Legislatura XXXV - Año II - Período Ordinario - Fecha 19330911 - Número de Diario 5

(L35A2P1oN005F19330911.xml)Núm. Diario:5

ENCABEZADO

MÉXICO, D. F., LUNES 11 DE SEPTIEMBRE DE 1933

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO II. - PERÍODO ORDINARIO XXXV LEGISLATURA TOMO II. - NÚMERO 5

SESIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 11 DE SEPTIEMBRE DE 1933

SUMARIO

1. - Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.

2. - La Secretaría da lectura al oficio de remisión e iniciativa de Ley que remite la Secretaría de Gobernación, a efecto de que se autorice al Ejecutivo Federal para contratar un empréstito hasta por veinticinco millones de pesos. A discusión en lo general. Se concede la palabra al ciudadano Aarón Sáenz, Jefe del Departamento del Distrito Federal. Se aprueba en lo general. A debate en lo particular. Se aprueba y pasa al Senado para los efectos de Ley. La Presidencia nombra una Comisión para llevar al Senado el Proyecto de Ley aprobado. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. JUAN AVIÑA LÓPEZ

(Asistencia de 99 ciudadanos diputados.)

El C. Presidente (a las 12.47): Se abre la sesión.

- El C. Secretario Pérez Gasga (leyendo):

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados de la XXXV Legislatura del Congreso de la Unión, el día ocho de septiembre de mil novecientos treinta y tres.

"Presidencia del C. Juan Aviña López.

"En la ciudad de México, a las diez y ocho horas y diez y ocho minutos del viernes ocho de septiembre de mil novecientos treinta y tres, con asistencia de ciento seis ciudadanos diputados, se abrió la sesión.

"Se aprobó el acta de la anterior, que tuvo lugar el día cinco de los corrientes.

"La Secretaría dio cuenta con un oficio de a Secretaría de Gobernación y con la Iniciativa que acompaña del C. Presidente de la República, tendiente a que se autorice para contratar un empréstito hasta de veinte millones de pesos, que se destinará a la ejecución de obras de aguas potables, saneamiento y pavimentos en el Distrito Federal.

"El C. Dávila propuso, a nombre de la Diputación del Distrito Federal, que se pasara a sesión de bloque con objeto de cambiar impresiones sobre esta Iniciativa; los CC. Trigo y Mijares hicieron observaciones, y consultada la Asamblea sobre la proposición del C. Dávila, ésta resolvió afirmativamente.

"En esa virtud, se suspendió esta sesión a las diez y nueve horas y ocho minutos.

"Reanudada que fue, a las veinte horas, bajo la Presidencia del C. Aviña López, la Secretaría dio cuenta también con otro oficio de la Secretaría de Gobernación y con otra Iniciativa del Ejecutivo por la que se reforma la Ley del Trabajo en su parte relativa al salario mínimo. - A la primera Comisión de Trabajo y Previsión Social, e imprímase.

"A continuación, el C. Mijares solicitó que la Mesa diera el trámite correspondiente de la Iniciativa del Ejecutivo sobre el empréstito de los veinticinco millones, y la Presidencia dictó el trámite de "Imprímase, y a discusión el primer día hábil."

"El C. Terminel reclamó el trámite de la Mesa a la Iniciativa del C. Presidente de la República sobre reformas a la Ley del Trabajo en lo relativo al salario mínimo y pidió que se dispensaran todos los trámites a efecto que se discutiera desde luego.

"Consultada la Cámara sobre lo propuesto por el C. Treminel, ésta resolvió negativamente, por lo que subsistió el trámite de la Mesa como consta en renglones anteriores.

"El C. Trigo hizo una proposición a la que siguió una aclaración de la Presidencia.

"A las veinte horas y diez y ocho minutos se levantó la sesión y se citó para el próximo lunes, a las once horas."

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"A los CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - Presentes.

"Tengo la honra de enviar a ustedes, en pliego adjunto, para los fines legales correspondientes, la Iniciativa de Ley que formula el C. Presidente de la República ante el Congreso de la Unión, a fin de que se le autorice para contratar un empréstito hasta por veinticinco millones de pesos, que se destinará a la ejecución de obras potables, saneamiento y pavimento en el Distrito Federal.

"Encarezco a ustedes que se sirvan dar cuenta con dicha Iniciativa a esa Cámara de Diputados, de la que son dignos Secretarios y les reitero las protestas de mi atenta y distinguida consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.

"México, D.F., 8 de septiembre de 1933. - Secretario de Gobernación, Eduardo Vasconcelos.

"Considerando:

"Primero que es de urgente necesidad proveer a la reparación y reconstrucción de las obras de abastecimiento de aguas potables y saneamiento de la ciudad de México, construidas hace bastante tiempo, por las malas condiciones que guardan actualmente.

"Segundo. Que también es de urgente necesidad completar esas mismas obras públicas en las distintas poblaciones del Distrito Federal, que carecen de los servicios relativos o que se han venido prestando de una manera muy deficiente.

"Tercero. Que no es posible sufragar los gastos de esas obras con las previsiones normales del Presupuesto del Distrito Federal y que se impone la necesidad de usar del crédito público, obteniendo por medio de un empréstito, los fondos necesarios.

"Cuarto. Que el Gobierno Federal desea que se hagan, por el prestigio del crédito público y para el reconocimiento de su propósito siempre manifiesto, de cumplir fielmente sus compromisos de carácter interior.

"Quinto. Que excepto los ingresos por concepto de aguas de la zona que comprendió la vieja demarcación territorial del extinto Municipio de la ciudad de México, los ingresos que actualmente se perciben por ese concepto, no han sido afectados o comprometidos a ninguna obligación anterior y que aquellos mismos intereses, afectos en garantía del empréstito de la ciudad de México, cinco por ciento, 1989, pueden jurídicamente destinarse a pagar con preferencia los costos de las obras de rigurosa conservación y adaptación que van a realizarse en los sistemas de aquellas zonas, sin lesionar los derechos de los tenedores de bonos de este empréstito, que está sujeto, por otra parte, a los convenios que el Gobierno Federal celebre para el arreglo de la Deuda Pública Exterior.

"Directa:

"Ley que autoriza al ciudadano Presidente de la República para contratar un empréstito de veinticinco millones de pesos, dedicados a la ejecución de obras relacionadas con el Servicio de Aguas Potables y de Saneamiento en el Distrito Federal, con fideicomiso.

"Artículo 1o. Se autoriza al ciudadano Presidente de la República para que, por conducto del Departamento del Distrito Federal, contrate un empréstito hasta por veinticinco millones de pesos.

"Artículo 2o. El empréstito de referencia se contratará emitiendo bonos al tipo neto no inferior de 97 por ciento (noventa y siete por ciento) y en una o varias series. Dichos bonos serán pagaderos mediante amortizaciones o sorteos, en un plazo que no excederá de 15 años y con interés no mayor de 1.75 por ciento al trimestre.

"Artículo 3o. Se faculta asimismo al ciudadano Presidente de la República para que, por conducto del Departamento del Distrito Federal, pacte en el contrato que al efecto se celebre, las fechas de emisión de los bonos, la periodicidad de los sorteos o de las amortizaciones, así como el pago de los intereses y las demás estipulaciones necesarias a la realización del empréstito y a la debida constitución de sus garantías.

"Artículo 4o. El producto del empréstito se aplicará en el Distrito Federal precisamente a la ejecución de las obras que comprende el siguiente programa:

"I. Obras del Servicio de Agua.

"a) Reconstrucción del Acueducto de Xochimilco en el tramo Candelaria - Condesa.

"b) Construcción de la planta de bombeo, con capacidad para los actuales y nuevos volúmenes captados, así como de las obras secundarias indispensables del sistema modificado.

"c) Tendido de las líneas necesarias para mejorar el servicio de las regiones Sur y Oriente de la ciudad.

"d) Exploración y captación en su caso de nuevas fuentes de aprovisionamiento al Sur u otros rumbos de la ciudad y construcción de las tuberías complementarias a las líneas principales de distribución.

"e) Aprovisionamiento de aguas potables procedentes de la zona Noroeste del Valle (Madín) y almacenamiento y distribución de las mismas.

"f) Cumplimiento de compromisos contraídos con anterioridad en las obras de agua en ejecución y amortización de dichos adeudos.

"II. Obras de Saneamiento y Drenaje.

"a) Colectores, nueve, diez, once, doce, y catorce y redes de atarjeas inmediatamente indispensables dentro de las zonas que sirven dichos colectores. "b) Rectificación y terminación de las redes de atarjeas de los colectores seis y ocho, para servir las zonas de dichos colectores.

"c) Prolongación del Gran Colector del Sur hasta el Río de la Piedad, y construcción de la planta de bombeo necesaria para llevar los excedentes pluviales del Gran Canal de lago de Texcoco por el cauce del Río de la Piedad.

"d) Red de atarjeas de la población de Coyoacán, colector correspondiente y continuación necesaria de la prolongación al Sur del Gran Canal, que permita recibir los gastos del colector.

"c) Obras de regularización de aguas broncas de la Barranquilla, zona de Tacubaya.

"f) Estudio de ejecución en su caso de las obras necesarias para el lavado de atarjeas.

"III. Pavimentos.

"Reparación, reposición y reconstrucción de pavimentos en las vías afectadas por obras de agua y saneamiento.

"Artículo 5o. Las obras o construcciones comprendidas

en el programa antes detallado, se harán por subasta, en los términos del artículo 134 constitucional.

"Artículo 6o. Se autoriza al ciudadano Presidente de la República para que, por conducto del Departamento del Distrito Federal y en garantía del pago puntual del servicio de amortizaciones y réditos del empréstito a que esta Ley se refiere, así como de las cantidades que en cualquier forma se considere conveniente reservar para el mejor éxito de la emisión y para mayor seguridad del pago de los bonos o cupones, otorgue las siguientes garantías:

"a) Entregar en fideicomiso en favor de los tenedores de bonos y por todo el tiempo que tarde la amortización total del empréstito, el servicio de aguas potables del Distrito Federal, con reserva de los derecho que legalmente tengan adquiridos los tenedores de los bonos de la Deuda Pública Exterior y de los que adquieran en virtud de los convenios que el Gobierno Federal celebre con relación a esta misma deuda.

"b) Afecte, como garantía subsidiaria, la parte del impuesto predial que baste para el servicio de amortización, créditos y demás cantidades que se mencionan en este artículo.

"Artículo 7o. Para los efectos del artículo anterior se consideran los servicio de aguas potables y saneamiento del Distrito Federal como una unidad, con sus terrenos, plantas, instalaciones, acueductos, tanques, cañerías, bombas y equipo y cuanto constituya la inversión de capital fijo o móvil de los mencionados servicios, así como los ingresos totales que se recauden por la prestación del servicio de agua.

"Artículo 8o. Mientras el empréstito no sea amortizado, las cuotas actualmente vigentes para el cobro del servicio de aguas potables, sólo podrán ser modificadas con el consentimiento del representante común de los tenedores de bonos. Satisfecho dicho requisito, la modificación de las citadas cuotas, la tasa de recargos, los términos de pago y demás modalidades del servicio y su administración, se hará por decreto que expida el ciudadano Presidente de la República, a propuesta del Jefe del Departamento del Distrito Federal.

"Artículo 9o. Los gastos de administración y conservación del servicio de aguas y saneamiento, serán cubiertos por el Presupuesto del Departamento del Distrito Federal.

"Artículo 10. Deberá establecerse en el contrato respectivo que la institución fiduciaria que se designe deberá entregar al Departamento del Distrito Federal, los intereses relativos al servicio de aguas potables que excedan de las sumas que, conforme al mismo contrato, deben ser aplicadas al servicio del empréstito o en cualquier otra forma reservadas para el mejor éxito de la emisión y para mayor seguridad del pago de los bonos o cupones.

"Artículo 11. La recaudación del derecho por concepto del servicio de aguas potables en el Distrito Federal estará a cargo directamente de la institución fiduciaria designada al efecto, al llevarse a cabo la emisión de los bonos a que esta Ley se refiere, y se efectuará con la vigencia del Departamento del Distrito Federal, en los términos de esa misma Ley y del acta constitutiva del fideicomiso.

"Artículo 12. Las cuotas por el servicio de aguas potables que no hubieren sido cubiertas a la institución fiduciaria a que se refiere el artículo anterior, dentro de los plazos que las disposiciones legales aplicables determinen, serán cobradas directamente por la Tesorería del Distrito Federal aplicando los procedimientos de la facultad económicoactiva en los términos de la Ley de Hacienda vigente.

"Mensualmente la propia Tesorería entregará a la mencionada institución fiduciaria, el importe de las cuotas que hubiere cobrado en uso de las facultades que se señalan en el párrafo anterior.

"La falta de pago puntual de las cuotas del servicio de aguas, autoriza al ciudadano Jefe del Departamento para ordenar el corte o suspensión de dicho servicio, en los plazos que fijen las disposiciones a que el artículo 8o. se refiere, comunicando su determinación al Departamento de Salubridad para que esté declare inhabitable la propiedad cuyo servicio de aguas haya sido suspendido, y a su vez lo comunique al interesado aplicando, en caso de rebeldía o desobediencia, las sanciones del Código Sanitario.

"Artículo 13. El servicio de aguas potables y saneamiento tanto en su parte técnica como en su parte administrativa, estará a cargo de una Dirección que se denominará "Dirección de Aguas y Saneamiento del Distrito Federal." Dicha Dirección dependerá directamente del Jefe del Departamento del Distrito Federal y funcionará independientemente de cualquier otro organismo del mismo Departamento por lo que a estos servicios se refiere.

"Artículo 14. El personal de la Dirección de Aguas y Saneamiento será el que fije el Presupuesto de Egresos del Departamento del Distrito y su designación se hará por el Jefe del propio Departamento .

"Artículo 15. Son facultades y atribuciones de la Dirección de Aguas y Saneamiento:

"I. La ejecución de toda clase de obras relacionadas con los servicios de aguas y saneamiento;

"II. tener a su cargo la administración y conservación de los bienes que, conforme al artículo 7o. de esta Ley constituyan el servicio de aguas potables y saneamiento, excepción hecha de las lecturas y de la percepción de los ingresos que se recauden por la prestación de dicho servicio;

"III. Llevar su contabilidad especial, traspasando los resultados de la misma a la contabilidad general del Departamento del Distrito Federal;

"IV. La organización del servicio de aguas potables y saneamiento, comprendiendo la instalación de medidores y, en general, todos aquellos que se relacionen con el propio servicio, y

"V. Las demás que les sean señaladas en el Reglamento del servicio, el cual será expedido por el Jefe del Departamento del Distrito, a propuesta y con aprobación de la Junta a que se refiere el artículo siguiente.

"Las anteriores facultades quedan supeditadas, en los términos del Reglamento respectivo, al acuerdo previo de la Junta de Aguas y Saneamiento, en cuanto dichas facultades tengan relación con

la inversión del fondo de empréstito y entretanto éste no haya sido totalmente cubierto.

"Artículo 16. En los términos que indicará el Reglamento, se formará una Junta de Aguas y Saneamiento con tres miembros compuesta por el Director de Aguas y Saneamiento que fungirá como presidente de la misma, y por dos personas más designadas. una por el representante común de los tenedores de los bonos y otra por la institución fiduciaria.

"Artículo 17. Será necesario el acuerdo expreso del Jefe del Departamento del Distrito Federal y de la Junta a que se refiere el artículo anterior, para que la Dirección de Aguas y Saneamiento realice cualquiera obra que se ejecute con fondos del empréstito.

"Artículo 18. Al establecerse la Dirección de Aguas y Saneamiento, se procederá a levantar un inventario de todos los bienes, muebles e inmuebles, que conforme a las disposiciones de esta ley, constituyan la unidad patrimonial de la Dirección, al cual se irán arreglando los demás bienes y derechos de cualquier clase que en lo futuro adquiera la misma Dirección.

"Transitorios.

"Artículo 1o. Los adeudos que hubiere pendientes de pago, en relación con el servicio de aguas potables, hasta el momento en que la recaudación de las cuotas corresponda efectuarse por la institución fiduciaria a que se refiere la presente Ley, serán cobrados y percibidos por el Departamento del Distrito Federal por conducto de la Tesorería del mismo Distrito, en los términos de las leyes y disposiciones vigentes con anterioridad a este mismo Ordenamiento.

"Artículo 2o. Se faculta al ciudadano Presidente de la República para que, a propuesta del Departamento del Distrito Federal, introduzca en el Presupuesto de Egresos del mismo Departamento, vigente para el ejercicio fiscal en curso, las reformas que sean necesarias para la creación de la Dirección y Junta de Aguas y Saneamiento a que se refiere esta Ley, así como para determinar los gastos que demande el sostenimiento de los mismos servicios.

"Artículo 3o. Se derogan las leyes y demás disposiciones que se opongan a la observación de la presente.

"Protesto a ustedes las seguridades de mi atenta y distinguida consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.

"México, Distrito Federal, a ocho de septiembre de mil novecientos treinta y tres. - El Presidente Constitucional Substituto de la República, Abelardo L. Rodríguez. - El Jefe del Departamento del Distrito Federal, Licenciado Aarón Sáenz."

Está a discusión en lo general el proyecto de ley que acaba de leerse. No habiendo quien haga uso de la palabra...

El C. Trigo Octavio: ¡Un momento, yo estoy inscrito! pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Trigo: Señores diputados: Debo, ante todo, comenzar por hacer una aclaración que estimo pertinente. No es mi ánimo, como no lo es el de algunos compañeros que seguramente me seguirán en el uso de la palabra, oponernos a este decreto, en el fondo, esto es, a que se conceda un empréstito. En este punto estamos todos, o casi todos, completamente de acuerdo; pero deseamos un debate amplio para que en este caso no ocurra lo que frecuentemente sucede con toda nuestra legislación: por un afán de despacharlo todo a la carrera, empeñados en hacerlo todo con precipitación, al final de cuentas nuestras leyes resultan deficientes y, ni con mucho, logran el objetivo que la legislación se propone.

Una buena demostración de esto que estoy diciendo, la tenemos en el choque a que en este momento llegamos, cuando vemos que el proyecto de decreto habla de dar en fideicomiso el servicio de aguas, de acuerdo este proyecto con la Ley de Instituciones de Crédito, y no nos encontramos con que esa Ley de Instituciones de Crédito se hizo sobre la rodilla por estos sabios criollos nuestros, que en un afán de cambiarlo todo se olvidan hasta de los principios básicos del Derecho. Fideicomiso es una cosa tan distinta de lo que dice la Ley de Instituciones de Crédito, que no se demuestra más que una sola cosa: que no se estudió debidamente esa famosa Ley de Instituciones de Crédito; se me puede decir que esto no es materia de ataque para el proyecto y desde luego lo aclaro también así, pero esto me sirve para demostrar el afán que existe para legislar sin tener en cuenta inconvenientes de suma importancia. En este proyecto de decreto que tenemos a la vista, que hemos podido estudiar algunos diputados en el angustioso término de cuarenta y ocho horas, que apenas si hemos tenido tiempo de informarnos del proyecto, sin poder entrar al estudio en una forma atinada y amplia, nos encontramos con cosas que a primera vista merecen estudio y aclaración. Yo ruego a los señores diputados fijen su atención en ello. Ya cuando este proyecto se discuta en lo particular, habré de puntualizar cada uno de los casos o cada uno de los artículos que, a mi juicio, deben sufrir reformas o adiciones; pero en tesis general quiero ocuparme, aunque sea someramente, de cada uno de ellos. Desde luego - esta en cuestión de omisión - no se establece si el empréstito es interior o exterior. Entiendo, por lo que explicó el Ingeniero León, que es de carácter interior; en consecuencia, ya se hará la explicación y la rectificación o ratificación, en el momento oportuno. Pero hay una cosa en que sí vale la pena que fijemos nuestra atención, y espero que el Jefe del Departamento del Distrito Federal nos ilustre sobre el particular.

Dice el inciso f) del artículo cuatro:

"f) Cumplimiento de compromisos contraídos con anterioridad en las obras de . aguas en ejecución y amortización de dichos adeudos."

Este inciso f) tiene como antecedente una aclaración que se hace en la exposición de motivos, llamémosle así del mismo proyecto, que dice:

"f) Habiéndose contratado anteriormente obras que fueron financiadas de muy diversos modos y no encajando la consecución de los compromisos contraídos con el sistema de financiamiento que se presenta en beneficio de los intereses que representa el Departamento del Distrito Federal, conviene

la amortización de esas obligaciones mediante el destino de una pequeña parte de los fondos obtenidos por la emisión de bonos, para su rescate."

Primera objeción que yo le hago a esto; objeción en la forma de presentarlo: ¿a cuánto ascienden esos compromisos que se van a rescatar empleando el vocablo que emplea el proyecto? Esto es básico para podernos dar cuenta de la importancia de este asunto. Pero, además, la forma misma en que se nos plantea la cuestión, en mi humilde concepto se presta a muchos procedimientos ulteriores, que quizá no queden dentro de lo absolutamente correcto. Se han celebrado - entiendo yo de lo que dice el proyecto - contratos anteriores al programa que se va a desarrollar, y se trata de rescindir esos contratos. Entiendo que de esto se trata. Si se van a rescindir, ¿en qué forma se va a hacer? ¿Privadamente? Esto ofrece graves inconvenientes, y desde luego no es lo correcto lo correcto sería que la rescisión se promoviese judicialmente, por muy tardío que resultara esto; sería benéfico para los intereses que la colectividad. Tiene excepcional importancia el punto, porque se nos dice que se de urgente necesidad - y así lo reconocemos todos - el desarrollo de este programa para el mejoramiento de los servicios públicos para la capital de la República. ¿Qué cantidad, pues, se va a distraer de los veinticinco millones de pesos en rescatar esos compromisos? He aquí un punto que espero me sea aclarado en su oportunidad por el Señor Jefe del Departamento del Distrito Federal.

El artículo 6o. dice que se autoriza al Presidente de la República para dar en fideicomiso - y conste que empleo la misma denominación del proyecto, aun cuando a mí se me para de manos este fideicomiso -, se dice: se autoriza al Presidente de la República para dar en fideicomiso el servicio de aguas federales como garantía del empréstito, pero después se dice que como garantía subsidiaria se aplicará a la amortización del empréstito el producto del impuesto predial, hasta donde baste. Es tan amplio esto, que bien puede aplicarse el total del impuesto, lo que ya, como consecuencia lógica, traería un desnivel económico a la ciudad de México, que pagaría el contribuyente. Bien vale la pena ocuparnos de este asunto. Yo espero que el Jefe del Departamento, al abordar la tribuna, nos informe a cuánto asciende lo que produce el servicio de aguas, y a cuánto asciende el impuesto predial, puesto que esto no nos serviría de medida para ver de fijar un límite a este impuesto predial en caso de que se afecte, quitando eso de "hasta donde baste."

El artículo noveno dice:

"Artículo 9o. Los gastos de administración y conservación del servicio de aguas y saneamiento, serán cubiertos por el Presupuesto del Departamento del Distrito Federal."

Yo le encuentro a esto una objeción: el fideicomiso de que habla nuestra Ley de Instituciones de Crédito da a la administración del fideicomiso, al encargado de él, porque este contrato de fideicomiso de la Ley de Instituciones de Crédito, es tan curioso que faltan los tres elementos que constituyen el contrato de fideicomiso en los que se puso: la administración le corresponde - la administración fiduciaria -, ¿por qué el Departamento del Distrito, que abandona esa administración, en cambio se reserva las cargas? Yo espero también una explicación sobre este particular y conmigo entiendo también que mucho de los compañeros.

El artículo 12 dice:

"Artículo 12. Las cuotas por el servicio de aguas potables que no hubieren sido cubiertas a la institución fiduciaria a que se refiere el artículo anterior, dentro de los plazos que las disposiciones legales aplicables determinen, serán cobradas directamente por la Tesorería del Distrito Federal, aplicando los procedimientos de la facultad económicocoactiva en los términos de la Ley de Hacienda vigente.

"Mensualmente la propia Tesorería entregará a la mencionada institución fiduciaria, el importe de las cuotas que hubiere cobrado en uso de las facultades que se señalan en el párrafo anterior.

"La falta de pago puntual de las cuotas del servicio de aguas, autoriza al ciudadano Jefe del Departamento para ordenar el corte o suspensión de dicho servicio, en los plazos que fijen las disposiciones a que el artículo 8o. se refiere, comunicando su determinación al Departamento de Salubridad para que éste declare inhabitable la propiedad cuyo servicio de aguas haya sido suspendido, y a su vez lo comunique al interesado, aplicando en caso de rebeldía o desobediencia, las sanciones del Código Sanitario."

El artículo anterior establece que la institución fiduciaria cobrará directamente los impuestos; es decir, substituye a la autoridad la institución de crédito fiduciaria.

"Las cuotas por el servicio de aguas potables que no hubieren sido cubiertas a la institución fiduciaria a que se refiere el artículo anterior...."

Yo creo que esto es cuestión de redacción. Hay que aclarar a quien se le aplicará esos impuestos que se cobren por medio de la facultad económicocoactiva: si al fiduciario o al Departamento del Distrito Federal. Esto no tiene un gran interés, sino que es cuestión de mero detalle.

He querido puntualizar estas observaciones que, repito, están hechas someramente, a reserva de ahondar en ellas al discutirse el proyecto en lo particular, para escuchar la autorizada voz del Jefe del Departamento del Distrito Federal en torno de esta cuestión, pero a reserva de ampliar los argumentos que haya de exponer después de que hable el señor Jefe del Departamento del Distrito, quiero hacer esta observación, y una súplica a la Cámara de Diputados: Ustedes saben que nos fue presentado este asunto el próximo pasado sábado; se nos pedía dispensa de todo trámite y que se votara desde luego; fue por la acuciosidad de algunos diputados que nos dimos cuenta de la importancia del asunto que se detuvo a duras penas, que en vez de dispensarse todo trámite se aplazara la discusión del asunto hasta hoy, siquiera para que nosotros pudiéramos documentarnos o, más bien dicho, leer, porque ni eso habíamos hecho, leer el proyecto del Departamento a efecto de poderlo discutir. Yo confieso leal y honradamente que después de haber leído, - porque no puedo llamar estudio al hecho

después de cuarenta y ocho horas -, después de haber leído, entiendo que el asunto es de importancia tal que bien vale la pena de que esto se estudie con detenimiento por esta Cámara, se discuta debidamente y se apruebe con pleno conocimiento de causa. No hay en esto un deseo mío de oposición; vuelvo a decir que estoy de acuerdo, en el fondo, con esta cuestión; reconozco, como todos, que es urgente necesidad el mejoramiento de los servicios públicos en la ciudad de México; pero reconozco también la necesidad de que no legislemos, de que no demos este decreto sin previa meditación. En esta virtud me permitiría proponer a los señores diputados se nombrara una comisión especial, en esta misma sesión para que rinda su informe a más tardar en el término de tres días; que esta comisión se acerque al Jefe del Departamento del Distrito Federal, y nos rinda un dictamen, bajo su responsabilidad, de la cuestión, a fin de que se oriente la discusión y nosotros podamos votar a sabiendas el asunto. (Voces: ¡No! ¡no!)

El C. Sáenz Aarón, Jefe del Departamento del Distrito Federal: Señor Presidente: ¿me permite usted dar un informe a la Honorable Cámara de Diputados?

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Aarón Sáenz, Jefe del Departamento del Distrito: Señores diputados: Tengo el honor de dirigirme a ustedes en nombre del señor Presidente de la República para rendirles un amplio informe acerca de los antecedentes y el destino que se va a dar al empréstito a que se refiere la iniciativa que el propio señor Presidente de la República se ha servido enviar a Vuestra Soberanía solicitando la autorización para contratar un empréstito interior para obras de servicios públicos en el Distrito Federal. Los antecedentes de esta materia son seguramente bien conocidos de todos los ciudadanos diputados, y muy principalmente de los que representan al Distrito Federal en esta Honorable Cámara, que han estado en contacto constantemente no sólo con los antecedentes del Distrito Federal, sino que se han dado cuenta también de la urgencia de resolver algunos problemas que han venido siendo aplazados indefinidamente a causa de las condiciones económicas y políticas del país durante muchos años y en otros casos, como se ha expresado en alguna otra ocasión, también porque el crecimiento inusitado de la ciudad de México y de algunas de las Delegaciones que forman el Distrito, ha venido acumulando estos problemas, de tal manera que en la actualidad son absolutamente deficientes los servicios públicos más indispensables como el de aguas, saneamiento y pavimentos. El problema fundamental que el Departamento ha tenido ha sido especialmente de orden económico; los recursos ordinarios del Distrito no bastan para satisfacer las necesidades apremiantes del mantenimiento y desarrollo de los servicios reducidos existentes; no ha sido, pues, posible tampoco con esos escasos fondos, escasos relativamente ante la proporción de los problemas, resolver en un momento dado lo que se ha venido acumulando durante muchos años. Para todos ustedes es bien sabido que el crecimiento de la ciudad de México no ha estado sujeto a ningún plan regulador; que el Distrito Federal, por las condiciones peculiares del mismo, por ser el asiento de los Poderes Federales de la República, por el crecimiento de su población debido no sólo al éxodo de muchos habitantes de otras regiones de los Estados que han venido a fijar su residencia en la ciudad de México y en el Distrito Federal, sino también a causa de la mayor capacidad económica de esta Entidad, de las mayores posibilidades de orden social y económico para su desarrollo, y a causa también de las condiciones particulares del Distrito, ha venido creciendo esta población, en una proporción tal, que ha hecho un contraste grandísimo con la falta de atención a los servicios públicos. Por otro lado, la ejecución de obras de este carácter no sería justo que gravitara exclusivamente sobre las generaciones contribuyentes del presente, cuando su beneficio va a repartirse en muchos años y van a participar de él otras generaciones.

Además, es una cosa bien sabida que los problemas de las grandes ciudades, por lo que toca a sus servicios públicos y a su organización, nunca han sido resueltas en ninguna parte del mundo con los elementos ordinarios de sus presupuestos, porque éstos no bastan sino para el mantenimiento ordinario, normal y habitual de estas necesidades. Si a esto agregamos las condiciones antes expuestas, en el sentido de que durante muchos años, a causa de fenómenos perfectamente conocidos, se ha dejado de atender normalmente el desarrollo de estos servicios, puede llegarse a la conclusión de que sólo mediante un esfuerzo de orden extraordinario, mediante un refuerzo de orden económico, como el que actualmente se está buscando, podrán resolverse estos problemas en el tiempo breve que reclama la urgencia de ellos.

El servicio de aguas en la ciudad de México es de tal manera deficiente, que no necesita ni siquiera una justificación. Todos ustedes saben que sólo durante unas doce horas en el día se da el servicio; que es insuficiente la dotación de algunas para las necesidades de la población, la que puede disponer de él, no ya normalmente, sino parcialmente. Pero todavía es más importante el problema, porque hay grandes zonas de la ciudad que han venido careciendo de este líquido, y desgraciadamente estas zonas son en general las habitadas por nuestras clases trabajadoras, por nuestra clase media, que no han tenido los medios económicos suficientes para proporcionarles los elementos de que las priva la falta o la insuficiencia del servicio público de aguas. Por esta razón el Gobierno del Presidente Rodríguez no podía cruzarse de brazos ante la necesidad de resolver un problema de esta naturaleza y de hacer un esfuerzo por ir al encuentro de nuestras clases trabajadoras y de nuestra clase media y resolverles sus más apremiantes necesidades en materia de agua.

Realmente, señores diputados, creo que es lo menos que puede reclamar una población que se le dé la dotación de agua indispensable para satisfacer sus más apremiantes necesidades no sólo de higiene y aseo, sino también para prevenirla de epidemias. Para todos nosotros es bien sabido que la mortalidad infantil en el Distrito Federal es muy elevada, es perfectamente sabido

también que las aguas potables del Distrito han estado siempre amenazadas de contaminación debido al estado deplorable en que se encuentra una parte del acueducto que proporciona el agua a sus habitantes. Este estado del acueducto es deplorable y no se debe a una omisión de carácter técnico en la construcción; se debe fundamentalmente a las condiciones particulares del subsuelo de la ciudad de México. Entre el tramo comprendido entre Churubusco, más bien dicho, la Candelaria y la estación de bombeo de la Condesa, ha habido tal movimiento por asentamiento del subsuelo, que ha desintegrado grandes partes del acueducto de concreto armado que fue construído hace veinte y tantos años. Independientemente de estos, los frecuentes temblores en el Distrito Federal ocasionan o agravan, más bien dicho, este problema. Resultando de esta situación es que el acueducto en esta parte importante de sus recorrido proporcione graves amenazas que pueden llegar inclusive a suspender violentamente el servicio de agua de la ciudad, porque sus condiciones no pueden dar una seguridad eficiente a la ciudad de México. Pero si el peligro de esta condición del acueducto es grave, no obstante que también nos da una pérdida de cerca de quinientos litros por segundo en el solo recorrido entre la Candelaria y Condesa, es todavía más grave el peligro que la ciudad de México tiene de contaminación de estas aguas a causa del mal estado del acueducto, que está dando constantemente la posibilidad de que lo gérmenes contaminados de aguas sucias pluviales o de otras naturaleza se introduzcan en el acueducto y vengan por la red de distribución a producir sus efectos en toda la población. Podemos decir que la ciudad de México ha sido dotada para aprovisionar aproximadamente a una tercera parte de su población; cerca de dos terceras partes, en consecuencia, han venido careciendo de este servicio. Para todos vosotros es bien conocido que en el lado Norte, en la Delegación de Tacuba, en la parte de Tacuba ahora agregada a la ciudad, y en la Delegación de Atzcapotzalco, así como en la Villa Gustavo A. Madero, se ha venido careciendo de este servicio de aguas. El agua que se proporciona a esos lugares es muy reducida, y en condiciones higiénicas muy poco favorables. Se trata ahora de asegurar la dotación de los mismos lugares, mediante la construcción de una presa de almacenamiento, que pueda regular las aguas del río de Tlalneplanta, servir para substituir los usos agrícolas a que actualmente está destinada parte de esas aguas, y con las aguas sobrantes de este río hacer un aprovechamiento para dotar a esta población del servicio de aguas.

La dotación de México es insuficiente para el número de su población. Tenemos aproximadamente tres mil doscientos litros por segundo aprovechables de la fuente de abastecimiento del sistema de Xochimilco - San Luis; si bien mermados por una pérdida de quinientos litros por segundo en la conducción, sólo en el tramo ya mencionado de la Candelaria - Condesa. En las colonias Roma y Condesa, donde se hizo la instalación rígida de distribución de aguas, y a causa también de los asentamientos del subsuelo y de los temblores, se ha producido una cantidad de fugas de gran magnitud, que estén determinando la pérdida de cerca de cuatrocientos litros adicionales por segundo en sólo este sector de la población; de modo que puede decirse que casi una tercera parte de la dotación de aguas con que cuenta la ciudad está perdiéndose a causa de fugas en la red de distribución y en la parte del acueducto que está en malas condiciones. Si a esto agregamos que la dotación inicial es insuficiente para dar el servicio necesario a toda la población, podemos llegar a la conclusión de que es inaplazable la urgencia de resolver el problema de ampliar la dotación de aguas de la ciudad de México.

Los estudios que el departamento ha venido haciendo no son de la actual administración, por que el problema de aguas, como el problema de saneamiento, ha sido un problema latente durante muchos años en la ciudad; los estudios de las necesidades en materia de aguas datan fundamentalmente del brillante y luminoso hecho por el Ingeniero Marroquín y Rivera, que ha sido uno de los exponentes más valiosos que ha tenido la ingeniería en nuestra República, y que ha dedicado especialmente su vida profesional y sus estudios a la resolución del problema de dotar de aguas a la ciudad de México. Este problema ha venido siendo estudiado por todas las administraciones tanto municipales como ahora del Departamento, y sólo ha quedado detenida su ejecución ante la barrera infranqueable de las condiciones económicas de la República y particularmente del Distrito Federal, que no han permitido, primero a los Ayuntamientos y posteriormente al Departamento, desarrollar la obra consiguiente para la resolución de este problema, porque sus ingresos ordinarios no le bastan para realizar la obra, que reclama una inversión grande inicial y un esfuerzo congruente para la resolución total del problema. El programa que el Departamento ha venido completando en este sentido se reduce en consecuencia a aumentar inmediatamente en dos mil litros más por segundo la dotación de agua de la ciudad de México; estos dos mil litros más por segundo se calcula poderlos obtener en la cuenca de Tlalpan, en el sector entre el Cerro de la Estrella y el Ajusco. Creemos que con la dotación de los dos mil litros más por segundo y evitando sobre todo la pérdida enorme de las aguas captadas y que se van perdiendo tanto en su conducción como en su distribución, podríamos asegurar a la ciudad de México, ampliando su radio de distribución a todos los barrios y a todas las zonas que actualmente carecen de agua, de un servicio de veinticuatro horas y en la cantidad suficiente para que la ciudad de México sea dotada en materia de aguas con una cantidad igual o posiblemente mayor que las principales ciudades del mundo, dejando así resulto este problema y dejando a cubierto a la población de contingencias peligrosas como pueden ser ahora la contaminación de las aguas y la falta de suficiente caudal para la satisfacción de estas necesidades.

El programa para dotar de agua a la ciudad de México y al Distrito Federal requiere una inversión todavía mayor que la que se ha incluido en la

distribución previa de este empréstito, si es que merece la aprobación de la Asamblea; pero creemos que destinar quince millones de pesos a este servicio, nos da la posibilidad, cuando menos, de resolver el problema, asegurando a la ciudad de México una dotación de un servicio de aguas hasta el año de 1945.

Para resolver el problema de la ciudad de México, a partir de 1945, siquiera por veinte años más, se requeriría aumentar la dotación de agua de la ciudad en tres mil litros de agua por segundo, o sea completar una dotación de ocho mil litros por segundo. Estos tres mil litros por segundo adicionales, se proyecta capturarlos en la cuenca de Milpa Alta y en la región de Chalco. No se han hecho todavía estudios suficientes fundados para llegar a la conclusión de que podemos encontrar los tres mil litros adicionales por segundo en esta cuenca; pero hay muchas probabilidades de que esta dotación adicional la encontramos allí. Si por alguna circunstancia fallaren las exploraciones de origen geológico y los estudios técnicos que se hagan sobre el particular, incluyendo las perforaciones, quiere decir que la ciudad de México tendrá que encaminar sus esfuerzos para resolver el problema de la dotación de aguas, por otros caminos que entonces sería indicado ahondar en el estudio de un proyecto ya iniciado y sugerido por muchos especialistas, como es el posible aprovechamiento de las aguas del Lerma. Sin embargo, el criterio dominante en un sector muy importante de técnicos del Departamento y la ciudad de México, es que si el Valle de México podemos encontrar la dotación suficiente de agua, para asegurar las necesidades de todo el Distrito por un plazo prudente y amplio futuro, no debemos afectar otra fuente de abastecimiento que posiblemente pudieran traer algunas consecuencias lamentables en otras zonas de la República. Es, pues un estudio amplio coordinado y meditado el que ha precedido a la realización de este pequeño programa de obras, y llamo "pequeño programa de obras", porque éste no será sino el primer paso para resolver las necesidades más apremiantes, en materia de aguas, del Distrito Federal.

El otro problema tan importante como el de las aguas es el de saneamiento del Distrito Federal. Este estudio también ha venido siendo hecho desde hace muchos años por competentes profesionistas ingenieros nuestros. Merece mencionarse especialmente al Ingeniero Roberto Gayol, hombre que ha consagrado gran parte de su vida al estudio del problema del saneamiento del Distrito Federal. Es tanto más serio el problema del saneamiento en el Distrito Federal, cuanto que no se reduce simplemente a dar salida a las aguas negras provenientes de los drenajes, sino que tenemos que dar en el mismo sistema salida a las aguas pluviales prácticamente de todo el Valle de México, porque aun corrientes provenientes de las aguas pluviales de extensas zonas como la de Tacubaya, parte de San Angel y Coyoacán, se ven precisadas a pasar por la ciudad y nos vemos obligados a darles conducción por los colectores de saneamiento de la ciudad. De manera que este problema es tanto más importante, cuanto que las obras iniciadas hace algunos años para dar salida por el Gran Canal del Desagüe no tiene la capacidad suficiente para llevar el caudal de aguas negras y las aguas pluviales en el tiempo de lluvias. Esto ha obligado tanto a la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, que durante muchos años ha tenido a su cargo el estudio del desagüe del Valle de México, como a los Ayuntamientos antes y al Departamento ahora, a procurar la coordinación de la acción de las diversas dependencias del Ejecutivo Federal para resolver conjuntamente este problema. Para todos vosotros es bien sabido que en la época de los aguaceros torrenciales en la ciudad de México viene frecuentemente el atascamiento de los colectores la floración de las aguas negras por los albañales de las casas; esto es fácilmente explicable: los colectores son insuficientes para conducir el caudal de aguas que se precipita sobre la ciudad. Entonces el Gran Canal es también insuficiente para dar salida a estas precipitaciones extraordinarias. Se rebalsan estos colectores y afloran en la superficie por los albañales las aguas no solamente pluviales sino las aguas negras. La red de saneamiento del Distrito Federal ha sido muy detenidamente estudiada por los técnicos, especialmente por el Ingeniero Gayol ya mencionado. Este plan abarca prácticamente el saneamiento de todo el Distrito Federal; sin embargo, dentro del programa de ejecución que entrará en este empréstito, caso de llevarse a cabo, sólo se comprende una parte, pudiéramos decir mínima, pero suficientemente importante para garantizar el saneamiento de toda la ciudad de México, Atzcapotzalco, Villa Alvaro Obregón y Coyoacán, con la red de atarjeas independientes que se incluyen para Coyoacán.

La cuestión de pavimentos es una cosa que tampoco necesita demostración. Todos ustedes son testigos de que prácticamente no hay una calle de la ciudad cuyo estado no sea lamentable en materia de pavimentos. La explicación también es sencilla: durante muchos años se ha dejado de reponer, de reparar los pavimentos, y la mayor parte de ellos ha cumplido el tiempo en que materialmente pueden prestar servicio. Gran parte del área pavimentada de la ciudad de México es anterior a 1910, y de esta época a acá, no se han hecho sino remiendos, algunos de ellos insuficientes y que ya no pueden garantizar la vida de estos pavimentos, porque su calidad es de tal manera deficiente, y su desgaste ha sido tal, que se encuentran prácticamente inservibles.

Estas son las consideraciones de orden general que pudieran aducirse en apoyo de la solicitud que el señor Presidente de la República se ha servido dirigir al Honorable Congreso de la Unión. Incidentalmente voy a aprovechar esta oportunidad para dar alguna explicación al señor Diputado Trigo, a reserva de proporcionar todas aquellas que más ampliamente fueren necesarias a esta Honorable Cámara.

En el reciente mensaje que el señor Presidente de la República presentó a Vuestra Soberanía, en la parte relacionada con el Departamento del Distrito Federal, aludía precisamente a la conveniencia de que los gobernantes pudieran dar amplia información acerca de sus actos, y asumieran la

parte de responsabilidad que les correspondiera en la ejecución de los mismos; y pedíamos el concurso, no sólo de los elementos oficiales que en mi concepto tienen la obligación moral de velar por el interés de la colectividad, sino de los elementos privados para que acudieran a las fuentes correspondientes en demanda de estos informes, con tal - decíamos en esa parte del informe - de que estos informes se pidan honorable y honestamente. Yo creo que el primer deber de todo funcionario público es permitir que se examinen sus actos y el pueblo tiene el derecho de exigirle que rinda cuenta de sus actos; por lo tanto, si en la administración presente del Distrito Federal hubiese alguna cosa que ameritase alguna información más amplia, sería para mí personalmente muy satisfactorio darla, porque de esa manera creo cumplir con la honrosa confianza que el señor Presidente de la República ha puesto al llevarme a un cargo tan difícil y de tantas responsabilidades.

Se refería al señor Diputado Trigo a la cuestión del fideicomiso y de las garantías del servicio. Yo creo, señor diputado Trigo, - no soy muy experto en materia de organización económica y de instituciones de crédito, porque no me he dedicado mucho a esa cuestión - creo que el empleo en este proyecto de la palabra fideicomiso ha sido correctamente hecho de acuerdo con los antecedentes de estas cuestiones. El gobierno ofrece a los tenedores del empréstito interior que habrá de flotarse, como garantía, el servicio de aguas potables del Distrito Federal. La recaudación de los productos de este servicio es lo que prácticamente da en fideicomiso a una institución de crédito, que en el caso particular es el Banco Hipotecario y de Obras Públicas directamente, pero de acuerdo con la organización que se haga mediante el contrato respectivo que habrá de celebrarse como consecuencia de la vigencia de esta Ley si esto sucede. De manera que el Departamento se desprende de la parte de ingresos que representa el servicio de aguas y eso lo da en garantía del cumplimiento del empréstito. La entrega de la recaudación a la institución que se encarga de recaudar y de conservar estos fondos para ser destinados al servicio de amortización y al apago de intereses correspondientes, es lo que entiendo yo que constituye el fideicomiso.

En el artículo 4o. a que se refiere el señor Diputado Trigo, no hay nada que dé motivo para creer que se trate de rescindir ningún contrato de los existentes, supuesto que el propio inciso f), citado por él, establece claramente que parte de este empréstito se destinará al cumplimiento de las obligaciones anteriormente contraídas. Si vamos a cumplir las obligaciones anteriormente contraídas, no hay ninguna posibilidad de que vayamos a hacer ninguna rescisión de contrato en ningún caso. Efectivamente, en la cantidad global posiblemente hubiera sido indicado hacer alguna aclaración de la cantidad destinada a la redención de estos compromisos.

Yo puedo dar a ustedes un informe adicional. Estos compromisos se refieren principalmente a dar contratos, celebrando uno de ellos durante la administración anterior del Departamento: el contrato con la Compañía Petrolera "La Imperial", por seis millones de pesos, pagaderos a razón de un millón ciento cincuenta y tres mil pesos anuales, a partir del presente año de 1933. Este contrato ha permitido al Departamento contar, antes que nada, con un crédito importante que le ha proporcionado buena cantidad de materiales de tubería para la ampliación de la red de conducción y de distribución de aguas. Con los materiales entregados como consecuencia de este contrato, se están ahora haciendo las ampliaciones de la red de distribución de las Colonias de los Doctores y Obrera; está instalando la de Coyoacán, y se emplea también la tubería para la conducción de agua a todos los pueblos de Milpa Alta - veintidós pueblos, con cincuenta mil habitantes -, que durante muchos años, y, pudiéramos decir, prácticamente desde que se fundaron, han carecido de una dotación de agua, no digo ya razonable, pero ni siquiera indispensable para deber. La dotación de agua y que han disfrutado los pueblos de Milpa Alta puede calcularse en unos cinco y seis litros por habitante al día Con esta tubería vamos a poder hacer un línea de Conducción de cincuenta kilómetros con un costo aproximado de un millón trescientos mil pesos, que asegurará a algunos pueblos - veintidós - de la región de Milpa Alta y de Tlalpan, cuando menos la dotación siquiera indispensable para sus necesidades de bebida. Hace algunos meses, visitando la Delegación de Milpa Alta, tuvimos oportunidad - algunos diputados son testigos de ello - de ver una manifestación verdaderamente conmovedora. El grito de todas las gentes: niños, mujeres y hombres, jóvenes y adultos, era pedir agua para mitigar la sed de ese pueblo que durante generaciones y generaciones habían carecido de ese líquido. No hablaban ellos de que se les diera tal o cual satisfacción, sino que se les diera la posibilidad de mitigar su sed.

He oído algunas censuras de personas fuera del Gobierno en el sentido de que es un error hacer una inversión tan grande en la conducción de agua para estos pueblos, dada la escasa importancia de estas poblaciones. Mi respuesta a quienes me han hecho conocer este asunto, ha sido de que no tenemos el derecho de privar a una población de cincuenta mil habitantes de la posibilidad de tener agua para mitigar su sed. Aparentemente estos impugnadores se basan en que siendo pueblos de poca producción y casi de ningunas perspectivas de aumentar su condición de productividad o su condición económica, parecería un error ira a hacer una inversión tan grande para darles agua. Sin embargo el señor Presidente de la República no solamente se sirvió autorizar la ejecución de esta obra, sino que me manifestó que era un deber primordial e imprescindible de un Gobierno revolucionario dotar a esos pueblos aborígenes del agua de que durante siglos han venido careciendo. El contrato de "La Imperial", como decía a ustedes, ha importado la cantidad de seis millones de pesos, y es el compromiso más importante que pensamos rescatar. Se puede incluir también en el rescate el contrato para la adquisición de medidores de agua, diez mil de los cuales acaban de ser adquiridos en este mismo año. Este contrato importa como un millón

doscientos y tantos mil pesos, de los cuales está ya pagada una parte, y el resto se pagará en tres años más.

Nosotros consideramos que si se trata de hacer un empréstito de esta importancia, sería preferible concentrar todas las obligaciones de esta naturaleza en un solo compromiso y en una sola amortización y pago de interese, que tener que vernos expuestos a que sigan gravitando sobre el presupuesto directo del Departamento estos compromisos que pueden entorpecer su acción económica, tanto más cuanto que de la aprobación del empréstito de que estamos tratando, seguirá la consecuencia inmediata de prescindir de los ingresos del servicio de aguas, que durante el año pasado importaron dos millones cien mil pesos, aproximadamente, y que durante este año pensamos que aumenten a dos millones seiscientos mil pesos. A partir del Año próximo creemos que el aumento del impuesto de aguas será mucho mayor, pues sólo en las Colonias de los Doctores y Obrera se están instalando en estos momentos dos mil nuevas tomas de agua, de que antes se carecía. En Coyoacán se está terminando la red de distribución que permitirá también hacer la conexión de algunos centenares de tomas de agua. La conclusión de las obras de Milpa Alta, por su parte, permitirá al Distrito percibir algunos ingresos adicionales por estas aguas.

La ejecución de este mismo programa, que trae como consecuencia inmediata la posibilidad de aumentar el servicio a poco más de la población que actualmente lo tiene, nos podría hacer creer, con un criterio conservador y prudente, que en el transcurso del próximo año de 1934, si estas obras se ejecutan, o a más tardar durante 1935, que el ingreso de aguas aumentará, cuando menos, en un ciento por ciento, por estos dos capítulos principales: primero, por la ampliación de la red de distribución de aguas y, segundo, por el establecimiento de medidores que van a permitirnos tener un control de cada consumidor y por ende de los gastos de agua, para que gaste lo estrictamente indispensable, o bien para que el consumidor que consuma en exceso cantidades de agua pague en el misma proporción este servicio. La situación actual es un poco injusta, de hecho el mínimo de agua que se cobra en la ciudad es de seis pesos mensuales; esta cantidad, que es sumamente cómoda para las grandes residencias, resulta verdaderamente prohibitiva para las casas de los trabajadores o de la clase media. La diferencia en el consumo de agua entre unos y otros es perfectamente clara. Por eso el establecimiento de medidores nos va a dar estas tres posibilidades: primera, hacer una revisión de las cuotas de agua de manera de disminuirlas a aquellos consumidores de nuestras clases trabajadoras que tienen pequeños consumos de agua; segunda, que quienes consuman mayores cantidades de agua pague en proporción mayor por el uso de esa agua; tercera, dar con la misma dotación de agua, servicio a mayor cantidad de población. Todos ustedes pueden ser también testigos de que hasta antes de la instalación de los medidores los desperdicios de agua son cosa común y corriente en toda la ciudad: llaves en mal estado, fugas por todos lados, las instalaciones sanitarias constantemente haciendo gastos fuertes. De manera que creemos que el efecto principal de los medidores va a ser tener un control de la dotación de agua que nos permita aumentar a la población su servicio y tener una recaudación más equitativa. Puedo decir, para satisfacción de los señores diputados y para su tranquilidad también, que no hay ninguna de las ciudades importantes del mundo donde la cuota de agua sea más barata que en la ciudad de México. Estamos cobrando aquí por el servicio de agua a razón de cuatro centavos el metro cúbico. Esta cuota incluye además el servicio de drenaje que en algunas poblaciones se cobra independientemente del servicio de aguas. No estamos, sin embargo, satisfechos, no estaríamos satisfechos si no pudiéramos hacer una distribución más equitativa en el pago del derecho de aguas para beneficio de aquellos consumidores que pudieran necesitar menor cantidad, reduciéndoles, cuando menos, el mínimum de la cuota. Por eso creemos que tanto los medidores como el contrato de "La Imperial", han sido dos aciertos de las administraciones del Distrito Federal, para acelerar la resolución de este problema.

Posiblemente pudiera incluirse en la redención de este adeudo el contrato, que acaba de celebrarse recientemente para la reposición de toda la red de distribución de la Colonia Roma y de la Condesa, parte de Mixcoac y la Avenida del Trabajo.

Este contrato importa un millón sesenta y cinco mil pesos, de los cuales han sido pagados, durante este ejercicio, doscientos mil pesos. Quedaría, en números redondos, alrededor de setecientos u ochocientos mil pesos, porque el resto del año hay que hacer unos pagos que podrían incluirse en el rescate de esta cuenta; pero esto no gravitaría de una manera indebida en el Presupuesto de Departamento, y hasta ahora se proyecta, exclusivamente, circunscribir a estos tres contratos, o a dos, que son los dos primeramente mencionados, la redención de las obligaciones anteriores. Eso nos ha dado la oportunidad de pagar tales compromisos en un plazo más amplio. Si el empréstito trata de redimirse en un período aproximado de doce años, quiere decir que las condiciones económicas del Departamento serán más fáciles; puesto que podremos distribuir en ese número de años estos compromisos, que a causa del corto plazo en que han sido celebrados, han tenido que incluir un servicio de intereses mucho mayor.

Respecto de la objeción al artículo sexto, creo haber dado una explicación al Diputado Trigo, en el sentido de que vamos a dar el servicio de aguas como garantía, y la recaudación del impuesto como fideicomiso. He dado también cuenta del rendimiento aproximado del derecho de aguas durante el año pasado, el de este año, y lo que esperamos en el futuro. La razón por la cual hemos tenido que dar como garantía adicional parte del impuesto predial en la cantidad que sea necesaria, se debe a que revisando los compromisos del Departamento se encontró que en 1889 la ciudad de México contrató un empréstito inglés, y afectó al cumplimiento de este empréstito el servicio de aguas, parte del impuesto predial, y prácticamente la totalidad de

los impuestos de la ciudad de México, hasta garantizar la cantidad necesaria para el servicio de amortización y de intereses. Este empréstito fue motivo de un arreglo por parte del Gobierno Federal en la Deuda General Exterior; pero como este contrato no ha sido puesto todavía en vigor, ni mereció la aprobación del Honorable Congreso de la Unión por razones de todos ustedes conocidas, prácticamente se encuentra en suspenso el convenio por el cual el empréstito Inglés de 1989 había pasado a la Federación. Por una cuestión de orden moral nos pareció indispensable dejar a salvo la posibilidad de que alguien reclamara el hecho de que estando comprometido el servicio de aguas al cumplimiento de un empréstito exterior muy anterior, pudiéramos nosotros darlo en garantía al empréstito interior que trata de controlarse. Creemos que no hay ningún inconveniente para darlo, dado que legalmente con muy buenas razones, puede sostenerse que el empréstito anterior de 1989 ha sido consentido por parte de los tenedores de bonos para que pase al arreglo general de la Deuda Exterior de México, conforme a los convenios y conferencias celebradas por el Gobierno Federal con los tenedores de bonos, pero por un escrúpulo de orden moral y por una garantía adicional a los que puedan subscribir estos nuevos bonos - supuesto que tratamos de hacer un esfuerzo porque ese empréstito totalmente interior pueda ser cubierto por mexicanos -, para que queden a cubierto sus interese, hemos dado como garantía adicional el impuesto predial, naturalmente uno y otro, el de aguas, y el predial, sólo en la parte necesaria para el cumplimiento del servicio de amortizaciones y de intereses del empréstito, que puede calcularse que podrá ser alrededor de unos tres millones de pesos anuales.

El programa del Departamento, o los estudios, más bien dicho, hechos por el Departamento, permiten asegurar que para el año de 1935, realizadas todas estas obras, podremos tener ingresos por el sólo concepto de aguas, suficientes para el servicio de amortizaciones e intereses de este empréstito. La circunstancia de que el artículo 9o. del proyecto de ley establezca que el costo de administración y conservación del servicio de aguas y saneamiento quede a cargo directo del Departamento del Distrito, es perfectamente explicable. Del punto de partida que tomamos, las recaudaciones del servicio de aguas aparentemente sólo bastarían para cubrir el servicio de amortizaciones e intereses del empréstito. Por lo tanto, dándolo libre el Departamento para garantía del empréstito, tiene que tomar a su cargo la administración y conservación del servicio, en los términos que la misma ley establece y que serán reglamentados de acuerdo con la propia ley.

Pero un artículo adicional del proyecto establece también que los productos de este servicio, en cuanto excedan de lo necesario a cubrir el servicio de amortización e intereses, quedarán a disposición del Departamento para dedicarse a gastos de administración y conservación o para nuevas obras, si fuere ese el caso y se estimare conveniente. De manera que queda perfectamente aclarado cuál va a ser el monto de las obligaciones que el Departamento puede tener por lo que respecta a la garantía de los dos servicios, que no puede ser más que lo estrictamente indispensable para el servicio de amortización e intereses del empréstito.

La disposición del art. 12 es también, en mi concepto bien clara Como no podía darse a una institución privada el privilegio de hacer uso de la facultad económico - coactiva para cobrar los adecuados, porque éste es un atributo de la soberanía del Estado, que no puede delegarse, según estudios y resolución de la Corte, en particulares; y ante la posibilidad de que el servicio de aguas pudiera verse expuesto a que algunos causantes morosos no lo cubrieran oportunamente, sólo para este caso se establece que los cobros correspondientes pasen al Departamento, para que éste pueda hacer uso de la acción económica - coactiva y exigir su pago. Naturalmente, siendo ingresos provenientes de un servicio dado en garantía para el empréstito, la segunda parte del artículo 12 establece claramente el procedimiento que debe seguirse; es decir, la Tesorería, mensualmente, hará entrega a la institución, de los dineros que se hayan recaudado como consecuencia de la citada facultad económico - coactiva.

No sé si los señores diputados desean alguna aclaración mayor sobre estas cuestiones; de todos modos creo haber dejado cumplido mi deber de informar a Vuestra Soberanía acerca de los antecedentes, alcance, necesidad y conveniencia de la iniciativa que el señor Presidente se ha permitido someter a vuestra consideración pero estoy a las órdenes de ustedes para transmitir cualquiera otra información que deseen.

El C. Méndez Aguirre: ¿Me permite el señor Presidente dirigir una interpelación respetuosa al señor Jefe del Departamento?

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Méndez Aguirre: Dijo usted, señor Licenciado Sáenz, que existe el proyecto...(Voces: ¡Tribuna! ¡Tribuna! ¡No se oye!) Dijo usted, señor licenciado, que existe el proyecto de disminuir las cuotas para las clases trabajadoras, de modificar el sistema impositivo actual en materia de aguas, y a este respecto me permito llamar la atención de usted acerca del artículo 8o. del proyecto de ley que textualmente dice, - y me permito llamar la atención de todos los compañeros - :

"Artículo 8o. Mientras el empréstito no sea amortizado, las cuotas actualmente vigentes para el cobro del servicio de aguas potables, sólo podrán ser modificadas con el consentimiento del representante común de los tenedores de bonos....."

Naturalmente que este señor, representante común de los tenedores de bonos, va a oponerse a toda modificación en favor de las clases trabajadoras y a toda rectificación que sea posible, como usted acaba de indicar. Me permitirá suplicar a usted me diga cómo pretende resolver esta dificultad, si no tiene inconveniente.

- El. C. Sáenz: Yo creo que el hecho de que la misma Ley establezca la posibilidad de modificarse las cuotas con el solo requisito de tener el consentimiento del representante común de los tenedores de bonos, ya implica la intención y el propósito del Ejecutivo de hacer una revisión de estas tarifas.

Hay más: en las negociaciones que se han llevado a cabo con un grupo de bancos, con el Banco Nacional Hipotecario y de Obras Públicas y con alguno otro grupo de bancos nacionales que se han interesado en cooperar con el Ejecutivo para flotar este empréstito, se ha hablado expresamente de la necesidad de hacer una revisión a estas tarifas; de manera que es un hecho anticipado, prácticamente consentido. Naturalmente ha tenido que ponerse una salvedad de esta naturaleza para evitar la posibilidad de que en cualquier tiempo pudieran hacerse modificaciones en las cuotas del servicio de aguas que vinieran a hacer nugatoria la garantía que ésta debe dar para cubrir el servicio de amortización e intereses. Yo no creo que haya ninguna duda sobre este asunto; estamos perfectamente seguros de que debemos hacer una revisión de las tarifas, porque aun cuando la base del cobro del metro cúbico de agua es sumamente favorable en la ciudad de México, el mínimum de consumo de seis pesos mensuales hace de hecho que quienes tienen poco consumo de agua paguen una cantidad mucho mayor por metro cúbico, que los demás. La única consideración que habrá en un reglamento de esta naturaleza, es de que no debe tampoco exponerse un servicio que se da en condiciones perfectamente definidas en cuanto a su productibilidad, a la posibilidad de que se hicieran modificaciones de tal naturaleza, que vinieran a destruir la recaudación del derecho. Por eso se ha puesto en los términos concebidos en el artículo; pero, repito, en todas las negociaciones celebradas ha quedado expresado el propósito del Ejecutivo y la necesidad de que se haga una revisión de las cuotas de agua, en el sentido ya expresado anteriormente.

El C. Méndez Eugenio: Una segunda interpretación respecto al artículo 16. En la Junta de Aguas que preceptúa el artículo 16, se establece que estará constituida por el Director de Aguas y Saneamiento, que fungirá como presidente de la misma - este señor Director de Aguas y Saneamiento, nombrado por el Departamento de Distrito Federal -, y por dos personas designadas: una por el representante común de los tenedores de los bonos, y otra por la institución fiduciaria. ¿No cree el señor Licenciado Sáenz que sería conveniente que esa Junta de Aguas estuviesen representados los intereses de los consumidores de agua?

El C. Sáenz Aarón: Creo que el objeto es completamente distinto, señor Licenciado Méndez. Se trata, al construir la Junta de Aguas, de salvaguardar los intereses relacionados con el empréstito mismo y, sobre todo, con la ejecución de las obras. No va a tener, pues, funciones esta Junta, según podrá verse por la Ley misma. El artículo 15 establece las facultades y atribuciones de la Dirección de Aguas y Saneamiento. El Director de Aguas es nombrado por el Departamento, y la única función que va a tener la Junta de Aguas es la de vigilar la ejecución, la aprobación de las obras que deben efectuarse y la vigilancia de la cuestión económica del empréstito. Yo creo que los usuarios deben ser oídos por el Departamento en todo tiempo y en todo caso.

Respecto a la conveniencia de que se les dé una representación dentro de alguna organización, sería motivo de estudiarlo dentro de la organización del mismo servicio en el Departamento, por más que no creo que se haya presentado el caso; pero si fuera ese el caso, creo que no habría ningún inconveniente para que el Departamento los atendiera.

El C. Morales Hesse: Pido la palabra para una pequeña aclaración, si lo permite el señor Licenciado Sáenz.

El C. Sáenz: Con todo gusto.

El C. Morales Hesse: Más que de una interpelación al señor Licenciado Sáenz, se trata de precisar si estoy en lo justo en mi creencia de haber captado la afirmación del propio Licenciado Sáenz en lo que se refiere a la redención de los dos contratos que existen para llevar determinados trabajos por parte del propio Departamento. Entendí y quiero que solamente me afirme esta creencia el compañero Sáenz o en tal caso me la aclare: el compañero Sáenz dice que al redimirse los dos contratos que tiene en la actualidad el Departamento del Distrito Federal - esto es lo que yo entendí -, se hará en plazos largos, esto es, en los mismos plazos en que se hará la redención del empréstito que en la actualidad se va a hacer. Quiero decir que si el Departamento del Distrito Federal tiene ahorrado un adeudo por equis millones de pesos, éstos se harán en los plazos también que va a contratar el nuevo empréstito que solicita para realizar las obras relativas, es decir, si las mensualidades serán proporcionales, como van a serlo también las que se van a entregar en fideicomiso durante el plazo correspondiente.

El C. Sáenz: La cosa está en esta forma, compañero: los contratos se van a redimir, es decir, las obligaciones se redimen con productos del empréstito; entonces a los tenedores de esas obligaciones se les liquida y como vienen a formar parte del empréstito general, de hecho pedimos una prórroga para el pago de esas obligaciones en el término que se va a pagar el empréstito.

El C. Cruz: ¿Me permite el señor Licenciado Sáenz una interpelación?

El C. Sáenz: Con mucho gusto.

El C. Cruz Wilfrido: Yo quisiera que el Licenciado Sáenz me explicara el alcance del artículo diez del proyecto, en que se establece que el ingreso relativo al servicio de aguas potables "que excedan de las zonas...."

El C. Sáenz: Es un error, debe decir: "sumas".

El C. Cruz: Voy a hacer otra pregunta al Licenciado Sáenz. En la última parte del artículo doce se establece como sanción para los que no paguen puntualmente su servicio de aguas, el corte de este servicio. Quisiera preguntar al Licenciado Sáenz si esto no para lugar a la comisión de injusticias; porque muchas veces no es el propietario el que habita la casa donde se presta el servicio, sino que son inquilinos pobres. En tal caso el corte del agua perjudicaría, no al dueño del predio, sino al inquilino, al que habita la casa. Creo que esta sanción sería injusta, supuesto que no iría directamente contra el que infringe la ley, contra el que falte al cumplimiento de su obligación.

El C. Sáenz Aarón: El asunto es una cosa muy discutida en todas partes. El problema lo tenemos especialmente en las compañías de luz, donde está cuestión se ha debatido en muchas formas, y no se ha podido llegar nunca a un resultado satisfactorio. Sin embargo, siendo el servicio de aguas en el caso actual un servicio municipal, un servicio oficial, no creo que fuera equitativo tampoco el que no se pusiera ninguna sanción para aquellos consumidores remisos que no cumplen con su obligación de pagar en primer lugar un servicio que efectivamente reciben; porque el Gobierno o una institución privada - en este caso el Gobierno - no tiene ninguna obligación de prestar el servicio a aquellos que no paguen.

En la actualidad se nos ha presentado un problema bastante serio para exigir los adeudos a los morosos por concepto del derecho de aguas; y buscando alguna solución conveniente, y para prevenir precisamente la objeción que usted nos acaba de hacer, se ha relacionado el propio artículo con la posibilidad de que el Departamento de Salubridad declare simultáneamente inhabitable la casa con objeto de que pueda entonces el propietario proveer a dos cosas; al pago del impuesto o a pedir la desocupación de esa casa en términos adecuados, pero si dejáramos totalmente abierto esto sin ninguna sanción, sería muy expuesto a que se acumularan riesgos de bastante consideración y que trajeran un desequilibrio dentro de la recaudación del mismo y una injusticia, además, frente a los que sí cumplen con sus obligaciones de pagar los servicios y aquéllos que no lo hacen.

El C. Cruz Wilfrido C.: Quiero únicamente preguntarle al señor Licenciado si no cree que no es el mismo caso el de los cobros de cuotas de luz que el que se refiere al servicio de aguas, porque en el servicio de luz paga luz el arrendatario, el inquilino, mientras que el servicio de aguas debe pagarlo el propietario. Por otra parte, yo no creo justo que los dardos del Estado vayan contra el más débil. En este caso indudablemente que se necesita una sanción y yo creo que se necesita una coacción para exigir a los propietarios que cumplan con sus obligaciones de pagar las cuotas de agua, pues hay que buscar esas sanciones y yo entiendo que como pensamos discutir y aprobar este proyecto desde luego, debemos inmediatamente proveer a este remedio que viene a redundar en contra de las clases pobres, especialmente del Distrito Federal. Yo suplico que se busque un recurso más directo, más justo y más humano para evitar que se cometan injusticias con motivo de la aplicación de esta ley.

El C. Sáenz: El problema, compañeros, se presenta generalmente cuando los arrendatarios no cumplen sus obligaciones con los propietarios, cuando dejen de pagar las rentas y que entonces el propietario se ve imposibilitado para pagar los impuestos correspondientes. Por otra parte, para tranquilidad de ustedes debo decirles que el Departamento es siempre muy cauto para exigir estas sanciones. Naturalmente no vamos nosotros a exponer imprudentemente a un sector importante de población o de casas particulares, si usted piensa así, a una situación injusta; pero yo creo que esta disposición tiene más bien un efecto moral que material, pero si en algunos casos fuera necesario llegar a ese recurso material, yo creo que debe estar autorizado para hacerse, pero en todo caso haciendo simultáneo el procedimiento con el Departamento de Salubridad, pidiendo que se declaren inhabitables las casas que hayan incurrido en adeudos de importancia. Por lo demás, el Departamento obra con toda prudencia en estos asuntos, ya que en su propia conveniencia está que estas cosas no vayan a hacerse odiosas, y en casos perfectamente justificados obra con toda la prudencia necesaria.

El C. Ortiz Víctor: Respetuosamente me permito hacer hincapié sobre este punto, por la importancia capital que tiene. En muchos casos no bastará el corte del servicio de aguas para que las personas que habitan la casa la desocupen, y entonces hay un peligro para la salubridad pública. El caso no es el mismo que el de la falta de luz, que únicamente perjudica a las personas que habitan la casa, sin que afecte a su salud; en cambio el corte del agua sí Por otra parte, quisiera preguntar si no basta la facultad económico - coactiva para garantizar el pago de este servicio.

El C. Sáenz Aarón: Desgraciadamente no siempre basta, porque es muy difícil que le Departamento ejercite esa acción, por ejemplo, para sacar a remate fincas por adeudos pequeños, como son generalmente los adeudos de aguas. En segundo lugar, para el Departamento es un problema el ejercicio de esta facultad, si se traduce como final en el remate de las fincas. Actualmente el Departamento tiene una carga un poco molesta: una gran cantidad de casas intervenidas por falta de pago de contribuciones, y en algunos casos, fincas adjudicadas en remate, lo que hace que el problema empeore. La administración de las casas intervenidas constituye siempre un motivo de abusos, maquinaciones, combinaciones o negligencia, cuando menos, en cuidar esos intereses.

Yo creo que debe ser suficientemente tranquilizadora para ustedes la declaración que puedo hacer en estos momentos, en el sentido de que el Departamento no ejercitará esta función, sino simultáneamente con el Departamento de Salubridad. Hemos hablado ya con Salubridad en este sentido, pero creemos que debe ser necesario dejar cualquiera medida que nos permita, en casos extremos, tener alguna acción más inmediata. Si se trata de un propietario que adeuda el impuesto de aguas, creo que va a pensar mucho entre perder los alquileres de sus casas, o pagar el impuesto. De manera que es de mucha fuerza para el Departamento el que haya esa posibilidad de que se les pueda cortar el servicio, porque sabe el propietario que cortado el servicio se le van los inquilinos y deja de tener en arrendamiento sus casas. (Aplausos y voces: ¡A votar, a votar!)

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. León.

El C. León Luis L: Señores diputados: Solamente me permito, en contra de la opinión de muchos compañeros, hacer uso de la palabra porque creo que con la pequeña proposición que voy a hacer puedo ahorrar después discusiones en lo particular. Afortunadamente el compañero Trigo hizo

observaciones en lo particular a proyecto y no en lo general. En lo general parece que todos estamos de acuerdo.

El C. Trigo: ¿Me permite una aclaración el orador? Pido la palabra, señor Presidente.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra, con permiso del orador.

El C. Trigo Octavio M.: Quiero aclarar al señor Diputado León lo siguiente: Yo no impugné el proyecto en lo particular sino en lo general, porque no teniendo comisión dictaminadora nombrada a este respecto necesitaba alguna explicación, como esa de los créditos que se van a rescatar. Hago esta aclaración para que no se entienda ni por un momento, que desisto de impugnar algún artículo en lo particular.

El C. León Luis L.: Quiero adelantarme a algunas de las observaciones del compañero Trigo en lo particular, porque creo que es la que hizo más de fondo y que puede restarnos más tiempo en lo particular.

El compañero Trigo se refirió a que, según la manera de pensar de él, no se llenaban todas las condiciones que exige el derecho al fideicomiso en las estipulaciones establecidas por la Ley de Instituciones de Crédito.

El C. Trigo: No tiene importancia.

El C. León: Como algunos otro compañeros abogados han presentado al misma duda, platicando particularmente con el que habla, he creído que es muy fácil subsanar ese inconveniente, dejando establecida una garantía para los tenedores de bonos, para el caso en que el fideicomiso no pudiera llevarse a cabo, o se prestara, según decía el Diputado Trigo, a un amparo.

El C. Trigo: No he dicho eso.

El C. León: Puede agregarse al artículo sexto, fracción a), que dice: "Entregar en fideicomiso en favor de los tenedores de bonos y por todo el tiempo que tarde la amortización total del empréstito, el servicio de aguas potables del Distrito Federal, con reserva de los derechos que legalmente tengan adquiridos los tenedores de los bonos de la Deuda Pública Exterior y de los que adquieran en virtud de los convenios que el Gobierno Federal celebre con relación a esta misma deuda" u otorgue mandato irrevocable en favor del representante común de los tenedores de bonos para el cobro de las cuotas y percepción de los ingresos.

De tal manera que queda en pie la garantía que se otorga a los tenedores de bonos, sin necesidad de usarse de esta institución del fideicomiso, establecida por los teóricos criollos que tanto dan en qué pensar al Diputado Trigo, que se han apartado de las normas generales del derecho.

El C. Mijares V. Manuel: ¡Moción de orden!

El C. León: Por lo demás el señor Jefe del Departamento nos ha explicado claramente cómo por medio de la ejecución de las obras puede dotarse de mayor cantidad de agua a la ciudad y pueden disminuirse las cuotas para las clases pobres.

El C. Mijares: ¿Me permite una moción de orden?

El C. León: Yo estoy en el uso de la palabra y estoy haciendo uso de un derecho que me concede el reglamento.

El C. Mijares: Yo quiero hacer una moción de orden.

El C. León: Pero yo quiero hacer uso de mi derecho.

El C. Mijares: Pero es una moción de orden.

El C. León: No hay desorden y además yo quiero hacer uso de mi derecho. Cuando termine podrá hacer uso del suyo.

El C. Mijares: Entonces pediré al Presidente la palabra para expresar lo que quería decir en una moción de orden.

El C. León: Muy bien, lo que diga el Presidente.

El C. Mijares: Quiero expresar por que quería hacer una moción de orden.

El C. León: Es una de las razones generales por lo que nosotros los diputados del Distrito Federal apoyamos este decreto que consulta una autorización para el Ejecutivo Federal, porque creemos que sin la ejecución de esas obras difícilmente podrán rebajarse las cuotas de agua, primero proporcionando agua en cantidad suficiente para las clases menesterosas y para los barrios pobres de la capital y segundo, bajando esas cuotas de agua de modo que puedan pagarlas sin gran sacrificio. Para poder proporcionar agua barata se necesita evitar las fugas; para bajar el costo del agua, la ejecución de estas obras evita las fugas. Si se tiene que gastar bombeo para tres mil litros y sólo llegan, como decía el señor Jefe del Departamento, dos mil quinientos, es indudable que el costo de litro por segundo habrá acrecido en el tanto que representan los quinientos litros de pérdida.

La otra forma es el control del líquido y la distribución equitativa de los impuestos. ¿Cómo se logra? Mediante el establecimiento de los medidores de agua; pero los medidores suponen una fuerte inversión. Es sólo posible mediante la consecución de ese empréstito como puede lograrse abaratar para las clases pobres el impuesto por aguas. Ahora nos encontramos frente a injusticias manifiestas, como la siguiente: un potentado dueño de casas de alquiler, en la ciudad, inversión la más protegida, actualmente paga seis pesos mensuales por una toma de agua en una casa donde renta cuarenta viviendas para cuarenta familias que usan de esa toma; y un potentado que vive en las colonias elegantes de la capital, que usa agua para jardines, quizá para lavar sus caballos, o cuando menos para lavar sus automóviles; que usa baños para su numerosa familia y servidumbre, paga igualmente seis pesos. Y una persona que merced a muchos sacrificios ha logrado construir en una colonia obrera, alejada del centro, una o dos habitaciones para alojarse con su familia, para también seis pesos, que es el mínimum, porque se supone que gasta ciento cincuenta metros cúbicos de agua al mes, cuando probablemente sólo gasta quince o veinte.

El medidor, al controlar el agua, permite hacer una distribución equitativa del impuesto. No creo que el Departamento del Distrito Federal pueda bajar la tarifa de cuatro centavos por metro cúbico que es, como decía, el Licenciado Sáenz, una de las más baratas en el mundo, pero sí creo que pueda bajar el mínimo de consumo mensual y en lugar de

exigir como mínimo el pago de ciento cincuenta metros cúbicos por mes exija, vamos a suponer, la mitad. Casi todas las familiar humildes del Distrito Federal consumirán quince, veinte a lo sumo cincuenta metro cúbicos al mes de agua, y entonces pagarán tres pesos. Aparentemente es paradójico, porque se dirá: cuántos usuarios de las clases pobres ya no pagarán los seis pesos, sino solamente pagarán tres; pero no lo es, porque pagarán con los medidores muchos de los que actualmente no están pagando, lo que aumenta el ingreso por una parte, y por la otra, pagarán los ricos lo que consumen en cantidad proporcional, ya que ahora pagan lo mismo que los pobres. De tal manera que el hombre a quien me refería que riega jardines, que lava sus automóviles, que tiene numerosos miembros de su familia y numerosa servidumbre que se bañan todos los días, no pagará seis pesos, pagará ocho, pagará doce o veinte, es decir, pagará de acuerdo con la cantidad de agua que use. Esta Ley no es una paradoja, ni es un proyecto fantástico, es el resultado de las investigaciones científicas sacadas de las estadísticas en las ciudades que han logrado controlar sus servicios de aguas por medio del servicio de medidores. La ciudad norteamericana en que más se desperdicia el agua y menos control tiene sobre ella es - ¡parece mentira! - la ciudad de Chicago. Allí, compañeros, no se han podido poner los medidores, porque se ha hecho renglón de plataforma política, bandera de propaganda política, el ofrecer a los habitantes de Chicago que si triunfa determinado candidato, no se pondrán los medidores, no se controlará el agua, ni se exigirá el pago del impuesto. Sin embargo, allí, conforme a las últimas estadísticas, se puede observar que en cuatrocientos mil usuarios, más o menos, se tiene una diferencia enorme en los ingresos, en la siguiente forma: como el veinticinco por ciento, - más o menos cien mil usuarios -, tienen medidores de agua, y de estos cien mil usuarios, el veinticinco por ciento de los usuarios de la ciudad de Chicago, enteran a la Tesorería nueve millones de dólares al año, el otro setenta y cinco por ciento de los usuarios no controlados, sin medidores y sin vigilancia directa y efectiva, sólo producen cuatro millones de dólares al año. Vemos, pues, cómo estableciendo un sistema eficiente se puede bajar el precio del agua para los consumidores, y se pueden aumentar los ingresos por ese concepto, haciendo pagar proporcionalmente a la cantidad de líquido que usen, a los ricos, a los establecimientos mercantiles e industriales, y haciendo pagar también lo debido a numerosos consumidores que actualmente no pagan. He ahí otro argumento de orden numeral que nos hace apoyar el decreto que se consulta.

No quiero repetir mis cansados argumentos del viernes pasado, pero no podemos dejar de pasar por alto este aspecto sobre el cual deben meditar todos los compañeros diputados. Decía el viernes pasado que este contrato, que este decreto que se consulta, que este empréstito que va a lanzarse en el mercado interior, debe ser un precedente para establecer un sistema de crédito en la República que permita no sólo a la capital sino a las capitales de los Estados y a los pueblos grandes todos del país tener forma de resolver sus problemas urbanos. La Revolución hecha Gobierno se ha enfrentado con muchísimos problemas con más audacia y más entusiasmo que recursos; careciendo de crédito nuestro gobiernos o no queriendo usar muchas veces de ese crédito exterior, que generalmente en cada peso prestado, en cada obligación de un peso se lleva un fragmento de soberanía y no deseándolo usar nuestros gobiernos, han tenido que emprender esos problemas con audacia y con entusiasmo, sin recursos, haciéndolos pesar en la actual generación. Nosotros, la generación actual, hemos contribuido con muchos millones de pesos para obras de irrigación que vendrán a florecer en el futuro y que servirán a las generaciones futuras; nosotros, la generación actual, hemos tenido que contribuir con muchos sacrificios representados en los impuestos para reunir el capital de un Banco de México, para reunir el capital de un Banco Agrícola , para reunir el capital, ahora, de un futuro Banco de Obras Públicas. No se puede ya más sobrecargar a la actual generación en sacrificios, y las obras de desarrollo de la ciudad que servirán para las generaciones futuras, deben repartir el costo que representan, en varios años, para que sean generaciones sucesivas las que las vayan pagando. Sería imposible, para desarrollar ese programa de los veinticinco millones de pesos, pretender sacarlos en dos o tres años en el Departamento del Distrito, sobrecargando de manera terrible a los causantes; pues las obras que se proyectan con esos veinticinco millones de pesos representan beneficios para veinticinco o treinta años y resuelven el problema de otras generaciones que también deben contribuir en justicia. Por eso, como precedente necesarísimo para la vida económica y social de México, de que haya alguna vez una base de qué partir para establecer un sistema de crédito que permita a la población de México enfrentarse con sus problemas; por eso apoyamos esta iniciativa, deseando que tenga éxito el Ejecutivo y que, contando con nuestro apoyo, pueda conseguir la cantidad que se propone.

Tengo entendido, por las explicaciones que galantemente hizo el señor Licenciado Sáenz el viernes último a la Diputación del Distrito Federal, que el rescate de esos otros compromisos que justamente llamaban la atención del Licenciado Trigo, sería el destino de los recursos finales que pudieran conseguirse con este empréstito; es decir, que si el Ejecutivo llegara a usar de nuestra autorización hasta los veinticinco millones de pesos, y que, además, lograran colocarse los bonos por la cantidad total, con las últimas cantidades sería cuando se dirigirían las autoridades del Distrito a rescatar esos compromisos, siendo las primeras para la ejecución de las obras, me parece a mí en el orden de importancia que tienen y que son en el orden con que están inscritas en el artículo cuarto: agua, drenaje y pavimentos. Nosotros, compañeros, somos de los moradores afortunados de la ciudad de México; nosotros, con nuestra posición de diputados, podremos vivir en los barrios dotados de agua casi siempre durante las veinticuatro horas, en abundancia para satisfacer las necesidades nuestras y de nuestros familiares; pero hay que ocurrir a los barrios proletarios de la capital que se han

ido creando sin urbanización, sin orden y sin concierto, surgiendo la necesidad forzosa de una aglomeración ciudadana que no tenía habitación; hay que ir a la Colonia Vallejo, hay que ir a esas colonias obreras donde viven muchos de nuestros trabajadores como los árabes del desierto, bajo una tienda, y tienen que recorrer largas distancias para traer un cubo de agua; pensemos en ellos y porque pensamos en ellos por eso los diputados del Distrito Federal apoyan esta petición del Ejecutivo para que se enfrente con esos problemas y pueda proporcionar a esas muchedumbres el agua necesaria.

Se cuenta, compañeros, la leyenda de César, que caminando por una planicie reseca y árida, tuvo que hacer alto con sus falanges, porque hacía más de dos días que no tomaban agua; y los soldados más audaces, introduciéndose entre los puestos avanzados del enemigo, pudieron caminar por la noche dos o tres leguas para traer en los bruñidos y brillantes cascos romanos, un poco de agua para César, para el jefe, para el futuro vencedor de las Galias. Pero éste, conociendo la situación de sed y necesidad de toda la falange, que formada y atónita contemplaba el líquido cristalino, volviéndose hacia la legión, arrojó el agua de los cascos que le traían sus audaces soldados, y dijo estas históricas palabras: "¡Si somos hombres, esta noche tomaremos agua: la tiene el enemigo!" Así nosotros, compañeros, no pensemos en tomar en los cascos de los soldados el agua que nos ofrecen a los privilegios de la capital, el agua pura y cristalina de este servicio de las colonias elegantes; pensemos en los pobres y humildes soldados de la falange proletaria, y apoyemos el proyecto de ley que todos tengamos agua mañana. (Aplausos. Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Trigo. (Voces: ¡A votar!)

El C. Trigo Octavio: Tengo el mismo derecho del Diputado León, compañeros. No voy a hacer un discurso, voy a hacer una aclaración. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!) Será un match de resistencia. Quiero hacer una aclaración, señores diputados, por considerarla pertinente. Hay la costumbre en esta Cámara de atribuir a los diputados que hablamos, conceptos que nunca hemos expresado. Yo no quiero cargar con el milagro que Luis León me acaba de colgar; y no quiero cargar con él, porque en cierta manera considero que es un agravio para el Licenciado Sáenz, que es abogado, y al redactar este proyecto debe saber naturalmente lo que hizo.

El compañero León dijo que yo hago punto básico de la discusión la cuestión del fideicomiso. Yo cité esto incidentemente para demostrar el resultado de legislar sobre la rodilla. Yo no dije que en el proyecto haya estado mal empleada la palabra "fideicomiso", desde el momento en que se cometió el disparate de que en la Ley de Instituciones de Crédito se tuvo como fideicomiso lo que nunca fué fideicomiso. Pero nunca dije que estuviera mal puesto o mal llevado el proyecto.

Hecha esta aclaración, quiero pasar al siguiente punto que es reglamentario, y en virtud de que de hecho entramos a la discusión, pido que se vote en lo general este asunto para que entremos desde luego a la discusión en lo particular.

El C. Secretario Pérez Gasga: Se pregunta a la Asamblea si considera el asunto suficientemente discutido en lo general. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Sí se considera. Se procede a recoger la votación en lo general. Por la afirmativa.

El C. Secretario Peralta: Por la negativa. (Votación.)

El C. Secretario Pérez Gasga: ¿Falta algún ciudadano diputado por votar por la afirmativa?

El C. Secretario Peralta: ¡Falta algún ciudadano diputado por votar por la negativa? Se procede a recoger la votación de la Mesa.

(Votación.)

El C. Secretario Pérez Gasga: Votaron por la afirmativa 96 ciudadanos diputados.

El C. Secretario Peralta: Votó por la negativa un ciudadano diputado.

El C. Secretario Pérez Gasga: Aprobado en lo general por 96 votos. Habiendo sido aprobado el proyecto de Ley en lo general, se pasa a la discusión en lo particular.

"Artículo 1o. Se autoriza al ciudadano Presidente de la República para que, por conducto del Departamento del Distrito Federal, contrate un empréstito hasta por la cantidad de veinticinco millones de pesos."

Está a discusión. Los ciudadanos diputados que deseen hacer uso de la palabra, sírvanse pasar a inscribirse.

El C. Trigo Octavio: Me permito hacer la siguiente proposición, para obviar trámites y pérdida de tiempo: que se aparten los artículos que vayan a ser objetados y votemos todos los demás de una vez.

El C. Secretario Pérez Gasga: Se pregunta a la Asamblea si se toma en cuenta la proposición del C. Diputado Trigo. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Sí se toma en consideración. ¿Se aprueba?. Aprobada. El artículo 1o. se reserva para su votación.

"Artículo 2o. El empréstito de referencia se contratará emitiendo bonos al tipo neto no inferior de 97 por ciento (noventa y siete por ciento) y en una o varias series. Dichos bonos serán pagaderos mediante amortizaciones o sorteos, en un plazo que no excederá de 15 años y con un interés no mayor de 1.75 por ciento al trimestre."

El C. Secretario Pérez Gasga: Está a discusión.

El C. Mijares Manuel V.: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Mijares Manuel V.: Ha sido costumbre que cuando se toma un acuerdo como el propuesto por el compañero Trigo, los compañeros se acerquen a la Presidencia, y de antemano separen los artículos que van a objetar. (Voces: ¿Ya están separados!)

El C. Secretario Pérez Gasca: No están apartados, hay que leerlos. - El C. Mijares Manuel V.: Únicamente se leen los que van a ponerse a discusión - El C. Riva Palacio: La proposición de Trigo es la que debe llevarse a efecto: separar los artículos

no objetados sin darles lectura, y a los demás que se les dé lectura para que se aprueben.

El C. Montes Federico: Pido la palabra. Ruego a la Presidencia se sirva ordenar a la Secretaría informe cuáles han sido separados, con objeto de que se pongan a votación los otros.

El C. Secretario Pérez Gasga: Hasta este momento que me pasan la lista formada en la Presidencia, puedo informarles; yo tampoco sabía cuándo eran los apartados. Artículo 1o., 2o., 4o., 5o., 6o., 8o.,12, 16 y 2o. transitorio; de manera que con excepción de estos artículos se va a dar lectura a los demás para su discusión y votación. (Voces: ¡A votar primero los no objetados!) Por disposición de la Presidencia se procede a recoger la votación nominal de todos los artículos no objetados, es decir, de todo el proyecto, menos los artículos que han sido separados, sobre los que se acaba de dar cuenta a la Asamblea. Por la afirmativa.

El C. Secretario Martínez Francisco A.: Por la negativa. (Votación.)

El C. Secretario Pérez Gasga: ¿Falta algún ciudadano diputado por votar por la afirmativa?

El C. Secretario Martínez Francisco A.: ¿Falta algún ciudadano diputado por votar por la negativa?

El C. Secretario Pérez Gasga: Se procede a recoger la votación de la Mesa.

(Votación.)

Votaron por la afirmativa 97 ciudadano diputados.

El C. Secretario Martínez Francisco A.: Por la negativa un ciudadano diputado

- El C. Secretario Pérez Gasga (leyendo):

"Artículo 1o. Se autoriza al ciudadano Presidente de la República para que, por conducto del Departamento del Distrito Federal, contrate un empréstito por la cantidad de veinticinco millones de pesos."

Está a discusión.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Trigo.

El C. Trigo: Señores diputados: No es propiamente una impugnación al artículo primero, sino una aclaración que estimo pertinente. El artículo primero dice:

"Artículo 1o. Se autoriza al C. Presidente de la República para que, por conducto del Departamento del Distrito Federal, contrate un empréstito hasta por la cantidad de veinticinco millones de pesos."

Yo propongo que se aclare que es un empréstito de carácter interior. Hace un momento me decía alguno de los abogados del Departamento del Distrito, que no estando autorizado el Presidente de la República para contratar empréstitos exteriores, se entendía lógicamente que ése era un empréstito interior. No obstante la cita que me hacía el diputado abogado de la jurisprudencia de la Corte, como jurídicamente no tiene derecho de interpretar la ley, sino el Poder Legislativo exclusivamente, propongo que para puntualizar, puesto que no se dificulta no se crean obstáculos, se aclare que es un empréstito de carácter interior.

El C. Secretario Pérez Gasga: Se pregunta a la Asamblea si se toma en cuenta la aclaración del Diputado Trigo. Los que están por la afirmativa se servirán manifestarlo. Sí se toma en consideración. Está a discusión. En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobada.

El C. Sepúlveda Clemente: Pido la palabra. Yo quise, como el señor Diputado Trigo, hacer una ligera observación respecto del artículo 1o., porque no creo que sea bastante que se diga que el empréstito es de carácter interior, puesto que habría la facilidad de que los bonos pasaran a manos de extranjeros, y sucedería lo que con la deuda agraria, que estando todos esos bonos en sus manos, formarían ellos la directiva del Comité que va a tener el fideicomiso; y creo que para evitar esto bastaría con agregar dos o tres renglones en los que se expresará que los bonos llevarían la expresión de que sólo serían pagaderos a mexicanos. (Voces: ¡No, no!)

El C. Secretario Pérez Gasga: Con la adición propuesta por el ciudadano Trigo, se pregunta a la Asamblea si se toma en consideración. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Se toma en consideración. Se reserva para su votación.

"Artículo 2o. El empréstito de referencia se contratará emitiendo bonos al tipo neto no inferior de 97% (noventa y siete por ciento) y en una o varias series. Dichos bonos serán pagaderos mediante amortizaciones o sorteos, en un plazo que no excederá de 15 años y con un interés no mayor de 1.75% al trimestre."

Está a discusión.

El C. Méndez Aguirre: Moción de orden.

El C. Presidente: Para una moción de orden tiene la palabra el ciudadano Méndez.

El C. Méndez Aguirre: Señores diputados: Pedí la palabra contra el artículo primero, porque no puede expresar, a pesar de haberme inscrito oportunamente para hablar en contra de este proyecto, los conceptos que traía preparados para tal objeto, y debo decir, para satisfacción de mi conciencia de representante del pueblo, que voté en contra de esta iniciativa porque juzgué que está pisoteándose el decoro de la Cámara por este motivo. Estamos discutiendo una iniciativa en la rodilla, una iniciativa que ni siquiera ha pasado el dictamen de una comisión. Y a este respecto, permítase hacer ver y preguntar al señor Licenciado Sáenz si esta iniciativa que estamos discutiendo no fué llevada al Consejo Consultivo de la ciudad de México, y si no fué pasada a comisión. Pido con todo respeto al Licenciado Sáenz conteste si estoy en error o si estoy diciendo la verdad.

El C. Sáenz Aarón: Efectivamente, en el Consejo Consultivo fué dado a conocer el proyecto; se dictaminó por la comisión de un día para otro, y fué aprobado en el propio Consejo en una Asamblea extraordinaria.

El C. Méndez: Muchas gracias, señor licenciado. Ven ustedes, señores, que aunque el Consejo Consultivo de la ciudad de México, que es una institución respetable pero de entidad mucho menor que la nuestra, se pasó a comisión este proyecto que trata de votar veinticinco millones de pesos; esto es, se está juzgando con los dineros del pueblo, y por ello, puesto que la iniciativa de algún compañero de que este proyecto de ley pasara a comisión fue desechada, yo voté en contra en lo

general. Por lo que respecta al artículo primero que se discute en estos momentos, ya que fué adoptada por ustedes la adición propuesta por el compañero Trigo, con la cual también estoy conforme, suspendo mi impugnación que consistía también en ese punto, para pasar el artículo segundo.

El C. Secretario Pérez Gasga: Se aclara que está a discusión el artículo segundo.

El C. Méndez Aguirre: Está, pues, a discusión el artículo segundo, en el cual, en virtud de que no hay Comisión a quien interpelar, necesariamente vamos a estar molestando al ciudadano Sáenz, funcionario respetable que goza de todas nuestras simpatías. Si él me permite, al fin hemos visto que con toda modestia republicana, con toda llaneza, ha dado todas las explicaciones que hemos solicitado, nos permitirá que sigamos abusando de él....(Risas).... Señor Licenciado Sáenz: dentro de este ambiente de cordialidad revolucionaria, ¿no cree usted que este rédito de uno setenta y cinco al trimestre es demasiado fuerte? En este momento en que los capitales están depositados en los bancos, como si fuera en las minas, sin producir ninguna función social, creo que habrá muchos capitales mexicanos que, mirando la forma de garantía y que sus inversiones quedarían aseguradas, darán facilidades para conseguir el capital con un rédito un poco menor. Por eso me permito sugerir que este rédito se disminuya, reduciendo el máximo a una proporción menor. Si el señor Licenciado Sáenz da explicaciones que me satisfagan, en ese caso retiraré mi ataque al artículo.

El C. Sáenz Aarón: El tipo de interés es el de siete por ciento anual. Creo muy difícil que en estos momentos pueda conseguirse en México un tipo menor de interés, porque hay que tomar en consideración, que se trata de un esfuerzo hasta ahora poco usado en el interior del país, de hacer empréstitos para obras de esa naturaleza. Teóricamente pudiera creerse que el tipo de siete por ciento anual es alto, si se piensa en la cantidad de capitales que pueden estar en los bancos, y que éstos casi nunca reditúan; pero sí, por otra parte, tomamos en cuenta que en México hay inversiones más lucrativas y de otra índole, creo que por el momento tendríamos que partir de la base del siete por ciento; sin embargo, la ley establece que no sea mayor de este tipo de interés, porque creemos que una vez que pueda formarse un mercado de bonos en el interior, pudiera ser que se obtuviera un tipo más bajo; sin embargo, todas las negociaciones que se han emprendido con el grupo de Bancos que van a interesarse en colocar este empréstito, por una parte, y sobre todo, dado que algunos empréstitos que representan algunas emisiones de bonos que se han hecho para empresas particulares han sido con el ocho por ciento, creemos que no sería suficiente atractivo para los inversionistas particulares tomar bonos de esta deuda sin un interés que fuera como el inicial. En principio creemos que si esto puede llegar a dar un resultado de seguridad y eficiencia, pudieran obtenerse posteriormente alguna diferencia; pero inicialmente, para ser consecuente con la honestidad y con la seriedad que deben reinar en este debate, debo decirles a ustedes que las negociaciones se han planteado desde el punto de vista de fijar un tipo de interés de siete por ciento anual.

El C. Méndez Aguirre: Doy a usted las gracias.

El C. Sáenz: Me permito una aclaración posterior. El tipo generalmente, compañero Méndez, es decir, los empréstitos se han hecho a tipos inferiores de interés, pero rebajando el tipo de colocación notablemente, no obstante se colocan generalmente al ochenta y cinco por ciento o hasta el ochenta en algunos casos, pero en general, a no más del noventa por ciento de su valor inicial. Si consideramos que fijamos para colocarlo como costo neto el noventa y siete por ciento, llegamos a la conclusión de que en el número de años que habrán de transcurrir, el interés efectivamente viene a ser menor del siete por ciento, porque el interés de colocación es de noventa y siete por ciento, casi prácticamente a la par.

El C. Méndez Eugenio: Muchísimas gracias. En vista de la muy atinada explicación que se me ha dado, me permitiré proponer que en este caso pusiéramos en el artículo segundo un interés diferencial, dejando el máximum de uno setenta y cinco al trimestre para el primer período de colocación de los bonos, y reduciendo el interés a uno cincuenta para la segunda etapa, de acuerdo con las observaciones que usted mismo acaba de hacer.

El C. Sáenz Aarón: Sería un poco expuesto condicionar esos intereses en una forma rígida en la ley. Hay que tomar en cuenta que es necesario desarrollar un gran trabajo par llevar la confianza a los inversionistas de bonos en esta clase de operaciones; y si no vamos a dar un aliciente para la colocación de los bonos, creo que sería difícil asegurar la concertación del empréstito. El Ejecutivo cree que posteriormente podrían hacerse algunas modificaciones a esta situación y por esto deja máximum y no deja mínimum, para tener toda la libertad de acción en vista de las circunstancias y de las posibilidades de inversión del mercado de estos mismo bonos, y del interés que puedan tener los inversionistas en tomarlos.

El C. Méndez Aguirre: Muchísimas gracias. Que queden, por lo menos, en la Asamblea, las promesas que acaba de hacer el Licenciado Sáenz, muy respetables, y que el pueblo espera se tomarán en cuenta y que se cumplirán oportunamente. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. Sepúlveda Clemente: Señores diputados: A medida que se va discutiendo esta cuestión, nos vamos dando cuenta de la profundidad de los estudios que se hicieron antes de traer aquí esta iniciativa, y es por esto que aun antes de expresar yo mis ideas, todas respecto al artículo segundo en un punto diferente al que se refirió el señor Licenciado Méndez, temo que esta cuestión no vayan ustedes a querer tomarla en cuenta, porque el señor Licenciado Sáenz nos da razones para que así suceda. Sin embargo, creo que es conveniente que cada uno de nosotros, tratándose de asuntos de interés general, hagamos nuestras observaciones para que si son justificadas la Asamblea las tome en cuenta.

El artículo segundo expresa que para el empréstito habrá un plazo para redimirlo, un plazo que no excederá de quince años. Tanto el señor

Licenciado Sáenz como el señor Ingeniero León, cuando estuvieron dando explicaciones, expresaron que no se habrá querido señalar un plazo breve, porque debiéndose destinar los fondos del empréstito a obras que habrían de servir para varias generaciones, no era justo que le costara sólo a la presente generación, sino que se extendiera a todas las generaciones que iban a hacer uso de esas obras. Ahora bien, yo supongo que las obras que se van a emprender, las obras en que se van a gastar este empréstito tendrán un uso no menor de cincuenta o de sesenta años, y para ser lógicos con el criterio que habíamos antes expuesto, o más bien dicho, tanto el señor Licenciado Sáenz como el Ingeniero León, habría que extender el plazo de la redención del empréstito a un período de tiempo que se acercara lo más posible al tiempo de la duración de estas obras.

Yo veo que puede haber una dificultad práctica para el Ejecutivo, porque se le dificultará más la operación con bonos redimibles a largo plazo, pero mucho más se le dificultaría la colocación de los bonos, si no se dejan los quince años. Sin embargo, creo que debemos hacer un esfuerzo para colocar cuando menos la mayor parte de los bonos en un período mayor, a fin de que, como decían mis predecesores, se obre con la mayor equidad, derramando el costo de estas obras en las generaciones que van a venir.

Por lo demás, esto no es novedoso: tanto en las ciudades europeas como en las norteamericanas cuando se contratan empréstitos para obras públicas de gran duración -y esto con toda seguridad lo saben la mayor parte de los que han residido algún tiempo en Estados Unidos o Europa -, los empréstitos se hacen precisamente en la forma a que aludía el Licenciado Sáenz; es decir, dejando la redención del empréstito para un período que se acerque lo más posible a la duración de las obras. Si se va a ejecutar una obra y ésta va a tener una duración de sesenta o setenta años, la amortización del empréstito debe calcularse para igual lapso de tiempo.

Ruego a ustedes se sirvan prestar atención a la sugestión que hago a fin de que, si lo estiman pertinente, se amplíe el plazo más que sea prudente, a juicio del mismo iniciador de este decreto. A mí me parecería prudente el plazo de cuarenta años pero si no se cree que todos los bonos puedan colocarse en esa forma, cuando menos sí una parte de los bonos.

El C. Sáenz: ¿Me permite una aclaración, compañero? Yo creo que las dudas de usted se pueden aclarar con esto. La naturaleza de este empréstito es un poco particular; se trata de un empréstito que va a invertirse en obras que van a redituar. Como vamos a tener un aumento de ingresos por el aumento de servicios de aguas, podemos en el plazo fijado en este empréstito, con los mismos productos del servicio de aguas redimir el empréstito, evitando de esta manera pagar, durante un número de años crecido, un alto interés como realmente sería el de siete por ciento para mucho tiempo; si no hubiera la circunstancia de que la inversión de este empréstito fuera a ser productiva, quizá fuera muy atinada la observación que acaba usted de hacer. Pero creo que no hay inconveniente, en vista del aumento de rendimiento de estos servicios, en que la redención se haga en un plazo menor.

El C. Sepúlveda Clemente: Quiero sólo darle las gracias al señor Licenciado Sáenz por la contestación que me ha dado, y quiero manifestar paladinamente que me dejó satisfecho. Por lo mismo, retiro la observación que había hecho. (Aplausos.)

El C. Secretario Pérez Gasga: Se pregunta a la Asamblea si se considera el asunto suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Suficientemente discutido. Se reserva para su votación.

El C. Acosta Dionisio: Pido la palabra para una proposición.

El C. Secretario Pérez Gasga: Como el ciudadano Diputado Trigo aclara que sólo apartó el inciso f), del artículo 4o., a él se le va a dar lectura: "f) Cumplimiento de compromisos contraídos con anterioridad en las obras de aguas en ejecución y amortización de dichos adeudos."

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Trigo.

El C. Trigo Octavio M.: Señores diputados: Debo comenzar por decir que me siento verdaderamente molesto con este procedimiento a que nos sujeta la Presidencia, de discutir esto al "beefsteak", hasta en horas en que todo el mundo está sentado a la mesa; hay cansancio en la Asamblea, nadie quiere escuchar ya. Este procedimiento, señores, invita a no discutir. Venimos, sólo por cumplir nuestro deber de diputados, a impugnar esta iniciativa; pero convencidos de que no se nos hará caso. Ruego a la Presidencia que consulte a la Asamblea si suspende la sesión para reanudarla a las cuatro de la tarde. (Voces: ¡No!)

El C. Secretario Pérez Gasga: Por disposición de la Presidencia se consulta a la Asamblea si se aprueba la proposición del señor Diputado Trigo de que se suspenda la sesión. (Voces: ¡No! ¡No!)

El C. Ortiz Acosta Dionisio: Pido la palabra para otra proposición.

El C. Secretario Pérez Gasga: Los que estén por la afirmativa, sírvanse levantar la mano. (Voces: ¡No! ¡No!)

- El c. Trigo Octavio: No sé hasta qué punto vamos a entender el cumplimiento de nuestras obligaciones; de cualquiera manera, para los que hicimos el viernes que se aplazara hasta hoy este debate, esto ha sido satisfactorio, porque siquiera ha quedado a salvo el decoro de la Cámara. Ahora ustedes se empeñan en continuar la obra del otro día...¡muy bien!

El inciso f), dice:

"f) Cumplimiento de compromisos contraídos con anterioridad en las obras de aguas en ejecución y amortización de dichos adeudos."

El señor Licenciado Sáenz hace un momento nos informaba lo siguiente, si no entendí mal: se destinara, integra para las obras, la cantidad de quince millones de pesos ¿no es esto?

El C. Sáenz: Sí, señor.

El C. Trigo: Perfectamente bien. En consecuencia, quedan de esos quince millones, diez millones más que pueden ser empleados en la amortización de estas deudas; pero que al mismo tiempo

se mantienen de acuerdo con el mismo proyecto de ley, para lo que bien pudiéramos llamar imprevistos, en este caso. El señor Licenciado Sáenz nos hacía la explicación de que los créditos a que se refiere este inciso f) no montarían arriba de unos siete millones y pico de pesos. Nos dijo que el principal era ese famoso de los tubos que monta a seis millones de pesos y otros dos que montan aproximadamente a un millón y pico de pesos. Total, podríamos calcular ocho millones. En consecuencia, me permito proponer, y después explicaré la razón de esta proposición, que se puntualice, en vez de dejar esta vaguedad en el inciso f), que se destinará la cantidad de siete millones de pesos para rescatar esos créditos.

El objeto de mi proposición parte de los siguiente: el señor Licenciado Sáenz, contestando alguna interpelación mía, aclaró que este asunto, en la forma que el proyecto lo presenta, es conciso y no deja lugar a duda, puesto que no se trata de ninguna rescisión como yo equivocadamente entendía. Si ahora el Licenciado Sáenz tiene la bondad de leer el inciso f), verá que está redactado en una forma tan confusa, que se presta no sólo al error, mío, sino a otros más serios. Dice el inciso: "habiéndose contratado anteriormente obras...." no dice: habiéndose contratado tubos, o habiéndose hecho esto o habiéndose adquirido lo de más allá, sino habiéndose contratado anteriormente obras que fueron financiadas de muy diversos modos y no encajando la consecución de los compromisos contraídos con el sistema de financiamiento que se presenta en beneficio de los intereses que representa el Departamento del Distrito Federal, conviene la amortización de esas obligaciones mediante el destino de una pequeña parte de los fondos obtenidos por la emisión de bonos, para su rescate."

Y posteriormente, ya concretando el decreto, queda redactado el inciso f) en la forma en que ustedes puedan ver, esto es, "confirmación de compromisos contraídos con anterioridad en las obras de aguas, en la ejecución y amortización de dichas obras". El señor Licenciado Sáenz ya bondadosamente nos informó qué clase de compromisos son éstos; pero como yo entiendo que todo empréstito debe principalmente ser conciso y debe contratarse sobre hechos ciertos y no sobre lo que posteriormente puede ocurrir, estimo que para garantía de los inversionistas, debe de establecerse en forma clara cuál es la cantidad que se destina para amortizar estos compromisos contraídos. Como esto no ofrece ninguna dificultad, puesto que el mismo señor Licenciado Sáenz, aquí, sobre la rodilla, nos ha dicho a cuánto montan estos compromisos, peso más o peso menos, pero que podrá él aclarar debidamente, pido que fijemos la cantidad precisa; ya que en la forma en que está redactado este inciso puede prestarse - El Licenciado Sáenz no va a ser eterno en el Departamento - para otras interpretaciones en el futuro. Así es que ruego a los señores diputados que fijen su atención y acepta mi proposición pidiendo al señor Licenciado Sáenz que nos presente cantidad fija para votar este inciso.

El C. Sáenz: Pido la palabra, señor Presidente.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Sáenz: Lo que va a destinarse para la redención de estos compromisos no excederá en ningún caso de cinco millones, no llega ni siquiera a siete, porque aun cuando el monto pudiera llegar a siete, porque de los seis está pagando durante este año, hay que tomar en consideración que al liquidar estos compromisos se tiene que hacer un descuento por los intereses futuros. Esto en primer lugar; en segundo lugar, el inciso f) subordina a un orden de preferencia la ejecución de las obras; el inciso f) del artículo cuarto limita exclusivamente a las obras en ejecución, es decir, ningún otro compromiso proveniente de obra que no esté ejecutándose en este momento en la aprobación de la ley, podría ser objeto de este artículo. De manera que no podría destinarse para estas obras que no están en ejecución en este momento y que sean materia de contratos legalmente celebrados por el Departamento. Independientemente de esto me permito recordar al señor Licenciado Trigo que la Junta de Aguas tiene facultades para decidir y autorizar la inversión del empréstito. Y en el artículo 17 se establece que: "Será necesario el acuerdo expreso del Jefe del Departamento del Distrito Federal y de la Junta a que se refiere el artículo anterior, para que la Dirección de aguas y Saneamiento realice cualquier obra que se ejecute con fondos del empréstito."

De manera que la salvaguardia de los inversionistas está en la intervención de la propia Junta de Aguas, donde tienen un representante directo, y en que sólo podrá autorizar la inversión del empréstito en obras ya fijadas por la ley. Creo que queda ampliamente salvaguardado este asunto; sin embargo, no tengo inconveniente en declarar que el propósito del Ejecutivo es incluí solamente los tres contratos ya mencionados y que son las obras actualmente en ejecución.

El C. Trigo: Señores diputados: Como acaban ustedes de escuchar los argumentos del señor Licenciado Sáenz, lejos de destruir los míos, los corroboran, es decir, les dan fuerza. El Licenciado Sáenz nos dice que es propósito firme del Ejecutivo no incluir en este proyecto más que los créditos a que se ha referido. El mismo nos aclara que no llegarán a siete millones, sino a cinco. Yo insisto en mi proposición y pido que el inciso se redacte en la siguiente forma: "Confirmación de compromisos contraídos con anterioridad en las obras de aguas, de ejecución y amortización de dichas obras hasta por cinco millones de pesos."

El C. Sáenz: ¿Me permite una aclaración, con permiso de la Presidencia?

El C. Trigo: Con todo gusto.

El C. Sáenz: Yo creo que puedo satisfacer sus deseos, compañero. En la exposición de motivos viene una distribución de los veinticinco millones de pesos. Dice:

"Para nuevas captaciones, líneas de conducción y distribución, plantas de bombeo, obras accesorias y amortización de obligaciones anteriores por obras de ejecución. . . . . . . . . $15.000,000.00 Podemos poner diez millones.

"Amortización de obligaciones anteriores de obras en ejecución, cinco millones de pesos."

Como la parte expositiva del Ejecutivo forma parte del proyecto de ley, queda perfectamente definido que sólo cinco millones de pesos pueden destinarse para la amortización de este compromiso.

El C. Trigo Octavio: Me permito recordar al Licenciado Sáenz que si la exposición de la ley es la razón filosófica o fundamento de ella, no constituye en sí el decreto o el ordenamiento de una ley. En consecuencia, ¡claro que está bueno, como un antecedente! y partimos de la base de que el actual Presidente de la República, lo mismo que el señor Licenciado Sáenz, son personas honorables; pero como nada es perenne en este mundo, señor licenciado, todo se transforman, todo cambia, nosotros debemos legislar no sólo para el presente, sino para el futuro; es nuestra obligación. Si el señor Licenciado Sáenz está de acuerdo en que esto se lleve a la exposición de motivos, no veo la objeción que pueda presentarse para que no se lleve al cuerpo del decreto. En consecuencia, insisto en mi proposición, por razones de ética principalmente, de establecer un precedente, como decía el Ingeniero León, que venga a levantar el interés en esta clase de empréstitos; es decir, vamos a hacer una cosa bien hecha para que en vez de que cunda el desaliento, más tarde sirva de acicate, de señuelo para que puedan hacerse esta clase de empréstitos. No hay diferencia ni choque entre lo que propongo y entre lo que dice el señor Licenciado Sáenz. De manera que la Asamblea puede precisar este asunto, ya sean cinco, seis o siete millones, pero que se puntualicen debidamente.

El C. Sáenz: En buena lógica, si fuera válida la argumentación del Licenciado Trigo para este asunto, habría, con iguales razones, que poner a cada una de las obras la cantidad que se destinara para ellas; sin embargo, no deseo aparecer intransigente en este asunto. Tampoco puede fijarse una cantidad determinada, porque la cantidad a que se reduzcan esos compromisos tiene que ser discutida, en vista del tiempo en que debieran de haberse cumplido; pero si la Asamblea desea que se ponga hasta cinco millones, dentro del plan de obras, necesitamos designar para las nuevas un mínimum de diez millones, y podría ponerse hasta cinco millones, en la inteligencia de que, de todas maneras, el cumplimiento de estos compromisos está subordinado a que se puedan realizar las obras enumeradas en el artículo 4o.

El C. Trigo: He entendido lo que el señor Licenciado Sáenz ha dicho en relación con las demás obras y solamente, repito, quiero puntualizar, puesto que él está de acuerdo con lo que yo propongo. No tengo objeción en que se ponga el vocablo "hasta", pero pido que lo apruebe la Honorable Asamblea.

El C. Secretario Pérez Gasga: Se pregunta a la Asamblea si se acepta que se ponga "hasta por cinco millones de pesos". Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aceptado. Se reserva para su votación.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"Artículo 5o. Las obras o construcciones comprendidas en el programa antes detallado, se harán por subasta, en los términos del artículo 134 constitucional."

Está a discusión.

El C. Acosta Dionisio: Yo quiero hablar con suma claridad. Por mi falta de preparación no sé explicarme, pero sí siento el deseo, como lo están sintiendo en esta vez los pueblos, de que el Gobierno invierta las mayores cantidades posibles en obras que den trabajo a tanta gente que no le tiene. Es cierto que hay necesidad de cuidar el tesoro de la Nación y de vigilar en qué se invierte, pero también hay que tener en cuenta el beneficio que van a tener los muchos desocupados, de los que casi no nos hemos ocupado en esta Cámara. Aquí siempre hemos aprovechado el tiempo en esperar proyectos lo que justifica claramente que el General Calles tiene demasiada razón al decir que falta material humano. (Risas.) En consecuencia, hablando con mayor claridad, nuestro deseo que no ha sido el de oponernos al proyecto que nos ha enviado el señor Presidente de la República, sino a la forma en que se nos ha hecho la proposición. Deseamos también despojarnos de ese calificativo de "infanterías" y por ello propusimos que se discutiera para saber cuando menos qué es lo que aprobamos, mas no porque - es el ambiente que ha prevalecido, puesto que el proyecto es muy justo - dudáramos de la honorabilidad de los colaboradores del señor Presidente de la República, pues basta y sobra que sean revolucionarios para que tengamos confianza en ellos. (Voces: ¡A votar!) Sólo me resta suplicar a ustedes que siendo ya una hora indispuesta y habiendo trabajado demasiado, demos el asunto por terminado, porque este proyecto de ley es una "cadena" que, haciendo honor a la verdad, puede decirse que la mayor parte de nosotros no la podremos entender ni en ocho días. (Risas.) Esto lo digo basado en mi propio sentimiento, mas no porque tenga derecho a aquilatar la inteligencia de cada uno de mis compañeros. La demora en despachar este proyecto, lo confieso con toda sinceridad, ha provenido de la forma en que se nos presentó al quererse que lo aprobáramos sin que tuviésemos derecho a saber de qué se trataba. (Voces: ¡A votar!) Todos deseamos que en lo sucesivo no haya líderes. El servilismo, a mi manera torpe de entender, estriba en que en muchas ocasiones nada más porque lo desea el diputado H o B, hacemos lo que él quiere; fue el servilismo a que me referí. ¡No hay derecho! Todos debemos recuperar el lugar que nos corresponde como representantes del pueblo. Demos, pues , por terminado este asunto, aprobándolo. ¡Muchas gracias! (Risas y aplausos.)

El C. Secretario Pérez Gasga: Se reserva para su votación el artículo 5o.

"Artículo 6o. . . . . . .

"a) Entregar en fideicomiso en favor de los tenedores de bonos y por todo el tiempo que tarde la amortización total del empréstito, el servicio de aguas potables del Distrito Federal, con reserva de los derechos que legalmente tengan adquiridos los tenedores de los bonos de la Deuda Pública Exterior y de los que adquieran en virtud de los convenios que el Gobierno Federal celebre con relación a esta misma deuda."

Está a discusión.

El C. León: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. León: Solamente para proponer la adición, según lo hice ya la vez anterior, en el sentido de que se adicione "u otorgue mandato irrevocable en favor del representante común de los tenedores de bonos para el cobro de las cuotas y percepciones de los ingresos." Mi objeto es interpelar el señor Licenciado Sáenz por si él tiene algún inconveniente o reparo que hacer a esta adición, pues de esta manera se deja faculta al Ejecutivo para usar el fideicomiso o para no usarlo, y se deja establecida la forma, en cualquiera de las dos maneras, de dar garantías a los tenedores de bonos.

El C. Sáenz: Completamente de acuerdo.

El C. Secretario Pérez Gasga: En votación económica se pregunta a la Asamblea si se toma en cuenta la adición propuesta por el señor Ingeniero León. Los que estén por la afirmativa. sírvanse manifestarlo. Se toma en cuenta y se reserva para su votación.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"Artículo 6o. . . . .

"b) Afecto, como garantía subsidiaria, la parte del impuesto predial que baste para el servicio de amortización, réditos y demás cantidades que se mencionan en este artículo."

Está a discusión.

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Trigo.

El C. Trigo: Señores diputados: En gracia a la claridad de este proyecto, quiero impugnar este inciso en forma tal que desaparezca del proyecto, por las razones que a continuación paso a exponer. El señor Licenciado Sáenz nos informaba hace un momento que los ingresos por concepto del servicio de agua, montarán el año entrante a dos millones seiscientos mil pesos.

El C. Sáenz: En este año.

El C. Trigo: En este año; perfectamente bien. Como ven ustedes, señores diputados, esto hace en números redondo alrededor de treinta y nueve millones de pesos en los quince años, término del empréstito. Consecuencia lógica: esos treinta y nueve millones de pesos cubren ampliamente la garantía del pago de veinticinco millones a que monta el empréstito. Si con el solo servicio de aguas se garantiza este empréstito, teniendo en consideración, naturalmente, la misma aseveración del Licenciado Sáenz, que tiene la absoluta seguridad de que en los años siguientes, por efecto de las mismas obras que se van a ejecutar, aumentará el ingreso por concepto de aguas, esto quiere decir que sólo el servicio de aguas, dado en fideicomiso, o como se quiera llamar, garantiza por sí mismo a los inversionistas. Si esto es así, ¿por qué hemos de llegar a gravar como garantía subsidiaria el impuesto predial, que es ajeno completamente a los servicios de aguas y drenaje de la ciudad de México? Podrá objetárseme que con esto se busca un mayor aliciente para el inversionista, que viendo mayores garantías es natural que tenga mayor confianza para su inversión. Pero yo creo, señores diputados, que ésta no es una razón de peso, puesto que el Departamento del Distrito debe en este caso, juntamente con nosotros, ver que este empréstito se contrate desde el punto de vista absolutamente económico, no antieconómico. Debemos procurar toda clase de garantías para el inversionista, pero también toda clase de garantías para el Estado y para el contribuyente a través del Estado. Hay una ley - entiendo que es obra también del señor Licenciado Sáenz - acerca del impuesto predial, que me merece a mí en lo particular grandes elogios y que necesariamente, puede decirse, ya presenta costo para todo aumento de impuestos en materia predial. Pero vuelvo a insistir en que yo decía al Licenciado Sáenz, que no será eterno en el Departamento, ni tampoco lo será el actual Presidente de la República; nadie puede prever lo que puede ocurrir más tarde, y en consecuencia, estamos obligados a puntualizar estos hechos. Así es que propongo que desaparezca el inciso b), y puesto que se van a entregar los productos del impuesto sobre aguas en fideicomiso que sea esta garantía amplísima la sola que quede en el proyecto para garantizar a los inversionistas.

El C. León: Pido la palabra en pro.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. León: Me parece que el señor Licenciado Sáenz dió amplia explicación sobre la necesidad de esta garantía accesoria. Según los datos del Departamento del Distrito, se han recaudado el año pasado dos millones cien mil pesos con los impuestos referentes al agua. Como la anualidad para amortizar este empréstito será más o menos de tres millones, no basta, pues, lo que se recauda por concepto de agua para garantizar esa anualidad a los tenedores de bonos. Es cierto que prevé el Departamento del Distrito, por lo que va corrido del año en este primer semestre, que puede elevarse la suma recaudada en el presente, a dos millones trescientos mil pesos; pero son puramente previsiones y no hechos claros y concretos, como deben ser los ofrecimientos de las garantías a los tenedores de bonos para que éstos puedan colocarse en el mercado. Indudablemente que es muy loable la actitud de los compañeros representantes que quieren que ésta sea una operación brillantísima para el Estado, aumentando el término, disminuyendo la tasa del interés, y ahora disminuyendo la garantía; pero todos estos buenos deseos tienen un límite: la realidad económica de México, la seguridad de poder colocar, dentro de las condiciones de nuestros capitalistas, esos bonos. Podríamos darle bases admirables al Ejecutivo, en defensa de los intereses del Estado bajar la tasa del interés, subir el tanto por ciento de la colocación de los bonos, alargar el término de la operación, disminuir la garantía, etc., pero es indudable que a pesar de que en los tiempos futuros no se puede prever en esta serie de cambios, como los ve el Diputado Trigo, yo podría ser profeta barato y decir que el Gobierno se quedaría con sus bonos. Los bonos deben colocarse dentro de las situaciones del mercado, dentro de las exigencias de los que van a comprarlos; y si actualmente con las cuotas actuales, con los números concretos y positivos del Departamentos no se puede garantizar toda la anualidad con lo que produce el impuesto de aguas, hay que darle una garantía auxiliar o subsidiaria para completar en la operación mental del tenedor de bonos, la seguridad de

que cubrirá su anualidad de amortizaciones e intereses. Ahora bien, si esta inversión va a aumentar los impuestos que se perciban por aguas, precisamente porque va a aumentar el número de tomas y el caudal de aguas puestas a disposición del público, es de preverse que no se usará esa garantía; pero me parece a mí que para conseguir quiénes compren bonos, hay que darles amplias garantías de que se les pagarán sus amortizaciones. (Aplausos.)

El C. Sáenz: Además de la exposición bien clara y precisa del señor Diputado León, deseo recordar lo que ya dije hace un momento: hay una cuestión de orden moral, o sea que el impuesto del servicio de aguas fué dado en garantía para el empréstito de la ciudad de México de 1889. Esa garantía abarca solamente el servicio de aguas de la ciudad de México, en las condiciones en que aquel servicio se encontraba, y afecta no solamente al servicio de aguas de la ciudad de México, sino del Distrito Federal; de manera que lo demás está libre para el Departamento. Es, además, una cuestión de seguridad. No está hecho el arreglo definitivo del empréstito de 1889, por cuestión de seguridad en el empréstito, supuesto que no es una tarea fácil, porque desgraciadamente hay que convenir en que los empréstitos interiores no se han llevado a cabo hasta ahora, a causa de nuestras condiciones económicas interiores; necesitamos forzosamente reforzar la garantía de este empréstito, de tal manera que en ningún momento pueda ser objetable. Si en un momento nos discuten que el servicio de aguas no puede ser afectado a esto, los tenedores de este nuevo empréstito tienen una garantía del impuesto predial que representa diez y seis millones de pesos. No creo que haya ningún riesgo de que el servicio de aguas por sí solo no satisfaga las necesidades de amortización e intereses; pero como inicialmente no bastaría para eso, y además tenemos una situación de compromisos exteriores todavía no liquidada suficientemente, creemos que es indispensable dar esta seguridad adicional que, como decía el Ingeniero León, no se aplicaría sino en el caso de que no fuera suficiente el servicio de aguas, o que hubiese arreglos, por ejemplo, de la deuda exterior, en que el Gobierno Federal impusiese a la ciudad de México o al Departamento del Distrito determinadas obligaciones, por lo que respecta a esa misma deuda. Por esas consideraciones considero que es absolutamente indispensable, dentro de las negociaciones efectuadas, que se dé como garantía subsidiaria del empréstito, el impuesto predial en lo estrictamente indispensable para cubrir el servicio de amortización e intereses.

El C. Trigo Octavio M.: Felicito al compañero León por la suave ironía de hace un momento; pero debo decirle que ésta se vuelve en contra de él. Si el Departamento del Distrito tiene datos estadísticos precisos, como no se nos han dado a conocer, como hay tanto empeño en que esta ley la llevemos en calidad de ferrocarril, no puedo juzgar si en números redondos, dadas las estadísticas del Departamento , haya recaudado hasta hoy dos millones trescientos mil pesos, en vez de dos millones seiscientos mil que nos decía. En consecuencia, si hubo error, se debió al señor Licenciado Sáenz o a la falta de estadísticas. En lamentable que no se nos hubiera traído aquí para que las conociéramos ampliamente antes de discutir en esta forma, porque así nos hubiéramos evitado objeciones de esta naturaleza. Por lo demás, yo en este asunto no veo, como decía el Ingeniero León, como dice con esa suave ironía, el deseo de que rebajemos la tasa del impuesto, de que concedamos cien años para la amortización del empréstito o cosa así por el estilo. Veo una realidad positiva, ya que de realidades hablaba el compañero León. En México no hay ni ha habido hasta ahora, más que un procedimiento económico hacendario: que se necesita tanto, pues a aumentar los impuestos del contribuyente. Hasta ahora no se ha conocido ningún otro medio de mejorar las finanzas en México, y es ahora cuando empezamos a hacer ensayos en torno a esta cuestión. En consecuencia, si se da como garantía subsidiaria el impuesto predial, y hay necesidad de tomar este impuesto, llegaremos a la conclusión de que el Departamento del Distrito se colocará en una situación económica difícil, puesto que mengua sus ingresos, destinado una parte de sus impuestos prediales para cubrir el compromiso de un empréstito. El Licenciado Sáenz estima que no habrá necesidad de tomar esto; él cree, y nos lo dice así, que bastará la garantía, es decir, que bastará lo que produce el importe del impuesto de las aguas para cubrir el compromiso. Yo no insisto sobre esto, porque no tuve más intención que aclarar un punto para conocimiento de todos vosotros, y no fué de capital importancia. Por lo tanto, retiro mi objeción para pasar al artículo siguiente.

El C. Secretario Pérez Gasga: En votación económica se pregunta a la Asamblea si se considera suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Suficientemente discutido. Se reserva para su votación.

"Artículo 8o. Mientras el empréstito no sea amortizado, las cuotas actualmente vigentes para el cobro del servicio de aguas potables, sólo podrán ser modificadas con el consentimiento del representante común de los tenedores de bonos. Satisfecho dicho requisito, la modificación de las citada cuotas, la tasa de recargos, los términos de pago y demás modalidades del servicio y su administración, se hará por decreto que expida el C. Presidente de la República, a propuesta del Jefe del Departamento del Distrito Federal." Está a discusión. (Voces: ¡A votar! ¡A votar!)

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Méndez Aguirre. - El C. Méndez Aguirre: Señores diputados: Esas voces que surgen de la Asamblea pidiendo la votación de este artículo, demuestran el cansancio y la fatiga que nos invade. En este momento son las cuatro de la tarde, hora en que todos debíamos haber ya almorzado. (Voces ¡No le hace!) Sin embargo, ya que en este maratón de resistencia hemos corrido parejas, sigamos, a pesar de que, como dijo, me parece que el Diputado Trigo, sufra el decoro de la Cámara. Esto me está recordando los meetings de la época estudiantil.

Este artículo octavo, respecto al cual me permití interpelar al señor Licenciado Sáenz, debe ser

desechado por la Asamblea. Quiero que ustedes fijen su cansada atención en que mientras que el empréstito no sea amortizado, es decir, durante quince años, las cuotas actualmente vigentes para el cobro del servicio de aguas potables serán inmodificables, pues sólo podrán modificarse con el consentimiento del representantes común de los tenedores de bonos, y naturalmente que este señor representante común nunca dará su autorización para que se modifique esas cuotas; y aquí se ha hablado por el señor Licenciado Sáenz y por casi todos los diputados, de la vigilancia que debemos tener nosotros de los intereses de las clases laborantes proletarias y descuidaríamos esos intereses proletarios y burlaríamos esa vigilancia si aceptáramos que sólo con la voluntad suya, con el arbitrio caprichoso del señor representante de los tenedores de bonos hipotecarios, se rebajasen las cuotas actuales que son sumamente altas. El mismo señor Licenciado Sáenz y el señor Ingeniero León nos dijeron en esta tribuna lo inequitativo de esas cuotas de seis pesos pagados por un humilde obrero de la Colonia Vallejo y de seis pesos pagados también por el potentado que vive en la Colonia Roma y que usa el agua para regar sus jardines, bañar sus caballos y lavar sus automóviles. Si, pues, se reconoce desde luego por el Jefe del Departamento que estas cuotas deben modificarse, porque son arbitrarias, injustas, draconianas, ¿por qué vamos a poner aquí un artículo prohibitivo para que se puedan rebajar esas cuotas modificándose las tarifas en beneficio de las clases proletarias? El mismo Ingeniero León nos hablaba de las tarifas y de los usuarios de Chicago, y permitidme, para abreviar esto, porque ya todos estamos fatigados, ya no se puede hablar; decía el Ingeniero León que las cuotas en Chicago, que el veinticinco por ciento de los usuarios, de los consumidores de agua, que pagaban nueve millones de dólares anuales, estaban bien regidos, reglamentados y vigilados, y, en cambio, el setenta y cinco por ciento descontrolado, venía a pagar una cantidad mucho menor. En esa forma se abusa en todas las ciudades del mundo; aquí mismo en México existen privilegiados que no pagan ni siquiera la cuota mínima de seis pesos, y si a eso adicionamos la subsistencia de este artículo octavo, llegaremos a la conclusión de que empeoraremos la situación de las clases laborantes, de que no estamos trabajando, de que no estamos defendiendo intereses colectivos; estamos entonces aquí defendiendo los intereses capitalistas, los intereses de los futuros tenedores de bonos; estamos dando demasiado aliciente al capital. Está bien, al capital hay que despertarlo, hay que inspirarle confianza, pero no a ese grado, entregando maniatadas a las clases productoras. Para evitar futuros y posibles descensos y rebajas en las tarifas, rebajas que indicaba el Licenciado Sáenz, se tienen algunas medidas en proyecto, pero que no se podrán efectuar porque este artículo será una cortapisa, un escollo con que tropezará todo intento noble para beneficiar a las clases productoras.

Dijo el Licenciado Sáenz, si no me equivoco - lo apunté, tengo sus palabras textuales - que tiene la esperanza de que aumenten al doble los ingresos por concepto de aguas. ¿Lo dijo el señor Licenciado Sáenz?

El C. Sáenz: Sí, señor.

El C. Méndez Aguirre: Si, pues, van a aumentar al doble estos productos por concepto de aguas, bien podría desde luego hacerse la rebaja el año entrante. ¿Y por qué el Jefe del Departamento renuncia a esa facultad para depositarla en manos de un extraño, de un extraño enemigo que va a ser adverso en punto a mira de intereses; de un extraño que es el representante común de los tenedores de bonos; digo yo, por qué renuncia el Departamento a esa facultad? Es necesaria esa renuncia? ¿Vamos a llegar hasta esa renuncia para despertar el aliciente en el capital? Yo creo que no es necesario llegar hasta allá; demasiados alicientes, demasiadas garantías se dan a estos futuros tenedores de bonos. Y es por ello que daré mi voto en contra de este artículo.

El C. Sáenz: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Sáenz Aarón: Voy a aclarar algunos conceptos al Diputado Méndez. No quiero dejar pasar por aceptados algunos de sus conceptos. Creo que la única posibilidad de que el representante común de los tenedores de bonos se opusieran a una reducción de cuotas, sería en el caso de que los ingresos del servicio de aguas, que es la única garantía directa que tienen ellos, no bastaran, a menos que se suplieran en otra forma, para el servicio de amortización e intereses. No veo ninguna razón por la cual el representante común de los tenedores de bonos pudiera oponerse a que, si los ingresos del servicio de aguas son mayores, se hicieran todas las modificaciones, con tal de que ésos no dejaran de producir la cantidad mínima, o la cantidad indispensable para cubrir el servicio.

Por otro lado el Departamento no podrá en este momento hacer una modificación a las tarifas, sin antes asegurarse de que el rendimiento del impuesto va a compensarse, o el rendimiento de los derechos va a compensarse con la adopción de un sistema más equitativo como son los medidores. Además, la modificación de los cuatro centavos, o la cuota de los cuatro centavos por metro cúbico, no creo que sea mayor fácilmente modificable, excepto para determinados consumos grandes; pero sí podrá ser modificado el mínimum de cobro que actualmente se hace, porque, como decía el Diputado León, los seis pesos de mínimum mensuales equivalen a un consumo de ciento cincuenta metros cúbicos y hay muchas casas de trabajadores de la clase media que no tienen arriba de un consumo de veinticinco, treinta o cincuenta metro cúbicos. De manera que no necesitamos modificar la base de los cuatro centavos por metro cúbico que es la que establece la ley actual de acuerdo con los medidores. Y por mucho que sea nuestro interés en garantizar el empréstito que va a traer como consecuencia inmediata el fomento de las fuentes de trabajo y el aumento de la productibilidad del servicio, nunca llegaría la política del Gobierno a entregarse en manos de capitalistas poco escrupulosos que quisieran especular , que quisieran someter a los consumidores de agua del Distrito Federal a un procedimiento excesivo. Yo creo que esos tiempos pasaron ya, compañero Méndez ....

El C. Méndez Aguirre: ¡Ojalá!

El C. Sáenz: Yo creo que el Gobierno no podrá ver con indiferencia ni descuidar esos intereses fundamentales. Todo hace indicar que de aquí en adelante habrá más celo y más interés de los gobiernos por proteger los intereses de las clases trabajadoras y de las colectividades. Por lo que creo que se podría desechar cualquiera duda sobre este asunto, seguros de que lo que se trata es de establecer una distribución más equitativa en los cobros del servicio de aguas y hacer una obra de mejoramiento realmente para las clases populares. (Aplausos.)

El C. Secretario Pérez Gasga: En votación económica se pregunta a la Asamblea si se considera suficientemente discutido. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Suficientemente discutido. Se reserva para su votación.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"Artículo 12. Las cuotas por el servicio de aguas potables que no hubieren sido cubiertas a la institución fiduciaria a que se refiere el artículo anterior, dentro de los plazos que las disposiciones legales aplicables determinen, serán cobrados directamente por la Tesorería del Distrito Federal aplicando los procedimientos de la facultad económico - coactiva en los términos de la Ley de Hacienda vigente.

"Mensualmente la propia Tesorería entregará a la mencionada institución fiduciaria, el importe de las cuotas que hubiere cobrado en uso de las facultades que se señalan en el párrafo anterior.

"La falta de pago puntual de las cuotas del servicio de aguas, autoriza al ciudadano Jefe del Departamento para ordenar el corte o suspensión de dicho servicio, en los plazos que fijen las disposiciones a que el artículo 8o. se refiere, comunicando su determinación al Departamento de Salubridad para que éste declare inhabitable la propiedad cuyo servicio de aguas haya sido suspendido, y a su vez lo comunique al interesado, aplicando, en caso de rebeldía o desobediencia, las sanciones del Código Sanitario."

Está a discusión.

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Cruz.

El C. Cruz Wilfrido C: Señores diputados: Después de hablar de millones, yo quiero que descendamos un poco al fondo medio y bajo de nuestra realidad social , para comprender la situación en que este artículo coloca a la inmensa cantidad de arrendatarios del Distrito Federal. Parece que este asunto no tiene importancia, pero si tomamos en cuenta que son los impuestos de aguas los que van a pagar los veinticinco millones, debemos ver quiénes son los que deben este impuesto, quiénes son los que deben estar afectados por la obligación que se va a contraer.

Generalmente en el Distrito Federal y en todas partes, el arrendatario no es el que paga los impuestos; bastante tiene el empleado y el trabajador; bastante hizo con reunir una pequeña suma para pagar su renta, ¿y sobre renta vamos a recargar la obligación de pagar los impuestos? Entonces lo colocamos en una situación verdaderamente difícil. Esta sanción, pues, que establece el artículo 12 de que en caso de que no se pague puntualmente la cuota por concepto de agua, se comunique al Departamento de Salubridad para que este Departamento declare inhabitable la casa y corte el agua, va directamente contra la inmensa mayoría de arrendatarios del Distrito Federal. Es una pena indirecta, que en último análisis no viene a significar más que se atornille al desheredado para que pague el rico. No es éste el caso, señores, de los contratos de la luz. Aquel que consume la luz, vive en la casa y no necesita ser dueño de ella para pagar la luz; el propietario no firma generalmente los contratos de la luz donde viven sus inquilinos; es el inquilino directamente el que celebra los contratos. ¿Por qué, entonces, vamos a valernos de una sanción indirecta castigando, no al dueño del predio, sino al que lo ocupa? ¿Por qué si podemos aplicar una sanción directa al propietario moroso, si tenemos una ley económico - coactiva, no obligamos y forzamos al propietario a que pague la cuota de aguas, y sí nos valemos de este medio que viene a redundar en perjuicio del más débil? Es cierto que se necesita una sanción, pero ésta debe recaer sobre el dueño.

Hay, además, otra razón de que no sólo es injusto este procedimiento en contra del inquilino, sino aun en contra del propio dueño. Si admitiéramos el artículo tal como está redactado, sancionaríamos el hecho de que por morosidad del inquilino también se perjudicara al dueño. El señor Sáenz, en su exposición muy amable que nos hizo, nos dice, para justificar este artículo, que se declare inhabitable la casa; entonces el inquilino se ve obligado a abandonarla, y el propietario sufre las consecuencias, porque se le vacía su finca. Si hay razón para cobrar este impuesto al inquilino, en tal caso no debe sufrir daños el propietario; o hay razón para exigir el pago de estas cuotas al propietario, y en tal caso no hay por qué perjudicar al inquilino.

Además, hay razones de salubridad pública que intervienen para sostener la justicia de mi tesis. Cuando se corta el agua en una casa, las consecuencias, desde el punto de vista de la salubridad, no sólo recaen sobre esa misma casa, sino que abarcan a la vecindad. Por consiguiente, es otra razón de salud pública que se opone a que se admita este artículo tal como viene en el proyecto. Es preciso que las sanciones, compañeros, sean directas. Uno de los grandes postulados del Derecho Penal admite que las penas no sean trascendentales y que sean directas, lo más personal es que puedan ser. Si los arrendatarios no son los que deben pagar los impuestos, entonces que se exija a los propietarios cuando no cumplan con sus obligaciones con el Gobierno, por el pago del agua; que se les exija a ellos que cumplan con esa obligación.

Por otra parte, si se trata de dar confianza al capital, al elemento capitalista que va a proporcionar los veinticinco millones de pesos, es mayor garantía para ellos que sean los propietarios los que paguen el impuesto de aguas; es mayor garantía para ellos que los propietarios estén en primer lugar, porque el inquilino puede dejar la casa ¿y entonces qué pasa con esos impuestos adeudados?

Por este cúmulo inmenso de razones, compañeros, yo propongo que el artículo, o la parte relativa del artículo 12, sea redactada en estos términos: "La

falta de pago puntual de las cuotas del servicio de aguas, autoriza al ciudadano Jefe del Departamento para aplicar la ley económico - coactiva a los propietarios morosos, cubriendo las cuotas adeudadas, de preferencia sobre los productos de la finca."

El C. Sáenz: Yo creo que la objeción que se ha hecho a este artículo es más aparente que real. La parte relativa del artículo, dice:

"La falta de pago puntual de las cuotas del servicio de aguas, autoriza al ciudadano Jefe de Departamento para ordenar el corte o suspensión de dicho servicio, en los plazos que fijen las disposiciones a que el artículo 8o. se refiere, comunicando su determinación al Departamento de Salubridad para que éste declare inhabitable la propiedad cuyo servicio de aguas haya sido suspendido, y a su vez lo comunique al interesado, aplicando, en caso de rebeldía o desobediencia, las sanciones del Código Sanitario."

Yo puedo ofrecer, señor Diputado Cruz, que la reglamentación que se tenga que hacer de este artículo fijará los plazos prudentes suficientes, para tomar esta medida extrema. No se trata de ir a cortar el agua sin previo aviso. Se hará una notificación al propietario de la casa, y al inquilino también para que salga de ella; en caso de que el propietario no pague, se ejercitará previamente la acción económico - coactiva, pero no es posible eso. Por ejemplo , vamos a poner el caso de que se adeudan por el servicio de aguas, durante seis meses, a seis pesos, treinta y seis pesos; pues no conviene sacar a remate esa finca, por ser demasiado dilatado el procedimiento. Se podrán embargar las rentas, y el embargo de ellas generalmente se hace en el caso de fincas de productos, donde es más o menos fácil al Departamento administrar esas fincas ; pero en casas particulares resulta peor, porque al Departamento le cuesta más de la administración que el rendimiento que pueden dar. Además, no es el papel del Departamento ser administrador de fincas.

Creo que la objeción no tiene mayor importancia, porque la reglamentación deberá fijar plazos prudentes y procedimientos perfectamente justos, para hacer uso de la medida extrema del corte del agua. Como principio, tampoco le conviene al Departamento suspender el servicio de aguas, porque se mermarían sus ingresos, y no puede tampoco hacerse un uso ilimitado de esta facultad, por las condiciones de salubridad a que antes se aludía. Creo que la reglamentación dejará suficiente margen, para que se hagan notificaciones, se señalen plazos y prever cualquier procedimiento violento o arbitrario que pudiera seguirse en este asunto.

El C. Coria: Para una aclaración, pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Coria para una aclaración.

El C. Coria: Ese artículo en la práctica se presta para el abuso por parte de los propietarios de casas; porque hay que considerar dos casos: cuando la casa está habitada y cuando la casa no lo está. Cuando no está, muy bien que se declare por el Departamento de Salubridad que aquella casa es inhabitable; pero cuando lo está, entonces los propietarios se valdrán de esta maniobra para abusar, sin necesidad de recurrir a juzgados, sino simplemente con dejar de pagar la cuota para lanzar de allí a los inquilinos. Creo que podemos evitar esa maniobra señalando los dos casos: primero, cuando la casa esté deshabitada, que tenga aplicación el artículo tal como está; y segundo, que cuando esté habitada, se garanticen los intereses del Fisco con las rentas que el inquilino debe dar al propietario.

El C. Cruz Wilfrido C.: Pido la palabra, señor presidente.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra.

El C. Cruz Wilfrido C.: La respuesta del señor Licenciado Sáenz no me ha dejado francamente satisfecho, porque el hecho de establecer plazos demora nada más la acción del Fisco. Necesitamos algo substantivo, algo definitivo en favor de nuestras clases asalariadas. Por eso insisto en mi proposición y pido a la Presidencia se sirva ordenar se dé lectura a la adición o a la reforma que yo hago al artículo 12, a efecto de ver si la Asamblea la toma en consideración o no.

El C. Secretario Pérez Gasga: La adición propuesta por el ciudadano Diputado Cruz dice:

"La falta de pago puntual de las cuotas del servicio de aguas, autoriza al ciudadano Jefe del Departamento para aplicar la ley económico - coactiva a los propietarios morosos, cobrando las cuotas adeudadas de preferencia sobre los productos de la finca."

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Trigo.

El C. Trigo Octavio M.: Señores diputados: Me veo en el caso de insistir en la proposición del compañero Cruz, y voy a tocar otro aspecto distinto de la cuestión. Creo que en una población de la importancia de México, el ideal sería poder dotar del servicio de aguas a todos los habitantes de la ciudad, aun no cobrándolo, si fuere necesario, en beneficio de la higiene. La higiene de una población, como México, vale más que un centavo más o un centavo menos. De acuerdo con esta tesis, es incuestionable que el procedimiento establecido en el proyecto resulta perfectamente inadmisible. Esta facultad de cortar el servicio, por mucho que se reglamente y se aplace, no reporta otra cosa que un positivo perjuicio a la higiene de la ciudad de México. Es desde este punto de vista que yo quiero que ustedes mediten sobre el asunto y voten la proposición del compañero Cruz, por ser justa, y más que por ser justa, por ser indispensable para México. (Aplausos.)

El C. Secretario Pérez Gasga: En votación económica se pregunta a la Asamblea si se toma en consideración la adición del ciudadano Cruz.

El C. León L.: Para moción de orden pido la palabra, señor presidente.

El C. Presidente: Tiene usted la palabra para una moción de orden.

El C. León Luis L.: Se han hecho dos proposiciones, señor presidente: la del compañero Cruz y la del Diputado Coria. Yo pido que por el orden en que fueron hechas, se pregunte si se toman en consideración; si se desecha la de Cruz, entonces

será llegado el momento de tomar en consideración la del compañero Coria.

El C. Secretario Pérez Gasga: Por eso se acaba de preguntar respecto a la que propuso el Licenciado Cruz, que fue la primera, como lo previene el Reglamento. Esa es la que se acaba de preguntar si se toma en consideración. Dice:

"La falta de pago puntual de las cuotas del servicio de aguas, autoriza al ciudadano Jefe del Departamento para aplicar la ley económico - coactiva a los propietarios morosos, cobrando las cuotas adeudadas de preferencia, sobre los productos de la finca."

Esa es la del compañero Cruz. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. (Voces: ¡No hay mayoría! ¡No hay quórum!

El C. Méndez Aguirre: Reclamo el quórum, señor presidente. (Voces: ¡Sí hay quórum!) Que se invite a salir del salón a los que no sean diputados, y que se cuente a los señores diputados, Que pase lista.

El C. Rivas Palacio: Es visible el quórum.

El C. Méndez Aguirre: Es invisible. Vamos a pasar lista. (Voces: ¡No!) Que se pase lista. (Desorden, campanilla.) Con apoyo en el Reglamento de la Cámara de pido que se pase lista, señor presidente. (Voces: hoy quórum!)

El C. Riva Palacio: En la votación se verá, señor presidente.

El C. Lozano Ismael: Es visible que hay quórum.

El C. Méndez Aguirre: No hay quórum. Pido que se pase lista. (Voces: ¡No, no!)

El C. Riva Palacio: Se pierde mucho el tiempo.

El C. Trigo: Pido la palabra para una moción de orden, señor presidente. (Voces: ¡Estamos en votación!) No está a votación. Si no está votado.

- El C. Riva Palacio No hay desorden.

El C. Trigo: Sí hay desorden, porque no se dio el trámite que marca el Reglamento. (Continúa el desorden. Campanilla.)

El C. Riva Palacio: Siendo visible el quórum, que siga la sesión.

El C. Trigo: No, señor, debe pasarse lista; reclamado el quórum. Pido que se lea el Reglamento en la parte que se refiere a la reclamación del quórum. (Sigue el desorden.)

- El Secretario Pérez Gasga: Se toma en consideración. Se reserva para su votación.

"Artículo 16. En los términos que indicará el Reglamento, se formará una Junta de Aguas y Saneamiento con tres miembros, compuesta por el Director de Aguas y Saneamiento que fungirá como presidente de la misma, y por dos personas más designadas, una por el representante común de los tenedores de los bonos y otra por la institución fiduciaria."

El C. Trigo: ¡Vámonos!

El C. Secretario Pérez Gasga: Está a discusión.

El C. Méndez Aguirre: Pido la palabra.

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Méndez Aguirre.

El C. Méndez Aguirre: Señores diputados: Yo pedí que se separara este artículo 16, porque en la Junta de Aguas no aparecen representantes de los intereses del público, sino únicamente dos representantes: uno de los tenedores de bonos, es decir, de los capitalistas, y otro de la institución fiduciaria, es decir, del Banco Hipotecario. Esta Junta de Aguas que va a ser presidida por el Director de Aguas nombrado por el Jefe del Departamento, no garantiza los intereses del público, y por eso separé este precepto. Y estoy listo para hablar en contra de él para exponer mis argumentos tan pronto como haya quórum en esta Asamblea, en virtud de que lo he reclamado; y la Presidencia, por complacencia o debilidad, no ha obsequiado mi solicitud. ¡No hay siquiera sesenta representantes en esta Asamblea! (Voces: ¡Sí los hay! ¡Hay más!) ¡Renuncio al uso de la palabra para recoger el decoro de la Cámara, y para no hacerme responsable de la aprobación y de la expedición de esta Ley!

El C. León Luis L.: Vengo a recoger las palabras del compañero Méndez. Tal parece que se trata, con la discusión de este proyecto de ley, de darnos un baño de pureza y de aparentar que están combatiendo un proyecto inmoral o indebido. Sólo en esa forma puede justificarse una actitud así. Aquí han tenido los opositores, los sistemáticos y los de buena fe, todas las garantías que el Reglamento otorga y que el compañerismo de sus compañeros entrega. Se ha discutido ampliamente hasta donde se ha querido; pero ahora, porque estamos agotando la discusión, entonces se exige que se pase lista; y esto ya no es la discrepancia en tal o cual fracción de un artículo a discusión; esto, para nosotros que conocemos el parlamento, se llama maniobra para impedir que pase la Ley, (Aplausos) y a ese camino sí no estamos dispuestos. El Ejecutivo quiere que esta Ley, y nosotros juntos con él, se conozca ampliamente, no solamente por los representantes populares, sino por el público. Se ha discutido grandemente la ley en forma que todos los representantes populares sabemos lo que vamos a votar. No hemos, pues, herido en nada la dignidad de esta Cámara, y precisamente porque la dignidad de la Cámara en cierta forma estriba en trabajar y en hacer proyectos de ley, que den base a que el Ejecutivo pueda desarrollar su obra de reconstrucción nacional, por eso es que , a deshoras, prolongando esta sesión, hemos permanecido todos firmes cumpliendo con nuestro deber. Los que han abandonado su curul son los que han faltado a él. (Aplausos.)

El C. Secretario Pérez Gasga: El artículo 2o. transitorio, dice:

"Artículo 2o. Se faculta al ciudadano Presidente de la República para que, a propuesta del Departamento del Distrito Federal, introduzca en el Presupuesto de Egresos del mismo Departamento, vigente para el ejercicio fiscal en curso, las reformas que sean necesarias para la creación de la Dirección y Junta de Aguas y Saneamiento a que se refiere esta Ley, así como para determinar los gastos que demande el sostenimiento de los mismos servicios."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación.

Se procederá a recoger la votación nominal. Por la afirmativa.

El C. Secretario Peralta: Por la negativa.

(Votación.)

El C. Secretario Pérez Gasca: ¿Falta algún ciudadano diputado por votar por la afirmativa?

El C. Secretario Peralta: ¿Falta algún ciudadano diputado por votar por la negativa? Se procede a recoger la votación de la Mesa.

(Votación.)

El C. Secretario Pérez Gasca: Por unanimidad de noventa y cuatro votos fueron aprobados los artículos reservados para su votación. Pasa al Senado para los efectos constitucionales. (Aplausos.)

La Presidencia nombra en comisión para llevar al Senado el proyecto de ley aprobado, a los ciudadanos Diputados Luis L. León, Federico Montes, José María Dávila y Secretario Martínez.

El C. Presiente (a las 16.48): Se levanta la sesión y se cita para mañana a las diez horas.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y "DIARIO DE LOS DEBATES"

El Director, Jefe de la Oficina, JOAQUIN Z. VALADEZ.