Legislatura XXX - Año I - Período Ordinario - Fecha 19221113 - Número de Diario 51

(L30A1P1oN051F19221113.xml)Núm. Diario:51

ENCABEZADO

MÉXICO, LUNES 13 DE NOVIEMBRE DE 1922

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921

AÑO I. - PERIODO ORDINARIO XXX LEGISLATURA TOMO I. - NUMERO 51

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 13 DE NOVIEMBRE DE 1922

SUMARIO

1. - Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2. - Para hechos usan de la palabra varios ciudadanos diputados.

3. - Cartera. Se concede licencia al C. diputado Francisco Hernández.

4. - Es aprobado, sin debate, el dictamen de la Gran Comisión, por el que se propone el nombramiento de miembros de las comisiones permanentes que están vacantes.

5. - Discusión de la proposición de los CC. diputados Fabila, Calderón y Guzmán Apolonio R., a fin de que se invite al ciudadano secretario de Agricultura y Fomento para que asista al debate del proyecto de Ley para la Cooperación Agrícola.

Se nombra una comisión que visite al C. diputado Torregrosa que se encuentra enfermo. Se levanta la sesión.

DEBATE

PRESIDENCIA DEL

C. MURGUÍA SALVADOR

(Asistencia de 134 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 18.50: Se abre la sesión de Cámara de Diputados.

- El C. secretario Barón Obregón, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día diez de noviembre de mil novecientos veintidós.

"Presidencia del C. Salvador Franco Urías.

"En la ciudad de México, a las diez y seis horas y cincuenta y cinco minutos del viernes diez de noviembre de mil novecientos veintidós, se abrió la sesión, con asistencia de ciento cuarenta y tres ciudadanos diputados.

"Así que se aprobó el acta de la sesión celebrada el día anterior, se dio cuenta de los documentos en cartera:

"Oficio de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con el que remite los proyectos de los ramos Cuarto, Sexto, y Decimoséptimo del Presupuesto de Egresos para 1923, y que corresponden a las Secretarías de Gobernación y hacienda y a la Deuda pública, respectivamente. - Recibo, y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Circular en que el gobernador de Jalisco comunica que nombró al C. David

Orozco, subsecretario interino de ese Gobierno.-De enterado.

"Solicitudes de los CC. diputados Gonzalo E. González y Ricardo Reyes Márquez, a fin de que se les conceda licencias por veinte días, con goce de dietas.

Con dispensa de trámites y sin discusión fueron aprobadas.

"Escrito de los CC. diputados Jaime A. Solís y Enrique M. Barragán, al que acompañan una lista de candidatos a magistrados de la Suprema Corte y del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal y a jueces de la ciudad de México, que les fue remitida por el ilustre y nacional Colegio de Abogados de México. La Secretaría leyó dicha lista y se turnó a las comisiones de Justicia.

"Dictamen de las comisiones unidas de Agricultura y Fomento, 2a. Agraria y 1a. de Crédito Público, relativo a la Ley para el Fomento de la Cooperación Agrícola. - Primera lectura e imprímase.

"Minuta del proyecto de decreto por el que se convoca a elecciones extraordinarias al Congreso de la Unión en el decimosexto distrito electoral de Jalisco, que presenta la 2a. Comisión de Corrección de Estilo.

"Sin discusión se aprobó y paso el proyecto al Ejecutivo para los efectos constitucionales.

"El C. Liborio Espinosa y Elenes usó de la palabra para hechos y se continuó dando cuenta con los documentos en cartera:

"Proyecto de decreto firmado por la mayoría de la diputación veracruzana y por el C. Emilio Gandarilla, que en su parte resolutiva dice:

"Se deroga el decreto de diciembre 28 de 1918, por el que se autoriza al ciudadano gobernador del Estado de Veracruz para organizar, con carácter transitorio, fuerzas de seguridad en el Estado hasta por mil hombres."

"Declarado de urgente y obvia resolución, se puso a debate: hablaron en pro los CC. Lailson Banuet, Manlio Fabio Altamirano y Gandarilla; hicieron aclaraciones los citados CC. Altamirano y Lailson Banuet, y en seguida se estimó suficientemente discutido el proyecto y se votó, aprobándose por ciento treinta y tres votos de la afirmativa contra cuatro de la negativa, de los CC. Cervantes, Morones, Súllivan y Torregrosa. Pasa al Senado para los efectos constitucionales y se nombró en

comisión, para llevarlo a aquella Cámara, a los CC. Manlio Fabio Altamirano, Joachín, Efrén D. Marín, Guillermo Fernández y secretario Barón Obregón.

"Proposición de los CC. Emilio Gandarilla y Enrique M. Barragán, a fin de que se envíe al Senado copia del proyecto de decreto aprobado por esta Cámara, y por el cual se retiran al Ejecutivo las facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda, en virtud de que se ha tenido conocimiento de que en la Cámara colegisladora se extravió el expediente respectivo.

"Se dispensaron los trámites y sin debate se aprobó.

"Dictamen de la 2a. Comisión de Hacienda, que propone, en vista de las razones que expresa, que no se apruebe la reforma al artículo 252 de la Ley del Timbre vigente, propuesta por la Legislatura del Estado de Veracruz. - Imprímase, y a discusión el primer día hábil.

"Se puso a discusión, en lo general, el dictamen de la 1a. Comisión de Comunicaciones, que se refiere al proyecto de Ley de Caminos Carreteros. No hubo quien hiciera uso de la palabra, y por unanimidad de ciento treinta y ocho votos, se declaró con lugar a votar en lo general.

"A debate en lo particular, la Secretaría contestó una interpelación del C. Martín. C. Jiménez.

"Presidencia del C. José M. Puig y Casauranc.

"El C. Gandarilla hizo una interpelación a la comisión, relacionada con el artículo 4o. pero la Presidencia, para ordenar el debate, declaró que estaba a discusión el artículo 1o., el cual fue reservado para su votación, sin que nadie hiciera uso de la palabra.

"A debate el artículo 2o., el C. José Certucha, a nombre de la comisión dictaminadora, contestó interpelaciones de los CC. García Téllez y Jesús B. González.

"Durante esas interpelaciones, el C. José Gálvez reclamó el quórum, y como a juicio de la Presidencia ya no lo había, una vez que concluyó en sus respuestas el C. Certucha, levantó la sesión, siendo las diez y nueve horas y diez y siete minutos, manifestando previamente que en lo sucesivo cuando terminaran las sesiones por falta de quórum, se pasaría lista. Se citó para las diez y seis del próximo lunes trece."

No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Aprobada.

El C. Espinosa y Elenes: Pido la palabra.

El C. presidente: ¿Con qué objeto?

El C. Espinosa y Elenes: Para hacerle una súplica a un compañero. Señores compañeros: En la sesión anterior pedí la palabra para hechos con el objeto de explicar a ustedes cuál fue mi intervención en los últimos acontecimientos, es decir, en nuestras gestiones para lograr salvarle la vida al general Murguía. Como en esas explicaciones hice una interpelación al compañero Castillo Tapia, a fin de que diga si la narración que hice está apegada a la verdad, y como mi interpelación está en pie, suplico al compañero Castillo Tapia se sirva contestarla.

El C. Guillermo Rodríguez: Moción de orden.

El C. presidente: La presidencia se sirve manifestar al ciudadano Espinosa y Elenes que primero se leerán los documentos que están en cartera y después se le concederá la palabra para hechos.

El C. Espinosa y Elenes: Moción de orden. Su señoría no debe por ningún motivo detener el curso de esta averiguación. Está de por medio, no mi prestigio personal, sino el prestigio de toda la Cámara: la prensa diaria ha dado cabida a versiones tergiversadas; ha dicho que un diputado fue el que delató a Murguía, y la Cámara tiene obligación - oídlo bien, señores compañeros -, la Cámara tiene obligación de aclarar esto. Es necesario que en esta Asamblea haya espíritu de grupo, que se dé cuenta de su papel y que permita que se hagan aclaraciones; en consecuencia, yo me permito excitar a su señoría para que desde luego se trate este asunto en sesión pública.(Voces: ¡Que hable!)

El C. presidente: La presidencia va a conceder la palabra al ciudadano Castillo Tapia, para que conteste a la interpelación.

El C. Castillo Tapia: Desgraciadamente no estuve en la sesión anterior en la cual me interpeló el compañero Espinosa y Elenes. Suplico a la Secretaría, previa la anuencia del Señor presidente, tenga la amabilidad de que se lea el DIARIO DE LOS DEBATES de esa sesión, porque, yo no sé, señores, de qué se trata.

El C. secretario Barón Obregón: Por disposición de la Presidencia, la Secretaría suplica al ciudadano Espinosa y Elenes se sirva retirar la interpelación que hizo el ciudadano Castillo Tapia.

El C. Espinosa y Elenes: Mi interpelación, en síntesis, consiste en lo siguiente: que se sirva usted decirme si no hicimos juntos gestiones encaminadas a lograr salvarle la vida al general Murguía; si no es cierto que en este mismo salón vi a usted con el objeto de manifestarle que un enviado había venido de Tepehuanes a fin de que juntos, usted y yo, hiciéramos las gestiones encaminadas a ese objeto; que fuimos usted y yo el martes 31 del pasado octubre a ver al general Serrano y que este alto funcionario nos manifestó que él estaba dispuesto a tratar el asunto con el señor presidente de la República y que desde luego indicaba su simpatía hacia el objeto que nosotros perseguíamos, que era salvar la vida del señor general Murguía, y que el señor general Serrano, obrando con toda rectitud y caballerosidad, no hizo ninguna pregunta acerca del lugar donde se encontraba el general Murguía. En esto consiste, en síntesis, mi interpelación. Además, quiero que usted me diga si todas estas gestiones las hicimos juntos por separado, es decir, si anduvimos juntos, logrando entrevistar al general Serrano y si juntos lo entrevistamos.

El C. Castillo Tapia: Efectivamente, el lunes 20 del mes pasado por la mañana, el señor diputado Espinosa y Elenes, me habló para comunicarme que tenía que decirme algo muy importante. Subimos a este salón y me manifestó que acababa de llegar de Tepehuanes un enviado del general

Murguía, cuyo enviado tenía instrucciones de hablarme y buscar a dos o tres personas más con el objeto de hacer gestiones para que se le concediera su amnistía. Ese día ya no nos volvimos a ver; al siguiente, tuve el gusto de recibir en mi casa al señor licenciado Espinosa, llevándome ya al enviado del señor general don Francisco Murguía. El enviado, señor Gamboa, hombre a quien yo creo insospechable, hombre rústico, hombre provinciano, con todas las características de un hombre de bondad y sin malicia, me mostró la carta firmada de puño y letra del señor general don Francisco Murguía, en la cual, con mucha altivez, con mucha sinceridad, decía que facultaba al señor Gamboa para que viniera a México con objeto de tratar con las autoridades su rendición, para lo cual le autorizaba para hablar conmigo, dándome un recado especial de él para otras personas cuyos nombres callo porque no estoy autorizado para decirlos; el señor Gamboa que, vuelvo a repetir, estoy enteramente seguro de que es un hombre honorable, supe hace pocos días que es primo hermano del señor cura de Tepehuanes, ¿es verdad?

El C. Espinosa y Elenes, interrumpiendo: Yo no sé. Más, bien creo que no.

El C. Castillo Tapia, continuando: Entonces, me informaron mal. Este señor, en conversación que tuvimos con él, el señor licenciado Espinosa y yo, nos manifestó que habló con el general Murguía en Tepehuanes -él, el señor cura y el referido general Murguía-, habiéndoles indicado éste el caudal de decepciones que lo impulsaban a dar este paso que chocaba con sus principios de hombradía, con su manera de ser, hidalgo; que me recordara a mí, que tuve la gloria de ser su defensor, después de las glorias de Algibes y de Tlaxcalatongo, cuando tuve la altísima gloria de ser defensor del general Murguía, logrando su libertad caucional, junto con algunos abogados. Personalmente tuve entrevistas con el señor general Obregón, y ya se estaba arreglando que definitivamente el señor general Murguía quedara aquí bajo su palabra de honor, sin mezclarse en política, cuando interpósitas personas, cuando gente mala y perversa fraguó alguna urdimbre, alguna trama malévola para que el general Murguía se marchara de la capital para poner a salvo su vida. También tuve la gloria de acompañarlo. Bien; el general Murguía - y no me dejará mentir el señor Espinosa y Elenes- manifestaba por conducto del señor Gamboa que recordara el Gobierno, que recordaran las altas autoridades actuales, que él no había faltado a su palabra de honor cuando se marchó de la ciudad de México a poner en salvo su vida, porque le habían mal informado que iba a ser recluido, que iba a volver a ser sujetado a una serie infinita de humillaciones, como fue sujetado durante todo el tiempo en que estuvo en prisión. Y decía que esta era su única rendición, que la vez pasada, se había marchado perdiendo una caución, porque salió el general de México bajo caución de veinte mil pesos, que se perdieron.

Luego, en aquel entonces, el general Murguía no faltó a su palabra de honor; simplemente perdió la caución en moneda que se había depositado en el Juzgado, y que esta vez era el hombre de honor arrancado de un cuadro viejo, exótico en nuestro medio, juraba por su honor que no se volvería a inmiscuir en política, dispensándosele sólo la libertad y las garantías a su vida. En una carta sencilla, en una carta llena de verdad y de dolor, el general Murguía prometía al Gobierno que no volvería a levantarse en armas, y no lo volvería a hacer porque estaba profundamente decepcionado, más que decepcionado de sus adversarios natos, de sus adversarios naturales, que eran los del Gobierno, de los que traman revoluciones cobardemente en los Estados Unidos y que no tienen las energías suficientes, como Francisco Murguía, para pasar el río Bravo y exponer el pecho a las balas; estaba decepcionado de que lo habían engañado diciéndole que tenía dos mil hombres del otro lado, no teniendo a nadie, y llevando dentro de los sesenta y dos hombres que le habían acompañado, más de cinco traidores pablistas. Y esta es la verdad: dentro de la gente que acompañaba al general Murguía, iban más de cuatro o cinco traidores de Pablo González, que no podrá traer tras de sí más que traición, porque ha subrayado su vida con la página más vil, como es en la que ha quedado impresa con rasgos indelebles la muerte trágica de Emiliano Zapata. (Aplausos.)

Después de buscar al general Serrano por muchas partes, dimos con él en su casa, el señor diputado Espinosa y yo, a las diez y diez minutos de la noche. El señor general Serrano nos recibió con gran gentileza, indicándonos que él creía - cuando nosotros nada más verbalmente le expusimos que nuestra misión consistía en ver la manera de que el general Murguía entrara en arreglos con el Gobierno para ver de qué manera se obtenía su amnistía o su rendición - que el señor general Murguía había padado ya de nuevo el río Bravo y que, por tanto, ya se encontraría en los Estados Unidos. Cuando le mostramos la carta -sin ningún empacho, porque se la mostrábamos a un hombre gentil a quien yo he visto hace muchos años muchos gestos de hidalguía- cuando le mostramos la carta fechada en escalerillas, un punto naturalmente hipotético, el señor general Serrano tomó el asunto ya muy en serio, con cariño, y dijo: "Ofrezco a ustedes hacer gestiones ante el señor presidente con objeto de que se vea de qué manera el señor general Murguía es amnistiado y se logra su rendición." No preguntó el general Serrano, ni siquiera al señor Gamboa, que penetró con nosotros a su despacho -en la casa particular del general Serrano - respecto al lugar donde se encontraba el general Murguía. Ahora sabemos que en esos momentos ya se le había aprehendido y estaba próximo a que se le juzgara sumariamente, ya se estaba organizando el Consejo de Guerra. De manera que el general Serrano no tuvo ingerencia en este asunto y lógicamente se desprende desde luego que de algún lugar, que no fue Tepehuanes, se recibieron. - y en eso está de acuerdo conmigo el señor diputado Espinosa-, individualmente de algún lugar que no fue Tepehuanes, informes muy directos, muy bien detallados, informes muy directos, muy bien detallados, de donde se encontraba el general Murguía; el sitió, el lugar, todos los detalles preciosos absolutamente.

El C. Espinosa y Elenes: ¿De dónde?

El C. Castillo Tapia, continuando: ¿De dónde,

cómo llegaron, cuál fue el conducto de esos informes, por qué vía se transmitieron a las autoridades? Esta es la interrogación. Yo honradamente debo manifestar a esta Asamblea que por presunciones, yo tenía una profunda sospecha muy amarga de que alguna indiscreción, alguna comunicación que el señor Gamboa hubiese hecho al señor Espinosa y Elenes, y él ingenuamente y de buena fe la hubiese transmitido a algún alto personaje -que sin duda no fue el señor general Serrano- o de cualquiera otra manera, hubiese sido la causa del descubrimiento del escondite del general Murguía. Pláticas que hemos tenido el señor Espinosa y Elenes y yo me han hecho borrar esa impresión por completo y más aún otros informes que hemos recibido del compañero Otilio Gonzáles, a quien le suplico los repita, porque tiene razón el compañero Espinosa y Elenes en querer que esto quede perfectamente definido, en desear que se aclare absolutamente este punto, ya que invariablemente - y hay que decirlo aquí - la opinión pública, dadas las circunstancias, dado el importante papel que el señor Espinosa y Elenes jugó en este trágico asunto, exige que se aclare, lo repito, para que la sospecha y la calumnia no puedan vincular su honorabilidad y macularla; y como yo no deseo eso, como yo también deseo para este cuerpo colegiado, para este Congreso, que todos sus miembros sean de conducta intachable, sobre todo en eso, yo suplico al compañero Otilio González, si está en el salón, se sirva repetir ante ustedes algunas frases que nos dijo y que pueden dar mucha luz en este asunto.

El C. González Otilio: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano González Otilio.

El C. González Otilio: Compañeros: Propiamente la opinión que yo me formo de los antecedentes o datos que tengo respecto a este asunto, no creo que sea una luz efectiva en la conciencia de ustedes. Conversaba yo con Castillo Tapia y le manifestaba que en mi viaje reciente a la Laguna había tenido oportunidad de conversar con el general Escobar y con el general Eugenio Martínez, jefe de aquella zona, quienes en una forma bondadosa me hicieron favor de narrarme, dentro de la discreción necesaria, cómo había sido toda la hazaña de la captura y muerte de Murguía. No podría yo precisar de dónde provino la información para el Gobierno, del lugar exacto en donde se encontraba el prófugo; la conversación que me dieron, más bien se concretó a los detalles de la salida de fuerzas, la persecución, el combate en el Jagüey del Huarache; después, la circunstancia de que Murguía hubiera abandonado deliberadamente a sus propios hombres, el hecho de haber encontrado unas caballerías solas y unas monturas escondidas en una cueva; la pérdida de la pista del general Escobar, la persecución hecha después por un general López y otro Ramos, me parece; la equivocación, también muy fundada si se advierten los detalles del general Escobar al ir a perseguir otro grupo que apareció por el Norte de Coahuila, etcétera. En resumen, que lo único que puedo informar a ustedes es lo siguiente: el general Martínez, comprendiendo cuál es la situación del jefe divisionario, del jefe de todos los militares que contribuyeron a la campaña en contra de Murguía, según me informó, habrá de presentar a la superioridad un parte perfectamente detallado, perfectamente circunstanciado, en el que se vean, desde el comienzo hasta el final, las diversas escenas de ese campaña. Seguramente que allí habrán de quedar aclaradas algunas circunstancias que por informes errados, por interpretaciones equívocas se han dado a la prensa y ella, ansiosa naturalmente de noticias, para calmar la curiosidad pública, no ha tenido inconveniente en transmitirlas. En ese informe es muy posible que queden aclarados perfectamente los valores militares. Nadie ignora que en una campaña en que participaban diversos militares de grados iguales, existían rivalidades entre ellos mismos, que tienen la gloria de tal o cual buena acción. En consecuencia, seguramente que ese informe habrá de servir para poner los puntos sobre las íes. Respecto a los antecedentes, respecto a los detalles concretos de la forma de la captura del señor general Murguía, no estoy en disponibilidad de dar a ustedes tales noticias porque no las tengo. Esto es lo que puedo decir a este respecto.

El C. Castillo Tapia: Para dejar más satisfecha la tranquilidad del señor Espinosa y Elenes, quien se ha producido con absoluta verdad en todo lo que ha manifestado, desearía que en síntesis se leyera un artículo muy pequeño de un periódico en el que se dice que el delator del general Murguía fue otro sacerdote. Tengo también que decir esto que es la verdad. La señora viuda del general Murguía, en pláticas que ha tenido conmigo y cuando le manifesté todas mis sospechas, todas mis dudas de cada una de las personas de quienes yo sospechaba, me indicó que en Durango, cuando fue a enterrar el cadáver de su esposo, le noticiaron que un cura ayudante párroco del señor cura tan lleno de bondad, en Tepehuanes, había ido a depositar cartas del general Murguía a Durango, y este señor cura, olvidando todo principio cristiano, olvidando todos los mandatos religiosos y morales, había ido a decir al general Laveaga o Leyva dónde se encontraba el general Murguía. Esto es muy interesante que lo recojáis; como rumor muy insistente lo recogió la señora viuda del señor general Murguía en Durango y ella me lo ha platicado.

Queda con esto satisfecho el señor diputado Espinosa y Elenes y creo también que quedará satisfecha la Asamblea. Que quede en paz bajo su tumba y cargado de toda su gloria el señor general Murguía, y que quede la Asamblea satisfecha. (Aplausos.)

El C. Espinosa y Elenes: Pido la palabra. Se encuentra en el salón el compañero Lorenzo Gámiz, que estaba en Durango cuando acaecieron los hechos que acaba de narrar el diputado Castillo Tapia, y él puede darnos algunas luces sobre el particular. El fue testigo presencial de cómo fue descubierto el general Murguía. Suplico al compañero Lorenzo Gámiz se sirva decir lo que sepa sobre el particular.

El C. Gámiz Lorenzo: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Gámiz.

El C. Gámiz: Compañeros: Efectivamente, por

una verdadera casualidad tuve ocasión de darme cuenta desde su principio de cómo fue descubierto el lugar donde se encontraba el general Murguía. El domingo 29 de octubre fui invitado por el coronel Pedro Sosa a hacer una visita al señor general Miguel B. Laveaga; allí fui presentado con un sacerdote, de cuyo nombre no pude darme cuenta en el momento de la presentación, pero que después he sabido que se llama Tomás Escandón. Este sacerdote, sin que viniera al caso en la conversación, nos dijo que tenía algo muy sensacional que revelarnos: que sabía de muy buena fuente en qué lugar se encontraba en aquellos momentos escondido el general Murguía. En un principio nos manifestó que el general Murguía estaba escondido en una cueva cerca de Tepehuanes. Yo recogí el informe y como no tenía ninguna obligación de manifestarlo a las autoridades civiles y militares de Durango, máxime cuando siempre reconocí en el señor general Murguía un verdadero revolucionario y que esos informes me habían sido dados dentro de la confianza que se me dispensaba en aquella casa, no investigué más, pero sí lo hicieron el general Laveaga y el Coronel Sosa.

Además, el general Laveaga constriñó al presbítero Tomás Escandón a que dijera la verdad completa acerca del general Murguía. En efecto; después dijo cómo el general Murguía había ido a refugiarse al curato de Tepehuanes, cómo había enviado una carta a un general a Durango, para que gestionara su amnistía y, por último, que no estaba escondido en la cueva, cerca de Tepehuanes, sino en el propio curato. El treinta de octubre, a las tres de la tarde, me dijo el general Laveaga: ya tenemos todos los datos respecto al asunto del general Murguía; se va a proceder inmediatamente a su captura. El treinta y uno, como a las ocho de la noche, supe por un telegrama firmado en Tepehuanes por el gobernador del Estado, que se le iba a sujetar a un consejo de guerra, y al día siguiente, a las nueve de la mañana, fue ejecutado. Respecto a los demás detalles de su aprehensión y a los que lo aprehendieron, no puedo decirlos; solamente digo lo que presencié, y creo que estoy en lo justo acerca del asunto del general Murguía, que quien lo delató no fue otra persona más que el presbítero Tomás Escandón, que actualmente oficia en un pueblo del Estado de Durango, llamado Morelos. Es lo que pudo informar sobre el particular.

El C. Espinosa y Elenes: Pido la palabra, suplicando al señor Alvarez del Castillo tenga a bien repetir en esta Cámara una conversación que tuvo hace poco conmigo, respecto a ciertas palabras del señor general Serrano.

El C. Alvarez del Castillo: Cabe a mi deber manifestar que el sábado pasado el señor secretario de Guerra me autorizó para expresar en esta Cámara, que el señor diputado Espinosa y Elenes no había denunciado el paradero del general Murguía y que, por otra parte, todas las gestiones relativas que el señor diputado Espinosa y Elenes hizo cerca del general Serrano, fue acompañado del estimable compañero Castillo y Tapia.

El C. secretario Barón Obregón: Habiéndose terminado este asunto, la Secretaría continúa en la lectura de documentos:

"Poder Ejecutivo Federal. - México. - Estados Unidos Mexicanos. - Departamento de Contraloría. - Número 30.

"Ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados. - Presente.

"En virtud de considerar el departamento de mi cargo que pudieran ser de utilidad para el análisis de los presupuestos, que compete hacer a esa H. Cámara, de conformidad con los preceptos constitucionales, los datos contenidos en los estados y estudio que esta misma Contraloría practicó sobre economías en los presupuestos para el año de 1923, tengo la honra de remitir a ustedes, adjuntos, para que se sirvan dar cuenta a esa H. Asamblea, los estados comparativos a que me refiero, y la exposición de motivos relativa, que en su oportunidad sometió el subscripto a la consideración del ciudadano presidente de la República.

"Reitero a ustedes mi muy atenta y distinguida consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección. - México, noviembre 10 de 1922. - El contralor general de la Nación, F. A. Bórquez." - Recibo, y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. - México. - Estados Unidos Mexicanos.

"Habiendo tenido conocimiento de que el licenciado Fernando Breña Alvírez ha elevado un escrito a esa H. Cámara, imputando a los miembros de la 2a. Sala del Tribunal Superior de Justicia de este Distrito, que tengo la honra de presidir, el haber revocado el auto de formal prisión de William John Wilson, sin tener en cuenta algunos hechos probados en autos, y suponiendo acreditados otros que no lo están, con el propósito de que se aprecie la gestión de dichos magistrados, en estos momentos en que se están preparando las elecciones de funcionarios judiciales; deseoso de que la conducta y actuación de aquéllos en ese negocio puedan ser debidamente aquilatados, tengo la honra de remitir a esa H. Cámara, por el digno conducto de ustedes, copia certificada de la resolución respectiva, manifestando, a la vez, que los autos correspondientes se hallan en este mismo Tribunal a disposición de los ciudadanos diputados que deseen estudiarlos.

"Protesto a ustedes mi respetuosa consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección. - México, 10 de noviembre de 1922. - El presidente de la 2a. Sala, D. Gutiérrez Vásquez.

"A los ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados. - Presente." - Recibo, y a sus antecedentes.

"Juzgado 5o. Correccional. - México, D. F., - Estados Unidos Mexicanos. - Oficio número 1,513. - 1a. Secretaría.

"Para los efectos legales a que haya lugar, tengo la honra de comunicar a ustedes que con esta fecha, y renunciando los días que faltan para la expiración de la licencia que para estar separado de mi cargo, me concedió la H. Comisión Permanente del Congreso de la Unión, he vuelto al desempeño del Juzgado 5o. Correccional, haciéndome entrega al efecto, el licenciado Benito Martínez S., que me substituía interinamente.

"Reitero a ustedes las seguridades de mi atenta y distinguida consideración. "Sufragio Efectivo. No Reelección. - México, D. F., a 11 de noviembre de 1922. - El juez 5o. correccional, Guillermo Schultz.

"Ciudadanos secretarios del H. Congreso de la Unión. - Presente." - De enterado y a su expediente.

"La Legislatura del Estado de San Luis Potosí solicita se le envíe copia del dictamen que sobre la Ley Orgánica del Artículo 27 constitucional, en la parte relativa a petróleo, hayan presentado las comisiones respectivas." - Dígase que en su oportunidad se enviará copia del dictamen que se solicita.

"El ciudadano gobernador constitucional interino del Estado de Aguascalientes, comunica que con fecha 10 del presente hizo entrega del Despacho del Poder Ejecutivo, al gobernador constitucional, C. Rafael Arellano Valle." - De enterado. "H. Asamblea:

"El que subscribe, diputado por el 9o. distrito electoral del Estado de Puebla, ante esa honorable Asamblea respetuosamente pide, con dispensa de trámites, una licencia hasta por veinte días, con goce de dietas, pues tiene urgente necesidad de atender al llamado de sus comitentes, para asuntos de interés público.

"Protesto a la honorable Asamblea mi distinguida consideración.

"México, a 9 de noviembre de 1922. - F. Hernández."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. ¿No hay quien pida la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Gran Comisión.

"H. Asamblea:

"Esta Gran Comisión, teniendo en cuenta que existen varias vacantes en algunas de las comisiones permanentes de esta H. Cámara, ya porque varios de sus miembros han renunciado a pertenecer a ellas, o por el fallecimiento de otros, celebró una sesión con ese objeto el día 8 de los corrientes, y después de las discusiones de rigor, se votaron las siguientes proposiciones, que tenemos el honor de someter a vuestra aprobación:

"Para integrar la 5a. Sección de Presupuestos y Cuenta se propone al C. Salvador Murguía; para substituir al C. Salvador Vizcarra en la de Aprovisionamientos Generales, al C. Manuel Gudiño; en lugar del C. Rafael Quevedo, que renunció la de Contraloría, el C. Porfirio del Castillo; para substituir al referido C. Quevedo, por igual concepto, en la de Establecimientos Fabriles y Aprovisionamientos Militares, el C. Arturo Valenzuela; para cubrir la vacante que dejó en la 2a. Comisión de Crédito Público el C. Roberto Casas Alatriste, el C. Emilio Portes Gil; para substituir al C. José Villanueva Garza en la 1a. Comisión de Gobernación, el C. licenciado Luis Ramírez Corzo; para la 1a. de Guerra, en substitución del C. José Villanueva Garza, el C. Ismael Romero, en la inteligencia de que esta comisión quedará integrada así:

"Onésimo González. "Rafael Quevedo. "Ismael Romero, y "Suplente: Juan de Dios Bátiz.

"Ocupará el lugar del C. José E. Peraza, en la 1a. Comisión de Minas, el suplente, C. Federico Villegas, y a éste lo reemplazará el C. Norberto Aranzábal.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, a 10 de noviembre de 1922. - R. Quevedo. - Enrique M. Barragán. - J. Prieto Laurens. - Luis Ramírez Corzo. - O. González. - J. Barriga Zavala. - F. Ollivier. - M. F. Altamirano. - C. Argüelles. - Luis L. León. - Marcos Esmerio. - D. Montes de Oca. - José Castillo Torre. - Francisco Garza. - S. Franco Urías. - Antonio G. Rivera."

Está a discusión. En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado

- El mismo C. secretario, leyendo:

"H. Asamblea:

"Los subscriptos, miembros de las comisiones unidas de Agricultura y Fomento, 1a. Agraria y 1a. de Crédito Público, con apoyo en el artículo 93 constitucional, y considerando que es conveniente para la mejor interpretación y ejecución de la Ley para el Fomento de la Cooperación Agrícola, que el ciudadano secretario de Agricultura y fomento asista a las deliberaciones que sobre dicha ley habrá en esta Cámara desde el día de mañana, así como para pedirle su opinión en algunos puntos de su incumbencia, venimos a proponer se tenga a bien aprobar, con dispensa de todo trámite, la siguiente proposición: "Invítese al ciudadano secretario de Agricultura y Fomento para que se sirva asistir a las deliberaciones relativas al proyecto de Ley para la Cooperación Agrícola. Nómbrese una comisión que, al poner en manos del ciudadano secretario el oficio correspondiente a esta invitación, verbalmente amplíe la conveniencia de la misma.

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, 13 de noviembre de 1922. - Gilberto Fabila. - Miguel G. Calderón. A. R. Guzmán."

El C. Rodríguez Guillermo: Pido la palabrea en contra.

El C. secretario Barón Obregón: Se consulta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión.

El C. Rodríguez Guillermo: Pido la palabra en contra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Rodríguez Guillermo: Señores diputados: Muchas veces nos sirven para orientarnos, los preceptos o adagios que hemos aprendido de las señoras. (Risas.) ¿Quién no conoce aquél que dice que el que mucho abarca poco aprieta? (Voces: ¡Ese no es de las señoras! ¡Es del Quijote! Risas.) En una sesión del bloque acordamos que desde hoy deberíamos comenzar a discutir la Ley del Petróleo, y se acordó también el nombramiento de una comisión que se acercara al ciudadano secretario de Industria y Comercio a notificarle precisamente que el día de hoy comenzaría esta discusión trascendental. Si nosotros queremos resolver al mismo tiempo muchos proyectos, seguramente no daremos cima a ninguno de ellos. Además, no es que yo me oponga a la resolución del problema de las cooperativas agrícolas. ¡Cómo, si a quienes debo estar en esta Cámara, es precisamente a los campesinos que desean, que están practicando ya la cooperación agrícola! Yo también deseo la resolución de este problema; pero considero de gran trascendencia la cuestión del petróleo, y por esa razón vengo a solicitar muy atentamente de los ciudadanos diputados que se le dé preferencia a este asunto. Las comisiones de Petróleo actuales de la Cámara, casi en su totalidad están integradas por aquellos diputados que las integraron en la XXIX Legislatura, y han tenido sobrado tiempo de estudiar este asunto y ya tienen hecho el dictamen; únicamente que el actual secretario de Industria y Comercio quiere que las comisiones acepten dos artículos ignominiosos; uno de ellos es aquél que niega al Estado y al municipio en donde está el terreno petrolero, toda participación en los impuestos. Esto es injusto, es inmoral y no debe hacerce. ¿Y sabéis por qué es injusto y es inmoral? Porque cualquiera que haya recorrido la zona petrolera, se habrá dado cuenta de que aquellos campos tropicales en donde antes había alegría y abundancia; había agricultura, y por donde quiera se veían chozas de agricultores que vivían felices y tranquilos; hoy, con el petróleo, que en muchos Estados es una maldición, solamente se ve desolación, angustia, despojo y crimen, porque los únicos que aprovechan las exorbitantes y fabulosas cantidades que se cobran por concepto de petróleo, son los coyotes, y a los que se conceden concesiones leoninas; pero los dueños del terreno, cuando no son víctimas de asesinos pagados por las compañías, se ven obligados a emigrar, sin haber obtenido absolutamente ninguna compensación por haber sido dueños de aquellos terrenos. Y si ustedes creen que lo que estoy diciendo es en contra de la nacionalización, les contestaré que soy partidiario de la nacionalización del petróleo, pero bien entendida, no para provecho de los que intervienen en estos negocios; no, señores, para provecho mismo del pueblo. ¿Y sabéis en qué forma? Ya que el petróleo devasta los campos agrícolas, es necesario que el dinero que produce el petróleo se emplee en refaccionar a la agricultura de aquel Estado, en otros lugares; que se emplee también en construir buenos caminos, para que cuando el producto fabuloso del petróleo termine, cuando ya no exista esa riqueza, se encuentre otros ingresos con qué substituir los actuales que produce el petróleo, por la razón trascendental de que es indispensable consolidar nuestro crédito en el extranjero, precisamente por la moralidad y honradez de nuestros procedimientos. Si queremos que se nos tome en serio, si queremos convencer a las naciones del mundo de que somos honrados, en preciso que sepamos defender con entereza los derechos mismos de la nación; y no es defenderlos dejar esta situación incierta, esta situación que permite día a día que se celebren contratos que no deben ser, porque creo que, a pesar de lo que haya dicho cierta prensa, en la conciencia de todos los diputados que estuvieron en esta Asamblea, está perfectamente grabado que la concesión otorgada a la Huasteca Petroleum Company, fue un contrato leonino, un contrato inmoral y un contrato que no trae beneficios ningunos a la nación. (Aplausos.)

Yo necesito aquí ese acalorada pasión de los de Tabasco; yo exhorto también a los tamaulipecos, a los de Chiapas y a los de otros Estados donde ha aparecido esa riqueza fabulosa del petróleo, a defender este asunto -en Veracruz casi vamos a la mitad del camino -, pero ya que nosotros no hemos aprovechado esta riqueza, sean esos Estados, donde ahora comienza esa industria , los que tomen ejemplo y no permitan que se cometa la ignominia de federalizar por completo esas Entidades, porque prácticamente esto sucede. Veracruz, más de la tercera parte del Estado, es terreno petrolero y, señores diputados, si se aprueba por esta Cámara - que yo creo que no se aprobará - el artículo que pretende el secretario de Industria y Comercio, donde dice que solamente la Federación tiene derecho a legislar, a cobrar y a hacer cuanto le plazca en aquellas zonas, de hecho la tercera parte de Veracruz se federaliza. Y no es que nosotros estemos en una forma recalcitrante, cegados con la soberanía o con el provincialismo de los Estados; no, señores. Decía yo que lo que queremos es que, ya que aquel Estado está proporcionando a la Federación esa riqueza fabulosa, también el Estado y el Municipio participen de esa riqueza; que no se malgaste, que se emplee en obras que redunden en beneficio posterior, cuando se agote el petróleo. (Murmullos.) Señores diputados: voy a terminar, rogándoles que, teniendo presente que este asunto del petróleo es de tanta trascendencia, que de su resolución honrada y justa depende que consolidemos nuestro crédito en el exterior, si aprobáis que entremos de lleno al estudio de otro asunto laborioso, de otro problema que nos absorba los pocos días que faltan, seguramente esa resolución del petróleo quedará solamente en proyecto o para que la Secretaría de Industria y Comercio siga coyoteando, siga dando concesiones leoninas, lo cual no

debemos permitir, si somos honrados. (Aplausos.)

El C. secretario Barón Obregón: La Presidencia, por conducto de la Secretaría, ha notado que visiblemente no hay quórum y, en consecuencia, para terminar esta sesión, solamente manifiesta a la Asamblea que habiendo indicado el compañero señor Luis Torregrosa, que se encuentra enfermo, en cama, se nombra en comisión a los ciudadanos diputados Miguel Cantón, Romeo Ortega y prosecretario Justo Santa Anna, a fin de que se sirvan entrevistarlo a su domicilio.

El C. presidente, a las 19.40: Se levanta la sesión y se cita para mañana a las diez y seis.