Legislatura XXXI - Año I - Período Ordinario - Fecha 19240820 - Número de Diario 2

(L31A1P1oN002F19240820.xml)Núm. Diario:2

Colegio Electoral

ENCABEZADO

MÉXICO, MIÉRCOLES 20 DE AGOSTO DE 1924

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la administración local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO I.- PERÍODO ORDINARIO XXXI LEGISLATURA TOMO I.- NÚMERO 2

SEGUNDA JUNTA PREPARATORIA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 20 DE AGOSTO DE 1924

SUMARIO

1.- Se abre la junta. Es leída, reformada y aprobada el acta de la anterior.

2.- Sin debate se aprueba el dictamen referente al 14 distrito electoral del Distrito Federal.

3.- Es discutido y aprobado el dictamen relativo al 6o. distrito electoral del Estado de Chihuahua.

4.- Sin discusión es aprobado el dictamen correspondiente al 3er. distrito electoral del Estado de México. Se levanta la junta.

DEBATE

Presidencia del

C. FILIBERTO GÓMEZ

(Asistencia de 228 ciudadanos presuntos diputados.)

El C. presidente, a las 16.40: Se abre la junta.

El C. secretario Vásquez, leyendo:

"Acta de la primera Junta Preparatoria de la Cámara de Diputados del XXXI Congreso de la Unión celebrada el día 15 de agosto de mil novecientos veinticuatro.

"Presidencia del C. David Montes de Oca.

"En la Ciudad de México, a las quince horas y veintidós minutos del viernes quince de agosto de mil novecientos veinticuatro , reunidos en el salón de Sesiones de esta Cámara doscientos veinticuatro ciudadanos presuntos, diputados, según consta en la lista que paso el C. Carlos Cuervo, secretario de la Comisión Instaladora de la XXXI Legislatura, se abrió esta junta.

"El C. Rafael Martínez de Escobar solicitó el uso de la palabra e inmediatamente la Secretaría dio lectura a los artículos tercero y cuarto del Reglamento. La Presidencia, de acuerdo con el último de los artículos citados, dispuso se procediera a la elección de un Presidente, un vicepresidente y dos secretarios. El C. Martínez de Escobar insistió en que Se le concediera la palabra, haciendo constar su protesta por no haberlo conseguido, e inmediatamente se recogió la votación de que se ha hecho mérito.

"Resultaron electos para los citados cargos, por mayoría de ciento setenta, votos, los CC. Filiberto Gómez, Juan B. Salazar, Jenaro V. Vásquez y Antonio Valadez Ramírez, respectivamente. Los CC. Martín Tores, José U. Escobar, Rafael Ponce de León y Gonzalo González, obtuvieron cuarenta y cuatro votos para los mismos cargos.

"Los electos, a invitación del C. Montes de Oca, tomaron posesión de sus cargos.

"Presidencia del C. Filiberto Gómez.

"En cumplimiento del artículo quinto del Reglamento, los presuntos diputados hicieron entrega de sus credenciales a la Presidencia.

"De conformidad con el mismo precepto, se procedió a la elección de las comisiones revisoras de credenciales, las cuales quedaron integradas de la siguiente manera:

"Primera comisión.- Sección primera: Francisco Solórzano Béjar Daniel L. Barrera y Ramón Martínez. Sección Segunda: Francisco López Soto, Marino Pérez y Fernando González Madrid. Sección tercera: Gustavo R. Cristo, Luis M. Díaz y Francisco López Cortés. Sección Cuarta: Ignacio García Téllez, Ramón Anaya y José Pérez Gil y Ortiz. Sección Quinta: Procuró Dorantes, Juan Madrigal y Silvestre Guerrero. Sección Sexta: Enrique Hernández Alvarez, Jesús Santos Mendiola y Carlos Puig Casauranc. Sección Séptima: Manuel Rueda Magro, Benjamín Méndez y Victorio Lorandi. Sección Octava: Pastor Rouaix, José Aguilar Maya y Francisco García Carranza. Sección Novena Gilberto Fabila, Enrique L. Soto y Ernesto Prieto. Sección Décima: Luis Sánchez de Cima, Florencio Zainos Lumbreras y Elpidio Rodríguez.

"Segunda comisión.- Sección Primera: Alfredo Romo, Rafael Quevedo y Juvencio Nochebuena. Sección Segunda: Adolfo Arias, Juan Rodríguez Martínez y Luis Ramírez Corzo.

"Esta planilla obtuvo ciento setenta y seis votos, con excepción de los CC. Fernando González Madrid y Silvestre Guerrero, quienes obtuvieron ciento catorce votos y ciento trece votos, respectivamente.

"También obtuvieron votos para integrar las comisiones de poderes los CC. Miguel S. Calderón, Isauro Solís, Eduardo Delhumeau, Efrén Leyva, David Pastrana Jaimes, Lauro Caloca, José Siurob, León García, Gabriel Aguillón José F. Gutiérrez, Ildefonso de la Peña, Leopoldo L. Gallardo, Rodrigo Gómez, Juan Aguilar Ticachi, Adalberto

Reyes Gil, Antonio Díaz Soto y Gama, Marcos Hernández, Celestino Castro, Trinidad Obregón, Jezaur Pérez, Agustín Arreola Valadez, Amilcar Zentella, José P. Camacho, José Veraza Rubio, Enrique J. Romero, J. Jesús Delgado y Enrique Fernández, Martínez A. favor de estos ciudadanos se depositaron en las ánforas cuarenta y tres votos, con excepción del C. Efrén Leyva, quien obtuvo treinta y seis.

"La Secretaría leyó el oficio del ciudadano oficial mayor de esta Cámara con el que envía a los ciudadanos secretarios de las juntas preparatorias el inventario de la documentación, sobres, paquetes y cajas que corresponden a los expedientes de las elecciones de diputados celebradas el día seis de julio del año en curso. Este oficio recibió el siguiente trámite: "Insértese en el DIARIO DE LOS DEBATES y se turnan los expedientes electorales a las comisiones de poderes."

"A las diez y siete horas y treinta y cinco minutos, se levantó esta junta y se citó para el próximo miércoles veinte, a las diez y seis horas."

Está a discusión el acta. Los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra pueden pasar a inscribirse.

El C. Siurob: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Siurob: Parece que en el acta no consta que en la sesión pasada pedí la palabra y no se me concedió. Deseo que se haga constar en el acta.

El C. presidente: Se hará constar.

El C. secretario Vásquez: ¿Con la modificación propuesta por el ciudadano Siurob se aprueba el acta? Los que estén por la afirmativa Sírvanse manifestarlo.- Aprobada.

- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:

"la. Comisión Revisora de Credenciales.- 8a. Sección.

"Honorable Asamblea:

"A esta 8a. Sección de la 1a. comisión de poderes de la XXXI Legislatura, fue turnado para su estudio y dictamen el expediente relativo a las elecciones para diputados propietario y suplente al Congreso de la Unión, efectuadas el día 6 de julio último en el 14 distrito electoral del Distrito Federal.

"Las elecciones se celebraron sin incidentes dignos de tomarse en consideración, habiéndose obtenido en ellas la votación siguiente: once mil seis cientos cuarenta votos para la fórmula Rafael Ponce de León - licenciado Antonio Espinosa Rodríguez, y ciento treinta y seis para la fórmula Luis Magos Anaya - Miguel C. Arias.

"La Junta Computadora se reunió de acuerdo con las prescripciones legales en la población de Ixtapalapa, cabecera del Distrito, habiendo concurrido a ella noventa y cinco presidentes de casillas. Dicha Junta funcionó y terminó sus trabajos sin incidente alguno.

"En el expediente respectivo no hay protestas.

"Por todo lo expuesto, la Comisión se permite proponer los siguientes puntos de acuerdo:

Primero. Son válidas las elecciones para diputados propietario y suplente al Congreso de la Unión efectuadas el día 6 de julio último en el 14 distrito electoral del Distrito Federal.

Segundo. es diputado propietario por el expresado distrito, el ciudadano Rafael Ponce de León.

III. Es diputado suplente por el mismo distrito, el ciudadano licenciado Antonio Espinosa y Rodríguez.

"Sala de comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., agosto 20 de 1924.- Pastor Rouaix.- j. Aguilar Maya.- F. García Carranza."

Está a discusión. Los ciudadanos presuntos diputados que deseen hacer uso de la palabra sírvanse pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobado. (Aplausos.)

La Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, los ciudadanos Rafael Ponce de León y Antonio Espinosa y Rodríguez, por el 14 distrito electoral del Distrito Federal. (Aplausos.)

- El mismo C. secretario, leyendo:

"La comisión Revisora de Credenciales.- 4a. Sección.

"H. Asamblea:

"A esta 4a. Sección de la 1a. Comisión Dictaminadora de Credenciales, le fue turnado, para su dictamen, el caso electoral del 6o. distrito del Estado de Chihuahua.

"Del examen detenido que especialmente se hizo de los documentos remitidos a la Oficialía Mayor de la Cámara, así como del boletaje y documentación enviados directamente por la Junta Computadora, se comprueba:

"I. Que la Computadora se instaló con mayoría de presidentes de casillas, pues constando el distrito de 77 casillas, dejaron de instalarse 11 y concurrieron a la designación de Mesa Computadora 46 presidentes de casilla. Como la Directiva de la Computadora, alegando que los expedientes que se mencionan posteriormente adolecían de algunas irregularidades, dejó sin computar, no obstante que recibió los paquetes relativos, las casillas siguientes:

"Municipalidad de Camargo: Casillas 2a., 3a., 4a., 6., 10., 12., 14., 15., 17., 18., 19., y 20. municipalidad de Jiménez: casillas 5a., 6a., 7a., 8a., 9a., 10 y 11. municipalidad de Allende: casillas 3a., 4a., 5a. y 12. municipalidad de Mioqui: casilla 4a., Municipalidad de Saucillo: casillas 2a., 4a., 5a. y 6a.

"Contra este procedimiento de la Computadora protestaron los candidatos Rubio, Calles, Guillén, Gutiérrez Guerrero, pues juzgaron que la Computadora carecía de facultades para abstenerse de computar paquetes que había recibido.

"II. Con motivo de haberse provocado un desorden que impedía continuar ordenadamente las labores de la Junta Computadora, ésta suspendió sus labores, y a petición de los señores Manuel M.

Prieto, candidato a senador; A. G. Castellanos, candidato a diputado, de la Junta Computadora, el ciudadano presidente municipal de Camargo se presentó a dar las garantías del caso y con la conformidad de los candidatos y de la Junta Computadora, mediante inventario, le fueron entregados, para su custodia y vigilancia, los paquetes electorales. No pudiéndose reanudar al día siguiente, 13 de julio, las labores de la Computadora, por falta de quórum de los presidentes de las casillas, se suspendieron las labores de la misma hasta el 29 de julio, fecha en que se continuó el cómputo de los paquetes correspondientes a las municipalidades de Rosales, Conchos, Guadalupe y Julimes, que fueron recibidos nuevamente y de conformidad con los miembros de la computadora, candidatos a diputados y representantes de los partidos políticos.

"III. El día 31 de julio terminó sus labores la Computadora, arrojando el escrutinio general la siguiente votación:

Diputados propietarios:

"C. José Calles 831 votos.

"C. doctor A. G. Castellanos 592 "

"C. Otilio Fierro 485 "

"C. Inocente Rubio L 470 "

"C. Ismael Villa 348 "

"C. Eduardo Gutiérrez Guerrero 322 "

Suplentes:

"C. Mariano Guillén 814 "

"C. Ramón Martínez 661 "

"C. Bernardino Chavira 510 "

"C. José Meléndez Carrasco 493 "

"C. doctor Luis Estavillo 393 "

"C. Manuel Chico 388 "

"IV. En atención al cómputo expresado la junta expidió credencial al C. José Calles. Dicha credencial está firmada por el vicepresidente Eulogio Durán, en atención a que el presidente, Daniel Rodríguez, no volvió a presentarse a la Computadora y como secretarios, los señores Pedro Jaramillo y Andrés Licón y escrutadores, Manuel B. Bretado, Manuel Huerta y Guadalupe Aguilar, y el presidente municipal de la ciudad de Camargo, señor Manuel Acosta, y su secretario, certificaron dichas firmas. El señor diputado Angel Castellanos exhibió una credencial que aparece firmada por el presidente, Daniel Rodríguez, los secretarios Isaac Rodríguez y Manuel Pedroza, y escrutador Manuel B. Bretado. la autenticidad de dichas firmas no está cerficada por autoridad alguna, y más aún, del cotejo minucioso hecho con firmas de dichas personas que aparecen en diversos documentos del expediente, fundadamente se duda de la autenticidad de la firma del señor Pedroza. Además, de las comunicaciones dirigidas por la Computadora a la oficialía Mayor de la Cámara, se desprende que la credencial del señor Calles fue la única extendida por la misma.

"V. Atendiendo a que en el concepto de esta Comisión, la Computadora dejó indebidamente de contar los votos emitidos en las casillas a que se refiere el párrafo primero de este dictamen, y cuyos expedientes la misma Computadora envió a la Cámara, cumpliendo son su deber, la Comisión procedió a hacer el cómputo, que arrojó las cantidades siguientes:

"Fórmula José Calles 535 votos.

"Fórmula A. G. Castellanos 115 "

"Fórmula Otilio Fierro 214 "

"Fórmula Inocente Rubio 323 "

"Fórmula Ismael Villa 163 "

"Fórmula Gutiérrez Guerrero 138 "

"La comisión se abstuvo de computar las casillas 3a. y 19. de Camargo; 11 de Jiménez, 2a. de Allende y 4a. del Saucillo, porque por las diversas protestas que obraban en los expedientes relativos y corroboradas por el estado del expediente, se habían cometido violaciones al voto y modificaciones posteriores a la elección, que afectaban de nulidad la elección de dichas casillas, de acuerdo con el artículo 104 de la Ley Electoral de poderes Federales.

"Igualmente se abstuvo la Comisión de computar seis paquetes correspondientes a las municipalidades de Allende y uno a la de Jiménez, en virtud de que la misma Computadora los desechó por habérsele remitido por express y no por conducto de los presidentes de casilla, y más tarde los mismos paquetes, que por su apariencia exterior, acusaban especial manufactura, fueron entregados personalmente a la Oficialía Mayor de la Cámara, el 16 de agosto, por el señor ingeniero Eduardo Gutiérrez Guerrero.

"VI. De la relación expuesta se desprende el cómputo siguiente, como suma total de votación:

Diputados propietarios:

"C. José Calles 1,366 votos.

"C. Angel Castellanos 707 "

"C. Otilio Fierro 699 "

"C. Inocente Rubio L 793 "

"C. Ismael Villa 511 "

"C. Eduardo Gutiérrez Guerrero 460 "

Diputados suplentes:

"C. Mariano Guillén 1,349 "

"C. Ramón Martínez 776 "

"C. Bernardino Chavira 724 "

"C. José Meléndez Carrasco 816 "

"C. doctor Luis Estavillo 556 "

"C. Manuel Chico 526 "

"En consecuencia, la subscripta Comisión propone a la consideración de la H. Asamblea los siguientes puntos resolutivos:

"Primera. Son válidas las elecciones verificadas para diputados al Congreso de la Unión, en el 6o. distrito electoral del Estado de Chihuahua.

"Segundo. Son diputados electos por el expresado distrito, los CC. José Calles, como propietario, y Mariano Guillén, como suplente, por haber obtenido la mayoría de votos legales.

"Tercero. Consígnese el ciudadano procurador general de la Nación el documento presentado como credencial por el C. doctor Angel G. Castellanos, para que investigue la autenticidad de las firmas de dicho documento, e igualmente remítanse a dicho funcionario los paquetes entregados a la Oficialía Mayor de la Cámara por el C. ingeniero Eduardo

Gutiérrez Guerrero, a efecto de que se impongan a los que resulten responsables, las penas de ley.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.- México, a 20 de agosto de 1924.-I García Téllez.- R. Anaya.- J. Pérez Gil y Ortiz." Está a discusión. los ciudadanos presuntos diputados que deseen hacer uso de la palabra sírvanse pasar a inscribirse.

El C. Díaz Soto y Gama: Pido la palabra.

El C. Ortega Romeo: Para una moción de orden, señor presidente.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Ortega.

El C. Ortega Romeo: De acuerdo con los artículos 107 y 108 del Reglamento, el Bloque Legalista de la Cámara se sirvió presentar una moción suspensiva. No tiene interés el bloque en discutir ni el contra ni el pro de este dictamen: lo único que desea es sentar sus principios de una vez por todas en este Colegio Electoral. Ruego, por consiguiente, a la presidencia que, de acuerdo con estos artículos reglamentarios, suplique a la secretaría dé lectura a la moción e inmediatamente me conceda la palabra para fundarla.

El C. secretario Valadez Ramírez: Se va a dar cuenta con una moción suspensiva.

"Poder Legislativo Federal. - México.- Estados Unidos Mexicanos.- Cámara de Diputados.- Bloque Legalista de la XXXI legislatura.

"Los subscriptos, presuntos diputados a la XXXI Legislatura del Congreso de la Unión, someten a la aprobación de la H. Asamblea la siguiente proposición:

"Única suspéndase la discusión de la credencial enumerada en seguida, por el término de 24 horas: "6o. distrito de Chihuahua."

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados.

- México, agosto 20 de 1924.- Miguel Yépez Solórzano.- L. Zincúnegui Tercero Luis L. León.- Luis Torregrosa.- Dr. Ariosto Castellanos.- A. Campillo Seyde.- Romeo Ortega.- Luis G. Márquez.- E. Mena Córdova.- G. Pavón Silva. - Rodulfo Izquierdo."

El C. Ortega Romeo: Pido la palabra para fundarla, señor presidente.

El C. presidente: Tiene usted la palabra. (Voces ¡ tribuna!)

El C. Ortega Romeo: No creo necesario ir a la tribuna.... (Voces ¡Tribuna!) Señores presuntos diputados: El bloque Legalista de la Cámara ha seguido una línea de conducta de la cual no quiere apartarse ni un momento. El bloque Legalista de la XXXI Legislatura, en su actuación quiere única y exclusivamente que se aplique un criterio de estricta justicia. Para aplicar este criterio de estricta justicia es lógico suponer que deben conocer todos y cada uno de los miembros de esta Legislatura los hechos que motivan el juicio que ha dado origen al dictamen actual y a los demás que presenten las comisiones de poderes. Nosotros no pretendemos, en el caso del sexto distrito electoral del Estado de Chihuahua, oponernos al dictamen, ni aprobarlo, ni dar nuestro voto negativo, sin antes conocer exactamente los datos y los hechos que motivaron a la comisión para fundarlo; pero el bloque Legalista de la Cámara no cree necesario que se inicie la discusión de estas credenciales por aquellos casos que, tortuosos o no, justos o injustos, vengan a provocar un debate que probablemente se evitaría siguiendo una línea de conducta distinta a la que se pretende seguir. El Bloque legalista lo único que quiere es demostrar ante la opinión pública la razón que tuvo al acercarse al Bloque confederado para suplicarle tomar en cuenta la proposición de discutir las credenciales de los presuntos diputados en el orden que señala la lógica más elemental, o sea, primero aquellas credenciales cuya presunción de verdad y de justicia casi no admite duda; después aquellas que, por las circunstancias especiales en que se verificó la elección, por la documentación aportada a las diferentes comisiones, ameritan un estudio más delicado, y al final aquellas credenciales que, envolviendo verdaderos delitos, necesitan de mayor serenidad y tranquilidad de la asamblea para poder adquirir un juicio sereno, que permita real y efectivamente que votemos en conciencia. Al hacer esta proposición, que no fue aceptada por el Bloque Confederado, seguramente por razones de mucho peso que yo no quiero analizar en este caso.... (Voces ¡Dílas!) No es tiempo, compañero Cuervo; no creo yo que sea oportuno que un miembro de un bloque que no trae aquí ninguna pasión por ningún partido, venga a decir cosas que den origen a un debate más o menos violento entre compañeros, que no traería más objeto que desprestigiar la causa común de todos. Por lo tanto no voy a fundar la moción, que bien fundada estuvo cuando tuvimos el alto honor de mandarla al Bloque Confederado, o sea a la mayoría de este Colegio Electoral; pero siguiendo nuestra línea de conducta y haciendo uso del derecho que tenemos decir aquí, o no, aquello que nos convenga o no nos convenga, venimos a someter a esta honorable Asamblea nuestra moción, en la inteligencia de que no deseamos sino única y exclusivamente que la opinión pública se dé cuenta de que el Bloque Legalista sigue paso a paso la línea de conducta que se trazó al iniciar sus labores en esta Legislatura que va a constituirse, y que ser , seguramente, la misma línea de conducta que seguir en todos y cada uno de los casos, sean éstos de uno u otro partido. Si la Asamblea, mejor dicho, si la mayoría cree oportuno que se apruebe esta moción, esta bien, y si la rechaza, como probablemente la rechazar , el bloque Legalista queda muy tranquilo, porque ha cumplido con su deber.

El C. secretario Valadez Ramírez: No habiendo otro orador.....

El C. Siurob: Pido la palabra para una aclaración y en pro de la moción.

El C. secretario Valadez Ramírez: Compañero: la secretaría va a leer el artículo respectivo. Artículo 108. "En este último caso" - En el caso de la moción suspensiva presentada por escrito - "Se leer la proposición, y sin otro requisito que oír a su autor, si la quisiere fundar, y a algún impugnador, si lo hubiere, se preguntará a la Cámara si se toma en consideración inmediatamente."

En votación económica se pregunta si se toma en consideración la moción suspensiva presentada. (Voces: ¡No! ¡No! ¡Sí! ¡Sí!) No hay mayoría. no se toma en consideración.

Está a Discusión el dictamen. Los ciudadanos presuntos diputados que deseen hacer uso de la palabra sírvanse pasar a inscribirse.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Soto y Gama.

El C. Díaz Soto y Gama: ¿No hay pro?

El C. secretario Valadez Ramírez: Sí lo hay, compañero, pero le corresponde hablar al contra.

El C. Díaz Soto y Gama: Yo quisiera oír a la comisión, señor presidente. Tengo el derecho de pedir que la comisión funde su dictamen, conforme al Reglamento

El C. secretario Valadez Ramírez: Habiéndolo solicitado el ciudadano Soto y Gama, la Comisión se servir fundar el dictamen, de acuerdo con el Reglamento

El C. García Téllez: Honorable Asamblea: Fruto de estudio completo, de labor imparcial y serena ha sido el dictamen amplio en el que se explican y se analizan los hechos que constituyen la elección del 6o. distrito electoral de Chihuahua. En el amplio dictamen se expuso que no consta en los documentos remitidos a la Oficialía mayor, ni en el expediente general, documentación en la que alguno de los contendientes impugne de vicioso o fraudulento el proceso electoral hasta antes de la constitución de la Computadora instalada en Camargo el día 10 de julio. El 6o. distrito electoral de Chihuahua se compone de 77 casillas electorales. Consta que 11 de ellas no se instalaron, quedando, en consecuencia 66 casillas instaladas. De estas 66 concurrieron como presidente de casilla, según constancia en el acta final de la Computadora. 46 presidentes de casilla; en consecuencia, la instalación de la Computadora fue legal. Hay solamente protestas sin prueba en las que se hace ver que en la designación de la directiva de la Computadora no hubo, según los protestantes, la libertad absoluta ni el secreto completo, sino que la elección se hizo por planillas; pero este hecho fue sancionado por todos los candidatos, quienes reconocieron la legalidad de la directiva así designada y no obstruccionaron el desarrollo inicial de las labores de la Computadora. El 6o. distrito electoral de Chihuahua se compone de 10 municipalides que son: Ciudad Camargo, Jiménez, Allende, Meoqui, La Cruz, Saucillo, Rosales, ciudad Conchos, Guadalupe y Julimes. La junta Computadora inició sus trabajos estudiando los paquetes electorales correspondientes a las municipalidades antes mencionadas y en el orden de su enumeración; pero como consta en el acta de la Computadora, como consta también de protestas de los candidatos, la Junta Computadora inicial que se conceptuaba parcial para el señor diputado Angel Castellanos, se abstuvo, sin fundamento legal, sin más razón que las apariencias exteriores de los paquetes, de computar 24 casillas, es decir, de las 6 municipalidades de que había conocido, de las cuales se instalaron 48 casillas; consta que la Junta Computadora, no obstante que recibió los expedientes de las 46 casillas, se abstuvo de computar 24 expedientes , invocando que algunos de ellos venían abiertos, que en otros faltaba documentación, sin explicar ni analizar qué clase de documentación faltaba. Los candidatos, a excepción del diputado Castellanos, inconformes con el proceder de la junta computadora, puesto que estimaban que no tenían razón de abstenerse en computar esas casillas, puesto que su función no era otra que la de computar los paquetes que le fuesen remitidos y que no rehusó recibir, protestó, y según las constancias del expediente, el pueblo en gran masa obstruccionó las labores de la computadora, impidió que ésta siguiese continuando sus labores y entonces los candidatos y la computadora pidieron a la Presidencia Municipal garantías, tanto en sus personas como respecto de los paquetes que estaban bajo su guarda. Concurriendo la Presidencia Municipal, asistida del agente del Ministerio Público, al lugar donde funcionaba la Junta Computadora, se levanto un inventario minucioso de todos los expedientes que estaban bajo la guarda de la computadora y se citó para el día siguiente, 12 de julio. Con motivo de estos desórdenes, al día siguiente, 12 de julio, la Computadora no pudo integrarse porque los presidentes de casillas no se presentaron. los candidatos, a excepción del diputado Castellanos, quien desde el día anterior salió para la capital con una constancia de la votación que hasta la hora en que se suspendieron las labores de la Computadora llevaban en el escrutinio general, todos los demás candidatos insistían en que se continuasen las labores de la Computadora; pero era imposible porque los presidentes de casilla que integraban la directiva, no concurrían. La ausencia de los presidentes de casillas se continuó hasta el 29 de julio, fecha en la que debió a citatorios y urgentes llamados de la autoridad, concurrieron nuevamente los presidentes de casilla que integraban la directiva de la Computadora, a excepción del presidente, que no se volvió a presentar. Como al continuar la Computadora sus labores faltaban por revisar cuatro municipios, que son los correspondientes a Rosales, Conchos, Guadalupe y Julimes se avocó el conocimiento de los expedientes anteriormente recibidos, que fueron devueltos mediante el inventario que anteriormente se había levantado por la Presidencia Municipal con la constancia del agente del Ministerio público de encontrarse en perfecto estado y con la conformidad de todos los candidatos contendientes, a excepción del diputado Castellanos.

Del cómputo de estos cuatro municipios sumando al cómputo de los 10 municipios que anteriormente había hecho la Computadora antes de suspender sus labores, se obtuvo el resultado de escrutinio general, que es el siguiente: José Calles, 831; doctor Angel Castellanos, 592; Otilio Fierro, 485; Inocente Rubio, 470; Ismael Villa Frías, 378; y Eduardo Gutiérrez Guerrero, 322

Como este cómputo arroja la mayoría, en la elección, a favor del candidato José Calles, la computadora extendió a él la credencial, la que fue a su vez autorizada por la Presidencia Municipal.

Existe, pues, una diferencia substancial entre las credenciales presentadas por dos de los candidatos, el doctor Castellanos y el señor Calles. La del doctor Castellanos, que tienen ustedes a las vista, está firmada por el presidente David Rodríguez, por dos secretarios y un escrutador. Esta credencial tiene fecha 12 de julio, es decir, la fecha en que la Computadora suspendió sus labores en atención al desorden popular a que he hecho referencia.

La credencial del señor José Calles tiene fecha 31 de julio, fecha en que la Computadora concluyó la revisión de los expedientes de los 10 municipios que componen el 6o. distrito electoral de Chihuahua. La credencial está firmada por el vicepresidente Eulogio Durán porque, como antes expuse, consta en el expediente que el presidente no se volvió a presentar desde la fecha en que primitivamente suspendió sus labores. Está firmada por el secretario Pedro Jaramillo, por el secretario Andrés Licón, por el escrutador Manuel B. Bretado, por el escrutador Manuel Huerta y Guadalupe Aguilar. Esta credencial está certificada por la Presidencia Municipal. De las firmas que constan en documento que presentó como credencial el diputado Castellanos, hay una de ellas, la de Manuel Pedroza, que difiere substancial y notoriamente de las demás firmas que aparecen en el expediente, tanto en una protesta como en un documento de instalación firmado por la Junta Computadora.

Basta el simple cotejo formal de estas dos firmas para concluir fundadamente y sin emitir un juicio a priori, que es muy dudoso asegurar que la firma que aparece en la credencial del diputado Castellanos sea la auténtica. Tal es la historia de las labores de la Computadora y el estado del expediente cuyo conocimiento se avocó la 4a. sección de la Comisión Dictaminadora. Como sin razón, ni motivo legal alguno, la Junta Computadora, desde que inició sus trabajos se inhibió indebidamente de conocer y revisar expedientes que había recibido, la Comisión creyó de su deber, ya que esos documentos y esos expedientes le fueron remitidos por la misma junta Computadora y recibidos en la Oficialía Mayor, hacer el cómputo de esas casillas. Las casillas a que he hecho referencia fueron las siguientes: la 2a., 3a., 4a., 6a., 10, 14, 15, 16, 18,19 y 20 de la municipalidad de Camargo; la 7a., 9a., 10y 11 de la municipalidad de Jiménez; la 2a., 3a., y 5a., de la municipalidad de Allende, y la 2a., 5a., y 6a., de la municipalidad de Saucillo. De esas casillas algunas no se computaron; aparecían protestas del diputado Castellanos en las que se alegaban violación del voto, en las que se sostenía que el secreto del voto no había sido respetado, sino que se habían hecho indicaciones a los votantes, y esas casillas fueron nulificadas y no computadas por la Comisión, porque además de la protesta del compañero Castellanos, no comprendían toda la documentación que la ley exige que debe obrar en los paquetes, en los expedientes electorales. Unas carecían de padrón, otras, además, carecían de los nombramientos de instaladores, y esas casillas fueron la 3a., de la municipalidad de Camargo, la 10 de la misma municipalidad y la 19; la 11 de la municipalidad de Jiménez y la 2a. de la municipalidad de Allende, a la vez que la 6a. de la municipalidad de Saucillo. Una vez hecho el cómputo de estos expedientes, la comisión sumó al resultado general de la votación en dichos expedientes, con el escrutinio general emitido y que constaba en el acta final de la Computadora. Sumados esos dos escrutinios generales, la votación favoreció, con ventajas, a la formula para quien es favorable el dictamen propuesto por la comisión.

Creo haber hecho una exposición serena e imparcial del proceso electoral del 6o. distrito de Chihuahua. La comisión se avocó al conocimiento de este caso sin el menor prejuicio, sin más deseo que aplicar el criterio legal y estudiar a cuál de los candidatos era favorable, según la documentación que se le presentaba. De acuerdo con este criterio de imparcialidad de la comisión, el dictamen ha sido favorable a la fórmula que antes he expresado. Hay todavía hechos de importancia y datos que arrojarán mayor luz respecto a la honradez de nuestro dictamen; pero éstos creo conveniente reservarlos para contestar después la impugnaciones que los compañeros que se han inscripto en contra deseen hacer. Expuesta la norma de conducta de la comisión. sólo pido a los compañeros que, oyendo con todo desapasionamiento, con todo desinterés y con toda honradez, su fallo sea fruto de un verdadero examen de conciencia y de un verdadero criterio, justo y ecuánime.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Díaz Soto y Gama.

El C. Díaz Soto y Gama: ¡cuánta razón tiene, señores, el Bloque legalista, al exigir que se siga un procedimiento de equidad y de justicia, empezando desde el orden en que se presenten al estudio, discusión y votación de esta cámara los expedientes electorales! Uno de los expedientes más plagado de vicios, uno de los expedientes más necesitado de pruebas, uno de los expedientes en que menos está agotado la prueba, es el expediente que hoy se nos presenta al frente de todos los expedientes que tenemos que estudiar. moralidad, etcétera, etcétera; es lógico, tiene que defenderse; pero lo que no se ve por ningún lado, es la imparcialidad ni la honradez de la Meza al disponer que este expediente tan vicioso, dudoso como se va a ver, se haya presentado a discusión antes de agotarse lo que los abogados llaman el sumario, y antes de agotarse lo que el vulgo llamaría la convicción, la prueba del fraude o fraudes aquí cometidos. ¿Por qué se tuvo esta festinación en el caso Castellanos? ¿Exclusivamente por tratarse de uno de los líderes agraristas? ¿Exclusivamente por tratarse de uno de los enemigos de Enríquez? Algo hay de eso, puesto que la comisión lleva su saña hasta el extremo de acusar, no directamente a castellanos, pero sí a los amigos de Castellanos, de una falsificación, así al cálculo, a ojo de buen cubero, y declarándose perito calígrafo cada uno de los miembros de la comisión. Cuando se estudia, como se tiene que estudiar, el aspecto político, porque el aspecto político y el legal están ligados, sobre todo en esta época tan sacudida de nuestra historia, se ver lo que quiere decir el partido almeidista, al que pertenece el señor Calles; lo que quiere decir allí el agrarismo y lo grave que es aceptar aquí, así como así, a los miembros del partido almeidista, netamente reaccionarios. De manera que yo voy a entrar al examen de este expediente, no sin mi protesta contra la parcialidad de la Mesa, que por sorpresa lo mete en el primer momento, al extremo de que yo, confiado en las declaraciones que se habían hecho al compañero Castellanos de que su asunto no sería festinado, no tenía en mi poder, como le consta a la Cámara, ni siquiera los apuntes necesarios para hacer la defensa del compañero. Tuve necesidad de

pedirlos a mi domicilio, lo que demuestra hasta qué punto consideramos nosotros anormal y seguimos considerando insólito del que se haya introducido un expediente al debate con esa festinación, que no prueba absolutamente ni imparcialidad, ni deseos de honradez ni propósitos de justicia.

El grupo almeidista es el grupo que trata de apoderarse del Gobierno de Chihuahua; del pobre Estado de Chihuahua; el desventurado Estado de Chihuahua, ha sido uno de los que más sacrificios han hecho por la revolución, de los que más han sufrido por ella, de los que más sangre han derramado por ella, y, sin embargo, el Estado de chihuahua no ha podido todavía ver los frutos de la revolución. El Estado de Chihuahua está hoy por hoy en manos de la reacción, puesto que Enríquez no ha sido, ni con mucho, un gobernador revolucionario. Enríquez ha tenido connivencias con los latifundistas; Enríquez trató de enajenar a los norteamericanos el enorme latifundio Terrazas, y Enríquez han tenido vínculos estrechos, visibles o no, pero vínculos al fin, que se podrán demostrar alguna vez, con los caballeros de Colón y con todas las instituciones clericales. En estas condiciones pretender que después de Enríquez venga a dominar el grupo almeidista, es algo que no puede pasar en esta Cámara sin protesta. Entrar o no Calles, ésto es secundario; pero queremos aquí los agraristas protestar contra la introducción en esta Cámara por la puerta falsa, del grupo de almeidista, de un grupo que no tiene nada de revolucionario.

Corren en las curules documentos provenientes, emanados de ese Partido Democrático Independiente, que ha tomado de mala manera el nombre de un gran revolucionario, de un revolucionario puro de Abraham González; corren papeles con ese membrete en los cuales se demuestra la vacilación que tuvo ese partido para lanzar la fórmula de Calles. Esos documentos corren en las curules; pero yo quiero, de todas maneras puntualizar las principales declaraciones de uno de sus miembros prominentes, el señor Hewash, presidente municipal de Guadalupe y Calvo. Dice él a un su amigo, el señor don Luis Estrada:

"En cuestión presidencial nada podemos decir, porque también vemos muy turbia la cosa y lo mejor ser esperar". Procedimientos netamente reaccionario, porque el reaccionario en nuestro país pone primero, toda clase de dificultades, todas las obstrucciones, agota todos los medios sin escrúpulo alguno; llega a la compra de generales, de políticos, llega a las hecatombes, llega a la traición, llega a todo; y cuando se ve perdido se va tranquila y cínicamente a la cargada. De manera que este procedimiento es netamente reaccionario. Bastaría esta declaración, esta ambigüedad para saber que el grupo almeidista nada tiene de revolucionario. Nosotros, los revolucionarios locos, extraviados, exaltados, exagerados, animados de una fe intensa en el progreso y porvenir de nuestras clases y principios nos vamos destorrentados a lo que salga; pero siempre firmes con nuestros principios; jamás andamos con esto de que "ser bueno esperar", jamás andamos con esta frase metropolitana que creo ya se está haciendo provinciana, de "es mejor ver claro". Nosotros no esperamos a ver claro, nos enfrentamos y la reacción necesita que no se vea tan turbia la cosa y a ella le es mejor esperar.

"Antonio anda por Batopilas y su triunfo en aquella municipalidad así como en ésta. es un hecho, no teniendo que lamentar más que la patraña que se trata de hacérsele a los diputados chihuahuenses con volver a la anterior división territorial"

Este es un dato confesado por este señor. Dos veces varió el gobernador Enríquez la división territorial; la varió dos veces para mayor facilidad en sus chanchullos. Sabido es lo enorme de ese Estado y sabido es lo fácil de derrotar a un candidato dividiéndole su distrito en forma tal que literalmente no tenga tiempo ni siquiera de recorrerlo; y ese señor dos veces varió la división territorial. "Sin embargo, esperamos el resultado de los acontecimientos". Otra vez el fúnebre "esperamos", el cínico "esperamos", el resultado de los acontecimientos para obrar de una manera directa." Es decir, para obrar de manera segura.

"Esta resérvesela, por ser yo en la actualidad personalidad política "velada" por no poder dedicarme de lleno y a la luz del día a la política."

"Esta resérvesela", también procedimiento reaccionario por cierto. En otra carta del secretario o del vicepresidente del mismo partido Democrático independiente Abraham González, con sucursal en Guadalupe y Calvo, se lanzó con todas sus letras la candidatura del general Flores. Si examinamos más de cerca el almeidismo, y no sólo, sino todas las candidaturas que contendieron con Castellanos, sabremos esto: que ellos sin empacho decían que el sólo hecho de que Castellanos se declare callista, les aseguraba el triunfo porque contaban en el caso con todo el elemento reaccionario que los apoyaría. El diputado Castellanos dio un mitin en el teatro Camargo y se le hizo porra por los mismos partidarios de Almeida. Meses antes, en junio, se trata de organizar públicamente un club florista y sólo Castellanos protesta por el hecho, y muchos de los que después votaron y figuraron entre los simpatizadores de la fórmula de Calles, aplaudieron el deseo de la instalación del grupo florista, y cuando al día siguiente Castellanos lanzó una hoja defendiendo a calles y atacando a Flores, ninguno absolutamente de sus contrincantes respaldó su actitud. De manera que en este caso van ustedes, los miembros del Bloque Confederado que forman mayoría, a introducir en esta Cámara a elementos muy dudosos.

Tengo yo una carta de un compañero, diré su nombre, del ingeniero Carlos M. Peralta, quien me da el alerta, sin ser candidato, sin tener absolutamente de venir a la Cámara, acerca de los propósitos de los grupos pseudo- callistas que se formaron en Chihuahua, y como estos debates, cualquiera que sea el resultado que tenga, tienen la ventaja de la propaganda y de poner los puntos sobre las íes, de aclarar matices y aclarar personalidades para seguir ilustrando al pueblo mexicano educándolo para la vida cívica, yo insistiré sobre el aspecto político, importándome muy poco que después se me diga que no me acogí exclusivamente al criterio legal, sino que también me metí en el terreno político. De manera que yo insistiré en el aspecto político de las

candidaturas cuantas veces venga a esta tribuna, y estoy absolutamente seguro de que todos los radicales que aquí vengan, señalarán con índice de fuego a todos los reaccionarios, a todos los anodinos, a todos los tibios que quieran colarse en esta Cámara.

Nosotros no somos legalistas, no aceptamos legalismos; nosotros reformamos la ley cuando es preciso, y cuando es preciso le damos la vuelta a la ley para hacer triunfar a la revolución. (Aplausos.) De manera que nosotros agotaremos en esta tribuna el aspecto político, toda vez que somos minoría, pues por encima de las leyes - que al fin y al cabo son fórmulas secas o papeles manchados de tinta -, por encima de las leyes está el interés de los hombres de las clases laborantes, que no estarían garantizados con una mayoría anodina ni tampoco con la presencia de un grupo fuerte reaccionario que pudiera mañana o pasado convertir esta Cámara en algo parecido a lo que fue la anterior. De manera que yo seguiré tratando el aspecto político y lo fundiré.

Me decía el ingeniero Peralta neutral en la lucha, me decía: "En política las tolerancias son funestas y el resultado en las elecciones pasadas fue el siguiente: se fundaron partidos o clubes que sin estar identificados con los principios de la revolución, aprovecharon el nombre del general Calles, se organizaron, no reconocieron públicamente nuestros principios y a la hora de votar, lo hicieron por flores, como públicamente sucedió en chihuahua."

Hay la circunstancia de que muchos votos que favorecieron al candidato almeidista, a la vez favorecieron al general Flores. Y eso lo saben todos los hombres de Chihuahua, y aunque aquí en esta Cámara no se reconozca, lo sabe El Estado interesado, Chihuahua, y eso basta. Allí está el compañero Escobar que lo puede decir, si en chihuahua obtuvo o no una fuerte votación el general Angel Flores; ¿y en Camargo no obtuvo el general Flores más de mil votos, o por lo menos mil votos?

El C. Escobar José: Es cierto.

El C. Díaz Soto y Gama: Y esos mismos votos que se daban por el general Flores en unas boletas, se daban por José Calles en otras. "Casos concretos: el ingeniero Gutiérrez Guerrero, que formó y representó aquí el partido de la Clase media (que dígase lo que se quiera no está identificado con el proletariado, sino que es el partido anodino y mediocre, pusilánime y traidor, cuando no aliado descarado de la burguesía) que dio conferencias públicas alabando al general Calles, lanzó su candidatura por el distrito Camargo, aparentemente era callista, pero en el fondo era florista y a la hora de la votación todos sus partidarios votaron por él y por Flores. ¿Qué ganamos, pues, con que se hubieran organizado partidos nominalmente revolucionarios, si en el fondo eran enemigos que , como de costumbre se cambian de chaqueta cuando más les conviene.....?"

Estos puntos quiero que por lo menos pasen ante la historia para que se vea que si los reaccionarios de Chihuahua sorprendieron a las autoridades o si las autoridades fueron sus cómplices, no han sorprendido a todos los revolucionarios de la República. Bien sabemos que de esa diputación de chihuahua, que de esa diputación saldrá triunfante una minoría escasísima, si es que alguna, de revolucionarios; todos los demás serán anodinos o revolucionarios vergonzantes; eso lo dirán los hechos posteriores. El partido almeidista es un partido protegido por Enríquez para sucederlo en el Poder; Almeida es candidato a gobernador y lo apoya Enríquez con todos sus elementos; desde luego con esas funestas, con esas nefastas guardias municipales, verdaderas acordadas, verdaderas guardias blancas que no tienen nada que perder a las guardias blancas de Veracruz, compañero Altamirano; verdaderas guardias blancas instrumento de los hacendados y del clero; y esas guardias municipales fueron organizadas por el señor coronel Almeida, jefe del partido almeidista, que postula al señor Calles. ¿No fue el señor Almeida, compañero Escobar, quien organizó esas guardias municipales?

El C. Escobar José: Sí es cierto.

El C. Díaz Soto y Gama: Si él organizó esas guardias municipales, aun cuando aparentemente está retirado de su jefatura, en realidad es el jefe de ellas. ¿Y qué papel han desempeñado en estas elecciones estas guardias blancas? Las de imponer las candidaturas almeidistas; y no sólo, sino que repetidas veces se dijo a los simpatizadores de Castellanos que se fueran con mucho cuidado porque al fin el gobernador tenía que ser el señor Almeida. Amenazas, medidas de presión de toda especie, extracción de partidas fuertes del presupuesto para gastos de la propaganda almeidista: separación de todos los empleados que no estuvieran de acuerdo con el partido almeidista; en fin, todos los medios del poder, desde la fuerza bruta hasta el dinero, hasta los medios de propaganda, hasta la prensa; todos esos procedimientos, todos esos recursos quedaron a favor y de parte de Almeida. ¿Exagero en algo, compañero Escobar? ¿No es cierto que del presupuesto salieron fuertes partidas para esa candidatura? ¿No es cierto que las guardias municipales tienen sujeto a postración el civismo en el Estado de Chihuahua?

El C. Escobar José: Me reservo para hacer aclaraciones cuando se discuta mi credencial. (Murmullos.)

El C. Díaz Soto y Gama: Pido que conteste la interpelación. yo quisiera que usted, compañero Escobar, les explicara a los compañeros, usted que conoce más, qué las guardias municipales en Chihuahua y la forma en que persiguen allá a los hombres que tienen todavía civismo y vergüenza. Yo quisiera que les explicara usted en qué forma se malgastan los dineros del Estado para las imposiciones que convienen a Enríquez hoy, a Almeida mañana.

El C. Escobar José: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Escobar.

El C. Escobar José: Las guardias municipales de Chihuahua, ciudadanos presuntos, son algo idéntico a las acordadas de Porfirio Díaz. Son una especie de rurales que en todas partes pisotean con su bota ferrada a los campesinos que piden justicia, a los serranos de Chihuahua que tantas veces han ido a derramar su sangre en los campos de batalla por sostener los postulados sagrados de la revolución; esas guardias los asesinan

constantemente. Yo recuerdo que en una junta de la ciudad de Santa Eulalia un pobre minero me enseñaba sus manos taladradas como las manos de un Cristo, por las balas de uno de los guardias municipales. En Aldama, que es la misma tierra del coronel Almeida, y en Santa Eulalia, en Ojinaga y en todos los lugares que yo visité, se odia ese nombre, porque él es el autor de los más grandes chanchullos que ha sufrido actualmente el espíritu revolucionario en el Estado de Chihuahua.

El C. Díaz Soto y Gama: En estas condiciones, el partido almeidista ser revolucionario? Sobre este particular, y perdonándome la Asamblea el desorden, porque es imposible que con estas puñaladas por la espalda que le dan a uno, metiendo por sorpresa los expedientes, se traiga ningún orden en el cerebro; desordenadamente como se tiene que hacer cuando por sorpresa se obliga a las discusiones, desordenadamente introduciré otro dato en el debate. "Hasta los comisarios municipales en Chihuahua fueron a instalar casillas electorales en las haciendas..." ¿Es cierto o no?

El C. Escobar José: Es cierto.

El C. Díaz Soto y Gama: Es ésta la forma como debe cumplir con las promesas revolucionarias el gobernador Enríquez los instaladores, unos administradores de haciendas. otros administradores de empresas mineras; ¿y creen ustedes que siendo un instalador un agente del latifundismo, un lacayo del latifundismo o del industrialismo, pueda proceder con imparcialidad en favor de un candidato radical? ¿Creen ustedes que en esas condiciones pueda triunfar un radial y que de esta manera no haya vicios que debía haber analizado con más ciudadanos la comisión revisora? Quiero entrar, casi diré que muy a mi pesar, al estudiar del aspecto legal, porque sé de sobra que la ley en México es la ley del embudo: de angosto, lo estrecho, lo difícil para el pueblo y sus representantes; lo ancho, lo cómodo, lo fácil, lo abundante en goces y prebendas, dinero y facilidades, para el rico, para el representante rico. De manera que no puedo creer en la ley, ni menos en la ley Electoral; las elecciones las hace el que tiene más dinero, como decía un compañero, o el que tiene amistad con el gobernador, o con los presidentes municipales. Nosotros los radicales venimos a la Cámara por casualidad; estamos aquí en la Cámara porque no estuvo Prieto Laurens en San Luis Potosí durante las elecciones; si hubiera esperado un poco para su cuartelazo y hubiera estado en San Luis, ninguno de nosotros estaríamos aquí; estarían en nuestros lugar un montón de reaccionarios. De manera que el criterio legal me tiene sin ciudadano, y como sé que aquí hay muchos que están en ese caso, para ellos hablo y hablo también para los que quiero que poco a poco vayan viendo con desprecio las leyes, sobre todo las leyes electorales que ellos mismos habrán sido los primeros en vulnerar; porque estoy seguro de que una gran parte de los diputados aquí presentes, sobre todo los de moderados o tibios, han violado la Ley Electoral y su conciencia se lo dice. Todos estos preámbulos son necesarios en los primeros debates; ya después procuraremos demostrar, aun conforme al criterio legal, que a pesar de todo hemos triunfado varios compañeros que representamos los intereses radicales. Las violaciones a la ley comenzaron por la parcialidad del gobernador que, como he dicho, varió dos veces la división territorial, cuando eso se debió de hacer como dice la ley, en octubre del año anterior al de las elecciones y no en el mismo año de la elección. Después viene la parcialidad de los ayuntamientos, sobre todo esto: la Comisión, con algo de mayor escrúpulo, hubiera podido esperar un poco, quince días, ocho días, pues no creo que hubiera sido un perjuicio para la comisión y sí una ventaja para la justicia y para la verdad; hubiera esperado unos ocho o quince días para que el compañero Castellanos demostrará la parcialidad de los ayuntamientos. En todos estos puntos los padrones que se hicieron fueron padrones viejos, de hace seis años, que no podían ser la base para una elección honrada. Las credenciales no se repartieron sino a los contrarios de Castellanos; los instaladores nombrados fueron: unos fallecidos, otros ausentes, otros administradores de haciendas o de empresas mineras. Otro dato muy importante que pudo esperar la Comisión que fuera probado: el presidente municipal de Ciudad Camargo, haciendo presión personalmente en las casillas; un regidor quiso hacer la elección la víspera de la elección; por ahí se ver el deseo que se tenía de sacar triunfante al candidato de Almeida; las casillas instaladas por gente no empadronada, ajena a la sección o con menores de edad. Todo esto necesitaba la intervención directa de la Comisión, puesto que las autoridades todas del Estado de Chihuahua, sin faltar una sola, son incondicionales de Enríquez. ¿Por qué la Comisión Revisora quiso despachará este expediente en el primer día y no esperó las pruebas que ofrecía el compañero Castellanos?

Un curiosísimo procedimiento para violar el voto, que también hubiera demostrado Castellanos. consiste en esto: como había varias boletas callistas, porque eran varios los candidatos callistas o pseudo callistas, se les ocurrió a los miembros de la Mesa, pero a todos, como por una especie de ciencia infusa, reparar entre ellos en que no era justo que hubiera varias boletas callistas y una sola florista, y entonces hicieron esto: se reservaban varias boletas callistas y cuando llegaba una persona, le daban una boleta callista - la que les gustaba - y la florista, para que hubiera equidad. De manera que se comían una gran cantidad de boletas, y ese procedimiento de equidad naturalmente perjudicó al candidato que no disfrutaba del favor de las autoridades. ¿Por qué la comisión revisora no quiso esperar esas pruebas? Casilla hubo que instalada a las cinco de la tarde todavía estuvo funcionando a las siete de la noche del lunes siguiente. No creo yo que la comisión me vaya a decir que esto era legal. Y todo esto pudo probarlo el compañero Castellanos, pero no en un día, porque era imposible. De aquí a Chihuahua se hacen dos días de ida y dos de vuelta, son cuatro, y cinco para recabar las pruebas, nueve. En un día era imposible que éstas se pudieran recabar.

Una violación que es causa de nulidad, según la letra expresa de la ley, la letra a que se acoge el Bloque en Confederado: no fueron admitidos representantes de Castellanos en algunas casillas. No creo yo en el examen tan rápido como el que ha hecho la comisión, se haya podido dar

cuenta de esto. No acuso a la comisión sino de festinación, y a la Mesa de falta de imparcialidad y de honradez al meter por sorpresa un expediente tan lleno de máculas y dudas. Las cosas dudosas se aclaran, pero una cosa dudosa no se mete por sorpresa, porque hay la imposibilidad de la prueba. De hecho hay aquí denegación de pruebas. De manera que por todo esto nuestra protesta tiene que constar, como constará .

Se hizo abstracción de las boletas sobrantes.

Demostración: no vienen las boletas sobrantes. Aquí tenemos una de las pocas pruebas que pudieron escaparse a la presión de las autoridades. Quisiera el auxilio de uno de los secretarios.

- El C. secretario Vásquez, leyendo:

"El subscrito, Francisco Lara Márquez, representante del partido Obrero Agrarista, representativo de los partidos Nacional Agrarista y Laborista Mexicano, debidamente acreditado ante esta mesa electoral, número 16, Reyes de A., instalada en la casa de Víctor Bañuelos, de la calle....... según credencial que presentó previamente, viene a protestar de manera atenta pero Enérgica por la violación cometida a los artículos 63 y 64 de la Ley Electoral de poderes federales; violación que consiste en no haber procedido inmediatamente a numerar e inutilizar las boletas sobrantes, así como todas las demás operaciones conducentes, dejando todo pendiente para el siguiente día, y pide se le certifique el duplicado de la misma protesta, que ser remitido, para los fines consiguientes, al partido.

"Los Reyes de A., a 6 de julio de 1924.- El representante, Francisco Lara Márquez.- presidente de la Mesa (se negó, según informa nuestro representante arriba firmado, a recibir esta protesta, violando así el artículo 69 de la Ley Electoral.)"

El C. Díaz Soto y Gama: Todo el que ha intervenido en elecciones sabe que uno de los chanchullos más fáciles y más cómodos consiste en no inutilizar las boletas sobrantes; de esta manera se levanta la casilla, se compra al presidente o se tiene ya ganado de antemano, y por medio de ese presidente se hace la elección de nuevo; de manera que el hecho de no inutilizar las boletas sobrantes es algo que debía de tener en cuenta la comisión, y sobre esto hubiera podido tener más pruebas seguramente. "Hubo distribución de sotol - El aguardiente que se usa en la frontera - entre los habitantes...."

Esta distribución de alcohol fue la base de la propaganda. Sobre eso también hubiera sido fácil hacer una información. eso es de pública notoriedad en Camargo. Hubo una verdadera campaña de amenazas sobre la base de Almeida sería el gobernador y de que tomaría represalias contra los que ayudaran al compañero Castellanos en su campaña contra Almeida, y entre otras cosas se mantuvo secuestrados a varios presidentes de casilla.

Quiero yo ahora entrar al estudio del punto en que más ha insistido la comisión, porque es un punto en que no tiene razón de ninguna manera. El punto se refiere a las dos computadoras. Es grave, y quiero por un momento más la atención de la Asamblea, en el concepto de que después de esto, poco tendré que agregar.

Hubo una primera Junta Computadora, la legítima, aquélla en que la votación iba favoreciendo a Castellanos, que fue interrumpida no por el alboroto popular, sino por la fuerza bruta de los almeidistas, como consta en los expedientes y como voy a demostrarlo a la comisión. Esa primera Junta Computadora estuvo presidida por el presidente, no así la segunda, que estuvo presidida por el vicepresidente simplemente. En esa Junta Computadora, repito, la votación iba favoreciendo a Castellanos, y al ver eso empezaron las violencias de los almeidistas, que habían estado lanzando fuertes gritos y amenazas. Introdúcense los almeidistas violentamente en la sala de la Junta Computadora y arrojan toda clase de objetos lanzables - Es la expresión de uno de los documentos - sobre la Mesa, entre otros objetos, piedras. Hay señales de algunas piedras sobre la mesa de la Junta Computadora. Sobre esto hay la certificación del presidente municipal y del agente de Ministerio Público. De manera que la comisión pudo haber sido un poco menos parcial en este punto y pudo haber dicho que hubo presión sobre la Computadora, no alboroto popular, alboroto de los interesados en interrumpir la Computadora, es decir, alboroto de los almeidistas, que viéndose perdidos, suspendieron la junta. En este punto yo quiero que se fije la Asamblea: suspendieron la Junta Computadora por la friolera de quince días, y la Junta Computadora suspendió sus trabajos por la fuerza bruta de los almeidistas el día 12, y no se volvió a reunir sino hasta el 27, y en todo este tiempo, señores compañeros, ¿donde creen ustedes que estuvieron depositados los expedientes, los paquetes electorales? ¡En manos del presidente municipal! ¿Y qué cosa es el presidente municipal en las elecciones? El peor enemigo de la libertad del sufragio. No sólo en México, en todo el mundo el enemigo del sufragio es la autoridad municipal, y en todo el mundo la precaución fundamental de toda Ley Electoral, buena o mala, es impedir, prohibir la ingerencia absoluta de las autoridades municipales en la elección. De manera que haber puesto los expedientes en manos del presidente municipal, es lo mismo que poner, como se decía antes, la Iglesia en manos de Lutero, es decir, el sufragio efectivo en manos del peor de sus enemigos, del más terrible de sus conculcadores. ¿Ustedes comprenden lo que quiere decir quince días los expedientes electorales en las terribles manos del presidente municipal de Camargo, el mismo que en persona anduvo haciendo presión en las casillas? ¿Creen ustedes que esos expedientes hayan salido virginales de las manos del insigne alcalde de Camargo?

Yo creo que ninguno de ustedes lo cree, pero yo estoy absolutamente seguro de que en la conciencia de ustedes está la convicción íntima de que esos expedientes fueron violados y falsificados brutalmente durante los quince días que estuvieron en manos del presidente municipal y a mí me bastar con esto, con hacer la impresión, como tenemos que hacerla, en el espíritu de ustedes para que vaya despertándose en ustedes el sentimiento de justicia, de equidad y de amor a la verdad y también, si es preciso, la vergüenza política, porque el político debe ser honrado y porque también debe tener honor, y no está aquí Prieto Laurens para venir a defenderse en cada caso a la violación de un pacto ni

la falta de cumplimiento a la fe jurada o a la palabra empeñada. Aquí creo que todos somos hombres de honor y creo que esto va para hacer mella a la corta o a la larga en el espíritu de ustedes, y si hoy se comete una injusticia, mañana reaccionará la Asamblea y por lo menos, educativamente, iremos desarrollando la vergüenza y el honor político en los compañeros que hoy, asustados por la guillotina, suspenden esos movimientos momentáneamente. Estoy seguro de que la Cámara volverá a la vergüenza, volver al honor y volver a la moralidad y que estos compromisos resultantes de la política tendrán forzosamente, tarde o temprano, que desaparecer, Por eso creo que no es tiempo perdido venir a demostrar a cada momento que se violó el sufragio descaradamente en algunos Estados, sobre todo en los que están dominados por gobernantes reaccionarios. El acta que yo quería leer prefiero que la lea el estimable secretario, si es tan bondadoso.

- EL C. secretario Vásquez, Leyendo:

"En C. Camargo, a las once horas del día doce de julio de mil novecientos veinticuatro, los subscriptos: presidente municipal y agente del Ministerio público del lugar, tuvieron conocimiento por la policía, de que en el lugar designado para la Junta Computadora, quienes deberían de conocer del cómputo de votos obtenidos por los candidatos a la Presidencia de la República, senadores y diputados al congreso de la unión, se encontraban varios individuos pretendiendo no se siguieran los trabajos de la Computadora, amenazando a sus miembros con palabras y hechos, por lo que, trasladados al lugar indicado, en efecto se encontraron algunos individuos los que difícilmente se pueden identificar, posesionados de algunas de las puertas del local de referencia, y los miembros de la Junta Computadora, temerosos quizá de correr algún peligro, se encontraban ocultos en diversas casas contiguas al local designado; una vez conseguido el restablecimiento del orden, solicitaron tanto los miembros de la Junta Computadora como la mayoría de los candidatos a la diputación, se procediera a formular los inventarios respectivos de los paquetes y documentos pertenecientes a las elecciones verificadas el domingo seis de los corrientes, y con la misma aprobación de los mencionados fueron remitidos, tanto los paquetes como documentos de que se hacen referencias, a la Presidencia Municipal de este lugar, en donde que darán a disposición de la autoridad administrativa mientras se dispone por la superioridad lo pertinente. Con lo que se dio por terminada la presente acta que firmaron los que quisieron hacerlo.- M González Espino.- E. C. Aguirre.- Junta Computadora, y una firma ilegible."

El C. Díaz Soto y Gama: El señor E. C. Aguirre, como la comisión puede cerciorarse con toda facilidad, es el agente del ministerio Público y el señor González Espino es presidente municipal. No hubo, pues, alboroto popular como con un eufemismo que no me explico la Comisión llama al escándalo promovido para suspender la Computadora, sino que hubo presión por parte de los interesados para suspenderla. El compañero, que es abogado, resulta con una disculpa que no puede aceptarse en derecho. Dice: los interesados convinieron en que fueran depositados en la Presidencia Municipal. pero como él sabe, no es la autoridad capacitada para guardar expedientes, debe acordarse de aquel precepto legal que dice: la renuncia de las leyes en que se interese el derecho público absolutamente carece de fuerza. De manera que aun cuando los interesados por miedo hubiesen consentido en esto, porque no les quedaba otro remedio y querían escaparse de las garras de los alborotadores, no por eso está justificado el hecho, ni pierde su fuerza el argumento de que allí debieron ser violados seguramente los expedientes. Se acude a la autoridad municipal en solicitud de garantías para la Computadora, y la autoridad municipal dice que no tenía policía; se le dice que acuda a la fuerza federal, y contesta verdaderamente, haciéndose la inocente, o la candorosa, que temía abusara de la fuerza federal y que preferiría no concurrir, y, sin embargo la Junta Computadora del día 27 estuvo rodeada y guarnecida por fuerza federal. ¿Ese contraste qué quiere decir? Parcialidad absoluta de la autoridad municipal; ¿Por qué toda esa parcialidad pasa inadvertida para la comisión? Por no haber oído a la parte contraria y no haber recibido pruebas, y si así vamos a estudiar todos los expedientes, por encima, guiados únicamente por el criterio legal, de criterio de tinterillo, por las apariencias, por las exterioridades, sin entrar al fondo del expediente, van a hacer la comisiones dictaminadoras sólo los dictámenes guiadas por el criterio legal, sin entrar al espíritu de la ley; y no van a guiarse sino por la letra, exigiendo requisitos, destendiéndose de la presión oficial, efectiva, de la sospecha, de la ausencia de la parcialidad de las autoridades, no los requisitos de que habla el modelo C. ¡Infelices de nosotros si fuéramos a juzgar de los expedientes por la manera como vemos están formados! La prensa lo sabe y lo sabe todo mexicano, que los expedientes más sospechosos son aquellos que tienen todas las formalidades externas cubiertas, aquellos en que viene la firma del presidente municipal y en que está hasta el último detalle, en que el modelo C. viene llenado con la acuciosidad digan de un período en elecciones. Esos expedientes en los que no falta nada, hasta el padrón, el nombramiento del instalador y las actas perfectas, esos son los expedientes fraudulentos; de manera que hace muy mal la Comisión en atenerse a las manifestaciones de la forma; ¿qué es la presión? La presión militar, la presión civil, la presión de la plutocracia. Todo esto no servir más que de ensayo a los compañeros; pero que no se nos diga que el criterio legal es el del tinterillo que, sin estudiar el fondo del voto, como decía Manrique alguna vez, brillantemente, una boleta no es el voto, no se debe confundir el triunfo por el número de votos. El voto es algo muy distinto, la boleta es la falsificación que hacen en México. En México hay individuos que se comprometen a falsificar un expediente de todo a todo por trescientos pesos y da su domicilio a quien quiera pedírselo, (Voces: ¡Por menos!) o por menos, quizá. En el Estado de San Luis Potosí todos los expedientes fueron falsificados: aquí en la ciudad de México parte, y en San Luis Potosí el resto; de manera que no es posible confundir la boleta con el voto. El voto el la expresión libre del deseo del

ciudadano, libre, fuera de toda presión, y esa presión es la que hay que buscar, la que no ha buscado en forma alguna la Comisión; de manera que nosotros esperamos que en lo sucesivo sean más acuciosos, que sean más minuciosos, y que no vengan disculpando lo que no tiene disculpa: merced a un alboroto popular fue suspendida la Junta Computadora, ¿Y por qué no analizó la Comisión el móvil, la causa, el origen del alboroto popular? ¿ese alboroto popular lo iba a promover Castellanos? No, si estaba triunfante; ¿quién lo iba a promover, pues? Aquí cabe la pregunta de todos los jurisconsultos, pregunta que se han hecho desde la época de los romanos, la que conoce el compañero: cuando se comete un delito se pregunta: ¿Quid probes? ¿A quién aprovecha? por ejemplo, en el caso de la señora Evans, ¿a quién aprovecho? A la reacción, a los enemigos de Montes; luego si algún móvil hubo, ese móvil estuvo de parte de la reacción o de los enemigos de Montes. ¿No aprovechaba a Montes? luego él no intervino. ¿Quid probes? A quién aprovechaba la suspensión de la Junta Computadora de Castellanos? Al enemigo de Castellanos, a José Calles, a quién después triunfó. ¿Y cómo triunfó en esa segunda Junta Computadora? Dice el compañero: hubo necesidad de urgentes llamados a la autoridad, y yo le diré: no fueron urgentes llamados, sino amenazas de la autoridad para los quince días aquellos presidentes de casilla que habían sido lapidados, apedreados, y que habían pedido garantías inútilmente, que no las habían recibido porque no había gendarmes ni fuerza federal; presidentes municipales que fueron cohechados, según hay cartas en el expediente de Castellanos, cartas que pudo tener a la vista la Comisión, pero que no tuvo por su prisa; unos fueron cohechados y otros víctimas de amenazas, por eso no asistió un presidente, porque no se quiso prestar al chanchullo. Hay cartas en este asunto, esas cartas, que no vienen con el requisito externo, conforme al requisito legal, que exige la certificación de la firma del presidente municipal por el gobernador y la del gobernador por la Secretaría de Relaciones o de Gobernación, no vienen así, pero esas cartas en conciencia de muestran que hubo presión en la segunda Computadora, y voy a explicarle al compañero cómo se rechazó la segunda Computadora en contraste con la primera. Todos los hechos. los hechos en sí, no el papelaje, la vida íntima, lo que forma la trama de la vida, eso lo olvidó la Comisión y se remitió a estudiar los papeles sin tener en cuenta los hechos. ¡Hermoso precedente! Si van a hacer lo mismo con todos los expedientes, puede ser que llegue el momento en que les demostremos, los no legalistas, a los, legalistas, digo a los miembros de las comisiones revisoras, que conocemos mejor la cuestión electoral y sabemos escudriñar el espíritu de la ley y distinguir mejor que los miembros legalistas de la comisión cuáles son los requisitos internos, los de fondo, los vitales, y cuáles son las triquiñuelas con los requisitos externos, en que sólo se fijan tinterillos; de manera que nosotros vamos a resultar a la postre los apegados a requisito legal. Será una sorpresa para la Cámara; pero la he fatigado mucho y sólo deseo, con el peso, con el dolor en el alma, de que se cometerá una injusticia, que se cometerá en buena hora; pero que se sepa que es una injusticia, y aquí vuelvo a decir lo que dije cuando se trató de los globales y de la aplanadora de Prieto Laurens: en buena hora que se cometa la injusticia, ustedes traen un compromiso cerrado, no es su conciencia la que obra, no es su espíritu viril el que hace el compromiso; es el compromiso mezquino de un bloque el que los lleva. Mañana o pasado tendrán que arrepentirse de ser tan dóciles para prestar su conciencia a las conveniencias o las exigencias de un bloque; la nación censurar el procedimiento de ustedes y tendrán que arrepentirse, porque lo digo de una vez, con sentido político, no con intención dolosa en forma abierta: Habrá un número más o menos numeroso, más o menos corto de hombres corrompidos; pero en el bloque de ustedes hay mucha gente de provincia que no está contaminada, que no es posible que se haya contaminado en un mes de estancia en la capital y esa gente estar con nosotros, estará con el bloque legalista dentro de muy poco tiempo; de manera que nosotros estamos dispuestos, como, estamos, a ser derrotados hoy, mañana y pasado; pero tendremos también la satisfacción de derrotar a los directores de los compromisos, del chanchullo, y esto no será en fecha muy lejana, emplazamos a las comisiones revisoras, directoras del confederado, para que de aquí a quince días escasos vean si ha cambiado o no la composición y el espíritu de la Cámara. (Aplausos.)

El C. García Téllez: Compañeros:

Con este criterio, no de tinterillo, sino de abogado de catedral, el compañero Soto y Gama, hábil y muy ducho en las lides parlamentarias, ha venido a presentar a su defenso, el presunto diputado Castellanos, como víctima. ¿Qué procedimiento más apto ante la opinión pública y ante un cuerpo colegiado, que presentar a un hombre caído, vilipendiado, pisoteado por la reacción, por toda la fuerza militar, por toda la máquina administrativa, para pediros, como honorables que sois, que le prestéis vuestro apoyo, que lo levantéis de donde está caído? Todo este procedimiento vulgar sería efectivo en otra ocasión, pero por hoy, cae indudablemente ante el peso serio de argumentos como los que se presentan, frente a un discurso lleno de susceptibilidad, pero sin ninguna base seria ni argumento fuerte.

Es un expediente, dice el compañero Soto y Gama, festinado; ha venido aquí festinadamente la comisión a traerlo sin haberlo estudiado a fondo, sin haberse empapado de él, sin tener la convicción arraigada de la causa que defiende; y esto es falso. ¿Quién ignora que desde cuando se inicia una campaña electoral los contendientes, como si fuesen a una lucha en que se juega la vida, se arman de cuantos documentos pueden, y llegan aquí con las faltriqueras llenas de cuantos documentos buenos, malos , imaginarios o serios puedan obtener? Y en este caso el compañero Castellanos viene desarmando, no trae con qué defenderse y se dice que la comisión no quiso oírlo, que la comisión obró precipitadamente; y esto es falso. Si aquí en esta tribuna debemos señalar como timbre de nuestra conducta y como exponente de nuestras

acciones la honradez, le diré al compañero Soto y Gama que falta a la honradez. El compañero Castellanos fue llamado para que presentase sus documentos ante las comisiones; ¿qué prueba tenemos de ello? No sólo las declaraciones publicadas de que las comisiones atenderían y oirían a todas las clases de contendientes, sino el telegrama que se le dirigió y que firmó el que habla, encareciéndole, dice:

"Encarecémosle concurrir mañana 20 a las 9 horas, presenciar revisión su expediente."

Y el compañero Castellanos no se presentó, diciendo después que no lo había recibido, y consta en la Conserjería que esté telegrama fue puesto; más aún, el compañero Castellanos dice que ignoraba que iniciáramos el estudio de su caso; se presentó ya iniciadas las labores, y hay compañeros a cuya honradez podría apelar, pero que no deseo interrumpirlos, que pueden dar fe de que el compañero Castellanos estuvo presente; de que el compañero Castellanos, lejos de presentar documentación seria, lejos de venir proveído con aquellas pruebas que justificasen su triunfo, se concretó a alegar susceptibilidades, se concretó a sostener en algunos que tal firma de representante no era debida y que aun representante en determinada casilla no se le dejó fungir y, en cambio, ¿qué presentaba fuera de su palabra? No presentaba ninguna prueba, ninguna documentación, como en otros casos en los que sí había protestas de su representante y que fueron tendidas con toda honradez. ¿Cómo creer, entonces, que este expediente fue festinado, si todo el día y la tarde de ayer se dedicó para su estudio, si se revisó paquete por paquete, si se leyó detenidamente toda la documentación? Salvo que el compañero Soto y Gama hubiera deseado que la comisión hiciese un viaje especial y que, como se acostumbraba en otros tiempos, se nos hubiese dado alguna cantidad con cargo a las partidas del presupuesto para ir a hacer investigaciones, sólo que sean esos los procedimientos ya vaciados y reprochables los que el compañero Soto y Gama desease que hubiésemos usado nosotros.

Dice el compañero Soto y Gama que en el 6o. distrito electoral hubo presión militar. la autoridad municipal fue parcial; hubo innumerables vicios en la elección, entre ellos los que sita son los siguientes: que se usaron padrones viejos; que los instaladores eran empleados de haciendas; que las casillas estaban instaladas por menores de edad: que daban solo una boleta callista; que no fueron admitidos representantes del candidato Castellanos; ¿y esto en qué lo basa el compañero Soto y Gama? ¿les ha leído a ustedes pruebas, les ha presentado documentos, ya no digamos formales, ya no digamos aquellos que dejan la presunción íntima, la convicción seria de que ha habido irregularidades? No, señores: una carta de un amigo que le escribe a él y en la que le relata todas las inmoralidades, sin puntualizar en qué casillas, sin citar nombres sin aludir a hechos concretos, si no con la vaguedad con que se hacen siempre los cargos calumniosos. Que hubo, se dice, presión; y voy a demostrar ya no con un criterio absolutamente legal, que tanto reprocha el compañero Soto y Gama, y que él lo usa siempre con tal elasticidad, que cuando quiere lo aplica y cuando no le conviene lo rechaza, voy a demostrar dentro del terreno de las convicciones, dentro de esa fuerza moral que queda hondamente arraigada, a un cuando a letra de la ley se imponga, voy a demostrar que no hubo los hechos a que el compañero Soto y Gama, en una forma abstracta, vaga y generalizada, se refiere. En el 6o distrito electoral de Chihuahua contendieron cinco candidatos y se observa que en todas las casillas, de las sesenta y seis instaladas, con excepción de dos de ellas, la votación es completamente reñida. En unas triunfó un candidato, en otras otro; ¿Cómo explicarse dentro de esa confusión moral, cuya base de argumentación ha sido del compañero Soto y Gama; cómo explicarse que esa votación esté tan repartida y que en todos ellos tengan ingerencia, salvo casos excepcionales, los representantes de todos los partidos? Solamente se explica, señores, cuando la autoridad no interviene, cuando no hay parcialidad a favor de determinada candidatura. En todo caso, cuando hay parcialidad marcada, la votación no se divide, no es reñida, no corresponde a todos los candidatos correspondientes en forma considerable; entonces se siente, como indicio incuestionable, en cada casilla la presión. Cuando algún candidato sale solamente triunfante, cuando no se admiten representantes de alguna candidatura y cuando de la observación de todos los expedientes se resuelve que hay presión y que esa presión es favorable para aquellos que no son hostilizados por las autoridades y, en cambio, toda la documentación revela, evidencia, que los candidatos obtuvieron reñida votación y que los representantes de las diversas candidaturas tuvieron ingerencia ¿cómo entonces habrá parcialidad, dónde está esa presión militarán formidable, que como una máquina aplastante nos presenta el compañero? ¿En dónde está si todos los demás tienen una votación regular? ¿Cómo es posible una lucha igual en circunstancias análogas, cuando toda la máquina administrativa se pone en favor de determinada candidatura? Es, pues, falso, señores, y con perfecta convicción moral y política, en aquellas casillas, en aquellas elecciones en que todos los candidatos y sus representantes tienen ingerencia, y aquí están las actas y aquí está la documentación, salvo casos excepcionales como el que señala el compañero Soto y Gama cuya votación fue nulificada. Queda, pues, desvirtuado el argumento de esa formidable presión militar y administrativa a favor de determinada candidatura. Otro argumento, que es político pero muy mal empleado y si conociera el caso el compañero Soto no lo defendería ni mucho menos lo habría presentado en esa forma: el candidato José Calles, dice, es el candidato que amparado en la fórmula del callismo, tuvo, partidarios floristas, y la votación fue favorable a flores. ¿Queréis una contestación rotunda, queréis una negación fuerte, seria, a ese argumento? La tenéis en la votación: En las casillas donde triunfó José Calles allí tiene mayoría el general Plutarco Elías Calles. ¿Cómo, entonces, me explico yo, en las casillas en que el candidato diputado Calles triunfó, triunfó también el candidato general Calles, no sucediendo así en la mayoría de las casillas del compañero Castellanos? ¿Cuál es, pues, la verdadera filiación política? ¿Cuál es, pues, el argumento

de que el candidato Calles es traidor? ¿Cuál es el argumento de que amparándose solamente a la sombra y a las simpatías del callismo o de la fuerza política del candidato hacía pública declaración de filiación callista, mientras sus partidarios y sus elementos callistas no eran sino favorables a Flores? ¿Cómo explicar esas circunstancias tan evidentes? Y aquí está el acta, aquí está toda la documentación aquí está el examen general, la línea gráfica seguida por la computadora de los diversos candidatos y se ver que en las casillas donde el diputado José calles triunfó con más abrumadora mayoría, el general Plutarco Elías Calles triunfó también. Y hay todavía otra prueba, de esas pruebas morales, de esas pruebas que forman convicción, de esas pruebas que no se presentan ante el criterio severo y estrictamente legal sino a los hombres de conciencia, a los de criterio sano, a los del sentido común. ¿Cómo creer, dice, que el diputado Castellanos triunfara si era callista? Yo le pregunto: ¿Cómo creer que haya una gran simpatía por un candidato presidencial, si lejos de usar la propaganda callista para impresos o para su publicidad en la misma, dividiéndola o partiéndola se manda imprimir la propaganda de Angel Castellanos? ¿Qué decir de eso? Que el compañero Castellanos es tan callista, que desea que la propaganda del general Calles no se repartiese con profusión y que es tan pobre que esa propaganda la usó cortándola, usando por un reverso la propaganda del señor Calles, y por el otro la del señor Castellanos. ¿Estos son los callistas que defendéis? Si es así, no creo en vuestra sinceridad. falta todavía analizar con mayor documentación lo que él llamó el argumento substancial y la demostración más evidente y más palpable y más demostrativa de la presión oficial. La Computadora se dice que había iniciado sus labores el día 10 de julio, las suspendió por la gran presión militar, por esas guardias que estaban a disposición de la Presidencia Municipal y que en una forma indirecta sirvieron para suspender las labores de la Junta Computadora. ¿Cómo no suspenderla, decía él, si allí triunfaba Castellanos? Voy a darles también la contestación evidente de cuál es la verdadera causa de por qué la Computadora suspendió sus trabajos.

A la Computadora se habían presentado cuarenta y seis expedientes correspondientes a diez municipalidades; la Computadora hasta el día doce llevaba revisados diez municipios y de ellos había rechazado veinticuatro expedientes electorales. ¿Por qué recibió la Computadora dichos expediente electorales y después se rehusó a computarlos? ¿Cuál sería esa causa? ¿La presión militar? No, porque había estado fungiendo hasta momentos antes de que fuese suspendida y había eliminado veinticuatro expedientes electorales, que no obstante las protestas de cinco contendientes, con excepción de Castellanos, no se habían computado. ¿Cuál ser esa razón, se pregunta? Y la razón, dentro de esas pruebas evidentes y morales, es que en esos veinticuatro expedientes perdió el diputado Castellanos, cuya Computadora le era completamente parcial; manejándola a su antojo, pudo imponerle, pudo ordenarle que no computase aquellos expedientes donde perdió; esa es la verdadera causa. Se puede decir que es falsa, y la comprobación más evidente existe en el examen de la votación de esos veinticuatro paquetes en donde todos, absolutamente todos, perdió el compañero Castellanos. Y todavía me dice: una Computadora que obrada con honradez fue suspendida. No, dentro de esa fuerza moral que se exige para reprimir actos inmorales, dentro de esa reprobación para actos de corrupción, dentro de esa fuerza que existe en la conciencia para reprimir todo aquello que se va imponiendo en forma inmoral, irremisiblemente esa fuerza moral fue la que hizo, tanto a los candidatos como al pueblo, suspender las labores de la Computadora, que siendo parcial excluía ad líbitum, a su antojo siguiendo los dictados del compañero Castellanos,. los veinticuatro paquetes electorales en donde perdió. (Aplausos.) ¿Qué actitud asumió la autoridad municipal frente a estos hechos? ¿Por qué intervino la autoridad municipal? ¿Quién le indicó? ¿Fue, acaso, la parcialidad o el interés de intervenir en los asuntos políticos? ¿Fue señores, esa actitud abominable de autoridades municipales que desean corromper la emisión del voto y hacer que los ciudadanos voten a su antojo? No, señores, la causa de la intervención de la autoridad municipal está aquí comprobada por toda clase de contiendas, por toda clase de quejas, por toda clase de autoridades electorales, y voy a demostrarlo. Hay un telegrama del señor diputado Castellanos, que dice lo siguiente de fecha 11:

En estos momentos, diez de la mañana, acaba de ser asaltada Junta Computadora, sin que autoridad siquiera pretenda contrarrestar atentado." Es decir, que mientras estos hechos se cometían, la autoridad municipal se abstenía. Este acto se censuraba por el compañero Castellanos, y hoy se presenta en forma distinta, como haciendo creer que la autoridad municipal intervino por voluntad propia y que ella fue la promotora y que ella desarrolló la presión contra la Computadora, en tanto que el candidato se queja, de que el defendido se queja, de la abstinencia del presidente municipal. Dice una acta de la Computadora en parte relativa:

"En estos precisos momentos se presentó el presidente municipal, C. Manuel González Espino, y con toda presteza dio las bebidas garantías a los CC. miembros de la Junta, en unión del C. Agente del ministerio público, Enrique C. Aguirre. todos los CC. candidatos presentes están de acuerdo en que los paquetes electorales, bajo la inmediata custodia y vigilancia y responsabilidad del C. presidente municipal...."

¿Hay aquí ese deseo de la autoridad municipal de intervenir, esa intención dolosa de fraude que debe analizarse para poder lanzar el cargo de que la autoridad municipal era parcial? No hay, al contrario, la autoridad municipal intervino, por que hasta los mismos contrarios se quejaban de que observaba una actitud expectante, de observación y si intervino fue porque todos los candidatos con excepción de Castellanos, que ya venia en camino, pedían su intervención. Ahora, ¿cómo fueron entregados esos paquetes electorales? ¿Que acaso se pusieron a la disposición del presidente municipal sin discreción, sin prudencia, sin garantías, para evitar que los expedientes fuesen violados? La contestación la dan estos mismos documentos firmados por los candidatos y firmados también por la computadora.

Los expedientes fueron entregados mediante inventario riguroso y fueron guardados y custodiados en la Presidencia Municipal. ¿Y por qué ir a la Presidencia Municipal - se admiran -, por qué no ir a otro lugar? La ley - permítaseme que hable de la ley, porque es la que señala las obligaciones de la Computadora, y en este caso es lógico, lógicamente aplicable -, la ley da la responsabilidad de los expedientes electorales a la Junta Computadora, y la Junta Computadora no pudiendo garantizar el estado de esos expedientes, pide la ayuda de la autoridad para garantizar que no se violen, y la comprobación de que no fueron violados se encuentra en el inventario con que se entregaron y en la circunstancia de que los candidatos estaban conformes en que se habían entregado en las mismas circunstancias; ¿y creéis, acaso que los defensores que vengan a esta tribuna sean más interesados que los mismos candidatos para defender la votación en donde jugaban, en donde tomaban participación? Es lógico, señores, que por mucho celo que se tenga en defender determinado caso, que por mucho interés que se ponga en juego, nadie con más apasionamiento y nadie con más celo, nadie más interesado en procurar que sus casos estén más garantizados, que aquellos mismos contendientes y que aquellos mismos que saben que en determinada votación va a resolverse su caso electoral; y si ellos no protestaron, y si ellos estuvieron conformes, y si después de revisar paquete por paquete no presentan protestas, figuras que son cinco contendientes, que los cinco tienen intereses, que se guían por sus egoísmos, que en esos momentos no es la solidaridad la que los une, sino los egoísmos que con todo interés y apasionamiento siguen; ¿quiénes más interesados que los mismos candidatos? ¿Por qué recibieron esos expedientes con toda conformidad? ¿Por qué hacen la declaración de que no habían sido violados? ¿Creéis, acaso, que por ingenuidad? No señores, porque ante las pruebas evidentes de que un delito no se ha cometido, la honradez hasta al más inmoral le exige hacer una declaración de buena fe, y otra prueba de que los expedientes no fueron adulterados está en que en la revisión de la Computadora no hubo protestas, no hubo una sola respecto a la violación de los paquetes por la autoridad municipal; ¿y creéis, acaso, que a los que conocen el estado de cada casilla no les interesa que los representantes de cada partido que intervienen y saben la historia de cada caso electoral en cada sección, no van a saber si un expediente ha sido modificado o adulterado? Sin embargo, ¿por qué no protestaron y dieron su conformidad? ¿por qué ante las labores de la Junta Computadora no hay esas protestas de la intervención de la autoridad municipal, y esto lo prueba el acta, lo prueban los expedientes uno por uno y, en cambio, aquí, pasados los días, se viene a decir que la autoridad municipal violó los expedientes y que hubo parcialidad y se fundan, ¿sabéis en qué? En una carta personal.

Creo, compañeros, haber demostrado, no en forma discursiva ni valiéndome de medios que traten de sorprender a quienes no tienen experiencia en la forma de presentar los asuntos; creo que la comisión ha demostrado que no ha obrado con festinación alguna, que no ha obrado con apasionamiento, que no ha obrado tampoco con un criterio estrecho, riguroso, nimio; sino que ha descendido al fondo del asunto, ha analizado, si se quiere, toda la filosofía electoral del 6o. distrito electoral de Chihuahua, y es natural que se venga a decir que obramos festinadamente, es natural que se diga que estamos aquí uncidos para obedecer consignas y que hemos abdicado de nuestro criterio, de nuestra independencia y de nuestra opinión, y eso es falso. Las lecciones del pasado, las lecciones recientes de la pasada Legislatura serán el mejor ejemplo, el ejemplo más vivo, la amenaza más seria que pese sobre nuestra conciencia y sobre nuestra responsabilidad para obrar arbitrariamente, para cerrar a nuestro criterio toda causa justa y toda causa moral. Es cierto - y hay que decirlo sin vergüenza, hay que decirlo sin rubor -, venimos, si, señores, uncidos a un criterio, pero al criterio de la legalidad y de la honradez, venimos sujetos y somos esclavos de la línea de conducta que nos hemos trazado y frente a las palabras, palabras y más palabras del discurso pasado, están los argumentos, argumentos y más pruebas que presenta la comisión. (Aplausos.)

El C. Díaz Soto y Gama: Para interpelación a la comisión, pido la palabra. (Voces: ¡A votar!) Voy a interpelar a la comisión, que dice que no vienen uncidos más que a un criterio legal. Compañero, yo le pregunto a usted: ¿Usted forma parte del bloque confederado?

El C. García Téllez: Sí, compañero.

El C. Díaz Soto y Gama: ¿El bloque confederado toma o no acuerdos sobre cada caso?... (Campanilla.) Tengo derecho a interpelarlo, conforme al Reglamento, cuantas veces quiera, lo mismo que cuantas veces quiera cada diputado. ¿Se toman en ese bloque acuerdos? (Campanillas.) Pido a la Secretaría lea el artículo reglamentario que me da derecho a interpelar a la comisión.

El C. presidente: Sírvase pedir antes la palabra.

El C. secretario Valadez Ramírez: La secretaría hace saber al compañero Soto y Gama, que la Presidencia solamente reclama que los ciudadanos presuntos diputados se sirvan a pedir la palabra.

El C. Díaz Soto y Gama: He pedido la palabra para interpelar a la comisión. De manera, compañero, que si usted forma parte del bloque y este bloque toma un acuerdo, resulta que sobre el criterio legal y de la justicia, está el inconveniente de los compromisos del bloque; pero mis preguntas van a ser de otra especie. ¿La Junta Computadora que usted define tanto, la que se encargara, mejor dicho, la que empezó a trabajar el 29 de julio, es la continuación de la primera o es otra Junta Computadora?

El C. García Téllez: Es la continuación de la primera.

El C. Díaz Soto y Gama: La continuación de la primera; de otra manera resultaría una junta enteramente ilegal. ¿Alguno de ustedes admite que en su distrito se instalen las juntas computadoras inicialmente el 29 o el 31 de julio? Indudablemente que no; de manera que tiene que ser la continuación, y si es la continuación de la primera, le voy a demostrar que ha procedido con festinación, porque

a la primera la tacha usted llamándola incondicional de Castellanos, parcial, provocadora del escándalo, ¿y estaba procediendo con parcialidad por obra de qué maleficio, de qué magia que no conozco? ¿Esa Computadora, el 12 de julio era incondicional y en 30 de julio se convirtió en admirable Junta Computadora, impecable para desbaratar los errores de la primera? ¿Cómo se explica ese cambio? Como dice el compañero Castellanos , lo más grave del caso es esto: que José Calles aceptó, ratificó y prohijó la Junta Computadora a partir del 30 de julio, cuando ya la tenía agarrotada, y la rechazó y disolvió el 12 de julio. Que me explique el compañero, ¿por qué el día 12 de julio se disolvió esa Junta Computadora incondicional, procedimiento que está preconizando la comisión? Yo lo paso a las comisiones para que lo tengan presente cuando tengan alguna dificultad. Disuelta esa junta, depositó los expedientes en la Presidencia Municipal y a los quince días los miembros de esa junta, que eran canallas, se habían convertido en hombres honrados. ¿Cómo se lo explica el compañero?

El C. García Téllez: Voy a demostrar lo especioso y sofístico de la pregunta del compañero Soto y Gama. Supongamos que se trata de una sociedad mercantil en la que los gerentes han estafado a la compañía; que se sigue un juicio y que son encarcelados y es encarcelado uno de sus gerentes; se cita a asamblea general y todos los socios nombran un nuevo gerente y se demuestra que la actitud de ese gerente es honrada y que no ha incurrido en los delitos de fraude y estafa del anterior. Se dirá entonces, ¿cómo es posible que a la compañía X se le trate de fraudulenta, si el nuevo gerente se dice que es honrado? ¿Cómo admitir que esta compañía obre con honradez, si es la misma compañía? Y el caso es semejante por la siguiente razón: en la primera Junta Computadora, sin causa justificada, sin cumplir con el objeto esencial y primordial de la Computadora, cual es revisar y contar los votos, excluyó veinticuatro paquetes en que perdió Castellanos, ¿cómo decir entonces que es inmoral esa computadora, cómo decir que esa Junta Computadora obró indebidamente? Pues precisamente la labor de la Junta Computadora en la que figuraba un presidente que, entre paréntesis, no era ni del lugar, sino que había sido traído de fuera del distrito y que fue el mismo presidente que en las pasadas elecciones dio la credencial al compañero Castellanos, ese mismo presidente que era el que se imponía, es decir, el que era usado como instrumento por Castellanos para rechazar los paquetes, ese mismo presidente no se presentó después, sino el vicepresidente (para algo fue creado el vicepresidente, para substituir en sus labores al presidente), fue el que al reanudar sus labores la Computadora, fue el que estuvo fungiendo, ¿cómo decir que la computadora fungió con honradez?, porque la Computadora no se compone de un presidente, la Computadora no es una persona, sino la junta designada por la mayoría de los presidentes de casillas electos legalmente. Por esto se dice que la primera Junta Computadora obró indebidamente, que el presidente de la primera Computadora no se apegó a la ley y, en cambio, las labores de la segunda Computadora en conjunto, porque la Computadora no es un solo hombre, terminó sus laborales el 31 de julio. (Aplausos.)

El C. Díaz Soto y Gama: ¿Quién es vicepresidente de la segunda, el mismo de la primera Computadora?

El C. García Téllez: El mismo.

El C. Díaz Soto y Gama: Los escrutadores los mismos, y los secretarios los mismos; ya ven ustedes cómo son las mismas personas. Faltaba el presidente porque no se quiso presentar, y el vicepresidente que era el mismo, el 31 de julio ya se volvió honrado; los secretarios los mismos, los escrutadores los mismos. Yo le voy a explicar lo que no puede explicarse y que parece maravilloso: A estos hombres se les amenazó con todos los medios, con todas las fuerzas de que dispone un Gobierno, sobre todo en provincia, donde dispone de estos medios: si tú apoyas al enemigo del Gobierno con cualquier pretexto si tú lo apoyas te multo, te pongo dificultades en tu comercio, es decir, todos los medios de coacción económica y civil y de encarcelamiento de que puede hechar mano un Gobierno. Hubo amenazas sobre ellos, hubo hasta cohecho. Hay cartas - usted no cree en las cartas -, estas cartas no pueden venir certificadas por la autoridad; voy a leer las cartas y las firmas para que se vea por qué esa junta fue tan dócil después. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!) Esos deseos de votar están demostrando que tienen ustedes prisa en cumplir con su compromiso de Bloque. Si ustedes quieren aclarar este asunto, están obligados a oír; pero si ustedes tienen prisa en salir de su compromiso de Bloque, tienen derecho de gritar: ¡a votar, a votar! De manera que ustedes mismo, como vulgarmente se dice, se están cayendo de la reata. Está firmada por R. Martínez, que figuró como representante y al cual no aceptó la Junta Computadora, como tampoco aceptó a Castellanos. Dice: "tengo la pena de manifestarle que hoy a mediodía reanudó sus labores la ilegal Junta Computadora. Para ello fue necesario andar corriendo tres días, valiéndose hasta de amenazas para poder traer a los miembros de la junta y el único que se negó rotundamente fue el compañero Merced Pedroza, a quien amenazaron con consignarlo, pero ni así aceptó.

"La protesta a que me referí en mi carta anterior, la presente al señor presidente municipal, y después de tenerla en su poder tres días, me la devolvió alegando no ser de su incumbencia, y por más que alegué con él, no me fue posible que la razonara siquiera."

Aquí estamos viendo los inconvenientes - quiera o no la comisión - de establecer ese terrible paréntesis, esas horcas caudinas de quince días entre una Junta Computadora y otra. Ustedes comprenden lo que se puede hacer en quince días: deshacer una elección y volverla a hacer de nuevo; y todavía no conformes estos señores con tener quince días para mandar paquetes tras paquetes, todavía le mandan a la Comisión Revisora o a la Oficialía Mayor de la Cámara, todavía más paquetes. ¿Cuántos de esos paquetes no habrá n sido falsificados? Yo pregunto a la Comisión Cuándo recibió los últimos paquetes, para que se vea hasta qué punto el boletaje pudo haber sido falsificado, hasta qué punto

hay la presunción de que fue falsificado. ¿Cuándo, compañero?

El C. García Téllez: La pregunta que hace el compañero Soto y Gama nos da la oportunidad de demostrarle a él la honradez con que se ha procedido. Dice en esa carta que uno de los candidatos, Gutiérrez Guerrero, anduvo recogiendo expedientes, que esos expedientes los remitió por correo, esos expedientes, que son seis, que se dice en el dictamen cuáles son, se recibieron aquí por conducto personal del señor ingeniero Gutiérrez Guerrero y esos expedientes no fueron computados, por que el hecho de traerlos personalmente los hace prejuzgar fundadamente de que estaban violados y por estos expedientes pedimos la consignación de Gutiérrez Guerrero. (Aplausos.) He allí la prueba, en primer lugar, de que no obramos a la ligera, de que nosotros pedimos cuenta de la procedencia de esos expedientes, de que tenemos la misma opinión del compañero Soto y Gama, de que hay que presumir que esos expedientes fueron adulterados y por ello se ha pedido su consignación para que caiga el castigo, que es severo, contra el que ha adulterado esos expedientes. Además, quiero aprovechar esta oportunidad para llamar la atención de la Asamblea sobre la forma como estamos procediendo en la defensa y en el ataque de este caso: Si aquí en la Cámara algunos de los presuntos diputados dijesen que acababan de recibir una carta de un formidable reaccionario, en donde le anuncian que vienen en tropel a desbaratar la Cámara, donde sabe que nuestras vidas corren peligro, en donde se anuncian hechos verdaderamente desastrosos para esta Cámara, ¿creéis que sería justo y cuerdo que la Cámara diese oídos a esa simple carta que pone en boca de una persona, que es interesada, hechos inadmisibles, cuando en cambio tenemos pruebas de que hay tranquilidad, de que si bien hay discusión ésta no pasa de los límites de los escarceos parlamentarios? Esa es la situación. Nosotros presentamos documentos, presentamos pruebas, analizamos expedientes demostrando a los impugnadores cómo obramos aun en aquellos casos en que a ellos, queriendo dar un golpe de gracia, se les demuestra que han sido estudiados y, en cambio, ellos sin pruebas, sin documentos que evidencien la causa que ellos defienden, se fundan en una carta de un partidario en que se dicen haber cometido tales y cuales cosas. (Aplausos.)

El C. Díaz Soto y Gama: El compañero no conoce bien el expediente. ya le demostré por qué razón la Junta Computadora le pareció mal a José Calles, por qué después, cuando hubo amenazas, ya le pareció buena y ya le demostré cómo no eran distintas las personas. No ha podido contestar eso ni podrá contestar. Le voy a demostrar ahora que no está aplicando la ley electoral. Quisiera que me dijera en qué precepto, artículo o fracción de la ley electoral se establece el procedimiento ese peligroso de que cuando se quiere suspender una computadora por el uso de la fuerza, por falta de garantías que se niegue a prestar la autoridad municipal, se entreguen, sin embargo, los expedientes a ese municipio cuya parcialidad está visible por no haber dado garantías. Esa autoridad municipal que no quiso dar garantías a la primera junta computadora, no sólo utilizó la fuerza federal, sino que dispuso de gendarmes con máuseres; luego sí tenía elementos para dar garantías. y mi pregunta vuelvo a hacerla en esta forma: ¿en qué precepto legal se funda la Comisión para considerar legítimo el procedimiento de que una Computadora que sea disuelta por la fuerza popular, pero por la fuerza, por la fuerza bruta, está autorizada para poner los expedientes en manos del presidente municipal, de quien duda la ley y a quien la ley prohibe intervenir, y que quince días después se repita la votación de la Junta Computadora, sabiendo sólo Dios en qué forma están los paquetes? Yo quisiera que me dijera el precepto expreso en que se diga que ese es el procedimiento; yo no voy a decir que está de acuerdo, el texto dice: "nunca podrá separarse una Junta Computadora del lugar marcado, sólo en caso de fuerza mayor o presión podrá suspender sus labores, pedir garantías y volverse a reunir, pero nunca está autorizada, para guardar un paquete o a depositar esos paquetes con el enemigo natural de la libre elección, que es el presidente municipal; yo quiero que se me diga qué precepto autoriza a la Comisión para considerar como buena una Junta Computadora interrumpida por un paréntesis de quince días, deseo conocer el precepto legal que autoriza la entrega de esos paquetes a la Presidencia Municipal. - El C. García Téllez: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. García Téllez: Me imagino que la pregunta del compañero Soto y Gama es la que haría un anarquista en una sociedad que se encontrase en peligro y que dijese: cuando el orden público se altera, cuando la sociedad no goza de las garantías suficientes, ¿qué debe hacer? ¿qué se hace?

El C. Díaz Soto y Gama: Lo que dice la ley.

El C. García Téllez: Es lógico, señores, que en una sociedad en donde no viven anarquistas, en una sociedad medianamente reglamentada por disposiciones, la autoridad es la que debe dar garantías. - El C. Díaz Soto y Gama: ¿La municipal? - El C. García Téllez: Cuando no está la autoridad municipal, a falta de alguna otra autoridad, y el compañero sabe que las constituciones locales, que la ley Orgánica Municipal obliga a las autoridades municipales a dar las garantías cuando éstas se le soliciten, y el artículo 95 de la Ley Electoral, que es el que no recordaba el compañero Soto y Gama, es el que dispone que cuando una Junta Computadora no goce de las garantías suficientes por alguna causa de fuerza mayor, como en el presente caso, no puede continuar sus labores, las suspender ; ¿para cuándo? Para cuando goce de garantías y eso es lo que hizo la Junta Computadora a que nos venimos refiriendo.

El C. Díaz Soto y Gama: Acaba de oír la Asamblea.... (Voces: ¡Ya! ¡Ya! ¡A votar! Campanilla.) Acaba de oír a la Asamblea que la autoridad municipal es la llamada a dar garantías. ¿Y las da! Voy a demostrarle al compañero que no las dio. He aquí el acta firmada por el señor E. C. Aguirre, cuya firma puede cotejar el compañero:

"A las once horas del día doce de julio de mil novecientos veinticuatro, los subscriptos: presidente municipal y agente del Ministerio Público del lugar, tuvieron conocimiento por la policía de que en el lugar designado para la Junta computadora,

quienes deberían de conocer del cómputo de votos obtenidos por los candidatos a la Presidencia de la República, senadores y diputados al Congreso de la Unión, se encontraban varios individuos pretendiendo no se siguieran los trabajos de la Computadora, amenazando a sus miembros con palabras y hechos, por lo que, trasladados al lugar indicado, en efecto se encontraron algunos individuos, los que difícilmente se pueden identificar, posesionados de algunas de las puertas del local de referencia...."

¿Qué hace la policía? Dejar que siguiera con su miedo los de la Junta Computadora; y luego la autoridad, en lugar de establecer que la policía diera las garantías y permitiera la continuación de la Junta, ¿qué hace? A los presidentes escondidos en su casa, los da por presentes. Y luego dice: "....y los miembros de la Junta Computadora, temerosos quizá de correr algún peligro, se encontraban ocultos en diversas casas contiguas al lugar designado...."

Da por presentes a los miembros de la Junta, y valiéndose del temor de los presentes, que estaban siendo víctimas de la lapidación de los individuos que no pudieron identificar, recibe los paquetes sin derecho alguno. Yo quiero precisarle al compañero esto: ¿El, como legislador, sería capaz de reformar el artículo que le voy a leer en la forma que le voy a decir? Dice el artículo 95, después de referirse a que ningún miembro de la Junta Computadora podrá separarse del lugar de la Junta: "Se exceptúa de lo dispuesto en el artículo anterior, el caso de que la autoridad o particulares armados ejercieran violencia sobre los miembros de la Junta, pues entonces, éstos suspenderán sus trabajos hasta que se les impartan plenas garantías, harán constar en una acta los hechos que motivaron la suspensión de sus trabajos y la consignarán a la autoridad judicial respectiva...." consignarán a la autoridad - no a la municipal - "....para que imponga a los responsables, de seis meses a dos años de reclusión, multa de cien a mil pesos y suspensión por diez años de sus derechos políticos."

¿Sería capaz el compañero de substituir este artículo por otro que dijera: En el caso de que se vea obligada una junta a suspender sus trabajos por la fuerza de la autoridad o de particulares, se autoriza a los miembros de la Junta Computadora para depositar los paquetes en manos de la autoridad municipal, la cual podrá tenerlos en su poder todo el tiempo necesario mientras da garantías, y luego, que la Junta Computadora que prosiga el trabajo de la primera ser válida? ¿Sería capaz el compañero de establecer un artículo como éste? Creo que no. Sin embargo, es ese artículo el que está aplicando. Yo creo que el precedente más grave que se pueda establecer en México, es establecer el derecho de que la autoridad municipal se quede con los expedientes quince días o un mes y luego, tranquilamente, apoderarse de los miembros de la Junta Computadora, traerlos con presión, quizá amarrados, perfectamente comprados o sugestionados, a la nueva junta, y que esa segunda junta sea válida. Yo digo: ¿en qué cabeza humana, en qué cabeza que no sea la de un abogado como el compañero, cabe semejante cosa? (Murmullos.) Ya la autoridad municipal nos tiene perfectamente aburridos. soberanamente aburridos hasta el copete; todavía el compañero, desde la altura de la comisión revisora de credenciales, ha autorizado a este bárbaro para tener quince días en su poder los expedientes, y los miembros de la Junta Computadora se reúnen quince días después, rodeados por guardias municipales, en fin, bajo la presión de todas las autoridades municipales de Chihuahua, bajo la presión terrible que se puede hacer sobre quince humildísimo vecinos, sobre quince hombres de trabajo que son un juguete en manos de las autoridades. Yo creo que mañana le remorderá la conciencia al compañero si de aquí a dos años vienen diez o quince expedientes con ese procedimiento, que es lo más probable que vengan. De manera que el argumento que se conoce en lógica como el de la reducción al absurdo, yo en este caso lo aplico. ¿El compañero cree que debe interpretarse la ley en esta forma, que ese vandalismo, que ese sistema debe establecerse como precepto legal? ¿O quiere dar una ley especial para el caso, tan absurda como la que está proponiendo? Es lo único que quiero decir.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Morones.

El C. Morones Luis N: Honorable asamblea: Yo creo que ésta es ocasión de poder sentar un precedente que en forma definitiva venga a marcar orientaciones por lo que se relaciona a la cuestión electoral. El punto legal en que ha hecho hincapié la comisión, tratado ya también por el compañero Díaz Soto, deja ver desde luego lo peligroso que resultaría aceptar el criterio que ha sostenido la comisión encargada de dictaminar sobre el caso del 6o. distrito de Chihuahua. Ligeramente trataré esta cuestión; pero hay otra que me interesa más profundamente, y es la relacionada con la respuesta que habremos de darnos acerca de cuál ha de ser el criterio que sostenga el grupo de revolucionarios de todos los bloques, de todos los partidos, al tratar se de cuestión tan importante, como es la aplicación del criterio en el funcionamiento de las comisiones encargadas de estudiar los expedientes electorales. ¿Debe ser el criterio legal? ¿Debe ser el criterio político? ¿Cuál debe ser ese criterio? ¿Cual conviene a la familia revolucionaria en el momento presente? Yo, y perdónenme ustedes que haga un ligero paréntesis, creo que las comisiones que hasta el presente están trabajando en el dictamen de los expedientes que se han dejado a su cuidado, se encontrarán perplejas en más de un caso para resolver con los elementos, con la documentación que posean, cada uno de los casos que están a su cuidado. La comisión de la cual forma parte el estimable compañero García Téllez, no puede ser objeto, por parte nuestra, de dudas que hieran la honestidad a que haya ajustado sus procedimientos. De sobra es conocido para nosotros el compañero García Téllez como un hombre ecuánime y como un hombre honrado. No porque figure actualmente en las filas del Bloque Confederado, como ayer figurara en las nuestras, habremos de dejar de hacer justicia a un hombre que, como él, dio en el pasado y hasta este momento ha dado, pruebas de honradez; hago constar esto. Solamente que la pregunta que desde

luego nos hemos hecho al discutir el caso del 6o. distrito electoral del Estado de Chihuahua es este: ¿la comisión encargada de estudiarlo se atuvo exclusivamente a la documentación que obra en su poder? ¿No hizo ninguna deducción sobre la personalidad, sobre los grupos políticos que se disputaron el triunfo en aquel distrito de ese Estado fronterizo? Si los compañeros se atuvieron a la documentación y creyeron que deberían formular el dictamen que estamos discutiendo absteniéndose por completo de hurgar en los orígenes de este importante asunto, entonces fuerza es, a mi manera de ver, que de hoy para siempre el elemento revolucionario de la Cámara siente un precedente. Yo me permito interpelar al compañero García Téllez en este sentido: ¿Conoce la filiación revolucionaria, le consta que el compañero Castellanos es un revolucionario honorable? ¿Si o no? ¿Conoce al contrincante, al cual la comisión de que forma parte presenta como vencedor en la lucha electoral? ¿Sabe que sea un revolucionario? ¿Le consta que el grupo que lo apoya garantiza los postulados de la revolución? Yo le ruego que me conteste, si no tiene inconveniente.

El C. García Téllez: Yo suplicaría con toda atención al compañero Morones me permitiese que todas las interpelaciones que me haga, vaya después a contestarlas una por una a la tribuna, a efecto de evitar que con estas mutuas interpelaciones pueda desvirtuarse el criterio de la Asamblea.

El C. Morones: No tengo ningún inconveniente, compañero; no tengo ningún inconveniente, por que la interpelación que le hago no es de esas preguntas capciosas que tratan de obtener para el que está sosteniendo tal o cual tesis un triunfo más o menos aparente; no, como yo sé que esta cuestión es trascendental, creo que es el deber de todos desapasionarnos hasta donde humanamente sea posible, y venir a esta tribuna tratando las cuestiones que queramos abordar con la mayor sinceridad de que podamos ser capaces. Decía que hay que saber cuál ser el criterio que se aplique de aquí en adelante en el estudio de los casos, en las discusiones que se susciten en virtud de los dictámenes que nos rindan las comisiones encargadas de tratar estas cuestiones. Si ha de ser el criterio legal, saberlo de una vez; si ha de ser el político, también urge saberlo. Yo, en el presente caso, creo con toda sinceridad que debe ser aplicado el criterio político, porque me consta, porque sé, porque llevo la íntima convicción en mi alma, de que el contrincante de Castellanos pertenece al grupo de elementos reaccionarios que han tratado, recurriendo hasta al subterfugio, de llamar la atención del pueblo de Chihuahua, del pueblo de aquel distrito, con el nombre que pudiera establecer en apariencia parentesco con el íntegro revolucionario que ha sido nuestro candidato triunfante: Plutarco Elías Calles; sé que el elemento reaccionario de ese heroico Estado de Chihuahua, sabiendo que no había posibilidad de hacerse representar, de meter aquí a alguno de sus testaferross para tratar de burlar las aspiraciones de la revolución, para tratar de sorprender la buena fe de los revolucionarios, recurrió en aquel sitio, como en otros muchos, a cubrir con la apariencia de revolucionario a un individuo al cual favorecía hasta el nombre. Sé que todo ese germen, toda esa fuerza derivada de la influencia reaccionaria que el Estado de Chihuahua está librando en estos momentos, como en otras partes, una batalla definitiva en contra de la revolución triunfadora. Ya que la reacción ha sido abatida en los campos de batalla, ya que la reacción cuantas veces se ha hecho representar, ora a través de falsos partidos revolucionarios, ora a través de traidores a la misma revolución, sé que está reacción mil veces rebelde, mil veces renuente a entrar en la senda del progreso, a vivir el instante que vive la humanidad, cuando se ha querido dar la satisfacción de dividir a la revolución, entonces, en cada uno de esos instantes, cuando ha lanzado el guante, no directamente a nosotros, a los que constituímos la avanzada, a los que constituímos el grueso o la retaguardia de los elementos revolucionarios, cuantas veces lo ha hecho habiendo sido vencida, ha echado mano del procedimiento que las leyes emanadas de la revolución y que el sacrificio de los revolucionarios ha dado como una garantía al país, para tratar de representarnos casos como el del 6o. distrito electoral de Chihuahua. ¿Qué sencillo examen y qué fácil el resolver la situación en aquel distrito para los mismos elementos reaccionarios que tomar un elemento que lleva el nombre de nuestro candidato y representarlo como callista! ¿Quién de los elementos revolucionarios de aquel distrito y de aquel Estado sería capaz de ponerse ha hurgar en la mentira perfectamente pérfida, como todas las mentiras, que seguramente sirvió de base para hacer la propaganda de ese señor? El pueblo, callista de corazón, creyó que se trataba de un pariente del general Calles, y dijo: "Es un hombre allegado a él, que garantiza los intereses de la revolución; es alguien que promete para el distrito y para el Estado, tan olvidado como ha sido el de Chihuahua, aportar todo su contingente y todos sus esfuerzos para que se tome en cuenta al elemento revolucionario de Chihuahua". Y el fenómeno tuvo que operarse: La maquinaria administrativa, todas las dependencias, no solamente en ese distrito, sino en otras muchas dependencias del Gobierno, se hicieron funcionar. Ahora bien, ante esta situación, creen ustedes que no vale la pena examinar la responsabilidad, los antecedentes, ya en lo individual, de cada uno de los que se disputaron el triunfo, en el 6o distrito de Chihuahua? ¿Se cree que tenemos el derecho de penetrar hasta el sitio más recóndito en materia de examen, en materia de análisis, para poder determinar si tiene derecho un falso representante de la revolución en el callismo, para estar en nuestras filas aquí? ¿Qué los intereses de partido pesar n más que los intereses que representa nuestra causa para que simple y sencillamente por un prurito absurdo nos empeñemos en hacer triunfar a un falso revolucionario por encima de un revolucionario conocido por todos? Yo soy optimista, yo creo que todavía hay tiempo, que todavía estamos a tiempo de volver sobre nuestros pasos, de corregir nuestro errores, si los hemos cometido; yo no sé quién, posiblemente los confederados, posiblemente nosotros, posiblemente todos; solamente sé que es de urgente necesidad

en esta hora suprema en que la revolución se juega su última carta en el terreno de la acción parlamentaria dentro de la jurisdicción del Poder Legislativo; solamente sé que en esta hora suprema tenemos una enorme responsabilidad sobre nuestras conciencias y un alto deber que cumplir. Solamente sé que es necesario abordar valiente y definitivamente una responsabilidad, como es la de fijar el criterio político en los casos en que haya necesidad de fijarlo, porque así lo demanda no el interés de un partido, sino el interés de la familia revolucionaria. Yo, por lo que respecta a mí, por lo que respecta a mi grupo, no sentiría escrúpulo si fuera señalado como reaccionario por alguno de los miembros del bloque confederado, alguno de los candidatos triunfantes de nuestro grupo, si se le probaba que era producto de la reacción, que era un falso laborista, que era un testaferro que había jugado al amparo de nuestra bandera, que se había acogido a nuestra enorme buena fe para después burlar los intereses de la revolución. Yo os ofrezco que si en las filas nuestras hay un elemento de estos, yo pediré que sea arrojado. (Aplausos.) Mientras haya cohesión entre los elementos revolucionarios, mientras levantemos el debate a la altura de una moral sana debe inspirarnos, mientras procuremos antes que vencer a los contrarios, vencer los potros indómitos de nuestros errores y nuestras pasiones, yo, que conozco - porque tengo el deber de conocerlo -, que todavía hay una esperanza para no exhibirnos en una cloaca, dentro de una tempestad de pasiones malsanas, os invito a que valientemente aceptéis la responsabilidad tratando, de aplicar el criterio político donde haya necesidad de aplicarlo. Claro está que esta cuestión y este asunto es para nosotros desventajoso por lo que se refiere a la fe que prestéis, por lo que se relaciona también a la sinceridad de las palabras que he emitido, porque se trata de uno de los nuestros , se trata de un elemento íntimamente ligado con nuestro grupo. Y es claro, podrá aducirse: "Porque se trata de unos de ellos es por lo que se habla en esta forma"; pero yo respondo: yo os aseguro que hubiéramos deseado que la discusión acerca de estas importantes cuestiones se iniciara precisamente por alguno de los casos que en distintas formas se nos ha hecho conocer, por lo que se relaciona a elementos que se han colocado en las filas laboristas y en las filas agraristas, no siendo revolucionarios, sino, al contrario, siendo enemigos de la revolución. Compañeros, yo no vengo a esta tribuna con el deseo de arrojar, como dijera el compañero Martínez de Escobar, más leña en la hoguera de nuestras pasiones. Yo vengo aquí como vine durante la iniciación de los trabajos de la XXX Legislatura, a hablar con el corazón en la mano, a presentar nuestros proyectos por lo que se refiere a estos asuntos, con toda sinceridad. Entonces y hoy he venido proponiendo la paz aun cuando mi amor propio de luchador, aun cuando mi amor propio de representativo modesto de un partido haya padecido con esto. pero creen que este procedimiento es vergonzoso los que no entienden, los que no saben comprender responsabilidades; los que a pesar de haber estado unidos en la lucha, no saben comprenderse en el triunfo cuando hay que iniciar algo constructivo. Para esos elementos que juzgan por las apariencias y no saben lo que es responsabilidad, pudiera parecer indigna una actitud como la que yo asumo; pero a mí me interesa mucho más que el triunfo de tres o cuatro elementos nuestros dentro de esta Cámara. el triunfo del elemento revolucionario, sin ver colores y sin hacer distingos. (Aplausos.) Por que sé de todo corazón que mientras exista cohesión en todos los elementos revolucionarios, que mientras se aprenda a dignificar a la revolución, en su período trascendental, como es indiscutiblemente la formación del Poder Legislativo, mientras tengamos la suficiente ecuanimidad para llevarles a nuestros hijos una doctrina de moralidad y una doctrina carente de personalismos y de odios; mientras pueda hacerse eso, la revolución tendrá que prestigiarse; pero cuando los elementos revolucionarios solamente miren con ceguedad suicida los intereses de grupo y confundiendo las fronteras quieran que éstas empiecen en tal o cual distrito electoral, sin fijarse en las fronteras de la patria mexicana; mientras con un criterio así tan obtuso y tan raquítico, quiera resolverse el porvenir del México revolucionario, entonces tendrá derecho la reacción para llamarnos imbéciles, para llamarnos sus instrumentos más ciegos. ¡Qué placer para ellos, qué placer para el florismo, qué placer para la reacción ver cómo nos empujamos unos en contra de otros, movidos por nuestras pasiones, por nuestra falta de control, por nuestra falta hasta de altruismo revolucionario, si cabe el término! Y como producto de esta división, como producto de este debilitamiento de nuestro frente, puede abrir brecha el elemento reaccionario, y puede decir: "Tú no supiste hacer otra cosa que morir o matar; tienes derecho a un monumento que hable muy alto de los que cayeron defendiendo los principios; pero en el momento en que, por virtud de este triunfo, pudiste desarrollar una labor constructora y de responsabilidad; en el momento en que más que trabajar para un grupo había que trabajar para toda la nación, no supiste hacerlo. "¿qué derecho tiene la revolución para llamarse constructora? Esa interrogación yo quiero, como queremos todos los revolucionarios, que sea contestada por una acción constructiva, eminentemente salvadora, eminentemente moral. ¿Que qué relación pueden tener todas estas ideas concretándolas al caso del 6o distrito de Chihuahua? Están íntimamente relacionadas, porque admito el precedente de que una comisión que soy el primero en reconocer honorable, por la premura de tiempo o por otras circunstancias deduzca mecánicamente, si cabe este término, quién tuvo el triunfo en materia de votación, sin ponerse a hurgar en las causas, sin ponerse a analizar las consecuencias y hacer entrar a esta Cámara a un representante de la reacción, esto puede inducirnos en elecciones próximas o en este instante, a entregar a la revolución, a entregar a esa diosa que tanto amamos, atada de pies y manos, al enemigo. Yo no quiero eso, como sé que no lo desean tampoco los compañeros de todos los grupos que aquí están representados,. Yo sé de que en contra de esos escrúpulos, que sí son verdaderos sofismas cuando se esgrimen tratando de hablar de las apariencias legales que pueden existir en un caso para dictaminar en favor de un reaccionario, habrá de levantarse la voz autorizada y prepotente de

los verdaderos elementos revolucionarios. De otra manera habría que poner, habría que declarar públicamente que la revolución nunca podrá triunfar en Aguascalientes, que la revolución nunca podrá triunfar en algunos otros Estados de la República. Si aceptáramos en criterio estrechísimo de juzgar por las apariencias, de juzgar por los papeles -no es censura a los compañeros de la comisión, tal vez yo, formando parte de una comisión no me sintiera autorizado para dictaminar en tal o cual sentido, siempre en el orden político, cuando no se hubiera fijado un precedente al cual ajustar mis actos -, en casos como éste, decía, Aguascalientes estaría aquí representada en una forma negativa para los intereses de la revolución. Los legalistas - no me refiero a los compañeros del bloque -, los legalistas dirían: "Muy bien, pero es que hay que darle la oportunidad a la reacción para que venga a nuestras filas. ¡Qué mayor placer que combatirla con nuestro verbo; qué mayor satisfacción que aquí acallarla, que aquí hacerla verdadero en polvo en virtud de los arranques oratorios y de la enorme sinceridad revolucionaria!"

Aparentemente tendrían razón los que opinaron en tal forma, ¿pero qué pasaría si estos elementos que han combatido en todos los campos el avance unas veces difícil y otras veces fácil de las huestes revolucionarias, que pasaría si invadieran los escaños de la Cámara, aquí donde la obra suprema de la revolución tiene que verificar su enorme corolario? ¡Pasaría sencillamente que, sin quererlo, estos elementos se adueñarían de la situación, y no tienen derecho! Los hombres que quieren reconocerles ese derecho, inspirados en un falso sentimentalismo, están muy próximos a ser traidores a la causa de la revolución! No, no tienen derecho esos hombres; no ha habido el tiempo suficiente para que la revolución se consolide; todavía no ha transcurrido el tiempo suficiente, el término indispensable para que la preparación que quiere cada uno de los líderes del movimiento revolucionario sea una fuerza incontrastable, indomable, a la acción suspicaz, a la acción traidora de esos elementos que representan la reacción. Claro está: ¿de qué serviría la enorme sinceridad de un García Téllez, la elocuencia de cualquier otro de los compañeros, ante la suspicacia, ante la maledicencia de un representativo de la reacción? Puede que viniera aquí el señor Bulnes, puede que viniera el señor Gamboa o algún otro de los dignos caballeros de Colón, muy pulcro en el vestir y muy pulcro en el hablar; y vendría diciendo: Por fin la revolución nos ha hecho justicia, por fin la revolución reconoce que somos factores indispensables para la vida nacional. Y engañados por ese espejismo, los hombres primitivos, los que han hecho la revolución, los compañeros nuestros, los del campo, los de la ciudad, los empleados, los hombres sinceros de la provincia, verían destrozadas sus ilusiones, porque aquí, en este recinto, no se forjarían más que leyes que serían cadenas para el pueblo mexicano. (Aplausos.) Tuvieron su hora, ¿y quién de los elementos entonces revolucionarios puede escalar, pudo llegarse hasta este sitio de la Representación Nacional? ¿En dónde estuvo el criterio legal para los hombres que hacían en aquella época las elecciones? Yo recuerdo, como caso típico, una respuesta dada por el ciudadano oficial mayor de la Cámara cuando tratábamos de discutir el asunto de la instaladora. ¿Pues cómo se ha hecho antes?, le preguntaba alguien. ¿Cómo se ha dado la autorización para que entren a la Cámara los presuntos diputados? Antes - decía - mandaba la lista la secretaría de Gobernación. Esta respuesta pinta desde luego cuál es la situación en el presente en relación con el pasado. Yo prefiero la riña, prefiero la desavenencia, prefiero la pugna entre elementos nuestros, siempre que ésta no rebase los límites que el interés de todos determine, antes que dejar supeditada la libertad que tiene un pueblo y por la cual se ha luchado, dejarla supeditada al arbitrio de un hombre, al arbitrio de un poder. Prefiero que haya Montes de Oca y Cuervos y Salcedos, (Voces: ¡Muchas gracias!) que están en pugna con nosotros; mejor; ya llegar día en que nos entendamos, en que por encima de nuestros nervios hable la razón, hable la responsabilidad por parte de todos los compañeros. Prefiero eso a que el secretario de Gobernación, no el actual, que es incapaz de hacerlo, cualquiera otra autoridad tratara de dar el visto bueno, trata de convertirse en el gran elector. Pues bien, cuando los elementos enemigos tuvieron en su poder todo cuanto era indispensable para formar las Cámaras, hubo que llegar hasta la revolución para conquistar la libertad del sufragio y hacer que los elementos, genuinos representantes del pueblo, vinieran a honrar estos escaños, vinieran, por la acción del pueblo, a honrar estos escaños deshonrados por la acción de los representantes reaccionarios, vinieran a honrarlos con su presencia; ¿cómo es que si apenas han transcurrido unos cuantos años y no ha sido posible dedicarnos a la educación, al complemento que es indispensable que tenga en su programa la revolución educando a los representantes del pueblo en tales o cuales conocimientos, en tal o cual orden de cosas; sino ha llegado este momento, vamos a ser tan cándidos, solamente para que un Pancho Bulnes, para que otro elemento de su laya nos llame benévolos, caballeros pulcros y educados, de permitir que a estos escaños que han sido conquistados por el esfuerzo y por la sangre de los hombres que han sabido luchar por los principios, vengan a sentarse hombres que han luchado en contra de esos principios? No puedo admitir semejante criterio. En buena hora que la prensa reaccionaria se desate en improperios en contra de este criterio; en buena hora que nos califique de hombres impulsivos, de hombres irreflexivos, de hombres, en una palabra, que desean mantener una hegemonía; en buena hora si estos vocablos han de aplicarlos a todos los elementos revolucionarios. Yo me sentiría apenado, yo me sentiría deshonrado si simple y sencillamente porque a alguno se le ocurriera halagar al grupo nuestro, por ejemplo, denigrara a otro en que existan revolucionarios en mayor o menor número. Interesa, pues, que esta ocasión sirva para fijar este criterio: Si creéis que el criterio político debe imperar en casos de la trascendencia del que nos ocupa, habrá de decirlo muy pronto la votación, que ser la que resuelva en el caso Castellanos. Veremos si la revolución se da cuenta del enorme peligro que corre; si la revolución se da cuenta de la hora, o si cándidamente se entrega al elemento

reaccionario, que le tiende redes. El caso de Chihuahua hay que tratarlo con todo desapasionamiento. Ojalá y alguno de los elementos del Bloque Confederado que conozca la situación de Chihuahua nos dijera, como lo deseo, cuál es la verdadera situación que impera en aquel Estado; que nos dijera, por ejemplo, las componendas del gobernador con las cofradías, con los Caballeros de Colón; cómo se han burlado, dentro de un aspecto de falso revolucionarismo, los sacrificios de los chihuahuanses! ¿Y quién no sabe lo que ha luchado y lo que la revolución , el México revolucionario, le debe a Chihuahua? ¿no ha sido uno de los Estados más desbastadas por la acción destructora y al mismo tiempo justiciera del ejército revolucionario? ¿No ha sido el Estado de Chihuahua arrasado una y cien veces y no han sido sus hijos salidos de los campos, de los talleres, de determinado elemento social de allá, de la juventud revolucionaria de ese Estado los que han dado en pasto su vida cien y cien veces? ¿Cómo va, pues, la revolución, si es que queremos arrogarnos el derecho de decir que la representamos, cómo vamos a desechar a una elemento revolucionario para admitir aquí, simple y sencillamente por falsas apreciaciones o por cobardía de nuestra parte, a un hombre que representa a la reacción? Entonces no comprenderíamos todo el sacrificio, toda la abnegación; haríamos, y con todo derecho, que se sintieran decepcionados los hombres que en el sexto distrito de Chihuahua en particular, y en el resto del Estado en general han tenido esperanzas en que en esta Cámara predomine el criterio de la revolución.

En nombre de ella, pero no como un triunfo para uno o un fracaso para otro, sino en nombre del interés de la revolución, en nombre del interés del callismo, el del callismo que nos unió férreamente en los momentos del peligro, os ruego que recapacitéis y que votéis con serenidad, de acuerdo con vuestra conciencia de revolucionarios, si lo sois, este caso. Tened en cuenta que la campaña del general Calles, hecha por todos en una esfera o en otra, nos ha hecho contraer un enorme compromiso con el pueblo de México. Su programa eminentemente radical requiere, Incuestionablemente, acción revolucionaria y acción radical dentro de las Cámaras. ¿Cómo pedir esa acción revolucionaria, esa acción radical a aquellos que son enemigos nuestros y que sabemos que lo son, simplemente para que mañana, en los editoriales de tal o cual periódico, se diga que por fin la XXXI Legislatura aplicar en todos lo casos el criterio legal, aunque se trate de elementos reaccionarios? No, y mil veces no. Por lo menos nuestro esfuerzo en este caso ha tendido a llamar a vuestras conciencias de revolucionarios, ha tendido a fijar las responsabilidades. ¿Vosotros queréis que entren aquí simple y sencillamente por que aparentan estar en vuestras filas, elementos descalificados por la revolución? De vosotros ser la responsabilidad, íntegramente. por lo que se refiere a nuestro grupo, os invito, por encima de todas las pasiones, por encima de todas las aparentes o reales divisiones, a que hagáis con nosotros un acto de justicia, no a un hombre - En este caso Castellanos desaparece -, sino a vuestra causa, a la revolución! (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra, en pro, el ciudadano García Carranza.

El C. García Carranza: Honorable Asamblea: De una manera absolutamente sencilla, voy a demostrar plenamente ante vosotros que el ciudadano Morones ha venido a consumir aquí vanamente su elocuencia al tratar el caso relativo al 6o. distrito de Chihuahua. Suplico a la secretaría tenga a bien dar lectura a los siguientes documentos.

- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:

"Comité Regional "Pro - Calles", del Estado de Chihuahua.- Apartado postal número 57.

"Chihuahua, 22 de noviembre de 1923.

"C. José Calles.- ciudad.

"Este Comité Regional, en sesión de hoy, ha designado a usted para que, en unión de los CC. Francisco García Carranza y Rodolfo Fuentes López, integre la Comisión de Prensa, dependientemente del mismo.

"Y se le extiende esta credencial a fin de que acredite su representación ante quien corresponda.

"Por el comité.- El presidente, G. Villaseñor.-

- El 1er prosecretario, J. M. Navarro."

"Liga de Comunidades Agrarias del Estado de Chihuahua.- Calle Victoria número 310.- Chihuahua, México.- secretario general, Agapito Méndez. secretario de acuerdos, Benigno M. Palacios.- Tesorero, Ramiro Rodríguez.- Vocales: José Calles y Eduardo Juárez, sr. - Oficina Central de Reclutamiento Agrario.

"A quien corresponda:

"El C. José Calles ha sido comisionado por el Consejo Directivo de la Liga de Comunidades Agrarias del Estado, para que se encargue del reclutamiento del contingente agrarista que deber ponerse a las órdenes del Supremo Gobierno de la República, habiéndose asignado para el desempeño de su comisión, las municipalidades de Parral, Santa Bárbara, Villa Escobedo, Villa matamoros, y Valle de Zaragoza.

"Por tanto, se ruega a los campesinos del Estado que presten al compañero Calles toda su ayuda para el mejor desempeño de su comisión, y se encarece a las autoridades civiles y militares que les otorguen las facilidades del caso.

"Tierras por la ley o por la fuerza.

"Chihuahua, enero 19 de 1924.- El encargado de la oficina, F. García Carranza."

Un sello que dice: "Ejército Nacional.- Estados Unidos Mexicanos.- México.- 5a. jefatura de Operaciones Militares en la República.- Cuartel General.- Vo. Bo.- El jefe de Estado Mayor de la 5a. Zona Militar, Francisco A. Martínez."

4o distrito electoral.- Candidatura popular al Congreso de la Unión.- Diputado propietario: C. José Calles.- Diputado suplente: C. Mariano Guillén.- C. Camargo, Chihuahua.

"Como en la contienda política actual es indispensable que exista una completa solidaridad entre

los candidatos a los diversos puestos públicos que comulguen con los mismos ideales, debo declarar, sin vacilación, que por tal concepto me siento vinculado con las candidaturas de los señores generales Plutarco Elías Calles, para la Presidencia de la República, y coronel Jesús, Antonio Almeida, para gobernador del Estado; por reconocer que en estas dos personalidades están encarnados los ideales revolucionarios, por los que tanto ha luchado el pueblo mexicano y que con la elevación de ambos a los puestos para los cuales la mayoría de los chihuahuanses los postula, queda garantizado el bienestar de nuestra querida patria chica."

"Manifiesto de los CC. José Calles, y Mariano Guillén, candidatos y diputados, propietario y suplente, a los habitantes del 6o distrito electoral.

"Es por esto que únicamente deseamos protestar a nuestros conciudadanos, que en el caso de ser honrados con sus votos, cumpliremos estrictamente con nuestro deber, guiados por la obligación de hacer cuanto podamos en beneficio del distrito de Camargo, y de las municipalidades de Jiménez y Allende, que integran este distrito electoral, e inspirados por los sanos y rectos principios que sustentan los CC. Plutarco Elías Calles, y Jesús Antonio Almeida, por considerar que tales postulados sintetizan los anhelos del mejoramiento del proletariado, y que su realización, dentro del respeto al derecho de los demás conducir a la República a una era de felicidad efectiva." - El C. García Carranza, continuando: Queda, pues, demostrado, ciudadanos representantes, que es completamente inexacto el cargo que se hace, tanto al ciudadano José Calles, como a todos los presuntos diputados que emanamos de la postulación del Partido Democrático Independiente "Abraham González", del Estado de Chihuahua, de que seamos reaccionarios. En tanto que el ciudadano José Calles, en el mes de noviembre del año próximo pasado, figuraba como miembro del primer comité de propaganda callista que se organizó en el Estado de Chihuahua; en tanto que en el mes de enero el ciudadano José Calles contribuía al reclutamiento del contingente agrarista - Entiéndase esto bien - que debía mandar el Estado a los frentes de batalla para combatir la rebelión de la huertista; en tanto que en el mes de mayo lanzaban un manifiesto a su distrito haciendo expresamente profesión de fe callista, el férvido y leal partidario del general Calles, doctor Angel Castellanos, para economizar unas cuantas monedas, usaba la propaganda del candidato presidencial mandada por el Comité Pro - Calles de esta ciudad, haciendo por el reverso su propaganda impresa. (Siseos.) Creo, ciudadanos representantes, que estas son las pruebas que hablan por sí mismas de manera más elocuente que los discursos de los que vienen a impugnar a esta tribuna el dictamen de la comisión, y os llevarán al convencimiento de que aquí se ha venido a calumniar de la manera más infame a un partido político que no tiene encima de sí otra mancha que la de haber concentrado de una manera vigorosa la opinión pública del Estado de Chihuahua entero; de un partido político cuya fuerza no es la reacción, como calumniosamente han dicho los ciudadanos Soto y Gama y Morones, que hablan de memoria en los asuntos que se refieren a Chihuahua; de un partido político que está integrado - óiganlo bien los ciudadanos laboristas y agraristas - en su inmensa mayoría por los elementos representativos de las clases trabajadoras del Estado, que en esta ocasión han revelado de una manera potente que quieren que se escuche en todos los ámbitos de la República, que quieren que a los puestos de elección popular, lo mismo del Estado que de la Federación, vayan aquellos individuos que estén perfectamente vinculados con sus intereses y que esa vinculación no la hayan demostrado únicamente con un falso apostolado, que como una careta puede arrancarse en un momento dado de la cara de aquellos que han tratado de cubrirse con ella, únicamente para medrar a la sombra de los puestos públicos y aparecer ante las masas proletarias como sus salvadores. Las elecciones que han pasado en el Estado de Chihuahua, han demostrado claramente que el Estado en masa, que las clases trabajadoras, de una manera casi unánime, han marcado ya con índice severo cuáles son aquellos falsos apóstoles que en la política chihuahuense se han exhibido únicamente como elementos.... no que van a trabajar por los intereses populares, no que están dispuestos a defender la causa del trabajador, sino que únicamente la aprovechan para medrar a la sombra de los puestos públicos y obtener representaciones populares que no merecen en manera alguna! ¿Sabéis qué cosa han hecho en el Estado de Chihuahua los que se dicen directores del laborismo y del agrarismo? Sencillamente dividir de la manera más infame a las agrupaciones obreras y de campesinos, que empezaron a organizarse hace apenas unos cuantos años en aquel Estado. ¿Y sabéis por qué las han dividido? Sencillamente porque llegó un momento en que sus ambiciones extraviadas tenían que entrechocar, tenían que hacer que se encariñaran con una sed implacable de poder y de representación sobre aquellas candidaturas de elección popular y las cuales ambicionaban de una manera desenfrenada. Y en el momento en que sus ambiciones se encontraron, no vacilaron, no tuvieron ni un solo peso sobre la conciencia para sacrificar los intereses proletarios que dicen defender, los intereses de las clases trabajadoras que dicen que defienden, para no escuchar más que la voz de su pasión y la voz de su egoísmo. que sepan bien los señores agraristas y laboristas que traemos una credencial que podemos exhibir a la faz de toda la República como representantes de los distritos del Estado de Chihuahua; que no traemos la representación de los elementos reaccionarios, que somos revolucionarios como el que más, y que esto lo podemos demostrar, no con palabras, sino con nuestra actuación pasada que allí está, para que se vea cuál ha sido nuestra filiación política, y que en pro de nuestra candidatura están los trabajadores; que las credenciales que traemos están respaldadas por el voto de los verdaderos trabajadores, por los verdaderos campesinos, por los verdaderos hombres de trabajo del campo y de las ciudades, que han visto en nosotros los amigos desintegrados, porque saben que hemos luchado efectivamente por ellos.

Dice el ciudadano Morones que quién es José Calles, que José Calles, como único prestigio, como mérito exclusivo para presentarse como candidato por el sexto distrito electoral del Estado de Chihuahua, no llevaba otra cosa que su apellido igual al del candidato presidencial. Está muy equivocado el ciudadano Morones, que ha venido a hablar completamente de memoria a esta tribuna. José Calles no se presentó como candidato por el sexto distrito electoral; Calles fue postulado por los elementos agraristas de aquel distrito, que estaban reconocidos por la labor altamente agrarista, no igualada hasta ahora en el Estado de Chihuahua por ninguno de los que quieren ostentar ese título, al frente de la Procuraduría de Pueblos del Estado.

El C. Caloca Lauro G.: ¿Me permite usted, señor presidente, hacer una interpelación al señor?

El C. García Carranza: Cuando termine.

El C. Caloca Lauro G.: En nombre de ese partido, ¿me permite la palabra?

El C. García Carranza: Cuando termine. Yo invito a los agraristas a que vayan a los archivos de la Comisión Nacional Agraria y se informen de cual fue la actuación de José Calles al frente de la Procuraduría de Pueblos del Estado, y que luego vengan a decir si hizo la labor agrarista o no. El pueblo del 6o distrito electoral, reconocido y por la actuación de Calles en la ciudad de Jiménez, en la Estación Ortiz, en Villa López, en Villa Coronado y en otros pueblos comprendidos en aquel distrito electoral, le ofreció su candidatura para diputado propietario al Congreso de la Unión.

Hablan los impugnadores del dictamen, del empleo de presiones, del uso de la fuerza administrativa para sacar avante la candidatura de Calles. Y yo debo decir muy alto que es cierto que en el 6o distrito electoral del Estado de Chihuahua no se hizo presión, porque, entiéndanlo bien los que calumnian al Estado de chihuahua: en aquella entidad es muy difícil que haya presiones oficiales, porque el Estado de Chihuahua no permite que se le imponga la voluntad de ningún gobernante, por prestigiado y querido que sea, en la designación de sus mandatarios, en la designación de aquellos hombres que deben irlo a representar en los puestos públicos. (Aplausos.)

Decía que no se hizo presión, pero, efectivamente, sí hubo un intento de presión. ¿Y sabéis en pro de qué candidatura fue Ese intento? En pro de la candidatura del doctor Angel G. Castellanos. ¿Y sabéis quien ordenó, o, mejor dicho, quién soliviantó con su personalidad política el ejercicio de aquella presión? El ciudadano Ramón P. De Negri, secretario de agricultura y fomento. (Aplausos.) ¿Como? Permitiendo que empleados públicos dependientes de su Secretaría, como el ciudadano Jenaro Ceniceros, actual procurador de pueblos en el Estado; como el ciudadano Eduardo Juárez, inspector de aprovechamiento de ejidos en el Estado: como el ciudadano Rodolfo Fuentes López, propagandista de Cooperación Agrícola, fueran al 6o distrito electoral en el momento de la propaganda, con el objeto exclusivo de ayudar en sus trabajos al doctor Castellanos. Eso es lo único que pudiera considerarse como manifestación de que se hubiese tratado de ejercer alguna presión a favor de algún candidato en el 6o distrito electoral. Ya veis, pues, ciudadanos representantes, cómo a la hueca palabrería de los ciudadanos que vienen a impugnar el dictamen y que todavía vienen a cometer la infamia de calumniar a un partido político que en el Estado de Chihuahua merece el respeto de todos y que seguramente al conocerse su actuación de una manera amplia en toda la República, merecer el respeto de la nación: cómo, sin vacilaciones de ninguna clase, vienen a arrojar calumnias en apoyo de las cuales no han podido adquirir documentación de ninguna clase, y cómo en contra de ese sistema de venir a impugnar el dictamen, nosotros, los que lo defendemos, venimos a presentaros verdaderas pruebas de que la comisión ha sido justiciera al dictaminar en favor del ciudadano Calles. Yo no dudo ni por un momento de que la opinión de la mayor parte de los ciudadanos representantes en esta Asamblea estará ya perfectamente orientada en este caso y no dudo de que con la justificación que es de esperarse en hombres libres, como somos todos los que pertenecemos al Bloque Confederado, votaremos en pro del dictamen; y creo que por esta vez la profecía del ciudadano Soto y Gama va a ser absolutamente vana. Es cierto que puede irnos impresionando para que dentro de quince días abandonemos las Filas del Bloque Confederado; pero yo le aconsejo al señor Soto y Gama que antes de meterse a discutir casos tan limpios y tan claros como los relativos al Estado de Chihuahua, para que nos impresione favorablemente, para que nos vaya obligando poco a poco a estar con él, nos vaya contando algo relativo a las elecciones verificadas en el Estado de San Luis Potosí. (Aplausos nutridos. Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. presidente: Tiene la palabra en contra del ciudadano Siurob.

El C. Siurob: Respetables compañeros:

Bien comprendo, por la impaciencia de los ciudadanos representantes que creen haber formado ya una opinión en este asunto, los deseos que tienen de votar; pero antes es preciso que sepan algunas cosas que a todos nos interesan. Desde luego, la primera que se me ocurre, es esta: ¿Por qué se ponen , como uno de los primeros puntos a discusión en el Colegio Electoral, una credencial doble en la que hay tanto que discutir? (Murmullos.) Desde luego se observa que el intento es corroborar lo que ya se esbozó en alguno de los periódicos de la mañana: que no tendrá tiempo el Colegio Electoral de ver caso por caso las credenciales que se presenten y que ser preciso, indudablemente, meter dictámenes globales, ya que no hay otro medio de hacer la elección y de integrar el quórum reglamentario para el 1o. de septiembre.

Llamó la atención porque esto no puede satisfacer ni a la mayoría ni a la minoría; no puede satisfacer a la mayoría, porque muchos de los miembros de esa misma mayoría van a ser sacrificados en los últimos momentos, en que sólo va a prevalecer el criterio de fulanito y zutanito; a la minoría, menos, porque claro está que los miembros sacrificados van a ser los de esa misma minoría. de donde se deduce que esta discusión en donde se toleran estos discursos dentro de un ambiente como el que estamos respirando, no tiene más objeto que compeler a los elementos que forman esta

legislatura, y con más razón si son de los confederados, a que no persistan, porque se les dice: "Ya ven ustedes cómo resultó completamente imposible estar discutiendo caso por caso y ahora no tenemos más remedio que empujar los globales".(Risas. Aplausos.) Es admirable, señores, es notabilísimo que entre todas las comisiones que hay aquí y que tienen expedientes, no se hayan puesto a dictaminar primero los casos obvios y fáciles. ¡A cualquiera se le ocurre! Pero con este procedimiento se matan dos pájaros: primero, mantener a los de credenciales indiscutibles dentro del temor de si se les aprobarán o no se les aprobarán ... (Risas.) Y, naturalmente, este es un modo magnífico para mantener la cohesión dentro de un bloque abigarrado y anodino en donde habrá revolucionarios, pero lo que menos respira es el ambiente de entusiasmo, de firmeza y de valor que inspira el amor sólido a la revolución (Murmullos. Voces: ¡No¿ Voy a demostrarlo poco a poco. (Risas.)¡Ya he demostrado que de lo que se trata es de no aprobar cuanto antes las credenciales de los diputados que vienen limpias. ¿Por que? Por que no se quiere haya criterio independiente dentro de esta Asamblea. ¿Quién es el diputado que obra independientemente, con excepción de unos cuantos que nos llaman locos? (Risas.) La mayor parte le tienen miedo a que no les aprueben la credencial. De donde resulta que la principal prueba en favor de que allí se está empleando un criterio que no es precisamente el de la revolución, es que no se quiere haya libertad dentro del Colegio Electoral. Eso es obvio, eso es evidentísimo, eso no lo puede negar nadie. Son hechos palpables, no estoy argumentando más que con hechos tomados de la propia actuación de los señores confederados. (Risas.) Pero, ¡vamos! si esto es apenas la punta. ¿Qué otra cosa significa el hecho de que todas las galerías estén desiertas¡ (Voces: ¡Porque vienen las porras!) No. Porque vienen las porras, el coco para el señor presidente, que es hombre tan valiente. (Risas.) Pero, ¿y qué, señores? Aquí no es eso de lo que se trata; es que no se quiere que lo que la prensa muchas veces se calla, el público lo sepa. Eso es un pretexto, pero es un pretexto muy malo; es un gesto poco revolucionario de la mayoría seguir consintiendo en que los elementos populares no vengan al interior de esta Cámara; y como este cabito se une con el otro cabito, resulta que con todos estos cabitos y otros que voy a seguirá soltando, voy a demostrar palpablemente que la mayoría no está animada de un verdadero criterio revolucionario. Yo, pues, elevo mi protesta porque, siguiendo el criterio honorable, el criterio, el criterio que a primera vista se ocurre al entendimiento más obtuso, no se estudien primero las credenciales que no tienen objeción, es decir, no se traigan aquí. ¿Qué los confederados tienen miedo de que no se integre el Colegio Electoral para el 1o. de septiembre? Pues entonces están obrando contra su miedo, pero es algo como el miedo de la rana que no quería que la echaran al agua porque se ahogaba. (Risas.)

En seguida protesto por la falta de público, porque a nosotros los revolucionarios no nos han inspirado miedo las porras, porque nosotros siempre hemos visto con satisfacción y gusto que vengan al interior de este recinto todos los elementos populares: y el señor presidente está amparado contra las porras, pues el día que las porras hicieran el menor escándalo, el Reglamento lo faculta para echarlas fuera, y ahora tiene un argumento extraño para impedirá que el pueblo mexicano venga a sentarse allí, como es su legítimo derecho, un derecho que nosotros no le podemos quitar. (Aplausos.) En seguida, la experiencia en este caso me sugiere otra cosa y la otra cosa que me sugiere es esta: que es deber de caballerosidad, que es deber de honradez, si así quiere demostrarlo el bloque confederado, como no dudo que lo demostrar , por que no dudo del bloque confederado....(Voces: ¿Entonces?) Tengo mis vacilaciones. (Risas.) La otra cosa que yo quisiera que el bloque confederado aprobara, es ésta: que el señor presidente de esta Cámara avisara con la debida anticipación qué credenciales se van a turnar al día siguiente en las sesión del Colegio Electoral. (Aplausos.) ¿Por qué? Porque ustedes saben, compañeros, que es imposible que un presunto, y un presunto de las minorías, un presunto de los que no vinieron en grupos de los Estados, es imposible que este presunto, sin saber que ya se va a discutir su credencial, haga que sus compañeros defensores de su credencial vengan cargando todos los días con sus expedientes. Yo voy a defender algunos casos sinceramente, serán quince o veinte nada más. (Risas.) Y ahora figuraos si yo viniera cargando los quince o veinte casos. Necesitaba yo un cargador para que viniera a acompañarme a los pasillos para poder hacer yo la defensa. (Murmullos.) Ahora va la cuestión más seria es la siguiente. Yo he conocido dos clases de Cámaras: las Cámaras de origen turbio, de origen espurio, y las Cámaras francamente abiertas, en que aunque hubo sus chanchullos, porque es imposible evitarlos en la política mexicana, pero por lo menos fueron Cámaras en que se manifestó más claramente la expresión popular. Desde el momento de instalarse se comprende toda la diferencia. A las Cámaras populares llegan los representantes, discurren por los pasillos, se meten con snob, y hasta se sientan en los dorados sillones de esta Cámara; acuden a las oficinas donde se registran las credenciales y no hay piquetes de soldados ni nadie les obstruye el paso, y llegan y hablan en todas partes y discuten con las comisiones y todo se hace de una manera expedita, fácil, pronta, como debe ser para un presunto diputado, que es un verdadero representante del pueblo. En las Cámaras de origen turbio, en las Cámaras espurias, cito por caso la XXVIII y cito por caso la XXX, que han sido Cámaras legítimamente de origen espurio, con la presión oficial, con esa atmósfera asfixiante para la libertad del sufragio, en estas Cámaras todo se vuelven encerronas, todo se vuelven amagos. Llegan los presuntos, y los soldados colocados en las puertas de la Cámara les dan con las culatas y les impiden que pasen hasta por la banqueta. El pobre presunto, atontado, no encuentra dónde meterse; va de un lugar para otro sin que nadie le haga caso, porque se encuentra con la fuerte presión que hay en estas legislaturas. Eso es lo que ha sucedido invariablemente, y ya es tiempo de que se acabe si se quiere sentar un buen precedente. Resulta que

en estas Cámaras la discusión de credenciales no ha estado sujeta a la franqueza, a la lealtad de que se ha hecho uso en las Cámaras libres. Todavía la XXVIII Legislatura fue una Cámara en que se guardaron las formas, en que hasta cierto punto se usaron determinados procedimientos, en que, si ustedes quieren, se guillotinó, pero se escuchó, se escuchó siquiera a los individuos a quienes se guillotinaba. Pero, señores, ¿que me decís de estos dictámenes globales que son una verdadera vergüenza para nuestro parlamento, que son una verdadera vergüenza para nuestras instituciones, que son una verdadera fusilata moral sin formación de causa, que son un verdadero garrote vil aplicado a la libertad de sufragio¡ Y por allí váis por ese camino; es el camino que vais a seguir porque ya habéis cometido el primer error. ¿Sabéis cuál ha sido el primer error? El primer error fue éste: que en el momento en que se os llamaba a la fraternidad amplísimas revolucionaria, no hubiéramos acudido todos, unos del brazo de los otros y en presencia de todos los partidos contendientes haber depurado la verdad, porque de allí hubiera salido la verdadera lista de credenciales limpias, la verdadera lista de las credenciales triunfadoras de los hombres ungidos por el voto del pueblo. Nosotros, las minorías gloriosas a las que tengo el honor de pertenecer, porque las minorías revolucionarias son las únicas que han tenido la razón en este país a través de tres lustros de revolución, porque son las únicas que permiten los grandes triunfos por medio de la justicia y de la libertad; pues bien, esas minorías gloriosas, al empezar a congregarse los presuntos que vinieron después de la acción de los gobernadores a que me referiré un poco más tarde, esas minorías tendieron los brazos y dijeron: vamos a discutir, no queremos prebendas, no queremos ninguna prerrogativa especial, no queremos sino precisamente la discusión de los casos legales; pero a eso se contestó con la política de los oídos que no quieren oír, con la política de los que no quieren hacer más que su caprichosa voluntad, que se agregan al conjunto de hombres libres, como los hay en el confederado, y quieren convertirá en un rebaño a esta Cámara; pero eso no puede suceder, ya verán ustedes cómo cuando se trate de forzar la máquina ese bloque tendrá que disgregarse.

El C. Fabila: ¡Otro profeta?

El C. Siurob: Antes se nos llamaba locos, ahora se nos llama también profetas. Así es que, compañeros os pregunto en una severa y solemne: ¿Como queréis que sea la XXXI Legislatura? ¿Queréis que siga los pasos en que va? Pues va a seguirá la misma huella de las legislaturas espurias. ¿Y cuál es el resultado? Que no va a dar ningún fruto, que va a ser una Legislatura espuria y estéril como el vientre de una mula. Por la sencilla razón de que todos los días cuando hable algún orador, inmediatamente vendrán las voces en contra, se armará la grita y el escándalo que ya se armaba cuando comenzábamos a hacer uso de la palabra los miembros de la minoría, y todo se irá en bolas y en rebatingas y los asuntos de la nación durmiendo, y los altos intereses nacionales, los trascendentales intereses de las clases trabajadoras absolutamente despreciados, por hacer todas estas politiquerías, hijas sólo de un abyecto, de un pésimo, de un ínfimo criterio de servilismo gubernamental.

Estos tres casos, pues, quería yo citar antes de comenzar a tratar el punto relativo a la credencial del compañero Angel Castellanos. (Murmullos.) Pero tan eran atinados los puntos que he tratado, que me habéis escuchado con calma y parece que me habéis escuchado hasta con gusto. (Risas. Aplausos.) Yo no sé si podré equivocarme en mis apreciaciones, pero así creo verlo. Vamos, pues, al caso del compañero Castellanos. Yo no voy a meterme en la política del Estado de Chihuahua, porque sinceramente no la conozco, ni me interesa meterme en los asuntos de la política de Chihuahua. Tampoco quiero meterme en la cuestión de si el contrincante fue o no fue la Santísima Trinidad en el agrarismo o una especie de apóstol Santiago, que iba arrebatando las tierras con una espada flamígera y pisoteando las cabezas de los señores terratenientes. (Risas.) El punto a que yo me voy a referir es éste: Voy a rebatir a la comisión con sus propias armas, porque yo no conozco el expediente, lo declaro, no conozco el expediente, y, sin embargo, vais a ver como la comisión titubea y vacila, y por más talentoso y por más inteligente que sea el estimable compañero García Téllez, ahora que yo le voy a preguntar, estoy seguro de que no va a poder contestar. (Risas.)

Y si no, dígame usted, estimado compañero, ¿cuál era la obligación del presidente municipal de la cabecera de este distrito cuando la Junta Computadora le pidió garantías? Darlas, ¿verdad? Yo casi me contesto, y su señoría aprueba con la cabeza. Es la primera aquiescencia; ya seguirán las otras. Desde el momento en que las dio y que está comprobado en el expediente que este señor había hecho presión ya en contra de Angel Castellanos, es evidente que si no dio las garantías que le pedían, fue porque tenía interés en que la Junta Computadora interrumpiera sus funciones. Pero todavía hay más, oid este párrafo, que es edificante:

"Dice que se presentaron varios individuos con amenazas ostensibles, frente al edificio en que trabajaba la Computadora, insultando soezmente a los miembros de ella, permaneciendo impasible ante tales actos los policías que se encontraban presentes. Pedídole garantías al presidente municipal, dijo no tener policía suficiente; se le indicó que podía pedirla a la fuerza federal, a lo que contestó: que no se exponía a un desaire...."

¡Qué sensible es al desaire este señor presidente!

".... lo que prácticamente nos deja sin garantías de ninguna especie, y así fue como sucedió que minutos después fue asaltada la Computadora, a una cuadra de la Presidencia Municipal, presentándose en seguida el presidente del Ayuntamiento y el agente del Ministerio Público...."

¡Qué entonces no tuvo ningún temor al desaire que le hiciera la multitud¡ La multitud estaba encolerizada; el señor presidente municipal no quiso exponerse al desaire que le hiciera el jefe de la fuerza federal, pero sí fue personalmente con el agente del Ministerio Público a aquella propia Computadora, exponiéndose al desaire que le podían correr los elementos que estaban allí, y "sugirió

el mismo presidente municipal, con vías de hecho, la conveniencia de que para evitar nuevos desórdenes, se recogieron los expedientes y se guardasen en la Presidencia Municipal...."

Es decir, dijo: vénganse aquí, con su padre grande, que yo me despacharé. (Risas.) El caso es obvio, señores; suponer, por ejemplo, que una multitud antagónica a esta Asamblea, en los momentos en que estuviéramos aquí reunidos viniera a armar escándalo a las puertas de la Cámara; que nos empezaran a arrojar desde arriba desperdicios y cuanto hay,. y que estuviera verificándose la primera sesión de juntas previas; que nosotros pedimos auxilio al señor gobernador del Distrito, y que el señor gobernador del Distrito se concreta a contestarnos; "pues yo no tengo fuerzas suficientes; pidan ustedes auxilio a las fuerzas federales, yo no quiero exponerme a un desaire." ¿Y qué sigue después de eso? Dice: "no, en vista de que están trabajando, ¿para qué se alborotan ? Mándenme los expedientes al Gobierno, yo veré qué es lo que hago con estos expedientes." (Risas.)

Y que todavía, encima de eso, después de que - fijaos en el celo de este presidente municipal, es un presidente municipal excepcional; yo me admiro cómo la Junta Computadora no ha subscripto una petición para elevarle una estatua, o digo, la junta revisora -, después de que....

El C. García Téllez: ¿Me permite, compañero?

El C. Siurob: No, compañero. (Risas.) O no, bueno, sí hable usted, compañero. Me va usted a dar tema. (Risas. Aplausos.)

El C. García Téllez: Felicito al compañero por su graciosa argumentación, y yo creo que si alguno de los más conspicuos de aquella vieja compañía de Bell hubiera venido a la tribuna, se habría salido decepcionado de sus grandes cualidades. Ahora, yendo al grano, quiero preguntarle al compañero si esos hechos que fundan su argumentación están basados en la documentación firmada por la Junta Computadora, o en esa carta que por obra y gracia que sólo el compañero Díaz Soto, y Gama sabrá , llegó a sus manos. Porque si es en la carta, me explico muy fácilmente su argumentación; pero si tiene la amabilidad de ver el acta firmada por la misma Junta Computadora y las protestas levantadas por todos los candidatos en la fecha y en el momento en que sucedieron los acontecimientos, ver usted qué gran diferencia hay entre el punto que sostiene y el que sostiene la comisión, puesto que la Computadora fue la que pidió a la autoridad municipal, y allí se hace constar que la autoridad municipal acudió a su llamado, dando las garantías pedidas. En eso se funda la Junta Computadora, no en una carta parcial.

El C. Siurob: Celebro la interpelación del compañero. Yo he dicho cosas aquí seriamente. Si la Asamblea ha reído, allá será de ella; en cambio, el estimado compañero goza del profundo talento de Pacheco, de aquel Pacheco de que nos hablaba Eca de Queiros. Era un talento siempre profundo, siempre encerrado dentro de sí mismo. Todos lo encomiaban e iba creciendo como las nubes en tiempo de verano; caminaba a pasos agigantados; pero ese talento nunca se llegó a manifestar en ninguna parte. (Risas.) De manera que estamos enteramente compensados; él me reconoce una cualidad y yo le reconozco la otra. (Risas.)

Pero vamos al caso. Yo he argumentado en los hechos que él mismo ha relatado. Aquí tengo sus palabras; no se le olvide, compañero. Dice: "el pueblo obstruccionó las labores de la Junta Computadora...." Y en esta apreciación: "el pueblo", el compañero ahueca la voz, opaca el sonido, para hacer ver que era el pueblo efectivamente. ¡Si eran las porras de los otros candidatos, compañeros! (Risas. Aplausos.)

Y luego cita como un gran argumento que los otros candidatos se hubieran unido todos para decir que era legal que se llevaron los expedientes; pues yo le digo que esos candidatos carecieron absolutamente de verdadera sindéresis, porque el candidato que ve el espíritu de una ley y que aspira a ser diputado, se guía por el espíritu de la ley y el espíritu de la ley es hacer absolutamente independientes las elecciones de la autoridad administrativa; y no debieron nunca haber aplaudido el que él presidente municipal se llevara las ánforas. Lo que debían haber exigido todos, y lo que el presidente debió haber dicho, era: "Muy bien, ya vine aquí con el agente del Ministerio Publico; ahora la Junta sigue funcionando y yo doy garantías para que lo haga." ¿Qué hubiera usted hecho, compañero Téllez, como presidente municipal de aquel lugar si hubiera usted sido llamado para dar garantías y si hubiera estado personalmente en el lugar; qué hubiera usted aconsejado al presidente de la junta: que levantara aquella Junta Computadora contra la ley o que siguiera funcionando hasta cumplir? Yo lo interpelo.

El C. García Téllez: Es tan sencilla la pregunta, como sencilla la contestación. De haber tenido los medios para dar garantías, en el acto habría proporcionado las fuerzas suficientes para que continuasen sus labores.

El C. Siurob: Allí tienen cómo el mismo compañero de la Comisión se ha dado la muerte a sí mismo. Está demostrado que el presidente de la Junta tuvo los gendarmes armados y encarabinados, esos que envió a la segunda Junta Computadora; luego si no dio garantías a la Junta Computadora para que siguiera funcionando fue porque no quiso, y si no quiso fue porque quiso ejercer presión, fue porque quiso sacar avante la candidatura del ciudadano Calles. Eso está demostrado con los hechos, eso no es cuestión de los expedientes; estoy argumentando con sus propios argumentos. Dice el compañero que la Junta Computadora declaro que se abstenía de calificar tales y cuales expedientes....

El C. García Téllez: Un momento, en primer lugar me permito rectificar eso que usted puede llamar transcripción Taquigráfica de mis palabras. Yo no he expresado que la Junta Computadora se abstuvo de calificar tales o cuales expedientes, mal haría, puesto que hay un artículo expreso de la ley que prohibe hacerlo. Se abstuvo de computar los votos. ¿En dónde está la prueba? Vea usted el acta de la Computadora y allí ver una y mil veces, hasta llegar a innumerables casos, que la misma Junta Computadora expresa las razones por que anteriormente no computó esos paquetes.

El C. Siurob: Las razones fueron estas, y el mismo compañero lo dijo, sino que ya no se acuerda: Dijo que porque no llevaban la documentación. Pues eso es obvio. ¿Como se había de computar un puño de boletas que llegó sin documentación de ninguna especie? Eso es obvio, señores. ¿Como quieren ustedes que se compute algo, si no se sabe si hubo o no casillas? ¿Cómo quieren que se computen boletas que se mandan a ruego y encargo? En la forma en que se mandaron semejantes expedientes, si no los computó aquella junta, fue precisamente por eso. ¿Y cómo se podía exigir que se computaran y quién se atrever a asegurar que en esas casillas hubo elección? ¿Dónde está comprobado? En el acta de esta primera Junta Computadora ni siquiera consta que se abstuvieran de computar tales y cuales paquetes ni de registrarlos. Luego sucede que eso no fue más que el pretexto que usaron los contrarios de Castellanos para impedir que la Junta Computadora siguiera funcionando.

El C. García Téllez: Allí está el acta.

El C. Siurob: Aquí está el acta. Favor de decirme, compañero, en qué parte de esta acta se dice que no se computaron tales y cuales expedientes.

El C. García Téllez: Favor de decirme, compañero, qué pruebas tiene usted. ¿Ese documento que se presenta como acta llegó por los conductos debidos y fue remitido por la Junta Computadora y recibido por la Oficialía Mayor de esta Cámara?

El C. Siurob: De pruebas a pruebas, pido que se cotejen. (Aplausos. Risas.)

El C. García Téllez: ¿Quien es usted para poder cotejarlas?

El C. Siurob: Se pueden cotejar. No se necesita ser calígrafo como su señoría para poder comparar esta prueba con la otra. Aquí está, señores, es igual. Yo invito a ustedes para que vean estos dos documentos.

El C. García Téllez: Y de una acta que llega por los conductos debidos y otra que entregan y que no se sabe de dónde viene ni por dónde llega, ¿cuál merece crédito?

El C. Siurob: Aquí tienen ustedes. compañeros, los documentos: idénticos, no como dos gotas de agua, pero sí por el estilo. Son obra de la misma máquina; están las mismas firmas, se notan los mismos caracteres. Si alguna duda hay sobre la autenticidad de las firmas iguales, pueden examinarlas. No constando, pues, aquí que la primera Junta Computadora se abstuviera de hacer el cómputo de estas casillas, como asienta la Comisión, resulta que si consta nada más en la segunda, consta porque es un argumento de la parte contraria.

El C. García Téllez: ¿Me permite usted, compañero?

El C. Siurob: Ahorita no lo he interpelado, compañero. En seguida, compañeros, tienen ustedes al compañero presunto por Chihuahua, flaquito, delgadito, parecido a sus argumentos que fueron débiles, porque se concretó a decir que porque Castellanos había impreso del otro lado de la propaganda de Calles, ya por eso no merecía ser candidato. ¡Hombre, no tendría dinero, compañero! Usted comprende que no siempre está uno en condiciones para luchar, sobre todo cuando hay que hacer largos viajes como de aquí a chihuahua y dificultades que nadie sabe. Pero ¡vamos! este compañero asienta una gran verdad: dice que el pueblo de Chihuahua no tolera imposiciones. Yo lo creo a pie juntillas, pero los ciudadanos aislados de Chihuahua sí pueden se influenciados por el presidente municipal ¿y eso por qué lo niega el compañero? No lo puede negar, porque ese fue el hecho. ¿Cómo se explica que habiendo estado aquí en esta Cámara que ellos hicieron solos una cosa, después, bajo la presión oficial, asienta otra? Pero vamos a la ley. Si la ley es la que han escogido los compañeros como terreno y dentro de ese terreno tengo que batirme, el artículo 80 de la Ley Electoral dice que el jueves siguiente al día de las elecciones es el señalado para verificar la Junta Computadora. La Junta Computadora se verificó ese mismo día y si no permitieron que siguiera la Junta Computadora, lo que debieron haber hecho era haber mandado los expedientes a la Cámara de Diputados y no haber hecho lo que hicieron o sea haber convocado después de quince días, cuando ya habían violado todos los paquetes y habían pasado sobre la justicia. Y todavía tienen ustedes una razón de resistencia que demuestra hasta qué punto los ciudadanos presidentes de las casillas guardaron cierta reserva negándose a asistir durante los primeros días. ¿Por qué se negaron a asistir durante los primeros días? Ustedes creen que porque les sobraba voluntad para ir a integrar una Junta Computadora espuria? No, porque ellos resistieron hasta donde pudieron a los mandatos de la autoridad, y qué celo del presidente municipal que ordenó que la Junta Computadora siguiera hasta concluir ¿En qué artículo de la Ley Electoral está la orden o la ingerencia del presidente municipal para que cuando una Junta Computadora no se instale o deje de funcionar sea el presidente municipal quien llame a los presidentes de casillas? Interpelo a la comisión.

El C. García Téllez: Después contestaré.

El C. Siurob: Ya véis, pues, compañeros, que todo esto fue ilegal y atentatorio; que todo esto tiene grandes presunciones de que aquí no hubo sino una presión definida, una falta completa de justicia, y que me llama mucho la atención del claro talento de mi estimado compañero Téllez que no haya parado mientes en todas estas cosas, porque son cosas que a cualquiera se le ocurren, porque son cosas en que no se puede menos que fijarse de una manera concreta y definitiva. No me llama la atención que se hayan unido todos los demás candidatos contra Castellanos, porque todos se unen contra el que triunfa cuando quieren derrotarlo. ¿No vemos lo que pasa todavía en multitud de elecciones en los Estados? Voy a citar un caso concreto y típico: en elecciones pasadas se lanzó como candidato al Gobierno de Michoacán el general Mújica, un señor de allá por el partido reaccionario.... (Voces: ¡De la Mora!) ....y el ingeniero García de León. Sucedió que en votos triunfó García de León y también en número de diputados, es decir, resultó triunfante sobre cada uno de ellos; pero viendo la cosa perdida se unieron los dos contrincantes no obstante que uno era el extremo del radicalismo y el otro extremo de la reacción y se dieron la mano para hacer el chanchullo. Este es un hecho notorio.

¿Qué llama ahora la atención que se hayan unido todos para ir ante el presidente municipal tan tranquilos y contentos a ver cómo se repartían el botín? Estas son cosas que se ven todos los días, no es el primer caso; estoy cierto de que en esta misma legislatura, en el Colegio Electoral, se van a presentar muchos casos de personas que se han unido con sus contrincantes para obtener una credencial para medios absolutamente ilegítimos. Con lo que he dicho, si se quiere hacer justicia, basta y sobra; con lo que he dicho es suficiente, y, fijaos bien, yo no quiero lesionar aquí a nadie y estoy aleccionado por la experiencia; vengo en esta vez más sereno, más tranquilo que en las anteriores. Se acabaron para mí aquellos excesos de agresividad por medio de los cuales me lanzaba contra mis enemigos, perjudicando muchas veces mis propias causas. Una sola cosa juro, compañeros: que aquí en este recinto, no vendré a defender más que lo que honestamente me parezca la verdad, porque en el torbellino que agita a nuestra política nacional, en que hay tantas intrigas, tantas infamias está tan carcomido por miles de caciques que tienden a pisotear todas las libertades, una sola cosa nos hará libres: la verdad dicha sin ambajes, sin componendas, con virilidad, con energía, porque la verdad es la única que ilumina a los pueblos, y yo estoy dispuesto a decirla aquí. Creo que el presunto que no dice la verdad en esta tribuna merece ser maldito, porque pudiendo darle al pueblo la única fuente purísima de libertad y bienestar en que puede beber ampliamente, se la niega, teniendo ese derecho, y falta a sus más elementales obligaciones y claudica de sus principios revolucionarios y claudica hasta de su propia raza. Por eso yo juro y protesto en esta tribuna parlamentaria que yo no vendré a defender sino a la revolución por encima de todos los intereses de grupo; a la revolución por encima de todas las ambiciones, componendas y triquiñuelas de bloque; a la revolución por encima de toda la presión que haya en contra de estos intereses, y que no diré sino la verdad que a mí me conste, la verdad a sabiendas. Podré estar equivocado, pero protesto y juro que no vendré a decir más que lo que sinceramente crea que es al verdad.

Y ahora, compañeros, ya veis que no he insultado a nadie; pido que no se me injurie, para que no me hagan salir de mis casillas (Risas.) y que serenemos el ambiente en este Parlamento. Celebro ver la tranquilidad con que vamos procediendo; celebro que esto no se vaya a convertir en una Cámara al estilo de la XXVIII y de la XXX. Y ahora, ya os digo, compañeros: ¿qué es lo que queréis? ¿Queréis una Cámara al estilo de las Cámaras serviles, de esas Cámaras gobiernistas que no ven pelo ni color, para humillarse ante quien quiera imponérseles? ¿Queréis una Cámara verdaderamente revolucionaria? Si queréis lo primero, habéis hecho mal en haber desertado de las filas de Prieto Laurens y no haber seguido formando en las infanterías de la reacción; si queréis lo otro, todavía es tiempo; vamos a darnos la mano unos y otros; no tengamos antes criterios preliminares de bloque; no discutamos en bloque, si no en la Cámara, unánimemente, para ver cuáles son los casos libres y honestos que tenemos aquí, y que así aprobemos rectamente, honestamente, las credenciales de los demás presuntos diputados. Esto es lo que manda la revolución, esto es lo que ordena nuestro deber, esto es lo que nos ordena la virtud menos cultivada, la virtud más necesaria entre los revolucionarios de México, y especialmente en la actualidad entre los revolucionarios callistas: la fraternidad. (Aplausos. Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Arroyo Ch.

El C. arroyo Ch.: Honorable Asamblea:

Vengo aún impresionado por el bello discurso del Señor Morones, vivo de sinceridad, porque así lo entiendo, y del enorme deseo de no confundir esta Cámara en donde predomina el elemento callista antiguo, que ya dice la reacción que será una cena de negros; y me referiré después a ese discurso del compañero Morones, pasando rápidamente por ese discurso pintoresco, sin fondo y sin substancia, que nos acaba de espetar este infatigable y tenaz luchador, el doctor Siurob, exgobernador de Guanajuato. El doctor Siurob no sentó ningún argumento aquí digno de tomarse en consideración, porque desde el principio confesó que desconocía el expediente; si desconoce el expediente, si no sabe de los mínimos detalles a que recurrió la comisión a efecto de producir dictamen, ¿qué era de esperarse que nos viniera a decir aquí para convencernos a todos nosotros de que debíamos votar por Castellanos? Nada, nada, absolutamente nada. Por eso es que paso por alto estas palabras del compañero Siurob, hijas de su enorme sinceridad, de su temperamento de hombre impresionable, porque hoy dice esto y mañana lo contrario -dice el señor Siurob que no y yo le demuestro con hechos que sí; él invocó aquí una libertad que no sabe él, que es viejo revolucionario, enseñarnos; en una Legislatura en la que él fue líder, él era de los que pregonaban entonces, y así lo vino a hacer desde esta Cámara, la guillotina, y él fue uno de los que guillotinaron a Morones. (Aplausos.)

El C. Siurob, interrumpiendo: No es cierto.

El C. Arroyo Ch., continuando: Dice el doctor Siurob que él se encanta de ver aquí al pueblo, ¿y que, si somos honrados, vamos a confesar qué pueblo ha sido el que ha llenado aquí las galerías? No, han sido a veces los empleados de la Contaduría Mayor de Hacienda y otras veces los empleados del Ayuntamiento y otras veces los empleados de Fabriles. ¿Y nosotros los callistas vamos a arrastrar en esta vez a los elementos que están tras de nosotros, deseosos de conservar sus puestos, a que vengan a injuriarse aquí y ante nuestros ojos se derrame sangre de esas que se llaman infanterías, que no vienen sino empujados por el interés que les inspiran sus líderes, de un mejoramiento en el mañana? yo creo que si somos honrados, debemos confesar que por este camino que vamos, hablándonos con razones, así con esa sinceridad que le reconocí en estos momentos a Morones, podremos formar nosotros una Cámara que sea la reivindicación de la revolución, y sobre todo del Parlamento mexicano. (Aplausos.)

Yo quiero que esta vez mis palabras logren impresionar al doctor Siurob, y así como en otras

ocasiones se ha convencido de algunas cosas que con sinceridad le he dicho, hoy se convenza de esto: la Confederación de Partidos Regionales de la República tiene una base sólida y moral. Quiere acabar de una vez por todas con esos cacicazgos electorales que se instalan en la capital de la República; quiere acabar con ese sistema de reclutar diputados en algunas oficinas suntuosas y por cualquier hombre que se llama aquí influyente en el Gobierno. (Aplausos.)

Era doloroso, compañero Siurob, ver cómo venían muchos provincianos, que no conocían ni siquiera el edificio del Factor, temerosos, preguntando: ¿En dónde está la carcajada? ¿Cuál es el partido a que debo irme? - Pues hoy el P. L. C. - Pues si yo no soy "peleceano" - decía -. No le hace - respondiendo -, por aquí vente; aquí triunfaras. En la siguiente Legislatura le decían: Pues ahora, el Cooperatista. Pues yo no soy cooperatista - contestaba -. Nada le hace, vente - contestábanle -. Y así los llevaban voluntariamente, codo con codo, como llevaban en los tiempos de Huerta a esos pobres hombres a los campos a luchar en contra de su voluntad y de sus convicciones. (Voces: ¿Y ahora?) hoy no, señores, porque cada uno de los ciudadanos que forman el bloque Confederado está ya respaldado desde hace mucho tiempo por la voluntad del club que lo postuló. (Aplausos.) Anticipadamente a la formación de las Cámaras, lo mismo elementos de Chihuahua, que de Nuevo León, que de Coahuila, que de Guanajuato, que de Michoacán, que de México, y que de toda la República, estuvieron uniéndose por lazos espirituales, por lazos de revolucionarismo, y debido a eso pudimos nosotros traer a este Parlamento una enorme mayoría, porque aquí no hay cacicazgos, aquí nosotros no tenemos pretensiones de ministros; nuestra gritería, como ya lo he dicho antes, no es el lazo que se avienta para ver qué departamento jugoso se nos queda a la hora que llegue la distribución del Gobierno. (Aplausos.) Somos modestos y somos honrados, podremos cometer algún error, pero nunca una maldad; por eso es que con esa confianza y esa honradez que nos anima venimos a hablar muy claro y a recibir también, cuando hayamos cometido un error, el consejo, siempre que ese consejo sea de un hombre revolucionario. Estas no son las huestes que mandaba un caprichoso muchacho a quien obedecieron muchas veces algunos de los que hoy critican ese procedimiento. (Aplausos.) No, estas huestes están compuestas de hombres libres; en cada una de las diputaciones hay conciencia, hay médula cerebral y en cada una de esas diputaciones hay hombres que fueron a veces a exponer su pecho a las balas y hay otros que han dado también la luz de su cerebro para la resolución de todos los problemas revolucionarios, y si es debemos nosotros más que felicitarnos personalmente, felicitar a la República, felicitar a la nación y hablar más alto para que esta felicitación trascienda más allá de las fronteras, a efecto de que los elementos callistas den un altísimo ejemplo de solidaridad cuando se trate de defender a la revolución. Creo que por este camino que nos debemos trazar, de amplia libertad, porque la hay, compañero Siurob - aquí no habla el que no quiere, aquí no habla el que no tiene deseos de hacerlo -, creo que por este camino llegaremos nosotros a cualquier entendimiento a la hora en que estén zozobrando los principios revolucionarios; y lo mismo el compañero Morones, lo mismo Luis León, del legalista, y lo mismo el más ínfimo de los confederados, porque ínfimos son, puesto que no tenemos personalidad, volveremos a estar en las primeras filas para exponer todo lo que sea necesario, si de defender la revolución se trata. (Aplausos.)

El caso de Castellanos, en concreto, nosotros lo vemos sin ese apasionamiento, sin esa razón afectiva de los compañeros agraristas. Es muy natural, yo reconozco el altísimo derecho del compañero Soto y Gama que tiene para venir aquí a quemar todas sus argumentaciones y hasta su último cartucho en defensa de Castellanos, que siempre ha sido leal agrarista, sobre todo al lado del ciudadano Soto y Gama; pero qué, ¿es requisito sine qua non o exclusivo para llegar a esta Cámara, haber sido agrarista y haber estado precisamente al lado del ciudadano Díaz Soto y Gama? Creo que no, señores. Nosotros debemos hacer hasta el sacrificio de nuestra amistad cuando de salvar a la revolución se trate. Ya la comisión, detenidamente, detalladamente, sin otro ánimo que el de justificarse ante todo el mundo, ha hecho un dictamen que nosotros por honradez y todo el mundo, debemos votar tal como lo presenta la comisión, sacrificando, aunque sea, a un estimado compañero, como es el doctor Castellanos; pero que se salve la revolución; que nosotros le volvamos al Estado de Chihuahua, aunque sea una sola vez en hechos, alguna cosa que le compense de esos torrentes de sangre que ha regado en defensa de la revolución.

Allá en Guerrero, en San Isidro, Pascual Orozco, José de la Luz blanco y una porción de hombres que han caído o han desaparecido ya, fue donde lanzaron el primer cartucho a favor de la revolución. Y entonces aquellos ciudadanos dijeron: sufragio efectivo. Y el Estado de Chihuahua, cada vez que ha ido a la revolución, vuelve a enarbolar ese pendón. Nosotros en esta ocasión vamos a decirle: la sangre que empezaste a regar desde 1910, no ha sido infructuosa, puesto que tú en estos momentos has tenido quien te haga justicia, y si elegiste al don José Calles, aquí está, muy en contra de nuestros intereses afectivos, porque éstos estaban a favor del doctor Castellanos. (Aplausos.) Para terminar debo exhortar a todos mis compañeros para que, haciendo un enorme esfuerzo, sigamos nosotros dando un ejemplo de civismo ante quienes ya estaban pensando que aquí no había más que el criterio del exclusivismo. No, señores; ya veis, ciudadanos del legalista, que vuestras teorías son las nuestras, que vuestros propósitos son los nuestros y que aquí Luis León, que es el abanderado de los legalistas, sabrá encontrar en todas estas caras que él conoce a aquellos que vió denodados en toda la República, gritando: "Viva Calles y arriba la revolución." (Aplausos.)

El C. secretario Vázquez: Habiendo hablado los oradores que marca el Reglamento, en votación económica se pregunta si se considera el asunto suficientemente discutido. Suficientemente discutido.

El C. León Luis: Pido la palabra. (Voces: ¡Que hable!) Señores compañeros, pido a ustedes que me dispensen que diga unas cuantas palabras; están ustedes ya cansados, pero voy a será muy breve, solamente vengo a hacer una declaración en nombre del legalista.

El bloque legalista felicita a todos sus compañeros de Cámara de ambos bloques por la serenidad y la decencia con que se ha llevado a cabo este debate; pero el bloque legalista no tiene confianza ni en las argumentaciones de la comisión, ni en las argumentaciones de sus compañeros coaligados. La comisión no lo ha convencido, porque cree el bloque legalista que es una irregularidad enorme que la Junta Computadora se detenga en sus funciones y permanezcan, bajo la custodia de una autoridad municipal, los paquetes electorales; por consiguiente, el bloque legalista, apegado a su criterio que sostendrá siempre en esta Cámara, cree que es un caso típico de nulidad de elecciones. (Aplausos.) Por eso los legalistas votaremos en contra del dictamen, porque para nosotros, repito, se trata de un caso típico de nulidad de elecciones.

El C. secretario Vázquez: En votación económica se pregunta si se aprueba el dictamen. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado.

El C. Díaz Soto y Gama: ¡Votación nominal! (Voces: ¡Votación nominal! ¡Ya está aprobado!)

El C. secretario Vázquez: La Secretaría, por orden de la Presidencia, declara: En consecuencia, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el 6o. distrito electoral de Chihuahua, los ciudadanos José Calles y Mariano Guillén. (Voces: ¡Votación nominal!)

Ya está hecha la declaratoria.

El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo: 1a. Comisión Revisora de Credenciales..." (Voces: ¡No! ¡No!) La Secretaría aclara lo siguiente...

El C. Siurob: No estamos convencidos de la votación.

El C. secretario Vázquez: La secretaría, por orden de la Presidencia, repite que ya está hecha la declaratoria.

El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo: 1a. Comisión revisora de Credenciales.- 2a. Sección.

"H, Asamblea:

"Los que subscribimos, miembros de la 2a. sección, 1a Comisión Revisora de credenciales, habiendo examinado los expedientes..."

La Secretaría aclara lo siguiente:...

El C. secretario Vázquez: La Secretaría, por orden de la Presidencia, manifiesta que ya está hecha la declaratoria.

El C. Gutiérrez José F.: Moción de orden.

El C. presidente: No hay desorden.

- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- 2a. Sección.

"H. Asamblea:

"Los que subscribimos, miembros de la 2a. Sección, 1a. Comisión Revisora de Credenciales, habiendo examinado los expedientes relativos a la elección de diputados al Congreso de la Unión, verificadas el día 6 de julio próximo pasado, en el 3er. distrito electoral del Estado de México, encontramos que las elecciones de referencia tuvieron lugar con apoyo a la ley, sin que se registrara incidente ni protesta alguna.

"Revisados todos los documentos relativos, la comisión que subscribe llegó al convencimiento de que obtuvieron el triunfo como diputado propietario y suplente, respectivamente, los CC. David Montes de Oca y Margarito Gómez, obteniendo el primero 4,547 votos y el segundo igual número de votos.

"En tal virtud, sometemos a la deliberación y aprobación de la H. Asamblea las siguientes proposiciones:

"Primera. Son Válidas las elecciones para diputados al Congreso de la Unión, efectuadas el día 6 de julio último, en el 3er. distrito electoral del Estado de México.

"Segunda. Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el mencionado distrito, los CC. David Montes de Oca y Margarito Gómez.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, agosto 19 de 1924.- Francisco López Soto.- Marino Pérez.- F. González Madrid."

Está a discusión. Los ciudadanos presuntos diputados que deseen hacer uso de la palabra, sírvase pasar a inscribirse. No habiendo...

El C. Siurob: Pido la palabra, señor presidente.

El C. secretario Valadez Ramírez: ¿En pro o en contra?

El C. Siurob: Para expresar un hecho en relación con esta credencial.

El C. secretario Valadez Ramírez: ¿en pro o en contra?

El C. Siurob: Para una aclaración. (Risas.) Inscríbame su señoría como guste, en pro o en contra.

El C. secretario Valadez Ramírez: Usted diga.

El C. Siurob: En contra.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Siurob: Yo quisiera, señores compañeros, que para garantía nuestra, para garantía del mismo compañero Filiberto Gómez, y para garantía también de otros compañeros, nos explicara el compañero Gómez una objeción que yo tengo que hacer a esta credencial.

Se me ha dicho que en esta elección o en este distrito hubo una presión terrible, enorme, de parte del señor gobernador del Estado, por tratarse precisamente de uno de sus hermanos... (Voces: ¡No se trata de él ! ¡Montes de Oca!) Parece que había oído Margarito Gómez. (Voces: ¡Es el suplente!) yo no tengo la culpa. La Secretaría lee tan de prisa, que es imposible escuchar. Lee aprisa y entre dientes. Entonces cuando llegue el caso hablaré.

El C. secretario Valadez Ramírez: No habiendo oradores ni en pro ni en contra, en votación

económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado. (Aplausos.) En consecuencia, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el 3er. distrito electoral del Estado de México, los ciudadanos David Montes de Oca y Margarito Gómez.

El C. presidente, a las 20.45: Se levanta la sesión y se cita para mañana a las once.