Legislatura XLIV - Año I - Período Comisión Permanente - Fecha 19590616 - Número de Diario 69

(L44A1PcpN069F19590616.xml)Núm. Diario:69

ENCABEZADO

MÉXICO, D. F., MARTES 16 DE JUNIO DE 1959

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO I. - PERIODO ORDINARIO XLIV LEGISLATURA TOMO I. - NÚMERO 69

SESIÓN

DE LA

H. COMISIÓN PERMANENTE

CELEBRADA EL DÍA 16

DE JUNIO DE 1959

SUMARIO

1. - Se abre la sesión. Lectura de la Orden del Día. Lectura y aprobación del acta de la sesión anterior.

2. - Se turna a las Comisiones correspondientes oficio de la Secretaría de Gobernación con la Resolución Conjunta del Congreso de los Estados Unidos de América que se dispone que anualmente veinticuatro de sus miembros serán para reunirse con representantes de la Cámara de diputados y senadores de México, a fin de tratar problemas de interés común para el mejor desarrollo de las relaciones entre ambos países.

3. - Proposición de los CC. senadores licenciado Manuel Moreno Sánchez, licenciado Rodolfo Brena Torres, licenciado Carlos Román Celis, licenciado Eliseo Aragón Rebolledo y licenciado Antonio Mena Brito para que se designe una comisión especial que estudie y haga las gestiones necesarias a fin de promover la localización, proyección y construcción del Palacio Legislativo Federal. Se admite la proposición y se dispensan los trámites, sin discusión se aprueba. Se designa la comisión especial para que realice el contenido de la proposición.

4. - Proposición que suscriben los CC. senadores mencionados en la proposición anterior, para que se nombre una comisión que se encargue de convocar a concurso para la edificación de un monumento al senador Belisario Domínguez, en conmemoración al primer cincuentenario de la Revolución Mexicana. Se admite la proposición y considerada de obvia resolución se dispensan los trámites. Sin discusión se aprueba. Se designa la comisión.

5. - Memorial que suscriben los CC. diputados y senadores miembros del PRI., respecto a la política agraria del señor Presidente de la República, licenciado Adolfo López Mateos, y muy especialmente, como un comentario al decreto presidencial de 23 de abril de 1959. Puesto a discusión, hacen uso de la palabra los CC. senador Natalio Vázquez Pallares, diputado Florencio Barrera Fuentes, senador Leopoldo Sánchez Celis, a nombre de la CNC., diputado Emilio Sánchez Piedras y diputado Vicente Salgado Páez, quienes abundan en el tema a discusión y sobre la proyección y alcance de las reformas a la política agraria emprendidas por el señor Presidente de la República. La Presidencia, en vista de lo expresado por los oradores propone varias resoluciones que serán encomendadas para su realización a las Comisiones unidas de Agricultura y Fomento y de Gobernación. Se aprueban las conclusiones y el trámite dado por la Presidencia. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del

C. MANUEL MORENO SÁNCHEZ

(Asistencia de 20 ciudadanos representantes).

- El C. Presidente (a las 12.47 horas): Se abre la sesión.

- El C. secretario Sabines Gutiérrez Juan (leyendo):

"Orden del Día.

"16 de junio de 1959.

"Acta de la sesión anterior.

"Oficio de la Secretaría de Gobernación que transcribe el de la Relaciones Exteriores con que se remite por duplicado Resolución conjunta del Congreso de los Estados Unidos de Norteamérica, así como la traducción al español, que autoriza la participación de los Estados Unidos en conferencias parlamentarias con representantes de las Cámaras de Diputados y Senadores de México.

"Proposición de los CC. senadores licenciado Manuel Moreno Sánchez, licenciado Rodolfo Brena Torres, licenciado Carlos Román Celis, licenciado Eliseo Aragón Rebolledo y licenciado Antonio Mena Brito, para que se designe una comisión especial integrada por senadores y diputados para gestionar la construcción del Palacio Legislativo Federal.

"Proposición de los mismos CC. senadores para que se nombre comisión que convoque a la edificación de un monumento al senador Belisario

Domínguez en la fecha de la conmemoración del primer cincuentenario de la Revolución Mexicana.

"Memorial de varios diputados y senadores miembros del Partido Revolucionario Institucional, respecto a la política agraria del señor Presidente Adolfo López Mateos, con seis puntos y proposición relacionados con el decreto presidencial de 23 de abril de 1959, que expidió el Reglamento que establece el Patrimonio Nacional Ejidal.

"Dos dictámenes de la Comisión de puntos Constitucionales, en que se concede permiso a los CC. doctor Francisco del Río y Cañedo y Victor Bravo Ahuja para que puedan aceptar y usar las condecoraciones que les fueron conferidas por los Gobiernos de Bélgica y Francia".

"Acta de la sesión celebrada por la H. Comisión Permanente del XLIV Congreso de la Unión, el día doce de junio de mil novecientos cincuenta y nueve.

"Presidencia del C. Manuel Moreno Sánchez.

"En la ciudad de México, a las once horas del viernes doce de junio de mil novecientos cincuenta y nueve, se abre la sesión con asistencia de dieciocho ciudadanos representantes, según declaró la Secretaría después de haber pasado lista.

"Se da lectura a la Orden del Día.

"Sin que motive discusión se aprueba el acta de la sesión anterior, celebrada el día cuatro del actual.

"La Secretaría da cuenta con los asuntos en cartera:

"Tres oficios de la Secretaría de Gobernación en que se transcriben otros tantos de la de Relaciones Exteriores, en que se solicita el permiso constitucional necesario para que los CC. José Gorostiza, José Muñoz Zapata y Daniel Escalante y Ortega, puedan aceptar y usar condecoraciones que les confirió el Gobierno de Bélgica. Recibo, y a la Comisión de Puntos Constitucionales.

"Oficio de la Secretaría de Gobernación en que comunica que el C. Presidente de la República nombró al C. Emilio Calderón Puig, embajador extraordinario y Plenipotenciario de los Estados Unidos Mexicanos, ante el Gobierno de la República de El Salvador . - Recibo, y resérvese para la Cámara de Senadores.

"Oficio de la Suprema Corte de Justicia en el que comunica que con fecha primero de junio inauguró el segundo período de sesiones . - De enterado.

"Las Legislaturas que a continuación se mencionan, informan lo siguiente: De Aguascalientes, que eligió Presidente y Vicepresidente para integrar se Mesa Directiva del mes de junio; de Baja California, que clausuró su segundo período ordinario de sesiones y designó su Comisión Permanente; de Coahuila, que abrió un período extraordinario de sesiones y designó su Mesa Directiva; de Durango, que clausuró su segundo período ordinario de sesiones y designó su Diputación Permanente, y de Guerrero que clausuró su primer período ordinario de sesiones correspondiente al tercer año de ejercicio, y designó su Diputación Permanente . - De enterado.

"La Legislatura del Estado de Hidalgo comunica que con fecha ocho de junio concedió licencia al C. Alfonso Corona del Rosal, Gobernador Constitucional del Estado, nombrando Gobernador Interino al C. mayor Oswaldo Cravioto Cisneros . - De enterado.

"La Presidencia informa que encontrándose a las puertas del Salón de Sesiones la excelentísima señora Golda Meir, Ministra de Relaciones Exteriores del Estado de Israel, designa en comisión para recibirla e introducirla al salón a las CC. diputadas Marta Andrade de del Rosal y Guadalupe Martínez de Hernández Loza, a los CC. senador Guillermo Ibarra y secretario senador Leopoldo Sánchez Celis.

"El C. Manuel Moreno Sánchez, Presidente de la Comisión Permanente, dirige breves palabras de salutación a la excelentísima señora Meir, deseándole que al regresar a su patria exprese a su pueblo los deseos del pueblo mexicano por el progreso, la paz y el trabajo de los habitantes de Israel.

"A continuación la señora Meir lee un discurso en el que manifiesta su profundo agradecimiento por la hospitalidad que se le ha brindado por todas partes, así como el esfuerzo que el Estado de Israel ha realizado para alcanzar su progreso en absoluta libertad, en una tierra que ha sido descuidada por siglos.

"Para contestar el discurso de la señora Meir, hace uso de la palabra el C. diputado Juan José Osorio Palacios, quien recuerda la aportación que ha dado a la cultura y a la ciencia universal el pueblo de Israel, que al igual que México tiene empeñado su esfuerzo en una lucha incesante para lograr un mejor nivel de vida, y que ha encontrado el camino que lo llevará a la superación de sus problemas para hacer realidad los principios de justicia social.

"Al retirarse de la Cámara la señora Meir, es acompañada por la misma comisión que la recibió.

"A las once horas y treinta y siete minutos se levanta la sesión y se cita para el próximo martes dieciséis a las doce horas".

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.

- El mismo C. Secretario: Se va a dar cuenta con los asuntos en cartera:

"Estados Unidos Mexicanos. - Poder Ejecutivo Federal . - México, D. F . - Secretaría de Gobernación.

"CC. Secretarios de la H. Comisión Permanente del Congreso de la Unión. - Presentes.

"La Secretaría de Relaciones Exteriores se ha dirigido a esta de Gobernación, con fecha 5 del corriente, manifestando lo siguiente:

"Con el presente me permito acompañar tres copias de la Resolución conjunta del Congreso de los Estados Unidos de América así como su traducción al español en que se dispone que anualmente, veinticuatro de sus miembros serán

designados para reunirse con representantes de la Cámara de Diputados y la de Senadores de México, a fin de tratar problemas de interés común para el mejor desarrollo de las relaciones entre ambos países . - Por el interés de la Resolución de que se trata, mucho agradeceré a usted, se sirva enviar los documentos respectivos al H. Congreso de la Unión".

"Lo que transcribo a ustedes para su conocimiento y fines procedentes, acompañándoles con el presente los anexos que se mencionan.

"Reitero a ustedes mi atenta consideración.

"Sufragio Efectivo. No Reelección.

"México, D. F., a 10 de junio de 1959. - Por Ac. del C. Secretario, el Oficial Mayor, licenciado Noé Palomares".

"Secretaría de Relaciones Exteriores . - Dirección General de Cuenta y Administración . - Mayo 21 de 1959 . - Sección de Traductores.

"86o. Congreso . - Primera Sesión . - H. J. Res. 360.

"En la Cámara de Representantes (Diputados). - Mayo 4 de 1959.

"El señor Montoya introdujo la siguiente Resolución conjunta, que fue turnada al Comité de Relaciones Exteriores.

"Resolución conjunta para autorizar la participación de los Estados Unidos de América en Conferencias Parlamentarias con México.

"Se resuelve, por el Senado y por la Cámara de Representantes de los Estados Unidos de América, reunidos en Congreso:

"Que en número que no exceda de veinticuatro miembros del Congreso, se nombre una comisión para que se reúna conjuntamente y por lo menos una vez al año, cuando el Congreso no esté en sesión, con los representantes de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Senadores del Congreso Mexicano, con el fin de discutir los problemas comunes en interés de las relaciones entre los Estados Unidos y México. De los miembros del Congreso que se designe para los fines de esta Resolución (que en lo sucesivo se llamará), "el grupo de los Estados Unidos", la mitad se nombrara por el Presidente de la Cámara de Representantes (no menos de cuatro de los cuales serán electos entre los miembros del Comité de Relaciones Exteriores), y la otra mitad se nombrará por el Presidente del Senado entre los miembros de dicho Senado (no menos de cuatro de los cuales serán del Comité de Relaciones Extranjeras).

"Sección. Se autoriza una tarifa de $ 30,000.00 (dólares) anuales, de los cuales $ 15,000.00 serán para la delegación de la Cámara de Representantes y $ 15,000.00 para la delegación del Senado, o bien la parte de esa cantidad que sea necesaria, para ayuda de solventar los gastos del grupo de los Estados Unidos en el grupo interparlamentario México - Estados Unidos, para cada año fiscal en el cual se apruebe una partida, la cual se desembolsará mediante comprobantes que sean aprobados por el Presidente de la Delegación de la Cámara de Representantes y por el Presidente de la Delegación del Senado. "Sección 3. El grupo de los Estados Unidos en el grupo interparlamentario México - Estados Unidos someterá a la consideración del Congreso un informe por cada año fiscal en que se apruebe una partida, incluyendo los gastos erogados según dicha partida.

"Sección 4. El certificado del Presidente de la delegación de la Cámara de Representantes o de la delegación del Senado en el grupo interparlamentario México - Estados Unidos será considerado en lo sucesivo como definitivo y final para los funcionarios de la auditoría, al hacer la glosa de las cuentas del grupo de los Estados Unidos en el grupo interparlamentario México - Estados Unidos" . - Recibo, y a las Comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Relaciones Exteriores.

- El C. secretario Aragón Rebolledo Eliseo (leyendo):

"Honorable Comisión Permanente del Congreso de la Unión: Considerando que las labores de las Cámaras de Senadores y de Diputados Federales requieren locales modernos, funcionales y adecuados, que por sus características permitan plenamente el desarrollo de sus múltiples y complejas actividades.

"Considerando que es evidente que las tareas legislativas resultarían de mayor eficacia, si en un mismo edificio se albergara a las dos Cámaras que forman el Congreso de la Unión, los suscritos presentan a esa H. Comisión Permanente la siguiente proposición:

"Desígnese una comisión especial, integrada por senadores y diputados para que estudie y haga las gestiones que estime convenientes a fin de promover ante quien corresponda la localización, proyección y constitución del Palacio Legislativo Federal.

"México, D. F., a 15 de junio de 1959 . - Manuel Moreno Sánchez . - Rodolfo Brena Torres . - Carlos Román Celis . - Eliseo Aragón Rebolledo . - Antonio Mena Brito". Conforme al artículo 58 del Reglamento, se pregunta a los autores de la proposición si desean hacer uso de la palabra. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se admite la proposición. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Admitida.

En votación económica, se pregunta si se dispensan los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Dispensados.

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba la proposición. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.

- El C. Presidente: En consecuencia, se designa la siguiente comisión especial integrada por los siguientes representantes, para que realice el contenido de la proposición a que se ha dado lectura por la Secretaría: Senador Guillermo Ibarra,

senador Mauricio Magdaleno, diputado Emilio Sánchez Piedras, diputada María Guadalupe Martínez de Hernández Loza y secretario senador Eliseo Aragón Rebolledo.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"Honorable Comisión Permanente del Congreso de la Unión: Considerando que en el próximo año de 1960, se cumple el cincuentenario de la Revolución Mexicana; considerando que esta fecha reviste para la presente vida del país trascendente significación por cuanto que el México actual es un producto de la misma Revolución y sus ideales básicos siguen orientando nuestra vida nacional, a la vez que son objeto de una interpretación actualizada que permite afinar sus medidas y procedimientos; considerando que en cuanto ve a las funciones parlamentarais y legislativas, fue el C. senador Belisario Domínguez quien ha dejado un ejemplo perenne de integridad, sensibilidad política y decisión ciudadana; los suscritos hacemos la siguiente proposición:

"1o. Que uno de los actos con que el Poder Legislativo conmemore el primer cincuentenario de la Revolución Mexicana, sea la edificación de un monumento al senador Belisario Domínguez, en el sitio conveniente de la Ciudad de México.

"2o. Nómbrese una comisión integrada por senadores de esta H. Comisión Permanente para que estudie los términos de la convocatoria respectiva, a fin de elegir el mejor proyecto que abarque la localización dentro de la ciudad para el monumento y la composición arquitectónica y escultural del mismo, mediante el ofrecimiento de un estímulo en efectivo a los concursantes.

"3o. Deberá tomarse muy en cuenta, para realizar el punto anterior, el que el monumento a Belisario Domínguez y su inauguración, queden comprendidos dentro del año de 1960.

"México, D. F., 15 de junio de 1959 . - Manuel Moreno Sánchez . - Rodolfo Brena Torres . - Carlos Román Celis . - Leopoldo Sánchez Celis . - Eliseo Aragón Rebolledo. - Antonio Mena Brito".

Conforme al Reglamento, se pregunta a los autores de la proposición si desean apoyarla verbalmente en esta sesión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se admite la proposición. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Admitida.

Siendo un asunto de obvia resolución, se pregunta a la Asamblea si dispensa los trámites. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Dispensados.

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobada.

- El C. Presidente: En consecuencia, se designa la siguiente comisión integrada por los siguientes representantes: Senador Vicente Dávila Aguilar, senador Donato Bravo Izquierdo, senador Francisco Hernández y Hernández, senador Abelardo de la Torre Grajales, y secretario diputado Juan Sabines Gutiérrez.

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"Memorial que dirigen a la H. Comisión Permanente del Congreso de la Unión, los CC. Diputados y Senadores, miembros del PRI, que suscriben, respecto a la política agraría del señor Presidente Adolfo López Mateos, y muy especialmente, como un comentario al Decreto Presidencial de 23 de abril de 1959.

"H. Comisión Permanente del Congreso de la Unión: Los suscritos, diputados y senadores de la XLIV Legislatura, nos dirigimos a esta H. Comisión Permanente para exponer y valorar algunos aspectos fundamentales que sobre política agraria ha venido realizando el Gobierno de la República, encabezado por el Presidente Adolfo López Mateos, que conforme a nuestra Constitución Política es la máxima autoridad en la materia.

"Durante la campaña presidencial que lo llevó a la Primer Magistratura del país, a través de todo el Territorio Nacional, el candidato López Mateos hizo una reiterada profesión de fe en los postulados de la Reforma Agraria, sosteniendo el propósito de no retroceder en su realización y de tomar nuevamente la bandera que orientó a los campesinos de México, para reafirmar sus principios, interpretándolos conforme a las nuevas condiciones económicas y sociales que vive el país, derivadas de nuestro desarrollo, con el fin de convertir al ejido en una unidad diversificada de producción económica capaz de sustentar como productora y consumidora a la población ejidal, en constante crecimiento, y de cooperar al desenvolvimiento agrícola e industrial de México, procurando que no se deformen y que mantengan la plenitud de su significado las instituciones agrarias que la Revolución ha creado.

"Desde la iniciación de sus tareas gubernativas, el Presidente López Mateos ha realizado actos determinados que prueban su actualizada concepción de la Reforma Agraria Mexicana. Vigorizó al Departamento Agrario, agregándole las atribuciones relativas al manejo de los terrenos nacionales y la colonización interna, para dar a aquellos terrenos y a la tarea colonizadora un destino y un sentido acordes con los objetivos de la Revolución y emplearlos como instrumento fundamental para la tan necesaria redistribución demográfica.

"Por medio de un acto administrativo especial y transcendente estableció, apoyado en los preceptos del Código Agrario, el ejido ganadero en Cananea, creando así junto al ejido agrícola una entidad ejidal que sustente la industria ganadera; y fijó ideas para comprender al ejido como base de explotaciones forestales o de otras industrias que tiendan al aprovechamiento de los bienes ejidales, dentro de la concepción agraria mexicana, que armoniza y complementa las dos formas básicas de tenencia de la tierra comprendidas en

nuestro régimen constitucional: El ejido y la pequeña propiedad.

"El acto más reciente de esta política presidencial que estimamos trascendente y que tiende a imprimirle impulsos económicos modernos y eficaces al ejido, se encuentra en el Reglamento de 23 de abril de 1959, publicado en el tomo 233, número 45, página 6, del "Diario Oficial" de la Federación que crea normas para la planeación, control y vigilancia de los fondos comunes ejidales.

"En vista de la importancia que, según nuestro parecer, tiene el mencionado Reglamento, nos sentimos obligados a expresar las siguientes apreciaciones:

"I. El decreto presidencial a que aludimos tiene una importancia decisiva a la luz de la doctrina de la Reforma Agraria, fundamentada en nuestro país por la Revolución Mexicana, y pertenece ya a la tradición social de nuestra patria con el mismo rango que otros documentos fundamentales de la vida social y política del país;

"II. Dicho decreto presidencial, independientemente de sus propósitos reglamentarios concretos, contiene una reafirmación de los principios de la Reforma Agraria, interpretados conforme a las condiciones generales que nuestro país vive en la actualidad;

"III. El decreto que citamos, postula los principios que la Reforma Agraria Mexicana ha querido realizar en nuestro país para lograr la integración política de nuestra nacionalidad; la elevación constante del nivel de vida de la población rural mediante el cambio radical de sus condiciones económicas, sociales y culturales; la entrega de la tierra a los campesinos mexicanos como instrumento de libertad, progreso y estabilidad; la implantación en la población rural mexicana - que constituye mayoría en el país, de una norma indeclinable de justicia social.

"Ahora bien, para medir las proyecciones que en la vida nacional alcanza el propio Reglamento, es necesario tomar en cuenta las actuales condiciones sociales y económicas de México, es decir, el crecimiento demográfico, el acelerado proceso de industrialización, el aumento de las comunicaciones, las disponibilidades de energía y el mejoramiento de la técnica, así como la ampliación constante de la cultura, la seguridad y la salubridad en nuestro medio social.

"De lo anterior se desprenden las siguientes conclusiones:

"1o. El patrimonio ejidal, constituido por el conjunto de tierras, aguas, bosques, pastos, arenas, calizas, canteras y otros recursos (incluyendo el paisaje en cuanto se refiere a la industria turística) representa un caudal de gran valor económico que debe hallarse en plena producción, y que bien manejado podría mejorar el volumen y la calidad de la producción ejidal y apoyar, ademas, el financiamiento de muchas actividades y fuentes de trabajo necesarias.

"2o. El patrimonio ejidal, así concebido, constituye un poderoso recurso para aumentar la ocupación de la población disponible y creciente en el medio rural, proporcionando medios de vida de los campesinos con derechos agrarios a salvo, que no puedan o no quieran movilizarse hacia regiones donde haya tierras afectables de propiedad nacional o particular.

"3o. Esa concepción patrimonial del ejido lo afirma vigorosamente como unidad económica destinada no sólo a la industria agrícola, sino a la ganadera, a la silvícola, y a las demás que pueden y deben promoverse para el debido aprovechamiento de los recursos ejidales, naturales y humanos.

"4o. El propósito de fomentar el patrimonio ejidal significa una tendencia clara hacia la planeación económica, general y regional, en función de los grupos humanos y de sus recursos y posibilidades. Esa planificación tiende a vincular al ejido al actual desarrollo general del país, precisamente para acelerar la integración de la nacionalidad; propósito que tuvieron siempre los forjadores de la Revolución por medio de la Reforma Agraria.

"5o. Por otra parte, el crecimiento y multiplicación de los centros urbanos en el país, y los progresos de la ciencia aplicada, acrecientan cada día los valores económicos de muchos bienes y recursos, y dan mayor significado al patrimonio que la Revolución entregó a los ejidatarios.

"6o. Finalmente, el manejo planificado y técnico del patrimonio ejidal, explotado por las propias comunidades, dentro de las condiciones económicas modernas, en beneficio directo de los ejidatarios, es una de las más eminentes proyecciones para lograr el aumento de su capacidad productiva, diversificada y progresiva, acorde con el progreso social y el adelanto cultural. La protección económica de su trabajo y de su producción, convertirá a la población ejidal en mejor productora y consumidora, dentro del desarrollo nacional acelerado, y fortalecerá el mercado interno. Con la progresiva participación de la población ejidal en la vida económica y política actual de México han de lograrse las metas de la democracia y la justicia social.

"En vista de las consideraciones que hemos hecho, estimamos conveniente tomar las siguientes medidas:

"1. Por la trascendencia y profundidad del contenido ideológico y doctrinario del decreto de 23 de abril de 1959, sus postulados deberán recogerse para elaborar una ley que amplíe el radio de vigencia del Reglamento y provea al resguardo y organización del patrimonio ejidal y a la planeación y fomento de su explotación.

"2. Se debe activar al máximo, dentro de la ley, la aplicación de los procedimientos encaminados al reparto agrario y a destruir el latifundio, en cualquier forma que exista y a evitar su reconstitución, especialmente con la creación de nuevos centros de población agrícola, ganadera y forestal, así como los referentes a la titulación y deslinde de los derechos de ejidatarios y comunidades. Al mismo tiempo, se debe promover lo necesario para que los principios de la Reforma Agraria logren vías de aplicación más efectivas, dentro de las condiciones modernas, económicas y políticas del país.

"3. Promover las leyes que se consideren adecuadas para proteger debidamente la propiedad y organizar el patrimonio de las comunidades indígenas,

así como planear y fomentar su aprovechamiento.

"4. Difundir el Reglamento de 23 de abril de 1959 y explicar a la población rural y a las masas populares del país sus proyecciones históricas, económicas, políticas y sociales.

"5. Promover lo que corresponda, dentro de nuestras facultades, para el cumplimiento y la realización de los principios y normas que contiene el mencionado decreto presidencial.

"6. Señalar los actos agrarios del Presidente Adolfo López Mateos como básicos para la interpretación actual de nuestra Revolución en materia agraria dejando en claro testimonio de ello.

"Por lo anteriormente expuesto, solicitamos a esa H. Comisión Permanente del Congreso de la Unión, de la cual formamos parte, resuelva lo que estime procedente respecto a este memorial, dándolo a conocer en sesión pública e incluyéndolo en sus anales, para hacerlo del conocimiento de las Legislaturas de los Estados, de los ciudadanos Gobernadores, de los Ayuntamientos del país, de los partidos políticos y, en general, de los grandes sectores del pueblo mexicano.

"México, D. F., a 11 de junio de 1959 . - Diputados: Emilio Sánchez Piedras.

- Ricardo Alzalde Arellano . - Juan Sabines Gutiérrez . - Esteban Corzo Blanco.

- Francisco Argüello Castañeda . - Manuel Moreno Cárdenas . - Antonio Castro Leal. - Marta Andrade de del Rosal . - Rafael Buitrón Maldonado . - Emilio Aguilar Carcés. - Enrique W. Sánchez García . - Aurelio García Sierra . - Andrés Manning Valenzuela . - Manuel Yáñez Ruiz . - Federico Ocampo Noble Pérez . - Francisco Rivera Caretta . - José María Martínez Rodríguez . - José de Jesús Castro Ruvalcaba. - Sidronio Choperena Ocariz . - Manuel Martínez Orta . - Graciana Becerril Bernal de Beltrán . - Jesús Ortega Calderón . - Ana María Zapata P. de Manrique. - Esperanza Téllez Oropeza. - Ignacio Aguiñaga Castañeda. - Aurora Arrayales de Morales. - Aurelio García Valdés. - Arturo Llorente González. - José Vallejo Novelo. - Aarón S. Villarreal Villarreal. - Florencio Barrera Fuentes. - Juan José Osorio Palacios. - Enrique Gómez Guerra. - Alberto Medina Muñoz. - Manuel Hernández Hernández. - Manuel Herrera Angeles.

"Senadores: Manuel Moreno Sánchez. - José María Tapia Freyding. - Fernando Lanz Duret. - Carlos Román Celis. - Nicolás Canto Carrillo. - Antonio Salazar Salazar. - Eliseo Aragón Rebolledo. - Manuel Hinojosa Ortiz. - Francisco Velasco Curiel. - Vicente García González. - José Castillo Tielmans. - Abelardo de la Torre Grajales. - Hilario Medina. - Carlos Real Félix. - Alberto Medina Muñoz. - Porfirio Neri Arizmendi. - Domingo Olvera Gómez. - Enrique Dupré Ceniceros. - Antonio Mena Brito. - Mariano Azuela. - Jesús López Lira. - Rodolfo Brena Torres. - Rafael Moreno Valle. - Natalio Vázquez Pallares. - Teófilo Alvarez Borboa. - Ramón Ruiz Vasconcelos. - Edgardo Medina Alonso. - José Rodríguez Elías. - Guillermo Ibarra Ibarra. - Vicente Dávila Aguirre. - Leopoldo Sánchez Celis. - Francisco Hernández y Hernández. Está a discusión.

- El C. senador Vázquez Pallares Natalio: Pido la palabra.

- El C. Presidente: Tiene la palabra el señor senador Natalio Vázquez Pallares.

- El C. senador Vázquez Pallares Natalio: Honorable Comisión Permanente: Ante la XXVI Legislatura del Congreso de la Unión, primer parlamento de la Revolución Mexicana, se planteó en toda su plenitud y en toda su tragedia, la situación de miseria, económica y espiritual en que vivían los hombres que laboraban como peones en las haciendas del porfiriato. Ante ella se expuso, también, la necesidad, urgente e imperiosa, de destruir el sistema latifundista y de hacer factible el acceso de los muchos a la tenencia de la tierra.

"Algunos pensaron entonces, que la mejor manera de democratizar la posesión de la tierra era creando y fomentando la pequeña propiedad; pero una voz valiente como pocas, la voz de Luis Cabrera, se hizo y ubicó la Reforma Agraria en sus verdaderas dimensiones. Cabrera se expresó de esta manera

"...comenzó a comprenderse que no era precisamente la necesidad de crear la pequeña propiedad particular la más urgente; se vio que todos esos medios podrían satisfacer las necesidades de uno, de dos, de diez, de cien individuos; pero que las necesidades de cientos de miles de hombres cuya pobreza y cuya condición de parias dependen de la desigualdad en la distribución de la tierra, no quedaban satisfechas por ese sistema. Se comprendió entonces, prosigue, que había otro problema mucho más hondo y mucho más importante que todavía no se había tocado y que sin embargo, era de más urgente resolución; éste era el problema de proporcionar tierra a cientos de miles de indios que las habían perdido o que nunca las habían tenido".

¿Cómo dotar, entonces, a esos cientos de miles de campesinos? ¿Qué sistema de propiedad había que crear para garantizar y lograr la prosperidad de la clase campesina? ¿Quién o quiénes debían ser los nuevos propietarios?

Todas estas preguntas, señores diputados y señores senadores, flotaban en el ambiente de la Revolución triunfante. Y la respuesta adecuada la dio el propio Cabrera al presentar una solución mexicana. "Poco a poco, dice, fue precisándose, entretanto, el otro problema, el verdadero problema agrario, el que consiste en dar tierras a los cientos de miles de parias que no las tienen. Era necesario dar tierra, no a los individuos, sino a los grupos sociales".

Así nace el ejido mexicano. No dar tierra a los individuos, darla sí, a los grupos sociales. Nace como instrumento de libertad. Nace como medio de emancipar económicamente al campesino. Nace como una unidad económica y jurídica al servicio, no del individuo aislado, sino para beneficio de una colectividad. Un gran sentido de justicia social lo inspira: Destruir la pobreza y la condición de parias de miles de campesinos basada en la desigualdad, en la distribución de la tierra. Y la Revolución al democratizar la tenencia de la tierra, constituyendo ejidos a lo largo y a lo ancho de la República y al hacer sus poseedores a millones de mexicanos ha hecho más mexicana a la patria mexicana.

Lo hasta aquí expuesto, y la experiencia adquirida en cuarenta y nueve años de luchas revolucionarias, nos lleva, señores senadores, señores diputados, a formular una conclusión cierta: Ni entonces, en 1910, ni ahora, en 1959, existe otra forma capaz, como el ejido, de poner la tierra en manos de los campesinos. El ejido fue entonces, y lo es ahora, y lo será en el futuro, el único camino eficaz para llevar a cabo la Reforma Agraria y el único medio para evitar la reconstitución de los latifundios.

Si aceptamos las ideas expuestas, a los hombres de la Revolución , en la hora presente no nos queda sino realizar la siguiente tarea: Continuar, sin descanso, la dotación de ejidos a los pueblos, hasta que podamos afirmar, con la satisfacción que brinda el deber cumplido, que en México no existe un solo latifundio.

"La afirmación anterior, no es demagógica. Está basada en la realidad. En la mayoría de los Estados el latifundio ha sido quebrantado; pero no destruido en su totalidad. En el norte, en el sureste, y en otros rumbos de la patria, queda en pie un latifundismo donde predominan las tierras pastales y las cubiertas por grandes bosques. Allí hay que hacer llegar la Reforma Agraria y organizar los ejidos ganaderos forestales.

El señor Presidente López Mateos está andando ya este camino. Cananea es un ejemplo a seguir.

La Reforma Agraria, por todo lo expuesto, es un fenómeno social que no sólo lleva el propósito de destruir un régimen de apropiación de la tierra, el latifundista, inapropiado ya para cumplir los anhelos del pueblo mexicano, sino que lleva también la finalidad, ya realizada en México, de la creación de nuevas instituciones: El ejido y la pequeña propiedad, de nuevas formas de producción, de nuevos modos de explotación y de cultivo de la tierra, de nuevas maneras de efectuar el reparto de la riqueza agrícola, ganaderas, forestal e industrial producida por y para un conjunto de hombres y de nuevos procedimientos de intervenir en la venta de los productos.

Todas estas transformaciones sociales que estamos presenciado originan o deben originar, nuevas concepciones en las ciencias de la economía, del derecho, de la estructura administrativa, de las normas democráticas, de la política y de la vida social toda de los mexicanos.

¿Hemos respondido a estos imperativos que la capacidad creadora de nuestra Revolución pone a nuestra consideración? Si hemos de ser sinceros, la respuesta debe ser: Totalmente no. Y aquí se origina la importancia de este histórico debate de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.

Un decreto del señor Presidente Adolfo López Mateos, el publicado el día 23 de abril del presente año, ha puesto a discusión de nuevo un tema trascendental: El sistema ejidal mexicano.

¿Qué actitud debemos asumir, los revolucionario, para hacer una examen crítico del ejido?

Debemos condenar, en forma definitiva, la actitud de los revisionistas. En el fondo, como se verá estos críticos del sistema ejidal tratan de destruir el ejido. Afirman, sin demostrarlo, que la aspiración fundamental de la Revolución Mexicana fue el entregar la tierra en propiedad particular. Y, si así es, debe fraccionarse los ejidos y titularse las parcelas en propiedad a los hoy ejidatarios. De esta manera se pondrá en circulación una riqueza estancada y los dueños harán producir más a la tierra al sentirse seguros de su posesión y disfrute de sus productos. Estos teóricos del agrarismo olvidan las enseñanzas de la historia de México. Los liberales, en el siglo pasado, aplicaron este criterio y dispusieron el fraccionamiento de las comunidades indígenas. ¿Qué sucedió? Los indígenas fueron desposeídos, la propiedad se concentró en pocas manos y se constituyeron los latifundios porfiristas.

Otros afirman que la tierra no debe darse en ejidos; que el mejor sistema para aumentar la producción agrícola es la colonización. Los hechos hablan. No es necesaria teorizar para demostrar que este sistema sólo ha producido el nacimiento de nuevos latifundios.

La actitud correcta, la que debemos asumir los revolucionarios, es la que, en el considerando tercero del decreto que comentamos, señala el señor Presidente Adolfo López Mateos. En él, con su claridad acostumbrada, dice: "... El éxito de nuestro agrarismo depende de la medida en que se consume y lleve a sus últimas consecuencias a los ideales que movieron al pueblo, con inflexible rectitud para impedir que se deformen o nulifiquen las instituciones revolucionarias".

En el agro, dos son las instituciones creadas por la Revolución Mexicana: El ejido y la auténtica pequeña propiedad. Según el pensamiento presidencial debe impedirse, con inflexible rectitud, que una u otra se deformen o nulifiquen; pero debe impulsarse, eso sí, su desarrollo hasta sus últimas consecuencias.

Esta es la conducta revolucionaria a seguir. Esta es la norma que debe inspirar nuestros pensamientos y nuestros actos como legisladores, al forjar el nuevo derecho revolucionario. Nada que deforme o nulifique al ejido; nada que lo obligue a permanecer estático y sí abrirle los anchos cauces jurídicos que lo conduzcan a realizar, en toda su plenitud, los ideales de justicia social que originaron su nacimiento.

Nuestro ejido, en su origen, fue concebido como un complemento del jornal del peón; después se le dio la misión de producir dos tantos del importe del salario del peón y, más tarde, al ampliar la extensión de la parcela, se pensó en que debía satisfacer las necesidades de una familia campesina. Esta concepción se comenzará ampliar y en Yucatán, en Lombardía en Nueva Italia, en La Laguna y en otras partes, se pusieron las bases para que el ejido se trabajara como una unidad agrícola e industrial.

En el México actual, el señor Presidente de la República, don Adolfo López Mateos, vuelve a su cauce histórico la concepción del ejido. Como candidato, en el Estado de Morelos, afirma: "Debemos examinar el problema ejidal a la luz de los principios que rigen a nuestra nación en proceso de desarrollo. La formación del patrimonio agrícola

la debe constituir una de las preocupaciones fundamentales para lograr una agricultura eficiente y productiva. Para ello, se requiere la atención equilibrada de los distintos aspectos que la integran: Agua para la irrigación, adaptación del trabajo agrícola de temporal a las condiciones del ambiente, fertilizantes, insecticidas, tecnificación y crédito, deben concurrir a desarrollar granjas en muchas parcelas que actualmente son trabajadas deficientemente, completándolas con la plantación de árboles frutales, con la cría de animales de ganado mayor y menor, y otras actividades productivas".

Mas no se queda allí la concepción del candidato de la Revolución: Agrega además: "...Debe evitarse la destrucción de los elementos naturales y cualquier daño que pueda sufrir la tierra; debe procurarse que el ejido integre unidades de producción agrícola industrial".

Y este pensamiento del candidato, comienza a hacerse norma jurídica en las disposiciones fundamentales del decreto de fecha 23 de abril que comentamos. Este es seguramente, señores senadores, señores diputados, el porvenir del ejido si se quiere no sólo que subsista, sino que justifique su importancia en la economía nacional y realice sus finalidades de hacer más equitativo el reparto de los productos que produce la tierra.

Puede, sin embargo, explotarse el ejido como unidad agrícola e industrial y no realizar sus postulados de justicia social. Esto es una lacerante realidad en muchas partes de la República. La ruptura del equilibrio entre la ciudad y el campo, entre la agricultura y la industria, se llevó a cabo, en las comunidades agrarias, al excluir de su acción ciertos bienes. Por ejemplo, al dejar en manos extrañas los ingenios azucareros, las plantas desfibradoras de henequén, los molinos de trigo, de arroz y de ajonjolí, las fábricas de resina, los aserraderos y las fábricas de celulosa. (Aplausos). Este hecho ha originado la existencia de un latifundio más cruel y más voraz.

En efecto, hay en la República miles de hectáreas, en algunos casos más de cien mil, explotadas por una sola compañía maderera. Muchos ejidos están dentro de esta zona de abastecimientos. Y ¿Qué sucede? Que las empresas se llevan sus árboles, se adueñan de su riqueza, sus miembros se hacen millonarios, y los ejidatarios sólo reciben un raquítico derecho de monte y se han convertido muchas veces en simples asalariados de un nuevo patrón. Situación similar se guarda en los ingenios, en los molinos y en las zonas henequeneras.

Esta situación debe ser definitivamente destruida.

López Mateos así lo expresó en Yucatán. Dijo entonces: "El ejidatario no debe sentirse ni debe de ser concebido como asalariado; precisamente el sistema ejidal tiende, en su esencia, a convertirlo en un hombre libre. Todas aquellas irregularidades deben ser motivo de correcciones y de vigencia".

Es el 23 de abril de 1959 cuando el señor Presidente de la República da un paso más para corregir irregularidades. El decreto que comentamos sienta las bases para restablecer la armonía y el equilibrio entre la industria y la agricultura ejidales, pero en beneficio directo de los ejidatarios.

Allí, en ese ordenamiento jurídico, se expresan con claridad que los dineros del fondo común, los créditos y la inversión que de sus propios recursos otorgue a los ejidatarios el Fondo Nacional de Fomento Ejidal, se dedicarán preferentemente a la organización y fomento de las explotaciones de montes, de pastos y de otros recursos del ejido a fin de que sean realizados directamente y con mayores beneficios para las comunidades agrarias.

Si nosotros estamos en actitud y con el deseo de cumplir, como se ha expresado en ese memorándum, la función que nos toca de crear el derecho revolucionario de acuerdo con las instituciones que ha creado la Revolución; si nosotros estamos, como lo hemos expresado, en actitud de examinar el decreto trascendental e histórico del señor Presidente de la República y elevarlo a la categoría de ley, con el propósito de ampliarlo y realizar realmente sus proyecciones, este concepto del ejido que el señor licenciado López Mateos expresó como candidato y confirma como Presidente, debe ser el rumbo que nos oriente, con objeto de que el año que entra, aniversario de la Revolución Mexicana, sentar las bases del ejido y echar a andar hasta sus últimas consecuencias, la Reforma Agraria.

Otra corrección de irregularidades que tiene el decreto: Se ha utilizado por muchos años el realizar permutas entre ejidos y pequeñas propiedades. Aparentemente las transacciones eran de una honestidad a toda prueba; tierras de labor perfectamente clasificadas se cambiaban por tierras de labor perfectamente clasificadas en los ejidos, pero la maniobra escondía otros propósitos: La tierra ejidal que se pedía en permuta no iba a ser dedicada a la agricultura sino que iba a ser dedicada a fines de especulación y de enriquecimiento ilegítimo.

Entonces, el señor Presidente, en el decreto que comentamos, establece con plenitud, con claridad, mejor dicho, que las permutas ejidales podrán permitirse siempre y cuando se establezca el equilibrio entre lo que vale un terreno y lo que vale el otro, pero no con una condición, de que el día que el permutante particular las dedique a fines que no sean agrícolas, será nulo de pleno derecho. Esto corregirá tantas especulaciones, tantas injusticias que se han cometido con los hombres del campo.

Hay otro problema último que debemos comentar y que al comentarlo debemos alegrarnos que así sea y se realicen los propósitos presidenciales:

las expropiaciones de bienes ejidales. En muchas partes, en Acapulco, en Cuernavaca, en México, en Guadalajara, en Sinaloa y en otras parte se expropiaron ejidos; y al expropiarse se les dio una indemnización ridícula; y esas expropiaciones, esos terrenos expropiados - mejor dichos - , sirvieron para que muchos individuos, muchos de ellos políticos hicieran fraccionamientos en zonas residenciales. Y mientras ellos adquirían millones de pesos, los campesinos y los ejidatarios morían y siguen muriendo en la miseria.(Aplausos)

Y esto constituye uno de los puntos fundamentales de los principios que sustenta el decreto de 23 de abril.

Señores senadores, señores diputados: Tenemos una gran responsabilidad histórica: Estoy seguro que todos nosotros sabremos afrontar con decisión, y sabremos hacer honor a la Revolución mexicana, a sus principios y a quien hoy enarbola la bandera limpia y segura, el señor Presidente Adolfo López Mateos". (Aplausos).

- El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Florencio Barrera Fuentes.

- El C. diputado Florencio Barrera Fuentes: Honorable Comisión Permanente:

"Cuando un grupo de senadores y diputados, miembros de esta honorable Comisión Permanente y militantes del sector campesino, nos invitó a estudiar y analizar el "Reglamento para la Planeación, Control y Vigilancia de la Inversión de los Fondos Comunales Ejidales", expedido por el Presidente de la República, efectivamente pudimos valorar la importancia de las medidas dictadas en ese ordenamiento, no sólo en protección decidida, eficaz y rígida, de los recursos económicos de la población ejidal de México, sino también como la afirmación de una nueva etapa de nuestra Reforma Agraria.

Y a un acontecimiento de esta naturaleza y de esta magnitud, no puede ni debe ser ajena la Representación Nacional, razón por la cual es de apoyarse la idea de que aquí se analice y valore la política agraria del Gobierno del licenciado Adolfo López Mateos. Superando la idea de que el problema agrario es el reparto de la tierra, el Presidente López Mateos, como candidato, había ofrecido que la Reforma Agraria seguiría adelante, y que para lograrlo se aplicarían una política y una técnica que pudieran mejorar las condiciones de trabajo de las masas campesinas. Y ya pudimos contemplar en el período ordinario de sesiones del Congreso, el año pasado, al discutir su iniciativa sobre la nueva Ley de Secretarías y Departamentos de Estado, cómo apenas llegado al Poder se proponía actualizar los ideales agraristas de la Revolución Mexicana, modificando las funciones de la dependencia administrativa de los Asuntos Agrarios; y destinando íntegramente el aprovechamiento de las tierras nacionales para la colonización interna y la ya indispensable redistribución de la población rural de nuestro país.

Vino después la creación del ejido ganadero, cuando en Cananea plantó la bandera de la Reforma Agraria y entregó en manos de campesinos, secularmente parias, una nueva fuente de riqueza que nunca antes habían detentado núcleos ejidales, hecho del que nos ocupamos aquí para aplaudir su realización, y demandar de los beneficiados su gran responsabilidad para hacer fructificar ese nuevo medio de sustento de la población campesina, con cuya entrega el Presidente de México caracterizaba la iniciación de su población campesina, con cuya entrega el Presidente de México caracterizaba la iniciación de su política agraria.

Hoy estamos analizando un hecho que viene a afirmar los ideales expuestos por el Jefe de la Nación en su gira como candidato. Con la misma inspiración que nuestros Constituyentes de 1917, que admitieron que los ideales de redención de las masas campesinas fueron los que impulsaron con mayor fuerza la Revolución Mexicana iniciada en 1910 y con la convicción de su deber de gobernante de proteger con mayor seguridad y eficacia los legítimos derechos de la población rural ha expedido el decreto de 23 de abril de 1959, con el cual se reestructura el funcionamiento de la organización económica del ejido, al no considerarlo ya sólo como factor de la producción agrícola, sino con la tendencia clara y precisa del mejor aprovechamiento de sus elementos humanos, acorde con el progreso de México en su industrialización y en la aplicación de la técnica contemporánea; y en el aspecto más encomiable, asegura y garantiza el manejo de los fondos de los núcleos rurales y les señala el mejor destino para su justo y exclusivo provecho.

El decreto que en esta ocasión es motivo de nuestro análisis y de nuestro juicio, es una proyección más del Presidente López Mateos por la grandeza de México, por el bien de su pueblo y el cumplimiento fiel de una promesa que hiciera como candidato, cuando afirmó: "...Que en la fundamental materia agraria, la Revolución, dinámica y progresista no dará un paso atrás, y que hemos de complementar nuestra acción agraria con el incremento de la técnica y con la aplicación de la política económica necesaria para hacer que la parcela sea más productiva para el ejidatario y el ejido más útil a la patria".

Como se afirma en el documento asignado por los señores senadores y diputados que está a discusión, las Reformas a la política agraria emprendidas por el Presidente de México y los postulados del Reglamento de 23 de abril habrán de demandar una ley que amplíe su vigencia y afirme el resguardo y organización de la riqueza ejidal y la planeación y mejor aprovechamiento de sus recursos, porque cuidando el funcionamiento económico del ejido no sólo se cuida a la población que de él se sustenta, sino que también y esto es lo más importante, se protege para el futuro la grandeza de México y el bienestar de los mexicanos". (Aplausos)

- El C. Presidente: Tiene la palabra el señor senador Sánchez Celis.

- El C. Sánchez Celis Leopoldo: Honorable Comisión Permanente: Vengo a expresar, en nombre de la Conferencia Nacional Campesina, nuestros puntos de vista, nuestras opiniones sobre el problema agrario, y la importancia, la proyección del decreto de 23 de abril.

El régimen de la propiedad de la tierra y las condiciones de vida de la masa rural determinan la tranquilidad, el bienestar y el progreso de un país que como México, ha fincado hasta ahora su estructura económica esencialmente en el esfuerzo de los hombres que trabajan la tierra. Por eso los Constituyentes de 1917 recogieron los ideales agrarios de los hombres que tomaron las armas para acabar con el sistema feudal y entregar a los campesinos esa tierra tan suya y tan lejana. Surge así el artículo 27 constitucional que configuró y dio perfiles legales al ejido, como un concepto distinto y moderno de la propiedad o tenencia de la tierra, que en su esencia no deriva del Calpulli como erróneamente afirman algunos teóricos ya

que éste, no era sino una forma más de explotación del hombre por las castas sacerdotales y militares autóctonas que gravitaban sobre el trabajo y la miseria de las grandes mayorías indigenas; así como tampoco es el ejido una reminiscencia de la propiedad comunal de la colonia que todavía existe y que en muchos casos se presta a confusión.

El ejido es una forma jurídica de tenencia y explotación de la tierra en que el concepto de la propiedad se sale de la esfera del Decreto Privado para entrar en la corriente del Derecho Público con un nuevo sentido social. Al triunfo de la Revolución queda firmemente establecido el dominio eminente de la nación en cuanto a la tierra se refiere y respetando la existencia de la auténtica pequeña propiedad, se constituye el ejido y es entregado en uso y usufructo a los campesinos para satisfacer así las aspiraciones populares:

En la aplicación de la Reforma Agraria se han fraccionado los latifundios, restituido y dotado de tierras a los pueblos, se han creado nuevos centros de población, se ha impulsado la agricultura, otorgando crédito a los campesinos, construyendo obras de grande y pequeña irrigación, creando el seguro agrícola ejidal, fijando precios de garantía a las cosechas y otras realizaciones como la Escuela Rural, Centros de Bienestar Rural, Seguro Social en el campo, etc., que son expresión de la preocupación de los regímenes revolucionarios por lograr mejores condiciones de vida para el pueblo.

Pero la Reforma Agraria no es únicamente el fraccionamiento de los latifundios, la restitución y dotación de tierras a los pueblos, la creación de nuevos centros de población, etc., no es solamente la entrega de la tierra a un mayor número de hombres. No es exclusivamente el fomento de la agricultura. La Reforma Agraria es y debe ser la planificación económica y social del ejido para la racional explotación de todos sus recursos, que permita elevar el nivel de vida de los campesinos en todos los órdenes y contribuya al desarrollo general del país.

Se llama Reforma Agraria por el ámbito en que se desarrolla, pero es la Reforma Social de la Revolución Mexicana que rompiendo los viejos moldes, impone a la propiedad privada las modalidades que exige el interés público, proscribe el latifundio y la especulación con las tierras, como medidas necesarias para dar al trabajador del campo la libertad económica sin la cual las otras libertades no florecen del todo.

De acuerdo con lo anterior debemos declarar con toda lealtad que no ha habido hasta la fecha una programación integral de la existencia, social del ejido y, por lo tanto, no se le ha dado la conformación económica que requiere para que participe eficientemente en el desarrollo general de la nación. Dicha programación es indispensable, urgente y debe integrarse con todos los aspectos que conforman el ejido: Organización, tenencia de la tierra, crédito, planificación agrícola, etc.

Reafirmamos, programación integral de acuerdo con las posibilidades, necesidades y realidad del campo mexicano para eliminar, entre otras cosas, el monocultivo que tanto daño causa a las tierras, a los campesinos y a la economía nacional y que nos lleve, además a una producción agrícola condicionada a las necesidades del mercado interior y exterior y que haga posible una justa, oportuna y real garantía de los intereses de los ejidatarios; eliminando radicalmente el arrendamiento del parcelas y la concentración de éstas, que lamentablemente vienen haciendo en su provecho malos dirigentes campesinos. Que organice los canales de crédito suficiente y oportuno para las necesidades de veinte mil ejidos que actualmente no gozan de crédito oficial y, el privado, cuando lo obtiene es usuario. Que fortalezca el esfuerzo que está realizando la Confederación Nacional Campesina para organizar a los ejidatarios por ramas de producción con sus respectivas uniones de crédito. Que elimine la mañosa lentitud burocrática de funcionarios y empleados federales que tiene su mejor expresión en las Comisiones Agrarias Mixtas, donde los expedientes en primera instancia por dotación, ampliación, restitución de tierras, etc., permanecen congelados en los archivos, sirviendo a intereses ajenos a la Revolución. Que promueva la reforma de la anticuada Ley de Colonización que encierra el peligro de que se configuren nuevos latifundios. Y, por último, que obligue a la reforma del Código Agrario para hacerlo más operante y eficaz, pues la Revolución tiene que ir perfeccionando sus leyes y afirmando sus instituciones.

Expresamos todo lo anterior, porque debemos hablar con toda verdad, porque antes que ocultar o soslayar los errores necesitamos meditar en la urgencia patriótica de enmendarlos.

México con su gran masa campesina reclama la entrega leal, vertical, con profundo sentido patriótico de los hombres que en esta hora tienen la grave responsabilidad de dar a la Reforma Agraria la actualización que requieren los tiempos modernos. El Presidente López Mateos, como lo ofreció en su campaña electoral, está cumpliendo con los principios de la Revolución Mexicana; derrumba la afrenta nacional de Cananea y surge el primer ejido ganadero colectivo; con el documento más trascendental de los últimos años en materia agraria, el Reglamento que crea el Fondo Nacional de Fomento Ejidal, da un impulso vigoroso a la Reforma Agraria.

Por eso, nos sumamos con plena convicción a los acuerdo enunciados en el memorial dirigido a esta honorable Comisión Permanente por los CC. diputados y senadores que lo suscriben, y al sumarnos, estamos vislumbrando en los horizontes agrarios de nuestro país la conjunción del pensamiento y la acción de los hombres que lucharon por los ideales agrarios, en los actos de gobierno meditados, serenos, ejemplarmente revolucionarios, el Presidente López Mateos que así cumple con su pueblo, que así gobierna para el pueblo, que así arraiga en la conciencia, en la lealtad y en las esperanzas de superación de los campesinos de México. (Aplausos)

- El C. Presidente: Tiene la palabra el señor diputado Emilio Sánchez Piedras.

- El C. Sánchez Piedras Emilio: Señor Presidente, señores senadores. Señores diputados: He suscrito, en mi carácter de diputado, el documento con cuya lectura se ha dado cuenta a esta honorable Comisión Permanente del Congreso. Considero de mi deber poner especial énfasis en dos cuestiones fundamentales que contiene la ponencia que hemos presentado a la consideración de ustedes.

Desde luego, deseo expresar como una convicción arraigada, que es necesario para el país, para el verdadero progreso de nuestro pueblo, que los principios de la Reforma Agraria, estatuidos en el artículo 27 de la Constitución y en las leyes que reglamentan este precepto constitucional, tengan cada día plena vigencia a lo largo de todo el Territorio Nacional. Considero también un imperativo y un motivo de limpieza revolucionaria, y tal es el espíritu que informa el reglamento presidencial que comentamos, que es indispensable impedir, con el instrumento de la ley en la mano y con la acción permanente del Gobierno, que no se deformen o desvíen las instituciones revolucionarias creadas en el campo de México, de su verdadero sentido de justicia social y de producción económica integral.

Dos son en realidad los principios que animan e informan la Reforma Agraria; el justo principio de entregar la tierra al hombre que la trabaja y el principio humanista también de explotar la tierra y no al hombre. Ambos principios han conducido a crear en el agro mexicano nuevas formas de vida, de trabajo de propiedad y de técnica agrícola; ambos principios han sido encaminados en las concepciones revolucionarias, pero es necesario poner especial énfasis en el hondo sentido de justicia social que significa el ejido; el ejido que es el mensaje de libertad para el campesino; el ejido que lo ampara y protege, completamente su salario y que surge en esta hora presente como una perspectiva, como una concepción económica, encaminada también a promover la industria agropecuaria del país. Quienes han pensado que parcelar al ejido constituye una garantía para el campesino, quienes consideran que atomizar el ejido tiene sentido económico y de justicia social, quebrantan, en realidad, el sentido revolucionario del mismo ejido. El ejido es el patrimonio comunal de los pueblos, el ejido es y debe ser una unidad económica encaminada a lograr una gran productividad, a participar en el desarrollo creciente de la economía nacional, a vivificar así los nuevos rumbos del porvenir agrícola nacional.

En el Reglamento del señor Presidente de la República, se trata especialmente de la planeación y el control de las inversiones derivadas de los fondos comunes ejidales, y se da al ejercicio de los fondos ejidales un alto sentido social; se impide el manejo arbitrario de los mismos; el destino injusto de ese patrimonio que corresponde al pueblo y a la nación. Se da, en realidad, en el Reglamento del señor Presidente de la República, a los bienes ejidales, a los bienes comunales de los ejidatarios, un claro sentido de patrimonio nacional al servicio del ejidatario y al servicio del país. Como ya se ha dicho también en esta sesión al glosar el decreto presidencial, también en este propio ordenamiento legal, se hace un examen y una reglamentación acuciosa y debida de las permutas ejidales. En realidad, se establecen ideas y disposiciones para substraer la permuta de terrenos ejidales del campo especulativo mercantil, para darle un sentido de mayor utilidad social, para convertirlo en una realidad benéfica para el campesino y útil para los intereses públicos.

Pero cuando la permuta no se realiza para sus verdaderos fines, entonces, conforme al decreto presidencial, puede y debe ser nulificada y deben reinvindicarse en favor del campesino ejidatario los propios terrenos ejidales.

Estas medidas que constituyen nuevas concepciones del ejido dentro del Reglamento del señor Presidente de la República, no solamente son una reiterada fe en los postulados de la Reforma Agraria del señor Presidente de la República, sino que, además, como ya se ha explicado en principio, están dando una nueva concepción al ejido, están marcando la etapa final de la Reforma Agraria, están precisando que el ejido debe ante todo ser una entidad económica donde perdure el trabajo colectivo, donde se le dé un sentido orgánico al ejido que permita su plena vigencia social, económica y política.

Tales son, a mi juicio, las nuevas concepciones y formas de explotación y de trabajo y de concepción jurídica que el Reglamento presidencial otorga al ejido. Y precisamente porque hemos considerado de un alto significado social y político las disposiciones contenidas en el Reglamento presidencial, hemos sometido a la consideración de esta honorable Comisión Permanente del Congreso, la conveniencia de elevarla al rango de ley del Congreso de la Unión. Ha de servirnos este Reglamento presidencial como punto de partida para ampliarlo y proyectarlo en todo su contenido social; para darle el significado y la proyección que en realidad tiene respecto de la nueva concepción ejidal. Es ésta una de las cuestiones fundamentales planteadas en el memorándum que hemos presentado a la consideración de la Comisión Permanente.

Pero he de poner especial énfasis también en una segunda cuestión que se deriva del segundo punto declarativo del memorándum que hemos presentado: Indicamos en ese segundo punto declarativo, siendo coincidentes con el propósito del señor Presidente de la República, que debe activarse el reparto agrario en el país, que debe liquidarse de manera difinitiva el latifundio en cualquier forma de supervivencia que pueda tener en la hora presente.

Particularmente considero que la concentración de la tierra en manos de muy pocos, que todavía prevalece en algunas regiones del país, ha logrado perdurar al amparo de fraccionamientos simulados, ha logrado extenderse a través de las grandes propiedades ganaderas, y lo que es más aún, en el seno mismo del ejido, donde existen con frecuencia concentraciones indebidas de las parcelas

De ahí la necesidad inaplazable de regularizar estas situaciones que han deformado en parte y han desviado de su cauce de justicia social a las instituciones que la Revolución ha creado en el agro mexicano para la prosperidad colectiva de los campesinos y de los agricultores.

Si miramos retrospectivamente hacia el pasado, hemos de decir que en verdad la historia de nuestra patria apenas es otra cosa que la historia de la lucha del mexicano por la posesión de la tierra y que a lo largo de nuestros acontecimientos históricos, México ha vivido en constante proyección hacia la libertad y la justicia. Consecuentemente con esta tradición ideológica de nuestro pueblo, hemos de concluir afirmando nuestra convicción revolucionaria de que el Reglamento presidencial expedido con un hondo sentido de lo que es la Reforma Agraria, abre la perspectiva de llegar a la etapa final para consolidar el ejido, vigorizarlo y alentar la pequeña propiedad agrícola, como formas indubitables para que el campesino y el agricultor mexicano vivan realmente en la libertad y en la dignidad, en el trabajo y en la paz social. (Aplausos)

- El C. Presidente: Tiene la palabra el señor diputado Salgado Páez.

- El C. Salgado Páez Vicente: Honorable Comisión Permanente: Sin duda el Reglamento expedido por el señor Presidente de la República el 23 de abril último, es el documento más importante que se ha dictado en la historia de México, en relación con la Reforma Agraria, desde hace treinta y siete años. El antecedente de este Reglamento lo encontramos en la famosa circular número cincuenta y uno de la extinta Comisión Nacional Agraria.

En esta circular se preveía la forma de aplicar la maquinaria en los ejidos, estableciendo el que en aquella época se llamaba "sistema colectivo" o "cooperativo" y que más propiamente debe ser llamado colectivo.

Se establecía también en esa circular, la prohibición del arrendamiento de pastos y de parcelas.

Se constituyó la parcela para la educación, la parcela escolar y se establecía que los productores del ejido debería separarse un 15%, 5% para el pago de contribuciones y 10% para formar un fondo común para la explotación de los ejidos.

Desde aquella lejana fecha, desgraciadamente se habían olvidado muchas de esas disposiciones y algunas pasaron al actual Código Agrario.

Ese olvido no solamente ha permitido que se desvirtúen los propósitos de beneficios para el campo, para los ejidatarios.

Los que por necesidad tuvimos el privilegio de dedicar los mejores años de nuestra juventud a la Reforma Agraria, tenemos que confesar haber cometido muchos errores: La falta de capacidad, la falta de experiencia, el medio hostil en que se principió a resolver el problema agrario, hicieron que las dotaciones a los pueblos fueran deficientes e incompletas. Cometimos errores de entregar los pozos de almacenamiento de las aguas a un ejido, y los terrenos donde se irrigaba con esas aguas, a Reasueblo.

Estos errores cometidos a raíz del principio de la Reforma Agraria, afortunadamente pueden ser corregidos, mediante la fusión y división de ejidos, para producir unidades económicas efectivas.

Afortunadamente esos errores cometidos por nosotros en nuestra juventud, jamás manchó el odio de hermanos. Desgraciadamente el olvido de esas disposiciones reglamentarias que prohibían el arrendamiento de pastos, el acaparamiento de parcelas, se olvidó; y es bien conocido de todos ustedes, cómo a través de las expropiaciones y de las permutas, se les quitaron a los pueblos muchas tierras ejidales que sirvieron para la especulación, haciendo fraccionamientos y vendiéndose a un precio mucho mayor del que fue entregado a los ejidatarios.

De esta manera, sí es importante el reglamento que dictó el señor Presidente de la República para la planeación, el control y aplicación de los fondos ejidales. Lo es doblemente importante, porque evita definitivamente que sigan produciéndose estas especulaciones.

No sólo desde el orden legal en que se evitará que las tierras del ejido sean sacrificadas para destinarlas a fines de especulación por los particulares, el Reglamento del señor Presidente trae también la enorme importancia de que considera al ejido como una unidad agrícola e industrial. Sabe que los campesinos, de acuerdo con el adelanto que ha tenido nuestro país, no solamente deben dedicarse a la agricultura, sino que tendrán complementariamente que industrializar los productos afines a la agricultura.

Entonces establece mediante el organismo creado por dicho reglamento, la posibilidad de que el fondo común de los ejidos, incrementado por el dinero que pueda dar la Federación, sea un fondo que permita la explotación de los ejidos íntegramente, aprovechando muchos productos industriales que en la actualidad no pueden llevarse a cabo.

Sin llegar a extremos demagógicos, quiero repetir lo que el mismo señor Presidente dice para que la Reforma Agraria tenga éxito. Dice que el éxito de la reforma agraria depende de la medida en que se consumen hasta sus consecuencias finales los ideales del pueblo, con una rigidez absoluta para que no se desvirtúen los propósitos que animaron en sus principios a dicha reforma, y no se desvirtúe tampoco el propósito y el objeto de las instituciones que ha creado la Revolución.

Por esta doble importancia que tiene el reglamento que estamos comentando, es por lo que quiero suplicar atentamente que me consideren firmante de la proposición que se eleva en estos momentos a la consideración de la H.

Comisión Permanente, porque en ella tuve una pequeña participación y, además, porque coincido íntegramente en sus propósitos y aprovechar esta oportunidad, no solamente para asegurarle al señor Presidente que haremos la mayor propaganda para que sea conocida su importante disposición; aprovechar también, repito, esta oportunidad para darle un voto de agradecimiento al señor Presidente, por la labor que hace en defensa de los campesinos mexicanos. Muchas gracias. (Aplausos)

El C. Presidente: En vista de lo expresado por los miembros de la Comisión Permanente que han hecho uso de la palabra, la Presidencia pide a esta Comisión su conformidad con las siguientes medidas

Que se encomiende a las Comisiones unidas de Agricultura y de Gobernación de esta propia Comisión Permanente, el desempeño de las siguientes tareas:

1a. Iniciar las labores que procedan para la redacción de una ley que como reglamentaria del artículo 27 constitucional, proteja, organice y fomente el patrimonio ejidal.

2a. Investigar cuáles Estados de la Federación no han cumplido con el deber constitucional de expedir leyes para la repartición de los latifundios y excitar a las Legislaturas respectivas a que cumplan con dicha obligación.

3a. Estudiar la adecuación, en cuanto a su lentitud, del procedimiento dotatorio, restitutorio y de formación de centros de población, a través de sus dos instancias, para que analicen la posibilidad de dictar medidas que aceleren la resolución de los expedientes pendientes.

4a. Investigar el número de resoluciones agrarias firmadas y no publicadas, o publicadas y no ejecutadas, para que también consideren los medios procedentes para llevar adelante el cumplimiento de dichas resoluciones.

5a. Solicitar del señor Presidente de la República que se digne ordenar a quien corresponda, dentro de la Administración que dirige, para que se realice con motivo del cincuentenario de la Revolución Mexicana, los planes que él ha venido considerando para la constitución de cien centros de población ejidal, agrícola, forestal y ganadera.

6a. Recibir las sugestiones y puntos de vista que les puedan presentar los sectores revolucionarios interesados en este asunto y acopiar el material que corresponda a esas labores.

"Estas dos Comisiones, al principiar el período ordinario de sesiones del Congreso, entregarán el resultado de sus trabajos a las Secretarías de cada una de las Cámaras, para que las Cámaras determinen la forma en que proceda continuarlos".

-El secretario Aragón Rebolledo Eliseo: Estando suficientemente discutido el memorial y habiendo dado la Presidencia un trámite al mismo, en votación económica se pregunta si se aprueban las conclusiones del memorial y el trámite expuesto por la residencia. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. (Aprobado)

El C. Presidente: (A las 14.25 horas): Se levanta la sesión y se cita para el próximo jueves a las doce horas.

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"DIARIO DE LOS DEBATES"