Legislatura XXX - Año I - Período Ordinario - Fecha 19221121 - Número de Diario 56
(L30A1P1oN056F19221121.xml)Núm. Diario:56ENCABEZADO
MÉXICO, MARTES 21 DE NOVIEMBRE DE 1922
DIARIO DE LOS DEBATES
DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.
AÑO I.- PERIODO ORDINARIO XXX LEGISLATURA TOMO 1.- NUMERO 56
SESIÓN
DE LA
CÁMARA DE DIPUTADOS
EFECTUADA EL DÍA 21
DE NOVIEMBRE DE 1922
SUMARIO
1.- Se abre la sesión. Es leída y aprobada el acta de la interior. Usan de la palabra para hechos varios ciudadanos diputados.
2.- Cartera. La Secretaría de Hacienda envía adiciones a los proyectos de Presupuestos de egresos de la propia Secretaría; recibo y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta. Rinde la protesta legal el C. Emilio Aguirre, diputado suplente por el 7o. distrito electoral de Chihuahua.
3.- Para hechos usan de la palabra varios ciudadanos diputados.
4.- Son aprobadas todas las partidas del Ramo Tercero del Presupuesto de Egresos que estaban reservadas para su votación, inclusive la partida 2,080 bis.
5.- Sin discusión se aprueba en lo general y en lo particular, el proyecto de Presupuesto de Egresos, relativo al Ramo Décimotercero, correspondiente al Departamento de Aprovisionamientos Generales. Se suspende la sesión.
6.- Reanudada ésta, se continúa dando cuenta con los documentos en cartera, concediéndose licencia a los CC. diputados Gandarilla, Estrada Leopoldo y Enrique Soto L.
7.- Segunda lectura al dictamen de las comisiones unidas 1a., 2a. y 3a. de Guerra y 2a. de Hacienda, por el que consultan un proyecto de Ley de Pensiones a los miembros del Ejército Nacional; a discusión el primer día hábil. El C. diputado Alvarez del Castillo informa acerca de la comisión que se le confirió.
8.- Es aprobada en lo general, el dictamen de las comisiones unidas de Agricultura y Fomento, 1a. Agraria y 1a. de Crédito Público, que consulta un proyecto de Ley para el Fomento de la Cooperación Agrícola. A debate en lo particular, se reservan para su votación los artículos 1o., 2o., 3o., 4o., y 5o. Se nombra una comisión para que asista a los funerales del C. magistrado de la Suprema Corte, José María Mena. Se levanta la sesión.
DEBATE
Presidencia del
C. FRANCO URIAS SALVADOR
(Asistencia de 146 ciudadanos diputados.)
El C. Presidente, a las 11.15: Se abre la sesión.
- El C. secretario Barón Obregón, leyendo:
"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día diez y siete de noviembre de mil novecientos veintidós. "Presidencia del C. Salvador Franco Urías.
"En la ciudad de México, a las once horas y ocho minutos del viernes diez y siete de noviembre de mil novecientos veintidós, se abrió la sesión con asistencia de ciento treinta y cuatro ciudadanos diputados.
"Se leyó y aprobó el acta de la sesión celebrada el día anterior.
"La 2a. Sección de la Comisión de Presupuestos y Cuenta presentó reformadas las partidas del Ramo Tercero del presupuesto de egresos correspondiente al Poder Judicial, objetadas en la sesión anterior.
"Después de que el C. Lailson Banuet fundó esas reformas, fueron separadas para su discusión algunas partidas.
"La partida 2,001, que reduce a cincuenta pesos diarios el sueldo de los magistrados de la Suprema Corte, fue atacada por el C. Luis Espinosa, a quien refutó el C. Gilberto Fabila. El C. Manrique, citando el artículo 127 constitucional, hizo una objeción, la cual determinó que la sección dictaminadora hiciera la reforma de crear dos partidas: la 2,001, con sesenta pesos diarios para los ministros de la Suprema Corte, del 1o. de enero al 31 de mayo, y la partida 2,001 bis, con cincuenta pesos diarios para los mismos funcionarios en el resto del año. Ambas se reservaron para su votación.
"Se puso a debate la partida 2,008, y no encontrándose presente el C. José Manuel Puig y Casauranc, quien la había apartado, se reservó para su votación. El C. Lailson Banuet contestó una pregunta del C. Enrique B. Domínguez, y los CC. Luis Espinosa y Manrique pretendieron hablar en contra de la citada partida 2,008, pero la Cámara resolvió que ya estaba reservada para su votación.
"La partida 2,027 fue reformada a moción del C. Manrique, estableciendo ocho pesos diarios para los dos oficiales a que esa partida se refiere, y se reservó para su votación.
"Respecto de la partida 2,044 hablaron en contra los CC. José F. Gutiérrez, Montero Villar y Julián S. González, y en pro el C. Guillermo Rodríguez. El C. Lailson Banuet contestó una pregunta del C. Arroyo Ch. y la comisión retiró la partida y la modificó, poniendo ocho pesos diarios al corrector de pruebas y se reservó para su votación.
"El C. José Manuel Puig y Casauranc habló en contra de las partidas 2,068, 2,080 y 2,101, que se
pusieron a discusión al mismo tiempo. El orador contestó una pregunta del C. Julián S. González e interpeló al C. Portes Gil, quien respondió.
"Presidencia del C. Salvador Murguía.
"El C. Barón Obregón, refiriéndose a la partida 2,080, propuso que al juez de distrito con residencia en Tuxpan se le asignara cincuenta pesos diarios, como pidió el C. José Manuel Puig y Casauranc para el juez de distrito con residencia en Tampico al hablar en contra de la partida 2,068. El C. Luis Espinosa también se opuso a la partida 2,080, y, en vista de las observaciones hechas, la comisión retiró para su reforma las partidas 2,068 y 2,080.
"Respecto de la partida 2,101, el C. Enrique M. Barragán pretendió que se dejara como primitivamente fue presentada por la comisión; le refutó el C. Elpidio Barrera, quien contestó una pregunta del C. Montero Villar, y la Asamblea se negó a otorgar el permiso que se solicitó para que la partida se reformara y se reservó para su votación, consignando treinta mil pesos para pago de rentas de casas.
"La partida 2,068, que presentó modificada la sección dictaminadora, asignando cincuenta pesos diarios al juez de distrito con residencia en Tampico, originó un debate, en que hicieron uso de la palabra en contra los CC. Elpidio Barrera y Julián S. González, durante su discurso, interpeló al C. Candelario Garza, quien contestó, y fue interrumpido por aclaraciones del C. Martínez Adame.
"Agotado el debate, se procedió a la votación nominal y la partida fue aprobada por ciento ocho votos de la afirmativa contra veintiséis de la negativa.
"La partida 2,080 se reservó para su votación sin debate, fijando treinta pesos diarios para treinta y un jueces de distrito.
"En seguida la comisión presentó la partida 2,080 bis con cincuenta pesos diarios para el juez de distrito residente en Tuxpan. Habló en pro el C. Barón Obregón y en contra lo hicieron los CC. Elpidio Barrera y Julián S. González. La sección dictaminadora pidió permiso para rebajar la cuota diaria a cuarenta pesos, pero la Asamblea no consintió y continúo el debate. El C. Barón Obregón volvió a usar de la palabra en pro, y en el mismo sentido lo hizo luego el C. Ricardo Covarrubias, quien fue interrumpido por aclaraciones del C. Elpidio Barrera. Los CC. Julián S. González, Guillermo Rodríguez y Barón Obregón hicieron mociones de orden.
"A las catorce horas y cinco minutos se suspendió la sesión.
"Presidencia del C. Salvador Franco Urías.
"Se reanudó la sesión a las diez y siete horas y cincuenta y cinco minutos con asistencia del mismo número de diputados que estuvo presente en la sesión inmediata anterior del Congreso general.
"La Secretaría dio cuenta con un oficio del ciudadano secretario de Gobernación, en que se insertan las notas cambiadas entre la Secretaría de Relaciones Exteriores y el señor G. T. Sumerlin, encargado de Negocio ad interim de los Estados Unidos de América, relacionadas con el problema petrolero.- Recibo, y manifiéstese al Ejecutivo que la Cámara de Diputados agradece y estima en todo su valor la información, que sienta un precedente de consideración y respeto al Poder Legislativo, y agréguese que la misma Cámara de Diputados al disponerse a expedir una Ley de Petróleo se inspira en el mismo sentimiento nacionalista y patriótico del Ejecutivo.
"Pronunciaron discursos para hacer consideraciones acerca del contenido de esas notas, los CC. Luis L. León, José Manuel Puig y Casauranc e Isidro Fabela, y para apoyar el trámite de la Mesa, los CC. Romeo Ortega, Roque González Garza, Juan Manuel Alvarez del Castillo, Rafael Pérez Taylor y Guillermo Castillo Tapia. Los CC. Aquilino Emilio Rama y Luis Espinosa propusieron se nombrara una comisión que entregara al ciudadano presidente de la República la respuesta de la Cámara al oficio de la Secretaría de Gobernación. El C. Roque González Garza rectificó un concepto del C. Isidro Fabela y el C. Luis Espinosa pidió a la Presidencia se hiciera la declaración de que la Cámara de Diputados no se hacía solidaria de ninguna manifestación callejera que pudiera surgir con motivo de este asunto. El C. Jesús B. González usó la palabra para moción de orden y en seguida se aprobó el trámite de la Mesa, adicionado con la sugestión de los CC. Rama y Luis Espinosa. La comisión quedó integrada por los CC. Juan Manuel Alvarez del Castillo, Roque González Garza, Romeo Ortega, Manlio Fabio Altamirano, Aquilino Emilio Rama, Luis Espinosa, Ezequiel Padilla, Luis N. Morones, Antonio Díaz Soto y Gama, Eduardo Vasconcelos, Luis Torregrosa, Luis L. León, Juan de Dios Robles, Salvador Murguía y secretarios Barón Obregón, Gandarilla y Samayoa.
"Usaron de la palabra, para hechos, los CC. Arroyo Ch. y García Téllez.
"Presidencia del C. Salvador Murguía.
"La Secretaría dio cuenta con los documentos en cartera:
"Oficio de la Secretaría de Gobernación, en el que transcribe otro de la Hacienda y Crédito Público, por el que se ofrecen facilidades a la Contaduría Mayor de Hacienda para que haga visitas extraordinarias a las oficinas que manejan fondos. - A la Comisión Inspectora de la Contaduría Mayor de Hacienda.
"Oficio del Gobierno del Distrito Federal, con el que envía un proyecto de reformas y adiciones a los presupuestos del propio Gobierno para 1923.- Recibo y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.
"Dictámenes de las secciones 5a., 9a. 4 y 6a. de la Comisión de Presupuestos y Cuenta, que se refieren, respectivamente, a los presupuestos para el próximo año, del Departamento de Aprovisionamientos Generales, Gobierno del Distrito y Poder Ejecutivo. En votación económica, la Cámara dispensó las lecturas a estos dictámenes, con el fin de que se discutan el primer día hábil.
"Solicitud de licencia por tiempo ilimitado, sin goce de dietas, llamándose al suplente, del C. Luis A. Aldaco. Con dispensa de trámites y sin debate se aprobó, declarando la Secretaría que se llamaría al suplente.
"Telegrama procedente de León, Guanajuato, en
que el C. J. G. Núñez felicita a esta Asamblea por haber aprobado el subsidio de diez mil pesos para la exposición que próximamente tendrá lugar en aquella ciudad.- Recibo y a su expediente.
"Solicitud del C. Andrés Basurto L., apoyada por los diputados Barón Obregón Angel Montoya, Luis L. Apolonio R. Guzmán y Rafael Torres, relativa a que se le concede pensión en virtud de que ha prestado sus servicios por más de cuarenta años a la Administración Pública.- A la 1a. Comisión de Hacienda.
"Dictamen de las comisiones unidas 1a., 2a. y 3a. de Guerra y 2a. de Hacienda, que trata del proyecto de Ley de Pensiones a los Miembros del Ejército Nacional, enviado por el Ejecutivo.- Primera lectura, e imprímase.
"Dictamen de la Comisión de Industria y Comercio, que consulta un proyecto de decreto por el que se concede una prórroga de diez años al C. Manuel B. Barbachano, para que suministre fuerza y energía eléctricas a la población de Tijuana, Baja California.- Segunda lectura, y a discusión el primer día hábil.
"Proyecto de ley de Amnistía General, subscripto por los diputados Luis Espinosa y Eduardo Vasconcelos, y por el senador Miguel F. Ortega.- Se dispensaron los trámites, y se discutirá el primer día hábil.
"Proposición de los CC. Luis N. Morones, Salvador López Olivares y otros diputados, tendiente a que se dirijan mensajes a las Cámaras legisladoras de las repúblicas centro y sudamericanas, transcribiéndoles las notas cambiadas entre la Secretaría de Relaciones y el encargado de negocios ad - interin de los Estados unidos del Norte en nuestro país, a que se hace referencia en esta acta, dándoles a conocer asimismo la resolución enérgica del presidente de la República y de esta Cámara sobre el particular, con objeto de afianzar la política nacionalista que el propio ciudadano presidente ha adoptado en este caso.- Se dispensaron los trámites, y sin debate se aprobó.
"A las veinte horas y veintitrés minutos concluyó la sesión, y se citó para las diez y seis del día siguiente."
Está a discusión el acta.
El C. Fabela Isidro: pido la palabra para rectificación de hechos.
Presidencia del C. PUIG Y CASAURANC JOSÉ MANUEL
El C. presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Fabela: Señores diputados: Voy a ser muy breve al rectificar hechos relacionados con la sesión memorable del viernes pasado. En esa sesión, el señor diputado Arroyo Ch. leyó un documento por el cual se afirmaba que el señor Barrón Vásquez y otros señores, guanajuatenses todos ellos, según entiendo habían firmado un recibo por el cual aseveraban haber recibido trescientos pesos del señor don Eusebio González para la campaña política de senador por aquel Estado de Guanajuato, comprometiéndose los firmantes a sostener en esa Cámara las iniciativas y asuntos que fueran favorables a dicho señor don Eusebio González, con quien me liga amistad, no pudiendo hacer en esta Cámara la rectificación que corresponde, me suplicó que yo leyera ante esta Asamblea un documento en el que sostiene ser absolutamente falso que él haya dado esos trescientos pesos, ni ninguna cantidad, para la campaña. El documento en cuestión dice lo siguiente:
"México, noviembre 18 de 1922.
"Señores secretarios de la H. Cámara de Diputados.
"Ciudad.
"Con profundo respeto, y fiando en la alta justificación de esa H. Cámara, me permito dirigirme a ustedes para hacer llegar al señor presidente de ese alto cuerpo, la súplica de que, si fuere posible, se dé lectura a la siguiente declaración que presento en defensa de mis legítimos derechos.
"El señor diputado por Guanajuato, don Agustín Arroyo Ch., hizo ante esa H. Cámara, en la sesión celebrada ayer, según me he enterado por la prensa de hoy, la declaración de que yo había estado en conexión con el señor Juan Barrón Vásquez sobre determinados asuntos de política local guanajuatense, y aun llegó a hacer la aseveración de que yo había entregado a dicho señor Barrón Vásquez, y a otras personas, una determinada cantidad de dinero para los mismos fines políticos, concluyendo con la lectura de un documento que dicen se me extendió, como recibo de la cantidad a que antes se alude y en la que se estipulaba determinadas obligaciones a mi favor en virtud del pago de que se habla.
"Quiero, de la manera más solemne, empeñando en ello mi palabra de hombre honrado, declarar que todo cuanto se ha dicho por el señor don Agustín Arroyo Ch. es falso, absolutamente falso. Es todo una burda y gratuita impostura. Ni he hablado jamás sobres cuestiones políticas guanajuatenses con el señor Barrón Vásquez ni con los otros signatarios del falso documento a que se dio lectura, ni me he inmiscuido nunca en asuntos políticos, ni existe, ni puede existir siquiera, el documento de que se trata. Ese recibo ha sido fraguado, indudablemente, con fines aviesos, ya que, repito, ni su existencia, ni los hechos a que se refiere, son, en nada, ciertos.
"Mi condición de extranjero, que tengo siempre presente, me ha impedido y me impide, en absoluto, mezclarme en cuestiones políticas. Respetuoso de las leyes y de las autoridades de esta República, en la que he vivido y la mayor parte de mi vida dedicado a un honesto ejercicio de mis actividades comerciales e industriales, he tenido siempre como norma la de estar alejado, no sólo exteriormente, sino en lo más íntimo de mi conciencia, de toda actividad política. No han faltado, en ocasiones, elementos políticos que se acerquen a mí con el ánimo de obtener cierta ayuda por parte mía; pero sistemáticamente, y de modo absoluto, he rechazado, siempre, mezclarme en tales actividades.
"Es, pues, insisto, totalmente falso cuanto se permitió decir el señor diputado Agustín Arroyo Ch. Quiero así dejarlo constante ante esa muy H. Cámara de Diputados, pues lo creo debido y justo;
reservándome, por supuesto, los derechos que las leyes mexicanas me conceden para reclamar, en la vía legal, la falsedad, la impostura de que me ha hecho víctima.
"Protesto a ustedes, señores secretarios, mi muy respetuosa consideración.- Eusebio González."
Como aparece firmar el documento que leyó el señor Arroyo Ch., el señor Barrón Vásquez, don Eusebio González me condujo cerca de él para que le preguntara si era cierto que había firmado tal documento. El señor Barrón Vásquez, también indignado, me dijo que él jamás había subscripto un documento semejante y que el señor Muñiz - el único a quien pudo ver de los otros dizque firmantes - tampoco lo había subscripto. El señor Barrón Vásquez dice también a esta Cámara:
"Señores secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Ciudad.
"En la memorable sesión del viernes 17 del actual de la H. Cámara de Diputados, el señor diputado Agustín Arroyo Ch., tuvo la osadía de asegurar que nosotros, los abajo subscriptos, habíamos recibido trescientos pesos del señor don Eusebio González para el desarrollo de la campaña política emprendida en Guanajuato por el Gran Partido Independiente, encabezada por el señor don Juan Barrón Vásquez, comprometiéndonos a hacer una labor contraria al gobernador Madrazo y en favor de los intereses del "acreedor", así como a sostener en la Cámara - dice textualmente - las peticiones que en favor de sus propiedades haga dicho señor González al Gobierno.
"Nosotros, señores diputados, jamás hemos recibido de don Eugenio González ninguna suma, ni para campaña, ni por algún otro concepto.
"En consecuencia, las firmas, si es que existen en aquel documento, son falsas de toda falsedad.
"Reservándonos nuestros derechos en contra del calumniador ante la autoridad judicial respectiva, protestamos, bajo nuestra palabra de honor, ante esa H. Cámara, que lo que decimos es absolutamente cierto.
"Como pública ha sido la calumnia, pedimos a ustedes, señores secretarios, que pública sea nuestra defensa, pues no sería justo que nuestro nombre honrado tuviera en el porvenir una mancha que nos perjudicaría a nosotros y a nuestros hijos.
"Protestamos a ustedes las seguridades de nuestra distinguida consideración.
"México, D. F., 20 de noviembre de 1922."
Después de dar lectura a estos documentos...
El C. Arroyo Ch., interrumpiendo: ¿Me permite usted una interpelación? Quién firma el último documento?
El C. Fabela: Lo firman el señor Barrón Vásquez y el señor Muñiz. Voy a entregarlo a la Secretaría.
El C. secretario Barón Obregón: Firmas: "Juan Barrón Vásquez.- H. Muñiz."
El C. Fabela, continuando: Después de esto, sólo me resta decir que, indudablemente, es este asunto se trata de la cuestión senatorial del Estado de Guanajuato, en que están empeñadas dos candidaturas: la del señor licenciado Colunga y la del señor Barrón Vásquez. Yo creo que éste es un asunto que no compete a esta Cámara, sino a la Cámara de Senadores, que es la que tendrá que discutirlo y resolverlo; pero no es justo que, tratándose de cuestiones políticas, en las que están empeñados algunos diputados y senadores, se mezcle la personalidad de un hombre honrado, como es el señor González.
Por amistad, repito, a él, que me suplicó viniera a leer este documento, lo hago, terminando por decir a ustedes que el señor González está tan indignado de este asunto; que dice que va a proceder como corresponde, en contra, de los autores de este asunto, ante las autoridades correspondientes.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Arroyo Ch.
El C. Arroyo Ch.: Honorable Asamblea: Ya esperábamos nosotros que cualquier diputado o senador, de buena fe o por compromisos que tuviera con don Eusebio González, se hiciera cómplice de esa sinvergüenzada que cometió don Juan Barrón Vásquez, asociado a otros individuos que, por todos motivos, son indignos guanajuatenses.
El C. Altamirano Manlio Fabio, interrumpiendo: ¿Quién es don Eusebio González.?
El C. Arroyo Ch.: Don Eusebio González es un negrero, un millonario español que eternamente ha explotado a los trabajadores de Guanajuato. (Aplausos.) Es claro; cuando les hemos venido a descubrir un juego que a Juan Barrón Vásquez lo sume en lo más profundo del ridículo y a don Eusebio González lo acerca al artículo 33, tratan aquí de defenderse por todos los medios posibles. Dice don Eusebio González que él jamás se ha metido en política, y en ello empeña su palabra de honor. Es público y notorio que en todas las cuestiones políticas del Estado de Guanajuato siempre ha patrocinado a gente... aquí está el ciudadano Vásquez, don Jenaro, que en alguna ocasión tomó parte en la política de Guanajuato, y quiero que tenga la bondad de decirme si ese señor se mete en política, o no.
El C. Vásquez Jenaro V.: Para contestar una interpelación.
- El C. presidente Tiene la palabra el ciudadano diputado Vásquez para contestar una interpelación.
El C. Vásquez Jenaro V.: Sí, es verdad: el señor González interviene en política. En aquella vez intervino en una causa contraria en la que yo estaba.
El C. Arroyo Ch., continuando: Ya lo oís, señores. Y en cuanto a que empeña su palabra de honor, voy a referir un solo hecho para que lo conozca el ciudadano Fabela y para que otra vez, por decoro de la Cámara, no haya diputados que se atrevan a venir a defender a personas a quienes no conocen.
El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: ¡Muy bien! (Aplausos.)
El C. Arroyo Ch., continuando: El asunto que don Eusebio González tiene en contra del Gobierno del Estado de Guanajuato y en contra del Gobierno de la república, es éste: don Eusebio González, como ya lo refería anteriormente, sin decir ni una sola palabra - en contra de lo prevenido por la Constitución -, cerró su fábrica, y en un dos por tres dejó a centenares de familias en la indigencia y sin trabajo. Aquellos obreros acudieron al gobierno del Estado de Guanajuato; el Gobierno les
prestó ayuda, al grado de que llegamos a la incautación de la fábrica. Don Eusebio González pidió amparo; se lo negó el juez de distrito, en vista de la enorme injusticia que cometió don Eusebio; acudió a la Suprema Corte, y también allí perdió don Eusebio González, y entonces, viéndose constreñido ya por medios legales a pagar una indemnización, se comprometió a dar una de dos meses y a someter el caso a las juntas de Conciliación y Arbitraje. Estas juntas de Conciliación y Arbitraje lo condenaron a pagar el otro mes, cosa que él aceptó hacer en el término de quince días, estampando su firma y comprometiendo su palabra de honor.
El C. Fabela interrumpiendo: Eso no tiene referencia con el otro asunto.
El C. Arroyo Ch., continuando: Sí tiene referencia, porque usted se hace eco de la honradez y de la palabra de honor de don Eusebio González, y yo voy a demostrar cómo la viola. Se comprometió bajo su firma, y empeñando también su palabra de honor, a pagar a los trabajadores el otro mes; a eso lo condenó la junta de Conciliación y Arbitraje, y luego pidió amparo.
El C. Manrique, interrumpiendo: Me consta.
El C. Arroyo Ch., continuando: Entonces don Eusebio González, queriendo aprovechar la labor política de varios elementos de la calaña de don Juan Barrón Vásquez, les dio dinero. Y esto no es un misterio: es público y notorio; ojalá y que don Eusebio González cumpla lo que dijo, para entonces demostrarle, ante los tribunales, que es un negrero pernicioso a la revolución y a la República. Don Juan Barrón era natural que, asociado de don Eusebio González, viniera ahora con aspavientos de honradez; don Juan Barrón, que no la conoce por ningún lado.
Se dice que los documentos son falsos; yo quiero que el señor Fabela, inteligentísimo como es, coteje las firmas de ese documento que leyó, de don Juan Barrón, con éstas, y vea si son auténticas o no. Es público y notorio, señores, que en el despacho de don Eusebio González se reunían Juan Barrón Vásquez y esa pandilla que lo acompañaba, para tratar los asuntos políticos; y ahora nos viene aquí don Eusebio González con que se le calumnia. Es público y notorio que en el Estado de Guanajuato, siempre que hay un movimiento obrero, don Eusebio González se pone de acuerdo con otros elementos para ir a predicar en contra de las tendencias obreras, y para eso sí están abiertas sus arcas. De manera que no he mentido, no soy un impostor; los documentos aquí están, que los venga a cotejar quien quiera, y entonces se diga si es cierto o no que don Eusebio González se ha mezclado en la política.
Efectivamente yo he dicho esto para poner en claro las sucias maniobras del Senado para aceptar a Juan Barrón Vásquez que, como ya lo he dicho, es la nulidad hecha gente, es la honradez elevada a senador por Bonillas, Carranza y por aquel gobernador indigno que hubo en Guanajuato y que se apellida Alcocer. Juan Barrón Vásquez no debe entrar allí y es hasta doloroso que hombres que se estiman como intelectuales, como el señor Fabela, aunque sea indirectamente tomen la defensa de ese hombre que es un baldón no sólo para Guanajuato, sino para toda la República, porque se vende al capital extranjero. Claro que don Eusebio va a decir, acompañado de Barrón Vásquez, que jamás ha firmado esos documentos, porque nunca pensó que uno de los mismo amigos de Juan Barrón Vásquez me los trajera; pero así es y aun me ha traído otro que delata la complicidad de estos señores. En cuanto supo don Eusebio González que yo había aquí denunciado la maniobra tan indigna, inmediatamente se puso en contacto con Barrón Vásquez, éste fue a buscar a Muñiz, y Muñiz dirigió esta carta a uno de los firmantes de los documentos, que fue quien me los trajo; no los compré ni hice presión sobre ellos, sino voluntariamente me fueron traídos porque ya están cansados de ver las indignidades que comete Juan Barrón Vásquez. Don Hilarión Muñiz, ese señor que firmó ese documento, que recibió dinero y que fue a aconsejar a los trabajadores de Soria que no se dejaran guiar por nosotros, que era mentira que don Eusebio González fuera mal hombre y que debían estar de su lado porque si don Eusebio no abría su fábrica que iban a hacer sin trabajo; dice así:
"Compañero Ramírez:
"Por mi conducto le suplico el señor Barrón Vásquez esté en su casa a las 2 p. m. para tratarle de un asunto muy importante. Su atento compañero, H. Muñiz."
Pues a este muchacho lo quería nada menos para que hiciera causa común para que dijera que los documentos eran falsos; pero la falsedad no se viene a comprobar aquí con el dicho de ellos, sino con el examen que se haga de los documentos, quienquiera que se que los venga a cotejar, y entonces podrá decir don Eusebio si se ha mezclado o no en política y que es una impostura afirmar que sí... (Voces: ¡Fue bonillista!) Este señor ha sido todo; en tiempo de la revolución tuvo que irse hasta el Canadá por los ataques que le lanzamos. Siempre anda diciendo que es un protector de la industria, y no es cierto, es un individuo que vino a la República a agarrar herencias de otras gentes que sí fueron benefactoras para el Estado, y ahora se ha convertido en el mayor explotador de todos los trabajadores. Nosotros estamos dispuestos a desenmascararlo y no nos arredramos ante la amenaza de que se vaya a consignar el caso ante las autoridades, por el contrario, lo celebramos; ya se lo dije en un periódico y después en su fábrica, habiéndome él contestado que lo calumniábamos porque él no se mezclaba en política. Yo le contesté: no lo calumnio, lo calumnian los de usted -si así puede decirse -, que no han sabido ser lo suficientemente discretos para que usted pudiera consumar sus propósitos. Entonces al decirle yo que había proporcionado dinero, dijo él que lo probara; entonces le contesté: "el día que lo compruebe, pido que le apliquen a usted el 33", y ahora yo mismo le voy a llevar estos documentos a él para que le sirvan de elementos con que iniciar el juicio, y veremos si yo voy a dar a la cárcel o a él le aplicamos el artículo 33, señor Fabela. (Aplausos nutridos.)
El C. Fabela: Pido la palabra.
El C. secretario Barón Obregón: La Presidencia, por conducto de la Secretaría, manifiesta a la Asamblea que, efectivamente, los ciudadanos
Fabela y Arroyo Ch. no han hecho ninguna objeción al acta y que, por lo tanto, vuelve a consultar la Secretaría si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Se aprueba el acta.
El C. Fabela: pido la palabra para una alusión personal. (Voces: ¡A trabajar!)
- El C. secretario Barón Obregón, leyendo:
"La Secretaría de Hacienda y Crédito Público envía varias adiciones a los proyectos de presupuestos de egresos de la propia Secretaría, de la de Relaciones Exteriores y de la Suprema Corte de Justicia." - Recibo, y a la Comisión de presupuestos y Cuenta.
El C. presidente: Encontrándose a las puertas del salón el ciudadano diputado Emilio Aguirre, suplente del ciudadano Luis A. Aldaco, se nombra en comisión, para que lo introduzca a rendir la protesta de ley, a los señores compañeros Murguía, Julián S. González y prosecretario Santa Anna.
(Rinde la protesta legal el C. Emilio Aguirre, diputado suplente por el 7o. distrito electoral de Chihuahua. Aplausos.)
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Prieto Laurens para hechos.
El C. Prieto Laurens: Señores representantes: Es verdaderamente bochornoso tener que ocupar la atención de vuestras señorías con un asunto de palpitante actualidad que hiere las conciencias honradas, que lástima a los hombres que tienen vergüenza y dignidad.
En esta Representación Nacional no puedo menos que venir a levantar mi voz de protesta, enérgica y airada, contra los políticos financieros del Partido Liberal Constitucionalista que al margen del cierre de la casa bancaria Lacaud han hecho y pretenden hacer una maniobra político - financiera que los enriquezca aun más que en otras ocasiones y en semejantes oportunidades. No vengo yo a defender, ni es mi ánimo, a los propietarios, a los banqueros de esa institución, sino a los pequeños depositantes, a los infelices que ahorraron allí durante año tras año sus pequeñas economías y que en un momento se han visto privados de sus fondos y seguramente la maniobra político - financiera de los Martínez de Escobar y de los Eduardo Neri. Hasta nosotros ha llegado, ya no el rumor sino la confirmación palmaria, la realidad vergonzosa de que un juez de distrito, de que un malvado que está manchando la magistratura, que está haciendo escarnio de la justicia, ha pretendido declarar la quiebra de esta institución cuando los banqueros habían solicitado el mismo día del cierre de su institución la liquidación judicial; cuando otro juzgado de distrito había puesto ya los sellos en las puertas de la misma institución, una hora después, apenas una hora después de que el juzgado 2o. había colocado los sellos a petición del señor Lacaud, los sellos que garantizaban a los depositantes de que habría una liquidación honorable, habiéndose nombrado a una persona honorable, el señor Legorreta, gerente del Banco Nacional, síndico de esa liquidación, e interventor a un abogado también honorable de la ciudad de México, ambos ajenos a las triquiñuelas y maniobras políticas del Pélece y de todos los grupos políticos, individuos que indudablemente, como en otras ocasiones, iban a cumplir con su deber y a garantizar a la sociedad, a esos pequeños depositantes, sobre todo, que son los que más han sufrido y los que sufrirán más; una hora después, es verdaderamente ignominioso lo que ocurre en México, una hora después un juez de distrito, en un procedimiento de quiebra que dura generalmente tres o cuatro días, ha podido despachar la solicitud que le presentara Martínez de Escobar pretextando que no le habían pagado un cheque y solicitando la declaración de quiebra, y el juez Román ha declarado que había tal quiebra y ha mandado sellar también las puertas del Banco.
Vengo a denunciar aquí cuál es el objeto que persiguen para que lo sepa la nación y para desenmascarar a esos pícaros y para arrancar caretas a esos pícaros de la política y de las finanzas, que no saben hacer más que ensuciar a todos los que los rodean, ya que bastante sucios y bastante puercos están ellos mismos y ahora quieren ensuciar a todos los demás: Martínez de Escobar y Neri manifestaron que ellos romperían los sellos del otro juzgado de Distrito y abrirían las cajas y sacarían los fondos "para derrotar al llamado Partido Cooperatista" - estas fueron sus palabras - con todo el dinero que pudieran tener a su alcance en esta maniobra de quiebra, y Román manifestó claramente que podrían disponer de medio millón de pesos. Hay más de medio millón de pesos en las cajas de Lacaud y ustedes saben que en un procedimiento de quiebra tardado, tortuoso y con interventores de ese calibre - Neri y Martínez de Escobar -, que de la quiebra de la Compañía de Seguros "La Mexicana" han hecho un lío y se han quedado dueños de todo y hasta del edificio de La Mexicana, donde tienen sus despachos y el descaro de no pagar renta; donde Martínez de Escobar, Neri, Pérez Abréu y toda la picardía del Pélece ostentan su desvergüenza, su cinismo y no pagan un centavo de renta por los despachos que ocupan; estos hombres, que en el caso de la Compañía de Seguros "La Mexicana", han podido hacer horrores, estos mismos hombres que han saqueado las arcas municipales, estos hombres que han saqueado, siguen saqueando y saquearán aún más la Caja de Préstamos, esa caja insondable por donde se van los fondos de la nación constantemente, que es el fracaso más grande económico y administrativo del actual régimen y por culpa nada más de esos líderes y también por la inercia que el Gobierno manifiesta, que el Gobierno no tiene para no castigar a los prevaricadores, a los canallas y a los verdaderos rateros, que no merecen otro calificativo; son muy duras mis palabras; no debería yo pronunciarlas por el respeto debido a esta Asamblea, pero es necesario decir, con toda la rudeza del caso, lo que son estos hombres, que han hecho una operación ruinosa para
el país con la famosa venta o compra de los terrenos de Terrazas, llegando hasta el extremo de emitir bonos sin permiso del Congreso de la Unión y adquirir esas tierras en doce o trece millones de pesos, cuando, conforme a la Ley Agraria de Chihuahua, podían haber sido fraccionadas automáticamente, sin que le costara a la nación un solo centavo. Pero, señores diputados, la Caja de Préstamos es un pretexto para que los Zubaran, los Pérez Abréu, los Martínez de Escobar, los Novelo y todos los demás líderes peleceanos se sigan enriqueciendo y cometiendo tropelías; si no es bastante eso, si no les ha bastado saquear los fondos oficiales, ahora quieren saquear también los fondos privados, los fondos de viudas, los fondos de familias humildes, los fondos hasta de algunos diputados que ingenuamente depositaron el día anterior a la clausura de la casa Lacaud varios miles de pesos de anticipos que habían solicitado: esto lo saben ustedes. Pues bien ; Neri y Martínez de Escobar han declarado que tendrán medio millón de pesos para derrotar al Partido Cooperatista en las próximas elecciones municipales del Distrito Federal, porque ellos son candidatos a munícipes y porque tienen también la intención de volver a luchar en toda la República contra nuestro partido. Hablo, pero ya no desde el punto de vista político en que se puede creer que la pasión o que el interés político me mueven o que el interés y la pasión política son capaces de hacerme pronunciar estas frases; no, señores; nada más levanto mi voz por el deber, la obligación que tenemos de velar por los intereses sociales, por los intereses populares, por los intereses de esos hombres humildes, de esas pobres gentes que están confiadas en que la justicia se va a imponer, en que no habrá un magistrado venal en la Suprema Corte de Justicia que en la competencia de juzgados o en la competencia de jurisdicciones de uno y otro juez de distrito dé la razón al pícaro juez de distrito que esté siendo objeto de las maniobras del pélece y cómplice de Neri y Martínez de Escobar. Neri, mientras fue procurador de justicia, tuvo una mafia perfectamente organizada en todo el país con los agentes del Ministerio Público y con los jueces de distrito. Neri en la actualidad es socio de un señor que se apellida Ramos Praslow y que fue nombrado por el juez de distrito, síndico. ¡Ramos Praslow, que aún conserva la confianza del Ejecutivo; Neri y Martínez de Escobar son los rateros de la casa Lacaud! Lo vengo a denunciar para que ustedes, que han de ser los que dicten la última palabra en el asunto del nombramiento de magistrados y jueces, señalen desde ahora con marca de fuego a los malvados, a los prevaricadores, a los cómplices de la ratería que se llaman en algunos casos Román, en otros tienen nombres muy conocidos en la Corte, y en otros, nombres también conocidos en el Ministerio Público, pues, tanto los elementos del Ministerio Público como los de la Corte, como los de los juzgados de distrito están en perfecta inteligencia con Neri y con Martínez de Escobar para llevar a cabo esta maniobra. En nombre, pues, de la verdad, de la justicia y de la honradez, levanto mi voz para que ustedes sepan desde ahora cómo se producen las maniobras político - financieras del Pélece y qué finalidad tienen estas bribonadas. (Aplausos.)
El C. presidente: La Mesa, en la sesión del día 17, rogó a los compañeros Rubén Vizcarra, Juan Pastoriza y Juan de Dios Robledo, miembros de la 8a. Sección de la Comisión de Presupuestos, que a la mayor brevedad presentaran el dictamen relativo a Establecimientos Fabriles, en virtud de que el compañero Morones, que va a asistir a un congreso socialista en Europa, tenía que ausentarse de esta Cámara y deseaba, legítimamente, hallarse presente durante la discusión de este importante ramo. Nuevamente se ruega a los compañeros de la 8a. sección, que faciliten cumplir a la Mesa con este deber elemental de cortesía y de caballerosidad, permitiendo que el compañero Morones esté presente cuando se discuta el Ramo de Establecimientos Fabriles; y espera que activando el estudio de este ramo, será posible que se presente mañana, porque el compañero Morones saldrá, de esta capital el día 24. Se encarece, por tanto, a los compañeros den atención preferente a este asunto para que se presente cuanto antes el dictamen.
El C. Pastoriza: Pido la palabra. Como miembro de la Sección 8a. de la Comisión de Presupuestos, me permito informar a la Asamblea, lo mismo que a la Presidencia, que si aún no hemos rendido dictamen en el presupuesto de los Establecimientos Fabriles Militares, es porque todos los datos que habíamos pedido al compañero Morones para poder fundar debidamente todas las partidas globales que vienen en el presupuesto, hasta la mañana de hoy acaban de ser proporcionados. Por tal motivo, la comisión no ha podido hacer todavía el dictamen relativo a todas las partidas globales, porque la comisión desea presentar un verdadero estudio relativo a este particular. La comisión no se ha concretado a estudiar el proyecto de presupuesto, sino que ha cumplido con la obligación constitucional, procurando revisar las partidas anteriores, porque no sólo la obligación de la Cámara es hacer el estudio de los nuevos presupuestos, sino estudiar cómo fueron invertidas las partidas de anteriores presupuestos. En esta virtud, la comisión ha pedido a Contraloría nota detallada de las partidas en la forma en que han sido gastadas, y cuál ha sido el remanente de esas partidas. Por esa razón la comisión no ha podido rendir dictamen, porque no ha estudiado estos presupuestos a la carrera ni sobre la rodilla, sino que ha procurado fundamentar debidamente cada una de esas partidas. Pero obsequiando los deseos de la Presidencia, la comisión procurará rendir dictamen hoy, para que el día de mañana sea discutido.
El C. presidente: La Mesa agradece a la Comisión sus ofrecimientos y los tendrá en cuenta.
El C. Manrique: Pido la palabra para una rectificación. Más que una rectificación de hechos, es una rectificación de erratas las que quiero hacer, pidiendo perdón a la Asamblea por restarle medio minuto en un asunto personal.
En el DIARIO DE LOS DEBATES, número 52, en la página número 40, se leen, como palabras pronunciadas por mí, éstas:
"... en vista de que parece que en nuestro
Gobierno priva esta doctrina: es necesario, estorbar, contraria a la que debe ser nuestra doctrina de Gobierno: es necesario estimular, fomentar y ayudar todo lo bueno. (Aplausos.)
Son palabras pronunciadas por mí al discutirse la Ley de Caminos; sin embargo, hay una errata. Yo en aquella sesión no dije: parece que en nuestro Gobierno, sino parece que en nuestros gobiernos... Así, genéricamente, parece que en nuestros gobiernos priva esta teoría o esta doctrina, etcétera; no dije, porque no quise decirlo, que en nuestro Gobierno, es decir, en el régimen actual, existiese la tendencia de estorbar. No creo que el régimen a que pertenezco merezca este reproche de mi parte; si lo hubiese creído, así lo habría expresado. Hago esta pequeña rectificación y, por lo demás, es muy explicable la equivocación: en la transcripción taquigráfica en la que, como es sabido, los señores taquígrafos frecuentemente no escriben la s final, la s, signo de plural, a la hora de la traducción tal parece que es indiferente poner: "nuestro Gobierno" en lugar de "nuestros gobiernos". Se puso: "nuestro Gobierno", con mayúscula, cuando yo quise decir genéricamente: nuestros gobiernos, los gobiernos mexicanos.
El C. secretario Barón Obregón: El ciudadano diputado Salvador Franco Urías, presidente de esta Cámara, ha recibido una carta del señor De Neri, subsecretario de Agricultura y Fomento, y como el contenido de la carta atañe a la Asamblea, la Presidencia ha ordenado que se le dé lectura, por lo que la Secretaría va a cumplir con esa orden:
"México, D. F., 18 de noviembre de 1922.
"Señor don Salvador Franco Urías, presidente de la Cámara de Diputados. - Presente.
"Muy estimado señor y amigo:
"Ví en algún periódico una nota referente a que una comisión de esa H. Cámara, que se acercó a la Secretaría de Agricultura y Fomento para hablar con el subscripto, no fue recibida con la oportunidad que la misma comisión deseaba.
"Ya en lo particular tuve el gusto de exponer a algunos ciudadanos diputados las razones que hubo para que yo no hubiera atendido instantáneamente a la comisión de referencia; pero para evitar en lo sucesivo que se repita cualquiera demora que pueda, aunque indirectamente, lastimar a los señores diputados, tengo el honor de manifestar a usted por medio de la presente, que las puertas de mi oficina darán a toda hora libre acceso a los representantes del pueblo, sin trámite previo, de ninguna especie.
"Me es grato, con este motivo, repetirme de usted afectísimo amigo y atento seguro servidor. - R. P. De Negri."
El C. Fabila: Pido la palabra.
El C. presidente: ¿Con qué objeto?
El C. Fabila: Para referirme al trámite. Esa carta se debe a la información que yo proporcioné a esta Cámara sobre el modo como fue recibida la comisión a que alude la propia carta; quiero agregar nada más unas cuantas palabras como comentario a esa contestación del señor secretario de Agricultura, y es que la Cámara debe sentirse satisfecha de que un secretario de Estado haya reconocido la falta de cortesía que se tuvo en el caso particular, y que al mismo tiempo viene a servir de precedente para todas las demás Secretarías donde también se estila una falta absoluta de cortesía para con las comisiones de esta Representación Nacional. La carta se extiende un poco más allá de las comisiones oficiales, y se refiere a que los ciudadanos representantes del pueblo no tendrán ya fronteras en esa Secretaría, y debemos sentirnos satisfechos, porque los diputados no solamente tienen que cumplir comisiones oficiales de esta Cámara, sino que tienen importantes asuntos de sus distritos y de sus Estados, y que, por el hermetismo, por el egoísmo - o no sé cómo llamarle -, de algunos secretarios, es imposible absolutamente poderlos arreglar. Aquella vez me referí al caso de un compañero de Yucatán, que en Fomento tenía ocho días de estar yendo a una cita que le había dado el secretario, y no era recibido; y también a una comisión de Chihuahua, que esperó tres horas, y al cabo fue atendido por un subalterno. Ojalá que esta carta trascienda a las demás Secretarías de Estado, donde se acostumbra tratarnos con desprecio, y que sirva de ejemplo para que en todos los departamentos de Estado, ya sea en asuntos oficiales de esta Cámara, o en asuntos particulares de los diputados, referentes a sus Estados o a sus distritos, tengan las atenciones que deben tener con los representantes del pueblo, puesto que no otra cosa somos nosotros.
El C. Espinosa Luis: Pido la palabra en contra del trámite.
El C. presidente: ¿Cómo desea su señoría la palabra?
El C. Espinosa Luis: en contra del trámite dictado por su señoría.
El C. presidente: Tiene usted la palabra.,
El C. Espinosa Luis: Señores compañeros: Tengo a la vista la carta que el señor De Neri dirigió al señor compañero Salvador Franco Urías; es una carta de carácter completamente particular, de tal manera, que lo único que correspondía era que esta Asamblea conociera la explicación que da el señor De Negri y la conducta que piensa seguir para con los ciudadanos diputados, nada más; pero no puede la Presidencia, en mi concepto, dictar ningún trámite sobre este documento, supuesto que no viene dirigido a la Cámara de Diputados; viene dirigido en lo privado a un compañero de Cámara. Por eso yo me permito sugerir a la Presidencia que no le dé ningún trámite a ese documento, que quedan ampliamente obsequiados los deseos del señor De Negri con qué sus intenciones sean conocidas de toda la Asamblea.
"Por lo que hace al punto concreto de la carta, yo creo que todos nosotros debemos sentirnos verdaderamente satisfechos de que ya en las Secretarías de Estado se empiecen a abrir las puertas en una forma democrática, porque, en realidad, era verdaderamente irritante y humillante para los ciudadanos diputados, el ver cómo eran mal recibidos en muchas Secretarías de Estado. Y no lo digo por mí, que jamás he tenido ninguna dificultad; pero sí por muchos compañeros a quienes he visto la forma tan despectiva en que los han tratado.
Este asunto me había preocupado muchísimo, y yo creo que el señor De Negri se ha excedido al ofrecer que las puertas de su Secretaría estarán siempre abiertas para todos los diputados. Yo siempre había entendido que los ciudadanos secretarios de Estado tienen la obligación de fijar uno, dos o tres días a la semana, también con horas precisas, para recibir a los componentes del Poder Legislativo que van a esas oficinas a tratar asuntos oficiales. Esto, por cuestión de sistema y de método de trabajo para ellos y respeto a los miembros que componen el Poder Legislativo. Como veo que el señor De Negri se ha excedido al disponer que las puertas de su Secretaría estén abiertas a todas horas, yo creo que este ejemplo debe seguirse por los demás secretarios de Estado, y me parece muy oportuna la lectura de este documento, porque llegará a conocimiento de las demás Secretarías de Estado y, de seguro, cambiarán de conducta para con nosotros; por lo demás, debo decir a una voz que acostumbra saltar siempre por allí y que es lo único que sabe hacer, que si bien es cierto que es costumbre recibir a los ciudadanos disputados en esa forma, también es que no están obligados los secretarios de Estado, que de seguro tienen mucho trabajo, a recibir a cualquiera hora a quien se acerque. Todo hombre que sabe el trabajo de oficina, sabe que hay que fijar días y horas precisas para tratar determinados asuntos, y a esto me refería yo; por lo demás, ojalá que los secretarios de Estado recibieran no solamente en sus oficinas, sino en su casa particular a toda hora. (Risas. Aplausos.)
El C. presidente: La Presidencia retira su trámite. Estando inscriptos para hablar con motivo de asuntos personales y de hechos el ciudadano Isidro Fabela y José Siurob, la Mesa ruega a la Asamblea que con motivo de estas aclaraciones no se pida nuevamente la palabra, porque no podríamos entrar a la discusión de presupuestos, y eso sería una pérdida de tiempo. Tiene la palabra el ciudadano Fabela Isidro.
El C. Fabela Isidro: Voy a ser muy breve, señores diputados.
Cuando tuve el honor de ingresar a la Asamblea, me propuse no tomar parte en una discusión de carácter personal; pero esta vez un amigo mío se acercó a suplicarme hiciera una rectificación que afecta su honor. Yo no me podía negar a esta insinuación y por eso lo he hecho. El señor González afirma que esos documentos que se han leído aquí son falsos, y el señor Arroyo afirma que son auténticos; en consecuencia, yo soy el primero que deseo que se dilucide la verdad, porque si realmente mi amigo, el señor González, se mezcló en política siendo extranjero, yo sería el primero en reprochárselo y enérgicamente, con tanto mayor razón, cuanto que él me ha suplicado que viniera a esta Cámara a tomar su defensa, asegurándome que no se mezclaba en asuntos políticos. Una vez que se resuelva si la documentación es auténtica o no es auténtica, la Cámara quedará satisfecha; pido, pues, a ustedes, señores diputados, que tengan en cuenta esta rectificación mía y que no hubiera jamás pedido la palabra, si no se hubiera tratado de un asunto de amistad y si no hubiera estado convencido, por supuesto, de que el señor González me decía la verdad.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Siurob.
El C. Siurob José: Ciudadanos representantes: Es solamente la obligación y el deber como leal y sincero amigo de dos personas aludidas en esta tribuna, lo que me obliga a venir a distraeros por muy breves momentos.
Hace un poco de tiempo, el señor Prieto Laurens, con la intemperancia de lenguaje que le es peculiar ha venido a esta tribuna parlamentaria en seco, sin que hubiera ningún asunto en conexión con este negocio, a aludir a dos personas: al licenciado Martínez de Escobar y al licenciado Neri. Digo, en seco, porque aquí no se trataba ningún negocio que tuviera relación con la quiebra de la casa Lacaud; únicamente el deseo especial de zaherir a estas personalidades; ignoro si será por la cuestión política municipal o ignoro por qué otra cosa, el señor Prieto Laurens se ha permitido llamar a estas personalidades rateros desde esta tribuna parlamentaria. Como quiera que yo soy amigo de los aludidos y siempre he tenido la satisfacción de ser amigo de ellos, porque sé perfectamente que no son rateros, sino personas honorabilísimas, aunque de distinto grupo político al que pertenece el señor Prieto Laurens, vengo a decir a este señor que es falsa en lo absoluto esta aseveración; que si tiene los documentos o las pruebas con qué demostrarlo, que lo haga ante la opinión pública, ya que ella sabrá en el momento preciso poner en su verdadero lugar a cada quien. Si el señor Prieto Laurens demostrase que son rateros, yo seré el primero en retirarles mi amistad; pero mientras eso no se pruebe...
El C. Prieto Laurens: ¿Quiere usted que se lo demuestre?
El C. Siurob: Mientras eso no sea, yo lamento muy sinceramente que sea precisamente el líder de la mayoría oficial, (Voces: ¡No! ¡No!) el que venga a interrumpir...(Murmullos)
El C. Prieto Laurens: ¿Me permite una interpelación, señor diputado?
El C. Siurob: Conste que yo no he suscitado este debate; yo no vengo aquí nunca con politiquerías; pero tampoco voy a permitir que en seco y sin causa absolutamente ninguna, se insulte a personalidades que para mí significan y representan, y para las cuales el señor Prieto Laurens debería tener siquiera un poco de más respeto, puesto, que se trata de un partido que ha contendido con el suyo.
El C. Prieto Laurens: ¿Me permite usted una interpelación?
El C. Siurob: Con mucho gusto.
El C. Prieto Laurens: con permiso de la Presidencia. Dice su señoría que si tengo pruebas, porque de lo contrario la opinión pública juzgará mi ligereza, etcétera, etcétera, y mi intemperancia. Ciertamente mis palabras han sido muy duras, pero son justas y verdaderas, señor diputado. Mi interpelación consiste en esto: ¿sabe usted si el señor Pérez Abréu, en unión del señor Eduardo Neri y del señor Martínez de Escobar robaron las arcas municipales? ¿Lo sabe usted?
El C. Siurob: No.
El C. Prieto Laurens: Pues el señor doctor
Miguel Alonzo Romero va a publicar las pruebas que yo exhibiré aquí y que exhibiré ante la nación entera. (Aplausos.) ¿Sabe usted, señor doctor - para mí muy respetable, usted, sí, líder peleceano honrado -, sabe usted lo que han hecho los señores Eduardo Neri y Martínez de Escobar en la quiebra de la Compañía de Seguros "La Mexicana"? ¿Sabe usted si pagan la renta de sus despachos? Pues esas pruebas también las vamos a traer nosotros para arrancar las caretas de que hablaba hace un momento. No he dicho yo eso con ligereza ni por intemperancia, sino porque afecta hondamente al país en estos momentos de situación crítica financiera, que están haciendo más crítica aún estos individuos que se aprovechan de la mafia que pudieron tener a la sombra del dominio político que tuvieron hace un año, el señor Neri y el señor Martínez de Escobar, están en connivencia con los jueces y con los magistrados, algunos, por supuesto - que hay excepciones muy honrosas - con algunos jueces y magistrados y con algunos agentes del Ministerio público, para orillar a la casa bancaria Lacaud a una quiebra, cuando esta casa está declarada en liquidación judicial, y ustedes saben bien, compañeros, que la liquidación judicial garantiza a todos los depositantes debidamente, y la quiebra no garantiza absolutamente nada, no conduce más que al manoteo y al fracaso absoluto de la institución, y por la defensa de los interesados, que son muchos, y que por no ser capitalistas, sino que son pequeñas economías que existen allí depositadas, por la defensa de ellos, no en seco, sino porque está palpitante, no porque afecte también a algunos diputados, sino a la nación entera, porque, ¿acaso la Asamblea ignora, y usted también ignora que acaba de quebrar, que acaba de cerrar sus puertas la casa banquera de Monterrey, porque le sucedieron muchas cosas por el estilo, porque veía la falta de garantías y la falta de justicia que hay en México? ¿cree usted que no hay justicia y verdad en mis palabras? ¿cree que no siento lo que digo, cuando estos individuos en forma inconveniente inventan una quiebra? ¿qué pretende estos individuos al hacer esa maniobra, cuando ya se está haciendo la liquidación judicial? ¿con qué objeto los señores Martínez de Escobar y Neri pugnan por que los sellos de un juzgado predominen sobre los de otro? No hay más que este objeto: robarse los fondos de la casa Lacaud.
El C. Siurob: señores diputados: Cuando se asevera una cosa, se traen las pruebas en la mano, no se habla a ojo. El señor Prieto Laurens debió haber traído aquí los documentos que le prometió Alonzo Romero, traidor al P. L. C., y. señores diputados, hay que fijarse en que las aseveraciones de un traidor a un partido político, no son pruebas para venir a lanzar cargos como los que ha venido a lanzar el señor diputado Prieto Laurens. De manera que no se sabe todavía quiénes habrán sido los que habrán robado, si Pérez Abréu y Neri, o Alonzo Romero. En esto no están de acuerdo las crónicas, y nos falta mucho para saber quiénes han sido los verdaderos rateros.
En cuanto al señor Martínez de Escobar, es síndico de la Compañía Mexicana; la mexicana representa también bienes de muchos pobres, de muchos individuos que fueron a depositar allí sus capitales, que con las dificultades generales del país tuvo también que ponerse en liquidación judicial. Ahora bien; en estas condiciones, tan defiende los bienes de pobres Martínez de Escobar cuando se trata de asegurar los bienes de "La Mexicana", como lo han hecho los que defienden a la casa Lacaud. Aquí se trata de dos casas bancarias y desde este punto de vista yo no me mezclo ni a favor de una casa ni a favor de otra, porque yo nunca he acostumbrado defender los intereses de los capitalistas; pero sí no creo que nadie pueda dar crédito a aseveraciones calumniosas lanzadas sin pruebas. Todavía cuando el señor Prieto Laurens venga a traer pruebas, entonces, si esas pruebas son ciertas, yo seré el primero en rendirme ante ellas; pero mientras esas pruebas no se presenten aquí, nadie puede dudar todavía de la intachable honorabilidad de Martínez de Escobar ni de Neri hasta los actuales momentos. (Voces: ¡Huy! ¡Huy!) Por otra parte, como argumento político también es impropio, porque en los momentos en que estamos discutiendo los presupuestos no es el momento en que el jefe de una mayoría oficial (Voces: ¡No! ¡No!) venga a interrumpirnos con una labor... (Voces: ¡No! ¡No! Campanilla.) ¿Cómo, no es oficial, señores? (Voces: ¡No!, señor!) Si la imposición está verificándose en estos momentos en todo el país. ¿Cómo entraron tantos aquí? (Murmullos. Voces: ¡No! ¡No!) No hay derecho para decir que no es oficial. ¡Eso lo sabe todo el pueblo mexicano, que es una vasta serie de imposiciones! Estamos dentro de un nuevo porfirismo, porque ya no volverá a haber elecciones libres. ¿Cómo se me quiere venir a decir que no es un partido oficial? ¿Quién no sabe de dónde sale el oro y de dónde sale el apoyo oficial? ¿Quién no sabe todo eso? ¡Y venís a hacer gala y ostentación de pureza de principio cuando se trata de cosas que perfectamente la nación conoce! Yo no quiero revolver ambientes políticos; yo quiero que en esta Cámara se trabaje, pues fue mi promesa al entrar a esta Cámara: trabajar, y a esto he venido y a esto todos venís. Conste que si hoy me veo obligado a mentar una palabras de política militante, es porque el jefe de la mayoría es el primero que me obliga a ello, si no, no lo hubiera hecho. Vamos a discutir los presupuestos, y yo seré el primero que vendré a discutirlos dentro de los principios de la justicia, vosotros lo sabéis perfectamente.
Así pues, yo pido a la opinión pública también que aplace su juicio en este asunto, hasta que vea efectivamente quiénes son los rateros, quiénes son los bribones o los especuladores; pero mientras tanto, no hay derecho para venir a inculpar a personalidades hasta hoy inmaculadas desde el punto de vista hacendario. (Siseos.) En la política ya lo sé que son nuestros contrarios y tenéis razón para sisearnos a ojo; pero si vosotros pensarais con vuestra cabeza, veríais que hoy sois el partido dominante y mañana vendrá otro partido que os substituirá en esta revuelta continua de la política nacional en que todo el que manda quiere formar un partido a su antojo, en que se gobierna con partidos políticos, en que casi hemos llegado a la conclusión de que no podrá haber más que partidos oficiales en el futuro, porque asistimos precisamente
a una especie de nuevo porfirismo, más torpe que aquél, porque está hecho con individuos que tienen todavía menor capacidad. Ahora bien, señores; en estas condiciones yo pido, señores, a la opinión pública, que suspenda su juicio y que no haga caso de estos argumentos políticos de camarilla, sino que llegado el momento sepa a quién dar el verdadero fallo, el fallo justiciero que el pueblo sabe dar en estos casos; pero mientras tanto, esto no es más que un argumento político relacionado con las elecciones municipales. Esto no se debe tratar aquí adentro, el tiempo que nos queda es demasiado corto y no vamos a perderlo. Vamos a trabajar y yo seré el primero, pero sí pido a las mayorías que si no quieren que las minorías vengamos a interrumpir aquí en la labor de reconstrucción nacional, que no vengan ni sus jefes ni sus inferiores a provocar asuntos políticos en que nosotros tendremos, por lo menos, que venir a defendernos.
El C. presidente: Continúa a discusión la partida 2,080 bis; hablaron seis oradores, hubo ocho interpelaciones; la Secretaría se servirá consultar a la Asamblea si está suficientemente discutida.
El C. secretario Barón Obregón: La Secretaría consulta a la Asamblea si está suficientemente discutida la partida 2,080 bis, que se relaciona con el juez de distrito de Tuxpan, Veracruz. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Suficientemente discutido. Se procede a recoger la votación nominal. Se va a votar la partida 2,080 bis, que consulta el sueldo del juez de distrito de Tuxpan con la cantidad de cincuenta pesos diarios. (Voces: ¡No! ¡No! ¡Cuarenta!) Cuarenta pesos diarios. Por la afirmativa.
El C. prosecretario Martínez Adame: Por la negativa.
(Se recoge la votación)
Presidencia del C. MURGUÍA SALVADOR
El C. prosecretario Martínez Adame: Votaron por la negativa tres ciudadanos diputados.
El C. secretario Barón Obregón: Por la afirmativa votaron ciento treinta y seis; en consecuencia, ha sido aprobada la partida 2,080 bis.
Se han terminado de discutir todas las partidas presentadas por la comisión, del presupuesto a discusión, hasta la 2,101 inclusive, quedando pendientes únicamente las tres partidas relativas a la Defensoría, que fueron impugnadas por el ciudadano Domínguez Enrique J. La comisión va a hacer uso de la palabra para presentar las partidas a discusión.
El C. Lailson Banuet: Señores diputados: Las partidas a que se refirió la Secretaría son los 2,088, que consulta un jefe del cuerpo de defensores de oficio con residencia en la capital, con diez y ocho pesos diarios. La Secretaría de Hacienda y el señor Domínguez, que objetan estas partidas, han propuesto la reforma siguiente: un jefe del cuerpo de defensores de oficio con residencia en esta capital con veinticinco pesos diarios. La comisión somete esto a vuestra consideración y hace suya esta reforma por creerla absolutamente justa. El jefe de la Defensoría de Oficio no cree que esté bien remunerado con la suma de diez y ocho pesos diarios.
El C. secretario Barón Obregón: Está a discusión la partida 2,088, presentada por la Comisión de Presupuestos en el sentido siguiente:
"Un jefe del cuerpo de defensores de oficio con residencia en la capital, con $25.00 diarios."
Está a discusión. Los oradores que deseen hacer uso de la palabra pueden pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva esta partida para su votación.
El C. Lailson Banuet: La siguiente es la 2,089: "Cuatro defensores de oficio adscriptos al jefe del cuerpo y que atenderán a la vez el servicio en el Tribunal del primer circuito y en los seis juzgados de Distrito en el Distrito Federal", con diez pesos diarios.
La Secretaría y los impugnadores la proponen en la siguiente forma: ocho defensores de oficio, y la diferencia de sueldos es de diez a quince pesos. (Voces: ¡No! ¡No!)
El C. Castilleja: ¿Me permite una interpelación la comisión? ¿Tuviera la bondad de decirme si los defensores de oficio no tienen la profesión libre?
El C. Lailson Banuet: Sí la tienen, excepción hecha de los del Ramo federal.
El C. Castilleja: Entonces yo creo que es inconveniente que se les pague quince pesos diarios, toda vez que tienen la profesión libre.
El C. Lailson Banuet: Yo suplico a la Presidencia mande dividir la partida en dos partes: la primera con el aumento de personal, y después discutiremos los sueldos, si no no vamos a saber qué cosa se discute. Que se consulte primero el aumento de cuatro a ocho defensores.
El C. González Julián S.: Para una interpelación. ¿En qué se basó la comisión para hacer ese aumento? ¿qué razones de peso tuvo? Lo deseo saber para hacer el comentario.
El C. Lailson Banuet: Las razones que han expuesto los impugnadores son, entre otras, que es absolutamente insignificante el número de cuatro abogados para defender a todos los reos.
El C. Peña Aurelio: Pido la palabra. La comisión ha solicitado que se divida en dos la partida, una en que se pide aumento de personal y otra en que se pide aumento de sueldo. Yo creo que es lógico lo que la comisión pide antes de que sigamos discutiendo este asunto, para que sepamos a qué atenernos.
El C. Barón Obregón: La Presidencia, por conducto de la Secretaría, pone a discusión la partida 2,089, en la siguiente forma: consulta en lugar de cuatro defensores de oficio adscriptos al jefe del cuerpo y que atenderán a la vez el servicio en el Tribunal del 1er. Circuito y en los seis juzgados de Distrito en el Distrito Federal, poniéndola con ocho defensores de oficio.
El C. González Julián S.: En contra.
El C. Castilleja: En contra.
El C. González Julián S.: Una interpelación a la comisión. Yo creo, señores diputados, que es vicioso, morboso, y perjudicial para esta Cámara incurrir en el error a que me refería yo en la última sesión en que se trataron los presupuestos, error que trae como consecuencia que esta Cámara se convierta en más papista que el papa; yo dije entonces, y lo sostengo ahora, que si la Suprema Corte, conocedora de todas las triquiñuelas...
El C. Martínez Adame: ¡Moción de orden!
El C. González Julián S.: No hay desorden, usted es el que lo introduce.
El C. Martínez Adame: Me permito suplicar al compañero González, para evitarnos pérdida de tiempo y un discurso en toda forma, que ya ha enviado el Ejecutivo una adición al presupuesto del Poder de Justicia. De manera que la comisión no es más papista que el papa, no hace más que hacer suya una adición al presupuesto del Poder judicial enviada por la misma Secretaría de Hacienda.
El C. González Julián S.: No voy a hacer muy largo y no pretendo hacer un discurso, por esto hablo desde mi curul. Yo hice antes una interpelación a la comisión y no supo contestármela: se refirió a la Secretaría de Hacienda, diciendo que la Secretaría de Hacienda estaba de acuerdo en que fueran ocho los defensores de oficio y que ganaran a razón de quince pesos diarios. En ese caso la comisión ha incurrido en un error. ¿Por qué no aclaró que era la Suprema Corte de Justicia, por conducto del Ejecutivo, la que lo había pedido?
El C. Lailson Banuet: Naturalmente que el conducto es la Secretaría de Hacienda, por el que ha llegado aquí, es el conducto por el que ha llegado, por una parte; por lo demás, no me parece a mí que sean muy numerosos ocho defensores para todos los asuntos que se atienden y que vienen en aumento, porque probablemente el compañero González leerá el número de criminales que surge diariamente.
El C. secretario Barón Obregón: Se consulta a la Asamblea, en votación económica, si aprueba la modificación presentada por el Ejecutivo y enviada a esta Cámara por conducto de la Secretaría de Hacienda, relativa a que se aumente el número de defensores de oficio, adscriptos al jefe del cuerpo, que atenderán a la vez el servicio en el Tribunal del 1er. Circuito y en los seis juzgados de Distrito en el Distrito Federal.
Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. (Voces: ¡No se aprueba!)
El C. González Julián S.: ¡Que se haga la declaratoria!
El C. secretario Barón Obregón: No se aprueba entonces el aumento a ocho defensores. Ahora la Secretaría va a poner a discusión la misma partida, asignándoles en lugar de diez pesos de sueldo, quince pesos diarios a los cuatro defensores que la Cámara acepta. Está a discusión.
El C. Peña Aurelio M.: Pido la palabra en contra. Pido la palabra para hacer una interpelación a la comisión. Suplico atentamente a la comisión se sirva informar si estos defensores de oficio, como lo preguntaba hace un momento un compañero, tienen la profesión libre en estos ramos.
El C. Lailson Banuet: yo tengo entendido que en el ramo federal no, señor; en el resto, sí.
El C. Peña Aurelio M.: Pues me parece excesivo que se pague a los defensores quince pesos diarios teniendo la profesión Libre y siendo muy poco el trabajo que tienen. Yo he desempeñado ese encargo y me he podido convencer de que casi todo el tiempo queda uno libre para otra clase de trabajo de la misma profesión. Yo creo que con diez pesos es suficiente para remunerar ese cargo.
El C. Lailson Banuet: La comisión se permite ceder su turno para que conteste a los impugnadores, el señor Domínguez.
El C. Domínguez J. Enrique: Honorable Asamblea: No parece sino que se ha puesto la atención debida sobre este punto y esta es la razón por la cual de una manera ligerísima se ha rechazado la propuesta presentada por el ejecutivo para aumentar el número de defensores de cuatro a ocho, por ser eso estrictamente necesario para las atenciones del servicio. No es, como decía el compañero González, que la asamblea se haga más papista que el papa, porque esta iniciativa está perfectamente fundada, porque en reciente visita practicada por el procurador...
El C. Espinosa Luis: Señor presidente: Para una moción de orden. El ciudadano Enrique Domínguez, que está haciendo uso de la palabra, está defendiendo una partida que ya rechazó la Asamblea. Le ruego que le llame la atención para que se concrete al punto a discusión.
El C. Domínguez J. Enrique: Creo que tengo libertad para poder fundar mi proposición, haciendo alusión a otras partidas ya aprobadas. En fin, para no ser más extenso y para concretarme, como la Asamblea lo desea, al punto a debate, voy a manifestar a ustedes que los diez pesos de que actualmente gozan los defensores de oficio, no es un gran sueldo, por razón de que tengan la profesión libre, como dice el señor Castilleja. Para un profesionista, la cantidad de diez pesos diarios me parece que es insignificante, si se tiene en cuenta que, por más que se tenga la profesión libre, cuando se desempeña un empleo, es ésta enteramente ilusoria, realmente no pueden dedicarse al ejercicio de la profesión si destinan todo su tiempo al desempeño de su empleo. En esta virtud, creo que la Asamblea federal, debe aprobar el aumento a los quince pesos diarios, tanto más si se tiene en cuenta que la criminalidad, como dice el compañero Lailson, ha aumentado mucho, y esto, naturalmente, hace que haya un recargo de trabajo en esas oficinas, para lo cual es insuficiente el número de cuatro defensores y es por eso que el procurador ha encontrado que muchos reos no tenían defensor, y de allí partió la idea, no precisamente de la Suprema Corte, sino de las deficiencias que el procurador encontró en este servicio, y por eso el Ejecutivo gestionó, o propuso a la Corte el aumento de defensores de oficio y la mejor remuneración de éstos. Así pues, yo creo que es altamente conveniente aprobar la partida tal como la presenta la comisión y, en ese sentido, pido a la Asamblea tenga a bien hacerlo.
El C. Peña Aurelio M.: Pido la palabra para una interpelación. Saben muy bien los señores diputados
que la mayor parte de los presentes van a las cárceles a ofrecerse como defensores de los reos; de manera que la cuestión de crear defensores de oficio, es simplemente crear canojías y aumentar el presupuesto, en estos momentos en que es necesario hacer economías. Me parece que con diez pesos que se señalen, es bastante; lo sabe muy bien el señor Domínguez; él fue pasante también e iba allí, como yo, a las cárceles, a ver si era posible salvar a algún reo, y se hace con mucho más empeño, muchas veces, que por los mismos profesionistas, a quienes por obligación se les imponen que defiendan a los reos. ¿Sabe eso la comisión?
El C. Lailson Banuet: Sí, lo sabe, y si la Asamblea no está de acuerdo con esta partida, no tiene inconveniente en retirarla para presentarla nuevamente modificada.
El C. Espinosa Luis: Pido la palabra en pro.
El C. presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Espinosa Luis: Ciudadanos representantes: Yo les ruego que tengan la bondad de poner su atención en este asunto. El ciudadano Domínguez paso por esta tribuna sin que yo lo oyera, a pesar de que estoy seguro de que, en el fondo, tiene razón. Primero, la Comisión de Presupuesto, por sugestión de algunos compañeros, propuso que el número de cuatro defensores de oficio adscriptos al jefe del cuerpo de estos mismos defensores, se aumentara a ocho; la Asamblea, sin darse cuenta de lo que se trataba, rechazó esta proposición. Yo creo que no hizo bien, porque, señores, hay infinidad de individuos en las prisiones, que no pueden salir ni siquiera a alegar justicia, porque no tienen quien los defienda, y nosotros hubiéramos, naturalmente, puesto ante los tribunales federales defensores que hubieran servido para atender los negocios, que tal vez corresponderán a muchos de nuestros propios comitentes; sin embargo, esta Asamblea no quiso atender esta sugestión y votó la partida en contra; pero ya que se propone esta partida reformada en el sentido de que sean los cuatro defensores que actualmente están funcionando, yo vengo a abogar ante vuestras señorías porque se les asigne el mezquino sueldo de quince pesos a cada uno de ellos. Ahora, yo entiendo, ciudadanos diputados, que no puede, en realidad, pagársele menos, cantidad más irrisoria, a un ciudadano abogado que, para ir a desempeñar el puesto de defensor, tiene que ostentar a fuerza un título, porque la Ley de Organización de Tribunales Federales manda que, para poder ser defensor, se necesita ser abogado titulado y con varios años de práctica. Yo entiendo, ciudadanos diputados, que difícilmente podrá encontrarse quien desempeñe un cargo en estas condiciones. Sé que también hay un artículo que dice que, en los lugares donde no haya abogados titulados, podrán serlo los que no lo sean; pero aquí estamos legislando por lo que hace a los defensores de la capital de la República, y claro está que no vamos a tener aquí el bochorno de poner como defensores a individuos que no tengan título profesional. Aquí pasan muchas cosas que son verdaderas inconsecuencias: no tiene empacho en aprobar una partida con un sueldo de siete pesos diarios para el que va a desempeñar las humildísimas funciones de conserje de la Suprema Corte de Justicia y, en cambio, sí se ponen reparos para asignar un sueldo de quince pesos al que va a desempeñar las elevadas funciones de defensor en el fuero federal en el Distrito Federal. Yo entiendo, ciudadanos representantes, que es una ofensa a todos los profesionistas, estar regateando estos sueldos tan mezquinos; yo pido que, por solidaridad y por espíritu de justicia a todos los profesionistas que están en esta Asamblea, que por dignidad misma apoyen el aumento a quince pesos que se pide para estos cuatro defensores de oficio; sólo así podrán estos señores desempeñar con acierto y con un tanto de gusto, sus funciones, porque estoy seguro de que nadie que no tenga lo bastante para comer, aunque sea lo más modestamente que se quiera, pueda trabajar con gusto. Esto es imposible, ciudadanos representantes, y yo pido, por lo tanto, que se atienda la petición y que sea aprobada la partida tal como la presenta la comisión.
El C. García Téllez: Para una interpelación a la comisión. Me permito hacer atentamente una interpelación a los compañeros que se han estado oponiendo a la proposición que presenta la comisión.
Se ha dicho que el pueblo tiene hambre y sed de justicia; se ha dicho que los tribunales judiciales son, digamos, el albañal donde se resumen las más grandes inmoralidades sociales; pero cuando se trata de que en ese cuerpo judicial haya un personal que defienda gratuitamente a quien tiene fondos para remunerar a un buen abogado que lo defienda ante los tribunales; cuando se trata de que la mayoría, que son aquellos que carecen de recursos para ir ante los tribunales con éxito y que sean defendidos, digamos, por la tutela del Gobierno, que remunera a un cuerpo, como es el de defensores de oficio, con el objeto de que aquellos que carecen de recursos, que son los más, los que se encuentran más vejados ante los tribunales, los que están inermes cuando en su contra se sigue una causa, los que no pueden promover, porque no pueden ni siquiera ser patrocinados por un mediano abogado que les cobre un sueldo regular, no tiene, tampoco los recursos, ya no digamos para defenderse, sino para cohechar, como lo hacen todos aquellos que tienen bastante dinero para ir a los tribunales, ¿por qué, entonces, si la Cámara quiere que ante la Administración de Justicia el pueblo encuentre defensores que puedan defenderlo con éxito ante abogados pagados, ante aquellos que puedan ir con éxito a los tribunales, por qué, entonces, se le cierran las puertas y se trata de mal remunerar y de reducir el número de aquellos individuos que, por conducto del Estado, son los que patrocinan las causas de los que no tienen para defenderse y de los que no pueden pagar quien los defienda? En consecuencia, mi interpelación va a los impugnadores en esta forma.
El C. secretario Barón Obregón: No los hay.
El C. García Téllez: Sí, se han estado oponiendo; si en varias ocasiones han hablado en contra... (Campanilla.)
El C. presidente: Se advierte al ciudadano diputado García Téllez que ningún ciudadano diputados ha tomado la palabra en contra de esta partida a discusión, pues solamente han usado de ella para hacer aclaraciones o interpelaciones a la comisión.
El C. García Téllez: El buen hecho de que no vayan
a inscribirse, de que no cumplan con la formalidad parlamentaria de dirigirse al presidente para impugnar determinada partida, no quita que diversas personas a las que he estado escuchando hagan diversas observaciones en contra de la aprobación de esta partida. Por lo tanto, yo me permito preguntar a aquellos compañeros, ya no digamos que han cumplido con la formalidad protocolaria de dirigirse al presidente, sino que simplemente ellos en su convicción creen que no debe aumentarse el sueldo a los defensores de oficio, ¿en qué forma creen que la justicia, que el pueblo que no tiene recursos, que no tiene medios para defenderse, que ignora los procedimientos técnicos de la defensa, pueda remunerar a un abogado para que lo defienda ante los tribunales?
El C. secretario Barón Obregón: No habiendo sido impugnada esta partida, se reserva para su votación. Está a discusión la partida 2,090, que dice: Treinta y nueve defensores de oficio, con la adscripción que se les señale a los tribunales de Circuito y juzgados de Distrito en los Estados y Territorios, con diez pesos diarios,"
Está a discusión.
El C. Espinosa Luis: Pido la palabra, señor presidente, para una aclaración. El ciudadano Barón Obregón hace la sugestión de que ninguno fue a inscribirse en contra, que no había con ese carácter ninguno que pidiera la palabra; a mí me hizo esta sugestión; que pidiera la palabra para aclaración. Yo de plano rechacé esta sugestión, y así es como se explica que no haya nadie que haya hablado en contra de determinada partida, cuando efectivamente varios de los compañeros que han pedido la palabra para aclaraciones, ha sido para hablar en contra. Yo ruego que sea sincero y que se llame a las cosas por sus nombres, y que se proceda como está obligada la Secretaría en este caso.
El C. secretario Barón Obregón: Para hacer una aclaración. Efectivamente, algunos compañeros que han tratado de hacer uso de la palabra y que solamente su deseo es hacer interpelaciones a la comisión, les he manifestado que es obvio de tiempo, y para evitar que una partida sea impugnada y tenga que recogerse votación y perderse el tiempo, se concreten a hacer interpelaciones, que de esa manera no es una impugnación de hecho a la partida; como en este caso esta partida no ha sido impugnada, presentaron interpelaciones el señor González y el señor Castilleja, y el ciudadano Espinosa vino a hablar en pro; el señor :Domínguez vino a hablar en pro; el señor García Téllez ha hablado en pro; de hecho esta partida no ha sido impugnada, es la declaración que hace la Secretaría. Está a discusión la partida 2,090. No habiendo oradores inscriptos ni en pro ni en contra, se reserva para su votación. Habiendo sido terminado de discutir el proyecto presentado por la Comisión de Presupuestos respecto al Ramo Tercero, o sea el del Poder Judicial... Se ha acercado a la Presidencia el ciudadano Martínez Adame proponiendo una adición.
El C. Gandarilla: Las adiciones son después.
El C. Martínez Adame: Ciudadanos diputados: Yo tenía apartada la partida 2,091, que es la que se refiere al oficial 2o. de la Defensoría de Oficio federal; seguramente se me paso y se votó sin que yo me diera cuenta, y vengo a proponer a vuestra soberanía una adición a esta partida, fundado en las razones brevísimas que voy a exponer: el oficial 2o., señores, en la Defensoría de oficio, lleva, pudieramos decir, la parte técnica de la Defensoría. Hay una disposición reglamentaria en la Defensoría de oficio que encarga a estos funcionarios, o a este servidor, llevar una estadística de todas las promociones, mejor dicho, llevar un expediente particular de todas las promociones, de todos los procesos que se llevan en la República, hacer una estadística de concentración de datos de todos los procesos que se llevan en los diversos juzgados de Distrito de la República. Y como ustedes verán, señores diputados, es una labor que puesta en hombros de un solo empleado: necesita ser suficientemente retribuído. Además, como digo, la función principal de este empleado es llevar un expediente de todas las promociones que hacen los defensores de oficio en los distintos juzgados, para que se pueda saber si esos defensores hacen las promociones debidas, si interponen recursos que proceden, si no tienen omisiones en sus funciones; por consiguiente, este empleado general debe ser abogado, y solamente por el misérrimo sueldo que actualmente tiene y que ha tenido en los tiempos pasados, no ha podido llenar esta función, y a veces se tiene que recurrir hasta a individuos que no conocen Derecho; pero si queremos hacer una oficina eficiente, una verdadera Procuraduría de Defensa Federal, como es indispensable ya, puesto que es una oficina que tiene jurisdicción en toda la República, puesto que tiene adscriptos defensores en los juzgados de Distrito de la República, si queremos, digo, que esta labor del empleado sea eficiente, necesitamos retribuirlo bien para que tengamos derecho también a llegar a exigirle que pueda ser abogado, un individuo, en fin, que conozca cuestiones de Derecho. En esa virtud, señores diputados, yo me permito suplicar a ustedes que en vez de ocho pesos cincuenta centavos que tiene asignados este empleado, se le ponga el sueldo de doce pesos diarios para que tengamos derecho a exigir que sea un empleado conocedor del asunto. Es un solo empleado, y en este aumento es miserable, porque no vale la pena. De manera que yo espero que vuestra soberanía no ponga reparo a esta adición que me permito proponer.
Presidencia del
C. PUIG Y CASAURANC JOSÉ
MANUEL
El C. secretario Barón Obregón: La Presidencia, por conducto de la Secretaría, consulta a la Asamblea si se toma a consideración la proposición hecha por el señor Martínez Adame. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. No se toma en consideración. En consecuencia, se va a proceder a recoger la votación de las partidas no objetadas. Se suplica a los ciudadanos diputados se sirvan ocupar sus lugares. Muy encarecidamente se suplica al ciudadano Siurob se sirva auxiliar a la Secretaría.
Por la afirmativa.
El C. Martínez Adame: Por la negativa.
(Se recoge la votación.)
El C. secretario Barón Obregón: Votaron por la afirmativa ciento treinta y seis ciudadanos diputados; en consecuencia, ha sido aprobado el Ramo Terreno relativo al Presupuesto del Poder Judicial.
- El mismo secretario, leyendo: "Señor:
"A la 5a. Sección de la Comisión de Presupuestos y cuenta fue turnado, para estudio, el proyecto de presupuesto del Ramo Décimotercero, para 1923, enviado por el Ejecutivo de la nación, y después del examen de cada una de las partidas que forma dicho proyecto de presupuesto, esta misma sección ha llegado a las conclusiones siguientes:
"1a. Entre el proyecto enviado por el Ejecutivo y el presupuesto del año actual, existe una economía de $77,192.50, consistente, en cuanto al personal, en la supresión de dos plazas de $15.00, una de $10.00, dos de $8.50, una de $7.50 y cuatro de $3.50, y $50,000.00 en las partidas globales; pues el presupuesto del año actual asciende a... $446,225.00, y el proyecto para el año entrante suma $369.032.50. correspondiendo a sueldos, la cantidad de $252,032.50, y a gastos ordinarios y eventuales, la cantidad de $117,000.00, siendo la economía, como se dijo antes, de $77.192.50.
"2a. Deseosa la comisión que subscribe de hacer prudentes economías dentro de la posibilidad, ha creído conveniente reformar las partidas números 14,001. 14,0006, 14052, 14,054, 14,056 y 14,062, correspondiendo, respectivamente, a los sueldos de director del departamento y jefe del Departamento de Compras, a las partidas globales de alumbrado, teléfonos, calefacción, fuerza motriz, de talleres, viáticos para pasajes de empleados que se comisionen fuera de la capital, y a los gastos extraordinarios e imprevistos. Estas economías importa n $18,475.00 que, sumados a los $77,192.50 a que arriba se hace mención, hacen un total de ... $95,667.50, economía que se logra en relación con el presupuesto del ramo, para el año actual.
"Siendo el proyecto del presupuesto del Ramo Décimotercero que se somete a la consideración de la H. Asamblea, el más corto de los correspondientes al Poder Ejecutivo, y siendo la misión de este departamento llevar a cabo economías en la compra de todas las mercancías que necesiten para uso y consumo de las distintas secretarías de Estado y departamentos del Ejecutivo de la nación, se ha creído conveniente no tocar las demás partidas que componen dicho presupuesto, por corresponder a sueldos de empleados inferiores y a gastos qué tienen que efectuarse, indiscutiblemente, si se sigue el procedimiento de exigir a estas mismas secretarías de Estado y departamentos dependientes del Ejecutivo, no efectuar compra alguna sino por conducto del Departamento de Aprovisionamientos Generales.
" Teniendo en cuenta todas las consideraciones anteriores, nos permitimos someter a la consideración de la H. Asamblea sea aprobado el proyecto de presupuesto del Ramo Décimotercero enviado por el Ejecutivo de la nación, con las modificaciones expresadas.
"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados. - México, D.F., a 17 de noviembre de 1913. - Salvador Murguía. - Moisés G. Huerta."
Está a discusión en lo general. Tiene la palabra la comisión.
El C. Murguía Salvador: Como miembro de la 5a. Sección de la Comisión de Presupuestos, vengo a esta tribuna a ampliar el dictamen presentado por la sección de presupuestos a discusión, con el objeto de que esta misma honorable Asamblea sepa la forma en que trabajamos al estudiar el presupuesto del Ramo Décimotercero.
Tan luego como fue turnado este proyecto a la sección, y después de haber hecho un primer estudio del mismo proyecto, pasamos la mayoría de los miembros de la Sección al Departamento de Aprovisionamientos Generales, que está ubicado en la Avenida Juárez, con el objeto de darnos cuenta de su funcionamiento y de su organización, para de esa manera, también darnos cuenta de sus necesidades. Después de haber hecho una visita en casi todas las dependencias del departamento y de haber obtenido datos que creíamos necesarios, estamos en posibilidad de informar a ustedes que la organización de este departamento es esencialmente comercial, toda vez que sus funciones son también comerciales. Su organización está a base de la organización mercantil de Estados Unidos, porque por medio de tarjetas y de estados se facilita, en cualquier momento, el conocimiento de la existencia de las distintas mercancías que tienen en bodega y de los distintos pedidos que hacen las secretarías de Estado.
Después de haber tomado todos los datos que creímos pertinentes, hicimos un nuevo estudio del proyecto enviado por el Ejecutivo, y en dicho proyecto existe una economía de setenta y siete mil ciento noventa y dos pesos cincuenta centavos, en comparación con el presupuesto actual; y esta diferencia consiste en la supresión de un guardalmacén, de la partida 14,017 en vigor; en la supresión de un auxiliar de bodega, de la partida 14,021, también del actual presupuesto; en la supresión de un encargado de la Sección de Personal, cuyas funciones pasan al oficial 1o. encargado de la estadística; en la supresión de los almacenes foráneos de Veracruz y de Mazatlán, que se ha creído necesario, por no dar los resultados para que fueron creados. Aquí ruego a vuestras señorías que pongan su atención respecto a la distribución de las partidas globales. En el actual presupuesto hay la partida 14,057, para sueldos y operarios del taller de carpintería y fábrica de cartón, que es de cuarenta mil pesos: se ha reducido a quince mil para el año entrante. La partida 14,058, para el pago de empleados y operarios por servicios extraordinarios, en el actual presupuesto figura con cinco mil pesos, y se ha reducido a tres mil pesos. La partida 14,061, útiles de escritorio, estaba por diez mil, y en el actual presupuesto se ha reducido a dos mil pesos. La partida 14,063, para gastos de los servicios de alumbrado, teléfonos y calefacción y menores, etcétera, en el actual
presupuesto figura con ocho mil pesos, y se redujo a seis mil pesos. La 14,064, para pago de fuerza motriz en todos los talleres del departamento, figura con cinco, y se ha reducido a tres mil. La 14,055, para el pago de rentas del nuevo edificio del departamento, figura con quince mil, y se ha aumentado a diez y ocho mil, porque el actual contrato, por el que pagan quince mil, va a vencerse, y el 1o. de enero, el dueño de la casa que ocupa el departamento ha hecho un aumento y, por lo mismo, se ha dejado margen para ese aumento. La partida... 14,066, para la adaptación de nuevas oficinas, talleres y bodegas: esta partida figura en el actual presupuesto con quince mil pesos, ya ha sido reducida a diez mil. La partida 14,017, fletes por acarreo, transbordes marítimos, carga y descarga de mercancías, figura con quince mil pesos, y ha sido suprimida con el objeto de que todos esos gastos los hagan de la partida global para gastos no previstos. Esta partida de gastos no previstos, que figura en el actual presupuesto con cuarenta mil pesos, se ha reducido a treinta mil. La 5a. sección de la comisión de Presupuestos y Cuenta ha creído conveniente reducir, de acuerdo con todas las demás secciones que tienen en estudio presupuestos, el sueldo del director y de los jefes de departamento; así pues, el sueldo actual del director es de cincuenta pesos y la comisión la ha reducido a cuarenta; el sueldo del jefe del Departamento de Compras, que figura actualmente en el presupuesto, es de veinticinco pesos, y se ha reducido a veinte. La mismo comisión ha reducido las partidas globales del actual proyecto: la 14,052, de alumbrado y teléfono, a cinco mil pesos. La 15,054 a dos mil pesos por viáticos y pasajes de los comisionados fuera de la capital, a tres mil pesos en lugar de cuatro mil. yo creo, señores diputados, que las economías llevadas a cabo por la 5a. Sección de la Comisión de Presupuestos y Cuenta, están dentro de la economía prudente y dentro de la posibilidad; no ha tocado ninguno de los sueldos de los empleados inferiores, porque en concepto de los miembros de la sección, esta clase de economías no entra dentro de la economía pública, toda vez que el monto no significa nada para las salidas del Erario, por lo mismo, la comisión estará en condiciones de contestar las interpelaciones y objeciones que se hagan al presupuesto a discusión.
El C. Barón Obregón: Continúa a discusión, en lo general, (Voces: ¡No hay discusión!) No habiendo oradores inscriptos en pro ni en contra, se procede a recoger la votación. Por la afirmativa.
El C. Samayoa: Por la negativa.
(Se recoge la votación.)
El C. secretario Barón Obregón: Votaron por la afirmativa, ciento cuarenta y siete ciudadanos diputados. En consecuencia, ha sido aprobado el dictamen de la comisión, en lo general. Está a discusión en lo particular. Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra, pueden pasar a reservar las partidas que deseen. No habiendo ninguna partida reservada, se va a proceder a recoger la votación nominal. Por la afirmativa.
El C secretario Samayoa: Por la negativa.
(Se recoge la votación.)
El C. secretario Barón Obregón: Votaron por la afirmativa, ciento cincuenta ciudadanos diputados; en consecuencia, ha sido aprobado el dictamen de la comisión, sobre el presupuesto del Ramo Décimotercero.
El C. presidente: Se suspende la sesión para reanudarse a las 16 horas, poniendose a discusión el dictamen de Cooperativas Agrícolas.
El C. Espinosa Luis: Pido la palabra para una aclaración. Su señoría anuncia que pondrá a discusión el proyecto de la ley de Sociedades Cooperativas Agrícolas, y debe recordar la Secretaría, que en la sesión última, quedó pendiente al Ley de Amnistía y entiendo que es a la que corresponde el turno.
El C. presidente: También se pondrá a discusión. (13.38.)
CONTINUACIÓN DE LA SESIÓN DE CÁMARA
DE DIPUTADOS
Presidencia del
C. FRANCO URIAS SALVADOR
(Asistencia de 138 ciudadanos diputados.)
El C. presidente, a las 16.55: Se reanuda la sesión.
El C. Barón Obregón, leyendo: Cablegrama procedente de: "Santiago, de Chile, 18 de noviembre de 1922.
"Su excelencia, el presidente de la Cámara de Diputados. - México.
"A nombre Cámara Diputados de Chile, agradezco profunda y sinceramente el sentido telegrama de vuestra excelencia, enviado con la ocasión de la gran desgracia que aflige al pueblo chileno.
"Cordialmente saludo a vuestra excelencia. - Pedro Rivera Vicuña, presidente.- Alejandro Errazuriz M., secretario." - A su expediente.
"Honorable Asamblea:
"Habiendo contraido una laringitis que se ha declarado absolutamente rebelde y deseando atender debidamente las labores que me han sido encomendadas por vuestra soberanía, vengo a pedir, respetuosamente, y con dispensa de todo trámite, una licencia por el término de ocho días, con goce de dietas, en la inteligencia de que me es grato aprovechar esta oportunidad para significar a la H. Asamblea mi respetuosa consideración.
"México, a 17 de noviembre de 1922. - E. Gandarilla."
En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa se servirán ponerse de pie. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica, se pregunta si se concede la licencia. Los que
estén por la afirmativa, se servirán ponerse de pie. Se concede la licencia. "A la H. Cámara de Diputados:
"Leopoldo Estrada, diputado en ejercicio de esta respetable Legislatura, ante la misma, respetuosamente expongo:
"Que necesitando ausentarme de este lugar, para atender a mi quebrantada salud, según lo compruebo con el certificado que exhibo, a esta, H. Asamblea, atentamente ruego se sirva concederme, previa dispensa de trámites, la licencia respectiva, con goce de dietas y por el término de un mes, para el fin indicado. - México, D. F., 21 de noviembre de 1922. - Leopoldo Estrada." En votación económica se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Se dispensan los trámites . No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Aprobada la licencia.
"Suprema Corte de Justicia de la Nación. - México. - Estados Unidos Mexicanos. - Sección de Acuerdos. - Número 2,876 - A.
"A los ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados. - Presente. "Ruego a ustedes, señores secretarios, se sirvan dar cuenta a la H. Cámara de Diputados, que, con esta fecha, la Suprema Corte de justicia de la Nación, clausura su undécimo período de sesiones, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 94, párrafo primero, de la Constitución, y 9o. de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, quedando abierta la Oficialía de Partes para recibir las comunicaciones que se remitan.
"Reitero a ustedes las seguridades de mi atenta y distinguida consideración.- México, 18 de noviembre de 1922. - El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Gustavo A. Vicencio." - De enterado.
"Tribunal Superior de Justicia del Distrito Norte de la Baja California. - Estados Unidos Mexicanos. - Sección Administrativa. - Número 1,597.
"A los ciudadanos secretarios del H. Congreso de la Unión. - México, D. F.
"El ciudadano juez de 1a. instancia de Tijuana, Baja California, en telegrama de fecha de ayer, dice a este Tribunal Superior de Justicia, lo siguiente:
"Magistrado del Tribunal Superior de Justicia. - Hoy digo por esta vía al ciudadano gobernador del distrito lo siguiente: Con profunda indignación acabo de ver acta que publica DIARIO DE LOS DEBATES de la H. Cámara de Diputados de México, fecha 27 pasado octubre, imputándoseme por jefe operaciones militares este distrito estar en connivencia con elementos enemigos del Gobierno. Hoy mismo dirigíme Cámara protestando contra esta falsedad y permítome suplicar a ustedes encarecidamente, por ser de justicia y por decoro de la administración, se digne desvanecer, por los medios que estime más convenientes, ese hecho calumnioso, pues conoce mi actuación. Atentamente. Hónrome transcribirlo superior conocimiento de usted, haciéndole la misma súplica que al ciudadano gobernador. Respetuosamente, el juez de la 1a. instancia, Saturnino Urías."
"Lo que tengo el honor de transcribir a ustedes, obsequiando los deseos del solicitante; en la inteligencia de que este Tribunal Superior está completamente satisfecho de la actuación del señor licenciado Saturnino Urías como juez de 1a. instancia de Tijuana, en virtud de ser un letrado competente y absolutamente honorable, y la acusación a que el mismo funcionario se refiere, fue, con toda seguridad, un resultado de mala información recibida por el ciudadano jefe de las operaciones militares en este distrito.
"Hago a ustedes presente mi muy atenta consideración. - Sufragio Efectivo. No Reelección - Mexicali, noviembre 15 de 1922.- El magistrado interino. -Antonio Murúa Martínez." - A sus antecedentes.
"Enrique L. Soto, diputado propietario por el 10 distrito electoral del Estado de Veracruz, tiene el honor de manifestar a vuestra soberanía que, necesitando continuar en el desempeño de la comisión que se sirvió conferirle al Ejecutivo, se ve precisado a solicitar atentamente, con dispensa de trámites, le sea concedida una prórroga de dos meses, sin goce de dietas, a la licencia de que viene disfrutando, debiendo continuar en ejercicio por el tiempo citado el ciudadano diputado suplente..
"Noviembre 21 de 1922. - Enrique L. Soto."
se consulta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se aprueba la licencia.
"Las legislaturas de los Estados de Colima y Oaxaca comunican que apoyan la iniciativa de reforma al artículo 252 de la Ley del Timbre vigente, enviada por el Congreso del Estado de Veracruz." - Recibo, y a su expediente.
"Estado Libre y Soberano de Chihuahua. - Estados Unidos Mexicanos. - Poder Legislativo. - Secretaría. - Número 388.
"A los ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F.
"Tenemos el honor de comunicar a ustedes, para los efectos correspondientes, que en sesión
electoral celebrada por este H. Congreso el día 14 del actual, fue designado como candidato por el Estado de Chihuahua, para integrarse a la Suprema Corte de Justicia de la Nación conforme el artículo 96 constitucional, el C. licenciado Pedro S. Olivas.
"Protestamos a ustedes por nuestra atenta consideración.
"Sufragio Efectivo. no Reelección.-Chihuahua, noviembre 15 de 1922. - Jesús Lugo, D. S. - E. Burgos Guaspe, D. S." - Recibo y resérvese para el Congreso General.
Telegrama procedente de: "Jalapa, Veracruz, 18 de noviembre de 1922.
"Cámara de Diputados y Senadores del Congreso de la Unión. Esta H. Legislatura, en sesión ayer, aprobó siguiente acuerdo:
"Diríjase súplica al Congreso de la Unión para que, a la mayor brevedad, dicte la Ley sobre Instituciones de Crédito, que de acuerdo con la Constitución federal vigente y con los principios económicos y necesidades de la época, garantice debidamente los intereses del pueblo, que son los del Gobierno y de la Nación." "Hónrome comunicarlo esa H. Cámara su conocimiento y efectos procedan, significándole que consideraciones funda acuerdo transcripto daránsele conocer vía postal. Atentamente diputado secretario, Gonzalo N. Cruz." - Recibo, y a las comisiones que tienen antecedentes. Telegrama procedente de: "Mérida, Yucatán, 20 de noviembre de 1922.
"Congreso de la Nación. - Cámara de Diputados.
" El pueblo de Yucatán, por nuestro conducto, estará siempre unido a esa Representación Nacional en mantener incólume la soberanía nacional en lo que respecta a legislar libremente sobre los intereses de la República y en particular sobre asuntos petroleros. Atentamente. - Rodolfo Izquierdo, diputado presidente.- Fabián Castilla B., diputado secretario." - Recibo, y a su expediente.
Telegrama procedente de: Saltillo, Coahuila, el 20 de noviembre de 1922.
"Señor presidente Cámara Diputados.
"En nombre Gobierno y mío en particular, tengo honor hacer presente, por su digno conducto, a los honorables miembros ese alto Cuerpo, calurosas felicitaciones por su correcta y patriótica actitud en defensa intereses y soberanía nacionales al aprobar acertadas disposiciones dictadas por ciudadano presidente República con motivo incidente surgido entre representante Gobierno americano y la Secretaría de Relaciones Exteriores, relacionado con proyecto Ley Reglamentaria Artículo 27 Constitución General, en lo conducente al petróleo. Atentamente salúdole. - El gobernador de Coahuila, A. González." - Recibo, y a su expediente.
Telegrama procedente de: Villahermosa, Tabasco, 21 de noviembre de 1922. "Presidente de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
"Por digno conducto usted, felicito ardientemente esa H. Cámara de Diputados, al sostener acuerdo patriótico señor presidente República, con motivo incidente suscitado con Gobierno americano, relativo proyecto Ley Reglamentaria Artículo 27, en materia petróleo. Afectuosamente, gobernador constitucional interino, P. Casanova C." - Recibo, y a su expediente.
Telegrama procedente de: Mérida, Yucatán, el 20 de noviembre de 1922.
"Cámara Nacional de Diputados.
"Todas ligas resistencia península Sureste adhiérense digna actitud esa Cámara Nacional favor determinación apoyar presidente República para sacar triunfante honor nacional ante petroleros yanquis. - Respetuosamente, el gobernador del Estado, F. Carrillo." - Recibo y a su expediente. Telegrama procedente de: "Puebla, Puebla, 18 de noviembre de 1922.
"Presidente del Congreso de la Unión. - Cámara de Diputados.
"Agrupación de estudiantes del Colegio del Estado de Puebla, por vuestro digno conducto envía su más sincera y entusiasta felicitación a esa H. Cámara por su viril actitud en último incidente internacional. Esta juventud estudiosa confía en que al reglamentarse el artículo 27 constitucional, sabréis salvar a la revolución, despreciando imperialismo claudicante norteamericano. Protestámosles nuestras simpatías. - Presidente, Leonides Andrew Almazán. - Vicepresidente, Alberto Pérez Peña." - Recibo y a su expediente. Telegrama procedente de: "México, D. F., noviembre 18 de 1922. Honorable Cámara de Diputados. - Edificio del Congreso de la Unión. - Urgente.
"Los subscriptos, propuestos desde la pasada Legislatura para integrar Comisión Consultiva para reglamentar Ley del Petróleo, reiteramos nuestra adhesión esa honorable Cámara con motivo incidente internacional, ofreciendo nuestra colaboración patriótica. - Juan Salvador Agraz. - Trinidad Paredes. - Francisco Ramírez. - José G. Aguilera. - Miguel Navarro." - De enterado, y a su expediente.
Telegrama procedente de: "México, D. F.,18 de noviembre de 1922.
"Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
- Ciudad.
"Felicito a esa Cámara por actitud patriótica, secundando nuestro presidente. - Vicente Magdaleno." - Recibo, y a su expediente.
- El mismo C. secretario leyendo:
"Está segunda lectura al dictamen de las comisiones unidas 1a,. 2a. y 3a. de Guerra y 2a. de Hacienda, por el que consultan un proyecto de Ley de Pensiones a los miembros del Ejército Nacional." - A discusión el primer día hábil en su turno.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Alvarez del Castillo para informar.
El C. Alvarez del Castillo: Señores diputados: Los representantes designados por el presidente de la Cámara para participar al ciudadano presidente de la República el trámite dado por la Mesa y aprobado unánimemente por esta Asamblea, tuvieron el honor de desempeñar su comisión. Una vez que el ciudadano presidente de la República se informó del texto de la comunicación que le fue entregada, manifestó su congratulación por las resoluciones de la Cámara, expresando categóricamente que no esperaba otra actitud de la Asamblea.
El ciudadano presidente de la República añadió que en materia internacional ha sido la base de todos los actos gubernamentales una estricta discreción, pero que en este caso hubo de romper el sigilo acostumbrado por tratarse de un negocio público directa o inexorablemente ligado con la actuación del Poder Legislativo en lo que respecta a la reglamentación del artículo 27 constitucional por lo que ve al petróleo. El ciudadano presidente de la República, por nuestro conducto, dirige un afectuoso saludo a la Representación Nacional. (Aplausos.)
El C. secretario Barón Obregón: Está a discusión en lo general el dictamen de las comisiones unidas de Agricultura y Fomento, 1a. Agraria y 1a de Crédito Público, que consultan un proyecto de Ley para el Fomento de la Cooperación Agrícola. Los oradores que deseen hacer uso de la palabra, pueden pasar a inscribirse.
El C. presidente: Tienen la palabra el ciudadano Murguía Salvador.
El C. Fabila: Pido la palabra, señor presidente.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Fabila, para fundar su dictamen.
El C. Fabila: Ciudadano diputados: Nunca en mi vida he sentido envidia por nada ni por nadie; pero en esta ocasión, ante la trascendencia del asunto que se presenta a vuestra soberanía, no tengo más que incidir en ese pecado capital ripaldiano. Quisiera señores, tener un alto grado facultades oratorias, elocuencia y belleza de dicción, para poder conmover a esta Asamblea; y ya que no pudiera pedir eso, señores diputados, me conformaría modestamente con tener sobre mi cabeza, prematuramente calva, la efébica melena de Pérez Taylor, para impresionar a este concurso, ya que algunas veces las apariencias engañan. (Risas.)
Ha sido para mí, señores diputados, una gran fortuna que me tocara en suerte dictaminar sobre los proyectos relativos a la organización de la cooperación en México; una gran fortuna, porque me ha dado la oportunidad para ilustrarme sobre esta interesantísima teoría que, tarde o temprano, tendrá que predominar en toda la organización social mundial. Tal vez esa fortuna para mí haya redundado en perjuicio de la eficiencia del proyecto que vamos a someter a vuestra soberanía; pero en todo caso, señores, debo manifestar que se ha hecho todo lo humanamente posible, que no se ha omitido esfuerzo ni desvelo alguno y que hemos creído producir lo mejor que hubiéramos podido producir. Debe notar esta Asamblea que hablo personalmente de mí, no obstante que debo hablar en nombre de las comisiones, porque sobre los puntos que he tocado no estoy autorizado por los demás miembros de las comisiones para decir lo propio que yo he dicho de mí. A pesar de la insignificancia, que decía hace un momento, señores diputados, bien podría yo producir un discurso más o menos largo y más o menos sembrado de citas y de erudición; pero, en mi concepto, no es el caso de venir aquí ha hacer erudición ni a hacer gala de profundos conocimientos en literatura cooperativista. Aquí debemos venir a estudiar el problema nacional tal como se presenta, aun cuando no esté encuadrado en los principios ya consagrados por los cooperativistas de más fama en el mundo. Podría yo, aunque fuera muy remotamente, acercarme a producir un discurso más o menos sentimental; pero eso ya lo hicieron el compañero Prieto Laurens, ese joven modelo de energía y de pujanza para las juventudes americanas, y el compañero Díaz Soto y Gama, con esa solidez de conceptos y con esa lógica inconmovible que usa cuando quiere. (Murmullos.) Debo venir a fundar esta ley, señores diputados, y fundarla, en mi concepto, no debe ser venir a producir discursos de exhibicionismo; fundarla, no debe ser venir a fundar aquí la conveniencia de la cooperación en México. ¿Y quién, señores diputados, que se precie de mexicano; quién que se precie de estar interesado en los problemas nacionales; quién que se precie de conocer la miseria del pueblo mexicano, puede dudar un solo momento que es imperioso, que es necesario que en México se implante o se principie la implantación de un sistema de cooperación? Fundar esta ley significa también hacer el panegírico del cooperativismo; no sería yo quien viniera a hacer ese panegírico, puesto que ya hombres de talla inconmensurablemente superior a la mía, lo han hecho, y nadie ha dudado de sus afirmaciones. Así pues, yo, como presidente de una de las comisiones dictaminadoras, no vendré a hacer nada de lo que he apuntado, pero sí a desarrollar esos cuatro capítulos que son, como si dijéramos, antecedentes a este dictamen que presentamos, porque las comisiones refundieron en un solo proyecto los dos presentados en la Cámara: el uno, del cooperatista, y del Agrarista el otro; a decir cómo se hizo esa unificación, las modificaciones que hicimos y las adiciones que se les agregaron a esos dos proyectos. Entiendo que este sistema, para fundar
este proyecto, es el más adecuado para ahorrarnos tiempo y para llevarnos al convencimiento de la Asamblea que debe darle su voto aprobatorio a este proyecto. Al efecto, ruego muy respetuosamente a todos los compañeros que estén interesados en esta cuestión, tenga a la mano el dictamen de la comisión, puesto que mi exposición irá versando sobre cada uno de los puntos que merezcan una atención especial.
Las comisiones recibieron, en 19 de octubre, los dos proyectos a que he hecho alusión; se reunieron inmediatamente, y su primera actitud fue la de llegar a esta conclusión: para el estudio de los proyectos sobre cooperación, no debemos, en manera alguna, tener ningún sentimiento político, ni debemos permitir que haya ninguna influencia de partidarismo político en nuestro dictamen. Este acuerdo, señores diputados, fue de mucha importancia, porque ustedes deben saber que el conjunto de estas tres comisiones dictaminadoras era disímbolo, ya que había componentes de varios carices políticos y, por lo tanto, podía haber intereses que hicieran que nuestro dictamen se inclinara al lado de uno, más que al lado de otro. De manera que esta Asamblea debe tener por seguro que las comisiones han dictaminado fuera absolutamente de toda conexión de interés político. Las comisiones casi unánimemente declararon, personal y colectivamente, que el asunto era tan delicado, era tan nuevo en el país, que se hacía necesaria la colaboración, no de nueve hombres de buena voluntad, que formaban las comisiones, sino de todos los que quisieran ayudar a la reconstrucción nacional. Al efecto, invitamos a nuestras discusiones a numerosos compañeros de Cámara, a personas ajenas a esta Cámara, pero interesadas en la cooperación, y a una institución científica y social, que es la "Sociedad Agronómica", en la cual hay numerosos profesionistas que, por la naturaleza de sus conocimientos, estaban evocados a conocer de esta materia. Ya que toco este punto, señores diputados, hacedme la gracia, porque os lo pido, no por mí, sino en nombre de un gremio absolutamente respetable por todos conceptos, hacedme la gracia de unos cuantos minutos, en que haré su defensa y algunas aclaraciones sobre su actuación.
El gremio agronómico ha sido atacado muy duramente en los últimos meses; ha sido atacado por el imbécil y degenerado Bulnes... (Murmullos.) ha sido atacado por el trásfuga de la revolución o, más bien, por el mercantilista de la revolución, Dosal; ha sido atacado aun por un compañero de esta Cámara, por el compañero Breceda, y se hace necesario, señores diputados -y mis compañeros me lo han pedido-, que en esta Cámara se hagan aclaraciones sobre su actitud. Los ataques de Bulnes no los tomamos en cuenta, porque nosotros no acostumbramos enfrentarnos ni hacer caso de individuos estériles, infecundos, así en lo físico como en lo intelectual; Bulnes nos ataca y nos hace responsables del fracaso de la agricultura de temporal en México y, señores, si en esta Cámara hay algún ranchero, que diga quién es el que tiene la culpa del fracaso de la agricultura de temporal en México. (Voces: ¡Dios! ¡ Neptuno! Risas.) Al señor Bulnes lo que le sucede es que está al servicio del sindicato de propietarios, del sindicato de latifundistas, y como nosotros somos enemigos a muerte de ese sindicato, por eso es que nos ha atacado. El señor Dosal, cuando cayó de Fomento, también nos hizo objeto de algunos ataques, diciéndonos que no habíamos hecho nada bien del país y puntualizaba los problemas que la Secretaría de Fomento tenía en pie y que competían a los agrónomos, desde que entró Dosal al Gobierno revolucionario, no extrañó sobremanera que un hombre de esa calaña estuviera en una administración revolucionaria; hicimos esfuerzos porque saliera de allí, pero él al fin nos venció, puesto que era más poderoso en virtud de que estaba ligado a intereses muy poderosos. No me detendré más a analizar a este individuo que, caído de allí, ha logrado introducirse todavía en otras dependencias del Gobierno en donde puede hacer tanto daño como el que hizo en Fomento; no me detendré, repito, porque no vale la pena, solamente daré un dato a esta Cámara para que los que se interesen en saber quién es este individuo, se den cuenta de ello. Un subsecretario que tuvo en sus manos, durante varios meses, los intereses revolucionarios, los destinos revolucionarios de la nación, ahora lo puede ver cualquier ciudadano diputado en los corredores de la Comisión Nacional Agraria postulando en favor de los latifundistas, postulando en favor de los Iturbide, de los más grandes expoliadores del pequeño agricultor... (Voces: ¡Nombres!)
El C. Altamirano Manlio Fabio, interrumpiendo: ¿Quién es ese para conocerlo?
El C. Fabila: Dosal.
El C. Altamirano: ¡ah, ya lo conocía desde antes!
El C. Fabila, continuando: El compañero Breceda también nos ha atacado diciendo que los agrónomos aconsejamos al ciudadano secretario de Agricultura que sacara a los algodoneros de la Laguna y los mandara a Oaxaca y a Guerrero y a Baja California a sembrar algodón, y que en su lugar allí se sembraran naranjas. El señor Breceda esta en un error; los agrónomos nunca hemos aconsejado eso al señor secretario de Agricultura y Fomento; muy por el contrario, tenemos pruebas de haberle aconsejado cosas muy diferentes. Os doy las gracias, señores diputados, por haberme permitido hacer una ligera defensa de mi gremio, y en su oportunidad la haré con más amplitud, para que aquí se conozca quiénes son los agrónomos, los agrónomos que en 1911 fueron los primeros que se enfrentaron con el dictador haciéndole una huelga en aquel medio en que no era posible no hacer nada; los agrónomos que a moción de Enrique Estrada, en 11 de abril de 1911, subscribieron una solicitud a Porfirio Díaz pidiéndole su renuncia y llevando ese documento cerca de mil firmas, de las cuales quinientas eran de alumnos de la Escuela de Agricultura, es decir, de agrónomos; los agrónomos que cuentan mermadas sus filas hasta en un sesenta por ciento de profesionistas muertos al servicio de la revolución; los agrónomos que cuentan mermadas sus filas en seis profesionistas que han muerto en los campos del agrarismo, repartiendo y midiendo tierras. ¿Cómo puede ser que los agrónomos no
se indignen ante ataques injustos de todos los que sin razón y sin justicia, y sobre todo sin conocimiento de causa, nos atacan? Se nos hace este cargo, señores diputados, y es el último, y sobre esto no puntualizare o no personificaré: se nos dice que los agrónomos somos políticos. Miente quien tal diga; en esta Cámara habemos nueve agrónomos porque venimos, porque quisimos venir y vendremos de hoy en adelante a respaldar la actuación funcional, la actuación social de nuestros compañeros en los campos. Hoy estamos nueve, mañana estaremos tres y los que ahora estamos, dentro de dos años estaremos en el campo; pero aquí siempre tendremos individuos que dentro del terreno político vendrán a defender los fueros de los agrónomos, que son de filación social revolucionaria y de valor civil en todo terreno. (Voces: ¡Ah! ¡Ah!)
Entrando en materia, el considerado primero en este dictamen se refiere al problema del mejoramiento de las clases rurales. Sobre este particular debo manifestar a ustedes que las comisiones desde un principio estuvieron de acuerdo en que los beneficios posibles o ideales de esta ley sean por ahora exclusivamente del proletariado del campo y del pequeño agricultor. Esperamos que la mayoría de esta Cámara esté conforme con este principio eminentemente justiciero. Es claro que en las angustias que existen en el campo, en las grandes necesidades que allí se revelan, el grado con que se manifiestan no es el mismo en el proletariado, que en el pequeño agricultor, que en el mediano y que en el grande. La revolución con sus escasos recursos por ahora, en concepto de las comisiones, debe atender primero a aquellos que sufren más, a aquellos que necesitan más, mañana, cuando el porvenir de la nación se haya esclarecido más, cuando la situación del pueblo haya mejorado en general, podrá el Estado beneficiar a otras clases rurales de categoría superior a las que ahora cito. Las comisiones tuvimos también este concepto revolucionario en cuentan, porque hay que decirlo, las comisiones estuvieron integradas por revolucionarios absolutamente convencidos. Nosotros consideramos que ya la explotación de la tierra, como se dice en el considerando segundo, no es una cuestión absolutamente económica y, sobre todo, vista bajo el principio de la economía liberal clásica; el cultivo de la tierra de hoy en adelante y desde hace muchos años acá, es una cuestión absolutamente social; ya el cultivo de la tierra no debe entenderse como una actividad tendiente a producir capitales enormes, tendiente a aumentar la producción para aumentar el cambio en beneficio de determinados intereses perfectamente establecidos, perfectamente nutridos; el cultivo de la tierra debe ser una cuestión que beneficie socialmente en primer lugar a una nación; tuvimos en cuenta que una ley de cooperación viene a resolver el punto negro de todas las naciones actuales, que es el don de la previsión social y en particular el de las clases humildes. Ningún sistema, al menos en concepto mío - puesto que tratándose de teorías o de doctrinas cada quien tiene derecho a optar por la que más le convenza-, en concepto mío, la previsión social no se cumple mejor con ninguna otra doctrina que con la doctrina cooperativista. En el cooperativismo, cediendo una parte personal, sacrificando algo nuestro en beneficio de una entidad, de una unidad mayor, se asegura personal y colectivamente el beneficio propio.
Llego al considerando cuarto, que los señores diputados habrán visto anotado en el dictamen que está impreso. Está anotado por el compañero Soto y Gama, quien dice no se hace solidario de él por contener un ataque a los lideres del movimiento proletario. Sería una imprudencia si yo dejara pasar esto sin decir unas palabras sobre el objeto de ese considerando cuarto. yo creo que el compañero Soto y Gama no ha sido sincero al poner esa nota al dictamen de las comisiones, porque todo hombre sincero, todo hombre que se precie de haber conocido el desenvolvimiento de las actividades proletariadas en México y en el mundo entero, debe reconocer que el liderismo del obrerismo industrial siempre se ha aprovechado de la fuerza económica y política del propietario del campo en beneficio propio. Yo no tengo la culpa, compañero Soto y Gama, de haber dicho una verdad, no de haberla inventado, sino de haberla impreso aquí cuando era necesario decirla. Creo que el compañero Soto y Gama no ha sido sincero, porque ¿cómo el compañero Soto y Gama, cómo el agrarista modelo, el agrarista tipo, el agrarista apóstol, puede negar que en México el obrerismo industrial se ha valido y se vale aun de la fuerza económica y política del proletariado del campo, a quien ni una migaja siquiera de las utilidades que ha tenido le ha tirado nunca el obrerismo industrial? Por lo demás, compañero Soto y Gama, mi objeto al poner ese considerando, como dije antes, ha sido decir una verdad ante todo, y por lo demás, compañeros líderes en esta Cámara del obrerismo, no he querido de manera alguna lesionar la personalidad ni los intereses de sus líderes, ni de los grupos que representan.
En el considerando quinto se manifiesta que la revolución, con los ejidos que ha proporcionado a los pueblos o que les ha devuelto, tenía sobre si, todavía, un grave compromiso que cumplir ante la nación; los ejidos, tal como están, los ejidos desarrollándose en la forma en hasta hoy se han desarrollado, indudablemente no producirían ni producirán los resultados para que fueron nuevamente resucitados en la organización nacional. El Gobierno dio tierra, una de sus promesas revolucionarias, pero no obstante, no era bastante con eso, y uno de los argumentos más fuertes de los reaccionarios y de los latifundistas en contra del procedimiento ejidal estriba precisamente en eso, que dice: ¿cómo el Gobierno da tierra y no les da con que trabajar? No los organiza para que progrese. Y hasta cierto punto tiene razón; la revolución hecha Gobierno, ahora debe por un procedimiento, por este sistema, indudablemente, terminar su obra ejidal.
En el considerando sexto tratamos un principio abstracto sobre las funciones del Estado. Creo no tener necesidad de decir a esta Cámara, eminentemente revolucionaria, que las funciones del Estado no deben ser aquellas seis que Leroy Beaulieu nos decía en sus textos de economía política; hoy las funciones del Estado no tienen cuadro ni marco alguno, tiene para actuar el horizonte infinito
donde pueda haber actividades, intereses sociales humanos.
El considerando último trata un asunto legal o más bien se ocupa de la legalidad de esta ley. El asunto es demasiado delicado y no seré yo quien lo trate, será indudablemente alguno de los abogados de las comisiones o bien algún cooperativista de esta Cámara que conozca el asunto. Cuando examinamos el proyecto del Cooperatista, o sea el del Banco Agrícola, encontramos que él, como en el del Partido Agrarista, había una tendencia unilateral perfectamente bien marcada. El Partido Cooperatista, tratando de desarrollar el crédito, dejaba a un lado las cuestiones de asociación cooperativa; el del Partido Agrarista, tratando de desarrollar las asociaciones, dejaba a un lado los asuntos de crédito. Sin embargo, ambos accidentalmente, de paso, tocaban estos asuntos, sin comprender que en esta forma, de aprobarse el proyecto del cooperatista, hubiéramos creado un principio de cooperatismo fallo en materia de asociación, y de aprobarse el proyecto de los agraristas, habríamos aprobado una iniciativa tal vez buena en materia de asociación, pero defectuosa en asuntos de crédito cooperativo. Esa fue una razón de gran peso para unificar los dos proyectos en uno solo; esta Cámara se servirá ver en el artículo 1o. del dictamen que omitimos dos palabras muy acostumbradas en estos asuntos, y usadas por algunos de los proyectos que aquí refundimos. Nosotros decimos: se declara de utilidad social el desarrollo y fomento de la cooperación agrícola. Algunos dicen, y alguno de los proyectos decía: se declara de utilidad pública... El término o los términos "utilidad pública" están consagrados ya por las leyes, por el uso, por la costumbre. Nosotros, imitando al compañero Soto y Gama, que quisiéramos acabar hasta con esas palabras que nos huelen a reaccionarismo, las cambiamos por esa razón en primer lugar, y en segundo porque el término más preciso, más exacto para significar lo que queremos significar, debe ser utilidad social y no utilidad pública. El término utilidad social abarca el interés nacional, abarca todo, y el término utilidad pública puede, aun cuando pueda abarcar la utilidad nacional, de hecho en México siempre se ha utilizado para intereses perfectamente limitados, de un grupo, de un individuo, o de una institución. En el artículo 2o. introdujimos una reforma radical a las tendencias del proyecto del Cooperatista, puesto que nosotros limitamos los beneficios de esta ley a los pequeños propietarios. El proyecto del Cooperatista se extendía hasta los medianos agricultores. Tuvimos como razón principal para hacer esta modificación, la de la clase agrícola más necesitada de la ayuda del Estado es la pequeña agricultura y el proletariado del campo en primer lugar, y tuvimos en cuenta también que si difícil será definir, clasificar, quiénes serán en la práctica los pequeños agricultores, mucho más difícil, casi imposible, será clasificar a los medianos. Hay, señores diputados, en la agricultura mexicana explotaciones que conforme a la técnica debieran clasificarse como mediana agricultura y, sin embargo, en el fondo, estudiando el asunto con detenimiento y analizando todos los factores característicos de la mediana agricultura, esta mediana agricultura no es sino una latifundista en pequeño; no podíamos nosotros caer en el vicio de ir a favorecer, aunque fuera en poco número, a un grupo de individuos que es de hecho aliado del grande latifundista. En el mismo artículo definimos las asociaciones cooperativas como no lucrativas. Esta característica va a causar probablemente serias discusiones en esta Cámara, si es que los señores diputados no se preocupan de estudiar el fondo del asunto y, sobre todo, el fondo justiciero de la tendencia de esta ley. Nosotros queremos que lo beneficios que se obtengan de las asociaciones cooperativas o, en general, de este sistema de cooperación sea para beneficio social; decimos para beneficio societario cuando hablamos de unidades, de asociaciones, pero, en general, queremos que sea para beneficio social de toda una clase y después de todo el país en general; no queremos que estas asociaciones repartan dividendos ni utilidades de ninguna especie en lo personal a sus asociados, sino que sus aprovechamientos, sus frutos, se apliquen a actividades de beneficio para toda la agrupación que esté interesada en cada lugar. En el artículo 5o. se fija la suma con que el Gobierno deberá ayudar al fomento del sistema cooperativo nacional. Se proponía en el proyecto de los compañeros agraristas que el Gobierno aportara un millón de pesos anuales. Consideramos esa suma insuficiente y la aumentamos a tres millones de pesos, como podíamos haberla aumentado a cincuenta, realmente sin ninguna razón perfectamente sólida. Sí creemos y podemos sostener que un millón de pesos es insuficiente para los comienzos de esta organización; pero deseamos que la discusión se haga alrededor de este punto a fin de que si la Cámara, con un espíritu práctico, realista, cree que la nación estará en aptitud de dar más o cree que sólo puede dar menos, podamos modificar el proyecto en ese particular. El artículo 7o. contiene una disposición que más bien debiera estar en reglamento, a la cual me referiré posteriormente; pero tiene un renglón subrayado en el que se manifiesta que la tendencia de esta ley no es la creación de una sola clase cooperativista, sino que tiende a poner los cimientos para el futuro, de un gran sistema de cooperación nacional, al cual el compañero Prieto Laurens llamó en alguna famosa comida la "República Cooperativa". Ojalá y lleguen esos tiempos, aun cuando no sea sobre las bases perfectamente definidas que el compañero Prieto Laurens sentó en aquella ocasión. En el artículo 11 hablamos de la creación de la dirección de cooperativas. Hasta hoy la dirección que nosotros no llamamos de cooperativas como, según entiendo, se llama hoy, sino dirección de la cooperación, hasta hoy ese Departamento de la Secretaría de Agricultura y Fomento ha existido gravitando sobre una partida global del Presupuesto en vigor destinado al fomento de la cooperación nacional; nosotros de una vez consagramos su existencia y a continuación en el propio artículo le señalamos sus funciones capitales, entre las cuales quiero recordarles la contenida en el párrafo cuarto en que se señala obligatoriamente auxiliar al Banco Nacional Cooperativo en
todos los asuntos técnicos que le competan. Al hablar del Banco diré el por qué de ese párrafo cuarto. En el título segundo de la ley hablamos de asociaciones cooperativas de tipo especial; este nombre tiene su paternidad en el compañero Soto y Gama. Los demás miembros, o algunos de los miembros de las comisiones, insistimos en la injustificación de ese nombre, porque en concepto nuestro no debiera ser ese el tipo especial, el que contiene ese título segundo, sino algún otro contenido en la misma ley; sin embargo, como de hecho para el objeto lo mismo es, lo mismo sería llamarle tipo especial que tipo vulgar, no insistimos en discutir el asunto y aceptamos el nombre que el compañero Soto y Gama y alguno de sus colaboradores dieron a ese grupo de asociaciones en el proyecto de ley del Agrarista. Del artículo 13 al 20 se habla de puros asuntos de tramitación, de puros asuntos de detalle en la organización de las cooperativas de tipo especial. Se acostumbra que en las leyes no se pongan partes reglamentarias; fue éste un asunto que discutimos también con demasiado cuidado, porque se tiene, o tenemos la experiencia de que algunas secretarías de Estado, cuando se les dan leyes muy generales, sin reglamentación, las vuelven al revés o las hacen perder el espíritu fundamental que llevan de las asambleas nacionales. De manera que esto que seguramente se nos va a objetar en la Cámara, deseamos que los señores diputados reflexionen y vean la conveniencia de dejarlo. Estos asuntos reglamentarios y de detalle vienen a darle su carácter especial, vienen a dar el sistema particular a que debe sujetarse la dirección de cooperativas; en la tramitación de la organización de estas agrupaciones, les marca un derrotero preciso, que tienen que cumplir. De manera que esta es una garantía contra las politiquerías y contra las imposiciones superiores; es una garantía para el director de cooperativas que la ley le señale puntos concretos de cúal debe ser el procedimiento para la organización de estas agrupaciones. Por ejemplo, un asunto que es de detalle, que contiene el artículo 17, es el que se refiere a que en un plazo máximo de un mes, después de que un grupo de individuos solicite su organización cooperativa, la Dirección enviará expertos en esta materia para que los organicen conforme a esta ley. Este artículo, que de hecho es reglamentario, sin embargo, es de una fuerza de organización muy grande, y que será indudablemente el principal acicate que tenga la Secretaría de Agricultura para proceder rápida y ecuánimemente en la organización de las agrupaciones cooperativas. El artículo 21 se refiere a la organización de los consejos de vigilancia y administración de las cooperativas. Las comisiones han señalado que esos cargos serán gratuitos; asunto es éste que se discutió también demasiado y que se admitió en la forma en que se expone en el artículo 17; pero esperamos o aplazamos nuestra última palabra en este particular, para la discusión que en esta Cámara haya en este punto, ya que seguramente, según he sabido, muchos compañeros no están conformes con que sean gratuitos esos cargos.
En el artículo 27, al hablar del fomento del capital de las asociaciones cooperativas, se dice que las utilidades, los beneficios de las asociaciones, formarán un fondo social indivisible que pertenecerá a las asociaciones en general, pero a ninguno se sus miembros en particular. Esta es otra novedad que va a caer en los prejuicios de muchos compañeros diputados, y a su tiempo sabremos defender el principio, que es básico, que es fundamental, de este proyecto de Ley de Cooperación.
Del artículo 32 al 34, se habla de todas las operaciones de carácter cooperativo y de carácter individual a que pueden dedicarse las asociaciones o a que pueden aplicarse los fondos cooperativos de esas instituciones; es una lista muy larga, es una lista muy larga que le objetamos muchos miembros de la comisión al compañero Soto y Gama, y que tal vez es el espíritu que predomina en esta Asamblea, de hacer leyes cortas, vaya a ser objetado. Para mí y para algunos otros compañeros de la comisión, no tiene gran importancia el tamaño de esta lista, y bien puede dejarse; en cambio, tiene una ventaja, y consiste, como lo manifestó a las comisiones el compañero Soto y Gama, en que la presenta bajo un punto de vista más pintoresco a los campesinos, que puede llegar más a su corazón este sistema por medio de esta enumeración de operaciones individuales y colectivas. El capítulo II habla de las asociaciones para la cooperación integral; éste también es un nombre con el que no estuvimos de acuerdo algunos miembros de las comisiones, pues se debe al compañero Soto y Gama; en realidad, la cooperación integral debía de ser la que él llama de tipo espacial. y ésta que él llama integral, debía de ser la de tipo especial o de tipo X, pero en manera alguna de cooperatismo integral. El cooperatismo integral se contrae a la explotación de la tierra, comunalmente, socialistamente. En el capítulo III se habla de las asociaciones cooperativas de los terrenos ejidales; esta es, quizá, la parte más interesante del proyecto de ley, porque evidentemente será el campo donde primero se vaya a aplicar el sistema cooperativo que ponemos, y es allí seguramente donde la ayuda del Gobierno está más obligada a impartirse. Tiene demasiada importancia este capítulo, y él será, de ser aprobado, el mentís más aplastante al latifundismo, que ha sostenido que el Gobierno, después de repartir tierras, no ha procurado ayudar a los que actualmente las poseen. La Comisión Nacional Agraria se preocupa ya por este asunto, y había estado estudiando una circular que llamó número 51. Sin embargo, esta ley se anticipo a esa circular, puesto que formulada por los compañeros agrarista y presentada a esta Cámara en 19 de octubre, la Comisión Nacional Agraria dictó su circular el día 22 del mismo mes. Este mismo capítulo contiene el artículo 41 que viene a resolver un grave problema que la organización ejidal presente, y que estriba en las funciones, en los excesos de los comités administrativos particulares, que todos los que conocen los ejidos deben admitir que son realmente, efectivamente allí en esos comités en donde hay muchos abusos, en donde se cometen muchos atropellos. El artículo 41 de esta ley viene a resolver ese problema, pues nulifica esos comités particulares y pasa sus facultades a los consejos de administración de las asociaciones. Las comisiones, por sugestión de la Sociedad
Agronómica, introdujeron un capítulo más en los proyectos presentados por el Partido Agrarista y por el Partido Cooperatista, que es el capítulo IV y que se refiere a la cooperación para la creación de la pequeña propiedad. Según he podido recoger informes de esta Cámara, este capítulo ha causado muy buena impresión entre numerosos ciudadanos diputados que se preocupaban por el porvenir de aquellos proletarios del campo que, sin elementos, desearan, sin embargo, llegar a la categoría de pequeños propietarios. A su tiempo sabremos sostener este capítulo, que se ha agregado a los proyectos mencionados. En el capítulo V se habla de exenciones y franquicias para este sistema de cooperación: contiene indudablemente bastantes franquicias, privilegios muy grandes este sistema, y, sobre todo, tiene uno que va a ser muy discutido por esta Cámara, que esperamos lo sea muy serenamente, con el cual podremos, con el criterio de la oposición, podremos o no estar de acuerdo.
El capítulo VI, que por desgracia y por la premura con que presentamos este dictamen resultó mal redactado, al grado de que muchos compañeros han tenido que acercárseme para recibir explicaciones sobre él, no viene a ser sino una puerta que se deja abierta para que entren al sistema cooperativo nacional todos aquellos intereses que no siendo de pequeños agricultores, sean, sin embargo, de buena fe, de buena voluntad, que quieran colaborar en el sistema de cooperación nacional. Posiblemente, y en virtud de las discusiones que se susciten, tendremos que aclararlo y modificarlo un poco. Los artículos desde el 56 hasta el artículo 58, contienen disposiciones que también deberán ser reglamentarias, de carácter técnico. Sin embargo, hemos insistido e insistimos en que existirán en esta ley, por las mismas razones a que hice mención antes con respecto a otro artículo. Quiero decir que la Secretaría encargada de realizar los efectos de esta ley tenga moldes sobre ciertos asuntos que no pueda rebasar, a fin de que no pueda ser tergiversado el espíritu con que esta ley va a ser dictada por esta Asamblea eminentemente revolucionaria. En artículos del 59 al 73 introdujimos adiciones a los proyectos que estaban a nuestro estudio y se refieren sanciones penales para todo este sistema de cooperación. En concepto de algunos, entre ellos el compañero Soto y Gama, no debería haber ninguna sanción de ninguna especie dentro de este sistema de cooperación para los pequeños agricultores. Algunos miembros de las comisiones no lo creemos así, no obstante que sentimentalmente, revolucionariamente, estamos con el compañero Soto y Gama; por el contrario, creímos que era necesario, aunque fuera dentro de límites de suavidad perfectamente definidos, era necesario introducir estas sanciones para evitar la mistificación de esta ley, con que se defraudaren los principios puros que contiene, pues se sabe que no obstante que quienes van a recibir estos beneficios son pequeños agricultores, se sabe que dentro de ellos mismos habrá mucho cuya viveza intelectual, cuyos instintos naturales sean tan bien desarrollados, que se les ocurra defraudar el espíritu noble, como he dicho, de esta ley.
El capítulo II entra de lleno a una parte del sistema de crédito cooperativo, que consiste o radica en las cajas cooperativas regionales. En esta organización de las cajas regionales introdujimos pocas modificaciones con respecto al proyecto del Partido Cooperatista, siendo la principal que se introdujo, la de que las acciones que las agrupaciones cooperativas subscriban de estas regionales, no serán de hecho acciones pertenecientes a estas regionales, sino del Banco cooperativo; de manera que en lo financiero, de hecho las asociaciones son entidades dependientes del Banco Nacional, quien no será sino una gran asociación cooperativa y las cajas regionales solamente serán entidades intermediarias entre esos dos grandes factores de la cooperación. El artículo 99 contiene el precepto a que antes hacía referencia, es decir, a que la dirección de cooperativas estará mancomunada en una forma tal, que sea por una parte el Departamento del Gobierno quien desarrolle y fomente la cooperación y por otra sea el auxiliar más eficaz del Banco Nacional en todo aquello que le corresponda técnicamente dentro de las necesidades del Banco. Para introducir esta modificación tuvimos en cuenta que el Banco, tal como se proponía en el proyecto del Partido Cooperatista, sería sumamente gravoso para el fondo de un millón de pesos que se pedía que el Gobierno pusiera a disposición de este sistema cooperativo. Solamente con los consejeros que se pedían para ese Banco y con los departamentos técnicos que indudablemente debiera tener ese Banco para desarrollar sus operaciones de crédito cooperativo se absorbería no menos de treinta por ciento de esos fondos aportados por el Gobierno. La manera de economizarle al Banco por los pronto estos gastos no podría ser otro que establecer conexiones lo más viable, lo más factibles posible entre la dirección de cooperativas y el Banco. Al tratar en el artículo 95, al hablar de la Dirección y Administración del Banco, hablamos de que los consejeros y de que los consejos serán gratuitos y honorarios. Ese punto, según noticias que me han llegado, no ha sido muy aceptado por algunos compañeros que están vivamente interesados en este proyecto. Las comisiones lo establecieron así por la tendencia de ahorrar esta pequeña cantidad que el Gobierno pueda aportar a la cooperación, para destinarla efectivamente a a cooperación y no al sostenimiento de personas técnicas o especializadas, pero de todas maneras ocupantes de puesto aburguesados; sin embargo, en vista de las observaciones que en lo privado se me han hecho, y ya de antemano no los esperábamos, oiremos la discusión y estaremos dispuestos a convencernos y a modificar ese artículo si fuere necesario. Señores diputados, como decía al principio, más que venir a fundar esta ley, he pretendido -deseo haberlo logrado - hacer una exposición lo más claro posible del por qué de esta ley y cómo se ha formado, de qué es lo que contiene, y adónde va en materia cooperativa. Creemos, o al menos creo - repito que en cierto modo estoy hablando sólo por mí - que tiene muchos defectos, que quizá no fuera tan perfecta como fuera de desearse; pero me permito hacer una recomendación encarecida a esta Cámara de Diputados, consistente en que no se fijen esos defectos, que no se repare esencialmente
sobre las desventajas de detalle superficiales que tengan; que se pongan a examinar el fondo del elevadísimo, trascendentalísimo y que se aborde la discusión pensando que, buena o mala, debe entrar en vigor a la mayor brevedad posible, que el Gobierno debe gastar lo más que pueda en una experiencia sobre esta ley, y en próximo período de sesiones, ya que con razones vividas, con experiencia práctica, podremos entonces fundadamente adecuar esta ley a las necesidades del país.
Para terminar, solo me resta hacer una recomendación: antes de venir yo a esta Cámara como diputado, gustaba mucho de venir a las tribunas a oír los debates, y nunca, por lo menos durante unos seis años en que con asiduidad venía yo a las galerías, nunca oí discutir una ley en lo general, siempre incurría la Cámara en el error de discutirla en lo particular. La discusión en lo general, en mi concepto, debe versar sobre estos tres puntos capitales: ¿conviene introducir a México la cooperación, si o no? ¿Es constitucional el proyecto de ley que proponemos, si o no? ¿Es práctico el proyecto de ley que proponemos para llevar realmente la cooperación a los campos? Estos son los tres puntos escenciales sobre los que debe versar la discusión en lo general. Todo lo demás puede ser exhibicionismo y, sobre todo, quitarle un tiempo precioso a esta Asamblea. (Aplausos.)
El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano Murguía.
El C. Murguía: Señores diputados: He pedido la palabra en pro, porque no he querido dejar pasar la ocasión de venir a felicitar calurosamente a los autores de los proyectos refundidos en este y principalmente a los miembros de las comisiones dictaminadoras; no he querido dejar pasar la ocasión de venir a esta tribuna a exponer mis ideas sobre el asunto a debate, porque, en mi concepto, este proyecto viene a abrir nuevos horizontes a la clase proletaria del campo, a esos campesinos que no obstante haber contribuido con el mayor contingente en la revolución, permanecen olvidados, permanecen sumergidos en la desolación y miseria, desolación y miseria quizá mayores que antes del movimiento libertario, y si queréis convenceros de la verdad de mis palabras, no hay más que recurrir a las regiones apartadas adonde no llega el ejido, esas regiones poco pobladas de nuestros Estados y, principalmente, de nuestros Estados del norte, y podréis contemplar cuadros enormemente desconsoladores, enormemente tristes que llenan el alma de los verdaderos revolucionarios de un infinito desconsuelo y de una infinita decepción. Allí, señores diputados, podréis contemplar cómo vive aquél que ayer solícito y amoroso empuñara el rifle para hacer triunfar a la revolución; allí, señores diputados, podréis contemplar cómo una miserable pocilga, una miserable choza por donde se filtra lo mismo el aire asesino del invierno que la lluvia implacable y tenaz del otoño, sirve de albergue a un verdadero hacinamiento de hombres, mujeres y niños, que viven semidesnudos y hambrientos, que viven y duermen en una promiscuidad inhumana, en una promiscuidad vergonzosa; allí, señores diputados, podréis contemplar esos rostros demacrados por el hambre y esos cuerpos semidesnudos y hambrientos de las esposas, de las madres y de los hijos de los campesinos, que en medio de su desolación, de su abnegación no han podido, más bien no han querido exigirnos la recompensa de sus servicios, no han querido exigirnos el cumplimiento de las promesas revolucionarias. Este proyecto, señores, será como las primeras gotas de bálsamo que vayan a caer en el corazón de los campesinos, pletóricos quizá de odio y, sobre todo, de gran decepción. Decía que no quería dejar pasar la ocasión de venir a esta tribuna a exponer mis ideas porque, en mi concepto, con esta ley daremos el primer arponazo de muerte a ese monstruoso pulpo que se llama sociedades anónimas; con este proyecto daremos el primer arponazo de muerte a ese monstruo que con sus inmensos tentáculos abraza y exprime la riqueza nacional; abraza y exprime todas las fuerzas vitales, las energías vitales del país en provecho de unos cuantos afortunados, de unos cuantos audaces que, convirtiéndose en verdaderos parásitos sociales y no contentos con su explotación, se burlan insolentemente de las clases explotadas. Vosotros mismos los habréis visto pasear y divertirse en automóviles lujosos que cruzan por los boulevars y avenidas de nuestras principales ciudades, y sobre todo de las principales ciudades de la América y de Europa.
Este proyecto, señores, que contiene principios y postulados nuevos, principios y postulados de los principales sistemas de crédito y cooperación agrícola implantados en Alemania, en Bélgica, en Italia y en Irlanda, que contiene los mismos principios nuevos que postulados de los fundadores ingleses de Rochdale, que contiene principios y postulados alemanes y principios de las cajas regionales de crédito francesas, servirá de ensayo para que mañana, con la experiencia adquirida, podamos perfeccionar nuestro sistema armonizándolo con la idiosincrasia del país. Este proyecto, señores diputados, servirá de ensayo, y aun cuando fracase, vendrá a significar el esfuerzo, el trabajo y la honradez de los partidos que saben cumplir con su deber. Pero me diréis: si fracasa, se habrán perdido, cuando menos, tres millones de pesos en el ensayo, que es la cantidad con que la nación refaccionará al Banco. ¿Y qué importa, señores diputados, que se pierdan tres millones de pesos en un ensayo que lleva por objeto la realización de un ideal? ¿qué importa que se pierdan en un ensayo que lleva por objeto la realización de un principio, de una promesa, que lleva en pro en mejoramiento económico social? ¿Que importa, señores diputados, cuando permanecemos callados, cuando, permanecemos tranquilos, al ver que se cuelan por entre los dedos de algunos ministros, millones y millones de pesos en gastos extraordinarios y secretos de sus secretarías? No, señores diputados; debemos aprobar en lo general este proyecto y tomando con cariño, tomando con verdadero entusiasmo la discusión de todos y cada uno de sus artículos, hagámosle las reformas y las adiciones que sean necesarias, y así habremos cumplido con nuestro deber, de los verdaderos revolucionarios, no termina con la aprobación de esta ley; nuestra misión no estará cumplida sino después de habernos dispersado por toda la República, por todos
nuestros Estados para ayudar al Ejecutivo de la nación, sobre todo la Secretaría de Fomento, para la organización de las cooperativas y, sobre todo, para infundir a nuestros campesinos la confianza, ya que por atavismos, por idiosincrasia son reacios a llevar a cabo la agrupación de sus intereses, porque, señores diputados, no hay que hacernos ilusiones, nuestro campesino a la par que el campesino francés, tiene arraigado el tenaz espíritu individualista; y si nosotros no vamos a tratar de arrancar ese espíritu individualista y esa desconfianza de nuestros campesinos, indiscutiblemente que habremos contribuído al fracaso de nuestra propia ley.(Aplausos.)
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano subsecretario De Negri.
El C. Ramón P. Denegri, subsecretario de Agricultura y fomento: Señores diputados: Antes de pasar a informar a ustedes, como haré someramente, acerca del trascendental proyecto de Ley para la Organización de la Cooperativas Agrícolas en las República Mexicana, quiero hacerles presente mis sinceras felicitaciones por que os aprestáis a tratar, en el recinto de la ley, el tópico de mayor alcance social en el presente momento histórico de nuestro país.
Me cupo la honra de iniciar con rasgos de viabilidad este que yo considero el más significativo movimiento de organización que se haya intentado en México; y mucho me complace vuestro interés, señores diputados, porque con él demostráis al país que os preocupan los problemas vitales de nuestra modificación social, que tiene puntos de estudio mucho más hondos y definidos que los simples cambios de personal en las oficinas públicas movidos, como bien lo sabéis, por la dinámica política.
Me satisface venir a daros este somero informe, porque sé que os encontráis en un temperamento receptivo y grato a tan elevada reforma, más no porque considere mía la tarea de codificación o de corporización legislativa que vais a discutir.
Ni el proyecto presentado por el Partido Cooperatista, ni el otro de que es autor el grupo agrario, son obra mía; pero en espíritu, no importa cuáles sean sus diferencias de matiz, he estado con estos grupos actuantes, sintiendo el entusiasmo del que encuentra eco en una idea tan alejada del egoísmo y de la pasión, como esta.
Veo con gusto que será la XXX Legislatura la que se encargue de dar a la nación esta que con todo cariño llamo preciosa ley, y no me trendréis a mal mi pequeño trance de lirismo, puesto que os son bien conocidos los postulados de reorganización social y económica que se encuentran implícitos en cada una de las normas fundamentales que servirán de base de Ley de Organización Cooperativa.
Diré un poco más: Encuentro que mi idea original ha sido tratada con cariño y dedicación por los grupos políticos a quienes se debe el proyecto de ley que va a discutirse y que entraña porciones igualmente importantes de los proyectos particulares redactados por cada grupo.
Cierto es que fue mío el honor de haber implantado en la Secretaría de Agricultura y Fomento, hoy a mi cargo, un departamento especial, que se dedicará a la organización técnica de la cooperación agrícola; y aunque no sea un alarde de inmodestia reclamar esta satisfacción, que no lo sea tampoco de oportunismo político, el declararos mi alegría al ver que os ocupáis, como cuerpo legislativo, de una labor que, en mi concepto, comprende todo lo que hay de fundamental, y de esencial en el futuro de la vida mexicana.
Sé que el dictamen que se va a discutir no es en el fondo otra cosa que la refundición de los dos proyectos presentados por los partidos Agraristas y Cooperatistas, inspirados en el plan original de organización cooperativa, que fue sometido a mi consideración por el departamento respectivo; y esto, señores diputados, no debe eximirme de manifestaros sin vanidad y también sin lisonja, que pocas veces hemos visto en nuestra historia ministerial y parlamentaria, tales oportunidades y atingencia para tratar un problema en que los intereses particulares no están hábilmente escondidos bajo la cubierta del papel de oficio; sino que el plan de cooperativismo agrícola está de tal manera planteado, que el medro personal de líderes de organizaciones oportunistas, no es fácil de conseguir.
Vamos a pugnar por la mejoría del campesino, por la supresión de las esclavitudes económicas que todavía prevalecen tanto para el pequeño agricultor, como para el trabajador del campo. Vamos a quitar de enfrente el parasitismo agrícola que todavía nos destroza la fibra productora y coge con sus tenazas la vitalidad y la fuerza de la población agrícola.
Son pocos los principios de reorganización social que se contienen en nuestro programa de cooperación; pero todos esos principios abarcan un radio enorme que ya ha sido estudiado en sus diferentes ramificaciones por nuestros organizadores y técnicos.
Pretendemos, primero, la organización colectiva del productor y el manejo científico de su patrimonio, yendo hacia una forma más honesta de distribución y aprovechamiento y realizando el empleo de los instrumentos de trabajo, no para los capitanes de especulación capitalística, sino para los mismos que han hecho con la fuerza de su brazo que la tierra sea fecunda y que esa fecundidad se traduzca en riqueza y bienestar.
Veo en el proyecto que váis a discutir, interesantes modalidades de la cooperación agrícola, ya sea en su aspecto de tipo especial, ya tendiendo hacia la cooperación integral, ya para el cultivo de terrenos ejidales, y ya, finalmente, para la creación de la pequeña propiedad. Y todo esto, señores diputados, dejando a salvo las opiniones particulares de cada grupo o individuo, interesados en tan importante estudio, representa una finalidad que nos educa a comprender la inestimable significación de desinterés que el movimiento de cooperación agrícola tiene en su fondo; y por ello he de volver a expresaros mi más íntima satisfacción.
No podré, sin duda, decir algo que indicara con mayor claridad los postulados redentores del proletariado rural, que, como vosotros mismos lo habéis hecho en la respectiva exposición de motivos que funda el proyecto de Ley para el Fomento de
la Cooperación Agrícola y me concretaré tan sólo en este breve informe, a presentaros aquellos puntos de mayor relieve, que den una idea general, pero clara, de este valioso movimiento.
Mas antes de empezar la lectura de ese breve informe, quiero manifestar que me propongo proceder inmediatamente a preparar la reglamentación correspondiente a esta ley, a fin de que, cuando ésta sea promulgada, pueda ponerse en vigor inmediatamente, sin tener que aguardar entonces a que el Ejecutivo, por mi conducto, haga dicha reglamentación.
Antes de abandonar esta tribuna, que cederé a uno de los ciudadanos secretarios de esta honorable Cámara para que en mi nombre dé lectura al informe, deseo felicitaros muy entusiastamente por haber sabido interpretar fielmente el anhelo de las masas proletarias del campo, al traer al seno de esta soberana Representación Popular, una ley que arrancará de su miseria situación a los labriegos mexicanos.
Presidencia del
C. PUIG Y CASAURANC JOSÉ
MANUEL
El C. presidente: Tratándose de la lectura de un documento de mucha importancia, se ruega a los compañeros presten toda su atención a este informe de la Secretaría de Agricultura y Fomento.
- El C secretario Barón Obregón, leyendo:
"Informe relativo al dictamen presentado a la consideración de la H. Cámara de Diputados, por las comisiones unidas de Agricultura y Fomento, Agraria y de Crédito Público, con relación a los proyectos de ley presentados por los partidos Cooperatista y Agrarista, que tratan de cooperación agrícola.
"Principia en título primero haciendo la declaración de que se considera de utilidad social la organización y fomento de la cooperación agrícola, y esto indica claramente que os habéis dado perfecta cuenta de la enorme trascendencia que significa para el país la cooperación.
"Al considerar a la asociaciones como sociedades no lucrativas, se les emancipa del Código de Comercio, que el la forma de constitución que tienen actualmente, según nuestra leyes vigentes.
"Importa mucho que en su seno sólo hallen cabida los pequeños propietarios y los usufructuarios de ejidos; sabemos que el rico, aunque quisiera estar al lado de los pobres, con humildad hipócrita, sólo iría en pos de su provecho personal, volviendo a ser quien predominara, adueñándose del Poder por los procedimientos arteros; por esta razón, es importantísimo que hayáis limitado la prerrogativa de gozar los beneficios de la presente ley, solamente a aquéllos que verdaderamente lo merecen.
"Es indudable que, si la refacción que concederá el Gobierno federal, en cumplimiento de lo establecido en el texto de esta ley, no se hace por meditación del Banco Nacional Cooperativo, no podrá haber unidad en todo el sistema que se establece, lo que reanudaría en grave perjuicio de toda la organización cooperativa.
"Solamente así podrá ser bien distribuída la cantidad de tres millones de pesos anuales, que dará el Gobierno para el fomento de las sociedades cooperativas, sin cobrar interés y sin poder retirarlos, en tanto no estén las sociedades en condiciones de hacer la devolución.
"Veo con mucho gusto que habrá una partida destinada a este objeto, en la parte que corresponde en los Presupuestos de egresos a la Secretaría a mi cargo, así como será precisa mi autorización para poder hacer las movilizaciones respectivas, con lo que queda, de hecho, controlada la cooperación agrícola por el Ministerio a quien genuinamente corresponde, el cual es el único capacitado para poder atender eficientemente a su organización, por necesitar los cooperativas el auxilio de la mayor parte de las dependencias de él y evitándose desorientaciones en su funcionamiento, como desgraciadamente ha sucedido con la Caja de Préstamos para Obras de Irrigación y Fomento de la Agricultura.
"Evitáis con suma habilidad, el peligro de que el Consejo del Banco de adueñe del poder indefinidamente, como con frecuencia ha sucedido en no pocas sociedades, en las que el tiempo pasa sin dar cuenta de sus gestiones, bien para su aprobación o reprobación en asamblea general de accionistas, valiéndose del subterfugio de no hacer la convocatoria reglamentaria; por medio de la facultad que concedéis a las cajas regionales para poder hacer la convocatoria, si el mencionado Consejo no cumple con su deber, ya sea por impericia o dolo, queda eliminado este grave peligro.
"Es condición escencialísima que, por cierto, no se menciona el Código de Comercio en lo relativo a cooperativas, que cada accionista pueda emitir solamente un voto, sin tener en cuenta el número de acciones que posea, y vosotros hacéis constar esta condición preferentemente.
"La asistencia a las asambleas generales, para informar y discutir sobre los asuntos que se debatan, de los representantes de la Dirección General de Cooperación Agrícola y de todas las Secretarías de Estado, es muy útil; pero creo, como he dicho, que deben ser facultadas todas las Secretarías para nombrar representantes; las de Gobernación y Relaciones, por lo que respecta a la inmigración para la colonización cooperativa; la de Hacienda, para vigilar la inversión del dinero que facilita la Federación; la de Comunicaciones, para coadyuvar en lo relativo a caminos y demás de comunicación; la de Educación Pública, por la parte importantísima que tiene la educación en el sistema cooperativo; la Guerra, por lo que respecta a las colonias agrícolas militares, que adoptarán la organización establecida en la presente ley; la de Industria y Comercio, por ser función de la cooperación agrícola, el desarrollo de las industrias conexas a la agricultura, así como tener que realizar operaciones comerciales de cuantía.
"La obligación que se establece a la Dirección de Cooperación Agrícola, de proporcionar las informaciones que se le pidan, es el mejor medio de poder hacer que sus labores sean ampliamente conocidas, y la facultad que se concede para
denunciar ante las autoridades las violaciones e irregularidades que hallen en el cumplimiento de esta ley, servirá para obligar a todos cuantos tienen que intervenir en su observancia, a obrar con absoluta honradez y rectitud.
"En la cooperación existen dos tendencias: una encaminada al reparto de utilidades y la otra a su capitalización, para fomentar el desarrollo de los fines sociales.
"En la repartición de utilidades se siguen diversos procedimientos, entre los cuales los principales son: Reparto de utilidades al finalizar el ejercicio social, proporcionalmente al monto de las operaciones efectuadas por cada accionista, reparto en promoción al capital que representan en la sociedad.
"Cuando la cooperación es solamente de consumo, pueden seguirse libremente cualquiera de los procedimientos indicados, pero si es combinada de crédito, producción, consumo, seguro, construcción, etcétera, como sucede con las asociaciones cooperativas que crea la presente ley, en ese caso, está perfectamente justificado el no reparto de utilidades a fin de anunciar el fondo social.
"Si la cooperación no es combinada, sino solamente de consumo, podrá seguir los siguientes procedimientos para la fijación de los precios a que se venda, de donde quedará la utilidad para los accionistas:
"1o. Facilitar los artículos que necesiten los accionistas, al precio de plaza, para ir guardando, como en una alcancía, la diferencia entre en precio de costo y el de venta, cantidad que se reparte al finalizar el ejercicio social.
"2o. Vender al precio de costo, recargando solamente una pequeña cantidad para cubrir los gastos de administración.
"3o. Realizar las mercancías a un precio intermedio entre el costo y el de plaza, a fin de proporcionar a los accionistas a la vez los dos beneficios antes señalados.
"De todos modos estos procedimientos, en mi concepto, el mejor es el último, por medio del cual el accionista percibe un beneficio inmediato al adquirir los artículos que compra a un precio más bajo que el que rige en plaza, y a la vez obtiene un beneficio mayor, si cabe , al ahorrar el sobreprecio que se cobra, que después al recibirlo a fin de año, le presta un gran servicio.
"Teóricamente el procedimiento mejor y más perfecto de todos los anotados, sería el primero, puesto que se les prestaría un servicio mayor al repartírseles a fin de año cantidades más crecidas; pero desgraciadamente no siempre se cuenta con individuos que estén suficientemente preparados para aceptar ésto, y para ello se aconseja mejor el procedimiento intermedio.
"Mas cuando se trata de la cooperación agrícola, en la que se ejercitan todas las actividades de cooperación, es indispensable, para hacer lograr una buena organización, así como pronta prosperidad, que no haya reparto de utilidades, sino que éstas se dediquen al fomento de los servicios para los cuales fue instituída.
"Si se repartieran las utilidades, el campesino individualmente tendría la libertad de invertir esa suma en lo que mejor quisiera, y, aún poniéndose en el caso más favorable, suponiendo que fuera suficientemente previsor para no malgastarla ¿qué podría hacer aisladamente con una pequeña cantidad de dinero? No podría darle un aprovechamiento tan útil como puede hacerce en común.
"Aquellos que intervenimos en la organización, en el desarrollo de este nuevo sistema cooperativo, tenemos el deber sagrado de guiar a la clase proletaria campesina por la senda que más convenga a sus intereses, y por ello, debemos imponerles la obligación de que las utilidades se capitalicen, para poder emprender nuevos trabajos alejados del régimen capitalista, por medio de la implantación de otros servicios, con lo que recibirán mayores ventajas los accionistas, que si se les dieran unas monedas al finalizar el año.
"Si su resultado fuera, en el caso más adverso, que hubiera campesinos individualistas y díscolos, que prefieran no entrar a la sociedad antes que aceptar condición, preferible es que sea un puñado pequeño de hombres los que principien en sus labores, pero reúnan en tal forma, que tengan asegurado el porvenir, pues el objeto de la cooperación es hacerlos entrar por una nueva era de progreso, y solamente por medio de la constitución de un fondo social de mayor cuantía, se logrará que los campesinos puedan realizar sus trabajos valiéndose a sí mismos, sin tener que estar esclavizados al capitalismo opresor.
"Como el recargo que se hará en concepto de comisión para la sociedad Cooperativa, será siempre inferior al beneficio que les proporciona, resultará que hallarán ventajas inmediatas en la utilización de los servicios que se creen , pudiendo considerarse para el interés individual de los asociados como despreciable la cantidad que se les quite para constituir el fondo social. Solamente así podrán crearse nuevos servicios cooperativos, y con la utilización de los ya establecidos, sumando a la ventaja que les proporcionen los nuevos, su condición mejorará notablemente.
"Aplaudo con entusiasmo vuestra decisión de haber hecho constar que las utilidades irán a constituir el fondo social de la cooperativa.
"En el capitulo I del título segundo se crea la cooperativa de tipo especial para finalidades combinadas de consumo, producción, crédito, etcétera, y en todo artículo correspondiente a este capitulo, se fijan las condiciones esenciales para su admisión dentro del sistema que se crea, procurando favorecer con toda amplitud tan solo al usufructuario de ejidos y al pequeño propietario.
"Es muy loable el empeño demostrado por vosotros al hacer las ventajas y prerrogativas de esta ley, vayan dirigidas tan solo a los seres desvalidos que trabajan en el campo.
"En este capítulo II se autoriza la asociación para revestir la forma de cooperatismo integral, a fin de que se hagan ensayos, deseando dar la ocasión a los pueblos para que puedan desenvolverse dentro de un régimen más avanzado.
En el capítulo III del mismo título, se condensan los postulados generales que ya la experiencia ha elevado a la categoría de axiomas, porque tiende a evitar peligros, de dentro de otro, serían motivo de constante cuidado para el Ministerio de
Agricultura, así como el perpetuo desasociego para los agricultores que cultivan terrenos ejidales.
"La Comisión Nacional Agraria al enfrentarse como de hecho se ha enfrentado ya con el importante problema del aprovechamiento de terrenos ejidales, ha considerado que la cooperación le presta única salida compatible con las necesidades del programa actual y de la agricultura moderna, teniendo el convencimiento de que solo organizándola podrá, como vaticinaba Amede, bombardear a la sociedad capitalista con patatas y panes de a cuatro libras; pero al mismo tiempo está firmemente resuelta a usar de la cooperación no como un fin, sino como un medio de llegar a estados de progresos que ni la imaginación más exaltada sería capaz de vislumbrar, oponiéndose a toda medida de utilitarismo bastardo que pretendiera hacer de la cooperación un negocio comercial o una fábrica productora de dividendos.
"En este sentido cábeme la legítima satisfacción de ver mis actos ratificados por el proyecto que se somete a esta H. Representación Nacional, y la no menor de sentir mi actuación acorde con la tendencia general de los grupos avanzados del país, porque, en resúmen, todo el capítulo sobre cooperación de terrenos ejidales, no es sino la elevación a precepto legal y con modificaciones de mero detalle, que ni siquiera merece la pena de discutir, de las ideas generales que campean en la circular número 51 de la Comisión Nacional Agraria, aprobada desde el 22 de octubre próximo pasado, de la que considero oportuno leeros los artículos 26, 27 y 28 que a la letra dicen:
"26. La Comisión Nacional Agraria organizará la explotación de su Departamento de Aprovechamiento de Ejidos y de sus instaladores de cooperativas.
"27. Las cooperativas instaladas serán asesoradas por el instalador nombrado al efecto, hasta que puedan prosperar sin la ayuda oficial, y serán administradas por el mismo Comité Administrativo y aumentado en su número de miembros, dentro del cual se destinarán en gerente y tres consejeros, que tendrán carácter de secretario, tesorero y almacenista, respectivamente.
"28. Antes de instalar ninguna cooperativa, la Comisión Nacional Agraria, por conducto de su Departamento de Aprovechamiento de Ejidos, definirla con precisión el objeto de la cooperativa (lechera, ganadera, hortícola, vinícola, etcétera), y especificará la forma y magnitud del auxilio oficial que se impacta, siempre que acuerde que éste es de impartirse, en el concepto de que en todo caso, los cooperadores serán individual y conjuntamente responsable de los compromisos que la cooperativa contraiga.
"Como veis, la Comisión Nacional Agraria se impone ya, como imperativo categórico, la obligación de organizar la explotación ejidal en forma cooperativa, porque considera que asunto de tal trascendencia no debe quedar simplemente sujeto a la iniciativa de nuestras clases rurales, sino que, por el contrario, bajo el directo control de quienes, por conocer los beneficios que asegura la cooperación, estamos dispuestos a quemar en acción todas nuestras energías, con tal de sacarla adelante; y, por otra parte, el criterio del art. 28 antes leído, en sin duda el mismo que inspiró el art. 17 Cap. I, título segundo, que impone a la Dirección de Cooperativas la obligación de acuerdo con sus elementos técnicos en auxilio de los agricultores que desean organizares en forma cooperativa. La organización que en lo general se ordena para el funcionamiento de las sociedades cooperativas, es análogo al que fijé desde hace algunos meses, al aprobar los estatutos que me presentó la Dirección de Cooperación Agrícola. Acuerdos tan palpables como antes señalados, son para el Ministerio de mi cargo motivo de profunda satisfacción, y no por lo que mi vanidad quedara halagada en el asunto, sino porque tal armonía índica igualdad de miras e identidad de esfuerzos en la magna tarea cooperativa que se piensa acometer.
"Faltaría a mis convicciones de revolucionario y a mis obligaciones oficiales si no hiciera resaltar aquí la enorme importancia que tendrá la aplicación del artículo 39 que figura en el mismo capítulo III, pues la facultad que se da a las comunidades que hayan recibido ejidos y se organicen en forma cooperativa para acortar el repartimiento de sus terrenos en la forma que acuerde la mayoría de los interesados, entraña un novísimo procedimiento de legislación que sería de desearse sentara precedente. Esa facultad, que en pocas palabras es toda sabia y humana reglamentación de la fracción VI del artículo 27 constitucional, impide la intromisión de litigantes sin conciencia y de legisladores sin criterio, en materia tan importante como es el fraccionamiento de ejidos. Sin legislar no es tan sólo dictar leyes sino dictar leyes útiles, el artículo 39 que comento será piedra angular de una nueva legislación post - revolucionaria en que se deje plena libertad para que cada pueblo, en vista de sus necesidades económicas y sociales, defina la forma en que hará el repartimiento de sus terrenos, sin sujeción a reglamentaciones muy sabias y muy lógicas en su redacción, pero muy sandias, muy irracionales en su aplicación.
"El Ministerio de Fomento os hace en este solemne instante, la formal promesa de colaborar en el cumplimiento de la Ley de Fomento de Cooperación Agrícola, no para cuando sea aprobada por la Cámara de Senadores y ratificada por el ciudadano presidente de la República, se convierta en un mandato constitucional, sino desde este momento.
"En el capítulo IV, se autoriza la fundación de asociaciones cooperativas para el cultivo y apropiación en pequeño de las tierras ociosas, que sean susceptibles de explotación agrícola, para lo cual hachéis la declaratoria de que se considerará esto como de interés social; os felicito nuevamente por vuestro acierto en lo relativo a tan importante capítulo.
"Para poder hacer viable la implantación y desarrollo de asociaciones cooperativas, se conceden a éstas exenciones y franquicias, que garantizarán una gran prosperidad a todo el sistema que se crea.
"Con el deseo de no impedir a los agricultores (pequeños, medianos y grandes) el derecho de constituirse en sociedades cooperativas permanentes
o en simples organizaciones momentáneas, dedicáis el capítulo VI a conceder esta autorización, pero con la condición precisa y justificadísima de que no recibirán, por ningún motivo, los beneficios de la presente ley.
"En el título tercero están sabiamente previstos todos los fundamentos esenciales que debe reunir la asociación cooperativa, indicando los tres distintos planos que deberán existir para su mejor funcionamiento: la asociación cooperativa, la Caja Regional y el Banco Nacional Cooperativo.
"Establece, en virtud de que es un principio de la cooperación, en el importe de los préstamos que se concedan se dedique exclusivamente para uno o varios de los fines de que hable el título segundo, con lo que se garantiza plenamente la posibilidad de llevar a cabo la devolución en el término del plazo concedido, lo que importa mucho en vista de que todos los agremiados responden solitaria e ilimitadamente a las operaciones societarias.
"Opino como vosotros en cuanto a la conveniencia que la responsabilidad en todas estas asociaciones cooperativas sea solidaria e ilimitada, que a primera vista puede parecer excesiva, que atemoriza al más decidido; más si se tiene en cuenta, como la hacéis constar, que los préstamos se conceden solamente para invertirse en asuntos agrícolas o pecuarios, o para el desarrollo de industrias relativas a la agricultura o ganadería, para lo cual el Consejo Directivo tiene un buen cuidado de estudiar con anticipación los planes que desea llevar a cabo el accionista, auxiliado por los técnicos de la Dirección de Cooperación Agrícola, se llegará a la conclusión de que, en general, podrá siempre estar en condiciones, el deudor, de cumplir con los compromisos que contrajo al hacer uso de su crédito. Si a esto se agrega la prohibición absoluta de que los individuos o las asociaciones se dediquen a realizar operaciones especulativas o aleatorias y que, el Consejo de Vigilancia y cada uno de los accionistas ejercerán una estricta y cuidadosa vigilancia, velando por la correcta inversión de los fondos que se faciliten, así como de que las costumbres de los asociados se apeguen a la más perfecta honorabilidad, podrá desecharse el temor de peligro en cuanto a comprometerse a prestar una responsabilidad de la índole apuntada, por medio de la cual la asociación adquiere un prestigio inmenso, que bien aprovechado puede se de suma utilidad para los accionistas.
"Para huír en lo absoluto del régimen capitalista, y teniendo en cuenta la finalidad que se persigue con el establecimiento de las cooperativas, estipuláis que los préstamos que se otorguen no se harán a base de la capacidad económica del solicitante en el momento del préstamo, sino que se tomará en consideración el valor de los productos por realizar y a cuyo fomento o creación se vaya a aplicar el préstamo indicado.
"Esta disposición lleva consigo una elevada finalidad social, haciendo patente vuestro deseo de no ser simples mercachifles, de esos seres que en la ganancia del dinero creen hallar la mayor ventaja y que, para poderla poner en práctica, necesitan que se les garantice ampliamente el crédito concedido, sin lo cual, la operación no se realiza.
"Es de una importancia vitalísima la autorización que se concede a las asociaciones y al Banco, para poder expedir certificados de depósito y bonos de prenda, de los productores que se depositen en los almacenes sociales.
"La refacción que concederá el Gobierno federal, sumada a los elementos propios de las asociaciones, será suficiente en los primeros años para poder atender a todas las necesidades de los accionistas. Lo primero que debe hacerse es proporcionar e éstos los elementos de trabajo y de consumo para poder llegar hasta la época de la cosecha; por ello, las cajas de las asociaciones y del Banco estarán exhaustas al llegar esa época, y no podrán conceder préstamos sobre productos cosechados.
"El certificado de depósito es un documento que ampara la mercancía almacenada, y el bono de prenda que va unido al certificado, indica la cantidad que se ha concedido como adelanto, quedando como garantía la mercancía depositada.
"Si se establece que el bono de prenda tenga un valor fijo con relación al importe del certificado, por ejemplo, de un 40 por ciento del valor de los productos depositados, ganando un interés módico, se logrará que esos documentos puedan ser aceptados por el público, ya que tienen una garantía de ocho o diez veces mayor que los antiguos billetes de Banco, que fueron generalmente aceptados.
"Los billetes del Banco Nacional de México tenían, como garantía, tan sólo la tercera parte de su valor, en tanto que los bonos de prenda tendrán como garantía el 250 por ciento de su importe, depositado en mercancías en los almacenes sociales, con la ventaja de que estos bonos ganarán un interés que los billetes nunca tuvieron.
"Si el vencimiento de estos bonos es a plazo fijo de seis meses, resultará que, como la mayor parte de los casos las mercancías depositadas se venderán mucho antes del término de ese lapso de tiempo, la asociación cooperativa podrá disponer de esa cantidad para atender a las necesidades que tengan los accionistas, durante los meses que falten para su vencimiento.
"Se evitará, así el movilizar fondos del Banco o de las asociaciones, que para esa época no les será posible realizar.
"Es de mucha importancia, para incrementar el desarrollo de las operaciones sociales, la facultad que se concede a las asociaciones y al Banco para poder recibir de cualquier persona cantidades en cuenta corriente o en depósitos de ahorros o a plazos fijos.
"Las instrucciones bancarias frecuentemente suspenden sus pagos, lo que ha originado que el público prefiera, a semejanza de los labriegos que entierran sus monedas, enterrar también las suyas a la moderna, o sea en las cajitas particulares que alquilan en los Bancos, en donde el dinero permanece estancado, sin producir ningún beneficio. Cuando de percate el público de la absoluta imposibilidad que existe de que estas organizaciones cooperativas puedan nunca suspender sus pagos o presentarse en liquidación, afluirán a ellas grandes capitales,
deseosos de encontrar únicamente garantía en sus depósitos. Esto , naturalmente, es obra de tiempo, pero llegará el día en que las cuentas corrientes sean una de las principales bases del funcionamiento de la organización cooperativa, como acontece en Europa.
"Por medio de la restricción en las facultades concedidas a las cajas cooperativas regionales, que operarán como simples intermediarias entre las asociaciones cooperativas y el Banco, se evita que vaya a haber una disgregación en el sistema, a causa del regionalismo.
"El Banco Nacional Cooperativo viene a llenar una urgente necesidad, pues no sería posible supeditar la organización económica, que requiere en muchas ocasiones actuar con tal prontitud, que parece que el telégrafo es lento, a la trabazón, un tanto absurda y complicada de los procedimientos oficiales.
"En el título cuarto hay una disposición que es trascendental: la que prohibe terminantemente la admisión de asociaciones de carácter confesional o con tendencia a él, pues sería un desastre que volviésemos a caer, por medio de la organización cooperativa, dentro de la garras espantosas y oprimentes del egoísta clericalismo.
"Tengo firmes esperanzas de que el proyecto a discusión no encuentre opositores, ya que el cooperatismo satisface a individuos de las ideas más encontradas: a los economistas, por presuponer el ahorro; a los individualistas, por ser obra de la libertad, y a los socialistas, por conducir a un estado de enrazamiento casi ideal; pero el desgraciado caso de que se tropiece con dificultades, espero poder presentar, para cuando la ley esté, ya aprobada, una labor de cooperación que permita repetir con Proost:
"Mientras que los partidarios de la rutina discutan y nieguen que la ciencia marche."
"Considero que la discusión de la presente ley, una vez dictada y en obra de realización la de 6 de enero de 1915, que viene a ser como la hermana mayor de todas las que en materia agraria se dicten, es el paso más sólido y mejor encaminado que se da hacia la reconstrucción, sobre mejores bases, de nuestra agricultura nacional, y el primero que tiende a unir al campesino con el obrero de las ciudades, colmado el anhelo del Congreso Socialista Internacional de Londres, que colocó los problemas agrarios a la vanguardia de la preocupaciones del grupo revolucionario.
"La evolución que el cooperatismo significa para el progreso cultural, social y material del campesino, escapa a toda medida y a toda previsión, y las muestras de su trascendencia serían negadas aun por los más optimistas, si no existieran perfectamente tangibles ejemplos tan dignos de admiración, como la Cooperativa de Hautofays (para no cansar vuestra atención con numerosas citas), que en el curso del año social de 1899-1900, de 5,171 francos de utilidades, destinó 100 a la prensa socialista, 200 a la propaganda antimilitarista, 260 a la propaganda cooperatista en Luxemburgo, y el resto a fondo de reserva. Muestras de este desprendimiento, de este afán por ampliar a hermanos de trabajo, de miseria, los beneficios de una organización ya reconocida como útil, sólo se ven en agrupaciones cooperativas de campesinos, de esos campesinos de la "terroe incognitos", por cuya redención clamaban Vandervelde y Bourdeau.
"Sufragio Efectivo. No Reelección.- México, D. F., a 17 de noviembre de 1922.- El subsecretario de Estado, encargado del Despacho de Agricultura y Fomento."
El C. presidente: La Cámara de Diputados, por mi conducto, da las gracias al señor Denegri, subsecretario encargado de la Secretaria de Agricultura y Fomento, por la atención con que acudió al llamado de esta Cámara, y se permite presentar, como un ejemplo novedoso e interesante de respeto y solidaridad con el Poder Legislativo, el siguiente párrafo del informe:
"El Ministerio de Fomento os hace en este solemne instante, la formal promesa de colaborar en el cumplimiento de la Ley para el Fomento de la Cooperación Agrícola, no para cuando sea aprobada por la Cámara de Senadores y ratificada por el ciudadano presidente de la República , se convierta en un mandato constitucional, sino desde este momento."
La promesa que el subsecretario de Agricultura y Fomento hace en estos instantes, es la mejor demostración de la solidaridad que existe entre los dos poderes, y este Cámara agradece al señor Denegri y estima en todo lo que vale su promesa de poner inmediatamente en vigor esta Ley de Cooperativas Agrícolas.
El C. secretario Barón Obregón: No habiendo oradores inscriptos ni en pro ni en contra para discutir este dictamen en lo general, se va a recoger la votación nominal.
El C. Espinoza Luis: Se pregunta primero si ha lugar a votar.
- El mismo C. secretario: Por la afirmativa.
El C. secretario Samayoa: Por la negativa.
(Se recoge la votación.)
El C. secretaria Barón Obregón: Fue votado el proyecto de Ley sobre formación de Cooperativas Agrícolas, por la unanimidad de ciento cuarenta y ocho votos, en lo general.
Está a discusión en lo particular.
Artículo 1o. Con el fin de desarrollar la pequeña agricultura, se declara utilidad social la organización y el fomento de la cooperación agrícola, y, al afecto, se faculta al Ejecutivo de la Unión para destinar los fondos del Erario nacional que se señalen en los presupuestos para la creación y protección de asociaciones cooperativas agrícolas, en los términos de esta Ley.
Está a discusión el artículo 2o. No habiendo oradores inscriptos, se reserva para su votación.
Está a discusión el artículo 3o., No habiendo oradores inscriptos , se reserva para su votación.
Está a discusión el artículo 4o.
El C. secretario Barón Obregón: Por disposición de la Presidencia, se va a dar lectura a cada uno de los artículos que se pongan a discusión.
El C. Morenos Francisco Z.: ¡Moción de orden! Quiero hacer una interpelación respecto al artículo 2o. (Voces: ¡Ya está aprobado!)
El C. presidente: Está a discusión al artículo 4o.
El C. Moreno: Insisto en hacer una interpelación a la comisión dictaminadora, respecto al artículo 2o., al cual no se le dio lectura. Pido que se lea.
- El mismo C. secretario: La Secretaría aclara que todos los diputados tienen en su mano la ley.
El C. Moreno : ¿No puedo interrogar?
- El mismo C. secretario: Se va a dar lectura al artículo 2o.:
"Para los efectos de la presente ley, se enterará por asociaciones cooperativas las organizaciones de esta índole constituídas por pequeños propietarios, usufructuarios de ejidos o trabajadores de industrias agrícolas para los fines de consuma y crédito, de producción, de conservación, venta y transformación, etcétera, de los productos agrícolas de sus miembros, así como para asegurar los intereses societarios y defenderlos contra factores que se opongan a su existencia, progreso y mejoramiento.
"Estas asociaciones serán consideradas como no lucrativas, toda vez que persiguen fines eminentemente sociales dentro de las clases en que se organicen"
El C. Moreno: Atentamente suplico a la comisión dictaminadora se sirva informarme si como pequeños propietarios se entiende únicamente a los que últimamente han resultado favorecidos con el reparto de tierras o el fraccionamiento de haciendas o ejidos, o a los pequeños propietarios que siempre la han sido. En mi distrito, donde la propiedad está muy fraccionada, hay el problema únicamente de ayudar al pequeño propietario, que siempre ha sido pequeño propietario, y que ya se encuentra agobiado por los préstamos a tipos muy altos de los agiotistas que dominan la región.
El C. Fabila: Pido la palabra. Yo creo que el compañero Z. Moreno no ha leído con anterioridad el proyecto de ley, puesto que el artículo 3o. define lo que las comisiones entienden por pequeña propiedad.
El C. Moreno: Dice que los que cultiven personalmente la tierra.
El C. Fabila: El artículo 3o. lo define perfectamente, y es una definición, compañero, no solamente técnica, sino social y revolucionaria, tal como las comisiones la entienden y tal como quieren que se entienda en esta ley. La definición tal vez no sería muy exacta en el terreno técnico, pero no nos importa esto a las comisiones, si es lo suficientemente exacta en el terreno en que se colocan para dictaminar en ese sentido. No serán pequeños propietarios para esta ley más que los que cultiven personalmente la tierra, con ayuda de su familia y con ayuda de asalariados en el caso que el artículo define. Si dentro de esta definición están los interesados de su distrito, serán beneficiados por esta ley; si no están comprendidos en esta definición, compañero, lo sentimos mucho por ahora; quizá en un futuro próximo el Gobierno podrá ayudar a estos pequeños agricultores por quienes se interesa.
El C. Moreno: Pudiera definirse de una manera precisa en la ley hasta qué extensión se considera como pequeña propiedad. (Voces: ¡No! ¡No!) ¡Cómo no! ¿Que número de hectáreas se considera como pequeña propiedad?
El C. Fabila: Insisto en lo dicho, compañero; que esta definición no en inminentemente técnica, sino que es la definición práctica; es revolucionaria, es socialista, es cooperativista. Si dentro de esa definición caen intereses que usted quiere proteger, muy bien; si quedan fuera, lo sentimos por ahora.
El C. Moreno: Yo lo que quiero es esta aclaración, simplemente. (Murmullos. Voces: ¡ Se prohiben los diálogos!)
El C. presidente: Se ruega al compañero Z. Moreno que no entable diálogos con la comisión, porque lo prohibe el Reglamento.
El C. Moreno: Yo quiero que se defina enteramente el punto, señor.
El C. Guzmán Apolonio R.: Pido la palabra, como miembro de la comisión, para contestar al compañero. El compañero nos hace una pregunta acerca de lo que entendemos por pequeña propiedad, y yo le contesto que lea con atención el artículo 27; allí se manifiesta terminantemente que pequeña propiedad es aquella cuya extensión no pasa de cincuenta hectáreas. Así está contestada legalmente, dentro de nuestro pacto federal, su pregunta, que es muy diferente a la que él quiere hacer del pequeño agricultor a quien va a favorecer esta ley.
El C. Moreno Francisco Z.: Con permiso de la Presidencia. ¿Entonces todos aquellos pequeños agricultores de mi distrito que quedan comprendidos dentro de este artículo 2o. tienen derecho ellos, mejor dicho, yo tengo derecho a pedir la fundación de una caja agrícola para ayudarlos?
El C. Fabila: Indudablemente.
El C. Moreno Francisco Z.: Pues en mi distrito no ha habido fraccionamiento ni nada. Esa es la cuestión que deseaba yo aclarar. (Siseos). Tengo derecho a aclarar.
El C secretario Barón Obregón: No habiendo sido impugnado el artículo 2o. se reserva para su votación. Se va a dar lectura al artículo 3o. que dice: "Para los efectos de esta ley, se entenderá por pequeños propietarios, a los que cultiven personalmente la tierra para su propio beneficio, con ayuda de su familia, sin recurrir a jornaleros sino en caso de emergencia o en los trabajos rurales, que por su propia naturaleza requieran auxilio."
Esta discusión. No habiendo oradores inscriptos, se reserva para su votación. Está a discusión el artículo 4o. que dice:
"El Gobierno federal, por conducto del Banco Nacional Cooperativo, aportará fondos para organización, fomento y desarrollo de la cooperación agrícola, en los términos que esta ley especifica, y prestará las facilidades que la misma ordenada, así como las que estima convenientes para el mejor resultado de dicha cooperación agrícola."
El C. Manrique: Para interpretar a la comisión.
Pido atentamente a la comisión sirva explicarnos qué Banco Nacional Cooperativo es éste a que alude el artículo 4o., y cuya creación no ha sido expresamente preceptuada por ningún otro artículo anterior, como fuera lo lógico. Claro que el artículo 4o supone tácticamente la existencia de este Banco Nacional Cooperativo. La existencia del Banco Nacional Cooperativo está dictaminada por el capítulo III de esta ley. Yo creo, es una observación de forma, de poca importancia si
queréis, pero que si se atiende, contribuiría a perfeccionar un poco el artículo. Creo que debe aludirse expresamente el precepto de la ley que crea el Banco Nacional Cooperativo.
El C. Fabila: Pido la palabra. En efecto, parece que es razonable lo que dice el compañero Manrique, pero en realidad, no es de gran importancia, porque al buen entendedor pocas palabras . . . (Risas.) Si todo el mundo sabe que va a haber un Banco Cooperativo, la mismo da que se mencione desde aquí en el capítulo III, o que lo mencionemos en todos los artículos, porque en muchos de ellos se hace referencia a él. Si la Asamblea lo cree necesario, las comisiones no tienen inconveniente en mencionarlo en el artículo 4o., o en el artículo 3o. de la ley . . .
El C. Manrique interrumpiendo: Yo pido, simplemente, que la comisión se sirva aclarar el concepto, indicando que se trata del Banco Nacional Cooperativo, creado por esa propia ley. Es perfectamente sabido que debe procurarse que los artículos de una ley sea absolutamente claros, sobre todo cuando se trata de una ley de la índole de la actual.
El C. secretario Barón Obregón: Con la reforma propuesta por el ciudadano Manrique, que acepta la comisión, de tal manera que quedará el artículo en la forma siguiente: "El Gobierno federal, por conducto del Banco Nacional Cooperativo que crea esta ley . . . " etcétera, está a discusión. No habiendo oradores inscriptos, se reserva para su votación.
Está a discusión el artículo 5o.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Murguía.
El C. Murguía: Me voy a permitir proponer a la comisión, que en lugar de la reforma que ha propuesto el compañero Manrique, se precise . . . (Voces ¡Ah!)
El C. presidente: Se recuerda al compañero que este artículo ha sido reservado para su votación.
El C. Murguía, continuando: . . . se precise diciendo que el Banco Cooperativo, que se crea en el capitulo III de esta ley . . . (Murmullos. Voces: ¡No! ¡No!)
El C. presidente: El artículo 5o. ha sido reservado por el ciudadano Prieto Laurens, por lo cual pasara al artículo 6o.
El C. Manrique: Pido atentamente que se dé lectura al artículo 5o.
El C. Prieto Laurens: Que se dé lectura al artículo y después pido la palabra.
El C. secretario Barón Obregón: Está a discusión el artículo 5o., que dice:
"El monto de los fondos a que se refiere el artículo anterior, será de tres millones de pesos, como mínimo, anualmente. Esta suma, si las condiciones del Erario no permitieren su movilización, será entregada al Banco cada cuatro meses a razón de un millón de pesos por período, la inversión de estos fondos del Gobierno federal será en calidad de anticipo o préstamo a la organización de la cooperación agrícola; no cobrara interés alguno por ellos, ni podrá retirarlos en todo o en parte, sino en los términos de esta misma ley y sus reglamentos. La referida cantidad deberá ser distribuída según las disposiciones de esta propia ley."
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Prieto Laurens.
El C. Prieto Laurens: Indudablemente que la comisión no va a encontrar en mis palabras un deseo de obstruccionar, en el momento en el que me levanto a objetar, más bien la forma que el fondo de cada uno de los artículos que me he permitido separar. En este caso, en el artículo 5o., juzgo que la comisión no tendrá inconveniente en aceptar la siguiente observación. Tanto el que habla como el señor subsecretario encargado del Despacho de la Secretaría de Agricultura y Fomento, creemos conveniente que no se establezca la forma precisa, como establece este artículo, de aportaciones de dinero que haga el Gobierno para la fundación del Banco Nacional Cooperativo, y en general, de la dirección de cooperación agrícola, porque dice el artículo: "Esta suma - la de tres millones-, si las condiciones del Erario permitieren su movilización de una sola vez, será entregada al Banco cada cuatro meses, a razón de un millón de pesos por periodo, . . . "
Nosotros proponemos que no se diga esto en este artículo; que se establezca aquí en que forma será entregado el dinero, sino que quede el artículo tal como está redactado, con exclusión de esta frase, dejando para el título cuarto, en el artículo 101 bis o 102, según corresponda, el establecer en la siguiente forma: que el Banco comenzará sus operaciones el día 1o. de enero de 1923, con el capital formado con el valor de la existencia del extinto Departamento Comercial y con las entregas por valor de tres millones que deberá hacer el Gobierno federal en cumplimiento de la presente ley. Ya en el artículo 5o. queda establecido que el monto de los fondos a que se refiere el artículo 4o., será de tres millones de pesos como mínimum anualmente; pero en este artículo no debe establecerse, en mi concepto, y es el mismo criterio del ciudadano subsecretario de Agricultura y Fomento, no debe establecerse la forma de la aportación del dinero, por parte del Gobierno federal, sino mejor hacer más viable, más práctico, más inmediato y más realizable el proyecto de la cooperación agrícola, estableciendo que se inicie a partir del 1o. de enero, con la aportación que el extinto Departamento Comercial ha dejado dentro de la Secretaría de Agricultura y Fomento, sin ningún aprovechamiento, sin ninguna utilidad, sin ningún beneficio, esa gran cantidad de maquinaria y de implementos agrícolas, representa capital, representa dinero; eso se debe aprovechar en algo práctico: refaccionar inmediatamente a las cooperativas agrícolas que se organicen o que ya estén organizadas; a los pueblos que tienen ejidos, dotarlos de esos implementos, entregándoselos cuanto antes, porque ustedes saben perfectamente bien que es muy lírico establecer que en tal fecha se entregará tal cantidad de dinero, sobre todo si esa cantidad es más o menos fuerte. Esto queda teóricamente establecido, pero en la práctica nunca se realiza como una lo desea, o se realiza a medias, generalmente , mientras que lo que ya está en la
mano del Gobierno realizar y, que sobre todo, viendo la disposición que existe por parte del subsecretario encargado del despacho de Agricultura y Fomento para hacer práctica esta organización, para ponerla en vigor aun sin necesidad de que el Senado y el Ejecutivo le den su sanción por los trámites tardados que tiene que seguir esta ley, debemos nosotros hacer inmediata, práctica, realizable, la organización agrícola en forma cooperativa y establecer simplemente en el artículo 5o., en forma genérica, sin descender al detalle, a la minuciosidad que en una ley de carácter general no debe existir, poner solamente el título cuarto, en las disposiciones transitorias, o más bien, establecer allí la forma en que se inicie esta organización como se debe empezar a realizar. Por eso, atentamente, pido a la comisión acepte esta observación que le hago y deje el artículo 5o. en esta forma: "El monto de los fondos a que se refiere el artículo anterior, será de tres millones de pesos, como mínimo, anualmente." Y, naturalmente, en su oportunidad propondré la redacción del artículo del título cuarto, que vendría a ser el 101 bis o el 102, estableciendo que el Banco comenzará sus operaciones el 1o. de enero de 1923, con el valor de la existencia de maquinaria agrícola que hay en el extinto Departamento Comercial de Agricultura, y la cantidad que debe entregar la Tesorería General, será en forma de entregas parciales de un millón de pesos, cada cuatro meses. Eso queda perfectamente bien establecido en el título cuarto, y no en el cuerpo de la ley, en el cual siempre deben establecerse la generalidades, los puntos capitales técnicos de esta organización. Creo que no hay nada en el fondo que se oponga al espíritu que ha tenido la comisión al dictaminar y resolver en esta forma los proyectos presentes.
El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.
El C. Fabila: El compañero Prieto Laurens, en general, tiene razón en concepto mío, pero si se me permite, su interpelación principiare a contestarla por medio de otra, si la Presidencia lo consiente.
El C. Prieto Laurens, interrumpiendo: No es interpelación.
El C. Fabila, continuando: La sugestión. En concepto de usted, el Banco Nacional Cooperativo puede y debe comenzar a funcionar el 1o. de enero próximo Comenzará a funcionar con el capital representado por la maquinaria del extinto Departamento Comercial. Quiero hacer esta aclaración al compañero Prieto Laurens, porque el asunto lo conozco a fondo. De cerca de dos millones de pesos representa toda la maquinaria de ese extinto Departamento Comercial, la dirección de cooperativas en su caso, o el Banco Cooperativo no podrán aprovechar ni la décima parte. Ese departamento Comercial estuvo explotado, materialmente, esa es la palabra, en una forma tal que se compró maquinaria agrícola no para México, sino posiblemente ni para Suiza, ni para los Estados Unidos; maquinaria costosísima cuyo fracaso principalmente ha estribado aquí en México el que no haya quien la sepa manejar. ¡ Qué tal será la maquinaria que se compró que no tenemos ni quien la sepa manejar! Así que si eso es lo que representa un capital, será hecho un capital muerto. Al tramitarse este caso, cuando lo discutimos en la comisión, llegamos a este acuerdo: que el Banco Nacional Cooperativo no cargara con el muerto de el Departamento Comercial; que se pidiera por medio de un peritaje, por medio de la dirección de cooperativas que tiene técnicos para el efecto, que da esa maquinaria solamente pasarían al Banco Cooperativo los elementos que fueran utilizables, es decir, arados, palas, azadones, etcétera, lo que realmente puede utilizarse, pero que no cargara con el muerto de tractores de veinte mil dólares ni con trilladoras de un costo enorme. En concepto mío y técnicamente, compañero Prieto Laurens, me permito aconsejarle que no insista sobre ese particular, porque seria un error, seria cargarle un muerto al Banco Cooperativo. Sí podemos poner en un artículo transitorio, que de esa maquinaria pasen al Banco Cooperativo todos aquellos instrumentos que realmente vayan a servir para la cooperación. ¿Para qué queremos tractores de diez mil pesos y trilladoras de catorce mil? Queremos palas, azadones , etcétera, que vayan a utilizarse desde luego. Por una parte eso; por otra parte, no entiendo cómo puede funcionar el Banco Cooperativo, iniciándolo con un capital ya invertido en maquinaria, el Banco necesita inmediatamente fondos, necesita numerario, amén de que se le proporcionen los demás elementos. De manera que, estoy conforme con el compañero Prieto Laurens, de que reservamos esa parte que él ha objetado para ampliarla más en un transitorio; no lo estoy en cuanto a que él parece que olvida que debemos establecer una forma en que el Banco reciba el 1o. de enero, algunos fondos para trabajar. De otra suerte, ¿cómo vamos a fundar el Banco si no tenemos un centavo en caja? Al contrario, existen ya inversiones cuya salida va a ser sumamente difícil, porque una cooperativa que organicemos en febrero, no va a poder utilizar un tractor ni un arado de disco, ni mucho menos esas maquinas de utilización difícil. Yo creo que el compañero Prieto tiene razón en cuanto a que no especifiquemos, como él dice, la forma en que debe recibirse al dinero; pero también convendrá conmigo - lo mismo que toda la Asamblea en que es necesario que en alguna forma esta ley asegure que se darán fondos para ese sistema cooperativo. Si dejamos que el Ejecutivo aporte esos fondos cuando pueda o en la forma que crea conveniente, resultará que puede haber un momento angustiado para el Erario y no tendremos fondos durante todo el año. Yo creo que la comisión, al estipular la forma en que deberá aportarse dinero, conforme al artículo 5o., ha estado en lo justo; no echamos en saco roto la observación del compañero Laurens, pero nos lo reservamos para transitorio.
El C. Prieto Laurens: La comisión ha tenido la bondad de aceptar, en el fondo, lo que yo he dicho; solamente me resta hacer ligera contradicción a los argumentos que en realidad no me parecen muy sólidos, del compañero Fabila, con respecto a que la materia del extinto Departamento
Comercial fue comprada con un criterio un poco erróneo, o demasiado erróneo, adquiriéndose tractores valiosísimos y maquinaria que no puede ser aprovechada por nuestros campesinos, cuya mentalidad y cuya educación es rudimentaria. Perfectamente, estoy de acuerdo con el compañero Fabila en que el extinto Departamento Comercial ha sido un fracaso, fue un fracaso y por eso ha desaparecido; pero no nos importa el detalle de que haya un tractor o veinte muy grandes, muy valiosos y de manejo un poco difícil, porque esos tractores, el Banco Cooperativo, la Dirección de Cooperativas Agrícolas, los puede transformar en arados o máquinas más sencillas que sí aprovecharán los campesinos. Lo que quiero en el fondo, es que se empiece con algo práctico, con algo que está en la mano del Gobierno realizar. El dinero en una cosa que está muy lejos de nosotros, es una ilusión en estos momentos en que los presupuestos van a ser reportados considerablemente, el dinero es algo que vendrá seguramente, pero que vendrá con muchas dificultades. En cambio, la maquinaria, esos arados de que habla el mismo compañero Fabila, esos guayines, ese gran número de azadones, de palas y de muchas otras cosas que tiene el extinto Departamento Comercial, que tiene la Secretaria de Agricultura y Fomento, ¿ en qué se van a aprovechar? ¿Por qué ha de ser, cargar con el muerto el pasar todo eso que se está perdiendo allí, esa maquinaria se esta oxidando en los campos de San Jacinto, perdiéndose día a día el dinero invertido tan tontamente en esa maquinaria? ¿Por qué perderlo sencillamente? Creo que hay algo más práctico que esto, creo que indudablemente la idea de la comisión ha sido garantizar que el Gobierno federal dará una cantidad, tanto más cuanto, al Banco Cooperativo, a la Dirección de Cooperativas Agrícolas; pues bien, no me opongo a que se estipule eso. Estoy conforme con que el artículo 5o. diga que el importe de los fondos a que se refiere el artículo anterior, será tres millones de pesos como mínimum anual, y que en un artículo transitorio diga que el Gobierno dará como principio, como primera aportación, todo el valor de la maquinaria y el Banco sabrá las operaciones que pueda hacer con esa maquinaria. Esa maquinaria es valiosa, señores representantes, esa maquinaria no debe perderse; nosotros debemos pugnar por que se aproveche, debemos luchar por que las cooperativas ya organizadas, las cooperativas agrícolas militares, las cooperativas de algunos pueblos, los ejidos de que se ha dotado a algunos pueblos, ya pueden recibir el beneficio de esos implementos. ¿Cómo no? Yo conozco algunas organizaciones cooperativas agrícolas que serían beneficiadas más prácticamente que si les diera dinero en estos momentos en que todavía la organización es rudimentaria y en que quizá el dinero podría ir a dar a otras partes muy distintas se las cooperativas agrícolas, muy diferentes de lo que queremos hacer. Tal vez más benéfico, más provechoso, empezar a dar semillas, empezar a dar implementos, que darles dinero es peligroso en estos momentos. Necesitamos empezar a organizar y antes de que reciban dinero los campesinos, antes de que vean la posibilidad de recibir dinero, que reciban materiales, que reciban algo que no puedan cambiar por otra cosa, porque sencillamente les es útil en el momento, porque lo pueden aprovechar: un guayín, un arado, un azadón, un hacha, todo esto parece que es insignificante, pero es de gran valor. Yo creo que debe imponerse el Gobierno la obligación de entregarlo. Ya cargará con el muerto, con el fracaso que ha tenido en el Departamento Comercial, pero es harina de otro costal, como se dice vulgarmente; no tiene nada que ver con la creación del Banco Cooperativo el que haya fracasado el departamento Comercial. Su señoría tiene mucha razón en decir que ese departamento obró totalmente comprado maquinaria que no pueden manejar nuestros pequeños agricultores, para quienes está creándose esta organización; perfectamente; luego si su señoría acepta el artículo del Título cuarto, en el que se establece desde cuándo ha de empezar a funcionar el Banco Cooperativo- que empezará desde el 1o. de enero-, que participará con la aportación práctica y real de la maquinaria que, entre paréntesis, es enteramente factible cambiarla, venderla, como lo ha estado haciendo la Secretaría de agricultura y Fomento, naciendo la Secretaría de Agricultura y Fomento, nada más que sin método, sin sistema definido, sin un deseo liberado de hacer tal o cual operación, creo que no se empeñará en discutir este asunto, porque estoy de acuerdo con él en lo que ha dicho y él está de acuerdo conmigo en lo que he dicho, pero se detiene por cuestión de palabras nada más.
El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.
El C. Fabila: Como dije en un principio, la comisión está de acuerdo en la parte fundamental de la observación del compañero Prieto Laurens, sólo que no creemos que deba modificarse el artículo 5o. en el lugar que ocupa. La comisión en el lugar que ocupa. La comisión se reserva el derecho de presentar ese artículo transitorio, ya sea en la forma expresamente señalada por él, o en una forma semejante. Si me permití hacer esa observación relativa a la maquinaria, es porque es muy justa; pero de aquí a cuando lleguemos a ese asunto, podemos todavía ponernos de acuerdo él y los demás compañeros que están opinando con él. De modo que, en concreto, el artículo 5o. puede y debe quedar en la forma en que está, y de acuerdo con las observaciones del compañero Prieto Laurens, las comisiones se reservan el derecho de presentar este artículo transitorio en la forma propuesta por él, con otras ideas tiendan más o menos a lo que él desea.
El C. Prieto Laurens: ¿La comisión tiene algún inconveniente en suprimir este pequeño párrafo y dejarlo para un artículo transitorio, en lo cual ya está de acuerdo el compañero Fabila? El párrafo es éste en realidad, casi sin cambiarle una palabra:
"Esta suma, si las condiciones del Erario no permitieren su movilización de una sola vez, será entregada al Banco cada cuatro meses a razón de un millón de pesos por periodo. . . "
Esta frase, este párrafo, puede quedar incluído en este artículo transitorio del título cuarto que yo propongo, quedando así:
"El Banco comenzará sus operaciones el día 1o. de enero de 1923, con el capital formado con el valor de la existencia de maquinaria del extinto Departamento Comercial y con la aportación de tres
millones de pesos que deberá hacer el Gobierno federal, en el cumplimiento de la presente ley. Cantidad que deberá entregarse por la Tesorería General de la Federación en la forma siguiente: un millón de pesos dentro de los primeros cuatro meses del citado año, un millón de pesos dentro de los cuatro meses siguientes y un millón de pesos dentro de los cuatro últimos meses."
Es exactamente la misma forma, la misma idea de su señoría; pero establece que el Gobierno se obliga a dar realmente la ayuda, los elementos necesarios para establecer estas cooperativas agrícolas.
El C. Fabila: Pues en realidad estamos de acuerdo en compañero Prieto Laurens y sus comisiones. No se opone a la existencia de un transitorio con la existencia del artículo 5o. El artículo modificado, alterado por su transitorio, no tendrá fuerza ninguna para el año entrante, pero debe, en alguna forma, dejarse establecido, para todos los sucesivos. Ya ha dicho la comisión que está de acuerdo en asentar las ideas del señor Prieto Laurens en un transitorio, pero insisto en que ello se opone a que subsista el artículo 5o., que es regla general de aplicación para todo el tiempo que dure el Banco Cooperativo.
El C. Prieto Laurens: Este artículo puede ser votado junto con los anteriores que no han sido objetados. Estoy de acuerdo con la comisión, porque la parte más importante es la relativa a que se inicie este departamento o Banco Nacional Cooperativo, con este valor ya existente de la maquinaria agrícola, que ya acepta la comisión.
El C. secretario Barón Obregón: Continúa a discusión el artículo 5o.
El C. Manrique: Pido la palabra.
El C. presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Manrique: Señores diputados: Mis objeciones casi creo resultarán más oportunas en la discusión en lo general, porque se refieren a la estructura misma de la ley. Voy a hacerlas con motivo de la discusión en lo particular, del artículo 5o. No hice estas objeciones al discutirse la ley en lo general, porque estoy de acuerdo con la ley, estoy de acuerdo con la tendencia general de la ley; creo, sin embargo, que este proyecto de ley, tal como nos ha sido presentado por las comisiones, revela cierta carencia de método, cierta carencia de disciplina en su elaboración. Efectivamente, el título primero comienza por definir el objeto de la ley. La comisión debió haberse trazado un camino, debió haberse trazado un plan, en esquema. Comienza la comisión por definir cuál es el objeto que la ley persigue. Esta ley quiere el fomento de la pequeña agricultura y para ello comienza por declarar que es de utilidad social la organización y el fomento de la cooperación agrícola. Pasa después la comisión a definir qué se atiende por asociaciones cooperativas; las defina, pero la definición de asociación cooperativa tiene un término que exige una nueva definición. El artículo 2o. dice "Para los efectos de la presente ley, se entenderá por asociaciones cooperativas las organizaciones de esta índole, constituidas por pequeños propietarios, usufructuarios de ejidos o trabajadores de industrias agrícolas para los fines de consumo y crédito de producción, de conservación, venta y transformación, etcétera. . ."
Fija además, una condición para que estas asociaciones cooperativas sean materia de la ley; dichas asociaciones no se considerarán como lucrativas, o mejor dicho, para emplear los términos muy correctos de la comisión: serán consideradas como no lucrativas. Para los efectos de esta ley, explica la comisión, en el artículo 3o., que se entenderá por pequeños propietarios a los que cultiven personalmente la tierra para su propio beneficio, personalmente o ayudándose de su familia, utilizando el trabajo de jornaleros, sino en determinadas condiciones. Hasta allí el desarrollo del plan de la comisión es lógico; pero aparece el artículo 4o. que dice: "El Gobierno federal, por conducto del Banco Nacional Cooperativo . . ." Se menciona un Banco Nacional Cooperativo cuya existencia ignorábamos. Ya mi primera objeción surgió con motivo del artículo 4o., indicando que se aclarase, por lo menos, que se trata del Banco Nacional Cooperativo, creado por esta propia ley. Sin embargo, esto no basta, aun cuando la comisión haya aceptado esta objeción que pareció de poca importancia. Pasamos al estudio del artículo 5o. y vuelve a aludirse con mayor insistencia al Banco. El artículo 4o. dice que para el fomento las asociaciones cooperativas, el Gobierno, por conducto del Banco Nacional Cooperativo, es decir, por conducto de un organismo que se supone preexistente, facilitará fondos a estas asociaciones. El artículo 5o. pasa a definir el monto de estos fondos. El artículo 5o. dice que estos fondos que el Gobierno va a suministrar al Banco, han de ser, por lo menos, de tres millones de pesos anuales; si el Gobierno se ve imposibilitado de suministrar esos tres millones de pesos de una buena vez, podrá suministrarlos por lo menos cada cuatro cantidades de un millón. Después, especifica que por dichos fondos no se cobrarán intereses, etcétera. Más tarde, el artículo 6o. indica que el presupuesto de Agricultura y Fomento deberá tener partidas expresamente destinadas a señalar estas cantidades asignadas al Banco; y, finalmente, el artículo 7o. habla ya del funcionamiento mismo del Banco. El artículo 7o. pasa a definir la obligación de verificar una Asamblea general convocada por el Banco anualmente, o en alguna otra emergencia, cuando la mayoría de las asociaciones interesadas lo solicite. Ya se defina quiénes deben concurrir a esa asamblea general. Esta Asamblea General deberá estar formada por representantes de cada una de las asociaciones interesadas, así como de la Secretaría de Agricultura, etcétera. Ya veis, pues señores, que aparece cierta falta de método, que es la que he querido señalar. El plan que debió haber seguido la comisión, el plan lógico y natural debió haber sido este: objeto de la ley, ya lo define la comisión con toda claridad; el objeto de esta ley es el fomento de la pequeña agricultura, el fomento de la agricultura declarando previamente de utilidad social la organización del fomento de la cooperación agrícola. En seguida, la comisión hizo bien en definir lo que por asociaciones cooperativas se entiende y las condiciones que deben llenar para ser materia de esta ley. En seguida hizo muy bien la comisión en determinar lo que por pequeña propiedad debe entenderse dentro de los términos de esta ley. Ahora,
para seguir con este método con el método que la lógica exigía, la comisión debió pasar inmediatamente a definir, mejor dicho, a ocuparse del Banco Nacional Cooperativo, diciendo: "Con objeto de desarrollar y fomentar por medio del crédito las operaciones de las asociaciones cooperativas, se crea en la ciudad de México un Banco Nacional Cooperativo. Este Banco Nacional Cooperativo aportará fondos para la organización de la cooperación agrícola." Y en seguida habría convenido detallar que estas aportaciones no deberían ser tres millones de pesos anualmente y que el Gobierno, de no poder hacer la aportación de una buena vez, podría, debería hacerlo por lo menos, en cantidades de un millón cada cuatro meses; y en seguida habría sido conveniente hablar de esta Asamblea general convocada anualmente, o cuando la mayoría de las asociaciones interesadas lo creyese convenientemente, y ya entonces podría especificarse el objeto de este Asamblea general y la integración de la misma, etcétera; pero hablar ya de detalles de funcionamiento de un Banco cuya existencia no hemos aprobado siquiera, porque ha ser materia de una discusión posterior, es revelar cierta falta de lógica parlamentaria. Efectivamente, la aprobación de estos artículos que están enumerados como 4o., 5o., 6o., y 7o., es incuestionable que está ligada con la aprobación de los artículos del capítulo III del 88 en adelante, que se refieren al funcionamiento del Banco Nacional Cooperativo, o dicho de otro modo, aparte de cometer una falta de lógica, nos expondríamos, es decir, nos veríamos orillados a una discusión estéril, nos expondríamos a volver sobre nuestros pasos al llegar al capítulo III ¿Quién nos asegura que el capítulo III ha de pasar sin objeción alguna, tal como la comisión lo ha presentado? ¿Quién nos asegura que objeciones hechas por algunos de nosotros al articulado del capítulo III no determinen la modificación consiguiente a los preceptos ya aprobados del título primero? Yo quiero, señores compañeros, que la comisión se sirva tener en cuenta estas objeciones, mejor aún, estas observaciones, si cree que le aceptarlas ha de contribuir a dar a la estructura de la ley una trabazón más lógica, más natural y más sencilla.
El C. Díaz Soto y Gama: Pide la palabra la comisión.
El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.
El C. Díaz Soto y Gama: La comisión está dispuesta, para abreviar este debate, a aceptar desde luego cuantas observaciones atinadas se le hagan. Como las observaciones del compañero Manrique entran en esta categoría, se refieren propiamente a la forma, a la distribución de los preceptos de la ley, claro que la comisión no va a encasillar en una terquedad inútil que sólo serviría para perder el tiempo. Por lo mismo, la comisión no sólo respecto de este artículo, sino de otros, se reserva el derecho de pedir que entren a formar parte del título IV, de las disposiciones finales. Naturalmente que este dictamen está plagado de defectos: fue la obra de refundición de tres pensamiento distintos: el pensamiento del Partido Cooperatista, el del Partido Agrarista y el de la Sociedad Agronómica. Naturalmente hay ciertas incongruencias, ciertas deficiencias de distribución lógica, etcétera, etcétera, pero nosotros queremos, para abreviar el trabajo, que se aparten para su votación los artículos de este título preliminar que no merezcan objeción, y en cada uno de esos artículos, cuando nos convenzan las razones de los compañeros, pediremos que se reserven para otro lugar. Desde luego, las comisiones están de acuerdo en que este artículo 5o., que paso sin objeciones, una vez que se declarado que se reserva para su votación, se reserve para ser colocado en el título final, en el Título IV. Así haremos probablemente con el artículo 6o., con el 7o., etcétera; pero pedimos a la Asamblea se sirva discutirlos, reservarlos para su votación, si es que no hay objeciones de peso, y la comisión irá pidiendo en cada caso que pase o no pase a otro título. Respecto a este artículo, hacemos la formal promesa de pedir que se reserve para el Título IV. Creemos que en esto estará de acuerdo el compañero Manrique.
El C. Manrique: Pido la palabra. Enteramente de acuerdo, ya que yo me referí a la trabazón, al ordenamiento de los artículos. Pido, pues, atentamente, que los artículos 4o., 5o., 6o., y 7o., se liguen lógicamente con los preceptos relativos al Banco Nacional Cooperativo, y se quiten de este lugar para ligarlos con los preceptos relativos al Banco Cooperativo que crea esta propia ley. Es lo único que quiero pedir.
El C. Díaz Soto y Gama: La comisión está de acuerdo en que se trasplante al Título III este artículo 5o. como lo quieren los compañeros.
El C. Manriquez: Pido que los artículos 4o., 5o., 6o. y 7o. formen cuerpo de los preceptos relativos al Banco.
El C. Díaz Soto y Gama: La comisión cree más lógico esperar la discusión de los artículos siguientes. Respecto al artículo 5o., no tiene el menor inconveniente, y respecto del 4o., parece a la comisión que no está mal colocado entre las bases generales; sobre todo, ya está aprobado. Desde el 5o. puede empezar la transplantación.
El C. Manrique: En primer lugar, se sabe perfectamente que es labor ya no de la comisión dictaminadora, sino a veces de la propia Comisión de Estilo el determinar el ordenamiento definitivo de los artículos. Por otra parte, hemos aprobado el artículo 4o., y lo que yo quiero simplemente es que el artículo 4o. pase a ligarse con los preceptos relativos al Banco; lo mismo pido al artículo 5o. No me opongo a la preceptuando por este artículo, quiero simplemente que el orden sea más lógico. Por lo que respecta a los artículos 6o. y 7o., estoy dispuesto a esperar su discusión.
El C. Díaz Soto y Gama: La comisión contesta con sus propios argumentos. Si es cuestión de la Comisión de Estilo, esta comisión sabrá dónde colocar los artículos ya aprobados. La comisión dictaminadora cree que está bien en disposiciones generales, pero todavía la Comisión de Estilo puede colocarlo en lugar diferente. Respecto del artículo 5o., da gusto la comisión al ciudadano Manrique, si la Cámara lo permite, traspasando este artículo al Título III o al IV, como quiera la Asamblea. En cuestión de forma, en cuestión de estilo, de distribución de artículos, no podemos absolutamente anticipar al plan general de distribución de la ley, que tiene que resultar, una vez aprobada ésta. La Comisión de Estilo distribuirá eso en la forma más
racional, más metódica que pueda. Creo que el compañero Manrique se anticipa un poco. Sin embargo, estamos enteramente de acuerdo, para obviar discusiones, en que pase al título que quiera la mayoría de los compañeros, según las insinuaciones del compañero Manrique, o de otro.
El C. Manrique: Pido la palabra. Al mencionar la Comisión de Estilo, quizá cometí una ligereza. En realidad, la Comisión de Estilo no puede alterar, fundamentalmente, el ordenamiento de los artículos. Por otra parte, la Comisión de Estilo, a cuyo estudio podría pasar esta ley, sólo podría ser la Comisión de Estilo de Cámara de Senadores, es decir, de aquella Cámara en la que se estudia en último término una ley. El compañero Díaz Soto, miembro de la comisión, observa que el artículo 4o. fue ya aprobado. Señores, yo no me he opuesto a la aprobación del artículo 4o., pero las razones que habría para conceder el cambio del artículo 5o., son las mismas que expuse para que se conceda el cambio del artículo 4o. Estas razones son simplemente razones de orden, de método, de sistema. El artículo 4o. se refiere a un Banco Nacional Cooperativo de cuya existencia no tenemos noticia, y que debe definirse previamente con los preceptos que están ahora consignados con los números del 88 al 99. En realidad, lo que yo pido no es que los artículos 4o., 5o. y 7o., por lo menos, vengan a ocupar la parte final de la ley; lo que pido, por el contrario, es que inmediatamente después de haber definido el objeto de la ley, lo que por asociaciones cooperativas se entiende y lo que por pequeños propietarios debe entenderse, pase la ley a estudiar inmediatamente lo que por Banco Nacional Cooperativo se entiende, diciendo, poco más o menos: "Con el objeto de fomentar - me refiero al artículo 90 -, con el objeto de desarrollar y fomentar por medio de crédito las operaciones de las asociaciones cooperativas - éstas sí ya definidas en artículo 2o. -, se crea una asociación cooperativa que se llamará Banco Nacional Cooperativo, y cuya residencia será la ciudad de México.
El C. Prieto Laurens, interrumpiendo: ¡Moción de orden!
El C. Manrique: Inmediatamente después....
El C. Prieto Laurens: ¡Moción de orden!
El C. Manrique: Pide atentamente al señor presidente, apelando a su clásica hidalguía y a su reconocida caballerosidad, que no se permitan mociones de orden interrumpidas a un orador, lo cual es una descortesía que tengo que proclamar. Pido al señor presidente que no permita que se cometa tal descortesía conmigo, que creo estar dentro del Reglamento.
El C. Prieto Laurens: Insisto en mi moción de orden. Se está violando el Reglamento. Mi moción de orden consiste en que el ciudadano Manrique insiste en discutir el artículo 4o. que ya está separado, precisamente porque él hizo una observación y la comisión la aceptó. Lo que pasa es que él lo ha olvidado y cree que una descortesía de mi parte que yo lo interrumpo recordándole que la comisión aceptó la observación de hacer constar en el artículo 4o. que se crea el Banco Nacional Cooperativo y todo lo demás que el artículo. Luego es ocioso e inútil que el ciudadano Manrique distraiga a la Asamblea discutiendo el artículo 4o., cuando está a discusión el artículo 5o. Ya se ve que no es ociosa mi interrupción, ni cometo ninguna descortesía. Yo, en lo privado, indiqué al ciudadano Manrique que me permitiera la interrupción; no me la permitió, y entonces, haciendo uso de mi derecho como diputado e invocando el Reglamento, he presentado mi moción de orden.
El C. Manrique, continuando: Si lo que el ciudadano Prieto Laurens se propuso fue impedir que siguiese desarrollando mis conceptos, ha fracasado. A pesar de la opinión personal del ciudadano Prieto Laurens, tengo derecho a creer que mi exposición es lógica. No pensamos con la misma cabeza ni estoy obligado a pensar con la suya ....
El C. Prieto Laurens, interrumpiendo: ¡Que barbaridad sería esa!
El C. Manrique, continuando: Creo, pues, que estoy en los términos de Reglamento objetando la colocación del Título III relativo al Banco Nacional Cooperativo al final de la ley, insisto, y mi interruptor tiene la culpa de que repita mis conceptos, en que lógico es que, una vez definido el objeto de la ley y lo que por asociaciones cooperativas y pequeños propietarios debe entenderse, deberá pasarse inmediatamente a estudiar lo que por Banco Nacional Cooperativo se entiende, y entonces sí vendrían a pelo los artículos que hemos ya aprobado con los números 4o. y 5o., lo mismo que lo preceptuando por el artículo 7o. Pido, pues, atentamente a la comisión, que se sirva incorporar los preceptos de los artículos 4o. y 5o., lo mismo que posteriormente el precepto señalado como artículo 7o., a los artículos señalados con los números 88 a 99, que forman el capítulo III con el título de Banco Nacional Cooperativo.
El C. Pastoriza: Moción de orden, señor presidente. Este es un asunto de trascendencia nacional, y del tal manera, en virtud de que no hay quórum, yo pido a la Presidencia que aplace la discusión de este asunto para cuando todos los representantes pueden tomar parte en el debate.
El C. secretario Barón Obregón: La Presidencia, por conducto de la Secretaría, manifiesta a la Asamblea que puso a discusión el artículo 5o.; que este artículo no ha sido impugnado por ninguno de los oradores; que solamente las aclaraciones del ciudadano Manrique se relacionan con el ordenamiento de los artículos dentro del cuerpo de la ley y que, en consecuencia, no habiendo sido impugnado este artículo y no habiendo oradores inscriptos en otros sentido, se reserva para su votación, quedando a discusión la proposición del ciudadano Manrique.
El C. presidente: La Mesa acaba de tener conocimiento de la muerte del ciudadano magistrado José María Mena. Con motivo de este penoso acontecimiento, se nombra en comisión a los ciudadanos diputados Aguirre Benavides, Otilio González, Romero Ortega, Espinosa y Elenes, Francisco Modesto Ramírez y prosecretario Barragán, para que se sirvan, en representación de esta Cámara, asistir a los funerales del magistrado Mena, y en cumplimiento del artículo 96 constitucional, se pasará
aviso a la legislaturas de los Estado, para los efectos de ley.
El C. Miravete: Pido la palabra para hacer una proposición. En virtud de que el ciudadano Mena es veracruzano, yo atentamente me permito suplicar a la Presidencia que se sirva agregar a esa comisión a un veracruzano.
El C. presidente: Se agrega a esa comisión al ciudadano diputado Miravete, porque efectivamente la Mesa había olvidado esta circunstancia. (Voces: ¡Y que se enlute la tribuna!) Y se enlutará la tribuna por tres días.
Se levanta la sesión y se cita para mañana a las diez. (20. 05.)
NOTA.- En el número 55 de este diario, fecha 17 de los corrientes, en la foja 22, columna 2a., línea 10 dice: "Yo desearía que usted...." Debe decir : "- El C. GONZÁLEZ JULIAN S.: Compañero Covarrubias: Yo desearía que usted...."