Legislatura XXXIV - Año I - Período Extraordinario - Fecha 19310626 - Número de Diario 9

(L34A1P1eN009F19310626.xml)Núm. Diario:9

ENCABEZADO

MÉXICO, VIERNES 26 DE JUNIO DE 1931

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO I.- PERIODO EXTRAORDINARIO. XXXIV LEGISLATURA. TOMO II.- NÚMERO 9.

SESIÓN

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 26

DE JUNIO DE 1931

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta del anterior.

2.- Los CC. Diputados Bátiz Juan de Dios, Rivera José y Dávila José María, presentan una proposición para que, sin perder su carácter de Diputados, y a partir del 22 del mes próximo anterior, desempeñen con remuneración las comisiones que les ha conferido el Ejecutivo Federal. A debate. Se aprueba.

3.- Cartera 4.- Se concede la palabra, para hechos, al C. Ojeda a efecto de que la Cámara envíe un voto de adhesión a la Legislatura y Gobierno del Estado de Veracruz, con motivo de la expedición de la Ley Reglamentaria del artículo 130 en aquella Entidad Federativa. Los ciudadanos Diputados Chávez Bernardo, Santos Alonso José, Balboa jr. Praxedis, Elías Lamberto, López Moreno Salvador, Simón Neguib, Arriola Cipriano, Cruz Manjarrez Luis, Dávila José María, Mijares V. Manuel, Bolaños Ocampo N., Rivera José, Salas Ismael, Orozco David, Bustillos Julio, Margalli G. Homero, Cervantes Pedro, Cancino Alvaro, Pesquería Walterio y Heredia Leopoldo, hacen uso de la palabra a nombre de sus respectivas Diputaciones apoyando la solicitud del C. Ojeda. A debate.

Se aprueba.

5.- Elección de Mesa Directiva para el mes de julio. Votación; escrutinio; resultado; declaratoria.

Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del

C. ENRIQUE HERNÁNDEZ

ALVAREZ.

(Asistencia de 81 ciudadanos Diputados.)

El C. Presidente (a las 17.50 horas): Se abre la sesión.

- El C. Secretario Dávila (leyendo):

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados de la XXXIV Legislatura del Congreso de la Unión, el día diez y nueve de junio de mil novecientos treinta y uno.- Período Extraordinario.

"Presidencia del C. José Rivera.

"En la ciudad de México, a las diez y ocho horas y cincuenta y cinco minutos del viernes diez y nueve de junio de mil novecientos treinta y uno, con asistencia de setenta y nueve ciudadanos Diputados, se abrió la sesión.

"Fue aprobada el acta de la anterior, que tuvo lugar el día 16 del actual.

"Cartera:

"El Ejecutivo de la Unión, por conducto de la Secretaría de Gobernación, remite la Iniciativa de Reformas a la Ley Orgánica del Distrito y Territorios Federales, de 31 de diciembre de 1928, a que se refiere el punto d) de la Convocatoria a Sesiones Extraordinarias del Congreso de la Unión.- Recibo, y a la Comisión Especial para dictaminar sobre las reformas de la Ley Orgánica del Distrito y Territorios Federales.

"Las Cámaras Nacionales de Comercio de Durango, Dgo., Piedras Negras, Coah., Guanajuato, Gto., Oaxaca, Oax., San Luis Potosi, S.L.P., Tuxpan y Pánuco, Ver., Guadalajara, Jal.; la Cámara Nacional de Comercio, Agricultura e Industria de Gómez Palacio , Dgo., y los Centros Regionales del Distrito Federal, Del Norte de Sinaloa, de Irapuato, Gto., y Chihuahua, Chih., manifiestan que ratifican y apoyan las observaciones al proyecto de Ley del Trabajo propuestas por el Grupo Patronal de la República.- Recibo, y a las Comisiones que tienen antecedentes.

"El ciudadano F. Morales Velarde, hace observaciones al Proyecto de Ley del Trabajo enviado por el Ejecutivo de la Unión.- Igual trámite.

"El Sindicato de Tranviarios de Tampico, Tamps., solicita no sea aprobado el Proyecto de Ley del Trabajo tal como fue enviado por el Ejecutivo Federal.- El mismo trámite.

"La mayoría de la Diputación por el Estado de Jalisco, designa al C. David Orozco como su representante ante la Gran Comisión de esta H. Cámara, en substitución del C. Esteban García de Alba.

"La secretaría hizo la declaratoria correspondiente.

"Se declaró de urgente y obvia resolución, una vez que se le dio primera lectura, el dictamen de la Comisión Especial que estudió las reformas a la Ley Orgánica del Distrito y Territorios Federales,

de 31 de diciembre de 1928, y que concluye con un Proyecto de Ley que la reforma en sus artículos 2o., 4o., 5o., 7o., 8o., 10, 11, 15, 20 y 87, así como suprime los artículos 3o., 6o. y 9o. del mismo Ordenamiento.

"Puesto a discusión, sin ella, se aprobó en lo general el Proyecto de Ley de que se trata, por unanimidad de ochenta y dos votos.

"A discusión en lo particular, no hubo quien usara de la palabra, y se fueron reservando, sucesivamente, para su votación, los cinco artículos, dos de ellos transitorios, de que se compone el referido Proyecto de Ley.

"Recogida la votación nominal, resultó aprobado en lo particular, por unanimidad de ochenta votos, el Proyecto de Ley que reforma la Orgánica del Distrito y Territorios Federales, de 31 de diciembre de 1928, que paso al Senado para sus afectos constitucionales. Para llevarlo a la H. Cámara Colegisladora, la mesa designó en comisión a los CC. Amel Barocio García, Ismael M. Lozano, Angel Ladrón de Guevara, Cosme Mier y Riva Palacio, Tiburcio G. Altamirano y Secretario José Torres H. "A las diez y nueve horas y veinte minutos se levantó la sesión y se citó para el próximo martes, a las diez y seis horas."

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"H. Asamblea:

"Los suscritos, diputados en ejercicio a esta XXXIV Legislatura de la Unión, en virtud de desempeñar actualmente cargos conferidos por el Ejecutivo Federal en la Secretaría de Educación Pública y en el Gobierno del Territorio Norte de la Baja California, muy atentamente nos permitimos solicitar de Vuestra Soberanía que, con dispensa de todo trámite, se nos concede permiso para que, sin perder nuestro carácter de diputados en esta H. Representación Nacional, podemos seguir desempeñando con remuneración, y a partir del 22 de mayo del presente año asta el 31 de agosto del mismo, las comisiones que nos ha encargado el ciudadano Presidente de la República.

"Reiteramos nuestra más atenta y distinguida consideración.- Juan de Dios Bátiz.- José Rivera - José María Dávila."

México, D. F., a 26 de Junio de 1931.

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Dispensados. Está a discusión.

No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba.

Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo.

Aprobada.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"Las Cámaras Agrícola Nacional y de Comercio y Agricultura de Tuxtepec, Oax., manifiestan que hacen suyo el contenido del memorial que envió a esta Cámara el Grupo Patronal de la República, relacionado con el Proyecto de Ley del Trabajo."- Recibo, y a las Comisiones que tienen antecedentes.

La Cámara Nacional de Comercio de la Comarca Lagunera, manifiesta que hace suyo en todas sus partes el memorial que a ésta Cámara envió el Grupo Patronal de la República, relacionado con el Proyecto de Ley del Trabajo."- Recibo y a las Comisiones que tienen antecedentes.

"La Cámara Nacional de Comercio, Industria y Agricultura de la ciudad de Pachuca, Hgo., hace suyo en todas sus partes el memorial que dirigió a esta H. Cámara el Grupo Patronal de la República, relacionado con el Proyecto de Ley del Trabajo."- Recibo, y a las Comisiones que tienen antecedentes.

"La Cámara Nacional de Comercio e Industria de Tulancingo, Hgo. manifiesta que apoya las reformas al Proyecto de Ley del Trabajo, propuestas por la Cámara Minera de la ciudad de Chihuahua."

- Recibo, y a las Comisiones que tienen antecedentes.

"La Cámara Nacional de Comercio e Industria de San Francisco del Rincón, Gto. manifiesta que apoya en todas sus partes las modificaciones al Proyecto de Ley del Trabajo, propuestas por el Grupo Patronal de la República."- Recibo, y a las Comisiones que tienen antecedentes.

"La Sociedad Patronal de Nuevo Laredo, Tamps., manifiesta que apoya las reformas al Proyecto de Ley del Trabajo, propuestas por el Grupo Patronal de la República."- Recibo, y a las Comisiones que tienen antecedentes.

"La Sociedad Mutualista de Despachadores y Telegrafistas de los Ferrocarriles Nacionales, con residencia en la ciudad de Cárdenas, S.L.P., manifiesta que respalda las objeciones al Proyecto de Ley del Trabajo, propuestas por el Comité Ejecutivo de la Confederación de Transporte y Comunicaciones de esta capital."- A las Comisiones que tienen antecedentes.

"La Unión de Conductores, Maquinistas, Garroteros y Fogoneros, con residencia en esta capital, manifiesta estar de acuerdo con las reformas al

Proyecto de Ley del Trabajo, hechas en la Sociedad Mutualista de Empleados Mexicanos."- A las Comisiones que tienen antecedentes.

"La Sucursal número 29 de la Alianza de Ferrocarriles Mexicanos, con residencia en esta capital, solicita la modificación del Capítulo Ferrocarrilero del Proyecto de Ley del Trabajo, enviado por el Ejecutivo."- A las comisiones que tienen antecedentes.

"La Comunidad Agraria de Coyolito, Tampico Ato, Ver., manifiesta que sea anulado. por considerarlo perjudicial a sus intereses, el Proyecto de Ley del Trabajo, enviado por el Ejecutivo."- A las Comisiones que tienen antecedentes.

"El Centro Regional de Puebla, Pue., manifiesta que apoya las reformas al Proyecto de Ley del Trabajo, propuestas por el Grupo Patronal de la República,"- A las Comisiones que tienen antecedentes.

"El C. Eligio Contreras hace observaciones al Proyecto de Ley del Trabajo que envió el Ejecutivo."

- A las Comisiones que tienen antecedentes.

"El C. Félix Abascal hace observaciones al Proyecto de Ley del Trabajo que envió el Ejecutivo."

- A las Comisiones que tienen antecedentes.

El C. Presidente: Tiene la palabra, para hechos, el ciudadano diputado Carlos Darío Ojeda.

El C. Ojeda: Señores representantes de la nación:

Pido con todo respeto a sus señorías que, con permiso de la Presidencia y de acuerdo ustedes, sea muy servido el señor Secretario de dar lectura a unos telegramas que, procedentes del Estado de Veracruz, han llegado a esta Cámara, y con relación a los cuales voy a permitirme decir unas breves palabras.

- El C. Secretario Mijares (leyendo):

Telegramas procedente de: "Jalapa, Ver., 24 de junio de 1931.

"Diputado Secretario de H. Congreso de la Unión.- México, D.F. "Comité Central Liga Comunidades Agrarias, representación genuina setenta y cinco mil campesinos organizados, solicita usted apoyo decidido Gobierno local por expedición ley número 197 de 18 actual, fue expedida por Legislatura Estado, uso facultades legítimas otórgale párrafo séptimo, artículo 130 Constitución General, que siendo producto postulados Revolución, debe sostenerse y dársele debido cumplimiento. Ley referencia hasta la fecha no ha sido ejecutada en términos, por lo que no tienen razón de ser protestas formuladas por elementos católicos, y como estimamos dicha ley no viola garantías individuales, ni Legislatura local al expedirla ha invadido esfera acción autoridad federal, sino que obró justos limites mandamientos constitucionales, creemos por esta razón jurídica resultan improcedentes dichas protestas; en cambio, elevamos la nuestra muy respetuosamente y enérgica por cariz desean dar a expedición ley, elementos contrarios Gobierno y principios revolucionarios, reiterando nuestra adhesión firme y leal al Gobierno y a instituciones Veracruzanas. Prívaseles en manera alguna ejercicios su llamada profesión, puesto que quedan incluídos en párrafos segundo y tercero artículo séptimo Ley Orgánica del Artículo 130 Constitución Federal; por consiguiente, están obligados respetar leyes locales que tiendan a dar cumplimiento citadas disposiciones. Los amparos que han solicitado algunos se dicen agraviados carecen materia, debido a que ley 197 invocada no implica actos de ejecución y de acuerdo con jurisprudencia Suprema Corte, dichas leyes no pueden ser motivos de amparo, por lo mismo reiteramos nuestra súplica que en el presente momento histórico Gobierno Federal sabrá estar con postulados Revolución, y como ley expedida no causa daño alguno a colectividad sino al contrario le es benéfica, no encontramos motivo se quiera desvirtuar naturaleza ley expedida. Siendo actuación Gobierno Veracruz elogiable por fines sociales que persigue y que tradición ha consagrado en nuestros textos constitucionales, pedimos usted se sirva respaldarlo y no prestar oídos quienes sólo por miras egoístas traten perturbar tranquilidad colectiva. Respetuosamente.- Comité Liga Comunidades Agrarias.- Manuel Almanza.- Secretario, Antonio Echegaray.

- Tesorero, Diego Arrazola."

Telegrama procedente de: "Jalapa, Ver., 24 de junio de 1931.

"H Cámara de Diputados H. Congreso de la Unión.- México, D.F. "Estos momentos más de cinco mil manifestantes se dirigen a usted por nuestro conducto de la manera más atenta y respetuosa, para solicitar su apoyo decidido ley número 197 expedida 18 actual, haciendo patente nuestro interés porque se cristalice uno de los postulados de la Revolución.

En su mayoría pueblo organizado veracruzano en manifestación hoy asegurable que desean progreso y desfanatización, esperando no preste apoyo a fanáticos enemigos pueblo. Le significamos nuestra consideración muy atenta.- Comité Central Ejecutivo de la Liga de Comunidades Agrarias del Estado.- Presidente, Manuel Almanza.- Secretario, Antonio Echegaray.- Tesorero, Diego Arrazola."

El C. Ojeda: Porque se trata de la futura tranquilidad del Estado de Veracruz; porque se trata de garantizar con su cumplimiento uno de los principios revolucionarios, y porque se trata de precisar en esta tribuna que el Gobierno del Estado

de Veracruz no se ha apartado del recto camino de la ley, es por lo que la honorable diputación del Estado de Veracruz me ha pedido, en una distinción inmerecida, que hable en su nombre ante ustedes, señores representantes del pueblo, deseando que se precise que el Gobernador don Adalberto Tejeda y la actual Legislatura del Estado de Veracruz al expedir la Ley de Cultos que estatuye un sacerdote de cualquier credo, por cada cien mil habitantes, como lo han mencionado los telegramas antedichos, no han cometido ningún desacato contra la Constitución General del país. Sino que, muy por el contrario, por ser respetuosos a los mandatos de nuestra suprema Ley, tuvieron que desempeñar, muy a su pesar el radical impulso de su bien probado revolucionarismo. ¡Hasta done la Ley alzó su venerada mano, hasta allí pudo llegar el bienhechor radicalismo de esa cumbre que en Veracruz es baluarte, y sostiene a la Revolución con la enorme energía de un carácter inquebrantable! Los señores creyentes que tanto se han alarmado, no deben temer a una ley que emana de la Constitución, que no viene a mutilar sus creencias ni a perseguirlas, y que si acaso, demostrará su número, confirmado con ello que en el Estado de Veracruz la mayoría de habitantes la compone el elemento revolucionario y liberal, cosa que como ya está comprobada, deberá inducirlos sin recelos a acatar la nueva legislación, o en contrario a demostrar a la nación amparados bajo el manto de la Ley escrita, o con la mayoría de voluntades ciudadanas, que tienen un derecho inalienable y sagrado.

Nosotros respetamos el derecho ajeno de pensar con libertad, y no atropellarnos las religiones, llámense mahometanas, católicas protestantes o judías, porque queremos que se nos respete el derecho y el deber que tenemos como revolucionarios, de amancipar a las clases populares que siguen a la Revolución, del yugo del fanatismo y de la obscuridad. (Aplausos.)

Si es verdad que Veracruz necesita más sacerdotes para los cultos que se practican, que los interesados lo demuestren. ¿Cómo? Ahí tienen el camino del sufragio, en las urnas electorales, en las campañas políticas. Que se organicen. Que vean con fervor las cosas de la patria. Que ayuden a resolver el problema de la democracia institucional dentro del más alto patriotismo. Y veremos entonces más clara esta verdad: Los revolucionarios seguiremos haciendo morder el polvo de las derrotas a los que se enfrenten contra la tendencia popular de la Revolución. (Aplausos.)

No quiero que las palabras venidas de Veracruz como una aurora que llene de regocijo al elemento hijo legítimo de la Revolución, pasen inadvertidas para muchos. Es necesario que todo el pueblo de la República sepa aquilatar cada palabra vertida por un hombre de la entereza de un Melchor Ocampo, del carácter fuerte de un Benito Juárez y de la reciedumbre de un Lerdo de Tejada; que sepa que allí existen revolucionarios completos que sabrán siempre estar dentro del más claro e incorruptible revolucionarismo. No son palabras muertas las de Tejada al decir que se siente satisfecho de ver la transformación material y espiritual de ese mi gran Estado; no, no son palabras muertas arregladas con artificios de embalsamador de cadáveres para hacerlas llegar al oído del pueblo mexicano; no. En ellas se percibe diáfanamente la misma entereza conque los caudillos inolvidables de la Reforma lanzaban sus clarinadas de triunfo cuando combatían a la Intervención y a la Reacción en los estados campos de la patria. Por eso debemos ante todo, estimar, señores Diputados, que si el Gobierno del Estado secunda con entereza la política de ustedes que es el programa de la Revolución, merece en este momento de lucha, un voto tácito de adhesión, pleno de responsabilidad histórica, un voto de respaldo y de solidaridad, porque obras como ésta, porque puntuales así, porque columnas así de fuertes es lo que necesitamos los hombres que no estamos dispuestos a claudicar dentro de los vergonzantes partidos conservadores.

(Nutridos aplausos.)

El Gobierno del Estado de Veracruz no pretende -y lo decimos claramente- sino apoyarse en la ley. Si las manos siniestras que agitan y han agitado hasta la violencia a las clases fanáticas vuelven a levantar sus oriflamas de odio y de muerte en tropelías sangrientas de búfalos debastadores, que no se culpe de ello al Gobierno de la Revolución, que, apartándose de la Ley, buscan la violencia para exhumar postulados de atraso que pasen como cadenas sobre el pueblo, principios que han sido la losa secular de la ignorancia que ha aplastado todas las libertades de la humanidad.

Hemos de ser claros. Deslumbrados por su magnitud seguimos las huellas luminosas de los preclaros hombres de la Reforma. Sentimos todavía sobre nuestras cabezas, la caliente sangre de Alvaro Obregón, el asesinado por las miserables manos de un fanático en el poblado de San Angel. Y nos ilumina su recuerdo y nos impulsa su dictado.

Y como un haz de rayos empuñamos su nombre, suficiente para hacer huír y volver a sus madrigueras a toda la reacción. Así como el cadáver del Cid era conservado para hacer huír a los moros, así conservaremos el nombre de Obregón para con el solo derrotar al enemigo en la cruenta batalla por la libertad del pueblo! Vine aquí con todo respeto, señores Diputados, únicamente para pedir a ustedes la cooperación que de antemano sé que tendremos, para apoyar al Gobierno del Coronel Adalberto Tejeda, porque eso será hacer obra de patria, obra de Revolución.

Dediquemos en estos momentos, para fortalecer nuestro ánimo, un aplauso sincero a esos hombres que en Veracruz tienen todavía alientos de palabra y generosa fe, fe cívica, fe combativa de emancipación en favor de las clases humildes. Dediquémosles un ferviente saludo porque el recuerdo de sus nombres y de su ejemplo pueda estar allí (señalando los muros) recibiendo la luz que emana de los héroes de la Reforma! ¡Benito Juárez, en estos momentos se siente flotar tu espíritu en esta casa del pueblo y de la Ley, porque debes sentirte satisfecho. ¡Mientras más tiempo ha transcurrido de tu muerte, más regueros de luz surgen de esa tumba para alumbrar

a la posteridad! ¡Que mientras más se ande por el sendero de los tiempos, tu espíritu, Benito Juárez, hará más luz en el alma de los emancipados! (Aplausos.)

No importa que la reacción con sus mil tentáculos y sus mil infamias quiere atropellar al libérrimo Estado de Veracruz; la invitamos a que nos demuestre que controla la voluntad popular, y declaramos que nos mantendremos serenos sin apartarnos del camino de la Ley, pero si los reaccionarios que aún sueñan con Santa Anna, se apartan, no nos importará que nos combatan en cualquier término o en cualquier terreno ¡estamos listos! Hoy pedimos la cooperación de la Representación Nacional; que después, en medio del incendio que quieran provocar los que no entienden las palabras de paz y amor del dulce Rabí de Galilea, en medio de ese incendio, levantaremos en alto, sobre las andas triunfales del pueblo, como símbolos invencibles, las recias figuras de los hombres de la Revolución que merecen el bien de la patria! (Aplausos nutridos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el Diputado Bernardo Chávez, por Puebla.

El C. Chávez: Compañeros Diputados: uno de los más grandes obstáculos en el desarrollo de la civilización mundial ha sido ese pulpo insaciable que radica en las doradas cúpulas del Vaticano.

Uno de los diques más grandes para el desarrollo y la emancipación de los pueblos han sido los mitrados que han bebido la sangre de los pueblos.

Pues bien, yo vengo en nombre de la Diputación federal del Estado de Puebla a dar un voto de confianza, a dar un voto de agradecimiento a ese liberal que lleva las riendas del Estado de Veracruz; (Aplausos.) a ese paladín de nuestras leyes que aún viven en el alma del pueblo desde la época de la Reforma. Porque ese hombre llamado Adalberto Tejeda ha sabido sentir esa ansia de libertades que el pueblo mexicano, desde hace muchos siglos, pugna porque despierten y se desarrollen: ¡esperanzas que ha tenido el pueblo mexicano de sacudir el yugo que desde la conquista viene pesando sobre nosotros! Recordemos la lucha que sostuvieron los conquistadores por arrancar del alma del pueblo mexicano su politeísmo, para venirnos a hacer caer en el monoteísmo de la religión católica apostólica. Yo no vengo a atacar a la religión católica: ¡no, señores! Mi Estado, que siempre ha sido tildado de un espíritu clerical, nunca lo ha tenido. Puebla es uno de los Estados que tiene un gran espíritu religioso, pero no clerical. En Puebla lo mismo vive el católico apostólico que el protestante o el psiquista, o cualquier otro que tenga otra manera de pensar acerca de la religión. Puebla es uno de los Estados más respetuosos de nuestras leyes. Si recordamos el año de 1926, encontraremos que no obstante haberse tildado a Puebla de clerical, ni uno solo de sus habitantes levantó la bandera del "cristerismo".

En Puebla se han respetado las leyes.

Vuelvo, pues, a repetir que el Estado de Puebla se siente orgulloso de ser hermano, amigo y sostén del revolucionario Adalberto Tejeda. La reglamentación que este gobernante ha emprendido, su Ley de Cultos número 197, la respaldamos en todas sus partes, y ahora más que nunca, cuando el Papa ha levantado la bandera de su orgullo, enfrentándose para pedir el poder temporal, en Roma; ahora es cuando los revolucionarios debemos unificarnos, respaldarnos mutuamente, para que sigamos las teorías efectivas de aquel gran socialista que se llamó Cristo y que expresaba: "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios."

Por lo tanto, el Sumo Pontífice que está en el Vaticano dando sus órdenes para atrapar a la masa del pueblo y seguir viviendo de su sangre, debemos flagerarle el rostro, arrebatarle sus haciendas y expulsarlos de la sociedad.

Así pues, yo pido a la Asamblea, a nombre de la diputación de Puebla, que dé un caluroso aplauso a la manera de sentir, de pensar y de actuar, del gran revolucionario Adalberto Tejeda. (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Santos Alonso, por San Luis Potosí.

El C. Santos Alonso: Acudiendo al llamado de los compañeros veracruzanos, como representante de los agraristas potosinos, y como representante de un gobierno revolucionario como es el de San Luis Potosí, venimos a unirnos a la labor revolucionaria del Gobernador y de la Legislatura de Veracruz en lo que se refiere a la reglamentación del artículo 130 de la Constitución Federal, reglamentación que tiene perfecto derecho de hacer y que es lástima hayan hecho tan tarde; pero de todas maneras, nosotros debemos solidarizarnos con ellos.

Pensando, analizando, mejor dicho, el motivo que tuvo el Constituyente de Querétaro para dar facultades a las Legislaturas locales de reglamento el artículo 130 y fijar un número de sacerdotes a cada Estado, tendremos que convenir en que fue, primero, para reconocerles su soberanía, y, segundo, para dejarlos en libertad de expulsar, de reducir al mínimo los sátrapas vestidos de frailes que en cada Estado chupan la sangre del pueblo para enriquecer a Roma, mandándole las primicias que nuestros agraristas, que nuestros obreros, que nuestros humildes con tanto trabajo obtienen anualmente.

Deberemos protestar porque actualmente estos sardanápalos vestidos de curas, lejos de predicar la humildad y de ayudar al pobre en estos momentos de crisis, están en todos los lugares engañado al pueblo y haciéndolo que dé óbolos con el fin de hacer un palacio magnífico en la Villa de Guadalupe. Están traicionando a su Cristo, porque Cristo predicó la humildad, y, en cambio, estos sardanápalos veneran a Cristo en unos palacios cuajados de oro y constelados de esmeraldas y de brillantes! (Aplausos). Debemos protestar contra esos individuos y también contra los Ferrocarriles Nacionales, que lejos de bajar las tarifas para llevar semillas, para llevar mieses de primera necesidad y así poder vender barato al pueblo; están patrocinando las romerías de católicos que vienen aquí a Guadalupe, bajando los precios de los pasajes.

(Aplausos ruidosos).

Y al dar nosotros al pueblo de Veracruz, al Gobierno de Veracruz, nuestro voto de confianza, excitemos a todas las Legislaturas de los Estados para que, a la mayor brevedad posible, reglamenten el artículo 130; dejen el menor número posible de

"sardanápalos", y de esa manera arrojemos a esos hipócritas para que vayan a otra parte a explotar al pueblo, ya que el pueblo mexicano no debe ser explotado, y somos nosotros, son las Legislaturas de los Estados, los encargados de evitar que esos zánganos vivan de la ignorancia, de la buena fe de los mexicanos.

Y somos nosotros en esta Cámara, que acabamos de aprobar que con letras de oro se graben los nombres de los grandes revolucionarios, los que con la palabra y el ejemplo debemos llevar a la conciencia de todos los mexicanos le necesidad de expulsar a esos hombres, como se expulsa a los traidores, corriéndolos de la República, para que vayan en última instancia a comer de las reservas que han mandado a Roma, a expensas de este pobre pueblo trabajador y revolucionario! (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Balboa, por Tamaulipas.

El C. Balboa: Señores diputados: Cuando en 1926 se planteara el conflicto religioso que mantuviera por espacio de tres años la suspensión de cultos en el país ; cuando, en 1929 fuera resuelto este conflicto sin que el Gobierno retrocediera ni un ápice dentro de los postulados de la ley y de la Revolución, nosotros consideramos, señores, que no tendríamos ya que volver a ocuparnos de este asunto. Pero es el caso, compañeros, que el clero no se ha dado por vencido; es el caso que el clero no se da por derrotado; que sigue en acecho, que sigue pendiente y aprovechar la primera oportunidad para dar nuevos zarpazos. Ahora le ha tocado al Estado de Veracruz.

En Tamaulipas, señores, desde hace buen tiempo, desde que fuera Gobernador de aquel Estado el revolucionario Emilio Portes Gil, (Aplausos) se reglamentó por la Legislatura local el artículo 130 constitucional, y en aquella época, como en ésta porque atraviesa Veracruz, se desató en contra del Gobierno una infinidad de protestas, una infinidad de reclamaciones de todos aquellos grupos católicos que se sentían lesionados con aquella reglamentación.

Pero entonces el Gobierno también, como ahora lo hace el coronel Tejeda, con toda energía, con toda virilidad, supo sostener su acuerdo, supo seguir adelante, supo cumplir los postulados de la Constitución, haciendo honor a sus autores.

Hace un minuto nos ocupábamos de glorificar la excelsa figura de Venustiano Carranza, y a mí también me parece oportuno, señores, hoy que se pone en el tapete de la discusión una de las leyes que reglamentan los artículos de esa Constitución, decirle a Carranza que aquí está la Cámara, que aquí están los revolucionarios que sabrán apretar sus filas, que sabrán sinergizar sus fuerzas, para defender las conquistas de esta Constitución, como son la reglamentación del artículo 130 y de los demás preceptos constitucionales que están siendo objeto del estudio de esta Cámara.

Pues bien, compañeros, pretendiendo interpretar el sentir del Gobierno de Tamaulipas, de los grupos revolucionarios de aquel Estado, quiero desde esta tribuna aplaudir la actitud del coronel Tejeda, e invitar a todo el país, a todos los grupos revolucionarios, a que también estén con él y lo apoyen en el conflicto que hoy se le presenta. (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Lamberto Elías, por Zacatecas.

El C. Elías Lamberto: Lamento, compañeros, que no hayan estado aquí mis compañeros de Cámara por el Estado de Zacatecas, porque ellos, alguno de ellos, hubiera llevado la voz en este caso con más autoridad que yo. Me siento torpe para expresar lo que siento y pienso alrededor de este caso: el grupo de hombres de la Revolución que rige los destinos de Zacatecas, al cual tengo la honra de pertenecer, en este caso que yo denomino tradicionalista, el grupo de hombres, como he dicho antes, revolucionarios de Zacatecas, que tiene en sus manos el porvenir del Estado, es tradicionalista porque ha recogido con cariño, con profundo cariño la herencia que le legaran a ese grupo González Ortega, Miguel Auza y demás individuos que en la época aquella pelearon contra los curas. Yo lamento profundamente, como lo he dicho antes, no poder expresar con todo el cariño, con toda facilidad lo que siente mi espíritu y lo que piensa mi cerebro en este caso, para poderle dar al coronel Tejeda, a ese hombre de la Revolución, un voto de confianza muy amplio, pues debemos apoyarlo todos como un solo hombre.

Para terminar, compañeros, debo manifestar que los agraristas de Zacatecas, por mi conducto, por que tengo el alto honor de ser el Presidente de la Liga de Comunidades Agrarias de ese Estado, le dicen a Tejeda que están absolutamente con él, que estarán con él en cualquier momento y que si estos curas nos llevan al terreno a que nos llevaron el año de 1926, sabremos hacerles morder el polvo, (Aplausos), como se los hicimos morder en las montañas surianas del Estado de Zacatecas. (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el Diputado López Moreno, por el Estado de Guanajuato.

El C. López Moreno: Señores compañeros: La mayoría de la Diputación del Estado de Guanajuato, se sirvió hacerme el honor de encomendarme que viniera a esta tribuna, la más alta y de más significación en la República, a decir que los grupos revolucionarios de Guanajuato apoyan la actitud de la Legislatura del Estado de Veracruz, por que, cumpliendo con el deber que nadie puede discutirle, de reglamentar los artículos constitucionales, ha expedido la Ley respectiva en materia de cultos.

Y venimos a decir que, como en el año de 1926, en que los mandatarios de la Iglesia Católica excitaron a las masas humildes para lanzarse al campo de la lucha en contra de las instituciones republicanas, revolucionarias y reformistas de México; venimos a decir que, como en aquel entonces, respaldamos la actitud del Poder Legislativo del Estado de Veracruz y la promulgación que de su decreto hizo el señor Gobernador del mismo Estado.

(Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Neguib Simón, por Yucatán.

El C. Simón Neguib: Para la tranquilidad de la Legislatura del Estado de Veracruz, analicemos primeramente el aspecto legal de la disposición dada

por el Congreso local de ese Estado, y promulgada por el señor Ingeniero Tejeda.

El artículo 130, en su parte relativa, autoriza a las Legislaturas de los Estados para determinar el número máximo de los ministros de los cultos que deben ejercer en sus respectivas entidades. De suerte que las autoridades federales, en los casos de amparo, forzosamente tendrán que darle la razón a la Legislatura de Veracruz y al Ingeniero Tejeda.

Esto por lo que se refiere al aspecto legal.

Por lo que se refiere al aspecto moral del asunto, la Legislatura de Veracruz representa al pueblo de Veracruz y en este acto el pueblo de Veracruz manifiesta su deseo de reducir el número de sacerdotes que ejercen en el Estado. Por lo demás, la justificación revolucionaria, que en mi concepto es la de más fuerza en este caso, está, aparte de la facultad legal que tiene la Legislatura para limitar el número de sacerdotes en el Estado, en los antecedentes que existen sobre este particular.

En el año de 1922, cuando Felipe Carrillo Puerto ocupaba el Gobierno del Estado de Yucatán, uno de sus primeros propósitos, así como de la Legislatura del Estado, fue reducir el número de sacerdotes que allá ejercían. Esto se hizo allá, como ahora se hace en el Estado de Veracruz, con el deseo de substituir, con la religión de la justicia y de la equidad patriarcal, la religión que ahora se ejerce con el propósito de explotar al pueblo, imponiéndole cargas que son ahora más pesadas que nunca.

Por esta razón, nosotros, los representantes del Partido Socialista del Sureste de Veracruz, como el Ingeniero Tejeda, han procedido revolucionariamente en este caso y nos sentimos satisfechos del resultado que ha tenido su decreto. (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Arriola. por Chihuahua.

El C. Arriola: Señores diputados: Ya los compañeros han hecho a ustedes una amplia exposición respecto al asunto que nos ocupa. Sólo vengo a decir a ustedes, por tanto, que el pueblo del Estado de Chihuahua, pueblo liberal por abolengo, por mi conducto paso lista de presente en estos momentos; y que sepa el Gobernador Tejeda, y que sepa la Legislatura local de Veracruz, que está con ellos y que los felicita por la reglamentación de la parte relativa del artículo 130. (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Cruz Manjarrez, por Guerrero.

El C. Cruz Manjarrez: Señores Diputados: Un representante popular del Estado de Guerrero les viene a hablar con la Ley en la mano: El Estatuto Político de la República Mexicana, dice en su artículo 40:

"Artículo 40. Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, federal, compuesta de Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior; pero unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental."

Uno de los principales de esta Ley Fundamental, o sea nuestra Constitución, es el artículo 130, que dice:

"Artículo 130. Corresponde a los Poderes Federales ejercer en materia de culto religioso disciplina externa, la intervención que designen las leyes.

Las demás autoridades obrarán como auxiliares de la Federación."

El párrafo VII del artículo 130 constitucional dice textualmente:

"Las Legislaturas de los Estados únicamente tendrán facultad de determinar, según las necesidades locales, el número máximo de ministros de los cultos."

En este caso se trata de que la Cámara respalde el Decreto expedido por la Legislatura del Estado de Veracruz sobre el número de sacerdotes que ha determinado que deben ejercer en aquel Estado.

Por lo tanto, de acuerdo con los preceptos constitucionales, está en su derecho. Por eso mismo ese Decreto es perfectamente legal. La Cámara en este caso nada tiene que hacer; no tiene que tirar tajos ni mandobles en contra de las sotanas de los curas. Debemos respetar la Constitución, debemos respetar el pensamiento del gran José María Iglesias, uno de los reformadores, que decía: "¡Sobre la Constitución, nada; sobre la Constitución, nadie!"

Es todo, señores. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el Diputado Dávila, por la Baja California.

El C. Dávila: Ya mis compañeros han hablado sobre el punto de vista legal, sobre el punto de vista revolucionario y sobre algunos otros puntos de vista relativos al asunto de Veracruz, y a pesar de lo que acaba de decir el compañero Manjarrez, de que no debemos tirar tajos contra las sotanas de los curas, en mí se rebela el espíritu jacobino, anticlerical por consiguiente, que siempre he tenido desde mi adolescencia, y no tengo más remedio que venir a esta tribuna a gritar lo que siento.

Yo, que no he dejado pasar los umbrales de mi hogar a la religión católica, y que con orgullo lo digo; yo, creo que no debe haber más religión que la ética y el bien mutuo, mal me podría quedar callado en esta ocasión, cuando las he buscado para decir a gritos que soy jacobino y que, como jacobino, soy anticlerical.

El que de ustedes se acuerde de alguno de los detalles de la historia de nuestra Independencia, de aquel contrato ruinoso para nosotros, que firmó Iturbide, y en el que por el palacio nacional, que fue lo único que nos dejaron los españoles, cedía al Vaticano y a la Corona de España todo el resto de nuestra República, se habrá enterado bien de la intervención que ha tenido el clero en todos nuestros asuntos. La época previa a nuestra Constitución de 57 es por demás conocida, y como estaba tan íntimamente ligada con la iglesia, ni siquiera debemos citarla; pero en 57 despertamos.

Los grandes visionarios Ocampo, Juarez, Lerdo de Tejada y tantos de los que en esa época trabajaron por liberarnos del clero, nos dieron una ley sabia; pero tanto por su moderación cuanto por su falta de aplicación, no nos logró libertar de esa succión del pulpo que se llama el Vaticano. La Revolución vino, afortunadamente, en mil novecientos diez a dar el grito de alerta a nuestras clases campesinas, que habían estado dormidas bajo el oscurantismo porfiriano, provocado artificialmente y mantenido de intento para que los ciudadanos no reclamaran sus derechos; para que se conformaran

con la hegemonía espiritual del cura sobre ellos, y con el pan bendito de la hostia a cambio de la semita que tanto bien les hubiera hecho en la mesa de sus hogares. Pero también la Revolución de 1910 tuvo sus períodos de receso.

Hasta que surgió Calles, el verdadero libertador de conciencias, vino nuestra verdadera campaña de liberación.

Calles fue el único que supo enfrentarse con todo el valor, con toda la serenidad del adalid de una idea, a una de las potencias más grandes del mundo, a una de las potencias terrenales que tiene más oro: a la del Papa.

Calles decretó la guerra contra el clero -nosotros lo sabemos muy bien-, y habíamos avanzado mucho, teníamos mucho terreno ganado; pero, como era natural, tuvimos que sacrificar parte de nuestras conquistas, y volvieron los curas, y como la humedad, como las babosas que en las casas viejas se pasan por las rendijas más pequeñas de las paredes, se han estado extendiendo, se han estado metiendo de nuevo en nuestros hogares, aun en los hogares de muchos que nos llamamos revolucionarios y jacobinos, y vuelven a tratar de aprisionarnos con sus asquerosas manos.

Los curas quieren volver a tener un predominio sobre la conciencia de los niños. Yo, por desgracia, me he enterado de que eso pasa aún en la capital de la República. Cuando he buscado un colegio laico, un colegio racional para la educación de mis hijos, y he ido a buscarlo con relación a mis posibilidades, queriendo allar alguno en condiciones higiénicas más o menos buenas, me he encontrado con que los únicos colegios que aquí existen para las clases pensantes, no diremos aristócratas, pero sí de modesto vivir, son aquellos que están encomendados a la dirección clerical. He ido a ver un colegio donde paladinamente me ha confesado un cura marista, el director de él, que allí la religión es forzosa, que es obligatoria su enseñanza; que la confesión y comunión de los niños también es obligatoria. Y todavía tuvo el descaro de decirme:

"Esto no le ha de molestar a usted, señor Diputado, porque algunos de sus compañeros y muchos de los políticos que ahora forman parte del Gobierno, tienen aquí a sus hijos bajo nuestra dirección espiritual!" (Voces: ¡Nombres, nombres!)

No me dijo nombres el señor cura. (Risas y murmullos.)

Pero les doy el nombre del colegio: es el Colegio Franco Inglés, que está situado cerca de la Tlaxpana.

¡Es una vergüenza que nosotros, que peleamos por la libertad de conciencia, todavía sujetemos a nuestros hilos a ese martirio de aprender mentira tras mentira durante tantos años como dura la educación primaria! Y ahora que surge un paladín nuevo en esta lid, lid que será probablemente la salvación de nuestra patria; ahora que surge el heredero de Calles en su pugna por llevar adelante la libertad de conciencia; ahora que surge Tejeda (Aplausos), enarbolando en el Estado de Veracruz la bandera de la Reforma y enseñándonos a todos los que representamos al pueblo, cómo puede uno enfrentarse al capital romano y al obscurantismo que los curas propagan, todos nos debemos unir para mandarle nuestro abrazo fraternal -no nada más nuestro aplauso-, y decirle que nosotros y nuestros representados, los que llevaron su voto a los comicios para traernos a esta Cámara, estamos con él, y que pensamos que de ocho curas que ha dejado para el Estado de Veracruz, sobran siete y medio! (Risas y aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Diputado Manuel Mijares V., por el Estado de Coahuila.

El C. Mijares: Compañeros Diputados: Cuando el famoso escritor rumano Panai Istrati regresó de un viaje por Rusia y escribió aquel libro llamado "Rusia al Desnudo", una escritora europea se dirigió a él en una larga carta, diciéndole que seguramente para aquella época ya estaba convencido de lo que en otras veces le había manifestado al citado escritor.

Se le había dicho a Panai Istrati que la idea comunista llevaría al mundo al fracaso; que los hombres del comunismo eran algo peor que fieras, y que en la visita que iba hacer a aquella nación, quedaría de todo esto convencido. Y la escritora europea citaba declaraciones hechas por Panai Istrati en el sentido de que no estaba conforme con los castigos que se estaban imponiendo a aquel líder de la Revolución rusa, -Trotzky-, y entonces el escritor rumano, Panai Istrati, contestó: "Está usted perfectamente equivocada, señora. El hecho de que nosotros los que pensamos con el comunismo ruso tengamos pequeñas diferencias de criterio, no quiere decir que yo haya dejado de ser revolucionario; me encuentro en la misma barricada donde se encuentran los hombres de la revolución rusa, y usted pertenece a la otra barricada."

El caso me parece similar a aquél. los elementos clericales al otro lado de la barricada han creído que los que hemos ido a la Revolución, que los que estamos en la Revolución hemos cambiado ya de criterio y que fácilmente, mediante la algarabía que ellos levantan en Veracruz, podrá hacerse que caiga ese revolucionario que se llama Adalberto Tejeda.

¡Y están los clericales de Veracruz perfectamente equivocados! Los revolucionarios del país continuamos siendo revolucionarios, continuamos en nuestra misma barricada, dispuestos a batirnos nuevamente, codo con codo, con nuestros hermanos que nunca han claudicado, porque así lo exige el espíritu revolucionario. Debemos pensar, compañeros, que siempre que se ataque a uno de los hombres de nuestro grupo, se ataca a todo nuestro grupo (Aplausos); que en este caso, más que en muchos, debemos acordarnos de aquello: "¡Todos para uno y uno para todos!"

Si los clericales de Veracruz no hubieran tomado como bandera para un nuevo movimiento, quizá sangriento, en la República Mexicana el caso de Veracruz, nosotros hablaríamos con más calma y con más serenidad; pero el ataque que se lanza a Tejeda no es sólo para él: es un ataque a la Revolución, y por eso la Diputación federal por el Estado de Coahuila viene a unirse a este sentimiento de simpatía hacia la Cámara de Diputados de Veracruz y hacia su Gobernador, y por eso nosotros venimos a pedir a la Representación Nacional que acepte el voto de apoyo y de confianza que se pide

para los gobernantes veracruzanos; y aún más: venimos a suplicar a todos los compañeros que, para alentar aquellos hombres que han puesto el dedo en la llaga y que tratan de reglamentar el artículo constitucional -para lo que tiene absoluto derecho conforme a nuestra Ley Fundamental-, nos dirigimos a nuestras agrupaciones y gobiernos de nuestros Estados, con objeto de que ellos, a su vez, hagan patente su simpatía al Gobernador y a la Legislatura de Veracruz. (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Bolaños, por el Estado de Guerrero.

El C. Bolaños: En el Estado de Guerrero afortunadamente existe un Gobernador absolutamente liberal, y no sólo liberal, sino absolutamente fuerte, que en los momentos aciagos, cuando el clero pretendió anegar a la Patria en sangre, no necesitó de muchas armas para defender el Estado.

Toda la "Costa Chica" que represento, no necesitó un solo soldado federal. Los soldados federales estaban en Acapulco mientras las fuerzas del Estado guardaban la paz, y no hubo en esa época un solo movimiento en el Estado de Guerrero.

El clero, siempre, absolutamente siempre, ha pretendido tender a la Revolución todas sus garras. Si ayer se llamaban liberales los Benito Juárez, los Melchor Ocampo, que estuvieron en estos sitiales de la Cámara; si la Reforma costó el sacrificio de Santos Degollado y de Melchor Ocampo, de la manera más cruel, nosotros debemos seguir el ejemplo del General Calles, como decía alguno de los compañeros, porque es necesario, de una vez por todas, que la Revolución se salve, y la Revolución no podrá salvarse mientras no se salven los espíritus.

El Coronel Tejeda, al hacer esta innovación, ha cumplido con el más alto deber para con la Patria.

Nosotros, en el Estado de Guerrero, y yo lo aseguro a ustedes en nombre del Gobernador del Estado, que él está con el Coronel Tejeda, porque él es revolucionario; y si la Diputación federal por el Estado de Guerrero se siente con él, nosotros no debemos más que cumplir con el deber de dar el voto por el Estado de Guerrero. (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el Diputado Rivera, por el Estado de Hidalgo.

El C. Rivera: Señores Diputados: Con toda la fuerza de mi alma desearía que por una de esas sorpresas de la ciencia este aparato (Alude al micrófono), pudiese llevar mis palabras hasta el Vaticano, para que el hombre que se sueña rey del Universo oiga que el pueblo mexicano, momento a momento, día a día, le está devolviendo sotanas y bonetes en contestación a sus encíclicas engañosas y torpes. (Aplausos).

Si la teoría trashumante fuese cierta, indudablemente que los espíritus de Juárez, de Lerdo, de Ocampo, están presidiendo esta sesión, solemne por todos conceptos. Yo creo que ellos, satisfechos, desde la altura nos sonríen y bendicen al pueblo mexicano. Me parece que en estos momentos mi imaginación se transporta a otras épocas, a épocas más dichosas de nuestra historia. Me parece contemplar la apacible figura de Ocampo en este parlamento; me parece ver aquí a Leandro Valle, me parece ver a los Gómez Farías, a los Prieto, a toda esa pléyade de hombres que han dado lustre a nuestra historia y que sintetizan nada menos que una época de nuestra vida nacional, esa época gloriosa que se llama la Reforma.

Yo me felicito de que un asunto aparentemente sencillo, -porque es, como antes han dicho los compañeros, perfectamente legal el decreto expedido en Veracruz por el revolucionario Adalberto Tejeda-, haya venido a agitarnos, haya venido a despertarnos del letargo en que a veces vivimos, engolosinados por nuestro triunfo, porque entusiasmados con nuestros exitos revolucionarios, entusiasmados porque hemos ganado una batalla a los terratenientes, porque estamos en vísperas de ganársela a los patrones inicuos que explotan al obrero; porque hemos tenido triunfos sobre los cristeros, en el Bajío, en Zacatecas y en otros puntos de nuestro país; engolosinados por estos triunfos, digo, no hemos dado toda la importancia, no hemos meditado serenamente en que en nuestro país tenemos un enemigo poderoso: el clero romano.

El clero romano, hábil -hay que reconocerlo-, sagaz, persistente, no ha cejado de estar luchando en las sombras, momento a momento, y, sobre todo, ha procurado infiltrarse en las conciencias infantiles.

He aquí la explicación de por qué en plena capital de la República existen colegios dirigidos por clericales, por sacerdotes, no obstante que lo prohibe terminantemente el artículo 3o. constitucional.

Y hay que confesarlo: la apatía, o no sé cómo llamarla, del elemento anticlerical, ha permitido que el clero romano se apodere, o se adueñe, mejor dicho, de muchas conciencias, y todavía hay Estados en que, por desgracia, el fanatismo impera de una manera indudable.

Hace días, al celebrarse el plebiscito de Querétaro, vimos palpablemente el empeño que tomó el clero romano para intervenir en la cuestión política.

Vimos -y muchos compañeros son testigos de ello- cómo los curas tomaron parte activa en la lucha electoral, aunque ellos lo niegan. Felizmente se ha presentado una brillante oportunidad para dar una llamada de atención a todo el elemento revolucionario, porque las protestas formuladas por los clericales no son más que un reto a la Revolución, con motivo del decreto expedido por Tejeda. ¡Pero es de felicitarnos! El pueblo mexicano, el pueblo revolucionario debe estar satisfecho porque ve y se da cuenta de que la Representación Nacional sabe y sabrá defender hasta el último momento los fueros de la libertad; sabe que por ningún motivo claudicaremos en esta materia; sabe que con verdadero tesón lucharemos porque persistan, porque se salven los principios proclamados por el artículo 130 constitucional.

Tejeda creo que ha sido de los gobernantes más discutidos en nuestro país, y eso debe de enorgullecerlo.

Tejeda ha sido el blanco de la reacción; ha tenido la satisfacción, porque así debe tomarla, de que hasta los indiferentes se hayan fijado en su personalidad. Tejeda es visto con respeto y cariño por el elemento revolucionario de la nación que conoce su labor; Tejeda es visto con temor únicamente por el elemento retrógrado. ¡Hay que pisar el suelo veracruzano para ver cómo se respeta y se quiere a ese hombre! (Aplausos). Hay que ver cómo

todos y cada uno de los habitantes de Veracruz están conformes con la labor gubernamental que está desarrollando. (Aplausos). Y por eso creo que la Representación Nacional estará en lo justo, estará en lo preciso respaldando la labor eminentemente patriótica de este digno gobernante.

El pueblo de Hidalgo, que comulga con las ideas de Tejeda, le envía por mi conducto una sincera felicitación.

El C. Presidente: Tiene la palabra el diputado Ismael Salas, por el Distrito Federal.

El C. Salas: Compañeros diputados: La diputación del Distrito Federal me ha concedido el honor, grandísimo para mí, de traer a esta tribuna del pueblo un pensamiento de libertad. Vengo, compañeros, pensando en una frase gloriosa, en una frase que pronunció el Jefe de la Revolución, Plutarco Elías Calles, cuando empezó la tristemente célebre "revolución cristera". Esta es la frase:

"No importa que se pierdan los bienes materiales del presente, a cambio de las bellezas espirituales del porvenir."

Nosotros, compañeros, debemos inspirarnos en esta frase; no importa que perdamos nuestras comodidades; no importa que tengamos que ir a combatir a los zánganos a donde se vayan a esconder, porque estoy que estos individuos, tras de los amparos que están pidiendo, incuban algo muy negro.

Nosotros debemos estar pendientes, compañeros.

Yo quisiera que siguiéramos el ejemplo que nos da la naturaleza; tenemos, por ejemplo, a las abejas: ellas no admiten zánganos en su colmena, y nosotros todavía los permitimos.

Todavía consienten algunos revolucionarios que en sus casas, en sus hogares, se den limosnas para hacer templos, para seguir conculcando las conciencias.

Compañeros: Hagamos labor en nuestros hogares para impedir que se sigan dando esas limosnas, que son en detrimento de nuestros propósitos espirituales.

Todavía, compañeros, en el Estado de Veracruz van a quedar ocho zánganos; pero estoy seguro que dentro de poco no quedará ninguno.

La Diputación del Distrito Federal envía un caluroso aplauso al compañero Adalberto Tejeda.

(Aplausos nutridos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Orozco, por Jalisco.

El C. Orozco: Compañeros: Ya el compañero Dávila dijo que él se honraba en ser jacobino, porque está de moda, como una aristocracia intelectual, decir que son cosas pasadas las discusiones con la clerigalla y las cuestiones religiosas.

Efectivamente, no nos preocuparía nada que las pobres mujeres musitaran un rosario en el rincón de su casa, o que alguien, en medio de los dolores de la vida, desahuciado de los médicos, buscara un santo fuerte para que lo salvara de su enfermedad, y le hiciera después, como manda, un rezo de veinte padres nuestros. Eso no nos importaría ni provocaría discusiones bizantinas. Pero Dios y Jesucristo necesitan sus apóstoles sobre la tierra; necesitan sus agentes, que comen, que visten, que tienen pasiones y que tienen ambiciones, y son restos todavía de la antigua filosofía, en que todo se centraba en la religión: artes, ciencias, actividades, alfarería, jardinería, etcétera; todo se centraba en el templo de las ciudades y los sacerdotes hablaban directamente con Dios, y una de las religiones más perfectas era la de los druidas. Allí, cuando necesitaban comunicarse con Dios, para saber si ganaban o perdían una batalla, degollaban un esclavo para que su alma le consultara al Señor; y, alguna vez que se olvidaba algo en la consulta, se degollaba otro para que completara el recado. (Risas).

Como la evolución de la ciencia, pasando por los períodos de la teocracia, pasando por los períodos de la metafísica, se sienta la ciencia positiva, y como un resto, al lado de la ciencia, la religión anticientífica.

La invasión de los elementos de la religión como dominadores, como supremos mandatarios del pueblo, bien se llame el pueblo imperio, reino o República; bien sea Mussolini, bien un presidente de la República, el delegado del Señor debe estar sobre todos, debe mandar, a él debe dirigirse la autoridad, y como humanos, llenos de ambiciones, en nombre del Señor asesinan, en nombre del Señor queman a Savonarola, y también en nombre del señor asesinan a nuestro héroe, el General Obregón, por mano de un fanático, que lo hace por la religión, por lo moral y por la humildad....! El caso Tejeda no es más que una clarinada para los hombres de la Revolución, porque tenemos en frente todo un problema.

Sabemos por experiencia propia que no es una discusión metafísica, sino que se trata de la sangre, del hierro y del fuego: todavía están los rescoldos de la última lucha en el Estado de Jalisco; todavía Jalisco es un pueblo desolado por la barbarie cristera; todavía están ahí las huellas de sangre; todavía están las chozas de los campesinos incendiadas; todavía ruge el rencor de la clerigalla, aparentemente como mansos corderos, en una peregrinación guadalupana; pero en el fondo llenos de odio, de sangre y de ambiciones dominadoras.

La Revolución no debe concretarse únicamente a dictar una ley reduciendo el número de sacerdotes.

Se trata de todo un problema: el problema de la Universidad Nacional creando una filosofía nueva, creando una filosofía positiva y nacionalista, una ciencia sintética. Es el problema de los educadores preparando la escuela racionalista, la escuela racionalista como pensaba presentar ese proyecto la Diputación tabasqueña; es el problema de la educación de la niñez, es el problema de convencer al pueblo, descendiendo de las altitudes de la filosofía, de los científicos, a las realidades de la práctica, hacia los agraristas, hacia los campesinos y hacia los obreros. Y entonces, cuando nuestros hijos estén desfanatizados, cuando los elementos del trabajo no se dejen engañar ya por una gloria futura, cuando haya una ciencia y una filosofía positivistas fundadas en la realidad, entonces no tendremos el problema religioso; pero, entre tanto, eternamente las tinieblas combatirán con la luz, eternamente la reacción estará contra los revolucionarios.

Hoy será a Adalberto Tejeda al que insulten, al que ofenda, al que diariamente los rotativos de México presenten como un mal gobernante;

pero nosotros los revolucionarios que conocemos a Tejeda como revolucionario, le damos un voto de simpatía y un aplauso sincero. Ha puesto un grano en la grande obra de desfanatizar al pueblo mexicano. (Aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el Diputado Bustillos, por Oaxaca.

El C. Bustillos: Compañeros Diputados: Vengo yo también, con todo entusiasmo, a expresar la más firme adhesión de los representantes del Estado de Oaxaca a la reglamentación dictada en materia de cultos, en lo referente a sacerdotes, por el gobierno íntegramente revolucionario del Estado de Veracruz.

Ya los compañeros que me han procedido en esta tribuna han expuesto numerosas razones legales y morales que fundan perfectamente bien la ley dictada por el Gobierno del Estado de Veracruz, a que me he venido refiriendo.

Es indiscutible, desde los puntos de vista político, legal y moral, que esa reglamentación tiene firmeza, tiene fuerza, que está basada en antecedentes ya admitidos desde hace muchos años entre nosotros, admitidos por la ciencia y aun por todos aquellos que no han llegado a adquirir conocimientos en asuntos científicos. Pero vamos a expresar ahora, para no repetir conceptos, algo que yo estimo de trascendental importancia en materia religiosa y en materia relacionada con el clero.

No cabe ya discutir que son dos cosas absolutamente distintas la religión y la clerecía. En la que toca a la religión, debemos comprender eso enteramente abstracto, eso enteramente ideal, enteramente fuera del terreno de la realidad y que algunos han denominado bajo esa palabra inexpresiva que se llama el espiritualismo. Lo segundo, lo que toca a la parte material, a la administración de los negocios, la parte de la política en la religión, eso es lo que corresponde al clero. Dos tendencias que no son sólo opuestas, sino que riñen absolutamente, tiene que ir caminando por rumbos absolutamente distintos. Puede hacerse una campaña enérgica, decisiva, en contra del clero, sin atacar absolutamente nada del dogma religioso. El dogma religioso es algo, como decía, tan absolutamente puro, tan absolutamente bello en la idea, que riñe por completo, profundamente, con las prácticas del todo inmorales que sigue paso a paso la clerecía.

Ya el compañero Orozco ha señalado algo que es preciso señalar; me refiero al movimiento llamado espiritualistas. En los últimos años, compañeros Diputados, y es penoso para mí decirlo, una parte, un sector de la élite universitaria de México se ha proclamado ardientemente por el espiritualismo; se ha orientado hacia lo que ha dado en llamarse movimiento espiritualista.

El movimiento espiritualista es algo enteramente vago, impreciso, que cae perfectamente entre lo que podemos comprender como idea religiosa, abstrusa, inexpresiva, irreal. Ese movimiento espiritualista no es revolucionario. La Revolución se basa íntegramente en los hechos; la Revolución pisa constantemente en la realidad, para producir, ella sí, el progreso. Y el espiritualismo, que está asociado de continuo a la religión, está muy lejos de la realidad; no es posible tomarlo en serio como una obra seriamente revolucionaria. En el movimiento espiritualista se han confundido numerosas ideas que es de sentirse que también hayan pasado de moda; lamento que parezca parcialmente derrotada la filosofía positivista, porque con ello hemos perdido un reducto para la difusión de la ciencia.

El criterio científico ha venido a menos en la idea de muchos, precisamente por eso que llamamos "espiritualismo", que es contrario, como he dicho, a la Revolución, contrario a la verdad y completamente inexpresable.

Yo quisiera demostrar, con un criterio absolutamente científico, que el famoso, que el decantado espiritualismo es insostenible desde un punto de vista científico. No es posible pensar en un consorcio de la ciencia con lo espiritual, como no es posible confundir la atmósfera con la tierra. De manera que, desde este punto de vista, tiene que fracasar el espiritualismo, como tiene que fracasar la religión. La religión, compañeros, si la viéramos por el lado utilitario, preguntaría yo: ¿qué problema fundamental, en el orden filosófico, en el orden científico, en el orden moral o social, ha resuelto la religión? ¿Qué guerra, por ejemplo, ha evitado la religión? Qué contienda humana ha impedido, o qué odio humano ha contenido la religión? Absolutamente ninguno. Si vamos viendo desde este punto de vista la religión, no solamente no ha evitado la guerra , sino que ha sido ella misma la autora de la guerra si porque la religión ha sembrado la muerte, en sentido adverso a las doctrinas de Cristo. (Aplausos).

Pero veamos, compañeros, la segunda parte, la relativa al concepto que tenemos del clero. En el clero, decía yo, se encuentra la parte administrativa, la parte mundana, el manejo de los fondos, es decir, el escamoteo, el hurto, la explotación de los pobres. Esa es la clerecía. Pues bien, compañeros, yo recuerdo haber leído en un bello libro francés algo que viene en este momento a colación y que es altamente significativo. Yo recuerdo haber leído cómo un pobre cura de aldea, un hombre anciano, un hombre humilde, un hombre pobre en lo material y pobre de espíritu, en sus horas de ocio, después de terminar su misa, se entregaba al trabajo dentro de su taller de carpintería, junto a la sacristía. Este hombre es modelo de sacerdotes, este hombre honraba a la religión católica, porque junto al trabajo espiritual de la iglesia se dedicaba al trabajo noble del obrero, al trabajo material que purifica las almas; ese es un verdadero sacerdote. Pero el que conocemos nosotros, que sólo vive explotando a base de fanatismo a pobres y ricos, ese no honra, ese desprestigia la religión, y no es un sacerdote, es un explotador. ¡Cuanto deseáramos que todos los sacerdotes fueran de aquel tipo, el tipo cumbre, verdadero, del sacerdote: el hombre que a fuerza de trabajo, de pobreza, de humildad y de virtud se ha elevado a la positiva categoría de sacerdote de una religión; ¡no los que conocemos nosotros, llenos de rencor, llenos de oprobio, llenos de riqueza, llenos de vergüenza, que deberían tener, pero que desgraciadamente no la demuestran en los actos de la religión.

Ojalá, compañeros, que en un esfuerzo colectivo de los mismos católicos, ellos solos lograran seleccionar

a sus sacerdotes entre los más puros y virtuosos, y no entre los más hábiles para la estafa, los más hábiles para los negocios.

Desde este punto de vista, compañeros, es muy loable la campaña emprendida revolucionariamente por el Gobierno de Veracruz. Esta campaña está basada en la Ley, y basada también en los principios liberales y en los principios socialistas que van también en contra de esa confesión. Debe, por tanto, ser aplaudida y firmemente apoyada por la Representación Nacional.

En consecuencia, como decía, en nombre del Estado de Oaxaca con todo entusiasmo felicitó sinceramente al Gobierno de Veracruz y deseo que esta Representación respalde íntegramente sus actos para bien de la Revolución y para bien de la Patria. (Aplausos ruidosos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el Diputado Homero Margalli G., por el Estado de Tabasco.

El C. Margalli: Compañeros Diputados: Al minuto de que la representación federal de Tabasco tubo conocimiento de que se había dado el decreto de que tanto se ha hablado en esta Cámara la tarde de hoy, la representación federal de Tabasco, repito, felicitó entusiastamente al señor Gobernador del Estado de Veracruz por su actitud.

¡Tenía que ser el Coronel Adalberto Tejeda quien diera una ley de esas, porque el Coronel Tejeda no le tiene miedo a los "que dirán", y la prensa amarillista también le importa un comino! Tejeda encontrará siempre aquí verdadera simpatía y verdadera admiración, porque ese hombre sí es efectivamente de aquellos que necesita la Revolución.

Quiero, pasajeramente, decir algo respecto al Estado de Tabasco. El Estado de Tabasco, que no sabe de componendas ni quiere nada con curas, hace tiempo hizo una modificación a la Ley Suprema.

En Tabasco solamente pueden ejercer los curas si se casan, y cuando hayan pasado de los cuarenta y cinco años. (Risas y aplausos.) También en el caso de Tabasco, cuando en otra época se estableció esa ley, toda la prensa amarillista atacó duramente al Licenciado Tomás Garrido; pero al Licenciado Garrido, que sabe que está cumpliendo con los principios de la Revolución, tampoco le ha importado que lo hayan atacado en la forma en que lo han hecho.

Es necesario que sepan, compañeros, que en Tabasco no hay una sola iglesia, y que si la hay está convertida en escuela para la juventud. (Aplausos.) Si es cierto que a Tomás Garrido se le ha vilipendiado y se le ha atacado por sus ideas radicales, para nosotros los tabasqueños es muy satisfactorio, nos causa verdadero gusto ver cómo toda la representación de la República, como un solo hombre, todos los que formamos aquí el haz de la Revolución, hoy están justificando a aquel mi querido Estado. Sería largo, sería cansado seguir hablando de estas cosas, toda vez que cada uno de los compañeros que representan distintas entidades de la República están haciéndolo; pero sí quiero que sepa la Diputación de Veracruz -a la que le hemos dicho en lo personal- que nosotros siempre hemos sentido simpatía, hemos convivido con el Coronel Tejeda, porque es uno de los hombres que verdaderamente necesita la Revolución.

Para terminar, compañeros, porque no quiero venir a quemar tanto incienso aquí -se diría que estamos con ciertos egoísmos; que queremos hacer declaraciones porque hay oportunidad para ello-; para terminar, decía, quiero recordar este gran pensamiento del gran Zolá: "La Humanidad no llegará a su verdadero perfeccionamiento, hasta que no caiga la última piedra de la última iglesia, sobre el último cura." (Aplausos y risas.)

El C. Presidente: Por el Estado de Colima hablará el Diputado Pedro Cervantes.

El C. Cervantes: Compañeros Diputados: Como representante por el estado de Colima, mi pequeña Diputación me ha designado para venir a dirigir aquí unas cuantas palabras.

Todo lo que yo pudiera decir es débil, señores Diputados. Es indiscutible que el Coronel Adalberto Tejeda es uno de los hombres más avanzados que ha producido la Revolución; eso nadie lo puede negar; todos los Diputados de diferentes Estados están de acuerdo en esto y han enviado un voto de simpatía, un voto de confianza para él.

Nadie puede negar a la Legislatura del Estado de Veracruz el derecho, la facultad que le otorga el artículo 130 para reglamentar ese mismo artículo en materia de cultos. Es verdaderamente triste, compañeros, que en diferentes Estados de la República el elemento clerical no desaproveche el momento, la oportunidad para hincar sus garras en el liberalismo de nuestra patria.

En el Estado de Colima -he tenido de oportunidad de verlo y es triste decirlo, compañeros- en los últimos plebiscitos que se han celebrado, la clerigalla, que estaba aparentemente dormida, en veinticuatro horas se llevó a un plebiscito todos aquellos elementos que siempre han atacado a la Revolución.

De aquí fueron varios representantes de esta Cámara, y ellos son testigo de lo que digo. Por eso, compañeros debemos estar de pie, siempre unidos, para combatir al clericalismo, que no cesa un momento de estar acechando nuestras ideas para criticarlas, para censurarlas.

Yo, como representante por el Estado de Colima, me adhiero a la iniciativa que ha presentado aquí la honorable Diputación del Estado de Veracruz, y pido que no sólo enviemos un voto de confianza a Adalberto Tejeda, sino también a la Legislatura de Veracruz, que no ha tenido empacho en dar una ley que venga a reglamentar el culto de una manera necesaria; y digo de una manera necesaria, porque el número de sacerdotes que se ha señalado para ese Estado debe ser el suficiente, debe ser el necesario. Esa es una necesidad, hay que darle a cada Estado lo que necesite para sus cultos, y Adalberto Tejeda ha señalado un sacerdote por cada cien mil habitantes.

Nosotros no debemos poner ningún pero a esto.

Sabemos perfectamente bien que los gobernantes tienen necesidad de legislar conforme a las necesidades de sus mismos Estados. Así, señores, el Estado de Colima se suma a ese buen deseo de enviar un voto de simpatía y de confianza al Coronel Tejeda. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el Diputado Cancino, por Chiapas.

El C. Cancino: Señores Diputados: En nombre de la Diputación chiapaneca y de la familia revolucionaria de Chiapas, vengo a esta tribuna a patentizar nuestra adhesión al voto propuesto, y a manifestar que respaldamos con todo el entusiasmo y con toda sinceridad la actitud viril del Gobierno del Estado de Veracruz.

Creo oportuno expresar a ustedes en esta ocasión que, por lo que respecta al Estado de Chiapas, desde principios del año de 1929 fue reglamentado el artículo relativo de la Constitución, señalándose para todo el Estado diez sacerdotes. Con este motivo se encendieron los ánimos de los fanáticos, y el Gobierno de Chiapas ha sido objeto, desde esa época, de calumnias injustificadas por parte de sus enemigos. Ustedes recordarán que a esta misma tribuna vine a informar de los sucesos que los pícaros, que los enemigos del Ingeniero Enríquez le achacaban injustamente tan sólo por haber reglamentado el artículo constitucional señalando diez curas para aquel Estado.

Compañeros: es necesario demostrar a la reacción que la Revolución ha triunfado; es necesario demostrar a la reacción, también, que el Coronel Tejeda no está solo: ¡que la Revolución está con él! (Aplausos.)

El C. Presidente: Por Sonora tiene la palabra el C. Diputado Pesqueira.

El C. Pesqueira: Compañeros: Afortunadamente en Sonora hemos tenido la suerte de no respirar el ambiente pesado del clericalismo: aquella tierra no ha sido propicia para que crezca y se desarrolle esa mala yerba. (Risas y Aplausos.) Clérigos, señores, son muy pocos los que hay allí.

Yo os aseguro que no hay más porque económicamente no pueden sostenerse y mucho menos podrían hacer colectas copiosas para mandar a las arcas diocesanas. Por lo tanto, compañeros, el negocito ha resultado allá, malo.

(Aplausos y risas.)

Esto dará a ustedes idea cabal de lo que es el sentir y la ideología clericalista del pueblo de Sonora.

Con el convencimiento que tenemos de que el pueblo de Sonora lleva en este sentido una vida mejor, yo vengo a expresar mi deseo sincero de que el pueblo de Veracruz lleve también una vida mejor.

Uno, por tanto, mi voto con el de ustedes para la Ley Tejeda, para la Ley de ese gran revolucionario.

Este acto está demostrado de parte del Gobernador Tejeda que sólo persigue, indudablemente, el bienestar de su pueblo. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Heredia, por Morelos.

El C. Heredia: Señores Diputados: Ya los compañeros que hablaron antes que yo, han expuesto ampliamente las razones legales y morales para aprobar y secundar la labor revolucionaria que está desarrollando el Gobernador Adalberto Tejeda en Veracruz. Es por ello que la representación morelense se concreta a manifestar que ve con satisfacción inmensa la aprobación que váis a dar, y envía por mi conducto su sincera felicitación al íntegro mandatario veracruzano. (Aplausos.)

El C. Secretario Mijares: En virtud de que ha quedado satisfecho el deseo de la Diputación del Estado de Veracruz, expuesto por el compañero Darío Ojeda, se da por terminada esta discusión y se va a proceder a la elección de Directiva para el próximo mes. (Aplausos y voces: ¡Arriba Tejeda!)

El C. Chavez: ¡Que se recoja la votación!

El C. Ojeda: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Ojeda: Completo mi iniciativa respecto al voto de solidaridad y simpatía que he pedido para el Gobernante de Veracruz, solicitando que se recoja la votación, para que históricamente quede este hecho consignado en el DIARIO DE LOS DEBATES y en la conciencia de todos los revolucionarios que aquí se encuentran.

(Aplausos.)

El C. Secretario Mijares: En vista de que hay una proposición en el sentido de que ese voto se mande también a la Legislatura del Estado, se pregunta al compañero Darío Ojeda si está de acuerdo en que se adicione su primitiva proposición en tal sentido.

El C. Ojeda: ¡Como no, compañero, tal es el objeto!

El C. Secretario Mijares: En consecuencia, en votación económica se pregunta si se aprueba la proposición del compañero Ojeda. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo.

Aprobada. (Aplausos nutridos.)

Se va a proceder a la elección de Directiva para el próximo mes. Se ruega a los compañeros pasen a depositar su cédula. (Votación y escrutinio.)

Por unanimidad de ochenta votos resultó electa la siguiente planilla: Presidente, Gonzalo Bautista.

(Aplausos.) Primer Vicepresidente, Juan M. Esponda. (Aplausos) Segundo vicepresidente, Manuel Hernández y Hernández. (Aplausos.) En consecuencia, la Presidencia, por conducto de la Secretaría, declara que son Presidente y Vicepresidentes de la Cámara de Diputados para el próximo mes de julio, los compañeros mencionados.

(Aplausos.)

El C. Presidente: Se levanta la sesión y se cita para el miércoles próximo a las diecisiete horas. (19.37.)

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA

Y "DIARIO DE LOS DEBATES"

Director, Jefe de la Oficina

JOAQUIN Z. VALADEZ.