Legislatura XXXIX - Año I - Período Ordinario - Fecha 19431026 - Número de Diario 19

(L39A1P1oN019F19431026.xml)Núm. Diario:19

ENCABEZADO

MÉXICO, D. F., MARTES 26 DE OCTUBRE DE 1943

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO I.- PERIODO ORDINARIO XXXIX LEGISLATURA Tomo I.- NÚMERO 19

SESIÓN

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 26

DE OCTUBRE DE 1943

SUMARIO

1.- Se abre la sesión. Se lee y aprueba el acta de la sesión anterior.

2.- Pasan a las comisiones respectivas las solicitudes de permiso constitucional de los CC. licenciado Rafael Fuentes e ingeniero Miguel Ramos Galván; y la iniciativa de ley que reforma y adiciona el Capítulo VI de la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal.

3.- Se nombra una comisión para que asista a los actos de protesta ante la Legislatura local y a la toma de posesión del Poder Ejecutivo del Estado de Colima por el C. licenciado Manuel Gudiño.

4.- Cartera.

5.- Se aprueba un dictamen de la 1a. Comisión de Ferrocarriles y tres de la 2a. Comisión de Gobernación, que consultan acuerdos económicos. Dictamen que consulta un proyecto de decreto que reforma la fracción b) del artículo 8o., y el artículo 10 de la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal, referente a la Delegación Gustavo A. Madero y Villa de Guadalupe Hidalgo; y propone se nombre una comisión para defender el orden jurídico social existente y los intereses de la Revolución. Discusión. Se aprueba el dictamen y pasa al Senado. Se nombra la comisión. 7.- Se nombra una comisión para que reciba al señor Pedro Castelblanco, Presidente de la Cámara de Diputados de la República de Chile.

Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C.

GORGONIO QUESNEL ACOSTA

(Asistencia de 80 ciudadanos diputados).

El C. Presidente (a las 12.50): Se abre la sesión.

- El C. secretario Vizcarra Campos Rubén (leyendo):

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del XXXIX Congreso de la Unión, el día diecinueve de octubre de mil novecientos cuarenta y tres,

"Presidencia del C. Gorgonio Quesnel Acosta.

"En la ciudad de México, a las trece horas del martes diecinueve de octubre de mil novecientos cuarenta y tres, se abre la sesión con asistencia de ochenta y ocho ciudadanos diputados, según lista que previamente pasó la Secretaría.

"Sin debate, se aprueba el acta de la sesión anterior efectuada el quince del mes actual.

"Se da cuenta con los siguientes asuntos en cartera:

"El C. licenciado Miguel Alemán, Secretario de Gobernación, solicita permiso constitucional para aceptar y usar la condecoración de la Gran Cruz de la Orden Nacional del Mérito "Carlos Manuel de Céspedes", que le confirió el Gobierno de la República de Cuba.- Recibo, y a la Comisión de Puntos Constitucionales en turno.

"El C. licenciado Jesús Quevedo comunica que, con fecha primero del mes en curso, asumió la Presidencia del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Sinaloa.- De enterado.

"La Legislatura del Estado de Tabasco participa que, con fecha 16 de septiembre último, abrió el primer periodo ordinario de sesiones correspondiente al tercer año de su ejercicio constitucional.- De enterado.

"Sin discusión, y en votación económica que en cada caso se verifica, son aprobados los dictámenes que consultan diversos acuerdos económicos que a continuación se expresan:

"De la Comisión de Crédito, Moneda e Instituciones de Crédito, para que se archive, por extemporáneo, el proyecto que presentó la Unión Nacional de Veteranos de la Revolución relativo a la regularización de la moneda nacional.

"De la Comisión de Crédito, Moneda e Instituciones de Crédito, mandando archivar, por extemporáneo, el expediente relativo al memorial de los Soldados Genuinos de la Revolución, en el que se oponen a la celebración de arreglos entre el Gobierno mexicano y el Comité Internacional de Banqueros;

Ç "De la Primera Comisión de Ferrocarriles, a fin

de que se archive, por haberse dejado insubsistente, la petición formulada en 1942 por la Subsecretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, para que la Cámara emitiera su opinión sobre el proyecto del Reglamento General de Ferrocarriles que había sido redactado por la comisión que al efecto designó la Secretaría de ese ramo;

"De la Segunda Comisión de Educación Pública, con objeto de que se archive, por extemporáneo, el expediente relativo a la circular del Comité Nóbel del Parlamento Noruego, para proponer candidatos al Premio Nóbel de la Paz para 1940, y

"De la Segunda Comisión de Educación Pública, enviando al archivo, por extemporáneo, el expediente relativo a la solicitud del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza en la República Mexicana, que se refiere a la enseñanza secundaria en el país.

"A las trece horas y veinticinco minutos se levanta la sesión".

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"La Secretaría de Gobernación transcribe un oficio de la de Relaciones Exteriores, en el que se pide permiso constitucional para que el C. Consejero del Servicio Exterior Mexicano, licenciado Rafael Fuentes, pueda aceptar y usar la condecoración de la Orden "Al Mérito", en el grado de Comendador, que le confirió el Gobierno de la República de Chile".- Recibo, y a la Comisión de Puntos Constitucionales en turno.

"La Secretaría de Gobernación transcribe un oficio de la de Relaciones Exteriores, en el que se solicita permiso constitucional para que el C. ingeniero Miguel Ramos Galván, experto en irrigación, pueda prestar sus servicios profesionales al Gobierno ecuatoriano".- Recibo, y a la Comisión de Puntos Constitucionales en turno.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"Estados Unidos Mexicanos.- Poder Ejecutivo Federal.- México, D. F.- Secretaría de Gobernación.

"CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- Presentes.

"Por acuerdo del C. Presidente de la República, me permito remitir a ustedes para los fines legales correspondientes, Iniciativa de Ley que reforma y adiciona el capítulo VI de la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal.

"Reitero a ustedes mi atenta consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.

"México, D. F., a 21 de octubre de 1943.- Por acuerdo del C. Secretario. El oficial mayor, Adolfo Ruiz Cortines".- Recibo, a la Comisión del Departamento del Distrito Federal e imprímase.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"La H. XXXIII Legislatura del Estado de Colima tiene el honor de invitar a usted a los actos de protesta que otorgar el licenciado Manuel Gudiño, del cargo de Gobernador Constitucional del Estado, para el periodo 1943 - 1949, y de la toma de posesión del Poder Ejecutivo, que se celebrar n en el Palacio Municipal de la capital del Estado, a las once horas del día primero de noviembre del año actual.

"Colima, Col., octubre de 1943.- Presidente, diputado Roberto Jiménez R.- Secretarios: Rafael Flores A.- Maximiliano Velasco A".

"Manuel Gudiño, Gobernador Electo del Estado de Colima, tiene el honor de invitar a usted a los actos de protesta que otorgar ante la H. XXXIII Legislatura, como Gobernador Constitucional de la misma entidad, para el periodo 1943-1949 y de la toma de posesión del Poder Ejecutivo, que se efectuarán a las once horas del día primero de noviembre del presente año.

"Colima, Col., octubre de 1943".

Para corresponder a esta invitación, la Presidencia designa en comisión, a los ciudadanos Federico Medrano Valdivia, Gorgonio Quesnel Acosta, Miguel Moreno Padilla, Manuel Moreno Sánchez, José R. Velázquez Nuño, J. de Jesús Lima, Francisco de P. Jiménez, José María Suárez Téllez, Mariano Castillo Nájera, Federico S. Sánchez, Antonio Ulíbarri Camacho, Alberto Velázquez Carlos Alcaraz Ahumada, Ernesto E. Trujillo, Gurria, Norberto Aguirre, Laureano Cardós Ruz, Francisco Linares T. y secretario Rubén Vizcarra Campos.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"La Legislatura del Estado de Zacatecas participa que, con fecha 14 del actual, eligió su Mesa Directiva que funcionar hasta el 15 de noviembre próximo".- De enterado.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"1a. Comisión de Ferrocarriles.

"Honorable Asamblea:

"Para su estudio y dictamen fue turnado a la suscrita 1a. Comisión de Ferrocarriles el expediente formado con la solicitud que en 12 de septiembre de 1941 formuló el Presidente Municipal de Tlalpujahua, Mich., pidiendo la intervención de la Cámara para que la Dirección de los F F. CC. Nacionales no levantara la vía de Tultenango a El Oro, México, solicitud que más tarde fue reforzada con memoriales de algunas secciones del Sindicato de Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana, aduciendo que ese levantamiento de vía vendría a perjudicar grandemente

a los sectores de trabajo, comercio e industria de la región y al mineral de Dos Estrellas.

"Esta Comisión ha tomado informes sobre el particular, obteniéndolos de los ingenieros De la Torre, Haro y Rodríguez Parra, del Departamento de Ferrocarriles y por dichos informes y por revisión personal de las escrituras respectivas ha tenido conocimiento que la vía de que se trata pertenecía a la Oro Mining and Railway Co., y fue entregada, en pago de una deuda a los Ferrocarriles Nacionales, los que han seguido moviendo un tren diariamente entre Toluca y El Oro y aún cuando ese ramal todavía sigue en periodo de experimentación, no existe el propósito definido de levantar la vía mencionada. En consecuencia, no hay motivo para la intervención directa de esta Cámara, por lo que nos permitimos someter a vuestra consideración el siguiente acuerdo económico:

"Único. Dése a conocer este Dictamen a los solicitantes y archívese el expediente.

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., a 21 de octubre de 1943.- Filemón Manrique.- Rafael Jiménez Bolán.- Juan Fernández Albarrán".

Está a discusión el dictamen. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado.

- El C. secretario Cantú Balderas (leyendo):

"2a. Comisión de Gobernación.

"Honorable Asamblea:

"Para su estudio y dictamen fue turnada a la suscrita 2a. Comisión de Gobernación la proposición presentada por los CC. Carlos Zapata Vela, César Garizurieta y César M. Cervantes para que los nombres de Cuauhtemoc y Vasco de Quiroga sean inscritos con letras de oro en el recinto de la Cámara de Diputados.

"Esta Comisión estima muy plausibles los fundamentos que los iniciadores aportan en favor de su proposición; pero tienen en cuenta que esta H. Cámara de Diputados, en sesión celebrada el día 8 de los corrientes, y con motivo de una proposición semejante a la que origina este dictamen, aprobó el siguiente acuerdo: "Se reserva el estudio y resolución de las solicitudes que se presenten para la inscripción de nombres de ciudadanos en los muros de la Cámara, para cuando el Poder Legislativo cuente con nuevo edificio en donde haya amplitud bastante para que se inscriban los nombres de todos los que, por merecer indiscutiblemente la gratitud nacional, se hagan acreedores a este honor".

"En acatamiento al acuerdo mencionado, esta Comisión se permite someter a vuestra consideración el siguiente acuerdo económico:

"Único. Resérvese en el archivo el presente expediente en cumplimiento de lo aprobado por esta H. Cámara el día 8 de octubre actual.

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., a 14 de octubre de 1943.- Gabriel Ramos Millán.- Raúl López Sánchez.- Víctor Alfonso Maldonado".

Está a discusión el dictamen. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobado.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"2a. Comisión de Gobernación.

"Honorable Asamblea:

"Entre los asuntos turnados a la suscrita 2a. Comisión de Gobernación, para su estudio y dictamen, se encuentra la proposición presentada, en octubre de 1941, por el entonces C. diputado coronel Eduardo Hernández Cházaro, para reformar la Ley de Secretarías y Departamentos de Estado creando nuevamente el Departamento de Educación Física.

"Estudiando detenidamente el caso, esta Comisión considera innecesaria la reforma propuesta toda vez que si el ánimo del proponente era la mayor atención y especial fomento a la educación física, ésta se encuentra atendida convenientemente bajo la Dirección de ese ramo dependiente de la Secretaría de Educación Pública. Esta Comisión estima que no es el nombre ni la categoría de un organismo lo que determina el fruto que de su labor se obtenga, sino el programa que en ese ramo tienda a llenar el Gobierno; esto es lo esencial y esto es lo que existe ya al cuidado de la Dirección de Educación Física dependiente de la Secretaría de Educación Pública.

"En consecuencia, los suscritos nos permitimos someter a vuestra consideración el siguiente acuerdo económico:

"Único. No es procedente reformar la Ley de Secretarías y Departamentos de Estado para crear nuevamente el Departamento Autónomo de Educación Física toda vez que las funciones que estuvieron a cargo de éste subsisten bajo la Dirección de Educación Física dependiente de la Secretaría de Educación Pública.

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D. F., a 13 de octubre de 1943.- Gabriel Ramos Millán.- Raúl López Sánchez.- Víctor Alfonso Maldonado".

Está a discusión el dictamen. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobado.

- El mismo C. secretario (leyendo):

"2a. Comisión de Gobernación.

"Honorable Asamblea:

"La H. Legislatura local del Estado de Michoacán comunica, en oficio sin número de 5 de octubre, que apoya la petición que hace el ayuntamiento de Nocupétaro en el sentido de que sea declarado día de fiesta nacional el 31 de octubre de cada año, ya que en esa fecha el generalísimo don José María Morelos y Pavón se levantó en defensa de los intereses de la patria.

"La suscrita 2a. Comisión de Gobernación, a la que fue turnado el expediente para su estudio y dictamen, ha estudiado detenidamente la documentación en él contenida encontrando que el punto principal de petición del H. Ayuntamiento de Nocupétaro, Mich., a la Legislatura de su Estado, es la autorización para poder celebrar en dicha población, que fue en donde se levantó en armas el generalísimo Morelos, el aniversario de tal acontecimiento.

"Esta Comisión estima que es muy justa la celebración local aludida y aún el hecho de que el Congreso local declare esta fecha de entidad; pero no considera oportuno que se amplíe la declaratoria a día de fiesta nacional porque si bien es motivo de júbilo la iniciación de las actividades armadas del Generalísimo Morelos, esto constituye sólo un incidente dentro de la guerra de Independencia y ya la gratitud nacional por medio de otras disposición y actos diversos ha glorificado al patricio que en aquella época inicio su labor: al Cura de Carácuaro D. José María Morelos y Pavón.

"En vista de lo anterior, esta Comisión se permite someter a vuestra consideración el siguiente acuerdo económico:

"Único. Dése a conocer este dictamen a los solicitantes y archívese el expediente.

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D.F., a 20 de octubre de 1943.- Gabriel Ramos Millán.- Raúl López Sánchez.- Víctor Alfonso Maldonado."

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobado.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"Comisiones unidas 2a. de Gobernación y del Departamento del Distrito Federal.

"Honorable Asamblea:

"A las Comisiones unidas 2a. de Gobernación y del Departamento del Distrito Federal que suscriben, fue turnado para su estudio y dictamen, el memorial que algunos millares de personas elevaron al señor Presidente de la República pidiendo se restituyera a la Villa de Gustavo A. Madero su antiguo nombre de Villa de Guadalupe Hidalgo, y que el Ejecutivo Federal se sirvió enviar a esta Cámara, en acatamiento a las facultades específicas del Poder Legislativo, ya que fue el Congreso de la Unión el que por decreto de 6 de enero de 1932, dictó el cambio que dio nacimiento al memorial mencionado.

"Dichas comisiones han querido situarse en un plano de elevación moral, con un alto espíritu de responsabilidad, sin pasiones sectarias, y pensando sólo en el bienestar presente y en el porvenir de México, para emitir una opinión meditada y serena en el asunto, como corresponde a los integrantes de una Cámara representativa de la nación, que debe hallarse siempre dispuesta a escuchar las peticiones legítimas que se le formulen en uso del derecho consagrado por nuestra Constitución de la República en su artículo 8vo.

"El memorial sometido dentro de estos lineamientos a nuestra meditación, ha dado origen a diversos comentarios de los sectores progresistas del país, los que se agitan en un ambiente lleno de inquietud, que se explica por las siguientes consideraciones:

"Desde hace algún tiempo y cada día en una forma más visible, ciertos elementos del clero y algunas agrupaciones de católicos, se han dado a la tarea de violar flagrantemente la Constitución Política de la República, tratando a espaldas de las autoridades y de la ley, de realizar actos de culto externo en diversas poblaciones del país y llevando a acabo otras actividades que revelan una militancia política abierta y franca, encaminada a conseguir que no sólo la Revolución Mexicana retroceda, sino también que la carta política de la nación se modifique en sentido regresivo.

"Para estos sectores avanzados, celosos mantenedores de la tradición liberal que consagra institucionalmente el sentido progresista de nuestras luchas de emancipación, la actitud de las personas firmantes del memorial citado, envuelve una oculta maniobra clerical, que exhibe a pesar suyo una campaña sistemática de agresión a las conquistas logradas por el movimiento revolucionario, limitándose por ahora, a pretexto de reivindicar una tradición respetable para el pueblo de México, a alcanzar un objetivo secundario y casi trivial, pero con el propósito en el fondo, de pugnar después de esta previa auscultación, por conseguir metas de verdadera significación ideológica y social en la lucha por lograr la rectificación de la doctrina revolucionaria y la anulación de las conquistas sociales.

"En otros términos, afirman que la táctica de los elementos conservadores consiste en una serie de operaciones de tanteo - esta, una de ellas - que tienen por objeto pulsar hasta qué punto el régimen democrático y revolucionario se encuentra dispuesto a hacer concesiones a dichas fuerzas, obligado por su política de unidad nacional, táctica que conduciría a cualquiera de estos dos resultados: o el gobierno niega la petición y queda entonces exhibido como intolerante ante la opinión pública nacional e internacional, o la acepta, y se exhibe como un régimen que detecta su contenido revolucionario , dispuesto a lanzarse por el camino de rectificaciones a las tendencias progresistas y el avance social.

"Cualquiera que sea el alcance de la argumentación anteriormente expuesta, las Comisiones Dictaminadoras consideran que no debe desligarse la solicitud que activa este dictamen del antecedente histórico del cual se deriva el nombre de la Villa de Guadalupe Hidalgo, el que tiene su inicio en los albores de la vida independiente de México, cuyos regímenes emanados del movimiento insurgente, impusieron la denominación de Guadalupe Hidalgo durante los Gobiernos de los generales Guerrero y Victoria, con el propósito de asociar en la mente del pueblo el nombre del Padre de la Independencia con el del estandarte que

agrupó a las huestes insurgentes durante aquellas gloriosas jornadas; nombre que desde entonces se fue incorporando sólidamente en la conciencia nacional, más que como un mito religioso, como un símbolo de independencia y libertad, hasta llegar a adquirir toda la fuerza de una tradición imborrable, pues en esta forma llegamos a la conclusión de que en rigor, la cuestión no tiene la importancia que se le atribuye, dado que fueron los propios representativos del movimiento avanzado de aquella época, los que dieron lugar a la denominación tantas veces enunciada, creando así ese símbolo, no como un patrimonio particular de determinado sector, sino como algo que pertenece a todo el pueblo de México.

"Desde este punto de vista, es preciso reconocer que el carácter, el alma, la médula de los pueblos, se tonifican y depuran con el disciplinado ejercicio del sentido histórico nacional, del dinámico culto a sus tradiciones substanciales, ya que éstas crean y fomentan los vínculos de la nacionalidad, unificando al pueblo y acrecientan el acervo de su riqueza espiritual, reagrupando a los diferentes núcleos humanos del país, en un definido concepto de patria.

"La nacionalidad peligra desde el punto mismo en que se interrumpe el papel guiador y normativo de sus tradiciones, en cuya elaboración han intervenido siglos de comunidad espiritual; y según este concepto, los sitios que la tradición consagra en su deseo de arraigarse en lo más profundo de la conciencia colectiva, deben ostentar los nombres puestos por el pueblo mismo, única fuerza de opinión que, por su videncia, es capaz de perpetuar su veredicto.

"Analizando así el problema y a pesar de que el memorial que se estudia esté suscrito en su mayoría por elementos católicos, las comisiones dictaminadoras no pueden reconocer importancia política alguna a la citada petición ya que en realidad no tendrá otra consecuencia que mantener el respeto a una tradición venerable para el pueblo de México, sin que se lesionen de manera alguna los postulados revolucionarios, ni mucho menos se afecte o debilite la doctrina avanzada que informa la filosofía en que nuestro régimen se sustenta.

"Dentro de este concepto, y aún admitiendo que la iniciativa envolviese la maniobra clerical que la advertencia de los elementos progresistas presenta, las comisiones opinan que no puede haber inconveniente en acceder a la petición formulada, por las siguientes elementales consideraciones:

"La Revolución ha llegado ya a su mayoría de edad y, consciente de su fortaleza, no debe temer la conjugación de las distintas fuerzas que actúan en el fenómeno social, aunque éstas pudieran serle hostiles, ni oponerse tampoco al más amplio uso de las libertades , mientras se desarrollen dentro de los causes de la ley.

Actitud semejante, ni pone en peligro ni destruye nuestra cohesión revolucionaria, sino antes bien, la robustece por el libre juego de los factores democráticos.

"Albergamos la certidumbre de que el Congreso actual no tiene la menor inquietud de que el reconocimiento de un hecho objetivo - como la atención que amerita la solicitud en cuestión -, perturbe, ni en mínima escala, la marcha del gobierno, o ponga en el menor peligro la estabilidad de nuestras instituciones.

"Por otra parte, es preciso recordar que la Revolución jamás ha sido antirreligiosa; que proclamó en él lábaro de sus reivindicaciones el postulado de la libertad de consciencia y que, si algunos gobiernos emanados de ella han dictado medidas represivas, no lo han hecho contra las doctrinas ni sentimientos religiosos, sino contra las actividades subversivas del Clero nacional, tradicional e históricamente enemigo de todos nuestros movimientos avanzados, y al que, sin embargo, han dejado libremente ejercer su ministerio mientras se ha colocado en el plano de un respetuoso escalamiento a las leyes que nos rigen. En tales condiciones, un régimen de instituciones democráticas como el que preside el señor presidente Avila Camacho, en esta etapa de consolidación plena de las doctrinas revolucionarias, y fortalecidos ya sus paradigmas de acción libertaria y reivindicatoria, no debe negarse a una solicitud como la consignada en el memorial que comentamos; su negativa acusaría estéril intransigencia y falta de compresión de la hora especial que vive México, la que exige la perfecta unidad del pueblo hacia un esfuerzo común y la liquidación de todos los elementos de discordia que pudieran constituirse en medios de fricción y de antagonismo.

"La coacción y la violencia sobre el espíritu de los gobernados no tiene cabida en nuestro país, dentro de un régimen representativo y popular como el nuestro.

Por otra parte, si no queremos ser víctimas de simples especulaciones verbales, debemos entender que es tiempo ya de empezar a trabajar con nuestros aliados por el nuevo orden mundial futuro, en el propio ámbito que nos rodea, dueños de una táctica y un plan, sentando desde ahora las bases más justas para realizar la unidad de la patria, en un espíritu de efectiva reintegración conciliadora, lo que, por cierto, no lograremos jamás repudiando el matiz de tolerancia religiosa y de civilidad inherentes a todo gobierno realmente democrático.

"Si hoy se nos presenta la oportunidad de rendir una prueba de la vigencia, validez y eficacia que tiene nuestras convicciones y demostrar hasta qué punto somos consecuentes con ella, no la podemos desdeñar, en estas horas de dramática lucha entre dos sistemas de organización social que se cimentan sobre valores contrapuestos.

"De una parte, están las democracias, por cuya defensa hemos creado un prestigio internacional y no hemos vacilado en participar en esta contienda - causa de la libertaria afirmación continental - con invariable acatamiento a la soberanía y al derecho; ámbito de justicia donde prácticamente debe ser permitido hacer todo aquello que no perjudique a otro, y donde no es preciso, para mantener el orden y el equilibrio social, vulnerar el respeto al natural, lógico desentimiento entre los grupos o entre los individuos. En el otro lado, los países totalitarios, nuestros enemigos, que utilizan la

penetración absorbente y despótica y hacen del Estado un amo absoluto que no tolera más divinidad ni otra religión que las suyas propias, y que castiga toda discrepancia a su sistema de gobierno, con persecuciones, prisión o la muerte.

"No obstante estas consideraciones, las comisiones dictaminadoras, por su acendrada convicción revolucionaria, no quiere dejar pasar desapercibida esta oportunidad, para afirmar a la faz del país, a fin de que esta actitud aprobatoria del memorial que estudia no puede originar confusiones en el sector revolucionario, que si proponen dicha solución, consideran también que la Cámara jamás debe estar dispuesta a hacerle juego a las fuerzas reaccionarias que postulan una revisión de nuestro pasado histórico, pues estiman que el espíritu de tolerancia que informa la política de unidad nacional del presidente Avila Camacho, ha de manifestarse siempre dentro de las normas impuestas por nuestras leyes fundamentales.

"Al estallar la guerra y cuando las perspectivas de la lucha armada eran inciertas y diversos sectores de la opinión de todos los países creían en la posibilidad de la victoria de las potencias del Eje, los grupos reaccionarios que han preconizado la teoría del regreso al régimen corporativo de la Edad Media, con todos sus atributos políticos y morales, como en nuestro país el sinarquismo, ayudaron, en todas las formas a su alcance, a la victoria del fascismo internacional; pero a partir del momento en que la correlación de las fuerzas militares y económicas favoreció a las Naciones Unidas, esos grupos reaccionarios abandonaron aparentemente todo esfuerzo en la tarea de buscar un acercamiento con los regímenes totalitarios, sin perder su objetivo consistente en aprovechar la gran crisis de la guerra para hacer regresar a muchos pueblos del mundo a un régimen social liquidado hace varios siglos.

"Esta actitud ha hecho pensar no sólo a los revolucionarios, sino a casi todos los individuos de credo liberal, incluyendo a la gran mayoría de católicos de pensamiento democrático, que la Iglesia católica quizás pretende crear en nuestro país una situación que corresponda a la que una táctica internacional de las agrupaciones militantes del Clero está tratando de crear en otras naciones, lo que puede tenerse al observar que las recientes actividades políticas del mismo Clero católico no son un hecho aislado que corresponde sólo a México, sino que tales actividades obedecen a una política general de los mismos elementos en los países de tradición católica, tanto europeos, como americanos.

Actividades que tienen por objeto establecer el llamado orden cristiano, que consiste en la vuelta al régimen feudal, en el regreso al orden esclavista disfrazado con el nombre de sistema de peonaje, en la abolición de los derechos del hombre, en la negación de más de un siglo de luchas y de cruentos sacrificios del pueblo, que busca su emancipación económica y moral.

"Ante este fenómeno, las conjuntas comisiones consideran que la Cámara debe adoptar todas las medidas, en estrecha colaboración con el régimen, a fin de que no se confunda el espíritu de tolerancia con el disimulo, la transacción y la complicidad. Las fuerzas regresistas al sinarquismo y las organizaciones clericales, por muy diversos medios tratan de realizar ahora en nuestro país actos sancionados por nuestras leyes, dada su naturaleza de culto externo, bajo el pretexto de organizar congresos eucarísticos y otras actividades religiosas, evidente actitud de provocación, que pretende minar las bases ideológicas en que el régimen se sustenta; y ante ese procedimiento anticonstitucional, que vanamente quiere ser disfrazado, una Cámara revolucionaria no debe permanecer impasible ni afectar una ignorancia que sería criminal y suicida. La localización de las maniobras a que nos referimos, nos permite estudiar el método y los medios de ataque para prevenirlos, ya que cerrar los ojos, pretendiendo desconocer hechos positivos que forman parte de la serie de medidas que los elementos retardatarios siguen poniendo en juego para tratar de combatir el orden jurídico social existente, constituiría un gravísimo error que pondría en peligro los intereses de la Revolución.

"A este respecto, las conjuntas comisiones proponen a esta Asamblea el nombramiento de una comisión que estudie en toda su amplitud dicha maniobra ofensiva y señale los medios necesarios para localizarla, detenerla y combatirla.

"Definido así el criterio de las comisiones dictaminadoras en el problema a debate, éstas estiman necesario, desde otro punto de vista, hacer la siguiente consideración: no ha pasado por nuestra mente, al estudiar el memorial de que se trata, dejar en el olvido el nombre ilustre de don Gustavo A. Madero, inmolado arteramente por la reacción de 1913, que descargó en él todo el odio y la inquina que alentaba contra el Presidente mártir. Para restituir su nombre a la Villa de Guadalupe Hidalgo, no es preciso quitar el del ilustre patricio de la Delegación que lo ostenta, en virtud de la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal; Delegación que comprende, aparte de la circunscripción urbana que fue antiguamente la Villa de Guadalupe Hidalgo, otras colonias, pueblos y rancherías que antaño no se hallaban comprendidas dentro de aquella jurisdicción. Puede, por lo tanto, satisfacerse la petición de que aquella parte urbana recobre su nombre tradicional, sin que sea preciso que desaparezca el nombre de la Delegación Gustavo A. Madero. De este modo, al mismo tiempo que se restituye a la Villa de Guadalupe Hidalgo su nombre histórico, se mantiene vivo el acto de obligación espiritual que significó el hecho de haber dado a uno de los lugares importantes de la capital el nombre de uno de los mártires y paladines de que la Revolución se enorgullece; pues así como hemos reconocido la fuerza aglutinante y unificadora de la Tradición en beneficio de la nacionalidad, así también tenemos que reconocer que es un deber cívico indeclinable, sobre todo para las generaciones redimidas por la Revolución, el honrar y eternizar los nombres de sus paladines y sus héroes.

"Resumiendo, las Comisiones Unidas 2a. de Gobernación y del Departamento del Distrito Federal han llegado a la conclusión, por las razones expuestas, que no debe cambiarse el nombre de la

Delegación de Gustavo A. Madero por ningún otro, por más que, de acuerdo con los mismos razonamientos de este dictamen, sí procede, por los antecedentes históricos anotados designar, dentro de la propia Delegación, con el nombre tradicional de Villa de Guadalupe Hidalgo, la antigua circunscripción urbana que llevó ese nombre.

Consiguientemente, las comisiones dictaminadoras se permiten someter a la consideración de Vuestra Soberanía la aprobación del siguiente proyecto de decreto:

"Artículo 1o. Se reforma la fracción b) del artículo 8o. de la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal, en los siguientes términos:

"b) En las delegaciones que serán : Gustavo A. Madero, Atzcapotzalco, Ixtacalco Coyoacán, Villa Alvaro Obregón, La Magdalena Contreras, Cuajimalpa, Tlalpan, Ixtapalapa, Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac.

"Artículo 2o. Se reforma el artículo 10 de la propia Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal, en los siguientes términos:

"Artículo 10. La Delegación de Gustavo A. Madero estará formada por la Villa de Guadalupe Hidalgo y las colonias de Martín Carrera y Aragón; los pueblos de San Juan de Aragón, Estanzuela, Atzacoalco, Santa Isabel, Tola, Zacatenco, Ticomán, San Bartolo Atepehuacán, Tlacamaca, La Magdalena Salinas, Santiago Atlepetlac, y Cuatepec y rancherías de los Pirineos, El Arbolillo, La Escalera, La Pantera, y Guadalupe, comprendidos dentro del perímetro que marca la siguiente línea: partiendo del machón Noroeste del Puente del Cinco de Mayo del Ferrocarril de Monte Alto, sobre el río Chico y Calzada Vallejo sigue rumbo al Noroeste por todos los paramentos exteriores y linderos que determinada al alineamiento Poniente de la Calzada Vallejo, hasta encontrar la mojonera denominada "La Patera", que define el vértice del límite de la Delegación de Atzcapotzalco con el Estado de México continuando por el mismo rumbo ya descrito por todas las inflexiones y accidentes del mismo límite ya mencionado, pasando por las mojoneras "San Estaban", "La Hormiga", "Patoni", "Zacahuisco", mojonera particular "Chalma", mojoneras 12,13,14,15,16,17,18,19, 20,21,22,23,24,25,26,27,28,29 y 30, "El Zapote", "Mesa Alta", "Peña Rajada", "Vinguineros", "Xacatemal", "Quiote", "Peña Gorda", "Sombrereros", y "Almaraz", siguiendo hacia el sur pasando por las mojoneras "Moctezuma", "Púlpito", "Contador", "Cerro Alto", "Peñas Coloradas", "Palmas", "Escorpión", "San Andrés", "Joya de Nieve", "Cerro Cuate", "El Gigante", "Los Lazos". "Cocoayo", "Chiquihuite:, "Cruz de la Cantera", "La Campaña", "Atlaquihualoya", y Santa Isabel, cambiando de dirección en este punto hacia el Este por las mojoneras "El Pitahayo", "Santa Rosa", "Tequesquitengo", "Alcantarillas", "Atzacoalco", "Pozo Viejo", y "Tecal", en donde hace inflexión en este punto hacia el Sureste, hasta la mojonera "Tlatol de los Barcos". De este punto cambia la dirección hacia el Oeste, siguiendo por una línea recta hasta encontrar el bordo exterior hasta la confluencia del río unido con el río de la Piedad y Churubusco unidos, de donde continúa por el bordo exterior derecho del río unido, hasta la confluencia del río del Consulado, cruzando en este punto dicho río hasta tocar el bordo exterior izquierdo, de donde sigue hacia el Poniente, por este mismo bordo por todos sus accidentes e inflexiones, cruzando el Gran Canal hasta encontrar el lado Norte del derecho de vía del Ferrocarril Industrial, el que sigue por toda su longitud hasta el crucero de éste con el antiguo Ferrocarril de Hidalgo y Noroeste, tocando el límite Poniente del derecho de vía de este último, siguiendo por el mismo, hacia el Norte hasta el cruzamiento de una línea que concide con el alineamiento Norte de las calles de Talismán, donde cambia de dirección hacia el Poniente, siguiendo este alineamiento hasta la esquina Noroeste de la Calzada de Guadalupe, cruzando ésta hasta tomar el perímetro exterior Norte del primero y segundo tramos de la Avenida Euskaro cruza la vía del Ferrocarril Mexicano en la Calzada de los Misterios siguiendo por la misma dirección, cercando el ancón que cierra las calles de Corona, continuando por los parámetros ya descritos de la Avenida de Euskaro, hasta la esquina Noroeste de ésta, con la Avenida Real del Monte, donde cambia la dirección hacia el Sur, por los paramentos exteriores que van al Oriente de la Avenida Real del Monte, hasta encontrar la esquina Noroeste de esta Avenida con la de Potrero, siguiendo de este punto hacia el Poniente por el parámetro exterior que ve al Sur de la Avenida del Potrero, cruzando el derecho de vía de la línea de transmisión de Naces y continuando hacia el Poniente por el bordo exterior izquierdo del río Chico, cruzando la Calzada de Vallejo hasta llegar al machón Noroeste del Puente del Cinco de Mayo del Ferrocarril de Monte Alto, lugar de partida ya descrito.

"Transitorios.

"Artículo 1o. Se derogan todas las disposiciones legislativas que se opongan al presente decreto.

"Artículo 2o. Este decreto empezará a surtir sus efectos desde la fecha de su publicación en el "Diario Oficial".

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.- México, D.F., a 22 de octubre de 1943. -Por la segunda Comisión de Gobernación: Gabriel Ramos Millán.- Raúl López Sánchez.- Víctor Alfonso Maldonado.- Por la Comisión del Departamento del Distrito Federal; Francisco Linares T.- Jesús Yurén Aguilar.- Leopoldo Hernández."

En votación económica se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa se servirán indicarlo. Dispensados. Está a discusión en lo general.

El C. Ramos Millán Gabriel: Pido la palabra.

El C. Presidente : Tiene la palabra el ciudadano diputado Gabriel Ramos Millán.

El C. Ramos Millán Gabriel: Honorable Asamblea:

Por mi conducto, las Comisiones 2a. de Gobernación y del Distrito Federal, conjuntamente, hacen la siguiente aclaración al dictamen: en la proposición para que se cree una comisión que localice y combata a las fuerzas sinarquistas, pide la

comisión que trabaje conjuntamente en el Comité de Defensa de la Revolución mexicana.

El C. Secretario Vizcarra Campos Rubén: Se pregunta a la Asamblea si aprueba la petición de la comisión, hecha por conducto del ciudadano diputado Gabriel Ramos Millán. Los que estén por la afirmativa se servirán manifestarlo. Aprobada.

El C. secretario Cantú Balderas: Está a discusión el dictamen.

El C. Presidente: Tiene la palabra el C. Moreno Sánchez.

El C. Moreno Sánchez Manuel: Señores diputados: He de explicar, antes de exponer mi pensamiento, la razón por la que vengo a hacerse uso de la palabra. Hay dudas, inquietudes, temores y angustias que afloran en la conversación, en la plática de los amigos, quizás salidas del fondo de las conciencias; y porque he pasado angustiado por estas dudas, quiero exponer algunos comentarios al dictamen cuya lectura acaba de escucharse. He pensado largamente antes de abordar la tribuna, pues no desconozco que lo hago en una situación ya de por sí difícil.

Miro que cada uno de ustedes, en estos instantes, es un juez que va a escuchar mis palabras, y siento también como si en esta tribuna, donde se han escuchado las voces más claras de mi patria, todos los que me han precedido a través de los años de la Independencia fueran también jueces que van a escuchar mi pensamiento.

Esta es una tribuna nacional, y antes de haberme decidido a abordarla, he repasado algunas de la páginas de nuestra historia porque quiero, en esta ocasión, exponer a ustedes cómo miro las luchas que a través de tantos años ha tenido el Gobierno de mi patria contra las fuerzas obscuras que han querido torcer el destino del país.

Nuestra historia, aún mirada con ojos superiores y en una visión lejana, nos deja muchos rasgos de amargura; pero detrás de esa amargura siempre hay algo que nos devuelve la fé y la esperanza, es, sin duda, la convicción profunda que todos tenemos en que ha de salir, de este pueblo, una gran patria y un gran país.

Al hablar declaro que no me hago eco de rencores contra nadie. No dudo que los hombres del pasado, que los hombres del XIX y los hombres de principios del XX, hayan cometido en mi país grandes errores.

He temblado al revivir las páginas de muchos crímenes, y sin embargo, me he despojado de toda pasión y vengo a hacer un esfuerzo para hablar a la nación mexicana con la altura que necesita y que se merece.

Siento que todos aquellos que en las luchas de mi patria, han tenido un papel preponderante, llámeseles con los nombres que ellos mismos quisieron darse a través de sus luchas, forman parte de mi país y que entre todos dejaron una herencia que hoy nosotros recogemos en un nuevo esfuerzo por forjar la patria; todos dejaron un rasgo de voluntad, un pensamiento, una esperanza, para encontrar, como lo hemos encontrado, que la patria mexicana es una sola, indivisible, y está por encima de las pasiones de partido. Traigo, pues, ante ustedes, una imagen de la historia de mi país y una imagen de la política de mi patria. Puede ser que disguste a algunos de ustedes; he pensado de antemano en esta situación, y no obstante me he decidido a tomar la palabra, a pesar de que sé que tal vez mi voz no deje contentas ni a las llamadas "derechas" ni a las llamadas "izquierdas". Me he decidido a tomar la palabra, porque un sentido superior a mí mismo , por encima de los intereses mezquinos, me llama a fijar lo que es ante mi conciencia el régimen actual que gobierna la República; y para despejar rumores, para oponerme abiertamente a tantas murmuraciones y para descubrir expresiones encubiertas, vengo a explicar lo que ante mí y por mí significa el momento por el que atraviesa la República.

Sé que estoy en esta tribuna como si estuviese en un desfiladero. Hay fuerzas que tiran de mí hacia uno y otro de los extremos. Probablemente el camino que recorra a través de mis palabras, sea un camino difícil, y quizás el éxito no corone mi esfuerzo; pero no me importa, porque no he venido aquí a obtener éxitos pasajeros. Siempre en el fondo de mí, de hombre a la mitad de vida y en medio del siglo XX, hay algo que me lanza a gritar a la nación, que por encima de todas las luchas, existe un objetivo supremo: salvar a la patria, cualesquiera que sean los peligros.(Aplausos).

Alguna vez, creo que Melchor Ocampo - piénsese en la filiación de Ocampo - al hablar ante el Congreso se consideraba colocado en un terreno neutral. El, hombre de partido, de los más tenaces, porque fue un santo laico; de una conciencia tan limpia y clara, se creía en terreno neutral. Yo quiero acogerme a la mirada serena que tenía el día en que las huestes bárbaras lo fusilaron, y decir que, por este instante cuando menos, estoy en un terreno neutral y que todo sentimiento de partido en mí quiero que ceda para explicar a la República el pensamiento que nos guía al escuchar este dictamen que estamos a punto de aprobar.

Hay murmuraciones acerca de la naturaleza política del régimen actual, y sacarlas de la subconsciencia para hacerlas consientes, es lo que me propongo, y, de una vez por todas, o quizás por primera vez, contestar a ellas tal como las miro y tal como las juzgo.

Este régimen está presidido por un hombre a quien nosotros acompañamos en su época de propagandista político, a quien hemos seguido en todos los instantes fundamentales de su actuación, ese hombre lleva con orgullo la investidura que tiene: es el presidente Avila Camacho. (Aplausos). Este es el hombre que da el tono al régimen actual; que imprime su carácter, su manera de ser, a todas las grandes corrientes políticas de este momento. Este régimen, es su régimen y, por tanto, la responsabilidad y los aciertos de esta hora en que lo acompañamos, decididamente le corresponden y le tocan.

Ustedes, señores diputados, todos ustedes conocen su lema: gobernar para todos; conocen su fin: forjar la nacionalidad mexicana; conocen el medio por excelencia que ha utilizado: la unidad nacional. Le ha tocado gobernar en una hora llena de peligro, una hora en que la guerra desencadena

sobre el mundo la más obscura y feroz de las matanzas; una guerra en que indudablemente se está forjando una nueva vida. ¿Cómo ser ? ¿Cuándo será? ¿cuales los lineamientos que le sirvan de base? ¿Cuáles son los perfiles que den a su naturaleza a ese nuevo mundo que va a nacer de la guerra? hoy todavía no lo sabemos con precisión; pero indudablemente va a nacer un nuevo mundo, que apenas los visionarios empiezan a adivinar. Por eso, el Presidente no puede tener otra mira, ni el país otra consigna, que esta: no perecer en medio del conflicto; cruzar la tormenta salvando la integridad de la nación; atravesar esta perspectiva de odios, de grandes rencores mundiales, pasar por en medio de esta obscuridad, de esta noche tremenda desencadenada en el centro de Europa y que ya nos toca a nosotros también, procurando que la nave de la nación siempre esté unida; que en medio de la tempestad no vaya a sufrir ninguna cuarteadura.

México, no obtendrá de esta guerra grandes beneficios materiales; quizás no obtenga ninguno. Para nosotros, ésta es una gran guerra moral. Queremos que se respete nuestra existencia de pueblo débil, pero con un perfil macizo y con una personalidad perfectamente definida ; queremos que florezca nuestro destino de mexicanos; queremos que nuestro derecho interior sea estimado por todos los pueblos; queremos que las bases sociales sobre las que hemos fundado nuestra vida, no sean estropeadas; queremos, en suma, que nuestros hombres ni por su color, ni por su sangre, ni por su idioma, sean objeto de descriminación alguna. En suma, queremos que lo que sea mexicano se respete en el mundo; por nuestros vecinos y por nuestros amigos de dentro y de fuera. No queremos alcanzar nuevas fronteras, ni buscamos conquistas materiales; simplemente, nuestro esfuerzo es por ganar una guerra moral que traiga paz y ventura a los hijos de México.

México ha pasado por otros momentos como éste. En el 47, México estaba siendo objeto de una tremenda conmoción interna: un enemigo a sus fronteras cercanas amenazaba despedazarlo. Entonces una generación ilustre se dio cuenta de su destino y, otra vez he de citar a Ocampo, que previó con toda claridad aquel peligro y que, como nosotros hoy, también llamó a la concordia y a la unidad de todos los mexicanos. Un día agitado, en Morelia, Ocampo dijo estas palabras al pueblo michoacano: "¿Qué va a ser de ti, pobre México, cuando estén desquiciados los elementos de tu poder e independencia, y cuando en el vértigo de las pasiones, tus mejores hijos van a desgarrar tus entrañas? ¿Cuando en nombre, los unos de la libertad, y los otros del orden, (como si ambas ideas no fuesen compatibles) van a agotar tus fuerzas para entregarte, postrando, a los pies de tu ambicioso y prepotente vecino? ..... Si ha de ser infecundo el trabajo de tus fundadores y si ha de volverse estéril la Revolución....haz que las cimas apagadas de tus volcanes estallen en general conflagración, y que el Atlántico y el Pacífico se unan por encima de nuestras cordilleras y que ni escollos dejen que hagan recordar nuestra infamia y ti deshonra".

Este era el pensamiento de Ocampo. Sí: unos, en nombre de la libertad, que eran su sus amigos, otros en el nombre del orden, que eran sus enemigos, querían en el México del 47 imponer sus pasiones.

Como entonces, pero hoy definitivamente, y más que entonces, sólo la unidad puede salvarnos. De modo que quien quiera ahondar en este problema, sabrá que los responsables de la desunión fueron los acusantes del desgarramiento de la patria. Nosotros hoy levantamos la voz para decir que si queremos cruzar por esta hora amarga, preñada de tantos peligros, sólo la unidad de todos los mexicanos, estrechamente puede conducirnos.

El pueblo mexicano, en una gran mayoría, tiene su religión. No es cierto porque la historia lo niega, que haya habido en el siglo XIX una lucha del Estado contra la religión; esto es absolutamente inexacto. La lucha, cuyos episodios brevemente voy a recordar, no fue entre el Estado que trata de destruir la religión del pueblo mexicano, sino entre el Gobierno y el clero, o más bien dicho, fue entre el clero y el Gobierno, porque el clero tomó la iniciativa.

La Villa de Guadalupe es un lugar histórico; responde a una tradición; proviene su nombre de un origen religioso; tiene un arraigo popular; posee una fama internacional este pequeño poblado. Siempre el Estado mexicano ha declarado que la religión pertenece al fuero interno del hombre. Desde el punto de vista social, la religión es también una de las fuerzas que integran la sociedad; como la costumbre, el mito, el idioma o cualquiera otro de los integrantes de la vida social.

No ha habido nunca una lucha contra el sentimiento religioso; pero sí es preciso recordar las etapas fundamentales de la lucha que en el siglo XIX ensangrentó el país, para que de este recorrido de la historia pueda explicarse cuál es el instante en que ahora nos encontramos.

La religión católica vino a México al mismo tiempo que la Conquista, pero vino en los brazos, en la mente, y en la boca de aquellos misioneros cuya labor civilizadora es imposible desconocer. Tanto arte, tantos medios para liberar a los indios, muchos instrumentos de cultura, evidentemente se le deben a este grupo de hombres que se atrevía por lugares desconocidos, siempre llevando la fuerza de una fé. El doctor Mora, ilustre liberal, uno de los hombres más inteligentes que ha producido este país; el doctor Mora, contra el cual los conservadores lanzan las más profundas, terribles diatribas; el doctor Mora escribió estas palabras; "Si posteriormente se relajaron los institutos regulares hasta llegar al despreciable estado en que los tenemos actualmente, esto no puede disminuir en nada el mérito de los primeros misioneros".

Queda sentado, pues, que nosotros reconocemos el valor histórico de la obra de los primeros misioneros. Pero no fueron éstos, sino otros que después llegaron y que constituyeron el clero regular, los que fueron poco a poco, a través de los siglos XVII y XVIII de la Colonia, acumulando grandes riquezas cuyo monto ni siquiera es una exageración de

los liberales. El Ayuntamiento de México, pedía a Felipe IV que disminuyese la capacidad de adquirir los bienes a la Iglesia, pues "que si no se pone remedio, en breve serán dueños de todo". Habían ido poco a poco acumulando tierras, edificios, haciendas de ganado, de agricultura, todo, en virtud de una ilimitada capacidad que hizo a la Colonia en México un verdadero paraíso de todas las ordenes religiosas que podían disfrutar de toda clase de bienes y de sus productos. La cuantía de estos bienes no es el momento de discutirla; pero todos los historiadores serenos han llegado a afirmar que la cantidad de los bienes que el clero llegó a tener a principios del siglo XIX, cuando la Independencia, era verdaderamente extraordinaria.

Esta situación creó una división en el clero, entre los altos representantes de el y los humildes. En muchos pueblos retirados de tierra caliente en tanto pequeños poblados retirados, enfermizos, tristes, habían sacerdotes que estaban siempre en contacto con las clases más pobres de nuestro pueblo; pero en otras ciudades, en donde el lujo y la ostentación eran posibles, allí también se creaban centros en donde vivían los grandes dignatarios alejados por completo de los intereses del pueblo.

Esta división explica por qué a la hora de estallar el movimiento de independencia, tantos caudillos de ella salieron del clero bajo del país y tantos que combatieron a éstos, brotaron precisamente de los altos dignatarios.

He ahí la lucha que Abad y Queipo sostiene contra Hidalgo; ambos eran hombres ilustrados, conocían las ideas de su tiempo; eran lo que se llamaba entonces enciclopedistas; habían leído libros que estaban prohibidos en la época y tenían las mismas ideas fundamentales. ¿Como se puede uno explicar que Abad y Queipo lanzara tan tremendos cargos contra Hidalgo? Solamente de una manera: mientras Hidalgo había comprendido la necesidad de la Independencia y de los intereses del pueblo, Abad y Queipo seguía aferrado a la ostentación y a todos los privilegios que tenía el alto clero en la Colonia.

Hidalgo, contra aquellas acusaciones que se le lanzaban, escribió su famoso manifiesto en que se encuentran estos términos: "Abrid lo ojos, americanos; no os dejéis seducir de nuestros enemigos; ellos no son católicos sino por política; su Dios es el dinero; y las comunicaciones sólo tienen por objeto la opresión. ¿Creéis acaso que no puede ser verdadero católico el que no está sujeto al despotismo español?"

Esta era la posición en que Hidalgo se mantuvo. Pero la lucha empezó en el instante mismo en que la Independencia es declarada, cuando todas las fuerzas activas en el país llegan a la conclusión de que México debe ser un país independiente; entonces se realiza el primer acto que va a desencadenar la lucha entre el clero y el poder civil.

Durante la Colonia, durante el dominio del gobierno español, la Iglesia estaba bajo un patronato en virtud del cual el monarca hispano tenía ciertos poderes sobre la disciplina externa de la Iglesia. Esto lo había adquirido el monarca español de acuerdo con el Papa. Cuando México llegó a ser independiente, bajo la regencia, un gobierno amigo de la iglesia, se hace una pregunta a los dignatarios pidiéndoles expliquen cómo ha de seguir ejerciendo los poderes que en otro tiempo tuvo el monarca español; este es el instante en que los jefes de la Iglesia mexicana sienten que ha llegado la hora propicia para distanciarse de la influencia del poder civil mexicano, a la vez que del monarca español, y entonces ellos estiman que no tiene el gobierno mexicano ninguna intervención, no obstante que, según la teoría sostenida por el gobierno mexicano, la nación mexicana adquirió, al independizarse, muchos de los derechos que tenía la corona española. Así pasó con la propiedad del territorio, adquirida precisamente de la corona española.

Y a poco, León XII, que entonces gobernaba en Roma, lanzó una encíclica afirmando que debían volver los mexicanos a la autoridad de Fernando VII de España, y, naturalmente, nadie pudo atender esta situación; por el contrario hubo muchos miembros de la iglesia que se rebelaron contra esta encíclica. Servando Teresa de Mier lanzó una respuesta en la cual se opuso abiertamente a que llegara a realizarse la aceptación de este mandato, por estimar que el pueblo mexicano había aceptado ya completamente la independencia de México.

Por eso es preciso afirmar que la idea de la separación entre la Iglesia y el Estado no fue originariamente una idea de los grupos liberales, sino antes de los grupos de la iglesia. Cuando Mora y Gómez Farías, de común acuerdo, empiezan a plantear la destrucción de la extraordinaria riqueza que tenía la Iglesia mexicana, en 1833, se inicia ese movimiento que la historia conoce con el nombre de Reforma. Recuérdese que ni los mismos enemigos de Gómez Farías han podido combatir su pureza de ideas; los historiadores contrarios han llegado a afirmar que era un hombre limpio y claro. El siempre tuvo la voluntad, cierta y recia, de reducir a sus justos términos la situación civil y la situación eclesiástica. Cuando lanzó los primeros decretos con que se trataba de resolver este problema se desencadenaron contra él todas las oposiciones. Gómez Farías, en 1833, vicepresidente de la República en funciones, hasta 1857 en que firmó la Constitución de la Reforma, mantiene una lucha constante en unión con Juárez, Ocampo y tantos otros de los hombres que tuvieron una trayectoria clara, limpia y definida.

En 1847, vuelvo a citar este hecho, el Gobierno de México estaba comprometido en una guerra extranjero, necesitaba dinero para poder organizar sus milicias, y entonces el gobierno de México no estaba en manos de un liberal. Era Santa Anna, ya completamente con los conservadores, el que regía los destinos del país. Entonces pidió al clero una ayuda para que la patria pudiera ser salvada y como se la negaron y se la redujeron a vueltas y compromisos, su propio Ministro de Justicia pudo decir: "La historia calificará esta resistencia que ni aún en la Edad Media se había creado prosélitos y juzgar también al gobierno de la República, que no puede vivir si no tiene con qué satisfacer

las urgentísimas necesidades de su ejercicio y esto cuando más lo necesita, por ver ya nuestro suelo hollado con la planta extranjera que amenaza destruir nuestros altares".

Entretanto, se va germinando un movimiento cuyos paladines es necesario volver a citar. Va apareciendo la figura de Juárez. Un día, Juárez que ha sido electo gobernador de Oaxaca, va a asistir, escuchen ustedes, va a asistir a la fiesta religiosa con que el gobierno de Oaxaca empezaba sus funciones, y entonces se le cierra el templo; se cierra para que no entre aquel a quien consideraban un indio despreciable e inferior, y Juárez entonces, quizás defraudando a muchas gentes que habrían querido que utilizara la violencia, no la utiliza y permanece impasible, deja que transcurra la fiesta religiosa sin su presencia, y desde entonces sienta el precedente de que los que tienen el gobierno civil no deben comparecer en las ceremonias religiosas.

Cuando se inicia la revolución de Ayutla, aparecen ya con toda claridad los principios liberales.

Es Juárez, ya convertido en Presidente de la República, el que en la ciudad de Veracruz dicta las Leyes de Reforma. Entonces, claramente determina y establece que "las Leyes de Reforma no son, como ha dicho el espíritu de partido, una hostilidad contra la religión que profesa la mayoría de los mexicanos lejos de eso; otorgan a la iglesia la más amplía libertad; la dejan independiente para que obre en los espíritus y en la conciencia; la apartan del bastardo influjo de la política y hacen cesar aquel fatal consorcio de las dos potestades que producía el escándalo, unas veces del que los gobiernos abusaran en nombre de la religión oprimiéndola y otras de que el clero se convirtiera en instrumento de dominación".

Vino con ese motivo la invasión francesa; se pretendió establecer aquí un imperio poniendo como primeras cabezas a Maximiliano y a Carlota. Estos dos extranjeros acabaron por ser víctimas precisamente de quienes los habían traído. Ellos ¡qué más! pertenecían a una familia hondamente católica en Europa, pertenecían a un grupo de gobernantes que en otros países tenían una situación perfectamente esclarecida frente a la iglesia; creyeron que en México podía ser posible llegar a un concordato y esto lo frustraron precisamente los mismos que habían venido dificultando todo arreglo en la cuestión religiosa. Maximiliano pudo decir estas palabras a sus primeros amigos: "Decís que nunca la iglesia mexicana ha tomado parte en las revoluciones políticas. ¡Ojalá y así fuera; pero existen tristes testimonios que prueban que los mismos dignatarios de la iglesia se han lanzado en las revoluciones y que una parte del clero ha desplegado una resistencia muy activa contra el Estado".

Vencido el Imperio, restablecida la República, muerto Juárez, aparece Lerdo que, con toda energía, lleva las Leyes de Reforma a normas constitucionales, en el año 1874. A todo esto ha venido cambiando la táctica que se utilizaba en la lucha, pero siempre y constantemente un mismo deseo por hacer frustrar todos aquellos postulados que el Gobierno civil de México había llegado a colocar como supremos. En la Revolución con que Porfirio Díaz inició su régimen, es indudable que hubo relación con las fuerzas del clero que querían entonces ver si era posible llegar a un concordato para resolver la situación. El porfirismo transcurrió dentro de una serie de transacciones, unas tras de otras, no puestas en las leyes, sino simplemente llevadas a la realidad, hasta que, en el momento preciso en que estalla la Revolución, ya ustedes recuerdan la forma en que Madero fue muerto y la complicidad que tuvieron los clericales en la muerte de Madero y en lo sucesos que ocurrieron durante los años posteriores a la Constitución de 1917.

El siglo XIX, en mi concepto, en muchos de sus postulados jurídicos y de sus ideales, es un siglo que ha pasado ya de nuestra vida. No tenemos nosotros por qué aferrarnos a una lucha de pasiones desbordadas. Yo estimo que el siglo XX ha cambiado las perspectivas de la historia en el mundo, y especialmente en nuestro país.

Afirmo rotundamente que a través del siglo XIX se oyeron voces, se ejecutaron determinados actos en los que hubo un anhelo de concordia entre los dos grupos, un anhelo que primero unos y luego otros hicieron imposible. Cuando Iturbide realizó la Independencia y se dejó de ensangrentar el país, se inician, a mi manera de ver, hechos de concordia. Cuando Iturbide quiso seguir interviniendo en la Iglesia, en su disciplina externa, como lo había venido haciendo el monarca español, estaba en su derecho, y sin embargo, no lo dejaron. Después, el general Bravo promovió una revolución bajo un plan de conciliación, en el cual pensó que se transigiera en todas las contiendas domésticas, para afirmar una nacionalidad por encima de los partidos. Más tarde, Mora, según él mismo dijo, combatió al grupo retardatario del país, porque tenía un gran espíritu de cuerpo y de facción; el espíritu de cuerpo que tenía el grupo conservador era contrario al espíritu nacional.

El Presidente Herrera, indudablemente quiso realizar un acto de concordia, cuando explicaba a la faz del país que de parte de los pastores habría toda la prudencia necesaria y de parte del Gobierno se tendría toda la consideración que la iglesia merecía para conseguir la armonía de ambas potestades. Herrera era un moderado y no pudo lograrlo precisamente por la intransigencia a que me he referido.

Luego, en la Revolución de Ayutla, Comonfort, electo ministro de la guerra, quería llegar a un plan conciliatorio, que en esos momentos fue imposible.

Cuando Porfirio Díaz se hizo cargo del poder, también en sus primeras declaraciones manifestó terminantemente que tenía el deseo de formar en la nación una unidad fuerte.

Por último, si creyéramos que este sentimiento de conciliación y concordia está muy lejos de nosotros, nos equivocaríamos. El último que lo postuló abiertamente fue Alvaro Obregón, que es insospechable. Alvaro Obregón se dirigió a algunos de los representantes de la Iglesia en estos términos: "El Ejecutivo de mi cargo ha leído la nota

que ustedes se sirvieron dirigirle con motivo de la expulsión de monseño Filippi y considera que la repetición de estos penosos casos y las sensibles fricciones que se han venido produciendo entre el tradicional Partido Liberal de México y algunos miembros de la Iglesia Católica, podrían ahorrarse con un pequeño esfuerzo desarrollado por ustedes, pues si estas fricciones pudieran haber tenido explicación dentro de las tendencias del Partido Liberal cuando sus postulados eran abstractos y de carácter meramente político... ha sufrido una evolución en su estructura política, dando preferente atención a los problemas sociales que están llamados seguramente a regir las futuras generaciones y que son en esencia fundamentalmente cristianos y cuyo programa, no afecta en nada el programa fundamental de la iglesia católica. No se necesitaría, seguramente, mas que una poca de sinceridad y buena fé en los encargos de su desarrollo y aplicación para que reinara la más completa armonía en una obra que es perfectamente piadosa. El programa fundamental de la iglesia católica, según nos lo presenta en teoría los encargados de su desarrollo, consiste principalmente en encauzar todas las almas por el sendero de la virtud, de la moral y de la confraternidad en la más amplia acepción de la palabra. Los postulados fundamentales del Gobierno actual, pueden considerarse así: encauzar a todos los hijos de México por el sendero de la moral, de la virtud y de la confraternidad, tratando de encontrar, dentro de estos postulados, un mayor bienestar para la vida terrenal y si los dos programas llegaran a realizarse, sería la conquista máxima de bienestar para todos los habitantes de la tierra, porque la ventura y bienestar quedarían definitivamente conquistados para todos en esta y en la otra vida..."

Son las palabras textuales de Alvaro Obregón, que tomo del estudio oficial que hizo el Procurador de la República Portes Gil, en 1933, después de la consignación que el Presidente Rodríguez hizo de algunos documentos considerados como sediciosos.

De tal manera, yo afirmo y lo afirmo con toda conciencia, que desde 1821, en que se declaró la independencia de México, hasta Obregón, cien años enteros de lucha, si bien los dos partidos han sido irreconciliables, ha habido una tendencia siempre mirando por encima de ellos y que quisiera a veces, en un esfuerzo inútil, en un esfuerzo desesperado, encontrar una fórmula que superar a ambos por el bien del país y por encima de las facciones.

Ahora nos encontramos tal vez en uno de estos momentos. He oído que se dice: vivimos en un nuevo porfirismo. Y muchos que murmuran no se atreven a decirlo en alto, porque su pensamiento es cobarde y porque en el fondo de su conciencia histórica saben perfectamente que esta afirmación es absolutamente equivocada y falsa.

No es este un momento de transacción de la realidad, por encima de la ley; por el contrario, es un momento en que la ley está siempre por encima de todos y en que la ley es la única que debe regir los destinos de la patria. Avila Camacho no transige en la realidad mientras mantiene una ley, como forma abstracta; Avila Camacho afirma y lo ha declarado siempre, que si bien es cierto que de su naturaleza más honda no puede surgir la intransigencia, si quiere que todos los mexicanos vivan dentro del imperio de la ley. (Aplausos).

He oído alguna vez que alguien decía: vivimos en una época de otro Comonfort. Entonces yo me sonreí, porque quien lo decía no había repasado las páginas de la historia de Comonfort o porque, en último análisis, la historia comprende que Comonfort estaba equivocado y en nuestro instante no puede decirse que quien gobierna la República, por debajo de la mano esté fomentado revueltas y asonadas, como quizás lo hizo Comonfort.

No, señores diputados. No es esto un nuevo porfirismo ni gobierna Comonfort; pero, eso sí, nosotros reconocemos que hay una trayectoria que quiere formar una nación fuerte por encima de las facciones, y me atrevo a pensar que el presidente Avila Camacho es el primer abanderado de esta unidad nacional, sin que le alcancen la murmuraciones. Hoy, en este tiempo, se cometen actos ilegales, de culto externo. Estos actos ilegales deben ser reprimidos y castigados conforme a las leyes porque, después de todo, para esto tenemos una legislación perfectamente clara. Sí debemos, es cierto, aprovechar la ocasión para afirmar que muchos de los hechos que hoy nos impresionan no son de nuestro tiempo, sino que son acaso las herencias del siglo diecinueve que persisten en ellos, cuando ya en muchos de nosotros has desaparecido.

Hoy se dice que el grupo que lleva el nombre de Unión Sinarquista ha descubierto una forma de ofender atacando a los héroes que forjaron la Independencia. Esto no es exacto. Este sistema, según encuentro en el estudio de Toro sobre la Iglesia y el Estado, existía ya antes de la mitad del siglo pasado, pues uno de sus periódicos, en mil ochocientos cincuenta y cuatro; publicó, estas palabras que son las mismas que ahora sostienen los sinarquistas; "El dieciséis de septiembre de mil ochocientos diez no debería considerarse como el principio de nuestra Independencia; que los hombres que ejecutaron el inicio en ese día eran unos perturbadores del sosiego de la sociedad, ladrones, ambiciosos, ignorantes y cobardes"...

En un periódico al servicio del partido conservador en mil ochocientos cincuenta y cuatro, se encuentran las mismas expresiones que hoy tenemos en la llamada Unión Sinarquista. Y por lo que se refiere a la aristocracia de ese grupo que se denomina Acción Nacional, tampoco ha descubierto nada nuevo, y su táctica sigue siendo la misma que hace cien años.

Dice Toro: "Si se ofrecía hablar de elecciones, dice un escritor, las calificaban de actos ridículos, de farsas intolerables, y cuando ocurrían algunas se apresuraban a hacerse de su dirección y tomar parte activa en ellas...Su principal hazaña consistía en huir el cuerpo a la hora del peligro.

Estas palabras pueden escribirse y firmarse ahora, pues Acción Nacional tiene esa táctica. De manera que por eso, si nos fijamos con toda precisión en la trayectoria en que se coloca en este instante el Gobierno de la República, también debemos

clarar que, por encima de todo, tenemos que repudiar cualquier acto o propaganda que trate de minar los principios jurídicos fundamentales en que se asienta el país.

En una época reciente se denuncian casos de culto externo; nosotros debemos pedir que se apliquen las leyes y que aquellos que sean reos de una infracción al artículo veinticuatro o al artículo ciento treinta de la Constitución de la República, reciban el castigo que merezcan, porque yo recuerdo que cuando en el Constituyente, en la sesión en que se discutieron los artículos veinticuatro y ciento treinta de la Constitución del diecisiete, los diputados hicieron gala de la mayor libertad y ponderación, entonces Palavicini, que sostenía el dictamen de la comisión, que defendió el artículo tal como se encuentra ahora, declaró que no existía en ninguno de los constituyentes un sentimiento jacobino, sino que, por el contrario, lo que se trataba era de coronar una obra, una labor y una lucha que había durado hasta los días en que la nueva Constitución fue redactada.

Quiero aprovechar este instante, convirtiéndome yo mismo en portador de un sentido tradicional de ponderación y tranquilidad, para hacer un llamado a todos aquellos que en el país tengan otras ideas distintas a las nuestras, y llamarlos a que mediten en su responsabilidad y decirles que hay una Constitución, la de mil novecientos diecisiete, que nos rige, y que no podemos permitir que sea violada en ningún momento. (Aplausos).

No podemos permitir que sea violada la Constitución, simplemente porque todas las constituciones han de regir por encima de los caprichos de los hombres. Los hombres, los individuos, tienen derecho a alegar contra una Constitución su pensamiento propio, como pura opinión, pero no a desobedecerla. El último artículo de nuestra Constitución establece la manera de reformarla; si alguien quiere que se reforme la Constitución, que lo manifieste, pues para eso estamos nosotros aquí, para estudiar la conveniencia de hacerlo. Pero si no queremos volver a una lucha que nuevamente ensangriente el país, si no quieren los opositores llegar otra vez a las viejas luchas en que murieron tantas gentes inocentes, si sienten el horror que nosotros sentimos ante muchos crímenes, deben sujetarse implacablemente al cumplimiento de la ley.

La guerra universal por que atravesamos traerá , sin duda, una revolución moral en el mundo. Nosotros no queremos desconocer la fuerza moral de los principios subjetivos; nosotros no pretendemos pensar que todos los hombres tengan en el fuero interno las mismas creencias. Pero sí afirmamos que en las futuras constituciones de los pueblos, más que el sentimiento de los derechos, existirá el sentimiento de los deberes. Y el deber de todos nosotros está siempre en cumplir con la ley que rige los destinos de nuestro país, y, por lo tanto, mientras nosotros seamos un conjunto de hombres que tenemos la responsabilidad parcial de los destinos del país, hemos de vigilar que todo el pueblo mexicano cumpla con la ley.

La comisión que se designe, si bien ha de empeñarse en vigilar todos los actos anticonstitucionales que se vengan realizando, debe ser compuesta por un grupo de hombres austeros, sernos, para que no sea acusada esta Comisión de demagogia ni de jacobinismo, porque la fuerza de las conclusiones a que llegue contra gentes que violan la Constitución, será mayor cuando sea más grande la autoridad moral de los comisionados.

En este instante, no podemos sino recordar el momento en que, concluído la guerra de los tres años, Benito Juárez regresó a México desde Veracruz, entrando por ese camino que arranca de la Villa de Guadalupe hasta la ciudad de México, por ese camino que en los cuadros de Velasco, el pintor del paisaje mexicano, se mira como una línea blanca que se pierde en la distancia brumosa del Valle; por allí entró Juárez, en una carroza, solo, vestido de negro, después de tres años de guerra cruel, al triunfo de la Reforma e impuesto definitivamente su partido.

Entonces, en sus manos, llevaba una hoja de papel en la cual estaba escrita una proclama que lanzaba a la República, y las palabras que entonces decía son las palabras que nosotros tenemos que repetir siempre como una trayectoria limpia y clara, para no dar un paso atrás.

"Nada con la fuerza, todo con el derecho y la razón. Se conseguirá la práctica de este principio con sólo respetar el derecho ajeno". Estas palabras que al final de una guerra sangrienta decía el Benemérito de las Américas, deben ser nuestro evangelio. Si bien es cierto que nosotros hemos aceptado que nada debe fundarse en la fuerza, aceptamos que todo debe fundarse en la fuerza del derecho, y al fin y al cabo, todo consiste en que se respete el derecho de los demás. El derecho de los que quieren creer, está garantizado en el artículo veinticuatro de la Constitución, pero tiene un límite, que no podrá haber culto externo, y nosotros debemos afirmar que cuando alguien transgreda la Constitución, se hace merecedor a un castigo. (Aplausos.)

Sean, pues, señores diputados, estas palabras que muchas gentes no van a comprender; estas palabras de concordia que nosotros lanzamos al país, y al mismo tiempo de convencimiento claro de que no es posible pasar por encima de los límites constitucionales, las últimas palabras con que yo hago el comentario al dictamen que ustedes han escuchado, pidiendo que sin reservas se apruebe, porque su aprobación es la afirmación rotunda de que nosotros estamos aquí para no dar un paso atrás hacia el siglo diecinueve, porque somos hombres legítimos de un nuevo tiempo que se avizora. (Aplausos nutridos y prolongados).

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Jesús Yurén Aguilar.

El C. Yurén Aguilar Jesús: Señores diputados:

Puedo asegurar a ustedes que por primera vez en mi vida desearía tener toda la elocuencia de muchos camaradas para exponer mi pensamiento y poder hacer llegar a ustedes también las ideas que vibraron durante las discusiones del dictamen, ya que es mi intención que esta Cámara quede, en la posterioridad, libre de cualquier reproche que pudiera existir por parte de los grupos revolucionarios que pensaran que habíamos claudicado en el

momento mismo en que la Revolución necesita todo nuestro apoyo, toda nuestra fortaleza.

Fue motivo de discusión, durante horas y horas, el memorial que ha dado cabida a este dictamen; fue motivo de discusión, porque no quisimos , señores diputados, aprobar una ley o presentar un dictamen que no estuviera fundado precisamente en razones de orden histórico y de orden eminentemente social y político. No quisimos nosotros ver la cuestión relativa a la petición formulada por un grupo de ciudadanos de una manera simplista para venir a decir a ustedes: procede o no procede quitar el nombre a la Delegación de Gustavo A. Madero para llamarla ahora simplemente Delegación o Villa de Guadalupe.

Fue nuestro propósito, señores diputados, analizar el problema dentro de estos aspectos mencionados, y por eso, al presentar a ustedes el propio dictamen nuestras observaciones, queremos reafirmarlas, desde esta tribuna, para dejar bien sentado el pensamiento de los comisionados que dictaminamos, y dejar bien sentado también el sitio nuestro de revolucionarios militantes, para que no mañana o pasado se pretenda hacer creer que hemos claudicado o que los revolucionarios están rectificando su camino.

En efecto, nosotros hemos comprendido que nuestro México se cimenta en tres grandes conmociones: nuestra guerra de Independencia, la guerra de Reforma y nuestra Revolución de mil novecientos diez no son sino la continuación de la guerra de Independencia, porque una y otra tuvieron como propósito fundamental la redención del pueblo de México y la liberación de la mayoría de los ciudadanos, que habían vivido dentro de un régimen feudal y capitalista. Por estas circunstancias, no podemos nosotros enajenarnos de la historia, cuando tratamos de un problema, no solamente trascendental, no solamente dentro del punto de vista dijéramos, ideológico de la tradición, sino también dentro del punto de vista histórico.

Don Miguel Hidalgo y Costilla, al iniciar la Independencia de México tremoló en sus manos el estandarte guadalupano que anteriormente significaba simplemente un mito religioso, que obedecía también a una ley y que por esa circunstancia había logrado arraigo dentro del pueblo de México sencillo, sin pensar que, tarde o temprano, ese mismo estandarte, ese mismo mito religioso había de pasar a las manos del cura Hidalgo para convertirse entonces en el símbolo de la guerra de Independencia que nos legara posteriormente y que recibimos y veneramos todos, no precisamente como un patrimonio exclusivo del pueblo católico, sino como un patrimonio del pueblo de México todo, que ve en el estandarte de Guadalupe, incuestionablemente, el símbolo revolucionario que tremolara el cura Hidalgo.

Por eso, señores diputados, cuando los gobiernos de Vicente Guerrero y de Guadalupe Victoria hicieron en su Congreso que se cambiara el nombre de Villa de Guadalupe, para asociar al nombre de Villa el de Guadalupe Hidalgo, dejó de ser también un patrimonio de los católicos el nombre de Villa de Guadalupe, para convertirse entonces también en el recuerdo permanente del Padre de la Independencia, que había sido también escarnecido por los elementos del Clero en aquella época.

Es por esto, compañeros diputados, que la Comisión consideró que no había por qué negar el volver a la Villa Gustavo A. Madero, en la circunscripción urbana que corresponde a ese nombre, el nombre de Villa de Guadalupe Hidalgo, para recordar un acto revolucionario de los gobiernos de Vicente Guerrero y de don Guadalupe Victoria, y no precisamente para satisfacer una exigencia de personas que incuestionablemente han estado siempre en contra de la Revolución Mexicana.

Quiero dejar bien sentado, pues, que la Comisión tuvo en consideración esos puntos de vista para resolver, como resolvió el dictamen que había de verse con más calma, con más juicio, los hechos sucesivos que ocurran al margen de las peticiones formuladas al Estado y analizó también la propia Comisión, con toda crudeza la relación de los actos que se realizan en nuestro país, como congresos eucarísticos, procesiones en contra de la Ley de Cultos, violando en todos sentidos la Constitución Política de la República, y no sólo en México se realizan estos actos, sino con un propósito bien claro de penetración en los pueblos de herencia católica, también en todo el mundo; en Europa y en América, el clero pretende llevar a cabo su penetración para realizar actos como los que ya hemos denunciado en el propio dictamen. Por esto, señores diputados, es que la Comisión no ha querido dejar pasar inadvertida la situación que priva en el país en relación con las violaciones a la ley, y hemos tenido que hablar con toda franqueza de la necesidad de crear una comisión que combata a los grupos que el propio clero fomenta, como el sinarquismo, como Acción Nacional y como otros más que no omiten oportunidad para hacer que en México pueda llegar tarde o temprano, a estallar no una revolución sino una nueva guerra civil, que traería como consecuencia, indudablemente, el propósito de controlar el poder, para volvernos al tiempo del vasallaje y volver, como dice el propio dictamen, a establecer un nuevo orden cristiano, que no sería sino al retroceso de muchos años que felizmente han quedado liquidados para México.

Nosotros protestamos ante esta Cámara cumplir y hacer cumplir la Constitución Política de la República. Protestamos defender leal y patrióticamente a nuestra patria, y yo considero que si nosotros viéramos con indiferencia un problema trascendental como el que hoy se ha presentado, como un simple tanteo para ver si es posible que el régimen retroceda o para ver si es posible que la Revolución se divida, no habremos cumplido con nuestro deber militante revolucionario.

Por esto, señores diputados, cuando nosotros hemos recurrido a la historia, hemos considerado que le hacemos honor a Hidalgo, a Morelos, a Juárez, a Carranza y a Obregón, y a todos nuestros paladines, haciendo que este dictamen pudiera constituir para la posteridad, con toda claridad, el

pensamiento de esta Legislatura que estamos seguros se halla integrada por revolucionarios. Nuestro dictamen, pues, señores diputados, no es un ataque a las ideas, no es un ataque en contra de la religión, ni es un ataque en contra de ninguno que quiera tener absoluta libertad de pensamiento, respecto a lo que el crea o piense que es mejor; es simplemente, camaradas, prever los acontecimientos en relación con las actitudes del clero de México y del clero internacional, en contra de todo el mundo lo que signifique bienestar o avance en los pueblos.

Queremos, pues, dejar sentado que si hemos aceptado en esta ocasión el cambio del nombre de la circunscripción que llevara el nombre anteriormente de Villa de Guadalupe Hidalgo, no es una concesión a determinado grupo de la población mexicana, sino lo es a todo el pueblo de México, que ve, como dije antes, en el estandarte guadalupano el símbolo de nuestra independencia. Deseamos también dejar sentado nuestro propósito de crear una comisión, como lo propone el dictamen. Nuestro propósito es que esa comisión vaya a los Estados de la República a investigar si trabajan, si funcionan el clero y el sinarquismo y todos los grupos derivados de los mismos, dentro de la ley, y si hay autoridades que se confabulen con ellos; para que la comisión venga a esta Cámara a denunciar los hechos, a fin de corregir los males a tiempo.

Deseamos, igualmente, que esa comisión esté integrada por gentes responsables que no sean capaces de claudicar, por hombres íntegros y revolucionarios que sientan responsabilidad y que sepan cumplir lealmente su cometido. Por eso y para terminar, quiero en nombre de nuestros héroes y de los paladines de nuestra Revolución, pedirles, señores diputados, la aprobación del dictamen porque con ello no damos ni un paso atrás ni tampoco se cede terreno en el cambio de la Revolución. (Aplausos).

El C. secretario Vizcarra Campos Rubén: En votación económica se pregunta si se considera suficientemente discutido el dictamen en lo general. Los que estén por la afirmativa se servirán indicarlo. Suficientemente discutido en lo general. Está a discusión en lo particular.

"Articulo primero. Se reforma la fracción b) del artículo 8o. de la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal, en los siguientes términos:

"b) En las delegaciones que serán: Gustavo A. Madero, Atzcapotzalco, Ixtacalco, Coyoacán, Villa Alvaro Obregón, La Magdalena Contreras, Cuajimalpa, Tlalpan, Ixtapalapa, Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac".

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación nominal.

"Artículo segundo. Se reforma el artículo 10 de la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal, en los siguientes términos:

"Artículo 10. La Delegación de Gustavo A. Madero, estará formada por la Villa de Guadalupe Hidalgo y las Colonias de Martín Carrera y Aragón; los pueblos de San Juan de Aragón, Estanzuela, Atzacoalco, Santa Isabel, Tola, Zacatenco, Ticomán, San Bartolo Atepehuacán, Tlacamaca, La Magdalena Salinas, Santiago Atlepetlac y Cuautepec, y rancherías de los Pirineos, El Arbolillo, La Escalera, La Patera y Guadalupe, comprendidos dentro del perímetro que marca la siguiente línea: partiendo del machón Noroeste del Puente del Cinco de Mayo del Ferrocarril de Monte Alto, sobre Río Chico y Calzada Vallejo, sigue rumbo al Noroeste por todos los paramentos exteriores y linderos que determinan el alineamiento Poniente de la Calzada Vallejo, hasta encontrar la mojonera denominada "La Patera", que define el vértice del límite de la Delegación de Atzcapotzalco con el Estado de México, continuando por el mismo rumbo ya descrito por todas las inflexiones y accidentes del mismo límite ya mencionado, pasando por las mojoneras "San Esteban", "La Hormiga", "Patoni", "Zacahusco", mojonera particular "Chalma", mojoneras 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29. y 30, "El Zapote", "Mesa Alta", "Peña Rajada", "Vinguineros", "Zacatonal", "Quiote", "Peña Gorda", "Sombreros" y "Almaraz" siguiendo hacia el sur, pasando por las mojoneras "Moctezuma", "Púlpito", "Contador", "Cerro alto", "Peñas Coloradas", "Palmas", "Escorpión", "San Andrés", "Joya de Nieve", "Cerro Cuate", "El Gigante", "Las Laxas", "Cocoayo", "Chiquihuite", "Cruz de la Cantera", "La Campaña", "Atlaquihualoya", y "Santa Isabel", cambiando de dirección en este punto hacia el Este, por las mojoneras: "El Pitahayo", "Santa Rosa", "Tequesquitengo", "Alcantarilla", "Atzacoalco", "Pozo Viejo" y "Tecal", en donde hace inflexión en este punto hacia el Sureste, hasta la mojonera "Tlatel de los Barcos". De este punto, cambia la dirección hacia el Oeste, siguiendo por una línea recta hasta encontrar el bordo exterior derecho de la confluencia del Río Unido, con el Río de la Piedad y Churubusco unidos, de donde continúa por el bordo exterior derecho del Río Unido, hasta la confluencia del Río del Consulado, cruzando en este punto dicho río hasta tocar el bordo exterior izquierdo de donde sigue hacia el Poniente por este mismo bordo por todos sus accidentes e inflexiones y cruzando el Gran Canal, hasta encontrar el lado Norte del derecho de vía del Ferrocarril Industrial, el que sigue por toda su longitud hasta el crucero de éste con el antiguo Ferrocarril de Hidalgo y Nordeste, tocando el límite Poniente del derecho de vía de este último, siguiendo por el mismo hacia el Norte hasta el cruzamiento de una línea que coincide con el alineamiento Norte de las calles del Talismán, donde cambia de dirección hacia el Poniente, siguiendo este alineamiento hasta la esquina Noroeste de la Calzada de Guadalupe, cruzando ésta, hasta tomar el paramento exterior Norte del primero y segundo tramos de la Avenida Euskaro; cruza la vía del Ferrocarril Mexicano en la Calzada de los Misterios, siguiendo por la misma dirección, marcando el ancón que sierra las calles de Corona, continuando por los paramentos ya descritos de la avenida Euskaro, hasta la esquina Noroeste de ésta con la Avenida, Real del Monte, donde cambia la dirección hacia el Sur, por los

paramentos exteriores que ven al Oriente de la Avenida Real del Monte, hasta encontrar la esquina Noroeste de esta avenida con la del Potrero, siguiendo de este punto hacia el Poniente por el paramento exterior que ve al Sur de la Avenida del Potrero, cruzando el derecho de vía de la línea de transmisión de Necaxa y continuando hacia el Poniente por el bordo exterior izquierdo del Río Chico, cruzando la Calzada de Vallejo hasta llegar al machón Noroeste del Puente del Cinco de Mayo del Ferrocarril de Monte Alto, lugar de partida ya descrito".

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación.

"Transitorios:

"Artículo primero. Se derogan todas las disposiciones legislativas que se opongan al presente decreto".

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, se reserva para su votación nominal.

"Artículo segundo. Este decreto empezará a surtir sus efectos desde la fecha de su publicación en el "Diario Oficial".

Se va a proceder a recoger la votación nominal, en un solo acto, en lo general y en lo particular, del dictamen de las comisiones unidas, 2a. de Gobernación y del Departamento del Distrito Federal. Por la afirmativa.

El C. secretario Cantú Balderas Saúl: Por la negativa. (Votación.)

El C. secretario Vizcarra Campos Rubén: ¿Falta algún ciudadano diputado por votar, por la afirmativa?

El C. secretario Cantú Balderas Saúl: ¿Falta algún ciudadano diputado de votar por la negativa? Se procede a recoger la votación de la Mesa. (Votación).

El C. secretario Vizcarra Campos Rubén: votaron por la afirmativa 79 ciudadanos diputados.

El C. secretario Cantú Balderas Saúl: Votaron por la negativa, 3 ciudadanos diputados.

El C. secretario Vizcarra Campos Rubén: En consecuencia se declara aprobado el dictamen. Pasa al Senado para sus efectos constitucionales.

- El mismo C. secretario: De conformidad con el dictamen que acaba de aprobarse, la Presidencia propone, para integrar la comisión encargada de defender el orden jurídico social existente y los intereses de la Revolución, a los siguientes ciudadanos diputados: Francisco Linares T., Francisco García Carranza, Julián Garza Tijerina, Sacramento Joffre y Gilberto García; en la inteligencia de que esta comisión, según el acuerdo tomado en esta misma sesión, trabajará conjuntamente con el Comité de Defensa de la Revolución, designado por el Bloque.

En votación económica se pregunta si se aprueba la proposición de la Presidencia. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. aprobada.

- El mismo C. Secretario: se ha recibido el siguiente correograma:

"México, D. F., octubre 25 de 1943.

"Señor licenciado Manuel Moreno Sánchez.- Presidente Cámara Diputados.- Presente.

"8544. Esta Secretaría tiene conocimiento, por conducto de nuestra Embajada en Santiago, Chile, de que el día 27 del presente mes arribará a esta capital, por avión, el Presidente de la Cámara de Diputados de Chile, señor Pedro Castelblanco Acompañado de su secretario señor Guillermo Lagos, quien salió el día 20 de este mes de Santiago en gira por los países americanos. El señor Castelblanco permanecerá en esta capital hasta el día 3 del próximo mes de noviembre. Lo que me permito comunicar a ustedes para su conocimiento, rogándole se sirva comunicarse las cortesías y festejos que se sirva acordar para el Presidente de la Cámara de Diputados de Chile durante su permanencia en México.

"Muy atentamente.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.

"El Director del Ceremonial, doctor Salvador R. Guzmán".

Se designa, por orden de la Presidencia, para que reciba al funcionario chileno, mañana, a los diputados que integran la Comisión de Relaciones y a los CC. Octavio Reyes Spíndola, Escobedo Granados Mauricio, Hernández Leopoldo, J. Leonardo Flores Vázquez y secretario Cantú Balderas. Estos distinguidos huéspedes chilenos serán recibidos por esta Cámara, en su sesión próxima, el viernes 29, rogándose a los señores diputados su puntual asistencia a dicha sesión.

Se levanta la sesión de Cámara de Diputados y se pasa a Bloque. (A las 15 horas).

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y

"DIARIO DE LOS DEBATES"

El Director, Jefe de la Oficina,

JUAN ANTONIO MOLL.