Legislatura XXXI - Año I - Período Ordinario - Fecha 19241022 - Número de Diario 35

(L31A1P1oN035F19241022.xml)Núm. Diario:35

ENCABEZADO

MÉXICO, MIÉRCOLES 22 DE OCTUBRE DE 1924

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CAMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO I.- PERIODO ORDINARIO XXXI LEGISLATURA TOMO I.- NÚMERO 35

SESIÓN

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 22

DE OCTUBRE DE 1924

SUMARIO

1.- Abierta la sesión, es leída y aprobada el acta de la anterior.

2.- Se concede licencia a los CC. diputados Salazar y León Alfredo. Cartera.

3.- Son aprobados ocho dictámenes presentados por las Comisiones de Peticiones.

4.- Sin debate se aprueba el dictamen de la 1a. Comisión de Justicia sobre el proyecto de ley relativo a los juicios de amparo; pasa al Senado para sus efectos constitucionales.

5.- Es aprobado el dictamen de la 2a. Comisión de Hacienda referente a la jubilación del C. doctor Miguel M. Márquez; pasa al Senado para los efectos de ley.

6.- Se concede licencia a los CC. diputados Macip, Guerrero Manuel M., González Gonzalo E. y Zincúnegui Tercero.

7.- Para hechos usan de la palabra varios ciudadanos diputados. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del

C. GENARO V. VÁSQUEZ

(Asistencia de 142 ciudadanos diputados.)

El C. presidente, a las 17: Se abre la sesión.

- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día veinte de octubre de mil novecientos veinticuatro.

"Presidencia del C. Enrique L. Soto.

"En la ciudad de México, a las diez y siete horas y tres minutos del lunes veinte de octubre de mil novecientos veinticuatro, se abrió la sesión con asistencia de ciento treinta y siete ciudadanos diputados.

"Fue aprobada el acta de la sesión anterior, celebrada el día diez y seis del mes en curso.

"Rindieron la protesta de ley los CC. Justo A. Santa Anna y José Remedios López, el primero como diputado propietario por el noveno distrito electoral del Distrito Federal, y el último como diputado suplente por el décimotercer distrito electoral del Distrito Federal.

"Los CC. Díaz Soto y Gama y José Siurob usaron de la palabra para hechos, refiriéndose a asuntos agrarios en el Estado de Querétaro y a la política que sobre el particular ha seguido el gobernador de ese Estado.

"Se dio cuenta con los siguientes asuntos:

"El presidente de la República francesa expresa su agradecimiento por el mensaje que se le envió con motivo de la muerte de Anatole France.- A sus antecedentes.

"La Cámara de Senadores acusa recibo del proyecto de decreto que se refiere a que la protesta del C. Plutarco Elías Calles, como presidente de la República, tenga lugar en el Estadio Nacional.- A su expediente.

"La misma Cámara, por haberlo desechado, devuelve el proyecto de reformas a la Ley Orgánica de Tribunales del Fuero Común en el Distrito y Territorios de la Federación, que se le envió con fecha veinticinco de noviembre de mil novecientos veintidós.- Recibo, y a la 3a. Comisión de Justicia.

"El Ejecutivo de la Unión, por conducto de la Secretaría de Gobernación, envía el Presupuesto de Egresos del Gobierno del Distrito Norte de la Baja California, para el año de 1925.- Recibo, y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

"La Suprema Corte de Justicia de la Nación agradece el voto de simpatía acordado por esta H. Cámara para ese alto Tribunal, con motivo de las sentencias que ha pronunciado, reconociendo la personalidad de las Juntas de Conciliación y Arbitraje.- A sus antecedentes.

"El C. diputado Hilario Meníndez, en telegrama de Tempoal, Veracruz, manifiesta que por dificultades en la comunicación, hasta el día diez y nueve de este mes se publicó el bando por el que se declara presidente de la República el C. Plutarco Elías Calles.- A su expediente.

"La Legislatura del Estado de Chihuahua comunica que el C. Jesús Antonio Almeida otorgó la protesta de ley como gobernador constitucional de esa Entidad.- De enterado.

"La misma Legislatura avisa que los CC. licenciados Pedro S. Olivas, Pascual del Avellano y Francisco Cordero, rindieron la protesta de ley como magistrado al Tribunal Superior de Justicia de aquel Estado.- De enterado.

"El Congreso de Guanajuato participa que eligió su Mesa Directiva para el segundo mes de su primer periodo ordinario.- De enterado.

"El gobernador provisional del Estado de Morelos transcribe un telegrama que dirige a la Cámara de Senadores proponiendo al C. licenciado Cesar Córdova como candidato a magistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.- Resérvese para el Congreso General.

"El C. Alejo Bay comunica que se hizo cargo nuevamente del Poder Ejecutivo de Sonora, por haber terminado la licencia de que venía disfrutando.- De enterado.

"El ciudadano presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Sinaloa comunica que ese cuerpo se instaló con las formalidades legales el día primero de este mes.- De enterado.

"Proyecto de ley subscripto por los CC. Manuel Rueda Magro, Genero V. Vásquez, Romeo Ortega y otros ciudadanos diputados, relativo a que se conceda un plazo a los interesados en los amparos solicitados ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a fin de que promuevan la terminación de los juicios.- A la 1a. Comisión de Justicia, e imprímase.

"Proyecto de ley firmado también por los mismos CC. Rueda Magro, Vásquez, Ortega y otros diputados, por el que se adiciona la Ley Orgánica de los Tribunales del Fuero Común en el Distrito y Territorios de la Federación.- A la 1a. Comisión de Justicia, e imprímase.

"Dictamen de la 1a. Comisión de Relaciones Exteriores, que consulta el siguiente proyecto de decreto:

"Artículo único. Se concede permiso al C. Angel Julián Lagarda y Márquez para que, sin perjuicio de sus derechos de ciudadano mexicano, acepte y desempeñe el cargo de cónsul general honorario de la República de Costa Rica en México."

"Este dictamen estaba de primera lectura. En votación económica se le dispensó la segunda lectura y se puso a discusión. No hubo quien hiciera uso de la palabra y fué aprobado por unaminidad de ciento treinta y siete votos, pasando al Senado para los efectos constitucionales.

"Proposición del C. Samuel R. Malpica, diputado suplente por el sexto distrito electoral del Estado de Puebla, hecho suyo por ciento diez ciudadanos diputados en ejercicio, que es su parte resolutiva dice:

"Dése un voto de agradecimiento al C. general de división don Francisco R. Serrano, por su labor altamente patriótica en la Secretaría de Guerra y Marina."

"El C. Villaseñor Mejía usó de la palabra en apoyo de la proposición, la que en seguida fue aprobada en votación económica.

"A las diez y ocho horas y treinta y dos minutos se levantó la sesión y se citó para las diez y seis horas del día siguiente."

Está el acta a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobada.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Honorable Asamblea:

"El subscripto, diputado en ejercicio por el 7o. distrito electoral del Estado de Guerrero, ante vuestra soberanía viene a exponer: Que teniendo urgencia de ir al distrito que representa, al arreglo de asuntos de carácter personal, solicita, con dispensa de todo trámite, una licencia por treinta días, con goce de dietas, para poder ausentarse de esta capital.

"Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D.F., a 23 de octubre de 1924.- Juan B. Salazar."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvase manifestarlo. Dispensados los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Concedida.

"H. Asamblea:

"Alfredo León, diputado por el 4o. distrito electoral de Michoacán, respetuosamente se permite suplicar a la H. Asamblea se digne concederle una licencia hasta por veinte días, con goce de sueldo, con objeto de pasar a Michoacán al arreglo de algunos asuntos de familia, en el concepto de que al acordar en sentido favorable mi solicitud, comenzaré a hacer uso de dicha licencia con fecha 27 de los corrientes. Pido dispensa de trámites.

"Reitero a ustedes las seguridades de mi atenta y distinguida consideración. "Sufragio Efectivo. No Reelección.- México, D.F., a 22 de octubre de 1924.- A. León."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Dispensados los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Concedida.

"Cámara de Senadores del Congreso de la Unión.- México.- Estados Unidos Mexicanos.- Sección 2a.- Número 76.

"Ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presentes.

"Con el atento oficio número 21, girado por la Mesa 9a. de la Secretaría de esa H. Cámara, se recibió el expediente de la minuta del proyecto de ley por el que se reforman los artículos 152, 153 y II transitorio de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Distrito y Territorios, habiendo sido turnado dicho expediente a la 2a. Comisión de Justicia.

"Reiteramos a ustedes las seguridades de nuestra atenta y distinguida consideración.

"México, octubre 17 de 1924.- A. S. Rodríguez, S.S.- Antonio Ancona A., S.S." - A su expediente.

"Poder Ejecutivo Federal.- México.- Estados Unidos Mexicanos.- Secretaría de Gobernación.- Número 11,613.

"A los ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- Presentes.

"Para los efectos legales correspondientes, tengo el honor de remitir a esa H. Cámara de Diputados, para su estudio, un ejemplar de cada uno de los proyectos de Presupuesto de Ingresos y Egresos correspondientes al municipio de Isla Mujeres, del Territorio de Quintana Roo, para el próximo año fiscal de 1925.

"Suplico a ustedes acusarme el recibo de estilo, y aprovecho esta oportunidad para renovarles las seguridades de mi muy distinguida consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.- México, D.F., a 17 de octubre de 1924.- Por acuerdo del secretario, el subsecretario, D. Benítez."- Recibo, y a la Comisión de Presupuestos y Cuenta.

Telegrama procedente de: "Querétaro, Queretaro., 21 de octubre de 1924.

"Secretarios Cámara Diputados.

"Legislatura Estado, sin quorum legal y violando artículos 29, 101, 137, 143, fracción IV, y 148 Constitución Estado, y correlativos Constitución federal, nombró presidente Ayuntamiento Amealco y repuso presidente y regidor Ayuntamiento Cadereyta, éstos suspensos y procesados delitos orden común. Como miembros Legislatura protestamos enérgicamente y pedimos consignación responsables. Respetuosamente.- Diputados: Daniel Rivera.- J. Malogón.- Rafael Monroy."- Recibo.

Telegrama procedente de: "Querétaro, 21 de octubre de 1924.

"Secretarios de la Cámara de Diputados.

"Protestamos enérgicamente por actuación Legislatura Estado sin quorum legal y por nombrar iguales condiciones, contra artículos 29, 101, 137, 143, fracción IV, y 148 Constitución Estado, violando Constitución federal, a presidente Ayuntamiento Amealco y reponer presidente y regidor Ayuntamiento Cadereyta; éstos, procesados por delitos orden común y suspensos. Pedimos procédase responsables. Respetuosamente.- Partido Unionista Radical.- Partido Laborista Queretano.- Presidente, J. Guadalupe López.- Secretario, Antonio Martínez.- Partido Melchor Ocampo.- Secretario general, R. Monroy."- Recibo.

"El C. Porfirio E. Chávez solicita una pensión de cuatro pesos diarios por los servicios que prestó en defensa de la nación el año de 1862 y a la Administración pública en diversos puestos.

"Hace suya esta solicitud, para los efectos reglamentarios, la diputación por el Estado de Durango."- A las comisiones de Guerra y de Hacienda en turno.

- El C. secretario Rueda Magro, leyendo:

"Los ayuntamientos de Tuxtla Gutiérrez, Tonal , Comitán, Terán, Arriaga, Chiapa de Corzo, Huehuetán, Berriozábal y Copainalá y el Partido Liberal Tonalteco, del Estado de Chiapas, envían telegramas de protesta por el atentado cometido contra los poderes del Estado por el C. coronel Julio Gutiérrez."- A sus antecedentes.

"La Cámara Nacional de Comercio de Pénjamo, Guanajuato, y la Sociedad Mutualista de Dependientes de Puebla, apoyan la solicitud de derogación de la Ley de Impuestos sobre Sueldos y Utilidades."- A su expediente. "La Confederación de Cámaras de Comercio de la República envía una copia del memorial que dirigió al ciudadano presidente de la República, haciendo algunas consideraciones tendientes a la nivelación de los ingresos y egresos del Erario federal y al impulso que debe darse a la agricultura y al comercio." - Recibo.

"La Unión de Químicos Mexicanos envía un memorial solicitando se incluyan las profesiones de químico y ensayador en la Ley Reglamentaria del Artículo 4o. Constitucional."- A su expediente.

"El C. Augusto Audirac solicita se incluya en la Ley de Profesiones, las que menciona en su escrito respectivo."- A su expediente.

"La señoritas Aurora y Evangelina Ortega envían un documento relacionado con la solicitud de pensión que tiene presentada."- A la Comisión de Peticiones que tiene antecedentes.

"El C. Aurelio Lomelí reitera la solicitud que había formulado sobre la depuración de personal de la Administración de Justicia."- A sus antecedentes.

"El C. Luis Toledo Ortiz solicita el permiso constitucional necesario para aceptar y usar la condecoración "Al Mérito", de tercera clase, que se sirvió conferirle el Gobierno de la República de Chile."- A la 1a. Comisión de Peticiones.

Los CC. Pablo Escobilla, Isidoro Mendieta y cuatro firmantes más, envían un escrito, fechado en Pachuca, Hidalgo, el 15 de octubre, solicitando subsista la Ley de Ingresos expedida por el Ejecutivo el mes de febrero."- Recibo.

"El C. Pedro Ruíz Ramírez solicita sea aprobada la iniciativa del ciudadano presidente de la República para la construcción de pequeñas colonias destinadas a empleados y obreros."- A su expediente.

"El C. Juan F. Romaní, en su escrito de 16 de octubre, hace algunas consideraciones relacionadas con el Presupuesto de Egresos de la Secretaría de Agricultura y Fomento."- Resérvese para agregarlo al expediente relativo.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"1a. Comisión de Peticiones.

"H. Asamblea:

"Con fecha 12 de septiembre del año en curso, el C. Ramón Adrián Villalva presentó ante la Representación Nacional un ocurso, solicitando el permiso constitucional necesario para aceptar y usar la Cruz de Caballero de la Orden de Leopoldo II, que se sirvió conferirle el Gobierno de Bélgica.

"Esta solicitud, vuestra soberanía acordó turnarla a la 1a. Comisión de Peticiones que subscribe, la cual, después de examinarla detenidamente, opina se turne a la Comisión de Puntos Constitucionales que corresponda, para su debida resolución, y así se permite proponerlo a vuestra soberanía, pidiendo la aprobación del siguiente acuerdo económico:

"Pase a la Comisión de Puntos Constitucionales que corresponda, el ocurso del C. Ramón Adrián Villalva, en el que solicita el permiso constitucional necesario para aceptar y usar la condecoración que le fué conferida por el Gobierno de Bélgica."

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, a 20 de octubre de 1924.- M. Rueda Magro.- L. M. Díaz." Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba el acuerdo. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Aprobado.

"2a. Comisión de Peticiones.

"H. Asamblea:

"A la 2a. Comisión de Peticiones que suscribe paso, para su estudio y dictamen, el memorial del C. Jesús González Requejo, que con fecha 8 de los corrientes, envió a la Representación Nacional, solicitando una pensión por los servicios que lleva prestados a la Administración en el ramo de Aduanas. "El peticionario envía, además, varios documentos y comprobantes bien legalizados, por lo que esta Comisión opina se hagan del conocimiento de la de Hacienda en turno, para que ésta acuerde lo conducente.

"En tal virtud, presenta a la consideración y aprobación de la H. Cámara el siguiente acuerdo económico:

"Pase a la Comisión de Hacienda en turno el memorial del C. Jesús González Requejo, en el que solicita pensión por los servicios que ha prestado a la Administración pública en el ramo de Aduanas."

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D.F., a 20 de octubre de 1924.- A. Valadez Ramírez.- Dr. Carlos Puig y Casauranc."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobado.

"2a. Comisión de Peticiones.

"H. Asamblea:

"Vuestra soberanía, con fecha 15 del mes en curso acordó turnar a la 2a. Comisión de Peticiones que subscribe, el escrito del C. Jesús Vera, en el que pide su jubilación, en virtud de haber prestado sus servicios durante 39 años a la Administración pública en el ramo de Correos.

"Encontrándose esta solicitud ajustada a los preceptos legales, los subscriptos opinamos pase a la Comisión de Hacienda en turno, para su debida resolución, y así nos permitimos proponerlo a vuestra soberanía, pidiendo la aprobación del siguiente acuerdo económico:

"Pase a la Comisión de Hacienda en turno el escrito del C. Jesús Vera, en el que solicita su jubilación por los servicios prestados a la Administración pública en el ramo de Correos."

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., a 20 de octubre de 1924.- A. Valadez Ramírez.- Dr. Carlos Puig y Casauranc."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobado.

"2a. Comisión de Peticiones.

"H. Asamblea:

"A la 2a. Comisión de Peticiones que subscribe, fué turnado, para su estudio y dictamen, el expediente formado con el memorial que envió el ciudadano director de la escuela primaria elemental "J. M. Herculano Sánchez", de la población de Izúcar de Matamoros, Estado de Puebla, por el cual solicita de la H. Cámara su apoyo moral y material para levantar un monumento en memoria del extinto joven Jesús Guarneros, quien murió heroicamente el 5 de septiembre último, al tratar de salvar la vida a dos pequeñuelos que estuvieron a punto de perecer ahogados en el río.

"Como esta solicitud se encuentra perfectamente ajustada a los preceptos legales, los que subscribimos somos de opinión se turne a una de las comisiones de Presupuestos y Cuenta,a fin de que sea resuelta convenientemente. "En tal virtud, nos permitimos proponer a la ilustrada consideración y deliberación de la H. Cámara , el siguiente acuerdo económico:

"Pase a la Comisión de Presupuestos y Cuenta que corresponda, el memorial del ciudadano director de la escuela primaria elemental "J. M. Herculano Sánchez", de Izúcar de Matamoros, Estado de Puebla, en que solicita la ayuda de esta Cámara para levantar un monumento a la memoria del extinto joven Jesús Guarneros."

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, a 20 de octubre de 1924.- A. Valadez Ramírez.- Dr. Carlos Puig y Casauranc."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobado.

"1a. Comisión de Peticiones.

"H. Asamblea:

"A la subscripta 1a. Comisión de Peticiones fué turnado, por acuerdo de vuestra soberanía, para su estudio y dictamen, el oficio número 48 de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, por el cual solicita que en el Presupuesto de Egresos para el proximo año, se haga figurar la cantidad de $8,000.00, para gastos anuales de la misma.

"Como esta petición se encuentra ajustada a los preceptos legales, los subscriptos creemos conveniente se turne a la Comisión de Presupuestos y Cuenta que corresponda, para que ella determine lo necesario; y en tal virtud, nos permitimos presentar a vuestra soberanía, para su aprobación, el siguiente acuerdo económico:

"Pase a la Comisión de Presupuestos y Cuenta que corresponda, la solicitud de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística."

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión- México, a 20 de octubre de 1924.- M. Rueda Magro.- L. M. Díaz." Está a discusión. Los que deseen hacer uso de la palabra sírvanse pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobado.

"1a. Comisión de Peticiones.

"H. Asamblea:

"A esta 1a. Comisión de Peticiones fué turnado, por acuerdo de vuestra soberanía, el ocurso que con fecha 14 de los corrientes envió a la H. Cámara de Diputados el C. Salvador Paulín, gerente de la compañia "Kaolín y Refractarios", S. C. L., en el que presenta una queja contra un grupo de agraristas que radican en el pueblo de San Antonio Tecozautla, distrito de Huichapan, Estado de Hidalgo.

"Como este asunto no es de la incumbencia de la H. Cámara, los que subscribimos, opinamos debe archivarse el expediente respectivo y comunicar al interesado se dirija a quien corresponda.

"En tal virtud, nos permitimos presentar a vuestra soberanía, para su aprobación, el siguiente acuerdo económico:

"Dígase al C. Salvador Paulín, gerente de la compañia "Kaolín y Refractarios", S. C.L., que no siendo de la incubencia de esta H. Cámara el asunto a que se refiere su solicitud, se dirija a quien corresponda.- Archívese este expediente."

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., a 20 de octubre de 1924.- M. Rueda Magro.- L. M. Díaz." Está a discusión. No habiendo quien desee hacer uso de la palabra, en vocación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobado.

"1a. Comisión de Peticiones.

"H. Asamblea:

"Vuestra soberanía, con fecha 15 del mes en curso, acordó turnar a la subscripta 1a. Comisión de Peticiones el memorial del C. Rodolfo Barreda, en el que solicita nuevamente una pensión por los servicios que prestó a la patria su extinto padre, el capitán de caballería Francisco de A. Barreda.

"Hecho el examen de rigor al citado memorial y a los documentos que lo acompañan, la comisión que subscribe opina se turne a la Guerra que corresponda, para que ella acuerde lo que sea necesario, y así nos permitimos proponerlo a vuestra soberanía en el siguiente acuerdo económico: "Túrnese a la comisión de Guerra que corresponda, la solicitud de pensión del C. Rodolfo Barreda."

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., a 20 de octubre de 1924.- M. Rueda Magro.- L. M. Díaz." Está a discusión. Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra sírvanse pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobado.

"1a. Comisión de Peticiones.

"H. Asamblea:

"Los suscriptos, miembros de la 1a. Comisión de Peticiones, conocieron, por acuerdo de vuestra soberanía, del escrito que, con fecha 7 de octubre de 1924, envió el C. Rafael Ortiz, solicitando su jubilación por haber servido en los ramos de Correos y Telégrafos durante más de cuarenta años. "Como esta solicitud y los documentos que la acompañan están bien legalizados, los que subscribimos no tenemos inconveniente en que se hagan del conocimiento de la Comisión de Hacienda en turno, y a este efecto nos permitimos presentar a la ilustrada consideración y deliberación de la H. Cámara el siguiente acuerdo económico:

"Pase a la comisión de Hacienda en turno, el escrito del C. Rafael Ortiz, en el que solicita su jubilación."

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D.F., a 20 de octubre de 1924.- M Rueda Magro.- L. M. Díaz." Está a discusión. No habiendo quien haga uso

de la palabra, en votación económica se consulta a la Asamblea si se aprueba.

Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobado.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"1a. Comisión de Justicia.

"H. Asamblea:

"A la 1a. Comisión de Justicia que subscribe fue turnado, para su estudio y dictamen, un proyecto de ley tendiente a que se conceda un plazo en los amparos directos ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, promovidos antes del 1o de julio del corriente año y en los que en revisión hubiere recibido la misma Suprema Corte antes de la fecha citada, que terminar el 31 de enero de 1925, para que promuevan la conclusión del juicio o el recurso de revisión en su caso, proyecto formulado por la diputación del Estado de Oaxaca.

"Nadie ignora el abuso que se hace del recurso de amparo en asuntos judiciales, circunstancia ésta que ha hecho que la Suprema Corte de Justicia de la Nación tenga actualmente un abrumador recargo de labores. La comisión que ha estudiado con todo detenimiento este proyecto de la ley y que conoce la importancia que extraña si llega a ponerse en vigor, hace suyo en todas sus partes el referido proyecto, y tiene el honor de someterlo a la deliberación y aprobación de vuestra soberanía.

"Proyecto de ley.

"Artículo 1o. En los amparos directos ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, promovidos antes del 1o. de julio del corriente año y en los que en revisión hubiere recibido la misma Suprema Corte antes de la fecha citada, se concede a los interesados un plazo que terminar el 31 de enero de 1925, inclusive, para que promuevan la conclusión del juicio, o el recurso de revisión en su caso.

"Artículo 2o. La promoción se hará por escrito ante la Suprema Corte o por conducto de cualquiera de los jueces de distrito, los que remitirán original aquél a la Corte, con anotación de la fecha en que se presentó dicho escrito.

"Artículo 3o. La promoción corresponderá hacerla:

"a) A la parte quejosa en los juicios de amparo directo ante la Corte; "b) Al que interpuso el recurso de revisión en los amparos pedidos ante los jueces de distrito, y al que se adhirió el recurso.

"Artículo 4o. Pasado el plazo que señala el artículo 2o., la Suprema Corte, con sólo el informe del secretario respectivo, de no haberse presentado promoción por quien corresponde, decretar el sobreseimiento o declarar firme el fallo del juez de distrito, en su caso.

"Artículo 5o. Quedan exceptuados de la aplicación de esta ley y, en consecuencia, no obligados a promover las partes, los juicios de amparo siguientes:

"I. Los promovidos contra la aplicación, por cualquiera autoridad, de las penas de muerte, de infamia o de destierro y demás corporales a que se refiere el artículo 22 de la Constitución federal;

"II. Los en que el Fisco federal o el de un Estado hubieren interpuesto revisión o promovido el amparo;

"III. Los promovidos en materia agraria;

"IV. Los promovidos contra actos de las juntas de Conciliación y Arbritaje, o en general, que versen sobre aplicación de leyes del Trabajo y Previsión Social, y

"V. Los promovidos en materia de delitos de prensa.

"Artículo 6o. La Suprema Corte de Justicia y los jueces de distrito mandarán fijar en sus respectivas oficinas y en lugares bien visibles de acceso al público, ejemplares impresos de la presente ley.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., a 22 de octubre de 1924.- Adolfo Arias.- R. Nieto.- Antonio M. García."

En votación económica se consulta a la Asamblea si se dispensa la segunda lectura. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Dispensada la segunda lectura. Está a discusión.

El C. presidente: Tiene la palabra la comisión.

El C. Arias Adolfo: Señores diputados: La comisión cree que bastarán unas cuantas palabras para fundar este proyecto de ley que por sí solo está indicando su bondad y su trascendencia para la buena Administración de Justicia. Nadie de nosotros ignora que el recurso de amparo es una de nuestras preseas, uno de nuestros orgullos fundamentales de nuestro Derecho Constitucional.

En ningún país del mundo existe un recurso más importante y que de mejor manera salvaguarde los intereses sociales, cuidando de los intereses particulares. Como el recurso de amparo se ha establecido contra las violaciones de la ley cometidas por las autoridades, los legisladores quisieron que este recurso se resolviese en muy breve plazo de tiempo. De tal modo que en cuanto la violación se verificara, inmediatamente la ley se opusiese a que continuase esta violación. Pero ha resultado algo muy lamentable: El aumento del recurso de amparo que se interpone por todo y por todos, la trasnformación de como se está tramitando actualmente en la Suprema Corte de Justicia, en que todo se hace por Tribunal Pleno y, por consecuencia, carecen de tiempo para ventilar todos los amparos y que se proponen, ha dado por resultado que en la actualidad existan en la Suprema Corte de Justicia más de quince mil amparos pendientes; de tal manera que cualquier amparo que hoy se propone, por ejemplo ante un Juzgado, o directamente ante la Corte, se podrá resolver por ésta hasta dentro de diez años; lo cual hace casi nugatorias las facultades, las prerrogativas y los derechos que concede a todos los ciudadanos este importartantísimo recurso. La iniciativa no va a cortar radicalmente el mal, ojalá que lo pudiera hacer; pero sí va a aliviar en algunos millares de amparos seguramente este enorme recargo que pesa sobre las espaldas de los señores ministros de la Corte. Y va a aliviarla en miles de amparos, porque resulta que muchos de ellos iniciados hace cinco u ocho años, ya los interesados, por arreglos entre ellos mismos, o porque el acto reclamado ya terminó, o porque las autoridades ya no existen, resulta que el amparo ya no tiene ninguna importancia para ellos, y como la Corte ignora esto, pierde sesiones enteras en discutir amparos que no

tienen ninguna importancia. Esta es, pues, en breves palabras, la finalidad de la iniciativa: Marcar un plazo más o menos de noventa días para que todas las personas que tengan amparos a revisión en la Corte,o que los hayan interpuesto directamente ante ella, se presenten a indicar su deseo de que se resuelvan y tramiten. Aquellos que no se presenten, bastará que el secretario indique que no se han presentado para impedir que continúen tramitándose, para que se sobresea en ellos; lo cual dará un magnífico resultado porque, evidentemente, serán miles los que se sobresean. Naturalmente hay que indicar que no todos los amparos van a seguir esta misma regla de conducta: Aquellos en los que se interesa el Fisco; aquellos que hablan de penas trascendentales, como los establecidos en el artículo 22 constitucional; los que se refieren a leyes agrarias; esos, como son todos de interés público, aun cuando no se presenten los interesados, la comisión cree que no deban sobreseerse por estar absolutamente vinculados con los intereses generales. Creo, señores diputados, que estas breves palabras bastarán para fundamentar la iniciativa que estimamos que es de gran trascendencia.

El C. secretario Valadez Ramírez: A discusión en lo general el proyecto de ley. Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra se servirán pasar a inscribirse. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación nominal se va a preguntar si ha lugar a votar. Por la afirmativa.

El C. secretario Rueda Magro: Por la negativa. (Votación.) Aprobado en lo general por unanimidad de ciento cuarenta y ocho votos. Está a discusión en lo particular.

El C. secretario Valadez Ramírez: A discusión el artículo 1o., que dice: "En los amparos directos ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, promovidos antes del 1o. de julio de corriente año y en los que en revisión hubiere recibido la misma Suprema Corte antes de la fecha citada, se concede a los interesados un plazo que terminar el 31 de enero de 1925, inclusive, para que promuevan la conclusión del juicio, o el recurso de revisión, en su caso."

No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si ha lugar a votar.

Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Ha lugar a votar. Se reserva para su votación.

"Artículo 2o. La promoción se hará por escrito ante la Suprema Corte o por conducto de cualquiera de los jueces de distrito, los que remitirán original aquél a la Corte, con anotación de la fecha en que se presentó dicho escrito."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si ha lugar a votar. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Ha lugar a votar. Se reserva para su votación.

"Artículo 3o. La promoción corresponder hacerla: "a) A la parte quejosa en los juicios de amparo directo ante la Corte. "b) Al que interpuso el recurso de revisión en los amparos pedidos ante los jueces de distrito, y al que se adhirió el recurso."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si ha lugar a votar. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Ha lugar a votar. Se reserva para su votación.

"Artículo 4o. Pasado el plazo que señala el artículo 2o., la Suprema Corte, con sólo al informe del secretario respectivo de no haberse presentado promoción por quien corresponde, decretar el sobreseimiento, o declarar firme el fallo del juez de distrito, en su caso."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si ha lugar a votar. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Ha lugar a votar. Se reserva para su votación.

"Artículo 5o. Quedan exceptuados de la aplicación de esta ley, y, en consecuencia, no obligados a promover las partes, los juicios de amparo siguientes:

"I. Los promovidos contra la aplicación, por cualquiera autoridad, de las penas de muerte, de infamia o de destierro y demás corporales a que se refiere el artículo 22 de la Constitución federal;

"II. Los que el Fisco federal o el de un Estado hubieren interpuesto revisión o promovido el amparo;

"III. Los promovidos en materia agraria;

"IV. Los promovidos contra actos de las juntas de Conciliación y Arbitraje, o, en general, que versen sobre aplicación de leyes de Trabajo y Previsión Social, y

"V. Los promovidos en materia de delitos de prensa."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si ha lugar a votar. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Ha lugar a votar. Se reserva para su votación.

"Artículo 6o. La Suprema Corte de Justicia y los jueces de distrito mandará n fijar en sus respectivas oficinas y en lugares bien visibles de acceso al público, ejemplares impresos de la presente ley."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si ha lugar a votar. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Ha lugar a votar. Se reserva para su votación. Se procede a recoger la votación nominal de los artículos 1o., 2o., 3o.,

4o., 5o. y 6o., que no fueron objetados. Por la afirmativa.

El C. secretario Rueda Magro: Por la negativa. (Se recoge la votación.)

El C. secretario Valadez Ramírez: Aprobado el proyecto por unaminidad de ciento cincuenta y un votos. Pasa al Senado para los efectos legales.

El C. secretario Rueda Magro: Se nombra en comisión para que lo lleven al Senado a los ciudadanos diputados Adolfo Arias, Enrique Henshaw, Juan Madrigal, Yépez Solórzano y prosecretario Ramírez Alfonso.

- El C. secretario Valadez Ramírez, leyendo:

"2a. Comisión de Hacienda.

"H. Asamblea:

"Para su estudio y dictamen fué turnada a la Comisión de Hacienda que subscribe, la iniciativa del Ejecutivo de la Unión de fecha 15 de agosto del año próximo pasado, por la cual solicita sea jubilado el C. doctor Miguel M. Márquez, por haber prestado servicios a la nación durante más de treinta años.

"El propio Ejecutivo, para fundar su iniciativa, manifiesta: Que inspirado en la justicia que impone al Gobierno federal para pensionar a los buenos servidores que han agotado sus energías trabajando en la Administración pública, y que no existiendo ley que lo faculte para resolver infinidad de solicitudes que se le han presentado, ocurre al Congreso de la Unión para que se otorguen dichas pensiones a los individuos que por sus méritos y constante trabajo se han hecho acreedores a tal gracia; que entre las solicitudes de referencia se encuentra la del C. doctor Miguel M. Márquez, que durante más de treinta años ha desempeñado diversos empleos de una manera eficiente y honrada, y en algunas ocasiones, guiado por el deseo de ser útil a la sociedad, ha laborado, sin ninguna retribución, por la diminución de la mortalidad en la Casa de los Niños Expósitos, así como en la campaña contra la viruela; que por estas razones estima de su deber pedir en la forma indicada la jubilación de que se ha hecho mérito.

"Atenta la comisión a lo expuesto por el Ejecutivo, y creyendo de justicia estimular los esfuerzos de aquellos servidores honrados que han agotado sus energías y su salud en provecho de la administración pública, no tiene inconveniente en aceptar dicha iniciativa, y así se permite el honor de proponerlo a vuestra soberanía por medio del siguiente proyecto de decreto:

"Artículo único. Se concede jubilación al C. doctor Miguel M, Márquez, por más de treinta años de servicios prestados al Gobierno federal, y se señala como haber diario que disfrutar íntegramente, a partir del 21 de abril de 1923, en que cesó en su empleo, la cantidad de nueve pesos, que corresponde al cincuenta por ciento del suelo del último empleo que desempeño el referido doctor Márquez como médico inspector de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas.

"Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del Congreso General.- México, a 22 de octubre de 1924.- Romeo Ortega.- R. Parra."

En votación económica se pregunta si se dispensa la segunda lectura. Los que ésten por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Dispensada. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se procede a recoger la votación nominal. Por la afirmativa.

Presidencia del C. RAFAEL ALVAREZ Y ALVAREZ

El C. secretario Rueda Magro: Por la negativa. (Se recoge la votación.)

El C. secretario Valadez Ramírez: Ha sido aprobado el proyecto por unanimidad de ciento treinta y cuatro votos. Pasa al Senado para los efectos de ley.

El C. secretario Rueda Magro, leyendo: "Ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados. Presentes. "El subscripto, representante por el 14 distrito electoral del Estado de Puebla, por el digno conducto de ustedes solicita atentamente de esta H. Cámara, con dispensa de todo trámite, licencia, por treinta días, con goce de dietas, para poder atender asuntos relativos al distrito que representa, en el concepto de que el subscripto dará aviso tan pronto como comience a hacer uso de ella.

"Protesto a ustedes mi atenta consideración.

"México, D.F., Salón de Sesiones de la H. Cámara de Diputados, a 22 de octubre de 1924.- W. Macip."

"En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Dispensados. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Concedida.

"Ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presentes.

"El subscripto, representante por el 12 distrito electoral del Estado de Puebla, por el digno conducto de ustedes solicita atentamente de esta H. Cámara, con dispensa de todo trámite, licencia por treinta días, con goce de dietas, para poder atender asuntos relativos al distrito que representa, en el concepto de que el subscripto dará aviso tan pronto como comience a hacer uso de ella.

"Protesto a ustedes mi atenta consideración.

"México, D. F., Salón de Sesiones de la H. Cámara de Diputados, a 22 de octubre de 1924.- M. M. Guerrero."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se concede la licencia. Los que ésten por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Concedida.

"Ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados.- Presentes. "El subscripto, representante por el 17 distrito electoral del Estado de Puebla, por el digno conducto de ustedes solicita atentamente de esta H. Cámara, con dispensa de todo trámite, licencia por treinta días, con goce de dietas, para poder atender asuntos relativos al distrito que representa, en el concepto de que el subscripto dar aviso tan pronto como comience a hacer uso de ella.

"Protesto a ustedes mi atenta consideración.

"México, D. F., Salón de Sesiones de la H.

Cámara de Diputados, a 22 de octubre de 1924.- Gonzalo E. Gonzalez." En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Dispensados. A discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Se concede la licencia.

"H. Asamblea:

"Atentamente solicito licencia hasta con treinta días, sin goce de dietas y dispensa de trámites.- L. Zincúnegui Tercero."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Concedida. Se llamará al suplente.

- El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Valdovinos Garza para hechos.

El C. Valdovinos Garza: Honorable Asamblea:

Me había formado el propósito de no intervenir en discusiones ajenas a la reglamentación y expedición de nuestras leyes pendientes, y solamente me hubiera hecho variar de propósito la discusión de las credenciales por mi Estado natal.

Yo opino, con excepción de los líderes, que solamente puede uno, para hacer una defensa seria, sostener sus puntos de vista locales. Y yo, francamente, estoy conforme con la forma en que quedó integrada la diputación de Michoacán, con alguna excepción. (Voces: ¡Nombres! La del coronel Magaña.

(Siseos.)

Por otra parte, desde un principio me dí cuenta de la forma en que se organizó la mayoría parlamentaria, una forma netamente prusiana, y que de nada servirían las argumentaciones, como de nada sirvieron las argumentaciones sólidas y bien fundadas de la minoría para variar los dictámenes de la mayoría. (Murmullos. Campanilla.)

Señores diputados: Las declaraciones o el manifiesto que apareció hoy en la mañana en la prensa de la capital (Voces: ¡Ayer!) - recojo la palabra, ayer - , hicieron que la diputación de Michoacán, por mi conducto, viniera a rectificar algunos conceptos.

Miente la mayoría parlamentaria al asegurar que a nosotros se nos expulsó de esa mayoría. Nosotros nos separamos, entre otras razones, por las que voy a exponer. En los primeros días de juntas previas, de juntas preliminares de bloque, se acordó la formación de una planilla que integraban las comisiones de Poderes, y a la hora de la votación se nos dió una puñalada por la espalda.... (Gritos. Murmullos. Protestas.) cambiando al honorable diputado Vidal Solís....(Voces: ¡Huy! ¡Huy! ¡Huy!) por el poco escrupuloso diputado Madrigal. (Voces: ¡Qué bárbaro! Gritos. Desorden. Campanilla.)

Presidencia del C. GENARO V. VÁSQUEZ

El C. presidente: La Presidencia ruega a los ciudadanos diputados tengan la bondad de escuchar al orador. (Aplausos.)

El C. Valdovinos Garza: Una idea, un hecho, sugieren en nuestra mente otra idea u otro hecho:

Cuando uno habla del Partido Agrarista, necesariamente asocia el nombre del señor licenciado Soto y Gama; cuando uno habla del Partido Laborista, necesariamente asocia el nombre del señor Morones, con la acción social de ese partido, por más que algunas veces se equivoca uno; por ejemplo, cuando se habla de la Confederación de Partidos Regionales, que tiene la mayoría en esta Cámara, se asocia el nombre del diputado Genaro Vásquez, que nunca podrá estar en minorías, sino que siempre estará en las mayorías.... (Gritos. Desorden. Campanilla.)

El C. presidente: Ruego atentamente a los compañeros tengan la bondad de escuchar en tono serio al orador.

El C. Ortega Romeo: Escuchar en tono serio es muy difícil. (Risas.) - El C. Valdovinos Garza: Cuando habla uno, por ejemplo, del compañero general José María Sánchez - y este es un ejemplo de equivocación- , cuando yo leía en la prensa los ataques que se le hicieron al general José María Sánchez, me decía: Estos son desahogos de la prensa reaccionaria; el general José María Sánchez es un revolucionario puro; posteriormente ocupó el Gobierno del Estado de Puebla, ¡un mentís a la prensa reaccionaria!, el general Sánchez ocupó ese puesto por la voluntad del Estado de Puebla; después el general Sánchez hizo un viaje a Europa, estuvo en Rusia y en algunas otras naciones. Cuando regresó el señor general José María Sánchez, en una de las comidas literarias de "El Universal" puso de manifiesto sus ideas radicales; entonces yo me dije: Otro mentís para la prensa reaccionaria. Así es que después de todos estos detalles, al general José María Sánchez lo seguía yo asociando en mi imaginación con la figura de un hombre revolucionario; ¿pero cuál no sería mi sorpresa cuando al pasar por la avenida Madero me dí cuenta de que el general Sánchez, lejos de venir a implantar aquí los novísimos sistemas europeos, vino a poner una sucursal de la casa de Montecarlo: Un billar en la avenida Madero? (Murmullos. Siseos. Campanilla.) Y así, cuando uno escucha el nombre del señor Madrigal, miembro de la Quinta Sección, lo asocia con un personaje tenebroso de la Inquisición, porque para nadie es un misterio que de las diez guillotinas con que trabaja la 1a. Comisión de Credenciales, la que más credenciales buenas ha cercenado es la Quinta Sección, en la que aparece Madrigal en substitución del señor Vidal Solís. (Voces: ¡Huy! ¡Huy!) El hecho, pues, de que se haya separado de las comisiones de Poderes al señor Vidal Solís

y substituído por el señor Madrigal, y el hecho posterior, cuando esa Quinta Sección produjo un dictamen favorable al señor compañero Octavio Magaña, nos vino a demostrar a los diputados del Estado de Michoacán la constitución de una maffia dentro de la Confederación. (Voces: ¡Huy! ¡Huy!) Es decir, que esa sección no dictaminaba con un criterio legal, no dictaminaba con un criterio político más pequeño, sino con otro más pequeñito todavía: Con un criterio de maffia.

Esas fueron las razones de orden político que nos hicieron separar a los diputados de Michoacán de la mayoría parlamentaria; no se nos expulsó, como dolosamente se declaró ayer por medio de la prensa.

Las razones de orden moral que tuvimos para separarnos de esa mayoría, las vendrán a decir otros oradores mejor preparados y que pondrán seguramente en peligro la razón social Vásquez Montes de Oca, que con el pseudónimo de Comisión de Administración se ha instalado en uno de los salones de esta Cámara. (Voces: ¡Huy! ¡Huy!)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Alvarez y Alvarez.

- El C. Arroyo Ch.:¡No, señor! Yo la había pedido previamente. (Voces: ¡No! ¡No! ¡Si! ¡Si! Desorden. Gritos. Campanilla.)

El C. Ortega Romeo: ¡Moción de orden!

El C. Lorandi: ¡Moción de orden!

El C. Ortega Romeo: ¡Ya es tiempo de que esta Representación Nacional olvide las mezquindades....

El C. Lorandi: ¡No son mezquindades!

El C. Ortega Romeo: ¡Sí son mezquindades, las mezquindades de mayorías y minorías cuando se trata de decir la verdad! (Gritos. Protestas. Campanilla.) No me opongo a que se haga la luz cuando lo pida este señor que ha entrado por las gateras de la Cámara en complicidad con la amistad de usted.... (Gritos. Murmullos. Campanilla.) Yo respeto a las minorías.... (Continúan los gritos y golpes en los pupitres.) cuando se habla del agrarismo de Soto y Gama; respeto a las minorías, cuando se habla de laborismo y habla Morones; pero no respeto absolutamente a Soto y Gama cuando pierde la serenidad, como en este momento la ha perdido.... (Continúan los gritos y golpes en los pupitres.) Aquí deben hablar todos los oradores, porque todos tienen igual derecho, pero en esta ocasión ruego a la Presidencia que se respete el orden en que han pedido la palabra. Tenemos demasiadas razones que exponer los que sin intereses de partido podemos decir a mayorías y minorías dónde está la verdad; los que podemos decir a líderes de la mayoría y a líderes de la minoría que quieren acallar con gritos la verdad , dónde está la verdad. Por tanto, ruego a la Presidencia que se respete el registro de oradores, ya este señor Lorandi, que desde la XXVIII Legislatura no sabe más que gritar, sin respetar a los compañeros, que guarde orden, a fin de que la Presidencia pueda cumplir con el Reglamento. El Reglamento es la ley suprema para todos nosotros.... (Gritos. Desorden. Campanilla.)

El C. presidente: Señores, es tan trivial el asunto que está tratándose, que no merece que los ciudadanos diputados pierdan la serenidad.

El C. Díaz Soto y Gama: ¡Que se respete el Reglamento!

El C. Presidente: ¡Silencio señor! (dirigiéndose al C. Soto y Gama). El señor diputado Alvarez....(Gritos. Golpes en los pupitres. Campanilla).... El señor diputado Alvarez tiene el uso de la palabra y va a hablar. Aquí, señor, el que impone el orden soy yo y no usted. (Gritos. Desorden. Campanilla).

El C. Ortega Romeo: Por lo tanto, pido que el presidente cumpla con el Reglamento haciendo la inscripción de oradores. En esta Cámara hay que decir verdades vengan de donde vinieren, de mayorías o de minorías, de partidos o de personas; que para verdades, hay que tener agallas para decirlas en esa tribuna; que para mentiras, hay que conocer a los que dicen mentiras; que de partidos de clase sólo reconozco a Soto y Gama y a Morones, no como de un partido nacional, sino dentro del apostolado que ellos han tenido. (Aplausos.)

El C. secretario Rueda Magro: El orden de los oradores es el siguiente:

Valdovinos Garza, Arroyo Ch., Alvarez Rafael, Ortega Romeo, Zincúnegui Tercero y Ortega Melchor. (Voces: ¡Muy bien!)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Arroyo Ch.

El C. Arroyo Ch.: Honorable Asamblea: Hago un acopio de serenidad, reprimo cualquier chispazo de enojo por la serie de ataques que ha recibido la diputación de Guanajuato y vengo a esta tribuna a decir exclusivamente razones. La diputación del Estado de Guanajuato, deseosa de trabajar, deseosa de poner su contingente y modesta intelectualidad al servicio de un ideal y de una causa noble como es la revolucionaria, no quiso, al separarse del Bloque Socialista Confederado, venir a esta tribuna a enfangarla con dimes y diretes; quiso demostrar con hechos cuáles eran sus propósitos, cuáles eran sus deseos, y por eso fué que silenciosamente, sin alarde de ninguna especie, pocos días después de haberse separado del Bloque Socialista Confederado, asociada a otros muy buenos elementos fundó el Bloque Socialista Independiente. (Siseos. Murmullos.)

El C. Yépez Solórzano: ¡La Compañía de Jesús!

El C. Arroyo Ch.: Dice el señor Yépez Solórzano que le llaman la Compañía de Jesús. Creo que el señor Yépez Solórzano no hubiese tenido la valentía suficiente, en los últimos días de agosto, para haber levantado la voz como la levanta hoy, cuando vine aquí con toda energía a atacarlo, a él principalmente como portador de una credencial que no merecía...

El C. Ortega Romeo: Sí la merecía, compañero. Usted no sabe de eso, sólo sabe de Celaya.

El C. Arroyo Ch.: Reconozco sobre todas las cosas y lo digo sin el ánimo de halagar a nadie, sino para cumplir con algo que siento dentro de mí, que hay dentro del Bloque Socialista Confederado personas absolutamente honorables, absolutamente revolucionarios, incapaces de idear y consumar una bribonada, pero que por razón de la colectividad en que se encuentran, inertes ante la comodidad ésta que presta venir a sentarse a la curul tranquilamente, han dejado que otros ciudadanos guíen al Bloque Socialista Confederado por una pendiente de desprestigio... (Siseos.) ¿Qué fué lo que

originó este espectáculo, bochornoso ya, de dimes y diretes que inició el Bloque Socialista Confederado?: La formación del Bloque Socialista Independiente sobre las bases que ya dimos a conocer por medio de la prensa. Viendo algunos ciudadanos que alguien se les enfrentaba para venirles a reprochar aquí en tiempo oportuno muchas inmoralidades, pusieron el grito en el cielo y, en lugar de que con toda valentía y exclusivamente a los responsables de la formación de ese bloque se hubiesen dirigido, a nosotros todos quienes lo formábamos, fueron a rematar con el ministro de Gobernación, licenciado Colunga... (Voces: ¡No le hagas la barba!) ...No lo defiendo, ya vemos que tiene los tamaños suficientes para decir verdades cuando es necesario... (Aplausos. Siseos.) ¡Barba a Colunga es aquella que le iban a hacer todos los que cuando llegaban aquí con sus credenciales imploraban la recepción del ministro Colunga....! (Aplausos. Voces: ¡Nombres! ¡Nombres!) No, aquí no. (Gritos. Desorden. Campanilla.) Barba a Colunga es la que le iban a hacer muchos ciudadanos que traían cartas de recomendación para el señor ministro, a efecto de que él los recomendara con la diputación del Estado de Guanajuato. (Voces: ¡Huy! ¡Huy!) En la conciencia de muchos ciudadanos está esa verdad, y para que no tenga yo que exhibir pruebas, en lo privado se las iré entregando a cada uno de ellos para que otro día aquí ante mí estén gritando: ¡Pruebas!

El C. Ortega Romeo: ¡Aquí, aquí!

El C. Arroyo Ch.: ¿Puede ser "barba" la nuestra a Colunga, cuando lo reconocemos los diputados del Estado de Guanajuato como un correligionario leal, como un correligionario honrado y como un correligionario revolucionario?

El C. Fabila: Y muy agrarista....

El C. Arroyo Ch.: Se ha empezado a decir, señores, para perjudicar - y yo suplico al ciudadano Fabila ponga atención, porque esto pudiese importale a él mucho, ya que las opciones de Colunga le importan a él según lo ha dicho....

El C. Lorandi: ¡Claro que sí! Si le dió un puntapié, ni caso le hizo... (Risas. Murmullos. Desorden. Campanilla.)

El C. Arroyo Ch.: Se empieza a decir, para justificar que ya la Diputación de Guanajuato no está en el Bloque Confederado, que porque quisimos mangonear se nos expulsó, cuando es público y notorio que rechazamos muchas de las comisiones que se nos ofrecieron a cambio de que no saliéramos, y allí está el secretario general que lo fue, quien más trabajó junto con Fabila y Filiberto Gómez y con Vidal Solís por la formación de la Confederación, quien vendrá a decirlo aquí más bien documentado. Se dice después que somos reaccionarios en el Estado de Guanajuato, y yo vengo a desafiar a cualquiera de estos diputados que así lo han afirmado, para que me digan que más que los hombres del Estado de Guanajuato han hecho ellos en el suyo en el orden social y en el orden político.

El C. Ortega Romeo: ¡Permítame usted una interpelación! Con permiso del ciudadano Soto y Gama, porque es un caso de agrarismo social, le voy a hacer una interpelación. ¿Se acuerda usted que cuando en la campaña callista, en la ciudad de Celaya, llegaron los campesinos de San Juan de la Vega a acusar a usted porque como diputado, como abogado, los había traicionado en sus ejidos? (Aplausos.) ¿Se acuerda usted que cuando el general Calles en aquella ocasión decía.... (Murmullos. Gritos. Campanilla.) Se acuerda usted, que era diputado por Celaya en aquella ocasión, cuando el general Gallegos, enemigo de la situación agraria en ese distrito, enemigo acérrimo, llegó queriendo mal informar a los campesinos de San Juan de la Vega, que el general Calles les dijo: "Acudan a sus partidos para defender estos ejidos, que yo estaré con ustedes siempre que tengan la razón", y que usted no se apareció por allí en aquellos momentos a defender a aquellos campesinos, sino que se apareció después defendiendo a Gallegos, quien, como a Soto y Gama le consta, es enemigo del agrarismo? (Aplausos.) Ruego a usted, compañero, que su deber de amistad para Colunga lo limite ante el deber que tiene para con la República y para con la revolución defendiendo los intereses generales, antes que los particulares de su amigo; pero no busque pretextos en la revolución para defender a aquel a quien tiene usted la obligación de ayudar hasta la muerte, porque es el deber del amigo y así se lo reconozco. - El C. Arroyo Ch.: Se exalta el compañero Romeo Ortega - compañero como diputado, porque debo advertirle que no soy abogado - , se exalta y me viene aquí con una requisitoria diciendo que yo defiendo a Colunga. Si no lo vengo a defender; a quienes más les preocupa el caso Colunga es a ustedes. (Siseos.) Ya dije: Colunga tiene, como ya se los demostró, todo el valor suficiente para contestar cuanto digan. Yo vengo a contestar por la diputación de Guanajuato. El señor licenciado Romeo Ortega está equivocado al asegurar que yo defiendo al ciudadano general Gallegos. Es testigo el ciudadano Soto y Gama; yo le suplico que honradamente diga si yo lo he defendido. - El C. Díaz Soto y Gama: Pido la palabra. Me consta que toda la diputación de Guanajuato, empezando por los compañeros Arroyo Ch. y Hernández Alvarez y acabando por el último de los diputados de Guanajuato, todos, repetidas veces nos indicaron a mí, a Rodrigo Gómez y a otros miembros del partido, que el estorbo principal para el agrarismo era el general Gallegos. Y debo decir más a la Asamblea y es esto: La obstrucción, la resistencia que Colunga estaba haciendo por medio de su gobernador, por medio del gobernador que dejó como interino, a la resolución del asunto agrario, esa obstrucción ha cesado. (Murmullos.) Como en hechos tan graves debe uno venir documentado, voy a entregar a la Secretaría dos telegramas que primero leeré, que dirige al Partido Nacional Agrarista uno de sus miembros más conocidos, Octavio Santibáñez, secretario del Interior que fué del partido, quien explica que se ha comenzado a dar posesiones de tierras. (Murmullos.) Dice uno de los mensajes:

"Telegrama: Guanajuato, 7 de octubre de 1924.

"Señor licenciado A. Díaz Soto y Gama.- México, D.F.

"Compláceme anunciarle desde hace un año hoy dióse primera posesión provisional a pueblo Bajío de Bonillas, Silao. Afectuosamente.- El procurador de pueblos, O. Santibáñez."

¡Un poco de calma! Segundo mensaje:

"Telegrama: Guanajuato, 18 de octubre de 1924.

"Señor licenciado Antonio Díaz Soto y Gama.- México, D. F.

"Hónrome comunicarle hoy regresamos de dar posesión provisional de ejidos a pueblo Los Sauces, de 771 hect reas tierras, así como haber obtenido remoción presidente Local Agraria. Escríbole sobre necesidad apoyar reorganización que envíole lunes próximo.- Afectuosamente, el procurador de pueblos, O. Santibáñez."

Se trata de conseguir que el delegado de la Nacional Agraria sea a la vez el presidente de la Local Agraria; en otros términos, el Gobierno renuncia a obstruccionar y pone en manos de la Nacional Agraria la dirección de los asuntos agrarios en Guanajuato. Si esto no quiere decir abandono de la política de obstrucción, no encuentro palabra; y debo decir más: El Partido Agrarista no ataca a un hombre por el gusto de atacarlo, o lo defiende por el gusto de defenderlo; no hace lo que la mayoría que sostuvo a Prieto Laurens en todos los casos, hasta en el bochornoso caso de sus asquerosa imposición en San Luis Potosí, adonde fueron para ayudarle doscientos diputados de la mayoría cooperatista, muchos de los cuales se han refundido en la mayoría confederada, sin perjuicio de que cuando no les convino a sus intereses personales negaron a su maestro y abandonaron a Prieto Laurens. (Aplausos.) Nosotros acostumbramos apoyar a un hombre mientras ese hombre lo merece, y acostumbramos atacar a un hombre cuando ese hombre lo necesita. La política del Partido Agrarista consiste en hacer labor propulsora, de impulso, de empuje, sobre los gobernantes remisos; cuando ellos vuelven sobre sus pasos y manifiestan acatamiento a las leyes constitucionales y un deseo de llevar acabo las reformas sociales ofrecidas al pueblo, el Partido Agrarista deja de hacer una oposición sistemática y el Partido Agrarista tiene la honradez de confesar que ese hombre ha vuelto sobre sus pasos. Esto se lo decimos a la mayoría, gústele o no le guste. De manera que puede creer la mayoría que si Colunga vuelve a dejar de dar tierras, lo atacaremos y, en cambio, aseguro ante el país que la mayoría, por sus compromisos con los veintitrés gobernadores que hicieron la imposición de esta Cámara, como lo demostraré, no atacará nunca a Enríquez, ni a Almeida, ni a Castro, ni a Azuara, ni a Gómez, ni a ninguno de los gobernantes que se oponen al reparto de tierras, porque esta mayoría debe su elección a la imposición de veintitrés gobernadores. (Aplausos. Siseos.)

El C. Arroyo Ch.: Ya ve, pues, el compañero Romeo Ortega cómo no está en lo justo al asegurar que el que habla defendió al general Gallegos y mucho menos hostilizó a los campesinos de San Juan de la Vega. El ciudadano Romeo Ortega no sabe nada de eso, ni sabe de la misa la media; si está enterado de otras cosas, que venga a decirlas aquí, y si dice verdades, yo seré el primero en doblegarme ante ellas. Luego si a la diputación de Guanajuato se le tilda de reaccionaria, es porque no sabe ninguno de los estimables compañeros qué es lo que hemos hecho nosotros de cuatro años acá , porque no data de antes el dominio político que nosotros ejercemos en el Estado de Guanajuato. Cuando el Partido Liberal Guanajuatense, hoy convertido en Confederación Revolucionaria, llegó a dominar la situación política, se encontró con un problema atroz, que ya desapareció y ojal desaparezca en otros Estados de la República; se encontró con que la administración del Estado de Guanajuato había estado en manos de una familia (Voces: ¡Alcocer!) y ya saben ustedes y probablemente el compañero Gómez, que va a mandar una comisión a Guanajuato para investigar qué hemos hecho, lo nocivo que es que las familias se apoderen de los gobiernos, llámense como se llamen. (Aplausos.) Es nocivo. Encontramos nosotros el Estado de Guanajuato en manos de una familia, decía yo, porque un ciudadano era gobernador, el otro era diputado al Congreso de la Unión, el otro era comandante de las fuerzas a semejanza de en otros Estados actualmente, y entre todos esos ciudadanos se había establecido una depravación tal, que no había un centavo por contribuciones o por cualquier otro motivo que ingresara a las cajas del Erario, que no gastaran éstos en francachelas y en comprar casas en la capital de la República, como acontece actualmente con algunos otros también. (Murmullos.)

Nosotros tuvimos que implantar primero una moralidad absoluta en todos los servicios administrativos, al grado de haber conseguido ya que nuestros principales funcionarios no sean ladrones, porque de cuatro años acá los gobernadores que ha habido - y no cito a uno para que no crean que vengo a hacerle la "barba" ahora que es ministro - , Madrazo, García Téllez y Sotito, por ultimo, han salido de allí como se sale de un puesto público cuando se cumple con todos los dictados de la honradez: Han salido sin un centavo, como no van a salir algunos otros gobernadores que actualmente ya tienen lujosos automóviles aquí, nada más para cuando vienen a la capital: Los demás los tienen allá. (Murmullos.)

Después de haber establecido ese sistema de moralidad en el Estado de Guanajuato, hemos conseguido por medio de nuestros correligionarios que hay en la Cámara local, la expedición de una ley que se llama del Trabajo Agrícola, cuyo cumplimiento hemos vigilado siempre y en lo cual se ha distinguido el compañero Llaca; esa ley establece el salario mínimo en cada una de las regiones, establece la obligación para los patronos de no exigir más que ocho horas de trabajo y establece, ¡admírense los que llaman a Guanajuato reaccionario!, la participación en las utilidades, cosa que ya se ha hecho efectiva en la mayor parte del Estado. ¿Esto es ser reaccionario? (Voces: ¡Y escuelas también!) Sí, señores, escuelas también. Hay otra Ley Minera en donde a los trabajadores se les da la facilidad de que hagan ya efectivas las conquistas de la revolución; y así por el estilo, aunque muy modestamente, se ha ido trabajando. En la capital el ciudadano Guerra, inspirado en lo que se ha hecho en Yucatán, ha empezado a trabajar en aquel medio hostil para formar una liga de resistencia, y aunque con pocos elementos trabajadores, ya la tiene sobre las mismas bases que en Yucatán. Ultimamente se han empezado a formar cooperativas, cuyos finales y funcionamiento pueden muy bien ver quienes vayan comisionados por el Bloque

Confederado para averiguar lo que en el orden social hemos hecho en el Estado de Guanajuato. Sí les recomiendo que al enviar esa comisión no dejen de enconmendársela al ingeniero Angel Aragón, a quien admitieron aquí hace poco y cuya recepción en Celaya no fué muy grata y pudiera ser que este señor tuviera necesidad de hacer otro viaje para que conociera mejor a Guanajuato. Es muy natural que cuando hay un Gobierno que no se preocupa por andar comprando páginas enteras de periódicos para laudarse, toda esa labor quede oculta, toda esa labor quede en el silencio y solamente por un hecho se conozca y al fin y al cabo la reconozcan hasta los pueblos más lejanos de donde se realizan esos fenómenos. El hecho del civismo, ¿no hemos visto nosotros que en el Estado de Guanajuato es en donde con más moderación, con más conciencia de las cosas, se efectúan ya pacificamente las transmisiones del Poder Ejecutivo y se hacen las elecciones de presidentes municipales, de diputados locales y de diputados al Congreso de la Unión con toda serenidad, sin andar, como se anda desgraciadamente en muchos Estados, con la duplicidad de gobernadores y legislaturas? ¿No es esto un signo del civismo que hay en el Estado de Guanajuato? Y si porque nosotros no somos revolucionarios al estilo de otros ciudadanos que a título de serlo se lanzan sobre las propiedades de todos los ricos, para que la reacción proteste y ellos tomen el cariz de radicales, se nos llaman reaccionarios, creo que no es justo y venimos a rechazar ese cargo y venimos a retar a todos estos ciudadanos que nos lo dicen para que, como dije al principio, alguno de ellos, concretando, nos diga qué es lo que han hecho más en algunos de sus Estados, que nosotros en el Estado de Guanajuato.

¿Cuál fue el origen para todos estos ataques? La formación del Bloque Socialista Independiente. Que tengan cuidado aquellos que sintieron escozor al nacimiento de ese pequeño grupo de hombres si piensan que nosotros vamos a querer arrebatarles sus sinecuras. No, señores, no se las vamos a arrebatar; pero sí tendremos que venir a desenmascararlos aquí, sí tenemos que venir a decir nosotros cómo ha aumentado la corrupción establecida aquí por Jorge Prieto Laurens, quien al saber que ya dentro de esta Cámara lo han aventajado sus discípulos, lanzará desde el exilio en que se encuentra por sus errores políticos, una carcajada homérica y dirá: "No fueron en vano todos mis trabajos. Aquella porción de muchachos que me fueron a seguir para hacer el chanchullo en San Luis Potosí, en espera de una nueva oportunidad para lanzar sus "porras" viajeras, me han aumentado en el saqueo y en el robo dentro de la Cámara de Diputados." (Aplausos.)

Si reconocemos nosotros que hay dentro de la mayoría gente honrada, si todo el tiempo hemos estado invitándolos a trabajar y nada más que a trabajar, ¿por qué ese encono contra los que prudentemente estuvimos callados para no dar este espectáculo que no perjudica, afortunadamente, a nosotros, que no perjudica, afortunadamente, a ustedes, y que sí perjudica a la nación, porque antes de que el general Calles - por quien todos trabajamos- tome posesión, ya ustedes, con un pretexto que si no fuera infantil sería imbécil, lanzan ataques al ministro de Gobernación diciendo que tiene pretensiones presidenciales? (Siseos. Campanilla.)

Yo creo, mejor dicho, justifico los ataques de Jenarito. (Risas.) Jenarito no era confederado y caritativamente lo apoyaron algunos de los compañeros, yo no. (Voces: ¡Pero es hombre!) Es muy hombre y se sostiene firme. (Voces: ¡No se rajó!) Sigue Jenarito la huella de siempre, es firme, me consta cómo hace cuatro años se paseaba Jenarito por el Estado de Guanajuato enarbolando la bandera del bonillismo; sigue firme: aquel camino que llevaba entonces, es el que lleva ahora, el del desprestigio. No me extraña la conducta de algunos compañeros de Jalisco, puesto que no hacen sino repetir los mismos ataques que tras de Prieto Laurens lanzaron al que entonces era ministro de Gobernación y que hoy lo es también. Recordarán los compañeros aquellos momentos difíciles en que, como con verdad aseguraba Morones, nos asociábamos a ellos todos los elementos callistas para ir a repeler las agresiones de todo el Partido Cooperatista, cuando en el Partido Cooperatista había muchos ciudadanos que ahora vienen haciendo alarde de callismo, no porque lo son sino para pervertir esta política y empezarse a perfilar, no como hombres serenos, leales y serenos, sino como serviles, para encubrir en su servilismo todas las bribonadas que querían cometer. (Aplausos. Gritos en las galerías. Desorden.) - El C. Ponce, interrumpiendo: A usted no lo dejaron, - El C. Arroyo Ch.: Yo le suplico al compañero Ponce me diga qué bribonada pretendía cometer, qué cosa mala quise hacer. (Desorden.) Yo quiero que con razones, a efecto de no seguir dando espectáculos que no perjudican más que al conglomerado revolucionario, se diluciden todas estas cuestiones, se haga luz, se aquilaten valores, se definan responsabilidades y dejemos ya esta politiquería y nos entreguemos a una tarea de trabajo, a una tarea salvadora; por esto quiero, señores, y me someto al análisis más exigente para que me digan qué acto malo he cometido, porque tengo la convicción limpia de que yo, aunque modestamente, siempre he prestado mi contingente de honradez y hasta por sistema he rechazado muchas cosas que aquí pudieran hacer que se sospechase de mi honorabilidad. Luego si la diputación del Estado de Guanajuato no fue expulsada como decían, luego si en el Estado de Guanajuato se hace labor revolucionaria, como no se ha hecho en otros lugares cuyos diputados están dragoneándola aquí de radicales, luego si no había para qué diéramos este espectáculo y solo por el celo del nacimiento del Bloque Socialista Independiente se ha levantado esta alharaca, ya el público juzgará qué es lo que hay en el fondo de ello: ya el público juzgará y no tardará tiempo en que todos los elementos honrados que existen todavía dentro de ese bloque den un fuetazo a todos aquellos que esconden todas sus ambiciones en una sumisión a la mayoría, que esconden todas sus negras actitudes en la disciplina a una enorme mayoría, que no ha hecho más que burlar la buena fe de esos hombres y para justificarse atacan a los que debían de reconocer como buenos compañeros, porque en días de lucha, porque en días de prueba est bamos nosotros a la altura de nuestro deber.

He dicho nada más que quiero que todo se dilucide, a todo le daremos nuestra justificación, porque no hemos cometido nosotros ningún acto innoble ni ninguna bribonada. Yo quiero que usted lo diga; dígalo, compañero Yépez Solórzano.

El C. Yépez Solórzano: Estando como presidente del Comité pro- Calles y habiendo salido el general Calles de Monterrey para San Felipe Torres Mochas, la diputación de Guanajuato, y entonces el señor Arroyo Ch. y el señor Hernández Galván pertenecían a ella, estando nosotros urgidos y sin elementos para recibir al general Calles en Guanajuato, nos exigieron para una una recepción en un pueblo tan humilde como San Felipe Torres Mochas, mil ochocientos pesos. (Aplausos.)

La recepción del general Calles en Guanajuato tuvo que ser así, según palabras textuales del señor Arroyo Ch.: "Si no hay dinero, no habrá recepción para Calles." (Aplausos. Siseos.) En San Felipe Torres Mochas, un pueblo humilde que no necesitaba el gasto de los mil ochocientos pesos que exigía el señor Arroyo Ch., se nos presentó una manifestación de cinco individuos con un cartel pintado con bola, y para eso era para lo que exigían los señores de Guanajuato mil ochocientos pesos. Ya ven ustedes cómo se est n diciendo cosas que nos van a poner a cada quien en el terreno que debe estar. (Aplausos.)

El C. Arroyo Ch.: Cierto, señores, si alguno de los demás ciudadanos que están contra la diputación del Estado de Guanajuato quiere hacer más cargos, los dejaré para contestárselos. Efectivamente, la diputación del Estado de Guanajuato recibió una pequeña cantidad como ayuda para la campaña que se hizo en el Estado; pero ni fué a exigirla para en cambio de ella hacer la política necesaria, como dice el diputado Yépez Solórzano. Yo quisiera que el ciudadano Yépez Solórzano nos dijera qué tanto gastarían en otro Estado de la República en donde hay ciudadanos diputados que han medrado a la sombra de la revolución; si nosotros hubiésemos medrado, si nosotros hubiésemos robado alguna vez para hacer economías y tuviésemos dinero, no hubiésemos solicitado un centavo; pero es cierto que nosotros no tenemos nada, ni gastaremos nada de lo mal habido como gastan otros ciudadanos. Yo quiero que el ciudadano Yépez Solórzano me diga cuánto dieron para otros Estados y cuándo en otros lugares hubo la espontaneidad que hubo en el Estado de Guanajuato para recibir al señor general Plutarco Elías Calles; que me diga qué tanto dieron para Celaya, qué tanto dieron para Irapuato, qué tanto dieron para Acámbaro y para otros lugares. ¿Sabe usted por qué el comité de San Felipe pidió que lo ayudaran?, porque con el general Calles iban muchos de los individuos que todavía andaban tanteando la situación y no iban a gastar su dinero, sino que iban a comer en los banquetes que se organizaron en honor del general Calles. Allí iban todavía ciudadanos de Jalisco que estaban todavía con Prieto Laurens, (Voces: ¡Nombres!) Cuéllar; ahí está la película para que se vea que no eran cinco ciudadanos, ni un cartel pintado con "bola" y también para que se vea quiénes eran los ciudadanos que en esos momentos....

El C. Cuéllar, interrumpiendo: ¡Yo soy tu padre, soy más callista que tú!

El C. Arroyo Ch.: Si el ciudadano éste tiene algo que decir, que venga a decirlo aquí; ya le dije que con razones.

El C. Ancona: ¿Me permite una aclaración?

El C. Arroyo Ch., continuando: Así es, ciudadanos diputados, que sepan ustedes que la diputación de Guanajuato estará siempre a la altura de su deber. La diputación de Guanajuato sabrá responder en todos los momentos y en todas las ocasiones de sus actos y hará labor revolucionaria cuando labor revolucionaria hagan todos ustedes; pero no la hagan víctima de ninguna suposición, no la hagan víctima de ningún mal acto; cuando tengan que atacar a un ministro, atáquenlo; que en buena hora y en cualquier momento nos manden las porras de aquellos que vinieron a gritarnos aquí cuando combatíamos al Cooperatista y al delahuertismo, pero sepan que nosotros dondequiera sabremos cumplir con nuestro deber, aun allá fuera, si nos mandan una porción de los asesinos de los muchos que tienen allí y que ayer asesinaron a los trabajadores. (Siseos.) - El C. Cuéllar, interrumpiendo: Para una aclaración. - El C. Arroyo Ch., continuando: No admito aclaraciones, después tendrá usted la tribuna lista para hacer todas las aclaraciones. Yo emplazo al compañero para que vea la película sacada en San Felipe Torres Mochas, y a renglón seguido una carta de Prieto Laurens que nos dirigió por conducto de los compañeros de Jalisco, muy estimables, lo hemos dicho repetidas veces, y si ahora venimos a dar este espectáculo, es porque ustedes lo han querido. Me refiero a otro caso concreto, que también tendrá que dolerles, y por lo cual tendrá que gritar Covarrubias, que ahora después ha estado con nosotros, fué uno de los que hasta a última hora fueron con nosotros; luego no tiene el derecho para decirnos que nosotros no somos callistas, que nosotros no somos revolucionarios, que no tenemos derecho para venir a gritar aquí moralidad y honradez y de exigirles a todos aquellos que se desvíen de los propósitos que nos unieron en los últimos meses....

El C. Lorandi: Una aclaración, señor.

El C. Arroyo Ch.: ... y así por el estilo, señores, iremos puntualizando cada día que sea necesario, porque no le tememos a nadie, sabemos la responsabilidad que hemos contraído. (Voces:¡Qué valiente!) No, señores, no somos valientes, no somos espadachines, sabemos que el Parlamento sí está para decir verdades y sabemos también que cuando tengamos en lo personal cualquier asunto con cualquier individuo, iremos a retarlo, y no iremos nunca a dar el espectáculo de muchos bravucones que, pensando que aquí se pueden dirimir estas cuestiones, quieren dirimirlas a gritos y a insolencias. (Una voz: ¡Cuéllar estuvo en el frente occidental y usted estuvo metido en una curul. Risas. Gritos.)

Por último, señores.... (Tumulto.)

El C. presidente: Ruego atentamente a los compañeros se sirvan guardar compostura y a la vez se previene por primera vez a las galerías, que

si no guardan silencio, se les mandará desalojar en cumplimiento del Reglamento.

El C. Arroyo Ch.: Para terminar, ruego a los compañeros que cuando tengan que hacer ataques a la diputación del Estado de Guanajuato, lo hagan con pruebas justificadamente, para que no nos pongan en la obligación de venir a contestar mentiras e injurias y hacer que aquí se pierda el tiempo lastimosamente con desprestigio personal de cada uno de nosotros, con desprestigio de toda la Representación Nacional y, lo que es más doloroso, con desprestigio de todo el callismo, que aún no inaugura su labor administrativa y ya hay quien esté pensando que existen hombres que quieren substituirlo. (Gritos en las galerías. Desorden. Campanilla.)

El C. presidente: Tiene la palabra para hechos el ciudadano Alvarez y Alvarez.

El C. Alvarez y Alvarez: Parodiando una vieja zarzuela en la cual determinado personaje solía ser cocinero antes que fraile, me viene la idea del compañero Valdovinos Garza, que nos han venido a condimentar una ensalada de noche buena, acordándose probablemente de que esta festividad está próxima. Nos ha hablado de agrarismo, nos ha hablado de personalismo y en realidad no ha sido más que un ahullido de ambición que nosotros ya esperábamos. (Aplausos. Gritos.) No os admiréis, pues, que la garza se haya convertido en pato, y el espectáculo que presenciamos, señores diputados, es digno de toda nuestra atención. Los contrastes que se establecen entre las mayorías idealistas y las diputaciones disidentes que pugnan por ambiciones personales, son dignas de todo nuestro estudio, de toda nuestra consideración. El pueblo contempla en este momento por un lado a los lacayos personalistas y por el otro a los hombres que van tras del ideal revolucionario y que no retrocedan, aun cuando encuentren en su camino a un ministro o a un personaje incapaz de sostener el ideal revolucionario. (Aplausos.) Con cuánta razón ha dicho un pensador político que los partidos que representan al personalismo y no a la idea, que luchan por un hombre y no por un principio, son la corrupción social, son el cáncer de la sociedad, y aquí tenemos, señores, el momento de hacer un balance desapasionado y frío para que la nación conozca, de una vez por todas, aunque con la imperfección de mi voz, pero con la sinceridad que siempre pongo a mis palabras, cuáles han sido los motivos por los que un grupo de diputados se enfrentan a la mayoría que representa, pese a quien pese, la tendencia de la república progresista, que representa en estos momentos la rectificación de los errores de aquellos que, arrebatando audazmente el estandarte de la revolución, no han sabido sino pisotearla. (Aplausos. Siseos.) Lacayos e idealistas he dicho en un principio, y eso voy a sostener. Lacayos aquellos que vienen a defender una personalidad, aquellos que oyen la voz del ministro, aquellos que vienen a hacer la defensa.... (Aplausos. Gritos en las galerías. Desorden. Campanilla.) Eso es atender a la voz del amo. Nosotros no descansaremos, pese a la sonrisa sarcástica de los traidores y de los disidentes, hasta poder presentar a la República algo que diga muy alto de nuestra revolución. Es tiempo ya, señores diputados, de que las voces de los ambiciosos no se hagan oír en este Parlamento y que las acallemos con verdades, que a los gritos de ambición opongamos ideas de democracia, ideas de revolución, ideas de progreso. (Aplausos.)

El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: ¡La consigna de los gobernadores!

El C. Alvarez y Alvarez, continuando: La consigna de los gobernadores que no puede olvidar el estimable compañero Soto y Gama, es la de aquellos gobernantes que posesionados de su verdadera labor, no han permitido que los Estados se conviertan en latifundios y sean repartidos entre los líderes de determinado grupo. (Aplausos. Siseos) He ahí, señores, el dolor de los que gritan; he ahí, señores, por qué el descontento de los pseudo revolucionarios, porque han creído que vestidos de la túnica que les concede su investidura de líderes, tienen el derecho de repartir a su antojo los Estados que son para los revolucionarios. (Aplausos.) Yo no quisiera descender a personalismos, ni vengo a defender ni a atacar a nadie; he venido a establecer un parangón, a formar una proporción aritmética de los números de la mayoría y de los números de la minoría: la mayoría es al ideal, lo que cierto grupo de diputados es a la ambición.(Aplausos.) Y esta proporción aritmética que yo no había descubierto en un principio, me ha ayudado a solucionar los grupos de diputados que han....

(Desorden.)

El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: ¡Que viva Sánchez Pineda!

El C. Alvarez y Alvarez: Es un revolucionario, compañero Soto y Gama, con perdón de usted.

El C. presidente: Se previene a las galerías que no interrumpan al orador.

El C. Altamirano Manlio Fabio: Si a eso vinieron.

El C. Alvarez y Alvarez, continuando: Es antiestético usar la tribuna para asuntos personalistas, pero si algunos compañeros han descendido a este terreno, hay necesidad de tocarlo y de tocarlo con un cauterio, aun cuando se huela la carne que chilla y el tatuaje quede indeleble en aquellos que han querido remover el cieno para encontrar allí la verdad de sus disidencias. (Aplausos. Siseos.) ¡Ya se esperaba! ¿Quién podría dudar que el honorable compañero Arroyo Ch. no viniera a servir de bocina, de portavoz a la defensa del ministro de Gobernación? Ya se esperaba que el compañero Valdovinos Garza viniera a hacer la defensa de Vidal Solís y, señores, si no fuera verdaderamente necesario tocar este punto, sería ridículo ocuparnos de la personalidad de Vidal Solís, pero él la ha tocado y hay necesidad de que ustedes sepan quién es el amo del compañero Valdovinos Garza. (Aplausos. Siseos.) Vidal Solís, actual secretario del Gobierno de Michoacán, es traidor a la revolución, ha sido un hombre que por el año de 1915 traicionó al general Alfredo Elizondo, de feliz memoria, y revolucionario de puros antecedentes. Hay entre nosotros apreciables compañeros que conocen a fondo los detalles de esta triste traición, triste, porque ha sido una de las decepciones que han cosechado los hombres de principios; pero es una lección que debemos aprovechar para conocer siquiera a aquellos que metiéndose, que colándose por las rendijas del

Parlamento, han venido aquí a presumir de revolucionarios disfrazados, pero en forma torpe. Vidal Solís fue condenado por el general Elizondo a la pena capital, y se ordenó en aquella época a uno de los jefes militares que dependían del general Alfredo Elizondo, que fuera pasado por las armas. Esto aún algunos elementos de la minoría pueden justificarlo; yo acudiría al testimonio del compañero Zincúnegui Tercero que está interiorizado de estos asuntos, y él puede decir si es o no cierto que a Vidal Solís lo condenó el general Elizondo a la pena capital por traidor a la revolución.

El C. Zincúnegui Tercero: Efectivamente, la declaratoria que acaba de hacer en estos momentos el ciudadano Alvarez, está perfectamente justificada, por ser una verdad histórica demostrada, conocida de todos los michoacanos. (Aplausos.)

El C. Alvarez y Alvarez: A esto conduce, señores, a esta conclusión se llega cuando sólo se oye la voz del amo y no se oyen los dictados de la conciencia. El honorable compañero Zincúnegui Tercero, que no pertenece a las mayorías, pero que es un revolucionario honrado y que aun en contra de sus intereses de partido dice siempre la verdad, ha testificado que Vidal Solís fué en una época traidor a la revolución y los sigue siendo, porque pone en estos momentos el Gobierno de Michoacán en manos del clero y de los latifundistas.

El C. Valdovinos Garza: Miente usted.

El C. Alvarez y Alvarez: Yo tengo un alto concepto del actual gobernador de Michoacán, señor general Enrique Ramírez; es un hombre de buenos antecedentes, es un hombre que ha hecho servicios a la revolución y que ha agotado sus energías en su defensa.

El C. Valdovinos Garza: ¿En qué quedamos?

El C. Alvarez y Alvarez: No se nos venga a querer hacer comulgar con ruedas de molino, como dice la frase vulgar: Vidal Solís no es revolucionario.... - El C. Valdovinos Garza: ¡Más que usted!

El C. Alvarez y Alvarez: Y si vos, compañero, os acogéis a la bandera de él, mereceréis el estigma que en este momento y con toda justificación le dirijo, no por primera vez ni por segunda, y tal vez por última a Vidal Solís. Tiene aquí a su representante Alfredo León, a quien deseo desde luego cederle el turno para que haga la defensa que brillantemente puede hacerla, del ciudadano Solís; pero, señores, si he tocado este punto, ha sido obligado por el compañero Garza. El compañero Arroyo....

El C. Valdovinos Garza: ¡No dije nada de Vidal Solís!

El C. Alvarez y Alvarez: Ya los remordimientos de conciencia asoman a la puerta del compañero Valdovinos Garza. (Aplausos.) Allí está la versión taquigráfica y acudo a la fidelidad de esos apuntes para saber si es o no cierto que habló en defensa de Vidal Solís.

El C. Valdovinos Garza: Dije que era honrado más que usted.

El C. Alvarez y Alvarez: En cuestiones de honradez, compañero Valdovinos Garza, no hay más ni menos: se es honrado o no se es. (Aplausos.) Me desviaba del punto principal: explicar con frialdad, y de ella quiero posesionarme con toda ecuanimidad, cuales han sido las causas que han originado la formación de estos distintos grupos y de estos espectáculos cansados nosotros de llamarlos bochornosos, pero nunca formando el propósito firme de extirparlos de este recinto.

La Confederación de Partidos Revolucionarios, a la cual me siento orgulloso de pertenecer, se vió en un grave peligro cuando en el principio de estas lides políticas hubo de dejar las riendas de su dirección a personas no supieron comprender el alto fin que debían desempeñar en la política nacional los grupos de la mayoría, y digo que se vió en un grave peligro, porque las consignas del ministro de Gobernación se hacían sentir a cada momento. Los odios de él se reflejaban en aquellas cartas que aquella Mesa Directiva de inolvidable y triste memoria llevaba a cabo diariamente y ahí se hacían sentir persecuciones y ahí se pisoteaba el voto público y se fraguaban escomoteos de todo orden y no se daba un paso sin consultar al amo, por miedo de disgustarlo, por miedo a perder sus prebendas, sus canongías y sus favores, que si son valiosas no representan nada ante el porvenir de la patria, ante el deber y la satisfacción de cumplir con entereza ese deber que está encomendado a las mayorias. ¿Y por qué hay mayorías? ¿No es acaso porque el pueblo está cansado de las políticas seguidas con anterioridad? (Aplausos.)

El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: El pueblo está cansado de las mayorías.

El C. Alvarez y Alvarez, continuando: No de la mayoría, estimable compañero; el pueblo no puede estar cansado de mayorías, puesto que es régimen de mayorías el que nos rige; en un sistema, en un régimen democrático es imposible renegar de ellas. Cuando no hay el inconveniente y la firme voluntad de cumplir con su misión, qué hermoso papel sería el de una minoría que posesionada de su investidura trata de pugnar noble e idealmente con una mayoría; cuántos aplausos merecerían si aprendieran de esa mayoría la lección que el pueblo les ha dado! Hay necesidad, señores, de que se entienda que representamos a la opinión pública, que es el reflejo de la voluntad popular y que nuestra democracia futura está encaminada hacia senderos nuevos, ajenos a pseudo- agrarismos, a pseudo- laborismo. Creo, compañeros, que tengo el derecho, el deber includible y faltaría a mi obligación de representante y de miembro de una agrupación política, de un bloque al que pertenezco, si no manifestara cuáles son las razones de alta moralidad que el pueblo ha encontrado para rectificar los antiguos causes y para entablar una lucha titánica, si es posible decirlo, a fin de derrotar a aquellos hombres que encastillados en su liderismo quieren ser los únicos directores de la política nacional. (Aplausos. Siseos.) Para terminar, señores: yo comprendo que las verdades cansan y sobre todo cuando son gruesas como est . Nuestra confederación de partidos regionales después de propugnar por verificar una selección, tuvo necesidad de enfrentarse con los grupos de Guanajuato y de Michoacán, que se separaron porque estos grupos deseaban para sí las canongías, las prebendas, las direcciones del grupo y querían, en una palabra, señores, apoderarse como amos de la Representación Nacional. Hay necesidad de decir que en aquella época, en el tiempo memorable en que la diputación de Guanajuato se

separó de la Confederación de Partidos, el único grito que se oyó fué la ambición de que el compañero Medrano ocupara la Presidencia de la Cámara de Diputados. Como nosotros deseáremos regirnos sólo por la voluntad de la mayoría, no pudimos permitir que allí se hiciera sentir la consigna, y entonces el grupo de Guanajuato hubo de separarse porque no se satisficieron las ambiciones cuya voz se hizo sentir dentro de esta confederación. No olvidéis, señores, que la política nacional, el futuro de la política del país está encomendado a aquellos que llevan por encima de la lucha de intereses el estandarte de la patria; ellos son los únicos dignos de enarbolar esa bandera, aquellos por sobre los intereses materiales llevan como santa hostia, como hostia consagrada, sus ideales de justicia, sus ideales socialistas. Para los explotadores, para los especuladores de la influencia política y para los buscadores de oro dentro del tesoro nacional, no es la política futura, ellos estarán eternamente proscriptos de la historia de nuestras libertades y de la política nacional. (Aplausos.)

El C. García Téllez: ¿Me permite una aclaración?

El C. Ortega Romeo: Señores diputados: ....

El C. García Téllez: Me ha concedido la palabra el orador para una aclaración.

El C. Ortega Romeo: Yo ruego al compañero García Téllez que espere; él es demasiado técnico en su profesión y quijote en su honorabilidad para que pueda argumentarnos con el Código Civil, con el de Procedimientos y todas las leyes de don Alfonso el Sabio, para que venga a defender al señor ministro Colunga. (Aplausos.) Señores diputados:...

El C. García Téllez: La aclaración no es a usted. Ya me la ha permitido el señor Alvarez.

El C. Ortega Romero: Pueden ustedes tener la seguridad de que considero verdaderamente penoso el que al iniciarse una labor eminentemente social a la cual le tenemos fe todos, al iniciarse la labor verdaderamente revolucionaria de un gobierno, venga un conjunto de individuos que no son minoría - la minoría está en su papel de aplaudir a todo el que venga a denigrar a la mayoría por no pertenecer a ese grupo - , que un grupo de individuos venga a esta tribuna nacional a querer justificar los actos de aquél que se soñó sumamente inteligente porque intervino de una manera mediata en la redacción del artículo 27 constitucional cuando se expidiera la Constitución que nos rige, yo no creo en los inmensos talentos ni de políticos ni de los que intervenga en los problemas sociales,cuando esos talentos no se han empleado en algo noble y en algo bueno. Yo de estudiante fuí un fracasado cuando seguí a Iglesias Calderón en política, porque lo creí el representante del liberalismo cuando tenía quince años, y ahora me arrepiento de haber arriesgado en aquella ocasión en la tiranía porfiriana mi vida por defender a Iglesias Calderón; ¡cómo no conocí en aquella época al ciudadano Soto y Gama! ¡lo hubiera seguido y hubiera quedado encantado de perder la cabeza! Así pues, yo me admiro, compañeros, de que en esta tribuna antes las sonrisas de un Llaca que se creyó un orador supremo de la XXIX Legislatura, ante las sonrisas de un Arroyo Ch. que descaradamente menciona a Genaro Vázquez y le dice, como una novela de padre Coloma "Jesuita tenía que ser él" porque es de la diputación de Guanajuato. (Aplausos.) Aquí no se ventila ningún problema nacional, se ventila un hecho: Colunga por despecho atacó a un grupo de diputados llamados minoría o llamados mayoría, lo atacó anteayer, contestamos la mayoría; yo no me arrepiento, puse mi firma y cuésteme lo que me cueste estoy con la mayoría! (Aplausos.) Colunga, que se debía considerar como miembro de un gabinete de un Gobierno revolucionario, de un Gobierno que preside Obregón e identificado con toda esta Cámara, mayorías y minorías, debía haberse abstenido, debía haberse separado para que su personalidad política se afirmara en el Gobierno de Guanajuato, donde es su deber estar, para venir después a reclamar con sus dictados el lugar que merecía si la nación o su Estado, o los partidos le merecieran confianza para ponerlo en determinado sitio. La trivialidad que ve García Téllez puede que tenga razón, soy trivial, no soy enciclopedia de escuela, no me jacto de ser un intelectual a la altura de él, no hago sonetos, pero digo la verdad. (Aplausos. Siseos.) En esas condiciones me duele sobradamente ver la lista de oradores inscriptos para defender a Colunga, por el deseo de atacar a la mayoría, a Zincúnegui Tercero, como me dolería si viera a Manlio, mis hermanos de lucha, aquellos que cuando estén en el peligro, aun cuando no me llamen sabré ir al lado de ellos.

El C. Altamirano Manlio Fabio: ¡Gracias!

El C. Ortega Romeo: Me duele sobre manera que Zincúnegui, que con toda gallardía contestó aquí que Solís es un tránsfuga de la revolución en Michoacán, me duele que Soto y Gama y Morones aplaudan a los representantes de aquellos mercenarios que hace un año, más puede ser, en el mes de septiembre del año pasado llegaban a nuestra humilde Oficina del Centro Director de la Campaña Pro - Calles a exigirnos, a exigirnos, esa es la palabra, cinco mil pesos para recibir al general Calles en San Felipe Torres Mochas. (Aplausos.) Me duele sobre manera que en los momentos en que se prepara la manifestacón nacional más completa para luchar contra la reacción vencida, para entregarle el poder a un hombre que si no cumple con los compromisos revolucionarios sabremos atacarlo, pero que tenemos fe en que los cumplir , se venga a traer aquí mezquindades que podían ser únicamente capítulo de una obra de Eca de Queiroz. ¿Por qué? Porque el portugués es un político que, como los políticos portugueses, huele a rata podrida, porque esa política no tiene talento, sino el talento relativo de aquel ministro de Portugal que se llamara Pacheco, el inmenso Pacheco. (Aplausos.) ¿Qué necesidad tenía el señor Colunga, como secretario de Estado, como empleado del Ejecutivo, de atacar a la mayoría? Yo le ruego a este señor Lorandi,yo le ruego a usted, compañero, a quien personalmente puede que estime....

El C. Lorandi: No necesito de su estimación ni personal ni política; yo soy muy honrado y usted es un tránsfuga; yo levanto la voz aquí y en todas partes y no soy como usted, un traidor. (Desorden. Gritos. Campanilla.) Yo entré aquí como los hombres, luchando como ellos y contra ustedes.

El C. presidente: No debe usted interrumpir al orador; si está acostumbrado a hablar sin

orden, yo estoy obligado a hacer entrar en él y yo haré cumplir el Reglamento; si quiere hacer uso de la palabra, pídala usted.

El C. Lorandi: No me interrumpan cuando yo voy a hacer uso de la palabra.

El C. Ortega Romeo: Para luchar en la XXXI Legislatura no se necesita más que lo que se hizo en aquella Legislatura, donde toda su labor se concretó en desafiarse con Luis Espinosa y en disparar tiros y tiritos que se quedaban en los cartuchos.

El C. Lorandi: ¡Ahí está el DIARIO DE LOS DEBATES!

El C. Ortega Romeo: A mí no me interesa este señor, como no me interesa individualmente ninguno, me interesa la revolución, la honradez y las leyes que se den aquí. (Aplausos.) Vamos ha serenar un poco la forma en que se hable en esta tribuna y vamos a decir verdades. El señor Lorandi en el callismo puede ser que no represente nada, pero es diputado y tiene derecho a hablar, yo se lo concedo. Yo hablo en este caso a las minorías, les hablo porque las mayorías, por un instinto de propia conservación, se defienden solas; hablo a ustedes, compañeros. Me decían hace un momento los compañeros Caloca y Carpio que por qué en moción de orden citaba a Morones y a Soto y Gama. Debo darles una satisfacción: no era posible nombrar a todos, pero yo le hablo a esta minoría que representa el partido de clase nacional o no nacional, con la actuación de su vida, eso sí me consta; pero hablo a las minorías para decirles esto solo: cuando se inició esta Legislatura XXXI, cuando vientos de fronda soplaban en esta Cámara, en el Bloque Legalista tuve el honor de ver a mi lado, luchando como paladines, a los ciudadanos Carpio y Caloca....

El C. Lorandi: ¡Porque estaba brincando de un grupo a otro!

El C. Ortega Romeo: Ni brincó Caloca ni brincó Carpio....

El C. Lorandi: Ellos no, usted.

El C. Ortega Romeo: En materia de brincos, el compañero Soto y Gama, el compañero Camacho, el compañero Henshaw, Caloca y Carpio saben que el brinco más peligroso es el de Lorandi. (Aplausos.) Yo hablo a las minorías; las minorías con toda razón o sin razón atacaron la constitución de la mayoría, ¿y saben las minorías, y lo debo decir en voz alta, lo que nos dijo el ministro Colunga a José Manuel Puig y Casauranc y a mí cuando nos mandó llamar al iniciarse esta Legislatura?: que por qué no tomabamos la dirección de la mayoría, y contestamos: que seguíamos al general Calles, que teníamos compromisos personales y no queríamos que la actuación parlamentearia del grupo viniera a hacer un ambiente desfavorable a la candidatura, no personal del general Calles, sino a la revolución misma representada por Calles; que nos quedábamos en nuestras casas solos y abandonados para poder actuar dentro de la honradez y de la verdad. Eso lo sabe el Bloque Legalista, que luchábamos en esa ocasión; ¿y saben ustedes lo que contestó el ministro Colunga, con ese acento de hombre de peso, con ese acento de constituyente de 17, con ese acento de gobernador de Guanajuato, con ese acento de secretario de Gobernación, con ese acento de triunfador desde el palacio Cobián, de las huestes delahuertistas en Ocotlán y en Esperanza?: No importa que usted, señor Puig, no acepte esta responsabilidad, usted se va a Europa, está bien; ¿pero usted, señor? Yo contesté: Yo, señor, no me considero con agallas para hacer esa labor, soy demasiado humilde para hacer esas cosas. No le hace, tengo líderes que vienen de Guanajuato. (Risas. Desorden.) La sonrisa de García Téllez, que es hombre honrado, me autoriza a emplazarlo, y emplazar a Colunga que en esta Cámara, si se le hace una interpelación, me diga que no es cierto. Si me dice que no es cierto, el secretario de Gobernación no es hombre. (Aplausos.) ¿Y sabe el compañero Soto y Gama el argumento básico que ponía para esa constitución de mayoría? Los que han violado la ley no son los partidos regionales; los que han violado la ley imponen candidatos de la Secretaría de Agricultura; en determinados Estados, son los laboristas y los agraristas, nos dijo una serie de nombres. Puig y Casauranc, con ese tacto especial que le caracteriza, no creyó aquello y me decía en lo confidencial: lo que quiere es manejar la Cámara y no vamos a hacernos cómplices de él. Los que no tenemos la capacidad suficiente para organizar estas cosas ni el prestigio nacional bastante para detener los impulsos de los partidos de la República y, sobre todo, no podemos nosotros aceptar esto cuando Calles nos ha dicho: No hagan ninguna campaña favorable a candidato alguno, ustedes sean única y exclusivamente propagandistas de mi candidatura, no de candidaturas de diputados. Eso lo saben los compañeros. El odio, pues, de Colunga es contra el agrarismo y contra el laborismo; por esto me explico ahora que estos señores vengan a defender al ministro, vengan a defender al gobernador futuro de su Estado, porque seguramente el Palacio de Cobián se va a la Presa de la Olla. (Aplausos.) No tiene remedio. Si su personalidad fuera de revolucionario de verdad, se olvidaría de estas mezquindades, de su diputación de Guanajuato y de sus diputaciones de Michoacán y de su Ministerio, para decirle a la Cámara que diera leyes revolucionarias, que trabajaran en los presupuestos y que entregara al Gobierno revolucionario de Calles una forma de Gobierno que no venga a satisfacer ambiciones ni de él ni de los otros secretarios de Estado, sino que venga a satisfacer las necesidades sociales por las cuales a propugnado únicamente el general Calles. Por eso reclamo de la minoría que tenga serenidad y que si tiene derecho de atacar a la mayoría, no se venga a hacer cómplice de aquellos que para poner cinco banderas en San Felipe Torres Mochas, para poner carteles que envió allá el Partido Laborista con su distintivo rojo y negro, exigían de Calles y de sus amigos, pues Amílcar Zentella hasta empeñó sus muebles de casa para darles dinero a los Abascal que nos exigían eso para poder ser callistas. (Aplausos.) Yo hablo a las minorías, las mayorías, por circunstancias políticas, por esa ley fisiológicopolítica que nos ha establecido este señor secretario con un conocimiento especialmente político, esas moléculas que bienen atrayéndose y repeliéndose, no nos importan; hablo a las minorías porque son revolucionarias, como tengo la obligación de hacerlo por ser las minorías revolucionarias.

(Aplausos.) En estas condiciones no quiero nunca, compañero Soto y Gama - y permítame que le hable con el corazón, jamás le he hablado con mentiras- , también al compañero Morones, él sabe que siempre he tenido para ellos el corazón para hablarles, no tengo intereses, sé que la política es un constante ir y venir de sufrimientos y ambiciones; quiero salvar un ideal de quijote, un ideal que si vine hasta aquí lleno de esfuerzos que alientan, de esfuerzos que viven, les hablo a ustedes, también a la mayoría, que pleno derecho tiene, y si la mayoría tiene la razón, vendrá a defenderse; si la mayoría no lo tiene, la derrotarán ustedes, pero jamás, compañeros, caballeros del ideal, vengan ha hacerse cómplices de aquellos que, valiéndose de un García Téllez, de la honorabilidad de un García Téllez, de la honorabilidad de un Medrano, se separan de un bloque. Yo entré después de eso, y a usted le consta, compañero soto y Gama, porque ni el señor Medrano, que no lo querían porque es quien también fué presidente, y el señor Vidal Solís fué miembro de la Comisión de Administración. (Aplausos.)

Es posible, compañeros, que yo haya cometido en política muchos errores, pero que haya tenido dolo en los errores, jamás, jamás los he cometido con dolo; he puesto mi buena fe en el servicio de las causas que mi relativa cultura y fortaleza me han dicho que son justas y siempre, compañero Soto y Gama, a usted le consta, he sabido defender con mi pecho la bandera que he creido justa y no me ha importado ni la distancia ni nadie y he ido con esta bandera y me he expuesto, y para gloria mía me han recibido tirios y troyanos con cariño, porque jamás han visto que haya mentido en una sola vez. Así pues, minoría, sepan ustedes que siendo ya secretario del Exterior del Partido Cooperatista, el señor Colunga protestó guardar los estatutos de ese partido....(Aplausos.) Este es el cargo: El señor Colunga en aquella ocasión necesitaba la fuerza del grupo militante para su candidatura, que se iba a enfrentar a una candidatura laborista, la de Aranda. ¿Sí, o no, señor Morones? El señor Colunga, que no tiene más méritos políticos que haber estado en el Constituyente de 17, como muchos revolucionarios anodinos que después han estado en el campo rebelde y que traicionaron a todo el mundo, este señor quiso constituir la mayoría, ¿en contra de quién? ¿De los partidos regionales? No; eran los que aparentemente representaban, por ser gobernador de un Estado; por pertenecer a ese conjunto de individuos a quienes atacaban Morones y Soto y Gama; no pudo él conquistar esa mayoría. ¿Por qué? No porque careciera de ideales altos: la altura de los ideales no es cuestión de teodolito; el señor Colunga se ha equivocado y a duras penas ha podido hacer una frase literaria de periódico para justificar un fracaso guvernamental, porque el señor Colunga no ha sabido, como ministro, ni respaldar la actitud del presidente. Pruebas: el caso de Oaxaca. Mientras la diputación federal, revolucionaria y consiente, aceptaba que no se tratara este caso - y a ustedes les consta que jamás hemos alzado la voz para defender a nuestro Estado- , él, con toda artimaña, con todo veneno y con toda mala fe nos decía: "Pues no sé qué pueden hacer ustedes; la diputación de guanajuato está separada; ustedes son la mayoría, quizá ustedes no tengan interés en sus Estados", y no es capaz este señor de defender un dictamen, ya que tiene obligación de hacerlo ante el presidente de la República. El presidente de la República, más sagaz, más revolucionario, mejor dicho, revolucionario como lo es.... (Aplausos. Voces: ¡Sí! ¡Sí!) resolvió esos asuntos a buena fe, a verdad sabida y buena fe guardada, y esta diputación oaxaqueña, en su conjunto de intelectuales, probablemente a quienes las clases fustiguen por intelectuales, pero que ellos responden con labor Legislativa, con labor verdad, con solidaridad y con honradez, se calla la boca y le dice al presidente de la República: "Somos solidarios de tu actuación, porque tu actuación es revolucionaria, porque tenemos problemas sociales en nuestro Estado que están por encima del gobernador y de los diputados." Y Colunga con un desprecio olímpico nos dice: "Son de las mayorías; no pueden hacer nada." ¿Qué nos importa que este señor se nos eche encima, no digo a las mayorías; qué les importa a las minorías, al Partido Laborista, al Partido Agrarista, que se les eche encima no digo este señor, cualquier secretario de Estado, si hay algo en el alma que no está sujeto a ministerios, si hay algo más noble que no está sujeto a un sueldo, si sobre los diputados y sobre los secretarios de Estado y sobre el presidente de la República está la moral, está la verdad, y sabemos que la moral y la verdad siempre tendrán enemigos, y esos enemigos pueden concretarse en un grupo de diputados que defienden, no a la revolución, sino al porvenir de su situación política en su Estado, en el Estado de Guanajuato? Por eso está Guanajuato en esas condiciones!... (Aplausos.)

El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: Compañero, una interrupción, con permiso de la Presidencia.

El C. Ortega Romeo: Con mucho gusto, compañero.

El C. Díaz Soto y Gama: Como repetidas veces ha aludido el compañero a la minoría parlamentaria, el que habla está obligado a explicar al país el por qué de su actitud. Yo quiero, si me permite el compañero Ortega, que le explique por qué razones nosotros....

El C. Ortega Romeo: Con todo gusto.

El C. Díaz Soto y Gama: Lo que yo he visto en la composición de esta Cámara es lo siguente, que me ha comprobado nada menos que una conversación con el señor general José María Sánchez, conversación que tuvo lugar en el Senado con un amigo nuestro, agrarista, cuyo nombre no estoy autorizado a divulgar: El general Sánchez, al recibir el reproche de nuestro amigo, de estar distanciado de los agraristas, decían: "No, si yo sigo considerando a los agraristas como compañeros, pero quise salvarme, no quise ser víctima; había veintitrés gobernadores coligados para imponer una mayoría artificial y yo no quise ser víctima, como lo fueron, por ejemplo, varios compañeros de San Luis Potosí." Y nosotros, y la opinión pública con nosotros, que nos hemos dado cuenta clara de la intervención que han tomado los gobernadores en la integración de esta Cámara, nos explicamos del modo siguiente la intervención del secretario de Gobernación: Al ver la Secretaría de Gobernación que

se formaba una monstruosa confabulación de caciques, procónsules o gobernadores para asesinar el sufragio, creyó seguramente necesario introducir una cuña dentro de esa mayoría absorbente y artificial, producto de la voluntad, no de los pueblos de la República, sino de los gobernadores de los Estados, de los veintitrés gobernadores.... (Desorden.) Estamos analizando una situación que el país debe conocer. De los veintitrés gobernadores coligados a que aludió José María Sánchez.... (Voces: ¡Veinticuatro con Manrique! ¡Manrique! ¡Manrique!) Manrique es un hombre sumamente honrado, un gobernante sumamente honrado.... (Murmullos. Siseos.) Manrique está por encima, cien codos, de todos los demás gobernadores.... Sigue el desorden. Campanilla.) Manrique no necesita defensa. A la reputación de Manrique, bien cuajada y sólida, no le llegan ni las risas ni los tontos argumentos de la mayoría. De manera que vuelvo a mi exposición: Decía yo que Gobernación, viendo la amenaza más seria que ha habido en este país contra el sufragio, amenaza más grave quizá que la cooperatista, o viendo, mejor dicho, que se repetía el peligro "Cooperatista" en otra forma, quiso seguramente mantener una cuña, y cuando las diputaciones de Guanajuato y Michoacán exigieron que se cumpliera con la ley y que se respetaran las credenciales.... (Voces: ¡No! ¡No! Desorden.) Yo estoy diciendo lo que he visto; ustedes habrán visto otras cosas todavía peores; yo digo lo que he visto.

(Voces: ¡Lo que te cuentan! ¡Puras mentiras! Desorden. Campanilla.) Cuando las diputaciones de Guanajuato y de Michoacán exigieron que se respetaran las credenciales limpias.... (Continúa el desorden.)

El C. presidente: (Campanilla.) La Presidencia ruega a los compañeros que ocupen sus curules y escuchen al orador, así como las minorías han escuchado al compañero Ortega.

El C. Díaz Soto y Gama, continuando: Cuando no sólo la diputación de Guanajuato y Michoacán, sino algo más; cuando el presidente del Bloque Confederado Socialista, que lo era el señor Solórzano Béjar, y cuando el secretario del mismo Bloque Confederado, el compañero Medrano, exigieron que se cumpliera con la ley, según después lo dijeron y consta en el DIARIO DE LOS DEBATES; cuando exigieron que se sujetara el Bloque Confederado al criterio legal, como por ejemplo, en el caso de Octavio Magaña, en el que después la comisión, por boca del mismo Alvarez y Alvarez, vino a declarar que con un solo voto o sin ninguno Octavio Magaña sería apoyado por la mayoría del Confederado; cuando fracasó el intento de las diputaciones de Guanajuato y Michoacán, o si ustedes quieren,de la secretaría de Gobernación, que trataba del salvar el sufragio.... (Voces: ¡No! ¡No! Siseos. Campanilla.) Los hechos están hablando, los conoce el país. Cuando la mayoría, constituida por una mafia de intrigantes, de falsos representantes enviados por los gobernadores con la consigna - ellos sí la traían - de sacrificar agraristas y laboristas; cuando vieron esta situación, cuando comprendieron que ya no tenían nada qué hacer en un bloque que no oía razones, en una mayoría que estaba dispuesta a cubrirse de ignominia y sacrificar al sufragio, entonces las diputaciones de Guanajuato y Michoacán se retiraron con toda dignidad y con todo derecho, (Voces: ¡Huy! Golpes en los pupitres.

Siseos. Campanilla.) ya que la mayoría se había propuesto consumar el más enorme, el más ignominioso, el más abominable de los fraudes electorales que registra la historia de la democracia mexicana. (Aplausos. Siseos.)

El C. Ortega Romeo, continuando: Señores diputados:

Agradezco la aclaración que me ha hecho el ciudadano diputado Díaz Soto y Gama, porque sinceramente tengo fe - no me duele el decirlo- a lo que dice el ciudadano Díaz Soto y Gama.

El C. Díaz Soto y Gama: Lo que yo digo lo dice el país. (Voces: ¡Huy! ¡Huy! Desorden. Murmullos.)

El C. Ortega Romeo, continuando: Usted que lo que cree es verdad; pero vamos a analizar el por qué de la separación del señor Solórzano Béjar, concretando nombres. (Desorden.) El señor Solórzano Béjar, diputado por Colima, debe decir, si es honrado - como lo creo, porque es mi deber creer honrado a todo el mundo mientras no me pruebe que no lo es- , si es cierto que en el Estado de Colima domina desde al gobernador del Estado, doctor X, no me acuerdo de su nombre.... (Voces: ¡Hurtado!) doctor Hurtado, el partido enemigo de los campesinos de quienes tenemos quejas, porque todas las haciendas de Higinio Alvarez y comparsa tadavía consideran casi a los campesinos como esclavos. ¿No es ese partido, el del gobernador, el que ha mandado a su señoría de diputado y el que mando al señor Aguayo de senador? (Aplausos.)

El C. Solórzano Béjar: Compañero, le ruego me permita una interpelación.

El C. Ortega Romeo: Después, compañero. Yo no vengo a atacar la política local de los gobernadores....

El C. Solórzano Béjar: ¡Pido la palabra para una aclaración! (Siseos.)

El C. Ortega Romeo: Después me lo va a decir, compañero. (Golpes en las curules. Campanilla.) Van a seguir las interpelaciones....

El C. Solórzano Béjar, interrumpiendo: ¡Pido la palabra, señor presidente! (Siseos. Campanilla. Siguen los golpes en las curules.)

El C. Ortega Romeo, continuando: Ruego al compañero Solórzano Béjar, que por su propio prestigio me espere un momento; esto no es batalla de encrucijada, es batalla de hombres, batalla de verdades, de intereses nacionales; no defendemos a ningún doctor ni a ningún gobernador; puede usted hacerme pedazos, no importa que caiga, pero que se salven los principios, que se salve una enorme verdad: que a esta Cámara vienen muchos mistificadores, viene muchos individuos que no han sabido responder a la verdad revolucionaria que sólo se han acogido al callismo como un pretexto! (Aplausos en las mayorías.) El compañero Soto y Gama nos habla de que había una repulsión natural de opinión, una.... (desorden. Siseos. Campanilla. Golpes en las curules.) Nos habla el compañero Morones de un sindicato de gobernadores que propugnaron por la elección de sus amigos. Yo le debo decir a la mayoría y a la minoría, que en ese

sindicato de gobernadores aparente, figuró la cuestión política de un gobernador que no tuvo las agallas para imponer, que no tuvo las agallas para hacer triunfar su imposición, y ese gobernador vino de las minorías, falsamente, porque no puede ser agrarista el que defendió con las armas en la mano a Félix Díaz, no puede ser agrarista el que defendiera, en ocasión no remota para mi Estado, la soberania mentirosa de un Estado, para atacar a la revolución constitucionalista, y que traicionara después a su propio Estado dentro de su soberanía para venir traidoramente a acogerse, no a la bandera del agrarismo, sino a la bandera del señor licenciado Rodrigo Gómez: el gobernador de Oaxaca, don Isaac Ibarra. (Aplausos. Murmullos.) En esas condiciones ya ven que allí hubo una lucha: el gobernador aceptó que los diputados que están aquí triunfarán y se acabó; no pedimos nunca el apoyo de nadie para salvar esas credenciales. Así pues, ese conjunto de gobernadores a que se refiere el compañero Soto y Gama....

El C. Díaz Soto y Gama, interrumpiendo: ¡Veintitrés!

El C. Ortega Romeo, continuando: Yo lo ignoro.

El C. Díaz Soto y Gama: ¡Veintitrés!

El C. Ortega Romeo, continuando: El compañero Soto y Gama sabe muy bien que en aquella ocasión el Partido Agrarista y el Partido Laborista se abatieron duramente en Guanajuato, se abatieron duramente en Guanajuato sosteniendo sus candidatos, sus candidatos que habían luchado juntos con Aranda, y estos partidos, Laborista y Agrarista, tuvieron que ser derrotados aparentemente por la influencia de los señores directores de la política de Guanajuato, no del gobernador interino, que era un don Nadie, sino de los directores: Arroyo Ch., García Téllez, Medrano y comparsa; así es que por qué razón....

El C. García Téllez, interrumpiendo: ¡No sabe ni jota!

El C. Ortega Romeo, continuando: ¡No sé ni jota, dice García Téllez! Debía él saber que así como yo, cuando habla de cuestiones técnicas, no lo interrumpo, en este caso está apasionado. ¿Por qué? Porque se defiende a su gobernador, porque se defiende a la futura política de un distrito que él representa. ¿Por qué? Porque tiene interés en estas cosas pequeñas y mezquinas. ¿Y por qué? Porque aquí vino a defender todavía la preponderancia consultiva de la Secretaría de Gobernación. ¡Pero para qué quitar más el tiempo a la Asamblea! ¡Para qué venir aquí a gritar inútilmente, puesto que es inútil todo lo que no venga a redundar en beneficio de los humildes que nos han enviado aquí! Por tanto, debo terminar diciendo esto: el señor Lorandi....

El C. Lorandi, interrumpiendo: ¡Perdóname, hermano! (Murmullos. Siseos.)

El C. Ortega Romeo, continuando: No me creo con derecho a llamarle traidor; No es traidor. El señor Lorandi representa en el Estado de Veracruz la política mezista.... (Continúa el desorden. Golpes en los pupitres. Campanilla.) El señor Lorandi es enemigo del Partido Revolucionario del Trabajo, de Veracruz; el señor Lorandi....

El C. Lorandi, interrumpiendo: ¡No, hombre! Yo luché con las armas en la mano....

El C. Ortega Romeo, continuando: El señor Lorandi tuvo de candidato a Enrique Meza; el señor Lorandi fué partidario del hombre que no fué capaz de enfrentarse en los pueblos de Veracruz a la candidatura de Jara; el señor Lorandi llegaba a las oficinas de "El Demócrata" junto con Octavio Medellín Ostos y con otros compañeros a quejarse de las maniobras jaristas....

El C. Lorandi, interrumpiendo: ¡Cierto! (Desorden.)

El C. Ortega Romeo, continuando: El señor Lorandi fué "mecista"....

El C. Lorandi, interrumpiendo: ¡No, hombre, nunca! ¡Qué bruto! (Voces: ¡Cállate! Murmullos. Desorden.)

El C. Ortega Romeo, continuando: El señor Lorandi se espantó de que su candidatura no tuviera las agallas suficientes para enfrentarse a los grupos de obreros y de campesinos que postularon a Jara y se quedó escondido en la ciudad junto con algunos diputados locales para no salir a la campaña "callista", no obstante que se les daba un puesto en el carro del general Calles. ¿Es cierto o no es cierto, señor Martínez?

El C. Martínez Eulalio: Sí.

El C. Ortega Romeo, continuando: ¿Es cierto señor Manlio Fabio Altamirano, que el señor Lorandi perteneció al grupo "mecista?" (Voces: ¡No es cierto!)

El C. Altamirano,: Yo quiero hacer esta aclaración al margen de la interpelación de Romeo Ortega.

El C. Ortega Romeo: Que sea corta, porque estoy cansado.

El C. Altamirano: Yo sé que Victorio Lorandi fué "mecista", es la verdad; y sé lo siguiente: que cuando fuimos a la propaganda a Veracruz con el general Calles, el general Calles buscó en Orizaba, en Córdoba y Veracruz al candidato Enrique Meza, y entonces, viendo que Meza no parecía por ningún lado, pues tuvo un mal concepto de aquel candidato y dijo que merecía triunfar el general Jara porque era un hombre entero y tenía todo el Partido Veracruzano del Trabajo. Yo, sinceramente, no sé si en efecto a Meza se le apartó un lugar en el carro del general Calles, porque el general Calles, buen demócrata, tenía la sana intención de concurrir a todos los lugares del Estado de Veracruz con los dos candidatos, Jara y Meza, para ver quién pesaba más. El lugar designado para Meza y los suyos se quedó vacío; pero yo ignoro si en esa comitiva estaba el señor Lorandi. (Desorden. Campanilla.)

El C. Ortega Romeo: El señor Lorandi era mecista.

El C. Lorandi: ¿Me permite una aclaración?

El C. Ortega Romeo: El señor Lorandi quería enfrentarse al grupo de campesinos y obreros que postulaban a Jara; no fué a la campaña, ya que su candidato, por precaución, ante el temor de que viera el candidato a presidente de la República la fuerza enorme de Jara, no fué a acompañarlo. Con que el señor Lorandi, pues, tiene el derecho de defenderse como pueda y como quiera, pero no merece absolutamente sino la consideración de un nuevo gritón más en la Cámara, sin razones, sin valor

legislativo ninguno y con esta única virtud - que esa sí se la reconozco y que es una honra para él- , haber sido leal hasta el fin al partido de don Venustiano Carranza; pero interpelo al compañero Martínez, de Veracruz, para que nos diga de la política de Lorandi, a ver si merece fe la conducta de este señor.

El C. Martínez Eulalio: Pido la palabra: Solamente me voy a permitir aclarar que tratándose de la personalidad del señor Lorandi.... (Voces: ¡No la tiene!) quien desde luego carece de ella, principiando por el distrito cuya representación ha usurpado, (Aplausos.) porque a los veracruzanos, a la mayoría de la diputación veracruzana....

El C. Lorandi, interrumpiendo: ¡Jarista!

El C. Martínez Eulalio: Jarista, sí, jarista con honra. A la mayoría de la diputación veracruzana nos costa que el verdadero representante por el distrito que representa ahora el señor, fué el ingeniero Gortari. En consecuencia, el señor fué uno de los integrantes durante la campaña del general Jara en contra del licenciado Enrique Meza y fué uno de los que no tuvieron el valor civil suficiente para haberse enfrentado en las poblaciones en donde el trabajo organizado predominaba y en donde ni siquiera pintó su candidato y sí tuvo una mayoría absoluta el general Jara. En consecuencia, la aclaración consiste en lo siguiente: a Lorandi la diputación veracruzana no le reconoce ninguna personalidad.... (Aplausos nutridos.)

El C. Ortega Romeo, continuando: Yo creo que las interpelaciones deben hacerse con un fin inmediato y claro. Real y efectivamente, en relación a la minoría parlamentaria, a la mayoría parlamentaria, a la revolución y al callismo, nos importa un serenado cacahuate el señor Lorandi; pero hay interpelaciónes que tienen su razón de ser. Para que se vea quién influyó de una manera decisiva, quién ayudó a Lorandi a entrar a la Cámara, interpelo al compañero Eulalio Martínez para que diga si no fué la diputación de Guanajuato la que le impidió la entrada a la Cámara. ¿sí, o no, señor compañero?

El C. Martínez Eulalio: Sí, señor. (Aplausos.)

El C. Ortega Romeo: Interpelo al compañero Fernández Martínez.... (Voces: ¡No est !) No estando presente, no tiene caso mi interpelación.... (Voces: ¡Ahí está!) Compañero Fernández Martínez: Yo le suplico que me diga cuál es el eco que tiene para usted y para Solís la diputación de Guanajuato y cuál es la actuación que ha seguido en el caso de la credencial de usted.

El C. Fernández Martínez: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: Tiene usted la palabra. (Voces: ¡Tribuna!)

El C. Fernández Martínez: Señores diputados: Posiblemente de la diputación de Guanajuato que habló en esta tribuna, sea yo el que pueda examinar la situación de Guanajuato en un terreno en el que no pueden hacerlo los representantes de mi Estado, por la circunstancia especialísima de que yo vengo aquí representando al elemento trabajador y que vengo representando la voluntad del pueblo, sin ayuda de ninguna especie ni compromisos de ningún género con nadie, más que con los trabajadores. (Aplausos.) Yo no quiero tratar de herir ni a mayorías ni a minorías, quiero colocarme en un terreno enteramente imparcial para que se haga luz en el asunto de Guanajuato. Yo no voy a examinar si las mayorías o las minorías tienen razón, pero sí voy a examinar quién tiene la razón en Guanajuato.

Yo sé que cuando venimos aquí infinidad de individuos, dije mal, no infinidad, unos cuantos individuos con credencial que no estaba propiamente sancionada, ayudada, por el Gobierno de Guanajuato, las minorías, que entonces actuaban en este Parlamento y a la cabeza de ellas estaba el compañero Soto y Gama, tuvieron expresiones durísimas contra el gobernador Colunga, ministro de gobernación. A mí mismo se me decía.... Ante todo debo hacer una aclaración Cuando el ingeniero Cortés Herrera, candidato al senador por el Estado de Guanajuato, candidato laborista, me invitaba a que firmara un pacto con este partido, yo no quise firmarlo, no porque estuviese distanciado de dicho partido, ni porque lo creyese perjudicial, sino porque no estaba plenamente autorizado por todas las agrupaciones de mi distrito; pero por la situación que en esos momentos reinaba y por deseo mío, ya que provengo de las clases laborantes, fuí representante de esas clases y en la mayoría de los casos estuve con las minorías de esta Cámara.

Posteriormente, cuando se me pedían documentos en contra de Colunga - documentos que no eran tomados en consideración porque varias veces algunos de los que no trajeron credencial, pero que sí traían documentos que acreditaban su triunfo y se los presentaban al compañero Soto y Gama, este compañero no respondía a ese deseo que él mismo había manifestado, de esclarecer la situación de Guanajuato- ; entonces yo sentí una honda tristeza, porque por el sólo hecho de que el gobernador del Estado fuera ministro de Gobernación, aquí se callaba y no se decía una palabra de lo mucho que se pensaba y se sentía. Posteriormente se discutió una credencial del 1er. distrito de Guanajuato, la del doctor Romero, y el compañero Morones viene y nos dice: "Nosotros hemos aceptado a los diputados de Guanajuato, es decir, a los que lucharon en contra del gobernador de Guanajuato, porque hemos sabido que han hecho labor revolucionaria allá con su candidato Aranda y porque ha habido algo así que está afín con nosotros; pero estos individuos todavía no están discutidos dentro de nosotros, todavía los tenemos en tela de juicio." Ahora deben estar convencidos de que la labor del ingeniero Aranda es intensamente revolucionaria en Guanajuato, y esa razón nos la viene a dar precisamente el compañero Arroyo Ch., diciendo: "En Guanajuato se ha hecho esto y esto otro." Y es efectivamente cierto lo que se ha hecho en el Estado de Guanajuato; pero también es efectivamente cierto que aquellos que lo hicieron están eliminados en la actualidad de la cosa pública. (Aplausos.) Esa Ley Minera revolucionaria que da participación en las utilidades al trabajador, fue exclusiva y empeñosamente defendida por el ingeniero Aranda y por nosotros, que llegamos hasta llevar lo que se llama "porras", para que en la Cámara de Diputados aceptara esa ley. Y vean ustedes el pago: después de esa labor revolucionaria que hizo el ingeniero Aranda, cuando presenta una elección limpísima por un distrito de ese Estado, se le echa fuera

por meter a un individuo que tiene un prostíbulo en la ciudad de San francisco del Rincón. (Voces: ¡Nombre! ¡Nombre!) ¿Nombre? Felipe López. (Voces: Aaaah!) Y el nombre lo doy a ustedes, porque personalmente se lo dije yo a él en la Cámara de Diputados local. Con estas brevísimas aclaraciones que he hecho, no quiero que se involucre a toda la diputación de Guanajuato, que está integrada por revolucionarios muchos de ellos; pero sí quiero que se estampe aquí que vamos directamente contra aquellos que se dicten líderes de partidos políticos fuertes y que llevan ambiciones de mejoramiento social, pero que no han tenido el valor de concretar sus ataques. Yo vengo a decir que al ministro de Gobernación, licenciado Colunga, no le conozco ninguna obra revolucionaria en el Estado; que si de aquí a unos cuantos días, porque ya está próxima la toma de posesión del general Calles y quiera hacer juntamente con él una labor revolucionaria, cambia de modo de pensar y de proceder, muy bien; pero anteriormente, durante todo el tiempo que estuvo en el Gobierno de Guanajuato manejándolo directa o indirectamente, jamás demostró su revolucionarismo; dos o tres cuartelazos contra el Municipio Libre - y esto lo sabe bien algún representante de Guanajuato- fueron la única obra que vimos allí. Y nosotros, los que nos sentimos representativos de las clases trabajadoras, venimos a decir que en Guanajuato sí hay revolución, sí hay leyes revolucionarias; pero que Colunga no ha sido el que las ha dado. (Aplausos de las mayorías.)

El C. Ortega Romeo, continuando: La Asamblea ha perdido demasiado tiempo en detalles que no tienen importancia. (Voces: ¡No!) Manlio Fabio, que como buen veracruzano simpatiza con las notas de color, desearía que esto se prolongara indefinidamente; él goza en su curul, como yo gozaría también; tenemos el mismo carácter más o menos de gracejo para cuando se trata de personalidades políticas, que son un gracejo en nuestra política revolucionaria tipo Colunga. (Aplausos.) Aquí no ha sacado la nación en claro más que esto: un secretario que olvidándose de que existen problemas de orden político, como la preparación de presupuestos; de que hay agitación obrera, de que hay agitación campesina que reclama el estudio técnico de leyes, se dedica una buena mañana, después de que sale del baño envuelto en su bata más o menos estridente, a pretender regañar a un grupo de diputados y a decir si un diputado como Jenaro Vásquez tiene la cabeza sobre los hombros o en los pies. Así pues, señores, ese hombre ha quitado el tiempo a la Asamblea; ese hombre se olvida de que le faltan unos cuantos días para dejar esa cartera, de que va a recibir el Gobierno un hombre tan hombre como el que lo deja, como Obregón. (Aplausos.) Y se acuerda de su provincia, se acuerda de la situación que va a crear allí; y se acuerda, como redactor casual del artículo 27 constitucional, que no lo reglamentó, que no se ocupó de ponerle los puntos y las comas, que es la causa de las dificultades que ha presentado la aplicación de ese artículo, que debía haber sido más revolucionario y más claro, como lo sabe Soto y Gama; pero el señor Colunga se preocupa de molestar a una Asamblea que tiene problemas urgentes; quiere agitarla una vez más, no ya en las sesiones de Colegio Electoral, que ya han pasado, no ya en la actuación partidarista, de partidos más o menos eficientes, en este país donde los partidos con principios y con programas casi no existen, porque si existieran esos partidos no nos haríamos pedazos - esa es la palabra- , no nos haríamos pedazos los revolucionarios, como no se hubieran hecho pedazos los liberales para entregar la situación a los enemigos eternos de la justicia: al Partido Conservador. La mayoría parlamentaria recogió el guante; hizo unas declaraciones más o menos "verdad", más o menos enérgicas, porque tenía el derecho de defenderse, porque le asiste la justicia. Vino aquí un diputado por Guanajuato y lanzó el guante; vendr otro diputado por Guanajuato; ¿pero qué importa a la revolución Colunga, qué le importa Guanajuato que importa que Calles haya tenido que comprar determinados individuos para que hicieran manifestaciones en San Felipe Torres Mochas y en Celaya, si se ha salvado el principio, si vamos a estar unidos en un sólo frente y en la misma trinchera, gritando, mano a mano Manlio Fabio Altamirano y Fabilia, Soto y Gama y Gonzalo González y Morones, que la revolución debe triunfar? (Aplausos.) ¿Y qué nos importan estos mediocres diputados que únicamente pidieron - y eso lo supe después, porque yo no pertenecía entonces a la mayoría- que su excelencia Medrano fuera presidente en septiembre; (Voces: ¡No es verdad!) que su excelencia Arroyo Ch. fuera secretario de la Cámara; que su excelencia Solórzano Béjar fuera vicepresidente y que la Comisión de Administración estuviera manejada por el traidor a la revolución, Vidal Solís, hoy secretario de Gobierno de Michoacán; además, lo que nunca han tenido las minorías, lo que nunca sería yo capaz de pedir, jamás, porque donde huele a dinero huele a perfidia y mentira, y prefiero seguir siendo el mismo miserable, económicamente, para levantar la frente; prefiero continuar en la penuria de siempre para levantar mi penacho como el Cyrano, que ser el único patrimonio que yo saque de aquí? Pidieron entonces que viniera Hernández Alvarez para tener dos miembros en la Comisión de Administración. Probablemente para desenzolvar la Presa de la Olla, para que paseara gallardamente, como un César de cartón, esperando los cuatro años, su excelencia el secretario de Gobernación, que no es capaz ni de defender un dictamen ni de interpretar una ley; que no es capaz sino de hacer fracasos políticos, crear problemas políticos, cuando en la República se levanta un nuevo sol, sol de la verdad, y cuando en esta Cámara no hay más que un deber: la revolución, las leyes revolucionarias y el trabajo constante de los que están robando el dinero al pueblo, percibiendo dietas para discutir aquí al primer gusano político, ll mese Colunga, o cualquier secretario, ll mese presidente de la República o gendarme de la esquina. (Aplausos nutridos.)

El C. presidente: tiene la palabra el ciudadano Zincúnegui Tercero.

El C. Zincúnegui Tercero: Lamento, señores diputados, venir a esta tribuna en momentos en que la Asamblea comienza a dar ya muestras de cansancio; pero me siento obligado a ello, no tan sólo por haber sido objeto de varias interpelaciones, sino porque en los momentos en que me voy

de esta Cámara creo de mi deber y de mi obligación dejar definida perfectamente mi personalidad.

Se equivoca el compañero Romeo Ortega al pensar que yo venía a esta tribuna a defender al licenciado Colunga. Si el licenciado Colunga, en sus trascendentales declaraciones de ayer, hirió la susceptibilidad de la mayoría; (Siseos.) Si el licenciado Colunga supo llegar a lo vivo a los intereses de esa mayoría, es el licenciado Colunga y sus amigos quienes están obligados a defenderse de los ataques que aquí se les han dirigido, y no yo. Yo no tengo por qué venir a defender al licenciado Colunga; yo, como miembro de la minoría declaro que nosotros los de la minoría, no hemos tomado el acuerdo de defender o atacar al licenciado Colunga; la política que en este caso sigan el licenciado Colunga y la diputación de Guanajuato es absolutamente independiente de las responsabilidades de la minoría y no debe echarse sobre sus espaldas la responsabilidad de este debate. Hay que hablar claro, señores, y evitar falsas interpretaciones: Aisladamente los miembros de la minoría podrán tener determinado criterio respecto del juicio emitido por el licenciado Colunga acerca de la mayoría; pero esa minoría, conjuntamente, no ha tomado ningún acuerdo sobre el particular. Hace breves momentos el compañero Alvarez me hacía una interpelación en esta tribuna respecto al señor Vidal Solís. Creo que, como caballero, estoy obligado a explicar ampliamente por qué contesté en la forma que contesté. El compañero Valdovinos Garza me decía que yo contestaba así porque Vidal Solís había sido mi contrincante en la campaña para la XXX Legislatura. Efectivamente, señores, Vidal Solís fué mi contrincante y entró a esta Cámara sin tener derecho para entrar, porque falsificó una votación en Ciudad Hidalgo, de cuatro mil votos, que por ningún motivo le daba derecho a ser el representante de mi distrito. Yo obtuve cantidad de votos absolutamente limpios, pero Vidal Solís entró aquí apoyado por Prieto Laurens y por un miembro de la comisión cuyo nombre no recuerdo en estos momentos. Repito, señores, ruego a ustedes me permitan hacer esta aclaración; pero ese hecho, el hecho de que Vidal Solís haya sido contrincante mío, no me vedaba de la obligación que yo tengo de certificar un hecho cierto. A mí el compañero Alvarez me dijo: "¿Es cierto que ocurrieron estos hechos históricos?" Y yo estaba obligado a decir sí o no. Yo reto a cualquiera de los compañeros que dude de mis palabras, a ver si he aprovechado cualquiera ocasión para atacar a Vidal Solís; yo estaba obligado a decir la verdad. Además, señores, ya que casualmente se presenta la oportunidad de que salga a colación la personalidad de Vidal Solís en esta Asamblea, sin darle a la cuestión absolutamente ningún carácter de personalismo, quiero decir a la Representación Nacional que el Gobierno de Michoacán en manos del general Ramírez, a quien estimo, a quien aprecio y a quien sigo creyendo un revolucionario, está a orillas del fracaso, porque la dirección del Gobierno de Michoacán está en manos de Vidal Solís. La política que allí se sigue tiende a hacer desaparecer todas las libertades de Michoacán. El Congreso ha lanzado decretos como éste que vais a oír: "El Congreso conocer en última instancia, de oficio, de las elecciones muincipales, por lo que los expedientes serán enviados inmediatamente a la Secretaría del mismo." ¿Es revolucionario eso? Han sido ya disueltos los ayuntamientos de Morelia, Tanhuato, Vista Hermosa, Maravatío, Pajacuarán, Puruándiro, etcétera. Puruándiro es por donde perdió, señores representantes, el compañero Valdovinos Garza, y por donde obtuvo absoluta mayoría de votos José María Soto, que era quien tenía derecho de estar sentado en esa curul.

El C. Altamirano Manlio Fabio: ¡Me consta!

El C. Zincúnegui Tercero: Yo interpelo al estimable compañero Manlio Fabio Altamirano. Compañero Altamirano: Usted, que tuvo en sus manos el expediente y la documentación electoral de Puruandiro, quiero que me diga si es cierto o no que la mayoría de sufragios correspondió al señor José María Soto.

El C. Altamirano: Pido la palabra. Quiero hacer esta aclaración. El compañero José María Soto, que debía estar sentado en estas curules, me consta que es un hombre absolutamente popular, no desde hoy, sino desde cuando hicimos la lucha con Obregón: Obregón vió perfectamente la popularidad que tenía José María Soto....

El C. Valdovinos Garza, interrumpiendo: ¡Que tenía!

El C. Altamirano: ¡Que tiene!

El C. Valdovinos Garza: ¡¡Que tenía!!

El C. Altamirano: ¡¡Que tiene!! ¡Que tiene! (Desorden.) El asunto del señor Valdovinos Garza se dictaminó sin abrir siquiera el paquete electoral, y esto lo puedo comprobar a la hora de que quieran con los miembros mismos de la comisión, que no pudieron negar aquí en asambleas pasadas que dictaminaron el asunto de Valdovinos Garza sin abrir siquiera el paquete electoral, porque si lo hubieran hecho, yo hubiera defendido a Soto, con la seguridad de comprobar que el señor no ganó en Puruándiro. (Desorden. Campanilla.)

El C. Zincúnegui tercero, continuando: Y ahora, señores, ¿Cree el compañero Valdovinos Garza.... (Continúa el desorden.)

El C. secretario Valadez Ramírez: Se ruega a los ciudadanos diputados se sirvan guardar el orden debido, a fin de que el orador pueda continuar exponiendo sus ideas. (Campanilla.)

El C. Zincúnegui Tercero, continuando: ¿Cree el compañero Valdovinos Garza que por el hecho de haber sido contrincante mío Vidal Solís, no voy a tener derecho a venir a atacarlo en todo aquello que va en contra de la revolución? ¿Cree que es labor revolucionaria la que se está haciendo actualmente en Michoacán, atacando por su base una de las conquistas más grandes de la revolución, como es el Municipio Libre? Yo emplazo al ciudadano Valdovinos Garza para muy pronto en esta tribuna, para venir a demostrarle que Michoacán en los actuales momentos se está yendo contra los principios de la revolución....

El C. Altamirano, interrumpiendo: Por culpa de Vidal Solís.

El C. Zuncúnegui Tercero, continuando: Que Michoacán se está convirtiendo en un feudo diez veces peor de lo que fuera en épocas pasadas; que

en Michoacán se están comenzando a hacer negocios demasiado sucios, y no hablo de ellos hasta no tener las pruebas. Yo emplazo a Valdovinos Garza para demostrarle en esta tribuna, con una documentación irrefutable, que en Michoacán en este momento la revolución está de capa caída y que los revolucionarios que se han opuesto a la labor que se está realizando, han tenido que salir huyendo, porque Michoacán está convertido en un enorme feudo de un extremo a otro de sus fronteras.

En consecuencia, y poniendo punto final al asunto del compañero Valdovinos Garza, porque creo que la Asamblea ha perdido demasiado tiempo en personalismos, quiero hacer una vez más un llamamiento a las mayorías, un llamamiento en la misma forma en que lo hacía aquí Romeo Ortega con el corazón a flor de labio, como se habla a los compañeros que han convivido las mismas penalidades y las mismas desgracias a través de la revolución, para que en este caso se ponga definitivamente un "Hasta aquí", al espectáculo bochornoso que estamos dando. (Aplausos.) Muy pronto vendrá ya el jefe del callismo, el general Calles, y es necesario que al llegar se encuentre con que esta Cámara no se ha concretado a hacer política; que pueda el general Calles tener la satisfacción de encontrar que en la Cámara, en lugar de politiquerías, se ha hecho una labor efectiva; que todas esas pasiones de grupo, pasiones que al fin y al cabo son demasiado pasajeras, que todas esas tiendan a un solo y único fin: a hacer algo de labor efectiva. Aquí se dice a toda hora: el pueblo espera inútilmente las leyes; el pueblo espera que la Cámara legisle en su provecho; pero no basta con buenos deseos y con buenas palabras. Y es necesario, señores, que haciendo a un lado esa pasión por ministro más o por ministro menos, realicemos algo que efectivamente complazca las aspiraciones nacionales: dar leyes al país. La política que se ha estado siguiendo hasta estos momentos; esas discusiones por política de campanario, desgraciadamente nos llevarán al final de este período legislativo a la conclusión de que las Cámaras no sirven para nada, de que el Poder Legislativo no es sino un nidero de pasiones, un nidero de desahogos en los cuales se desprestigia a la revolución y a la República misma, y de que se impondrá forzosa y necesariamente el sistema representativo, el sistema de clases, porque el pueblo se habrá convencido de que la Cámara de Diputados, eterno semillero de discordias, nos sirve para otra cosa que para hacer política de campanario y como pretexto para desahogos pasionales y ambiciones de mala ley. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Melchor Ortega.

El C. Ortega Melchor: Honorable Asamblea: Al venir a hacer uso, por primera vez, de la palabra en esta tribuna, tengo la satisfacción de deciros que vengo con la representación de un distrito que ni ha necesitado dinero para recibir brillantemente al general Calles, ni ha necesitado de ningún servicio del comité para sacar triunfante la candidatura del general Calles, junto con la del que habla en estos momentos. Se ha hablado aquí de la unión de gobernadores, la cual desconozco; pero si existiera, yo debo decir que los que de Michoacán pertenecemos a la Confederación no hemos tenido la ayuda de ningún gobernante para triunfar: hemos venido, honradamente, por la libertad del pueblo. Se ha hablado ya en esta tribuna de la traición de Vidal Solís, traición que no porque está ausente venimos a referir, porque yo, en presencia de él, como les consta a los compañeros de la mayoría, se lo dije en oportunidad solemne y que debemos todos recordar; luego no vengo a valerme de que Vidal Solís no esté presente, porque a Vidal Solís, cara a cara, y hombre a hombre, dondequiera que él me solicite, estoy dispuesto a decirle que en un traidor a la revolución. Y esto decía yo al compañero Soto y Gama aprovechando la oportunidad de que él iba a Michoacán con motivo de la toma de posesión del general Ramírez: que yo y el grupo de michoacanos que estamos en la Confederación considerábamos al general Ramírez como un revolucionario de ideas, como un revolucionario de principios y como un hombre que había sabido ir al campo de la lucha en defensa de los mismos principios; que temíamos fundamentalmente, que temíamos por conocimiento pleno que tenemos de la personalidad, de los antecedentes y de los procedimientos de Vidal Solís, que él seguramente iría a Michoacán a hacer que la labor honrada, a hacer que la labor revolucionaria del general Ramírez se torciera, y a que nosotros, sin quererlo, viniéramos aquí a atacar, no la personalidad del general Ramírez, que yo respeto todavía como revolucionaria, pero sí los procedimientos de su Gobierno en Michoacán viene siendo la traición, vienen siendo la afrenta, podemos decirlo muy alto, la afrenta de los principios revolucionarios que el propio general Ramírez quiere todavía sostener. Yo creo, señores, que esto, más que oposición para el Gobierno de Michoacán, debe servir para el general Ramírez porque, como he dicho antes, lo conceptuamos honrado; debe servirle para que se fije en que las maniobras de Solís lo van encaminando hacia el desastre por un derrotero del que seguramente el Gobierno revolucionario tendrán que arrepentirse más tarde. Digo yo esto porque en mi distrito, en el distrito de Uruapan, se pretendió y pretende todavía por el Congreso local deponer al Ayuntamiento. ¿Y sabéis quiénes integran este Ayuntamiento? Individuos que tuvieron el valor civil, el valor, como verdaderos hombres y verdaderos revolucionarios, de tomar las carabinas y defenderse de los traidores, de ir en contra de la infidencia cuando Michoacán era amagado, era asolado por los traidores de Estrada, Diéguez y socios. ¿Y sabéis, señores, quiénes componen la Legislatura Local, y sabéis quienes son los que están deponiendo esos ayuntamientos revolucionarios de hombres libres? Individuos que en los momentos de prueba, en los momentos en que Morelia era atacada, de la manera más cínica y más vergonzosa estaban escondidos en casas particulares, sobrecogidos de pavor. Esos son los individuos que hoy pretenden, tiránicamente, destruir las libertades de los municipios libres del Estado de Michoacán.

A propósito de lo que se ha debatido en esta tribuna, yo debo decir con toda honradez que si la diputación de Guanajuato, la diputación de

Michoacán, los diputados que se separaron del Confederado, si los de Veracruz se hubieran separado, habiendo dicho en pleno bloque de la Confederación que se separaban por un motivo, cualquiera que hubiera sido, que hubieran expresado una razón, que hubieran dicho que allí se estaban cometiendo atropellos al voto público, que hubieran dicho que allí se estaban conculcando las libertades, lo diría en esta tribuna en estos momentos.

El C. García Téllez: ¿Me permite una aclaración, compañero?

El C. Ortega Melchor: No, señor.

El C. García Téllez: ¿No lo dije yo innumerables veces?

El C. Ortega Melchor, continuando: Recuerdo perfectamente que en los momentos en que la diputación de Guanajuato se separó, exclusivamente porque a Medrano no se le daba la Presidencia del Congreso. (Voces: ¡Cierto!) Después de esto, señores, cuando deliberábamos de manera acalorada, cuando hablábamos y se debatía allí dentro del seno del bloque, consentimos, para que no se fuera la diputación de Guanajuato, en que se le cediera la Presidencia. Y entonces pretendieron más: pretendieron dos secretarías y no sé qué otra cosa. Yo, señores, honradamente creo que esto ha sido lo único por lo que la diputación de Guanajuato se ha separado: fue un acaloramiento de ellos, fue una torpeza inaudita que nosotros no podemos considerar de otra manera; no así los compañeros de Veracruz, que sin decir una palabra se separaron; a ellos se les expulsó. (Voces: ¿A quiénes?) A Lorandi, hablo de él.

El C. Ancona José E., interrumpiendo: Una moción, señor presidente.

El C. presidente: Tiene usted la palabra. (Voces: ¡Tribuna!)

El C. Ancona José E.: Señores diputados:

Tal vez soy el menos llamado a venir a dirigiros la palabra, porque por mis conocimientos no tengo las suficientes dotes que se necesitan para que pueda uno hacerse escuchar por un lado en que se pretende oír a un hombre honrado, y por otro lado tener todo lo que se relacione en contra de una persona que viene en estos momentos a hacer uso de la palabra. Ya nosotros estamos cansados de que en esta tribuna no se venga a justificar más que para cobrar los mil pesos mensuales que el pueblo nos da y venir aquí a defender a determinadas personas y a venir, con motivo de exhibicionismo, a decir: yo en este distrito tengo tal dominio y mi Gobierno tiene esto y un secretario de Estado esto otro. Considero, compañeros, que no es esto a lo que se nos ha traído a este Parlamento; es necesario venir aquí a hacer leyes de trabajo, es necesario venir a darlas a esa gente campesina que no tiene más delito que salir a escuchar a los falsos líderes que van allá para venir a traer una credencial para este Parlamento y luego olvidarse absolutamente de ellos para defender sus intereses personales. Tengan la completa seguridad que la mayoría parlamentaria, que la forma el Bloque Confederado, al que tengo el honor de pertenecer, de una vez por todas quiere que se sepa que no servir de escaño para ningún secretario de Estado. (Aplausos.) Siempre se ha buscado en este Parlamento el llevar al desprestigio a los hombres que vienen con sana intención para laborar en beneficio del pueblo; siempre se les ha tomado de instrumento para llevarlos en todo lo que se llama peligro, debido a los apasionamientos que hay en esta Cámara; pero nunca se les ha llevado a un lugar en que se diga: es necesario trabajar y es necesario justificar la representación que se trae, sino se les dice: yo, como secretario de Estado, como secretario de Gobernación, tengo que contar con la mayoría en la Cámara para que cuando venga la sucesión presidencial pueda decir: "Señor, aquí le entregamos el Poder, pero acuérdese que también le entrego una mayoría en la Cámara parlamentaria, que ha sido mi esfuerzo." Y de eso no come la XXXI Legislatura. (Aplausos.) La XXXI Legislatura no se saldrá de las atribuciones que le corresponden. El ciudadano general Plutarco Elías Calles, que es el genuino representante de los ideales revolucionarios, gobernar con el Gabinete que mejor le plazca; eso fue debido a que, en principio, en esta Cámara se hubiese señalado la responsabilidad a cada uno y las ambiciones que tenía, porque cuando el general Calles no aceptó el pacto del Cooperatista fue cuando le empezaron a hacer la guerra, cuando ese hombre honrado dijo: yo no tengo ningún pacto con ninguna agrupación que no tenga genuinos representantes, sino que yo me guiaré por las necesidades del pueblo mexicano, que es el que me da su voto.

Por eso, señores, los que hemos venido con genuinas credenciales representando al pueblo trabajador, venimos a decirles esto: todos estos hombres bienintencionados no permitirán bajo ningún concepto que se tome a la Cámara de Diputados como instrumento para venganzas personales o para satisfacer ambiciones bastardas de individuos que no pueden hacerse por sí mismos. (Aplausos. Campanilla.)

El C. presidente: Se suplica a los ciudadanos diputados se sirvan ocupar sus curules.

El C. Ortega Melchor: Continúo en el uso de la palabra, compañero. Solamente para terminar quiero decir a la respetable minoría de esta Cámara, acordándome de lo que decía en sesión pasada el compañero Soto y Gama, Diciendo que las mayorías tenían forzosamente que cargar con algún lastre, yo quiero pedir a la honorable minoría que no cargue con lastre, que hay mucho dentro de las diputaciones de Michoacán y Guanajuato, que ahora son disidentes del Confederado. (Murmullos.) Prueba de ello, señores, que algunos de los de Michoacán jugaron públicamente como floristas en aquel Estado, y yo no quiero....

El C. Henshaw: ¿Por qué los admitieron ustedes?

El C. Ortega Melchor: Señor compañero, debo decir a usted que yo protesté sin tener la documentación debida; pero entonces Vidal Solís tenía ascendiente completo dentro del Confederado; si usted quiere alguna prueba, aquí está .

El C. Henshaw: Eso debió usted haber hecho antes.

El C. Ortega Melchor: No las tenía, compañero; yo no podía tolerar que un individuo....

El C. Henshaw: Son pecados de ustedes.

El C. Ortega Melchor: No, señor; miente usted.

El C. Henshaw: Si, son pecados de ustedes.

El C. Ortega Melchor: Imposible, compañero,

yo no podía tolerar que un individuo que ha venido a México a decirse callista fuera allá a jugar como florista; reconozco la honradez de los que desde un principio han sido floristas, pero los que vienen a la Cámara a decir que son callistas y jugaron en su distrito como floristas, no puedo tolerarlo, ¿y sabéis por qué? Porque muchos de los de aquel Estado expusieron la vida conmigo cooperando dentro de nuestra insignificancia, pero con muy buena voluntad, al sostenimiento del Gobierno del general Obregón, no podíamos ser cómplices y si no se pudo probar esto se debió a que las pruebas no llegaron a tiempo; lo lamento mucho, pero no faltar oportunidad de seguir demostrando la verdad de lo que digo, quienquiera que sea el afectado, sea que esté con nosotros o con ustedes, y en buena hora que vengan aquí para saber quiénes somos y quiénes estamos. (Aplausos.)

El C. presidente: Si el que habla no perteneciera a la mayoría y no significara la moción que voy a hacer reglamentariamente un temor porque se digan en la tribuna de la Cámara algunas razones por los oradores que están inscriptos, la sostendría de motu proprio; pero quiero llamar la atención de la Asamblea sobre la lista de oradores inscriptos: "Medrano Federico, Solórzano Béjar, García Téllez, Fernández Martínez, Romo, Mier y Terán, Gómez, y Ancona." Esta larga lista de oradores nos pone en condiciones de seguir prorrogando la sesión y así se hará si la Asamblea lo cree conveniente... (Voces: ¡Sí! ¡Sí! ¡No! ¡No!) pues de otro modo se pensaría que se trata de una maniobra. (Voces: ¡No hay quórum! ¡Que siga la sesión!) Entonces tiene la palabra el ciudadano Federico Medrano.

El C. Medrano Federico: Honorable Asamblea: Ignoro por qué extraña circunstancia la prensa ha abandonado sus sitiales. Seguramente que mis palabras no podrán ser conocidas el día de mañana por la opinión pública, que se interesa por estos asuntos; pero quiero por lo menos que queden consignadas en el DIARIO DE LOS DEBATES, para que los que nos sucedan alguna vez en este Parlamento, conozcan toda la verdad que extraña la integración de la XXXI Legislatura. Vengo también a cumplir con la promesa que en memorable sesión de bloque hice ante el grupo Confederado, de que solo o acompañado habría de empuñar siempre la bandera de la justicia y no me apartaría un ápice de la línea de conducta que había venido siguiendo hasta entonces. (Murmullos.) Yo le suplico al compañero Orozco que se sirva venir a la tribuna una vez que le toque su turno; no tiene chiste interrumpir así a un individuo que es una de las mediocridades a que se ha referido el compañero Ortega, que probablemente no puede hacerle daño a la mayoría.

Se ha afirmado, señores compañeros, que la causa esencial de nuestra salida o de nuestra expulsión del Bloque Confederado fue la pretensión de la diputación guanajuatense de que se me diese a mí la Presidencia de la Cámara; y todos los hombres honrados que haya dentro de ese grupo - yo apelo a Filiberto Gómez, a Fabila y a todos los que conmigo colaboraron, no a los arribistas de la Confederación, sino a los que fuimos la médula que trabajó para constituirla, para que ustedes vinieran aquí a sentarse en estas curules -, yo apelo a su testimonio para que me digan si no una vez que se acordó por una camarilla, por un grupo formular otro dictamen global metiendo casos sucios, sesión que se verificó en la casa del general José María Sánchez, (Voces: ¡Qué tal! ¡Huy! ¡Huy! Campanilla.) si no les dije yo que desde esos momentos me consideraba desligado de la Confederación...(Voces: ¡Huy! ¡Huy! ¡Usted no estaba presente, no sabe lo que dice!)

El C. Orozco: Todo se debe a que no lo hicimos presidente. (Gritos. Desorden. Campanilla.)

El C. Medrano: Días anteriores, uno o dos antes de la junta a que me he referido, celebramos una plática en la casa del ciudadano diputado Carlos Cuervo, donde se abordó este mismo asunto; y ahí está Solórzano Béjar.... (Voces: ¡Huy! ¡Huy! ¡Huy! Ahí está López Soto, señores de la mayoría. Ahí está Ezequiel Padilla....(Voces: ¡No está !)....para que me desmientan si no sostuve inquebrantable este criterio de que jamás podría justificarse otro dictamen global. ¿Es o no es cierto, compañero Fabila?

El C. Fabila: Es cierto.

El C. Medrano: Y para nadie venía siendo un secreto mi actuación.

El C. Orozco: Su actuación es la de un jesuita.

El C. Medrano: Usted está en su papel cuando me interrumpe.(Murmullos. Risas. Siseos.) Y usted también, ciudadano Ponce, porque siempre me opuse a la aprobación de su caso, como me puse a la aprobación de otros varios que consideré espurios de la diputación de Jalisco. (Gritos. ¡Mentira!) Caso concreto: el de Hurtado. Siempre he seguido la misma línea de conducta.... (Voces: ¡Cállate, caballero de Colón! Desorden. Campanilla.)

El C. Díaz Soto y Gama: Señor presidente: Ruego a la Presidencia que por respeto a la Asamblea y por respeto a ella misma, imponga el orden y no permita que se esté interrumpiendo a cada rato al orador. (Gritos. Campanilla.) Y ruego al orador que no hago el menor caso de interrupciones tan torpes.

El C. Medrano: Toda mi actuación durante la época en que estuve al frente del Bloque Confederado....(Voces: ¡En mala hora!)....quizá, soy el primero en reconocer torpeza.... (Gritos. Siseos.)

El C. presidente: Se vuelve a suplicar a los ciudadanos diputados no interrumpan al orador.

El C. Medrano: Soy el primero en reconocer que no puedo ser conductor de hombres, como alguna vez me lo decía el general Sánchez; debió haberme dicho que no podía ser yo conductor de mercaderes. (Aplausos. Protestas. Campanilla.) En una de las secciones inaugurales, en la constitución solemne del Bloque Confederado, expresé poco más o menos esta frase: la mayoría no se salvará por el número; nosotros no debemos integrar una mayoría a base de número, sino a base de entidad revolucionaria. (Voces: ¡Huy! ¡Huy!) Y nosotros debemos respetar las credenciales legítimas (Voces: ¡Huy! ¡Huy!) de los grupos laboristas y agrarista, porque tenemos el deber, los que sentimos el movimiento social contemporáneo, (Voces: ¡Huy! ¡Huy!) sentimos el deber de hacer en el Parlamento obras que respondan a las necesidades del proletariado mexicano. (Gritos. Desorden. Campanilla.)

Esta convicción, la convicción que tenía y que

tengo de que en los parlamentos de todo el mundo...(Campanilla.)

El C. secretario Valadez Ramírez: Por acuerdo de la Presidencia se previene a los asistentes a las galerías que deben permanecer callados y no hacer demostraciones de ninguna especie.

El C. Medrano: Agradezco la prevención de la Presidencia, pero creo que no la necesitaba, porque esta alharaca y este ruido es la mejor demostración de que estoy cumpliendo con mi deber. (Aplausos.) He creído siempre, señores, que en todos los parlamentos para que se haga luz, para que se produzca una labor verdaderamente fructífera, deben estar representadas todas las tendencias, máxime cuando desde el punto de vista espiritual esas tendencias son las nuestras, por más que no lo fueran alguna vez desde el punto de visto político. (Murmullos).Consecuente con esas ideas, con esa orientación esencial, nunca y a orgullo lo tengo, torcí un ápice mi manera de ser ni mi manera de sentir. Todos los casos que yo alguna vez defendí con calor en el seno del Bloque Confederado fueron casos que estimé puros.

El C. Orozco: ¡Una interpelación!

El C. Medrano: No la permito, bastante me ha interrumpido usted sin mi consentimiento. La Confederación vino actuando, señores, con más o menos torpezas mientras yo estuve al frente de la misma....(Murmullos.) He confesado, y lo repito, que soy seguramente uno de los más insignificantes en esta Cámara....(Voces: ¡Sí, hombre, sí!) Pero bien pronto aquella idea que yo he estimado siempre sana, aquella idea de hacer justicia a todos los que trajeran una credencial limpia, no encajó dentro de las futuras miras de algunos diz que líderes de la Confederación, de algunos de las hoy cabezas que entonces eran los que iniciaban la organización de la maffia.

El C. Zavaleta: ¿Me permite usted una interpelación?

El C. Medrano: No la permito. Con mucho gusto se la concedería en otras condiciones. Cuando se vió que mi actuación era un peligro...[Voces: ¡Sólo eres latoso!) para las tendencias absorbentes de Sánchez o de Romo o de algunos otros, entonces lo natural fue que se pensara en que desapareciéramos de la jefatura del grupo yo y aquellos que venían secundando mi labor, y se pensó en dar un albazo a la directiva que encabezaba Solórzano, quitar a los secretarios, entre los que figuraban García Téllez, otro quijote, pero de más tamaños que yo; y a pesar de que un honorable miembro de la diputación de Jalisco, por el que sí siento verdadero respeto y estimación, Carlos Cuervo, a pesar de que Carlos Cuervo Miró con malos ojos la constitución de aquel grupo, de aquella maffia, porque extrañaba la preponderancia de los peores apetitos en el seno de la Confederación, Romo fue y le dijo: "Nosotros no daremos un paso atrás. Tenemos noventa comprometidos y esta tarde les quitamos el control de la Confederación".

La maniobra, señores, sin embargo, no cuajó y entonces se acudió a otros procedimientos. Se nos fue haciendo el vacío (Voces: ¿Dónde?) a los que veníamos laborando modestamente en pro de las ideas democráticas, y se le decía a cualquiera que tenía pendiente su caso electoral: "Tu caso electoral ya se hubiera tratado....(Murmullos.)

El C. presidente: Una vez más la Presidencia se permite suplicar a los ciudadanos diputados no interrumpan al orador.

El C. Medrano: "Tu caso electoral ya se hubiese tratado; tú ya estarías sentado cómodamente en tu curul y tendrías el carácter de diputados; pero ya vez estos diputados de Guanajuato cómo son de quijotes; este Medrano anda allí con idealismo necios; es el que te hostiliza, es el que te ataca." Y eso se le decía a Martínez de Escobar y a todos. Yo no sé pero a la mayor parte de que los tenía su caso pendiente.

Naturalmente que Medrano fue siendo algo repugnante para todo el mundo y cada vez la autoridad se dejaba, se hacía sentir menos y a mí se me veía como a un apestado, hasta que las últimas sesiones del Bloque Confederado, donde yo me debatía con desesperación por hacer que se respetase la pureza de muchos casos electorales, hasta que allí, al nombrar cierta comisión, prácticamente se me desautorizó nombrándome algunos censores que jamás, excepción hecha de Jenaro Vázquez, me llamaron a colaborar. Yo ví desde entonces que no estaba en mi medio, que los idealismos que me habían hecho concebir y trabajar con calor y con entusiasmo por constituir la Confederación, en la que veía muchos arribistas, principalmente a usted, (Dirigiéndose al C. Orozco David.) que es un necio....

El C. Orozco: ¡No, hombre, usted es un latoso jesuíta!

El C. García Téllez: Moción de orden. En diversas ocasiones los compañeros han estado insultando, no solamente interrumpiendo, al compañero Medrano. Por respeto a la Asamblea y por decoro de ellos mismos yo suplico con todo respeto que se les llame la atención.

El C. presidente: Tengan la bondad los ciudadanos representantes de no seguir interrumpiendo al orador.

El C. Medrano: Pero decepcionado, quise hacer un último intento. Ya he expresado cuál fue la piedra angular, el motivo esencial, único motivo que tuve para sepárame de aquel grupo. Pretendía meterse en la memorable sesión del 31 de agosto un nuevo dictamen global en que se comprendía cuarenta y tantos casos de los más espurios. Abandoné la casa del general José María Sánchez y no volví a pararme en el bloque y no se había mencionado hasta entonces absolutamente lo de la Presidencia de la Cámara de Diputados. Arroyo Ch., al presentarse en esa tarde en la sesión de bloque y viendo que quizás podía ser yo una garantía en la Presidencia, les dijo que con aquella condición nosotros no nos saldríamos de la Confederación; pero jamás fuí yo, ni autoricé al diputado Arroyo Ch. y lo interpelo para que me diga si alguna vez le dije que en mi nombre pidiese o a nombre de la diputación de Guanajuato, o en alguna forma hiciese insinuaciones de que se me diese la Presidencia de la Cámara; jamás lo autorice.

El C. Fabila, interrumpiendo: Jamás ha pedido usted la Presidencia de la Cámara.

El C. Medrano, continuando: Recojo las palabras honradas del compañero Fabila; él acaba de decir que jamás pedí la Presidencia de la Cámara

y, sin embargo, se ha asentado que han sido los mezquinos intereses personales, porque no sería de otra naturaleza, los que me llevaron fuera de este grupo al que tengo más cariño en principio que muchas de estos farsantes que están ahora sentados aquí y que son de los que más me atacan y me burlan. Sí, señores, ustedes los que me increpan son arribistas de la Confederación.... (Voces: ¡ Huy! ¡Huy! ¡Huy!) Vinieron aquí a la postre, cuando ella estaba funcionando y cuando tenía todo el vigor.

El C. Orozco: Vinimos antes que tú, que sólo eres un jesuíta. ¡No te acuerdas que te comiste una caja de cerillos? ¡Eres muy latoso!

El C. Medrano: La actuación de todos estos mezquinos....(Gritos. Desorden. Campanilla.)Sí, a todos ustedes los veo a la altura de un pie; se debaten en el fango, compañero; son incapaces de concebir nada noble ni nada que huela a ideal; los lleva el estómago en todas sus interpelaciones. (Gritos, Aplausos. Siseos. Campanilla.) Y con excepción hecha de Fabila, gritan todos que fue la Presidencia de la Cámara mi suprema aspiración. No, señores, siempre me he sentido uno de los ínfimos, uno de los modestos, incapaz de dar lustre al puesto de la Presidencia de la Cámara.

El C. Orozco: A los zapatos de Colunga se lo das.

El C. Medrano: No he sido jamás servil, compañero; fuí diputado antes de que Colunga fuera gobernador y si en este terreno hay alguien que le deba al otro, es Colunga quien me debe a mí y no yo a él, porque yo laboré para llevarlo a la gubernatura del Estado.

Las maniobras vinieron desarrollándose...(Murmullos. Desorden. Campanillas.) Les suplico se sirvan ser comedidos y atentos cinco minutos, porque voy a acabar brevemente para no cansarlos.

Cuando se hizo la planilla para la Comisión de Poderes, quedaron en las secciones 3a. y 5a., si mal no recuerdo, dos estimables compañeros de Michoacán, los señores Vidal Solís y Alfredo Alvarez Treviño; (Voces. ¡Huy! ¡Huy!) pero estos señores, Romo incápite, que habían tenido la habilidad y el tacto que yo les reconozco de estudiar previamente a qué secciones habrían de consignarse los casos que les interesaban, subrepticiamente y faltando al honor, al compromiso de bloque y a la lealtad política y cometiendo una acción que no los enaltece, al contrario, que dice muy poco de su pudor político, estos señores adulteraron la planilla subrepticiamente, teniendo por lo menos el gesto de no darnos las planillas alteradas a los miembros de la diputación de Guanajuato, porque sabían que no podríamos prestarnos a esas bribonadas....

El C. Fabila, interrumpiendo: ¡En eso no intervino Romo!

El C. Medrano, continuando: Como creo que usted es honorable, rectifico mis palabras. Una vez que las planillas fueron adulteradas para que satisficieran los interese políticos de determinada camarilla, una vez que se consiguió esto, todos los dictámenes fueron turnados ad libitum, al capricho de una sola persona. Hice yo dentro del bloque enérgicamente todas las manifestaciones del caso y me opuse en forma sistemática y tenaz a ello y el compañero Filiberto Gómez ascendió haciendo excepción del caso de Hurtado. Pero no pararon allí las inmoralidades: aquí se metían, faltando a la orden del día, los casos electorales más sucios quizás, en una forma festinada, sin que previamente se hubiese discutido en el bloque, sujetándose tan sólo al criterio del presidente del Colegio Electoral. Combatía personalmente en el terreno amistoso y en forma más o menos enérgica esta política, pero mi palabra se perdió como un eco, sin que jamás pudiera obtener ningún resultado práctico. En estas condiciones la diputación de Michoacán quiso separarse del grupo Confederado, y fue debido a mis instancias que no se separara en aquella ocasión; quise retenerla porque tenía esperanzas de que hiciéramos el último esfuerzo y que éste fructificara, pero todo resultó en vano. He señalado el motivo esencial, el único que tuve, o sea que no podía "apechugar", perdonadme el término, con estas inmoralidades, para separarme de la Confederación. ¿Por qué, pues, se viene aquí a decir que han sido los intereses mezquinos, que ha sido el deseo de las prebendas y de las canongías, que nunca les pedí porque he tenido siempre la convicción íntima de que mi deber es esencialmente distinto, de que tengo que saldar esa deuda de gratitud de que nos hablaba Soto y Gama, y así lo pensaba cuando terminé mis estudios preparatorios, y así lo dije en esa ocasión: que tengo el deber de saldar esa deuda de gratitud con el pueblo que contribuyó para que a mí se me diese la poquísima, la muy poca ilustración que puedo tener? (Voces: ¡Huy! ¡Huy!)

La mejor prueba de que el licenciado Colunga no pretendió controlar, ni mucho menos para sus futuros intereses, puesto que no tiene intereses futuros, (Voces: ¡Ah! ¡Ah!) esta mayoría parlamentaria, es la siguiente: en alguna ocasión estuvimos a verlo el compañero Romo, el compañero Vázquez, el que habla y no sé si algún otro, y textualmente les dijo que al Gobierno le interesaba que no se cometieran por la mayoría abusos en los casos electorales; que él no se sentía ministro de Gobernación, que él era gobernador de Guanajuato y tendría que volver en breve plazo a su Entidad y que, por lo tanto, no tenía interés en que entrase tal cual elemento a la Cámara; que el Gobierno quedaría satisfecho con que la Confederación obrase con justicia respetando las credenciales legítimas. (Murmullos.) Mejor ocasión para darles la voz de la consigna a los estimables compañeros no la tenía el licenciado Colunga; pero, además, hay otro hecho concreto, es algo revelador que no se puede escapar a ningún hombre de espíritu observador en esta Asamblea, y es el siguiente: Se nos ataca a los de la diputación de Guanajuato de ser órganos, instrumento, mejor dicho, instrumento ciego e inconsciente de la voluntad de Colunga....

El C. Orozco: ¡Mozos!

El C. Medrano: Y si fuese verdad esta afirmación y si fuese también verdad lo que asentaba aquí Romeo Ortega, de que la constitución de la mayoría obedecía a miras del licenciado Colunga para aniquilar a los grupos Laborista y Agrarista, no se compadece entonces la actitud del licenciado Colunga cuando nosotros, yo a la cabeza, éramos de los más decididos defensores de Lombardo Toledano, de Hurtado y de muchos de los

casos de Jalisco y de Puebla, que tenían afinidad con las minorías.

El C. Orozco: ¡Una interpelación!

El C. Medrano: ¡No permito ninguna! (Risas. Siseos. Campanilla.)

El C. Díaz Soto y Gama: ¡Orden! ¡Orden!

El C. Orozco: ¡Cállese usted!

El C. Díaz Soto y Gama: ¡Moción de orden, señor presidente! ¡Moción de orden!

El C. Orozco: ¡Moción de orden, señor presidente! ¡Moción de orden!

El C. presidente: Se suplica a los ciudadanos diputados dejen hablar al orador.

El C. Díaz Soto y Gama: Ruego a la Presidencia que en lugar de dirigirse a las galerías, como lo hizo, que en este caso son más respetuosas que las mayorías de la Cámara, imponga su autoridad a los diputados que están interrumpiendo.

El C. Medrano: Queda, pues, demostrado, señores, que ni Colunga pretendió jamás controlar esta Cámara, sino que se hiciera justicia porque eso le interesa al Gobierno del general Obregón, y queda demostrado asimismo que no fue nunca Colunga, por conducto de la diputación de Guanajuato....(Voces: ¡Su diputación!) su diputación, porque, compañeros, nosotros los de Guanajuato, amigos personales, los más, del licenciado Colunga, nos preciamos de bien nacidos, y tengan ustedes la certeza de que nunca, ni con Colunga ni con otro, cometeremos lo que muchos individuos de Jalisco hicieron con el compañero Vadillo, quien los sacó de la nada. (Gritos. Desorden. Campanilla. (Una voz: ¡Vadillo traicionó los ideales de la revolución! ¡Por eso lo echamos abajo! ¡No conoce usted la política de Jalisco!)

El C. Henshaw, interrumpiendo: Siga con el bisturí, compañero.

El C. Medrano, continuando: Y se nos tilda de reaccionarios, señores, y se tilda a este hombre de reaccionario, y viene Romeo Ortega a decir que es una insignificancia, una mediocridad casi del tamaño del que habla, cuando muy por encima de la petulancia de Romeo Ortega, Colunga acreditó su personalidad intelectual en su brillante y honradísima actuación en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. (Murmullos.) Pero es natural, señores, cuando se aflojan los vínculos de solidaridad en un grupo, cuando la desbandada está a punto de producirse, es natural pretender encontrar fuera de los directores de ese grupo o fuera del grupo mismo a los responsables de su disolución.

¿Qué hicimos nosotros, señores, qué acto de hostilidad posterior a nuestra salida hemos realizado en contra de la mayoría en forma de intriga ? Quedamos la minoría que salimos de la Confederación resueltos a significarnos dentro de la Cámara, para que esta Legislatura no siguiera en la labor de las predecesoras, quisimos juntarnos unos pocos hombres de buena voluntad para trabajar en los proyectos de ley que hay pendientes; con esta finalidad se constituyó el Bloque Socialista Independiente; pero apenas se publicaron sus bases, apenas se presentó aquí alguna pequeña excitativa a los grupos mayoritarios, se pensó que nosotros al siguiente día hacíamos ciertas declaraciones que publicó la prensa, declaraciones a las que fue ajena la diputación de Guanajuato. Y la lógica formidable, contundente de las cabezas de la Confederación, dijo: ¡Colunga! ¡autor: Colunga! ¡instrumento: la diputación de Guanajuato! Y se le van encima en frase desentonada al ministro de Gobernación que, dígase lo que se quiera, es uno de los más honrados, uno de los que son un motivo de prestigio y honra para el Gabinete del general Obregón...(Gritos: ¡Huy! ¡Huy! ¡Huy!) Y este hombre, como era natural, porque es hombre y tiene todos los tamaños para defenderse, dió unas sencillas declaraciones que llenaron de pánico y terror a la mayoría. (Aplausos. Siseos.) Si Colunga no hubiese puesto el dedo en la llaga, si Colunga no hubiera tenido razón, si a la mayoría no le hubiera dolido como un cauterio la frase sencillísima de Colunga, el asunto hubiera pasado desapercibido. (Aplausos.) Pero como el caso es grave, como sentían las cabezas y los pies, todo el organismo de la Confederación sentía, repito, que había verdad, que se señalaba un mal, toda la gangrena que habrá de llevar en muy poco tiempo a la Confederación a la tumba que ha cavado ella misma, fue natural que viniera a incurrirse en esa seria de desahogos que dejan inmaculada, porque no puede mancharla, la reputación muy limpia del licenciado Colunga. Su personalidad revolucionaria no está , como piensa Romeo Ortega, acreditada porque fuera coautor más o menos accidental del artículo 27; la personalidad de Colunga se acredita en toda su actuación, desde que vino figurando en las filas del movimiento revolucionario. Bastaría el solo hecho de que de un año a esta parte, (Una voz: ¡Es rico! Risas.) cuando en el Estado de Guanajuato, durante los seis años anteriores, se habían dado por gobiernos de aquellas épocas apenas veintitrés dotaciones de ejidos, en el año que lleva Colunga de ser electo, aunque no ha estado un solo día en el Gobierno, durante ese año se han dado ya diez dotaciones de ejidos (Voces: ¡Huy! ¡Qué escándalo!) de más de cuarenta mil hectáreas, y a los que les parezca irrisoria la cifra, debo decirles lo siguiente; en el Estado de Guanajuato hay treinta y un mil predios que tienen de quinientas hectáreas para abajo y solamente ciento sesenta y cinco latifundios, y en estos latifundios es, como en una hacienda del distrito de San Felipe o de Victoria, tan escasa el coeficiente de población, que hay seis habitaciones por kilómetro cuadrado, de los cuales dos, por lo menos, son jefes de familia. En estas condiciones, ¿cómo querer que el problema del reparto de tierras en Guanajuato sea el mismo que en otras Entidades de la República, enormemente superiores por su extensión territorial y muy inferiores a Guanajuato por el número de población?

Además, habría que señalar otros hechos que Arroyo Ch. dejó escapar, y son los siguientes: En Guanajuato se ha legislado acerca del trabajo minero; en Guanajuato, aunque afirme lo contrario Fernández Martínez, Colunga y alguno de los diputados actuales formularon la Ley del Trabajo Agrícola, y esa ley da al trabajador el tres por ciento en bruto de las cosechas como Utilidades. Se ha legislado también en Guanajuato a cerca de las cooperativas y en la actualidad funcionan ya con bastante éxito. No se puede tener una nación clara de la labor que hay que desarrollar en Guanajuato por aquellos que desconocen su medio; si

el Estado no fuese profundamente apegado, como todos aquellos en que dominan las creencias religiosas católicas, a la tradición y no fuese esencialmente conservador, sería fácil invertir de la noche a la mañana el orden social y llegar de una plumada al desiderátum de la revolución social; pero en Guanajuato se ha querido ir llegando a esas estaciones, a esos puntos intermedios a que alguna vez desde esta tribuna aludiera el compañero Morones, y vamos desarrollando esa labor paulatina pero seguramente, y en ella seguiremos mientras podamos significar algo en la vida política de aquella Entidad.

No quiero quitar más la atención de sus señorías: creo que se ha demostrado, que no nos segregamos de la Confederación de Partidos Regionales porque a mí se me hubiera negado una comisión más o menos jugosa, como acaba de acreditarlo Fabila.

El C. presidente: Se ruega a los ciudadanos diputados ocupen sus curules.

El C. Medrano: Yo hubiera seguido permaneciendo dentro de la Confederación si ésta hubiera sido consecuente con sus postulados de honradez, si hubiera sido consecuentemente con los principios que la creación y sus procedimientos se hubieran ajustado a la honestidad; pero hubo un momento, como ya lo he dicho, en que esta Confederación, por el capricho de cuatro o cinco de sus directores, dejó de ser la Confederación de Partidos Regionales de la República para convertirse en una cooperativa, la más absurda y monstruosa cooperativa, de fraudes electorales; en ese momento ni yo ni la diputación de Guanajuato quisimos seguir perteneciendo a ella. Los oradores que están inscriptos y que tienen necesidad de ser escuchados, quizá sean los primeros en desear que termine. Yo hago, pues, un llamamiento a los hombres honrados, que todavía existen dentro de la Confederación, para que procuren desentenderse de esta política mezquina, de esta política sí personalista, que entraña los más absurdos y torpes intereses, para que, con un gesto verdaderamente revolucionario no sigan respaldando la torpeza de sus líderes, que hoy sueñan con ser presidentes municipales de la ciudad de México y mañana quizás piensen ser ministros de Gobernación; que pensemos que la revolución nos reclama para trabajar con todo entusiasmo y para que no defraudemos una vez más las nobles aspiraciones y los nobles propósitos de todos los revolucionarios de buena fe que hay en esta Cámara. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano García Téllez.

El C. García Téllez: Como no hay quórum, me reservo para la sesión de mañana.

El C. Gómez Filiberto: ¡Me permite una interpelación el compañero Medrano? (Murmullos. Desorden.) Yo pido a la Presidencia me permita interpelar al compañero Medrano.¿ Me permite usted una interpelación? (Murmullos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Alfredo Romo.

El C. García Téllez: Como no hay quórum, me reservo para la sesión de mañana.

El C. presidente : Tiene la palabra el ciudadano Alfredo Romo.

El C. Gómez Filiberto: Yo fuí correcto con usted, compañero Medrano, y no lo quise interrumpir. Quiero ahora que me atienda usted.

El C. García Téllez: Reclamo el quórum, señor presidente.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Valadez Ramírez.

El C. Valadez Ramírez: He pedido la palabra para una aclaración, porque creo de elemental justicia hacer una pequeña rectificación a lo dicho en esta tribuna por el compañero Arroyo Ch.....

El C. García Téllez, interrumpiendo: ¡Moción de orden! Estaba inscripto antes....

El C. Valadez Ramírez: Es una aclaración....

El C. Gómez Filiberto: Ya que el compañero Medrano ha rehuido una interpelación, deseo hacer una aclaración.

El C. Valadez Ramírez, continuando: Estoy hablando yo, compañero, permítame terminar. El compañero Arroyo Ch. seguramente por olvido, expresó que mientras él y algunos otros compañeros hacían la propaganda en favor del general Calles en San Felipe Torres Mochas o Ciudad González, el compañero Cuéllar venía de San Luis Potosí de entrevistar a Prieto Laureles con tales o cuales fines políticos. El compañero Arroyo Ch. no fue lo bastante explícito y pudo haberse entendido que el compañero Cuéllar andaba en entendimientos para la Campaña electoral en favor de De la Huerta; y es conveniente que la Asamblea sepa cuál era la comisión que llevaba el expresado compañero Cuéllar a San Luis Potosí. El ciudadano Morones, el general Calles y muchas personas están al tanto de cuál fue la misión que llevó a San Luis Potosí el compañero José María Cuéllar; al misión que llevó fue la de llamarle la atención sobre el peligro que entrañaba para la paz nacional la actitud del Partido Cooperatista declarándose partidario de Adolfo de la Huerta. En Jalisco se estuvo trabajando con la confederación de partidos revolucionarios en el sentido de que fuera quitado del Estado el general Enrique Estrada, que era el jefe de las operaciones, porque en Jalisco todo el mundo sabía que el general Estrada se iba a levantar en armas, y no en diciembre, sino muchos días antes; y pretendía la confederación de partidos revolucionarios de Jalisco quitar toda bandera y todo pretexto a los elementos militares que pretendía sublevarse, a efecto de hacer abortar el movimiento que trataba de llevar a cabo los militares que se sublevaron después; y se creía fundadamente, porque el mismo compañero Morones juzgó patriótica la actitud de la confederación de partidos revolucionarios de Jalisco al intentar hacer volver por buen camino a Prieto Laurens y al Partido Cooperatista; repito, el ciudadano Cuéllar cumpliendo con la comisión que se le confiara, fue a San Luis Potosí, tuvo una entrevista larguísima con el ciudadano Prieto Laurens, que entonces fungía como gobernador, y después de una conferencia de más de cuatro horas lo convenció de que debía volver sobre sus pasos e imponerse sobre la camarilla que pretendía manejar al Partido Cooperatista, haciendo que este partido diera una bandera política a los elementos militares. Prieto Laurens personalmente estuvo dictando muchísimas cartas que recibieron muchos compañeros que se encuentran aquí presentes. Entendiendo que

el compañero Filiberto Gómez recibió una carta, entiendo que el compañero Romeo Ortega y otros muchos recibieron cartas de Prieto Laurens, que eran una retractación o una rectificación completa a la línea de conducta que se había trazado. Fue tan fructífera la entrevista de Cuéllar con Prieto Laurens, que llenó de alarma al propio De la Huerta aquí en la ciudad de México y mandó una comisión formada por Villanueva Garza y Gustavo Arce a que le dijera que era una barbaridad lo que había hecho; que si él había sido capaz de sacrificar una posición política y un ministerio por él, que él no debía tener la cobardía de abandonarlos en los momentos difíciles. Y Prieto Laurens, faltando a los compromisos que habían contraído, dirigió telegrama a muchos compañeros de aquí de la Cámara, que había recibido ya esas cartas - entiendo que el compañero Hernández Alvarez también recibió una carta o cuando menos está entrado de ese asunto -,....

El C. Hernández Alvarez: Estoy enterado.

- El C. Valadez Ramírez....les puso unos telegramas retractándose, diciendo que en vista de que había sido mal interpretada su actitud, retiraba el compromiso que había contraído. Y así fue cómo el Partido Cooperatista organizó su convención y declaró a De la Huerta candidato a la Presidencia de la República.

Ya ven ustedes cómo la misión que llevaba el compañero Cuéllar, en representación de la Confederación de Partidos Revolucionarios de Jalisco, eran una misión patriótica que tendía a un fin muy noble, cual era el de evitar la efusión de sangre con motivo de las elecciones presidenciales. Así pues, yo espero que el compañero Arroyo Ch. hará la rectificación correspondiente; yo hablé con él en lo privado y me dió la razón. Estoy seguro de que él no tendrá inconveniente en hacer esta rectificación por el buen nombre del compañero Cuéllar, porque el compañero Cuéllar no llevó a San Luis Potosí sino la misión a que me he referido.

El C, presidente, a las 22: Debiendo ser provechosa para la nación la próxima Asamblea y estando activamente trabajando las comisiones, se cita para el viernes a las diez y seis horas y se levanta la sesión.