Legislatura XXX - Año II - Período Ordinario - Fecha 19230921 - Número de Diario 14

(L30A2P1oN014F19230921.xml)Núm. Diario:14

ENCABEZADO

MÉXICO, VIERNES 21 DE SEPTIEMBRE DE 1923

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos el 21 de septiembre de 1921.

AÑO II. - PERIODO ORDINARIO XXX LEGISLATURA TOMO III. - NUMERO 14

SESIÓN

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 21 DE SEPTIEMBRE DE 1923

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2.- Cartera. Usan de la palabra para hechos varios ciudadanos diputados. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. PÉREZ VARGAS IGNACIO

(Asistencia de 131 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 17.26: Se abre la sesión.

- El C. secretario Puig y Casauranc. leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día diez y nueve de septiembre de mil novecientos veintitrés.

"Presidencia del C. Ignacio Pérez Vargas.

"En la ciudad de México, a las diez y siete horas y veinte minutos del miércoles diez y nueve de septiembre de mil novecientos veintitrés, se abrió la sesión con asistencia de ciento treinta y tres ciudadanos diputados.

"Se aprobó el acta de la sesión celebrada el día anterior y se dio cuenta con los asuntos en cartera:

"Iniciativa del C. Francisco César Morales, hecha suya por numerosos ciudadanos diputados, relativa a que se decrete la erogación de quinientos mil pesos para construir la Casa del Maestro.- A la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"Cablegrama por medio del cual la Cámara Nacional de Diputados del Perú hace presente su congratulación a esta H. Asamblea, con motivo del aniversario de la Independencia de México.- De enterado con agradecimiento.

"Circular en que la Legislatura de Puebla comunica que con fecha quince de este mes cerró el segundo período de sesiones ordinarias de su primer año de ejercicio, dejando nombrada su Comisión Permanente.- De enterado.

"Escrito en que los CC. J. Falcón, Pedro Belaunzarán y J. Sabás Herrera, con el carácter de presidente y secretarios de la Legislatura de Zacatecas, participan que aquel Congreso decretó el desafuero del gobernador Donato Moreno, por el motivo que expresan, y se designó para substituirlo al C. Isidro Cardona, así como que el propio Congreso se trasladó a la ciudad de Pinos por carecer de garantías en la capital del Estado.- De enterado.

"Telegrama en que el C. Ramiro Tamez, gobernador del Estado de Nuevo León, rectifica una aseveración de los diputados al Congreso General, Martínez Rendón y Francisco González y González, relacionada con el informe que aquel funcionario rindió ante la Legislatura del referido Estado.- De enterado.

"Telegrama de Querétaro, en que el C. diputado José Siurob pide licencia por quince días, con goce de dietas. Fue concedida con dispensa de trámites y sin debate.

"Proposición de los CC. diputados López Lira, Luis Espinosa, Valadez Ramírez Cándido Avilés y Mauricio Gómez y de los CC. senadores Magallón, Labastida Izquierdo y Cristóbal Ll. y Castillo, referente a que se enlute por tres días la tribuna de esta Cámara en señal de condolencia por el fallecimiento del diputado constituyente C. licenciado Marcelino Dávalos, y se nombre una comisión que asista a los funerales.

"Se dispensaron los trámites y sin debate se aprobó, designando la Presidencia para integrar la comisión, a los CC. Martín Luis Guzmán, Gilberto Bosques y prosecretario Barragán.

"Ocurso en que el C. licenciado Manuel R. Thompson denuncia, para los efectos de los artículos 8o. y 111 de la Constitución federal, un delito oficial cometido por el C. licenciado Eduardo Neri, quien desempeño el cargo de procurador general de la República.- A la 1a. Comisión de Peticiones. "Solicitud de varios vecinos del pueblo de Tepeyahualco, municipio de Zempoala, Estado de Hidalgo, a fin de que se vote la cantidad de ocho o diez mil pesos para las obras de aprovisionamiento de agua potable a ese pueblo.- A la 1a. Comisión de Peticiones.

"Petición de varios empleados de la oficina telegráfica de Tepic, Nayarit, referente a que en el próximo Presupuesto de Egresos, se les mejoren sus sueldos.- A la 1a. Comisión de Peticiones.

"Telegrama por medio del cual varios vecinos de San Cristóbal, Chiapas, solicitan se derogue el decreto que establece el impuesto de uno al millar. - A sus antecedentes.

"Escrito en que la Cámara de Comercio y Agricultura de Tuxtepec, Oaxaca, apoya el proyecto de Ley del Timbre, presentado por el C. diputado Cándido Avilés. - A su expediente.

"Ocurso del C. coronel Manuel Vásquez, en que reitera la solicitud de pensión que tiene presentada.- A su expediente.

"Solicitud de pensión de las señoritas Concepción y Juana Villar, por los servicios que prestó a la patria su extinto hermano, el general Lauro Villar. - A la 1a. Comisión de Peticiones.

"Memorial de la señorita Raquel de la Llave, en que reitera la solicitud de pensión que tiene presentada.- A su expediente.

"Solicitud de la señora Guillerma Bravo viuda de Téllez Girón, para que se le conceda una pensión vitalicia por los servicios que prestó a la patria su extinto esposo, el general brigadier Baltasar Téllez Girón. a la 1a. Comisión de Peticiones.

"Solicitud de la señorita Mariana Yépez, referente a que se le ministre íntegra la pensión de que actualmente disfruta.- A la 1a. Comisión de Peticiones.

"Ocurso de la señora Carmen Olvera viuda de García, en que pide se le concede una pensión por haber muerto en el ejercicio de sus funciones su esposo, el C. Jacinto García, inspector sanitario del Departamento de Salubridad Pública.- A la 1a. Comisión de Peticiones.

"Solicitud del C. Felipe Landgrave, relativa a que se le jubile por haber prestado servicios a la Administración pública federal durante cuarenta años.- A la 1a. Comisión de Peticiones.

"Proposición del C. diputado Luis Espinosa, que en su parte resolutiva dice:

"Envíese a la eximia artista mexicana Esperanza Iris, un voto de admiración y agradecimiento por su patriótica actitud al protestar por las apreciaciones desfavorables que sobre nuestro país hizo el señor don Santiago Alba, exministro del Gabinete español."

"Después de que su autor la fundó, se le dispensaron los trámites y se aprobó sin debate.

"Sin que nadie hiciera uso de la palabra fueron aprobados diez y ocho dictámenes de la 1a. Comisión de Peticiones, que proponen los puntos resolutivos que se mencionan en seguida:

"Que se turne a la Comisión de Hacienda que corresponda, el contrato celebrado entre el Ayuntamiento de esta ciudad y la Compañía de Hielo y Refrigeración, S. A., enviado a esta Cámara para su aprobación;

"Que pase a la Comisión de Puntos Constitucionales en turno la solicitud del C. Gonzalo Herrerías, relativa a que se le permita usar insignias que le ha conferido el Gobierno de Francia;

"que pase a la Comisión de Guerra en turno la solicitud de pensión de las señoritas Concepción, Enriqueta, María, Esther y Carmen Olivares; "que pase a la Comisión de Guerra que corresponda, el escrito en que solicita pensión la señora F. S. viuda de Carranza;

"que se turne a la Comisión de Relaciones que corresponda, el escrito en que solicita permiso el C. José Ignacio Icaza para aceptar y usar una insignia que le confirió el Gobierno del Perú;

"que se turne a la Comisión de Relaciones Exteriores que proceda, la solicitud del C. Salvador Martínez de Alba, relativa a que se le conceda permiso para aceptar y usar una condecoración del Gobierno de China;

"que se diga a la señora María Lechuga viuda de Remes, que envíe los comprobantes necesarios para justificar su solicitud de pensión;

"que pase a la Comisión de Guerra en turno la solicitud de pensión de la señora Celia Castro;

"que se diga al presidente y secretario del Comité Agrario de Manzanillo, Colima, que no toca a esta Cámara revisar los contratos que celebró el Gobierno de ese Estado con los CC. Carlos Meillón y Ponciano Ruiz, y que se dirija al Ejecutivo de la Unión;

"que pase a la Comisión de Puntos Constitucionales en turno la solicitud del C. Miguel A. Peralta, referente a que se le conceda permiso para aceptar el despacho de general de brigada que le confirió el Gobierno del Perú;

"que se diga a la señorita María Campa que envíe los documentos necesarios para que se continúe tramitando su solicitud de pensión;

"que se archive la solicitud del C. José Santos Godínez, relativa a que el Congreso de la Unión interprete vario artículos de la Constitución Política del Estado de Nayarit, por no tener esta Representación Nacional el carácter de cuerpo consultivo;

"que pase a la Comisión de Guerra en turno la solicitud de pensión de las señoritas Cesárea y Ursula Rincón;

"que se diga a la Liga de Propietarios de Tacubaya, D. F., que no teniendo esta Cámara facultades de cuerpo consultivo, no se puede atender la consulta que hace sobre la constitucionalidad del decreto relativo al impuesto de uno al millar sobre la propiedad;

"que pase a la Comisión de Presupuestos y Cuenta el escrito en que el C. Víctor Esparza pide se modifique la cuota sobre importación de catálogos, citada por la Ley de Ingresos vigente;

"que pase a la Comisión de Puntos Constitucionales en turno la solicitud del C. Juan Manuel Alcaraz Tornel, referente a que se le conceda permiso para usar una condecoración del Gobierno del Perú;

"que se turne a la Comisión de Presupuestos y Cuenta la proposición del Congreso Nacional de Ayuntamientos, relativa a que en el Presupuesto de Egresos se establezca una cantidad para prolongar el Ferrocarril Interoceánico hasta Coatlán del Río, y

"que pase a la Comisión de Justicia en turno el escrito de los reclusos en la cárcel de Tacuba, D. F., en que piden se expida un decreto que autorice al Ayuntamiento local para formar la lista de jurados.

"Se dio primera lectura a un dictamen de la da. Comisión de Hacienda, a dos de la 1a. de Guerra y a cinco de la 1a. de Puntos Constitucionales, que consultan, respectivamente, los proyectos de decretos de que en seguida se hace mérito:

"Adición al Presupuesto de Egresos vigente del

Ramo Séptimo de las partidas 7,712 a 7,727 y ampliación en trescientos mil pesos de la partida 7,608 del mismo presupuesto.

"Pensión de cinco pesos diarios al mayor Juan V. Torres.

"Pensión de cuatro pesos diarios a la señorita Candelaria Escalona.

"Permiso al C. Fernando Matty para que pueda aceptar y usar, sin perjuicio de sus derechos como mexicano, una condecoración del Gobierno de China.

"Permiso al C. Miguel A. Quevedo para aceptar y usar una condecoración del Gobierno francés.

"Igual permiso al C. Miguel A. Peralta para que acepte y use una condecoración del Gobierno del Perú.

"Permiso al C. José Benítez para aceptar y usar igual distinción.

"Permiso al C. Antonio Caso para aceptar y usar condecoraciones de los gobierno de Francia, Perú y Chile.

"Se dio cuenta, por último, con un dictamen de la da. Comisión de Puntos Constitucionales, que recibió el trámite de segunda lectura y a discusión el primer día hábil, en que se concede permiso al C. José Queralt Mir para aceptar y usar una condecoración del Gobierno de Italia, y con una proposición del C. diputado Gabriel Martínez, que fue aprobada con dispensa de trámites y sin debate, y que en su parte resolutiva dice:

"Nómbrese una comisión para que asista el próximo veintiséis del mes en curso, a San Luis Potosí, a la toma de posesión del gobernador electo, C. Jorge Prieto Laurens."

"La Secretaría anunció que en su oportunidad sería nombrada la comisión.

"Continuó la discusión del artículo 4o. reformado, del proyecto de Ley sobre Accidentes del Trabajo.

"El C. Gómez Campos contestó una interpelación que a la comisiones dictaminadoras hizo el C. Barón Obregón. El C. Hurtado habló encontra. El C. Luis Méndez sugirió modificaciones; el C. Castellanos impugnó el artículo y las comisiones lo retiraron, presentándolo en seguida nuevamente reformado. Sin lugar a debate, se reservó para su votación.

"Las comisiones retiraron definitivamente el artículo 5o.

"Los artículos 6o., 7o., 8o. y 9o. fueron reservados, sin debate, para su votación.

"El artículo 10 fue retirado y se presentó con una modificación, reservándose, sin debate, para votarlo después.

"También el artículo 11 se retiró y se presentó reformado, poniéndose a debate.

"Los CC. Guillermo Rodríguez y Hurtado hicieron aclaraciones, el primero, como miembro de las comisiones dictaminadoras.

"El C. Hurtado reclamó el quórum, y como visiblemente no la había, la Presidencia levantó la sesión, siendo las diez y nueve horas y diez minutos. Se citó para las diez y seis del día siguiente."

Está a discusión el acta. No habiéndose inscripto ningún diputado que quiera hacer objeciones al acta, en votación económica se consulta a la Asamblea si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobada.

- El mismo C. secretario, leyendo:

Telegrama procedente de : " Guadalajara, Jalisco, 19 de septiembre de 1923.

"Presidente de la Cámara de Diputados.- México, D. F.

"Quinta Convención de la Confederación Regional Obrera Mexicana, digno conducto usted, manifiesta a H. Cámara de Diputados, protesta unánime representación movimiento obrero mexicano, por conculcación derechos pueblo trabajador, que entraña proyecto Accidentes Trabajo, presentado y sostenido por Partido Cooperatista, cuya discusión verificarse actualmente, desatendiendo sentir representantes nuestra Confederación.- Atentamente, el presidente de la Convención, Luis N. Morones."- Al Archivo.

El C. Prieto Laurens: Pido la palabra. Señores representantes:

El telegrama de su señoría ilustrísima, don Luis Eliseo Morones, que es una insolencia del que no siendo verdadero defensor de los trabajadores, porque su puesto está en esta Cámara adonde debería estar presente durante la discusión de las leyes del trabajo que ningún esfuerzo les ha costado ni en el estudio ni en la discusión a los representantes de ese mal llamado grupo laborista, el mensaje insolente, digo, de este individuo que se hace aparecer en Guadalajara y en toda la República como el líder máximo de todos los trabajadores y que quiere presentar a la mayoría revolucionaria de esta Cámara, a la mayoría que de verdad se preocupa por las discusiones y por el estudio de las leyes del trabajo, porque es un hecho, porque es una prueba palpable que ninguno puede negar que la mayoría cooperatista de la Cámara de Diputados, a pesar de las deserciones vergonzosas de algunos de sus miembros, sigue trabajando sin menoscabo en la discusión de las leyes del trabajo que ha producido la Academia de Estudios Sociales del Partido Cooperatista, y no han sido los representantes mal llamados laboristas ni muchísimo menos los llamados agraristas los que se han preocupado por el estudio de estas leyes, y en Guadalajara, donde se está mistificando el obrerismo nacional, donde se está haciendo labor política exclusivamente y no labor social, donde se olvidan los principios revolucionarios y donde se engaña al pueblo trabajador, porque el representante Rodarte, suplente de esta Cámara del llamado Morones, en aquella convención a que hace referencia el telegrama a que ha dado lectura la Secretaría, Rodarte tuvo la osadía de decir a los representantes de todas las agrupaciones obreras que han sido engañadas y llevadas a esa convención, que la Cámara había aprobado ya toda la Ley de Accidentes del Trabajo, contraria a los intereses del pueblo trabajador de la República; que esta ley de accidentes no estaba a discusión ya, señores representantes. Hay que fijarse perfectamente en esta falta de honradez, en esta falta de veracidad del representante Rodarte, que asentó en la convención de Guadalajara lo que estoy diciendo, y para prueba, vengo a leer a ustedes los telegramas cambiados entre el ciudadano diputado Arturo Cisneros Canto, que

forma parte de aquella convención, y la comisión dictaminadora de esta honorable Cámara que ha tenido el estudio y la discusión de esta ley en los debates de la Cámara. Dice el ciudadano Cisneros Canto:

"Su telegrama relativo salario íntegro accidente, obreros. Diósele lectura convención acordándose decirle convención desea tradúzcase en hechos. Compañero Rodarte impugnó telegrama calificándolo falso y mentiroso, manifestando Cámara aprobó ley relativa suprimiendo cuestión salario íntegro caso accidente.- Afectuosamente.- Diputado al Congreso de la Unión, Arturo Cisneros Canto."

Es, señores representantes, con la mentira y la calumnia con la que luchan y pretenden combatir a esta honrada mayoría de representantes cooperatistas los mal llamados defensores del pueblo trabajador. (Aplausos.) Vuelvo a decir, señores representantes, que la mayoría cooperatista desde un principio se preocupó por estatuir la Academia de Estudios Sociales, adonde han sido invitados los representantes de los trabajadores, y me permito interpelar a la honorable comisión dictaminadora para que diga si es cierto o no que se invitó a las agrupaciones obreras para que enviaran algún representante de su seno, y en verdad han venido algunos de ellos a prestar su contingente de experiencia para iluminar a los representantes que integran esa comisión.

El C. Gómez Campos: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Gómez Campos: Señores diputados:

Desde que se estableció como dependiente de las comisiones de Trabajo y Previsión Social el departamento respectivo, se acordó que se girara una comunicación a todas las agrupaciones obreras con objeto de que mandaran un representante al Departamento de Trabajo Previsión Social, cuyo representante, por ser de carácter permanente, debería ser pagado por esta Representación Nacional, y todas las confederaciones de trabajadores estuvieron de acuerdo en mandar su delegado, únicamente la Confederación General de Trabajadores manifestó que no mandaría ningún representante en virtud de que los postulados de esa agrupación eran enteramente enemigos de todo Gobierno; eran ácratas, eran contrarios al Estado, que no podían tener ninguna representación ante poder alguno de los que representan la soberanía de la nación. La Confederación de Ferrocarrileros sí mandó su representante, y está actualmente en el Departamento del Trabajo y Previsión Social. - El C. Prieto Laurens: Muchas gracias. Como ustedes ven, señores diputados, la Comisión dictaminadora, que está integrada en su mayoría por elementos de esta mayoría cooperatista de la Cámara de Diputados, y el Departamento de Trabajo que se instituyó por acuerdo de ésta Cámara y que está integrado también por jóvenes inteligentes del Partido Cooperatista Nacional, y que tenemos a orgullo manifestarle a la nación entera que en el seno de esa Academia y de ese Departamento del Trabajo de la Cámara, los jóvenes del Partido Cooperatista, estudiantes, maestros, obreros de verdad, se han preocupado y siguen preocupándose antes de enaltecer personalidades, más o menos brillantes, antes de hacer labor personalista, antes de hacer esta labor, hacen labor seria, de principios, de verdadero trabajo, algo que enaltece a esta Cámara, que es la primera que se preocupa de verdad por dar al pueblo trabajador leyes sabias, de aplicación práctica e inmediata. En consecuencia, si en la convención de Guadalajara se ha presentado a esta Cámara, a la mayoría de esta Cámara, como enemiga de los trabajadores, si de esa convención han salido mensajes, han salido telegramas pagados por la nación, pagados por el Departamento de Fabriles y por la Secretaría de Gobernación y el Gobierno del Distrito para desprestigiar a esta Cámara; por esa menguada Secretaría de Gobernación que parece increíble que después de las experiencias de los Aguirre Berlanga, todavía insista en oponerse a la corriente de la opinión pública y lance mensajes mentirosos y calumniosos firmados por los jesuítas de esa Secretaría, que intrigan económicamente y siguen despachando en la misma Secretaría, me refiero al licenciado Valenzuela,, que sigue lanzando mensajes y manifiestos contra esta mayoría cooperatista y presentándonos ante la República entera como enemigos del pueblo, como hombres que solamente nos preocupamos de bajas pasiones y no de los altos ideales del pueblo mexicano; que no nos ocupamos de legislar sabiamente; aun cuando nuestras luces no sean grandes, pero sí con la voluntad de que estamos animados para dar al pueblo mexicano las leyes por las cuales ha luchado durante la revolución, en esa revolución a la que no llevaron absolutamente ningún contingente los que hoy se llaman defensores de los trabajadores, los que ayer estuvieron al servicio de los dictadores y recibieron la solada de los ministros de Gobernación, como hoy vuelven a recibirla para hacer su campaña política, porque no otra finalidad persiguen en la actual contienda en la que nosotros, serenamente, con la verdadera virilidad, estamos sosteniendo nuestros principios y seguiremos sosteniéndolos, a pesar de todas las intrigas, a pesar de todas las calumnias y a pesar de todas las traiciones. (Aplausos.)

Este telegrama de uno de los estimados miembros de la minoría, ciudadano diputado Cisneros Canto, que me merece respeto y consideración porque yo respeto y considero a la minoría del Sureste, porque creo firmemente dentro de mi convicción de enemigo de estas minorías, pero enemigo leal, enemigo franco, que no necesito recurrir a la emboscada ni a la intriga ni a la calumnia, sino que frente a frente he sabido batirme con esta minoría, reconozca que Cisneros Canto, que pertenece a la minoría de esta Cámara, la minoría del Socialista del Sureste, que es el único grupo sincero y revolucionario de verdad, donde hay hombres que responden a las necesidades del pueblo del Sureste; el diputado Cisneros Canto no oculta a esta Representación Nacional, al dirigir este telegrama a las comisiones, las intrigas, las emboscadas, la poca virilidad, el poco valor de los individuos que vienen a intrigar en el seno de los trabajadores para presentar a la Representación Nacional ante el pueblo como enemiga de los ideales radicales socialistas, de los ideales avanzados. Mucho más identificados estamos con estos ideales los que hemos venido trabajando por los obreros sin presumir de

líderes obreristas, cuando hemos instituído este Departamento del Trabajo, esa Academia de Estudios Sociales y cuando hemos hecho labor doctrinaria que por primera vez en la República se hace por un partido político, y si no, allí están los trabajos y los estudios de esa Academia y de ese Departamento que han podido dar a esa Representación Nacional las iniciativas de ley que se están discutiendo desde ahora y las que vendrán a discutirse próximamente. La ley de paros, la ley de huelgas, la ley de enfermedades profesionales, la ley del trabajo de mujeres y niños. Estas sí son obras prácticas y no vociferamentaciones, como dijera mi compañero Pastoriza de los que saben solamente usar los intrigantes, los falsos líderes de los obreros. Señores representantes: Es preciso que la Representación Nacional defienda su decoro, defienda su dignidad y diga a los trabajadores de la República que es falso lo que han dicho en Guadalajara, que nosotros estamos aprobando leyes contra los trabajadores; no se ha hecho, y ni siquiera se ha pensado hacer. La propia comisión dictaminadora, en cuanto recibió la corriente de opinión favorable para que se estableciera el ciento por ciento de la indemnización, acordó aquí en privado, en el grupo, en el seno de los compañeros, que le aportamos los datos de la opinión pública verdaderamente obrera, de la opinión ferrocarrilera. Sobre todo acordó la comisión dictaminadora el aumentar ese cincuenta por ciento de que habla el artículo 15. Es, pues, falsa, es, pues, calumnioso como se presenta a esta Cámara, a esta mayoría como enemiga de los obreros, de los trabajadores. Esta mayoría es la única que se está preocupando de verdad por el bienestar de los trabajadores. ¡Desde dónde han surgido esas leyes en beneficio de los obreros? Solamente de esta mayoría y de esta comisión que se ha quemado las pestañas en el estudio de las leyes del trabajo, y en el estudio de esas leyes no ha tenido la colaboración de los elementos laboristas. Hay que ver cómo los trabajadores reunidos en Apizaco en una convención, en San Luis Potosí, y los ferrocarrileros y obreros de Veracruz, se han dirigido al bloque de la Cámara que forma el Partido Cooperatista aquí en mayoría. El presidente municipal de Veracruz, ciudadano Rafael García, ha dirigido telegramas cordiales en nombre de los sindicatos que se presentaron en masa ante el Ayuntamiento del puerto de Veracruz a solicitar que por medio del presidente municipal de aquel puerto, el Congreso de la Unión, mejor dicho, la mayoría de esta Cámara de Diputados contestara si era cierto o era falso lo que los laboristas en Guadalajara estaban haciendo propalar. Y el telegrama de Rafael García dice esto:

"Veracrcuz, Ver., 17 de Septiembre de 1923.

"Diputado Jorge Prieto Laurens, presidente de la Cámara de Diputados .- Cámara de Diputados.

"Todos sindicatos acercáronse esta Presidencia protestando contra acuerdo tomado por Cámara dignamente preside, sobre reforma artículo 123 relativo "obligar patrones paguen cincuenta por ciento salarios obreros sufran accidentes trabajo". Dicho acuerdo afecta grandemente trabajadores ésta que tienen sus contratos estipulados ciento por ciento. Nombre trabajadores veracruzanos y Ayuntamiento presido suplícole atentamente interponga valiosa influencia fin sea revocado dicho acuerdo que constituye grandes perjuicios organizaciones obreras. Espero respuesta. Atentamente.

"Presidente municipal, Rafael García."

Y el Presidente municipal de San Luis me dirige este telegrama: "San Luis Potosí, S. L. P., 17 de septiembre de 1923.

"Jorge Prieto L.- Presidencia Municipal.- México, D. F.

"Hoy tuve oportunidad dirigirme gran manifestación ferrocarrilera que desfiló frente Palacio Municipal, en señal protesta contra reglamentación artículo 123. Indiquéles hable en esta algunos diputados quienes encuéntrase dispuestos ayudarles despertando con esto simpatías para H. Congreso usted preside. Oradores del gremio han vertido en cálidos discursos conceptos gráficos contra bandera rojinegra.- Salúdolo cordialmente.- Urbano Pérez."

Y el representante de los ferrocarriles de Apizaco me envió otro telegrama: Apizaco, Tlaxcala, 17 septiembre de 1923.

"J. Prieto Laurens, presidente Cámara de Diputados.

"En estos momentos elemento obrero, en manifestación en calidad de protesta, este Consejo local se dirige esa Cámara, manifestando inconformidad por el artículo 15, fracción XIV formulando cincuenta por ciento en accidentes.- Presidente Consejo local, E. Suárez."

La contestación que dio al mensaje del diputado Cisneros Canto la comisión que ha estudiado la ley de Accidentes del Trabajo, es la siguiente:

"México, D. F., el 21 de septiembre de 1923.

"Para Guadalajara, Jalisco.

"Señor diputado Arturo Cisneros Canto, Convención Regional Obrera.

"Ruégole hacer presente compañeros convencionistas que: Comisiones Trabajo, ajenas absolutamente toda mezquinidad política, sólo se preocupa por hacer efectivas leyes protejan trabajadores.

"Estamos discutiendo artículo 10, cuando lleguemos 15, comisiones sostendremos con probabilidades triunfar, salario íntegro trabajadores sufran accidentes. Si llega a haber oposición esperamos vencerla y sólo lamentamos que diputado Rodarte en lugar ayudarnos a defender y perfeccionar ley, trate de engañar y hacer política causa trabajadores.

"Salúdolo fraternalmente, diputado Guillermo Rodríguez."

Pues bien, señores diputados; estos mensajes, el cambio de estos telegramas entre Guadalajara y México y entre Veracruz, San Luis Potosí, Apizaco y México, nos significan la intriga, la confabulación, la conjuración que se está haciendo contra el Partido Cooperatista, que atraviesa en estos momentos por una crisis importantísima, y que es preciso que nosotros nos demos cuenta del momento político y del momento social, porque no es nada más una mera intriga contra la mayoría cooperatista, con la discusión de la Ley de Accidentes del Trabajo, lleva imbíbita esta confabulación una gran maniobra que viene de las alturas oficiales, que vienen de la Secretaría de Gobernación, como lo voy a probar en seguida. Desde luego, señores representantes, es público y notorio que los delegados que se han reunido en Guadalajara lo han hecho con recursos del Gobierno, con recursos de

los departamentos oficiales que todo el mundo conoce y que ya sería molesto repetir ante ustedes; los recursos de que se están valiendo constantemente estos individuos les sirven para hacer labor contra esta mayoría, contra esta Cámara, que representa al Partido Cooperatista Nacional, digo, este bloque, en estos momentos que quiere salvar a la dignidad del país, a hacer valer ante el mundo entero el hecho elocuente, elocuentísimo y grande de que por primera vez un partido se opone a los altos designios de los caudillos, de los hombres que quieren imponer su voluntad por encima de la voluntad popular. Y es cierto que hay una intriga política en todo esto, porque la prensa de los Estados -lo pueden revelar las distintas diputaciones aquí presentes-, la prensa de los Estados está recibiendo diariamente un boletín de la Secretaría de Gobernación; ¿y sabéis, ciudadanos representantes, lo que contiene ese boletín, el boletín subscrito por el Departamento de Prensa de la Secretaría de Gobernación, que sigue todavía manejado por el subsecretario Valenzuela,, a pesar de las declaraciones jesuíticas del oficial mayor desde esta tribuna, que no tuvo el valor de decir que ya había retirado completamente el subsecretario toda la intervención en los manejos de esta Secretaría y que afirmó que económicamente había hecho entrega de la Secretaría, como dejando lugar, como dejando la puerta abierta para poder decir mañana: "pues sí ha hecho entrega económicamente, pero sigue despachando, porque todavía quedan algunos asuntos pendientes que necesita él resolver? Pues, señores representantes, el engaño que se está haciendo a la nación, la burla que se está haciendo al pueblo, haciéndole creer que ya no tiene intervención en la Secretaría de Gobernación un instrumento de determinada personalidad política que en estos momentos tiene necesidad, tiene urgencia de desmembrar a un partido, de desprestigiarlo ante la nación entera y particularmente ante los obreros; este engaño nos significa que, efectivamente, en la discusión de esta Ley de Accidentes del Trabajo se ha mezclado calladamente, pero ahora ya en una forma franca, la intriga política ministerial, esa intriga política que pronto traerán a esta tribuna los que han querido presentarse como defensores de los obreros; esos que quieren hacer alardes de obrerismo viniendo a discutir artículos para solamente objetar palabras, puntos y comas o algo así por el estilo; que vienen a objetar un acento o una palabra que no les satisface a ellos, porque creen que hay otra más clara o menos confusa. Pues bien; los que han querido hacer alarde de defensores de los obreros no se han preocupado por el fondo de esta ley, por los intereses verdaderos de los trabajadores, porque desde un principio los hemos visto hieráticos, tranquilos, serenos, que sencillamente no les implica nada la discusión de esta ley. En cambio, nosotros, por labios de nuestros representantes en la comisión dictaminadora, sí hemos estado atentos y pendientes de la resolución de esta ley que beneficiará a los trabajadores; de esta ley que no ha sido fruto de una improvisación, que es resultado de trabajo asiduo de dos legislaturas, que desde la Legislatura anterior se presentó a esta honorable Cámara y que fue aprobado en principio y enviada a la Cámara de Senadores, donde se inició su resolución por parte de representantes cooperatistas. Pues bien, señores diputados; en todo esto, repito, hay una intriga política, que consiste en lo siguiente: mientras se a mandan los periódicos locales que carecen de información directa, de la capital de la República los boletines de la Secretaría de Gobernación, en Guadalajara se constituye su señoría ilustrísima el señor Morones, lanzando mensajes a toda la República, a todas las agrupaciones obreras; ¿y sabéis el resultado de estos mensajes y estos boletines? El compañero Pastoriza secretario de nuestro partido, tiene en su poder documentos muy reveladores, importantísimos, que le rogaría al compañero prestara al que habla para darlos a conocer a la Secretaría. Estos documentos se refieren en principio a lo siguiente: Los verdaderos obreros, los verdaderos trabajadores, como son los ferrocarrileros, están satisfechos, esta Confederación está tranquila, esos obreros están satisfechos de que esta mayoría sabrá responder a las necesidades de los trabajadores; que esta mayoría no va a conculcar todos los derechos del pueblo, como dice este mensaje insultante. Esta mayoría se ha dirigido a los trabajadores diciendo que tiene confianza en la resolución final de esta ley, que no importa que en el proyecto se especifique un cincuenta por ciento para la indemnización a los obreros, en los casos que sufran accidentes, o cualquier otro perjuicio, y lo mismo los representantes de los alijadores de Tampico, y los representantes de las cooperativas de campesinos de la República y sindicatos del Distrito Federal, que no están mancornados a la llamada Regional Obrera, que no están uncidos al carro de los amarillos, que son obreros que rechazan la coyunda de estos individuos; los verdaderos obreros se han dirigido al bloque cooperatista ratificándole su confianza de que el pueblo trabajador cree que esta Cámara, la mayoría cooperatista está velando por los intereses del pueblo y preocupándose constantemente por beneficiarálos intereses de los trabajadores, porque, repito, señores diputados, en el actual Congreso, en la actual Cámara de Diputados, ha sido labor exclusivamente y esfuerzo de la mayoría cooperatista la que ha producido esta ley a discusión y la que ha producido las demás leyes que vendrán próximamente al tepete de la discusión y que vendrán al Senado igualmente. Todas estas leyes revelan que el Partido Cooperatista ha levantado una bandera social, genuina, pura absolutamente, sin miras personalistas, sin descender a la intriga, sin descender a la calumnia, sin preocuparnos un ápice absolutamente de que determinados personajes tengan interés de hacer aparecer a nuestra mayoría como amiga o enemiga del pueblo. Solamente por el deseo de hacer constar las palabras que contienen estos documentos, voy a permitirme cansar la atención de sus señorías, dándoles lectura. La Secretaría podrá dar fe de ella.

"Confederación de Sociedades Ferrocarrileras de la República Mexicana.- Consejo Ejecutivo.- Rosales número 1.- Apartado postal, 1431.- México, D. F.

"México, septiembre 20 de 1923.

"Señor Juan Pastoriza, diputado al Congreso la Unión.- Cámara de Diputados.- Ciudad.

"Muy estimado señor:

"La Confederación de Sociedades Ferrocarrileras de la República Mexicana, por conducto de su Consejo Ejecutivo, inmerecidamente presidido por el subscrito, viene a solicitar de usted, y de cada uno de los demás miembros integrantes de esta H. Cámara de Diputados, que tomando en consideración que los contratos de trabajo que amparan y protegen al personal ferrocarrilero así como los que tienen celebrados la mayoría de las sociedades obreras en el país, consignan la obligación de las empresas de indemnizar a los obreros que por enfermedades provenientes de accidentes del trabajo, de los que no traen consigo la pérdida de alguno de sus miembros, con el importe de su salario íntegro por todo el tiempo que estén imposibilitados para trabajar, eleven su voz en defensa de los intereses de la clase obrera, gravemente amenazados por lo prescripto en las fracciones II y IV del artículo 11 y el segundo párrafo del artículo 15 del proyecto de Ley de Accidentes Industriales, que establecen, como indemnización al trabajador, el 50 por ciento de su salario por todo el tiempo que dure su incapacidad para trabajar, procurando que tales preceptos legales sean modificados, a decir, 100 por ciento o sueldo íntegro por todo el tiempo que dure su incapacidad para trabajar.

"Como estamos seguros de que esa H. Cámara sabrá hacer honor a sus antecedentes revolucionarios, inspirándose en los nobles propósitos de trabajar por el mejoramiento de las mayorías proletarias del país, tan duramente tratadas en épocas anteriores, aprovechando esta oportunidad para demostrarles de una manera práctica que está a la altura de su deber y de las actuales condiciones histórico - sociales que vivimos, me es grato hacerles presente el reconocimiento del elemento ferrocarrilero del país, que sabrá estimar en cuanto vale la labor que desarrollen en este caso.

"De usted muy atentos y seguros servidores.- "Unidos Venceremos." - Presidente, S. A. Escobedo.- Secretario, E. Sánchez."

Señores diputados: este es un valioso documento que reconoce que los antecedentes revolucionarios de esta mayoría, no permitirán que la mayoría cooperatista conculque los intereses de los trabajadores, como dice el aludido mensaje de Guadalajara, y la comunicación de los ebanistas, verdaderos trabajadores, muy lejos de ocupar las canojías y las curules de los llamados

"laboristas".

"Ebanistas Mexicanos, S. C. L.- Manufacturera de muebles y sus accesorios.

"México, D. F., 21 de septiembre de 1923.

"Ciudadano secretario del Partido Nacional Cooperatista.- Cuidad.

"Muy señor nuestro:

"Habiéndonos informado por la prensa de los cargos que la convención de obreros reunida en Guadalajara, lanza al Partido Nacional Cooperatista, sobre su conformidad en votar al reglamentarse el artículo 123, porque la indemnización por enfermedad de los trabajadores sea por el cincuenta por ciento de sus jornales, y tomando en cuenta que el artículo 123 afecta los intereses generales del trabajador, en cuyo gremio nos encontramos participando de una manera activa en la evolución del país, atentamente nos permitimos preguntar a usted se sirva informarnos si lo que se trata en Guadalajara sobre este particular, tiene visos de verdad, o si es política que han adoptado nuestros compañeros para combatir a ese partido.

"Nosotros estamos plenamente convencidos, por hechos ya consumados, que ustedes cuentan con elementos jóvenes y de aspiraciones muy elevadas, motivo por el que nos sería sorprendente que se efectuara ese acto que va muy en contra de los principios de ese partido.

"Pendientes de sus gratas noticias, quedamos de usted, con toda estimación, sus afectísimos y muy atentos SS. SS.- Ebanistas Mexicanos, S. C. L., presidente, Vicente S. Cano."

El Centro Social de Trabajadores de Oficios Varios de Tacuba, Distrito Federal, que cuenta con once sindicatos que se han separado de la Regional "amarilla", por no querer secundar a estos pseudo líderes en sus maniobras políticas, dice al Bloque Cooperatista lo siguiente:

"Centro Social de Trabajadores de Oficios Varios de Tacuba, D.F..- Salud y Revolución Social.- Todos para uno y uno para todos.- Oficinas Generales: 4a. Avenida y 5a. Canadá .- Número 423.

"Al ciudadano secretario del Bloque Cooperatista de la Cámara de Diputados.- Presente.

"Con motivo de las apreciaciones que hacen los líderes de la Confederación Amarilla, que celebra en estos días su convención en la ciudad de Guadalajara, relacionadas con la Ley del Trabajo, aplicada a los salarios que deberán percibir los trabajadores que se encuentren enfermos, en este Centro Social de Trabajadores se permite suplicar atentamente a este bloque, a efecto de que nos indique el criterio que normar sus actos relacionados con las declaraciones de los amarillos, que el Bloque Cooperatista apoyar el pago del 50 por ciento del salario a los trabajadores enfermos, desechando el pago de salario íntegro, reconocido y sancionado ya universalmente.

"Suplicamos atentamente se nos conteste por el mismo conducto.

"Salud y Revolución Social.- Santa Julia, D. F., a 19 de septiembre de 1923.- El secretario general, F. Ramírez.- El secretario del interior, J. C. Hernández.- El secretario del Exterior, Eligió Hidalgo."

Y el Partido "Reforma Social", de obreros y campesinos, que también se ha separado ruidosamente, teniendo un contingente de varios miles de miembros, del Partido Laborista Mexicano, dice al Bloque Cooperatista lo siguiente:

"Partido "Reforma Social" de Obreros y Campesinos.- Oficinas generales: Calle República de Cuba número 67.- Vencer con el Trabajo y la Justicia.

"México, D. F., a 20 de septiembre de 1923.

"Ciudadano secretario del Bloque Cooperatista de la Cámara de Diputados.- Presente.

"Los subscriptos miembros de la Mesa Directiva de este partido, acatando acuerdo tomado anoche en Asamblea General, nos dirigimos a usted con el fin de rogarle se sirva informarnos sobre lo que haya de cierto relativo a las noticias propagadas por elementos "amarillos", respecto de que

ese bloque aprobará la Ley por Accidentes del Trabajo al 50 por ciento.

"Anticipando a usted las gracias por el informe que esperamos tenga a bien proporcionarnos, quedamos de usted afectísimos y atentos seguros servidores.- El secretario general, S. Navarro.- El secretario del interior, por poder, S. Navarro."

Y el Sindicato de Sastres, que también ha abandonado a los "amarillos", dice lo siguiente:

"Sindicato de Sastres de México, D. F.- Domicilio provisional, Estanco de Hombres, 65.- Oficio número 327.

"C. secretario del Bloque Cooperatista de la Cámara de Diputados.- Presente.

"Habiendo tomado vivo interés esta agrupación en la parte relativa a la Ley del Trabajo que sea aplicada a los salarios de los obreros enfermos, nos permitimos muy atentamente pedir un informe a ese Bloque Cooperatista, sobre el criterio que ajustar sus actos al conocer de esta palpitante cuestión, pues hemos querido suponer infundadas y malévolas las declaraciones hechas recientemente por los "amarillos" que celebran actualmente una convención, en el sentido de que ese mencionado Bloque acordaría favorablemente el dictamen de la comisión nombrada al efecto, o lo que es lo mismo que los obreros imposibilitados accidentalmente para desempeñar sus labores, percibirían solamente e 50 por ciento de sus salarios.

"Por otra parte, nos atrevemos a hacer presente a ese ya mencionado Bloque la necesidad de ajustarse estrictamente a los más elementales principios de justicia y equidad, puestos ya de manifiesto, en las legislaciones del mundo entero, al prescribir clara y terminantemente que los aludidos obreros enfermos percibirán salario íntegro; máxime si se toma en cuenta la fe y esperanzas latentes que da la revolución hecha Gobierno todos los obreros tenemos.

"Reiteramos a ustedes nuestra más distinguida consideración.- Trabajo y Concordia Social.- México, D. F., a 20 de septiembre de 1923.- El secretario general, S. A. Cancino.- El secretario del interior, Sotero Leal.- El secretario del exterior, Daniel Olivares."

Y la Unión de Campesinos de Xochimilco, igualmente separada de la Regional amarilla, dice lo siguiente:

"Unión de Campesinos de Xochimilco, D. F.- Domicilio: Barrio de San Gregorio Atlapulco

. "C. secretario del Bloque Cooperatista de la Cámara de Diputados .- Presente.

"Cumpliendo con un acuerdo tomado en sesión de noche, esta agrupación se permite rogar al Bloque Cooperatista se sirva informarle lo que haya de cierto en la versión lanzada por los obreros que celebran convención en Guadalajara, respecto de que ser aprobada la Ley por Accidentes del Trabajo, al 50 por ciento.

"Reiteramos a ustedes nuestra consideración y esperamos su contestación.- Xochimilco, D. F., a 20 de septiembre de 1923.- El secretario general, Tiburcio G. Altamirano.- El secretario del interior, Guillermo Zavala."

Los camioneros del Distrito Federal, que igualmente han abandonado la Regional amarilla, dicen:

"Representantes de Líneas del Distrito Federal.- Domicilio oficial: 4a. Lecumberri, 52.

"C. secretario del Bloque Cooperatista de la Cámara de Diputados.- México, D. F.

"Habiéndose enterado estas "Líneas" de las noticias que la prensa del día 18 de los corrientes lanzaron a la publicidad referente a la Ley del Trabajo en una de sus partes más importantes como es la que trata de los salarios que deberán percibir los obreros enfermos, nos permitimos preguntar a ese Bloque Cooperatista nos digan si es cierto, como lo afirman los elementos "amarillos" que ese Bloque va a aprobar la Ley de Accidentes del Trabajo al 50 por ciento.

"Esperamos su contestación.- "Por el trabajo Organizado."- México, D. F., a 20 de septiembre de 1923.- El secretario general.- Por Tacubaya, Mixcoac y San Angel, el presidente, M. R. Monroy.- Por Xochimilco y Tlalpan, R. Sandoval.- Penitenciaría y Colonia del Valle, Amado Milán.- Peralvillo, Viga, Antonio Morales.- Agustín González.- Peralvillo Insurgentes, Carlos de la Teja.- Colonia Peralvillo, Carlos Lefranc."

Esta documentación copiosa que apenas es el principio de una serie de documentos que van a venir a este bloque, a esta mayoría, que vendrán sin duda a esta Cámara como manifestación genuina, real y efectiva del pueblo obrero de la República y no de los farsantes, de los mistificadores, de los empleados de Fabriles, de los empleados del Gobierno de Distrito y de los empleados de la Secretaría de Gobernación que se reúnen actualmente en Guadalajara, como ayer se reunieron los mismos para proclamar una candidatura presidencial haciéndose aparecer como distintas personalidades, cuando no son más que una misma, cuando el llamado Partido Laborista y la Regional Amarilla no son sino una misma cosa, que un día presididos por Morones se reúnen lanzando la candidatura del general Calles, y al día siguiente se reúnen para tratar de cuestiones obreras, haciendo labor de intriga; estos documentos, digo, prueban lo que dije antes, esto es, que hay una conjuración en contra de esta mayoría y que la dignidad de esta Cámara exige que se conteste merecidamente a ese mensaje insolente, a esos individuos, a esos farsantes, a esos empleados de Gobernación y Fabriles que se hacer aparecer como representantes de los trabajadores. Ya estamos cansados de ellos y sabemos, como todo el pueblo sabe, que nunca han sido obreros, sino que toman ese nombre sencillamente para explotar a todos los gobiernos, como ayer explotaron a Carranza, hoy explotan al general Obregón y mañana explotarán a Calles, si es que Calles se impone. (Aplausos.) He dicho, señores representantes, que en el fondo de todo esto no hay más que una maniobra política. Efectivamente, no es desconocido para ninguno de los señores diputados el trabajo verdaderamente fino, delicado, que han venido haciendo los señores "callistas", los "callistas" incondicionales, -porque yo respeto a los "callistas" por convicción; yo respeto al Socialista del Sureste y respeto a la diputación del Estado de México, que por convicción ha lanzado la candidatura del general Calles; los demás, los incondicionales, los que han traicionado a su bandera, a su partido, los que han se han pasado a la facción, al

partido de los incondicionales, esos individuos han venido laborando dentro de la intriga y de la calumnia, y hoy es un asunto y mañana otro; hoy es la Ley de Accidentes del Trabajo, y es bueno dar el grito de alerta, es bueno llamar la atención de los "cooperatistas" que se mantienen unidos, a pesar de las intrigas, a pesar de los embates de esos calumniadores. (Aplausos. Desorden.) No me importan los gritos destemplados de un pobre hombre que se sienta aquí a la derecha. (Risas. Aplausos.) No me importa tampoco la sonrisa monolítica de algún "callista" incondicional que ha traicionado a su partido; no, señores, lo que me importa por encima de todo es venir a demostrar ante la Representación Nacional y ante la República entera que la mayoría "cooperatista" sigue impertérrita en su camino honrado, en su labor seria de estudio y de trabajo, y que esta Ley sobre Accidentes de Trabajo se dará al pueblo de la República gracias a la mayoría "cooperatista" que la ha estudiado, que la ha discutido y que la habrá votado. (Aplausos ruidosos.) E igualmente me importa decir a esta Representación y a la República entera, que los obreros de verdad.... no los empleados de Valenzuela,, no los empleados de Gasca, no los empleados de Morones, sino los que están en el taller, en la carpintería, los ebanistas, los que están en los talleres de los sastres, los que trabajan en los camiones, los que trabajan a bordo de los trenes, los que trabajan en las líneas Ferrocarrileras, en general los verdaderos obreros, los que le dan la vida al país, las cooperativas de campesinos, se han dirigido a nuestro bloque dándole un voto de confianza. Esto sí es significativo, es alto, es noble, es generoso, y esto comprueba la fuerza incontrastable de la mayoría cooperatista. (Aplausos.)

Son hábiles nuestros enemigos, pero su habilidad no llega al grado de que no nos permita el decir la verdad y el descubrir la intriga: Ahora es la Ley de Accidentes del Trabajo. Hace unos cuantos días el atildado representante de Ciudad Juárez hizo declaraciones a propósito de la amistad personal y de la lealtad que está obligado a guardar el señor De la Huerta al general Calles. El señor diputado Luis León, como otros más, proclaman a los cuatro vientos que a ellos nadie los enseñará a ser amigos del señor De la Huerta; que nosotros traicionamos a la revolución porque la dividimos en dos bandos, yéndose unos revolucionarios con Calles y otros con el señor De la Huerta; que los que dividimos a la revolución no sabemos lo que es lealtad y amistad personal, y que ellos supieron ser amigos del señor De la Huerta en momentos angustiosos. Efectivamente han sabido serlo; pero ahora han sabido también traer el veneno a las filas de cooperatistas honrados; han venido poco a poco tratando de minar nuestra fuerza y nuestro prestigio adquiridos por nuestra propia voluntad, no porque nos hayan ordenado de ninguna Secretaría de Estado que hiciéramos determinada labor, la que desde un principio ha sido siempre la igual ayer, hoy y mañana; no hemos variado nuestra línea de conducta; no hemos andado como saltimbanquis de partido en partido, sino que hemos estado firmes en un solo puesto; no hemos abandonado las filas de los nuestros, ni lo haríamos cuando creyéramos que la voluntad de un personaje poderoso se sobrepusiera a los intereses de esta mayoría. ¿Y sabéis de qué manera se prueba la amistad y la lealtad al señor De la Huerta de estos señores que no tienen empacho en decir que son amigos del señor De la Huerta y proclaman con sus hechos lo contrario? Pues la amistad y lealtad al señor de la Huerta, que ellos dicen que se la profesan mucho antes que nosotros, se ha manifestado en una burda intriga, en una gran intriga política, porque han tenido necesidad de estar explotando constantemente esa amistad personal del señor De la Huerta para Calles con el fin de maniatar al primero, para impedir que se ponga al frente de la República, porque aunque no lo queráis, señores callistas, el señor De la Huerta está muy por encima de vuestro candidato. (Aplausos.) ¿Y sabéis, señores representantes, el argumento único que pudieron escuchar, que pudieron pescar al vuelo los señores "callistas", los líderes máximos ¿Es éste: El señor De la Huerta, forzosamente, tarde o temprano, tendría que ceder, tendrá que ceder a la fuerza aplastante de la opinión pública. Ante ese espectáculo amenazador que se presagia en el horizonte, ante ese derrumbamiento de las aspiraciones mezquinas y personalistas, solamente había un argumento: incapacitar al señor De la Huerta para ser presidente de la República. Y entonces urdieron la intriga, y la intriga vino aquí en las personas de Portes Gil y de Luis León, que pretendieron presentar a esta Cámara la iniciativa de reforma constitucional para impedir que los que habían sido presidentes interinos -aunque fuera por un minuto -, pudieran ser jamás, en toda su vida, presidentes de la República. (Aplausos.) Esto no se ha dado a conocer y ellos, desde su curul, pretenden negarlo; pero esto es conocido ya del señor De la Huerta para abajo y todos lo sabemos, y aunque lo neguéis aquí, sería inútil que pretendierais tapar el sol con un dedo; sabemos vuestra mezquindad, sabemos lo falso de vuestros caminos y lo torpe de vuestras maniobros; conocemos perfectamente que esa iniciativa de reforma constitucional no se presentó aquí porque el día 1o. de septiembre, señor Apolonio Guzmán, señor Fabila, señor Portes Gil y señor Balderrama, el dio 1o. de septiembre aquí en esta Cámara, cuando el presidente de la República leía su Informe y cuando el que habla, humildemente, en nombre de la mayoría, en nombre del Congreso, contestaba ese Informe, la Representación Nacional dio una prueba de simpatía aplastante al señor De la Huerta, y entonces comprendieron los intrigantes que no prosperaría su intriga, que no prosperaría su idea (Aplausos.) Y estas ranas que piden rey ....(Risas y aplausos ruidosos.) y estos individuos que se asustaron ante las manifestaciones verdaderamente espontáneas de esta Representación Nacional, del Congreso en general, porque entonces no era nada más la mayoría de la Cámara de Diputados: era el Congreso de la Unión el que demostraba sus simpatías al señor De la Huerta, porque los senadores se puede decir que como un solo hombre estuvieron con la mayoría del Partido Cooperatista tributándole un homenaje de sinceridad, de honor, de simpatía, de respeto, al señor De la Huerta....

El C. Torregrosa, interrumpiendo: ¡De barba!

El C. Prieto Laurens, continuando: ¿Y sabéis lo que pasó? sencillamente esto: que inmediatamente los intrigantes salieron de aquí y se fueron a la oficina telegráfica, y ya la mayoría "cooperatista" conoce los textos de los telegramas que yo vine a dar a conocer aquí. Ya la mayoría "cooperatistas" conoce lo que entonces estos hombres cobardemente negaron; quisieron ocultar su falta estos hombres verdaderamente cogidos en infraganti delito de traición a su partido, y tuvieron necesidad de descargarse y pedir consideración y piedad. No es exacto que en el seno del Bloque Cooperatista, cuando dí lectura a los mensajes de Balderrama, Apolonio Guzmán y Portes Gil, todos ellos como un solo hombre, excepto Portes Gil que estaba ausente, pidieron excusas. (Voces: ¡Cierto!) Ya ha salido el peine! Ya sabemos lo que contenían esos mensajes. Cuando uno de los representantes se dirigió a otro de los callistas incondicionales diciéndole que había ganado el cincuenta por ciento de la batalla, porque contaban con dos secretarios, y cuando otro representante decía que había habido maniobras el día 1o., que consistieron en el aplauso respetuoso que se tributo al señor De la Huerta, esto revelaba claramente que la conjuración política venía existiendo desde la renuncia bochornosa del Partido Cooperatista. Todo esto es verdad; mis palabras no tienen la elegancia de los oradores de los cosos toreros, que pudieran venir a presentar aquí una bella palabrería; mis palabras simplemente revelan la indignación que me causan todas esas mezquindades, todos esos actos faltos de honradez y de sinceridad. En buena hora que los representantes que no comulgaban con determinada candidatura política, hubieran abandonado las filas del partido; somos respetuosos de los que toman una determinación por razones verdaderamente sólidas, por algo que les afecta fundamentalmente; pero aquellos que sólo por personalismos, que audazmente nos calumnian y nos presentan como enemigos del pueblo y como calumniadores, esos no nos merecen más que desprecio, y tendremos que verlos siempre muy pequeños, sin importarnos que cuenten con la fuerza ministerial.

Ayer dije que el Partido Cooperatista luchó contra la imposición de Bonillas y que ahora tendrá que luchar con la imposición de Calles. (Aplausos.) Pero debo aclarar ante esta representación nacional que esa imposición por fortuna no ser como en tiempo de Bonillas, del presidente de la República, que es actualmente el general Obregón, uno de los revolucionarios más respetuosos de la voluntad popular, sino que esa imposición pretenden hacerla estos pequeños intrigantes los jefes de los departamentos de Fabriles Militares, los gobernadores que no han tenido empacho en figurar como presidentes de convenciones y que han lanzado la candidatura del general Calles, pero siempre respaldados por las fuerzas ministeriales.

El C. Torregrosa, interrumpiendo: ¡Todo el pueblo! (Voces: ¡No! ¡No! Siseos. Desorden. Campanilla.)

El C. Joachín: ¿Me permite una interpelación? Compañero Prieto Laurens: Luis Torregrosa se levanta creyendo que levanta la voz del pueblo de Yucatán.. (Desorden. Siseos. Campanilla.) Es la voz sincera de un alto sentimiento, en sentimiento de la verdad, la que me lleva en estos momentos a hablar en contra de los farsantes. En Yucatán, señores, no es cierto que haya socialismo; no, allí sólo hay la voz del crimen que se levanta en contra de la libertad. Que lo digan las sombras de los infortunados Florencio Ávila, exsenador y periodista, y Manuel González, diputado, ambos asesinados no obstante ser amigos del verdadero socialismo pasivo; y en toda esta mascarada, en toda esa farsa está Carrillo Puerto, falso socialista, embaucador, que ha hecho del socialismo amor, un socialismo lleno de crímenes y de mentiras. Por eso, compañeros, allí en Yucatán los indios, por millares, están en contra de la candidatura de Calles, porque ellos -los indios - no están con Carrillo Puerto, quien caería inmediatamente si le quitaran las fuerzas federales. Torregrosa me interrumpe, y no tiene razón al hacerlo: bien me conoce, y sabe que en épocas difíciles, cuando la imposición de Bonillas, salí huyendo de Yucatán por mis ideales en contra de esa imposición. (Aplausos.)

El C. Torregrasa: ¡Tránsfuga!

El C. Prieto Laurens: Hemos puesto el dedo en la llaga y por eso se ha alzado tanta marejada; les molesta, como es natural, a los callistas incondicionales, que les lastimemos esa llaga asquerosa que llevan encima. Por esos es natural también que pretendan impedir que se exprese aquí la opinión de un representante revolucionario, verdaderamente socialista, verdaderamente revolucionario, genuino representante. Es necesario que concluyamos haciendo constar que en toda esa marejada política han tratado de envolver a la Representación Nacional los incapaces, los impotentes, los que no han podido hacer nada por los trabajadores. Sigo manteniendo respeto para los compañeros del Socialista del Sureste, a pesar de que ellos no interpretaron bien lo que dije respecto de la actitud de su gobernador, respetable, que no por serlo ha dejado de cometer graves torpezas al presidir una convención política.

El C. Torregrosa: Una interpelación.

El C. Prieto Laurens: Hágala usted.

El C. Torregrosa: Señor Prieto Laurens, usted que varias veces nos ha hecho justicia, diciendo que el pueblo de Yucatán se ha hecho vardaderamente Gobierno, deba tomar en consideración que es el pueblo, no el gobernador, el que preside los destinos de esos mismos ciudadanos. En Yucatán, las circunstancia son muy diferentes de las que hay en otros lugares. Carrillo Puerto, antes de ser gobernador, es el presidente de la Liga Social de Resistencia. (Voces: ¡Huy! ¡Huy! Siseos.) Allá en Yucatán, como les consta a los representantes de la Prensa Asociada, que acaban de tener su convención en ese lugar, todo el pueblo, como un solo hombre, está hecho Gobierno. Por lo tanto, no es un error compañero Prieto Laurens, el que Felipe Carrillo presida los destinos de un pueblo por el que ha luchado más de veinte años No, compañeros, es un exceso de sinceridad, de franqueza, porque Felipe Carrillo Puerto podía haber mandado a un segundo y detrás del trono decir: "Aquí tenemos una verdadera democracia". (Siseos.) Hay lugares donde se guardan las

fórmulas, donde se hace todo dentro de la ley y donde nunca tiene cabida el verdadero pueblo mexicano. (Voces: ¡Huy!) En Yucatán, compañero Prieto, sin ninguna pasión, sin ningún acaloramiento, sino sólo con la convicción de la verdad, podemos decir a usted que la inmensa mayoría es socialista; que ese Gobierno no es una imposición y que cuando Carrillo Puerto lleva a los suyos, no lleva ni siquiera ciudadanos, compañero Prieto Laurens. ¿Sabe usted a quiénes lleva? A sus hermanos. Porque usted lo ha dicho: es un hombre digno, un líder completamente dedicado a su pueblo, y un mentecato africano nunca podrá desvirtuar la labor de Carrillo Puerto! (Voces: ¡Huy! ¡Huy! ¡Huy! Siseos Aplausos.)

El C. Prieto Laurens, continuando: Pues, señores representantes, debe ser muy respetable - y lo es para mí en verdad - la opinión del señor diputado respecto de su gobernador, y de la actitud de su gobernador en la cuestión política presidencial; pero es indudable, es incontrovertible este hecho: el gobernador, aunque sea antes que gobernador el presidente de la Liga del Sureste o cualquiera otra cosa, presidente del Partido Socialista del Sureste, es el gobernador, y como autoridad, por lo menos, impide que las minorías de ese Estado se manifiesten libremente por el temor natural... (Aplausos ruidosos.) Ahora bien, señores diputados; falta saber si realmente son las minorías o son la mayorías las que nos se manifiestan a través del verbo candente de Carrillo Puerto. ¿Cómo sabemos nosotros, solamente por la palabra de honor del compañero representante de Yucatán, que las mayorías están representadas con Carrillo Puerto? Debemos creer en la sinceridad de sus palabras; yo creo en ellas, yo siempre he respetado a esa agrupación, lo he dicho desde que se constituyó la actual mayoría. Vine aquí a tributar un homenaje de consideración y respeto al Socialista del Sureste cuando defendí a la mayoría cooperatista y cuando defendí a los que hoy son Tránsfugas de nuestro partido. Desde entonces tengo la íntima convicción, porque conozco al señor Carrillo Puerto, de que tiene un temperamento de dictador, que es un elemento que no tolera discusión, que impone sus voluntad por encima de todos...

El C. Joachín, interrumpiendo: ¡Por medio del crimen!

El C. Prieto Laurens, continuando: ..No sostengo que sea por medio del crimen; pero lo cierto es que la personalidad de Carrillo Puerto es la de un cacique fuerte, muy respetable porque tiene una fuerza arrolladora, porque tiene una fuerza magnética, una insinuación tal para atraer a los individuos y es fácil comprender que los timoratos, los que no pueden saber a qué atenerse respecto a ese gobernador, no tienen libertad, ocasión ni oportunidad de manifestar su opinión y su deseo; y los verdaderos socialistas, los verdaderos demócratas debemos abrir las puertas a todas las opiniones y a todas la voluntades. (Aplausos.) Yo critico aquí el hecho de que el gobernador de Yucatán y el de Campeche se constituyan en mandatarios de la opinión pública en dictadores de los partidos y en orientadores de las manifestaciones populares; y critico que un cuasi ministro, el jefe de los departamentos Fabriles Militares, se constituya en líder supremo en Guadalajara y trate de dirigir los destinos del país desde la cumbre ostentosa de su investidura laborista a sueldo del Ejecutivo; y también critico que el gobernador del Distrito Federal, abusando del presupuesto que esta Cámara ha dado, disponga de las partidas del mismo y aproveche los dineros del Gobierno para pagar los pases de ferrocarril que se han dado a los laboristas y agraristas que han ido a Guadalajara, a San Luis Potosí, a Querétaro, Colima y a todos los Estados a fracasar ruidosamente al enfrentarse a los cooperatistas, que hemos tenido fuerza suficiente para derrotarlos. (Aplausos.)

El C. García Téllez: ¿Cree el compañero que los ataques de imposicionistas que se hacen a los gobernadores de Yucatán y Campeche, así como al gobernador del Distrito, pueden hacerse igualmente al electo gobernador de San Luis Potosí y al presidente del Ayuntamiento de la capital? (Siseos.)

El C. Prieto Laurens: Que me diga el compañero, a quien también respeto y considero, porque sé que es un elemento inteligente y genuino representante, porque sé distinguir entre los falsos representantes y entre los verdaderos diputados; que me diga el representante de León, como presidente municipal -que ya no soy, sino que soy diputado al Congreso de la Unión - y menos aún como futuro gobernador del Estado de San Luis Potosí, que me señale un sólo acto de imposición, un sólo acto político en el que yo haya estado presente para imponer mi voluntad..... (Una voz: ¡Las carabinas de Cedillo, compañero Prieto! Aplausos.)

El C. García Téllez: Tan luego como termine el compañero, si me permite la presidencia, iré a la tribuna para contestar. (Siseos.)

El C. Prieto Lausens, continuando: No hay nada, por fortuna, que se nos tache a nosotros en ese terreno. Estamos nosotros laborando lealmente en el seno de nuestro partido por conocer la opinión pública. En el Estado de México se manifestó la opinión de nuestro partido, nuestro partido regional de ese Estado, en favor del general Calles; en otros Estados aún no se manifiesta, y tan hemos sido respetuosos de la opinión de todos los Estados que están con nosotros, que hemos declarado indispensable el aplazamiento de la Convención Nacional porque no queremos llevar al Partido Cooperatista a una farsa, a una pantomima estilo Guadalajara. Nosotros sí tenemos en los Estados representantes muy elevados y muy nobles allí está el gobernador Zuno, que a preguntas de la prensa, a preguntas de la prensa honrada, ha hecho declaraciones que son un ejemplo, declaraciones que son una enseñanza para todos los gobernadores pasados y futuros, y que señalan el camino del deber, el camino de la ley, de esa ley que no podemos violar, compañero diputado socialista, de esa ley que tenemos obligación de respetar. Y el representante nuestro, el genuino representante del pueblo de Jalisco, aunque le molesten los oídos al ciudadano Escudero, el ciudadano Zuno, gobernador constitucional popular de Jalisco, ha dicho al pueblo entero que él no impondrá su voluntad; que es, simplemente, gobernador y no líder político y que, ante todo, está allí para respetar la opinión pública, para que todos los partidos tengan oportunidad de

manifestar su voluntad y ejercitar sus derechas. (Aplausos.) Y así tenemos muchos ejemplos de gobernadores cooperatistas que no hacen esa pantomima, que no hacen esa farsa, que no violan la ley, que no pisotean los sagrados derechos de este pueblo, porque por más que digamos, por más pretensión que tengamos de que determinado gobernante es el genuino representante del pueblo, podríamos decirlo también del general Obregón, compañero Torregrosa. ¡Acaso el general Obregón, no fue por la voluntad arrolladora del pueblo a la Presidencia de la República? ¿Y acaso veríamos con agrado que el presidente de la República se constituyera en dictador de una convención nacional y dijera: "El presidente de la República debe ser Calles, De la Huerta o Villarreal"? (Aplausos.) Y no podéis decir que el general Obregón es menos popular que Carrillo Puerto. El general Obregón ha dado pruebas incontrastables de su respeto profundo al pueblo y ha estado con él y, por lo mismo en un momento dado, si Obregón quisiera dictar los designios de la República, el pueblo sentiría que Obregón, valiéndose de su fuerza, de su personalidad política y de todos los elementos con que cuenta el Ejecutivo, dijera: debe ser mi sucesor fulano de tal. Esto es indiscutible; por lo mismo nos hemos colocado en el terreno puro de la democracia sincera que debemos defender los cooperatistas y socialistas, y no digo los laboristas, porque esos no han sabido defender nunca nada. Y bien; vuelvo a manifestar a ustedes que no ha sido más que un pretexto el que ha aprovechado Morones en Guadalajara para unir su grano de arena a los otros pequeñísimos granos que han venido colocando en el platillo político actual los representantes callistas incondicionales. Debo distinguir entre los callistas y entre los que han abandonado nuestro partido a algunos compañeros que verdaderamente adquirieron compromisos anteriores - aunque faltando a su deber de partidarios - con el general Calles; por ejemplo, los compañeros Castillo Corzo, Bautista y otros que sería largo enumerar; pero en verdad, lo que hay en todo, es el deseo de desbaratar esta mayoría. Lamento no tener en este momento la colección de periódicos de los Estados para poder revelar la gran intriga gubernamental. Repito mis palabras del primero de septiembre: Están traicionando al presidente de la República, están abusando de su confianza, del poder que les ha dado, subsecretario de Gobernación que ha entregado económicamente, pero que sigue despachando en la Secretaría del ramo, y el jefe de los Establecimientos Fabriles, que anda haciendo propaganda política sin haber renunciado su puesto; el gobernador del Distrito que paga los pases de ferrocarril y manda a sus empleados a la convención, y todos los demás líderes del callismo que están trabajando incondicionalmente a soldada del general Calles y del Ministerio de Gobernación, del efectivo ministro de Gobernación, no de ese jesuítas que vino aquí a informar, no de ese oficial mayor, botones del señor Escudero; no el que vino a informar a esta Asamblea y que trajo la voz del señor Valenzuela, y pudieron apreciar los señores representantes la forma velada, la forma hipócrita de ese informe; allí pudimos apreciar hasta qué punto va la intrigar gubernamental: nos entretuvo con la lectura de leyes muy conocidas, de artículos constitucionales, con la Ley de 13 de abril de 1917; esas que conocemos todos los diputados, porque estamos cansados de leer esos artículos: que los ayuntamientos constan de tantos más cuantos miembros, etc. Y nos entretuvo más de hora y media con lectura de leyes y no dijo nada de los atropellos que se efectuaron en Mexicali, en el Distrito Norte de la Baja California; como quien dice, se salió por la tangente por que tenía la consigna de arriba, del subsecretario de Gobernación, que traiciona la voluntad del presidente de la República, que él sí es respetuoso del pueblo y es respetuoso del sufragio, como lo ha demostrado ya en varios casos concretos. El ciudadano oficial mayor vino aquí a eludir los cargos, a eludir las preguntas que se le hicieron. Recordad, compañeros, que el ciudadano Gandarilla interpeló al ciudadano oficial mayor de Gobernación y le dijo: "Desde qué fecha, desde qué momento ha entregado el señor Valenzuela, la Secretaría de Gobernación?" Y vacilando un momento, y como se dice vulgarmente "tragando camote", contestó: "Pues ha hecho entrega económica a las tantas horas de la tarde....." No, señores, ni ha hecho entrega económica, ni mucho menos; sigue allí, manchando a su amigo, manchando a su jefe y manchando, sobre todo, a su caudillo. El señor licenciado Valenzuela, es tiempo ya de que renuncie efectiva y lealmente a la Secretaría de Gobernación que no abuse del poder de la Secretaría de Gobernación para dirigir mensajes, informes o boletines a la prensa de los Estados en contra de la Representación Nacional, en contra del Partido Cooperatista y aun en contra de señor De la Huerta. Es tiempo ya de que los que se llaman amigos del señor De la Huerta, que han dicho que son leales a él, no lancen la piedra y escondan la mano; que digan lo que sienten, todo lo que trae cada uno de ellos y que manifiesta su deseo ardentísimo, su deseo enorme de poner una traba imposible de vencer, para que el señor De la Huerta no sea el presidente futuro de la República. Que ellos traigan la iniciativa que han retirado, la iniciativa que el primero de septiembre tuvieron que guardarse en la bolsa; esa iniciativa de reforma constitucional que tal vez muchos de ustedes no sabían que existía; la que trataba de presentar a la Cámara de Diputados y al Congreso de la Unión un grupo de incondicionales, para dejar al señor De la Huerta completamente incapacitado; iniciativa que han llevado al mismo señor De la Huerta, y el señor De la Huerta, lealmente, contestó a los que se la llevaban "Pues bien, señores; yo he manifestado a los cuatro vientos que no quiero ser candidato a la Presidencia de la República; que me molestan personalmente estas cosas. Yo estoy de acuerdo; si ustedes creen que es necesario que se presente esta iniciativa para quedar incapacitado para que tenga la incapacidad absoluta de que no seré candidato, preséntenla en buena hora." Eso contestó a los callistas; pero éstos han tenido miedo de traer esta iniciativa y no la traerán; dirán que es mentira, faltarán a la verdad y negarán que existió esa iniciativa; pero varios de los que están aquí la conocen, la tienen perfectamente grabada en su mente y no podrán olvidar esta traición, esta puñalada de pícaro al que llaman su amigo, su jefe, al que

consideran que tienen una fuerza y popularidad incontrastables. Pues bien: hay otro hecho elocuentísmo, significativo, que la República debe conocer: el señor De Huerta sinceramente quiso abandonar la Secretaría de Hacienda y quiso ponerse al frente de la campaña callista, siendo el líder de la campaña; y habría sido el único, con el Partido Cooperatista detrás de él, que habría podido salvar la candidatura de Calles, afectada de imposicionismo en Yucatán y otras partes; pero al señor De la Huerta no se le permitió ponerse al frente de la campaña, porque los pequeños intrigantes, como Portes Gil, Luis León, Morones, Soto y Gama, etcétera, se opusieron a que él fuera el líder principal de la campaña, pues comprendieron que al ir recorriendo el señor De la Huerta la República, habría recibido antes que Calles, las aclamaciones del pueblo mexicano. (Aplausos.)

El C. Portes Gil: Pido la palabra para hechos, para alusiones personales. (Voces: ¡No! ¡No! Desorden.)

El C. presidente: tiene usted la palabra. La Mesa advierte a las galerías que deben abstenerse de intervenir en los debates.

El C. Castellanos: Ruego a la Presidencia que no incurra en el ridículo en que han incurrido otras presidencias al no ser obedecidas por las galerías, o mejor dicho, por las porras. (Desorden.) Que de una vez por todas se les haga comprender que están obligadas a cumplir con el Reglamento.

El C. Torregrosa: Moción de orden. Están insultando a los diputados estos ciudadanos (señalando a algunos individuos que se encontraban en la puerta cercana) dentro del mismo recinto de la Cámara (Voces: ¡fuera! Desorden. Campanilla.)

El C. Espinosa Luis: Señor presidente: para una moción de orden.

El C. presidente: La Presidencia ha amonestado ya varias veces a los concursantes a galerías. En este momento va a mandar desalojar los pasillos para que su señoría esté contento. (Voces: ¡No! ¡No! ¡No! Desorden.)

El C. Espinosa Luis: Señor presidente:

No estoy de acuerdo con la determinación de su señoría. Vivimos en una República libre, (Aplausos.) y no es con los procedimientos empleados por su señoría como se corrige el entusiasmo de los ciudadanos que presencian estos debates. (Aplausos en las galerías.) El remedio, señor presidente, consiste en llamar al orden a los diputados, que saliéndose del espíritu conciliador que debe reinar en esta Asamblea, que saliéndose de la decencia que debe caracterizarnos, dan lugar a que se les injurie. En buena hora que si el compañero Castellanos ha sido injuriado por alguna persona de las que están allí presentes, que salga a reñir a los pasillos, a vengar el agravio. (Aplausos. Desorden.) Pero no debe la Presidencia, por ningún motivo, salirse de la ecuanimidad que ha caracterizado su actuación en esa Presidencia. Por eso yo la llamo al orden para que, cumpliendo con su deber, retire la orden de que salgan esos ciudadanos, que tienen tanto derecho como nosotros para estar allí. Debo agregar, no como comentario, sino como algo que quiero recordar al compañero Rodrigo Gómez, que él es el menos caracterizado para pedir la expulsión de estos ciudadanos, ya que él, con Soto y Gama a la cabeza, y otros ciudadanos mancillaron este recinto trayendo un grupo de ciudadanos para usurpar nuestras curules. (Aplausos.) En todo caso, compañero Rodrigo Gómez, estos no son más que las tempestades de los vientos que vosotros habéis desatado en otras ocasiones. Así pues, tenéis ahora la obligación de soportar las protestas de estos ciudadanos, que como ciudadanos mexicanos tienen tanto derecho como todos vosotros para demostrar sus entusiasmos y sus simpatías. (Aplausos.)

El C. Gómez Rodrigo: No tienen derecho a injuriarme.

El C. Espinosa Luis: Se arregla uno a lo hombre.

El C. Portes Gil: Señores representantes:

He querido hacer uso de la palabra para contestar los cargos que me ha hecho el ciudadano diputado Prieto Laurens, y de esos cargos dos son los principales a que me voy a referir. Primero: esa iniciativa que seguramente ha sido creada por su imaginación, porque yo hasta ahora es la primera vez que tengo noticias de esa iniciativa que diz que el diputado León, el que habla y algunos otros íbamos a presentar ante esta Representación Nacional con objeto de incapacitar al ciudadano De la Huerta en virtud de haber sido presidente interino, para ser electo presidente en el próximo período; y digo que solamente en la imaginación del ciudadano Prieto Laurens debe existir tal proyecto, porque apelo a la honorabilidad del ciudadano De la Huerta, quien dice el señor Prieto Laurens conoció esa iniciativa, para que diga si es cierto que yo llevé a su conocimiento tal proyecto, Creo que la palabra del señor De la Huerta, hombre honorable a carta cabal y en todos sentidos, debe ser bastante autorizada para decir si es exacto lo que afirmó aquí el diputado Prieto Laurens.

El segundo cargo a que me voy a referir es ese de tránsfuga, de traidor a un partido. Yo no he sido tránsfuga ni traidor.....(Voces: ¡Sí!) no he sido tránsfuga ni traidor.... (Voces: ¡Sí!) nunca he sido tránsfuga ni traidor..... (Voces: ¡Sí!) Traidor es aquel que dentro de su partido entrega a su agrupación al enemigo. Yo me he separado previamente del Partido Cooperatista y durante todo el tiempo que estuve dentro de él, le serví con todas mis energías y con absoluta lealtad. Para demostrar esto que acabo de afirmar, citaré sólo algunos casos: el caso de San Luis Potosí. En el caso de San Luis Potosí mi actitud - y fue lo último que yo traté estando dentro de ese partido - fue enteramente leal al partido: con mi escaso valer, con mi escasa personalidad - y allí está también el señor De la Huerta para que diga si esto es cierto -, he ido a él con el ciudadano diputado Luis León a hacerle ver que en el Estado de San Luis Potosí tenía la justicia el Partido Cooperatista. Y en esta forma, ante el misma señor presidente de la República, con mis gestiones personales, con las gestiones del ciudadano Luis León, hemos hecho que determinada hostilidad de algún funcionario público cesara desde aquel instante.

Si esto no es servir con lealtad a un partido, ¿por qué, pues, se me acusa de traidor y de tránsfuga? ¿Que yo he renunciado aparatosamente del Partido Cooperatista? Sí he renunciado, y he renunciado por esta sencilla razón: Yo estaba

dentro del Partido Cooperatista sentando la teoría de que el partido debería tener la energía suficiente para dar color en material presidencial. Los partidos políticos, cuando se aprecian de ser fuertes y de estar bien organizados, deben ser los primeros en afrontar cualquiera situación. Cuando un partido político se pone arriba de la cerca viendo para qué lado brinca, su actitud resulta indecorosa. (Aplausos. Siseos.) Y allí están los discursos que yo dije muchísimas veces en la Directiva del partido y en la misma sesión de su bloque: definirnos ampliamente, decir adónde vamos, cuál es nuestra actitud, no aplazar y aplazar la convención. Ese aplazamiento, desgraciadamente, ha traído el resultado que ya estamos viendo. (Voces: ¿Cuál?) La separación de algunos grupos del partido... (Voces: ¡Huy! ¡Huy!) que, insignificantes, si se quiere, si ustedes lo quieren así, tendrán forzosamente que hacer falta al Partido Cooperatista...

El C. Malváez: ¡Porque no toleramos la imposición de Calles! (Desorden.)

El C. presidente: Se advierte a los ciudadanos diputados que deben pedir permiso para hablar.

El C. Portes Gil: Quería evitar también que el Partido Cooperatista fuera envuelto en esa burda intriga a que lo quería conducir algún miembro de los que fueron a Parral a investigar el asesinato de Villa. Afortunadamente, esa intriga burda y criminal, en que hacía aparecer como sospechosos y autores de ese asesinato al presidente de la República y al general Calles... (Voces: ¡No!) afortunadamente, digo, esa intriga política se fue al fracaso. Un miembro de la comisión, el ciudadano diputado Gandarilla, afirmó en el bloque y ha seguido afirmando... (Voces: ¡No está Gandarilla! que en el asesinato de Villa hay un móvil político, y aquí está un recorte del periódico donde Gandarilla afirma tal circunstancia.

El C. Malváez, interrumpiendo: Una interpelación.

El C. Portes Gil: Después.

El C. Malváez: ¿No es indecoroso lanzar injurias a un diputado ausente?

El C. Portes Gil: No he injuriado, la prensa toda de la República estampó las declaraciones de Gandarilla y esas declaraciones aparecen todos los días en el periódico "El Fuego", de que es propietario el mismo diputado. Me refiero, pues, a hechos ciertos a hechos contundentes, a hechos indiscutibles; no vengo aquí a decir a nadie que ha afirmado tal o cual cosa para después no poder probar esa afirmación. Aquí tengo un recorte del periódico "Excélsior", que contiene una declaración del diputado Salas B., autor del homicidio del general Villa... (Desorden.) Dicen así las declaraciones... (Voces: ¡No! ¡No! Desorden. Campanilla.)

El C. secretario Puig Casauranc: La Secretaría, por orden de la Presidencia, advierte a los asistentes a las galerías, que deberán abstenerse de tomar parte en los debates, y esta observación la hace por última vez. (Voces: ¡Somos los diputados!)

El C. Portes Gil: Dicen así las declaraciones del diputado Salas B.:

"Me satisface mucho no tener la moral de esos sabihondos, que están probando no servir para defender a sus representados o a sus amigos; en una palabra, ni siquiera para agentes de policía, por que si esos diputados estuvieran a mis órdenes como "detectives", los destituiría por ineptos, dado que su labor policíaca en Parral fue el fracaso más completo de sus investigaciones. Exceptúo de estos cargos al diputado Gandarilla, quien me probó haber descubierto todo a su llegada a Parral; pero que por ciertas consideraciones de amistad no lo había hecho público."

¿Qué demuestran estas declaraciones del diputado Salas? Pues sencillamente, señores representantes, que el diputado Gandarilla tenía en su poder los datos probatorios del delito, y a sabiendas de que venía a calumniar, quiso venir a sorprender al bloque cooperatista de la Cámara de Diputados, del que yo formaba parte en aquel entonces, con una calumnia burda e infame que trataba de echar lodo sobre el presidente de la República y sobre el general Calles... (Voces: ¡No! ¡No! ¡No! Desorden.)

El C. Castillo Nájera, interrumpiendo: Gandarilla ha dicho que Calles, no que el presidente de la República, y no está presente Gandarilla para que le conteste.

El C. Portes Gil, continuando: En esa virtud, con esa conducta que asumí entonces dentro del bloque, demostré que a toda costa el Partido Cooperatista no debía meterse en una intriga de esa naturaleza, y afortunadamente fuí apoyado por la inmensa mayoría de los diputados cooperatistas para evitar esa burda intriga. Otro caso que quiero señalar es el relacionado con la elección del Estado de Nuevo León. En Nuevo León, el Partido Cooperatista apoyó a un candidato de prestigio, o sea el señor Aarón Sáenz; este ciudadano, como todo el mundo lo sabe, hizo pública declaración reconociendo el triunfo del candidato Porfirio González; y la obstinación de algunos miembros del partido Cooperatista, de seguir tomando participación en aquella lucha, en donde el papel nuestro había terminado, no dejó de inquietarme y véase cuál fue la obstinación y en qué consistió: La obstinación fue sencillamente la de querer apoyar a toda costa al candidato a quien tratan de imponer las autoridades del Estado de Nuevo León. ¿Qué prestigio podía haber adquirido el Partido Cooperatista con tratar de apoyar a un candidato de imposición, para cuya imposición se estaban y aún se siguen cometiendo crímenes? ¿Qué ganaba el Partido Cooperatista con contrariar la enorme voluntad del pueblo del Estado de Nuevo León, que ya está sacando triunfante a su candidato? Yo trabajé por evitar que el Partido Cooperatista jugara esa carta, porque sabía que el Partido Cooperatista iba a perder, como va a perder esa carta. No obstante la obstinación de algunos miembros de seguirla jugando, esa carta es lo que está conduciendo al Partido Cooperatista a que se eche encima la opinión del pueblo de Nuevo León. La traición me la estaban cometiendo algunos miembros de la Mesa Directiva! ¡allí estaba la traición en algunos miembros de la Directiva que tenían preparada la destitución del que habla como presidente del partido! (Aplausos. Siseos. Protestas. Campanilla) ¡Allí está la traición de esos

individuos que trataban de destituirme del Cooperatista! (Siseos. Murmullos. Campanilla.)

El C. Pastoriza: ¡Para una interpelación!

El C. Portes Gil: No permito ninguna interpelación.

El C. Pastoriza: Diga usted nombres, diga usted nombres. Si es usted honrado y sincero. (Aplausos. Siseos. Murmullos. Golpes en las curules.)

El C. Portes Gil: Y ahora, pasando al punto de política nacional, que es verdaderamente el que más interesa al país. ¿Qué pretende ese grupo que se llama adolfista, si hasta ahora no tiene candidato, si el señor De la Huerta ha manifestado mil y mil veces que por ningún motivo será candidato a la Presidencia de la República? (Gritos. Siseos. Campanilla.) Lo que pretende, pues, es dividir a los hombres de la revolución. ¿Esa sí es obra de traición dentro de ese grupo revolucionario que hasta ahora... (Aplausos. Siseos. Desorden. Campanilla.) Lo que pretende ese grupo llamado adolfista es hacer obra de traición... (Voces: ¡No! ¡No! Murmullos. Gritos. Campanilla.) a ese grupo revolucionario que hasta ahora ha estado manejando los destinos del país. (Gritos. Desorden. Campanilla. Voces ¿Qué Calles es la República, qué Calles es la revolución?) Si ya hay declaraciones contundentes: el señor De la Huerta ha manifestado que por ningún motivo se prestará él a una maniobra de esa naturaleza.

El C. Guzmán Martín Luis: Ustedes lo repiten todos los días.

El C. Portes Gil: Nosotros repetimos estos... (Gritos. Desorden. Campanilla.) Nosotros no nos cansaremos de repetir estas palabras, porque el señor De la Huerta cien y cien veces nos ha autorizado para repetirlas. (Protestas. Silbidos. Murmullos. Campanilla.) Los partidarios de la candidatura del general Calles queremos hacer política sana, no a base de calumnia, no a base de intrigas... (Gritos. Silbidos. Campanilla.) Queremos hacer política a base de amistad con el mismo señor De la Huerta, porque el señor De la Huerta es un factor importantísimo de la revolución... (Voces: ¡Aprobado! Aplausos. Murmullos. Campanilla.) ¿Por qué vamos nosotros a atacar a De la Huerta? (Voces: ¡Porque no pueden!) ¿Qué motivos tenemos para ello? En cambio, los dos grupos que apoyan al señor De la Huerta, los dos grupos de la Cámara de Diputados - y quiero incluir en el primer grupo a los hombres que de buena fe y por convicciones están allí -, para esos mi admiración, mi respeto, mi cariño de compañero; pero para el otro grupo, para el grupo de mercenarios (Aplausos. Gritos. Silbidos. Desorden. Campanilla) para el grupo de coyotes (Aplausos. Gritos. Silbidos. Desorden.) para el grupo de coyotes que están explotando la personalidad del señor De la Huerta, para esos mi desprecio más profundo! (Gritos. Desorden. Campanilla.)

¿Por qué ese odio a la candidatura Calles, como si se estuviera viniendo el mundo encima? ¿Pues qué, si no le reconocen fuerza a la candidatura de Calles, por qué estos ataques, por qué estos insultos depravados y calumniosos? (Gritos. Silbidos. Golpes en los pupitres. Campanilla.) ¿Por qué ese deseo inquietante de estar picando con alfileres a esa personalidad que encarna los intereses del proletariado mexicano? (Voces: ¡Huy! ¡Huy! Desorden. Campanilla.) ¡Si nosotros no hemos dicho una palabra de callismo! ¡Si nosotros no hemos dirigido un ataque, no hemos dicho una sola palabra de callismo, si nosotros no hemos dirigido un ataque al grupo de la huertista, si todos los días nos están insultando por la prensa, si nosotros estamos callados recibiendo esos alfilerazos (Siseos. Campanilla.) ... que nos están dando! Nosotros estamos observando esa inquietud del grupo amigo del señor De la Huerta y lo estamos observando con gusto; nuestra actitud es serena, es tranquila, porque vamos empapados en el ideal y en la justicia de nuestra causa, porque tenemos fe en el triunfo decisivo de ella, porque tenemos fe en el triunfo definitivo de esa causa, porque conocemos las fuerzas vivas del país, no somos de esa camarilla de ministeriales que se limitan a hacer intriga en las altas esferas oficiales... (Protestas. Murmullos. Campanilla.) no somos de esa camarilla de ministeriales que se limita a hacer intriga en las antesalas oficiales; nosotros vamos a nuestros Estados, vamos a nuestros distritos a agitar la opinión pública... (Murmullos. Campanilla.) nosotros vamos a nuestros distritos a agitar la opinión pública, a convencerla de que las fuerzas vivas del país están con el ciudadano general Plutarco Elías Calles. (Silbidos. Siseos. Golpes en los pupitres. Campanilla.) Están con el ciudadano Plutarco Elías Calles. (Aplausos. Silbidos. Voces: ¡No! ¡No!) Pésele a esa camarilla, pésele a esa camarilla de diputado que están a sueldo de la Secretaria de Hacienda... (Protestas. Murmullos. Gritos. Varios. Campanilla. Ciudadanos diputados piden la palabra.)

El C. González Julián S.: ¿Sabe el compañero Portes Gil... (Campanilla.) Pido la palabra para una interpelación.

El C. Portes Gil: No permito, compañero.

El C. González Julián S.: Pido la palabra para interpelar al orador. ¿Sabe el compañero Portes Gil que de la diputación de Sonora, el único miembro que está actualmente con el general Calles, el ciudadano Manuel M. Méndez, es el único que percibe sueldo de la Secretaría de Hacienda? (Aplausos. Gritos. Campanilla.)

El C. Portes Gil: Decía yo - y permítanme los ciudadanos representantes y el público honorabilísimo de las galerías, que lo vuelva a repetir, (Voces: ¡Ah! ¡Ah!) que la opinión pública del país, representada por el proletariado mexicano y la clase media, (Voces: ¡Huy! ¡Huy! Gritos. Desorden.) está abiertamente apoyando la personalidad del general Calles. (Voces: ¡Huy! ¡Huy!) ¿Y por qué mis palabras levantan tanta ámpula en el grupo de diputados que quiere representar a la nación? Si los líderes del cooperatista actualmente han confesado que muchos diputados entraron aquí en globales (Voces: ¡Como tú!) ¿cómo van a representar esos la opinión pública? (Gritos. Silbidos. Campanilla.) Yo entré porque la fuerza popular del distrito de Tampico se impuso allí en contra de las autoridades del Estado de Tamaulipas. (Gritos. Campanilla.)

Yo quisiera que esos diputados que están echando alaridos de rabiosos, fueran al puerto de Tampico para que vieran quién puede a mí ganarme una credencial en ese distrito obrero.

(Aplausos. Gritos. Campanilla.) Aquí hay muchos diputados que conocen el puerto de Tampico y saben cómo están integrados allá los partidos políticos. (Siseos. Campanilla.)

Y vuelvo a extrañarme de que mis palabras levantan tanta ámpula en esta pequeña representación de la República... (Murmullos.) y vuelvo a extrañarme también de esa actitud serena, ecuánime, que está observando el pequeñísimo grupo de la Cámara de Diputados que apoya al ciudadano general Calles. (Aplausos. Silbidos. Campanilla.) Allí está el grupo, el grupo que tiene fe absoluta en la justicia de su causa, el grupo que no amenaza con que habrá levantamientos de determinados jefes del Ejército; ese grupo callista ecuánime y sereno confía en el triunfo definitivo de su causa. (Aplausos. Siseos. Golpes en los pupitres. Campanilla.) Nosotros no celebramos conferencias secretas con generales ni con divisionarios. (Voces: ¡Muy bien! Aplausos.) Nosotros no amenazamos con decir que si fulano de tal es presidente, se levantará el general Z, que tiene catorce mil hombres.

El C. Joachín: ¡Veinte mil!

El C. Portes Gil: Nosotros confiamos en la causa de nuestro pueblo. Véase cuán distinto es el grupo que pretende lanzar la candidatura del ciudadano De la Huerta. (Murmullos. Desorden. Campanilla.) Empieza con su inquietudes, insultando a Calles, insultando a los callistas y amenazando con que hay un general, otro y otro más que están dispuestos a levantarse en armas. ¿Pues qué política es ésta, señores delahuertistas? Si en esta cuestión no debe haber más que la voluntad de los pueblos de la República! ¿Por qué trata de aherrojar y de calumniar a personalidades limpias? Oía yo en los pasillos de la Cámara, hace dos o tres días, que decía un diputado de los que se dicen amigos del señor De la Huerta: la candidatura de De la Huerta contará con mucho dinero, decía, la candidatura De la Huerta contará con mucho dinero. (Voces: ¡No es cierto! Gritos. Desorden. Campanilla.) Y agregaba esto: sólo el gerente de "El ÁGUILA", señor Rodolfo Montes, está dispuesto a contribuir con trescientos mil pesos. (Voces: ¡Huy! ¡Huy! Gritos. Desorden. Campanilla.) Y ante esta impugnación dolosa y criminal, yo, amigo del señor De la Huerta,....

El C. Pastoriza: No quiere amigos de esos.

El C. Portes Gil: ...yo vengo a protestar aquí, porque el señor De la Huerta reprobará cualquiera insinuación que se le haga en este sentido. Conozco la grandeza de alma de Adolfo de la Huerta, y sé que él.... (Aplausos. Voces: ¿Por qué lo calumnias? Desorden. Campanilla.)

El C. presidente: La Presidencia suplica nuevamente a las galerías se abstengan de tomar parte en los debates.

El C. Portes Gil: Conozco la grandeza de alma de Adolfo de la Huerta... (Aplausos.) y él ser el primero en reprobar una especie calumniosa y burda, como esa de que hablaba un diputado. Si el señor De la Huerta llegase mañana o pasado a aceptar su candidatura, tengo yo la seguridad de que no aceptaría dinero procedente de capitalistas que tratan de extorsionar la industria del país. (Voces: ¡Nombres! ¡Nombres!)

El C. Guzmán Martín Luis: Pido la palabra. ¡Moción de orden, señor presidente! Señores diputados: Escudándose desde.... (Murmullos.) Ruego a ustedes me escuche. Lo que voy a decir es de interés para cada uno de los diputados. (Murmullos. Desorden. Campanilla.) ¡Señores diputados! ¡Ustedes están presenciando cuál es la ecuanimidad de los señores callistas! ¡Esa es la ecuanimidad del señor Portes Gil, que cuando ya no pudo ser jefe del Cooperatista....

El C. Portes Gil: El señor pidió la palabra para una moción de orden, y estas no es una moción de orden. ¿Protesto contra el señor presidente! (Voces: ¡Cállate! Desorden. Campanilla.)

El C. Guzmán Martín Luis: Voy a hacer una moción de orden. Señores diputados: He pedido la palabra para una moción de orden, y voy a hacer una moción de orden. Le ruego a la Presidencia que no me cohiba el uso de la palabra, pues yo puedo hacer una moción de orden en cuanto al número de palabras que a mí me parezca. Voy a hacer una moción de orden e insisto en el cargo.

El señor Portes Gil, que cuando no pudo ser ya presidente del Partido Cooperatista arregló de antemano una renuncia....

El C. Portes Gil: ¡Esa no es moción de orden! Que hable en los términos que le corresponde.... (Murmullos. Siseos. Campanilla.)

El C. González Julián S.: Respetuosamente reclamo mi turno. (Murmullos. Campanilla.)

El C. presidente: La Presidencia suplica al orador se concrete a la moción de orden.

El C. Guzmán Martín Luis: Señores diputados: es extraordinario el hecho de que cuando una persona viene con la apariencia visible de decir verdades, no se le quiera dejar hablar.

El C. Torregrosa: ¡Eso es lo que pasa! (Murmullos. Voces: ¡Que hable!)

El C. Guzmán Martín Luis: Hace un momento que el señor Portes Gil, del grupo ahora de los señores callistas....

El C. González Julián S.: ¡Moción de orden. Para una verdadera moción de orden!

El C. Portes Gil: ¡Esa no es moción de orden y reclamo el orden, señor presidente; que hable el señor diputado en el término que le corresponde!

El C. González Julián S.: Para una verdadera moción de orden.

El C. Portes Gil: Yo creo que el año tiene muchos días y hay tiempo para que todos los oradores hagan uso de la palabra en el punto que les corresponde.

El C. Guzmán Martín Luis: Pido la palabra para moción de orden y voy a hacer la moción de orden. Antes de que termine una frase, se me dice que no es una moción de orden; no sabía yo que las mociones de orden no pudieran comenzar con las palabras "Portes Gil", digo Portes Gil ¡y no es moción de orden! Pues es moción de orden la que voy hacer.

El C. Ramírez Corzo: ¡Cuál es el artículo del Reglamento que se ha violado, compañero?

El C. Guzmán Martín Luis: ¡El artículo del Reglamento violado, compañero? No he hecho curso de Reglamento y no sé el número del artículo, pero se está violando un artículo, porque valiéndose del anonimato, valiéndose de la frase elástica

de "un diputado" se están aquí dirigiendo en esta Representación Nacional dos cargos calumniosos... (Desorden. Murmullos. Campanilla.) Se están dirigiendo a la vez dos cargos calumniosos....

El C. Torregrosa: ¡Esa no es moción de orden!

El C. Guzmán Martín Luis: Compañero Torregrosa: Le aseguro a su señoría que sí es moción de orden. No necesita escandalizar tanto su señoría, (Murmullos.) Señores diputados: El señor Portes Gil, valiéndose de una frase que no señala a ningún diputado, está lanzado un cargo calumnioso que va en contra de la honorabilidad de alguno de los presentes, que va en contra de la honorabilidad de alguno de los presentes, que va en contra de la honorabilidad de algún señor diputado, y que a la vez tiene por objeto el herir al señor Adolfo de la Huerta.

El C. Torregrosa, interrumpiendo: ¡No es moción de orden! (Gritos.)

El C. Guzmán Martín Luis: Y es una moción de orden la que yo vengo a hacer a esta tribuna, pidiendo que haya respeto para los diputados, y es una moción de orden, compañero Torregrosa, la que hago al venir a esta tribuna cuando pido que el orador no se valga de una frase anónima para lanzar un cargo calumnioso a un diputado. Es una moción de orden cuando yo vengo a pedir al señor Portes Gil que diga cuál es el diputado que ha hecho la aseveración calumniosa. (Aplausos. Gritos. Desorden. Campanilla.)

Yo pido a la Mesa, en moción de orden, que pida al diputado que está haciendo uso de la palabra, el señor Portes Gil, que señale con su nombre a quien haya dicho que una compañía iba a dar trescientos mil pesos para la campaña presidencial. Esa es un cargo calumnioso que amerita una moción de orden, y por eso he venido hacerla aquí en contra del señor Portes Gil, que no pudiendo ser presidente del Partido Cooperatista, se conforma ahora con dirigir a ese grupo ecuánime que no hace ningún escándalo, cuando no puede; pero que en cuanto me levanto a pedir una moción de orden, hay entre ellos una persona, como el diputado Santa Anna, que escudándose detrás del respaldo de una curul está haciendo ruido con las manos, como si no pudiera decirme claramente que no quiere que yo hable. (Aplausos. Gritos. Campanilla.)

El C. Portes Gil: Ya sabía yo que el diputado Guzmán iba a tergiversar aquí parte de lo que yo he dicho. Ya diré oportunamente quién es ese diputado.... (Voces: ¡Ahora! ¡Ahora! Murmullos. Campanilla.) He afirmado también que la honorabilidad del señor De la Huerta.... (Aplausos. Desorden. Campanilla.) ....será la primera en sentirse herida al saber que se anda haciendo esa clase de política; y sé que será el primero en protestar contra una especie de esa naturaleza, porque, como he dicho antes, si el señor De la Huerta llegara a aceptar su postulación, su puritanismo de revolucionario le impedirá aceptar esa clase de ofertas. Y realmente cualquier alfileretazo levanta ámpula a uno de los grupos que están ahorita denominados "adolfistas" y en cambio el grupo fuerte de la Cámara, fuerte no por su número, porque es que no quiere dividir a la revolución, porque ve que la división de la revolución en estos momentos amenazará seguramente la tranquilidad de la patria... (Murmullos. Desorden. Campanilla.) ...Eso es lo que quiere el grupo que se denomina "adolfista" y seguramente que el señor De la Huerta reprobará ese deseo del grupo que se dice amigo suyo, de dividir a los hombres de la revolución; enfrentar a los hombres que han encarnado las aspiraciones nacionales, poner frente a frente esas dos columnas de la revolución mexicana, a esos dos hombres que desde su infancia han sentido los mismos ideales de grandeza y de redención. (Siseos. Gritos. Campanilla.) Y esto, señores, en estos momentos tan solemnes para la patria, constituye un verdadero crimen de lesa patria. (Gritos. Silbidos. Campanilla.) Pero seguid con vuestras impaciencias y con vuestras inquietudes, señores adolfistas; seguid en las antesalas ministeriales.... (Gritos: ¡Huy! ¡Huy!)

El C. Peraza: ¡Me permite usted una respetuosa interpelación?

El C. Portes Gil: No, señor. Seguid aumentando el número de la burocracia capitalina... (Gritos. Silbidos.) seguid aumentando el número de la burocracia capitalina, cargando sobre las espaldas de la nación esas partidas de gastos extraordinarios para obtener empleos para los diputados. (Murmullos. Gritos.) Aquí lo ha dicho un miembro de la Comisión de Presupuesto: (Voces: ¡Callista! "el señor De la Huerta quiere esta partida para atender las recomendaciones de los diputados". (Gritos. Silbidos.) La prensa de la capital lo dijo en todas sus columnas, y allí están los cronistas de la prensa que tomaron el dato de esta Representación Nacional. (Murmullos. Gritos.) Seguid, camarilla de adolfistas... (Voces: ¡De hombres!) Lleváis la fuerza de la burocracia. (Voces: ¡Ah! ¡Ah!) Todavía el Partido Cooperatista no tiene su convención, y ya se ha hecho la declaración de que la candidatura del general Calles es la de imposición. (Voces: ¡Es cierto! Gritos. Desorden. Campanilla.) ¡Pues qué, no exigían disciplina a los que se salieron del Cooperatista, no les exigían que no hicieran política personalista? ¡Por qué, pues, aquí dentro del Cooperatista se declara oficialmente que el señor De la Huerta ser el candidato? (Gritos. Siseos.) Yo sé que todavía hay algunos callistas dentro del bloque de la mayoría. (Voces: ¡No!) Y esos callistas, uno o dos, o tres, o nadie; esos callistas, esos callistas de corazón; allí está la diputación guanajuatense, callista de ideal, callista de corazón; allí hay diputados como Ezequiel Padilla, callista de corazón y callista de ideales, que no permitirán por ningún motivo que antes de la convención se diga: el candidato del Partido Cooperatista es Adolfo de la Huerta. Y no permitirán tampoco que se diga que la candidatura del general Calles... (Murmullos. Campanilla.) no permitirán que se diga tampoco que la candidatura del general Calles está cimentada en el crimen y es de imposición; (Murmullos. Siseos. Campanilla.) ¡por qué, pues, por qué se hace político venal y calumniosa en ese sentido, si están tan fuertes, si cuentan con las partidas del Presupuesto para cargar a la nación a sus delegados; por qué esas inquietudes si nosotros tenemos confianza en la fuerza de nuestra mayoría proletaria? (Aplausos. Siseos. Campanilla.) No de las

mayorías legislativas, que para nada las necesita la candidatura del general Calles... (Siseos.) muchos o pocos, minoría dentro de la minoría, nosotros proclamamos la candidatura del general Calles porque es la que encarna el ideal revolucionario. (Aplausos. Siseos. Gritos. Campanilla.) Y porque es la que exige a toda costa, para salvar al país, para salvar a la revolución, la unión de todos los hombres de la revolución. (Aplausos. Golpes en los pupitres. Campanilla.)

El C. Espinosa Luis: Pido la palabra para una aclaración.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano González Julián S.

El C. Espinosa Luis: Pido la palabra. Señores compañeros: Un deber de amistad me obliga a hacer la siguiente aclaración: El diputado Gandarilla se encuentra ausente y ha sido aludido en una forma demasiado desfavorable por el señor diputado Emilio Portes Gil. Como esto, en mi concepto, no es caballeroso, debo declarar que el compañero Portes Gil dice que ignoraba que el ciudadano diputado Gandarilla estuviera ausente; pero de cualquiera manera, por una recomendación especial del compañero Gandarilla yo recojo las palabras del compañero Portes Gil, y digo que no está en lo justo al aseverar que Gandarilla haya querido hacer ninguna política de chantaje con el informe de Parral; yo le ruego al compañero Portes Gil, a quien supongo un hombre honrado, que aplace todos sus juicios sobre el asunto de Parral; que somos todavía relativamente jóvenes y tiempo de sobra habrá para decir todo lo que hay en el fondo de este asunto. Sí quiero, para terminar mi aclaración, recomendar al compañero Portes Gil -y esto lo hago como compañero también en luchas políticas -, que con la honradez que le hemos reconocido siempre, (Voces: ¡Huy! ¡Huy!) hoy mismo diga qué diputado fue el que lanzó la especie de que se habían ofrecido por una compañía petrolera trescientos mil pesos para el ciudadano Adolfo de la Huerta. Y esto se lo suplico, no porque a mí me importe, sino porque necesito prestigiar aquí precisamente la candidatura del general Plutarco Elías Calles (Voces: ¡Huy! ¡Huy!) y yo creo que no se prestigia cuando no se responde con los actos a las intenciones.

Yo entiendo, ciudadanos representantes, que el compañero Portes Gil, por sus antecedentes está obligado a ser sincero en esta ocasión, y a no dejar en el ánimo del ciudadano Adolfo de la Huerta ni en el de la opinión pública que hay en esta Cámara un diputado que ha lanzado esta especie. Es necesario que él diga quién es para que lo sepa la República entera, para que lo sepamos nosotros y para prestigiarnos, si es que queremos en realidad hacer una labor en favor de nuestro candidato. Por eso suplico al compañero Portes Gil que haga honor a la sinceridad que siempre le hemos reconocido, y que diga cuál ha sido el diputado que ha lanzado esa especie.

El C. González Julián S.: Señores diputados:

Que la sombra mística de Amado Nervo venga en estos momentos a mi espíritu; que por mis labios, por donde han salido tantas palabras ásperas y rudas, no salga todo el fuego que quisiera salir ante esta farsa sangrienta que tiene su escenario pierrotesco en la franciscana soledad de Soledad de la Mota. (Aplausos.)

Era ya tiempo, señores diputados, de que se diera esta batalla, que es la batalla del siglo; (Murmullos.) era ya tiempo, señores diputados, de que desde el silencio augusto de este recinto vinieran estas palabras candentes a orientar a la nación. (Una voz: ¡Y éste es de Sonora! Sí, señores, y soy diputado por Sonora, y como sonorense voy a decir unas cuantas verdades que quizá hieran los oídos de los compañeros de las izquierdas. (Aplausos. Gritos. Campanilla.)

Señores: La nación ha visto con ojos de asombro desde que comenzara la lucha electoral, que el Estado de Sonora permaneciera sordo a las súplicas de sirena salida de Soledad de la Mota. La nación ha visto con ojos de azoro que ni una sola agrupación de mi Estado, que cuenta con más de doscientas agrupaciones permanentemente constituidas, ha emitido un solo grito que venga a dar fuerza a la candidatura del señor general Plutarco Elías Calles, y esa misma nación, que ve con sus enormes ojos de argos, esa misma nación se ha dado cuenta de que en unos cuantos días, desde que surgiera a la vida el Grupo Pro - De la Huerta del Partido Cooperatista Nacional... (Aplausos.) son ya muchas las agrupaciones de Sonora que han dejado traslucir su sentir a este respecto. La prensa de mañana consignará también nuevos mensajes sobre nuevas agrupaciones que en Sonora, una vez más, responden al llamado que hicimos en pro de Adolfo de la Huerta.

En alguna reunión del bloque cooperatista, cuando algún compañero me preguntaba por qué no éramos los diputados de Sonora simpatizadores de la candidatura del señor general Plutarco Elías Calles, y yo tuve el gusto de contestar, en representación de mis estimables compañeros sonorenses, que no simpatizábamos con la candidatura del señor general Calles porque lo conocíamos demasiado. Conocemos también demasiado a Adolfo de la Huerta. Por una feliz circunstancia del destino que no prevé lo que va a traer entre sus múltiples redes, el ciudadano Adolfo de la Huerta militó en Sonora, desempeñando cargos idénticos o similares a los que desempeñara Plutarco Elías Calles; ambos fueron dos veces gobernadores preconstitucionales primero y constitucionales después del Estado de Sonora; ambos promulgaron leyes obreras ambos han hecho una labor social; discutible la del general Calles e indiscutible la de Adolfo de la Huerta. (Aplausos.)

Yo veo que se esboza una sonrisa sarcástica en los labios del compañero Apolonio Guzmán y él, menos que nadie, tiene derecho a esbozar esa sonrisa, pues sabe muy bien que en la convención de Hermosillo, en el cual durante quince días se confeccionó un programa que se le impuso al señor De la Huerta cuando se le proclamaba gobernador del Estado de Sonora; se pusieron allí verdaderos principios avanzados. Le consta al ciudadano Apolonio Guzmán, quien aún no era callista, cuando en la convención de Hermosillo militaba junto conmigo en aquella gloriosa minoría que capitaneaba Jesús M. Garza con contra la jauría gobiernista que capitaneaban Luis L. León y Miguel Yépez Solórzano. (Aplausos.) Apolonio Guzmán, Emilio

Portes Gil y muchos otros que se han afiliado a la candidatura del general Calles, saben muy bien que desde antes de que en el horizonte de la humanidad despuntaran los albores del bolchevismo reivindicador, ya Adolfo de la Huerta publicaba en Sonora leyes más avanzadas que las consignadas en el artículo 123 de nuestra Carta Magna. (Aplausos.) Y ahora, señores, por un sarcasmo inexplicable, es Plutarco Elías Calles el que aparece con la toga del revolucionario inmaculado, y es Adolfo de la Huerta el que aparece postergado, como un conciliador, cuando no son ellos capaces de resistir un análisis minucioso que hiciéramos con el bisturí de nuestra observación política en estos instantes. (Aplausos.)

Eso sí, señores; Adolfo de la Huerta con su labor social, Adolfo de la Huerta, que quizá no haya podido hacer mucho en la Secretaría de Hacienda por encontrarse desempeñando una cartera burguesa, pero que quizá haya hecho más que Plutarco Elías Calles desempeñando la cartera de Gobernación; (Aplausos.) Adolfo de la Huerta, que no tiene una jauría en el Departamento de Establecimientos Fabriles y Militares; (Aplausos.) Adolfo de la Huerta, que va a Nueva York y abre su corazón, su inmenso corazón, a los banqueros voraces y rapaces y les dice: "yo, como socialista, vengo a tratar abiertamente con ustedes", y Adolfo de la Huerta, que con ese prejuicio que ya llevaban los rapaces internacionales, los banqueros de Wall Street, logra salir triunfante en esa aventura verdaderamente romana: Adolfo de la Huerta no tiene que avergonzares de haber dejado tras sí una estela de crímenes y una estela de odios. (Aplausos.) Ya era tiempo, señores, de que se dijeran desde aquí unas cuantas verdades. La nación hasta ahora ha estado lamentablemente aletargada, y han sido ellos los que, maquiavélicamente, han llegado al sacrificio a Adolfo de la Huerta; han sido ellos los que, explotando la grandeza inmaculada - como diría Luis León desde esta tribuna - de Adolfo de la Huerta, tratan de hacer que retraiga de la lucha política desatendiendo el llamado de sus compatriotas; han sido ellos, sí ellos, sí, y con estigma de fuego los señalo, han sido ellos los que hablando en nombre de la revolución quieren que esa revolución no se divida, a base de que es sea el candidato. (Aplausos.) Y yo pregunto, señores diputados, y creo que conmigo preguntará toda la nación, yo pregunto: ¿desde cuándo ha de ser más digno de tomarse en cuenta, más que el desinterés patriótico de Adolfo de la Huerta, la ambición satánica de Plutarco Elías Calles? (Aplausos.) ¡Dividir a la revolución! ¿Y qué acaso no es también Adolfo de la Huerta la revolución? ¿Qué acaso en la revolución de Agua Prieta no fue Adolfo de la Huerta el alma y el cerebro, y Plutarco Elías Calles únicamente el instrumento, el trait d'union entre los militares que tomaron parte en esa campaña? Sepa el compañero Portes Gil y sepan los demás callistas de esta Cámara, que si el Estado de Sonora, la población civil del Estado de Sonora no respondió unánimemente al llamado de los revolucionarios de Agua Prieta, fue porque encabezaba militarmente ese movimiento el general Plutarco Elías Calles. (Aplausos. Murmullos. Siseos. Campanilla.)

El C. Prieto Laurens: ¡Que lo digan los obreros de Cananea!

El C. González Julián S.: Señores:

Ya es imposible que la nación entera deje de comprender que la candidatura del señor general Plutarco Elías Calles lleva encima el estigma de la imposición. Primero son los gobernadores - muy estimables - de Campeche y Yucatán; muy estimables desde el punto de vista social, pero muy torpes desde el punto de vista político; primero son ellos, compañeros, los que lanzan la candidatura del general Calles; después es Luis N. Morones, desde Guadalajara, llevando a sus secuaces con pases del Gobierno; luego Celestino Gasca aquí en el Distrito Federal; luego es el gobernador de Tabasco, encarcelando al presidente del Partido Cooperatista en aquel Estado. Y estos detalles que hicieron odiosa a la candidatura de Bonillas, han hecho también odiosa a la candidatura de Calles. (Aplausos.) Y si eso no bastara, compañeros, aún hay detalles más reveladores: la Secretaría de gobernación, de la que no ha dejado nunca de depender el maquiavélico Gilberto Valenzuela, el judas que ha traicionado a su maestro; Gilberto Valenzuela, que está envenenando a la prensa de los Estados con el malhadado Departamento de Prensa que tiene esa Secretaría. Ese departamento, con fecha 13 de septiembre, giró a toda la República un boletín al que me voy a permitir dar lectura a ustedes y pido a la Secretaría que dé fe. Primero voy a hacer la siguiente aclaración: el Departamento de Prensa recoge diariamente la prensa de la capital y saca de ella un extracto. Ese extracto, cuando naturalmente contiene algunos detalles de política, de alta política, de política trascendental, tiene que pasar bajo la supervisión del jefe o encargado de esa Secretaría. Esto, si no fuera probable, es absolutamente lógico. Pues bien; ese Departamento de Prensa, mientras los periódicos todos de la capital consignaban a siete o cinco columnas - unos con letra roja - la noticia de que en el seno de la Cámara Popular se había formado un grupo brioso y rebelde que lucharía por sacar avante la candidatura de Adolfo de la Huerta; mientras toda la prensa de la República hacía un eco enorme, verdaderamente estruendoso, apocalíptico, de esa noticia, se consignaban en los mismos periódicos de la capital y en planas interiores las declaraciones de Adolfo de la Huerta, relacionadas con su negativa a tomar parte en la campaña. Pues bien; la Secretaría de Gobernación por medio de su Departamento de Prensa envió al día siguiente a toda la República el siguiente boletín. Suplico a la Secretaría se sirva dar fe. Este es un periódico que se llama "El Tiempo", del mineral de Cananea; su director y propietario me está escuchando en estos momentos desde uno de los palcos de la prensa. Dice así:

"México, septiembre 12.- Ayer, con motivo de una junta de diputados cooperatistas, en que acordaron ofrecer la candidatura presidencial al C. Adolfo de la Huerta, el mencionado alto funcionario federal dio a los representantes de la prensa nuevas declaraciones, por las que manifiesta que no acepta por ningún motivo figurar como candidato en la lucha política que se ha iniciado en la República.

"El texto de las declaraciones es el siguiente..."

Y luego viene las declaraciones del ciudadano De la Huerta.

Otro periódico también de Cananea, enemigo comercial del periódico "El Tiempo", publica el mismo servicio telegráfico con los mismos detalles que publica "El Tiempo". Pues bien, señores diputados; no solamente no es cierto, no solamente es falso que Adolfo de la Huerta haya hecho esas declaraciones basado en la formación del grupo pro - De la Huerta de la Cámara, sino que es todo lo contrario: El grupo pro - De la Huerta se formó porque sabía que Adolfo de la Huerta iba a hacer declaraciones en la prensa del día siguiente, negándose nuevamente a aceptar su candidatura presidencial. Y véase cómo la Secretaría de Gobernación dolosamente envió una información torcida; y véase cómo en lugar de recoger imparcialmente de las columnas de la prensa metropolitana la información preferente, la que venía a siete columnas y con letras roja en "El Demócrata" y a cinco columnas en "El Universal", en "Excélsior" y en "El Heraldo", mientras venían en planas interiores las declaraciones de Adolfo de la Huerta, tergiversa de una manera malévola y dolosa la información y hace aparecer como que las declaraciones de Adolfo de la Huerta son posteriores a la formación del grupo delahuertista. Esta manera de orientar la opinión pública por medio de ese nefasto detalle que hace presumir que en torno de la candidatura del general Calles hay una verdadera trama de imposición, que nosotros estamos dispuestos a evitar. (Murmullos. Aplausos. Campanilla.)

Yo desearía saber cómo explican los compañeros callistas la actitud de pueblos tan levantiscos y rebeldes como el pueblo obrero de Cananea; ese pueblo, que ya en 1907 supo ofrendar su sangre en el altar sangriento de Porfirio Díaz, yo quiero saber cómo explican los callistas que en el pueblo de Cananea, que fue llevado maquiavélicamente frente a las trincheras de Naco y fue allí despedazado y muerto a balazos por las maquinaciones de Plutarco Elías Calles, cómo ese pueblo... (Desorden. Protestas. Campanilla) cómo es que ese pueblo levantisco... (Voces: ¡Pruebas!) la Historia las ha recogido ya. Cómo es que ese pueblo levantisco, ese pueblo airado, ese pueblo gigante hasta en su misma decadencia, ese pueblo se impone y lleva primero al triunfo a De la Huerta para gobernador del Estado, y después lo llevará al triunfo para presidente de la República. Y en ese mineral de Cananea, ya heroico desde 1907, yo interpelo al compañero representante de ese distrito, al compañero José Peraza para, que nos diga en qué forma iba a ser recibido Luis N. Morones en una ocasión en que quiso ir a meter a la Confederación Regional Obrera Mexicana.

El C. Peraza: Pido la palabra. En 1919, siendo secretario general de la Unión Industrial Asalariados de Cananea, dependiente de la I. W. W. de los Estados Unidos llegó a conocimiento de nosotros que el señor Luis N. Morones iría a visitarnos a Cananea. Nosotros inmediatamente giramos una circular a los centros obreros de Sonora, haciéndoles ver que era absolutamente legal y justo todos los obreros se presentaran a hacerle una manifestación de hostilidad, dado que era uno de los elementos que estaba de acuerdo con el capital y con el Gobierno. Así íbamos a recibir a Morones, si era posible peñascazos, como dicen en Sonora. (Aplausos.)

El C. González Julián S: Gilberto Valenzuela, a quien en cierta ocasión tuve la satisfacción de desenmascarar desde esta tribuna; Gilberto Valenzuela, quien declara enfáticamente, después de traicionar a su maestro, a Adolfo de la Huerta, que está completamente de acuerdo con la política y con las orientaciones seguidas por Plutarco Elías Calles, ya no recuerda Gilberto Valenzuela, primero cuando fue desterrado de Sonora por el mismo Plutarco Elías Calles, y después, cuando habiendo salido electo diputado por el distrito de Sahuaripa a la Legislatura local, no recuerda que el general Calles, saliéndose de su papel de gobernante, violando la Constitución. tres ocasiones puso su veto a los acuerdos del Congreso y trató de evitar, anticonstitucionalmente, que Gilberto Valenzuela entrara al recinto legislativo de Sonora. Ya ha olvidado todo eso Gilberto Valenzuela.

¿Esos detalles no son suficientes para consagrar a un futuro dictador? Esos detalles, quieren decir, señores diputados, que mañana, cuando el ciudadano general Plutarco Elías Calles, por un azar de inconsciencia del destino, llegara a ir a la Presidencia de la República (Voces: ¡No! ¡No!) y que el Congreso, constituído en Colegio Electoral, declarara, por ejemplo, que era Válida la credencial que trajera por Tampico el ciudadano Portes Gil, entonces, ¿Que le parecería al ciudadano Portes Gil que lo mismo que le paso a Gilberto Valenzuela en Sonora, el ciudadano general Plutarco Elías Calles le dijera al Congreso que no reconocía la validez de la credencial de Portes Gil?

El C. Portes Gil: Voy a contestar. (Voces: ¡No! ¡No!)

El C. González Julián S.: Sí, compañero.

El C. Portes Gil: En primer lugar, compañero González, no creo yo que el ciudadano general Calles sea capaz de hacer indicaciones a un Congreso.

El C. González Julián S.: Crea usted que las ha hecho.

El C. Portes Gil: En la Secretaría de Gobernación jamás las hizo. Y si ese Congreso, como ha pasado con algunos anteriores, va a pedir la consigna, ese Congreso ser el responsable de que se le dé la consigna. (Voces: ¡Huy! ¡Huy!)

El C. González Julián S.: Señor Emilio Portes Gil: Usted no me dijo, no se permitió opinar que no creé en la veracidad de mi afirmación respecto al caso de Sonora. Pues bien, compañero Portes Gil, se encuentra en esta Asamblea afortunadamente un ciudadano diputado que era miembro de esa Legislatura, el ciudadano diputado Antonio Rivera; yo lo interpelo, primero, para que me diga si el Congreso de Sonora iba a pedir la consigna a Plutarco Elías Calles, y, segundo, si no es cierto que Calles quiso poner su veto al acuerdo del congreso constituído en Colegio Electoral.

El C. Rivera Antonio G.: Señores diputados:

Voy a contestar la interpelación que me hace el señor diputado González y la voy a contestar con verdad, porque no puedo decir otra cosa.

Efectivamente, yo era diputado al Congreso local de 1917 a 1919; se presentó candidato por el distrito de Sahuaripa el licenciado Gilberto Valenzuela y el Congreso del Estado aprobó su credencial. Estas credenciales en Sonora no son motivo de decreto sino de un acuerdo del Congreso, para el cual únicamente el gobernador del Estado tiene facultad de publicarlo, porque el Congreso de Sonora, como Colegio Electoral o como Gran Jurado, es absolutamente independiente y el Ejecutivo del Estado no puede hacer observaciones de ninguna naturaleza; el señor general Calles, siendo gobernador, no quiso publicar ese acuerdo de la Cámara; le hizo observaciones al acuerdo de la Cámara, en el declaraba diputado a Gilberto Valenzuela, y volvió con observaciones al Congreso dicho acuerdo. Entonces el Congreso local nombró una comisión especial, de la cual fui yo presidente, para estudiar las observaciones hechas por el general Calles, como gobernador, y, en síntesis, lo que yo dije - porque yo hice el estudio, y lo firmó la comisión, naturalmente -, dije, basándome en las leyes del Estado, que el gobernador no podía hacer observaciones al Congreso en su carácter de Colegio Electoral. Sin embargo, volvió ese decreto al gobernador del Estado para que lo publicara y que se considerara al ciudadano Valenzuela como diputado. Nuevamente le volvió a hacer observaciones...

El C. Barrera, interrumpiendo: ¿Cuáles eran? (Campanilla.)

El C. Rivera Antonio G. continuando: Que no eran legales las elecciones porque el licenciado Valenzuela no tenía la residencia en el Estado, entre otras cosas, que creo era la principal. Segunda vez le hizo observaciones y volvió al seno de la Cámara el acuerdo; pero entonces el Congreso del Estado volvió a nombrar nueva comisión especial para que estudiara sus observaciones, y volvió a dictaminar la comisión especial y a probar el Congreso que la credencial era legal y, por consiguiente, el ciudadano Gilberto Valenzuela era diputado al Congreso local por el distrito de Sahuaripa. Eso es lo que el ciudadano diputado González me ha preguntado y lo que yo le he contestado a la faz de todos ustedes.

En cuanto a que el Congreso local de que yo formaba parte, fuera a pedir consignas al gobernador del Estado, yo creo que no debo ni tocarlo, porque ustedes han visto nuestra actuación, al menos la mía; yo no le pido consignas a nadie; ni siquiera le pido opiniones a nadie: me concreto a escuchar y a formar mi criterio; pero no les haría la ofensa a los compañeros de suponer que fueran a pedir consigna al gobernador del Estado, por que siempre se conservó una absoluta independencia entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. Eso es todo lo que tengo que decir a propósito de la interpelación del diputado González. (Aplausos.)

El C. González Julián S.: Decía yo antes - y esto va para los señores laboristas -, decía yo antes que en el Estado de Sonora el que tiene fama de socialista radical, científico, sin demagogias vulgares, es Adolfo de la Huerta; y, en cambio, el que en muchas ocasiones ha sido considerado, con muy legítimo derecho y con mucha justicia como uno de los verdaderos enemigos del trabajador, como uno de los verdaderos azotes del pueblo obrero de Sonora, es Plutarco Elías Calles. (Aplausos.) En su oportunidad, señores, yo volveré a tratar este asunto y con lujo de detalles, quizá más extenso que el que ahora me he permitido traer a la consideración de ustedes. Probablemente para que entonces yo hable de acontecimientos sangrientos registrados en el mineral de Cananea; probablemente cuando esté más avanzada la lucha electoral traiga las fotografías de cuatro ahorcados que se columpiaban tristemente en los ángulos de la plaza de Agua Prieta; probablemente entonces pueda decir algunas cosas más; pero únicamente quiero decir por ahora a los señores laboristas lo siguiente, a los que impugnan malévolamente desde Guadalajara el Proyecto de Ley de Accidentes del Trabajo de la Cámara de Diputados, de la que me considero uno de sus miembros activos y no uno de sus miembros siempre ausentes: como Morones y como el estimable compañero Arturo Cisneros Canto, quienes, a pesar de sus reiteradas invitaciones, jamás se presentaron en el seno de la Comisión del Trabajo a ayudarnos con sus luces sapientísimas, adquiridas por el último en los Establecimientos Fabriles Militares. (Risas.) ¿Saben los compañeros laboristas que cuando don Adolfo de la Huerta fue gobernador preconstitucional de Sonora, se creó en aquél Estado una Cámara Obrera? ¿Saben los compañeros laboristas principalmente el compañero José F. Gutiérrez, quien estuvo después haciendo propaganda en Sonora por el señor Adolfo de la Huerta, saben los compañeros laboristas que el ciudadano Adolfo de la Huerta creó en torno suyo un conglomerado de trabajadores que le aportaban sus luces, que era un verdadero congreso funcional representado por puros obreros; que en ese congreso todas las disposiciones, todos los acuerdos tenían carácter de leyes o decretos, que siempre, invariablemente, fueron publicados por Adolfo de la Huerta? ¿Saben los compañeros que el decreto 94 es mucho más avanzado que los puntos que consigna el artículo 123 constitucional? ¿Saben los compañeros que la tarifa de indemnizaciones en Sonora, por accidentes mortales o por accidentes que incapacitaran permanentemente al obrero para seguir trabajando, era de cinco mil quinientos pesos, que fue rebajada por el general Calles a una suma que oscila entre tres y cuatro mil pesos? ¿en dónde está el revolucionarismo social de Plutarco Elías Calles, comparado con el de Adolfo de la Huerta? ¿Saben los señores laboristas que siendo De la Huerta gobernador de Sonora, las empresas mineras repartían un tanto por ciento como utilidades a los trabajadores que tenían en sus minas? ¿Cuándo se hizo eso durante el reinado de Plutarco I en el Estado de Sonora? (Aplausos ruidosos.) Señores diputados: El Partido Cooperatista por fortuna abrió los ojos muy a tiempo; el Partido Cooperatista, guiado por Emilio Portes Gil, fue llevado como un corderillo hasta el precipicio político, pero después se irguió, y como león enfurecido, está ahora tirando zarpazo tras zarpazo; ese partido que nos hizo abrir los ojos y que muchas veces nos hizo pensar en lo triste que era el destino de la patria. Sepan los señores compañeros laboristas y excooperatistas, que ellos nos han dado

una oportunidad. con su renuncia personalista los últimos, para decirle a la nación que aún es tiempo de que se salve. Señores: no creo que haya sido en mi largo discurso lo suficientemente apto para convencer a ustedes, pero sí he traído nuevos detalles que vienen a traer en torno de la personalidad del señor general Calles una verdadera aureola de imposición, aureola que invariablemente lleva a los candidatos que van por ese camino al desastre, o los lleva a Tlaxcalatongo. (Aplausos.) Y por último, señores quiero desde está tribuna hacer un llamamiento al general Obregón y a los que con él colaboran en su obra reconstructiva: quiero advertirles que cuando se trata de imponer un candidato, ya se llame ese candidato Ignacio Bonillas o Plutarco Elías Calles, se hace aún más corta la distancia entre el Alcázar regio de Chapultepec y el recinto augusto del Panteón de Dolores. (Aplausos nutridos.)

El C. García Téllez: Señores diputados:

Yo quisiera en estos momentos en que todas las curules se levantan gritos y protestas airadas, en que de todos lados se lanzan vituperios y que desde esta tribuna se invoca por todos los enemigos el hombre de la revolución y de la patria, ser completamente distinto de la actitud asumida por mis predecesores, e invitar a la Asamblea a que procure por un momento llevar a su ánimo la tranquilidad y serenidad para estudiar, no para insultar; para analizar, no para seguir en el abismo de calumnias y de dicterios que no conducen sino a una exhibición reprochable y denigrante para la Representación Nacional.

El C. González Julián S., interrumpiendo: Yo no he lanzado dicterios, yo estoy dispuesto a probar toda mi disertación (Campanilla. Gritos.)

El C. García Téllez, continuando: Dice Gustavo Le Bon, un insigne escritor,....

El C. Pastoriza, interrumpiendo: ¡ Es muy antiguo! ¡Busca uno más nuevo! ¡Consulte a Soto y Gama! (Campanilla. Risas.)

El C. García Téllez, continuando: .. autor de la psicología de las multitudes, que para analizar cuál es la verdadera razón, cuál es la verdadera causa de un estado tormentoso de agitación de una multitud, es conveniente transportarse un poco fuera de ella; es conveniente procurar que el ánimo analice como si no se formase parte de ese cuerpo agitado que a veces parecer un mar embravecido; que a veces (Una voz: ¡No convences!) obra también como las débiles damas; que a veces es consecuente; que a veces es traidor. Quiero analizar esa situación, procurando que todos vosotros la estudies, pensando cómo criticaría, cómo juzgaría la República, como se juzgaría con serenidad la actual situación de la Cámara y el papel que los diversos miembros desempeñen en ella. (Una voz en la galería: ¡Qué bien te salió el parrafito!) En primer lugar, la discusión y los ataques se inician dándole a una ley que es de importancia, de mucha más importancia que venir a insultarnos a esta tribuna (Una voz de las galerías: ¡No llores!) un carácter y una forma y un fin exclusivamente políticos. Se dice por el compañero Prieto Laurens que los laboristas no han hecho nada...... (Una voz: ¡Nada bueno!) que los laboristas no se han preocupado por la ley reglamentaria del artículo 123, y quisiera, señores en primer lugar, que analizamos con toda tranquilidad cuál fue, cuál ha sido, cuál es la situación de una minoría, de una minoría a quien en muchas ocasiones se le ha negado venir a la tribuna; que en muchos casos a la minoría se le impide que haga uso de la palabra aun valiéndose de ardides, de mociones de orden, y no obstante esto, me cabrá la satisfacción, cuando ese proyecto, obra del Partido Laborista. se discuta,......

El C. Aranzábal: Para una aclaración.

El C. García Téllez: Venir a esta tribuna a presentar todo un cuerpo reglamentario del artículo 123 y en ese cuerpo reglamentario están muchos y parte también de los artículos que aquí se encuentran y de las orientaciones que aquí se señalan; además, si no es ese un contingente que presta el Partido Laborista, bien está que dentro de la fuerza omnímoda de que se ha disfrutado, que dentro de la fuerza política de puerta cerrada que se ha seguido contra nosotros, no pidamos aplausos y no pedimos tampoco que se nos considere como los únicos en la labor ni los principales tal vez en esa labor; pero pedimos que se haga justicia, que se le dé a cada quién lo suyo y que se reconozca que efectivamente, de las circunstancias políticas en que estamos colocados, fue y es innegablemente el contingente mayor de la reglamentación del artículo 123, el Código del Trabajo que se presentó a esta honorable Asamblea y que los.....

El C. Aranzábal: Una interpelación, es muy importante.

El C. García Téllez: No, compañero.

El C. Aranzábal: Tenga la bondad, compañero. Es el momento oportuno.

El C. García Téllez: No, no la permito. (Desorden. Campanilla. Gritos.)

El C. Aranzábal: Yo pregunto al compañero que está en la tribuna: ¿por qué tiene miedo compañero?..... (Desorden.) ¡Tiene miedo de que se conozca la verdad! (Campanilla. Gritos.)

El C. García Téllez, continuando: Compañeros: No acepto... (Continúa el desorden. Campanilla.)

El C. Aranzábal, interrumpiendo: Suplico al compañero tenga la bondad de permitirme que le dirija una interpelación. (Gritos. Campanilla.)

El C. presidente: No tiene usted la palabra.

El C. Aranzábal: Estoy suplicando al compañero que me permita una interpelación.

El C. Villanueva Garza: ¡Tiene derecho! ¡No faltaba más!

El C. Aranzábal: Pues aun sin su consentimiento, compañero.

El C. García Téllez: No admito interpelaciones en este momento.

El C. Aranzábal: En el lugar en donde se ha estado.... (Campanilla.-

El C. García Téllez: Compañeros.....

El C. Aranzábal: En el lugar en donde se ha estado elaborando la ley, que es allá arriba, no se ha presentado el señor Morones, que es uno de los miembros de la comisión; y como él, los otros miembros laboristas que forman también parte de esas comisiones. Así es que no diga usted que ha sido aquí donde se les ha evitado el uso de la palabra; no es aquí donde se elaboran las leyes, sino allá arriba; aquí se discuten, pero allá se hacen, en el

departamento donde los miembros de las comisiones hemos estado trabajando. (Aplausos. Campanilla.)

El C. García Téllez, continuando: Compañeros: No quise aceptar la interpelación del compañero, con el objeto de que vengan todos a esta tribuna ampliamente, con toda su fuerza, con toda su energía, con toda virilidad a sostener sus opiniones, y que no con la forma de interpelaciones se produzca, como se ha estado produciendo, la exaltación de la Asamblea. Por lo demás, le diré al compañero que Morones, (Risas. Gritos. Campanilla.) le diré al compañero que el señor diputado Morones.....

El C. Aranzábal, interrumpiendo: Concurrió dos veces a las comisiones del Trabajo.

El C. García Téllez, continuando: Digo de paso al compañero que el señor diputado Morones, en primer lugar, no ha estado en funciones y, en segundo lugar, que el compañero Morones no es el Partido Laborista Mexicano. El será uno de sus factores, pero el Partido Laborista no se personaliza. La Confederación reunida en Guadalajara protestó porque el proyecto de ley no dé a los trabajadores en caso de accidentes, la indemnización total de su salario. Este fue el punto inicial de todas las discusiones de este artículo, sobre él se ha bordado y sobre el telegrama de allá han nacido todas las discusiones; pues bien; yo les digo a los compañeros que el artículo 11 del proyecto no daba la indemnización, que tenía razón que el artículo 11 del proyecto solamente daba el cincuenta por ciento de indemnización en substitución del salario; es cierto que se ha reforzado después; pero en la reforma tampoco se incluye la indemnización del total del salario en caso de accidente y aquí está la ley, yo no vengo a pronunciar discursos líricos ni a hacer alarde de patriotismo, yo contesto con la ley y esa contestación me la proporcionan los mismos miembros que formularon el dictamen que impreso tengo a la mano y el cual dice en el artículo 11 que solamente la mitad del salario se da por indemnización en caso de accidentes; por otra parte, señores, esta Ley de Accidentes que tanto se ha hecho alarde, es un proyecto muerto, es un proyecto perdido, es un proyecto inútil y voy a demostrarlo: Dos argumentos son capitales; el primero, que esta ley es solamente para el Distrito Federal y que la comisión, que es del Cooperatista, no ha presentado la reforma legal para que la ley fuese extensiva a la Federación. En segundo lugar..... Desorden. Campanilla.) y refiriéndome al caso concreto de la ley, digo que esta ley es muerta porque no será cumplida; digo que esta ley es perdida, por que no hay Tribunales que la hagan cumplir, y no hay tribunales porque no se ha reformado el artículo constitucional que considere a las juntas de arbitraje como tribunales legales, y la jurisprudencia de la Corte, que es múltiple, dice que por el momento no es válida, porque conforme a la Ley Reglamentaria del Amparo, mientras allá constituyen cinco jurisprudencias de la Corte, estas son..... (Gritos. Desorden. Campanilla.) Digo, señores que esta ley, para que tenga afecto, digo que esta ley para que sea posible, para sea cumplida necesita previamente la reforma constitucional que permita los tribunales del Trabajo.....

El C. Aranzábal, interrumpiendo: ¡Hay que empezar por algo, compañero! (Gritos, Campanilla.)

El C. García Téllez, continuando: Compañeros: Lo indicando, si queréis que esta ley sea cumplida, si queréis que realmente, no sin palabras huecas, que ya estamos cansados de oírlas, no con protestas torpes; si queréis que esta ley sea cumplida, necesita la previa reforma constitucional que permita los tribunales del Trabajo.

El C. Aranzábal, interrumpiendo: ¡Ya está , compañero! Está usted bordando en el vacío!

El C. Rodríguez Guillermo: ¡Ya está presentada, ya está!

El C. García Téllez, continuando: Ya está presentada; pero la comisión, que es inteligente y sabe medir la importancia de esa reforma, no la ha presentado a discusión y es previa esa reforma, anterior a ese proyecto de ley, para que entonces esta ley pueda ser cumplida. Por lo demás, señores, estamos bordando en el vacío si no viene la reforma constitucional. (Siguen los gritos. Campanilla.)

El C. Rodríguez Guillermo, interrumpiendo: Conforme al artículo reglamentario respectivo, pido que se lea este proyecto de ley.

El C. García Téllez: No puede usted impedirme el uso de la palabra. (Voces: ¡Tiene derecho! ¡Que se lea el proyecto!)

El C. Rodríguez Guillermo: Y si no lo lee la Secretaría, lo leo yo. (Siguen los gritos. Desorden en las galerías. Campanilla.)

El C. García Téllez: Señores diputados: He invocado...

El C. Rodríguez Guillermo, interrumpiendo: Señores diputados: El presidente me ha concedido la palabra para una moción de orden. (Campanilla.) Las comisiones del Trabajo no pueden permitir que se engañe a la Asamblea. Las comisiones del Trabajo, sabiendo perfectamente por qué trabajo habían de comenzar, desde luego formularon y presentaron a la Representación Nacional el proyecto que establece y les da personalidad jurídica a los tribunales del Trabajo. Claro está que esta reforma constitucional paso a las comisiones de Puntos Constitucionales, y el compañero Padilla no me dejar mentir; él ya está formulando el proyecto de ley relativo y que próximamente será presentado, porque no es como ha dicho el compañero Téllez, que tratamos de embaucar a los trabajadores; queremos hacer una labor efectiva y que se cumpla. Yo no permito que a las comisiones del Trabajo, de las cuales formo parte, se pretenda calumniar haciéndolas aparecer como que tratan de engañar a los trabajadores; yo levanto mi protesta porque esta no es la forma de venir a combatir con armas innobles a base de calumnia. Yo ruego a la Secretaría, para que quede consignado en el DIARIO DE LOS DEBATES y rogándole también atentamente a la prensa que tomen conocimiento de este hecho, pues ya digo, la Comisión del Trabajo ha comenzado por donde debe comenzar, es decir, hacer que los laudos de la Junta de Conciliación causen ejecutoria.

El C. secretario Puig y Casauranc: En efecto, el proyecto de reforma del artículo que presentan los miembros de la comisión referente a lo que ha indicado el compañero Rodríguez, paso a la Comisión de Puntos Constitucionales el 14 de noviembre del mismo año de 1922. (Aplausos.)

El C. García Téllez: El compañero no ha demostrado lo que tenía que demostrar. (Silbidos.) Que dicha ley sea visible mientras la reforma constitucional no se expida. Compañeros: Voy a terminar este punto para entrar a otro más visible. Voy a analizar con serenidad, con razones, con argumentos, la situación, el actual momento político y la actuación de los diputados ante la presente campaña presidencial. Y voy a analizarlo con tranquilidad. Compañeros: Los que antes jamás nos habíamos mezclado en política, los que antes teníamos ninguna impresión palpable y cierta de cómo los hombres que se dicen revolucionarios mancillan a la Revolución; señores, los que veníamos preñados de ideales.... (Risas. Campanilla.) Compañeros, los que formamos.... (Gritos. Campanilla.)

El C. Presidente, a las 20.30: se levanta la sesión y se cita para el próximo lunes a las diez y seis.