Legislatura XXX - Año I - Período Ordinario - Fecha 19221216 - Número de Diario 76

(L30A1P1oN076F19221216.xml)Núm. Diario:76

ENCABEZADO

MÉXICO, SÁBADO 16 DE DICIEMBRE DE 1922

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO I.- PERIODO ORDINARIO XXX LEGISLATURA TOMO I.- NUMERO 76

SESIÓN PERMANENTE

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 16 DE DICIEMBRE DE 1922

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2.- Sin debate es aprobado el proyecto de Presupuesto de Egresos para 1923, relativo al Distrito Norte de la Baja California; pasa al Ejecutivo para los efectos constitucionales.

3.- Es adicionado y aprobado el proyecto de Presupuesto de Egresos, correspondiente a las municipalidades de Mexicali, Mulegé, San José del Cabo, San Antonio, Ensenada y La Paz, Baja California; pasa al ejecutivo para los efectos legales.

4.- Se aprueba, previa discusión, adiciones y reformas, el proyecto de Presupuesto de Egresos del Ramo Undécimo, correspondiente a Educación Pública.

5.- Es reformado y aprobado el dictamen del Presupuesto de Egresos del Ramo Primero, referente al Poder Legislativo.

6.- Se nombra una comisión que suplique al Senado envié al Ejecutivo, el proyecto de ley por el que se da a la Comisión Permanente facultad de convocar a sesiones extraordinarias.

Usa de la palabra para hechos el C. diputado Gómez Filiberto. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del

C. HERNÁNDEZ GALVÁN MANUEL

(Asistencia de 135 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 11.50: Se abre la sesión.

- El C. secretario Barragán, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día quince de diciembre de mil novecientos veintidós.

"Presidencia del C. Manuel Hernández Galván.

"En la ciudad de México, a las once horas y cincuenta y cinco minutos del viernes quince de diciembre de mil novecientos veintidós, se abrió la sesión con asistencia de ciento treinta y dos ciudadanos diputados.

"Fue aprobada el acta de la sesión celebrada el día anterior.

"El C. Prieto Laurens usó de la palabra para hechos y el C. Luis Espinosa hizo aclaraciones.

"Con dispensa de trámites y sin debate se aprobó una solicitud por diez días de licencia, con goce de dietas, del C. Cipriano Villanueva Garza. "Se recogió la votación nominal que en la sesión anterior quedó pendiente por falta de quórum, acerca de la excepción que consulta la Ley de Ingresos para los ciudadanos diputados en el pago de mensajes por las líneas telegráficas, resultando aprobada por ciento treinta y nueve votos de la afirmativa contra ocho de la negativa.

"Se puso a discusión el artículo 24 de la misma Ley de Ingresos. "Hablaron en contra los CC. José Manuel Puig y Casauranc, Ramírez Corzo y Siurob, y en pro el C. Arce, a nombre de la sección dictaminadora, y el C. Luis Espinosa. Con permiso de la Cámara, la comisión reformo el artículo a debate y se reservó para su votación.

"La misma comisión presentó varias adiciones en la forma que dio a conocer la Secretaría, una de las cuales sufrió una reforma a moción de los CC. Julián S. González, y Bátiz.

"Los preceptos reservados para su votación fueron aprobados por unanimidad de ciento treinta y cinco votos y la Secretaría declaró que la iniciativa de Ley de Ingresos pasaba al Senado para los efectos constitucionales, nombrándose en comisión para llevarla, a las CC. Arce, Romeo Ortega, Quiroga, Barragán, Franco Fernando y secretario Gandarilla.

"A moción del citado C. Gandarilla, la Asamblea tributó un aplauso a la comisión que dictaminó la Ley de Ingresos.

"A las catorce horas y cuarenta y cinco minutos se suspendió la sesión. "Se reanudó a las diez y siete horas y treinta y cinco minutos con asistencia de ciento treinta cuatro diputados.

"La Secretaría dio cuenta de los asuntos en cartera:

"El C. diputado Solórzano Béjar solicita licencia hasta por diez días, con goce de dietas. Se dispensaron los trámites y sin debate se aprobó.

"El secretario de Acuerdos del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, comunica el fallecimiento del C. licenciado Andrés Iduarte, magistrado de ese tribunal.- De enterado con sentimiento, y resérvese para el Congreso General.

"El gobernador del distrito Sur de la Baja California, por medio de mensaje procedente de La Paz, hace constar que los CC. licenciados Alejo de la Vega Bringas y Eduardo G. Bátiz tienen título legal de abogados y están capacitados para desempeñar los cargos de magistrado al Tribunal Superior y juez de 1a. instancia de ese distrito.- A la Comisión de Justicia.

"Telegrama procedente de Saltillo, Coahuila, en que se participa que la XX Legislatura de ese Estado se instaló legalmente.- De enterado.

"Telegrama en que la Legislatura de Chihuahua participa que acordó otorgar un voto de confianza al gobernador constitucional de ese Estado.- Recibo.

"Dictamen acerca del proyecto de Ley Orgánica del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo.- De segunda lectura. Estando impreso y distribuído este dictamen, la Secretaría declaró que se discutirá el primer día hábil.

"La Cámara de Senadores devuelve el proyecto de decreto relativo al contrato del señor Manuel Barbachano para suministrar energía y fuerza eléctricas a la población de Tijuana, Baja California.- Recibo; y las comisiones que conocieron de este proyecto.

"El C. Covarrubias impugnó el trámite anterior en atención a que la Cámara colegisladora había aprobado el proyecto con una modificación insignificante, por lo que pidió se declarara el asunto de obvia resolución y se votara desde luego. La Cámara así lo acordó y aprobó el referido proyecto, tal como vino del Senado, por unanimidad de ciento cuarenta y siete votos. Paso a la Comisión de Corrección de Estilo para los efectos correspondientes.

"El C. Valenzuela usó de la palabra para hechos; contestó una pregunta del C. Chávez M. y fue interrumpido por una moción de orden del C. Elpidio Barrera.

"La Secretaría de Hacienda remite los artículos finales del presupuesto de Egresos para el próximo año.- Recibo, y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"El C. Luis Espinosa hizo una observación en virtud de que el oficio anterior viene firmado por el oficial mayor de esa Secretaría, observación que luego retiró en virtud de las razones expuestas por el C. Gandarilla, pero solicitó se giraran oficios a las secretarías de Estado para que no se repitiera el caso.

"Iniciativa de ley facultado a los gobiernos de los Estados para crear su deuda agraria, formulada por el C. Emilio Gandarilla y hecha suya por otros ciudadanos diputados.

"Su autor fundó esta iniciativa, a la que le fueron dispensados los trámites, pasando a las comisiones unidas 1a. y 2a. agrarias y 2a. de Crédito Público. "Proyecto de Ley Reglamentaria del Artículo 123 Constitucional, que presentan los CC. Rodarte, José de la Luz Mena, Cisneros Canto y otros ciudadanos diputados. Se dispensaron los trámites y se turnó a las comisiones unidas de Trabajo y Previsión Social.

"El Rodarte usó de la palabra para aclaraciones relacionadas con la iniciativa anterior. Con el mismo fin habló el C. García Téllez, y el C. Gómez Campos produjo un informe como miembro de las comisiones de Trabajo y Previsión Social.

"Se puso a discusión el presupuesto de la Secretaría de Guerra y Marina.

"La Secretaría dio a conocer las partidas objetadas y las demás se aprobaron por unanimidad de ciento treinta y seis votos.

"La Presidencia, en vista del crecido número de partidas objetadas, quiso levantar la sesión con objeto de que para la próxima, los impugnadores ya estuvieran de acuerdo con la sección que dictaminó este ramo. A ello se opuso el C. Luis Espinosa y después de una moción de orden del C. Elpidio Barrera, la Cámara acordó que la sesión continuara.

"Se dio cuenta con una proposición de los CC. Aguirre Benavides, Jacobo Cárdenas y Elpidio Barrera, tendiente a que una comisión de la Cámara se acercara al presidente de la República con objeto de pedirle garantías para la Legislatura del Estado de Coahuila, la que se puso a discusión, previa dispensa de trámites.

"Hablaron en pro los CC. Aguirre Benavides y Elpidio Barrera y en contra los CC. Lorenzo Dávila y Prieto Laurens. El C. Elpidio Barrera rectificó hechos y en seguida los CC. Aguirre Benavides y Cárdenas retiraron la proposición, con permiso de la Cámara.

"Acto continuo se dio cuenta con otra proposición firmada por los CC. Prieto Laurens, González y González, Gustavo Arce y Portes Gil, que en su parte resolutiva dice:

"Nómbrese una comisión de cinco representantes de esta Cámara que se traslade inmediatamente a la capital de Coahuila, a fin de que investigue la verdad de lo ocurrido entre los poderes de aquel Estado e informe a esta Cámara, para adoptar una actitud justa y prudente."

"Previa dispensa de trámites, se puso a discusión.

"El C. Dávila hizo aclaraciones, y el C. Elpidio Barrera propuso que los comisionados fueran solamente tres. Suficientemente discutida la proposición, fue aprobada, y la Mesa designó para formar la comisión a los CC. González Garza, Vidales, Aguirre Benavides, Otilio González y prosecretario Martínez Adame.

"Volvióse al estudio del presupuesto de la Secretaría de Guerra y Marina, después de que los ciudadanos diputados que habían separado partidas para objetarlas, se pusieron de acuerdo con la sección dictaminadora. Esta, por conducto del C. Montero Villar, fue dando a conocer las reformas que introducía en su dictamen, de acuerdo con los deseos de los ciudadanos diputados, y una vez que todas estas partidas se reservaron para su votación, se recogió votación nominal acerca de ellas, y fueron aprobadas por unanimidad de ciento treinta y cinco votos, declarando la Secretaría que quedaba aprobado el presupuesto para el próximo año, de la Secretaría de Guerra y Marina.

"A las veintitrés horas y cinco minutos, se levantó la sesión." Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobada el acta.

- El C. Barragán, leyendo:

"Señor:

"La 9a. Sección de la Comisión de Presupuestos

y Cuenta, tiene la honra de presentar a la consideración de vuestra soberanía el proyecto de Presupuesto de egresos correspondiente al Distrito Norte de la Baja California.

"Figuran en el mencionado proyecto tanto los gastos correspondientes a las dependencias directas del Distrito Norte de la Baja California, como los ramos de educación Pública y Justicia, que se pagarán con el subsidio de novecientos mil pesos que vuestra soberanía concedió al Gobierno de aquella apartada región nacional, al discutirse el presupuesto correspondiente a la Secretaría de Gobernación. A este respecto, réstanos decir únicamente que la comisión que subscribe se ajustó en todo a los novecientos mil pesos aprobados.

"En el proyecto de presupuesto correspondiente al ramo que llamaríamos propio del Gobierno del Distrito, figura un aumento de quinientos mil pesos que no tuvimos inconveniente en aceptar, a pesar de las ideas generales de economía que nos animan, ya que esta cantidad se utilizar totalmente en el fomento de la agricultura, refaccionándose a los agricultores que abnegadamente buscan amparo en aquellas distantes regiones de la República.

"De esta manera cree la subscripta comisión contribuir efectivamente al progreso agrícola del Distrito Norte de la Baja California.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados.- México, D. F., a 14 de diciembre de 1922.- Ricardo Covarrubias.- Enrique M. Barragán." Está a discusión. Los ciudadanos diputados que deseen objetar partidas, sírvanse pasar a inscribirse. No habiendo oradores inscriptos ni en pro ni en contra, se procede a recoger la votación nominal. Se suplica atentamente al ciudadano Gálvez, se sirva auxiliar a la Secretaría. Por la afirmativa.- El C. secretario Samayoa: Por la negativa. (Se recoge la votación.)

El C. Secretario Esparza Martínez: Votaron por la afirmativa, ciento cuarenta y cinco ciudadanos diputados. La Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara que han sido aprobados los presupuestos correspondientes al Distrito Norte de la Baja California, para el ejercicio fiscal de enero a diciembre de 1923. Pasan al Ejecutivo para los efectos constitucionales.

- El C. secretario Esparza Martínez, leyendo:

"Señor:

"A la 9a. Sección de la Comisión de Presupuestos y cuenta, fueron turnados los expedientes relacionados con los presupuestos de egresos de las diversas municipalidades de los territorios de la Baja California.

"En pasados días, vuestra soberanía dio su voto aprobatorio a cuatro de dichos presupuestos, y ahora nos permitimos someter a vuestra consideración los seis restantes que corresponden a las municipalidades de Mexicali, Mulegé, San José del Cabo, San Antonio, Ensenada y La Paz.

"En todos ellos un espíritu general de ecuanimidad es el que nos ha guiado, y amplias consultas son las que hemos hecho con el objeto de llegar a un fin práctico que, al mismo tiempo que permite aliviar la pesada carga de los moradores de dichas municipalidades, proporciona eficientes servicios en los diversos ramos que dependen de los mencionados ayuntamientos.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados.

- México, D. F., a 14 de diciembre de 1922 .- Ricardo Covarrubias.- Enrique M. Barragán."

Está a discusión. Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra, pueden pasar a inscribirse.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Covarrubias.

El C. Covarrubias: Estimables compañeros: La 9a. Sección de la Comisión de presupuestos y Cuenta, se permite proponer a vuestra soberanía una adición a los presupuestos correspondientes tanto al Ayuntamiento de Mexicali como al Ayuntamiento de la municipalidad de San Antonio, pertenecientes al Distrito Sur de la Baja California. Las adiciones en cuestión, son las siguientes: En el presupuesto correspondiente a la municipalidad de Mexicali, proponemos una nueva fracción, la 126, con esta redacción: "Para el pago de los terrenos que se expropian para la apertura de la calle Agustín Delgado, $16,000.00." La razón para esto, es la siguiente: El día de ayer, se recibió una comunicación relacionada con la necesidad que actualmente tiene la ciudad de Mexicali para abrir la calle de Agustín Melgar, que es la que comunica con la población americana de Calexico; esta calle Agustín Melgar estaba obstruida por una serie de edificios que un reciente siniestro acabó; pero los terrenos, naturalmente, siguen siendo de propiedad particular. El Ayuntamiento está actualmente en posibilidad de adquirirlos a bajo precio, y en razón de eso, todos estos terrenos creo yo fundadamente que bastar , para comprarlos, con la suma de diez y seis mil pesos; de esta manera, este Ayuntamiento podrá hacer una verdadera mejora en el año de 1923 que va a entrar.

En lo correspondiente al Ayuntamiento de San Antonio, la comisión ha escuchado las sugestiones del representante del Distrito Sur de la Baja California, ciudadano von Borstel, y en razón de esto, propone que después de las partidas 14 y 15, correspondientes a la delegación de San Antonio, figuren las partidas siguientes:

"Un delegado municipal para San Bartolo, a razón de un peso de asignación diaria, trescientos sesenta y cinco pesos al año; un agente de Policía, con la asignación de dos pesos diarios, setecientos treinta y nueve al año; un delegado municipal para El Valle, Las Gallinas y El Oro, $1.00, $365.00; un delegado municipal para La Trinchera, $1.00, $365.00."

Con estas adiciones, que son las únicas que se permite proponer la comisión, estamos dispuestos a sostener los presupuestos, por si hay algún señor compañero que deseare objetarlo.

El C. Secretario Esparza Martínez: Con las modificaciones que ha propuesto la comisión por conducto de su miembro el señor diputado Covarrubias, y en virtud de no haber oradores inscriptos en contra, se va a proceder a recoger en seguida la votación nominal. Por la afirmativa.

El C. Barragán: Por la negativa.

(Se recoge la votación.)

El C. Secretario Esparza Martínez: Votaron por la afirmativa ciento cuarenta y tres ciudadanos representantes. En consecuencia, por disposición de la Presidencia, la Secretaría declara que ha sido aprobado por unanimidad de ciento cuarenta y tres votos el presupuesto correspondiente a los municipios de Mexicali, Mulegé, San José del Cabo, San Antonio, Ensenada y la Paz, Baja California. Pasa al Ejecutivo para los efectos constitucionales.

- El C. Barragán, leyendo:

"Honorable Asamblea: "La 8a. Sección de la Comisión de Presupuestos y cuenta estudió con todo cuidado y detenimiento, aunque ajustado a la brevedad del tiempo disponible, el Ramo Undécimo, que abarca el presupuesto de la Educación Pública.

"Se tuvo como lineamiento general, en esta labor de presupuesto para el año de 1923, una tendencia de mejoramiento social, a la vez que de economía, que permita el buen funcionamiento y el debido desarrollo de este ramo, que es básico de nuestra regeneración social.

"En el año de 1922, la Secretaría de Educación tuvo presupuestos que montaron a la suma de... $51.238,882.70, incluyendo los presupuestos de los distritos Norte y Sur de la Baja California y Territorio de Quintana Roo, que, en conjunto, ascendían a la cantidad de $1.430,799.20, teniendo, en consecuencia, el presupuesto de Educación Pública, excepción hecha del de los Territorios, la cifra de $49.806,385.50.

"Nuestro dictamen exceptúa los presupuestos de los territorios de Quintana Roo y distrito Norte de la Baja California, por haber sido incluidos en los presupuestos de los gobiernos respectivos.

"La comisión recibió, en primer término, un presupuesto cuyo total ascendía a $29.998,583.00, que perjudicaba el funcionamiento y desarrollo de la obra educativa nacional iniciada el año pasado y, por lo tanto, aceptó de buen grado, de acuerdo con los secretarios de Hacienda y Crédito Público y Educación Pública y Bellas Artes, un aumento de $3,500.00 en las partidas que con el plan de economías resultaban más perjudicadas.

"Así también la comisión, de acuerdo con los secretarios de Hacienda y Crédito Público y Educación pública y Bellas Artes obtuvo una partida condicional de $14.768,283.00 para ampliar las partidas que se habían reducido, según el plan de economías, tales como las destinadas a construcción e instalación de escuelas rurales, primarias, industriales y normales en toda la República y para fomentar la educación pública en los Estados; en la inteligencia de que la ayuda se impartirá proporcionalmente a la población escolar de cada Entidad, según el censo último. Se hará uso de esta partida, siempre que las condiciones del Erario lo permitan, a fin de llegar a obtener un presupuesto semejante en el monto al aprobado el año pasado, pues no cree lógico la comisión que después de haberse iniciado una era de verdadera reconstrucción nacional en el ramo de Educación Pública, se dé el espectáculo bochornoso de reducir escuelas, sino muy por el contrario, la comisión ha juzgado que todo lo que signifique un verdadero impulso a la educación pública, ser una prueba más del cumplimiento de los principios proclamados por la revolución.

"Se hicieron desde luego economías en altos sueldos, se suprimieron los cargos de subjefes de departamento y, además, algún personal que no se creyó realmente indispensable, al igual que partidas que no se juzgaron necesarias. "La comisión hizo una invitación a vuestras señorías para lograr obtener todos los puntos de vista respecto a este ramo, de los compañeros de Cámara, sin distinción de partidos; habiendo recibido algunas sugestiones de verdadera importancia, que aceptó de buen grado, desechando otras por no haberlos creído justificadas.

"Uno de los puntos de vista fundamentales que la comisión ha tenido en cuenta en este estudio, ha sido el de la dignificación del maestro de la escuela primaria, y ha creído que puede obtenerse, dándole la justa retribución por sus servicios; y dentro del propio plan de economías, la comisión ha logrado aumentar el número de escuelas primarias elementales y superiores del Distrito Federal, así como el sueldo de los ayudantes y directores de los planteles antes dichos, unificando esos sueldos debidamente, por considerarlo de justicia.

"La comisión aprobó, en términos generales, la misma planta de empleados que actualmente funciona en la Dirección General de Educación Primaria del Distrito Federal, en vista de que en el proyecto de la Secretaría de Hacienda venía sumamente reducida.

"La comisión, al estudiar las partidas correspondientes a la Escuela Normal para Maestros, puso toda su atención, y teniendo en cuenta la índole de esa escuela, procuró mejorarla, pues bien sabido es que a esta institución no se le ha concedido toda la importancia que tiene y que requiere. "La comisión recibió varios memoriales respecto a la Escuela Nocturna para Maestros, en que se solicita se apruebe el presupuesto de esa escuela en la forma en que lo consigna el proyecto del Ejecutivo. La comisión procuró estudiar detenidamente este asunto y aceptó todas las partidas tal como se enviaron en dicho proyecto, dándole con esto una solución legal y beneficiosa para los maestros que reciben allí sus clases.

"La comisión no quiere pasar adelante sin hacer constar que las partidas más justificadas del presupuesto de Educación Pública son, sin duda, las que consigna el Departamento Escolar, pues esta dependencia de la Secretaría es, técnica y administrativamente, la oficina reconcetradora de todas las direcciones generales del Distrito Federal y Territorios, así como de los consejos de Educación en los Estados y las delegaciones, siendo de notar que lo más importante que realiza este departamento son las escuelas rurales, con orientaciones marcadamente al trabajo agrícola e industrial, que lo apartan por completo de los sistemas y programas que han venido rigiendo en los últimos años en las escuelas mexicanas.

"Las escuelas técnicas de esta capital, creadas por la Dirección de Enseñanza Técnica, Industrial

y Comercial, son, seguramente, la expresión más clara de la obra revolucionaria que se ha hecho en cuestión de educación en el año actual, tales son las de: Ciencias Químicas, Maestros Constructores, Escuela de Ferrocarrileros, Ingenieros Mecánicos y Electricistas, Industrias textiles, etc. "Al estudiar la comisión las partidas del Departamento de Cultura Indígena, teniendo en cuenta la importancia de este ramo, aceptó desde luego la sugestión hecha por distintos ciudadanos diputados, de aumentar el personal de este importantísimo departamento, aumento que no pudo satisfacer del todo, según los deseos expresados, dadas las condiciones del Erario y por tenerse datos precisos del secretario de Educación Pública de que sería imposible obtener un buen número de maestros debidamente capacitados para el caso, por lo que la comisión se concretó a hacer un aumento razonable.

"En el presupuesto de la Escuela Nacional de Medicina, la comisión tuvo el gusto de aceptar las sugestiones hechas por el ciudadano diputado doctor Efrén D. Marín, con las cuales se obtuvo una economía de cerca de $200,000.00, sin perjudicar al personal y beneficiando, en cambio, los gastos de experimentación.

"A la comisión fue turnado el proyecto de decreto del C. Diputado Froylán C. Manjarrez, para que se suministraran al Estado de Sonora los fondos necesarios para el sostenimiento de las Escuelas de Artes y Oficios denominadas "Cruz Gálvez".

La comisión, atendiendo a las circunstancias económicas, no pudo incluir en el proyecto que presenta, la partida especial para el sostenimiento de estas escuelas, pues si se tiene en cuenta que la Secretaría de Hacienda solamente autorizó a la de Educación la cantidad de $3.500,000.00 para las escuelas federales en los Estados, se vera que la comisión obró de una manera justificada, con la idea de que sea la Secretaría de Educación la que haga el derrame en todos los Estados, proporcionalmente al censo escolar último de cada uno. Como el presupuesto de Educación tiene una partida condicional de $14.768,283.00, si las condiciones del Erario lo permiten, con cargo a esta partida la Secretaría de Educación podrá tomar en cuenta el presupuesto de las Escuelas "Cruz Gálvez."

"Al estudiar las partidas correspondientes a la Orquesta Sinfónica Nacional y Cuarteto Clásico del conservatorio Nacional de Música y declamación, la comisión consideró la índole de estas corporaciones, que son la verdadera manifestación de la cultura musical, aumentando dichas partidas en cantidades que juzgó razonables.

"El Departamento de Higiene Escolar recibe en este proyecto una atención importante, supuesto que se le dan las funciones relativas que tuvo una sección dependiente del Departamento de Salubridad, obteniendo con esta unificación una reducción importante en el personal, al refundir los dos departamentos en uno, no obstante que para el presupuesto de Educación Pública es un pequeño aumento y una gran diminución para el Departamento de Salubridad.

"Las jubilaciones y pensiones a los maestros pasaron al Departamento de Deuda Pública, dependiente de la secretaría de Hacienda; por esta razón la comisión no consigna ningún dato a este respecto.

"A la comisión fue turnada la solicitud del C. Benito Flores, presidente de la Federación de Estudiantes, en que pide que en el presupuesto de la Secretaría de Educación se consignen bajo un pie de igualdad todas las escuelas que menciona.

Se tuvo en cuenta esta solicitud y, efectivamente, la comisión procuró proceder con mayor espíritu de equidad bajo este criterio.

"Los sueldos y gastos de esta Secretaría ascienden a la suma de $30.231,717.00 que la comisión no cree exagerado, debido, entre otras razones, a que en México no hay suficiente número de edificios para escuelas y dada la desatención que ha tenido el Ramo de Educación Pública durante los últimos diez años.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., 15 de diciembre de 1922.- Rubén Vizcarra.- Juan Pastoriza.- J. D. Robledo."

El C. Secretario Esparza Martínez: La Secretaría va a hacer una aclaración a los ciudadanos diputados. La Comisión manifiesta que debido a una equivocación resulta al final de la exposición de motivos la cantidad de $30.231,717.00 que debe corregirse por $45.000,000.00. Está a discusión. Los ciudadanos diputados que deseen apartar partidas, sírvanse pasar a inscribirse.

La comisión pide permiso a la honorable Asamblea para retirar su dictamen y presentarlo modificado según las observaciones hechas por los ciudadanos diputados que objetaron partidas. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se concede permiso para retirarlo. La Secretaría va a dar lectura al dictamen modificado de la comisión.

"Honorable Asamblea:

"La 8a. Sección de la Comisión de Presupuestos y Cuenta habiendo oído razones enteramente atendibles, propone a la consideración de vuestra soberanía las siguientes adiciones y modificaciones al proyecto de presupuesto de la Secretaría de Educación Pública, presentado por esta comisión:

"Partida 11,005. En lugar de un abogado consultor, con $18.00, dos abogados consultores, con $10.00 cada uno.

"Partida 11,027 bis. Tres bibliotecarios técnicos, con $15.00 cada uno.

"Partida 11,196. En lugar de $20.00 para un secretario de la Universidad, $15.00.

"Partida 11,130 bis. Un segundo secretario, con $10.00.

"Partida 11,198. Un director del Boletín de la Universidad. Suprimirla.

"Partida 12,021 bis. Un director del Boletín de la Secretaría, con $12.00.

"Partida 12,022 bis. Un consejero técnico, con $18.00.

"En resumen: se crean las partidas 11,027 bis, 11,130 bis, 12, 021 bis y 12,022 bis; se modifican las partidas 11,005 y 11,196 y se suprime la 11,198.

"La misma exposición de las partidas demuestra que no afectan substancialmente al Presupuesto General presentado y sí solamente son tendientes a conseguir una verdadera eficacia en determinados servicios.

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., 16 de diciembre de 1922."

La Secretaría hace igualmente la aclaración de que la partida 12,306 en donde aparece la cantidad de sesenta mil pesos, debe ser 72,000 pesos; firman el dictamen los ciudadanos Vizcarra, Pastoriza y Robledo Juan de Dios. Se ruega a los ciudadanos diputados que deseen hacer alguna objeción al dictamen presentado se sirvan pasar a inscribirse.

Por disposición de la Presidencia, la Secretaría manifiesta que no habiendo ciudadanos diputados que hayan objetado las partidas modificadas por la comisión, se reserva para su votación.

Queda abierta la inscripción de oradores, para que los ciudadanos diputados que deseen objetar partidas del dictamen en general se sirvan hacerlo. Habiendo hecho la Mesa la anotación de las partidas que han sido objetadas por los ciudadanos diputados, la Secretaría va a recoger la votación nominal de las partidas no objetadas. (Voces: ¡Que se lean las objetadas, primero!) A petición de los ciudadanos Puig y Casauranc, y González, la Secretaría va a dar lectura a las partidas objetadas.

Partidas 16, 17, 18, 19, 20, 21 y 22, objetadas por el ciudadano diputado Gálvez.

El C. Ollivier: Moción de orden. En la página 13 hay dos partidas objetadas por mí, la 11,296 y la 11,298.

- El mismo C. secretario: Hoja 24. Partidas 11,558 a la 70, objetadas por los ciudadanos Guillermo Rodríguez y Ollivier.

Página 23. Escuela de Ferrocarrileros. Partidas de la 48 a la 57, objetadas por los diputados Guillermo Fernández, Guillermo Rodríguez y Francisco Ollivier.

Página 37. Hoja 35. Partidas de la 11,780 a la 97, objetadas por el diputado Ricardo Covarrubias.

Página 49. Cultura indígena y campaña contra el analfabetismo. De la partida 11,968 a la 979, objetadas por los ciudadanos diputados Villegas, Torregrosa, Díaz Soto y Gama, José de la Luz Mena y Murguía. A propósito de esta objeción, hay una moción presentada por varios ciudadanos diputados, con la que se dará cuenta en su oportunidad.

El C. Martínez Rendón: ¿Me permite una aclaración la Secretaría? Con permiso de la Presidencia. Yo supliqué a la Presidencia me incluyeran entre los oradores.

El C. secretario Esparza Martínez: Se incluirá al ciudadano diputado Martínez Rendón.

Página 50. Campaña contra el analfabetismo. De la partida 981 a la 995, objetadas por los ciudadanos diputados Joaquín Silva y Peña Aurelio.

Página 52. Departamento Editorial. Partidas de la 021 a la 027; solamente el ciudadano Peña desea interpelar a la comisión.

Página 53. Partida 36, que dice: Dos correctores de pruebas, objetada por el ciudadano Francisco González Guerrero.

Página 54. Talleres Gráficos de la Nación. La partida número 56, dos jefes de sección, objetada por el ciudadano Ignacio García Téllez.

Página 58, la partida 109, un fotógrafo de la Escuela Nacional de Bellas Artes, objetada por el ciudadano Pérez Taylor.

Página 59, toda la hoja, abarcando desde la partida 12,121, hasta la 12,138, objetada por los ciudadanos González Julián y Rivera Antonio.

El C. González Julián S.: Para una aclaración. Únicamente hemos apartado desde la 12,130. Las partidas anteriores no están apartadas. Dirección de Cultura Estética.

El C. presidente: La Presidencia aclara que el ciudadano González apartó todo el Departamento de Cultura Estética, contenido en la última mitad de la página 62, en la página 63 y en la primera parte de la página 64. Página

El C. secretario Esparza Martínez: Página 75. Talleres Gráficos de la Nación. Partida 30, objetada por el ciudadano diputado López Olivares Salvador.

Página 77. Hay una ampliación propuesta por el ciudadano González Julián S. - El C. González S.: Pido la palabra para una aclaración. Yo no he objetado ni pretendido hacer adición alguna a esa partida.

El C. secretario Esparza Martínez: La Secretaría hace la aclaración de que fue el ciudadano González Jesús B.

Página 82. Partidas 12,376 - 77, objetadas por el ciudadano Francisco Ollivier.

Página 85. Escuela de Ferrocarrileros. Todas las partidas correspondientes a esta Sección fueron objetadas por el ciudadano González Julián S.

El C. Rodríguez Guillermo: Yo también.

El C. Ollivier: Yo también.

El C. secretario Esparza Martínez: La Secretaría manifiesta a la Asamblea que ha sido incluído como impugnador de esta partida, el ciudadano Guillermo Rodríguez.

Página 86. Partidas 12,421 a la 24, objetadas por los ciudadanos Guillermo Rodríguez, González Julián S. y Díaz Jesús M.

Página 87. Partida 36, objetada por el ciudadano Díaz Jesús M.

Página 89 y página 90. Partida correspondiente a la Escuela Comercial "Miguel Lerdo de Tejada", objetada por el ciudadano Covarrubias.

Página 95. Sección de Educación y Cultura Indígena y campaña contra el analfabetismo, partidas 12,522 y 12,523, objetadas por el ciudadano diputado Murguía Salvador. Ha sido anotado también el ciudadano Mena Alcocer José de la Luz.

Página 96. Talleres Gráficos de la Nación, partida 36. Para compra de tintas, gasolina para linotipos, aseo de maquinarias, lubricantes y demás gastos menores de materiales, objetada por el ciudadano diputado Salvador López Olivares.

Página 102. Gastos generales del ramo. Partida 12,572. "Para construcción e instalación de escuelas rurales, primarias e industriales, etcétera, $3.500,000.00."

Esta partida ha sido objetada por el ciudadano diputado Torregrosa, estando anotado el ciudadano González Jesús B. para una interpelación. Página 103. Partida 80. Para edición de la revista "El Maestro", del "Boletín de la Secretaría" y del "Boletín de la Universidad"..... $100,000,00."

Fue objetada por el ciudadano González Julián S.

Partida 81. Para subvención de la Orquesta Sinfónica Nacional, objetada por el ciudadano Díaz Jesús M.

Partida 88, objetada por el mismo ciudadano diputado.

Partida 89, objetada por el mismo ciudadano diputado.

Página 105. Partida 12,593. Para ampliar las partidas que se han reducido, de acuerdo con el plan de economías: Para construcción e instalación de escuelas rurales, etcétera, $14,768,283.00."

Fue objetada por el ciudadano Mena Alcocer José de la Luz.

Página 73. Partida 12,306 relativa a las escuelas normales, objetada por el ciudadano diputado Montoya Francisco.

Partidas 11,327, 33, 45, 51, 59, 61, 69 y 71, objetadas por el ciudadano diputado y doctor José Pérez Gil Ortiz.

La Secretaría, por disposición de la Presidencia, manifiesta a la Asamblea que, de conformidad con el artículo 95 del Reglamento, ha quedado cerrada la inscripción de oradores.

El C. presidente: Se concede un receso de diez minutos a los impugnadores, para que se ponga de acuerdo con la comisión. (Receso.)

El C. Peña Aurelio: Pido la palabra. Como ya me puse de acuerdo con la comisión, ya no tiene objeto que se separen las partidas que ya habían objetado.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta a usted que, llegado el momento de que se pongan a discusión las partidas que usted objetó, se servirá expresar que retira sus objeciones.

El C. secretario Esparza Martínez: Se procede a la votación nominal de las partidas no objetadas.

El C. Barragán: Por la afirmativa.

El C. secretario Esparza Martínez: Por la negativa.

(Votación.)

El C. Barragán: Votaron por la afirmativa ciento cincuenta y seis ciudadanos diputados.

El C. secretario Esparza Martínez: votó por la negativa el ciudadano Romeo Ortega. En consecuencia, la Secretaría hace la declaración de que han sido aprobadas las partidas no objetadas del presupuesto de Educación Pública.

El C. Presidente: Se reanuda la sesión.

El C. secretario Esparza Martínez: Están a discusión las partidas, de la 11,015 a la 11,021 y la 11,023, que fueron objetadas por el ciudadano diputado Gálvez.

El C. Espinosa Luis: Moción de orden. En atención a que este presupuesto tiene casi tantas partidas objetadas como las tuvo ayer el presupuesto de Guerra, ruego a su señoría que con el mismo criterio invite a todos los compañeros que tienen partidas separadas, a que pasen a entenderse con la comisión; en la inteligencia de que en esa forma ganaremos mucho tiempo y que sólo vendrá a atacar partidas aquellos compañeros a quienes no les haya sido posible ponerse de acuerdo con la comisión. El compañero Peña, por ejemplo, hace unos instantes dijo que había sido atendido debidamente por la comisión y que, en consecuencia, retiraba todas sus objeciones. Creo que como en el caso del señor Peña, hay otros muchos compañeros que de seguro ya no tienen razón para objetar partidas. Claro está que si los demás diputados no se ponen de acuerdo con la comisión, irán a la tribuna a exponer sus ideas, pero serán en un número muy reducido.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta al ciudadano Espinosa, que se dio un receso a los ciudadanos diputados para que se pusieran de acuerdo con la comisión, durante el cual expusieron sus impugnaciones; ahora lo práctico es que se entren a discutir las partidas sobre las que no se llegó a un acuerdo.

El C. Robledo: Ya se ha dicho aquí cuál ha sido el espíritu de la comisión, esto es, que hemos atendido todas las sugestiones que hemos creído atendibles; durante muchos días hemos estado poniéndonos de acuerdo con los compañeros y todavía está recibiendo la comisión muchas indicaciones. Pero para obviar tiempo, espero que se hagan en el curso de las discusiones para ver si es posible que puedan ser atendidas, y en tal caso pediré permiso inmediatamente para retirar las partidas, que en cuanto las razones que no encuentre atendibles, la Asamblea decidirá quién tiene razón.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Gálvez.

El C. Gálvez: Habiéndome puesto de acuerdo con la comisión respecto a los puntos que objeté en la partida señalada, no hago uso de la palabra.

El C. secretario Esparza Martínez: La comisión pide permiso para retirar estas partidas. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. (Voces: ¿Que partidas?)

El C. presidente: La Secretaría se servir especificar las partidas.

El C. secretario Esparza Martínez: Son las partidas 11,018, 19, 20, 21 y 22. La comisión presenta las partidas modificadas en los siguientes términos:

"Partida 11,018: Cinco jefes de sección, a $15.00. "Partida 11,019: Cinco oficiales primeros, a . . .$10.00. "Partida 11,020: Seis oficiales segundos, a $8.50. "Partida 11,021: Seis taquígrafos de 1a., a $6.50. "Partida 11,022: Veinte taquígrafos de 2a., a $5.00."

Están a discusión en la forma presentada por la comisión. No habiendo quien haga uso de la palabra en contra, se reservan para su votación.

Página 13. Partidas 11,296 y 98. "Setenta y un profesores, a $4.00, y seis ayudantes de clases, a $1.50."

El C. Robledo: La comisión no tiene inconveniente en retirar estas partidas para modificarlas en el sentido que solicita el ciudadano Ollivier.

El C. secretario Esparza Martínez: La comisión solicita permiso para retirar las partidas 11,296 y 98, a fin de presentarlas inmediatamente modificadas en el sentido de las observaciones hechas por el diputado Ollivier. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Concedido el permiso.

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

El C. Robledo: La comisión presenta reformadas las partidas como sigue: Partida 1,296: "Setenta y un profesores, a $5.00. Partida 1,298: Seis ayudantes de clases, a $2.00."

El C. secretario Esparza Martínez: A discusión.

El C. Espinosa y Elenes: Suplico a la comisión diga si ha tenido en cuenta para hacer este aumento de sueldos, a los profesores de la Escuela de Ingeniería, ya que los demás profesores de las facultades universitarias ganan cuatro pesos. Los profesores de la Escuela de Leyes tienen cuatro pesos y son de tanta importancia como estos otros profesores a los cuales la comisión ha aumentado el sueldo. Suplico a la comisión se sirva obrar también en este sentido, aumentando el sueldo a los demás profesores universitarios, y suplico también a la Asamblea apruebe el permiso correspondiente.

El C. Robledo: La comisión empieza contestando al compañero con una verdadera moción de orden: no están a discusión los sueldos de los demás profesores, sino solamente el de los que trata la partida. La comisión ha tenido el criterio de unificar estos sueldos y ruega al compañero atienda las razones que expondrá el ciudadano Ollivier, en vista de la necesidad de no alargar este debate.

El C. Ollivier: Compañero Espinosa y Elenes, no hay necesidad de que yo hable.

El C. Espinosa y Elenes: En vista de que la comisión acepta la insinuación de que sean los sueldos para los profesores universitarios iguales, no me opongo; al contrario, he pedido aumento para todos en general.

El C. secretario Esparza Martínez: No habiendo quien haga uso de la palabra.

El C. secretario de Educación Pública: Pido la palabra.

El C. Espinosa Luis: Moción de orden. Antes de que se pase adelante, el señor secretario pide la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano secretario de Educación.

El C. José Vasconcelos, secretario de Educación Pública: Yo quisiera hacer observar que si ya se va a someter a votación el que se igualen los sueldos de los profesores universitarios, deseo ser oído. (Murmullos.)

El C. presidente: Todavía no se trata de eso.

El C. secretario Esparza Martínez: No habiendo más oradores inscriptos, se reservan para su votación las partidas 11,296 y 98.

Página 14. Está a discusión la partida 11,327, que dice: "Un bibliotecario, $7.50", objetada por el doctor Pérez Gil y Ortiz.

El C. Pérez Gil y Ortiz: Es únicamente cuestión de estilo. La comisión ha estado de acuerdo en que se haga notar que debe ser un bibliotecario médico.

El C. secretario Esparza Martínez: La comisión pide permiso para retirar esta partida y presentarla en el sentido de la discusión. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se concede permiso. La comisión la presenta en la forma siguiente: "Un bibliotecario médico, $7.50". Está a discusión.

El C. Espinosa Luis: Pido la palabra en contra. Sencillamente para esto: Probablemente el compañero Pérez Gil pide que el bibliotecario sea médico porque se trata de la Facultad de Medicina; pero, señores, yo entiendo que, aunque se trate del manejo de libros de medicina, no se puede tener allí a un médico, porque no habría uno que por siete pesos cincuenta centavos estuviera todo el día dentro de la biblioteca, como un ratón. (Risas.) Es natural que, tratándose de manejar libros y no de aplicar medicinas o de hacer operaciones quirúrgicas, esta biblioteca tiene que estar, en todo caso, en manos de un bibliotecario, pero no en manos de un médico, porque a mí me parece que sería imposible, dado el sueldo tan escaso. Ruego al compañero Pérez Gil que rectifique, y si estoy en lo justo, que retire su objeción.

El C. Pérez Gil y Ortiz: Pido la palabra. El señor doctor Marín me va a hacer favor de contestar en mi nombre al compañero Espinosa, no porque no pueda yo hacerlo, sino porque el doctor Marín está perfectamente empapado en el asunto, ya que pertenece a la Facultad de Medicina.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Marín.

El C. Marín: Es un error de mi estimado compañero, el señor Espinosa, creer que el bibliotecario de la Escuela Nacional de Medicina permanece todo el día en el establecimiento. La Biblioteca tiene horas señaladas para su apertura y para su clausura; como es natural, siempre se necesita que el bibliotecario sea médico, por una razón muy sencilla: porque necesita estar al tanto de todas las obras de medicina que necesiten pedirse, de las más importantes de las revistas científicas, de las revistas médicas. Por otra parte, la Biblioteca no está desempeñada únicamente por el médico encargado de ella, sino también por tres ayudantes del anterior, que son siempre estudiantes de la misma Facultad, y que son los que permanecen en distintas horas a las que permanece el jefe en la Biblioteca.

El C. secretario Esparza Martínez: No habiendo oradores inscriptos, se reserva esta partida para su votación.

Página 15. Partida 11,333, objetada por el ciudadano diputado Pérez Gil.

El C. Pérez Gil y Ortiz: En esta partida hemos consultado con el director de la Escuela de Medicina, los estimables compañeros el doctor Castellanos y el doctor Marín, y hemos propuesto que se denomine esta partida así: "Un jefe de anfiteatro."

El C. Robledo: Moción de orden. Ya está de acuerdo la comisión.

El C. secretario Esparza Martínez: La comisión pide permiso para retirar esta partida. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se concede permiso. La comisión presenta la partida en la forma siguiente:

"Un jefe de anfiteatro, seis pesos diarios."

El C. Espinosa Luis: ¡Moción de orden! La práctica nos está enseñando que debe seguirse el camino que propuse hace un rato. Casi todos los compañeros que tienen partidas separadas, resultan a la postre de acuerdo con la comisión, y, en cambio, nos hacen perder un tiempo muy grande, hablando dos o tres palabras, pero de todos modos robando el tiempo y pidiendo permiso a la Asamblea para retirar las partidas para después modificarlas.

Ruego a la Presidencia que con su buen criterio de ayer, acepte la proposición que hago: que se invite de nuevo a los compañeros para que se acerquen a la comisión y se pongan de acuerdo respecto a las partidas que han objetado, a fin de que no se insista más sobre ellas.

El C. Robledo: La comisión ha seguido este precedente, ciudadano Espinosa, pero la comisión tiene ya la experiencia de un mes, en que después de haber llamado a los compañeros para ponerse de acuerdo, no pudo dejarlos satisfechos. Si otro mes tuviera la comisión para oír las objeciones de los compañeros, está segura de que nunca acabaría el presupuesto de Educación Pública. Ya tenemos cansada experiencia, compañero.

El C. Espinosa Luis: Toda la Asamblea es testigo de que este procedimiento se empleó ayer, que se dieron dos recesos y que se ganó mucho, porque casi no se discutió ninguna partida de Guerra, que era un ramo tan difícil, tan complicado como el de Educación. Yo no sé ahora por qué la comisión no comprende -o cuando menos el estimable compañero Robledo -, que se está perdiendo miserablemente el tiempo por un capricho, ya que estamos viendo que algunos compañeros no tienen objeciones serias que hacer, porque si así no fuera, yo no tendría esta insistencia. Si la práctica, la experiencia están demostrando que se ganaría mucho acercándose estos señores a la comisión, ¿por qué no consentir en ello? Si por un capricho no se acepta esto, en buena hora; pero dentro de un momento volveré a manifestar que estoy en los justo.

El C. Vizcarra Rubén: Pido la palabra. En primer lugar informo al compañero Espinosa que cuando habla un miembro de la comisión, está autorizado por todos los demás para expresar sus ideas, que son las mismas que tenemos y, en segundo, para ratificar lo dicho por el señor Robledo: por larga experiencia sabemos que constantemente están cambiando de criterio los señores compañeros, y que es más práctico que de una vez se sujete esto a la consideración de la Asamblea, a fin de que de una vez por todas sepa la comisión qué es lo que va a aceptar y qué es lo que no debe aceptar, acatando en esto, naturalmente, el sentir de la Asamblea.

El C. secretario Esparza Martínez: No habiendo sido objetada la partida 11,333 que se presenta modificada por la comisión, se reserva para su votación.

La misma página 15, partida 11,345, objetada por el ciudadano Pérez Gil. La comisión pide permiso para retirarla. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Se concede permiso. La comisión la presenta modificada en la siguiente forma, mejor dicho, queda suprimida esta partida.

Página 16, partida 11,359, objetada por el ciudadano Pérez Gil, y las 11,361 y 66, objetadas por el mismo ciudadano diputado.

El C. Pérez Gil y Ortiz: Es la 51, compañero.

- El mismo C. secretario: La comisión presenta las partidas en el sentido de las impugnaciones, y quedan en la siguiente forma:

Partida 11,359. Cuatro profesores de clínica propedéutica médica, siete pesos.

Partida 61. Cuatro profesores de clínica propedéutica quirúrgica, siete pesos.

Partida 65 bis. Un profesor de fisioterapia, cinco pesos.

Partida 71. Un ayudante del anterior, tres pesos cincuenta centavos.

Están a discusión. No habiendo oradores inscriptos en contra, se reserva para su votación.

Página 25. Escuela de ferrocarrileros, objetada por el ciudadano Guillermo Rodríguez, Guillermo Fernández y Francisco Ollivier.

La comisión ha aceptado, a petición del ciudadano diputado y doctor Angel Castellanos, la adición de una partida que dice:

"5 profesores inspectores de las cátendras, a siete pesos."

Está a discusión. No habiendo oradores inscriptos en contra, se reserva para su votación.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Rodríguez

El C. Rodríguez Guillermo: Señores diputados: Yo ruego encarecidamente a todos mis queridos compañeros, la mayor atención en este asunto; desearía que por un momento se suspendieran las pláticas en los corrillos, porque tengo la seguridad absoluta de que el asunto que va a tratarse al margen de esta partida que crea la Escuela de Ferrocarrileros, es un asunto que definirá de una vez por todas la realidad de las tendencias del Partido Cooperatista. Sabed, señores, que atrás de la pretendida instalación de esta escuela para ferrocarrileros, se esconde una fábricas de esquiroles para desbaratar, si cabe, la organización que, a costa de sacrificios, han alcanzado los ferrocarrileros. Se trata nada menos que de improvisar, por individuos desconocedores de los asuntos de este ramo, a un gran número de individuos que en un momento dado se arrojen en calidad de esquiroles sobre las organizaciones ferrocarrileras para abaratar el trabajo en los ferrocarriles, para nulificar todas las conquistas que con tantos sacrificios y al amparo de la revolución se han conseguido. Por esto yo vengo a invocar vuestra atención, para que conscientemente os déis cuenta de la trascendencia del voto que vais a dar. Los ferrocarrileros de toda la República, reunidos en convención en esta ciudad, han estudiado el punto detenidamente, y han llegado a la conclusión de que es un absurdo lo que se pretende, porque si fuera honesta esta proposición o este deseo, lo mejor que podría hacerse sería procurar que el personal que ya está en servicio, adquiera los conocimientos que estamos deseosos que adquiera. Sabed que en toda la República donde existen talleres, existen también grupos culturales entre los trabajadores, y esto con el ansia infinita de mejorar su condición moral, materiale intelectual. No se pretende hacer efectivos ferrocarrileros, porque quienes tienen en sus manos este asunto, desconocen absolutamente estas cuestiones. Para demostrarlo, ruego atentamente a la Secretaría que lea el ridículo y absurdo programa con que se pretende organizar a trenistas, maquinistas, despachadores, etcétera; que lea ese absurdo programa hecho durante un año por individuos que no conocen absolutamente nada de estas cuestiones.

- El C. secretario Esparza Martínez, leyendo:

"Escuelas de Ferrocarrileros. "Cursos especiales: "Trenistas ferrocarrileros.

"Primer año. "Aritmética práctica, álgebra y geometría elementales.

"Lenguaje (prácticas). "Primer año de inglés. "Dibujo lineal y de máquinas. "Señales y generalidades de superestructura. "Talleres, (forja y ajuste, nociones de fundición).

"Gimnasio y deportes. "Segundo año. "Elementos de mecánica práctica y mecanismos. "Válvulas y frenos. "Movimiento de trenes (usos del carbón, del petróleo y del agua).

"Material rodante, generalidades. "Segundo año de inglés. "Practicas en los ferrocarriles, 3 meses. "Mecánicos ferrocarrileros. "Primer año. "Aritmética práctica, álgebra y geometría elementales.

"Lenguaje (prácticas). "Primer año de inglés. "Dibujo lineal y de máquinas. "Elementos de mecánica práctica y mecanismos. "Física (calor y electricidad). Laboratorio. "Talleres (forja y ajuste, nociones de fundición). 1er. año.

"Segundo año. "Mecanismos de la locomotora. "Calderas de locomotora. "Señales, bombas y generalidades de superestructura.

"Segundo año de inglés. "Generalidades de válvulas y frenos. "Talleres (forja y ajuste, nociones de fundición). 2o. año. "Practicas en los ferrocarriles (talleres). 6 meses.

"Asignaturas. "Conductores y despachadores ferrocarrileros. "Primer año. "Aritmética práctica, álgebra y geometría elementales.

"Lenguaje (prácticas). "Primer año de inglés. "Señales y generalidades de superestructura. "Movimientos de trenes (usos del carbón, del petróleo y del agua).

"Generalidades de válvulas y frenos. "Gimnasio y deportes. "Segundo año. "Elementos de mecánica práctica y mecanismos. "Elementos de física y telegrafía práctica. "Alumbrado y calefacción. Reglamento de tráfico.

"Señales y control de trenes. "Segundo año de inglés. "Prácticas en los ferrocarriles, 3 meses. "Maquinistas. "Primer año. "Aritmética práctica, álgebra y geometría elementales.

"Dibujo lineal y de m quina. "Lenguaje (prácticas.) "Señales y generalidades de superestructura. "Elementos de mecánica práctica y mecanismos.

"Primer año de inglés. "Talleres (forja y ajuste. Fundición, nociones de tornería

"Segundo año. "Mecanismos de la locomotora. "Física (calor y electricidad). Laboratorio. "Bombas y uso del carbón, del petróleo y del agua. "Generalidades de válvulas y frenos. "Segundo año de inglés. "Práctica en los ferrocarriles (fogoneros), 3 meses.

"(Hechos los estudios de estos dos años, los alumnos deberán ser graduados mecánicos fogoneros de ferrocarriles.)

"Tercer año. "Mecanismos de la locomotora, segundo grado, manejo.

"Calderas de la locomotora. "Señales y movimiento de trenes. Telegrafía práctica.

"Alumbrado eléctrico y calefacción. "Material rodante. "Prácticas en los ferrocarriles, 6 meses."

El C. Rodríguez Guillermo: Señores diputados: Tal vez os haya parecido árida la lectura de este programa de estudios, pero esto se comprende porque no estáis obligados a saber los tecnicismos de las cuestiones ferrocarrileras. El primer capítulo que corresponde defenderlo a los ingenieros, porque nada menos que quieren improvisar ingenieros suprimiendo infinidad de materias, así por lo que corresponde a jefes de talleres, trenistas y maquinistas, sabed, señores, que quieren improvisar toda clase de personal sin haber adquirido la experiencia y los conocimientos suficientes, tanto para garantizar la labor eficiente en los ferrocarriles, donde va de por medio nada menos que la vida de los pasajeros y la vida personal de la tripulación. Pero como una demostración de la incompetencia del asunto que traen los encargados de esta escuela, he querido dar lectura, he querido que se dé lectura a este documento para que los que entiendan de estas cuestiones vean hasta donde llega lo absurdo de este programa de estudios.

El C. Peña Aurelio, interrumpiendo: ¿Permite una interpelación?

El C. Rodríguez Guillermo, continuando: Constitucionalmente los ferrocarriles han conseguido de las empresas ferrocarrileras que se establezcan en los talleres escuelas técnicas prácticas para que mejoren sus conocimientos los aprendices que en esos talleres trabajan; y esto se ha solicitado en esa forma, porque es la práctica seguida en las naciones más adelantadas en este ramo. En otras naciones, como en Estados Unidos, los aprendices que trabajan en los talleres, trabajan unas cuantas horas y otras estudian en un local que está establecido precisamente en las dependencias de aquellos mismos talleres. Pero aquí no se pretende eso, aquí lo que se pretende es que se establezca la escuela de esquiroles. Yo soy el portavoz.... (Campanilla. Murmullos. Siseos.)

El C. Presidente: La Presidencia ruega a los ciudadanos diputados se sirvan recordar que según

acuerdo tomado anoche al finalizar la sesión, ésta será permanente a fin de discutir los presupuestos.

La Presidencia, para dar cima a este trabajo tan importante, aplicar el reglamento en lo relativo a las multas por falta de asistencia.

El C. Rodríguez Guillermo: Señores:

Nosotros, el compañero Guillermo Fernández, ferrocarrilero, y el que tiene el honor de hablaros, hemos suplicado atentamente al señor Vasconcelos nos diga si desea efectivamente favorecer la ilustración del personal ferrocarrilero, porque si es así, nada más fácil que unir el esfuerzo de la Secretaría de Instrucción Pública con el compromiso terminante contraído al amparo de la Constitución, por las empresas, de atender esta escuela, y todo este presupuesto que importa alrededor de doscientos mil pesos, en vez de malgastarlos en esta forma que no va a dar resultados, estemos dispuestos a aprobar, a conceder tres subsidios para que aquí en México, aprovechando las construcciones que ya ha hecho el señor Vasconcelos, según nos informa, se establezca, de acuerdo con la Confederación Ferrocarrilera, esa escuela, estableciendo un programa que llene las necesidades, que sea suficiente, que tenga en consideración todos los requisitos que se necesitan para adquirir el título de ferrocarrilero, para adquirir los conocimientos de ferrocarrilero; un subsidio de cien mil pesos para México, cincuenta mil pesos para Aguascalientes, principal centro ferrocarrilero de la República, y otro subsidio de cincuenta mil pesos para que se establezca la escuela técnico - práctica en Orizaba, pero manejada y dirigida por quienes conozcan de estas cuestiones. Nada menos, señores diputados, que para ser maquinista se ha llegado a la conclusión terminante en todo el mundo de que son indispensables cuando menos setecientos cincuenta viajes, y esa necesidad ha nacido porque se ha visto en la práctica, durante cincuenta años más o menos, que los ferrocarrileros no pueden llegar a esos puestos improvisadamente, porque de ser así se verían en constante peligro las vidas de los pasajeros y todos los intereses que se les confían en aquellos trenes. Pero aquí en este plan de esta escuela se propone también el cargo de despachador, cargo importantísimo, pues es el individuo que da las órdenes para el servicio de trenes, y de quien, por sus conocimientos, dependen muchas veces las catástrofes ferroviarias. Y a estos despachadores, señores diputados, quieren improvisarlos en tres meses; ya ven ustedes qué absurdo. Por eso, señores, confiando en lo avanzado de las ideas del Partido Cooperatista, confiando también en que la presencia del secretario de Instrucción no influenciará a mis queridos compañeros para conceder un voto aprobatorio a esta iniciativa, yo os ruego, os suplico encarecidamente que tomando en consideración la expectación de cuarenta y seis mil ferrocarrileros que están pendientes de vuestro voto, neguéis vuestro voto aprobatorio a esta partida y que estéis conmigo en que se conceden tres subsidios: uno para establecer la escuela manejada, controlada y dirigida por los ferrocarrileros, de cien mil pesos para México, otro de cincuenta mil pesos para Aguascalientes, principal centro de la República y otros cincuenta mil pesos para Orizaba. Esta es la única forma de lograr algo práctico. Lo demás es malgastar el dinero; lo demás es ir contra la principal organización de la República. (Murmullos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra la comisión.

El C. Robledo: El compañero Guillermo Rodríguez ha dado, en el curso de su peroración, la razón a la comisión. El compañero Guillermo Rodríguez ha dicho que los defectos de la Escuela de Ferrocarrileros se referían al programa; y sepa el compañero Guillermo Rodríguez que los demás miembros de la Asamblea ya lo saben, que no es objeto de la Comisión de presupuestos la organización interior de las escuelas, la organización interior de los ramos que tiene a su consideración. (Aplausos.) Bien está que el compañero Rodríguez pidiera que se reformaran tales o cuales puntos; pero he oído en conversación privada del compañero Rodríguez, como a un miembro de la comisión le dijo ayer, que él llamaba a esta escuela una escuela creadora de esquiroles; que el gremio de ferrocarrileros no permitía que recibiera instrucción ferrocarrilera más que determinado número de personas, es decir, que si calculaban sus bajas en cinco individuos al millar, no permitían que se instruyeran en las prácticas, que es lo que quieren los ferrocarrileros, no permitían la práctica a más de cinco individuos por millar.

Y yo pregunto, señores: ¿qué es lo revolucionario?, ¿qué es lo que conviene a los intereses públicos? (Murmullos.)

El C. Rodríguez Guillermo, interrumpiendo: No es exacto.

El C. Robledo, continuando: Doy mi palabra de honor de que esto me lo dijo usted privadamente, junto a aquella curul. Y yo pregunto, señores: ¿qué es lo revolucionario: la libertad completa de enseñanza o la libertad de los gremios medievales, que distinguían entre los zapateros remendones y los zapateros de calzado nuevo, y no se permitía absolutamente a un zapatero de calzado nuevo hacer un remiendo, aunque éste fuera completamente indispensable? El argumento revolucionario, el argumento de estar con las nuevas tendencias de libertad y de equilibrio humano y de equilibrio económico y de equilibrio social, es el más amenazado y el más vilipendiado muchas veces en esta Asamblea. El ideal revolucionario, entiendo, señores diputados, que puede concretarse en la siguiente frase, vieja frase, pero hermosa y humana: "el mayor bienestar posible para el mayor número posible". (Aplausos.) Y contra ese ideal revolucionario se viene a esgrimir, se viene aquí a usar del espíritu de gremio, del espíritu sectario. Yo bien sé que los señores ingenieros también van a oponerse, desde este punto de vista, como se han opuesto los ferrocarrileros, a la creación de esta escuela; y los ingenieros, como el señor ferrocarrilero práctico que acaba de hablar, sólo vienen a defender el medro de su secta, sólo vienen a defender la preponderancia de su gremio; vienen a pregonar el egoísmo humano frente al impulso generoso, no del Partido Cooperatista de la Comisión, sino de la Secretaría de Educación Pública, para dar una escuela que aunque la práctica con la teoría y rinda un servicio verdaderamente eficiente, verdaderamente libre y amplio a la nación, en ese sentido.

Yo debo ser breve, porque estamos en la urgencia de terminar los presupuestos, y yo recomiendo a los oradores que me sigan es este debate, que no permitan que sea un verdadero debate. Yo ya he dicho lo bastante para que quede el convencimiento en la Asamblea de que en estos momentos la comisión, al sostener la Escuela de ferrocarrileros, representa el espíritu de la revolución y no admite los pontífices de gremio.

En está dualidad, la revolución es amplia en sí para todos los hombres; la revolución es humana y jamás está concreta a un solo gremio, a una secta. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Vizcarra.

El C. Vizcarra Rubén: Compañeros:

Yo creo que una información del secretario del ramo, que es el iniciador de esta escuela, bastaría para que la Asamblea orientara definitivamente su criterio, y en ese sentido solicito muy atentamente del ciudadano secretario de Educación Pública que se sirva informar a la Asamblea.

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano secretario de Educación Pública. (Aplausos.)

El C. secretario de Educación Pública: Desde hace varios días, en el seno de las comisiones hemos estado discutiendo esta cuestión de la Escuela de Ferrocarrileros, y me adelantaré a contestar las dos clases de objeciones que se han dirigido a esta institución. Las dividió en dos completamente distintas, porque unas son de un género que me parece enteramente reprobable, y me refiero a las objeciones que hacen los ingenieros o algún ingeniero, por lo menos -porque no quiero incluirlos a todos-, algún ingeniero de la Escuela Civil de Ingenieros, que es diputado, y a las objeciones muy justas desde su punto de vista, y en mucho de lo que asientan que hace el gremio ferrocarrilero.

Voy a contestar primero a las objeciones que se han hecho en nombre de los ingenieros civiles.

Se dice que vamos a fundar aquí una escuela de improvisados, de ingenieros improvisados que harán competencia a los ingenieros de la Escuela Nacional de Ingenieros, en donde existe la carrera de ferrocarrilero y que tiene una preparación mucho más vasta, porque hacen estudios preparatorios y estudios científicos de carácter técnico mucho más amplios. Esta objeción es vieja; es la eterna objeción del secretario, del sabio de la Universidad antigua, cerrada para todas las mayorías y dedicada a la casta privilegiada que puede pagarse muchos años de estudios.

Precisamente esta objeción y este privilegio son los que estamos tratando de romper. Se alega que con una mala preparación vamos a hacer trenistas chambones y malos ingenieros y que, en cambio, de la Escuela Nacional de Ingenieros saldrán sabios que no encontrarán colocación por la competencia de estos profesionistas medianos. Esta misma objeción se ha hecho en otras épocas a la Escuela Práctica de Ingenieros Mecánicos y Electricistas que funciona en la ciudad de México con un número de alumnos que es de mil y pico y que no es mayor, porque no caben los alumnos en las aulas; sin embargo, la Escuela Nacional de Ingenieros no puede contar con más de cuatrocientos alumnos. Respecto a la capacidad de unos y otros, quiero hacer esta distinción: respeto profundamente a un gran número de verdaderos sabios que han salido desde hace mucho tiempo de nuestra Escuela Nacional de Ingenieros; pero la masa de los alumnos que de allí salen, comparada con la masa de alumnos que produce nuestra Escuela Práctica de Ingenieros Mecánicos y Electricistas, debemos considerarla, yo puedo darles a ustedes este dato para que la consideren, simplemente este dato que a mi juicio es suficiente para juzgar si fue buena la creación de la Escuela práctica de Ingenieros Mecánicos y Electricistas que, según el criterio antiguo, haría malos ingenieros, ingenieros impreparados, incapaces de competir con los sabios de la Escuela Nacional de Ingenieros. Pues bien; en la práctica que tengo, en la triste práctica que tengo de funcionario que recibe todos los días solicitudes de empleos de gente que necesita de un empleo para vivir, les puedo decir a ustedes que nunca se presenta una solicitud de empleo por los graduados de la escuela modesta que se llama Escuela Práctica de Ingenieros Electricistas, y sí está llena la administración de solicitudes de ingenieros de la otra escuela, que van a ocupar empleos modestísimos, porque en la vida no han resultado tan eficientes como los otros de la Escuela modesta de Ingenieros Electricistas. Creo que esto es suficiente para que se comprenda que el espíritu de la educación moderna debe ser el de la más amplia libertad y el de romper con toda clase de sectas, a fin de que sea el público, la experiencia y la práctica los que definan qué profesionista es el útil para la sociedad y cuál no es tan útil, como pudiera parecer, por su preparación anterior.

Considero, pues, enteramente inaceptables las objeciones que se ha hecho en el seno de la comisión de parte de los que dicen que no deben crearse estas escuelas técnicas, porque se perjudica la honorabilidad y respetabilidad de los sabios de las escuelas facultades universitarias.

La misma objeción se podría hacer contra todas las ramas de la enseñanza técnica. En todas nuestras escuelas técnicas se tiene por objeto crear pequeños especialistas de artes y oficios, aun cuando es natural que se suponga que un ingeniero bien preparado las puede hacer mejor; pero no se trata de saber quién es más sabio que otro: las escuelas no se hacen con el objeto de halagar la vanidad de los hombres, para dividirlos después en castas de unos genios, y de otros que no sirven para nada; de unos muy inteligentes, y de otros muy tontos. Las escuelas se hacen para que todos los hombres aumenten su relativa capacidad de producción y de trabajo. No insisto, pues, en este punto, porque lo considero completamente ocioso. Ahora......

- El C. Rodríguez Guillermo, interrumpiendo:

Para una interpelación, con permiso de la Presidencia. (Voces: ¡No! ¡No!)

El C. presidente: Sólo que lo permita el orador.

El C. Rodríguez: El orador lo permite.

Usted ha dicho que tenía la pena de recibir solicitudes de ingenieros solicitando modestísimos

empleos; eso demuestra que hay exceso de ingenieros. Debo decir a usted que también en el personal ferrocarrilero hay exceso de ferrocarrileros que carecen en absoluto de trabajo; en cambio, hace un año usted me decía que se establecería en la ciudad de Orizaba una escuela industrial, la que quedó consignada en el presupuesto; pero no se llevó a efecto....

El C. secretario de Educación Pública: Como muchas otras, porque no teníamos dinero.

El C. Rodríguez: Déjeme usted terminar.(Murmullos.) Todos sabemos cómo el mercado de México se inunda de infinidad de artículos de diversas clases: agujas, listones, quincallería, en fin, incomparable es el número. Si nosotros sabemos que no tenemos esta clase de industrias, ¿por qué en vez de crear una fábrica de individuos de los cuales no hay demanda, que no se emplean, no se mejoran las condiciones para crear esa nueva clase de industrias para que los hombres encuentren otra ocupación donde extender sus actividades, y no aglomerarlos a todos en un solo ramo, donde seguramente no van a tener ocupación? De nada les servirá flamantes títulos de despachadores improvisados, si los ferrocarrileros, por conveniencia propia, van a sostener al personal antiguo, porque les ofrece garantías, ya que a costa de veinte o de treinta años que tiene de servicios, puede manejar perfectamente los trenes, poniendo a salvo los intereses de los ferrocarrileros. (Siseos.) La interpelación es: ¿ Por qué en vez de tomar tanto empeño en crear esa escuela - yo no niego la necesidad de que se Impartan esos conocimientos -,

¿Por qué no se conceden tres subsidios para aprovecharlos en educar al personal que ya esta en servicio, y no aumentar más personal, sino ilustrar al que es ya en servicio?.

Eso es lo que quiero en concreto.

El C. secretario de Educación Pública, continuado: Esta observación la puedo contestar de la manera más sencilla del mundo: prometiendo a los señores diputados que se adicionar el reglamento de la escuela en esta forma, que ya traía yo preparada: que se dé preferencia en la inscripción a los aprendices ferrocarrileros, y que se aclare, y quiero aclararlo aquí, cuál ha sido siempre la intención de la Secretaría al crear esta escuela. Todos saben la lucha que ha tenido que emprender el obrero mexicano para dominar en los ferrocarriles: comenzó compitiendo con el trabajador norteamericano que traía una preparación eficaz, que venía documentado, aunque sea por escuelas de correspondencia donde aprendió la teoría del oficio. Durante muchos años ha sido una necesidad en México una escuela que ayude a los aprendices de los ferrocarriles con el conocimiento de la teoría; ya no tendría inconveniente en que pasase esta escuela a la empresa el día que esté terminada; lo que no quiero es dejar tirada la construcción, que va a la mitad nada más, porque se presente un nuevo plan o un nuevo procedimiento. El procedimiento de subsidios a organizaciones ajenas a la Secretaría de Educación me parece ilegal y lo rechazo en lo absoluto. Cien mil o doscientos mil pesos que fueran a parar a las cajas de la enorme empresa que se llama la Compañía de los ferrocarriles, se perdería como una gota de agua en aquel tesoro, no sería nada. ¿Cómo no lo han hecho, a pesar de que tienen más dinero que la Secretaría de Educación¿ Ya han tenido veinte años para hacerlo y no lo han hecho.

El C. Fernández Guillermo, interrumpiendo: Pido la palabra. Con todo respeto pregunto al señor ministro si sabe que tenemos los ferrocarrileros escuelas ya establecidas en Torreón, en Aguascalientes, en San Luis Potosí, en México, en Orizaba y en Tierra Blanca; si sabe que tenemos escuelas que hemos hecho nosotros con cuotas de diez centavos diarios con que contribuye cada empleado del ferrocarril para levantar nuestros edificios, tener nuestras escuelas. El servicio de instrucción en los ferrocarriles están perfectamente regularizado, ¡por qué tanto empeño en poner una escuela en México, donde la proporción de ferrocarrileros es menor que en otros puntos de la República, donde se necesita¿ Ese es el objeto de nuestra oposición, que en México no se necesita esa escuela.

El C. secretario de Educación Pública: Yo debo confesar que no conozco la organización de las escuelas que tenga la compañía; estoy bajo la impresión de que si las tiene son muy deficientes.

El C. Rodríguez Guillermo: Por eso queremos subsidio.

El C. secretario de Educación Pública, continuando: El subsidio de ninguna manera lo recomiendo yo, me parece absurdo e imposible de conceder. Yo sí quisiera alguna aclaración sobre si en efecto esas escuelas llenan las necesidades del gremio y desearía que esto se expresara aquí, porque sería una ilustración para los señores diputados. Yo no tenía de que la compañía sostuviera escuelas siquiera tan modestas, tan deficientes, como la que nosotros nos proponemos organizar y en la que se ha estado trabajando todo el año en esta forma.

Ustedes encontrarán que en el proyecto de presupuesto - y esto desde el año anterior en que este mismo asunto se discutió y se ganó por parte de la Secretaría - hay todo un personal de director, profesores y secretario. Y habrá quien pregunte: ¿por qué razón está percibiendo sueldos todo este personal cuando la escuela no está abierta¿ Pues la edificación de la escuela y el trazo de las vías, todo el trabajo lo ha estado haciendo el personal de profesores y el director que está funcionando: el director, como ingenieros en jefe; el secretario, como ayudante; los profesores hasta como maestros de obras para dirigir la construcción del cobertizo; se ha comprado un cobertizo de hierro y está por terminarse un pabellón; en fin, es una obra que ya está comenzada, que se destruiría. Es claro que se puede aprovechar para otras cosas; yo no tengo ningún empeño, ni hay detrás de los planes de la Secretaría ningún fin oculto, como aquí se ha afirmado, y dejo este asunto enteramente al criterio de la Asamblea. Yo puedo aprovechar ese cobertizo y los materiales en otra escuela, si se cree que esto va a lastimar a un gremio, que soy el primero en respetar. Si los ferrocarrileros no tienen una escuela, que no se haga la nuestra; pero si se va a proceder aquí por espíritu de gremio, por el deseo de que no aprendan de ferrocarriles más que no aprendan de ferrocarriles más que las personas que pertenecen

a ciertas asociaciones y que se cierre la posibilidad para otros, entonces me opongo a esos planes y llamo la atención de la Asamblea sobre ellos. Quisiera yo que se ilustrara debidamente el criterio de la Secretaría y de la Asamblea con la información sobre la escuela que ya tengan los ferrocarrileros, y en este caso, retiro mi escuela pero, naturalmente, sin proponer ningún subsidio para las escuelas, puesto que ya lo tienen. (Voces: ¡claro!)

El C. Peña: Pido la palabra, señor presidente. Para rogar muy atentamente al compañero Fernández, ya que en dos ocasiones el ciudadano secretario lo ha interpelado, que conteste ampliamente sobre el particular, porque la Asamblea está deseosa de saber lo que sobre este asunto hay.

El C. Fernández Guillermo: Con todo gusto voy a informar exactamente. Yo no participo de la opinión de los oradores que me han antecedido; no es el temor de los esquiroles, señores compañeros, lo que nos hace oponernos a esto, aclaro desde luego. La razón positiva que nos ha hecho oponernos y que nos hará seguirnos oponiendo es la siguiente: los contratos de trabajo de los diferentes departamentos autorizan, obligan a todo individuo que trabaja en los ferrocarriles a entrar a trabajar, previo el comprobante de haber terminado su instrucción primaria. En esta escuela se nos va a dar instrucción primaria. ¿Para qué nos sirve, si ya todos la hemos cursado en las escuelas del Gobierno o en las escuelas particulares¿ Es una de las razones de la inutilidad de esta escuela. Los demás conocimientos sobre ferrocarriles y sobre las materias adicionales no se las imparten las demás escuelas, las escuelas ferrocarrileras que están funcionando en los puntos que he mencionado antes. En vista de esa inutilidad, señores, nosotros nos oponemos a que país gaste inútilmente cerca de doscientos mil pesos, cuando que esta instrucción que van a dar aquí en México a unos cuantos, la estamos dando nosotros desde hace muchos años y en los lugares donde verdaderamente se necesita, que son centros ferrocarrileros de importancia como Aguascalientes, Orizaba, México, Torreón y San Luis; esa es la verdadera razón. Nosotros los ferrocarrileros, los burgueses, como nos llamó el ciudadano Soto y Gama en alguna ocasión, tenemos derecho a hacernos oír; somos los colaboradores de la revolución; nosotros anduvimos jalando las tropas de un lugar a otro para que la revolución se consumara. Nosotros, en consecuencia, señores, consideramos un deber venir a hacer oír nuestra voz aquí porque nos damos perfecta cuenta; nosotros podemos informar a todo el mundo de qué generales tiraban el chaquetín y el kepí en los momentos del combate porque lo vimos, y no llevábamos más defensa que nuestra buena fe; no llevábamos para nuestra defensa ni siquiera una mala arma y hemos soportado doce años de revolución. Por eso venimos de manera airada a hacer oír nuestras voces; nos oponemos, señor ministro, por esa razón, porque consideramos inútil ese gasto. Si alguna otra pregunta me hace el señor ministro, tendré mucho gusto en contestarla.

El C. secretario de Educación Pública: Yo quisiera saber si usted representa la opinión del gremio ferrocarrilero.

El C. Fernández Guillermo: Sí, señor. Traigo documentos que dicen:

"Confederación de Sociedades Ferrocarrileras de la República Mexicana.- Dirección General: 1a. Rosales, número 1.- México, D.F.- Pedro de León Palacios, presidente, y Comité General de Ajustes. - Apartado número 8,407.- Teléfono, 20 - 61 Juárez. - Asunto: Escuela de Ferrocarrileros.

" Viernes 15 de diciembre de 1922.

" Un sello que dice: Orden de Maquinistas y Fogoneros de Locomotoras.- Diciembre 15 de 1922.-

Dirección General.

" Señor Guillermo Fernández, diputado al Congreso de la Unión.- Ciudad.

" Muy estimado amigo y compañero:

" Me refiero a nuestra conversación de hoy, en la que se sirvió consultar la opinión de esta corporación que represento, sobre el proyecto de establecer una dependencia en la Secretaría de Instrucción Pública, para una Escuela de Ferrocarrileros, según plan que usted me mostró.

" Desde luego, me permito manifestar a usted que el gasto que haga la nación en este sentido, será, por muchos motivos, infructuoso, pues en nuestra profesión, está probado por la experiencia que, para tener un personal eficiente que corresponda a las necesidades del público y de la empresa, necesitamos, únicamente, que al ferrocarril ingresen individuos que hayan tenido una preparación escolar suficiente, para que se les facilite la adquisición de los conocimientos prácticos del trabajo y los teóricos que se imparten en los colegios de las empresas. Nuestra sociedad, por ejemplo, tiene establecido en sus contratos de trabajo que, para ingresar al ferrocarril en la carrera de maquinista, necesita el solicitante demostrar que ha cursado la instrucción primaria, y tienen preferencia aquellos que hayan tenido estudios superiores.

" Una vez que el solicitante ha ingresado a los ferrocarriles, nuestros contratos exigen que éste trabaje efectivamente 730 días en trenes de carga para que pueda solicitar ascenso a maquinista de camino. A primera vista, el plazo parece largo; pero en la práctica se ha demostrado hasta la saciedad que no es posible tener maquinistas eficientes, si no han llenado los requisitos de esta trabajo. Ya se ha procurado en distintas ocasiones que los 730 días efectivos de trabajo como fogonero en trenes de carga, se reduzcan; pero, sin embargo, el fracaso sufrido en diferentes ocasiones, ha venido a demostrar que no es posible reducir este plazo, puesto que, en el trabajo diario, se presentan problemas de eficiencia, que la teoría no ha podido contener hasta la fecha.

" Dadas las razones anteriores, se verá que nosotros no podríamos estar de acuerdo con el establecimiento de la escuela de que se trata y, en comprobación de que el gasto sería infructuoso, he dado a usted los datos que anteceden; pero, en cambio, las agrupaciones ferrocarrileras, estoy seguro de ello, verían con beneplácito que se exigiera a las empresas de ferrocarriles que no admitieran en el trabajo a ninguna persona, si ésta no demostraba haber cursado la instrucción primaria, con lo que quedarían satisfechos los deseos de nosotros, de

tener siempre personal eficiente y debidamente preparado para garantizar los intereses del público.

" Soy de usted, atento, seguro servidor, amigo y compañero.- P. de León, presidente general."

No he terminado; un momento. E l programa de la escuela nos anuncia que los maquinistas tendrán seis meses de experiencia en el ferrocarril; y en seis meses, señores compañeros, no se aprende ni siquiera a caminar sobre un carro en movimiento. ¿Qué utilidad va a dar al público y a la empresa un individuo que ha sido graduado en esa escuela, cuando todos sabemos que el principio fundamental que un empleado de ferrocarril necesita es comenzar por aprender a dominar su sistema nervioso? Es una educación, una preparación tan importante, como la del aviador. ¿De qué va a servir esa escuela, si da instrucción primaria, que ya tienen; si los conocimientos indispensables que se van a dar allí, no los pueden dar, porque son de carácter práctico? Por eso nos oponemos, señor ministro.

- EL C. secretario de Educación Pública: Creo que la lectura del documento demuestra que, en el fondo de todo este asunto, hay una mala inteligencia de parte de los ferrocarrileros. No es exacto, a mi juicio, que en nuestra escuela se vayan a dar los conocimientos que se dan en la escuela primaria; creo que los ferrocarrileros, a pesar de haber hecho la hazaña de operar nuestras vías, sin preparación técnica, casi sin escuela especial, necesitan para su mejoramiento futuro y para poder competir con obreros de otros países, los servicios de esta escuela que tratamos de establecer. Creo que esta escuela debe subsistir; pero me confieso impresionado por los argumentos que han dado los representantes del gremio y convencido de que nuestro programa puede tener defecto, por ejemplo, el de que ser errónea la tendencia de ir a dar títulos sin una práctica suficiente. El fin de la escuela no ha sido crear una nueva casta de profesionales, sino ayudar, con conocimientos teóricos a los obreros que ya tienen la práctica diaria; necesitamos que esta escuela sea un auxiliar del taller, que camine de acuerdo con el taller y que sea su complemento. Por lo mismo, aun reconociendo que en nuestra organización hay defectos que deberemos corregir y que no es éste el momento de discutir, porque como lo hizo observar muy bien un diputado miembro de la Comisión de Presupuestos, no es éste el momento de organizar escuelas ni de discutir sus reglamentos, quiero, sí, hacer constar que la Secretaría reconoce esos defectos y procurará remediarlos y, en estas condiciones, pido a la Asamblea que vote las partidas tal como están presentadas, porque su monto no afecta a la organización interna, y esa organización interna yo procuraré hacerla, hasta donde mis fuerzas me alcancen, en el tiempo que yo permanezca ahí, de acuerdo con las observaciones justas que reciba de parte de todos. (Aplausos.)

- EL C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Ramírez Corzo.

- EL C. Ramírez Corzo: Honorable Cámara: Os prometo ser breve, en vista del giro que ha tomado la discusión y porque considero que ya todos vosotros os habréis formado un juicio de la cuestión. Yo soy simpatizador, como la mayoría de vosotros, del gremio ferrocarrilero, y de lo que se trata en este caso, no es precisamente, como decía el compañero Rodríguez, de establecer una escuela de esquiroles que se preparen para, en un momento dado, quitar o despojar de su trabajo al respetable gremio ferrocarrilero, que tan importante papel desempeña en el desarrollo del progreso del país. En el gremio ferrocarrilero, como sabéis vosotros, hay empleos o empleados que necesitan una preparación escolar. Los telegrafistas, naturalmente, necesitan una enseñanza especial técnica; los agentes de express, los agentes de pasajes, necesitan conocimientos en contabilidad, aunque sean rudimentarios, pero que preparen al individuo para la eficiencia en el desempeño de sus trabajos.

Pronunciarse en contra de un establecimiento, de un plantel de enseñanza técnica, sería algo insensato, sería ir contra el progreso natural; se me antoja un recuerdo histórico; pronunciarse aquí en contra del establecimiento de una escuela que trate de elevar el nivel de los ferrocarrileros en general, como es toda función de los planteles educativos, sería tanto, digo, como retroceder a las épocas de Santa Anna, en que se pronunciaron los arrieros contra el establecimiento del ferrocarril de México a Veracruz. Esto es ir contra el progreso, esto es ir contra la civilización. Yo estoy absolutamente de acuerdo con las palabras que expresó aquí el ciudadano Robledo, respecto de que hay que alejar ese sentimiento de sectarismo y aceptar en los puestos, cualesquiera que sean, al que traiga eficiencia, y precisamente de lo que trata la Secretaría de Educación Pública, es establecer un plantel donde se preparen individuos, no para instruir a los otros, sino para desempeñar esos trabajos a base de competencia, no de esquirolismo, que es lo que tanto escuece, y sin razón, al ciudadano diputado Rodríguez.

El C. Rodríguez Guillermo: Para una aclaración muy chica.

- EL C. Ramírez Corzo: Es innecesaria. los ferrocarrileros, sintiendo la necesidad de que se establezca esta enseñanza, y hasta donde han dado sus fuerzas, porque ponen diez centavos, ya buscan un medio para resolver esta cuestión. Nosotros sabemos que después de haberse separado los empleados americanos, que eran los que llevaban la dirección de los ferrocarriles, se encontró el personal mexicano con algunas dificultades que se pudieron salvar; pero naturalmente, hubo deficiencias, que se habrán subsanado después; pero ahora se trata de formar un personal....

El C. Fernández Guillermo: Una interpelación, una aclaración conveniente.

El C. Ramírez Corzo: Después puede usted aclarar cuanto quiera. (Voces:¡ No le tengas miedo!)

El C. Fernández Guillermo: Es una aclaración en bien de mi gremio.

El C. Ramírez Corzo: Con todo gusto.

El C. presidente: No lo permite el orador.

El C. Fernández Guillermo: Ya lo permitió. Hago la aclaración siguiente en bien de mi gremio, señores: Cuando a costa de tantísimos sacrificios logramos expulsar a los maquinistas, conductores, garroteros y fogoneros americanos que estaban en el país, en el plazo de ocho meses no se dio un solo choque en los ferrocarriles. Y aclaro que antes de

esto, cuando los ferrocarriles estaban manejados por los americanos, el promedio era de un accidente por cada cuatro días, en todo el sistema nacional. Esto viene en abono del gremio, y no como dice el compañero, que tuvimos algunos trastornos. No hubo ninguno, compañero.

El C. Ramírez Corzo: continuando: Lamento que lo que acaba de decir el estimable compañero Fernández, no haya ilustrado el punto a debate. Voy a insistir sobre lo que dije al principio.

Yo soy simpatizador de los ferrocarrileros desde hace mucho tiempo, desde que empecé a tener contacto con el gremio ferrocarrilero, y es un hecho alabable, elogiable que nos debe llenar de satisfacción, el que se haya podido substituir al personal americano, y eso lo digo para tranquilidad del compañero Fernández, el que se haya podido substituir al personal americano, con el personal mexicano. Esto, por un sentimiento de mexicanismo innato, que tenemos, debe llenarnos de satisfacción. Todavía más. Los americanos necesitaban que sus trenes estuvieran perfectamente en funciones, para poder trabajar; que los frenos de aire estuvieran en estado perfecto. Nosotros, hemos tenido casos en que nuestros ferrocarrileros han corrido, no con trenes, sino con pedazos de trenes. ¿Es cierto?

El C. Fernández Guillermo: Sí, señor.

El C. Ramírez Corzo: Bueno; lo digo para satisfacción de usted, y para que usted rectifique la impresión que tenía. Pero yo insisto en el motivo principal, en el fundamental: el establecimiento de esta escuela que se pretende. Si en su programa de estudios, hay algo deficiente, ser motivo de que se corrija. Naturalmente que esta escuela debe tener una parte práctica; el ferrocarrilero no debe ser únicamente técnico; seríamos nosotros muy líricos en suponer que por el simple hecho de estudiar en una aula de esta escuela, ya es ferrocarrilero un individuo, y ya está perfectamente preparado. No; éste tendrá que ir a los campos ferrocarrileros, a las máquinas; tendrá que ir a calmar sus nervios, pero ya con una preparación que le ha facilitado la Secretaría de Educación Pública. Creo que el asunto ha llegado a un punto en que nos hemos formado un concepto más o menos juicioso de él, y con permiso de ustedes, abandono la tribuna. (Aplausos.) (Voces: ¡A votar!)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Ollivier.

El C. Ollivier: Un momento, compañeros. Yo voy a ser breve, como siempre; yo soy respetuoso de la Asamblea y de su tiempo.

Compañeros:

El señor secretario de Educación, en su discurso, y de una manera indebida, me ha colocado en una situación falsa, que necesito destruir. Señores, yo no vengo a hablar como ingeniero; protesto a la Asamblea, por mi honor, que ayer el señor director de la Escuela Nacional de Ingenieros, y algunos compañeros, me suplicaron que no me opusiera a la creación de esta escuela. Yo soy el secretario de la Orden Mexicana de Ingenieros de Ferrocarril, y aseguro a ustedes que ninguno, ni uno solo de mis compañeros, me ha hecho insinuación alguna en el sentido de que me oponga al la creación de esa escuela. Es claro; sería pueril que los ingenieros temieran la competencia de estos señores, que, con el ridículo programa que se ha leído aquí, pretenden ser ingenieros ferrocarrileros, y que no serían sino charlatanes. ¿Pues que, la empresa de los ferrocarriles, va a aceptar a su servicio a individuos que pretendan acometer la construcción de puentes, de muros de sostenimiento, de alcantarillas, etcétera, y que no han estudiado, al pasar por esta escuela, ni siquiera una sola letra de hidráulica? Yo desafío a todos, inclusive al señor ministro, a que me hagan favor de demostrarme que una sola de las materias que se cursan en la Facultad de Ingenieros Civiles, en la Escuela de Ingeniería, no tiene aplicación inmediata en la práctica de los ingenieros ferrocarrileros; y, en cambio, demuestro que en este proyecto, faltan lo menos diez materias esenciales, para que pudieran llamarse ingenieros de ferrocarril. Esto es cuestión de programa; pero es cuestión que yo necesitaba aclarar, para que se vea que no tenemos miedo a que el proletariado profesional se incremente con la creación de esta escuela. Yo vengo a hablar como ferrocarrilero y, sobre todo, como diputado. Yo, como diputado, tengo que oponerme a que se haga este derroche de dinero, porque no es otra cosa, puesto que se va a crear una Facultad innecesaria en momentos en que lo que se necesita es difundir la instrucción elemental, y estamos creando más planteles de enseñanza profesional. Estos señores se van a llamar ingenieros de ferrocarriles y caminos; pero no hace al caso, la cuestión es que nunca podrán serlo; es, por lo tanto, un derroche.

Señores: si existe la Escuela Nacional de Ingenieros donde se forman ingenieros, ¿para qué crear esa Facultad especial? Por otra parte, el Ministerio no hace verdaderamente ninguna obra meritoria al atender a la Escuela Nacional de Ingenieros como se debe. Esa Escuela fue creada con un fondo particular: Los mineros de Pachuca y Sombrerete, distrito que tengo el honor de representar, la crearon con un fondo de tres millones y medio pesos, y cuando el malhadado Gobierno del general González se apoderó de la Escuela, retiró de la Tesorería de la misma, novecientos mil pesos en efectivo. Por lo tanto, el capital propio de la Escuela que le dieron los particulares, bastaría con sus réditos a cubrir de sobra la cantidad ridícula que se destina al mantenimiento de esta Escuela, inferior a la que se destina a otras escuelas de mucho menos importancia, como la Odontológica, y a otras varias. No, compañeros; el peligro de que esto sea un nido de esquiroles, existe realmente. Los compañeros ferrocarrileros no lo han querido confesar por pudor; pero evidentemente, las empresas de ferrocarriles no aceptarán a individuos salidos de esta escuela a los seis meses o al año, que nunca han andado encima de un carro - caja, porque nos les prestan garantías para sus servicios, y ellos, necesitando trabajar, tendrán que colarse por cualquier resquicio que encuentren, para poder entrar al servicio. Están, por lo tanto, avocados a ser esquiroles, y lo que debe hacerse, es estimular la preparación técnica de los elementos ferrocarrileros que ya tenemos y que son sobrados, pues, por ejemplo, en el Departamento de Ingenieros, la empresa acaba de desocupar a treinta y un compañeros por falta de trabajo. Lo que debe hacerse es estimular la preparación técnica de los compañeros que quedan, y no derrochar

el dinero en esta forma que me parece verdaderamente inopinada. (Voces: ¡A votar!)

- EL C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Espinosa. (Voces: ¡A votar!)

El C. Espinosa Luis: Ciudadanos representantes:

Tengo la convicción de que este asunto está ganado. Por lo tanto, procuraré ser lo más sintético que me sea posible.

Se ha asegurado en esta tribuna por los impugnadores, que esta escuela no responde a las finalidades que se persiguen, que se convertirá en un nido de esquiroles y que vendrá a ser una nueva erogación pesada para el Erario. Los compañeros que han hablado en pro y el ciudadano secretario de Estado, con muy buen juicio, han llevado al convencimiento de vuestra soberanía que los que han impugnado la partida respectiva lo han hecho sobre bases completamente falsas; no han juzgado la bondad del fondo de esta institución, sino que se han deslizado por encima, epidérmicamente, del programa de la institución, y es cierta, porque debemos ver la finalidad de esta escuela y de ninguna manera el programa. La Secretaría, que es la voz más autorizada en este caso, ha dicho desde la altura de esta tribuna de manera pública, y que, por lo tanto, debe de merecernos fe, que si el programa es deficiente, el programa se hará a gusto de los impugnadores...

El C. Rodríguez Guillermo, interrumpiendo: Una aclaración al orador.

El C. Espinosa Luis: No acepto, compañero.

El C. Rodríguez Guillermo: Le suplico.

El C. Espinosa Luis: No lo permito, porque sus interpelaciones son verdaderas impertinencias, las conozco demasiado. (Aplausos, Murmullos.)

El C. Rodríguez Guillermo: Está usted faltando a la verdad.

El C. Espinosa Luis. continuando: He demostrado, ciudadanos representantes, que aquí no se ha examinado más que un programa que en realidad no existe, sino que únicamente ha quedado bosquejado, y caen por tierra todos los argumentos expuestos alrededor de un presupuesto y no de una institución. ¿Que la institución es buena? claro que sí, ciudadanos representantes. Los compañeros que han venido aquí a invocar los principios revolucionarios para oponerse a la creación de esta escuela, no han estado en lo justo, en mi concepto. Precisamente los que venimos aquí a propugnar por esta institución, sí debemos invocar los principios revolucionarios, porque es un principio revolucionario crear una institución donde se forme el proletariado profesional en contra de una fracción del profesionalismo aristócrata. Me refiero a la cuestión de clase y no de cultura, que para ser profesionista debe exhibirse tanta eficiencia en unos como en otros; me refiero a la cuestión de clase juzgada a través del concepto económico; es un postulado de la revolución abrir las puertas de las escuelas profesionales a todos, para que puedan levantarse y nivelarse a las clases ricas. En ese sentido es como yo invoco el concepto revolucionario. (Murmullos.)

Ahora, compañero Fernández, para quien exijo y a quien exijo el mayor respeto, debo decirle a usted que por encima de su federación de obreros reconocida por esta Asamblea, debe usted saber algo: que como compañeros nos debe tratar correctamente. Yo seré correcto con usted a base de reciprocidad; pero sabré guardar las mismas inconsecuencias para quien no me trate con la corrección a que estoy acostumbrado se me trate.

El compañero Fernández ha expuesto aquí un argumento aparatoso; él dice: ¿para qué formar esta escuela si existen tres o cuatro escuelas en los ferrocarriles, es decir, escuelas adscriptas a algunos establecimientos ferrocarrileros? Y bien, señores, yo pregunto: ¿no es mejor que el Estado, preocupándose hondamente por el mejoramiento de las clases ferrocarrileras, funde un establecimiento completamente adecuado a las necesidades, y de esta manera emancipe a los ferrocarrileros de una contribución que, aunque pequeña, no deja de ser odiosa, como es la de diez centavos diarios por cada uno de ellos para sostener esta escuela por medio de la iniciativa privada? Yo creo, señores representantes, que se consigue esto: en primer lugar, ensanchar esta escuela, perfeccionándola refundiéndola en una. ¿Adónde debe refundirse? Es claro, señores, que en la escuela que se funde en la capital de la República. ¿Por qué? Porque en esta escuela se darán de preferencia los conocimientos técnicos y es natural que aquí en el cerebro del país sea donde radiquen los hombres más capacitados para impartir esta enseñanza; la enseñanza práctica se ir a hacer a bordo de los trenes. Y no se crea que porque en este proyecto se dice que se va a exigir una práctica de seis meses, a fuerza se va a sostener este artículo del reglamento de la escuela. No, señores; se pondrán los dos años que actualmente se exigen en la escuela privada de los ferrocarriles; esta es cuestión nada más de entenderse, esta es cuestión de organización: pero la conveniencia, la lógica, el sentido común más elemental aconsejan que la escuela debe estar a cargo del Estado, porque el Estado está en condiciones de poder fundar y sostener una escuela que llene las finalidades que persiguen los ferrocarrileros. Naturalmente, señores, que ganaríamos hasta esto: la selección; es un principio de economía bien definido y comprobado: si en lugar de una escuela modelo, como sería esta, existen en distintas partes de la República tres o cuatro establecimientos, señores, ¿qué ocurre? Que estos tres o cuatro establecimientos, sostenidos por la iniciativa de los ferrocarrileros, tienen que ser a fuerza deficientes porque están sostenidos a base de cuotas. En cambio, un solo establecimiento sostenido por el Estado, por el Erario federal, vendrá a responder a esta misma necesidad profesional, aumentándolo, levantándolo.

Así pues, este argumento expuesto también por un ferrocarrilero, cae por su peso; es cuestión nada más de entendernos. No se trata, señor compañero Fernández, de un establecimiento hecho al capricho; es claro que el Estado tiene el deseo de que sea una escuela lo más completa posible, y si estos seis meses de práctica que a priori se piden no bastan, pues ser n dos o tres años, lo que la experiencia exija; de tal manera que no nos fijemos en estas pequeñeces, vamos al fondo del asunto: la escuela es buena, y si así es, aprobémosla; si no, rechacémosla;

pero hasta este momento está en pie la tesis de que esta escuela es necesaria. Por estas razones pido a vuestra soberanía que se apruebe, por encima de toda política de gremio, esa escuela que vendrá a responder a una de las necesidades de la revolución y a una de las necesidades del progreso.

El C. Rodríguez Guillermo: Pido la palabra para una aclaración.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano González Julián.

El C. González Julián S: Voy a ser muy breve, señores diputados. No vengo a impugnar la partida desde el punto de vista profesional, sencillamente porque no soy ferrocarrilero; vengo a impugnarla desde el punto de vista sociológico y suplico a los que me escuchan y principalmente suplico al ciudadano ministro de Educación Pública, tenga la bondad de rectificarme si no estoy en lo justo. Suplico también que tengan la bondad de rectificarme cualquiera mala apreciación que haga o cualquiera inexactitud que pudiera decir en el transcurso de mi breve peroración.

Yo, como algunos compañeros que me han precedido, sostengo y demuestro que la escuela que proyecta crear la Secretaría de Educación Pública, es una escuela de esquiroles. (Aplausos. Siseos. Murmullos.) Primeramente, así de paso, desbarataré ese criterio estrecho y arcaico de la comisión que habló por boca del compañero Robledo; ese criterio, que cree que el bienestar económico y los principios todos de la revolución están concretados en una sola palabra: libertad. Esa palabra metafísica, que ya está pasando a la historia por inservible, esa palabra "libertad", es uno de los verdaderos escollos con que tropiezan las clases organizadas del país y del mundo entero; libertad, señores, libertad para cualquiera que quiera trabajar, libertad la que consigna la Constitución para el que tenga gana y quiera trabajar; pero ante esa libertad se han erguido majestuosos los sindicatos de los distintos gremios profesionales, que han dado un golpe de muerte a la libertad, si se quiere, pero han puesto las piedras angulares para que se eleve el edificio del bienestar económico.

El ciudadano secretario de Educación Pública ponía hace unos momentos en parangón la escuela que se proyecta crear, la Escuela de Ingenieros, con la Escuela de Mecánicos, pero ese no es el caso; yo vengo a sostener la tesis de que nos es el momento. quizá, para que se quiera crear la escuela de ferrocarrileros. ¿Se quiere crear únicamente para que eduque a los ferrocarrileros que actualmente no tengan la suficiente práctica, la suficiente pericia para conducir un tren? ¿O se quiere crear esa escuela de ferrocarrileros para constituir el ejército de reserva de explotación que tiene en todos los países los capitalistas, los opresores de las clases laborantes? ¿Para qué se quiere crear esa escuela si sabemos positivamente que debido al escaso radio de acción de nuestras líneas ferroviarias, debido al poco desarrollo que tiene en la actualidad esa industria ferrocarrilera, es fácil ver que no hay demanda de ferrocarrileros? Y bien, si no hay demanda de ferrocarrileros, ¿para qué se quiere crear un ejército de quinientos o de mil ferrocarrileros que salgan de esa escuela, para que cuando ocurra una huelga se les llame para que vayan a desbaratarla? (Voces: ¡Pruebas!) La escuela, señores diputados, si únicamente tuviera como finalidad educar a los que se encuentran aptos para seguir la vida de ferrocarrileros, no tendría en sí nada de malo si esa escuela estuviera bajo el control directo de los verdaderamente interesados en los asuntos de los ferrocarrileros, si esa escuela se concretara a producir únicamente el personal necesario para suplir el desgaste ocasionado por la separación, por la cesantía, por la muerte de un empleado, y si esa escuela no tuviera como finalidad crear una reserva inicua de la que se aprovecharía mañana la empresa, que en este caso sería el Gobierno, para desbaratar una huelga o resistencia que surgiera de los ferrocarrileros; entonces, señores, no estaría mal; pero esa escuela según la organización, no según el programa, no lo combato, la organización en lo general que se hubiera dado a esa escuela es para dedicar no sólo a los ferrocarrileros que quieran completar sus estudios técnicos, a los estudios prácticos que necesitan, sino que es una escuela libre de ferrocarrileros para que ingrese a ella cualquiera que se sienta dispuesto a ingresar a las líneas ferrocarrileras. Yo voy a suplicar de la manera más atenta que se diga, si no se tiene inconveniente, que si esa escuela no crear el ejército de reserva, si esa escuela no es fundamentalmente para explotar el disgusto natural en el ramo ferrocarrilero, creando a los esquiroles.

El C. secretario de Educación: Yo puedo prometer a los señores que han impugnado la escuela en representación del gremio ferrocarrilero, que me comprometo a presentar a la aprobación del presidente de la República un reglamento previamente aprobado por todos, con el objeto de evitar que llegue a producirse un exceso de ferrocarrileros que redundara en perjuicio del gremio; pero debo declarar de una manera muy terminante que esa es la única limitación: el número de alumnos, no el procedimiento para entrar, porque sería inicuo poner requisitos de entrada que vinieran a poner a la escuela en manos de un gremio que sólo por atender a sus propósitos dejara entrar sólo a los suyos y procurara impedir el ingreso a los que no pertenecieran a su gremio; pero el efecto que buscan los señores que han hablado en contra es el evitar que se derramara un gran número de individuos competentes en los ferrocarriles para que sirvieran de competidores a los trabajadores actuales y esto se remedia limitando el número de las inscripciones. De manera que en ese sentido hago esa promesa formal de someter un reglamento que resuelva este punto, a la aprobación de la Presidencia de la República, que es la única autoridad que puede resolver en definitiva; pero este reglamento lo haré de acuerdo con la comisión que designe el gremio de ferrocarrileros, por conducto de sus organizaciones oficiales. (Aplausos.)

El C. González Julián S: Yo me felicito, señores diputados, de que esa declaración sincera y racional hecha por el ciudadano secretario de Educación Pública, de que esa declaración verdaderamente socialista servirá de lección a muchos que han venido a impugnar la fundación de esa escuela,

que es verdaderamente necesaria. Yo me felicito, porque él ha tomado el asunto desde su verdadero punto de vista en esta cuestión, porque seguramente su manifestación destruye toda desconfianza de parte de los que habíamos pugnado porque no se creara la reserva, pues es natural que los individuos que salieran de esa escuela, al no haber demanda de empleados, de braceros, necesariamente habrían de provocar la huelga para poder ir a la práctica, desarrollar en la práctica lo que hubieran aprendido en las escuelas. Yo me felicito, pues, y estoy completamente satisfecho, siempre que no constituya un peligro para los gremios; no sería yo tan necio de oponerme a que se difunda la cultura práctica; pero que se haga constar que lo ha dicho el secretario de Educación Pública. No es igual en ninguna manera, en ninguna manera puede ser igual lo que han venido a sostener aquí con criterio mezquino y estrecho los defensores de esta partida (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. secretario Esparza Martínez: Habiendo hablado tres oradores en pro y tres en contra, en votación económica se consulta a la Asamblea si está suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Suficientemente discutido.

El C. Rodríguez Guillermo: Pido votación nominal.

El C. secretario Esparza Martínez: Se va a proceder a la votación nominal de esta partida.

Por la negativa.

El C. Barragán: Por la afirmativa.

(Se recoge la votación.)

El C. secretario Esparza Martínez: Votaron por la afirmativa ciento treinta y tres ciudadanos diputados.

El C. Barragán: Votaron por la negativa diez ciudadanos representantes.

El C. secretario Esparza Martínez: En consecuencia, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara que han sido aprobadas las partidas correspondientes a la Escuela de Ferrocarrileros.

Continúa la discusión de las demás partidas objetadas.

Página 37. Escuela Comercial "Miguel Lerdo de Tejada". Todas las partidas correspondientes a este departamento ha sido separadas por el ciudadano diputado Covarrubias.

Presidencia del

C. FRANCO FERNANDO F.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Covarrubias.

El C. Covarrubias: Honorable Asamblea: Ante todo, para abreviar el debate, me va a permitir la comisión que le formule unas preguntas. (Murmullos. Campanilla.)

El C. secretario Esparza Martínez: La Presidencia, por conducto de la Secretaría, ruega atentamente a los ciudadanos diputados se sirvan sentarse.

El C. Covarrubias: Yo pido atentamente a la comisión me diga si tendría inconveniente en aceptar unas breves adiciones que voy a enumerar. En lo relativo a la escuela diurna se ha suprimido la partida correspondiente a una taquimecanógrafa, que auxilia, naturalmente, a la secretaria en las labores respectivas de la oficina. Sería la partida 11,781 bis: "Una taquimecanógrafa, con sueldo de cuatro pesos diarios."

El C. Robledo: La comisión no tiene inconveniente en aumentar esta taquimecanógrafa, porque la cree útil.

El C. Covarrubias: Muchas gracias. También ruego atentamente a la comisión, se sirva decirme si tendría inconveniente en consignar la partida 85 bis, en lo relativo a la primera parte de la Escuela Miguel lerdo, la siguiente plaza:

"Un mecánico, con sueldo de $3.50."

El mecánico en cuestión es el empleado que compone las máquinas de escribir necesarias para la escuela comercial, revisándolas todos los días.

El C. Robledo: La comisión no tiene inconveniente en proponer la partida 85 bis:

"Un mecánico, con $3.50 diarios"

El C. Covarrubias: Muchas gracias. Al mismo tiempo deseo también conocer la opinión de la comisión sobre el número de profesores que la Escuela Miguel Lerdo tiene consignado en este presupuesto, y sobre los cuales tengo un criterio totalmente diferente del que se consulta. La Escuela Miguel Lerdo, en razón de la planta actual de empleados con que cuenta, dispone de ciento dos profesores, y los sueldos diarios que tienen dichos profesores, fluctúan de tres a cinco pesos diarios; pero he dicho tres pesos, por consignar cantidad redonda. Tenían estos profesores un sueldo de cinco pesos, unos, de cuatro pesos, otros, y de tres treinta los últimos. La comisión no solamente consulta menor número de profesores, porque siendo ciento dos, solicita actualmente ochenta y nueve profesores y, aparte de esto, la comisión hace un verdadero distingo con los profesores de la Escuela Miguel Lerdo, ya que la Escuela Superior de Comercio y Administración, da a todos los profesores un sueldo no menor de cuatro pesos. Yo suplico a las comisiones, si no tienen inconveniente, dejaran a los ciento dos profesores con que cuenta actualmente, dándoles una asignación de cuatro pesos diarios. Creo que, seguramente, estimarán justa esta petición, puesto que se les pone un sueldo menor del que ganan en el año escolar que acaba de pasar.

El C. Robledo: La comisión informa que la Secretaría de Instrucción Pública fue la que indicó que sólo hubiera ochenta y nueve profesores; por lo tanto, ella, que es la conocedora de estas cosas, así lo ha creído conveniente y cree, por consiguiente, contestando a lo que dice el compañero, que el aumentar esta partida no es de la incumbencia de la comisión. Con respecto al sueldo de tres pesos treinta centavos, la comisión manifiesta que no tiene inconveniente en aceptar esta indicación, manifestando, sin embargo, que los que tienen un sueldo tan corto, es sólo por una hora de clase. De modo que, si se quiere, se adicionar el sueldo con treinta centavos.

El C. Covarrubias: Agradezco las explicaciones de la comisión y me reservo, sobre este punto, para el momento final. En los cursos nocturnos, pasando ya después de la partida 89, encontramos con que la partida relativa a la secretaria, está

suprimida, consultándose únicamente una mecanógrafa. Estoy enterado de que anteriormente, en la parte relativa, se consultaba, o se tenía en planta, una secretaría que al mismo tiempo que ayudaba, que auxiliaba a la directora en la labor relativa a los cursos nocturnos, es la encargada de una biblioteca que, si no tengo mala memoria, el Ministerio de Educación tenía o quería abrirla al público en el próximo año. Por consiguiente, yo suplico a la comisión me diga si no tendría inconveniente en adicionar esta partida de los cursos nocturnos, en la siguiente forma:

"Partida 11,789 bis. Una secretaria para los cursos nocturnos, encargada de la biblioteca."

La asignación podría ser de tres pesos diarios.

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

El C. secretario de Educación Pública: Desearía ser oído, señor.

El C. presidente: Entonces tiene la palabra el ciudadano secretario de Educación Pública.

El C. secretario Educación Pública: Quiero hacer esta aclaración a los señores diputados: que probablemente se ha retirado esa plaza porque, desde el momento en que existe el Departamento de Bibliotecas, todas las bibliotecas dependen de ese departamento y no de las directoras de las escuelas, y de allí se surten los empleados necesarios.

El C. Covarrubias: Agradezco infinito las explicaciones del señor secretario Vasconcelos, y tengo para mí entendido únicamente, que ya sería verdadera labor de organización interior, que la bibliotecaria o empleado de la biblioteca, prestara sus servicios a la citada escuela o alguna cosa así, con el fin de no dar un mal servicio en lo relativo a los cursos nocturnos.

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

- EL C. Robledo: Para interpelar al ciudadano diputado Covarrubias si no estaba conforme con que quedaran ochenta y nueve profesores.

El C. Covarrubias: Suplico al compañero Robledo recuerde que había indicado a la comisión que me reservaría para el momento final, con el fin de concluir, primero, con mi serie de interpelaciones, ya que de esta manera estamos ahorrando verdadero tiempo. En la partida número 95, de la misma serie de los cursos nocturnos, se consultan cuatro mozos para los diurnos y nocturnos. Me permito suplicar a la comisión, si no tiene inconveniente, en que se adicione este número siquiera hasta ocho, en virtud de que la Escuela Miguel Lerdo tiene no solamente una enorme finca, sino porque está formada de tres pisos, y verdaderamente necesita un servicio de empleados de esta clase, porque son los mismos mozos para los diurnos que para los nocturnos.

El C. Robledo: La comisión se permite proponer una transacción al señor Covarrubias, porque ha obrado en este sentido con un espíritu de economía, absolutamente necesario en nuestros presupuestos, y conforme a sus deseos, la comisión propondría que fueran seis.

El C. Covarrubias: Muy agradecido. Por no entrar en verdadero desorden, no hago alusión a las partidas globales relacionadas con la Escuela Miguel Lerdo, que se consignan en otra parte, y únicamente quiero hacer hincapié sobre la partida a que se refiere el señor Robledo.

El C. Robledo: Una explicación breve. La comisión siente mucho que el señor diputado Covarrubias se haya fijado en una sola escuela, porque la comisión, que ha tenido a la vista el proyecto general; la comisión ha seguido en esto el criterio de la Secretaría de Educación Pública. Por consiguiente, por un espíritu de disciplina y de verdadera equidad, ha procedido así, y apela al patriotismo del señor diputado Covarrubias para que retire objeciones que en ese sentido ha hecho, porque puede estar seguro que obedecen a un plan armónico inspirado en economía y en organización, que han sustentado tanto la Secretaría de Educación como la 8a. Sección de la Comisión de Presupuestos.

El C. Covarrubias: Soy el primero en reconocer, estimables compañeros, que la comisión, que la 8a. Sección de la Comisión de Presupuestos y Cuenta, no sólo ha tenido un trabajo arduo, sino que al mismo tiempo, en la verdadera acepción de la palabra, ha seguido un plan determinado, no sólo para una escuela, sino para todas en general. En razón de esto, repito, soy el primero en estar agradecido a la sección, y que únicamente me permito insistir a este respecto, no ya con respecto a la Comisión de Presupuestos y Cuenta, sino si el ciudadano secretario de Educación me lo permite, sobre este punto de vista que haya tenido el Ministerio de Educación, con el fin de reducir el número de profesores a este respecto. Yo soy el primero en creer y en considerar la necesidad imperiosa que tiene la nación de hacer verdaderos ahorros; al mismo tiempo, soy uno de aquellos que más ha procurado con el fin de que estos ahorros sean verdaderamente efectivos; lo único que pasa, es que en el caso en cuestión, no me explico en realidad cómo, si la Escuela Miguel Lerdo - y perdone el compañero Robledo que sea monocorde, y no me haya fijado sino sólo en una escuela - si en la Escuela Miguel Lerdo hemos llegado nosotros a presenciar los últimos brillantes exámenes, los últimos brillantes actos de fin de año que se verificaron en el mes anterior; si nosotros hemos visto que esa escuela paso a paso, día a día y minuto a minuto, ha ido subiendo, teniendo la ayuda eficaz del Ministerio de Educación y permitiendo a esa escuela que del plan elemental que tenía haya llegado a un plan superior, me permito suplicar atentamente, se sirva informar a la Asamblea, el por qué en la actualidad, después de ese brillante resultado que, repito, elogiaron y aplaudieron no sólo quienes lo presenciaron, sino los periódicos mismos de México, y el Ministerio de Educación mismo, por qué se recorta la partida de profesores, y siendo que ciento dos profesores bastaban y eran suficientes para surtir las necesidades de esa escuela, actualmente se consulta únicamente el número de ochenta y nueve, llegando a esta conclusión: de que el año entrante esa escuela, que dio exámenes brillantes, que dio actos verdaderamente notables, pudiera llegar a un descenso con el cual tengo para mí entendido no podría estar de acuerdo el licenciado Vasconcelos, que tanto se ha esforzado por la educación nacional. La partida en realidad la objeto porque estimo que trece profesores menos en una escuela, sí es número bastante con el fin de que los estudios vengan a menos, con el fin de que el aprovechamiento sea menor; y yo

no estaría conforme en que en esta escuela, donde estuve en algunos de sus exámenes, fuera el año entrante a sufrir algo o mucho en razón de sus cursos. Repito, que no me guía en este caso otra idea, sino la de que el Ministerio de Educación, fiel al programa que se ha trazado, fiel a todos los ideales que ha venido sustentando desde su creación, vaya a permitir que un establecimiento floreciente, venga a llegar a verdadera decadencia, y no creo que el mismo ministro de Educación, se pudiera oponer a mi deseo de que se aumente la planta de profesores, es decir, dejándola en la forma que estuvo este año escolar; pues de otro modo, se reduce con trece personas. En vista de las aclaraciones hechas, y ya que la comisión ha aceptado algunas de las modificaciones propuestas, y de los informes proporcionados por el señor ministro de Educación, tengo para mi entender, que en realidad no ser la diminución una realidad en la Escuela Miguel Lerdo en el año próximo, y, por consiguiente, que la planta de ochenta y nueve profesores es la misma que tenía el año anterior. Los informes que se me proporcionaron, fueron de que los profesores son ciento tres, y en esta información me había basado para objetar la partida.

El C. secretario de Educación Publica: Debo hacer una aclaración, y es que hay en la Escuela Miguel Lerdo muchos profesores que corresponden a otras, que son supernumerarios o que pertenecen a otras escuelas. Estos profesores seguirán prestando sus servicios en la Lerdo. Actualmente trabajan ciento y tantos maestros, y quedarán los mismos; es decir, la planta anterior era de ciento y tantos en el año anterior, porque muchos de estos profesores todavía no pueden ser aprovechados en escuelas que carecen de local, etcétera, y quisimos conservar esta situación para no aumentar gastos, y porque no perjudican a la escuela en cuestión.

El C. Covarrubias: Agradezco infinito al señor secretario de Educación Pública sus explicaciones, y doy por concluidas las objeciones que tenía presentadas al presupuesto de la Escuela Miguel Lerdo.

El C. secretario Esparza Martínez: La comisión pide permiso para retirar las partidas objetadas por el ciudadano diputado Covarrubias. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se concede permiso. La comisión las presenta modificadas en el sentido de las observaciones hechas por el ciudadano diputado Covarrubias. Está a discusión. No habiendo oradores inscriptos en contra, se reservan para su votación.

"Página 49. "Cultura indígena."

Antes de dar cuenta con algunas objeciones que hicieron algunos ciudadanos diputados a este departamento, la Secretaría va a dar cuenta con una proposición subscripta por algunos ciudadanos diputados.

"Honorable Asamblea: Los subscriptos......"

(Leyó.)

El C. Mena Alcocer: Pido la palabra para fundarla.

El C. Robledo: Moción de orden. No está a discusión, en mi concepto, eso. La comisión tendrá mucho gusto en escuchar al compañero, y le ruega que lo mismo que va a decir fundando su proposición, lo diga conforme al orden reglamentario. Son objeciones al programa presentado por la sección para la campaña contra el analfabetismo, y en pro de la cultura indígena. Le ruego que se inscriba en contra de las partidas respectivas, que es el trámite reglamentario, porque no está a discusión la proposición de ustedes, sino el proyecto presentado por la comisión. Podrá decir su señoría lo mismo, pero inscribiéndose en contra.

El C. Mena Alcocer: Así me impiden el derecho de ir a fundar nuestra proposición.

El C. Robledo: La comisión tiene mucho gusto en oír las objeciones del compañero, podrá decir lo que quiera, todo lo que desee; únicamente hago moción de orden, para no alterar el Reglamento.

El C. secretario Esparza Martínez: La Secretaría va informar a la Asamblea que las partidas que han sido objetadas de este departamento, lo fueron por los ciudadanos diputados Villegas, Torregrosa, Antonio Díaz Soto y Gama y José de la Luz Mena Alcocer.

El C. De la Luz Mena Alcocer José: Yo había pedido la palabra al señor presidente .... (Campanilla.)

El C. presidente: El ciudadano no tiene razón, La lista de oradores que tengo a la vista, dice: Están inscriptos el ciudadano Villegas Ignacio, después Torregrosa, Antonio Díaz Soto y Gama y José de la Luz Mena Alcocer.

El C. secretario Esparza Martínez: La Secretaría confirma lo dicho por la Presidencia, y manifiesta al ciudadano Mena que su nombre figura en último lugar, en la lista de oradores.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Villegas.

El C. Villegas: Señores representantes:....

El C. presidente: En atención a que muchos señores se encuentran fuera, se manifiesta que, sin levantar la sesión, se concede un ligero receso de quince minutos.

(Receso.)

El C. presidente: Se reanuda la sesión. Tiene la palabra el ciudadano Mena Alcocer José de la Luz.

El C. Mena Alcocer: Compañeros diputados: Hace algunos días, cuando se discutió el presupuesto del Gobierno del Distrito Federal, alguno de los miembros de la Comisión de Presupuestos dijo que al aumentar el número de policías y al aumentar el sueldo de los mismos, se laboraba por el engrandecimiento nacional. Con ese motivo pedí la palabra para manifestar mi criterio en contra de lo expuesto por aquel miembro de aquella comisión; no fui oído como deseaba, en virtud de que la Presidencia fue la primera en iniciar el pequeño escándalo que entonces se formó, llamando al orden por medio del timbre e invitando a todos los compañeros diputados a callarme. Aun la misma prensa, pretendió zaherirme exponiendo ideas completamente contrarias a las que yo había expuesto y de las que no me avergüenzo de ninguna manera, porque no se labora por el engrandecimiento nacional aumentando el número de policías de una ciudad o de una nación. Lo que pretendí hacerle ver a la comisión entonces, fue que para laborar por el engrandecimiento nacional, era muy conveniente que se abrieran muchas escuelas y se aumentara el número de maestros, pero de ninguna manera aumentando el número de policías,

porque de esta manera demostraba que la ciudad o la nación o el Estado, no se civilizaban. Hoy se presenta el presupuesto de Educación Pública y es la oportunidad de manifestar lo que dije en aquella vez a esa comisión: que cuando llegara el presupuesto de Educación Pública, vería yo con agrado que en lugar de disminuir el número de escuelas, se aumentaran los maestros, se aumentara el número de escuelas y también se aumentara el sueldo que ganaban los maestros que laboraban para destruir la ignorancia entre el pueblo. Hoy veo con tristeza que el presupuesto de Educación Pública, es el presupuesto que ha sufrido mayor número de economías, puesto que dice la comisión que hoy presenta este dictamen, que antes disponía la Secretaría de Educación Pública de cincuenta y un millones de pesos, pero que prácticamente hoy se han separado los Territorios de la Baja California y Quintana Roo, pudiéndose decir que solamente disponía de cincuenta millones, y que el presupuesto actual se presenta por un valor de cuarenta y cinco millones. Esto no es verdad prácticamente, puesto que realmente sólo hay en el presupuesto treinta millones y de los otros catorce millones se ponen incondicionalmente, pero de ninguna manera puede disponer la Secretaría de Educación de estos catorce millones, si la nación o la Secretaría de Hacienda no le dice que existe esa cantidad para que pueda de ella disponer. De modo que casi se reduce el presupuesto de Educación Pública con una economía de más del 40 por ciento, y en cambio vemos que en el ramo de Guerra, no obstante que existe paz en estos momentos en la República y cuando no se necesita equipar ejército de ninguna clase, se reduce nada más en un 20 por ciento. Por esta razón, aparte de otras muchas que hay, pido que se vea más por el engrandecimiento nacional, aumentando el número de escuelas y de maestros y mejorando la calidad de los establecimientos por medio de material escolar.

En estos momentos se nos presenta la Dirección de Cultura Indígena y la Campaña contra el Analfabetismo. En esta partida se hace una reducción de los maestros misioneros. El año pasado tuvimos cien, y hoy solamente aparecen cincuenta.

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión para una aclaración.

El C. Robledo: La comisión no tuvo tiempo de reformar esta partida para presentarla a la Asamblea, pero en el presupuesto que presenta la Secretaría, que es el que debe tomarse como oficial, y habiéndose hecho la advertencia, se han consignado cien maestros misioneros.

El C. Mena Alcocer, continuando: La comisión aclara que ya no son cincuenta los misioneros, sino cien. Aquí, cuando se trató del presupuesto del Gobierno del Distrito, en un momento dado aumentó el número de policías en mil más, y en cambio, vemos que en una ciudad donde puede decirse que no es necesaria tanta policía, por su civilización... (Voces: ¡Huy! ¡Huy!) se crean más plazas de gendarmes. En cambio, tenemos doce millones de analfabetos y solamente se ponen aquí cien maestros misioneros y doscientos cincuenta maestros, a dos pesos cincuenta centavos, devengando los policías cinco pesos diarios y teniendo mejores comodidades por vivir en la ciudad, cuando aquéllos viven en los campos. Por esta misma razón, yo no puedo estar de acuerdo con toda la partida, porque también el año pasado esa parte de la cultura indígena constituía un departamento y hoy solamente viene a constituir una sección del Departamento Escolar. Cuando existe un pequeño movimiento armado en la República, se establecen batallones y departamentos especiales para poder combatir a determinado número de levantados, y en cambio, para hacer una campaña a lo que tenemos constantemente, es decir, a la ignorancia - que es permanente mientras estos doce millones de analfabetos no salgan a la luz de la civilización - no se quiere gastar mucho dinero.

Yo creo que en lugar de disminuir el número de misioneros, o de dejarlos como estaban el año pasado, debe aumentarse constantemente ese número hasta llegar a completar siquiera el que ahora pedimos, de doscientos cincuenta misioneros, y cinco mil maestros permanentes. Y hago esta indicación: ¿Por qué con los ferrocarrileros, que envían a sus representantes y quieren que no se establezca la Escuela de Ferrocarrileros, se establece, y en cambio existen doce mil pedidos en el Departamento de Cultura Indígena solicitando escuelas los trabajadores, y en este momento se les están negando cinco mil maestros para que puedan concurrir a establecer esas doce mil escuelas? Es muy justo que la Cámara de Diputados, que ha dado pruebas de su deseo de establecer escuelas en lugar de cerrarlas, como lo ha hecho con la Escuela de Ferrocarrileros, dé una prueba más estableciendo esas cinco mil escuelas cuando menos de las doce mil que están pidiendo los trabajadores de los campos, que son prácticamente los que han hecho la revolución, los que necesitan de todos los esfuerzos posibles para salir avante en el campo de la civilización y los que deben tener desde luego todos los elementos de lucha para combatir la ignorancia y entrar de lleno al progreso. Por eso es que yo me opongo a esta partida, no para que se suprima, sino antes al contrario para que se mejore, para que se eleve el Departamento a la categoría de un departamento especial. Si aquí tenemos en la ciudad el Departamento Escolar que tiene un director que gana treinta y tres pesos, en cambio el director para la campaña de desanalfabetización sólo gana veinticinco pesos, siendo su labor para toda la República. Es conveniente ver que a este departamento no se le ha dado toda la importancia necesaria. El señor licenciado Vasconcelos ha manifestado muchísimos deseos desde antes de entrar en el Ministerio, desde que era rector de la Universidad, ya desde entonces siempre manifestó su amor hacia los trabajadores y su deseo de sacarlos de la triste condición en que se encuentran, y es debido que lo invite yo en estos momentos a que externe su opinión para ver si, como lo espero, apoya que esta partida que está destinada al Departamento de Cultura Indígena se aumente todo lo más posible, para que de esta manera queden satisfechos todos los trabajadores, que en este momento esperan su redención por medio de la escuela; y puesto que ahora hay simpatía por el Departamento de Cultura Indígena, que apoye también que se establezcan, cuando menos,

doce mil escuelas en la República; que venga en apoyo de este departamento, para que todos deis con gusto un voto que redundará en beneficio de la inmensa mayoría de los trabajadores de la República. En esta misma partida no aparecen más que cien maestros a quienes se asigna la cantidad de cuatro pesos; doscientos cincuenta maestros, a dos pesos cincuenta centavos. No es posible de ninguna manera que los que están dedicados materialmente a luchar con la ignorancia, para poder sacar a los trabajadores de la difícil condición en que se encuentran, puedan subsistir con esa mezquina cantidad de dos pesos cincuenta centavos. Por eso es que yo pido a la honorable Cámara y a la honorable comisión, que mejoren la condición de todos los maestros que van a tomar parte en la campaña de cultura indígena, elevándoles el sueldo a la cantidad de cinco pesos diarios.

La revolución, compañeros, ha sido verdaderamente la obra de los trabajadores del campo, de los trabajadores de los talleres, pero, sobretodo, de los que han venido luchando en los campos; y ha dado una prueba inequívoca la gente trabajadora de estos lugares de amar todas las tendencias renovadoras, de amar todo lo que trae la revolución como un bagaje importantísimo para ofrecerlo a la civilización. Por eso es que yo pido una vez más que deis un voto favorable para que este departamento sea mejorado y, en consecuencia, desechada esta partida, si es que la honorable comisión - a quien invito - no la retira desde luego, para presentarla en el sentido en que lo han venido pidiendo en memorial los compañeros de Oaxaca y otros compañeros, a cuyo memorial todavía no se le ha dado lectura.

El C. Vásquez: Pido la palabra para una moción de orden.

La mayoría de la diputación de Oaxaca, apoyada por numerosos compañeros, presentó el día 13 de este mes la proposición a que se refirió el compañero Mena. Yo desearía que la comisión tuviera la bondad de decirnos qué motivos ha tenido para no tomarla en consideración.

El C. secretario Esparza Martínez: La Secretaría se permite informar al ciudadano diputado Vásquez, que hace un momento se dio cuenta con esta proposición.

El C. Silva: Pido la palabra para una moción de orden.

También suplico a la comisión tenga la bondad de informar por qué no tomó también en consideración un memorial que me permití presentar; ni siquiera hace alusión a él en la exposición de motivos que presenta.

- EL C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

- EL C. Robledo: Me extraña mucho la moción del ciudadano licenciado Vásquez. La diputación de Oaxaca, que había subscripto este documento, en la mañana, estuvo de acuerdo con la comisión, respecto del aumento de cien misioneros y con el aumento del número de maestros, con lo que creímos haber dejado satisfechos sus deseos. Si ahora el ciudadano Vásquez quiere aprovechar la ocasión del debate para faltar al compromiso con la comisión y extender el debate, la comisión no tiene inconveniente en ello, para que sea la Asamblea la que resuelva en definitiva, estando, en todo caso, resuelta la comisión a sostener su opinión. Además, el presidente de la comisión va a exponer el por qué puso esta partida como se encuentra.

El C. Vizcarra: Voy a refutar, aunque sea de una manera ligera, con el menor perjuicio del tiempo para esta Asamblea, las argumentaciones del señor Mena, Alcocer, y voy también a hacer una explicación, lo más claro que se pueda, sobre los motivos que tuvo la comisión para formular su dictamen tal como se ha presentado.

A la comisión no le causa novedad que dos o tres compañeros o más se hayan inscripto para bordar sobre el tema de aumento de escuelas y de aumento de sueldo a los maestros; ya esperábamos precisamente esto y especialmente de algunos compañeros que son afectos a la gimnástica de oratoria y al deseo de exhibicionismo, cuando no han hecho esfuerzos para hacer una labor efectiva en pro de las escuelas y en pro del aumento de estos presupuestos, labor efectiva que, por otra parte, algunos compañeros de Oaxaca sí hicieron dentro de la comisión, simplificando así los trabajos de esta Asamblea.

Voy desde luego a explicar lo que le causa extrañeza al señor profesor Mena Alcocer acerca de la reducción del sueldo que aparece aquí de veinticinco pesos para el director de ese departamento. Sólo dos departamentos tienen más sueldo que éste, y esto se debe exclusivamente a que se tiene en cuenta que los departamentos de la Dirección General de Educación, tienen que atender a una gran cantidad de escuelas, pero sobre estas escuelas tienen que ejercer una inspección que aumenta en horas efectivas de trabajo.

El presupuesto que llegó a manos de la comisión, traía únicamente cincuenta maestros misioneros, cien maestros de a cuatro pesos, doscientos de a dos pesos y doscientos cincuenta de a uno cincuenta. (Siseos.) Desde luego puede ver el señor Mena, si ha estudiado los dos presupuestos - el que se recibió de la Secretaría de Hacienda y el que presento la comisión -, que hay un aumento considerable en los sueldos, porque también la comisión no cree que deban existir maestros que ganen uno cincuenta, no obstante que se tienen también razones de orden económico para no aumentar considerablemente estos sueldos de los maestros rurales, pues esto vendría a ocasionar un desequilibrio entre los sueldos que perciben los maestros de los Estados y los que perciban los maestros que dependan directamente del Ministerio de Educación Pública Federal. Sólo me resta agregar que, en términos generales, el presupuesto que presenta la actual Comisión de Presupuestos, la 8a. Sección, tiene el mismo monto del año pasado, y no hay rebaja de ninguna especie que se pueda hacer notar. Nosotros estaríamos de acuerdo con todos los compañeros que sugieren el aumento de estas escuelas y el aumento de sueldos, siempre que el Erario estuviera en condiciones de hacerlo; pero aparte de esta razón fundamental, de la carencia de dinero, yo estimo que hay otra, que sujeto a la consideración de la Asamblea y es que, como puede informarlo el señor secretario de Educación, sería difícil encontrar un personal eficiente que no vaya a

perjudicar a la niñez y a todos los que van a recibir esas enseñanzas. ¿Creen ustedes que puedan encontrarse en un momento dado cinco mil maestros? (Voces: ¡No! ¡No! ¡Cómo no!) La comisión cree que esta labor puede ser paulatina; la comisión tiene el dato preciso de que de cien misioneros que actualmente existen, solamente veinte o treinta cumplen con su deber; (Siseos.) los otros, o son secretarios del Partido Agrarista, o se dedican a otras labores que no son en beneficio de la enseñanza.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Reyes San Germán.

El C. Reyes San Germán: Honorable Asamblea:

No es raro en las prácticas parlamentarias inscribirse en pro para hablar en contra, porque no se ha tenido tiempo de inscribirse en contra con toda oportunidad y queda uno en último lugar.

Señores diputados:

La instrucción de la clase indígena es una cuestión capital nacional, es un problema de hace más de tres siglos; todos los que venimos de esos pueblos indígenas, traemos en el alma el deseo vehemente de su redención. Es evidente que las circunstancias por que atraviesa actualmente el Erario son precarias; la comisión tiene razón; pero que se fije también en que el ramo de Guerra, por ejemplo, consume ciento veinte millones de pesos anuales. ¿Qué cosa creen ustedes, señores diputados, que moralmente sea de mejores resultados para el engrandecimiento del pueblo mexicano: la instrucción popular o el sostenimiento de la fuerza....?

El C. Montero Villar, interrumpiendo: ¡La paz!

El C. Reyes San Germán, continuando: Ambas cosas tienen que subsistir necesariamente; pero así como se concede especial atención a una, no debemos tampoco abandonar la otro. ¿Sabéis, ciudadanos representantes, que hay doce millones de indígenas, de analfabetos en el país, doce millones de hombres a cuyos cerebros no ha podido llegar la luz de la civilización? Guttemberg encendió una gran antorcha en el mundo, y Teofrasto la llevó a todas partes; pero nuestros antepasados no se habían preocupado por que esa antorcha brillara en el cerebro de nuestros ancestros. ¿Por qué, señores, nosotros, que podemos llamarnos ahora representantes genuinos de esas masas que siempre han sufrido, por quienes nunca se ha hecho algo en pro de su redención; por qué no alzar ahora la voz en su defensa?

Señores diputados:

El anhelo de ilustración en esas masas crece cada día; cada uno de nosotros, en nuestros respectivos distritos, ha tenido oportunidad de palpar esa verdad. Con pena, con dolor del corazón he podido presenciar este hecho: Cuando en tiempo de mi propaganda leía alguna cosa, un grupo numeroso de mis comitentes se reunía para ver qué decía aquello, para ver si no sería posible que también ellos, algún día, pudieran leer. ¿Qué no es esto suficiente, señores, para que nosotros nos esforcemos todo lo posible por crear esos medios de educación popular, por levantar el nivel de esas razas, por fundamentar una moralidad mejor en nuestro pueblo para, de progreso en progreso, llegar a la civilización? No quiero creer que nuestra proposición sea suficiente para resolver el problema de una vez, no; son más de dos millones de indígenas los que no reciben instrucción. La ampliación de las partidas que nosotros proponemos solamente alcanza para crear cinco mil escuelas, y cinco mil escuelas, cuando más, podrán desanalfabetizar a unos trescientos mil niños, es decir, una séptima parte de todos aquellos que no reciben instrucción todavía. Pero por algo hemos de empezar, señores representantes; ya vemos, el adagio castellano dice que no se ganó Zamora en una hora, pero debemos poner fundamentos. La diputación oaxaqueña ha propuesto una ampliación de trescientos misioneros en lugar de cien que ha dejado la comisión, y dos mil quinientos maestros a tres pesos diarios. En seguida voy a explicar cómo estas sumas que parecen pequeñas para nuestras pueblos muy alejados, y no teniendo precisamente por el momento profesores recibidos que vayan allá, pueden aceptarse. Hemos propuesto también una ampliación de tres mil maestros más, a dos pesos cada uno; el total es de cinco mil quinientos profesores o, lo que es lo mismo, cinco mil quinientas escuelas, y aproximadamente el total de la erogación es de siete millones doscientos veintidós mil pesos. Parece mucho; esta cantidad vaciada así, es muy grande; pero imagínense ustedes los resultados que daría ampliar esa suma y otra mayor, a medida que el Erario fuera poniéndose en mejores circunstancias. La ampliación de la instrucción indígena podría hacerse más efectiva y más grande, pero para empezar creo que esto es suficiente. Ahora bien, no se obstina la diputación de Oaxaca ni los demás compañeros que subscribieron la moción, en sostener precisamente este número. Nosotros estamos dispuestos a hacer una transacción con las comisiones. Quedaremos conformes con que la ampliación quede de la manera siguiente: doscientos maestros misioneros, dos mil maestros a tres pesos y otros dos mil maestros a dos pesos. Es un total de cuatro millones trescientos ochenta mil pesos; tres millones menos de lo que proponíamos anteriormente.

Yo ruego a los señores diputados que sientan ese deseo de civilización para sus representados, que hayan venido a hacer aquí algo efectivo, que no dejen que esto quede en vana palabrería. Ustedes han visto, señores representantes, que yo no soy exhibicionista; no me gusta venir aquí a conquistar aplausos ni muchos menos, porque no los merezco; pero cuando se trata de un asunto que beneficie a los míos, sí vengo aquí a pedir el apoyo de todos ustedes. (Aplausos.)

Yo ruego atentamente a la comisión se sirva tener en cuenta esto.

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

El C. Robledo: La comisión se encuentra en el penoso caso de estar discutiendo por motivos de orden económico y de verdadera conveniencia, contra se deseo y contra su convicción de que la educación pública, extensa, la educación pública, ganando en anchura, aunque pierda en profundidad, es uno de los postulados de la revolución y una de

las reformas más humanas y más trascendentales que pueden implantarse en México; pero como comisión, ha tenido que informarse de los motivos que tiene el Ejecutivo de la Unión para presentar a la consideración de la Asamblea este presupuesto, y el primer motivo fundamentalísimo es el de que no hay dinero para estas asignaciones que todos deseamos con el mismo calor que la diputación de Oaxaca, que con el mismo calor que cualquier otro de los compañeros, la comisión, en todos sus miembros, desea para la República Mexicana.

Se hacen frecuentes comparaciones entre el ramo de Guerra y el ramo de Educación. Es claro, debiera haber menos soldados y más maestros. Hace un año, por este tiempo, cuando se discutían los presupuestos en la Cámara, escribí en un artículo con ese lema: "Menos soldados y más maestros". Pero nos encontramos que, según la frase elegante del diputado Jesús B. González, elegante y precisa, no se hace un presupuesto para el Ejército mexicano, sino que el Ejército mexicano crea un presupuesto. Nuestras revoluciones no nos han dejado una herencia civilista; nuestras revoluciones, las tres grandes revoluciones que hemos tenido, la de Independencia, la de la Reforma y la iniciada en 1910 y desarrollada todavía en estos tiempos, nos han dejado una herencia para los presupuestos, a este ramo me refiero, la enorme carga de un Ejército glorioso y ameritado, pero un Ejército naturalmente voraz. ¡Es claro! Si nosotros suprimiéramos en el ramo de Guerra - la comisión de que formo parte no tuvo el ramo de Guerra, pero tampoco lo objeto - , si suprimiéramos de golpe sesenta millones en el ramo de Guerra, no habríamos hecho sino alterar la paz y el orden en la República......

El C. Castillo Agustín, interrumpiendo: ¡Habría sesenta mil pronunciados!

El C. Robledo, continuando: El Ejército Mexicano, antes de que se regularice, antes de que llegue a un funcionamiento que en México no debe ser, sino de una verdadera policía interior, porque tenemos un Ejército inadecuado para lo exterior, pues el Ejército mexicano no desempeña las funciones de los ejércitos de los países poderosos, que sirva para una política imperialista o conservadora; el Ejército mexicano, que debe ser una simple policía interior, no puede reducirse, porque sería sencillamente crear enemigos de la policía. Por tanto, el Ejército mexicano tiene que ser sostenido en el presupuesto. La comisión que se acercó al presidente de la Comisión de Guerra, diputado José María Cuéllar, y obtuvo de él la promesa de que se harían las economías posibles; dicho señor es coronel y conoce bastante el ramo de Guerra y la índole de nuestro Ejército y de nuestras instituciones relativas; el diputado Cuéllar hizo economías en compañía de los otros miembros de la comisión, por tres millones y medio de pesos, que permitieron hacer aumentos en Educación Pública, porque nosotros teníamos, como comisión, el deber de procurar la armonía entre los presupuestos de ingresos y los de egresos. Es claro que el esfuerzo que se hace por el ramo de Educación, que el esfuerzo social que se hace en este sentido en México, es el primero que se lleva a cabo después de las revoluciones mexicanas. Me acuerdo que Don Lorenzo de Zavala, en su profunda obra sobre las revoluciones de México, decía que los mayores daños que habían venido después de la revolución y que no habían permitido que fuera fructuosa la guerra de Independencia, que no tuvo solamente el carácter de independencia, sino que fue una verdadera revolución social, conforme la iniciara Hidalgo, sobre todo - y Morelos también -, decía que por no haberse atendido a la más equitativa repartición de la propiedad y a la educación de las masas ignorantes, la revolución había dejado sólo como fruto una casta militarista especial para cuartelazos y asonadas. La Guerra de Reforma también nos dejó una casta militarista especial para cuartelazos y asonadas, y cuando vino el Gobierno militarista, el Gobierno civilizado de don Porfirio Díaz, que fundaba únicamente en el brillo material de una pseudo civilización todo su prestigio, también se descuidó el ramo de educación pública, y también se descuidó el punto esencial de las revoluciones mexicanas: el equitativo reparto de la propiedad. Esta revolución, que habría de juzgar de más lejos, porque como revolucionario estoy muy cerca de ella, y Bolívar dice que las revoluciones se pueden observar de cerca, pero juzgarse de lejos; esta revolución, a mi entender, se ha preocupado fundamentalmente por los postulados que fueron la verdadera médula de la revolución mexicana: la mejor distribución de la economía general, la mejor distribución de la tierra, la justa remuneración del trabajo - postulados verdaderamente revolucionarios en los social -, y también la extensión relativa de la educación pública. Pues bien; la diminución que el compañero objetaba en los presupuestos, es más aparente que real. El año pasado existió un presupuesto de ciento cincuenta y un millones de pesos, pero en realidad no se gastaron, de ese presupuesto, sino treinta y cuatro o treinta y cinco millones, por la razón toral, fundamentalísima, de que no hubo dinero. El programa era vasto; las intenciones magníficas; pero se estrellaron contra el hecho de que no había dinero.

La comisión presenta, por eso, este presupuesto en cuarenta y cinco millones de pesos, con una partida condicional para que si el Erario lo permite, se erogue hasta esa suma. Es evidente que si el Erario de la nación lo permite, se intensificará la campaña contra el analfabetismo, se intensificará la cultura indígena; pero no podemos consignar en la partida verdaderamente obligatoria del presupuesto estas ampliaciones, porque sería exigir a la Tesorería de la nación una carga superior enteramente a sus fuerzas. Todos los diputados saben que están los presupuestos de egresos con relación a los de ingresos, desnivelados en treinta o cuarenta millones de pesos; y yo pregunto: ¿es cuerdo, es sensato venir a proponer adiciones que sabemos que no podrán cumplirse? Además, toda la buena voluntad para aumentar el presupuesto en determinado sentido, se estrella contra las necesidades prácticas, como lo voy a demostrar con un ejemplo.

Si tuviéramos mil millones de pesos disponibles en el presupuesto y votáramos trescientos millones para la creación de una marina nacional, es seguro que a los doce meses de votado este presupuesto

no tendríamos la marina nacional, por la sencilla razón de que esas cosas no se improvisan; seríamos cuerdos votando para una gran escuela naval, votando la construcción de astilleros, pero no hacernos la ilusión de que en un año tendríamos una marina nacional y lo mismo pasaría en este ramo.

Si aumentamos en muchos millares los maestros, aparte de que hacemos grave daño a la economía nacional, tendríamos el resultado de que, llenando los puestos con un personal improvisado, se crearían cinco mil parásitos en vez de cinco mil maestros... (Siseos en la galerías.) No he hecho ningún agravio a los maestros, tal vez los siseos sean debido a que no entendieron bien mis palabras; soy de opinión que el maestro que cumple con su deber, es un apóstol, pero el maestro que se presenta sólo a cobrar su sueldo es un parásito...

El C. Puig y Casauranc, interrumpiendo: ¡Los diputados también!

El C. Robledo, continuando: También. Estaré muy contento cuando se hayan suprimido todos los parásitos sociales, cuando se haga la verdadera revolución, pero no vamos a incurrir en el disparate de vivir en un orden conservador, en un orden que no es todavía el revolucionario, y querer proceder sólo en algunos puntos como revolucionario, porque entonces no tendremos ni un estado social organizado a la antigua, como lo tenemos, ni un medio verdaderamente revolucionario. La comisión en todo caso ha manifestado que su sentir es el de que se amplíe la instrucción lo más posible; que si se puede, si humanamente se puede, si el Erario lo permite, si la preparación nacional lo permite, se extienda la educación todo lo necesario. Por esto la comisión ha cumplido conscientemente con presentar lo que la Secretaría de Educación, órgano del Ejecutivo, le dijo era posible en el ramo; ha concedido a los compañeros ampliaciones que los dejaron satisfechos aparentemente, al menos; ha aumentado a cien el número de misioneros, ha aumentado otros cien maestros. Existen para este ramo, setecientos maestros y cien misioneros. La comisión cree haber hecho lo sensato pero si la Asamblea vota en otro sentido, si la opinión general es adversa a la comisión , ésta se someterá con sumo gusto y verdadero respeto y amor, acatará lo que la Asamblea decida en definitiva. (Aplausos.)

El C. Mena Alcocer: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Villegas Ignacio.

El C. Mena Alcocer: Pido la palabra para interpelar al orador.

El C. presidente: Si el orador lo permite.

El C. Mena Alcocer: ¿Cree usted, señor orador, que la aspiración de la nación es aumentar el número de sus policías? Si su tendencia es disminuir el número de policías incluyendo entre éstos a los que usted llama el Ejército, ¿de qué manera haría esa disminución?

El C. Robledo: Sería objeto de una argumentación extensa contestar a su señoría sobre ese particular. La Comisión de Presupuestos se ha dividido en secciones. La 8a. Sección, a la que pertenezco, no conoció del Presupuesto del Gobierno del Distrito y por eso no se dio por aludida con lo que usted dijo a propósito de la policía; la 8a. Sección sólo ha conocido de los presupuestos de Establecimientos Fabriles, Educación Pública y Poder Legislativo. Creo que no es pertinente la interpelación de su señoría.

El C. Mena Alcocer: Es pertinente, porque usted incluyó al Ejército como una policía interior y, en consecuencia, ejerce la acción policial en toda la República. ¿De qué manera se acabaría con esta policía? ¿Es la tendencia de la nación aumentarla o disminuirla?

- El C. Robledo: Con una organización más sólida que la que actualmente tenemos, tanto en cultura como en principios de verdadero respeto al Estado y de equidad dentro de las leyes y las instituciones del Estado.

- El C. Mena Alcocer: ¿Eso no lo hace la escuela? ¿Acaso los policías van a enseñar?

Presidencia del C. HERNANDEZ GALVAN MANUEL

- El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Villegas.

- El C. Villegas Ignacio: Señores diputados:

No vengo a hacer un discurso oratorio y lucido; como dijera uno de los miembros de la comisión, no vengo a pretender lucirme desde esta tribuna, porque conozco que son muy modestas mis aptitudes. Yo únicamente, como diputado de un distrito electoral esencialmente indígena, distrito que es parte integrante del territorio de un Estado también esencialmente indígena, vengo a esta tribuna de la Representación Nacional a defender una de las más elevadas misiones, una de las más eficientes instituciones, dirélo con todo valor, creada por el actual secretario de Educación Pública, que es nada menos que la institución de maestros misioneros para que vayan a llevar la luz de su pensamiento, las fulguraciones de sus espíritus nobilísimos y redentores a los espíritus obscuros de esas masas campesinas, de esas masas indígenas que por más de tres centurias han arrastrado la cadena del esclavo y la cadena del paria y que conjuntamente con el maestro se han muerto de hambre y se han muerto de explotación... (Aplausos.) Es verdaderamente triste y doloroso para nosotros los diputados del pueblo, para nosotros los que venimos del seno de esa gleba, cuando nos hemos propuesto cruzar la serranía, elevar la montaña, bajar al collado donde se encuentran esas organizaciones fisiológicas que se llaman indígenas, que se llaman campesinos, en una miserable promiscuidad entre padres e hijos, en unas miserables chozas muertos de hambre, ateridos de frío, con un espíritu estrecho y mezquino, odiando a los hombres de la ciudad, odiando al blanco; pues ya no tiene fe en nada, absolutamente en nada... (Aplausos ruidosos.) y he llegado a esta triste conclusión, ciudadanos diputados, con el pensamiento de un gran reaccionario francés, Gustavo Le Bon, que ha dicho: "Cuando el escepticismo se apodera de la conciencia de los ciudadanos, todos los sistemas filosóficos caen por su base". Y esto es lo que está sucediendo a la nación mexicana: que el individuo

del campo, el campesino, ya no cree en los políticos, ya no cree en los hombres de estado, ya no cree siquiera en aquellos que van a predicarle una doctrina sana y benéfica, (Aplausos.) porque en muchas ocasiones lo han engañado completamente. Y para eso, señores, estos maestros misioneros. Tengo una carta que me ha escrito nada menos que la señorita Refugio García, maestra misionera, que se encuentra en el distrito de Zitácuaro, y me expresa esta nobilísima mujer, que teniendo forzosamente que cumplir su misión ha tenido que salir a diversos pueblos del distrito de Zitácuaro, carentes completamente de vías de comunicación, mucha veces a pie, teniendo que descalzarse, teniendo que despojarse de sus zapatos, pudiéramos decir aristocráticos, para que su desnudo pie pise el cardo y los abrojos que diariamente pisa el proletario, que diariamente pisa aquel humilde campesino que con el esfuerzo nervudo de su brazo va a regar la tierra para depositar en su seno la simiente reivindicadora y salvadora que viene nada menos que a fructificar en enormes cosechas, en enorme riqueza nacional que jamás es para él, que va nada más a ensanchar los graneros de los poderosos. Y esta mujer, esta mujer sublime, tuvo la oportunidad de llegar a un pueblo de indígenas en el cual el jefe de tenencia era un indígena que la recibio con de nuestros, que la zahirió, que la injurió, y que después que esta mujer, devorando interiormente su pena y su dolor y su indignación comenzó a hablarle de los españoles, comenzó a hablarle de aquellos gachupines voraces que le arrebataron su tierra y sus riquezas, entonces aquel indio se comenzó a acercar para oír lo que aquella mujer decía y le dijo llorando este indio, este indio que antes le recibiera mal: "Sí, señorita, tiene usted razón. Eso mismo que usted les dice a mis compañeros y a mí, ya nos lo dijo ayer mi padre, y si yo pudiera, en este momento bajaría a la llanura a matar al blanco, al gachupín que nos arrebató las tierras de nuestros antepasados". (Aplausos.) Ya veis, señores, cómo sí es importante la misión del maestro misionero; como es sano este propósito noble, elevado, del secretario de Educación Pública, que alguna vez en este país, en este país de farsas constantes, se hiciera algo en beneficio de la patria, por venir a iluminar el cerebro de las masas y procurar el acercamiento de esos hombres que nos odian, de esos hombres que nos odian muchas veces por farsantes, que nos odian muchas veces por embaucadores y mistificadores; ya comienza a reivindicarse, señores, estas falanges de individuos de este Gobierno que algo hace en bien de la verdadera patria por conducto del Ministerio de Educación Pública. (Aplausos.)

Señores: hay extensiones territoriales en Michoacán, que yo he recorrido muchas veces en diversas ocasiones y que, señores, es necesario visitar esa región para podernos dar cuenta intuitiva de todas las desgracias que afligen a esos miserables peones de campo, especialmente a los indígenas, porque, señores diputados, es tal la situación social de este país, que el Clero, ese eterno enemigo de la sociedad, esa tisis de la civilización, como dijera muy bien Víctor Hugo... (Aplausos.) Señores, en mi distrito electoral yo he observado estos casos: el cura de un pueblo que está cerca de la laguna de Pátzcuaro , el día de las elecciones muy temprano fue a envenenar de alcohol a todos los elementos capacitados para la elección, a fin de que no fueran a votar. ¿Por qué? por que decía: es necesario derribar este Gobierno porque este Gobierno ha inficionado las masas del pueblo de instituciones democráticas, de tendencias libertarias y a nosotros no nos conviene en manera alguna perder este vellocino de oro que por tantos siglos hemos conservado en nuestras manos.

(Aplausos.)

En el pueblo de Zacapú hay este otro caso muy notable, yo lo denuncio desde ahora, para que de ello tome conocimiento debido el señor director de Telégrafos: existe en ese desgraciado pueblo, que está rodeado de haciendas, de gachupines, pues esos pueblos están ahogándose enteramente por los fundos de las haciendas, estos desgraciados del pueblo de Tiríndaro, Naranja y Tarejero, no se les permite ni siquiera que tomen el agua necesaria e indispensable para sus vidas y se les niega que transiten por los caminos que han abierto las haciendas, so pretexto de que estos caminos no son nacionales.

Y llegan más allá todavía: la oficina de Telégrafos de aquel lugar está comunicada con el curato de la localidad por línea telefónica, y el cura y toda la servidumbre católica de aquel lugar conocen primero que el interesado el texto de todos los telegramas que allí se envían. ¿Es esto justo señores ? Y contra esto, señores, va indiscutiblemente el ataque que ya conocemos a estas instituciones de misioneros, porque estos hombres, estos apóstoles de la idea, estos apóstoles del sentimiento y de la verdad, van nada menos que a destruir esos prejuicios, a destruir esos ancestros, esa herencia de nuestros antepasados y a colocar a esas masas a la altura de los hombres, elevarlos a la verdadera dignidad del ciudadano, y es por esto que nosotros los revolucionarios venimos a no transigir con la comisión a costa de que seamos derrotados, en que esta partida de misioneros, o esta partida respectiva de los misioneros nos sea aumentada en número de trescientos miembros, porque es indispensable que así sea, e igualmente la de los maestros en número de cinco mil. (Aplausos.)

Señores diputados: hay pueblos no solamente en Michoacán, porque yo puedo interpelar desde esta tribuna a varios compañeros, especialmente a los diputados del Estado de Morelos, que he recorrido casi todo, parte muy grande del de San Luis, y para ello podría interpelar al señor Aurelio Manrique cómo en Santa María de la Paz, en el mineral de aquel lugar, que está a pocos kilómetros de Matehuala, un obscuro minero se levantaba y decía estas profundas palabras: "señores, las leyes son letra muerta; es necesario que haya hombres desinteresados y probos que pongan en actividad esas leyes. Nuestros jornales son exiguos y miserables, y nosotros necesitamos luchar por nuestro mejoramiento económico, que ya los curas lo han hecho; cobran mucho dinero por un bautismo y nosotros necesitamos ya pastorearnos por nosotros mismos nuestra conciencia, y no permitir que nos la pastoree nadie." Ciudadano Soto

y Gama ¿son ciertas estas palabras que acabo de expresar?

- El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: ¡ Cabalmente!

- El C. Villegas, continuando: Allí tienen ustedes señores, la acción más decidida, más enérgica y más resuelta en contra de la revolución, en contra de los postulados democráticos, en contra de las instituciones esencialmente sociales; son el Clero, los caballeros de Colón que se están uniendo poderosa y fuertemente (Voces: ¡ Abajo ! ) para ir en contra de las instituciones sociales que se han conquistado a costa de tanta sangre y de tantas vidas. Por esto, señores diputados, yo os ruego, desde lo más íntimo de mi alma, que si os sentís verdaderamente revolucionarios, que si os sentís verdaderamente dispuestos en favor del pueblo, especialmente de esas masas obscuras, de esas masas ignaras, de esas masas despreciadas y profundamente abandonadas, voteís la proposición que os hacemos, para que sea elevado el número de misioneros a trescientos y el de maestros rurales a cinco mil. (Aplausos.)

- El C. Prieto Laurens: Pido la palabra para interpelar a la comisión, si la comisión accede.

- El C. presidente: Tiene usted la palabra.

- El C. Prieto Laurens: Atentamente suplico a los miembros de la comisión, se sirvan manifestar si no sería posible acceder a lo que justamente solicitan los compañeros que se han inscripto en contra y sobre todo el compañero Villegas (Aplausos.) teniendo en consideración que existe una partida global de catorce millones de pesos, y que se establezca que esa partida deberá aprovecharse principalmente en difundir la cultura indígena, que es a lo que se ha referido el compañero Villegas. (Aplausos.)

- El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

- El C. Vizcarra Rubén: Me voy a permitir informar a la Asamblea que en la partida 12,526, de gastos eventuales, hay una que dice: "Para la intensificación de la campaña contra el analfabetismo, auxilios a profesores honorarios, pequeñas ayudas a personas que se dediquen a la enseñanza; material escolar y demás gastos que sean necesarios, $50,000.00" Además, la partida 12,572, dice: "Para la construcción e instalación de escuelas rurales, primarias e industriales y para fomentar la educación pública en los Estados; en la inteligencia de que la ayuda se impartirá proporcionalmente a la población escolar, según el censo último, fíjándose desde luego la suma que corresponde a cada Estado y de acuerdo con los convenios que en cada caso se celebren,.........$3.500,000.00". Y hay otra partida que dice: "Para ampliar las partidas que se han reducido de acuerdo con el plan de economías. Para construcción e instalación de escuelas rurales, primarias, industriales y normales en toda la República y para fomentar la educación pública en los Estados; en la inteligencia de que la ayuda se impartirá proporcionalmente con la población escolar según el censo último, haciéndose uso de esta partida siempre que las condiciones del Erario lo permitan, $14,768,283.00."

Dentro de estas partidas, pueden hacerse las ampliaciones convenientes, de acuerdo con la Secretaría de Educación Pública, en el concepto de que la partida de catorce millones de pesos ser condicional, es condicional, y se hará uso de ella siempre que las condiciones del Erario lo permitan. (Voces ¡ No ! ¡ No ! )

- El C. Prieto Laurens: Pido la palabra para insistir en mi interpelación, ciudadano miembro de la comisión.

- El C. Díaz Soto y Gama: Moción de orden, señor presidente.

- El C. Prieto Laurens: Creo que estoy dentro del orden.

- El C. presidente: Para una moción de orden, tiene la palabra el ciudadano Soto y Gama.

- El C. Díaz Soto y Gama: Mi moción de orden, es está: Este debate es uno de los más importantes que se han presenciado en esta Legislatura, y habiendo varios oradores inscriptos, no queremos que se nos quite el uso de la palabra y queremos dar nuestra opinión, buena o mala o pésima, para que la tengan en cuenta la Asamblea y la comisión. De manera que nosotros pedimos que se agote la lista de oradores, cumpliendo así con lo que previene el Reglamento.

- El C. Prieto Laurens: Pero no se opone al Reglamento mi interpelación. Por lo tanto, insisto en ella.

- El C. presidente: Tiene usted la palabra.

- El C. Prieto Laurens: Insisto , señores miembros de la comisión. A pesar de que sabemos perfectamente que esto depende de las condiciones del Erario nacional, también sabemos que, a pesar de que el señor ministro y todos sus colaboradores han de tener y tienen y tendrán el propósito de impulsar la cultura indígena, nosotros queremos establecer como ley, dentro de este presupuesto, que esta partida se aproveche fundamental y principalmente en el fomento de la cultura indígena y esto debe quedar explícito, debe quedar expresado en la partida número equis que ha mencionado la comisión, de catorce millones de pesos. Por eso creo yo que para acceder a lo que el compañero decía, se puede expresar en esa partida que se deberá dedicar, naturalmente si las condiciones del Erario lo permiten, la mayor parte o la tercera parte o la mitad, siquiera, al fomento de la cultura indígena porque diciendo nada más que servirá eso para establecer escuelas rurales, es enteramente distinto de lo que los compañeros que se han inscripto en contra desean. Yo no trato de maniobrar en contra de ellos para que expongan a la Asamblea sus ideas; pero me adelanto para que la comisión acceda en una forma práctica dentro de las finalidades que tiene la misma comisión.

- El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

- El C. Robledo: Cuando hablé hace un momento, hice relación a la partida de catorce millones de pesos, y dije que si las condiciones del Erario lo permiten, era seguro que se dedicaría precisamente a que la enseñanza ganara en extensión y no en profundidad. De manera que la comisión ha estado con ese criterio; la comisión ha cumplido con el penoso deber de manifestar que el Erario público no es bastante a satisfacer todas nuestras aspiraciones en este ramo, y la Comisión de Presupuestos tiene la obligación fundamental, como Comisión de Presupuestos, de ajustarse a las

necesidades del Erario público. Seguramente que si los miembros de esta comisión no lo fuéramos, no integráramos la Comisión de Presupuestos y no tuviéramos a nuestro cargo velar por una necesidad nacional, como es la de nivelar los presupuestos , estaríamos inscriptos pidiendo ampliaciones en la enseñanza; pero nuestro deber como comisión - y es necesario que se entienda muy bien - es presentar un balance ajustado de las posibilidades del Erario nacional con las erogaciones. Ahora la comisión acepta con mucho gusto la indicación del compañero Prieto, y agrega, si la Asamblea con eso queda satisfecha, a la partida de catorce millones de pesos, que se dedique para el nombramiento de nuevos maestros y ampliación de escuelas, pero con la condición de que si hay dinero, porque ni porras, ni silbidos, ni razonamientos, podrán obligar a que se gaste un peso cincuenta centavos donde solamente hay un peso.(Voces : ¡ A votar ! ¡ A votar ! Murmullos. Campanilla.)

- El C. Soto y Gama: ¡ Moción de orden ! Insisto en mi moción de orden. Insisto en mi moción de orden: que siga la lista de oradores. No está a discusión la partida esa de gastos eventuales. Insisto en mi moción de orden sobre que siga la lista de oradores. (Murmullos. Campanilla.)

- El C. presidente: Tiene la palabra el C. Puig y Casauranc: no se afecta el turno de los demás oradores inscriptos.

- El C. Puig y Casauranc José Manuel: Por primera vez, señores diputados, me veo obligado a usar un procedimiento que, muy contra mis deseos, es de uso común en esta Cámara y así, pido perdón a la Asamblea porque, deseando hablar en contra y estando totalmente cubierta la inscripción de oradores, he tenido que inscribirme en pro, para hacerme oír de esta Asamblea.

Yo voy a presentar a los señores diputados un argumento económico, que puede borrar los temores de la comisión, de que no exista dinero para que, en este ramo de la cultura indígena, se dé a la instrucción toda la amplitud que la Cámara desea. En el proyecto de Ley del Petróleo, que las comisiones hemos formulado, guiadas por un sentimiento de justicia, y el que habla por una obligación como veracruzano para atender a las necesidades de ese Estado productor de petróleo, fijamos un tipo de participación para los Estados productores de petróleo, de diez y ocho por ciento; y esta cifra, que la comisión y el que habla, que fue el más empeñado a sostenerla, está dispuesta a bajarla en todo lo que sea preciso para que los millones que hubieran de producir beneficio a un Estado, se traduzcan en beneficio a esa raza, que es nuestro origen y el entronque de la nación mexicana; en esa partida, señores diputados, para el futuro podrán encontrarse fondos suficientes para cubrir todas las necesidades del ramo de cultura indígena. En la legislatura XXVI, por primera vez en la historia parlamentaria de México, pero desgraciadamente en una época en que el ministro de Educación Pública era forzosamente sospechoso de reaccionarismo, se presentó a la consideración de una Asamblea Nacional el proyecto de asignar la cifra de siete millones de pesos para el desarrollo de la cultura indígena, y si entonces nos vimos obligados a votar en contra de esa partida, fue porque estábamos convencidos de que los doce mil maestros misioneros que se solicitaban, iban a ser solamente agentes de Huerta y del ministro de Instrucción Pública; pero en este momento, en que se haya al frente del Departamento de Educación Pública, un verdadero revolucionario, uno de los tres de quien decía ayer a esta Asamblea que me merecen todo respeto en el régimen actual, la Cámara de representantes debe únanimente ampliar exagerada, lírica, utópicamente esta partida, siquiera como un desagravio.... (Aplausos.) siquiera como un desagravio de las razas actuales mixtas, desfiguradas, retrasadas, hacia la raza legítimamente poseedora de este territorio nacional. (Aplausos.)

En los Estados Unidos, durante mis años de destierro y de dolor, tuve oportunidad de visitar muchos campamentos de indígenas, muchas reservas en Oklahoma, en Nuevo México y en Arizona, y el sentimiento de indignación que me producía el número reducido de aquellos indios, se calmaba contemplando todo el amor, toda la generosidad que el Tío Sam tenía, en los tiempos actuales, para reparar su crimen y su olvido, levantando esas generaciones de indios y haciéndolas entrar forzosamente a los linderos de la civilización.

En aquellas reservas, señores diputados, había maravillosas escuelas de indios, escuelas que se componían de treinta y de cuarenta edificios; en Alburquerque veía desfilar frecuentemente millares de indios, y aquella juventud briosa, exactamente igual en sus rasgos fisonómicos a nuestras razas del Norte, aquella juventud de muchachos y muchachas vestidos a la europea y hablando perfectamente inglés, interiorizados de todos los anhelos de las razas civilizadas actuales, hacía sentir, hacía que naciera dentro de mí un sentimiento de profunda envidia, de verdadera desesperación, recordando las peonadas trágicas de nuestras tierras, que iban en caravana doliente desde los tiempos milenarios. Después, señores diputados, en mi país pude ver muchas veces ese olvido, esa infamia, ese dolor acumulado sobre nuestros indios. Recuerdo alguna vez de un fusilamiento de zapatistas. ¡Zapatistas! Se decía que habían robado vacas, que habían llenado sus estómagos de carne suculenta de bovino! Y eran los infelices indios zapatistas, que mató el rencor de la revolución, apenas guiñapos humanos; hombres desfigurados por el hambre, que llevaban en sus estómagos granos de maíz crudo y que tenían hasta las características macroscópicas de la inanición, y en Juchitán, señores diputados, ví fusilar también indios.... y a propósito, porque puede pasarse la oportunidad y porque es indispensable hacer esta denuncia de un hombre que apenas ha sabido ayer que sigue estando en el Ejército, voy a referir a la Representación Nacional un crimen que ví practicar en un indio juchiteco, humildísimo, encarnación genuina de nuestra raza indígena.

Era en Rincón Antonio, señores diputados; triunfaba la revolución, llegaba el carrancismo, y los que llenos de odio a Huerta, suspirábamos por el triunfo de la revolución, nos sentimos entonces sinceramente carrancistas pero poco duró nuestro carrancismo, y poco duró, por infamias como ésta

que voy a referir, señores diputados: siendo cirujano en jefe del Ferrocarril de Pearson, recibí un telegrama, diciéndome que un coronel, un valiente coronel revolucionario, llegaba a Rincón Antonio, herido. Ya comprenderá la Asamblea con qué amor, con qué empeño verdadero de revolucionario, acudí a la estación, y me encontré al coronel: era un viejo conocido el coronel carrancista, lo había conocido en mi pueblo natal, en Minatitlán, y no era un advenedizo de la revolución, no era un enriquecido por la revolución, era ya hombre de polendas, porque había administrado en mi tierra natal la industria más prolífica, después de las refinerías de Pearson, porque había administrado sabiamente un burdel. (Risas.) El coronel no iba herido de muerte; tenía en un talón una herida en sedal, de mausser. Los soldados juchitecos que viajaban en el tren, habían jugado con las armas y se había disparado algún tiro que fue a herir al coronel en el talón. ¡Pero era el coronel en jefe y eran los infelices unos indios! Y entonces el coronel, cuando acabé de aplicarle un modesto depósito de aguardiente con árnica, o de tintura de yodo, me preguntó: ¿Y está muy lejos el panteón? No el panteón está muy cerca, le dije. ¡Ah! Porque voy a fusilar a los cuatro indios que iban arriba de mi asiento y que han disparado. Y fueron al panteón, señores diputados, y aquellos indios, indios juchitecos, hermosos indios juchitecos, no chistaban una palabra, no decían: Yo no disparé. No acusaban al hermano; callados mirando a Juchitán, hacia el rumbo de Juchitán. se preparaban a pagar con su vida el crimen proditorio de haber herido en el talón a un blanco. Por fortuna, señores diputados, había telégrafo en Rincón Antonio, y el general Luis Felipe Domínguez - y por esta sola circunstancia le debo eterna gratitud -, el general Luis Felipe Domínguez atendió a mi telegrama y ordenó que no se llevara a cabo el fusilamiento. Y los indios fueron sacados del panteón, y el tren siguió adelante, y los soldados siguieron vivos, pero no duraron vivos mucho tiempo, porque apenas pasaron de Santa Lucrecia, donde terminaba la jurisdicción del general Luis Felipe Domínguez, el coronel detuvo el tren, formó su cuadro y fusiló, no a los cuatro, fusiló a dos, porque dos indios juchitecos fueron suficientemente heroicos para jurar por Dios, que ellos, jugando habían hecho disparar el fusil, señores diputados. Esta es nuestra raza heroica que hay necesidad de defender, que es absolutamente indispensable levantar; esta es nuestra raza, esta es mi raza, señores diputados, porque blanco, perfectamente blanco como pueda ser, tengo, gracias a Dios, en mi segunda generación, sangre india, (Aplausos.) y en mi excursión electoral a Acayucan pude gráficamente verlo, cuando no sé si el diputado Miravete.... ¿el diputado Miravete esta aquí?....cuando, llegando a la choza de un indio, de Bibiano Flores, me encontré con un niño que era el vivo retrato de un hijo mío, y le pregunté: ¿Y tu mujer quién es? Y entonces salió la india y me dijo: Soy Julia I. Casauranc. Y entonces vine a quedar plenamente convencido de que era verdad, era verdad la conseja gloriosa de mi casa, de que había en mi segunda generación india, paisana de la Malinche, de Oluta de Acayucan. Señores diputados....(Voces: ¿Y el coronel? Risas.) Es verdad, señores diputados: olvidaba el punto interesante. Es indispensable que no deje la Representación Nacional de saber el nombre de ese glorioso coronel, que se llama el coronel Cepeda.... (Voces: ¡El nombre!) No recuerdo su primer nombre; pero sigue en el Ejército y se llama el coronel Cepeda.... (Voces: ¿De dónde es?) Yo lo conocí en Minatitlán, señores compañeros.

Como decía, señores diputados, cinco mil maestros misioneros pueden parecer demasiado y, sin embargo, no es nada para la extensión territorial de la República; cinco mil maestros misioneros agotarán millones de pesos, señores diputados, ¡pero no importa, señores diputados! por lo que tocare a Veracruz, los representantes veracruzanos sabremos conformarnos con menor del diez y ocho por ciento que exigimos, y hay que fijarse que cada uno por ciento que se reduzca de este impuesto del petróleo, significa ochocientos mil pesos, señores diputados. (Aplausos.) Pido, por lo tanto, a la Asamblea, que sin vacilar, vote por los cinco mil maestros misioneros que pide el compañero Villegas.

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

El C. Pastoriza: señores:

La comisión ha escuchado todos los razonamientos y todos los recursos líricos y justificados de los impugnadores de estas partidas; la comisión debe empezar por manifestar a ustedes que ha tenido dos puntos de vista en su estudio: el primero, esencialmente económico; no ha dejado de comprender la trascendental importancia de aumentar el mayor número de profesores en este ramo de la cultura indígena, porque la misma comisión está compenetrada de que ésta es no sólo una necesidad nacional, sino que es verdaderamente una obligación que deben de tener todos los que sientan revolucionarios y todos los que sientan hombres conscientes, porque nadie, señores diputados, desconoce que las grandes dificultades que la República Mexicana ha tenido y las cruentas revoluciones en que se ha visto envuelta, no han tenido más que una causa fundamental: que nuestras clases desheredadas, exclusiva y únicamente por la falta de su cultura , han tenido que romper en todos los movimientos contra los gobiernos despóticos, que no sólo han olvidado la parte de la justicia en el orden distributivo y moral, sino que han descuidado, como lo hizo el tirano Porfirio Díaz, algo trascendental en la vida de los pueblos, que ha sido la cultura de los hombres. La Comisión no ha dejado de desconocer eso; pero cuando consultó al secretario de Educación Pública, y cuando consultó al secretario de Hacienda sobre la cantidad que en metálico podría darse para elaborar el proyecto de presupuesto de la Secretaría de Educación Pública, se le pusieron las taxativas necesarias, y, señores, ante la justicia y ante todo, hay momentos en que los hombres se estrellan, porque llega un momento.... ¿De qué sirve que ustedes tengan toda la justicia y toda la razón , si hay una imposibilidad, la única que ustedes no pueden vencer, que es la imposibilidad económica? Entonces la Comisión, por eso aparentemente, parece que haya tenido un espíritu esencialmente hasta restringido sobre este particular; pero no, señores; la comisión solamente

tomó en cuenta los razonamientos del secretario de Educación Pública en la materia esencialmente económica de presupuesto, y dijo: solamente puede limitarse a consignar este número de maestros misioneros.

En el dictamen que la comisión ha rendido, dice que recibió los memoriales de algunos ciudadanos diputados, en donde se han hecho verdaderas y atinadas observaciones sobre este particular. La comisión , en estos, instantes, no puede menos de decir a ustedes, no puede menos de decir a vuestras soberanías: la comisión desde el punto de vista de la elaboración de los presupuestos, ha estado en su papel, y ha estado en lo justo. Ahora, al entrar en consideraciones de un carácter esencialmente pedagógico, al entrar en consideraciones de carácter moral, la comisión está con todos vosotros los impugnadores...(Aplausos.) La comisión no puede menos, por mi conducto, que sentirse emocionada de que sea la primera vez que en una Cámara de Diputados se levanta la voz de todos los representantes del pueblo en pro de la cultura nacional. (Aplausos.) Tengo, señores diputados, entendido, que ésta será una historia para el Parlamento mexicano, en la que no solamente se han ocupado los grupos políticos de venir aquí a lanzarse ditirambos, invectivas y epítetos, sino que, en este momento, todos los grupos políticos, olvidándose de viejas rencillas, sólo les ha preocupado una sola finalidad, un sólo punto objetivo, que es la verdadera reivindicación de la raza, y esa es la cultura nacional. (Aplausos.)

Permitidme, señores, que yo venga a decir a vuestras soberanías, sobre este particular, que me hace recordar exclusivamente una de las más bellas páginas arrancada a la historia del pueblo japonés: cuando en la guerra ruso - japonesa, después de la toma de Puerto Arturo, que vino a ser la victoria decisiva a favor de las armas japonesas, entraba - cuentan los historiadores -, que el general Kuroki a Tokio, y cuando se preparaban en su honor todos los festejos, y se hacían todas las fiestas en el Imperio del Sol Naciente, ¿sabéis vosotros, señores diputados, cuando le presentó el emperador del Japón los diplomas de honor y le daba la espalda y las condecoraciones, y le preguntaba en nombre del Imperio, que qué cosa era lo que pedía, sabéis señores diputados, qué cosa fue lo que pidió? ¡Ser maestro de escuela de su provincia! Y entonces, señores, cuentan los historiadores y los cronistas sobre el particular, que había que ver al héroe de Puerto Arturo, el verdadero hombre que decidió la hazaña del pueblo japonés en la guerra ruso - japonesa, sentado en las bancas de escuela de una de las provincias del Imperio japonés, enseñando el alfabeto a los niños. Eso en sí, señores, es la prueba más elocuente, es la prueba más grande de que los pueblos sólo son fuertes, no por las armas, no por los cañones, no exclusivamente por las ametralladoras bajo el imperio de los bárbaros, sino que los pueblos son fuertes también cuando se ocupan de la cultura, algo importante, y la cultura no solamente debe ir bajo la base de la ornamentación, de los artesonados, de los frisos; no, señores; la cultura debe de ir a la base esencial, a formar el alma de los muchachos, que será más tarde el alma de los cuidadanos en bien de la patria. (Aplausos.)

La comisión, señores, todos estos puntos de vista los ha tomado en cuenta, y hoy, en estos instantes, toma todas las formas emotivas de los impugnadores, y no puede menos que venir a decir a ustedes, señores, que está dispuesta a retirar sus partidas y a modificarlas en el sentido de la discusión, recordando que hoy será la primera vez en la historia del Parlamento mexicano, en que ha triunfado, señores, la voz de los diputados para defender la cultura, ya que ahora no vienen a convencernos las Marsellesas cantadas por las girondas en los órdenes de libertad, sino que también a convertirnos a nosotros, en estos instantes, en individuos que verdaderamente sabemos amar los versos de Hugo, y que verdaderamente sabemos estar con todo aquello que signifique la dignidad del hombre bajo el principio alto del sistema educativo. (Aplausos.) La comisión en estos instantes, propone a la consideración de la Asamblea, retirando las anteriores partidas, otras en la siguiente forma: la primera, número 11,977, se modifica en este sentido: trescientos maestros misioneros... (Aplausos.)

La partida número 11,980, se modifica en este sentido: cinco mil maestros rurales para el fomento de la cultura indígena. (Voces: ¡Muy bien! Aplausos nutridos.)

El C secretario Esparza Martínez: La comisión pide permiso a la Asamblea para retirar las partidas a discusión, y presentarlas modificadas en el sentido que lo ha indicado. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se retiran. La comisión presenta las partidas que están a debate, en la forma siguiente:

Partida 11,977. Trescientos maestros misioneros, a diez pesos.

Partida 11,980. Cinco mil maestros rurales, a dos pesos.

Están a discusión. Se reservan para su votación. (Aplausos nutridos.)

El C. Mena Córdova: Pido la palabra. ¡Moción de Orden! (Voces: ¡Que hable Soto y Gama!) Las partidas que están a debate no son precisamente las que ha leído la Secretaría, sino la 16,988, desde un director que tuviera el mismo sueldo que el jefe del departamento... (Voces: ¡Huy! ¡Huy! Siseos. Voces: ¡Que hable Soto y Gama!)

El C. secretario Esparza Martínez: La Secretaría manifiesta al ciudadano José de la Luz Mena, que únicamente se refería a las partidas concretas sobre las cuales habló la comisión, y esas fueron reservadas para su votación. (Murmullos. ¡Que hable Soto y Gama!)

El C. Espinosa Luis: ¡Moción de orden! Señores compañeros: yo reclamo de vuestra soberanía una poca de cordura: a todos vosotros os consta que ni siquiera hemos comido para aprovechar el tiempo. Después de las razones expuestas... (Murmullos. Siseos. Campanilla.) Después de las razones expuestas en pro del aumento de profesores, la comisión dictaminadora ha acogido con entusiasmo estas objeciones, ha modificado las partidas y éstas se han reservado para su votación, de tal manera que al margen de estas dos partidas no hay una sola palabra que agregar; en consecuencia, yo ruego a los señores que insisten en hablar,

por un espíritu de exhibicionismo, que ya no lo hagan porque únicamente nos quitarían el tiempo. (Siseos. Murmullos.) Que ya no lo hagan porque únicamente nos quitarían el tiempo. (Desorden. Gritos. Voces: ¡Que hable Soto y Gama!) Vamos aprovechando el tiempo discutiendo nuevas partidas. (Desorden. Campanilla.)

El C. presidente: Para Moción de orden, tiene la palabra el ciudadano Soto y Gama.

El C. Díaz Soto y Gama: Tengo que pedir la palabra para moción de orden, porque visiblemente se trataba de no dejarme de hablar; lo ví en dos o tres maniobras. Yo tengo mucho que decir sobre el particular. .¿Qué no se quiere demostrar a la comisión que no entiende siquiera lo que son maestros misioneros? ¿Qué no se quiere demostrar a la comisión que faltó elementalmente a sus deberes al no admitir las sugestiones que se le hicieron? Yo quiero demostrar una serie de cosas, y había pedido la palabra antes de que se reservara esto para su votación, y la Secretaría mañosamente, como vió toda la Asamblea, lo reservó para su votación cuando yo ya tenía pedida la palabra. Si la Asamblea no quiere que hable, no hablaré. (Voces: ¡Sí! ¡Sí!)

En nuestro país, señores, hasta ahora no se ha empezado a hacer ni siquiera el A B C de la obra de educación, todo lo que se ha hecho hasta ahora es nulo; todo lo que se ha hecho hasta ahora es de relumbrón; todo lo que se ha hecho hasta ahora es superficial, y como en éste país sólo lo que está amparado por etiquetas de grandes nombres, por marcas extranjeras tiene alguna validez, quiero apoyarme en un gran luchador, en Martí, porque estoy enfrente de un hombre no sólo ilustrado, sino de un gran intuitivo, de un hombre que honra la intelectualidad, a la intuición mexicana. No estoy enfrente de un necio o de un terco para que no quiera oír lo que queremos decir muchos diputados, sus amigos y correligionarios... (Aplausos) y yo quiero que este debate sirva para que él con su talento - que lo tiene, que nadie lo pone en duda, que yo soy el primero en reconocerlo - obligue a la pléyade de individuos atrasados que están con é a que entre en una verdadera labor educativa (Aplausos.)

Dice José Martí en una página admirable, que es todo un programa - siento decírselo a mi viejo amigo -, que vale más que todos los programas que se han presentado sobre educación pública en este país y quizá en todos los demás países, dice que: "La educación suaviza más que la prosperidad: no esa educación meramente formal de escasas letras, números dígitos y contornos de tierras que se da en escuelas demasiado celebradas y estériles..."

Parece que está hablando de nuestra Universidad y de nuestras facultades y de nuestras escuelas normales... (Aplausos.) Sino aquella educación más sana y fecunda...(Aplausos.) no entendida apenas por los hombres. De manera que el reproche no es ni puede ser al ciudadano Vasconcelos , es a la tendencia mala, a la tendencia malsana, maleada, tonta, superficial de todos los maestros de todo el mundo.

"...sino aquella otra más sana y fecunda, no intentada apenas por los hombres, que revela, a éstos los secretos de sus pasiones, los elementos de sus males, la relación forzosa de los medios que han de curarlo, el tiempo y la naturaleza tradicional de los dolores que sufren, la obra negativa y reaccionaria de la ira, la obra segura e incontrastable de la paciencia inteligente."

Esta es la educación que todos los revolucionarios, que todos los hombres conscientes que tenemos la fortuna de no saber de metodología, de pedagogías, esperamos de la Secretaría de Educación, porque nunca ha estado en mejores manos la Secretaría de Educación que en manos del ciudadano Vasconcelos, que en manos de un hombre como Vasconcelos, que reniega del intelectualismo, que reniega de la fórmula, adorador del vidente; que cree en los grandes intuitivos, que cree en los videntes, ¿por qué no se ha de levantar a la altura de esta nueva pedagogía, de la pedagogía preparada, no de la pedagogía estéril. Yo sé decir esto, y estoy seguro que conmigo estarán todos los que hayan tenido la desgracia de estar en escuelas profesionales, que todo lo que estudié en la escuela profesional me ha servido de estorbo, más que de ayuda. Toda la vida mía, la vida de hombre, he tenido que emplearla en destruir ese bagaje de necesidades, de mentiras y estupideces que me metieron en el colegio; en el colegio no se aprende nada útil. A mí no me ha servido para nada saber la distinción entre dativo, genitivo y acusativo; de nada me ha servido tampoco conocer el conjunto de nociones superficiales, primitivas, elementales que me dieron sobre física y química. Yo soy incapaz absolutamente de manejar cualquier aparatito de esos que los electricistas prácticos manejan. De química no sé una palabra; de zoología y de botánica tampoco, y todo lo que me enseñaron de Derecho, todo lo que me enseñaron de economía política he tenido que olvidarlo, lo mismo que pasa a muchos compañeros. Nos indigestaron con Derecho Romano, con las Pandectas, que Mateos Alarcón , a quien el otro día calificaban aquí de maestro insigne , con horror mío, en unión de otros... (Risas.) nos metieron puras teorías absurdas sobre economía política; nos envenenaron el intelecto, en una palabra, y la obra del individuo que quiera en México llegar a ser consciente, consiste en olvidar toda la educación que le dieron en el colegio.

De manera es que el primero que debe ser educado es el maestro. Yo estoy seguro de que los maestros de México en su mayor parte no conciben todavía qué cosa es la historia de México; no se dan cuenta de quién fue Juárez, no se dan cuenta de que Juárez fue del tipo burgués , no se dan cuenta de lo que quiere decir esa palabra : "El respeto al derecho ajeno es la paz"; es decir , el respeto a los derechos de los pocos, el respeto al derecho consignado en los pergaminos, es la paz; es decir, el respeto al derecho de los hacendados, de los capitalistas y de los ladrones, es la paz. (Aplausos estruendosos.) Y como les enseñan el respeto a Juárez , les enseñan, por consiguiente, el respeto a esos derechos de pergaminos, el respeto a los intereses creados. Yo quisiera otra educación y la deseamos todos. ¡Qué trabajo le ha costado saber a uno en la vida cuáles son las pasiones nocivas; cuáles son las pasiones nobles que se deben

fomentar y cuáles son los que uno debe reprimir! ¡Cuánto trabajo, cuántos golpes, cuántas lacras físicas y morales lleva uno en el alma por no haber sabido que el delicioso pecado de la carne , como decía con frase ática Rafael López, que el delicioso pecado de la carne es algo que, aunque aplaudido por todas las literaturas y gustado por todas las juventudes, es el algo que daña el cuerpo y el alma, cuando lo ha gustado! ¡Cuántos golpes se han sufrido por no haber sabido que la ira es reaccionaria y su obra es negativa! Todas estas cosas las ha aprendido uno fuera del colegio; no las enseñan en el colegio. Por eso yo admiro a los maestros misioneros, y estoy con ellos precisamente porque van hacer, no la labor pedantesca del dómine que apenas se ha asomado a las ciencias y no las conoce y que se inclina ante ellas reverente, que se inclina ante ellas como se inclina el salvaje ante una cosa misteriosa. (Aplausos.)

El señor Vasconcelos sabe - pues no estoy hablando con un Moheno o con un García Naranjo ni con alguna de esas falsas intelectualidades del porfirismo, sino con un hombre que ha profundizado el estudio de la naturaleza humana - que es peligroso, que es más peligroso y más nulo el hombre semidiocto, el hombre semiculto, que el hombre ignorante. Yo prefiero a un ignorante, a una tabla rasa donde escribe la naturaleza, y no a un hombre que cree tener ciencia cuando sabe el A B C de la ciencia . Y el maestro en nuestro país, el médico, el abogado, el literato, el periodista, todos debemos hacer una obra de otra clase, debemos entrar en otra cosa, debemos entrar al estudio psicológico y sociológico, mejor dicho, a la preparación psicológica y sociológica del individuo. Yo lo pensaba antes, y el otro día tuve el gusto de verlo confirmado en conversación con un compañero. ¿Por qué al niño no le enseñan los peligros que va encontrar en la vida social? ¿Por qué no se le va a decir: tu enemigo es el amo, por esto; tu enemigo es el cura, por esto otro; tu enemigo es el tinterillo, por aquello; tu enemigo es el usurero; tu enemigo es el que te lleva a la cantina; tu enemigo es el que te lleva a la riña, el que provoca tu calidad de hombre para lanzarte a darte de cuchilladas en la pulquería o en la cantina y, en cambio, tu amigo es el que te habla como tu padre, el que te habla de amor. ¿Por qué no se dan conferencias como las que daba Cristo, que más que conferencias, como me decía el ingeniero Marte R. Gómez, un hombre enteramente nuevo, eran admirables exhibiciones, desfiles cinematográficos de moral práctica? Aquello de Cristo: "ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio"; aquello de Cristo: "amaos los unos a los otros", y aquello que habéis oído que fue dicho: el que adultera peca mortalmente? Yo os digo más: el que ve con ojos pecaminosos a la mujer ajena , ya pecó de corazón. Esas frases concisas, breves, nacidas del corazón, valen más que todos los libros , que todas las enseñanzas, y esas frases no nos las han enseñado, y resulta esto, lo terrible, aquello sobre lo que quiero llamar la atención de la Asamblea y de mis compañeros: que en estos momentos en que va a empezar y en que ha empezado ya la era de las colectividades, el dominio del monstruo y del coloso que se llama colectividades humanas, ciegas e impreparadas, yo no sé a dónde vamos a dar! No es la aristocracia , no es la clase alta, no es la clase rica la que va a dominar, eso lo sabemos todos; la clase media es egoísta y se aisla del pueblo para ponerse en contacto con ella, para ponerse de rodillas ante ella y medrar a su sombra. La clase media no ayuda en realidad a la clase baja y cuando venga la clase baja como torrente asolador, infecundo y destructor, a adueñarse de la cosa pública, como tiene que ser, que será, a adueñarse del país y de todos los países de la humanidad... (Una voz de la galería: ¡Y vendrá!) ¡Y vendrá, tiene que venir! y vendrá, y ese es el problema.

Saben todos lo obreros que están presentes que hablan con un amigo , y es necesario que la clase media cumpla con su deber y allí entra la labor del misionero y allí entre el deseo de hablar yo, no por exhibicionismo, sino porque lo he aprendido en los libros y sería un crimen callar una cosa que debe decirse y porque puedo decirlo muy alto porque estoy en la Representación Nacional de mi país: la clase media no ha cumplido con su deber y la clase media debe cumplir con su deber, y ese deber es abandonar la causa de los ricos para ponerse resueltamente al lado, no al lado, sino mano a mano, con el mismo plano, con la clase trabajadora. (Aplausos estruendosos)

Debe la clase media convencerse, de una vez por todas, de esta enorme verdad dicha en frase sincera , dicha en frase evangélica por Belén de Sárraga, una gran predicadora de la verdad: ¿qué es en suma la clase media? La clase media no es más que un grupo de trabajadores un poco intelectualizados, pero trabajadores al fin. ¿Por qué esa traición de la clase media que está obligada por su mayor cultura a asumir, a atender, a responder mejor a las exigencias y a los anhelos, a las aspiraciones de justicia y de mejoramiento de la clase pobre? Se cataloga al lado de la clase rica como ridículo séquito, como un cobarde séquito de admiración y sumisión. Por lo mismo, el problema enorme de nuestra época es este, lo dijo Marcelino Domingo, lo sabemos todos: que la clase media se dedique a la solución de lo que es, hoy por hoy, el único problema humano: el problema social.

Leía yo en Ziegler, en un libro admirable, que la cuestión social es una cuestión moral, que el problema social es el problema del reparto de las riquezas, es el problema social de la historia, el problema del mundo, y no se acabar esa historia sino cuando se acabe de resolver el problema, mejor dicho, ese problema durará tanto como la historia; esta es la médula de todos los acontecimientos , y en estos momentos de mayor crisis social es precisamente la clase media la que debe trabajar. Para eso sirven los misioneros. Si la clase media necesita ilustrar a la clase proletaria y enseñarle dónde está el socialismo y cómo debe entenderlo, con mayor razón debe acercarse a la clase indígena, y la clase indígena recibirá más, porque no tiene esa semi - ilustración, esa semicultura, porque está virgen . Por eso es admirable el programa del Congreso de Misioneros que yo quería enseñar a ustedes. Casi toda mi presencia en la tribuna

obedece al deseo de que todos mis compañeros y todo el público que aquí asiste, conozca estas frases admirables, estos períodos colosales del dictamen de la comisión sobre la educación pública, cómo el problema social en el Congreso de los Misioneros se trataba; es un programa brillante, en el que se consagra la educación , no como se concebía en los tiempos felices de los liberales individualistas de Juárez, Ocampo, Lerdo, como algo neutral, como algo que no tenía el derecho de penetrar a las conciencias, sino como una función social, como uno de los medios más necesarios de que echa mano el Poder público para contribuir al progreso social. Dicen los misioneros:

"El medio natural del hombre es la vida de la sociedad; así la educación del pueblo ha de tener como finalidad adaptar al educando a ese medio social; teniendo asimismo, muy en cuenta que por interés colectivo es de suma conveniencia la preparación societaria del individuo para ponerlo en condiciones de luchar ventajosamente contra los factores que, de algún modo, se han opuesto a su progreso económico, intelectual y moral."

Esto quisiera yo que fuera la educación: enseñarle cómo va a luchar con sus enemigos, enseñarle cómo va a vivir, enseñarle cómo va a vencer los factores que se le atraviesan al paso, y dice: Y, además, siendo así que la tendencia universal de este siglo es la substitución del sistema gubernamental en ejercicio por el poder de colectividades.

Esta es, a la vez, la amenaza y la gloria de nuestra época; pero es una amenaza si no se sabe estar preparado:

".... es incuestionable que, para evitar el derrumbamiento de la humanidad, al pasar el Estado al poder de esas colectividades, precisa y es urgente que la escuela, la sociedad y el Estado preparen a las masas hacia esas orientaciones."

Y para esa preparación no sirve el maestro; el maestro es conservador; el maestro es burgués en todas partes; se inclina ante el más fuerte, forzosamente por su cultura y, en cualquier lugar, el maestro el aliado del rico, del cura, del farmacéutico, del abogado; y el misionero, no; el misionero lleva otra finalidad; el misionero lleva esta convicción: se resuelve únicamente la educación popular "..... a base de una bien orientada preparación societaria; es una necesidad nacional, a cuyo fin debe contribuir la sociedad y el Estado, como medio para realizar la aspiración suprema de armonía y concordia, que tanta falta hacen a la vida de la nación."

Es todo un programa inmenso; la cuestión social es únicamente una cuestión económica, es una cuestión de odios, infundiendo al de abajo, al trabajador, el odio contra el rico; el odio es destructor, no es creador. Todos sabemos, por definición elemental, que lo único creador es el amor, ¿y cómo va a tener amor el hombre que está continuamente en lucha, cómo va a ser escuela de amor la escuela del sindicato, la escuela de la huelga, la escuela de la lucha diaria, acerba, áspera, ruda, contra el enemigo, contra el verdugo? ¿Qué va a ser de esta sociedad si las masas llegan al Poder, como llegarán - quiérase que no -, y llegarán forzosamente repletas de odio de malas pasiones y de envidias, no sólo para el de arriba, sino también para el compañero, si llegan sin haber reformado al hombre interiormente? Y aquí entra la labor del misionero; por eso me asombraba yo cuando decían a la comisión que no estaban preparados los misioneros. ¿Y estaba preparado Villegas, y ahí lo tienen convertido en un apóstol? ¿estaba preparado Cristo? ¿estaban preparados los hombres humildes, los pescadores que fue a buscar precisamente al campo, a lo más recóndito del campo y entre los más ignorantes? ¿y no los apóstoles que siguieron a Cristo, doce hombres, han realizado la transformación moral más enorme de la humanidad? ¿Quién ha dicho a la comisión esa enormidad de que los intelectuales son los capacitados, los más cultos son los capacitados para hacer la transformación moral; cuando, por desgracia, los más cultos, los más inteligentes, los más indigestos de doctrinas, son también los más egoístas y los menos capacitados para toda doctrina de amor y de concordia? ¿Cómo Vasconcelos, el filósofo de la intuición en México, el discípulo de Bergson, el hombre que entiende perfectamente, como dice Martí, que la inteligencia no es más que la mitad del hombre, y no lo mejor del hombre, cómo es que Vasconcelos no tiene una confianza, no tiene un amor ciego..... y lo tiene, sí, pero está rodeado de un medio asfixiante, está dentro de esta ciudad de México, llena de burocracia, y tiene que pagar tributo a la mediocridad del ambiente? Y él, el hombre que valdría más en los cuarenta días del desierto de Cristo, al llegar aquí, se encuentra rodeado de estos efebos inútiles; rodeado de los residuos de la falsa aristocracia mexicana de la intelectualidad. (Aplausos nutridos.) de la falsa aristocracia burguesa, rodeado de un Ezequiel A. Chávez, mediocre entre los mediocres, etcétera, etcétera. (Aplausos.)

¿Para qué seguir y para qué personalizar? Si queremos hacer obra buena, debemos hacer a un lado a estos hombres que no quieren al pueblo, que quieren vivir en los salones de baile, que quieren meterse con las clases más altas que ellos. Si están enfermos del pecado del lujo, del pecado de la lujuria, del deseo del derroche, del deseo de ir más allá de donde sus posibilidades económicas les permitan, ¿cómo esos hombres van a ser los que formen el ambiente que necesita el ciudadano Vasconcelos? Y por esto yo, como amigo sincero de Vasconcelos, en lugar de decirle: en todo lo haces bien, le digo: espero que tú, como hombre talentoso, como hombre trabajador, como hombre completamente revolucionario, no estés a medias entre el revolucionarismo y la reacción; entre la metrópoli y el campo; que estés con el campo, con la naturaleza, con la intuición, con el porvenir; deja el pasado, deja a Horacio y a Virgilio, a todos esos autores clásicos. (Aplausos.) Este ser el último paso, y seguramente la reacción claudicará en cuanto exista el pensamiento revolucionario; porque no hay nada más duro que el dominio de los patricios en Roma; porque no hay lecturas más reaccionarias, no hay lecturas más amantes de la autocracia, que aquellas en que Horacio defiende a los patricios y a los tiranos; de manera que, esa literatura que se prosterna, que encomia a los asesinos, como Nerón, que todo se vuelve ditirambos para el pueblo y hosannas para los Césares, ¿esa

esa la literatura que va a servir para preparar a la juventud mexicana? Evidentemente que no.

Y a eso llama el ciudadano Vasconcelos sus excelentes amigos, sus grandes amigos, y nosotros venimos a reaccionar contra dos cosas: el profesorado, que es perfectamente pequeño y mediocre, y contra la falsa ciencia burguesa que todavía tiene, por desgracia representantes en este Ministerio. Yo quisiera, sencillamente, una labor de expurgación en este Ministerio; se hará o no se hará; pero yo expreso mi deseo. Pido, deseo más bien, que en lugar del maestro a la antigua, creyendo en una ciencia que se derrumba, haya el maestro misionero, modesto, que vaya a decir lo que siente, que vaya, no a enseñar economía política y a los clásicos; sino algo de cooperación, que les diga unas cuantas palabras de amor, que les repita, siquiera balbuceante, la frase aquella del hombre del Calvario: "Amaos los unos a los otros." "No os odiéis, respetáos, sed humildes como lo fuí yo." Aquellas frases enormes de Cristo, que no han sido suplidas, y en las cuales cree el compañero Vasconcelos, porque, felizmente, cree en las videncias de un hombre como Cristo, el vidente entre los videntes..... (Aplausos.)

Yo quisiera algo enteramente nuevo en el intelecto, un positivismo relativo a la Historia; que el terreno científico se relegara al pasado en el terreno pedagógico; yo quisiera algo que quizá no puedo expresar, pero que ustedes han comprendido. Yo quisiera un contacto íntimo de corazón a corazón, no filósofos, sino un misionero, un hombre de campo. Que el indígena, que el misionero vaya y se compenetre de las necesidades y las crea y las ame; quiero, en otros términos, que se compenetre de los sentimientos de justicia que brotan en este momento en la Asamblea; de esta justicia que debemos al indio, de estos trabajadores, de estos hombres a los que debemos todo: la raza; todo, absolutamente todo; desde el pan hasta la libertad. Yo quisiera que fueran a ver en el indio un hermano, un hijo, un hermano menor; y esto no lo hará el maestro; por esto vengo a defender a los trescientos misioneros, a presentar su labor enorme de preparación y hacer posible porque toda la clase media entre, por fin, valientemente, en el camino que le está reservado; que se ponga del lado del trabajador contra el rico, y que se defina como aliado del trabajador y como enemigo del rico explotador.

Este es mi deseo, no lo digo por exhibicionismo, porque temo que el porvenir nos encuentre impreparados, porque la revolución social se avecina gigantesca en Europa, más gigantesca aún en Estados Unidos, y aquí será labor muy fácil de hacer, pero muy difícil de refrenar, a nuestras masas preparadas por su valor indómito, por su deseo de justicia; no están preparadas también por el amor, por la concordia, por las grandes virtudes morales que predicó Cristo y que ha olvidado esta sociedad pagana. Es lo que tengo qué decir, y lo digo con todo el corazón; que he prescindido de pasiones políticas; y si en algo he ofendido el compañero Vasconcelos, puede creer que soy el de siempre, sinceramente: el loco, el demasiado franco; pero he querido tener este desahogo en estos momentos en que es tan difícil encontrar en este medio de México un hombre que no se sienta alguna vez inflado por el ambiente. Yo le ruego al compañero que salga del ambiente metropolitano y que se eleve al ambiente de la intuición, al ambiente alto que respirara Cristo, al ambiente de las multitudes; que entré en contacto con ellas, y estoy seguro que él, que es todo corazón, todo cerebro y todo acción, hará una magnífica obra en el Ministerio de Instrucción, una obra que quizá él sea el único que pueda llevar adelante en estos momentos; desentendiéndose de todos los prejuicios, de todos los ataques, de todas las adulaciones, porque si lo atacan, compañero Vasconcelos, la Representación Nacional, como un solo hombre, estará con usted.... (Aplausos nutridos. Voces: ¡Seguro! ¡Cómo no!) y no permitir nunca que la labor de zapa que ya ha empezado a ensañarse con ese hombre, venga a echar abajo un elemento sano, laborioso y honrado, del que la revolución se enorgullece y se gloría, a un Vasconcelos que ha puesto muy en alto el nombre de la revolución, porque es inteligente entre los inteligentes, y ha dado lecciones de talento a los hombres de la posteridad (Aplausos.)

La representación Nacional apoyará a usted, compañero Vasconcelos, mientras más alta y más revolucionaria sea su obra, mientras rompa con todos los prejuicios, con todos los séquitos que le perjudican; mientras más sea atacado por los grandes ideales que sustenta, nosotros, toda la Representación Nacional, lo sostendremos como a ninguno de los ministros del Poder Ejecutivo. (Aplausos nutridos Voces: ¡Bravo! ¡!Bravo! ¡Muy bien!)

- El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano secretario de Educación Pública.

- El C. secretario de Educación Pública: Desde que comenzó a desarrollarse esta sesión, me he sentido a cada momento más abrumado por la conciencia de las enormes responsabilidades que las circunstancias han puesto sobre mis hombros. Y al discutirse cada punto, me he dado cuenta de que yo realmente no había venido aquí, como se dice en el lenguaje vulgar, usual, a defender un presupuesto, porque cada uno de los puntos a discusión ha estado brillante y elocuentemente defendido por algunos de los señores diputados, en forma mucho mejor de lo que pudiera yo hacer. De suerte que comprendo que mi papel en esta Asamblea, es de mero carácter informativo y tomando, pues, esa situación modesta, quiero hacer algunas observaciones acerca de la proposición que con aclamación ha sido aprobada, para que se adicione en cinco mil el número de maestros residentes rurales y de trescientos los misioneros. Naturalmente, todo lo que importe un aumento a mi presupuesto, lo recibo con beneplácito, y estoy de acuerdo con todos los argumentos que se han esgrimido en favor de la institución del Departamento de Cultura Indígena; pero quiero hacer estas reflexiones: por muchos millones que se pongan en el papel, será muy difícil que se consiga un cincuenta por ciento de lo aprobado. No quiero que se reduzca la cantidad ya aprobada. o se ve que va a aprobarse para el Departamento de Cultura Indígena; simplemente apunto esta sugestión, que , sin considerar a las escuelas que todavía no se han abierto - y llamo la atención, para que queden bien precisados los conceptos -, se gastaron alrededor de siete millones de pesos, según rezaba una de las iniciativas de la ampliación de este

Departamento de Cultura Indígena, y como esto entró en la parte fija del presupuesto, ser más fácil disponer de esos siete millones que de ninguna otra partida que tuviera que tomarse, de la partida adicional. En consecuencia, yo creo que se haría una labor más eficiente, si tomando esos siete millones que importan los sueldos de los maestros que se van a aprobar, se hiciese una reducción en el sentido que proponía la diputación oaxaqueña; que en lugar de cinco mil maestros y trescientos misioneros, se pusieran, por ejemplo, doscientos misioneros y tres mil maestros, y que el saldo de esa cantidad se dedicara a la adquisición de material escolar, porque, ¿de qué sirve que se presente uno de los maestros misioneros al cumplimiento de su deber, si no puede llevarlo a cabo porque la Secretaría no puede proporcionar siquiera un cuaderno de escritura o una pizarra?

Una de nuestras mayores urgencias es la cuestión de bancas de escuela. En las escuelas de casi toda la República, con excepción de media docena de escuelas en cada ciudad importante, es decir, en cada capital de Estado, se sientan los niños en vigas o en el suelo. Hay una enorme escaces de material escolar. Porque yo materialmente, tengo miedo y prefiero que este departamento que va a recibir todo el apoyo de la opinión pública, porque se ha manifestado aquí a través de la opinión de los señores diputados, qué es lo que quiere el país; yo quiero, pues, que este departamento que yo me comprometo a apoyar secundando esa opinión, que aun en sus menores necesidades sea dotado de esa material escolar para sus necesidades exclusivas, y por eso, si no les parece que quebranto sus propósitos, deseo y sugiero que se reduzca un poco el número de maestros: que se voten doscientos misioneros y tres mil residentes, y que el saldo que importe la reducción, se dedique exclusivamente a material escolar, que se pondrá a disposición de los misioneros, independientemente de las partidas que hay en otra parte del presupuesto, para material escolar, y gastos dedicados a otras escuelas. Es todo lo que quería decir. (Aplausos.)

- El C. secretario Esparza Martínez: La comisión hace suyas las proposiciones hechas por el ciudadano secretario Vasconcelos, y las presenta a la consideración de la honorable Asamblea, y para ello pide permiso para retirar las que habían sido reservadas para su votación. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Concedido el permiso. Las presenta reformadas en el sentido siguiente: "Doscientos maestros misioneros, a $10.00. tres mil maestros rurales a $3.50." (Aplausos.)

La partida relativa a gastos de material escolar, se adicionará en su oportunidad. No habiendo quien haga la objeción de estas partidas, se reservan para su votación.

La Secretaría va a dar cuenta con una proposición subscripta por varios ciudadanos diputados.

"Los subscriptos, diputados en ejercicio, proponemos la siguiente adición a las partidas correspondientes a la Escuela de Ferrocarrileros.

"La organización y funcionamiento de esta escuela estará bajo el control directo de la Confederación de Sociedades Ferrocarrileras de la República Mexicana, de acuerdo con la Secretaría de Educación Pública.

"Salón de Sesiones, diciembre 16 de 1922.- Guillermo Fernández.- Guillermo Rodríguez.- R. Quevedo.- Julián S. González.- F. F. Franco.- Antonio G. Rivera.- M. Samayoa.- J. Prieto Laurens.- M. Montero Villar.- Arturo Martínez Adame.- I. Olivé.- Julio Esponda.- R. González Garza.- Romeo Ortega.- José Manuel Puig y Casauranc.- Miguel Martínez Rendón.- A. M. Peña.- M. M. Méndez.- J. Guadalupe Estrada.- Juan Pastoriza.- Lorenzo Gámiz.- D. Benítez.- J. J. Velázquez.- C. Avilés.- J. M. Díaz.- A. Díaz Soto y Gama.- R. Nieto.- D. Cerecedo Estrada.- Ignacio C. Villegas.- Angel G. Castellanos.- Leopoldo Reynoso Díaz.- Vicente Aranda.- Génaro V. Vásquez.- Ricardo Delgado.- F. Olliver.- César Martínez R.- Francisco R. Ramírez.- M. Díaz Chávez.- M. Lailson Banuet.- J. Reyes San Germán.- Alberto Peralta.- F. E. Díaz.- Francisco Escudero.- Rodrigo Palacio.- Justo A. Santa Anna.- Enrique García.- F. Gómez."

- El C. presidente: Ha pedido la palabra para fundar esta proposición, el ciudadano Prieto Laurens.

- El C. Prieto Laurens: (Aplausos en las galerías.) Señores diputados:

Antes de venir a esta tribuna a seguir ocupando la atención de ustedes con este asunto, que ya fue resuelto por lo que toca a la Escuela de Ferrocarrileros, los firmantes en su mayor parte nos acercamos al señor secretario de Educación Pública y cambiamos impresiones con él acerca de la conveniencia de establecer desde luego, establecer en esta Ley de Presupuestos esta cláusula, que parecerá extraña a los legalistas, a los amigos de que las fórmulas de los presupuestos sean las mismas de toda la vida, escuetas; estableciendo simplemente las cifras, las cantidades que se asignan para tal o cual servicio, para tal o cual institución. Esta mañana han opinado desde aquí unos en pro y otros en contra de la institución de la Escuela de Ferrocarrileros, y el señor secretario de Educación recogió con toda sinceridad las observaciones hechas por los dignos representantes dentro de está mayoría, del elemento ferrocarrilero de la República, del elemento obrero que en la República presta el importantísimo servicio de la distribución de la producción del país entero; de los que resisten y han resistido todas las desgracias, todas las avalanchas, todas las crisis por las que ha venido pasando el elemento trabajador; ha sido el elemento ferrocarrilero seguramente el más sufrido, seguramente el más mal tratado, permítaseme la frase, por las luchas intestinas de nuestro país, y ese elemento ferrocarrilero merece ser tomado en consideración en forma preferente, y ya que el ciudadano secretario de Educación escuchó, como decía antes, las observaciones de los representantes del gremio ferrocarrilero dentro de esta Cámara, y ya que él demostró que no trataba de crear una escuela de esquiroles, de producir ingenieros ni mucho menos, sino que se quería realmente perfeccionar al elemento ferrocarrilero, darle conocimientos técnicos, darle lo que hasta ahora no ha podido tener porque ha estado abandonado completamente, porque ese glorioso elemento, dentro de nuestro país, es uno que se ha improvisado, que por su esfuerzo, por sus sacrificios, por sus aspiraciones ha

puesto en movimiento, pone en movimiento y pondrá en movimiento a los sistemas ferrocarrileros de nuestro país, sin necesidad de la dirección técnica que antes tenía. Ahora realmente es preciso que el país se preocupe, que la nación, que la Representación Nacional se preocupen porque este elemento sea atendido más eficazmente, y ya que quedó establecida la creación de esta escuela, es indispensable que esta institución quede de tal manera establecida que por ningún concepto se pueda sospechar siquiera que esta escuela va a ir en contra del elemento ferrocarrilero, al que se trata de beneficiar, al que se trata de proteger y al que se trata de auxiliar.

En consecuencia, los firmantes pedimos que al crear esta partida, que al haber aprobado esta partida por un momento la Asamblea no reconsidere ni mucho menos la aprobación de dicha partida, sino que establezca las condiciones dentro del presupuesto, dentro de la ley que crea esta escuela, que establezca la condición de que esta Escuela de Ferrocarrileros no será una escuela de esquiroles, no será una escuela de proletariado profesional, sino de perfeccionamiento de los trabajadores del ferrocarril y que esta escuela podrá ser garantía para esos ferrocarrileros, teniendo ellos, la asociación más grande del país, la asociación de asociaciones ferrocarrilera, el control de la escuela de que se trata, y naturalmente, de acuerdo con la Secretaría de Educación Pública.

No dudamos por eso los firmantes que la mayoría vote en su totalidad por que esta escuela se establezca, porque no dudamos del buen deseo, de la sinceridad de las palabras del ministro de Educación y creemos que realmente será benéfica esta institución; pero también necesitamos establecer y declarar aquí que esa escuela no puede ser pretexto, no puede llegar a dar resultados contraproducentes, no puede ser pretexto para que se cuelen por allí enemigos de los mismos trabajadores y competir, que no están capacitados en igualdad de circunstancias para competir con esos trabajadores que tanto han luchado y que tanto se han sacrificado. Por esto nosotros suplicamos a la Asamblea que la acepte, que la apruebe, aprobada ya, puesto que se aprobó la partida respectiva, y que aun cuando tiene que pasar conforme a las prácticas reglamentarias esta iniciativa a la comisión. la Asamblea faculta a la comisión para que intercale ésta dentro de la sección correspondiente del presupuesto de Educación Pública, precisamente en aquella partida que ha sido aprobada esta mañana. Nosotros venimos únicamente a suplicar a la Asamblea que considere que nuestra solicitud tiene el único, el exclusivo objeto de garantizar el régimen interior de esta escuela, de garantizar la organización de esa escuela ferrocarrilera.

Ya el señor secretario decía, contestando a las objeciones de los ferrocarrileros, que se dejará la partida aprobada y que se vería la manera de organizar interiormente en forma conveniente esa escuela, pues desde luego queremos nosotros establecer en la ley que esta escuela estará bajo el control ferrocarrilero, y esto seguramente será la m s grande garantía que tendrán para siempre los ferrocarrileros, de que esa escuela va a ser para perfeccionar en sus propios talleres a los empleados del ferrocarril, de talleres y de tráfico y a todos, absolutamente a todos los que trabajan en el sistema ferrocarrilero del país. Nosotros queremos, en una palabra, que esta escuela quede organizada desde luego con la ayuda directa e inmediata de las asociaciones ferrocarrileras. Ya el compañero Fernández manifestó que ellos por su cuenta sostienen varias escuelas en diversas partes del país; pues esta escuela oficial, de mayor trascendencia todavía, porque se ve aquí el deseo del Gobierno, de la Representación Nacional, del Ejecutivo, de que se le preste un decidido apoyo al elemento ferrocarrilero, esta escuela oficial vendrá a ser, por decirlo así, la universidad ferrocarrilera, el centro mayor de educación técnica de los ferrocarrileros, pero no para crear nuevos ferrocarrileros, no para aumentar el problema del trabajo que tienen estos hombres ni mucho menos, sino para que los que ya est n trabajando en el ferrocarril, perfeccionen sus conocimientos; para que los que ya están en las máquinas, en los trenes, en una palabra, perfeccionen sus conocimientos; para que los que ya conocen algo, los que tienen un conocimiento práctico experimentado, tengan también un conocimiento científico de las materias que ellos necesitan utilizar.

En consecuencia, nosotros pedimos a la Asamblea que faculte a la comisión para que ésta introduzca la cláusula que nosotros proponemos y que vaya, por decirlo así, a reglamentar, a hacer orgánica la institución de la Escuela Ferrocarrilera bajo el control de la Confederación de Ferrocarrileros. Todos sabéis que la Confederación Ferrocarrilera ha pasado crisis tremendas y el triunfo de esa Confederación es un hecho ya, es un hecho absoluto, a pesar de todas las intrigas, a pesar de todas las maldades, a pesar de todas las mezquindades, a pesar de todos los esfuerzos de la confederación amarilla que ha querido destruir a los ferrocarrileros. (Aplausos.) Nosotros, pues, venimos a defenderá esta institución; queremos darle una prueba sincera, real, de que estamos con los trabajadores, porque son verdaderos trabajadores, no son burgueses, como alguien los ha llamado, son verdaderos trabajadores los que han sufrido y perdido la vida en la revolución y ellos han triunfado y con ellos debemos estar en estos momentos y reconocerles la personalidad suficiente para confiarles a ellos la dirección, el control técnico y práctico de la Escuela Ferrocarrilera. (Aplausos.)

El C. secretario Esparza Martínez: En votación económica se consulta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Dispensados los trámites. Pasa a la Comisión de Presupuestos, en la inteligencia que dicha comisión, celosa por atender las indicaciones justas de los ciudadanos diputados, presentar a la mayor brevedad posible su dictamen sobre este particular. (Voces: ¡De una vez! ¡De una vez!)

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

El C. Robledo: La comisión cree que dado el sentir de la honorable Asamblea y el espíritu mismo de la proposición, debe inmediatamente presentar para su aprobación, reformada en este sentido, la partida relativa. La comisión se complace en este resultado porque siempre creyó que la Escuela

de Ferrocarrileros era un beneficio del gremio. De manera que la comisión hace suya esta proposición y la presentará inmediatamente.(Aplausos.)

El C. secretario Esparza Martínez: La comisión ha hecho suya la proposición que subscriben los ciudadanos diputados Prieto Laurens y demás firmantes, y la presenta a la consideración de la Asamblea. Está a discusión. No habiendo oradores inscriptos en contra, se reserva para su votación. (Aplausos en las galerías.)

Continúa la discusión del Presupuesto "Pagina 50. Sección que dice:

"Campaña contra el analfabetismo". Partidas de la 11,981 a la 11,995. Las primeras han sido objetadas por el ciudadano diputado Silva y la 995 por el ciudadano Peña.

El C. Silva: Pido la palabra. Pedí a la comisión explicaciones sobre esta partida y no me han satisfecho, y entonces me acerqué al ciudadano secretario de Instrucción Pública para que me las diera. En vista de las explicaciones que él me diera, quedé convencido y por lo mismo retiro la objeción que había hecho a esa partida.

El C. secretario Esparza Martínez: En virtud de que el diputado Silva ha retirado sus objeciones a estas partidas, se reservan para su votación. El ciudadano Peña ha pedido la palabra para objetar la partida 995, que dice:

"Setenta y cinco profesores de la campaña, a $1.50."

El ciudadano Peña pidió a la comisión que sean dos pesos en lugar de un peso cincuenta centavos; en consecuencia, habiendo accedido la comisión, ha retirado su objeción y la comisión pide permiso a la Asamblea para retirarla y presentarla en el sentido de la objeción. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Se concede el permiso. La comisión la presenta en el sentido que ya se expresó y no habiendo quien la objete, se reserva para su votación.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Pérez Gil.

El C. Pérez Gil: Al margen de esta partida y dadas las indicaciones que ha hecho el señor ministro de Educación Pública diciendo que el sueldo mínimo que se ha asignado a los profesores debe ser de tres pesos, yo objeto en ese sentido la partida, a fin de que se les pague también tres pesos a los profesores.

El C. secretario de Educación: Yo quisiera informar en ese sentido. Esa partida conviene por que se usa como partida para sueldos suplementarios. Hay casos en que un ayuntamiento nos dice: Tenemos un maestro que gana un peso, ayude usted a sostenerlo y entonces se le da ese sobresueldo de dos pesos. Así entiendo que convendría contar con una partida en esa forma para gastos especiales como éstos.

El C. Pérez Gil: Retiro mi proposición en este caso.

El C. secretario Esparza Martínez: En vista de que el señor Pérez Gil retira su objeción, queda reservada para su votación.

El C. secretario Esparza Martínez: Partida 12,036 "2 correctores de pruebas, a $5.00", objetada por el ciudadano diputado González Guerrero.

El C. Robledo D: La comisión informa a la Asamblea que el ciudadano diputado González Guerrero se acercó a la misma proponiendo que se les pusiera a estos correctores de pruebas siete pesos cincuenta centavos a cada uno, y la comisión no tuvo inconveniente y solamente por estar presentado el presupuesto respectivo esperó a que llegara el turno de esta partida para pedir permiso a la Asamblea para retirarla y presentarla modificada.

El C. secretario Esparza Martínez: La comisión pide permiso para retirar esta partida y presentarla en el sentido de la indicación hecha por el ciudadano González Guerrero. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se concede permiso. Está a discusión. No habiendo oradores, se reserva para su votación. Página 54. Talleres Gráficos de la Nación. Partida 12,056 "2 jefes de sección, a $15.00". Objetada por el ciudadano diputado García Téllez.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano García Téllez.

El C. García Téllez: Después de hablar con los honorables miembros de la comisión y escuchado sus razones, retiro mi objeción.

El C. secretario Esparza Martínez: En virtud de que el ciudadano diputado García Téllez ha retirado sus objeciones, se reserva esta partida para su votación.

"Sección VII. Página 58. Partida 12,109. Un fotógrafo, $4.00". Objetada por el ciudadano Pérez Taylor Rafael.

El C. Robledo: En la mañana de hoy el señor Pérez Taylor indicó a la comisión que reformara esta partida, y de acuerdo con él le manifestamos que llegado el momento la comisión retiraría esa partida para presentarla modificada.

El C. secretario de Esparza Martínez: La comisión pide permiso para retirar esta partida y presentarla modificada en la forma siguiente: "Un fotógrafo, $5.00". Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se concede permiso. No habiendo oradores, se reserva para su votación. Página 59. Dirección de Cultura Estética. Las partidas correspondientes a este departamento han sido objetadas por los ciudadanos González Julián S. y Rivera Antonio G.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Julián S. González.

El C. González Julían S.: Señores diputados: No es, en realidad, una objeción la que pienso hacer a este ramo de la Sección de Cultura Estética, sino desvanecer un pequeño escrúpulo que, a mí juicio, tengo, y que a mi me parece muy justificado. Yo únicamente desearía que el ciudadano secretario de Educación Pública, con la bondad que ha vertido a derroches en esta Asamblea, tuviera la bondad de decirnos si, en realidad, se justifica el gasto de quinientos ochenta y nueve mil pesos para gastarlos en cultura estética, no ya desde el punto de vista de un interés o necesidad cultural, sino desde el punto de vista de la situación económica por que atraviesa el Erario. Yo no me opongo en lo general, sino desde el punto de vista, si se quiere, estrecho; si se quiere un punto de vista que, probablemente, lastime un poco a los espíritus helénicamente refinados, como los de los compañeros Pérez Taylor, Padilla, Manrique y otros; pero que estimo que no está absolutamente

justificado este gasto, dese el punto de vista económico, a que me he referido antes.

Corre entre el público, señores diputados, una versión un poco desfavorable hacia esta Dirección de Cultura Estética; se dice por allí, compañero helénicamente refinado, se dice por allí que esta Dirección de Cultura Estética no ha llenado su objeto como era de desearse; se dice que los seiscientos mil pesos destinados a este objeto, deberían emplearse mejor en instruir al indio, como ya se está haciendo, con beneplácito de esa Asamblea y de los asistentes a las tribunas de esta Representación Nacional. Como decía, esta mi objeción no es seria, trascendental; tiende únicamente a que el señor secretario de Educación Pública, tenga la bondad de decirnos, en lineamientos generales, en unas breves, pero concisas palabras, si la Dirección de Cultura Estética, en realidad, ha llenado su objeto.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano secretario de Educación Pública, para contestar.

El C. secretario de Educación Pública: Celebro mucho esta ocasión de explicar los trabajos de una de una dirección que, en efecto, ha sido atacada por el nombre, porque tiene un nombre poco pedante, pues no pudimos encontrar otro; pero que en el momento que los enemigos del nombre conocen sus labores, inmediatamente se convierten en amigos de esta dirección.

Se ocupa la Dirección de Cultura Estética de la enseñanza del dibujo y de la música en las escuelas; es decir: tiene a su cargo el personal especial tomado del Conservatorio y de la Academia de Bellas Artes, para dar a los alumnos lecciones de canto y de solfeo y lecciones de dibujo; lecciones que antiguamente daba el maestro primario, con la deficiencia natural de que enseñe música un individuo que no es músico, y de que enseñe dibujo un individuo que no es artista. En la ciudad de México, haciendo un esfuerzo y contando con el personal del Conservatorio de Música y de la Academia de Bellas Artes, hemos logrado crear los estudios de estas asignaturas, y el resultado de estos trabajos ha podido verse en la transformación que han sufrido nuestros coros escolares, que algunos de los señores diputados habrán oído cantar en conciertos públicos en el Bosque de Chapultepec y en muy distintas ocasiones. En cuanto a la transformación de la enseñanza de dibujo, llamo la atención sobre algunos datos que han sido publicados en el Boletín de la Secretaría, y los que creo demuestran el beneficio que se ha adquirido. Pero no sólo tiene estas funciones la Dirección de Cultura Estética, sino que de ella depende el personal de los orfeones que se han establecido en diez y ocho partes de la ciudad. En diez y ocho lugares de la ciudad se han fundado unas especies de academias de música, concurridas, generalmente, por obreros, en las cuales se han formado, en corto tiempo, típicas y orfeones, que también han dado conciertos públicos en el Bosque de Chapultepec y otras partes de la ciudad; sino que, probablemente, los enemigos de la Dirección de Cultura Estética, no relacionan estos conciertos, que probablemente han aplaudido , con esa institución que los organiza y que los ha creado. De esto se ocupa.

Aparentemente, el gasto de quinientos mil pesos en la cultura artística del pueblo, en los momentos de crisis por que atravesamos, parecerá una suma exagerada; pero esos quinientos mil pesos se reparten en esta forma: por ejemplo, cien o doscientos maestros de canto coral y solfeo, que ganan tres pesos por la clase que van a dar a la escuela; está comprendido también el pago de los sueldos de los maestros de gimnasia y cultura física y los sueldos de los maestros de dibujo, que son cien; los de música y canto coral, son doscientos cincuenta. Como ven ustedes, es el personal más modestamente pagado y es, quizá, el más abnegado de toda la Secretaría, porque es el que hace una labor que se acerca más a la conciencia del pueblo; porque regenerando el espíritu de las capas más humildes de nuestra sociedad, dándoles una distracción que no les cuesta nada y que eleva sus espíritus para los deseos de mayor bienestar, alejándolos de los vicios o de la simple holganza, no es, por lo mismo, ningún derroche.

Otro de los gastos que están comprendidos en los quinientos o seiscientos mil pesos, es compra de instrumentos de música para orfeones populares y de pianos para las escuelas. Ustedes deben suponer que, después de diez años de destrucción, no había en nuestras escuelas un sólo piano utilizable. El año pasado, con grandes apuros, pudimos conseguir treinta o cuarenta pianos; y en esta partida está incluido el propósito de adquirir los pianos para seguir dotando a las escuelas. Me consideraría satisfecho si se pudieran obtener unos treinta más en el año próximo. Esta es una sección para la que pido vuestra benevolencia, y lo único que siento es no poder pedir un aumento, por las limitaciones en que está el Erario; pero es de las que merecen más atención y más cariño de parte de esta Asamblea.

El C. Manrique: Pido la palabra en pro, señor presidente.

El C. González Julián S: En realidad, señores diputados, al hacer mi interpelación, quería únicamente dar un motivo para que el ciudadano secretario de Educación, dijera desde lo alto de esa tribuna y para que lo sepan así todos los que en forma agresiva se expresan de esa Sección de Cultura Estética, para que sepan de labios autorizados del señor secretario, en qué se emplean esos seiscientos mil pesos. Yo, en lo general, estoy conforme; desearía únicamente una pequeña supresión en esta partida, que consume más de la mitad, o casi la mitad de ese presupuesto. La partida que se refiere a doscientos cincuenta profesores de solfeo y canto coral, que tiene doscientos setenta y tres mil setecientos cincuenta pesos, y la partida de cien ayudantes acompañantes de piano, que tiene cien mil pesos, que es casi más de la mitad de este presupuesto; pero, en fin: no quiero aparecer terco ante esta Asamblea; quería la explicación del señor secretario de Educación Pública, que, aunque no me ha convencido del todo, me pone en el caso de retirar mi objeción, y atentamente pido a la Mesa tenga en cuenta que retiro tanto esta objeción, como la siguiente que tenía preparada para la Dirección de Cultura Física, que se encuentra, más o menos, en circunstancias similares.(Aplausos.)

El C. secretario Esparza Martínez: En virtud de que el ciudadano diputado Julián S. González retiró sus objeciones, se reservan para su votación las partidas de la Dirección de Cultura Estética y Cultura Física, que había sido igualmente objetada por el mismo ciudadano diputado.

Página 73. Sección IV. Enseñanza Normal y Educación Primaria. Escuelas Normales. Partida 12,306:

"Para pago de cien becas, y menores de la Escuela Normal para Maestras, $288.00 Ha sido apartada por el ciudadano diputado Montoya Francisco.

El C. Robledo: Está de acuerdo con él la comisión.

El C. secretario Esparza Martínez: En virtud de que la comisión ha logrado ponerse de acuerdo con el ciudadano diputado Montoya, pide permiso a la Asamblea para retirarla y presentarla en esta forma:

"Para pago de ciento cincuenta becas a estudiantes de la Escuela Normal para maestros, a sesenta pesos cada uno". Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Concedido el permiso. Se reserva para su votación . Página 75. Talleres Gráficos de la Nación. Partida 12,330, objetada por el ciudadano Salvador López Olivares.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano López Olivares.

El C. López Olivares: El objeto de haber apartado la partida 12,330, fue con el fin de manifestar que la cantidad asignada de trescientos mil pesos para sueldos de operarios, no es suficiente para pagar los sueldos que actualmente tienen, porque la cantidad que allí se consume, es de quinientos mil pesos, advirtiéndoles a ustedes que de esta cantidad no sale nada del Erario de la nación; es nada más para pagar los sueldos de los operarios, porque el dinero que se les paga, lo reintegran con los trabajos que producen dichos talleres; este dinero vuelve a ingresar a la Tesorería, por concepto de los pagos que todas las secretarías hacen por sus trabajos. De manera que como no sale en realidad dinero, yo suplicaría atentamente a ustedes, aprobemos que se pongan quinientos treinta mil pesos para esta partida.

El C. Robledo: El señor ministro y el personal autorizado, nos dijo que era bastante y, por consiguiente, no podemos nosotros mostrar más celo; además, ya se ha dicho a la Asamblea que en caso de ser insuficiente esta partida, hay otras para adicionarla; de manera que la comisión no puede extralimitarse, y siente no acceder a los deseos del compañero.

El C. López Olivares: Para una aclaración en este sentido. El ciudadano pagador de los talleres manifestaba que él no podría sacar mayor cantidad que la que fuera repartida de los trescientos mil pesos, y que por tal motivo no podría hacer los pagos que excedieran. Por lo mismo, hay necesidad de poner los quinientos treinta mil pesos para que se paguen los obreros, porque de otra manera se ocasionarían trastornos al despedirse personal de esos talleres. Ahora pregunto atentamente al señor ministro de Educación, si cree conveniente que esta partida quede en quinientos treinta mil pesos, que son los que vuelven de nuevo a la Tesorería de la Nación.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano secretario de Educación Pública.

El C. secretario de Educación Pública: Según entiendo, se puso en el presupuesto una partida que sólo sirve para los primeros seis meses del año, con objeto de tomar los sueldos del semestre último, de la partida adicional, cuya reducción tiene por objeto suplementar las partidas que falten. Esa es la situación.

El C. López Olivares: En virtud de las aclaraciones que ha hecho el señor ministro, retiro mi objeción.

El C. secretario Esparza Martínez: Como el ciudadano diputado López Olivares ha retirado su objeción, se reserva para su votación esta partida. Página 77.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano González Jesús B.

El C. González Jesús B: Para proponer a ustedes una adición a las partidas globales de la enseñanza y fomento de las bellas artes. Pretendo, en compañía de algunos otros señores diputados, entre ellos el señor González Guerrero y el señor Esparza Martínez, que se consigne dentro de estas partidas una de cinco mil pesos nada más, sueldo casi de tresmozos, para subsidio a revistas y periódicos de arte y literatura nacional. Debo advertir a ustedes que tanto la comisión como el señor secretario Vasconcelos, no sólo no tiene inconveniente, sino que la acepta con agrado.

El C. secretario Esparza Martínez: La comisión ha aceptado la proposición de una adición que hemos propuesto varios ciudadanos diputados para subsidio de revistas y periódicos de arte y literatura nacional, consistente en cinco mil pesos. La comisión la presenta a la consideración de la Asamblea. Está a discusión. No habiendo oradores, se reserva para su votación.

Página 82 Partidas 12,376 y 77, objetadas por el ciudadano diputado Francisco Ollivier.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Ollivier.

El C. Ollivier: Señores compañeros:

Habiendo sido aceptadas mis objeciones por la comisión, y también por el señor secretario del ramo, yo suplico a ustedes que sirvan aprobar las partidas modificadas: la 376 con veinte mil pesos, y la 77 con treinta mil. Las dos sin indispensables, y este año han tenido ciento veinte mil pesos para las dos.

- El mismo C. secretario: La comisión pide permiso para retirar las partidas a que ha hecho referencia el ciudadano diputado Ollivier, y presentarlas en el sentido que indica. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Se concede permiso. Se presentan en la forma siguiente:

Partida 12,376. "Para reparaciones urgentes del edificio, $20,000.00.

Partida 77. Para prácticas parciales y generales de los alumnos, incluyendo alimentos, alojamiento, transporte, gastos de campamento y trabajos de campo y honorarios de jefes y ayudantes, $30,000.00. No habiendo quien haga uso de la palabra en contra, se reserva para su votación.

Página 85. Escuela de Ferrocarrileros. Las partidas

12,408 a 12,420 han sido objetadas por los diputados Julián S. González y Guillermo Rodríguez.

El C. González Julián S: Como ya fue aprobado, felizmente para los ferrocarrileros, la escuela que crea una partida anterior bajo control directo de los mismos ferrocarrileros, no tengo empeño, y retiro las objeciones que había hecho en el sentido de que la escuela careciera de ese control de los trabajadores. Por mi parte esto no sé si el compañero Rodríguez...

El C. Rodríguez Guillermo, interrumpiendo: Yo también retiro mi objeción.

El C. secretario Esparza Martínez: En virtud de que las objeciones hechas por los ciudadanos González Julián S. y Rodríguez Guillermo han sido retiradas, se reservan para su votación.

Página 86. La partida 12,424, había sido objetada por el ciudadano Díaz Jesús M., quien acaba de retirar su objeción; en consecuencia, se reserva para su votación.

En la página 87, la partida 12,426. Ha sido objetada por el mismo diputado Díaz, quien acaba de retirar igualmente su objeción; en consecuencia, se reserva para su votación.

Página 89. Escuela Miguel Lerdo de Tejada. Todas las partidas relativas a esta escuela, han sido separadas por el ciudadano Covarrubias.

El C. Covarrubias: Atentamente me permito suplicar a la comisión que informe sobre los puntos siguientes: la partida 76 se refiere a la compra de máquinas de escribir, de contabilidad y de calcular, para el departamento de prácticas comerciales y para las demás clases.

Esta partida está con la cantidad de dos mil pesos. Como es bien fácil conocer, esta partida de dos mil pesos no bastaría absolutamente para nada, y yo me permito suplicar a la comisión, me diga si cree que en realidad con dos mil pesos podría perfectamente surtir, durante el año, una escuela que tiene más de quinientas alumnas y que no tiene en la actualidad material suficiente, podría surtir, digo, las necesidades de la propia escuela. Tengo para mí entendido que la consulta que se había hecho sobre esta partida, importaba diez mil pesos. En virtud de las razones de economía, yo también creo que esta partida sería exagerada quizá ;pero también estimo que es demasiado exigua la de dos mil pesos. Yo pido a la comisión se sirva tomar en consideración. este razonamiento, y me diga lo que opina.

El C. Robledo: La partida propuesta a la comisión, tal como se encuentra, es de dos mil pesos; sin embargo, la comisión estima que realmente la cantidad podría ser corta, por más que sólo se refiere a dotación de máquinas de escribir, y ya existen las máquinas para estas funciones. Sin embargo, no tiene inconveniente en aumentarla a tres mil pesos.

El C. Covarrubias: Sigo en el uso de la palabra.

El C. Robledo: Además, se permite informar la comisión al diputado Covarrubias, que todas estas partidas pueden fácilmente ampliarse con la gran partida que está al final y que se destina para ampliaciones.

El C. Covarrubias: Deseo, sin embargo, hacer hincapié en este otro detalle: la partida 79, por ejemplo, dice:

"Para los gastos de instalación del laboratorio de química aplicada al Comercio."

Y se consultan mil pesos. Mil pesos para la instalación de un laboratorio químico aplicado al Comercio, es decir, mil pesos con el fin de hacer una instalación completa, con el fin de principiar desde, quizá, construcción, materiales y surtir ese departamento de todos los útiles y de todo lo que haya menester; yo también suplico a la comisión, y aquí sí en este caso, que se sirva ampliar esta partida a cinco mil pesos, pues que se trata de la creación de un laboratorio; aquí sí no se trata de reparaciones, de aumentos, y me permito hacer este hincapié: cuando se trata de un laboratorio en diversos otros departamentos, se consultan cantidades mayores. Recuerdo haber visto una partida en la cual se consultan dos mil quinientos y en la otra cuatro mil pesos; por consiguiente, yo suplico a la comisión se sirva adicionar esta partida siquiera con la cantidad de cinco mil pesos.

El C. Robledo: La comisión no tiene inconveniente en adicionar, con tal de que hasta ahí terminemos la verdadera cuestión de interés que demuestra el señor Covarrubias. Esté seguro el compañero que el secretario de Educación atenderá la función de esas escuelas con toda eficacia, porque para esto existe la partida, para adicionarla. Si el diputado insiste, y con el objeto de complacer, con mucho placer la comisión adicionará esos cinco mil pesos.

El C. Covarrubias: Agradezco infinito al compañero Robledo su deferencia, y no me queda sino hacer una breve aclaración. Decía que deseaba únicamente hacer una breve aclaración sobre el asunto de la partida 12,481. La partida en cuestión dice:

"Para gastos de conservación y reparación del edificio de la escuela, $5,000.00."

Habiendo estado, tal como lo dije esta mañana, en a Escuela Miguel Lerdo, con motivo de los exámenes de fin de curso...(Murmullos. Campanilla.)

El C. secretario Esparza Martínez: La presidencia, por conducto de la secretaría, suplica muy encarecidamente a los señores diputados que ocupen sus curules y atiendan al orador.

El C. Covarrubias: Yo lamento mucho, en realidad, estimados compañeros, tener que ser cansado, quizá, en este caso.....(Voces: ¡No! ¡No!) únicamente porque deseo hacer hincapié en el caso de la partida que se consulta. He dicho que se consultan cinco mil pesos para la reparación del edificio que ocupa la escuela y, naturalmente, he querido aprovechar la oportunidad de la presencia en este recinto del señor secretario de Educación, con el fin de poner en su conocimiento algo que ya, indiscutiblemente, es de su dominio, pero que no está por demás que uno de los representantes del pueblo, haga mayor hincapié, haciendo resaltar más el hecho. La Escuela Miguel Lerdo es de una construcción completamente inadecuada; por medio de compras sucesivas, se ha llegado a hacer un gran edificio, que, propiamente dicho, no es sino la reunión de tres casas antiquísimas; estas tres casas, por obra de yo no sé qué ingeniero, se les

construyó un tercer piso, cuando no eran sino de dos, y esto ha venido a hacer que el edificio esté desgajándose. Todos los salones, todos los patios, las escaleras, todo en realidad, amenaza ruina; allí verdaderamente de milagro no ha acontecido una verdadera catástrofe; y cuando veo que se consulta en esta partida la cantidad de cinco mil pesos, creo más bien que fue por una ligereza, porque no se tomó esto en consideración y porque nadie se ha enterado, en realidad, a fondo de qué es lo que en este caso se consulta. Estoy de acuerdo en que el presupuesto tiene una partida global, una partida para construcciones y que, naturalmente, huelga, en realidad, la partida de los cinco mil pesos. Debería suprimirse esta partida, porque es irrisoria y porque no alcanzar ni siquiera para quitar la amenaza del derrumbamiento de una de las escuelas del Distrito Federal.

Así, ciudadanos miembros de la comisión, me permito atentamente pedir a vuestras señorías os sirváis quitar la partida 81 a que me refiero, porque esta partida no contribuye absolutamente en nada al beneficio que nos proponemos impartir; si realmente se pretende servir a la Escuela Miguel Lerdo de Tejada, habría que aumentar la partida a cuarenta mil pesos. (Voces: ¡No!) Sí, señores; no conocen ustedes las condiciones de ese edificio, que tiene desgajado todo el piso de bajo, que amenaza desplomarse en su segundo, y que el tercero está construído en condiciones totalmente desastrosas, por lo cual todo el edificio tiene forzosamente que reconstruirse, y ya saben ustedes que es mucho más costoso reconstruir, que hacer de nuevo..... -C. González Julián S. Una interpelación. Compañero Covarrubias: Es un hecho, que a nadie se oculta, que desde que comenzó este período de sesiones, probablemente ningún diputado haya trabajado con el celo y la buena suerte con que ha trabajado usted; probablemente ninguno haya conseguido para su distrito los verdaderos gajes que ha conseguido usted, por lo cual lo felicito y lo envidio; pero quería hacerle una pregunta. Usted ha dicho que la Escuela Miguel Lerdo de Tejada está desfondada, que no tiene suficientes pupitres, que carece hasta de bancas; ¿pero no ha oído usted, hace un momento, al ciudadano secretario de Educación Pública, cuando dijo que en infinidad de escuelas rurales los niños tienen que ponerse la pizarra sobre la rodilla, porque no tienen ni siquiera un mal pupitre en que poder sentarse? ¿Lo oyó usted, compañero Covarrubias?

El C. Covarrubias: Sólo lamento que el compañero González crea que estoy tratando algún asunto de mi distrito. He dicho que la Escuela Miguel Lerdo, que está ubicada en la capital de la República, situada en las calles del Carmen, se encuentra en malas condiciones. (Risas.) Que la partida de cinco mil pesos no basta, absolutamente, para nada, y que pido, atentamente, a la comisión, la retire, ya que el Presupuesto del Ministerio de Educación tiene una partida global para construcciones y reconstrucciones. He dicho que pido que se quite esta partida de aquí con el fin de no dar la nota ridícula, risible, de pretender, con cinco mil pesos, componer una casa que materialmente, a cualquiera que la vea, la parece que es imposible que se pueda hacer con cinco mil pesos. (Murmullos.) Esta es la aclaración que deseaba hacer.

El C. Robledo: Se suprime la partida.

El C. secretario Esparza Martínez: La comisión pide permiso para retirar las partidas objetadas y presentarlas en el sentido de la discusión. (Voces: ¡No! ¡No!) La Secretaría se refiere a varias partidas; una de ellas va a ser suprimida, pero las demás van a ser reformadas.

El C. Robledo: La comisión va a hacer una aclaración, si el diputado Covarrubias encuentra ridícula e insuficiente esa partida, ya he dicho que puede añadirse a la partida grande, es decir: que dentro de la partida para construcción y reparación de edificios de la Secretaría, puede dedicarse alguna cantidad a la reparación de esta escuela. Por lo tanto, la comisión pide permiso a la Asamblea para suprimir esta partida y dejar a cargo de la Secretaría de Educación Pública la reparación de esa escuela.

El C. Gandarilla: Pido la palabra, señor presidente, para una aclaración a la honorable comisión.

Señor Robledo: Usted, de muy buena voluntad, se ha dejado influenciar por los argumentos sofísticos de ese ciudadano representante Covarrubias, que viene a decirnos aquí que si no sirven para nada cinco mil pesos, mejor no los pongamos allí, sino en la partida global. Usted sabe mejor que nadie, porque está perfectamente compenetrado de estos asuntos, que cuando en el presupuesto se especifica una cantidad para algo, es más fácil que se dedique esa cantidad a ese algo que si entra en una partida global. Usted no ha tropezado, señor, con las dificultades que hay en las secretarías de Estado cuando se trata de una partida global, ya porque se agota, ya porque no alcance, ya porque hay un diputado Covarrubias muy listo (Risas.) que la lleva a su distrito, y ya no alcanza usted nada.

En consecuencia, compañero Robledo, que usted no debe quitar esa partida de cinco mil pesos para gastos de conservación de esa escuela, que tan grandes beneficios rinde positivamente. Déjela en buena hora allí, señor Robledo, y en la partida global, si usted quiere, auméntela, pero dejemos asignado algo determinado. Esto es para obviar tiempo y así lo propongo, seguro de que los señores diputados se servirán aceptarlo, que manifieste la Asamblea si accede a la petición del ciudadano Covarrubias...(Voces: ¡Que queden los cinco mil pesos!)

El C. secretario Esparza Martínez: La Secretaría consulta a la Asamblea si permite que la comisión retire la partida relativa a gastos de conservación del edificio o la escuela "Miguel Lerdo de Tejada". Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. No se concede permiso.

"Capítulo II. Gsatos eventuales. Página 95. Partida 12,522. Para viáticos a misioneros ambulantes, misioneros en comisión y comisionados del departamento."

Partida 12,523. "Para cuatro centros culturales indígenas", objetada por el ciudadano diputado Murguía. La Secretaría aclara que también el

ciudadano diputado Mena Alcocer también objetó estas partidas.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Murguía.

El C. Murguía: Señores diputados:

Aunque voy a ser un poco inconsecuente con mi actitud anterior como miembro de la Comisión de Presupuestos y Cuenta en el ramo de Comunicaciones, por haber estado intransigente para aumentar partidas globales, aun cuando el editorialista de "El Universal" me lanzó una filípica en el número de ayer, vengo ahora a propugnar por que esta honorable Asamblea aumente la partida 12,522, tratando de demostrar a esta misma Asamblea que es necesarísimo que esa partida sea aumentada, por lógica.

La comisión había propuesto doce mil quinientos pesos para viáticos de cincuenta misioneros que ella proponía; como la honorable Asamblea ha aumentado el número de misioneros a doscientos, indiscutiblemente hay que aumentar la cantidad para viáticos de esos mismos misioneros. Como tratándose de esta partida de doce mil quinientos pesos, la cantidad promedio para cada misionero era de doscientos cincuenta pesos, yo propongo a la honorable comisión que, consecuente con la lógica, se sirva aumentar esta partida primera a cincuenta mil pesos, es decir en relación con el aumento de misioneros. (Voces: ¡Muy bien!)

El C. Vizcarra Rubén: La comisión está de acuerdo con que sea mayor el número de esos centros, haciéndose extensivos a los mayas de Yucatán, para los indios de Coalcomán...(Voces: ¡No se trata de eso! ¡Es la primera partida!) La comisión tiene el gusto de informar al compañero Murguía, que ya había apuntado, como material escolar para el uso del departamento indígena, setecientos treinta mil pesos, que es la diferencia de los maestros misioneros, de los maestros de las escuelas...(Voces: ¡No es eso! ¡No se trata de eso!)

El C. Murguía: La comisión seguramente se ha distraído y no ha oído mis razones. Decía que habiendo aumentado la Asamblea el número de misioneros a doscientos, en lugar de cincuenta, propuestos por la comisión, era lógico aumentar los viáticos en la proporción correspondiente, o sea a cincuenta mil pesos.

El C. Vizcarra Rubén: Está conforme la comisión.

El C. Murguía: La segunda partida, que es la 12,523, voy también a tratar de demostrar a la Asamblea que la cantidad que se le asigna es irrisoria para llevar a cabo el establecimiento de los centros culturales, tanto más, cuanto que varias diputaciones que también tienen en sus Estados grupos indígenas, quieren que se establezcan centros culturales en dichos Estados. Doce mil pesos para cuatro centros, de ellos tocarían cuatro mil pesos a cada uno y con esto no se hace nada. El objeto de esos centros es que las tribus nómadas, como los tarahumaras, se vayan acercando a los poblados a fin de ponerlos en contacto con la civilización, sin dejar de conservarlos dentro de sus mismas costumbres, sino ampliando su cultura y enseñándoles artes y oficios. Por lo mismo, creo que también esta partida debe aumentarse cuando menos a la cantidad de seis mil pesos para cada centro cultural.

El C. Robledo: La comisión cree interpretar el sentir de la Asamblea concediendo la ampliación y proponiendo a la Asamblea que le permita retirar la partida a fin de presentarla modificada en el sentido en que se va a leer. Esta vez a mí personalmente, tan amante de las economías por las que tanto he peleado en el presupuesto, me doy el gusto de sentir con la Asamblea en esta ampliación, y pido también para los indios de Jalisco, que son los indios de Teocaltiche, de mi distrito, que son el único grupo indígena, porque todos son criollos en mi Estado, y pido también un centro semejante. Por lo tanto, propongo a la Asamblea que permita a la comisión retirar su proposición anterior.

El C. Mena Alcocer: Pido la palabra para interpelar a la comisión.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Mena Alcocer: ¿Esta partida comprender a los indios mayas de Yucatán?

El C. Robledo: Voy a incluirlos en la partida; he anotado todas las indicaciones que me han hecho.

"Para centros culturales indígenas, para los tarahumaras de Chihuahua, los Chamulas de Chiapas, los mayos de Sonora y Sinaloa, los tarascos de Michoacán, los indígenas de Mezquital, Atotonilco y tepehuanes de Durango; los huicholes de Colotlán y Teocaltiche, Jalisco; los mayas de Yucatán y Quintana Roo..."

El C. Manrique: Pido la palabra para interpelar a la comisión.

El C. Gandarilla: ¿Me permite una interpelación la comisión?

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Manrique.

El C. Manrique: ¿No cree la comisión que es peligroso e innecesario enumerar estos diversos centros de posible labor de cultura en los diversos lugares de la República.(Voces: ¡No!) Señores: quien enumera, excluye. Una vez que se ha comenzado a enumerar y se enumeran cuatro o cinco grandes núcleos de pueblos indígenas perfectamente clasificados etnológicamente, se suscita en cada uno de nosotros el deseo natural y legítimo de pedir que se enumere también a los núcleos de indígenas de nuestro Estado o región, por temor de que el hecho de no enumerarlos expresamente los excluya del beneficio de la educación. Ya que de enumeración se trata, ¿qué cosa más legítima que señalar como un núcleo de población indígena que urge llamar a la vida de la civilización, el de indígenas de las huastecas de Veracruz, Hidalgo y San Luis Potosí?

Yo creo, pues, señores diputados, que cada uno debe sacrificar un poquillo de su amor propio, por que conste que se esforzó en hacer algo en favor de los indígenas de su región. Yo propongo que este espíritu localista se substituya por otro más amplio: Elévese la partida a cincuenta o cien mil pesos, sin especificar en ella cuales son los núcleos de población indígena a que se destina. Esto, m s que materia de presupuesto, es materia de la Dirección de Cultura Indígena, es decir, de la competencia de la Dirección del Cuerpo Técnico, al que debemos

suponer animado de un amplio criterio. El compañero Peña se dispone ya abogar por los indígenas tlaxcaltecas, por los indígenas de la Malintzin y tiene mucha razón; pero una vez puestos en este camino, el compañero Puig y Casauranc abogaría por los zempoaltecas, cada uno de nosotros abogaría por los núcleos de población indígena de su renglón.

El C. Murguía: Para una interpelación.

El C. Manrique: No he terminado, y espero que el ciudadano Murguía me dirija la interpelación que me anuncia para resumir mis ideas.

El C. Murguía: ¿Cree el compañero Manrique que hay inconveniente en que se vayan enumerando los nombres de los núcleos indígenas que hay en cada Estado y al final decir: "y demás que existen en el país", con lo cual todos quedaremos conformes?

El C. Manrique: Señores:

La interpelación del ciudadano Murguía me da toda la razón y me permite resumir mis objeciones, diciendo que expresa cierto espíritu de exclusivismo el enumerar estos diversos grupos de población indígena. Me permite sugerir a la comisión, al compañero Robledo, prescindiendo del deseo de hacer algo por los indígenas de su Estado, que esta cantidad de doce mil pesos que debemos considerar como pequeña, como mezquina para la magnitud de la tarea, se substituya por otra de cincuenta o de cien mil pesos, sin hacer enumeraciones.

El C. Gandarilla: Pido la palabra. ¿Por qué no se me concede?

El C. Robledo: Voy a contestar la interpelación del ciudadano Manrique, para que no perdamos el tiempo. Realmente lo que ahora pasa en pequeño con esta partida, ha pasado con los presupuestos. Exactamente la primera ampliación, fue el desmorone de los presupuestos de egresos. En realidad, la Cámara no puede estar muy satisfecha de haber hecho presupuestos. Estamos ahora sujetos a las objeciones que nos hará el Ejecutivo por el desnivel. Y ya que estamos dentro de este orden de desorden - paradójicamente-, no encuentro inconveniente en que consignemos dentro de la partida de cien mil pesos, lo que quiere el ciudadano Manrique. Creo que cien mil pesos serán suficientes, no se lastimará ningún centro indígena, ningún núcleo indígena, si ponemos: "...y demás núcleos indígenas". (Aplausos. Murmullos.)

El C. Gandarilla: Honorable Asamblea:

Con verdadera pena me veo obligado a interpelar a la comisión, vistas las objeciones del honorable representante de San Luis. Nos dice el honorabílisimo representante de San Luis, a quien yo, entre paréntesis, estimo mucho, que si enumeran algunos pueblos en esa partida, claro que es excluyen los demás. Yo sostengo y afirmo categóricamente, que esto no significa exclusión, en primer lugar; en segundo, yo me he permitido acercarme a la comisión, para pedirle que sostenga un centro cultural en el pueblo de Mezquital, y como quiera que puede creerse que mis palabras están inspiradas por un interés personal y egoísta, que sólo se trata de un exhibicionismo reeleccionista, diré que pienso no reelegirme, y digo que no me reelegiré, compañero Puig y Casauranc, porque ya tengo bastante tiempo aquí, y es necesario que una nueva savia venga a trabajar (Aplausos) En consecuencia, señores representantes, como quiera que pudiera creerse que llevo interés personal el pedir que se establezca allí una partida para el centro cultural de Mezquital, voy a invocar un testimonio muy valioso para toda la Asamblea: El testimonio del ciudadano secretario de Educación Pública. Soy representante popular, por unanimidad, de un pueblo completamente indígena: Mezquital. Y aquí está el ciudadano secretario de Educación Pública, Vasconcelos, que nos dirá, o que dirá a la Asamblea, si no es cierto que aquellos indios que no tienen vías de comunicación, no llevan vida de gentes, sino de animales, remontados en la sierra; si no merece, en su concepto, que se establezca un centro cultural; si no es verdad, como digo, que allí no hay escuelas, sino la sierra, e individuos casi desnudos; luego tengo la obligación y tengo el derecho para propugnar por un centro cultural, a pesar de lo que dice el ciudadano Manrique; e interpelo al ciudadano Vasconcelos para que diga si es verdad lo que asiento.

El C. Castellanos: Así están los tarahumaras en Chihuahua.

El C. Gandarilla: Me permito interpelar al ciudadano secretario de Educación Pública.

El C. secretario de Educación Pública: Me consta que están en muy malas condiciones los indios de esa región, y los de otras muchas partes del país.

El C. Gandarilla: Ya ve, pues, la honorable Asamblea, que el testimonio del ciudadano Vasconcelos ha sido afirmativo en el sentido de que son desastrosas las condiciones de esos aborígenes, y , por tanto, espero que, pasando sobre egoísmos, se consignen en esa partida.

El C. Peña Aurelio: Para un interpelación. No estoy de acuerdo con lo expresado por el compañero Manrique, porque probablemente él desconoce que muy cerca de la capital de la República, en las estribaciones de la Malintzin, hay pueblos importantísimos de indígenas que no hablan español, siendo necesario que yo tenga la seguridad de que se les va a atender estableciendo un centro. Es de mi deber, no sólo porque soy tlaxcalteca, sino porque soy de esos pueblos que no han podido salir todavía de la obscuridad en que se encuentran, y los cuales no son dos o tres, sino veinte los pueblos que rodean la Malintzin, compuestos de hombres viriles que el día que hayan recibido instrucción, serán un gran elemento de civilización, que yo abogue por ellos. Por lo tanto, ruego a la Asamblea que acepte la enumeración, no solamente porque queremos tener la seguridad de que ese dinero se va a emplear en el objeto que hemos indicado, sino porque es de nuestro deber exigir de la comisión que acepte lo que la Asamblea ya ha sancionado.

El C. Robledo: La comisión se ve en el caso de hacer una moción de orden. Estamos perdiendo un tiempo precioso con discusiones bizantinas. Que de una vez la Asamblea manifieste si está de acuerdo con la redacción de la partida tal como se ha presentado, y entonces la comisión se sujetará a la resolución que en definitiva se tome.

El C. secretario Esparza Martínez: La Secretaría consulta a la Asamblea si aprueba la redacción de la partida tal como la presentó la comisión.

Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo (Voces: ¡Que se lea!)

El C. Robledo: La partida dice así:

"Para centros culturales indígenas, para los tarahumaras de Chihuahua, los chamulas de Chiapas, los mayos de Sonora y Sinaloa, los tarascos de Michoacán, los indígenas de Mezquital, Atotonilco y Tepehuanes de Durango; los huicholes de Colotlán y Teocaltiche, Jalisco; los mayas de Yucatán y Quintana Roo; los zapotecas y mistecas de los Estados de Guerrero y Oaxaca; los tlaxcaltecas de los pueblos de las estribaciones de la Malintzin y los indios de la sierra Norte de Puebla, $100,000.00."

- El secretario Esparza Martínez: Se pregunta a la Asamblea si se aprueba la partida respectiva en la forma que la presenta la comisión. (Voces: ¡Sí! ¡Sí!) Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada. Se reserva para su votación.

Página 78. Partida 12,345 "Para pensiones en el país a los alumnos de las escuelas técnicas industriales, comerciales, secundarias y universitarias, y para fomento de sus estudios."

La comisión pide permiso para retirar esta partida y presentarla con trescientos mil pesos, en lugar de ciento cincuenta mil que tiene. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobada. Se reserva para su votación.

Página 96 Talleres Gráficos de la Nación. El ciudadano López Olivares apartó la partida 12,536. Tiene la palabra.

El C. López Olivares: Retiro las objeciones que tenía que hacer a esta partida, en vista de las razones que me expuso la comisión.

El C. secretario Esparza Martínez: Capítulo II. Gastos Eventuales. Partida 12,572. La Secretaría interpela al ciudadano Torregrosa para que diga si sostiene todavía su objeción a la partida 12,572.

El C. Torregrosa: Me parecería muy pequeña la cantidad de tres millones y medio de pesos para fomento de la educación pública en los Estados, pero como la comisión me llama la atención de que existe la partida número 12,593 en la que se señala la cantidad de $14,768,283.00, no tiene ya caso mi objeción.

- El mismo C. secretario: Dadas las explicaciones por el ciudadano Torregrosa, se reserva esta partida para su votación.

Página 103. El ciudadano Díaz Jesús M. había separado la partida 12,581, pero se acaba de acercar a la Secretaría manifestando que retira sus objeciones. En tal virtud se reserva dicha partida para su votación. Igualmente, en virtud de que el propio diputado Díaz ha retirado sus objeciones a las partidas 12,588 y 12,589, se reservan para su votación. El ciudadano González Julián S. objetó la partida 12,580 relativa a la edición de la revista "El maestro", del Boletín de la Universidad y el Boletín de la Secretaría que tiene una asignación de cien mil pesos. Como no se encuentra en el salón, se reserva la partida para su votación. Página 105. El diputado Mena Alcocer separó la partida 12,593, que se refiere a ampliación de partidas que se han reducido de acuerdo con el plan de economías. "Para construcción e instalación de escuelas rurales, primarias, industriales y normales en toda la República y para fomentar la educación pública en los Estados; en la inteligencia de que la ayuda se impartirá proporcionalmente con la población escolar según el censo último, haciéndose uso de esta partida siempre que las condiciones del Erario lo permitan." -C. Mena Alcocer: Compañeros diputados:

Acaba de hablar el compañero Torregrosa, diciendo que renuncia el derecho que le correspondía de hacer uso de la palabra, en virtud de que las comisiones se habían expresado en el sentido de que para ampliar la partida destinada a ayudar a los Estados, se consignaba esta partida 12,593. Esta es una ayuda ilusoria, porque la partida a que me refiero se puramente condicional. La situación de los trabajadores de los campos va a mejorarse con la educación rural que se les va a impartir al mejorarse las escuelas y aumentarse el número de estás. Los trabajadores de los campos no tienen en estos momentos más enemigo poderoso que la ignorancia, y otros más poderoso que les está formando el clero. En estos momentos la labor de los seiscientos misioneros está combatida por la labor que está llevando a cabo el clero, difundiendo la enseñanza puramente religiosa. Como una prueba de lo que estoy diciendo, aquí tienen ustedes una fotografía de un pueblo de trabajadores del campo en se ve al sacerdote infiltrándoles la enseñanza religiosa y contrariando la labor de la Secretaría de Educación Pública. Pongo a la disposición de los señores periodistas esta fotografía con el objeto de que la reproduzcan y puedan ver todos los revolucionarios de la República la labor que está haciendo el clero. Yo me opongo tenazmente a esta labor, no sólo porque es clerical, sino porque la enseñanza religiosa que se va infiltrando pugna con las enseñanzas revolucionarias; enseñan el temor a un ser que no existe y al cual conceden toda la fuerza necesaria para mejorar la condición de explotados que esos indígenas tienen en la tierra. Por esa misma razón yo deseo que esta partida destinada para el mejoramiento de las escuelas no sea condicional, sino efectiva, en el Presupuesto, para que las clases trabajadoras que están en la ciudad y cuyos hijos asisten a esos centros de enseñanza religiosa puedan ir contrarrestando, con las escuelas que vaya estableciendo el Estado, la labor que desarrollan los elementos clericales. Por esta misma razón pido que esta partida no sea condicional, sino que permanezca firme en el presupuesto, porque aquí la Secretaría de Educación Pública no podrá disfrutar de estos catorce millones, puesto que necesita antes preguntar si existe o no esa cantidad; y como esta cantidad no podrá existir si no se le pone atención, la condición necesaria de que permanezca firme en el Presupuesto, siempre se contestará que no hay dinero para poder mejorar las escuelas que hacen tanta falta para mejorar la condición de los campesinos y en general de los trabajadores. Me inclino a pedir a los compañeros que voten por que no se apruebe esta partida como condicional, sino en firme, porque analizando el presupuesto se ve que hay un descuento, que se hace una economía del cuarenta por ciento. Supongamos que se incluyen las modificaciones hechas; éstas no podrán haber

disminuido las economías en un treinta por ciento, y desde luego no haría mucho honor a la Cámara que el presupuesto de Educación Pública se hubiese disminuido en un treinta por ciento . Es necesario demostrar a toda la nación y sobre todo a los pueblos que están vigilantes de la labor del actual Gobierno revolucionario, que no sólo disminuye el presupuesto de Educación, sino que lo sostiene por de pronto este año con la esperanza de que en el futuro se vaya aumentando el presupuesto, porque su principal mira es laborar por el engrandecimiento nacional, tendiendo a reformar las instituciones sociales que actualmente tenemos por medio de la educación y de las escuelas.

El C. Robledo: La comisión una vez más por principio de orden y no perder el tiempo en un debate inútil, pide que en seguida la Secretaría consulte a la Asamblea si es de modificarse esta partida en el sentido que solicita el ciudadano Mena Alcocer. (Voces: ¡No! ¡No!) La comisión está segura de que no debe modificarse, pero quiere que la Asamblea la respalde. (Voces: ¡Sí! ¡Sí!)

El C. Gandarilla: Honorables miembros de la comisión: Desde luego yo soy el que hago mías todas las palabras en pro de la cultura, del honorable representante Yucateco. No hay un solo representante aquí que no sostenga la necesidad, ya no de mantener esta partida, sino de aumentarla; pero tengo documentos, pruebas plenas: En la XXIX Legislatura, llevados por este mismo entusiasmo, entiendo que se aprobó una partida de doce millones de pesos para ayudar a las escuelas de los Estados, para fomentar la educación pública Y aquí tengo un documento de la Secretaría de Educación Pública que dice, fríamente, lo que sigue: "La Cámara aprobó doce millones de pesos, pero apenas la Secretaría pudo tener disponibles cinco millones, que fue con lo que pudo hacer la labor de educación pública que ha hecho". En consecuencia, está demostrado que si el año pasado, en que no teníamos tantos compromisos, en que hubo tal escasez de dinero como va haberla indudablemente en el próximo, se votaron doce millones y apenas se consiguieron cinco, ahora la comisión, con muy buen criterio, ha aumentado en dos millones y medio esta partida; pero hace muy bien, atendiendo a la indicación de las secretarías de Hacienda y de Educación Pública, de dejarla con ese carácter: si hay dinero, se cubrir totalmente esa partida. Y si todavía hubiere m s dinero, estoy seguro de que en una sesión extraordinaria los representantes yucatecos y todos nosotros ampliaremos gustosos esta partida. (Aplausos.)

El C. Robledo: Nada más quiero, para no abrir un largo debate, que se pregunte a la Asamblea si acepta, o no, la partida en los términos en que está concebida. Creo que tanto la comisión como el ciudadano Mena, están de acuerdo en acatar la resolución de la Asamblea. (Murmullos.)

- El secretario Esparza Martínez: No habiendo m s oradores inscriptos, se reserva para su votación. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. Mena Alcocer: Pido la palabra. Quiero hacer una aclaración a la comisión: Todavía no se ha dado a conocer la partida referente al material escolar para las escuelas rurales.

El C. secretario Esparza Martínez: La comisión presenta a la consideración de la Asamblea el presupuesto relativo a las escuelas del Distrito Sur de la Baja California, en la forma en que lo presenta el ciudadano Von Borstel, representante de aquella región. Dicho presupuesto es ya del conocimiento de la Asamblea. Está a discusión. No habiendo oradores inscriptos en contra, se reserva para su votación.

La Secretaría manifiesta que, con esta partida, se ha terminado la discusión del presupuesto de Instrucción Pública. (Voces: ¡A votar!)

El C. Mena Alcocer: ¿Cuál va a ser la partida para el material escolar de las escuelas rurales?

El C. Robledo: Se calcula un aumento, para la campaña en pro de la cultura indígena y contra el analfabetismo, de siete millones de pesos, descontando el sueldo de los maestros y de los misioneros, y el resto deberá aplicarse a adquisición de útiles y material escolar. Esta es la partida por la que pregunta su señoría.

El C. secretario Esparza Martínez: Se va a recoger la votación nominal de las partidas que fueron discutidas y de las no objetadas, es decir: todo el presupuesto de la Secretaría de Educación Pública.

El C. presidente: La Presidencia manifiesta a los ciudadanos diputados que deben permanecer en el salón un momento más, después de la votación nominal que va a tener lugar, porque entrará enseguida el presupuesto del Poder Legislativo, que es muy corto y que, indudablemente, se llevará muy poco tiempo en su aprobación.

El C. Barragán: Por la afirmativa.

El C. secretario Esparza Martínez: Por la negativa.

(Votación.)

Votaron por la afirmativa ciento treinta y ocho ciudadanos diputados. En consecuencia, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara que ha sido aprobado por unanimidad el presupuesto de la Secretaría de Educación Pública. (Aplausos.)

El C. Gandarilla: Honorable Asamblea: Todo hombre que se precia de caballero, debe colocar los puntos sobre las íes. En una sesión anterior, al tratarse algo sobre la Secretaría de Educación Pública, fui el primero que me levanté de mi curul y dije, en síntesis, que no estaba de acuerdo con algunos de los procedimientos de esa Secretaría y que, al discutirse este presupuesto, el que habla y otros compañeros, vendrían a poner el tapete de la discusión esos defectos que se señalaban; y digo ahora que, a fuer de buen caballero, debo hacer una rectificación, porque el que lleva la voz, iba a atacar de una manera enérgica y dura a esa corte de individuos importados que se encontraban en la Secretaría y a quienes atacó el ciudadano Díaz Soto y Gama calificándolos de "efebos" inútiles, y aquí hago la rectificación, porque el mismo secretario de Educación Pública, que est presente, al referirme a alguno de ellos, me hizo la aclaración de que estaba, en parte, de acuerdo con las observaciones de la Cámara.

Si, pues, el señor secretario de Educación Pública da una demostración de su verdadero espíritu democrático y justiciero, yo, señores, que no

hace tres días atentamente me permití sugerir a la Asamblea se invitase al secretario de Comunicaciones para que viniese a defender su presupuesto y obtuve, en cambio de mis gestiones correctas, sólo que este señor me tildara de poco educado y hasta de falto de juicio; hoy, contrastando la conducta del ciudadano secretario de Educación con la del ciudadano secretario de Comunicaciones y Obras Públicas, porque la conducta de este ciudadano secretario de Educación sienta un precedente que es honroso para la Secretaría de Educación y honroso para la Cámara, pido un aplauso estruendoso para el secretario que así sabe cumplir con su deber. (Aplausos ruidosos.) Ciudadanos representantes: Continúo en el uso de la palabra para rendir un tributo de justo homenaje a la comisión que también ha trabajado en este presupuesto. (Aplausos nutridos.)

- El secretario Esparza Martínez: La Secretaría va a dar lectura al dictamen que presenta la 8a. Sección de la Comisión de Presupuestos y Cuenta, relativo al Poder Legislativo.

El C. Pastoriza: Pido la palabra para una aclaración antes de la lectura. Ç

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Pastoriza.

El C. Pastoriza: La comisión debe informar a la Asamblea que no se reparte el presupuesto del Poder Legislativo, porque ha rendido su dictamen cerca de las cuatro de la tarde, hora en que no había tiempo para sacar más que tres copias: una, que está en poder de la comisión; otra, que est en poder de la Secretaría, y otra, que tiene la Presidencia. De tal manera que, suplico atentamente a los señores diputados, en la lectura tanto del dictamen como de las partidas correspondientes, para que cada uno vaya anotándolas en el sentido en que quiera impugnarlas.

- El secretario Esparza Martínez leyó el dictamen.

El C. Manrique: ¡Cuántos diputados se consideran en la partida?

El C. secretario Esparza Martínez: Doscientos sesenta. Se concede un receso de cinco minutos a los ciudadanos diputados, y si desean hacer observaciones, pueden pasar a entrevistar a la comisión.

El C. presidente: Se reanuda la sesión. Tiene la palabra la comisión, para informar de las partidas separadas.

El C. Vizcarra Rubén: La comisión acepta de buen grado, y por creerlo de justicia absoluta, todas las objeciones que se le hicieron, todas las objeciones razonables, y así presentará su dictamen una vez que la Asamblea le conceda el permiso para retirarlo.

El C. secretario Gandarilla: Se consulta a la Asamblea si concede permiso a la comisión para retirar el dictamen. Retirado.

El C. secretario Esparza Martínez: La Secretaría va a dar lectura a las partidas modificadas, con la siguiente redacción definitiva: (Leyó.) Estas son todas las partidas modificadas.

El C. Rodarte: Para una aclaración, señor presidente. Nada más para que la comisión haga constar en las partidas que se refieren a Trabajo y Previsión Social, el acuerdo tomado en la Asamblea para que se forme el cuerpo consultivo, con un trabajador ferrocarrilero, un minero, uno de hilados y y tejidos y un trabajador del campo.

El C. Pastoriza: Hace un momento trataba con los compañeros este asunto, y habían convenido conmigo en que esto era una cuestión esencialmente técnica, porque sería una vergüenza listar en los presupuestos que las comisiones necesitan, las comisiones de Trabajo y Previsión Social necesiten asesorarse sobre este particular, y entonces convinieron conmigo en que esto sería cuestión económica de la Cámara, para que cuando se les consulte a los señores técnicos de una materia, se les paguen las consultas.

El C. Rodarte: Para una aclaración, compañero Pastoriza. Hágame favor de perdonarme. No es cosa mía, es cosa de la Asamblea que acordó que se creara ese cuerpo. Yo solamente quiero que se haga constar ahí, eso es todo; no quiero que sea una vergüenza para ninguno. Hágame usted el favor de no tomar el rábano por las hojas.

El C. Samayoa: Honorable Asamblea: Con relación a lo que acaba de exponer el ciudadano Rodarte, me permito expresar que las comisiones del Trabajo fueron las que inicialmente propusieron que no se hiciera designación. Eso consta en la Secretaría, porque la propuesta de ellos venía precisamente sin la designación de esas personas a que se refiere .

El C. Rodarte: Exactamente, sólo me refiero a la comisión en concreto, compañero; no quiero que se especifique.

El C. Pastoriza: La comisión no las tomó en cuenta ni las puede listar.

(Voces: ¡A votar!)

- El secretario Esparza Martínez: La Secretaría manifiesta a la Asamblea, que la comisión ha modificado igualmente las partidas relativas a los jefes de sección de la Contaduría Mayor de Hacienda, por equidad, para nivelarlos con los demás jefes de sección de la Cámara de Diputados. Tenían diez y ocho pesos y subsisten ahora con veinte. No habiendo quien objete las partidas presentadas, se va a proceder a recoger la votación nominal de todas las partidas del Poder Legislativo.

El C. Barragán M.: Por la afirmativa.

El C. secretario Esparza Martínez: Por la negativa. (Votación.)

El C. Barragán M.: Votaron por la afirmativa ciento treinta y ocho ciudadanos diputados. Votó por la negativa el ciudadano diputado Castillo Nájera Marino.

El C. secretario Esparza Martínez: En consecuencia, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara que ha sido aprobado el proyecto de presupuesto relativo al Poder Legislativo.

El C. Gandarilla: Pido la palabra, señor presidente, para algo importantísimo.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Gandarilla.

El C. Gandarilla: Honorable Asamblea: Pedí la palabra para una aclaración importantísima, y voy a terminar estas mis palabras con una petición concreta. (Voces: ¿Otro aplauso?) Sabido es que la XXIX Legislatura aprobó un proyecto de ley por medio del cual se daba a la Comisión Permanente la facultad de convocar a sesiones extraordinarias, contrariamente a lo establecido en la Constitución, de que el Ejecutivo sólo puede convocar. Esta iniciativa fue aprobada, paso al Senado y ahí a seguido sus trámites. Me parece que la semana pasada quedó por aprobarse únicamente la minuta ya de la Comisión de Corrección de Estilo. En consecuencia, quedando ya apenas diez o doce días de sesiones hábiles, el Senado debe enviar antes de estos diez días la iniciativa al Ejecutivo para que si le hace objeciones... (Voces: ¡Ya no puede!) de todas maneras, compañeros Olivé, para que sea publicado y surta los efectos de la ley, (Murmullos.) si no le hace objeciones, compañero Castilleja, he dicho, para que pase al Ejecutivo y cuanto antes se promulgue y surta los efectos de ley. Pido, pues, que se nombre una comisión que se acerque al Senado para hacerle ver la conveniencia de que no se deje este asunto en cartera, porque puede suceder que en los diez días, compañero Argüelles, el Senado no la despache por una maniobra cualquiera, y entonces el Ejecutivo quedará otra vez con la facultad de convocar a sesiones, siendo facultad, expresada ya por el sentir popular, de la Comisión Permanente. Pido, pues, que se nombre esa comisión que se acerque al Senado.

El C. presidente: La Presidencia, por concedérselo el Reglamento, accede a la petición del ciudadano Gandarilla y designa para que se integren la comisión a los ciudadanos Vázquez, Romeo Ortega y secretario Gandarilla.

El C. Espinosa Luis: Pido la palabra. Para que su señoría tenga a bien agregar a la comisión, o al encargo de esta comisión, que excite al Senado a que expida inmediatamente la Ley de Amnistía.

El C. presidente: Accede la Presidencia.

El C. Murguía: Pido la palabra para hacer una súplica.

El C. Gómez Filiberto: Señores diputados:...(Campanilla.) Pido la palabra. Señores diputados: En la prensa de hoy, en "Excélsior", he visto este encabezado: "Bosques destruídos en Jilotepec, Estado de México". El señor Agustín Espinosa, hace la denuncia ante Agricultura, de que hermanos del gobernador del mencionado Estado de México están explotando ese monte. Yo, al ver esa noticia, me informé con el señor gobernador y me manifestó que es inexacto eso. Es muy posible que el señor Agustín Espinosa, reaccionario de abolengo, crea posible que quienes exploten ese monte sean los hermanos del señor gobernador y no los vecinos, los indígenas de San José Oteyuco, a quienes el Estado les ha dado permiso para explotar ese monte, porque ha estos vecinos se les han dado ejidos. Pero yo protesto contra tal aseveración: yo soy hermano del gobernador del Estado de México... (Voces: ¡Ya lo sabemos!) y protesto porque este señor Agustín Espinosa ha asentado una falsedad. Tengo otro párrafo: en una sesión de ayer, de la Sociedad Agronómica Nacional, en un encabezado dice: "Gobernador reaccionario". Y yo declaro que el gobernador del Estado de México no es reaccionario. (Voces: ¡Pruebas!) Las tengo, y estoy autorizado para declarar en esta honorable Asamblea que el señor gobernador no tiene ligas con ninguno de los gobernadores reaccionarios, (Murmullos.) y si quiere usted pruebas, señor Manrique, las tengo. Ya que he tenido oportunidad de hacer esta aclaración respecto a otras aseveraciones en la prensa de fechas anteriores, en que parece que trataban de acusar al señor gobernador por faltar al cumplimiento de la Ley Agraria, debo demostrarles que no es exacto, y si esta Asamblea me lo permite, porque es un poco dilatado, les leeré esta nota que traigo aquí. (Voces: ¡No! ¡No! Desorden.) ¿Qué pruebas quieren entonces, señores? Si ustedes quieren pueden pasar a ver esto que tengo aquí. (Voces: ¡No! ¡No!)

El C. Murguía: Moción de orden. Yo quiero hacer una interpelación a la comisión, a quien le fueron turnados los últimos artículos adicionales al Presupuesto de Egresos, con objeto de que presente el dictamen el lunes para poderlos discutir. (Voces: ¡No hay quórum! Desorden. Campanilla.) - El C. presidente: Siendo visible la falta de quórum, se levanta la sesión y se cita para el lunes próximo a las diez. (20.40.)