Legislatura XXXIX - Año III - Período Ordinario - Fecha 19451105 - Número de Diario 12

(L39A3P1oN012F19451105.xml)Núm. Diario:12

ENCABEZADO

MÉXICO, D. F., LUNES 5 DE NOVIEMBRE DE 1945

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos el 21 de septiembre de 1921.

AÑO III. - PERÍODO ORDINARIO XXXIX LEGISLATURA TOMO 1. - NÚMERO 12

SESIÓN

DE LA

CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 5 DE NOVIEMBRE DE 1945

SUMARIO

1. - Se abre la sesión. Lectura y aprobación del acta de la sesión anterior.

2. - Acompañado de las comisiones nombradas al efecto es introducido al Salón de Sesiones el Excelentísimo señor Juan Antonio de los Ríos, presidente de la República de Chile. El C. Senador Arturo Martínez Adame pronuncia un discurso de salutación a nombre del Senado de la República, y el C. Diputado licenciado Víctor Alfonso Maldonado se produce en el mismo sentido, a nombre de la Cámara de Diputados. Los señores Heliodoro Domínguez y Raúl Brañez, representante del Congreso de la República de Chile, agradecen los conceptos vertidos. El Excelentísimo señor Presidente de la República de Chile se retira del Salón de Sesiones, acompañado de las comisiones nombradas al afecto. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del

C. HELIODORO HERNÁNDEZ LOZA

(Asistencia de 78 ciudadanos diputados).

- El C. Presidente (a las 13:35): Se abre la sesión.

- El C. Secretario Lima J. de Jesús (leyendo):

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del XXXIX Congreso de la Unión, el día treinta y uno de octubre de mil novecientos cuarenta y cinco.

"Presidencia del C. Raúl López Sánchez.

"En la ciudad de México, a las doce horas y cuarenta minutos del miércoles treinta y uno de octubre de mi novecientos cuarenta y cinco, se abre la sesión con asistencia de ochenta y dos ciudadanos diputados, según comprueba previamente la Secretaría en las lista que pasó.

"Sin discusión se aprueba el acta de la sesión anterior celebrada el día doce del mes en curso.

"Se procede a la elección, por cédula, de la Mesa Directiva para el mes de noviembre próximo. La Presidencia designa a los CC. Pedro Guerrero Martínez y Nicolás Valenzuela Quintana para auxiliar a la Secretaría a verificar el escrutinio. Hecho éste se declara que por unanimidad de votos resultaron electos los CC. Presidente, Heliodoro Hernández Loza y Vicepresidente Marcelino Inurreta y Gorgonio Quesnel Acosta.

"Se da cuenta con los asuntos en cartera:

"El Presidente del Congreso de Guatemala expresa su agradecimiento por las atenciones dispensadas a la delegación de aquel Congreso. - Recibo, y a sus antecedentes.

"La Cámara de Representaciones de Cuba comunica el acuerdo tomado por la misma para que en cada aniversario de la independencia de las Repúblicas americanas la bandera de la nación a que corresponda sea izada en el Palacio del Capitolio, a la derecha del pabellón nacional, como homenaje del pueblo de Cuba al pueblo hermano. - Recibo y a la Comisión de Gobernación en turno.

"El Senado envía Minuta Proyecto de Decreto aprobado por esa H. Cámara concediendo permiso al C. Licenciado Salvador Pardo Bolland para que pueda aceptar y usar las condecoraciones que le confirieron los gobiernos del Brasil y de la República Dominicana. - Recibo, y a la Comisión de Puntos Constitucionales en turno.

"Iniciativa de ley enviada por el Ejecutivo de la Unión para reformar la fracción VIII del artículo 73 y la VIII del 117 constitucionales. - Recibo, a la Comisión de Puntos Constitucionales en turno e imprímase.

"Iniciativa de Ley Reglamentaria del Párrafo Tercero del artículo 27 constitucional, que fija la superficie mínima legal de la pequeña propiedad agrícola y que señala medios para reagruparla o reintegrarla, enviado por el C. Presidente de la República. - Recibo a las Comisiones unidas de Puntos Constitucionales en turno y Agricultura y Fomento e imprímase.

"Iniciativa de Ley reformando la fracción I del artículo 104 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que envía el Ejecutivo de la Unión. - Recibo, a la Comisión de Puntos Constitucionales en turno e imprímase.

"Proyecto de Decreto suscrito por el C. Presidente de la República, por el que se aclaran e interpretan los artículos 6o. y 7o. del Decreto de 28 de septiembre de 1945, que levantó el estado de suspensión de garantías. - Recibo, a las Comisiones unidas de Puntos Constitucionales y Gobernación en turno e imprímase.

"Iniciativa de ley facultando al Ejecutivo para expedir una emisión de bonos, que se designará "Bonos del Estado de Veracruz, 1945 por diez millones de pesos", enviada por el Ejecutivo de la Unión. - Recibo, a la Comisión de Crédito, Moneda e Instituciones de Crédito e imprímase.

"Iniciativa de Decreto que manda el C. Presidente de la República para una emisión de "Bonos de la Deuda Pública Interior, 40 años, por diez millones de pesos". - Recibo, a la Comisión de Crédito, Moneda e Instituciones de Crédito e imprímase.

"Iniciativa de reformas a la Ley de Alcoholes, Aguardientes y Mieles Incristalizables que presenta el Ejecutivo de la Unión. - Recibo, y a las Comisiones unidas de Impuestos e Industria Azucarera e imprímase.

"Proyecto de Decreto enviado por el C. Presidente de la República, por el cual se concede un subsidio al Gobierno del Estado de Campeche sobre el impuesto de exportación del chicle, en relación con la garantía para el empréstito, que deberá otorgar la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

"El C. Pedro Guerrero Martínez apoya el proyecto y solicita se le considere de urgente resolución. La Asamblea acuerda considerarlo de urgente resolución. Pasa a discusión en lo general y en lo particular y sin debate se aprobó en ambos sentidos por unanimidad de votos. Pasa al Senado para sus efectos constitucionales.

"Se da cuenta con las siguientes circulares: de la Legislatura de Campeche dando a conocer su Mesa Directiva por octubre; de la de Guanajuato informando la integración de su Mesa Directiva para el segundo mes de su primer período de sesiones; de la de Yucatán participando que con fecha 30 de septiembre último clausuró su segundo período ordinario de sesiones. - De enterado.

"Los CC. Raúl López Sánchez, Federico Medrano V., Manuel Moreno Sánchez y Julián Garza Tijerina proponen que esta H. Cámara, invitando al Senado, celebre una sesión especial y solemne el día del arribo de los miembros del Escuadrón 201, en la cual se les reciba y se les rinda el homenaje que merecen. Sin debate se aprueba, después de haberse dispensado los trámites.

"Los CC. Federico Medrano V. Eliseo Aragón Rebolledo, Pedro Guerrero Martínez, Mauricio Escobedo Granados y Norberto Aguirre presentan la siguiente proposición: "Que la Comisión de Industria Azucarera y la Comisión encargada de estudiar lo relativo a tarifas y precios de garantía, se fusionen para el efecto de abordar el problema del azúcar y demás problemas de subsistencias que lleguen a tener importancia especial, como el que se menciona". - Se dispensan los trámites y sin discusión se aprueba.

"Los CC. José R. Velázquez Nuño y Norberto Aguirre, con el respaldo de otros CC. Diputados proponen que con dispensa de trámites se apruebe la creación de una Comisión Nacional de Conservación del Suelo. Se dispensan los trámites y se aprueba la proposición por unanimidad. - Pasa a la Gran Comisión para que proponga la integración de la Comisión aprobada.

"Se da cuenta con las siguientes circulares en que participan: el C. Licenciado Fernando Berrón Ramos que continúa interinamente al frente del Poder Ejecutivo de Campeche por prórroga de licencia concedida al titular; el C. Licenciado Eduardo J. Lavalle Urbina que con fecha 20 del actual asumió nuevamente el Poder Ejecutivo del Estado de Campeche; el C. Gobernador del Estado de Colima que designó Secretario General de Gobierno al C. Licenciado Melitón de la Mora, en substitución del C. Licenciado Eduardo Rivera Lengerke; el C. Candelario Miramontes que se hizo nuevamente cargo del Poder Ejecutivo de Nayarit; el C. Licenciado Teófilo Martínez Pérez que tomó posesión de la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Nuevo León para el período que terminará el 3 de octubre de año próximo; y el Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Sinaloa que eligió Presidente y Vicepresidente del mismo a los CC. Licenciados Jesús Quevedo y Juan C. Trucíos, respectivamente. - De enterado.

"El Comité organizador de las Asociaciones de Padres de Familia del Distrito Federal y de la República, solicita se conceda una pensión a la señorita Elsa Elorduy Payno, hija única superviviente del compositor mexicano Ernesto Elorduy. Recibo, y a la Comisión de Hacienda en turno.

"El C. Mayor de caballería José María Clavé Sánchez Arnou solicita permiso para aceptar y usar la condecoración de la Orden Nacional del Mérito del Paraguay, que le confirió el Gobierno de aquel país. Recibo, y a la Comisión de Puntos Constitucionales en turno.

"La Sociedad de Defensores de Veracruz 1914, solicita se adicione la Ley del 19 de febrero de 1917, que creó la condecoración de la Segunda Invasión Norteamericana, en el sentido de que los ciudadanos a quienes se les ha otorgado esa recompensa, disfruten de una pensión vitalicia de cinco pesos diarios. Recibo, y a la Comisión de Hacienda en turno.

"El C. Profesor Rafael Mallén solicita se designe una comisión que se avoque al conocimiento de cinco anteproyectos de ley relativos a la organización de cooperativas de producción agrícola y de consumo; creación de un empréstito interior de dos millones de pesos; reorganización de los Bancos de Estados instituidos con ese objeto y creación de la Comisión Nacional Cooperativa de Fomento Agrícola e Industrial. Recibo, y a la Comisión de Fomento Cooperativo.

"El Período "Rumbos", de Apatzingán, Mich., propone que se decrete día de fiesta nacional el 22 de octubre, aniversario de la promulgación de la primera Constitución de México en aquella ciudad por el Generalísimo don José María Morelos y Pavón. Recibo, y a la Comisión de Gobernación en turno.

"La Primera Comisión de Gobernación dictamina

sobre la proposición del Congreso de Costa Rica para que los cuerpos legislativos de América se empeñen en obtener amplia amnistía para sus connacionales cuya libertad esté amenazada o restringida. El dictamen expresa que se diga al Congreso de Costa Rica que en México no existe problema de carácter restrictivo a las libertades ciudadanas y que se archive el expediente. Aprobado, sin discusión.

"Dictamen de la Primera Comisión de Gobernación sobre la solicitud de que se declare oficialmente el lugar de nacimiento del Padre de la Patria y se le erija en ese lugar un monumento, que termina con el siguiente acuerdo económico: "Único Remítase este expediente al Ejecutivo de la Unión, por conducto de la Secretaría de Gobernación para lo que en el caso proceda y transcríbase a los interesados el presente dictamen". Sin debate, se aprueba.

"El C. Diputado Antonio Manero solicita permiso para separarse de sus funciones por el tiempo que falta para terminar el actual período, renunciando a la percepción de las dietas correspondientes, por haber sido designado por el Ejecutivo para hacerse cargo de la Dirección de Estudios Financieros de la Secretaría de Hacienda. Se dispensan los trámites y se aprueba la solicitud.

"Dictamen de la Primera Comisión de Gobernación desechando la proposición de declarar día de fiesta nacional el 8 de mayo como fecha del triunfo de las aliadas. Sin discusión se aprueba.

"Dictamen de la Segunda Comisión de Gobernación desechando la solicitud de la "Unificación de Veteranos de la Revolución" para adicionar el artículo 9o. de la ley que los favorece como servidores del Estado para que al contraer una enfermedad en el desempeño de su cargo, se considerara a ésta como profesional. Sin debate se aprueba el dictamen.

"Dictamen de la Segunda Comisión de la Defensa Nacional que termina con el siguiente proyecto de decreto: "Artículo único. Por los servicios prestados a la Revolución por el C. Cástulo Herrera, se le concede una pensión de $ 10.00 diarios que le será pagada íntegramente por la Tesorería de la Federación". Sin discusión se reserva para su votación nominal.

"Dictamen de la Segunda Comisión de la Defensa Nacional que termina con el siguiente proyecto de decreto: "Artículo único. Se concede a la señorita Nicandra Guerrero como descendiente directo del Generalísimo Vicente Guerrero, una pensión de $ 5.00 diarios que le será pagada íntegramente por la Tesorería General de la Nación, mientras la interesada conserve su actual estado civil". Se pone a discusión y, sin ella, se reserva para su votación nominal.

"Dictamen de la Segunda Comisión de Puntos Constitucionales que termina con el siguiente proyecto de decreto: "Artículo único. Se concede permiso al C. Rafael de la Colina para que, sin perder su calidad de ciudadano mexicano, pueda aceptar y usar la condecoración de la Orden del Mérito "Juan Pablo Duarte", que le confirmó el Gobierno de la República Dominicana". Sin discusión se reserva para su votación nominal.

"Dictamen de la Primera Comisión de Puntos Constitucionales que termina con el siguiente proyecto de decreto: "Artículo único. Se concede permiso al C. Licenciado Augusto Moheno, para que, sin perder su calidad de ciudadano mexicano, pueda aceptar y usar la condecoración nacional de la Orden de la Cruz del Sur (Cruzeiro do Sul) en el grado de Oficial, que le confirió el Gobierno de los Estados Unidos del Brasil". Sin originar debate, se reserva para su votación nominal.

"Dictamen de la Primera Comisión de Puntos Constitucionales proponiendo el siguiente proyecto de decreto: "Artículo único. Se concede permiso al C. Raúl Rodríguez Carreón para que, sin perder su calidad de ciudadano mexicano, pueda aceptar y usar las condecoraciones "Teatro de la Guerra del Pacífico" y "Liberación de Filipinas" que le fueron otorgadas por el Gobierno de los Estados Unidos de América". Sin discusión se reserva para su votación nominal.

Se procede a recoger la votación de los decretos de que antes se hizo mención. Los que son aprobados por unanimidad de ochenta y dos votos. Pasan al Senado y al Ejecutivo para sus efectos constitucionales.

"Dictamen de la Segunda Comisión de Hacienda que termina con el siguiente proyecto de decreto: "Artículo único. Se adiciona la Ley de Jubilaciones a los funcionarios y Empleados del Poder Legislativo en los términos que siguen:

"Artículo 2o. ....

"IV. Cuando se hayan prestado servicios por 30 años o más, en este caso, el interesado percibirá el importe íntegro de su último sueldo.

"Artículo 3o. ....

"III. Cuando haya prestado servicios por 30 años o más. En este caso, percibirá el sueldo íntegro de que disfrute".

"Se pone a discusión y sin ella se aprueba por unanimidad, en votación nominal. Pasa al Senado para sus efectos constitucionales.

"Las Comisiones Unidas Segunda de Educación Pública, Agricultura y Fomento y Tercera Ejidal presentan su dictamen sobre el proyecto de Ley de Educación Agrícola. Se somete a discusión en lo general. El C. Eliseo Aragón Rebolledo hace uso de la palabra para fundar el dictamen. El C. Octavio Sentíes G. presenta su voto particular. Se abre el registro de oradores y se inscriben en contra los CC. Ramón G. Bonfil y José María Suárez Téllez y en pro la comisión dictaminadora.

"Hacen uso de la palabra en sus respectivos turnos: en contra del proyecto en lo general los CC. Ramón G. Bonfil y José Suárez Téllez y en pro los CC. Norberto Aguirre y Alfonso M. Moreyra. Se pregunta si se considera el asunto suficientemente discutido y la Asamblea, por mayoría de votos, contesta afirmativamente. Se toma la votación nominal y por setenta y ocho votos de la afirmativa contra tres de la negativa se aprueba el proyecto en lo general, reservándose para su discusión en los particular.

"La presidencia cita para el cinco de noviembre

próximo a sesión solemne de la Cámara de Diputados para recibir en ella al señor Juan Antonio Ríos, Presidente de la República de Chile y nombra en comisión a los CC. Pedro Guerrero Martínez, Mauricio Escobedo Granados, Demetrio Flores Fagoaga y J. de Jesús Lima para que inviten a la Cámara de Senadores.

"A las dieciséis horas y cuarenta minutos se levanta la sesión".

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobada.

- El mismo C. Secretario: La Presidencia designa a los ciudadanos Fernando Moctezuma, Bernardo Norzagaray, Adalberto Ortega Huízar, José R. Velázquez Nuño y Eduardo Garza Senande para que vayan en busca del excelentísimo señor Presidente de la República de Chile y lo acompañen a este recinto, con el propósito de que asista a la sesión solemne que tiene lugar en su honor.

La misma Presidencia ha designado la siguiente Comisión para recibir en el pórtico de este recinto al excelentísimo señor Juan Antonio Ríos, Presidente de la República de Chile: Julián Garza Tijerina, Manuel Moreno Sánchez, Eduardo B. Alvarado, Norberto Aguirre, Pedro Guerrero Martínez y Secretario, Donato Miranda Fonseca.

- El C. Presidente: Queda la Cámara en espera del señor Presidente de la República de Chile.

(El Excelentísimo señor Presidente de la República de Chile, es introducido al Salón. Aplausos nutridos y prolongados).

- El C. Presidente: Tiene la palabra el señor Senador Martínez Adame.

- El C. Martínez Adame Arturo: Señor Presidente de la República de Chile:

El Senado de México saluda en usted, no sólo al estadista eminente, al más alto mandatario de la nación chilena, sino que su efusión se extiende al esforzado luchador de brillante historia, que en la acción, como en las tribunas de las asambleas partidistas o en las de la Representación Nacional, pugnará siempre por los más altos y avanzados ideales de su país.

Este saludo cordial es asimismo para los distinguidos parlamentarios que nos visitan.

Llega usted, señor Presidente, a la región más transparente del aire, como escribiera en los principios de un libro evocador, un primate de nuestras letras. Quedaron atrás los desiertos abrasados, con el disperso ornamento de sus órganos; encontrasteis luego la serena belleza de nuestro Valle de México, guardado por enormes montañas; mañana veréis, traspuesta la cordillera, la apretada verdura y la urdimbre de ríos de la tierra baja mexicana. Este bosquejo gigante y simplista os traerá a la memoria, seguramente, el paisaje de vuestro hermoso país: el blanco desierto de salitre, en el Norte, quemado por un sol implacable; la zona central, fértil y plácida; y en el Sur, la cerrada maraña de los ríos, los enhiestos ventisqueros, las selvas de lluvias eternas.

A la paralela reciedumbre de nuestras tierras, corresponde naturalmente en el tiempo la de sus hombres, dueños de una dura voluntad de vencer y perdurar.

En el pasado lejano, el genio y la crueldad de los conquistadores, de Almagro y Valdivia en el Sur, de Cortés y sus capitanes aquí, pudieron triunfar, militarmente, pero nunca quebrantar la fiera altives de nuestras razas. El épico poema "La Araucana", de Alonso de Ercilla, y las Lágrimas de la Noche Triste, recogidas en las crónicas de la Conquista, quedarán para siempre, en la poesía y en la historia, como signos indestructibles de lo que pudo ser. Y como paradigmas eternos de supremo heroísmo, la impasibilidad espartana de nuestros jefes de hombres, en los suplicios horrendos: Caupolicán sintiendo desgarrarse sus entrañas. Cuauhtémoc mirando arder sus pies en el brasero, sin un gesto en sus rostros sobrehumanos.

La admiración y el homenaje nunca faltarán a los superhombres de la fortuna y de la fuerza, escribe un historiador de México, pero tampoco deben faltar el homenaje, la admiración y el amor, para los superhombres infortunados que murieron por defender y no por conquistar, que conocieron la rabia del vencimiento, la tortura de la caída junto con los dioses, sus hijos y sus hermanos, que tuvieron en la prisión o en el martirio tanta grandeza como los otros en la cima victoriosa, y en vez de sentir la frente adornada de laureles y coronas, sólo hallaron la consagración del dolor.

Llegó entonces para nuestros pueblos la tragedia común de la matanza y la esclavitud de los repartimientos y las encomiendas, del trabajo extenuante y el alimento misérrimo, de las mutilaciones y el marcar con fuego, y en la noche de tanto desamparo, sólo las voces iluminadas de los misioneros, el padre Las Casas, el dominio Gil González, clamando ante la cerrada conciencia de los reyes y los encomenderos.

Frenada un tanto la explotación violenta y brutal que siguió a la Conquista, empezó para nuestros pueblos la acción de la nueva civilización de la Colonia, lenta y dura, deformada y retardada por el exclusivismo que imponía la Metrópoli en todos los órdenes, así en el de la cultura, como en el de la fe, en el de la migración, como en el del comercio.

Sin embargo, merced a la drástica acción de corsarios y contrabandistas, que forzó a España a liberalizar un tanto el comercio colonial; a la introducción clandestina de libros y gacetas, y a los viajes de unos pocos afortunados que pudieron ir a instruirse en Europa o en los Estados Unidos, pudimos conocer la Enciclopedia y la Masonería; la encendida literatura de las grandes revoluciones norteamericana y francesa, con la Declaración de los Derechos del Hombre, comprendiendo así que la ansiada libertad no era un vano sueño de oprimidos.

En ese clima ilusionado, que agravaba el real malestar material y espiritual de nuestros pueblos, y que favorecía la peculiar situación en la Metrópoli,

se gestaron nuestras magnas revoluciones de independencia, con parejos sacrificios y heroísmos, como si a través de la distancia y del tiempo formaran en un mismo ejército libertario, los Carrera, los Martínez Rosas, los O'Higgins, con los Hidalgo, los Morelos, los Guerrero.

Con la victoria de Maipú y el Plan de Iguala, se inicia la Vida independiente de nuestras jóvenes nacionalidades. Vida azarosa y dramática, en la que actúan, principalmente, la tendencia tradicionalista y la avanzada. conservadores y liberales, pelucones y pipiolos, tesis y antítesis en la dialéctica inexorable de la historia.

Es poderoso y paralelo el despertar intelectual de nuestras repúblicas. El romanticismo europeo, es decir, la libertad, irrumpe en los campos de la enseñanza, de la literatura, de la política, para acabar con las supervivencias coloniales, con los arraigados sentimientos reaccionarios que perduran como consecuencia de los largos años de presión. La cultura no viene ya de las universidades de tipo colonial ni de los seminarios, sino de Francia y de los Estados Unidos, y se propala en libro y en la prensa, en las sociedades literarias y en la cátedra de los nuevos institutos, formando esas pléyades ilustres de hombres, que habrían de enfrentarse y batir a los selectos grupos conservadores. A los nombres chilenos de Lastarria y Mackenna, Bilbao y Santa María, Arcos y Errázuriz, Sanfuentes y Vallejo, responden aquí los del doctor Mora y Gómez Farías, precursores de la Reforma, que harían culminar más tarde Ocampo y Ramírez, Altamirano y Prieto, Riva Palacio y Vallarta.

Es entonces cuando vuestro eminente pensador ya nombrado, José Victorino Lastarria, preconiza:

"La democracia tiende a destruir el principio de autoridad que se apoya en la fuerza y el privilegio, pero fortifica el principio de autoridad que reposa en la justicia y el interés de la sociedad".

Más tarde, en horas sombrías para México y como signo de valiosa solidaridad, Lastarria, diputado entonces por Valparaíso, pronunció en la Cámara un transcendente discurso que conmovió a toda la nación: "Cuando los traidores y traficantes, por una parte - dijo - , y los pusilánimes y ciegos por otra, baten las palmas saludando al imperio austromexicano, vendría bien que la voz de un pueblo libre, de un pueblo americano, que cree ser y es el órgano de la dignidad y de la libertad de un Continente, dijese: "No reconozco ese imperio que, siendo el fruto de la traición y el despotismo, viene a atentar contra nuestra patria, la América, y contra nuestro dogma: la democracia".

La Cámara, en un gesto magnífico y por enorme mayoría, no reconoció el gobierno del flamante emperador.

Victoriosa la República Juárez selló para siempre esta época de oprobio y de gloria con aquellas sus palabras siempre nuevas: Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz.

Caídas, finalmente, las dictaduras de Porfirio Díaz y Carlos Ibáñez, organizadas y conscientes de su destino histórico las grandes mayorías productoras, nuestros pueblos marchan firmes y seguros en la ruta progresista abierta por su acción y por los gobiernos de la Revolución y del Frente Popular.

Señor Presidente, señores representantes: Es, pues, mucho lo que nos vincula en la naturaleza y en la historia; en el pensamiento y en la lucha social; en el símbolo de nuestra águila heráldica y en el nombre de ave de vuestro bello país...

Que esta visita, que nos honra y regocija, sea como un nuevo vínculo fraterno que nos anime y fortalezca, después de los azares de la guerra, en los caminos inciertos de la paz. (Aplausos nutridos).

- El C. Presidente: Tiene la palabra el señor diputado Víctor Alfonso Maldonado.

- El C. Maldonado Víctor Alfonso: Señor Presidente de la República de Chile y legisladores que lo acompañan; ciudadano Secretario de Relaciones Exteriores de México, ciudadanos senadores, honorables miembros del Cuerpo Diplomático, damas que me escuchan, compañeros diputados: Esta tribuna que tiene para nosotros perfiles familiares porque es el campo de nuestro diario batallar en las luchas parlamentarias de México, adquiere en ocasiones solemnes como la presente, caracteres de peligro y de meditación, porque entonces nuestra palabra no refleja tan sólo nuestra manera de pensar y de sentir, sino tiende a captar el hondo sentimiento de la Representación Nacional. Y en esta ocasión, mi responsabilidad se acentúa, porque un sentimiento de gratitud embarga mi espíritu, ya que recuerdo que hace un año fui huésped de honor del Gobierno de Chile, cuando formando parte de la Delegación Mexicana asistí a la sesión Interparlamentaria de las Américas. Veinte días mi fe y mi entusiasmo se cobijaron bajo las anchurosas naves del cielo chileno. Durante ese lapso, mis ojos se inundaron de belleza ante los atardeceres de oro y púrpura que se contemplan en Valparaíso, o contemplaron maravillados la belleza real de la ciudad criolla de Santiago, la ciudad de la mujeres hermosas y de las grandes avenidas, que fundara el adelantado don Pedro de Valdivia, y tiene por escenario los Andes majestuosos.

Yo pude constatar, durante mi visita al país chileno, el cariño auténtico de ese pueblo para la patria mexicana. Pero cuando no tengo palabras para expresar mi gratitud, es cuando puedo ostentar sobre mi pecho la condecoración al mérito, que creara el prócer chileno don Bernardo O'Higgins, vencedor de la Batalla de Chacabuco, y que el señor presidente Ríos, ahora nuestro huésped de honor, tuvo a bien conceder a la Delegación Mexicana.

Por estos antecedentes y por la representación con que hablo, yo quisiera, señor presidente Ríos, que mis palabras llevaran en sus vibraciones la simpatía y el cariño del pueblo de México para esa gran República del Sur que usted dignamente representa. Yo quisiera que mis palabras fuesen tan sonoras que se oyeran más allá de las fronteras nacionales; que recogieran el rumor de los trópicos; el himno de los bosques que cantan las soledades selváticas, para que llegaran hasta Chile, y para que los ciudadanos chilenos se dieran cuenta de

cómo el pueblo entero de México rinde pleitesía de admiración y de respeto a su ilustre mandatario, y cómo la Representación Nacional, al daros por mi conducto un saludo sincero y entusiasta, hace votos fervientes por la felicidad y el progreso del pueblo chileno. (Aplausos).

Los preclaros ciudadanos de América que nos visitan contribuyen de una manera eficaz a afianzar la unidad continental. ¡Qué bien hizo el Gobierno de la República en alojar al señor presidente Ríos y a sus distinguidos acompañantes en el Alcázar de Chapultepec, pues es el lugar en donde la belleza adquiere manifestaciones sublimes, es el corazón mismo de la patria y así estarán cerca de nuestro corazón; ese lugar maravilloso es el recuerdo de nuestras epopeyas y del sacrificio heroico de nuestras juventudes, y fue hace unos cuantos meses, el fulgor con que una renovada esperanza prendió el pecho de los cancilleres americanos que escribieron la Carta de Chapultepec en nombre de las Naciones Unidas, de esas naciones, que quieren para el mundo una paz verdadera, basada en el respeto mutuo, basada en el respeto de la soberanía de las naciones, para que por encima de las fronteras convencionales haya una patria única en América, donde se cante eternamente el himno del trabajo, de la paz y de la confraternidad universal. (Aplausos).

Nosotros no sólo queremos ofrecer al señor Presidente Ríos y a sus acompañantes algo que para nosotros es querido: las bellezas de nuestro territorio, nuestras montañas gigantescas que son el baluarte de la patria, como lo dice la bella estrofa del himno de Chile; nuestros ríos maravillosos y magníficos que como cintas de plata serpentean las campiñas florecientes y que en las grandes soledades bucólicas cantan la canción rumorosa de su paso hacia el mar. Nosotros, recordando la filiación socialista del señor presidente Ríos, queremos también ofrecerle algo que es tan bello como nuestras montañas, tan bello como nuestras mujeres y que es un resumen rapidísimo de lo que ha hecho la Revolución Mexicana que cambió la ruta de nuestros destinos para que en México nunca hubiera gobiernos dictatoriales; la Revolución Mexicana que fue el grito de protesta de las clases irredentas, que expresaron esa protesta por las bocas de sus fusiles vengadores; la Revolución Mexicana, señor Presidente, es el gobierno mismo; la Revolución Mexicana es el pueblo de México; ya no es una promesa: es una positiva realidad. Nuestras leyes agrarias terminaron para siempre con los grandes latifundios, repartiendo la tierra para que sólo trabajen los campesinos. Por eso vemos que el campesino de México ya no es el esclavo de la hacienda, carne de explotación y de miseria, sino que ahora se siente un ciudadano libre, dueño de su parcela, dueño del producto de su trabajo; y por eso, con entusiasmo, risueño y contento, ve cómo va trazando su arado el surco magnífico del progreso en la campiña floreciente.

La Revolución Mexicana no únicamente ha dado tierras a los campesinos; perfeccionado sus sistemas de crédito a través del Banco Nacional de Crédito Agrícola y del Banco de Crédito Ejidal; nuestras modernas presas de irrigación y nuestros sistemas y canales de riego, vienen a completar la felicidad del campesino, pues los estadistas del movimiento literario de México no quisieron que el esfuerzo de los jornaleros del surco quedara supeditado a hechos climatológicos inciertos. Por eso el campesino de México ya no ve hacia el cielo implorando que llueva; hoy contempla con alegría cómo los hombres de la Revolución abren las compuertas de sus sistemas de riego y brota a raudales el agua bienhechora, para ir a fecundizar sus tierras. Por eso quiere a la Revolución Mexicana; por eso hace que sus hijos quieran a la Revolución, y por eso, en un rincón de su jacal humilde, guarda con el celo el rifle literario, que está callado, pero que volverá a rugir su protesta, si alguien quisiera quitarle su parcela es para él el patrimonio de sus hijos y es un pedazo de su patria y un pedazo de su alma. (Aplausos).

La Revolución Mexicana llevó sus beneficios a los trabajadores, protegiendo su salud y su vida. Los Ferrocarriles Nacionales de México fueron entregados por el Gobierno de la Revolución en las manos de los obreros ferrocarrileros, que son los que administran nuestro sistema ferroviario. La Revolución Mexicana ha refaccionado a los campesinos que siembran los cañaverales de nuestra industria azucarera, y ha construido poderosos ingenios, que son un orgullo de esa industria en la América Latina. En esa forma vemos nosotros cómo el trapiche del encomendero cede su puesto al ingenio moderno que ha levantado la Revolución.

Nosotros hemos ensayado, señor presidente Ríos, con éxito maravilloso, un sistema comunal de tierras y un cultivo intensivo de las mismas, en algunos Estados de la República, como en Coahuila y Yucatán. Se ha concedido el derecho de huelga a los empleados públicos que puedan ejercitarlos aun en contra del mismo Gobierno; y la Revolución Mexicana puede presentar ante el mundo entero, como algo que es la síntesis de nuestras aspiraciones, y compendio del patriotismo mexicano, la expropiación petrolera que terminó para siempre con el sueño de explotación de las empresas imperialistas que se llevaban nuestras riquezas y sólo dejaban en nuestros campos enfermedades y miseria, muerte y desolación. El señor general de división Lázaro Cárdenas puso los cimientos de nuestra futura grandeza económica y el actual Presidente de México, con su pupila de estadista, completando ese gesto maravilloso, entrega la expropiación petrolera, ya resuelta, a las generaciones del porvenir, y ellas tendrán que defenderla con su sangre y con su vida, porque es algo que está estrechamente vinculado a nuestro patriotismo y a nuestra vida de nación independiente.

La escuela rural, que es también una institución de la Revolución Mexicana, lleva sus luces a las regiones más apartadas del país, y el presupuesto de educación es superior al presupuesto de guerra.

Por último, y como no podría seguir mencionando todos y cada uno de los beneficios de la Revolución Mexicana, quiero que ustedes, distinguidos

visitantes, recuerden que en México se lleva a cabo en todo el territorio una campaña de desanalfabetización, debido a una ley patriótica del señor Presidente de México, que creó la obligación de que cada mexicano enseñe a leer a un compatriota analfabeto. En esa forma, nosotros pensamos elevar el nivel cultural del pueblo, para ir al encuentro de los tiempos nuevos con la vista fija hacia el porvenir.

Señor Presidente Ríos: Felicitamos a usted por la trayectoria maravillosa de progreso que sigue la nación chilena; nosotros consideramos a Chile como una escuela de democracia y de civismo en América; nosotros consideramos a su país como un santuario de patriotismo y de rebeldía ciudadana; nosotros admiramos las epopeyas de sus tribus autóctonas; cuando el maravilloso Imperio Incaico extendió sus dominios para invadir otros países, tuvo que obtener su cadena de triunfos al llegar al Sur de la región del Río Bío - bío, porque las tribus araucanas, al precio de su sangre y de sus vidas, conservaron su independencia bravía; y cuando el correr de los años trajo el milagro de las carabelas, en las que la civilización que hemos heredado, pero que trajo también la edad de oro de las conquistas épicas españolas, la era de los grandes capitanes que dieron lustre a España; cuando poderosos imperios caían en unos cuantos meses en poder de aquellos aventureros geniales que abrían maleza de lo desconocido para abrir un mundo nuevo, Diego de Almagro era derrotado por la aridez del territorio chileno y por la desesperanza de su codicia fracasada; y Pedro de Valdivia, el Capitán de los ejércitos de Pizarro, el héroe de cien batallas y glorioso soldado de Carlos V, era hecho prisionero en la Batalla de Tucapel, por las huestes araucanas que al mando del cacique Lautaro, escribieron una de las páginas más brillantes de la historia heroica de las regiones australes.

Más tarde, cuando las ideas de la Revolución Francesa vinieron a despertar los espíritus adormecidos de los americanos; cuando esas ideas vinieron a reclamar para nuestras juventudes nuevos ímpetus para ir a la lucha en contra de los invasores, un hombre iba adelante de esos ejércitos insurgentes de la América del sur; ese nombre era un emblema: Tras de él, la nube de la gloria y de la fama, envolviendo las caballerías granadinas, chilenas, peruanas, venezolanas y argentinas, que se cubrieron de laureles en Ayacucho, Pichincha, Rancagua, Río Boyacá, Junín, Carabobo, Chacabuco y Maipú.

El valor de las tribus araucanas mantendrá vivo el entusiasmo de las juventudes de América y encenderá en sus pechos la llama del combate y de la guerra, si en alguna ocasión peligran las libertades en este Continente. Señor Presidente: La Cámara de Diputados del Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, suplica a usted atentamente, ser el portador de un abrazo fraternal del pueblo mexicano para el glorioso pueblo chileno (Aplausos).

México y Chile, con el abrazo de sus dos ilustres mandatarios, sellaron el destino de dos pueblos unidos por la sangre y por la tradición. México y Chile se encuentran colocados geográficamente en los límites de una civilización común, latinoamericana, en donde ya jamás nunca volverá la fuerza a imperar sobre el derecho.

Señor Presidente Ríos: Cuando usted regrese a su país; cuando de nuevo el avión, como saeta luminosa se incruste en los espacios ilímites; cuando desaparezcan de sus pupilas los perfiles de mis montañas azules; cuando sus ojos contemplen nuevamente la mole gigantesca del Aconcagua; y cuando ya cerca de Santiago, el sol quiebre la trayectoria de sus rayos en los Picachos de los Andes, para ir hacia abajo a llevar un beso de oro a la moviente superficie de los ríos, queremos que el pensamiento de México vaya con recuerdo; que mi lábaro se enlace a la bandera chilena y que el águila de las profecías aztecas, escolte su ruta, iniciando un vuelo que cubra un Continente, porque habrá visto que brilla allá en el Sur, como antorcha de libertad y de heroísmo, la estrella austral del pabellón chileno. (Aplausos nutridos).

- El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al señor senado Heliodoro Domínguez, de la República de Chile.

- El C. Domínguez Heliodoro; Señores representantes del Gobierno de México; señor Presidente de Chile; colegas parlamentarios; señoras y señores: Hace apenas dos años, justamente dos años, tuve la honra de recibir un cálido homenaje fraternal y sincero de los senadores que ahora me escuchan. Entonces, los señores senadores, exagerando su tradicional gentileza, se pusieron de pie para testimoniar, en mi humilde persona, el homenaje de respeto y de simpatía que aquella nación que con orgullo representamos y que tiene sus raíces más fecundas en la historia de la América misma, había hecho nacer como testimonio de gratitud en el corazón de los parlamentarios mexicanos y hoy, casi abrumado por el peso de una enorme responsabilidad, me siento alentado por aquel recuerdo cariñoso y por la presencia de aquellos colegas de Parlamento que entonces me recibieron tan cariñosamente.

Y bien, en la oportunidad a que me refiero, intercambiando nuestras ideas tan similares y tan altas por la intención que las envolvía, en aquella oportunidad, planteando los hombres de México y los parlamentarios chilenos los problemas del Continente y de nuestros respectivos países, llegamos a comulgar en una armonía desconcertante; y ahora, señoras y señores, cuando parecería que nuestros augurios de una paz que creíamos cierta y de un triunfo, de que nunca dudamos, pondría sobre nuestros espíritus la serenidad suficiente para enfilar nuestros países seguros hacia la conquista de sus problemas y hacia la resolución de sus problemas, el mundo nos sorprende todavía con su atmósfera de zozobra, con su clima de inquietud y es en este instante cuando esta América nuestra, en la que brillan por su pasado glorioso nuestras dos naciones, México y Chile, se sorprenden con la visita de nuestro Primer Mandatario que viene con un nuevo representante

de un nuevo espíritu a hablar a los hombres de América no sólo de nuestro pasado glorioso y heroico, sino también de nuestros deberes en la hora presente. Yo sé que él, como nosotros los parlamentarios chilenos, sentimos que no haya exageración alguna en nuestra actitud, que cumplimos, por el contrario, con un imperioso deber histórico.

Ya alguien, refiriéndose al deber de los trabajadores, de conquistar por sí mismo su justicia, dijo en frase inolvidable y eterna: "la justicia de los trabajadores ha de ser obra de los trabajadores mismos". Y nosotros decimos hoy: la justicia para nuestra América, la grandeza para nuestra América y el derecho de nuestra América a trabajar y a crear en impulso creciente su grandeza y su prosperidad, debe ser el primer término la obra de los americanos mismos. (Aplausos).

Con cuanta emoción he escuchado esta tarde, cómo nuestros colegas mexicanos, cómo el gobierno de este gran país y cómo su Parlamento, han ido resolviendo los problemas que constituyeron la debilidad de las democracias, los problemas que pueden hacer que nuestra democracia en esta hora histórica no sólo se engrandezca y se forme, sino que se convierta ella misma en el camino más seguro, más sereno y de mayor capacidad creadora para las generaciones del futuro.

Yo veo cómo la justicia social obtiene cristalizaciones enormes en la tierra mexicana; y ha hecho bien el honorable parlamentario que me precedió en el uso de la palabra, al buscar las extrañas, y siendo extrañas, no desconocidas semejanzas por el igual origen que tienen entre sí las conquistas sociales de México y la Legislación social de Chile. Si hay algo que estos pueblos puedan ofrecer al Continente Americano del futuro, como testimonio de una sensibilidad rica, promisora y grande, es el haber dispuesto, antes que muchos otros y antes que muchas grandes naciones de Europa, una justicia social que asegura a los hombres dentro de un concepto limpio, de democracia verdadera, el justo derecho a vivir una vida digna, una vida culta y una vida capaz.

Y, señores parlamentarios, cuando nosotros miramos el panorama del presente, tenemos que experimentar el justo orgullo de que nuestras dos naciones no solamente hayan cumplido esta tarea primordial, sino que también se hayan adelantado en los caminos de la cultura, al trabajar un seguro refugio para la paz del mundo, porque no otra cosa significa, señores, el esfuerzo común del Gobierno y del Parlamento Mexicano y el esfuerzo enaltecedor del Gobierno y del Parlamento Chileno, cuando convencidos de que el destino de la humanidad no puede trabajarse sólo teniendo equipos para la defensa de nuestro Territorio, sino teniendo también ciudadanos capaces de cultivar bien nuestras tierras, de fomentar nuestras industrias y de elevar el nivel común de vida de nuestros pueblos, han empezado a desarrollar sus vastos planes de reestructuración económica; y es por eso, señoras y señores, distinguidos parlamentarios, que yo puedo afirmar esta tarde mi fe y mi esperanza de que si el mundo ha de vivir todavía horas de zozobra y de inquietud, por lo menos en América hay ejemplos vivos y elocuentes de lo que puede el esfuerzo de los pueblos cuando éstos se inspiran en la justicia social. En efecto, la educación chilena sufre bajo la mano del gran Maestro Pedro Aguirre Cerda y bajo la mirada de estadista certero de nuestro Presidente Ríos, la más violenta transformación de los últimos años. Queremos un hombre que sin dejar de ser un hombre culto; sin dejar de ser un humanista legítimo, sea a la vez un trabajador, un productor, un verdadero defensor con sus propios brazos y con su propia inteligencia, del patrimonio de riqueza con el cual tenemos que cubrir las necesidades fundamentales de nuestros pueblos. (Aplausos).

Y en esta tarea, permitidme que yo rinda, en mi carácter de profesor chileno, un homenaje de respeto, de calor y de simpatía a la obra de la Revolución Mexicana, especialmente a la educación rural. He estudiado este problema por muchos años, y habrá de sonaros bien que os diga, por ser un chileno quien lo confiesa, que ningún país de América ha resuelto con mayor bagaje de esfuerzos y de sacrificios y con mayor acierto, el problema de la educación rural y campesina. Allí se está, a mi juicio, formando el México grande del futuro, como en la moderna educación chilena se están creando las generaciones defensoras de la justicia, del derecho y de la democracia.

Y por estos aciertos de nuestra Democracia, por estas realizaciones de nuestros gobiernos y de nuestros Parlamentos, yo afirmo esto: parte mi convicción profunda de que si es verdad que los problemas que como problemas fundamentales conmueven al mundo y nos conmueven también a nosotros; si tenemos la obligación y el deber de no abandonar los principios universales de la confraternidad; no debemos caer, señoras y señores, distinguidos parlamentarios, en el error de abandonar nuestras tareas inmediatas, precisas y concretas. Reestructuremos nuestras economías, fomentemos nuestras industrias, levantemos planos de coordinación económica, fortalezcamos nuestros principios de justicia social y entreguemos al mundo, mientras conjugamos el mismo verbo de confraternidad universal, el ejemplo magnífico de realizaciones en nuestra tierra, de lo que puede el esfuerzo de nuestros hombres y la capacidad de nuestros gobernantes y legisladores. ¡Salud! (Aplausos).

- El C. Presidente: Se concede el uso de la palabra al señor diputado Raúl Brañes.

- El señor diputado Raúl Brañes: Señores representantes de la Nación Mexicana, Excelentísimo señor Presidente de la República de Chile, honorables colegas parlamentarios: Al comenzar, no puedo ocultar la profunda emoción que me produce el poder levantar mi voz en este recinto que es el de la representación genuina de la soberanía popular de México, cuando en igual carácter y representando a la Cámara de Diputados de mi patria, que también es la expresión genuina de la voluntad popular, puedo decirles con cuánta íntima satisfacción, con cuánto gran orgullo y con cuánta conciencia profunda de americano he acompañado al Excelentísimo

señor Presidente de la República de Chile en esta gira continental, gira continental, señores parlamentarios, que tiene como divisa superior, que tiene como consigna, que tiene como bandera estrechar aun más los lazos, los vínculos entre nuestros pueblos, para construir una América grande para el futuro que sea ejemplo para la Humanidad, no solamente por su pasado glorioso, no solamente por sus gestas heroicas, no sólo por su concepto actual, sino que también por la concepción clara y precisa que los gobernantes de estos tiempos, que los representantes parlamentarios de la actualidad tienen de lo que es el futuro inmediato y próximo de nuestro Continente y de nuestras naciones mismas.

Elaborar, construir eficazmente, con rapidez, con decisión sobre bases firmes, realistas y positivas, esta es la acción legislativa y gubernamental de los momentos actuales. Vivimos en este momento en una "tembladera" más o menos incierta, cuando la victoria de las armas de la democracia no han podido todavía consolidar nuestras vidas en el presente y mucho menos en el porvenir. Tal vez pudiera pensarse que augurios distintos pudieran ensombrecer nuestras miradas y entonces ver que nuestro porvenir americano, que nuestro porvenir como naciones en el concierto del mundo, pudiera estar un poco obscurecido y no pudiera tener la eficacia y la consistencia necesaria para poder trabajar, para poder elaborar este gran en agradecimiento que creemos necesario para América. Pero cuando veo yo, visitando este país, con grande satisfacción con un orgullo íntimo, con una profunda emoción, la calidad moral, la calidad intelectual, la calidad física y racial de un pueblo que por primera vez visito y que íntimamente me complace y me siento altamente orgulloso de estar en él, pienso que cómo unidas estas razas, aquélla del extremo austral en el Pacífico y esta raza bañada por dos mares, no pueda ser grande nuestro Continente; no pueda ser próspero el futuro de la Humanidad a base de este Continente Americano. Cuando siento vibrar esta nuevas modalidades de la legislación; cuando veo el nivel cultural del obrero y de la masa levantada; cuando veo enriquecida la economía de este país; cuando contemplo este paralelo histórico que viene desarrollándose desde nuestra Independencia, desde ochocientos diez, con nuestra propia legislación, con nuestro propio standard de vida, y cómo se van levantando paralelamente aquél y este gran país, pienso que cómo no ha de ser posible que unidos estos dos pueblos, que unidos sus gobiernos, unidos sus legisladores, unidos todos, cualquiera que sea la actividad que desarrollen en su plano de vida, no puedan hacer próspero este Continente.

He viajado por algunos países; conozco algunos de América Latina, de la América Española; conozco la América Lusitana y también conozco la América Sajona, y pienso que al conjuro de nuestro porvenir; y pienso que elevando la mirada más allá de las fronteras convencionales; pienso que elevando nuestra mirada más allá de nuestros límites geográficos; unida esta América Lusitana, esta América Sajona y esta América Española con su gran contenido de raza, con su profundo contenido humano, con su gran visión intelectual y con ese sentimiento, ese corazón bien puesto de patriotas y de americanos, podemos hacer surgir del Continente de Colón una cosa tan grande, tan próspera y tan infinitamente superior, elevada al cielo, que podamos exhibirla con orgullo a las generaciones del presente, como el Continente del Futuro, el Continente de América. (Aplausos nutridos).

Pues bien, honorables colegas, hemos recordado pasajes de nuestras historias; hemos recordado pasajes de nuestra vida actual; pensamos en la concreción exacta, la modulación perfecta, la forma exterior pero de contenido profundo que pueda salir de aquellas cartas que hemos firmado para establecer en definitiva un futuro próximo; y creo que a nosotros, especialmente los diputados representantes al Congreso Nacional, que representa la parte más joven de la representación popular, nos corresponde una tarea grande, pesada, pero justa y noble en el ejercicio de nuestras actividades, con el objeto de dar cima y perfección a todo aquello que venimos proponiendo, y que ya nuestros propósitos, que ya nuestras declaraciones dejen de ser simplemente una mera expresión de voluntad o una frase lírica, más o menos conceptuosa, galana en la forma y perfecta en su exteriorización, y que sea la realización clara y concreta de un porvenir próximo, inmediato, para establecer sobre él, como piedra granítica, la conciencia futura y el porvenir de la Humanidad.

Nuestra historia camaradas de México - porque hablo al pueblo mismo - es paralela. Pues bien, en un momento como el de hoy, permítanme ustedes que les invite a un abrazo muy fraterno en que diputados chilenos se abracen con los diputados mexicanos; los dos extremos, como lo decía mi colega de esta parte de la América Latina, en un abrazo infinito de fraternidad, de calor, de conciencia y de comprensión, y de como bien dice, entre México y Chile, abiertos nuestro brazos hacia el sol y hacia el infinito, pudiéramos cantar para la Humanidad, aquel himno de gloria y de alegría que no reconoce más imperio que el derecho y que no reconoce más existencia que aquella que se hace sobre la justicia, sobre la libertad y sobre la democracia. Nada más. (Aplausos nutridos).

- El C. Presidente: Me permito suplicar a la misma Comisión que acompaño de su residencia a esta Cámara al Excelentísimo Presidente de la República de Chile, que lo acompañe a su regreso.

(El C. Presidente de la República de Chile abandona el salón). (Aplausos nutridos).

- El C. Presidente (a las 15:05): Se levanta la sesión y se cita para mañana a las doce horas.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y "DIARIO DE LOS DEBATES"

El Director, Jefe de la Oficina, JUAN ANTONIO MOLL