Legislatura XXXII - Año I - Período Ordinario - Fecha 19260910 - Número de Diario 10
(L32A1P1oN010F19260910.xml)Núm. Diario:10ENCABEZADO
MÉXICO, VIERNES 10 DE SEPTIEMBRE DE 1926
DIARIO DE LOS DEBATES
DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.
AÑO I.- PERÍODO ORDINARIO XXXII LEGISLATURA TOMO I.- NÚMERO 10
SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
EFECTUADA EL DÍA 10 DE SEPTIEMBRE DE 1926
SUMARIO
1 .- Abierta la sesión, se lee y aprueba el acta de la anterior. Rinde la protesta de ley el C. Jenaro López Miro, diputado por el 17 distrito electoral de Oaxaca.
2. - Cartera. Se concede licencia a los CC. diputados Samuel O. Yúdico, Pedro B. Limón y Jesús G. Lizárraga. Rinde la protesta legal el C. Antonio Ramos, diputado suplente por el 5o. distrito electoral del Distrito Federal.
3. - Es discutido y aprobado el artículo 2o., adicionado, del proyecto de Ley de Indulto Especial a reos Civiles y militares. Se levanta la sesión.
DEBATE
Presidencia del C. JOSÉ AGUILAR Y MAYA
(Asistencia de 192 ciudadanos diputados).
El C. presidente, a las 17.20: Se abre la sesión.
- El C. secretario Torregrosa, leyendo:
"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día nueve de septiembre de mil novecientos veintiséis.
"Presidencia del C. José Aguilar y Maya.
"En la ciudad de México, a las diez y siete horas y diez minutos del jueves nueve de septiembre de mil novecientos veintiséis, se abrió la sesión con asistencia de ciento noventa y seis ciudadanos diputados.
"Se aprobó el acta de la sesión celebrada el día anterior.
"Rindió la protesta de ley el C. Rafael Cruz, diputado suplente por el decimocuarto distrito electoral del Distrito Federal.
"Se dio cuenta con la cartera:
"El C. Heliodoro Charis solicita licencia ilimitada y que se llame al suplente.
"Con dispensa de trámites y sin debate, se aprobó.
"La Legislatura de Guanajuato comunica que con fecha seis de septiembre abrió un período extraordinario de sesiones. - Al Archivo.
"La Legislatura de Michoacán participa que con fecha primero de septiembre clausuró un período extraordinario de sesiones. - De enterado.
"La Legislatura de Tamaulipas avisa que el primero de septiembre abrió su segundo y último año de sesiones ordinarias. - De enterado.
"El C. C. S. Vega avisa que con fecha primero de septiembre se hizo cargo de la Tesorería General del Gobierno del Distrito Federal. - De enterado.
"Los miembros de la Comisión de Presupuestos y Cuenta de esta H. Cámara, presentan una proposición para que, por los conductos debidos, se solicite del Ejecutivo de la Unión envié a la mayor brevedad posible el Proyecto de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos para 1927.
"Con dispensa de trámites y sin debate, se aprobó.
"El presidente y secretario de la Unión Penitenciaria Pro - Indulto, envía un telegrama relacionado con la Iniciativa de Ley de Indulto Especial remitida últimamente a esta H. Cámara por el Ejecutivo de la Unión. - A su expediente.
"Se puso a discusión, en lo particular, la citada Iniciativa de Ley de Indulto Especial.
"A moción del C. Fabila, la Presidencia invitó a los miembros de la Primera Comisión de Justicia para que se encargaran de constatar las objeciones que se hicieran a la iniciativa.
"El artículo primero se reservó para su votación, sin debate.
"Respecto del artículo segundo, el C. Fernando Moctezuma sugirió una adición que fue tomada en consideración, y se puso a debate. En contra de ella habló el C. Ernesto Martínez Macías, y en pro lo hizo el C. José Santos Alonso.
"El C. Fabila interpeló a la Primera Comisión de Justicia y le contestó el C. Victor Rendón.
"El C. Pedro Alvarez propuso otra adición, y con ese motivo hizo una moción de orden el C. Cerosola.
"Los CC. Víctor Díaz de León, Gonzalo González y otros representantes, presentaron moción suspensiva, la que fue tomada en consideración por la Cámara y aprobada sin debate.
"Se dio cuenta, además, con una circular de la Legislatura del Estado de Oaxaca, en que comunica que con fecha 1o. de septiembre instaló su Junta Previa en la capital del Estado. - Al Archivo.
"A las diez y siete horas y cincuenta minutos se levantó la sesión."
Está a discusión el acta. ¿No hay quien pida la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. aprobada.
Estando a las puertas del salón el C. Jenaro López Miro, suplente del diputado por el 17 distrito de Oaxaca, se suplica a los compañeros Téllez Sill, Gustavo Caballero, Ariosto Castellanos y diputado Villegas, en compañía del secretario Torregrosa, pasen a introducirlo a la Cámara.
(Rinde la protesta de Ley el C. diputado Jenaro López Miro. Aplausos).
- El mismo C. secretario, leyendo:
"Al C. presidente de la H. cámara de Diputados. - Presente.
"Samuel O. Yúdico, diputado por el 5o. distrito electoral del Distrito Federal a la XXXII Legislatura de la Unión, comparece ante usted, para exponer:
"Qué teniendo necesidad de atender asuntos particulares que reclamar su atención, solicita le sea concedida, con dispensa de trámites, una licencia por tiempo indefinido, llamando a su suplente, de acuerdo con las disposiciones vigentes.
"Protesto lo necesario.
"Sufragio Efectivo. No Reelección. - México, D.F., a 4 de septiembre de 1926.- Samuel O. Yúdico."
Se pregunta a la Asamblea, en votación económica, si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Dispensados No habiendo quien haga uso de la palabra en contra, en votación económica se pregunta si se concede. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo Concedida.
H. Asamblea:
"Pedro B. Limón, diputado propietario por el 6o. distrito electoral del Estado de Puebla, ante ustedes expone con toda atención que, con motivo de tener asuntos particulares que atender, solicito me sea concedida licencia por tiempo indefinido, con dispensa de trámites, llamándose a mi suplente.
"Reitero a ustedes mi más distinguida consideración.
"Sufragio Efectivo. No Reelección. - México, D.F., septiembre 10 de 1926.- Pedro B. Limón."
En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Dispensados. No habiendo quien haga uso de la palabra en contra, en votación económica se pregunta si se concede. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Concedida.
"H Asamblea:
"Suplico a ustedes se sirvan concederme una licencia por un mes, con goce de dietas y con dispensa de todo trámite.
"Protesto a ustedes las seguridades de mi atenta y distinguida consideración.
"México, D. F., septiembre 10 de 1926.- J. G. Lizárraga"
Se pregunta, en votación económica, si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Dispensados. No habiendo quien haga uso de la palabra en contra, en votación económica se pregunta si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo Concedida.
Encontrándose a las puertas del salón el señor Antonio Ramos, suplente del diputado Samuel O. Yúdico, se comisiona a los diputados Palazuelos, Valle, Zamudio, Mena Córdova y al que habla, para que tengan la bondad de introducirlo a rendir la protesta de Ley.
"La Secretaría de Relaciones Exteriores, por conducto de la de Gobernación, solicita se conceda al C. Lino B. Rochín el permiso constitucional necesario para aceptar el cargo de delegado del Gobierno de costa Rica al Segundo Congreso Postal Panamericano." - Recibo, y a la 1a. comisión de Puntos constitucionales.
"La Legislatura del Estado de México comunica que, con fecha 1o. del actual, abrió su tercer período ordinario de sesiones." - De enterado.
"Los ciudadanos jefes, oficiales e individuos de tropa, sentenciados y recluidos en la prisión militar de Santiago Tlaltelolco, manifiesta su inconformidad con el proyecto de Ley de Indulto que se está discutiendo, y piden que se amplíe en el sentido de que se reduzcan las penas." - A su expediente.
Telegrama procedente de: "México, D.F., a 10 de septiembre de 1926.
"Presidente de la Cámara de Diputados. - Ciudad.
"Inmenso júbilo todos recluidos sabedores magnánimo acuerdo considerando nuestro proyecto ley, dánle sinceras gracias por bondades inmerecidas; suplicámosle haga extensiva nuestra gratitud todos honorables miembros esa H. Cámara. - Unión Penitenciaria Pro Indulto. - El presidente, R. Betancourt." - A su expediente.
- El mismo C. secretario: Continúa a discusión la iniciativa de Ley de Indulto Especial.
"Artículo 2o. Se concede indulto:
"I. A los que el día 16 de septiembre de 1926 estén cumpliendo, por virtud de sentencia ejecutoria, una pena que no exceda de seis meses de arresto o de reclusión en establecimiento de corrección penal;
"II. A los que en la misma fecha hayan sufrido, por virtud de sentencia ejecutoria, la tercera parte de la pena a que fueron condenados, si fuere de prisión ordinaria que no exceda de dos años, o de reclusión en establecimiento de corrección penal que pase de once meses, y
"III. A los que en la misma fecha hayan sufrido, en virtud de sentencia ejecutoria, las tres quintas partes de la pena que se le impuso, si ésta fuere la de prisión que no exceda de cinco años." a este artículo se le ha agregado la siguiente adición que presenta el diputado Fernando Moctezuma:
"...A los reos federales y del orden común que en la misma fecha hayan sufrido, en virtud de sentencia ejecutoria, las tres quintas partes de la pena que se le impuso, si ésta fuere la de prisión que no exceda de cinco años, y respecto de los militares, se aplicará la fracción II del artículo 108 de la Ley Penal Militar.
Se suplica muy atentamente a los ciudadanos diputados que deseen objetar a apoyar esta ley, se sirvan pasar a la Presidencia a inscribirse. Por disposición de la Presidencia se va a dar lectura al artículo 103 del Reglamento:
"Comenzada la discusión, ningún individuo puede pedir la palabra sino en voz baja y acercándose al presidente, ni se podrá interrumpir al que habla, bajo pretexto alguno, a no ser para reclamar el orden."
El C. Presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano diputado Delgado.
El C. Delgado Juan Manuel: Señores diputados:
Creo en mi deber venir en esta oportunidad a hablar en contra de los términos en que está redactado el proyecto del Ejecutivo sobre este particular; creo que está en mi deber, porque realmente, señores diputados, sobre este particular hay que tener una mayor amplitud de miras. La generosidad que el decreto en proyecto revela, debemos acogerla, pero debemos acogerla en su plenitud; debemos abordar el problema de tal suerte, que no pongamos absolutamente una limitación como lo hace el proyecto del Ejecutivo, una limitación a los cinco años, porque, realmente, no hay motivo para ello. Limitar la gracia del indulto a los cinco años, no tiene absolutamente razón en virtud de que no es cierto que a delito mayor corresponda pena mayor. Si acaso ustedes han tenido a la vista o han podido hacer su estudio acerca de la diversa penalidad que establece el Código, habrán observado que no es cierto que a delito mayor corresponda una pena mayor. En consecuencia, ¿por qué hacer esta limitación verdaderamente arbitraria? Yo creo, señores diputados, que tan derecho tiene a la gracia del indulto el reo cuya condena es de cinco años, como un reo cuya condena exceda de cinco años. Además,. dentro de la estructura que informa los códigos Penal y de Procedimientos Penales vigentes, vemos que la sentencia que se pronuncia en los juicios penales, no es cierto que sea el producto de una verdad perfectamente consagrada. Muchos de vosotros habréis tenido oportunidad de ver cómo se lleva el procedimiento penal y estaréis convencido de que no es cierto que la sentencia verdaderamente penal revele la aplicación de la justicia. Por esto es por lo que nosotros hemos presentado un proyecto de reformas al proyecto presentado por el Ejecutivo, en virtud del actual se hace extensiva la gracia de indulto a los reos cuya pena exceda de cinco años. Desde el punto de vista nuestro es escencialmente justo y escencialmente equitativo; además, creemos que es absolutamente indispensable que no se tome en cuenta el término que la ley concede para la libertad preparatoria; de otra suerte, veremos que es ilusorio, que es negatorio el derecho que la actual ley quiere conceder de indulto a los reos. Así pues, están colocados los procesados bajo un mismo plano y si no hay razón para negarles a los reos sentenciados a más de once años el derecho al indulto, y sí, pues, es de todo punto necesario que se excluya del cómputo el término fijado para la libertad preparatoria, es inconcuso que es absolutamente indispensable que bajo este punto de vista se tome la ley que nosotros discutimos. El Ejecutivo, con amplitud de miras, ha señalado el término de cinco años como máximo para la concesión del indulto. Creo, repito, que, en nuestro concepto, es arbitraria la linea que se traza el Ejecutivo sobre este particular, porque no corresponde realmente a una división perfectamente científica dentro de los lineamientos del Derecho Penal. Por eso he venido a sostener la justicia que asiste a los reos, para que en este caso sean tratados absolutamente con la misma mira generosa que el Ejecutivo ha puesto de manifiesto en su proyecto de ley. (Aplausos).
El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano diputado Poveda.
El C. Poveda: Compañeros:
En mi fuero interno he creído que el artículo a debate está perfectamente bien. La amplitud de mira que el compañero presentó como tema pidiendo la ampliación para el indulto a las penas de más de cinco años, es plausible en cuanto toca al sentimentalismo general. Debe tenerse presente, compañeros, que esto no debe tener una línea fija, que no puede haber cientificismo en una ley de contingencia general. A nada está sujeta. Nuestra ley en general, o nuestra apreciación acerca del derecho, fue transformada por la Constitución acerca del derecho, fue transformada por la Constitución de 1857. Un indulto ampliándolo a diez años, o vamos a suponer a más de cinco años, lleva en si un peligro social, real, efectivo, cuyas consecuencias tocaremos en no muy lejano tiempo. La ley nuestra, la de basamento común debe entenderse, no bajo el clasicismo de la libertad individual, única, personal, no. Los constituyentes de 17 nos enseñaron que aquello fue un romanticismo legal que debe desatenderse, ya que antes que el individuo está la colectividad, y nosotros, al ocupar estas curules, contrajimos compromisos, no individuales, sino con la masa del pueblo que nos trajo a las curules. En consecuencia, en nombre del respeto que se merece nuestro pueblo, aceptemos la Ley de Indulto hasta cinco años nada más. Conocemos lo que es el Jurado en nuestro medio social,
y al hablar de penas de cinco años, prácticamente no se trata de cinco años, sino de muchísimo más. Quien no pudo, o no quiso, o se vio en la imposibilidad de corromper a ese tribunal, fue condenado; el que pudo sobornarlo, ya con la bolsa, ya con el corazón, salió a la calle; de manera que de un modo efectivo al hablar de proyecto de cinco años, la realidad, la verdad justa, está en que esos indultos comprenden penas muchísimo mayores. Si llegáramos nosotros a aceptar un indulto por más de cinco años, creo que, en realidad, habríamos permitido la inseguridad social, cuando menos en este medio. (Aplausos).
El C. secretario Torregrosa: No habiendo inscriptos más oradores....
El C. Fabila: Para interpelar a la comisión.
El C. presidente: Tiene usted la palabra para interpelaciones
El C. Fabila: Ayer me permití pedir a la Comisión de Justicia que manifiesta el criterio que tenía sobre el memorial presentado por la Unión Penitenciaria, memorial que contiene algunos puntos perfectamente conexos con el artículo 2o. a debate. Como parece ser que la discusión no se ha orientado perfectamente en el sentido de ver las modificaciones de fondo que ese memorial quiere hacer el artículo 2o., atentamente insisto con la comisión para que exprese su criterio sobre dicho memorial.
El C. presidente: Tiene la palabra la comisión para contestar.
El C. Rendón: Ciudadanos diputados:
Antes de entrar a la exposición del punto concreto por el que me encuentro en esta tribuna, me parece pertinente, por un espíritu de justicia a la comisión, a esta comisión en nombre de quien hablo, hacer algunas aclaraciones para rectificar determinados conceptos que estimo equivocados.
En la iniciativa de Ley de Indulto Especial que envió el Ejecutivo, fueron dispensados todos los trámites: la iniciativa no fue turnada a la Comisión de Justicia; siendo así, creo que el reproche, reproche que se ha hecho público, de que la Comisión de Justicia ni siquiera conocía el proyecto de ley, es un reproche injusto, porque no le fue turnado. Es perfectamente cierto que esta comisión no conocía la iniciativa de ley, porque no se le turnó; en este estado las cosas, cuando surgió la discusión en lo particular, el señor diputado Fabila se dirigió a la Presidencia de la Cámara para que la Comisión de Justicia - y empleo los términos textuales del señor Fabila - pasara a defenderla. La comisión se vio en el caso de que se le atribuyera una defensa oficiosa de una iniciativa que no conocía, y es la primera vez que oigo que alguien pueda defender lo que no conoce, y sobre todo, que alguien venga a defender una iniciativa, cuando lo que defienden las comisiones son los dictámenes, lo que responde al criterio de ello, porque era perfectamente posible que el criterio de la Comisión de Justicia no estuviera de acuerdo ni con la forma ni con el fondo de esta iniciativa y, sin embargo, se le transformó en defensora oficiosa de ella. En este estado las cosas, todavía el señor diputado Fabila interpeló a la Comisión para que sobre la marcha, por la simple lectura de este documento que se quiere transformar en una ley, la comisión le diera una opinión. Francamente, señores diputados, creo que hubiera repugnado a mi integridad profesional hacerlo. Si el señor diputado Fabila calificó de ligereza de esta Asamblea el haber dispensado los trámites, más ligereza hubiera sido en la comisión dar una opinión como la que se quería, instantánea, como si la hubiese podido adquirir por inspiración divina. Vino la moción suspensiva de los señores representantes del Partido Laborista, moción suspensiva afortunada, afortunada no porque haya sacado de apuro a la Comisión de Justicia, sino porque puso a esta Asamblea en condiciones de que se diera cuenta de qué se iba a discutir y de que no se iniciaran sus labores con la expedición de una ley que, sin conocer su articulado, hubiera sido una ley no solamente torpe, sino una ley desastrosa. Hechas estas aclaraciones, manifiesto que la comisión no viene a rendir un dictamen acerca de esta iniciativa de ley, no puede rendir un dictamen, porque se dispensaron los trámites, porque la comisión no la tiene oficialmente en su poder. El punto que motiva mi presencia en esta tribuna, es que el señor diputado Fabila quiere que se le dé una opinión sobre el punto concreto siguiente: las modificaciones que encierra la moción que ha presentado la "Unión Penitenciaria Pro - Indulto". La Iniciativa de Ley de Indulto Especial presentada por el Ejecutivo, si se la analiza conforme a las teorías modernas del Derecho penal, si nos ajustamos a la doctrina moderna de la delincuencia, es una iniciativa que no resiste un análisis serio ni tampoco lo resisten estas modificaciones que han sido presentados por la "Unión Penitenciaria Pro - Indulto". Para aclarar el concepto, lo expresaré así en términos generales: la teoría de la delincuencia moderna no se ocupa de delitos, se ocupa de delincuentes, y en esta iniciativa no se sigue esa doctrina penal, sino que, sencillamente, se refiere a determinados delincuentes que por haber compurgado determinadas penas que se les han impuesto, tendrán o no tendrán derecho al indulto, es decir, se sigue la misma doctrina que trata nuestro Código Penal, que es una doctrina anticuada. La comisión, por la que hablo, no hubiera presentado un dictamen favorable a esa iniciativa, si se le hubiera turnado, porque su criterio no va de acuerdo con la doctrina penal en que está informada; pero mi observación, observación que simplemente hago para demostrar la base de que considero errada la doctrina que encierra esta Ley de Indulto Especial, digo, que mis observaciones vienen a resultar inoportunas, porque esta Ley de Indulto está ya aprobada en lo general. Siendo así, pasaremos a analizar comparativamente la iniciativa y las reformas que se proponen por la "Unión Penitenciaria Pro - Indulto". El Ejecutivo, generalmente, en la ley dice que tendrán derecho al indulto aquellos reos que no estén considerados como reincidentes y que hayan comprobado haber observado buena conducta. Yo creo que esto de la reincidencia en una Ley de Indulto es un concepto equívoco, y es concepto equívoco por esta razón: conforme al Código Penal, reincidente es el que, habiendo cometido un delito, comete otro del mismo género, o con la misma inclinación viciosa. Yo creo que en la iniciativa de
ley, en vez de decirse "reincidencia", debía haberse dicho "que no haya delinquido", porque muy bien puede no serse reincidente y sí haber delinquido antes. Después de estas dos consideraciones o propósitos generales que establece el Ejecutivo en el artículo 2o., dice que se concederá indulto:
"I. A los que el día 16 de septiembre de 1926, estén cumpliendo, por virtud de sentencia ejecutoria, una pena que no exceda de seis meses de arresto o de reclusión en establecimiento de corrección penal.
"II. A los que en la misma fecha hayan sufrido, por virtud de sentencia ejecutoria, la tercera parte de la pena a que fueron condenados, si fuere de prisión ordinaria que no exceda de dos años, o de reclusión en establecimiento de corrección penal que pase de once meses, y
"III. A los que en la misma fecha hayan sufrido, en virtud de sentencia ejecutoria, las tres quintas partes de la pena que se les impuso, si ésta fuere la de prisión que no exceda de cinco años."
Dice este memorial presentado por la "Unión Penitenciaria Pro - Indulto", que la iniciativa presentada por el Ejecutivo no favorece a nadie, salvo a los de arresto menor; arresto menor, conforme al Código Penal, de tres a treinta días. Si en la primera fracción del artículo 2o. del Ejecutivo dice que se concederá el indulto a los que el día 16 de septiembre estén cumpliendo, por virtud de sentencia ejecutoria, una pena que no exceda de seis meses, quiere decir que no únicamente están comprendidos los de arresto menor; es claro que resultan beneficiados y que no es cierto lo que dice la "Unión Penitenciaria Pro - Indulto". En la segunda fracción se refiere a aquella personas que en la misma fecha - 16 de septiembre - hayan sufrido, por virtud de sentencia ejecutoria a que fueran condenadas si fuera ésta de dos años. Tampoco se trata de arresto menor. Las personas que estén condenadas a una pena que no exceda de dos años, no tienen derecho a libertad preparatoria, y quiere decir que sí los beneficia la iniciativa del Ejecutivo. La tercera fracción es aquélla que requiere que el 16 de septiembre se hayan sufrido ya las tres quintas partes de la pena, si ésta fuera una pena que no exceda de cinco años. Aquí sí hay una razón en este memorial, y la razón es la siguiente: todos aquellos que sufren una pena que exceda de dos años, tienen derecho a libertad preparatoria, y si se tiene derecho a libertad preparatoria, es posible que, a virtud de ella, puesto que señala una pena que no excede de cinco años, se pueda estar en la calle antes, a virtud de la ley de la libertad preparatoria y no a virtud del indulto; pero hay que hacerle observar a la Asamblea que esa libertad preparatoria no se concede en todos los casos a los reos y que es una libertad revocable, no es una libertad como la que concedería la iniciativa del Ejecutivo, que es una libertad definitiva a virtud del indulto. Al que se le concede la libertad preparatoria se le sujeta a un montón de trabas judiciales, tiene que presentarse ante la autoridad sea política o administrativa, se le da un salvoconducto, tiene que observar buena conducta y, en fin, es revocable la libertad; en el caso de indulto no lo es. Esto es a lo que se reduce la iniciativa del Ejecutivo.
El C. Solís: ¿Me permite una interpelación, con permiso de la Presidencia.
El C. presidente: Tiene usted la palabra para una interpelación.
El C. Solís: Nos dice su señoría, señor diputado, que la libertad que concediera el Ejecutivo, por virtud de este indulto, sería de tal manera plena que no quedaría el reo sujeto en lo absoluto a ninguna traba. El indulto general establecido por el Código Penal en su artículo 289, sujeta a los reos, por lo menos a la traba de la vigilancia de la policía. ¿Por qué en este caso no podría quedar sujeto el reo a estas trabas?
El C. Rendón: Porque esa traba, señor licenciado Solís, la impone, ese Código, y ese indulto, y la libertad se concedería conforme a esta ley especial, que no establece la traba....
El C. Solís, interrumpiendo: Pero podría reglamentarse en ese sentido.
El C. Rendón: Yo no discuto, pero no se ha reglamentado ni está en la iniciativa. No está la traba ni la voy a presuponer.
El C. Solís: Muchas gracias.
El C. Rendón, continuando: El proyecto de la "Unión Penitenciaria Pro - Indulto", dice: "Se concederá indulto si restricción alguna, a los reos condenados a una pena de arresto menor o mayor".
Quiere decir que podrán ser indultados no únicamente los que hayan sido condenados a un arresto de 3 a 30 días, que es el menor, sino también aquellos a quienes se haya impuesto el arresto mayor, que es de un mes a once meses. Dice después: "A los sentenciados a una pena menor de cinco años, que hayan extinguido, descontando la mitad que la ley concede, como libertad preparatoria, las tres quintas partes, se les concede indulto".
La tendencia de esta fracción propuesta por la "Unión Penitenciaria Pro - Indulto", es la siguiente: En la iniciativa del Ejecutivo, para los casos en que se haya de aplicar una pena que no exceda de cinco años, no se toma en consideración en lo absoluto, al exigirse que se hayan compurgado las tres quintas partes de la pena, la libertad preparatoria. La iniciativa de la Unión Penitenciaria desea que estas tres quintas partes no se descuenten del total de la pena, sino que se descuente el término de la libertad preparatoria y que las tres quintas partes se exijan únicamente compurgadas el 16 de septiembre respecto a la otra mitad que el reo tendría que permanecer en la prisión. Respecto de este asunto la Comisión manifiesta que el peligro de saltar de los once meses a considerar aquellos casos en que se ha impuesto una pena que no exceda de cinco años sin tener en cuenta la fracción segunda de la iniciativa del Ejecutivo, pone a los reos en esta condición: quizá sea mejor haber sido sentenciado a una pena que exceda de dos años, y no a una pena que sea menor, por esta razón: cuando se ha condenado a alguien a una pena menor de dos años, no tiene derecho a la libertad preparatoria, y en cambio, cuando se le ha condenado a dos años y un día si la tiene. Quiere decir que, conforme a esta fracción que propone la Unión Penitenciaria, a los que hubieren sido condenados a una pena mayor de dos años se les quitaría, se les descontaría el término de la libertad preparatoria y las tres quintas partes se les
descontarían de la mitad y, en cambio, al que hubiera sido condenado a un año veintinueve días, entonces se le descontarían esas tres quintas partes del total de la pena, no de la mitad. A este respecto como la Comisión estima que es justo, que es procedente, que no se tome en cuenta el término de la libertad preparatoria para computar las tres quintas partes, se permitiría sugerir que subsistiera en beneficio de las personas que no van a tener derecho a libertad preparatoria, la fracción II del artículo 2o. y que la fracción III se redactara en los términos que desea la "Unión Penitenciaria Pro - Indulto. Dice la fracción III de este memorial: "A los sentenciados a una pena mayor de cinco años, que hayan extinguido, descontada la mitad, que la ley concede como libertad preparatoria, una mitad, se les concede indulto, así como a los reos pendientes al cumplir esa mitad".
El paso aquí ya es trascendental; está en lo que motivó la discusión habida hace un momento. El proyecto del Ejecutivo únicamente propone qué se conceda indulto a aquellos reos a los que se les haya impuesto una pena que no exceda de cinco años; pero la Unión Penitenciaria paso ese límite y pide que se haga extensiva la Ley Especial de Indulto a los casos en que se haya impuesto una pena que exceda de esos cinco años. A este respecto la Asamblea tendrá que considerar lo siguiente: por una parte se esgrime la siguiente razón: se dice que no es equitativo que esta ley se ocupe únicamente de los reos a los que se les aplicó una pena que no exceda de cinco años, y que se deja fuera a todos aquellos reos a los que se aplicó una pena que exceda de ese término. Por otra parte, hay que considerar que el Ejecutivo - que indiscutiblemente puede palpar el termómetro de la delincuencia, porque es el que tiene a la policía bajo sus órdenes directas - es el que está en disposición de reprimir al delincuente, es el que está en posición de garantizar los intereses de la sociedad y de la colectividad. Creo que lo único que se debe considerar en esta Ley, de Indulto, en esta ley especial que es una ley de contingencia, una ley que podemos decir de perdón, una ley benéfica; creo que únicamente se debe considerar a aquellos delincuentes que no sufran una pena mayor de cinco años. Se da ese límite a la Asamblea, y la Asamblea tendrá que considerar si se debe propasar de él. Otras personas dicen que los que sufren una pena mayor de cinco años son, quizá, los delincuentes mayores, los delincuentes a los que va a beneficiar esta ley de indulto, y se hacen el siguiente razonamiento que la Asamblea considera si es o no pertinente: Todos ustedes saben que aquel que sufre una pena que es mayor de cinco años, ha pasado por el Jurado; y se dice del Jurado que es una institución que está corrompida, que está relajada, que es una institución que ha echado a la calle a los reos por motivos sentimentalistas, cuando no hay motivos legales, ni quizá morales. Y se dice: si ese es el grado a que ha llegado el Jurado, quiere decir que a las personas que están compurgando penas mayores de cinco años, no les ha sido posible burlar esa benevolencia del Jurado, no les ha sido posible salir a la calle, son personas nocivas a la sociedad, son personas a las que no debe abarcar el indulto. Otras personas dicen que el Jurado ha condenado a un montón de inocentes; que no es cierto que únicamente se guío por motivos sentimentalistas, sino que se guía por causas accidentales, eventuales, del momento y que hay un montón de reos que están compurgando penas mayores de cinco años, que exceden muchas veces de diez, que no debieron estar en la cárcel. La IV fracción del memorial dice; que "para la computación del tiempo, en los casos de los tres artículos anteriores, se tomará como base las sentencias que hayan sido ejecutoriadas con anterioridad a la promulgación de este decreto".
- E. C. Fabila: Con permiso de la Presidencia. Ha estado muy eficiente la explicación que ha dado usted respecto de la fracción III del proyecto del Ejecutivo y del proyecto de la Unión Penitenciaria; pero yo desearía que a más de la explicación dé cada uno de esos proyectos, nos diera la comisión su opinión. ¿En qué sentido se inclina? ¿Por la fracción propuesta por el Ejecutivo o por la fracción propuesta por la Unión Penitenciaria? Es decir, si cree que el indulto deba extenderse a los reos que compongan penas mayores de cinco años o no.
El C. Rendón: Esta fracción IV substancialmente está comprendida en la iniciativa del Ejecutivo. Se trata, ¿no es cierto?, de que el indulto básicamente, conforme al Código Penal, no se conceda sino en caso de que haya ya dictada sentencia irrevocable; y esto es a lo que se refiere esta fracción. Sin embargo, hay una fracción V en este proyecto, que dice que a los procesados cuyos procesos han sido incoados antes de la promulgación de este decreto, al causar ejecutoria su sentencia, estarán comprendidos dentro de él . Es decir, esto pretende que ya no únicamente se conceda el indulto respecto de aquellos reos que tienen ya una sentencia irrevocable, sino quiere, además, que a los procesados cuyos procesos han sido incoados antes de la promulgación de este decreto, se les beneficie.
La comisión estima que esta pretensión es indebida; es una pretensión que desde el punto de vista legal es peligrosa, y es peligrosa porque como no se ha dictado sentencia, no se acabe a qué se va a condenar al reo, y, sin embargo, va a indultársele, va a quedar comprendido en la Ley de Indulto. Dice después que "al sentenciado a la pena capital se les conmutará por quince años, teniendo derecho a la libertad preparatoria."
Dice después: "Los sentenciados a muerte, que en virtud de conmutación especial del Ejecutivo, sufren la pena de veinte años, con derecho a la libertad preparatoria que la ley concede."
Ya la Asamblea sabe a quién se le impone la pena capital. En términos generales se impone al parricida, se impone al homicida con premeditación, alevosía y ventaja; se le impone al traidor a la patria. Para poder dar la opinión respecto a lo que pide la "Unión Penitenciaria Pro - Indulto", respecto a las personas condenadas a muerte, tendré antes que responder al señor diputado Fabila, diciendo si la comisión está de acuerdo en que se haga extensivo el indulto a delitos por más de cinco años, porque es claro que si no se concede por delitos de más de cinco años, es inútil entrar
a discutir esto. La comisión estima, señor diputado Fabila, que la Cámara debe atenerse al límite indicando por el Ejecutivo: lo estima así por el grado de delincuencia que hay; lo estima así porque la Ley de Indulto es una ley de contingencia, no es una ley, como dije antes, general; lo estima así porque antes dije que era el Ejecutivo el que podía más directamente palpar el grado de delincuencia y el que está en posibilidad de dar seguridades a la sociedad, y él fija el límite hasta cinco años. Esas son las razones que informan la opinión de la comisión. Como no es partidaria la comisión de que se haga extensivo el indulto a casos que pasen de cinco años, es completamente inútil que yo empiece a dar opinones respecto de estos casos, para pena de muerte, porque quedarían comprendidos en ellos. Dice después que: "Todos los que obtengan la gracia de indulto, reducción de penas, quedan sujetos a que si reinciden, extinguir la parte proporcional de penas que dejaron de cumplir, sin menoscabo de la nueva sentencia."
Esto es fácilmente entendible. Dice que el que reincida, no únicamente compurgará la pena que se le imponen, sino la que dejó de extinguir por la primera falta; y después dice que: "Para los efectos de esta ley, se considera únicamente a aquellos que no hayan estado condenados más que una sola vez por el mismo delito..."
Es decir, a los no reincidentes. A esto se concreta el memorial que fue sometido a la comisión, presentado por la "Unión Penitenciaria Pro - Indulta". Dentro del término perentorio que la comisión tuvo para estudiarlo, expresa que los conceptos por mí emitidos no tratan de substituir al dictamen concienzudo, estudiado, meditado, que hubiera merecido esta iniciativa si se le hubiera turnado. Los conceptos que he expresado quizá sirvan para encauzar la discusión, para darle una poca de luz, y quizá el compañero Fabila los encuentre lo suficientemente explícitos. (Aplausos.)
El C. Fabila: Por lo expuesto por la comisión compañeros, claramente venimos en conocimiento de que la comisión en parte sostiene el proyecto del Ejecutivo y en parte está de acuerdo con que el proyecto de la Unión Penitenciaria tiene algunos puntos que son de tomarse en cuenta. Por tanto, no vengo yo sino a pedir a esta Asamblea que rechace el artículo 2o. propuesto por el Ejecutivo, a fin de formular uno que se integre con las cosas buenas de uno y otro proyecto.
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Altamirano.
El C. Altamirano: Señores diputados:
Creo que en el fondo el punto capital que está en estos momentos a debate con motivo del proyecto del Ejecutivo, es saber si se amplía o no el beneficio de indulto a aquellos que estén bajo la sanción de una sentencia mayor de cinco años. Ya un compañero del grupo laborista vino a sostener aquí la tesis de que debe ampliarse el beneficio de indulto a aquellos que están sufriendo una pena mayor de cinco años. Quiero yo, aunque sea en breves palabras, para no ampliar mucho el debate, sostener el punto de vista de los compañeros laboristas.
Claro que nosotros no nos vamos a dejar guiar por el sentimentalismo a que aludió el compañero, y que muchas veces preside los debates en el Jurado Popular, en donde están actuando jueces de hechos; claro que nosotros no vamos a sostener aquí la misma tesis para parricida que para un delincuente o para un procesado, mejor dicho, un sentenciado por un delito contra la propiedad. Nosotros queremos hacer constar aquí el punto de vista del grupo perteneciente al Partido Laborista, y nuestro punto de vista es el siguiente: deseamos que se rechace el artículo 2o. porque debe ampliarse el beneficio de indulto a los que estén bajo la sanción de una pena mayor de cinco años. ¿Por qué? Porque desde el punto de vista socialista no es toda la culpa del delincuente, no es toda la culpa del procesado: es también culpa del medio social en que ha vivido. Ese es nuestro punto de vista.
El C. Santos Alonso, interrumpiendo: ¿Me permite una interpelación?
El C. Altamirano: Si, compañero.
El C. Santos Alonso: El señor Altamirano dice que el punto de vista laborista es que se rechace el artículo 2o. porque ellos desean que se amplíe el indulto. ¿Cree usted, compañero Altamirano, que solamente rechazándose el artículo puede ampliarse el indulto? ¿No está seguro de que puede aprobarse esto y después presentar una adición para ampliarlo?
El C. Altamirano: Es cuestión de forma: o se rechaza, o se presenta una adición al final de la discusión.
El C. Santos Alonso: En mi concepto, debe aceptarse el artículo y presentarse después la reforma.
El C. Altamirano: Estamos de acuerdo. Continúo. Nosotros consideramos, en nuestro punto de vista, que la sociedad, mejor dicho, que el actual estado social tiene mucha parte de culpa en muchos delitos. La crisis actual en todo el mundo - no nada más en la República Mexicana - ha venido a provocar una exacerbación en el número de delitos, sobre todo, en contra de la propiedad. ¿Y quién tiene la culpa? ¿Quiénes son los culpables de la actual crisis mundial? ¿Vamos a buscar nosotros el origen de la actual crisis social en otra parte que no sea el choque terrible de las burguesías europeas que produjeron la guerra mundial? Y si el estado social actual prevalece a pesar de todos los esfuerzos socialistas del mundo., si no se ha podido modificar de una manera esencial el sistema gubernamental en todos los países de la tierra; si el desequilibrio económico prevalece en todas las naciones; si la falta de equidad económica prevalece en todas las regiones del mundo, entonces hay muchísimos casos en que los delitos contra la propiedad pueden encontrar alguna parte de justificación, mejor dicho, hay muchos casos en que el actual estado social es responsable de que se cometan esos delitos contra la propiedad. Nosotros no venimos a sostener o a pedir clemencia para aquellos delitos que vulneran los más rudimentarios principios morales; indudablemente que no vendríamos a esta tribuna a defender al que mata a su padre; tampoco vendríamos a defender al que asesina a la madre; pero si venimos a hacer constar, venimos a sostener nuestro punto de vista, porque creemos que ha llegado el momento en que estos puntos de
vista socialista deben comenzar a presidir todas las leyes que salgan de los parlamentarios del mundo. Consideramos nosotros que es preciso que una nueva ideología venga metiéndose dentro de esas leyes nuestras, que están todavía calcadas con el principio del individualismo clásico. Creemos nosotros que es llegado el momento de hacer constar aquí que entendemos cuales son las miras de todo gobierno revolucionario, de todo gobierno verdaderamente socialista. Y por eso vengo a sostener, enviado por el grado del Partido Laborista, la teoría de que debe reformarse o adicionarse, como dice el licenciado Santos Alonso, el artículo 2o. en el sentido de que debe ampliarse el beneficio de indulto a aquellos reos que estén compurgando una pena mayor de cinco años.
La cuestión de proporción, la cuestión de números, la cuestión de cantidad no nos interesa; eso será cuestión de comisión a cuyo seno regrese el dictamen para que lo reforme en el sentido de esta discusión. En consecuencia, señores diputados, yo suplico a ustedes que al votarse este artículo, tengan en cuenta los puntos de vista que acabamos de exponer, y que, al votarse, se vote con la mente de que o se reforma en el sentido que pedimos, o se aumenta una cláusula que diga que quedan comprendidos dentro de los beneficios de indulto los reos que estén compurgando una pena mayor de cinco años. (Aplausos).
El C. presidente: Tiene la palabra para una aclaración el ciudadano Torregrosa.
El C. Terregrosa: Uno de los mayores peligros de nuestra época es, sin duda alguna, el que adolecen ciertos elementos bienintencionados que por una mala sensiblería fomentan, por decirlo así, la criminalidad en México. El problema latente de la República es el de hacer, por todos los medios respetable el principio de autoridad. Es revolucionario, es progresista, es completamente socialista cambiar el estado de casos en que vivimos, crear un medio ambiente en el cual, en lugar de cultivar flores ponzoñosas y envenenadoras, tengamos flores que nos embriaguen con su perfume; pero desgraciadamente la idiosincrasia de nuestra sociedad no es solamente, señores socialistas, compañeros queridos nuestros, la falta del alimento; no es solamente la miseria la que engendra la criminalidad. Si vais a las esferas oficiales a tomar datos, a hacer un estudio detallado de la criminalidad de México, veréis que los principales criminales no son aquellos que tienen verdadera carencia de lo indispensable; por lo general, queridísimo compañero Manlio Fabio, son aquellos que regüeldan abundancia, los que, con otras ideas malas, hacen su soberana voluntad, burlando el principio de disciplina y de respeto a la autoridad; hacen gala de su inteligencia, hacen gala de su poder, ya sea en riquezas o en inteligencia, y gozan en burlarse del respeto que merece la sociedad. Así pues, creo que el legislador en estos momentos debe insistir en que México necesita hacer sentir el peso de la ley en nosotros mismos, en nuestros hermanos queridos; es indispensable respetar las instituciones republicanas, es indispensable respetar el principio de autoridad Todos nosotros, lo más revolucionarios, estamos dando la nota de burlarnos del principio de libertad; ¡me causa pena ver, compañeros, que un legislador. ostentando su fuero, se burla de las disposiciones de tráfico! (Aplausos). Sobre este falso concepto de libertad, sobre este falso concepto de socialismo, debemos sentar este principio: que es indispensable tener la suficiente hombría, tener el suficiente dominio de sí mismo para llevar la carga que nos ha dado la vida como padres, como hermanos, como hijos, como capitalistas o como trabajadores; sembremos el respeto a la autoridad. Es indispensable que la revolución - y lo está haciendo Plutarco Elías Calles y con Plutarco Elías Calles todos los que sostienen el principio de orden de Plutarco Elías Calles -, vele por el respeto a la ley. Aquí, en esta tribuna, ha pocos meses decía un grupo de laboristas, con mucha razón, refiriéndose a algún compañero agrarista: la diferencia del programa agrario de ustedes y el programa agrario de nosotros, revolucionarios, es que queremos desarrollar ese programa dentro de la ley y con respeto al principio de autoridad. Yo creo que la Alianza de Partidos Socialistas de la República debe, y lo ha hecho ya, enarbolar con toda seriedad ese programa. No seamos, compañeros, amigos del pasado, no seamos amigos del retroceso; pero tampoco seamos los soñadores sensibleros que con un espíritu de falso amor concedamos patente de impunidad a los que serán, para algunos compañeros, rateros. (Aplausos). Amamos la redención del hombre, amamos la regeneración del hombre; queremos cambiar y el cambio se hace a pasos lentos y no con leyes más o menos transitorias; pero que sepa - y eso es necesario que se los diga, como siempre lo he dicho en esta tribuna a los señores diputados -, que sepa todo mexicano que no cumpla con la ley, que hay una sanción que castigará al delincuente con energía, por amor a la comunidad y por respeto al principio de autoridad. (Aplausos).
El C. presidente: Tiene la palabra en pro el ciudadano diputado Enrique Medina.
El C. Medina: Yo quiero hacer la aclaración compañero Torregrosa, no creo oportuno insistir sobre el mismo punto. Creo que sería más conveniente escuchar antes a un orador del contra.
El C. presidente: No hay oradores en contra.
El C. Medina: Compañeros:
Como yo se ha dicho mucho sobre el punto, no quiero cansar ni por un momento la atención vuestra; pero precisamente las argumentaciones principales esgrimidas, son para sostener este clarísimo punto de vista. Tal como está el proyecto del Ejecutivo, está perfectamente bien, arreglado al más cabal, al más amplio sentido lógico y sentido común. Así pues, no por un afán torpe, por incondicionalismo, por una sujeción completa a todo lo que venga de la Presidencia, sino que está precisamente dentro de lo justo, de lo correcto, de lo honrado y de lo sano, es por lo que yo vengo a hablar en pro de este proyecto. Basta, pues, para no cansaros , - vuelvo a deciros - entresacar de lo que se ha dicho aquí, lo principal, lo fundamental, para acabar de convenceros, si es que alguno de vosotros está dudando todavía.
Los delitos, compañeros, que ameritan una pena mayor de cinco años de prisión, o sean aquellos delitos
para los cuales no deja entrada o no da cabida el proyecto del Ejecutivo, son, como todos sabéis, visto antes en el Jurado Popular. El Jurado Popular, que conoce o tiene jurisdicción para sentenciar a delincuentes cuya pena excede de cinco años, o a contar de cinco años para arriba, como han dicho muy bien los compañeros, este Jurado Popular está atacado, en nuestro medio, en nuestro país, en nuestra capital, de muchas lacras; se le señalan muchísimos defectos; sin embargo, el razonamiento es lógico: si el Jurado Popular ha mandado a estos individuos sentenciados, a la Penitenciaria a que cinco años, dejando sin castigo a muchísimos otros delincuentes, dejando en la impunidad a muchísimos otros delitos, ¿no es lógico supone, no es lógico pensar que sería torpe e inmoral ir a ampliar el perdón a estos poquisimos delincuentes que están cumpliendo, apenas, con lo que la justicia más estricta ha dicho en contra suya? Precisamente el argumento es capital; los cinco años de prisión, los pocos que la están sufriendo, en proporción con los muchos que la han dejado de sufrir, porque la justicia es imperfecta, porque no llega hasta el fondo de las cosas, porque al Jurado Popular se le escapa constantemente la justicia de las manos esos pocos, con razón, deben sufrir, en nuestro medio y en rigor, el rigor de la ley; porque la criminalidad enorme que hay en México, dada esa tremenda criminalidad, que es vergonzoso proclamarlo, pero que es verdad que existe en grado superlativo y va en aumento, el indulto, que es un perdón, en lugar de ser un elemento sano, sería un elemento contraproducente. El perdón se puede dar y se da, y lo da el Ejecutivo por las faltas leves, y bien dado está; pero por los delitos graves, cuando los delitos aumentan, cuando la criminalidad va en aumento, cuando este coheficiente de criminalidad en México es precisamente asombroso, pues da una cifra exorbitante, enorme, es contraproducente, vuelvo a decir, el perdón, y es contraproducente, por lo mismo, el indulto.
Todas esas ideas que ha expuesto el compañero que habló antes del diputado Terrogrosa, esa ideología, esa manera de hacer entrar en las modernas leyes el espíritu revolucionario, están perfectamente bien para cuando se discutan las leyes respectivas, para cuando entremos al fondo de los código, a hacerlos, a modificarlos, a reformarlos, pero no en una ley transitoria, en una ley precisamente eventual, en una ley de momento. Aquí cabe preguntar si cada 16 de septiembre se va a dar un indulto, y con este motivo, ampliando la generosidad del Ejecutivo, vamos a sentirnos más generosos y a decir: entren en esta ley todos los delincuentes cuyas penas son mayores a cinco años. En ese caso, compañeros, de una vez transformémonos en carceleros que no cuidan a nadie, abramos las puertas de la cárceles y que salga todo mundo a la calle, puesto que cada 16 de septiembre, cada año, tendremos ocasión de repetir el mismo gesto de generosidad. Y esto estaría perfectamente bien para arrancar palmas fáciles de sentimentalismo, pero no para gente que, como nosotros, tenemos el deber de fijarnos mucho en estas cosas, de fijarnos precisamente, porque se siente, con los mismos, un precedente de inmoralidad; y más vale decir que somos estrictamente duros en el cumplimiento de nuestro deber, que no generosamente tontos. (Aplausos).
El C. presidente: Tiene la palabra en contra el ciudadano diputado Lombardo Toledano.
El C. Lombardo Toledano: Compañeros:
El Partido Laborista Mexicano no quiere celebrar las fiestas patrias abriendo las prisiones de México; desde luego esta aclaración. No nos interesa tampoco discutir el tanto o el cuanto respecto de la libertad, respecto de la reclusión del reo; lo que le interesa al Partido Laborista es exponer en esta ocasión, como siempre lo hace, al tratar en ese recinto parlamentario de los problemas que pueden tener alguna importancia ideológica, exponer simplemente su punto de vista: no más que eso. No nos interesa, tampoco, reformar la ley, ni hacer de una ley transitoria, un pretexto para ir en contra de una teoría que habrá de discutirse, porque lo amerita, indiscutiblemente, dentro de un ambiente de reposo, de estudio y de técnica jurídica que en estos momentos nadie posee - ni la comisión, ni los oradores -, porque el tema tampoco lo amerita, compañeros. El problema nuestro, nuestro punto de vista es, repito, manifestar que justamente porque hemos considerado siempre, porque seguimos considerando y porque seguiremos afirmando en el futuro que esta sociedad está mal organizada, que está basada en principios que no son precisamente de justicia, no para las clases desheredadas, sino para todas las clases que componen la sociedad, justamente porque no estamos de acuerdo con la presente organización social, nosotros creemos que el criterio expuesto por el Ejecutivo en este proyecto, es arbitrario, y lo voy a demostrar. Lo arbitrario del proyecto de Ejecutivo consiste en haber fijado cinco años para hacer extensivo el beneficio del indulto a los reos. ¿Por qué no se fijan seis tres cuatro, siete y medio, ocho o cuatro, o tres? En arbitrario, desde luego, fijar el tiempo. Se dirá que dentro del Código de Procedimientos Penales las penas tienen, naturalmente, un hasta aquí y un cuanto. A nosotros no nos interesa el cuanto, sino el principio. Se dice - y esto es un argumento fundamental de los que apoyan el proyecto del Ejecutivo - que los que han sido condenados a una pena mayor de cinco años, ya han pasado por el Jurado Popular y que el Jurado Popular - todo mundo lo sabe en México - ha sido castigado por la opinión pública desde hace mucho tiempo y especialmente por la prensa, diciendo que se ha pervertido, que generalmente se falla en el Jurado por sentimentalismos; que, indudablemente, si alguien sale castigado por el Jurado Popular, es porque, indiscutiblemente, merece la pena. Pero esto tampoco nos interesa. Yo vengo a refutar, exclusivamente, las ideas centrales de las peroraciones de los compañeros Terregrosa y Medina, porque creo que no han entendido el punto de vista nuestro: cosa única que nos interesa a nosotros que la Asamblea no tergiverse, en los comentarios del compañero, el punto de vista del Bloque Laborista.
El compañero Torregrosa, socialista de arraigo, de los que han trabajado en Yucatán por la organización de los trabajadores, que en 1915 sostenía con mano firme la bandera de la rebeldía en el campo de las ideas en contra de la institución
burguesa que se llama el Estado, que aun llegase al radicalismo ideológico, como todos fuimos radicales en nuestra juventud, en estos momentos ha venido a hacer un himno del respeto a la autoridad; ha venido a cantar un hosanna al Estado y ha venido a decir: México lo que necesita es demostrar ante el pueblo mismo de México y ante las naciones extranjeras que aquí se respeta a la autoridad, que aquí la ley está por encima de todas las ideas, que es necesario sujetarse a los principios, a los mandatos de la ley y al principio de autoridad. Esto probablemente Torregrosa no lo hubiera dicho en 1915. Sin embargo, yo creo que lo que realmente quiso decir el compañero Torregrosa, es esto: "Posiblemente los compañeros laboristas guiados por un espíritu de sentimentalismo que a nada conduce y que no construye, nos vienen a manifestar aquí la vieja tesis de que la sociedad es la que crea al delincuente y que éste no merece sino en parte la pena, y que, por lo tanto es necesario amparar a todos y tenerle un poco de conmiseración con un espíritu de equidad y aun de amor para todo el que cae". Esto es lo que el compañero Torregrosa ha supuesto en la mente nuestra; y no es verdad, compañero Torregrosa. Nosotros no nos guiamos, usted lo sabe muy bien, por sentimentalismo nada más. El sentimiento en nosotros es simplemente un auxiliar de nuestra inteligencia, es simplemente la retaguardia del pensamiento elaborado. es simplemente un palanca que nos conduce a la derrota o al éxito, pero después de haber enarbolado un programa. No pudo haberse organizado, por ejemplo, la Confederación Regional Obrera Mexicana a base de sentimentalismo. todo hombre que se organiza para luchar en la vida con el propósito de alcanzar un puesto económico mejor, tiene que luchar a base de inteligencia, a base de programa claro, a base de respeto. El sentimentalismo es consecuencia de nuestro programa, y al mismo tiempo el auxiliar de nuestra conducta. No es simplemente el sentimiento el que nos dicta qué pensamos, y lo que pensamos, compañeros, en esta ocasión, repito, que aquellos hombres que delinquen, teniendo dinero y aun viviendo con una posición elevada, son víctimas también del sistema de organización social; que lo que delinquen en la calle, andando sin zapatos, sin pantalones y sin sombrero, también son víctimas de la organización social; que el funcionario público que roba, también es víctima de la mala organización social; que el diputado que hace mal uso del fuero, es víctima también de la falta de organización social; que todos, en suma, los que delinquen, no son más que víctimas de la pésima organización social de México. Nosotros no creemos que las únicas víctimas de la organización social que prevalece sean los pordioseros o los proletarios; no es verdad; nosotros sostenemos que la falta, por ejemplo, de organización industrial en el país, se debe a la pésima organización burguesa. Todo mundo sabe que la guerra del industrial no sólo es guerra contra el que le sirve en el taller del que es dueño: la guerra del industrial en México es, también, contra el industrial del mismo ramo de producción. Esto se debe, repito, a la pésima organización de la sociedad mexicana. Nosotros estamos viendo todos los días, no sólo que delinca la mujer que es arrojada del empleo, que va a asesinar, que se arma de un puñal para cometer un crimen por dinero o por pasión; nosotros sabemos que no sólo el que pierde la cabeza tomando alcohol es el que delinque: sabemos que el que delinque está en todas partes, lo mismo en las esferas oficiales que en las últimas esferas de la sociedad, y que todas estas cosas ocurren porque no hay un principio, mejor dicho, porque todavía México, a pesar de tener una constitución política, no tiene una constitución moral basada en principios nuevos que vengan a aquilatar la organización defectuoso y a depurar las responsabilidades de las clases sociales. Esta es nuestra opinión; es una tesis vieja, si se quiere, pero al mismo tiempo es una tesis que la propia vida va justificando. Nosotros, de ninguna manera, estamos de acuerdo en sostener una argumentación de folletín o una argumentación de discurso patriótico; muy lejos de eso.
El compañero Medina, a quien yo quiero y de quien soy amigo hace muchos años, ha venido a hacer una requisitoria de agente del Ministerio Público, probablemente porque durante muchos años ha ejercido ese cargo; las huellas espirituales de su profesión le han traído a pronunciar aquí un nuevo alegato de Ministerio Público; pero a nosotros no nos importa eso. La experiencia del Ministerio Público de México habría que discutirla también a la luz de las propias doctrinas que sostenemos nosotros. Y si esta Cámara es revolucionaria, tiene que tomar en cuenta dos razones para estar en contra de la no ampliación del beneficio del indulto a los reos que tienen condenas mayores de cinco años. Primera razón: la falta de lógica del proyecto del Ejecutivo, que ha calificado de arbitrario, porque fija una cantidad de tiempo a su arbitro. Segunda razón de fondo: ¿por qué causa va a ser más delincuente el que está pagando una condena de dos años, que el que va a estar simplemente en la penitenciaría dos años? ¿Qué el delito, la intensidad del delito, la importancia de la presencia del delincuente en la sociedad se mide por el tiempo que va a pasar entre cuatro paredes? Ese criterio no es criterio ni de abogado, ni de hombre que haya vivido la vida; ese no puede ser un argumento sino de un hombre que quiere resolver los problemas sociales desde el punto de vista aritmético, y ya sabemos que la aritmética de las penas y de los placeres, como decía Bentham, es decir, pasar del criterio de la ciencia pura al campo social, es un criterio del siglo XVIII, pero no puede ser un criterio del año de 1926. Dentro del terreno estrictamente filosófico, compañeros, se deshace la argumentación del Ministerio Público y el hosanna al Estado y al respeto a la ley del compañero Terregrosa. Desde el punto de vista revolucionario, que es el que debe sostener esta Cámara, no desde el punto de vista de la fobia jacobina o de la pasión de grupos revolucionarios - porque el concepto de revolucionarios cada día se pierde más en fuerza de usarlo; como las monedas; se va gastando -, el principio revolucionario desde el punto de vista de las ideas, de las cuales se puede hacer un sano juicio; respecto a la estructura social, respecto de la
organización que prevalece no en México sino en todas partes y especialmente aquí, después de 15 años de lucha, cuando todo el mundo sabe, porque es víctima de la situación económica del país, que la delincuencia no solamente se debe a la falta de pan sino a la falta de educación, a la falta de virtud vivida, a la falta de ejemplo en los funcionarios, a la falta de ejemplo en los profesores, a la falta de buenos ejemplos de todos los hombres que deben darlos, porque el vicio y la virtud, compañeros, son como la bola de nieve: se perfeccionan y se agrandan; en México, cuando hemos iniciado el desquiciamiento social revolucionario, en cuanto a la ruptura de la estabilidad de los hogares, necesitamos forzosamente poner los ojos, pero de un modo atento, fijo y sereno en lo que está ocurriendo.
No seamos arbitrarios, compañeros; no nos dejemos guiar por una estructura que habría que discutir; que no se nos engañe con una lógica jurídica falsa; que tampoco se nos engañe con una lógica policiaca: ¡Arremeter contra el delincuente, porque el que delinque va a acabar con la sociedad! Eso dice el compañero Torregrosa, y no es cierto, absolutamente no es cierto. Mientras no cambie el estado actual social, así puedan morir todos los delincuentes, seguirán produciéndose más delincuentes, y la sangre de los que vengan será mayor que la sangre que corre actualmente. Eso todo el mundo lo sabe. No castigado a los que delinquen se acaba la delincuencia: se acaba cuando se ha organizado la sociedad de tal modo que haya menos delincuencia; pero no se puede hablar de reprimir la delincuencia con mano de hierro; la mano de hierro que han tenido todos los tiranos en la historia, y especialmente en México, ha sido una mano de hierro que se ha vuelto a su propio cuello y los ha estrangulado. Esta es la verdad de las cosas, esta es la situación histórica. No vengo a hacer un alegato sentimentalista, porque tengo muy poco sentimiento para estas cosas, absolutamente muy poco; me guía siempre un razonamiento, me guía una ideología. ¡Y buena XXXII Legislatura ésta que viene a entonar, por conducto de los compañeros más estimables de la Alianza, amigos nuestros, un hosanna a la libertad, un hosanna, mejor dicho, no a la libertad, aun cuando el compañero Torregrosa emplea estas palabras constantemente, sino al respecto a la autoridad y al Estado! ¿En estas condiciones de crisis vamos a hacerlo así para acabar con la delincuencia? Esta no es una solución. Desde el punto de vista sociológico, es un sofisma. La delincuencia se acaba transformando a la sociedad, buscando la organización del Estado, buscando la organización de todos sus órganos de gobierno, de todas las clases sociales, con el objeto de ir a la responsabilidad; pero no a la responsabilidad de los funcionarios públicos, que no existe; no a la responsabilidad del capitalismo, que tampoco existe; ni a la responsabilidad de los proletarios, que no existe, sino a la responsabilidad creada en un nuevo principio de organización social. Pero insisto. Nuestro punto de vista no es precisamente venir a discutir pormenores del proyecto del Ejecutivo, ni el tanto más cuando de las penas y de los beneficios: solamente el principio de que debe aplicarse el indultó a todos los que estén en la prisión, con excepción de los condenados a la pena capital, por las razones que todos los abogados conocen y por las razones morales expuestas por el compañero Altamirano. En tal virtud, compañeros, yo excito, yo exhorto el sentimiento revolucionario de la Asamblea con objeto de que medite estas cuestiones. Lo vuelvo a repetir: nosotros no queremos celebrar las fiestas patrias, ni tampoco buscar aplausos fáciles, ni tampoco engrosar nuestras filas abriendo las prisiones de México; no necesitamos, absolutamente, nada de eso; pero en el campo de las responsabilidades que, tanto laboristas como aliancistas, tenemos, necesitamos pensar en el principio social que debe prevalecer y que debe campear, sobre todo en esta Asamblea, sistemáticamente, y si hoy inauguramos esta XXXII Legislatura tratando asuntos de importancia, elevando, haciendo un himno, un canto de honor, de respeto a la ley, porque es la ley, compañeros, yo creo que la revolución mañana nos exigirá que meditemos un poco en estas cuestiones. Nuestro punto de vista es ese, y yo excito a los compañeros a que voten, o un artículo nuevo, o bien una aplicación del que se debate, con el fin de que se amplíe el beneficio del indulto a todos los reos, absolutamente a todos, con excepción de los condenados a la pena capital. (Aplausos).
El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Torregrosa.
El C. Torregrosa: El compañero diputado y licenciado Lombardo Toledano es un buen sofista. El sabe muy bien que el criterio frío, razonable, de la mayoría parlamentaria es el que creemos que nuestras leyes son imperfectas, que a nuestro medio social le falta mucho para evitar la criminalidad; que el medio ambiente tiene que ser reformado, diputado Lombardo Toledano; pero también le pregunto y le afirmo al diputado Lombardo Toledano, que con los indultos frecuentes en México, las estadísticas nos comprueban firmemente que esa tolerancia, esa impunidad que se le llama falsamente tendencias sociales, tendencias revolucionarias, tendencias progresistas, no es más que una magnifica atmósfera donde crece con mucha rapidez y en cantidad asombrosa la criminalidad en México. A gobernante enérgico, a gobernante que mientras tiene sus leyes procura hacerlas cumplir, tenemos el mínimo de criminalidad. En México, en las escuelas, en el taller, en la calle, cuando nos encontramos con una autoridad consciente, pero enérgica, encontramos el mínimo de atropellos y el mínimo de criminalidad. Nos encanta por tradición, compañero Lombardo Toledano, respetar la energía consciente, la energía humana.
El C. Lombardo Toledano: ¿Me permite usted?
El C. Torregrosa: Después, compañero. México, y lo dicen todos los hombres que no se casan con sus ideas, México necesita leyes nuevas, México necesita encauzar sus nuevas leyes; pero mientras las leyes sean dadas, hay que hacerlas cumplir; y nosotros, como diputados socialistas, o como diputados laboristas, tenemos que exigir el cumplimiento de esas leyes, y queremos, sí, un estado más humanitario, un estado más socialista, un estado más laborista, pero más razonable y más consciente; porque en medio de esas que llaman
tendencias societarias, ya sean laboristas o socialistas, vemos que a un prójimo lo dejan sin camisa, y a un industrial sólo porque no figura en nuestras filas, se le afocan las llamadas tendencias progresistas y lo parte un rayo, compañero Lombardo! (Aplausos).
El C. Lombardo Toledano: ¡Permítame usted una palabra!
El C. Torregrosa: La Alianza de Partidos Socialistas de la República quiere ser una esperanza para todo México; la Alianza de Partidos Socialistas de la República tendrá leyes revolucionarias, pero hará respetar también las actuales; no vamos al desquiciamiento, señores.
El C. Lombardo Toledano, interrumpiendo: ¡Yo no he dicho eso! ¡Pido la palabra!
- El C. Torregrosa, continuando:....no vamos a sensiblerías ayudados más o menos por el espíritu de partidarismo; nosotros venimos a sostener que el proyecto del Ejecutivo es el más adecuado para este momento; sabemos que no va suprimir el indulto la criminalidad en México, como sabemos - y lo digo a usted con la máxima suma de buena fe -, sabemos, como hombres conscientes, que ni el laborismo, ni el socialismo, mientras el mundo sea mundo, quitarán del mundo, la inclinación natural al mal. ¡El mal es innato en el hombre! (Aplausos). Abundancia, placeres, riquezas, no constituyen, compañero Lombardo - y me extraña que un señor abogado la sostenga -, la seguridad de la destrucción y la eliminación de la criminalidad. Usted, que conoce de organización social de muchos, debe saber que los vicios sociales no se pueden extirpar en el programa más radical, compañero Lombardo Toledano.
El C. Lombardo Toledano, interrumpiendo: ¡No he dicho eso!
El C. Torregrosa: Sí lo ha dicho usted y nos ha llamado reaccionarios porque lo que queremos es legislar teniendo los pies sobre la tierra.
El C. Treviño, interrumpiendo: ¡Nadie ha hablado de no cumplir la ley!
El C. Torregrosa, continuando: Queremos nosotros que nuestras leyes no sean lirismos irrealizables; no queremos decir a los compañeros criminales: (Risas. Voces: ¡Aaah!) las puertas están abiertas; solamente los sentenciados a la pena de muerte... Sí, compañeros, son hermanos nuestros equivocados. Puede ser reaccionario manifestar esto, compañero. Decirles: aquí están las puertas abiertas, ya se va a reformar la sociedad, porque el Partido Laborista dice que el proyecto de ley es el más radical, damos libertad completa al que le pega una paliza a un pobre niño, pero que no tiene veinte años de prisión, y entonces la humanidad va a ser completamente ideal, se va a realizar la profecía de Isaías: el león junto al corderito, y el hermano Lombardo Toledano repartiendo chupaletas a ambos! (Risas. Aplausos). No, compañeros. ¿Sabe usted qué hacemos, compañero? Somos ya más francos y más conscientes Queremos ir a un milímetro, pero un milímetro dentro de la ley, un milímetro dentro del progreso y dentro del orden. Y óigalo bien el compañero Lombardo Toledano: tendremos a mucha honra y a mucha satisfacción si esta Legislatura honra al Estado al Gobierno y honra la ley! (Aplausos. Voces: ¡A votar!)
El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Altamirano.
El C. Altamirano: Voy a ser muy breve en mi aclaración al compañero Torregrosa. (Voces: ¡Tribuna!) Mi aclaración es ésta, y voy a exponer aquí una teoría completamente personal, compañero Torregrosa. Primero, en nombre del Grupo Laborista quiero decir que ni el compañero Lombardo Toledano ni yo, hemos hablado de la falta de respeto a la ley. Tampoco hemos dicho que la teoría sostenida por nosotros en esta tribuna, venía a suprimir el mal; tampoco lo hemos dicho. Tampoco hemos tildado ni al compañero Torregrosa ni a los demás oradores como reaccionarios, porque sostienen íntegro del Ejecutivo; propiamente tampoco venimos a combatir el proyecto del Ejecutivo; venimos a pedir que se aumente con una cláusula, como le decía yo al señor licenciado Santos Alonso. Después de esta aclaración, entra mi criterio personal, señor compañero Torregrosa: yo, que he convivido con usted dentro de esta Asamblea durante varios años en las pasadas legislaturas, me siento entristecido al ver que en esta tribuna viene usted a cantar un ¡hosanna! al principio de autoridad Yo sostengo aquí que en muchos casos hemos tenido nosotros, los revolucionarios, que hacer tabla rasa del principio de autoridad, para sostener principios más altos, como son los principios revolucionarios. Yo sostengo aquí que los que vayan contra el principio de autoridad frente a un Mussolini, o frente a un Primo de Rivera, lo hacen perfectamente bien. (Aplausos). De manera, compañeros, que el principio de autoridad, a nuestro criterio, está sujeto a muchos contingencias El principio de autoridad no lo pudimos respetar cuando Carranza quería imponer un presidente de la República, y Carranza representaba la autoridad. Con respecto a la ley, señor compañero Torregrosa, le digo esto que es mi criterio particular: las leyes actuales y, sobre todo, esos fosilizados códigos Penales y Civil, están hechos por la burguesía para el servicio de ella, y yo todas las veces que pueda - y lo declaro aquí enfáticamete -, todas las veces que pueda violar esa leyes, las violaré con todo gusto. (Siseos). Yo sostengo aquí que el compañero Torregrosa ha venido a clamar por el respeto a la ley. El respeto a la ley, compañero, en estos momentos, yo creo que más vale no hablar de eso, compañero Torregrosa. La ley, y sobre todo nuestras leyes actuales, sólo se hicieron para dos cosas: o para los tontos, o para los que no tienen dinero. A un hombre muy inteligente, o que tenga muchos millones de pesos, no le han implicado, ni le implicarán nunca, la ley. Este es mi criterio personal, y sigo sosteniendo, con los compañeros, laboristas que debe aumentarse una cláusula al artículo 2o., incluyendo a todos los reos que están condenados a una pena mayor de cinco años. Repito que no queremos que quede estampado en el DIARIO DE LOS DEBATES que los laboristas vinieron a tildar al compañero Torregrosa de reaccionario; que no hemos hablado de faltas de respeto de ley; que tampoco hemos hablado de que se viole esa ley; queremos, sencillamente, que se corrija, que se aumenté el artículo 2o. con una cláusula que ya hemos propuesto. Es,
sencillamente, lo que hemos venido a hacer, compañero Torregrosa. (Aplausos.)
El C. secretario Romo: Habiendo hecho uso de la palabra el número de oradores que marca el Reglamento; en votación económica se pregunta a la Asamblea si considera el asunto suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Suficientemente discutido. Se procede a recoger la votación. Por la afirmativa .
El C. secretario Torregrosa: Por la negativa. Va a procederse a recoger la votación nominal de la iniciativa presentada por el Ejecutivo, con la adición del ciudadano diputado Moctezuma.
El C. Altamirano: Moción de orden. Opino que no se va a votar el proyecto de ley del Ejecutivo, sino el artículo 2o. de la ley del Ejecutivo.
El C. secretario Romo: La Secretaría hace la aclaración de lo que se va a votar es, como lo dice el ciudadano Manlio Fabio Altamirano, el artículo 2o. del proyecto de ley del Ejecutivo.
Votación).
Quedó aprobado el artículo 2o., por ciento cuarenta y dos votos.
El C. presidente, a las 19.20: Se levanta la sesión y se cita para el lunes próximo a las diez y seis.