Legislatura XXXI - Año I - Período Ordinario - Fecha 19240903 - Número de Diario 12

(L31A1P1oN012F19240903.xml)Núm. Diario:12

Colegio Electoral

ENCABEZADO

MÉXICO, MIÉRCOLES 3 DE SEPTIEMBRE DE 1924

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO I.- PERIODO ORDINARIO XXXI LEGISLATURA TOMO I.- NÚMERO 12

SESIÓN DE COLEGIO ELECTORAL

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 3

DE SEPTIEMBRE DE 1924

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Sin debate son aprobados los dictámenes relativos a los distritos electorales: 2o. de Tlaxcala, 5o. de Tamaulipas, 2o. de Sonora y 10 de Jalisco.

2.- Es discutido y aprobado el dictamen correspondiente al 8o. distrito electoral del Estado de Hidalgo.

3.- Sin discusión es aprobado el dictamen referente al 5o. distrito electoral del Estado de Jalisco. Se levanta la sesión por falta de "quórum".

DEBATE

Presidencia del

C. ALFREDO ROMO

(Asistencia de 172 ciudadanos diputados y presuntos diputados.)

El C. presidente, a las 16.55: Se abre la sesión de Colegio Electoral.

- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:

"1a. Comisión de Poderes.- Tercera Sección.

"H. Asamblea:

"A la comisión que subscribe fue turnado el expediente que se formó con motivo de las elecciones para diputados al Congreso de la Unión, verificadas en el 2o. distrito electoral del Estado de Tlaxcala.

"Hecho el estudio de los documentos y boletaje que integran el mencionado expediente, se vino en conocimiento de lo que sigue:

"En la lucha electoral jugaron las siguientes fórmulas: CC. Filiberto Arenas - Arnulfo Tapia, por el Partido Liberal Constitucionalista Tlaxcalteca; Adalberto Polo - Félix Rodríguez, por el Partido Laborista Tlaxcalteca; CC. Aurelio M. Peña - Abraham Rodríguez, por el Partido Liberal Tlaxcalteca y Coligados, y Pedro R. Lozada - Crescenciano Barcenas, por el partido florista, denominado Liberal Tlaxcalteca.

"El día 10 de julio, de acuerdo con las prevenciones legales, se reunió en el local designado por la autoridad municipal y en la cabecera del distrito, la Junta Computadora, que constituyeron los 76 presidentes de casillas, únicas instaladas de las 105 que debieron haber funcionado. A la Junta en cuestión concurrieron los candidatos Aurelio M. Peña y Adalberto Polo, quienes durante el funcionamiento de ésta, presentaron varias protestas, las que vienen agregadas a este expediente, todas las cuales, a juicio de esta comisión, no lesionan en manera alguna la validez del acto democrático verificado, ni tampoco modifican el resultado del escrutinio practicado, el cual fue el que a continuación se expresa: CC. Filiberto E. Arenas - Arnulfo Tapia, 4,287 votos; Adalberto Polo - Félix Rodríguez, 740 votos; Aurelio M. Peña - Abraham Rodríguez, 738 votos, y Pedro R. Lozada - Crescenciano Barcenas, 654 votos.

"Posteriormente, el C. candidato Aurelio M. Peña dio aviso a la Oficialía Mayor de haber instalado una segunda Junta Computadora; pero las circunstancias de que ésta no se instaló en el lugar legalmente designado y la de que el citado candidato concurrió, según arriba queda asentado, a la Computadora establecida en la cabecera, hacen fundadamente establecer la ilegalidad de la Junta en cuestión, máxime cuando que de los documentos estudiados resulta que sólo un reducidísimo número de casillas fueron ganadas por el partido que sostuvo la candidatura Peña - Abraham Rodríguez.

"Por todo lo expuesto, nos permitimos proponer a la aprobación de vuestra soberanía, el siguiente punto de acuerdo:

"Son válidas las elecciones verificadas el día 6 de julio del año en curso en el 2o. distrito electoral del Estado de Tlaxcala, y son diputados por el citado distrito, propietario y suplente, respectivamente, los CC. Filiberto E. Arenas y Arnulfo Tapia."

"Sala de Comisiones del H. Colegio Electoral de la XXXI Legislatura del Congreso de la Unión.- México, D. F., a 29 de agosto de 1924.- Gustavo R. Cristo.- Francisco López Cortés.- Luis M. Díaz."

Está a discusión. Los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse. No habiendo quien use de la palabra, en votación económica se pregunta a la Asamblea si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobado. (Aplausos.)

En consecuencia, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el 2o. distrito

electoral del Estado de Tlaxcala, los ciudadanos Filiberto E. Arenas y Arnulfo Tapia. (Aplausos.)

- El mismo C. secretario, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- Segunda Sección.

"H. Asamblea:

"A la Segunda Sección de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales, paso para su estudio y dictamen el expediente relativo a las elecciones verificadas en el 5o. distrito electoral del Estado de Tamaulipas, el día 6 de julio último.

"Del estudio del expresado expediente llegamos al conocimiento de que en el citado distrito electoral sólo jugó la candidatura para diputados, propietario y suplente, respectivamente, a la XXXI Legislatura del Congreso de la Unión, de los CC. Santiago Chávez y Emilio Herrera, sostenida por el Partido Socialista de Tamaulipas; y hecho un minucioso estudio del expediente, no se encontró ninguna protesta, por lo que la comisión que subscribe, sujeta a la consideración y aprobación de la H. Asamblea, las siguientes proposiciones:

"Primera. Son válidas las elecciones para diputados al Congreso de la Unión, efectuadas el día 6 de julio último, en el 5o. distrito electoral del Estado de Tamaulipas.

"Segunda. Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el mencionado distrito, los ciudadanos Santiago Chávez y Emilio Herrera."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, agosto 25 de 1924.- Francisco López Soto.- Marino Pérez.- Fernando González Madrid."

Está a discusión. Los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse. No habiendo quien use de la palabra, en votación económica se pregunta a la Asamblea si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobado. (Aplausos.)

En consecuencia, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el 5o. distrito electoral del Estado de Tamaulipas, los ciudadanos Santiago Chávez y Emilio Herrera. (Aplausos.)

- El mismo C. secretario, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- Segunda Sección.

"H. Asamblea:

"A la Segunda Sección de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales fue turnado para su estudio y dictamen, el expediente que corresponde a las elecciones de diputados, propietario y suplente, que se verificaron el día 6 de julio próximo pasado, en el 2o. distrito electoral de Sonora.

"Se leyó una copiosa documentación presentada por el C. Juan Z. Sandoval, a nombre del Partido Liberal Avanzado, y los documentos relativos a los trabajos de la computación.

"Después del estudio que de ello se hizo, la comisión llegó al conocimiento de que se instalaron dos juntas computadoras en la cabecera del distrito electoral, y fue la villa de Magdalena: una de ellas funcionó con sólo 16 presidentes; la otra tuvo la mayoría, pues se instaló con 27 y en el lugar designado por la autoridad municipal; pero al entrar al examen de los expedientes que ambas juntas computadoras tuvieron a la vista, se encontró la mayoría de los mismos ajustados a las prescripciones de la ley, sin arrojar sospecha de fraude. Los documentos originales que el C. Juan Z. Sandoval presentó, atacando las votaciones de Santa Ana, San Ignacio, Altar y Sáric, donde cree que las votaciones fueron obtenidas fraudulentamente y con presión oficial, no obstante que son simples cartas dirigidas por partidarios del mencionado ciudadano, sin reconocimiento judicial alguno, ni certificación administrativa, fueron tomadas en cuenta y se disminuyó toda la votación que en tales lugares obtuvo el ciudadano Agustín Rodríguez, como sigue: de Santa Ana, en las casillas 1a., 2a. y 3a., 272 votos; en San Ignacio, 33 votos; en Altar, 121; de Sáric, 1a. y 2a. casillas, 87, haciendo un total de 513 votos, que debe restarse de 2,067 que obtuvo después de revisados todos los expedientes del distrito electoral; en consecuencia, la votación definitiva del candidato Agustín Rodríguez, que fue igual a la que obtuvo su respectivo suplente, C. Francisco Celaya, es de 2,029 sufragios. El segundo candidato, Juan Z. Sandoval, obtuvo en definitiva 1,409 votos, número igual al que obtuvo su suplente, C. José Carmelo. Existen otros candidatos con escasísima votación, sin ser dignos de mención.

"Como las elecciones en general fueron correctas, salvo algunos incidentes naturales en todo proceso electoral, la comisión se permite formular ante la H. Asamblea las siguientes proposiciones:

"Primera. Son válidas las elecciones de diputados al Congreso de la Unión verificadas el 6 de julio último en el 2o. distrito electoral de Sonora.

"Segunda. Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el mencionado distrito, los CC. Agustín Rodríguez y Francisco Celaya."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., agosto 30 de 1924.- Francisco López Soto.- Marino Pérez.- Fernando González Madrid."

Está a discusión. Los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse. No habiendo quien use de la palabra, en votación económica se pregunta a la Asamblea si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado. (Aplausos.)

La Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el 2o. distrito electoral del Estado de Sonora, los ciudadanos Agustín Rodríguez y Francisco Celaya . (Aplausos.)

- El mismo C. secretario, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- Séptima Sección.

"H. Asamblea:

"A la Séptima Sección Revisora de Credenciales tocó conocer el expediente electoral correspondiente al 10 distrito electoral del Estado de Jalisco.

En este distrito contendieron los CC. Ramón Córdova y licenciado Pedro González Ruvalcaba, apoyado el primero por la Confederación de Partidos Revolucionarios de Jalisco y el segundo por la Liga de Partidos Político - Revolucionarios de la Clase Media de Campesinos y Obreros de Jalisco.

"Según los documentos que obran en este expediente, la Junta Computadora se instaló en el lugar designado por las autoridades municipales y con todos los requisitos de ley, por estar presentes 19 presidentes de casillas de las 26 que fueron instaladas, la que otorgó credencial al C. Ramón Córdova por haber obtenido una mayoría de 8,825 votos.

"El C. licenciado González Ruvalcaba, en memorial que envió a esta comisión con varios documentos en copia simple, hace diversos cargos al candidato que obtuvo la credencial, cargos que el C. Córdova destruye con documentos originales que obran en este mismo expediente.

"Por lo expuesto, los subscriptos someten a la consideración y aprobación de la H. Asamblea los siguientes puntos de acuerdo económico:

"Primero. Son válidas las elecciones que para diputados al Congreso de la Unión se verificaron en el 10 distrito electoral del Estado de Jalisco, el día 6 de julio último.

"Segundo. Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el mencionado distrito, los CC. Ramón Córdova y Longinos Casillas."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., 28 de agosto de 1924.- M. Rueda Magro.- Benjamín Méndez."

Está a discusión. Los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse. No habiendo quien use de la palabra, en votación económica se pregunta a la Asamblea si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado.

En consecuencia, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el 10 distrito electoral del Estado de Jalisco, los ciudadanos Ramón Córdova y Longinos Casillas. (Aplausos.)

- El C. secretario Rueda Magro, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- Sexta Sección.

"H. Asamblea:

"A esta Sexta Sección de la 1a. Comisión Revisora de Credenciales de la XXXI Legislatura al Congreso de la Unión, fue turnado el expediente electoral del 8o. distrito del Estado de Hidalgo.

"En este distrito contendieron las fórmulas Román Monroy - Nicomedes Falcón, sostenida por el Comité Pro - Calles en el Estado de Hidalgo, el Partido Revolucionario Hidalguense y la Unión del distrito de Tula; y la fórmula doctor José G. Parrés - José Bárcena, sostenida por los partidos Laboristas y Agrarista. Tanto el candidato Monroy como el candidato Parrés, presentan documentos de atentados cometidos por simpatizadores de una y otra fórmula, que en algunos casos llegaron a verdaderos crímenes, como sucedió al propagandista de la candidatura Monroy, en el pueblo de Ajacuba Tetepango, que fue asesinado por los agraristas partidarios de Parrés. Funcionaron dos computadoras en el mismo lugar, habiendo funcionado la primera hasta las 11 de la mañana del día 10 de julio, la cual extendió credencial a la fórmula Monroy - Falcón; y la segunda se instaló después de las 11 de la mañana en el mismo lugar en que había funcionado la anterior, extendiendo esta última credencial a la fórmula Parrés - Bárcenas. La primera credencial trae el requisito de estar legalizadas las firmas de los componentes de la Mesa de la Computadora, por el presidente municipal, no así la segunda, alegando el C. Parrés que no encontrándose ya en esa población el presidente municipal no pudo legalizársela.

"Examinados con detenimiento los paquetes electorales, se ve que en 35 casillas de las computadas en la Computadora de Parrés, no obtuvo un solo voto el C. Monroy, y las boletas vienen sin doblar y con toda la apariencia de haber sido marcadas por la misma persona dentro del distintivo usado por el señor Parrés en sus boletas.

"El mismo señor Parrés, protesta por el hecho cierto, en concepto de él, de que la Computadora de Monroy, funcionó desde la víspera; pero hay documentación del presidente municipal y del gobernador del Estado que demuestra que la computadora mencionada que dio credencial al señor Monroy, funcionó hasta las once de la mañana del día 10 de julio, y si los trabajos de esta Computadora se hicieron con rapidez, fue motivado por el temor que tenían los presidentes de casillas, de sufrir algún atentado por las fuerzas agraristas que el citado Parrés, en número no menor de 300, hizo llegar a la población de Tula, el mencionado día 10 de julio. A pesar de que esta comisión considera como legal la Computadora que extendió credencial a la fórmula Monroy - Falcón, acepta la votación del C. Parrés, siendo el total de los votos obtenidos por las respectivas fórmulas, en las dos computadoras, la siguiente: fórmula Monroy - Falcón, 7,037 votos; fórmula Parrés - Bárcenas, 6,518, lo cual da un total de 519 votos a favor de la fórmula Monroy - Falcón, y esto aceptando la votación de las 35 casillas de Mixquiahuala, Tezontepec, San Agustín Tlaxiaca y Tolcayuca, computadas en la Computadora de Parrés, casillas en las cuales no obtuvo un solo voto el C. Monroy, y cuyas boletas aparecen en los expedientes de Parrés, que repetimos, en concepto de la comisión son fraudulentas.

"En conclusión, por todo lo anteriormente, expuesto, esta comisión tiene el honor de proponer a la consideración de la honorable Asamblea, los siguientes puntos de acuerdo:

"Primero. Son válidas las elecciones verificadas el día 6 de julio del corriente año, en el 8o. distrito electoral del Estado de Hidalgo, y

"Segundo. Son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el mencionado distrito, los CC. Román Monroy y Nicomedes Falcón."

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., a 30 de agosto de 1924.- Jesús Santos Mendiola.- Carlos Puig y Casauranc."

Está a discusión. Las personas que deseen hacer

uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse.

El C. presidente: Se ha inscripto en contra el ciudadano Soto y Gama.

El C. Díaz Soto y Gama: Nunca creí, señores, que la comisión dictaminadora se hubiera atrevido a emitir su dictamen en contra del señor Parrés. Se nos habla aquí pomposamente de criterio funcional y de democracia funcional y de que algunos de los compañeros estén de acuerdo con nosotros en el criterio funcional, en la necesidad de la democracia funcional. Se nos llega a decir aquí por el compañero Medrano, líder principal, según entiendo, del Confederado o uno de los líderes principales, que él enfáticamente declaró que el pueblo no estaría representado en esta Cámara mientras no estén aquí representados cuantitativamente, es decir, en proporción a su número los obreros y los campesinos. Y todas estas declaraciones enfáticas y retóricas quedan sin efecto apenas se trata de llegar a la aplicación. ¿Qué fe va a tener la República y nosotros en semejantes declaraciones que se crean en el terreno nebuloso de la teoría y nunca encarnan en una realidad práctica? ¿Quién no sabe en el país quién es el doctor José G. Parrés? ¿Quién no conoce sus méritos y quién no comprende, si de buena fe quieren aplicar el criterio funcional, la necesidad que tenemos de sus luces en esta Cámara? Un hombre como Parrés que ha gobernado en la época más difícil el Estado más difícil de la República, o sea el Estado de Morelos; un hombre como Parrés que ha estado en contacto con los campesinos durante diez años, primero en la revolución y seis años consecutivos, fielmente, lealmente al lado de Zapata desafiando todos los peligros y compartiendo con el pueblo de Morelos todas las privaciones y después de tres o cuatro años al frente del Gobierno de Morelos, es un hombre apreciable, es un hombre que representa o no a los campesinos? Tal parece que las comisiones quisieron estrenarse, después de las pomposas declaraciones sobre democracia funcional, con un caso en que manifiestamente se viera que el criterio funcional, la verdad popular, estaba de nuestro lado y que era violado inicuamente ese criterio funcional por los mismos confederados que decían pomposamente que estaban dispuestos a respetarlo. Un hombre como Parrés representa, queramos o no, quiéralo o no la mayoría, a los campesinos; ¡quién mejor que Parrés puede venir a expresar aquí las verdades, las quejas, las aspiraciones del pueblo del campo; quién mejor que él que ha estado con el pueblo del campo durante años, que ha convivido con él, que ha comido su pan, que ha dormido en el lecho duro con el peón del campo; quién mejor que él que ha estado con el aparcero, con el humilde; quién mejor que él puede conocer las dificultades que presenta la solución del problema agrario, cuando él lo ha estado manejando día por día y hora por hora desde el Gobierno de Morelos, y cuando no ha cesado de estar un instante en contacto con las necesidades reales, con la vida real del campesino; quién de todos los aquí presentes, quiero que se me diga, ha tenido las brillantes oportunidades de Parrés, como revolucionario, como gobernante y como hombre de administración, de conocer, de pulsar el alma del campesino? ¿Dónde está, pues, el criterio funcional y dónde está el deseo de que estén representados los campesinos? De más a más, en el Estado de Hidalgo, y sobre todo en el Distrito de Tula, que en el distrito de que se trata, la mayoría absolutamente está controlada por el Partido Laborista, hermano del Partido Agrarista; no hace muchos meses, en el momento del peligro - y hay aquí testigos que no me dejarán mentir -, el señor general Calles recibió, junto con sus acompañantes, una de las más fuertes impresiones de toda su campaña, al ver el entusiasmo y la unanimidad con que era aclamado por los campesinos de aquella región. Ahí está el compañero Romeo Ortega, el compañero Manlio Fabio Altamirano y siento que no esté aquí el compañero Luis León, y todos podrán decir hasta qué punto es avasallador el empuje de los campesinos, hasta qué punto dominaba el ciudadano Matías Rodríguez, el laborista, y no otro grupo político ni otro representativo, sino Matías Rodríguez, el jefe de los laboristas; de manera que ya que aquí tenemos testimonios personales, yo quisiera que los señores Altamirano y Ortega trasladaran sus impresiones directamente a la Asamblea sin más preámbulos.

El C. Altamirano: Pido la palabra para informar.

El C. Ortega Romeo: También la pido yo.

El C. presidente: Si lo permite el orador.

El C. Altamirano: Me lo está pidiendo.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Altamirano Manlio Fabio.

El C. Altamirano: Honorable Asamblea: Desde antes de la campaña del general Calles, repetidas ocasiones fui yo acompañando al compañero Matías Rodríguez a la región de Tula, y en toda población a que lo acompañe me di cuenta cabal de que todos los campesinos de aquella región acudían al llamado de él a saludarlo o a celebrar alguna fiesta campestre, y posteriormente cuando tuve el alto honor de acompañar al general Calles en su jira política, fuimos a esa región y nos dimos nueva cuenta de que todos los campesinos de aquella región quieren, pero quieren con toda su alma, al compañero Matías Rodríguez. Por eso no nos explicamos por qué ahora al candidato sostenido por el partido del compañero Matías Rodríguez es precisamente al que se le echa fuera de esta Cámara; más aún cuando llegamos con el general Calles a Tula, el señor Monroy, que hoy viene como candidato callista, precisamente fue quien había mandado aprehender a dos agraristas y por eso fueron a la tribuna cerca del general Calles a protestar allí públicamente contra el señor Monroy, que tenía en las mazmorras a dos campesinos. Estos son los hechos que vimos el general Calles y todos los que lo acompañábamos.

El C. Ortega Romeo: Para contestar, señor presidente.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Ortega Romeo: Cumplimentando los deseos del compañero Soto y Gama y cumpliendo con un deber, con el deber que me impuesto en mi condición de diputado y en mi condición de acompañante del general Calles en su gira política, creo que no hago otra cosa sino satisfacer a mi conciencia al manifestar aquí, como el compañero Altamirano, no sólo extrañeza sino verdadera indignación por el atentado que pretende cometerse no con el candidato Parrés, en Tula, sino con el pueblo de

Tula que en masa acudió al llamado del general Calles durante la campaña política y no se quedó allí, sino que en masa acudió a prestar su contingente de sangre cuando la revolución delahuertista. Ya que no se pudo lograr que estuviera representado un distrito del Distrito Federal por Matías Rodríguez, por lo menos todos los diputados, mayoría y minoría, le debemos respeto, por haber sido el humilde que nunca se acerco a pedir nada y si dio todo lo que tenía. Ahora creo de mi deber, al contestar esta interpelación que me honra, decir que en el pueblo de Tula, hasta Huichapan, nadie, ni el gobernador del Estado de Hidalgo ni ninguno de los líderes que pesa en esa administración, podrán controlar ni democráticamente ni con las armas en la mano al elemento campesino que siguió al general Calles y que en esta ocasión una vez más se ha acercado a nosotros para decirnos que en esta Cámara elevemos su protesta en contra del atentado que pretenden cometer las comisiones de esta Cámara al expulsar al doctor Parrés. (Aplausos.) Por otra parte, ya que el compañero Altamirano, que habló en la población de Tula durante la estancia del general Calles, lo recuerda, debo manifestarle al compañero que el general Calles me comisionó a mí para ir a hablar con el presidente municipal para que se pusiera en libertad al agrarista que no había cometido otro delito que no estar de acuerdo con las autoridades municipales de Tula ni las de Pachuca, que estaban en contra de los intereses de su pueblo. El distrito de Tula está perfectamente organizado y no puede entronizarse ahí la esfera administrativa de su Gobierno si no es a base de componendas políticas que, como en este caso, se traduzca una vez más en la burla de los intereses populares. Es cierto lo que dice el compañero Soto y Gama y es cierto que Matías Rodríguez sigue controlando ese distrito, no obstante que esta Cámara lo haya expulsado y pretenda expulsar al representante doctor Parrés. (Aplausos.)

El C. Díaz Soto y Gama: Quedo profundamente agradecido a los dos compañeros por la sinceridad y por el entusiasmo que han puesto en la defensa de la verdad estas condiciones, compañeros de la mayoría, nos conceden la razón a los laboristas y agraristas al no conceder la menor seriedad a esas pomposas e ineficaces declaraciones de cordialidad y armonía que se nos viene a lanzar desde esta tribuna, cuando los hechos vienen en contra de ellas. Lo han oído de boca del compañero Romeo Ortega y del compañero Altamirano y lo oirían de boca del general Calles si estuviera aquí presente. Uno de los mejores distritos para el laborismo y uno de los distritos en donde están mejor organizados los campesinos bajo la bandera laborista, es Tula. ¿Y qué clase de respeto a la democracia funcional y a las organizaciones obreras y campesinas es el que muestra esta mayoría al ir a despedazar, al pretender despedazar esas organizaciones campesinas arrancando la curul a quien verdaderamente le corresponde, a quien verdaderamente le pertenece, introduciendo a esta Cámara a un hombre que si alguien representa es al latifundismo? ¿Creen que en estas condiciones podremos creer en la lealtad del Bloque Confederado hacia nosotros y que tengamos nosotros fe en las declaraciones de ustedes en favor del callismo, cuando el callismo se caracteriza primero que nada por el respeto a las organizaciones obreras y campesinas que ustedes están atacando despiadadamente? ¿Creen ustedes ser leales a Calles y a los principios modernos cuando en nombre de un regionalismo malsano y díscolo - hay que decirlo de una vez -, destruyen ustedes o pretenden destruir las pocas o muchas organizaciones obreras, organizaciones campesinas que con gran esfuerzo estamos procurando organizar los partidos de clase? ¿Ir contra los partidos de clase, ir contra las organizaciones sindicalistas es hacer labor callista, es hacer labor revolucionaria, labor radical, labor honrada? Yo quiero que las conciencias de ustedes respondan a esto; esa respuestas es para nosotros más importante que el voto que van ustedes o dar cometiendo una vez más un desacierto. En esta tribuna las minorías estamos haciendo papel de educadoras de la mayoría. (Sonrisas. Murmullos. Mofas.) Si no les gusta a ustedes el término, lo diré más enérgico: fustigadores de la mayoría. (Sonrisas. Murmullos.) Fustigadores de la mayoría, porque la mayoría lo merece, porque no cumple con su deber, porqué está violando y burlando el voto público, porque la mayoría se está substrayendo a la voluntad nacional, porque la mayoría está haciendo un sarcasmo, un escarnio de la promesa de sufragio efectivo que tantas veces le han lanzado al pueblo. De manera que ustedes no tienen derecho de añadir a la violación del voto la irrisión. Si ustedes sonríen, la nación no se sonreír , sino que sabrá castigarlos duramente por esa impenitencia, por esa rebeldía, por ese espíritu relapso que los lleva a reincidir en el crimen de estar violando el sufragio efectivo, y si ese crimen no se corrige, ni se suple, ni se subsana con sonrisas que sólo quieren decir que en este Parlamento no hay toda la vergüenza política, ni todo el deber político que pudiera haber; se debieran estudiar los expedientes a fondo y respetar el voto popular y no contestar con sonrisas a las imputaciones que se les hace con todo derecho de que ustedes no respetan aquí la voluntad del pueblo mexicano; es por demás que quieran mofarse de lo santo, que quieran mofarse de la verdad, la verdad les azotará el rostro; la verdad que tiene sus fueros, la verdad manejada por cualquiera, la moral que tiene sus fueros, el pudor político que tiene los suyos, serán sobre ustedes y contra ustedes baldones y les azotarán el rostro, será el látigo que les azote la cara, toda vez que ustedes no quieren reaccionar en el sentido que el interés reclama, en el sentido que la verdad impone, en el sentido que el compromiso de ser representativos de la voluntad popular marca. Es verdaderamente escandaloso lo que pasa en esta Cámara; no quiere la mayoría comprender que es efímera su existencia y que tiene un juez que es el pueblo. ¿Pues qué ya se creen soberanos los que se sientan en estas curules? ¿Qué se creen que no tiene obligación de auscultar el alma del pueblo, que no tienen obligación de estudiar con cuidado los expedientes, y no contestar con sonrisas sardónicas y tontas a una imputación que se les hace con todo derecho? ¿Cómo se va a ver, qué sabe ninguno de lo que hay en el fondo de este expediente. ¿Quién tiene derecho para sonreírse

cuando no lo ha estudiado? La convención que postuló a Parrés se formó por la representación de doscientos pueblos, ¿y esa representación de doscientos pueblos merece la sonrisa sarcástica y necia de los compañeros que no quieren respetar su voluntad? Doscientos pueblos se reunieron y doscientos pueblos marcaron a Parrés con el alto cargo de representante de ellos. ¿Por qué se burla ese voto, en nombre de qué razones? ¿Qué razones aduce la comisión? He tenido que inscribirme tres veces en contra, porqué los otros compañeros de la minoría tal vez no conozcan a fondo este expediente y yo desmenuzaré esta vez a la comisión, seré inflexible con ella y demostraré ante todas las conciencias; quiéranlo o no, que en este caso se comete un atentado electoral, uno más a los muchos que ya van cometidos. La cantidad de documentos es grande, tengo tres turnos y durante tres turnos los iré exhibiendo uno por uno; pero antes quiero agotar, a ser posible, el aspecto político.

Ya saben ustedes quién es Parrés, el revolucionario puro, sin mancha, yo quiero que se le señale una mácula en su vida; en cambio, quiero que conozcan ustedes, aproximadamente siquiera, la personalidad de Monroy, que trata de substituirlo. ¿El señor Monroy saben ustedes quién es? Desde luego es el presidente municipal del Ayuntamiento de la cabecera de Tula. ¿Llaman ustedes acto de moralidad política a que el presidente municipal de una cabecera de distrito se atreva a presentarse aquí como candidato oficial, porque ese es su título, no puede ser otro; la misma mano que lo impuso como presidente municipal, es la que trata de imponerlo como diputado y esa mano es la del gobernador Azuara, esas candidaturas oficiales vamos a permitirlas en este país después de catorce años de revolución? Que vuelvan las sonrisas sardónicas y necias de los que se atrevan a sonreírse de su conciencia. ¿Vamos a permitir que un presidente municipal, un presidente de cabecera cometa la farsa de separarse, de pedir licencia para seguir de todas maneras imponiendo su voluntad por medio de sus aliados y cómplices, los regidores del Ayuntamiento? Vamos a seguir con los hechos que me ha dado Parrés y en los cuales creo, porque además de estar justificados por Parrés, lo están por Matías Rodríguez, el líder agrarista de todo el estado de Hidalgo, quiéranlo o no quieran los paniaguados de Azuara, el gobernador.(Aplausos.) En lugar que se introduzca aquí a los representantes de los obreros y campesinos, se están introduciendo audazmente a los recomendados de los gobernadores, como la prensa lo grita todos los días; en vez de democracia viene a sentar sus reales la más nauseabunda plutocracia, la más representativa de la burocracia de provincia, la representación de los círculos de amigos, de los presupuestívoros de los gobernadores; es una degeneración y un descenso terrible el que se opera en nuestra política; es una burocracia de campanario, es una burocracia mezquina de hombres pegados como lapas al presupuesto, según gritaban los compañeros de San Luis en un manifiesto que lanzaron a la República. La democracia de estómago, la democracia de pandilla, la democracia de los presupuestívoros, la más mala de todas las burocracias; ¿qué va a ser de nuestro país si en cada caso vamos a consentir en esto: la fuerza de los malos gobernantes se afianza por medio de los malos diputados, y éstos irán a su vez a imponer nuevos diputados y nuevos alcaldes y de ahí vendrán imposiciones de nuevos gobernadores que sostengan a nuevos diputados, a nueva pandillas, que traerán otros sátrapas, otros procónsules de provincia. ¿No alarma esto a la Cámara, no la avergüenza? Y se nos viene a hablar de democracia funcional y de representaciones de todas las funciones? La única función que va a quedar representada aquí va a ser la función estomacal, la función del intestino; hay que decirlo. (Una voz: ¡Política de pulque! Aplausos.) Hay que decirlo, el pulque inclusive, hasta el pulque de los llanos de Apam va a estar aquí representado, todo absolutamente, todo, menos las funciones sociales. Esto necesita tener un correctivo, necesita gritarse, necesita esculpirse vigorosamente sobre la frente de los hombres que no quieran entenderlo. Por ejemplo:

"El señor Monroy estuvo a punto de ser muerto por el pueblo de Tlaxcalilla cuando se le dio posesión provisional de sus tierras, por haber ido Monroy patrocinando al hacendado."

De manera que se cierra la puerta al representante de los campesinos y se le abre la puerta de par en par a los representantes de los hacendados. ¡Qué timbre de gloria para la mayoría! ¡Qué espíritu de callismo y de revolucionarismo!

"Por iniciativa de él, ha sido nombrado jefe de la Defensa Social el administrador de la hacienda Endó, quien ha cometido numerosos crímenes."

Y todo esto está en la conciencia de todos los habitantes de Hidalgo. ¿Qué importa que no esté en la conciencia de los representantes de los gobernadores que pueblan esta Cámara, a título de representantes del pueblo, si está en la conciencia de los interesados y si se va a probar esto momento a momento, día a día, hora a hora, en todas partes y en todos los terrenos, para baldón de esa mayoría?

"Cuando el general Calles paso por Tula, Hidalgo, y todos los pueblos del distrito fueron a darle la bienvenida, como una prueba de adhesión, Monroy fue duramente atacado, sin que hubiera nadie que saliera en su defensa." Lo dijo ya el compañero Manlio Fabio Altamirano, lo repitió ya el compañero Ortega:

"Sin que hubiera nadie que saliera a su defensa. Testigos de esto, Ezequiel Padilla, Romeo Ortega y todos quienes acompañaban al general Calles." Se atacó a Monroy por tener presos a dos campesinos, como acaba de testificarlo el compañero Manlio Fabio Altamirano, y usted debe recordar ese incidente.

El C. Padilla: Para contestar.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Padilla: Sinceramente, por una verdadera distracción no puse cuidado en la interpelación que me hizo, compañero Soto y Gama. Es cierto que estuve con la manifestación que se hizo al general Calles en Tula, en la cual Matías Rodríguez, como usted acaba de decirlo, demostró fuerza agrarista; pero no sé a qué más quiera usted referirse.

El C. Díaz Soto y Gama: Me refiero a que

hubo una persona atacada por los manifestantes en virtud de que mantenía en la prisión indebidamente a dos indígenas.

El C. Padilla: Si yo fuera testigo del asunto, si yo recordara con precisión el hecho, crea el señor Soto y Gama que lo diría con toda franqueza; pero no puedo afirmarlo porque no lo recuerdo.

El C. Díaz Soto y Gama: Pero en derecho, hasta para fusilar a un hombre, bastan dos testigos, pero hay muchos más.

"Su propagandista, el señor Cabrera, agente del Ministerio Público en el distrito, remitió cartas a los pueblos para que no concurrieran a la manifestación Pro - Calles. La prueba obra en poder del diputado por el Distrito Federal, señor González."

Gonzalo González, entiendo que aquí obra en el expediente, de donde voy a extraerlo. ¿Tiene la bondad de leer la Secretaría?

El C. secretario Rueda Magro: Un sello del Ministerio Público de Tula de Allende.

"República Mexicana.- Ministerio Público."

"Tula de Allende, noviembre 10 de 1923.

"Al ciudadano juez auxiliar de Santiago Tezontlale.- Presente.

"Ha llegado a mi conocimiento que usted, con el carácter de autoridad, anda incitando al pueblo de ese lugar para que concurra a manifestaciones de índole política, y como éstas deben ser espontáneas, sin presión de autoridad judicial, debo advertirle que, en caso de quedar confirmado, ya procedo a pedir su consignación.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.- El agente del Ministerio Público, E. Cabrera."

El C. Díaz Soto y Gama: Este señor Cabrera ha sido el jefe de la propaganda del señor Monroy. Por ahí verán ustedes si este señor es revolucionario y si este señor es legítimo callista, el que se introduce aquí por la puerta falsa, individuos aliados con los enemigos del callismo. Pero , en fin, ustedes todo lo pueden hacer ahora porque tienen la mayoría; cambiarán los tiempos seguramente. Aquí viene un calificativo muy duro y yo me conformo con ser el conducto, con la seguridad de que la persona que me dio estos datos, sabrá sostenerlo en cualquier forma. dice:

"El señor Monroy es Mussolini de provincia, puesto que traicionó a sus compañeros campesinos por el otro de los hacendados."

Lo único que se puede decir de un hombre que acompaña al hacendado o que lo patrocina en el asalto al pueblo de Tlaxcalilla y que en el pueblo ese mismo individuo es objeto de crueles ataques por parte de ese propio pueblo que reclaman ejidos, ese hombre podrá ser todo lo que se quiera, menos representante del pueblo campesino; además de que todos sabemos que desgraciadamente en el Estado de Hidalgo los Azuara, los tres señores Azuara han sido cómplices de los hacendados y hasta cómplices en negocios. Esto es de pública notoriedad en el país.

El C. Hernández Santiago: ¡Miente! (Voces: ¡Sí, es cierto!)

El C. Díaz Soto y Gama: La connivencia de Azuara con los hacendados es de pública notoriedad en la República. Aunque les duela a ustedes esa verdad, los señores Azuara no han sido absolutamente leales defensores del campesino. Hay una documentación extensísima del Partido Nacional Agrarista que se encargar de probarlo, como ya lo ha probado en sus periódicos; no es esto una novedad, absolutamente no es una novedad y lo está demostrando el hecho de que los hombres impuestos por él vienen con ese carácter de representantes de los hacendados. Pero el pueblo de Tlaxcalilla, víctima eterna de estos hombres, lo podrá decir y allí está fresca todavía la sangre derramada por otro individuo impuesto por Azuara, por Artemio Basurto, aquí presente, y a quien tendremos ocasión los agraristas de atacar cara a cara. Artemio Basurto, el que fue a asesinar a mansalva a los vecinos de Tlaxcalilla....

El C. Basurto Artemio: Para una aclaración, señor presidente.

El C. Díaz Soto y Gama: Tiempo habrá de hacer aclaraciones, compañero; digo señor Basurto, tendremos tiempo de hacerlas. Usted tiene cuentas pendientes con la justicia, no una, muchas, y esas cuantas pendientes con la justicia procuraremos saldarlas en esta tribuna.

El C. Basurto Artemio: Pido la palabra, señor presidente, para una aclaración.

El C. presidente: Si el orador lo permite.

El C. Díaz Soto y Gama: No, no lo permito, por esto: porque tengo que atacar la personalidad de usted y su credencial amplísimamente, cuando llegue el caso, ¿para qué anticiparnos? Ahora si usted quiere que en este momento haya aclaraciones, siempre que yo conteste con la historia del asunto de Tlaxcalilla, lo puede hacer; aquí traigo documentos a la vista; de manera que yo consiento, con la condición de que inmediatamente después oiga la historia de Tlaxcalilla.

El C. Basurto: Quiero que me permita una aclaración, si está el señor doctor Siurob. (Voces: ¡No está!) El es testigo de la intriga que se ha hecho aquí y espero que venga él para hacer la aclaración.

El C. Díaz Soto y Gama: Con permiso de la Asamblea, voy a hacer la historia de Tlaxcalilla, porque está íntimamente ligada con el caso actual. (Aplausos)

Uno de los asuntos más infames que se han realizado en la República en torno de los asuntos agrarios, es el de Tlaxcalilla. Figura en este asunto como protagonista principal, el señor Artemio Basurto, que quiere presentarse como verdadero representante de ese distrito, y acompañó al señor Basurto en una de las jiras el señor Monroy, que también quiere representar uno de los distritos de Hidalgo. El asunto es de tal manera tremendo, que es preciso que se conozca y vamos a puntualizarlo, paso a paso, sin perjuicio de insistir con mayor energía cuando se trate del asunto de Artemio Basurto, el prófugo de la justicia, el reclamado por la justicia, no una, sino muchas veces; el hombre que tiene muchos procesos pendientes ante los tribunales militares y tribunales de orden común. Sería una verdadera vergüenza que esta Cámara, con gran descaro, se convirtiera en el asilo de los asesinos. Esto sería el colmo de los colmos, y yo me avergonzaría si por un miedo ruin y rastrero no viniera a señalar aquí con índice de fuego a los hombres que quieren cubrir su impunidad con el

fuero; y es acaso que todos los hombres de vergüenza .... (Campanilla.)

El C. presidente: ¿Me permite usted? Con toda atención me permito llamar su atención para que se ciña al asunto del debate.

El C. Díaz Soto y Gama: Como el asunto de Tlaxcalilla está ligado con esté, por eso sigo. Al fin y al cabo se tiene que hablar de esto y yo no creo que un hombre joven como Romo, actual presidente de la Cámara, revolucionario, se oponga a que se haga luz en un asunto que afecta a la República.

El C. Altamirano, interrumpiendo: Lo queremos conocer todos, compañero.

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: Ahora, si hay alguien que no quiera conocer este asunto, yo quiero que se levante; yo quiero que se levanten los miembros de la mayoría que no quieran conocer el asunto de Tlaxcalilla; ser una comprobación más del color que quieren tomar esos señores.(Aplausos.) Yo quiero que se levanten, que tengan el valor de levantarse, es lo que deseo. Señores, en una Cámara como ésta, donde se ha perdido y se pierde tanto tiempo, ¿es acaso un crimen hacerle al campesino este pequeño servicio demostrándole que nos hacemos eco alguna vez de sus dolores? ¿No estamos aquí representando al pueblo? ¿Qué tiempo mejor empleado que levantar la voz en defensa, en favor de los oprimidos, de los asesinados por el delito de tener hambre y pedir tierras? Ningún tiempo mejor empleado en esta Cámara que el dedicado a conocer las prioridades del asunto de Tlaxcalilla.

El hacendado Ignacio Guerrero, dueño de la hacienda de Xajay, despojó de cuatro mil hectáreas de terreno al pueblo de Tlaxcalilla, del Estado de Hidalgo, en 1875. Entonces el despojo se hizo como se hacía entonces, en combinación con el jefe político; no fue un despojo vulgar, sino que el despojo se complicó con el incendio de los jacales y de las chozas de los miserables vecinos de Tlaxcalilla y, además, con el fusilamiento de varios indígenas. Los indígenas entonces, con toda virilidad y creyendo en la justicia porfirista, entablaron un juicio y el juicio fue, compañeros abogados que me escuchan, el juicio fue un interdicto de despojo para recuperar la posesión: los interdictos, juicios sumarísimos que deben durar cuando más tres a cinco meses, duró cinco años, y a los cinco años, en el mismo día en que la justicia porfirista, la injusticia porfirista que provocó esta revolución, dictaba el fallo contrario al pueblo, en ese mismo día se fusilaba inicuamente a los representantes del pueblo que habían encarnado la representación de ese pueblo en defensa de sus derechos, en la defensa de las tierras ancestrales, y a la vez que eso se hacía, se deportaban a muchos indígenas de Tlaxcalilla a Yucatán y se desterraba del distrito, como extranjero pernicioso, como hombre pernicioso, mejor dicho, al abogado que había tenido la heroicidad de enfrentarse con la dictadura porfiriana.

¿Estos detalles no deben ser conocidos por la Representación Nacional? ¿No es ésta la médula de la revolución? ¿No estamos aquí para poner remedio a esas infamias? Pasan por los tiempos; no se puede pedir amparo, ¿porque cómo pedir amparo, si se asesinaba a los representantes del pueblo y se desterraba a los vecinos que simpatizaban y se desterraba al abogado que los defendía? No se pedía amparo y la justicia que consumó; una cosa, hizo la otra. Vino la revolución y un hombre bueno, un hombre bueno que por esto mismo ser arrojado de la Cámara probablemente, compañero de Matías Rodríguez, que seguramente por eso tiene encima el encono de la mayoría, que ustedes, Castillo Torre, Manlio Favio Altamirano y Romeo Ortega, pudieron ver la fuerza que tiene entre los indígenas en contra de los latifundistas del Estado de Hidalgo, promovió la sentencia ante los tribunales del orden común, ¿y saben ustedes lo que han hecho estos tribunales hasta la fecha? No han dictado un solo auto en el proceso. ¿No es ésta la justificación más elocuente de la ineficacia de las comisiones y de las instituciones administrativas pagadas por la reacción imbécilmente, en contra de las revolucionarias que se llaman locales agrarias y la Nacional Agraria? ¿No es, por tanto, éste un caso típico, un caso gráfico, que deba inscribirse en el DIARIO DE LOS DEBATES como justificación, la más elocuente, del artículo 27, vilipendiado torpe, infame e imbécilmente por la reacción? Como se ve, en los tribunales de nuestro país jamás se hará justicia, y se hace preciso el establecimiento de comisiones administrativas directamente controladas por el Ejecutivo federal para salvarse de las garras del hacendado, del contacto impuro del hacendado, para lo cual son tan fáciles, son tan frágiles, como lo estamos viendo, los gobernadores de los Estados. ¿No es ésta una justificación elocuente y y gráfica de lo que se está haciendo en materia agraria? En virtud de la denegación de justicia, los pueblos acudieron a lo que tanto escuece a la reacción: a la petición de tierras, cosa más justa, tratándose de un despojo caliente todavía, no un despojo de la época colonial, del año de 75, sino de un despojo del que todavía viven testigos numerosos. Los hacendados quisieron seguir el mismo procedimiento y se valieron también del eterno enemigo, del pretoriano. Sorprendieron al general Serrano, lo sorprendieron, no prestó él su voluntad, lo sorprendieron, se valieron del general Gabay, jefe de las operaciones en Querétaro, el cual, de acuerdo con los hacendados de Xajay, saqueó al referido pueblo, sus fuerzas, no sé si él personalmente - para el caso es igual -; pero hechas las investigaciones por el general Serrano, se convenció de la injusticia que asistía al pueblo y mandó poner en libertad ¿a qué número creen ustedes de campesino? A más de setenta campesinos que estaban encarcelados por orden del general Gabay, que quería restituir los procedimientos de la dictadura, se quería repetir en plena revolución, lo que se hizo en pleno porfirismo.

- Un C. presunto: Para una aclaración al compañero Soto y Gama. Que el general Gabay, hasta que mataron a Cabazos, se encontró en esta capital y hay un encargado de la Jefatura de Operaciones en aquella población.

El C. Díaz Soto y Gama: Pero esto fue en octubre de 1922. De manera que la responsabilidad sí le toca al general Gabay. Yo personalmente le he escrito diciéndole quién era el coronel Basurto y él ni me contestó la carta y siguió apoyando al

coronel Basurto, y por eso pudo consumarse el hecho sangriento, horrible, la hecatombe que acaba de registrarse en Tlaxcalilla, por el hecho de que el pueblo defiende sus tierras. De manera que este caso debemos dejarlo aclarado, no una vez, sino dos veces, una ahora y otra cuando se discuta la credencial de Fernando Herrera, y si no se hace esto, deber decirse que no hay vergüenza en esta Cámara, y yo tengo todavía un resto de vergüenza, un resto de pudor. No diré esas frases petulantes de que "he cruzado el pantano y no me he manchado"; pero sí heredé de mi padre la vergüenza y la honradez, y me quedan girones de vergüenza y girones de honradez y vendré a atacar a los bribones y a los asesinos, cueste lo que cueste; me importa un comino, pero en esta Cámara se hará justicia, aunque sea justicia verbal, aunque no se castigue al criminal, pero siquiera con la palabra; de manera que yo lo he de hacer, y estoy seguro que estaré respaldado, si no por los confederados que son tan tibios, cuando menos por los grupos que representan a los partidos de clases. (Aplausos.)

El 14 de junio último, y leo para no inventar detalles, porque me gusta ser veraz, no atenerme a los datos que me dan los interesados. Yo conozco la honradez del abogado de estos campesinos, y por esto leo, letra a letra.

"El 14 de junio último, después de un sin número de atropellos que con anterioridad habían sufrido los vecinos por parte de las fuerzas locales al mando de Artemio Basurto - el prófugo de la justicia, como lo demostraré una vez y muchas -, fueron atacados en esa fecha y asesinados tres campesinos por las fuerzas al mando del coronel Basurto - que quiere respaldarse hoy con el fuero -, que fue reforzado por las fuerzas del coronel Villegas de la división del general Gabay, y el ataque fue combinado con los hacendados con objeto de impedir la posesión definitiva que se dio el día 17 del mismo mes..."

De manera que el objeto preconcebido era evitar la posesión de tierras. El 17 se iba a dar, y el ataque tuvo lugar el 14. ¿Se necesita mucha suspicacia, se necesita mucha malicia para estar completamente seguro de que el objeto único era impedir la posesión definitiva? Yo quiero que alguien se atreva a decirme que no era ese el objeto del ataque.

"La posesión definitiva que se dio el día 17 del mismo mes por resolución presidencial, llevándose la diligencia el citado día por haber dado oportunas garantías, ese día la fuerza federal, a solicitud de la Comisión Nacional Agraria..."

Luego la Comisión Nacional Agraria y el presidente de la República saben cumplir con su deber. Y en los momentos en que se daba posesión, se sepultaban los agraristas que habían sido asesinados el 14 en la noche."

¿No es esto hermosamente trágico, no se está demostrando - que es lo que queríamos demostrar los agraristas -, que la revolución no ha acabado, que la revolución sigue su marcha, que no se reduce simplemente a altos y brillantes hechos de armas ni a las gloriosas batallas que san laureles, sino que la revolución es algo más que eso: la conquista de la tierra palmo a palmo y costando sangre y dolorosos sacrificios? ¿Qué cosa más hermosa y más grande, pero también más dolorosa y vergonzosa para nosotros los que llamamos directores de la nación, qué cosa más grande que esa conquista de la tierra con la sangre de los hijos? ¿Qué cosa más épica que esos hombres conquistando su tierra a fuerza de su martirio? ¿Qué mártires más grandes que estos? ¿Qué grandes, qué inmensamente más grandes que todos los héroes de opereta que figuran en nuestra revolución? ¿Qué cosa más hermosa, cómo no ha de abismarse uno ante esos héroes anónimos que están defendiendo sus propios derechos, esos hombres que nunca tienen compensación de la vanidad, ni la gloria ni el aplauso de la prensa, ni el aplauso de los amigos, sino que viven y mueren a obscuras, esos mártires que quedan olvidados, se les sepulta, y en cambio a sus asesinos y matadores se les eleva al rango de diputados al Congreso de la Unión?

Todo esto hace sangrar el corazón y por eso yo, que nunca me he indignado, me indigno al ver que se trata de expulsar a un legítimo agrarista y dar esta enorme desilusion a los hombres de Tlaxcalilla que, como decía el compañero Romeo Ortega, estos hombres de Huichapan y de Tlaxcalilla dieron un fuerte contingente para combatir la contrarrevolución. De los distritos salieron no menos de dos mil hombres, y esos hombres, esos campesinos que trabajan todo el día para darnos de comer, esos hombres que ellos mismos nos están dando libertades conquistándolas para sí y dándolas a nosotros, esos hombres descendientes de los que con Juárez nos dieron la independencia contra los franceses, de los que con Juárez, con Ocampo y con Ramírez nos dieran libertad contra la Iglesia, que con Morelos nos dieron la patria de que hoy nos ufanamos, a esos hombres los abandonamos en el momento de revisar sus escrutinios y de revisar sus votos, y cuando se les echa en cara a los hombres de la mayoría de la Cámara más alta de la Unión, cuando se les echa en cara, sonríen, imbécilmente se sonríe, y así, ¿cómo no se ha de indignar cualquier hombre de mediana delicadeza y cómo no hemos de estar insistiendo todos nosotros en que la juventud de esta Cámara si en algo se precia, debe renunciar o imponerse sobre los malos directores? Esto no lo hacemos con el ánimo de zaherir, con el ánimo de enardecer, sino con el ánimo de levantar un tanto el nivel moral tan bajo y tan deprimido de nuestras generaciones. ¿Qué enorme diferencia entre el campesino que todo lo da, su sangre, su vida y su esfuerzo, que nada recibe en cambio, y la clase media que viene con sus títulos profesionales, con una erudición barata, brillante y soporífera, y en cambio todo lo recibe, el dinero del presupuesto, las canonjías, las prebendas, como estas curules, en tanto que no sabe dar ni un acto de justicia que nada le cuesta, que no le cuesta dinero, que sería lo único que podría dolerle? No estamos pidiendo dinero, estamos pidiendo vergüenza, dignidad, delicadeza, justicia, verdad y hasta eso le niega la clase media a la clase que le da patria y libertades! ¿No sería doloroso el callarse estas cosas? Sería uno un farsante y un miserable si no lo viniera a decir, sabiéndolo; que lo saben algunos, porque en su indiferencia o en su frivolidad toman estos asuntos de la política como simples

escarceos para pescar una curul, de la misma manera que se pesca un buen negocio; pero los hombres que conocemos el detalle, el fondo de la trama en que se debate este abuso de mentiras y de farsas, que no lo digamos, eso no tendría perdón; tendremos que decirlo, aunque se canse la mayoría, aunque se aburra la mayoría; aunque hoy no nos hagan caso, mañana nos harán y si no nos hacen caso, se derrumbarán como otras se han derrumbado, y si no dentro de cuatro, dentro de seis años; de manera que nosotros hemos de insistir y seguiremos insistiendo contra los sordos y contra los mudos que se sientan en las curules de la mayoría. Un comentario se impone. "Los ataques de la fuerza armada en contra de los de Tlaxcalilla eran con objeto de hacerles desistir de sus derechos a las tierras y en todos ellos intervenía Basurto, que está ligado con todos los hacendados."

¿Esta Cámara va a aceptar como representante a Artemio Basurto? Es el único baldón que le falta a la mayoría, es decir, le faltan muchos, pero éste es uno de los más gruesos.

"En San José Atlán fueron asesinados durante los últimos tres años, siete representantes que solicitaban tierras para el pueblo, y en San Sebastián, en el mismo período, dos; todos del distrito de Huichapan."

Y para que no sigan estos asesinatos, se trae a la Cámara a los asesinos.

"Los pueblos agraristas del distrito electoral de Huichapan dieron un contingente de más de ochocientos hombres, que defendieron el actual Gobierno contra la reacción que encabezó Adolfo de la Huerta."

Por eso yo decía que dos mil hombres de los dos distritos. Este es el aspecto político, social y funcional del problema. Ahora yo quiero que la comisión venga a gastar sus armas, las pocas armas que se atreva a esgrimir, los llamados documentos, las llamadas razones legales que tuvo para desmenuzarlas una a una, y por eso me he propuesto ocupar tres veces la tribuna: para que no quede ni huella de los pésimos fundamentos que se va a atrever a hacer la comisión, exhibiendo documentos que nada prueban, documentos enteramente falaces. De modo que yo no toco ni uno sólo de los argumentos legales; anticipo a la comisión que quiero que venga a engañarnos, como constantemente estas comisiones han estado engañando a la Asamblea con sus caprichosos argumentos legales; pero no se quedar sin respuesta y saldrá avergonzada de este debate; tiene que salir avergonzada, porque se lo merece.

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

El C. Puig y Casauranc: La comisión se siente verdaderamente satisfecha de que el ciudadano Soto y Gama en su primera de la serie de peroraciones que nos va a dirigir esta tarde, haya tratado los puntos políticos, los cuales no son de la incumbencia de la comisión en conocer. Este expediente del 8o. distrito del Estado de Hidalgo fue minuciosamente estudiado por uno de los miembros de esta comisión, Hernández Alvarez; el que habla también lo estudió, aunque no tan a fondo, porque tenía bajo su cuidado otros casos, como ya lo sabe la Asamblea. Como un paréntesis del informe que va a rendir la comisión y hablando el doctor, Puig y Casauranc, diputado, no niego la popularidad que tiene el señor Matías Rodríguez en el distrito de Tula; pero se trata de otra persona distinta, que no estuvo en el distrito para hacer la elección. Este es un paréntesis que hace el diputado Puig. Seguramente es muy distinto para el, para Matías Rodríguez, que para el doctor Parrés; la personalidad del primero es mayor, porque el doctor Parrés ha estado ausente de Tula por más de quince años, y de dicho Estado de Hidalgo.

La comisión dice en su informe que quedó enterada de que funcionaron dos juntas computadoras, habiendo ocupado el mismo edificio sucesivamente. El señor Parrés, en telegrama dirigido a Gobernación y en protestas presentadas a esta comisión, manifiesta que la Computadora que diera la credencial al señor Monroy funcionó la víspera; pero nosotros tenemos los documentos de que funcionó hasta las once y media de la mañana del día 10, habiendo tenido que hacer sus trabajos con prontitud, con verdadera rapidez, por la presión que el ciudadano Parrés ejerció con los agraristas armados que se presentaron en la población de Tula desde la víspera de ese mismo día. El ciudadano Parrés en su Computadora presenta errores, haciendo figurar a un mismo ciudadano como presidente de dos casillas, precisamente al que fungiera como instalador de su Computadora, un señor de apellido Olguín, que lo hace figurar como presidente de la 2a. casilla y como presidente de la 6a. casilla, y la 2a. casilla no estuvo con el señor Parrés, sino que estuvo en la Computadora del señor Monroy. Entre los paquetes enviados por la computadora del señor Parrés vienen treinta y cinco paquetes de un solo distrito que menciona el dictamen, 35 casillas del municipio de Mixquiahuala, Tezoyuca, San Agustín y Toltoyucan, en las cuales no obtuvo un solo voto el señor Monroy. Esto no es extraño, pero lo extraño es que la votación de los treinta y cinco paquetes viene, como los que tenemos el honor de presentar a ustedes, absolutamente sin doblar las boletas y cruzadas en el centro, en el distintivo rojo y negro, por la misma mano o dos o tres manos distintas. Estos son treinta y cinco paquetes, aquí los pongo a la disposición de la honorable Asamblea, para que juzgue si la comisión estaba obligada a aceptar como buena esta votación.

A pesar de todo y queriendo la comisión ser en lo posible justiciera, y creyendo siempre a los que vienen pidiendo la justicia, que no están dentro de la Cámara, que no tienen derecho a la defensa de sus casos, a pesar de que ellos lo conocen, naturalmente, mejor, como dijera el ciudadano Soto y Gama, cuando aseveró que es imposible que ellos estén compenetrados del asunto en la forma en que lo está el doctor Parrés, acepta la comisión toda la votación, absolutamente toda la votación que da el doctor Parrés en su Junta Computadora, y a pesar de todo hay una diferencia de quinientos diez y nueve votos en favor de la fórmula Monroy - Falcón. De manera que, en concreto, basándose en documentos presentados por unos y por otros, aceptando la documentación a todas luces falsas de estas treinta y cinco casillas de los municipios mencionados, con todo y esos datos la fórmula Monroy - Falcón obtuvo quinientos diez y nueve votos más que la fórmula Parrés - Bárcena. No solamente vienen boletas rayadas por una sola

persona, sino que viene gran cantidad de boletas en blanco y vienen como computadas. De manera que todavía era un motivo más para deducirle mayor cantidad de votos al doctor Parrés, y, sin embargo, no se le restó uno solo y se le aceptó todo lo que venía en su Junta Computadora perfectamente arreglado: sus paquetitos cosidos con el mismo hilo; todos los documentos de las casillas y los padrones hechos con la misma tinta... Están a la disposición de los compañeros. Los documentos que están en el expediente de una y otra parte fueron entregados bajo mi presencia al señor doctor Parrés para que los examinara. Vino en tres diversas ocasiones, y la comisión a la cual pertenezco, siempre tratando en lo posible de ser justiciera y de que, aun cuando tenga que lastimar intereses, los que salgan lastimados queden convencidos de que pusimos de nuestra parte todo lo posible para hacer justicia, repito, se entregó, se le permitió al señor doctor Parrés que revisara papel por papel; de las protestas de que seguramente hablar el señor licenciado Soto y Gama, de los telegramas dirigidos de Tula, firmados por él y por un señor general Zubiaga, que se dice representante especial del Ministerio de Gobernación en esa elección, cosa que no cree la comisión, porque la comisión le niega el derecho a la Secretaría de Gobernación de mandar censores, fiscales que vayan a presenciar las elecciones. De esos documentos, como digo, aparece la protesta por el hecho de que la Computadora se efectuara la víspera; pero hay pruebas de que funcionó hasta las once de la mañana del día 10. Es todo lo que tiene que decir la comisión, y si alguna interpelación desea hacer el licenciado Soto y Gama al tratar el punto legal, con todo gusto y, dado el conocimiento que tiene de este expediente, contestar a las interpelaciones que haga el señor licenciado Soto y Gama.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Soto y Gama.

El C. Díaz Soto y Gama: Para nosotros el asunto social es evidentemente preferente al político y al legal; para nosotros, los miembros del bloque de la minoría; para ustedes, los miembros de la mayoría, la ley es una especie de defensa para las iniquidades, la ley es algo que les entusiasma a ustedes mucho aparentemente; por lo menos ustedes esgrimen nominalmente el criterio legal; así es que nosotros entramos también, con todo gusto, al terreno legal.

No es exacto que haya habido dos computadoras; ha habido una sola Computadora; la otra no fue Computadora, sino una farsa, una pantomima, como muchas de las que se han registrado. El compañero, por ejemplo, me lo recordaba; aquí está la documentación copiosa sobre este particular. Ya es tiempo de que desaparezca este sistema grotesco, incalificable, de que la autoridad ampare a una Junta Computadora imaginaria, se ausente del lugar deliberadamente con el propósito de no registrar la credencial del legítimamente emanado de la Computadora real, y que después en la Cámara se desconozca como real a la Computadora legítima, y se declare que es Junta Computadora la que no existió más que en la imaginación de la autoridad. El compañero Puig y Casauranc que, evidentemente, como lo dijo, no conoce a fondo el expediente, se disculpa hábilmente diciendo que los que conocen el expediente son otros; yo creo en la honorabilidad del señor Puig, y si no lo creyera, no se lo diría, me conoce demasiado para creer que por lo menos pudiera hacer una reticencia, una figura retórica de uso vulgar muy fácil. Yo creo en la honorabilidad de él; en lo que no creo es en que conozca el expediente; tan no lo conoce, que dice que a las once de la mañana todavía funcionaba esa famosa Junta Computadora, y hay pruebas plenas, pruebas emanadas del juez conciliador que estuvo presente en el acto, de que a las nueve de la mañana, hora fijada por la ley para el principio de los trabajos de la Junta Computadora, ya se encontraba fijado en la pared del local designado para la Computadora un papel que se quería que fuera oficial, y en el cual la Junta Computadora falsa, la Junta Computadora supuesta presentaba el resultado de la votación. Eso se lo voy a demostrar al compañero con el auxilio de la Secretaría, si es tan amable.

Sello del "Juzgado Conciliador.- Tula de Allende.- Estado de Hidalgo.- República Mexicana.

"En la villa de Tula de Allende, a los diez días del mes de julio de mil novecientos veinticuatro, y a horas que son las nueve de la mañana, ante mi, ciudadano Rafael Salgado Chávez, juez conciliador segundo suplente en ejercicio de esta cabecera, actuando con secretario, certifico:

"Que a la hora señalada por la ley y en el local designado por la autoridad municipal, para la reunión de los ciudadanos presidentes de casillas que deber n hacer el cómputo de las elecciones verificadas el día 6 de los corrientes, se encontró en el muro del lado izquierdo de la entrada de una de las puertas del mismo local, una hoja de papel en forma de escrutinio, en la cual le dan el triunfo a un señor Román Monroy..." (Siseos.)

De aquí resultan comprobados dos hechos, plenamente comprobados, porque este juez conciliador tiene todo el derecho que da la fe pública. Dos hechos. Primero: en el local designado, a las nueve de la mañana, no estaban ya los miembros de la Computadora; segundo: a esa hora ya se habían dado por verificado el escrutinio. Consecuencia legal: es nulo ese escrutinio y es nula esa Junta Computadora, porque se verificó antes de la hora fijada y porque los que se reunieron, si es que se reunieron, lo hicieron sin la vigilancia del contrincante; de manera que ésa no puede ser Computadora. No fue hasta las once, como asienta la comisión, sino que a las nueve de la mañana habían levantado, habían "liado el petate"- modismo mexicano transplantado a España, según veía yo recientemente - y no había más que el cuerpo del delito, la lista del escrutinio, a las nueve, cuando esa lista debió haber sido, no el principio, sino el fin; muy poco tiempo debió haber tardado para llegar a ese desenlace, y no las dos horas que caritativa y graciosamente le concedió el compañero. Nadie hace la elección en dos horas, sino en cuatro, en ocho, en diez horas; generalmente se ocupan dos días en eso; eso no es legal: que a las nueve de la mañana, hora en que debía instalarse la Computadora, ya ésta hubiera terminado sus trabajos. Esto está comprobado, no hay necesidad

ya de esa comprobación; pero está comprobado por el dicho del agente de Gobernación. Este dicho por sí solo nada significaría, pero unido a este testimonio, ¿no viene a corroborar la prueba?

"Se levantó la presente acta por duplicado. Doy fe.- El juez conciliador 2o. suplente, Rafael Salgado Chávez."- Rúbrica.

Firman uno, dos, tres, cuatro, cinco testigos, y el secretario del Juzgado, Enrique Calderón.

Y después viene el administrador principal del Timbre testificando o certificando algo que la comisión olvidó o que la comisión desfiguró. Dice la comisión que alega el doctor Parrés que se había ausentado el presidente municipal, que por esa razón no le había podido firmar. No sólo alegó, sino que probó, y la demostración viene en distintas formas. Dice el administrador principal de la Renta del Timbre en Tula:

Estampillas por valor de cincuenta y cinco centavos, canceladas con un sello que dice: "Administración Principal del Timbre.- Julio 10 de 1924.- Tula, Hidalgo."

El sello de la oficina tanto sobre la cancelación de los timbres, como abajo.

"El ciudadano administrador principal de la Renta del Timbre en Tula de Allende, Estado de Hidalgo, certifica:

"Por falta absoluta momentánea de autoridades municipales y judiciales, en funciones notariales, que las firmas que calzan el anterior documento, son las del C. Rafael Salgado Chávez, juez 2o. suplente conciliador en actual ejercicio, y de Enrique Calderón, secretario del propio Juzgado.

"Y para los usos que convengan al interesado, extiendo la presente certificación en Tula de Allende, Hidalgo, a los diez días del mes de julio de mil novecientos veinticuatro, a horas que son las quince y cincuenta y cinco minutos del día.

"Por orden del ciudadano administrador principal, el contador substituto legal, F. R. Madrid."- Rúbrica.

¿Qué otra cosa podía hacer si no había autoridades? ¿No era lícito acudir a la autoridad federal, al administrador del Timbre? ¿No hace esto prueba para cualquier individuo que quiera que eso pruebe? Ahora, si aquí ya no prueban ni los sellos, ni las firmas, ni las autoridades, ni las declaraciones de jueces conciliadores ni de los notarios, pues entonces sale sobrando el Colegio Electoral! De manera que queda probado otro hecho importante: la ausencia efectiva, y no solamente alegada por el doctor Parrés, tanto de las autoridades municipales como de las autoridades judiciales en funciones notariales. ¿Se ve o no el propósito de consumar el chanchullo? Quiere decir que para consumar la supuesta Junta Computadora, la Junta Computadora apócrifa, alrededor de la cual se basa todo el trabajo de la comisión, sobre la cual funda su dictamen la comisión, para poder realizar el chanchullo de esa Junta Computadora, se preparó de antemano la fuga de las dos autoridades: la municipal y la judicial. ¿Es esto serio? ¿Esto lo puede aceptar la Cámara ? ¿Conviene a los intereses de la mayoría? Entonces se trata del criterio político, pero no el criterio legal. El criterio legal obliga a las comisiones a respetar la fe pública de un notario, la fe pública de un administrador del Timbre; el criterio legal obliga a las comisiones a respetar a un juez conciliador que certifica que a las nueve horas ya había acabado la Junta Computadora, y el criterio legal obligaba a la comisión a no dar ningún valor legal a esa Junta Computadora falsa, y, sin embargo, no se hace. Otro certificado del juez conciliador, con sus sellos, sus firmas y la legalización de su propia firma por el secretario:

"El que subscribe, juez conciliador 2o. suplente, en ejercicio en esta cabecera, actuando con secretario, certifica: que por encontrarse ausentes los ciudadanos presidente municipal y secretario, agente del Ministerio Público, juez de 1a. instancia y secretario, por ministerio de ley intervino al acto señalado en la Ley Electoral como instalación de la Junta Computadora del 8o. distrito electoral, habiendo observado que todo estuvo de acuerdo al ordenamiento legal."

Yo quiero que se me diga: en lo futuro, con el criterio que está sentando esta Asamblea, ¿qué garantía, qué precauciones va a poder tomar un infeliz candidato que no cuente con el apoyo descarado y cínico de la imposición oficial? Se le van los presidentes municipales y regidores, se le ausenta el agente del Ministerio Público, se ausenta el juez de 1a. instancia en funciones de notario, ¿qué hace? Se le rechaza el testimonio de la única autoridad que queda - el juez conciliador suplente -, se le hace la Junta la víspera y se tiene el cinismo de fijar en el muro, a las nueve de la mañana, el resultado del escrutinio. Y como ya sabe él que aquí la Cámara declarar buena esa Junta - la otra Junta -, ¿qué hace este hombre para hacer respetar la voluntad popular? Yo pregunto a los compañeros de la mayoría dónde está ese criterio legal; yo lo que veo es un criterio político, pero no nuestro criterio político de que entren aquí nada más los elementos connotadamente revolucionarios, sino un criterio político de facción, criterio político de secta, o algo peor: un criterio político de camarilla:

"Toda credencial que traiga uno de los nuestros, miembro de la mayoría, vamos a procurar aprobarla y vamos a procurar confeccionar los dictámenes y vamos a hacer las votaciones de manera que triunfe ése de los nuestros." Es el criterio político más mezquino que yo me he encontrado en la vida; tiene derecho la mayoría de hacerlo, porque tiene el derecho de fracasar moral y políticamente; pero que no nos venga a decir que está esgrimiendo el criterio legal. Voy a leer el informe del agente de Gobernación, porque viene a coincidir letra a letra con el informe que hace fe, o la certificación que hace fe, del juez conciliador. Certificación del licenciado Colunga, secretario de Gobernación:

"Poder Ejecutivo Federal.- México.- Secretaría de Gobernación.- Departamento de Relaciones Interiores y Gobernación.

"El C. licenciado Enrique Colunga, secretario de Gobernación, certifica: que en el expediente relativo a las elecciones de poderes federales del Estado de Hidalgo, que existe en el Archivo del Departamento de Relaciones Interiores y Gobernación de esta Secretaría, obra la siguiente constancia:"

Un paréntesis. Esta intervención de la autoridad federal, no constitucional, está justificada desgraciadamente por el sistema novísimo que se ha introducido en nuestro país, de que las elecciones

las hagan los gobernadores que quieren hacerlas, porque hay gobernadores honrados y hay gobernadores que no lo son y, naturalmente, la Secretaría de Gobernación, cuando le dice algún candidato que no tiene el apoyo del gobernador, del gran elector: "Acude en mi auxilio para que certifiques, para que te conste la violación del voto público." La Secretaria de Gobernación, es decir, el Ejecutivo federal - que tiene la obligación, por la protesta que rinde ante la Cámara y ante la nación, de velar por el cumplimiento de las leyes federales y por la efectividad del sufragio -, el Ejecutivo federal manda ese testigo para que siquiera él sepa que el gobernador de aquel Estado o el presidente municipal de aquel distrito viola el voto. Yo creo que está en su derecho de irles a la mano a los gobernadores. Es lo que yo interpreto. Es una corruptela resultante de la otra corruptela; es una supervisión, una sobrevigilancia sobre los gobernantes prevaricadores que violan el voto.

"Certifica o informa de lo ocurrido en la Junta Electoral del 8o. distrito del Estado de Hidalgo.- Al C. secretario de Gobernación, licenciado Enrique Colunga.- Presente.- Tengo la honra de informar a usted, con relación a su respetable telegrama fecha 8 de los corrientes, en el que se sirvió ordenarme que asistiera a las operaciones de la Junta Computadora del 8o. distrito electoral del Estado de Hidalgo, que tuvo verificativo ayer en la plaza de Tula, que desde la noche del 9 traté de comunicar al ciudadano presidente municipal la orden de esta Secretaría, sin conseguirlo, no obstante de haberme valido del capitán Seyde, jefe del destacamento del lugar."

Creo yo que, por lo menos se puede admitir como verídico el dicho de este señor, que teniendo órdenes de su superior jerárquico de encontrar al presidente municipal, no lo encontró. De manera que está probando esto que estaba escondido o ausente. "Entre siete y ocho de la mañana del día 10, busque a los ciudadanos candidatos Parrés y Monroy para darles a conocer la propia disposición, a fin de que no me consideraran como un intruso...."

De manera que no hacía un ministerio de la comisión que llevaba de la Secretaría de Gobernación, porque en lugar de hacer una cosa indebida, era un freno que se trataba de poner a la audacia de la autoridad municipal; y ya se ve que ni ese freno dio resultado, porque con todo y la presencia del agente de Gobernación, las autoridades municipales emprendieron la fuga en la forma más audaz y cínica.

"....y sólo lo conseguí con el señor Parrés, pues en lo que respecta al candidato Monroy, su suplente, el señor Falcón, a quien di a conocer el telegrama de usted, me aseguró que había marchado en el tren de la madrugada para esta capital."

Otro dato. De manera que el candidato, seguro ya de la farsa, seguro ya de que había terminado la junta suya, que había terminado la víspera, no el jueves 10, sino el miércoles 9, se había venido a México con la credencial en la mano. Luego la comisión faltó a su deber al no estudiar este documento como yo lo estoy estudiando. A mí, por supuesto, no me preocupa la fatiga de los compañeros; el deber de ellos es estudiar los documentos y yo los estoy obligando a que los estudien, ya que ellos jamás exigen en su bloque que se los enseñen. Estamos obligados los de la minoría a demostrarles que no están aplicando el criterio legal y que nosotros sí nos ajustamos a él.

"A las nueve horas me presente en el local designado por el ciudadano presidente municipal (colegio de niños). según oficio que se sirvió mostrarme el candidato señor Parrés, y hallé un grupo de individuos que pegaban un papel al lado derecho de la puerta, en el que se leía que: verificados los trabajos de la Junta Computadora y vista la abrumadora mayoría de votos obtenidos por el C. Monroy, se le había otorgado la credencial respectiva, retirándose luego el referido grupo."

¿La Junta Computadora legítima es, pues, la que terminaba sus trabajos a las nueve de la mañana? ¿Tiene razón, tiene base legal el dictamen de la comisión? ¿Se ajusta la comisión al criterio legal? ¡No! Por abrumadora mayoría dirán que la verdad legal es la cosa juzgada en esta Cámara, y la nación entera se reír , indignada, de esa famosa verdad legal que nos imponga la mayoría, también abrumadoramente, pero por el número, no por la razón y la justicia.

- EL C. Puig y Casauranc: ¿Me permite una aclaración, compañero?

El C. Díaz Soto Y Gama: Con mucho gusto.

El C. Puig y Casauranc: La comisión, por mi conducto, explicó que a pesar de las apariencias de legalidad de la Junta Computadora - esos documentos que leyó usted no están en el expediente - consideró los votos emitidos en las dos computadoras. - El C. Díaz Soto y Gama: Mal hecho, nada más en una. Y a este propósito, recuerdo un caso que viene a ilustrar el punto, porque es necesario ya precisar una jurisprudencia, una orientación en este escándalo de la Junta Computadora. Un caso de Coahuila que me refirió el compañero....un compañero coahuilense. Me decía él que en Torreón se presentó con mayoría de presidentes de casillas el candidato laborista Nazario Ortiz, e instaló bajo la presidencia del presidente de la primera casilla y en el lugar designado por la autoridad, su Junta Computadora; momentos después se presentó el contrincante, o a la vez, y al ver que tenía la mayoría de presidentes el señor Ortiz (Una voz: ¡Es falso!)...Ya se ver . Yo estoy presentando esto tal como me lo dijeron, y ya los compañeros de Coahuila podrán probarlo. El contrincante se instaló en el patio de la casa e hizo su juntita especial. (Risas.) Vamos a suponer que el hecho sea exacto o no; yo creo que se puede hablar hipotéticamente: cambiemos nombres, no se trata de usted (dirigiéndose a su interruptor) ni del compañero Ortiz, sino de una maniobra que se puede realizar y que se ha realizado en forma peor en algunas partes del país. De estas juntas, ¿cuál es la legítima? Evidentemente la que tenía mayoría de presidentes; pero como se ha estado siguiendo el procedimiento opuesto....en el caso del compañero Padilla, por ejemplo, se excluyó a seis o siete presidentes.

El C. Padilla Ezequiel, interrumpiendo: ¡Apócrifos!

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: Usted los juzga apócrifos; para todo candidato son apócrifos los presidentes del contrario. El compañero

Padilla insinuó al presidente de su Junta - a pesar del certificado en contra de Cruz, estaba resguardada por la fuerza pública y un notario dio fe de ello -, insinuó al presidente de su Junta Computadora especial que excluyera a siete presidentes apócrifos, es decir, él calificó de antemano los paquetes....

El C. Padilla Ezequiel: Con documentación auténtica.

El C. Díaz Soto y Gama: De todas maneras usted calificó, usted fue juez y parte. Y luego el presidente no sólo acepta a los siete como apócrifos, sino que más papista que el papa, por darle gusto a un señor que venía de la capital, diputado, abogado, hombre de fuerza política que podía contar con la fuerza militar a su disposición... (Risas.) más papista que el papa, más radical que usted, excluye a todos los cuarenta y tantos presidentes de Pastrana Jaimes....

El C. Padilla Ezequiel, interrumpiendo: Eso no es verdad.

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: Está justificado por el testimonio del notario. Y no los dejó entrar. Luego vino aquí el expediente, y la Junta buena resultó la del compañero Padilla, y los presidentes que se quedaron a la puerta, cerrado el paso por la fuerza federal, esos no eran presidentes ni nada...! Decía el compañero Pastrana Jaimes, sentando una tesis jurídica irreprochable moral y jurídicamente... Lástima que el compañero Rueda Magro en este caso no pueda expresar su opinión de abogado, porque, es claro, sus compromisos de bloque se lo impiden; (Risas.) pero él podría decirnos si la tesis de Pastrana Jaimes es o no irreprochable. Dice Pastrana Jaimes: "Si conforme a la ley - artículo creo que ochenta y uno - sólo es Junta Computadora la que tiene quórum, debe considerarse usurpadora de funciones a la Junta Computadora que funcione sin quórum; y los paquetes que abra esa Junta Computadora quedan violados, porque los abrió una autoridad que no es autoridad, porque los abrió un grupo de particulares que se atribuyó la investidura de Junta Computadora legítima. Esto es irreprochable, de que se necesita quórum.

El C. Altamirano: Dice que sí el compañero

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: No, es inútil, me contestará algo parecido a lo del señor Padilla: que no se fijó en mi interpelación, o que no se acordó del artículo de la ley es imposible, el compañero tiene no su conciencia, sino la conciencia de bloque, la conciencia de camarilla.(Voces: ¡No! ¡Tiene la suya!) Tiene la suya, pero la tiene supeditada a los asuntos del bloque; si no, lo expulsan del bloque, ¿verdad? (Risas.) Pongo el caso gráfico porque de alguna manera tiene uno que llamar la atención de la Asamblea sobre estas monstruosidades. Yo digo que la tesis jurídica es esta: que sólo se debe considerar Junta Computadora y calificadora para abrir expedientes, revisarlos y computarlos, a la que se instale con mayoría de presidentes. Así lo dice la ley terminantemente y, sin embargo, aquí se está siguiendo el procedimiento contrario. Yo quiero trabajar, no para esta vez en que el señor Padilla tiene ya su credencial....

El C. Padilla Ezequiel, interrumpiendo: Yo tengo el triunfo legítimo, además de la credencial.

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: Ya este es un asunto histórico para nosotros también; yo quiero trabajar para dentro de cuatro o seis años; pero quiero sentar las tesis jurídica, porque así es cosa de volverse loco, como decía un miembro - el más ladino - de las comisiones, el que defiende las causas peores; dice que se le forma un lío en la cabeza, que se vuelve loco, que está loco y que todos estamos locos. (Risas.) Aquí sí ya no sabe uno a qué carta quedarse o a qué criterio atenerse, para llamar legítima a una Junta Computadora. De hecho las computadoras salen sobrando. Vamos a encontrar un caso, el de Matehuala, en que un señor Merlo - y también va a decir que miento o que no es exacto, pero ya se lo probarán -, teniendo miedo a la revisión que hicieran los vecinos del lugar, los presidentes de casillas del distrito, sus paquetes los manda directamente a la Cámara, mejor dicho, los manda a la Cámara por conducto del juez de primera instancia. De manera que para este hombre se acabó ya todo el capítulo, se derogó de una plumada todo el capítulo sobre juntas computadoras. El fue más lógico que los demás: "si la Junta Computadora lo que va hacer es una farsa, suprimo la farsa; como no me conviene la Junta Computadora legítima, la de mi contrincante, que tiene mayoría de presidentes, yo entrego los paquetes al juez de primera instancia y que él los mande a la Cámara. Allá yo me conchavo a la mayoría, y la mayoría computar los votos y la Junta Computadora legítima se suprime". Estas inmoralidades, estos absurdos, estos contrasentidos jurídicos deben suprimirse alguna vez. No se suprimirán en esta Legislatura, pero debe procurarse que se supriman en las siguientes. Dice la ley terminantemente en un capítulo entero consagrado a las juntas computadoras:

"Inmediatamente se hará un registro de los presidentes - dice el artículo 81- para ver si están presentes cuando menos la mitad más uno de los que resultaron electos; sólo con este quórum podrá instalarse la junta. En caso de que no hubiera quórum.."

De manera que Junta Computadora sin quórum no es Junta Computadora y, sin embargo, aquí se han estado aceptando sistemáticamente juntas computadoras sin quórum y aun juntas computadoras celebradas fuera del día, fuera de la hora legal y fuera del lugar designado.

El C. Altamirano: Que diga la comisión si es legal eso.

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: Le voy a preguntar a la comisión si, en su concepto, una Junta Computadora que termina a las nueve de la mañana es legítima. Tesis general, tesis abstracta, no en el caso presente; es una tesis abstracta la que yo le planteo al compañero

. - El C. Puig y Casauranc: Con permiso de la Presidencia. Seguramente que no.

El C. Díaz Soto y Gama: Muy bien.

El C. Puig y Casauranc: ¿Me permite hacer una pequeña aclaración?

El C. Díaz Soto y Gama: No, con eso me basta.

(Risas.) Después me va usted a decir que no es el caso, ¿verdad?

El C. Puig y Casauranc: Si en una Junta Computadora, para tener mayoría, se hace figurar a un mismo individuo como presidente de dos o tres casillas, ¿es legal?

El C. Díaz Soto y Gama: Eso se llama hinchar el detalle, compañero; es un sofisma: de lo particular no se llega a lo general, ¿verdad? Ese individuo Olguín... - no conozco el expediente, no soy el doctor Parrés y no lo conozco - ese individuo supongamos que era presidente de dos casillas, está bien; se le quita una o las dos; queda todavía mayoría. No hay que hinchar el detalle, no es el detalle. La comisión ha jugado con tres o cuatro detalles y esos detalles nos los presenta como llenando el caso, y lo que llena el caso, la médula del caso, es la existencia de la junta apócrifa, y sobre ésa pasa la comisión como sobre ascuas; no nos habla una sola palabra de la certificación del juez conciliador, ¿por qué? Porque probablemente en acuerdo de bloque se dispuso lo contrario, o no sé por qué. Yo realmente en el caso lamento tener que estar impugnando al compañero; yo hubiera preferido que hubiera saltado otro miembro de la comisión, porque al doctor Puig no lo puedo llamar falto de honorabilidad, pero sí falto de conocimiento del asunto.

El C. Puig y Casauranc: Pido la palabra. Si no menciona eso la comisión, es porque los oradores que van a hablar en pro dijeron que ellos tratarían esos puntos.

El C. Díaz Soto y Gama: ¡Ah! Entonces ya veo otra maniobra. (Risas.) Con el objeto de que todas mis argumentaciones se borren, se van a hacer estas dos cosas: primero, se hizo ya una; la comisión cubrió ya un turno del pro. La Presidencia debió haberle dado la palabra a un orador del pro, no a la comisión. De manera que ya llevamos una ventaja en mi contra. Después me anuncia caballerosamente - yo lo agradezco - que sólo me inscriba dos veces, porque el Reglamento dice que el autor de la proposición podrá hablar dos veces. Aquí no se trata de la proposición, sino de cubrir los tres turnos, porque va a haber dos oradores del pro. Se me niega el uso de la palabra; no le hace, yo me conformo con interpelar a la comisión; pero conste que los oradores del pro pueden hacernos una maniobra semejante a la que nos hicieron cuando se trató del dictamen global. Cuando se trató del dictamen global, tanto Siurob como Morones y el que habla se constriñeron al caso concreto, al aspecto jurídico, a la "litis pendentia", que diríamos los abogados, al caso controvertido, es decir, al dictamen global; pero sube Medrano, nos pronuncia un discurso perfectamente preparado sobre democracia funcional, hermoso, atildado, rebuscado palabra a palabra y sube Padilla y nos arroja también un discurso doctoral sobre tesis revolucionarias, proletariado, pueblo, todo, menos el asunto a debate. (Risas.) Así es que el dictamen global no fue defendido por ellos; no lo podían defender. Lo mismo va a pasar hoy aquí: Después de esto va a venir un ataque a mí, a De Negri, o al Partido Agrarista, o al Partido Laborista, o a Morones, no sé a quién, o en general que yo siempre vengo aquí con cartas que nunca pruebo, o no sé cómo, pero con absoluta seguridad van a tratar de impresionar a la Asamblea. Advierto, pues, a la mayoría que se trata de jugar con ella; pero yo me desquito con las interpelaciones a la comisión! De manera que yo me voy a quedar en cartera, por aquello de las dudas, con muchos documentos pendientes porque ya con esa amenaza de que van ha hablar tres oradores en pro cuando no ha llegado a hablar el pro; cuando yo, por mucha resistencia que tenga, pues, naturalmente, me puedo cansar; entonces lo mejor que puedo hacer es esperar a los del pro, bajar de la tribuna y suplir con interpelaciones a la comisión el uso de la palabra que la Presidencia me niega. De manera que yo me bajo de la tribuna y espero al pro. Es lo más práctico. (Risas. Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano López Soto.

El C. López Soto: Señores compañeros:

Los asuntos electorales desarrollados en el distrito de Tula son bien claros. Encuentro que aquí lucharon dos candidatos, y tanto al uno como al otro los considero revolucionarios. ¿Quien no conoce al doctor Parrés? Yo no vengo a atacar su personalidad como revolucionario, y menos como hidalguense tengo la certeza, la convicción de que el ciudadano Parrés es un revolucionario; vengo a tratar de desenmarañar los asuntos relacionados con la Junta Computadora y con las elecciones verificadas en el distrito de Tula.

Por lo que toca a nuestro paisano Matías Rodríguez, no seré yo el que venga a negarle aquí su personalidad de revolucionario; pero sí le negaré la personalidad que le han querido dar algunos oradores en el distrito de Tula, o mejor dicho, diputados que fueron interpelados. Yo considero muy honorable al compañero Ortega y al compañero Altamirano, pero el compañero Ortega y el compañero Altamirano fueron impresionados por una manifestación hecha a favor del general Calles, y lástima grande que no se hubiera podido hacer otra manifestación en el Estado en favor del general Calles, porque el mismo candidato dijo que no necesitaba ir al Estado de Hidalgo porque sabía que estaba controlado por los hidalguenses; si no, hubiera tenido otra bella oportunidad los compañeros Altamirano y Ortega de ver la misma manifestación en todo el Estado, porque nos cabe la satisfacción de que no obstante que la reacción se encarnó en ese Estado, de que no obstante que hubo algunos malos hidalguenses, como el general Flores y el general Villegas que, en unión del extinto general Cavazos cometieron una serie de atropellos y devastaciones en todo el Estado, aliados con los latifundistas y la reacción, hubimos en aquel momento en Hidalgo hombres que supimos enfrentarnos a la situación con los escasos elementos que teníamos. Allí están los compañeros Santiago Hernández, que estuvo en la defensa del templo de San Francisco; Leonardo Hernández y el mismo Juvencio Nochebuena, que, olvidándose de las comodidades que proporciona la capital a un diputado, fue al frente de batalla y estuvo batiendo al enemigo con toda la entereza y con todas las energías con que se combate a una reacción. (Aplausos.)

Voy ahora a tocar, señores, el asunto de la Junta Computadora de Tula. El doctor Parrés, repito, un honorable facultativo y un verdadero revolucionario, al serle ofrecida su candidatura por conducto del señor Matías Rodríguez, lo aceptó; pero el señor Parrés ignoraba perfectamente el medio en que se iba a encontrar y resultó que las personas que trataron de sacar avante la candidatura del señor Parrés son nada menos que individuos que tienen cuentas pendientes con la justicia. Y hago este pequeño paréntesis para demostrarles a los señores compañeros los motivos poderosos por los que aquella Junta Computadora, que tanto ha atacado aquí el compañero Soto y Gama, y que yo en el lugar que le corresponde lo hubiera hecho, los motivos poderosos, repito, fueron los siguientes: el señor doctor Parrés no se presentó con sus sesenta, setenta o veinte presidentes de casilla; no, señores; se presentó con doscientos y tantos hombres, la mayor parte armados, haciendo presión sobre los presidentes de casillas que tenía el compañero Monroy. (Aplausos.) En estas condiciones la Junta Computadora tuvo necesariamente que hacer un compendio del expediente para ver a quién se le daba el triunfo, quién obtenía un resultado favorable, a quien se le extendía la credencial. Y como un justificante de lo que digo, de la presión que ejercieron aquellos individuos sobre la Junta Computadora y aun sobre las autoridades - Hay que hablar claro -, traigo aquí un justificante del juez de primera instancia del lugar para que se vea qué personas acompañaban al doctor Parrés. Suplico a la Secretaría le dé lectura.

El C. secretario Rueda Magro: Un sello que dice: "Juzgado de primera Instancia.- Distrito de Tula.- Edo Hgo.- República Mexicana."

"El C. licenciado Manuel Martínez Ortiz, juez de primera instancia de este distrito.

"Certifica: que en este Juzgado de mi cargo se instruyen los procesos siguientes, que se encuentran en trámite:

"Contra J. Guadalupe Juárez, por homicidio frustrado y daño en propiedad ajena. prófugo de la cárcel.- Tepeji del Río.

"Contra J. Guadalupe Juárez y socios, por robo.

"Contra J. Guadalupe Juárez y socios, por robo y despojo.

"Contra Miguel Servin y socios, por robo.- Tepeji del Río.

"Contra Zeferino González y Luciano Cornejo, por homicidio.- Tezontepec.

"Contra Valente Guerrero, por varios delitos.- El Llano.

"Contra Armando y Luciano Cornejo, por violación.- Tezontepec.

"Contra Sebastián Morales y socios, por homicidio.- Ajacuba.

"Contra Julio Paredes, por calumnia judicial.- Tula.

"Contra Julio Paredes, por varios delitos.

"Contra Julio Paredes, por varios delitos.

"Contra Juan Cruz y socio, por amagos.- Ajacuba.

"Contra Tiburcio Guerrero, por robo.- El Llano.

"Contra Tiburcio Guerrero, por robo.

"Contra Francisco Godinez y socios, por robo.- Tepeji del Río.

"Contra José Paredes, por injurias.- Tula.

"Contra Agapito S Sánchez, Juan Cruz y socios, por homicidio.- Ajacuba.

"Contra Atilano F. Olguín, por usurpación de funciones.- Michimaloya.

"Contra Atilano F. Olguín, por ejercicio de funciones que no le competen.

"Contra Ignacio Zúñiga y socios, por homicidio.- Atengo.

"Contra Luis Castañeda, por fraude.- Tlahuelilpa.

"A solicitud del señor Ramón Monroy, se expide el presente, para los usos que le convengan.- Tula, Hidalgo, agosto cuatro de mil novecientos veinticuatro.- Doy fe.- M. Martínez Ortiz.- J. T. Mayorga."- Rubricas.

El C. López Soto: Son justamente, compañero Soto y Gama, los amigos que acompañaban al candidato de usted, señor Parrés y lo voy a demostrar.

El C. Altamirano Manlio Fabio: ¿Me permite una interpelación?

El C. López Soto: No permito interpelaciones, para eso está la tribuna. Esos fueron los que acompañaron al doctor Parrés. (Aplausos.) y aquí tenéis cómo...(Murmullos. Una voz: ¿No son procesos inventados?)

El C. Altamirano: Yo creo que sí.

El C. López Soto: continuando: Aquí tenéis desde luego la declaración que ante el juez rinde el presidente de la 6a. casilla de Tula, un señor Constantino Olguín, en la que dice que uno de éstos, un tal Juárez, que está aquí presente, fue acompañado de cinco hombres armados el día de las elecciones, en la noche, y se lo llevó con todo y paquetes para obligarlo después a que violara el voto. Lo tuvieron detenido, lo mandaron después a su casa y luego el mismo Juárez le llevó el paquete para que lo llevara a la Junta Computadora. Voy a pedir que se dé lectura a la declaración de este presidente ante el juez.

El C. secretario Rueda Magro: Un sello que dice: "Juzgado de Primera Instancia.- Distrito de Tula, Edo. Hgo.- República Mexicana."

"El C. Licenciado Manuel Martínez Ortiz, juez de primera instancia de este distrito judicial, certifica:

"Que en las diligencias practicadas en este Juzgado, en auxilio de la justicia federal, en averiguación de los hechos denunciados por Constantino M. Olguín, obran las constancias siguientes:

"En Tula, Hidalgo, a veintidós de julio de mil novecientos veinticuatro, compareció ante el subscripto agente del Ministerio Público, el C. Constantino M. Olguín, quien previas las formalidades de ley, y por sus generales, dijo: llamarse como está asentado, ser originario de Jilotepec, Estado de México, y vecino de El Salto, casado, artesano y de veintiocho años de edad y manifestó: que el día seis de los corrientes, como a las ocho de la noche, estando en su casa, fue llamado por J. Guadalupe Juárez; que inmediatamente fue el que habla, habiendo hallado el referido Juárez en la tienda del señor Vicente Jaramillo, con cinco individuos más, quienes le dijeron que si él era el presidente de la casilla electoral que se había instalado allí, en El Salto; que como le contestase a Juárez en sentido afirmativo, éste le exigió que sacara de su casa

todos los documentos que se relacionaran a las propias elecciones; que como temiera le hicieran algo, obedeció la orden; y hecho, también se lo llevaron al que habla con todos los documentos y el ánfora con toda la votación, diciéndole Juárez que no tuviera cuidado, que no le iba a pasar nada, que si eso hacía, era porque en Tepeji del Río se iba a instalar el Colegio Electoral Que ya estando en Tepeji lo condujeron al hotel Hidalgo, en donde lo tuvieron esa noche hasta el día siguiente, como a las cinco de la tarde, que lo dejaron ir, bajo la condición - le dijo Juárez - que tendrían que pasar por él esos días para que los acompañara; que hace constar que ese día que lo soltaron, como a las nueve de la mañana, un representante del candidato a diputado al Congreso de la Unión, doctor José Parrés, estando en el mismo hotel, abrió el ánfora y saco todas las boletas y no supo qué haría de ellas..."

El C. López Soto, interrumpiendo: Un momento. Allí está comprobado que el mismo señor Parrés abrió el ánfora compañero.

- El mismo C. Secretario, continuando la lectura:

"Que el día ocho del propio mes, como a las nueve de la mañana, paso Juárez a su casa y le entregó un paquete diciéndole que eran las boletas de votación y se viniera para Tula en compañía de otros dos individuos, que eran los presidentes de las casillas que se instalaron en Tepeji del Río, y también les dijo que preguntaran por el domicilio del doctor Parrés; que llegando a esta población y por la indicación de Juárez, se presentaron al hotel donde se hallaban los partidarios de Parrés, el candidato, y allí los tuvieron encerrados con otros presidentes de casillas de varios puntos de este distrito, y que hasta el día diez de este mes los sacaron, llevándoselos al Colegio Electoral, en donde se hizo el cómputo general, y que hasta como a las cinco y media de la tarde de ese día salieron del colegio de referencia. esto expuso y firmó.

"Al margen.- Constantino M. Olguín.- Rúbrica. Al centro.- Doy fe.- E. Cabrera. - Rúbrica.

"En veintiocho de julio de mil novecientos veinticuatro, compareció, previo citatorio, el ciudadano Constantino M. Olguín, quien por sus generales que ya constan, dijo: que ratifica la denuncia que hizo ante el ciudadano agente del Ministerio Público, agregando que los individuos que acompañaban a J. Guadalupe Juárez iban armados de carabinas, y que entregó a Juárez toda la documentación de la Mesa Electoral, porque le entró temor que le hicieran alguna cosa; que de esto se dio cuenta el señor Vicente Jaramillo, sr., y Vicente Jaramillo, jr., y Elías Enríquez. Que al llegar a Tepeji lo condujeron al hotel los soldados de Juárez; de esto se dio cuenta Juan Huitrón. Que por lo que respecta al representante del candidato a diputado, doctor José Parrés, quien rompió el ánfora para sacar las boletas de votación que allí había, no lo conoce de nombre, pero de vista sí. Que cuando lo tuvieron encerrado así como a otros que no conoció, no los dejaron salir los representantes del candidato Parrés por los contrarios que andaban también aquí, del otro candidato a diputado. Esto expuso y firmó.- Al margen. - Constantino M. Olguín.- Rúbrica.- Al centro.- Doy fe.- Manuel Martínez Ortiz, - J. T. Mayorga, secretario." -Rúbricas.

"Y a solicitud del C. Román Monroy, se expide el presente en Tula de Allende, Estado de Hidalgo, a los veintiocho días del mes de julio de mil novecientos veinticuatro. -Doy fe. - Manuel Martínez Ortiz - J. T. Mayorga."- Rúbricas.

El C. Díaz Soto y Gama: Para interpelar a la Secretaría. ¿Cómo se llama el agente del Ministerio Público que intervino en eso?

El C. secretario Rueda Magro: No aparece el nombre.

El C. Díaz Soto y Gama: Yo oí Cabrera; cómo no, al final de la primera acta.

El C. secretario Rueda Magro: "E. Cabrera."

El C. Díaz Soto y Gama: Ese E. Cabrera es el mismo que prohibió a los manifestantes de Calles fueran a la manifestación, según leí, con sellos de él y firmas de él.

El C. López Soto: El señor agente del Ministerio Público no es el que hace esta declaración, es el juez de 1a. instancia. Dicho funcionario ha cumplido con un deber al extender un certificado. El papel del agente del Ministerio Público no es el de juzgar, sino el de consignar; así es que quien juzgó aquí fue precisamente el juez de 1a. instancia. (Murmullos.) Vamos a ver: está ya demostrado que si el señor doctor Parrés es un honrado revolucionario, también sabe hacer sus chanchullos electorales, como los saben hacer la mayoría de los presuntos diputados. (Murmullos.) Suplicaría al señor licenciado Soto y Gama tuviera la amabilidad de atenderme, porque cuando él hablo yo guardé la compostura necesaria. Ahora vamos a ver el acta extendida por los ciudadanos "parristas", el acta de su Colegio Electoral. Principian por hacer firmar a una persona como presidente de la 2a. casilla, y quiero que lo certifique la Secretaría. Suplico a la secretaría dé lectura al acta de instalación de la Junta Computadora.

- El C. secretario Rueda Magro, leyendo:

"Estado de Hidalgo.- Municipalidad de Tula.- 8o. distrito electoral.

"Acta de instalación.

"En la municipalidad de Tula de Allende, del Estado de Hidalgo: después de efectuados los actos preparatorios que marca la Ley Electoral vigente, quedó integrada la Junta Computadora de la manera siguiente: presidente, por cuarenta y siete votos, C. Carlos G. Hernández; vicepresidente, por cuarenta y siete votos, C. Felipe Martínez; 1er. secretario, por cuarenta y cinco votos, C. Carlos Viveros M.; 2o. secretario, por cuarenta y siete votos, C. Antonio Omaña; 3er. secretario, por cuarenta y siete votos, C. Doroteo Gálvez; 4o. secretario, por cuarenta y siete votos, C. Silvino Flores; 1er. escrutador, por cuarenta y siete votos, C. Candido Cornejo; 2o. escrutador, por cuarenta y cinco votos, C. Trinidad Gutiérrez; 3er. escrutador, por cuarenta y dos votos, C. Jesús Cruz; 4o. escrutador, por cuarenta y tres votos, C. Sofio Cruz.

"Habiendo tomado posesión de sus cargos todos los nombrados a las once horas del día del mes de julio de mil novecientos veinticuatro....

"Firmándose la presente por los que integran la Junta Computadora.- El presidente de la Junta Computadora, Carlos G. Hernández.- El presidente de la casilla electoral, Gregorio Aguirre.- 1er. secretario, Carlos Viveros M.- 2o. secretario,

Antonio Omaña.- 3er secretario, Doroteo G lvez.- 4o. secretario, Silvino Flores.- 1er. escrutador, Cándido Cornejo.- 2o. escrutador, Trinidad Gutiérrez.- 3er. escrutador, Jesús Cruz.- 4o. escrutador, Sofío Cruz."

El C. López Soto, continuando: Ahora voy a pedir a la Secretaría que dé fe de que tiene a la vista el inventario de los paquetes que llegaron y los nombres de los presidentes. Para no cansar a sus señorías, nada más voy a hacer una aclaración sobre esto.

- El C. secretario Rueda Magro, leyendo:

"inventario de los documentos que se relacionan con la elección de senadores que entregaron los presidentes de casillas del 8o. distrito electoral del Estado de Hidalgo.

"El C. Gregorio Olguín presidente de la 6a. casilla electoral. Tula. Entregó un paquete."

El C. López Soto: Pues aquí ven ustedes, señores compañeros, cómo por obra de milagro, que el presidente de la segunda casilla que va a dar validez a la Junta Computadora del señor Parrés, no es tal presidente de la segunda casilla -se llama Gregorio Olguín -, sino presidente de la sexta casilla de Tula. Este es un chanchullo perfectamente manifiesto, como queda demostrado, así como también ha quedado demostrado que el propio señor Parrés abrió las ánforas. Hechas estas explicaciones, me voy a permitir tratar un asunto que, como hidalguense, me llega al alma.

Aquí ha atacado al gobernador del Estado de Hidalgo el señor Soto y Gama, y en realidad no tiene razón. se dice que los ayuntamientos hacen y tornan. Sepa el compañero Soto y Gama que los ayuntamientos en el Estado de Hidalgo no tienen ninguna censura oficial; los ayuntamientos del Estado están constituidos por sus propias asambleas, y ellas son la que conocen de todos sus asuntos electorales. Yo, hace dos años, fui el primero que levantó a todos los ayuntamientos en la sierra, cuando la Legislatura pasada trató de conocer de las elecciones municipales, y por el fallo de aquella Legislatura todos aquellos ayuntamientos se levantaron contra el general Azuara; el general Azuara se convenció de que no estaba dentro de un criterio netamente revolucionario lo que se trataba de hacer, no por él, sino por algunos miembros de la Legislatura que habían influenciado a los demás. Yo entonces me puse al frente de los ayuntamientos de la sierra y de muchos ayuntamientos del distrito de Tulancingo, y desconocí los procedimientos de la legislatura; y esos ayuntamientos subsistieron, porque los hidalguenses son suficientemente viriles para hacerse respetar. Esperábamos que de un momento a otro se nos echaran encima las fuerzas federales; hubiéramos sucumbido, pero se hubiera sabido que sabíamos hacer respetar el voto. Esos ayuntamientos eran libres y cayeron porque tenían que caer, una vez terminado el plazo que les marca la ley, según lo preceptuado por la constitución de 17; los ayuntamientos que existen ahora son precisamente los emanados de la voluntad popular y son los que nos han enviado a esta Representación Nacional, porque nosotros los hidalguenses(Risas. Aplausos. Voces: ¡Qué bien!) Me permito hacer una aclaración, he sufrido un error. (Risas.) He sufrido un error al decir que los ayuntamientos son los que nos mandan no, señores, los ayuntamientos en el Estado de Hidalgo emanan de la voluntad popular, y esa voluntad popular es la que nos ha enviado. (Murmullos. Voces: ¡Ah!)

Porque sépanse, compañeros - y a orgullo lo tenemos los hidalguenses -, que en su jira de propaganda el general Obregón, al llegar al Estado de Hidalgo, pronunció un discurso memorable para los hidalguenses, en el que dijo: "Hemos venido al Estado de Hidalgo en jira de propaganda, y nos hemos encontrado con que aquí hay una gran cantidad de civismo. Esto debe ser motivo de orgullo para los hidalguenses, y si nos sentimos quebrantados cuando lleguemos a otros Estados, les diremos: Tomen ejemplo de los Hidalguenses." Ese discurso lo pronunció el general Obregón en su campaña electoral. Al general Azuara no se le puede tachar de imposicionista ni de reaccionario; el general Azuara es revolucionario. En mil novecientos diez supo estar en su lugar; también en mil novecientos veinticuatro, porque contra todos los que decían que se levantarían en armas, él fue el que enarboló la bandera en contra de Cavazos en el Estado de Hidalgo, y después en otras ocasiones. Prefirió sucumbir, si era necesario, en las ruinas del templo de San Francisco, antes que ceder al oro y a los honores que le ofrecía De la Huerta por conducto del general Cavazos, no cuando ya estaba terminada la revolución, señores, porque todos saben que el combate de Pachuca fue en el momento en que medio ejército se había volteado, y entonces supieron estar al lado del general Azuara, todos los revolucionarios, muchos de los cuales tienen la satisfacción de estar en este momento en la Cámara. Así es que nosotros hemos venido por la voluntad popular basada en la necesidad que tenían esos pueblos de no ser ya burlados como lo eran año por año por esos llamados partidos nacionalistas. Emanamos de la voluntad popular, y lo digo, porque son los pueblos los que nos han enviado aquí, y la confederación de Partidos Regionales les hará justicia a los hidalguenses, porque la República entera tiene fe en la Confederación de Partidos Regionales de la República. (Aplausos.)

El C. Díaz Soto y Gama: Para interpelar a la comisión. Me permito interpelar al compañero Puig sobre este punto histórico. ¿Recuerda usted cuando Porfirio Díaz mandó encarcelar al candidato a la Presidencia de la República, Francisco I Madero?

El C. Puig y Casauranc: No oí, compañero.

El C. Díaz Soto y Gama: Digo que si recuerda usted cuando Porfirio Díaz, entonces presidente de la República, mandó encarcelar al candidato a la presidencia de la República, Francisco I Madero, en 1910.

El C. Puig y Casauranc: Seguramente.

El C. Díaz Soto y Gama: Seguramente. La interpelación va a esto: ¿Le parece a usted que sea una prueba de libertad electoral el hecho de que se encarcele a los partidarios de determinada fórmula?

El C. Puig y Casauranc: ¡Nunca!

El C. Díaz Soto y Gama: Bueno, pues yo aquí tengo documentos que voy a leer a la comisión.

por conducto de la Secretaría, naturalmente, que demuestran que no sólo los partidarios del doctor Parrés fueron encarcelados por supuestos delitos, sino que también se encarceló - tengo la prueba plena - al juez conciliador segundo suplente y a su secretario Calderón, por el delito de haber autorizado con su presencia la instalación y el funcionamiento de la Computadora. De manera que como tengo derecho a pedir lectura de documentos y sobre esa lectura de documentos se basa mi interpelación, pido a la Presidencia que me permita hacerlo y después demostraré la calumnia infame, más que de la comisión. del compañero López Soto, al llamar chanchullero a un hombre tan honrado como Parrés, (Siseos.) y al declarar que ese hombre ha hecho aparecer a Gregorio Olguín como presidente de dos casillas, lo voy a demostrar con los inventarios y con los documentos que obran aquí. Cualquiera que conozca a Parrés, desde el presidente de la República y desde el general Calles abajo, todos los revolucionarios, saben que el señor Parrés es un hombre completamente honorable, y es una calumnia declararlo capaz de esos chanchullos, es un crimen declararlo culpable de esos chanchullos. Voy a solicitar la lectura de estos documentos para que se vea en qué forma se vienen a tratar los asuntos ante esta Asamblea.

El C. Altamirano: Antes, para una interpelación al diputado López Soto pido la palabra. Suplico al señor López Soto me permita interpelarlo.

El C. López Soto: Compañero, no concedo interpelaciones; para eso está la tribuna. si habla usted yo me inscribiré después.

El C. Altamirano: Pero es un hecho que usted afirma, señor diputado. entonces, como el señor López Soto...(campanilla) pido la palabra para interpelar a la comisión. (Golpes en los pupitres. Campanilla.) Para interpelar a la comisión. ¿El orador a quien le corresponde el turno me permite el uso de la palabra? (Desorden.)

El C. Díaz Soto y Gama: Con mucho gusto.

El C. presidente: Estando el ciudadano Soto y Gama en estos momentos formulando una interpelación a la comisión, yo creo que no es justo que se le coarte su derecho.

El C. Altamirano: El ciudadano Soto y Gama, a quien le corresponde el turno, me ha permitido el uso de la palabra. (Desorden.)

El C. Covarrubias: Moción de orden.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Covarrubias para una moción de orden.

El C. Covarrubias: Estando formulando en este momento una interpelación a la comisión el compañero Soto y Gama, yo creo que no es justo que se le quite la palabra, ya que está en uso de un derecho. Si a su vez el compañero Altamirano desea hacer interpelaciones, que sean posteriores a las del compañero Soto y Gama.

El C. presidente: Me permito manifestar al compañero Altamirano que el compañero Soto y Gama pidió lectura de documentos. En seguida, si lo permite el orador inscripto, con mucho gusto le concederé la palabra.

El C. Altamirano: Muy bien.

- El C. secretario Rueda Magro, leyendo:

Al margen un sello que dice: "Poder Ejecutivo Federal.- México.- Estados Unidos Mexicanos.- Secretaría de Gobernación."- Número 7,655.

"Al señor José G. Parrés.- 4a. de Tacuba, número 53.- Ciudad.

" El ciudadano presidente municipal de Tula de Allende, Hidalgo, en ocurso fechado el 16 de los corrientes, dice a esta Secretaría lo siguiente:

"Obsequiando los deseos de esa Secretaría de su merecido cargo, expresados en su respetable mensaje número 18, de 14 de los corrientes, relativos al informe que se me pide respecto de la detención de los CC. Rafael Salgado y Enrique Calderón, juez 2o. conciliador suplente y secretario del juzgado de esta villa, respectivamente, tengo el honor de manifestar a usted que, en vista de que los detenidos de que se trata están a disposición del juez de 1a. instancia de este lugar, me dirigí a él pidiéndole los informes del caso, a lo que el expresado funcionario, en oficio número 836, de ayer , me dice en lo conducente lo que sigue: "En debida respuesta al atento oficio de usted, número 348, de 14 del actual, le manifiesto que Rafael Salgado Chávez y Enrique Calderón se encuentran procesados por el delito de usurpación de funciones... Por lo que se servirá enterarse usted de las causas o motivos que originaron la detención de los expresados Chávez y Calderón."

"Lo que tengo el honor de transcribir a usted como resultado de su atenta nota fechada el 12 del actual.

"Le reitero mi atenta consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección. México, D. F., a 23 de julio de 1924.- Por orden del subsecretario, el oficial mayor, G. Ruiz."- Rúbrica.

El C. Díaz Soto y Gama: Sobre este documento baso mi interpelación. Compañero: un documento que es una transcripción de un oficio del presidente municipal de Tula, parcial en todo caso a la fórmula oficial, no al doctor Parrés, puesto que este señor fue el mismo que indebidamente certificó la credencial del contrincante del doctor Parrés, ¿este documento no hace para usted prueba plena y no demuestra que Rafael Salgado Chávez y Enrique Calderón, el primero juez 2o. conciliador suplente y el segundo secretario, que fueron procesados por el delito de usurpación de funciones, no demuestra que estos hombres son víctimas de la presión oficial, que no contenta con haber impuesto a un candidato como es Monroy, ejerce, además, represalias contra los partidarios del doctor Parrés, como tontamente vino a decirlo aquí el ciudadano López Soto...?

El C. López Soto: No soy tan inteligente como Soto y Gama; no soy abogado.

El C. Díaz Soto y Gama: De todas maneras, usted mismo ha venido a darnos la razón al presentar una lista de los partidarios del doctor Parrés que fueron presos al día siguiente de la elección...

El C. López Soto: Están libres; son prófugos.

El C. Díaz Soto y Gama: ¿Cómo no va a ser esto una tontera? Pero si le duele la palabra, diré torpeza. Dice que están libres, luego fue una calumnia inventada exclusivamente para completar la presión. (Voces: ¡Que bochorno!) ¿No es bochornoso que se acuse de usurpación de funciones al juez conciliador....?

El C. Campos Camerino: ¡Permítame la palabra, yo le voy a explicar eso!

El C. Díaz Soto y Gama: No tenga usted tanta prisa en defender un caso inicuo; para ponerse en evidencia le van a sobrar ocasiones. ¿No es verdaderamente probatorio de presión el hecho de que se hayan puesto presos al juez conciliador y al secretario tan sólo por haber intervenido en la instalación de una junta que no se podía certificar de otro modo, porque se habían ausentado las autoridades municipales y las judiciales? Ciudadano Puig y Casauranc, ¿encuentra usted probatorio este documento, sí o no? Lo pongo a la disposición de usted, y como viene legalizado por la Secretaría de Gobernación, hace fe en el Distrito Federal. Gobernación transcribe el oficio literal del presidente.

El C. Puig y Casauranc: Ruego al ciudadano Soto y Gama concrete su pregunta, porque quiero también ser conciso en mi respuesta.

El C. Díaz Soto y Gama: Mi pregunta es tan concreta como esta: ¿Considera usted probatorio el oficio del propio presidente municipal que certificó la credencial del contrario de Parrés? ¿Considera usted que sea probatorio un documento emanado de la parte hostil a Parrés?

El C. Puig y Casauranc: Indudablemente que para mí - y tengo que aceptar eso como un hecho y cabe entonces la interpretación...-

El C. Díaz Soto y Gama: Eso no se lo pregunto a usted.

El C. Puig y Casauranc: ¡Claro! ¿Como no?

El C. Díaz Soto y Gama: Eso lo interpretaré yo y después le pregunto a usted, y si usted hace su interpretación, yo hago la mía y estamos a mano.

El C. Puig y Casauranc: Yo acepto como un hecho el que esos individuos fueron puestos presos por la autoridad de allá , que comunica que han sido procesados. Ahora, moralmente, puede explicarse que hayan sido presos los partidarios de Parrés, y legalmente, por haber usurpado funciones.

El C. Díaz Soto y Gama: Pues yo me atengo más a lo moral. Por fortuna aquí brotó el fondo bueno, el fondo sano de la conciencia del doctor Puig y Casauranc; yo lo felicito por esa moralidad. En consecuencia, él dice que esto sólo puede explicarse por el deseo de ejercer represalia sobre los hombres que siendo funcionarios públicos no rehusaron un servicio de su ministerio a un hombre honrado que se siente abandonado por las demás autoridades.

La ley es muy ancha y se le dio la apariencia legal de usurpación de funciones, a reserva de ponerlos en libertad como a los demás procesados; lo acaba de confesar el compañero: que los pusieron en libertad; que se les tuvo presos nada más lo necesario para intimidarlos y luego se les puso en libertad. De manera que legalmente es esta una denuncia falsa y funda una prisión arbitraria, después de lo cual, a pesar de todo el deseo de encontrar delito, se les pone en libertad. Yo quiero hacer constar en este caso la contradicción en que incurrió el compañero. El nos presentaba a Parrés acompañado de un montón de bandidos, asesinos, bribones, usurpadores, que cometen atentados, calumnias, en fin monstruos del Averno, los cuatro caballos del Apocalipsis, y ahora nos declara que fueron puestos en libertad por un Gobierno enemigo de Parrés. Luego se tuvo que inclinar ante la evidencia es decir, conocía la evidencia. Quiere decir que el compañero nos ha ayudado, me ha ayudado a mi especialmente - y se lo agradezco - en esta defensa; en cuanto al doctor Parrés, me satisface esa declaración. Moralmente, en ese concepto, esto fue una represalia; legalmente fue un ardid, que es lo que yo acabo de demostrar. Ahora, otro documento que pido que se lea, para que se vea hasta qué punto se viene aquí a calumniar a mansalva a un hombre honrado y ausente, como Parrés. Yo pido a la Secretaría que se sirva decir si es cierto que en el inventario de documentos que se relaciona con la elección de senadores - están iguales los tres, se pueden leer los tres -, firmado por el presidente de la Junta Computadora, etcétera, figura dos veces la 6a. casilla en esta forma: 6a. casilla de Tula, ciudadano Constantino Olguín, presidente de la 6a. casilla de Tula, un paquete. Y luego vuelve a decir: "ciudadano Gregorio Olguín, 6a. casilla de Tula, un paquete. ¿Creen ustedes que el doctor Parrés metió dos paquetes de la 6a. casilla de Tula? Lo que pasa es que hubo una equivocación de pluma en el número; se repitió dos veces la 6a. casilla y así queda explicado por que el presidente de la 2a. casilla de Tula firma después como presidente de la 2a. ¿Qué interés tenia el doctor Parrés en presentar torpemente dos presidentes de casillas? Luego ha habido mala fe o ligereza punible en todo caso en atribuir al doctor Parrés un chanchullo cuando no lo ha habido. Constantino Olguín era el presidente de la 6a. casilla y Gregorio Olguín era el presidente de la 2a. Ahora, si demuestra el compañero López Soto o la comisión que hay alguna otra 2a. casilla de Tula en el inventario, entonces podía tener razón; pero como no aparece listada la 2a. y si dos veces la 6a. se comprende que el presidente autentico es Constantino y que el otro es el presidente de la 2a. nada más que, repito, hubo un error de pluma. Pido a la Secretaría se sirva certificar si existe ese hecho, de haberse dos veces enunciado la 6a. casilla.

El C. secretario Rueda magro: La secretaría certifica que es cierto lo que dice el ciudadano Soto y Gama; aparece dos veces la 6a. casilla, primero firmando en ella Constantino Olguín y después Gregorio Olguín.

El C. Díaz Soto y Gama: ¿A qué queda reducido el argumento especioso en virtud del cual se calumnia al doctor Parrés? El doctor Parrés mereció la confianza del Ejecutivo de el delicadísimo asunto de la gubernatura de Morelos durante tres años; el doctor Parrés se separó sin mácula alguna; la misma reacción, siempre pendiente de sus actos, acuciosa en el examen de su actos, no ha podido encontrarle un reproche; y ha sido preciso que estuviera ausente, que no pudiera defenderse, para que por defender a un hombre que vale infinitamente menos que él, que nada vale como revolucionario, porque ya se sabe en esta Cámara lo que quiere decir revolucionario; por defender a Azuara se viniera a calumniar a un hombre que está fuera de toda calumnia y muy por encima de toda sospecha. Por eso defiendo al amigo y al

revolucionario y vengo no solamente a defender al doctor Parrés, sino a establecer un cotejo entre él y Azuara, que no es revolucionario. El compañero nos trae la vieja cantinela de confundir al matón de oficio con el revolucionario; al hombre que se le encomienda únicamente la comisión de matar individuos, ya sean huertistas, carrancistas, etcétera, etcétera, y va a matar o quizá ni mata, sino empuja a los suyos por delante, quedándose él a la retaguardia en calidad de general, o si va a la vanguardia, va a lo imbécil, pero que al llegar al poder se codea con los hacendados, con el hombre que es verdadero revolucionario, en la aceptación que aquí le damos a la palabra revolucionario. No me importa que Azuara haya ido a la revolución; han ido a la revolución muchos hombres que resultaron traidores. Enrique Estrada está cargado de lauros, le pesan los lauros militares; hizo un papel hermosísimo en la lucha contra Victoriano Huerta como soldado, como matón profesional, ¿y dónde está el revolucionarismo de Enrique Estrada? De manera que es bueno que no se nos venga a cansar con eso. Es más criminal el hombre que habiendo tomado una vez las armas del pueblo para defender al pueblo, después las vuelve contra el mismo pueblo; y el cargo que tenemos que hacer a Azuara se lo sostendremos y yo personalmente se lo sostendré especialmente en el abominable asunto de Tlaxcalilla y en cuantos asuntos se vengan a presentar a esta Cámara. La Nacional Agraria está repleta de quejas dirigidas contra las fuerzas locales del Estado de Hidalgo manejadas y dirigidas por el gobernador Azuara. Por fortuna no se han quemado los expedientes de la Nacional Agraria, y por fortuna están allí y el día que lo quiera el defensor oficioso o espontáneo del gobernador Azuara, le traeremos aquí pilas, resmas de acusaciones contra las fuerzas de Azuara. De manera que si no tiene prisa, espérese usted un poco; pero no se puede llamar revolucionario a un hombre como Azuara, que ha permitido que se sacrifique, que se asesine a muchos campesinos. Se lo iremos marcando paso a paso; es necesario arrancar caretas; estamos en la época de la liquidación revolucionaria. Pero yo no puedo permitir que impunemente, a mansalva, se ataque a un hombre honrado como Parrés; de manera que yo quisiera que el compañero confesara que fue ligero al decir que Parrés cometió chanchullos en esa forma; esto es una calumnia. En cuanto al otro testimonio, la prueba, el testimonio arrancado con presión por el agente del Ministerio Público, conocido anticallista, conocido antirrevolucionario, como lo he demostrado con documentos en que amenazaba con consignar - lo mismo que después consignó -, con consignar a los que fueran a la manifestación de Calles, ¿qué vale? ¿Y la declaración de ese testigo presidente de casilla, que dice que porque sí, porque le insinuaron que Parrés había abierto una ánfora? Parrés es un hombre bastante honrado, es un hombre bastante inteligente para no hacer eso. ¿Qué necesidad tenía de eso si ha reconocido el compañero López Soto y lo han testificado varios compañeros, la fuerza abrumadora de Matías Rodríguez, del laborismo - agrarista de ese Estado? La fuerza de Matías Rodríguez íntegra paso a Parrés, porque Matías Rodríguez fue el que lo recomendó, y para recomendarlo no tuvo necesidad de hacer uso de recomendaciones antiguas, sino que tuvo que decir, le bastó decir: "este hombre es el que al frente del Gobierno del Estado de Morelos ha dado a los morelenses las tierras que la revolución ha ofrecido". De manera que todas las fuerzas de Matías Rodríguez y de Fernando Herrera, íntegras se encarnaron en la personalidad de Parrés. ¿Qué necesidad tenía de abrir un ánfora, si toda la votación era para él, que no podía ser para un hombre como Monroy, que había acompañado a Artemio Basurto en uno de los ataques a Tlaxcalilla; un hombre como Monroy, que yo estoy seguro - apuesto mi cabeza - de que no se presenta solo ni con diez hombres siquiera en el pueblo de Tlaxcalilla, por que sabe que allí lo matan y que allí lo odian, porque lo consideran uno de los patronos, uno de los patrocinadores de los hacendados? De manera que en estas condiciones, ¿dónde quedan los argumentos, dónde quedan los documentos especiosos del ciudadano López Soto y toda la defensa que la comisión ha hecho de la falsa credencial del ciudadano Monroy? Me reservo para seguir contestando a los oradores del pro en forma de interpelaciones.

El C. López Soto: Una aclaración.

El C. Altamirano: Una interpelación a la comisión.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano López Soto.

El C. López Soto: Voy hacer la siguiente aclaración: El ciudadano Soto y Gama ha hecho hincapié en que el presidente de la 6a. casilla, Gregorio Olguín, figura por error como presidente de la 2a. casilla, instalando la Junta Computadora del señor Parrés. Pues, señores, no hay más que ver que las tres actas que hemos tenido a la vista, la del expediente, la que está allí y la que obra en poder del ciudadano Soto y Gama, en las tres aparece Gregorio Olguín como presidente de la 6a. casilla, y en cambio aparece en el acta de la Junta Computadora del doctor Parrés como presidente de la 2a. casilla, en la que se le da una personalidad que no tiene. (Voces: ¿Es un error! ¿es otro nombre!) interpelo al presunto diputado Neri para que diga cuál ha sido la labor revolucionaria del doctor Parrés en Morelos.

El C. Díaz Soto y Gama: ¡Ah, un delaoísta!

El C. Neri: ¿Me pregunta usted cuál ha sido la labor revolucionaria del doctor Parrés en Morelos...? (Voces:, ¿Sí! ¿Sí!) ....Pues yo se lo pregunto a usted.

El C. Díaz Soto y Gama: ¿Usted a quién representa aquí: a De la O o al pueblo de Morelos?

El C. Neri: Represento al pueblo de Morelos.

El C. López Soto: Suplico al compañero Neri conteste en forma concreta la interpelación que yo le he hecho. ¿Conoce usted o no la actitud del doctor Parrés en Morelos? Si la conoce dígala, si no, no.

El C. Neri: Señores....(Voces: ¡Que hable el otro! ¡Que hable el apuntador! Risas, Murmullos. Campanilla.)

El C. Neri: Pues sí, señores; cuando salió el señor gobernador Parrés de Morelos de acuerdo con el....este... (Risas. Murmullos. Voces: ¡Con De la O! Campanilla.) .... que está en el

Ministerio de Hacienda, León Salinas, fue despojado de la gobernación por su labor tan mala que tenía ¿he? Yo pregunto aquí al licenciado Soto y Gama de esos treinta mil pesos que mandó aquí el Centro para ayudar al agrarismo, ¿qué cosa hizo? (Murmullos. Risas.)

El C. Díaz Soto y Gama: Voy a contestar. (Campanilla.) El compañero tiene el valor de hacer aquí....(Campanilla.)

El C. presidente: No se le ha concedido la palabra al ciudadano Soto y Gama (Voces: ¡Está en el uso de ella!)

El C. Díaz Soto y Gama: El compañero tiene el valor de venir aquí a hacer alarde ante un grupo de civiles más o menos respetuosos de la ley, pero que por lo menos fingen respeto a la ley (porque algunos de ellos creo que lo tenemos), de hacer alarde del cuartelazo infame, del cuartelazo cínico contra el gobernador. ¿Cómo vamos a admitir el precedente de que De la O contra la Presidencia de la República, contra la majestad de la ley, De la O, jefe de operaciones en Morelos, se constituyera en representativo del pueblo por sí y ante sí, y porque según él no había hecho ninguna labor Parrés, expulsarlo del Gobierno y poner en su lugar, de su propio movimiento, de sus pistolas, a un gobernador? (Murmullos.) ¿Cómo se atreve usted (Dirigiéndose al C. Neri.) a invocar ese hecho?

El C. Neri: Su labor yo la conozco a fondo.

El C. Díaz Soto y Gama: Espéreme un momento (Gritos. Desorden. Campanilla.)

El C. Neri: ¿Yo soy revolucionario! (Voces: ¡Moción de orden! Campanilla.)

El C. López Soto: Yo estaba en el uso de la palabra y me la quitó el ciudadano Soto y Gama. (Grito. Desorden. Campanilla.)

El C. Díaz Soto y Gama: ¿Que qué labor hizo Parrés en Morelos? ¡Pues, hombre, que lo conteste el pueblo de Morelos! Haber dotado de ejidos a todos los pueblos de Morelos, a todas las rancherías del Estado. La mejor demostración de que se ha hecho labor es la serie de ataques que se le han dirigido. El que más lo ha atacado ha sido Salinas, y ahora este señor viene a contarnos la fábula de que Salinas no apoyaba a De la O en Morelos, (Murmullos.) cuando es público y notorio que el peor enemigo que han tenido Parrés y el agrarismo es Salinas, cuando es público y notorio que Salinas y De la O han estado unidos estrechamente, hasta que últimamente se dividieron precisamente porque De la O le comió el mandado a Salinas, es decir, los candidatos a diputados los impuso De la O y no Salinas.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Caloca.

El C. Caloca: Ciudadanos diputados y presuntos: Esta vez no vengo a significarme por mis majaderías hijas de mi dinamismo, ni mucho menos a decir aquí palabras que pudieran provocar apetito. Desde otro punto de vista y para mí de suma importancia, trataré la defensa del doctor Parrés. Quiero no enfrentarme con una mayoría, ni halagar tampoco a la minoría, pues para mí el asunto es de más alta trascendencia. Justifico la fuerza de la mayoría lo mismo que los impulsos de la minoría, porque dentro de la física, la acción se resuelve en la misma proporción de su resistencia; si mayor es el impulso del agrarismo, indiscutiblemente que tendrá que ser mayor la resistencia de las mayorías. Pero esto no quiere decir que siempre aceptemos los fallos de la mayoría, y debo advertir que dentro de la ley no siempre está la justicia, pero que donde hay justicia siempre hay derecho. Aquí siempre se esgrime la cuestión legal ¿y la justicia? muy mal carteada. Papeles y más papeles y de ellos indiscutiblemente que algunos tienen su fuerza legal; pero dentro de los criterios tan disímbolos no se puede llegar a una conclusión porque el juez está integrado por elementos híbridos, porque no podrá negárseme que aquí hay buenos representantes de juzgados de primera instancia de pueblo, boticarios, maestros de escuela, administradores de haciendas y líderes políticos de provincia; todos con sus respectivos bagajes llegan a México, le tiran a Soto y Gama y al día siguiente escriben una carta a su amigo diciéndole: "anoche me tiré a Soto y Gama". (Risas estrepitosas. Aplausos.) Claro que la carta corre entre los amigos, por allí en provincia; se la enseñan a la tía, a la comadre, a la novia, y dicen: "Nomás figúrate que figura política es. Ya se enfrentó a Soto y Gama y a Morones y algunas veces también a Caloca". ¿EH? (Risas.) De manera que si nosotros nos vamos a presentar dentro de estas circunstancias, admitiendo la popularidad de un señor Monroy contra la del doctor Parrés, y debo advertir, señores, que hay individuos cuya popularidad está dentro de la providencia; otros la tienen dentro del Estado; otros dentro de la nación y otros individuos tienen esa popularidad continental. ¿A Parrés quién le puede negar no solamente que se le conozca en Morelos y en Hidalgo, sino sencillamente en la República? de manera conozca en Morelos y en hidalgo, sino sencillamente en la República? de manera individuos. Más aún, tratándose de un distrito como el de Tula, donde el agrarismo se encuentra completamente organizado, ¿cómo podemos nosotros explicarnos el éxito de un señor Monroy, a quien yo creo que apenas conocen en su casa? En consecuencia, ¿cómo vamos también a aceptar ese fárrago de papeles que han presentando para hacer prueba plena en contra de este individuo? Los documentos presentados por el licenciado Soto y Gama es indiscutible que tienen fuerza legal, están autorizados; pero ¡claro! como el Derecho es algo que se estira y se encoge, no se le quiere creer. Es necesario, señores, distinguir el Derecho social de la Justicia social, y en el caso de la defensa, en esta sentido , hecha por el licenciado Soto y Gama, se trata de la Justicia social. Ahora, si los del Estado de Hidalgo quieren presentarnos aquí individuos verdaderamente revolucionarios, esto es un motivo de que lo prueben. Respecto a la comisión, ella misma ha confesado que no ha visto el caso ampliamente. ¿Luego por qué se obstina la comisión en sostener su dictamen, si no tiene la convicción y, además, todo lo que se ha alegado prueba que no triunfó Monroy? Pues que modifique su dictamen y con eso dar una prueba de honradez. No obstante, yo tengo la creencia de que la mayoría quiere sacar avante este caso, porque esta Asamblea, esta mayoría, ha perdido trece o catorce y quiere reponerlos... (Voces: ¡Ya están

repuestos! Risas.) Sí, ya están repuestos. Gracias, compañeros. De manera que yo pido atentamente y suplico a la comisión que modifique su dictamen; creo que está en la conciencia de todos nosotros que no triunfó Monroy y, además, que hubo una verdadera presión en contra del doctor Parrés.

El C. Altamirano: Pido la palabra para una aclaración. (Voces: ¡Una interpelación!)

El C. secretario Valadez Ramírez: No habiendo más oradores....

El C. Mier y Terán: Pido la palabra. El compañero que hizo uso de la palabra.... (Murmullos. Risas.) Es indudable que en un momento de atrojamiento no haya podido decirle al ciudadano Soto y Gama debidamente todo lo que tenía en cartera pero quiero interpelar al ciudadano Soto y Gama para que me diga qué hicieron los treinta mil pesos que se entregaron al gobernador Parrés para las colonias agrícolas.

El C. Díaz Soto y Gama: El señor doctor Parrés es un hombre que lleva siempre sus papeles en regla y es un hombre completamente honrado, de manera que en cualquiera forma podrá contestar él, yo no podría hacerlo aquí de una manera satisfactoria con datos exactos. Al principio se hablaba de treinta mil pesos para labores agrícolas; pero evidentemente que se destinaron para la labor agraria llevada a cabo en el Estado de Morelos; tienen que haber sido para los gastos de la local agraria, es decir, para el pago del personal: presidente, vocales, secretario, etcétera, y la enorme masa de ingenieros. Esos treinta mil pesos se comprende que son una gota de agua para el océano de gastos que demanda esa labor.... (Siseos. Voces: ¡Ah! ¡Ah!) ....digo que son muy poco para la cantidad que se necesita para repartir todas las tierras en el Estado de Morelos, donde se han dado como doscientas posesiones, las cuales se comprende que exigen un gasto mayor de treinta mil pesos. El doctor Parrés ha dado cuenta y seguir dándola a la nación del manejo de todas las cantidades que se han ministrado por parte del Gobierno federal al propio Estado de Morelos, el más castigado por la revolución, el más devastado, el Estado en que quemó el apóstol Madero doce pueblos. El que quiera convencerse que vaya allá . Juvencio Robles y los huertistas quemaron pueblos; Carranza, por conducto de Pablo González, quemó pueblos y robó pueblos, hasta el extremo de que en una sola de sus avalanchas o giras o razzias que hacía este hombre, de un solo lugar, Jonacatepec, se ha traído ochocientas reses, que con todo cinismo declaraban ellos, al entrar a la ciudad, por el rumbo de San Antonio Abad, según me dicen, que eran de Morelos; de un solo lugar sacaron ochocientas reses. En materia de cosechas, Pablo González no una, sino seis u ocho veces se robaba las cosechas de riego y luego las cosechas de temporal. Esto lo hizo tres o cuatro años. Genovevo de la O también fue un destructor perfectamente conocido. En estas condiciones ustedes comprenderán que le Gobierno de Morelos, como ningún otro de la República, necesitaba una subvención de la Federación. Esta subvención se le dio sin que fuera un misterio para nadie, e dio año por año. De esta subvención ha dado cuenta pormenorizada Parrés y de esos treinta mil pesos tiene que dar cuenta, si no es que ya la ha dado. No es él un hombre que encubra sus responsabilidades; no está él aquí; yo conozco todas las paridades del Gobierno de Morelos, puesto que no fui su gobernador y puesto que mal podía yo pararme en Cuernavaca, cuando en Cuernavaca por obra De de la O desaparecen todos los enemigos de De la O. Si no que lo diga el general Mariaca y que lo diga el coronel Soriano, y que lo digan los que van allí, que apenas se permiten alguna expresión malsonante para el señor De la O, al poco tiempo son buscados en sus domicilios y tienen que emprender la fuga a esta capital de prisa. De manera que en estas condiciones ustedes comprenderán si podría uno políticamente asesorar a Parrés, que por lo demás no necesitaba asesores para gobernar el Estado de Morelos. Parrés le contestará a usted por prensa, señor. Lo único que quiero es que sepan los compañeros que el señor Mier y Terán es un individuo cuya credencial es tan limpia como esto que se ve en un solo detalle: el jefe de día en Cuernavaca, en persona, anduvo atropellando a los presidentes de casillas para imponer al señor. (Aplausos. Murmullos.)

El C. Mier y Terán: A su debido tiempo contestaré a usted.

El C. secretario Valdez Ramírez: No habiendo más oradores....

El C. Altamirano Manlio Fabio: Pido la palabra para interpelar a la comisión

. - El C. secretario Valadez Ramírez: ....en votación económica se pregunta si el asunto está suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Suficientemente discutido. ( Gritos. Desorden. Campanilla.)

El C. Altamirano: Pido la palabra para una protesta, señor presidente! (Desorden. Campanilla.)

El C. secretario Valadez Ramírez: En la misma forma de votación, se pregunta si se aprueba el dictamen. (Gritos. Desorden. Campanilla.)

El C. Altamirano: ¡Pido votación nominal!

El C. Torregrosa: ¡Votación nominal! ¡Protesto! (Gritos. Desorden.)

- El mismo C. secretario: Hay mayoría. Aprobado.

En consecuencia, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el 8o. distrito electoral del Estado de Hidalgo los ciudadanos Román Monroy y Nicomedes Falcón. (Aplausos. Gritos. Protestas. Voces: ,Vámonos!)

El C. Gutiérrez José F: ¿En qué artículo del Reglamento se funda el presidente para impedir el uso de la palabra? ¡Si tiene miedo, declárenlo, pero no sean sinvergüenzas! ¡Ya estamos cansados! (Voces: ¡El que tenga vergüenza que se salga!)

- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:

"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- Segunda Sección.

"H. Asamblea:

"A la Segunda Sección de la 1a. Comisión de

Poderes fue turnado, para su estudio y dictamen, el caso electoral del 5o. distrito electoral de Jalisco, en las elecciones de diputados, propietario y suplente, que se verificaron el día 6 de julio próximo pasado.

"Examinados los expedientes de la cabecera del distrito electoral, que fue Teocaltiche, se encontró el siguiente resultado: en la 1a. casilla, 126 votos para Juan B. Izábal y su suplente respectivo; 373 para Teobaldo Pérez y su suplente, y 27 para Darío Cruz el suplente; pero esta casilla adolece del defecto de haberse levantado para recibir la votación a las tres horas y haberse suplantado gran número de votos en favor de Pérez, por lo que la votación de este último no fue digna de tomarse en cuenta. En la 2a. casilla se obtuvieron, respectivamente, en el orden en que están enumerados los candidatos, 5, 6 y 23 votos, que no se toman en cuenta por no haberse instalado con vecinos empadronados en la sección. La 3a. casilla es buena y contiene 18, 2 y 21 votos; la 4a., también es buena y arroja 9, 11 y 17 votos; la 5a. casilla, que se instaló en la Comisaría de Belén, se nulifica también, porque el padrón no viene autorizado, siendo el resultado del escrutinio para los candidatos, respectivamente, en el orden en que se han enumerado, 36, 3 y 13; en Huejotitlán, la votación fue de 5, 0 y 6 votos, que se computan, no obstante que el expediente fue robado, pero permanecen en poder del candidato Izábal las constancias oficiales respectivas. Por último, en Michoacanejo, donde se instaló la 7a. casilla, se obtuvieron, 49, 3 y 54 votos; por lo que en toda esta municipalidad se obtuvieron para Juan B. Izábal y su suplente, Miguel Rábago Soto, 149 votos; 19 para Teobaldo Pérez y José L. Mendoza, y 50 para Darío Cruz y Refugio Velarde.

"En el municipio de Jalostotitlán se obtuvieron para la fórmula Izábal - Soto, 2,570 votos y nada para los contrarios. En Villa Hidalgo se instalaron dos casillas, que arrojaron 411 votos para Izábal y su suplente; 28 para Pérez - Mendoza y 217 para Cruz - Velarde. Por último, en Mexticacán, la votación se nulificó en virtud de que los expedientes son claramente fraudulentos y dicha votación se resta de la obtenida por Teobaldo Pérez y su suplente, en cuyo favor aparecía.

"En resumen, la fórmula Izábal - Rábago Soto, obtuvo 2,981 votos contra 47 de votos contra 47 de la fórmula Pérez Mendoza y 355 de la fórmula Cruz - Velarde.

"Debe advertirse que de las votaciones anteriores, la comisión está absolutamente convencida, pues toda la votación de Teocaltiche que el candidato Izábal obtuvo, le fue quitada, ya que existen algunos documentos, que si no prueban bastante, arrojan sospechas fundadas sobre la presión en esa cabecera; pero como la votación obtenida en ese lugar no decidió el triunfo, se concreta la comisión a restar el número de votos mencionados.

"De lo expuesto se verá que los CC. Juan B. Izábal y Miguel Rábago Soto obtuvieron la mayoría legal de sufragios, y así debe declararse, por lo que la comisión dictaminadora somete a la H. Asamblea, las siguientes proposiciones:

"Primera. Son válidas las elecciones de diputados al Congreso de la Unión verificadas el día 6 de julio próximo pasado en el 5o. distrito electoral del Estado de Jalisco.

"Segunda. Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el mencionado distrito, los CC. Juan B. Izábal y Miguel Rábago Soto." "Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, agosto 30 de 1924.- Francisco López Soto.- Mariano Pérez.- Fernando González Madrid."

Está a discusión. Los ciudadanos que deseen hacer uso de la palabra, sírvase pasar a inscribirse. No habiendo quien use de la palabra, en votación económica se pregunta a la Asamblea si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado. (Aplausos.)

En consecuencia, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: Son diputados, propietario y suplente, respectivamente, por el 5o. distrito electoral del Estado de Jalisco, los ciudadanos Juan B. Izábal y Miguel Rábago Soto. (Aplausos.)

- EL C. Torregrosa: Señor presidente, reclamo el quórum.

El C. secretario Valadez Ramírez: Habiendo sido reclamado el quórum, se procede a pasar lista. (Pasa lista.) ¿Falta algún ciudadano diputado por pasar lista?

El C. Altamirano: Señor presidente, no hay quórum. Que haga la declaratoria la Secretaría.

- El mismo C. secretario: Vamos a esperar un momento. No hay quórum.

El C. Altamirano: Que se haga la declaratoria.

- El mismo C. secretario: Hay una asistencia de ciento veinticinco ciudadanos diputados. No hay quórum.

- El C. presidente, a las 19:55: Se levanta la sesión y se cita para mañana a las quince horas.