Legislatura XXXVII - Año III - Período Comisión Permanente - Fecha 19400306 - Número de Diario 39
(L37A3PcpN039F19400306.xml)Núm. Diario:39ENCABEZADO
MÉXICO, D. F. MIÉRCOLES 6 DE MARZO DE 1940
DIARIO DE LOS DEBATES
DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
Registrado como artículo de 2a. clase en la administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.
AÑO III. - PERÍODO ORDINARIO XXXVII LEGISLATURA Tomo VI. - NÚMERO 39
SESIÓN DE LA COMISIÓN PERMANENTE
EFECTUADA EL DÍA 6
DE MARZO DE 1940
SUMARIO
1.- Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la anterior.
2.- Cartera
3.- Los ciudadanos Gonzalo N. Santos, José Aguilar y Maya, Luis Flores G. y otros ciudadanos representantes, presentan una proposición tendiente a que se designe la misma Comisión que en representación de la Comisión Permanente concurrió a las ceremonias luctuosas en honor de los señores Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, para que se acerque al C. Secretario de Hacienda y Crédito Público y le pida se desista del recurso de revisión interpuesto contra el amparo que concedió la protección constitucional a las señoras viudas de Madero y Pino Suárez por lo que se refiere a la disminución de las pensiones que actualmente disfrutan. Se aprueba la proposición y se designa la Comisión.
4.- Los ciudadanos Leobardo Reynoso, Gonzalo N. Santos, Polioptro Martínez, David Ayala, Rafael Molina Betancourt, Jaime Chaparro, Celestino Gasca y José María Dávila hacen uso de la palabra para referirse a las actividades políticas del General Juan Andreu Almazán. El ciudadano Jaime Chaparro solicita que se nombre una Comisión para que se acerque al ciudadano Secretario de Hacienda y Crédito Público para que se acepte la renuncia del ciudadano Luis Montes de Oca, actual Director del Banco de México, en virtud de que esa institución ha procurado presentar una situación económica difícil del país y ha proporcionado facilidades para la campaña almazanista. Se aprueba esta proposición y se nombra la Comisión. El C. Polioptro Martínez solicita que se de un voto de confianza a los ciudadanos diputados del Estado de Hidalgo y el Gobernador de dicha Entidad, con motivo de la muerte de dos almazanistas ocurrida en un mitin celebrado en la ciudad de Pachuca. Se aprueba esta proposición. Se levanta la sesión.
DEBATE
Presidencia del
C. LEÓN GARCÍA
(Asistencia de 17 ciudadanos representantes).
El C. Presidente (a las 12.45): Se abre la sesión.
- El C. Secretario Santos Gonzalo N. (leyendo):
"Acta de la sesión celebrada por la Comisión Permanente del XXXVII Congreso de la Unión, el día catorce de febrero de mil novecientos cuarenta.
"Presidencia del C. León García.
"En la ciudad de México, a las trece horas y diez minutos del miércoles catorce de febrero de mil novecientos cuarenta, se abre la sesión con asistencia de diez y seis ciudadanos representantes, según consta en la lista que previamente pasó la Secretaría.
"Sin discusión es aprobada por la Asamblea el acta de la sesión anterior que se efectuó el día siete del mes en curso.
"En seguida se da cuenta con los documentos en cartera:
"La legislatura del Estado de Nayarit participa que eligió presidente y vicepresidente de su Mesa Directiva para el presente mes. - De enterado.
"La legislatura del Estado de Tlaxcala comunica que con fecha 30 de enero concedió licencia por quince días renunciables, para separarse de su puesto, al Gobernador Constitucional, C. Isidro Candia G.. - De enterado.
"La legislatura del Estado de Sonora informa que el día 25 de enero último inauguró y clausuró un periodo extraordinario de sesiones, a que fue convocada por su Diputación Permanente. - De enterado.
"El C. Ingeniero Efraín A. Gutiérrez comunica que con fecha primero del actual se hizo cargo nuevamente del Poder Ejecutivo del Estado de Chiapas, dado por terminada la licencia de que disfrutaba. - de enterado.
"El C. Diputado Miguel Ángel Menéndez se queja de que fueron encarcelados los miembros del Comisariado Ejidal de Tzucacab, Estado de Yucatán, y pide que esta Comisión Permanente
intervenga para evitar se sigan cometiendo atropellos - Transcríbase al Ejecutivo de la Unión.
"La Asociación Nacionalista de los Estados Unidos Mexicanos pide no se concedan puestos en la Administración Pública ni en las Centrales Obreras a los extranjeros, pues hay muchos mexicanos sin ocupación. - Recibo, y Transcríbase al Ejecutivo de la Unión.
"El Frente Popular de Jóvenes Revolucionarios se queja de que el C. Francisco P. Castro, presidente de esa Organización y miembro de la Cooperativa que edita "La Prensa", es objeto de represalias por parte del Gerente de ese diario, cuya actitud contrarrevolucionaria ha censurado públicamente. El mismo frente solicita que esta Asamblea intervenga para evitar se continúe hostilizando a su presidente. - A la Comisión Especial nombrada para investigar los ataques de la prensa.
"El "Comité Regional en Papantla, de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del Estado de Veracruz, protesta por el ataque de que un grupo de almazanistas hizo víctimas a campesinos del pueblo de Coscomatepec del propio Estado. - Transcríbase al Ejecutivo de la Unión.
"A continuación el C. Senador Manuel Pérez Mendoza, miembro de la Comisión designada para investigar las circunstancias en que fue asesinado el C. Diputado Feliciano Radilla, pide se de a la misma Comisión un plazo mas amplio para rendir su informe, así como se le turnen los documentos que sobre el particular se hayan recibido en esta Comisión Permanente.
"La Asamblea resuelve afirmativamente la solicitud del C. Pérez Mendoza y se turna a la Comisión relativa el expediente formado con motivo del asesinato del C. Radilla.
"A las trece horas y veinticinco minutos se levanta la sesión" Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Aprobado.
- El mismo C. Secretario (leyendo):
"La Secretaría de Relaciones Exteriores, por conducto de la de Gobernación, comunica, a fin de que se haga del conocimiento de la Cámara de Senadores, que el C. Presidente de la República ha dispuesto que con fecha 1o. de enero termine la Comisión conferida al Embajador Extraordinario y Plenipotenciario ante el Gobierno de España, C. Adalberto Tejada, en virtud de haber sido suprimida dicha plaza en el Presupuesto de Egresos del corriente año". - Recibo, y resérvese para la Cámara de Diputados.
"La Secretaría de Relaciones Exteriores solicita se conceda al C. Armando Lafon el permiso constitucional necesario para aceptar y usar la condecoración de las Palmas Académicas, que le otorgó el Gobierno de Francia". - Recibo y a la Comisión de Puntos Constitucionales.
"La Secretaría de Relaciones Exteriores solicita se conceda al C. Carlos Peón del Valle, Encargado de negocios en Panamá, el permiso constitucional necesario para aceptar y usar la Cruz de Caballero de la Orden de Danneborg que le otorgó el Gobierno de Dinamarca". - Recibo, y a la Comisión de puntos Constitucionales.
"La Legislatura del Estado de Chiapas participa que eligió Presidente y vicepresidente de su Mesa Directiva para el mes de febrero". - De enterado.
"La legislatura del Estado de Michoacán participa que con fecha 15 de febrero clausuró el segundo periodo ordinario de sesiones, correspondiente al segundo año de su ejercicio legal, y que designó la Diputación Permanente que actuará durante el receso". - De enterado.
"La legislatura del Estado de Sinaloa comunica que con fecha 1o. de febrero abrió un periodo extraordinario de sesiones, que clausuró el día 9 del mismo mes". - De enterado.
"La legislatura del Estado de Sonora comunica que el día 31 de enero último inauguró y clausuró un periodo de sesiones extraordinarias, a que fue convocada por su Diputación Permanente". - de enterado.
"El C. César Montesinos participa que con fecha 14 de febrero se hizo cargo interinamente del Poder Ejecutivo del Estado de Chiapas, en virtud de la licencia concedida al Gobernador Constitucional". - De enterado.
"El C. Víctores Prieto comunica que con fecha 15 de febrero se hizo cargo, interinamente, del Poder Ejecutivo del Estado de Jalisco, en virtud de la licencia concedida al C. Licenciado Silvano Barba González". - De enterado.
"El C. Teniente Coronel Rafael Santos Lazcano participa que con fecha 15 de enero de último, asumió interinamente el Poder Ejecutivo del Estado de San Luis Potosí, en virtud de la licencia concedida al C. Gobernador Constitucional" - De enterado.
"EL C. Isidro Candia G. participa que con fecha 14 de febrero volvió a hacerse cargo del Poder Ejecutivo de Estado de Tlaxcala, dando por terminada la licencia de que disfrutaba". - De enterado.
"El C. Humberto Canto Echeverría participa que el 31 de enero volvió a hacerse cargo del poder Ejecutivo del Estado de Yucatán". - De enterado.
"El C. Licenciado Joaquín García Luna comunica que bajo su presidencia se instaló, con fecha 2 de enero último, el Tribunal Superior de Justicia del Estado de México". - De enterado.
"El C. Doctor Alfonso Castrejón solicita el permiso constitucional necesario para aceptar y usar el titulo de Oficial de Academia, que le ha conferido el Ministerio de Educación Pública de la República Francesa". - Recibido, y a la Comisión de Puntos Constitucionales.
"El C. Doctor Manuel Martínez Baéz solicita permiso constitucional para aceptar y usar la condecoración de las Palmas Académicas que le otorgó el Gobierno de la República Francesa". - recibo, y a la Comisión de puntos Constitucionales.
"El C. Subteniente Piloto Aviador César Abente Benítez solicita permiso para aceptar y usar la condecoración militar "Cruz del Defensor" que le concedió el Gobierno de la República del Paraguay". - Recibo, y a la comisión de puntos Constitucionales.
"La señorita Trinidad J. Galindo se dirige al Senado solicitando pensión por los servicios que presto a la patria su extinto abuelo el General Juan Soto". - Recibo, y resérvase para la Cámara de Senadores.
"El Sindicato Único de Trabajadores de Música y otras agrupaciones solicitan de la H. Cámara de Senadores la aprobación de la reforma al artículo 16 de la Ley General de Pensiones Civiles de Retiro que aprobó la Cámara de Diputados". - Recibo, y resérvese para la Cámara de Diputados
"El escritor Germán List Arzubide solicita que el Congreso de la Unión declare heroínas de la Revolución a Lucrecia Toriz y Carmen Serdán; que les otorguen una pensión y se les rinda homenaje, dando sus nombres a lugares públicos y señalando el 8 de marzo de cada año para honrara a las mujeres Revolucionarias de México". - Recibo, y reservase para la Cámara de Diputados.
- El mismo C. secretario (leyendo):
"Proposición de los CC. Gonzalo N. Santos, José Aguilar y Maya, Luis Flores G. y otros Ciudadanos representantes, tendiente a que se designe la misma Comisión que en representación de la Permanente concurrió a las ceremonias luctuosas del 22 de los corrientes en honor de los Señores Madero y Pino Súarez, para que se acerque al secretario de Hacienda y Crédito Público y le pida se acuerde el desistimiento del recurso de revisión interpuesto contra el amparo que concedió la protección Constitucional a las señoras viudas de Madero y Pino Suárez, por lo que se refiere a la disminución en las pensiones que disfrutan con el motivo de la Ley de Méritos Civiles y Heroicos en vigor".
Se pregunta a la Asamblea si se aprueba esta proposición. Los que estén por la afirmativa, sírvanse a manifestarlo. Aprobada.
La Presidencia ha tenido a bien designar en Comisión para hacer estas gestiones a los CC. Celestino Gasca y Wilfrido C. Cruz.
El C. presidente: Se concede la palabra al C. Senador Reynoso para asuntos generales.
El C. Reynoso Leobardo: Señores representantes del pueblo:
Me impulsan a venir a ocupar una vez más esta tribuna las serie de publicaciones que han estado lanzando los almazanistas y que se han venido publicando a la prensa capitalina del lunes, del martes y de hoy miércoles, en ocasión a la visita que hiciera el "candidato del orden y de la libertad" a la histórica ciudad de Zacatecas. ¡Cuánta mentira, cuanta desfachatez, cuánta ignominia escurre de los escritos bien condimentados de los dirigentes de la reacción en México! Todos los que conocemos el Histórico Estado de Zacatecas podemos asegurar, aun sin haber estado presentes, que es mentira que en la ciudad de Zacatecas hayan recibido al General Almazán, heredero legítimo de Victoriano Huerta, cuarenta mil trabajadores. Y es muy difícil decir que las mentiras son mentiras: Pero voy a probar a a la Nación entera y al propio Almazán, que no es posible mentir con tanta desfachatez.
¿Dónde se encuentran cuarenta mil trabajadores? ¿En donde caben cuarenta mil trabajadores? Todos los que conocemos Zacatecas, y con toda seguridad que aquí hay algunos compañeros y otras personas del público que la conocen, quienes convendrán conmigo en que la plaza de la independencia, que antes se llamaba de Villareal, y en una plazuela que mide aproximadamente, y yéndonos de largo, sesenta por treinta metros. Si Hacemos ligeramente una operación aritmética, veremos que
apretujadas, como la misma información dice, sólo cabrían siete mil doscientas almas; pero ni eso siquiera les concedemos, por que es evidente que ni aun la tercera parte llevaron de zacatecanos. Que enseñen una fotografía como la que tenemos nosotros; que publiquen una fotografía por la que se vea que esa plazuela estaba pletórica, para poderles conceder una asistencia de siete mil individuos.
Ahora nosotros preguntamos, compañeros: Zacatecas, que tanta sangre dio a la Revolución; Zacatecas que se glorificó en los años de 13, 14, 15 y 16, ¿pudo permitir que se aglomeraran allí dos mil ciudadanos, dos mil personas a recibir y escuchar al candidato de la reacción? La respuesta, señores, es muy sencilla: Desde temprana hora. ocho días antes, en las oficinas de recolección humana del Comité Almazanista en Zacatecas, se nombraron agentes en todo el Estado, agentes a sueldo en camiones y en ferrocarril para ir a contratar ciudadanos, aprovechándose algunas veces de la miseria humana en el campo, para matarles el hambre y llevarlos a escuchar y a recibir a Almazán. Muchos de los Compañeros que fueron allí, fueron a sabiendas de que Almazán es un reaccionario, de que Almazán es un verdadero ejemplo que nos ha dejado Victoriano Huerta como herencia; pero fueron porque tuvieron necesidad de llevar un pan a su hogar.
Sin embargo, no les bastó el estado de Zacatecas: Se fueron a los limites de Coahuila, de Durango y de Aguascalientes y Jalisco; las propias informaciones almazanistas dicen que fue gente de Jalisco; efectivamente, pero muy poca. El mitin se desarrolló en una tremenda frialdad y pongo por testigo al propio Almazán, Había algún individuo que desde un solo lugar, por convencimiento Almazanista o por paga, gritaba vítores a Almazán, pero no hubo quien le contestara.
Publican también con grandes caracteres un detalle significativo, como la presencia del General. Natera, de otras personas y del que habla. Yo me voy a permitir, señores representantes, contarles cual fue el detalle significativo. De mi aseveración es testigo el propio Almazán y muchas gentes honorables de Zacatecas: Al llegar Almazán al balcón que le tenían preparado y al subir y encontrarse con la mirada de Pánfilo Natera, palideció aquel hombre. Voy a contar a ustedes la bizarría y el valor del candidato a la reacción. Inmediatamente ordenó a uno de sus corifeos que se comunicara inmediatamente con el jefe de la Zona Militar para pedirle garantías. Fue y se comunicó con el General Calles, por teléfono, diciéndole que la vida de Almazán peligraba. ¿Por que? - preguntaron - . Porque allí esta el General Natera - contestó - . ¿Pero que tiene que ver que esté el General Natera allí, si solamente está escuchando, fue a ver, fue a darse cuenta, y cuantos le acompañan¡ le acompañan tres personas. ¿Bueno, y qué? Volvió a darle el recado a su jefe y éste volvió a insistir: - "Dígale, por favor, al jefe de la Zona que el General Natera me esta mirando". Que desvergüenza, señores. (Voces en las galerías: ¡muera Almazán! ¿Acaso es posible tolerar como candidato a un hombre que ni siquiera se puede llamar digno candidato de la reacción, porque el que ha traicionado una o dos veces puede traicionar hasta la propia reacción por sus propios intereses? Es que Almazán al ver a Pánfilo Natera en aquel balcón, a unos cuantos metros vio a sus espaldas a muchos de los hombres valientes que combatieron a las huestes de Victoriano Huerta; vio los espíritus de aquellos valientes que cayeron bajo las balas del traidor y del chacal Victoriano Huerta, el Jefe nato de Juan Andreu Almazán, y eso fue lo que vio Juan Andreu Almazán: los espíritus de los Zacatecanos que lucharon en el cerro de La Bufa, que lucharon en todos los campos de batalla por el ideal más grande, por el ideal mas precioso, que es la libertad y la Revolución misma de México.
He copiado, señores, algunas de las frases del discurso ya muy pulido por las bellas manos de los intelectuales que rodean al General Almazán, y las he copiado y las he extractado para que se den cuenta de la desfachatez, de la falta de vergüenza, de la falta de pudor de este hombre que se llama el candidato de los hombres libres. (Voces: ¡Muera!) Dice: "A esos mendaces imposicionistas:...." (Quiero hacerles la aclaración de que cuando Almazán habla de imposiciones se refiere a tres millones de campesinos que pertenecen a la Campesina Mexicana, a un millón de la C. T. M., a las clases laborantes del Sector Popular, a las Cámaras y al Ejercicio y a todos los buenos ciudadanos. Esos son los imposicionistas que no se atreve a enumerar Juan Andreu Almazán). Dice: "A esos mendaces imposicionistas quiero pedirles permiso, aunque sea por un momento, para declararme revolucionario de 1910". Ya le hemos dado permiso al General Almazán de que se llame revolucionario de 1910; precisamente nosotros le hemos concedido esa gracia, y de allí que su pecado, su traición sea más grande, que habiéndose llamado revolucionario en 1910, haya traicionado a la revolución y se haya ido a poner al servicio de Victoriano Huerta para combatir a la propia Revolución. Si Juan Andreu Almazán hubiese sido revolucionario de 1910, no hubiera cometido la traición que posteriormente cometió, y se hubiera puesto al servicio de la causa; y nosotros tenemos más fe en un convencido que en un traidor. Por eso la reacción no puede tener confianza en Almazán, por que así como traicionó a la Revolución, puede traicionar mañana a la reacción por sus propios intereses, que es lo único que él persigue.
Dice: "Quienes fuimos a la Revolución hace 30 años, ahora estamos desconsolados". Este buen señor quiere generalizar el desconsuelo que le causa haber sido revolucionario desde 1913, y ahora lo trae como una nueva, como si no supiera la Nación que desde entonces estaba desconsolado de la Revolución, y por eso se fue a poner al servicio de la causa de Victoriano Huerta. El tiene siempre por costumbre hablar de la Revolución de 1910. El país le ha preguntado infinidad de ocasiones, porque tiene la obligación de hacerlo, por su conducta de 1913 a 1920, ¿y por qué calla, si se llama el candidato popular? ¿Por que se calla si se llama el candidato del orden y de la libertad, si se llama el candidato de los hombres libres? Al menos, de los que se llaman hombres libres, ahora que hay
libertad de expresión y libertad de hacer cuanto les plazca, ya que el Presidente de la República, General Cárdenas, quiere que esta lucha se mantenga y se lleve a cabo dentro de los cánones de la Revolución, dentro de la democracia más pura.
Mas delante, dice: "Autoridades constituidas por individuos que lustro tras lustro, han sido verdaderos parásitos, vividores del presupuesto y explotadores de la clase trabajadora...."
Yo, que estuve presente, señores, debo decirles con toda sinceridad que Almazán no se mordió la lengua al pronunciar estas palabras. ¿No sabemos todos que uno de los parásitos mayores ha sido Juan Andreu Almazán, que desde que fue perdonado en 1920 por el entonces caudillo, General Obregón, ha venido lucrando y explotando a los trabajadores y ha venido explotando también el presupuesto Nacional? ¿de dónde ha sacado los millones de pesos? Y a propósito de millones de pesos se me pasaba un detalle significativo que exponer.
Reunir dos mil personas en la ciudad de Zacatecas, le costo al General Almazán mas de cien mil pesos. Llevaron- Ellos mismos lo dijeron allí - gentes de trescientos y cuatrocientos kilómetros a la redonda; y ustedes saben cuanto cuesta llevar a ese número de personas pagándoles pasaje, gastos, comida y sueldo. De manera que hay que preguntarle al país y hay que preguntarle a Almazán de donde cogió ese dinero; hay que preguntarle quien es que le ha dado ese dinero para hacer campaña en contra de la Revolución.
Dice Almazán que los mismos hombres descalificados que desde hace muchos años vienen atropellando a la Nación en forma sistemática, quieren ahora inspirar fe al pueblo mexicano. En la mejor propaganda que le puede hacer al programa de la Revolución, Almazán es el hombre descalificado por excelencia y ninguna autoridad tiene para hablar en nombre de la Revolución. De cuando en cuando el General Almazán quiere arropar sus frases, sus discursos, con programas revolucionarios, y estas frases nada menos que se la ha copiado al candidato nacional, General Manuel Ávila Camacho. Habla de la titilación de la parcela. ¿Pero desde cuando nos ha hablado el General Ávila Camacho de esto? nos habla de anticomunismo ¿desde cuando ha hablado también el candidato de la Revolución que el país no puede ni debe ser comunista? ¿desde cuando ha hablado el General Ávila Camacho del bienestar de las clases trabajadoras, que poco o nada se ha Dicho en favor de ellas? Y cuando Almazán quiere arropar sus palabras con tintes revolucionarios, no es sino copia que le hace al General Ávila Camacho. La conducta del General Almazán hace mas gigantesca todavía la de Ávila Camacho. Ávila Camacho, que ha venido paso a paso y palmo a palmo conquistando los corazones de los mexicanos, que ha hecho un verdadero programa revolucionario, que ha hecho de sus discursos una doctrina capaz de enajenarla en la realidad; cuántas veces Ávila Camacho le ha dicho al pueblo de México: "Sería para mi muy fácil hacer promesas irrealizables en esta ocasión, pero no es eso lo que el pueblo reclama realidad, el pueblo reclama construcción, el pueblo reclama un bienestar y una distribución mejor de la riqueza". Y eso es lo que Ávila Camacho dice enfrente de las mentiras, de las burdas maniobras que Almazán esta lanzando para tratar de arrebatar el triunfo que corresponde legítimamente a la Revolución Mexicana.
Habla también el General Almazán a cada momento de pistolerismo. Qué mal le está. Todo mundo se da cuenta de que Almazán no da un paso a ningún lado sin no va rodeado de cuarenta o cincuenta gentes armadas. Y el pistolero, número uno: Pérez Redondo (Pérez por lo vulgar y Redondo por lo safio y lo canalla) ha tenido la desfachatez de decir, contradiciendo a su jefe y amigo, a su jefe y amigo que dice que no habrá revolución en México, y que seguramente si hay revolución en México no la encabezará Andreu Almazán, porque es un cobarde; ha tenido el cinismo de decir el pistolero número uno, que hay que sacar a la maquinaria oficial presidida por Lázaro Cárdenas, a patadas; quiere hacer la revolución a patadas. Cuando se ha hecho una revolución a patadas? Sólo que la organicen los cuadrúpedos. Desde luego nosotros aceptamos las coces de este individuo descalificado por todos conceptos. El General Almazán ha hecho blanco de sus ataques, para justificar y lavar la mancha de 13, al General Díaz, hombre que no lo puede contestar nada porque ya murió; pero queremos decirle que la actitud del General Díaz fue menos indígena que la de Victoriano Huerta. Pues bien, cuando Huerta, usurpo el poder, ,mandó una Comisión a Europa a decir al General Díaz que ya podía regresar al país; pero él contesto que mientras gobernaran en el país la traición y el crimen, no podía volver a su patria. Entonces el General Almazán ¿por que fue mas indigno 'Huerta, no levanto su dardos contra su ex jefe y amigo? ¿Por que oculta Almazán los años de 13, 14, 15 y 17 cuando se promulgo la Constitución que ahora quiere protestar como Presidente de la República? ¡Seguramente que Almazán no tiene siquiera autoridad para presentarse como Presidente Municipal del pueblo más humilde de nuestra República Mexicana¡
Para terminar, compañeros, me viene a la memoria una frase de uno de los tiranos más grande del mundo y de la historia, cuyo nombre es conocido de todos: Nerón. Cuando no tuvo siquiera el valor de suicidarse, cuando le dieron la puñalada mortal, lanzó estas palabras conocidas: ¡Qué grande artista pierde el mundo¡ Y el día 1o. de diciembre de 1940, cuando el señor Pérez Redondo le vaya a decir al General Almazán: "El General Manuel Ávila Camacho ha tomado las riendas del Gobierno", entonces lanzará esta exclamación Andreu Almazán, porque ha de impulsar su vanidad: ¿"Qué gran mandatario pierde el país¡) Y se irá a su casa a descansar y a cobijarse con los millones de pesos que le ha brindado la Revolución Mexicana. (Aplausos).
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Senador Gonzalo N. Santos.
El C. Santos Gonzalo N.: Compañeros senadores y diputados: Hace tiempo que no nos ocupamos en esta H. Comisión Permanente del candidato de la contradicción, Juan Andreu Almazán; y
no nos habíamos ocupado de él, porque no le hemos reconocido beligerancia como verdadero caudillo de la reacción, ya que reaccionario sí es, mas caudillo, no. Pero como en las Últimas jiras por el centro del país, alentado por algunos grupos de ex cristeros, ha tomado una actitud altanera y levantisca de agresión al régimen y de agresión a los principios de la Revolución, nuestro deber es venir de nuevo a recordar que estamos dispuestos a darle batalla.
Dije que Almazán es el candidato de la contradicción y no precisamente de la reacción, y lo voy a comprobar. Me van ustedes a permitir que lea párrafos del discurso de Almazán en la ciudad de Guadalajara, refiriéndose a la Constitución de Querétaro, a la que combatió aunque siempre en retirada, pues fue mucho lo que tuvo que huir por distintos Estados de la República.
Al hablar a ustedes de un discurso de Almazán, debería decir un discurso de Gonzalo de la Parra, puesto que es él quien lo escribe. Pero habrá que decir que es de Almazán, puesto que es él quien lo pronuncia. Y dice así: "Cuando se estudiaba en Querétaro nuestra Constitución... Almazán dice "nuestra Constitución" Claro que tuvo que hacer lo que los cómicos en el tablado: repetir lo que dice el apuntador: "Nuestra Constitución". (La que se estudiaba no era la de Almazán, sino la de De la Parra). "Cuando se estudiaba en Querétaro nuestra Constitución de 1917, los jacobinos pretendieron que se coartara esa libertad, rechazando el proyecto del artículo 3o. propuesto por el primer Jefe".
¿El Primer Jefe? Y yo pregunto desde esta tribuna a Almazán: ¿El Primer Jefe¿ ¿El Primer Jefe de nosotros, no de usted, General Almazán?
"El ambiente agitado de la contienda armada y el radicalismo sincero pero negativo de los jóvenes que dictaminaron acerca del problema." es decir, la parte radical de 1917 que ahora es ya más o menos conservadora, porque el tiempo no marcha en balde, a Almazán le pareció dañino, le pareció peligroso en la Constitución de Querétaro. "El Diputado Cravioto estuvo brillante, aunque no abarcó la tesis del señor Carranza". (Hasta ahora lo llama "señor Carranza"; antes le llamaba simplemente Carranza). "En la memorable sesión del 14 de diciembre de 1916, etcétera". Y aquí viene lo notable, pues dice Almazán: "Retirado el proyecto...." Yo quisiera que me estuviera usted oyendo desde la casa de algún hacendado que lo aloja, General Almazán. "Retirado el proyecto, fue presentado nuevamente el 16 del mismo mes, y aprobado mediante maniobras parlamentarias fraguadas de antemano". "El señor Carranza - dice aquí Almazán en su discurso de Guadalajara - , respetuoso de la voluntad del Constituyente, acató su decisión, pero seguro de que aquel artículo contrariaba el sentir nacional, retiró su propósito, y al efecto presentó la iniciativa", etcétera. Es decir, el señor Carranza, cuando veía que lastimaba el sentir nacional, retiraba sus propios proyectos, ¿y entonces por qué lo combatió usted, General Almazán? Dice más adelante el discurso que le confeccionó De la Parra: "Deducirán ustedes cómo procede un hombre" (se refiere a Carranza), "un hombre de experiencia, sincero y patriota, que sólo busca el engrandecimiento de su país en contraste de cómo proceden aquéllos", etc, etc; y se refiere a nuestros, los que no queremos que sea Presidente. Eso dijo Almazán en Guadalajara en su discurso del mes pasado, me parece. Lo que decía antes del Constituyente, es esto: Al margen un sello con águila porfirista, o más bien dicho, huertista (que me perdone la memoria de nuestro grande amigo el General Porfirio Díaz). Un sello que dice: "División Almazán, Cuartel General, Tepeji de la Seda, mayo 6 de 1916. - Señor General Vicente Segura. - Su campamento. - Estimado señor general: Ya estará usted convencido de que Carranza, al invocar el patriotismo de los mexicanos los ha engañado convirtiéndonos en vergonzoso instrumento de la intervención" - por fin, General Almazán: ¿Carranza es grande, patriota, sincero, prudente, político, como nosotros lo creemos, o nos tomó como instrumentos para la intervención, es decir, que fue un traidor a la patria? Nunca podrá usted contestar, porque lo asfixian los complejos de sus traiciones. Y continúa Almazán en su carta al General Vicente Segura: "Me dirijo a usted para que sepa que lo esperamos con los brazos abiertos y sin el menor recuerdo del pasado". Eso es lo que quiere Almazán: que todos sufriéramos amnesia para que no se conservase el menor recuerdo del pasado. "...Yo estoy dispuesto a garantizar a usted que, en caso de que se acepte mi llamamiento, no perderá ningún elemento, e igualmente estoy dispuesto a operar con usted en la zona que usted elija, y para el efecto, le agradeceré se sirva comunicarme si puede hablar conmigo o, en su defecto, mandar en su representación a nuestro buen amigo Castillo Tapia. En espera de su contestación, me es grato reiterar a usted las seguridades de mi estimación. - Juan Andreu Almazán". (Firmado).
El General Vicente Segura le contestó en una forma que a estas fechas recrudece la obsesión de Almazán de que sigamos olvidando el pasado en lo absoluto. Porque aquella contestación dice:
"Señor General Almazán. En donde se encuentre. Estimable señor General: Contesto su atenta de fecha 6 del actual, en la que me invita a unirme con usted para combatir a la Intervención Americana. A la fecha, usted ha quedado plenamente convencido de que el C. Venustiano Carranza, Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, al invocar al patriotismo de los mexicanos, no lo hizo en vano, puesto que todos secundan y aplauden su enérgica actitud ante el Gobierno de los Estados Unidos del Norte, y no solamente en esta etapa, sino desde la época nefasta del huertismo al que tuvo (no sé por qué, pues siempre lo creí un revolucionario verdadero) la desgracia de afiliarse. Las tropas que cruzaron la frontera y que pasaron en expedición punitiva, están retirándose del territorio nacional, puesto que las gavillas villistas han sido dispensadas por el Ejército Constitucionalista. Conozco a usted; sé la confianza que le merezco, por lo que, por segunda vez, invoco en usted el espíritu de patriotismo y de humanidad para que deje de formar parte de ese pequeño grupo de eternos descontentos que, hoy con un pretexto y mañana con otro, luchan
en contra del orden y de su mismo plan. Trato a usted como a los hombres que le siguen, se darán las garantías que merecen al reconocer su error. Puedo asegurar a usted que bajo el Gobierno Constitucionalista seremos independientes. Me extraña que usted haya caído en el engaño de la Intervención Americana."
(Almazán no cayó en su engaño, sino que quería engañar a los demás.)
"...esto que digo a usted ahora, estoy dispuesto a demostrárselo a su satisfacción y donde usted lo juzgue conveniente, en conferencia personal o por conducto de nuestro común amigo Guillermo Castillo Tapia. Creo que es tiempo ya de suspender el inútil derramamiento de sangre, y de que nos dediquemos a engrandecer a nuestra patria y servir a la humanidad. Me repito una vez más su atento y seguro servidor."
Ahora comprenderán ustedes por qué dije hace un momento que iba a probar que Almazán no es el candidato de la reacción, sino de la contradicción. Pero si yo estuviese equivocado; si Almazán fuese el candidato de esa reacción; si verdaderamente está alentado por ella, y si ésta se llega a organizar, quiero decir desde esta tribuna a la reacción que comete el más grave se sus errores; que tiene entre sus filas a hombres más limpios y sinceros, efectivamente reaccionarios. Por ejemplo, yo, como viejo luchador y como revolucionario sincero y auténtico, respeto a un Nemesio García Naranjo, que después de sufrir doce o catorce años de destierro defendiendo sus convicciones, regresó y a la fecha sigue, según creemos, pensando igual que cuando se fue. Yo respeto, aunque sin justificar sus actos, las convicciones de Felix Díaz, como ex caudillo de la reacción, porque yo no sé que Felix Díaz haya incurrido en la farsa (en que nadie habría creído) de hacerse pasar por un agrarista o por un obrerista. En sus filas, en su papel, es digno de respeto un individuo a quien no se pueda tachar de simulador ni mixtificador. Pero por lo que a Almazán se refiere, es alguien que ha llegado a hablar hasta de parcelas y de agrarismo; él, de quien la nación entera, y sobre todos los agraristas, saben cuánta guerra dio en Monterrey al Departamento Agrario ¡defendiendo sus terrenos¡
Ha dicho en alguno de sus discursos el General Almazán, que los luchamos contra él no somos lo que podremos afrontar una situación, si viene una crisis violenta. Yo quiero repetir aquí las palabras de un caudillo, pero de un caudillo de verdad, no de petate como Almazán; de un caudillo a quien todos conocen como tal: A Alvaro Obregón; Obregón dijo en cierta ocasión, cuando éramos oposicionistas al bonillismo, en su discurso de Tampico: "El cielo no lo quiera, pero si volviésemos a tener que ir a los campos de batalla, a esos que nos atacan, no les veríamos las caras, como no se las vimos antes". General Almazán: Eso le decimos nosotros. Usted dice que no nos conoció en la lucha armada, y tiene razón: Yo no era compañero de Huerta, ni lo fue ninguno de mis compañeros aquí presentes. Usted conoció a Campa y al valiente Argumedo; usted conoció a Cheché Campos; usted conoció hasta a Salgado; usted conoció a Cárdenas, el que mató a Madero; usted conoció a Pancho Chávez; usted conoció a Blanquet, y se le humilló; usted conoció a Pimienta, el que asesinó a Pino Suárez, usted conoció a Manuel Mondragón, "el artillero único", que nunca le dio un granadazo a un revolucionario, si no fue a los rurales maderistas, formados de ocho en fondo por Victoriano Huerta, a caballo, por las calles de Balderas, para que se les acribillara. (Muchos aplausos). Pero usted General Almazán, no conoció a Luis Caballero como lo conocí yo; no conoció a Lucio Blanco, como nosotros; no conoció a don Jesús Carranza, que también fue nuestro jefe; no conoció a Agustín Castro, ni a Maclovio Herrera, ni a Poncho Vázquez, ni a Sánchez Herrera, ni al valiente Nafarrate, ni a nadie que no fueran aquellos que lo amnistiaron a usted cuando ya habían entrado a la ciudad de México, en 1920, el año del perdón. (Más aplausos.)
Y para terminar, tengo que repetir las palabras de mi gran jefe Obregón: "El cielo no lo quiera, General Almazán, pero si usted provoca una situación de violencia y usted se para el tiempo suficiente, nos veremos las caras, y la Revolución, entonces, le volverá a ver usted las espaldas." (Grandes aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra el señor Senador Martínez.
El C. Senador Martínez Polioptro: Señores representantes: Es lamentable que una vez más tengamos que remover inmundicias, pero el buen gobierno de una casa también requiere que vayan a la cloaca aquellas inmundicias que tienen allí su fin natural. Mucho honor es para Almazán y para el almazanismo que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión se ocupa de ellos; pero aun la gente más pulcra tiene necesidad de ver que funcione bien el drenaje de la casa. Ante ese alud de ataques injustificados que por medio de la prensa, que vende columnas a tanto más cuanto, vienen lanzando al régimen de la Revolución los almazanistas, todos lo que hemos sido revolucionarios estamos en el ineludible deber de echarle agua al drenaje para que las inmundicias no se acumulen.
¿De dónde sea quieren poner pauta revolucionaria aquellos que un día sirvieron a la Revolución y la traicionaron al siguiente? ¿Por qué razón el General Almazán nos viene a hablar de agrarismo, de sindicalismo, de parcelación en el campo, él, que fue el caudillo de los que combatieron a los que luchábamos por lograr esas conquistas revolucionarias? ¿Con qué derecho va ha hablar a la ciudad de Zacatecas Juan Andreu Almazán sobre revolución, si esos mismos campos él los ensangrentó derramando sangre revolucionaria?
El hecho de que tres o cuatro claudicantes estén a su lado no lo abona sino más bien lo coloca en el lugar que históricamente le corresponde en este momento de la vida nacional. ¿Qué revolucionario militante está a su lado¿ Revolucionarios de ayer o antier, hombres trasnochados que abjuraron de los principios que otrora proclamaron; hombres que adoptaron los principios más conservadores de la Revolución y que olvidaron los principios avanzados, y que por eso se creen revolucionarios. ¡No son esos hombres con los que se constituye un grupo revolucionario en la República Mexicana; no están
esos hombres autorizados para venir a demostrar al régimen libertario de Lázaro Cárdenas; les pasa que a los perros hambrientos: Se les arroja una tortilla y menean la cola para obtener otra, y si no la obtienen, inmediatamente ladran. Es lo que pasa a estos señores? ¡Libertad! La tienen en absoluto; pero no se conforman con libertad, sino que quieren, además, libertinaje. Los revolucionarios no les permitiremos el libertinaje.
Si llevan al campo de la acción sus propósitos sediciosos, la Revolución los castigará duramente. La Revolución les verá la cara, como dijo el compañero Santos, si se detienen el tiempo suficiente; y si no, les veremos las espaldas, y sobre las espaldas los fustigaremos: Es el papel de la Revolución.
En el Estado de Hidalgo en que la masa ciudadana forma un grupo compacto de espíritu revolucionario, espíritus revolucionarios hemos sido particularmente víctimas de las calumnias de estos hombres. Cuando el General Almazán fue a Pachuca, recorriendo la legua, como la está recorriendo en toda la República cuando llevó a sus manifestantes a Pachuca, a sus manifestantes profesionales; cuando fue rodeado de pistoleros que aun llevaban pistolas Thompson, yendo a una función cívica, entonces como consecuencia natural del ambiente de provocación, de agitación y de violencia que ellos crearon, murieron dos pobres porristas. Estos dos pobres porristas muertos, que no eran hidalguenses, han servido de pie para que el almazanismo los tome como bandera para atacar al Gobierno, como bandera, al Gobierno probo y recto de Javier Rojo Gómez en el Estado de Hidalgo.
Pero esto no llama la atención; ellos están en su papel de agarrar cualquiera coyuntura para atacar a la Revolución. Lo lamentable en este caso es que la Procuraduría General de la República se haya hecho eco de las versiones calumniosas y haya puesto en tela de juicio la honorabilidad revolucionaria de muy fina ejecutoria en el Estado de Hidalgo, de los Diputados Lugo Guerrero, Olvera, Viveros y Cecilio Sánchez. Si la Procuraduría de la República ha obrado con ligereza, no tiene disculpa, porque ellos son juristas y tienen la obligación de obrar conforme a términos jurídicos. Si la Procuraduría de la República ha obrado de mala fé en este caso, entonces, merece mayor vituperio. hacerse eco de díceros interesados, hacerse eco de rumores echados a rodar maliciosamente por los propias comités almazanistas, me parece que no es función digna del señor Procurador General de la República. En Hidalgo existe actualmente un espíritu de irritación en contra de esta actitud ligera o sospechosa de la Procuraduría de la República, y traigo recomendación de la diputación hidalguense al Congreso de la Unión y de la Cámara local, de hacerse eco en esta Comisión Permanente, de la desconfianza con que se está viendo en el Estado de Hidalgo la labor sospechosa que está realizando la Procuraduría general de la República; y para precisar los conceptos, para que haya una completa claridad sobre el espíritu que domina la opinión del Estado de Hidalgo, la diputación del Estado de Hidalgo al Congreso de la Unión ha formado las declaraciones a las cuales voy a dar lectura: "La Diputación Federal por el Estado de Hidalgo al Congreso de la Unión, tan luego como conoció las declaraciones mandadas publicar por el Licenciado Genaro Vázquez, Procurador General de la República, en las que acusa a los señores diputados Agustín Olvera, José Lugo Guerrero, Cecilio Sánchez y Marciano Viveros como participantes en el choque ocurrido en el Estado de Hidalgo el día 14 de enero, con motivo de la visita que a dicha Entidad hizo el General Almazán, y en el que perdieron la vida dos individuos, nombró una comunicación de su seno para que investigara los fundamentos de dicha acusación, ya que interesa al Congreso conocer la conducta de sus componentes. Como resultado de tal trabajo, estamos en aptitud de afirmar:
Primero. Las declaraciones del Procurador de Justicia son completamente infundadas por lo que toca en los cargos que hace a nuestros compañeros de Cámara, pues tenemos comprobado que antes y el día de los acontecimientos, se encontraban en lugar muy distinto y lejano a donde ocurrieron los hechos. Sus coches tampoco estuvieron en le mencionado lugar. Es de notarse que la única razón en que apoya su dicho el Procurador de Justicia, consiste en que alguien dijo que ahí había visto a los expresados vehículos, hecho que en el supuesto de que fuera cierto, no puede fundamentar esa conclusión, pero menos lo fundamenta cuando es absolutamente falso.
Segundo. Las declaraciones a que nos referimos, a más de ser falsas, son desleales tanto por el Régimen de la Revolución, como personalmente para el señor Presidente de la República. Son desleales al Régimen, porque afirmando como ciertos, hechos radicalmente falsos, da oportunidad al candidato de la reacción y a la reacción misma para intensificar su campaña de escándalo y de ataque a los hombres del Gobierno, haciendo creer que prevalece un estado de falta de garantías y de respeto a las instituciones democráticas, cuando en realidad gozan de más facilidades que su conducta de provocación merece. Son desleales hacia el señor Presidente de la República, porque este alto funcionario, no teniendo otro medio de información que el de sus colaboradores inmediatos, y fiado en la honradez de éstos, tienen que dar por ciertos los datos que se le proporcionan, y cuando, como en el presente caso, son falsos de toda falsedad, se comete una grave traición, haciendo que el Primer Mandatario del país se forma un juicio equivocado.
Tercero. Lo que en realidad ocurre es que el Licenciado Jenaro V. Vázquez, Procurador de la República, está obrando con marcado interés en favor del sector reaccionario, oponente del Régimen de la Revolución. Ello explica la publicación escandalosa de los hechos falsos que señalamos; de la labor de alarma que se ha llevado a cabo en algunos pueblos, aprehendiendo y encarcelando en masa a campesinos inocentes; y dando la impresión de que los grupos almazanistas son víctimas, cuando en realidad su actitud se caracteriza por su insolencia y provocación. El Licenciado Vázquez debería obrar con más entereza renunciando al puesto que le ha confiado el Gobierno Revolucionario del Presidente Cárdenas y ocupar su posición en las filas de la reacción."
Estas declaraciones están firmadas por la Diputación hidalguense al Congreso de la Unión. Y yo deseo suplicar a los señores senadores y diputados que constituyen esta Comisión Permanente, en esta ocasión den su respaldo a los diputados a quienes tan dolosamente se calumnia. De todos ustedes son conocidos estos caballeros, hombres incapaces no digamos de cometer actos de esta naturaleza, sino aun de faltar al más ligero reglamento de policía, y vengo a suplicar que como un acto de justicia, esta H. Diputación Permanente dé un voto de simpatía y de respaldo a los compañeros hidalguenses que por hecho de ser avilacamachistas están siendo víctimas de la calumnia y la mentira que sobre ellos están derramando las publicaciones almazanistas. (Aplausos).
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Senador David Ayala.
El C. Ayala David: Compañeros miembros de la Comisión Permanente: Es la primera vez que ocupo la tribuna parlamentaria para tratar de la situación política del país, con motivo de la elección presidencial que en estos momentos está en el tapete de la discusión pública; y es la primera vez que lo hago, porque desde que se inició esta campaña, los que tenemos una poca de costumbre de examinar el panorama nacional, comprendimos que el programa y la personalidad del señor General Manuel Ávila Camacho habían llegado al corazón de todos los mexicanos, de todas las organizaciones de trabajadores del país, y que todos los demás que aventuraran una suerte efímera en ese campo de lucha, tendrían resultados absolutamente nulos, porque el pueblo mexicano está convencido de que debe seguir la línea recta trazada por la Revolución, y está, en estos momentos, únicamente está representada en el campo político, por el General Manuel Ávila Camacho. (Aplausos).
Pero ha llegado el momento de ocuparnos del grupo almazanista, que es el único que ahora tomamos en consideración, porque, como el más perverso, es el más obcecado y ha estado mintiendo en una forma verdaderamente escandalosa, al estar anotándose núcleos de población en cada lugar que visita, que verdaderamente hace reír a los que conocemos aquellos lugares. Únicamente estuve en el Estado de Guanajuato, y créame que los que tenemos algún tiempo en la política, jamás habíamos visto, ni cuando se recibía a aquel caudillo de la Revolución y tan querido en Guanajuato, el General Alvaro Obregón, que se reunieran los contingentes que Almazán dice tener: Porque es imposible que en una ciudad como León de los Aldamas, por ejemplo, que tiene, junto con sus contornos, cien mil habitantes, pudieran reunirse cien mil gentes abandonando seguramente sus hogares, para que no faltara allí nadie y poder obtener ese número.
Son tan exageradas esas cifras, como las que nos acaba de demostrar casi con números el compañero Leobardo Reynoso. ¿Y qué es lo que pretende el almazanismo con está situación de falsedad? Únicamente estar haciendo desde ahora elección con números hipotéticos, para mañana o pasado decir al país: "En parte me recibieron estos elementos; en tal parte, estos otros; mi votación es de un millón o más de votos que me han mixtificado los imposicionistas". ¡No¡ Debemos protestar los que representamos estos sectores de opinión en la República por estas aseveraciones falsas, absolutamente estúpidas, que sólo consiguen hacer reír.
Hay otra circunstancia que debemos analizar con toda serenidad. ¿Cuál es el ataque que el grupo almazanista está haciendo al candidato General Manuel Ávila Camacho¡ Absolutamente ninguno. ¿Cuál es el ataque que le está haciendo a su programa? Ninguno tampoco. El almazanismo no hace más que atacar al actual régimen; ataque, no diremos cobarde, porque no se necesita valentía para atacar al actual régimen que a dejado en absoluta libertad a todos los hombres para expresarse en la forma que lo deseen. No se necesita valor para atacar al régimen actual; pero es injusto, vergonzoso, impúdico atacarlo, porque la obra nacionalista, la obra patriótica de Cárdenas no puede criticarse sin sentir un resentimiento muy grande que, dentro de la propia conciencia, gritaría: ¡no soy mexicano cien por ciento¡ La obra de Cárdenas ha sido patriótica y es grande y quienes la atacan tienen que hacerlo como ellos, solapadamente y a través de una situación política. Dicen que el régimen ha tenido errores, y nosotros en ese aspecto estamos de acuerdo; ha tenido errores como toda obra humana, y antes de que el General Ávila Camacho sea Presidente de la República, con el aplauso general de los mexicanos, aseguramos que también su gobierno tendrá errores. Pero si compráramos los errores que Cárdenas ha tenido y los que pueda tener don Manuel con los que tenga el régimen de Almazán queriendo retrotraer el pasado y queriendo volver a los tiempos aquellos del cacicazgo, que él llama orden, veríamos que el país volvería a ensangrentarse y que la situación nacional sería un verdadero retroceso y una claudicación verdaderamente alarmante. Por eso no podemos estar al Almazán. Imaginemos a los campesinos contemplando que sus parcelas vuelvan poco a poco a manos de determinados hacendados; procuremos pensar en los obreros ahora dueños de sus derechos, verse convertidos nuevamente en parias y tener nuevamente el tutelaje cruel y severo del patrón de la fábrica. Imaginemos esa situación pavorosa y todas las dificultades que consigo traería esa situación, y llegaríamos a la conclusión de que ese programa de retroceso que Almazán propone en sus discursos, sería error más grande de todos los que se han cometido y volveríamos a ensangrentar al país y volveríamos a una situación caótica y de miseria. No, señores; examinemos. el panorama del mundo; veamos cómo los países más civilizados de la tierra están llevando a sus pueblos a la matanza, a la ignominia, a la miseria, a la muerte y, sin embargo, México, con todas sus necesidades, con todas sus miserias todavía no satisfechas, se mantiene enhiesto. Vivimos una vida de libertad, tenemos libertad absoluta de expresión, ya vemos cómo Almazán recorre todos los contornos del país con absoluta libertad. Por eso es que debemos seguir a aquel hombre que como don Manuel Ávila Camacho representa esa tendencia revolucionaria de altas miras y que sólo está
canalizada para favorecer a los humildes, para levantar de su situación actual a todos los mexicanos.
Aprovecho, pues, esta ocasión, la primera vez en la tribuna parlamentaria, para decir al General Almazán y a sus corifeos, que mienten al decir que en Guanajuato han obtenido la simpatía total de la población. En Guanajuato se siente también la Revolución y los que sienten la Revolución y el mexicanismo absoluto, seguimos una sola bandera: Manuel Ávila Camacho es nuestra bandera en este momento.
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Profesor Rafael Molina Betancourt.
El C. Molina Betancourt Rafael: Compañeros senadores y diputados de la Comisión Permanente:
He querido esta vez abrir los labios con el propósito de que por ellos discurran el sentido y la convicción profunda de la verdad revolucionaria del país. He querido glosar, generalizadamente, los conceptos que en esta ocasión se han pronunciado por mis antecesores, para explicar, ya que seguramente nos escucha un gran sector del país a través del radio, por que en esta Tribuna Parlamentaria, en la tribuna de la Comisión Permanente, se escuchan una vez más frases relativas a la contienda de orden político que en estos momentos agita la conciencia nacional.
Es natural que cuando las Cámaras del Congreso de la Unión no se integraron a base de selección aristocrática o científica, sino como efectiva representación de los trabajadores del músculo y de los intelectuales de la República: Ellos vengan aquí a expresarse sin el clasicismo de los viejos oradores de los Parlamentos de Luis XIV o de Luis XVI, a manifestar clara y sencillamente la voz del pueblo, que a través de sus espíritus debe traducirse ruda, precisa y concreta.
No es el Parlamento un grupo político; no es la Comisión Permanente, como seguramente mañana va a decirse por el sector de los conservadores, un órgano de imposición política; la Comisión Permanente del Congreso de la Unión tiene necesidad ineludible de responder al mandato constitucional de que cada uno de sus miembros se halla investido trayendo la voz que no es de un pueblo en el cual las unidades son metafísicas y es imposible definir sus límites, sino de un pueblo que está pensando, que está actuando y que sueña aún en la satisfacción concreta y completa de los ideales que la Revolución proclama a partir de 1910.
La Revolución de 1910 no reflejó una causa política. No fueron el Sufragio Efectivo y la No Reelección otra cosa, que el pretexto y la bandera que tomó en sus manos Francisco I. Madero para responder al dolor y a la angustia íntimamente sentidos por la gleba; que no había llegado las aulas universitarias; gleba que habían permanecido en el ostracismo y que, sin precisar en palabras sus ideales, se lanzó a las trincheras para barrer con el obstáculo que significaba la dictadura de Porfirio Díaz; gleba que se conquistó así misma, tradicionalmente, desde el pasado, conquistando el Anáhuac.
Quien diga que Hernán Cortés fue el conquistador de México, miente, porque quien conquistó a México fue su pueblo mismo, creyendo que en las barbas rubias de Hernán Cortés, se determinaba humanamente el Dios Blanco salvador; el Mesías del mito aborigen que habría de ayudarlo para sacudir para siempre. el yugo del imperialismo que representaba Moctezuma.
Quienes digan que la Revolución de Independencia la hicieron solamente aquellos que estaban influenciados por la Literatura Francesa del principio del Siglo XIX y de las postrimerías del Siglo XVIII, están también equivocados, porque quienes hicieron la Revolución de Independencia fueron los mismos elementos que hicieron la conquista de México, ya que se dieron cuenta de que los dioses blancos los habían traicionado y no les habían cumplido la promesa de reivindicarlos del imperialismo de Moctezuma, construyendo o instituyendo un substituto, más cruel en los procedimientos de explotación y más absorbente e incomprensivo; implacable en la succión de la propiedad, de la sangre, del sudor, de la vida y de la honra de los ilotas broncineos, carne esclava de sabroso jugo para el Imperio de Carlos V.
Ellos, con Morelos a la cabeza, que entendió profundamente las causas internas del movimiento popular, proclamaron entonces que la Independencia de México no podía conseguirse; que el país no podía ser una nación libre y soberana, mientras no existiera en las manos de cada mexicano, frente a la vista de cada mexicano, un pedazo de tierra suyo, un poco de dinero entre las manos y un poco de miel que llevar a los labios cárdenos del hijo que suspira por una atención médica o por un mendrugo de pan, y que al levantar implorante la cabeza encuentra sólo el sombrío techo de la choza paupérrima captando con el oído medroso el chasquido del látigo de la encomienda y la voz ronca, imperativa, virulenta, del capataz criollo o mestizo.
Y después de todo esto, la miseria del pueblo, compañeros, podemos afirmarlo categóricamente, es la que en todos los casos de intensos movimientos de la sociedad se manifiesta a través del grito de sus representativos. No es una discusión de personas las que viene a dilucidar en esta ocasión, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión; es que en 1939, es que en 1940 como en 1910, como en 1857 y como en 1910, se está debatiendo, no la situación de las personas, sino los destinos y el porvenir de pueblo mexicano. Se discute una vez más sobre el destino nacional en el que están perfectamente delimitados los campos: De un lado, quienes sueñan retrotraer a México atrás de la Constitución del 57, quienes sueñan que es posible retroceder al año de 1824 y a las brillantes disquisiciones del padre Miranda en el Congreso Nacional. Del otro lado, quienes están sintiendo, momento a momento, minuto a minuto, las palpitaciones del alma de la Patria, quienes han sentido muy cerca del corazón, el dardo de fuego del dolor y de la angustia de las masas populares y quienes saben ya que no es posible dar un paso atrás, y que todos los fenómenos que ocurren en el campo político y en el campo social responden necesaria y forzosamente a una acción de fuerza internas que ha de manifestarse por encima de la voluntad, y por encima de la expresión en palabras, del espíritu de
quienes piensan todavía que es dable realizar el milagro bíblico de tapar el sol o de detener su marcha, cuando de pensaba que no era la tierra, sino el sol, quien la circundaba, y que era posible taparlo o detenerlo para que triunfara en la batalla contra los filisteos.
Estas inquietudes populares, tales situaciones difíciles de orden social, quiérase o no, han de traducirse en situaciones de hecho que no pueden atribuirse a determinadas personas, porque no son las personas las causantes de esos hechos, y aquí es oportuno repetir la vieja afirmación: "Cosas son del tiempo y no de España", de un realismo indiscutible. Cuando hay en el ambiente una situación latente de inquietud, que se crea a través de los discursos en los cuales de habla de un régimen que no ha respondido a los anhelos nacionales, de un régimen vendido al oro ruso que pretende comunicar al país, de un régimen que ha traicionado, según ellos, los ideales de todo el pueblo de México; es natural pensar que quienes están sintiendo lo contrario, llegue un momento en que humanamente se desborde de ellos, la indignación producida; tranformándose en hechos concretos, y entonces nada ni nadie es susceptible ni capaz de detener las oleadas de la ira popular. ¿Por qué atribuir esas oleadas a los hombres y personas concretas? Ello es la ocurrencia de ayer, la de hoy, y la de todos lo tiempos, mientras la humanidad mantenga las múltiples imperfecciones que la caracterizan.
Hace apenas cuarenta y ocho horas acabamos de leer, por ejemplo, cómo en la República Argentina, con motivo de los actos electorales, murió nada menos que un senador, en una casilla electoral. ¿Por ventura vamos nosotros, entonces, a pensar, cuando se ha dicho multitud de veces que es La República Argentina uno de los países latinos de tradición democrática más limpia; que en la Argentina hay algún hombre perverso que se sobrepone a la tradición ayuna de sangre, para asesinar a X o a Z con motivo de la campaña electoral? Es que en la Argentina, como en México, se debaten ideas que arraigan profundamente en los corazones, que provocan necesariamente las pasiones humanas, y cuando la pasión se encrespa, es muy difícil evitar que ella discurra, y que descargue el mazazo y transforme, muchas veces, lo que debiera ser serenidad y altura, en corriente de odio que se desempeña como torrentete, y que rompería definitivamente sus causas si llegara a ocurrir en México, que el Régimen se pusiere en mano de quienes fueron parcialmente en 1910, y totalmente en 1914.
Se habla, compañeros diputados y senadores, de que la corriente política que gira al derredor de la personalidad de un ciudadano del pueblo, como lo es el General Manuel Ávila Camacho, es simple y sencillamente una corriente de imposición electoral, traduciendo el vocablo "imposición" dentro del concepto mexicano, es decir, "presión del Poder Público para obligar a una elección impopular". Yo pregunto si puede llamarse imposición de un candidato, el hecho de que exista un porcentaje considerable de burócratas traidores a la Revolución que proclaman nada menos que la constitución de un régimen encabezado por los reaccionarios de hoy. ¿Dónde está la imposición gubernamental que ni siquiera llama la atención a quienes, comiendo del Régimen lo traicionan diariamente? El Estado es una entidad impersonal y representativa, que jurídicamente no es ni puede ser de la naturaleza que corresponde al patrón, y dentro de esta tesis hubo de expedirse el Estatuto de los Trabajadores al servicio de los Poderes de la Unión, para ampararlos, no contra el Estado patrón, sino contra el funcionario que individualmente encarna un aspecto del Estado y que es susceptible de obrar al impulso de la pasión personal o del interés mezquino, si no es limitado por la Ley, en su arbitrio propio. El servidor del Estado en este concepto, es en el concepto humano del propio Estado y cuando su actitud es contraria a los principios que sirven de orientación a la conducta de tal entidad jurídica, es lógico que exista la traición a sí mismos, la traición a sus propios principios al pretender el entronizamiento de un Régimen contrario que preconiza la explotación del hombre como norma y el imperialismo como base de sustentación.
A pesar de esta posición reprochable, en un terreno de simple ética personal y colectiva, el Gobierno de la Revolución, democráticamente, tolera impasible tales actitudes, sin que esto sea óbice para techarlos de imposicionistas. ¿Dónde está la imposición, si altos funcionarios del propio Gobierno, aun cuando en la apariencia están identificados con él, realizan actos tendenciosos que revelan su simpatía o su coqueteo con los grupos reaccionarios? ¿Y entonces existe siquiera el menor asomo de imposición de una suprema voluntad individual, por parte del Presidente de la República, Jefe del Gobierno? ¡No¡ De tal manera que la imposición en el concepto en que la invocan los voceros de la contrarrevolución, es una mendaz y burda calumnia que se fragua al calor de la debilidad político social de una ideología estéril y caduca.
Que los diputados vienen a la Comisión Permanente o van a las sesiones de Bloque o a las sesiones de Cámara, como los senadores, a hablar de política electoral; yo pregunto, compañeros: ¿Mientras existan instituciones democráticas, en qué Parlamentos del mundo los diputados y senadores no hablan de política? Sería traicionar la propia condición de representantes populares el hecho de que no se hablara de política en el Congreso Nacional; sería sencillamente dar la razón a los elementos conservadores y considerar que, efectivamente, los diputados han respondido a un nombramiento burocrático y no a una elección de grupo popular que piensa y siente en todos los momentos en que se debaten problemas de orden social y nacional. Por ello podemos interrogar nueva vez: ¿Dónde está la imposición y dónde el Poder Legislativo como órgano de la misma?
Se dice, además, que el Partido de la Revolución Mexicana es un partido de clase y que, consecuentemente, como tal, no debería tener el apoyo moral de un régimen democrático. Doctrinaria y socialmente es audaz y falsa la información al respecto, porque el Partido de la Revolución Mexicana
no está integrado exclusivamente por obreros del campo y del taller; está formado también por todos los elementos populares que se sienten identificados con los ideales revolucionarios; está constituido en una inmensa, en una enorme mayoría, por grupos de esta índole, por los elementos que, como los soldados del Ejército de la Revolución no han sido posible que la misma Revolución les coarte la libertad para ejercitar sus derechos ciudadanos, porque la mayor parte de nuestro glorioso Ejército tampoco encontró su origen en las aulas de la Universidad Militar, sino que vino directamente de los campos de batalla, donde los ciudadanos libres fueron armados para allanar obstáculos al ideal libertario; y a su triunfo sustituyeron al pretorianismo corrompido y maculado por el crimen, del antiguo Ejército Federal, formando la brillante institución Armada que, hoy por hoy, es el baluarte de las conquistas de la Revolución hecha Gobierno. Y si ellos palpitaron y palpitan con los ideales más altos y nobles de nuestro pueblo, no es posible negarles ahora la participación justa y legítima, eminentemente ciudadana, que deben tener dentro de este Partido, para la resolución de los problemas nacionales de orden político.
El Partido de la Revolución no es, entonces, ni por su estructura, un partido de clase, en la verdadera acepción del término; ni es tampoco un partido de Estado, como podía catalogarse a su precursor, el Partido Nacional Revolucionario, a pesar de que quienes sostienen actualmente ese falso atributo, son precisamente del grupo que no tuvo empacho en colaborar para fundar el P.N.R. e imponer una cuota gubernamental a los empleados públicos para nutrir sus fianzas. Ahora el Partido de la Revolución Mexicana es un partido que se sostiene a través de sus organizaciones adherentes, mediante cuotas impuestas por estas mismas organizaciones y sin intervención alguna del Poder Público.
No existe, pues, el Partido de Estados, ni existe tampoco un órgano de imposición política, de carácter gubernamental, que pueda justificar la actitud de quienes pretenden rebelarse contra esa imposición.
Ahora bien, ¿por qué apenas en 1940 estamos pensando en la imposición política? ¿Por ventura no fueron imposiciones las de ayer, sin que provocaran las protestas de los pseudo quijotes de hoy?
¿No fueron imposiciones de carácter político profesional las que consumó el régimen callista en México? Si el régimen callista volviera existir en el país, para desgracia de las masas populares, seguramente que Almazán no habría podido llegar, como llegó al Monumento de la Revolución, jinete en el simbólico caballo blanco, a decir su discurso inicial y fundamental de su campaña política que se quedó entre la oposición y los halagos para el Presidente Cárdenas; ni Joaquín Amaro lanzar su corriente de bilis en la impresión del manifiesto escrito con estilo de Júpiter Tonante.
Yo creo que nosotros debemos responder de un modo concreto que el señor Senador por Hidalgo nos ha venido a hacer en esta tribuna; él nos pide que demos un voto de respaldo y simpatía a nuestros camaradas, a quienes todos conocemos como gentes incapaces de obrar con la violencia. Nuestra causa es de altura, nuestra causa es de serenidad, nuestra causa es la causa del pueblo, y por esa razón no es necesario acudir a los procedimientos "apachescos" para definir la voluntad en los próximos comicios, pues esa voluntad habrá de expresarse clara y precisamente, y cada uno de nosotros sabrá estar a la altura de su deber en el momento en que sea requerido y en el sitio donde sea necesario.
No hemos venido a esta tribuna a decir palabras que signifiquen la traducción de sentimientos innobles o bastardos; no venimos aquí para buscar el presupuesto de mañana, porque no somos políticos de profesión. Somos elementos de trabajo, y de aquí, del Parlamento Nacional, no tenemos enfrente otra perspectiva que la vuelta a las trincheras del trabajo; no vamos, pues, ni tras una altura de poder, ni tras de un propósito bastardo, de esquilmo al presupuesto; vamos únicamente en pos de la traducción definitiva de nuestro ideal, que aún vibra latente y aún se ha satisfecho, muy a pesar del esfuerzo gigantesco del régimen de Lázaro Cárdenas, Maestro de la América Democrática, que ha sabido señalar derroteros y que muy pronto ha de elevarse más, por encima de toda podredumbre material, para colocarse en los altos planos morales, como lo merece, como representativo de esta raza nuestra, efectivamente dolor, efectivamente miseria, efectivamente angustia; pero erguida, hidalga y caballerosa, que vive siempre en las cumbres, nunca, como los reptiles, en las hondonadas o debajo de las piedras. (Aplausos.)
El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Diputado Jaime Chaparro.
El C. Chaparro Jaime: Compañeros senadores y diputados:
Se trata de tocar algunos puntos de interés nacional y de beneficio público. No quisiera ocuparme más, porque considero bastante lo dicho por mis antecesores en el uso de la palabra respecto al panorama nacional relacionado con la política. El compañero Senador por Zacatecas, Leobardo Reynoso, nos decía que importaba cada una de las pequeñas manifestaciones pagadas por los corifeos de Almazán una fuerte suma de dinero, y nos decía que cómo era posible que Almazán gastara todas esas fuertes cantidades. Y yo le voy a contestar al compañero Senador Reynoso respecto a las cantidades de dinero que Almazán actualmente derrocha en su afán de comprar votos y conciencias públicas, que el señor General Almazán recibe directamente de la aportación del Gerente del Banco de México, Luis Montes de Oca,... (Aplausos.)
El Gerente del Banco, señor Monte de Oca, en su afán también de presentar un aspecto de desequilibrio monetario en el país, tratando de hacerle el juego a los elementos que encabezan la contrarrevolución, ha ido en varias ocasiones e deliberar, con su carácter de Gerente del Banco de México, a la causa del señor General Almazán. Esto es auténtico, esto es cierto y podemos probarlo a
la opinión pública en el momento que fuere necesario.
El Señor Gerente del Banco de México, muy independiente de tener sus acuerdos muy privados con el candidato de la reacción, tiene constituída una maffia de personas que en forma directa influyen en la balanza financiera de México, todas, naturalmente, de filiación almazanista; por que a este señor, para hacer un servicio en materia económica, le basta y sobra con que se presenten prominentes hombres que dirigen la campaña de Almazán, para no poner ninguna cortapisa a sus gestiones de carácter económico y darles toda la cantidad de dinero necesaria para la política en sus juegos de bolsa.
Naturalmente, señores diputados y senadores, que aparte de que el señor Gerente del Banco de México, señalado como persona muy estrecha a los intereses de Almazán a nuestro juicio no solamente les da estas facilidades a personas que combaten el régimen actual, sino que la postura de este señor debiera ser franca, abierta y públicamente, también, del lado del almazanismo porque si el General Almazán y sus corifeos atacan en forma directa al régimen, justo es que el Gerente del Banco, el señor Montes de Oca, se coloque en este plan abierto de ataques al régimen y no esté sirviendo en él en forma hipócrita, en forma falsa; sobre todo, el señor Montes de Oca, a nuestro juicio, está provocando esa falsa alarma económica, porque como es natural, no teniendo argumentos de base ni de fuerza con qué combatir al régimen, estos señores han tratado de hacer creer a la opinión pública que en México hay una fuerte crisis económica y un estado completo de miseria, atribuyéndolo seguramente a las equivocaciones del régimen.
En estas condiciones, señores diputados y senadores, yo presento a ustedes, a la consideración de la asamblea en este día, la proposición de que pase una comisión de diputados y senadores a entrevistar al señor Secretario de Hacienda, con el fin de que le expongan nuestros puntos de vista, en el sentido de que se le acepte la renuncia al señor Montes de Oca, ya que en otras ocasiones y reiteradamente ha insistido él, según versiones, en presentarla, sin que le haya sido aceptada . Dada la conducta de este señor, yo propongo a la asamblea que pase una comisión a entrevistar al señor Secretario de Hacienda para suplicarle que sea muy servido de aceptar la renuncia que tantas veces diese el señor Montes de Oca haber puesto. (Aplausos.)
Considero que es una deslealtad para el régimen la actitud del señor Montes de Oca, además de que esa falsa alarma - repito - llevada al público para hacerle creer que hay una crisis económica, estimo que debe desaparecer, si efectivamente la renuncia le fuere aceptada. Es todo lo que he querido presentar a la consideración de ustedes y la someto a votación. (Aplausos).
El C. Presidente: Tiene la palabra el señor Diputado y General Celestino Gasca.
El C. Gasca Celestino: Compañeros diputados, compañeros senadores: He creído necesario tomar participación en esta Asamblea de la Comisión Permanente porque considero que es preciso aclarar ciertos conceptos y algunas posiciones falsas. No será difícil que mañana la prensa almazanista pretenda como siempre, al dar las informaciones de las asambleas de la Cámara de Diputados, tratar de decir al público que la Comisión Permanente ha desviado las obligaciones que debe cumplir, con el propósito de dedicarse a hacer propaganda en favor de un candidato a la Presidencia de la República; pero por conocido el juego, considero que ya el público de México no tomará en serio estas torcidas versiones. Lo torcido de la versión consiste (en caso de que la den así) en pretender decir que los diputados y senadores en esta asamblea, más que como representantes del pueblo, se han constituído en propagandistas de un candidato; pero esto es inexacto. La Cámara de Diputados, como la Cámara de Senadores y como el resto de los poderes de la República, en su mayoría están integrados por elementos de revolucionarios de sentimiento y acción. En buena hora que la obra desarrollada por la Cámara de Diputados y por la de Senadores en este aspecto, fuera lo suficiente para poder inclinar a la opinión pública del país en favor del candidato a la Presidencia de la República del Partido de la Revolución; y digo: Ojalá, porque entonces el Congreso de la Unión estaría orientando en la mejor forma posible a la opinión pública para tomar sus decisiones en el aspecto político; pero no es así.
La Cámara de Diputados, y en este caso la Comisión Permanente, nunca han tratado de dar orientaciones políticas electorales al país; cuando tiene forzosamente que referirse a hechos que la campaña política está desarrollando día a día, lo hace sólo con el firme propósito de fijar sus postulados revolucionarios en defensa de los intereses del Partido de la Revolución y en defensa de los intereses de los distintos sectores revolucionarios que componen ese propio Partido.
Nosotros no necesitamos hacer propaganda ávila - camachista, porque las fuerzas todas del Partido, dedicadas a esa labor, son más que suficientes no para convencer al pueblo revolucionario de México, que no lo necesita, sino para convencer a los elementos que han seguido un cauce político distinto al del Partido, sólo con el propósito de empeñarse en perturbar la marcha ascendente del Gobierno del Presidente Cárdenas. A nosotros no nos interesa desde el punto de vista de nuestras funciones como representantes del pueblo, quién gane o quién deje de ganar en las elecciones; lo que nos interesa es defender los principios del movimiento revolucionario del país. Los elementos contrarrevolucionarios, los que encabeza el señor General Almazán, han estado tratando de desvirtuar la obra del señor Presidente Cárdenas; pero no enderezando con el valor necesario hacia él la puntería, sino tratando de llevar al ánimo público que la candidatura del General Ávila Camacho es la candidatura de imposición, sino tratando de llevar el ánimo público la creencia de que si elementos hay que estorben el progreso del país y que perturben el orden de la República, esos elementos están dentro de las filas del movimiento campesino que representa la C.N.C. y dentro del movimiento obrero que representa la C.T.M.
¿Cuáles son las razones de señalar a estos elementos como responsables de lo que ellos llaman el disturbio en México? No es precisamente que defiendan la candidatura del General Ávila Camacho, sino que no teniendo, como dije hace un momento, el valor suficiente para enfrentarse al Gobierno de la Revolución representado por el General Cárdenas, tratan de señalar a otros elementos que con su conciencia, con su dignidad, con su respeto, con su decoro, están tratando de mantener incólumes los derechos de los campesinos, de los trabajadores del campo y de los trabajadores de los talleres. Esta es la verdad. No se trata en este caso sino de aprovechar la agitación política de toda lucha electoral trae consigo, con el propósito de pedir lo que ellos llaman y que jamás se les ha negado: El respeto debido a la exposición de ideas, la lucha como expresión de sentimientos; una prueba inequívoca de que estos elementos que detrás de Almazán tratan de trastocar el orden revolucionario en el país, es que han pretendido llevar con sus propias palabras el deseo al resto de la República, que no está de acuerdo con el Gobierno de la Revolución, a una pretendida lucha armada, de la cual sin esbozo alguno ya han dicho en más de tres ocasiones los discursantes del señor General Almazán. Lucha armada en el país, compañeros, no la habrá; ya lo han dicho personas más autorizadas que yo; sin embargo precisa que la Comisión Permanente del Congreso de al Unión repita que en México no habrá lucha armada, y no la habrá porque el conjunto de obreros y campesinos y de elementos intelectuales y de otro orden de vida, de sentimiento revolucionario, que integran el Partido de la Revolución Mexicana, no sólo por la fuerza de sus propias convicciones sino por el número que en el conjunto de la República representan, no permitirán ni en lo más mínimo que se trastorne el orden en México. Además, quieren usar como incentivo, como acicate para poder desviar a los elementos que no están de acuerdo con nosotros, haciéndoles creer que el campo no produce, haciéndoles creer que las luchas sostenidas dentro del movimiento obrero son obstáculo principal para que se tenga confianza en las inversiones capitalistas, y esto es falso, es demagogia de la reacción. Si dificultades se han presentado para poder llevar a cabo lo que las leyes constitucionales dan como derechos a obreros y campesinos; si alguna vez ha podido haber en forma alguna exceso, que no es la regla de procedimientos, es precisamente porque en el campo obrero y campesino los interesados, los elementos capitalistas que defienden el punto contrario a la Revolución, han estado tratando de provocar incidentes con el propósito de lastimar y herir las susceptibilidades de los trabajadores, excediéndose muchas veces en que el trabajador debe tener la obligación rígida de cumplir con exceso o fuera de las horas de trabajo, y muchas veces con jornales miserables, la labor que le imponen.
Por lo que respecta al campo, no es extraño ni es la primera vez que se dice cómo elementos, en los Estados, de los terratenientes, con la esperanza de volver a rehacerse de sus tierras, han estado tratando de armar lo que en México se conoce con el nombre de guardias blancas, para tener en una inquietud constante a los campesinos que no han cometido más delito que pedir un pedazo de tierra que la Revolución y las leyes les dan. Hemos visto también cómo en infinidad de formas han estado tratando de que el campesino no dedique toda su inteligencia, su cariño y su fuerza física a hacer producir la tierra. Desgraciadamente, dentro del propio régimen - y esto también no es una cosa desconocida - , hay elementos que no han sabido cumplir con su deber y que, aliados a los defensores de los intereses reaccionarios, de mil maneras en muchas ocasiones han tratado de estorbar que el campesino saque de la tierra el fruto que debe sacar, y que el obrero cumpla con sus verdaderas obligaciones dentro del taller.
Pero estas pequeñas dificultades, estos pequeños trastornos no pueden ni con mucho justificar la obra contrarrevolucionaria. Nosotros estamos obligados a poner todo lo que esté de nuestra parte, no sólo desde el punto de vista de nuestra representación nacional, sino desde el punto de vista de nuestro revolucionarismo, a llevar nuestra actividad, nuestra idea y nuestro sentimiento al campo y al taller, con el propósito de solidarizarnos con los campesinos y los obreros, a fin de que lo que la Revolución ha puesto en sus manos, tenga el fruto debido con objeto de que resuelvan cuanto antes el problema que ha creado el hecho simple y sencillo de trastocar el orden, el concepto de la propiedad, y trastocar también el orden que había creado un falso concepto de la justicia para el trabajador, en términos generales.
No es posible que un movimiento que arranca desde sus cimientos de una época de injusticia en todos los órdenes de la vida nacional, pueda en cinco minutos, como por obra de magia, transformar el orden de la República. Estamos luchando porque la Revolución se cimente; estamos luchando porque cada uno de los hombres que a ella pertenecen, tengan claro sentido de su responsabilidad; estamos luchando porque en la conciencia de los campesinos y de los trabajadores haya algo más que el deseo de satisfacer las necesidades inmediatas, y que haya algo más que estar representado en un hondo sentimiento de justicia, para satisfacer los propios esfuerzos de la Revolución, dedicados a abrir nuevo cauce, a hacer un nuevo camino por el cual la República habrá de encontrar su verdadero progreso.
Compañeros diputados y senadores: Lo ocurrido no sólo en el Estado de Hidalgo sino en distintos Estados de la República, está justificando o pretende justificar, mejor dicho, nuestra actividad dentro del Parlamento y fuera de él. Yo acabo de regresar del Estado de Guanajuato, de hacer una jira por todos sus municipios, con el propósito de levantar un informe sobre lo que en realidad ocurrió durante los días que allí estuvo el General Almazán; y sin necesidad de nombrar cifras, porque las mismas que ellos han dado en los periódicos para hacerse propaganda, son de tal manera falsas que ni siquiera es preciso decir con cifras también cuál es la medula de su falsedad. En Guanajuato no es exacto que se haya tenido por el almazanismo el éxito que dicen los periódicos; simple y sencillamente las fuerzas que en
Guanajuato han podido estar al alcance de los pesos del señor General Almazán son aquellas que siempre han estado contra el Gobierno de la Revolución, y, sobre todo, las que ahora militan dentro de una organización que le hacen llamar "sinarquismo". El sinarquismo de Guanajuato está compuesto de dos o tres mil elementos de éstos que siempre han renegado de la Revolución, los únicos que estuvieron en distintos lugares presenciando lo que se llamó la magna manifestación en favor del almazanismo. Esta es la verdad. Lo que ocurrió en Hidalgo, hace semanas, y sobre todo el cariz que en estas últimas fechas ha querido dársele, pretendiendo hacer que caigan las responsabilidades de los hechos sobre elementos que forman la Legislatura local, no significa sino desviaciones también de la verdad. ¿Por qué? Porque así como han acusado a los diputados federales de hacer propaganda almazanista dentro del seno de esta Institución, así también han estado tratando de llevar el ánimo público que las legislaturas locales no cumplen con su deber por dedicarse a la política; pero esto es exacto. Nosotros tenemos confianza en que el Procurador de Justicia que se ha avocado al conocimiento de estos hechos sepa conocer la verdad y, sobre todo, atender a la verdad. Precisa que aquéllos que se señalan como culpables sean llamados a declarar, que no sólo se escuche la voz de los que tratan de echar sobre el Gobierno del compañero Rojo Gómez la culpabilidad de hechos de los cuales él, como aquéllos que se están señalando como autores intelectuales del hecho sean responsables. Es la masa, la masa revolucionaria, es el campesino y el obrero el que cuando se siente lesionado en sus intereses y no teniendo a mano otra forma de defenderse, recurre a los procedimientos que los más expertos han llevado a cabo; que no se asusten ahora de que cuando provoquen al pueblo, el pueblo les responda. Si algún culpable hay de los hechos sangrientos ocurridos, si algunos culpables hay en el futuro de hechos semejantes, que no se busquen en otro lado, pues los provocadores empiezan desde Almazán hasta último de sus corifeos. (Aplausos).
El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Senador José María Dávila.
El C. Dávila José María: Compañeros miembros de la Comisión Permanente: Ya los señores senadores y diputados han hecho un sereno y concienzudo análisis de la actitud del General Almazán en su jira política. Han ido sacando a luz y comentando algunos de sus discursos, los compañeros Reynoso, Santos, Ayala y otros, como quien saca los discos fonográficos del armario y los va poniendo en la victrola para escuchar de nuevo las frases en ellos grabadas. Pero es indispensable, compañeros, que la República entera conozca qué clase de aparato es el que graba y reproduce esos discos. Es indispensable no solamente glosar lo que en ellos se está grabando, sino desarmar el aparato reproductor para examinar sus bulbos, su motor; para ver en qué estado se encuentra la maquinaria y no venderle a la Nación, como acostumbran los comerciantes fulleros, un reloj descompuesto, un radio con bulbos fundidos o una mercancía podrida.
Por eso creo necesario referirme, sin hacer un resumen de los discursos, de lo dicho por mis compañeros, exclusivamente a la personalidad del señor General Almazán, en una especia de aproximación a un estudio psicopatológico de su persona.
El señor General Almazán, estudiado por un profano como yo, pero con deseos de que también lo hiciera un neurópata o un alienista, reviste todos los caracteres del desequilibrado mental. Toca al médico que le dedique algunos ratos al estudio de sus discursos y de sus actitudes, decir si es la esquizofrenia o el delirio de persecución lo que lo lleva de una parte a otra de la República, escondiéndose de pretendidos asaltos, denunciando conspiraciones soñadas en su contra y diciendo barbaridad y media en plenas plazas públicas.
El estudio de este desequilibrio mental y su desarrollo se puede demostrar en frases muy simples, solamente teniendo en cuenta tres o cuatro actitudes clásicas en la demencia: La megalomanía, la amnesia de que habló el Senador Santos, y el delirio de persecución. Estas tres características son atributo de individuos que deben estar asilados en un manicomio, ya que, si nos retrotraemos a conocer a los grandes locos de la historia, veremos que todas estas características correspondieron exactamente a los locos de quienes la historia se ha ocupado. Cristo mismo de quien sus comentadores han encontrado, estudiándolo patológicamente. que fue un loco, sublime, pero loco al fin, que padeció la megalomanía, demuestra haber pasado por estos tres estados: El de la amnesia, el de la megalomanía y el de la persecución. Y es común entre todos estos personajes de la Historia del Mundo ir proyectando su cerebro sobre las multitudes, de modo tal, que forman estados utópicos que llegan a sorprender a algunos grupos con sus sofismos y sus paradojas. Así pasaron ante nuestros ojos juveniles, ansiosos de saber, todas esas utopías que, desde Platón hasta la fecha, han querido buscar algo imposible para la humanidad, como es la perfección; así pasó el cristianismo de San Pablo; así pasó la concepción de "La Ciudad de Dios" de San Agustín; y así, en nuestros tiempos hace apenas cinco años, invadió el Continente Americano una doctrina nueva, más moderna que el comunismo, también utópico; más atractiva, de mayor relumbrón, que se llamó "la tecnocracia".
Recuerdo haber oído hace cinco años aproximadamente en la ciudad de Nueva York una conferencia del creador de la tecnocracia; un Profesor que se llama Howard Scott, de la que, si no hubiera sido por una serenidad cerebral y nerviosa, que no he sabido a qué atribuir, también hubiera salido ilusionado volviéndome "tecnócrata" desde luego, como también me hubiera vuelto comunista después de haber leído los libros de Marx y Engels, si esa serenidad no se hubiera antepuesto al entusiasmo.
Decía Howart Scott, como base de su doctrina, que el trabajo del hombre, el trabajo de nuestros brazos, es la cosa más estúpida e inútil que podía hacer la humanidad, puesto que la Naturaleza tenía con qué substituir ese esfuerzo - y no andaba errado en su paradoja - ya que, al hacer el cálculo de la fuerza hidráulica que desarrollaban los ríos
en el continente de Norteamérica, se probaba en forma indiscutible que la fuerza desarrollada a través de plantas hidráulicas y dínamos eléctricos, era superior en diez o veinte veces al esfuerzo material, a la hora - hombre que pudieran desarrollar todos los habitantes de este mismo continente, y entonces, decía: El esfuerzo nuestro, el esfuerzo del conglomerado norteamericano, desde Panamá hasta Canadá, deben dirigirse exclusivamente a alentar la inventiva, a procurar el hallazgo de nuevas substancias, el descubrimiento de nuevas reacciones químicas, a inventar nuevos aparatos que solamente aprovechan esa fuerza para que, llegado el momento, no sea mejor ciudadano el que más trabaje sino el que más consuma, y que sirva más a la humanidad el individuo que estrelle diariamente un automóvil porque así se verá obligado el inventor a encantar otra cosa más duradera, que no el que lo conserva por muchos años y hace trabajar a sus conciudadanos en la torpe y rutinaria tarea cotidiana. Todas estas utopías han dado la vuelta al mundo y se han desbaratado en la anonimia de su mismo paradojismo; pero el General Almazán parece haberlas adoptado como arma nueva en la República Mexicana, y así, con una falta de preparación absoluta y con una indigestión de libros entre los cuales descuellan como sus libros de cabecera, novelillas que, como "Don Segundo Sombra" quiere trasplantar a nuestro país en calidad de catecismo o doctrina social. El General Almazán ha recorrido la República diciendo lo que hará si el pueblo lo unge con su voto, y ha dicho de dedicará mil millones de pesos para redimir al indígena; ha dicho también que hará un dique que vaya desde Veracruz hasta la Isla Sacrificios para que en el puerto de Veracruz quepan las escuadras de todo el mundo; ha dicho que atravesará el Istmo de Tehuantepec con un canal más ancho que el de Panamá. En fin, que hará milagros que no se le pueden ocurrir más que a gente falta de sentido. Y después, con una incongruencia que solamente en él es concebible, nos habla de la novelita argentina y dice que ha leído con fruición a Don Segundo Sombra y que sólo lamenta que nosotros los mexicanos no traigamos nuestro "chiripa" y bailemos tangos argentinos y toquemos el acordeón y andemos por las pampas arreando la tropilla de caballos, como él desearía hacer si estuviera en sus años mozos y en sus cabales sentidos.
Estas circunstancias dolorosamente patológicas, son las que nos obligan a tratar de que la Nación vea el estado psico mental de la persona que se postula para Presidente de la República, y que vea también que, ante todo, se necesita tener no sólo el cuerpo sano, sino también la mente sana para aspirar a esa posición. Ahora hablemos del grupo que acompaña a Almazán, el grupo con el que está ligado: Dice un sabio historiador que estudió a Cristo en su aspecto de demencia, que una de las tendencias de esta clase de dementes, es la de asociarse con individuos andróginos, de sexo indefinido, como en el caso del discípulo predilecto, Juan; y basta recordar lo que acaba de decir el compañero Chaparro para ponerse a pensar sobre el particular. (Risas y aplausos). Ojalá y que entre nosotros estuviera algún médico, ¡ah, sí está el compañero Bautista! para que él hable en una forma más seria y documentada y se avoque el estudio, no en esta sesión, sino en alguna de las próximas, de la condición cerebral y nerviosa del General Almazán y de sus posibilidades físicas para pretender el puesto a que aspira. Pero si el señor Senador Bautista rehusa hacer ese estudio, lo podríamos encomendar a nuestro compañero Agustín del Castillo, por ejemplo, o si no, buscaríamos algún veterinario que lo quisiera hacer. (Aplausos).
Pero es muy avanzada la hora, compañeros senadores y diputados, y hemos cansado mucho la atención de ustedes, refiriéndose a los discursos del General Almazán; y sólo deseo, para finalizar, hacer una ligera comparación con el elevado plano en que se coloca el General Ávila Camacho al hablar a quienes lo hemos escuchado en tantas ocasiones. ¡Nunca una frase altisonante, nunca un dicterio, nunca una calumnia, nunca un insulto! ¡Siempre viendo cuál es el programa local y cuál es la manera de ligarlo con el programa general que deberá desarrollar!
Y si a esta serenidad, si a esta alteza de miras ponemos en parangón la bajeza de las frases de Almazán y sus acompañantes, la Nación entera no podrá decir más que una sola cosa: Que su candidato es el General Ávila Camacho y que a Almazán no le quedan más que dos caminos: El destierro o la Castañeda. (Aplausos estruendosos).
El C. Presidente: No habiendo más oradores inscritos, se va a proceder a poner a votación las proposiciones hechas en el curso de esta Asamblea. Se consulta a los señores representantes si se aprueba la proposición del Senador Martínez, en el sentido de solidarizarnos y dar un voto de confianza a los diputados de Hidalgo y al Gobierno del mismo Estado. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado. Se consulta a la Asamblea si se aprueba la designación de una comisión que entreviste al Secretario de Hacienda para solicitar que acepte la renuncia que el señor Montes de Oca, Gerente del Banco de México, ha presentado en otras ocasiones. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado. Se designa en comisión a los CC. Diputados Chaparro, Celestino Gasca, Arnulfo Hernández Z. y Senadores Reynoso y García Correa.
No habiendo otro asunto de qué tratar, se levanta la sesión y se cita para mañana a las 10, encareciendo la puntual asistencia de los señores representantes.
TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA
Y "DIARIO DE LOS DEBATES"
El Director, Jefe de la Oficina,
JOAQUÍN Z. VALADEZ.