Legislatura XXX - Año I - Período Ordinario - Fecha 19221213 - Número de Diario 73

(L30A1P1oN073F19221213.xml)Núm. Diario:73

ENCABEZADO

MÉXICO, MIÉRCOLES 13 DE DICIEMBRE DE 1922

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO I.- PERÍODO ORDINARIO XXX LEGISLATURA TOMO I.- NÚMERO 73

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 13 DE DICIEMBRE DE 1922

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2.- La Secretaria de Gobernación remite los proyectos de presupuestos de Ingresos y de egresos para 1923, de San José del cabo, del Distrito Sur de la Baja California; recibo y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

3.- A discusión en lo particular el proyecto de Presupuesto de Egresos para 1923, correspondiente a la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas. Es nombrada una comisión que invite al ciudadano secretario de Comunicaciones, a que esté presente en este debate. Son aprobadas las partidas no objetadas. El C. diputado Gandarilla informa acerca de la comisión que se le encomendó. A discusión las partidas objetadas, se suspende la sesión.

4.- Reanudada ésta, continúa a debate en lo particular el proyecto del presupuesto anterior, aprobándose, previas reformas y adiciones

5.- Usan de la palabra para hechos varios ciudadanos diputados. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del

C. HERNÁNDEZ GALVÁN MANUEL

(Asistencia de 136 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 11.35: Se abre la sesión.

- El C. secretario Gandarilla, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día once de diciembre de mil novecientos veintidós.

"Presidencia del C. Manuel Hernández Galván.

"En la ciudad de México, a las once horas y treinta minutos del lunes once de diciembre de mil novecientos veintidós, se abrió la sesión con asistencia de ciento treinta y cinco ciudadanos diputados.

"Fue aprobada el acta de la sesión celebrada el día nueve del mes en curso.

"Se puso a discusión el presupuesto de la Secretaría de Agricultura y Fomento, dictaminado por la 7a. Sección de la Comisión de Presupuestos.

"El C. Luis L. León apartó la partida de quinientos mil pesos para los gastos relacionados con la ejecución de obras de irrigación en general, y el resto del presupuesto se aprobó por unanimidad de ciento treinta y siete votos.

"La sección dictaminadora presentó la partida separada por el C. León en los términos que dio a conocer la Secretaría y se reservó para su votación. También presentó, obsequiando las indicaciones de varios ciudadanos diputados, adiciones a la Dirección de Irrigación, al Servicio de Inspección Forestal, a la dirección de Antropología, a las delegaciones de la Comisión Nacional Agraria y a las partidas globales de la misma comisión.

"Estas adiciones no dieron lugar a debate, pues solamente el ciudadano Luis Espinosa hizo aclaraciones respecto de una de ellas, y se aprobaron en un solo acto, en unión de la partida reformada de gastos para obras de irrigación en general, a que se ha hecho referencia, por unanimidad de ciento cuarenta y ocho votos, quedando aprobado el presupuesto de la Secretaria de Agricultura y Fomento.

"El C. Fabila contestó una pregunta del C. Castellanos.

"La Secretaría dio cuenta con los dos documentos de que en seguida se hace mérito:

"Iniciativa de las diputaciones de Sinaloa y Durango, secundada por otras de distintos Estados, relativa a que en el presupuesto de Comunicaciones y Obras Públicas figura una partida de cinco millones de pesos para continuar el ferrocarril de Durango a Mazatlán y de San Marcos, Jalisco, a Ixtlán, Nayarit.- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Dictamen de las comisiones unidas 1a. y 2a. de Petróleo, acerca del proyecto de Ley Orgánica sobre Petróleo.- Primera lectura e imprímase.

"Con relación a este dictamen hicieron aclaraciones los CC. Barón Obregón y Ollivier.

"El C. Gandarilla interpeló a las comisiones de trabajo respecto de la conclusión del dictamen que reglamenta el artículo 123 constitucional. Le contestaron los CC. Julián S. González y Jenaro V. Vázquez.

"Para hechos usó de la palabra el C. Adolfo Azueta.

"A las trece horas y treinta minutos se levantó la sesión."

Está a discusión el acta. Los oradores que deseen hacer uso de la palabra, se servirán pasar a inscribirse.

Como no hay ningún orador inscripto en contra, en votación económica se consulta a la Asamblea si la aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobada el acta por unanimidad.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Poder Ejecutivo Federal.- Estados Unidos Mexicanos.- Secretaría de Gobernación.- Número 9,832.- Anexo.

"A los ciudadanos secretarios de la H. Cámara de diputados.- Presente. "Para los efectos a que haya lugar, tengo el honor de remitir a ustedes, originales, los proyectos de presupuestos de ingresos y egresos de la municipalidad de San José del Cabo, del Distrito Sur de la Baja California, para el año de 1923, así como el oficio de remisión con su exposición de motivos.

"Al suplicar a ustedes se sirvan acusarme recibo de este envío, les retiro las seguridades de mi atenta y distinguida consideración.- Sufragio Efectivo. No Reelección.- México, 11 de diciembre de 1922.- El subsecretario, G. VAlenzuela."- Recibo y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

- El C. secretario Barón Obregón, leyendo:

"A la 5a. Comisión de Presupuestos y Cuenta le fue turnada para su estudio el presupuesto de la Secretaría de Comunicaciones que fue enviado a la Cámara por el Ejecutivo, por conducto de la Secretaría de Hacienda, el cual, después de haber sido estudiado minuciosamente por esta Comisión y de haber tomado todos los datos necesarios, tenemos el honor de presentar a la consideración de esta H. Asamblea en la forma siguiente:

"La comisión creyó conveniente aumentar las partidas globales que se refieren a caminos ya construídos por la Secretaría de Comunicaciones y que necesitan reparación, así como también la partida que se refiere a la apertura de los mismos y que han sido incluídos en el presente presupuesto a pedimento de diferentes diputaciones, solicitudes que le fueron turnadas a la comisión por conducto de la Secretaría de la Cámara, con objeto de que las tomara en cuenta.

"Para no entorpecer las labores de esta oficina, la comisión no creyó conveniente hacer ninguna reforma en la planta de empleados en lo que se refiere a su número, ni a los sueldos que tiene asignados, tomando en consideración el presupuesto de 1921.

"En cuanto al Ramo de Correos, a la comisión le fueron presentadas varias objeciones por algunos señores diputados respecto a los sueldos de director y jefes de departamento, las que, creyéndolas justificadas por la abundancia de datos y obrando con entera justicia y apego a un espíritu de economía, tomando como tipo Standard el sueldo asignado a los empleados de esta categoría, tuvo a bien hacer la reducción obteniendo una economía de..... $14,600.00 en sólo estos empleados.

"Por lo que respecta a las partidas globales se obtuvo una economía de $490,000.00 que hacen un total de $504,600.00.

"Con respecto al ramo de Telégrafos inspirada en el mismo espíritu de economía en lo que respecta a sueldos de director y jefes de departamentos, se ha hecho una economía de $12,765.00.

"En vista de las razones expuestas, sometemos a la consideración de esta H. Asamblea el presente proyecto de presupuesto.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados, México, D. F., a 8 de diciembre de 1922.- Salvador Murguía.- Justino Compeán."

Está a discusión el presupuesto de la Secretaría de Comunicaciones, Ramo Noveno.

El C. Gandarilla: ¡Pido la palabra! ¡Un momento, señor presidente!

El C. presidente: ¿Con qué objeto?

El C. Gandarilla: Para ese mismo asunto, para presentar una iniciativa que la Presidencia dirá si es de tomarse en consideración o no. Yo creo, señores representantes, que es el ramo de Comunicaciones uno de los más trascendentales y que el presupuesto de Comunicaciones debe merecer especial atención de los miembros que formas esta Asamblea. Yo creo también, señores diputados, que el progreso del país depende del impulso que se dé a nuestras comunicaciones y así lo creen también todos los honorables ciudadanos diputados; yo creo también que en la Secretaría de Comunicaciones no se ha dado toda la importancia que deben tener a estos interesantísimos asuntos; yo creo también que la Secretaría de Comunicaciones no responde de hecho a las necesidades públicas; yo creo también que sería muy importante para orientar el criterio de la asamblea, que se invitase atentamente al ciudadano secretario de Comunicaciones para que asistiese a la discusión de su presupuesto; yo creo también, que la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, como funciona a la fecha, es meramente una oficina decorativa. Si vamos a consultar al ciudadano secretario de Comunicaciones y Obras Públicas qué es lo que sabe de ferrocarriles, nos convenceremos de que sabrá de todo, menos de ferrocarriles, porque los ferrocarriles están bajo el control de una oficina que podemos decir que es autónoma. Si le preguntamos al ciudadano secretario de Comunicaciones y Obras Públicas qué sabe de telégrafos, el ciudadano secretario de Comunicaciones y Obras Públicas, tengo la seguridad de que nos convencer de que no está muy al tanto de las comunicaciones telegráficas del país, porque la Dirección de Telégrafos es también una oficina autónoma. Se le preguntamos al ciudadano secretario de Comunicaciones y Obras Públicas, qué sabe le caminos, real y positivamente, de su estado, del impulso que debe dárseles, yo creo que el ciudadano secretario de Comunicaciones y Obras Públicas, señores, nos probará que no conoce más caminos que los caminos alfombrados de su oficina, por donde se llega a su mesa - virgen de labores y de asuntos de importancia...

Por todas estar razones yo pido atentamente, para que el pueblo de la república sepa cómo estamos en Comunicaciones, qué se hace en Comunicaciones, qué se va a hacer en Comunicaciones, que respetuosamente se invite al ciudadano secretario para

que asista a los debates a que dé origen el presupuesto de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas. Esa es la proposición que quiero hacer. Esa es la solicitud que hago respetuosamente a la Presidencia de esta Cámara, que dé aviso, como lo ordena la Constitución, como lo ordena el Reglamento, quiero decir, al secretario de Comunicaciones, de que se está discutiendo su presupuesto y que se vería con gusto su presencia si tiene él algún interés, que yo creo que no tiene ninguno. ¡Pero vamos a suponer que tiene interés y, en consecuencia, vamos a invitarlo!....

El C. secretario Barón Obregón: La Presidencia, por conducto de la Secretaría, interpela al ciudadano diputado Gandarilla, acerca de si la moción que acaba de hacer a la Mesa, equivale a una moción suspensiva en la discusión de este presupuesto.

El C. Gandarilla: De ninguna manera. Creo que no debemos perder tiempo. Debemos discutir y sí tener la cortesía de invitar al ciudadano secretario del ramo. Si tiene empeño, vendrá; si no tiene empeño, rehusará la invitación; como puedo asegurarlo que lo hará. Pero yo quiero que se le invite, señores, porque es de interés para él, más que para nosotros, es de interés para el prestigio del secretario de Comunicaciones el que venga a informar qué ha hecho, qué hace y qué hará...

Yo cumplo, pues, con mi conciencia suplicándole a la Presidencia que invite al ciudadano secretario de Comunicaciones. No es una moción suspensiva.

- El secretario Barón Obregón: La Presidencia, por conducto de la secretaría, consulta a la Asamblea si está de acuerdo en que se invite al ciudadano secretario de Comunicaciones, a fin de que presencie la discusión del presupuesto de su ramo. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado. La Presidencia nombra en comisión, a los ciudadanos Gandarilla, Jesús B. González y ciudadano diputado Navarro, a fin de que se sirvan pasar inmediatamente a invitar al ciudadano secretario de ramo.

El C. Barón Obregón: Señores diputados: Yo he pedido la palabra en estos momentos para hacer una aclaración al margen de las palabras del compañero Gandarilla. Se va a invitar al ciudadano secretario de Comunicaciones para que presencie la discusión del presupuesto de la Secretaría de ese ramo. Yo estoy absolutamente de acuerdo en esa invitación, pero no estoy de acuerdo en las palabras que acaba de producir el compañero Gandarilla respecto a la personalidad del señor secretario de Comunicaciones. El ciudadano general e ingeniero Amado Aguirre es una persona que tiene absoluta cultura y conocimientos de los trabajos que se desarrollan en su Secretaría. Hay que hacer la indicación de que a esta Secretaría en el año en curso se le asignó todo un verdadero presupuesto, mejor dicho, del presupuesto que aprobó la Cámara de Diputados no ha recibido probablemente ni la décima parte de las partidas que se le asignaron, en vista de las dificultades económicas por que atraviesa la nación. Seguramente que el ciudadano secretario de Comunicaciones sí conoce de ferrocarriles, compañero Gandarilla.... (Murmullos. Desorden.)

El C. Gandarilla, interrumpiendo: ¡Moción de orden!

El C. Barón Obregón: ....conoce también de telégrafos, conoce también de caminos.....

El C. Gandarilla: Moción de orden, con permiso del honorable orador. No está a discusión la personalidad del ciudadano secretario de Comunicaciones y Obras Públicas.

El C. Barón Obregón: Pero tengo derecho a hacer una aclaración, compañero.

El C. Gandarilla: No está a discusión la personalidad del ciudadano secretario de Comunicaciones y Obras Públicas....

El C. Siurob: ¡Tiene derecho a hablar!

El C. Gandarilla: Pero no hay debate. Sí, cada ciudadano tiene derecho de hablar lo que quiera. Estoy de acuerdo con usted, aunque sea sin orden ninguno.

El C. Barón Obregón: En vía de aclaración....(Campanilla.)

El C. presidente: La Presidencia se permite manifestar atentamente al ciudadano Gandarilla, que no establece el Reglamento límite alguno respecto a cuáles deben ser las aclaraciones; tiene derecho de exponer lo que quiera el ciudadano Barón Obregón.

El C. Gandarilla: Hay algo a debate: el presupuesto.

El C. Barón Obregón, continuando: Bien, compañero Gandarilla, hay a debate el presupuesto y al margen de lo que usted acaba de declarar, me veo en la necesidad, por conocer personalmente al ciudadano secretario de Comunicaciones, que no es la persona que acaba de señalar el compañero Gandarilla; que, muy al contrario, si alguno de los miembros del Gabinete del presidente Obregón es persona competente y trabajadora, es el secretario de Comunicaciones. Que lo natural en este caso es que precisamente esa Secretaría está inactiva por falta de dinero, porque no se le ha proporcionado nada; el año pasado se votaron diez millones de pesos para caminos y no se le ha dado nada. En la Dirección de Caminos yo soy el primero en declarar que hay exceso de personal y que no hubo trabajos de caminos; pero de eso a declarar que el secretario del ramo no conoce nada de ferrocarriles, no conoce nada de caminos, no conoce nada de telégrafos y no conoce nada del ramo que tiene a su cargo, hay mucha diferencia; si es verdad que en el Gabinete del presidente Obregón hay algunas nulidades perfectamente reconocidas y que no hay necesidad de decirlo porque la nación lo sabe, no es precisamente una de esas nulidades el secretario de Comunicaciones. Por eso, señores, deseo que quede como una aclaración necesaria al margen de las palabras del ciudadano Gandarilla.

El C. secretario Barón Obregón: Está a discusión el presupuesto relativo al ramo de Comunicaciones. Los ciudadanos diputados que deseen objetar partidas, pueden pasar a inscribirse a la presidencia, en la inteligencia de que la Asamblea tiene un receso de diez minutos para cambiar impresiones con la comisión. (Receso de diez minutos.)

Se reanuda el debate. Han sido objetadas las partidas siguientes: La partida 9,363, Dirección General de Correos, objetada por el ciudadano Arroyo Ch.; las 9,364, 9,365 y 9,366, por el ciudadano Julián S. González; la 9,367, por el ciudadano Valenzuela; la 9,368, por el mismo ciudadano y por

el ciudadano Joachín, de la Dirección General de Correos; la partida 9,744, Dirección de obras Hidráulicas, por el ciudadano Luis León y por el ciudadano Chávez M.

El C. Chávez Manuel M.: No es esa, es obras de defensa del río bravo.

El C. secretario Barón Obregón: La 9,745, por el ciudadano Chávez M. y Luis León; la 9,9751, por el ciudadano Arroyo Ch.; la 9,756, por los ciudadanos Arroyo Ch. y Joachín; la 9,759, por el ciudadano Arroyo Ch. Dirección General de Telégrafos: en general, está objetada por los ciudadanos Barón Obregón y Paulino Manzano; la 9,787, objetada; la 9,788, objetada por el ciudadano Bátiz Juan de Dios; la 9,794, objetada por el ciudadano Dorantes Prócoro; la 9,795, por el ciudadano Gómez Filiberto; la 9,796, por el ciudadano Martínez Rendón; la 9,798, por el ciudadano Barrera Elpidio. Son todas las partidas objetadas. Se procede a recoger la votación de las partidas no objetadas.

El C. prosecretario Santa Anna: Por la afirmativa.

El C. secretario Barón Obregón: Por la negativa. Se suplica a los ciudadanos prosecretarios se sirvan auxiliar a la secretaría.

(Se recoge la votación.)

- El mismo C. secretario: Votaron por la afirmativa ciento treinta y ocho ciudadanos diputados; en consecuencia, han sido aprobadas las partidas no objetadas.

El C. presidente: Para informar tiene la palabra comisión que fue a invitar al ciudadano secretario de comunicaciones.

El C. Gandarilla: Como miembro de la comisión que se acercó al ciudadano secretario de comunicaciones y Obras Públicas para hacerle la atenta invitación de que asistiera a la discusión de los presupuestos de su Secretaría, tengo la grande pena de informar que sucediendo en esa Secretaría en este caso, como en algunas otras ha sucedido, los comisionados hemos estado por espacio de treinta minutos después de anunciar que una comisión de carácter oficial de la Cámara de Diputados solicitaba una entrevista y se nos ha contestado que el señor secretario estaba en acuerdo con el subsecretario. (Siseos para el C. secretario del ramo.) Esperamos pacientemente. No quise, como autor de la iniciativa para que viniese, que se pudiera creer como una festinación de mi parte y supliqué al señor Franco y al señor Castilleja que tomaran nota del tiempo que todavía íbamos a esperar. Transcurrieron treinta minutos, y no habiendo recibido comunicación de ningún carácter y sí habiendo notado, como lo atestiguar n los señores Castilleja y Franco y demás miembros, que se les daba el pase a otras personas, la comisión creyó decoroso abandonar la Secretaría y rendir con pena este informe. (Voces: ¡Muy bien!)

El C. secretario Barón Obregón: Está a discusión la partida 9,363, que dice: "Un director general, treinta y cinco pesos", objetada por el ciudadano Arroyo Ch.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Arroyo Ch.

El C. Arroyo Ch.: Honorable Asamblea: Vengo a oponerme a que en el presupuesto figure el director general de correos con treinta y cinco pesos diarios, y a pedir se le aumenten a cuarenta y cinco, porque ésta última es la asignación que justamente debe corresponderle a un funcionario de las atribuciones y de la responsabilidad del director general de correos. (Siseos.) Oigo por allí algunos siseos y yo estimo que son inconscientes aquellos que los lanzan, porque no tienen, no han tenido ellos seguramente conocimiento de todas las labores y responsabilidades del director general de Correos. En muchos países, la Dirección General de Correos es un Ministerio, y solamente en México y en algunas otras partes este departamento depende de la Secretaría de Comunicaciones. Hay una razón fundamental para que nosotros no restrinjamos en nada absolutamente el presupuesto de Comunicaciones en lo que se refiere al Correo, y que deben tener en cuenta todos los señores diputados, y es ésta: que el Correo se sostiene de por sí, que son anualmente mayores los ingresos que las erogaciones, y que el Correo es el único servicio público que está servido en estos momentos con eficiencia; que si a la manera del Correo cualquier otro servicio público estuviese servido con honradez y con eficiencia, habríamos nosotros desmentido que el Gobierno es mal administrador. Por estas pequeñas consideraciones, yo quiero que la honorable Asamblea acepte que el ciudadano director general de Correos tenga en lugar de los treinta y cinco pesos que le asigna la comisión, los cuarenta y cinco con que está servida esta partida desde hace un año.

El C. González Julián S.: Pido la palabra para interpelar a la comisión.

El C. Murguía Salvador: la comisión tomó en cuenta para hacer.....

El C. presidente: No tiene la palabra la comisión. Se concede la palabra al ciudadano Julián S. González.

El C. González Julián S.: Voy a interpelar a la comisión, compañero. Quiero preguntar a la comisión dos cosas: la primera si ha tomado en cuenta una iniciativa firmada por numerosos diputados en la que se pide la reconsideración de las partidas 9,363, 64 y 65, que una de ellas es la que está impugnado en estos momentos el compañero Arroyo Ch. Quiero preguntar también si tomó razones de peso para proponer esta rebaja en los sueldos del director, del jefe del Departamento administrativo, que es a la vez subdirector, de acuerdo con el reglamento interior del Correo; de los jefes de departamento, tomando en consideración tanto la magnitud o el radio de acción que tiene el Correo como institución federal, el número de empleados que depende de la Dirección y la cantidad de dinero que maneja, así como otras razones entre las que podría citar, quizá, la relación que existe entre las categorías de esos empleados a que me vengo refiriendo y los empleados similares de las secretarías de Estado o de otros departamentos dependientes del Ejecutivo, porque yo creo que de una manera general, no diré inconsciente, pero sí un poco ligera, la comisión ha rebajado esos sueldos sin fijarse en que es verdaderamente increíble y bochornoso que un director de correos tenga el mísero sueldo de treinta y cinco pesos diarios. Si ponemos en comparación al director general de correos con el tesorero general de la nación, por ejemplo, o con

el contralor o cualquier otro de los altos empleados o funcionarios de la federación, yo creo hay un saldo a favor de este correo, más si se toman en cuenta razones como la que expuso el compañero Arroyo Ch., el Correo se sostiene con sus propios recursos y que es hoy el único servicio eficiente con que cuenta la federación. Por eso me parece que corría por allí una versión sobre que el director de Correos recibía por otros conductos una participación sobre los impuestos que pagan las alhajas que vienen del extranjero. Yo quiero saber si la comisión ha atendido, para hacer la rebaja, a esa insinuación que corre por aquí de curul en curul, si la ha justificado plenamente, si tiene la convicción de que efectivamente el director de Correos recibe por otros conducto un emolumento superior o no superior, pero un emolumento que añadir al sueldo que el fija el presupuesto de Egresos, y si ha tomado en cuenta que aun en el caso de que el director de Correos reciba ese emolumento a que me refiero, podría traer eso como consecuencia necesaria que se rebajara el sueldo también al subdirector y a los jefes de departamento que no tienen ninguna vela en ese entierro. Quiero que me conteste estas interpelaciones la comisión.

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

El C. Murguía: La comisión se permite informar al compañero González que hasta estos momentos le han entregado el escrito firmado por varios ciudadanos diputados con respecto a la reconsideración de esas partidas; por ese motivo no pudo tomarlas en cuenta. Respecto a las razones que tuvo la comisión para reformar el sueldo en la partida correspondiente al director y jefes de departamento del correo, fueron las expuestas por el compañero Valenzuela que ha sido subdirector de Correos y quien en concepto de la comisión está perfectamente informado. Las razones que el director general de Correos tiene una participación de dos por ciento sobre las importaciones de bultos postales que lleguen a la Oficina Central de Correos de esta ciudad; que esa participación puede calcularse en cuatro mil pesos, porque tengo un dato que se me ha dado de la Contraloría relativo a que en el mes de octubre tuvo tres mil ciento y pico de pesos, y el mes, el de abril, tuvo siete; de manera que son las razones que tuvo para bajar el suelo del director.

El C. Arroyo Ch, interrumpiendo: Moción de orden. Para una interpelación a la comisión. Moción de orden. Yo quisiera que la comisión, para que obrara en firme, tuviera la amabilidad de pasar a documentarse perfectamente en Contraloría, y no venir a sentar falsedades, porque eso de que gana siete mil por concepto de bultos, es un escándalo; eso es eventual completamente; me voy a permitir decírselo al señor miembro de la comisión: es eventual y solamente por determinados bultos, no por todos los bultos. Si fuésemos a seguir esa norma de por algo eventual que percibe un alto funcionario le fuésemos a quitar el sueldo, habría que reducir a la nada el que tiene el administrador de la Aduana de Veracruz, el director del Timbre en México, etcétera. ¿Cuánto percibe el director del Timbre por concepto de multas? Y no por esto le vamos a rebajar el sueldo, porque todo eso es eventual, y no por todos los bultos, señor.

El C. Murguía, continuado: La comisión se permite informar al señor Arroyo Ch., que no tiene empeño en sostener esta partida, que si la honorable Asamblea acuerda subirle el sueldo al director... (Voces: ¡No! ¡No! ¡No subirlo, dejarlo como está!) Ahora, respecto de los informes, yo ruego al compañero Valenzuela, que es el que aportó todos estos datos, y que la comisión no tiene por qué dudar de la veracidad del compañero Valenzuela, se sirva decir a la Asamblea de dónde ha tomado esos datos y por qué ha venido a hacer esas declaraciones.

El C. González Julián S: pido la palabra, por que la comisión no contestó mi interpelación.

El C. Espinosa Luis: Para moción de orden. La comisión ha pedido atinadamente que el compañero Valenzuela sea el que informe en estos momentos para orientar a la Asamblea; yo creo que antes de aceptar cualquiera otra cosa, debe concederse la palabra al compañero Valenzuela para que él informe.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Valenzuela.

El C. Valenzuela: Honorable Asamblea: Al impugnar la partida 9,363, no me lleva otro objeto más de este: estoy perfectamente documentado e invito al compañero Arroyo Ch. y al compañero González para que se acerquen al Departamento de Aduanas que existe en la Contraloría General de la Nación y allí les suministren los datos exactos que yo he adquirido esta mañana. En el mes de octubre, por concepto de importaciones hechas por la vía postal, se obtuvo el dos y medio por ciento que le corresponde al director, que ascendió a la cantidad de tres mil ciento setenta y seis pesos veinte centavos. No son falsedades ni es tampoco cierto que sea eventual el impuesto. En la conciencia de cada uno de nosotros está, y lo sabemos perfectamente bien, que cuando queremos un calzado que no podemos conseguir aquí por lo caro, lo pedimos a los Estados Unidos o a alguna otra parte del extranjero, y así los comerciantes, fiados en la eficacia del Correo, por la atención que reciben estos bultos, por ser la vía más rápida y porque se les dan toda clase de facilidades para que traigan sus bultos, los comerciantes han tenido por norma traer sus mercancías por correo. Fluctúan por término medio estos impuestos comerciales entre seiscientos y setecientos mil pesos, como estoy dispuesto a comprobárselo al ciudadano Arroyo Ch. y al ciudadano González; deduciéndose el dos y medio por ciento para el director, le corresponden de tres a cuatro mil pesos, poco más o menos, mensualmente. Las principales casas comerciales de México, como "El Palacio de Hierro", importan muchas de sus mercancías por correo, y esto no es una eventualidad, puesto que constantemente están llenos los almacenes del Correo con bultos postales y continuamente se está pidiendo a la Secretaría de Hacienda que mande más "vista", como ha sucedido muchas veces. Así es que tres mil ciento setenta y seis pesos veinte centavos, por concepto de participación en el mes de octubre, no sin eventuales; y puede decirse que por término medio, considerándolo por lo bajo, asciende esa participación a dos mil y tantos pesos. Ahora, por otra parte, tenemos al director de la Casa de Moneda, que tiene

por concepto de impuestos a los metales un tanto por ciento. El señor director de la Casa de Moneda gana treinta y tres pesos treinta centavos; este señor, obrando de acuerdo con las facultades que le da el artículo 36 de los Aranceles, ha obtenido -aunque me salga en estos momentos del caso a discusión- treinta y un mil ochocientos noventa y nueve pesos veinticuatro centavos de enero a septiembre de este año; igualmente se puede calcular que el director general de Correos en el mes que está corriendo (y esto existe escrito, señor Arroyo Ch. vamos a la Contraloría y ahí le mostraré que estoy perfectamente documentado), el director tiene un sobresueldo por derechos de importación que le corresponden conforme a la Ley de Hacienda; así es que no sé en qué se basa usted para decir que es eventual, porque usted sabe perfectamente, como empleado postal que ha sido hace mucho tiempo, que todos los bultos postales que se reciben para el comercio...

El C. Arroyo Ch., interrumpiendo: ¿Me permite una interpelación el señor presidente? Estoy pidiendo la palabra para interpelaciones, si el orador lo permite.

El C. presidente: Si el orador lo permite.

El C. Arroyo Ch.: ¿Me hiciera favor de decirme el dos por ciento que dice que cobró sumó el total de tres mil y tantos pesos, o si el dos por ciento fue sobre los tres mil y tantos pesos?

El C. Valenzuela: No, señor; el total de tres mil y tantos pesos fue producto neto de comisión sobre bultos postales.

El C. Arroyo Ch.: ¿Los cobró íntegros?

El C. Valenzuela: Sí, señor; le corresponden íntegros neta y descaradamente al señor director, tres mil ciento setenta y seis pesos veinte centavos.

El C. Arroyo Ch.: ¿Me hiciera favor de decirme el señor Valenzuela, ex director general de Correos, si ese dos por ciento que corresponde al director es por todos los bultos postales?

El C. Valenzuela, continuando: Es por todos los bultos postales que causan derechos. Los documentos en que me he basado para esto están escritos y existen en la Contraloría Arroyo Ch.

El C. Arroyo Ch., interrumpiendo: Otra interpelación.

El C. Valenzuela: La que usted quiera.

El C. Arroyo Ch.: ¿Me hiera usted favor de decirme, usted, que sabe mucho de Correos, ¿cuántos bultos llegan a México con derechos, aproximadamente?

El C. Valenzuela: ¡Hombre! eso sería un poco difícil de momento; pero es muy fácil probarlo.

El C. Arroyo Ch.: Moción de orden. Para hacer sentar una falsedad o una equivocación...

El C. presidente: La Presidencia se permite llamar al orden al ciudadano Arroyo Ch.

El C. Arroyo Ch.: El orador me ha permitido que hable.

El C. presidente: La Presidencia ruega al señor Arroyo Ch. que escuche. Los oradores en pro, conforme al Reglamento, hablar n dos veces, así como los del contra. Hay otros oradores inscriptos en contra y algunos hacen uso de la palabra para mociones de orden e interpelaciones y usted está saliendo del Reglamento. Tiene la palabra el ciudadano Valenzuela.

El C. Valenzuela, continuando: Queda, pues, demostrado que el director general de Correos, por concepto de derechos de importación que hacen los comerciantes de esta capital por la vía postal, se puede decir que recibe por término medio dos mil y tantos pesos mensuales. En este concepto, si el director tiene cuarenta y cinco pesos diarios, percibir cuatro mil y tantos pesos mensuales, señor Gandarilla. En las mismas condiciones está el director de la Casa de Moneda, y el director de la Casa de Moneda no ha venido aquí a decir que se le aumente el sueldo, desde el momento en que con el impuesto a los metales tiene un gran tanto por ciento que el produce en un trimestre la pingüe utilidad de treinta y un mil ochocientos ochenta y nueve pesos veinticuatro centavos. En iguales condiciones está el director general de Correos. De suerte que, en mi concepto, está perfectamente... (Murmullos. Campanilla.)

El C. presidente: La presidencia ruega encarecidamente a los ciudadanos diputados ocupen sus curules y escuchen al orador.

El C. Valenzuela: Queda, pues, demostrado, señores diputados...

El C. Arroyo Ch., interrumpiendo: ¡No queda!

El C. Valenzuela, continuando: ...que el director general de Correos gana alrededor de cuatro mil y tantos pesos mensuales. Ahora dejo al criterio de ustedes con estas declaraciones que no son festinaciones ni datos cogidos al azar, como dice el ciudadano Arroyo Ch., la resolución de este asunto. Pero quiero demostrar al compañero Arroyo Ch., a él y a cualquier otro, que estos datos están escritos en la Contraloría General de la Nación; allí se puede ver que el director de Correos percibió la cantidad de siete mil ochocientos ochenta y nueve pesos veinticuatro centavos, por el mes de julio.

El C. Espinosa Luis: ¿Me permite una interpelación?

El C. Valenzuela: Con mucho gusto, compañero.

El C. Espinosa Luis: Con permiso de la presidencia. Quiero, compañero, que tenga la bondad de aclararme este punto: si esos tres mil y tantos pesos fueron recaudados de octubre a diciembre.

El C. Valenzuela: No, señor; sólo por octubre.

El C. Espinosa Luis: Eso es lo que quería aclarar; muy agradecido.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano González Julián S.

El C. González Julián S: Señores diputados: No tengo especial interés en objetar la partida que está a discusión, porque se refiera al sueldo de un alto funcionario; mi interés especialmente está en las partidas subsecuentes, que se refieren a los altos empleados del ramo de Correos, y creo de justicia hacer algunas aclaraciones para desvirtuar cualquiera malévola especie que pueda haberse incrustado en los cerebros de algunos señores compañeros; en primer lugar, probablemente algunos compañeros, que están influenciados por la creencia de que trata de aumentar el sueldo al director de Correos, al subdirector y a los jefes de departamento, yo voy a hacer previamente la aclaración sencillísima de no aumentar estos sueldos, únicamente se trata de dejarlos, es decir lo que

nosotros hemos propugnado es dejarles los sueldos que disfrutan en el presente ejercicio y no aceptar la rebaja que propone la comisión, por las siguientes pequeñas razones que voy a exponer a ustedes. En primer lugar, el impugnador, o más bien, el defensor de la partida, ciudadano Arturo Valenzuela, puede -y que me permita el compañero una pequeña suspicacia-, puede venir a esta tribuna influenciado por cualquiera rencilla o sentimiento personal. El ciudadano Valenzuela fue subdirector de correos, y no sé qué pequeña rencilla o que pequeña dificultad exista entre él y el actual director de Correos, señor Cosme Hinojosa; por lo tanto, esa base psicológica que podemos coger para juzgar el valor de sus aseveraciones, puede traer un pecado de origen, y es preciso tenerlo en cuenta al hacerle caso o no en su afirmaciones. El señor diputado Valenzuela me decía hace algunos momentos, antes de que comenzara esta sesión, que había llevado al señor Arroyo Ch. a convencerse de que el ciudadano director de Correos recibirá tres mil y tantos pesos por concepto de derechos de participación en los impuestos de importación en algunos artículos, por ejemplo, las alhajas. Yo quiero saber y, por lo tanto, interpelo al ciudadano Arroyo Ch., para que me diga si es exacto lo que me afirmó el ciudadano Valenzuela. El ciudadano Valenzuela dice que el señor Arroyo Ch. quedó conforme y convencido de que el director de Correos había firmado en la nómina un recibo por tres mil y tantos pesos; yo quisiera que el señor Arroyo Ch. me dijera si eso es verdad.

El C. Arroyo Ch.: Yo no he visto ningún recibo firmado por el señor director de Correos; lo único que he visto son unos asientos que trae el señor Valenzuela, hechos de su puño y letra, y eso no me ha convencido.

El C. González Julián S.: Señores diputados: En ese caso queda únicamente la afirmación del ciudadano Valenzuela. Yo estoy capacitado para poder decir, en breves palabras, lo que conforme al Código Postal significa esa participación en los artículos que causan derechos de importación y que vienen por bultos postales. Conforme al Código Postal, es el administrador local de la ciudad de México, a quien corresponde esa llamada participación a que se refiere el ciudadano Valenzuela; es el administrador local del Correo de la ciudad, a quien mensualmente, si hay participación, se le otorga la suma fantásticamente relatada aquí por el ciudadano Valenzuela, y que en realidad es mucho menor; por lo tanto, creo que podemos afirmar que el director general de Correos no recibe ese dinero. Yo pido, para hacer justicia a un funcionario, a un alto empleado de la Federación, que se investigue si efectivamente es el director general o el administrador local quien recibe ese dinero; porque de lo contrario, hacer una afirmación así, injusta hasta cierto punto, podría traer como consecuencia que esta Cámara obrara con ligereza.

El C. Gandarilla: Pido la palabra para una interpelación.

El C. presidente: Si el orador lo permite, tiene la palabra el ciudadano Gandarilla para una interpelación.

El C. Valenzuela: Sí, con mucho gusto.

El C. Gandarilla: Señores diputados: Queda confirmado lo que hace unos momentos sostuve. En esta discusión, cuando se trata ya del sueldo del director general de Correos, la Asamblea se encuentra con el decir de un honorable representante, que afirma traer documentos fehacientes, y otros ciudadanos representantes que dicen no creer en esos documentos. ¿Si es así, cómo la Cámara en estos momentos está discutiendo una partida del presupuesto de Comunicaciones sin saber absolutamente nada, ni siquiera cuánto va a los bolsas de los altos empleados de Comunicaciones? El señor diputado González, con una honradez que mucho le honra.....

El C. González Julián S., interrumpiendo: Muchas gracias.

El C. Gandarilla, continuando: .....dice: yo quiero solamente hacer justicia, y en seguida afirma que no es el director general de Correos, sino el administrador local, el que probablemente percibe esa cantidad de tres mil y tantos pesos. Debo decir al señor González que la Contraloría manifesta - si no miente el señor Valenzuela, que no me merece el concepto de embustero - que es el director general de Correos el que firma los recibos. En consecuencia, señores, quiero hacer hincapié en esto: estamos discutiendo el presupuesto de Comunicaciones, y el secretario del ramo, con muy poca cortesía, que no le honra nada, no ha aceptado ni siquiera la invitación que le hizo la Cámara para que asistiera a esta discusión. Yo quiero, señor presidente y señor González, que me apoyen en este sentido: que se dirija otra vez atenta comunicación, pero ya de una manera enérgica, conforme a un derecho que establece la Constitución, al secretario de Comunicaciones, para que informe en casos como éste. Yo no creo, señores representantes, que estemos procediendo con justicia, discutiendo a ojo de buen cubero, compañero Portes Gil. Y le suplico al señor Valenzuela que atienda. Nosotros, ciudadanos representantes, yo creo que hemos venido de lejanos distritos con esta buena intención: procurar mejorar las comunicaciones del país y los servicios de comunicaciones, entre los cuales servicios yo creo se encuentra el Correo. Yo creo, ciudadanos representantes, yo creo que tenemos obligación, más que en otro ramo, en éste, de suponer acuciosidad para que salgan presupuestos siquiera aceptables. Yo, señores, cuando he cruzado por distintas partes de la república, me he encontrado con multitud de individuos genuinamente representantes del pueblo, que me dicen: ¿y qué hacen los señores diputados?..... ¿En qué se ocupan los diputados?..... ¿Cuáles son los beneficios que traen los diputados?.... (Aplausos) Porque aquellos individuos que no tienen la cultura de otros ciudadanos de la clase media, quieren beneficios tangibles, quieren el mejoramiento real y positivo de las comunicaciones ferrocarrileras, la baja de tarifas de los pasajes de ferrocarriles, la baja de las tarifas de carga, el buen servicio de correos, el buen servicio de telégrafos. Eso es lo que quieren los representantes genuinos del pueblo y aquí, señores, quiero hacer hincapié en algo, el anatema nacional es este: "La Cámara no hace nada." Pero yo quiero también poner los puntos sobre las íes. ¿Nada hacen los diputados en este país? No lo hacen porque no les es posible hacer

nada, como lo voy a demostrar: Nada menos el representante por el 8o. distrito de Jalisco, el señor Manuel Navarro, se acercó a la Secretaría de Comunicaciones pidiendo que le permitieran que, con el dinero economizado de sus dietas, estableciera una red para telégrafos....

El C. González Julián S.: Me interrumpió usted con una interpelación.

El C. Gandarilla: ¿Me permite usted o no? Un momento, compañero. Voy a acabar de fundarla. El ciudadano Manuel Navarro se acercó a la Secretaría de telégrafos Comunicaciones solicitando la ayuda para establecer esa red de fonos ¿Y sabéis lo que contestó? Que no era posible por la falta de Reglamento, o no sé qué, que era inútil; y entonces el ciudadano Navarro se dirigió al director de telégrafos y obtuvo por sobre la negativa torpe del secretario de Comunicaciones, la concesión, y logró hacer un beneficio positivo a su distrito. Ya ven, pues, cómo no son los diputados los que no hacen nada, sino esas esfinges que se encuentran en los ministerios, esos individuos que están con amable sonrisa recibiendo a todo el mundo, pero que nada práctico hacen por nuestro país. Yo por eso, compañero González, puesto que usted mismo ha dicho que no sabe si esos tres mil pesos son para el director o para el administrador local, puesto que no sabe usted -como no lo sabe nadie -, quiero que me diga si está de acuerdo en que se exija sin consideraciones, la presencia del secretario de Comunicaciones en esta Cámara. (Aplausos.) ¡esta es mi interpelación!

El C. González Julián S.: Señores diputados: En primer lugar, es lógico que participe de todas las ideas que en su tirada lírica...

El C. Gandarilla, interrumpiendo: ¡No, práctica!

El C. González Julián S., continuando: ...nos ha echado el compañero Gandarilla; participo de ellas y voy a contestar su interpelación con una aclaración sencillísima. Dice el compañero Gandarilla que dije yo que no sabíamos a quién iba a dar esa comisión que se recoge por concepto de impuestos de aquellos bultos postales que pagan derechos de importación. No es verdad que yo haya asentado eso: yo sostengo todo lo contrario a lo que sostiene el compañero Valenzuela; yo dije que esa participación la percibe el administrador local de correos y no el director. Yo tengo razón para ser un poco suspicaz, tratándose del compañero Valenzuela, porque ya me hizo antes una afirmación que resultó inexacta. El decía que Arroyo Ch. se había convencido de que lo que decía Valenzuela era justo, y Arroyo Ch dice que no es así. De manera que yo tengo derecho para ser suspicaz. Valenzuela habla de documentos, y es raro verdaderamente que habiendo pasado varios días y sabiendo que se iba a tratar este asunto de Comunicaciones, no haya traído esos documentos y únicamente venga a hacer una afirmación verbal que podrá ser todo lo estimable que ustedes quieran, pero que está saliendo fallida. Yo sostengo, compañero Gandarilla, que el administrador local firma el recibo correspondiente y el director general pone el "visto bueno". Esa firma es la que ha visto el compañero Valenzuela y por eso cree que es el director general quien recibe el dinero, cuando en realidad quien lo recibe es el administrador local, que es por cierto una participación mezquina, mezquina con relación a la que exhibe fantásticamente el compañero Valenzuela. Ya ve, pues, el compañero Gandarilla, que la afirmación que yo hice no es la misma que él hace y por lo mismo yo sostengo que el director general de correos debe quedar con el sueldo que actualmente tiene; y pido a la comisión que tome en cuenta los razonamientos hechos por el compañero Arroyo Ch y por el que habla.

El C. Valenzuela: Si quiere usted convencerse, lo mismo que el ciudadano Arroyo Ch., vamos en estos momentos a la Contraloría; que la Presidencia tenga la bondad de nombrar una comisión de tres individuos que certifique y vea que es verdad lo que yo he traído aquí. (Aplausos.)

El C. González Julián S.: Compañero: eso es lo mismo que yo proponía antes, que fuera una comisión. Estoy absolutamente de acuerdo, y si la Asamblea.....

El C. Valenzuela, interrumpiendo: Los recibos están firmados por los ciudadanos Hinojosa.

El C. Espinosa Luis: Pido la palabra para una moción de orden.

- El C. presidente Tiene la palabra del ciudadano Espinosa

El C. Espinosa Luis: Señores compañeros: La verdad que es lamentable el espectáculo que se está dando con esta manera de querer discutir esta partida. Tal parece que hubiera un interés muy marcado de los que defienden que quede el mismo sueldo para el director de correos en una forma tan apresurada y poco correcta en que están queriendo defender esta partida sin aducir un solo argumento de peso. Por otra parte, el compañero Valenzuela, que nos debe merecer el concepto de hombre honrado aun que no quiera el compañero González, se obstina en asegurar que es el director de correos, no el administrador local, quien recibe ese fabuloso dos por ciento; de tal manera, que siguiendo por este camino, no llegaremos a ninguna conclusión, y yo me permito rogar a la Presidencia, en moción de orden, que no consienta estos diálogos; que los impugnadores, de acuerdo con el reglamento, se inscriban en pro o en contra de la partida pero que de ninguna manera se siga este herradero parlamentario que sólo sirve para que nos formemos un mal concepto de este asunto. (Aplausos.)

El C. León Luis: Pido la palabra

El C. Espinosa Luis: Yo había pedido la palabra en pro

El C. presidente: La presidencia respetuosamente manifiesta al señor Espinosa que, como le consta a la Asamblea, hace un momento que está tratando de introducir el orden y le consta que ha negado a ese fin la palabra a los que quieren sujetarse al turno que les corresponde. Una vez más va a decir la Secretaría quiénes son los oradores para orientar el debate debidamente.

El C. secretario Barón Obregón: Están inscriptos en contra el señor Arroyo Ch., que hablo ya y el ciudadano González Julián S. que está en el uso de la palabra, y nuevamente el señor arroyo Ch.

El C. presidente: está en el uso de la palabra el ciudadano González.

El C. González Julián S., continuando: Ya ve, pues, el ciudadano Espinosa, que no hay tal herradero,

porque yo me he inscripto en contra de la partida y estoy hablando en contra. Ahora bien, ciudadano Espinosa, yo, aunque me felicito y me he felicitado siempre de no ser abogado, voy a traer un pequeño argumento jurídico para convencer al ciudadano Espinosa de que no hay tal herradero: que los que estamos impugnando partidas lo estamos haciendo dentro de la lógica. Según entiendo, en Derecho -no sé si romano o constitucional, no soy perito en esa materia - el que hace una afirmación está obligado a comprobarla. (Una voz: ¡eso es lógica!) ¿Es lógica? Pues por eso decía yo que estaba de acuerdo con la lógica. El que hace una afirmación está obligado a demostrar que es exacta, y el ciudadano Valenzuela hizo una afirmación y no la ha comprobado.

El C. Valenzuela: En este momento le traigo la confirmación; voy por ella.

El C. González Julián S.: Ahora bien; no estamos procediendo con festinación, y yo por mi parte declaro - e invito a ustedes a que vean el DIARIO DE LOS DEBATES - que ya antes hice la proposición de que fuera una comisión a cerciorarse de la veracidad de lo que afirma el compañero Valenzuela, a pesar de que no traiga aquí la comprobación de su aserto. Para que vea el compañero espinosa que no tengo ningún empeño en que se apruebe a la ligera esta partida, yo únicamente vengo a sostener una tesis dentro de la lógica, y el ciudadano Valenzuela, al hacer su afirmación, estaba obligado, conforme a la lógica, a sostenerla, cosa que no ha hecho hasta ahora.

El C. presidente: En contra tiene la palabra el ciudadano Arroyo Ch.

El C. Espinosa Luis: Estoy inscripto antes que el señor Arroyo Ch.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta al ciudadano Espinosa que con anterioridad y durante el término que señala el Reglamento para la inscripción de oradores, se inscribieron los señores diputados Arroyo Ch. y González, y que su señoría vino a inscribirse posteriormente, ya cuando no era tiempo.

El C. Espinosa Luis: Yo no tengo inconveniente en hablar después.

El C. presidente: Para terminar este incidente, la Presidencia hace una invitación especial a quienes deseen hacer uso de la palabra para que pasen a inscribirse. Tiene la palabra en contra el ciudadano Arroyo Ch.

El C. Arroyo Ch.: Honorable Asamblea: El muy estimable compañero don Arturo Valenzuela es quien ha provocado a propósito de este asunto una discusión acalorada por la pasión con que quiere vengarse de no sé qué asuntos en contra del director general de Correos.. (Siseos.) y esto se puede justificar con los siseos de algunos malos empleados postales que están en las galerías, queriendo también vengarse en contra del señor director general de Correos. Bastan unas cuantas aclaraciones para desenmarañar este embrollo.

El señor Valenzuela, apasionadamente, como dije antes, no ha venido a decir aquí la verdad, por equivocación o por apasionamiento. No es cierto que el ciudadano director general de Correos perciba el dos por ciento sobre los derechos aduanales por todos los bultos que se reciben en el país, puesto que si tal cosa sucediera, este señor se haría millonario en un año. Aproximadamente un millón de bultos postales vienen aquí con derechos de aduana y pagando unos dos pesos, otros quinientos pesos y otros seiscientos, y es un absurdo ve venir a asegurar que por cada uno de esos derechos él percibe el dos por ciento percibe el dos por ciento, efectivamente, el Correo - y después diré quién lo cobra - por todos aquellos contrabandos, por todas aquellas mercancías, alhajas, etcétera, que no vienen clasificadas; porque hay un servicio de valijas directo de Europa y Estados Unidos hacia México, y cuando en la Dirección General de Correos, en el Departamento de Aduanas se abren aquellos paquetes y se ve que contienen mercancías por las cuales haya que pagar derechos aduanales, entonces el vista hace la clasificación, cobrando, porque no se hizo la clasificación a tiempo, una multa que es distribuída entre los empleados aduanales y el administrador de Correos, y luego, al hacer la liquidación en Contraloría de lo que corresponde por algún período al ramo de Correos, extiende un recibo el director, que es el jefe de Correos. Ya se ve cómo no hay aquí nada obscuro. Entiendo que con todas estas aclaraciones ya se convencer la Asamblea de que no es el ciudadano director general de Correos quien percibe este porcentaje, y que tampoco lo que el administrador percibe asciende a muchos miles de pesos. Volveré a repetir el trámite, por si algún ciudadano diputado está todavía a ciegas de lo que acontece allí. Es doloroso que el ciudadano Valenzuela, que sabe de correos, pero tal vez allá en Nacozari -porque es de Sonora - no venga a hablar en estos momentos, después de haber estado mucho tiempo en la Dirección General de Correos, con conocimientos de causa. Así es que debemos dejar al ciudadano director general de Correos el sueldo que tuvo todo el año... (Voces: ¡No!) Ya lo dije. (Voces: ¡No!) No hay ninguna razón para oponernos a esto, ciudadanos diputados. Es el servicio - como ya he dicho antes - que en estos momentos está cumpliendo con mayor eficiencia su cometido, con el aplauso de todo el pueblo mexicano y aun de países extranjeros. Cuando ha ido algún empleado postal de los que actualmente están desempeñando importantes servicios, y a los que también se les quiere reducir el sueldo, a la Argentina o a España - allí está el ciudadano González, que podrá decir si es o no cierto -, ha ocupado importantes puestos en las grandes convenciones, precisamente por la perfección que tiene este servicio en México. No es mucho que para poder exigir a un ciudadano director general de Correos - como hasta hoy lo ha hecho - el cumplimiento exacto de su deber, se le paguen cuarenta y cinco pesos, máxime si éstos no van a salir de ninguna multa ni de algún otro ramo que no sea el del servicio postal. Este servicio se sostiene por sí solo; el sueldo que se le paga al director y a todos los demás empleados sale del mismo servicio; luego entonces no hay razón para que nosotros nos opongamos a que este ciudadano director general de Correos tenga el sueldo que ha tenido este año, durante el próximo ejercicio fiscal. Este no es un zángano, como no lo es ninguno de los empleados postales. Allí sí que, fuera de toda politiquería,

el empleado postal está acuciosamente dedicado al cumplimiento de su deber. Es un absurdo asegurar que el ciudadano director general de Correos percibe un dos por ciento sobre los derechos aduanales, como se puede demostrar con hechos, de todos los bultos que llegan a México. Yo quiero que la honorable Asamblea acepte la proposición nuestra en el sentido de que el ciudadano director general de Correos siga ganando cuarenta y cinco pesos, en lugar de treinta y cinco que le asigna la comisión. (Voces: ¡Sí! ¡No!)

El C. Barrera: ¿Me permite una interpelación el orador? Con permiso de la Presidencia. ¿Tiene la amabilidad, compañero, de decirme cuánto ganan los jefes de departamento dependientes del Ejecutivo?

El C. Arroyo Ch.: Voy a suplicar a una de las comisiones de presupuesto se lo diga.

El C. Barrera: No es necesario, porque usted sabe cuánto ganan el contralor, el jefe de Fabriles y los demás jefes de departamento.

El C. Arroyo Ch.: No sé.

El C Barrera: Sesenta y cincuenta pesos. Quiero que me diga si el puesto de jefe de la Oficina de Correos no es de más importancia que el de cualquier jefe de departamento; quiero que tenga la amabilidad de decirme si el señor director de Correos tienen más o menos atribuciones que cualquier jefe de departamento dependiente del Ejecutivo.

El C. Arroyo Ch.: Voy a contestar. El ciudadano director general de Correos tiene más responsabilidades civiles y penales que cualquiera de los ministros; maneja el director de Correos aproximadamente ocho mil empleados; tiene jurisdicción sobre tres mil y tantas oficinas y es el responsable de noventa y tantos millones que actualmente se manejan en el Correo. Es por esto que ya aseguré anteriormente que el Correo en otros países está servido por un ministro, y aquí por una anomalía está servido simplemente por un Jefe de Departamento.

El C. Barrera: ¿Tuviera la bondad el orador de decirme cuánto ganan los jefes de departamento dentro de las secretarías de Estado?

El C Arroyo Ch.: No lo sé.

El C Barrera: Ganan treinta y tres pesos. No es justo que al ciudadano director general de Correos le pongamos dos pesos más, es decir, treinta y cinco pesos, cuando un simple jefe de departamento gana treinta y tres pesos diarios. La diferencia en la importancia de una y otros personalidades, creo que todos la comprenden. Ahora, que el señor director tenga asignado o no un porcentaje conforme a la ley, ¿qué nos importa? Es la ley la que lo asigna. Debemos tomar en cuenta la responsabilidad y el lugar que ocupa este servidor de la nación y no estar perdiendo miserablemente el tiempo en discutir sueldos. (Aplausos.) He sido yo uno de los que han impugnado más los presupuestos, pero tengo el honor de confesar que no he impugnado una sola partida de sueldos; me he referido a lo gordo, a aquello en que veo que hay inmoralidades: he ido al fondo de la cuestión y he tenido el honor de ganar varios debates en presencia de ustedes, Por tanto, ruego a la Asamblea que considere esto suficientemente discutido y sigamos adelante. (Aplausos.)

El C. Espinosa Luis: Para una aclaración.

El C. secretario Barón Obregón: Se ha agotado el número de los oradores.....

El C. presidente: Habiendo ya hablado todos los oradores inscriptos, tiene la palabra para rectificar hechos, el ciudadano Espinosa.

El C. Espinosa Luis: No quiero que quede en esta Asamblea la impresión de que yo me opongo a que el director general de Correos gane los cuarenta y cinco pesos que tienen en el presupuesto actual; a lo que me opuse fue a la forma tan poco correcta en que se estaba tratando este asunto. ¿Por qué dudar de la honorabilidad de González? ¿Por qué dudar de la honorabilidad del compañero Valenzuela? ¡No había razón para esto! Fue a lo que yo me opuse. Abundo en las ideas espuertas por el compañero Barrera: Nunca hemos atacado un sueldo de los que han figurado en el presupuesto actual; al contrario, hemos pedido que, si es posible, se aumenten; pero jamás que se disminuyan..... (Una voz: ¿Y el procurador de justicia?) No se trata de eso, compañero. No hemos atacado los sueldos, porque estamos convencidos de que se pierde más tiempo, y este tiempo vale más que todos los ahorros que se quieren hacer discutiendo partida por partida de sueldos. Yo he sugerido a la Asamblea, no una vez, sino muchas, que todos estos aumentos o disminuciones se arreglen privadamente con las comisiones. Esto le consta a la Asamblea. Ahora, es pueril que nosotros discutamos la diminución del sueldo del director de Correos. Aquí, en todos los presupuestos, hemos visto que un oficial mayor de cualquiera Secretaría gana cuarenta pesos, y la personalidad de un oficial mayor, comparada con la del director general de Correos, es muy inferior. (Aplausos.) De allí que no sólo por equidad, sino porque la categoría del alto empleado que tiene a su cargo el Correo lo exige, nosotros no debemos estar regateando este sueldo, ya que se pide el mismo, pues no se pide ni un centavo de aumento. Por lo demás, debo hacer constar que creo estar n de acuerdo en que nunca ha estado el servicio de Correos tan eficiente como lo está en la actualidad. De tal manera que, ruego a la Asamblea, que no perdamos más el tiempo en este asunto, y suplico a la comisión que consienta en dejar la misma partida, tal como está en el presupuesto vigente de egresos y las correlativas.

El C. Murgía: Señores diputados: La comisión informa a la honorable Asamblea que, conforme al proyecto enviado por el Ejecutivo, el director general de Correos y los demás empleados jefes de departamento, tienen un sueldo de cuarenta y cinto , treinta y veinticinco pesos, respectivamente, y que la comisión había dejado así esos sueldos; pero que al estar haciendo el examen, el compañero Valenzuela se presentó y dio los argumentos que ha expuesto aquí, y entonces lo miembros de la comisión, de acuerdo, hicimos esta reforma; pero la comisión no está empeñada en sostener esta reforma. (Aplausos.) Ruego, pues, a la Asamblea se sirva decir si permite a la comisión que retire estas partidas.

El C. secretario Barón Obregón: Habiéndose

solicitado permiso por la comisión para retirar las partidas 9,363, 9,364 y 9,635, así como la 9,367 y la 9,368, se consulta a la Asamblea si concede permiso. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Concedido. La comisión presenta reformada la partida 9,363, en la forma siguiente:

"Un director general, $45.00."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación.

"Partida 9,364. Un jefe del departamento administrativo, con asignación de $30.00."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación.

"Partida 9,365. Cinco jefes de departamento, con asignación de $25.00."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación."

El ciudadano Joachín, que había objetado las partidas 9,367 y 9,368, ha manifestado a la presidencia que retira sus objeciones. Por lo tanto, se reserva esas partidas para su votación.

Está a discusión la partida 9,744, que se relaciona con el "Estudio y ejecución de las obras de defensa, mejoramiento y conservación de la margen del río Bravo del Norte y para el saneamiento de la región adyacente a dicho río, $100.000.00."

Están inscriptos en contra de esta partida los ciudadanos León Luis L. y Chávez Manuel M.

El C. Espinosa Luis: Moción de orden. Yo sugeriría a los compañeros que desean impugnar esta partida, que se acercaran a la comisión y le hicieran presentes sus deseos, para no perder el tiempo.

El C. León Luis L.: Ya nos acercamos.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta al ciudadano Espinosa que para ese fin se concedió un receso de quince minutos.

Tiene la palabra en contra el ciudadano León.

El C. León Luis L.: Aunque a primera vista parezca que vengo a distraer la atención de la Asamblea para un asunto eminentemente local, que se refiere a mi distrito, creo que éste es un asunto de trascendencia nacional y que interesa, por consiguiente, a toda la República y tiene suficiente importancia para que robemos a esta Asamblea breves minutos.

En el presupuesto actual, las obras de defensa de río Bravo estaban encomendadas a la Comisión de Límites, dependiente de la Secretaría de Relaciones, estando asignada para llevar a cabo esas obras, la suma de doscientos cincuenta mil pesos anuales. Ahora pasan las obras a depender de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, asignándosele a la partida la cantidad de cien mil pesos. Todo el que haya cruzado siquiera de tránsito el río Bravo por los puentes que unen a Ciudad Juárez con El Paso, habrá observado perfectamente bien cómo el río Bravo está ganando territorio nacional de una manera notable, y cómo mientras los Estados Unidos han hecho un verdadero bordo de piedra, sobre el cual corre un ferrocarril, y constantemente están arrojando todas las basuras y desperdicios de la ciudad de El Paso sobre el lecho del río, a despecho de lo que establece el Derecho Internacional, mientras Ciudad Juárez queda casi al nivel de las aguas del río, las casas cercanas al río son casi invadidas, y poco a poco, fuera del peligro inminente en que se encuentra ese poblado, de inundaciones, se está perdiendo territorio nacional. Es más: con motivo de las obras de irrigación que se ejecutaron río arriba, la famosa presa de El Elefante, que es una de las obras de ingeniería de los Estados Unidos, situada como a noventa millas al Norte de El Paso, en territorio americano, el cauce del río ha sufrido variaciones, porque se ha regularizado la corriente y ya no existen las aguas broncas o avenidas que alteraban el cauce, dejándole un nivel sensiblemente igual. Igualmente, regularizada la corriente, con la diminución de velocidad de la misma, ha venido un aumento de la precipitación de las materias arcillosas que tienen en suspenso las aguas y se ha ido elevando gradualmente el fondo del río, al grado de que ya no sólo es un problema para nosotros, sino para los mismos americanos, porque se ha efectuado el fenómeno que se llama el transporo. Probablemente la presa de El Elefante está colocada sobre un gran manto de tierra permeable por lo cual se escurren las aguas, se filtran las aguas de ese gran depósito y van a salir después en las partes permeables del valle, cargadas de sales -en su mayoría nitratos y cloruros -, produciendo lo que se conoce vulgarmente con el nombre de salitre. En esa forma, los agricultores de Ciudad Juárez han perdido el cuarenta por ciento de sus tierras cultivables, y sus antiguas casas, construídas por sus antecesores de muchos años, sin cimientos de piedra, fabricadas de adobe, pues por la misma capilaridad de este material y debido a que las aguas del río van cargadas de salitre, se han ido derrumbando.

El problema es muy grave: Ciudad Juárez está a merced del río en cualquier momento que no pueda ser controlable alguna de sus avenidas, y Ciudad Juárez puede desaparecer. Un barrio - El más cercano al río - que se llama Buena Vista, ya ha sufrido inundaciones. Río abajo, en una parte que se llama Senegú, se ha destruído hasta la antigua iglesia colonial que construyeron los misioneros y se han desalojado cuatro kilómetros dentro del territorio nacional. Por consiguiente, cualquier sacrificio -y este de doscientos cincuenta mil pesos anuales es muy pequeño - sería corto para la nación, por conservar con decoro sus fronteras y sus límites y por salvar de las inundaciones de río al territorio nacional. Se observa este fenómeno: las tierras que se han perdido en el río por las inundaciones en el punto de Senegú que ya cité, han ido constituyendo un banco que poco a poco va formando tierras de cultivo en el lado americano, y los antiguos propietarios mexicanos que han pretendido cultivarlas con sus títulos respectivos, se han encontrado siempre con la oposición de las autoridades americanas que declararon ya a esas tierras "bienes nacionales de los Estados Unidos". Por consiguiente, señores, yo creo que no es un gran sacrificio para la nación aumentar esta partida en ciento cincuenta mil pesos anuales para ver si es posible que alguna vez algún Gobierno defienda el territorio nacional y los intereses de un distrito cuya representación me honro en tener ante esta Asamblea.

Por lo demás, señores, la historia de estos pueblos justifica cualquier sacrificio: los pueblos, río

abajo, que están sufriendo las invasiones del río, son pueblos sufridos formados por mexicanos eminentemente patriotas; eran núcleos de poblaciones mexicanas que existían en Arizona, en Texas y Nuevo México antes del convenio que cedió todo ese territorio a Estados Unidos, y son mexicanos que abandonaron sus tierras y sus hogares y vinieron a establecerse en territorio nacional, de este lado del río, porque prefirieron la miseria a perder su nacionalidad. En nombre de esos pueblos que con tantos sacrificios han defendido su nacionalidad y sus sentimientos de mexicanos, pido a esta honorable Asamblea que se aumente la partida a doscientos cincuenta mil pesos. (Aplausos.)

El C. Murguía: La comisión se permite informar a la honorable Asamblea que esta partida la ha dejado tal como el Ejecutivo la mandó; pero que el presupuesto original que la Secretaría de Comunicaciones envió a la Secretaria de Hacienda, tiene una asignación de doscientos cincuenta mil pesos. La comisión ignora las razones que la Secretaría de Hacienda tuvo para disminuirla a cien mil pesos. También hace la aclaración de que esa suma es para la iniciación de las obras, no es para hacerlas en su totalidad. Por lo mismo, la comisión no está empeñada tampoco en sostener esta partida, y si la Asamblea cree conveniente aumentarla a doscientos cincuenta mil pesos, está conforme en que se retire a fin de presentarla en el sentido que indica el compañero León.

El C. secretario Barón Obregón: Habiendo pedido la comisión....

El C Céspedes: Un momento. Voy a hablar en favor de la proposición del ciudadano León. Dice la comisión que el Ejecutivo de la República se ha permitido consignar esta partida de cien mil pesos para iniciar las obras de defensa del río Bravo en la parte Norte de nuestra República no son recientes; estos perjuicios se han venido observando desde hace muchos años; en consecuencia, el presupuesto de la Secretaría de Comunicaciones siempre ha consignado una partida para atender estos males. Y a las consideraciones del ciudadano León, me permito agregar también lo que se refiere al puerto de Matamoros, del Estado de Tamaulipas. No tengo el honor de representar a aquella región en esta Cámara, pero sí la he visitado y por ese motivo he tenido oportunidad de palpar los perjuicios que este río ha venido ocasionando desde hace años. El puerto de Matamoros, para defenderse de las avenidas del río, se ha visto en la obligación de hacer obras de defensa provisionales, levantando bordes de tierra con ayuda de los vecinos de la localidad y la ayuda mucho muy escasa que le ha proporcionado la Federación. Pero hay necesidad de que cuanto antes el Gobierno nacional atienda en esa región estos graves perjuicios; que remedie todos estos males, porque la población de Matamoros está sometida a sufrir casi año por año las avenidas de este río y a perder parte del territorio nacional, como hace unos momentos lo expresaba desde esa tribuna respecto a Ciudad Juárez el ciudadano León. Hace aun seis meses el puerto de Matamoros, desde Laredo, Tamaulipas, tuvo la desgracia de sufrir los perjuicios de una avenida que hacía muchos años no se registraba en la República, avenida que causó enormes males a la población de ese lugar y a la población de los lugares situados río abajo. Por todas esas consideraciones, por la observación que hizo la comisión de que no tenía especial empeño en sostener esta partida, yo también pido a la honorable Cámara se sirva votar el aumento de ciento cincuenta mil pesos, es decir, subir la partida a la suma de doscientos cincuenta mil.

El C. secretario Barón Obregón: Habiendo solicitado permiso la comisión para retirar la partida 9,744, se consulta a la Asamblea si lo concede. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Concedido. Se presenta reformada la partida en la forma siguiente:

"Estudio y ejecución de las obras de defensa, mejoramiento y conservación de la margen del río Bravo del Norte y para saneamiento de la región adyacente a dicho río.........$250,000.00."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación.

Respecto de la partida 9,751, que había sido separada por el ciudadano Arroyo Ch., este ciudadano no ha manifestado a la Presidencia que retira su objeción; en consecuencia, se reserva para su votación.

La partida 9,756, igualmente objetada por el ciudadano Arroyo Ch., igualmente se reserva para su votación por haber manifestado el ciudadano Arroyo Ch. que retira su objeción.

La partida 9,759, apartada también por el propio ciudadano Arroyo Ch., se reserva para su votación por igual caso.

Está a discusión la partida 9,761, que dice: "Construcción y conservación de líneas,.........$250,000.00."

El C. Espinosa Luis: Para hacer una aclaración. Se apartó la partida 9,745, que pensaba objetar, pero la comisión tuvo la bondad de aceptar que se dividiera en la forma que propuse, esto es que para las obras del desagüe de San Cristóbal las Casas, Chiapas, para defender principalmente a la ciudad de San Cristóbal las Casas contra las inundaciones, se fijara por separado la cantidad de cincuenta mil pesos, dejando doscientos mil para los trabajos especificados en la propia partida. Deseo que antes de seguir adelante, la respetable comisión manifieste si está de acuerdo, como yo lo decía, para que eso quede como un hecho seguro.

El C. Murgía: En vista de las razones que ha expuesto ante la comisión el compañero Espinosa, no tiene ningún inconveniente en dividir en dos esta partida. Por lo mismo, ruega a la Secretaría se sirva manifestarlo a la Asamblea.

El C. secretario Barón Obregón: La comisión solicita permiso de la Asamblea para retirar de la discusión la partida 9,745, para presentarla reformada en el sentido que acaba de indicar el ciudadano Espinosa. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se concede permiso. La comisión la presenta reformada en la siguiente forma:

"Partida 9,745. Obras del desagüe del valle de San Cristóbal las Casas, Chiapas, para defender principalmente a la ciudad de San Cristóbal contra las inundaciones, $50,000.00."

"Partida 9,745 bis. Desazolve y mejoramiento del río de Pachuca. Reparación del acueducto de Etla, Oaxaca. Obras en el río duero para proteger el valle de Zamora, Michoacán, contra las

inundaciones. Construcción, reparación y conservación de obras hidráulicas no previstas en este presupuesto, incluyendo sueldos y viáticos del personal técnico necesario para atenderlas, $200,000.00."

En esta forma quedan a discusión de las partidas 9,745 y 9,745 bis.

No habiendo oradores inscriptos, se reservan para su votación.

Está a discusión de la partida 9,761, que dice:

"Construcción y conservación de líneas. . . . . $250,000.00."

El C. presidente: En contra de la partida 9,761 tiene la palabra el ciudadano Barón Obregón.

El C. Barón Obregón: Señores diputados: No deseo hacer precisamente una impugnación a la partida 9,761, sino que deseo manifestar a la Asamblea la necesidad que hay en esta partida que de una manera fija y determinada cierta redacción que voy a proponer inmediatamente.

Señores diputados, es en estos momentos en que se discuten los presupuestos de la distintas secretarías cuando los honorables diputados tienen la oportunidad de señalar especialmente a la Secretaría cuyo presupuesto se discute, los asuntos de su incumbencia, es decir, los asuntos relacionados con sus distritos. Si estas discusiones de presupuestos se hicieran con toda la preparación necesaria, este período de trabajos de la Cámara sería suficiente para dar una verdadera orientación a todas las secretarías de Estado respecto a las necesidades nacionales, puesto que aquí en esta Asamblea estamos reunidos todos los representantes populares de todos los distritos electorales de la República. Por ello, aprovechando esta pequeña oportunidad que se me brinda con objeto de poder mañana o pasado exigir el cumplimiento de la voluntad de la Asamblea, porque desgraciadamente aun cuando sea voluntad de la Asamblea, en muchos casos se nos ponen cortapisas y dificultades en las secretarías de Estado, a pesar de ser la Asamblea legislativa soberana para legislar en materia de dineros y de ser la misma Asamblea la que debe orientar los gastos que se deban hacer en la nación, a pesar de todo ello deseo, siquiera por este momento en que nos encontramos aquí como representantes populares, pudiendo hablar claro y decir las necesidades de nuestros distritos, deseo que la Asamblea tenga la bondad de escucharme y conceder lo que voy a pedir. Estoy convencido de que la escasez de dinero en las áreas nacionales es una razón suficiente y fundamental para no aumentar estos presupuestos; yo no deseo, pues, hacer un aumento de esta partida que ya tiene asignada la cantidad de doscientos cincuenta mil pesos; sólo deseo manifestar a ustedes que en la región petrolera, en toda la zona especialmente explotada en estos momentos, en toda esa zona donde se han creado nuevos y pequeños poblados, pequeños en relación con los grandes centros de población, pero grandes porque dan albergue a una cantidad muy respetable de trabajadores obreros, deseo, señores diputados, que estas nuevas poblaciones que se han abierto realmente a la vida en aquella región, que fueron en un principio pequeños campamentos y ahora han llegado a ser poblaciones de alguna importancia en la zona; poblaciones como Álamo, por ejemplo, que era una hacienda de unos señores Nuñez y que en estos momentos tiene una población de cerca de cuatro mil habitantes, necesita tener una pequeña oficina telegráfrica para responder a las necesidades de la población, porque es una verdadera vergüenza, señores diputados, que en aquella zona tengamos un excelente servicio de correos y de teléfonos - ya no de telégrafos - pagado por las compañías petroleras para su uso exclusivo, y todos los habitantes, todos los trabajadores que forman parte de aquellos pequeños grupos, los que forman realmente la clase de energía del país, la clase mexicana, la que distingue a aquella región del tipo americano de las barras y las estrellas, haciendo ver que es todavía suelo de la patria, se encuentran carentes en absoluto de toda clase de comunicaciones. Para un americano que vive en las oficinas petroleras de "El Álamo", por ejemplo, una carta que viene de los Estados Unidos y que debería durar mayor tiempo en recibirse, llega cuando más en cuatro días, aprovechando el servicio de los barcos petroleros de las propias compañías; pero para un infeliz obrero que ha salido de cualquiera de los Estados del centro, por ejemplo Puebla o Hidalgo, para trabajar en aquellas regiones, una carta llega al puerto de Tuxpan y allí, como no hay para los regiones petroleras servicio de correos, queda un mes, dos, tres, o lo que pueda dilatar el individuo que vive en aquellos campamentos lejanos para ir a recoger su correspondencia. Por ello, ciudadanos diputados, pido que quede consignada únicamente como redacción en esta partida, a fin de que yo, como representante de aquel distrito, pueda exigir a la Dirección General de Telégrafos el cumplimiento de la voluntad de esta honorable Asamblea; que quede incluída y redactada la partida en la forma siguiente:

"Dirección General de Telégrafos. Partida 9,761. Construcción y conservación de líneas, $200,000.00."

Y esta partida bis:

"9,761 bis. Para construir las líneas telegráficas que unan las poblaciones de Álamo, Zacamixtle, Potrero, Tihuatlán, Naranjos, Amatlán, Chinampa, Tancoco, Castillo de Theayo e Ixhuatlán, . . . . . $50,000.00."

Todas estas pequeñas poblaciones, como acabo de manifestar, han sido abiertas realmente a la vida de poblaciones, por lo que exigen evidentemente un servicio de telégrafos. En lo que se relaciona a correos, haré la misma observación y también pediré a la Cámara me dé su apoyo con objeto, oídlo bien, que se cumpla la voluntad de esta honorable Asamblea. Pido, pues, a la comisión, se sirva autorizar, de acuerdo con lo que acabo de manifestar, que la redacción de la partida quede en la forma indicada. Debo hacer una aclaración: toda aquella gente de los pueblos que he mencionado está es la mejor disposición y me ha recomendado que así lo diga yo desde esta tribuna a la Dirección General de Telégrafos, ya que es imposible poder entenderse allí porque va uno y se anuncia y no lo reciben; pues bien; desde esta tribuna decirle al director general de Telégrafos, que están dispuestos a pagar todos los postes que sean necesarios para la instalación de

este servicio, a pagar la peonada, a hacer labores de peonaje, de faenas para instalar este servicio que es necesario, que lo demanda aquella región cuyos habitantes han podido conservar también su dignidad de mexicanos en medio de una atmósfera verdaderamente brutal, como es la que tienen puesta las compañías petroleras, allí donde constantemente ondea la bandera de las barras y las estrellas donde ha sido arreada la bandera nuestra, la del Águila. Pido, pues, que se me dé la oportunidad de exigir a la Dirección General de Telégrafos el cumplimiento de esta partida; en la inteligencia de que redactada en esta forma, consigna la cantidad misérrima de cincuenta mil pesos, que se desprenderá de la partida de doscientos cincuenta mil pesos, dejando sólo doscientos mil para atenciones generales del servicio, y cincuenta mil para establecer este servicio. Pido, pues, a la honorable Asamblea, me dé la oportunidad en el próximo período de sesiones, de exigir el cumplimiento de esta partida a la Dirección General de Telégrafos.

El C. Gandarilla: ¿Me permite una interpelación el ciudadano Barón Obregón? ¿Con qué derecho vamos nosotros a exigir a la Dirección General de Correos que haga esto o aquello? ¿Por qué no dice usted que la Secretaria de Comunicaciones y Obras Públicas?

El C. Barón Obregón: Bien; a la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas.

El C. Gandarilla: Ahora estoy de acuerdo.

(Risas. Aplausos.)

El C. Siurob: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: ¿ En qué sentido desea hablar el ciudadano Siurob?

El C. Siurob: Para hacer una sugestión a la comisión, de la misma índole que la del compañero, en cuyo caso la comisión podrá tomar en cuenta las dos y no habrá necesidad de mucha discusión.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Siurob.

El C. Siurob: Abundando en las mismas razones que ha expuesto el compañero Obregón, y no sólo me parecen enteramente justificadas, sino que lo honran como buen representante de su distrito; yo también había hecho a la Secretaría de Comunicaciones -entiéndanse bien: desde hace dos años - la solicitud para que se extendiera una línea telegráfica desde Tequisquiapan hasta Jalpan, en el Estado de Querétaro. Toda esa región es enorme y no tiene una sola línea telegráfica. Aquellos pobres pueblos no pueden comunicarse de ninguna manera violenta con el centro y necesitan valerse del correo, que es muy lento: una carta tarda en llegar de allá a acá seis días, es decir más de lo que tardaría en llegar desde Chihuahua. Así es que, señores diputados, yo pido a la honorable comisión se sirva tener en cuenta, además del aumento de la línea que propone para la región petrolera el compañero Barón Obregón, la iniciativa que nosotros tenemos hecha para que se aumente la línea de Tequisquiapan a Jalpan. También, por compañerismo, pido que se aumenten las líneas que han sido sugeridas por la diputación Michoacán.

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

El C. Céspedes: Antes deseo interpelar a la comisión. En la sección 3a. de la Dirección General de Telégrafos que discutimos figuran dos partidas: la 9,761 y la 9,764, ambas traen una redacción igual y ambas consignan también la suma de doscientos cincuenta mil pesos. Quiero que la comisión se sirva informar a la Asamblea a qué se debe esta división. La 9,761 dice: para construcción y conservación de líneas, doscientos cincuenta mil pesos; la 9,764 dice: para materiales de construcción y conservación de líneas, etcétera, doscientos cincuenta mil pesos. La redacción es igual, como puede ver la Asamblea. ¿a qué se debe esto?

El C. Murguía: La comisión se permite informar que la partida 9,761, que dice: "Construcción y conservación de líneas", es para jornales y sueldos mientras que la 9,764 es para materiales y todo lo demás.

Por eso se dividió en dos partidas lo relativo a este asunto: una para los sueldos y jornales de la gente que se emplea en la construcción y reparación de las líneas, y otra para los materiales. Respecto a la 9,761, la comisión no tiene inconveniente en dividirla con objeto de obsequiar los deseos de los ciudadanos Barón Obregón, Siurob, Valladares y otros compañeros de la diputación michoacana, ya que no se aumenta la partida, sino solamente se divide en dos. Por los mismo, la comisión no tiene inconveniente en que se retiren estas partidas.

El C. secretario Barón Obregón: Habiendo solicitado permiso la comisión para retirar las partidas 9,761 y 9,764, que son correlativas, se consulta a la Asamblea si concede el permiso. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Concedido. Se presenta reformada la partida 9,761 así:

"Construcción y reparación de líneas. . . . . $200,000.00."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reservara para su votación. Partida 9,761 bis:

"Para construir las líneas telegráficas que unan las poblaciones de Álamo, Zacamixtle, Potrero, Tihuatlán, Naranjos, Amatlán, Chinampa, Tancoco, Castillo de Tehuayo e Ixhautlán, $50,000.00."

Está a discusión.

El C. Cano: Me opongo a que se apruebe esta partida, porque la mayor parte de los representantes queremos hacer algún bien a nuestros distritos, de donde resulta que si estos señores quieren todo para ellos, a nosotros no nos dejan nada. (Risas. Aplausos.) Por consiguiente, yo pido a la honorable Asamblea que deseche este dictamen, que es donde se demuestra el egoísmo de tres o cuatro en contra de toda la comunidad, que tiene el mismo derecho. (Murmullos)

El C. Céspedes: Moción de orden.

El C. Barón Obregón: Voy a hacer una aclaración, que juzgo necesaria, al compañero Cano J. Trinidad. No es egoísmo pedir algo para una región que está en estos momentos sin comunicaciones de ninguna especie.(Voces: ¡Así estamos todos!) Está bien, señores diputados; está bien que toda la nación demande algo de lo que yo estoy pidiendo, pero indudablemente que cada uno de vosotros

tiene la palabra en esta tribuna y tiene el mismo derecho que el que está hablando para solicitar de la Asamblea una mejora en la región petrolera. Ya he hecho una exposición de motivos del por qué solicito esta comunicación necesaria en aquella región. Si alguno de vosotros tiene iguales deseos o iguales intenciones, tiene exactamente los mismos derechos que yo. (Voces. ¡Todos! ¡Todos! campanilla.)

El C. Céspedes: Moción de orden.

El C. presidente: Tiene la palabra para una moción de orden el ciudadano Céspedes.

El C. Céspedes: Señores diputados: Es menester que en estas cuestiones no descendemos al terreno del egoísmo muy personal; que veamos los asuntos desde un punto de vista más elevado. No tengo en honor de representar a la región petrolera, pero sí tengo la alta satisfacción de conocerla y sé que por conveniencia nacional esta Representación debe prestarle especial atención en todos sus asuntos. No es un misterio que todas las comunicaciones en esta región están en manos de las compañías petroleras americanas y europeas, y que la pacificación de esa zona se dificulta en grado sumo precisamente porque las comunicaciones están en manos de extranjeros que muchas veces no quieren servir los intereses del Gobierno, por lo que es indispensable que la nación cuente allá con algunas oficinas que le pertenezcan exclusivamente para que puedan servir los intereses del país. Decía la verdad el compañero Barón Obregón cuando afirmaba en esta tribuna, que es la bandera de las barras y las estrellas la que ondea en esa región. Vuelvo a decir que se dificulta en grado sumo la comunicación y que las operaciones militares para la pacificación de esa zona encuentra innumerables tropiezos; así, señores diputados, yo que también tengo interés porque en mi Estado se aumenten las vías telegráficas y de otro orden, no veo razonable que algunos compañeros se opongan a que se apruebe la partida con la redacción que propone el ciudadano Barón Obregón.

El C. Siurob: Señores compañeros: Es un egoísmo exagerado estar queriendo que cuando un compañero presenta una iniciativa que es loable, justa y honorable, todos los demás se opongan porque ellos no han hecho lo mismo ¿Por qué no lo han hecho? (Voces: ¡No hay dinero!) Pues, señores, el representante que es activo y vigila por los intereses de su distrito y por los intereses de su Estado, se preocupa siempre por presentar a tiempo las iniciativas necesarias. Si los demás diputados no la han hecho, culpa será de ellos, no del representante que cumple con su deber.

Por otra parte ponémos a considerar este hecho: es muy conveniente que el Ejecutivo de la Unión piense que no solamente bastan las partidas en globo para toda la República, sino que se necesita de partidas especiales para cada Estado. La verdad es que el representante de un pueblo, cuando hace su campaña electoral, se fija en las necesidades más salientes que le gritan a voz en cuello y en todas partes sus electores, y por consiguiente, en las necesidades que de ser llenadas, abren la vía a una nueva civilización y a un nuevo modo de ser de toda aquella región. Ustedes saben lo que puede mejorarse, por ejemplo, una región determinada con un puente, otra con un camino, otra con una línea telegráfica. Todas estas cosas abren nuevos caminos a la civilización en determinadas regiones del país, y si nosotros nos negamos sistemáticamente a aprobar las iniciativas que parten de los ciudadanos diputados, englobándolas dentro de una partida sin especificación de ninguna especie, entonces habremos ahogado nuestras aspiraciones y las de nuestros pueblos dentro del nudo corredizo de nuestras propias exigencias personales. No, señores; es preciso que así como se concedió al diputado por la Baja California, al diputado por Quintana Roo, al diputado por Chihuahua tal o cual obra, así también a los ciudadanos representantes que hemos tenido el honor de presentar aquí determinada iniciativa, se nos conceda lo que pedimos. (Voces: ¡Muy bien! Murmullos. Si el Ejecutivo, supongamos el caso, destinara para las necesidades de cada región y de cada representante del pueblo una cantidad de cincuenta o sesenta mil pesos, siendo doscientos cincuenta representantes, sería una partida de quince millones de pesos en números redondos, que repartidos entre todos los ramos de la Administración - Instrucción Pública, Relaciones, Fomento, Comunicaciones, etcétera-, vendrían a significar un aumento muy corto para cualquiera de estos Ministerios y, sin embargo, beneficiaría notablemente a todas las regiones de la República; se abrirían un nuevo camino a la civilización, al progreso del país. (Aplausos.) Pero ved lo que pasa: El Ejecutivo lo que quiere es que se aprueben partidas globales en grandes masas; estas partidas sin especificación son las que determinan los censurables manejos de los malos ministros . Yo suplico a la Asamblea que acepte estas iniciativas que hemos tenido el honor de presentar algunos representantes y que se incluya la que pedimos para nuestro Estado. La diputación de Querétaro está de acuerdo.

El C. Gandarilla: ¡Moción de orden! Como las palabras del ciudadano Siurob han sido acogidas amablemente por los representantes y por las galerías, como él mismo ha puesto los puntos sobre las íes diciendo que la Cámara de Diputados tiene la obligación de pugnar por llevar a la práctica las mejoras que promete, me voy a permitir el honor, en compañía de algunos diputados, de presentar una moción suspensiva sobre esa partida para dar tiempo a que cada diputado incluya en ella algo que favorezca a su distrito. Evidentemente que el ciudadano Siurob, al aplaudir con tanto entusiasmo a los compañeros que se esfuerzan por obtener algo, tiene que aplaudir también a todos aquellos que queremos consignar alguna cantidad en la partida.

El C. Barón Obregón: Acepto las palabras del ciudadano Gandarilla, pero que no se nos niegue en estos momentos la oportunidad de hacer la labor que cada uno de nosotros desee. Es verdaderamente vergonzoso, y hay que decirlo ya que trata de objetarse la partida que he presentado en la que solo pido cincuenta mil pesos que se tomarán de la cantidad ya señalada por la Secretaría de Comunicaciones para atender este servicio, y desde luego voy a tener que decir algo de lo que sucede por allá. Es ridículo que hasta para las operaciones militares se tengan que usar los servicios telefónicos de las compañías petroleras, que tienen conectados de tal manera sus aparatos, que pueden escuchar las

órdenes que dan los jefes de operaciones, lo que ha dado motivo a todos esos asaltos de pagadores, fraguados por las propias compañías y por los malos mexicanos que viven en aquella región y que se han americanizado. Es ridículo que en estos momentos en que un representante popular apela a vuestras conciencias y a vuestra soberanía para que concedáis algo que es patriótico y necesario, se venga aquí con mezquindades y con palabras como las que acaba de pronunciar el señor Cano J. Trinidad, que no revelan sino un profundo egoísmo. Si cada uno de vosotros tiene necesidad en sus distritos, aquí está esta tribuna; pero no vengáis a poner cortapisas a un representante popular que trata de que se le haga justicia. Acabáis de oír al ciudadano León, quien invocó el patriotismo de vosotros cuando habló precisamente de las obras del Río Bravo; yo acabo de invocar casi en la misma forma y sigo invocando el patriotismo de esta Asamblea para que se consigne una partida que pueda ser suficiente, combinada ya con los elementos que poseemos, para poner en comunicación con el centro de la República y todas las demás poblaciones a estos poblados de trabajadores. Por ello, señores diputados, a reserva de que ustedes modifiquen o hagan ampliaciones a esta partida, yo pido que la partida 9,761 bis, que consulta la cantidad de cincuenta mil pesos, sea aprobada. (Murmullos.)

El C. Espinosa Luis: Para una moción de orden. Para rogar a los compañeros que acepten la proposición del compañero Barón Obregón, que se apruebe desde luego la partida y que se agote este ramo del presupuesto, con el fin de que se deje pendiente para votarlo a la tarde a efecto de que haya tiempo de presentar todas las adiciones que se consultan. (Murmullos.)

El C. Siurob: Pido la palabra para una aclaración sobre el mismo asunto.

El C. presidente: Se va a presentar una moción suspensiva, ciudadano Siurob.

- El C. secretario Gandarilla, leyendo:

"H. Asamblea:

"El subscripto, diputado en ejercicio ante esta Representación Nacional, creyendo interpretar el sentir de esta misma al margen de la discusión del presupuesto de Comunicaciones, solicita se acuerde favorablemente la suspensión del debate relativo a la partida 9,761 con el fin de que cada uno de los ciudadanos diputados sugiera las adiciones que en beneficio del distrito que representa juzgue pertinentes.

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados.

México, diciembre 13 de 1922.-E. Gandarilla"

Está a discusión.

El C. Siurob: Pido la palabra.

El C. Barón Obregón: Para una moción de orden. La comisión pidió permiso para presentar modificada 9,761, con la asignación de cincuenta mil pesos, tal como yo lo propuse a la consideración de la Asamblea. Pido, pues, que se encauce el debate en este sentido, a reserva, naturalmente, de que la proposición que presentó el ciudadano diputado Gandarilla sea tomada en consideración por la Asamblea.

El C. presidente: La Presidencia se permite manifestar al ciudadano Barón Obregón, que la moción suspensiva abarca todo el debate que se ha suscitado sobre esa partida y que desde el momento en que no se ha dicho que se va a votar el permiso para retirarla o no, tiene preferencia la moción suspensiva.

El C. secretario Gandarilla: Está a discusión la moción suspensiva.

El C. Siurob: Ya está en el ánimo de toda la Asamblea que debemos votar en pro de esta moción suspensiva; pero sólo voy a señalar un límite de criterio para las comisiones. Yo creo que pedir.... pues, para pedir estamos todos y se puede pedir indefinidamente, sin que alcanzaran todos los presupuestos ni todos los bienes del país. Pero pongo este límite: el representante que ya hubiere recibido para cualquier otro ramo una cantidad equivalente, aproximadamente, a cincuenta mil pesos, que ya no solicite por otro lado, porque en esta forma y por este camino no vamos a ningún resultado práctico. Si propongo esto, es porque no sería justo que el que ya hubiere pedido alguna cantidad para determinada obra, todavía se esforzare en conseguir por otro lado cosas ya superfluas. Es indudable que las diputaciones en grupo o los diputados en particular que ya hayan obtenido una suma respetable para sus distritos, ya no deben pedir mayor cantidad, y que el criterio de las comisiones, ese debe ser precisamente; esto es: que los diputados que ya habiendo obtenido una suma de consideración en cualquier otro ramo, para sus respectivos distritos, ya no pueden obtener lo mismo que los que no han pedido nada.

El C. Murguía: La comisión tiene el honor de informar a la Asamblea que casi todas las diputaciones han pedido caminos, puentes, acueductos, etcétera, etcétera, en partidas de este mismo presupuesto, y que la comisión, deseando agradar a todos ellos, han admitido todas esas peticiones. Por lo mismo, ahora que cada diputado quiere una cosa, los ingresos de tres años serían poco para lo que queremos. Actualmente el proyecto de ingresos es de doscientos setenta millones de pesos, y llevamos ya, conforme a este Presupuesto, de Egresos, trescientos doce millones; de manera que ya vamos gastando más de los que esperamos recaudar.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Torregrosa.

El C. Torregrosa: Ciudadanos diputados: yo creo que la misión de la Cámara no es venir a elaborar novelas, sino a hacer cosas prácticas, tomando en cuenta la situación actual de nuestra República. No hay un diputado, por humildemente que esté preparado, que no traiga en su cartera multitud de proyectos que, indudablemente, mejorarían a la región de la República que representan; pero, compañeros, es indispensable, es materialmente necesarísimo tener en cuenta la situación económica de nuestra República. No podemos, materialmente gastar un centavo. No creo yo que muchos compañeros diputados vengan aquí a estorbar el tiempo, presentando proyectos que aunque nosotros aprobemos, sabemos que hay la razón de peso, la razón que no admite absolutamente dudas: no hay dinero. Hemos hablado aquí de economías, hemos hablado aquí de que es indispensable llenar nuestros compromisos, y nos hacemos esta pregunta, pregunta que hacemos con toda sinceridad a los compañeros progresistas, a los compañeros

radicales, a los compañeros que aman a México: ¿un país en bancarrota puede dedicarse a hacer mejoras, o debe únicamente dedicarse o conservar lo que tiene? (Aplausos.) Las comunicaciones de México, en lo general, son pésimas; el Estado de Yucatán se encuentra casi aislado; tenemos comunicaciones con el interior de la República, una vez por semana o cada dos semanas.....

El C. Barragán Enrique M., interrumpiendo: ¿Y Quintana Roo.....?

El C. Torregrosa, continuando: Quintana Roo se encuentra en las mismas condiciones; desearíamos tener un ferrocarril que, atravesando Quintana Roo, nos uniera con la República; en un proyecto que muchos han intentado, ¿Y por qué no venimos a distraer fondos? El compañero Barón Obregón se queja de que en su región tiene que hacer uso de los telégrafos extranjeros; en nuestras regiones, compañeros, no hay ni siquiera un telégrafo extranjero de que echar mano. Es indispensable, compañeros, hacer economías, no hacer aquí labor de ficción, sino labor práctica. El tiempo es dinero, como dijera muy bien el compañero Gandarilla, y aquí estamos derrochando ese dinero. Yo me opongo a esta moción suspensiva, porque sería un fracaso el decir a los compañeros que traigan aquí sus proposiciones: vamos a mandar telégrafos a toda la República. No es posible, compañeros. Vamos nada más a aceptar lo que buenamente nos han mandado aquí y a hacer sacrificios para que encontremos ese dinero, con objeto de cubrir estos presupuestos que nos han sido mandados por Hacienda.

El C. Barón Obregón: Pido la palabra para hacer una interpelación al orador, si lo permite la Presidencia. Señor diputado: abundo en los mismos razonamientos de usted y estoy perfectamente convencido de ello. Yo hice la observación que he creído necesaria y pedía a la Asamblea que me apoya para poder obtener de una partida, que ya estaba consignada en el presupuesto, una pequeña disgregación, una pequeña cantidad para aplicarla a algo que sí es verdaderamente necesario, señor diputado. Desde luego, no es precisamente que no haya allí, es decir: no es precisamente el deseo de que yo lleve comunicaciones a aquella región; esto es meramente patriótico, ciudadanos diputados si ustedes recorren la zona petrolera, que es de donde la nación obtiene dinero en estos momentos, si ustedes recorren aquella zona, en donde encuentra usted, probablemente, cincuenta mil obreros cincuenta mil trabajadores en esos varios poblados, se encuentra usted con este fenómeno: en la casa de la compañía tiene usted un teléfono; pero allí no llega nadie, compañero, solamente el empleado de la compañía o el jefe de la compañía se puede comunicar perfectamente de esos pueblos a la población de Tampico o de Tuxpan, etcétera, o a cualquiera otra parte donde haya líneas de comunicación; pero el trabajador está viviendo en un pueblo hecho de chozas, un hombre que está allí buscando la manera de vivir, porque no la encuentra aquí, en el interior de la República, ese no puede comunicarse con nadie, porque si llega a las oficinas de la compañía, le niega el permiso para comunicarse. Allí va el correo de la compañía, que lo llevan en lanchas y automóviles especiales, y en esas valijas, señor diputado, en esas valijas puede usted observar un fenómeno: que en lugar de venir con listas verde, blanco y rojo, viene con las listas de los Estados Unidos, de las valijas americanas, y no hay otra manera de comunicarse. Si es cierto que cada uno de los señores diputados tiene necesidades en su distrito, es cierto también que, por dignidad de esta Asamblea, por dignidad de la nación, no debemos permitir que se nos ultraje, que se nos veje en nuestro propio territorio; es decir: que estando viviendo en la nación mexicana, no tengamos ni siquiera el derecho de poder hacer uso de esos servicios que esa compañía ha establecido en su beneficio propio. Por ello, señor, por esa necesidad ingente, por esa necesidad imperiosa de aquella región, que son verdaderas poblaciones en donde encuentra usted todo, absolutamente todo, prostitución en gran escala, porque nuestro Gobierno no se preocupa por ver en ello; pero no encuentra usted comunicaciones telegráficas ni por correo, que es lo más indispensable para la vida de aquellos pueblos. Por ello, señores diputados, abundo en las mismas ideas que usted acaba de manifestar a la Asamblea, convencido de que la nación no tiene más fondos que los que ahí, de una manera mesurada, propone el Ejecutivo. Yo pido una pequeña disgregación de esa partida de cincuenta mil pesos, para establecer esos servicios en toda aquella región.

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano Gandarilla.

El C. Gandarilla: Honorable Asamblea: Me constituyo en estos momentos portavoz de la manera de pensar y de sentir de aquellos ciudadanos diputados que, siendo perfectamente conscientes, no viene a cada momento a esta tribuna para venir a sacar partidas que beneficien a su distrito. Desde luego, estoy de acuerdo, ciudadano Barón Obregón, en que se procure mejorar los servicios postal y de comunicaciones en la región que usted representa; desde luego, estoy convencido de que debe mejorarse el servicio de comunicaciones de todas las demás partes del país, inclusive Yucatán, ciudadano Torregrosa; desde luego, estoy convencido de otras cosas también: de que no nos damos perfecta cuenta, absoluta cuenta, sí, una cuenta muy relativa de lo que estamos haciendo. No es la primera vez, señores, que se hace un presupuesto de Comunicaciones, en el cual presupuesto venga cada representante a decir aquí, en este presupuesto, cuáles son las necesidades de su distrito. ¿Y qué, señores, se pierde con que el señor representante de Chalco quiera un camino o diga que se especifique un camino de tal a cual lugar? ¿Qué se pierde con que un representante de Jalisco venga también y diga: quiero una partida en que se especifique esto para un camino? Nos alega el compañero Torregrosa que no hay dinero en la actualidad. ¿Acaso lo ha habido el año pasado para realizar el presupuesto de Comunicaciones, ciudadano Torregrosa? Evidentemente que no ha habido dinero. Yo me permito recordar a la Asamblea que, con verdadero entusiasmo, cuando se discutía este asunto de Comunicaciones, y cuando en las galerías, peleceanos de un lado y laboristas y cooperatistas del otro, habían convertido estas galerías en un campo de Agramante, el año pasado

Gandarilla y los demás amigos de Gandarilla, pugnaron porque se aprobara un enorme presupuesto de Comunicaciones. ¿Y qué resultó con que se aprobara? Que el señor secretario del ramo de Comunicaciones siempre alegó que no había dinero; entonces la Cámara no prestó porque no hubiese dinero; pero cuando menos, compañero Torregrosa, se le dijo al ejecutivo: estas son las necesidades del país; esto es lo que quiere cada representante. ¿Que no hubo dinero? Pues ante la imposibilidad de los hechos, no se pudo hacer nada. ¿Qué protesta hemos hecho ante el Ejecutivo? Yo creo, ciudadanos representantes, que cada uno de nosotros tiene el derecho. . . . . pero, ¡qué digo!, la obligación de marcar partidas en el presupuesto de Comunicaciones, aquellas partidas que sean necesarias para el auge de sus distritos. Si ahora no tenemos dinero, quizá mañana sí, señor Torregrosa; pero de ninguna manera admito que sean sólo unos representantes los que vengan y pongan partidas, y otros, los que no pueden hablar por no quitar el tiempo a esta Asamblea, los que no quieren venir a significarse para preparar sus campañas electorales, vengan a tener el mote de que no se preocupan por sus distritos; debemos aceptar esta moción suspensiva y que los representantes pongan sus partidas y que si no hay dinero suficiente, sucede lo mismo que ha sucedido siempre, y no nos alarmemos de esto, compañero Torregrosa.

El C. secretario Gandarilla: Se pregunta a la Asamblea si la moción esta suficientemente discutida. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Suficientemente discutida. Se pregunta a la Asamblea si la aprueba. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Aprobada, a fin de que se sirvan los ciudadanos representantes acercarse a las comisiones para incluir las partidas correspondientes. Se hace notar a los honorables representantes, que no se ha levantado todavía la sesión y que continúa el trabajo. (Voces: ¡No hay quórum!)

El C. Barragán Enrique M: ¡Ciudadano presidente, moción de orden! En vista de que ha llegado la hora reglamentaria y no hay número suficiente de diputados para trabajar legalmente, reclamo el quórum.

El C. presidente: La presidencia se permite manifestar al señor compañero que, lo que el reglamento dispone, es que las sesiones no pasen de cuatro horas, y comenzamos a las once y cuarenta y cinco. Ahora, si quiere reclamar el quórum. . . .

El C. Barragán: Insisto en reclamar el quórum.

El C. secretario Gandarilla: Continúan a discusión las partidas objetadas.

El C. Barragán: Insisto en reclamar el quórum, señor presidente.

- El mismo C. secretario: Se suplica al ciudadano Barón Obregón, secretario, auxilie a la secretaría, ya que llevaba este presupuesto en tramitación.

El C. Barón Obregón: Pido la palabra, señor presidente. Retiro la proposición que presente, relativa a mi distrito. Que quede la partida como mejor acuerde la comisión, y que el egoísmo que ha manifestado en estos momentos la Asamblea, sea un precedente para cada vez que se presente una cosa de interés en sus distritos. (Murmullos. Campanilla.)

El C. Espinosa Luis: ¡Moción de orden!

El C. secretario Barón Obregón: Continúa la discusión del presupuesto de Comunicaciones.

Está a discusión el ramo relativo a la Dirección General de Telégrafos, objetado por el ciudadano Manzano Paulino.

El C. presidente: Está a discusión el ramo general de Telégrafos. No hay más que un solo orador inscripto, el ciudadano Manzano, que tiene la palabra en contra.

El C. secretario Barón Obregón: Está a discusión de la partida 9,551, del ramo de la Dirección General de Telégrafos, que dice:

"Un director general, $35.00."

El C. Manzano Paulino: Señores representantes: Tuve la intención de no objetar la partida 9,551, que se refiere al director general de Telégrafos, y dejo a la consideración de ustedes juzgar si es menos importante el ramo de Telégrafos al de Correos. Yo considero que tan importante es esa administración como la de Correos y, por lo tanto, pido que se le aumente el sueldo al director, a cuarenta y cinco pesos diarios. Tenía el propósito de que el director tuviera una asignación de cuarenta pesos diarios; pero no había razón para que a ese empleado se le dejara una asignación menor. (Murmullos.)

El C. secretario Barón Obregón: Se suplica a los ciudadanos diputados se sirvan escuchar al orador y ocupar sus curules. (Voces: ¡No se oye!) - El C. Manzano: En consecuencia, ciudadanos diputados, ruego que se apruebe también esa partida con cuarenta y cinco pesos, en vez de treinta y cinco que nos presenta la comisión.

El C. Murguía Salvador: No he podido oír al orador absolutamente nada, por la falta de orden en la Asamblea, y le ruego que se sirva decirnos qué es lo que quiere.

El C. Manzano Paulino: Como es tan importante la Dirección de los Telégrafos como la Dirección de Correos, pido a la Asamblea que se acuerde la asignación de cuarenta y cinco pesos diarios.

El C. Murguía Salvador: La comisión manifiesta al orador que, al haber rebajado el sueldo al director general de Telégrafos, no tuvo otra razón que la de haber rebajado ya la cuota al de Correos y, por lo mismo, la comisión no tiene inconveniente ni tiene empeño en que sean cuarenta y cinco pesos; si la Asamblea desea que se aumente, se aumentará.

El C. González Julián S.: Pido la palabra para una interpelación a la Comisión.

El C. secretario Barón Obregón: Primero va a preguntar la secretaría a la Asamblea si acepta la proposición de la comisión para retirar la partida.

El C. González Julián S.: Pido la palabra. Quiero hacer una interpelación. (Murmullos. Campanilla.) La comisión manifestó, a interpelación que le hizo el ciudadano diputado Manzano, que no tendría inconveniente en pedir que se retirara la partida, en vista de que se había sentado un precedente análogo, el caso de Correos. Yo voy a hacer extensiva mi súplica a la comisión en este sentido: igualmente se rebajaron los sueldos de los

jefes de departamento de los Telégrafos, de veinticinco pesos, que ganan actualmente, a veinte pesos, y creo que están en el mismo caso de la Dirección de Telégrafos, y para obviar discusiones y, en vista de la justicia que asiste al compañero Manzano en este caso, y puesto que lógicamente el director de Telégrafos y los jefes de departamento tienen personalidad necesaria para ganar cuarenta y cinco y veinticinco pesos, respectivamente, yo pido a la comisión que solicite permiso de la Asamblea para retirar las dos partidas y presentarlas de acuerdo con lo aprobado en el caso de Correos.

El C. Murguía Salvador: La comisión se permite manifestar al compañero González que no tiene inconveniente, pero que como está a discusión la primera partida, cuando llegue la otra entonces se vendrá a proponer lo que él solicita.

El C. secretario Barón Obregón: Se consulta a la Asamblea si concede permiso para retirar la partida 9,551 con el objeto de presentarla modificada. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Se concede permiso. Se presenta modificada en la siguiente forma: "9,551. Un director general, $45.00." está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación. Está a discusión la partida 9,552, que dice así: "Cinco jefes de Departamento: para el Administrativo, Reglamentación y Estadística, Líneas, Materiales y Contabilidad y Glosa, $20.00." La comisión solicita permiso para retirar de la discusión esta partida y presentarla modificada. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Se concede permiso. Se presenta modificada en la forma siguiente: "Cinco jefes de Departamento: para el Administrativo, Reglamentación y Estadística, Líneas, Materiales y Contabilidad y Glosa", con la asignación de veinticinco pesos. Está a discusión.

El C. González Julián S.: Para su interpelación a la comisión. Es muy pertinente. En la Dirección de Telégrafos impera un reglamento y un sistema análogo al que impera en la Dirección General de Correos; el jefe de Departamento Administrativo funge como subdirector; en ese caso y en vista también del precedente ya sentado, yo suplico a la comisión que tenga la bondad de distinguir, de pedir al jefe de Departamento Administrativo, que es subdirector, treinta pesos como en el caso del de Correos, y a los demás jefes de Departamento los veinticinco pesos que ya acertadamente pide la comisión.

El C. Murguía Salvador: La comisión se permite informar al compañero González que como no puede ser más papista que el Papa y como el Ejecutivo ha pedido veinticinco pesos para el jefe del Departamento, por lo mismo la comisión está en su papel al ponerle los veinticinco pesos que pide el Ejecutivo.

El C. González Julián S.: En vista de esa razón estoy de acuerdo.

El C. secretario Barón Obregón: En consecuencia, está a discusión con la asignación de veinticinco pesos diarios. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación.

El C. Gandarilla: Pido la palabra. . . .

El C. Cuéllar José María: Moción de orden. Es muy laudable la idea de la Presidencia de que avancemos mucho en la discusión de este presupuesto: pero también es muy peligroso e inconveniente que estemos haciendo esa discusión verdaderamente en familia, pues visiblemente se nota que no hay quórum.

El C. presidente, a las 14.20: Siendo visible la falta de quórum, se levanta la sesión y se cita para esta tarde a las 16.

CONTINUACIÓN DE LA SESIÓN DE CÁMARA

DE DIPUTADOS

Presidencia del

C. FERNÁNDEZ GALVÁN MANUEL

(Asistencia de 133 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 17.15: Continúa la sesión. Tiene la palabra para hechos el ciudadano Soto y Gama.

El C. secretario Barón Obregón: No encontrándose en el salón el ciudadano Soto y Gama, se continúa la discusión de presupuestos, en el concepto de que al terminar ésta se le concederá el uso de la palabra.

Sigue ha discusión el presupuesto de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas. Se suplica al ciudadano Manzano Paulino se sirva indicar a la Secretaría cuál es la partida objetada por él.

La secretaría hace una aclaración a la Asamblea: hay un error en la partida 9,366, que la comisión está corrigiendo en estos momentos a fin de que no vaya a presentarse en una forma errónea.

Está a discusión la partida 9,553, que dice: "Dos jefes de Sección para la radio telegrafía y electrotecnia, con asignación de dieciocho pesos diarios" Objetada por el ciudadano Paulino Manzano.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Manzano.

El C. Manzano: Ciudadanos diputados: Siempre en el ramo de telégrafos ya hace muchos años ha existido un departamento que se denomina "técnico"; últimamente se le dio la designación de " electro - técnico". Al aprobar la comisión que sean dos jefes de sección los que tomen conocimiento de sus respectivas materias, se hace un derroche de dinero, porque ese departamento en sus labores no tiene la importancia que en sí debe tener, dado que la radio telegrafía en la República es deficiente, y no porque sus componentes no tengan los conocimientos suficientes, sino porque desgraciadamente existe un contrato leonino de hace muchos años que restringe el servicio con el extranjero. En esas condiciones me permito proponer a esta Asamblea que en vez de dos jefes de sección se ponga un jefe de departamento, asignándosele veinticinco pesos diarios como a los demás jefes de departamento, lo cual hace que se tenga un ahorro de cuatro mil quince pesos.

El C. Murguía: EL compañero que ha hecho uso de la palabra es conocedor del Ramo de Telégrafos, porque hasta el día último del mes de agosto de este año estuvo desempeñando el puesto de visitador, lo que le permite estar al corriente del funcionamiento y las necesidades de todas y cada una de las oficinas del ramo. Creo que la Asamblea no tendrá inconveniente en que, dadas las razones expuestas por el compañero, permita a la comisión retirar la partida a fin de presentarla modificada en el sentido que se acaba de indicar.

El C. secretario Barón Obregón: Habiendo solicitado la comisión permiso para retirar esta partida, se consulta a la Asamblea si lo concede. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Concedido. Se presenta modificada la partida en la forma siguiente: "Partida 9,553. " Un jefe del Departamento, encargado de la radio telegrafía y electro - técnica, a $25.00 diarios."

Está a discusión. No habiendo oradores inscriptos para su votación. Está a discusión la partida 9,554, que dice: "Tres jefes de servicio, a $18.00 diarios."

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Manzano.

El C. Manzano: Ciudadanos representantes: Así como en la partida relativa durante los años de 1916 a 1921 no existieron los que aquí se llaman jefes de servicio, que propiamente vienen siendo subjefes de un departamento, creo que es innecesario señalarlos hoy. Ya se presentó un caso semejante con motivo de la discusión del presupuesto de Contraloría, y el precedente de haberse suprimido los subauditores quedó establecido con la indicación de que esto, cuando más, causaría un trabajo poco mayor a los jefes de departamento. Como solamente en el Presupuesto de 1922, en que hubo verdadero exceso, se hicieron figurar subjefes de departamento, pido que estos tres jefes de servicio, que propiamente no son más que subjefes de departamento, se supriman así se conseguirá un ahorro de diecinueve mil setecientos diez pesos.

El C. Murguía: Para poder ilustrar el criterio de la comisión, ruego al compañero se sirva decirme cuáles son las atribuciones de los jefes de servicio; qué trabajo es el que ellos desempeñan.

El C. Manzano: La labor de los que aquí se denominan jefes de servicio siempre ha estado encomendada a los oficiales primeros. En consecuencia, cuando en el presupuesto de 1922 se nombró a estos empleados, todo el trabajo que tenían los oficiales primeros paso a ser de los subjefes, restando demasiado trabajo a aquel departamento y casi haciendo construir en simples firmones a aquellos empleados.

El C. Murguía: La comisión no tiene inconveniente tampoco para suprimir esta partida, conforme lo que desea el compañero Manzano.

El C. secretario Barón Obregón: Se consulta a la Asamblea si concede permiso para retirar definitivamente la partida 9,554, que se relaciona con tres jefes de servicio. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Concedido. La partida 9,555 no está objetada ni tampoco la 9,556. Las partidas 9,557, 9,558, 9,559, 9,560, 9,561, 9,562, 9,563 y demás hasta la partida 9,575 exclusive, no han sido objetadas y se reservaran para su votación.

A discusión la partida 9,575, que dice: "Dos visitadores generales, a $20.00."

El C. Manzano: Señores diputados: Al pretender que se supriman estas dos categorías de visitadores generales, lo hago con verdadero conocimiento de causa. Ya lo dijo el compañero Murguía, que forma parte de la comisión, que hasta el último de agosto estuve prestando mis servicios en un puesto de esta categoría, y en verdad debo confesar de una manera sincera, que el cometido de los visitadores generales no corresponde a los emolumentos. En cambio, en vez de dos visitadores generales, pongo dos visitadores de oficinas con un sueldo de diez y seis pesos, que éstos si cumplirán con su deber, porque están en relación con todos los departamentos, haciendo labor de verdadera eficiencia.

El C. Murguía: En vista de las razones expuestas, la comisión está conforme en aceptar la reforma de la partida.

El C. secretario Barón Obregón: La comisión solicita permiso para retirar la partida 9,575, a fin de modificarla en la forma que se indicó. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se concede el permiso. Está a discusión la partida en la siguiente forma: dos visitadores de oficina con la asignación de diez y seis pesos diarios. Está a discusión de la forma presentada por la comisión. No habiendo oradores inscriptos, se reserva para su votación. Está a discusión la partida 9,582, que dice: "Veinte constructores telegrafistas de segunda clase, $9.60."

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Manzano.

El C. Manzano: Señores diputados: En la partida 9,582 figuran veinte constructores con una asignación anual de setenta mil ochenta pesos. Esto es sencillamente irrisorio, porque en la partida 9,761, que fue objetada esta mañana, aparece: "Para construcción y servicio de líneas. . . . . $250,000.00". ¿Cómo es posible que se pidan doscientos cincuenta mil pesos para construcción y conservación de líneas, cuando existe un grupo de constructores que sólo él importa setenta mil y pico de pesos? Además, debe tenerse en consideración -por lo que se refiere a estos doscientos cincuenta mil pesos - Que los telégrafos tienen divisiones, que cada división tiene dos cuadrillas que constantemente recorren sus respectivos tramos y esas cuadrillas están compuestas de un sobrestante, dos subidores y tres peones que hacen una erogación anual aproximada de cien mil pesos. Quiere decir que quedaría esta partida solamente con ciento cincuenta mil pesos para construcción y conservación de líneas. Por esta razón pido a vuestras señorías que aprueben que sean diez constructores en vez de veinte, en la inteligencia de que estos diez seguramente estarán comisionados en algunas de las oficinas dependientes del ramo, porque será muy raquítica la construcción que se efectúe en el próximo año. Al conceder vuestras señorías que sean sólo diez constructores, se conseguirá una economía de treinta y cinco mil cuarenta pesos.

El C. Murguía: La comisión ruega al compañero se sirva poner atención en que además de la partida 9,761, que asigna la cantidad de doscientos

cincuenta mil pesos, hay otra, que es la 9,764, para el mismo objeto, que asigna otros doscientos cincuenta mil pesos; de manera que en realidad lo designado para la construcción y conservación de las líneas importa medio millón de pesos.

El C. Manzano: Me permito aclarar que cien mil pesos es lo que aproximadamente se gasta en las cuadrillas de que hice mención; en consecuencia, sólo quedan ciento cincuenta mil pesos, que serían insuficientes para la compra de alambre, aisladores y postería. Vuelvo a insistir en que son muchos los constructores, pues aun suponiendo que sean diez las construcciones, para cada uno sólo se necesita un constructor.

El C. Murguía: Haciendo la aclaración de que la partida 9,761 es exclusivamente para jornales y sueldos de los individuos que se emplean en la conservación y construcción de las líneas, la comisión no tiene inconveniente en retirar de la discusión la partida 9,582 para presentarla en el sentido de que sean diez constructores.

El C. secretario Barón Obregón: La comisión solicita permiso para retirar de la discusión la partida 9,582, para presentarla modificada. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Concedido. Se presenta reformada como sigue: "Partida 9,582. Diez constructores telegrafistas de segunda clase, a $9.60 diarios."

Está a discusión. No habiendo oradores inscriptos, se reserva para su votación.

El C. presidente: Para una aclaración tiene la palabra el ciudadano Manzano.

El C. Manzano: Señores diputados: En las partidas que acabo de objetar y que de una manera justa ustedes aprobaron con sus distintas modificaciones, se hace una economía de sesenta y un mil seiscientos ochenta y cinco pesos. Las siguientes partidas abarcan personal del ramo de telégrafos. Aparecen distintas partidas debido a que no están incluídos todos los telegrafistas en una sola, ya que cada uno recibe un sueldo adecuado a su categoría. Los telegrafistas de séptima aparecen ganando cuatro pesos ochenta centavos. Indudablemente que a muchos de vosotros no escapa que para ser telegrafista se necesitan algunos estudios: además de cursar la instrucción primaria superior, se necesitan dos años, si es que no se pierde ningún semestre, Y no se entra precisamente ganando cuatro pesos ochenta centavos, sino que todavía tienen que comenzar con el irrisorio sueldo de dos pesos cuarenta centavos diarios. Esto no me parece justo ni equitativo. Cierta ocasión y con motivo de un decreto a que en seguida se va a dar lectura, expedido por el ciudadano presidente de la República, aumentando los sueldos de los telegrafistas, se acercaron algunos otros empleados de otros ramos pidiendo que se les hiciera igual gracia, que se les aumentaran sus sueldos. Entonces el presidente, con mucho tino, con mucha justicia les dijo que no tenía ningún inconveniente en acceder a ese aumento de sueldo, porque entre otras cosas ellos decían: "Al cuerpo de telegrafistas, ciudadano presidente, se les ha aumentado un 25 por ciento en sus sueldos". Se trataba de los empleados postales de la ciudad de México. "Muy bien", dijo el presidente, "estoy de acuerdo, siempre que ustedes vayan a desempeñar las labores de los telegrafistas y que ellos vayan a hacer las de ustedes. Si ustedes pueden desempeñar las labores de los telegrafistas, no tengo inconveniente en acceder a sus deseos."

Naturalmente aquellos empleados postales tuvieron que retirarse ante la imposibilidad de poder desempeñar las labores de los telegrafistas, porque aun cuando se tengan estudios indispensables, no puede cualquiera persona ir a desempeñar tales labores, si no tiene los conocimientos y la práctica suficientes. En tales condiciones, me he permitido hacer algunas modificaciones a los sueldos de los telegrafistas desde séptima clase hasta tercera clase, que es donde se percibe un sueldo mayor de nueve pesos diarios. A lo que asciende el aumento, es a cuatrocientos setenta y siete mil doscientos setenta y un pesos cincuenta centavos. ¿Y de momento van ustedes a creer que se va a hacer una erogación fuerte? Pues no señores.

Voy a permitirme suplicar al ciudadano secretario que dé lectura al decreto a que me refiero, en donde desde el año de 1920 se aumentaron las tarifas en un diez por ciento, y la recaudación de ese mismo diez por ciento se reparte al personal de toda la red telegráfica; pero no es equitativo, porque mientras en la ciudad de México, Guadalajara y Puebla, oficinas que son recaudadoras, un telegrafista de sexta clase, por ejemplo, percibe veinte pesos mensuales por concepto de ese diez por ciento, hay regiones, como Tehuantepec, Mazatlán, etcétera, en donde las oficinas no son propiamente recaudadoras, sino escaladoras, y a pesar de que en ellas los telegrafistas trabajan tanto como en la ciudad de México, apenas reciben mensualmente, por el concepto antes citado, un peso ochenta centavos. Voy pues, a suplicar al ciudadano secretario se sirva dar lectura al decreto del ciudadano presidente.

- El C. secretario Barón Obregón, leyendo:

"Decreto.

"Artículo 1o. A partir del 1o. de junio próximo, se aumentarán las tarifas del servicio telegráfico interior en un diez por ciento.

"Artículo 2o. El producto de dicho aumento en cada oficina telegráfica, se destinará íntegro para gratificar a los empleados de la misma en proporción a los sueldos de que disfrutan."

El C. Manzano, continuando: El decreto cuya lectura acaban ustedes de oír, está en pie, y lo único que yo trato, señores, es hacer un reparto equitativo en el aumento de sueldos. De tal manera que al considerar en los ingresos que lo que se recauda anualmente por este concepto del diez por ciento en el aumento de tarifas es cuatrocientos cincuenta y cuatro mil treinta y nueve pesos diez y siete centavos, más la economía de sesenta y un mil seiscientos ochenta y cinco pesos, da un total de quinientos quince mil setecientos veinticuatro pesos diez y siete centavos. En consecuencia, el aumento que se hace al personal importa cuatrocientos setenta y siete mil doscientos setenta y un peso cincuenta centavos y se hace una economía de treinta y ocho mil cuatrocientos cincuenta y dos pesos sesenta y siete centavos. Los sueldos de los empleados inferiores del telégrafo al ser aprobados por esta Asamblea, quedarían de esta manera: telegrafistas de séptima clase, hoy con cuatro pesos ochenta centavos

diarios, se aumenta a cinco pesos cincuenta centavos; telegrafistas de sexta clase, hoy con cinco pesos cuarenta centavos, se aumenta su sueldo a seis pesos veinte centavos; telegrafistas de quinta clase, actualmente con seis pesos treinta centavos, se aumentan sus emolumentos a siete pesos; telegrafista de cuarta clase, de siete pesos cincuenta centavos, se hace un aumento a ocho pesos, y por último, telegrafistas de tercera clase que ganan hoy ocho pesos cuarenta centavos, ganarán nueve pesos, lo que da un total, como ya dije antes, de cuatrocientos setenta y siete mil doscientos setenta y un pesos cincuenta centavos, y tomando como ingresos lo que actualmente se recauda por concepto del diez por ciento, se hace un ahorro de treinta y ocho mil cuatrocientos cincuenta y dos pesos sesenta y siete centavos. Ruego, pues, a ustedes, señores diputados, que tomando en consideración la abnegación de los telegrafistas, y su disciplina nunca desmentida, se sirvan aprobar este aumento que en ninguna forma grava al presupuesto, sino que, por el contrario, hace que se obtenga un ahorro de treinta y ocho mil y pico de pesos.

El C. secretario Barón Obregón: La comisión solicita permiso de la Asamblea para modificar las asignaciones a los telegrafistas , tal y como lo ha sugerido el ciudadano Manzano Paulino en todas las partidas que se refieren a los telegrafistas de tercera a séptima clase. El dictamen consulta una asignación de ocho pesos cuarenta centavos para los telegrafistas de tercera: la comisión solicita permiso para aumentar a nueve pesos; para los telegrafistas de cuarta pide el dictamen siete pesos: la comisión solicita permiso para aumentar a ocho pesos; para los telegrafistas de quinta pide el dictamen seis pesos treinta centavos: la comisión solicita permiso para aumentarles a siete pesos cincuenta centavos; para los telegrafistas de sexta consulta el dictamen cinco pesos cuarenta centavos: la comisión solicita permiso para aumentarles a seis pesos veinte centavos; para los telegrafistas de séptima el dictamen consulta cuatro pesos ochenta centavos: la comisión pide permiso para aumentarles a cinco pesos cincuenta centavos. Se consulta a la Asamblea si concede permiso a la comisión para retirar el dictamen y modificar las partidas señaladas en la forma indicada. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se concede permiso. La comisión presenta las partidas modificadas en la forma indicada. Están a discusión. No habiendo oradores inscriptos, se reservan para su votación.

Continúa la discusión la partida 9,761 que se relaciona con construcción y conservación de líneas y que fue suspendida en virtud de una moción suspensiva presentada en la sesión de la mañana.

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

El C. Murguía: La comisión realmente en esta partida se ha visto en una situación embarazosa, porque un sinnúmero de compañeros se ha acercado a ella para que en esta partida se hagan constar líneas telegráficas y telefónicas que cada uno de los representantes quiere para su distrito; naturalmente, como eso implicaría la ampliación de la partida, la comisión se ha visto en la necesidad de manifestar a cada uno de los compañeros que no puede acceder a que, sin consentimiento de la Asamblea, se amplíe la misma partida, porque ha tenido en cuenta que el presupuesto de Egresos que vamos discutiendo, en lo ya aprobado y en lo que falta por aprobar, importa la cantidad de trescientos doce millones de pesos, mientras que el cálculo de los ingresos para el año entrante es de doscientos setenta a doscientos ochenta millones, de manera que inflar más estas partidas globales, es sólo hacernos ilusiones. Por lo mismo, dejo al criterio de la honorable Asamblea se sirva resolver este asunto como mejor le parezca.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Rodarte.

El C. Rodarte: Señores diputados: Voy a hablar en contra de la moción presentada por el compañero Gandarilla, porque indudablemente la comisión se ha dado perfecta cuenta de que es imposible aumentar más y más esa partida que está destinada solamente para la conservación y construcción de las líneas telegráficas. Como sobre esa razón expuesta por la comisión es inútil que vengamos aquí a hablar en contra de ella, solamente quiero hacer ver a la Asamblea el punto de vista social referente a esa misma partida. Estoy de acuerdo con el compañero Barón Obregón en la proposición que hizo, ya que la ha tomado desde un punto de vista patriótico, punto de vista bellísimo; ya que el compañero Luis León había hablado en el mismo sentido en la sesión de la mañana, ya que los argumentos del compañero Luis León son contundentes, porque cualquiera persona que haya conocido Ciudad Juárez y El Paso, puede darse cuenta del cauce que va siguiendo el Río Bravo, y en ese caso, si se trata de defender los intereses patrióticos, si se trata de defender el territorio nacional, la seguridad nacional, ¿qué argumento más bello que el presentado por el compañero Barón Obregón para controlar en alguna forma -siquiera por medio de esta línea telegráfica- la región Norte del Estado de Veracruz, en donde, como todos sabemos, ha enclavado su bandera el enemigo común, el enemigo de México, el coloso del Norte? Así es que si ese argumento bellísimo, ese argumento lleno de razón y de sinceridad no lo ha querido tomar en cuenta la Asamblea, yo me permito poner ante los ojos de ustedes otro punto de vista: en esa región Norte del Estado de Veracruz, durante los cuatro últimos años, han vivido más de cien mil trabajadores dedicados a la explotación del petróleo, individuos que viven en una penuria que da lástima. Indudablemente, compañeros, que se necesita ayudarles, siquiera sea por un sentimiento de humanidad. Es solamente necesario hacer un ligero recorrido por esa región para ver la forma miserable en que mueren por las constantes enfermedades que asuelan esa región, los trabajadores que ganan un mísero jornal y que no pueden de ninguna manera pedir ni siquiera una medicina a un poblado inmediato donde las hay. Si ese otro punto de vista no es digno de tomarse en consideración, entonces decid que cerremos los ojos y los oídos a todos los lamentos y a todas las quejas del proletariado y que queremos que aquellos seres que viven allí, aquellos verdaderos parias que no tienen ni hogar, porque viven en chozas, y que cuando llegan las fiebres palúdicas tienen que morir tirados en el suelo porque no disponen absolutamente de ningún recurso que pueda aliviar esta situación; en este

caso, si se desea que el telégrafo, que el teléfono y que todos los progresos modernos no vayan allí, deberemos sellar este presupuesto con ese aire de desprecio con que todos han visto la proposición del compañero Obregón. Pero no, quiero insistir y pido que si no es el patriotismo, sea un sentimiento de humanidad el que mueva a todos ustedes a votar en pro de lo que propone el ciudadano Barón Obregón. No se trata de aumentar el presupuesto. Es verdad que la partida de doscientos cincuenta mil pesos de que se trata es para el sostenimiento de todas la líneas, pero también es verdad de que esos doscientos cincuenta mil pesos no han llegado ni a un solo centavo a esa región Norte del Estado de Veracruz. En este caso lo que pide el propio compañero es que solamente cincuenta mil pesos de esos doscientos cincuenta mil se destinen para lo que él quiere, siendo la Cámara de Diputados la que diga de una manera categórica el secretario de Comunicaciones que debe emplear esos cincuenta mil pesos en la construcción y conservación de líneas en el distrito Norte del Estado de Veracruz. Por tal motivo, si de la otra cantidad restante, si de los doscientos mil pesos restantes se pueden hacer todos los gastos para toda la República como se han hecho con los doscientos cincuenta mil pesos en este año y en años anteriores, creo que no hay ningún trastorno en el presupuesto. Todo lo demás está bien que venga a restringirse, que no se tomen las partidas con ese entusiasmo; pero en este caso ya se ha invocado el patriotismo muy justo, ya que aquella región está controlada absolutamente por los elementos americanos que pretenden absorbernos, y siquiera en esos puntos que son las entradas para ellos, debemos poner alguna barrera, algún arrecife defensa para que México pueda seguir guardando su soberanía. Compañeros: en esta razón yo pido que en forma verdaderamente respetuosa y fraternal, que por el buen nombre de México y con el deseo sincero de ayudar en algo, de hacer que lleguen hasta el proletariado de esas regiones los elementos del progreso moderno, voten por que la proposición presentada por el compañero Obregón sea aceptada de una manera definitiva por la comisión.

El C. presidente: En pro tiene la palabra ciudadano Valenzuela Arturo J.

El C. Valenzuela Arturo J.: Honorable Asamblea: Con relación a lo que se acaba de expresar aquí en esta tribuna, no es ni un solo reflejo de lo que se ve y se siente en aquellas regiones. Yo tuve oportunidad de recorrer toda esa región y en donde quiera me encontré con que estamos supeditados al americano: con hospitales, con hoteles, con telégrafos, con teléfonos con correos, con todo, en una palabra; el monopolio de la correspondencia se ejerce allí por los americanos, que la van a franquear a las oficinas de los americanos, y cuando no hay timbres, se hacen venir esos timbres de Nueva Orleans. Todos los vapores petroleros reciben correspondencia y despachan correspondencia. Es triste y doloroso para todos nosotros que no se controle esa región de una manera efectiva; las compañías son un obstáculo y no quieren verdaderamente tener un servicio deficiente de correos, dicen ellos: "no podemos estar supeditados a los servicios del correo mexicano, porque no nos da garantías, no salen correos diarios". No tenemos empleados suficientes y ellos hacen sus lanchas rápidas y hacen todo el servicio por el cauce del río Pánuco y lo mismo lo hacen en la vía terrestre: tienen automóviles especiales para correspondencia, tienen mensajeros especiales para el reparto de correspondencia y mensajeros especiales para el telégrafo y tienen cuadrilla especiales dedicada exclusivamente para hacer el servicio de teléfonos, en estas cuantas palabras, compañeros, dejo reflejadas las condiciones en que se encuentra aquella región; es triste, es doloroso que estando en nuestro país no se hable allí español, se habla americano, y el que no sabe americano no come, porque puede no ir a un restaurant a pedir comida en americano. Para terminar, señores, creo que debemos tomar en cuenta la situación de aquella región y es necesario preocuparnos hondamente por controlar esa región que se encuentra en manos de compañías americanas.

El C. presidente: Tiene la palabra para aclaraciones el ciudadano Barón Obregón.

El C. Barón Obregón: Señores: En vista de la forma en que la Asamblea decidió esta mañana tratar este asunto, había decidido cortar por lo sano y dedicarme especialmente a mis labores de secretario, y no volverme a ocupar por este momento y en este presupuesto de algo que atañe muy directamente a mi distrito. La bondad de los compañeros Valenzuela y Rodarte me hacen, seguramente como una necesidad ya imperiosa, venir a demandar de ustedes, ciudadanos diputados, venir a demandar de vuestro patriotismo un acto que es necesario para poner una cortapisa por completo a aquella situación que existe en la huasteca veracruzana. Señores: mucho tendría yo qué decir ustedes en la forma en que se ha establecido el servicio de comunicaciones en la huasteca, en la zona petrolera; pero una vez que mis compañeros han hecho ya algunas explicaciones, no quiero yo más que apelar una cosa de vuestras señorías, a algo que es muy justificado, a algo que es muy necesario en estos momentos para aquellas regiones que desgraciadamente han sido absorbidas, invadidas por el elemento extranjero en su totalidad; que han perdido ya el contacto con la nación, y que han perdido de hecho, por decirlo así, el carácter y la concepción de territorio nacional mexicano. Por este solo hecho, señores diputados, por esa única razón que claman, que exigen, que demandan aquellos operarios, aquellos trabajadores que viven en condiciones verdaderamente difíciles, por esa sola razón vengo yo nuevamente a apelar a esa parte de vuestro patriotismo, a vuestras conciencias, con objeto que de deis vuestro consentimiento para que sea asignada en este presupuesto de la Dirección General de Telégrafos una partida para remediar esta situación anómala en que se ha vivido desde hace diez años. Decía yo a ustedes, señores, que aquellas pequeñas rancherías que fueron en un tiempo, han llegado ya a la categoría de verdaderas ciudades, que no aparecen ni siquiera en los mapas de la Carta Geográfica de la República. ¿Por que? Porque son poblaciones que se han formado en un período, en un plazo verdaderamente corto, en tres o cuatro años. Pues bien, señores diputados; esas nuevas poblaciones cuyos servicios han sido desatendidos por

completo por el Gobierno federal, porque hay partes, hay oficinas donde ni siquiera se conoce la existencia de esas propias poblaciones, es necesario, pues, que les demos una oportunidad de resurgir a la vida de ciudades, es necesario también, ciudadanos diputados, que pongamos una poquita de atención y una poca de consideración para los servicios públicos que merecen aquellos ciudadanos, aquellas regiones que son las que dan dinero para la patria en estos momentos, que son las regiones en que trabaja un sinnúmero de trabajadores precisamente en una explotación industrial que está dando en estos momentos el dinero para la vida nacional.

Por ellos, señores diputados, por el decoro de la nación, por el decoro de nosotros mismos, por el acto material de venir yo aquí a exigir, a pedir, a demandar a esta Asamblea un acto de justicia por mi voz, por mi boca, después de haberla recibido de más de cincuenta mil obreros de aquella región; por ese solo hecho, ciudadanos diputados, pido a vuestras señorías se sirvan aprobar que la partida que se ha designado para la construcción de líneas telegráficas sea separada únicamente en redacción en la forma que he indicado, para todos los pueblos que han surgido a una nueva vida en aquella región. Esta partida de cincuenta mil pesos no es suficiente, pero estamos en la mejor disposición de poner a la disposición de la Dirección General de Telégrafos todos los elementos, como postes y trabajo, que tendrá la Dirección de Telégrafos; pero quiero que mañana o pasado pueda acercarme a la Dirección de Telégrafos a pedir el cumplimiento de lo acordado por vuestra soberanía, que ha sabido hacer una obra de patriotismo en aquella región cercenada de hecho del territorio nacional. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

El C. Murguía: La comisión, en vista de la orientación que ha tomado este asunto y no tratándose de aumentar la partida, no tiene inconveniente en dividirla tal como lo había propuesto en la mañana, es decir, las partidas 9,761 y 9,761 bis, una con cincuenta mil pesos en el sentido de la discusión, y otra con doscientos mil pesos para todo lo demás no comprendido.

El C. secretario Barón Obregón: La comisión solicita permiso de la Asamblea para dividir la partida 9,761 en dos partidas: una que diga: 9,761 para construcción y conservación de líneas, doscientos mil pesos, y partida 9,761 bis: para construcción de líneas en las poblaciones de Álamos, Zacamixtle, Potrero, etcétera, etcétera, la lista de que ya se dio conocimiento a la Asamblea, cincuenta mil pesos. Se consulta a la Asamblea si se concede el permiso. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se concede el permiso. Se presenta modificada en la forma que acaba de enunciar la Secretaria. Están a discusión. No habiendo quien uso de la palabra, se reservan para su votación. Está a discusión la partida 9,788, objetada por el ciudadano diputado Juan de Dios Bátiz.

El C. Bátiz: Ciudadano diputados: La partida de 9,788, propuesta por la comisión, es verdaderamente ridícula. Dice:

"Continuación de las obras de los ferrocarriles de Beristáin a Tuxpan. Gastos que requieran el trazo y construcción de nuevas líneas..... $500,000.00."

En lo que va de este año se ha gastado en la sola línea de Beristáin a Tuxpan y en la construcción de pequeños tramos, la suma de un millón cuatrocientos mil pesos. La diputación de Sinaloa, la de Durango, la de Nayarit, la de Sonora y la de la Baja California, propusieron en la consideración de está Cámara la asignación de una partida de cinco millones de pesos para la continuación de los trabajos del ferrocarril de San Marcos, Jalisco, a Tepic, Nayarit, y la continuación también del tramo de ferrocarril de las líneas nacionales de El Salto, Durango, a Mazatlán, Sinaloa. Los Estados de Sonora, Sinaloa, Nayarit y el Territorio de la Baja California están separados del resto de la República por la Sierra Madre Occidental y carecen en lo absoluto de una comunicación que los ligue con el interior de la República. Estos Estados, eminentemente agrícolas, mineros e industriales, se ven en la necesidad de ser tributarios de los Estados Unidos de Norteamérica, y así vemos cómo las cosechas de garbanza de los Estados de Sonora y Sinaloa, como son más de cuatrocientos mil sacos, todos íntegros , aparte del consumo del Estado, pasan a Estados Unidos, donde son vendidos para salir a cuba y a España. La cosecha de azúcar, toda producción de azúcar, que asciende solamente en Sinaloa a la suma de treinta y cinco millones de Kilogramos - y en esto me quedo corto -, va a dar íntegro, fuera del consumo de Sinaloa y Sonora, a Estados Unidos de Norteamérica, porque es imposible competir con los productos de Veracruz y de Jalisco, por la gran cantidad de fletes que tienen que pagarse dando un rodeo por los Estados Unidos. La cosecha de tomate y de arroz, íntegra, también va a Estados Unidos, en fin. estos Estados más bien son tributarios y dependen de los Estados Unidos del Norte que del resto de la República Mexicana. El Estado de Nayarit, con su gran producción de tabaco, de café y de frutas, en general va a dar íntegra también a Estados Unidos. Como ustedes verán, dependemos económica y comercialmente de Estados Unidos del Norte, y la nación, el resto de la nación poco o nada recibe de beneficios de esa producción. En esta Cámara se ha hablado del fomento de la producción; nosotros en aquellos apartados Estados de la República Mexicana, tenemos un exceso de producción, un exceso brutal de producción que no podemos traerla aquí por que los fletes marítimos y los fletes de ferrocarril son enormes: una tonelada de maíz, que tiene fletes especiales, paga de Mazatlán a Manzanillo veintisiete pesos y centavos; de puro manejo en el puerto de Mazatlán, debido a que no hay puerto tampoco (y aquí me permito hacer una divagación: se han hecho veinte proyectos del puerto de Mazatlán y nunca se ha comenzado uno solo), tiene de manejo la tonelada diez pesos y centavos, y cuatro pesos en Manzanillo, son catorce, que, unidos a los fletes marítimos, hacen un total de cuarenta y un pesos la tonelada hasta la capital de la República. Actualmente tenemos más de cien mil sacos de maíz, que exceden del consumo de ahí y que no podemos manejar porque carecemos

de vías de comunicación. Es incuestionable que teniendo esta vía que nos una al resto de la República, saldrían beneficiados no solamente los Estados de que he hecho mención, sino también toda la parte central y oriental de la República. Actualmente están hechos los trazos de esos ferrocarriles; se tiene construído ya desde Durango hasta la parte más alta de la sierra ya para bajar a Sinaloa y del otro está hasta San Marcos, Nayarit. Los gobiernos de Sinaloa y de Nayarit están componiendo las carreteras hasta la región de la sierra en ambos lados; en una parte el Estado de Sinaloa ha empezado a construir una carretera que una a Mazatlán con la sierra, rumbo a Durango. De esta carretera se han hecho veinticinco kilómetros debidamente balastrados; del otro se están llevando a cabo las reparaciones hasta la Cuesta de Ingenieros. Como no sería posible disponer del dinero suficiente para atacar los dos tramos completos, las diputaciones de Sinaloa, Sonora y demás a que he hecho mención, respaldadas por la mayoría de las diputaciones de la República, han sometido a la consideración de esta Cámara la aprobación de esta partida de cinco millones de pesos para la construcción de vías que nos vengan a unir de hecho con el resto de la República. En consecuencia, compañeros, yo desearía que teniendo en cuenta las razones que he expuesto, dierais un voto aprobatorio a esta petición que hacemos los diputados de aquellas regiones y que no se había hecho antes porque - con tristeza lo digo - la mayoría de las diputaciones que habían venido de Sinaloa, con rarísimas excepciones, no habían sido de Sinaloa, eran de otra parte. (Murmullos.) Aunque le caiga mal, compañero Santa Anna. Por lo tanto, pido a todos mis compañeros aprueben esta petición que hacemos para lograr estar más unidos o unidos siquiera con el resto de la República, y poder hacer de aquel Estado, que está en vías de desarrollo y de progreso, sea el que surta, cuando menos, a una parte de la nación mexicana. (Aplausos.)

El C. González Julián S.: Pido la palabra para reforzar los argumentos del compañero Bátiz.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano González Julián S.

El C. González Julián S.: Señores diputados: Yo creo que a pesar de toda su buena fe y de su sinceridad de norteño, el compañero Bátiz no hizo sino un pálido relato de lo que constituye para una buena porción del suelo mexicano un verdadero problema del progreso o de inacción. El compañero Bátiz no necesitaba, como no necesitaremos nosotros, más que un breve rato de tribuna parlamentaria para poder traer ante esta Asamblea el convencimiento de que se necesita que cuanto antes el Gobierno emprenda por su cuenta las obras de terminación de ese interminable ferrocarril que, comenzando en Nogales, va a morir en la capital del Estado de Nayarit. Desde el punto de vista económico, sale sobrando hacer cualquiera apreciación en ese sentido, porque a ningún ciudadano diputado se le oculta que toda la parte Noroeste de la República, comenzando en Nayarit y acabando en la Baja California, está realmente aislada del centro de la República y, tanto sus productos materiales como el intercambio moral, necesario entre ambas porciones del suelo mexicano, se ven estorbados vitalmente por que a causa de la lenidad criminal de una compañía extranjera que no ha sabido terminar un contrato que la obliga a terminar ese ferrocarril hasta entroncar con Guadalajara, a causa de esa lenidad, digo, tenemos una arteria de comunicación completamente deficiente, una de las arterias más extensas de la República y no hace sino convertir una buena parte del país, como decía acertadamente el compañero Bátiz, en verdaderos tributarios de los Estados Unidos del Norte. Los que vivimos por aquel lado o por aquella región de la República y que tenemos naturalmente que venir a México con alguna frecuencia, tenemos que pasar, cada vez que hacemos la travesía, bajo la vigilancia odiosa de las autoridades de migración americanas; pero si no fueran bastantes los perjuicios que causa a las personas el hecho de no tener una vía de comunicación que ligue al Noroeste de la República con el centro de la misma, las razones de orden económico son más poderosas, y creo que bastarán por sí solas para corroborar las afirmaciones que, tanto Bátiz como yo, hemos hecho en esta tribuna. Muchas veces, al encontrarme en el puerto fronterizo de Nogales, que me honro en representar en esta Asamblea, vi con positiva tristeza pasar sendos convoyes de mercancías mexicanas, de productos de Sinaloa, Nayarit y Sonora, que iban a perderse en las intrincadas serranías americanas o en las inmensidades del Valle Imperial, como el tomate, por ejemplo, el azúcar y tantos otros productos en que son pródigas aquellas tierras del Noroeste. Vi con tristeza que esos productos, que podían abastecer al centro de la República, que podrían traerle un poco de bienestar al pueblo laborante del centro del país, hacían que aquella parte de la República estuviera de hecho vendida a la rapacidad de los comerciantes e industriales americanos, y se da por allá el bochornoso espectáculo de que todos esos furgones de tomate que salen de Sinaloa, por ejemplo, y que son verdaderas caravanas de trenes que van extrayendo del país uno de sus productos que deberían darle vida y que, sin embargo, se la quitan palmo a palmo, esos convoyes que llevan el tomate a los Estados Unidos nos proporcionan el triste, el vergonzoso espectáculo de que al cabo de cierto tiempo vengan los mismos productos que nosotros exportamos, ya en pequeñas cajitas fabricadas por el ingenio yanqui a vendérnoslas a un precio verdaderamente exorbitante. En la compañía del Ferrocarril Sud - Pacífico, rapaz como todas las grandes empresas de la sociedad burguesa en que vivimos, pero quizá mucho más rapaz y mucho más criminal que el resto de las mismas, la compañía de Ferrocarril Sud - Pacífico, que ha obtenido concesiones leoninas de los gobiernos dictatoriales que nos han regido antes de ahora, no ha podido cumplir o no ha querido, más bien, cumplir el compromiso solemne que tiene con el Gobierno, de terminar ese ferrocarril, que nos ligaría con la ciudad de Guadalajara, so pretexto de una fantástica deuda que tiene el Gobierno con ese ferrocarril que, según dicen, asciende a la suma de cuarenta millones de pesos y que el Gobierno, naturalmente, no es tan tonto para

reconocer; so pretexto de esa deuda, los trabajos del ferrocarril han estado paralizados y por más que la prensa ha dicho que ya van a dar comienzo a las obras, no se ve en realidad nada efectivo y es fácil y es completamente lógico asegurar que si el Gobierno no toma por su cuenta la terminación de ese ferrocarril de San Marcos a Tepic, o sea la linea nacional que entronque a Guadalajara; si el Gobierno federal no la hace por su cuenta, aquella región de la República, digna de mejor suerte, estará condenada siempre a ser tributaria de los odiados y odiosos norteamericanos. Ante el peligro cada vez más grande que se cierne sobre el Territorio de la Baja California, ante la codicia despierta de nuestros primos de más allá de la frontera, ahora es el momento, ciudadanos diputados, de ir tendiendo hacia la previsión de ese peligro funesto que se cierne sobre una parte de la patria. Ya hemos visto que en distintas ocasiones han cristalizado esas ambiciones imperialistas y groseras de los ciudadanos de Norteamérica; ya hemos visto que la Baja California, por no tener relaciones ni morales ni materiales con el centro de la República, ha estado expuesta muchas veces a que los ciudadanos de Norteamérica traten de tender su zarpa abominable sobre ese jirón del suelo mexicano.

El C. Márquez Luis G., interrumpiendo: ¡Moción de orden, señor presidente!

Está a discusión la partida 9,788, y los ciudadanos compañeros están desviando la discusión de esa partida; así es que estamos perdiendo el tiempo.

El C. Bátiz: Para contestar. El compañero no se ha fijado en que la partida dice: gastos que requieren el trazo y construcción de nuevas lineas y esta es una nueva línea; de manera que estamos objetando esa partida por eso .

El C. González Julián S., continuando: Contestando ya la ingenua moción del compañero por el señor Bátiz, quiero seguir, para terminar, desarrollando mi pequeña improvisación y pidiendo de la benevolencia de ustedes que se acceda y que se fije, cuando menos en teoría, cuando menos nominalmente, que se fije esta partida en el presupuesto; porque ya que el Gobierno ha demostrado tener interés especial en la terminación de esa vía, ya que probablemente en el transcurso del año venidero pueda verse materializado el propósito de los actuales funcionarios de llevar a feliz término ese ferrocarril, que ya está constituyendo una pesadilla para los que vivimos en aquellas apartadas regiones del Noroeste de la República, cuando menos debe constar en le presupuesto. Si el Gobierno no tiene dinero para hacer el ferrocarril, se quedar como el año pasado como un margen en la secretaria de Comunicaciones, que no podrá disponer de él por falta de dinero, pero cuando menos que se demuestre ante la faz de la nación que esta Asamblea ve con positivo interés una obra que es de trascendencia nacional, no únicamente regional. El ferrocarril, saliendo de Nogales llegaría, según la compañía del Sud - Pacífico, allá por el año 2,000 año 2,500, a la capital de la República, y sería una arteria por la que habría un verdadero intercambio moral y económico entre aquellas regiones y el centro de la República. Creo, señores diputados, que es el momento de afrontar con verdadero empeño esta situación. Hay por ejemplo, un caso que es verdaderamente desconsolador y concreto: el Estado de Sonora, que siempre ha sido, y hoy más que nunca, esencialmente ganadero, que tiene enormes porciones de ganado, el Estado de Sonora no tiene absolutamente ningún consumo en relación con el ganado que existe y por la escasa población de aquel Estado, ese ganado, que muy bien podía hacer que bajara el precio de la carne en la ciudad de México y en otras poblaciones del interior, ese ganado no puede salir nunca del Estado de Sonora, porque a causa de los fuertes derechos prohibicionistas fijados por las autoridades americanas, el ganado no puede ya entrar a Estados Unidos, pues no les convendría así a los que se dedican a la ganadería. Estando terminado el ferrocarril, vendría una corriente de ese ganado al centro de la República, y vendría ese ganado a aliviar la aflictiva situación por que atraviesan principalmente las gentes pobres del centro del país. Tenemos también el maíz, por ejemplo. En el Estado de Sonora se cosechan enormes cantidades de maíz, que ya no comen ni siquiera los marranos; el maíz se pierde en el Estado de Sonora; no hay quien haga uso de él, porque la población, siendo tan exigua, no puede dar abasto para consumir las enormes cantidades que se cosechan en el Estado. Y en cambio aquí, en el centro de la República, vemos, señores diputados, lo bochornoso, lo triste de que el maíz sea importado en cantidades fabulosas de los Estados Unidos y hasta de Sudamérica, teniendo en el país elementos de vida indispensables y suficientes para atender a las necesidades de los ciudadanos de la República, estamos dando este triste espectáculo ante los ojos de las naciones extranjera. Yo por eso vengo a reforzar desde mi modesto radio de acción la tesis del compañero Bátiz y atentamente solicito de la comisión respectiva, que se sirva pedir permiso para intercalar en estas partidas la suma de cinco millones de pesos que se destinarán a la terminación del ferrocarril de San Marcos a la capital del Estado de Nayarit. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

El C. Murguía Salvador: Con toda atención he estado escuchando los discursos verdaderamente sentimentales y regionalistas de los compañeros González y Bátiz, pero la comisión vuelve a decir a la Asamblea que la ampliación de partidas la ha dejado a la consideración de esta misma Asamblea, porque no cree conveniente que esas mismas partidas vayan inflándose y nos vayamos engañando nosotros mismos; ¿qué ganan los compañeros González y Bátiz con que figuren cinco millones de pesos, si no va a ser posible darlos? ¿Quieren los compañeros hacer lo que hacen los viejos raboverdes con las muchachas: pintarse el pelo y el bigote para creer que son jóvenes? Así los compañeros quieren hacerse aparecer ante los Estados que representan, como que figura un sinnúmero de dinero para estos caminos, aunque no se haga nada, pero la cuestión es que figure. La comisión no está conforme en estar inflando esas partidas sin objetar, porque no tiene objeto estarlas inflando, pues no va a ser posible dar un solo centavo para esas partidas.

El C. Barrera: Pido la palabra para refutar a la comisión.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Rivera Antonio G; para hacer una interpelación a la comisión.

El C. Rivera Antonio G.: Señores diputados: La honorable comisión está un poco falta de conocimiento en el asunto de que se trata, porque se refiere a los discursos sentimentales y regionalistas de los diputados González y Bátiz y no hace cuenta de que es una proposición firmada por muchas diputaciones: por la diputación de Sinaloa, por la diputación de Durango, por la de Chiapas por la de Colima, Nayarit, Baja California, Jalisco, Michoacán, Tamaulipas, Nuevo León, y todavía muchas otras diputaciones. Esto quiere decir que queda destruído el cargo de discursos regionales que hace la comisión a los pronunciados por los compañeros González y Bátiz; no hay tal regionalismo, porque no hay un sentimiento de regionalismo en la petición que se hace, es netamente nacionalista, se trata de unir esas Entidades apartadas, que no son conocidas, con el centro de la República y que en muchas oportunidades, en muchos casos históricos, se les ha tenido en un verdadero círculo de desprecio. Precisamente tratamos nosotros, no desde el punto de vista regionalista ni desde el punto de vista sonorense, González y yo, que hablamos sobre este particular de que se conceda esta partida para la construcción de este ferrocarril, hablamos desde el punto de vista nacionalista; queremos que esas Entidades sean verdaderamente hermanas en el concurso de las Entidades federativas; queremos que esos Estados sean conocidos y que nuestros comitentes y que nuestro pueblo conozca también al pueblo del interior de la República. Esto en lo que respecta a la parte moral del proyecto, destruimos ese cargo de regionalistas que se nos hace; no hay tal regionalismo, hay nacionalismo; buscamos, con la unión de esos Estados lejanos, de esos Estados fronterizos, buscamos la unión, digo, con los Estados del centro de la República; si esos Estados han estado siempre listos para soportar todas las responsabilidades que aceptan los Estados del centro, justo es que sean conocidos y que se les tengan las consideraciones que se merecen; buscamos la unidad, la unificación de los elementos nacionales; ya en lo que respecta al materialismo, ya el diputado Bátiz ha hecho números. Ahora interpelo a la comisión, y a eso se refería mi solicitud para que se me concediera el uso de la palabra, a fin de que me diga porqué no ha tomado en consideración esta solicitud que no es producto de regionalismos, sino que es la voluntad de muchas diputaciones que han firmado esta petición: son ciento cuarenta firmas.

El C. Murguía: La comisión tiene el honor de informar al compañero, que esa proposición fue presentada a la Cámara después de que la comisión presentó su dictamen sobre este presupuesto. Por lo demás, la comisión, si se presenta esta solicitud a la Asamblea, no se opondrá .

El C. Rivera Antonio G.: Algunos ciudadanos diputados se acercaron precisamente a la comisión; pero la comisión como no quiere ampliar partidas, sino que esta responsabilidad - y en eso está muy en su juicio -, no quiere aceptarla y quiere que la Cámara lo haga, por eso no aceptó esta proposición pero se le hizo con ciento cuarenta firmas que están en esa proposición, es decir, con quórum.

El C. secretario Barón Obregón: La comisión pide a la Asamblea, por conducto de la Secretaría, que se sirva orientarla acerca de si acepta la proposición de los ciudadanos Bátiz y González respaldada por ciento cuarenta firmas, en la inteligencia de que la comisión desea saber si la Asamblea acepta que sea aumentada la partida en la cantidad de cinco millones de pesos. Se consulta a la Asamblea si acepta que sean intercalada esta partida. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo, rogando a los señores diputados que acepten esta iniciativa, se sirvan ponerse de pie. Aceptada. La comisión, por conducto de la Secretaría, solicita permiso de la Asamblea .... (Aplausos) ....para adicionar la partida con la cantidad de cinco millones de pesos, con la redacción de que serán destinados a la construcción de las obras del ferrocarril entre la ciudad de Tepic y la estación de San Marcos.

Está a discusión la partida 9,794, objetada por el ciudadano diputado Dorantes.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Dorantes, en contra.

El C. Dorantes: En virtud de que fueros aceptadas mis indicaciones por la comisión a propósito del circuito de Cuernavaca a México y Cuautla, retiro la objeción.

El C. secretario Barón Obregón: El ciudadano Dorantes ha retirado sus objeciones en virtud de haber tenido un arreglo con la comisión. En consecuencia, esa partida se reserva para su votación.

El C. Quiroga: Pido la palabra para una aclaración respecto a la partida 9,794. Señores compañeros: la diputación del Estado de Nuevo León ha estado serena, ha estado pacientemente escuchando desde el mes de septiembre todas las solicitudes que algunos otros compañeros han hecho a esta honorable Asamblea. Nosotros desearíamos que en esta partida se autorizara a la Secretaría de Comunicaciones para que con cargo a la partida 9,794 se gastaran cien mil pesos para la construcción de la carretera de Nuevo Laredo a Monterrey. Esta carretera la están pidiendo ansiosamente hace cuatro o cinco años los hijos de Nuevo León, y en esta partida se autoriza un gasto de quinientos mil pesos para varias carreteras. Sobre esta carretera se ha rendido ya dictamen por el departamento encargado de las obras de ingeniería de la Secretaría de Comunicaciones. Dice aquí la partida esto:

"Para continuar la construcción de tramos absolutamente indispensables, por ligar otros ya construidos, en los siguientes caminos : México a Acapulco, México - Tuxpan, Toluca a Morelia, La Quemada a Tepic, Dolores Hidalgo a - Guanajuato, Juchipila a Aguascalientes . . . . . . . . . . . . $500,000.00"

Yo rogaría que la comisión uniera a esta partida cien mil pesos para que nos ayude a la construcción de esta carretera, en virtud de que la diputación del Estado de Nuevo León no ha pedido

absolutamente nada y se necesita alguna ayuda de la federación para este Estado.

El C. Murguía: La comisión se permite informar al compañero que la partida que él está objetando es exclusivamente para continuar las construcciones de tramos absolutamente indispensables para ligar otros ya construidos. La comisión no tiene inconveniente en acceder a lo que la diputación de Nuevo León quiere; pero cree conveniente que no es en esa partida sino en la siguiente donde debe hacerse constar eso por ser un camino nuevo.

El C. Quiroga: Precisamente dice: "....construcción de tramos absolutamente indispensables...."

Es un tramo absolutamente indispensable al que yo hago referencia, compañero. Están levantados los trabajos de ingeniería y no se ha hecho nada precisamente por falta de esto. El año pasado estaba aprobada una partida de trescientos mil pesos para la construcción de este tramo, y ahora se ha quitado. Yo ruego a la comisión que en esta partida incluya los cien mil pesos que nosotros solicitamos.

El C. Murguía: Nuevamente me permito aclarar al compañero que esta partida es exclusivamente para ligar otros tramos ya construidos, es decir, para hacer los tramos nuevos y ligar aquellos ya construidos para que no se pierda lo ya hecho; pero en el camino que usted solicita no hay nada de eso. Yo creo que es en la partida 9,795 donde debe entrar y la comisión no se opone a ello; sólo es cuestión de orden.

El C. Quiroga: Una aclaración. Yo acepto la proposición que hace la comisión, siempre que en la partida siguiente, 9,795, se hable de los cien mil pesos que la diputación de Nuevo León solicita para la construcción de este camino; pero que se hable, que se ponga esto, que se autorice al ciudadano secretario de Comunicaciones para que con cargo a esta partida se gasten cien mil pesos para la construcción de la carretera de Nuevo Laredo a Monterrey.

El C. Siurob: Pido la palabra para una aclaración. Yo creo, compañero Quiroga, sinceramente, que la comisión tiene razón en este caso; pero que usted podría incluir en la partida siguiente el gasto a que usted hace mención, y que creo muy justo, puesto que es una petición de la diputación de Nuevo León. Yo voy a ser el primero en pedir la ampliación de esta partida porque un millón tres cientos mil pesos no alcanzan materialmente para el sinnúmero de caminos autorizados aquí. Yo soy el primero en apoyar a los compañeros, siempre que entre en la partida siguiente. (Murmullos. Campanilla)

El C. Quiroga: Señor presidente: A mí me interesa y a la diputación de Nuevo León, y solamente solicito que se haga la aclaración de que yo digo que de la partida 9,795 se autorice al secretario de Comunicaciones y Obras Públicas para que haga un gasto de cien mil pesos para la construcción de la carretera de Laredo a Monterrey.

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

El C. Murguía: La comisión no tiene ningún inconveniente en hacerlo constar tal como lo pide la diputación de Nuevo León, pero va a hacer del conocimiento de la Asamblea que tiene aquí como cuarenta caminos, puentes, etcétera, etcétera, que han pedido también que se carguen a esa misma partida y entonces veríamos en esta discusión lo mismo que paso en la discusión de la 9,761, que cada quien dice: ¿por qué a la diputación de Nuevo León se le dan cien mil pesos, a la de Michoacán cien mil pesos, y a la diputación de Jalisco cien mil pesos, etcétera, etcétera? y no acabaríamos nunca. (Murmullos, Campanilla.)

El C. Quiroga: Yo me permito hacer una aclaración a la comisión y ruego a la Asamblea que me escuche un momento. Ruego al compañero de la comisión que se sirva tomar en consideración que la diputación de Nuevo León ha sido solidaria. En este momento se aprobó una partida de cinco millones, y la diputación de Nuevo León la aceptó con los demás compañeros; ¿por qué el compañero nos dice que la diputación de Nuevo León pide cien mil pesos y que no se le pueden dar? Yo ruego que se haga la aclaración: que se le pregunte a la Asamblea si puede dar ayuda que la diputación del Estado de Nuevo León solicita.

El C. Murguía: La comisión hace la aclaración de que no se opone a conceder eso, lo ha dicho y consta en la versión taquigráfica y hace esta aclaración. Ahora, si la Asamblea así lo manifiesta....

El C. secretario Barón Obregón: La Secretaría va a hacer la aclaración siguiente: Puso a discusión la partida 9,794, no fue objetada por el ciudadano Dorantes; el ciudadano Quiroga de hecho ha retirado su objeción; en consecuencia, la partida 9,794 queda reservada para su votación. Está a discusión la partida 9,795...(Murmullos. Campanilla. Varios ciudadanos piden la palabra.)

El C. presidente: La presidencia manifiesta que está a discusión la partida 9,795....(Murmullos. Campanilla. Voces: ¡Que se lea!) Está inscripto el ciudadano Gómez Filiberto.

El C. Trueba Clemente: ¡Moción de orden!

Tengo entendido que la comisión ha manifestado a muchos diputados y a algunas diputaciones enteras que va a retirar la partida que va a discutirse en estos momentos, para presentarla reformada; en consecuencia, es inútil hablar en contra cuando va a ser retirada.

El C. Quiroga: Señor presidente, yo he solicitado de la Secretaría.... (Murmullos, Desorden. Campanilla.)

El C. Murguía Salvador: La comisión, siendo consecuente con todas las diputaciones que se han venido a acercar y a pedirle caminos y carreteras, va a retirar la partida y a presentarla reformada que el sentido que piden los compañeros.

El C. Bátiz: Pido la palabra para una aclaración.

El C. secretario Barón Obregón: La comisión solicita permiso de la Asamblea para retirar la partida 9,795. Se consulta a la Asamblea si se concede el permiso. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se concede el permiso. (Murmullos.)

El C. presidente: La presidencia suplica muy atentamente a todos los señores diputados que se interesen en la nueva redacción de esta partida que acaba de retirarse con permiso de la Asamblea, que se sirvan pasar a entrevistar a la comisión, porque de otra manera es imposible encauzar los

debates. Para tal objeto, se concede un receso de diez minutos.

El C. Bátiz: Pido la palabra para hacer una aclaración sobre la partida anterior.

El C. presidente: Como está concedido un receso, compañero, para que se entrevisten los solicitantes con la comisión, sírvase usted esperar a que se ponga a discusión la nueva partida o a que la discusión de ésta termine....

El C. Bátiz: Es que yo me fui a inscribir oportunamente.... (Campanilla.)

El C. presidente: ...de lo contrario, no puedo concederle la palabra, porque esto se está convirtiendo en un desorden completo.

El C. Bátiz: Es que me inscribí..... (Campanilla.) Pedí la palabra para una aclaración y la Presidencia no quiso dármela.

El C. presidente: No tiene usted el uso de la palabra. (Campanilla.)

El C. Bátiz: Yo fui a inscribirme personalmente para una aclaración de trascendencia.

El C. secretario Barón Obregón: Se concede un receso de diez minutos.

El C. presidente: Se reanuda la sesión.

El C. secretario Barón Obregón: Está a discusión la partida 9,795, en la forma siguiente: tal como está redactada la partida 9,795, con las adiciones siguientes: camino de Durango a Mezquital... (leyó.)

El C. presidente: La Presidencia ruega muy atentamente a los señores diputados se sirvan escuchar la lectura de la partida modificada.

El C. secretario Barón Obregón: "Camino de Comitán.... (leyó.)

El C. Trueba Clemente: Pido la palabra.

El C. secretario Barón Obregón: Con estas modificaciones está a discusión.

El C. Trueba Clemente: Pido la palabra para una interpretación a la comisión.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Trueba Clemente: La diputación del Estado de México se acercó a la comisión para suplicarle que incluyera en uno de los renglones que se acaban de leer, el camino de Toluca a Zacualtipán y distrito Sur del Estado; que la comisión ha omitido esto, y la interpelo para que diga con qué motivo omitió eso.

El C. Murguía Salvador: La comisión manifiesta que fue omisión de lectura del señor secretario, que aquí se dice claramente "Camino de Zacualtipán".

El C. González y González Francisco: Deseo interpelar a la comisión. ¿Tiene la bondad de indicarme si está perfectamente claro que el camino que unirá Saltillo con Matehuala debe pasar por Doctor Arroyo, Galeana y Linares? ¿Está aclarado? ¿Sí? Bueno.

El C. secretario Barón Obregón: No habiendo oradores inscriptos .

El C. Barragán: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: ¿Con qué objeto?

El C. Barragán Enrique: Con el objeto de hacer una objeción a esta partida.

El C. presidente: En contra de la partida tiene la palabra el ciudadano Barragán.

El C. Barragán: Honorable Asamblea: Ya que el ciudadano presidente me ha conminado a hablar en contra, lo voy a hacer de esta suerte; yo propiamente iba a hacer objeciones, y entiendo que en el discurso no haré otra cosa. La partida 795 que aparece en el presupuesto con la suma de un millón trescientos mil pesos para la construcción, "Estudio, trazo, apertura y mejoramiento de caminos y puentes nacionales...." Simplemente, señores diputados, la enunciación de todo esto, además de la larga lista de caminos por construir que dejó la Legislatura pasada, es decir, que señaló la Legislatura pasada, nos hace ver que la suma de un millón trescientos mil pesos es irrisoria. Si en estos momentos estamos en una verdadera danza de los millones y los estamos lanzando al aire, bien está, señores diputados, que fijemos una cantidad decorosa y seria para la construcción de estos caminos. La Dirección General de Caminos, que es la parte técnica de la Secretaría del ramo, propuso en el presupuesto que formuló, la suma de cuatro millones de pesos para construir el cincuenta por ciento de la longitud de caminos ya señalados. Después que la Dirección General de Caminos formuló este proyecto de presupuesto, por orden expresa del señor presidente de la República el secretario de Comunicaciones lo redujo a un millón de pesos; después, al pasar el proyecto por el secretario de Hacienda, tuvo a bien reducirlo a doscientos mil pesos. La comisión, atendiendo a las distintas indicaciones que sobre el particular le hicieron varios compañeros, la elevó a un millón trescientos mil pesos. Como ven los honorables señores diputados, es imposible que con un millón trescientos mil pesos se hagan no digo ya esta serie interminable de caminos y la que los compañeros le acaban de indicar a la comisión pero ni siquiera un camino tan indispensable como el de San Cristóbal a Puerto Madero, para independizarse de la tutela odiosa que los ingleses tienen en Quintana Roo. En esta virtud, y para no hacer largo el debate, suplico a la comisión que siquiera ponga en la partida la suma de cuatro millones de pesos que señalo la Dirección General de Caminos, supuesto que se ha agregado una infinidad.

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

El C. Murguía: La comisión se permite informar que la secretaría de comunicaciones pidió en su proyecto de presupuesto un millón de pesos para todo esto; que la Secretaría de Hacienda lo redujo a doscientos mil pesos....

El C. Barragán, interrumpiendo: Ya lo dije yo.

El C. Murguía, continuando: ....Y que la comisión lo elevó hasta un millón trescientos mil pesos. Sin embargo, no tiene inconveniente en que se amplíe a cuatro millones de pesos.

- El C. Barón Obregón, leyendo:

"9,795. Estudio, trazo, apertura y mejoramiento de caminos y puentes nacionales, incluyendo sueldos, viáticos, transportes y asignaciones adicionales de ingenieros auxiliares y comisionados necesarios para estos trabajos; en la inteligencia de que, preferentemente, serán atendidos los caminos de Puebla a Huajuapan, Huajuapan a Oaxaca; Oaxaca a Salina Cruz, Chamela Guadalajara, Guadalajara a Aguascalientes, San Luis a Tula, Ciudad Victoria y

Soto la Marina, Tamaulipas; camino antiguo de Morelos a Villa de Juárez, Arriaga a Tuxtla Gutiérrez y Frontera de Guatemala, San Cristóbal a Puerto Madero, puente sobre el río Colorado, puente sobre el río Adjuntas en el camino de Arroyo Seco a Jalpan, puente internacional sobre el Suchiate, puente sobre el Nazas, en el camino de Torreón; San Pedro, camino Berriozábal, San Fernando, Chiapas; camino Chicoasén - Copainalá , Chiapas; camino Valles - Tamazunchale, por Aquismón, Tancánhuitz y Axtla, San Luis Potosí; camino Río Verde a San Ciro, San Luis Potosí; camino Orizaba a Zongolica, Veracruz, Ver.; camino Jalapa a Misantla, Ver.; camino Pahuatlán a Honey, Puebla; camino Navojoa a Quiriego, Rosario , Nuri y Novas, Son.; puente sobre el río Lerma, en Salamanca; camino Zaragoza, Puebla a Gutiérrez Zamora, Ver.; camino C. del Carmen a Aguada, Camp.; camino a Apatzingán - Uruapan, Mich.; camino Juchipila a Zagualica, Cuquío, Ixtlahuacán, Jal.; camino Culiacán a Tamazula, Dgo.; camino Culiacán a San Javier, Sadirguato, Sin.; Zacatecas a Guadalajara; camino de Matehuala a Saltillo, pasando por Arteaga, Galeana y Linares; camino de Durango a Mezquital; puente sobre el río de las Adjuntas, entre Molango y Tepehuacán, Estado de Hidalgo; reparación del puente Aquiles Serdán sobre el río Atoyac, en el Estado de Oaxaca; camino de Córdova a San Juan de la Punta, Ver.; caminos de Ixtlán de Juárez a Tlacolula, a Oaxaca y a Etla; camino de Sola de Vega a Zimatlán, Oaxaca; camino de Toluca al mineral de Zacoalpan, El Oro a Tuxtla y distritos del Sur del Estado de México; camino de Comitán a Motozintla y Huixtla, Chiapas; camino de Chinicuila, Mich., a Colima; camino de Monterrey a Nuevo Laredo; camino de Huajuapan a Tlaxiaco y Mínizo; puente de Zontecomatlán, del distrito de Chicontepec; camino de Chalco - Cuautla - Cuernavaca; puente de Mazatlán, sobre el río Ajajalpa, Puebla; puente sobre el río Tepehuanes, Dgo., que una estación y pueblo del mismo nombre; camino de Tlaxcala a Texmelucan; camino de San Antonio Nahuatipan a Tlaxiaco, Oax.; Camino de Yurécuaro a Tanhuato, Michoacán; camino de Zamora a Tangancícuaro, Micho.; Camino de Teloloapan a Iguala, Gro.; camino de Villanueva, Zac., a Colotlán, Jal.; camino de Zacatecas a Monte Escobedo; camino y puente entre Zacatlán y Amixtlán y San Marcos Eloxochitlán, Pues.; subsidios que concede el Ejecutivo para la construcción y conservación de caminos a los gobiernos de los Estados y municipios, $4.000,000.00" Con todas estas modificaciones queda reservada la partida para su votación.

Está a discusión la partida 9,796 objetada por el ciudadano Martínez Rendón.

El C. Martínez Rendón: No es mi propósito ciertamente atacar esta partida ni mucho menos dar al traste con la comisión; quiero únicamente presentar a esta honorable comisión una modificación respecto a esta partida: me refiero a la partida 9,796, que dice:

"Construcción, reparación, adaptación y conservación de los edificios y monumentos nacionales no previstos en este presupuesto, incluyendo el personal técnico necesario para su atención."

Muy bien. Desde el año de 1889, la Federación celebró un pacto con el Estado de Nuevo León, por el cual le cedió aquel Estado el ex obispado de Monterrey y, sin embargo, desde aquella fecha nunca le Federación ha atendido este verdadero monumento histórico de Monterrey, que si bien es cierto podría figurar entre los monumentos arqueológicos que tiene la Instrucción Pública, también es cierto que no podrá repararlos sino con la intervención de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas. Como ustedes saben muy bien, este edificio, por sus condiciones históricas, por su leyenda, por su tradición y por los servicios prestados al Estado de Nuevo León, es digno de ser conservado y reparado decorosamente. En el año de 1785 hubo en Monterrey una fuerte helada que acabó con todos los sembrados de aquel Estado y sobrevino la escasez natural, y en 1786, el obispo Verger mandó construir este edificio para su obispado, dando trabajo así a multitud de gente que estaba completamente hambrienta y desamparada. Este edificio fue ocupado más tarde como cuartel por el general Arredondo, que sirvió también a la causa nacionalista en 1816; en 1846 sirvió también como cuartel de las fuerzas nacionales, celebrándose allí, como recordarán muchos de los señores representantes, las más fuertes batallas. En el Norte se cuenta que una vez tomado el edificio, quedaba todavía flotando sobre una de sus trincheras la bandera nacional, y que uno de los muertos, uno de los hijos de Monterrey, fue valerosamente a rescatar esa bandera, logrando traerla hasta los nuestros y muriendo más tarde acribillado por el invasor.

Pero hay más, señores representantes; no solamente en 46 sirvió este edificio para defender a la nación en su integridad patria, sino que también en la intervención francesa prestó este mismo servicio, y más tarde, en 1889, cuando se desató la fiebre amarilla en Monterrey, sirvió de Lazareto; y como he dicho al iniciar este pequeño paréntesis en esta discusión, a pesar de que desde 1889 paso a la Federación este edificio, no ha hecho absolutamente ninguna reforma ni ninguna reparación allí, constándole entre otros, al señor compañero González y González, cómo está este edificio y en qué condiciones se halla. Yo no quiero que se aumente esta partida; no lo quiero, porque sencillamente veo que hemos realmente inflado demasiado este presupuesto; lo único que solicito de la comisión es que del millón doscientos mil pesos que tiene destinados para monumentos nacionales, en que entra este edificio, por estar considerado así por la Secretaría de Comunicaciones - y siento no haber traído aquí algunos planos y fotografías que fueron tomados por esta misma Secretaría para hacerle reparaciones que no se han hecho por no estar precisamente especificadas en el presupuesto -. Pido, pues, y apelo al amor a nuestras instituciones y a nuestro pasado glorioso en estas ruinas vetustas, que de la partida de un millón doscientos mil pesos, que se tomen cuarenta mil, destinados para la reconstrucción de este ex obispado.

El C. Suárez: Pido la palabra .

El C. presidente: ¿Con qué objeto?

El C. Suárez: Con el mismo objeto:

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

El C. Suárez: Me había yo inscripto....

El C. Murguía: La comisión se permite aclarar al compañero tanto de Nuevo León como al compañero de Tlaxcala, que la partida 9,796, en su redacción, admite perfectamente que cada uno de los compañeros se acerque al ministro de Comunicaciones y le diga la necesidad urgente de que se reparen esos edificios, y creo que el secretario de Comunicaciones no se opondrá a que se reconstruyan; pero si vamos a especificar cada uno de los edificios o monumentos que en cada región se necesitan reparar, pues vamos a hacer lo mismo que paso con las demás partidas. Yo, pues, salvando mi responsabilidad, porque no quiero que las partidas se estén aumentando más, la comisión no tiene inconveniente en que se consulte a la Asamblea.

El C. secretario Barón Obregón: La comisión ha pedido permiso a la Asamblea....

El C. Martínez Rendón: Yo creo que la comisión no tendrá inconveniente en pedir a la honorable Asamblea se consigne de manera determinada en el presupuesto. He hablado del plano y fotografías que no traje, desgraciadamente, pero que tiene la Secretaría de Comunicaciones; pero ya hemos visto que se hace poco caso de estas partidas globales y no se hace nada por no estar especificado debidamente. Yo quiero referirme al incidente acontecido esta mañana a moción del diputado Espinosa, en que hizo una petición semejante a la mía y que la comisión no tuvo inconveniente en retirar la partida para presentarla en el sentido que solicitaba el ciudadano Espinosa. Debo aclarar que el compañero Suárez solicitaba conmigo, aunque no de una manera formal, que se destinaran de esta misma partida de un millón doscientos mil pesos, diez mil pesos para reparar el convento de San Francisco, que es también por mil títulos digno de ser conservado.

El C. secretario Barón Obregón: La comisión manifiesta, por conducto de la Secretaría, que en la redacción y tal como se especifica la partida 9,796, caben todas las objeciones hechas por los ciudadanos Martínez Rendón y Suárez, y que sostiene la redacción y la partida en la forma indicada.

El C. Suárez: Pido la palabra para una interpelación al señor Obregón, no como secretario, sino como diputado. El señor Obregón había dicho en la sesión de en la mañana que ocurren muchos señores diputados, y entre ellos él, a las secretarías de Estado, y no les hacen aprecio, y por esto tuve interés en que en el presupuesto aparecieran los nombres de determinadas poblaciones de su distrito, a fin de que salieran beneficiadas con la instalación de oficinas telegráficas. Si nosotros dejásemos la partida 9,796 tal como está, seguramente no tendríamos para Tlaxcala y Nuevo León las cantidades que necesitamos, que no es mucho: son cincuenta mil pesos, de un millón doscientos mil pesos. Puede quedar la partida en esta forma: Reparación de los edificios del ex obispado de Monterrey y convento de San Francisco en Tlaxcala, cincuenta mil pesos; otra partida, que podría ser 9,796 bis, con un millón ciento cincuenta mil pesos; no se pide ni un centavo más, sino que se especifique en qué van a gastar esos dineros.

El C. Barón Obregón: Yo contesto al compañero Suárez, como diputado, no como secretario, que abundó en los razonamientos de él; pero que realmente la interpelación a mí no tiene objeto, porque yo no le podré contestar al compañero más que estoy de acuerdo con él. La comisión es quien puede resolver este asunto.

El C. Suárez: Entonces suplico atentamente a la comisión y a la Asamblea - les podría hacer historia de aquel edificio, que por mil títulos debe conservarse; todo el que conozca Historia, sabe que allí se bautizaron Xicoténcatl y Tlahuexólotl - yo suplico atentamente, repito, a la honorable Asamblea, que dé diez mil pesos, que no es mucho, para la reconstrucción de esta reliquia histórica, que está viniéndose abajo.

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

El C. Murguía: La comisión no tiene inconveniente en acceder a lo que los compañeros solicitan, pero hace la aclaración de que bastará hacer lo mismo que se ha hecho en otras partidas globales: que con la sola especificación de que se atenderá de preferencia lo que los compañeros quieran, es suficiente; porque ellos pueden exigir al ministro de Comunicaciones que dé esa cantidad y no crear nuevas partidas. Para el objeto resulta enteramente igual.

El C. Martínez Rendón: Pido la palabra con objeto de hacer una aclaración.

El C. presidente: Ya ha hablado usted tres veces.

El C. Martínez Rendón: Es que no veo realmente la razón de la comisión, de no querer.....

El C. Presidente: No tiene usted la palabra; no se la a concedido la Presidencia; a hablado usted tres veces, más de lo que permite el Reglamento. Muy respetuosamente me permito manifestarle que si continuamos en este caos, ya la Cámara no deberá llamarse propiamente Cámara de Diputados. Yo ruego a la Asamblea que disculpe esta excitación mía; pero lo hago en beneficio de ella misma.

El C. González y González: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: ¿Con qué objeto?

El C. González y González: Para una interpelación a la comisión.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. González y González: El objeto de mi interpelación es este: ¿por qué la comisión se resiste, si no se va a crear una nueva partida, para que se especifique? Únicamente que de la partida de un millón doscientos mil pesos, se especifique, digo, que cuarenta mil pesos de esa partida se destinen para la reconstrucción o reparación del ex obispado de Monterrey. Es un edificio histórico por mil títulos, quizá el único que en el Estado de Nuevo León debe conservarse. Toda la Asamblea debe estar con nosotros en aceptar esta modificación que pedimos.

El C. Murguía: La Comisión se permite manifestar al compañero que se resiste a dividir esta partida, en tres partidas, como sus señorías solicitan, porque las mismas razones que exponen los compañeros de Nuevo León y Tlaxcala, expondrían todas y cada una de las distintas diputaciones de la República.

El C. Martínez Rendón: Moción de orden.

El C. presidente: No hay desorden.

El C. Martínez Rendón: Sí hay desorden. ¿Me permite la palabra?

El C. presidente: El desorden lo introduce usted, compañero, haciendo uso de la palabra cuando no se le ha concedido.

El C. Martínez Rendón: ¿Me permite la palabra?

El C. presidente: ¿Con qué objeto?

El C. Martínez Rendón: Para moción de orden.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Martínez Rendón: Únicamente quiero que la comisión consulte a la Asamblea si retira esa redacción para modificarla en el sentido de la discusión.

El C. secretario Barón Obregón: La comisión, por conducto de la Secretaría, consulta si está de acuerdo la Asamblea en aceptar las indicaciones del diputado Rendón. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se aprueba. (Siseos. Voces: ¡No! ¡No! ¡Si! ¡Si!) La comisión solicita permiso para retirar la partida 9,796 de la discusión. Se consulta a la Asamblea si concede ese permiso. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se concede el permiso y se presenta modificada en la forma siguiente: "Partida 9,796. Construcción, reparación, adaptación y conservación de los edificios y monumentos nacionales no previstos en este presupuesto, incluyendo el personal técnico necesario para su atención", agregando "así como la reparación del Obispado de Monterrey y el convento de San Francisco en la ciudad de Tlaxcala". Está a discusión. No habiendo oradores inscriptos, se reserva para su votación. Está a discusión la partida 9,798, objetada por el ciudadano Elpidio Barrera, quien tiene la palabra.

El C. Barrera: Señores diputados: Comprendo claramente que esta discusión ha sido quizá la más fastidiosa de todas, comprendo claramente vuestro cansancio y lamento sinceramente que me haya tocado un turno tan al último, porque vengo a pediros algo realmente justo. La partida 9,798, dice así:

"Estudio y ejecución de las obras de provisión de aguas potables y saneamiento de algunos puertos y ciudades fronterizas, de acuerdo con el convenio y contrato que en cada caso celebre o hubiere celebrado la Federación con las autoridades locales correspondientes."

Ustedes saben, compañeros, que Piedras Negras es una de las poblaciones más importantes de la frontera....

El C. Valenzuela Arturo, interrumpiendo: ¡Agua Prieta!

El C. Barrera, continuando: ....y con sentimiento voy a manifestar lo siguiente: Piedras Negras depende en la actualidad de todos sus servicios públicos, del lado americano: bebemos agua americana, la luz es americana, etcétera, etcétera, todos los servicios públicos dependen del lado americano y esto, señores, debido a las pésimas administraciones que ha tenido aquella pobre ciudad. Está en proyecto independizar esos servicios de los americanos y para el efecto se han proyectado ya las obras para dotar a la población de agua potable y además para llevar a cabo el drenaje de esa ciudad; dichas obras costarán alrededor de trescientos mil dólares. A fin, señores diputados, de que esto no quede en un simple proyecto, como representante de aquella ciudad fronteriza, vengo a pediros algo que quizá no lo pueda conseguir: un aumento a esta partida. Deseo además, compañeros, que esta partida se amplíe en la cantidad que tiene asignada de cien mil pesos, que se le ponga el doble, que los cien mil pesos restantes o que deseo que se aumenten sean para ayudar a la ciudad de Piedras Negras a fin de llevar a cabo los obras de provisión de agua potable. ¿Que no consigo esta cantidad, que el Erario está sumamente pobre?, lo sé, señores, pero no hay peor lucha que la que no se hace. Permitidme que en el presupuesto figure este aumento, y para después, yo me encargaré, como representante de aquella ciudad, de hacer la lucha para que se me proporcione esa suma, ,es decir, no a mí, sino a la ciudad de Piedras Negras. En tal virtud, compañeros, y no queriendo tomar más de vuestro tiempo, os ruego atentamente, y a la comisión también, que aceptéis la ampliación, puesto que se ha hablado de millones, yo únicamente pido cien mil pesos.

El C. presidente: Tiene la palabra en pro de la partida el ciudadano Robledo.

El C. Robledo Juan de Dios: Señores: Voy a procurar ser muy breve para no cansar más una atención ya cansada y a pedir de una sola vez que la Cámara de Diputados no conceda más ampliaciones a los presupuestos. Es la segunda vez que vengo a hablar sobre este asunto y siento mucho que se trate de una proposición simpática, como la del compañero Barrera; pero es verdad que la Cámara ha estado votando partidas al presupuesto de Egresos. El otro día, antes de las últimas ampliaciones, el presupuesto ascendía a doscientos setenta y ocho millones, los ingresos , contra doscientos noventa y seis millones, los egresos, y de entonces a la fecha se han votado ampliaciones que importan bastante. Creo que ya llevaremos un déficit de treinta o cuarenta millones....

El C. Castillo Corzo Agustín: ¿Y qué es eso?

El C. Robledo: ¿Eso?, eso es mucho, compañero. Respetuosamente solicito atención de la Asamblea sobre estos puntos que son capitales. Yo creo que al buen sentido de los señores diputados no se escapará que no podemos pedir al Ejecutivo que gaste más de lo que concedemos como ingresos. Es notorio que están gravados casi en su máximum el comercio, la industria, la importación, la exportación y no podemos aumentar la ley de ingresos; de manera que debemos hacer economías en egresos para nivelarnos.

Ahora bien, si concedemos, por beneficiar a cada uno de nuestros compañeros, por reciprocidad muchas veces para que a su vez nos sostengan las partidas y ampliaciones constantes en los presupuestos que vinieron equilibrados y armonizados de la Secretaría de Hacienda y que nosotros estamos desequilibrando y desarmonizando, pondremos al Ejecutivo en le caso de objetarnos los presupuestos y ya no tendremos tiempo de reconsiderarlos y habremos trabajado inútilmente por dos cosas: primera, porque no daremos verdaderos presupuestos equilibrados con nuestros ingresos y segunda, porque el Ejecutivo les hará objeciones y nos

quedaremos sin presupuestos, de lo que será culpable este espíritu verdaderamente ligero de algunos compañeros para ampliar las partidas. El otro día sustentaba esta misma tesis, desde esta tribuna, con motivo de una ampliación que pedía el compañero Covarrubias, estimable amigo mío; se me escuchó con poca o ninguna atención, algunos me dieron la razón, pero casi unánimemente se votó la ampliación de esa partida por trescientos mil pesos. Yo sentiría, ahora que en el caso del compañero Barrera, se votara la ampliación de cien mil pesos que solicita y en muchos casos sucesivamente. Además, no es función de la Cámara federal estar socorriendo las necesidades de nuestros distritos, que es función netamente municipal; a la Cámara federal solamente competen asuntos federales, y esto de pedir diez mil pesos para caminos, de venir a pedir cinco mil pesos para mejoras en un distrito, no es de nuestra competencia, no es de nuestra misión de representantes al Congreso General. Y suplico muy atentamente, de una vez por todas a los señores representantes, que por cordura rudimentaria, que por espíritu de economía, rechacen la ampliación de partidas. Si es posible, que se objete con economías, no con aumentos, que es lo único que podemos hacer en las circunstancias actuales del Erario federal. Tenemos obligación de nivelar los ingresos con los egresos, estoy cansado de repetirlo desde esta tribuna y espero de la cordura de los compañeros que no ampliar n esta partida ni otra alguna. (Aplausos.)

El C. Barrera: Pido la palabra .

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Barrera: Señores diputados: Comprendo que las razones del compañero Robledo son de mucha importancia, pero ya el error lo hemos cometido. (Murmullos.) Dice que nos hemos excedido en la ampliación de partidas y lamento que el turno me haya tocado al último, porque el golpe lo voy a recibir yo que he sido el último.

El C. Valenzuela, interrumpiendo: ¡El último chango se ahoga, compañero! (Risas.)

El C. Barrera, continuando: Me sacan a colación un adagio y aquí me sale cierto. Pero, señores, Piedras Negras es una ciudad fronteriza por la cual se juzga a toda nuestra patria y es verdaderamente lamentable que Piedras Negras y algunas otras puertas fronterizas presenten el espectáculo que presentan en la actualidad. Cuántos extranjeros hay señores diputados, que pasan a Piedras Negras en una excursión o para, simplemente, conocer aquella parte de nuestra patria y por esa ciudad juzgan de nuestra nación y realmente el espectáculo que presentan casi todos los pueblos fronterizos es vergonzoso para nosotros los mexicanos, porque son en su generalidad los centros de prostitución, los centros de vicio en que vienen a derrochar su dinero los señores americanos. Acerca de este vital asunto hablaba con el señor presidente de la República y le manifestaba que en mi distrito hace unos cuantos días se reanudó el asqueroso vicio del juego, y me dicen algunos señores de los que explotan ese maldito vicio: "Pero, señor Barrera, es que nosotros no explotamos al pueblo mexicano, a los ciudadanos de Piedras Negras, sino a los que vienen de fuera, a los señores extranjeros que vienen a dejar en el tapete verde muchos y buenos dólares". Pero señores, ver estas cosas de verdadero nacionalismo a través de ese prisma miserable, es tonto y ruin, porque, señores, nuestros pueblos fronterizos no son más que centros asquerosos de prostitución y de vicio. Allá en Piedras Negras tenemos, por ejemplo en la calle principal veinte y tantas cantinas, cantinas montadas up - to - date, mejor que ninguna de las cantinas de la capital de la República. ¡Claro! se están montadas así a todo lujo, es porque el vicio les rinde muy buenas utilidades, y, señores, respecto a estas calamidades, a estas debilidad nuestra, porque hay que confesarlo, casi todos nuestros hombres de gobierno creen que es indispensable recurrir al maldito vicio, a la explotación de los vicios para sufragar los gastos públicos. Y este es un error craso en que están, porque cuando los dineros del pueblo se administran con honradez, sobra y basta, señores, para todos los gastos públicos; pero desgraciadamente, desde el gendarme hasta el presidente municipal, todos no ven más que el lucro personal. No van a ocupar esos puestos para servir al pueblo, sino para llenarse los bolsillos y ahí, en aquellos pueblos que sirven, repito, para juzgar a toda nuestra patria, debemos preocuparnos por elevar el nivel moral, el nivel intelectual y social de sus habitantes; por lo tanto, espero que la honorable Asamblea me dé la razón, que comprenda que estoy en lo justo al procurar esto, una sola vez, señores, no es más que la base para juntar el dinero necesario para llevar a cabo las obras que son indispensables y de urgente necesidad en Piedras Negras. Por lo tanto, señores, os ruego atentamente que me concedáis la ampliación de esta partida, como habéis concedido las solicitadas por otros muchos señores diputados y que yo he aprendido. (Aplausos.)

El C. secretario Barón Obregón: No habiendo más oradores inscriptos, la comisión desea conocer el criterio de la Asamblea y al efecto, por conducto de la Secretaría consulta si acepta la proposición del ciudadano diputado Barrera. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. (Voces: ¡Todos!) Se ruega a los ciudadanos diputados, se sirvan ponerse de pie. Se acepta la indicación del ciudadano diputado Barrera. (Aplausos.) En consecuencia, la comisión solicita permiso para retirar....

El C. Guzmán Martín Luis: Reclamo la votación, no ha habido mayoría; pido votación nominal.

El C. secretario Barón Obregón: La comisión solicita para retirar la partida 9,798; los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se concede permiso. Se presenta modificada en la forma siguiente: con la asignación de doscientos mil pesos. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación. Se ha terminado de discutir las partidas objetadas del presupuesto de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas. Se va a proceder a recoger la votación nominal. Se suplica a los ciudadanos Castilleja, Barragán y Santa Anna se sirvan auxiliar a la Secretaría. Por la afirmativa.

El C. prosecretario Santa Anna: Por la negativa.

(Se recoge la votación.)

El C. secretario Barón Obregón: Votaron por la afirmativa, ciento cuarenta y siete ciudadanos diputados.

El C. prosecretario Santa Anna: Votaron por la negativa, cuatro ciudadanos diputados.

El C. secretario Barón Obregón: En consecuencia, ha sido aprobado el presupuesto de la Secretaría de Comunicaciones.

El C. presidente: Tiene la palabra para hechos el ciudadano Soto y Gama.

El C. Díaz Soto y Gama: Señores diputados: Los agraristas no podemos dejar pasar y no dejaremos pasar inadvertidos el telegrama escandaloso, por su tontera, por su intemperancia y por su falta de cordura del gobernador de Chihuahua, general Enríquez; El telegrama lo publicó la prensa; pero es probable que algunos de los compañeros lo hayan olvidado o no lo hayan tomado en debida cuenta. Es escandaloso, sobre todo por su tontera. Dice el telegrama en parte, en lo conducente:

"De continuar tales procedimientos, ineludiblemente surgirán serios conflictos al pretenderse atropellar a un gobernante probo"....

Este señor entiende por atropello el hacer uso esta Cámara del derecho de desaforar a los malos gobernantes, y entiende por gobernante probo a un César López de Lara, cuya probidad quedó demostrada plenamente en su actuación cuando fue gobernador de este infeliz Distrito Federal. Con que ".... pretenderse atropellar a un gobernante probo que sepa defender su dignidad, como estoy seguro ocurriría en el caso del general López de Lara, a quien aun por solidaridad, apoyaríamos los gobernadores de otros Estados, obligándonos posiblemente a asumir una actitud que sería altamente perjudicial al país y a las buenas y estrechas relaciones que deben existir entre los Gobiernos locales y esa Presidencia de su muy digno cargo." Porque hay que tomar en cuenta que este telegrama va dirigido nada menos que al primer magistrado de la nación y con su tontera habitual el señor Enríquez agrega esto, para que quede más claro y para que se vea más de relieve su cretinismo; a falta de tino, agrega esto en su entrevista con el director de "La Voz de Chihuahua ". Esto es lo mejor del asunto: "....y me considero con suficiente energía y resolución para defender mi dignidad, aun con las armas en la mano si fuere necesario, en caso de que llegara a aprehendérseme o a atropellarme por maniobras políticas."

Es lo más bello que conozco en materia de tonterías y dislates políticos. Un gobernador de un Estado que amenaza al presidente de la República y a la Cámara Nacional con que si en ejercicio de la obligación y del derecho que la Constitución le concede, se encausa, se enjuicia, se procesa y se declara culpable a un gobernante por infracción del pacto federal, él se levantar en armas; de manera, señores, que trata este hombre de establecer una especie de liga de impunidades de todos los gobernadores opuestos a la Constitución y para violar impunemente contra la Constitución. ¿Se quiere cosa más disparatada?

Si ustedes me obligan a cumplir con el más alto de los preceptos constitucionales, me rebelo; si ustedes obligan a cualquier gobernador a que reparta tierras conforme a la Constitución, me rebelo; si ustedes no renuncian al derecho que tienen de encauzar a los malos gobernantes, me rebelo; si ustedes defienden el artículo 27 constitucional, me rebelo; si ustedes aplican en uso de su derecho, el artículo 108 constitucional, que es la sanción del 27 y llaman a juicio a un gobernador de Estado, tomo las armas. ¿Habrá estupidez mayor? ¿Se puede pedir tontera más grande? Y luego amenazar al presidente con que se romperán las relaciones estrechas y cordiales que deben existir entre los Gobiernos locales y el Ejecutivo, si el Ejecutivo no da una consigna a esta Cámara para que cesen esos atropellados, esos enormes atropellados de que por primera vez en México se trata de hacer cumplir la ley Realmente es una enormidad. Hablarle a un carrancista, a un discípulo de Carranza, a un hombre que se vanagloria de haber tomado parte en la administración carrancista, como oficial mayor del Ministerio de Guerra de Carranza por los años de 1916 y 1917; hablarle a un carrancista de respeto a la ley, hablarle a un carrancista de que la ley suprema va a regir sobre los caprichos de los gobernantes, realmente es una enormidad. El gobernador Enríquez cree que vamos a seguir en pleno período preconstitucional, cree que la época de las rapiñas no ha concluído y que el mérito de un gobernante está en burlarse de todas las leyes y se espanta y dice: Cómo, ¿va a regir la Constitución de 17? ¿Se van a dar tierras a los pueblos? ¿Se va a ir contra los hacendados, de los que somos cómplices, se va a ir contra ellos para repartir tierras? ¡Nos levantamos en armas! Y finalmente, nos dirigimos al presidente para decirle: Señor presidente, te pedimos que establezcas una vez más en México el principio de la solidaridad para el mal, de la solidaridad para la violación de la ley. ¡Es una enormidad que se quiera destruir esa cadena que empieza en el gendarme y acaba en el presidente! Yo formo parte de esa cadena, no la rompas, apóyame a mí en mis diabluras, que yo te apoyaré en las tuyas. (Risas. Aplausos.) ¡Es el colmo del cinismo y la torpeza! ¿Qué resultara? Que esta liga de gobernadores reaccionarios se estrellar ante el buen juicio, ante el buen sentido común de esta Cámara de Diputados. Esta Cámara está en el derecho y en la obligación de obligar a los malos gobernantes a que cumplan con la ley, y esta Cámara está en su deber de iniciar esto, de cerrar la era de las impunidades y lo hará, con toda certeza que lo hará.

Se ha hablado mucho, respaldada esta opinión por el presidente de la República, de que existen cacicazgos feudales y debemos reprimirlos, debemos destruirlos; y esos cacicazgos vuelven a presentarse donde se presentaron la vez pasada, en la tierra clásica de los Vidaurri y de los Servando Canales; en los Estados del Norte vuelven a presentarse tres casos típicos de feudalismo, de cacicazgo feudal; primero, Tamaulipas dice a un procurador de pueblos, es decir, el gobernador de

Tamaulipas, que si se le obliga a cumplir con las leyes constitucionales agrarias, romper el pacto federal con el Centro; luego viene Chihuahua y con un cacicazgo militarista, agresivo, dice: "No, no sólo si me obliga a mí; me siento solidario de los demás malos gobernantes; si se toca a cualquier gobernador para que cumpla con la ley suprema, yo me rebelo y hago causa común con él". Caciquismo militarista, tipo Roosevelt, tipo Mckinley, y luego viene un tercer caso, el caso de Coahuila. Es peor la cosa, ya no pudiendo refrenarse ese caciquismo, vuelve sus armas contra los de casa, es una aplicación exacta del dicho vulgar: "de que la perra es brava, hasta los de casa muerde". Allá el gobernador, no pudiendo pelearse con el presidente de la República o con la Cámara de Diputados se pelea con la Legislatura local y se da el caso de que habiéndose hecho elecciones municipales, intervino la legislatura local, como lo podrá explicar cualquiera de los diputados de Coahuila, y entonces el gobernador nulifica esa intervención diciendo que no es soberana dicha legislatura, si no él; yo soy la soberanía, la patria chica, soy superior a la Legislatura, soy el Estado. La misma tesis de Céspedes: "el que me toca a mí, toca a lo más sagrado de Coahuila". Se impone a la Legislatura, la Legislatura no se deja y surge el conflicto. ¿En este caso vamos a dejar pasar sin protesta unánime la actitud de esos caciques, que no conformes con imponerse esa ínsula barataria, son verdaderos Sancho Panzas sin ideales, sin nada noble, con sólo el deseo de enriquecerse; que no conformes con su mezquina ínsula barataria que explotan como un feudo, quieren todavía venir audaz y cínicamente a imponerse a la Representación Nacional y la Representación Nacional va a admitir esta bofetada en pleno rostro al amenazarla como un grupo de chiquillos si se obliga a los gobernadores a cumplir con la ley? ¿Podemos admitir semejante atropello a la majestad de esta Cámara? ¿Podemos admitir que le suba a las barbas al presidente de la República un gobernador como Enríquez que está manchado con el asunto de los Terrazas, un hombre que todavía no se borra de sí el estigma de aquel escandaloso negocio y hoy viene a decir, como en tiempo de Carranza: debemos ser impunes los que, como yo, hemos ido a la revolución para hacer negocio y se le puede admitir que hable de probidad y que diga que es probo López de Lara? Yo creo que no, y por eso vine yo aquí a protestar enérgicamente; si los compañeros no quieren protestar contra este acto de rebeldía, de supina tontería del gobernador. Enríquez, yo levanto mi airada voz de protesta. Ya es tiempo de que acabemos los cacicazgos y de que en México empiece a respetarse la ley; es tiempo de que las mayorías, en favor de las cuales se dan las leyes, no se vean burladas en los momentos precisamente del triunfo; ya es tiempo de que las promesas hechas al calor de los fusiles, al calor de los disparos bajo la impresión del enemigo al frente, se cumplan una vez llegados los partidos vencedores al Poder; ya es tiempo de que la Constitución no sea letra muerta y para eso los agraristas creen contar con el apoyo de toda esta Cámara. De manera que la protesta tiene que ser enérgica contra estos audaces que vienen a amenazar a la Representación Nacional, cuando empieza a hacer uso del derecho que tiene de castigar a los culpables, y ya que los culpables quedan impunes en todos los tribunales del país, nosotros, los agraristas, esperamos que no lo queden ante este tribunal, el más alto de la República, y a la ridícula amenaza de Enríquez que se levantar en armas, podremos contestarle diciéndole los agraristas que tan pronto como él se rebelara contra el Gobierno federal, nos comprometemos a conseguir que en ocho o quince días fuese batido por los mismos campesinos y los obreros, porque debe saber ese gobernador que todo el país se da cuenta de que son impopulares y de que sus actos no están respaldados por la opinión del campesino ni del obrero. No es cierto que ese gobernador tenga fuerza, esa liga con la que amenaza torpemente Enríquez sería la liga de la impopularidad, de los desprestigiados; que los únicos gobernantes que en este país tienen fuerza, son los que gobiernan, con el pueblo, son Carrillo Puerto el calumniado, son Rafael Nieto, que ha sabido estar a la altura de su deber, es Tejeda, el coco de la reacción; el gobernador Flores en Campeche; Parres en Morelos, son los pocos que han cumplido con el precepto revolucionario. (Una voz: ¿Y Castro?) Y quizá Castro, si Castro sigue militando en la devolución de ejidos y no se parapeta en sus caprichos. Yo no sé cuántos serán los que estén con la opinión pública; lo que sí sé es que entre esos gobernantes, respaldados por la opinión pública, no están Enríquez ni López de Lara y que bastar un movimiento pequeño de ese gigante que se llama el pueblo, sea en Tamaulipas o sea en Chihuahua, para que se derriben de su solio donde orgullosamente se balancean todos estos tiranuelos; de manera que el Ejecutivo puede estar seguro de que la Cámara está con él, así lo creo, y que todos los campesinos, todos los obreros del país entero. Ahí están mis queridos compañeros laboristas, ellos estarán listos como un solo hombre para no permitir que llegue siquiera a la sierra de Chihuahua el gobernador Enríquez y que los mismos elementos con que piensa contar se volverán contra él en caso dado. Que no nos venga con esas amenazas risibles; el agrarismo y el laborismo son bastante fuertes por sí solos para arrollar a esos tiruanelos. Si se sostienen esos hombres es por el auxilio de la fuerza federal; y si los tamaulipecos, si en Tamaulipas, señor Céspedes, se queda César López de Lara sin fuerzas federales, la voluntad popular no tardará ocho días en arrojar de su solio a López de Lara. De manera que esos hombres absolutamente no tienen el apoyo popular, no pueden resistir ni al Gobierno federal ni a esta Cámara libre, de representantes que no están de ninguna madera en el caso de dejarse babosear por esos tiranuelos, por esos procónsules, por esos césares, por esos Sancho Panzas que tratan de traspasar, de desbordarse de los límites de su ínsula barataria para venir a amenazar a esta Asamblea de hombres libres, que cumplir con su deber por encima de un hombre tan desprestigiado como López de Lara y de un hombre tan desprestigiado como Ignacio Enríquez: dos pretorianos de primera fuerza. (Aplausos. Murmullos.)

El C. Aguirre Benavides: Para rectificación de hechos, pido la palabra.

El C. Siurob: Moción de orden, señor presidente.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Chávez M., para hechos.

El C. Siurob: Moción de orden, señor presidente. Tengo presentada una proposición, en virtud de la cual pido que para tratar un asunto internacional que me parece urgente, se pase a sesión secreta. Usted sabe perfectamente - porque ha leído la proposición - que en realidad es urgente, puesto que no tengo ningún inconveniente en decir - ya que no voy a decir precisamente el espíritu de la proposición - que se refiere al Congreso de Países Latinoamericanos que está celebrando sus sesiones en Washington, al cual asisten delegados de muchos pueblos latinoamericanos y al que México ni siquiera ha sido invitado. De un momento a otro empezarán las deliberaciones de este Congreso, y como yo tengo algo urgente y grave para el país, que necesitamos tratar, porque no podemos permanecer indiferentes a las circunstancias actuales por que atraviesa nuestro país en la política internacional, pido a su señoría, fundado en el artículo relativo del Reglamento, que se pase a sesión secreta para tratar esta proposición. Debo advertir que tengo conocimiento de que también se ha presentado otra proposición relacionada con este mismo asunto. Suplico, pues, a su señoría, que diga si está dispuesto a ordenar se cumpla con el Reglamento, dado su acatamiento a éste y a las leyes.

El C. Robledo: ¡Moción de orden! (Voces: ¡Que hable Chávez!)

El C. presidente: La Presidencia se permite manifestar al compañero Siurob que, en efecto, tiene aquí en la Mesa la proposición a que hace usted referencia, pero que antes de ser presentada estaban inscriptos para hechos los ciudadanos Barragán y Castillo Torre. La presidencia cumple con el turno y por eso ha dado la palabra al ciudadano Barragán.

El C. Siurob: Señor presidente: Estimo que su señoría no puede dar preferencia a una simple exposición de palabras y aclaraciones de hechos, que a un asunto que se relaciona con cuestiones internacionales. Estimo que puede ser interesante lo que expongan los compañeros, pero de ninguna manera lo será tanto como algo que afecta a las relaciones exteriores de nuestro país.

El C. Gandarilla: ¡Moción de orden! Es demasiado interesante para el país lo que nos ha dicho el ciudadano Soto y Gama. Estoy con los agraristas y con todos los individuos de esta Cámara que quieren poner coto a los gobernadores que abusan; es interesante lo que ha dicho el ciudadano Soto y Gama y tenemos que oír a la otra parte, que es el señor Chávez, para formarnos un juicio y dar la razón a quien la tenga. Pido, pues, que no se interrumpa al orador. Si tanto empeño tiene el ciudadano Siurob en que se traten estas cuestiones internacionales que, óigalo bien, soy el primero en tratar de convencerlo que no deben tratarse aquí en estos momentos, después, cuando acabe de hablar el ciudadano Chávez, entraremos a sesión secreta.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta al ciudadano Siurob que se inscribieron con anterioridad, como ya lo expresé, los ciudadanos Barragán y Castillo Torre y forman parte sus discursos de la orden del día de esta sesión pública. Por consiguiente, por una razón de turno y no de fondo, es por lo que se concede la palabra para hechos a los ciudadanos ya inscriptos.

El C. Siurob: ¡Moción de orden!

El C. Barragán: Como lo que tengo que decir es bien sencillo y no deseo distraer la atención de la Asamblea, cedo mi turno al ciudadano Chávez M. para que haga uso de la palabra.

El C. Siurob: ¡Moción de orden! El Reglamento dice que cuando un diputado pide que se pase a sesión secreta, así tiene que hacerse. Apegado, pues, al Reglamento, pido que se pase a sesión secreta.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Chávez M. (Murmullos.)

El C. Siurob: Señor presidente, no estoy dispuesto a permitir que se atropelle en este caso mi derecho; el Reglamento me concede derecho para pedir a su señoría que se pase a sesión secreta.

(Campanilla. Voces: ¡Que hable Chávez M.!)

El C. Chávez M.: Señores representantes...

El C. Siurob, interrumpiendo: ¡Moción de orden!

El C. presidente: No está interrumpido el orden, ciudadano compañero. (Campanilla. Murmullos. Desorden.) Sírvase su señoría decirme qué artículo se está violando después de que le he manifestado que el turno, en sesión pública, cronológico, anterior a la proposición que hizo su señoría de esta moción, es el del señor Barragán y el del señor Castillo Torre. Sírvase usted, señor compañero, indicarme qué artículo estoy violando.

El C. Siurob: El Reglamento dice que cuando un ciudadano diputado pida que se pase a sesión secreta para tratar un asunto de esta índole, se debe pasar a sesión secreta.

El C. Guzmán Martín Luis, interrumpiendo: ¡Que se lea el artículo de una vez!

El C. Siurob: Pido que su señoría ordene a la Secretaría se lea el artículo relativo del Reglamento.

El C. Gandarilla: ¡Que se lea el artículo que dice que no se puede interrumpir al orador...! (Voces: ¡No hay quórum!)

El C. Puig y Casauranc José Manuel: ¡Moción de orden! (Desorden. Campanilla.)

El C. presidente: Un momento. La Secretaria va a leer el artículo relativo. (Voces: ¡Que hable Chávez!)

- El C. secretario Samayoa, leyendo:

"Artículo 33. Después de la sesión pública, los lunes de cada semana habrá sesión secreta para despachar los asuntos económicos de la Cámara u otros que exijan reserva.

"Artículo 34. Si fuera de ese día ocurriere algún asunto de esta clase, podrá haber sesión secreta extraordinaria, por disposición del presidente de la Cámara, o a la moción de algún individuo de ella, o por indicación del presidente de la otra Cámara o del Ejecutivo.

"Artículo 35. Fracción IV. Los asuntos relativos a relaciones exteriores."

El C. Aguirre Benavides: ¡Reclamo el quórum!

El C. Puig y Casauranc José Manuel: ¡Moción de orden!

El C. Siurob: Insisto en mi moción de orden.

El C. presidente: Como lo ve el ciudadano Siurob, el Reglamento no dice que por urgente que sea un caso que amerite sesión secreta se deba interrumpir la sesión pública para pasar inmediatamente a sesión secreta. Por consiguiente, mi obligación es agotar el programa de la orden del día para la sesión pública, y enseguida accederé con mucho gusto a la petición de su señoría pasando a sesión secreta. Tiene la palabra el ciudadano Chávez M.

El C. Chávez M: Señores representantes...

El C. Siurob, interrumpiendo: ¡Reclamo el quórum!

El C. presidente: No tiene usted el uso de la palabra.

El C. Siurob: ¡Reclamo el quórum!

El C. Presidente: Usted no ha sido capaz de citar siquiera el artículo que crea que se está violando.

El C. Siurob: Ya digo que reclamo el quórum.

El C. Chávez M: Decía el diputado Gandarilla que se oyera a la parte contraria. No soy de la parte contraria, también soy agrarista...

El C. Siurob: ¡Moción de orden!

El C. Chávez M: No vengo a arrojar leña a la hoguera ni a sembrar vientos para cosechar tempestades; pero hemos oído al compañero Soto y Gama, al viejo polemista, a aquel viejo luchador de Aguascalientes...

El C. Siurob: ¡Moción de orden!

El C. Guzmán Martín Luis: La Presidencia está perfectamente respaldada por toda la Asamblea y es necesario que mande desalojar a ese inconsecuente diputa do que está faltando no solo al reglamento, sino también a los principios más rudimentarios de educación... (Gritos. Desorden.)

El C. Gandarilla: Que se lea el artículo 103 del Reglamento; si el ciudadano Siurob no lo sabe, que lo lea.

El C. Guzmán Martín Luis: ¡No se trata de prácticas parlamentarias, sino de haber leído el Carreño...! (Risas. Aplausos.) Es indispensable que se deje hablar al ciudadano Chávez M. (Desorden.)

El C. presidente: La Presidencia manifiesta al ciudadano Guzmán, que, en efecto, cree que bastarían esos ligeros principios para inspirar al ciudadano Siurob el cumplimiento de su obligación; que cree cumplir con su deber al agotar el turno de oradores que están inscritos como final de esta sesión pública. (Sigue el desorden. Campanilla.)

El C. Siurob: ¡Reclamo el quórum!

El C. presidente: No tiene la palabra el ciudadano diputado Siurob.

El C. Siurob: ¡Reclamo el quórum, señor presidente! (Campanilla.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Chávez M., a quien se la cedió el ciudadano Barragán.

El C. Siurob: ¡Tengo el derecho a reclamar el quórum, señor presidente...!

El C. Chávez M.: Compañero Siurob: Yo le suplico atentamente se sirva dejarme hablar...

El C. secretario Samayoa: Por disposición de la Presidencia, la Secretaría va a dar lectura al artículo 103 reglamentario.

"Comenzada la discusión, ningún individuo puede pedir la palabra sino en voz baja y acercándose al presidente, ni se podrá interrumpir al que habla, bajo pretexto alguno, a no ser para reclamar el orden."

El C. Siurob, interrumpiendo: ¡Reclamo el quórum, señor presidente...!

El C. presidente: Sigue en el uso de la palabra el ciudadano Chávez M.

El C. Siurob: La falta de orden consiste en que esta asamblea no está facultada para deliberar sin quórum. (Siseos. Desorden. Campanilla.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Chávez M.

El C. Siurob: ¡Reclamo el quórum! (Voces: ¡Que hable Chávez!)

El C. Chávez M.: Decía que el ciudadano Soto y Gama...

El C. Siurob, interrumpiendo: Llamo a usted al cumplimiento de su deber, con el debido respeto y reclamo el quórum, señor presidente

El C. Chávez M., continuando: ...con sus razonamientos tan característicos, ha venido a atacar...

El C. Siurob, interrumpiendo: Señor presidente: No estoy dispuesto a dejar continuar la sesión mientras su señoría no cumpla con su deber.

El Ch ávez M., continuando: He dicho al principio que no soy la parte contrario...

El C. Siurob, interrumpiendo: Señor presidente: Nunca dejaré de cumplir con mi deber, advirtiendo a su señoría que no cesaré de interrumpir esta sesión mientras no se cumpla con el Reglamento. Reclamo el quórum.

El C. Chávez M: Vengo a rechazar....

El C. Siurob: El ciudadano presidente está faltando a sus deberes. Reclamo el quórum.

El C. Chávez M., continuando: ...el dictado de reaccionario, de tiranuelo....

El C. Siurob: ¡Reclamo el quórum! Ya es necesario que en esta Cámara se respeten los derechos de los representantes y que se cumpla con el reglamento.. (Voces: ¡Cállate!) no me hará callar la mayoría ni los siseos de nadie. ¡Reclamo el quórum!

El C. Chávez M.: Si no se me presta atención, me bajaré de la tribuna.

El C. Siurob: En cumplimiento de mi deber, reclamo el quórum.

El C. Chávez M.: Decía.....

El C. Siurob, interrumpiendo: Aunque su señoría el presidente se haga el sordo, seguiré reclamando el quórum y lo seguiré llamando al cumplimiento de su deber.

El C. Razo: Señor presidente: Habiendo pasado el tiempo reglamentario , pido que se consulte a la Asamblea si continúa la sesión.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta al ciudadano Razo que no ha pasado el tiempo reglamentario y que no está dispuesta tampoco la Presidencia a levantar la sesión únicamente porque hay un diputado desordenado. (Aplausos.)

El C. Siurob: No es desordenado el diputado que reclama el quórum. En tiempo de todas las dictaduras se ha llamado desorden al cumplimiento del deber. Como yo no estoy dispuesto a dejar de cumplir con mi deber, reclamo el quórum. (Desorden.) La actitud de la mayoría no vale nada para mi

(Siseos. Desorden.) La actitud de la mayoría me tiene sin cuidado. (Desorden.)

El C. Chávez M.: Señores representantes...

El C. Siurob: ¡Reclamo el quórum!

El C. Chávez M.: Tengo que hablar....

El C. Siurob: Señor presidente ....

El C. Chávez M.: Tengo que hablar contra esta torre roquera que se llama José Siurob; tengo que hablar y tengo que alzar mi voz para que esta piedra de diamante me permita hablar....

El C. Siurob, interrumpiendo: ¡Reclamo el quórum! Aunque se enoje el orador que está en la tribuna; me tiene sin cuidado.

El C. Chávez M.: No era usted así, ciudadano Siurob, cuando se acercaba para pedir que se aprobara su credencial, cuando usted se acercaba a mí para que le diera mi voto....

El C. Siurob, interrumpiendo: ¡Reclamo el quórum! (Desorden.)

El C. Chávez M.: Señores representantes: Decía que el compañero Soto y Gama....

El C. Siurob, interrumpiendo: ¡Reclamo el quórum!

El C. Portes Gil, interrumpiendo: Moción de orden, señor presidente. (Campanilla.) Pido a su señoría se sirva imponerse a la Asamblea, o a las personas que no dejan que continúe la sesión ya que su señoría se ha obstinado en que prosiga. Si no tiene suficiente energía para proceder así, me permito suplicarle muy respetuosamente que levante ésta, que no es ni sesión, sino formidable algarabía.

El C. presidente: (Campanilla.) La Presidencia manifiesta a usted que precisamente porque tiene energía, es por lo que se niega a levantar la sesión habiendo visiblemente quórum: únicamente porque hay un diputado escandaloso. (Aplausos.)

El C. Siurob: Señor presidente: Me permito advertir a su señoría que no es escándalo pedir que se trate un asunto internacional. (Desorden.) En tal concepto, pido a su señoría que se pase a sesión secreta....

El C. presidente: Sigue en el uso de la palabra el ciudadano Chávez M.

El C. Chávez M.: Decía que el compañero Soto y Gama....

El C. Siurob: Muchas veces se ha burlado por la Presidencia a muchos representantes no haciendo caso de sus derechos cuando los exigen...

El C. Chávez M.: Decía que el compañero Soto y Gama....

El C. Siurob: ¡Señor presidente!

El C. Chávez M.: ...con su lógica muy especial...

El C. Siurob: He pedido a usted, señor presidente, que se pase a sesión secreta para tratar asuntos internacionales, y no sé por qué causa, quizá por miedo, no se quiere pasar a sesión secreta.

El C. presidente: No tiene usted la palabra.

El C. Siurob: Entonces reclamo el quórum.

El C. presidente: Ya no por cuestión legal, sino por simple cuestión de educación, de buenas maneras y por respeto a la Asamblea, ruego al diputado Siurob que espere a que termine la sesión pública e inmediatamente después yo de mi propia iniciativa, autorizando por el artículo 35 del reglamento, haré que se pase a sesión secreta para que se trate el asunto que ha presentado su señoría.

El C. Siurob: ¡No, señor; lo que procede en estos momentos es pasar lista para ver si hay quórum.

El C. Gandarilla: Hay visiblemente quórum; pero que la Secretaría pase lista y que declare que hay quórum y así el compañero quedar satisfecho.

El C. Siurob: ¡Es un pasito!

El C. Chávez M.: decía....

El C. Siurob, interrumpiendo: ¡Reclamo el quórum! No estoy dispuesto a que se atropelle mi derecho.

El C. presidente: Sigue en el uso de la palabra el ciudadano Chávez M.

El C. Chávez M. Señores representantes: El compañero Soto y Gama, tal vez mal informado por algunos de los individuos que están en esta Cámara, oyó decir o le dijeron....

El C. Siurob, interrumpiendo: Ignoro por qué clase de sugestiones su señoría se niega a cumplir en este caso con el Reglamento.

El C. Chávez M., continuando: ...que el gobernador Enríquez era enemigo del agrarismo. El año pasado, según tengo informes....

El C. Siurob, interrumpiendo: Pido que se pase a sesión secreta con objeto de tratar un asunto urgente.

El C. Chávez M., continuando: El compañero Soto y Gama decía que estaba contento con la actuación de Ignacio Enríquez en el ramo agrario. A propósito del agrarismo que defiende el compañero Soto y Gama....

El C. Siurob, interrumpiendo: No cesaré, señor presidente, de reclamar mi derecho, hasta que su señoría no me lo conceda.

El C. Chávez M., continuando: ...debo decirle que en el Estado de Chihuahua existe la Comisión Local Agraria dependiente del Gobierno del Estado y a cargo del ingeniero Talamantes. Yo no sé si su señoría lo conoce....

El C. Siurob, interrumpiendo: ¡Reclamo el quórum!

El C. Chávez M., continuando: ....como uno de los más entusiastas agraristas y como presidente de la Comisión Local Agraria....

El C. Siurob, interrumpiendo: Participo al ciudadano presidente el hecho de que otras veces se ha atropellado el derecho de los ciudadanos diputados y ... (Siseos. Campanilla.)

El C. Chávez M., continuando: ...ha estado dando ejidos a la mayoría de los pueblos del Estado de Chihuahua. Yo no sé si ignora el compañero Soto y Gama que se ha dotado de ejidos a San Ignacio, Santa Isabel, Santo Tomas, San Francisco Conchos, por conducto del procurador de pueblos, llamado Humberto Rosas....

El C. Siurob, interrumpiendo: ¡Reclamo el quórum!

El C. Chávez M., continuando: ...y aquí una digresión, compañero Soto y Gama: Humberto Rosas, nombrado por recomendación de Ignacio Enríquez, el gobernador, dotó de ejidos a los pueblos que lo solicitaron. Yo no sé si ignora el compañero Soto y Gama que se ha hecho labor agrarista en el Estado de Chihuahua. A mí no me lo ha de creer, toda vez que soy la parte contraria; pero pido al compañero Castellanos le informe si se ha hecho o no, labor agrarista en el Estado de Chihuahua.

El C. Castellanos: ¡No se hace!

El C. Chávez M.: Entonces acudo a la honradez del señor Castellanos y a mis compañeros de diputación, para que digan si no se ha hecho labor agrarista en el Estado de Chihuahua....

El C. Siurob, interrumpiendo: la Presidencia se obstina en no cumplir con el Reglamento, y es el único responsable de este desorden.

El C. Castellanos: Voy a contestar la interpelación del ciudadano Chávez M., sin entrar en grandes detalles. Únicamente debo decir que muy poco se ha hecho en materia agraria en el Estado de Chihuahua, y esto debido más a la presión del Centro que a iniciativa particular del gobernador...

-El C. Siurob, ¡Reclamo el quórum!

El C. Aguayo: Si la Presidencia quiere cumplir con el Reglamento, debe mandar expulsar del salón al ciudadano Siurob... (Voces: ¡No! ¡No!)

El C. Chávez M.: ¿Acaso ignora el ciudadano diputado Castellanos la labor agrarista de la Comisión Local Agraria a cargo del ingeniero Talamantes?

El C. presidente: Un momento. Señor compañero Siurob; con la mayor serenidad advierto a usted que yo, ya no como el diputado Hernández Galván, sino como presidente de esta Cámara, estoy autorizado para mandar que usted salga del salón.

El C. Siurob: Yo estoy autorizado para reclamar el quórum.

El C. presidente: Voy solamente a leer el artículo 21, y en seguida cumpliré con ese artículo ¡suceda lo que suceda!

El C. Siurob: ¡Hagan usted lo que guste!

-El C. presidente, leyendo:

"Artículo 19. El presidente, en sus resoluciones, estará subordinado al voto de su respectiva Cámara.

"Artículo 20. Este voto ser consultado cuando algún miembro de la Cámara reclame la resolución del presidente, previa una discusión en que podrán hablar dos individuos en pro y dos en contra; la cual se podrá hacer siempre que no haya mediado votación en el mismo negocio y se adhieran a la reclamación, por lo menos, dos de los individuos presentes.

"Artículo 21. Faltando esta circunstancia, el presidente podrá ordenar que salga del salón el individuo o individuos que se resistan a obedecer sus resoluciones, quienes sólo permanecerán excluidos durante el tiempo de la discusión de ese negocio."

(Aplausos.)

El C. Siurob: Reclamo el orden, señor presidente. (Siseos. Campanilla.)

El C. presidente: La Presidencia consulta a la Asamblea si la apoya en la resolución a que le da derecho el Reglamento en su artículo 21, de ordenar que salga del salón el diputado Siurob. (Voces: ¡No! ¡No! ¡Si! ¡Si!)

El C. Del Castillo Israel: ¡Moción de orden!

El C. Garza Candelario: ¡Moción de orden! (Desorden.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Del Castillo, para una moción de orden.

El C. Del Castillo Israel: Señores diputados: Efectivamente, como el señor presidente lo acaba de demostrar con la lectura de los artículos 19, 20 y 21 del Reglamento, está facultado para expulsar del salón a cualquiera persona que altere el orden en la forma que lo está haciendo el ciudadano Siurob; pero nunca en la historia de los parlamentos de la República Mexicana se ha visto la aplicación de este artículo. A mayor abundamiento, el ciudadano Siurob no solamente está reclamando el cumplimiento del Reglamento, sino que está pidiendo también el cumplimiento de la Constitución. Si el señor presidente, obediente de la carta magna, hubiese mandado pasar lista, ya se habría acabado este herradero. (Voces: ¡Muy bien! Desorden.)

El C. Siurob, interrumpiendo: En cumplimiento de la Constitución, reclamo el quórum.

El C. Guzmán Martín Luis: Pido la palabra. Para no puede ser simpática la idea de que se arroje a ningún diputado del salón; pero para mí es detestable la idea de que cualquier impertinente, únicamente porque está investido con el caracter de diputado y se funda en el Reglamento, interrumpa una sesión, a sabiendas de que no tiene facultad ni derecho. El diputado Siurob, peleceano y, por tanto, enemigo de todo lo bueno que se hace en esta Cámara, porque todo lo bueno lo están haciendo los cooperatistas, trata, sencillamente, de que no se lleve a cabo, dentro de los procedimientos debidos, un asunto demasiado grave que se va a tratar después. ¿Por qué razón no espera el ciudadano Siurob a que termine lo que está a discusión, para que entremos después de lleno a estudiar esta cuestión que tanto le interesa? Es una impertinencia la suya, y no veo por qué la Asamblea no ha de respaldar a la Presidencia cuando quiera cumplir el Reglamento, que es una ley que no tenemos derecho a violar. Por lo tanto, si la Asamblea ha manifestado de una manera evidente que quiere que siga en el uso de la palabra el ciudadano Chávez, y que después se pase a sesión secreta, es una falta de cortesía para la misma Asamblea y para cada uno de los diputados, que el señor diputado Siurob, como un fonógrafo, esté diciendo: "¡Moción de orden, señor presidente; moción de orden, señor presidente" Las leyes y los reglamentos se han hecho para que se respeten, y es bien lamentable que haya un diputado caprichoso que provoque la ejecución de la que manda un artículo muy desagradable del Reglamento, cuando lo más sencillo es que el diputado Siurob espere tranquilamente unos diez minutos para pasar en seguida a sesión secreta.

El C. Díaz Soto y Gama: ¡Pero tiene derecho el ciudadano Siurob!

El C. Gandarilla: Esto no es nada edificante y debe ponerse punto final a esa terquedad del diputado Siurob: Yo opino que se pase lista, y como estamos seguros de que hay quórum, así se comprobará que la culpa de todo este herradero la tiene ese chaparrito tan intransigente. (Voces: ¡Listas! Aplausos.)

-El C. secretario Gandarilla comienza a pasar lista.

El C. Montero Villar, interrumpiendo: ¡Moción de orden. (Voces: ¡Se está pasando lista!) Para obviar el trámite. Quiero, por última vez, para salir bien de este trance tan difícil para la Cámara, pedir al diputado Siurob sea servido de

retirar su reclamación de quórum, para seguir trabajando de una manera conveniente y efectiva.

El C. Siurob: Estoy dispuesto, con mucho gusto, a acceder a lo que su señoría me pide, siempre que el señor presidente me prometa que terminada la sesión pública, se pasar a secreta. (Voces: ¡Ya lo dijo!)

El C. presidente: No hay nada nuevo en la contestación que voy a darle, señor Siurob. He dicho que si he sostenido el turno de oradores inscriptos, es porque con ese turno, que formó parte de la sesión, del programa del día, desde el principio de ella, iba a cerrarse la sesión pública y no había absolutamente ningún motivo reglamentario para que se suspendiera de golpe la sesión pública y se pasara a secreta. Cumpliendo con mi deber, he prometido a usted -y así lo dije- que, llegando el caso, no habría necesidad de que se tuviera en cuenta la promoción de usted, personal o acompañada de otros diputados, sino que yo mismo, autorizado por el artículo 35, haría que se celebrara sesión secreta. Por consiguiente, no se trata de una transacción ni de una satisfacción en ningún sentido; lo que hago al decir estas palabras, es cumplir con el Reglamento, como lo he estado haciendo durante toda la sesión.

El C. Siurob: Celebro que su señoría haya pensado ahora más cuerdamente que hace un momento, (Voces: ¡Lo mismo!) e igualmente que me haya permitido cumplir con mi deber parlamentario. Retiro, pues, mi moción de falta de quórum. (Murmullos.)

El C. secretario Gandarilla: La Secretaría, por orden de la Presidencia, cesa de pasar lista, en virtud de que el señor diputado Siurob ya no quiere que se obstruyan las labores de esta Asamblea.

El C. presidente: Sigue en el uso de la palabra el ciudadano Chávez M.

El C. Chávez M.: Decíamos ayer..... (Risas. Voces: ¡Ya estará , Fray Luis!) Tratábamos de la labor agrarista desarrollada en el Estado de Chihuahua. Contestaba el compañero Castellanos y , en vista de su respuesta, debo decir que algo anda por ahí de amor propio, algo que va en contra del que es gobernador del Estado de Chihuahua. Mueve él negativamente la cabeza; pero es humano, compañero, y por tanto, me permitirán los agraristas que conteste a la interpelación de labor agrarista hecha en el Estado de Chihuahua, por el diputado Balderrama o algunos otros de mis compañeros de diputación. -El C. Balderrama: Debo manifestar, desde antes, que soy amigo del general Enríquez. Desde luego manifiesto que en realidad se ha dotado de ejidos a todos los pueblos del Estado que los han solicitado, y éstos son muy numerosos. Fuera de la labor netamente de reparto de ejidos, el general Enríquez ha procurado también alentar todas las actividades agrarias que le ha sido posible o al menos en aquello de que tengo conocimiento. Sé de un negocio especial en que el general Enríquez fue nombrado árbitro, en el cual se ventilaron intereses de los pueblos de Namiquipa y Cruces en contra de los reaccionarios de Chihuahua. Müller, Douglas y Gameros. El señor general Enríquez, no obstante los fuertes intereses de los aristócratas de Chihuahua, falló a favor de los pueblos citados de Namiquipa y Cruces, perdiendo en este fallo las familias Müller, Gameros y Douglas no menos de un millón de pesos. Además, por lo que respecta al asunto de Terrazas, vine comisionado por el general Calles para pedir la expropiación al Ejecutivo de los bienes de Terrazas. Creo que el señor general Calles no me dejar mentir en cuanto se hable de este asunto, y delante de él puedo manifestar también que el general Calles me acompañó a ver al señor presidente de la República. Por lo tanto, yo, sin discutir en este caso cosas de Tamaulipas, que no atañen a la diputación de Chihuahua, y haciendo la salvedad de que la diputación de Chihuahua ya votó a favor de que López de Lara fuera sometido al Gran Jurado, no metiéndome en las cosas de Tamaulipas, por lo que respecta a Chihuahua, creo que está equivocado el señor compañero Soto y Gama.

El C. Castellanos: ¿Me permite usted, ciudadano Chávez, que dé lectura, por conducto de la Secretaría, a este documento, que casualmente traía?

-EL C. Chávez M.: Será después.

El C. presidente: ¿Es relativo al asunto?

El C. Castellanos: Si, señor:

El C. presidente: Entonces la Secretaría se servir leerlo.

-El C. secretario Gandarilla, leyendo:

"Cuarta Soberana Convención de Obreros y Campesinos del Estado de Chihuahua. "Al ciudadano presidente constitucional de la República Mexicana.- México, D. F.

" La Confederación de obreros y Campesinos del Estado de Chihuahua, en su cuarta Soberana convención, instalada el 20 del actual, se acordó lo siguiente:

"Primero. Diríjase al ciudadano presidente constitucional de la República, atenta comunicación pidiendo que ya que tan acertadamente esa Presidencia supo interpretar el sentir del pueblo chihuahuense, expropiando los latifundios del señor Luis Terrazas, y que los obreros y campesinos lucharon con energía y prudencia hasta lograr que no se vendieran a los extranjeros, pidiéndole disponga se cumpla con la fracción IV del decreto presidencial, expedido el 29 de marzo del año actual, con motivo de la expropiación de los latifundios de referencia.

"Segundo. Infórmesele al mismo ciudadano presidente de la República, que los latifundistas están vendiendo sus haciendas a los extranjeros, no obstante que ya hay más de tres mil familias menonitas en el Estado, estando por venir un número considerable de las mismas, siendo las haciendas vendidas y por venderse a los extranjeros: La Quemada, Rubio, Bustillos, Ojos Azules, San Luis, de la municipalidad de Bachiniva; Santa Clara, Huizóchic, etcétera, y que al permitirse esta inmoderada inmigración el recurso que quedar a los nacionales, no sería otro sino el de remontarse a las sierras como los tarahumaras.

"Tercero. Propóngasele atentamente al mismo ciudadano presidente de la República, una terna suplicándole se digne nombrar de entre ella al jefe encargado del fraccionamiento de los

latifundios de Terrazas, integrando esta terna los ciudadanos ingeniero y diputado al Congreso de la Unión, don Luis León, señor Eduardo Juárez, de Chihuahua, e ingeniero Manuel Pastrana, que actualmente radica en esa capital."

"Al dar cuenta a usted, ciudadano presidente, con los anteriores acuerdos, esperamos se digne atender de conformidad con lo solicitado.

"Protestamos a usted nuestra atenta y distinguida consideración.- Unión Trabajo y Resistencia.- Chihuahua, noviembre 23 de 1922.- El presidente, Nepomuceno Ríos.- El secretario, Pedro Acosta."- Siguen muchas firmas.

El C. Castellanos, continuando: Eran ochenta y tantos los representantes de pueblos que ocurrieron a esa convención.

El C. Díaz Soto y Gama: El mate, compañero, el mate.

El C. Chávez M., continuando: Dice el compañero Soto y Gama que el mate. Me mató el gallo en la mano. ¡Tal vez, compañero! Pero no sabe su señoría que en las oficinas de las comisiones locales agrarias se necesita tiempo para tramitar los expedientes, y si usted mismo fuera presidente de la Nacional Agraria, se tardaría la dotación de ejidos. Es una petición de la Convención de Obreros y Campesinos...

El C. Díaz Soto y Gama: ¡ Casi nada!

El C. Chávez M., continuando: Que se violente, pero pedir que se violente no quiere decir que en el Estado de Chihuahua no se haya repartido ejidos. El Compañero Soto y Gama, con ese caracter tan accesible y tan bondadoso -no es barbeada-, Soto y Gama se sienta con sus compañeros, rodeado de ellos, y le dicen esto y lo demás, y él, como apóstol del agrarismo, viene a hablar en favor de lo que le dicen. Es lo que ha pasado ahora. alguien le ha dicho que Enríquez es un reaccionario, un tiranuelo, un Sancho Panza en su ínsula barataria, etcétera; pero, compañero Soto y Gama, ¿no quiere usted comprender o no quiere usted saber que en el Estado de Chihuahua se ha hecho labor agrarista y se ha hecho reparto de tierras por el general Enríquez?

El C. Díaz Soto y Gama: ¡No, señor!

El C. Chávez M., continuando: Entonces, si no me concede usted eso, no tiene objeto que siga en esta tribuna. Cree el compañero Soto y Gama, con ese apostolado que él lleva, que todo el agrarismo está en él, en Castellanos, en Vicente Aranda, Rodrigo Gómez y en los demás; se ha dado el caso de que vine yo con mi credencial, no lo digo por vanagloria, soy presidente de la Colonia Agrícola del Río Bravo, fui el agente del Ministerio Público para expropiar a Terrazas; soy el presidente honorario de la Colonia de San Luis y Francisco I. Madero, de Casas Grandes, a quienes se dio agua porque los mormones la tenían detenida arriba por medio de sus presas y, sin embargo, vine con mi credencial; pero como no venía marbetado con la razón social "Soto y Gama, y compañía", entonces se dijo que Chávez M. no era agrarista. No, compañero; el Estado no es usted, el agrarismo no es usted, usted es uno de los apóstoles.

El C. Díaz Soto y Gama: ¡Ya lo sé, siempre lo he sabido, no es una novedad!

El C. Chávez M: ¿Pero por qué niega usted que fuera de usted, que fuera de lo que le dicen sus adláteres, ninguno de los demás decimos la verdad, nosotros que estamos animados de buena fe y que queremos luchar por el agrarismo en beneficio del proletariado? ¿No sabe su señoría, siguiendo hablando sobre el Estado de Chihuahua, que allá se expidió la Ley Agraria? Diputado Castellanos, ¿sería usted tan valiente como el Tigre de Santa Julia, para decirme que no se ha dado la Ley agraria en el Estado de Chihuahua? Tal vez me diga que no.

El C. Castellanos: No contesto insultos.

El C. Chávez M.: no son insultos, compañero. ¿Sabe su señoría, el compañero Soto y Gama, si se ha lanzado la Ley Agraria en el Estado de Chihuahua?

El C. Díaz Soto y Gama: ¿ Quiere que le conteste? Pido la palabra.

El C. Chávez M.: Permítame que siga.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Soto Y Gama.

El C. Díaz Soto y Gama: La única respuesta que tengo que dar al compañero es esta; no fui yo quien se puso el saco, sino que quien se lo puso y se dio por aludido, fue el gobernador de Chihuahua. Yo le contesto con esto: hay un adagio que dice: "Satisfacción no pedida, acusación manifiesta." ¿ Usted sabe que en esta Cámara se haya presentado una acusación contra Enríquez, por falta de reparto de ejidos? No, ¿verdad? ¿Para qué, pues, manda un telegrama haciéndose solidario de las culpas de López de Lara? De manera que la tontera del gobernador de usted....

El C. Chávez M., interrumpiendo: No es mío, señor; es del Estado de Chihuahua.

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: ... está en que, habiendo hecho una enorme labor agrarista, venga a defender a los que no han hecho ninguna. Dice usted que yo, en este caso, no me quiero fijar sino en eso. Sé muy bien que no es agrarista López de Lara -lo podría demostrar en esa tribuna después de usted-, pero lo que me llama la atención, es la enorme torpeza de un hombre que, siendo la quintaesencia del agrarismo, se ponga a enojarse porque se acusa a un gobernador reaccionario, como López de Lara. Dice usted que yo pienso que soy el agrarismo. ¿Sabe usted adónde creo yo que está el agrarismo? En el artículo 27, a cuyo cumplimiento se opone el tonto de Enríquez, apoyando al amigo López de Lara, que no quiere repartir tierras. De manera que quien se puso el saco fue Enríquez, y no sé por qué está usted defendiendo a un hombre tan tonto como éste. No tiene defensa, absolutamente.

El C. Chávez M.: ¡Pues tonto que defiende a tonto, compañero. (Risas.) Se podría dividir el asunto del telegrama en la cuestión meramente política y en la cuestión de, tal vez, inoportunidad del gobernador Enríquez para mandar ese telegrama. En eso no me meto yo.

El C. Díaz Soto y Gama: ¡Yo sí, de eso se trata!

El C. Chávez M.: Que tenga ligas o no las tenga; allá vamos, vamos al grano, adelante. Quería establecer que, en el Estado de Chihuahua, se ha hecho labor agrarista; quería establecer que mi humilde personalidad también es un poco

agrarista, no tanto como Soto y Gama, pero, en fin, algo; sólo me referiré al asunto del telegrama. El telegrama tiene dos partes: la cuestión política y la cuestión meramente de amistad que pueda ligar a Ignacio Enríquez de Lara, que eso a mi nada me importa; pero involucrado con eso, viene el señor Soto y Gama a esta tribuna, y con esa cohetería que él usa, envuelve argumentos y saca consecuencias con premisas falsas. Dice: Se va a cumplir el artículo 27, yo me levanto en armas; se va a cumplir con el artículo 123, yo me levanto en armas!

El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: ¡No lo he dicho; el gobernador es quien lo ha dicho!

El C. Chávez M., continuando: ¡Escolástico estáis, compañero Soto y Gama! Pero vamos a la esencia. Dice que el tiranuelo, que el individuo que no está respaldado por la voluntad del pueblo, es el general Enríquez. ¿Sabe usted qué gobernador sacó la mayoría desde que se hacen elecciones en la República? El del Estado de Chihuahua, porque es eminentemente popular....

El C. Díaz Soto y Gama: ¡Ya se acabó su popularidad!

El C. Chávez M.: Que el ciudadano Enríquez, ya en el Gobierno, no ayudó al ciudadano Castellanos para ser diputado; que al de más allá no le dio una canonjía, y a otro le dijo que esperara una media hora para recibirlo, nada tiene de particular; es natural, se pierde el setenta y cinco por ciento cuando se llega a gobernante. Esto no quiere decir que el general Enríquez sea el Supremo Hacedor, es un pecador con cualquier otro; pero sí rechazo, porque lo conozco -mientras que el ciudadano Soto y Gama no lo conoce, porque sólo ha recibido informes de él-, el cargo de que sea reaccionario; todo lo contrario, es revolucionario, es agrarista y tiene hasta esto que le voy a decir: piensa ir a Rusia a estudiar el bolchevismo.

El C. Puig y Casauranc José Manuel, interrumpiendo: ¡Va a volver como Sánchez!

El C. Díaz Soto y Gama: ¡Peor!

El C. Chávez M., continuando: Después de estas aclaraciones, quiero hacer creer -que no lo haré, señor Soto y Gama- que el gobernador Enríquez es revolucionario y es honrado. Otro cargo más: que es "carrancista".

El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: ¡Casi nada!

-El C. Chávez M., continuando ¿Lo vio usted levantando en la sierra de Chihuahua, en Santa Isabel, con noventa y cuatro jefes de las defensas del Estado de Chihuahua? ¡El compañero Castellanos estaba allí, pero va a decir también que no nos levantamos en armas!

El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: ¡Enríquez se fue a la cargada, compañero!

El C. Chávez, continuando: ¡A la cargada...!

El C. Castellanos: ¿Quiere que aclare?

El C. Chávez M., continuando: ¿Se iba a la cargada, cuando era el Estado de Sonora, únicamente, respaldado por Michoacán, con Ortiz Rubio...?

El C. Castilleja, interrumpiendo: Y Guerrero.

El C. Chávez M., continuando: Guerrero también ¿Se iba a la cargada, cuando estábamos en la sierra de Chihuahua, y en general Diéguez iba a pasar por el cañón del Púlpito? ¿Eso era irnos a la cargada, compañero Soto y Gama? pero es muy fácil, como lo dijo el conocido tribuno de la convención de Aguascalientes, es muy fácil venir a involucrar todo en una pirotecnia inmensa. Yo me siento chiquito -como dicen en mi tierra- junto al compañero Soto y Gama; me siento chiquito, chiquito, como se ve desde lejos..... (Risas.) Pero cuando lo veo tan entusiasta, siento que su entusiasmo se tuerce por los informes del más allá , por el de don Rodrigo, por ejemplo:" Mire, don Antonio, mire esto....." No, compañero; ¿Por qué no se impone usted mismo el deber de desmenuzar, el deber de analizar, y, sobre ese puntito, hacer lo de siempre: hablar de bolchevismo y agrarismo ? Compañero Soto y Gama: Perdone que mi personalidad no se pueda medir con la suya; pero quiero asentar una y mil veces que en el Estado de Chihuahua sí se ha hecho labor de agrarismo y que el Gobernador Enríquez es revolucionario y, sobre todo, honrado. -El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Soto y Gama, para rectificar hechos y contestar alusiones personales.

El C. Díaz Soto y Gama: Voy a ser excesivamente breve, porque no quiero referirme más que a dos puntos: primero, precisar en dos palabras a la Asamblea que aquí no ha habido cohetería ni fuego de artificio ni materia de resolver, sino un raciocinio elemental que cualquiera puede hacer, hasta un niño de más de siete años; y segundo, protestar contra eso de que el carrancismo sea algo que honre a cualquiera. Voy a precisar lo que es para mí el carrancismo y lo que ha sido para todo el país. El raciocinio mío es tan claro como esto: ante la Cámara de Diputados se presenta una denuncia , hacha por la Comisión Nacional Agraria; esa denuncia la hacen suya las comisiones agrarias unidas y se transforma en una consignación que las mismas comisiones hacen de un gobernador ante la Sección Instructora del Gran Jurado. Basta este solo hecho para que se disguste Enríquez y lance un telegrama fulminante al presidente de la República, protestando contra la denuncia y contra la consignación, y felicitando al presidente porque, en el sentir de Enríquez, él desechó la denuncia y la consignación. La conclusión que se saca, sin fuego de artificio, sin juego de palabras, sin pirotecnia oratoria, es esta: Enríquez no quiere que la Cámara cumpla con el deber de estudiar la consignación de López de Lara; se anticipa al fallo del Gran Jurado y, anticipándose a él, dice que protesta contra el atropello de que se va a hacer víctima a un gobernante probo. El no conoce la acusación; no puede hablar de probidad, y no puede oponerse a que la Cámara abra la averiguación, no puede oponerse a que la Sesión Instructora obre. Si Enríquez se alarma con eso, resultan dos cosas: Enríquez se siente aludido, Enríquez se da por aludido: Enríquez teme que venga contra él alguna acusación...

El C. Chávez M., Interrumpiendo: ¡No!

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: Voy a leer a usted, puesto que dice que no -aunque sea un poco más largo-, voy a leer a usted la entrevista con el director de "La Voz de Chihuahua". Le preguntó el director de la "Voz de Chihuahua": "¿Y cree usted que sus enemigos presenten acusación en su contra?" Y él contestó: "Si

la presentan, tomo las armas, porque me considero con suficientes energías y resolución". Luego él se está poniendo el saco, luego teme ser acreedor a la acusación, porque acaba de pasar la Convención de Campesinos, en que éstos se quejaron de que, de ciento setenta y dos asuntos sobre ejidos, sólo se han despachado en dos años, según dicen los campesinos, veinticuatro. Como la ley de cuatro meses, y cuatro meses son menos que dos años, menos que veinticuatro meses, Enríquez se siente aludido y se defiende, pero no sólo se defiende, sino que quiere establecer algo punible, una liga ofensiva y defensiva de gobernadores que no cumplen el artículo 27, para lograr la impunidad contra la Cámara de Diputados, que recibe las consignaciones. ¿Que no ve usted claro que dice que se harán solidarios, según él los invitó, todos los gobernadores para defenderse en esa impunidad, en esa falta de cumplimiento del artículo 27? ¿Que no ve usted que el origen del telegrama es una acusación por falta del cumplimiento del artículo 27, una acusación contra un gobernador por no haber repartido ejidos? Y este señor sale a la defensa y una de dos: o es defensor interesado porque se siente culpable, o es defensor oficioso, y como no podemos admitir que haya un gobernador que salga a respaldar, como un caballero andante de malas causas, la impunidad de los otros gobernadores, nosotros protestamos contra este hecho.

¿Hay fuegos de artificio en todo esto, hay pirotecnia, hay falsos argumentos? Evidentemente que no. Fíjese usted en esto: yo no toqué la cuestión agraria de Chihuahua, a mí me importa muy poco para el caso de mi argumentación, para la lógica, para el solo efecto de mi argumentación, que haya habido o no reparto de ejidos; lo que no puedo yo soportar es que a la Cámara se le amenace con un levantamiento en masa de todos los gobernadores, amigos personales, como dice usted, es decir, " carranclanes"...

-EL C. Chávez M., interrumpiendo : ¡No son "carranclanes"!

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: ...todos los antiguos "carrancistas". (Aplausos.) ¡Un levantamiento! Esta es una invitación de Enríquez, compañero, a todos sus amigos carrancistas para que desconozcan este régimen...

El C. Chávez M., interrumpiendo: ¡Yo soy "villista"!

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: ...si este régimen, en cumplimiento de su deber, los obliga a repartir tierras. Es una liga muy peligrosa; es una liga que nosotros no podemos permitir que se inicie siquiera. Pero no vendrá la liga, porque no todos tienen el cerebro tan mal conformado como el gobernador de usted. (Aplausos.) más es evidente esto: López de Lara, "carrancista", con Enríquez, "carrancista", quieren seguir la reacción "carrancista". Y paso a mi tema, el tema que me importa: el carrancismo no es nada honroso, compañero; el peor ataque que se le puede hacer a un revolucionario es llamarlo carrancista, por que no creo que usted sea tan torpe para confundir carrancismo con constitucionalismo. El constitucionalismo fue una bandera respetable; en esa bandera hubo dos clases de hombres: carrancistas, es decir, personalistas, hombres identificados con Carranza porque formaba parte de la complicidad carrancista para la rapiña, para el timo revolucionario y para la falsificación de la revolución, (Aplausos.) e individuos que toleraron a Carranza mientras encontraban una oportunidad de derribarlo, y lo toleraron por no destruir lo que ellos llamaban la unidad revolucionaria, lo toleraron por no ir a dar al peligro Villa y por una serie de circunstancias pasajeras.

En el fondo de su alma todo constitucionalista revolucionario era anticarrancista y tenía que serlo: Carranza fue latifundista dueño de Cuatro Ciénegas; Carranza fue senador porfiriano fue lacayo de Porfirio Díaz; Carranza fue educado en la escuela de Porfirio Díaz y todo mundo tenía que comprender que Carranza seguiría los pasos de Porfirio Díaz, como los siguió, nada más que siguió sus pasos como sigue un pigmeo los de un gigante. Carranza no fue más que un desastroso discípulo de Porfirio Díaz; pero Carranza fue otra cosa: fue el corruptor de la juventud revolucionaria, de esa juventud hermosa que venía pura todavía cuando Torreón... (Aplausos.) esa hermosa juventud que asaltó Juárez y la tomó, aquella hermosa juventud de Zacatecas, aquella juventud que traía ideales y que este hombre miserablemente corrompió sistemáticamente, y ese gran crimen de Carranza, de haber corrompido a la revolución, lo tenemos que gritar en todos los tonos los que entendemos o queremos entender lo que es la revolución. De manera que decir "carrancista", es decir falso revolucionario, es decir predicador, es decir mantenedor de la revolución. Por eso el más fuerte ataque que yo, en mi vocabulario "zapatista" encuentro contra un revolucionario, es llamarle "carrancista". Y ya que me presenta el compañero una oportunidad de venir a hacer el análisis rápido del "carrancismo", lo que he hecho, aunque sea rápidamente; podría estar más tiempo, pero ofrecí ser breve y concluyo: El "carrancismo" no fue la revolución, el "carrancismo" no pudo identificarse con la revolución; "carrancismo" quiere decir timo revolucionario; "carrancismo" quiere decir corrupción de la revolución. ¡Y es increíble que estos hombres del "carrancismo", los que han sobrevivido a la ignominia del "carrancismo" todavía quieran perpetuarse tras esa liga, amenazando a un Gobierno como el de Obregón que está haciendo -y eso hay que confesarlo- esfuerzos desesperados para cumplir ideales revolucionarios, esfuerzos desesperados y nobles, dignos de ser apoyados contra la reacción extranjera, contra la reacción interior, el antiguo carrancismo, contra los peleceanos que no quisieron ponerse a la altura de la situación, y contra una serie de factores enormemente pesados y a través de los cuales el obregonismo va marchando; y por eso nosotros los agraristas, repitiendo en esta tribuna nuestra declaración del año pasado, mientras veamos al Gobierno actual hacer esfuerzos por cumplir los principios agrarios, que son los fundamentales, los esenciales, nosotros estaremos con Alvaro Obregón; el día que Obregón dé un cuarto de conversión, que ya la reacción creía que había dado; que ya también Céspedes, mal interpretando las intenciones del general Obregón, creyó que había dado, que en ese momento los agraristas

sabremos ir contra Obregón. La liga que hay entre el agrarismo y Obregón, es que Obregón quiere ser agrarista. De manera que no somos nosotros tan torpes de creer que el agrarismo soy yo o que el agrarismo es el Partido Nacional Agrarista. ¡No, compañero! El agrarismo es el pueblo de los campos, el que vino a estampar el artículo 27 con su sangre. Y todo individuo que vaya contra el artículo 27 merece la reprobación nacional, porque va contra el dolor nacional, porque va contra la sangre de los mártires, porque va contra los muertos de la revolución y porque va contra lo más santo de la revolución. Y los agraristas aquí, con nuestra débil voz, sin ver nada, sin tener pretensiones de ninguna especie, unidos a los agraristas que hay en el seno de otros partidos, estaremos aquí siempre dispuestos para decir siempre las mismas palabras: "O los ideales de la revolución se cumplen, o este Gobierno, o cualquier Gobierno cae; o los ideales de la revolución se cumplen, o la Cámara que falte a ellos no es revolucionaria; o los ideales de la revolución se cumplen, o sale sobrando toda la revolución". Y decir esto y sostenerlo, es ir de acuerdo con el programa revolucionario. Y cuantas veces en nuestro camino se oponga un obstáculo que quiera decir: "Yo no cumplo con la revolución, yo no cumplo con el ideal de la revolución, yo me parapeto en la soberanía de los Estados, yo me encierro en mi ínsula para desde allí lanzar un reto en nombre de la soberanía de los Estados, y, lo que es peor, para pretender hacer una contrarrevolución de los gobernadores reaccionarios, de los "fascisti", porque es este asunto: se está inaugurando un nuevo "fascismo" entre los gobernadores; Donato Moreno, el jesuita Donato Moreno, merece ya la aprobación y el aplauso de los "fascisti"; y sobre eso viene la declaración de López de Lara, de que él rompe con el centro, de que él rompe el pacto federal si se insiste en que se cumplan las leyes agrarias: y para corroborar su dicho, y para demostrar que López de Lara realmente estaría dispuesto a ir contra la revolución, viene Enríquez a decir lo propio en un telegrama , lo dice más claro: nos levantaremos en armas los gobernadores solidarios de la misma política de inercia, solidarios de política retardataria, de la misma política carrancista, de anestesia sobre los ideales revolucionarios, nos levantaremos en armas si hay alguien más que nos obligue a cumplir con el reparto de tierras, y como no queremos merecer de la historia el dictado de farsantes, denunciamos a todos los Gobernadores que quisieran hacer el crimen de Carranza, ¿y sabe usted cuál fue el crimen de Carranza? Castrar a la revolución, emascularla, quitarle lo que daba virilidad, lo que le daba fecundidad, lo que le daba fuerza viril, lo que le daba significación ante la historia: el agrarismo. Por eso nosotros seguiremos siendo anticarrancistas e iremos contra todos los carrancistas que quieran seguir la funesta actitud de anestesia democrática, falsificadora, mistificadora, que se llamó carrancismo y que no permitiremos que vuelva a tomar raíces, que no permitiremos que vuelva a presentar su cabeza en el seno de la Representación Nacional, ni en ninguna parte del territorio nacional. (Aplausos.)

El C. presidente: Para hechos tiene la palabra el ciudadano Castillo Torre.

El C. Castillo Torre: Lo que yo quería expresar a la Asamblea, señores, está íntimamente relacionado con el hecho de que en la ciudad de Washington en estos momentos celébrase una conferencia, a la que han sido invitadas las naciones centroamericanas...

El C. Guzmán Martín Luis: ¡Pido la palabra para una moción de orden!

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Guzmán Martín Luis: Previene el Reglamento, que cualquier asunto que se relacione con la diplomacia, debe tratarse en sesión secreta; por lo tanto, si el diputado Castillo Torre va a hacer algunas observaciones relativas a la conferencia centroamericana en Washington, yo le ruego con toda atención que lo diga para que pasemos a sesión secreta.

El C. presidente: La Presidencia se permite interrogar al ciudadano Castillo Torre en el sentido en que acaba de hacerlo el compañero Guzmán.

El C. Castillo Torre: Con agrado manifiéstole, señor, que no voy a tratar el fondo de esta cuestión, pues sé que el Reglamento de la Cámara establece que las cuestiones internacionales se traten en sesión secreta. Además, seguro del patriotismo de la Cámara, no tengo absolutamente nada que decir en lo que se refiere a la oportunidad de tratar esta cuestión en sesión secreta. Si yo quería hablar desde mi curul, es porque el objeto mío era impugnar únicamente lo que me ha parecido un trámite de la Presidencia, colocado fuera de la lógica, pues la lógica nos demuestra que deben tener prelación las iniciativas que se presenten conforme sean ellas anteriores en tiempo; y ya desde antes de que comenzara la discusión del presupuesto relativo a la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, obraba en la Secretaría de esta Cámara una iniciativa subscripta por varios ciudadanos diputados, en la que se proponía una protesta ante la faz de las naciones hermanas del continente...

El C. Guzmán Martín Luis: ¡Moción de orden...!

El C. Castillo Torre: ...por la circunstancia de no haber sido invitado México a las conferencias de Washington....

El C. Guzmán Martín Luis: ¡Moción de orden, señor presidente! yo ruego al diputado que está en la tribuna perdone mi insistencia, pero al revés de lo que hacía el diputado Siurob, no es un capricho lo que me guía; me guía un espíritu de juicio. Insiste el señor Castillo Torre en referirse a las conferencias centroamericanas de Washington y este es un asunto relacionado con las cuestiones diplomáticas de este país y, por lo tanto, suplico a la Presidencia que inmediatamente pasemos a sesión secreta. (Voces: ¡Si! ¡Si!) -El C. presidente: La Presidencia manifiesta que ha transcurrido el tiempo reglamentario de cuatro horas, con exceso. Por consiguiente, consulta a la Asamblea si se prorroga la sesión pública. (Voces: ¡Si! ¡Si! ¡No! ¡No!) Se levanta la sesión pública y, de acuerdo con lo que prescribe la fracción IV del artículo 35 del Reglamento, se pasa a sesión secreta. (21.07.)