Legislatura XXX - Año I - Período Ordinario - Fecha 19221215 - Número de Diario 75

(L30A1P1oN075F19221215.xml)Núm. Diario:75

ENCABEZADO

MÉXICO, VIERNES 15 DE DICIEMBRE DE 1922

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO 1. - PERIODO ORDINARIO XXX LEGISLATURA TOMO 1.- NÚMERO 75 SESIÓN

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 15

DE DICIEMBRE DE 1922

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2.- Usan de la palabra para hechos los CC. diputado Prieto Laurens y Espinosa Luis. Se concede licencia al C. diputado Villanueva Garza.

3.- Continúa a discusión, en lo particular, el proyecto de LEY de Ingresos para 1923, aprobándose previas reformas y adiciones; pasa al Senado para los efectos constitucionales. Se nombra una comisión que complemente el trámite anterior. Se suspende la sesión.

4.- Reanudada ésta, se da cuenta con los documentos en cartera. Se concede licencia al C. diputado Solórzano Béjar.

5.- Segunda lectura al dictamen de las comisiones unidas 1a. y 2a. de Petróleo, relativo al proyecto de Ley Orgánica del artículo 27 constitucional en el ramo del Petróleo; a discusión el primer día hábil.

6.- La Cámara de Senadores devuelve modifica la minuta del proyecto de decreto, relativo al contrato para ministrar la luz y fuerza eléctricas a Tijuana, B.C.; se declara de urgente y obvia resolución y es aprobado; pasa a la Comisión de Corrección de Estilo.

7.- Usa de la palabra para hechos el C. diputado Valenzuela.

8.- Dos oficios de la Secretaría de Hacienda por los que propone algunos artículos adicionales, relativos a la Ley de Egresos para 1923; recibo y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

9.- Iniciativa de Ley de la Deuda Agraria del C. diputado Gandarilla, apoyado por otros ciudadanos diputados; a las comisiones unidas Agrarias y 2a. de Crédito Público.

10.- Proyecto de ley sobre el Código del Trabajo, presentado por varios ciudadanos diputados, a las comisiones unidas de Trabajo y Previsión social.

11.- A discusión el proyecto de Presupuesto de Egresos para 1923, relativo a la Secretaría de Guerra y Marina; se aprueban las partidas no objetadas.

12.- Es discutida y retirada por autores, una proposición tendiente a que se nombre una comisión que se acerque al ciudadano presidente de la República para que imparta garantías a la Legislatura de Coahuila. Se discute y aprueba una proposición de varios ciudadanos diputados para que se nombre una comisión que se translade a Coahuila a investigar la excisión entre los poderes de aquel Estado. Se nombra la comisión.

13.- Son aprobadas las partidas objetadas del proyecto de Presupuesto de Egresos de la Secretaría de Guerra y Marina, con sus adiciones y reformas. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del

C. HERNÁNDEZ GALVAN MANUEL

(Asistencia de 132 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 11.55: Se abre la sesión.

- El C. secretario Gandarilla, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día catorce de diciembre de mil novecientos veintidós.

"Presidencia del C. Manuel Hernández Galvá n.

"En la ciudad de México, a las once horas y veinticinco minutos del jueves catorce de diciembre de mil novecientos veintidós, se abrió la sesión con asistencia de ciento treinta y ocho ciudadanos diputados.

"La secretaría dió a conocer la orden el día para esta sesión y leyó el acta de la celebrada el día anterior, que se aprobó sin debate.

"Se puso a discusión el dictamen relativo al presupuesto de la Secretaría de Industria, Comercio y Trabajo.

"Lo fundó el ciudadano Antonio G. Rivera, y en seguida se dieron a conocer las partidas objetadas, y a las demás se reservaron para su votación.

"La sección dictaminadora, obsequiando las indicaciones de los impugnadores, reformó las siguientes partidas: en Oficinas Superiores, dos mensajeros estaciclistas, dos mensajeros repartidores de correspondencia y un mensajero; en el Departamento de Industrias, un jefe de división, químico especialista; otro jefe de división, químico especialista, un químico, bibliotecario y traductor de alemán, inglés y francés, tres aprendices y dos aprendices, y en el Departamento de Petróleo cinco jefes de sección.

"La partida de quince agentes comerciales en el Departamento de Comercio, fue impugnada por los CC. Robledo y Barón Obregón. A nombre de la sección dictaminadora usó de la palabra el C. Antonio G. Rivera, quien contestó una pregunta del C. Guillermo Rodríguez. El C. Peña hizo aclaraciones. Hablaron para mociones de orden

los CC. Robledo y Martínez Adame, y recogida la votación nominal sobre la partida de que se trata, resultó desechada por ciento doce votos de la negativa, contra veintidós de la afirmativa.

"Como consecuencia del acuerdo anterior, a solicitud de los CC. Robledo, Espinoza y Elenes y Julián S. González, se modificaron, en redacción y cantidades, las partidas que en gastos del Departamento de Comercio figuran para vi ticos y gastos de los agentes comerciales en el extranjero y para sueldos de empleados auxiliares y gastos de las agencias comerciales.

"Por resolución de la cámara, se retiró la partida de cincuenta mil pesos para construcción de un edificio para el laboratorio, que figura en los gastos del Departamento de Industrias, y la de veinticinco mil pesos que para construcción de otro edificio figura en los gastos del Departamento de Patentes y Marcas.

"En los gastos del Departamento de Fomento, Industrial y Comercial, los dictaminadores consultaban una partida de veinticinco mil pesos para impulso a las pequeñas industrias establecidas en la República. Esta partida se puso a debate después de que fue aumentada a cien mil pesos, a moción del C. Martínez Adame. El C. Peña, inscripto en contra, interpeló a la sección dictaminadora, contestándole el C. Jesús M. Díaz. El C. Siurob hizo aclaraciones y la partida subsistió en la forma expresada.

"Recogida la votación nominal sobre la totalidad de este ramo del presupuesto, resultó aprobado por unanimidad de ciento cincuenta y un votos.

"El C. Lailson Banuet informó acerca del resultado de la comisión nombrada en la sesión del veintinueve del mes próximo pasado, para acercarse al ciudadano presidente de la República y solicitar garantías para los miembros del Partido Liberal Tlaxcalteca en el Estado de Tlaxcala.

"Para hechos usó de la palabra el C. Enrique M. Barragan.

"A las trece horas y cuarenta minutos se suspendió la sesión.

"Se reanudó a las diez siete horas y quince minutos, con asistencia de ciento treinta y tres diputados.

"Se dió cuenta con los asuntos en cartera:

"La cámara de senadores transcribe el oficio en que la legislatura de Sinaloa propone al C. licenciado Manuel A. Barrantes para magistrado de la Suprema Corte. - Resérvese para el Congreso General.

"La Secretaría de Gobernación remite la minuta del contrato celebrado entre el secretario de Comunicaciones y el C. Guillermo Lavega, para construir y explotar caminos privados. - Recibo, a la 3a. Comisión de Comunicaciones, imprímase.

"La Secretaría de Hacienda envía varias adiciones a la iniciativa de ampliación de diferentes partidas del Presupuesto de Egresos vigente, que remitió con anterioridad. - Recibo, y a la Comisión de Hacienda que tiene antecedentes.

"La Secretaría de Hacienda da a conocer la sentencia dictada en contra del C. Pascual E. Camou, exagente de la renta del timbre en Carbó, Sonora. - De enterado. "El ciudadano secretario de Comunicaciones por medio de telegrama depositado en esta ciudad, da a conocer las razones por las que no le fue posible recibir a una comisión de esta Cámara. - Recibo.

"El ciudadano secretario general de la Comisión Nacional Agraria hace una aclaración relacionada con el oficio firmado por el ciudadano subsecretario de Agricultura y Fomento, que se remitió últimamente a esta Cámara y que motivó la consignación al Gran Jurado del ciudadano gobernador de Tamaulipas. - Recibo y a su expediente.

"El C. Díaz Soto y Gama habló en pro del trámite anterior.

"La suprema Corte de Justicia participa que nombró al ciudadano magistrado del Tribunal del Séptimo Circuito para que haga las investigaciones sobre violación de las garantías individuales y del voto público en el Estado de Guerrero, y pide se le remita copia autorizada del acuerdo que sobre el particular tomó esta Cámara. - De enterado y envíese la copia autorizada que se solicita.

"El secretario de acuerdos de la Suprema Corte, por disposición de este alto cuerpo, pide que en el presupuesto para el próximo año figure la partida de un jefe de la Sección de Debates. - Recibo, y a la 1a. Comisión de Peticiones.

"El presidente de la Comisión Permanente del Segundo Congreso de Ayuntamientos, transcribe una queja del Ayuntamiento de Omotepec, Guerrero, y la respuesta que a ella dió y que se relaciona con las investigaciones que se practicar n en ese Estado, a pedimento del C. diputado Ezequiel Padilla. - Recibo, y sus antecedentes.

"El C. diputado Sánchez Rebolledo, por medio del cablegrama procedente de Toron to, Canad , pide se le amplíe por veinte días la licencia de que ha venido haciendo uso, con goce de dietas.- Se dispensaron los trámites y sin debate se concedió la ampliación.

"El C. diputado Manuel Ortiz, en telegrama depositado en Irapuato, Guanajuato, solicita se le amplíe por diez días la licencia de que disfruta. - En la misma forma que la anterior solicitud, ésta se acordó de conformidad.

"La legislatura de Durango comunica que acepta en todas sus partes la reforma propuesta por el Estado de Veracruz, en los artículos 12 y 22 del proyecto de Ley Orgánica del arículo 27 constitucional, en lo que se refiere a petróleo. - Recibo y a su expediente.

"En el Congreso de Jalisco avisa que el seis de este mes abrió un período extraordinario de sesiones. - De enterado.

"La legislatura del Estado de México comunica que el treinta de noviembre último clausuró el primer período de su segundo año de sesiones, dejando instalada su Diputación Permanente, y con fecha nueve del presente mes inauguró un período extraordinario de sesiones. - De enterado.

"El congreso de San Luis Potosí propone para magistrado de la Suprema Corte, en substitución del C. licenciado José María Mena, al C. licenciado José de J. Matus. - Recibo, y resérvese para el Congreso General.

"La legislatura del Estado de Tamaulipas en vía de los telegramas relacionados con el acuerdo de esta Cámara para consignar al Gran Jurado al ciudadano gobernador de esa Entidad, dando a conocer la felicitación que dirigió al presidente de la República por resolución en este asunto, y protestando contra el referido acuerdo de esta Asamblea. - Recibo.

"El congreso de Zacatecas felicita a esta Cámara por la Creación del Departamento Auxiliar de las Comisiones de Trabajo y Previsión Social. - Recibo.

"El C. Ganderilla interpeló a las comisiones que tienen en estudio la reglamentación del artículo 123 constitucional, y le respondieron los CC. Guillermo Rodríguez y Balderrama. El C. José F. Gutiérrez hizo aclaraciones.

"El C. Ramón Félix Flores comunica que terminó la licencia de que disfrutaba y se hizo cargo nuevamente del Poder Ejecutivo de Campeche. - De enterado.

"El C. Adalberto Galeano avisa que entregó el Poder Ejecutivo de Campeche al C. Ramón Félix Flores, gobernador constitucional. - De enterado.

"El C. J. Jesús Ahumada participa que entregó el Gobierno de Colima al C. diputado Francisco Robles, quien continuar substituyendo, durante su licencia, al gobernador constitucional. - De enterado.

"El gobernador del Estado de México invita a esta Cámara para que designe una comisión que la represente en la ceremonia que tendrá lugar el 22 del actual, en San Cristóbal Ecatepec, en conmemoración del aniversario del fusilamiento de don José María y Pavón. - Se designó en comisión a los CC. José Gálvez, Romeo Ortega y Enrique M. Barragán.

"La unión Sindical de Empleados de Comercio y Oficinas Particulares, apoyada por numerosos cuidadanos diputados, presenta una iniciativa para que en el presupuesto de esta Cámara figuren otros dos consultores prácticos en el Departamento Auxiliar de las Comisiones de Trabajo y Previsión Social. - A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Varios vecinos del barrio de Santa Bárbara, Atzcapotzalco, D.F., apoyados por los representantes Mauricio Gómez Enrique M. Barragán, piden que ese barrio se eleve a la categoría de pueblo. - A la 3a. Comisión de Gobernación.

"La señorita Ignacia Alvarez, apoyada por la mayoría de la diputación de Guerrero, solicita pensión. - A la 1a. comisión de Guerra.

"Varios ayuntamientos y clubes del Estado de Guerrero, numerosos vecinos de Chilpa y el presunto diputado Manuel L. López, protestan en contras de las imputaciones hechas por el diputado Ezequiel Padilla, con motivo de las elecciones en ese Estado y en contra del acuerdo que sobre el particular tomó esta "Cámara. - Al archivo.

"El presidente municipal de Nuevo Laredo, Tamaulipas, protesta por la consignación que se hizo al Gran Jurado, del gobernador de aquella Entidad. - A su expediente. "Los CC. Enrique Meza, Candelario Garza, Díaz Soto y Gama y otros diputados, presentan y hacen suyo el proyecto de Ley de Inquilinato formulado por el Sindicato de Inquilinos del Distrito Federal. - Recibo, a las comisiones 3a. de Gobernación y 2a. de Justicia que tienen antecedentes, e imprímase.

"El C. diputado Manuel Gudiño presenta una proposición para que se excite a la 1a. Sección Instructora del Gran Jurado, a fin de que en el improrrogable plazo de cinco días presente dictamen sobre la acusación en contra del C. Miguel Alvarez García, gobernador de Colima. Fue aprobada, después de que se dispensaron los trámites, y habló en pro el C. Gudiño. La Mesa hizo la excitativa correspondiente. El C. Gámiz hizo una aclaración como miembro de la 1a. Sección Instructora del Gran Jurado.

"Las comisiones unidas 3a. de Educación Pública y 1a. de Hacienda presentan dictamen acerca del proyecto de Ley de Pensiones al Profesorado, formulado por la Academia de Estudios Sociales anexa al Partido Cooperatista Nacional. A moción del C. Pedro Suárez, miembro de las comisiones se dispersaron las lecturas y se mandó imprimir, a fin de que se discuta el primer día hábil.

"La Comisión Especial de Presupuestos presentó su dictamen acerca de la iniciativa de Ley de Ingresos. Sin debate se declaró con lugar a votar en lo general, por unanimidad de ciento cuarenta y cuatro votos.

"A discusión en lo particular, la Secretaría dió a conocer las diferentes partes de la iniciativa que se habían apartado para su discusión y se recogió votación nominal sobre todas las demás, resultando aprobadas por unanimidad de ciento cuarenta y tres votos.

"En la parte que se refiere a los derechos causados por el tráfico marítimo y navegación, la comisión dictaminadora hizo una adición a solicitud de los CC. Barón Obregón y von Borstel.

"El C. Siurob habló en contra del impuesto general del Timbre, sobre actos, documentos y contratos, pero luego retiró sus objeciones, en vista de lo expuesto por el miembro de la comisión, C. Romeo Ortega.

"Presidencia del C. Fernando F. Franco.

"El referido C. Siurob también usó de la palabra en contra del impuesto especial a tabacos labrados. El C. Julián S. González hizo una aclaración, y de acuerdo con ella la comisión agregó en la parte relativa las palabras ad valorem.

"El C. Arce contestó una pregunta que hizo a la comisión el C. Murguía acerca de los productos de servicios públicos.

"El C. José Manuel Puig y Casaurance retiró sus objeciones al artículo 12 de la iniciativa.

"Acerca de los derechos de importación, el C. Jesús B. González sugirió una adición que fue aceptada por la comisión dictaminadora. Sobre el mismo capítulo usó de la palabra, en contra, el C. Guillermo Rodríguez, quien fue refutado por le C. Covarrubias. Aquél retiró sus objeciones y la comisión llevó a cabo la adición propuesta por el C. González.

"En los mismos derechos de importación, en lo que se refiere a explosivos no especificados, la

comisión introdujo una adición que propuso el C. Cándido Avilés.

"La excepción que se consulta en el dictamen para los ciudadanos diputados, de pagar cuotas por transmisión de mensajes en las líneas telegráficas, suscitó un debate en que hablaron en contra los CC. Julián S. González, Manzano y Elpidio Barrera, y en pro el C. Gustavo Arce, a nombre de la comisión dictaminadora, y el C. Luis Espinosa. El C. Rodarte hizo una aclaración, y el C. Arce contestó una interpelación del C. Gandarilla.

"Suficientemente discutido el punto, se procedió a la votación nominal respectiva, y se vino en conocimiento de que se había desintegrado el quórum, pues votaron afirmativamente ochenta y cinco diputados, y en sentido contrario, once.

"A las veintiuna horas y veinte minutos se levantó la sesión." Está a discusión el acta. Los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra en contra, se servir n pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra en contra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobada.

"Honorable Asamblea..... (Campanilla.)

El C. presidente: Tiene la palabra para hechos el ciudadano Prieto Laurens.

El C. Prieto Laurens: Ciudadanos representantes: Me veo obligado a hacer uso de la palabra para hechos, con motivo de la noticia, de la información que trae hoy la prensa de la mañana, relativa al pretendido escándalo que se ha iniciado en la Cámara colegisladora, en la Cámara de Senadores, con motivo de la planilla que fue publicada en toda la prensa, relativa a los jueces y magistrados que habrá de designar al Congreso de la Unión próximamente. A mí me sorprendió sobremanera, como estoy seguro que ha sorprendido a todos ustedes, la impertinencia y la falta de prudencia de algunos senadores que se han metido en un lío haciendo declaraciones absolutamente calumniosas, absolutamente falsas. A mí me sorprendió, sobre todo, que el señor senador Aguayo fuera el que imputara al Partido Cooperatista y al bloque Cooperatista, al bloque de la mayoría de esta Cámara, que impera, el hecho de que nosotros estamos tratando de imponer a determinados individuos en las planillas respectivas de jueces y magistrados. Nada más absurdo, nada más falso, nada más calumnioso. Lo cierto es que les consta a todos los señores diputados de la mayoría y algunos de la minoría, que nosotros, en el seno del bloque de la Cámara de Diputados, hemos sostenido a capa y espada a las comisiones de ambos bloques del Senado y de la Cámara de Diputados; a las comisiones de Justicia, mejor dicho: las comisiones de Justicia de ambas Cámaras. Que al mismo tiempo las admitimos como comisiones del bloque. Nosotros creemos justo y conveniente que las comisiones de Justicia de la Cámara de Diputados y del Senado entre las cuales figuran unos elementos del bloque peleceano del mismo Senado, que esas fueran las indicadas para estudiar las candidaturas, las solicitudes, las mil solicitudes que han venido presentándose, que han llegado seguramente, o por uno de los señores diputados y de los señores senadores o los abogados aspirantes al cargo de jueces y magistrados, que han buscado influencias, que han buscado amistades, que han buscado relaciones con los diputados y con los senadores para pretender figurar en esas planillas, y nosotros consideramos entonces que era justo, que era debido que las comisiones de Justicia de la Cámara de Senadores y de la Cámara de Diputados, fueran las que dictaminaran en primer término. Pero surgió inmediatamente este problema, este conflicto: ¿sobre quién va a recaer la responsabilidad de estas designaciones? ¿Quienes tiene la obligación y el derecho de tomar parte activa en la designación de jueces y magistrados para integrar el Poder Judicial del Distrito Federal y Territorios? Indudablemente que esa responsabilidad, que esa obligación y ese derecho le competen exclusivamente a la mayoría parlamentaria. Es una obligación y un derecho de esta mayoría.

El peso y la responsabilidad de la designación va a caer sobre el Partido Cooperatista Nacional, y el Partido Cooperatista Nacional tiene derecho de defender su dignidad y su prestigio, y no permitir que intrigantes o tránsfugas, como el senador Aguayo, pretendan manchar la pureza de procedimientos de este bloque y de este partido. (Aplausos.) Cuando el senador Aguayo era solamente presunto senador, cuando era problemática su situación, entonces era un furibundo cooperatista, entonces era un partidario acérrimo de los procedimientos de nuestro partido; entonces estaba con nosotros en todo, en los momentos críticos y en los momentos no críticos; y ahora que se siente seguro por cuatro años, con dietas seguras para cuatro años, ahora se voltea en la Cámara de Senadores, con Zubaran, y se une con él para intrigar contra este partido, que no tiene absolutamente una sola mancha de este procedimiento de designación de jueces y magistrados. Lo estamos haciendo a la luz del día, a la vista de todo el mundo y con el derecho que nos asiste, nombrando una comisión especial del bloque, y esa comisión está integrada por hombres que ni siquiera son abogados; el doctor Puig y Casauranc y el general Roque González Garza. Y estos dos representantes, en unión de tres representantes de los bloques del Senado, uno por el Cooperatista, otro por el Independiente y otro por el Peleceano. Estos cinco representantes, unidos en las comisiones de Justicia, formularon la planilla que se ha publicado; por desgracia, señores representantes, en ella aparecen socios de los bufetes de algunos senadores, de peleceanos, independientes, y yo voy a decir sus nombres, para no mentir y calumniar, como lo hace Aguayo y Zubaran. Aguayo tiene en la planilla un socio, un individuo que es miembro del despacho de Rueda Magro, y otro individuo que no recuerdo su nombre; allí figura este individuo, que es amigo personal mío, que no tengo motivo para atacarlo; pero que es inmoral que se haga este nombramiento a base de conveniencia de

bufete, de amistad y de compadrazgo, de individuos que tratan de sacar un provecho meramente comercial, meramente mercantil, y es ese senador Aguayo y otro senador independiente, quienes tienen en la planilla como candidato para magistrado a otro socio suyo de su despacho, y el senador Zubaran, que también tomó la palabra, contribuyendo con Aguayo para manchar la pureza de nuestros procedimientos y echarnos encima la opinión pública, tiene a su socio suplente en el Senado, al señor licenciado Lanz Galera, en la candidatura para juez o magistrado, o no sé para qué. Estos tres individuos son los que pretenden sacar una ventaja comercial, los que quieren tener derecho a imponer su criterio personal, su criterio de bufete, en la designación de jueces y magistrados; pero que se diga, que se lance un sólo cargo contra el Bloque Cooperatista del Senado o de la Cámara de Diputados, que se diga qué senador cooperatista o qué diputado cooperatista tiene componendas de despacho o de bufete en la formación de planillas, y absolutamente no podrá decir nada; pero el Partido Cooperatista tiene que defender su derecho y que responder sobre la obligación que est en este momento sobre sus espaldas; y esa obligación y ese derecho nos imponen a nosotros el deber de arrancar caretas, de desenmascarar a los tránsfugas, como el senador Aguayo, y de hacer ver claramente cuáles son las maniobras de esos senadores que amenazan con descompletar el quórum, con no integrar el quórum del Congreso de la Unión, para desintegrar el Poder Judicial del Distrito Federal y Territorios, para que no haya Poder Judicial. Eso quieren ellos; pero habrá medidas legales para impedir esa maniobra, esa maniobra peleceana, esa maniobra ignominiosa, propia de esos individuos, que est n acostumbrados a comerciar con los puestos públicos. Que se diga qué senador cooperatista, que se diga qué diputado cooperatista ha pedido compromiso alguno a los candidatos; de ningún género: ni políticos ni, mucho menos, comerciales o de bufete. Nosotros no queremos encadenar de ninguna manera al Poder Judicial con la marcha política de nuestro partido; pero nuestro partido, que tiene una función eminentemente social, no puede ver con indiferencia, no puede ser indiferente a la designación de jueces y magistrados, y tiene que escoger a hombres honrados, aunque no sean famas adquiridas en la época de Porfirio Díaz, aunque no sean famas adquiridas en el llamado Congreso Jurídico, donde se trató de quitar al Congreso de la Unión el derecho de nombrar jueces y magistradsos, para que los nombrara, en terna, el Ejecutivo. Todos sabéis que, si el Ejecutivo hace estas designaciones, es más fácil que pueda sorprender a una persona que a toda una colectividad, donde hay una fiscalización absoluta de parte de todos los individuos que forman esa colectividad y de parte de todos y cada uno de estos individuos que constituyen el Congreso, la Cámara de Senadores y la Cámara de Diputados, las diputaciones y los senadores aisladamente; en consecuencia, nuestro partido tiene el derecho y tiene el deber de tomar parte en esta designación, de una manera muy inmediata, directa, preocupándose tanto o más que por cualquiera otra cuestión política de trascendencia; así es que nosotros vamos a poner los puntos sobre las íes en estos momentos, para que no siga el escándalo adelante. Algunos periódicos, naturalmente los poco serios, porque la prensa seria como "El Universal" "Excelsior" y, acaso, "El Heraldo de México", no han hecho escándalo en este asunto; pero "El Demócrata" tenía que hacerlo, porque Vito Alessio Robles est de acuerdo con la maniobra de Aguayo y con la de Zubaran. A Vito Alessio Robles le conviene echar todo el lodo posible sobre el Bloque Cooperatista, sobre el Partido Cooperatista; y Vito Alessio Robles no sabe que nosotros nos fijamos en uno que trabaja en su periódico, para que figure en esa planilla, no porque trabaje en "El Demócrata", sino porque es un hombre competente, y con esto demostramos que a nosotros no nos guía el criterio político, sino que Méndez Armendáriz, que es candidato de muchos miembros de este bloque y de la Mesa Directiva del Cooperatista, no puede tener ligas políticas de ninguna clase, ni las tendrá absolutamente con el Partido Cooperatista, y ésta es una prueba, este es el mentís que le damos al llamado ingeniero Vito Alessio Robles, al tránsfuga de todos los partidos, al que ayer fue huertista, al que ayer fue carrancista, al que ayer fue villista, obregonista después, y después..... después cualquiera cosa, con tal de salir adelante, señores, (Aplausos.)

El C. Espinosa Luis: Pido la palabra, al margen de este asunto.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Espinosa.

El C. Espinosa Luis: He pedido la palabra, señores representantes, porque, en realidad, es escandalosa la nota dada por los señores senadores, sobre el procedimiento honrado seguido por las comisiones de ambas Cámaras para nombrar jueces y magistrados del Distrito Federal y de la Suprema Corte. Ante la amenaza de los ciudadanos senadores, yo creo que no tiene por qué alarmarse la Cámara de Diputados, ni mucho menos por qué hacer caso de esa amenaza de aquellos señores, siempre tan respetables por su edad y, en este caso, dando una nota malsonante, por cuestiones de mero interés personal, como la que acaba de decir el compañero Prieto Laurens. Como independiente es esta Cámara, mi opinión tiene que ser completamente insospechable: yo creo que nosotros no debemos alarmarnos por la actitud de resistencia de aquellos señores senadores, ya que el artículo 73 de la Constitución, en su fracción VI, párrafo 4o., define verdaderamente la situación del Poder Legislativo en estos casos. Dice la parte relativa:

"En las faltas temporales o absolutas de los magistrados, se substituir n éstos por nombramientos del Congreso de la Unión y, en sus recesos, por nombramientos provisionales de la Comisión Permanente."

De tal manera, que si estos señores se muestran reacios a venir a votar con nosotros en tiempo oportuno, la Comisión Permanente que salga del seno de las dos Cámaras ser la encargada de hacer nombramientos provisionales de todos los funcionarios del orden judicial. Digo esto como una aclaración necesaria para que aquellos señores de una vez por todas comprendan que no tienen

razón y para que nosotros sepamos que tenemos una arma poderosa, como es la ley, para integrar los tribunales el año entrante. (Aplausos.)

- El C. secretario Gandarilla, leyendo:

"H. Asamblea:

"El subscripto, diputado por el 10 distrito electoral del Estado de Veracruz, ante vuestra soberanía, respetuosamente solicita le sea concedida una licencia de diez días, con goce de dietas, en virtud de atender el arreglo de algunos asuntos de carácter particular, para cuyo efecto solicita dispensa de trámites.

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados.

- México, D.F., 15 de diciembre de 1922. - C. Villanueva Garza

. Se consulta, en votación económica, si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Est a discusión. Los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse. No habiendo oradores inscriptos, se pregunta a la Asamblea si se aprueba la licencia. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Concedida la licencia. Comuníquese.

- El mismo C. secretario: Se procede a recoger la votación nominal de la fracción II del artículo 22, que quedó pendiente ayer por falta de quórum. Se suplica a los ciudadanos prosecretarios auxilien a la Secretaría. Se suplica a los ciudadanos Quevedo, Domínguez Enrique B. y José Siurob, en virtud de estar ausentes los prosecretarios. Por la afirmativa.

El C. prosecretario Santa Anna: Por la negativa. (Se recoge la votación.)

El C. secretario Gandarilla: Votaron por la afirmativa, ciento treinta y dos ciudadanos diputados.

El C. prosecretario Santa Anna: Por la negativa votaron ocho ciudadanos diputados.

El C. secretario Granadilla: En consecuencia, fue aprobado el inciso que se votó del artículo 22. Est a discusión el artículo 24 y est inscripto en contra el ciudadano Puig y Casauranc José Manuel.

El C. Puig y Casauranc José Manuel: Señores diputados: El artículo 24 del proyecto de ley a debate es de particular interés, hasta el extremo de que de haber sido catalogado con el número 1 y de haberse aprobado por la Asamblea, habría sido absolutamente inútil el esfuerzo de ayer gastado en discutir y aprobar los veintitrés artículos anteriores, porque el artículo 24, señores diputados, dice que: "Se autoriza al Ejecutivo para establecer nuevas cuotas arancelarias por importación o exportación, aumentar, disminuir, suprimir o modificar las tárifar a que se refieren las fracciones I y II del artículo 1o de esta ley", es decir, la importación y la exportación, así como para modificar los derechos consulares en los casos en que los gobiernos de otras naciones establezcan derechos de reciprocidad y que se le autoriza igualmente para aumentar o disminuir los impuestos sobre la minería y el petróleo. Es decir, señores diputados, el artículo 24 de la ley a debate hace absolutamente inútil la Ley de Ingresos que se ha presentado a vuestra consideración. Voy a hacer a los señores diputados una pequeña historia de este artículo 24, no del presentado hoy, sino del artículo similar que fue incluído en la Ley de Ingresos de la Legislatura pasada.

Como los señores diputados saben, obligada la XXIX Legislatura, por el clamor de la nación entera que quería que el país entrara bajo un régimen institucional, estricto, abandonándose los procedimientos que fueron precisos en los períodos de la época preconstitucional, la XXIX Legislatura decidió retirar al Ejecutivo las facultades extraordinarias de que gozaba en el ramo de Hacienda; estas facultades extraordinarias, señores diputados, versaban sobre leyes de Ingresos. El Ejecutivo, en virtud de estas facultades, estuvo y est autorizado todavía para modificar en la forma que lo desee los distintos ramos que afectan a los ingresos en el país; y como la Cámara de Diputados de la XXIX Legislatura aprobó el retiro de las facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda y como se pensó que este retiro iba a ser aceptado por el Senado, entonces, no la Secretaría de Hacienda, sino diputados de la XXIX Legislatura que formaron la Comisión del ramo de Presupuestos, encontraron la forma hábil, inteligente, mañosa de introducir un articulillo que, aun cuando fuera aceptado por el Senado el retiro de las facultades extraordinarias en el ramo de Hacienda, hiciera que estas facultades extraordinarias siguieran existiendo.

El diputado Manero encontró la manera de filtrar este artículo que hoy se llama artículo 24 y dió al ministro de Hacienda la gratísima sorpresa de saber que era realmente inútil ya la lucha sorda que había para evitar que el Senado no aprobara el retiro de las facultades extraordinarias, porque el diputado Manero hábilmente había introducido en la Ley de Ingresos un artículo final, en que nadie se fijaba y por el cual el Ejecutivo seguía investido de las mismas facultades. Hay que advertir, señores diputados, para que se comprenda cómo pueden en un momento dado hacerse grandes servicios al Gobierno hasta por los individuos más desafectos a él, hay que hacer la aclaración historica de que el diputado Manero no era entonces un amigo del Gobierno; de que el diputado Manero estaba preparando sus maletas para irse a Europa; el diputado Manero creía firmemente que a la vuelta de Europa ya no existiría el Gobierno del general Obregón y el diputado era un hombre inteligente y dijo: mientras me voy, meto un artículo 24 y el Ejecutivo sigue con facultades extraordinarias; y si regreso, este artículo 24 me servir alguna vez para ser subsecretario de Hacienda. Esta es la verdad del origen del artículo 24. Señores diputados: Manero, siguiendo aquella práctica que dice in cauda venenum, poner la ponzoña al final, paso una Ley de Ingresos más o menos buena; pero al final, estrictamente al final, en el cascabel de la víbora metió el artículo 24. Señores diputados, yo quiero preguntar a las comisiones: ¿Saben las

comisiones con exactitud las modificaciones que por desgracia se han hecho a las tarifas arancelarias en virtud del artículo similar al 24 que en este momento se ataca? Ruego a algunos de los miembros de la comisión tenga la bondad de contestar.

El C. Arce, de la comisión: Con permiso de la Presidencia. Sí las conocemos como usted, señor diputado, y aunque no las tengo a la memoria, es muy fácil revisar todos los decretos para que, como usted, pueda informar a la Asamblea y le suplico que lo haga, diciendo cuáles son las reformas hechas en este sentido. - El C. Puig y Casauranc José Manuel, continuando: Señores diputados: Esta cuestión del artículo 24 es especialmente penosa para mí, porque realmente a quien va a afectar en apariencia, es al ministro de Hacienda, es decir, a uno de los dos o tres hombres únicos que me merecen todo respeto y toda consideración en el actual régimen. Pero si estuviéramos seguros de que el secretario de Hacienda fuera a perdurar indefinidamente, si supiéramos que la honradez del señor De la Huerta no podía ser burlada por hábiles manejos de financieros o de pícaros, indudablemente, señores diputados, que yo no vendría a atacar el artículo 24, porque en el señor De la Huerta reconozco una enorme dosis de honradez y es para mí el hombre más puritano y respetable de los últimos tiempos. Pero señores diputados, voy a referir a este propósito un cuentecillo que corre en Sonora y que el modesto diputado que habla oyó de labios del señor general Obregón me cuente cuentos. (Risas.) El señor general Obregón ni aún puede identificarme, ni aun conoce mi nombre, pero ese cuentecillo fue relatado en una comisión de la que tuve el honor de formar parte. Dícese en Sonora, como el mejor elogio que puede hacerse de la honradez, de la sinceridad, de la nobleza de carácter, del firme espíritu revolucionario de don Adolfo de la Huerta.....

El C. Castillo Corzo Agustín, interrumpiendo: De la sencillez....

El C. Puig y Casaurance, continuando: ... de la sencillez espartana de don Adolfo de la Huerta, que en los tiempo en que hacía su campaña para gobernador, llegó a dar -por supuesto esto no es cierto- un decreto en el que consideraba hermanos a todos los seres; nuevo San Francisco de Asís, el señor De la Huerta, revolucionario sincero y hombre de ideales, no quería nutrirse de rencores, abría todos los brazos, quería ver en todos honradez y propósitos sinceramente patrióticos, y ya creía que no existían enemigos: "Todos somos hermanos". Hacía el señor De la Huerta una nueva y fructífera obra de unión, y cuéstase que en esos días esta leyenda franciscana de amor y de generosidad del señor De la Huerta, llegó hasta el reino animal y en algún p ramo de aquellas doloridas y heroicas tierras de Sonora, se encontraba una zorra que vió venir a un lobo. La zorra, como es perfectamente natural, se encaramó a un arbolillo y el lobo, llegando al pie del árbol, decía a la zorra: "Baja, hermana zorra, somos hermanos ya; ¿qué no conoces el decreto del señor De la Huerta?" La zorra, que era un poquito desconfiada como el diputado que habla, dijo al lobo: "Puede ser, pero me siento más segura en mi arbolillo". Y como se formara en el horizonte un nubarrón de polvo, el lobo preguntó: "Y dí, hermana zorra, tú que est s más alta, ¿qué ves allí ? "Y la zorra dijo: "Veo un grupo de cazadores que vienen para donde estamos nosotros". El lobo inmediatamente se despidió diciendo: "Tengo un quehacer urgentísimo, tengo que irme", y la zorra le dijo: "Pero si ya ves, hermano lobo, son hermanos también los cazadores, ¿por qué te vas?" El lobo replicó: "Porque tal vez son cazadores reaccionarios." (Risas)

Pues bien, señores diputados, a mí me pasa, que se me figura que los hombres que buscan modificaciones a tarifas de arancel y que se acercan al señor de la Huerta y sorprenden su generosidad y sorprenden su buena fe, son perfectos coyotes reaccionarios en la acepción estricta y precisa de la palabra coyote, y de la palabra reaccionario. (Aplausos.)

El señor compañero Arce decía que conoce las modificaciones a las tarifas arancelarias, y no lo dudo yo, puesto que si un insignificante diputado no miembro de la comisión se ha tomado la molestia de estudiar una a una las tarifas arancelarias de 917 acá , es perfectamente lógico suponer que la comisión también lo ha hecho; no intento, por lo tanto, atacar en este punto a la comisión, y estoy convencido de que al presentar este artículo, se ha basado originalmente en las mismas consideraciones de honradez del señor De la Huerta, y después en la necesidad de la balanza de México, que hace que en ciertos momentos puedan modificarse las tarifas. Pero, señores diputados, las modificaciones en materia de arancel significan un fenómeno curioso, marcan un cartabón de inmoralidad que puede medirse por el número de modificaciones arancelarias; y así vemos que en el año de 1917 - El año que ha batido el récord de la inmoralidad en nuestra historia-, hubo setenta y cuatro modificaciones en las tarifas de exportación, a más de un sin fin de permisos especiales para importación y para exportación sin pago de derechos, para exenciones, etcétera. En 1918, la situación, ya más consolidada, el ansia de los gobernantes del reajuste forsoso para poder vivir - que es imposible vivir bajo un sistema de inmoralidad perpetua-, hizo que el número de modificaciones arancelarias se redujese a cincuenta y cinco. En 1919, bajó todavía más, y sólo tuvimos cuarenta y siete modificaciones en el arancel. En 1920, señores diputados, entonces se vio el fenómeno de que todavía el Gobierno, afectado por los manejos de los coyotes y de la reacción, modificó solamente diez y siete artículos en su ley de aranceles. En 1921, por desgracia la cifra subió más; 1921 fue, señores diputados, un año pródigo en modificaciones de aranceles, un año en que se labraron fortunas a espaldas de la buena fe de los funcionarios del Gobierno: hubo entonces cuarenta y dos modificaciones de tarifas. Y en 1922, hasta el 4 de julio, hemos tenido diez y nueve modificaciones de arancel. Yo no puedo negar, señores diputados, que muchas de estas modificaciones hayan sido precisas; que las necesidades del momento, que las urgencias de dar libre salida a un producto que corre peligro de destruirse en las trojes, haya exigido la conveniencia o la necesidad de una ley de exención de impuestos o de modificación de una tarifa. Pero señores diputados, a nadie en esta

Asamblea se le oculta que ha habido modificaciones de arancel a base de coyotaje, que industrias, como la del azúcar, han sufrido profundamente por que se modifique la tarifa de acuerdo con conveniencias de coyotes; que el azúcar endulza la vida y los alimentos, ya que hemos visto surgir palacetes en la colonia Roma nacidos en la especulación sobre las tarifas del azúcar, (Aplausos.) y la harina, señores diputados, y tantas tarifas más; hechos tan extrañas como modificaciones en una semana de tarifa arancelarias, modificaciones a la exportación de trigo, maíz, y luego más modificaciones a la exportación de trigo, y luego otras modificaciones a la importación de trigo, y después a la harina, y después al piloncillo, y después a la panela, al azúcar, al refinado y al mascabado. Y, señores diputados, este es un verdadero desbarajuste en que no ha habido una política firme, no ha habido una norma, no ha habido un eje decidido para proteger intereses de los consumidores, por que es preciso señalar, señores diputados, que no me interesa la cuestión de los industriales, que no es que los industriales productores de azúcar vayan a pagar más o menos, pero que es indispensable, que es de decoro elemental que un sembrador de caña sepa, cuando empieza la recolección de su artículo, qué tarifa va a pagar, que no esté expuesto a las asechanzas constantes de los coyotes, que si saben que tienen una producción lista para ser exportada, ir n a soplarle al oido que si no paga determinada cantidad, ellos van a lograr una modificación en los aranceles; la prueba mejor de que no son los intereses industriales los que han intervenido en este caso, es este hecho que voy a referir a los señores diputados y que sucedió esta mañana: Tuve el disgusto de recibir una comisión de capitalistas y obreros veracruzanos que venían, los ingenuos, a presentar al señor diputado Puig y Casauranc Carlos , y a mí una acusación en contra el gobernador de Veracruz, porque no procedía enérgica e inmediatamente contra los inquilinos sindicalizados, y tuve el honor de reírme en las barbas de estos caballeros y decirles: Me importa un pito los intereses de los propietarios del Estado de Veracruz , y ante la necesidad del proletariado, nunca causaré a Tejeda y estaré de su lado contra los propietarios. (Aplausos.)

Los mismos señores diputados ya comprender n que no habría en este caso propósito de interés de ninguna otra naturaleza. Ayer, al tratarse de la cuestión de la cerveza, también quise hablar, quise también venir a demostrar a esta Representación Nacional que la baja del impuesto a la cerveza era una ingenuidad o una torpeza o una condescendencia que va a costar al Gobierno algunos millones de pesos; pero supe a tiempo que este renglón había sido aceptado en los términos en que fue presentado por el bloque cooperatista y, disciplinado, retire mi objeción. Pero no es el caso del artículo 24, señores diputados; si nosotros queremos realmente hacer una Ley de Ingresos, es indispensable que fijemos de una manera estricta que lo que la Cámara ha hecho no podrá modificarse sino por resolución de la Cámara. Si nosotros señores diputados, simplemente hemos querido dar una Ley de ingresos para salir del paso, entonces está bien, entonces dejemosla de esta suerte; pero siquiera, señores diputados, seamos lo suficientemente inteligentes para expresar terminantemente en el artículo 24 que las facultades extraordinarias no regir n en aquellos muy pocos renglones en que la Cámara ha gastado tiempo y energías para discutir, para fijar determinantemente su criterio, porque es lo curioso que ni siquiera esas pocas partidas que la Cámara ha considerado con todo atención, ni siquiera esas partidas quedan expuestas de las facultades extraordinarias; todas, en la forma en que est redactado el artículo 24, quedan sujetas a esas facultades, ¿ Y entonces para que fue la discusión ¿ ¡ Por qué no simplemente aprobamos el artículo diciendo: se ratifican las facultades extraordinarias en el ramo de Ingresos al Ejecutivo federal? Yo, señores diputados no he encontrado la forma legal de salvar esta dificultad que presenta el artículo 24, porque es indudable - y esto va a ser de seguro el argumento total de la comisión-, es indudable que en estos momentos de agitación económica, de trastornos de balanza, habrá que hacer reajustes y que muchos artículos, con sobrada razón, deberán ser modificados por tarifa; pero vuestra ilustración puede encontrar facílmete la manera legal de que en esos casos precisos puedan modificarse las tarifas y yo no veo ni siquiera el inconveniente de que pudiera hacerse una r pida consulta a la Representación Nacional, porque una Representación que, como ésta, est animada del firme propósito de ayudar al Gobierno en su obra reconstructiva, no tardaría una sola tarde en aprobar cualquier forma que fuera estrictamente necesaria, pero habrían, sí, un tribunal de vigilancia, habría una asamblea de honores libres ante la que pudiera venir a decirse la verdad, a la cual no pudieran escaparse los móviles escondidos en cada modificación de tarifas que se consultara. Nosotros desgraciadamente no somos hombres tan buenos no somos hombres tan nobles, no somos hombres tan altamente humanitarios y sinceros como el señor de la Huerta; todos hemos tenido retrasamiento en la vida que nos han hecho excesivamente suspicáses y nos asomamos al fondo de las cosas y quizá , señores diputados, encontraremos en cada renglón de la tarifa que se modifica un ansia bastarda, un propósito bastardo, un millar de ladrillos para aumentar la altura de un palacete. (Aplausos.) Pido, por lo tanto, en concreto, señores diputados, que las comisiones digan, primero, si existiendo las facultades extraordinarias de que goza el Ejecutivo es pertinente, tiene objeto este artículo que viene a ser un verdadero pleonasmo, una albarda sobre parejo, la ratificación humildosa y cumplida de nuestra subordinación al criterio del Ejecutivo en materia de aranceles; y segundo, que si no puede encontrarse la forma de que sólo tenga derecho el Ejecutivo de modificar las tarifas en casos especiales, aceptando de todos modos los renglones sobre los cuales vuestra soberanía ha fijado su criterio y que ninguna autoridad política deber cambiar sin consentimiento expreso de la Cámara de Diputados. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

El C. Arce: Ciudadanos representantes: es satisfactorio para la comisión venir a aclarar los puntos de este debate. Ya sabía la comisión que

este asunto habría de discutirse seguramente porque nosotros, los mismos comisionados, provocamos la discusión, así, materialmente, la provocamos en el seno del bloque cooperatista, que es la mayoría de esta Representación Nacional, y la provocamos precisamente porque a base de principios económicos fundamentales, a base de teorías puramente sociales, en realidad queríamos que se orientara el criterio de la mayoría y queríamos conocer a fondo cuál era en verdad el criterio de esa mayoría para normar también el criterio de la comisión al establecer este precepto en la ley. Y El doctor Puig y Casauranc, muy estimable por mil conceptos, muy apreciado por mí y muy respetable también, nunca quiso concurrir a las sesiones de bloque en que se trataría esta cuestión. ¡Claro¿ Porque se reserva la oportunidad de venir a decir un discurso en esta Cámara y no lo censuro...

- EL C. Puig y Casauranc José Manuel, interrumpió: Una aclaración nada más.

- EL C. presidente: Tiene usted la palabra.

- EL C. Puig y Casauranc José Manuel: Asistí a una sesión de bloque. Yo ruego al compañero que piense que este modesto representante ha tenido las siguientes labores todo este tiempo: las comisiones de Justicia que le tomaban tres horas de la mañana; su presencia en la sesión de la mañana, aunque fuera de una hora; el estudio de la Ley del Petróleo, la asistencia a la sesión de la tarde. Piense la Asamblea si podría humanamente, después de gastar nueve o diez horas de trabajo, asistir a las sesiones de bloque a las diez de la noche. Insisto, asistí una vez y en esa sesión, señores compañeros, había diez y ocho miembros.

Naturalmente que no me sentí autorizado para, una sesión de diez y ocho miembros, aunque fuera muy respetable, tratar un asunto de verdadera trascendencia nacional.

El C. Arce, continuando: Después de la sesión a que se refiere el doctor Puig y Casauranc, la sesión de diez y ocho miembros, que no eran diez y ocho, sino veintiocho, la sesión en que no se trató esta cuestión, hubo dos sesiones posteriores en que sí se trató este artículo, a las cuales no concurrio. Pero no preocupa la cuestión, no tiene nada que ver el incidente; por el contrario, es satisfactorio para la comisión, aplaude muy de veras el empeño del doctor Puig, de venir aquí a la Representación Nacional, aunque las mayorías estuvieran representadas en el bloque, porque para nosotros también significan mucho las minorías, porque su orientación en muchas cuestiones y su criterio en muchos asuntos significan mucho para orientar el criterio de la Asamblea en ciertas ocasiones. Me alegro infinitamente que el representante doctor Puig y Casauranc hubiera traído a debate aquí esta cuestión; y no se crea que la historia que hace el doctor Puig y Casauranc puede aplicarse en el caso actual, no. Si para el doctor Puig y Casauranc el diputado Manero, de la Legislatura pasada, fue habilidoso e intensionado y ambicioso, como él lo dice, buscando la manera de poner subrepticiamente un artículo 24, para después aprovecharse él personalmente, ahora no ha pasado así, doctor Puig y Casauranc, ahora las comisiones no han tenido en cuenta ni aun la caída del Gobierno del general Obregón; las comisiones tampoco han tenido en cuenta la posibilidad de una canonjía, ni siquiera la proximidad o futurismo de un ministerio; las comisiones ni lo quieren ni lo querrán jamás y, sin embargo, el artículo 24, doctor Puig y Casauranc, que fue discutido y aprobado por la mayoría de la Legislatura pasada, fue incluído en la Ley, no por la razón que usted dice; pero es que su señoría no conoce la historia de esa Legislatura pasada, que a pesar de muchas lacras y muchos cargos que le hagan en materia de presupuestos, en materia de facultades extraordinarias, se portó esa Legislatura muy airosa y muy decorosamente, doctor Puig y Casauranc. Y no conoce su señoría la historia de ese artículo, este artículo si fue incluído por Manero, lo fue por necesidad y conveniencias económicas y las mayorías de esa Legislatura que pugnaban por no presupuestos y que pugnaban constantemente por el retiro de las facultades extraordinarias , esas mayorías de la Legislatura pasada, que en este punto sí estuvieron conformes y que en este punto sí estuvieron legitimadas y estuvieron justificadas, aceptaron, no obstante, el artículo 24 únicamente por razones económicas, doctor Puig y Casauranc, y en el fondo también por razones sociales. ¿A qué venir a acusar al diputado Manero en esta ocasión, de que por egoísmo, por ambiciones personales, hubiese puesto este artículo 24¿ Si el diputado Manero y aun los peleceanos de la mayoría hubieran aceptado esta maniobra, allí estábamos nosotros los del Bloque Social Democrata, para impedirlo, (Aplausos.) y ni los peleceanos aceptaron esta maniobra; por esta razón no creo que el diputado Manero hubiera puesto ese artículo en esta forma únicamente por ambición personal, doctor Puig y Casauranc; nosotros, todos los que aceptamos esta modificación en la Ley de Ingresos, honradamente la aceptamos únicamente por razones, principios y cuestiones económicos sociales únicamente; por eso: no aceptamos los del Social Democrata, ni creo que tampoco admitir n los peleceanos ni un día, el cargo de haber sido mansamente obligado o estúpidamente engañados para permitir que el diputado Manero mañosamente pusiera este artículo dentro del presupuesto de la Ley de Ingresos. No, las razones que había entonces existen hoy y todavía con mayor fuerza. (Campanilla.)

El C. secretario Gandarilla: La Presidencia respetuosamente insiste, por conducto de la Secretaría, en que los ciudadanos diputados tengan la amabilidad de escuchar al orador; este asunto es trascendental.

El C. Arce, continuando: Señores diputados: Agradezco a la Presidencia la llamada de atención, pero mejor es que continúe cada quien tratando sus asuntos y que los que se interesan por esta cuestión escuchen lo poco que voy a decir. Aplausos.) En realidad en el fondo de la cuestión, distinguido compañero y doctor Puig y Casauranc, no hay para nosotros más que razones económicas y sociales. Positivamente, estas razones económicas y sociales.

El C. Barrera, interrumpiendo : ¡ Cuales !

El C. Arce: Las voy a decir, compañero Barrera, las voy a decir oportunamente; pero quiero también hacer algo ameno este turno para no

cansaros y referir también otra anecdota a propósito de lo que decía Puig para amenizar su discurso. El doctor Puig llenó de elogios a un revolucionario apreciable y distinguido y al mismo tiempo, dulcemente, deslizó la aguja que pincha. Como el abate aquél del cuento, cuando le preguntaban si había visto pasar a los ladrones hipócritamente, poniendo las manos entre las anchas mangas de su sayal, decía: " por aquí no pasaron "- por aquí , por las mangas - porque por allí no habían pasado, el doctor Puig llenó de elogios a los revolucionarios...

El C. Puig y Casauranc José Manuel: no a todos.

El C. Arce: No, y el, que es revolucionario, cree que De la Huerta es honorable...

El C. Puig y Casauranc José Manuel: El sí.

El C. Arce, continuando: A esos revolucionarios me refiero, a los que el mencionó especialmente, a los dos o tres, los lleno de elogios son honorables, son justicieros, rectos, son amigos del proletariado son amigos del pueblo. ¡ Ah, pero no podemos darles estas facultades extraordinarias a esos tres que yo considero honrados ¡ Porque los aranceles se han variado infinitamente, la variación de los aranceles es motivo de perjuicios y de daños para el pueblo; estos hombres lastiman y perjudican al pueblo; estas modificaciones arancelarias se hacen por coyotería; los coyotes son los que se acercan a estos s hombres honrados y a pesar de su honradez se hacen pillerías, o apesar de su habilidad son tan necios y tan tontos que se dejan engañar por unos cuantos coyotes que son los que se aprovechan de esta situación. Esta es la verdad de lo que se ha dicho.

El C. Puig y Casauranc José Manuel, interrumpiendo: Casi, casi es la verdad

El C. Arce: No, absolutamente, sin el casi, compañero.

El C. Puig y Casauranc José Manuel, interrumpiendo: Pues sí, es la verdad.

El C. Arce, continuando: Yo podría decir más, para que no sea casi casi: que la historia de los ladrillos de los tabiques y los placetes, se refiere a ciertos personajes por usted llamados coyotes, que explotan, en el sentir de usted, al señor De la Huerta.

El C. PUIG Y Casauranc José Manuel, interrumpiendo: Que han obtenido granjerías.

El C. Arce, continuando: Bueno, que han obtenido granjerías. De modo que, en concepto de usted, el señor De la Huerta - por lo menos en este particular-, deja de ser honorable, deja de ser justiciero y deja de merecer nuestra confianza por esos actos que usted le inculpa. Y para nosotros no es verdad, para nosotros no es cierto. Usted decía, mañosamente, querido doctor, que si tuviera la seguridad de que el señor De la Huerta siguiera en el Ministerio...

El C. PUIG Y Casauranc José Manuel, interrumpiendo: O no se dejara engañar..

- El C. Arce, continuando,....o no se dejara engañar, pues que pasaran estas facultades o autorizaciones. A nosotros, señor PUIG Y Casauranc, no nos importa que se quede el señor De la Huerta; no nos importa que lo engañen o que no lo engañen; no nos importa la persona que ejerza el cargo, nos importa el cargo y nos importa la misión legal que debemos desempeñar. (Aplausos.) Si nosotros queremos tener la satisfacción de formar parte - y parte principalísima - de un gobierno revolucionario,- tenemos obligación de hacerlo y de creerlo honrado - debemos exigir en toda ocasión que integralmente todos los miembros de este gobierno respondan a nuestras aspiraciones socialmente avanzadas y honorablemente rectas y puras.

Y si en concepto de usted, alguno de los ministros no responden a estas exigencias y aspiraciones nuestras, usted debería, honorablemente, hacer una denuncia formal, una requisitoria ante la Representación Nacional.

El C. Puig y Casauranc José Manuel, interrumpiendo: En cada oportunidad lo he hecho y lo haré.

El C. Arce, continuando: Yo por el contrario, pienso de otra manera. Es muy frecuente y muy doloroso, ciudadanos representantes, que las mayores heridas, las más sangrantes heridas, el mayor de los oprobios, las más grandes calumnias sobre los hombres de la revolución, sean lanzadas, prohijadas y fortalecidas por los mismos hombres de la revolución. Y aquí la reacción bate palmas constantemente, aquí la reacción fortalece y grita, porque esta revolución, que no ha sabido ser uniforme, que no ha sabido ser constantemente cohonesta, que no ha sabido unificar a todos los hombres con todos sus ideales y con todo sus principios, esta misma revolución es la que sacrificando, uno a uno, a todos sus hijos, desde el más débil hasta el más encumbrado, y para la reacción que constantemente acecha estas oportunidades, nada más hermoso ni más satisfactorio que dejar que la misma revolución se sacrifique y se reduzca a la nada. Y hago esta alusión porque aun cuando para muchos que no conocen al doctor Puig, es un advenedizo, y para otros un reaccionario; para mi, que lo conozco, no de antaño, pero sí fundamentalmente en sus ideas, sé que es un hombre de ideas muy avanzadas y de un sentimiento netamente revolucionario, y por eso me duele que un hombre nuevo, que un hombre joven y de ideas avanzadas, como él, sea el primero en arrojar sus dardos envenenados en contra de los hombres que más prestigian al gobierno y a la revolución. Nosotros no pensamos así, sinceramente creemos que el señor De la Huerta es honrado, pero no nos importa aquí que sea el señor De la Huerta el ministro de Hacienda; creemos que estas franquicias, que estas concesiones, que estas autorizaciones se deben dar únicamente por razones económicas, que luego diré para satisfacción del compañero Barrera; también se las diré al compañero Puig, nada más que él se inclinaba hacia el otro aspecto de la cuestión personal. A nosotros no nos importa los hombres; de pronto puedo decir al señor Puig que si lo que le preocupa es la bonachería del señor De la Huerta y su facilidad para el engaño, en concepto suyo, puedo asegurarle sinceramente, que él señor De la Huerta si es responsable y conscientemente responsable de todas las reformas que ha hecho con autorización del presidente de la República. Ni ha sido engañado, ni ha sido sorprendido, ni ha obrado de mala fe en estas cuestiones económicas, y eso que, a pesar de su

atingencia, de su buenísima voluntad y del clarísimo criterio que ha demostrado el señor De la Huerta, él ha dicho que no es técnico en la materia.

Por consiguiente, él reconoce su responsabilidad y su acción que nosotros estamos obligados a reconocer en él, no debemos atribuir a bonachería ni a mala fe los actos que ha ejecutado en la forma y modificación arancelaria; él es hombre consciente en todos los casos en que ha habido modificación y alteración de las tarifas arancelarias, se ha podido demostrar que seguramente y así lo cree la comisión, la Secretaria de Hacienda ha procedido en esos casos como lo han exigido y reclamado urgentemente las necesidades económicas del país. Si no fuera eso, ¿a que vendriamos nosotros como comisión a pediros que sostengáis este artículo, dando autorización al Ejecutivo para modificar las tarifas arancelarias ¿ ¿No puede haber caso en que la miseria del país imponga necesariamente la obligación por parte del Gobierno, de facilitar de un modo absoluto y completo la introducción de materias primas, de substancias indispensables para la vida ¿ ¿No puede haber casos, por el contrario, en que la abundancia de las existencias de determinados artículos exija la exención de toda clase de derechos de exportación para la salida inmediata de todos estos artículos que se producen en el país.¿ ¿ Y no tan pronto puede suceder un fénomeno, como registrarse el fénomeno contrario ¿ ¿ Y todo esto no se traduce en modificaciones arancelarias ¿ ¿ Qué, no estamos viviendo un momento de la vida económica del mundo, de reajustes constantes desajustes, que est n provocando verdaderos cataclismos económicos ¿ ¿ Y esos reajustes en la vida económica de los pueblos, ¿ no se traducen en concreto y de un modo muy principal en las relaciones comerciales¿ ¿ Y qué es lo que regula principalmente esas relaciones comerciales entre los pueblos, si no las tarifas proteccionistas o las tarifas diferenciales y librecambistas en importación y exportación, para regir la vida comercial de los pueblos ¿ Señores, en el sistema dentro del cual vivimos, cuando estas Cámaras tan pujantes tan deseosas de trabajar, no tienen más que cuatro meses en un año para una labor exigua y llena de crítica, y tienen ocho meses de receso, ¿ no est n dando a conocer que nuestro régimen absolutamente presidencial dentro de la Constitución, permite y autoriza las mayores prerrogativas para el Ejecutivo de la Unión y restringe absolutamente las facultades de las Cámaras legisladoras hasta llegar casi a hacer que su objeto, su misión única sea casi exclusivamente la formación de los presupuestos anuales ¿ Pues bien; debemos ser ciudadanos de la formación de los presupuestos; debemos tomar conscientemente nuestra misión, pero no hagamos presupuestos como los estamos haciendo hoy: hemos comenzado por el absurdo de decretar en egresos trescientos doce millones de pesos, cuando sabemos que los ingresos apenas si llegarian a doscientos ochenta millones. ¿ Que manera es, ciudadanos diputados, de hacer un presupuesto fundamental y sólido para el Gobierno de la nación ¿ ¿Y Por esto merecemos censura ¿ ¿ por esto merecemos la crítica dura y acre del público y de la prensa ¿ ¡ No ¡ Sobre todo compañeros, tengamos la conciencia de nuestra responsabilidades y carguemos con ellas. Ya sabemos que si estos presupuestos no los hemos hecho en una forma mejor, es porque prácticamente nos ha faltado tiempo para hacerlos mejor. Apenas si el 1o de septiembre hemos comenzado a trabajar como Legislatura y a paso veloz, a paso de carga hemos ido despachando los presupuestos, y aunque sean malos, aunque sean deficientes, aunque sean pésimos, no cabrá la satisfacción de haber dado por primera vez, dentro de estos periodos agitados de la revolución, un presupuesto al país, malo es verdad, pero en fin, un verdadero presupuesto, el primero. Y si no podemos tener la absoluta seguridad de hacer uno obra perfecta y buena, si tenemos casi la seguridad de que nuestra obra es deficiente, entonces, compañeros Puig, ¿cómo no dar al Ejecutivo la autorización para hacer las modificaciones que reclama la vida económica de la nación en su asunto tan trascendental e importante como es el relativo a modificación de tarifas de importación y exportación y de tarifas arancelarias en general? Si nosotros pudiéramos, como debemos en realidad, acometer la tarea de hacer verdaderos presupuestos, comenzaríamos por estudiar una a una todas las leyes de tributación que pesan sobre el sufrido pueblo mexicano, y seguramente con nuestro criterio, con nuestros principios avanzados , destruiríamos, si no la inmensa mayoría, si mucho más de la mitad de esos onerosos impuestos que injustamente gravitan sobre el pueblo; ¿pero dónde est la iniciativa del doctor Puig siquiera sobre aranceles, siquiera sobre el Timbre, siquiera sobre alguno de los impuestos más fáciles de modificar? ¿Dónde est la opinión del compañero Puig, dónde es su pauta y su línea de conducta? Es muy fácil decir que no se dé al Ejecutivo autorización de ninguna clase, que se le den estas facultades necesarias; vamos a expedir este presupuesto hecho de carrera y que allí se las entienda el Ejecutivo como pueda y que el pueblo sufra o no y viva como pueda. No, señores, debemos tener un poco de conciencia respecto de nuestros actos, debemos ver las cosas en el fondo y en la realidad; si no hemos podido estudiar los aranceles, si no hemos podido estudiar la Ley del Timbre para modificarla substancialmente, si no hemos podido quitar todos esos enormes impuestos odiosos que pesan sobre la nación, sobre el pueblo bajo en su mayor parte, en virtud de la absurda y vieja manera de hacer la recaudación, si no hemos podido hacer nada de eso, reconozcamos que dejamos una Ley de Ingresos y un Presupuesto de Egresos deficientes, es verdad, pero al fin como base, como primer paso que damos en este camino que estamos resueltos a seguir y a corregir. Las comisiones de Presupuestos, en su labor consciente y honorada, la obligación que tienen es aprovechar este tiempo de receso próximo de las Cámaras legisladoras y ponerse a formar en realidad los presupuestos de la nación, no poner la mano sobre el papel y pasar la vista sobre los impuestos y presupuestos anteriores y copiar como buen copista, que es lo único que en realidad hemos hecho nosotros hasta hoy. Debemos estudiar a fondo las leyes de ingresos y debemos desterrar todos aquellos impuestos que son perniciosos y perjudiciales al país. Pero si no podemos estudiar los ingresos ni aun las leyes de impuestos en general, si no podemos estudiar a fondo todas las modificaciones arancelarias que se imponen en este

momento, entonces, serenamente, juiciosamente y económicamente, nuestra obligación y nuestro deber es autorizar al Ejecutivo para que él continúe haciendo estas modificaciones según lo exija honradamente la vida económica del país. Para nosotros la personalidad de la Huerta - y es justo decirlo aquí- es una personalidad limpia absolutamente de toda mancha y que prestigia al Gobierno de la revolución. Pero en el caso de que faltara De la Huerta, no nos importaría, porque nosotros tenemos la vista fija muy principalmente en el presidente de la República, que es el único autor y responsable legalmente, dentro de la Constitución, de los actos de todos sus secretarios de Estado. De manera que no nos preocupa conceder las facultades; vemos en el fondo, no la persona del secretario de Hacienda, sino, como lo dice la ley terminantemente, la persona a quien concedemos las facultades, la autorización necesaria, la persona del Ejecutivo de la Unión.

Ahora vamos a las razones económicas: estamos pasando, ciudadanos diputados, en la República, por un año verdaderamente crítico y difícil. Cuando todos los países de Europa se han debatido desde hace largos años en una verdadera lucha titánica de fuerzas económicas antagónicas para buscar el mejoramiento en la vida nacional, México ha estado más o menos plácidamente navegando entre los numerosos obstáculos sin chocar con ellos; pero ha llegado el momento difícil para nosotros; la crisis de este año es una crisis que viene en realidad a poner fin a nuestra actual situación económica. Este año es un año. Cotejando la tabla de estadística de los ingresos en años anteriores, desde 1917 a la fecha, podemos ver con absoluta claridad que el año de 1922 es un año anormal: ha habido diversidad de fenómenos que han obligado al Gobierno a tomar las medidas necesarias para ir contrarrestando, corrigiendo o modificando los fenómenos económicos que se han presentado. Por esta razón y por otras mil razones que no escapan a vuestra consideración, tenemos que pensar que dejando intocable los impuestos y cuotas arancelarias que rigen en la actualidad, ponemos en peligro la vida nacional porque no podría encauzarse fácilmente; y si no hemos podido presentar, ni las diputaciones han presentado tampoco las modificaciones que se hacen indispensables a los aranceles, entonces nosotros, económica y necesariamente debemos dejar al Ejecutivo la labor de hacer estas modificaciones según lo exija la necesidad nacional. ¿A quién de ustedes se oculta que las importaciones han disminuído en una forma desconsoladora porque los derechos de importación han sido enormemente recargados en determinados artículos? ¿Y por qué han sido enormemente recargados determinados artículos? No por lo que cree el doctor Puig y Casauranc, no por coyotería, no por complacencia o falta de honradez, sino porque en los momentos en que se hicieron estas modificaciones a las tarifas de importación, las necesidades sociales y económicas del país así lo exigían; había la fuga del oro, la congestión de mercancías y la casi paralización del tráfico en muchas líneas férreas y por falta de oportunidad de hacer los transportes de los artículos acumulados. Y bien; ¿por esta necesidad económica del momento, la modificación y el alza de las tarifas de importación habrán de perdurar? ¿Estas tarifas excepcionales que imposibilitan el movimiento del comercio exterior deben perdurar, deben permanecer vigentes o deben modificarse algunas o todas? ¿Sabe el señor Puig cuáles son los artículos de lujo de importación en general enormemente gravados? ¿Sabe acaso o podemos exigirle que en un momento dijera: éstos son los artículos que merecen esta cuota y estos otros artículos esta otra cuota, si él no tiene esa obligación, ni podemos nosotros prever cuáles son los acontecimientos económicos que van a presentar en el comercio? Pues si éste es un año anormal, si las tarifas de importación est n excesivamente cargadas en determinados artículos, y si aun las tarifas de exportación no han sido perfectamente estudiadas para acomodarlas a las necesidades actuales del país, y si nosotros en realidad no podemos ni tenemos tiempo para acometer este problema, ahora mismo,cuando necesitamos que se expida la Ley de Ingresos, es indispensable, compañero Puig, es necesario, ciudadano diputados, que aun contrariando nuestra voluntad, que aun contrariando nuestros viejos principios, que aun contrariando nuestros más fervientes deseos, demos al Ejecutivo estas autorizaciones. - El C. presidente: (Campanilla.) La Presidencia ruega a los señores diputados se sirvan escuchar al orador. - El C. Arce, continuando: Es necesario decir que para remediar todas estas exigencias, que para poder llevar racional y económicamente la balanza nacional, es indispensable, ya que nosotros no podemos o no hemos podido hacerlo, es necesario conceder al Ejecutivo estas autorizaciones; pero nos dice mi distinguido contradictor que esas son facultades extraordinarias. No, señores, no son facultades extraordinarias; en una mínima parte si lo queréis; pero aun dentro del régimen legislativo más exagerado, aun dentro del régimen más exigente de la preponderancia del Poder legislador, aun dentro de ese régimen más restringido y más completo yo propugnaría siempre constantemente, de conformidad con mis ideas y con mis principios, para que en el ramo de Aranceles tenga el Ejecutivo una facultad amplia y libre para regir el comercio exterior.

El C. Siurob: No.

El C. Arce, continuando: El doctor Siurob dice que no. El es economista, yo no . (Risas.) Yo miro la vida nacional y veo que con el sistema que tenemos de cuatro meses de trabajo y ocho de paseo, nunca puede estar la Cámara en aptitud de legislar en lo referente a aranceles, para irlos modificando conforme lo exijan las necesidades nacionales. (Aplausos.)

El C. Siurob. interrumpiendo: ¡Que se reforme la Constitución!

El C. Arce, continuando: Que se reforme... Yo creo que no se trata de facultades extraordinarias. ¿Sabe el doctor Puig... Sí lo sabe, para qué se lo voy a preguntar; nada más que no se ha fijado en eso. En el calor de su discurso y para una impresión favorable, que él, con su espíritu de buena fe creyó causar en la Asamblea, no se fijó en esto, aunque sí los sabe: Dar al Ejecutivo facultades extraordinarias en materia de ingresos es lo mismo que decir al Ejecutivo: "No te damos Ley de Ingresos; quedas en absoluta

Libertad de crear todos los ingresos que quieras y de suprimir todos los impuestos que te parezcan". No, no decimos eso; eso no lo permitimos nosotros. Los impuestos que consignamos en la ley son los únicos que soportar el pueblo mexicano y son muchos, doctor Puig y son muy onerosos; debemos suprimirlos y no hemos suprimido uno solo. ¿Sabe usted quién ha suprimido impuestos al pueblo mexicano? El ejecutivo; las Cámaras, lo único que han hecho es, a troche y moche muchas veces, sin meditación ni estudio, lo único que han hecho las Cámaras es crear y crear impuestos; casi nunca los ha suprimido; en cambio, el Ejecutivo, en su exigua labor, en el poco tiempo del régimen de Obregón, ha disminuído más de diez y siete impuestos y ha suprimido más de once. ¿De manera que qué temor tenemos de que el Ejecutivo perjudique al pueblo si nosotros somos en realidad los peligrosos, si no hemos hecho m s que aumentar impuestos, y si lo único que ha hecho Obregón es modificar y suprimir impuestos? ¿Se ha acusado alguna vez dentro de las clases proletarias y trabajadoras al Gobierno del general Obregón, de haber contribuído perniciosamente a agravar su situación económica con la enormidad de los impuestos? No, señores; entonces, ¿qué temor tenemos, si hace año y medio que estamos en esta situación y hoy damos autorización nada m s por ocho meses? ¿Qué temor tenemos si el Ejecutivo no est autorizado para crear nuevos impuestos? Para lo único que autorizamos al Ejecutivo es para que modifique, aumente o disminuya o suprima fracciones de la tarifa de aranceles de la Ordenanza General de Aduanas. ¿Qué perjuicio hay en esto para el pueblo? Ninguno, señores diputados. Creo sinceramente que por razones verdaderamente fundamentales, que por razones sociales y legales no podemos por ahora dentro de nuestro régimen constitucional regular los aranceles; no estamos en condiciones de hacerlo técnicamente, ni tenemos tiempo ni la oportunidad de hacerlo; por consiguiente, económicamente, por principio, fuera de todo apasionamiento, mirando las cosas en el fondo y en la realidad, estamos obligados, para corregir y perfeccionar nuestros presupuestos, a conceder esta autorización al Ejecutivo; y, además, bajo otro aspecto, por los antecedentes, por los hechos consumados y por tratarse de personas que en la práctica han dado pruebas de procurar el bien del pueblo, no debemos tener ninguna preocupación ni ningún inconveniente en conceder al Ejecutivo esta autorización, porque sabemos nosotros las mayorías que hará buen uso de ella. (Aplausos.)

El C. Puig y Casauranc: Pido la palabra para una aclaración a la comisión.

El C. presidente: Sigue en el turno de oradores el ciudadano Ramírez Corzo.

El C. Ramírez Corzo: Señores diputados: me vais a permitir que haga una aclaración antes de lo que debo exponer, para evitar cualquiera suspicacia o cualquiera duda; yo lo considero así.

Siempre he votado en el sentido de la mayoría, es decir, en el sentido de los acuerdos tomados en el bloque cooperatista, porque así debe hacerse y así lo haré siempre por disciplina, ya que ante todo est el principio de la disciplina. Pero hoy se trata de un asunto esencialmente importante, tanto desde el punto de vista constitucional, como desde el punto de vista político para esta Cámara. Dejar como est el artículo 24, significa tanto como borrar de una plumada todo el trabajo que hemos tenido durante este período tan corto de tiempo y hacer desaparecer todos los esfuerzos de las comisiones y de la Cámara por dar presupuestos. No valdría la pena, en efecto, señores representantes, haber tenido dos sesiones diarias, una en la mañana y otra en la tarde, y todavía otra m s de bloque, para venir a desbaratar con un simple artículo toda esta labor. Hechas estas aclaraciones, voy a entrar en materia. En primer lugar, creo que debemos alejar completamente de la discusión este punto: la cuestión de personalidades o personalismos. Yo, por una convicción íntima, por una convicción profunda, considero insospechable al señor ministro de Hacienda y al presidente de la República en toda su labor. Y yo, como miembro integrante del Gobierno en uno de sus ramos, como simpatizador de aquéllos, me considero obligado a ser solidario de todas las responsabilidades que pueda tener el actual Gobierno. Pero precisamente por eso debemos reflexionar ante la cuestión de autorizar al Ejecutivo, por medio de un artículo, a aumentar o disminuir tarifas, hacerlas desaparecer o crear otras, en los ramos de importación y exportación, petróleo y demás que señala el artículo 24. Respecto de los antecedentes, poco creo que debe preocuparnos a nosotros, porque quizá fueron otras las circunstancias que privaron... Yo no estoy autorizado para suponer siquiera de una manera peregrina que el señor diputado Manero en la Legislatura anterior tuvo una idea de egoísmo, un sentimiento de egoísmo al proponer o pretender deslizar dentro de la ley un artículo que dejara abierta una puerta falsa para entrar por allí los coyotajes. Considero que nuestra observación, nuestra misión debe concretarse absolutamente a nuestro trabajo actual. Si hemos hecho el esfuerzo de dar presupuestos a la República, buenos o malos, probablemente malos, porque ya la comisión señala que hay una gran diferencia entre los ingresos y los egresos, es decir, un déficit, lo cual es un absurdo; pero, en fin, hay presupuestos. ¿Qué dificultad hay en que si se nota una deficiencia durante el curso del año, se ocurra a la Cámara, como debe ser, para que se dé la autorización correspondiente? No veo en esto ninguna dificultad. La Constitución nos autoriza para holgar ocho meses; pues bien; hagamos un esfuerzo que es muy pequeño y vengamos aquí cuando sea necesario para ocuparnos de aquello que reclaman las necesidades públicas; pero no lo dejemos en una amplitud global de una facultad casi extraordinaria que señala el artículo 24 para que quede completamente al arbitrio del Poder Ejecutivo la ampliación o diminución de los presupuestos.

Considero esto precisamente de principios, cogiendo el razonamiento principal que trató el ciudadano Arce; precisamente por principios la Cámara de Diputados no debe aceptar el artículo 24, porque dentro de nuestro organismo constitucional debemos dejar siquiera el deseo de que queden perfectamente deslindadas las funciones de la Cámara legisladora

y del Ejecutivo. Si la Cámara de Diputados tiene como misión principalísima la cuestión de los presupuestos, ¿por qué vamos a rehuirla? Tal parece que nos declaramos en derrota ante un artículo que da entrada a todas las modificaciones posibles en el comercio interior y exterior y algunas otras que señala el mismo artículo. Considero indispensable que nosotros fijemos de una manera determinada y definitiva cuál ha de ser la conducta del Ejecutivo en materia de presupuestos. Vuelvo a repetir, ni por un momento porque exista en mí ninguna sospecha respecto de los miembros del Ejecutivo, sino porque debemos deslindar las funciones de la Cámara de Diputados y las funciones del Ejecutivo en cuestión de presupuestos. Considero que en una discusión como ésta debe olvidarse completamente la cuestión de honorabilidad de los funcionarios públicos y no debe argüirse en pro o en contra el que el señor De la Huerta sea honorable y que el señor Obregón, presidente de la República, se someta estrictamente a los dictados de la razón. El ministro de Hacienda, actualmente, es el señor De la Huerta; puede serlo mañana otro tan honorable como él, o no, pero la Cámara de Diputados debe dejar sentado, debe dejar definido el principio constitucional de que tenemos el deber de formar los presupuestos; y si es una obligación nuestra, ¿por qué la vamos a rehuir?

El C. Siurob, interrumpiendo: ¡Claro!

El C. Ramírez Corzo, continuando: ¿Por las necesidades económicas imprevistas porque éste es un año de crisis mundial? Pues puede haber otro año de crisis mundial quizá más azaroso, más dificíl que el actual. ¿Y por eso vamos a rehuir nosotros la responsabilidad, la obligación constitucional que tenemos de dar presupuestos al país? Yo considero que no y precisamente en defensa del principio constitucional, vengo a suplicar a la Asamblea que vote en contra de este artículo, no porque tengamos ninguna vacilación ni ninguna duda respecto de la honorabilidad del señor ministro de Hacienda -lo digo por mí y creo que la mayoría de la Asamblea estar de acuerdo conmigo en este sentido-, sino por salvar el principio. Si es necesario al segundo mes, al tercer mes, ampliar cualquiera partida del presupuesto, vendremos, no habrá dificultad. Yo considero a todos los representantes suficientemente imbuídos en el sentimiento del deber y creo que no tendrán ninguna dificultad en abandonar la holganza de ocho meses para venir a cumplir con una misión fundamental de la Cámara de Diputados. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano Espinosa.

El C. Espinosa Luis: Ciudadanos representantes: Parecería inconsecuente que viniera a sostener el artículo 24 de la Ley de Ingresos si no explicara antes mi conducta en esta tribuna. En la XXVIII y XXIX legislaturas tuve el honor de ser de los pocos diputados que defendieron con verdadera tenacidad, con completa virilidad el principio de que la Cámara de Diputados, mejor dicho, de que el Poder Legislativo debería recoger, debería reasumir sus funciones y reasumir sus funciones y retirar al Ejecutivo las facultades extraordinarias en Hacienda, de las que ha venido gozando desde hace bastantes años; pero en este caso, ciudadanos representantes, yo debo aclarar que vengo a apoyar el artículo 24, precisamente porque quiero ser consecuente con mis antecedentes, porque quiero hacer honor a mi actuación pasada, porque la considero verdaderamente digna y verdaderamente patriótica. Aparentemente, tal parece que sería borrar el pasado hablando en pro de este artículo, viniendo a pronunciarme, como la hago, por la aprobación de este artículo; pero pido que se apruebe el artículo 24 y vengo a pugnar porque así se haga, porque estoy convencido de que si la Ley de Ingresos llegase al Senado de la República sin este artículo 24, aquel Cuerpo caduco y retardatario nos devolvería de seguro toda la Ley de Ingresos, objetándola precisamente porque no se había incluído en ella el capítulo respectivo, la facultad del Ejecutivo para legislar en cuestión de aranceles; y como quiero que por encima de todas estas pequeñeces, de una buena vez el Poder Legislativo de la Ley de Ingresos y los Presupuestos de Egresos, he venido a exponer esta razón para que la Cámara recapacite y los compañeros que se han inscripto en contra desistan de su actitud, estén con nosotros y apoyen este artículo que considero necesario. Me extraña que algún compañero como Ramírez Corzo, que ostenta el título de abogado, venga a confundir las témporas.... mejor dicho, a confundir los aranceles con la Ley de Ingresos y con los presupuestos de Egresos. ¿Qué tiene que ver la facultad de aumentar o disminuir los impuestos arancelarios con los presupuestos de Egresos o con la Ley de Ingresos? Absolutamente nada. Nosotros en la Ley de Ingresos fijamos los impuestos principales, los impuestos fundamentales que han de servir para sostener al Estado, para pagar todos los servicios públicos, para desempeñar todas las funciones del Gobierno; pero aparte de esta función esencialísima, hay otra que es la minuciosa, que es la de detalle, la de fijar periódicamente impuestos especiales a productos desconocidos que pueden surgir de un momento a otro dadas las necesidades del comercio o cualquier otro fenómeno económico o político si se quiere. Esto es una cosa completamente aparte que no tiene relación, porque todo es cuestión hacendaria y es cuestión económica; pero es lamentable que todo un señor abogado venga aquí a decir que nosotros, al aprobar este artículo, borraríamos de una sola plumada todo lo hecho por esta Cámara. No, señores, esto es un disparate, esto es no saber lo que se viene a decir desde esta tribuna: no borraremos la actuación de esta Cámara. Yo hago honor a esta Legislatura, yo rindo un tributo de admiración a esta Cámara de Diputados; ella no ha hecho m s que cumplir con su deber al colocarse en el terreno en que se ha colocado, un terreno de dignidad que mucho la honra y que mucho la enaltece. No es cierto, como todos han creído, que esta Cámara de Diputados haya estado dispuesta, no a concederle, sino a ratificarle, las facul tades extraordinarias que en Hacienda goza el Ejecutivo. Y esto lo digo porque me consta, porque lo sé, porque amigos míos que pertenecen a la mayoría de esta Cámara de Diputados, se han batido heroicamente en el seno del bloque y han llevado al convencimiento de todos los compañeros que deben retirarse estas facultades extraordinarias al Ejecutivo. Esta aclaración se impone para que no se prejuzgue y no se denigre la actuación de

todos los compañeros en la actual Cámara de Diputados. Y por eso, de acuerdo con mis antecedentes, yo no hago m s que secundar la actitud de mis compañeros en la actual Legislatura, y así como ellos est n inspirados en el deseo de que en realidad vayamos, aunque sea paulatinamente, recobrando lo que es nuestro, yo vengo también a apoyarlos y a decirles que es indispensable aprobar este artículo, porque así habrá más probabilidades de que el Senado apruebe la Ley de Ingresos y de que reasumamos, cuanto antes, nuestra plena facultad por lo que hace al derecho que nos concede la Constitución para dictar la Ley de Ingresos y los Presupuestos de Egresos. No me explico, ciudadanos representantes, por qué el doctor Puig, tan serio y tan sereno en sus apreciaciones casi siempre, vino a asentar una falsedad en esta tribuna. El doctor Puig aseguró que en la pasada legislatura el ciudadano Antonio Manero, de una manera mañosa, había introducido en la Ley de Ingresos un artículo por medio del cual se quitaba o se quitaría al Ejecutivo, si no se llenaba cierto requisito, las facultades en ingresos. No, señores, esto no lo hizo el estimado compañero Manero como un impulso propio, no fue acción propia de Manero, ni mucho menos podría haberlo hecho de una manera astuta, no; este fue el sentir de aquella Legislatura, de aquella mayoría de la XXIX Legislatura eminentemente revolucionaria, completamente honrada, que comprendió que todavía no era el momento de retirara al Ejecutivo todas las facultades extraordinarias en Hacienda, es decir, las facultades en aranceles, porque todavía estaba muy recientemente pasada la guerra mundial y naturalmente no se había hecho el reajuste de la situación económica en el mundo, como no se ha hecho hasta la fecha. Aquella Legislatura pugnó siempre porque se retiraran al Ejecutivo de plano las facultades extraordinarias en Hacienda por lo que hace a presupuestos y a ingresos; pero sí estuvo conforme en que se le dejara cierta facultad para legislar en cuestión de aranceles. Quiero llamar la atención a la comisión sobre este punto: que en lugar de aprobarse el artículo como est , tenga la bondad de modificarlo en el sentido de que esta facultad se deje al Ejecutivo por todo el año de 1923, para que no se crea que tenemos el propósito de dejársela por tiempo indefinido. Claro est que si a fines de 1923 subsisten las circunstancias de ahora, ya pediremos si se ratifica al Ejecutivo esta facultad o se le retira de plano. Creo que taxativa que pongo es necesaria y creo que la comisión no tendrá inconveniente en modificar su artículo en esta forma, ya que en nada daña el fondo de la intención que nos anima en este caso: Quisiera, antes de continuar, conocer la opinión de la estimable comisión en este caso.

El C. Arce: Con relación al punto que indica el ciudadano Espinosa, la comisión manifiesta que con pena no puede acceder a esta indicación, porque abundando la comisión en el sentir un nime de esta Asamblea y en el criterio personal del ciudadano Espinosa, no quiere conceder esta facultad por todo el año de 1923, sino excepcionalmente, sólo por los meses que est la Cámara en receso. Por eso decimos en la parte final del artículo 24, que el día 1o. de septiembre, al abrirse las Cámaras, el Ejecutivo vendrá a darnos cuenta del uso que hubiese hecho de la autorización que aquí le concedemos; no queremos que sea en todo el año, sino durante el tiempo que la Cámara esté holgando pues cuando esté funcionando como Poder Legislativo, tendremos la obligación y el deber de hacer todos los trabajos de modificación arancelaria, y únicamente por excepción queremos delegar nuestras facultades durante los ocho meses de receso.

El C. Espinosa, continuando: El compañero Arce ha ido todavía m s lejos de lo que he pedido, nada m s que era indispensable su aclaración porque el texto del artículo 24 no dice eso. Claro que yo me doy por satisfecho con la explicación dada por el muy estimable compañero Arce. El artículo 24, en su parte relativa, dice:

"Se le autoriza igualmente para aumentar o disminuir los impuestos sobre la minería y el petróleo, en el concepto de que el 1o. de septiembre de 1923 dar cuenta el propio Ejecutivo al Congreso de la Unión. del uso que hubiere hecho de estas facultades."

Es decir, le impone la obligación, el deber de dar cuenta del uso que haya hecho de esta concesión, pero no dice que termina entonces la concesión. Claro que una vez que ya el compañero Arce ha estado de acuerdo en que no sólo no ser por todo el año, sino hasta septiembre próximo, él va m s lejos de lo que yo pedía y no puedo menos que felicitarlo y congratularme con esta explicación que viene a borrar por completo todos mis temores. Yo pedía esto fundado en muchos antecedentes: la XXVII Legislatura concedió dos veces facultades al Ejecutivo para que legislara en cuestión arancelaria: una por lo que hacía al comercio interior y otra por lo que hacía al comercio exterior. Estas facultades fueron limitadas: fijaban el término de un año. En eso me había inspirado para pedir lo mismo a vosotros, pero ya que la comisión, bondadosamente, ha aclarado el punto, ya no tengo ninguna objeción que hacer y me retiro de esta tribuna pidiendo a la Asamblea que apruebe el artículo 24 tal como lo ha presentado la comisión.

El C. Puig y Casauranc José Manuel: Pido la palabra, señor presidente. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Siurob. (Voces:¡A votar! ¡A votar! )

El C. Siurob: Señores diputados: Desgraciadamente en las actuales circunstancias, a los compañeros que me han precedido, les ha tocado la carne y a mí me ha tocado el hueso de vuestra atención. (Risas.) Creo sinceramente que la Asamblea se encuentra completamente cansada después del sinnúmero de argumentaciones expuestas aquí por los oradores.... (Murmullos.)

El C. presidente: Se suplica a los señores diputados se sirvan ocupar sus curules y escuchar al orador.

El C. Siurob, continuando: Señores, es un asunto de tanta trascendencia, es un asunto de tanto interés y de tanta importancia para el país, que yo suplico al compañero Dominguez, al compañero Rama y al compañero Marino Castillo Nájera que me hagan la diferencia de escucharme. Además, creo que voy a decir a esta Representación Nacional cosas que le interesan mucho y en las que no se han fijado los oradores que me han precedido. En efecto, señores diputados, depende precisamente del manejo de los aranceles en gran parte el porvenir de la

industria y del comercio del país, y voy a decir porqué: en todos los países del mundo y en nuestro vecino país, en los Estados Unidos del Norte, ha sido hasta el tema para la política general del país, para la división de los partidos, para las raíces hondas de estos mismos partidos en la opinión pública, el manejo de los aranceles. Se dividió la política norteamericana en dos grupos: el grupo librecambista y el proteccionista. ¿Quién no sabe que todo país que empieza a abrirse paso en el camino de su bienestar y progreso necesita ser proteccionista? ¿Quién no sabe que todo país que ha llegado a un amplio ambiente de progreso y de bienestar económico necesita ser librecambista? Los Estados Unidos, por ejemplo, mientras estuvieron desarrollando los enormes tentáculos de sus fuerzas, mientras estuvieron levantando sus finanzas, mientras estuvieron levantando su comercio y su industria, fueron proteccionistas, y en la actualidad empiezan a ser librecambistas en muchas de sus tarifas. Pues bien; entre nosotros lo que ha sido el origen de división en la política hacendaria todavía ni siquiera se esboza. (Suplico al estimable compañero Castillo Nájera que si tiene algún asunto interesante que tratar, lo haga en los pasillos, porque no deja que me escuchen los señores diputados.) Desde este punto de vista, creo muy interesante y lanzo esta sugestión a la Secretaría de Hacienda: ya es tiempo de que se siente de una manera definida y clara la política del país en cuestión de aranceles, respecto de qué cosa es lo que conviene al país, si el proteccionismo o el librecambismo. Hasta ahora ningún ministro de Hacienda, quizá el actual ha comenzado apenas a iniciar esta clase de labor, pero ningún ministro anterior se ha fijado en este ramo tan importante, en este punto de vista.

En lo general, basta que una persona reúna a un cierto grupo de comerciantes y, llevada por ciertos intereses, unas veces legítimos y otras absolutamente mezquinos y de coyotaje, se acerque al secretario de Hacienda y le diga: "señor: es conveniente hacer esta modificación en las tarifas." El secretario de Hacienda no siempre puede ser clarividente desde este punto de vista, porque no existe una corporación de la Secretaría de Hacienda, porque no existen, ni en la opinión pública, los elementos necesarios para dictar en este caso una opinión fundada, y el secretario de Hacienda muchas veces se equivoca, La comisión vino a defender el punto, fundada en la infalibilidad del señor secretario de Hacienda; yo, señores, no estimo que ningún revolucionario deba creer los hombres infalibles. No creo, sinceramente, que la comisión, propiamente hablada, ni el miembro de la comisión que vino a hacer esa aclaración, crean en la infalibilidad de ningún hombre público. Por allí me hablaban también de esos negocios de coyotaje, de esos palacios que est n edificando; por allí se me susurraba: "El señor López Figueroa, el señor fulano, el señor zutano, han especulado con ese ramo," Yo no voy a callarme; cuando se me dice un nombre, allá va, para que la prensa lo estudie, lo discuta; allí va, para que la opinión pública vea si es cierto o no. Pero cuando nos dicen un nombre, hay que tener el valor civil de decirlo, de decir las cosas cuando es necesario. Ahora bien; es necesario que la política del país se oriente desde ese punto de vista; pero la Cámara, a falta de otro cuerpo que oriente a la Secretaría de Hacienda, es la que debe dictar esencialmente esta clase de tarifas. Combate, de paso, el argumento del compañero Espinosa, que decía: "A causa de las necesidades del país, es preciso que el Gobierno goce todavía de esas facultades en el ramo de aranceles." No es verdad; cuando la Cámara concedió estas facultades, durante la Legislatura pasada , lo hizo porque estaba muy reciente la guerra europea; porque no se había estabilizado ni siquiera el valor de la moneda de los países con que México comercia: el franco y el marco se encontraban dentro de una serie de fluctuaciones tremendas. (Voces: ¿Y ahora?) Ahora, ya los comerciantes alemanes y franceses todos, trafican exclusivamente a base de oro y no como en aquella época, a base de papel. ¿Quién no sabe que cualquier comerciante que tiene que comprar hoy, por ejemplo, en Alemania, tiene que situar la cantidad en oro? Y el oro no varía; ya no se toman en cuenta las alzas y bajas del marco; los alemanes han llegado, por fin, a este medio práctico a que nosotros ya habíamos llegado en nuestra época de papel: apreciar exclusivamente el valor de la mercancía en oro. La Asamblea no debe, por ningún motivo, abdicar de la única facultad verdaderamente suya, inalienable imprescriptible, de la única facultad constitucional que la autoriza para influir de una manera tan directa, de una manera tan benéfica, de una manera tan grande en los destinos de nuestro país; no sólo, sino que yo diría que es profundamente moralizador para el Gobierno y para las finanzas públicas, que haya restricciones para el Ejecutivo. Nuestro sistema presidencial - ya se ha señalado tantas veces este terrible, este enorme defecto - es un sistema casi absolutista; tiene m s poder el presidente de México que un monarca en muchas monarquías constitucionales. Pues bien; ya que tiene tanto poder el presidente de la República, ésta es la causa por la que, aun cuando el Ejecutivo no quiera, teniendo que hacer y teniendo que expedir los nombramientos de todos los empleados públicos, es decir, manejando las finanzas del país y la política, la iniciación de las leyes y todo ese cúmulo de cosas, resulta que ni el cerebro de un superhombre bastaría para que ejecutara conscientemente esta labor, puesto que todo tiene que ser de acuerdo con sus propios secretarios de Estado . ¿Y en esta forma vamos a recargarle todavía m s atribuciones, cuando vemos que estas atribuciones se han empleado mal, y no precisamente por mala intención, sino porque es imposible, humanamente hablando, que el Ejecutivo pueda desarrollar toda esa serie de actividades? ¿Y la atribución particular que la Constitución nos confiere en esta clase de actividades, vamos a renunciarla por esa abulia en que se han visto envueltos casi todos los Congresos revolucionarios? Nosotros, quizá , fuimos en parte los culpables, al conferir facultades extraordinarias al señor Carranza, desde la XXVII Legislatura; pero nosotros, revolucionarios sencillos, que en aquella época veníamos con los ojos cerrados, de las provincias; que por primera vez empezamos a ejercitar los derechos que nos confiriera el sufragio libre, creímos que aquello no traería mayores

consecuencias; que aquel hombre que conceptúabamos honrado, y que en los primeros años de su Gobierno indudablemente lo fue; que aquel hombre; cuando llegara al fin del uso necesario de aquellas facultades, vendría a renunciarlas espontáneamente; creíamos que aquel hombre aspiraría a cubrirse de gloria, honrando a la revolución, al país y a sí mismo, viniendo a renunciar esas facultades extraordinarias. Pero m s aún: hemos seguido esperando que los demás gobernantes, a quienes hemos creído también revolucionarios renunciaran las propias facultades. ¿No fue el mismo presidente de la República, don Alvaro Obregón, quien de una manera absolutamente franca y evidente en sus discursos durante su campaña presidencial, nos dijera que no gobernaría un sólo día con las facultades extraordinarias? ¿No fue ésta una promesa presidencial? Pues yo me permito recordársela desde esta tribuna. Y a todos vosotros, los señores de las comisiones, los que venís escudados, unas veces, tras de la persona colombina - así la tituláis - del señor De la Huerta, o tras de la honradez inquebrantable pregonada por el presidente de la República, yo os vengo a hablar en nombre de esa propia honradez política - que tengo derecho a suponer y que creo que existe en el presidente de la República -, para que lo ayudéis a cumplir con uno de los postulados que él lanzó durante su campaña política, cuando pertenecía a ese partido hoy tan vilipendiado, al que se culpa de todas las desgracias del país, sin fijarse en que esto no es exacto. Señores: en aquel tiempo, el general Obregón ofreció no gobernar un sólo día con facultades extraordinarias; la Constitución os obliga también a retirar esas facultades, aun en el ramo de aranceles. ¿Queréis poner una taxativa justa? Pues yo, que no aspiro m s que a sostener al Gobierno, a cumplir con los ideales de la revolución, os voy a decir cual es la única taxativa justa: que la comisión ponga en un artículo que esas facultades extraordinarias deben subsistir para los artículos de primera necesidad, y eso siempre que lo exijan las necesidades imperiosas del país. En esa forma, la comisión no tendrá absolutamente ninguna cosa que alegar. Se nos dice - y es un argumento en realidad fuerte del compañero Espinosa -: "si nosotros retiramos esas facultades, el Senado no aprobar la Ley de Ingresos." Pues bien; eso no ser verdad si ponemos como única taxativa el hecho de que el Ejecutivo podrá gozar de las facultades extraordinarias en el ramo de aranceles, sólo cuando se trate de artículos de primera necesidad y en los casos en que lo exijan las necesidades públicas. De esta manera, nosotros dejamos la puerta abierta para que el Ejecutivo, cuando tenga que acudir en realidad al remedio de una necesidad pública, pueda acudir ampliamente dentro de las facultades que nosotros le otorguemos, todavía como un escrúpulo, como una creencia de que pueda remediarse alguna vez por este camino, alguna necesidad pública. Pero es necesario que nosotros moralicemos a la administración. ¿De qué manera? Obligando al señor secretario de Hacienda - en quien supongo y en quien creo que existe buena voluntad para remediar estas cosas-, a que se empiece a fijar de una manera m s precisa en las necesidades del país en cuestión de aranceles; en que no sea ya un coyotaje más o menos empingorotado, en que no sea ya un coyotaje de m s o menos influencia el que vaya a sorprenderlo, porque sí es muy sorprendible. por que no es ningún hombre infalible el ciudadano secretario de Hacienda, no es infalible tampoco el presidente de la República, Me decían los compañeros que en cuatro meses no se puede hacer absolutamente nada. Esto es verdad, pero est en manos del Ejecutivo, en quien todos hemos supuesto honradez, el convocarnos de nuevo y no permitir siquiera que nos separáramos de aquí ni un solo momento de la ciudad de México, ya que puede convocarnos en cualquier momento de nuevo a sesiones extraordinarias con el fin de modificar los aranceles. El Ejecutivo, animado de buena voluntad para que el Congreso tenga las facultades que legítimamente le corresponden, celoso de que la ley sea cumplida de una manera estricta, no podrá menos, si le restringimos las facultades, como es de su deber, que convocarnos cada vez que lo estime necesario para modificar los propios aranceles. (Murmullos. Desorden.)

El C. secretario Gandarilla: El ciudadano Siurob solicita de la Presidencia que ponga orden por conducto de la Secretaría, y el secretario que habla por orden de la Presidencia, suplica a los ciudadanos diputados guarden orden y escuchen al orador.

El C. Siurob: La propia comisión que se ha servido proponer estas facultades, es la primera en confesar, por boca de uno de sus representantes, que estas tarifas no han sido bien estudiadas: apelo a sus propias palabras. Pues si no han sido perfectamente bien estudiadas, si hay un medio de que lo sean por la personalidad constitucional capacitada para el caso, que este congreso; si esto es completamente uno de nuestros m s sagrados deberes, ¿por qué entonces vacilar en afrontar el problema con el valor que debe tener un verdadero representante del pueblo? Señores, por lo menos quiero dejar sentado el precedente de que un miembro de esas minarías que no fue a discutir en el seno de la mayoría cooperatista si debía darse o no esas facultades, han venido, conforme a su leal saber y entender, conforme a su criterio y a las ideas trazadas desde antes por la revolución a abogar por que la división de los poderes sea un hecho. Si queremos acabar con los abusos, es preciso que las ley es vuelvan a tener el imperio debido dentro de nuestra patria para que de esta manera, dentro de la ley, por una simple evolución y no por revoluciones que destruyen al fin y al cabo intereses que los reaccionarios son los primeros en lamentar, no vengamos a dar motivo para que las cosas se hagan fuera de la ley y en absoluta contradicción con los principios revolucionarios.

Se hablaba de reajuste; pues sí señores, nadie niega que en cuestión de aranceles hay algunos ramos en que es necesario hacer reajustes, y voy a citar algunos de ellos: por ejemplo, el ramo de minería. En el ramo de minería si confieso que existe algunas modificaciones en el valor de la plata; pero estas modificaciones, estas altas y bajas, no se manifiestan en tres o en cinco meses, se manifiestan en un año, se manifiestan en un período m s o menos largo; pero suponiendo que en veinticuatro horas, como lo dice el compañero, se manifiesten, para eso

es la facultad del Ejecutivo de convocar a la Cámara para que venga a discutir estos asuntos.

Señores diputados: termino apelando al sentimiento de honradez y de rectitud de que cada uno de nosotros se siente poseído, y que indudablemente tuvieron en cuenta los pueblos cuando se dignaron nombrarnos sus representantes. Yo os suplico que no hagáis caos absolutamente de los hombres; los hombres son simplemente guiñapos arrastrados por las circunstancias, modificados muchas veces por un detalle insignificante. No os fijéis en la infabilidad de los hombres, porque entonces acabaríais por negaros a vosotros mismos el derecho de crítica, el derecho de libre examen, el derecho honrado y recto de todo funcionario a la rebeldía contra lo que no le parece justo; desconfiad de los que os vengan a hablar que porque don Fulano est en el poder o porque don Mengano est también en el poder, ya por eso huelgan las leyes, ya por eso huelgan las restricciones, ya por eso debemos confiar en lo absoluto en la infabilidad de aquellos hombres y en la eterna rectitud de aquellos hombres. El hombre es bueno hasta que quiere. La virtud principal de los revolucionarios es la desconfianza, la desconfianza sagrada, la desconfianza bendita que permite al pueblo estar constantemente vigilando la cosa pública, para que las cosas se hagan precisamente dentro de lo que el pueblo quiere, y no dentro de lo que a los mandatarios les impone el grupo pequeño de favoritos, de que, por m s buenos que sean, est n siempre rodeados. Son principios estos de una humilde moralidad revolucionaria, expresados muy modestamente por mí, que no tengo pretensiones ningunas de orador, pero que yo suplico a la Asamblea tenga en cuenta, a fin de ayudar al hombre que se encuentra al frente de los destinos de la patria, a Alvaro Obregón, a cumplir con una de sus promesas. ¿Por qué hizo Alvaro Obregón, aquella promesa cuando andaba visitando los pueblos? ¿Por qué dijo que no gobernaría un solo día con facultades extraordinarias? Pues sencillamente porque él vio que el pueblo veía con malos ojos las facultades extraordinarias. ¿Por qué veía el pueblo con malos ojos las facultades extraordinarias? porque eran el origen de los robos, porque eran el origen de las filtraciones de los fondos públicos, porque eran el origen de la penuria que pasa este Congreso y que se pasa en la Administración Pública cuando se trata de disponer del oro necesario para llevar adelante los principios de la revolución; porque los principios de la revolución no sólo se cumplen a punta de bayonetas; el oro, hoy indispensable para todos los actos de la vida de los pueblos, es necesario también para cumplir con las ideas de la revolución. ¿Con qué se van a pagar ingenieros que vayan a medir los campos? ¿Con qué se van a pagar las escuelas públicas, las bibliotecas, los planteles que el pueblo exige para aprender tantas cosas en esa sed inmensa de aprender, en esa ansia enorme de saber de que se encuentra poseído el pueblo mexicano sumido en el analfabetismo durante casi toda su vida como pueblo libre? Ayudemos a moralizar la administración, ayudemos a ahogar a unos pocos de coyotes, ya que estamos materialmente asediados por ellos, ya que toda la vida nacional puede resumirse en la alta o en la baja de la coyotería andante; volvamos por los fueros de la revolución, por lo menos yo quiero tener la convicción de que si mi voz se pierde como en un desierto en la vasta soledad de vuestra indiferencia, que si mi voz humilde como representante de una minoría dejada aquí como por milagro en el seno de una mayoría, que no sé hasta que punto haya cumplido con su deber, pero que no quiero juzgar en estos momentos porque he ofrecido no tocar ningún punto de politiquería andante, a lo menos quiero que esa mayoría no juzgue de lo que he dicho como por José Siurob, el peleceano arrinconado en una esquina de la Cámara, porque profesa ideas suyas, propias, porque no ha sido traidor a su partido. (Aplausos.) No quiero que esta mayoría juzgue con espíritu partidarista lo que yo vengo a expresar aquí con la mayor buena fe, con la mayor rectitud y honradez de que soy capaz. Protesto, pues, ante esta mayoría, que no me trae ninguna mira torcida, que no me trae ningún ataque ni a las instituciones ni al Gobierno constituído, ni siquiera a los ideales de que blasona esa propia mayoría, sino sencillamente cumplir estrictamente con un deber.

Pido, pues, a la mayoría, que tengan en cuenta mis observaciones y vote porque sólo subsistan las facultades extraordinarias en aranceles, trátandose de artículos de primera necesidad, y siempre que lo justifiquen las necesidades públicas.

El C. presidente: Para una aclaración, tiene la palabra el ciudadano diputado Puig y Casauranc José Manuel.

El C. Puig y Casauranc José Manuel: Si los señores diputados juzgan...

El C. Siurob: ¡Una interpelación a la comisión! ¿Me permite el compañero?

El C. Puig y Casauranc: Después

El C. Siurob: Pido la palabra para hacer una interpelación al mismo orador. Compañero Puig y Casauranc: Suplico a usted que, si estima justa la única restricción que yo pongo a las facultades en el ramo de Aranceles, que es la de los artículos de primera necesidad, y eso tratándose de una ingente necesidad pública, me haga usted el favor de interpelar a la comisión acerca de si ella acepta o no acepta esta modificación, siempre que usted crea que es una modificación justa la que yo propongo. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!) - El C. Puig y Casauranc José Manuel: Si los señores compañeros juzgan que el debate sobre esta tan interesante cuestión est ya agotado, no seré yo el que venga a tratar de molestar su atención en esta tribuna. Yo sé perfectamente que hay un asunto de palpitante interés que a todos nos agita y conmueve: la cuestión de los jueces que vamos a tratar en sesión de bloque después de esta sesión, por lo cual, si los señores compañeros desean pasar a este asunto, y yo no tengo inconveniente en proponer a la mesa que levante la sesión para que continuemos este debate en la tarde. (Voces: ¡En la tarde!) Pero si no es así... (Voces: ¡A votar!) Yo ruego... (Voces: ¡A votar!) Si los señores diputados quieren votar tampoco me importa; lo que yo digo ahora, vendré a decirlo en la tarde, aun cuando esté aprobada esta partida; pero me parece ilógico que yendo yo a presentar unas modificaciones al proyecto y que han sido aceptadas hasta por la misma comisión,

la Asamblea se resista a escuchar a un orador. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!) Yo ruego a la secretaría que pregunte a la Asamblea si desea que este debate continúe; no gusto de perder el tiempo ni de hacerlo perder a la Asamblea. Lo que yo voy a decir puedo decirlo aun cuando esté aprobada la ley; no trato de buscar la reprobación de la ley, trato de cumplir con un deber elemental. Si los compañeros quieren que pasemos a tratar la cuestión de los jueces, no deben olvidar que aquí también hay un juez muy grande; la opinión pública que est fija sobre la Representación Nacional en estos momentos de las facultades extraordinarias, señores diputados. (Murmullos.)

El C. Arce: La comisión, por mi conducto, se permite rogar a los señores compañeros que atiendan de preferencia las palabras del doctor Puig y Casauranc, impugnador del artículo 24, porque con las impresiones que hemos cambiado, creo que ser de mucho interés lo que brevemente se propone decir, y al terminar, la comisión manifestar su criterio a la Asamblea.

El C. Puig y Casauranc José Manuel: Las modificaciones que voy a proponer a la comisión no traducen de un modo completo mi modo de pensar a este propósito; pero como no soy tan ingenuo que insista en proponer algo que no va a aceptar la comisión, y que est ya perfectamente decidido que no se acepte en la Asamblea, trato por lo menos de salvar el decoro de la Representación Nacional y de hacer las restricciones m s elementales que pueden hacerse a este artículo. La forma en que propongo el artículo 24, como una transacción y a reserva de continuar este debate, aun cuando sea después de la aprobación de la ley, es el siguiente:

"Se autoriza al Ejecutivo para establecer nuevas cuotas arancelarias de importación o exportación en artículos no considerados en el Arancel General de Aduanas ni en esta Ley de Ingresos; para aumentar, disminuir suprimir o modificar las tarifas a que se refieren las fracciones I y II del artículo 1o. de esta ley, con excepción de las fracciones especificadas en los artículos XII y XV de esta ley, siempre que el aumento o disminución de dichas tarifas no se haga con el carácter de concesiones a particulares. También se autoriza al Ejecutivo para modificar los derechos consulares en los casos en que los gobiernos de otras naciones establezcan para los mexicanos en el extranjero otros derechos distintos de los que cobren los consulados mexicanos a los nacionales de otros países. Se le autoriza igualmente para aumentar o disminuir los impuestos sobre la minería y el petróleo, en el concepto de que el 1o. de septiembre de 1923 terminar n estas facultades, y dar cuenta el propio Ejecutivo al Congreso de Unión, del uso que hubiere hecho de estas facultades".

Esta proposición, como decía, señores diputados, no traduce verdaderamente el sentimiento de los impugnadores de este artículo, pero sí salva el decoro de la Representación Nacional, marca el punto concreto de nuestro propósito, que es poner un freno a las inmoralidades, que es dar un grito de alerta al país, que es decir a toda la República que la Representación Nacional no desea que se cometan inmoralidades. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

El C. Arce: La comisión, muy respetuosamente manifiesta que las innovaciones que propone el ciudadano Puig y Casauranc son las siguientes:

"Se autoriza al Ejecutivo para establecer nuevas cuotas arancelarias de importación o exportación en artículos no considerados en el Arancel de Aduanas ni en esta Ley de Ingresos..."

Me parecen redundantes las palabras que se anotan, porque desde el momento en que decimos - y le suplico al compañero Puig que se fije en esto - establecer nuevas cuotas arancelarias en exportación o importación, para que sean nuevas cuotas tienen que ser cuotas no comprendidas en el Arancel de Aduanas ni en los artículos de esta ley. - El C. Puig y Casauranc José Manuel: hay una anfibología. Nuevas cuotas arancelarias, pueden ser cuotas arancelarias distintas de artículos ya considerados o cuotas arancelarias de artículos no considerados. Lo que yo trataba es de que la Cámara hiciera una ley perfectamente clara a este respecto.

El C. Arce: Es una sutileza del compañero Puig y Casauranc; en materia de aranceles hablar de nuevas cuotas arancelarias, se entiende que se trata de cuotas que no est n en los Aranceles, y las que no est n en los Aranceles son de artículos que no est n comprendidos en la Ordenanza General de Aduanas.

El C. Puig y Casauranc: Pero así est más claro.

El C. Arce: Está más claro, doctor, es verdad; pero el artículo ya como est redactado es muy claro, e introducir nuevas frases que no son substanciales, y que no afectan al fondo de la cuestión, es innecesario; por lo que ruego que no se empeñe. La otra fracción que indica, tiende a esto: a que como nosotros en la ley, obsequiando justísimas peticiones y tratando de satisfacer muy ingentes necesidades de determinadas regiones de la República, hemos estudiado y aceptado determinadas cuotas de importación o de exportación en determinados artículos para proteger la industria o la vida nacional, quiere el diputado Puig y Casauranc y queremos muchos, que en este punto se diga claramente: que podrá hacer el Ejecutivo modificaciones a las cuotas arancelarias, siempre que no sean las consignadas por nosotros en esta ley. En esto sí estoy de acuerdo, porque quiero, quiere la comisión que el sentir de esta Asamblea consignado en esta ley, quede vivo por lo menos durante ocho meses, hasta que la misma Asamblea juzgue conveniente modificarlo. En cuanto a este punto, pues, de hacer la excepción de que las cuotas y fracciones que se mencionan en esta ley no pueden ser modificadas, la comisión no tendría ningún inconveniente, y ya lo manifestó así con anterioridad; de manera que con estas modificaciones, y si el doctor Puig y Casauranc suprime la anterior, no habría inconveniente en modificar el artículo en la forma que se indica.

El C. secretario Gandarilla: La Presidencia, por conducto de la secretaría, consulta a la Asamblea si permite a la comisión retirar su artículo. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Concedido. La comisión retira su artículo

y lo presenta modificado en la forma expresada por labios del señor Arce y que ya escucho la Asamblea. (Voces: ¡Que se lea!) La comisión así presenta su artículo:

"Artículo 24. Se autoriza al Ejecutivo para establecer nuevas cuotas arancelarias de importación o exportación, aumentar, disminuir, suprimir o modificar las tarifas a que se refieren las fracciones I y II del artículo 1o. de esta ley, con excepción de las cuotas y fracciones que se mencionan en esta ley, así como para modificar los derechos de consulares en los casos en que los gobiernos de otras naciones establezcan para los mexicanos en el extranjero otros derechos distintos de los que cobren los consulados mexicanos a los nacionales de otros países. Se le autoriza, igualmente, para aumentar o disminuir los impuestos sobre la minería y el petróleo, en el concepto de que el 1o. de septiembre de 1923, dar cuenta el propio Ejecutivo al Congreso de la Unión del uso que hubiere hecho de estas facultades."

Está a discusión.

El C. Puig y Casauranc José Manuel: ¡Una moción de orden!

El C. secretario Gandarilla: Est a discusión. los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra...

El C. Puig y Casauranc José Manuel: Voy a hacer notar a la Asamblea que el señor Arce, aunque es un jurisconsulto, parece m s bien un hábil cirujano, porque ha sabido hacer una admirable mutilación: quita una frase que es el bulbo del asunto, que "siempre que las concesiones no sean otorgadas a particulares." Ese es el punto toral y el señor Arce, sin consultar siquiera, sin dar una explicación sobre el asunto, lo corta; es un habilísimo cirujano. - El C. Arce: No, doctor Puig y Casauranc, no hay ninguna habilidad en esto; es que yo dije que la primera parte no la aceptaba la comisión, y claramente que sí aceptaba la expresión terminante y precisa de: "con excepción de las cuotas y fracciones mencionadas en la ley", porque queremos que estas fracciones en que el criterio de la Cámara se manifiesta claramente, sean invariables, hasta que la misma Cámara juzgue conveniente modificarlas. Ahora, el punto a que usted se refiere, de que se le diga al Ejecutivo que podrá hacer esas modificaciones o variaciones, en el concepto de que no sean concesiones a particulares, la comisión cree que sería un bofetón para el Ejecutivo; sería lo mismo que pensar, sostener y creer que ha hecho concesiones inmorales e indebidas, a particulares, y que tememos que las siga haciendo y que no queremos que las haga; pero como eso est perfectamente prohibido por la constitución, y yo sinceramente creo que no las ha hecho ni las hará el Ejecutivo y, por lo menos, hasta ahora no se ha hecho un cargo concreto en ese sentido, y si se hubiera hecho, sería el primero en pronunciarme en contra, porque sería anticonstitucional, juzgo que decorosamente para el Ejecutivo y legalmente para la Cámara, que no debemos poner esta expresión, que es ilegal, que es anticonstitucional y bochornosa para el mismo Ejecutivo. (Aplausos.)

El C. Puig y Casauranc José Manuel: no tengo interés en seguir sosteniendo esa frase. Mi propósito es que quedara marcada en el DIARIO DE LOS DEBATES y en la mente de la Representación Nacional, que éste es el deseo de la Cámara.

El C. secretario Gandarilla: En vista de que no hay oradores inscriptos en contra de este artículo, se reserva para votarlo con los demás que no han sido objetados, y como no hay ningún otro, se va a comenzar a recoger..... (Campanilla.)

El C. Arce: Ciudadanos diputados: antes de proceder a la votación de todos los artículos no objetados, ruego a ustedes un minuto de atención. Las comisiones, atendiendo, como siempre, a las necesidades ingentes de la nación y a las solicitudes justificadas de las diputaciones de los Estados, someten a la consideración de ustedes estas adiciones justísimas. En el Distrito Sur de la Baja California, la gente, casi toda, por las condiciones de ese Territorio, se ocupa casi exclusivamente en trabajos penosos del buceo de la concha madre perla. Este trabajo de esos infelices compatriotas nuestros, apartados en ese rincón olvidado de la península de la Baja California, se ha visto enormemente perjudicado, porque la fracción de la tarifa que impone los derechos de explotación a esta materia, los ha gravado de tal manera, que se hace ya imposible el trabajo. La diputación de la Baja California ha consultado a la comisión reducir ese impuesto de explotación, de cuatro centavos que tienen por kilo, a un centavo por kilo. La comisión considera que es muy justa esta petición, y somete a vuestra consideración la siguiente modificación:

"Se reforma la fracción 31 de la Tarifa de Explotación de Productos de Pesca y Buceo en aguas de jurisdicción federal, contenida en el derecho del 30 de diciembre de 1921, como sigue:

"Fracción 31. Concha madre perla. Kilo bruto, $0.01 (un centavo.)" Otras diputaciones de Estados madereros, viendo el enorme perjuicio que se les causa por la libre introducción de maderas americanas al país, al extremo de que en los Estados fronterizos, ricos en maderas y próividos en maquinarias de explotación, ven pasar las maderas mexicanas al otro lado de la frontera, libres de toda clase de derechos, y cuando esa madera vuelve al país como madera americana, sin el menor derecho de importación, se causa verdaderamente un daño a la nación. Estas diputaciones han solicitado también de la Comisión de Ingresos que haga una modificación, y en este sentido propone a vuestra consideración el siguiente artículo:

"Se modifica la fracción 136 de la Tarifa de Importación de la Ordenanza General de Aduanas, en los siguientes términos:

"Maderas ordinarias para construcciones, aserrada o cepillada, en trozos, vigas, tablones y tablas. Cien kilos, bruto, $0.18 (diez y ocho centavos." (Aplausos.)

El C. Barrera Elpidio: Pido la palabra para hacer una súplica a la comisión. Ayer, ciudadanos diputados me acerque a la comisión, manifestándole algo importante. En la parte Norte del Estado de Coahuila hay una industria a la cual debemos prestar nuestra atención; me refiero a la lana. Tenemos allí como doscientas mil cabezas de ganado lanar, que producen anualmente cerca de

un millón de kilos de lana. Este producto est gravado en la actualidad con cuarenta centavos por kilo de derechos de exportación, de manera que los productores de lana no pueden sacarle buen precio a sus productos, por las siguientes razones: cuando la lana tiene buen precio en el extranjero, recurren los consumidores mexicanos a Australia, España y Estados Unidos, etcétera; compran lana a bajo precio y luego la pasan sin pagar un solo centavo de derechos; de manera que, en este caso, el productor se ve obligado a vender su producto al precio que el consumidor mexicano la ofrece. Ahora, cuando la lana tiene alto precio en los Estados Unidos, en el extranjero, entonces el productor mexicano se ve obligado a vender su producto a un precio irrisorio, porque las tarifas de exportación que tiene este producto en Estados Unidos, le impiden llevar a cabo esta operación. Ahora habrá alguien que digan: hay que proteger a la industria nacional, es decir: a los que consumen la lana en nuestro país; pero señores, nosotros, que somos los que usamos lana y que cada uno de nosotros en nuestro traje lleva un kilo o kilo y medio de lana, podemos pagarla a buen precio; así es que, con quitar los derechos de exportación a este producto, no se va a perjudicar al pueblo, porque no usa lana..... (Voces: ¡Si! ¡Si! ¿Y las cobijas?) Las cobijas de lana, señores, cuestan veinticinco y treinta pesos y no hay quien las compre en nuestro pueblo trabajador. Ahora, señores, en la industria de la lana hay actualmente centenares de obreros, y es factible de un aumento considerable; es decir: esas doscientas mil cabezas que hay en la actualidad, pueden, dentro de dos años, aumentarse a un millón o m s de cabezas, porque en la región Norte de Coahuila y en algunas otras regiones de la República, hay pastos abundantísimos para criaderos de estos animales y, señores, estamos matando esta industria; los propios ganaderos me han manifestado lo siguiente, como representante de aquel distrito, se han acercado a mí y me han dicho lo siguiente: nos veremos, señor Barrera, en la precisa necesidad de pasar nuestro ganado a territorio americano, pagando dos dólares por cabeza. No hace un mes que por Villa Acuña pasaron cinco mil borregos para ser trasquilados en Estados Unidos.

El C. Villanueva Gar a, interrumpiendo: los borregos valen dos dólares en los Estados Unidos.

El C. Barrera, continuando: Valen ocho dólares, compañero; no sabe usted lo que est hablando. Señores: yo creo que merece nuestra atención este asunto; estamos perdiendo esta industria, que es una de las fuentes únicas de riqueza que tenemos en aquella región montañosa. En la parte Norte del Estado de Coahuila ustedes saben que la agricultura, por ejemplo, en la hacienda de San Carlos, prácticamente ha desaparecido; aquellas tierras, antes fertilísimas, est n ahora infestadas por el maldito zacate Johnson, que ha hecho imposible cultivarlas. ¿Vamos a permitir que subsistan estos cuarenta centavos por kilo de exportación en la lana? Sencillamente, señores, esas doscientas mil cabezas de ganado pasar n al lado americano y desaparecer esa industria, matando de hambre a centenares de individuos que viven actualmente de esta industria. Yo ruego atentamente vuestra atención, señores, y la atención de la honorable comisión, para que, si es posible que se puedan rebajar o quitar del todo estos derechos de exportación e imponer derechos de importación, como debe ser, lo haga. Ruego atentamente a la comisión me de su opinión sobre el particular.

El C. Arce: Con mucha pena manifiesto al ciudadano diputado Barrera, que indicó a las comisiones algo de esto ayer, que nosotros no podemos acceder en este momento a su petición, que en principio estimamos muy atendible, porque ayer, cuando nos indicó esta cuestión, le rogué muy atentamente que se sirviera estudiar conmigo el asunto, para poder tener un criterio fundado; no teniendo un criterio fundado, la comisión, porque no podemos apreciar en este momento en qué términos se protegería a esa industria, que tan justamente quiere proteger, y en qué forma o en qué terminos se lastimaría el comercio en este asunto, le ruego que no insista, porque la comisión, no tiene datos para poder presentar su iniciativa; pero con todo gusto, la misma comisión, y yo personalmente, le ayudaremos para obtener, dentro de las facultades que estamos concediendo en esta ley al Ejecutivo, le ayudaremos para obtener cualquiera protección que desee para la industria a que se refiere.

El C. González Julián S.: Pido la palabra para una interpelación a la comisión. Compañero Arce: El impuesto que crea la comisión en ese artículo..... (Murmullos. Campanilla.)

El C. secretario Gandarilla: Se suplica a los ciudadanos diputados ocupen sus curules por unos momentos más.

El C. González Julián S.: Yo suplico al compañero Arce que tenga la bondad de escucharme, porque voy a hacerle una observación.

El C. Arce: Un momento, compañero. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. González Julián S.: el impuesto adicional que crea la comisión, podría ser muy útil cuando se trate de proteger a los aserraderos de madera o a los Estados aquellos en donde haya madera suficiente para su abastecimiento interior; pero yo ruego a la comisión que tenga en cuenta que algunos Estados, como Sonora, Sinaloa, Nayarit y Baja California, que no se encuentran en esas condiciones, la mayor parte de consumo de madera que tienen, es por concepto de importación. Sería imposible que la madera de Chihuahua o de otro lugar del centro de la República, pudiera ser llevada al Estado de Sonora; no hay facilidades de comunicación, es el mismo caso de la dinamita; por ese concepto, la comisión estuvo de acuerdo en establecer tarifas diferenciales. No me opongo, pues, a este artículo adicional, sino en el caso en que la comisión no esté de acuerdo en acceder a esto; pero si la comisión est de acuerdo en fijar tarifas diferenciales o estableciendo la exención de impuestos a esta zona del país, que no esta comunicada con el resto del mismo, suplico que tenga la bondad de decirlo, para no seguir objetando la partida. - El C. Arce: Hago constar al compañero González que la comisión no tendría inconveniente en acceder a esto, por las mismas razones que ya lo hizo admitiendo tarifas diferenciales en determinados casos; pero en este asunto, tanto a Nayarit

como a Sonora, indebidamente los incluye entre Estados de que no tienen madera; no tendrá n aserraderos, y no podrán tenerlos mientras subsista esta disposición de dejar libre la importación de madera americana; explotando las maderas de Nayarit y Sinaloa, seguramente que llegar n a Sonora m s baratas que las maderas americanas; ¿pero no comprende el compañero González que la madera que compran en Sonora y que viene de los Estados Unidos, es, tal vez, madera que va de Chihuahua o Coahuila y que pasa la frontera y entra a Sonora con un enorme daño para los mexicanos? Yo creo que el compañero González meditar esto un poco y ver que tendríamos la manera, el Gobierno nacional tendría manera de fomentar la explotación racional de las maderas de Sinaloa y de Nayarit, y aun de Jalisco, con magníficos resultados y llevar al Estado de Sonora madera de mejor calidad y mucho m s barata que la madera americana. Por esta razón yo le suplico que no insista. (Voces: ¡A votar!)

El C. González Julián S.: Pido la palabra.

El C. secretario Gandarilla: La comisión presenta otra adición, que la presentó el ciudadano diputado Paulino Manzano.

El C. González Julián S.: Pido la palabra para una interpelación a la comisión,; va a pasar este caso y no quiero perder la oportunidad: no estoy de acuerdo con la comisión, y me extraña, cuando ella ya me había ofrecido acceder, cuando menos en la parte de Sonora, que ahora venga con escrúpulos verdaderamente injustificados. Yo, por no ser egoísta, incluí también a los Estados de Sinaloa y de Nayarit, aunque tal vez ellos no se encuentren en el mismo caso del Estado de Sonora; pero yo suplico a la comisión me diga en que forma puede surtirse a mi Estado, de madera, que usa verdaderamente en cantidades exorbitantes. Mi Estado es un Estado esencialmente minero. La minería usa grandes cantidades de madera; los mineros de Cananea, Nacozari y otros, que se abastecen por medio de la importación, se ver n afectados seriamente, y esos minerales que están trabajando actualmente a base de excepción absoluta o casi absoluta de impuestos, únicamente para dar trabajo a millares de obreros, habiendo en el Estado madera, esos minerales se encontrar n afectados por ese impuesto. A mí no me importan los intereses de las empresas mineras; me importan los intereses de los trabajadores, que están trabajando a base, ya digo, de que el Gobierno no cobra impuesto a las empresas mineras. Por lo tanto, suplico a la comisión que medite un poco este caso, y si no quiere incluir en esta excepción a los Estados de Sinaloa y Nayarit, por tener maderas propias, en ese caso que únicamente incluya a Sonora.

Podrá ser muy utópico y muy bonito y alentador eso de que en el transcurso de un año, por ejemplo, o m s tiempo, cuando en vista de estos impuestos proteccionistas para la madera del país se establezcan aserraderos suficientes para atender a las necesidades de los mismos Estados; podrá ser muy satisfactorio y entonces podrá ser que Sonora tenga que abastecerse de los Estados contiguos de Sinaloa y Nayarit, que son los únicos Estados, óigalo bien la comisión, con los que tiene vías de comunicación el Estado de Sonora, porque los Estados de Durango y Chihuahua, que pueden tener madera suficiente para abastecerlo, no podrían enviarla. porque no se podría traspasar la sierra, ni convendría llevar los tablones hasta el Estado de Sonora, ni mucho menos podrían abastecer las necesidades de la minería que, ya digo, se encuentra en una situación verdaderamente precaria y angustiosa.

El C. Bátiz: Pido la palabra para hacer una aclaración. Lo que propone el compañero González es para la madera de construcción, para pinos. En Sinaloa no se usa el pino, porque precisamente est en la sierra, y de la sierra, para bajar a la vía de comunicación, hay una distancia enorme, y el gasto es costosísimo. De manera que es m s caro el pino en Sinaloa, que es del que pide la exención el compañero González... (Voces: ¡Sí hay pino!) Sí hay pino, pero cuesta muy caro traerlo. Son dos días de camino y no hay caminos. (Voces: ¡No hay aserraderos!) Sí hay aserraderos; pero no hay caminos. En la Baja California he trabajado en dos partes: en el Distrito Sur de Baja California y en el Distrito Norte todos se abastecen en Estados Unidos, porque los fletes marítimos son más baratos que los fletes del ferrocarril, sobre todo, los del Ferrocarril Sud - Pacífico, que son muy caros, son los fletes m s altos del mundo, son muy caros. En consecuencia, sí creo justificada la petición del compañero González para Sonora; para la Baja California y para Sonora, sí creo muy conveniente la indicación que hizo el compañero González. Nosotros usamos cedro y venadillo, no usamos pino.

El C. Arce: La comisión manifiesta que aunque en este asunto se ve claramente el espíritu muy restringido y muy localista del compañero González, espíritu por los demás muy justificado, y aunque no creo fundados sus temores, porque todas esas compañías mineras est n perfectamente abastecidas de maderas, no tiene inconveniente la comisión en poner para Sonora y Baja California una tarifa diferencial: en vez de diez y ocho centavos, nueve.

El C. secretario Gandarilla: La comisión pide permiso para retirar esta adición que había presentado. Los que estén por la afirmativa, se servir n manifestarlo. Concedido el permiso y la presenta modificada, diciendo: para Sonora y Baja California, nueve centavos. Se modifica la fracción 136 de la Tarifa General de Aduanas, en los siguientes términos: Se modifica la fracción 136 de la Tarifa Importación de la Ordenanza General de Aduanas, en los siguientes términos: "Maderas ordinarias para construcciones, aserrada o acepillada en trozos, vigas, tablones y tablas. Cien kilos bruto, $0.18 (diez y ocho centavos). Las maderas que se importen por las Aduanas de Sonora y Baja California, causar n, por cien kilos bruto, $0.09 (nueva centavos).

La comisión presenta una nueva adición propuesta por el ciudadano Manzano, que dice:

"El 10 por ciento de aumento en las tarifas del servicio telegráfico interior, que creó el decreto de 27 de mayo de 1921, ingresar al Tesoro nacional, y por lo mismo queda derogado el artículo 2o. del citado decreto."

Los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra en contra de estas adiciones, pueden pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra.....

El C. Espinosa Luis: Pido la palabra.

El C. Gandarilla: ¿En contra?

El C. Espinosa: Sí.

El C. Gandarilla: ¿En contra de qué?

El C. Espinosa: De la fracción esa...(Voces: ¡ Vamonos!)

El C. secretario Gandarilla: Se suplica a los ciudadanos diputados no abandonen el salón, a fin de votar ya en definitiva el presupuesto de la Ley de Ingresos que tanto trabajo ha costado.

No hay, señores diputados, oradores inscriptos en contra. Se va a proceder a recoger la votación nominal de todos los asuntos que se han reservado para su votación. Por la afirmativa.

El C. Barragán Enrique M.: Por la negativa. (Comienza la votación.)

El C. secretario Gandarilla: Se hace una aclaración. En vista de que se est n retirando los ciudadanos diputados, se cita para las diez y siete, en lugar de a las diez y seis. (Se continúa la votación.)

La Secretaría declara que fue votada la Ley de Ingresos, los artículos que faltaba, por unanimidad de ciento treinta y cinco votos por la afirmativa. Pasa al Senado para los efectos constitucionales.

Ahora pido la palabra.

En virtud, quizá , de ser la hora muy avanzada. los honorables representantes no se han dado cuenta de que una de las labores m s arduas de esta Cámara corresponde a la comisión que formuló la Ley de Ingresos. Yo pido respetuosamente un aplauso para esos compañeros que han trabajado. (Aplausos.)

El C. presidente: Se designa en comisión para que lleven al Senado el proyecto de Ley de Ingresos, a los ciudadanos Arce, Romero Ortega, Quiroga, Barragán, Fernando F. Franco y secretario Gandarilla.

El C. presidente, a las 14.45: Se suspende la sesión y se cita para las diez y siete des este día, en lugar de las diez y seis.

CONTINUACIÓN DE LA SESIÓN DE CÁMARA

DE DIPUTADOS

Presidente del

C. HERNÁNDEZ GALVAN MANUEL

(Asistencia de 134 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 17.35: Se reanuda la sesión.

El C. secretario Gandarilla: Se va a dar cuenta con los documentos en cartera: "francisco Solórzano Béjar, Diputado por el 1er. distrito electoral del Estado de Colima, ante vuestra soberanía solicita de la manera m s atenta y respetuosa, una licencia hasta por diez días, con goce de dietas, para atender la salud de mi madre, que se encuentra gravemente enferma.

"Pido dispensa de trámites.

"México, a 15 de diciembre de 1922. - F. Solórzano Béjar."

Acompaña un telegrama que dice:

Telegrama procedente de "Guadalajara, Jalisco, 15 de diciembre de 1922. "Licenciado Francisco Solórzano B. - Córdoba número 112. - Urgente. "No tenemos esperanzas, mamá gravísima, prepárate, vente luego. - Miguel Solórzano B."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se consulta si se concede la licencia.

Concedida.

"Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. - México. - Estados Unidos Mexicanos. - Tribunal Pleno. - Secretaría de Acuerdos. - Número 3,606.

"Por acuerdo del Tribunal Pleno, y para los efectos a que haya lugar, participo a ustedes con pena que el día 8 del mes en curso, a las diez y nueve horas y cuarenta minutos, falleció en esta ciudad el señor Andrés Iduarte, magistrado de este Tribunal.

"Reitero a ustedes mi atenta y distinguida consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección. - México, 13 de diciembre de 1922.- El secretario de acuerdos interino, Fidel Ruiz.

"A los ciudadanos diputados secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presente. - De enterado con sentimiento y resérvese para el Congreso General. Telegrama procedente de "La Paz, Baja California, 15 de diciembre de 1922. "Presidente Cámara de Diputados. - Urgente.

"Número 1,040.

El subscripto hace constar para conocimiento ese Congreso General, que CC. licenciado Alejo de la Vega Bringas y Eduardo G. Bátiz, tienen título oficial abogados edad legal, desempeño cargos magistrados Tribunal Superior y juez primera instancia, respectivamente, y han observado conducta oficial intachable en desempeño diversos puestos públicos este Distrito. - atentamente.- El gobernador, A. Arriola." - A la Comisión de justicia. Telegrama procedente de " Saltillo, Coahuila, 15 de diciembre de 1922.

"Presidente Cámara de Diputados. - Urgente.

"Honrámonos participar respetuosamente que a efecto garantizar y sostener régimen constitucional del Estado de Coahuila de Zaragoza, esta XX Legislatura ha quedado hoy instalada conforme preceptos constitucionales de ley. con toda atención y respeto. - M. Aguirre. - G. Berchelman. - H. Calderón. - Miguel García R. - J. Ramón. - L. Martínez

Campa. - Rómulo Cárdenas. - G. M. Samuirre. - G. Gámez G." - De enterado. Telegrama procedente de: "Chihuahua, Chih., 15 de diciembre de 1922.

"Ciudadanos diputados de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. Con motivo acusación presentada ante Cámara Unión y simultáneamente ante esta local, en contra gobernador Estado, general Ignacio C. Enríquez, esta Legislatura tomó acuerdos que honrámonos transcribir a ustedes: "Primero. Se otorga un voto de confianza al C. general Ignacio C. Enríquez, gobernador constitucional del Estado, por parte de esta H. C mara. - Segundo. Comuníquese el anterior acuerdo al ciudadano presidente de la República, a las HH. Cámaras de la Unión y a las autoridades subalternas del Estado, así como a las HH. legislaturas del país." - Respetuosamente. - Diputado secretario, Jesús Lugo D. P. - Antonio Fuentes, diputado secretario, Refugio Salazar." - Recibo.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Está de segunda lectura el dictamen de las comisiones unidas 1a. y 2a. de Petróleo que consulta un proyecto de Ley Orgánica del Artículo 27 constitucional en el ramo del Petróleo. Este dictamen ha sido impreso y distribuído." - A discusión el primer día hábil.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Cámara de Senadores del Congreso de la Unión.

- México. - Estados Unidos Mexicanos. - sección 3a. - Número 31.

"Ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados. - Presidente.

"Para los efectos constitucionales, tenemos el honor de remitir a ustedes, en veinticinco fojas útiles, el expediente con la minuta del proyecto de decreto, modificado, por esta alta Cámara, relativo al contrato celebrado con el señor Manuel Barbachano, para suministrar energía y fuerza eléctricas necesarias, a la población de Tijuana, B. C.

"Reiteramos a ustedes las seguridades de nuestra atenta y distinguida consideración. - México, diciembre 14 de 1922. - A Acuña Navarro, S. S. - Claudio N. Tirado, S. P. S." - Recibo, y a las comisiones que conocieron de este proyecto.

El C. Covarrubias: Pido la palabra en contra del trámite.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Covarrubias: Estimables compañeros Vengo a objetar el trámite que dio la Presidencia sobre el expediente en cuestión, que dice: "Recibo, y a las comisiones que conocieron del proyecto". La razón es obvia: La honorable "Cámara de Senadores, que no entiende mucho de los asuntos territoriales, la Cámara de Senadores, que no conforme con que en los Territorios haya carencia absoluta de leyes apropiadas, de leyes conducentes para aquellos moradores, se ha significado en este último período de sesiones ordinarias por el hecho de no admitir, de no pasar, de no querer atender las condiciones aflictivas que tenemos, tanto en Baja California como en Quintana Roo, y la Cámara de Senadores, no contenta con no dar oídos a las numerosas excitativa que esta honorable Cámara ha tenido a bien aprobar, no contenta con hacer verdaderos oídos de mercader a lo que nosotros queremos y creemos que debería imperiosamente dedicar su atención, por medio de sutilezas, por medio de verdaderos extravíos pretende que ni aun siquiera pase en aquella Cámara una iniciativa que en la conciencia de todos vosotros estuvo que era de obvia resolución y que también en aquélla Cámara mereció hasta la dispensa de trámites. El asunto en cuestión, estimables compañeros, es sucintamente el que sigue: Un ciudadano mexicano, empeñado en que la población de Tijuana tenga...(Desorden. Campanilla.)

Un ciudadano mexicano, empeñado porque la población de Tijuana tenga la luz eléctrica que verdaderamente necesita para su progreso y para su mejor urbanización, solicitó de esta honorable Cámara, solicitó del Congreso de la Unión, en general, se le permita contratar por el término de diez años el permiso con el fin de ser él uno de los que suministren la luz a la población de Tijuana. El dictamen que dio en esta honorable Cámara la Comisión de Industria y la 2a. Comisión de Gobernación, fue en un todo favorable, y fue en un todo favorable porque se vio que no es un monopolio el que se pretende, sino una concesión que en igualdad de circunstancias podía darse también a cualquier otro ciudadano mexicano que lo solicitara, y así, por consiguiente, vuestra soberanía aprobó el siguiente proyecto de decreto, al cual voy a dar lectura:

"Se concede al señor Manuel P. Barbachano la prórroga de diez años que solicita, para que durante este término, suministre a la población de Zaragoza, antes Tijuana, la fuerza y energía eléctricas necesarias, de acuerdo con el contrato que celebró con el Ayuntamiento de Ensenada, Baja California, según instrumento público expedido en el puerto de Ensenada, bajo el número 2,248, y autorizado por el notario Mariano Villavicencio.

"Artículo 2o. Al vencimiento de los diez años mencionados y tal como se consulta en el instrumento público del propio notario de ensenada, número 2,273, fecha 13 de junio de 1922, podrá prorrogarse el propio contrato por diez años m s, si así conviene al interesado y si así lo decreta el Congreso de la Unión.

"Transitorio. Los diez años de duración de este contrato principiar n a contarse desde a fecha de la promulgación del presidente secreto." La honorable Cámara colegisladora ha objetado el proyecto de ley en cuestión en lo siguiente: El artículo 1o., estimables compañeros, donde se lee: "Para que durante este término suministre a la población de Zaragoza, antes Tijuana", la honorable Cámara de Senadores ha dicho que la población de Tijuana no se llama todavía Zaragoza; la honorable Cámara colegisladora ha creído que la población de Tijuana verdaderamente se llama

Tijuana y allí donde se ignora todo lo relacionado con los territorios, allí donde se tiene supina ignorancia y la petulancia inaudita de creer mucho de los ciudadanos senadores perfectamente enterados de aquella zona, de aquella aparta da región, ha habido señores representantes que se paren y digan con toda arrogancia y con todo garbo que la población de Zaragoza, antes Tijuana, según nosotros decimos, debe decirse únicamente la población de Tijuana; y estas son las observaciones con que nos envía este proyecto y esto es todo lo que se les ocurrió a los ciudadanos senadores con el fin de que vuelva este proyecto de ley a la Cámara de Diputados, vuelva a turnarse a comisión y vuelva a hacerse el trabajo y vuelvan a correrse todos los trámites y se venga a la conclusión de acabar de aprobar esto. Y esto, ciudadanos representantes, que una Comisión de Estilo podía perfectamente pasarlo, ha motivado que estos señores senadores vuelvan a retornarnos el proyecto en cuestión y cualquiera diría: indudablemente los ciudadanos senadores tienen razón, aquí se dice la población de Zaragoza, antes Tijuana, y en la Baja California no existe población de Zaragoza. Y no, señores diputados, es enteramente falso lo asentado en el Senado, allí se ha mentido.

Si la población de Tijuana la conocen con ese nombre, no es porque legal y jurídicamente lleve el nombre de Tijuana aquella población: ha sido únicamente la voz general, la voz popular que le ha dado ese nombre de Tijuana a esa población. Esa población originariamente se denominaba Zaragoza; los planos que hay sobre esa población, se relacionan con la población de Zaragoza. Cuando en el año de 89 un ingeniero Orozco hizo deslinde para la población en cuestión, se le puso el nombre de Zaragoza. El ministro de Fomento de la dictadura en que el tiempo, el general don Carlos Pacheco, admitió en el año de 90 la población de Zaragoza como constituída en el distrito Norte, y aprobó los planos en cuestión. En la testamentaría de los dueños del rancho de donde se despegó una parcela con el fin de constituir la población de Tijuana, se asentó también que se permitía la erección de un pueblo cuyo nombre sería Zaragoza, y aquí, ciudadanos representantes, es necesario hacer hincapié sobre esto: en el Senado, muchos ciudadanos senadores, sin conocimiento de causa, con una ignorancia supina, asientan y dicen que nosotros, los representantes de los Territorios, no conocemos lo que acontece en nuestros Territorios; y esto no es posible: ellos son, precisamente, los que sin tomar informes objetan, como en esta ocasión, de una manera infantil, de una manera niña, el asunto en cuestión. ¿Qué importa, ciudadanos representantes, aun suponiendo, por ejemplo, que nosotros, aquí, en esta Cámara, en donde existen los representantes de los Territorios, hubiéramos pasado por alto el asunto de Zaragoza o Tijuana? ¿Pero qué significa para el fondo de la cuestión? ¿qué porque la población de Tijuana no se llame Zaragoza y sí Tijuana, se va a dejar de conceder al señor Barbachano el permiso de diez años que solicita, permiso ya aprobado por esta Cámara, y que ellos ya también han aprobado? ¿No se ve en esto el espíritu único de hacernos trabajar más? Aquí señores representantes, levanto mi voz para decir lo siguiente: en el Senado existe, al parecer, un espíritu intolerable de intransigencia, una intransigencia con el fin de obstruccionar cualquiera iniciativa que lleven los representantes de los Territorios procurando el bien de algunos habitantes. Nosotros, ciudadanos representantes, tengo la seguridad de que no podemos pasar tampoco por alto lo asentado en la sesión de anoche en el Senado; en la sesión de anoche en el Senado, al discutirse el proyecto de ley reglamentaria, la Ley Orgánica para los Tribunales del Fuero Común del Distrito y Territorios federales, se ha asegurado que no es posible que el Senado tome en consideración las modificaciones que hemos propuesto, tanto el compañero von Borstel como yo, para la división juridica territorial de la Baja California, porque eso es necesario que sea una reforma constitucional. Y yo digo, señores: ¿es posible que un ciudadano abogado y un ciudadano senador haya asegurado lo que se dice en las cronicas periodísticas que aparecieron esta mañana? Yo no quiero creer que el ciudadano senador Santos Alonso pudiera haber asentado lo que las crónicas todas dicen; pero la voz es general, ciudadanos compañeros. Nosotros aquí, en esta Cámara, hemos enviado la consulta de otro proyecto de ley, en el cual pedimos que se haga una división distinta para el establecimiento de los juzgados en la Baja California, y el ciudadano senador Santos Alonso dice que hará oídos de mercader, que no tomar en consideración nuestras proposiciones, que ellos tienen un proyecto y que si se divide la Baja California en nuevos partidos judiciales, eso ser obra constitucional; tal aberración no la concibo, y sin embargo así se asegura, y sin embargo así se dice que fue, y allá , por consiguiente, podrán ver ustedes, señores compañeros, cuál es la idea que me guía en este momento. Es necesario, señores, que nosotros no sancionemos, no autoricemos un dislate como el que intenta cometer la Cámara de Senadores, en este caso un desacato; ¿qué por el hecho de llamársele Tijuana o Zaragoza, a un mismo punto, va a ser necesario que vuelva a correr un mismo expediente todos los trámites? ¿Qué ser posible que los ciudadanos senadores estén enfermos de infantilismo hasta el grado de creer que, porque la población no es Zaragoza y si Tijuana, es necesario que este expediente vuelva otra vez a comisión, y vuelva otra vez por todos los trámites legales? Y esto, cuando los ciudadanos senadores no saben absolutamente el origen de la población de Tijuana, cuando los ciudadanos senadores no saben que si hay algo que precisamente no es cierto, es que aquel poblado lleve el nombre de Tijuana. En la Historia nacional - y permitidme que haga también historia a este respecto, para que puede de una vez por todas establecido el origen del nombre de Tijuana - en la Historia nacional, en el año de 48, después del tratado terrible de Guadalupe Hidalgo, las Californias, que no tenían una preparación plena, porque estaban gobernadas por un solo mandatario, que se entendía tanto con la Alta como con la California, quedaron fraccionadas, según los límites que se fijaron en aquel tratado de Guadalupe Hidalgo, y entonces una parcela de terreno inmensa, un verdadero latifundio, como ya se dice actualmente, un feudo, como se podía decir en

aquel entonces, quedó dividido por esa línea divisoria: la partes más grande, la mayor parte, quedó en el lado norteamericano, y la parte más pequeña en el lado mexicano, y entonces, ciudadanos diputados, aquella enorme porción de terreno, que estaba conocida como el rancho de "Tía Juana", fue sancionada con el mismo nombre para la parte correspondiente al lado norteamericano y fue, llamaríamos, reformada; fue modificada esa palabra, quitándosele esa "a" de "Tía Juana", y vino a ser Tijuana. En los expedientes que hay sobre las cortes españolas, se encuentra ya el rancho de la "Tía Juana"; pero no se encuentra nada para el rancho de Tijuana. es una verdadera aberración, no existe, no hay un sólo documento legal, si no es en los tiempos actuales, en donde el uso haya consagrado la voz de Tijuana; pero para los señores senadores esto es capital, esto es enorme; para los ciudadanos senadores, que no saben de la misa la media a este respecto, sí necesitamos nosotros volver a hacer la tramitación; aquello no es Zaragoza, dicen los senadores; y yo reto a cualquiera de los senadores de los que han llevado la voz del contra, lo mismo sea al senador Alessio Robles, que se cree documentado sobre asuntos de la Baja California, o lo mismo sea al senador Aguayo, que parece también sumamente documentado en cuestiones de la Baja California; yo los reto para que en algún documento oficial, para que en algún documento original, me demuestren que legalmente esta población lleva el nombre de Tijuana y no el nombre de Zaragoza; pero yo paso esto por alto, me doy por bien servido, ciudadanos representantes yo no soy el individuo enfermo, tal como dije antes, de infantilismo, para creer que, si nosotros consideramos aquí Tijuana o Zaragoza, no vayamos a otorgar el permiso que se solicita, el permiso que es necesario conceder y que ya ha autorizado vuestra soberanía y, por consiguiente, yo únicamente pido atentamente a esta Asamblea que, permitiendo que en este caso, el expediente no pase a comisión, que se dé la aprobación, tal como lo envía el Senado, diciéndose:

"Articulo 1o. Se concede al señor Manuel P. Barbachano la prórroga de diez años que solicita, para que durante este término, suministre a la población de Tijuana, la fuerza y energía eléctricas necesarias...." etcétera. Le quitamos las dos palabras que el Senado objeta, las dos palabras torales en que los ciudadanos senadores han perdido tres horas discutiendo, con el fin de que nosotros sí pasemos por alto estas pequeñeces y con el fin de que nosotros no retardemos el beneficio para aquella apartada población fronteriza y así que nosotros, al aprobar el proyecto tal como el Senado lo envía, únicamente hacemos constar la protesta enérgica contra los que, ignorándolo todo, se creen capacitados para decirlo todo, se creen verdaderas autoridades, verdaderas omnipotencias sobres asuntos que totalmente ignoran. (Aplausos.)

El C. secretario Gandarilla: Se consulta a la Asamblea, en virtud de lo expuesto, si se declara de urgente y obvia resolución este asunto. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se declara de urgente y obvia resolución. Se va a dar lectura al proyecto, que dice:

"Cámara de Senadores del Congreso de la Unión. - México. - Estados Unidos Mexicanos. - Minuta. - Proyecto de decreto.

"Artículo 1o. Se concede al señor Manuel P. Barbachano, la prórroga de diez años que solicita, para que durante este término, suministre a la población de Tijuana, las fuerza y energía eléctricas necesarias, de acuerdo con el contrato que celebró con el Ayuntamiento de Ensenada, Baja California, según instrumento público expedido en el puerto de Ensenada, bajo el número 2,248, y autorizado por el notario Mariano Villavicencio.

"Articulo 2o. Al vencimiento de los diez años mencionados y tal como se consulta en el instrumento público del propio notario de Ensenada, número 2,273, fecha 13 de junio de 1922, podrá prorrogarse el propio contrato por diez años más, si así conviene al interesado y si así lo decreta el Congreso de la Unión.

"Transitorio. Los diez años de duración de este contrato principiar n a contarse desde la fecha de la promulgación del presente decreto.

"Salón de Sesiones de la Cámara de Senadores del Congreso de la Unión. - México, D.F., 13 de diciembre de 1922. - F. H. Orantes, S. P. - A. Acuña Navarro, S. S. - Claudio N. tirado, S. P. S.

"Se remite a la Cámara de Diputados, en veinticinco fojas útiles para sus efectos constitucionales. - México, 13 de diciembre de 1922. - El oficial mayor auxiliar, L. J. Zalce."

Un sello que dice: "Secretaria de la Cámara de Senadores del Congreso de la Unión."

Está a discusión. Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra en contra, sirvanse pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra en contra, se va a proceder a recoger la votación nominal. Por la afirmativa.

El C. secretario Esparza Martínez: Por la negativa

(Se recoge la votación.)

El C. secretario Gandarilla: Votaron por la afirmativa ciento cuarenta y siete ciudadanos diputados; en consecuencia, ha sido aprobado el proyecto de ley. Pasa a la Comisión de Estilo para los efectos correspondientes.

El C. presidente: Tiene la palabra para hechos el ciudadano Valenzuela.

El C. Valenzuela: Honorable Asamblea: La prensa de esta mañana publicó una carta del ciudadano director general de Correos, dirigida a mi persona, en cuya carta hace una exposición relativa a mi actuación en el Correo. Voy a suplicar a la Secretaría dé lectura... (Voces: ¡Ya la conocemos!) Viene haciendo referencia el ciudadano director al artículo 6o. del decreto de 28 de diciembre de 1918. Como probablemente ninguno de vosotros conoce detalladamente ese artículo, voy a suplicar a la Secretaría le dé lectura para que se den cuenta exacta de él. (Murmullos.)

El C. secretario Gandarilla: "Articulo 6o..." (Murmullos. Se suplica a los ciudadanos representantes escuchen la lectura de este importante artículo. (Risas.)

"Artículo 6o. Cuando se trate de derechos adicionales y penas pecuniarias por infracciones cometidas en las importaciones o exportaciones postales, deducido el 2 por ciento que señala el artículo 663 de la Ordenanza, la distribución del líquido repartible ser a saber:

"En todos los casos de infracciones descubiertas: "Al Erario, abonándose a la cuenta de "multas", en el ramo de "Productos y Aprovechamientos diversos", 25 por ciento.

"A la Dirección General de Correos, 35 por ciento.

"Al vista del Despacho, o a quien haga sus veces, 20 por ciento.

"Al empleado de Correos que descubra la infracción, 10 por ciento.

"Al fondo de gastos y gratificaciones, 10 por ciento."

El C. Valenzuela: Ustedes recordarán que me referí al dos por ciento sobre las cuotas. Me valí de ese subterfugio porque no quise decir claramente que el ciudadano director general de Correos se apropiaba una cantidad que indebidamente le correspondía. Y dice el ciudadano director general de Correos, que son una insignificancia esas cantidades porque son eventuales. Yo voy a demostrar que no lo son; que durante un trimestre, que es el último, y durante el mes de noviembre que acaba de pasar, ha tenido estas pequeñas cantidades que él dice son pequeñas. Probablemente como es millonario, para él son una cosa que no vale la pena. Las cantidades son estas: En agosto, mil ochocientos noventa y dos pesos sesenta y cinco centavos; en septiembre, mil setecientos pesos ochenta y ocho centavos; en octubre, mil trescientos diez y siete pesos cincuenta y dos centavos. Total: cuatro mil novecientos once pesos cinco centavos. En noviembre, ¡una insignificancia, ríanse ustedes, tres mil doscientos veintiún pesos cinco centavos! Ahora en la parte expositiva: Esta participación que se da a la Dirección General de Correos, de ninguna manera corresponde al director general, pues la ley, clara y terminantemente dice que se concede como un subsidio para ayudar a la propia Dirección. Por otra parte, se dice que el administrador local debe participar de esas multas.

El C. Chávez M.: Para una interpelación al orador. Me quedé con la duda, dispense usted. ¿El director general de Correos recibe personalmente esas cantidades que usted leyó?

El C. Valenzuela: Si señor; como lo puedo demostrar, si usted gusta ir conmigo a la contraloría, donde verá los recibos que por este capítulo ha firmado el director general de Correos. Decía antes que indebidamente participaba de esas multas el administrador local, porque la ley habla de empleados, y se entiende por empleado un mozo, un escribiente , un oficial. Las cantidades mencionadas no entran a la caja de la Dirección General de Correos, sino que se quedan en el escritorio, pero la huella queda bien marcada; al hacerse el cobro de las multas por este treinta y cinco por ciento que corresponda a la Dirección General de Correos, se otorga un recibo. Es natural que esas cantidades deben ingresar a la caja de la Dirección General como un subsidio, según ya lo expresé, señalando en su favor; pero esas cantidades, al llegar allí, se pierden .Puedo demostrar al ciudadano Chávez, si me acompaña a la Contraloría cuando acabe de hablar, que allí están los recibos otorgados por el director general de Correos y que no tienen entrada en caja en el turno correspondiente.

El C. Chávez M.: Muchas gracias.

El C. Valenzuela: Pues decía yo que me había valido del subterfugio de hablar del dos por ciento precisamente para no asentar el calificativo que ustedes podrían suponerse, porque no entra de hecho en la Dirección General de Correos ese subsidio que se le señala por concepto del treinta y cinco por ciento. También dice el señor director general de Correos que mi actuación fue deficiente en la Dirección de ese ramo. Y voy a demostrarle que cuando se hizo cargo de esa oficina el señor Cosme Hinojosa, no sabía una palabra de lo que eran correos, porque seguramente entendía que ser "correllero", como dicen vulgarmente en aquellos pueblos, era coger un timbre, pegarlo a la carta y darle un golpe con el sello. Pues no, la Dirección General de Correos bajo mi dominio, funcionó desde la época en que el Gobierno del Estado de Sonora desconoció al Gobierno huertista. Sobre esto podría interpelar a algunos compañeros de Sonora, pero no quiero hacerlo. En cuanto a los insultos que me ha dirigido el director general de Correos, los tomo como apasionamiento suyo y le perdono porque es un neurasténico que continuamente vive curándose de los nervios y que está también con la masa encefálica seca, porque no entiende de correos. Cuando estuve a su lado, me exprimió demasiado, y como no quise continuar bajo sus órdenes y acepté un empleo en la Contraloría General de la Nación, él se disgustó. Naturalmente yo tenía que buscar mejores medios para vivir, y es lógico que tratándose de mejorar de empleo, acepte uno el que más le convenga. Pues bien; el director general de Correos manifiesta igualmente que el administrador local de Correos percibe esos beneficios también. Conforme a la exposición de este artículo, se fija quiénes deben percibir esos derechos de multa. Dice: "empleados" . Y empleado de Correos no solamente es el administrador local, sino también el mozo, el escribiente, el oficial, como acabo de decir. ¿Con qué título y por qué razón el administrador local de Correos percibe esos emolumentos de treinta y cinco por ciento que se le concede a la Dirección General de Correos?

El C. Barrera: ¡Moción de orden! Suplico atentamente al compañero que estos asuntos en que probablemente tiene mucha razón, se los reserve y se haga justicia donde convenga. Tenemos pendiente el presupuesto de Guerra y muchos otros asuntos importantes que tratar. El compañero Valenzuela nos está haciendo perder el tiempo, y atentamente vuelvo a suplicarle que nos deje tiempo tan precioso para emplearlo en algo más útil, porque al fin y al cabo el director general de Correos ya se salió con la suya, ya está ganando lo que él quería, ya figura su sueldo en el presupuesto, y sus palabras no le han de hacer mella. Por tanto, ruego al compañero que deje este asunto en paz.

El C. Valenzuela : Con mucho gusto lo haré; pero usted una vez vino a hablar aquí del señor su

papá , quizá sin venir al caso. A mi me han herido en mi honor y tengo que defenderme .

El C. Barrera: No es necesario; lo tengo a usted por un hombre honrado. - El C. Valenzuela: Gracias. Voy a terminar. Queda demostrado que el treinta y cinco por ciento de que tanto se ha hablado, corresponde exclusivamente a la Dirección General de Correos y no al director general .

- El C. secretario Gandarilla, leyendo:

"Poder Ejecutivo Federal. - México - Estados Unidos Mexicanos. - Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

"Ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados. - Presente. "El Ejecutivo tiene noticia de que ese alto cuerpo legislativo, al discutir las partidas correspondientes a los ramos Octavo y Noveno del proyecto de Presupuesto General de Egresos para el año fiscal próximo, que el propio Ejecutivo sometió a su aprobación, y pretendiendo, sin duda, conceder una atención preferente a muy importantes objetos de la actividad administrativa, se sirvió aumentar la dotación propuesta para algunas de tales partidas, crear otras nuevas y, consiguientemente, elevar, en una cantidad considerable, el importe total de las autorizaciones comprendidas en ambos ramos.

"Deseoso de cooperar con esa H. Cámara en el desarrollo y en la aplicación del plan de estrictas economías que la misma a adoptado como base y orientación del estudio del próximo Presupuesto General de Egresos del Erario federal, por ser ese el único medio de lograr el equilibrio entre los ingresos y los egresos del Erario federal, a lo rigurosamente indispensable el importe de los gastos considerados en el proyecto de presupuesto antes dicho, con la mira de que el monto total de aquéllos en ningún caso superara al de las estimaciones de lo que pueden producir los arbitrios y rentas autorizadas en la Ley de Ingresos.

"Por ese motivo, el mismo Ejecutivo debió omitir, en el mencionado proyecto de presupuesto, toda partida o cifra que correspondiera a un gasto aplazable, y ahora se permite instar muy atentamente cerca de la propia H. Cámara de Diputados, por el digno conducto de ustedes, respecto de la conveniencia de establecer, en uno de los artículos de la Ley de Egresos, que la vigencia de las cifras y partidas con que fueron adicionados los ramos supradichos, excepción hecha de las que se refieren a la Comisión Nacional Agraria, debe considerarse aplazada mientras los derechos y productos establecidos en la Ley de Ingresos sólo alcancen a cubrir los demás gastos autorizados por el presupuesto.

"Protesto a ustedes mi distinguida consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección. - México , 14 de diciembre de 1922. - El secretario, Adolfo de la Huerta." - Recibo y a la comisión de Presupuestos y cuenta.

"Poder Ejecutivo Federal. - México. - Estados Unidos Mexicanos - Secretaria de Hacienda y Crédito Público.- Departamento de Legislación. - Sección de Presupuestos.- Numero 1,349 E. - Anexos. "Ciudadanos secretarios de la Cámara de Diputados del congreso de la Unión. - Presente.

"Tengo la honra de remitir a ustedes con el presente, a fin de que se sirvan someterlos a la consideración de esa H. Cámara de Diputados ,los artículos finales de la iniciativa de Ley de Egresos para el año fiscal próximo de 1923, por virtud de los cuales se reglamentan los pagos a que se refiere el presupuesto, cuyos ramos se están estudiando por esa propia Cámara. "Reitero a ustedes las seguridades de mi atenta consideración.

"Sufragio Efectivo No Reelección. - México, 15 de diciembre de 1922. - P.O. del secretario, el oficial mayor, T. Orozco, jr." - Recibió, y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

El C. Espinosa Luis: Pido la palabra para una interpelación.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Espinosa Luis: Ruego al ciudadano secretario Gandarilla me diga de qué Secretaría viene ese documento y qué oficial mayor lo firma.

El C. secretario Gandarilla: Este documento es de la Secretaría de Hacienda y lo firma el ciudadano T. Orozco, poniéndole la antefirma de oficial mayor, por orden del secretario y tienen el número 1,349.

El C. Espinosa Luis: Con todo respeto y apoyado en un artículo constitucional, me permito suplicar a la Presidencia que modifique su trámite en el sentido de "Devuélvase al ciudadano secretario de Hacienda, por no reconocer esta Cámara personalidad a un oficial mayor de ninguna Secretaría de Estado, cuando esté en funciones el secretario o el subsecretario. (Aplausos.)

Es triste, señor presidente, que nosotros aceptemos estas irregularidades sin ninguna protesta. Por eso es que estamos tan mal parados ante la opinión pública y ante los demás elementos constitutivos del Poder. Yo creo que ha llegado el momento de que volvamos por nuestros fueros y empecemos a dignificar al Poder Legislativo. Si la Constitución es terminante y dice que todos los documentos de las secretarías deberán venir forzosamente firmados por el secretario, y en defecto de éste por el subsecretario, y, en último caso - aunque la constitución no lo dice-, por el oficial mayor, es natural que no faltando esos dos funcionarios principales, ya que est n en funciones, deben venir los documentos firmados por el secretario.

El C. presidente: La Presidencia se permite manifestar al ciudadano Espinosa, que no le es posible rectificar el trámite, en virtud de que tratándose de documentos de orden puramente económico, se han aceptado ya otros documentos sobre cuestiones de presupuestos, subscriptos por los oficiales mayores respectivos. Rectificar el trámite, equivaldría a echarnos encima de lo hecho, cuando tanto trabajo nos ha costado. Por consiguiente, interpretando el sentir de la Asamblea, la Presidencia manifiesta al ciudadano Espinosa que solamente que en este caso particular la Cámara esté dispuesta a rectificar el trámite, lo retirar . La Presidencia, por su propia iniciativa, no podrá hacerlo, fundada en los antecedentes que manifiesta.

El C. Espinosa Luis: Señores compañeros: Desde luego, la Presidencia, en este caso, para

apoyar su trámite, lo funda en una verdadera sinrazón. El señor presidente expone que por haberse aceptado muchos envíos de documentos firmados por oficiales mayores, debe aceptarse el presente, y yo creo que no, señores. Reconocer un error a tiempo, es una grandísima ventaja, supuesto que nos permite reparar ese error. En buena hora que los que se han recibido en esta forma, quedan como están; esto no es más que una irregularidad; pero ya que yo denuncio el hecho, la Presidencia, que no es más que la representante genuina de esta Asamblea, debe ser tan celosa como todos nosotros: m s, por la alta investidura que tiene en este momento, del decoro y de la respetabilidad de esta Asamblea. De tal manera quien insisto ante al señor presidente para que tenga en cuenta esta objeción que sí entraña un fondo muy grande. Si por desgracia él no lo cree así, entonces me cabrá , cuando menos, la satisfacción, como diputado, haber cumplido con mi deber, y como compañero, haber demostrado una vez más que he estado siempre en mi puesto, velando por la dignidad de toda la Asamblea.

El C. presidente : Tiene la palabra el ciudadano Gandarilla.

El C. Gandarilla: He pedido la palabra en pro de trámite, ciudadano Espinosa, por la siguiente razón que le ruego atienda, porque es de trascendencia. No objeto en manera alguna lo que usted afirma, esto es: que todos los documentos oficiales deben venir autorizados por los secretarios de Estado. No estoy, desde luego, en contra de lo que se previene en nuestras leyes escritas, que es lo que usted ha manifestado, señor Espinosa; pero aceptando, sin rebatir, los argumentos de usted, debo manifestar a la honorable Asamblea que el presupuesto que nos envía la Secretaria de Hacienda, se refiere a la última parte del Presupuesto de Egresos. El señor Espinosa, con un carácter verdaderamente entusiasta e inspirado por el m s sano patriotismo, ha venido en otras ocasiones a exhortar a esta Cámara para que termine cuanto antes los presupuestos; aceptando, pues, esta observación que ha hecho suya la Cámara, creo que lo mejor es que nos pongamos a estudiar el presupuesto último que se nos envía, pues de otra manera, si regresásemos este documento, se daría el caso de que se nos devolvería probablemente antes de los diez días que el Ejecutivo tiene de plazo para hacer observaciones. En consecuencia, sin desconocer las razones y los argumentos del ciudadano Espinosa, pero no desconociendo tampoco el interés que la Representación Nacional tiene por terminar estos presupuestos, pido al propio ciudadano Espinosa que no insista en que se devuelva este documento a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

El C. Espinosa Luis: En buena hora; no tengo interés alguno en entorpecer las labores de esta Asamblea; que no se devuelvan estos documentos, pero sí pido que se gire un oficio a todas las secretarías de Estado diciéndoles que, conforme al artículo respectivo de la Constitución, deberán dirigirse únicamente a esta Cámara de Diputados, de acuerdo con este mismo artículo.

El C. presidente: La presidencia manifiesta que accede a la petición del ciudadano Espinosa.

El C. Espinosa Luis: ¡Muchas gracias!

El C. secretario Gandarilla: En consecuencia, queda en pie el trámite: " Recibo, y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta ".

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Iniciativa de ley que autoriza a las legislaturas de los Estados para crear su Deuda Agraria, presentada por el C. Emilio Gandarilla y hecha suya por otros representantes del Estado de Durango.

"Exposición de motivos.

"Como podrá verse por la iniciativa de ley adjunta, en el artículo 2o. se establece que sean las legislaturas de los Estados a quienes corresponda determinar el monto de la Deuda Agraria Interior, de conformidad con las necesidades de cada Entidad. Esta facultad es muy conveniente, y no puede representar ningún peligro para la circulación de valores del país, ni aun para el crédito de los gobiernos locales, ya que, como medida de previsión, se establece en los artículos siguientes la limitación necesaria a esa facultad, y en el artículo 5o. la forma proporcional en que los títulos de la Deuda Agraria Interior deberán de ir siendo puestos en circulación.

"En los artículos 4o. y 6o. se establece la forma de garantizar esa Deuda, por medio de la emisión de "bonos" de admisión forzosa para los propietarios de los terrenos que sean expropiados por causa de utilidad pública, y se reconoce como muy conveniente que ellos sean extendidos al portador, para facilitarse la adjudicación de ellos y, principalmente, las transacciones que con esos títulos puedan efectuarse en el mercado de los valores. En cuanto al valor asignado a cada "bono" en $100.00 (cien pesos, cero centavos), es conveniente, para dar cierta uniformidad a los títulos que se emitan en los diversos Estados de la República.

"En lo referente a establecer el pago de un interés que no exceda del 5 por ciento (cinco por ciento anual), aparte de la medida de equidad que representa, es muy conveniente, por contribuirse así a sostener el valor de los títulos de la Deuda.

"En artículo 6o. se establece que el pago de los títulos de la Deuda Agraria deber de efectuarse por medio de cupones y en veinte anualidades; esta circunstancia coloca, de hecho al Gobierno que los emite, como un simple intermediario entre los propietarios de los latifundios que se fuesen expropiando y las personas que adquieran a su vez las parcelas en que se fraccionen, ya que estás, a su vez, tendrán que efectuar el pago de los terrenos adjudicados , en un plazo aproximadamente igual.

"Entre las garantías m s eficaces que los gobiernos de los Estados pueden proporcionar a los títulos de su Deuda Agraria, aparte de la obligación que establece de señalar en sus presupuestos de egresos anuales, las cantidades

suficientes para amortizar los cupones correspondientes a cada año, teniéndose en cuenta el monto de los títulos emitidos, se establece también en el artículo 7o. de la iniciativa de ley, que los cupones correspondientes al año en curso puedan ser recibidos en pago de los impuestos que en cada Estado se tenga que efectuar por concepto de contribuciones al capital rústico; medida que no podrá representar un desequilibrio en la Hacienda pública de cada Entidad, ya que en sus presupuestos de ingresos figurar n, a su vez, como una de las principales partidas, los cobros que se efectúen por concepto de los terrenos fraccionados y adjudicados en lote. Al establecerse que los gobiernos locales reciban proporcionalmente una parte de impuestos en títulos de su propia DEUDA, ser una de las medidas que puedan contribuir más eficazmente a sostener el valor nominal de los títulos emitidos y a evitar su depreciación.

"La emisión de los títulos de la DEUDA AGRARIA violentar el fraccionamiento de los latifundios, contribuyendo a establecer una repartición de la riqueza pública territorial, más en armonía con el espíritu de nuestras instituciones democráticas.

"Garantizados por el crédito de cada Estado y por el de la nación misma, reportando interés, aceptándose en pago de impuestos que deba de percibir el mismo Estado, siendo amortizable en épocas determinadas, los efectos públicos dados por el gobierno de cada Entidad, en pago de los terrenos expropiados, deberán de tener un valor permanente en el mercado, servir de estímulo al espíritu de empresas y contribuir poderosamente a desarrollar la prosperidad general del país en su agricultura, industria y comercio.

"Iniciativa de ley facultado a los gobiernos de los Estados para que procedan a la creación de su Deuda Agraria Interior, expedida de conformidad con lo prevenido en el inciso (e) del artículo 27 de la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos.

"Artículo 1o. Se faculta a los gobiernos de los Estados para que a la creación de su Deuda Agraria Interior.

"Artículo 2o. Las legislaturas locales determinarán, en cada Estado, por medio de leyes relativas, el monto total de su Deuda Agraria, de conformidad con las necesidades de cada Entidad.

"Artículo 3o. Ningún Estado podrá, sin embargo, emitir títulos de dicha Deuda en cantidad que exceda de un 30 por ciento más del valor catastral de sus propiedades rústicas.

"Artículo 4o. Para garantizar su Deuda Agraria Interior, los gobiernos locales emitirán "bonos", con un valor de $100.00 (cien pesos) cada uno; los cuales se extender n al portador, pagaderos en veinte anualidades, y se reconocer el pago de un interés que no exceda del 5 por ciento anual.

"Artículo 5o. Durante los cinco años siguientes a la creación de su Deuda Agraria, el Gobierno respectivo no podrá emitir "bonos" en una proporción mayor que la del 40 por ciento (cuarenta por ciento) de la cantidad que se hubiese aprobado en ese Estado, como máximo.

"Articulo 6o. Cada uno de los "bonos" que se emitan, deber contener 20 (veinte) cupones, cada uno de ellos correspondiente a una anualidad, y al efecto usarse el pago de ellos, deberán ser cancelados por las oficinas que se encuentren autorizadas legalmente.

"Artículo 7o. Los "bonos" emitidos serán garantizados por el Gobierno de cada Estado, y se establecer que los cupones de dichos títulos correspondientes al año en que deban ser amortizados, puedan ser recibidos por su valor nominal, en pago de contribuciones al capital rústico, en una proporción que no exceda del 30 por ciento (treinta por ciento) de las sumas que deban de enterarse en efectivo.

"Artículo 8o. Las legislaturas locales deberán señalar en los presupuestos de egresos de cada Estado, las sumas necesarias para efectuar la parte de la amortización de la Deuda Agraria, correspondiente a cada año.

"Artículo 9o. A su vez, señalarán como ingresos del Estado, destinados exclusivamente a la amortización de la Deuda Agraria Interior, todas las sumas que se recauden por concepto de los pagos que deberán efectuarse anualmente las personas que hubiesen adquirido fracciones de terrenos en los latifundios expropiados.

"Artículo 10. La Tesorería del Estado llevar un registro pormenorizado de los títulos de la Deuda Agraria que se hubiesen emitido; no podrá salir de dicha oficina un solo "bono", sin que no obre en poder de la misma el decreto del Ejecutivo del Estado, en virtud del cual se hubiese acordado la expropiación de algún terreno, Así como todos los comprobantes relativos al monto exacto de la suma que se hubiese fijado como indemnización.

"Artículo 11. Asimismo, se anotarán en dicha oficina y se conservan debidamente cancelados, todos los cupones que se fuesen amortizando, registrádose en libros especiales, con la anotación de las cantidades que se hubiesen enterado por concepto de réditos devengados.

"Artículo 12. En los casos en que se reciban cupones en pago de impuestos, no devengarán el rédito correspondiente al año en curso.

"Transitorios.

"Artículo 1o. Quedan sin efecto las leyes y disposiciones que sobre la materia hayan sido expedidas. "Artículo 2o. Las legislaturas de los Estados reglamentar n sobre su Deuda Agraria Interior, pero sin contravenir las bases acontecidas en esta ley.

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, diciembre 15 de 1922. - Emilio Gandarilla, diputado por el 5o. distrito de Durango.

"Hacemos nuestra la anterior iniciativa de ley, como representantes por el Estado de Durango, Rodrigo Gómez. - S. Franco Urías. - Lorenzo Gámiz."

El C. Garandilla: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Gandarilla.

El C. Gandarilla: Voy a pedir dispensa de trámites, y para pedir dispensa de trámites, voy a

fundarla. Honorable Asamblea: El año pasado, con fecha 30 de mayo de 1921, tuve el honor de presentar una iniciativa, en iguales términos, a la XXIX Legislatura. Esa iniciativa siguió todo el curso normal que se acostumbra dar a iniciativas semejantes, y debo manifestar a la Asamblea que, a pesar de haber sido presentada desde mayo de 1921, esta iniciativa durmió el sueño de los justos en poder de las comisiones; ni siquiera se han tomado el trabajo de estudiarla; ni siquiera han hecho un ligero dictamen o dictamen previo sobre el particular. Es bien sabido, señores representantes, que el artículo 27 constitucional, en su fracción (e), refiriéndose al fraccionamiento de latifundios - no a la dotación de ejidos, porque hay que hacer el distingo-, precisa y claramente establece que se autorice a los Estados para crear se Deuda agraria, y hasta la fecha, señores representantes, los latifundistas, en su inquina contra las tendencias agrarias, cada vez que se hace una expropiación, interponen el recurso de amparo porque no se les entregan los bonos a que se refiere el artículo 27. Yo, pues, inspirado en el deseo de evitar dificultades y porque cuanto antes se les entreguen a aquellos individuos que interponen amparo, los bonos que establece el artículo 27 constitucional, vengo, una vez más, a presentar esta iniciativa, pidiendo dispensa de trámites para que pase a comisión, y hago fervientes votos porque no pasen otros dos años y estas comisiones no vengan a cumplir con su deber en un asunto de tanta trascendencia. Pido, pues, a la Asamblea que dispense los trámites: primera, segunda lectura, etcétera, y que pase el proyecto directamente a la comisión. Más bien he querido traer a vuestra conciencia esta convicción: las comisiones de esta Cámara, algunas de ellas, olvidándose de asuntos trascendentales, dejan sin resolver problemas que quizá evitarían muchas dificultades para la resolución de los problemas agrarios. Pido, pues, respetuosamente a la Asamblea se sirva dispensar los trámites.

El C. secretario Gandarilla: Se consulta a la Asamblea, en votación económica, si se dispensan los trámites a esta iniciativa. Los que estén por la afirmativa, sírvase manifestarlo. Se dispensan los trámites. Pasa a las comisiones unidas agrarias y 2a. de Crédito Público.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Ciudadanos secretarios de la Cámara de Diputados:

"Los subscriptos, diputados al Congreso de la Unión y miembros de los bloques Laborista y Socialista del Sureste, nos permitimos presentar, por su respetable conducto, el proyecto de ley sobre el Código del Trabajo, que comprende la reglamentación del artículo 123 constitucional y, a efecto de activar los trabajos de las comisiones relativas de la H. Cámara, a ustedes atentamente pedimos que se dignen dar cuenta a la H. Asamblea, para que, previa la dispensa de trámites que se solicita, sea turnado el estudio adjunto a las comisiones de Trabajo y Previsión Social. "México, 15 de diciembre de 1922. - José de la Luz Mena. - F. Rodrate. - Arturo Cisneros Canto. - Ignacio García Téllez. - José F. Gutiérrez. - Luis Torregrosa. - S. López Olivares. - E. Mena Córdova." En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Pasa a las comisiones unidas de trabajo y Presión Social.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Rodarte. - El C. rodarte: Agradezco de una manera muy sincera la invitación que tan fraternal y cordialmente hizo ayer a la minoría laborista el ciudadano diputado Rodríguez, pidiendo que esa minoría contribuyera a desarrollar un trabajo eficiente, hasta donde fuera posible, en el proyecto de Ley del Trabajo. A esa sincera y fraternal invitación del compañero Rodríguez, el grupo tan pequeño de laboristas, contesta en esta ocasión y hace a un lado todas las banderías políticas, todos los credos de colores y todas las divisiones existentes, y con la mayor buena fe, con todo el corazón, con toda la sinceridad de que es capaz al hablar un hombre de trabajo, ofrece a esas comisiones de Trabajo y Previsión Social, un proyecto de ley del artículo 123, un verdadero Código del Trabajo, que ha sido elaborado, indudablemente, no por nosotros -de intelecto verdaderamente escaso - sino por representantes de las organizaciones obreras de toda la República, pertenecientes a la Confederación Regional Obrera Mexicana. El comité de esa Confederación citó a todas las agrupaciones que forman el conglomerado, para que enviaran delegados que se reunieran exclusivamente con el objeto de formular un proyecto de Ley del Trabajo, y ya verán los señores diputados si no late allí el alma dolorida del trabajador, si no viene a reglamentarse allí lo que tanta falta hace para la armonía en esta República. El anhelo de esos compañeros es entrar en una era franca de progreso, tener alguna base para defenderse de todas las vejaciones, de todos los atropellos, de todas las injurias de que es víctima la clase trabajadora. Indudablemente que ese proyecto necesitar un estudio más concienzudo dentro de las comisiones que aquí se han nombrado para ayudar a ese trabajo. El pequeño grupo de diputados laboristas y socialistas del Sureste, con la mejor intención, colaboraremos con ellas: daremos todo lo que nuestro cerebro honrado pueda dar en bien de esa clase tan sufrida. Si aquí, en la Cámara, se han manifestado las tendencias revolucionarias cristalizando en hechos, como en la Ley de Cooperativas Agrícolas, nosotros esperamos que los compañeros honrados, que los compañeros que piensan muy alto y siente muy hondo, den su aprobación a ese proyecto en cuanto las comisiones lo hayan coordinado, lo hayan puesto en la debida forma para presentarlo a la Cámara como deben presentarse los proyectos de ley. Esas cosas seguramente no las conocemos nosotros; pero estad seguros de que no traeremos m s que la voz de ese pueblo dolorido. La Confederación Regional Obrera est constituída por obreros, campesinos, trabajadores intelectuales y materiales, que saben de las quejas, de los dolores, de los anhelos palpitantes y vivientes de un mejoramiento social. Por eso creo,

lleno de fe, que la Cámara de su aprobación a ese proyecto. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano García Téllez.

El C. García Téllez: Honorable Asamblea: Al presentar, con todo entusiasmo, el proyecto de Ley Reglamentaria del Artículo 123 constitucional, cumplimos, en primer lugar, con un acto de responsabilidad política, porque a nadie más que a nosotros, por las ligas sociales que tenemos, competía cumplir, dentro de esta Cámara, la obra social de la clase trabajadora en su forma de cristalización legislativa de las aspiraciones de esa clase; y al hacerlo no venimos ufanándonos de una obra completa ni de una labor perfecta, que no necesitar reformas, ni creyendo que es la última palabra sobre la materia, Lejos de eso, venimos únicamente a pedir, por medio de este proyecto, la colaboración de toda clase de elementos, sin distinción de colores o matices políticos, sin distinción de enemistades que pudieran, muchas veces, perturbar una limpia y pura obra social. Sobre los intereses mezquinos de partido, sobre las bajas pasiones de los egoísmos personales, es una obra más noble, más grande, que es la construcción legislativa de la obra idealista de la revolución, y para ello nos dirigimos a todos los compañeros que sientan palpitar estos ideales, que sientan en sus convicciones las aspiraciones de esa clase y que estén dispuestos a prestarnos su ayuda, sus luces, su buena voluntad y todo su contingente para que esa obra sea lo más humana y lo más perfecta que sea posible.

Las orientaciones principales de ese proyecto que se presenta a las comisiones de Trabajo y Previsión Social, son las siguientes: Desde luego se sujeta en su reglamentación a los lineamientos generales del artículo 123 constitucional, y en su desarrollo reglamentario no trata de seguir procedimientos extremistas o destructores. No es, lejos de eso, una espiritualización legislativa que lleve en su fondo un grito de guerra contra una organización social existente: es el deseo y los medios por los que esa organización política y social, dentro del punto de vista del artículo 123, se adapta por el momento a las aspiraciones sí radicales, sí extremistas del ideal que persigue esa obra revolucionaria. Los puntos capitales que desarrollan son los siguientes: Desde luego, comprendiendo que la Constitución, en su artículo relativo, aunque considera como patrono al Estado en sus diversos órganos administrativos, ha visto en la práctica que cuando se han suscitado dificultades, principalmente cuando se ha procurado hacer valer el derecho de indemnización por un cese injustificado, al empleado público no le queda ningún recurso, no tiene más que, en ciertos casos, el acto gracioso, la benevolencia, el desprendimiento magnánimo por el cual se le gratifica con una reducida cantidad. En el proyecto se aclaran y se reglamentan ampliamente los derechos que en este punto debe tener el empleado público, sin que por eso tampoco afecten la estabilidad que debe tener toda organización política. El proyecto aspira, y así lo dice en su primera parte, a la creación de una Secretaría de Trabajo, y cree que lograr convencerse a las comisiones para que, en su oportunidad, se presente la reforma indicada de la Ley Orgánica para la creación de ese cuerpo administrativo que conozca exclusivamente de los asuntos de trabajo; pero mientras esta obra se realiza, propone la existencia de agencias del Trabajo, dependientes directamente de la Secretaría de Industria, Comercio y Trabajo. La labor que van a desempeñar estos cuerpos administrativos es, en primer lugar, la de detalle para el mejor éxito de la organización social de las clases laborantes; es también la de publicidad, o sea por todos los recursos de que se disponga procurar el mayor conocimiento de las situaciones, de los conflictos, de sus causas, de la forma de solucionarlos. Además, estas agencias van a colaborar en los trabajos con las juntas de Conciliación y Arbitraje, tanto municipales como centrales, para fijar los salarios mínimos y el monto de la percepción en las utilidades. Estas agencias harán desde luego los trabajos técnicos indispensables para demostrar en cada lugar en qué tiempo y según las regiones de la localidad, cuáles son aquellas cantidades que deben fijarse como remuneración mínima para que el obrero pueda vivir en una forma más humana y más honrada. Otro de los puntos que trata con algún desarrollo, es el que se refiere a las indemnizaciones. Desde luego para la indemnización atiende y toma como base, tanto la edad del individuo como la naturaleza del trabajo y el tiempo que lo haya prestado; fija tarifas en relación con los miembros o los órganos del cuerpo humano que sean destruídos o sean víctimas de un accidente del trabajo; atiende también una tabla de probabilidades de vida para fijar cual es el monto de las indemnizaciones, porque es fácil comprender que éstas varían según sea la edad de la persona o del obrero que haya sido víctima de un accidente del trabajo, ya sea de algún accidente profesional o de algún caso completamente fortuito. Tiene también este proyecto capítulos especiales que tratan de los reglamentos del taller; da los principales lineamientos que deben tenerse en cuenta para defender al obrero en los trabajos del taller, tanto en lo que se refiere a velar por su conservación, como al procedimiento previsor en lo que se refiere a los accidentes del trabajo.

Para terminar diré que otro de los puntos capitales que se tratan es el que se refiere al patrimonio de la familia obrera; desarrolla también los principios contenidos en el artículo 123 de la constitución, referentes a la inalterabilidad, imprescriptibilidad, y así como a toda clase de facilidades para la transmisión de los bienes que componen el patrimonio de la familia obrera. Por último, dedica capítulos demasiado vastos, de artículos que se refieren al contrato de trabajo, dando una gran importancia a la generalización del contrato de trabajo colectivo; facilitando toda clase de concertación de trabajos entre los patronos y los representantes de las organizaciones obreras.

Estas son las bases principales que orientan el trabajo presentado por los bloques a que se ha referido la comunicación, y esperamos, compañeros -en este sentido quiero ser intérprete del sentimiento y los deseos de los firmantes, así como de los grupos sociales que contribuyeron a la elaboración de ese proyecto - que todos vosotros sabréis

colaborar con entusiasmo haciendo abstracción de todos los intereses que pudieran hacer fracasar una obra, si bien defectuosa, en su intención grande y digna. Y que sea, compañeros, este trabajo la iniciación del estudio de esta labor, el principio de una mayor identificación en lo que se refiere a la organización de los principios idealistas de la revolución; que sea también la iniciación de una era en la cual se forje, indestructiblemente, invencible, perenne, el alma grande, el alma fuerte, el alma moral que debe forjar el futuro de los principios revolucionario. Que sea esto también la iniciación de un trabajo constante, de una lucha indestructible e invencible en pro de estos ideales nobles y grandes que son los que, tarde o temprano, tendrán que salvar la obra que hoy hacemos y que juzgarán las generaciones futuras. (Aplausos.)

El C. presidente: tiene la palabra el ciudadano Gómez Campos.

El C. Gómez Campos: Las comisiones unidas de Trabajo y Previsión Social me han hecho el inmerecido honor de colocarme como presidente de dichas comisiones con objeto de avocarnos al estudio de todos y cada uno de los proyectos presentados. Las comisiones de Trabajo y Previsión Social tienen no menos de siete proyectos sobre reglamentación del artículo 123 constitucional; deberán comprender que esta es una materia eminentemente difícil, ardua, y que el punto capital no está en reglamentar el artículo 123. Los señores laboristas que nos presentan este proyecto debieron comprender, y entiendo que lo ha comprendido ya el señor Morones, que no es la reglamentación del artículo 123 lo más urgente, no es lo apremiante, no es lo necesario, no es la indispensable; el Partido Cooperatista Nacional ha observado que el punto capital esencialísmo está en la reforma del artículo 123 constitucional. Cuando se forjaba dicho artículo en el Constituyente de 17, uno de los representantes del pueblo decía: "el artículo 123 es la estrofa más grandiosa del himno de la revolución"; pero los constituyentes de 17 establecieron el principio y se espantaron al pretender establecer el Tribunal del Trabajo. El Partido Cooperatista, dentro de la Academia de Estudios Sociales que ha establecido, ha visto que la médula, que el principio eminentemente revolucionario debe estar en la Constitución y no en la ley reglamentaria; y si no, decidme, señores laboristas, decirme todos, señores diputados, si la Constitución señala el camino para que el patrono, se quiere obedecer el laudo de la Junta de Conciliación y Arbitraje, lo obedece, y si no quiere obedecerlo, no lo obedece. ¿No es la misma Constitución la que establece el abuso en las relaciones entre el capital y el trabajo? La Academia de Estudios Sociales y la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Partido Cooperatista ha ido al alma del asunto: ha presentado una reforma al artículo 123 constitucional.

De manera que yo invito de nuevo a los señores laboristas para que se sirvan concurrir a las comisiones de Trabajo y Previsión Social, a efecto de que se sirvan estudiar el precepto reformatorio del artículo 123 de la Constitución, y así sí logremos reformar el 123, estableciendo el Tribunal del Trabajo; fijando que sus resoluciones no sean simplemente laudos, sino sentencias. Si logramos decir que las juntas de Conciliación y Arbitraje y los tribunales del Trabajo no son, como se ha dicho hasta aquí, un parche mal pegado, que no encaja en el Legislativo, en el Ejecutivo ni en el Judicial, habremos resuelto el primero, el principal problema de las relaciones entre el capital y el trabajo. La Academia de Estudios Sociales del Partido Cooperatista y las comisiones del Trabajo, cuyos miembros, en su mayoría,. pertenecemos a ese partido, hemos ido al fondo del asunto, hemos presentado el proyecto reformatorio al artículo 123, y si se logra votar en el sentido que lo hemos establecido, sí podremos decir como el Constituyente de 17: "El 123 es la estrofa más grandiosa del himno de la revolución." (Aplausos.)

- El C. secretario Gandarilla, leyendo:

"H. Asamblea:

"A la 3a. Sección de la Comisión de Presupuestos y Cuenta, paso la iniciativa de presupuesto que para la secretaría de Guerra y Marina envió la de Hacienda, con un total de $112.925,845.25. Posteriormente se recibieron adiciones de la misma Secretaría, con un valor de $323,434.80, que sumados a la cantidad anterior, dan $113.249,280.05.

"Consecuente esta comisión con el plan de economías necesario para poder subvenir a los gastos, teniendo en cuenta los ingresos y los compromisos contraídos últimamente por la nación, con respecto a la Deuda publicada, ha hecho la modificación y substitución de algunas partidas, que para comodidad de la Asamblea ha puesto en lista adicional y que se corresponden a las de la iniciativa presentada. Esta, con el total de $113.249,280.05, tiene una economía, respecto del presupuesto vigente, que monta a $135.589,975.59, de $22.340,695.54; pero como esta comisión ha creído pertinente, salvo el mejor criterio de la Asamblea, modificar las partidas a que antes ha hecho referencia, resulta que la economía es, respecto a la iniciativa, de ........ $3.418,926.35, y con respecto al presupuesto vigente de $25.759,621.89.

"La comisión tendrá el honor de informar a la H. Asamblea, en su caso, respecto de los motivos que ha tenido para modificar las partidas a que ya se ha referido, que esencialmente se refieren a sobresueldos, asignaciones extras, etcétera, para las que no ha encontrado esta comisión ningún fundamento de ley; est n también modificadas las relativas a gastos generales, por encontrarlas excesivas.

"Por la premura de tiempo con que hubo de hacer la revisión de este importante ramo, se pidió a la Secretaría de Guerra la exposición de motivos particulares y generales que había tenido en cuenta al formular la iniciativa; pero no se pudo obtener contestación, no obstante haberse girado los oficios relativos, con el carácter de urgentes.

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., a 14 de diciembre de 1922. - M. Montero Villar. - Pedro Laguna." Se manifiesta a la Asamblea que los ciudadanos

representantes populares que deseen impugnar partidas, se sirvan pasar a separarlas, para refutarlas a su tiempo, a fin de que queden las partidas no objetadas y se proceda desde luego a su votación. Siguiendo la práctica establecida cuando se trata de discusión de presupuestos muy grandes, la Presidencia manifiesta que la Asamblea tiene un receso de diez minutos, a fin de que los representantes procuren convencer a las comisiones sobre las modificaciones que quieran hacer al presupuesto, a fin de evitar largos debates.

(Receso.)

Habiendo transcurrido con exceso los diez minutos reglamentarios, se reanuda la sesión, por orden de la Presidencia.

Página 1. Ramo Séptimo, guerra y Marina, no hay ninguna modificación.

Página 2, el mismo ramo, Estado Mayor de la Secretaría de Guerra, no hay ninguna modificación.

Página 3. Sección de Ferrocarriles y de Telégrafos y Oficialía de Partes, no hay ninguna modificación.

Página 4, sin modificación.

Página 5, no hay ninguna partida objetada en el Departamento de Infantería y Departamento de Estado Mayor.

Página 6. Sección 3a. Departamento de Caballeria, partidas 6,060 y 62, apartadas por el ciudadano González. La partida 6,060 deja de estar apartada; únicamente queda la 62.

La página 7, Departamento de Marina, ninguna objeción.

Página 8. Departamento del Cuerpo Médico Militar, no tiene ninguna objeción. En la página 9, sí tiene el Departamento Médico Militar las partidas 6,099 y 6,100, separadas por el ciudadano Pérez Vargas.

Departamento de Justicia, Archivo y Biblioteca, el ciudadano Pérez Vargas: 60 y 6,100.

Página 10, no hay objeción.

Página 11....

El C. Olivier, interrumpiendo: Moción de orden.

El C. Gómez Filiberto: Moción de orden. En la Página 10 he apartado las partidas 28, 29, 30 y 31.

El C. secretario Gandarilla: Muy bien; 28, 29, 30 y 31, apartadas por el ciudadano Gómez Filiberto.

El C. Olivier: pido la palabra, señor presidente. Yo me permito recordar, respetuosamente, a su señoría, que con toda oportunidad me inscribí para separar en globo todo el Departamento de Aviación. Suplico, pues, que se me tenga presente en el turno que me corresponde.

El C. secretario Gandarilla: Departamento de Aviación, separado todo por el ciudadano Ollivier Francisco, ingeniero, (Risas.) y Gandarilla Emilio. Página 11, Departamento de la Primera Reserva. Están separadas por el ciudadano Quevedo las partidas 6,136 y 6,137.

Página 12, no tiene objeción.

Página 13, no tiene ninguna partida objetada.

Página 14, tiene objetada la Comisión Superior Revisora de Hojas de Servicios. Toda esa Comisión Revisora est separada por los ciudadanos Quevedo, Murguía, Gómez y Gandarilla.

Página 15, de la misma Comisión Revisora de Hojas de Servicios, separadas las partidas 82, 83, 84 a la 87, por los mismos ciudadanos representantes. Página 16, Comisión Investigadora de Pensiones, separada por los ciudadanos Murguía, Quevedo y Castellanos Angel, en sus partidas 6,205, 6,206, 6,208, 6,210, 6,211 y 6,212.

Página 17, por los ciudadanos Quevedo y Gómez Filiberto, apartadas las partidas 6,213 a la 6,229, inclusive. Página siguiente, 18, separadas por el ciudadano Quevedo, las partidas 6,230 a 6,246, inclusive. Página 19, de Guerra y Marina, Comisión Revisora de leyes militares e inspección y reorganización de corporaciones, sin objeción.

Página 20, Comisiones reorganizadoras, sin objeción.

Comisiones reorganizadoras de corporaciones de Caballería, sin objeción.

Comisión Inspectora de Artillería, Página 21, sin objeción.

Página 22, suma del capítulo, sin objeción. (Risas.)

Página 23, Servicios técnicos especiales, sin objeción.

Página 24, del mismo capítulo, sin objeción.

Página 25, del mismo capítulo, Escuela de Infantería, sin objeción.

Página 26, Escuela de Caballería, sin objeción.

Página 27, Escuelas técnicas y de Administración, sin objeción.

Página 28, Escuela Práctico - Militar, sin objeción.

Página 29, Escuela de clases, sin objeción.

Página 30, sin objeción.

Página 31, Academia de Esgrima y Gimnasia, sin objeción.

Escuelas de Tropa, sin objeción.

Página 32, Escuela Práctico - Militar de Estado Mayor, sin objeción.

Página 33, Comisión técnica, sin objeción.

Servicio de Ingenieros, Comisión de Ingenieros, Página 34, sin objeción, y Página 35, sin objeción.

Sección de Radio telegrafía, separada por el ciudadano Gandarilla, partidas 6,522 y 6,523.

Sección de Ingenieros geógrafos y Topógrafos, sin objeción; sólo en la partida 6,543, de a Página 36, separada por el ciudadano González Onésimo, general.

El mismo ciudadano general y diputado separó las partidas 6,544 y 6,545 de la Página 37, del mismo capítulo.

El ciudadano general don Ricardo Delgado separó del Cuerpo de Ingenieros Militares, la partida 6,552.

Página 38, Cuerpo de Ingenieros Militares. La Secretaría rectifica. Página 38. Parque General de Ingenieros y Sección Técnica de Artillería, sin objeción.

Página 39.....

El C. Delgado: Pido la palabra. En la Sección técnica, la partida 6,577, también la aparté.

El C. secretario Gandarilla: Allá voy. Página, 39. El ciudadano general Ricardo Delgado separa la 6,577 del capítulo que corresponde a la Sección Técnica de Artillería.

Revista militar "Tohtli", sin objeción por

ningún ciudadano representante. (Murmullos.) Está suprimida por la comisión, y ella dar las explicaciones del caso.

Plana Mayor del Ejército y jefaturas de Operaciones y de Guarnición. Página, 40. Están apartadas las partidas 85, 87 y 88 por el ciudadano Castellanos Angel, doctor. Página 41, sin objeción. Página 42, sin objeción. Página 43, Corporación del arma de Infantería, sin objeción. Página 44, capítulo de compañías: Están separadas las partidas 32, 33, 34, 35, 36 y 37, inclusive, por el ciudadano Joachín Juan

Compañías Regionales de Quintana Roo. Página 45, sin objeción. Página 46, capítulo VI, Corporaciones del arma de Caballería, Regimiento de Guardias Presidenciales, sin objeción. Capitulo "Escuadrones", sin objeción; "Regimientos", sin objeción. Página 48, partidas 6,697 hasta la 6,703, inclusive, separadas por el ciudadano Joachín Juan. La Comisión Revisora de Leyes Militares fue objeta en sus fracciones 6,247, 48 y 49, por Aguirre Benavides, licenciado. Página 19.

El C. Castellanos: Pido la palabra para moción de orden. Yo suplicaría a la Secretaría que al leer las partidas objetadas, ya no dijera cuáles son, porque casi todos los ejemplares que tenemos, no están numerados. Que se lean las partidas, si no podemos apartarlas.

El C. secretario Gandarilla: Página 48. Ciudadano Angel Castellanos. En el capítulo Escuadrones, pasando la 1a., 2a., 3a., 4a. y 5a., el ciudadano Joachín separó la 7a., 8a., 9a., 10, 11 y 12, de la misma Página; las siete últimas partidas de la Página 48, compañeros. La secretaría solamente va a seguir dando lectura a las objetadas, porque si no acabaríamos nunca. En la Página 50, la última partida de cuatro sargentos segundos de clarines, separada por Joachín Juan; como no tiene número, explico que es la última partida de esa Página, pero si tuvierse, su señoría, los números, sería 6,736.

Página 51. El ciudadano Joachín Juan, separó las ocho últimas partidas, con excepción de la penúltima. Página 52. No hay objeción. Página 55....

El C. Castallanos: ¿Y la 53?

El C. secretario Gandarilla: No hay objeción, compañero. Voy a decir nada más las que están objetadas. Le suplico a usted que me haga la gracia de dejarme no leer todo.

Página 55. Corporación del arma de Aviación. Sección 1a. Escuadrones. La partida antepenúltima de esa página 55, está separada por el ciudadano González Julián S. Página siguiente, 56. Corporación del arma Aviación, separadas las partidas primera y segunda esa página 56, a las que les corresponden los números 26 y 27, por el ciudadano González Julián S. Página 57, separadas las partidas siguientes por el ciudadano González Julián S.: las partidas 52, 55 y 56, o sean las penúltimas, contando de abajo para arriba, la segunda, la tercera y la sexta. Página 59. El ciudadano González Julián S. apartó la partida sexta que dice: una asignación para el comandante del escuadrón, ocho pesos, asignación anual, dos mil novecientos veinte pesos. campos de Aviación, Página 60, el ciudadano Díaz Jesús M., ha tenido a bien apartar todas las partidas de esa página. (Murmullos.) El ciudadano Barrera Elpidio, separa en la página 32, la partida 6,470, referente a profesores. Página 61, Escuela Militar Aeronaútica: El ciudadano Díaz Jesús M., separa la partida número 10, contando de arriba para abajo; Página 63, que corresponde todavía al capítulo de Escuela Militar de Aeronaútica, el ciudadano Gómez Filiberto, separó las partidas, 13, 14, 15 y 16, y además, 20 y 21, y como están suprimidas en el dictamen, la comisión hará las rectificaciones del caso.

Sección 4a. página 64. Están separadas las tres primeras partidas por el ciudadano Gómez Filiberto.

Página 65. El ciudadano Gómez Filiberto, vuelve a separar una asignación del arma para el director y dos asignaciones del arma para el director y dos asignaciones del arma para el subdirector.

Página 66. El ciudadano Gómez Filiberto, separa en Talleres un jefe general de talleres y combate de Flotilla. También separa una asignación del arma para el jefe de Talleres, de diez pesos. Página 68. El ciudadano Roque González Garza, que había apartado esas partidas, manifiesta que nos las objeta. Pasan sin objeción.

Página 73. Personal excedente. El doctor Castellanos separa las dos primeras partidas que se refieren a cincuenta generales de Brigada y veinticinco general es de División; es la primera partida de este presupuesto. No hay ninguna partida objetada.

Segunda parte. Ramo Séptimo. Guerra y Marina, o sea primera parte: haberes. El ciudadano González Onésimo, separa en la página 74, partidas segunda y tercera, o sean 17 y 18, y la tercera y la cuarta, González Onésimo. No, la de noventa y cuatro sargentos,

Onésimo

González. la de noventa y dos cabos, Onésimo González. El ciudadano Quevedo aparta las páginas 82 y 83.

Se ha terminado esta primera parte de haberes. Sigue la página 91. Guerra y Marina, Cuerpo Médico. El ciudadano Castellanos Angel, separó las partidas quinta, sexta y novena, que se refieren a distintos empleados asimilados; el mismo ciudadano Castellanos Angel separa en la página 92, la primera partida: veinte capitanes primeros... (Murmullos.) Ciudadano Gutiérrez: es que hay otra segunda parte de presupuestos, segundo tomo.(Murmullos.)

La Secretaría aclara que la numeración a que se refiere es del segundo tomo. El ciudadano Castellanos Angel, en la Página 92, separa las partidas primera, segunda y cuarta, que se refieren a veinte capitanes primeros farmaceúticos, veinte capitanes practicantes y veinte capitanes segundos. Primera, tercera y quinta.

El C. Castellanos: No, la tercera tampoco; primera y quinta.

El C. secretario Gandarilla: Entonces el ciudadano Castellanos solamente separa las partidas primera y quinta, de esa página.

Página 93. El ciudadano Espinosa Luis, separa en la página 93, la partida sexta, y la séptima la separa el ciudadano Castellanos Angel, es decir, separa la asignación adicional del director del Hospital Militar de Instrucción, a veinte pesos. ¿Est conforme el ciudadano Castellanos?

Página 95, Castellanos: Escuela Médico Militar. Partida primera. Página 98, Castellanos: Un jefe del servicio médico cirujano, diez pesos. Página 123, Castellanos: partida primera y segunda; Página 125, Bátiz Juan de Dios, separa la partida séptima; página 128, Castellanos: partida primera, "Gastos de comisiones extraordinarias que envíe el Departamento de Estado Mayor,... $9,600.00", objetando las partidas sexta, séptima y octava, el ciudadano Murguía y Castellanos Angel, también las mismas partidas; Página 129, Quevedo y Castellanos apartan la partida segunda, "Setenta asignaciones de mando para los jefes de regimiento de Caballería, a $2,400.00, cada una, $168,000.00."

Quevedo y Castellanos, separan la fracción V: "Cinco asignaciones de mando para los jefes de los regimientos de Artillería de campaña y especial de instrucción de Artillería, a $2,400.00, cada una."

Castellanos Angel separa en la página 130: "Combustibles y lubricantes para el Departamento de Aviación y para tres escuadrones, $144,000.00." Página 131. Los ciudadanos González Julián S. y Castellanos separaron las partidas 5, 6, 7 y 8. El ciudadano González Julián S. la 10. El ciudadano Castellanos la 11 y la 22.

Página 132. El ciudadano Castellanos: "Diferencia de sueldos y gastos militares"; partida 7, el ciudadano Luis Espinosa la 9, que dice: "Pago de reclamaciones que se presenten a la Secretaría de Guerra y cuya indemnización sea procedente, a juicio de la misma Secretaría, $50,000.00."

Página 132. La penúltima está separada por el ciudadano Espinosa Luis, y dice: "Pago de reclamaciones."

El C. Castellanos: La penúltima.

El C. secretario Gandarilla: Está aquí anotada la antepenúltima.

El C. Castellanos: No, la última.

El C. secretario Gandarilla: Entonces su señoría quiere apartar la penúltima y la antepenúltima. Est n separadas por el ciudadano Castellanos. Página 138: "Globales. Gastos generales eventuales. 7745 bis. Cincuenta y dos designaciones de mando para los jefes de batallones de infantería, a $2,400.00", apartadas por los ciudadanos Castellanos y Quevedo.

No hay más partidas objetadas. En consecuencia, se va a proceder a recoger la votación nominal de las partidas que no han sido separadas. Por la afirmativa. (Se recoge la votación.)

Las partidas no objetadas fueron aprobadas por unanimidad de ciento treinta y seis votos.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta a la Asamblea que, en vista de que el número de partidas apartadas es grande y que no bastaría conceder un receso en esta misma sesión por amplio que éste fuera, a fin de que se pusieran de acuerdo objetantes y comisión, juzga, de consiguiente, que sería más cuerdo suspender la sesión para que de aquí a mañana se pongan de acuerdo los objetantes con la comisión, en el concepto de que muy respetuosamente encarece la Presidencia, tanto a los objetantes como a los miembros de la comisión, que procuren llegar a un acuerdo, teniendo en cuenta que por patriotismo necesariamente tenemos que presentar los presupuestos entre los días de mañana y pasado; por consiguiente, se suspende la sesión para continuar mañana a las diez.

El C. Espinosa Luis: Pido la palabra antes que se suspenda la sesión.

El C. presidente: ¿Con qué objeto?

El C. Espinosa Luis: Para manifestar a su señoría que no estamos conformes, al menos el que habla no está conforme con su proposición; la Asamblea tampoco podrá estarlo si es que quiere cumplir con la palabra empeñada, de que haya presupuestos. Estamos a 15 y los presupuestos deben estar terminados mañana, que es día sábado, si queremos que haya tiempo bastante para que pa sen al Ejecutivo y puedan ser objetados; de manera que dejar esta tarde sin continuar trabajando, sería tanto como obligarnos a hacer prodigios el día de mañana o dejar sin terminar los presupuestos; faltan todavía tres ramos: el de Guerra, que ya est a discusión; el del Poder, Legislativo, y el de educación Pública, es decir, tres de los más importantes ramos. Si ya hemos visto que el de Guerra nos está dando tanto trabajo y que hay alrededor de cien partidas separadas, es de suponer que lo mismo va a suceder con el de Educación Pública; por lo tanto, estamos obligados a ahorrar el mayor tiempo posible. Además, yo sé que hay algunos asuntos pendientes que tienen que tratarse inmediatamente, y levantar la sesión, sería tanto como evitar que se trataran esos asuntos. Por otra parte, la Comisión de guerra ha manifestado al que habla su buen deseo de atender las indicaciones que se le hagan sobre el presupuesto de Guerra; muchos ciudadanos diputados han separado ya sus partidas, y el compañero Montero Villar me expuso que él, lo único que quería para atender a estas peticiones, era que vuestra soberanía conociera qué partidas eran las impugnadas y quiénes las impugnaban. Esto se ha cumplido y el señor Montero Villar y los demás compañeros están en la mejor disposición de atendernos y escucharnos. Por tanto, no veo la necesidad de que se suspenda esta sesión para mañana; yo estoy seguro de que si la Asamblea quiere, en esta misma sesión de la tarde, aunque sea prolongándola hasta las once o doce de la noche, habremos terminado el presupuesto de Guerra. Me opongo, pues, a que su señoría levante la sesión y deseo que la Cámara me apoye; que se suspenda por el tiempo indispensable mientras que se ponen de acuerdo los ciudadanos diputados y la comisión.

El C. presidente: Debo manifestar atentamente al ciudadano representante, que precisamente, de acuerdo con la Comisión de Presupuestos de Guerra, he querido suspender, o m s bien dicho, consultar a la Asamblea sobre la suspensión de la sesión de hoy para continuarla mañana, porque la propia comisión de este presupuesto opina que para mañana lo terminaría de seguro y se llegar a un acuerdo con los impugnadores. Eso por una parte; por la otra, suponiendo que la Asamblea me apoye, porque no tengo el menor interés en suspender la sesión, sino que únicamente consultaba, si esto debía hacerse o no, yo le prometo al compañero Espinosa y a toda la Asamblea que,

si acuerda la Cámara que se suspenda la sesión para continuarla mañana, yo le prometo, repito, que haré todo lo posible por que nos constituyamos en sesión permanente. Suplico a la Secretaría se sirva consultar a la Asamblea si continúa la sesión.

El C. secretario Gandarilla: Se consulta a la Asamblea si continúa la sesión. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo.

El C. Barrera: Pido la palabra para moción de orden.

El C. presidente: Tiene usted la palabra

El C. Barrera: Señores diputados: Yo ruego a ustedes que no abandonen el salón, porque hay un asunto grave en cartera, referente a mi Estado. Deseo vuestra colaboración en este grave asunto y os agradeceré infinito que prestéis toda vuestra atención a él.

El C. secretario Gandarilla: Se repite la pregunta. Los ciudadanos que deseen que continúe la sesión, sírvanse ponerse de pie. Continúa la sesión para la discusión de presupuestos.

La Presidencia, por conducto de la Secretaría, manifiesta a la honorable Asamblea que se concede un receso para que todos los que tengan que hacer objeciones a las comisiones pasen a ponerse de acuerdo con ellas, a fin de que podamos seguir discutiendo las partidas en las cuales no se pongan de acuerdo las comisiones y los impugnadores.

El C. Puig y Casauranc José Manuel: Moción de orden, señor presidente.

El C. presidente: Tiene usted la palabra para moción de orden.

El C. Puig y Casauranc José Manuel: Señor, podríamos tal vez aprovechar este receso; mientras los compañeros se ponen de acuerdo con las comisiones, podríamos oír a los compañeros que van a denunciar el golpe de estado de Coahuila.

El C. secretario Gandarilla: La Secretaría manifiesta al ciudadano Cárdenas Jacobo, por orden de la presidencia, que no ha terminado de hacer sus explicaciones: compañero Puig y Casauranc José Manuel, naturalmente que los que tengan que hacer objeciones al presupuesto de Guerra se pondrán de acuerdo con las comisiones en tanto que los que tienen otro interés hablarán a la Asamblea sobre los asuntos que les interese.

"H. Asamblea:

"Los subscriptos. diputados al Congreso de la Unión por los distritos electorales 2o. y 7o. del Estado de Coahuila, nos permitimos someter respetuosamente a vuestra consideración el siguiente acuerdo, que suplicamos se tome con dispensa de trámites, en vista de ser un asunto de urgente y obvia resolución:

"Unico. Nómbrese una comisión del seno de esta Cámara para que se acerque inmediatamente al ciudadano presidente de la República pidiéndole que imparta completas garantías a la Legislatura del Estado de Coahuila, para que ejerza sus funciones."

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. -México, diciembre 15 de 1922.- Adrián Aguirre Benavides.- Elpidio Barrera.- 6o. distrito, Jacobo Cárdenas."

En votación económica se consulta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Dispensados los trámites.

Está a discusión.

Tiene la palabra el ciudadano Aguirre Benavides.

El C. Aguirre Benavides Adrián: Señores diputados:

Traigo a presentar ante vuestra consideración un asunto verdaderamente escandaloso: el chacal Victoriano Huerta ha creado hijos, y uno de ellos es Arnulfo González, en Coahuila; pues inspirado en el fatal ejemplo de aquel dictador, acaba de disolver con lujo de fuerza a la Legislatura del Estado de Coahuila.

Voy a leer a ustedes este telegrama que acabo de recibir:

"Saltillo, Coah., 15 de diciembre.

"Diputado Adrián Aguirre Benavides.- Cámara de Diputados.

"Gobernador acaba dar golpe de Estado impidiendo con lujo de fuerza que el Congreso verifique sesiones. Con miembros de la minoría y llamando a los suplentes de la mayoría, pretende que el Congreso siga funcionando. Ya que dirigimos telegráficamente al ciudadano presidente de la República y al ministro de gobernación para que se nos impartan garantías. Mañana llegará esa Garza Castro. Favor mostrarle este telegrama a diputado Barrera para que nos ayude.- El presidente del Congreso, Vicente Santos Guajardo.- El primer secretario, Eduardo L. Arellano.- El segundo secretario Ramón de León Flores .-Manuel J. Castro.- Antonio Garza Castro.- Elías Buentello.- Higinio Dávila." Como ustedes ven, este caso no tiene verdaderamente precedente: el gobernador, sin facultades de ningún género, disolvió, como en el caso de Huerta, completamente a la Legislatura; en este caso este hombre chicanero y malvado se ha unido a la minoría y ha llamado a los diputados suplentes de la mayoría que están en funciones, que están ejerciendo su cargo en el Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados, y con lujo de fuerza les ha cerrado las puertas del salón y les impide que ejerzan sus funciones.

Esto verdaderamente es atroz, y se sentaría un ejemplo fatídico si dejáramos que esto continuara así. En primer lugar, el Congreso está obligado a pedir al presidente de la República que le conceda amplias garantías, dando orden a la fuerza federal para que proteja a los diputados de aquella Legislatura, para que ejerzan sus funciones; en segundo lugar, debemos dar un ejemplo procesando a ese malvado, para que rinda cuentas, se le desafore y se le imponga el castigo que merece. Espero que en esta ocasión, como en otras muchas, este Congreso dará pruebas de solidaridad, porque no es posible que en vano se haya derramado la sangre mexicana y que después de doce años de lucha cruenta acabemos con que gobernadores que se llaman revolucionarios, como Arnulfo González, cometan atropellos de esta naturaleza. (Aplausos.)

El C. Peña: Para una interpelación a la comisión.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Peña: Señor presidente: Para suplicar muy atentamente a los firmantes de esta proposición por qué no desde luego, que se consigne a este gobernador.

El C. Aguirre Benavides: Sí señor, lo vamos a hacer inmediatamente.

El C. Barrera: Señores diputados:

Estoy calificado dentro de la Legislatura coahuilense como la oveja descarriada, como el indisciplinado, como el eterno enemigo de nuestro gobernante, Arnulfo González ¿y sabéis por qué?: por haber cometido el inaudito, el incalificable crimen de haber señalado amistosamente, decorosamente, dignamente alguno de sus errores. Hoy, con sentimiento vengo a manifestar que me llena de indignación el proceder del ciudadano gobernador de mi Estado: en aquel Estado, señores diputados, que vosotros lo tenéis en un concepto tan digno y elevado, acontece en estos momentos, como dijera el compañero Aguirre Benavides, algo inaudito, algo incalificable, algo que en un momento de inconsciencia quizá, el ciudadano general Arnulfo González cometió, porque, señores, el ciudadano Arnulfo González tenía, dentro de la Legislatura cohauilense, siete ciudadanos diputados enemigos, contra seis incondicionales; la diputación se compone, como ustedes saben, de quince miembros, pero se anularon las elecciones en un distrito, y actualmente funcionan catorce; pero uno de esos individuos, al que me he referido en ocasión no remonta, un hombre repudiado, que denigra aquella Representación, un hombre de un nivel moral asqueroso, que patrocina los juegos en mi distrito y en todo el Estado, ese ciudadano, aparte de ser diputado, no se conformó el señor gobernador con haberlo impuesto gracias a su popularidad, porque en realidad la tuvo Arnulfo González; no se conformó con imponerlo como diputado, sino que después lo mandó a Piedras Negras, como presidente municipal, apoyado en un artículo arbitrario, antirrevolucionario e inmoral que faculta al ciudadano gobernador para deshacer a los ayuntamientos de mi infortunado Estado a su antojo; el ciudadano gobernador, de una plumada puede hacer que desaparezca cualquier Ayuntamiento del Estado de Coahuila; y ahora, señores diputados, que las elecciones municipales acaban de pasar en mi Estado, el ciudadano general Arnulfo González, que indudablemente con miras políticas, e indudablemente en algunos casos teniendo razón, quería imponer su voluntad a la mayoría, pero esa mayoría no acató nunca la voluntad del General González, no obstante que mandó llamar a los líderes de esa mayoría reiteradas ocasiones, y ahora se vale de un medio indecoroso, criminal y antirrevolucionario para disolver aquella Legislatura: mandar llamar a los suplentes e instalar una nueva Legislatura, y tiene la desfachatez, tiene el cinismo de comunicarlo así al Senado en el siguiente telegrama que os voy a leer:

"Saltillo, Coahuila, 15 de diciembre de 1922.

"Presidente del Senado de la República.- Urgente.

"Honrámonos participar respetuosamente que a efecto garantizar y sostener régimen constitucional del Estado de Coahuila de Zaragoza, esta XX Legislatura ha quedado instalada conforme preceptos constitucionales de Ley.- Con toda atención y respeto.- M. Aguirre.- G. Berchelman.- H. Calderón S.- Miguel García R.- J. Ramón.- L. Martínez Canta.- Rómulo Cárdenas.- G. M. Samuirre.- G. Gámez G."

Y afirman los ciudadanos diputados incondicionales al Ejecutivo. Pero, señores, conforme a la ley, dicen aquí, es el colmo del cinismo, porque la ley, la Constitución de mi Estado, en su artículo 46, dice lo siguiente: que la Legislatura abrirá su período de sesiones ordinarias el 15 de noviembre y lo clausurar el 31 de marzo, y paso eso en diciembre, señores; por lo tanto, comprenderán que esta Legislatura está ejerciendo funciones conforme a la ley.

Este otro telegrama que pone al Senado, y que os voy a leer, lo firman el presidente y los secretarios en sus funciones de aquella Legislatura:

"Secretaría de la H. Cámara de Senadores.

"Para que se sirvan hacerlo conocimiento de esa H. Cámara, los subscriptos, diputados propietarios al H. Congreso local, e integrando la mayoría del mismo, protestamos enérgicamente contra golpe de Estado que acaba de dar el ciudadano gobernador de esta Entidad, impidiendo, con lujo de fuerza, que la Asamblea verifique sesiones y pretendiendo con miembros de la minoría y llamando a los suplentes de la mayoría, que Congreso siga funcionando.- Ya nos dirigimos al ciudadano presidente de la República y al ministro de Gobernación para que nos impartan las garantías del caso, a fin de seguir desempeñando nuestras funciones constitucionales.- El presidente del Congreso, Vicente Santos Guajardo.- El 1er, secretario, Eduardo L. Arellano.- El 2o. secretario, Ramón J. León Flores.- Manuel J. Castro.- Antonio Garza Castro.- Elías Buentello.- Higinio Dávila."

Ya veis, ciudadanos, que estos diputados están en funciones de acuerdo con la ley; por lo tanto, tienen derecho, y no lo tiene el ciudadano gobernador para mandarlos desalojar e impedir que ejerzan sus funciones, con carabinas en mano, puesto que las autoridades del Estado son las que están posesionadas de las puertas del palacio, impidiéndoles la entrada. Es profundamente doloroso, penoso para mí, señores diputados, venir a tratar el asunto de semejante naturaleza ante esta honorabilísima Asamblea; pero, ciudadanos diputados, con el rostro ruborizado por estos escándalos, así vengo a pediros, como representante genuino de uno de los distritos de aquel infortunado Estado, que apoyéis nuestra petición: que se nombre en estos momentos una comisión para que vaya inmediatamente a ver al ciudadano presidente de la República para ver qué puede hacer en favor de estos ciudadanos diputados. Me decía alguien, un compañero, Higinio Dávila - si mal no recuerdo -, que allí entre esos diputados hay una bola de ineptos, una bola de individuos que nunca soñaron en ir a esos puestos; pero el ciudadano Dávila, representante de aquel Gobierno, sabe perfectamente que estos individuos, dentro de su inutilidad, dentro de todos los defectos que el ciudadano Dávila les reconoce, fueron ungidos por el voto libre del pueblo coahuilense.

Por lo tanto, no vengo a defender aquí a X o a Z, las personalidades para mí las dejo en la puerta, vengo a defender el carácter de que están

investidos esos señores por el voto libre del pueblo coahuilense. (Aplausos.)

Señores diputados, creo que este medio de que nos valemos nosotros los diputados para allanar todas las dificultades que se presentan en todos nuestros Estados, no es del todo eficaz; eso de cargarle al ciudadano presidente de la República todas las responsabilidades, querer que él zanje todas las dificultades, querer que él sancione todos los problemas que se presenten en las distintas Entidades federativas, es hasta cierto punto inoportuno, indebido, señores diputados; pero al no quedar otro recurso, ¿qué podemos hacer? Allí el ciudadano gobernador del Estado tiene fuerzas que le protegen; la Legislatura local de aquel Estado en su mayoría no tiene absolutamente ningún recurso que le ampare; por lo tanto, ciudadanos diputados, dispensad que haya distraído vuestra atención con este asunto y espero de vuestra reconocida solidaridad y de vuestro reconocido patriotismo y altos principios democráticos que sepáis darle un voto aprobatorio a esta solicitud de los ciudadanos diputados por el Estado de Coahuila. (Aplausos.)

El C. secretario Gandarilla: No habiendo oradores inscriptos en contra...

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Dávila Lorenzo.

El C. Dávila Lorenzo: Aunque no he tenido, señores diputados, el gusto de escuchar al compañero sus primeras palabras desde esta tribuna, paréceme que han de haber sido para sostener esta iniciativa que ya conocía. Los acontecimientos de Coahuila, si acaso ustedes los han conocido por boca del señor Barrera, han tomado algunos carices, señores, porque algunos así se los dan; pero que en el fondo no tiene la gravedad con que la precipitación de algunos diputados locales los han venido presentando.

Han llegado al Senado de la República y a la Cámara de Diputados, telegramas firmados por un número de diputados que se dicen haber constituído la XXV Legislatura del Estado, al mismo tiempo que se han recibido otros telegramas por los diputados de Coahuila aquí presentes, en que un grupo de diputados protestan por la llamada imposición del gobernador con respecto de algunos de ellos, y porque el general González, según dicen ellos, han hecho uso de la fuerza pública para impedirle penetrar al Congreso. Acabo de recibir un telegrama, también del general González, concebido en los siguientes términos:

"Saltillo, Coahuila, 15 de diciembre de 1922.

"Licenciado Lorenzo Dávila.- Capuchinas, 25.- Urgente.

"Presidente Cámara esa capital República sabe de instalación legal hoy XXV Legislatura, y a efecto no sorprendan ni Presidencia cooperatista diputados esta Entidad, particípole procedimiento ajustado todo precepto constitucional, sin trastornos orden público ni alteración alguna.- Afectuosamente.- El gobernador, Arnulfo González."

El telegrama firmado y dirigido a la Cámara de Diputados, viene firmado por algunos de los diputados locales, entre ellos por dos señores llamados el licenciado Aguirre y Mariano S. Aguirre; ambos diputados son suplentes de dos propietarios; el cómo hayan entrado a la Cámara para formar esta Legislatura en unión de la mayoría, hasta ahora no se sabe...

El C. Guzmán Martín Luis, interrumpiendo: ¡Sí se sabe!

El C. Aguirre Benavides: Cómo no se ha de saber: llamándolos el gobernador, sin facultades.

El C. Dávila, continuando: Si el gobernador pone este telegrama diciendo que ha quedado constituída esta Legislatura; si un grupo de diputados igualmente dice que no ha quedado constituída, ¿a qué nos vamos a atener por el contexto de estos telegramas, señores? ¿Vamos a proceder con ligereza en este asunto porque vienen telegramas que no aclaran las cosas tal y como en realidad hayan pasado? ¿O vamos a proceder con la cordura y serenidad que en estos casos hay que tomar en cuenta en esta Cámara de Diputados? Es necesario que la Representación Nacional se fije un poco en todos los asuntos locales para tomarlos con el debido criterio, para tomarlos como debe ser después de haber tenido pruebas fehacientes para obrar en debida forma. Aquí, señores, el móvil de todas estas cuestiones voy a decirlo a ustedes en breves palabras: Cuando la campaña del general González a la gubernatura del Estado, contendieron en la lucha dos, tres grupos o tres partidos: el que sostenía al general González, otro que sostenía al general Sánchez, otro que sostenía al general Coss, y al señor Aureliano Mijares otro. Todos tenían planillas de diputados y todos contendieron en la lucha, y llegaron las cosas a tal grado, que la lucha vino a terminar en dos bandos políticos: uno de los llamados davilistas o sanchistas, y el de los gonzalistas. Al grupo de los davilistas ocóles el triunfo de tener dos candidatos diputados que salieron electos; al partido de mijaristas cúpoles también la satisfacción de llevar por una mayo ría de votos a dos de sus candidatos; el resto de la diputación fue constituída por elementos gonzalistas. Lo que sucede en todos estos casos de política: vino luego una división en la Cámara local y vino el distanciamiento de un grupo de diputados, los cuales están en contra del otro. El bloque que sostenía la candidatura de Arnulfo González obtuvo la mayoría en aquella ocasión y estaba como todas las mayorías, obrando sobre la minoría sin dejarle, sin permitirle hacer tal vez uso de algunos derechos. Yo no quiero mezclarme en esta politiquería, porque no es de mi incumbencia; fuí candidato local y perdí la campaña y por eso no estuve en aquella Cámara. En este año, al anunciarse la constitución del nuevo Congreso local, los grupos se aprestaron a la lucha para obtener la mayoría.

Debo advertir a ustedes, señores, que el número de diputados de aquella Entidad es de quince, pero habiéndose anulado las elecciones de un distrito electoral, quedaron únicamente catorce diputados. Hasta la fecha no se han hecho elecciones del diputado faltante, y quedaron entonces, frente a frente, los dos grupos: siete a siete; pero una de las maquinaciones políticas del grupo que en el período pasado estuvo con minoría, consistió en lo siguiente: en que uno de los diputados propietarios se encontraba como presidente municipal de Piedras Negras, y entonces el suplente se presentó a

formar parte del Congreso. Le tomaron la protesta respectiva, y, después, viendo que el grupo había quedado de siete a siete, lo anularon y no lo dejaron volver a entrar al Congreso ni a tomar participación en los debates ni en la instalación.

Así las cosas, resultó que esta minoría de la vez pasada vino a tener una mayoría en este período; pero entonces vino a agriar las cosas la cuestión electoral de los municipios, en que ha estado conociendo el Congreso de dichas elecciones. Muchos de los diputados dicen que el gobernador del Estado ha estado pretendiendo imponer a algunos candidatos municipales, dejando sin que entren algunos otros.

Respecto de esto, señores, me permitiré decir a ustedes que de los treinta y siete municipios que constituyen el Estado de Coahuila, treinta han sido aprobados, uno sólo ha sido objetado por el gobernador y el otro de los municipios en que uno de los diputados federales aquí ha tenido un participio activo, como el señor Aguirre Benavides, quien decía que iría a ser objetado por el gobernador, pero hasta la fecha no lo ha sido. En el Ayuntamiento de Matamoros contendieron dos fórmulas: una encabezada por un señor García R., y otra por un señor Olivares, El señor Aguirre Benavides, enemigo de García R, porque García R. había sido enemigo de él en la lucha pasada, sostenía la fórmula de Olivares. El Congreso declaró electo a Olivares, porque según las constancias que al mismo concurrieron, decían que estaba imposibilitado el señor García R. para ser presidente municipal, por algún robo o por algún delito que había cometido, lo cual yo no sé si ser cierto o no ser ; total: que la diputación local desechó toda la planilla del señor García R., y declaró electa la otra planilla. El señor Adrián Aguirre Benavides ha tomado un participio activo en este asunto, porque la amistad que tendrá probablemente con el señor Olivares así lo lleva; pero yo no me meto en estos asuntos, que son locales y particulares de cada persona.

Así las cosas, entonces los diputados locales de esa mayoría, soliviantados por algunas de estas cosas de amor propio que sufren por no haber sido atendidos, tal vez, en lo que esperaban de González, alguno de esos mismos miembros empezó a hacer las políticas que todo el mundo conoce que se hacen en los Estados, y pretendió, o pretende aún tal vez, deponer al gobernador para poner algún otro individuo.

De los diputados federales, algunos de ellos fueron a Coahuila a mezclarse en este conflicto que pretenden algunos darle un carácter muy grave, pero que sólo se redujo a tener unas pláticas, a efecto de saber si podía haber algún buen acuerdo en el gobernador y los diputados para solucionar este conflicto. Parece que al señor Aguirre Benavides, según dice, se le hicieron algunos desaires en los primeros momentos, y así se retiró el lunes por la mañana, llegando a esta capital con el ánimo en contra del gobernador, al que antes había declarado que ayudaría. Los móviles que haya tenido no los quiero interiorizar, puesto que son cosas personales; lo cierto es esto: que el señor licenciado Adrián Aguirre Benavides ha venido a esta capital y ha solicitado del señor Prieto Laurens que ayuden a la diputación de aquel Estado, a fin de deponer al gobernador y poner otro gobernador en aquella Entidad, en el concepto de que el gobernador nuevamente nombrado, y esta legislatura, debían de ser de filiación cooperatista. Interrogo al señor Prieto Laurens, si se encuentra presente, para ver si es cierto esto que digo.

El C. Prieto Laurens: Pido la palabra para contestar.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Prieto Laurens: Efectivamente, yo tuve conocimiento de que en la Legislatura de Coahuila había un grupo de diputados enemigos personales del general González, que deseaba deponerlo del cargo de gobernador, y que estos mismos diputados estaban dispuestos a designar a un elemento que podría garantizar a la mayoría de la Legislatura local una armonía entre el Poder Legislativo y el Ejecutivo de aquella Entidad.

Con motivo de eso, hablamos el señor licenciado Aguirre Benavides y yo sobre esas dificultades de carácter local en el Estado de Coahuila, y el compañero Aguirre Benavides me hizo ver que seria posible que se designara una persona de confianza dentro de esa Legislatura, para mantener la armonía de que he hecho mención y para que no sufriera el Estado de Coahuila con ese cambio administrativo. Eso fue lo que nosotros tratamos.

El C. Dávila: ¿Tiene usted la bondad de decirme a qué persona designaba el señor Aguirre Benavides como sucesor del general González?

El C. Prieto Laurens: Los señores diputados locales se habían fijado, parece, en distintas personas, y el licenciado Aguirre Benavides sugirió la personalidad de uno de los diputados al Congreso de la Unión, el compañero Martínez Castro, como sucesor de Arnulfo González.

El C. Dávila: El señor García Castro Carlos es hermano del señor don Adrián de la misma familia, diputado local de aquella Entidad y que ha estado con el grupo de los llamados disidentes en estos momentos en aquella Legislatura.

Aquí no hay más que esto , señores: que a la situación precaria por que ha venido atravesando el Estado de Coahuila, se han venido avivando, agregando las politiquerías locales de algunos diputados de aquella Entidad....

El C. Aguirre Benavides, interrumpiendo: Los incondicionales de Arnulfo González, como usted. ¡Diga usted la verdad! (Desorden. Campanilla.)

El C. Dávila, continuando: ....locales de aquella Entidad, para venir a crear ciertos conflictos que han venido a tener tal trascendencia y que se han hecho públicos en toda la República, y en el Estado mismo algunos de los diputados de aquella Entidad federativa, que se han llamado amigos del general Arnulfo González cuando estuvieron en la campaña, y cuando entraron al Congreso, una vez en él, han seguido una actitud enteramente falsa y enteramente contraria.

Yo quiero aclarar todas las cosas con serenidad, sin pasiones y sin gritos, porque así debe de ser, para que esta Representación Nacional conozca las cosas tal y como pasaron. El incondicionalismo mío de que hace alarde el señor Adrián Aguirre Benavides, respecto del general González, creo que no es cierto ni tiene razón de ser. El señor González

ha sido amigo mío desde la escuela en que estuvimos: en el Ateneo Fuentes; emprendió su campaña política en el Estado, y yo le presté mis servicios y le presté mi contingente como diputado local; perdí en aquella lucha y me retiré por las intrigas de algún diputado; no hice valer derechos que hubiera tenido, porque en esa elección se cometieron algunos fraudes, más bien dicho: no fueron fraudes: se cometieron algunas violaciones a la Ley Electoral, que pudieron haberse solicitado delante del Congreso. La mayoría acordó que entrara mi enemigo, el señor Ramón de León Flores, y entró este señor que había luchado por la candidatura davilista. Yo me separé de las filas gonzalistas y me vine a México en busca de algún trabajo para poder vivir; no lo conseguí en esta capital, y entonces se lanzó la fórmula para diputado al Congreso de la Unión, del señor Aarón Sáenz como propietario, y yo como suplente. No habiendo aceptado el señor Sáenz esta fórmula, entonces asumí yo....

El C. Gómez Mauricio, interrumpiendo: La chamba. (Risas.)

El C. Dávila, continuando: ....el cargo de postulante propietario y aquí me tiene en esta tribuna y en este recinto, después de haber ganado una elección limpia y después de haber derrotado a mi contrario sin chanchullos y sin necesidad de imposición, como en otros casos habrá pasado. Este es mi incondicionalismo y ésta es mi amistad. Pero aquí ya porque uno viene a decir las cosas tal y como son, le llaman incondicional y los que en un momento fueron enemigos y le anduvieron diciendo al general González o a cualquier otro gobernador o general que han sido amigos, y no más porque en un momento de escisión, de resfrío político, porque en un momento de dejo así político no los recibió o no los atendió en lo que pretendían, entonces se voltean y se declaran enemigos. Estos no son incondicionales. ¿Estos son los hombres conscientes? ¿Estos son los hombres que deben estar en la Representación Nacional? ¿Estos son los hombres que deben servir a los gobiernos, los que por cualquiera cosa se ponen contra el Gobierno? ¿Estos son los que deben constituir las mayorías? No señores, yo tengo un concepto muy alto a este respecto. Es la primera vez que me mezclo en política y que ocupo un escaño en esta diputación. El señor Aguirre Benavides, viejo político que ha luchado mucho por las causas libertarias, por las causas revolucionarias y por todas las causas habidas,....

El C. Aguirre Benavides, interrumpiendo: Solo por la revolución y siempre por la revolución.

El C. Dávila, continuando: podrá decir todo lo que quiera; yo no vengo a combatir al señor Aguirre Benavides sobre sus ideas y sobre sus principios y sobre su pasado; sólo le vengo a decir que no soy el amigo incondicional del general González, sino que en muchos errores y en muchos casos tuve el gusto de puntualizárselos como amigo. Es otra cosa que no me haya hecho él caso; pero aquí en el fondo de todas estas cuestiones, no existe más que una intriga de aquellos individuos locales con el afán de que esto tenga trascendencia en la República, y por esto el señor compañero Barrera ha presentado esta proposición y esta moción. Yo le he dicho al señor compañero Barrera que deberíamos esperar a tener mayores fundamentos para presentarla con mayores pruebas para proceder en este asunto; pero el señor se ha violentado y no lo ha querido, por esto lo ha presentado. Al señor Barrera también le han mandado telegramas estos señores diputados. Por el contexto de este telegrama verán lo que dice el gobernador: al criterio de ustedes, señores representantes, está juzgar de si se puede estar en parte del gobernador o de los diputados por lo que en estos telegramas dicen, y lo que ustedes resuelvan y acuerden ser lo más conducente y acertado; sólo ruego y suplico que sin precipitaciones, sin atropellamientos y sin tomar en cuenta lo que un lacónico telegrama dice, esperemos a que los acontecimientos demuestren que el gobernador de Coahuila ha obrado en contra de la ley y entonces se procederá en contra del gobernador de Coahuila; y si los diputados locales obraron en contra de la ley, se irá contra los diputados locales que no han estado en lo justo y entonces se juzgará la actitud de estos ciudadanos. Esto es lo único que tengo que decir como una medida aclaratoria en este asunto.

El C. Aguirre Benavides: ¿Fuera usted tan amable de contestar una interpelación, señor licenciado?

El C. Davila: Si señor, todas las que guste.

El C. Aguirre Benavides: ¿Es usted representante o no del gobernador de Coahuila y qué sueldo disfruta de él?

El C. Dávila: Voy a contestarla. El señor general González hace como tres meses tuvo a bien nombrarme representante del Gobierno del Estado de Coahuila cerca del señor presidente de la República y de sus secretarios de Estado para activar los asuntos que aquella Entidad tuviera que tratar con estas superioridades; he estado tratando algunos asuntos con el señor presidente de la República y con algunos señores secretarios de Estado, en lo que mi humilde esfuerzo ha sido capaz. El sueldo que disfruto, señores, es grande: es honorífico el cargo que tengo y no disfruto de sueldo ninguno. (Voces: ¡Ah!)

¿Tiene usted alguna otra cosa que decir, señor? Y voy a decir, señores, por vía de aclaración, que nunca he recibido un centavo del Erario local por concepto de ningún trabajo y que, como abogado, profesión en la cual tengo nueve años de haberme recibido, tampoco he cobrado un centavo por honorarios a los pocos individuos indigentes que he defendido; siempre me he bastado con mis propios recursos y con esto he vivido.

El C. Barrera: Para rectificar hechos.

El C. Aguirre Benavides: Yo también.

El C. presidente: están inscriptos para rectificar hechos, y lo harán después el señor Aguirre Benavides y Barrera. Tiene la palabra el señor Prieto Laurens Jorge.

El C. Prieto Laurens: Señores representantes: Los diputados Aguirre Benavides, Cárdenas y Elpidio Barrera, proponen a esta Asamblea que se designa una comisión que se acerque inmediatamente al ciudadano presidente de la República pidiéndole que imparta garantías a la Legislatura de Coahuila para que ejerza sus funciones. Ya el señor diputado Dávila ha manifestado a ustedes

que solamente tenemos una información incompleta, una información telegráfica unilateral; que es necesario conocer todos los datos, toda la información de este asunto, porque muy bien puede haber en el fondo de esta cuestión una maniobra política en contra del gobernador, o bien puede haber algo más grave que amerite una acción mucho más enérgica; en consecuencia, la moción que presentan los compañeros, es completamente inaceptable. Hemos subscripto, en cambio, nosotros, que estamos de acuerdo con ellos, en que se les den garantías a los diputados si no las tienen, hemos subscripto la segunda proposición, porque uno de los que suscriben, la que está a discusión en estos momentos, está de acuerdo en que debe salir inmediatamente para Coahuila una comisión de diputados para informarse de la verdadera situación política de aquel Estado, de lo que ha ocurrido entre los poderes locales de Coahuila, para saber si hay en el fondo de esto una maniobra política, porque de todo el mundo es bien sabido que de tiempo atrás, se trabaja de una manera tenaz y sistemática de parte de algunos elementos villarrealistas y peleceanos del Senado y de otro individuo, todos con miras futuristas, mirando a la gobernatura del Estado de Coahuila...(Voces: ¡Nombres!) Hablo de Vito Alessio Robles y del general Eulalio Gutiérrez; estos dos individuos, junto con el loco de Mijares, han venido trabajando sistemáticamente contra el gobierno de Coahuila; los dos primeros futuristas, repito, porque esperan la mano de doña Leonor en el Estado de Coahuila y quienes han venido preparando la labor política que ha culminado con estas dificultades. Soy el primero en pedir a esta Cámara que se procure que la Legislatura de Coahuila tenga garantías, que se procure la armonía de los poderes del Estado y que se haga que el gobernador respete a la Legislatura; pero si en el fondo sólo hay una maniobra, si no hay tal disolución de la Cámara local, sino que realmente lo que pasa es que hay una escisión en esa Cámara, no sabemos a ciencia cierta en qué condiciones se hallan la Legislatura y el Ejecutivo de Coahuila. Por eso, interpretando el verdadero sentimiento de los compañeros representantes del Estado de Coahuila, proponemos que se nombre una comisión de tres representantes...(Voces: ¡Cinco!) uno Coahuila y dos enteramente neutrales, que no estén apasionados en este asunto, que no sean ni amigos ni enemigos del general Arnulfo González, sino personas imparciales que vayan a investigar lo ocurrido en estas dificultades e informen telegráficamente, si es necesario, o vengan a la Cámara a decirnos la verdadera situación de Coahuila, y entonces adoptaremos nosotros una actitud verdaderamente resuelta, verdaderamente digna y ajustada a la verdad y no nos pondremos en ridículo en caso de que el fondo de este asunto sólo haya una maniobra política, porque hay que desconfiar mucho en este tiempo de todas estas maniobras y movimientos, y pueden ser justificados como en mi concepto lo fue el movimiento contra el gobernador López de Lara, pero hay otros que son verdaderos albazos. De manera que debemos nombrar una comisión que vaya a Coahuila, y resolver la situación política de ese Estado, una vez que la Cámara de diputados sea informada sobre la verdadera situación. Cuando conozcamos la verdad de lo que ocurre allá, entonces sí podremos, no pedir garantías al presidente de la República - que eso significa muy poco, compañero Elpidio Barrera -, sino que podremos, en masa, hacer que se respete a la Legislatura de Coahuila; podremos ir allá, como fuimos a Nuevo León, a que se respetara la Legislatura de allá. Nosotros fuímos personalmente, sin garantías ningunas; fuímos personalmente a hacer que se le dieran garantías a la Legislatura de Nuevo León, y podemos ir lo mismo a Saltillo, a ciudad Victoria y a cuantas partes sea necesario. Pero esto que se pide ahora por los compañeros de Coahuila, es incompleto, es indebido, es inoportuno, enteramente impertinente y tras de esto puede estar muy bien el zorro de Eulalio Gutiérrez y el italiano, napolitano de Vito Alessio Robles (Aplausos.)

El C. Barrera: Pido la palabra en contra.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Barrera Elpidio.

El C. Barrera: La suspicacia del ciudadano Prieto Laurens va muy lejos, compañeros. Tratándose de deponer al gobernador de mi Estado, les voy a demostrar a todos mis amigos coahuilenses que yo soy amigo real y verdadero de Arnulfo González. yo no vengo con politiquerías, sino que vengo a pedir garantías para los diputados. No puede haber maniobra en contra de Arnulfo González, desde el momento en que Arnulfo González es el que desconoce al Congreso y se instala con Legislatura propia. ¿Cómo puede haber allí un peligro para Arnulfo González, si Arnulfo González, ahorita. diz que legalmente, tiene una mayoría dentro de la Cámara? El ciudadano Higinio Dávila ha dicho que en la Legislatura del Estado de Coahuila los ciudadanos que están ahorita en contra no han sido realmente "gonzalistas", y si lo son, ¿qué tal estará la perra de brava, como vulgarmente se dice, que los gonzalistas de hueso colorado sean los enemigos actuales del general Arnulfo González? Los laboristas del Estado de Coahuila, acérrimos enemigos del general González, como Gregorio Gámez G., como Rómulo Cárdenas y otros laboristas de hueso colorado que antes estaban en favor de Mijares, ahora están en favor de González. Señores diputados, hay que tomar en consideración esto: la pugna ha venido precisamente porque el gobernador quiere elementos incondicionales dentro de la Legislatura. No soy enemigo de él, lo confieso sinceramente; pero no quiero que él cometa, como gobernante, estos atropellos. Ahora, dice el compañero Prieto Laurens que esto es cojo, inoportuno, etcétera. ¿Cuál es el medio? Ahorita, en este momento , porque para mañana o pasado ya ser tarde, porque probablemente se habrá llamado a más diputados suplentes o se habrá recurrido a otros medios, sin que podamos otorgar las garantías necesarias a los diputados. La cuestión está en que la Legislatura, con su mayoría oposicionista, entre en funciones, y que Arnulfo González siga funcionando como gobernador. Ya que nosotros lo elegimos, los coahuilenses, tendremos que soportar su mal o buen Gobierno en el futuro. Yo nunca había venido con una sola queja de mi estado ante esta honorable Asamblea, por

que soy en este sentido provincialista: prefiero a Arnulfo González cometiendo errores en mi Estado, a que la Secretaría de Gobernación vaya a meter su cuchara de palo allí. No vengo a implorar un favor para mi estado: quiero garantías para unos ciudadanos investidos del carácter de diputados, es lo único que quiero, que el ciudadano presidente de la República telegrafíe inmediatamente, hoy mismo, para que se les otorguen garantías. Que venga una explicación, porque eso que ha dicho el ciudadano Dávila, para mí muy honrado y querido, no me satisface: él dice que tiene fundamento legal el procedimiento del ciudadano Arnulfo González; pero quiero que él, como abogado, me se le un solo artículo de la Constitución federal del Estado de Coahuila, que faculte al gobernador para dar un golpe de Estado.

El C. Dávila: No se sabe si ha dado un golpe de estado o no lo ha dado; el telegrama dirigido a la Cámara de Diputados viene firmado por varios diputados, siendo dos de ellos suplentes. ¿Sabe usted como entraron los suplentes?

El C. Barrera, continuando: Ya lo sé, ciudadano; se lo voy a decir. En la Legislatura, y debido a chanchullos ordenados por los superiores, ha pasado lo siguiente: voy a ilustrar a la Asamblea sobre la verdad: Estando fuera el representante del distrito de Torreón, Eduardo L. Arellano, enemigo, es decir, perteneciente al bloque de la mayoría, gozando de una licencia, llamaron a su suplente y lo instalaron en la Cámara; cuando Arellano se presentó ante la Legislatura, ya su suplente estaba en funciones. ¿Es honrado este proceder? A un hermano del diputado Garza Castro - Antonio Garza Castro - le pusieron un telegrama fingido de Monclova, diciéndole que su señora se estaba muriendo. Se fue a Monclova, y, mientras tanto, llamaron a su suplente. Esos son los medios de que se valen para integrar una mayoría favorable al ciudadano Arnulfo González.

Señores, esto es indecoroso, esto es indebido, no es político, es algo incalificable.

Y ahora, los ciudadanos de la mayoría, con aquellos procedimientos sancionados por el ejecutivo, han tomado la revancha: forman una mayoría, y ahora son ellos los que las que pueden allí y no han querido ser consecuentes en nada con el ciudadano gobernador. Creo que están en lo justo, máxime cuando han obrado conforme a la ley. Ya, por ejemplo, en mi distrito, las elecciones se han fallado conforme a la ley, conforme a la justicia. Claro está que si la mayoría está obrando dentro de la ley dentro de la justicia, yo me opongo terminantemente, ciudadanos diputados, a que se nombre una comisión de diputados que vaya a mi Estado, porque de aquí mismo podemos tener la información necesaria y, sobre todo, porque éste es un caso urgente que necesitamos atender desde luego. Que se nombre la comisión después, santo y bueno; pero señores, ésta ya no tiene el mismo carácter que la comisión que se nombre para que vaya a ver al presidente de la República. Sabemos que no vamos a obtener un resultado satisfactorio, pero cuando menos habré cumplido con un deber. Tres diputados coahuilenses firman esta iniciativa, y no creo que la honorable Asamblea la eche por tierra, porque no hay razón. Ciudadanos diputados, en las elecciones del Estado de Coahuila, a las que se refirió el honorable compañero Dávila, contendieron las fórmulas que él mencionó, y debo confesar con absoluta honradez y con la sinceridad que sabéis me caracteriza, que el ciudadano gobernador González se portó honradamente, porque permitió, no obstante tener una mayoría en la Legislatura, que entraran los diputados que realmente habían triunfado, partidarios de Mijares y Dávila Sánchez. Confirmo lo dicho por el ciudadano Dávila, porque ha estado en lo justo, con lo cual pruebo que no vengo con mentiras ni a sorprender vuestra atención; quiero justicia, y cualquier diputado, cualquier representante popular que se crea digno, de seguro que asumiría nuestra actitud. El único medio eficaz es decirle al presidente de la República que se dirija en alguna forma, a quien corresponda, para que se otorguen amplias garantías; en Saltillo hay fuerza federal, está el Cuartel General de Amaro, que puede inmediatamente dar garantías para que se solucionen estas dificultades. No quiero que se haga más, porque esto traería fatales consecuencias para mi Estado; si deponemos a González, que lo ha hecho mal, y salimos de Guatemala para entrar a Guatepeor, prefiero que siga Arnulfo González. El ciudadano Garza Castro es un hombre bueno, es un hombre sano, es un provinciano de mucho cuerpo, de un alma muy noble, de un corazón muy grande; pero nada más. Es decir ¿esas son las características, las virtudes y cualidades indispensables para ser gobernante, o queremos nada más satisfacer el prurito sectarista de que sea un cooperatista de hueso colorado? A mí no me escogerán, porque no acepto ni quiero llegar a un puesto público si no es por la vía legal; no me han propuesto, porque saben que soy un indisciplinado que voto únicamente siguiendo los dictados de mi conciencia y porque soy una oveja descarriada, según ellos dicen: pero me queda la satisfacción de haber cumplido con mi deber. Por tanto, os ruego atentamente que aprobéis esta iniciativa.

El C. Dávila: ¿Me permite usted una interpelación?

El C. Barrera: ¡Con mucho gusto!

El C. Dávila: Al comenzar su discurso, señor Barrera, dijo usted que qué tal estaría la perra de brava que hasta los enemigos, o no se quién, se habían metido allí; que los gonzalistas de hueso colorado ya habían protestado hoy contra Arnulfo González, y señaló al señor Higinio Dávila.

El C. Barrera, interrumpiendo: Ni siquiera lo mencioné.

El C. Dávila, continuando: Si señor, dijo usted que Higinio Dávila, gonzalista de hueso colorado, estaba ahora contra Arnulfo. Quiero que me diga usted cuál fue la actitud de Dávila cuando empezó la lucha electoral en Coahuila y cómo andaba con los bandos políticos.

El C. Barrera: Debo contestar al compañero que si mi memoria no me engaña - y prueba de ello son los compañeros - yo no he mencionado a Higinio Dávila; pero Higinio Dávila era gonzalista; jugó con el partido gonzalista y triunfó con el partido gonzalista.

El C. Dávila: El señor Higinio Dávila, cuando

empezó la lucha electoral en Coahuila, andaba jugando con todas las barajas. El señor Higinio Dávila desconfiaba del gonzalismo, yo lo defendí dentro del gonzalismo e hice que el general González no le tuviera desconfianza, para que entrara en sus filas. Salió el señor Dávila, y usted sabe que fue uno de mis mayores enemigos para echarme fuera del Congreso, porque no podía contar con mi incondicionalismo. Usted sabe que esto es cierto.

El C. Barrera: Debo hacer esta aclaración, señores: Yo estaba en Saltillo cuando estos acontecimientos y me consta - debe reconocer esta verdad grandísima el compañero Dávila - que perdió con un número considerable de votos; que él le anduvo haciendo la lucha al puestecito de diputado, pero no le valió, porque confesó honradamente su derrota.

El C. Valenzuela: A semejanza del ciudadano Barrera, cuando yo me defendía de un cargo injusto que me lanzó el director general de Correos, habiéndome pedido entonces aquél que ya no tratara mi asunto, ahora suplico al mismo ciudadano Barrera que me diga si est bien empapado en este asunto y si est bien documentado para venir a quitarle el tiempo a la Asamblea, y que procure el mayor ahorro de tiempo, para seguir trabajando.

El C. Barrera: ¡La venganza es muy dulce! Aplaudo al compañero porque tiene muchas ganas de trabajar; pero no hay paridad entre el caso personal del señor Valenzuela y el caso nuestro, en que va de por medio el bienestar de una colectividad tan digna de respeto, como la del Estado de Coahuila.

El C. Aguirre Benavides: Señores diputados: Suplico a la Asamblea respetuosamente que haga el favor de concederme atención y oírme con benevolencia, advirtiéndole que sólo ocuparé esta tribuna por breves momentos.

El verdadero origen del conflicto entre el gobernador del Estado de Coahuila y la Legislatura del mismo, deriva de las últimas elecciones municipales.

El día 5 de octubre tuvieron lugar en el Estado de Coahuila las elecciones municipales, y en Coahuila, como en otros muchos Estados, la Legislatura califica esas elecciones. Cuando se instaló la Legislatura, que lo fue el 15 de noviembre, y aclaro esta fecha, para que quede puntualizado que sí se instaló el 15 de noviembre, no pudo haberse instalado hoy, como descaradamente lo dice el gobernador al licenciado Dávila en el telegrama que nos ha leído; la Legislatura, pues, se instaló el 15 de noviembre, y en esa fecha eligió su Mesa Directiva y prueba de ello es que tengo a la mano el decreto dado por ella misma el día 6 de este mes. La Secretaría se servirá dar fe.

El C. secretario Esparza Martínez: La Secretaría da fe de que el ciudadano diputado Aguirre Benavides presenta el texto de un decreto que firman los ciudadanos diputados Guajardo, Arellano y Garza Castillo en la Sala de Comisiones del Honorable Congreso del Estado de Coahuila, a los seis días de este mes de diciembre de 1922. La Secretaría, igualmente, da fe de que al final del decreto hay una nota que dice: "El anterior dictamen fue aprobado por los firmantes de esta hoja, y además, por los ciudadanos diputados Guillermo Berchelman, Rómulo Cárdenas G. y Gregorio Gámez G."

El C. Aguirre Benavides, continuando: En consecuencia, está probado que la Legislatura del Estado no se instaló hoy, sino que se instaló el 15 de noviembre; y si aquélla se instaló el día 15 de noviembre; es claro que está dado el golpe de Estado, porque ¿cómo es que ahora informa que la Legislatura se instala hoy? ¿Por qué se instala hoy? Los telegramas que nosotros tenemos, dicen que el gobernador del estado ha llamado a los suplentes de la mayoría para integrar quorum con la minoría que él tiene. ¿Con qué facultad el gobernador de un Estado llama a los diputados suplentes? Esto es absolutamente ilegal y revela lo que es cierto: el golpe de Estado que ha dado el general Arnulfo González. Por cuanto a la historia del asunto, decía que el origen consiste en las elecciones municipales: El gobernador ha pretendido imponer la candidatura de sus amigos en todos los municipios, y la Legislatura, consciente de su dignidad y orgullosa de su soberanía, se ha inspirado en el respeto al voto público en todas partes. Y no se trata aquí de politiquerías; no se trata aquí de los municipios de mi distrito: se trata de los municipios de todo el Estado, como lo pueden comprobar el ciudadano Elpidio Barrera y el propio señor don José Cárdenas. En consecuencia ha sido una lucha entre el Gobernador y la legislatura, lucha en la cual el gobernador ha querido imponer a sus amigos, lucha en la cual el Congreso, estando a la altura de su deber, no ha dejado que el gobernador imponga su voluntad. Por lo demás, tanto el señor Jacobo Cárdenas como yo estamos completamente conformes en que vaya una comisión del seno de esta Cámara a investigar los hechos, porqué tenemos la seguridad absoluta de que quedarán plenamente comprobados. En consecuencia, retiramos, por lo que a nosotros respecta, esta proposición, aceptando en todas sus partes la promoción hecha por el ciudadano Prieto Laurens.

El C. secretario Esparza Martínez: Los firmantes de esta proposición piden permiso para retirarla.

El C. Barrera: Yo no lo pido: que se haga constar que yo no la retiro.

El C. secretario Gandarilla: La Secretaría aclara que la mayoría de los firmantes pide permiso para retirar su proposición. Se consulta a la Asamblea si concede este permiso. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Concedido. La otra proposición está concebida en los términos siguientes:

"Los subscriptos solicitan que con dispensa de trámites se apruebe la siguiente proposición:

"Unica. Nómbrese una comisión de cinco representantes de esta Cámara que se traslade inmediatamente a la capital de Coahuila, a fin de que investigue la verdad de lo ocurrido entre los poderes de aquel Estado e informe a esta Cámara, para adoptar una actitud justa y prudente."

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados. -México, diciembre 15 de 1922.-F. González y González.- J. Prieto Laurens.- Gustavo Arce.- E. Portes Gil."

En votación económica se pregunta si se dispensan

los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. Los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse.

El C. Dávila: Creo que antes de que vaya esta comisión a Coahuila....

El C. presidente: No tiene usted la palabra.

El C. Dávila: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Dávila: Voy a hacer una aclaración. Al señor Aguirre Benavides le dicen en un telegrama que mañana llega el ciudadano diputado Garza Castro. Esperemos a que llegue este diputado y diga algo de la situación y entonces se mandará la comisión.

El C. presidente: A discusión la proposición. Tiene la palabra en contra el ciudadano diputado Barrera.

El C. Barrera: Me causa mucha admiración el proceder de mis compañeros; eso de voltear chaqueta en cinco minutos me causa admiración. ¿Por qué no piden que se aprueben las dos proposiciones? Las dos son factibles, son oportunas: que vaya una comisión a ver al ciudadano presidente de la República, y que luego se mande otra a Coahuila; pero no comprendo eso de venir a quitar una firma que hace un momento el licenciado Aguirre Benavides, con una nerviosidad que no me explico en su edad, ya con canas en el pelo, me decía: "fírmalo, fírmalo". Cálmese, licenciado, le decía yo. Me ha causado admiración la impetuosidad de este anciano venerable. (Risas) Ahora, señores, se propone que se nombren cinco diputados. Yo creo excesivo el número: con tres diputados que vayan es más que suficiente, porque van ganando cien duros diarios, que mucho necesita la nación. Además, su atención aquí también es necesaria. Sabido es que escasamente se integra el quorum, señores diputados, para la discusión urgentísima de presupuestos, y eso de que vayan cinco diputados a investigar un asunto a Saltillo, no lo creo conveniente, ni honrado, ni oportuno. Reducid el número; ya que los ciudadanos de la mayoría me han vencido, porque soy solo, tengo que cruzar los brazos, ciudadanos diputados. Pero ahora yo iré también al Estado de Coahuila y traeré aquí la verdad de los hechos: Si Arnulfo González tiene la razón, yo honradamente lo vendré a declarar así. (Voces: ¡Muy bien!) Pero, señores diputados, ante el caso tal y como los telegramas lo presentan, no cabe dudar. Me decía el compañero Dávila que no se puede apreciar la verdad en este asunto por lo que dicen los mensajes. ¡Cómo no va a poderse apreciar si está tan claro como la luz del día ese golpe de Estado dado por el gobernador a la Legislatura. Con mil razones que nos pudiera exponer el ciudadano gobernador, no nos daría una sola fundamental, una sola basada en la ley. ¿Qué derecho tiene un gobernador para disolver una Legislatura, para decir al diputado: "No entras aquí y llamo a tu suplente"? Hay infinidad de licenciados que me escuchan y yo quiero que haya uno que se levante y me diga: "El ciudadano gobernador de Coahuila tiene fundamento constitucional para proceder así". Reto a los compañeros que me digan si tengo o no razón. Entonces, estando tan claro el hecho de una arbitrariedad cometida por el gobernador, ¿no vamos a pedir al ciudadano presidente de la República que imparta las garantías necesarias, que se permita a los diputados que vayan a palacio, que no se les anteponga un 30-30, porque me consta que a la entrada del palacio en Saltillo hay siempre una guardia de policía que depende del gobernador? (Voces: ¡Son gendarmes!) Gendarmes o lo que sean, pero tienen un 30-30 con que imponen respeto. Me causa admiración la actitud del ciudadano Dávila; es un hombre honrado, un muchacho sano, pero ha venido a defender una causa enteramente mala, innoble e injusta; él acaba de decir que no tiene datos suficientes, que nos hemos ido de bruces; pero, señores, no asumir esta actitud que hemos asumido y que seguiré asumiendo con mi sola firma en esta iniciativa, sería indecoroso para los representantes de Coahuila; es él quien ha venido a defender una causa mala, porque sólo tiene un dato y le falta el factor indispensable, el fundamento constitucional, y el ciudadano licenciado Dávila, conocedor de estos asuntos, no me podrá presentar la razón legal que pueda amparar al general Arnulfo González.

El C. Dávila: He dicho a usted que no se sabe por qué entraron esos suplentes y como antecedente viejo le digo lo siguiente: el señor Higinio Dávila y J. Castro tienen compromisos con los suplentes, de que en este período entrarían a funcionar ellos, y ha habido serios disgustos entre los propietarios y los suplentes, porque aquellos no los han dejado entrar. ¿Puede usted saber si han tenido un arreglo para evitar mayores dificultades en Coahuila y los han dejado entrar? Eso no lo puede usted saber y por eso digo que esperamos, que el tiempo es buen amigo.

El C. Barrera: Me parece enteramente pueril el razonamiento del ciudadano Dávila; decir que entraron los diputados suplentes estando en funciones los propietarios, no tiene nada de particular; así nada tendría de extraño que mañana o pasado viniera mi suplente estando yo sentado en esta curul y me dijera: hazte a un lado porque aquí estoy yo; tendría mucha razón mi suplente, según el razonamiento infantil del compañero Dávila. Señores, es ridículo admitir esto: yo, diputado propietario, no digamos por los mil duros, sino por dignidad, por decoro, no debo admitir a mi suplente sin mi previo consentimiento. ¿Cómo es que un diputado propietario a la Legislatura de Coahuila, va a admitir que entre el suplente y que éste firme esos telegramas en que se apoya su excelencia el señor Dávila para defender al señor general Arnulfo González? ¡Indudablemente que entraron allí a chaleco, debido a las armas del ciudadano gobernador del Estado. Eso está en la conciencia de todos vosotros, porque era la única manera de poder integrar quorum en aquella Legislatura, era la única manera de tener mayoría, es decir, la mitad más uno. Llamaron al suplente y le pusieron una carabina en el pecho al propietario. He allí la verdad que no quiere admitir el señor Dávila.

El C. Dávila, interrumpiendo: ¿Me permite una aclaración?

El C. Barrera, continuando: Me dice que no

quisieron admitir a un suplente, al suplente del indigno político Hermilo Calderón, que es una afrenta para aquella Legislatura. Ya que tenían controlada la mayoría dentro de la Legislatura, dijeron todos: "Pues ahora viene el propietario", propietario que por decreto bochornoso e infame está desempeñando el puesto de presidente municipal en Piedras Negras; viene el propietario y no entra el suplente. Como la mayoría tenía que sancionar este decreto, pues ganaron el pleito....

El C. Dávila, interrumpiendo: Hay telegramas del general González y de la Legislatura. Hay un pro y un contra. ¿A favor de quién va usted a fallar, señor Barrera?

El C. Barrera, continuando: Voy a fallar como lo haría todo hombre honrado. Al recibir un telegrama, señores diputados, ¿creen ustedes que la mayoría de la Cámara - ese telegrama que leí está firmado por la mayoría de aquella Legislatura - va a burlarse del Senado? ¿Hay alguien que crea en semejante absurdo, que mañana o pasado las Legislaturas de Jalisco, de Guanajuato, etcetera, vayan a engañar a esta Cámara con un telegrama en el cual asienten falsedades? Eso no lo creo, porque no quiere descender a ese bajo nivel moral de un hombre, máxime cuando tiene la envestidura de diputado, aunque sea de una Legislatura local. Dice el compañero Dávila que cómo puedo estar yo en favor de la Legislatura: indudablemente que lo estoy porque trato de defender a los diputados, no me importa que haya entre ellos alguno despreciable, pero soy diputado y tengo que hacer lo posible por que se les impartan garantías, no a sus personas, sino a su carácter de diputados de que están investidos.

Para terminar, pido que esta iniciativa del ciudadano Prieto Laurens, que han secundado tan cobardemente mis dos compañeros, se reduzca a proponer tres diputados: no es justo el gasto oneroso de cinco diputados que vayan a investigar estos acontecimientos.

El C. secretario Gandarilla: Se consulta a la Asamblea si considera suficientemente discutido el punto. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Suficientemente discutido. Se consulta a la Asamblea si aprueba la proposición. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo.

El C. Barrera: Pido votación nominal. No hay quorum. (Voces: ¡Sí hay!)

El C. secretario Gandarilla: Hay mayoría de pie. Aprobado.

El C. Barrera: Hay mayoría de pie, pero no hay quorum. La Secretaría ha obrado malamente en este caso.

El C. presidente: Siendo visible la mayoría y siendo también notorio que hay quorum, se declara aprobada la proposición.

El C. Barrera: ¡Eso no es honrado!

El C. presidente: Se designa para que integren la comisión a que se refiere la iniciativa que se acaba de aprobar, a los ciudadanos González Garza, Agustín Vidales, Aguirre Benavides, Otilio González y prosecretario Martínez Adame.

El C. secretario Gandarilla: Continúa la discusión del presupuesto sobre el ramo de Guerra. (Voces: ¡Ya no! ¡Ya no!)

La partida 62 está separada por el ciudadano Quevedo, quien tiene la palabra.

El C. Quevedo: Habiendo llegado a un acuerdo con la comisión, retiro mis objeciones.

El C. secretario Gandarilla: El ciudadano Quevedo retira sus objeciones a la partida 62. Se reserva para su votación. (Voces: ¡Todas!) Todas las partidas que separó el ciudadano Quevedo, se reservan para su votación.

El C. González Onésimo: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano González Onésimo.

El C. González Onésimo: Para hacer la misma aclaración que el ciudadano Quevedo.

El C. secretario Gandarilla: El ciudadano González Onésimo retira todas las partidas que había objetado. El ciudadano Ollivier manifiesta que retira todas las objeciones a las partidas que había separado. En consecuencia, queda reservada para su votación.

El C. González Julián S.: Yo tengo separadas algunas partidas, señores diputados, y la comisión está de acuerdo en pedir permiso para retirarlas en vista de que las objeciones que hice están completamente justificadas, a juicio de la misma comisión.

El C. secretario Gandarilla: Se suplica al ciudadano González Julián S. indique a la Secretaría cuáles son.

El C. González Julián S.: La partida 23 de la página 55 dice: "Una asignación del arma para el comandante del escuadrón". Como todas las partidas se refieren a lo mismo, cuando menos casi todas, voy a permitirme preguntar a la comisión si está de acuerdo en modificar las partidas que se refieren a los comandantes de Escuadrón, comandantes de escuadrilla y tenientes pilotos aviadores del Departamento de Aeronáutica Nacional, en vista de que entre todos los diputados ha causado impresión la demanda hecha muy justamente por los miembros de este cuerpo de aviación nacional. Pido las siguientes reformas: que el comandante de escuadrón en lugar de tener la asignación del arma, de ocho pesos, tenga diez pesos; que el comandante de escuadrilla en lugar de tener seis pesos cuarenta centavos....

El C. Gandarilla: La Secretaría, por orden de la Presidencia, indica que la comisión pida permiso para informar que está de acuerdo con usted.

El C. Montero Villar: A nombre de la comisión quiero explicar que en vista de las peticiones hechas, se ha llegado al acuerdo siguiente: el teniente piloto, en vez de ganar seis pesos cuarenta centavos y una asignación igual a esta cantidad, ganar doce pesos; el comandante de escuadrilla, quince pesos; el comandante de escuadrón, diez y ocho pesos y, por último, el comandante de flotilla veintiún pesos.

El C. González Julián S.: Estoy absolutamente de acuerdo, pero voy a hacer una aclaración.

El C. Espinosa Luis: ¡Moción de orden! Precisamente la Asamblea consistió en un receso para que todos los compañeros se pusieran de acuerdo. Se están objetando partidas sin razón de ser; que el ciudadano González vea lo que hay allí, que si no está conforme con la comisión, se ponga de acuerdo con ella, pero que no nos esté haciendo perder el tiempo.

- El. C. González Julián S. : sigo en el uso de la palabra. Me extraña mucho la agresividad del compañero Espinosa.

El C. Murguía, interrumpiendo: Para una moción de orden. Señores diputados Estamos perdiendo el tiempo miserablemente. Todos los que objetábamos las partidas de Guerra hemos estado con la comisión; la comisión ha llegado a un arreglo con todos nosotros y sólo suplico a la comisión se sirva informar, para no estar perdiendo el tiempo, cuáles son las partidas que va a reformar y cuáles va a retirar, para que así no discutamos en balde.

El C. González Julián S.: Me parece que sigo en el uso de la palabra. Si los señores compañeros Espinosa y Murguía no hubieran hecho estas mociones de orden tan impertinentes, yo hubiera terminado ya mis objeciones. En un minuto terminé de hacer nueve objeciones que tenía; voy a hacer la última, ciudadano Espinosa, ya ve que no estamos perdiendo el tiempo. Quería decir únicamente que el aumento que yo propongo y que ya fue aceptado por la comisión, no es oneroso en el presupuesto, porque hay una partida que tengo objetada, de doscientos mil pesos, que es completamente inútil y la comisión ha estado también de acuerdo en retirarla. Así es que el aumento, por concepto de aumento de salarios, queda reparado con creces con los doscientos mil pesos de que antes he hablado y que pido a la comisión tenga a bien retirar porque son completamente inútiles. Esto lo declaran algunos miembros de la Escuela de Aviación. La partida que está en la página 131, segunda parte, ciudadano secretario, es a la que me refiero. (Voces: ¡Ya está aprobada!) "Adquisición de motores de repuesto, $200,000.00" Ya anteriormente hay una partida que dice: "Equipo en general para la fuerza aérea nacional, $300,000.00." Según me ha informado un miembro de este departamento, los trescientos mil pesos son bastantes para atender a estas necesidades. Por lo tanto, pido el retiro de esta partida.

El C. secretario Gandarilla: La Secretaría suplica a la comisión le diga cuáles son las partidas que retira para presentarlas modificadas. El ciudadano González tiene separada la partida 6,823 de la página 55. Suplico a la comisión diga si quiere retirarla.

El C. Montero Villar: Sí, señor.

El C. secretario Gandarilla: Pide permiso la comisión para retirar la partida 6,823 que dice: "Una asignación del arma para el combate de escuadrón, a $8.00."

-¿Con cuánto lo pone la comisión?

El C. Montero Villar: Con diez pesos.

El C. secretario Gandarilla: Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra en contra, se reserva para su votación.

El C. Espinosa Luis: ¡Moción de orden! Son cinco o seis partidas las que reforma la comisión. El ciudadano González, ahora, las quiere reformar fuera de tiempo y, sobre todo, pidiendo aumento menor del que ya habían pedido otros compañeros y las comisiones habían aceptado; de tal manera, que los deseos de aumento del ciudadano González, están hasta excedidos, no hay razón para que perdamos el tiempo. Por lo tanto, que de una vez se separe todo eso para ser votado con las partidas no objetadas.

El C. secretario Gandarilla: La Secretaría lo único que está consultando es la asignación para anotarla.

Página 55. Partida 6,826, con seis pesos sesenta centavos. Se consulta a la Asamblea si permite retirarla. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Concedido.

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

El C. Montero Villar: Varios compañeros apartaron distintas partidas para impugnarlas, pero hemos llegado a un acuerdo que equivale tanto como a retirar esas partidas. Creo que sólo es necesario informar en el sentido en que quedan las partidas sin ninguna discusión: El Departamento de Aviación a que se refiere el compañero González, fue modificado; tiene sueldos de cuatro, seis, ocho, diez y once pesos, pero se les ha puesto una "asignación de mando" que los beneficia y no perjudica la jerarquía militar que deben tener dentro del Ejército. Por tal motivo, verá el compañero González que no solamente se ha puesto el sueldo de diez y seis pesos como quería, sino que a algunos se les han puesto hasta veintiuno. No se les puede subir a todos, para que la jerarquía militar no sufra. En tal concepto, quedan con sueldos de doce a diez y seis pesos. (Desorden.)

El C. secretario Gandarilla: La Secretaría pide a la comisión señale en concreto cuáles son las partidas que retira para reformarlas.

El C. Montero Villar: Retira todas las objetadas, para presentarlas de acuerdo con lo que dijo.

El C. secretario Gandarilla: Se consulta a la Asamblea si permite a la comisión retirar todas las partidas objetadas. (Voces: ¡Sí!) Se conoce el permiso. Ahora sí, ciudadano Montero Villar, puede indicar las reformas.

El C. Montero Villar: La partida 6,013, de la página 2, quedó suprimida. La 6,014, que estaba suprimida en el dictamen de la comisión, queda tal como estaba en la iniciativa, en atención a que el compañero Quevedo hizo la aclaración de que se trata de un personal que trabaja más de ocho horas diarias, y que por tal motivo tiene necesidad de un sobresueldo. Las partidas 6,022 y 6,023, quedan como estaban en la iniciativa. Página 5. En la partida 6,044 se lee: tres jefes de sección; debe leerse cuatro jefes de sección, en atención a que la Comisión Revisora de Servicios Generales ha quedado suprimida, y en vista de que aquí se aumenta una sección para que atienda el servicio.

Página 6. Partida 6,062. En lugar de cinco secciones, cuatro.

Página 8. Partidas 6,087 y 6,089, subsisten según la iniciativa.

Página 9. Partida 6,099. Un subjefe, se le anota abogado.

La siguiente, 6,100, queda suprimida en atención a lo anterior.

Página 11. Partida 6,136. Se suprime el abogado consultor con asimilación de general brigadier.

La 6,137, dice: "Dos ingenieros con asimilación de coroneles"; y aquí se dice: dos ingenieros militares.

Página 13. Cuatro chauffeurs que están en el Departamento de Cuenta y Administración, pasan a Aviación con un peso noventa centavos.

Página 14. Se suprime la Comisión Revisora de Hojas de Servicios, de Identificación Militar e Investigadora sobre Pensiones, a moción de algunos señores diputados. Lo mismo se suprime de la página 15 y de la 16, hasta la partida 6,202.

La partida 6,203, en lugar de un jefe de sección, que tenía un sueldo de veinte pesos, queda con un director, a quince pesos.

Sección III. Comisión Investigadora de Pensiones. Suprimida a moción de varios ciudadanos diputados.

Página 17. Se suprimen todas las partidas, por estar dependiendo de la Comisión Investigadora de Pensiones.

Página 18. También suprimida.

Página 19. Revisión de Leyes Militares. Comisión Revisora de Leyes Militares. La iniciativa dice: Tres abogados, con sueldo de general brigadier; un secretario, con sueldo de coronel y un oficial 2o. Se modifica así: Un abogado, cinco coroneles - uno de cada arma -, con su sueldo de catorce pesos; un secretario, con sueldo de teniente coronel, y un oficial 2o.

Comisión Revisora de Leyes. Página 19. Partida 6,247. un abogado con sueldo de general brigadier, a veinte pesos diarios.

Página 20. La partida 6,556 queda suprimida. La partida 6,261, suprimida. Las partidas 6,262 y 6,267, quedan así: dos coroneles; la partida 6,268, dos tenientes coroneles.

Página 21. La partida 6,269, dos mayores; la 6,270, dos capitanes; la 6,271, dos capitanes; la 6,272, dos fotógrafos.

Comisión Inspectora de Artillería. Las partidas 79 y 80, quedan suprimidas; la 81, un mayor; la 82, un capitán ; la 83, un capitán; la 84, tres oficiales.

Página 36. Partida 6,543, que es la última de la página, subsiste según la iniciativa.

Página 37. Se proponía la supresión de las asignaciones comprendidas en estas partidas, pero la comisión las ha modificado y las presenta de acuerdo con la iniciativa enviada por el Ejecutivo.

Partida 6,562. Queda como en la iniciativa.

Página 55. 6,824 y 6,825....

El C. Delgado, interrumpiendo: Pido la palabra.

El C. presidente: ¿Con qué objeto?

El C. Delgado: Se ha pasado una partida. Supliqué a la comisión que considere la partida 6,577, página 39.

El C. Montero Villar: Queda como está en la iniciativa, compañero. 76 y 77, iguales. (Voces: ¡La 65!) No había ninguna anotación en la 65, compañero. Usted pidió que quedaran como en la iniciativa la 66 y la 67, y la comisión no tiene ningún inconveniente en que queden así.

Las partidas de la 78 a la 86, suprimidas.

La Revista Militar. Página 40.

El C. Barrera: ¿Tiene la amabilidad la comisión de decirme cómo quedó la partida 6,470?

El C. Montero Villar: Dice así: Doscientos profesores para las diversas corporaciones del Ejército, con asimilación de capitanes primeros a ocho pesos; según la iniciativa del compañero Barrera, en vez de ser capitanes primeros, se les considera como mayores.

El C. Barrera: Estoy de acuerdo.

El C. Montero Villar: Página 41. Partida 6,601. Un mayor de órdenes, general brigadier o coronel, con el sueldo de su empleo. El compañero Joachín apartó lo relativo al sueldo de los individuos de tropa en la página 44. El pidió el aumento de sueldo desde soldado hasta sargento 1o.; pero la comisión no ha llegado a un acuerdo con él, y lo deja a la consideración de la Asamblea. (Voces: ¡No! ¡No!) En la inteligencia de que de hacerse este aumento, habría que aumentar el presupuesto en algunos millones.

El C. secretario Gandarilla: La deja igual la comisión; en virtud de haberse retirado el ciudadano Joachín y manifestar la comisión que la deja igual, queda igual.

El C. Montero Villar: Página 55, partida 6,824, subsiste; la 25 no, por estar asignada a un mayor jefe del Detall que no desempeña comisiones técnicas. Página 56.....

El C. secretario Gandarilla: Un momento. Partida 6,824, queda una asignación del arma a seis pesos, como estaba; la otra se suprime.

Página 56.....

El C. Montero Villar: Me permito hacer del conocimiento de esta Asamblea, que en esta página 56 hay asignaciones del arma para los aviadores, iguales a su sueldo; pero según la tabla que presente a la honorable Asamblea, han quedado aumentadas para que den el total del sueldo que tomó en cuenta el compañero González y que le hizo retirar su objeción.

Partida 6,828. Cuatro asignaciones del arma para la....

El C. secretario Gandarilla: ¿Cómo queda la 6,826?

El C. Montero Villar: Según la tabla.

El C. secretario Gandarilla: Entonces quedan tres asignaciones del arma para el comandante de la escuadra. Diez y nueve asignaciones del arma para los tenientes, a siete pesos cuarenta centavos.

El C. Montero Villar: La correspondiente a la partida 6,828, 29 y 30, subsisten.

El C. secretario Gandarilla: No estaban objetadas. ¡Adelante! Página 57.

El C. Montero Villar: Voy a la 56; estaba esperando a la Secretaría que terminara. La 31 y la 32 subsisten; la 32 no.

El C. secretario Gandarilla: La 32 no; es la 33.

El C. Montero Villar: ¡Ah! Es la partida 33.

La 34, que dice: Veinticinco asignaciones del arma para los soldados obreros, subsiste, porque se trata de obreros. No está objetada. Página 57. La partida 53: Una asignación del arma para el

mayor médico, subsiste. En cambio, se retira la 54, asignada a un mayor jefe de detallé. La 57 subsiste. La 55, ocho pesos sesenta centavos. La 52, diez pesos, de acuerdo con la tabla aprobada. La 56, siete pesos cuarenta centavos. Página 58. Subsisten todas, menos la 62: Una asignación del arma para el cabo de banda. ( Voces: ¿Y la 56?) ¿ La 56 ya se leyó. Página 59. Partida 81 diez pesos. Una asignación del arma para el comandante del escuadrón, diez pesos. Partida 82: Una asignación del arma para el médico cirujano, seis pesos, subsiste. Dos asignaciones del arma para los comandantes de escuadrilla, ocho pesos sesenta centavos. Treinta y dos asignaciones del arma para los tenientes pilotos, siete pesos cuarenta centavos. Todas las demás como las han presentado la comisión, hasta la 88, exclusive, que debe quitarse. La 91 no debe subsistir. Página 60. Partida 95,96 y 97, subsisten las asignaciones. 6,900 Una y dos, subsisten según el proyecto.

El C. secretario Gandarilla: 61.

' El C. Montero Villar: Tres examinadores de admisión de alumnos, a ocho pesos; algún compañero la apartó; pero debo informar a la Asamblea que estos tres examinadores tienen que estar trabajando constantemente porque la admisión de alumnos en la Escuela Aeronáutica se hace de dos en dos meses, en consecuencia hay exámenes todos los días y estos examinadores no pueden tomarse del cuerpo de profesores.

En tal concepto, la comisión insiste en que subsistan con el sueldo que tienen marcado. 63; subsiste toda, menos la partida 58, que dice: Una asignación del arma para el teniente depositario encargado del personal de depósito y reparación, así como la última, que dice: Una asignación del arma para el médico cirujano dentista; se suprime la asignación (Voces: ¡Es necesario !) Lo que se le quita es la asignación. Página 64, partida 63, 64 y 65 y hasta la 67, suprimidas las asignaciones a oficiales que no tienen trabajo de orden técnico. La 68 y 69 según el proyecto, por tratarse de obreros.

El C. secretario Gandarilla: Un momento. Fueron suprimidas la, 63, 64, 65, 66 y 67. Bueno, adelante.

El C. Montero Villar: La partida 74: Un secretario teniente, con cuatro pesos sesenta centavos, debe decir: Un secretario oficial 2o., con ocho pesos cincuenta centavos, para quitarle la asignación; la 75: Un ayudante de la Dirección, ocho pesos cincuenta centavos, oficial 2o. Partida 90 y 91: asignación del arma para el contador, así como la siguiente. Se suprime la 92...

El C. secretario Gandarilla: Se suprime la 90.

El C. Montero Villar: Es decir, se modifica la 92; debe decir cuatro asignaciones en lugar de seis.

El C. secretario Gandarilla: ¿ Cómo está la 90? 90 igual; 91 igual.

El C. Montero Villar: La 92 se modifica. En vez de seis asignaciones, deberán ser cuatro asignaciones del arma para los ayudantes del contador dibujante de 1a., suprimiéndose un teniente secretario ayudante de la Dirección. Página 66; partida 7,008 y 12, según el proyecto. 67, lo mismo.

El C. secretario Gandarilla: un momento. 7,008, igual; 7,012...

El C. Montero Villar: Todo igual. Página 74, objetada por el ciudadano González; 71, 18 y 21 quedan tal como están en el proyecto.

El C. secretario Gandarilla: Aquí hay otra, ciudadano miembro de la comisión Página 68.

El C. Montero Villar: No, igual.

El C. secretario Gandarilla: 68, está bien.

El C. Montero Villar: Página 79...

El C. secretario Gandarilla: Página 73. ¿ La 106 y la 107 cómo quedan ? - El C. Montero Villar: Como están en el proyecto. Página 79; partidas 78 y 82 cómo están en el proyecto. Páginas 82 y 83, reformada, según indicaciones del compañero Quevedo; quedan con el presupuesto actual de 1922. 84...

El C. secretario Gandarilla: No hay objeciones.

El C. Montero Villar: Hay unas objeciones hechas por el compañero Vázquez, en que aumenta la asignación.

El C. secretario Gandarilla: No están objetadas aquí (¡Voces ¡ Ya están votadas !)

El C. Montero Villar: Ahora las objeta el compañero Vázquez.

(¡Voces: ¡ Ya están votadas !) Página 91; partidas 55 a la 59, apartadas por el compañero Castellanos, como en el proyecto. ( Murmullos.) El compañero Castellanos quiere que se haga la explicación de por qué él transó con la comisión. El deseaba que se aumentara el sueldo a los médicos militares; pero la comisión le hizo la explicación de que tiene una asimilación con el Ejército, y que, por tal motivo, al aumentarles el sueldo, había que aumentarles la jerarquía militar. Y cambiando impresiones con él, dice que pide a la Asamblea que se dedique una parte de las partidas globales para darles una asignación constante, para que el sueldo aumente sin perjuicio de su jerarquía militar, y pide el veinticinco por ciento del sueldo que para cada uno de estos médicos se consulta.

El C. Villanueva Garza: Pero que se haga constar que deben ser médicos recibidos.

El C. Montero Villar: Así lo hará constar la comisión en la parte correspondiente.

Página 92. La partida 7,263 la había objetado el mismo compañero Castellanos y retiró la objeción; en consecuencia, queda como el proyecto.

Página 93, donde dice: asignación para setenta alumnos, el compañero Espinosa propone que, en lugar de setenta, sean cien con la misma asignación , para abrir el campo a jóvenes de los Estados que quieran venir a estudiar esta carrera. Las partidas 87 y 88 quedan como en el proyecto. Rectifica la comisión. El compañero Castellanos pide que se suprima la asignación adicional al director del Hospital Militar de Instrucción, con doscientos pesos mensuales. La comisión sostiene el proyecto.

El C. Espinosa Luis: Pido la palabra. Quiero hacer esta explicación a la Asamblea: que es una asignación de doscientos pesos la que se da a la Escuela Médico Militar; se sobreentiende que si se les va a dar sueldo a los médicos secretarios, de un veinticinco por ciento, es natural que el que dedica todo su tiempo, tenga también esta asignación. De tal manera que yo ruego a la comisión que deje la partida tal como estaba.

El C. Castellanos: Pido la palabra. Yo

sostengo que deben suprimirse esos doscientos pesos, por que el director del hospital tiene un sueldo de veintiocho pesos diarios, y yo creo que con veintiocho pesos diarios para un médico director del hospital, no hay otro en toda la República que gane ese sueldo como médico director. Además, puede ejercer. (¡ Voces: ¡ No tiene tiempo ! ¡ Cualquier buen médico ganados mil pesos !)

El C. secretario Gandarilla: Moción de orden. La presidencia reclama su autoridad. Pidan la palabra.

El C. Montero Villar: La comisión no está de acuerdo con el compañero Castellanos. Un general, solamente que sea de brigada, ganará veintiocho pesos; y como esta función del director del Hospital Militar no es igual a las de los demás médicos adscriptos, que solo van una sola vez al día, la comisión no cree prudente rebajar la asignación puesto que el director tendrá que estar en el hospital, algunas veces, todo el día.

El C. secretario Gandarilla: La comisión lo deja como estaba.

El C. Montero Villar: Página 94. Partida 7,410.

El C. secretario Gandarilla: Ya está votada.

El C. Montero Villar: Hay algunas modificaciones de estilo. Página 96. Supremo Tribunal Militar. Página 95. Partida 7,413, ciento treinta alumnos, a un peso; el ciudadano Castellanos pide que sean dos pesos; pero la comisión sostiene su proyecto.

El C. Gandarilla: Los practicantes tienen dos y éstos tienen uno ¿Cómo va a tener más el alumno que el practicante? Queda igual.

El C. Montero Villar: Queda como en el proyecto. Página 96. La comisión sola mente se ha permitido hacer un aumento, de acuerdo con la petición escrita de algunos ciudadanos diputados, para ponerle al presidente del Supremo Tribunal, treinta y cinco pesos, en vez de treinta y tres pesos treinta centavos; así como la partida 7,425, que dice: Seis magistrados, que tienen treinta pesos, se les ha aumentado a treinta y cinco pesos, en razón de que los magistrados del Distrito Federal tienen igual sueldo, y éstos solamente conocen de causas en el Distrito Federal, y los magistrados militares juzgan las causas de toda la República. Por tal motivo, propone el aumento de cinco pesos para estos magistrados. Igualmente pide para el procurador general militar, letrado, treinta y cinco pesos en lugar de treinta y tres, para igualarlo al presidente del Tribunal Superior. (Murmullos.) Uno es el presidente del Tribunal y otro es el procurador. Página 97. (voces ¡ya está votada!) El cuerpo médico legal militar fue objetado por el compañero Castellanos. (voces ¡No! ¡No!)

El C. secretario Gandarilla: está votado.

El C. Montero Villar: Queda como en el proyecto. Página 98, Un jefe del servicio médico cirujano, que no tiene aquí ninguna jerarquía militar, la comisión no tuvo inconveniente en aumentarle cuatro pesos, que pidió el compañero Castellanos, en atención a que es jefe de este servicio y a que no tiene la categoría que debe tener. Un jefe del servicio médico cirujano. (Voces ¡A votar!) Página 109.

El C. secretario Gandarilla: no hay una sola objeción en la Página 109, ni en la 107. (voces: ¡A votar!) Página 123, ciudadano miembro de la comisión.

El C. Montero Villar: La partida 7,694 que dice: Creación de nuevas plazas en la Secretaría ... -es la 7,690- y sueldos a empleados supernumerarios..... (Leyó.) tiene doscientos mil pesos y ha sido reducida a cincuenta mil. La anterior partida, que tiene cien mil pesos, está reducida a setenta mil. (voces: ¿Cuál? ) La anterior a ésa, donde dice: Gastos eventuales, es decir, la 7,689.

El compañero Olliver presentó una adición a la Corporación del Arma de Aviación, Página 125; es una adición, que dice: Para compra de la maquinaria para los talleres de Aviación, ciento cincuenta mil pesos. (voces: ¡No!) Y para compra de aeroplanos, patentes, diseños y plantas de comunicación, trescientos cincuenta mil. (Murmullos. Desorden.)

El C. Olliver: Señores compañeros: Voy a procurar ser muy breve. Si no se aceptan estas adiciones, que se pagarán o no, según los recursos del Erario, es enteramente inútil que sostengamos el Departamento de Aviación. El Departamento de Aviación mandó, por conducto de la Secretaría de Guerra, un presupuesto de ocho millones, que fue reducido en tres millones novecientos mil pesos; pero evidentemente que resulta absurdo que paguemos más de dos millones de pesos de personal y ese personal no tenga con que trabajar. Señores: esto es indispensable; las máquinas se construyen aquí, en los talleres. Ya no caben los aparatos que pudiéramos decir de desecho; si no se compra la maquinaria, no se puede repararlos. La partida de trescientos cincuenta mil pesos tiene por objeto adquirir accesorios, a fin de adaptar a nuestras máquinas los adelantos del extranjero; tiene por objeto la construcción de plantas, de comunicaciones telefónicas sin hilos a los aeroplanos, para localizar los aparatos en el aire; en fin, es esencial esta cantidad, y yo suplico a ustedes que, de no aceptar la partida, de una plumada suprimamos el Departamento de Aviación.

El C. Montero Villar: El compañero Bátiz propone otra adición:

"Compra de terrenos para aeródromos....... .$100,000.00. "Construcción de hangares, $250,000.00"

El C. Bátiz: Pido la palabra. Si vamos a circunscribir el radio de la aviación a la capital de la República, ¿qué objeto tiene la aviación en México? Se necesitan los servicios en todo el países necesita en Yucatán, en Baja California y Durango, Estados lejanos que están aislados, que no tienen comunicaciones rápidas que están aislados del resto de la República. Actualmente se han comprado ya terrenos en Jalisco, y están pagados; en otras partes de la República se han comprado materiales para la construcción. ¿Y cómo va a quedar tirado a la calle ese material? ¿Y qué radio de acción va a tener la aviación en México? El Ejecutivo pidió un millón novecientos mil pesos para ésta partida, y se van a reducir a trescientos cincuenta mil. Se me hace demasiado poco.....

El C. secretario Gandarilla: trescientos cincuenta mil pesos.

El C. Montero Villar: Página 127. Formación del Museo Anatomo - Patológico y su conservación,

tiene seiscientos pesos. El compañero Castellanos propone un mil. - El C. secretario Gandarilla: Ya está votada. (Voces: ¡Ya está votada!) Página 127, no fue objetada; fue votada entre las no objetadas.

El C. Montero Villar: Página 128, "Gastos de comisiones extraordinarias que envié al Departamento de Estado Mayor", tiene nueve mil seiscientos pesos. El ciudadano Castellanos propone cinco mil. ¿Cómo quedó esa partida?

El C. secretario Gandarilla: Cinco mil pesos. Gastos de presentación para los jefes de operaciones, queda igual (Voces: ¿cuántos?) cuatrocientos cincuenta y dos mil pesos. (Siseos)

El C. Guzmán Martín Luís: Tengan la bondad de decirme cuántas jefaturas de operaciones hay.

El C. Montero Villar: No obstante que esto ya está votado, no tiene inconveniente la comisión en informar a la Asamblea que son veinte jefaturas.

El C. Villanueva Garza: Que rinda información detallada de esos gastos.

El C. Espinosa Luis: Pido la palabra. Quiero hacer una aclaración a esta partida. Debo hacer saber lo siguiente: Cada jefe de operaciones tiene a su mando no menos de veinte a treinta mil hombres, y un hombre que tiene infinidad de gastos que no están comprendidos en el presupuesto, y es natural que estos ciudadanos tienen, forzosamente, que tener una partida con la que atender todos esos gastos, porque es imposible que puedan atender a todas las necesidades con sus propios haberes. Estos gastos de representación propiamente no son gastos personales; pero muchas veces sirven para atender necesidades apremiantes de esos hombres, muchos de ellos que se encuentras en condiciones difíciles, y el jefe tiene que sufragar de esta partida infinidad de gastos para atender a las necesidades más apremiantes de la oficialidad y de la tropa. De tal manera, que el conozca estas necesidades del Ejército, si tendrá que votar esta partida, porque es indispensable y porque es muy necesaria.

(Desorden Campanilla.)

El C. Rivera Antonio G: Pido la palabra para una moción de orden. Yo creo que no ha lugar a discusión en esta ocasión, porque la partida ya está votada. (Murmullos, Desorden. Campanilla.)

El C. Castellanos: ¡No está votada!

El C. secretario Gandarilla: La presidencia, por conducto de la Secretaría manifiesta que se prohiben los diálogos, ciudadanos representantes. (Voces ¡Ya está votada esta partida! ¡No está votada! Desorden. Campanilla.)

El C. Robledo: señores diputados: No está votada la partida; pero, realmente, es justa porque son veinte jefaturas de operaciones; y si ustedes descomponen la cantidad de cuatrocientos mil pesos entre veinte jefaturas, les tocan a veinte mil pesos anuales, o sean, más o menos, mil seiscientos pesos mensuales, que no es mucho para los gastos de una Jefatura de Operaciones, que tiene representación y que tiene multitud de atenciones verdaderamente justas y muchos gastos que entran en los gastos de las jefaturas de operaciones. De manera es que, aunque esté presentada mal, aunque esté globalmente, porque si se hubiera puesto veinte mil puestos anuales..... (Voces: ¡Es un sobresueldo de veinte por ciento!).Suponiendo que fuera un sobresueldo del ciento por ciento, para gastos de representación, como altos funcionarios federales y con el carácter y las obligaciones que tienen los jefes de operaciones, no es considerable esta partida. (Murmullos. Desorden. Campanilla.) Tengo alguna experiencia, porque fui del Estado Mayor de una Jefatura de Operaciones y, realmente, no es considerable la partida. yo ruego a sus señorías que la tomen en consideración y que la aprueben, porque, realmente, descomponiéndola, puede verse que no es exagerada, sino que esta mal presentada. Si la partida dijera: veinte mil pesos para cada una de las Jefaturas de operación, la hubieran aceptado sin reticencias, y solamente por que está presentada globalmente: cuatrocientos mil pesos, está siendo objetada.

El C. secretario Gandarilla: La comisión, por conducto de la Secretaría, declara que subsiste, según el proyecto, la partida de cuatrocientos cincuenta y dos mil pesos.

La que sigue: "Gastos de representación para los jefes de guardición", noventa mil pesos, igual " Gastos de representación para los jefes de Brigada", ciento catorce mil pesos, igual. Todo mundo tiene gastos de representación. (Murmullos. Risas.)

Página 129. Partida 7,737, que dice: "70 asignaciones de mando para los jefes de regimientos de Caballerías, a $2,400 cada una, $168,000.00." - El C. Montero Villar: esta asignación que se consigna aquí, no es sino de doscientos pesos para cada jefe de cuerpo; esas asignaciones de doscientos pesos que, por otro lado no es una gran cantidad, evitar a estos jefes que metan la mano en los forrajes y gasto común, ya es necesario que comprendamos que un jefe de cuerpo, con la categoría de coronel, no puede vivir con catorce pesos diarios; precisamente para evitar inmoralidades, es por lo que se les dan gastos necesarios para su representación decorosa. Por tal motivo, la comisión no cree que sea mucho darles, no solamente a los jefes de regimiento, sino también a los jefes de batallones, como está propuesto en la iniciativa.

El C. Castilleja: Pido la palabra. Para suplicar a la comisión diga si tomó en cuenta las observaciones que le hicieron los diputados Barrera y otros, respecto al Departamento de Dibujo. (Voces: ¡Eso es otra cosa!) Esta partida está apartada por el compañero Castillo y por el compañero Barrera.

El C. secretario Gandarilla: Partida 7,738; "70 asignaciones de mando para los jefes de regimientos de Caballería a $2,400.00 cada uno. Asignación, $168,000.00" (Murmullos Siseos)

El C. González y González: Pido la palabra en contra.

El C. secretario Gandarilla: La comisión sostiene su partida.

El C. González: Pido la palabra, señor presidente. Todo lo que diga la comisión en esto, y contra las aseveraciones que hace el señor, porque él no ha sido coronel y no puede impugnar esta partida, debo decirle que yo he sido coronel militar con mando de fuerzas, y sé perfectamente bien lo que los coroneles ganan, además de sueldo. De

manera que esos doscientos pesos es la cosa más injusta que podríamos aprobar en esta Cámara.

El C. secretario Gandarilla: Manifiesto al ciudadano González que no está a discusión esta partida. La Comisión esta presentando las partidas en virtud de las prácticas reglamentarias. Si su señoría quiere, la apartar otra vez.

El C. González y González: Bueno; yo la aparto para objetarla.

El C. Secretario Gandarilla: La única partida apartada 7,741, que dice: "5 asignaciones de mando para jefes de Artillería " quedó igual.

"Conservación y gastos complementarios de los laboratorios de Química y Física", quedó igual.

Página 130. "Combustibles y lubricantes para el Departamento de Aviación", es la única objetada.

El C. Montero Villar: La partida 7,780, que dice: "Combustibles y lubricantes para el Departamento de Aviación y para tres escuadrones, $144,000.00". El compañero Castellanos quedó convencido por las razones que se le dieron a este respecto; en consecuencia, queda igual, "Combustible y lubricantes para el Departamento de Aviación y para tres escuadrones $144,000.00," igual. Página

El C. secretario Gandarilla: Partida 7,761. Adquisición de materiales de construcción y reparación en general, setecientos veinte mil pesos. ¿Cómo queda?

El C. Montero Villar: Queda como está la iniciativa. La partida 7,764: Equipo en general para la fuerza aérea nacional, dice trescientos mil pesos; debe decir doscientos mil pesos.

El C. secretario Gandarilla: Partida 7,766.

El C. Montero Villar: Adquisición de motores de repuesto; queda igual al proyecto, porque el que hizo el apartamento lo dejó sin efecto. Página 132, Partida 7,777, que dice: "Diferencias de sueldos y gastos de viaje de los agregados militares y comisiones que tengan la Secretaría de Guerra en el extranjero, $300,000.00", queda en las mismas condiciones.

"Tanto por ciento adicional al personal efectivo y asimilado que preste sus servicios en regiones donde, por el alto costo de la vida, por tratarse de lugares malsanos o por circunstancias especiales, sea difícil su sostenimiento, y solamente mientras preste sus servicios en esos lugares, $3.000,000.00". Queda en las mismas condiciones: tres millones de pesos (Murmullos.)

El C. Robledo: Pido a su señoría , el señor secretario, que vuelva a leer la partida.

El C. secretario Gandarilla: La Secretaría va a dar lectura otra vez a la partida a petición del ciudadano Robledo:

"Tanto por ciento adicional al personal efectivo y asimilado que preste sus servicios en regiones donde, por el alto costo de la vida, por tratarse de lugares malsanos y por circunstancias especiales, sea difícil su sostenimiento y solamente mientras preste sus servicios en esos lugares, $3.000,000.00."

Se suplica al ciudadano Gálvez atienda a la lectura por interesarle mucho. Página 136. Globales: "52 asignaciones de mando para los jefes de batallones de Infantería.....$2,400.00 cada uno, $124,000.00."

El C. Montero Villar: Pide la palabra la comisión. "Para la formación de un formulario militar de documentos militares, quince mil pesos", propuesta por el compañero Espinosa.

El C. secretario Gandarilla: Han terminado las partidas objetadas, es decir: la comisión ha presentado ya reformadas las partidas que la soberanía vuestra permitió que se retiraran; solamente quedan.....

El C. Espinosa Luis: Señores diputados: Queda únicamente objetada una partida, que se refiere al sobresueldo de los jefes de regimiento. Vuestra soberanía acaba de aprobar que este sobresueldo se les dé a los jefes de batallón y, naturalmente , señores, que si se ha aceptado la cantidad de ciento cuarenta mil pesos para este sobresueldo, la lógica más elemental nos lleva a la conclusión de que debe aceptarse la partida separada, porque entonces vendría una justa rivalidad entre los jefes de batallón y los jefes de regimiento, rivalidad que no debe de existir de ninguna manera. Así pues, este argumento es poderoso e irrecusable, y hay este otro: que nosotros no podemos perder el tiempo en discusiones inútiles, porque es inútil discutir para que se llegue a esta conclusión después de haberse aprobado la otra partida. (Voces: ¡No se ha aprobado! ¿Quién la ha aprobado?) Pues desde el momento que no ha sido objetada.....Yo me refiero a los sobresueldos de los jefes de batallón, que no han sido objetados y que, por lo tanto, están separados para su votación, y esto, señores compañeros, equivale a una aprobación; no se necesita ya más que el formulismo de votarla; de tal manera, señores, que yo les ruego a ustedes que me escuchen. Yo estoy pugnando por que no se pierda el tiempo miserablemente, puesto que no nos queda más que dos cosas: o aprobar irremisiblemente la partida por sobresueldos a los regimientos, o reconsiderar la partida de sobresueldos a los jefes de batallón, cosa indebida, porque ya esta reservada para su votación, de lo que ruego a la Secretaría dé fe.

El C. secretario Gandarilla: La Secretaría da fe de lo siguiente: La comisión ha presentado estas partidas a los ciudadanos diputados, y los ciudadanos diputados tienen derecho a apartar las que quieran.

El C. Malváez: Que se aparten la de Artillería, la de Infantería y la de Caballería. Las tres.

El C. Montero Villar: La comisión tiene el honor de informar a la Asamblea que el diputado Espinosa tiene razón. En lo anteriormente aprobado está una adición, hay una adición que está enumerada con el número 7,445 bis, que dice: "52 asignaciones de mando para los jefes de batallón de Infantería."

En consecuencia, ya se aprobó lo que se refiere a los coroneles con mando de Infantería. (Voces: ¿Cuándo? ¿Cuándo?) fue aprobada por la Asamblea en la primera intención, puesto que no fue objetada, Sírvase informar la Secretaría si hubo alguna objeción en la Página 138.

El C. presidente: La Presidencia se permite aclarar que aquí no se ha hecho otra cosa en la discusión de las partidas, que seguir el método consagrado en sesiones anteriores: se ha presentado cada partida con la modificación a que ha habido

lugar, y como no han sido objetada algunas por nadie, se reservan para su votación. Por consiguiente, estima la Presidencia que no es licito separar en estos momentos partidas de las ya reservadas.

El C. secretario Gandarilla: La presidencia invita atentamente a los señores diputados para que se sirvan ocupar sus curules. Habiéndose presentado las partidas ya de conformidad con la comisión, se va a proceder a recoger la votación nominal. (Voces: ¡Que se lean!) por la afirmativa

El C. Malváez: ¡Moción de orden!

El C. Guzmán Martín Luis: ¡Moción de orden! Yo ruego con toda atención a la Presidencia, que las partidas que se refieren a la asignación de doscientos pesos mensuales a los jefes de regimientos y batallón sean para su discusión y votación. (Voces: ¡No se puede!) ¿Por qué no se puede?

El C. Presidente: La Presidencia va a contestar.....

El C. Guzmán Martín Luis: La comisión ha presentado a la consideración de los señores diputados, las partidas en la forma en que la comisión llego a un acuerdo con quienes las objetaron antes. Los diputados tiene ahora derecho de objetarlas nuevamente; no están votadas esas partidas; por lo tanto se pueden todavía discutir. Creo que es un procedimiento enteramente ajustado a la razón.

El C. Espinosa Luis: señores diputados: Me felicito que el impugnador de esta partida sea, en este momento, el ciudadano diputado Martín Luis Guzmán, persona razonable, que tendrá que convenir con nosotros en lo que él pide es, sencillamente, imposible. Vuestra soberanía recuerda que, cuando se pusieron a discusión en lo particular las partidas, el que habla presentó una moción en el sentido de que se diera un nuevo receso, por que ya se había dado uno antes, para que todos los interesados en impugnar partidas se acercaran a la comisión y privadamente le hicieran todas las objeciones pertinentes, a efecto de que, una vez puestos de acuerdo, estas partidas se presentaran a la tribuna, para que ya no fueran objeto de discusión. Ahora bien, señores; si estas partidas que se trataron en esta forma, vinieron a la tribuna ya corregidas por todos los interesados, es natural, señores, que esto presupone que ya no mueven a discusión.

Desde luego, lo único que puede discutirse es la partida relativa al sobresueldo de los comandantes de regimiento, porque esa sí fue objetada con toda oportunidad por el compañero Martín Luis Guzmán; pero la otra partida ya no puede reconsiderarse, porque hacer eso, sería tanto como declarar estéril la labor de toda esta tarde, al margen de ciento y pico de partidas que habían sido separadas en esta Asamblea. De tal manera que, según el criterio, la razón y los antecedentes parlamentarios, las partidas reservadas para su votación , está ya en calidad de intocables y, por lo tanto, no pues den traerse de nuevo al tapete de la discusión. Ruego a la Presidencia que sostenga su trámite, y a la Asamblea que apoye a la Presidencia y que, por equidad, queden únicamente a debate las partidas que se objetaron en tiempo oportuno. Yo, desde luego demostraré a la Asamblea que esa partida debe conservarse tal como está. (Aplausos).

El C. secretario Gandarilla: La Presidencia, por el conducto impersonal de la Secretaría, manifiesta que está a discusión la partida apartada por los ciudadanos Martín Luis Guzmán y González, y que las demás están reservadas para su votación.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano González y González.

El C. González y González: En vista de que no.... (Voces: ¡Tribuna!) Yo tengo voz fuerte. En vista de que las otras dos partidas para los jefes de regimiento de Artillería y de batallón ya fueron votadas....

El C. Guzmán Martín Luis: Sí, por sorpresa....

El C. González y González: A pesar de haber sido objetadas, yo creo que, en este caso debe ser considerada la partida que yo objeté para los jefes de regimiento de Artillería, en iguales condiciones, es decir: o se objetan las tres, o no se objetan ninguna; si se aprueban las dos de los jefes de batallón y de los jefes de regimiento de Artillería , en tal caso yo estoy de acuerdo en que se acepten la que yo había objetado, para evitar discusiones (Aplausos) - El C. secretario Gandarilla: Se procede a recoger la votación nominal. Por la afirmativa.

El C. secretario Esparza Martínez: Por la negativa.

- El C. Robledo :Moción de orden.

El C. secretario Gandarilla: Por la afirmativa.

El C. presidente: Se suplica a los ciudadanos diputados ocupen sus curules. (Votación).

El C. secretario Gandarilla: Votaron por la afirmativa ciento treinta y cinco ciudadanos diputados; en consecuencia, ha sido aprobado el presupuesto de la Secretaría de Guerra y Marina.

El C. presidente: a las 23:05 Se levanta la sesión para mañana, a las diez.