Legislatura XXXII - Año I - Período Ordinario - Fecha 19261130 - Número de Diario 37

(L32A1P1oN037F19261130.xml)Núm. Diario:37

ENCABEZADO

MÉXICO, MARTES 30 DE NOVIEMBRE DE 1926

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO I. - PERÍODO ORDINARIO XXXII LEGISLATURA TOMO I. - NÚMERO 37

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 30 DE NOVIEMBRE DE 1926

SUMARIO

1. - Abierta la sesión, se lee y aprueba el acta de la anterior.

2. - Documentos en cartera.

3. - Elección de Mesa Directiva para el mes de diciembre; escrutinio; resultado; declaratoria. Rinde la protesta de ley el C. Mario Sánchez Curiel, diputado suplente por el 1er. distrito electoral del Estado de México.

4. - Continúa la discusión, en lo particular, el proyecto que adiciona la Ley de Impuestos a la Minería; la comisión retira el artículo 1o. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. BENITO JUÁREZ OCHOA

(Asistencia de 151 ciudadanos diputados).

El C. presidente, a las 17.30: Se abre la sesión.

- El C. secretario Ortega leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día veintinueve de noviembre de mil novecientos veintiséis .

"Presidencia del C. Teódulo Gutiérrez.

"En la ciudad de México, a las diez y siete horas y veinte minutos del lunes veintinueve de noviembre de mil novecientos veintiséis, se abrió la sesión con asistencia de ciento ochenta y siete ciudadanos diputados.

"Aprobada el acta de la sesión anterior, que tuvo lugar el veinticinco de los corrientes, se dio cuenta con los siguientes documentos:

"Solicitudes de licencia por veinte días, con goce de dietas, de los CC. Alberto Méndez y Guillermo C. Aguilera.

"Con dispensa de trámites y sin debate fueron aprobadas.

"Oficio de la Secretaría de Gobernación, con el que se remite un proyecto de ley subscrito por el ciudadano presidente de la República, sobre dispensa de irregularidades y defectos de las cuentas de la Hacienda pública federal. - Recibo, y a las comisiones unidas 1a. y 2a. de Hacienda, e imprimase.

"Oficio del Congreso de San Luis Potosí, en que transcribe el dictamen por el que aprobó las reformas de los artículos 82 y 83 de la Constitución general de la República. - Recibo, y a su expediente.

"Telegrama de Villahermosa, Tabasco, en que la Legislatura de ese Estado comunica que aprobó las mismas reformas constitucionales. - De enterado y a su expediente.

"Circular del Congreso del Estado de Veracruz, participando el resultado de la elección de magistrados del Tribunal Superior de Justicia de esa Entidad. - De enterado.

"Circular por medio de la cual el C. Carlos Béjar comunica que se hizo cargo del puesto de gobernador constitucional interino de Colima, en tanto transcurre la licencia concedida al C. Francisco Solórzano Béjar. - De enterado.

"Circular en que el gobernador constitucional de Hidalgo avisa que el C. Rafael Martínez Vega tomó posesión del cargo del subsecretario interino de ese Gobierno. - De enterado.

"Circular en que el C. Antonio Ancona Albertos informa que con fecha 13 de noviembre se hizo cargo del puesto de gobernador del Territorio de Quintana Roo, quedando como secretario general del propio Gobierno el C. Aurelio Graniel Roca. - De enterado.

"Circular del Congreso del Estado de México, en que manifiesta que apoya y secunda las reformas a los artículos 82 y 83 de la Constitución General. - Recibo, y a su expediente.

"Oficio del ciudadano presidente municipal de Ecatepec - Morelos, Estado de México, en que invita a esta H. Cámara para que designe un orador que haga uso de la palabra en la ceremonia que tendrá verificativo en ese lugar el 22 del próximo diciembre, aniversario del fusilamiento de don José María Morelos. - Aceptando esta invitación, la Presidencia designó al C. diputado Gilberto Fabila.

"Proyecto de ley de los CC. Alfonso Francisco Ramírez y Lorenzo Mayoral Pardo, por el que se adiciona el artículo 134 de la Ley de 19 de octubre de 1919, reglamentaria de los artículos 103 y 104 de la Constitución Federal. - Primera lectura, e imprímase . "Dos dictámenes de la Primera Comisión de Peticiones que proponen pasen a la de Puntos Constitucionales que corresponda las solicitudes de los CC. Fernando O. Luna y Arturo Nieto para que se les permita usar el uniforme de los Cuerpos de Práctica de los Oficiales de Reserva de los Estados Unidos de Norte América, como alumnos del Instituto Politécnico de Alabama.

"Sin debate se aprobaron en votaciones económicas.

"Solicitud del C. diputado Enrique A. Enriquez, relativa a que se le conceda licencia por veinticinco días, a contar del 30 de los corrientes, y que se llame al suplente.

"Previa dispensa de trámites, se aprobó sin discusión.

"Dictamen de las comisiones unidas Segunda Agraria y Primera de Puntos Constitucionales que consulta un proyecto de ley por el que se le conceden facultades extraordinarias al Ejecutivo de la Unión en materia agraria. - Primera lectura, e imprimase.

"Dictamen de las comisiones unidas Segunda de Minas y Segunda de Hacienda acerca de las iniciativas del C. diputado Liborio Espinosa y Elenes y el Ejecutivo federal sobre reformas a la Ley de Impuestos a la Minería, de 28 de julio del año en curso.

"A moción del C. Espinosa y Elenes, el C. Gilberto Fabila, miembro de las comisiones, fundó el dictamen, interrumpiéndole interpelaciones de los CC. Méndez Macías y Pedro Alvarez.

"Abierto el debate en lo general, habló en contra el C. Zincúnegui Tercero, quien fue interrumpido por aclaraciones del C. Fabila, por una moción de orden del C. Méndez Macías. Este representante habló en pro y le interrumpieron aclaraciones del C. Torregrosa y una interpelación del C. Ramírez Escamilla. El C. Torregrosa usó de la palabra con motivo de las interpelaciones que durante su discurso le hizo el C. Méndez Macías. En contra y en pro hablaron, respectivamente, los CC. Santos Alonso y Treviño. El C. Espinosa y Elenes hizo consideraciones sobre el proyecto del Ejecutivo y pidió la aprobación del dictamen en lo general.

"Por unanimidad de ciento cuarenta y ocho votos se declaró con lugar a votar en lo general el proyecto de ley que consulta el dictamen de referencia.

"A las veinte horas y treinta minutos se levantó la sesión.

" Está a discusión el acta. No habiendo quien la impugne, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.

- El mismo C. secretario, leyendo:

Telegrama procedente de: "Saltillo, Coah., 29 de noviembre de 1926.

"C. A. Cerisola, secretario de la Cámara de Diputados. - México, D.F.

"Suyo relativo Legislatura Coahuila propone licenciado Elías Monges como magistrado Suprema Corte Justicia - Atentamente. - Presidente Congreso, J. González Lobo." - Recibo, y resérvese para el Congreso General.

"El Congreso del Estado de Chiapas apoya el proyecto de ley formulado por el Congreso de Michoacán, relativo a la expedición de una ley que restrinja la inmigración china." - A su expediente.

"La legislatura del Estado de Chihuahua comunica que ha enviado un voto de adhesión y de felicitación al ciudadano presidente de la República por su patriótica actitud en el conflicto internacional promovido por el Gobierno de los Estados Unidos del Norte." - De enterado.

- El mismo C. secretario: por acuerdo de la Presidencia se procede a la elección de Mesa Directiva para el próximo mes de diciembre. Los ciudadanos diputados se servirán pasar a depositar su voto conforme se les vaya llamando. (Votación.)

Se procede al escrutinio. (Escrutinio.)

Por la siguiente planilla votaron 170 ciudadanos diputados: presidente, Eduardo Loustaunau; vicepresidente, Gabriel Macías; vicepresidente, Antioco Rodríguez La siguiente planilla tuvo 18 votos presidente, Enrique Medina; vicepresidentes Vicente Lombardo Toledano y Jaime A. Solís. La Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: son presidente y vicepresidente, respectivamente, para el próximo mes de diciembre, los ciudadanos Eduardo C. Loustaunau; Gabriel Macías y Antioco Rodríguez. (Aplausos. Voces: ¡Viva la Alianza!) Estando a las puertas del salón el ciudadano Mario Sánchez Curiel, suplente del ciudadano diputado Enrique A. Enríquez, se nombra en comisión para que lo introduzcan al salón a rendir la protesta de ley, a los ciudadanos Enrique Medina, Teódulo Gutiérrez, Daniel Gutiérrez, Arnulfo Portales y secretario Torregrosa.

(Rinde la protesta legal el C. Mario Sánchez Curiel, diputado suplente por el 1er. distrito electoral del Estado de México. Aplausos.)

- El mismo C. secretario: Está a discusión en lo particular el dictamen de las comisiones unidas 2a. de Minas y 2a. de Hacienda. El artículo 1o. dice:

"Se adiciona el inciso "B" del artículo 5o. de la Ley de impuestos a la Minería, de 28 de julio del presente año, en la siguiente forma:

"Cuando el promedio mensual del precio de la plata en Nueva York sea de dólares 0.60 o menor, la plata contenida en precipitados o barras impuras y barras afinadas, causará las siguientes cuotas:

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"Las cuotas anteriores podrán ser aumentadas por la Secretaría de Hacienda en la misma proporción en que las empresas reduzcan el tipo de los salarios de los trabajadores, por motivos aceptados por las autoridades competentes, tomando como base los tipos de la fecha en que entre en vigor este decreto.

"Quedan exentas de este impuesto las empresas mineras que la Secretaría de Hacienda califique como "pequeñas empresas", cuando el precio de la plata en Nueva York sea inferior a 0.53.

"A las empresas mineras a que se refiere este decreto, que estén alejadas más de treinta kilómetros de una vía económica de transporte, se les abonará, con cargo al impuesto de producción, el importe del flete ordinario del centro de extracción al punto más próximo de esta vía. La Secretaría de Hacienda determinará el monto de este descuento."

Está a discusión. Se invita a los oradores pasen a inscribirse. Tiene la palabra el ciudadano diputado Espinosa y Elenes.

El C. Espinosa y Elenes: Señores compañeros:

Con relación al artículo 1o. que está a discusión, el compañero Santos Alonso, el compañero Sánchez Mejorada y un servidor de ustedes, hemos presentado una iniciativa tendiente a reducir las cuotas que fija ese artículo, fundándonos en las siguientes consideraciones. Consecuentes con nuestro criterio que expresamos ayer de que a los Estados no debe reducírseles absolutamente el 2 por ciento que perciben por concepto del impuesto minero, hemos querido que las reducciones que fija la iniciativa de la Secretaría de Hacienda se apliquen a la Federación y no a los Estados, Quiero decir, que todas las reducciones que fija el dictamen de las comisiones y la iniciativa de Hacienda, sean exclusivamente para el impuesto federal. La iniciativa de la Secretaría de Hacienda reduce el impuesto de la Federación y reduce el impuesto de los Estados, considerando que esas dos reducciones son suficientes para que no se pueda conjurar la crisis. Si nosotros nos hemos opuesto terminantemente a que los Estados sufran reducción en su impuesto de 2 por ciento y como, por otra parte, creemos que la reducción que se fija exclusiva para la Federación es insuficiente para resolver el problema, hemos querido que las reducciones sean para la Secretaría, es decir, para el impuesto federal, para la Federación. Y en esas circunstancias quedan las cuotas en la siguiente forma:

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Yo insisto en sostener que estas deducciones son apenas un pequeño lenitivo para conjurar la crisis; los paros van a continuar, van a seguir, quedando sin trabajo miles de obreros. Pero, señores representantes, yo no me caso con mis ideas cuando se trata de los intereses de la nación; no quiero aparecer como intransigente defendiendo a todo trance el proyecto de ley que presente a la consideración de ustedes y, en consecuencia, conciliando los intereses de la nación, conciliando los intereses de las empresas mineras y de la industria minera y el parecer de la Asamblea, que yo respeto antes que nada, he cedido por lo que se refiere a mi proyecto de ley y me someto a lo que ustedes resuelvan sobre el particular.

El C. Fabila: Pido la palabra.

El C. Mier y Terán: Señor presidente: Hay en el salón algunas personas que ocupan curules y que no son diputados. Pido respetuosamente a usted se sirva ordenar desalojen el salón.

El C. presidente: Ya se dio la orden.

El C. Fabila: Señores diputados:

Las comisiones, antes de entrar a tratar sobre las reformas al artículo 1o. propuesto por el ciudadano Espinosa y Elenes, desean hacer algunas aclaraciones al margen del discurso del ciudadano Zincúnegui Tercero en la sesión de ayer. Parece que el ciudadano Zincúnegui Tercero dio a entender que las comisiones habían confundido o involucrado en el problema de la baja del metal plata, el problema del cambio de la plata. Deben aclarar las comisiones que absolutamente me han confundido esos dos problemas, que son en muchos respectos totalmente diferentes. Personalmente yo, y secundado por el compañero Méndez Macías, aprovechamos la ocasión del problema de la baja de la plata para referirnos al problema del cambio de la plata y aprovechamos también la ocasión para hacernos eco, porque no otra cosa venimos a hacer a esta tribuna, de las críticas y censuras que la nación entera y las fuerzas vivas de la nación hacen en contra de la labor hacendaria del ciudadano Pani. Igualmente, señores diputados, yo personalmente deseo hacer otra importantísima aclaración al margen del debate de ayer. He recibido amistosas censuras de algunos compañeros de Cámara a quienes no pareció ni prudente ni cuerda mi actitud atacando a la Secretaría de Hacienda. Ellos sostienen el argumento de que en nuestra organización política los secretarios de Estado son irresponsables, y que toda censura o crítica de su actuación debe dirigirse más arriba, y que yo en mi discurso de ayer debía haber levantado la puntería hasta el ciudadano general Plutarco Elías Calles.

Tal argumento creo que debe estar ya demasiado gastado, y personalmente tengo el criterio, por el que se refiere al caso Pani, que nada tiene que ver el ciudadano presidente con los errores y las coyoterías de la Secretaría de Hacienda. Más aún, yo afirmé ayer que el ciudadano Pani era una discordancia dentro del Gabinete Presidencial, y ahora, para justificar mi actitud ante los compañeros que han censurado mi modo de hablar de ayer, debo manifestar que para mí el señor Pani ni siquiera debe considerarse como miembro constitutivo del Gabinete revolucionario del general Calles. Hay mucha diferencia entre un Tejada, entre un Amaro, entre un Luis de León, entre un Luis Morones y hasta y hasta un Ramón Ross, y el señor Alberto J. Pani; incluyendo también al señor secretario Puig y Casauranc y al señor secretario Sáenz. Cualquiera de estos ciudadanos.

ministros tiene antecedentes, tiene perfiles revolucionarios perfectamente definidos, teniendo una actuación perfectamente clara y perfectamente aquilatada dentro de las luchas revolucionarias, y no así el ciudadano Pani. Sigo afirmando que el ciudadano Pani es una discordancia en el Gabinete y que, por lo tanto, los ataques que yo o cualquiera otro haga a su labor no tienen nada que ver con la labor de los demás miembros del Gabinete, ni mucho menos con la meritísima labor del presidente de la República. Yo quisiera amistosamente responder a los compañeros que me han censurado y especialmente al compañero Zincúnegui Tercero, que hay muchas maneras de defender a una persona en esta Cámara, cuando con esta persona se tienen obligaciones de gratitud, simpatía, o de lo que se quiera; pero que es perfectamente ilógico venir a defender al señor Pani, aún cuando sea en la forma velada en que lo ha hecho el señor Zincúnegui Tercero, ante el clamor nacional, que condena y que repudia sin reservas la labor hacendaria del señor Pani. No quiero insistir, aún cuando según el final de la sesión de ayer, deberíamos continuar espulgando en la labor del señor Pani; no quiero insistir en esto, porque he visto que la Asamblea está algo desorientada sobre el particular; pero he recibido hoy en la mañana numerosas indicaciones de los elementos ferrocarrileros, a los cuales ha afectado y sigue afectando terriblemente la labor hacendaria del señor Pani, como uno de los directores muy principales de los ferrocarriles. Yo creo que los ferrocarrileros sabrán ocupar su puesto y decir, con mejores datos y más bien autorizados, lo que yo no puedo decir. Como final de mis ataques y accediendo al deseo de algunos ferrocarrileros, solamente voy a darles un dato de lo que hacen las "ardillas" del señor Pani en los ferrocarriles, a ver si el señor Zincúnegui Tercero refuta este dato y si afirma que nada tienen que ver con la baja del cambio.

Antiguamente la inmensa mayoría del durmiente que los ferrocarriles consumían, era comprado en el país. Por gestiones o por órdenes del señor Pani, o accediendo a los deseos de sus "ardillas" en los ferrocarriles...(Voces: ¡Coyotes!) Ahora se llaman "ardillas", se hizo hace muy poco tiempo una fuerte compra de durmientes a los Estados Unidos de mejor o peor calidad que los nacionales pero que importan cerca de dos millones de pesos oro cuyos dos millones de pesos oro salieron inmediatamente para Estados Unidos, ocasionando, naturalmente, los transtornos que ahora estamos resintiendo del cambio de la plata. Paso ahora a ocuparme de la modificación propuesta por los compañeros Espinosa y Elenes y algunos más al artículo 1o.

Como la tesis de la comisión ha sido que no se reduzca la participación de los Estados en el impuesto minero, en principio estamos totalmente de acuerdo con la idea del compañero Espinosa, de que no se rebaje el dos por ciento, sino que se recargue la rebaja que había propuesto la Secretaría de Hacienda al dos por ciento de los Estados, que se recargue al impuesto federal, a la participación de la Federación. Las comisiones están tanto más de acuerdo con esto, cuanto que consideran que la disminución que por este concepto van a sufrir las tasas que habíamos fijado para la Federación, son de relativa poca importancia. De manera que las comisiones aceptan esta modificación; más como según parece se pretenden hacer algunas reformas al mismo artículo primero, las comisiones desean que de una vez se expongan cuáles son esas modificaciones para que, conociéndolas ya todas, pidan permiso para retirar este artículo primero y presentarlo modificado en el sentido que lo desean algunos compañeros. (Aplausos.)

El C. Zincúnegui Tercero: Señores diputados: No se asuste, compañero, la mise en scene de los oradores parlamentario se parece a esas tempestades de verano en que llueve o amenaza lluvia y no caen más que unas cuantas gotas. Todo esto que usted ve aquí se reducirá a unas cuantas gotitas de agua que servirán para refrescar algunos cerebros, muy secos por cierto. Pensaba en esta ocasión, ciudadanos representantes, como lo dije desde ayer, apartarme de todo personalismo y de toda política, toda vez que los asuntos de carácter económico sólo deben ligarse a la política en último término, después de estudiar a fondo la materia; pero toda vez que el estimado compañero Fabila, en forma malévola, me quiere hacer representante del señor Pani, con el que no he tenido ni tengo ligas de ninguna especie, como lo sabe perfectamente la Asamblea, porque a este señor apenas si lo saludo, porque yo jamás me paro en la Secretaría de Hacienda, juzgo inútil desvirtuar este cargo, que cae por su propio peso; pero si se me ocurre a mí que en esta ocasión, como ayer, la comisión ha estado a la altura de los malos Cómicos, de los cómicos del pueblo. Había por mi tierra una farándula compuesta de cómicos muy malos, que a la hora de representar metían el choclo cada cinco minutos, pero cuando ya el público se les venía encima, avanzaba al proscenio uno de los cómicos y gritaba: ¡Viva la Virgen de Guadalupe! e inmediatamente se venían los aplausos sobre aquellos cómicos malos. Continuaban y a poco volvían a meter el choclo y entonces avanzaba otro cómico y gritaba: ¡Viva el señor alcalde! Y todo el público aplaudía Exactamente a ese procedimiento ha recurrido la comisión. La comisión, falta de argumentos,, falta de sustentación científica para venir a defender su dictamen, no hace más que sentir que la Asamblea se aburre de estar escuchando sólo simplezas, y dice la comisión: "¡Muera Pani!" y naturalmente que viene el aplauso en el momento. Se le ve vacilar otra vez y entonces dice: "¡Viva el general Calles, somos muy callistas! Y así, compañero Fabila, no lleva el convencimiento a nadie. (Aplausos.) Es muy difícil, hasta para los hombres mejor preparados, venir a tratar con la suficiencia necesaria un problema tan trascendental y tan complicado como el problema de la plata. Y explicaba yo ayer , ciudadanos representantes, cuál era, en mi concepto, el origen de los dos fenómenos que ocurrían, sin confundir, como pretende el compañero Fábila, el fenómeno moneda acuñada, con la plata vellón; son dos problemas perfectamente distintos que yo delimité y que consta en el DIARIO DE LOS DEBATES en la forma en que mis pocos conocimientos me permitieron.

El compañero miembro de la Comisión, cuyo nombre no recuerdo en estos momentos, el compañero Méndez Macías, fue quien dijo que yo estaba confundiendo y yo no fui quien atribuyera a la Comisión eso. Debemos fijar precisamente los puntos de que se parte y no venir a lanzar especies infundadas Yo ofrecí a ustedes que el día de hoy vendría a demostrar que la Comisión no ha estado en lo justo en el articulado de este proyecto a la Ley de Impuestos y espero poder demostrar punto por punto cada una de mis afirmaciones Aceptando que no se modifique el primer punto presentado por la Comisión en relación con el periodo mensual de la plata, es necesario, señores compañeros, que no nos ocurra en estos momentos lo que ocurrió en los momentos de la crisis de la plata. Es seguro que muchos de los aquí presentes tienen aún la idea de que la plata está en una bancarrota absoluta. Es cierto que la crisis ha llegado a un grado bastante delicado, pero no tan delicado que haga que la Cámara en este caso dicte una ley tan radical como sería la modificación al impuesto minero en la forma en que se propone actualmente. Estudiando datos estadísticos, tanto proporcionados por el Gobierno como proporcionados por cada una de las oficinas que en este caso se encargan de llevarlos a cabo, vemos, compañeros, como decía a ustedes desde ayer, que el promedio de la plata en un periodo no menor de treinta y un años fue de cincuenta y seis a cincuenta y nueve la onza Troy. Ahora seguirá apuntando, en el juicio que sobre mi tiene el compañero Fabila, un argumento....

El C. Baranda Pablo, interrumpiendo: ¿Qué quiere decir Troy? (Risas.)

El C. Zincúnegui Tercero: Compañero, permítame usted, no tengo inconveniente en darle a usted una explicación si usted me permite que sea al final de mi discurso. Ayer, durante muchas ocasiones, se me estuvo interrumpiendo continuamente en esta forma tan poco correcta, que no tiene otro objeto que hacer que el orador se aparte de su discurso, interrumpir su hilación lógica y, naturalmente, compañero, ni el chiste de usted ni algunos otros que se me dirijan los contestaré, sino al final de mi discurso.

El C. Baranda Pablo: No es chiste, es una pregunta.

El C. Zincúnegui Tercero, continuando: Decía a ustedes, señores, que el precio de la plata en un periodo de treinta y un años se sostuvo en un promedio de cincuenta y nueve centavos de dólar; a la fecha, en su periodo de mayor crisis, no llega a descender, ni siquiera a cuarenta y cinco centavos, que es el mínimum que fija la Comisión. Decía yo que hay un argumento que aunque le parezca al compañero Fabila que no debería tomarse en consideración porque viene de parte de la Secretaría de Hacienda, sí tiene una enorme importancia, compañero Fabila. Explicaba yo ayer que, la conversión de dólares americanos plata mexicana trae una enorme ganancia para los vendedores de plata. Ustedes saben perfectamente que el comercio de la plata es la única que en estos momentos debe tener dos ganancias a un mismo tiempo en lo que se refiere a conversión de moneda: ganancia primera: la que existe entre el desequilibrio del dólar al oro mexicano, que actualmente son aproximadamente como tres puntos;número dos : la conversión del oro a la plata mexicana. La mayor parte de las empresas mineras, si no es que la totalidad, hacen todas sus inversiones en México a base de peso mexicano en plata; en consecuencia, ese desnivel a favor suyo viene a compensar en gran parte lo que pudiera exceder en el gravamen del impuesto; es decir, ese argumento que el compañero Fabila repetía ayer en esta tribuna por el solo hecho de venir de la Secretaría de Hacienda, no debemos dejar de tomarlo en consideración. Yo creo, compañeros, que en estos momentos lo único que la Cámara está pretendiendo hacer, por lo menos lo que pretende hacer la Comisión, es que nos convirtamos en protectores de unas empresas que en realidad no se encuentran atravesando por una crisis tan grave. Todos ustedes saben que desde el mes de octubre el compañero Espinosa y Elenes propuso su proyecto de reformas a la ley de impuestos, y hasta la fecha no habían surgido en lo absoluto ningún conflicto relacionado con el mismo problema, mejor dicho, ya casi todo se iba quedando en su estado normal; las compañías mineras encontraban cierto equilibrio por el desnivel en el cambio de moneda y casi estaban ya conformes en que no se hiciera esa rebaja en los impuestos. Esto se puede comprobar, porque en la misma Secretaría de Industria y Comercio obran documentos que comprueban que muchas compañías habían acabado por confesar tácitamente que el desequilibrio no las perjudicaba al grado de llegar a la paralización de los trabajos. Por otra parte, señores representantes, pasado el momento de crisis, ya la plata comienza a reaccionar, aunque aquí en México las noticias nos llegan a través de las bolsas de valores interesadas muchas veces en ocultar los movimientos del alza y baja de los metales; en las bolsas de Nueva York, París, y muchas otras principales en cuestión de finanzas, como Londres, etcétera se viene notando una tendencia marcadísima hacia el alza de la plata. Ahora hay algo de más fondo en esto: como yo explicaba a ustedes, señores, la forma en que vamos a subvencionar a la industria minera es algo altamente perjudicial para otra clase de industria porque la exención, no exención, que es anticonstitucional, la reducción de impuestos tiene que gravitar forzosamente sobre algunas otras industrias. Aquí tengo algunos datos estadísticos que prueban cuáles han sido los ingresos durante los últimos años, causados por la plata; en 1919 fue de diez millones; subió a once millones, trescientos mil, en 1920; en 1921 bajó a dos millones cuatrocientos treinta y siete mil. Les parecerá a ustedes raro, este descenso en la recaudación por la plata, pero se explica fácilmente si recuerdan ustedes que en el año de 1921 el señor Obregón, atendiendo a una crisis parecida que surgió en aquellos momentos, lanzó un decretó que tiene casi íntimo contacto con el que hoy se pretende, es decir, reduciendo casi al mínimo el impuesto de la plata. Eso se tradujo en una perdida de ocho a diez millones para el erario nacional. Ahora bien, yo pregunto lo siguiente: si está debidamente probado que la plata en los actuales momentos comienza a reaccionar, que ha pasado el momento de la crisis, que las empresas podrán con un pequeño sacrificio

sostenerse, aplicando en estos casos los medios de reducción en el precio de costo, mejorando la producción sin necesidad de reducir obreros, pero sí procurando rehacer sus beneficios de metales con mayor perfeccionamiento, ¿vamos nosotros a sacrificar estos diez o doce millones que forzosamente vendrán a redundar en perjuicio de las otras industrias? ¿No tiene conocimiento la Asamblea de que ya el Ejecutivo dio orden de que se reduzca todavía más el número de empleados de todas las dependencias del Ejecutivo?

¿No sabe la Cámara que hay la amenaza para el año entrante de reducir en un diez por ciento - en un diez por ciento, fíjese bien la Asamblea - , el sueldo de los empleados, cuando sobre el empleado gravitarán no sólo ese diez por ciento, sino además el tres o el cuatro por ciento para el seguro de vida y no sé que otras tantas reducciones que se le hacen? ¿Va a ser justo, señores, que sacrifiquemos a tal grado los intereses nacionales por un verdadero bluff como es el que en estos momentos está ocurriendo ya? Yo admito que en octubre, cuando el problema asumía caracteres de verdadera catástrofe, nos hubiéramos precipitado, hubiéramos llevado nuestro contingente a solucionar esa enorme crisis; pero en los actuales momentos, señores representantes, necesitamos irnos con pies de plomo y sacrificar hasta donde menos sea posible a las demás industrias y al fisco federal. En consecuencia, señores, aceptando el caso de que esta Asamblea no tomara en consideración la reducción de estas cuotas, no juzgo de manera pertinente el nuevo proyecto del compañero Espinosa y Elenes, porque entonces se cometería la irregularidad de gravar únicamente a la Federación con el impuesto o con la reducción, mejor dicho, y a los Estados dejarlos sin tocar. Lo justo, lo equitativo en puridad de verdad, sería que también los Estados se sacrificaran un tanto; pero, repito, es muy justo que alguna vez los Estados permanezcan incólumes ante los ataques de la Federación. La Federación ha reabsorbido siempre todos los productos a que tienen derecho los Estados y los ayuntamientos y es justo que en este caso, a título de revancha de los Estados contra la Secretaria de Hacienda, permanezca esta cuota; pero esto no quiere decir que se tomen en consideración todas estas razones al nuevo proyecto de ley del ciudadano Espinosa y Elenes, proyecto que, como los que se han presentado en esta ocasión, casi apenas hemos tenido tiempo de conocer,, y sólo por una explicación verbal que me hizo el compañero Espinosa y Elenes, pude darme cuenta de que en resumidas cuentas lo que él pretendía era que la Federación cargara con toda la reducción de los impuestos. En consecuencia, y a reserva de objetar más tarde otros puntos a que me referí ayer, ya que la Cámara parece que está inclinada a no cejar un punto en la reducción de los impuestos, dejémoslos tal como están, no tomando en consideración la proposición del compañero Espinosa y Elenes.

El C. Espinosa y Elenes: Pido la palabra para hacer la interpelación al orador, si me lo permite. En la breve exposición que hice en la tribuna manifesté que, a mi juicio, ni con las reducciones que ahora propongo, en vista de la intransigencia de algunos compañeros, entre los cuales se encuentra usted, ni con esas reducciones se salva la crisis que actualmente existe en la minería. Si yo fuera intransigente, sostendría el punto de vista de mi primer proyecto, esto es, hacer un estudio detenido para saber cuándo las compañías dejan de tener utilidades y cuándo se obtengan, es decir, cuando se sepa a qué tipo no se obtienen utilidades, proponer la exención de impuesto a partir de ese tipo para abajo, es decir, a medida que vaya bajando el tipo de la plata. Tomando en consideración que el proyecto del general Obregón en 1921, mejor dicho, el proyecto que se aceptó en esa fecha dio magníficos resultados, sin que por esto podamos decir que el general Obregón faltó un ápice a sus deberes como gobernante, sino que, por el contrario, se percató perfectamente de que el problema era grave;; si tomamos en consideración eso, lo lógico sería que se aprobara el proyecto que yo presente, que es exactamente igual a la iniciativa del general Obregón en esa ocasión. Actualmente la crisis es más grave que entonces, y sin embargo de que muchos compañeros me han dicho que el erario está en malas condiciones, otros compañeros se oponen a que haya reducción en las cuotas que establece la actual ley de Impuestos a la minería. Y yo no quiero aparecer como intransigente, por eso propongo estas cuotas consecuente con el criterio que sostuve ayer, de que no debe reducirse a los Estados. Sin embargo, repito, ni con esas cuotas se va a resolver el problema de la baja de la plata y van a continuar los paros sin que podamos detenerlos, porque el capital forzosamente tiene que defenderse y los más perjudicados en esta difícil situación son los obreros, a quienes yo trato de defender. Yo pregunto a usted, compañero, ¿cree usted que con las cuotas que establezco en el proyecto que acabo de presentar se resuelve la crisis?

El C. Zincúnegui Tercero; Voy a tener el gusto de contestar a usted, compañero, manifestándole lo que ya dije hace breves momentos, que en esto, en el fondo, hay un enorme, un gran bluff. La crisis minera, aunque el compañero no está de acuerdo en ello, paso ya de su momento álgido... (Voces: ¡Ahora está más dura que nunca!) La crisis minera, repito, paso de su momento álgido en estos momentos se nota ya una reacción favorabilísima; todos los centros mercantiles del mundo se han dado cuenta de la imposibilidad de la realización del talón oro, inclusive la India, que ha sido el pretexto para la baja de la plata. Ustedes saben que otra gran nación que es un mercado para la plata es la China, la cual en vista de los cambios políticos y de su anormalidad económica, ha dejado de ser uno de los grandes compradores, pero ya nuevamente la China comienza a hacer gran demanda de plata y esa circunstancia ha ocasionado el que la plata reaccione y que todos...

El C. Baranda, interrumpiendo: ¿A qué precio está, compañero?

El C. Zincúnegui Tercero, continuando: Compañero, naturalmente que dentro del momento de crisis ocurre lo que con un enfermo que está sanando: que el termómetro oscila entre puntos y es muy natural que un día tenga un poco más y otro menos, pero siempre aumentando; y el precio de la plata, si usted observa del mes de octubre acá, tuvo

una baja muy marcada hasta llegar a 54 ó 53 pero notaría usted que después ha tenido fluctuaciones tendientes siempre a subir. El día de hoy , por ejemplo, en esta cuestión de la moneda de plata se notó una tendencia al alza. Ahora compañeros, las medidas que usted dicta ni otras que usted duplicara, alcanzarían a salvar la situación de la crisis de la plata, si está efectivamente existiera en estos momentos, pero yo sostengo en esta tribuna que la crisis de la plata paso y que ahora nosotros no vamos a sacrificar otros intereses u otras empresas en beneficio de algo que está ya casi conjurado. Si usted ocurre a la misma Secretaría de Hacienda o a la Secretaría de Industria, Comercio y Trabajo, podrá obtener datos verídicos fehacientes de lo que le digo en estos momentos.

El C. Espinosa y Elenes: Pido la palabra únicamente para hacer una observación sobre lo que ahora dijo el compañero, observación breve. contra las predicciones del compañero Zincúnegui Tercero están las predicciones de todos los especialistas de la materia. Yo me he puesto a estudiar la cuestión y he leído los boletines financieros de Londres...

El C. Zincúnegui Tercero, interrumpiendo: Los que conocemos aquí.

El C. Espinosa Elenes, continuando: El Boletín Minero de Estados Unidos y todos predicen que en el transcurso de 1927, la plata estará fluctuando. Esto quiere decir y yo soy el primero en sostenerlo, que la baja de la plata se debe a una gran especulación, a una jugada de bolsa de la cual nosotros somos las víctimas; pero de todos modos, compañeros, es una situación de hecho que tenemos que resolver de alguna manera, porque por desgracia nosotros no fijamos el precio de la plata, son naciones extrañas las que fijan ese precio y, por consecuencia, debemos tomar medidas encaminadas a conjurar esta crisis que esa gran jugada de bolsa ha creado en nuestra minería; en consecuencia, el compañero no es lógico en sus razonamientos. Yo pido en definitiva que ya que las comisiones han aceptado las modificaciones que propongo, se vote en su oportunidad en ese sentido.

El C. Zincúnegui Tercero: Si la Asamblea quiere tomar en consideración las proposiciones del compañero Espinosa y Elenes, yo repito que en este caso no tengo ninguna objeción que hacer. Como la comisión desea que de una vez se hagan todas las objeciones que se tengan que hacer al proyecto de ley, yo creo que esto en nada se opone al Reglamento, puesto que algunos articulados no están en relación. En el artículo 1o. está la parte relativa:

"Las cuotas anteriores podrán ser aumentadas por la Secretaría de Hacienda en la misma proporción en que las empresas reduzcan el tipo de los salarios de los trabajadores, por motivos aceptados por las autoridades competentes, tomando como base los tipos de la fecha en que entre en vigor este decreto".

Pues yo decía ayer que, en mi concepto, esto era equivalente a una invasión de facultades que no nos corresponden. Yo pregunto a un abogado de la Cámara si es posible que en una ley fiscal exista una sanción que debería figurar en el artículo 123 o en la reglamentación del citado artículo 123. Nosotros sabemos demasiado que el artículo 123, tiene lo relativo a aplicar el salario mínimo que deberá disfrutar el trabajador, salario que, como especifica aquí después, será el suficiente para subvenir a las necesidades de los trabajadores, tomando en consideración las regiones, etcétera, etcétera. Por otra parte, en la fracción B. del inciso 27 del mismo artículo 123 se habla de las que fijen un salario que no sea remunerador a juicio de las juntas de Conciliación y Arbitraje. Como se ve, la Construcción en su artículo 123 prevé todos estos casos y delimita las funciones en lo que se relaciona a los trabajadores. En consecuencia, tratándose de una ley de impuestos no puede incluirse aquí una sanción, porque esto viene siendo a manera de sanción penal, la de castigar a los empresarios que reduzcan los salarios y deducirles lo que se les haya deducido en esta reforma a la ley de impuestos. Yo sostengo, ciudadano Fabila, sin estar en desacuerdo, porque debe protegerse al trabajador, en que no debe incluirse en la ley de impuestos, sino que esto deberá fijarse en la reglamentación del artículo 123. Esta es la petición que hago a este respecto.

El C. presidente: En vista de haber transcurrido el tiempo reglamentario que marca el artículo 102 para hacer uso de la palabra los oradores, se pregunta a la Asamblea si permite que siga en el uso de la palabra el orador. (Voces: ¡Sí! ¡Sí!)

El C. Zincúnegui Tercero, continuando: No cansaré más a ustedes, ciudadanos diputados, y sólo voy a permitirme hacer una nueva observación. Dice:

"A las empresas mineras a que se refiere este decreto, que están alejadas más de treinta kilómetros de una vía económica de transporte, se les abonará con cargo al impuesto de producción, el importe del flete ordinario del centro de extracción al punto más próximo de esta vía. La Secretaría de Hacienda determinará el monto de este descuento".

Como ustedes ven, compañeros, esto es algo mucho muy difícil de precisar. Entre otras cosas, la Secretaría de Hacienda nunca podrá fijar el monto de ese impuesto desde el momento en que parece de los datos suficientes para hacerlo. Como decía yo a ustedes el día de ayer, los pequeños productores de metales siempre son subsidiarios de las grandes empresas y esas grandes empresas no pagan más que el costo de exportación, el costo de exportación, que debería de equivaler al costo de importación, cosa que hasta la fecha no se ha logrado, en virtud de la falta de datos con que se tropieza en la organización de la Secretaría de Hacienda. Ustedes saben perfectamente que la Secretaría de Hacienda no estaba preparada en lo absoluto para esta clase de empresas. Cuando la Secretaría de Industria y Comercio fue a tratar de tener discusiones con la Secretaría de Hacienda no se tenían datos de ninguna naturaleza y que los "magister dixit", los señores de muchas polendas de la Secretaría de Hacienda, objetaban sin decir la causa. Decían, por ejemplo, que la ley

sobre industrias mineras era mala pero nunca supieron rebatirla en el terreno científico, porque ocurría que nunca sabían ni cuantas pertenencias existían ni su localización, ni todos los datos relacionados con la minería. Esto, como ustedes comprenden, es una de las grandes dificultades para que la Secretaría de Hacienda pueda fijar el monto de ese impuesto. Además - hacía yo la objeción ayer - , puesto que aquí no se dice que la diferencia se procure en una u otra forma, yo que juzgo que si lo que se quiere es beneficiar a las industrias que están lejos de las vías de comunicación, deberá hacerse, pero en forma que no se oponga tampoco con lo que sostiene el compañero, porque el artículo 28 dice, entre otras cosas: "En los Estados Unidos Mexicanos no habrá monopolios ni estancos de ninguna clase; ni exención de impuestos;..."

Esto no es otra cosa que una exención de impuestos; una exención que no se tiene en ninguna otra industria. ¿Por qué motivo, compañero Fabila, no propone usted la misma exención para el algodón, para otros tantos productos que están en igualdad de condiciones, alejados de toda vía de comunicación? Este es un caso particularísimo en el cual se haría un exención al impuesto Si se quiere favorecer, que se busque la forma legar sin salirse de la Constitución, porque esto es en realidad un ataque contra la Constitución. No deseo seguir cansando más a la Asamblea y espero que la comisión se sirva manifestar su criterio a este respecto.

El C. Fabila: Voy a pagar al ciudadano Zincúnegui el cuentecito que dedicó a las comisiones. Hace pocos días tenía yo un albañil, cuya última profesión había sido la de gendarme de los no técnicos, es decir, de los de a uno cincuenta, y le preguntaba yo: ¿Por qué has cambiado de oficio y vienes a ganar ahora veinticinco que te pago, en vez de uno cincuenta que ganabas en la gendarmería? Pues, señor, me contesto, con la exaltación de los gendarmes "ténicos", ya nosotros no tenemos verdaderamente un trabajo productivo, y figúrese usted el error del señor Cruz, de mi general Cruz - decía él - , al haber creado los gendarmes "ténicos". Esos "ténicos" no sirven para nada, porque verá usted lo que pasó: estaba una vez de punto en la Merced y vi que llegaba un gendarme "ténico" de mucha corbata negra, cuello almidonado, pantalón de quebradura perfecta, peinado con mucha pomada, su cachucha de lado etcétera. en fin, un verdadero gendarme "ténico" y se acercó éste a un peladón medio borracho, sombrero remangado y de mala catadura y le dice: "Ciudadano, en nombre de la ley os conmino a que os déis preso". El peladón aquel sacó su "chafalote", se le quedó mirando y le metió en la barriga el instrumento aquel, quedando moribundo el gendarme "ténico". Y agregó este comentario el gendarme no ténico, aquel que me contaba la historia: "Figúrese usted lo que haría mi general Cruz con todos estos pelados que no entienden nada de "técnica" ni de "técnicos; lo único que entienden es de madre y a esos hay que llegarles de madre, porque es imposible poder con ellos de otro modo. No es alusión personal.... (Una voz: ¿Moraleja?) Moraleja: que como en esta Cámara, al menos yo no me considero diputado técnico, pues tengo que cometer o seguramente habré cometido errores respecto a los cuales yo pido perdones al diputado Zincúnegui Tercero y a los demás diputados técnicos, y ruego que sólo vean en esto mi buena voluntad para resolver un problema respecto del cual seguramente no estoy totalmente preparado.

El compañero Zincúnegui dijo que las cuotas que había fijado la Comisión eran arbitrarias o por lo menos que no estaban fijadas dentro de la estadística, dentro del tecnicismo minero. Las cuotas no son de la Comisión, compañero, sino de la Secretaría de Hacienda; de manera que en todo caso el error es de los técnicos de la Secretaría de Hacienda. El compañero Zincúnegui Tercero se ha hecho solidario de las afirmaciones del compañero Santaella cuando dice que actualmente casi ya no hay crisis minera, puesto que con el alza en el campo de plata y respecto del oro, las compañías mineras se resarcen de la pérdida por la baja del metal plata. Así, pues, y aun aceptada la afirmación del compañero Zincúnegui y del ingeniero Santaella, debe fijarse el compañero Zincúnegui en el cargo que le hacía yo el ingeniero Santaella ayer, es decir, que si vamos a confiar la solución de la crisis de la plata a la situación de los cambios, las compañías mineras podrán subsistir, podrán sobrevivir a la crisis, pero a costa del sacrificio y de pérdidas de las demás fuerzas vivas del país, del comercio en general y especialmente de los consumidores y particularmente de los obreros mineros, puesto que si a ellos se les pagara con oro, perfectamente, entonces recibirían el mismo beneficio que las empresas mineras; pero como el compañero Zincúnegui ha puesto por base para la compensación que reciban las compañías mineras las dos ventajas que resulten en el cambio de la plata por el oro y del oro por dólares, resulta que entonces se agrava todavía más la situación de los trabajadores mineros, puesto que a ellos no se les paga con oro sino con plata. De suerte que aun cuando sea exacto que por esa diferencia o situación de los cambios las empresas mineras no están a punto de ir a la bancarrota, sí es indispensable procurar alguna otra situación a la crisis de la minería a efecto de que no descanse sobre la diferencia de los cambios, difieren que indiscutiblemente tenemos que procurar que deje de existir, diferencia de cambios que probablemente fue lo que me sugirió una conexión del problema de los cambios con el de la plata, ayer, y que motivó mi discusión alrededor de la labor del señor Pani. Creo que el compañero Zincúnegui se convencerá de que la base que propone el señor Santaella para decir que ya los mineros por ningún concepto esta Cámara, ni creo que la aceptará el bloque laborista, que es el más obligado a defender los intereses de los trabajadores mineros. El compañero Zincúnegui, con datos estadísticos más o menos incompletos, pero de todas maneras mucho mayores que los que yo puedo aportar, que no han sido ningunos, afirma que el erario nacional sufriría una fuerte pérdida con la rebaja de las cuotas que proponen las comisiones. Esta pérdida existe o existirá, pero no en la proporción que el diputado Zincúnegui manifiesta. El puso el caso de la crisis de 1921, en la que el

erario nacional perdió, como él dice, alrededor de diez millones de pesos; pero actualmente hay que considerar que la rebaja que nosotros proponemos a la tarifa fluctúa entre el quince y el veinte por ciento. De manera que si consideramos la recaudación minera por impuesto de la minería, tendremos una pérdida para la nación cuando más de tres a cuatro millones de pesos, siempre que no se presentaran las circunstancias favorables que el mismo señor Zincúnegui Tercero, haciéndose eco de la Secretaría de Hacienda, manifiesta al decir que no hay más que un gran bluff en esto de la baja de la plata. Si es un bluff esa baja, pues entonces subirá el precio de la plata en Nueva York y se aplicaran los derechos más altos de las tarifas y en ese caso la pérdida del Erario será menor y tal vez no sea ninguna. De manera que, en concreto, respecto de lo que propuso el diputado Espinosa y Elenes, las comisiones siguen estando de acuerdo con él y lo acepta o lo aceptará si la Asamblea no acuerda otra cosa. El compañero Zincúnegui objetó él párrafo segundo del artículo 1o. que se refiere a que la Secretaría de Hacienda aumentará el impuesto fijado o las cuotas señaladas, en la misma proposición que las empresas disminuyan los salarios y dice que ésta es una invasión de facultades, que es un absurdo mezclar en una ley de impuestos un asunto que corresponde a la reglamentación de la Ley del Trabajo, o sea el artículo 123. Creo sinceramente que el compañero Zincúnegui Tercero no ha tenido tiempo bastante para estudiar este párrafo o que está totalmente equivocado, porque no se trata ni siquiera de que la Secretaría de Hacienda haga la calificación de cuándo las empresas bajen los tipos de los salarios; no se trata tampoco de que la Secretaría de Hacienda tenga facultades para mandar investigar cuándo se han realizado estas bajas de los tipos de los salarios porque perfectamente decía el párrafo cuando dice que sean bajas aceptadas, por las autoridades competentes.

El C. Zincúnegui Tercero: ¿Me perdona? Eso lo agregó su señoría después de la sesión de ayer.

El C. Fabila: No compañero, esto está en el dictamen desde hace cuatro días, en que fue publicado por la prensa en los periódicos diarios.

El C. Orozco David: Ruego al compañero Fabila nos diga si cree que los obreros a quienes se les ha bajado sus salarios se beneficiarán si el Fisco duplica el impuesto en proporción a la baja. ¿En qué se beneficiarán los obreros en ese caso? ¿Qué le importa a un obrero, a quien le han bajado el salario, que la Secretaría de Hacienda cobre más a las empresas mineras? (Murmullos.) ¡A él le bajan el salario; en cambio el Fisco cobra más! Dice la comisión que eso se hace en beneficio de los obreros, y yo le pregunto: ¿En qué se beneficia un obrero cuando le han bajado el salario, si no cobra él más, si no es el que tiene una compensación, sino el Fisco?

El C. Fabila: Con una poquita de acuciosidad, el compañero Orozco se habrá ahorrado esa interpelación.

El C. Orozco: La hice de adrede.

El C. Fabila: Pues si la hizo de adrede, huelga la explicación .

El C. Orozco: No, para manifestar el absurdo.

El C. Fabila: Pueden presentarse dos casos, compañeros: Que las compañías mineras tengan necesidad de reducir sus salarios forzosamente, como indudablemente es el caso a que se refiere este artículo, y en ese caso, como empresas, buscarán el máximum de esa reducción. Concretamente pongamos un salario de dos pesos; ellos, teniendo razones para bajar sus salarios, procurarán bajarlos cincuenta centavos. Si los obreros no permiten esta baja y se van a sus casas o abandonan el trabajo, entonces pudiera ser que tuviera razón de ser la interpelación de usted; pero ya será culpa de los obreros, porque no querían alegar; pero si ellos objetan esa baja de las compañías, seguramente que con la amenaza que éstas tienen de que se les aumenten las cuotas, harán su cálculo diciendo: "¿Qué nos conviene más: bajar cincuenta centavos en el salario, soportando el aumento de cuota que nos pondrá la Secretaría de Hacienda, o rebajar veinticinco centavos solamente para que no nos toque un alza de cuota mayor de la que nos correspondería si fuera cincuenta centavos los que rebajáramos?"

El C. Orozco, interrumpiendo: De todos modos les conviene bajar los salarios.

El C. Fabila, continuando: Indiscutiblemente los salarios bajarán; las empresas procurarán bajar los salarios; de manera que desde el punto de vista obrero es una amenaza para las compañías, siquiera sea para que no lleguen a un límite exagerado en la rebaja de estos salarios, y por lo que se refiere al Gobierno, ya que el compañero Treviño, ayer, claramente expuso las razones que existen para esta condición, y fue que si las compañías, en virtud del apoyo de los Gobiernos locales - y citó el caso de Colunga, que ha autorizado rebajas - obtuvieran autorización para rebajar sus salarios, siquiera que la Federación aproveche lo que no han podido aprovechar los obreros, en virtud de que la autoridad no les presta más facilidades.

El C. Orozco: ¿Que el Fisco aproveche lo que dejan de ganar los obreros? ¡Muy felices se encontrarán los obreros con esto!

El C. Fabila: Insisto en que el compañero se dé cuenta de que en un caso los obreros tendrán la posibilidad de aprovechar esta circunstancia para que no se les rebajen demasiado los salarios, es decir, más allá de lo tolerable, y en otro caso, si los obreros no han de recoger ningún beneficio, siquiera que el Fisco no otorgue una franquicia sin la correspondiente ventaja para los obreros. El compañero Zincúnegui, según esto, parece que quedó convencido de que el párrafo primero está correcto.

El C. Zincúnegui Tercero: Para una pequeña aclaración, si me lo permite usted. Es que ustedes ponen la obligación como potestativa para la Secretaría de Hacienda, porque ustedes dicen podrán y no dicen deberán hacerse estas reducciones, etcétera; así es que si la Secretaría de Hacienda no quiere hacerla, no lo hará.

El C. Fabila: Si lo desea el compañero Zincúnegui, podremos cambiar el término podrán por el de deberán. En una deficiencia; no soy abogado y no sé la fuerza que pueden tener los términos en esta materia; de modo que cambiaremos esos términos. El párrafo tercero lo objetó

también el compañero Zincúnegui en la parte relativa, si mal no recuerdo, diciendo que era anticonstitucional la exención. Según el criterio, permítaseme el término ingenieril del que habla, yo creo que no es una excepción ni está en contra de la Constitución; yo más bien le doy un carácter de suspensión y no de exención; sin embargo si algún jurisconsulto quiere iluminarme en este caso, con todo gusto aceptaría yo sus sugestiones; pero estoy seguro de que no es anticonstitucional, porque el mismo general Obregón puso en vigor el decreto a que antes no hemos referido y en que expresamente decía - allí ni siquiera buscándole la vuelta como nosotros - , que quedaban exentos de impuestos, a partir de tal valor, los productos de las minas de plata; de manera que por ese precedente infiero que no es anticonstitucional esto.

El C. Madrigal: ¿Me permite una aclaración? Lo anticonstitucional es la exención, en la industria de la plata, de determinadas empresas y allí se refiere la exención de impuestos a las pequeñas empresas, cuya calificación queda a juicio de la Secretaría de Hacienda. Esto es lo que es anticonstitucional, no precisamente que se les supriman impuestos a las empresas en general. La razón de que sea inconstitucional estriba en que las empresas que no gocen de la exención, se juzgan vulneradas porque quedan en mejores condiciones las otras empresas a las que se hace la exención de impuestos; quedan en mejores condiciones para hacerles competencia y entonces la libre concurrencia no se realiza; por eso es el principio anticonstitucional Así es que lo que está mal hecho es que las pequeñas empresas queden exentas de impuestos y no las grandes, porque entonces se hace nugatorio el principio; las grandes empresas recurrirán a la vía de amparo. Por tanto, o se hace la exención de impuestos a todas, o a ninguna. (Murmullos.)

El C. Fabila: Doy por verídica la opinión jurídica del compañero Madrigal.

El C. Zincúnegui Tercero, interrumpiendo: ¡Yo protesto! (Una voz: ¡No puedes protestar!)

El C. Fabila, continuando: ... pero de cualquiera manera yo estimo que ni en el mismo precépto constitucional está claro el principio para que pudiéramos calificar a este ordenamiento de anticonstitucional. Y en segundo lugar, ya existen numerosos precedentes que autorizan a las comisiones para sostener su punto de vista.

El C. Balderas, interrumpiendo: Compañero: Estimo que este párrafo sale sobrando por esta circunstancia: Tengo entendido que ninguna de las pequeñas empresas exportan su plata. Generalmente tienen celebrados contratos con las grandes empresas, que son las fundidoras; recuerdo, entre otras, la "American Smelting", la "Peñoles", la "Real del Monte" y la "Teziutlán Copper Co." Generalmente son las empresas grandes, las industrias poderosas, las que hacen exportación; mediante contratos que tienen celebrados con las pequeñas empresas, reciben sus minerales para hacer maquila - como la llaman ellos - , es decir, para beneficiarlos. Después se hace una liquidación de acuerdo con el precio que tuvo la plata y el precio a que la compañía minera la vendió, descontando un tanto por ciento que previamente han arreglado. ¿En este caso no considera usted que ponemos en graves aprietos a la Secretaría de Hacienda para hacer efectivo ese impuesto, puesto que las compañías que tienen contratos para la entrega de sus minerales, van a alegar que son pequeñas industrias? y como las grandes industrias cuentan con pocas minas y se dedican a comprar a los demás mineros todo su metal, resultaría que a la postre, como dije a ustedes antes, son todos los pequeños mineros los que hacen las entregas de mineral a las grandes compañías.

El C. Fabila: Con respecto a la opinión del compañero, debo manifestar que la comisión tiene en cartera por lo menos tres indicaciones de mineros que se califican ellos a sí mismos pequeñas empresas y que nos recomendaron para su beneficio que pusiéramos este precepto; de manera que lo indicado por usted no es una regla general, puesto que, repito, existen casos concretos de que sí serían beneficiados por este precepto y en estas mismas condiciones, nos dijeron que había innumerables empresas que serían altamente beneficiadas con esta disposición; pero como en realidad se trata en este caso de un asunto - aquí si en serio - técnico, yo me guié por la opinión de los técnicos de la Secretaría de Hacienda a este respecto. El señor Santaella, representante de la Secretaría de Hacienda, no objetó esta disposición sino por una circunstancia a la que usted no le ha dado importancia ni yo tampoco: por la circunstancia de que queda a la facultad de la Secretaría calificar cuáles son las pequeñas empresas; de manera que la Secretaría de Hacienda acepta el precepto y ella de una manera graciosa, y presumiendo de honradez, quería que se eliminara esta facultad discrecional para calificar a las pequeñas empresas, lo que seguramente se prestaría para coyotajes. Y en todo caso, como la Secretaría de Hacienda no objetó esto, creo que podemos dejarlo, a reserva de que alguna vez la Secretaría lo refute formalmente. En consecuencia, ciudadanos diputados, creo que si los opositores a estos tres párrafos han convenido con las condiciones en que substancialmente están bien, las comisiones, pues, modificarán el párrafo primero en los términos que indica el ciudadano Zincúnegui, poniéndolo con carácter de obligatorio y también modificarán el párrafo tercero, agregándole una frase para que el abono que se haga a las compañías por concepto de fletes, cuando éstas estén a más de treinta kilómetros de una vía de comunicación, solamente alcancen hasta el límite del impuesto, que era uno de los puntos aclaratorios que querían las compañías. Y por lo que respecta a la modificación propuesta por el diputado Elenes, creo que también la Asamblea la ha aceptado, y en ese caso, si ya no hay más objeciones la comisión...

El C. Enciso Enrique, interrumpiendo: Pido la palabra. Ya que el compañero toca el punto de las pequeñas empresas, yo tengo que hacer algunas objeciones en ese sentido. Yo creo que este párrafo no está en una forma clara ni conviene dejarlo así por ningún motivo. Dice: "Quedan exentas de este impuesto las empresas mineras que la Secretaría de Hacienda califique como "pequeñas empresas".

Yo he oído hablar del señor Pani que es esto, que es lo otro, y no tengo el gusto de conocerlo. La vez que se rindió el informe presidencial paso junto a mí, dejando un ambiente de "Flores de Amor"; es la única vez que lo he visto, la vez que lo conocí. (Voces: ¡No se oye!) Decía yo que tengo que hacer algunas objeciones en este punto, relativas a las pequeñas empresas. Si a la Secretaría de Hacienda se le deja la faculta de calificar cuáles son las pequeñas empresas, resulta que no va a haber una empresa grande. Hay un dicho que dice que "con dinero baila el perro", y en la Secretaría de Hacienda hay un perro muy bailador; ese perro se mueve con un resorte - "Madein U. S." - que le dan compañías mineras. De manera que esa facultad no viene sino a perjudicar a las mismas compañías y a los trabajadores, por ende. Yo sugiero al compañero que se modifique, o que se exprese en una forma clara cuáles son las pequeñas empresas; que dijera el párrafo más o menos: "Cuando la plata esté en Nueva York a cincuenta y tres centavos, quedan las pequeñas empresas mineras exentas de este impuesto." Pero debe decirse cuáles son las pequeñas empresas, por ejemplo: las que hayan manifestado determinado capital para trabajar y aquellas que ocupen determinado número de obreros. De otra manera no va a resultar ninguna empresa grande.

El C. Montes de Oca, interrumpiendo: Las que digan los gobernadores de los Estados.

El C. Enciso: No, porque Colunga no calificaría a ninguna empresa como grande.

El C. Fabila: Ya había yo manifestado a algún compañero que hacía esa manifestación, que estábamos de acuerdo en fijar algunas características a las pequeñas empresas. La dificultad estuvo en que algunos opinaban que se pusieran cien mil pesos de capital, y otros cincuenta mil, etcétera. Yo creo que una pequeña empresa podríamos calificarla como aquella que hubiera manifestado un capital de cincuenta mil pesos, si está de acuerdo el compañero....

El C. Zincúnegui Tercero: Para una aclaración. Yo creo, compañero, que en la fijación de lo que es una pequeña empresa no debería tomarse en consideración el capital que tuviera manifestado, desde el momento en que no desde luego va a poner un juego todo ese capital. La base racional, en caso dado, sería el número de pertenencias. (Voces: ¡No! ¡No!) Por ejemplo, podría considerarse una pequeña empresa o como pequeña propiedad, de algún particular, aquella que no posea más de una a diez pertenencias.

El C. Fabila: La comisión no está de acuerdo con el criterio del compañero Zincúnegui, porque el caso más común es el de que en una pertenencia se encuentre una propiedad de un valor muy superior. (Aplausos.)

El C. Zincúnegui: ¿Pero entonces en qué otra forma?

El C. Fabila: La Asamblea debe tener el criterio de que las comisiones han puesto este precepto sólo como una buena intención para desarrollar los pequeños intereses mineros; pero que, seguramente, ni aun con esta franquicia algunos pequeños intereses podrán desarrollarse. (Voces: Que se suprima mejor.) No, compañero, porque hay casos que yo podría citar, en mi distrito especialmente, en que lo que más afecta a los pequeños mineros es el impuesto Ellos mismos, con cuatro o cinco trabajadores, sacan su metal, lo benefician rudimentariamente y lo venden todavía en forma imperfecta y a ellos sí les beneficiaría esto y tal vez les daría oportunidad para desarrollarse un poco.

El C. Balderas: Precisamente por esto insistía yo en el asunto. Como decía a usted, va a ser sumamente difícil para la Secretaría de Hacienda el poder estar aceptando esas reclamaciones que seguramente harán todos los mineros en pequeño por el metal que les venden a las grandes compañías, y resultaría a la postre que una vez que llegue el precio de la plata a 53 centavos la onza, no percibirá el fisco un solo centavo por la exportación, debido a que, como manifesté a usted antes, las compañías mineras no se dedican precisamente a la explotación de minas, no quieren hacer este negocio por su cuenta, en realidad se dedican a comprar a los pequeños mineros el metal que les venden. El negocio de esos señores consiste en la afinación y la fundición de ese metal, así como en su exportación. He visto prácticamente la forma en que lo hacen, compañero Fabila, y por eso me permito insistir. Llega, por ejemplo, un carro de la Compañía Fundidora de Peñoles, a su estación, en donde tiene que afinar; allí se toma nota de lo que lleva, y después a cada uno de los interesados le entregan una nota de liquidación en que le dicen: "Tantas toneladas de mineral que recibimos en bruto, produjeron tantos kilos de plata", por la parte que le corresponde a aquel individuo, y sobre eso le cargan lo que corresponde al impuesto, a gastos de flete, etcétera, etcétera. Quiere decir que si se queda esto vivo, las grandes compañías van a decir: "Nosotros únicamente afirmamos, somos fundidoras, no somos productoras; las productoras son las pequeñas. Devuélveme el impuesto". Es preferible suprimir este párrafo desde luego.

El C. Fabila: No creo que tenga razón el compañero Balderas.

El C. Portales, interrumpiendo: ¿Me permite una aclaración? Honorable Asamblea: Yo creo que este artículo que está a discusión - El párrafo tercero - debe ser bien amplio. Dice: "Quedan exentas de este impuesto las empresas mineras que la Secretaría de Hacienda califique como "pequeñas empresas..." Esto debe ser en los metales pobres, porque hay pequeñas industrias que tienen leyes, que sí pagan perfectamente....

El C. Fabila: Aquí hay un artículo para los metales pobres.

El C. Portales, continuando: Quiero referirme al párrafo cuarto. En esto creo que sí está justificado, porque simplemente en los Estados de San Luis y de Coahuila, que son los que atravieso cuando estoy en servicio en los Ferrocarriles, hay metales que llegan en tres días en carretas, y esos sí se benefician, y en estos momentos muchos de ellos están paralizados por la baja de la plata. El gobernador de San Luis Potosí se ha visto en la necesidad de condonar los impuestos del Estado que corresponden a una gran compañía, a la "Smelting", porque iba a paralizar sus trabajos, y no solamente, sino que los obreros aceptaron que se les descontara un tanto por ciento para poder seguir

trabajando. De manera que yo creo que esto viene a beneficiar a las grandes compañías a que se refiere el compañero, como la "Smelting" y la de "Peñoles", porque estas compañías compran los metales y no les importa que vengan de donde vengan, porque si la plata baja, ellos también bajan el precio de su negocio, y si resultan perjudicados, los perjudicados son los que no se hallan cerca de la vía. En Salado, por ejemplo, tenemos metales que tardan tres días, en carretera, para llegar a la estación de Salado. Yo quiero que me digan: ¿en estos momentos cuánto pierden nada más por los fletes tan caros? Sobre todo, la ley de los metales allí es demasiado baja, no hay metal que dé dos kilos por tonelada y están explotando desde los que tienen setecientos gramos. Los que están explotando también es el cobre y el zinc y muchas veces no hacen caso del precio de la plata porque no tiene una base segura. Parece mentira, pero es más fijo el precio del zinc y el del cobre. De manera que yo creo que el párrafo cuarto debe quedar tal como está, porque viene a beneficiar a la pequeña industria, a los minerales que están lejos de la vía. Esas pequeñas industrias están siempre en manos de mexicanos, porque no hay extranjero que se vaya a meter allí por una sola cosa: porque tienen miedo de que los cuelguen; en cambio los mexicanos no tienen miedo a eso y allí se establecen. (Aplausos.) Yo quiero que el señor Fabila se fije en esto también. En Michoacán muchos metales se venden a la "Smelting", metales que vienen de muy larga distancia. Así, pues, en mi concepto el párrafo cuarto debe quedar tal como está, porque en realidad viene a beneficiar a la pequeña industria; en cambio el tercero es el que en realidad menos beneficio les reporta.

El C. Fabila: El compañero Montes de Oca hace una sugestión que yo creo que viene a resolver el asunto del párrafo tercero. Propone que el carácter de pequeñas empresas lo fijen los gobernadores de los Estados. (Voces: ¡No!) Las comisiones no opinan que esto lo fijen los gobernadores de los Estados, sino que la Secretaría de Hacienda haga esta calificación, previo dictamen de los gobiernos de los Estados, y así habrá dos autoridades y será más difícil (Voces: ¡No! ¡No!)

El C. Portales: ¿Qué, ya no va a haber en este país gente honrada?

El C. Fabila: Como la Asamblea ha manifestado oposición a este criterio, en ese caso fijará como pequeñas empresas las que tengan un capital de cincuenta mil pesos. (Voces: ¡No! ¡No! El número de obreros.)

El C. Portales: ¿Me permite una aclaración?

El C. Fabila: Las comisiones piden permiso para retirar el artículo y presentarlo modificado.

El C. Zincúnegui: Que se levante la sesión.

El C. Portales: Yo quiero hacer notar esto a la Asamblea....

El C. Cerisola: La Secretaría, por orden de la Presidencia, consulta a la Asamblea si concede permiso a la Comisión para retirar el artículo y presentarlo modificado. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo Concedido.

El C. presidente, a las 19.22: Se levanta la sesión y se cita para mañana a las 16.