A la 2a. Comisión de Peticiones.

"El C. licenciado Genaro Fernández Mac - Gregor solicita el permiso constitucional necesario para usar la condecoración de la Espiga de Oro de Segunda Clase, que se sirvió conferirle el Gobierno de la República de China. " - A la 1a. Comisión de Peticiones.

"Varios ciudadanos, miembros de la agrupación Unión de Panaderos Libres de la ciudad de Jalapa, Estado de Veracruz, envían un escrito de queja por los atentados llevados a cabo por algunos socios de la Federación de Sindicatos de la región jalapeña, a quienes dicen apoyan las autoridades civiles locales." - A la 2a. Comisión de Peticiones.

"La señora Josefa Ponce solicita la condonación del impuesto federal sobre la testamentaría de la señorita Francisca Ponce, radicada en el Juzgado de lo Civil de la ciudad de Zacatecas." - A la 1a. Comisión de Peticiones.

"El C. Fernando Breña Alvírez presenta una acusación en contra del CC. magistrados del Tribunal Superior de Justicia, David Gutiérrez Vásquez, José Espinosa y López Portillo, Manuel Gutiérrez Guerrero, Sabino M. Olea, Aurelio Velásquez, José Joaquín César y Manuel Suárez, por los delitos clasificados por las fracciones IX, X y XI del artículo 2o. transitorio de la Ley Orgánica del Fuero Común." - A la 2a. Comisión de Peticiones.

"El C. Manuel Bustínzar solicita se reconsidere el acuerdo por el que se le negó la pensión que solicitó ante esta H. Cámara." - A la 1a. Comisión de Peticiones.

"El C. licenciado José M. Campuzano solicita le sea otorgado un puesto en el ramo de Justicia del Fuero Común." - A las 2a. Comisión de Peticiones.

"Varios vecinos del pueblo Petapa, distrito de Juchitán, Estado de Oaxaca, envían un escrito de queja en contra de las autoridades y empleados de Gobierno del C. General Manuel García Vigil, y solicitan la intervención de esta H. Cámara." - A la 1a. Comisión de Peticiones.

"El presidente municipal de Ciudad Ocampo, Estado de Tamaulipas, comunica que el Ayuntamiento que preside acordó hacer suya la protesta que ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación han elevado varios ciudadanos senadores y diputados en contra de la intervención que pueda tener una comisión de la misma corte, en los asuntos electorales del propio Estado de Tamaulipas." - Recibo.

"Varios ciudadanos, vecinos de la población de Tlalpan, D.F., transcriben un escrito que dirigieron al C. presidente de la República y por el que acusan al C. gobernador del Distrito de violación al Reglamento de Elecciones Municipales." - Recibo.

"El presidente de la Organización Filantrópica Progresista, defensora de los intereses raciales "Esfuerzo Mundial", transcribe un memorial que envió al C. secretario de Hacienda y Crédito Público y por el que combate la implantación de la Ley Seca en nuestro país." - Recibo.

"Comité Directivo del Gran Partido Demócrata Laborista Tamaulipeco. - Jazmines, número 3. - Tampico, Tamaulipas.

"Al ciudadano presidente de la Cámara de Diputados. - México, D. F. - Núm. 107.

"Los partidos Demócrata Laborista Tamaulipeco y Liberal de Tamaulipas, con esta fecha enviaron el ciudadano general César López Lara, gobernador del Estado, el siguiente telegrama:

"Ciudadano presidente de la República, en telegrama fecha 31 del mes próximo pasado, nos indica que Gobierno de su cargo está dispuesto a oír indicaciones para reformas leyes electorales. Las comisiones del Partido Laborista y Liberal de Tamaulipas, antes proceder proyecto reformas, desean saber si ese Gobierno está dispuesto nulificar, previos trámites legales, elección diputados últimamente verificadas, pues otra suerte, creemos inútil hacer proyecto reformas, y seguiremos línea conducta nos hemos trazado, desconociendo actos verificados bajo el imperio leyes en vigor."

"Lo que participamos a esa H. Cámara de Diputados, por su digno conducto, en virtud de haber sido honrados con la comisión que cita el telegrama que insertamos, y para los fines indicados.

"Aprovechamos esta oportunidad para hacer presente a la Representación Nacional las protestas de nuestra más atenta y distinguida consideración.

"Sufragio Electivo No Reelección. - Tampico, Tamaulipas, noviembre 3 de 1922. - Por el Partido Demócrata Laborista Tamaulipeco, J. Martín Rojas. - G. Santiago Ruiz. - Juan L. Ibarra. - Por el Partido Liberal de Tamaulipas, Marcos Castañón. - N. C. Felizardo. - José G. Castilla." - Recibo.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"3a. Comisión de Gobernación.

"Señor:

"A esta 3a. Comisión de Gobernación fue turnado, para su estudio y dictamen, el expediente formado con la iniciativa de la mayoría de la diputación del Estado de Jalisco, tendiente a que se convoque a elecciones extraordinarias para diputados al Congreso de la Unión, por el 16 distrito electoral del mismo Estado.

"La iniciativa antes dicha se encuentra perfectamente justificada, toda vez que fueron nulificadas las elecciones para diputados propietario y suplente, por dicho distrito electoral, celebradas el 2 de julio último.

"En tal concepto, y con fundamento en el artículo 2o. de la Ley Electoral vigente, la comisión que subscribe tiene el honor de someter a la deliberación y aprobación de esta H. Asamblea, el siguiente proyecto de decreto:

"Artículo único. Se convoca a elecciones extraordinarias para diputados propietario y suplente al Congreso de la Unión, en el 16 distrito electoral del Estado de Jalisco, las cuales se verificarán el domingo 28 de enero de 1923, de acuerdo con la Ley Electoral vigente y las bases que a continuación se expresan:

"a) Los padrones para dichas elecciones extraordinarias, serán los mismos que se hayan levantado en la comprensión del 16 distrito electoral de Jalisco para verificar las elecciones de gobernador de ese Estado, las cuales tendrán verificativo el 17 de diciembre del presente año.

"b) La división territorial y ubicación de casillas de que habla el artículo 27 de la Ley Electoral de Poderes Federales vigente, se publicará a más tardar el primer domingo de diciembre.

"C) Las credenciales de los electores a que se refiere el artículo 28, deberán estar en poder de los votantes, no después del segundo domingo de diciembre, ocupándose la semana del 10 al 16 del propio mes, en las rectificaciones o ratificaciones de padrones, ya sea por adiciones, por las listas a que se refiere el artículo 21 o por la falta de credenciales en poder de los votantes debidamente acreditados en los padrones.

"d) Los partidos políticos y las candidaturas independientes disfrutarán del término de quince días previos al de la elección, para nombrar los representantes que deban ser acreditados para intervenir en los actos electorales.

"e) Los consejos de Listas Electorales de distrito electoral y los municipales, se avocarán al desempeño de sus funciones, de acuerdo con los ordenamientos de la Ley Electoral vigente y las reformas que esta convocatoria entraña.

f) Desde el día 7 de enero de 1923, quedará abierto el registro de candidatos a diputados en el 16 distrito electoral del Estado de Jalisco, cerrándose quince días después.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, México, a 7 de noviembre de 1922. - J. Prieto Laurens. - Jesús Magaña S."

El C. Valencia Fernando: Para suplicar a la honorable Asamblea que me haga favor de perdonar la dispensa de trámites y la segunda lectura a ese dictamen, por ser de urgente necesidad.

- El mismo C. secretario: En vista de las razones expuestas por el ciudadano preopinante, se pregunta a la Asamblea, en votación económica, si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. Si algún ciudadano diputado desea hacer uso de la palabra, sírvase pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra en contra, se va a proceder a la votación nominal, para lo cual se suplica a los ciudadanos secretarios y prosecretarios auxilien a la Secretaría en sus labores. Igual súplica se hace a los ciudadanos Fernando F. Franco, Miravete Manuel y Gámiz Lorenzo. Por la afirmativa.

El C. Barragán: Por la negativa.

(Votación.)

- El. C. secretario Gandarilla: El resultado de la votación fue el siguiente: fue aprobado por unanimidad de ciento treinta y siete votos el

proyecto de decreto. Pasa a la Comisión de Corrección de Estilo para los efectos a que se hubiere lugar.

"Honorable Asamblea:

"Los que subscribimos, diputados en ejercicio, ante ustedes, respetuosamente proponemos la adjunta iniciativa de reforma a los artículos 73, fracción X, y 123 de la Constitución Política de la República. Dicho estudio, que procede de la Academia de Estudios Sociales y Políticos del Partido Cooperatista Nacional, lo hacemos nuestro y pedimos respetuosamente se sirvan aprobarlo.

"Salón de Sesiones de Cámara de Diputados. - México, 8 de noviembre de 1922. - Romero Ortega. - José Gálvez. - F. F. Franco. - S. Franco Urías. - J. M. Alvarez del Castillo. - Manuel E. Miravete. - Enrique M. Barragán. - E. Gandarilla."

"Considerando:

"1o. Que el Congreso de la Unión debe velar por el incremento de la riqueza pública, por el bienestar de la sociedad, por el mejoramiento de las clases que la forman y por una mejor inteligencia entre ellas, que las haga relacionarse íntimamente para salvaguardar sus intereses, de acuerdo con los intereses generales.

"2o. Que para lo anterior, es de gran importancia dar preferente atención a ramos como el trabajo, el comercio, la industria, la agricultura, la minería, los transportes, los Bancos, etcétera, que constituyen medios de incrementar la riqueza pública y que son, por si mismos, fuentes de ella.

"3o. Que esta atención no debe ser pasiva, sino que, por el contrario, debe traducirse en el constante y concienzudo estudio y en la disciplinada aplicación de medidas que protejan esos ramos, de manera que todos los intereses que en ellos concurren, se sientan garantizados.

"4o. Que, en gran parte, la situación de esos ramos depende de las condiciones en que se haga la compra de trabajo por los patronos y la venta del mismo por los trabajadores.

"5o. Que tal hecho, indiscutible y universalmente aceptado, indica que para proteger las fuentes de riqueza y para afirmar su bonanza, afirmando, por ende, el bienestar público, es menester legislar hábilmente sobre trabajo y someter a una sola administración, enérgica y ordenada, las cuestiones relacionadas con el mismo.

"6o. Que es un hecho incontrovertible que las buenas leyes sobre trabajo salvan la producción, la aumentan y la hacen selecta.

"7o. Que por múltiples razones el trabajo vendido y comprado dentro de prescripciones claras, terminantes, justas y fáciles de ponerse en práctica, es mejor y de mayor rendimiento que el que no está amparado por la sociedad en esa forma.

"8o. Que la legislación de esa materia, por su importancia tanto como por la de la materia misma, debe elaborarse con un solo criterio, bajo un mismo plan, y con una sola finalidad dado que es funesto tener ese asunto regido por una legislación hecha a trozos, con diversos criterios y sin un plan coordinador.

"9o. Que uno de los perjuicios que se resienten con la diversidad de legislaciones sobre trabajo, que nos amenaza, estriba en la notoria inseguridad que trae consigo para las relaciones de intereses afectados por ellas y para esos mismos intereses.

"10. Que aparte de esa perniciosa inseguridad, la pluralidad de leyes, o, más bien, de legislaciones, porque la pluralidad de leyes sobre distintos aspectos del trabajo, si es necesaria, y de cuerpos legisladores, significa una serie dificultad para controlar la elaboración de esas leyes y su apego a una orientación única bien definida y reconocida como eficaz, y también significa serias dificultades para llevar a cabo la necesaria y constante revisión de las mismas leyes.

"11. Que si bien es cierto que varias de las naciones más adelantadas en materia de legislación sobre trabajo, y entre ellas alguna de régimen federalista, tuvieron leyes sobre este particular, hechas en diversas fechas y con distintos criterios, algunas a pretexto de que debían ser aplicadas a zonas que presentaban ciertas características especiales; desde hace varios años comprendieron la necesidad de revisar esas leyes, de rehacerlas en muchos casos y de someterlas siempre en su elaboración a un solo criterio y una sola dirección, cosa que igualmente ocurrió con los demás asuntos relativos al trabajo.

"12. Que en dichas naciones ese movimiento hacía una sola legislación sobre el trabajo y una sola administración para los asuntos relacionados con él, que ha dado los mejores resultados, originando la completa adopción del sistema a que viene haciéndose referencia aun en los Estados Unidos del Norte, donde dicho movimiento tiene ya significativos adelantos, como son las leyes federales sobre transportes y sobre cuestiones de comercio y de trabajo, que no han podido ser satisfactoriamente resueltas o han quedado al margen de las legislaciones localistas expedidas por los diversos Estados de la Unión Americana.

"13. Que en la forma en que está redactado el artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, no se puede llevar a cabo esa labor de unificación en la legislación del trabajo.

"14. Que el precepto constitucional citado ha hecho que algunos Estados de la Federación hayan llegado a tener leyes sobre la materia que no corresponden a las necesidades apremiantes de las relaciones que afectan, y que otros no hayan expedido ni vayan a expedir leyes reglamentarias del artículo 123, ni buenas ni malas; con lo cual, prácticamente, dicho artículo no puede considerarse en vigor, quedando las relaciones entre trabajadores y patronos en un estado de lamentable anarquía que defrauda legítimas aspiraciones del pueblo.

"15. Que semejante situación de desorden que tan seriamente afecta a vitales intereses nacionales y a las fuerzas vivas del país, no debe continuar, haciéndose de urgencia proceder a la metódica, eficaz y rápida reglamentación del repetido artículo 123.

"16. Que las legislaturas locales carecen generalmente de muchos elementos indispensables para esa labor y que aun cuando los tuvieran, sería sumamente difícil, cuando no imposible, que llegaran a tener éxito en ella, supuesto que obrarían aisladamente y casi siempre en forma que se aparta de la idea

fundamental de que el Estado está obligado a dar iguales garantías e iguales posibilidades a todas las clases sociales; de saber y de fijar en qué condiciones compra el patrón y vende al trabajador el trabajo; de tener en cuenta legítimas aspiraciones de unos y otros sin caer en los peligros de una legislación de privilegios que haría que los trabajadores o los patronos constituyeran una tiranía insoportable para la sociedad, haciendo que disminuyeran los rendimientos de los ramos afectados, y que fracasaran éstos, con grave perjuicio de la colectividad, para los patronos y para los trabajadores; de evitar la competencia indebida e injusta entre el comercio y la industria de los Estados , con motivo de leyes distintas que harían que esos ramos estuvieran afectados de muy distintos modos, sin uniformidad de ninguna clase, en cada Estado; de evitar que esas leyes constituyeran, por sus consecuencias prácticas y por la forma en que afectaría al comercio y a la industria, serias transgresiones a la Constitución, que en varios artículos protege a los industriales y a los comerciantes y los coloca en un plano de absoluta igualdad ante el Estado, para lo cual reserva al Congreso de la Unión y prohibe a los Estados de la Federación legislar en materia de comercio, en vías generales de comunicación, minería, bancos, etcétera, cosa que está rigurosamente apegada a bien sentados precedentes sostenidos por larga experiencia que aconseja que las leyes sobre esos asuntos sean leyes fijas, sin más modificaciones que las rigurosamente necesarias para amoldarlas al creciente desarrollo que ellas mismas producen en los ramos sometidos a sus mandatos y que permiten siempre conservar la rigurosa unidad de acción necesaria para el engrandecimiento de los ramos citados.

"17. Que aun dentro de nuestra legislación hay varios precedentes de legislación federal sobre el trabajo, como hay, según queda dicho, sobre otras materias íntimamente ligadas con esa, precedentes que consisten en disposiciones que están en vigor.

"18. Que para desoír los consejos de la experiencia mundial sobre legislación del trabajo, y para abandonar los precedentes ya citados, existentes en nuestro país, no tuvieron en cuenta argumentos de peso, sino únicamente la idea de llevar al sistema federalista de la República, fuera de sus convenientes limitaciones, pensando que no podrían dar leyes generales sobre trabajo para toda la República, en vista de las pretendidas condiciones distintas de los Estados, condiciones que, diferentes en sí mismas, no lo son ante una buena legislación del Trabajo, supuesto que la excepción en el caso, es que no pueda aplicarse a determinada zona, satisfactoriamente, sin ninguna dificultad y sin lesionar ningún interés justo, cualquier ley reglamentaria de los preceptos del artículo 123 constitucional, que esté basado en los principios de comprobada eficacia.

"19. Que el Congreso de la Unión puede encargarse ventajosamente desde luego, de hacer una pronta reglamentación del artículo 123 constitucional, expidiendo al efecto las leyes que juzgue convenientes para la creación de la legislación federal del trabajo.

"PROYECTO DE LEY"

"Artículo 1o. Se reforma el artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en los siguientes términos:

"Artículo 73. El Congreso tiene facultad:

"Fracción X. Para legislar en toda la República sobre trabajo, minería, comercio, instituciones de crédito y para establecer el Banco de Emisión Único, en los términos del artículo 28 de esta Constitución. . . "

"Artículo 2o. Se reforma el artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en los siguientes términos:

"Articulo 123. El Congreso de la Unión expedirá leyes generales sobre el trabajo. Las legislaturas de los Estados expedirán los reglamentos de dichas leyes, teniendo en cuenta las circunstancias que prevalezcan en cada región. Estos reglamentos no contravendrán en forma alguna las leyes expedidas por el Congreso, y éstas no contravendrán los siguientes principios que regirán el trabajo de los obreros, empleados, domésticos y artesanos y de una manera general, todo contrato de trabajo..."

"Artículo 3o. Las leyes sobre trabajo expedidas por las legislaturas de los Estados, continuarán en vigor en tanto el Congreso de la Unión expide las que habrán de sustituirlas. - Romero Ortega. - S. Franco Urías. - E. Gandarilla". - A las comisiones 1a. de Puntos Constitucionales y 1a. de Trabajo y Provisión Social, e imprímase.

El C. Ortega Romeo: Pido la palabra para fundar iniciativa.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Ortega.

El C. Ortega Romeo: Señores diputados: Como se hace constar en el oficio que respetuosamente hemos dirigido a vuestras señorías, la Academia de Ciencias Políticas y Sociales que depende del gran Partido Cooperatista Nacional, ha estudiado con todo detenimiento la reforma de los artículos 73, en su fracción X, y 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con el objeto de procurar que esta Cámara, en uso de la soberanía popular que representa, y uniéndose a la representación soberana de las legislaturas de los Estados y de acuerdo también con la soberanía política expresada en la Carta Fundamental que nos rige, reforme esa parte de la Constitución, para las leyes que sobre el trabajo se expidan, tengan el carácter de leyes federales. El problema del trabajo que el Partido Cooperatista Nacional, a pesar de los esfuerzos de las minorías enemigas que se sienten tanto en materia agraria como en materia de trabajo, omniscientes, poderosas, y únicamente capaces de tratar estos asuntos, a pesar de estas minorías que por desgracia en estos momentos no se encuentran representadas casi por nadie, ha estudiado la Academia de Ciencias Políticas y Sociales este problema: la federalización de las leyes del trabajo. (Aplausos.)

Las razones que ha tenido la Academia para iniciar sus estudios, y las razones que hemos tenido los diputados que hemos aceptado esta iniciativa para someterla a la consideración de esta Asamblea, son principalmente las dos que voy a enumerar aquí:

primera, que todo lo que se refiere a las relaciones del trabajo con el capital, todo lo que se refiere a la vida del obrero, a la organización y reglamentación del contrato del trabajo, está ya, por tendencia social, universalmente adoptado como interés público, de un interés que rebasa los límites de las consideraciones egoístas de provincias o de soberanías artificiales dentro de un pacto político, de un interés público que rebasa todas esas consideraciones egoístas, para venir única y exclusivamente a considerarse como el hálito de la vida nacional de un pueblo, de una patria, como lo indispensable para reglamentar no sólo la vida propia y exclusiva del obrero, sino también para reglamentar, dentro de la división clásica de la economía política, las fuentes de producción: tierra, trabajo y capital. Hasta la fecha los gobiernos y todas las organizaciones han venido evolucionando, clasificando, determinando y reglamentando la forma, el modo y conclusiones a que se deben llegar en su conjunto armónico de la vida social, las tres fuentes de producción clásica de la economía liberal de laisser faire, laisser passer. Dentro de esa reglamentación de la tierra, dentro de esa reglamentación del trabajo y dentro de esa reglamentación del capital, se han establecido leyes que por ser de un orden netamente social, donde la comprobación y el procedimiento de experiencia, no pueden llevarse a la práctica como en las leyes de carácter físico, donde está fuera del observador toda comprobación inmediata de los efectos de una observación, donde el observador mismo carece de elementos suficientes para poder regular la libertad humana, en el principio más sagrado que contiene dentro de la libertad individual; estas leyes de carácter social que han venido forzosa e ineludiblemente modificándose al través de las nuevas orientaciones del mundo, estas leyes de carácter transitorio netamente, que han venido a demostrar que ya no es sólo y exclusivamente la competencia la ley de la oferta y la demanda, la ley del bronce la que debe reglamentar el trabajo, las cuestiones sociales de los obreros, la cuestión de reglamentación práctica, eficiente, humana y lógica de las relaciones entre el capital y el trabajo; ya todas estas leyes de la economía clásica han quedado muy atrás de las consideraciones sociales, cuando comprenden única y exclusivamente el interés del obrero y no como un interés de clase, sino como un interés vital para una nación, para una patria. Así, pues, rompiendo con todo este conjunto de principios que han venido siendo cambiados por la evolución, tanto científica como práctica de las leyes económicas, cuanto también por la tendencia de los grupos que representaban antes los oprimidos, que representaban antes al conjunto de individuos que luchaban contra algo que era más fuerte que ellos, la organización capitalista, estas tendencias han venido a cristalizarse en disposiciones legales que según los regímenes, que según las oportunidades que según los momentos de la vida actual de cada nación, han venido a conformarse, han venido a clasificarse dentro de un conjunto de leyes que vienen lógica e ineludiblemente a ser consecuencia de los principios constitucionales y políticos de los diferentes órganos del Poder público que gobiernan, que rigen los destinos de la nación. Dentro de nuestra Constitución Política, la revolución triunfante estableció una serie de máximas que están contenidas todas en el artículo 123 de la Constitución; de estas leyes, de estos reglamentos, de estas fracciones legales, tendría que sacarse toda reglamentación del trabajo y las relaciones entre el capital y el obrero; pero al mismo tiempo, las Cámaras federales se encontraban con la enorme dificultad de que la reglamentación de este artículo vendría a ser casi nula ante la soberanía de los Estados, que tenían , que tienen actualmente la facultad de legislar en materia de trabajo. En efecto, el artículo constitucional cuya reforma solicitamos para poder expedir leyes del trabajo de carácter federal, establece que las legislaturas de los Estados, tomando en consideración las condiciones especiales de cada región, las condiciones del medio, las condiciones de producción, las condiciones particulares del obrero, deben reglamentar sujetándose al cartabón que establece el artículo 123 y que por desgracia no es más que un conjunto de principios aceptados o de principios teóricos, sin que tengan una finalidad práctica, sujetarse estas legislaciones y estas reglamentaciones, basándose en el artículo 123 de la Constitución. Es incongruente que un problema de tanta importancia, como es el problema del trabajo, se quede sujeto a las facultades legislativas locales, y es incongruente porque la consecuencia que trae esta facilidad de legislación, este aislamiento de legislación, es el que se produzcan verdaderos conjuntos de leyes que son anacronismos jurídicos, que son contradicciones constantes y que no siguen ningún principio verdad, sino que obedecen más o menos al capricho del legislador, de un momento o de una situación especial. Por eso mismo, al Academia de Estudios Políticos y Sociales ha creído de su deber, obedeciendo al dictado de su conciencia, obedeciendo a la energía de su propia juventud, obedeciendo al deseo enorme, inmenso, que alientan estas mayorías parlamentarias de hacer algo bueno, de hacer algo noble en los problemas que tengan real y efectivamente una relación con los intereses de la patria, proponer la reforma a la Constitución en los artículos los que he enunciado antes, el artículo 73 que da la capacidad constitucional para que las Cámaras de la Unión, el Congreso de la Unión, legisle en materia de trabajo, y el artículo 123 que deja a las legislaturas de los Estados la facultad de reglamentar estas leyes que vienen a tener el carácter de federales. La tendencia que ha tenido la comisión de estudios políticos y sociales, ha sido perfectamente definida. Se sabe que hay elementos de carácter trabajador, que se han opuesto a la idea de que la Ley del Trabajo sea federal. Esa comisión ha estudiado las causas que han alegado los trabajadores que no ha mucho se reunieron en convención en esta ciudad, para negar la facultad o, mejor dicho, para oponerse a que el Congreso de la Unión federalizara las leyes del trabajo. Pero entre las razones muy justas que tuvieron los obreros para propugnar por que los Estados conservaran esa facultad legislativa, hubo una que realmente no dice mucho en favor de las Cámaras federales.: la apatía de las mismas Cámaras federales. Ellos alegan que si se convierte en facultad federal, que si se convierte en ley federal la Ley del Trabajo, resulta que ellos, que en muchos Estados tienen ya el amparo de una

ley local que reglamenta las relaciones entre el trabajo y el capital, se encontrarían a merced de la apatía legislativa de las Cámaras de la Unión, y jamás se podría reglamentar esa ley. Pero por fortuna esas dos razones caen por su base, cuando ustedes compañeros, saben perfectamente que en la actualidad las comisiones de Trabajo y Previsión Social, no tomando en cuenta partidos, no teniendo distingos, no teniendo sino solamente fe y amor al trabajo y enormes deseos de sacrificar su propia actividad por el bienestar del obrero, están ya trabajando constantemente y han presentado una iniciativa loable, han seguido estudiando a fondo y pretenden con toda razón y con toda justicia, y para satisfacción de los mismos que la componen, pretenden, dentro de muy poco tiempo, presentar los lineamientos generales de la reglamentación de este artículo.

El temor de los obreros, por lo tanto, ha quedado colocado en segundo lugar, porque esta mayoría parlamentaria, denigrada porque no estudia presupuestos, denigrada porque no estudia la Ley de Ingresos, denigrada porque viene como un solo hombre después de estudiar arduamente algunos problemas a proponerlos a ustedes; esta mayoría parlamentaria real y efectivamente, señor diputado Siurob, desea trabajar, y si muchas veces no obstante esos esfuerzos, materialmente por la incapacidad de algunos de sus miembros, por su poca experiencia parlamentaria no lo hace, crea usted, señor, que no es por falta de buena fe de esta juventud que jamás ha gritado que ha sido revolucionaria, que jamás ha olido la pólvora de los combates, pero que tiene un corazón muy joven para venir desde esta tribuna a propugnar por los ideales de la patria, aunque jamás haya tomado el rifle, haya asesinado a nadie, ni haya confiscado bienes de nadie. (Aplausos.) El Partido Cooperatista Nacional constantemente, reuniendo sus propios esfuerzos, estudia dentro de la capacidad de sus componentes los problemas sociales; podemos estar en un error, podemos no llegar a un conclusión de carácter práctica y de forma definida que no resuelva el problema, pero el esfuerzo lo ponemos, el esfuerzo lo dedicamos completamente a ese fin y deseamos únicamente que estas minorías a quienes tengo yo el deber de suponer toda la buena intención que deben tener como representantes populares, nos ayuden también señalándonos esos errores, porque ese es el deber de ella y el deber de nosotros también de oírlas, y escucharlas, pero que tampoco se denigre a esta mayoría cuando por circunstancias especiales y ajenas a su voluntad, no verifica un trabajo a destajo, no verifica un trabajo a destajo que probablemente sería más perjudicial que el lento y concienzudo de una legislación.

Volviendo al asunto de la federación del trabajo, seguramente que en la Cámara de Diputados, como entre algunos miembros obreristas, tendrá alguna dificultad de hecho o de derecho. En la mañana de hoy al tratar ese asunto en el bloque del Partido Cooperatista Nacional, hubo representante digno e inteligente que me atacara de centralista por el hecho de que propugno por esta idea; hubo representante de un Estado, que probablemente es el único que real y efectivamente ha dejado algo de soberanía para darla a la Federación, el Estado de Chiapas, que me dijese que este proyecto estaba atacado de centralismo; ¿por qué? porque se atacaba la soberanía de los Estados. Respecto del concepto de soberanía, respecto del concepto poder, respecto del concepto sociológico nación y respeto del concepto más amplio, patria, la soberanía no radica sino real y efectivamente en los ciudadanos que tienen la facultad para elegir a sus mandatarios y hacer las reformas constitucionales, aceptando la soberanía misma que la Constitución nos da para iniciar las reformas de ella, porque sería algo muy especial suponer a las constituciones rígidas constantemente, y que no obedecieran al impulso social del momento, para convertirse en legislaciones inútiles para el bienestar de los pueblos que están bajo su dominio; esa soberanía la estamos ejercitando y como consecuencia de ella, proponemos esto que será ratificado por la soberanía de las legislaturas de los Estados en los términos que señala la Constitución. Por lo tanto, el ataque a la soberanía de los Estados, creo que es un argumento fácil de deshacer, porque tenemos antecedentes legislativos que tomando en cuenta precisamente las razones de orden público, las razones de interés público, quitan esa faramalla que ha sido objeto de nuestras eternas controversias, quitan ese pretexto de soberanía de Estados ante un problema general nacional, no de Estado, sino de patria misma, y quitan esa faramalla legislativa de momento, para convertirse única y exclusivamente en legisladores del bien público. A ese respecto debo hacer constar que todos los legisladores, que todos los tratadistas de Derecho Constitucional, que todos los tratadistas de Derecho Obrero actualmente, como ejemplo Lambert, como por ejemplo Garner, estos dos enormes intelectuales y profesores que han estado propugnando precisamente por el estudio de estos problemas sociales, han asegurado en sus conferencias, han asegurado en todas las circunstancias de su vida intelectual, en la cátedra como en el mítin, en la conferencias científica como en la academia, que en materia de trabajo, que en materia de comercio, que en materia de previsión social, no debe hacer barreras de soberanía, no debe haber ninguna barrera más que ésta: el interés público. Así el eminente constitucionalista americano Burgges, que define exactamente las divisiones de gobierno en un país donde por origen, por costumbre, por constitución real y efectivamente son federalistas, porque fueron Estados libres y soberanos, que por interés general se unieron para formar esa enorme federación que se llama Estados Unidos de América; el tratadista Wilson Brice, en su libro "La República", todos dicen ¿cuán sería el gobierno del porvenir? Ya no en discusión más o menos filosófica el sistema central o el sistema federal. ¿Cuál sería el gobierno del porvenir ante los problemas generales que ya no quedan reducidos al límite geográfico de un río o de una montaña, sino que quedaran especificados ante el interés de una humanidad que corre hacia su progreso? Es, pues, un problema social que lleva invívito el deseo de mejoramiento individual, el deseo de mejoramiento colectivo. ¿Cuál sería ese gobierno del porvenir? Pues aseguran ellos, y aun le han hecho enmiendas a la Constitución americana, que ese gobierno del porvenir sería única

y exclusivamente el centralismo legislativo ante el federalismo administrativo. ¿Por qué? Porque las leyes por su carácter de federales, por una práctica aplicación de interés colectivo, deben tener la suficiente consistencia, la suficiente energía legislativa con su correlativa coacción del poder público para que puedan real y efectivamente llenar su cometido. La administración federal sí, la administración dentro de la soberanía única y exclusivamente para el bienestar y para el buen reparto de los dineros públicos; ante estas consideraciones de carácter general, aceptan ya los enormes federalistas americanos que deben darse enmiendas a la Constitución, que los Estados soberanos de esa Unión deben propugnar por esas enmiendas y que única y exclusivamente se dicten leyes federales en lo que atañe al comercio, en el que atañe a la industria, en lo que atañe al petróleo y en lo que atañe a trabajo y previsión social. ¿Por qué nosotros no podríamos, por qué nosotros no podríamos aceptar esas ideas que real y efectivamente proceden de un país federalista por excelencia? ¿Por qué nosotros habríamos de tomar como una barrera infranqueable para la resolución de uno de nuestros grandes problemas, la decantada soberanía de los Estados, que tiene como iniciación el pretexto únicamente de crear un sistema federal para derrocar a Santa Anna, y que sirve tan pronto de pretexto para que venga única y exclusivamente a hacer planes de Huejotzingo y que se declare la soberanía del pueblo en un conglomerado indiferente a los problemas nacionales?

En la actualidad ya no se trata solamente de soberanías de Estados, aquí no se ataca nada, como no se atacó nada cuando se ha federalizado la enseñanza, cuando se ha federalizado el Código de Comercio, que tiene el carácter de federal; el Código de Minería, que tiene carácter de federal, ¿y por qué? Porque, por desgracia, dentro de los mismos estados no hacen nada sino imitar al centro, y ante el peligro de una imitación más o menos inconsciente, que venga a dar como resultado un pot - pourri legislativo inútil y un almodrote espantoso, que no tenga una utilidad práctica, por eso es preferible una y mil veces romper con esa decantada soberanía y hacer un esfuerzo, sí, compañero Ramírez Corzo, porque la soberanía no tiene ese lema que usted pretende, no es la soberanía patriótica del Himno Nacional y de la bandera, la soberanía está en el concepto de patria, salvar a la patria y salvar al pueblo mismo sobre esos intereses mezquinos de colectividades . . . (Aplausos nutridos.) Este es el concepto de soberanía. Por otra parte, como decía antes, ¿La soberanía quién la ejerce? El pueblo; ¿el pueblo representado por quién? Por sus mandatarios los diputados y senadores, los diputados a las legislaturas locales; si, pues, el interés público nosotros con esfuerzo constante propugnamos por la adquisición de este principio de federalización de las leyes del trabajo, si ante ese interés público llamamos a la consideración de las legislaturas de los Estados y éstas, sobre los intereses mezquinos de su propia soberanía, lo aceptan, no hemos hecho otra cosa que demostrar que respetamos la soberanía como caminando sobre ella, caminando con ella cumpliendo las prescripciones que la Constitución señala para reformarla, para modificarla; no pretendemos otra cosa. Otra de las condiciones, o mejor dicho, de las dificultades que algunos gremios obreros con justicia ponían para que se federalizara la Ley del Trabajo, era que suponían que los actuales códigos del trabajo que rigen en algunos Estados de la República, quedarían en ese momento sin ninguna aplicación práctica. La Academia de Ciencias Sociales y estudios políticos del Partido Cooperatista, tuvo en cuenta esta observación hecha recientemente, como decía, es un congreso obrero en esta ciudad, y propone asimismo que haya un artículo transitorio, en el cual, entretanto este Congreso reglamenta las leyes del trabajo, esos códigos continúen vigentes. Así no quedarán desamparados, pero tendremos la ventaja de que ante la unidad legislativa no haya el peligro de gobernadores retrógrados y de asambleas inconscientes; por ejemplo, en el Estado de Aguascalientes, donde jamás se dictará una ley obrera, donde, jamás se tomara en cuenta el interés obrero, donde se tomará en cuenta única y exclusivamente el interés de una secta religiosa para su propia virtud o para su propio peculio, No, tendremos ventajas enormes de que esa legislación continuará vigente, entretanto las comisiones del Trabajo y Previsión Social de esta Cámara cumplen, como ya están cumpliendo, con su cometido.

Así pues, señores diputados, por mi conducto la Academia de Ciencias Políticas y Sociales del Partido Cooperatista Nacional, propone a ustedes esta reforma encarecidamente, a nombre de esta mayoría vilipendiada y atacada constantemente por aquellos que se dicen reales y efectivos representantes de los obreros, por aquellos que se dicen únicos entendedores del problema agrario, por aquellos que se dicen omniscientes, casi apóstoles unitarios, que solamente ellos son capaces de entender estas cosas. (Aplausos.) Tomando en consideración todos estos ataques, viene ahora deseoso de trabajar, deseoso de demostrar que éstos que estamos atacados de reaccionarios casi, casi empedernidos; de burgueses casi, casi repugnantes, también entendemos humildemente el problema obrero y también, dentro de nuestra propia juventud y dentro de nuestro propio corazón, sin alegar méritos revolucionarios - porque el que habla jamás ha tenido un rifle ni ha ido a una batalla - , pero dentro de esa propia juventud, dentro de ese deseo de mejoramiento de las clases humildes, por el deseo de mejoramiento de esas clases sociales, para el bienestar de la patria y también ¿por qué no decirlo?, es un egoísmo justificado dentro de las glorias de nuestro propio partido. (Aplausos)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Vizcarra Rubén, para rectificar hechos.

El C Vizcarra Rubén: Honorable Asamblea: Vengo a distraer unos cuantos minutos vuestra atención para contestar los cargos que injustificadamente lanzara el señor diputado Rafael Pérez Taylor.

El C. Altamirano Manlio Fabio: ¡Debía haber sido ayer!

El C. Vizcarra Rubén: Si se tratara

únicamente de mi persona señores, poco caso haría de estos cargos y los pasaría por alto. Nosotros, los hombres públicos, estamos sujetos a las opiniones de todos, y tenemos que someternos al fallo de la opinión pública. Nada importaría una opinión más o menos; pero como a través del cargo que se me lanza se quiere manchar al partido al que me honro en pertenecer, no puedo menos que venir aquí a protestar enérgicamente y a denunciar la avilantez con que ha procedido ese señor don Rafael Pérez Taylor, al cual, por confesión propia, solamente le queda la virtud de los perros, y quién sabe si dentro de unos días venga a darnos la nota de que también ya no será fiel a su amo.

Yo hubiera deseado, señores, que los señores miembros de las minorías laborista y agrarista, que regocijadamente aplaudían en su inspiración de Dionisio al señor Rafael Pérez Taylor, estuvieran aquí para que tomaran la parte que les corresponde en esta aclaración que sí importa a la nación, porque se trata nada menos que de un principio fundamental, que ha venido sosteniendo el pueblo mexicano y que es el principio de la libertad de pensamiento; y ya va a ver la Asamblea cómo el señor Rafael Pérez Taylor vino a querer un asunto puro y una cuestión completamente digna y alta con sus vaciladas dionisiacas. . . . . .

El C. Altamirano Manlio Fabio, interrumpiendo: ¡Vacilaciones, Hombre!

El C. Vizcarra Rubén, continuando: Ya va a ver la Asamblea, y lo está viendo la nación entera, cómo el Partido Cooperatista viene aquí en masa a ocuparse de los asuntos trascendentales para la nación y viene aquí a discutir asuntos de suma importancia, como el que habéis oído por la boca del licenciado Romeo Ortega. Ya sabrá la nación que el Partido Cooperatista viene en masa a discutir estos trascendentales asuntos, mientras los miembros de las minorías laborista y agrarista, se dedican a gozar en las delicias de Baco en Xochimilco; porque mientras nosotros en masa venimos a trabajar y a desempeñar leal y patrióticamente el cargo para el cual hemos sido elegidos, los señores de esas minorías se dedican a pasearse y a sus desahogos personales en Xochimilco, olvidándose de las funciones que les ha encomendado el pueblo. Esto vengo a decirlo para que lo sepa la nación entera y para que de una vez por todas, vaya sabiendo el pueblo quiénes son los que vienen aquí con ficticios amores a él, a pronosticarle días mejores, y que no se preocupan absolutamente nada por mejorar esa situación del pueblo proletario.

El señor Rafael Pérez Taylor me quiso hacer aparecer a mí como intrigante y como falto de valor civil para atacar al señor Morones. El señor Pérez Taylor que , como vuelvo a repetir, lamento que no esté presente, es el menos indicado para darme a mí clases de valor civil. Solamente de una manera ligera voy a decir aquí que yo nunca he sido amnistiado , que siempre he sostenido los principios revolucionarios desde que pude contarme en mi vida ciudadana, ya bien haya sido con mi humilde palabra en la tribuna del pueblo, o con mis humildes letras en los periódicos, populacheros, si queréis, o con el rifle en la mano cuando se ha necesitado ir a los campos de batalla a sostener esos principios, y yo nunca he sido amnistiado como el señor Pérez Taylor; yo nunca he sido he sido retrasado en mis ideas y hasta hoy he tenido la satisfacción de ir siempre por una línea recta de conducta; no es el señor Pérez Taylor el que me dará clases de valor civil. Así pues, una vez hecha esta aclaración, me voy a referir al cargo que me hizo el señor Pérez Taylor cuando me quiso hacer aparecer como intrigante y que me quiso hacer aparecer como un individuo que trataba de darle una consigna de que viniera aquí a desahogarse contra el señor Morones. No, señores; platicaba yo con el señor Pérez Taylor - y aquí hago la aclaración de que para mí no hay cuestiones confidenciales en cuestiones del orden político, porque ninguno comete ninguna indiscreción en contra de un político cuando se trata de un asunto de interés general; de manera que eso no se lo reclamo - , platicaba con el señor Pérez Taylor de que los obreros rojos que editan en periódico que se llama "Vía libre", un periódico que trata asuntos netamente doctrinarios de la anarquía pura, y este periódico fue registrado -como puede verse y voy a permitirme suplicar a la Secretaría dé lectura a estos documentos - , fue registrado como artículo de segunda clase en los correos nacionales, y por gestiones del señor Morones, porque así lo declaró un alto empleado del Correo en presencia de dos diputados, el diputado Zarza y alguna otra persona que me acompañó, por influencia del señor Morones, por gestiones de Morones se calificó a este periódico de propagador de doctrinas disolventes; pero no, señores porque si el Correo siguiera este procedimiento, entonces veríamos con tristeza que toda la revolución se había venido abajo y no podrían seguir circulando tantos y tantos libros de doctrina anárquica, y este periódico, que es doctrinario completamente, comete solamente el delito de atacar y de fustigar de cuando en cuando, y siempre que es necesario, a esos falsos líderes de la Regional Obrera, que solamente explotan el obrerismo para su mejoramiento personal. Aquí está el periódico para el que lo desee ver y verá por él que aquí no hay un solo insulto personal, que aquí se tratan cuestiones de orden netamente doctrinario y, sin embargo, el señor Morones se permitió ir a hacer gestiones, y no sé por qué causa la Secretaría de Gobernación aprobó ese procedimiento, prohibiendo la circulación de este periódico. Yo le dije a Pérez Taylor: usted que ha ofrecido ir a defender en esta tribuna la libertad de pensamiento cuando sufrió el atropello el señor Palavicini en su periódico, usted es el indicado para que vaya a hablar en pro de estos obreros, en pro de la libertad de pensamiento, y el señor Pérez Taylor salió con subterfugios ante esa indicación que le hacía, ante esa plática que le hacía. De esto se informó el compañero Pastoriza y él ofreció hablar sobre el asunto ampliamente, y si está presente, seguramente cumplirá su ofrecimiento que hizo también a otras personas, de hablar ampliamente sobre este asunto, puesto que lo ha estudiado, y estos datos estuvieron en su poder para que viniera a proclamar ante la nación entera cuál es la labor de los señores que dicen luchan por la libertad humana y por la reivindicación del trabajador. Por otra parte, van a querer ahogar con estas

maniobras la libertad de pensamiento, que debe ser sagrado para todos los que tengan un átomo de revolucionarismo en sus venas. (Aplausos.)

El C. secretario Gandarilla: La presidencia, por conducto de la Secretaría, respetuosamente se sirve rogar a los señores representantes no abandonen las curules, pues hay asuntos trascendentales que tratar en seguida.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Los infrascritos, diputados a la XXX legislatura del H. Congreso de la Unión, sometemos a la aprobación de esta H. Asamblea, con dispensa de trámites, por ser de resolución obvia y urgente el proyecto de ley que se inserta en seguida, el cual fundamos en las consideraciones que someramente pasamos a exponer:

"Considerando 1o. Que, dada la importancia que en la actualidad ha adquirido la estadística en todas las naciones del mundo, México no puede substraerse al incremento que esa ciencia se le ha dado, y por lo mismo, en nuestro país debe expedirse una ley sobre esta materia que esté a la altura de lo que requieren los adelantos científicos modernos;

"Considerando 2o. Que para lograr, en los trabajos estadísticos el desarrollo y uniformidad indispensables para adaptarlos a los procedimientos científicos modernos, es necesario ante todo, que la Dirección General de Estadística sea totalmente independiente de las demás secretarías y departamentos del Ejecutivo, y que en ella se centralicen y encaucen todos los trabajos concernientes a ese ramo;

"Considerando 3o. Que no existe razón alguna, ni científica, ni gubernativa, para que la dirección de los trabajos estadísticos, en lo general, dependa de alguna de las secretarías de Estado, y, por el contrario, es una rémora para el pronto despacho de esos trabajos, la complicada tramitación que resulta para los mismos, si se subordina su dirección a cualquiera Secretaría de Estado;

"Considerando 4o. Que desde el punto de vista económico no habrá que erogar mayores gastos de los que actualmente impende la nación en los servicios estadísticos, dado que las otras secretarías - la de Hacienda, por ejemplo - hay secciones estadísticas que tienen un presupuesto igual o superior al asignado actualmente a la Dirección General y que estos presupuestos pueden reducirse al ser modificados los procedimientos para recabar los datos estadísticos;

"Considerando 5o. Que, careciendo la nación de personal idóneo para el desempeño de trabajo de estadística, es indispensable formarlo y despertar interés por esa ciencia; a cuyo fin el Departamento de Estadística Nacional vigilará, por medio de sus inspectores, que las diversas secciones de Estadísticas de los municipios y de las entidades federativas de la República, estén integradas por un personal adecuado, el cual procurará seleccionarse entre los individuos que hayan prestado sus servicios en trabajos de esta índole.

"Considerando 6o. Que, dada la magnitud y generalización que ha alcanzado actualmente la ciencia estadística, es indispensable hacer, en vista de los asuntos que darán margen a recolección de datos por el departamento que ahora se crea, una clasificación metódica que obedezca a un plan distributivo general, plan que, por lo que respecta a nuestro país, además de los censos y catastros, deberá comprender: 1o., lo relativo a territorio. 2o., lo referente a población. 3o., lo que pertenece a vida económica. 4o., lo que se refiere a vida intelectual. 5o., lo que atañe a vida moral, y 6o., Lo que concierne a vida social.

"Por todas estas consideraciones, el Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, decreta:

"Artículo 1o. Se crea un departamento dependiente directamente del Ejecutivo, que se denominará: Departamento de la Estadística Nacional.

"Artículo 2o. Todas las secciones de Estadística dependiente actualmente de las secretarías y departamentos de Estado del Ejecutivo, así como las secciones de Estadística que sostienen los gobiernos de diversas Entidades federativas y los municipios de la República, quedarán subordinadas técnicamente al Departamento que se crea por esta ley.

"Articulo 3o. El departamento de la Estadística Nacional tendrá a su cargo compilar y publicar periódicamente, por medio de cuadros comparativos, todos los datos concernientes a este ramo.

"Artículo 4o. Tendrá igualmente a su cargo formar los censos y aprovechar los datos catastrales como elementos constitutivos de la Estadística, y el Ejecutivo federal hará cumplir a los ciudadanos y habitantes de la nación las obligaciones que les impone la fracción I de Artículo 27 y la fracción I del artículo 36 de la Constitución y demás leyes relativas.

"Artículo 5o. Son bases para la formación de la Estadística:

"I. El censo de la nación, clasificando a sus habitantes por sexos, edades, nacionalidades, profesiones, industrias o trabajos, estado civil e instrucción, y demás datos que acuerde el Departamento de la Estadística Nacional;

"II. Los datos que suministren las oficinas catastrales sobre propiedad urbana, rústica y minera, con los pormenores necesarios para el conocimiento y la riqueza nacional;

"III. El censo agrícola del país;

"IV. El censo industrial del mismo, y

"V. Además de las bases que anteceden, se considerarán como tales los datos relativos a los asuntos que contiene el siguiente cuadro sinóptico:

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"Artículo 6o. Las secretarías del Despacho y los departamentos del Ejecutivo, continuarán recogiendo y ordenando como hasta hoy, los datos de sus respectivos ramos, sujetándose estrictamente a los modelos e instrucciones que reciban del Departamento de la Estadística Nacional, a fin de publicar los cuadros comparativos de ellos; y los demás que no se reciban de las mismas secretarías o departamentos o cualesquiera otros que sean necesarios, podrá pedirlos el Departamento de la Estadística Nacional, a todas las autoridades federales, así como a los gobiernos y autoridades políticas, judiciales o municipales de las diversas Entidades federativas de las República y a los particulares.

"Artículo 7o. Es obligación de los gobernadores, autoridades políticas, judiciales o municipales de los Estados, secundar la acción del Gobierno general para que tengan cumplimiento las prescripciones de la presente ley y los reglamentos que con referencia a ella se expidieren.

"Artículo 8o. Ningún funcionario, empleado o particular pueden excusarse de proporcionar los datos estadísticos que se les pidan por el Departamento de Estadística Nacional o por cualquiera autoridad facultada para ello, sin incurrir en la desobediencia de esta ley, salvo el caso de imposibilidad absoluta calificada por el Ejecutivo federal; y tratándose del censo de la población, todos los habitantes de la República estarán obligados a prestar sus servicios en las comisiones que se les confieran.

"Artículo 9o. La planta de empleados y emolumentos del Departamento de la Estadística Nacional, será la siguiente:

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"Artículo 10. El Departamento de Estadística Nacional queda facultado para administrar los fondos que adquieran por la venta de sus publicaciones periódicas, directorios, folletos, etc., dando al importe de tales fondos el destino que juzgue oportuno, siempre que redunde en beneficio del propio departamento, y procediendo en todo caso de acuerdo con los que las leyes vigentes dispongan a este respecto.

"Artículo 11. El Ejecutivo reglamentará esta ley, así en su parte penal contra los infractores de ella, como para que la estadística que se forme tenga el carácter de generalidad, uniformidad y simultaneidad que le corresponde.

"Artículo 12. Se suprime la Dirección General de Estadística como dependencia de la Secretaría de Agricultura y Fomento, y se deroga el decreto de 26 de mayo de 1882 y el reglamento relativo de 1o. de enero de 1900. Se reforma la parte segunda del artículo 1o. de la Ley Orgánica de Secretarías de Estado en los siguientes términos:

"Los departamentos serán:

"Salubridad Pública.

"Aprovisionamientos Generales.

"Contraloría.

"Establecimientos Fabriles y Aprovisionamientos Militares.

"Estadística Nacional.

"Se derogan los incisos relativos a "Censos" y a "Estadísticas", del artículo 6o. de la misma Ley Orgánica de Estado.

"Transitorio. Todos los elementos (documentación, biblioteca, útiles, maquinaria, etc.) que actualmente tiene la Dirección General de Estadística, dependiente de la Secretaría de Agricultura y Fomento, pasarán al Departamento de la Estadística Nacional.

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., a 8 de noviembre de 1922.- Elpidio Barrera.- I. Olivé.- Carlos Garza Castro.- Manuel H. Rodríguez.- S. Franco Urías.- R. González Garza.- E. Gandarilla.- J. M. Alvarez del Castillo."

Se consulta a la Asamblea si, como lo solicitan los proponentes, se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensan los Trámites. Se consulta a la Asamblea si declara el asunto de urgente y obvia resolución. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se declara de urgente y obvia resolución. Está a discusión.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Elpidio Barrera.

El C. Barrera Elpidio: Señores diputados: Procuraré ser breve, porque aunque tengo poca experiencia en estos asuntos parlamentarios, se me ocurrió, afortunadamente, una feliz idea, que fue repartir entre mis dignos compañeros un folleto en el que figura un proyecto que ahora someto a vuestra consideración. Recurrí a este medio, suplicando a cada uno personalmente la lectura de este folleto, porque he visto en los dos meses y pico que llevo dentro de esta Cámara, que aunque el orador se esfuerce desde esta tribuna para llevar al convencimiento con razones convincentes o lógica contundente a la honorable Asamblea, tropieza con la dificultad enorme de la poca atención que nosotros acostumbramos poner en estos casos de verdadera trascendencia. De manera que ya los compañeros en su mayoría saben perfectamente la importancia de este proyecto y, por lo tanto, no voy a disertar acerca de él, sino en una parte muy principal, que es, sin duda, la que más llama la atención de esta honorable Asamblea. Refierome, señores, a la parte económica.

Sabido es que nuestro Gobierno atraviesa por una situación verdaderamente difícil; sabido es también que todos los diputados estamos animados,

todos dispuestos más bien a llevar a cabo todas las economías necesarias dentro del presupuesto, a fin de que nuestro Gobierno pueda digna y decorosamente solventar los compromisos que ha contraído. En vista de esto, señores, me referiré, repito, únicamente a la parte económica. Como ustedes ven, la creación de este departamento importante e indispensable en nuestro medio, puesto que para todos vosotros es bien sabido que en un país en donde no existe estadística, como en el nuestro, es imposible, señores, una buena administración y una buena legislación. Hay países en Centro América, rebeldes como nosotros, por ejemplo Bolivia, en donde encuentran ustedes estadísticas admirables. Perú, Argentina, Chile, no se diga, tienen una estadística admirable, comparada a la estadística de Estados Unidos. La importancia de los datos estadísticos en todo sentido, a fin de que nuestro Gobierno pueda legislar de una manera adecuada, es por todos sabida. La creación de este departamento, repito, requiere la cantidad de novecientos sesenta y nueve mil novecientos ochenta y dos pesos cincuenta centavos. En la actualidad se gastan setecientos cinco mil ciento ochenta y siete pesos cincuenta centavos en la Dirección General de Estadística, dependiente de la Secretaría de Agricultura y Fomento, y como lo digo en uno de los considerados, mientras esta Dirección dependa de una Secretaría de Estado, existirá la desconfianza natural y lógica entre todos los individuos que tienen que proporcionar los datos a fin de formar la estadística. ¿Tienen o no razón para abrigar esa desconfianza? Creo que sí la tienen, puesto que la Secretaría de Agricultura y Fomento no puede abstraerse por completo de la cuestión política; la Secretaría de hacienda, igualmente: su único fin es recoger la contribución y, por lo tanto, el individuo, el productor, el comerciante tienen que proporcionar datos inexactos, por la constante amenaza que tienen de que esos datos sirvan para más tarde sobrecargar los gravísimos impuestos que ya pesan sobre ellos. Ahora nuestro pueblo, nuestros contribuyentes, señores diputados, con profundo dolor, como todo hombre honrado debe ver que desde el Municipio, al Estado y a la Federación el dinero que se aporta de buena fe, sabiendo que es una carga indebida, que es una carga inmensa que pesa sobre él, puesto que no tenemos estadística para poder legislar sobre estas cosas, contribuye, repito, gustoso a los gastos de la Federación, del Estado y del Municipio; pero esa natural desconfianza es debida, señores, a que dentro del Municipio, dentro del Estado y dentro de la Nación, es decir: en altas esferas gubernamentales vemos el mismo caso: derrocharse miserablemente el dinero que el pueblo paga. Si el pueblo, si el contribuyente viera que este dinero se invertía en beneficio de ese pueblo y de ese contribuyente, con todo gusto y sin ninguna desconfianza aportaría su contingente; pero vemos, señores, recorremos nuestro país desde el Bravo hasta el Suchiate, vemos allá los villorrios, las aldeas, las ciudades, las capitales de los Estados carentes de servicios públicos en lo absoluto, y en plena capital de la República, para vergüenza nuestra, no se ha atendido con diligencia , con la actividad y con el esmero que debía, la cuestión del último censo nacional.

Ahora bien, señores; en la actualidad se gasta miserablemente el dinero del pueblo en cuestión de estadística, sin ningún resultado práctico, sin ningún resultado provechoso, puesto que podemos decir que, de dos años a esta parte, es cuando la Dirección de Estadística ha venido preocupándose por obtener, por recabar datos fehacientes acerca de varios ramos importantes. Para darles idea señores diputados, de que lo que digo es cierto, me voy a permitir leerles los gastos que se erogan en cada Secretaría, en cada dependencia del Ejecutivo, por concepto de Estadística. Ven ustedes que, con la creación del Departamento de Estadística Nacional, se ahorra una cantidad enorme; de manera que, visto el caso desde el punto económico, merece vuestra aprobación, ciudadanos diputados:

"Poder Legislativo . . . $ 136,533.00

"Poder Judicial . . . " 10,585.00

"Secretaría de Gobernación . . . " 20,440.00

"Beneficencia Pública . . . " 20,220.00

"Secretaría de Relaciones . . " 39,785.00

"Secretaría de Hacienda . . . " 109,062.00

"Aduanas . . . " 87,417.50

"Departamento del Timbre . . . " 108,587.50

"Impuestos especiales . . . " 22,372.00

"Departamento de Crédito . . . " 10,950.00

"Tesorería General . . . " 21,352.50

"Secretaría de Guerra y Marina . . . " 79,726.95

"Secretaría de Agricultura y Fomento . . . " 705,187.50

"Dirección de Tierras y Colonización . . . " 350,402.00

"Dirección de Irrigación . . . "

"Dirección de Agricultura . . . " 26,097.00

"Dirección Forestal y de Caza y Pesca . . . " 16,242.50

"Secretaría de Comunicaciones . . . " 11,497.50

"Dirección de Puertos y Faros . . . " 6,377.50

"Dirección de Ferrocarriles . . . " 12,227.50

"Dirección de Correos . . . "

"Dirección de Telégrafos . . . "

"Secretaría de Industria, Comercio y Trabajo '' 37,777.50

"Departamento de Industrias . . . " 60,042.50

"Departamento de Minas . . . " 11,497.50

"Departamento de Petróleo . . . " 13,687.50

"Departamento de Comercio . . . " 69,350.00

"Departamento de Trabajo . . . " 35,222.50

"Secretaría de Educación . . . "

"Departamento de Salubridad . . . " 10,402.50

"Departamento de Aprovisionamientos Generales" 12,227.50

"Departamento de Establecimientos Fabriles . . . "

"Departamento de Contraloría . . . " 36,646.00

"Procuraduría General . . . " 26,097.50

Total, señores, sin incluir los gastos de las partidas globales que tiene asignado cada departamento, suma dos millones ciento ocho mil trece pesos noventa y cinco centavos. Así, en esta forma estamos permitiendo que se invierta sin ningún provecho el dinero de la nación. Por ahora, señores, mi proyecto se concreta a la creación de este departamento, dejando subsistentes las secciones y departamentos que hay en las distintas

Secretarías de Estado, con la modificación, con la rebaja de empleados que hagamos nosotros en el presupuesto, después de que hayamos aprobado este proyecto de ley, o sea la creación del Departamento Nacional de Estadística.

Ya ven ustedes, señores, que hay una diferencia de millón y pico de pesos de lo que actualmente se gasta, a lo que el departamento va a erogar. En el futuro, probablemente en el período próximo, presentaré una nueva iniciativa, a fin de llevar a este departamento al perfeccionamiento que merece tener nuestro país; por ahora únicamente me he concretado a formarlo en la forma que habéis escuchado. Quiero hacer hincapié, señores, para daros una idea de lo que se puede hacer en este departamento, quiero hacer hincapié, repito, en lo que la Dirección de Estadística ha hecho en un lapso de tiempo verdaderamente corto. ¿Todo debido a qué? A la actividad, al celo que ha prestado a esa dirección el actual jefe de ella, o sea don Luis I. Mata, periodista, revolucionario de abolengo, que todos vosotros conocéis. Tengo aquí, en mi poder, el censo de la República, señores, que aún no se termina, debido a que varios Estados de nuestro país no ha aportado los datos necesarios. han manifestado francamente que no pueden hacer la concentración en sus capitales respectivas, porque no tienen los fondos necesarios; debido a esta rémora terrible, ha tenido la dirección que hacer la concentración de estos Estados aquí, en la Dirección y, señores, para darnos una idea de la apatía que sabéis que nos caracteriza en todas las circunstancias de la vida, pero especialmente cuando se trata de prestar servicios en un asunto como el censo, me bastará decir que aquí, en plena capital, mientras otros Estados rendían sus concentraciones en debida forma, aquí, en la capital de la República, la Junta Censal de México no había hecho absolutamente ningunos trabajos. En vista de estas circunstancias, en vista de esta apatía imperdonable, el señor Mata, celoso del cumplimiento de su deber, como siempre lo ha sido, se dirigió a todos los miembros de este Consejo Censal, y no obtuvo respuesta satisfactoria. En vista de esto, la Dirección General dependiente de la Secretaría de Agricultura y Fomento, se vio precisada, señores, a efectuar el censo en la capital de la República, porque los señores del Ayuntamiento no tomaban parte activa en este asunto. Eso os dará idea de que, si en la capital de la República pasa esto, ¿cuáles serán las dificultades con que se ha tropezado para hacer que en los lugares apartados se lleve a cabo el censo en la forma debida? Ahora es muy natural, señores -yo lo sé por experiencia propia, he sido visitador general de estadística en la República y me he dado cuenta exacta de todos estos artículos -, simplemente un caso curioso y muy cierto es el siguiente: va el encargado de levantar el censo en los suburbios de la población, a una humilde choza, y pregunta al jefe de aquel hogar cuantos miembros hay en aquella familia. Si es la mujer la que contesta, niega los nombres de los varones, ¿por qué? Porque dice: este tío sabe Dios a que venga, quizá sea para metérmelos de soldados. Es la conjetura común y corriente que se hace nuestra gente del pueblo, y siempre proporciona datos malos. Eso os dará idea, señores, de que es necesario crear este departamento, para formar empleados competentes en un futuro no lejano, que puedan afrontar con verdadero estoicismo, con verdadera resignación y con verdadera aptitud, todas estas múltiples dificultades propias de la idiosincrasia de nuestro pueblo. Para darles idea de la importancia que tiene la cuestión estadística en nuestro país, tengo aquí, señores, ya que estoy frente a una Cámara que se dice revolucionaria y con tendencias agraristas, voy a permitirme manifestarles que tengo en mi mano un cuadro sinóptico en que aparecen los predios rústicos de cada una de las poblaciones de mi Estado, Coahuila, y vean ustedes, señores, que en el Estado de Coahuila hay en resumen dos mil doscientos ochenta y cinco predios rústicos, que tienen un valor de sesenta y un millones veintidós mil seiscientos veintiocho pesos, y abarcan una extensión de doce millones novecientas dos mil cuatrocientas cuarenta y una hectáreas y rinden una contribución de cuatrocientos ochenta y ocho mil ciento setenta y nueve pesos veintidós centavos al Estado. Si dividimos los predios entre el número de hectáreas, vendremos al convencimiento de que cada predio es de más de cinco mil hectáreas. Eso os dará idea de la división de la propiedad en mi Estado, revolucionario por excelencia; pero que hasta ahora los revolucionarios coahuilenses nos hemos concretado, la mayor parte, a llenarnos los bolsillos, y gran parte a no hacer nada, a dormirnos en nuestros laureles, y hemos dejado subsistentes en el Estado de Coahuila, para vergüenza nuestra, todas las lacras del porfirismo. Hay grandes latifundios, como el del exgobernador Cárdenas, que abarca grandes, inmensas cantidades del Estado de Coahuila; tenemos otros latifundios, señores, que están todavía humillando a aquel pueblo humilde; ¿todo por qué? Por culpa de la señora Legislatura, que no ha tenido el valor suficiente, el necesario para afrontar las circunstancias de aquel Estado. Tienen ustedes otro dato importante, señores. Tengo aquí los egresos de cada uno de los municipios de mi Estado, en los cuales aparece, por ejemplo, un pueblo importante como Monclova, que tiene un egreso de siete mil novecientos veinte pesos, con una población de dos mil seiscientos ochenta y dos habitantes; de manera que le tocan a cada habitante dos pesos noventa y cinco centavos al año, dividiendo proporcionalmente esos egresos. Tienen ustedes que en el Estado de Coahuila está más o menos proporcionada la contribución; pero le voy a dar un dato desconsolador al compañero Covarrubias, interesado también en estas cuestiones de estadística. En el distrito Norte de la baja California, por ejemplo, en Ensenada, que tiene un egreso de trescientos cincuenta y cinco mil ciento cincuenta y tres pesos cincuenta centavos, con un número de habitantes de siete mil quinientos veintitrés, le tocan a cada habitante cuarenta y siete pesos veintiún centavos; y en el mismo distrito Norte de la Baja California, tenemos otra proposición enteramente disímbola, como esta: en Tecate hay un ingreso de veinte mil quinientos noventa y cuatro pesos, con mil once habitantes; de manera que les tocan dos pesos cuatro centavos a cada uno de ellos. Ya ven ustedes cuán útil es tener datos estadísticos acerca de todo esto, para poder, señores, quitar

ese peso enorme que gravita sobre las espaldas de unos cuantos contribuyentes de nuestro país. Aproximadamente, en nuestra República, los egresos municipales de los Estados de la Federación llegan, señores, a setecientos millones de pesos, poco más; estos setecientos millones de pesos, señores diputados -admírense ustedes-, gravitan sobre las espaldas de un millón, aproximadamente, de contribuyentes. Esto es inicuo, esto es infame, debemos tener datos estadísticos exactos, a fin de dividir equitativamente esas contribuciones, porque sabido es, señores, que el amparo del dinero, los que más tienen son los que menos pagan.

Ya no canso vuestra atención, señores, y creo firmemente que, compenetrados de la importancia de este humilde trabajo que vengo a presentar a vuestra aprobación, se la daréis, porque, señores, afortunadamente, si pasa a comisión... (Voces: ¡Ya no puede pasar a comisión!) Os doy las gracias por haberle dispensado los trámites, porque si pasa esto a comisión, hubiera ido a dormir el sueño eterno. Me alegro de que no haya sido así, y os doy las gracias, señores. Ahora solo quiero que, compenetrados como estáis, indudablemente -porque cada uno de vosotros ha estudiado el caso en particular -, de la importancia de este asunto, le deis vuestro voto afirmativo, a fin de elevar la ciencia estadística en nuestro país, a la altura que debe estar, como país civilizado que es. (Aplausos.)

El C. Altamirano Manlio Fabio: Para una simple interpelación.

El C. presidente: Si lo permite el orador.

El C. Barrera: con mucho gusto.

El C. Altamirano Manlio Fabio: He escuchado la explicación que ha dado el compañero Elpidio Barrera sobre la importancia del Departamento de Estadística de la República; sólo quiero que os haga una aclaración, porque probablemente me distraje y no escuché la parte relativa. La aclaración es ésta: que nos diga si se va a crear el Departamento de Estadística y si al mismo tiempo van a subsistir los departamentos de estadística en las distintas secretarias del Estado o si se van a refundir todos los departamentos de estadísticas de las secretarías en el Departamento General de Estadística.

El C. Elpidio Barrera: Debo informar al honorable compañero Manlio Fabio Altamirano que al discutirse los presupuestos por esta Cámara, consciente ya de que existe un departamento especial, natural es, señores, y lógico esperar que todos nosotros estemos animados de suprimir todos esos gastos infructuosos que se hacen en los distintos departamentos y secciones de estadística de las secretarías de Estado; de este modo se ahorrará un millón y pico de pesos, compañero.

El C. Altamirano Manlio Fabio, interrumpiendo: Lo que yo deseo saber es esto: si en el proyecto de usted, porque a mí no me dieron su folleto, quiero saber si en el proyecto de usted ya está considerado que el crearse el Departamento General de Estadística se suprimen los demás departamentos de estadística.

El C. Barrera, continuando: No está previsto, señores diputados, porque una reforma trascendental como esta no es posible llevarla a cabo en un día, hay necesidad de dejar estas secciones de estadística que dependerán, como lo digo, técnicamente del Departamento de Estadística, suprimidas ya con el personal que nosotros debemos de suprimir, pero que por lo pronto, por un lapso probable de seis meses o un año, dependerán técnicamente de este Departamento.

Oportunamente, compañero Manlio Fabio Altamirano, yo presentaré a esta Cámara otro proyecto para llevar a cabo lo que usted desea, pero por lo pronto no es posible suprimir de plano todas las secciones de estadística que hay en las distintas secretarías, sino lo que sí es factible y lo propongo desde luego llevar a la práctica cuando se discutan los presupuestos, es suprimir la planta de empleados que ahora, señores, no redunda en beneficio de nadie. Hay secretarías en las cuales los empleados de estadística no van más que a firmar la nómina, no hacen absolutamente nada más que ordeñar la vaca gorda del presupuesto.

El C. secretario Gandarilla: No habiendo más oradores inscriptos en contra ni en pro, se consulta a la Asamblea, en votación nominal, si ha lugar a votar en lo general. Se suplica a los ciudadanos secretarios y, prosecretarios auxilien a la Secretaría en funciones, igual súplica a los ciudadanos Barragán, Quevedo y González Jesús B. Por la afirmativa.

El C. secretario Barón Obregón: Por la negativa .

(Se recoge la votación.)

- El mismo C. secretario Gandarilla: Fue votado el proyecto de ley en lo general, por unanimidad de ciento treinta y dos votos por la afirmativa.

- El mismo C. secretario: Está a discusión en lo particular el proyecto de ley que crea el Departamento de Estadística Nacional.

El C. Siurob: Pido la palabra para hacer una interpelación a su señoría.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Siurob: Estando con la mayoría de esta honorable Asamblea, es decir, habiendo sido votado unánimemente este proyecto, pues no ha tenido enemigos, hemos votado en favor de la creación del Departamento de Estadística; pero si en general hemos aprobado este asunto, no sucede lo mismo tratándose de los detalles, y como puede suceder muy bien que muchos ciudadanos representantes no tengan en estos momentos el proyecto de ley para votarlo en detalle, yo propondría al señor presidente que se imprimiera este proyecto, que se repartiera a los ciudadanos diputados, pues no todos lo tienen, para que en esa forma se pudiera hacer más provechosa la objeción en detalle de cada uno de los artículos. Ciertamente que están dispensados los trámites, pero los trámites se refieren únicamente al paso a comisión. Por otra parte, la Asamblea en general, estoy seguro de que piensa que en detalle sí merece estudiarse este asunto con un poco de más detenimiento; yo estoy seguro de que el mismo compañero que hace la proposición, no quiere que este proyecto deje de pasar por el tamiz de la consideración de los señores diputados,

a fin de que algún asunto de detalle pueda estudiarse con mayor atención, con más detenimiento. Puede decirse que ayer se repartió este proyecto de ley, por lo menos hasta ayer llegó a mi conocimiento y malamente...

El C. presidente: Se suplica a los ciudadanos diputados presten atención al orador.

El C. Siurob: Y malamente, sería ver el asunto sobre la rodilla ir a votar en detalle un proyecto de esta índole sin haber estudiado siquiera con algún conocimiento de causa los detalles del asunto. En lo general, he dicho, la idea es tan plausible, está tan dentro del concepto de un estado moderno, corresponde de una manera tan perfecta al ideal y al criterio revolucionario, que nadie ha considerado necesario oponerse; pero el mismo compañero Barrera, a quien estimo mucho, aplaudo y felicito por el éxito de su iniciativa, no dejará de considerar que para entrar al terreno del detalle, debemos considerar este asunto de manera más seria. Y voy a fijar algunos casos. Por ejemplo: El Departamento de Estadística de la Cámara de Diputados no podría refundirse dentro del Departamento de la Estadística del Ejecutivo. ¿Por qué? Porque el Departamento de Estadística de la Cámara de Diputados debe seguir perteneciendo a un Poder enteramente diferente. En general ya digo, por lo que a mí toca, creo que debemos estudiar este asunto con más detenimiento. Si la opinión de los señores representantes a quienes ha llegado el proyecto desde mucho antes ya es uniforme, pues en ese caso salvo mi responsabilidad; pero por lo que a mí me toca, que hasta ayer se me entregó, no puedo pasar por este artículo a ojo; yo tendré que estudiarlo con detalle y con detenimiento; por eso suplicaría al señor presidente que de acuerdo con el iniciador de esta proposición, se consultara inmediatamente a la Asamblea, si se imprime este proyecto para que sea repartido a los señores diputados. Ya el compañero Barrera no puede tener temor de que sea rechazado su proyecto, puesto que la opinión unánime es para él muy favorable, garantía suficiente de que su idea ha sido recibida con beneplácito por parte de la Representación Nacional.

Pido, pues, al señor presidente que en consideración a estas razones, que espero serán reforzadas por algunos otros oradores de esta Asamblea que, como yo, estarán en iguales circunstancias, se detenga un poco la discusión en lo particular.

El C. presidente: La Presidencia se ve en el penoso caso de no atender a los deseos del orador, porque ya se consultó previamente si el asunto se consideraba de urgente y obvia resolución; como el voto de la Asamblea fue en este sentido, no cabe más que entrar a la discusión en lo particular, porque ya fue aprobado en lo general. Tiene la palabra el ciudadano Roque González Garza.

El C. González Garza: La médula de mi moción de orden consiste precisamente en lo que acaba de decir el señor presidente, pero agregando que también se le dispensaron todos los trámites, y uno de esos trámites es imprimir un proyecto de ley.

Para tranquilidad del señor Siurob, debo decirle que al autor original de este magnífico proyecto de ley, hizo circular dentro de la Cámara en manos de todos los ciudadanos diputados, el proyecto de ley debidamente impreso, y si no llegó a manos del doctor Siurob, pues yo lo siento; pero por otra parte, como ya estamos dentro de la discusión y por el hecho de que haya sido aprobado por unanimidad se tomara en consideración, no tenemos más remedio que entrar a la discusión en lo particular, y como son doce artículos, será cuestión de que nos tomemos todo el tiempo necesario señor Siurob, para estudiar detenidamente cada artículo, porque el fondo de este magnífico proyecto no es otra cosa más que reconcentrar en una verdadera dirección de estadística general de la República, todos los datos recogidos por las diferentes secretarías y departamentos de Estado. Ahora bien, como la Dirección General de Estadística dependiente de la Secretaría de Agricultura y Fomento está gastando en la actualidad la cantidad en números redondos de setecientos mil pesos anuales, y este magnífico proyecto no aumenta más que la cantidad de doscientos mil pesos, pero que una vez perfeccionado, una vez trabajando, reconcentrará todas las actividades de los distintos departamentos de las secretarías, eso quiere decir que se ahorrará en un futuro muy próximo una cantidad también en números redondos igual a un millón de pesos. Por lo que respecta al Departamento de Estadística de la Cámara de Diputados, se queda fuera; el departamento respectivo de la Cámara de Diputados tendrá una fuente perfectamente bien surtida de datos en esta Dirección General de Estadística que se propone; en consecuencia, los que tuvimos el honor de subscribir el proyecto de ley en unión del señor Barrera, estamos dispuestos a recibir con gusto toda clase de objeciones que se hagan en lo particular a cada uno de los artículos a discusión, en este momento.

El C. secretario Gandarilla: Está a discusión en lo particular. Los oradores que deseen hacer uso de la palabra en contra, sírvanse pasar a inscribirse.

"Artículo 1o. Se crea un departamento dependiente directamente del Ejecutivo, que se denominará "Departamento de la Estadística Nacional."

No hay oradores en contra. Se reserva para su votación.

"Artículo 2o. Todas las secciones de Estadística, dependientes actualmente de las secretarías y departamentos de Estado del Ejecutivo, así como las secciones de Estadística que sostienen los gobiernos de las diversas Entidades federativas y los municipios de la República, quedarán subordinadas técnicamente al departamento que se crea por esta ley."

El C. Siurob: Pido la palabra en contra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Siurob: Antes de hablar en contra, yo quisiera que el autor de la proposición tuviera la bondad de explicarme si pensó en que queden absolutamente sin ninguna labor estadística local los gobiernos de los Estados, porque conforme a esa ley, todas las oficinas de estadística de los gobiernos de los Estados van a quedar concentradas dentro de la gran oficina federal, y en esta forma bien puede suceder que los gobiernos de los Estados necesiten, y necesitarán seguramente, datos estadísticos locales para ellos que estén al alcance de su mano y no tener que estar recurriendo a cada momento a la Federación para solicitar toda clase

de datos; y si conforme a este proyecto de ley que aprueben las legislaturas, resulta que todos los departamentos de los Estados se van a refundir en el Departamento de Estadística federal, entonces resulta que los gobiernos de los Estados carecerán de los datos que necesiten para su Gobierno y régimen interiores. Esta es una objeción de fondo y he observado, señores, que hay una tendencia a centralizar todos los problemas; es decir, que caminamos a pasos agigantados a una República centralista; poco a poco se va centralizando todo, hasta que absolutamente no quede nada a los Estados ni a los municipios, y los vayan a absorver dentro de esta tendencia general. Por lo que se refiere a este proyecto, no creo que tenga esa tendencia ni que haya sido la mente del compañero Barrera al lanzar este proyecto de ley; pero sí creo, indudablemente, que quita a los gobiernos de los Estados la libertad de llevar ellos mismos su estadística, puesto que, de hecho, concentra esas funciones dentro del Departamento de Estadística General. Escuchad lo que dice:

"Todas las secciones de Estadística, dependientes actualmente de las secretarías y departamentos de Estado Ejecutivo, así como las secciones de Estadística que sostienen los gobiernos de las diversas Entidades federativas y los municipios de la República, quedarán subordinadas técnicamente al departamento que se crea por esta ley."

Se les coarta en gran parte la libertad a los gobiernos de los Estados, porque de esa manera las comisiones de estadística locales se ven obligadas a trabajar exclusivamente subordinadas al Departamento de Estadística. Yo opinaría que se hiciera esta modificación: que no quedaran subordinadas, sino que tendrán obligación de proporcionar todos los datos necesarios al departamento que se crea por medio de esta ley. Si se pone en esta forma, no quedan subordinadas estas oficinas, sino teniendo obligación de proporcionar todos los datos, entonces sí se consigue el fin que persigue el compañero Barrera con los beneficios de la propia ley. Es toda la objeción que tengo que hacer a este artículo.

El C. Barrera: ¿Me permite contestar?

El C. Siurob: Sí, señor.

El C. Barrera: Me admira que el talentoso señor doctor Siurob haya interpretado erróneamente el artículo 2o., y es que él desconoce el artículo 2o.

El C. Siurob: Sí.

El C. Barrera: El señor doctor Siurob no sabe que en los Estados no hay empleados competentes en materia estadística; que la dirección actualmente ha tenido que mandar inspectores a las capitales de los Estados a que enseñen, señor doctor, a los empleados de la Sección Estadística cómo deben hacer la concentración, y como eso es simplemente en el censo, en otras materias se necesitan también conocimientos prácticos, y por eso digo que permanecerán subordinadas técnicamente, es decir, para darles las instrucciones necesarias en cada caso a las secciones de estadísticas, que muchos Estados no tienen, señor doctor Siurob, porque no pueden sostenerlas. De manera que, como yo dije en la tribuna hace un momento, hay necesidad de formar empleados competentes en estas materias que no tienen; no ha sido una mira centralista la mía, se lo confieso sinceramente.

El C. Siurob: Pues yo lo decía simplemente para que no tuviera el mismo compañero Barrera el obstáculo de las legislaturas de los Estados, porque ustedes conocen perfectamente que la tendencia general de los gobernadores de los Estados es que oficinas que dependan directamente de los gobiernos de los Estados, no queden subordinadas, naturalmente, a las oficinas federales o a los departamentos federales. No es lo mismo en el caso de instrucción Pública, y en el caso de la Instrucción Pública nunca creamos nosotros la subordinación de oficinas locales de los Estados en el ramo de Instrucción Pública respecto a las oficinas federales, y si no lo hicimos en Instrucción Pública, ¿cómo vamos a hacerlo en un ramo menos importante, como en el de Estadística? Mi objeto es evitarle al compañero Barrera los obstáculos de las legislaturas de los Estados. Póngase en el caso de las legislaturas, en muchos casos verdaderamente ramplones de los Estados, y que esas legislaturas se pone a ver que una oficina dependiente del Gobierno de su Estado va a estar subordinada técnicamente como dice el proyecto. No, señores, ellos admiten la colaboración, ellos admiten hasta la obligación de dar datos, pero no la subordinación técnica, porque eso equivale a quitarles la libertad. Que al Gobierno federal se le ocurra que aquellas oficinas no se ocupen más que de determinado trabajo técnico que su relación con la Federación, entonces esas oficinas no podrán darle ningún rendimiento al Gobierno local que les paga, que las eroga, y será un obstáculo que encontrará el proyecto de usted dentro de las mismas legislaturas de los Estados. Lo hago, pues, obvio de esas dificultades; si usted cree que esto no sea óbice ni obstáculo, no he dicho ni una sola palabra. Debo decir que no conozco este proyecto, porque hasta ayer me ha hecho su señoría el favor de entregármelo; de manera que no me culpe a mí, sino cúlpese a sí mismo por habérmelo entregado hasta ayer. Ya he dicho que no tengo más que motivos de alto elogio, y estimo en mucho la labor del compañero, su sinceridad y su lealtad para una labor que ya tiene conocida y que ha tenido comenzada desde hace largo tiempo; pero también estoy en mi deber de representante, para hacer las objeciones que el mismo compañero solicitó de parte nuestra, y creo que es un obstáculo serio el punto de vista de los Estados, el punto técnico especialmente.

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano Barón Obregón.

El C. Barón Obregón: Señores diputados: Voy a ser sumamente breve. El señor diputado Siurob, mi estimado amigo, ha tocado precisamente la médula de este asunto. La verdad es que la nación entera está demandando una ley de estadística de mucho tiempo atrás. Para aquellos que hemos conocido la manera de trabajar actualmente de la Sección de Estadística, dependiente de la Secretaría de Agricultura y Fomento, para los que hemos tenido un juego muy especial en este asunto, porque hemos sido servidores de la nación en algunos de los ramos de la secretaría, se hace indispensable, y no sería bien visto que no abordáramos esta tribuna para hacer explicaciones a nuestros estimados compañeros que desconozcan este ramo.

En estos momentos, señores, la Dirección de

Estadística es casi un mito. La Dirección de Estadística cuenta con un personal exiguo reducido al último extremo, porque precisamente las secciones de estadística dependientes de las distintas secretarías de Estado, han absorbido de una manera regular, en una forma que no es nada apropiada, a la Dirección de Estadística, han absorbido las funciones de la propia Dirección. Es por eso compañeros, necesario centralizar, aquí, sí, en un solo poder, en un solo comité, en una sola agrupación técnica, todas las funciones de esta importantísima Dirección, importantísima como tal vez no tenga idea el compañero Siurob al compararla con la Dirección de Educación Pública. Tan importantísimos son los servicios de la Dirección de Estadística, que son la base de una buena legislación, que son la base de un buen presupuesto, que son la base del conocimiento que todos los representantes populares deben tener de las cuestiones públicas; que allí debería ser la fuente adonde todos nosotros deberíamos ocurrir en un momento dado para tomar los informes necesarios y y normar nuestro criterio y votar una ley de presupuestos de una manera perfectamente conocida de una manera perfectamente estudiada, con el objeto de no tener tropiezos en el desarrollo de esa propia ley ya en el período de su vigencia. Por eso, señores diputados, este es un asunto sumamente importante; las labores de esa Dirección de Estadística, centralizadas y regidas por un consejo técnico capaz de poder desarrollar con toda intensidad la labor de la propia Dirección, son naturalmente los deseos, los anhelos de la nación. ¿Qué cosa es lo que en países cultos, pongamos por ejemplo Estados Unidos, sirve de norma y de base para todas las buenas leyes que se expiden por el Congreso de los Estados Unidos Americanos? ¿Qué cosa, señores diputados, si no las labores de ese Departamento de Estadísticas que en una forma clara y precisa presenta a la Representación Popular cada uno de los problemas desmenuzados hasta su último grado, para que así puedan ser comprendidos por todos aquellos que tienen la misión de legislar? ¿Qué más amplitud, qué mejor que una dirección técnica que envuelva, centralizando, las funciones de la Dirección de Estadística, cuando en estos momentos no hay siquiera un organismo mediocre de estadística en la nación? En estos momentos, si se acude a la Secretaría de Hacienda, a la de la Industria, o a la de Educación Pública en demanda de datos de estadística de los asuntos que se relacionan con sus propias Secretarías, se encuentran legajos y más legajos de expedientes todos desordenados, mal cocidos, mal presentados. ¡Y ese es el fruto de una Sección de Estadística tal como existe actualmente en las secretarías de Estado! Pues bien señores diputados, centralizar en un comité, en un departamento, en una dirección técnica este asunto, ya con acuerdo directo con el presidente de la República, centralizar las funciones de estadística en el país, es hacer labor pro patria. Desde luego, la objeción que presentó el ciudadano doctor Siurob en una forma así, a la ligera, no debe ser tomada en consideración. Desde luego, las secciones llamadas de Estadística de los gobiernos de los Estados y de los municipios, son secciones completamente irregulares, algo para substituir lo que no está consignado en una ley; en esas secciones, señores, se lleva malamente la relación de lo que pasa en aquel distrito o en aquel Estado; allí la organización es todavía peor que la de las secciones de estadística de las secretarías de Estado. Por eso, ciudadanos diputados, sí es conveniente que estas secciones estén asesoradas por una junta verdaderamente técnica que pueda dirigirlas desde la capital de la República en una labor fecunda capaz poder producir algo propicio, para que mañana o pasado la Representación Nacional y la República entera pueda conocer en una forma clara y precisa las estadísticas del país. Creo que siendo este asunto la cuestión toral, la médula del proyecto presentado por el compañero Barrera, debe aprobarse inmediatamente, porque precisamente al aprobarse, vendrá como consecuencia inmediata la organización técnica tan necesaria en estos momentos de esta desorganizada Dirección de Estadística por falta de elementos para cumplir con la misión que se le ha encomendado. El año pasado tuvimos, los que formamos el presupuesto de la Secretaría de Agricultura y Fomento, grandes deseos de fomentar esta Dirección de Estadística; pusimos todo lo que pudimos darle dentro de la escasez económica reinante; dimos el mayor número de empleados que pudimos dar; señalamos las mayores partidas y, sin embargo, no hicimos más que dar una mezquina participación a esa Dirección en las labores que verdaderamente tiene que desarrollar. Por eso no hay que dejar la concepción clara y precisa del proyecto presentado por el ciudadano diputado Barrera. Centralizar en la Dirección de Estadística todas las funciones de estadística de la República no es construir ni siquiera caminar a pasos agigantados, como lo decía el ciudadano Siurob, a la constitución de una República central, sino que es caminar hacia la formación de un método técnico y cuerdo que pueda dar sus frutos mañana o pasado. (Aplausos.)

- El C. secretario Gandarilla, leyendo:

"Honorable Asamblea:

"Los subscriptos, diputados en ejercicio de la XXX Legislatura del Congreso de la Unión, ante vuestra soberanía iniciamos la siguiente moción suspensiva:

"Aplácese la discusión en lo particular de la iniciativa por la diputación de Coahuila, referente a la creación de un Departamento de Estadística, entrando la Asamblea puede documentarse lo suficientemente para entrar de lleno a la consideración de un asunto de tanta trascendencia."

"Salón de sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, a 8 de noviembre de 1922.-R. Covarrubias.- Adolfo Hernández. Marín.- Isidro Cardona.- Eduardo Vasconcelos.- D. Benítez.- T. Reyes.- P. Manzano.- Leopoldo Estrada.- I. Sánchez Campa.- Rodrigo Palacio.- Enrique Garcia.- J. J. Velásquez.- F. Ollivier.- E. Padilla.- F. Pérez Vargas.- J. Certucha."

El C. Covarrubias: Pido la palabra para fundar la moción suspensiva.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Covarrubias: Estimable Asamblea: La moción suspensiva que acabamos de presentar, tiene como principal objeto, el que todos los presentes se documenten lo suficiente sobre un asunto de tanta trascendencia. Nosotros, ciudadanos

representantes, no podemos de una manera rápida, de una manera extrarápida, venir a crear un departamento, venir a reglamentar ese departamento y a darle presupuesto, todo con una festinación inaudita, todo como si en esta Asamblea no fueran posibles modificaciones de forma a la creación del departamento que se consulta. No es la idea de los firmantes venir a oponerse a la creación del Departamento de Estadística; todos tenemos la convicción profunda de que ese departamento debe crearse; que el departamento se cree, perfectamente; pero que no se cree sobre bases determinadas, ya totalmente prejuzgadas, como si ninguno de nosotros tuviéramos el derecho, el deber o la obligación de venir a sugerir modificaciones que, indiscutiblemente, son necesarias al proyecto que se consulta, porque no creo que la diputación de Coahuila tenga la suficiencia de venir a proclamarse desde la tribuna, la omnisciente para la creación del Departamento de Estadística. Creo que todos debemos colaborar en la creación de ese departamento, y si todos estamos en la obligación de atender estos asuntos, no creo por ningún motivo que debemos ir a la carrera tras de la creación de ese departamento, que debamos, ir bebiendo los alientos a la diputación de Coahuila sobre este asunto. Que ellos más o menos, lo hayan estudiado, no quiere decir que vaya a infiltrar a nuestro cerebro la necesidad de poner tres o cinco empleados, la necesidad de acabar con esto o con aquéllo; la necesidad que tenemos es la de opinar en este caso de una manera consciente, y si el asunto es de trascendencia, mayor atención debemos dedicarle. Todos debemos estar de acuerdo en que una iniciativa como la que se consulta, no puede declararse de obvia resolución; una iniciativa como ésta es un asunto de verdadero estudio, en donde se trata, precisamente, de conjurar el grave mal que hemos tenido por tantos años; y si por tantos años hemos tenido semejantes males, si hemos sufrido esa enorme dilapidación de caudales que se hace en la secciones de estadística de las diversas Secretarías de Estado; si hemos visto ese completo desquiciamiento, esa falta de verdadero engranaje que existe en las secciones de estadística; si todos estamos compenetrados de la enorme verdad de que las secciones de estadística de las Secretarías de Estado no sirven para nada ni proporcionan datos ningunos que no puedan servir en un momento dado, vamos de una manera consciente a solucionar el mal; pero vamos a solucionarlo sabiendo perfectamente que vamos a procurar encontrar la solución atingente al grave mal de tantos años; pero no vayamos a aprobar el proyecto que se nos presenta, sólo porque la diputación de Coahuila ha estudiado el punto; no vayamos a traer de los cabellos, a traer aquí a la aprobación un dictamen en que, indudablemente, habrá muchos puntos vulnerables; y digo yo que es posible que de una manera inconsciente vayamos únicamente, porque la diputación de Coahuila cree que ésta es la única manera de solucionar el asunto, a estar con ellos y a aprobar festinadamente una cosa, cuando que lo que pretendemos es la reforma del grave mal que por tantos años hemos sufrido. No, señores; vosotros que iniciáis semejante ley, que tenéis la conciencia de que es necesario solucionar el asunto de una manera absoluta, compenetrándose perfectamente del hecho, no creo que tengáis mucho que perder si esperáis veinticuatro o treinta y seis horas, ya que habéis esperado ciento y pico de años de México independiente, con el fin de venir a solucionar el grave mal de la estadística. Yo, llamando a todos a ustedes al camino del deber más estricto, llamando a todos ustedes a la conciencia absoluta del momento, y en vista de la importancia que tiene la creación del Departamento Estadística, vengo a pedirles que no autoricen la festinación del proyecto que se consulta. Y si aquí hemos visto que a asuntos de verdadero trámite y obvia resolución, que no tienen sino un solo artículo o una sola proposición, no les hemos dispensado los trámites, ¿cómo ahora, en un momento, queremos aprobar la creación del Departamento de Estadística, la reglamentación de este Departamento y hasta el presupuesto del propio departamento? Esto no es posible. Es necesario que, puesta la mano sobre el corazón, penséis que estamos creando un departamento que es necesario que solucione el grave mal de tantos años, y que, en un instante dado, en un minuto, jamás podremos hacer una cosa para la que se necesita estudio, tiempo e inmensa reflexión. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Gandarilla.

El C. Gandarilla: Honorable Asamblea: Yo quiero tomar las palabras del compañero Covarrubias porque lo juzgo, y a satisfacción tengo el decirlo, un hombre honrado; y tomando sus palabras le digo: Póngase la mano sobre el corazón, compañero covarrubias, y conteste: ¿Es útil o no es útil para el pueblo mexicano la creación de un departamento que le ahorra más de un millón de pesos? Sí, o no. ¡Con la mano en el corazón!...

El C. Covarrubias: He dicho que sí; pero no estoy de acuerdo con el procedimiento.

El C. Gandarilla, continuando: En consecuencia, señores representantes, si honradamente nos dice Covarrubias, a quien yo siempre he visto levantarse entusiasta, pero ya me escamo, porque parece que solamente es entusiasta, y es luchador, y es enérgico cuando se trata de los intereses de su distrito; yo, señores, cogiendo las palabras de Covarrubias, digo: ¿esta Cámara debe saber que tiene la obligación ineludible de hacer algo por el pueblo; que no es ya tiempo, señores, de que todos los días, cuando se presenta algo verdaderamente útil -confesado hoy por el mismo Covarrubias-, nos salga algún ciudadano representante, por más honorable que sea, diciéndonos candorosamente: "Hasta que la Asamblea esté compenetrada del asunto, vamos a estudiar, vamos a tratar este caso." ¡Y espera!... ¡y espera!... ¡y espera!... Y faltan sólo, ciudadanos representantes, veintitrés, sesiones hábiles, y yo creo, como ustedes creerán, que en esas veintitrés sesiones no vamos no vamos a hacer nada, y entonces Covarrubias nos dirá todavía el treinta y uno de diciembre: "Esperemos que la Asamblea esté compenetrada, para trabajar, señor ...!" (Aplausos.)

El C. Covarrubias: ¡No!

El C. Gandarilla, continuando: Señores diputados: La moción que firma el ciudadano diputado Covarrubias dice así:

"Aplácese la discusión en lo particular de la iniciativa presentada por la diputación de Coahuila, referente a la creación de un Departamento de Estadística, entretanto la Asamblea puede documentarse lo suficiente para entrar de lleno a la consideración de un asunto de tanta trascendencia."

Establecido de una vez por todas que esta iniciativa es útil , que esta iniciativa es necesaria....

El C. Covarrubias, interrumpiendo: ¡Y es de trascendencia!

El C. Gandarilla: Ordene usted, compañero Covarrubias.

El C. Covarrubias: No ordeno, interrumpo. (Campanilla.)

El C. presidente: Se ruega al compañero Covarrubias no interrumpa al orador.

El C. Gandarilla, continuando: Si, pues, el compañero Covarrubias, en su entusiasmo interrumpe (?) al que habla y dice que esto es de trascendencia, que esto es de utilidad, entonces creo que ninguno de nosotros tiene el derecho de votar esta moción suspensiva!... Voy a poner a la honorable Asamblea y a los honorables representantes populares que se encuentran en las tribunas, un caso verdaderamente genuino de lo que hace en una Asamblea como ésta, cuando se pone a discutir una ley y va discutiendo punto por punto hasta la colocación de las preposiciones, hasta las construcciones gramaticales. En la Legislatura pasada, en la que usted, compañero Covarrubias, no estuvo y a la que tuve el alto honor de pertenecer, se estudiaron varios asuntos, entre ellos la Ley de Defensorías de Oficio, como consta a los compañeros Siurob y Vasconcelos; la Ley Agraria y otra más; entonces, siguiendo este procedimiento del compañero Covarrubias, estudiando punto por punto, vinimos aquí los que teníamos verdaderos deseos de trabajar, desde las cuatro de la tarde hasta las doce de la noche; ¿y cuál fue el resultado? Que no dimos ni siquiera los presupuestos. ¿Cuál fue el resultado? Que entrando en disquisiciones en discursos analíticos y en discusiones que verdaderamente se salían del fondo de la cuestión, no pudo la XXIX Legislatura hacer una obra útil. En consecuencia, creo que lo que a esta Cámara le importa es aprobar algo que sea útil, que sea importante en el fondo, trascendental, como lo diría el mismo compañero Covarrubias. Ahora bien; si nosotros aprobamos algo defectuosos, no olvide el señor Covarrubias que el Senado inmediatamente estudiará esta iniciativa y que los defectos serán corregidos por el Senado, si los tiene, y entonces volverá a la Cámara de su origen y discutiremos, no toda la ley, sino solamente aquello que no fue aceptado o que no hicimos bien.

El C. Covarrubias: Una interpelación, si me la permite usted.

El C. Gandarilla: Con mucho gusto.

El C. Covarrubias: Compañero Gandarilla: Creo que sus palabras no son sino el proverbio aquel de los jesuítas: el fin justifica los medios. El fin es bueno; se pretende crear el Departamento de Estadística, que hace falta a la nación, luego vamos atropellando todo procedimiento, porque el departamento se necesita; luego no vayamos a estudiar, porque el departamento se necesita; y porque el fin es bueno, no importa que los medios sean reprobables y que echemos sobre nosotros todas las críticas. A renglón seguido nos dijo el señor Gandarilla que la Cámara de Senadores es la única que tiene la obligación de estudiar, nosotros no tenemos esa obligación de estudiar; para eso tenemos a los senadores, para que rectifiquen nuestros errores, para que nos devuelvan con observaciones los proyectos que les remitamos; la Cámara de Senadores es la única que puede decir al país que es la única que estudia. Así, vamos a atropellarlo todo solamente porque se necesita la creación de lo que hace falta. ¿Es eso, compañero?

El C. Gandarilla: ¿Cuál es la interpelación que usted me ha hecho? Le dí la palabra para que me interpelara y no para que pronunciara un hermoso discurso...

El C. Covarrubias: He dicho que si usted asegura que el fin justifica los medios, y que si la Cámara de Senadores es la única que tiene la obligación de trabajar, ¿por qué nosotros no tenemos la obligación de trabajar?

El C. Gandarilla: Compañero Covarrubias: No ha sido, ni siquiera estaba en mi mente decir eso, que sería monstruoso. Lo que ha dicho, compañero Covarrubias, es precisamente que nosotros tenemos la obligación de estudiar.....

El C. Covarrubias, interrumpiendo: ¡Exactamente, es lo que pido!

El C. Gandarilla, continuando: Tenemos la obligación de estudiar, puesto que para eso se nos paga.....

El C. Covarrubias, interrumpiendo: ¡Ya lo dije.....!

El C. Gandarilla, Continuando: Y Precisamente, compañero Covarrubias - permítame que termine - , el error grave de usted está en esto: en estos momentos estamos estudiando; en estos momentos usted, como ya lo hicimos hace cinco minutos el compañero Vasconcelos, el compañero Ramírez Corzo y el que habla, puede analizar artículo por artículo para sugerir lo que crea conveniente. Por lo tanto, señores, vean ustedes qué curioso es esto: Nos dice el compañero: "No solamente los senadores deben estudiar, sino nosotros también." Pues, señores, ¡de eso trata! Ya se aprobó el proyecto en lo general; ahora vamos a estudiarlo en lo particular, punto por punto, artículo por artículo, compañero Covarrubias. ¿Qué más da que nos den diez, las once o las doce de la noche estudiando, si así devengamos los sueldos que se nos pagan, compañero Covarrubias? (Aplausos.)

En consecuencia, si la Asamblea.....

El C. González Garza, interrumpiendo: ¿Me permite el orador hacer una interpelación al señor Covarrubias, que le facilitará la solución de este asunto?

El C. Gandarilla: Con muchísimo gusto, compañero, si la Presidencia lo permite.

El C. González Garza: ¿Es cierto, señor Covarrubias, que usted tiene un proyecto relacionado con la cuestión de estadística, que no ha terminado?

El C. Covarrubias: Es cierto, compañero. (Murmullos.)

El C. González Garza: ¡Ah, señores diputados! Entonces lo que pasa aquí, en el fondo, es algo de celo porque el señor Barrera.....

El C. Covarrubias, interrumpiendo: ¡Protesto enérgicamente contra semejante imputación! (Campanilla.)

El C. González Garza, continuando: Me parece que estoy en lo justo; no se sienta el compañero Covarrubias: como lo he visto muy nervioso en esta sesión, porque la verdad de las cosas es que, en el fondo, siente el picarillo celo porque el señor Barrera.....

El C. Covarrubias, interrumpiendo: ¡Vuelvo a repetir que protesto! (Campanilla.)

El C. González Garza, continuando: Un monto, puede usted contestarme todo lo que quiera. El señor Barrera ha tenido la atingencia de presentar, en un momento muy oportuno, que la Cámara debe aprovechar - porque debe saber que los presupuestos van a venir de mañana a pasado, y entonces tendrá que reconcentrar toda su atención en esto - , ya que de otro modo, como lo dijo el señor Barrera, este proyecto - y hasta el de usted que no ha terminado - , dormirán el sueño del justo en los archivos.

El C. Covarrubias: Si el orador es tan amable, le rogaría que me permitiera, si la Presidencia al mismo tiempo lo autoriza, contestar la interpelación del compañero González Garza.

El C. Gandarilla: Siempre lo he sido, compañero, con quien se lo merece. (Risas.)

El C. Covarrubias: El compañero González Garza me lanza una imputación que me duele. Asegura el compañero que es celo el que siento por no haber podido presentar antes que el ciudadano Barrera un proyecto que creara el Departamento de Estadística. El compañero González Garza, que no asistió esta mañana a la sesión del bloque, no sabe que en esta sesión dí lectura al pequeño estudio que hasta la fecha he podido hacer con motivo del asunto en cuestión, y las palabras del compañero González Garza no hacen, fuera de esa imputación calumniosa, que vuelvo a repetir que me duele, sino decir que este humilde representante intenta cumplir con su deber, intenta estudiar el asunto de estadística e intenta presentar ante esta Asamblea un proyecto de ley que crea también el Departamento de Estadística; pero que está reñido con el procedimiento, que está en pugna con la forma con que el ciudadano Barrera crea el departamento. Naturalmente que yo tengo verdaderas y positivas ganas de tomar participación en el debate sobre el Departamento de Estadística que se consulta, y si yo quiero cumplir con mi deber poniendo mi pequeño grano de arena, poniendo mi escasa colaboración en el asunto en cuestión, verán ustedes que no tengo celo, así lo manifesté en la sesión del bloque, y creo que jamás he mentido, para que se pueda dudar de mis palabras. Intento colaborar, pero no estoy de acuerdo en el procedimiento; mi criterio discrepa totalmente del proyecto que se consulta, en su organización y, por ende, porque la mayoría no conoce le esencia y el engranaje que intento presentar ante esta Asamblea, porque yo también estimo, al igual que la diputación de Coahuila, que mis ideas en este caso son superiores, como ellos creen que las suyas son superiores a las mías y por eso sigo sosteniendo que el Departamento de Estadística no debe festinarse en su creación. Estoy totalmente en la creencia de que en la forma como se pretende crear el Departamento de Estadística, no resultará bueno, por que no soluciona los graves errores que se apuntan en los actuales departamentos de estadística, porque deja a estos mismos departamentos y crea una nueva oficina defectuosa, dependiente del Ejecutivo, sin funciones perfectamente definidas, y eso sí, se nos trae ya hasta el personal que debe integrar este departamento y hasta los sueldos que deben ganar los jefes y los escribientes.

El C. Gandarilla: Una vez, honorable Asamblea, que he permitido que los dos señores manifiesten todo lo que tenían que manifestar, con vuestro permiso continúo oponiéndome a esta moción suspensiva.

Nos decía el honorable representante Covarrubias que, precisamente porque él quiere y tiene derecho a estudiar y a hacer algunas indicaciones, so opone a que se estudie....

El C. Covarrubias, interrumpiendo: ¡No!

El C. Gandarilla, continuando: Monstruosidad semejante no la concebiría nadie; pero si Covarrubias quiere trabajar, que sepa - y sino lo sabe, que lo consulte a otros compañeros - que está en el momento oportuno para venir con su proyecto y modificar artículo por artículo, la ley que se presenta; que sepa Covarrubias que le queda el derecho - como lo sabe cualquiera de los individuos que haya estado en otras legislaturas - de proponer las adiciones que juzgue convenientes y que tiene, por supuesto, el tiempo hábil para venir a esta tribuna a combatir artículo por artículo por artículo, a decir: esto no está bueno conforme a mis ideas; esto sí está bueno conforme a mis ideas, etcétera; pero lo que el pueblo quiere, compañero Covarrubias, es que usted y que todos nosotros trabajemos, es que usted venga aquí y diga: Yo, que he estudiado, quiero esta modificación. Nosotros no tenemos empeño en que tales cláusulas queden en un sentido o en otro; aceptaremos sus indicaciones con verdadero agrado y entusiasmo; pero, señores diputados, yo me digo esto y se lo pregunto al compañero Covarrubias, suplicándole me perdone que me dirija tanto a él: ¿Qué hemos hecho, compañero Covarrubias, de legislación en las sesiones que llevamos? ¿Qué de los millones de pesos que ha costado al pueblo el funcionamiento de esta Cámara? Y esto ha sido porque no tenemos dictámenes, porque no tenemos asuntos, y una vez que tenemos asuntos que discutir, es muy cómodo exclamar como usted: ¡asta que todos estén preparados; vamos a estudiarlos!..... ¡Yo no opino como su señoría; yo opino que usted tiene la obligación - óigalo bien - , no sólo el derecho, de estudiar en este momento con nosotros y discutir artículo por artículo. Yo, señores, quiero dirigirme al buen sentido de la Asamblea, a la honradez de todos vosotros, sin distinción de credos políticos, Vasconcelos, sin distinción de credos políticos, Siurob. ¿Debemos trabajar o no? ¿Debemos trabajar? ¡Pues a trabajar!.....Señores: que no se diga el día de mañana que nosotros, en lugar de venir a cumplir con nuestro deber en esta Cámara, en lugar de preocuparnos por dar leyes, por dar presupuestos,

solamente hemos sido individuos que sirven como de comparsa, como adorno, para dar legalidad a algo que sería verdaderamente monstruoso en estos tiempos: una dictadura. Señor Covarrubias: yo quiero que sepamos cumplir con nuestro deber. Yo quiero que todos aquellos que desean trabajar se opongan a esta moción suspensiva. (Aplausos.)

El C. secretario Barón Obregón: De acuerdo con el artículo 108 del Reglamento, se consulta a la Asamblea si se toma en consideración la moción suspensiva que acaba de presentarse. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se desecha la moción suspensiva. (Aplausos.) continúa la discusión.

El C. presidente: tiene la palabra el ciudadano Ramírez Corzo. (Voces: ¡No está!)

El C. secretario Barón Obregón: No habiendo oradores inscriptos ni en pro ni en contra, se procede a recoger la votación nominal. (Voces: ¡Resérvese!) No, porque ha sido impugnado el artículo.

El C. Gandarilla: Ha sido práctica reglamentaria, no me acuerdo en este momento basada en qué artículo, que todos los artículos objetados se voten después en un solo acto.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta al ciudadano Gandarilla que precisamente ha sido todo lo contrario: los artículos no objetados son los que se reservan para su votación.

El C. secretario Barón Obregón: En consecuencia, se va a proceder a recoger la votación nominal de artículo 2o., que dice:

"Todas las secciones de Estadística, dependientes actualmente de la secretaría y departamentos de Estado del Ejecutivo, así como las secciones de Estadística que sostienen los gobiernos de las diversas Entidades federativas y los municipios de la República, quedarán subordinadas técnicamente al departamento que se crea por esta ley."

El artículo 1o. se reserva para su votación, por no haber sido objetado.

Presidencia del C. MURGUÍA SALVADOR

El C. secretario Gandarilla: Se va a proceder a recoger la votación nominal. Por la afirmativa.

El C. secretario Barón Obregón: Por la negativa. (Votación.) Votaron por la negativa siete ciudadanos diputados.

El C. secretario Gandarilla: Votaron por la afirmativa setenta y cinco ciudadanos diputados. En consecuencia, no hay quórum.

El C. presidente, a las 19.35: Se levanta la sesión y se cita para mañana a las diez y seis.