Legislatura XXXIII - Año I - Período Ordinario - Fecha 19281009 - Número de Diario 18

(L33A1P1oN018F19281009.xml)Núm. Diario:18

Colegio Electoral

ENCABEZADO

MÉXICO, MARTES 9 DE OCTUBRE DE 1928

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

Año I.-PERIODO ORDINARIO

XXXIII LEGISLATURA

TOMO I.-NUMERO 18

SESIÓN DE COLEGIO ELECTORAL

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA

9 DE OCTUBRE DE 1928

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2.- Sin debate son aprobados los dictámenes correspondientes a los distritos electorales 10 de Hidalgo y 4o. de Querétaro. Se levanta la sesión y se pasa a sesión de Cámara de Diputados.

DEBATE

Presidencia del

C. FRANCISCO LÓPEZ CORTES

(Asistencia de 148 ciudadanos diputados y presuntos diputados.)

El C. presidente, a las 18.35: Se abre la sesión del Colegio Electoral.

- El C. secretario Ferreira, leyendo:

"Acta de la sesión de Colegio Electoral de la Cámara de Diputados del XXXIII Congreso de la Unión, celebrada el día ocho de octubre de mil novecientos veintiocho.

"Presidencia del C. Francisco López Cortés.

"En la ciudad de México, a las diez y ocho horas y catorce minutos del lunes ocho de octubre de mil novecientos veintiocho, con asistencia de ciento cincuenta y siete ciudadanos diputados, se abrió la sesión.

"Fué aprobada el acta de la sesión anterior, que tuvo lugar el día cuatro del presenta mes.

"Sin que nadie hiciera uso de la palabra fueron aprobados en votaciones económicas los dictámenes de que a continuación se hace mérito:

"De la Primera Comisión, Cuarto Grupo. 2o. distrito de Hidalgo. Diputado propietario, C. Leopoldo E. Camarena; diputado suplente, C. Eliseo G. Nava.

"De la Primera Comisión, Primer Grupo. 10 distrito de Guerrero. Diputado propietario, C. Plácido A. Maldonado; diputado suplente, C. Luis Rodríguez.

"De la Primera Comisión, Cuarto Grupo. 2o. distrito de Baja California. Diputado propietario, C. Nemesio Vargas; diputado suplente, C. Francisco García Bareño.

"De la Primera Comisión, Primer Grupo. 5o. distrito de Chiapas. Diputado propietario, C. Carlos M. Jiménez; diputado suplente, C. César Ruiz.

"De la Primera Comisión, Quinto Grupo. 3er. distrito de Chiapas. Diputado propietario, C. Evaristo Bonifaz; diputado suplente, C. Rodolfo A. Navarro.

"De la Primera Comisión, Quinto Grupo. 10 distrito de Puebla. Diputado propietario, C. Ignacio de la Mora; diputado suplente, C. Luis Hernández Cházaro.

"De la Primera Comisión, Tercer Grupo. 14 distrito de Puebla. Diputado propietario, C. Juan R. Delgado; diputado suplente, C. Porfirio B. Vargas.

"La Secretaría, en cada caso, hizo la declaratoria correspondiente.

"A las diez y ocho horas y cuarenta y ocho minutos se levantó esta sesión de Colegio Electoral para pasar a Cámara de Diputados."

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.

- El mismo C. secretario leyendo:

"1a. Comisión Revisora.- 5o. Grupo.

"H. Asamblea:

"Al 5o. Grupo de la 1a. Comisión Revisora tocó conocer del expediente relativo a las elecciones de diputados al Congreso de la Unión, verificadas en diputados al Congreso de la Unión, verificadas en el 10 distrito electoral del Estado de Hidalgo, el día 1o. de julio del año en curso.

"Fueron cuatro las fórmulas que contendieron en ese distrito, pero del examen de los documentos presentados en la elección de que se trata, se colige desde luego que la fórmula de los CC. José Gómez Esparza- Vicente Espíndola contó con la ayuda incondicional de las autoridades municipales; que los CC. Daniel Olivares- Moisés Calderón, aun siendo víctimas de esa hostilidad, lograron una gran mayoría de sufragios, y que las otras dos fórmulas, además de que obtuvieron el menor número de votos, no comprueban que éstos hayan sido adquiridos de las casillas que funcionaron con los documentos que señala la ley.

"La presión perfectamente comprobada con todos los documentos presentados por los contrincantes de la fórmula Gómez Esparza- Espíndola, que ejercieron las autoridades municipales a favor de dicha fórmula, nos induce a la inmediata conclusión de que deben notificarse, según lo previene la Ley Electoral, los votos que se hacen figurara como obtenidos por los CC. Gómez Esparza- Espíndola, ya que no hay lugar a que la Comisión Dictaminadora se cerciore de la clara expresión de esos votos, pero aún sin tomar esa medida, además de justificada indispensable para la exacta aplicación de los preceptos legales que en este caso establecen su creación, pues tienden a evitar mistificaciones se viene al conocimiento absoluto de que la candidatura del C. Daniel Olivares tuvo en su favor 6.857 votos en contra del C. Gómez Esparza que, en las circunstancias mencionadas. sólo obtuvo 5,948 sufragios.

"Ya se hace del conocimiento de la H. Asamblea las condiciones en que las otras dos fórmulas tratan de aparentar que también alcanzaron una numerosa votación; es decir, enviando los paquetes sin tener la documentación necesaria, y por eso nos eximimos de conocer de ellos, por más que los escrutinios presentados arrojan 5,919 votos para la fórmula Sánchez Vera- Muñoz y 3,770 para los CC. Sánchez Mejorada-Solís, o sea muy inferior a la totalidad de sufragios obtenidos por las dos fórmulas mencionadas en el párrafo anterior.

"Por todo lo anterior, la Comisión juzga que la mayoría de los sufragios válidos la obtuvo la fórmula de los CC? Daniel Olivares y Moisés Calderón, en virtud de lo cual tiene el honor de proponer a Vuestra Soberanía la aprobación de los siguientes puntos resolutivos:

"Primero. Son válidos las elecciones que para diputados a la XXXIII Legislatura de la Unión se verificaron en el 10 distrito electoral del Estado de Hidalgo, el primer domingo de julio del año en curso.

"Segundo, Son diputados por ese distrito, propietario y suplente, los CC. Daniel Olivares y Moisés Calderón, respectivamente.

"Sala de Sesiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D.F., a 9 de octubre de 1928.- Manuel Avilés.- Jesús Otero."

Está a discusión el dictamen. No habiendo quien haga uso de la palabra en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobado. En consecuencia la Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: Primero. Son válidas las elecciones que para diputados a la XXXIII Legislatura de la Unión se verificaron en el 10 distrito electoral del Estado de Hidalgo, el 1o. de julio del año en curso. Segundo. Son diputados por ese distrito propietario y suplente, los ciudadanos Daniel Olivares y Moisés Calderón, respectivamente. (Aplausos.)

"1a. Comisión Revisora de Credenciales.- 2o. Grupo.

"H. Asamblea:

"A este 2o. Grupo de la 1a. Comisión de Poderes correspondió conocer del expediente relativo a las elecciones para diputados al Congreso de la Unión verificadas en el 4o. distrito electoral del Estado de Querétaro, el día 1o. de julio del presente año.

"Son de las fórmulas contendientes: 1a. de los CC. Ambrosio Guerrero- Otilio Trejo y José Guerra Alvarado- Porfirio Rubio. De los documentos presentados por el C. Guerrero, se comprueba plenamente que el candidato contrario obtuvo todo género de ayuda tanto de parte de las autoridades del Estado, como de los Ayuntamientos que comprenden el distrito electoral cuya cabecera es Jalpan. En consecuencia, la Comisión no puede aceptar como válidos los votos que aparecen depositados en favor del C. José Guerra Alvarado, ya que así lo previene de manera terminante la ley de la materia. Sin embargo, de los documentos subscritos por la Junta Computadora que otorgó el triunfo al C. Ambrosio Guerrero, aparece un escrutinio superior en el número de votos al que obtuvo su contrincante, pues dicho escrutinio arroja un total de 5,141 sufragios en favor del expresado C. Guerrero.

"Por todo lo expuesto, la subscrita Comisión se permite someter a la consideración de la H. Asamblea, los siguientes puntos resolutivos:

"Primero. Son válidas las elecciones para diputados al Congreso de la Unión, verificadas en el 4o. distrito electoral del Estado de Querétaro, el día 1o. de julio del año en curso.

"Segundo. Son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el mencionado distrito, los CC? Ambrosio Guerrero y Otilio Trejo.

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D.F., a 9 de octubre de 1928.- Francisco Arlanzón.- Gustavo A. Uruchurtu."

Está a discusión. No habiendo quien lo haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobado. En consecuencia, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara: Primero. Son válidas las elecciones para diputados al Congreso de la Unión verificadas en el 4o. distrito electoral del Estado de Querétaro el día 1o. de julio del año en curso. Segundo. Son diputados propietario y suplente, respectivamente, por el mencionado distrito, los CC. Ambrosio Guerrero y Otilio Trejo.

El C. presidente a las 18.46: Se levanta la sesión de Colegio Electoral y se pasa a sesión de Cámara de Diputados.

SESIÓN

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DIA

9 DE OCTUBRE DE 1928

SUMARIO

1.- Abierta la sesión es leída y aprobada el acta de la anterior.

2.- Rinden la protesta de ley los CC. Daniel Olivares y Ambrosio Guerrero, diputados propietarios,

respectivamente por los distritos electorales 10 de Hidalgo y 4o. de Querétaro.

3.- Se da cuenta con los documentos en cartera.

4.- Se dio primera lectura a ocho dictámenes de la 1a. Comisión de Puntos Constitucionales que consultan diversos proyectos de decreto concedido el permiso constitucional respectivo para aceptar y usar condecoraciones de gobiernos extranjeros. Dispensada la segunda lectura quedan a discusión el primer día hábil.

5.- El C. Raymundo E. Enríquez, diputado propietario por el 2o. distrito electoral del Estado de Chiapas, rinde la protesta de ley.

6.- Continúa a discusión el dictamen de la 1a. Comisión de Gobernación, que declara benemérito de la Patria al C. Alvaro Obregón, usando de la palabra varios ciudadanos diputados. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del

C. FRANCISCO LÓPEZ CORTES

(Asistencia: la misma de la sesión de Colegio Electoral inmediata anterior.)

El C. presidente, a las 18.47: Se abre la sesión de Cámara de Diputados.

- El C. secretario Solís Cámara leyendo:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del XXXIII Congreso de la unión, el día 8 de octubre de mil novecientos veintiocho.

"Presidencia del C. Francisco López Cortés.

"En la ciudad de México, a las 18.49 del lunes 8 de octubre de 1928, con asistencia del número de representantes que estuvieron presentes en la sesión del Colegio Electoral inmediata anterior, se abrió ésta de Cámara de Diputados.

"Fue aprobada el acta de la sesión que tuvo lugar el día 4 de los corrientes.

"Encontrándose a las puertas del salón los CC. Leopoldo R. Camarena, Plácido A. Maldonado, Nemesio Vargas, Ignacio de la Mora, Carlos M. Jiménez, Evaristo Bonifaz y Juan R. Delgado, diputados propietarios, respectivamente, por los distritos 2o. de Hidalgo, 10 de Guerrero, 2o. de Baja California, 10 de Puebla 5o. de Chiapas, 3o. de Chiapas y 14 de Puebla, se nombró una comisión para que los introdujera. Los mencionados representantes rindieron la protesta de ley.

"La Secretaria dio cuenta con la cartera:

"La Legislatura de Tlaxcala participa que con fecha 29 del mes próximo pasado clausuró su primer período prorrogado de sesiones, correspondiente al segundo año de su ejercicio, y que con fecha 1o. del actual inauguró su segundo período ordinario de sesiones, correspondiente al segundo y último año de su ejercicio legal. De enterado.

"La Legislatura de Oaxaca da a conocer los nombres de las personas designadas para que integren su Mesa Directiva durante el presente mes. De enterado.

"La diputación permanente de la Legislatura de Jalisco manifiesta que con fecha 1o. del mes en curso quedó legalmente instalada y nombró su Mesa Directiva. De enterado.

"El C. Licenciado Mauricio F. González participa que con fecha 1o. de septiembre último, se hizo cargo de la presidencia del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Coahuila. De enterado.

"El C. licenciado Daniel Garza Espinosa avisa que el día 4 de los corrientes tomó posesión como presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Nuevo León. De enterado.

"El C. licenciado Agustín Leñero comunica que con fecha 28 del mes próximo pasado y bajo su presidencia, quedó instalado el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Michoacán. De enterado.

"El C. teniente coronel Roberto Fierro Villalobos, piloto aviador del ejército nacional, solicita se le conceda el permiso constitucional necesario para usar las condecoraciones que le han conferido los gobiernos de las Repúblicas de Cuba, Guatemala y El Salvador. Hacen suya esta solicitud los CC. diputados Melchor Ortega, Rafael Picazo, Juan Abarca Pérez y otros representantes.- Recibo y a la Comisión de puntos constitucionales en turno.

"Se dio segunda lectura al dictamen de la 1a. Comisión de Gobernación, que declara benemérito de la Patria al C. Alvaro Obregón.

"Los CC. Manuel Riva Palacio, Alfredo I. Moreno, Rafael M. Legorreta, Eduardo Cortina, Wenceslao Labra y numerosos representantes más, presentaron una proposición tendiente a que se pusiera desde luego a discusión el dictamen de que se trata y después de que la Secretaría, a petición del C. Manrique, leyó documentos que obran en el expediente, se dispensaron los trámites a la proposición, que fue aprobada en votación económica.

"A discusión el dictamen en lo general, habló en pro el C. Manrique, quien fue interrumpido por mociones de orden de los CC. Melchor Ortega y Díaz Soto y Gama y por una interpelación del C. Orozco. Este representante usó de la palabra así que concluyó el C. Manrique, y contestó interpelaciones del mismo; la Secretaría leyó el artículo120 del Reglamento y la Presidencia respondió a una pregunta del C. Díaz Soto y Gama.

"Pronunciaron discursos, en relación con el proyecto a debate, los CC. Romandía Ferreira, Marte R. Gómez, Bautista, Díaz Soto y Gama y Romo. El C.Manrique contestó una interpelación que durante su discurso le hizo el C. Díaz Soto y Gama, quien a su vez respondió a preguntas que le dirigieron los CC. Yáñez, Maya y Alejandro Cerisola.

Durante el debate, en varias ocasiones fueron llamados al orden los concurrentes a las galerías, con motivo de las manifestaciones que hacían.

"La Presidencia levantó la sesión siendo los veintiún minutos del martes nueve y citó para las diez y siete horas del mismo día, a sesión de Cámara de Diputados."

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.

- El mismo C. secretario: Encontrándose a las puertas del salón los ciudadanos Daniel Olivares y

Ambrosio guerrero, diputados propietarios, respectivamente, por los distritos 10 de Hidalgo y 4o. de Querétaro, la Presidencia nombre en comisión, para que los introduzcan a rendir la protesta de ley, a los ciudadanos Leopoldo Camarena Esteban bueno, Fernando Escamilla, Federico A. Fernández, Zenón Suárez y secretario Solís Cámara.

(Rindieron la protesta legal. Aplausos.)

- El mismo C. Secretario leyendo:

"La Legislatura de Michoacán da a conocer los nombres de los ciudadanos designados para integrar el Tribunal Superior de Justicia del mismo Estado."- De enterado.

"El C. licenciado Juan A. Veites participa que con fecha 5 de octubre se hizo cargo de la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Tamaulipas, puesto para el cual fue designado."- De enterado.

El C. presidente: (Campanilla.) La Presidencia ruega a los ciudadanos diputados que se sirvan ocupar sus curules y escuchar la lectura de los documentos. Al mismo tiempo, la presidencia manifiesta a los concurrentes a las galerías, que ve con simpatía la asistencia de tan numeroso público en los palcos de esta Cámara; pero que en vista de que los concurrentes a la sesión de ayer no se comportaron con la mesura debida, se ve en la necesidad de manifestar que, cumpliendo con la obligación que le impone el Reglamento, obrará energéticamente, muy a su pesar, en caso necesario. Al efecto, la Secretaria se servirá dar lectura a los artículos respectivos del Reglamento.

- El C. secretario Moctezuma leyendo:

"Artículo 195. Los concurrentes a las galerías se presentarán sin armas; guardarán respeto, silencio y compostura, y no tomarán parte en los debates con ninguna clase de demostración."

"Artículo 196. Se prohibe fumar en las galerías. Las personas que infrinjan este artículo serán expulsados del edificio."

"Articulo 197. Los que perturben de cualquier modo el orden, serán despedidos de la galería en el mismo acto; pero si la falta fuese grave o importare delito, el presidente mandará detener al que cometiere y consignarlo al juez competente."

El C. Manrique: En moción de orden pido atentamente que se dé lectura a los artículos que prohiben que los diputados fumemos en el Salón de Sesiones y que nos presentemos armados en este recinto. (Voces: ¡Ah¡)

El C. secretario Moctezuma: Por disposición de la Presidencia se va a dar lectura al artículo 47 del Reglamento:

"Artículo 47. Los individuos de las cámaras asistirán a todas las sesiones desde el principio hasta el fin de éstas, y tomarán asiento sin preferencia de lugar y se presentarán con la decencia que exigen las altas funciones de que están encargados.

"No es permitido fumar en el Salón de Sesiones. "Tampoco es permitido presentarse portando armas dentro del salón."

- El mismo C. secretario leyendo:

"1a. Comisión de Puntos Constitucionales.

"Honorable Asamblea:

"A esta 1a. Comisión de Puntos Constitucionales que subscribe fue turnado, para su estudio y dictamen, el oficio número 951 de fecha 24 de julio del corriente año, en el que la Secretaría de Relaciones Exteriores solicita el permiso necesario para que el C. Pablo Campos Ortíz, primer secretario de la Legación de México en España, pueda aceptar y usar la condecoración denominada "Medalla de Oro de Ultramar", que le ha concedido el Gobierno Español.

"Como el artículo 37, fracción II, de nuestra Constitución General previene que es necesario el permiso del Congreso de la Unión para poder aceptar condecoraciones, títulos o funciones de gobiernos extranjeros, a fin de no perder la calidad de ciudadano mexicano, la Comisión que suscribe es de parecer que debe concederse el permiso solicitado por la Secretaría de Relaciones, para que el C. Campos Ortíz pueda aceptar libremente la distinción que le hace S. M. el Rey de España.

"Por lo tanto, se permite proponer a Vuestra Soberanía, la aprobación del siguiente proyecto de decreto:

"Artículo único. Se concede permiso al C. Pablo Campos Ortíz para que, sin perder sus derechos de ciudadano mexicano, acepte y use la condecoración denominada "Medalla de Oro de Ultramar", que ha tenido a bien otorgarle el Gobierno Español.

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D.F., a 4 de octubre de 1928.- Alf. Romandía F.- Ramón V. Santoyo."

En votación económica se consulta si se dispensa la segunda lectura para que se discuta el primer día hábil. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Dispensada. A discusión el primer día hábil.

"1a. Comisión de puntos constitucionales.

"H. Asamblea:

"A. esta 1a. Comisión de Puntos Constitucionales se turnó, por acuerdo de vuestra Soberanía, el expediente formado con el oficio número 725 fechado el 29 de mayo del año en curso, en el que la Secretaría de Relaciones Exteriores solicita permiso constitucional para que el C. Joaquín Meza, actual segundo secretario de la Embajada de México en Guatemala, pueda aceptar y usar la condecoración de Oficial de la Orden al Mérito, que ha tenido a bien conferirle el gobierno de la República de Chile.

"La subscrita Comisión, después de estudiar con todo detenimiento el asunto, estima que debe accederse a lo solicitado por la Secretaría de Relaciones

en favor del C. Meza, a fin de que éste pueda, sin menoscabo de su ciudadanía aceptar la distinción que le hace el señor presidente de la República de Chile. Por tanto se permite someter a la deliberación de la H. Cámara el siguiente proyecto de decreto:

"Artículo único. Se concede permiso al C. Joaquín Meza para que, sin perder sus derechos de ciudadano mexicano, acepte y use la condecoración de oficial de la Orden al Mérito, que ha tenido a bien otorgarle el gobierno de la República de Chile.

Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D.F., a 28 de septiembre de 1928.- Alf. Romandía F.- Ramón V. Santoyo."

Primera lectura. En votación económica se pregunta si se dispensa la segunda lectura para que se discuta el primer día hábil. Los que estén por la afirmativa, se servirán manifestarlo. Dispensada. A discusión el primer día hábil.

"1a. Comisión de puntos constitucionales.

"H. Asamblea:

"El c. José E. Coeto, actual jefe del departamento de comercio de la Secretaría de Industria Comercio y Trabajo, en escrito fechado el día 14 de mayo del presenta año, solicita de esta H. Representación Nacional el permiso necesario para aceptar y usar la condecoración de la Real Orden de Nordstjernan (Estrella Polar), que tuvo a bien conferirle el Rey de Suecia.

"El expediente formado con este motivo fue turnado para su estudio y dictamen a esta 1a. Comisión de puntos constitucionales, la que después del estudio de rigor y teniendo en cuenta lo prescrito por la fracción II del artículo 37 de nuestra Carta Magna, opina que debe concederse al C. Coeto el permiso que solicita.

"En esa virtud se permite proponer a la deliberación y aprobación de la H. Asamblea el siguiente proyecto de decreto:

"Artículo único. Se concede permiso al C. José E. Coeto para que, sin perder sus derechos de ciudadano mexicano, acepte y use la condecoración de la Real Orden de Nordstjernan (Estrella Polar), que le ha concedido su majestad el Rey de Suecia.

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D.F., 1o. de octubre de 1928.- Alf. Romandía F..- Ramón V. Santoyo."

Primera lectura. En votación económica se pregunta si se dispensa la segunda lectura, para que se discuta el primer día hábil. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Dispensada. A discusión el primer día hábil.

"1a. Comisión de Puntos Constitucionales.

"Honorable Asamblea:

"Para su estudio y dictamen fue turnado a esta 1a. Comisión de Puntos Constitucionales, el expediente relativo a la solicitud que hace la Secretaría de Relaciones Exteriores, a fin de que se le conceda permiso constitucional al C. Enrique González Martínez, actual ministro de México en España, para aceptar y usar la condecoración llamada "Medalla de Oro de Ultramar", que ha tenido a bien otorgarle el Gobierno de aquel país.

"Para evitar al C. González Martínez la pérdida de su ciudadanía (fracción II del artículo 37 de la Constitución General de la República), y no habiendo impedimento legal alguno para acceder a la petición de referencia, esta Comisión se permite proponer a la H. Asamblea la aprobación del siguiente proyecto de decreto:

"Artículo único. Se concede permiso al C. Enrique González Martínez para que, sin perder los derecho de ciudadano mexicano, acepte y use la condecoración llamada "Medalla de Oro de Ultramar", que le ha conferido el Gobierno Español.

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D.F., a 2 de octubre de 1928.- Alf. Romaldía F.- Ramón V. Santoyo."

Primera lectura. En votación económica se pregunta si se dispensa la segunda lectura, para que se discuta el primer día hábil. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Dispensada. A discusión el primer día hábil.

"1a. comisión de Puntos Constitucionales.

"Honorable Asamblea:

"El C. Manuel E. Otalora, cónsul general de México en Barcelona, España, solicita del Congreso de la unión, por conducto de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el permiso necesario para poder aceptar y usar, sin menoscabo de sus derechos de ciudadano mexicano la Medalla Conmemorativa de los Somatenes, que ha tejido o bien conferirle el Gobierno Español.

"La Comisión estima fundada la solicitud del C. Otalara, toda vez que la fracción II del artículo 37 de la Constitución General de la República previene que es necesario el permiso del Congreso Federal para admitir de gobiernos extranjeros, condecoraciones, títulos o funciones.

"Por lo tanto en concepto de está Comisión, debe concederse al C. Manuel Otalara para que, sin perder su calidad de ciudadano mexicano, acepte y use la medalla Conmemorativa de los Somatenes, que ha tenido a bien conferirle el Gobierno Español.

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F. 1o. de octubre de 1928.- Alf. Romandía F.- Ramón V. Santoyo." Primera lectura. En votación económica se pregunta si se dispensa la segunda lectura, para que se discuta el primer día hábil. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Dispensa. A discusión el primer día hábil.

"1a. Comisión de Puntos Constitucionales.

Honorable Asamblea:

"En oficio número 204 de fecha 10 de febrero del

presente año, la Secretaría de Relaciones Exteriores solicita permiso de esta H. Representación Nacional, para que el C. licenciado Salvador Martínez Mercado, actual segundo secretario de la Legación de México en Bélgica, pueda aceptar y usar la Medalla del Homenaje, que le ha otorgado el Gobierno Español.

"Dicha solicitar ha sido turnada, para su estudio y dictamen, a esta 1a. Comisión de Puntos Constitucionales, la que después del estudio de rigor, ha llegado a la conclusión de que es de concederse el permiso pedido, para que el C. licenciado Martínez Mercado no pierda su calidad de ciudadano mexicano, según está prescrito por la fracción II del artículo 37 de nuestra Carta Magna.

"En esa virtud, la Comisión se permite proponer a Vuestra Soberanía la aprobación del siguiente proyecto de decreto:

"Artículo único: Se concede permiso al C. licenciado Salvador Martínez Mercado para que, sin perder su calidad de ciudadano mexicano acepte y use la Medalla del Homenaje que ha tenido a bien concederle el Gobierno Español.

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D.F., a 8 de octubre de 1928.- Alf. Romandía F.- Ramón V. Santoyo."

De primera lectura. En votación económica se pregunta si se dispensa la segunda lectura para que se discuta el primer día hábil. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Dispensada. A discusión el primer día hábil.

"1a. Comisión de Puntos Constitucionales.

"H. Asamblea:

"Por acuerdo de esta H. Cámara se turnó a la subscrita Comisión el oficio número 952 fechado el 24 de julio del corriente año, en el que la Secretaría de Relaciones Exteriores solicita el permiso necesario para que el C. Enrique Narváez, agregado comercial de la Legación de México en España, pueda aceptar y usar la Medalla de Oro de Ultramar, que le confirió el Gobierno de aquel país.

"Estudiado el caso por los subscritos, opinamos que para evitar al C. Narváez la pérdida de sus derechos de ciudadano mexicano, según lo prescribe la fracción II del artículo 37 de la Constitución General de la República, debe concedérsele el permiso pedido, por lo que se le permiten someter a la deliberación y aprobación de la H. Asamblea el siguiente proyecto de decreto:

"Artículo único. Se concede permiso al C. Enrique Narváez para que, sin perder su calidad de ciudadano mexicano, acepte y use la condecoración de la Medalla de Oro de Ultramar, que ha tenido a bien concederle el Gobierno Español.

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D.F., a 3 de octubre de 1928.- Alf. Romandía F.- Ramón V. Santoyo."

Primera lectura. En votación económica se pregunta si se dispensa la segunda lectura. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Dispensada. A discusión el primer día hábil.

"1a. Comisión de Puntos Constitucionales.

"Honorable Asamblea:

"Para su estudio y dictamen fue turnado a la 1a. Comisión de Puntos Constitucionales que subscribe, el escrito que con fecha 12 de junio del corriente año dirige a la H. Representación Nacional el C. Ángel Arriola, de Nogales, Son., solicitando el permiso constitucional necesario para aceptar el diploma de Oficial de Academia y usar la condecoración de las Palmas Académicas, que tuvo a bien concederle el Gobierno Francés.

"Esta Comisión, no encontrando impedimento legal alguno que se oponga a la concesión del permiso solicitado por el C. Arriola, y teniendo en cuenta lo prescrito por la fracción II del artículo 37 de la Constitución General de la República, se permite someter a la deliberación y aprobación de la H. Cámara el siguiente proyecto de decreto:

"Artículo único. Se concede permiso al C. Ángel Arriola para que, sin perder su calidad de ciudadano mexicano, acepte el diploma de Oficial de Academia y use la condecoración de las Palmas Académicas, que se ha servido concederle el Gobierno de la República Francesa.

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D.F., a 4 de octubre de 1928.- Alf. Romandía F.- Ramón V. Santoyo."

De primera lectura. En votación económica se pregunta si se dispensa la segunda lectura para que se discuta el primer día hábil. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Dispensada. A discusión el primer día hábil.

- El mismo C. secretario: Encontrándose a las puertas del salón el C. Raymundo E. Enríquez se nombra en comisión para que lo introduzcan a rendir la protesta de ley, a los ciudadanos Carlos Real, Juan Esponda, Luis Domínguez y secretariado Ferreira.

(Rindió la protesta legal. Aplausos.)

El C. presidente: Se reanuda el debate sobre la iniciativa que declara benemérito de la Patria al C. ALvaro Obregón.

Están inscriptos en pro los ciudadanos Medrano y Vargas Lugo. Tiene la palabra el ciudadano Medrano.

El C. López Cano: Como miembro de la Comisión me permito suplicar a la Presidencia me conceda la palabra para tomar parte en este debate, a continuación del compañero Medrano.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Medrano.

El C. Medrano: Honorable Asamblea: Después de que en la sesión de ayer los compañeros Manrique y Soto y Gama, aquél con la autoridad que le presta su palabra fácil y galana, éste con la fuerza que le da su mañosa habilidad de sofista admirable, procuraron desorientar el criterio de la Asamblea, me toca venir a intervenir en este debate, que es, seguramente, uno de los más trascendentales

desde el punto de vista político que habrá de tener la actual Legislatura; debate trascendental, no porque en él se trate de exaltar la personalidad vigorosa del ilustre desaparecido general Alvaro Obregón, exaltada hasta la excelsitud, ennoblecida hasta el sacrificio desde el momento en que las balas que disparara el fanatismo, lo arrebataron de esta vida caduca y miserable, para lanzarlo a las regiones etéreas de la inmortalidad; trascendental, porque con motivo de él podrá ver el país despejada la incógnita de cuál habrá de ser la actitud que frente al problema creado por la desaparición del general Obregón, que frente al sistema que preconiza el ciudadano presidente de la República habrá de asumir la mayoría parlamentaria. El país va a ver si los señores representantes populares, obrando en consonancia con la responsabilidad, con la tremenda responsabilidad histórica en que el destino los ha colocado, obran inspirados en los altos propósitos de unificación de la familia revolucionaria, para asegurar definitivamente las conquistas de la Revolución, o si, inspirándose en el despecho y en el rencor que les aconsejan Manrique y Soto y Gama, van a provocar la escisión entre los revolucionarios, para que las conquistas más gloriosas del movimiento libertario queden en la categoría de un desidirátum.

Pertenezco a una diputación que es insospechable por su filiación obregonista. En marzo de 27, cuando la mayoría de los políticos militantes de México entrevistaban al general Obregón para preguntarle si aceptaría ser candidato a la presidencia de la República, el que habla tuvo el honor de presidir una comisión de guanajuatenses, que no fue a preguntarle si aceptaría la candidatura a la presidencia, sino que le fue a decir que en Guanajuato la Confederación de los partidos revolucionarios guanajuatenses lanzaría su candidatura independientemente del criterio que al respecto sustentara el divisionario. Desde el principio de su campaña hasta que la muerte lo arrebatara de entre nosotros, el general Obregón tuvo siempre señaladas deferencias para la diputación guanajuatense. Somos, asimismo, también insospechables de servilismo; y quiero insistir en este punto, porque ayer el compañero Manrique hacía algunas alusiones que interesa a mi diputación aclarar. La mejor prueba de que no hemos sido servirles es que el que habla en esta tribuna, durante la XXXI Legislatura tuvo la gallardía suficiente para discutir los proyectos de ley que venían del Ejecutivo Federal, cuando de acuerdo con su conciencia con su convicción estimó que aquellos proyectos de ley o alguno de sus preceptos eran inadecuados. Consúltense los DIARIOS DE LOS DEBATES de aquella época y véase si no Medrano fue uno de los opositores a la ley del petróleo y de los que discutieron con más vehemencia y más apasionamiento la ley de extranjería, por ejemplo. Posteriormente, hallándome yo frente de la Confederación de partidos revolucionarios guanajuatenses, tuvimos el honor de sostener una controversia de carácter constitucional con el señor presidente de la República cuando se trataba del problema de la renovación del Poder Ejecutivo en el Estado de Guanajuato.

Mas es leal yo honrado que confesemos que tuvimos siempre confianza en que el Ejecutivo Federal obraría con plena justificación y el Ejecutivo Federal, en efecto, desentendiéndose -si hubo pasión como afirma el compañero Manrique-, desentendiéndose de esa pasión en este país de hechos consumados, nunca acudió a los días de hecho para resolver el caso de Guanajuato, sino que encomendó, abandonó el asunto al estudio del más alto tribunal de la República, a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y fué respetuoso como el que más fallo que pronunció el alto tribunal. (Aplausos.) Si, pues, cuando el general Calles se encontraba en el apogeo de su fuerza tuvimos la gallardía suficiente para sostener nuestros puntos de vista, no es explicable que cuando va a abandonar el poder, cuando, como afirma Soto y Gama, dentro de cincuenta días dejará de ser presidente, vengamos por servilismo a darle un voto de adhesión. Me interesa principalmente señalar que ni el diputado Manrique ni el diputado Soto y Gama vinieron a discutir lealmente la proposición a debate, Manrique se limitó a verter frases lastimeras porque se exaltaba la personalidad militar del general Obregón, y porque en esa forma, acentuaba él, se pensaba deturpar su robusta personalidad de líder en la acepción más noble del vocablo, en lo que tiene de guiador, de propulsor de multitudes. Y Manrique debe saber que el Bloque Revolucionario Obregonista, jamás se avergonzó de la personalidad militar de su ilustre jefe. Nosotros quisimos a Obregón líder de la Revolución, a Obregón propulsor de multitudes, pero también quisimos y también nos enorgullecimos con el Obregón caudillo militar, por sencilla razón de que sin los laureles de Obregón, de que sin Obregón militar, no se habrían escrito en las páginas más brillantes de la historia revolucionaria los nombres gloriosos de Ocotlán de Esperanza, de Tribunal y de Celaya, que son los basamentos indestructibles en los que se afianza el edificio de la Revolución Mexicana. (Aplausos.) Por eso nos enorgullecimos también y nos seguimos enorgulleciendo con la personalidad militar de nuestro jefe.

Manrique ha afirmado que callismo y obregonismo son tesis antagónicas; que deben separarse como el agua y el aceite; y nosotros, los miembros del Bloque Revolucionario Obregonista, pensamos que si fuimos partidarios del caudillo obramos lógicamente con las condiciones políticas de nuestro país hasta antes del 17 de julio; pero que la desaparición de nuestro jefe provocó un problema tan tremendo, tan pavoroso, que hizo pensar en nuevos derroteros y en nuevos sistemas para sus solución. No vemos por qué haya incompatibilidad en seguir teniendo como bandera y como postulado todo el código moral del obregonismo y ponerse a tono con la situación política del momento presente. Soto y Gama, a pesar de sus sofismas, nos demostraba aquí que el general Obregón también preconizaba un Gobierno Nacional. ¿Y qué otra cosa propende a establecer la doctrina Calles, la doctrina sintetizada en el famoso mensaje a las cámaras el 1o. de septiembre? ¿No es, en suma, a lo que se propende, al establecimiento de un Gobierno Nacional¿ ¿Qué queda del obregonismo después de la desaparición de su jefe si no un código moral que urge

realizar ¿Y por qué no podemos realizar esa serie de postulados y tendencias generosas, manteniendo la unidad de la Revolución y agrupándonos en torno de otro jefe, no de otro caudillo -y a esto me voy a remitir brevemente-, en torno de otro jefe que, pase a quien pase, desaparecido Obregón, es el que sigue tremolando gloriosamente la bandera de la Revolución? (Aplausos.) No hay pues, ese antagonismo a que Manrique y Soto y Gama se referían. Nosotros refrendamos aquí una promesa, renovamos un juramento: el de seguir sosteniendo el código moral del obregonismo, el de procurar cristalizar en una realidad legislativa, tangible y concreta, todo el programa del general Obregón; pero nadie nos puede impedir que procuremos la unificación de la familia revolucionaria para que las conquistas de la Revolución no sean pisoteadas. Soto y Gama, como decía antes, con su admirable habilidad de sofista, decía que éramos inconsecuentes con nuestra tesis, con la tesis misma de la doctrina Calles, cuando abominando de personalismos exaltábamos al general Calles como nuestro jefe: "He ahí el caudillo -decía-, he ahí nuevamente el caudillo. Destruís los ídolos de barro y haceís ídolos de carne y hueso". ¡Nada más falso¡ La vida institucional de Inglaterra y de Francia, y por ejemplo, señores, no podría concebirse sin sus hombres representativos, sin Poincaré, sin Clemenceau, sin Briand; me refiero a la vida de Francia en los últimos tiempos; esa vida institucional no podría concebirse en Inglaterra sin Lloyd George; sin él no se puede concebir el funcionamiento de las instituciones inglesas. Y se reirían en Francia, y se reirían en Inglaterra, y se reirá esta Asamblea si se piensa que por esta circunstancia vamos a decir que esos hombres son caudillos a la usanza militar, como pretende malévolamente presentar el compañero Soto y Gama el general Calles, ante la afirmación del Bloque Revolucionario Obregonista de que será su jefe cuando abandone el poder.

Se afirmó, además, en el debate de ayer, que el Poder Legislativo se había rebajado en su dignidad, que el Poder Legislativo había cometido la peor afrenta contra sus facultades cuando había ido a consultar al ciudadano presidente de la República la designación de presidente provisional de México. Esta es otra falsedad. Jamás el Poder Legislativo -lo digo porque yo concurrí a la entrevista con el señor presidente- recibió ninguna invitación del primer magistrado para cambiar impresiones al respecto, menos recibió una consigna. Fuimos un grupo de diputados y senadores que previamente habíamos trabajado en corrillos y recibido antes la opinión de nuestros Estados; que habíamos trabajado precisamente, repito, la candidatura de Portes Gil en el ambiente de la Cámara, los que tuvimos un cambio de impresiones con Calles el amigo, no con Calles el jefe de la nación, ni íbamos como Poder Legislativo, sino en nuestra calidad de amigos personales del general Calles. ¿Qué, querían Manrique o Soto y Gama que fuéramos a tratar de orientarnos con el presidente de la Liga de la Libertad Religiosa¿ ¿Por qué habíamos de cometer una deslealtad con la Revolución si íbamos a cambiar impresiones con uno de sus jefes más representativos en el momento histórico en que los hechos se desarrollaban¿ No fuimos a recibir consigna. Después de que el general Calles nos explicó cómo se habían desarrollado los acontecimientos en sus pláticas con el Ejército; después que nos afirmó que estaba seguro de que el Ejército respaldaría la designación que se hiciera de presidente provisional, nos afirmó rotunda y categóricamente que no tenía candidato. Entonces el que habla, por sí, sin representación oficial ninguna, le dijo que los diputados sí teníamos candidato y que asumíamos toda la responsabilidad de la situación, porque era un deber que nos imponía la Constitución de acuerdo con las facultades que nos ha reservado. Que nosotros, valientemente, afrontaríamos el problema y que no eludíamos la responsabilidad de aquella situación. Previamente nuestros compañeros de Cámara, aprovechando aquellos días de receso, habían sido a sus distritos con el fin de auscultar la opinión de sus comitentes, y cuando nosotros acudimos a ver al general Calles para cambiar impresiones amistosas con él, ya teníamos la información de lo que pensaban los grupos locales, de lo que pensaban todas las fuerzas vivas de nuestros respectivos Estados. No hubo, pues consigna; la Cámara no se manchó, al contrato: se puso a la altura de su deber y de las circunstancias. (Aplausos.)

No quiero cansar más la atención de la Asamblea. Me interesaba sólo definir el criterio de la diputación de Guanajuato y del Bloque Revolucionario Obregonista frente al problema que ha provocado este debate. Creo que la Asamblea está convencida de que el obregonismo y el callismo, de que el obregonismo y la teoría Calles no son tesis antangónicas; que una aureola de ideales nuevos y generosos esplende en el horizonte de la patria y por eso el Bloque Revolucionario Obregonista, a pesar de hallarse aún intensamente conmovido por la espantosa tragedia en que perdiera la vida el líder máximo de la Revolución; a pesar de hallarse aún bajo esa impresión tremenda, en estos momentos se reúne aquí, no para humillar la frente y verter lágrimas de abatimiento y de congoja, sino para erguirla ante el destino y lanzar al porvenir, como una clarinada profética, un canto de esperanza y de optimismo. (Aplausos ruidosos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Vargas Lugo.

El C. Vargas Lugo: Ciudadanos diputados: si no fuera porque yo considero que al margen de este debate se ha presentado la oportunidad de aquilatar los valores morales de algunos de los hombres y de algunos de los grupos que se dicen perfectamente identificados con la Revolución, yo no habría venido a esta tribuna; además, no habría venido si no fuera porque considero necesario, considero un deber ineludible de cada uno de nosotros exponer lo que sinceramente pensemos y sintamos de estos hombres y de estos grupos, para orientar, bien o mal, la opinión revolucionaria, a fin de que ésta pueda, con toda justificación, colocar a esos hombres y esos grupos en el lugar que les corresponda. No habría venido a esta tribuna, pero al margen de este debate ha surgido la discusión sobre los valores morales de algunos de estos hombres a quienes yo en un debate anterior tachara

como farsantes de la Revolución y como farsantes del obregonismo, me refería al compañero Manrique y al compañero Soto y Gama.

Hace pocos días, al discutirse la credencial de uno de los distritos electorales del Estado de Puebla, el ciudadano Manrique expresó desde esta tribuna que estos debates servían más que para conquistar el triunfo pasajero de una cruel, para conocernos los unos a los otros. Estoy de acuerdo con esta opinión y considero tanto más urgente e indispensable ese conocimiento, cuanto que este Bloque, esta Legislatura están llamados, como todos sabemos, a enfrentarse con difíciles problemas y sólo podrán resolverse éstos cuando nos conozcamos cómo somos unos y los otros. Por eso ahora vengo a sostener los cargos que en ausencia, desgraciadamente, de Manrique y Soto y Gama expresé al discutirse uno de los casos electorales del Estado de Hidalgo. Porque creo fundamente que en esta discusión, en estos momentos, puede orientarse de una manera segura la opinión de nuestra clase campesina. Debo manifestar que si en ocasión pasada, hostilizado por la Asamblea, yo me expresé en una forma violenta, esta hostilidad en nada varía fundamentalmente mi modo de sentir, y que ese modo de sentir, después de haber escuchado ayer a Manrique y a Soto y Gama, se ha robustecido y que ahora más que nunca pienso que Manrique y Soto y Gama son unos farsantes del agrarismo y son unos farsantes del obregonismo. Si no fuera porque yo considero necesario que el bloque mayoritario de la Cámara, llamado a resolver el programa del general Obregón, se enfrente decididamente con la situación y arroje de su seno a los hombres que no están perfectamente vinculados con él, para que mañana o pasado, al presentarse al general Calles, no exista ni la más leve sospecha de que efectivamente esos hombres están ligados al general Calles, jefe de la Revolución, yo no hubiera venido a esta tribuna; pero he venido para impedir como condición esencial, que los directores del bloque mayoritario de la Cámara cumplan en esta ocasión, más que nunca, con el deber que les impone de depurar este bloque, de arrojar de nosotros e invitar a que se separen de él a los hombres que sinceramente pertenecen al Partido Nacional Agrarista, en cuyas filas de todo corazón de deben ir afiliar.

Tengo la obligación de demostrar los cargos que expresé en contra del Partido Nacional Agrarista y en contra de los compañeros Soto y Manrique. Yo he dicho que el Partido Nacional Agrarista no tiene en el Estado de Hidalgo ningún prestigio, y casi puedo asegurar, y los compañeros que vienen representando distritos campesinos, que se pongan una mano en el corazón y verán que digo la verdad, que en ninguno de los Estados de la República, en los más genuinamente campesinos, no en los centros políticos agraristas, el Partido Nacional Agrarista no tiene ningún prestigio y la causa es muy sencilla: las leyes agrarias son muy complejas; el problema agrario en nuestro país reviste caracteres especiales; no hay fuentes en donde documentarse para poder lanzar leyes que realmente vengan a resolver el asunto desde un punto de vista equitativo, revolucionario y justo. Ninguna cooperación de los hombres intelectuales saldría sobrando. Pues bien, señores, ni Manrique no Soto y Gama -y lo digo porque desde hace años estoy en contacto directo con los hombres que vienen luchando por la causa del campesino- han sido los que han puesto su vasta ilustración, su criterio revolucionario y su fuerte mentalidad para ayudar al general Calles en la elaboración de esas leyes, y si no fuera porque tanto el general Obragón como el general Calles en la elaboración de esas leyes, y si no fuera porque tanto el general Obragón como el general Calles y algunos de sus colaboradores, como Villarreal, De Negri y Luis León, fueron verdaderamente comprensivos de la causa del campesino, la situación de éste sería tan abominable como antes de la Revolución de 1910. No han salido de los cerebros luminosos de Soto y Gama y de Manrique las leyes que han venido a crear una situación favorable para los campesinos; no han sido ellos los que han sugerido ni la creación de las escuelas rurales donde se educarán los hijos de los campesinos, ni la creación de los Bancos que pongan a su amparo el cultivo de los ejidos, ni han sido ellos los que han promovido la ley que asegura para siempre la tranquilidad de los campesinos, sino que ha sido necesario que hombres ajenos a otra fracción agrarista hayan levantado muy alto el pendón de la causa campesina y se hayan enfrentado a los latifundistas y hayan resuelto de una manera enérgica y satisfactoria el problema agrario de la República. (Aplausos.)

Pero no es esto todo: en el Estado de Hidalgo, y juzgo el caso por lo que yo he visto el Partido Nacional Agrarista ha cometido errores graves. Hace tiempo, hace cuatro años, se discutía aquí la credencial de José G. Parrés, hostilizado por el gobierno antiagrarista de Amado Azuara. Parrés vino aquí y fue derrotado; pero entonces la voz de Soto y Gama, que todavía no salía de esta tribuna, inspirada por el despecho, fue en defensa de José G. Parrés y pugnó porque triunfara en esas elecciones y reprochó el procedimiento del general Daniel Téllez Escudero, que me parece que se encuentra en las tribunas, por haber hostilizado al señor Parrés, por ser perseguidor de los campesinos y estar usurpándoles sus tierras. Pues bien, ese hombre que persiguió a los campesinos y que les usurpaba sus derechos, es el actual representante del Partido Nacional Agrarista en el Estado de Hidalgo. ¿Se puede comprender mayor contrasentido¿ ¿Cómo los agraristas del Estado de Hidalgo van a tener estimación por el Partido Nacional Agrarista si al frente de él, en su Estado, se encuentra uno de los que fueron sus más acendrados enemigos? Pero no es eso todo, las masas campesinas del Estado de Hidalgo, por su propio esfuerzo, a traves de muchas luchas, como lo dije la vez pasada, después de enfrentarse con regímenes enemigos, sirviendo siempre como soldados en las trincheras de la Revolución, han podido después de muchos años reunirse en un conglomerado que, como expresé en otra ocasión, es el ariete que en estos momentos se impone socialmente en el Estado de Hidalgo; me refiero a la Liga, de Comunidades Agrarias. Pues bien, la Liga, con motivo de últimas elecciones para diputados, convocó a sus convenciones distritales; de allí surgieron sus candidatos, y esa designación, que debía haber sido respaldada por el

Partido Nacional Agrarista si realmente sintiera los anhelos campesinos, posponiendo todo mezquino interés político, fue atropellada en el distrito de Actopan; y el hecho de haber puesto el Partido Nacional Agrarista un candidato y pagado ya su contingente de sangre y el haber dicho que manrique y Soto y Gama son farsantes del agrarismo y del obregonismo, no h puesto una mancha en mis labios; el haber enfrentado un candidato a un grupo de campesinos que merecían respeto, puesto que deberían ser los protectores de los campesinos, puesto que deberían comprender el problema, debe poner una mancha en la conciencia de los directores del Partido Nacional Agrarista. Yo he sostenido que Soto y Gama y Manrique son farsantes del obregonismo, porque no de otro modo se puede llamar a hombres que caliente aún el cadáver del general Obregón, ponían su hombre, no su programa, enfrentándolo en contra de Calles. No de otro modo se puede llamar a hombres como ellos que, injustificadamente como ayer, culparon a Calles de la muerte del general Obregón; en los momentos en que se resolvía el problema general aquí, para impresionar al diputado Topete y a los que en esos días dirigían este asunto y lograr un mayor número de curules; no de otro modo se puede llamar a los hombres que transformaron en esa ocasión, el homenaje que se celebrara en el teatro Iris a la memoria del general Obregón, en un mitin político, que contrastó con el homenaje que los sencillos campesinos de Tula hicieron y que consistió en una silenciosa despedida para el que fuera siempre su jefe y su protector. (Aplausos.) Por eso creo, sinceramente hablando, que en estos momentos en que se aquilatan los valores de los hombres que se dicen más identificados con la Revolución, que efectivamente Manrique y Soto y Gama no son los revolucionarios de otros años, pues que son los hombres que se van acomodando a las distintas fases de la política. Yo recuerdo que cuando se hizo la elección de Portes Gil para presidente de la República, que el compañero Soto y Gama, que ayer aprobaba, que decía que de corazón comprendía que él era la mejor designación, un día después de hecha la elección la censuraba acremente en las curules. Estamos en momentos en que dentro del bloque mayoritario, más bien, en que dentro de esta Legislatura se deben definir claramente los grupos de los hombres que la forman. Después de los debates de ayer, a pesar de la llamada de acercamiento del compañero Marte R. Gómez, no quedan aquí más de dos recursos: o un grupo que pueda ser muy reducido o muy numeroso que reconozca tácitamente al general Calles como jefe, y otro grupo, el que se afilie al Partido Nacional Agrarista, que desde ayer manifestó que lo contarían entre las filas enemigas. Por eso, señores, he venido a esta tribuna, porque deseo, equivocadamente o no, exponer mi opinión que quizá sirva para orientar, bien o mal, a la opinión revolucionaria campesina, cumpliendo así con un deber; y a la vez que esto, no pasar desapercibido el ataque injustificado que se hiciera a uno de los hombres que más han cumplido con su deber, el que le ha impuesto la Revolución: me refiero a Luis L. León. Luis L. León, a juicio del compañero Manrique, ha regresado a la Secretaría de Agricultura y Fomento en medio de la indiferencia o desaprobación general; y yo les aseguro -y ustedes los que están en contacto con los campesinos desmiéntanme si acaso no digo la verdad- que Luis L. León puede haber regresado a la Secretaría de Fomento en medio de la indiferencia de los políticos del Partido Nacional Agrarista que se han presentado allí, no para llevarle sugestiones que le ayuden, sino para pedirle siempre puestos para hombres de su partido. (Aplausos.) Deseo que se me diga si se va a recibir a un hombre que cumple su deber, en medio de la indiferencia o en medio de la desaprobación general, porque cumple con su deber callada y serenamente, pero de una manera firme y leal.

El C. Sotelo: ¿Me permite usted una interpelación?

El C. Vargas Lugo: Ninguna. Hay un hecho muy curioso en la administración de la Secretaría de Fomento que estuvo a cargo del señor De Negri; durante los años de 1923 y 1924 los hombres del Partido Nacional Agrarista tuvieron franca acogida cerca de este hombre sinceramente revolucionario; entonces puedo decir que eran directores los que imponían su criterio, los que vigilaban que se cumpliera con la mayor eficacia y rapidez posible el problema agrario de la Revolución, esos hombres contaron siempre con más recursos que Luis L. León y, sin embargo, si se examinan las estadísticas de la Comisión Nacional Agraria, se verá que durante el período de Luis L. León, estando al frente de ella, se ha trabajado con más eficacia, con más buena intención, desterrando para siempre la política; esto constituye el mérito y el galardón más grande de león dentro de las aspiraciones de la Comisión Nacional Agraria. Yo he venido aquí porque he compartido con León la responsabilidad en su actuación y sinceramente confieso, y hay muchos de ustedes que han tratado asuntos agrarios conmigo, que es para mí motivo muy honroso el haber compartido con Luis L. León su gestión como ministro de Agricultura y Fomento, sinceramente deploro que a pesar de que la Revolución tiene tantos enemigos: latifundistas, clero, antirreeleccionistas; los hombres que se dicen de la Revolución, por despechos personales, bajas pasiones y política, se afilien a las filas de esos mismos enemigos. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Ibáñez.

El C. Manrique: Pido atentamente a la Presidencia se sirva indicar en cada caso en qué sentido va a hablar cada uno de los oradores. (Siseos.) Tengo derecho para hacer esta observación.

El C. Ibáñez Crisóforo: Señores diputados: Desde hace días que siento un ambiente un poco caldeado contra el Partido Nacional Agrarista. Acabamos de tener una conferencia los miembros del Partido Nacional Agrarista que tiene representantes aquí, y vengo a hacer declaraciones y vengo a sostener los puntos de vista del Partido Nacional Agrarista.

En primer lugar, nosotros tenemos un programa perfectamente revolucionario; tenemos un programa perfectamente revolucionario; tenemos estudiados,

hasta donde cabe, todos los puntos que abarca el problema agrario; en materia de escuelas estamos absolutamente conformes con el programa del señor general Calles, que consiste en la difusión de la educación técnica para la mayor producción; sobre este punto también estamos enteramente de acuerdo con Luis de León en que hay necesidad de formar un nuevo profesorado que tenga la doble condición de ser conocedor de las labores del campo y de tener una preparación, de ser profesor, y que las escuelas en el campo cambien perfectamente la orientación, en el sentido de que no se imparta una educación simple y sencillamente libresca, sino que se imparta una educación para hacer aptos a los hombres y entrar en el concierto de la producción nacional. Si nosotros abandonáramos este punto dejaríamos incompleto el problema agrario, porque no es simplemente la dotación de la tierra -éste es el principio- lo que basta; se necesita la producción, y como un colaborador de la educación está el Banco Agrario, el Banco Refaccionario. Por tanto, también en este punto hemos aplaudido la manera de pensar y de obrar del señor general Calles. respecto a las personas que han estado al frente de la Secretaría, como son el señor ingeniero don Luis L. León y el señor don José Parrés, tienen con nosotros estimación y respeto. No se cuál de las dos figuras haya sido más alta y eficiente en la administración, pero de todos modos, las estadísticas muestran claramente que han sido los que dieron mayor cantidad de tierras, quizás, bajo el Gobierno del general Obregón y bajo el Gobierno del general Calles, cuando ha entrado en apogeo la actividad agrarista. No hemos discrepado absolutamente respecto al patrimonio de familia; no hemos discrepado tampoco respecto a la teoría de la dotación; sí creemos urgentísimo y sí hacemos un llamamiento de serenidad, un llamamiento de concordia a los elementos de la Secretaría de Agricultura y Fomento, a fin de que nos unamos en este punto; es indispensable una ley que garantice la posesión de las tierras a los ejidatarios, con el objeto de que la Suprema Corte de Justicia tenga fundamentos legales para dar una resolución a favor de los pueblos, a todos los expedientes que están acumulados allí por razón del número y que si muchas veces la Suprema Corte no ha podido fallar en el sentido que lo deseamos los agraristas y en el sentido que lo desea el pueblo, es en realidad por la deficiencia de las leyes agrarias sobre el particular. Sobre este punto le hablé yo al señor Vargas Lugo de la necesidad de una unión en los Estados. El Partido Nacional Agrarista ha estado unido siempre con el señor general Obregón y con el señor general Calles; lo ha demostrado con hechos yendo a la línea de fuego, lo ha demostrado con sus afectos rodeando a estos funcionarios en el desempeño de sus funciones; de manera es que no hay aquí ninguna división y los agraristas están dispuestos a una unión con todo el elemento revolucionario, no pueden separarse de él sin perder su fuerza y sin perder la cohesión que siempre ha tenido en el campo el agrarismo. Si hay diferentes puntos de ver la cuestión agraria, esto no implica que nosotros hayamos sembrado divisiones porque siempre hemos conservado la mayor ecuanimidad para fin de que los campesinos no se distancien entre sí y haya conflictos de agraristas con agraristas. Nosotros, y eso le consta al señor Vargas Lugo, cuando yo he tenido el honor de dirigir la palabra a los campesinos en Pachuca, lo he hecho en términos de la mayor ecuanimidad, porque las diferencias que se han provocado allí de campesino o campesino no las hemos ido a buscar nosotros, sino que son consecuencia de la contienda política en aquella localidad. También nosotros hemos tenido y tenemos un profundo afecto por Díaz Soto y Gama, que ha sido el alma del partido. Si alguna vez ha habido diferencias entre la manera de pensar de la mayoría o del grupo que se llama en aquel partido "las infanterías", y el señor Soto y Gama, es quizá en estos momentos de crisis para el partido, pero las mayorías las infanterías, siempre han considerado que debe haber una unión con toda la Revolución. Siempre han considerado que es respetable la persona del señor general Calles. (Aplausos.) Siempre han considerado y siguen considerando que la figura de Obregón, muerto o vivo, es el jefe en realidad del Partido Nacional Agrarista. (Aplausos.)

El C. Santos Gonzalo N.: ¡Una interpelación¡ ¿Entonces el Partido Nacional Agrarista desautoriza a los oradores de ese partido que atacaron ayer al general Calles?

El C. Ibañez: Los señores oradores, muy queridos en el Partido Nacional Agrarista, han expresado su punto personal de ver la cuestión.

El C. Santos Gonzalo N.: Suplicamos a los compañeros digan si autorizan o desautorizan esa actitud.

El C. Ibáñez: Por lo que tenga de personal, ya he dicho que hay diferencias en el criterio de las infanterías y en el criterio de los jefes; que las infanterías respetan al señor general Calles. (Aplausos.)

El C. Melgar: ¡Que nombren nuevos jefes!

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Gustavo González.

El C. González: Compañeros diputados: En parte y solamente en parte estoy de acuerdo con la proposición que hizo el compañero Manrique al principiar esta sesión de Cámara de Diputados; y digo en parte, porque no concurro, ni acostumbro concurrir a las sesiones, donde se reúnen hombres libres y de criterio, no acostumbro, repito, concurrir armado, pero sí con una modesta cajetilla de cigarros en el bolsillo.

La Comisión, compañeros diputados, se había abstenido de tomar parte en este interesantísimo y trascendental debate, porque desde un principio creyó completamente ocioso venir a debatir en esta tribuna, en este recinto, un asunto que en concepto de la misma Comisión está completamente ejecutado. Nosotros estuvimos acordes con las diferentes proposiciones para que se declarara benemérito de la patria al general Alvaro Obregón y para que se inscribiera su nombre glorioso en los muros de este recinto, porque queremos ratificar de esta manera nuestro credo y darles también oportunidad para que rectifiquen el suyo a los pseudoiconoclastas que bailaron de júbilo en el loby del

hotel Ambassador de Nueva York, en Los Angeles y en San Antonio, festejando, como una fiesta gloriosa para ellos, los carniceros, los iconoclastas con caracteres de hiena, la muerte vil y traidora de Alvaro Obregón. Nosotros queríamos concretar exclusivamente este debate a exaltar la máxima personalidad de Alvaro Obregón, pero el compañero Manrique aprovechando esta circunstancia, de una manera completamente capciosa ha impreso a este debate, compañeros diputados, un giro completamente distinto, completamente diverso. muchos de nosotros que hemos estado en la Fuente Castalia del obregonismo en el Estado de Sonora en íntimo contacto con estos hombres que posteriormente han sido factores decisivos en nuestra lucha social, conocemos, compañeros diputados, detalles y anécdotas de carácter tan íntimo que podríamos asegurar con la mano puesta en el corazón, como acostumbramos los hombres honrados, que hubo tal intimidad de cariño y de afecto, de estimación, de respeto mutuo entre Alvaro Obregón y Plutarco Eliás Calles, que podemos considerarlos como miembros inseparables de una misma familia. Obregón para Calles y Calles para Obregón fueron unos hermanos. Y hasta hoy, compañeros, hemos venido aquí a presenciar que un revolucionario de la talla del compañero Manrique, a quien todos queremos y respetamos por su actuación revolucionaria, nos venga aquí a revivir la tragedia de Caín y Abel. Y no, compañeros, hay aquí -algunos compañeros sonorenses no me dejarán mentir- detalles de tal naturaleza, de tal intimidad, que no podemos concebir que pueda haber habido en las postrimerías de la vida del general Obregón un distanciamiento profundo y marcado con el actual presidente de la República. A mí me constan estos detalles, compañeros: durante el movimiento de Agua Prieta, en los momentos en que en el Estado de Sonora se desconocía el paradero del general Obregón, que había salido de la capital, a mí me consta la inquietud del general Calles, la zozobra del general Calles, la constante preocupación de Calles por recibir noticias de Alvaro Obregón. Yo estuve con él de este lado del Cañón del Púlpito, en el misterio de las noches, cuando se esperaba el avance de las fuerzas del general Díegez, entonces la preocupación máxima del general Calles era tener noticias de Alvaro Obregón. Este detalle, compañeros, que quizá para muchos no sea conocido, revela desde entonces cómo estos dos hombres perfectamente unidos, perfectamente hermanados iban ascendiendo en la estimación de su pueblo por la escala de la Revolución. Anteriormente, compañeros diputados, hay otro detalle también que viene a corroborar la aserción que estoy haciendo en esta tribuna; en la iniciación del movimiento de 1913, cuando las fuerzas revolucionarias de Sonora atacaron por primera vez la plaza de Naco y fueron rechazados por las fuerzas federales, la traición ya incubaba en el alma de Alvarado, ambicioso por las glorias recientes de Alvaro Obregón, trataron de asesinar vilmente al general Obregón; y fue Plutarco Elías Calles, compañeros, el que pudo salvar en los momentos precisos en que las fuerzas de Cabral y las fuerzas de algunos otros elementos revolucionarios, sugestionados por Alvarado, trataban de consumar el crimen; fue Calles, compañeros diputados, el que logró nuevamente que aquellos elementos salidos de nuestro pueblo, salidos de la Revolución, volvieran sobre sus pasos. Esos dos detalles y algunos más que escapan a mi memoria. pueden influir en la conciencia de todos los que dudan de la hermandad profunda e íntima que existió siempre entre Alvaro Obregón y Plutarco Elías Calles. (Aplausos.)

Los sofismas magníficamente barajados por el compañero Manrique preferentemente, pudieron haber dejado en la impresión de algunos de los compañeros diputados o de los asistentes a las galerías que, en efecto muchos detalles secundarios acusan al general Calles como el provocador directo de la desaparición de nuestro ilustre jefe, y no, compañeros. Entre esos incidentes citaba el compañero Manrique, como prueba de su artificial concepción, el hecho de que el general Calles no hubiera desautorizado a uno de sus ministros que había atacado ruda o veladamente al general Obregón, en su discurso del 1o. de mayo. Citaba igualmente el caso de la vuelta de Luis L. León al Ministerio de Agricultura y Fomento días después del asesinato del general Obregón. Citaba también el caso de que el mismo general Calles hubiera celebrado una fiesta de carácter íntimo en la casa particular de ese señor su ministro. Estos son, compañeros, los puntos principales en que bordó el compañero Manrique su artificiosa argumentación para llevar al ánimo de la Asamblea la idea de que el general Calles era en cierta parte responsable de la muerte del general Obregón. ¿Y qué podíamos decir nosotros, compañeros diputados? ¿Podríamos argumentar de esa manera artificiosa, de esa manera falaz, de esa manera completamente criminal si nosotros dijéramos, por ejemplo, que por el hecho único que me señalaba esta mañana uno de los compañeros de Cámara, de que el general Obregón fue acompañado en toda su jira por los compañeros Manrique y Soto y Gama, que se conocían de antemano como enemigos declarados del general Calles, cómo vamos a sacar la conclusión de que únicamente por el hecho incidental de una campaña política el general Calles? Esos argumentos son completamente artificiosos; nosotros no podemos concebir, nosotros en nuestra honradez no podemos admitir que por ese hecho incidental, por ese hecho secundario de acompañar Manrique y Soto y Gama al general Obregón en toda su jira política, por ese solo hecho el general Obregón se declaraba asimismo enemigo del general Calles. Esos son artificios, compañeros, para engaratusar a las multitudes. Lo que pasa, lo que yo creo en mi íntimo, es que el compañero Manrique no conoce íntimamente a Plutarco Elías Calles. ¡No es de la raza de caínes no es de los hombres que sacrifican en lo más mínimo la palabra empeñada, no es de los hombres que sacrifican a sus enemigos, no es de los hombres que sacrifican sus principios. Y aquí, compañeros, tomando las mismas palabras del compañero Manrique, podemos asegurar los que íntimamente conocemos al general Calles, que es un hombre cuyos actos siempre son consecuencia de sus palabras o viceversa. Para concluir, yo quería hacer esta pequeña

MEXICO, MARTES 9 DE OCTUBRE DE 1928

argumentación, compañeros diputados, para borrar del ánimo de cualquiera de vosotros la menor duda que existiera de la intimidad de esos dos hombres, de esas dos vidas que marcharon paralelamente; ha desaparecido uno a quien en estos momentos tributando calurosamente lo que de más sagrado tenemos en nuestro corazón, tenemos derecho también de seguir considerando al otro como nuestro maestro, como nuestro guía y como nuestro director moral y social en las luchas que se avecinan, ¿Qué motivos hay, qué razones hay, compañeros, para que no digamos con toda franqueza, con toda sinceridad, que debe haber una íntima relación en estos momentos entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo¿ No somos fracciones de una administración, somos partes de un conjunto total en que las responsabilidades son iguales para todos, en que los ataques a uno afectan a la respetabilidad del otro y viceversa; en consecuencia somos elementos que marchamos completamente de acuerdo dentro de una unidad. ¿Por qué entonces extrañarle al compañero Soto y Gama, que en estos momentos está ausente, que el Poder Legislativo marche en muchas ocasiones completamente de acuerdo con el Poder Ejecutivo¿ Eso es consecuencia de la unidad revolucionaria que existe entre todos nosotros, compañeros; eso es consecuencia de la compresión del momento político actual que estamos viviendo, eso es compresión de las responsabilidades futuras que tenemos, y yo, para terminar, exhorto sincera y calurosamente al compañero Manrique para que rectifique esos conceptos erróneos que tiene acerca del señor general Calles, que no se ofusque y que estudie con todo detalle y con todo detenimiento los antecedentes de ese hombre todo moral y todo rectitud desde que principió en el Estado de Sonora su vida política; y en todos los detalles de su vida, en todas las características de su vida encontrará en Plutarco Elías Calles al hombre inmaculado que siempre ha sido consecuente en sus actos lo que ha dicho de palabra. (Aplausos.)

El C. Cortina: Suplico a Su Señoría, el señor presidente, se sirva ordenar que se abran aquellos palcos para que pase el público.

El C. presidente: Se va a dar la orden. Tiene la palabra el ciudadano Manrique.

El C. Manrique: Me reservo el derecho para usar de la palabra posteriormente.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Camarena.

El C. Camarena: Señores diputados: Desde el día que en bloque se discutió mi credencial por el 2o. distrito electoral del Estado de Hidalgo, el señor diputado Melchor Ortega me hizo una interpelación, suplicándome dijera yo si podría hacerme solidario de la conducta del diputado Manrique con el señor presidente de la República, interpelación que contesté en el sentido de que en ninguna forma podría yo hacerme solidario de esa conducta, y ahora, dentro de este trascendental debate que se ha suscitado con motivo de la iniciativa que los diputados de Jalisco presentan para declarar beneméritos a nuestro ilustre jefe desaparecido, señor general don Alvaro Obregón, es necesario, o por lo menos yo así lo juzgo, que venga a hacer algunas declaraciones perfectamente claras, perfectamente exactas acerca de cuál es nuestra situación en el Partido Nacional Agrarista, al cual tengo la honra de pertenecer.

Desde luego debo declarar que yo personalmente no he sido enemigo del señor general Calles nunca; al señor diputado Cerisola, que está aquí presente, y tal vez a otros señores diputados de los que se encuentran aquí en el salón de sesiones, les consta que yo fuí en la XXIX Legislatura de los primeros diputados que se declararon en favor del señor general Calles y fuí también de los primeros que en el Estado de Hidalgo, en un periódico humilde y modesto que se publicaba en aquella época y que se llamaba "EL MONITOR", hice declaraciones terminantes acerca de que era yo partidario del señor general Calles. De entonces acá no he tenido personalmente ningún motivo para declararme enemigo de él. Respecto de la actitud del partido, esa actitud como de alejamiento en que ha permanecido durante el gobierno del señor general Calles, me la explico, señores diputados, por dos razones, y no vengo en este momento a hacer un cargo al señor don Rodrigo Gómez, exsenador o senador de la República , no sé si está en funciones todavía, pero que está inhabilitado ya por su enfermedad y esto me impide hacerle cargos severos que tendría yo que hacerle en otras condiciones, pero la conducta torpe al señor don Rodrigo Gómez hizo seguramente que nosotros permaneciéramos en esa especie de alejamiento del Gobierno que preside el señor general Calles. Otra de las circunstancias que a mí me parece que alejó temporalmente al partido del señor general Calles, fue la presencia en la jefatura del Estado Mayor Presidencial del señor general Alvarez; pero cualesquiera que hayan sido las circunstancias que nos hayan tenido un poco alejados, aparentemente alejados del señor general Calles, en el fondo nosotros siempre hemos reconocido en él un espíritu completamente, absolutamente revolucionario. Y en la actualidad nuestra tendencia está dividida en el Partido Nacional Agrarista. A este respecto debo aclarar, para no herir susceptibilidades en el señor diputado Manrique y en el señor diputado Soto y Gama, debo declarar, urbi et orbi, a los cuatro vientos, que yo siempre he tenido un profundo afecto por el señor diputado Aurelio Manrique, que yo siempre he tenido un profundo afecto para el señor licenciado Soto y Gama y que los considero dos figuras prominentes de la Revolución. Pero desgraciadamente para nuestra manera de pensar, para la manera de pensar de lo que pudiera llamarse el cuerpo del partido Nacional Agrarista y no sus cabezas solamente; desgraciadamente, en estos últimos días, hemos diferido en nuestra manera de pensar, y eso es todo, es lo que quiero expresar, es lo que me propongo expresar absolutamente claro: que teniendo en un lugar distinguido la estimación que profesamos todos en el Partido Nacional Agrarista al señor licenciado Soto y Gama y al señor diputado Manrique como dos altas figuras de la Revolución Mexicana, que haciendo aparte esta estimación y este cariño, estimación y cariño que se han manifestado en múltiples ocasiones desde que yo tengo el gusto de tratar al diputado

MÉXICO, MARTES 9 DE OCTUBRE DE 1928 Aurelio Manrique y al señor diputado Antonio Díaz Soto y Gama, que en múltiples ocasiones he tenido la oportunidad de manifestarles en forma absolutamente tangible; decía yo que haciendo aparte esta estimación profunda, hemos diferido desgraciadamente en nuestra manera de pensar en estos últimos días y, en consecuencia, nosotros, que no hemos sido enemigos del señor general Calles, venimos a asentar aquí de una manera clara y de una manera clara y de una manera rotunda, que no estamos de acuerdo con los ataques del señor diputado Soto y Gama y del señor diputado Manrique. (Aplausos.) También deseo asentar aquí que me parece indispensable para definir nuestro criterio, para definir nuestra manera de pensar, porque lo considero un tópico de importancia, desde que el señor licenciado don Emilio Portes Gil, vino a encargarse de la Secretaría de Gobernación, el Comité Ejecutivo del Partido Nacional Agrarista se presentó a sus oficinas con el fin de hacerle patente su adhesión, su respeto y su deseo de colaborar con él. Un poco más tarde, antes de que supiera que el señor licenciado Portes Gil iba a ser designado presidente provisional por el honorable Congreso, entonces nos volvimos a presentar con el señor licenciado Portes Gil para expresarle nuevamente nuestra adhesión y nuestro deseo de colaborar en su gobierno cuando llegue el caso. Posteriormente, cuando ya estuvo designado por el honorable Congreso de la Unión como presidente provisional, nuevamente el Comité Ejecutivo fue a las oficinas del señor licenciado Portes Gil para reiterarle su adhesión y para manifestarle que tiene plena confianza en que labor de revolucionario se manifieste ampliamente durante su gestión como presidente provisional, y ésa es la verdad. Nosotros siempre hemos visto en el señor licenciado Portes Gil a un revolucionario firme; su labor de Tamaulipas nos convence, él es agrarista como nosotros, y digo como nosotros, no porque yo pretenda estar a la altura del señor licenciado Portes Gil en esta materia, mi labor personal como agrarista, lo confieso desde hoy en adelante, con el fin de que mañana o pasado alguno de mis enemigos no venga a tribuna a hacerme cargos, a ridiculizar mi humilde labor agrarista, ha sido muy pobre y muy modesta, pero bien intencionada; pero, en fin, digo que estamos enteramente de acuerdo, que sancionamos con nuestra opinión, con nuestro voto, con nuestra aprobación la conducta netamente revolucionaria del señor licenciado Portes Gil en el gobierno de Tamaulipas; y por añadidura, señores diputados, el señor licenciado Portes Gil es amigo de casi todos los que figuramos humildemente, modestamente en las filas del Partido Nacional Agrarista. Yo creo que quizá hubiera sido -, y yo deseo expresar mi pensamiento con absoluta nitidez, es decir, estoy haciendo esfuerzos por presentarlo así con toda claridad -, que quizá hubiera sido un obstáculo para nosotros, respecto de nuestra colaboración con el señor licenciado Portes Gil, la presencia del Partido Laborista en las filas de ese gobierno; pero ante las declaraciones terminantes del señor diputado Marte R. Gómez, ante las declaraciones terminantes y absolutamente exactas del señor licenciado Romandía Ferreira respecto de las condiciones en que se encuentra el Partido Nacional Agrarista, nosotros no tenemos ya ningún barrunto de sospecha. Nosotros estamos, habríamos estado de todos modos, con el señor licenciado Portes Gil, francamente; pero ahora con estas declaraciones nos sentimos más identificados, más cerca de él y con más deseos de colaborar con su gobierno.

Está declaración, señores, la considero absolutamente indispensable; y antes de retirarme de esta tribuna, después de haber pronunciado estas cuantas palabras, que espero hayan sido absolutamente claras respecto de la actitud del Partido Nacional Agrarista, porque si hay alguna duda estoy enteramente dispuesto a que cualquiera de los señores representantes me interpele y a contestarle respecto de nuestra actitud, que desgraciadamente ha diferido de la actitud de los señores licenciado Soto y Gama y Manrique, a quienes respetamos profundamente y para quienes tenemos una honda estimación; decía yo que antes de retirarme de esta tribuna después de haber pronunciado estas cuantas palabras, deseo también significar mi anhelo muy vivo y mi aprobación sincera respecto de las palabras vertidas aquí por algunos de los señores representantes, entre otros, por el señor diputado Marte R. Gómez, acerca de la necesidad que tenemos en estos momentos de unirnos. Yo creo que la campana de los tiempos nos está llamando fuertemente para unir nuestros espíritus, para unir nuestras ideas y salvar en estos instantes supremos los ideales también de la Revolución Mexicana. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Cerisola.

El C. Cerisola: Señores diputados: Al no haber logrado, como hubieran sido mis deseos, mejor dicho, como fueron mis deseos, tomar parte en el debate de ayer, por lo largo que resultó, para debatir en caliente las falsedades asentadas en sus discursos por los diputados Manrique y Soto y Gama, me abstendría de hacerlo hoy si no creyera necesario destruir esas falsedades, que si bien no pueden torcer la opinión revolucionaria, sí en cambio alientan a la Reacción. Porque esas falsedades ¡quién lo creyera¡ dichas desde esta tribuna revolucionaria por dos radicales, antes habían sido dichas por los reaccionarios, esas falsedades habían salido del seno mismo de la Reacción, y considero indispensable rebatirlas, porque el sólo intento de dividir la Revolución y de alentar la Reacción, es antipatriótico, y los revolucionarios debemos poner la verdad en su lugar.

Dejando a un lado la mayor parte del discurso del compañero Manrique, inspirado en la pasión que ofusca, en la pasión que ciega, en la pasión que enloquece al grado de juzgar el calificativo que consideró encomiástico en los labios del compañero de Tabasco, Hernández, calificativo que él mismo en su mismo discurso se encarga de defender al pintarnos, como es verdad, a nuestro jefe Obregón arrastrando multitudes y llenando los huecos que la infidencia dejara en el Ejército, con campesinos, soldados novatos que llevara el gran caudillo a la victoria - porque grande y sano caudillo fue -,

MÉXICO, MARTES 9 DE OCTUBRE DE 1928 es extraordinario ver que el compañero Manrique considera el calificativo de caudillo, que explica la coexistencia en un solo individuo de grandes cualidades excepcionales; para el compañero Manrique, repito, es encomiástico el término en boca del compañero Soto y Gama, en boca del mismo, en boca del compañero Hernández, en boca de casi todos nosotros; pero es deprimente cuando lo pronuncia el señor general Calles. ¡A ese grado ha llevado la pasión al compañero Manrique¡ Pero dejando esto a un lado y dejándolo porque ya lo trató en todas sus fases, en todos sus puntos, ayer mismo, el compañero Marte R. Gómez, no puedo dejar pasar inadvertida y sin rectificación la última parte de ese discurso.

Decía el compañero Manrique que se felicitaba de que la Asamblea estuviera conforme con todas sus opiniones y las aplaudiera, citando como prueba de su dicho el respetuoso silencio con que la Asamblea lo había escuchado. Hay que decir al compañero Manrique, en honor de la verdad, que el respetuoso silencio con que fue escuchado no significó muestra de aprobación de la Asamblea a sus palabras; que la aprobación, según se ha visto, la manifestamos con aplausos; ese silencio no fue otra cosa que la consecuencia, el resultado de la moción de orden hecha desde esta tribuna por el compañero Soto y Gama, recordando a esta Asamblea que el enorme mensaje presidencial del 1o. de septiembre, aconsejaba, entre otras cosas, el respeto a todas las opiniones, así fueran contrarias a las nuestras; y la Asamblea, que había aplaudido ese mensaje, de acuerdo con su manera de pensar, respetaba la opinión del compañero Manrique aunque fuera contraria a su sentir. Esta es la verdad. El compañero Manrique, en su segundo discurso, porque discurso fue el que pronunciara con motivo de la interpelación que Soto y Gama le hiciera desde esta tribuna, asentó dos cargos en contra del señor general Calles, que es necesario desvanecer por ser de estricta justicia. Decía el compañero Manrique, y ya lo señalaba el compañero González, que el general Calles había sido contrario a la candidatura del general Obregón, y como prueba citaba el hecho de que hubiera permanecido en su gabinete el señor don Luis N. Morones después del discurso antiobregonista que pronunciara el 1o. de mayo en un teatro de esta capital. ¡Muy curiosa la manera de apreciar los hechos¡ Nosotros, que sabemos la alta estimación que el general Calles profesó siempre al señor general Obregón; nosotros, que sabemos la simpatía con que vió esta candidatura, la más popular de todas las que han surgido, podemos asegurar que esa actitud del señor general Calles al no separar de su gabinete al señor Morones después de su discurso, es la única que podía seguir sensatamente. Si el general Calles hubiera separado, en castigo de su discurso, al señor Morones de su gabinete, hubiera autorizado al mundo entero para decir que el Gobierno trataba de imponer la candidatura del general Obregón. (Aplausos ruidosos.) El general Calles, sincero obregonista como todos nosotros, no quiso echar sobre una candidatura eminentemente popular ni la sombra de una mancha de imposición oficial. Decía el compañero Manrique en su segundo cargo: el señor general Calles no destituyó al señor Morones, inmediatamente después de la muerte del general Obregón, a pesar de que la opinión pública señalaba vigorosamente como autor directo o indirecto de su muerte al señor Morones.

Y yo digo: El señor general Calles hizo mucho más que eso; el señor general Calles puso al asesino y la investigación del crimen en manos de los amigos más cercanos, más íntimos, en manos de los que más cariño tenían al general Obregón; y dejando pasar los primeros días en que no podía haber separado al señor Morones, porque hubiera sido tanto como que el presidente de la República descendiera al papel de acusador, basando su acusación en el rumor callejero, en sospechas, si se quiere en presunciones; el general Calles, que no podía descender de ese terreno, esperó la oportunidad más próxima - dos o tres días después - para sugerir la renuncia del señor Morones y ponerlo en idénticas condiciones a las de cualquier acusado. El compañero Soto y Gama a su vez, en un discurso basado en su mayor parte en una falsedad intencionada, falsedad que consistía en poner en labios del diputado Marte R. Gómez, palabras por él jamás pronunciadas, nos decía -, y nos consta a todos los del Bloque Revolucionario Obregonista que es absolutamente falso -, que Marte R. Gómez desde la tribuna del bloque había asentado que la política que sería la norma de conducta del presidente provisional, licenciado Emilio Portes Gil, sería idéntica a la del señor general Calles, a quien seguiría hasta en sus equivocaciones. Hecho absolutamente falso, frase jamás pronunciada, y sobre ella basó la mayor parte de su argumentación. No tenemos, pues, que ocuparnos de una argumentación basada en una falsedad, porque claro está que falso es todo ello; pero hacía el compañero Soto y Gama dos afirmaciones que es necesario rebatir. Decía que esta Asamblea, que la Cámara de Diputados, que los diputados todos, estábamos de rodillas ante el poderoso, y esta frase que ha halagado extraordinariamente a la reacción de la ciudad de México, no debió haberla pronunciado el revolucionario Soto y Gama en una asamblea de revolucionarios. Protesto por ello y categóricamente asiento que es una falsedad.

De paso, y ya que se me presenta la oportunidad, vamos a aclarar situaciones. Los del Bloque Revolucionario Obregonista - y hemos visto que las infanterías del Partido Nacional Agrarista también fuimos callistas antes del movimiento delahuertista de 1923-, seguimos siendo callistas durante ese movimiento, sin contar los elementos que tenía; hemos seguido siendo visto callistas durante la administración actual, porque hemos visto que no se ha dado un solo paso atrás en el terreno de la Revolución; porque hemos visto que ésta se ha reorganizado y moralizado; porque hemos visto que no ha habido la más ligera claudicación; y ahora que el general Calles va a dejar el poder a que expresamente ha renunciado, seguimos siendo callistas por la actitud desinteresada y absolutamente patriótica del señor general Calles al renunciar a su permanencia en el poder y por el mensaje presidencial, calificado con razón como uno de los más bellos documentos de nuestra historia. (Aplausos.)

y pueden creer los compañeros Manrique y Soto y Gama, y puede creer la Asamblea entera, y puede creer el país, que mis palabras son sinceras porque nunca he implorado ni imploraré jamás mercedes de nadie. Somos callistas porque con la actitud, con las palabras del general Calles el 1o. de septiembre, se ha resuelto el problema presidencial que muchos un mes antes, quizá días antes, veían pavoroso. El desinterés y el patriotismo demostrados por el general Calles en su mensaje contagió el Ejército y éste, disciplinado y organizado como nunca, quizá llegó a sacrificar las aspiraciones de alguno de sus miembros a la presidencia de la República. Este ejemplo, que imitaron felizmente todos los políticos de toda la República, siguiendo la línea de desinterés por el general Calles marcada, fue, repito, uno de los principales factores para la fácil, para la atinada, para la tranquila y ecuánime resolución del problema presidencial.

Decía el compañero Soto y Gama en su discurso de esta Cámara y la H. Cámara de Senadores había recibido consigna del general Calles para llegar al nombramiento de presidente provisional. Otra falsedad absoluta. Ya el compañero Medrano se encargó de decir lo que en mi interpelación dije yo ayer tarde al compañero Soto y Gama: la Cámara de Diputados no mandó para ver al señor presidente a ninguna comisión oficial. Después de puestos de acuerdo los ciudadanos diputados y los ciudadanos senadores, por indicaciones de sus partidos, sobre el candidato que debían designar, fueron a comunicar este acuerdo sus amigos personales al señor general Calles, sin comisión oficial de la Cámara y, según me han dicho casi todos ellos, el señor general Calles se limitó a decirles: "Yo no tengo candidato, yo aceptaré la designación que el Congreso haga". Esta es la verdad, y si las palabras del compañero Medrano y las mías no bastaran, está la multitud de documentos en la Cámara de casi todos lo partidos de la República haciendo la sugestión, haciendo ver la conveniencia de nombrar al licenciado Portes Gil presidente provisional.

Podemos, sin gran esfuerzo, para terminar, hacer una profecía fácil que se desprende de los hechos: los compañeros Manrique y Soto y Gama, a quienes no se había acercado la Reacción, porque los consideraba radicales y antitéticos en ideas, se acercará a ellos el día de mañana, y si como espero y deseo vehementemente es desoída por estos compañeros....

El C. Manrique Aurelio: No temáis, no temáis.

- El C. Cerisola:. con su honradez acostumbrada vendrán a decir a esta tribuna

de la Cámara las tentativas que la Reacción ha hecho para corromperlos y llevárselos a su lado, y si por desgracia sucumbieran a la tentación, nosotros con todo dolor tendremos que separarlos y señalarlos con el dedo como claudicantes. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el diputado Balderas.

El C. Balderas Manuel: Compañeros: El debate Tiene dos aspectos. A los dos voy a referirme muy brevemente, de manera principal, por mi falta de preparación, que ustedes conocen de sobra. El primer aspecto de la cuestión es éste: honrar la memoria del ciudadano Alvaro Obregón.

El C. Manrique interrumpiendo: De acuerdo:

El C. Balderas continuando: Dejaría de cumplir con mi deber si en nombre, si en representación de los elementos ferrocarrileros de la Cámara de Diputados no viniera, aunque sea con palabras muy sencillas, a expresar el profundo afecto, el gran cariño que el gremio ferrocarrilero tuvo para Alvaro Obregón, cariño que se lo demostramos en todas las formas que nos ha sido dable; cariño que se lo demostramos cuando por primera vez se lanzaba a la lucha contra la imposición de Bonillas; cariño que se lo demostramos más tarde cuando ya presidente de la República se vió obligado a combatir a la Reacción que encabezaba De la Huerta y que nos llevaba a un fracaso nacional. Ciertamente que en aquella época un buen número de nuestros compañeros estuvo con la Reacción , unos por error, otros por maldad; pero puedo asegurar a ustedes, sin temor, que lo mejor del gremio ferrocarrilero siguió al lado de Calles, siguió al lado de Obregón, porque Calles y Obregón en aquella época representaban una sola idea, una sola tendencia, un solo deseo: llevar la bandera de la Revolución muy adelante, muy arriba, respaldados por todos los mexicanos revolucionarios honrados que estaban verdaderamente deseosos de que la revolución no fracasara. Compañeros: No queremos dejar pasar inadvertido este momento; no queremos desperdiciar la ocasión para hacer públicamente una demostración de nuestro obregonismo sincero; y a este propósito, a propósito de esa tan decantada desunión de Obregón y Calles, voy a referir a ustedes un detalle que probablemente aclarará las cosas más que muchos discursos que no dicen nada. Todos ustedes conocen a Juan R. Plat, actual tesorero de los ferrocarriles; todos ustedes saben que Juan Plat fue un obregonista sincero, un obregonista apasionado, un obregonista de todo corazón, y consideró en el general Obregón no un amigo, sino un verdadero padre; y Juan Plat, que a nombre del gremio ferrocarrilero depositó una corona de flores en la tumba del general Obregón y que con todo sentimiento nos comunicó que en nombre de nuestro gremio había colocado esa corona, Juan Plat continúa siendo el amigo sincero, el amigo leal, el amigo cariñoso del general Calles. Entonces compañeros ¿cómo vamos a suponer que hay distanciamiento entre esos hombres, cuando los que estuvieron más cerca de ellos continúan considerando que esa desunión no existió nunca¿ Se habla de ello ahora que el general Obregón ha desaparecido, porque no será él quien vaya a desmentirlo. Cuando se dijo que el general obregón no estaba de acuerdo con la reforma religiosa, desde Sonora envió una carta diciendo que respaldaba en todo y por todo la actuación del general Calles en el asunto religioso. Si Obregón viviera no se hablaría de desunión, porque él sería el primero en descalificarla. Yo recuerdo por las narraciones de la prensa, que en la jira triunfal del general Obregón, en la fiesta democrática a que asistió en representación del general Calles a la inauguración de una escuela en Yucatán, pronunció en discurso. Aquí se han dicho muchas palabras en elogio de Calles; pero tengo la seguridad absoluta de que ninguna de las palabras que se han

MÉXICO, MARTES 9 DE OCTUBRE DE 1928 dicho aquí tienen ni la fuerza ni la verdad ni la sinceridad del elogio que Alvaro Obregón hizo de Plutarco Elías Calles en un poblacho del Estado de Yucatán. (Voces: ¡En Mérida¡ Aplausos ruidosos.)

Se me escapaba a la memoria, compañero. Son muy difíciles de recordar los nombres de las ciudades de Yucatán. Decía a ustedes que los dos aspectos de la cuestión que se está debatiendo, han sido perfectamente aclarados. Se han vertido aquí frases muy brillantes y han venido figuras importantes a decirlas; repito que hablo en nombre del grupo ferrocarrilero de la Cámara, y de ellos sé decir a ustedes que si en el momento de la división entre De la Huerta y Obregón supieron estar al lado de éste, después, al lado del general Calles, sufriendo penalidades sin cuento, sabrán seguir estando a la altura de su deber.

A esta tribuna se ha venido a decir que los elementos agraristas han derramado su sangre con motivo de la cuestión religiosa. Es cierto, y cierto también que el elemento militar la ha derramado valerosamente; pero no se olvide, compañeros, que hay otro grupo también importante que al igual de los otros ha derramado su sangre, y ese grupo es el elemento ferrocarrilero. (Aplausos.) Hay más, compañeros: el soldado lleva el rifle en la mano, un jefe, un ordenanza, parque, y va resuelto a vender muy cara su vida: el ferrocarrilero no lleva absolutamente nada; lleva sólo sus utensilios de trabajo, y por esta circunstancia es más heroico. El soldado no sabe dónde va a encontrar el peligro, el ferrocarrilero lo sabe de antemano: antes de llegar al lugar peligroso, al salir de su casa y tomar sus útiles de trabajo para ir a su labor, recibe una orden de su jefe, del jefe de despachadores, que le dice: "Pase usted con cuidado por el kilómetro tal, porque allí hay un puente quemado; pase usted con cuidado por tal o cual kilómetro, porque allí falta un riel, probablemente; en tal o cual lugar hay hombres sobre la vía; en tal parte tenemos informes de que está la vía dinamitada." Y aquel hombre sigue impertérrito manejando su máquina, sin demostrarle nunca al pasajero ni a la misma escolta lo cercano que tiene el peligro. Compañeros, no hay que olvidar nunca que si se obrara con toda lealtad y con toda honradez, tendríamos que decir que en el Ejército Nacional ha habido una arma más, el arma de transportes, porque los ferrocarrileros, conduciendo los trenes, llevándolos en momentos de peligro, arrastrando solos las máquinas con sus tanques para llenarlos de agua a fin de que la máquina no se "muera" son tan heroicos como cualquier jefe que mande una fracción de tropa. (Aplausos.) Pues bien, compañeros, estos hombres de trabajo, estos hombres de lucha que no están acostumbrados a vivir del Presupuesto porque con el sudor de su frente ganan el pan de cada día, estos hombres han visto con verdadera satisfacción, con legítimo orgullo, que el estandarte inmaculado de la Revolución va a ser entregado por Plutarco Elías Calles a Emilio Portes Gil. No es ésta una barbería, porque consideramos a Emilio Portes Gil un ferrocarrilero como nosotros, porque en la administración del general Obregón ocupó un puesto en la dirección de ferrocarriles y colaboró al lado nuestro y nos trató como a verdaderos compañeros. Por esto el gremio se encuentra orgulloso y satisfecho de que, como dije, el estandarte inmaculado de la Revolución quede en las manos de Portes Gil, quien sabrá entregrarlo también limpio a aquel que el pueblo mexicano elija para sucederle. (Aplausos.)

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano Cortina.

El C. Cortina Eduardo: Señores diputados: Al margen de estas discusiones, todos los oradores que han hablado desde esta tribuna han hecho profesión de fe callista y obregonista. El que habla viene a hacer lo mismo; voy a explicar por qué.

Desgraciadamente queridos compañeros, el hermano Manrique, a quien yo estimo desde que lo conocí, cuando estábamos frente al enemigo en aquellas regiones desconocidas y muy explotadas por los que han creído que venir a México es llegar a una tierra de conquista para hacer capital; señores, en aquellos lugares aprendimos a querer y respetar al compañero Manrique. (Aplausos de la galerías.) Yo, señores, admiro a los hombres valientes y a los que tienen valor civil para expresar sus ideas; yo admiro a los hombres que defienden causas justas y que saben hacerlo con entereza, haciendo a un lado bajas pasiones. El compañero Manrique ha tenido la debilidad de venir aquí a entablar debates que han provocado la atención muy especialmente de la Reacción que está atenta a nuestros pasos y, compañeros, lo ha hecho por esa debilidad que todos los hombres tenemos, debilidad que muchas veces no podemos dominar. Y desgraciadamente el compañero Manrique, a quien no injuriaré, a quien no atacaré porque lo reconozco muchas virtudes, ha venido a pronunciar aquí frases que yo espero sabrá retirar, porque esas frases las ha vertido en contra los hombres que no merecen más que el aprecio de la República. (Aplausos.)

Cuando Emilio Zolá (Toses) tuvo que enfrentarse contra el pueblo apasionado q ue discutía a Emilio Zolá declarándolo traidor porque se había atrevido a defender al capitán Alfredo Dreyfus, cuando se le acusaba de alta traición, no tuvo empacho ni temor en lanzar las célebres frases del "Yo acuso", haciendo profesión de fe de que el capitán Dreyfus era inocente y a Emilio Zolá se le llegó a escupir el rostro cuando pasaba a hacer la defensa del capitán Dreyfus. Y, señores, esos actos gallardos de valentía de los hombres los admiramos. Yo, especialmente, soy uno de los que rinden pleito homenaje a esos hombres y he admirado al compañero Manrique cuando ha tenido esos gallardos discursos para levantar el ánimo del pueblo que sufre; pero también, señores, hoy vengo a condenar al compañero Manrique y que me perdone esta frase, porque no ha sido justo cuando ha atacado al general Calles queriendo defender la memoria del general Obregón, que todos respetamos y que todos queremos.

El C. Manrique: Una de cal por las que van de arena. (Risas.)

El C. Cortina: ¿Qué, acaso, merece censura el general Calles por su labor administrativa que no tengo empacho de decirlo, ha sido

MÉXICO, MARTES 9 DE OCTUBRE DE 1928 superadministración¿ ¿Qué, acaso, merece censura el general Calles porque ha tendido la mano de amigo a los obreros y campesinos y ha procurado crear leyes a efecto de darles mayores facilidades para vivir cómodamente¿ El compañero Manrique no ha sido justo cuando queriendo hacer una noble defensa, cuando queriendo levantar la voz en favor del general Obregón, ha querido opacar la del general Calles. Yo, señores diputados, soy respetuoso de lo que opina cada uno de ustedes: pero creo que el compañero Manrique debe retirar muchas de las frases que pronunció ayer, porque no son justas. Uno de los cargos más tremendos que hizo a esta H. Asamblea fue decirnos que vivíamos de rodillas ante el poderoso, y el que habla, señores, no se ha arrodillado nunca ante nadie; muy al contrario, yo he tenido el honor de flagelar el rostro de los tiranos, pero también gusto de hacer justicia al hombre que lo merece. El general Calles no es un tirano, sino un revolucionario que como ciudadano y como soldado que ha sabido poner muy en alto la bandera de la Revolución. (Aplausos.) Y conste, señores, que el que habla jamás se ha acercado a pedir audiencia a la presidencia de la República: dos veces he ido desde que el ciudadano general Calles es presidente de la República, y ha sido para defender a los trabajadores; y, señores, con gusto vengo aquí a hacer profesión de fe callista hoy que va a dejar de ser el general Calles presidente de la República. Cuando el ciudadano Calles no sea presidente, muchos de los convencidos revolucionarios, no de los farsantes que vienen a vivir cómodamente a la capital; de los que todavía no nos olvidamos del terruño, de los que todavía tenemos la vista fija por allá a donde los camaradas sufren el látigo del capataz; muchos de los compañeros, como el que habla, tendrán el honor de llamar amigo y maestro al general Calles, y sin adulación. (Aplausos.)

Uno de los puntos más delicados que se tocaron ayer, señores diputados, fue sin duda el relativo a las frases que pronunciara el ciudadano licenciado Antonio Díaz Soto y Gama. El señor licenciado Antonio Díaz Soto y Gama, el hombre que provocara las iras de los revolucionarios que se reunían en la convención de Aguascalientes, cuando "agarraba" la enseña nacional y la estrujaba haciendo comprender a los ahí congregados que no era más que un trapo que no valía nada ante los principios: ese hombre ha tenido la claudicación más grande que en su vida puede tener, y es la de haber dicho ayer que los católicos tienen derecho, tienen razón cuando asesinan por la espalda en nombre de un credo religioso. (Aplausos ruidosos. ) Esas claudicaciones que vienen a hacer aquí los que se dicen representativos de la clase más fuerte, que es la clase campesina, a quien todavía no se le ha hecho justicia, porque, señores, se debe ser franco: no debería haberse legislado en materia agraria cuando se tenía la carabina en la mano; debería haberse repartido la tierra como se hizo en Rusia. (Aplausos estruendosos.) Y este hombre que se llama apóstol del que sufre, viene a defender a los verdugos de sus defensos, viene a decir que está muy bien que los señores católicos pidan, que él escribirá y demostrará que tienen razón en pedir, puesto que no se les ha hecho justicia. Así, pues, señores, que un hombre como Soto y Gama que ha pregonado a los cuatro vientos su radicalismo, que ha pronunciado un discurso en Toluca, con el que yo me he quedado frío cuando he leído esas frases, "Esté pendiente la Reacción, que nosotros, los que formamos la avanzada revolucionaria, castigaremos fuertemente al que ose levantar la mano en contra de nuestro jefe el general Obregón. Y con sentimiento, señores, debo decir a ustedes que cuando asesinaron villanamente al general Obregón noté la ausencia de Soto y Gama siquiera junto al cadáver de nuestro jefe. (Aplausos.) ¿Por qué no decirlo, compañeros¿ El compañero Manrique estuvo a la altura de su deber.

El C. Manrique interrumpiendo: ¡Y Díaz Soto también¡ (Murmullos.)

El C. Cortina: No lo vi.

El C. Manrique: ¡Naturalmente que sí¡ ¡A mí no me dividen de Díaz Soto ni usted ni nadie¡

El C. Cortina continuando: No tengo interés en dividir. Podéis seguir hermanos, codo con codo.

El C. Manrique interrumpiendo: ¡A mí no se me hace traicionar a un amigo¡ (Voces: ¡Cállate¡ ¡Cállate¡)

El C. Villegas: No es verdad que estuvo Soto y Gama allí.

El C. Cortina continuando: Porque, señores, cuando nosotros los que observamos de cerca los pasos de los que quieren conducir a las mayorías; cuando nosotros estamos pendientes de todos sus actos, muy especialmente buscando el lado moral, que es la fuerza que da personalidad a los hombres conductores de multitudes, ¿qué hacemos si, como estoy seguro, esas frases importantes de esos hombres fueron las que crearon la desconfianza de la Reacción que creyó ver en Obregón a un hombre vengativo que no tenía deseos más que de seguir gobernando con una facción¿ Ellos fueron los provocadores de una situación que todos lamentamos. ¿Pero para qué hacer cargos en este asunto ya que vamos siguiendo paso a paso el proceso de la situación a debate¿ Yo únicamente lo que vengo a decir aquí, autorizado, porque también he llevado mi pequeño grano de arena a la lucha social, es que no me parece justo, señores, que se tome como bandera al campesino para venir aquí a decir que todo esto se hace en bien de los de abajo. Nada práctico se ha hecho, señores. Yo he oído con bastante atención al ingeniero que ha venido a hablar aquí y, efectivamente, señores, los campesinos no han recibido más que teorías, así, teorías de sus directores los señores Soto y Gama y Manrique. (Aplausos.) Señores: los campesinos ya no pueden vivir de bellas palabras, de teoría, ya no pueden vivir de ilusiones, quieren algo tangible, algo práctico, algo que lleve más pan a sus hogares, que lleven siquiera el alfabeto y, sin embargo, hace un instante he oído de labios de un respetable diputado que vino únicamente a sostener a esta tribuna los puntos de vista que tiene en la cuestión agraria. Eso es curioso, esto no basta: los hombres de lucha están codeándose día a día con el campesino, no vienen al parlamento a sentar reglas, van al pueblo, van a la congregación y cuando menos

MÉXICO, MARTES 9 DE OCTUBRE DE 1928 llevan un maestro para que les dé el pan del espíritu a los hermanos que sufren. (Aplausos.) Es por esto, señores diputados, que yo no he podido contenerme ante tanta farsa. Es necesario, señores, que hagamos profesión de fe ya que tenemos deseos vehementes de hacer patria; y hagamos profusión de fe, pero que vayamos a la acción, que vayamos al trabajo, pero al trabajo desinteresado, no al trabajo para crear nueva burguesía revolucionaria; no, señores, vamos al trabajo práctico, que estos señores que se dicen directores de las clases más sufridas tengan más conmiseración con ellas y que no estorben a otras agrupaciones que pugnan por salir del medio en que viven y a las que por el solo hecho de que no pertenecen a su partido las ponen frente a frente, hermanos contra hermanos, para que se maten. (Aplausos.) Y esto lo digo, por que en Veracruz se han dado casos, en algunos lugares donde los campesinos se han organizado en comunidades en que el partido agrarista ha querido crear conflictos para provocar choques entre hermanos, y eso no se llama practicar el socialismo bien entendido. El socialismo que se pregona, el que todos debemos practicar, no es ése. No, señores, si los compañeros no encuentran el apoyo que necesitan de parte de los señores Díaz Soto y Gama y Manrique, tienen derecho para congregarse en otra forma y hacer más rápida la solución de su problema, que al fin y al cabo es un problema, y el problema de ellos es el problema nacional que nos aflige a nosotros porque, queramos o no, señores, la resolución de todos los problemas radica en el campo. Cuando todas las tierras de México estén sembradas y todas produzcan, tendremos menos carestía de la vida, y eso lo saben mejor que yo los señores Soto y Gama y Manrique; pero como antes que el interés social hay en ellos el interés político, hay antes el yo, primero el yo y siempre el yo (Risas), es por lo que se ha querido dar una solución rápida a este asunto; es por lo que se ha querido dar una solución rápida a este asunto; es por eso, señor Manrique, que yo me he permitido venir, si se quiere, dar un mal rato a usted (Risas), pero con toda franqueza he necesitado venir a manifestar lo dicho. (Aplausos.)

El C. presidente a las 21.18: Habiendo pasado la hora reglamentaria se suspende la sesión y se cita para mañana a las diez y siete.