Legislatura XXXVII - Año I - Período Extraordinario - Fecha 19380601 - Número de Diario 12
(L37A1P1eN012F19380601.xml)Núm. Diario:12ENCABEZADO
MÉXICO, D.F., MIÉRCOLES 1º DE JUNIO DE 1938
DIARIO DE LOS DEBATES
DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921
AÑO I.- PERIODO EXTRAORDINARIO XXXVII LEGISLATURA TOMO II.- NÚMERO 12
SESIÓN
DE LA
CÁMARA DE DIPUTADOS
EFECTUADA EL DÍA 1o. D E J U N I O D E 1 9 3 8
SUMARIO
1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.
2.- Elección de la Mesa Directiva que actuará durante el presente mes. Votación; escrutinio; resultado; declaratoria.
3.- Cartera.
4.- La Cámara de Senadores remite el proyecto por el que se reforma la fracción XVIII del artículo 123 de la Constitución General de la República. Trámite: Recibo, a las Comisiones unidas 1a. y 3a. de Trabajo y 2a. de Puntos Constitucionales, e imprímase.
5.- Dictamen de la 2a. Comisión de Puntos Constitucionales que consulta Proyecto de Declaratoria sobre la reforma al artículo 49 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Se dispensan los trámites. A discusión. se aprueba y pasa al Senado para los efectos de ley.
6.- Dictamen de la Comisión de Impuestos que consulta Proyecto de Decreto que reforma el artículo 13 de la ley del Impuesto a la Minería. Se dispensan los trámites. Sin discusión se reserva para su votación.
7.- Dictamen de la Comisión de Impuestos que consulta Proyecto de Decreto por el que se reforma el artículo 10 de la Ley del Impuesto sobre producción del petróleo. Se dispensan los trámites. Sin discusión se reserva para su votación.
8.- Dictamen de la 2a. Comisión de Gobernación que consulta Proyecto de Decreto que reforma el artículo 13 de la Ley de Hacienda del Territorio norte de la Baja California. Se dispensan los trámites. Sin discusión se reserva para su votación. se procede a la votación de los proyectos reservados y por unanimidad de votos se aprueban. Pasan al senado para sus efectos. Se levanta la sesión.
9.- Suplemento.
DEBATE
Presidencia del
C. JESÚS MONDRAGÓN RAMÍREZ
(Asistencia de 89 ciudadanos diputados).
El C. Presidente (a las 20): Se abre la sesión.
- El C. Secretario Ramírez López Adán (Leyendo):
"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del XXXVII Congreso de la Unión, el día diez y siete de mayo de mil novecientos treinta y ocho.- Período Extraordinario.
"Presidencia del C. Jesús Mondragón Ramírez.
"En la ciudad de México, a las veinte horas del martes diez y siete de mayo de mil novecientos treinta y ocho, se abre la sesión con asistencia de ochenta y nueve ciudadanos diputados.
"En votación económica y sin discusión se aprueba el acta de la sesión anterior efectuada el día doce del mes en curso.
"Se lee un oficio de la Secretaría de Gobernación al que acompaña una iniciativa subscrita por el C. Presidente de la República, por la que se establece un impuesto sobre el consumo de algodón producido con posterioridad al 30 de junio de 1938 o que sea entregado a los fabricantes de hilos y tejidos después de esa fecha.
"La Cámara considera que este asunto es de urgente y obvia resolución, por lo que se pone desde luego a discusión, y sin que nadie lo impugne en lo general ni en lo particular, es aprobado por ochenta y cinco votos de la afirmativa contra cuatro de la negativa correspondientes a los CC. Diputados Salamanca, Amilpa, Lombardo Toledano y Delgado.
"Acto continuo se da cuenta con los siguientes documentos:
"La Secretaría de Gobernación remite la iniciativa del Ejecutivo por la que se reforma el artículo 13 de la Ley de Hacienda del Territorio Norte de la Baja California.- Recibo, a la Comisión de Gobernación en turno, e imprímase.
"El C. Presidente de la República remite, por conducto de la Secretaría de Gobernación, la Iniciativa de Reformas al Artículo 10 de la Ley del Impuesto sobre Producción del Petróleo.- Recibo, a la Comisión de Impuestos, e imprímase.
"El Ejecutivo de la Unión envía, por conducto de la Secretaría de Gobernación, una iniciativa para que sea reformado el artículo 13 de la Ley del
impuesto a la Minería.- Recibo, a la Comisión de Impuesto, e imprímase.
"La secretaría de Gobernación remite una iniciativa del Ejecutivo sobre reformas al artículo 15 de la Ley del Impuesto sobre Producción e Introducción de Energía Eléctrica.- Recibo, a la Comisión de Impuesto, e imprímase.
"La secretaría de Gobernación remite la iniciativa de ley que el C. Primer Magistrado de la Nación somete a la consideración del Congreso para modificar las Tarifas de Importación y Exportación.- Recibo, a la Comisión de Aranceles y Comercio Exterior, e imprímase.
"La Secretaría de Gobernación envía, subscriptas por el C. Presidente de la República, iniciativa para reformar la Ley de Ingresos del Erario Federal y para establecer la Ley del Impuesto sobre Aguas Gaseosas y Minerales.- Recibo, a la Comisión de Impuestos, e imprímase.
"La Cámara de senadores envía el proyecto de decreto por el que se crea una Institución Pública con personalidad jurídica, dependiente del Ejecutivo de la Unión, que se dominará "Distribuidora de Petróleos Mexicanos".- Recibo, a la Comisión de Petróleo, e imprímase.
"La misma Cámara Colegisladora remite el Proyecto de Ley por el que se crea el Comité Regulador del Mercado de las Subsistencias.- Recibo, a la Comisión de Comercio Exterior e Interior, e imprímase.
"La Cámara de Senadores envía el proyecto de Decreto por el que se crea una institución pública que se denominará "Petróleos Mexicanos".- Recibo, a la Comisión de Petróleo, e imprímase.
"La Cámara de Senadores remite el Proyecto de Decreto por el que declara de utilidad pública la campaña contra el paludismo, creando la Comisión de Saneamiento Antimalárico.- Recibo, a la Comisión de Salubridad, e imprímase.
"Las Legislaturas de los Estados de Aguascalientes, Campeche, Coahuila, Colima, Chihuahua, Guanajuato, Nayarit, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala y Zacatecas, informan que aprueban la reforma al artículo 49 de la Constitución General de la República, sancionada ya por el Congreso de la Unión.- Pasa a la Segunda Comisión de Puntos Constitucionales para que formule el proyecto de declaratoria correspondiente.
"Proposición que subscribe los CC. Diputados Antolín Jiménez y Manuel L. Farías, miembros de la Comisión de Impuestos, para que se dirija atento oficio a la Secretaría de Gobernación suplicándole envíe a la brevedad posible las iniciativas sobre materia de impuesto, a fin de que la propia Comisión pueda estudiarlas con amplitud y dictaminarlas con pleno conocimiento de causa.
"Previa dispensa de trámites y sin discusión se apruebe esta proposición.
"A las veinte horas y treinta y cinco minutos se levanta la sesión". Esta a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se consulta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.
- El mismo C. Secretario: Se procede a la elección de la Mesa Directiva que actuará durante el presente mes.
(Votación.).
- El mismo C. Secretario: por unanimidad de votos resultó electa la siguiente planilla:
Para Presidente, el ciudadano David Pérez Rulfo.
Para vicepresidentes, los ciudadanos J. Maximino Molina y Demetrio Gutiérrez.
(Aplausos).
En consecuencia la Presidencia, por conducto de las Secretaría, declara que son presidente y vicepresidentes de esta Cámara para el presente mes, los ciudadanos David Pérez Rulfo, J. Maximino Molina Demetrio Gutiérrez. (Aplausos).
- El mismo C. Secretario (Leyendo):
"La Cámara de Senadores participa que eligió para funcionar durante este mes, como presidente al C. Gustavo Marín R. y como vicepresidentes a los CC. Gualberto Carrillo Puerto y David Ayala".- De enterado.
- El mismo C. Secretario (leyendo):
"Cámara de Senadores.- México, D. F., Estados Unidos Mexicanos.
"CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- Presentes.- Para los efectos constitucionales y en catorce fojas útiles, nos permitimos enviar a ustedes expediente y minuta Proyecto de Decreto, por el que se reforma la fracción XVIII del Artículo 123 de la Constitución General de la República, aprobado por esta Cámara.- Reiteramos a ustedes las seguridades de nuestra consideración atenta y distinguida.- México, D. F., 31 de mayo de 1938.- Román Campos Viveros, S. S.- Camilo Gastélum, jr., S. S.
"Proyecto de Ley de Reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
"Artículo único. Se reforma la Fracción XVIII del artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en los siguientes términos:
"Fracción XVIII. Las huelgas serán lícitas cuando tengan por objeto conseguir el equilibrio entre los diversos factores de la producción, armonizando los derechos del trabajo con los del capital. En los servicios públicos será obligatorio para los trabajadores dar aviso, con diez días de anticipación, a la Junta de Conciliación y Arbitraje, de la fecha señalada para la suspensión del trabajo. Las huelgas serán consideradas como ilícitas únicamente cuando la mayoría de los huelguistas ejerciere actos violentos contra las personas o las propiedades, o en caso de guerra, cuando aquéllos pertenezcan a los establecimientos y servicios que dependan del Gobierno".
"Salón de Sesiones de la H. Cámara de Senadores.- México, D. F., mayo 16 de 1938.- Lic. Carlos Soto Guevara, S. V. P.- Román Campos Viveros, S. S.- Camilo Gastélum, jr., S. S."- Recibo,
y a las Comisiones unidas Primera y Tercera de Trabajo y Segunda de Puntos Constitucionales, e imprímase.
- El mismo C. Secretario (leyendo):
"2a. Comisión de Puntos Constitucionales.
"Honorable Asamblea:
"A la suscrita 2a. Comisión de Puntos Constitucionales fue turnado, para su estudio, el expediente formado con motivo de la iniciativa que con fecha 10 de diciembre último envió el Ejecutivo de la Unión para ampliar el artículo 49 constitucional con el fin de que en ningún caso fuera de lo dispuesto por el artículo 29 de la misma Constitución se concedan facultades extraordinarias para legislar al Ejecutivo Federal.
"La iniciativa fue aprobada por la H. Cámara de Senadores, con fecha 14 de diciembre próximo pasado. El 27 del mismo mes obtuvo la aprobación de la H. Cámara de Diputados y pasó a las Legislaturas de los Estados en cumplimiento de lo que sobre el particular dispone el artículo 135 constitucional.
"Han manifestado su aprobación a la adición propuesta las Legislaturas de los Estados de Aguascalientes, Campeche, Coahuila, Colima, Chihuahua, Guanajuato, Nayarit, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala y Zacatecas.
"Negó su aprobación la Legislatura del Estado de Chiapas. "Siendo la Mayoría de las Legislaturas locales la que aprueba la adición propuesta, procede formular la declaratoria correspondiente y al efecto, nos permitimos someter a vuestra consideración el siguiente proyecto de declaratoria:
"El Congreso de los Estados unidos Mexicanos en uso de la facultad que le confiere el artículo 135 de la Constitución Federal y previa la aprobación de la mayoría de las HH. Legislaturas de los Estados, declara reformando el artículo 49 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en los siguientes términos:
"Artículo 49. El Supremo Poder de la Federación se divide, para su ejercicio, en Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
"No podrán reunirse dos o más de estos Poderes en una sola persona o corporación, ni depositarse el Legislativo en un individuo, salvo el caso de facultades extraordinarias al Ejecutivo de la Unión conforme a lo dispuesto en el artículo 29. En ningún otro caso se otorgarán al Ejecutivo facultades extraordinarias para legislar."
"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión .- México, D. F., a 19 de mayo de 1938.- Lic. Alfonso Francisco Ramírez.- Lic. José Muñóz Cota.- Lic. Alfonso García González.- Fernando Ampila".
Se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se procede a recoger la votación nominal. Por la afirmativa.
El C. Secretario delgado: Por la negativa. (Votación).
El C. Secretario Ramírez López Adán: ¿Falta algún ciudadano diputado de votar por la afirmativa?
El C. Secretario Delgado: ¿Falta algún ciudadano diputado de votar por la negativa? Se procede a recoger la votación de la Mesa.
(Votación).
El C. Secretario Ramírez López Adán: Por unanimidad de votos fue aprobado el Proyecto de Declaratoria. Pasa al senado para los efectos de ley.
- El mismo C. Secretario (leyendo):
"Comisión de Impuestos.
"H. Asamblea:
"Vuestra soberanía acordó turnar a la suscrita Comisión de Impuestos, para su estudio y dictamen, la iniciativa suscrita por el C. Presidente de la República y que envió a esta H. Cámara de Diputados para sus efectos constitucionales, mediante la cual se propone la reforma del artículo 13 de la Ley del Impuesto a la Minería.
"El artículo de que se trata dispone que para determinar el valor de los metales y compuestos metálicos la Secretaría de Hacienda fijará mensualmente sus valores, tomando en cuenta el promedio del tipo de cambio a la vista entre el dólar y nuestra moneda nacional, según el tipo de venta del Banco de México.
"En estas condiciones y cuando el banco de México por cualquier circunstancia se retire del mercado internacional de divisas extranjeras, la Secretaría de Hacienda se vería imposibilitada de fijar el valor de los productos sujetos al gravamen, ya que el citado artículo 13 conduce necesariamente al tipo venta del expresado Banco.
"Por lo tanto, considera el Ejecutivo de la Unión indispensable la reforma aludida a fin de facultar a la Secretaría de Hacienda para que en los casos excepcionales de que se hace mérito pueda fijar el promedio del tipo de cambio tomándolo de alguna de las publicaciones especializadas de mayor importancia, o de fuentes serias de información.
"Considerando la Comisión que las razones expuestas por el Ejecutivo Federal son muy de tomarse en consideración, hace suya la iniciativa de referencia y en tal virtud se permite someter al ilustrado criterio de la H. Asamblea, para su aprobación en su caso, el siguiente proyecto de decreto:
"Articulo único. Se reforma el artículo 13 de la Ley del Impuesto a la Minería, para que quede como sigue:
"Artículo 13. La Secretaría de Hacienda fijará mensualmente los valores para los metales y compuestos metálicos gravados por el artículo 8o., combinando los promedios de los precios corrientes en el mercado de Nueva York y del cambio a la vista entre el dólar y nuestra moneda nacional el mes próximo anterior, según el tipo de venta del Banco de México.
"Cuando el metal o el producto no tenga cotización normal en Nueva York, o cuando el Banco
de México no opere en el mercado internacional de divisas extranjeras, la Secretaría de Hacienda determinará el valor comercial en el primer caso o el tipo de cambio en el segundo".
"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., a 1o. de junio de 1938.- Antolín Jiménez.- Manuel L. Farías".
Se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación nominal.
- El mismo C. Secretario (leyendo):
"Comisión de Impuestos.
"H. Asamblea:
"A la suscrita Comisión de Impuestos fue turnado, para su estudio y dictamen, por acuerdo de Vuestra Soberanía, el expediente relativo al proyecto de decreto enviado por el Ejecutivo de la Unión en virtud del cual se reforma el artículo 10 de la Ley del Impuesto sobre Producción del Petróleo.
"Estudiado con la atención debida el proyecto de referencia, los suscritos llegamos a la conclusión de que la reforma de que se habla tiende solamente a dar a la Secretaría de Hacienda facultades para fijar el tipo de cambio en el caso excepcional de que el Banco de México no opere en el mercado de divisas extranjeras, facilitando de esta manera la determinación del petróleo combustible en el mercado.
"Por lo anteriormente expuesto, la Comisión estima que el proyecto de que se trata debe ser aprobado por el H. Congreso de la Unión con dispensa de trámites y así se permite solicitarlo a la H. Asamblea a fin de que, aprobado por esta Cámara de Diputados, pase a la Colegisladora y ésta, a su vez, lo envíe al Ejecutivo para su inmediata promulgación, en virtud de lo cual somete a vuestra consideración el siguiente Proyecto de Decreto:
"Artículo único. Se reforma el artículo 10 de la Ley del Impuesto sobre Producción del Petróleo, para que quede como sigue:
"Artículo 10. El valor de los productos a que se refieren los artículos 5o., 6o. y 8o., será fijado por la Secretaría de Hacienda dentro de los diez primeros días del mes en que deba pagarse el impuesto.
"Cuando el banco de México no opere en el mercado internacional de divisas extranjeras, la Secretaría de Hacienda determinará el promedio del tipo de cambio del dólar correspondiente al mes anterior".
"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión .- México, D. F., a 1o. de junio de 1938.- Antolín Jiménez,- Manuel L. Farías".
Se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación nominal.
- El mismo C. Secretario (leyendo):
"2a. Comisión de Gobernación.
"Honorable Asamblea:
"A la suscrita 2a. Comisión de Gobernación fue turnada, para su estudio y dictamen, la iniciativa enviada por el C. Primer Magisteriado de la Nación para que sea reformada el artículo 13 de la Ley de Hacienda del Territorio Norte de la Baja California.
"Habiendo estudiado con detenimiento el proyecto mencionado, esta Comisión encuentra laudable la exposición de motivos que en su iniciativa incluye el C. Presidente de la República y considera que es de aprobarse la reforma propuesta para que avalúos a que el artículo se refiere puedan practicarse en forma más equitativa.
"En consecuencia, se permite someter a vuestra consideración el siguiente Proyecto de Decreto:
"Artículo único. Se reforma el artículo 13 de la Ley de Hacienda del Territorio Norte de la Baja California, para quedar concebido en los siguientes términos:
"Artículo 13. El avalúo de los predios se hará por Juntas que se establecerán en la cabecera de cada delegación y estarán integradas por un representante de la Tesorería General del Territorio, un representante del Departamento de Obras Públicas y Catastro, un representante del Consejo Consultivo, un representante de los causantes y uno designado de común acuerdo por los anteriores. Serán designados los dos primeros por el Ejecutivo del Territorio, y el tercero libremente por el Consejo Consultivo, y el cuatro por el propio Consejo, de una terna que al efecto presenten los causantes. Los representantes desempeñarán su encargo durante el ejercicio fiscal en el que se les designe.
"El representante del Departamento de Obras Públicas y Catastro presentará a la consideración de las Juntas en su primera reunión, una tabla de valores unitarios, la que una vez discutida y aprobada servirá de base para fijar los avalúos.
"Si el interesado no estuviere conforme con el avalúo formulado por la respectiva Junta, presentará su inconformidad, la que se sujetará a las siguientes reglas:
"1a. La inconformidad deberá manifestarse por escrito en el término de ocho días contados desde la notificación del avalúo, nombrando desde luego su perito que practique nueva valorización; si no se hiciere inmediatamente el nombramiento o el perito nombrado no rindiere su dictamen en los términos fijados en este artículo, se tendrá por conforme al causante con el valor señalado por las Juntas, el que no podrá ser alterado en los cinco años siguientes, a no ser que ocurra alguna causa que notoriamente altere el valor del predio.
"2a. Si la diferencia que resulta entre el avalúo fijado por la Junta y el nombrado por el interesado no excede de diez por ciento, servirá como base para el cobro del impuesto la semisuma de los dos avalúos.
"3a. En los casos en que la diferencia sea mayor del diez por ciento, el causante podrá hacer uso
del derecho de reclamar por la vía judicial contra la resolución de la Junta, pero el impuesto se seguirá haciendo efectivo sobre el monto del avalúo oficial sin perjuicio de que se restituya al causante lo que le corresponda si obtiene sentencia judicial favorable. Para iniciar el procedimiento debe acompañar el comprobante de depósito de la suma que importe la contribución correspondiente a un semestre, de acuerdo con el avalúo oficial".
"Sala de Comisiones de la H. Cámara de diputados del Congreso de la Unión .- México, D. F., a 19 de mayo de 1938.- Rodolfo Delgado.- A. Zárate Albarrán".
Se pregunta a la Asamblea si se dispensa los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Se dispensan los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación nominal. Se procede a recoger la votación nominal de los proyectos reservados. Por la afirmativa.
El C. Secretario Delgado: Por la negativa.
(Votación).
El C. Secretario Ramírez López Adán: ¿Falta algún ciudadano diputado de votar por la afirmativa?
El C. Secretario Delgado: ¿Falta algún ciudadano diputado de votar por la negativa? Se procede a recoger la votación de la Mesa.
(Votación).
El C. Secretario Ramírez López Adán: por unanimidad de votos fueron aprobados los proyectos de Decreto. Pasan al senado para los efectos de ley.
El C. Presidente (a las 20.25): No habiendo otro asunto de qué tratar, se levanta la sesión y se cita para el viernes próximo a las 17 horas.
TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y
"DIARIO DE LOS DEBATES"
El Director, Jefe de la Oficina,
JOAQUIN Z. VALADEZ.
S U P L E M E N T O
AL NUMERO 12 DEL DIARIO DE LOS DEBATES
(PERIODO EXTRAORDINARIO)
SESIÓN del Bloque Nacional Revolucionario de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, efectuada el día 19 de mayo de 1938.
PRESIDENCIA DEL C. DANIEL Z. DUARTE
(Asistencia de 92 ciudadanos diputados).
El C. Presidente (a las 18 horas): Se abre la sesión.
El C. Secretario Angulo Araico: Leyó la Orden del Día y la siguiente acta correspondiente a la sesión anterior.
"Acta de la sesión pública efectuada por el Bloque Revolucionario de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día 17 de mayo de 1938.
"Presidencia del C. León García.
"En la ciudad de México, D. F., a las 18 horas del día 17 de mayo de 1938, con asistencia de 89 ciudadanos diputados miembros del Bloque, se abrió la sesión.
"Se leyeron y aprobaron, sin debate, la orden del Día y el acta de la sesión anterior.
Se dio cuenta con una iniciativa del C. Presidente de la República, por la que se establece un Impuesto sobre el Consumo de Algodón producido con posterioridad al 30 de junio de 1938 o que sea entregado a los fabricantes de hilados y tejidos después de esa fecha. El C. César Martino propuso que a esta iniciativa, lo mismo que a todos los proyectos de ley sobre materia hacendaria se les dispensaran todos los trámites, para que entraran en vigor desde luego. A debate esta proposición, usaron de la palabra los CC. Antolín Jiménez, Margarito Ramírez, Juan Salamanca V., Fernando Amilpa y Ranulfo Calderón Sánchez, aprobándose sólo declarar de urgente y obvia resolución la Iniciativa del Impuesto sobre el Consumo de Algodón, que sin discusión pasó a la Cámara para los efectos legales.
"También se dio cuenta con las siguientes iniciativas del Ejecutivo de la Unión:
"Para reformar el artículo 13 de la Ley del Impuesto a la Minería.- Recibo, a la Comisión de Impuestos, e imprímase.
"Para que sea reformado el artículo 13 de la Ley de Hacienda del Territorio Norte de la Baja California.- Recibo, a la Comisión de Gobernación en turno, e imprímase.
"Para modificar el artículo 10 de la Ley del impuesto sobre Producción del Petróleo.- Recibo, a la Comisión de Impuestos, e imprímase.
"Para reformar la Ley de Ingresos del Erario Federal, y para establecer la Ley del impuesto sobre Aguas Gaseosas y Minerales.- Recibo, a la Comisión de Impuesto, e imprímase.
"Sobre reformas al artículo 15 de la Ley del Impuesto a la Producción e Introducción de Energía Eléctrica.- Recibo, a la Comisión de Impuestos, e imprímase.
"Para modificar las tarifas de Importación y Exportación.- Recibo, a la Comisión de Aranceles y Comercio Exterior, e imprímase.
"Para crear una institución pública con personalidad jurídica, dependiente del Ejecutivo de la Unión, que se denominará "Distribuidora de Petróleos Mexicanos".- Recibo, a la Comisión de Petróleo, e imprímase.
"Para crear el Comité Regulador del Mercado de las Subsistencias.- Recibo, a la Comisión de Comercio Exterior e Interior, e imprímase.
"Para declarar de utilidad pública la campaña contra el paludismo, creando la Comisión de Saneamiento Antimalárico.- Recibo, a la Comisión de Salubridad, e imprímase.
"Para crear una institución pública que se denominará "Petróleos Mexicanos" .- Recibo, a la Comisión de Petróleo, e imprímase.
"A continuación, se leyeron estos otros asuntos en Cartera:
"Las Legislaturas de los Estados de Aguascalientes, Campeche, Coahuila, Colima, Chihuahua, Guanajuato, Nayarit, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala y Zacatecas participan que aprueban la reforma del artículo 49 constitucional, sancionada ya por el Congreso de la Unión.- A la 2a. Comisión de Puntos Constitucionales, para que formule el Proyecto de Declaratoria correspondiente.
"Proposición de los CC. Diputados Antolín Jiménez y Manuel L. Farías, miembros de la Comisión de Impuestos, para que se dirija atento oficio a la Secretaría de Gobernación suplicándole envíe a la brevedad posible las iniciativas sobre materia de impuestos, a fin de que la propia Comisión pueda estudiarlas con amplitud y dictaminarlas con pleno conocimiento de causa.- Aprobado, con dispensa de trámites.
"El C. Director Gerente de "El Nacional" manifiesta que, con motivo del noveno aniversario de su fundación, ha comisionado a los CC. José Gutiérrez Soberón y Lorenzo Yáñez, con objeto de acercarse a los señores diputados en demanda de ayuda para la edición conmemorativa que tiene proyectada el Diario de la Revolución.- De enterado.
"El Sindicato de Trabajadores de la Industria
Eléctrica en Zacatecas, Zac., protesta ante el Bloque por el asesinato cometido en la persona de su compañero Heriberto Dena, en la población de Nieves, del propio Estado; y el maestro rural en Río Grande, Zac., envía copia de la comunicación que a propósito del mismo caso dirigió al C. Gobernador de esa Entidad.- Recibo.
"Telegrama del C. General Pedro V. Rodríguez Triana, Gobernador del estado de Coahuila, informando que el día dieciséis del presente mes se reanudaron las labores en el Ateneo Fuente.- De enterado.
"Agotada la Cartera, se leyó el Proyecto de Declaración de Principios, Estatutos y Programas de Acción Social y Política de este Bloque Revolucionario de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. A discusión en lo general, sin ella se aprobó, previa una aclaración del C. Francisco Arellano Belloc; y al pedir el C. Ramón F. Iturbe que se iniciara desde luego la discusión en lo particular, el C. Margarito Ramírez presentó una moción suspensiva que se tomó en consideración y se aprobó, a efecto de aplazar este debate en lo particular hasta la próxima sesión.
"En seguida, el C. Miguel Flores Villar usó de la palabra para hacer algunas rectificaciones relacionadas con las declaraciones que publica la prensa del día de hoy, en las que la Federación Nacional de Trabajadores del Estado alude al propio C. Flores Villar, así como a los CC. Emilio N. Acosta y Alfonso Pérez Redondo. Al margen de este asunto también hicieron aclaraciones los CC. Emilio N. Acosta, Víctor Alfonso Maldonado, Fernando Amilpa, Enrique Estrada y Antonio S. Sánchez, quien propuso concretamente: discusión completamente libre del Proyecto de Estatuto de los Trabajadores al Servicio de los Poderes de la Unión; ratificación de la confianza depositada por la Asamblea en los CC. Diputados León García y Margarito Ramírez; que se le diga al C. Licenciado Luis I. Rodríguez, como Presidente del Partido del la Revolución Mexicana, que se le reconoce el derecho que tiene, de acuerdo con los Estatutos del Bloque y del propio Partido, para venir a expresar su opinión, y que será oído; y que se invite al C. Presidente de la República para enviar un representante suyo de la Comisión de Estudios Especiales de la Presidencia de la República. Todos estos puntos propuestos fueron desechados, después de que usó de la palabra el C. Enrique Estrada y de que hizo una aclaración el C. Antonio S. Sánchez.
"También se rechazó una moción presentada por el C. Carlos Aguirre, en nombre del C. General Federico Montes, para permitir a éste asistir a las sesiones de Bloque y cambiar impresiones con los señores diputados sobre los asuntos que se traten.
"Finalmente, la Presidencia, después de informar que desde la iniciación del debate del Proyecto de Estatuto de los Trabajadores al Servicio de los Poderes de la Unión había concurrido permanentemente un agente confidencial de la Secretaría de Gobernación, declaró, en forma categórica, que las discusiones del Bloque son abiertas para todo el mundo, con excepción de las gentes irrespetuosas, y que los Secretarios de Estado no tenían para que enviar agentes confidenciales, ya que ellos asistir personalmente a las sesiones del Bloque, cuando así lo deseen.
"A las 20 horas se levantó la sesión, citándose para el próximo jueves a las 17 horas".
Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán indicarlo. Aprobada.
- El mismo C. Secretario: (Leyó las declaraciones del Senador Alejandro Anaya relacionadas con el asesinato de Enrique Orozco, acaecido en Santiago Ixcuintla). Pido la palabra. Al margen del voto de confianza que el compañero Aranda del Toro y el suscrito pedimos que el Bloque otorgara al General Juventino Espinosa, Gobernador del estado de Nayarit, tenemos la satisfacción de manifestar a ustedes que debido a la labor eminentemente revolucionaria y administrativa que ha llevado a cabo desde que tomó posesión del Gobierno, el primero de enero del corriente año, no hay en la actualidad en el Estado problemas graves y de trascendencia.
Respecto a la cuestión obrera, el compañero Lombardo Toledano en días pasados que estuvo por allá, y personalmente se dio cuenta de que todo marcha bien, pues que no hay ningún motivo de descontento contra la administración de la propia Entidad, dado lo que he indicado. En materia administrativa, cabe hacer del conocimiento de ustedes, que habiendo recibido el General Espinosa la Caja de la Dirección General de Rentas con un déficit de $259,000.00, en un Presupuesto de Ingresos que anualmente es de $759,000.00, ha logrado una nivelación absoluta hasta ahora, teniendo todos sus pagos al corriente. El Gobierno del General Espinosa se ha preocupado por obtener la unificación campesina, a tal grado que en las Mesas Directivas de los Comités Regionales y de la Liga de Comunidades Agrarias del Estado, se encuentran elementos que políticamente estuvieron identificados con el grupo del General Espinosa, y otros que militaron en distintos bandos. Por eso, en nombre mío y del compañero Aranda del Toro, vuelvo a solicitar un voto de confianza para él. (Aplausos).
El C. Presidente: En votación económica se pregunta si se aprueba la proposición hecha por la Diputación de Nayarit. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.
Se pasa al tercer punto de la Orden del Día: asuntos generales. Tiene la palabra el C. García Carranza.
El C. García Carranza: Compañeros en la Junta informal de esta mañana, unánimemente acogimos la moción del Licenciado Luis Rodríguez, Presidente del Partido de la Revolución Mexicana, para acordar la suspensión del debate que durante los últimos días ha ocupado nuestra atención, con el alto propósito de disponernos de la mejor manera a adoptar la actitud que en estos momentos solemnes para la República reclama nuestro doble carácter de representantes populares y revolucionarios.
Dentro del paréntesis que hemos acordado abrir, estimamos que el primer paso que debemos dar es el de señalar, en la forma que es preciso hacerlo, nuestra condenación absoluta por sucesos que no
vacilamos en afirmar que entrañan una doble traición al movimiento revolucionario de México y a nuestra Patria. Me refiero a la actitud adoptada por el ex - general Saturnino Cedillo y por los contados elementos que lo secundan.
Consideramos que no debemos sobrestimar las consecuencias de carácter material que de tal actitud puedan desprenderse, ya que el intento de alterar el orden en la nación ha sido absolutamente frustrado y que más bien nuestra posición debe concretarse a señalar el grado de traición que tal actitud entraña, como antes decíamos, tanto para la Revolución como para la Patria Mexicana, fijando al mismo tiempo cuál es y cual debe ser la posición de todos los revolucionarios y de todo el pueblo mexicano en contra del régimen que encabeza el señor Presidente de la República. Si hacemos un análisis de la trayectoria del movimiento de la Revolución Mexicana, encontramos que a través de nuestra historia el pueblo de nuestro país ha ido marcando con su sangre y con su dolor cada una de la conquistas que ha ido logrando en el camino de sus reivindicaciones. Han sido muchos los tropiezos, han sido innumerables los obstáculos que el pueblo mexicano ha tenido que ir venciendo para llegar a la adquisición de una postura dentro de la cual debemos estimar que estamos asistiendo a una culminación en el terreno de la conquistas sociales.
La primera etapa del movimiento revolucionario de México, que se inició con la independencia política de nuestro país, tuvo que encontrar el obstáculo del movimiento iturbidista que hizo que se mantuvieran dentro de su posición colonial los privilegios que había intentado destruir el movimiento emancipador. El movimiento liberador que encabezara en 1833 Gómez Farías, tuvo que ser aplastado por la bota pretoriana del satanismo. La Revolución de Ayutla, la Guerra de Tres Años y la Guerra de Intervención, que señalaron la planteación de reivindicaciones en el terreno económico y político por una parte, y la defensa ética de la nacionalidad, fueron más tarde frustradas también por la dictadura porfirista, que reafirmó los privilegios que habían tratado de destruir aquellos movimientos revolucionarios, para dar fuerza al latifundismo que había de someter a las masas campesinas de México a un régimen de explotación feudal de la tierra y que había de concretar en unas cuantas manos de intereses imperialistas, la posesión de las fuentes de producción y de explotación cuya propiedad correspondía a las masas trabajadoras del país. El movimiento de 1910, considerado por nosotros como una de las más brillantes etapas de la Revolución Mexicana , tuvo que tropezar con innúmeros obstáculos para llegar también a una situación constitucional dentro de la cual han quedado claramente planeadas las normas legales que rigen las conquistas de nuestras reivindicaciones sociales.
Y así, cada una de las etapas en que se ha desenvuelto el movimiento revolucionario de México, ha tenido que necesitar de la sangre y del dolor del pueblo mexicano, hasta llegar a la etapa actual en que, afortunadamente, vemos que no estamos distantes de adquirir las reivindicaciones por las que hemos luchado en nuestro país para las masas proletarias.
Si consideramos que dentro de esta última etapa de la Revolución Mexicana hay que subdividir el movimiento en puntos de avance; que cada día se han ido rebasando las metas que nos hemos fijado, y podemos estimar que cada uno de los Gobiernos Revolucionarios, de 1917 a la fecha, representan una de esas etapas, tenemos que convenir en que el Gobierno encabezado por el Presidente Cárdenas ha venido a marcar la etapa más brillante, dentro de la cual las masas proletarias de México se acercan más a la conquista de sus reivindicaciones.
El Presidente Cárdenas ha iniciado una etapa que va desenvolviéndose triunfalmente, dentro de la cual hay un absoluto respeto a la vida humana y es factible lo que ninguno habíamos pensado que se pudiera realizar en México: la libertad de pensamiento y expresión; dentro de esta etapa se está haciendo también una cancelación - que creemos ha de ser definitiva en un futuro no remoto - de todos los privilegios que significaban la estabilización de un régimen de injusticia social.
En el régimen actual se está haciendo una revisión de las posiciones sociales de nuestro país, con objeto de que las masas proletarias lleguen a alcanzar un efectivo mejoramiento económico, moral e intelectual; porque el General Cárdenas no sólo ha concretado su gestión a la resolución de los problemas que reclaman la inmediata atención del Gobierno de la Revolución, como sin la entrega de la tierra a los campesinos, la paulatina entrega de las fuentes de producción a los obreros de las industrias, sino a todas aquellas reivindicaciones que es menester atender para realizar los postulados de la Revolución Mexicana.
Y no solamente dentro de una realización que se refiere al momento presente, sino con una alta concepción de lo que debe ser la marcha acelerada de nuestro movimiento revolucionario, el General Cárdenas se ha preocupado por tender su vista hacia el porvenir. Es así como ha tendido su mano generosa y firme de revolucionario, para resolver problemas de alta importancia, como la preparación de las generaciones que han de sucedernos, con la implantación de un sistema educativo, que no sólo tienda al mejoramiento de nuestras masas proletarias, sino que trata de obtener para el futuro la creación de un tipo humano mejor, de una generación más fuertemente vinculada a los postulados de la justicia social.
El General Cárdenas ha lanzado su mirada hacia la triste situación de las masas indígenas del país, procurando llevar un rayo de luz a la noche en que ha vivido por tantos siglos, y anhela resolver, no sólo los problemas del momento, sino los del porvenir. Y cuando un hombre como él preside el régimen que realiza una labor de esa naturaleza, cuando un hombre como él se esfuerza por imprimir una marcha acelerada a la Revolución, y al mismo tiempo que empuña en sus manos vigorosas la dignidad nacional, la defiende de los ataques de las empresas imperialistas y que pretenden abusar de las naciones poderosas que pretenden abusar de nuestra situación de pueblo débil. En contra de un hombre como Cárdenas
no puede caber una actitud de rebeldía, si no es porque esta actitud esté encabezada por un verdadero traidor a la Revolución y a nuestra Patria. (Aplausos).
No podemos concebir que un hombre que todavía hace poco tiempo se titulaba a sí mismo como uno de los abanderados del movimiento agrario en México, pretenda encauzar un movimiento de revolución en contra el régimen que ha dado la tierra a los campesinos de Yucatán, que la ha reivindicado para las masas indígenas de Yucatán, que con su sangre y con su sudor forjaron las fortunas fabulosas que han gastado los latifundistas en los centros de placer y lujo de los Estados Unidos y Europa; un hombre que se decía portaestandarte de la Revolución, no debió encabezar un movimiento de rebeldía en contra del régimen que ha entregado la tierra en La Laguna - Región en donde la explotación agrícola es más productiva, en nuestro país - a los trabajadores del campo.
¿Como pudo encabezar un movimiento de rebelión en contra de un hombre que ha entregado Zacatepec a los trabajadores, que ha entregado los Ferrocarriles a los trabajadores también y que dentro de la reivindicación que significa la expropiación de la industria petrolera, está haciendo un movimiento de entrega también de esa importantísima fuente de producción a los trabajadores? ¿Cómo es, pues, posible que podamos concebir, sino dentro de una actitud de traición a la Revolución y a la Patria Mexicana; cómo podemos concebir, decía, si no es por una actitud de traición a la Revolución y a la Patria Mexicana, que se pretenda realizar un movimiento de rebeldía en contra de un hombre que todavía no hace unos cuantos días ha enarbolado la bandera de la Revolución tan airosa y tan gallardamente como lo ha hecho Lázaro Cárdenas?
En estas condiciones, compañeros, estimamos que es menester que la XXXVII Legislatura, como un solo hombre en estos momentos importantísimos para la vida nacional, no por la trascendencia material, como antes decía, que pudiera significar el movimiento de rebelión que pretendió encabezar Cedillo; pero es menester que señalemos en forma franca y abierta cuál es la posición del pueblo revolucionario, del pueblo de la Nación Mexicana, en torno de un hombre como Lázaro Cárdenas, que está enarbolando tan valientemente la bandera de la Revolución y de la dignidad nacional. Si no hiciéramos nosotros en este momento una declaración terminante de que condenamos la actitud de Saturnino Cedillo y que lo señalamos con toda energía como traidor a la Revolución y a la Patria; si no hiciéramos en estos momentos esta franca declaración de que estamos firme y sinceramente solidarizados con Lázaro Cárdenas, faltaríamos al cumplimiento de nuestro deber como revolucionarios.
Ya otro compañeros se encargarán de hacer más amplia la exposición con respecto a la actitud del ex - general Cedillo. Por lo tanto, voy a terminar permitiéndome hacer la siguiente proposición: que el Bloque de la XXXVII Legislatura, como representante de la Cámara de Diputados y como exponente de la Representación Nacional, haga categóricas declaraciones en el sentido de que condenamos absolutamente la conducta de traición que para la Revolución y la Patria Mexicana significa actitud asumida por el ex - general Saturnino Cedillo; y que hagamos también la declaración categórica de que nos sentimos absolutamente identificados con el señor Presidente de la República como Jefe del Estado y como Jefe de la Revolución Mexicana. (Aplausos nutridos).
El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero César Martino.
El C. Martino César: Compañeros diputados.
El C. Chaparro Jaime: Moción de orden. Cabe la proposición que voy a hacer en la del compañero.
El C. Martino César: Compañeros diputados: Nosotros afirmamos que al terminar la sesión de este día, el Bloque de la XXXVII Legislatura de la Cámara de Diputados habrá cerrado una jornada histórica, porque dentro de esta jornada habremos de señalar con índice de fuego, una vez más, a la sombra trágica de la traición, a los judas de la Revolución que en los precisos momentos en que Lázaro Cárdenas avanza hacia la cumbre de las conquistas proletarias, pretenden detenerlo dándole puñaladas de pícaro.
Pero es necesario, antes de entrar en materia, que desde esta tribuna hagamos un fraternal llamado a los compañeros de la diputación de San Luis, con el propósito de que definan su posición en este histórico momento ideológico, en el concepto de que nosotros consideramos respetable su posición y su lealtad al hombre, pero afirmamos también desde esta tribuna, que por sobre el interés personal y la lealtad al individuo está la lealtad a la Patria y la lealtad a la Revolución. (Aplausos nutridos). Nosotros creemos, mejor dicho, nosotros afirmamos que es preciso que se fije por el Bloque un plazo a los camaradas de la diputación de San Luis para que ante la Presidencia de nuestro Bloque definan sus actitud. Yo afirmo que los compañeros de la diputación de San Luis, cuya procedencia conocemos, pueden disponer de un plazo de veinticuatro horas, los que se encuentren en México, para definir su actitud y tomar su posición vertical, como la toma íntegramente el Bloque de la Cámara de Diputados, en este momento histórico; y que los compañeros de la diputación del propio Estado que se encuentren fuera de la ciudad, tengan un plazo hasta el día primero de junio, para fijar esa posición que exigimos, a fin de salir de aquí esta tarde reafirmados en nuestra fe cardenista, y para pasar lista de presente, una vez más, en la tesis de la escuela cardenista.
Me voy a permitir hacer breve historia de cómo la tradición ha venido incubándose en los descontentos, que vieron como cabeza viable en el ex-general Cedillo, al individuo que podía llevarlos al sitio preciso para detener las conquistas de los trabajadores que el General ha echado en marcha. Y como nos gusta, como dicen los rancheros, según han dicho el General Acosta, hablar con los pelos en la mano, voy a leer documentos auténticos, que conservo bajo mi personal responsabilidad, porque siendo jefe de la Policía Judicial Federal, tuve
ingerencia en la investigación respectiva desde los primeros intentos que las derechas, con Saturnino Cedillo, pretendieron hacer para dar muerte al General Cárdenas, como voy a demostrarlo en mi breve peroración.
El 18 de noviembre del año próximo pasado, nos vimos precisados a efectuar presentaciones de diversos individuos y a practicar cateos, porque tuvimos conocimiento de que el 20 de noviembre, cuando en ocasión al aniversario de la Revolución desfilaran los trabajadores de México, se iba a intentar asesinar no sólo al Presidente de la República, sino a arrojar bombas contra la clase trabajadora que ese día desfilaba por las calles de la ciudad. Y presento a ustedes la prueba de una de esas bombas que conservamos en nuestro poder. (La mostró). (Voces: ¡Cuidado!) No tengan cuidado. La bomba está vacía, como está vacío y estéril el iluso que pretende derrocar a un líder de la clase trabajadora. (Aplausos). Entre los documentos hay una fotografía que entonces tomamos de la caja de dinamita, conteniendo veintidós kilos de ese explosivo, y varias bombas con cañeula y nitroglicerina, que iban a ser empleadas para asesinar al Presidente de la República y a los trabajadores. La fotografía está a la disposición de ustedes. Pero aun antes de esa fecha ya se habían realizado varios intentos para asesinar al señor Presidente. En una carta escrita casi en clave que tenemos en nuestro poder dirigida por el General Castillo Corzo, dirigida de Guatemala, para una pobre mujer megalómana e histérica, la señora Carmen Calero, le decía en uno de sus párrafos.... (Leyó).
Se refiere Castillo Corzo a la necesidad que tuvieron, al plan que hicieron para asesinar al señor Presidente en Campeche, primero. Y cuando en la noche del 18 de noviembre, en la Procuraduría de la República, interrogamos a las personas allí detenidas, declararon lo siguiente: "Lucrecia María Alfaro Serrano.... (Leyó varios documentos).
Estas declaraciones y las muy razonadas hechas a fines del mes pasado ante el Agente del Ministerio Público Federal en San Luis Potosí por uno de los miembros más destacados del Gobierno del Estado, confirman con documentos, que van ustedes también a escuchar más adelante, la ingerencia que Saturnino Cedillo tenía desde hace meses con la clase patronal y con diversas organizaciones sostenidas por ellos, para realizar el movimiento que ha fracasado por su impopularidad, por su traición y por su perfidia. Las organizaciones que venían realizando juntas de carácter subversivo eran La Unión Nacionalista Mexicana, la Vanguardia Nacionalista, Las Juventudes Nacionalistas, la Acción Revolucionaria Nacionalista, la Acción Social Nacionalista, el Partido Antirreeleccionista Nacionalista, el Partido Acción Revolucionaria Nacionalista y la Confederación de la Clase Media. No puedo dejar de leerles a ustedes el párrafo de este informe, porque él les entrará del proceso que han seguido estas personas en su afán de hacer que el régimen del General Cárdenas se detenga.
"Por eso, dice el informe, se celebraron varias juntas...." (Leyó).
Las Juventudes Nacionalistas de México se han venido destacando en este movimiento de derecha, al grado de que tenemos copia fotostática cuyo párrafo final solamente leeremos a ustedes, para no cansarlos, en el que acreditan a un individuo, Fernando Ostos Mora, dirigió al General Francisco Franco, jefe de la rebelión en España, y cuya carta toda ella: "Piense en Excelencia en México - le dicen a Francisco Franco - y den sus votos porque obtengamos el triunfo".
En toda esta conspiración, la Confederación Patronal de la República ha tenido la batuta en sus manos. Ofrecí a ustedes, al comenzar esta exposición, que demostraría con documentos mi aserto; y voy a dar lectura a una carta dirigida por el Centro Patronal de la Comarca Lagunera, al Centro Patronal del Distrito Federal, que dice lo siguiente.... (Leyó).
La Confederación Patronal distribuía en diversos centros patronales de la República, en Veracruz, Chihuahua, Durango, Guadalajara, Irapuato, León, Morelia, Monterrey, Puebla, San Luis Potosí, Toluca, Mérida, Tampico, y otros, diversas cantidades mensuales que suman $15,250.00, destinados íntegramente a los trabajos subversivos que venían realizándose. Y en el transcurso del tiempo en que se fragua esta conspiración en contra del régimen cardenista, llega un momento en que Cedillo se convierte en la cabeza de la rebelión, dedicándose desde hace meses a hacerse de parque y armas, tanto en el país como del extranjero; y en lugares de San Luis Potosí, como El Venado y otros, se tiene conocimiento de que este individuo tiene grandes arsenales de parque y armas. No sólo eso, sino que por distintos conductos compra aviones, cuyo matrícula podemos dar a conocer a ustedes, y en campos de aterrizaje disimulados en varias partes de San Luis, los tiene dispuestos para el momento en que inicie el ataque al régimen del proletario que encabeza el General Cárdenas.
El movimiento se organiza en muchas formas y se va aplazando por varias circunstancias, hasta llegar el momento en que en la ciudad de México se integra el Comité de la Unificación Potosina con un presupuesto que tenemos en nuestras manos, y con unas instrucciones generales que tienen por finalidad, entre otras, lo siguiente Dice: "El Comité de la Unificación Potosina proporcionará brigadas de asalto, siendo éstas necesarias para contrarrestar la acción política de los grupos descalificados". ¡Y nosotros aquí hemos estado en espera de que vengan las Brigadas de Asalto de San Luis Potosí! (Risas).
El C. Sierra Bolívar: ¡Están verdes!
El C. Martino César: Las actividades del Centro de Unificación Potosina se acentúan, y encontramos cartas recientes que hablan de gruesas cantidades de parque que se compran y de ametralladoras que se entregan a campesinos de San Luis. En una carta dirigida a Marcelino Zúñiga, de San Luis, le dicen: "Del otro encargo se puede conseguir la cantidad que se quiera.... (Leyó).
En otra carga dirigida al mismo diputado, por Jorge Ugalde, le dice: "Ayer se vendieron para Villa Guerrero las dos "matracas" que había, y
una buena cantidad de siete milímetros". ¡¡Con estas "matracas" Cedillo pretende detener a la clase trabajadora en sus conquistas, y asesinar a soldados del glorioso Ejército Nacional!!
El mismo Ugalde le dice a Zúñiga lo siguiente:
"Estimado jefe: sin ninguna de usted a la cual referirme, le dirijo la presente para saludarlo y manifestarle que se está movilizando gente para esa y sus alrededores"... (Leyó).
Y dirigida a la Confederación de Trabajadores de México, por el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza Superior Campesina, con fecha 6, de Coxcatlán, Puebla, tienen ustedes la siguiente comunicación. "Mi estimado general".... (Leyó).
Se han enterado ustedes de cómo viene fraguándose desde hace meses esta conspiración motivada por la deslealtad y perfidia de Cedillo; de Cedillo, que no tuvo escrúpulo en 1926 en expulsar de San Luis Potosí a dos recios camaradas, como Graciano Sánchez y León García, porque enarbolaron la bandera de la liberación del proletariado potosino; de Cedillo, que se distanció de la Confederación Campesina Mexicana porque en un pleno anterior pretendió, por medio de los delegados de la Liga de San Luis, que el pleno de la Confederación lo declarara el líder máximo de los campesinos del país, y porque como bofetada la Asamblea, de pie, declaró unánimemente que no reconocía más Jefe de la clase campesina del país que a Lázaro Cárdenas. (Aplausos). De todos los documentos a que he dado lectura y de los que ustedes se han enterado, tuvo conocimiento al señor Presidente de la República. En todos los casos, invariablemente, la Procuraduría General de la República siguió el camino señalado por él: dejarlos libres, magnánimamente, dejarlos siempre libres, no darles importancia, por que no ha querido que su régimen históricamente se manche de sangre; y aquí ven ustedes cómo a la magnanimidad de Lázaro Cárdenas Cedillo corresponde vendiéndolo por los treinta dineros a las compañías inglesas del petróleo.
Nosotros afirmamos que es preciso que el Bloque de la Cámara de Diputados tome en esta jornada histórica su proverbial actitud vertical. Estamos con Lázaro Cárdenas, porque es símbolo de la legalidad; estamos con Lázaro Cárdenas, porque es el Jefe de las clase trabajadora del país; estamos con Lázaro Cárdenas, porque es el Jefe del Ejército Nacional.
Para terminar, compañeros, yo invito a ustedes a que con entusiasmo, ya que el radio transmite esta sesión, gritemos todos juntos: ¡Viva Lázaro Cárdenas! (Aplausos nutridos y prolongados y voces: ¡Viva!) y afirmemos que Saturnino Cedillo, el cacique pame de San Luis Potosí, es un traidor a la Patria, porque en los momentos en que es preciso mantenernos con los dedos y los corazones unidos, él plantea un problema a la nación; y es traidor a la Revolución, no de ahora, sino desde hace varios años, porque ha detenido las conquistas de los campesinos y los obreros. De esto pueden hablar largamente la Confederación de Trabajadores de México y la Confederación Campesina Mexicana.
Concretamente propongo a ustedes que el Bloque tome los siguientes acuerdos: que se designe una Comisión del Bloque de la Cámara de Diputados, Comisión que deberá estar integrada por dos compañeros diputados de cada uno de los sectores aquí representados, para que vaya a entrevistar a San Luis Potosí al señor Presidente Cárdenas, a manifestarle de viva voz y con un documento que todos vamos a suscribir, nuestro respaldo, nuestra adhesión firme, y a pedirle que nos fije nuestro puesto en la trinchera que él señale; (Aplausos nutridos). segundo: que el Bloque lance un manifiesto al país dando a conocer su posición cerca del señor Presidente de la República y denunciando y explicando la actitud de Cedillo, y tercero: que se dé el plazo a que hice alusión al principio de mi discurso, a los compañeros de la diputación de San Luis para que fijen su posición ante el Bloque y ante la Revolución.
El mensaje que proponemos sea firmado por todo el Bloque, dice lo siguiente:
"Señor General de División Lázaro Cárdenas..." (Leyó).
El C. Presidente: Se consulta a la Asamblea si se aprueba la proposición del Diputado Martino.
El C. Sánchez Antonio S.: Pido que se adicione la proposición, en el sentido de que la Comisión se integrará, además de los representantes de cada uno de los sectores, por la Mesa Directiva del Bloque.
El C. Presidente: Está a consideración de la Asamblea la adición que propone el compañero Sánchez. ¿Se aprueba la proposición con esta adición? Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobada.
El C. Chaparro Jaime: Me parece que sería de mucha significación que el Congreso en masa declarara recinto oficial del Congreso, la Cámara local de San Luis Potosí, a fin de declarar traidor a Cedillo.
El C. Sánchez: La proposición que hace el compañero es diferente de la que hizo el compañero Martino. Para que esta sesión se desarrolle dentro de la mayor armonía y orden, sugiero que primero se vote la proposición del Diputado Martino... (Voces: ¡Ya está aprobada!) ...y que después de que terminen de hablar los oradores, se someta a la consideración de la Cámara la proposición del Diputado Chaparro.
El C. Presidente: Aprobada la proposición del Diputado Martino, según ya se declaró antes...
El C. Mora Plancarte: ¡Moción de orden! Propongo que a esa Comisión vaya agregado un Diputado por cada Diputación, con objeto de que se manifieste el respaldo que al Presidente de la República le dan todas las fuerzas vivas de la República.
El C. Chaparro: Pido que se firme el manifiesto en San Luis Potosí.
El C. Presidente: La Presidencia aclara que la proposición del compañero Chaparro sería motivo de un decreto aprobado también por el Senado y publicado en el "Diario oficial", lo cual demoraría el traslado de los señores diputados a San Luis Potosí. Se pregunta a la Asamblea si se aprueba la proposición del compañero Chaparro. (Voces: ¡No se aprueba!)
El C. Contreras Molina: Yo pido que se
agreguen a la Comisión todos los compañeros que lo deseen.
El C. Molina Maximino: Propongo, en nombre de la Confederación de Trabajadores de México, que integren la delegación los compañeros Luis Lombardo Toledano y Amilpa. (Aplausos).
El C. Martino César: Propongo a los compañeros Contreras Molina y Jasso. (Aplausos).
El C. Quevedo Pedro: Propongo a los Diputados Acosta y Pérez Redondo. (Aplausos).
El C. Ramírez López Adán: Propongo a los compañeros Siurob y Falcón. (Aplausos). (Voces: ¡Rico y Menéndez Reyes!)
El C. Presidente: Sobre el Sector Popular hay dos proposiciones: Rico y Menéndez Reyes, y Siurob y Falcón. Los que voten por la primera planilla, sírvanse manifestarlo. No se aprueba. Los que voten por la planilla Siurob y Falcón, sírvanse manifestarlo. Aprobada.
La Comisión queda integrada así: Luis Lombardo Toledano y Fernando Amilpa, por el Sector Obrero; Contreras Molina y Jasso, por el Sector Campesino; Acosta y Pérez Redondo, por el Sector Militar; y Siurob y Falcón, por el Sector Popular. (Aplausos).
El C. Amilpa: Pido la palabra. Teniendo urgencia de retirarnos para salir hoy mismo, sólo hago patente a ustedes, por instrucciones del Comité Nacional de la Confederación de Trabajadores de México, lo siguiente:
Hace tiempo que la C. T. M., por conducto del compañero Vicente Lombardo Toledano, denunció ante toda la nación la labor subversiva de Cedillo. Los hechos nos han dado la razón, aunque algunas personas se nos echaron encima; sin embargo, están los hechos para demostrar que no estábamos haciendo labor de agitación estéril. Está demostrado que aquello que denunció la C. T. M. se ha confirmado. Esta maniobra, este acto de traición a la Patria, seguramente fracasará, porque en torno del General Cárdenas está todo el pueblo mexicano. La aspiración suprema del proletariado en estos momentos es estar cerca del Ejército Nacional, porque en él descansa la confianza del pueblo. No tenemos otra aspiración que luchar junto con el General Cárdenas, con el Ejército Nacional, por la defensa de la integridad de la Patria y por la defensa del proletariado en peligro. (Aplausos).
El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Pérez Rulfo en nombre de los militares que representan ese sector en esta Cámara.
El C. Pérez Rulfo David: Compañeros: Los militares que pertenecemos a la XXXVII Legislatura me han comisionado para decirles que en este momento dirigimos un mensaje al señor Presidente de la República en los siguientes términos:
"Señor General de División Lázaro Cárdenas..." (Leyó). (Aplausos).
El C. León García: Compañeros: Hace algunas horas se reunió, con el motivo que nos ocupa, el Comité Central Ejecutivo de la Confederación Campesina Mexicana, y me comisionó para manifestar a esta Asamblea, a los campesinos de la República, a los obreros organizados todos de México, a todos los revolucionarios organizados, que la Confederación Campesina Mexicana no sólo está en pie de lucha, sino que ya se dirige a todos sus contingentes del país para que se pongan en pie de guerra, y que todos los dirigentes de la Confederación Campesina Mexicana y los diputados que representamos a ese sector en esta Cámara, estamos dispuestos para salir a ponernos al frente de nuestros contingentes a batir a la reacción en el terreno que nos llamen. (Aplausos).
Cumplo con gusto está honrosa comisión de la Confederación Campesina Mexicana. Todo el país sabe que cada uno de los modestos militantes de esa organización no somos simplemente discurseros ni simplemente individuos que trabajan determinada posición política; que nuestra línea de conducta en el movimiento revolucionario de México ha sido rectilínea; que nuestra identificación con el régimen de Cárdenas y con los postulados de la Revolución y con todos los sectores de la misma en el país es absoluta y definitiva, y que nosotros iremos a cooperar modestamente, humildemente, con nuestro contingente personal de sangre al triunfo definitivo de la causa revolucionaria de México.
Estamos, pues, camaradas, en pie de lucha en el terreno a que la reacción nos llame. No queremos precipitar los acontecimientos, ya que el General Cárdenas los ha afrontado con serenidad y con ponderación ejemplar sin antecedente ninguno en la historia de México. Habíase estilado siempre, que los Gobiernos de México, cuando algún brote revolucionario se perfilaba en el horizonte del país, precipitaran éste con objeto de ahogarlo en sangre; pero el señor Presidente de la República ha ahogado, no en sangre, el movimiento revolucionario cedillista, sino que lo ha ahogado a golpes de ponderación, de razón, a fuerza de criterio revolucionario. Pero si a pesar de esa actitud levantada, digna, ecuánime, sin precedente en toda nuestra historia, del Presidente Cárdenas, el movimiento revolucionario estalla, en cada uno de los miembros de la Confederación Campesina Mexicana encontrará la Revolución un modesto soldado dispuesto a enfrentarse con la reacción. No queremos hacer comentarios alrededor de este incidente, que afortunadamente será transitorio, será pasajero, para la vida de la causa de nuestro país. Simplemente con objeto de que esto no se interprete como desahogo personal, queremos declarar que estamos en pie de lucha y en la trinchera que desde hace muchos años escogimos al lado de la Revolución.
Queremos también invitar cordialmente, con toda la vehemencia de nuestro corazón, a los pocos campesinos revolucionarios que, engañados en el Estado de San Luis Potosí, puedan seguir a Cedillo en su descabellada línea de conducta; queremos invitarlos al cumplimiento del deber, y también queremos invitar a los representativos revolucionarios en esta Cámara, de San Luis Potosí, a que rectifiquen su error y a que abandonen la lealtad personal y la amistad de un hombre de quien han sido amigos, tomando en consideración que antes que a este amigo, que a este hombre, deben lealtad a la Revolución y a la Patria que se encuentran amenazadas por ese hombre. (Aplausos.)
Queremos manifestar aquí, en nombre de la Confederación Campesina Mexicana, a esos campesinos que en número reducido puedan seguir engañados por un espejismo o engañados por una falsa teoría de la amistad, del decoro y de la lealtad, queremos manifestarles que en la Confederación Campesina Mexicana encontrarán siempre amigos, encontrarán siempre efecto, cariño, lealtad, respaldo absoluto. Queremos manifestar también a los disputados potosinos que rectifiquen su conducta, que encontrarán aquí en esta Cámara el respaldo absoluto de los diputados de la Confederación Campesina Mexicana, porque no consideramos que la Cámara deba manchar su breve pero decorosa vida de brillante historial revolucionario, desaforando a ningún diputado. Que vengan los de San Luis Potosí a asumir su papel de representantes, y nosotros seremos sus compañeros, encontrarán en nosotros a amigos, siempre que rectifique definitiva y categóricamente su concepto equivocado de lealtad que le deben a Cedillo, considerando que antes que todo está la lealtad a la patria y a la Revolución.
Esta es la declaración, camaradas, que sin alardes fanfarrones, sin frases demagógicas, sino demostradas con hechos, quiere hacer ante ustedes la Confederación Campesina Mexicana, en la seguridad de que la Revolución encontrará en nosotros siempre, para que pasen los transgresores de la Revolución y los traidores a la patria, un cadáver antes de que un claudicante. (Aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Pérez Rulfo.
El C. Pérez Rulfo David: A nombre del Teniente Coronel Salazar, de la Diputación de San Luis Potosí, vengo a decir las siguientes palabras. El compañero Salazar fue uno de los soldados de Lárraga; militaron a las órdenes de él, por espacio de más de diez años, él y su hermano; su hermano murió prestando servicios al Gobierno. Cuando Lárraga desconoció al Gobierno, el Teniente Coronel Salazar no quiso acompañarlo en esa aventura. Hoy que Cedillo desconoce al Gobierno de Cárdenas, el Teniente Coronel Salazar desconoce a Cedillo y está con el General Cárdenas. (Aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. General Martínez Miguel Z.
El C. Martínez Miguel Z.: Compañeros: es la primera vez que vengo a esta tribuna. Como soldado que soy, no tengo esa palabrería fácil de otros compañeros; pero lo que hablo, lo hablo con sinceridad. Veo mucha nerviosidad entre mis compañeros de Cámara, pero les digo que a Cedillo me tocó en suerte batirlo los años de 15, 16 y 17. ¡Cedillo no es problema para la patria! Les ruego sean más serenos y tengan en cuenta que en 1915, cuando el que habla, hoy general del Ejército, ostentaba el título de teniente coronel y mandaba el 30 Regimiento, en Ciudad del Maíz, tierra natal de Cedillo, ese Regimiento fue suficiente para tenerlo quieto. Tengo la seguridad de que si Cedillo llega a alterar gravemente el orden en la República, tomaré el lugar que siempre he tomado: la vanguardia. (Aplausos)
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Gasca Celestino.
El C. Gasca Celestino: Compañeros diputados: Cuando la verdad se manifiesta con hechos que no dejan lugar a duda, por más que se quiera esa verdad no podrá ser destruida. Sin embargo, muchas veces la verdad no vale por ser verdad, sino por la forma en que se le expone.
Cuando nosotros vengamos a hablar aquí sobre la falta de cumplimiento de los revolucionarios; cuando nosotros vengamos a hablar aquí sobre la rectitud de conducta que deben observar los que se dicen revolucionarios, necesitamos de alguna manera justificar nuestra actitud en contra de esos elementos. La forma de justificarla es, indudablemente, recurrir a los antecedentes de las personas.
Yo me considero amigo de los compañeros que en esta Cámara ocupan curules por el Estado de San Luis; yo me consideré amigo, hasta antes de sus actividades contrarevolucionarias, del General Cedillo, del propio general, de la misma manera que cuando, por razones especiales, deba de considerarme enemigo de los que han faltado al cumplimiento de su deber en cuanto a la línea recta que deben seguir los hombres de convicción revolucionaria.
Ha habido en nuestros movimientos épicos momentos en que hemos tenido motivos suficientes para aquilatar los valores de los hombres, y a eso se debe que los que muchas veces han sido caudillos, han caído en el mayor de los desprestigios ante el pueblo, cuando no han sabido cumplir con sus altos deberes, cuando han fallado a la rectitud de sus actos y cuando han falseado las responsabilidades que en sus manos han tenido. Yo ahora juzgo que el General Cedillo ha faltado al cumplimiento de su deber; pero no por el hecho de que el General Cedillo haya faltado al cumplimiento de su deber considero que debamos, anticipadamente también, tratar de que a los compañeros que en esta Cámara ocupan curules por el Estado de San Luis, se les considere de igual manera. Yo no estoy de acuerdo con el compañero León: no debemos recurrir, ya no al desafuero de que él hablaba, sino ni siquiera a llamarlos al cumplimiento de su deber, porque tengo la creencia de que cada uno de ellos sabrá estar en lo que juzgue conveniente.
Nosotros debemos dar aquí en la Cámara nuestras patentes de serenidad. ¿Que hay enemigos de la Revolución dentro de la Cámara? Muy bien. Quizás sea mejor.
Muchas veces para que la verdad pueda tener toda su fuerza, es preciso que exista la mentira. Es necesario, para que una afirmación tenga todo su valor, que haya negación sobre la propia afirmación. Aun considerando, repito, sin conceder, que pueda ocurrir que los elementos de San Luis Potosí quieran ocupar el lugar que Cedillo está ocupando en estos momentos, ¡no importa! nosotros deberemos tener la suficiente serenidad y la seguridad de que cuando sea preciso, cuando se trate de dilucidar actitudes de principios revolucionarios, sabremos estar a la altura de nuestro deber, defendiendo esos principios. Insisto en que no será siquiera necesario hacer la menor indicación a los compañeros de San Luis Potosí, porque los juzgo con la personalidad suficiente para que ocupen su puesto, sin que sea preciso que se les señale, ni se les obligue.
Ahora, compañeros, quiero aclarar lo siguiente: Desgraciadamente, para justificar nuestros actos, este movimiento que, como dijeron algunos compañeros, no tiene significación alguna, ha dado sus primeros brotes en los precisos momentos en que en México, por circunstancias perfectamente justificadas, hay alguna inquietud económica. Han querido aprovechar esta ocasión en que alguna incertidumbre se hace sentir en las calles de esta ciudad y en algunos Estados. Pero ni siquiera en esta situación en que pueda encontrarse México, por razones de estas provocaciones artificiales de inquietud, puede tener éxitos ningún levantamiento en el país. Los levantamientos sólo tienen efecto y prosperan cuando los pueblos no han recibido de sus gobernantes la justicia que merecen; y nadie en estos momentos, ni nunca, mientras la conducta del Presidente de la República siga como hasta la fecha, podrá tachar la actitud del Jefe del Ejecutivo como que no tiende a buscar el equilibrio de los intereses morales y económicos del país. Esa ha sido una de sus grandes misiones; esa ha sido una de las grandes labores que lo han hecho singularizarse entre los elementos que desde la Revolución a la fecha han gobernado al país; en él concurren circunstancias varias que deben hacernos tenerle plena confianza. A su alteza de miras revolucionarias se aduna su discreción; y si esto no fuera suficiente para poder fortalecer su personalidad, en honesto en cada una de sus actividades, ya no sólo públicas, sino privadas.
De manera que sería imposible que en México pudiera tener eco una actitud de rebeldía contra un hombre que ha sabido cumplir con su deber. Sin embargo, juzgo que es preciso que la República entera sepa que todos los elementos que se han significado por su posición revolucionaria, sabrán estar en los momentos precisos en el puesto que les corresponde para defender a la propia Revolución. No hay diferencia entre la perfidia que usara el Gobierno Británico hace unos días contra México, con la perfidia que se usa ahora por elementos propios del país para poder llevar a éste a un pretendido desastre.
El Gobierno de Inglaterra trata de dar a conocer al mundo las deudas que tiene México, de que México no encuentra ni dentro ni fuera del país el crédito suficiente para salvar sus compromisos; él, con toda meditación invadió el terreno privado de la soberanía de nuestro país, lo hizo premeditadamente; él sabía el efecto que podría causa dentro del país cuando se está tratando de colocar cien millones de pesos para resolver el problema petrolero y sabe lo que puede significar también cuando México necesita del crédito exterior. Sin embargo, a esta actitud el Gobierno ha respondido con toda valentía; pero esta valentía no solamente tiene su valor en el propio acto de ella, sino que ha sabido responder con actos de gobierno que son precisamente la base fundamental de esa valentía. Por eso también es censurable la actitud del general Cedillo en esta hora. No tendrá importancia - ya lo han dicho algunos compañeros y yo también así lo estimo -, no tendrá importancia. Sin embargo, para nosotros no debe ser juzgada la importancia militar que pueda tener la actitud del general Cedillo; para nosotros la importancia que debe tener, es que se ha pretendido aprovechar un momento de inquietud en el país para poder encontrar prosélitos, prosélitos que seguramente no habrá. Esa es la parte censurable, a mi juicio, de la actitud del general Cedillo: que haya permitido también que elementos extraños, que elementos de otro país unidos a él, hayan estado pretendiendo levantar el ánimo algunas veces del Ejército y otras veces el del pueblo campesino armado de la República. Este es otro acto también de dura censura para el general Cedillo.
Entonces precisa que la Cámara, esta XXXVII Legislatura, ocupe la posición que le corresponde, y esa posición no puede ser ninguna otra sino de acuerdo con lo que siempre hemos dicho dentro de ella, que debe ser revolucionaria, y esa actitud revolucionaria de la Cámara vendrá a fortalecer la actitud revolucionaria del Ejecutivo, no porque sea necesario en estos momentos que haya una fuerza moral que se adune a la ya moral existente del Poder Ejecutivo, sino porque es preciso que también nosotros respondamos al cumplimiento de nuestro deber. Vincular, compañeros, vincular la decisión de la Cámara a la actitud de un hombre, cuando este hombre encarna las nobles aspiraciones de un pueblo, cuando defiende los principios y las ideas reivindicadoras del mismo, no es entregarse al hombre, sino entregarse a la defensa de la idea. Nosotros debemos estar atentos a seguir los pasos firmes que el señor Presidente de la República ha dado, porque seguro estoy de que secundándolos, no sólo estamos en nuestro puesto, sino que también debemos compartir, o compartiremos todos las vicisitudes que traiga consigo ese paso, en la inteligencia de que no serán otras en esta vez, que las de simplemente declarar al país, que la XXXVII Legislatura está estrechamente vinculada, solidariamente, con el señor Presidente de la República.
No podemos permitir, y esta es la declaración terminante que hay que hacer: ¡que ahora ni nunca, a nombre de la Revolución, se traicione a la Patria! En estos momentos es traicionar a la Patria cualquier movimiento que se pretenda hacer, a nombre de la Revolución, para tratar de derrocar a un Gobierno que ha sabido defenderla; y esta declaración ha de ser la norma de nuestros actos en el futuro, porque no podemos consentir que los que ayer formaron en las filas de la Revolución, pretendan ahora hacer creer al pueblo que la defienden traicionando a la Patria. Sobre todas las cosas, jamás habremos de permitir que nadie, no digo un extraño, sino un hijo mismo del país, macule a la Patria, porque por encima de todos los intereses, banderías políticas, intereses e idearios sociales, debemos reconocer como doctrina única el amor a la Patria; y el amor a la Patria sólo se sabe tenerlo, siendo digno de ella, y para serlo precisa, cuando hay peligro, estar en nuestros puestos para defenderla. (Aplausos).
El C. Presidente: De acuerdo con la proposición del Diputado García Carranza, se propone a la consideración de la Asamblea, a los cuatro compañeros que darán forma al manifiesto que el Bloque lanzará a la Nación, y que son Héctor Pérez
Martínez, Gabriel Leyva Velázquez, José Aguilar y Maya y Antonio S. Sánchez. (Aplausos).
El C. Ochoa Rentería: Pido la palabra. Compañeros: los servidores del Estado, por conducto de su Federación, me han encomendado manifestar a ustedes que aceptan, con todo entusiasmo, la tregua votada por el Bloque de la Cámara de Diputados. Los trabajadores, en este momento, renuncian a cualquier movimiento y me han suplicado diga a ustedes que están codo con codo con la XXXVII Legislatura, y que estarán dispuestos, cuando se les llame, a dar una prueba de solidaridad y respaldo al Gobierno del General Cárdenas. (Siseos). Veo en algunos compañeros diputados muestras de desaprobación, pero esto no debe ser, supuesto que la representación que se me ha confiado es de ciento veinticinco mil trabajadores, y aun cuando algunos de ustedes han calificado como burócratas y reaccionarios a algunos de ellos, no se deben tener frases despectivas para esos trabajadores, porque cien mil de ellos están afuera, en los caminos de la República, esperando que se les dé la orden para tomar las armas y defender a la Revolución Mexicana. (Aplausos).
Así es que exijo respeto para ello. No creo que su actitud deba ser censurada por algunos diputados. Recuerdo la solemne asamblea que tuvimos el 31 de diciembre, cuando dentro de nosotros existían diferencias; y tengo presente que aquí hubo lágrimas de algunos compañeros muy queridos, como Gasca, León García, Margarito Ramírez y otros muchos que aparentemente estaban distanciados; pero que cuando se les llamó a la unidad, hicieron frente único y se dieron un abrazo. Ahora, la XXXVII Legislatura debe también dar un abrazo a los compañeros trabajadores del Estado, porque están haciendo frente único con nosotros a fin de caminar codo con codo para defender las instituciones de la Revolución. (Aplausos).
El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Antonio S. Sánchez.
El C. Sánchez Antonio S.: Compañeros diputados: Después de lo expresado por los compañeros que me antecedieron en el uso de la palabra; después del análisis histórico que nos hizo el compañero García Carranza sobre la trayectoria seguida por la Revolución Mexicana; después de la documentación que nos trajo aquí a la vista el compañero Martino; después de las declaraciones sinceras y vibrantes de los sectores obrero, campesino y militar, no me queda sino hacer una corta consideración sobre el problema nacional que nos ocupa.
El movimiento preparado por el señor general Cedillo. (Voces: ex - general.), hoy ex - general, es un movimiento revelador de que las teorías que se debaten en el mundo sobre los problemas sociales, vienen formado sectarismos en todos los países de la tierra. Esta es una realidad que no debemos desconocer y ante la cual tenemos que adoptar nuestra posición.
Por fortuna México siempre ha mantenido la bandera de las reivindicaciones obreras y campesinas y la bandera de la libertad frente a todas las agresiones de los países capitalistas en contra de los países débiles económicamente y en contra de las minorías raciales indefensas dentro de los países fuertes. Y esa actitud ha tenido su abanderado: ha sido nuestro actual Presidente, el señor General Cárdenas.
Nosotros en este momento, pues, independientemente de la función que desempeñamos de representantes populares, tenemos otra misión como ciudadanos: somos, ante todo, defensores de las instituciones, defensores de la patria, defensores del Gobierno constituído. Y por eso me uno a la declaración de los compañeros que me antecedieron en el uso de la palabra, en el sentido de que cada uno de nosotros será un soldado en las filas del Ejército que defiende a estas Instituciones.
Nosotros, como decía el señor General Z. Martínez, creemos que no es un problema militar de mucha trascendencia para México el que viene presentado el señor general Cedillo desde hace tiempo. No es un problema militar, porque pretende enarbolar una bandera que no tiene causa y no tiene pueblo ni masas que le secunden. Es un hombre retardado a quien han aprovechado hábilmente los intereses capitalistas, especialmente los extranjeros, para lanzarlo en contra del pueblo mexicano. Es una desgracia que un elemento que fue revolucionario, que figuró en las filas de la Revolución, hoy dé media vuelta, hoy, cuando todos los sectores del pueblo mexicano se encuentran unidos defendiendo las reformas trascendentales que se han puesto en vigor en nuestro país. Esta actitud, señores, es desconcertante. Todos acabamos de pasar una época, o la estamos viviendo, en la historia de México, en que todos los matices en materia de ideas, en materia de acción, todas las tendencias se unieron para apoyar al señor General Cárdenas en su resolución tomada con motivo del problema petrolero. Nos consta que aun los representantes del sector que ha mantenido siempre la bandera de la reacción, del clero, hicieron declaraciones exhortando a los que dicen militar en sus filas, para que colaboraran con el Gobierno de la República.
Saco a colación este hecho, porque los acontecimientos deben juzgarse en relación con el momento histórico que viven los pueblos. Quiero decir sencillamente que la actitud del general Cedillo está muy por abajo todavía de la que ha tomado ese sector reaccionario, que es el clero. Esto nos debe servir de ejemplo, porque significa que el capitalismo tiene fuerza, que el poder del dinero es capaz de comprar las conciencias de algunos hombres sin escrúpulos. Esa es nada más la importancia y la trascendencia que debemos dar a este problema que todos debemos estar unidos, que todos debemos vigilar para que el capitalismo que sostiene las tendencias fascistas en el mundo, no se introduzca en México.
No vengo a sembrar una división en el seno de los revolucionarios de México. Esta es una brillante ocasión para todos los elementos, entre los cuales me cuento yo, que no tuvimos la oportunidad de defender en el terreno de los hechos a la Revolución Mexicana, para que si estos acontecimientos siguen adelante, se nos fije el lugar que nos corresponda. Ya decía León García: nosotros tenemos decisión, pues no sólo venimos a tomar la palabra en la tribuna, sino que también sabemos ser
disciplinados, y sabremos ser soldados y defender a las instituciones de México. (Aplausos).
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Mora Plancarte.
El C. Mora Plancarte: Indudablemente que en el proceso que a las reivindicaciones económicas y sociales se ha impreso, el momento actual era de esperarse, y no ha sido para nadie una sorpresa. El capitalismo internacional, la reacción nacional y todos aquellos elementos que al iniciarse la era de justicia social que significa en la Presidencia de la República el General Lázaro Cárdenas, lógicamente tenían que recurrir a todos los expedientes de defensa que les fuera posible; y así como en España la reacción y el fascismo internacional soliviantan a un general desprestigiado, a uno que como tal no vale nada, así también en nuestro país era de esperarse que la reacción y los intereses del capitalismo internacional trataran de apoderarse de la conciencia de alguno de los generales, para hacerlo que enarbolara la bandera de la traición y lanzarlo contra las instituciones del Gobierno del General Cárdenas. De allí que al presentarse el caso que nos ocupa, ninguna de las conciencias revolucionarias se ha alarmado; era una situación que irremediablemente habría de venir. Por eso también todos los sectores revolucionarios de México están perfectamente preparados para este evento y por eso también esa intentona de la reacción y del capitalismo internacional tiene que fracasar.
Después del análisis minucioso que de la situación y de sus efectos han hecho en esta tribuna distintos compañeros, no me toca a mí mas que, a nombre de la diputación federal tlaxcalteca y a nombre del proletariado de Tlaxcala, venir a decir sin demagogia, sin afán de exhibicionismo, sino con toda serenidad y con toda ponderación, que nosotros, los representantes de Tlaxcala en lo personal, y el proletariado de aquel Estado están en forma firma, en forma decidida, porque nace de un amplio convencimiento con el Gobierno legítimo del General Cárdenas, que estarán en la situación que las circunstancias lo requieran en el lugar de lucha que se les señale.
(Aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Menéndez.
El C. Menéndez Reyes Miguel Angel: Compañeros: Como representante de uno de los distritos electorales del Estado de Yucatán, que últimamente, gracias a la decisiva acción del señor General Cárdenas, obtuvo para sus campesinas la liberación económica inmediata, las tierras que antes fueron privilegio de ricos, vengo a esta tribuna a significar mi solidaridad y mi entusiasmo junto al rasgo elocuente, sincero y leal del Bloque de la.... XXXVII Legislatura, que en momento de peligro agrupa su lealtad en torno de la figura patricia de Lázaro Cárdenas.
Ningún incidente como éste sirve para probar que México endereza sus rumbos, endereza su mentalidad y su entusiasmo hacia caminos de liberación insospechados. Se hacía pensar antes que el pueblo mexicano resolvía de una manera trágica sus problemas políticos, y Lázaro Cárdenas, guión de multitudes, personaje que ocupa en la conciencia popular lugar privilegiado, demuestra que con la sola prédica del credo socialista, lealmente enderezado en beneficio de las clases desheredadas, es capaz de detener sin armas, sin balas, sin sangre, un movimiento de rebeldía.
La Rebelión de las Palomas se puede llamar a este intento, la Rebelión de las Palomas, detenido con un solo impulso de Lázaro Cárdenas, que en lugar de pretender actuar bajo la hegemonía de un Huichilobos, llega al corazón de la zona amenazada y con una proclama a los trabajadores obtiene de éstos que en torno de él se agrupe el entusiasmo nacional.
En este instante Lázaro Cárdenas es, a mis ojos, a la manera de aquel Juan Bautista de Rodin que predica desnudo y convence con su honrada desnudez. Lázaro Cárdenas, que no necesita ametrallar al pueblo, que no necesita organizar el levantamiento primero, sino que acude generoso y cordial, entusiasta y decidido, enorme, con la bandera de su pensamiento y de su lealtad al foco mismo de los acontecimientos, para detener a éstos con su sola presencia y evitar que el país cruce un lago maldito de sangre y un arroyuelo más también de sangre que entintaría las páginas de la ya trágica historia mexicana.
En este punto la lealtad que mi pueblo quiere significarle, se une al tributo de aplauso que la XXXVII Legislatura le ofrece. No es mi ánimo, como seguramente no ha de serlo el de la mayoría de nosotros, compañeros de Cámara, ensañarnos contra un hombre equivocado. Afortunadamente está detenido el impulso ciego que pudo haber orillado al país a una tragedia más.
Y el General Cárdenas, y nosotros con él, tiende un puente, tiende un guión de esperanza y de posibilidad de regeneración al General Cedillo, para decirle que trabaje en su rancho de Las Palomas, dentro de un sentido de lealtad para la patria, que necesita especialmente en estos momentos la unidad y el esfuerzo de todos los mexicanos.
Hay aquí compañeros de Cámara que han sido aludidos en tendenciosas informaciones periodísticas, para hacerlos figurar en un movimiento desesperado con que las derechas pretenden recuperar sus privilegios que los trabajadores organizados les arrebataron definitivamente. Entre estos compañeros, señalo a mi muy querido amigo el General Iturbe, calumniado por algún periódico yanqui y calumniado también por el sensacionalismo de algún periódico citadino. Y llevado por el entusiasmo a que este momento, que es de solidaridad leal con el General Cárdenas, nos fuerza, yo quisiera que al bajar de esta tribuna, el señor General Iturbe, iniciador, con otros muchos esforzados, del movimiento revolucionario mexicano, nos dijera categórica y lealmente su verdad.
El C. Bolívar Sierra: ¡No es necesario!
El C. Menéndez Reyes Miguel Angel (continuando): Recojo las palabras del compañero Bolívar Sierra para decir que, efectivamente, no hay necesidad de identificar al General Iturbe entre nosotros. Lo conocemos como un hombre leal; pero no acontece lo mismo con todos aquellos lectores de los periódicos, que en la oscuridad de la provincia leen, azorados, el nombre del General Iturbe complicado en movimientos de derechas. Y para que
esta declaratoria del General Iturbe sea pública, es por lo que le pido que ascienda a este tribuna y disipe las dudas que puedan abrigarse en algunos corazones, dentro de los confines nacionales, no para disipar dudas nuestras.
Es necesario llegar al corazón de la verdad por este camino. No puede prosperar en México un movimiento de rebeldía contra el Gobierno que preside el General Cárdenas, porque él se ha caracterizado como el más destacado de los luchadores de izquierda. Se podría afirmar que el General Cárdenas indica cuál es el camino que ha de seguir la Revolución, y en cada una de sus actitudes y de sus gestos, el pueblo de México encuentra una ruta, el camino a seguir.
Y esto quiero mencionarlo, porque aunque hemos resuelto establecer un interregno para la discusión del Estatuto Jurídico, quiero hacer notar que no es posible entregar la bandera de la Revolución a los elementos de las derechas, negando el libre juego de los derechos de los trabajadores, dentro de nuestras leyes. La mejor manera de hacer que el Gobierno de México evite en lo futuro cualquier triunfo de cualquier movimiento de rebeldía, es consagrar los derechos de los trabajadores dentro de nuestras leyes. Así insisto en lo que en la mañana les decía: el pensamiento cardenista traza en ese rumbo un derrotero más y una esperanza que nosotros lealmente debemos seguir.
Eso es cuanto quería decirles en nombre de los compañeros que yo represento en Yucatán, país ése que no se parece a otros, por su angustia, por su desolación, por la pobreza de su tierra, por el infortunio de sus habitantes, y que os trae en estos momentos su solidaridad entusiasta y cordial. (Aplausos.)
El C. Presidente: El compañero Iturbe va antes a contestar la interpelación que le hicieron.
El C. Iturbe Ramón F.: (Aplausos). Compañeros: Sinceramente doy las gracias al compañero Menéndez por la oportunidad que me da de hacer una aclaración que, como dijo el compañero Bolívar Sierra, se considera por demás, supuesto que estoy ampliamente identificado con todos ustedes. Pero ya que públicamente se ha hecho alusión a mí considerándome inmiscuido con elementos fascistas, quiero declarar de una vez por todas y en la forma más categórica, que de ninguna manera podría yo estar inmiscuido o relacionado con enemigos de la Revolución y mucho menos con un movimiento que en estos instantes todos calificamos de traición a la patria.
Cabe también decir dos palabras acerca de mis antecedentes para lo que pudiera ofrecerse en el porvenir. No únicamente después de la lucha de 1910 y de haber ayudado con las armas en la mano a sostener al Gobierno del señor Madero, sino cuando ya me encontraba tranquilamente en el extranjero internado en un colegio, respondí al llamado de mi pueblo y viene a ponerme a los órdenes del mismo luchar contra el traidor Victoriano Huerta.
Hay otros antecedentes como los siguientes: Teniendo yo profundo cariño por el único Jefe que había tenido durante mi actuación revolucionaria, que era el General Obregón, y como era muy natural que a mi paso por Guadalajara, cuando era candidato a la Presidencia, fuera a saludarlo, parece que esto despertó sospechas en el señor Carranza y ordenó que se detuvieran unos pertrechos que llevaba yo a Sinaloa. Le puse tranquilamente un telegrama en mi camino, diciéndole que comprendía las razones que habían inspirado su orden, pero que en su oportunidad le demostraría que sabría defender las Instituciones legítimamente constituidas. Efectivamente, en su oportunidad y siendo Gobernador Constitucional de mi Estado, pedí licencia al Congreso, y cuando el movimiento de Agua Prieta me puse al frente de las fuerzas por disposición del señor Presidente Carranza y defendí hasta el último instante esas Instituciones, (Aplausos.) sentando el precedente más tarde de que los militares, cuando tenemos elementos de la patria puestos a nuestra disposición, no debemos de ninguna manera hacer uso de ellos para combatir a aquel Gobierno que depositara en nosotros su confianza, pues habiendo recibido un telegrama, que fue ampliamente publicado, del señor General Obregón - repito, a quien tanto quise -, contesté diciendo que él mismo me había enseñado a ser leal, y que sería leal al Gobierno hasta el último momento, como lo fui. No sería, por tanto, ninguna cosa nueva para mí demostrar que estoy dispuesto a ofrendar mi vida, si es necesario, para defender las Instituciones, máxime cuando en la actualidad el Gobierno del General Cárdenas responde ampliamente a las aspiraciones de mejoramiento del pueblo. (Aplausos).
Ciertamente el trastorno de la paz en le país no produce, a los que hemos sido soldados, entusiasmos belicosos, porque ya sabemos todas las tristezas, todas las desgracias y todo lo lamentable que trae consigo la lucha fratricida; pero esto no mengua tampoco en nuestros ánimos el valor con que sabremos afrontar la situación. Y es por esto por lo que todos los soldados a quienes nos ha tocado la honra de venir a esta Cámara para representar la voluntad del pueblo, hemos signado un telegrama al señor Presidente, diciéndole que estamos a sus órdenes.
Creo, pues, que con esto queda hecha la aclaración porque, además, en mi labor cooperativista, he sentado la tesis - más izquierdista no podría ser - de la no explotación del hombre por el hombre, cosa que es ahora un ideal, pero que algún día se convertirá en realidad.
Doy las gracias más expresivas a todos mis compañeros por la confianza en mí depositada, porque a pesar de esas malévolas publicaciones que, según tengo entendido, provienen de una revista redactada por los judíos comunistas de los Estados Unidos, y reproducidas por algunos periódicos de aquí, no he recibido ninguna señal de sospecha. ni áspero recibirla, porque sabré estar unido de todo corazón con todos mis compañeros, para ir a la lucha en cualquiera circunstancia y en cualquier momento que sea necesario. (Aplausos).
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Molina Betancourt.
El C. Molina Betancourt Rafael: Camaradas diputados: ningún instante más oportuno que el presente para convertir la tribuna de esta Cámara
en un lugar en que se manifieste el sentimiento palpitante de las masas de México, cada vez más intenso y entusiasta en favor de su liberación definitiva; pero han hablado antes que yo y expresado su verdad muchos otros compañeros que no hacen sino traducir el sentimiento general que palpita en cada corazón de los componentes de la XXXVII Legislatura del Congreso Federal. Más que palabras y discursos, con más o menos sentido de altura, es indispensable en estos momentos analizar situaciones de hecho y ver cómo es posible realizar una obra de verdadera solidaridad, material y moral, con el Gobierno de la República.
He recibido la encomienda de traer esta tarde al Bloque revolucionario de la XXXVII Legislatura del Congreso de la Unión el ansia libertaria de los núcleos indígenas y campesinos de la Sierra Norte del Estado de Puebla, que siguen viviendo la condición de esclavos y de oprimidos, a pesar del punto a que ha llegado el proceso y desarrollo de la Revolución. Ellos, sin embargo, hoy como ayer, en el decurso de la historia, se preparan entusiastamente para responder con las armas en la mano, si es necesario, a la defensa de las instituciones; y estad seguros de que ellos sabrán hacer honor a su gloriosa tradición de la Guerra de Reforma y de la Intervención Francesa, a su gloriosa tradición de la Revolución Maderista y de la Constitucionalista, y una vez más traducirán en la acción los ideales del pueblo. Pero ellos necesitan también la ayuda de este Bloque para lograr lo que hace tiempo venimos pidiendo, y con razón, a la Secretaría de la Defensa Nacional: que todos los elementos que en esa sierra, soldados veteranos de la Revolución y hoy miembros de las organizaciones agrarias, tengan en sus manos las armas necesarias para defender las mezquinas conquistas que han podido alcanzar a través del corto período de tiempo en el cual han podido siquiera tener una respiración un poco más abierta después del cacicazgo entronizado por Gabriel Barrios durante muchos años en esa Sierra Norte del Estado de Puebla.
Los campesinos del décimo distrito electoral del Estado, agrupados en la Federación Campesina "Alvaro Obregón", en la Federación Campesina "Fernando León Uribe" y en la Federación Campesina de Tepango, han estado preparándose con toda entereza para luchar como soldados en la defensa de sus conquistas revolucionarias. Y ya que hemos logrado que la única guardia blanca que existía en la Sierra haya sido desarmada por orden expresa del Secretario de la Defensa Nacional; ya que hemos logrado que hoy en la mañana, por acuerdo expreso presidencial, salga un abrigada de ingenieros a solucionar el problema agrario integral de esa región, es tiempo a su vez que reclamemos de ellos, ya que ellos están pidiendo la cooperación material que en estos momentos necesita el país.
Vengo, pues, concretamente a pedir al Bloque de la Cámara de Diputados que se dirija a la Secretaría de la Defensa Nacional pidiendo que en el menor tiempo posible se organicen los batallones o las brigadas de reserva necesarias con los contingentes agraristas del décimo distrito electoral de Puebla, que suman sin "bluff" quince mil hombres, de los cuales seguramente no menos de seis mil son soldados fogueados en los campos de batalla y siempre han sido soldados de la Revolución. Esto será, además, una garantía de definitiva tranquilidad para quienes laboran también en aquella región ideológicamente por la causa revolucionaria.
Bien sabemos que el mayor número de maestros rurales asesinados en el país se ha referido a esa región del Estado de Puebla limítrofe con Veracruz. Bien sabemos que la sangre generosa de nuestros camaradas ha fecundado día a día, instante con instante, los deseos y los anhelos de estos hombres entregados aun a las garras de los viejos cacique que a ciencia y paciencia de las autoridades cretinas, de las autoridades contrarevolucionarias, de las autoridades con antecedentes penales dudosos, no pueden, no han podido definir una situación honesta y leal dentro de la Administración Revolucionaria por lo que hace a sus propios representativos en los ayuntamientos. Allí tenemos, por ejemplo, y es tiempo de decirlo en esta ocasión - habíamos con toda intención permanecido callados, pero es el momento de decir aquí lo que es una verdad -, hay por ejemplo en la región de Coetzalán, región totonaca, un viejo cacique, explotador impío de los indígenas de aquella zona: José María Flores, que hasta la fecha goza o ha gozado, cuando menos, de todas las prebendas y de todos los privilegios; hombre que tiene en sus manos el poder municipal y que en julio de 1937 escribe a un compañero, miembro de la Misión Cultural, conceptos como los que contiene esta carta original:
"Julio 2 de 1937.- Señor Jesús Ortiz.- Maestro de la misión Cultural. -Zacapoaxtla, Pue." (Leyó).
Este señor protege a un llamado capitán Rafael Huerta, quien va de núcleo en núcleo campesino invitado a la revolución fascista y asegurando que tienen ya todo preparado para lanzar en un solo día el ataque sobre todos los poblados importantes de la Sierra. Es entonces también necesario, y ya que el General Avila Camacho, Gobernador del Estado de Puebla, es un leal amigo del Presidente de la República, este Bloque debe dirigirse a él a efecto de que, conociendo esta clase de actividades subversivas, ponga coto a ellas y evite que en un momento dado, por la falta de tropas federales, pudieran aparecer brotes de revolución en la Sierra de Puebla.
Igualmente debo decir que es absolutamente verdadero lo expresado aquí por el compañero César Martino, en relación con los acontecimientos de la zona de Coxcatlán. Tengo una carta amplísima del Profesor Galación Pérez de aquella zona, relatándome los hechos e indicándome el peligro en que están colocados los maestros debido a las actividades subversivas de un individuo que se dice representante de las Juntas Revolucionarias Extranjeras.
Así pues, importa que el Bloque procure que la Secretaría de la Defensa Nacional, que el Gobierno procure que se den las armas necesarias a los elementos del campo plenamente identificados con la Revolución, incapaces de traicionarla y deseosos de combatir una vez más; porque su sangre
sigue siendo roja, porque ellos no han conocido otra verdad que la que la Revolución les ha predicado, esencialmente a aquéllos que, como los indígenas de la Sierra, a pesar de que están a unos cuantos kilómetros de la capital, han sido siempre olvidados por todos los hombres y por todos los Gobiernos. Sin embargo, una vez más -lo he dicho sin espíritu de exhibicionismo - debo expresar en nombre de ellos al Gobierno Federal, ante esta Legislatura, que los viejos soldados del Cinco de Mayo, que los viejos soldados que después de La Reforma regresaron a sus hogares, sin otro premio que pedazos de manta sobre las carnes morenas, están dispuestos de nuevo y desinteresadamente a perder la vida en holocausto a la Revolución.... (Aplausos).
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Hernández.
El C. Hernández Z. Arnulfo: Compañeros: es la primera vez que subo a esta tribuna, porque me han informado algunos compañeros que se ha emplazado a la diputación potosina para que defina de una vez cuál es su situación y cuál es el campo que le corresponde en estos momentos históricos.
Quiero responder de mis actos y de mi situación muy personal, porque la posición mía es de dos situaciones: primero, porque soy miembro del Ejército. Nunca he sido en elemento que haya venido como precursor de la Revolución, porque desgraciadamente, compañeros, nací tarde; pero sí tengo dieciséis años de pertenecer al Ejército sin ningún favoritismo. Aquí hay compañeros oficiales que me conocen, como es el compañero Pérez Rulfo, que puede decir que siempre he estado en la corporación prestando un servicio activo en cuantas revoluciones se han presentado en este México. Fui a la lucha con el compañero León García en el año de 1923; fui en 927 y volví a la lucha armada en 929, siempre al lado de todos los Gobiernos constitucionales. También vengo a responder que después de pertenecer a las fuerzas del General Cedillo, siempre he permanecido leal a un Gobierno. Fui a la lucha social; fui uno de los elementos que fundaron la Confederación Campesina Mexicana cuando era un peligro decir que era uno agrarista, no ahora. La Confederación Campesina Mexicana del Norte fue fundada por varios elementos, entre los cuales fui un elemento activo. Anduvimos en todos los Estados de la República en pie de lucha con principios definidos para hacer que hubiera una organización única para que respondiera a la defensa del campesinado del país. Ahora, compañeros, uno de los elementos de esta Cámara - y lamento que no esté en este momento -, como es el compañero Arellano Belloc que se dice revolucionario, yo fui el que trajo la credencial como una carta de recomendación para entregársela a él en la mano, porque ni siquiera fue a la Junta Computadora. ¡Esos son los revolucionarios!
Yo quiero que en esta Cámara, donde hay verdaderos elementos de la Revolución, como un Celestino Gasca, sin ningún partidarismo, pues tenemos criterio propio, se diga si yo tengo responsabilidad porque he sido amigo personal del General Cedillo y también he militado con él como todo un soldado. La Secretaría de la Defensa Nacional dentro de sus derechos que le asisten y dentro de sus leyes militares, giraba órdenes para que yo permaneciera al lado de un Divisionario del Ejército. En la actualidad, compañeros, cuando vine a este Cámara, no vine a aprender la palabra "Revolución". Cuando se vinieron las elecciones en 1937 ya era yo elemento de lucha, como les consta a muchos elementos aquí presentes que pertenecen a la Confederación Campesina Mexicana.
Debo decir, compañeros, que sé perfectamente que el General Cedillo no se ha levantado en armas; pero también debo decirles que Cedillo no le ha dicho a diputación potosina ni la ha invitado a una rebelión. Si el General Cedillo cuando nos dijo: "Compañeros, hay que representar al pueblo, llevar una responsabilidad colectiva a la Cámara y no tienen ustedes ningún partidarismo en estos momentos", yo quiero que el Bloque de esta Cámara me diga si respalda al Gobierno. Quiero, aunque nunca he sido orador, que me contesten (Voces: ¡Sí!) ¿La Cámara respalda al Gobierno? (Voces: ¡Sí!) Yo soy miembro del Bloque, soy miembro de la Cámara y tengo una responsabilidad ante el pueblo que me eligió; nunca he sido traidor en ninguna situación. Así es, compañeros, que debo decirles que si esta Cámara, si este Bloque, si este Gobierno es revolucionario y pertenecemos y defendemos al Gobierno Constitucional, estoy con la Cámara y estoy con el Bloque. (Aplausos.)
PRESIDENCIA DEL C. CELESTINO GASCA
El C. Presidente: ¿Consideran los compañeros suficientemente discutido el caso? (Voces: ¡Sí!)
Entonces me voy a permitir suplicar a los dos compañeros que faltan de hablar tengan la bondad de ser consecuentes con lo que la Cámara acaba de manifestar, en el sentido de que el asunto está suficientemente discutido. A la salida del compañero León García, en comisión que le designó la Cámara, me indicó que habiendo sido yo el último Presidente del Bloque, debería presidir las sesiones por el tiempo que durara su ausencia. Siendo así, suplico a ustedes que tengamos sesión del Bloque el próximo lunes, y que estén pendientes de cualquiera orden que se dé sobre la resolución que hemos tomado esta tarde; pues el propio compañero convino conmigo en que me estaría comunicando por teléfono todo lo que fuere necesario.
El C. Iturbe Ramón F.: Fui honrado para presidir la Comisión que, por disposición del Bloque de está Cámara, fue a rendir los honores póstumos al fallecido y viejo revolucionario Juan Sánchez Azcona. Manifiesto a ustedes que cumplí con dicha comisión, y al mismo tiempo como de todos ustedes es conocida la labor de este viejo revolucionario, que luchó como precursor contra la Dictadura de Porfirio Díaz y toda su vida fue la de un batallador leal a los principios revolucionarios, propongo que la Cámara haga los gastos de su entierro. También propongo que siendo el próximo sábado aniversario de la muerte del señor Carranza, este Bloque envíe una corona a su sepulcro.
El C. Presidente: Se pregunta si se aprueban
las dos proposiciones del compañero Iturbe. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobadas.
Se levanta la sesión. (A las 20.45.)
SESIÓN celebrada por el Bloque Nacional Revolucionario de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el día 1o. de junio de 1938.
PRESIDENCIA DEL C. JOSÉ ANGULO ARAICO
(Asistencia de 87 ciudadanos diputados.)
El C. Presidente (a las 18.20) : Se abre la sesión.
El C. Secretario Aguirre Carlos: Da cuenta con la Orden del Día y el acta correspondiente a la sesión anterior, que dice:
"Acta de la sesión pública efectuada por el Bloque Revolucionario de la Cámara de diputados del Congreso de la Unión, el día 19 de mayo de 1938.
"Presidencia del C. Daniel Z. Duarte.
"En la ciudad de México, D. F., a las 18 horas y 5 minutos del día 19 de mayo de 1938, con asistencia de 92 ciudadanos diputados miembros del Bloque, se abrió la sesión.
"Se leyeron y aprobaron, sin debate, la Orden del Día y el acta de la sesión anterior.
"Presidencia del C. León García.
"A propuesta de los CC. Luis Aranda del Toro y José Angulo Araico, integrantes de la Diputación de Nayarit, y en relación con los ataques insidiosos del C. Senador Alejandro Anaya, pretendiendo involucrar al Gobierno de aquel Estado en el reprobable asesinato del señor Enrique Orozco, perpetrado en la población de Santiago Ixcuintla, se acordó otorgar un voto de confianza al C. General Juventino Espinosa, por la labor eminentemente revolucionaria que viene desarrollando al frente de dicha Entidad Federativa.
En seguida, el C. Francisco García Carranza, usando de la palabra para hechos, se refirió a la moción del C. Licenciado Luis I. Rodríguez, Presidente del P. R. M., para suspender la discusión del Estatuto de los Trabajadores al Servicio de los Poderes de la Unión, a fin de atender problemas de mayor trascendencia para el país, como es la actitud rebelde adoptada por el ex - general Saturnino Cedillo, traicionando a la Revolución Mexicana y a nuestra patria. A este respecto, el C. García Carranza juzgo conveniente que todos los revolucionarios, así como todos los mexicanos, fijaran sus posiciones; y propuso, en concreto, que el Bloque de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, como exponente de la Representación Nacional, hiciera declaraciones terminantes en el sentido de que todos sus miembros están solidarizados, en forma sincera y absoluta, con el régimen que encabeza el C. General Lázaro Cárdenas, y condenan enérgicamente la conducta de traición que, para la Revolución Mexicana y para la patria, significa la actitud rebelde asumida por el ex - general Saturnino Cedillo y los contados elementos que lo secundan. Esta proposición en aprobó sin debate.
"El C. Cesar Martino, después de dar a conocer, con amplia documentación, las actividades subversivas que desde hace tiempo descubrió la Policía Judicial Federal, que se han venido desarrollando por el ex - general Cedillo y unos cuantos individuos que le son adeptos, propuso estos tres puntos:
"Primero que se designara una comisión del Bloque, integrado por dos miembros de cada uno de los sectores representados en el mismo, para que se translade inmediatamente a San Luis Potosí con objeto de manifestar al C. General Cárdenas, de viva voz y por medio de un documento suscrito por todos sus componentes, la firme adhesión y respaldo del propio Bloque; pidiéndole, a la vez, que les señale la trinchera en que deban colocarse.
"Segundo. Que el Bloque lance un manifiesto al país, dándole a saber su posición en torno del C. Presidente de la República, ante la actitud rebelde del ex - general Saturnino Cedillo.
"Tercero. Que los diputados federales por el Estado de San Luis Potosí, precisaran, en estos momentos históricos, su posición ideológica ante el Bloque, ante la Revolución Mexicana y ante el régimen que preside el General Cárdenas; concediéndoseles un plazo de veinticuatro horas a los que estuvieran en esta capital, y un plazo hasta el primero de junio próximo a los que estén ausentes de la ciudad de México.
"Sobre el particular usaron de la palabra los CC. Hilario Contreras Molina y Francisco Mora Plancarte; aprobándose los tres puntos preinsertos, con la adición propuesta por el C. Antonio S. Sánchez en el sentido de que la Directiva del Bloque también figurara en la comisión de que se trata. Esta comisión quedó integrada así: por la Directiva del Bloque, los CC. León García, Daniel Z. Duarte, Alvaro Pérez Alpuche, José Angulo Araico y Manuel Ayala; por el Sector Obrero y a propuesta del C. J. Maximino Molina, los CC. Luis Lombardo Toledano y Fernando Amilpa; por el Sector Campesino y a propuesta del C. César Martino, los CC. Hilario Contreras Molina y Manuel Jasso; por el Sector Militar y a propuesta del C. Pedro Quevedo, los CC. Emilio N. Acosta y Alfonso Pérez Redondo; y por el Sector Popular surgieron las candidaturas de los CC. J. Jesús Rico y Miguel Angel Menéndez Reyes, pero, a propuesta del C. Adán Ramírez López, se designó a los CC. Emiliano Siurob e Ismael C. Falcón. Además, se nombró en comisión para redactar el Manifiesto, a los CC. Héctor Pérez Martínez, Gabriel Leyva Velásquez, José Aguilar y Maya, y Antonio S. Sánchez.
"El C. Jaime Chaparro propuso que todos los representantes populares se trasladaran, en masa, a San Luis Potosí, para que en la Cámara de Diputados Local, considerada como recinto oficial del Congreso de la Unión, éste declarara traidor a la patria al ex - general Saturnino Cedillo, y que también en San Luis Potosí se firmara el manifiesto a la nación; pero ninguna de estas dos proposiciones se aceptó, por ser motivo de trámites dilatados.
"El C. Fernando Amilpa expresó que, con anterioridad, el Comité Nacional de la C. T. M. denunció ante el país las actividades subversivas de Saturnino Cedillo, y que los hechos le estaban
dando la razón; pero que todos los elementos de esta organización obrera lucharán al lado del C. General Lázaro Cárdenas y del Ejército Nacional, en defensa de la patria y de las conquistas del proletariado en peligro.
"El C. David Pérez Rulfo, en nombre de los militares de la actual XXXVII Legislatura, dio a conocer el mensaje que dirigen al C. Presidente de la República, condenando con toda energía la traición del ex - general Cedillo, y poniéndose incondicionalmente, como soldados, a las órdenes del General Cárdenas.
"El C. León García, en representación del Comité Central de la Confederación Campesina Mexicana, declaró que esta organización no solamente está en pie de lucha, sino que ya se dirige a todos sus contingentes del país para que se pongan en pie de guerra; y que todos los diputados están dispuestos a salir a batir a la Reacción en el terreno a que los llame, hasta lograr el triunfo definitivo de las conquistas revolucionarias. También, exhortó cordialmente, para que volvieran al cumplimiento de su deber, a los pocos campesinos que, engañados, podían seguir a Saturnino Cedillo en su descabellada aventura; y, además, invitó a los diputados por San Luis Potosí para que, reconsiderando su error, abandonaran la amistad personal de un hombre y de un amigo, porque antes que a los amigos y a las amistades se deben a la Revolución y a la patria; agregando que la XXXVII Legislatura del Congreso de la Unión no quiere marchar su breve y digno historial revolucionario, desaforando a los miembros de la Diputación Potosina, sino que éstos tendrán el apoyo de los representantes de la Confederación Campesina Mexicana, siempre que rectifiquen, en forma categórica y definitiva, el concepto equivocado que han tenido de Saturnino Cedillo.
"Entonces, dos diputados federales por San Luis Potosí precisaron su posición así:
"El C. Alfonso R. Salazar, por conducto del C. David Pérez Rulfo, declaró que fue soldado del General Lárraga, a quien no quiso seguir cuando éste desconoció al Gobierno, y que hoy que Saturnino Cedillo desconoce al Gobierno revolucionario del General Cárdenas, Alfonso R. Salazar desconoce a Saturnino Cedillo y está con el General Lázaro Cárdenas.
"Y el C. Arnulfo Hernández Z. definió su posición personal, expresando que tenía dos aspectos: primero, porque era miembro del Ejercito, con dieciséis años de estar en servicio activo al lado de todos los Gobiernos Revolucionarios; y, segundo, porque aun cuando por órdenes de la Secretaría de la Defensa Nacional perteneció a las fuerzas del ex - general Saturnino Cedillo, siempre ha permanecido leal al actual Gobierno y ha luchado en el terreno social, siendo uno de los fundadores de la Confederación Campesina Mexicana cuando resultaba peligroso ser agrarista. Además, manifestó que el ex - general Cedillo no se ha levantado en armas, ni ha invitado a la Diputación Potosina para secundar una rebelión. Refiriéndose al C. Diputado Francisco Arellano Belloc, afirmó que éste no había obtenido democráticamente su credencial como diputado federal. Y terminó declarando enfáticamente que, consciente de la responsabilidad de los intereses del distrito que representa y como miembro activo del Bloque y de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, nunca ha sido traidor a ninguna situación; y que como la Cámara de Diputados y el Bloque eran revolucionarios y defendían al Gobierno constitucional que preside el C. General Lázaro Cárdenas, él también estaba con el Bloque y con la Cámara.
"Presidente del C. Daniel Z. Duarte.
"El C. Miguel Z. Martínez, después de hacer un llamado a la serenidad, consideró que Saturnino Cedillo no es un problema para el país, y que, si llegara a serlo, él ocuparía el lugar que siempre le ha tocado en suerte: la vanguardia.
"El C. Celestino Gasca censuró con dureza la actitud rebelde del ex - general Saturnino Cedillo, y dijo que la XXXVII Legislatura del Congreso de la Unión, que está estrechamente vinculada y solidarizada con el C. Presidente de la República, General Lázaro Cárdenas, no puede permitir, ni ahora ni nunca, que a nombre de la Revolución se traicione a la patria.
"Presidencia del C. Manuel Ayala.
"El C. Salvador Ochoa Rentería, en representación de la Federación Nacional de Trabajadores del Estado, expresó que los ciento veinticinco mil trabajadores que la forman están dispuestos, en estos momentos de serias responsabilidades, a luchar codo con codo con la actual XXXVII Legislatura, y que esperan órdenes para defender a la Revolución, demostrando, con hechos, su solidaridad y su respaldo al Gobierno del Presidente Cárdenas, por lo cual el Bloque debe darles un abrazo, aceptando su franca, sincera y resuelta colaboración.
"Presidencia del C. Celestino Gasca.
"El C. Antonio S. Sánchez se unió a las declaraciones de los compañeros que le antecedieron en el uso de la palabra, en el sentido de que cada uno de los diputados será un soldado en las filas del Ejército, para defender virilmente a las instituciones revolucionarias de México.
"El C. Francisco Mora Plancarte hizo presente que la Diputación Federal Tlaxcalteca y el proletariado del Estado de Tlaxcala, apoyan en forma firme y decidida al Gobierno legítimo del General Cárdenas, y que estarán en el sitio que las circunstancias lo requieran y en el lugar de lucha que se les señale.
"El C. Miguel Angel Menéndez Reyes, como representante del primer Distrito Electoral del Estado de Yucatán, significó su solidaridad y su entusiasmo junto al rasgo elocuente y sincero de este Bloque Revolucionario de la Cámara de Diputados de la XXXVII Legislatura del Congreso de la Unión, que, en momentos de peligro, agrupa su lealtad en torno de la figura patricia de Lázaro Cárdenas. Y refiriéndose a las tendenciosas informaciones publicadas por una revista yanqui, regenteada por judíos, en que se alude al C. Diputado y General Ramón F. Iturbe, pidió que éste, como iniciador del movimiento revolucionario de México, dijera categórica y lealmente su verdad.
"El C. Ramón F. Iturbe dio las gracias al C. Menéndez Reyes por haberle dado esta oportunidad para rechazar con energía las injustas calumnias que
se le han lanzado por quienes lo consideran como elemento fachista, y declaró, terminantemente, que, de ninguna manera, podía estar inmiscuido ni relacionado con los enemigos de la Revolución, ni mucho menos con un movimiento que en estos instantes resulta una verdadera traición a la patria. El C. Iturbe agregó algunas palabras sobre sus antecedentes como veterano de la Revolución, y concluyó afirmando que está dispuesto a ofrendar su vida, si es necesario, para defender al Gobierno que preside el General Lázaro Cárdenas, máxime cuando este Gobierno responde ampliamente a las aspiraciones de mejoramiento del pueblo mexicano.
"El C. Rafael Molina Betancourt, en nombre de los núcleos indígenas y campesinos de la sierra Norte del Estado de Puebla, después de manifestar que más que pronunciar discursos lo que urgía era analizar la situación de hecho y definir la mejor forma de realizar una obra de verdadera solidaridad material y moral con el Gobierno de la República, propuso, concretamente:
"Primero. Que el Bloque se dirija a la Secretaría de la Defensa Nacional, pidiéndole que, en el menor tiempo posible y proporcionándoles armas, se organicen los batallones o las brigadas de reserva necesarias, con los contingentes agraristas del Décimo Distrito Electoral del Estado de Puebla, que suman quince mil hombres; y
"Segundo. Que el propio Bloque también se dirija al Gobernador del Estado de Puebla, a efecto de que ponga coto a cualquiera actividad subversiva que pudiera surgir, procurando evitar que aparezcan brotes de rebelión en la sierra de dicho Estado.
"Declarado el tema suficientemente discutido, la Presidencia recomendó a todos los señores diputados que estuvieran pendientes de atender cualquier citatorio o llamado urgente que se les hiciera, con referencia a los acuerdos tomados durante esta sesión.
"Por último, a propuesta del C. Ramón F. Iturbe, quien informó de la comisión que se le confirió para rendir honores póstumos al viejo revolucionario Juan Sánchez Azcona, que acaba de fallecer, se aprobaron estos dos puntos de acuerdo:
"Primero. Que la Cámara de Diputados sufrague los gastos de los funerales del mencionado C. Juan Sánchez Azcona, quien fue uno de los precursores de la Revolución Mexicana; y
"Segundo. Que siendo el día 21 del presente mes aniversario de la muerte del C. Venustiano Carranza, el Bloque envíe una corona de flores a la ceremonia respectiva.
"A las 20 horas y 35 minutos se levantó la sesión".
El C. Menéndez Reyes Miguel Angel: ¡No hay quórum! ¡Sólo hay setenta y seis diputados! ¡¡No hay quórum!! ¡Es ilegal lo que se está haciendo! (Voces: ¡No hay quórum!) ¡¡Reclamo el quórum!! ¡Protestamos! ¡No hay quórum! ¡No hay quórum! ¡No puede hacerse la sesión! ¡Es ilegal! ¡¡¡No hay quórum!!! (Desorden).
El C. Presidente: Se suplica a los señores diputados ocupen sus curules.
El C. Menéndez Reyes Miguel Angel: ¡No hay quórum! ¡No hay quórum! ¡No hay quórum! ¡¡¡Vámonos!!! (Voces: ¡Vete!) ¡No hay quórum! ¡Es ilegal lo que se está haciendo! ¡Protestamos! ¡No es legal!
El C. Aguirre Carlos: Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.
El C. Menéndez Reyes Miguel Angel: Pido la palabra.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Menéndez Reyes Miguel Angel: Un grupo de diputados pide que se haga constar en el acta de esta sesión su formal protesta con motivo de estarse violando el Reglamento. No hay suficiente número de diputados para constituir quórum....(Campanilla.) y la Secretaría, encargada de la Presidencia, que trata en estos momentos de arrebatarnos el uso de la palabra, ha declarado que sí existe quórum, cuando nosotros, recontando uno a uno a los elementos que contestaron de presente en esta sesión, aclaramos en momento oportuno que no existe tal quórum.
Pedimos que se haga constar en el acta que se levante de esta sesión nuestra más enérgica protesta; y a todos los compañeros que han firmado un proyecto de planilla para ocupar los distintos puestos directivos de la Cámara de Diputados durante el mes de junio, pedimos que no se apruebe, porque esto se haría fuera de todo orden por la Secretaría del Bloque en uso arbitrario de facultades que no tiene.
El C. Presidente: La Presidencia pregunta si se aprueba el acta. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.
El C. Menéndez: ¡No!
El C. Presidente: ¿Se toma en consideración la proposición del compañero Menéndez? (Voces: ¡No!) Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. No se toma en consideración.
El C. Menéndez: Pido se haga constar mi protesta en el acta. Pido votación nominal.
El C. Presidente: Ya está votada.
El C. Menéndez: ¡No, no! No está votada. Tenemos suficiente número para la votación nominal. (Voces: Ya está votada). No está votada. Insisto en protestar formalmente con motivo de estos abusos que está cometiendo el Secretario del Bloque. No está votada.
El C. Mondragón: Quiero suplicar a la Presidencia tenga la gentileza de consultar a la Asamblea si aprueba la votación nominal que pide el compañero.
El C. Presidente: Ya está votada.
El C. Menéndez: Yo pido que se haga constar en el acta de esta sesión mi más enérgica protesta.
El C. Secretario Aguirre: (Dio lectura a telegrama de Río Verde, S. L. P., en el que el C. Gonzalo Peralta solicita licencia).
Se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Dispensados. Se pregunta si se concede la licencia. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Concedida.
El C. Secretario Aguirre (leyendo): (Insértese desde memorial del Frente Único de Trabajadores,
hasta dictamen de la Comisión de Impuestos sobre el Proyecto de Ley de Impuesto al Petróleo).
Se pregunta a la Asamblea si se dispensan los trámites al dictamen. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Dispensados los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobados. Pasa a la Cámara para sus efectos.
- El mismo C. Secretario: (Leyó dictamen de la Comisión de Impuestos sobre reformas a la Ley de Impuestos sobre la Minería).
En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Dispensados los trámites. Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobado.
El C. Presidente: Se pasa al siguiente punto de la Orden del Día: Asuntos Generales.
El C. Adán Ramírez López: Pido la palabra para presentar una planilla relativa a la integración de la Mesa Directiva.
El C. Gutiérrez Gurría: Me permito proponer para Presidente al compañero Pérez Rulfo, y para Vicepresidentes al C. Maximino Molina y al C. Demetrio Gutiérrez.
El C. Menéndez Miguel Angel: Vuelvo a protestar porque se está verificando una sesión sin quórum, y en segundo término manifiesto que existe otra planilla en la cual figura el compañero Ochoa Rentería. Pido votación nominal y se verá que no hay quórum.
El C. Presidente: Se pregunta a la Asamblea si acepta la proposición del compañero Menéndez respecto a la votación nominal (Voces: La votación es por cédulas). ¿No hay más proposiciones? (Voces: No). En votación económica se pregunta si se aprueba la planilla anterior. (Voces: Aprobada).
El C. Menéndez Reyes Miguel Angel: No hay quórum.
El C. Presidente: Aprobada. (Aplausos).
El C. Amilpa Fernando: Pido la palabra.
El C. Presidente: Tiene usted la palabra.
El C. Amilpa Fernando: Compañeros diputados: vengo a plantear ante ustedes una cuestión de vital importancia para la Diputación de la C. T. M. Suplico la atención de ustedes, porque tenemos el firme propósito de actual dentro de este descanso de las hostilidades que provocó la discusión del Estado Jurídico, con absoluta serenidad, despojados de pasiones personales que pudieran traer como consecuencia un rompimiento definitivo entre un sector y otro de la Cámara.
Debo hacer hincapié en los siguientes hechos: la mayoría de la Cámara de Diputados, que viene funcionando sobre las resoluciones de la misma, hasta antes del Estatuto Jurídico, fue producto del propósito de los que integramos diversos sectores en los que militan obreros y campesinos organizados, y algunos elementos populares y los elementos del Ejército, que deseosos de secundar la política del señor Presidente de la República y la política del partido Revolucionario Mexicano, sumamos nuestras voluntades, unificamos nuestro criterio y nuestra acción, para decidir las cuestiones más fundamentales de esta Cámara. Surgió un grupo de descontentos, y a ese grupo de descontentos en diversas ocasiones lo señalé como un enigma; hice la crítica de sus acciones que solamente se dejaban sentir dentro de la Cámara, cada vez que venía a colación la designación de la Directiva de la misma. Por esta razón yo afirmé ante el señor Presidente de la República, que esa minoría incongruente, inconsistente en cuanto a su estructura, derivada de su origen, y cerrada por completo a darnos a conocer cuáles eran las condiciones de su malestar, no elevaba la lucha y no hacía otra cosa que hacer perder el tiempo dentro de la Cámara, porque estaba poseída del propósito de controlar por todos los medios posibles, los puestos directivos de la misma.
La discusión del Estatuto Jurídico, compañeros diputados, trajo como consecuencia la descomposición de esa mayoría y se vieron fenómenos curiosos: elementos que no esperábamos nunca que estuvieran con nosotros los de la C. T. M., que defendíamos el Estatuto tal como lo produjo el señor Presidente de la República y lo aprobó el Senado, se sumaron con un desinterés y convicción que nos vincula a ellos, cosa que ha sido recibida con verdadero beneplácito por parte de los trabajadores que nosotros representamos.
Pero a pesar de que ese grupo se sometió a la Diputación de la C. T. M., nosotros tenemos que confesar que ha sido sensible la existencia de una votación minoritaria en las diversas ocasiones en que nosotros hemos tenido la necesidad de dilucidar mediante votaciones, cuál es el resultado de nuestros argumentos y de las defensas que hemos hecho en favor del Estado Jurídico. Estamos, pues, frente a una situación incierta para nosotros, y veo que lo es porque consideramos que muchos de los elementos que lo combaten, no están en contra por convicción; a muchos de ellos se les ha dicho que el señor Presidente de la República firmó el Estatuto sin siquiera conocerlo; a muchos de ellos se les ha dicho que el señor Presidente de la República, ante la actitud adoptada por algunos servidores al servicio del Estado, ha considerado que sería peligroso darles el derecho de huelga para que lo ejercieran contra el Gobierno. A muchos de ellos se les ha indicado, también, que el señor Presidente de la República combate, o no desea por ninguna manera, darle una fuerza mayor a la C. T. M., que ha procurado por todos los medios posibles dirigir los destinos de esta Cámara. Esta es una imputación que se hace.
A algunos otros compañeros se les ha dicho, tocándoseles su amor propio, que como consecuencia de las declaraciones del compañero Lombardo Toledano, es él el que va a mandar en la Cámara, el que va a indicar lo que se ha de hacer en la Cámara. Otras muchas versiones se han propalado respecto al Estatuto Jurídico, y todo esto ha traído como consecuencia el estado de descomposición y de desconcierto, que no nos permite en un momento dado señalar a aquellos compañeros a quienes consideramos contrarrevolucionarios y opositores a
que los trabajadores al servicio del Estado gocen de garantías a que tienen derecho y opositores también a lo que se relaciona con los propósitos del señor Presidente de la República.
En ocasiones he señalado que determinados compañeros pudieran estar adoptando una actitud antirrevolucionaria; francamente, he estado imposibilitado para señalarnos citando nombres. Lo haría con todo gusto si tuviera la convicción profunda de que, al fin y al cabo, de estas discusiones habidas, determinados compañeros están adoptando una actitud que nosotros tendríamos que encontrarnos en la necesidad de combatir, por considerarla antirrevolucionaria.
Pero viene después, compañeros, con motivo de los debates del Estatuto Jurídico, la intervención del Partido de la Revolución Mexicana. La intervención del Partido de la Revolución Mexicana es consecuencia de la petición que hizo la C. T. M. al Comité Nacional, y la C. T. M. hizo esta petición, porque considera que es la autoridad máxima dentro del Partido al cual nosotros pertenecemos; y siendo el Comité Nacional, el Consejo Nacional, la autoridad máxima, la exponente del deseo, del pensar de las masas que forman el Partido de la Revolución Mexicana, lógico es que esta intervención del Partido de la Revolución Mexicana, pedida por la C. T. M., es consecuente con las facultades y derechos de los elementos representativos, para tomar participación en una cuestión a debate y posteriormente dan su opinión.
Nosotros, los elementos que defendemos el Estatuto, estamos en espera de que el Consejo Nacional del Partido, a través del Consejo Nacional del mismo, dé a conocer la opinión de ese organismo y consideramos nosotros que, dado el principio de disciplina y de identificación absoluta con el organismo de la Revolución, no podemos colocarnos en pugna de ese criterio. Eso es lo que pensamos nosotros porque de antemano definimos que el criterio sustentado por el Partido, debe ser el criterio de la revolución, y tendrá que ser revolucionario en estas condiciones. Lógico es suponer que dada la descomposición de la mayoría, posiblemente nos encontramos agitados por un ambiente de oposición, por un ambiente de retraimiento. Las cosas, entre los elementos representativos de los Sectores más importantes dentro de la Cámara, vienen arreglándose de diverso modo que como se venían arreglando desde el principio, en que la existencia de una mayoría se consideraba como legítima, y que esa mayoría estaba secundado la política del señor Presidente de la República y del Partido, y en estas condiciones, pues existe un sentimiento de malestar de parte de algunos compañeros, que consideran a un grupo determinado de elementos de la Cámara con el propósito de abrogarse la dirección de las discusiones de la Cámara en todos los planos y en todas las épocas.
Esto, como ustedes deben comprender, causa malestar, y nosotros hemos meditado cuáles serán las consecuencias de esto; pero antes hemos visto si es cierto este propósito. He tomado participación muy activa en la integración de las diversas comisiones y de los puestos representativos de la Cámara, y cuando he actuado yo, cuando he dado mi asentamiento, tanto para la integración de las Directivas, como de las comisiones, así como de la integración de la Permanente, nunca lo he hecho por cuenta propia, siempre he contado con los elementos de la C. T. M. y siempre he contado con la solidaridad y el respaldo del Comité Ejecutivo Nacional de la C. T. M., y por consiguiente con el respaldo de todos sus componentes.
Todos los elementos que forman parte de la C. T. M. me han respaldado, todos sus contingentes, y ustedes habrán visto que hasta la fecha no ha habido ni siquiera una desautorización.
Como decía a ustedes, en este ambiente sofocante, en este ambiente que ya perfila la división definitiva de grupos que estamos en pugna, discutiendo nuestros principios, nuestro ideario y nuestros propósitos, surge la discusión para el nombramiento de esta Directiva que presidirá durante el mes próximo. Entonces, pues hemos tenido una lucha interna los elementos de la C. T. M., donde se piensa con absoluta libertad de criterio sobre la conveniencia o inconveniencia que hay de llevarnos ya a una acción definitiva, en unión de compañeros que están respaldándonos en la discusión del Estatuto Jurídico, para lograr por todos los medios posibles que la Directiva dentro de la Cámara, sea el resultado de la comprensión de nuestra postura revolucionaria en relación con el Estatuto y que sea una garantía para los obreros y los campesinos, en la resolución de los problemas que en lo futuro tendrán que plantearse.
Entonces nosotros pensamos, que anteriormente si dentro de esta Cámara se han cometido errores, que nosotros mismos hemos criticado, que hemos sancionado, pensamos que la comisión de errores anteriores, y el vínculo que nos une en este momento con elementos a quienes antes combatimos, no nos autoriza para cometer otros errores, porque la comisión de un error de nuestra parte, puede conducirnos a consecuencia funestas para el proletariado, para la Revolución y para el Gobierno.
De consiguiente, nosotros hemos pensado que debemos abstenernos por todos los medios posibles de actuar ostensiblemente, mientras tanto el Partido no da sus puntos de vista en relación con el Estatuto Jurídico, para cumplir así con un compromiso que hemos contraído con el Partido en el sentido de aplazar por todos los medios posibles todo motivo de alejamiento, que fuera causa de distanciamiento entre nosotros; pero compañeros, el tiempo apremia, y los compañeros, algunos amigos míos, consideran que si nosotros dejáramos pasar estas cosas inadvertidas, sin hacer sentir a ustedes cuál es nuestra manera de pensar, nuestro coraje, ni siquiera cuál es nuestra manera de pensar y cuáles nuestros sentimientos, las cosas van rodando de tal suerte, que cuando volvamos la cara no será posible una conciliación; habremos roto definitivamente, con grave perjuicio para el Gobierno y para la Revolución.
Por consiguiente, nuestra posición ha sido consecuente con la situación y condiciones reinantes y no debe tomarse, de ninguna manera, como resultado de una impotencia confesada o de una impotencia de la que estamos convictos. Nuestra actitud en este momento no es sino de ponderación y está relacionada con el propósito de
cumplir con el Partido, propósito que hemos reiterado de no alterar por ningún concepto la situación que prevalece, procurando establecer la armonía, para que cuando venga la opinión del Partido, nosotros, con todo desinterés, con todo desapasionamiento, podamos juzgar, y por fin darles a los trabajadores al servicio del Estado lo que en justicia les corresponde. ¿Pero hasta dónde va a llegar esto? ¿Hay el propósito de algunos elemento de postergar definitivamente a los elementos de la C. T. M.? No deseo que se confiese, pero sí deseo que por lo menos se piense y se sepa que nosotros ya pensamos que es posible que algunos elementos tengan el propósito definido de hacer abstracción definitiva de nosotros, aprovechando bajas pasiones, aprovechando lo que en mi concepto, es el injustificado coraje que se tiene contra el Licenciado Lombardo por sus declaraciones con motivo del Estatuto Jurídico; aprovechando esa situación de malestar que provoca antipatía, de que se ha hecho merecedor determinado orador para estar eternamente lanzando la aplanadora en contra de un grupo de diputados que, quiérase o no, tenemos la representación de algunos contingentes y que por eso somos, naturalmente, merecedores de algunas consideraciones, como lo son todos los elementos que están aquí.
Si esta situación se prolonga, yo pienso que es perjudicial. La Directiva de la Cámara, todos sus puestos representativos, necesitan para que sus resoluciones y sus actuaciones merezcan la confianza, el cariño y el apoyo del pueblo y de la nación entera, necesitan gozar de un derecho moral que sea producto de la concurrencia de fuerzas vivas de elementos revolucionarios que militan dentro de la Cámara, o se desatienden estas cuestiones y entonces no sé cómo va a adquirirse esta autoridad moral para determinados actos. Si se tiene postergada a la Diputación de la C. T. M., que representa un millón de trabajadores, nosotros podríamos abstenernos de participar en esta cuestión. Se ha afirmado que no hay quórum y me parece que realmente no lo hay. No quiero hacer ninguna imputación a la Directiva, pero insisto en que no hay quórum y que a pesar de esto se ha procedido a celebrar sesión. Nosotros pudiéramos retirarnos, pero no queremos hacerlo, sino hacer un llamamiento a la cordura y a la serenidad de todos ustedes, para hacerles ver que no debe de postergársenos por ningún motivo.
Nosotros sabemos que no somos más que treinta y uno, que juntamente con otros compañeros que se han vinculado con nosotros con motivo del Estatuto Jurídico, formamos un grupo mayor; pero créanme ustedes que no es pretensión nuestra tener el control de la Cámara; posiblemente nos convenga o no nos convenga, lo que nos interesa es que las cosas se sigan decidiendo con la misma táctica de lucha, que no tiene por qué desaparecer, ¿o qué, el Estatuto Jurídico nos coloca en un bando o en otro y va a contestarme alguno que ya hay izquierdas y derechas en la Cámara?
Yo planteo la disyuntiva. Yo planteo la incógnita. ¿Va a contestárseme en esta forma? Me parece que no sería lógico y no hay ninguna razón que lo justifique. No vengo a pedir clemencia, solamente vengo a decir a ustedes la posición en que nos encontramos; solamente vengo en nombre del prestigio, en nombre de la autoridad moral y del historial de la XXXVII Legislatura, a pedir a ustedes mayor cordura, a pedir a ustedes mayor comprensión, con objeto de que las cosas sigan decidiéndose tal y como anteriormente venían decidiéndose.
Tenemos dentro de nosotros elementos que han borrado sus dudas y esto nos hace vislumbrar que la Cámara será todavía más revolucionaria y que no perderá en lo sucesivo el tiempo.
Yo hago esta invitación: no se nos puede postergar, porque si bien es cierto que pudiéramos sucumbir a consecuencia de las votaciones dentro de esta Cámara, si pudiéramos sentir sonrojo, coraje y despecho por todo aquello que nos viniera a hacer humillar la cabeza, por todo aquello que pudiera herirnos y que nos hiciera salir con la cabeza baja por esos pasillos; pero en cambio tendríamos la convicción profunda de que ante la opinión pública, ante la nación, los actos de la Cámara, por virtud de que se hubiera postergado a un millón de trabajadores, no tendría la autoridad moral necesaria. Frente a la reacción, frente a los enemigos de la Revolución debemos estar vinculados. No buscar ninguna cosa que amerite un rompimiento de esta naturaleza; de lo contrario nos van a obligar a pensar en la necesidad de adoptar una conducta de grupo y no hay por qué se nos lleve a esa situación.
Nosotros no adoptamos en estos momentos una conducta de grupo. Hablo por mí y creo que interpreto a los compañeros de la C. T. M.; no hablo ni siquiera a nombre de ellos, hablo por mí; hablo ante la necesidad de poner un hasta aquí a esta corriente de descontrol, a esta corriente de oposición que no se explica y que nadie la encuentra fundada.
De manera que no se nos arroje a una acción a que no tenemos necesidad de llegar. Piensen ustedes en que nuestra táctica puede ser de diferente modo; piensen ustedes que nuestras resoluciones en determinados asuntos le restarían autoridad moral a la Cámara; piensen ustedes que hay muchas gentes que están viéndonos y juzgándonos y que indudablemente tendrían que pesar la situación y tendrían que juzgarnos en un momento dado. Conste, y esto quiero que quede asentado en el acta, que nosotros si nos encontramos en la oposición mañana o pasado, realizando acción de oposición, por medio de gritos, golpeando los pupitres, moviendo a los compañeros, platicándoles determinadas versiones, tratamos de desorientarlos; en fin, si nosotros realizamos mañana o pasado con los compañeros que actualmente están vinculados con nosotros con motivo del Estatuto Jurídico, adoptando una actitud de oposición a un grupo mayoritario que nos ha postergado, que nos ha hecho minoría porque ha querido, porque no les han bastado nuestras explicaciones o porque no nos tienen confianza, o por cosas que no podemos saber, si nosotros estamos avocados a esta situación, quiero que conste que no es nuestro despecho y que no será nuestra oposición el resultado del pleito por las Directivas de la Cámara.
El compañero Ochoa Rentería traía una planilla hace un rato. Ha obrado por su propia cuenta, con legítimo derecho, no lo censuro; él hace muy bien; él ve las cosas en forma diferente que como yo las veo; pero de todas maneras tiene facultad y tiene derecho para obrar como él considere pertinente.
El compañero Ochoa Rentería y otros compañeros también tenían formulada una planilla que no se ha presentado, de manera que quiero que conste ese hecho: si mañana o pasado estamos en disputa permanente, si no es posible ante este llamamiento a la cordialidad quitar todos aquellos prejuicios, no será culpa nuestra, ni tampoco será nuestra actitud consecuencia del deseo de la voracidad nuestra de apoderarnos de la Directiva de la Cámara, para aprovecharla en beneficio de nuestros intereses personales o de grupo. Esto es lo que quiero que conste. Y he querido que se haga constar esto y se haga hincapié en esto, porque no quiero que pase inadvertido y se vea que nosotros sí nos damos cuenta de esta situación.
Yo creo que no tendremos necesidad de adoptar una conducta de grupo, tendríamos que adoptarla si las cosas siguen adelante en la forma en que van. Ya hay un antecedente que nos hace pensar en la necesidad de hacerlo, el hecho de que se haya celebrado una asamblea sin quórum, porque en mi concepto no hay quórum... (Voces: ¡Sí hay quórum!) Perfectamente, no tengo el propósito de discutir. (Voces: ¡Que se pase lista! ...¡Pues que se pase lista! Hace un rato, al pasar lista, algunos compañeros contaron setenta y seis diputados; pero hay que hacer caso omiso de eso, porque yo mismo deseo que no andemos con esta cosas. Lo único que sí suplico, compañeros, es que mediten en la conveniencia de no llevar las cosas más adelante.
¿Cuál es la justificación de la existencia de un grupo minoritario, que pudiéramos integrar, que constituyera una amenaza para los intereses del proletariado? ¿Tenemos justificación, tenemos derecho para decir con toda valentía que existe ese grupo? Yo no me siento con derecho de decirlo. Vendrá la opinión del Partido en relación con el Estatuto Jurídico y entonces veremos la actitud de los señores diputados, que determine su filiación. Y entonces posiblemente estemos ya capacitados para ver si hay elementos dentro de la Cámara que son enemigos del proletariado, pero antes no queremos adelantar nuestro juicio. Cuando nosotros veamos que hay un grupo enemigo del proletariado y nos demos cuenta de que ese grupo se lanza en oposición contra nosotros, votando a troche y moche en contra de nuestras proposiciones y proyectos, entonces la existencia de un grupo se justifica, pero se justificará ante la defensa imperativa que queremos nosotros hacer de los intereses proletarios, mas no se justifica la existencia de un grupo si todos somos elementos del Partido de la Revolución Mexicana y si todos estamos dispuestos a apoyar al Presidente Cárdenas. (Aplausos.)
El C. Domínguez: Voy a plantear un asunto pero antes de hacerlo, quiero referirme en parte a las palabras que pronunció el compañero Amilpa. El compañero Amilpa dice que ellos, los diputados que pertenecen a la C. T. M., se sienten postergados por el hecho de que la Cámara esté eligiendo directivas dentro de otros sectores, es decir, dentro del Sector Campesino, dentro del Sector Popular y del Ejército. Y yo considero que el compañero Amilpa no es un postergado, porque ustedes mismos han querido que todos los puestos vayan eligiéndose entre todos los compañeros, que vayan rolando.
El C. Amilpa: ¿Me permite aclarar, compañero? No es precisamente esa causa la que yo invoco como comprobación de que se está operando una labor de postergación o una ofensiva hacia nosotros. Y sería injusto e ilógico decir por este motivo que se nos está postergando, desde el momento en que el compañero Molina figura en esa planilla. No es eso. Eso yo lo he sacado por conclusión, que hay un ambiente o propósito de obstrucción hacia nosotros, desde el momento en que hemos visto lo que hemos sostenido con motivo del impuesto del algodón, en que pedimos que se pasara a una comisión, con recomendación de que rindiera su dictamen en el menor tiempo posible, y no se nos hizo caso, interrumpiéndonos con risas y gritos y también por la actitud de algunos elementos de la mayoría en ocasión a la discusión del Estatuto Jurídico. Es a lo que yo me he referido y es lo que he invocado como uno de tantos síntomas de que se nos quiere postergar. (Aplausos).
El C. Domínguez López Carlos: Perfectamente, compañero. Entonces, por lo que respecta a la discusión del Estatuto, quiero manifestar al compañero Amilpa, que ese tampoco es motivo para que haya divisiones en la Cámara de Diputados, es decir, para la existencia de dos grupos. Aquí lo que hay es diferencia de criterio con respecto a la forma en que se va a expedir el Estatuto. Nosotros hemos dicho ya mil veces que no estamos en contra del Estatuto, sino que queremos que sea una ley que esté en concordancia con la realidad nacional. Nosotros no estamos de acuerdo en lo que respecta a huelgas y sindicatos, porque creemos que es un peligro para las instituciones establecidas. Esa divergencia de criterio no puede ser motivo para que haya divisiones en la Cámara de Diputados. El punto que voy a plantear es el siguiente: ustedes saben que en la Secretaría de Agricultura, el sindicato de empleados de esa Dependencia presentó un pliego de peticiones a esa Secretaría y emplazó al Secretario a una huelga si no se resolvían esas peticiones. Esto quiere decir que en algunas Secretarías está en vigor el Estatuto, sin estar aprobado por el Congreso de la Unión.
Yo insisto en que se haga esto del conocimiento de las Comisiones que tienen el estudio de este asunto, para que nos digan si no obstante que el Ejecutivo tiene en vigor el Estatuto en algunas dependencias, la Cámara de Diputados debe seguir conociendo de este asunto. Si no debe seguir conociendo, que se ponga a la consideración de la Cámara, para que resuelva lo conveniente; si debe seguir conociendo, que se pidan informes a la Secretaría de Gobernación para que el Congreso de la Unión, no quede en una situación falsa, por lo que respecta a sus facultades. (Aplausos).
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Ramírez Margarito.
El C. Ramírez Margarito: Yo juzgo muy inteligente la exposición que nos acaba de hacer mi estimado amigo el Diputado Amilpa, pero quiero aclarar dos conceptos que vertió aquí. Dice él que tal parece que hay un propósito de pasar en cada caso sobre la representación de la C. T. M. Yo no he visto sinceramente ese propósito. También dice que la discusión del Estatuto ha planteado ya una división y que esa división ha traído como consecuencia que los elementos de la C. T. M. y otros más que se han unido hayan quedado en minoría. Conozco la situación de la Cámara y por eso digo que no hay tal minoría, ni creo que llegue a haberla. Y también tengo casi la seguridad de que vamos a salir perfectamente librados los diputados en la discusión del Estatuto; porque creo que encontraremos la forma de que no haya aquí en la Cámara, con este motivo, ni vencedores, ni vencidos y el esfuerzo nuestro yo creo que ya debe de tender a que cada uno de nosotros procure que esto no venga a traer esa división. Es fácil, a mi manera de entender, repito, que si todos ponemos de nuestra parte nuestra buena voluntad, estoy seguro de que llegaremos a un pleno entendimiento.
Ahora les ruego que tengan la bondad de que dejemos ya este asunto hasta que llegue el momento de la discusión del Estatuto, porque no juzgo que en estos momentos sea oportuno seguirlo tratando, sino que en la próxima sesión sea cuando se haga. Ruego a ustedes lo hagan así (Aplausos).
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Diputado Munguía.
El C. Munguía Aurelio H.: Compañeros.... (Voces: ¡ya! ¡ya!)
El C. Presidente: Se pregunta a la Asamblea si está suficientemente discutido el asunto. Los que estén por la afirmativa se servirán indicarlo.
El C. Rico J. Jesús: Yo suplico a ustedes tengan la bondad de escucharme. (Voces: ¡tribuna!) Compañeros: está perfectamente bien marcado precisamente el hecho que acaba de suceder, porque la mayoría quiere que se siga tratando de este asunto y la minoría insiste en tal o cual forma y siempre hay comprensión. (Voces: ¡no hay mayoría ni minoría!)
Yo les ruego que se sirvan escucharme. Nosotros estamos abordando un tema que no es ni siquiera el de la discusión del Estatuto Jurídico, ni de ningún otro asunto, sino exclusivamente el buscar que no haya ningún rompimiento en la XXXVII Legislatura. Decía el compañero Ramírez que no hay tal tendencia de división ni postergación en esto o en aquello. La miseria no la puede sufrir más que aquél que la está sintiendo; de lo contrario, el que está comiendo, el que está perfectamente bien no siente la miseria y dice: ¡la miseria no existe! Por eso nosotros hemos estado observando estas cosas. No me quejo yo desde el punto de vista personal. Desde el punto de vista personal no tengo ninguna razón de quejarme del trato personal para mí de ninguno de todos los compañeros diputados, y esto, con toda sinceridad y honradez, lo agradezco a cada uno de los compañeros; pero cuando hemos venido a discutir y cuando se están discutiendo problemas de trascendencia, de interés obrero, nosotros estamos viendo que en muchas ocasiones, miembros de la C. T. M., por el hecho de proponerlo elementos que han estado defendiendo el Estatuto, ha habido cierta contradicción, y esto corre un peligro fundamental para la XXXVII Legislatura, en lo futuro.
El C. Acosta Emilio N.: ¡Que se cite un caso en que se haya estorbado alguna cosa propuesta por la C. T. M.! ¿Existe un caso solo?
El C. Rico: Mire, compañero, la cuestión del tabaco, la cuestión del algodón, y diferentes cosas que se han venido tratando. Por esta razón nosotros no atacamos a los compañeros, sino que buscamos perfecta cordialidad; y de este proceder, en lo personal, apelo a la caballerosidad de varios de mis compañeros, que nos conocen perfectamente en lo personal y saben que al acudir a cualquier sector, acudimos de pie, con una rectitud absoluta, sin la más pequeña ambición.
Quiero también asegurar a ustedes que tengo autorización, si no tengo representación efectiva de organizaciones por las que vine a la Cámara, por mi gusto vengo representando al Sector Popular y no tengo representación obrera o campesina. Apelo a los compañeros del Sector Campesino para que digan si no es cierto que con ellos he luchado muchos años. Apelo al compañero De la Lanza y a algunos otros compañeros, para que digan si no me he encontrado con ello en la lucha. Por eso, más desinteresadamente todavía de estas fluctuaciones que pueden presentarse aquí, sí creo tener la autorización para decir que sí corre peligro dentro de la XXXVII Legislatura el que hubiera divisiones. Más todavía, aunque parezca que podría haber divisiones entre obreros y campesinos, esto no sería conveniente bajo ningún punto de vista. Esto no lo hago para buscar posiciones, ni lo hago de mala fe y pido a la XXXVII Legislatura que así como fue la despedida del año pasado, el 31 de diciembre, sigamos siempre en pie, completamente unidos. Eso es lo único que busco al intentar dirigir la palabra a ustedes. Hemos venido de las filas de la clase trabajadora, y cuando se piensa que pudiera venir una división, como la señalada por el compañero Amilpa, de que hubiera izquierdas y derechas, no lo puedo pensar, no lo puedo concebir desde ningún punto de vista, puesto que he hablado ya en público señalando - porque ese es mi criterio - que la XXXVII Legislatura viene de las filas de los trabajadores, y toda la XXXVII Legislatura, como un solo hombre, tendrá que respaldar en todo momento los intereses clasistas proletarios.
Queremos, compañeros, que las palabras que nosotros vengamos a decir, fuera de situaciones y de compromisos que se firmen, que se tinte el corazón de la clase trabajadora en el momento de sus propios sufrimientos, para que así, no por las firmas dadas, sino por la convicción de nuestras palabras, las de nosotros, o las de los otros compañeros, sean las que vengan a convencer a la XXXVII Legislatura, y no las firmas dadas con anterioridad, las que establezcan un compromiso o pacto, porque así sería nula cualquiera discusión.
Lo único que busco es que así como empezamos, así terminemos, con plena fe, para que al terminar nuestra labor la XXXVII Legislatura se enorgullezca de haber defendido a las clases trabajadoras
del país, a todas las clases proletarias de la República.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Munguía.
El C. Munguía: Con bastante interés he estado siguiendo el hilo de este cambio de impresiones, pudiéramos decir, porque no creo que sea una discusión, toda vez que los compañeros Amilpa y Rico, así como el compañero Domínguez, han hecho algunas aclaraciones respecto a lo que se ha dado en llamar aquí la discusión del Estatuto Jurídico. Yo estimo que si efectivamente es Sector Proletario lo componen tanto la clase obrera como la clase campesina, estimo que debemos nosotros de fijarnos en esto: según mi modo de entender las cosas, al tratarse de discutir el Estatuto que viene a favorecer a los trabajadores al servicio del Estado, tal parece que esto ha dado origen a que entre el Sector Obrero y el Sector Campesino, representado aquí en la Cámara, se trate de formar bandos, cosa que ya lo aclaraba el compañero Margarito Ramírez. Yo no creo eso, ni creo tampoco que sea de justicia el que se vaya a dividir la Cámara por este hecho. Si hemos venido aquí a cumplir con una misión que nuestros comitentes nos dieron, que nuestros representados nos confirieron, para velar por los intereses de los trabajadores, deberemos, pues, de confesar que tenemos la obligación de formular un proyecto de ley, nómbrese Estatuto o nómbrese Ley de Servicio Civil, pero sin que esto quiera decir que nosotros vayamos a aceptar aquí, como luego dicen, la consigna que determinado elemento venga aquí a darnos. Hago mención de esto, porque decía el compañero Amilpa que a algunos de nosotros nos habían hecho creer que se señor Presidente de la República al mandar el proyecto de Estatuto, no lo había visto, sino que nada más lo había firmado, Yo quiero manifestar a ustedes que por lo que a mí toca - porque me considero uno de los más ignorantes aquí en la Cámara -, por lo que a mí toca, repito, me di cuenta, porque leí el Proyecto de Estatuto, leí el dictamen que presentaron las Comisiones. El dictamen y el proyecto están escritos en un idioma en que podemos comprenderlos y no creo que haya lugar a que se juzgue que nosotros tratamos de sostener un capricho nada más porque alguien nos haya ido a decir que lo sostengamos.
Esto por lo que se refiere al dictamen y al proyecto del Estatuto. Por lo que ve al hecho de que están aquí, como estamos, varios factores integrando la Cámara, como lo es el Sector Obrero y el Sector Campesino, y el Militar y el Popular. Yo creo que nuestra obligación es, como dije al principio, velar porque la Ley o el Estatuto, como se le quiera llamar, venga a constituir una garantía para los trabajadores al servicio del Estado o, lo que es igual, para los empleados públicos. En esas condiciones yo creo que si nos colocamos todos en un plano de absoluta serenidad, llegamos a la conclusión de que si nosotros tratamos de ser revolucionarios, no es motivo para venir a plantear una dificultad dentro del seno de la Cámara, por asegurarles el bienestar a los servidores, a los empleados públicos que muy justo y lícito es. Pero con esto no quiero decir que nosotros vengamos a hacer gala de revolucionarios y que tampoco tememos como bandera el hecho de venir a discutir una ley y tratar de hacer gala, repito, de revolucionarismo.
Nosotros venimos de la provincia. Venimos a aprender aquí y no me sonrojo en decirlo; venimos a aprender de los inteligentes, y nosotros queremos que esos inteligentes que también tienen bríos de revolucionarios, porque lo son, que nos marquen el camino; pero que nos marquen el camino dentro de un plano de sinceridad, dentro de un plano por el cual lleguemos a comprendernos y así podamos aquí, dentro del seno de la Cámara, como luego dicen, ponerles el ejemplo a los trabajadores, tanto campesinos como obreros, y una vez que la Cámara logre marchar afín con las ideas de la Revolución, podremos nosotros, como han dicho los compañeros, los que traemos representación de las clases organizadas, podremos ir a predicar la unificación allá también. De otro modo no vamos a poder sostener a los trabajadores, ni a decir que se deben unificar, cuando nosotros no podemos unificarnos aquí sinceramente.
En esas condiciones, creo que nuestro deber es entrar, pues, cuando sea oportuno, como lo decía el compañero Margarito Ramírez, a discutir esto, y que no se diga que ni lo que se llama el grupo del elemento campesino, ni el grupo del elemento militar, tratan de estar contra el grupo que representa a la Central Obrera de México, que es la C. T. M. Nuestro deber es, pues, señores, ser ecuánimes y discutir y votar con toda calma esta ley que, a no dudarlo, vendrá a colocar muy alto el criterio de la Cámara.
Si ya a la fecha se ha estado discutiendo y hemos estado cambiando impresiones, quiere decir que con esta espera, en lugar de ir a cambiar la opinión de los compañeros que ya tienen un criterio formado de lo que se va a hacer, yo creo que, al contrario, esta espera ha servido para podernos dar cuenta mejor de cómo están caminando estas cosas, o cuál es el efecto que han causado, hasta dentro de los mismos sectores burocráticos, las discusiones que aquí hemos estado sosteniendo. En esas condiciones, compañeros, yo entiendo que nuestro deber es, pues, esperar para que de una vez, el día que el Bloque lo disponga, nos avoquemos al conocimiento de estos hechos y no estar, como luego dicen, consistiendo en que aquí, ni por uno ni por otro lado, hay espíritu de postergar.
Nosotros sabemos que nuestra misión aquí es a base de responsabilidad, y si nosotros asumimos esa responsabilidad, naturalmente que tendremos que preocuparnos por que al resolverse este asunto, tan debatido, al resolverse este asunto, que tanto se ha festinado hasta en la prensa, se resuelva de acuerdo con los intereses de los trabajadores y bajo un principio netamente revolucionario.
En esas condiciones yo espero, pues, que tanto los compañeros de la C. T. M., como los demás factores, lograremos ponernos afines, sin que al llegar a su fin esta discusión alrededor del Estatuto, vayamos a resultar, como decía Margarito Ramírez, ostentando que hubo vencidos y vencedores. En esa forma creo yo que podremos justificar si es que efectivamente tenemos un criterio revolucionario, porque del otro modo nosotros mismos, a pesar de
que nos hemos estado dando cuenta de que la opinión pública ha estado siguiendo nuestros pasos, ha estado siguiendo estos debates que hemos tenido; en esta forma, repito, nosotros mismos podremos demostrar ante esa misma opinión pública y ante la nación entera, que la Cámara, ahora más que nunca, ha estado obrando con un criterio recto, con un criterio firme, como Cámara. (Aplausos).
El C. Presidente: Tiene la palabra el compañero Acosta.
El C. Acosta: Yo no creo que vayamos a discutir seriamente en esta tarde el Estatuto Jurídico y no ocuparía este lugar si no fuera porque quiero, aunque muy sumariamente, muy ligeramente, fijar algunas apreciaciones que con toda inteligencia esboza el compañero Amilpa.
Nos critica el compañero Rico el hecho de que se haya firmando un pacto, según él; y yo quiero hacer la aclaración - quizás el compañero Rico no esté enterado - de que después de haber convenido por una condescendencia frente al Presidente del Partido, suspender totalmente por unos días la discusión del Estatuto, fueron los compañeros de la C. T. M. los que lanzaron un manifiesto y anduvieron recogiendo firmas aquí, deseando que esto se hiciera rápidamente, porque iba a ser enviado a los trabajadores. Después de esto y sólo con el objeto, con el empeño de hacer llegar a los trabajadores al servicio del Estado la realidad de que la Cámara no los dejaría en la situación a que ellos le tienen terror, firmamos un manifiesto que lanzamos para conocimiento de ellos, no como pacto de honor, porque estamos unidos, no por la firma de ese documento, sino por la convicción íntima de que estamos trabajando en bien de los campesinos, de los obreros y del Gobierno, sustentando el criterio que tenemos de defender el Estatuto Jurídico en la forma que nosotros lo queremos.
Otro punto es que el compañero Amilpa dice que nosotros los que defendemos el Estatuto, tal parece que estamos en contra de una ley para proteger los derechos de los trabajadores; pero es al contrario: estamos decididos a expedir una ley que dé a los servidores y trabajadores del Estado todas las garantías que las leyes les conceden, y únicamente diferimos de ellos en que nosotros decimos que los trabajadores no deben sindicalizarse ni adherirse a una central determinada, para que no sean gobernados por ella. No deseamos que esto suceda.
No es, pues, un punto fundamental en el que diferimos, sino superficial. No creo que haya un interés profundo en defender la situación de parte de ellos; pero para nosotros sí es de mucha importancia defender el punto contrario.
La Cámara entera defiende que se proyecte una ley que dé al trabajador y al empleado todas sus garantías; únicamente diferimos en la forma de establecer los artículos. Esto no puede provocar una escisión, un cisma, una división absoluta en los miembros de la Cámara, compañero Amilpa, porque igual nos ocurrió cuando se discutió aquí la Ley de Cooperativas, que venía de igual procedencia, venía de la Presidencia de la República; se le hicieron modificaciones, se trató de ella, se discutió y la ley salió en tal forma que nos dimos después la mano, seguros de que cada uno había colaborado con sus luces, no con su capricho, a poner más clara y más evidente la situación de las cooperativas.
En esta ocasión, tratándose del Estatuto Jurídico, todos debemos colaborar con nuestras luces, debemos de contribuir con nuestro criterio, con nuestro pensamiento, con nuestras opiniones y con los anhelos que tengamos, de cómo se deben hacer las cosas.
Tomada en cuenta la opinión de todos, es natural que salga una ley más amplia; pero no hagamos un capricho de aquello de que lo que yo digo es la verdad única, porque cada quien trae su verdad adentro. Lo que yo digo es mi verdad, pero vamos a ver realmente cuál es la que se necesita. Yo le confieso al compañero Amilpa y a todos los miembros de la C. T. M., que tengo ciega y absoluta confianza de que jamás estaremos divididos por esta situación. Respecto de que se sientan postergados porque el compañero Ochoa Rentería traía una planilla y Menéndez traía otra o una situación por el estilo, no es para sentirnos postergados.
Yo estuve durante varias sesiones formando parte de un grupo minoritario que tenía determinadas aspiraciones en la Cámara. Debo hacer la aclaración de que jamás, nunca, este grupo estuvo alimentado por bajos pasiones, por intereses bastardos. Creíamos que teníamos una razón y la defendíamos como tal; y perdíamos y nosotros nunca nos enojábamos porque perdíamos y nunca nos sentimos distanciados de la Cámara. Porque cuando más en entredicho estaba Acosta dentro de la Cámara, para no permitirle tomar ninguna comisión, yo tuve el honor de ser atendido pacientemente por todos mis compañeros en dos proyectos de ley, los cuales yo presenté y fueron aprobados, no solamente por el grupo militar y el campesino, sino por todos los compañeros de la C. T. M.
Yo vine en una ocasión a esta tribuna, cuando formaba parte de ese grupo, a pedir a todos ustedes a nombre de un grupo de mineros necesitados y ustedes me llegaron al corazón, llegaron a conmoverme, vaciando su bolsillo para ir en ayuda de esos compañeros. El hecho de que estuviera en minoría, no quería decir que no fuéramos revolucionarios o que estuviéramos divididos, ni esto me autorizaba a creer que ustedes no fueran revolucionarios. Al contrario, yo creo que toda la Cámara actualmente está integrada absolutamente por individuos venidos de la Revolución; pero dentro de la Revolución "cada uno tiene su manera de matar pulgas". Cada uno piensa cómo ha de hacer las cosas y tratar de sacarlas adelante.
Yo le ruego al compañero Amilpa retire sus amenazas de división. Yo le ruego al compañero Amilpa que coja una estopa mojada y borre ese millón de trabajadores, para que no nos los esté echando encima constantemente. (Aplausos). No es el caso de venir aquí con amenazas; es el caso de venir aquí con tesis; defenderlas valiente y tenazmente y si se pierde, señores, las mayorías mandan y éstas gobiernan. Vivimos en un país democrático, y tenemos que ajustarnos a la realidad democrática; pero no vamos a disgustarnos porque quedemos en minoría. Incidentalmente, como dice el compañero,
la Cámara está dividida; pero sólo para la discusión de un proyecto de ley, no en lo general.
El compañero Ampila, Lombardo Toledano y yo, hemos convivido una semana en San Luis Potosí, de verdadera camaradería, de verdadera fraternidad hemos convivido, como hermanos de lucha, en aquella situación y yo no he sentido ningún distanciamiento de ellos a mí, ni de mí a ellos. Nos hemos gastado bromas suficientemente pesadas para que un hombre se disgustara, y hemos vivido en una camaradería verdadera. Así debemos continuar aquí laborando. Yo agradecería al compañero Amilpa que no hiriera la dignidad de esta Cámara y de sus componentes, pidiéndoles que esperen a lo que resuelva el Partido de la Revolución, porque no es el Partido el que viene a dictar leyes aquí; las leyes las dicta el pueblo, y el pueblo lo representan los componentes de esta Cámara.
El Jefe del Partido de la Revolución y el Comité Ejecutivo del Partido tienen un carácter eminentemente político de cohonestidad política en el país; de conservación, de cohesión entre los elementos revolucionarios; de unificación de criterio entre los distintos sectores revolucionarios. Pero de ninguna manera y por ningún motivo podríamos consentir en que las leyes que dicte esta Cámara venga a dictarlas el Partido de la Revolución, que no tiene responsabilidad como legislador, que vendría por un momento a tratar de imponer su criterio; pero que ya sería esta Cámara la que cargaría sobre sus hombros la responsabilidad de una ley mal dictada o bien dictada, y en este caso el honor sería para el Partido de la Revolución y nosotros seríamos meros monigotes sentados aquí. (Aplausos. Voces: ¡Bien por Catón!) No hay minorías, compañero Amilpa, momentáneamente defienden ustedes su criterio, y nosotros el nuestro.
Vamos a llegar al fondo de la cuestión. Convénzanos de que tienen razón y estamos con ustedes; si ustedes se convencen de que la tenemos, estén con nosotros. Como finalidad, lo que la Cámara apruebe, debemos respetarlo como producto de la mentalidad unida de la XXXVII Legislatura. (Aplausos.)
El C. Presidente: Realmente, compañeros, no hay asunto a discusión. Ha sido esto una serie de aclaraciones de los compañeros que han hecho uso de la palabra, y no hay razón de someter a votación nada, porque realmente no ha habido nada a discusión. Se pregunta si se considera agotado el tema. Los que estén por la afirmativa sírvanse indicarlo. (Voces: ¡Sí, sí!)
El C. Acosta: Para un asunto interesante pido la palabra. Compañeros diputados: tengo que pedir a ustedes un favor o un servicio. La situación en la Comarca Lagunera es más que desesperante para los compañeros que viven allá. Tengo más de mil oficios y cartas de laguneros pidiendo, por favor, que se intervenga para evitar que sigan siendo explotados. Hay elementos allí que están, más que explotando, sacrificando a los campesinos. Cuando resultó electo el señor General Rodríguez Triana para Gobernador del Estado, los compañeros diputados por Coahuila nos planteamos el compromiso de no intervenir de ninguna manera en la política local obedeciendo, por disciplina a nuestro Partido, la declaración hecha en favor del General Rodríguez Triana, a quien habíamos combatido en su campaña, entendido de que esta Legislatura se da cuenta de que jamás he pedido la palabra para una solo cosa en contra del Estado de Coahuila; tampoco hoy deseo hacerlo. La situación de los campesinos no obedece exclusivamente a manejos del Gobierno del Estado. No es el Gobierno del Estado el que está explotando a los campesinos. Yo fui a ver al señor Presidente con este problema y se lo plantee y se mostró incrédulo. Me dijo que él no creía que tales cosas ocurrieran; pero como yo terqueara, quizá con falta de respeto, le suplicó al señor Ingeniero Peralta que fuera a la Presidencia y delante del Presidente discutimos el Ingeniero Peralta y yo la situación. El Presidente entonces, dándose cuenta de que de ninguna manera tiene nada que ver en el asunto el Ingeniero Peralta, porque ni está en Torreón, ni es él el empleado del Banco que actúa a cada momento; pero habiendo comprobado que sí se cometen más que atropellos verdaderos actos bochornosos y exacciones, y que muchos campesinos han perdido la vida debido a ello, y que muchos campesinos se están muriendo de hambre, en que las cosechas se pierden y el dinero se roba, el señor Presidente me ordenó que hiciera una investigación en Coahuila para poder precisar los hechos. Tengo hecha una investigación. Hablé con el señor Presidente en San Luis y me ordenó que fuera a La Laguna para prepararle un pleno, al que quería concurrir para que los campesinos directamente le esbozaran la situación que prevalece en aquella región.
Pero aquí viene lo delicado para mí: no deseo absolutamente intervenir en la política local de Coahuila, y empeño a ustedes mi palabra de honor en este sentido. No puedo solo desarrollar aquella labor. Los compañeros Juan Pérez y Tomás García también están listos para ir a La Laguna, pero vengo a suplicarle a esta Honorable Asamblea que se sirva, para el mejor desempeño de las labores que vamos a efectuar a favor de los campesinos laguneros, que se nombre una comisión de dos compañeros, pero que no sean del Estado de Coahuila ni de Durango, para que me acompañen allá, y estemos listos cuando llegue el señor Presidente de la República para exponerle la situación gravísima en que se encuentran los campesinos, y la forma de resolverla y hacer que se castigue a los que en alguna forma hayan robado un solo centavo del dinero que el Gobierno destinó para aliviar la situación de los campesinos.
Tengo la seguridad absoluta de que la labor que desarrollemos vendrá a resolver, si no la crítica situación porque atraviesan los campesinos, sí podremos ayudarlos enormemente y dar un ejemplo de que el señor Presidente no tiene consentidos en la administración y castiga con mano de hierro a cualquiera de sus colaboradores que cometa actos que no debe cometer. Cada día que transcurre es un día más en que aquellos hombres están aplastados por el hambre y por la miseria. Yo ruego a esta Honorable Asamblea se sirva autorizar que dos compañeros me acompañen para que yo esté seguro de que si vienen posteriores ataques de intromisión en la política local, citarlos frente a esta Cámara demostrando así que no hemos actuado en
ese sentido y que solamente hemos cumplido con nuestra obligación de representantes de esos campesinos, al buscar su liberación y mejorar su condición.
El C. Presidente: Se pregunta a la Asamblea si se toma en consideración la proposición.
El C. Amilpa Fernando: Pido la palabra. Solamente quiero dejar puntualizada esta situación para que la Asamblea nos dé su opinión, en la inteligencia de que no trato de ninguna manera de hacerle sentir a la Asamblea la necesidad de que pida instrucciones a la C. T. M. para ver qué es lo que debe hacerse.
La mayoría de los compañeros campesinos que están explotando el algodón en la Laguna son de la C. T. M. Esta, por conducto de su Comité Nacional, ha tenido determinados convenios con el Gobierno que obliga a los elementos de la C. T. M. a trabajar intensamente con objeto de que se coseche el algodón en una forma fructífera. No sé cuáles son los elementos que se hayan dirigido al compañero Acosta, y por si acaso la acción de aquellos compañeros de que habla el General Acosta está en oposición con la que realizan los elementos de la C. T. M., que considero son los principales productores de la Laguna, quiero que ustedes estén al tanto de esta situación, porque naturalmente, en un momento dado, podría una comisión de la Cámara ir en abierta oposición con la labor que está desarrollando, de acuerdo con el Presidente de la República, la mayoría de los productores de algodón de la Laguna.
- El. C. Presidente: Hecha la aclaración del compañero Amilpa, se pregunta a la Asamblea si se toma en consideración.
El C. Juan Pérez: Pido la palabra. El compañero Acosta acaba de exponer a ustedes el problema que existe en la comarca lagunera, el que conozco yo en el terreno de la práctica debidamente. No es responsable en mi concepto, señores, el Gobierno del Estado de la crisis económica por que atraviesan los compañeros campesinos de aquella comarca; son responsables, en mi concepto, algunos factores que se han presentado en aquella comarca, y que han traído como consecuencia una crisis económica, dado que no ha sido posible conseguir dinero de distintos Bancos para seguir los trabajos que están completamente paralizados.
En mi concepto la crisis económica de aquella comarca está poco a poco pasando, y a estas fechas, los compañeros que no trabajan, ahora ya están trabajando la semana completa; trabajaban en días pasados solamente tres días y tres días se turnaban otros compañeros en los mismos trabajos. El Banco Ejidal sólo hace refaccionar a los compañeros que estén trabajando. Sólo me resta, compañeros, hacer la siguiente aclaración: el año pasado se gastaron en aquella comarca lagunera cuarenta y cinco millones de pesos, y se entregaron de cosechas veinticinco millones de pesos o sea ochenta y cinco mil pacas de algodón. En consecuencia, el resto se empleó en implementos de agricultura, con los que a estas fechas están trabajando los compañeros.
A estas fechas, la cosecha de trigo que acaban de levantar los compañeros, justifica que con todo y crisis económica, los compañeros de aquella región siguen trabajando constantemente la tierra. El compañero Acosta quiere exponer otra clase de problemas por los que atraviesan los compañeros en aquella comarca, y que constituye lo siguiente: hay distintos problemas, resoluciones de tierras, hay distintos problemas que el Gobierno no ha podido resolver, que el Banco no ha podido resolver y es necesario que de acuerdo con lo que pide el compañero Acosta, se nombre esa comisión para que haga un recorrido por la comarca lagunera, y vea cuáles son las peticiones de los distintos compañeros. Para esto yo me permito hacer de su conocimiento, que el Comité Central de la C. T. M. está conociendo debidamente esta situación para ponerse a la defensa de los campesinos. Me adhiero a la proposición del compañero Acosta, porque siendo en beneficio de los compañeros de aquella comarca, yo estaré a las órdenes de ellos y en compañía de cualquiera comisión que vaya a esa región.
El C. Ramírez Margarito: Pido la palabra. Yo creo que el Bloque en este caso no debe nombrar esa Comisión que vaya a La Laguna, porque es una cosa que incumbe directamente al señor Presidente. Y sí considero que los diputados de Coahuila tienen mucho derecho para investigar, aclarar y poner los hechos en conocimiento del señor Presidente; pero no solidarizar al Bloque con esa comisión, porque en ese caso nos colocamos fuera de nuestras atribuciones, pasando sobre las del señor Presidente de la República. Ese es mi criterio.
El C. Acosta: Pido la palabra. Lamento no estar de acuerdo con el compañero Margarito Ramírez. Yo no sé por qué nosotros, que somos representantes de los campesinos y de los trabajadores, no tenemos la obligación de velar por que no se les robe y no se les explote. En La Laguna se les está robando y se les está explotando. Yo puedo decirles no uno, centenares de casos que están ocurriendo. El último telegrama de que acabo de tener conocimiento y el que he hecho del conocimiento del señor Ingeniero Peralta, se refiere a esta situación y quiero que me digan ustedes si es o no indispensable tenderlas la mano: los campesinos acaban de recolectar su trigo. Hay ejidos, son más de cuarenta ejidos, los que en este sentido están solicitándolo; por la maquila de su trigo tendrán que pagar alrededor de seis mil pesos, de acuerdo con lo que se cobra por la maquila en La Laguna. Ellos pidieron al Banco Ejidal que les facilitara dinero para comprar trilladoras, para trillar su trigo, reembolsando con lo que tendrían que pagar de maquila. El Banco Ejidal se negó a hacer ese préstamo y entonces se organizó una cooperativa de maquiladores, y cobrándoles el valor de la máquina por la maquila que están haciendo. Estos empleados del Banco están robando descaradamente a los campesinos. Hay otra cosa allí. Un ejido pidió establecer un establo, el Banco prestó el dinero para establecerlo; lo establecieron, hay allí un ingeniero de apellido Ricoy que representa al Banco en aquella región. Este señor tomó a su cargo la administración del establo, el valor del establo, vacas, etcétera, y todo lo tiene cargado el ejido, y el establo lo manejan un cuñado de Ricoy y cuatro empleados que ganan ocho pesos
diarios. Y en pagar se va la totalidad de las utilidades y en cambio el campesino no recibe nada. Hay casos en que a los campesinos les están cargando dinero en una forma exagerada y me escriben que hay hambre entre ellos y que en cambio el empleado del Banco se pasea con militares por las calles de Torreón y va borracho, con viejas, a visitarlos al ejido, tratándolos con insolencia. Nosotros no debemos cerrar los ojos ante esta situación. La Cámara debe de tomar cartas en el asunto. Por esto Juan Pérez y el compañero Garza Felán y el que habla combatimos políticamente a Rodríguez Triana cuando se lanzó para Gobernador; no lo hemos atacado por disciplina al Partido, no porque no lo merezca. Por eso quiero que nos acompañen dos o tres elementos de esta Cámara, sin intereses políticos en Coahuila, para que el informe que se rinda no pueda ser desvirtuado, diciendo que se trata de cargos políticos a un Gobernador. Yo quiero que vaya un compañero de la C. T. M. y otro de la Campesina para que vean la situación tal cuál es y que no me ciega la pasión ni la mala voluntad. Yo pido a la Cámara que me ayude en esta situación a favor de los campesinos y que no tome en cuenta la proposición del compañero Ramírez.
El C. Ramírez Margarito: Yo no he discutido el derecho o la obligación que tienen ustedes de intervenir en los asuntos de sus distritos. Dije que con todo derecho pueden hacerlo. Lo único en que yo he hecho hincapié es en que no sea una comisión del Bloque la que se avoque al conocimiento de este asunto, porque primero debe conocerlo el señor Presidente de la República.
El C. Acosta: ¡Lo conoce ya, Margarito!
El C. Ramírez: Entonces es inútil que vayan ustedes.
El C. Acosta: No, no es inútil. ¿Por qué quiere negarle a Coahuila ese derecho? Yo me recuerdo que cuando el compañero Miguel Angel pidió una investigación en Yucatán para determinados hechos, la Cámara nombró una Comisión que fue a ayudarle al compañero Menéndez a Yucatán en ese sentido. Cada vez que un compañero solicita un auxilio de la Cámara para cosas de éstas, siempre se le ha concedido. ¿Por qué Coahuila no tiene ese derecho?
El C. Ramírez Margarito: Yo voy a hacer hincapié en que siendo éste un asunto que el señor Presidente de la República debe resolver, no debe el Bloque intervenir.
El C. Acosta: El bloque debe presentárselo. (Voces: ¡sí! ¡sí! ¡no! ¡no!)
El C. Presidente: Se pregunta a la Asamblea si se toma en cuenta la proposición del compañero Acosta. Los que estén por la afirmativa se servirán indicarlo. Aprobada. Se toma en cuenta. La Presidencia nombra en comisión a los compañeros Celestino Gasca, Efrén Peña Aguirre y Adán Ramírez López para que en unión del compañero Acosta estudien el problema.
Se levanta la sesión y se cita para pasado mañana a la hora acostumbrada y se pasa a sesión de Cámara (20 horas).