Legislatura XXXVIII - Año II - Período Comisión Permanente - Fecha 19420703 - Número de Diario 44

(L38A2PcpN044F19420703.xml)Núm. Diario:44

ENCABEZADO

MÉXICO, D.F., VIERNES 3 DE JULIO DE 1942

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de la 2a. clase en la Administración de Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO II. - PERÍODO ORDINARIO XXXVIII LEGISLATURA TOMO I. - NÚMERO 44

SESIÓN SOLEMNE DE LA COMISIÓN PERMANENTE

EFECTUADA EL DÍA 3 DE JULIO DE 1942

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Se lee y aprueba el acta de la sesión anterior.

2.- Pasan a la Comisión respectiva las solicitudes de permiso constitucional de los CC. general de división Manuel Ávila Camacho, licenciado Ezequiel Padilla, doctor Francisco del Río y Cañedo y licenciado Francisco A. de Icaza.

3.- El Departamento del Distrito Federal solicita que esta Asamblea designe una comisión que la represente en el acto en que se impondrá el nombre de Benjamín Franklin a la avenida Primavera de esta ciudad. Se nombra la comisión.

4.- Hacen uso de la palabra los siguientes ciudadanos representantes: el C. diputado Aurelio Pámanes Escobedo exalta a los pueblos que luchan contra los Estados totalitarios y rinde un homenaje al pueblo norteamericano; el C. diputado Antonio Betancourt Pérez condena la barbarie nazifascista y tributa un elogio para los países que defienden la libertad en el Mundo; y el C. senador Gilberto Flores Muñoz pone de relieve la unidad que en defensa de la democracia existe entre todos los países del Continente y hace otras consideraciones.

5.- Lectura del texto del mensaje que se evitará a las HH. Cámaras legisladoras de los Estados Unidos de América. Se aprueba. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. AURELIO PÁMANES ESCOBEDO

"Asistencia de 21 ciudadanos representantes)

El C. Presidente (a las 19.30): Se abre la sesión.

- El C. secretario Gómez Arroyo Ignacio (leyendo):

"Acta de la sesión celebrada por la H. Comisión Permanente del XXXVIII Congreso de la Unión, el día primero de julio de mil novecientos cuarenta y dos.

"Presidencia del C., Aurelio Pámanes Escobedo.

"En la ciudad de México, a las trece horas y cinco minutos del miércoles primero de julio de mil novecientos cuarenta y dos, se abre la sesión con asistencia de diez y nueve ciudadanos representantes.

"El C. secretario Ignacio Gómez Arroyo da lectura al acta de la sesión anterior, que se efectuó el día diez y siete de junio próximo pasado, la que es aprobada sin discusión.

"En seguida se da cuenta a la Asamblea con los documentos en cartera:

"La Secretaría de Gobernación, a solicitud de la Defensa Nacional, remite al Senado, para los efectos de la fracción II del artículo 76 de la Constitución Política de la República, las hojas de servicio de los siguientes militares:

"General brigadier Petronilo Flores Castellanos;

"General brigadier Margarito Figueroa Torres;

"General de brigada Lindoro Hernández Aldrete;

"General brigadier Enrique Gallardo Barbedillo;

"General brigadier José L. del Campo Mendivil;

"General brigadier Benito Bernal Miranda;

"General brigadier Rafael Cerón Medina;

"Coronel de infantería Mario J. Domínguez Vidal;

"General brigadier Alfredo Delgado Ibarra;

"General de brigada Juan José Gastélum Salcido;

"General brigadier ingeniero constructor Manuel Ramiro Cravioto González;

"General brigadier Vicente Barajas Sánchez;

"General brigadier Héctor Ignacio Almada;

"General de división Pablo González Garza;

"General de brigada Juan Gualberto Amaya;

"General brigadier Arturo Viniegra Flores Carvajal;

"General de brigada Arturo Ponce de León;

"General de brigada Raúl Gárate Leglon, y

"General brigadier Guillermo Fuentes Dávila. - Recibo, y resérvense para la Cámara de Senadores.

"La Legislatura del Estado de Michoacán comunica que con fecha 26 de mayo último, clausuró un periodo extraordinario de sesiones a que fue

convocada por su Diputación Permanente. - De enterado.

"La Diputación Permanente de la Legislatura del Estado de Tabasco comunica que con fecha 31 mayo quedó legalmente instalada, y da a conocer la forma en que integró su Mesa Directiva. - De enterado.

"La Legislatura del Estado de Tabasco participa que el 31 de mayo anterior clausuró el segundo período ordinario de sesiones, correspondientes al primer año de su ejercicio legal. - De enterado.

"La Legislatura del Estado de Tamaulipas informa que con fecha 12 de junio próximo pasado, inauguró y clausuró un período extraordinario de sesiones a que fue convocada por su Diputación Permanente. - De enterado.

"La Legislatura del Estado de Oaxaca comunica que el día 17 de junio anterior clausuró su segundo período ordinario de sesiones, correspondiente al segundo año de su ejercicio y da a conocer la forma en que quedó integrada su Diputación Permanente. - De enterado.

El C. general Jesús Fuentes Dávila participa que en virtud de que el Congreso local prorrogó por diez días la licencia que concedió para separarse de su puesto al Gobernador constitucional del Estado de Coahuila, continuará interinamente al frente del Poder Ejecutivo de la propia Entidad. - De enterado.

"El C. doctor Rafael Pascacio Gamboa comunica que en virtud de haber dado por terminada la licencia que se le concedió la Diputación Permanente del Congreso del Estado para estar separado de su encargo, con fecha 18 de junio último volvió a asumir el Poder Ejecutivo del Estado de Chiapas. - De enterado.

"En seguida usa de la palabra el C. diputado Antonio Betancourt Pérez y se refiere a las demostraciones de simpatía que de todos los países del Continente ha recibido México, con motivo del estado de guerra en que se encuentra con los estados totalitarios, y propone que para corresponder a esas demostraciones, esta H. Comisión Permanente celebre la noche del tres del mes en curso una sesión solemne en homenaje a la Causa Democrática y como acto de solidaridad al pueblo norteamericano en el aniversario de su independencia.

"La Asamblea, en votación económica y sin debate, aprueba la anterior proposición, y la Presidencia cita para las diez y nueve horas del próximo día tres a fin de celebrar la sesión de que se trata.

"A las trece horas y veinte minutos se levanta la sesión".

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa se servirán indicarlo. Aprobada.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"La Secretaría de Relaciones Exteriores solicita se conceda al C. general de división Manuel Ávila Camacho, Presidente de la República, el permiso constitucional necesario para que acepte y use el Collar de la Orden del Libertador que le confirió el Gobierno de Venezuela". - Recibo, y a la Comisión de Puntos Constitucionales.

"La Secretaría de Relaciones Exteriores solicita que se conceda al C. licenciado Ezequiel Padilla, titular de la propia Secretaría, el permiso constitucional necesario para que se acepte y se use el Gran Cordón de la Orden del Libertador que le fue otorgado por el Gobierno de Venezuela". - Recibo, y a la Comisión de Puntos Constitucionales.

"La Secretaría de Relaciones Exteriores remite las solicitudes que presentan los CC. doctor Francisco del Río y Cañedo y licenciado Francisco A. de Icaza, Embajador y Consejero, respectivamente, de México ante el Gobierno de Guatemala, a fin de que les sea acordado el permiso que la Constitución exige para que acepten y usen las condecoraciones de la Orden del Quetzal que el Presidente de Guatemala les otorgó". - Recibo, y a la Comisión de Puntos Constitucionales.

- El mismo C. secretario (leyendo):

"Estados Unidos Mexicanos. - Poder Ejecutivo Federal. - México, D. F. - Departamento del Distrito Federal.

"México, D.F.; a 2 de julio de 1942.

"Al C. diputado Aurelio Pámanes Escobedo. - Presidente de la H. Comisión Permanente del Congreso de la Unión. - Presente.

"El próximo día 4 de los corrientes, a las 9.30 horas, esta Dependencia del Ejecutivo impondrá el nombre del ilustre patriota norteamaricano Benjamín Franklin, a la Avenida Primavera de esta ciudad, debiendo desarrollarse la ceremonia del caso en la esquina expresada avenida y la que lleva el nombre de Nuevo León

"A fin de que este acto de que se pretende signifique a la vez que la solidaridad continental, la fe en el triunfo de las democracias, y tenga toda la importancia y el respaldo institucional, se ha creído conveniente contar con la representación del Poder Legislativo.

"Es por ello que con todo comedimiento me permito hacer a usted atenta invitación al respecto.

"Reitero a usted las seguridades de mi consideración muy atenta.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.

"El Director General, licenciado Carlos A. Madrazo".

Por disposición de la Presidencia se designa en comisión a los ciudadanos senador Gilberto Flores Muñoz y diputado Braulio Meraz Nevárez.

- El mismo C. Secretario:

Por acuerdo de la Presidencia se suplica a la Asamblea de sirva ponerse de pie, e igual súplica se hace a las galerías porque en estos momentos van a introducir las banderas de América.

(Puestos de pie los asistentes a la sesión, es introducida al Salón por alumnos del Colegio Militar, y con los honores correspondientes, la bandera nacional acompañada por las banderas de todos los países del Continente. Los abanderados toman lugar en la plataforma presidencial. (Aplausos nutridos y prolongados).

Presidencia del C. RAFAEL CÁRDENAS R.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Aurelio Pámanes Escobedo.

El C. Pámanes Escobedo Aurelio: Honorables miembros de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión; excelentísimos miembros del Cuerpo Diplomático; honorables senadores y diputados:

En estas horas de angustia que vive la humanidad azotada por las fuerzas del mal, que con inconcebible pretención de hegemonía racial buscan sumir al mundo en las tinieblas del nacional - socialismo, más tenebrosa que la inmensa noche que pesara sobre la tierra marcando el paréntesis que hoy llamamos Edad Media; es reconfortante, al tender al vista a nuestro alrededor, contemplar cómo se proyectan en el claro cielo de América y de los demás continentes agigantadas por el curso de las generaciones y de los años, las figuras de los grandes libertadores continentales de todos los tiempos y de todas las latitudes: Washington, Bolívar, Hidalgo, O' Higgins, San Martín, Morazán, Martí, Morelos y tantos otros que con el ejemplo y la obra de sus vidas, dedicadas al servicio de la colectividad, sentarán las bases de una mejor convivencia entre los pueblos, contribuyendo al advenimiento de la forma más perfecta de vida nacional que se concede, y que es la democracia.

Y cabe hoy a la Representación Nacional de México el alto honor de rendir pleitesía y cumplido homenaje a esas grandes figuras de la historia, guías de la Humanidad y paladines de la libertad, en ocasión de que la gran República de los Estados Unidos de Norteamérica celebrará el CLXVI aniversario de la proclamación de su independencia política.

Ha sido la tierra americana pródiga en nombres que en todas las épocas han abierto sus corazones a los más puros anhelos de libertad. Las ideas avanzadas que de la vieja Europa llegaban a nuestro hemisferio en la segunda mitad del siglo XVIII, encontraron una tierra y una atmósfera propicias para su florecimiento y fructificación; y así surgieron hombres como Washington y Franklin y en los albores de siglo XIX, en las tierras de Latino - América, donde las ancias de liberación eran ya incontenibles, encontraron sus paladines en Bolívar, en Hidalgo, en Martí, y en tantos otros héroes nuestros. Y el Sol de la Libertad que se elevara en Norteamérica; ese mismo Sol al que la Revolución francesa vivificará y diera sentido y significado universal, alumbró en el resto de este hemisferio, dando vida independiente a naciones jóvenes, que plenas de vigor y ansiosas de ocupar un lugar en el concierto de los países libres del mundo, otorgaban en cambio todo su entusiasmo, su esfuerzo, y su fe, brindando su cooperación franca y abierta para la consolidación definitiva de las ideas libertarias que informaran sus propios movimientos de independencia.

Hace 166 años que el Congreso de los Estados Unidos, con heroica decisión, declaró por unanimidad que las Colonias Unidas eran, y de derecho debían ser, Estados independientes. Los historiadores han concedido, con justa razón, a la declaración de independencia de Norteamérica, una profunda influencia sobre el movimiento democrático del mundo. Para nosotros, los habitantes de América cronológicamente este acto de liberación representó el primer chispazo, que ayudado por el resplendor de la Revolución de 1789, encendiera en pocos años todo el Continente, fundiendo en uno solo los anhelos de libertad de los pueblos latinoamericanos.

Así nacieron a la vida independiente nuestras jóvenes repúblicas, con un bagaje cultural producto del acoplamiento de dos civilizaciones, pero con una incoherente e injusta organización social y económica, germen de todas las inquietudes y razón y causa de las grandes convulsiones que las han agitado en el curso de su vida independiente. Las ciegas fuerzas imperialistas de aquende y allende los mares, enemigas ayer, hoy y siempre de todas las libertades humanas, quisieron ver en esas legítimas inquietudes el resultado de una supuesta incapacidad para autogobernarse. De hecho, no existía otra cosa que una infinita aspiración de libertad política social y económica; una incontenible ansia de acomodamiento de los diferentes grupos sociales que buscaban una forma más perfecta de vida colectiva, y para encontrarla, para realizar la consolidación de la forma republicana de gobierno en la comunidad de naciones de este hemisferio, los ciudadanos todos de América hemos pagado con el mismo elevado valor, devoción y sacrificio, y todos hemos compartido su preciada adquisición.

Es por esto que el día 4 de julio, aniversario de la independencia de Norteamérica, como el 15 y el 16 septiembre, como todos los grandes aniversarios de las patrias de América, encierran un significado que no reconoce fronteras.

En la presenta grave crisis de la Humanidad, México reitera su profunda fe democrática, y al valorizar plenamente la obra emprendida por la gran nación norteamericana por la causa de la libertad, rinde un tributo de cálida simpatía al pueblo de los Estados Unidos, cuya valiosa contribución debe apreciarse por su titánico esfuerzo industrial y económico, y de cuyo sacrificio hablan en muy alto grado sus hombres caídos gloriosamente en los más lejanos confines del Pacífico, y los que

actualmente luchan en diversas partes del mundo.

Asimismo, va nuestro fervoroso homenaje hacia los pueblos de todas y cada una de las Repúblicas latinoamericanas, que en un afán unánime de colaboración por la defensa continental en contra del peligro común, hacen honor a los acuerdos de la Conferencia de Cancilleres de Río de Janeiro, robusteciendo y dando su justo contenido de realidad a la doctrina panamericana, no dentro de un sentido de estrechez geográfica, sino como parte de un concepto universal.

¡Qué lejos se antojan ya los tiempos en que las más puras doctrinas y las ideas más generosas eran interpretadas al través de los intereses económicos de reducidos grupos, en perjuicio de los legítimos derechos de las grandes masas populares!

Afortunadamente para la causa de la Democracia y de la Libertad, ha querido el destino que en esta grave crisis se encuentren al frente de las naciones americanas gobiernos cuyo alto espíritu de justicia, de comprensión y de solidaridad internacional, esta por encima de toda duda.

"México, - ha dicho el señor Presidente de la República, general de división Manuel Ávila Camacho -, no vive de rencores. . . . ."

Por nuestra parte expresamos que el pueblo de México interpreta en su justo valor los actos de las fuerzas regresivas, enemigas también de los pueblos de sus propios países, que en otras épocas, apoyándose en interpretaciones unilaterales de los principios del derecho, y en ocasiones en la sola validez de su poderío, dieron al mundo, y en particular a los países de este hemisferio, la evidencia de que doctrinas de una sana ética política se supeditaban entonces a intereses financieros privados.

Con plena confianza en el porvenir y seguro de que la justicia internacional se impondrá al fin, México, con todo entusiasmo y fe ha signado los acuerdos y convenios que han dado forma a una colaboración interamericana para la defensa de nuestro hemisferio, afirmando en esta ocasión con nuestro presidente, general Manuel Ávila Camacho: "Que en la presente conflagración, más que una lucha de Estado, es el choque de dos maneras opuestas de comprender la vida internacional. Por una parte, se encuentra las dictaduras con sus bárbaros dogmas de imperialismo racial y totalitario, y con sus crueles procedimientos de esclavitud, de martirio y de destrucción. Frente a ellas se alzan las democracias, con su fe en la cultura, su devoción por el derecho y su respeto por la dignidad de una convivencia justa y civilizada.

México, fiel a su concepto de libertad, se ha colocado al lado de las naciones que luchan por establecer en el mundo un régimen de equidad y de colaboración entre los hombres. El resultado de esta pugna entre las fuerzas del bien y del mal no podrá ser otro que el triunfo final de las democracias".

Aunque la significación acordada a este homenaje comprende en particular a los países de este continente, en estos momentos en que la perfidia y la arbitrariedad dividen en dos grandes grupos a la Humanidad, nosotros no podríamos pasar por alto los sacrificios de otros pueblos heroicos que, más allá de este gran concierto continental, luchan dentro y fuera de sus territorios ocupados o amenazados por la barbarie moderna.

Y la representación con que el pueblo de México nos ha investido, la usamos hoy con ufanía, para enviar este gran saludo a todos los hombres y gobiernos que en el mundo sepan amar y defender la libertad. (Aplausos).

Presidencia del C. AURELIO PÁMANES ESCOBEDO

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Antonio Betancourt Pérez.

El C. Betancourt Pérez Antonio: Honorables miembros del Cuerpo Diplomático, señores senadores, señores diputados: Celebremos, en el transcurso de este mes, los hombres amantes de la Libertad en Europa, en América y en todo el mundo, dos fechas gloriosas en la vida de la Humanidad que adquieren, en el momento presente de lucha a muerte entre los principios de la libertad y de la opresión humanas, una significación inconmensurable.

El 4 de julio y el 14 de julio, aniversarios de la declaración de la Independencia norteamericana y de la destrucción de La Bastilla por los revolucionarios franceses, son fechas que pertenecen, no solamente a los grandes pueblos norteamericanos y francés, sino a la Humanidad entera; pertenecen a todos los hombres de todas las nacionalidades y de todas las razas que aman la libertad; y a todos los hombres y a todos los pueblos que en la tragedia actual luchan por legarla a las generaciones venideras; pertenecen, entrañablemente, a los pueblos hispanos de la América, pues fueron las fuentes en las que se nutrieron sus guías y las multitudes que proclamaron y consumaron su independencia política.

No existe, pues, mejor ocasión que ésta para que el Parlamento Mexicano, a través de su Comisión Permanente, rinda, como lo hace, su ferviente homenaje a la causa de la libertad en el mundo y al gran pueblo norteamericano, el primero, que en nuestro Continente consumó su emancipación política de la vieja Europa; no existe, pues, mejor ocasión, que ésta para que el Parlamento Mexicano exprese, como lo hace, su solidaridad para con todos los pueblos que en el momento actual luchan, como nosotros, en contra de la agresión y de la barbarie; este es, pues, el mejor momento para renovar a las naciones iberoamericanas nuestros viejos sentimientos de fraternidad.

Es este un momento en que adquiere nuevo vigor y toda actualidad la frase asentada en el acta de la declaración de la Independencia de los Estados Unidos, en la que los padres de la emancipación americana dijeron:

"Creemos ser una evidente verdad que todos los hombres han sido creados iguales, con derechos inalienables entre los cuales se cuentan la vida, la libertad y el derecho de descubrir la felicidad".

Pero cuando en el mundo las huestes

nazifascistas se empeñan en negar esta evidente e indiscutible verdad, parece escucharse aún la voz de Jorge Washington repitiendo sus célebres palabras de 1769:

"No debe haber un solo hombre que titubee un momento, o tema tomar las armas para defender un bien tan precioso como es la libertad transmitida por nuestros abuelos".

Los ideales de solidaridad continental y de libertad de nuestro gran Simón Bolívar, los de Hidalgo, Sucre y San Martín, los de Macco y Martí, de Barrios y de Morazán, los principios libertarios de todos nuestros caudillos reviven en estos momentos trágicos para enfrentarse a las fuerzas negras de la más absurda de las reacciones.

El gran patricio norteamericano y amigo de México, Abraham Lincoln, refiriéndose a su patria, cuando la esclavitud era una institución en muchos de sus Estados, dijo:

"Una casa dividida entre sí no puede subsistir. Este país no puede ser siempre mitad libre y mitad esclavo; ha de ser lo uno, o lo otro. Pero más tarde, o más temprano, la victoria es nuestra".

Y la victoria fue como lo dijo Lincoln de los hombres amantes de la libertad. Y así como en los siglos anteriores llegó el momento en que el Mediterráneo no puede ser mitad romano y mitad cartaginés, y así como después el mundo no pudo ser mitad romanoesclavista y mitad bárbaro, así hoy, el mundo civilizado no puede subsistir; no puede ser mitad libre y mitad esclavo; ha de ser lo uno, o lo otro, pero más tarde, o más temprano, la victoria será nuestra y en el mundo todos los hombres, todos los países serán libres.

Hay hechos innegables que están ocurriendo ante nuestros propios ojos y que corroboran lo por Lincoln afirmado:

En cada país del mundo se está tratando de disminuir las diferencias entre los hombres; o todos han de ser libres, o todos han de ser esclavos y en el concierto de las naciones se plantea también sí todos los países han de ser libres, o si todos han de ser esclavos del amo teutón.

En las naciones unidas los hombres son cada vez más libres; en los países dominados por el Eje, y dentro de ellos mismos, los hombres son cada día más esclavos.

Los países subordinados o sometidos por la fuerza al Eje son, cada día que pasa, más expoliados; los países aliados son entre sí cada vez más libres, más autónomos y soberanos.

No considero necesario tratar de demostrar la terrible condición a que están sujetos los hombres y los pueblos por el nazismo conquistados; es un hecho evidente confesado a través de las mismas informaciones periodísticas de origen nazi. Pero sí creo útil y necesario establecer el contraste de lo que en esos países ocurre y de lo que ocurre en los nuestros; el contraste entre el pasado y el porvenir que nos permite augurar lo que será el mundo al triunfo de las democracias.

Hace algunos años la prensa mundial relató que, cuando el entonces Príncipe de Gales visitó las minas de su país salió de ellas con lágrimas en los ojos, compadecido de la miserable situación de aquellos hombres del pueblo, creadores. de una parte considerable de la riqueza británica; la situación de los obreros mineros, como la de todos los demás, ha cambiado mucho desde entonces en Inglaterra; y si el actual duque de Winsdsor visitara de nuevo las mismas minas, no lloraría, sino sonreiría satisfecho de la revolución que se ha operado en su patria.

Hace algunos años el gran Presidente demócrata de los Estados Unidos de Norteamérica, Franklin Roosevelt, quizá recordando a Lincoln, al contemplar la creciente pauperización de la mayor parte del pueblo del país más rico del mundo, dijo:

"Una nación que dispone de todos los recursos no puede ser mitad gorda y mitad muerta de hambre".

Y cualquiera que hubiera seguido, aun cuando fuera de lejos, el desarrollo de la política interior del Presidente Roosevelt sabe que la "mitad muerta de hambre" ha engordado aun cuando a costa de unas cuantas empresas aspirantes a la obesidad.

Todos podemos pues, percatarnos de que el porvenir del pueblo de todos los países, al triunfo de la democracia, será la felicidad; como todos sabemos que si el fascismo llegara a triunfar, el destino de los pueblos sería la esclavitud.

El vicepresidente de los Estados Unidos de Norteamérica señor Henry A. Wallace en el discurso pronunciado ante la Asociación "Mundo Libre" hace apenas un par de meses manifestó que:

"El siglo en que entramos, el siglo que saldrá de esta guerra puede y debe ser el siglo del hombre del pueblo".

Hasta hace algunos años, una facción dominante en los Estados Unidos de Norteamérica, proclamando el lema "América para los americanos", estableció como norma política internacional la por nosotros conocida con el nombre de "Diplomacia del Dólar" cuyos argumentos fueron los acorazados y las fuerzas de ocupación para proteger, según ellos, los intereses de sus connacionales; de esos connacionales que años después serían calificados por el Presidente Franklin Roosevelt como la "mitad gorda" de los Estados Unidos; de esos connacionales que no hartos con el sudor de el pueblo norteamericano extendieron sus tentáculos hacia la América Hispana, como medio siglo ante los propietarios de esclavos del Sur lo hicieron con México.

Cuba, Puerto Rico, Filipinas, Haití, Santo Domingo, Nicaragua, Panamá, México y otros países de la América sintieron en su propia carne lo que fue la "diplomacia del dólar".

Pero al hacerse cargo de la Presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica el señor Franklin D. Roosevelt se opera un cambio radical; ya en su discurso inaugural en el año de 1933, exponía la nueva política internacional de su país, diciendo entonces:

"En cuanto a nuestras relaciones exteriores, quisiera inaugurar una política de buen vecino, del vecino que se respeta a sí mismo y que, por consiguiente, respeta también los derechos de los demás y la santidad de sus convenios con los otros Estados que considera vecinos".

En aquel memorable discurso el señor Roosevelt sentó las bases de toda su política interior y exterior y rechazó en él, los principios que casi en forma simultánea, eran proclamados en Europa por los dictadores, y que plantearían a los pocos años la lucha armada entre las dos tendencias contradictorias.

A fines del año 1933, mister Roosevelt declaró: "Como ciudadano de otra República me resultaría verdaderamente difícil creer en el alturismo de la República Americana más rica .... o aplaudir la ocupación del territorio de otra República aun cuando sólo fuera como medida provisional".

Y en otra ocasión solemne para los destinos de los pueblos débiles:

"Nuestra nación no ambiciona nuevos territorios. No desea retener a ningún pueblo sobre el que ha llegado a gobernar a consecuencia de una guerra, contra la voluntad de ese mismo pueblo".

Pero no han sido solamente las palabras, ha sido sobre todo, la política de los hechos la que ha hecho renacer la confianza y la que ha determinado que los pueblos de Latino América inicien un movimiento de franca solidaridad entre todos los países del Continente.

La abrogación de la Enmienda Platt, el retiro de las tropas norteamericanas de Haití después de veinte años de ocupación, la libertad de las Filipinas, la abrogación del artículo 8o. del Tratado de la Mesilla con México, el satisfactorio arreglo de la cuestión petrolera mexicana, son pruebas evidentes de que los viejos tiempos de la "diplomacia del dólar" han terminado y que la política del "buen vecino" es una hermosa realidad. Esperamos de ella, del espíritu que anima al pueblo norteamericano y a su gran Presidente Roosevelt que con el mismo sentido se resolverán todas las cuestiones pendientes, entre ellas el caso del Chamizal.

Podemos nosotros colegir por todo lo anteriormente expuesto, que al triunfo de las democracias el hombre del pueblo, dentro de cada país ocupará un sitio de acuerdo con la justicia social y la dignidad humana más elemental y que "No habrá - como ha dicho mister Wallace - nación del mundo que tenga la potestad divina de explotar a las otras naciones" La China, la India y la América Latina jugarán su destino en este siglo del pueblo" y "la época del imperialismo habrá terminado".

Hace algunos días que hablando el Subsecreta de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica señor Summer Welles ante los delegados que asistieron en Washington, a una importante conferencia interamericana de control político y económico, denunció, una vez más, las turbias maniobras que la quinta columna está realizando en toda la América, con el fin de destruir la fuerza y la integridad de las naciones americanas; para destruir la unidad del Continente en su lucha contra la barbarie nazista; para destruir el espíritu de libertad y de fraternidad que nos anima y que nos hará triunfar:

"Grupo de termitas humanas que corroen en el interior de las repúblicas americanas y tratan de destruir la democracia" dijo el señor Summer Welles. Y en efecto la quinta columna está hoy más que nunca alerta, activa, trabajando en las sombras, royendo en la entraña de nuestros países, auxiliada, en Estados Unidos, en México, en toda la América, en el mundo entero, por los traidores: vendedores a todos lo precios de pueblos, de patrias, de libertades y de sangre.

A mi juicio, en México y en la América Latina, a la par que la de la producción, la batalla más importante que tenemos que ganar hoy y que ya estamos librando, es la de la propaganda. La propaganda del Eje en México, en Estados Unidos y en toda la América, es un hecho innegable; la percibimos en esas desorientaciones callejeras; en ese empeño en revivir páginas negras de la historia de nuestras relaciones exteriores; en esa sorda campaña fomentadora de desconfianzas y de suspicacias hacia los países aliados nuestros en esta contienda; en ese deseo de silenciar las aspiraciones populares; en el afán de justificar la cobardía nazi al hundir nuestros barcos mercantes; en ese deseo de adormecer con sueños de opio, dulces y románticos a nuestros niños, a nuestros jóvenes, a lo más vital de nuestra población hablándoles de paz y no de guerra cuando nuestros marinos mueren quemados, ametrallados víctimas del salvajismo nazi, cuando hay luto en nuestros hogares, cuando Europa, Asia, y África son ríos de sangre de combatientes, pero también de sangre de civiles, de niños, de mujeres, de ancianos, de intelectuales asesinados por el nazifascismo. No es de paz, ni de amor, de lo que tenemos que hablar en estos momentos; es de guerra y de odio para quienes son enemigos de la fraternidad universal, para quienes son enemigos de la paz y del amor, para quienes son enemigos de las libertades del pueblo, para quienes son enemigos del legado glorioso de Bolívar y de Washington, para quienes son enemigos de la herencia dejada a nosotros los mexicanos por Hidalgo, Juárez, Madero y Carranza. ¡Guerra y odio para todos ellos! Es la consigna de todos los hombres que amamos la paz y la libertad.

Pero si la Quinta Columna obra en la sombra, nosotros tenemos el deber de actuar a la luz y de exhibirlos a la faz de los pueblos con todas sus mentiras; podemos y debemos analizar sus versiones, sus rumores, sus armas de propaganda; ¡Qué a la verdad y a la historia le teman ellos! La verdad y la historia están con nosotros.

Existe una campaña organizada para meter cuñas (al fin es una de las tácticas guerreras) que rompa el frente de la solidaridad continental y que debilite el frente de la solidaridad internacional en contra del Eje; se pretende separar a la América Latina de los Estados Unidos de Norteamérica; se pretende separar a Estados Unidos de Inglaterra; se pretende separarnos a todos de la heroica Rusia; se pretende separar a unos países latinoamericanos de otros recordándoles viejas fricciones liquidadas; se pretende romper la unidad nacional dentro de cada uno de nuestros países provocando pugnas de todas índoles y agresiones de carácter ideológico a principios y sistemas que ya no están a discusión; se pretende someternos a la influencia ideológica del nazismo izando la bandera de un falso hispanismo fabricado en Berlín;

se pretende asustar a los capitalistas con el fantasma del comunismo; se pretende asustar a las masas trabajadoras hablándoles de la explotación de su trabajo; se pretende debilitar la acción de los pueblos hispanoamericanos hablándoles del imperialismo yanqui; en fin, se pretende una sola cosa: dividir. Dividirnos unas naciones enfrente de otras; dividirnos en el interior de nuestros países; dividirnos enfrentando unas clases sociales a otras; dividirnos enfrentando los católicos a los que no lo son, a los liberales con los conservadores, a los socialistas con los liberales; dividirnos, para que así nadie se entienda, y para que así el nazismo pueda actuar libremente y conquistar el mundo. Pero frente a esta labor de división y de discordia, pero frente a esta labor de insidia y de cizaña, todos los pueblos y todos los hombres levantamos, por encima de todas nuestras viejas diferencias, una sola bandera que nos une a todos: la de la dignidad humana, la del derecho y la de la libertad.

En la historia de todos los pueblos hay páginas luminosas y páginas negras, hay en ellas los nombres de hombres ilustres y de nombres malvados o equivocados; los hombres ilustres pertenecen a la Humanidad; los perversos, a sus pasiones, a sus intereses egoístas.

Para separar a nuestros pueblos se pretende recordar las páginas negras de la historia; se pretende dar nueva vida a hombres muertos y de memoria execrable; pero nosotros no juzgamos a los pueblos por los nombres de sus enemigos, sino que lo hacemos a través de los nobles impulsos que los han animado, por los representativos ilustres de sus anhelos de progreso y de sus luchas libertarias.

No vamos a juzgar a Francia por la Du Barry y Madame Pompadour, ni por Napoleón el Pequeño, ni mucho menos por Laval.

Yo los juzgo por Voltaire y Rousseau, por Emilio Olivier, por la Francia heroica de mil novecientos catorce, por De Gaulle.

No juzgamos a España por la Inquisición, sino que la juzgamos por los comuneros del siglo XVI; no por Carlos II el hechizado, sino por Carlos III, el precursor del liberalismo en América; no por Calleja sino por Francisco Javier Mina; ni siquiera por Jovellanos, sino por Prim; en fin, no por los encomenderos de todas las épocas, sino por la pléyade de intelectuales y de patriotas defensores de la República española, muchos de los cuales nos ayudan hoy aquí en México a construir una patria mejor.

No aceptaríamos los mexicanos que se nos juzgara a través de la Malinche, del traidor Elizondo, o de los cobardes polkos, o de Santa Ana, Miramón y Mejía, o del usurpador Victoriano Huerta, o de los abogados y escritores defensores de las empresas petroleras; pedimos, exigimos que se nos juzgue por nuestros auténticos representativos: por Cuauhtémoc, Hidalgo y Morelos, por los héroes de Chapultepec, por Zaragoza y Juárez, por Madero, Zapata y Carranza, por Cárdenas y Ávila Camacho.

Así el pueblo norteamericano tiene derecho a que no lo juzguemos a través del traidor Arnold que entregara West Point a los enemigos de su patria, ni a través de los esclavistas del Sur, o de la Standard Oil, o de los vendedores de fórmulas a los alemanes; sino que tiene derecho a pedirnos, a exigirnos que lo hagamos, como en efecto lo hacemos, a través de Benjamín Franklin, de Jefferson y de Jorge Washington; de Abraham Linconln y de Jonhson; de Roosevelt y de Wallace. (Aplausos nutridos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano senador Gilberto Flores Muñoz.

El C. Flores Muñoz Gilberto: Excelentísimos señores, compañeros: Nosotros, los hombres de América, festejamos el cuatro de julio en lo que tiene de símbolo grandioso por su calidad de destello primigenio de la libertad en América. Valorizamos objetivamente la notable labor de acercamiento emprendida por el presidente Roosevelt y aplaudimos y secundamos su política de Buen Vecino.

No cabe duda de que el pueblo de México admira al gran pueblo vecino del Norte y no desconoce las innegables y positivas grandezas de su progreso. Pero al mismo tiempo se puede decir, a semejanza del pensador de Montevideo, que admira a los Estados Unidos, pero no los ama. Y no los ama en lo que tienen de Calibán, ese deforme esclavo que apenas aparece en escena no sabe decir otra cosa que: "¡Quiero comer!"

Por fortuna, el presidente Roosevelt ha reivindicado para los pueblos indohispánicos de América al sutilísimo Ariel, el geniecillo delicioso que ama la inteligencia y la gracia por sí mismas descartando el antiguo utilitarismo angloamericano que siempre hemos repudiado los pueblos latinos. Por Ariel, sabemos hoy que nuestro fuerte panamericanismo puesto en marcha, no será nunca un englobamiento vergonzoso de absorción yanqui, sino la formidable y magnífica unión de pueblos con destino propio y cultura originales.

En verdad que es trascendental y grave empresa esta de elevar la voz, unida a otras voces realmente autorizadas, que en esta hora crucial y de creciente hervor continental hacen oír el imponente grito de nuestra fe americana; de nuestra fe en el hombre de América, un hombre tradicional y gloriosamente libre, soberano, y enérgico, vigoroso, recto y desembarazado de prejuicios raciales y de otra índole, en acción de avanzar victorioso hacia el umbral de un mundo sin sombras.

¿Cómo decir en unas cuantas frases rotundas, luminosas, certeras, lo esencial de esa gran fe en nosotros mismos que es nuestra fe en la magna América?

Una América magna porque desde su fausto nacimiento a la libertad, marcha auspiciada por los númenes fecundos de sus grandes genios libertadores: un Washington, un Morelos, un Bolívar un Martí. Genios que por sí solos ya consuman en sí mismos la génesis y el destino de América libre en contraposición con los humilladores actuales de la dignidad humana, atentadores criminales del futuro del hombre, deshonestos violadores de los derechos esenciales a la paz de los pueblos, entes despreciables a quienes asiste por única razón deleznable su soberbia y su insaciable rapacidad.

Y porque los pueblos de América son pueblos libres con vida propia original, es por lo que el

antiguo ideal bolivariano se ha trasformado en un panamericanismo que nos permite marchar unidos en esta hora amarga de prueba, pero también al mismo tiempo, libres y poderosos.

En América no marcará jamás el calendario un dieciocho brumario. Para evitarlo nos bastaría recordar ese cinco de septiembre de mil setecientos setenta y cuatro, que no fue solamente una gran fecha para la historia de un pueblo de América, sino para la historia misma del hombre. Cinco de septiembre en el que Patrick Henry se levantara y dijera: "No soy ya Virginio, soy americano". Y en el que el gran Jefferson, al redactar el acta de independencia de los Estados Unidos del Norte, redactó también la oración de la libertad al consagrar los derechos del hombre.

Los hombres de América no tenemos los rostros hechos para recibir bofetadas, ni nuestras espaldas son propicias para hacer restallar impunemente el látigo de los tiranos. Es tierra la nuestra nada apta en docilizar rebeldías. Ciertamente que no podremos decir nunca que en ella pudieran llegar a prosperar los Quislings como setas venenosas en un estercolero. ¡La techumbre del malhadado nuevo orden nos resulta demasiado baja para nuestra estatura de hombres libres! Hace mucho, muchísimo tiempo que nuestros labios aprendieron de los dulces labios de nuestras madres a modular el cristiano y humanísimo "la paz sea contigo" para que ahora llegaran a imponernos el lacayuno "Heil Hitler".

Alguien ha dicho que no es guía el que simplemente va adelante, sino el que lleva luz; pues bien, yo quiero referirme entonces, al señor Presidente de la República, general Manuel Ávila Camacho, quien, en el corto período que lleva de ejercer su mandato constitucional, ha sabido unificar y mover las voluntades de todos los mexicanos. Pero nuestro pueblo no es el único atento al Presidente de México, sino con él todos los pueblos del Continente. La palabra serena de nuestro Presidente vibra y fulgura con la autoridad de quien ve con ojos claros el camino a seguir.

No hace mucho, y con motivo del día panamericano, envió a los pueblos de América un trascendental mensaje en el que definió brillantemente el único orden que ha escogido América, porque es un orden de esencia perenne. Un orden en el que no subsisten dominadores y sojuzgados. Un orden de libertad y de justicia internacional cuya coherencia es acuerdo y no acatamiento, y su colaboración, sistema, nuca subyugación. Al final del memorable mensaje afirmó con toda gallardía la voluntad de México de mantenerse unido a los pueblos del Continente, confiando en que la solidaridad americana se afirmará como una realidad inexpugnable de fraternidad y de justicia.

Resumidas con tal fidelidad la voluntad y el ideal libertario de México, nos permitiremos ya únicamente añadir que estamos seguros de que los pueblos unidos de América prohijan idéntica resolución de solidaridad continental a la de México. Esto es: ¡Nada que merme el portento de nuestro glorioso pasado de pueblos libres, nada que arrebate a nuestros hijos su futuro fecundo de hombres dignos!

Las democracias salvarán al mundo destruyendo definitivamente la horrenda teoría del superhombre que Hitler ha actualizado generalizándola a la raza mentidamente aria. Aberración que no prevalecerá, que no podrá prevalecer, como dijese José Enrique Rodó, mientras en el mundo quedan dos maderos que se puedan colocar en forma de cruz.

Que lo tengan presente todos los pueblos heroicos sojuzgados por la barbarie totalitaria. Por sobre los ataques alevosos de los submarinos. América les tiende su mano fraternal.

Yo quisiera, para terminar, señores, que todas las banderas del Continente que en este momento admiramos, nos cobijaran en los momentos supremos de nuestra existencia. (Aplausos).

El C. secretario Gómez Arroyo Ignacio: Se va a dar lectura al texto del mensaje que se enviará a las honorables cámaras legisladoras de los Estados Unidos de América, concebido en estos términos:

"Con motivo de la celebración del 4 de julio, fecha en que los Estados Unidos de América conmemoran su Independencia, la Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión resolvió, en su sesión de hoy, dirigir al Senado y a la Cámara de Representantes de la Unión Americana, por vuestro digno conducto, un mensaje de solidaridad y de cálida simpatía.

"En la presente grave emergencia, México da su pleno valor a la obra emprendida por los Estados Unidos de América en su noble propósito de contribuir con el sacrificio de sus hombres y con la aportación de todos sus recursos morales y materiales, al triunfo de la civilización y de la justicia.

"Ligados por una igual devoción democrática y por una misma fe en los destinos superiores del mundo, nuestros dos países se hallan en guerra contra las fuerzas que intentan eliminar de la Tierra las tradiciones de igualdad, de respeto recíproco y de cooperación generosa, que son el cimiento más firme de la unidad de este Continente.

"Aunque los ideales por que luchamos han ido acendrándose con los años, puede decirse que su existencia es contemporánea de nuestra vida como naciones libres y soberanas. Hoy, que el pueblo norteamericano honra a los creadores de su gran nacionalidad, nada nos parece más oportuno que invocar su lección de heroísmo y de autonomía como un magnífico augurio de que, por encima de las contingencias de la conflagración, la victoria de las Naciones Unidas afirmará la posibilidad de una convivencia internacional fundada en la democracia, en el derecho y en la justicia social".

En votación económica se pregunta si se aprueba el contenido del mensaje leído. Los que estén por la afirmativa se servirán indicarlo. Aprobado. (Aplausos).

El C. Presidente (a las 20.45 hrs): Se levanta la sesión.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y "DIARIO DE LOS DEBATES"

El Director, Jefe de la Oficina, JUAN ANTONIO MOLL