Legislatura XXXI - Año I - Período Ordinario - Fecha 19240825 - Número de Diario 5

(L31A1P1oN005F19240825.xml)Núm. Diario:5

Colegio Electoral

ENCABEZADO

MÉXICO, LUNES 25 DE AGOSTO DE 1924

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO I. - PERÍODO ORDINARIO XXXI LEGISLATURA TOMO I. - NÚMERO 5

QUINTA JUNTA PREPARATORIA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 25 DE AGOSTO DE 1924

SUMARIO

1. - Se abre la junta. lectura y aprobación del acta de la anterior.

2. - Sin debate son aprobados los dictámenes correspondientes a los distritos electorales 2o. de Puebla y 3o. de Tabasco.

3. - A discusión el dictamen relativo al 3er. distrito electoral del Estado de Puebla; se levanta la junta.

DEBATE

Presidencia del

C. FILIBERTO GÓMEZ

(Asistencia de 148 ciudadanos diputados y presuntos diputados.)

El C. presidente , a las 16.35: Se abre la junta.

- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:

"Acta de la Junta Preparatoria de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, celebrada el día veintitrés de agosto de mil novecientos veinticuatro.

"Presidencia del C. Juan B. Salazar.

"En la ciudad de México, a las once horas y cincuenta y cinco minutos del sábado veintitrés de agosto de mil novecientos veinticuatro, se abrió esta Junta Preparatoria con asistencia de doscientos trece ciudadanos presuntos diputados.

"El acta de la Junta Preparatoria anterior celebrada el día veintiuno de los corrientes, fue aprobada sin objeción.

"Se puso a debate el dictamen de la sexta sección de la Primera Comisión de Poderes, relativo a las elecciones en el séptimo distrito electoral del Estado de Guerrero y que propone para diputado propietario al C. Juan B. Salazar y para diputado suplente al C. Leonides Moctezuma.

"El C. Díaz Soto y Gama hizo la observación de que el interesado estaba presidiendo la sesión y sobre el particular hizo una aclaración el C. Salazar.

"En seguida el dictamen fue aprobado en votación económica y se hizo la declaratoria respectiva.

"Se puso a discusión el dictamen de la cuarta sección de la Primera Comisión de Poderes que trata de las elecciones en el séptimo distrito electoral de Jalisco y que otorga el triunfo a los CC. Ricardo Covarrubias y Francisco Aceves, como diputados propietario y suplente, respectivamente.

"El C. Siurob habló en contra e interpeló al C. Altamirano, quien contestó. El C. Covarrubias hizo aclaraciones al margen de los conceptos del C. Siurob.

"A pedimento del C. Carlos Cuervo, la Secretaría dio lectura a varios documentos.

"El C. Siurob contestó alusiones personales.

"El C. Alfredo Romo habló en pro del dictamen.

"En contra lo hizo el C. Aguillón Guzmán, quien solicitó también lectura de documentos.

"Usaron además de la palabra los CC. David Orozco, Lauro G. Caloca y Ricardo Covarrubias, el primero y el último en pro y el C. Caloca en contra.

"Suficientemente discutido el punto, se aprobó el dictamen en votación económica y se hizo la declaratoria correspondiente.

"A las catorce horas y treinta minutos se suspendió la Junta.

"Se reanudó a las diez y siete horas y diez minutos, con asistencia de ciento setenta y tres ciudadanos diputados, bajo la

"Presidencia del C. Filiberto Gómez.

"Se sometió a consideración de la Asamblea el dictamen de la décima sección de la Primera Comisión. Propone para diputados propietario y suplente, respectivamente, por el décimo cuarto distrito electoral del Estado de México, a los CC. Mariano García M. y Wenceslao Labra, jr.

"El C. Díaz Soto y Gama habló en contra; en pro lo hizo el C. Ricardo Covarrubias; el C. Díaz Soto y Gama otra vez usó de la palabra en contra, interrumpiéndolo una interpelación del C. Arroyo Ch. El C. Roberto Nieto apoyó el dictamen; el C. Díaz Soto y Gama contestó alusiones personales; el C. Lauro G. Caloca se produjo en contra.

"Presidencia del C. Juan B. Salazar.

"El C. Fabila habló en pro del dictamen de referencia, el que acto continuo se estimó suficientemente discutido y se aprobó en votación económica, haciéndose la declaratoria procedente.

"El C. Luis L. León usó de la palabra para hechos, así como el C. Díaz Soto y Gama y los CC. Rodrigo Gómez y Ramón Ramos contestaron alusiones personales. También el C. Arroyo Ch. se refirió a hechos.

"Se puso a debate el dictamen de la novena sección de la Primera Comisión, referente a las elecciones en el décimosegundo distrito electoral del Estado de México. Propone para diputado propietario al C. Enrique Jacob y para diputado suplente al C. Plácido García.

"El C. Gilberto Fabila, miembro de la sección dictaminadora, fundó el dictamen a pedimento del C. Siurob.

"Presidencia del C. Filiberto Gómez.

"El C. Siurob habló en contra, siendo interrumpido por aclaraciones del C. Fabila. El C. Trueba usó de la palabra en pro y en seguida lo hizo en contra el C. José F. Gutiérrez, quien fue interrumpido por el C. Rodrigo Gómez para reclamar el quórum. Se paso lista y comprobóse la presencia de ciento treinta y cinco presuntos diputados.

"El C. Gutiérrez continuó en el uso de la palabra y le interrumpieron mociones de orden de los CC. Madrigal y Carlos Cuervo.

"Así que el C. Siurob se refirió a un hecho, se estimó agotada la discusión y se aprobó el dictamen en votación económica, haciéndose la declaratoria.

"A las veintidós horas y doce minutos se levantó la Junta, y se citó para las quince horas del próximo lunes veinticinco."

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta se si aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.

- El C. secretario Vásquez, leyendo:

"2a. Comisión. - Segunda Sección.

"H. Asamblea:

"A la 2a. Comisión Revisora de Credenciales, Sección Segunda, fue turnado el expediente relativo a la elección de diputados al Congreso de la Unión verificada el día 6 de julio último en el 2o. distrito electoral del Estado de Puebla.

"La comisión que subscribe, después de hacer un amplio estudio sobre esa elección, ha encontrado que las mismas fueron verificadas regularmente en toda la jurisdicción de ese distrito electoral, sin incidentes desagradables que lamentar. De acuerdo con el artículo 80 de la Ley Electoral para Poderes Federales, los presidentes de casillas se reunieron en el lugar designado por la autoridad municipal de la cabecera del distrito para instalar la Junta Computadora, habiendo sido designada la Escuela Oficial "José María Lafragua", y estando presente la mayoría de presidentes de casillas se procedió a llenar los requisitos que marca la ley de la materia para la instalación de la referida Junta; en esos momentos el representante del Partido Libertad pidió que no fueran aceptados los presidentes de las casillas 47 y 50, Enrique P. León e ingeniero Demetrio Díaz Ordaz, por contar el primero diez y ocho años y ser soltero y, por lo mismo, carecer del requisito de ciudadano, y el segundo, empleado público, que conforme al artículo 50 de la Ley Electoral, no puede ser presidente de casilla. Sin embargo de esta protesta, algunos presidentes no quisieron aceptar la proposición e insistieron en que se instalara la Junta Computadora, y ante esa negativa, el presidente de la primera casilla de ese distrito electoral, número 40, a quien legalmente corresponde dirigir los trabajos preparatorios de la Junta, abandonó el salón en unión de la mayoría de los presidentes presentes, yendo a la casa número 910 de la avenida Reforma, de la cabecera del distrito electoral, lugar donde se instaló la Junta Computadora del distrito respectivo.

"Del estudio que la comisión ha hecho del expediente relativo, se deduce que en ese distrito electoral debieron instalarse 49 casillas, y como la casilla número 63 no se instaló y dos se conceptúan ilegalmente instaladas, quedan entonces 46. Los presidentes que instalaron la Junta Computadora en el último lugar indicado, fueron en número de 24, de modo que la mayoría de presidentes funcionó legalmente en la Avenida reforma, y según consta en un oficio del Ayuntamiento de la ciudad de Puebla de Zaragoza, se les autorizó para continuar sus trabajos relativos a la Junta Computadora en la casa número 910 de la Avenida Reforma, ya mencionada. Hay que hacer constar que, según constancia que obra en el expediente respectivo, los presidentes de casilla que se habían ausentado del local primeramente designado para la instalación de la Computadora, cuando regresaron al mismo local queriendo penetrar en él antes de instalarse en la Avenida Reforma, se encontraron con un piquete de 50 soldados federales al mando de un oficial, los que les impidieron el paso.

"En este distrito electoral contendieron las fórmulas siguientes:

"Juan S. Cardoso y S. de T. - Arnulfo Siliceo Quevedo.

"Pastor Roauix - Juan Pérez - Gonzalo Maceda.

"Rafael Escobar - Edmundo Mendoza.

"Propietarios y suplentes, respectivamente.

"En el expediente respectivo, existe el cómputo de la Junta Computadora legal, instalada en la Avenida Reforma, y el de la junta instalada en la escuela oficial "Lafragua"; en el primero ofrece el resultado de la votación en la forma siguiente:

"Para el diputado propietario:

"C. ingeniero Pastor Roauix....................................... 4,994 votos.

"C. licenciado Juan N. Cardoso y S. de Tagle......... 480 "

"C. Rafael Escobar................................................... 302 "

"Para diputado suplente:

"C Juan Pérez........................................................... 4,158 votos.

"C. A. Siliceo Quevedo.............................................. 880 "

"C. Gonzalo Maceda................................................. 836 "

"C. licenciado Edmundo Mendoza............................ 302 "

"En el segundo cómputo, obtenido en la Junta que se instaló en la repetida escuela oficial "Lafragua", el resultado que ofrece es el siguiente:

"Para diputado propietario:

"C. licenciado Juan N. Cardoso y S. de T................... 2,843 votos.

"C. Rafael Escobar.................................................. 944 "

"C. ingeniero Pastor Rouaix...................................... 737 "

"Para diputado suplente:

"C. A. Siliceo Quevedo............................................... 2,704 votos.

"C. Edmundo Mendoza............................................... 917 "

"C. Juan Pérez.......................................................... 395 "

"C. Gonzalo Maceda.................................................. 329 "

"La comisión, como es de su deber, ha sumado los votos emitidos en favor de cada uno de los candidatos a diputados propietario y suplente, respectivamente, por este distrito electoral, llegando a la conclusión siguiente:

"Para diputado propietario:

"C. Pastor Rouaix....................................................... 5,731 votos.

"C. licenciado Juan N. Cardoso y S. de T.......................3,723 "

"C. Rafael Escobar.......................................................1,246 "

"Para diputado suplente:

"C. Juan Pérez.............................................................4,553 votos.

"C. A. Siliceo Quevedo..................................................3,584 "

"C. Edmundo Mendoza.................................................1,219 "

"C. Gonzalo Maceda.....................................................1,165 "

"La Junta Computadora legal extendió credencial de diputado propietario en favor del C. ingeniero Pastor Roauix, y del C. Juan Pérez para diputado suplente, por el 2o. distrito electoral del Estado de Puebla, la cual credencial está firmada por todos los miembros de la Computadora y legalizada por el ciudadano presidente municipal y el Gobierno del Estado. A su vez, la Junta Computadora instalada en la escuela oficial "Lafragua", extendió credencial en favor de los CC. licenciado Juan N. Cardoso y S. de Tagle y A. Siliceo Quevedo, la cual carece de la autorización legal.

"Por lo anteriormente expuesto, la comisión que subscribe viene a someter a vuestra consideración, para que los aprobéis, los siguientes puntos resolutivos:

"Primero. Son válidas las elecciones de diputados, propietario y suplente, respectivamente, verificadas el día 6 de julio del presente año en el 2o. distrito electoral del Estado de Puebla.

"Segundo. Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por haber obtenido la mayoría de votos, los CC. ingeniero Pastor Rouaix y Juan Pérez, por el 2o. distrito electoral del Estado del Puebla."

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, a 21 de agosto de 1924. - Adolfo Arias. - J. Rodríguez Martínez. - Luis Ramírez Corzo."

Está a discusión el dictamen. Los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra sírvanse pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobado.

En consecuencia, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el 2o. distrito electoral del Estado de Puebla, los ciudadanos Pastor Rouaix y Juan Pérez. (Aplausos.)

- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales. - Séptima Sección.

"H. Asamblea:

"A esta Séptima Sección de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales le fue turnado para su estudio y dictamen, el expediente electoral correspondiente al 3er. distrito del Estado de Tabasco.

Examinado detenidamente, se encontró que únicamente jugó en este distrito la fórmula Juan Aguilar Ficachi - Alejandro Ruiz para diputado propietario y suplente, respectivamente, habiendo obtenido una mayoría de 5,262 votos.

"En este expediente no aparecen protestas de ninguna clase, por haberse celebrado las elecciones en completo orden y de acuerdo con la Ley Electoral vigente; únicamente debemos mencionar, para conocimiento de esta H. Asamblea, que después de ser revisada la documentación electoral, que vino completa, se encontró esta comisión con otro paquete conteniendo documentación del mismo distrito, pero que dicho paquete fue recibido en la Oficialía Mayor de esta H. Cámara, procedente del puerto de Veracruz.

"Como esta comisión tiene informes de que esa documentación es de origen fraudulento, y con objeto de sentar un procedente, estimamos que debe consignarse dicha documentación al procurador general de Justicia, para que él inicie las averiguaciones que estime pertinentes y castigue a los responsables, si los hay.

"Por lo expuesto, los subscriptos nos permitimos someter a la aprobación de vuestra soberanía los siguientes puntos de acuerdo:

"Primero. Son válidas las elecciones efectuadas el día 6 de julio último en el 3er. distrito electoral del Estado de Tabasco, para diputados al Congreso General.

"Segundo. Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el mencionado distrito, los CC. Juan Aguilar Ficachi y Alejandro Ruiz.

"Tercero. Consígnese el paquete electoral fraudulento con una copia de este dictamen al ciudadano procurador general de Justicia, para las averiguaciones a que haya lugar.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F., 20 de agosto de 1924. - Manuel Rueda Magro. - Benjamín Méndez. - Victorio Lorandi."

Está a discusión.

El C. Puig y Casauranc Carlos: Pido la palabra para una aclaración, señor presidente.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Puig y Casauranc.

El C. Puig y Casauranc Carlos: Parecer extraño, señores compañeros, que tratándose de una credencial absolutamente limpia, en la que jugó una sola fórmula, pida la palabra; pero es con el objeto de hacer algunas aclaraciones en nombre de la diputación tabasqueña que, aunque formada de tres miembros de los cuales dos están en el grupo Coligado y el que habla en el Confederado, tratándose de asuntos que interesan al Estado de Tabasco somos una sola persona. En el dictamen que acabáis de oír se habla de un paquete falso, a más del paquete verdadero que envió la Junta Computadora que se reunió en

Cunduacán, y al igual que el caso del señor Ficachi, candidato del 3er. distrito del Estado de Tabasco, se encuentra el caso del distrito del que habla, e igualmente el del 1er. distrito, pues en cada caso fue depositado el día 13 de agosto en la ciudad de Veracruz un paquete por cada distrito con su correspondiente votación para diputado, senador y presidente. La documentación del caso del 1er. distrito está a la vista por habérmela facilitado la comisión que conoció del caso; la del compañero Aguilar Ficachi está en esta otra mano y en el expediente de que en seguida se va a dar cuenta está el expediente falso relativo a mi elección. Indiscutiblemente que nosotros, los que fuimos a Tabasco a luchar, que no nos contentamos con esperar a que se pusiera aquello en paz, sino que fuimos con las huestes que fueron a arrojar de su último refugio a los delahuertistas; los que fuimos a luchar si no enconadamente desde el punto de vista político, puesto que no tuvimos contrincantes, pero sí con las condiciones del clima y por traer una credencial limpia, no podemos pasar, aceptar, que en nuestros paquetes se haya tratado de violar el voto del pueblo de Tabasco y se hayan fraguado aquí en la capital de la República paquetes electorales que son una deshonra para los que los han hecho. En estos paquetes hechos por tres o cuatro manos hay padrones tomados de los nombres de los directorios de la Ericsson y de la Mexicana y de algunos otros nombres de vecinos del Estado de Tabasco. Es muy curioso observar que ni siquiera han tenido talento para saber hacer las cosas, porque en el expediente falso relativo al 1er. distrito figura entre los componentes de la Mesa computadora don Pomposo Vidal, padre de los generales Vidales, Carlos y Luis, que hace siete años falleció. (Siseos.)

Así nosotros hemos creído de justicia, ya que por la prensa se ha dado quizás lugar a que personas que no sepan entender las cosas se crea o se piense que los diputados por Tabasco venimos fraudulentamente, hemos querido hacer constar que los tres diputados que venimos por Tabasco, dos laboristas y un confederado, traemos credenciales limpias; que luchamos en iguales condiciones; que fuimos a buscar el voto del pueblo y no a buscar estos papeles que se hicieron en la capital de la República.

El C. Fabila: ¿Me permite una interpelación el orador?

El C. Puig y Casauranc: Con mucho gusto.

El C. Fabila: Ciudadano Puig y Casauranc:

¿Cree usted que ese fraude electoral tan manifiesto tenga alguna conexión con la acusación que públicamente en la prensa se hizo al ciudadano Santa Anna sobre ese mismo particular?

El C. Puig y Casauranc: Indiscutiblemente, compañero, estos paquetes fueron hechos en el Partido Radical Mexicano, puesto que todas las boletas que venían en esos paquetes, como lo hice constar al abrirse el paquete falso correspondiente a mi distrito, en el cual había falsificación de sellos que fueron comparados - y allí está el compañero Quevedo -, los sellos legítimos de los ayuntamientos con los sellos fraudulentos de estos señores, indiscutiblemente que este asunto, fraguado en México por el Partido Radical, tiene relación forzosa con el asunto Santa Anna en el Senado. (Murmullos. Siseos.)

El C. secretario Valadez Ramírez: No habiendo más oradores inscriptos, en votación económica se pregunta si el asunto Está suficientemente discutido. Suficientemente discutido. En la misma forma de votación se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado.

En consecuencia, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el 3er. distrito electoral del Estado de Tabasco, los ciudadanos Juan Aguilar Ficachi y Alejandro Ruiz. (Aplausos.)

- El C. secretario Vásquez, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales. - Quinta Sección.

"H. Asamblea:

"Para el estudio y dictamen fue turnado a esta Quinta Sección, el expediente relacionado con la elección del 3er. distrito electoral del Estado de Puebla. Previo el examen cuidado que se hizo de la documentación que en dos bultos remitieron dos juntas computadoras que se instalaron en el mencionado distrito, se obtuvo el resultado siguiente:

"En el 3er. distrito electoral de Puebla jugaron las cuatro fórmulas siguientes: José María Sánchez - Rosendo Medrano, Samuel Barroso - Hipólito Díaz, Eduardo Moneda - Pedro B. Limón y Arnulfo Viveros - Miguel Gómez Sánchez.

"El día 10 de julio se instaló una Junta Computadora en el salón Miguel Negrete, lugar designado par el efecto por el presidente municipal, con la asistencia de 45 presidentes de casillas, que dieron quórum legal por haberse instalado 66 casillas en todo el distrito.

"Efectuados los trabajos que la ley impone a la computadora, se obtuvo el resultado siguiente: 5,660 votos para José María Sánchez, para diputado propietario; 5,660 votos a favor de Rosendo Medrano, para diputado suplente; 564 votos a favor de Samuel Barroso, para diputado propietario; 564 votos a favor de Hipólito Díaz, para diputado suplente; 559 votos a favor de Arnulfo Viveros, para diputado propietario; 559 a favor de Miguel Gómez Sánchez para diputado suplente; 442 votos a favor de Eduardo Moneda, para diputado propietario, y 442 votos a favor de Pedro B. Limón, para diputado suplente.

"El día 11 de julio se instaló en el mismo salón otra llamada Junta Computadora, con la asistencia de diez presidentes de casillas, según se desprende de la acta de instalación; a pesar de ser nula esta Junta por haberse instalado sin tener quórum, remitió la documentación correspondiente a 36 casillas, de las cuales esta comisión consideró justo aceptar solamente las que no venían repetidas respecto de las que remitió la Junta Computadora legal, o sea la que se instaló el día 10 de julio, obteniéndose el siguiente resultado: para la fórmula José María Sánchez - Rosendo Medrano, 5

votos; para la de Samuel Barroso - Hipólito Díaz, 625 votos; para la de Eduardo Moneda - Pedro D. Limón, 47 votos, y para la de Arnulfo Viveros - Miguel Gómez Sánchez, 712 votos.

"Esta votación sumada con la que los mismos candidatos obtuvieron en la Junta Computadora legal, arroja en total: 6,046 votos para José María Sánchez, para diputado propietario; 6,046 votos para Rosendo Medrano como diputado suplente, 1,385 votos para Samuel Barroso como diputado propietario; 1,385 votos a favor de Hipólito Díaz como diputado suplente: 967 votos para Eduardo Moneda como diputado propietario; 967 votos para Pedro B. Limón como diputado suplente; 1,825 votos a favor de Arnulfo Viveros para diputado propietario, y 1,825 votos a favor de Miguel Gómez Sánchez para diputado suplente.

"En los expedientes se encontraron varias protestas, por parte de unos y otros candidatos, así como de sus representantes, consistentes en que se ejerció presión en su contra; pero como ninguna viene comprobada, a juicio de la comisión, no son de tomarse en cuenta.

"Por todo lo expuesto, nos permitimos someter a la consideración y aprobación de esa H. Asamblea, los siguientes puntos resolutivos:

"Primero. Son válidas las elecciones verificadas en el 3er. distrito electoral del Estado de puebla el día 6 de julio último.

"Segundo. Son diputados a la XXXI Legislatura del Congreso de la Unión, José María Sánchez y Rosendo Medrano, propietario y suplente, respectivamente, por haber obtenido la mayoría de sufragios.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F., 22 de agosto de 1924. - Procuró Dorantes. - Juan Madrigal. - Silvestre Guerrero."

Está a discusión. Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse.

El C. Morones: Antes me permitir con toda atención pedir a la comisión encargada de dictaminar, funde su dictamen.

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

El C. Madrigal Juan: Honorable Asamblea: Yo no creo que un asunto tan claro como el que se relaciona con el 3er. distrito electoral de Puebla, exigiera a esta comisión que conoció del caso venir a fundarlo. El asunto es bien claro y se manifiesta en el dictamen: hubo dos juntas computadoras; una se instaló el día señalado por la ley y funcionó con el quórum legal que se exigía; funcionó como debería funcionar y se dio definitivamente la credencial para la candidatura que nosotros manifestamos que se debe aprobar. Al día siguiente se instaló otra Junta Computadora; esta otra Junta Computadora solamente tuvo diez presidentes de casillas, los únicos con que se podía haber formado, porque no tenía más. El acta de instalación en su parte conducente, dice: los subscriptos, presidente de casill.... etcétera, nos constituímos en Junta Computadora, y los subscriptos no son más que diez individuos. En consecuencia, no puede considerarse como Junta Computadora; pero como yo ya sé que en este asunto se trata de un individuo de personalidad constantemente discutida por la prensa en virtud de su fuerza política, quise o quiso la comisión que se computaran los votos de la documentación que remitió esa pseudo Junta Computadora. Se computaron todos los votos naturalmente de las casillas que no venían repetidas con la Junta Computadora legal, y a pesar de eso hay una enorme votación encima de todos los demás candidatos a favor del general José María Sánchez y su suplente Medrano. En consecuencia, espero las interpelaciones que hagan los impugnadores de este dictamen, para contestar a ellas.

El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano Morones.

El C. Morones: Honorable Asamblea: El caso que nos ocupa es uno de aquellos que en realidad sirve para poner de manifiesto la orientación, el espíritu de justicia de parte de quienes se encarguen de juzgar este interesante asunto. Acabo de escuchar a la comisión encargada de estudiar los expedientes respectivos en el caso del 3er. distrito electoral de Puebla, y me encuentro en el fondo de todo lo que ha dicho con una declaración que sirve a maravillas para poder ir a desentrañar uno de los interesantes, de los complicadísimos problemas que gravitan sobre el Estado de Puebla. Lo único que he podido deducir de lo que ha manifestado el representante de la comisión, es que la enorme fuerza política del señor José María Sánchez le dio una votación a base de mayoría tan grande en relación con sus contrincantes, que su situación es definitiva y legal. Me permito interpelar a la comisión para que me diga cuál es el criterio que ha aplicado para juzgar el caso del general Sánchez; ¿es el criterio político o es el criterio legal? Si es el criterio político, entonces y solamente el criterio político el que ha fundamentado su dictamen, desearía saberlo para aducir los argumentos que tenga que presentar a la consideración de esta respetable Asamblea acerca del particular, lo mismo en el caso de que haya aplicado el criterio legal. Interpelo a la comisión con toda atención.

El C. Madrigal: Para contestar la interpelación.

La comisión, como se ve bien claro en el expediente y en el dictamen que rinde, se ha apegado definitivamente al criterio legal; en consecuencia, cree que queda contestada la pregunta, a la vez que cree que es fácilmente sostenible el criterio político respecto del general Sánchez.

El C. Morones: Muy bien ¿Tuviera la bondad su señoría de decirme si constitucionalmente, si legalmente se halla capacitado el señor general José María Sánchez para haberse presentado candidato a senador y candidato a diputado por el 3er. distrito de Puebla?

El C. Madrigal: Sí, señor, sí creo que constitucionalmente se puede lanzar para los dos cargos, porque la ley no distingue, solamente dice la Constitución que tendrá que optar por uno de los dos cargos; pero no dice que no pueda lanzarse.

El C. Morones: No me refiero al hecho de que un candidato acepte su postulación como senador y como diputado al mismo tiempo o como regidor; sino en este caso me refiero a la situación del señor general José María Sánchez en su calidad de gobernador o exgobernador del Estado de Puebla.

El C. Madrigal: Esa es otra cosa; usted preguntaba si podía lanzar su candidatura para diputado y senador, y ahora me pregunta cosa diversa.

El C. Morones: Yo pregunto si está capacitado legalmente en virtud de esos hechos que señalo.

El C. Madrigal: Juzgo que sí. Para el criterio de la comisión, el general Sánchez no es gobernador del Estado de Puebla; se han declarado insubsistentes los poderes en el Estado de Puebla y se ha nombrado por la Comisión Permanente, tengo entendido, un gobernador provisional en el Estado.

El C. Morones: Suplicaría a la Secretaría diera lectura a este decreto.

El C. secretario Vásquez Jenaro, leyendo: "Alberto Guerrero, gobernador provisional del Estado Libre y Soberano de Puebla, a sus habitantes hace saber: que la H. Legislatura del Estado ha decretado lo siguiente:

"Considerando: que el pueblo del Estado, en el ejercicio de su legítima soberanía, expresó su voluntad en los comicios del año de 1920, confiriendo el cargo de gobernador constitucional al C. general José M. Sánchez, y designó, a la vez, a los miembros de la XXV legislatura del Estado, que no pudo instalarse en oportunidad por las intrigas de los enemigos políticos de aquel orden de cosas que, llevando al extremo sus torcidos procedimientos, segaron la vida de uno de los diputados al Congreso, C. licenciado Ramón Medina, provocando con aquel hecho delictuoso e intrigante, un conflicto para el funcionamiento de los tres poderes que constituyen el Gobierno.

"Considerando: que el Gobierno de la República, por medio del Senado, y para solucionar aquellas dificultades y encauzar al Estado dentro del orden Constitucional, tomó participación en el asunto, y al efecto, de conformidad con la Constitución general, nombró gobernador provisional, toda vez que no existía el constitucional, puesto que no había podido tomar posesión de su encargo en la fecha prescripta por la Constitución política local, facultándolo a la vez para que, previo un estudio concienzudo de los documentos relativos a las elecciones de gobernador y diputados al Congreso, declarase qué elecciones habían sido válidas y buenas.

"Considerando: que verificado este estudio, fueron declaradas buenas las elecciones que se habían llevado a la práctica y según las que resultó electo como gobernador constitucional el C. general José M. Sánchez y como miembros de la XXV Legislatura los ciudadanos que la integraron.

Considerando: que instalada la XXV Legislatura del Estado y funcionando debidamente el gobernador electo, poco tiempo después los enemigos políticos iniciaron una labor que tenía por objeto el aniquilamiento del Gobierno del Estado, y poniendo nuevamente en juego toda clase de intrigas llegaron a sorprender la buena fe de las altas autoridades federales, preparando desde entonces una situación que más tarde debía llegar a realizarse, como en efecto se realizó, con detrimento y perjuicio de las instituciones del país y llegando al fin que se propusieron, cual fue el de derrocar al gobernador constitucional electo, por medio de maquinaciones y procedimientos, en los que se trasluce el imperio de las pasiones políticas que, llevadas también al extremo, segaron otra vida, la del C. diputado Tranquilino Alonso, para restar elementos sanos al Gobierno y dividir a los miembros de la Legislatura, hecho delictuoso que pone de relieve el estado de agitación en que se encontraban los enemigos políticos y procediendo con notorio menoscabo de las disposiciones legales, que fueron pospuestas a los intereses particulares y de partido que en esa ocasión se pusieron de actividad, aquella XXV Legislatura declaró el desafuero del gobernador constitucional, C. José María Sánchez. con motivo de la imputación de un delito grave que se dijo entonces era del orden común.

"Considerando: que la XXV Legislatura del Estado, recapacitando sin duda acerca de la falta de solidez de aquella declaración, en virtud de que el procedimiento que le precedió no se ajustó a las formas más rudimentarias de la ley procesal, para el encausamiento de los altos funcionarios, en el ejercicio de su soberanía concedió una licencia ilimitada al C. José María Sánchez, para estar separado de sus funciones de gobernador constitucional del estado, que le fue comunicada en oficio número 1,434, que literalmente, dice: "Esta H. Legislatura, en sesión de hoy, tuvo a bien aprobar el siguiente acuerdo: Se concede al C. José M. Sánchez, licencia ilimitada para separarse del cargo de gobernador del Estado. - Lo transcribimos a usted, como resultado de su solicitud de fecha 2 del presente mes, protestándole con este motivo nuestra atenta consideración. - "Sufragio Efectivo. No Reelección." - Puebla de Zaragoza, a 15 de marzo de 1922. - W. Macip, D. S. - Hilario Galicia, D. S. - Rúbricas. - Al C. José M. Sánchez. - México, D. F." Acto con el cual dicha Legislatura le impuso nuevamente la investidura oficial que pretendió despojarle por virtud de aquella declaración.

"Considerando: que encontrándose en estas condiciones el gobernador constitucional C. José M. Sánchez, y teniendo noticias de que el gobernador interino del Estado y la Legislatura del mismo iniciaban ya sus trabajos preparatorios para el desconocimiento del Gobierno legítimo de la República, trató de conjurar el peligro que desde entonces amenazaba a las instituciones legítimas de la República y del Estado, haciéndose cargo nuevamente del Gobierno, y a ese efecto se dirigió a la Legislatura local, poniendo en su conocimiento tal determinación; hecho que dio lugar a que la Legislatura, en connivencia con el gobernador interino, y con el objeto de realizar sus propósitos de rebelión que se hicieron ostensibles en el mes de diciembre próximo pasado, pusiera en juego otras intrigas y, simulando una acusación y festinando el procedimiento para el cual le bastó solamente unas cuantas horas, declarara en el mes de octubre del mismo año anterior, un nuevo desafuero del gobernador constitucional, C. José M. Sánchez.

"Considerando: que si las múltiples irregularidades que se cometieron así por la XXV Legislatura, como por la XXVI, que desapareció por el último movimiento rebelde contra el Gobierno legítimo de la República, en los expedientes que formaron con motivo de las acusaciones que fueron formuladas contra el gobernador constitucional, C. José M. Sánchez, serían por sí solas bastantes para declarar la insubsistencia de los desafueros decretados, con mayor razón se impone la declaración

de esa insubsistencia, así porque la misma XXV Legislatura, al conceder al C. José M. Sánchez la licencia ilimitada de que se ha hecho mérito, le rehabilitó por ese solo hecho, reconociéndole la investidura oficial de que anteriormente había pretendido despojarle, como porque el delito que se le imputó en el mes de febrero de 1922 y que dicha Legislatura hizo aparecer como un delito grave del orden común, porque así convenía exclusivamente a sus fines políticos e intereses particulares, a la luz de la ciencia jurídica y de toda conciencia honrada, nunca podrá ser tal delito de orden común, sino que tendrá que ser forzosamente un delito de carácter netamente oficial, atentas las circunstancias y condiciones que concurren en el expediente respectivo, y en esta virtud, la XXV Legislatura no estaba capacitada para hacer la consignación a las autoridades del fuero común, ya que de conformidad con el artículo 125 de la Constitución Política local, la declaración y el expediente relativo debieron haber quedado reservados para su revisión por la siguiente Legislatura, y como ese requisito esencial no fue obsequiado en el caso de que se trata, es fuera de toda duda que la declaración hacha por aquella Legislatura carece en lo absoluto de valor legal y corresponde a la actual enmendar los errores gravísimos cometidos por aquélla, debiendo decirse otro tanto respecto del desafuero declarado en octubre del año anterior, toda vez que no se cumplieron las formalidades y requisitos que previene la ley, ni existen en los expedientes formados con relación a las acusaciones, pruebas bastantes que jurídica y legalmente demuestren conforme a la ley procesal, alguna responsabilidad del C. José M. Sánchez en los delitos que se le imputaron.

"Considerando: que de todo lo anterior se viene en conocimiento de que no teniendo valor alguno legal las declaraciones de desafuero hechas contra el C. gobernador José M. Sánchez, dicho ciudadano conserva su alta investidura, y a confirmar tal aserto concurren, así la licencia ya mencionada que le fue concedida, como el hecho muy importante y principal de que, si hubiese tenido algún valor legal el desafuero decretado en febrero de 1922, es indudable que en ese caso habría habido una falta absoluta de gobernador constitucional, y como consecuencia, habría sido también necesario, de conformidad con la fracción XXII del artículo 49 de la Constitución Política local, convocar a elecciones de gobernador, ya que esa falta habría ocurrido más de dos años antes de la terminación del período, que, como es bien sabido, concluye el día último de enero de 1925, y como del mes de febrero de 1922 hasta la fecha, no ha sido expedida convocatoria alguna para elección de gobernador que debiera concluir dicho período y solamente ha venido funcionando gobernadores interino y provisional, es absolutamente claro y evidente que dicha convocatoria no fue expedida, porque en la conciencia de los legisladores y gobernantes anteriores estaba perfectamente bien cimentado el hecho de que existía y existe el gobernador constitucional del Estado, que lo es el C. general José M. Sánchez, pues no se concibe de otra manera que hombres tan escrupulosos como se preciaban los componentes de aquellos cuerpos legislativos y del Gobierno, hubiesen cometido tan flagrante violación a la Constitución Política local, que habían protestado fielmente guardar y hacer guardar y también ocurre a confirmar aquel acertó, la circunstancia de que en octubre de 1923, la Legislatura hubiese declarado un nuevo desafuero, pues que de no haber tenido ya el C. general José M. Sánchez su carácter de gobernador constitucional, habría sido enteramente inútil tal desafuero, ya que en tal caso no habría habido investidura de qué despojarle.

"Considerando: que como consecuencia de la insubsistencia de los desafueros anteriormente decretados en contra del C. general José M. Sánchez, deben quedar también insubsistentes los procesos que habían sido abiertos contra el mismo, toda vez que han descansado en una base completamente falsa e ilegal y es de justicia que dicho ciudadano goce de todos los derechos civiles y políticos que le corresponden.

"Considerando: que si bien es cierto que existe el gobernador constitucional del Estado, también lo es que ha estado separado de sus funciones y continúa separado de ellas en virtud de la licencia ilimitada que tiene concedida, y habiendo vuelto el Estado al orden constitucional interrumpido por el último movimiento rebelde contra el Gobierno legítimo de la República, misión que tenía directamente encomendada el gobernador provisional, C. Alberto Guerrero, es llegado el caso de que se proceda al nombramiento de gobernador interino, ya que la misión del provisional ha concluído y su existencia con ese carácter carece de razón de ser, con motivo de la instalación de la presente Legislatura, y tal nombramiento debe recaer en el ciudadano que inspire más confianza a los representantes populares y llene a la vez las aspiraciones del pueblo.

"Por lo expuesto, el XXVI Congreso del Estado, decreta:

"Articulo 1o. Se ratifica en sus términos la licencia que el 15 de marzo de 1922 concedió la XXV Legislatura del Estado al C. general José M. Sánchez, para estar separado, por tiempo indefinido, del cargo de gobernador constitucional del propio Estado.

"Artículo 2o. Se declaran insubsistentes, con todas sus consecuencias jurídicas, los desafueros decretados en febrero de 1922 y en octubre de 1923 y, en consecuencia, continúa el C. general José M. Sánchez siendo gobernador constitucional del Estado y gozando de todos los derechos civiles y políticos que a todo hombre y ciudadano corresponden.

"Artículo 3o. Se nombra gobernador interino constitucional del Estado libre y soberano de Puebla, al C. Alberto Guerrero.

"Artículo 4o. El gobernador nombrado, C. Alberto Guerrero, se presentar ante esta Cámara a las 12 del día de hoy, para otorgar la protesta de ley.

"El ciudadano gobernador hará publicar este decreto por bando solemne.

"Dado en el Palacio del Poder Legislativo del Estado, a 1o. de junio de 1924. - Eduardo Cordera, D. P. - Ángel Quiroz Martínez, D. S. - Arturo Perdomo, D. S.

"Sufragio Efectivo. No Reelección." - Por lo

tanto mando se imprima y publique por bando solemne. Palacio del Departamento Ejecutivo. - Puebla de Zaragoza, 1o. de junio de 1924. - El gobernador provisional, Alberto Guerrero. - El secretario general de Gobierno, licenciado Juan Crisóstomo Bonilla."

"El C. Morones: Con permiso de la Presidencia me voy a permitir interrogar nuevamente a la comisión para que me diga si en virtud de este decreto el ciudadano general José María Sánchez debe ser considerado como el gobernador constitucional del Estado de Puebla; sí o no.

El C. Madrigal: El gobernador constitucional del Estado de Puebla, general Sánchez, tenía licencia ilimitada; de suerte que puede considerarse con ese decreto que no existe el desafuero para el general José María Sánchez; pero no puede considerársele como gobernador en funciones, porque tiene licencia ilimitada y no se ha presentado al ejercicio de su encargo.

El C. Morones: Mi interpelación es simple y sencillamente si a juicio de la comisión es gobernador constitucional el ciudadano general José María Sánchez; sí o no; en funciones o no.

El C. Madrigal: Debo contestarle, como creo yo que es conveniente contestarle la pregunta. A juicio de la comisión es gobernador constitucional del Estado, con licencia ilimitada y separado del Poder.

El C. Morones: El desafuero.... ¿Me permite su señoría que continúe interpelando? El desafuero a que se refiere este mismo decreto deja de subsistir en virtud del mismo el primero de junio de 1924. ¿No es esto?

El C. Madrigal: En derecho, cuando se decreta que no hay delito que perseguir, tiene efecto retroactivo. Un delito que no se ha cometido, no se ha cometido desde su origen y no precisamente desde el día en que se pronuncia la sentencia ejecutorial.

El C. Morones: ¿Me permite su señoría? Yo no prejuzgo en este caso de los motivos, de las causas que llevaron a la Legislatura a dictar ese desafuero, sino simplemente si quedó rectificado el acuerdo de la misma Legislatura en la fecha en que se publicó este decreto, o sea el primero de julio de 1924.

El C. Madrigal: No entiendo lo que usted me pregunta. (Una voz: ¡Sólo una pregunta!)

El C. Morones: Yo tengo libertad, si me lo permiten, para preguntar en la forma que lo crea conveniente. Decía a usted que si el desafuero dictado por la Legislatura de Puebla, meses antes de la publicación de este decreto, se entiende que dejó de subsistir en virtud del acuerdo de la propia Legislatura a que se refiere el decreto publicado el primero de julio de 1924.

El C. Madrigal: Sí, con motivo de eso deja de subsistir.

El C. Morones: Desde el punto de vista moral que, a mi manera de ver, es el que sirve de basamento para fincar el espíritu de las leyes, o más bien dicho, de él se derivan, nos lleva a la conclusión de que es muy difícil venir a sostener aquí si hemos de traer como contingente moral el que legalmente pueda haberse presentado siquiera candidato el ciudadano José María Sánchez, no solamente como senador por su Estado, sino como diputado al tercer distrito de Puebla, desde el punto de vista legal.

El C. Sánchez José María: Una interpelación al orador. Usted ha asentado que soy gobernador....

El C. Presidente: Pida usted la palabra. Si el orador le permite.

El C. Morones: Con todo gusto, las que usted quiera.

El C. Sánchez José María: Usted ha asentado que soy gobernador del Estado de Puebla porque por medio del decreto se me considera como gobernador constitucional del Estado de Puebla, ¿no es verdad?

El C. Morones: Es la comisión la que lo ha dicho.

El C. Sánchez José María: Usted ha preguntado a la comisión y yo le voy a contestar en nombre de la comisión.

El C. Morones: Me permito decirle a su señoría que si me va a contestar en nombre de la comisión, está probando a su connivencia con la comisión, porque es la encargada. (Aplausos.)

El C. Sánchez José María: Pero usted desea saber si soy o no gobernador del Estado de Puebla.

El C. Morones: Yo se lo he preguntado a quien me ha parecido conveniente preguntárselo, o sea a personas muy cultas encargadas de su caso. Si estimara oportuno interpelar a usted y en el curso de mi peroración lo haré, ya me dirigiré a usted, señor general José María Sánchez. (Aplausos.) Decía que si desde el punto de vista moral se juzga este hecho típico y hemos de admitir que toda ley tiene como base la moral o debe tenerla por lo menos, nada más difícil que venir a la tribuna a aseverar que el caso que nos ocupa es uno de aquellos en que la legalidad campea. Y conste que en dos ocasiones he afirmado que en la formación de esta Legislatura más que otra cosa se hacía preciso, se hace necesario, a mi manera de entender, que se aplique el criterio político, sin no en todos los casos, en la mayor parte de ellos; pero juzgando con el mismo criterio a que se ha hecho mención reiteradas veces en esta tribuna por parte de los elementos encargados de dictaminar y en aquellos que han provocado debate, colocándome estrictamente dentro de este criterio, dentro de esta situación, es verdaderamente absurdo sostener que una persona que ha estado procesada, con razón o sin ella, yo no seré el que sin pruebas bastantes levante mi voz para señalar al ciudadano José María Sánchez como culpable o no culpable, pero simple y sencillamente ha estado procesado, se ha llegado hasta el desafuero de él, ha venido una serie de incidentes en ese Estado, de crisis de trascendencia, en virtud de los cuales los intereses revolucionarios han padecido seriamente y los intereses sociales han padecido también; a través de todo ese maremágnum se presenta el mismo ciudadano José María Sánchez que fue desaforado, que promovió estas crisis, que provocó estos escándalos, que provocó esas dificultades, se presenta como candidato a senador, se presenta como candidato a diputado y pretende hacer del Estado de Puebla un feudo en donde su suprema voluntad sea la que dicte el canon dentro del cual tengan que desarrollarse todas las actividades públicas y administrativas.

Desea tomar, como instrumento, como biombo al gobernador electo por la Permanente, el ciudadano Alberto Guerrero, y cuando este hombre ya no pudo soportar la presión que ejerciera sobre él el general José María Sánchez y sus secuaces, rompió con él, volvió la crisis, vuelve la ansiedad y la comisión cierra los ojos ante el grito, no solamente de la reacción que poco derecho tendría a que se le atendiera sino de la misma revolución, de los mismos intereses revolucionarios; cierra su conciencia, los ojos, los oídos y a secas quiere presentarnos este caso como uno de aquellos en los cuales puede descansar la conciencia de un hombre, si es honrado. Señores presuntos diputados y diputados, es cierto que el señor general Sánchez ha tomado participio en los distintos movimientos armados que se han verificado en el país; es cierto que él ha sido uno de los hombres, según me han informado, que ha ido en más de una ocasión a luchar; es verdad que ha hecho algún viaje a Europa y que después de esta brillante tournée al regresar a México se ha sentido con la suficiencia bastante para opinar sobre cuestiones sociales y hasta algún libro ha escrito o le han escrito, que ha lanzado a la publicidad; es verdad también que él ha hablado en nombre de la revolución, y es verdad también que en los banquetes famosos de Palavicini que se efectuaban en Chapultepec, él expuso sus ideas dentro del criterio social, dentro de lo que él llama el momento actual; pero dentro del cumplimiento de los deberes de un hombre que levanta la túnica del gobernante revolucionario, dentro de esos deberes indeclinables que tiene todo hombre que ha ido no solamente al campo de la acción sino al campo de la idea a defender principios avanzados, cuando una persona - en este caso el general Sánchez - fue electo gobernador del Estado de Puebla y tuvo que llevar a la práctica todos aquellos postulados, todas aquellas enseñanzas, todas aquellas ideas, todos aquellos principios por los cuales pretendió luchar o luchaba en realidad, es cuando se experimenta el más serio, el más hondo, el más trascendental y más definitivo desengaño por parte de aquellos elementos que debieran esperar, que habían esperado de la gestión de él una acción eminentemente revolucionaria - no se alarme el general José María Sánchez si cree interpretar esta declaración como un ataque a su revolucionarismo -, si por revolucionario ha de entenderse al hombre que toma un fusil y va al campo de batalla a matar a los que se le señalan como enemigos de la causa del pueblo; si por revolucionario ha de ser tenido el hombre que empeñado en una tarea iconoclasta destruye, destruye y destruye; si por revolucionario ha de ser señalado aquel individuo que sólo habla de aniquilamiento y sólo representa el criterio negativo o que cuando tiene ya una responsabilidad que cumplir, no la cumple; yo creo que quienes sostengan ese criterio, los que califiquen de revolucionarios a los hombres que en esas condiciones luchan, padecen un craso y grave error.

Es verdad que ser revolucionario, si no consciente en la forma íntegra de lo que puede ser la revolución, por lo menos movido por esa intuición de que he hablado en otras ocasiones, es verdad que ser revolucionario es exponer la vida o defender ideas, ora en la tribuna, en las calles o en las plazas, ora en el Parlamento; pero no es esa ni puede ser esa la fase principal del revolucionario cuando éste se cree con derecho para gobernar o representar una Entidad Política. La revolución, a pesar de que, según la interpretación de todos, destruye; a pesar de que la interpretan todos en forma negativa, la revolución, eminente, grande, única y eficaz es aquella que levanta sobre los escombros de un pasado un nuevo mundo; es aquella revolución que construye, es aquella que le da los elementos necesarios al hombre de gobierno para hacer la política de equilibrio; pero de equilibrio bien entendido, ir encauzando, dirigiendo la nave del estado que él representa, el sentimiento, su causa, o lo que sea, haciéndose sortear todos los peligros, avanzar, si se quiere con lentitud, pero en forma segura, definitiva, pero categórica; ser revolucionario no es empeñarse en hacer absurdas leyes, y cuanto más absurdas, mejor, con tal de que se hable de revolución, burguesía y de proletariado; por más que se sepa que esas leyes no tendrán aplicación efectiva, por más que se sepa que esas leyes, más que beneficiar, obstaculizan la obra de la revolución. Yo vengo a esta tribuna precisamente valido de la declaración terminante y hecha por un representativo de la comisión que estudió este caso, vengo a demostrar que si alguien le debe, alguien Está necesitado de lanzar reproches a uno de sus hombres, porque reconozco que José María Sánchez ha militado en las filas de los revolucionarios, es la misma revolución la que tiene el derecho de clamar en contra de él; yo no vengo enconado en contra del general Sánchez, yo no vengo a lanzar sobre él simplemente el odio, la calumnia o la diatriba; de ninguna manera; vengo sencillamente a decirle: usted podría haber hecho del Estado de Puebla cuando fue gobernante, el verbi gratia que sirviera de ejemplo a la tarea constructiva de la revolución. Yo sé que usted puede tener compaginadas tierras que ha repartido, leyes que ha publicado; pero sí, también, tengo que decir que ser agrarista, ser laborista o ser revolucionario no quiere decir lanzar leyes, leyes, y más leyes que no tengan aplicación fundamental; ser agrarista, ser laborista o ser revolucionario es dar aquellas leyes que las circunstancias del medio permitan que se hagan tangibles, cuanto más avanzados, mejor. Si la declaración de principios de la revolución, que no es otra cosa la Constitución de 17, ya da la pauta en materia de revolucionarismo y en materia radical, las leyes reglamentarias de esos principios son las que va a convertir en realidades dentro de nuestro medio cada uno de esos postulados, deben ser objeto, por parte del gobernante, de un minucioso cuidado, de una tarea completamente de análisis. Y el ciudadano José María Sánchez, de Puebla, ha hecho tanto mal a la revolución, más todavía que el mismo elemento reaccionario y ha hecho mal a la revolución en su Estado, porque, a pesar del esfuerzo que pudiera calificarse de tal el que ha desarrollado durante todo el tiempo que fue gobernador, se empeñó en hacer absurdos, se empeñó en hacer intangible e irreal todo el espíritu de la revolución ya dentro del encauzamiento de las actividades administrativas y políticas. Recuerde.

su señoría aquella ocasión en que discutíamos en su casa ya hace algunos meses, la ley aquella reglamentaria del artículo 123, cuando le objetaba, no porque me parecieran demasiado avanzados, no porque me parecieran demasiado radicales algunos de los procedimientos allí recomendados, allí insertados, sino porque me parecía que en el Estado de Puebla era absurdo creer, hacer creer al elemento trabajador, al elemento organizado, que la reglamentación tan deseada del artículo 123 ya estaba hacha y en virtud de ella podía exigirse inmediatamente la aplicación del espíritu de la ley. Conociendo perfectamente aquel medio, conociendo perfectamente la idiosincrasia de los elementos trabajadores, le preguntaba categóricamente a su señoría: ¿Y usted cree que tenga aplicación esta ley? ¿Usted cree que pueda llevarse a feliz término? Y usted me contestaba: "Creo que no, creo que llegaremos a una crisis; pero estoy pronto a caer, prefiero caer dando esta ley, porque lo he prometido." A primera vista qué sentimental, qué bello el gesto de un hombre que dice: lanzo esta ley, ley reglamentaria, lanzo esta disposición a sabiendas de que no podrá cumplirse; se soliviantar el espíritu popular, vendrán los sindicatos obreros, la Confederación, a reclamar el cumplimiento de ella, dar recursos legales, absurdos o no, pero existentes al fin, de que pueda echar mano el capitalismo organizado; vendrá la solicitud de amparo, vendrá una serie de actos que harán imposible está ley, el cumplimiento de está reglamentación; pero así y todo me empeño en hacerla para darme la satisfacción personal de que se diga: José María Sánchez, X, B o Z, publicó un reglamento que era muy avanzado; sabía que no podía cumplirse, sabía que iba a provocarse conflicto tras conflicto y como consecuencia de ello caerían muchos trabajadores del distrito de Atlixco, y como consecuencia de ello lucha enconada del capital y el trabajo, y como resultante un número de víctimas obreros y, sin embargo, por darse satisfacción egoísta, lanzó este reglamento que no pudo cumplirse. Desde el punto de vista sentimental, decía, es un bello gesto; desde el punto de vista de la responsabilidad, del concepto de responsabilidad de un hombre y de un gobernante, fue el más grande de los absurdos; fue una tarea, si me resisto a creer que haya habido dolo y perfidia al hacer solamente con fines políticos una reglamentación como aquella; pero el caso es que la reglamentación no puede verificarse, el caso es que las huelgas se iniciaron, que la lucha en el distrito de Atlixco entre los trabajadores libres y los sindicalizados se exacerbó hasta el grado de que casi a diario había asesinatos entre los mismos obreros; pero no solamente el ciudadano José María Sánchez se limitó a crear dificultades al desarrollo, al proceso evolutivo de la revolución en ese Estado, eminentemente reconstructivo, como es sin duda el funcionamiento de un Gobierno que se dice revolucionario. No solamente se limitó a eso, sino que paso de la egolatría, creyó, y creyó de buena fe, así lo supongo yo, creyó que la revolución le daba el derecho de invertir los términos; creyó que "el quítate tú para ponerme yo" era la divisa a la cual debería ajustar sus planes, y si ayer hubo un Gobierno que no recuerdo, una serie de gobernantes en la época porfiriana, de dictadores, de verdaderos caciques, verdaderos explotadores, hombres que aherrojaban la voluntad, el albedrío del pueblo de ese Estado, después el general Sánchez creyó que prestigiar a la revolución, que ser revolucionario es incurrir en esos mismos desacatos; creyó que podía mover todos sus hilos, que los hombres de la revolución, hijos también de aquel Estado, no eran sino figuras agregadas a su gran personalidad, al cual podía mover a su antojo y, ora echando mano de los hombres prestigiados dentro del agrarismo, dentro de la revolución en general, ora tratando de intrigar políticamente, fue de tumbo en tumbo descendiendo la situación en aquel Estado, relajándose el concepto de moral, el concepto de revolución, de honradez, de justicia, de democracia, hasta el punto en que vemos que hoy culmina, en que un hombre que ha obrado en esta forma y que ha hecho, no una, sino cien acciones que lo desautorizan para representar al Estado de Puebla, viene hasta aquí y trata de contestar él por la comisión encargada de juzgar su caso, cuando este absurdo por sí solo demuestra la connivencia establecida entre el juzgado y sus jueces. Yo creo, señores presuntos diputados, que es hora ya de que determinemos cuáles son los objetivos hacia los cuales caminan esta gran masa que dentro de nuestro territorio se llama familia revolucionaria; yo creo que es hora ya de que vayamos exigiendo el concepto de responsabilidad y que quede definitivamente estereotipada aquí como un faro que ilumine nuestros pasos; es hora ya de que sepa el mundo entero cuáles son en materia constructiva las tendencias, las miras, el programa de acción del mismo elemento revolucionario. Hoy precisamente cuando en la vieja Europa, el más grande, el más alto de los representantes del movimiento radical por lo que se refiere a los hombres que están fuera del Gobierno se encuentran en aquellos países, ahora que este hombre, gemelo en ideas y en corazón del actual presidente de la República, se llega hasta Alemania, la patria del militarismo, la patria del Káiser y desde allá , en medio de aquellos festejos, en medio de aquellas alabanzas, en medio de aquellos hosannas que cantan al México revolucionario, este hombre envía un saludo, el único, el más significativo y el más grande al pueblo trabajador, llamando en esta hora en que todo el mundo se pregunta qué ir a ser de la patria mexicana, qué ir a ser del México revolucionario, del México caótico cuando Calles asuma la primera magistratura en esa República, cuando todo el mundo cree que la revolución la interpretamos aquí golpeándonos, insultándonos, acabándonos unos contra los otros en una concupiscencia vergonzosa, en este instante en que absolutamente todos los del por y del contra se hacen la misma pregunta, ¿cómo gobernar Calles?, en esta hora suprema son los elementos radicales y los elementos avanzados los que tenemos que venir aquí a hablar del programa constructivo de la revolución y hablar de las responsabilidades inherentes a todo hombre que esté dentro de ese movimiento. No, si hemos de ser aceptados por el mundo civilizado, ha de ser definiendo categóricamente cuál va a ser nuestro programa de

acción. Nuestros gobernantes, aquellos que podamos enviar, ora a la primera magistratura de la República, ora a la primera magistratura de los Estados, ¿habrán de ser los hombres caóticos, los hombres sin responsabilidad, los caciques que se amparen bajo la sombra de nuestras banderas revolucionarias para hacer obra de desquiciamiento, para hacer obra negativa, para hablar de agrarismo y creer que éste es solamente por sí solo el que presenta un hombre cuando desde una tribuna, tal vez con fines políticos, habla de tierras y ejidos? Ese no es el agrarismo en su gran acepción en su única definición; el agrarismo, señor general José María Sánchez, usted que se ha llamado agrarista, es aquel que no se manifiesta en los actos de un gobernador, cuando no solamente da tierras, sino cuando le da medios para trabajarlas, cuando después de darle esos medios para trabajarlas, requiere de él la responsabilidad del uso que hace de la tierra que se le ha entregado y cuando haciendo abstracción de lo individual, de lo personal, este mismo gobernante, este mismo hombre procura darse cuenta de que es preferible en muchos casos, así es preferible en muchos casos explicar, convencerse de que no es posible marchar tan de prisa, hablando con sinceridad, a aquellos que están necesitados de esas mismas tierras, hablando a aquellos que las requieren con presteza, convenciéndolos, con toda honradez de que nada les sirven las tierras si juntamente con ellas no va el arado, los implementos de labranza, todo aquello que hace falta para poner en condiciones de triunfo a un hombre a quien se le entrega la tierra; repito, hablarles en otra forma, dirigirse en otro sentido constituye simple y sencillamente en la mayoría de los casos una engañifa, constituye en la mayoría de los casos un acto por mil motivos reprobable. ¿Por qué? Porque sencillamente al hombre a quien se le entrega la tierra, la hombre a quien se le da un pedazo de X dimensiones, diciendo: "esto va a ser tuyo, esto va a compensarte de todo tu pasado, de todo tu dolor, en virtud de este donativo que la revolución te hace, tú vas a ser feliz", y después se le deja abandonado a su suerte y después nadie hay que se ocupe de él, ni el líder político, ni el líder social que vayan a vigilar, que vayan a exigir, que vayan a observar qué le falta a aquel hombre a quien se le ha dotado de tierra, qué le falta para triunfar, en este abandono en que se le retiene, esto determina una acción contraria a la tendencia revolucionaria, contraria a la tendencia agrarista, porque aquel hombre se siente decepcionado, se siente desamparado, porque aquel individuo llega en su abandono a creer que en lugar de un bien se le ha hecho un mal. Por eso conceptúo falso revolucionario y falso agrarista a aquel hombre que sólo se preocupa de hablar de reparto de tierras y no pone de por medio toda su buena voluntad para hacer que esas tierras que se reparten sean efectivamente trabajadas y representen el beneficio que se espera de ellas. ¿Que por qué hablo de estas cosas? Claro que es más fácil hablar de los gestos que tiene tal o cual hombre en su actuación política tratando de prestigiarse en lo individual; claro que es preferible que yo dijera cómo se atropelló el sufragio en el 3er. distrito por tal o cual presidente municipal, por tal o cual autoridad; claro es que sería preferible, que tratara de ver cuántos votos le han quitado a uno o a otro candidato; pero no, es necesario deslindar, destruir las falsas personalidades, cuando estas falsas personalidades, si no por maldad, por ignorancia o por no conocer lo que es la responsabilidad, comprometen el prestigio de la causa que estamos defendiendo, o sea la revolución en su período reconstructivo; es preciso que sepa todo el mundo hasta dónde vamos a repartir todas las tierras que sea posible, para entregar todas las tierras que sea posible, pero al mismo tiempo dar todos los elementos necesarios para que sean trabajadas estas tierras; porque es preferible en muchos casos esperar a que este reparto se haga, antes de insistir por medio de procedimientos que son originados por la irresponsabilidad de tal o cual elemento, que entregar esas tierras y que provocar casos tan dolorosos como los que han pasado en que los hombres a los que se han dado han dicho: ¿para qué quiero esta tierra? Quiero mejor trabajar a sueldo. Son verdades amargas, pero verdades al fin que con todo valor debemos afrontar; son verdades amargas, porque claro Está que hablando de revolución y hablando del concepto de deber para alguien. se es sencillamente, inconsecuente pero es que el México revolucionario tiene el derecho y el deber al mismo tiempo de dar a conocer su tendencia para el futuro dentro del Gobierno del general Calles; y lo mismo que hablo de la cuestión agraria, hablo de la cuestión obrera. La cuestión obrera es otro de los problemas que tenemos que tratar absolutamente con toda honradez. La reglamentación de las leyes que se hagan en este recinto, tiene que ajustarse al estado actual y a la situación actual, a la real, a la positiva, que nos permite la fuerza de que dispone la revolución en México para llevarla a la práctica; pero sí que ley que salga de este recinto, sea ley que sea aplicada y no algo que quede escrito y relegado al olvido, algo que no sea más que una engañifa política para cazar votos.

En este momento, claro está, no puede hablarse como se habla en los motines, como se habla en las calles, como se habla en todos los lugares, y no debe hacerse así, porque siendo todos agitadores, debemos tener en cuenta que hay dos aspectos dentro del agitador: el agitador, el hombre que mueve, que sacude las conciencias, el hombre que reciamente llama a ellas, el hombre que lleva a su palabra el gesto de la verdad, todo ese sentimentalismo, toda la teoría de un más allá edificante y constructivo, algo que constituye para los de abajo, para las desheredadas una esperanza nueva con qué cobijar sus penas y desengaños. El agitador llega aún más lejos y les habla de revancha, de manumición de ataque, y los convoca a la lucha intrépida y ciega, habla de barricadas y habla de incendios, porque en ese momento lo que hace falta es sacudir la polilla, la apatía, el indiferentismo del hombre o los hombres a quienes se dirige para hacerles creer en la posibilidad de un éxito e inculcar en ellos el entusiasmo, porque el entusiasmo es factor de éxito definitivo, es factor de responsabilidad en las luchas titánicas que sostiene la humanidad; pero cuando termina esta primera fase de la misión

del agitador, comienza la otra, es aquella en que los hechos deben tener a colaborar la teoría. Hablar de una sociedad nueva es hablar de algo muy bello, es hablar de algo muy grande y simple y sencillamente decirle al mundo doliente: "mañana serás feliz"; ¿pero qué, por el hecho de decirlo, de preconizarlo, eso simple y sencillamente va a bastar para transformar a la sociedad? No, se requiere un largo proceso, largo o corto, depende del grado de capacidad que exista en los elementos encargados de esta transformación, se requiere el concepto de responsabilidad que tiene que verificarse dentro del medio en que se lucha, dentro del medio en que se vive, ir a Puebla y decir a nuestros compañeros los obreros: vuestra hora ha llegado ya, sois libres, ya podéis echarnos encima de todas las industrias, ya todo se puede hacer simple y sencillamente por vuestra espontánea voluntad, apoderaos de todo lo creado. Esto es muy revolucionario, esto es muy efectista, esto es de aquello que se puede considerar discurso, palabrería, o lo que sea, que todos hemos pronunciado y no debemos arrepentirnos por ello; pero en el momento en que nos pregunten esas multitudes, en el momento en que nos pregunten esos hombres cómo hacerlo, es que voy a echarme encima de las factorías, voy a llegar con un número equis de trabajadores a apoderarme de esas fábricas, ¿y en virtud de mi enorme voluntad van a moverse los telares, van a haber administración? No. Cuando esta interpelación venga y no se ría el compañero Sánchez, estoy tocando la verdadera llaga, estoy también haciendo la auto crítica mía, también yo he sido agitador, también yo tengo responsabilidades que cumplir; muchos de los compañeros que están sentados a su lado son agitadores en Yucatán; pero es que en este momento en este instante analizando estos hechos, agitadores y todo como hemos sido y que seguiremos siendo, tenemos el deber de ser responsables para prestigiar a nuestra propia causa, y decía a usted ya en el terreno de las explicaciones, de la fórmula para llegar a transformar el medio obrero, tiene que venir entonces la capacidad, tiene que venir la posibilidad de la representación de la revolución, en este caso del Gobierno, para ser tangible, sin perjuicio de un fracaso, sin peligro de un fracaso, rectifico, sin temor a un verdadero desastre, si es factible o no dar aquél paso. ¿Que esto no es revolucionario? ¿Que esto se parece mucho a la exposición de ideas retardatarias? Nada más absurdo, es más difícil tratar de orientar una multitud ajustándola a determinado canon, ajustándola a determinado cauce; es más difícil hacer eso, ir contra la parte incontrolable de sus nervios y de su espíritu, que decir a todo que sí, e improvisas discursos y hacer falsos reglamentos al artículo 123. Por eso muchos de los que hablan de memoria, se entiende, censurando al Gobierno actual, tratando con ello de hacer política al mismo Gobierno en los centros obreros o campesinos, dicen: ¿Pero qué ha hecho Obregón? ¿No Obregón era como una especie de padre, de apóstol, de pastor de un rebaño? ¿No Obregón era así como el hombre que iba, en virtud de su enorme voluntad, a transformar todo? ¿Por qué se detiene Obregón ante este obstáculo y por qué se detiene este otro? ¿Y por qué no da todo de sí, absolutamente todo lo que se ha imaginado alguien que se pudiera dar y lo que muchos deseamos que pudiera dar? ¿Por qué? Porque existe dentro de un medio sujeto a las influencias capitalistas internacionales, porque está sujeto nuestro país con todo y ser tan revolucionario y avanzado, está sujeto a la ley del equilibrio internacional, porque por desgracia el México revolucionario tiene enfrente enormes valladares que abatir, tiene enfrente enormes obstáculos que apartar y por eso en más de una ocasión hemos tenido que aceptar en contra de nuestro sentimentalismo, pero no en contra de nuestra razón, tal o cual precepto que ha herido nuestros grupos, que los ha perjudicado, porque hemos estado consientes de esa responsabilidad que nos mancomuna a la que tiene el Gobierno actual. Pues bien; yo he venido ante nosotros a exponer estas consideraciones para demostraros dos cosas: la primera, que sí ha habido hombres que sean la negación de la obra constructora revolucionaria, uno de ellos es José María Sánchez, y más que todo, para los legalistas, se entiende; para nosotros lo primero basta, más que todo, que José María Sánchez ha querido convertir el Estado de Puebla en un feudo. Imposibilitado para gobernar, y usted sabe que está imposibilitado para gobernar el Estado de Puebla, señor José María Sánchez, porque si no lo estuviera no hubiera usted ido a Europa, porque si no lo estuviera hace mucho tiempo que estaría usted en el palacio de Gobierno de Puebla. usted sabe que a pesar de la investidura que le da este decreto, no puede usted ser gobernador del Estado. Pues bien, en las condiciones suyas, con toda la labor que verificó allá, con todas las componendas que usted trajo consigo arrastrando o sorprendiendo al grupo de revolucionarios, sobre todo agraristas, que en una época le ayudaron a usted a consolidar su personalidad política, usted que cree que la revolución es simplemente hablar de ella, hacerse autobombo, hacerse reclame, tratar de insultar a la burguesía o a la reacción, cree usted que con ello sienta plaza de revolucionario limpio, sino que ponga además de eso toda una gestación, todo un proceso de obra constructiva, de obra eminentemente constructiva, ¿cree usted que con aquel ambiente formado por los incondicionales suyos en todo el Estado, usted que ha tratado de apelar al terror en todas sus formas, cree usted que puede venir democráticamente a sentarse en esos escaños en estos momentos en que la revolución necesita por lo menos de hombres más modestos que usted, pero con mejores intenciones, con más sanos principios y con mucha mayor honradez; cree usted, señor José María Sánchez, que va a intimidarnos a pesar de que enfáticamente lo dijera a los representantes nuestros del Estado de Puebla, va a intimidarnos que venga acompañado por una banda de asesinos? ¿Cree su señoría que va a hacer temblar a los que hemos defendido y seguiremos defendiendo a la revolución como la entendemos? No, señor, se equivoca usted de medio a medio. (Aplausos.)

Usted habrá escrito un libro socialista, señor, con citas de muchos otros libros y con la ayuda de muchos otros autores; usted habrá hecho decretos que ha puesto en vigor y han desprestigiado en lugar de prestigiar a la revolución en el Estado de

Puebla; usted ha burlado la confianza que tenían depositada en usted los elementos trabajadores de las fábricas en el Estado de Puebla, y ha tratado, por medio del soborno, de sacar del sendero de honradez en que estaban aquellos ingenuos, aquellos sencillos compañeros nuestros que trabajan en las factorías de Atoyac; usted ha podido hacer eso corrompíendolos; usted ha podido pretender, usted ha podido aspirar a ser líder nacional y a venir aquí a esta Legislatura a imponer su voluntad por el terror, por el oro; pero todavía tiene usted que enfrentarse con el grupo m s organizado de obreros del país, con las mismas organizaciones campesinas que ya saben perfectamente a qué atenerse respecto a su falso revolucionarismo. Usted no ha triunfado en el Estado de Puebla, porque triunfo no puede llamarse, no debe llamarse triunfo a aquel que se obtiene en contubernio con las autoridades; aquel requisito que se manifiesta inmediatamente por parte del gobernador actual de Puebla, requisito puesto por usted para apoyarlo, puesto por usted para sostenerlo dentro de la Permanente, de que debe ser su incondicional. Felizmente el incondicional, el esclavo de ayer, se ha rebelado contra el amo o contra el falso amo; de manera que se sabe que el mismo que le sirvió de cómplice hasta hace muy poco tiempo, es su principal acusador, que él mismo lo señala a usted como el que pretendió disponer de vidas y haciendas en el Estado de Puebla en nombre de la revolución. La revolución no es el saqueo, si este saqueo es en beneficio de un hombre. Aquí estamos frente a frente, como usted lo quería; aquí estamos cara a cara, como usted lo quería; ya sabe usted, y deben saberlo los compañeros integrantes de esta Cámara, que el mayor bochorno, que el mayor bofetón que la revolución llevaría es el hecho de dar como limpia, de dar como legal la credencial de usted; no puede admitirlo ninguna conciencia honrada. (Aplausos.) Y ahora haga usted funcionar a sus esbirros, nada m s que se equivoca, se equivoca de medio a medio. Hombre a hombre, cara a cara, nos va usted a encontrar a uno por uno; tenga usted en cuenta estas palabras mías. La organización obrera se previene no solamente en contra de usted, sino en contra de otros falsos líderes de otros Estados que han traído aquí un ejército de asesinos (Aplausos.) para pretender infundir miedo en nuestras conciencias. Las organizaciones obreras los vigilan muy estrechamente; podemos caer algunos, pero no ser n pocos los del lado de usted que dejen de caer también.(Aplausos.) Trabajo de policía ser , y no mío, desentrañar lo que hay acerca de la cuestión que yo denuncio. Cara a cara yo lo acuso a usted, a usted lo acuso de haber traído esa banda de asesinos del Estado de Puebla, los mismos que asesinaron a los hermanos Moro. ¡Yo lo acuso a usted! (Aplausos.) Y cuando la policía trabaje - si trabaja -, podrá darse cuenta, podrá desentrañar el misterio del asalto al diputado Santa Anna, del asalto a otros diputados, inclusive a un presunto que est aquí, podrá darse cuenta y saber de dónde parten esos golpes. ¡También eso es ser revolucionario, señor José María Sánchez? ¿Cree usted que la revolución es eso? Si no tuviera en mi conciencia todos los elementos de prueba bastantes para declarar lo que digo, dejaría de hacerlo; pero como los tengo y como acepto el reto hasta en ese terreno, en nombre de las minorías, en nombre también de las mayorías a quienes usted est traicionando haciendo labor contra de ellas mismas... (Aplausos.) declaro terminantemente que se ha equivocado usted de medio a medio al querer imponer su candidatura aquí a base de terror. Yo sé que usted mandó decir al que habla que no hablara esta tarde si en algo estimaba su vida. ¡Yo he hablado! (Aplausos.) Yo he hablado aquí, vengo a denunciarlo aquí. El Poder Legislativo de Puebla puede estar corrompido y tener en su seno todo el morbo necesario para no ratificar el desafuero de usted; las autoridades venales de Puebla pueden haberlo absuelto del proceso que se le abrió; pero en la conciencia de los hombres revolucionarios, en la conciencia de los hombres honrados usted ser señalado para siempre como el asesino intelectual de los hermanos Moro. (Aplausos Ruidosos.) Voces: ¡Bravo!)

Presidencia del C. JUAN B. SALAZAR

El C. Valadez Ramírez: Pido la palabra para una interpelación.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Valadez Ramírez para una interpelación.

El C. Valadez Ramírez: Señores presuntos diputados:

Verdaderamente me he quedado asombrado y seguramente conmigo muchos compañeros .....(Voces: ¡Tribuna!) del discurso pronunciado por el compañero Morones. (Voces: ¡Tribuna!) Es una interpelación, compañeros; el ciudadano Morones al referirse a la Ley del Trabajo de Puebla ha sentado una tesis absolutamente reaccionaria, que le envidiaría Sánchez Albarrán. El ciudadano Morones ha dicho que en Puebla se ha expedido una Ley del Trabajo que no podría ser cumplida, y el ciudadano Morones se olvida de que la Legislatura poblana no ha hecho sino cumplir con la Constitución de 1917. ¿Qué tenía que ver la Legislatura poblana con que hubiera jueces de distrito capaces de conceder amparo contra la aplicación de una ley? (Aplausos.) Los reaccionarios del país han sostenido que el artículo 123, en sus fracciones XX y XXI, no puede ser aplicado porque est en contravención con el artículo 13, que prohibe el establecimiento de tribunales especiales. Y bien; para un cerebro cualquiera, medianamente equilibrado, debe existir la convicción de que el artículo 123 no pueda estar en contravención con ningún otro artículo constitucional. El artículo 123 no es, en todo caso, en sus fracciones XX y XXI, sino una excepción del artículo 13. ¿De manera que la Legislatura poblana iba a rechazar un proyecto de ley de reglamentación del artículo 123 enviado por el ciudadano José María Sánchez, nada m s porque sabía que los jueces de distrito concedían amparo contra la aplicación de esa ley? Al contrario, ciudadanos presuntos diputados, la Legislatura de Puebla hizo bien en aprobar ese proyecto de ley, como hizo bien la Legislatura de Jalisco al aprobar un proyecto de ley en idénticas condiciones. (Aplausos.) Ya lo hemos visto, a la corta o a la larga las

leyes revolucionarias se imponen: El artículo 123 está siendo respetado por todas las autoridades del país.

El C. Morones, interrumpiendo: ¡Ah, qué caray! (Murmullos.)

El C. Valadez Ramírez, continuando: La Suprema Corte de Justicia, ciudadanos Morones; usted, que pretende ser el líder máximo del Partido Laborista, debía saber que la Suprema Corte de Justicia est concediendo plena autoridad administrativa a las juntas de Conciliación y Arbitraje para hacer cumplir los fallos de esas mismas juntas de Conciliación. En Jalisco, señores presuntos diputados, se ha expedido una ley reglamentaria del artículo 123, en cuyo proyecto me tocó la honra de colaborar. En esa reglamentación se estatuye que las juntas de Conciliación y Arbitraje tendrán facultades administrativas para hacer cumplir sus fallos, es decir, que después de dictado un laudo pueden, si el afectado se rehusa a cumplir ese laudo, mandar embargar los bienes del interesado y hacer que se cumpla el fallo, de acuerdo con las fracciones XX y XXI del artículo 123. Y ya la Suprema Corte de Justicia de la Nación lleva tres ejecutorias en este sentido. ¿De manera que por qué asombrarse de que la Legislatura poblana dictó una ley que no estaba de acuerdo con los jueces reaccionarios del país? ¡Es verdaderamente asombroso esto! (Aplausos.)

En cuanto a la segunda parte del discurso del ciudadano Morones, también nos ha llamado poderosamente la atención que esté en una contradicción flagrante, absoluta, con las palabras del compañero Soto y Gama. El compañero Soto y Gama - ahí est n sus discursos en el DIARIO DE LOS DEBATES - siempre ha sostenido que deben darse tierras; que primero es ser y después la manera de ser; que primero se den tierras y después se busque la manera de trabajarlas. ¿Por qué ese desacuerdo si son coligados, si son del mismo grupo? Yo interpelo al ciudadano Morones para que nos diga cuál es el criterio que sustenta en materia de aplicación del artículo 123. ¿Tienen las juntas de Conciliación y Arbitraje facultad para hacer respetar sus fallos, o no? (Desorden. Aplausos.)

El C. presidente: Se previene a las galerías que si no guardan el orden y la compostura debidos, se les mandar desalojar, máxime cuando est n integradas por presuntos diputados que debían dar muestra de compostura y de respeto. (Aplausos.) Tiene la palabra el ciudadano Morones para contestar la interpelación.

El C. Morones: Yo he declarado que la Legislatura poblana publicó una ley reglamentaria del artículo 123 a sabiendas de que era impracticable, no porque a los jueces de distrito únicamente les pareciera bien o mal, sino porque contenía tales declaraciones en su texto que... dígame usted qué dice el artículo 3o. de la ley.

El C. Valadez Ramírez: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Valadez Ramírez.

El C. Valadez Ramírez: No soy tan memorista como el ciudadano Morones, pero puedo decirle en concreto cuáles son los puntos fundamentales de esa ley.

El C. Morones: Si el presunto diputado....(Voces: ¡Y diputado!) y diputado Valadez Ramírez, pretende, al interpelarme, sentar el criterio de que he sostenido una tesis reaccionaria. (Voces: ¡Sí! ¡Sí! ¡Digna de "Excélsior"!) Señores: acabo de preguntarle a su señoría cuál era el artículo 3o. de la ley que llama reaccionaria y me acaba de declarar que no lo conoce. ¡Cómo se pone su señoría a decir si tengo o no tengo razón al referirme a la Ley del trabajo expedida en Puebla! Sé perfectamente que la Suprema Corte de Justicia ha reconocido la personalidad de las juntas de conciliación y arbitraje para que sus laudos sean aplicados; pero sé también que los mismos gobernadores de algunos Estados y las mismas autoridades locales, en connivencia con los capitalistas del lugar donde radican, se oponen y desobedecen a ciencia y paciencia de los encargados de vigilar el cumplimiento de las leyes, tales acuerdos, como lo sabe su señoría también. En cuanto al desacuerdo que nota o que cree notar entre lo dicho por el ciudadano Soto y Gama y el que habla, nada m s falso. (Voces: ¡Qué barbaridad!) Usted, señor, habla de memoria. Yo he dicho y repito que no solamente se resuelve el problema agrario repartiendo tierras, si juntamente con estos donativos no van los elementos necesarios para trabajarlas. (Voces: ¿Y de dónde?) He dicho más todavía: que entre el peligro, que entre el peligro, óigalo bien, que entre el peligro de que los campesinos se sientan desamparados, se sientan vencidos porque no se les dé junto con la tierra los elementos para trabajarla, a retardar un poco el instante de dárselas, yo opto por lo segundo. Ya ven ustedes que no hay tal desacuerdo y que lo que yo digo no es hacer propaganda política desde la tribuna, sino lo que mi deber me impone, que es ir aportando mi modesto contingente, proponiendo aquellos medios que, en mi modesto concepto, ayuden a resolver este problema. Su señoría no sabe de cuestiones agrarias, su señoría no sabe de cuestiones obreras, es un ignorante acerca de estas cuestiones. (Murmullos.) Yo reto al señor, en esa tribuna, a una controversia, o como quiera su señoría, para probarle que no sabe nada sobre este particular; yo le ruego que acepte y que en el lugar que quiera nos veamos para demostrarle que es un ignorante, absolutamente, de todo esto.

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano Villavicencio y Toscana.

El C. Villavicencio y Toscana: Yo vengo a recoger en esta tribuna, ciudadano Morones, sus palabras apocalípticas que tienden a erigirlo, m s que en un juez de la credencial del ciudadano José María Sánchez, en un fiscal; pero vengo a recoger esas palabras del ciudadano Morones para ser también un fiscal, no sólo de la personalidad en pugna, sino de las personalidades que se le enfrentan. Vamos aquí, de una vez por todas, ciudadano Morones, a establecer definitivamente el valor de esa palabra de "revolucionario", que usted y el compañero Soto y Gama repiten tanto; vamos de una vez por todas a establecer valores definitivos, quizás, señores representantes, para señalar después con índice de fuego a aquellos que no merecen el título de "revolucionarios", y que

quizá merezcan el salir de los escaños de esta Cámara por no acreditar título para su reelección como funcionarios. Llega aquí José María Sánchez con toda esa ejecutoria de sus actividades anteriores, esas actividades a las que la gran prensa de la capital ha prestado una impresionante leyenda, y viene aquí el ciudadano Morones a pretender sorprender la buena fe de los representantes queriendo que nosotros admitamos lo que es solamente un truco de publicismo. ¡Ah, señores representantes! José María Sánchez tiene el defecto de no rectificar los reportazgos, y este defecto lo tiene quizás porque sea un valor en este ambiente venenoso de nuestra política; un hombre verdad como José Vasconcelos, ese glorioso mexicano visionario, pero din mico; pasional, pero inmensamente renovador y constructivo; hombres verdad que van directamente a la consecución de sus finalidades, creyendo que la verdad de las cosas se impone, han olvidado el valor del publicismo, han olvidado el formidable valor de la prensa, y bien sabemos, señores, que ya ahora ha pasado el momento de la prensa puramente ideológica: nuestro "Monitor", nuestro "Ahuizote", ahora vale m s un reportazgo que un editorial luminoso, y es que la prensa vive de prisa, que no tiene tiempo para analizar las causas, y es preciso buscarla, como la van a buscar Morones, y Soto y Gama para hacerse reclame, porque van tras la línea gata, mejor que tras la realización de los hechos. Si José María Sánchez, al llegar al Gobierno de Puebla, hubiera ido con esa experiencia que hechos posteriores le han dado, habría tenido en cuenta ese valor de la prensa y la habría buscado quizá como colaborador; la olvidó, y por eso la nación no sabe todo lo que se hizo en el Gobierno de Puebla, y si sabe todos los detalles de un crimen vulgar cometido por policías oficiosos; esa misma publicidad que quiere venir a servirnos Morones como un plato de calidad positiva, pero resérvese el ciudadano Morones esa facultad de reportero truculento, la Representación Nacional no se engaña con estas cosas y, en cambio, sí va a recoger esas palabras que él pronunció en esta tribuna para aquilatar de una vez para todas los juicios definitivos sobre las personalidades revolucionarias. Ya la nación est cansada de oír que Soto y Gama, y Morones son revolucionarios, sin que lo acrediten con hechos y lo prediquen con el ejemplo. (Aplausos.) ¿Qué ha hecho usted, ciudadano Morones, y que ha hecho usted, ciudadano Soto y Gama, en sus largos años de representante legislativos?

El C. Altamirano Manlio Fabio: ¡Qué bárbaro!

El C. Villavicencio y Toscana: ¿Qué labor práctica han hecho en los años en que han vivido en este recinto? (Siseos. Murmullos.) Son una nulidad absoluta, no han hecho nada de servicio, no han trabajado nada para su clase. ¿Y qué partido representan?...

El C. Altamirano: Ahora lo van a juzgar los delahuertistas, compañero Soto y Gama; ahora lo va a juzgar Prieto Laurens! (Murmullos.)

El C. Villavicencio y Toscana: Yo recojo las frases de usted, compañero Altamirano, para contestarlas en su oportunidad.

El C. Altamirano: Sí, señor, yo las repito, yo se las digo: Prietista hasta el final y delahuertista. (Murmullos. Siseos. Desorden.)

El C. Villavicencio y Toscana: Vamos a ver, señores, qué labor han realizado Altamirano, y Soto y Gama...

El C. Altamirano: Pido la palabra para contestar.

El C. Villavicencio y Toscana: No lo permito. No, señor.

El C. Altamirano: Nunca he sido delahuertista como usted.

El C. Villavicencio y Toscana: Ya es tiempo, señores... (Campanilla. Murmullos. Desorden.)

El C. Altamirano: ¡Abajo los delahuertistas! (Desorden completo.)

El C. Díaz Soto y Gama: ¡Es usted un canalla!

El C. Villavicencio y Toscana: ¡Miente usted!

El C. Altamirano: Compañeros confederados: Que hable cualquiera, menos un huertista. (Voces: ¡Miente usted!

El C. Villavicencio y Toscana: ¡Miente usted! (Desorden.)

El C. Altamirano: ¡Es verdad! ¡Es verdad! Se lo sostengo en todos los terrenos. Prietista y huertista hasta el fin...

El C. Villavicencio y Toscana: Vamos adelante, señores...

El C. Altamirano: Usted no tiene derecho de juzgar a los revolucionarios, porque nunca ha olido la pólvora de la revolución. (Sigue el desorden.)

El C. presidente, a las 18.20: Se levanta la sesión y se cita para mañana a las cuatro de la tarde.