Legislatura XXXII - Año II - Período Ordinario - Fecha 19271003 - Número de Diario 14

(L32A2P1oN014F19271003.xml)Núm. Diario:14

ENCABEZADO

MÉXICO, LUNES 3 DE OCTUBRE DE 1927

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

Año II.- PERÍODO Ordinario XXXII LEGISLATURA TOMO II.- NÚMERO 14

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 3 DE OCTUBRE DE 1927

SUMARIO

1.- Abierta la sesión, es leída y aprobada el acta de la anterior.

2.- Cartera. Se concede licencia a los CC. diputados Fernando Chávez, Manuel Orta y José Veraza y Rubio. Pasa a la Comisión de Administración el memorial de los CC. diputados Ismael Pintado Sánchez, Honorato Austria, Enrique Medécigo Rosas y Luis Sánchez Mejorada, por el que se pide se entregue a la señora Silviana G. viuda de Ruiz, la paga de marcha del extinto ciudadano Leopoldo Ruiz, diputado constituyente.

3.- Son aprobados tres dictámenes que la 2a. Comisión de Peticiones presenta en forma de acuerdos económicos. Se aprueba el dictamen de la 1a. Comisión de Relaciones Exteriores, por el que se concede permiso al C. Juan J. López para desempeñar un cargo consular. Pasa al Senado. Sin debate es aprobada una proposición por la que se declara que el C. José Castañón ha perdido su carácter de diputado al Congreso de la Unión por el 6o. distrito electoral de Chiapas.

4.- Proposición del C. Ricardo Topete y otros diputados, tendiente a que se nombre una comisión que haga presente al Ejecutivo Federal la solidaridad de la Cámara de Diputados en el actual conflicto político y se autorice al ciudadano presidente de esta H. Asamblea para que haga declaraciones públicas a este respecto. Aprobada, se designa la comisión.

5.- Se pone a debate una proposición de varios ciudadanos representantes, por la que se declara que han perdido su carácter de diputados al Congreso de la Unión, los CC. Francisco de Valle, Carlos T. Robinsón, Humberto Barros, Eugenio Mier y Terán, Víctor Rendón, Amet Ramos Cristiani, Jaime A. Solís, Ulises Vidal, Margarito Gómez y Antonio Trujillo Espinoza. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. CONSTANTINO MOLINA

(Asistencia de 137 ciudadanos diputados.)

El C. Presidente, a las 17.45: Se abre la sesión.

- El C. secretario Mayoral Pardo, leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día veintinueve de septiembre de mil novecientos veintisiete.

"Presidencia del C. Ricardo Topete.

"En la ciudad de México, a las diez y siete horas y cuarenta y cinco minutos del jueves veintinueve de septiembre de mil novecientos veintisiete, se abrió la sesión con asistencia de ciento treinta y nueve ciudadanos diputados.

"En votación económica y sin discusión fue aprobada el acta de la sesión celebrada el día anterior.

"Con dispensa de trámites y sin debate, se aprobó una solicitud del C. diputado Jesús G. Lizárraga, relativa a que se le conceda licencia por tiempo indefinido, llamándose a su suplente.

"En la misma forma que la anterior, se aprobó la solicitud que hizo el C. diputado Augusto Aillaud para que se le concediera una licencia por tiempo indefinido, en tanto desempeña la comisión que le confirió esta propia Cámara.

"También se dio cuenta con los siguientes documentos:

"Los CC. Carlos García, Felipe Cáceres y Daniel Rivera comunican, en su calidad de miembros de la Mesa Directiva de la XXVIII Legislatura del Estado de Querétaro, que este cuerpo quedó legítimamente instalado con fecha catorce del actual.- De enterado.

"Los mismos ciudadanos participan que la Legislatura del Estado de Querétaro abrió el primer período ordinario de sesiones con fecha diez y seis de los corrientes._ De enterado.

" La XXVIII Legislatura del Estado de Querétaro participa que ha declarado electo gobernador constitucional de aquel Estado al C. Abraham Araujo._ De enterado.

"El C. Miguel Angel de Quevedo solicita el permiso constitucional necesario para aceptar y usar la condecoración de caballero del Mérito Agrícola, que le ha conferido el Gobierno de Francia-Recibo, y a la Comisión de Peticiones en turno.

"Dictamen de la Segunda Comisión de Hacienda, que propone que, en vista de las condiciones económicas por que atraviesa el Erario Nacional, no da lugar a decretar el subsidio que solicitan varios vecinos de San Cristóbal, Chiapas, para el sostenimiento de una escuela profesional en aquella ciudad.

"Sin discusión se aprobó.

"En seguida y sin discusión, se reservaron para su votación los siguientes proyectos de decreto:

"El que concede permiso al C. Manuel J. Sierra para aceptar y usar la condecoración de oficial de la Orden Nacional de la Legión de Honor, que le ha sido conferida por el Gobierno de Francia;

"El que autoriza al C. Luis Rubio Siliceo para que, sin perder su calidad de ciudadano mexicano, acepte y use la condecoración de la Medalla del Homenaje, que tuvo a bien concederle el Gobierno Español;

"El que da al C. doctor Alfonso Pruneda el permiso que exige la Constitución para que acepte el nombramiento de oficial de la Legión de Honor que le concedió el Gobierno Francés;

"El que otorga al C. licenciado Emilio Bulle Goyri el permiso constitucional necesario para aceptar y usar la condecoración de la Medalla de Homenaje conferida por el Gobierno Español;

"El que concede permiso al C. doctor Lorenzo Cantú para que acepte el puesto de oficial de Sanidad en Eagle Pass, Texas;

"El que autoriza al C. Guillermo Gándara para que acepte el puesto técnico oficial que se sirvió conferirle el Gobierno de la República de El Salvador;

"El que da la autorización constitucional correspondiente para que acepte y desempeñe el cargo de cónsul honorario de Honduras en el puerto de Progreso, al C. Leonardo Cervera Cervantes;

"El que otorga el permiso requerido por la Constitución al C. Efraín Pérez para que pueda desempeñar el cargo de director de la Banda Instrumental de Santa Ana, República de El Salvador, y

"El que concede el permiso constitucional necesario para poder aceptar el cargo de cónsul de la República de Haití en esta capital, al C. Carlos Alberto Delmar.

"Acto continuo rindieron la protesta de ley los ciudadanos Hiram Garduño y Alvaro V. Carrillo, diputados suplentes por los distritos electorales 3o. de México y 2o. de Sonora, respectivamente.

"Sin que nadie usara de la palabra, se reservó para su votación el proyecto de decreto que concede el permiso que la Constitución exige para que el C. Manuel González Jáuregui pueda ejercer las funciones de cónsul honorario de Bolivia en el puerto de Tampico.

"Se dio cuenta con un proyecto de Ley Orgánica del artículo 4o. constitucional, en lo relativo al ejercicio de las profesiones, que presentan los ciudadanos diputados Treviño, Lombardo Toledano, Ibáñez, Joaquín de la Peña, Balderas, Juan Lozano, José F. Gutiérrez, Aragón, Alburquerque, Radillo, Aguayo, Emilio H. Flores, Limón, Alberto Méndez R., Elías, J. Jesús Delgado, Joel Morales, Daniel R. Gutiérrez y Mijares.

"La Asamblea acordó turnar este proyecto a la Comisión de Gobernación en turno, y que se imprima.

"En seguida se aprobó, con dispensa de trámite y sin debate, la solicitud de licencia que presentó el C. diputado Melchor García, por veinte días, con goce de dietas.

"Se dio cuenta con la invitación que hace el C. diputado Joaquín de la Peña, en representación del C. Abraham Araujo, gobernador electo del Estado de Querétaro, a los ciudadanos representantes para que asistan al acto de la toma de posesión del citado funcionario. Para atender esta invitación, la Presidencia designó a los CC. diputados Aragón, Ildefonso de la Peña y Limón.

"Acto continuo se procedió a recoger la votación nominal de los proyectos de decreto que se encontraban reservados para este efecto, resultando aprobados por unanimidad de ciento treinta y nueve votos, por lo que se enviaron, para sus efectos constitucionales, a la honorable Cámara colegisladora.

"De conformidad con lo que dispone el artículo 16 del Reglamento Interior del Congreso de la Unión, se procedió a la elección de presidente y vicepresidentes para el próximo mes y resultaron electos, por ciento treinta y siete votos, para presidente, el C. Constantino Molina y para vicepresidentes, los CC.. Amadeo Meléndez y Pedro M. Fierro.

"El C. diputado Maciel hizo uso de la palabra, refiriéndose a los atentados de que vienen siendo víctimas los agraristas de la región que comprende el 1er. distrito electoral del Estado de Michoacán, y pidió que se designaran una comisión del seno de esta Cámara para que se acerque al ciudadano presidente de la República a poner en su conocimiento estos hechos y pedirle intervenga para evitar su repetición.

"Consultada la Asamblea sobre la proposición del C. Maciel, ésta resolvió en sentido afirmativo, y para cumplimentar tal acuerdo, la Presidencia designó a los CC.diputados Maciel, Melchor Ortega y Zincúnegui Tercero. "A las diecinueve horas se levantó esta sesión pública y se paso a sesión secreta."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Cámara de Diputados.-Secretaría.- Lima, 20 de agosto de 1927.

"HH. señores secretarios del Congreso de los Estados Unidos de México.

"Tenemos la complacencia de avisar recibo de la apreciable circular de Vuestras Señorías honorables, fechada el 2 de junio del presente año, de la cual ha tomado conocimiento la Cámara de Diputados del Perú, y en la cual se sirven transcribir los dos puntos finales de la proposición que tuvo a bien aprobar la H. Comisión Permanente del Congreso de la Unión, relativos a los sucesos registrados en la República de Nicaragua y al acuerdo de hacerlos conocer, por intermedio del honorable senador norteamericano, señor William A. Borah.

"Aprovechamos la oportunidad para expresar a los señores secretarios del Congreso de los Estados Unidos de México, los sentimientos de nuestra más alta y distinguida consideración.

"Dios guarde a los señores secretarios." (Firmas de los ciudadanos diputados secretarios. Ilegibles.) Trámite: A sus antecedentes.

"La XXXII Legislatura del Estado de Chihuahua avisa que inauguró su primer período

ordinario de sesiones, correspondiente al segundo año de su ejercicio, dejando nombrada su Mesa Directiva."-De enterado.

"La XXX Legislatura del Estado de Tabasco comunica la designación que hizo de presidente y vicepresidente de la misma, para el mes de octubre."- De enterado.

"La Legislatura del Estado de Nuevo León avisa que abrió su primer período ordinario de sesiones correspondiente al primer año de su ejercicio."- De enterado.

Telegrama procedente de: "Ameca, Jal., 3 de octubre de 1927.

"Secretario H. Cámara de Diputados.- México, D.F.

"Atentamente suplico esa H. Corporación su digno, conducto concederme licencia por diez días con goce de sueldo, en virtud de encontrarme enfermo e incapacitado para concurrir sesiones. Ya mando correo certificado médico. Afectuosamente.- Contestación a Ameca.- Diputado, Fernando Chávez." Se pregunta a la Asamblea, en votación económica, si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Dispensados. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se concede. Concedida.

"H. Asamblea:

"José González, diputado por el 9o. distrito electoral del Estado de Guanajuato, atentamente solicita de Vuestra Soberanía una licencia, con goce de dietas, por el término de veinte días, a fin de atender a asuntos relacionados con el distrito que representa.

"Pido la dispensa de todo trámite.- México, a 3 de octubre de 1927.- José González."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Dispensados. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se concede la licencia. Concedida.

"Ciudadano presidente de la H. Cámara de Diputados.- Presente.

"Tengo el honor de manifestar a usted, para que se sirva hacerlo del conocimiento de la H. Asamblea, en sesión de hoy, que habiendo fenecido con fecha de ayer la licencia que por un año solicité para estar separado de mis funciones como representante popular por el 4o. distrito electoral de Sinaloa, desde hoy asumo la referida representación.

"Reitero a usted mi atenta consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.- México, 1o. de octubre de 1927.- Diputado, Cuahutémoc Ríos."- De enterado. Telegrama procedente de: "San Luis Potosí, S. L. P., 29 de septiembre de 1927.

"Secretarios de la H. Cámara de Diputados.- México, D. F. "Por motivos enfermedad en familia, suplico a esa H. Cámara concederme permiso hasta ocho días, con goce de dietas. Atentamente.- Diputado, Manuel Orta."

Se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites a esta solicitud. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Dispensados. Está a discusión. En votación económica se pregunta si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Concedida.

"Ciudadanos diputados al Congreso de la Unión.- Presentes.

"Teniendo necesidad el que subscribe de que le practiquen una operación quirúrgica, en vista de haber sufrido serios amagos de apendicitis, he de merecer a ustedes se sirvan acordar lo siguiente:

"Único. Con dispensa de todo trámite, concederme una licencia hasta por un mes con goce de dietas. "Protesto a ustedes las seguridades de mi muy atenta y distinguida consideración.

"México, a 3 de octubre de 1927.- Diputado, José Veraza y Rubio." Se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Dispensados. Está a discusión. En votación económica se pregunta si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Concedida. Telegrama procedente de : "Aguascalientes, Ags., 24 de septiembre de 1927.

"Presidente de la Cámara de Diputados.

"Permítome manifestarle, para conocimiento esa H. Cámara, que información dada por diputado Baranda en sesión día 22 actual, respecto mi persona, carece comprobantes respectivos. Muy afectuosamente.- I. Díaz de León."- Recibo.

Telegrama procedente de :"Aguascalientes, Ags., 24 de septiembre de 1927.

"Presidente de la H. Cámara de Diputados.

"Aseveración diputado Baranda, hecha sesión 22 actual esa H. Cámara, respecto gobernador esta Entidad, carece fundamento. Afectuosamente.-

Diputado secretario, Alberto G. Hermosillo.- Diputado secretario. Julio Ramírez."- Recibo.

"El Partido Socialista Obregonista "Carrillo Puerto", de Oaxaca, transcribe mensaje que dirigió al diputado Carlos Robinson, relacionado con la elección de dicho representante."- Recibo.

Telegrama procedente de : "Querétaro, Queretaro., 1o. de octubre de 1927.

"Presidente Cámara Diputados.

"Hónrome comunicar a usted que hoy, con requisitos legales, tomé posesión Poder Ejecutivo, por haber sido electo gobernador constitucional para período 1927-31. Muy atentamente.- Abraham Araujo."- De enterado.

"Al ciudadano presidente de la H. Cámara de Diputados.- Presente.

"Los subscritos, diputados de la XXXII Legislatura por el Estado de Hidalgo, acudimos a la H. Asamblea, por el muy digno conducto de usted, suplicándole se sirva acordar que se pague a la señora Silviana G. viuda de Ruiz, la cantidad a que, conforme al Presupuesto de Egresos, tiene derecho como heredera legítima del extinto C. Leopoldo Ruiz, que en el Congreso Constituyente de Querétaro representó al 2o. distrito electoral de Hidalgo. Pedimos dispensa de trámites.

"Reiteramos a ustedes las seguridades de nuestra atenta consideración.

"México, D. F., a 29 de septiembre de 1927.-I. Pintado Sánchez.- Honorato Austría.- E. Medécigo R.- L. Sánchez Mejorada."

Se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Dispensados. Pasa a la Comisión de Administración.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"2a. Comisión de Peticiones.

"H. Asamblea:

"A la 2a. Comisión de Peticiones que subscribe fue turnado, por acuerdo de Vuestra Soberanía, el escrito de la señora Concepción Gómez Farías viuda de Carrere, en el que solicita pensión como nieta del expresidente de la República, Valentín Gómez Farías.

"Hecho el examen de rigor al citado escrito, la comisión encontró, que con fecha 29 de septiembre del año próximo pasado, Vuestra Soberanía acordó desechar la misma solicitud, y por ese motivo es de parecer se diga a la peticionaria que se atenga a dicho acuerdo.

"A este respecto nos permitimos presentar a la H. Cámara, para su aprobación, el siguiente acuerdo económico:

"Dígase a la señora Concepción Gómez Farías viuda de Carrere, que respecto a la solicitud de pensión que nuevamente presenta, se atenga a lo acordado por la H. Cámara con fecha 29 de septiembre de 1926."

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., a 23 de septiembre de 1927.- Francisco J. Silva.- Luis Frías." Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobado.

"2a. Comisión de Peticiones.

"H. Asamblea:

"A esta 2a. Comisión de Peticiones fue turnado, por acuerdo de Vuestra Soberanía, la solicitud de pensión presentada por el C. general Joaquín Velásquez Pérez, por servicios prestados a la nación.

"Después de analizar como corresponde la solicitud de referencia, los subscritos son de parecer que la Comisión de Guerra en turno debe avocarse el conocimiento de ella, y en esa virtud se permiten someter a vuestra aprobación, el siguiente acuerdo económico:

"Pase a la Comisión de Guerra en turno la solicitud de pensión formulada por el C. general Joaquín Velásquez Pérez, por servicios prestados a la nación."

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., 23 de septiembre de 1927.-Francisco J. Silva.- Luis Frías." Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobado.

"2a. Comisión de Peticiones.

"H. Asamblea:

"A esta 2a. Comisión de Peticiones fue turnado, por acuerdo de Vuestra Soberanía, el escrito del C. Rafael I. Escárraga, excapitán del Ejercitó Federal, pidiendo se le reanude la pensión que venía disfrutando.

"Como el peticionario no acompaña ningún documento que compruebe los servicios que dice prestó a la patria durante el año de 1914, los subscritos somos de opinión que se diga al excapitán Escárraga que no podrá darse curso a su solicitud mientras no envíe los certificados necesarios.

"En tal concepto, nos permitimos someter a la aprobación de la H. Cámara, el siguiente acuerdo económico:

"Dígase al C. Rafael I. Escárraga, excapitán del Ejército, que no se podrá dar curso a su solicitud de pensión mientras no envíe a esta H. Cámara los documentos que comprueben los servicios que dice haber prestado a la patria."

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., 23

de septiembre de 1927.- Francisco J. Silva.- Luis Frías."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobado.

"1a. Comisión de Relaciones Exteriores.

"H. Asamblea:

"A la 1a. Comisión de Relaciones Exteriores que subscribe, fue turnado el expediente formado con la solicitud del C. Juan J. López, en que pide permiso constitucional para aceptar el cargo de cónsul honorario de la República de Guatemala en el puerto de Veracruz.

"La comisión opina que, no habiendo razón legal que se oponga a lo pedido por el C. Juan J. López, el permiso debe de otorgarse, y con fundamento en el artículo 37, fracción II de la Constitución General de la República, se permite pedir a Vuestra Soberanía la aprobación del siguiente proyecto de decreto:

"Artículo único. Se concede permiso al C. Juan J. López para que, sin perder su calidad de ciudadano mexicano, acepte y desempeñe el cargo de cónsul honorario de la República de Guatemala en el Puerto de Veracruz."

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., a 19 de septiembre de 1927.- Ariosto Castellanos C.- Enrique A. Enríquez.- Joaquín Torreblanca."

En votación económica se consulta a la Asamblea sí se le dispensan las lecturas a este dictamen para que entre desde luego a discusión. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Dispensadas. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra se reserva para su votación.

"Ciudadanos secretarios de la H. Cámara de Diputados.

"Los subscritos, diputados en ejercicio al Congreso de la Unión, exponemos:

"En las elecciones que para diputados al Congreso de la Unión se verificaron el año próximo pasado en el 6o. distrito electoral del Estado de Chiapas, resultaron electos los ciudadanos licenciado José Castañon e ingeniero Raymundo E. Enríquez, como propietario y suplente, respectivamente, ocupando la curul durante el primer período de sesiones el señor Enríquez hasta el día 28 de diciembre último, fecha en que se presentó el señor Castañon a ocupar su curul como diputado propietario, cesando en consecuencia en sus funciones su suplente el señor Enríquez, es decir, dos días antes de la clausura del período mencionado.

"Una vez ya en funciones el señor Castañón, salió con destino al Estado de Chiapas a hacerse cargo nuevamente de la Secretaría General de Gobierno de dicha Entidad, al mismo tiempo que gozaba de los emolumentos como diputado al Congreso de la Unión y sin haber solicitado previamente la licencia respectiva de la H. Cámara de Diputados para desempeñar el cargo de secretario general, infringiendo flagrantemente los preceptos del artículo 62 de la Constitución General de la República.

"Para comprobación de lo anteriormente asentado, adjuntamos a esta petición el Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Chiapas, fechado en Tuxtla Gutiérrez, capital de aquel Estado, el 6 de julio próximo pasado, así como el ofició número 391 F, de fecha 12 de marzo último, firmado por el propio señor Castañon con su carácter de secretario general. Además, en los momentos que formulamos la presente, el mencionado señor José Castañon continúa fungiendo como secretario general de Gobierno en Chiapas y diputado al Congreso de la Unión.

"Por lo expuesto, con todo respecto y en vista de las pruebas irrefutables que se dejan anotadas, pedimos se declare y apruebe con dispensa de todo trámite, la siguiente proposición de orden enteramente legal:

"Único. Se declara que el C. José Castañon, diputado propietario al Congreso de la Unión por el 6o. distrito electoral del Estado de Chiapas, ha perdido su carácter de diputado por estar desempeñando el cargo de secretario general de Gobierno sin permiso previo de la Cámara de Diputados, violando los preceptos del artículo 62 de la Constitución General, y procede por lo tanto llamar al suplente C. ingeniero Raymundo E. Enríquez, entrando desde luego en funciones por haber ya otorgado la protesta de ley."

"Salón de Sesiones de la H. Cámara de Diputados.- México, D. F., a 5 de agosto de 1927.- Francisco J. Silva.- Carlos Real.-Alcides Caparroso.- J. Rincón.- Luis G. Márquez.- Enrique L. Soto.- Ramón C. Mora.- M. Mejía.- Raymundo Poveda C.- L. J. Ortíz.- R. Márquez Galindo.- Ascanio Fernández Pinto.- Abraham Pinto.- Abraham Lucas.- C. Molina.- F. J. González.- Silvano Sotelo.- E. Cortina.- Rafael E. Melgar.- I. C. Velasco.- L. Mayoral Pardo.- Manuel Téllez Sill.- F. G. Rodríguez.- Leopoldo Melgar.- Leopoldo Gómez Añorve.- A. Campillo Seyde.- A. Portales.- Felipe Doria.- Joaquín Lórenz.- T. E. Villegas.- A .E. Gómez.- Francisco Alvarez.- Manuel Castellanos Quinto.- José H. Romero.- E. Prieto", y cinco firmas más.

Se pregunta a la Asamblea, en votación económica, si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo.

Dispensados. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada. Llámese al suplente.

Se va a recoger la votación nominal respecto del proyecto de decreto que autoriza al ciudadano Juan J. López para aceptar el cargo de cónsul honorario de la República de Guatemala en el puerto de Veracruz. Por la afirmativa.

El C. prosecretario Borja: Por la negativa. (Votación.)

El C. secretario Mayoral Pardo: Por unanimidad de 150 votos fue aprobado el decreto. Pasa al Senado para sus efectos constitucionales.

- El mismo C. Secretario, leyendo:

"H. Asamblea:

"En vista de los sucesos desarrollados tanto en Torreón como en esta capital, y de los que son autores los candidatos del ridículo, Arnulfo R. Gómez y Francisco R. Serrano, quienes guiados por sus bastardas ambiciones y bajo el disfraz de un falso antirreeleccionismo no ha titubeado en provocar un nuevo derramamiento de sangre en el país, y aunque han fracasado desde la iniciación de tal movimiento, pues los ideales de la revolución que el Gobierno del C. general Plutarco Elías Calles ha sabido defender, están de tal manera imbuídos en la conciencia nacional, que no será el espíritu de traición y las ambiciones personales de los malos hijos de México las que puedan dar al traste con la conciencia de la nacionalidad que la revolución ha sabido dar a nuestro pueblo. "Los subscritos, diputados en ejercicio, proponemos que esta Representación Nacional apruebe los siguientes puntos de acuerdo:

"1o. Nómbrese una comisión que haga presente al Ejecutivo de la nación la solidaridad del Poder Legislativo en el presente conflicto.

"2o. Autorícese al ciudadano presidente de esta H. Asamblea para que en nombre de ella, haga declaraciones públicas de acuerdo con el espíritu de esta proposición.

"3o. Que la comisión que se acerque ante el ciudadano presidente de la República, ponga de manifiesto ante el mismo mandatario, que todos los componentes de la mayoría parlamentaria están dispuestos desde luego a dar toda su cooperación personal y la de los elementos de que disponen en sus respectivos distritos para el sostenimiento de la paz pública.

"Salón de Sesiones de la H. Cámara de Diputados.- 3 de octubre de 1927.-R. Topete.- Melchor Ortega.- Alfredo Romo.- A. Cerisola.- C. Molina."(Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Romo para fundar la iniciativa.

El C. Romo Alfredo: (Aplausos.) Señores compañeros: En los actuales momentos podría parecernos, podría parecer, mejor dicho, a muchos espíritus que no tienen bien orientado el ojo para observar una situación y la consecuencias que de ella pueden derivarse, que entramos al primer acto de la tragedia. Yo creo, y espero para bien de la patria que no sea así y que ésta que podría ser tragedia dolorosa, que podría ser la continuación de todas las angustias del pueblo de México, que podría ser un eslabón más de los muchos de que está formada nuestra triste historia de sangre, que no sea así, digo, y que sea sólo el "pasacalle" del ridículo, la comedia que algunos histriones forjaron, pisotearon grandes ideales y olvidándose del deber que como ciudadanos y como mexicanos tenemos todos. Tengo el derecho de esperarlo así, porque analizando fríamente los acontecimientos hasta estos momentos desarrollados, observamos una carencia absoluta de grandeza en la miserable intentona que acaba de hacer lo que, justamente, se llaman en la iniciativa presentada "candidatos del ridículo". Y es que el remordimiento de la conciencia, cuando se obra mal, cuando se está llevando a los revolucionarios a desgarrarse entre sí, cuando, con absoluta inconsciencia de la gravedad por que atraviesa la nación, se lleva a ésta al máximo, con un derramamiento de sangre, con una lucha prematura injustificada e injustificable, observamos que carece en todo de las gallardas actitudes que presta en sí el ideal que se sigue, y del heroísmo que implica el estar defendiendo una causa noble y sagrada. Nada hay de esto, y me permito esperar que los señores antirreleccionistas, que tanto hicieron gala de estar defendiendo un ideal, que tanto cansaron la paciencia del público diciendo que no eran personalistas, vengan ahora a sustentarnos la tesis del cómo y el por qué sus líderes máximos, los señores Serrano y Gómez, han intentado ir al terreno de la acción armada sin nada que pueda justificarlo, diez meses antes de las elecciones, cuando no pueden hacer ningún cargo al Gobierno de la República, cuando no pueden aventurar siquiera una opinión sobre el resultado de la lucha electoral. Es necesario que estos señores vengan ahora a explicar a la nación el por qué tocan la clarinada llamando a combate a sus innumerables partidarios, a todo el pueblo con quien ellos enfáticamente aseguran contar. No nos toca a nosotros, en la situación en que nos encontramos por decoro propio, venir a hacer grandes alardes de victoria. Como hombres de experiencia sabemos que la lucha puede ser todavía; sólo que nosotros sí estamos resueltos a ir hasta el final; nosotros los revolucionarios, nosotros los diputados miembros del Bloque Obregonista, estamos dispuestos a sostener nuestras opiniones en el terreno de la lucha armada, y lo demostraremos en el momento oportuno sin gritarlo demasiado, como conviene a hombres de acción. Pero sí es ahora la oportunidad de estos señores de venir a justificar la tesis de provocar una lucha armada en México en estos momentos. Es preciso que dejemos bien sentado cuáles son los campos moral e intelectualmente que corresponden al obregonismo, por una parte, y al mal llamado antirreeleccionismo, al gomismo y al serranismo por el otro. Nosotros hemos afirmado que el general Obregón contaba con la opinión pública; nosotros hemos afirmado, desde que aprobamos las reformas a los artículos 82 y 83 de la Constitución Federal, que lo hacíamos en defensa de los intereses de la revolución; hemos afirmado que nos guiaba un ideal supremo: el de hacer que las promesas de la revolución, que la obra que para cumplir aquellas promesas ha venido desarrollando el Gobierno Emanado de la misma, que la obra que han desarrollado tanto el general Calles como el general Obregón, debía continuar; y en esa base hemos fincado las razones morales que nos obligaron a reformar la Constitución. Recogemos ahora esa afirmación y repetimos nuestro credo al manifestar que la revolución está con nosotros.

Es preciso que el pueblo mexicano se entere en estos momentos solemnes en que puede empezar la tragedia, aunque deseamos todos que no sea sino el fin de la comedia, que el pueblo mexicano se

entere de que el general Obregón ha sido el portavoz de la verdad revolucionaria y de que en su brazo único se sostiene la bandera de los ideales que dan al pueblo aquello por lo cual ha ido a los campos a derramar su sangre. (Aplausos.) De todas maneras, el momento es emocionante y solemne.

Hace muy pocos días los señores gomistas y serranistas estaban afirmando que la conciencia pública desaprobaba la candidatura del general Obregón, que ellos no provocaban la lucha armada, pero que el Gobierno podría provocarla si pretendía imponer al general Obregón. Es absolutamente justo que en estos momentos en que la lucha armada ha sido provocada, vengan estos señores a justificar el por qué de ella. Nosotros solamente nos concretamos a hacer las afirmaciones que de antemano habíamos hecho, a hacer un nuevo acto de fe en el porvenir de la nación mexicana y en los ideales de la revolución. Toca a ellos venir a decir cómo se compagina una asonada como la efectuada ayer en

Torreón y como la que se intentó efectuar en la capital de la República, cómo se compagina moralmente esa asonada con los ideales que dicen sustentar.

Compañeros: quizá por estar demasiado imbuído en que empezamos a vivir un momento solemne, en que entramos a la lucha, en que nos vamos a colocar en el lugar que nos corresponde, la emoción me embarga y no me permite decir todo lo que quisiera decir desde esta alta tribuna al pueblo de la nación; pero básteme en estos momentos ser portavoz de un haz de voluntades sinceras, resueltas a ir hasta el sacrificio, para decir a los malos mexicanos, a los traidores, a los que enlutan los hogares, a los que dan la miseria y el hambre al pueblo, que nos sabrán encontrar y que estamos presentes. (Aplausos.) Que hay un hombre que, elevándose por encima de todas las miserias, aún características, desgraciadamente, a nuestro misticismo, está sabiendo hacer patria, y que ese hombre es el ciudadano general Plutarco Elías Calles. (Aplausos.) Que detrás de él están más de cien mil campesinos y más de cien mil trabajadores dispuestos a no dejarse arrebatar lo poco que la revolución ha podido darles hasta ahora (Aplausos), y a exigir lo mucho que la revolución tiene que darles mañana. Que hay otro hombre que se llama Alvaro Obregón, que ya ha sabido signar con su sangre, en los campos de Celaya, su resolución de hacer patria en México; que detrás de ese hombre todos los elementos de buena fe, de buena voluntad, cualesquiera que sean las lacras que se nos puedan señalar, estamos resueltos, ante todo, a proyectarnos hacia afuera, a sacrificarnos por los nuestros y a dejar alguna herencia a los hijos de nuestros hijos; que todos esos hombres estamos resueltos a respaldarlo hasta el sacrificio y a ir desde este momento a cumplir callada, pero efectivamente, con nuestro deber. (Aplausos.) La iniciativa que presentamos es un ligero trámite, es casi una cortesía, pero es una afirmación, a la vez, para que se vea ahora el primer acto de confirmación que damos a nuestras palabras de ayer, cuando decíamos: somos una mayoría y representamos ideales; representamos una ideología altruísta, un deseo de servir a nuestro país. Es, si, un acto casi protocolario, pero muy significativo; es justificar la unión de dos bloques que representan no tendencias distintas, sino intereses políticos distintos hasta ayer, que han sabido sumarse, que han sabido fundirse en una sola organización, con un solo corazón, con una sola alma y con un solo brazo, dispuestos a obrar inmediatamente en apoyo de los hombres que tienen a su cargo los altos intereses del pueblo y de la revolución. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Gutiérrez.

El C. Gutiérrez José F.: (Aplausos.) Señores diputados:

Los representantes laboristas en esta honorable Cámara, no podrían permanecer indiferentes en estos momentos en que la silueta trágica de una nueva lucha fratricida se perfila dentro del país. No podrían permanecer indiferentes, porque faltaríamos al cumplimiento exacto de los acuerdos que la masa trabajadora en general ha tomado en la pasada Séptima Convención de la Confederación Regional Obrera Mexicana, ratificados en la Octava Convención de la Confederación y en la Convención última del Partido Laborista Mexicano. Allí, estudiado detenidamente el problema que afecta hondamente a los campesinos y a los trabajadores de todo el país, han comprendido que la salvaguardia de sus intereses, que el pendón de las conquistas revolucionarias está en estos momentos en la mano enérgica del ciudadano presidente de la República, general Plutarco Elías Calles, y por eso, después de discutir serenamente todos esos problemas, se tomó el acuerdo de respaldar en todos los actos al Gobierno del general Calles. Y en estos momentos en que la infidencia se perfila, en estos momentos en que malos mexicanos, guiados por la ambición y ensoberbecidos por el grado con que la nación ha querido estimular los servicios prestados a ella; en estos momentos en que, olvidándose de los deberes que realmente tienen que cumplir como buenos ciudadanos, y cuando ya han cerrado los ojos a a razón y a la verdad y se lanzan a los campos de la lucha fratricida, los representativos del elemento laborante del país no podríamos permanecer indiferentes, porque no estaríamos en nuestro papel, porque no estaríamos colocados en el puesto en que la voluntad de los elementos trabajadores nos han colocado. Venimos, pues, desde esta tribuna, a ratificar plenamente los acuerdos de esas convenciones de trabajadores que nos han impuesto el deber de respaldar los actos del ciudadano presidente de la República; venimos, pues, a declarar, de una manera pública y de una manera terminante, para que todo el país lo sepa, que los elementos trabajadores, que los elementos campesinos y obreros que componen la Confederación Regional Obrera Mexicana, respaldamos los actos del ciudadano presidente de la República; y cuando la infidencia se perfila; estamos aquí para decir: venimos a pasar lista de presentes y venimos también a contribuir con nuestro esfuerzo a resolver esta situación en bien de los intereses del país.

La infidencia, señores, ya asoma su silueta trágica, como decía al principio; pero los que encabezan este movimiento ignoran que cuando una revolución no está basada en principios de justicia

y de equidad, sino solamente se mueve por ambiciones personales o por ambiciones de mando, tiene forzosamente que fracasar, porque, indiscutiblemente, no contará con el apoyo de la opinión pública. El país está harto de revoluciones, pero si una revolución viniera a transformar el actual orden social en beneficio de los elementos del pueblo, si viniera a traer nuevas conquistas para el elemento trabajador, indudablemente que la opinión pública se levantaría, como en otras épocas, para respaldarla y secundar ese movimiento; pero cuando es solamente la ambición de los hombres que han creído contar con el apoyo de la opinión pública y respaldarse tras del elemento trabajador y campesino cuyas necesidades desconocen, es indiscutible que el fracaso más rotundo les espera. De cualquier modo, si ellos ya se han lanzado a la aventura, nosotros estamos aquí para decirle al presidente de la República: "Señor, venimos a confirmar lo que hemos ofrecido; estamos dispuestos. pasamos lista de presente", para que el elemento trabajador sepa que cumplimos con nuestro deber y que respaldamos todos los acuerdos que ellos nos han encomendado en beneficio de los intereses del pueblo. Así, pues, señores diputados, creo que la proposición presentada no es un mero acto de cortesía, es un deber el que realizamos al sumar nuestro esfuerzo y al ponernos al lado del hombre que con mano enérgica ha sabido levantar el pendón de los principios revolucionarios, y ese hombre es el ciudadano general Plutarco Elías Calles. (Aplausos.) De esta manera cumplimos con el deber que nos han impuesto los elementos trabajadores que depositaron su confianza en nosotros. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Ortega.

El C. Ortega Melchor: Honorable Asamblea:

En estos momentos de responsabilidad histórica cumple a nuestro deber venir a exponer ante esta Representación Nacional, cuál es el papel que asumimos los ciudadanos diputados ante el conflicto que tenemos enfrente. Las prédicas de los ciudadanos antirreeleccionistas, de los candidatos a la Presidencia de la República que en diversas ocasiones dijeran que no pretendían ensangrentar el suelo de nuestra patria, han venido a dar al traste con su actitud presente; y nosotros, los que ayer, empeñados en una lucha cívica, estábamos franca y decididamente dentro de este terreno luchando democráticamente, si necesario es debemos hacer un paréntesis a esa lucha para que todos, como un solo hombre, lo mismo agrarista que laborista y obregonista, respaldemos decididos al Gobierno de la República. (Aplausos.), al Gobierno revolucionario que preside nuestro digno mandatario, el ciudadano general Plutarco Elías Calles. (Aplausos.) Y debemos, compañeros, en estos momentos de prueba, ponernos a la altura de nuestro deber. Yo dije desde esta misma tribuna alguna vez que en el momento decisivo nosotros, los diputados, sabremos abandonar nuestras curules, no para ir a ensangrentar el suelo de nuestra patria bajo nuestra iniciativa, pero sí para ir a defender, a los terrenos a que nos llamen, los sagrados principios de la revolución, y ha llegado el momento, compañeros. Yo tengo la íntima convicción, la seguridad completa de que el movimiento iniciado por una traición de malos militares.- muy pocos, por cierto, en honor del glorioso Ejercito de nuestra patria-, no tendrá eco en el corazón de nuestro pueblo; yo estoy seguro de que no tocará la fibra del elemento revolucionario si no es para volverse contra sus fines, contra su torcida ambición. Pero la reacción, que está en acecho de la menor oportunidad; el Clero; que puede empujar como aventó hace pocos meses a algunos fanáticos a la rebelión, podría aprovecharse de esta nueva oportunidad; y es entonces, compañeros cuando todos nosotros debemos de ir a ponernos al frente de nuestros agraristas, de irnos a poner al frente de los elementos obreros, que unos y otros respaldan amplia y decididamente al Gobierno de nuestra patria. Y no como políticos, sino como elementos representativos, pese a los antirreeleccionistas, debemos de ir a defender los sagrados intereses que el pueblo ha confiado a nuestras manos.

Yo pregunto: ¿bajo qué bandera ha venido la traición del general Ignacio Almada? ¿Qué pretexto, qué razón han tenido los generales Gómez y Serrano para declararse en abierta rebeldía? ¿Es acaso la bandera de la no reelección? La bandera de la no reelección hubiera sido justificada cuando el voto popular, cuando el sufragio efectivo que la anula, hubiese sido burlado; entonces sí, seguramente que ellos estarían capacitados y dentro de la razón para iniciar el movimiento de rebelión; pero cuando el Gobierno de la República, cuando el Gobierno, absolutamente imparcial en los asuntos políticos, lo mismo ha dado garantías a tirios que a troyanos; cuando el señor general Calles con toda paciencia estuvo observando todos los movimientos de estos señores, cuando tenía perfectamente comprobada la traición y la sedición que se hacía en esta misma capital y a pesar de todo no quiso obrar para no darles bandera, yo pregunto: ?qué justificación les asiste? ?Puede acaso el pueblo de la República, el pueblo del país, secundarlos? Indiscutiblemente que no. El bloque Obregonista de la Cámara, que en estos momentos no constituye sino una sola aspiración, que no está compuesto sino por un solo haz de voluntades que se ponen al servicio del Gobierno, viene a decir por mi humilde conducto que respalda ampliamente al Ejecutivo de la Unión y que, como dije hace un momento, si necesario es haremos un paréntesis en la campaña política para secundar con todo nuestro esfuerzo, con toda nuestra voluntad al Ejecutivo de la Unión. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Zincúnegui Tercero.

El C. Zincúnegui Tercero: Hacía mucho tiempo que venía ahorrando a ustedes mi presencia en esta tribuna, porque sólo he gustado de hacer uso de la palabra en aquellas ocasiones en las cuales o me juzgo obligado a ello o creo traer un poco de luz en los debates. La primera de esas ocasiones se ha repetido en esta vez en que la patria se siente conmovida por una de las más injustas, por una de las más absurdas, por una de las más inexplicables pseudo revoluciones por las que hemos atravesado. Efectivamente, señores, nada justifica ni podrá justificar ante la historia el paso dado por los señores Gómez y Serrano en estos momentos en que

en el tapete de la discusión no había surgido ningún argumento fuerte, ningún argumento que justificara su actitud, sino solamente el pretorianismo de esos malos militares que, afortunadamente para la patria, desaparecerán con esta última aventura de los citados señores. Yo creo, compañeros, que es ya tiempo de que dentro de México se vayan depurando los verdaderos valores morales; yo creo que ninguna oportunidad más propicia para que el pueblo de la República conozca quiénes son los pretorianos al estilo de Gómez y Serrano, quiénes son los hombres que saben empuñar las armas en defensa de las instituciones, como el general Calles y esa altísima figura que se llama Amaro. (Aplausos.) El simple contraste entre la actitud del general Amaro y los meritísimos generales que lo refuerzan salvaguardando los intereses nacionales, salvaguardando las instituciones, es el mejor castigo que pueden recibir los que se han ido del otro lado del cumplimiento de su deber; porque, señores, ante la patria en la cual se había conceptuado que el derecho sólo estaba sustentado por las bayonetas, es muy hermoso ver que se repita el caso de que una fracción de ese Ejército Federal, de ese Ejército que en otro tiempo fuera una masa amorfa pero que ahora empieza a tener una positiva organización, se levante impertérrito ante las amenazas y asechanzas del enemigo para demostrar a la República que vuelve a estar listo para la reconstrucción de la patria; que comenzamos a tener un ejército, y que al frente de ese ejército se encuentran, ya lo dije, hombres como el general Calles, hombres como el general Amaro, que no saben traicionar los principios, que no saben hacer un objeto de lucro personal o de sus ambiciones personales las armas que la patria puso en sus manos. Y es necesario que el pueblo de la República se dé perfecta cuenta, como se la está dando y se la dará el día de mañana, que para México ha sonado una nueva era, que ya México no es el país revolucionario de los tiempos pasados, que en México si por el momento los últimos pretorianos lanzan el anatema de sus maldiciones de impotencia contra las instituciones, quedan muchos hombres de corazón bien puesto, quedan muchos jefes militares que saben cumplir con su deber y que ha sonado la hora definitiva de la depuración moral para que México se levante sobre bases más sólidas, más firmes, y que ante propios y extraños México adquiera, como lo adquirirá seguramente después de este movimiento, el prestigio que merece como pueblo joven, como pueblo viril, aunque un poco tumultuoso, pero pueblo que comienza ya a comprender sus obligaciones, pueblo que cuenta con un verdadero ejército que se encuentra respaldado por las fuerzas vivas del país: la clase trabajadora obrera y la clase campesina. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Ancona.

El C. Ancona: Hasta estos momentos en que hago uso de la palabra no hemos oído la fogosa oratoria del diputado Ramos, que cuando se ofrece atacar, insultar e injuriar a la Cámara misma, no ha vacilado en venirse a parar a esta tribuna, y de los otros antirreeleccionistas que con mucho entusiasmo rompen hasta sus pupitres para aplaudir al que los ayudaba, permanecen en este estado de cosas en un silencio completo, cabizbajos, sin siquiera tener el valor civil suficiente de venir aquí ante la Representación Nacional a manifestar si ellos con su presencia, si ellos con sus actividades están respaldando los asesinatos y la sangre que correrá o está corriendo ya en la República Mexicana. (Aplausos.) Con respecto a la desmedida ambición de individuos que fueron colocados por la misma revolución y que les depositaron su confianza para representarlos en la misma, si ellos verdaderamente luchan por una era democrática, si ellos verdaderamente vienen a sostener un principio, si ellos verdaderamente quieren y aman la democracia y desean que en la República se establezca una elección netamente democrática, éste es el momento propicio que se les presenta para venir a manifestar aquí, ante la Representación Nacional:

"Nosotros somos luchadores de ideales, pero no respaldamos la actitud mezquina de los ambiciosos que quisieran empuñar una bandera contra el Gobierno". (Aplausos.) ?Cuál es la bandera de esos señores? ?La mezquindad¿ ¿La ambición? Y a ésos me voy a referir, a los señores antirreeleccionistas. En la bandera de Almada está el desconocimiento del Poder Legislativo, señores diputados; si ustedes respaldan esa actitud de Almada con los pocos que ha engañado, el lugar para ustedes no es esta Cámara, sino el monte, con ellos; (Aplausos.) pero si lo contrario, tengan ustedes la completa virilidad de venir aquí a exponer, conforme a sus sentimientos, que si ustedes no respaldan la actitud de estos individuos, es justo que aquí vengan ustedes a rectificar o a ratificar eso. No crean ustedes que por el solo hecho que sean ustedes una minoría, no tenga esta mayoría respeto para ustedes; no tan sólo en los momentos en que no peligraba la vida de ustedes, sino ahora cuando crean ustedes que pueden ser perjudicados, es cuando nosotros, los verdaderos obregonistas, los representantes de la República Mexicana, les tenderemos la mano a ustedes para que si reconocen su error, se enfilen al ideal revolucionario, que es lo que persigue la causa trabajadora. (Aplausos.) Espero, como he dicho, que alguno de ellos venga a esta tribuna, porque entre ellos conozco a personas que luchan por ideales, y si verdaderamente me equivoco, pues sería muy lamentable; pero en estos momentos la nación entera tiene la vista puesta y los oídos pendientes para saber quiénes son los que verdaderamente luchan por ideales revolucionarios, quiénes por ambiciones serviles y quiénes, en el momento oportuno, sólo estuvieron gritando e injuriando sin tener el valor de venir a esta tribuna con el derecho que a todos nos asiste. ¿Qué es lo que quieren estos señores¿ ¿Que el Gobierno del general Calles y todas las agrupaciones obreras fueran a seguirlos sin ningún programa, para saciar sus ambiciones personales únicamente¿ No, señores diputados antirreeleccionistas, eso hay que ganarlo a base de popularidad, a base de razonamientos y con un programa que venga a beneficiar a la clase trabajadora. De manera que yo espero que en esta tribuna vengan ustedes a defender aquí a su candidato, si son diputados al Congreso de la Unión y representan a su respectivo distrito

y están de acuerdo en luchar, o de lo contrario ya es tarde para estar en el lugar que les corresponde. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Candelario Garza.

El C. Garza Candelario: Señores diputados:

También diré como Zincúnegui, para poder comenzar, hacía mucho tiempo que no venía a esta tribuna a decir tantas barbaridades como hemos oído en esta XXXII Legislatura, y lo digo con absoluta sinceridad, porque desde la Legislatura XXVIII, con excepción de la XXXI, yo he estado ocupando humildemente, modestamente, una de estas curules y nunca, absolutamente nunca, se había visto que hubiera tanta farsa en la Representación Nacional, y lo digo con absoluta sinceridad, porque yo he estado callado contemplando toda la acción legislativa de la actual Cámara de Diputados, en que ha habido, compañeros, pura política, política a la cual yo no me había atrevido a contestar en esta tribuna, porque es la primera vez que oyen ustedes con respeto a un diputado que no es de sus ideas. Esto, en el plano del compañerismo, lo agradezco mucho, mucho lo agradezco. Voy a decir unas cuantas palabras, no voy a venir aquí a justificar a los que se levantan en armas, porque esa justificación ni ustedes, ni yo ni nadie en estos momentos la podemos dar. Que los justifique la Historia, que venga el tiempo a justificarlos, pero unas cuantos palabras sí estoy completamente obligado a decirles, ya que la iniciativa a que se hace referencia en esta sesión se refiere o, mejor dicho, es para dar un voto de confianza al ciudadano presidente de la República. Probablemente, señores compañeros, yo he sido uno de los grandes amigos del señor presidente de la República, el general Plutarco Elías Calles, y digo grande por lo que yo lo estimo y no por otra cosa. (Una voz: ¡Porque te dio la curul!) Yo no sé si él quisiera ser mi amigo, allá él, tampoco yo le exijo; pero como ciudadano yo no he andado mendigando curules, yo he traído una credencial y usted no la trajo. (Dirigiéndose al C. Benito Juárez Ochoa.) Yo, señores compañeros, declaro terminantemente que sí ha habido revolución, no puede ser en contra del ciudadano presidente de la República (Voces: ¡Ah! ¡Bárbaro!) Un momento, es muy fácil decir bárbaro en coro, vamos a ver quién tiene la culpa de esto.

El C. Torregrosa: ¡Las ambiciones¡

El C. Garza Candelario: Pero ¿de quién¿ (Voces: ¡De Gómez y Serrano¡ Podría ser, para ustedes que tienen determinadas ideas políticas, pero precisamente, ciudadano Torregrosa, desde que se iniciaron aquí las reformas a la Constitución General de la República, alguna vez dije al compañero Santos y algunos otros compañeros, que esto tendría que venir, porque ustedes, los que aprobaron esas reformas, daban un pretexto a todos aquellos descontentos con el actual Gobierno; y efectivamente lo tienen, y ahora lo han aprovechado los descontentos. (Murmullos.) Ustedes, rodeando al general Obregón, lo han hecho que acepte una candidatura que no debía haber aceptado para que no hubiera revolución en la República. Esta es la razón; con esto debemos justificar la situación actual, la situación del país, que es el que sufre; con esto debemos justificar esos lutos, esas miserias y esas mezquindades de que habla Romo, con la ambición del general Obregón por la Presidencia de la República. (Voces: ¡Porque lo llama el pueblo¡) No hay tal pueblo, compañeros. (Voces: ¡Ya lo verás¡) Muy bien, vamos a verlo. No hay tal pueblo que lo llame. En todas partes, sin perjuicio de ninguna clase, puede uno ver perfectamente quiénes son los que rodean al general Obregón: todos los políticos que quieren conservar una situación, también política, que hace mucho tiempo conservan y que no quieren perder. Y cada Gobierno de los Estados que están sosteniendo al general Obregón y que le hacen esas manifestaciones pagadas, son los responsables directos de la situación actual en el país. (Voces: ¡Ah¡) ¡Qué casualidad, compañeros, que los antirreeleccionistas, que mayor parte somos amigos señor presidente de la República, no pudiéramos entrar - me refiero a los diputados-, no pudimos nunca traspasar las puertas del señor presidente, nuestro amigo, porque la camarilla que lo rodea era imposible que pudiera pasar un mensaje o anunciarnos! (Voces: ¡Por telégrafo¡) Nunca, absolutamente nunca; los mensajes se contestaban invariablemente: "No se puede recibir a usted por el exceso de labores. Ya se llamará." Pero eso lo hacían los secretarios particulares.

El C. Zincúnegui Tercero: Gómez y Serrano hablaban con él directamente a cada rato.

El C. Garza Candelario: Allá ellos; pero nuestra situación no era la de Gómez y Serrano, compañero Zincúnegui Tercero, usted ha venido a atacar a Serrano y antes era el protegido más grande de Serrano.

El C. Zincúnegui Tercero: Públicamente hágame favor de decirme qué me dio Serrano.

El C. Garza Candelario: Y seguramente los ciudadanos antirreeleccionistas por eso nunca hablaron con el señor presidente, para decirle toda la imposición verificada por parte de los gobernadores de los Estados, que son los únicos responsables, repito, porque ellos son los que tienen la culpa de esta situación.

El C. Ortega Melchor: ¿Me permite una interpelación el orador? Usted dice, compañero, que la revolución no es en contra del actual mandatario, contra el general Calles. ¿A quién afecta una revolución en estos momentos en el país, compañero?

El C. Garza Candelario: Compañero, usted hace una pregunta que no tiene otra contestación; pero precisamente lo que yo le estoy diciendo a usted es que el responsable de que haya esta intranquilidad en el país y que vaya encaminada a perjudicar al Gobierno actual, es el general Obregón y todos los que los siguen. (Voces: ¡No!¡No!)

El C. Ortega Melchor: ¿Entonces, compañero, usted juzga irresponsable al general Calles? ¿Le hace usted esa ofensa?

El C. Garza Candelario: Yo juzgo al general Calles como la víctima de los malos representantes, los que han orillado al Ejército y a todos los que están levantados en armas a que vayan en contra del Gobierno; el general Calles es la víctima, compañero, por eso yo lo siento, y lo siento de todo corazón, no como otros que lo demuestran con gritos;

yo con hechos lo he demostrado y por eso precisamente lo siento, y si no fuera por eso, compañero Ortega, no vendría a la tribuna; y vengo para hacer esa declaración exclusivamente: el general Calles ha sido la víctima y los responsables de la situación actual del país son el general Obregón y todos aquellos que hicieron que aceptara su candidatura a la Presidencia de la República. (Voces: ¡El pueblo¡) No, señores, el pueblo estaba muy lejos de todas las politiquerías y de los malos políticos. (Gritos. Siseos.) Sí, señores, ésta es la verdad.

El C. Romo: ¿Eso es todo?

El C. Garza Candelario: Usted tiene muchas cosas que decir en la tribuna, pero no las puede decir por la emoción: yo no estoy emocionado; digo las verdades.

El C. Ortega Melchor: Para terminar mi interpelación, le pregunto: ¿Usted, de acuerdo con sus convicciones, justifica el actual movimiento armado o respalda al actual Gobierno de la República¿

El C. Garza Candelario: Ya he dicho, compañero, que no es usted ni ninguno en Cámara quien deba justificar el movimiento armado; éste lo justificará la historia. Yo, como amigo, exclusivamente como amigo, estoy con el general Calles, nada más.

El C. Ortega Melchor: ¿Y como diputado¿

El C. Garza Candelario: También. Ya he venido a decir a ustedes que no dejo de ser antirreeleccionista de la República, sea quien sea. ¿Qué bueno fuera que llevaran un carro completo, señores compañeros, y que cuantas veces hablen del pueblo, cuantas veces se refieran ustedes a la masa que viene a ser... (Una voz ¿Amorfa¿) No, no es amorfa. ¡Cuántas veces hablando de pueblo saben a conciencia, íntimamente, que no se refieren al pueblo libre de la República, que se refieren a tres o cuatro gobernadores rodeados por todos sus achichinques; ésta es la verdad! Está bueno que ustedes, con su criterio partidarista, unilateral, piensen en la forma que quieran; nosotros no queremos, por ningún motivo, que ustedes crean que nosotros tenemos la absoluta razón, porque estamos aquí para luchar y para alegar por tales. (Una voz: Y para recibir las dietas.) Lo mismo que usted, compañero, pero yo, cuando ha habido peligro, he ido toda la vida.

El C. Portales: Pregúntele usted a su amigo el general Calles.

El C. Garza Candelario: Sí, ya sabemos que usted es muy valiente; ya le conozco su historia política, compañero Portales. Así es que no tengo otra cosa que decir, porque no quiero quitar más el tiempo; y terminantemente quería yo que quedara en el DIARIO DE LOS DEBATES, como en el oído de todos los compañeros y en la conciencia también, que nosotros no estaremos contra el general Calles y sí consideramos que el general Calles es la víctima y que el responsable es el general Obregón, y no somos hipócritas, no somos hipócritas, porque lo que usted quiere, seguramente, es que la situación la arregle el señor presidente de la República, y usted quedarse muellemente sentado en esa curul por toda la vida.

El C. Juárez Ochoa: !No estás con Obregón porque te echó fuera del Gobierno de Tamaulipas por proteger el juego!

El C. Garza Candelario: Cuando usted quiera atacarme, compañero, tenga el valor civil de venir aquí para tratar esos asuntos, porque entonces verá usted quién es el que tiene la razón en todos los asuntos de Tamaulipas.

El C. Juárez Ochoa: Ya te lo dije: Benito Juárez Ochoa. Hasta el Gobierno americano tomó medidas....

El C. Garza: Aunque usted sea muy Benito Juárez, ni es Juárez, ni nada. Señores diputados: Quiero agradecer a ustedes que así como nos han invitado en esta vez a que vengamos a la tribuna para tomar parte en las discusiones, que así sigamos, porque en esa forma sí podremos venir a cada momento a luchar, su ustedes quieren malamente; estamos dispuestos a que nos derroten, pero que nos dejen venir a la tribuna. (Voces: ¡Muy bien¡)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Cortina.

El C. Cortina: Señores diputados: Lamento sobremanera que el abanderado de los antirreeleccionistas haya perdido el control y no se haya puesto a la altura de su deber en estos solemnes momentos. Nosotros, señores diputados, venimos a hacer profesión de fé, como lo dijera uno de los señores diputados que ha usado de la palabra antes que yo, para pasar lista de presentes, ya que no han escatimado absolutamente ninguna oportunidad ni los laboristas ni los agraristas para venir a hacer en estos momentos solemnes profesión de fe, ya que se trata de un movimiento popular, sino de una asonada militar. No es el pueblo el que se levanta en contra del Gobierno constituído, sino algunos jefes militares que están a disgusto porque la personalidad de los señores Gómez y Serrano no tiene la popularidad que ellos creen. En estos momentos, señores, no es el pueblo el que protesta, sino quienes están obligados a hacer respetar la soberanía popular, quienes tienen un papel delicado que desempeñar en la sociedad y que irrespetuosos de sus obligaciones, se han levantado en contra del Supremo Gobierno. Yo felicito muy sinceramente a todos los señores diputados que de muy buena voluntad han venido aquí a esta tribuna a demostrar que tienen el mismo criterio que demostraron cuando se discutieron las reformas de los artículos 82 y 83, para demostrar a la opinión pública que no fue un grupo de individuos serviles al que han querido calumniar, sino un grupo de ciudadanos conscientes que están dispuestos a ir al terreno que se les llame, porque lo que hoy se dice aquí con palabra festiva o grave, tenemos que ir a sostenerlo al campo a donde nos llamen. (Aplausos.) He dicho, señores.

El C. secretario Mayoral Pardo: No habiendo más oradores inscritos, se pregunta a la Asamblea si se aprueban los puntos de acuerdo. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobados. La Presidencia se ha servido nombrar en comisión para que se dé cumplimiento al acuerdo anterior, a los ciudadanos diputados: Topete, Oviedo Mota, Loustaunau, Melchor Ortega, Cerisola,

Márquez Galindo, Casas, Romo, Moisés Rosalío García, Zincúnegui, Nicolás Pérez y secretario Mayoral Pardo.

- El mismo C. secretario, leyendo:

"Honorable Asamblea:

"En virtud de que, con diferentes actos, se han significado en connivencia con los elementos que, guiados únicamente por si criminal ambición, empapan la patria con sangre hermana, proponemos, por ser de absoluta justicia, se declare que han perdido su carácter de representantes del pueblo, los siguientes ciudadanos: Francisco de Valle, Carlos T. Robinson, Humberto Barros, Eugenio Mier y Terán, Victor Rendón P., Amet Ramos Cristiani, Jaime A. Solís, Ulises Vidal, Margarito Gómez, Antonio Trujillo Espinosa.

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados, a 3 de octubre de 1927.- Edo. Loustaunau.- G . López M.- Luis Torregrosa.- Ricardo Topete.- José H. Romero.- C. Molina.- Melchor Orega.- Alberto Oviedo Mota.- Alfredo Romo.- B. Flores."

El C. Cortina: Pido la palabra, señor presidente.

El C. presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Cortina: Señores diputados:

Yo me voy a permitir suplicar de una manera atenta y respetuosa a la Representación Nacional, que esta moción no se apruebe si no está justificado que los ciudadanos diputados que se señalan aquí están en contra y, señores diputados, no creo que se vaya a dudar de mi actuación o de mi conducta; pero yo creo que debemos ser justicieros y sensatos para nuestras determinaciones. No creo justo que a los que tengan un criterio distinto del nuestro se les prive del derecho de estar en esta Representación Nacional. Los que han ido al monte, que recojan la cosecha de su actuación, pero a los que están presentes aquí, yo quiero que se les siga tratando con la misma consideración que se trata a todos los amigos y a todos los hermanos.

El C. Covarrubias: Pido la palabra en contra.

El C. secretario Mayoral Pardo: Se suplica a los señores diputados que deseen hacer uso de la palabra, se sirvan pasar a inscribirse.

El C. Lombardo Toledano: Para hacer una aclaración.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Lombardo Toledano.

El C. Lombardo Toledano: Señores compañeros:

Hace unos momentos, cuando algunos diputados nos manifestaban a los diputados laboristas que iba a presentarse una iniciativa de la naturaleza de la que acaban ustedes de escuchar, tendiente a que de acuerdo con el precedente sentado en 1924, se prive del carácter de diputado a los que estando en ejercicio han cometido actos francamente rebeldes contra el Gobierno de la República, convinimos los diputados laboristas en que si, en efecto algunos diputados habían ido al campo rebelde a realizar hechos de tal naturaleza, debían perder su carácter, porque es una forma de faltar al cumplimiento que ellos prestaron en el momento de rendir la protesta de fieles cumplidores de la Constitución del país; pero que si se trataba de incluir a elementos que no hubiesen cometido esos actos, naturalmente no estaban de acuerdo con el procedimiento. Quiero hacer esta aclaración, porque se nos dijeron los nombres de algunos diputados, asegurándonos que habían ido al campo rebelde. Estamos de acuerdo en que el que se va a la revolución debe perder su carácter de funcionario público, pero quiero ejemplificar simplemente: Yo conozco a Victor Rendón, por ejemplo; es mi amigo personal, compañero de escuela, sé que es antirreeleccionista porque tiene el deber de cumplir con la memoria de su padre, y por consideraciones muy personales, pero independientemente de esa consideración que Victor Rendón se ha hecho a sí mismo y que lo ha colocado en la situación que guarda en esta Cámara, me consta que Víctor no es hombre que vaya a la revolución, al menos yo lo he visto en la ciudad constantemente, ha estado en la Cámara hoy en la tarde, lamento que no esté presente; así es que no estoy de acuerdo con la medida. Cuando se pruebe que un hombre ha faltado a su deber de funcionario, muy bien que se le arroje, pero no se tome este precedente para establecer un criterio político, privando de la categoría de diputado a quien es diputado, sin motivo ninguno; eso no honra a la Cámara, no honra a nadie, ni a la revolución ni al Gobierno. (Aplausos.) La mejor justificación del Gobierno es que no tiene culpa absolutamente de lo que ocurre (Aplausos), me refiero al generales Calles. El triunfo del general Calles será un triunfo como siempre: antes que un triunfo físico, antes que un triunfo material, un triunfo moral, por que el general Calles, antes que otra cosa, es líder de muchedumbres y ha llegado al Poder público respaldado por el pueblo trabajador del país. (Aplausos.) Así, pues, no coloquemos, aun cuando sea de un modo indirecto, al presidente de la República en condición de que los enemigos digan que él estuvo de acuerdo con esta medida y aun la sugirió; no coloquemos al presidente de la República en una situación falsa que seguramente él reprobará. Después de esta aclaración, compañeros, yo pido también que si alguno se ha ido al campo rebelde, muy bien, que se aplique la sanción, es la única posible, pero que no se emplee un procedimiento de esta naturaleza contra hombres como Víctor Rendón, porque, repito, me costa que ha estado en México y que por cultura, por antecedentes, por razones personales nunca ha sido hombre que haya hecho armas contra el Gobierno revolucionario de Calles. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Fabila. (Siseos.)

El C. Fabila: No sé por qué se alarma la Asamblea, cuando momentos antes ha concedido expresamente la razón al diputado Lombardo Toledano. Yo no vengo a tratar este asunto desde el punto de vista político, yo suplicaría a los autores o al autor principal de esta iniciativa, se sirviera decirme si en vista de la manifiesta opinión de la Asamblea están dispuestos a retirar su proposición a fin de ahorrarnos el tiempo y de continuar yo en la tribuna. Más aún, señores diputados,

haciéndome eco en todo de las frases del diputado Lombardo Toledano, vengo a suplicar a los autores de esta iniciativa que se sirvan retirarla, por lo menos en tanto no se reúnen los requisitos pedidos por el licenciado Lombardo Toledano, es decir, que haya las pruebas bastantes de que algunos de los diputados enlistados están comprendidos en el delito de rebelión. Invito, pues , a alguno de los autores de la iniciativa para que me diga si está dispuesto a retirarla o no. (Voces: ¡Que la aplacen¡ ¡Que la modifiquen¡) La iniciativa está subscrita por diez o doce señores diputados, entre ellos el compañero Torregrosa; ya que ninguno ha contestado a mis dos interpelaciones, le ruego a Su Señoría me diga si está dispuesto a aplazar la discusión de esta iniciativa.

El C. Torregrosa: Tendría yo que interpelar a los demás firmantes de esa iniciativa para poder contestar.

El C. Fabila: ¿Su voto particular, su opinión particular no puede darla sin consentimiento de los demás?

El C. Torregrosa: Como miembro activo del Partido Socialista del Sureste, que sí lucha democráticamente, yo sostengo que se les aplique un castigo a todos los elementos que están más obligados que nadie a sostener las instituciones de la República.

El C. Fabila: ¿El compañero Romo no está dispuesto?

El C. Romo: No estoy dispuesto, compañero.

El C. Fabila: Me basta con esas dos opiniones y en este caso, señores diputados, vengo a oponerme de la manera más sincera y a la vez enérgica a la aprobación de esta iniciativa, por lo menos en lo que se relaciona a algunos ciudadanos diputados enlistados aquí, contra quienes seguramente no está perfectamente aclarado que hayan marchado al campo rebelde. Las voces de la calle y de la Cámara han dicho en todo el día que algunos de éstos, el diputado Valle, el diputado Robinson, el diputado Barros y algún otro marcharon anoche mismo con los grupos rebeldes. En el caso de estos señores diputados seguramente está absolutamente dentro de la ley el desafuero y existen ya precedentes de alguna Legislatura anterior en la que yo mismo dí mi voto de desafuero por los diputados que habían marchado al campo rebelde; sin embargo, en aquella ocasión se tuvo la atingencia de esperar a que hubiera datos exactos de que aquellos ciudadanos diputados estaban en el campo rebelde. Yo creo que todavía no hay datos bastantes para afirmar que estos compañeros cuyos nombres están en los labios de todos, estén en el campo rebelde; respecto de otros, estoy seguro de que no han marchado al campo rebelde y que se encuentran todavía en la ciudad de México. En este caso es absolutamente injustificado, completamente ilegal, totalmente anticonstitucional aplicarles una sanción de esta naturaleza, que vendría a sentar un terrible precedente en esta Legislatura y que sería indudablemente un desdoro para la actual mayoría de la Cámara de Diputados.

El C. Real: ¿Cuando los delahuertistas?

El C. Fabila: Compañero Real, lo estoy diciendo, cuando los delahuertistas no desaforamos a los diputados delahuertistas sino hasta que se tuvo la absoluta certeza de que estaban en el campo rebelde, y usted debe recordar que muchos que de primera intención se listaron en el desafuero, se dieron contraórdenes después y se les repuso en sus puestos, habiéndoseles pagado sus dietas a algunos de ellos hasta en el receso, porque probaron que no habían estado en el campo rebelde. ¿Qué pretende la mayoría con este desafuero tan violento, tan carente de fundamento legal? ¿Basarse en la amenaza para que cualquier otro diputado de filiación no obregonista a no perteneciente a la mayoría obregonista, esté amenazado de que por un simple acuerdo económico se le prive de su carácter de diputado? ¿Qué, pretende la mayoría obregonista que en esta Cámara no se oigan más que sus opiniones? Es una flagrante inconsecuencia que cometería esa mayoría. Al diputado Garza se le acaba de hacer tácticamente la promesa, por el diputado Ancona, de que serán escuchados en esta tribuna y de que serían tratados con la debida cortesía siempre que se conduzcan con la franqueza, con la sinceridad y lealtad que requieren sus convicciones, acertadas o erróneas, y tras de esa promesa, tras de ese ofrecimiento que han acogido los pocos antirreeleccionistas que quedan aquí, se viene a sentar el precedente de a las volandas proponer el desafuero de un diputado que seguramente no es más responsable que del delito para ustedes, para la mayoría, de no comulgar con las opiniones políticas presidenciales de ustedes.

- El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Elpidio Barrera.

- El C. Barrera Elpidio: Cuando la lucha entre los de la huertistas y Calles, compañero, voy a recordarle un caso altamente elocuente y que viene a comprobar lo que usted ha dicho. Recordará usted, compañero, que el General Azueta fue cogido prisionero en Ixmiquilpan, y estando preso se nombró una comisión de aquella Cámara para que se acercase al ciudadano presidente de la República y al secretario de Guerra y Marina para suplicarles que se pusiera en libertad al ciudadano diputado Azueta. La comisión aquella, por algunas razones, no cumplió con su cometido, y entonces recuerdo que el que habla pidió se hiciera un acto de justicia a fin de oírlo antes de que se le despojara de su investidura de diputado. Fue tanta la benevolencia de aquella mayoría, que no solamente consiguió la libertad de Azueta, sino que el entonces secretario de Guerra y Marina, general Serrano, por teléfono dio órdenes a Pachuca, y siguió cobrando sus dietas el diputado Azueta. ¿Recuerda este detalle, compañero? Ya ve la honorable asamblea que en aquél entonces, cuando había mayoría, porque tocó la casualidad que se dividió la Cámara en dos mitades más o menos iguales, 128 por 132, y aquella mayoría que significaba un peligro para el Gobierno del general Obregón, tuvo benevolencia absoluta para sus enemigos y se desaforó a aquéllos que se fueron al campo rebelde, Yo no vengo a abogar por los que empuñaron las armas y si yo mañana las empuño, que se me quite el fuero también.

- El C. Fabila: Efectivamente, compañeros, es exacto el caso citado por el diputado Barrera, y tan es así, que yo fui presidiendo la comisión que

fue a ver al jefe de las operaciones en el Valle de México, que era entonces el general Arnulfo R. Gómez, y el general Gómez giró a la vista de nosotros órdenes al Estado de Hidalgo para que al general Azueta se le pusiera en libertad y se le dieran inmediatamente todos los medios para que llegara a México. De manera, compañeros, que por antecedentes por decoro de la mayoría por conveniencia de la mayoría, no deben precipitarse y aprobar este desafuero, que es un desafuero, pero en la forma en que está propuesto vulnera absolutamente los procedimientos que deben seguirse para fundar tan terrible sanción. Por último, compañeros, yo vengo a cumplir con mi deber al venir a protestar ante ustedes por la aprobación de esta inicua iniciativa, y ya sé que al aprobarse yo mismo desde mañana o desde hoy no me sentiré seguro de conservar la investidura de diputado al Congreso de la Unión, la responsabilidad será total y absolutamente de ustedes. Afectuosamente invoco los sentimientos de lealtad revolucionaria en la mayoría para que no apruebe esa barbaridad política.

El C. Garza Candelario: Pido la palabra para una aclaración.

El C. presidente: Está inscrito otro orador; después de él.

El C. Garza Candelario: Yo suplico que se me conceda para que pueda versar la discusión sobre este punto. Honorable Asamblea: La proposición menciona los nombres del compañero Solís y algún otro de Chiapas; están aquí estos señores; probablemente si se consulta la lista de asistencia se verá que han venido a esta sesión, sólo que han salido; además el compañero Rendón estuvo aquí y algún otro; Espinosa paso lista, pudiendo cerciorarse en la en la lista de asistencia de esta sesión, y algún compañero dice que el diputado Barros estuvo, yo no lo ví, pero si es que esa proposición invoca como fundamento el hecho de que los compañeros diputados se ha levantado en armas, yo creo que es una injusticia que involucren los nombres de varios compañeros que han estado en esta sesión. Lo digo para que los oradores que vienen en seguida a tratar sobre este mismo asunto, tengan conocimiento. Además, decía el compañero Barrera que acaso la Representación Nacional no tiene precedentes para estos casos. (Voces: Sí hay.) En el año de 1920 recuerdo que el mismo presidente actual de la que fue del bando bonillista, estuvo después del triunfo del general Obregón recibiendo sus dietas como miembro de la Cámara, lo mismo el compañero Reyes Márquez, Guadalupe de Anda y otros más. En la revolución pasada el mismo compañero Liborio Espinosa y Elenes gozó de todas las garantías, y a todos los demás compañeros les consta, a todos los que estuvimos en aquella época aquí peleando por defender al Gobierno constituido del general Obregón. Por consiguiente, hay precedentes completamente saludables por el bien y el prestigio del Gobierno de la revolución. ¿Por qué, pues, vamos a aprobar una proposición que no llena los requisitos de antecedentes, una proposición tan mal fundada que requiere algunas adaptaciones, pero que es una necesidad política? Yo sé que los diputados de Chiapas que están dentro del bando de la mayoría quieren expulsar a otros compañeros, y no es justo.

El C. Solórzano: ¡Moción de orden¡ Siendo visible que no hay quórum, pido a su señoría que levante la sesión, citando para cuando estime conveniente.

El C. Elías F. Hurtado: Pido la palabra para mañana fundar esta proposición.

El C. presidente, a las 19.55: Siendo visible que no hay quórum, se levanta la sesión y se cita para mañana a las dieciséis.