Legislatura XLIV - Año I - Período Ordinario - Fecha 19580910 - Número de Diario 17

(L44A1P1oN017F19580910.xml)Núm. Diario:17

Colegio Electoral

ENCABEZADO

MÉXICO, D. F., MIÉRCOLES 10 DE SEPTIEMBRE DE 1958

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO I. - PERÍODO ORDINARIO XLIV LEGISLATURA TOMO I. - NÚMERO 17

SESIÓN DE COLEGIO ELECTORAL DE LA H. CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 10 DE SEPTIEMBRE DE 1958

SUMARIO

1.- Se abre la sesión de Colegio Electoral. Se da lectura al dictamen de la Gran Comisión por el que se declara válida la elección para Presidente de la República efectuada el día 6 de julio del presente año, y que es Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, para el período que comienza el 1o. de diciembre de 1958 y termina el 30 de noviembre de 1964, el C. Adolfo López Mateos. Puesto a discusión el dictamen en lo general, pronuncian discursos en apoyo del mismo los CC. diputados Arturo Llorente González, Macrina Santana de Arenal, José Guillermo Salas Armendáriz, Aurora Arrayales de Morales y Blas Chumacero Sánchez. Se aprueba en lo general. Sin discusión en lo particular, se aprueba el dictamen en ese sentido. La Presidencia hace la declaratoria correspondiente y el proyecto de decreto pasa al Ejecutivo para efectos constitucionales.

2.- Se designan Comisiones para participar la declaratoria de esta H. Cámara acerca de la elección presidencial, al C. Presidente de la República, al C. licenciado Adolfo López Mateos, al H. Senado de la República, a la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación y al Partido Revolucionario Institucional. Se levanta la sesión.

DEBATE

Presidencia del C. FEDERICO ORTIZ ARMENGOL

(Asistencia de 140 ciudadanos diputados)

El C. Presidente (a las 12.25 horas): La Cámara de Diputados del Congreso de la Unión se erige en Colegio Electoral para conocer el dictamen de la Gran Comisión sobre las elecciones de Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, celebrada el día 6 de julio del presente año.

El C. secretario Díaz Durán Fernando: se va a dar cuenta con el dictamen de la Gran Comisión, relacionado con la elección de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

"Honorable Asamblea:

"En cumplimiento de lo dispuesto en la fracción I del artículo 74 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en los artículos 126 y 133 de la Ley Electoral federal, que confiere facultades a la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión para erigirse en Colegio Electoral y calificar la elección de Presidente de la República Pública y de acuerdo con las disposiciones que norman el despacho de los negocios de la propia Cámara, fueron turnados a la Gran Comisión que suscribe la documentación y los paquetes relacionados con la referida elección constitucional que tuvo lugar el día 6 de julio del presente año.

"El examen cuidadoso de la documentación y los paquetes recibidos, proporcionó a esta Gran Comisión el conocimiento pleno de que la preparación, desarrollo y vigilancia del proceso eleccionario, se rigieron por las prescripciones de la Ley Electoral Federal vigente y, consecuentemente, considera disponer de los elementos necesarios para formular el presente dictamen.

"El registro de los ciudadanos encaminado a ejercer los derechos y cumplir las obligaciones que señalan los artículos 35 y 36 de la Carta Magna de la República, apegado a lo establecido en el capítulo IV de la Ley Electoral Federal, reveló el notable aumento de electores en nuestro país. Este incremento que hizo llegar a 10.443,465 el número de ciudadanos empadronados, tuvo su origen, indudablemente, en la eficaz organización que al Registro Nacional de Electores dio la Comisión Federal Electoral, secundada por las Comisiones locales de las entidades federativas; en la confianza y la seguridad que despertó el procedimiento electoral cuya pureza la garantizaron también, el funcionamiento de los Comités Distritales y la intervención de los representantes de los partidos políticos en los organismos mencionados; en la convicción popular de que el sistema democrático aseguró la legitimidad de la renovación de los Poderes Legislativo y Ejecutivo y en la significada participación de la mujer, por vez primera, en la elección de Presidente de la República.

"La intervención de la mujer en el proceso electoral a que nos referimos, derivada del histórico y justiciero decreto promulgado por el Primer

Magistrado de la Nación, don Adolfo Ruiz Cortines, el 13 de octubre de 1953, confirmó la capacidad de la mujer mexicana para ejercer la plenitud de la ciudadanía, convirtiéndola en electora y elegible, para aportar al progreso de México el valioso caudal de sus virtudes y de sus recursos espirituales.

"Dentro de un marco de libertad democrática, que ofreció las más amplias garantías a la actualización de los partidos políticos, el Gobierno de la República respetó e hizo respetar todas las expresiones públicas a lo largo de la campaña electoral, aun las de algunos partidos que, rebasando los límites de la ponderación, asumieron notorias actitudes injuriosas y francas incitaciones a la violencia. Esta conducta observada por las autoridades gubernamentales ante el proceso electoral, permitió a los partidos contendientes libertad irrestricta en sus actividades, confirmó la solvencia moral del régimen y demostró con hechos incontrovertibles el rechazo del pueblo a dichas prédicas que en ocasiones frecuentes adquirieron carácter subversivo.

"El patriótico y unánime interés que despertó la reciente campaña política, síntoma inequívoco de la superación cívica del pueblo mexicano, de su respaldo a nuestras instituciones democráticas y de su empeño en contribuir al incesante adelanto del país, se corroboró plenamente en la elección presidencial del 6 de julio último, en la cual acudieron a emitir su voto 7.485,403 electores, cifra que constituye la más amplia y fecunda manifestación de voluntad popular en la historia de México.

"Ajustando su actuación a los mandatos legales, los 162 comités distritales, integrados en los términos del artículo 20 de la Ley Electoral Federal y en su mayoría con los representantes acreditados por los partidos políticos contendientes, cumplieron su función computadora el día 13 de julio, revisando los escrutinios de la votación emitida el domingo inmediato anterior y formulando las actas de cómputo total en cada distrito.

"La ausencia de los representantes del Partido Acción Nacional en las computaciones distritales, no invalidó en manera alguna su legalidad ni desvirtuó el resultado de la votación, pues la falta de comparecencia en el citado acto se originó exclusivamente, en la determinación de los propios representantes, consecuencias de la decisión del Comité Nacional de su Partido, declinando el derecho y eludiendo la obligación de presenciar y confirmar el resultado de la votación.

"Del contenido de las 162 actas de cómputos distritales, suscrita por los miembros de igual número de los comités respectivos que actuaron en el país, así como por los representantes de los partidos Popular, Auténtico de la Revolución Mexicana, Nacionalista de México y Revolucionario Institucional que concurrieron, se concluye que los candidatos a Presidente de la República, registrado legalmente, alcanzaron en los comicios del domingo 6 de julio, la votación total siguiente: ciudadano Adolfo López Mateos, candidato del Partido revolucionario Institucional, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana y del Partido Nacionalista de México, 6.769,754 votos; ciudadano Luis H. Alvarez, candidato del Partido Acción Nacional, 705,303 votos y 10,346 votos emitidos a favor del ciudadano cuyas candidaturas no fueron registradas.

"La revisión minuciosa de la documentación remitida por los comités distritales electorales, incluyendo el recuento de los votos depositados en cada una de las secciones que funcionaron en el territorio nacional, llevada al cabo en cumplimiento de las disposiciones legales inicialmente invocadas, proporcionó a esta Gran Comisión los elementos necesarios para precisar los resultados de la elección presidencial en las entidades de la República, en estas cifras:

Estados Adolfo LópezLuis H. Mateos Alvarez

Aguascalientes. 42,584 3,126

Baja California. 82,405 53,399

Territorio Baja California. 19,568 1,378

Campeche. 36,030 5,036

Coahuila. 210,663 11,347

Colima. 37,236 4,293

Chiapas. 254,413 5,173

Chihuahua. 140,676 77,058

Distrito Federal. 874,620 220,316

Durango. 123,855 22,321

Guanajuato. 285,346 33,479

Guerrero. 310,508 5,707

Hidalgo. 273,337 5,306

Jalisco. 347,044 43,081

México. 388,776 4,207

Michoacán. 225,406 33,061

Morelos. 70,436 3,062

Nayarit. 101,860 1,362

Nuevo León. 184,624 19,747

Oaxaca. 441,749 20,225

Puebla. 404,235 20,197

Querétaro. 86,335 10,128

Territorio Quintana Roo. 7,422 1,869

San Luis Potosí. 245,875 14,775

Sinaloa. 158,711 3,086

Sonora. 117,017 3,268

Tabasco. 101,600 1,174

Tamaulipas. 252,898 13,912

Tlaxcala. 91,486 1,490

Veracruz. 572,362 13,873

Yucatán. 117,412 34,312

Zacatecas. 161,265 14,535

"Por lo expuesto, la Gran Comisión que suscribe, tiene el honor de informar a este H. Colegio Electoral de la XLIV Legislatura, con fundamento en el estudio que realizó del proceso electoral, el cual abarcó los actos preparatorios, el desarrollo de la campaña política, la realización de los comicios y la computación de los comités distritales electorales, que la reciente elección de Presidente de la República se efectuó con sujeción a los principios democráticos y a las normas legales de la materia, revistiendo, por ende, absoluta evidencia de completa legitimidad, todo lo cual da base para declarar la validez de la propia elección y reconocer que el C. Adolfo López Mateos obtuvo indudable mayoría de los votos emitidos por el pueblo de México.

"En consecuencia, la Gran Comisión somete a la elevada consideración de vuestra soberanía, el siguiente proyecto de decreto:

"La Cámara de Diputados del Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, en ejercicio de la facultad que le concede la fracción I del artículo 74 de la Constitución Federal, declara:

"Artículo primero. Son válidas las elecciones para Presidente de la República efectuadas el día 6 de julio del presente año.

"Artículo segundo. Es Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, para el período que comienza el 1o. de diciembre de 1958 y termina el 30 de noviembre de 1964, el C. Adolfo López Mateos.

"Artículo tercero. De conformidad con lo dispuesto por el artículo 87 constitucional, el Presidente electo, C. Adolfo López Mateos, se Presentará ante el Congreso de la Unión a otorgar la protesta de Ley, el 1o. de diciembre del año en curso.

"Artículo cuarto. publíquese y promúlguese por Bando Solemne en toda la República.

"Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. - México, D. F., a 10 de septiembre de 1958. - La Gran Comisión: El Presidente, Emilio Sánchez Piedras. - El Secretario, José Vallejo Novelo. - Enrique Olivares Santana. - Ricardo Alzalde Arellano. - Alejandro D. Martínez Rodríguez. - José Ortiz Avila. - Florencio Barrera Fuentes. - Othón Bustos Solórzano. - Juan Sabinas Gutiérrez. - Alfredo Chávez Vázquez. - Antonio Castro Leal. - José Guillermo Salas Armendáriz. - Vicente Salgado Páez. - Enrique Salas Sámano. - Federico Ocampo Noble Pérez. - José Luis Martínez Rodríguez. - Benito Contreras García. - Adolfo Gándara Barona. - Ana María Zapata Portillo de Enrique. - Salvador Arámbul Ibarra. - Leopoldo González Sáenz. - Jacobo Aragón Aguillón. - Carlos Trujillo Pérez. - Luis Escobar Santelices. - Félix Morel Peyrefitte. - Francisco Martínez de la Vega. - Aurora Arayales de Morales. - Benito Bernal Domínguez. - Ma. Luisa Rosado de Hernández. - Tiburcio Garza Zamora. - Arturo Llorente González. - Hugo Romero Macías. (Aplausos nutridos)

Está a discusión en lo general el dictamen.

(Se abre el registro de oradores).

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Arturo Llorente González.

El C. Llorente González Arturo: Honorable Colegio Electoral de la XLIV Legislatura. Distinguido público: si la tribuna debe ser el altar de la palabra que imponga en consecuencia recogimiento y respeto; si la tribuna debe ser al propio tiempo la prueba de la conciencia y del talento, la tribuna parlamentaria nunca, como en esta ocasión, exige emplear solamente el lenguaje de la verdad. Dirigirnos a ustedes con sinceridad, sin pretender engañar a los demás ni engañarnos a nosotros mismos. Esta fecha, 10 de septiembre de 1958, es una honda significación para la historia de nuestra patria. Esta fecha es la conclusión de una larga jornada vivida por el pueblo de México. Esta fecha es la meta de los ideales del pueblo mexicano; simboliza también el umbral de una nueva construcción levantada con el espíritu cívico y con el sentimiento patriótico de nuestro pueblo. Por ese umbral, por el que a partir del primero de diciembre próximo habrán de transcurrir todos los sectores sociales, habrán de pasar todos los mexicanos para converger en la tarea común de servir a nuestra patria.

Un hecho trascendental nos ha congregado en esta ocasión: el cumplimiento de las disposiciones normativas que facultan a la Cámara de Diputados para convertirse en Colegio Electoral para calificar la validez de las elecciones presidenciales y declarar presidente electo. Pero la referencia primordial de mis palabras , la encauzaré al acto electoral del 6 de julio de 1958. ¿Qué significa el 6 de julio de 1958 en la historia de México¿ ¿Acaso, señores diputados, las elecciones del 6 de julio constituyeron solamente el cumplimiento de los mandatos constitucionales que imponen la renovación periódica de los poderes fundamentales de nuestra patria¿ ¿O acaso, señores diputados, las elecciones del domingo 6 de julio y el triunfo del ciudadano licenciado don Adolfo López Mateos significaron exclusivamente la ratificación de nuestro credo, la confirmación del credo del pueblo mexicano en los postulados de la Constitución Política al aceptar la forma de gobierno y el origen del mismo, estableciendo en los artículos 40 y 39 de la Constitución¿ ¿O acaso, señores diputados, las elecciones del domingo 6 de julio y la victoria del candidato del Partido de la Revolución Mexicana, ciudadano don Adolfo López Mateos, significa exclusivamente el ejercicio del derecho y el cumplimiento del deber que en los artículos 35 y 36 de la Carta Fundamental del país, establecen al conceder el voto¿ No, de ninguna manera. La fecha a que nos referimos, tiene horizontes más dilatados; la fecha que precisamos tiene raíces más hondas; la fecha que mencionamos tiene proyecciones de más largo alcance. Esa fecha, señoras y señores, evoca nuestro pasado, refleja nuestro presente y proyecta el porvenir de nuestra querida patria.

Recuerda nuestro pasado, porque sobre los ideales del pueblo mexicano, estructurados al través de la Independencia, de la Reforma y de la Revolución, el pueblo mexicano dio una nueva afirmación de su interés por la marcha de los negocios públicos de su nación; refleja el presente, porque las elecciones del 6 de julio, pusieron al descubierto las condiciones y el clima que priva en nuestra patria, sin las cuales no hubiera sido posible epilogar brillantemente el proceso electoral; y proyecta nuestro futuro, porque anticipa ante la nación entera, cuáles son los perfiles, cuáles son las virtudes y cuál es el ideario del hombre que dirigirá los destinos de México.

Esta fecha es propicia y este momento el indicado para profundizar más en el motivo de la sesión. Es necesario aprovechar esta tribuna, es necesario emplear este instante, para dirigir nuestras lucubraciones a la luz de la doctrina y de la práctica, a los temas fundamentales del proceso electoral. La preparación, el desarrollo y el epílogo del proceso electoral, ponen al descubierto hechos más importantes, revelan fenómenos

sobresalientes que aquí debemos examinar con hondura. Que debe ser preocupación para los miembros de esta XLIV Legislatura, fincar su pensamiento, dirigir su observación con profundidad, para hacer un análisis severo, sereno y al propio tiempo profundo de los hechos sobresalientes del proceso electoral que vivió México.

En nuestra opinión, tres son los hechos destacados que brillan con claridad meridiana: el número de electores que participaron en las elecciones; la presencia de la libertad a lo largo de todo el proceso electoral y la vigencia de la democracia. A cada uno de ellos voy a referirme: es incuestionable que inicialmente el incremento del número de electores que se logró en el país, se debió a una eficaz, a una acertada organización del registro nacional de electores, dependiente de la Comisión Federal Electoral, secundada por las comisiones locales de las entidades federativas. Es evidente también que el incremento del número de electores a que nos referimos, refleja meridianamente la participación de la mujer por vez primera en la elección presidencial; la incorporación definitiva de la mujer mexicana a las tareas políticas de su país para tonificar, para revitalizar nuestra democracia con la aportación de sus virtudes y de sus recursos espirituales.

Pero, señoras y señores: el aumento del número de electores en nuestro país refleja, con elocuencia, demuestra palmariamente el progreso de México. Es una revelación plena de la preocupación de los gobiernos emanados de la Revolución y en particular del que rige actualmente los destinos de México, la preocupación de encauzar al parejo el adelanto material de nuestro pueblo y la superación cívica del mismo. A nuestro Gobierno, pues, le interesa por igual la construcción de carreteras, de presas y de obras urbanísticas; pero sin posponer el incremento de la educación cívica de todos los sectores sociales; y esa preocupación de los gobiernos emanados de la Revolución Mexicana tuvo brillante ejemplo durante este sexenio; el simple enunciado de los organismos vecinales más importantes que han surgido en la vida institucional del país desde el momento mismo de la Revolución Mexicana, el de los organismos que llevan por nombre Juntas de Mejoramiento Moral, Cívico y Material pone de relieve el hecho que menciono: comprueba plenamente mi aseveración. Esos organismos vecinales creados por el hombre que unos cuantos días atrás rindió ante el Congreso de la Unión su último informe, por el ciudadano don Adolfo Ruiz Cortinez. (Aplausos). Ese ciudadano que con su ejecutoria y programa de gobierno demostró estar ligado y estar movido por los mismos postulados que movieron la vida del ilustre Varón de Cuatro Ciénegas, don Venustiano Carranza; por los postulados de la austeridad, de la honradez y del patriotismo: por la legalidad, el sacrificio y justicia social. (Aplausos)

Uno de los temas más debatidos a lo largo de la historia de la Humanidad, es el de la libertad, ese concepto cuya importancia social fue sostenido desde los tiempos de Sócrates; esa libertad que constituyó el clima propicio para el culto del cuerpo y de la razón, en la antigua y eterna Grecia; esa libertad que constituyó el fertilizante de la más añeja democracia, de esa democracia que luchó por su vida en el Marathón, que se organizó pujante con Pericles y que nos legó la más rica cultura de la historia; esa libertad, señoras y señores, que continúan siendo el eje fundamental de la vida humana, alrededor del cual brotan miles y miles de lucubraciones; esa libertad, ¿por qué no decirlo¿ que continúa siendo tierra de promisión para muchos millones de hombres, para muchos millones de hombres que llevan la vida de los galeotes, la de aquellos que, como afirmó Voltaire, mueven sus remos cadenciosamente, pero cayendo; de esa libertad, señores diputados, acerca de la cual en nuestro país, nuestro candidato a la Presidencia de la República, el señor licenciado don Adolfo López Mateos, la definió en los siguientes términos:

"Nunca, en ningún país, dentro del marco de las normas constitucionales, se ha disfrutado de la libertad como se disfruta bajo el cielo de México". (Aplausos)

Mencionado el incremento del número de electores en el proceso electoral y la vigencia de la libertad, de esta libertad que se concedió absoluta, que se concedió irrestricta a todos los partidos contendientes; de esa libertad que presidió la preparación, el desarrollo y la conclusión del proceso electoral; de esa libertad que permitió todas las manifestaciones cívicas y todas la expresiones públicas, aun las de aquellos partidos que rebasando los límites de la ponderación, que pasando las fronteras de la ecuanimidad, convirtieron sus expresiones en frases injuriosas y en incitaciones a la violencia.

Y el tercer hecho sobresaliente, al que deseamos referirnos en esta histórica sesión, es el de la vigencia de la democracia. ¡Qué es la democracia, señoras y señores¿ Para contestar a esta pregunta, debíamos encauzar nuestro pensamiento también a las primeras páginas de la historia humana; detenerlo nuevamente en la antigua y eterna Grecia, porque es en la clasificación de Aristóteles, donde encontramos el concepto completo y definitivo de la democracia.

Fue el filósofo griego el que al estudiar las formas de gobierno provenientes de una persona, provenientes de una mayoría, estableció los cánones fundamentales del sistema.

Y esa definición se ha conservado al través de la historia; pero estimo que debemos sintetizar nuestro pensamiento. La democracia, señoras y señores, se sustenta en la voluntad de todos, que es la voluntad popular. Pero debemos afirmar con toda claridad y repetir cuantas veces sea necesario, más aún en una ocasión tan solemne y definitiva como está, que si voluntad popular es el asiento de la democracia, la voluntad popular no implica unanimidad de opiniones. La voluntad popular implica el predominio de las opiniones de la mayoría. La democracia da oportunidad para que todos los grupos, la mayoría y la minoría, emitan sus opiniones; pero al tomar las decisiones prevalece la opinión de la mayoría. Este es un juicio sereno, doctrinario y constitucional del concepto de la

democracia , y se explica fácilmente: la decisión le debe tomar siempre la mayoría o sea aquella a la que se le supone fuerza para imponer su autoridad y decisión; y en segundo término, ¿quién puede disponer mejor de lo que a una colectividad entera conviene, si no es la voz de la mayoría?

"Pues bien, señoras y señores: podemos exclamar orgullosamente, dentro y fuera del territorio nacional, ante propios y extraños, que México confirmó su esencia y su vocación democrática en los comicios del 6 de julio; que en México se vive y se practica la democracia auténtica, verdadera, real, porque ¿qué es si no el reconocimiento a la evidente, a la absoluta, a la contundente mayoría que en los comicios del 6 de julio alcanzó el señor licenciado Adolfo López Mateos? ¿No es acaso el reconocimiento pleno de la voluntad mayoritaria del pueblo de México¿ Indiscutiblemente. Y ¿qué es la actuación del Colegio Electoral de esta XLIV Legislatura que en los días anteriores abrió las puertas de este recinto para que aquí vinieran a expresar su pensamiento y a revelar su sentimiento los distinguidos compañeros de los partidos que aquí nos acompañan, Auténtico de la Revolución Mexicana, Popular y Nacionalista de México? ¿Acaso, señores diputados, este Colegio Electoral cerró las puertas de nuestro recinto para impedir que otra respetable minoría como es la que representa Acción Nacional viniera a su juicio?

La conclusión es clara y evidente: la democracia vive y se sustenta de la voluntad popular. La voluntad popular, como expresamos no implica unanimidad de opiniones: es la voluntad de la mayoría dispuesta siempre a escuchar y a conocer el juicio de las minorías de nuestro país.

Por último, estimados compañeros: ¿por qué votó el pueblo de México en una forma mayoritaria por el ciudadano don Adolfo López Mateos? ¿Por qué el pueblo de México secundó con entusiasmo en candidatura? En nuestra opinión, porque el pueblo de México descubrió en esa postulación la proposición razonable de lo que México requiere para el futuro; porque el pueblo de México descubrió en su vigorosa personalidad, que es producto de una limpia ejecutoria de una vasta preparación cultural y de una acusada experiencia política, el pueblo de México encontró en su vigorosa personalidad la más completa, diáfana y humana expresión del momento histórico que vive actualmente el país.

Los mexicanos seguimos el recorrido cívico del ciudadano don Adolfo López Mateos, por todos los caminos de la patria y todos nuestros pueblos escucharon su palabra docta y convincente; una palabra no improvisada, una palabra que emana de su contextura moral, de su formación intelectual, de su convicción revolucionaria y de su sentimiento patriotico, y con esa palabra demostró a todos los mexicanos conocer integramente al país, lo mismo en sus amorosas arengas que dirigió a la juventud en los claustros universitarios, que en sus respetuosos mensajes a la juventud mexicana, igual cuando examinó los recursos naturales de nuestro país, su planificación adecuada, su conservación y desarrollo, que cuando rendía devoto homenaje a los movimientos libertarios de la patria, a la Independencia, a la Reforma y a la Revolución.

Un hombre como éste, que en el relicario histórico de nuestra ciudad de Querétaro, al recibir devotamente la Bandera de la Revolución, expresó, entre otros conceptos de convicción plena, que la naturaleza de la democracia requiere también la entrega absoluta del hombre que desea practicarla, o, en otros términos, que forma parte de la esencia misma de la democracia, el afán de servicio y que en ese capítulo nadie podía disputarle esa bandera. El hombre que afirmó que gobernará a México, ajustado a los cánones de la Constitución Política de 1917 y teniendo como axioma creer en México, servir a México y amar ante todo a México, no podía menos que lograr la voluntad mayoritaria de su pueblo. (Aplausos)

Señoras y señores: el dictamen de la honorable Comisión está debidamente fundado, no se escribió sobre la rodilla, no se actuó con ligereza, se razonó en la forma en que hemos venido a razonar en esta tribuna y en la forma en que seguiremos razonando cuando el momento así lo requiera. Nuestro pueblo mexicano tiene derecho a un Presidente de la República de estas virtudes y cualidades. El licenciado don Adolfo López Mateos, también es digno de conducir los destinos gloriosos de México. (Aplausos)

El C. Presidente: Tiene la palabra la ciudadana Macrina Rabadán Santana de Arenal.

- La C. Rabadán Sanatana de Arenal Macrina: Honorable Colegio Electoral, respetable público: tengo la convicción como mexicana, como ciudadana y como representante popular, de expresar en esta ocasión, el sentimiento de las masas populares que no están afinando al partido oficial y que, indudablemente, esos grandes secretos del pueblo mexicano, estuvieron en todos los sitios de la República apoyando decididamente la candidatura del licenciado Adolfo López Mateos; y es un motivo de gran orgullo para esta ciudadana que usa la tribuna más alta de mi país, expresar por convicción personal, independientemente de que mi partido, el Partido Popular, recomendó a todos sus miembros el apoyo abierto, claro y decidido a la candidatura del licenciado Adolfo López Mateos.

Es un orgullo también para el Partido Institucional saber que su candidato pudo llevar hacia sus filas y llegar hasta este triunfo que ahora estamos regocijados en reconocer y en aplaudir porque no siempre un hombre puede reunir la voluntad mayoritaria de una nación. Pero en mi calidad de diputada de la oposición, de esos partidos minoritarios que a veces los compañeros diputados disienten tanto y menosprecian, yo como diputada de un partido de esos minoritarios que llaman aquí los camaradas o compañeros o colegas, quiero expresar a ellos y al pueblo que no está aquí en este recinto el licenciado López Mateos, y que más que por sus relevantes cualidades de ciudadanos honesto, patriota y capaz, ha sido su programa, ha sido este programa que difundió por todo el país, llevando a las grandes masas del pueblo, una esperanza, los renuevos que estamos esperando a la Revolución Mexicana.

Estoy completamente segura que las mayorías de mi patria están apoyando, con toda la convicción y

la fe en el futuro de México las promesas que López Mateos hizo al pueblo cuando él convivió allá en la provincia del norte, y del sur, del este y del oeste. Estoy completamente segura que todo el pueblo está con López Mateos cuando él ha dicho: "Ni un paso atrás en la expropiación petrolera... (aplausos) y en la Reforma Agraria... (aplausos) Repartiendo la tierra a los hombres que la trabajan. (Aplausos)

El pueblo está con López Mateos cuando él dice: "Tenemos paz, habrá paz en el país, pero paz con justicia social" ¡Qué hermoso pensamiento¡ Sería una lástima que nosotros apoyáramos una paz respaldada en las bayonetas o un silencio criminal que no plantea el país o el mismo señor Presidente, del futuro, los grandes y graves problemas que nos aquejan.

Yo estoy con López Mateos en esta paz hermosa que concibe; hemos de lograr con la buena voluntad de todos, con el patriotismo que reclama la nación, una paz sin bayonetas (aplausos), conservando la libertad, pero las libertadas no racionadas ni concedidas solamente a los que tienen privilegios; las libertades son para todos, deben ser para todos: para las mayorías y para las minorías también, porque todos somos mexicanos; la democracia debe estar en todos los sitios y debe ser respetada por todos, la democracia sindical es un derecho consagrado en nuestras leyes, y el licenciado Adolfo López Mateos está con este pensamiento: "El respeto al derecho de huelga y a las formas tutelares del trabajo". No solamente López Mateos ha volteado a ver el problema agrario, también está pendiente de los problemas obreros, los problemas obreros que en esta ocasión han llamado toda la atención pública y periodística; estos problemas, tal vez algunos estén diciendo que me estoy metiendo en caminos muy difíciles, no son difíciles para mí; yo los entiendo perfectamente. La libertad sindical debe ser respetada si no queremos ser injustos con estas grandes mayorías del país, y muchos de ellos dentro del PRI.

No creo que pueda afligir o entristecer o enojar o disgustar a los diputados de este partido, porque en su seno hay grandes fuerzas obreras y debemos con honestidad y honradez, con patriotismo, mirar estos problemas.

Yo no creo, jamás podré creerlo que en el seno de los sindicatos se está fraguando una traición al Gobierno de Ruiz Cortines, del señor Presidente Ruiz Cortines, y también estorbando el paso al licenciado López Mateos. Yo soy de las personas que no puede creer jamás que entre los maestros a quien tengo el honor de conocer, a varios de ellos, a muchos de sus dirigentes como a Othón Salazar, magnífico maestro, honrado y patriota, no es justo (silbidos en las galerías) No es justo silbar a Othón Salazar. Lo verán ustedes; tal vez son violencias. Yo no voy a hacer una defensa completamente ciega ni miope; yo no creo que no haya errores en ese movimiento. Está dirigido por humanos y desde ese punto de vista, puede haber muchos errores; pero no se puede decir ni afirmar jamás que Othón Salazar sea un individuo que está en contra de la Revolución.

Es un problema que atañe a todos porque volvemos a los conceptos del licenciado López Mateos y él está diciendo: "Paz con justicia social". (Voces en las galerías: ¡Está fuera de tema¡)

La C. Rabadán Santana de Arenal Macrina (continuando): es muy discutible compañero. Eso de hablar así nada más ha sido una costumbre muy vieja. A cualquiera se le atribuye que es un traidor, ladrón, asesino y mil cosas, pero en esta tribuna cuando se haga una afirmación hay que venir a aclararla. Si mañana Othón Salazar es un traidor, entonces el pueblo que lo castigue y las leyes también. De ninguna manera los hombres, el pueblo, los diputados lópezmateístas, de ninguna manera podrán ellos pisotear las promesas que hiciera este ilustre mexicano que pronto será el Jefe de la Nación. Estoy completamente segura de que las mayorías del pueblo y también estoy segura de que la mayoría de los diputados no traicionarán a López Mateos es este pensamiento tan justo y tan patriota. (Voces: Fuera de tema)

- La C. Rabadán Santana de Arenal Macrina (continuando): Yo he afirmado, hice una afirmación antes, que el pueblo ha seguido a López Mateos por estas cosas positivas y grandiosas y que son el corazón de nuestras leyes y de nuestra nacionalidad, de nuestra libertad y de nuestra democracia. Los hombres y mujeres que quieran pisotear, que quieran defraudar estas promesas de López Mateos, sencillamente, están completamente en contra de él, en contra de México y en contra del pueblo.

No han de ser los revolucionarios, llámense del PRI o llámense del PARM o del PP o de otras corrientes que no tienen partido, no han de ser ellos los que quieran acabar con las instituciones que ha creado, no un hombre sino la Revolución para bien de México y su pueblo, sino que han de ser las grandes masas que siguen al PRI con sus mejores dirigentes, y han de ser también las otras corrientes de izquierda, llámenlas como quieran, las que han de salir al paso para defender estas instituciones que son orgullo nuestro, que son orgullo de los mexicanos y de los revolucionarios sinceros.

Hemos de continuar estos debates aquí, y posiblemente en alguna ocasión tengamos choques violentos o llamadas de atención; pero hemos de aprender a volver a los caminos que trazaron hombres ilustres del pasado; esta tribuna es para venir a plantear los problemas que aquejan a esas mayorías que nos trajeron aquí y no ha de ser solamente el partido mayor, como lo llaman sus diputados, para el que López Mateos va a gobernar; López Mateos va a gobernar para ese partido, pero también lo va a hacer para los demás partidos, porque, vuelvo a repetir, todos somos mexicanos y el gobierno de la Revolución es para los mexicanos.

Hemos de continuar, compañeros diputados, en estas discusiones, pero quiero dejar sentado en esta ocasión que una mujer, una humilde ciudadana y representante popular en esta fecha grandiosa y solemne, quiere dejar sentado su pensamiento con relación a lo que piensa y piensan también muchas gentes del pueblo de lo que debe ser el gobierno de López Mateos, y también quiere usar esta tribuna que corresponde al pueblo, para pedir muy respetuosamente al señor Presidente Ruiz Cortines, que no llegue a tocar las campanas el día

15 de septiembre, las campanas que dieron la libertad a nuestra patria, teniendo las cárceles llenas de estudiantes y de maestros...

(Siseos y aplausos)

El es un patriota, el es un ciudadano...

El C. Presidente: Se ruega a las personas que se encuentran en las galerías, respeten este local y a la persona que está hablando. Asimismo, se ruega a la señorita oradora se mantenga dentro del tema que se está tratando.

- La C. Rabadán Santana de Arenal Macrina: Solamente era una petición, posiblemente abusando de la bondad de ustedes; era una petición que yo creo justa, es muy en lo personal: quiero pedirle al señor Presidente de la república, con todo mi respeto, y creo que ustedes los de las galerías también deben respetar el pensamiento de una mujer, al igual que nosotros desde aquí tenemos presente que se debe respetar el pensamiento de ustedes, solamente una cosa; pedirle al señor Presidente que sería un crimen la condenación de Jacinto López en el norte, y de Othón Salazar aquí en México. (Siseos)

Soy y he sido desde que comenzó la campaña, una lópezmateísta por convicción, y aquí en estos puntos fundamentales que yo recogí del pensamiento brillante de este gran patriota, de ser una de las defensoras de él en este pensamiento. Gracias. (Aplausos)

El C. Presidente: Tiene la palabra el señor diputado José Guillermo Salas Armendáriz (Aplausos)

El C. Salas Armendáriz José Guillermo: Ciudadanos diputados. Ciudadanos de México: llegamos en este día a la culminación de un proceso electoral que confirma, de manera indiscutible, la bondad y la vigencia de los principios sobre os que se levanta nuestra República. El pueblo, como soberano, la Constitución como expresión de su soberanía, creando y organizando los poderes supremos de la nación, poderes que nuestra Constitución, previendo el abuso del Poder, ordena que sean renovados periódicamente con la participación igual de todos los ciudadanos, en los términos y las formas que nuestra ley suprema señala por medio del sufragio que es expresión de la voluntad y cuya suma representa la auténtica voluntad del pueblo de México.

Así, de conformidad con la fracción I del artículo 74 constitucional, 126 y 133 de la Ley Electoral Federal, la Cámara de Diputados del XLIV Congreso de la Unión se erige hoy en Colegio Electoral para conocer de la calificación, cómputo y declaratoria en la elección de Presidente de la República. Acto de gran responsabilidad que se confía a esta Cámara como su exclusiva y primordial facultad y el fiel cumplimiento afecta de manera trascendental a a todos y cada uno de los mexicanos. Acto de nacional importancia por medio del cual el país conocerá de manera legal y definitiva quién es el ciudadano que obtuvo mayoría en los sufragios y será en el próximo período constitucional, el jefe y depositario del Poder Ejecutivo y, por lo tanto, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. (Aplausos)

Momento singular es éste en que el pueblo de México, por medio de sus representantes legítimos y de acuerdo con las normas que su misma soberanía ha creado en un gesto de suprema democracia viene a sancionar la validez de su propia voluntad. Momento en que cada uno de los miembros de este Colegio Electoral, con interés patriótico debe dejar a un lado cualquier idea distinta a la del bien nacional y pensar que aún le quedan las luchas ideológicas, las batallas de los partidos y los intereses de los candidatos. Que aquí en este recinto de la presentación popular convertido hoy en Colegio Electoral, sólo ha de darse una batalla: la de la legalidad, sólo ha de haber un partido: el de la justicia y sólo ha de considerarse un interés: el del pueblo de México. (Aplausos)

Como miembro de la Gran Comisión, vengo a esta tribuna para asegurar a ustedes, señores diputados, que estos pensamientos han estado presentes en cada uno de los miembros de la Gran Comisión cuando en forma minuciosa se han examinado los paquetes electorales que en relación con la elección presidencial fueron enviados a esta Cámara por los 162 comités distritales que funcionaron en el país.

De ese estudio se hizo patente la validez y limpieza de la elección en la que el proceso electoral, el funcionamiento de los organismos electorales y la conducta de partidos y candidatos estuvo apegada a la Constitución y a la Ley Electoral Federal. Procuran estos a través de sus disposiciones dar la seguridad a los electores de que el voto que libremente depositen en el ánfora, será respetado. procuran, igualmente, garantizar por igual a los partidos y candidatos contendientes. Asegurar un marco propicio dentro del cual ejerciten en forma libre sus derechos ciudadanos; pero para ello ha puesto casi en forma total, en manos de la ciudadanía, los organismos electorales y ha compartido con los mismos partidos la responsabilidad de preparación, desarrollo y vigilancia del proceso electoral. Cabe destacar, además, que en esta ocasión el gobierno que preside don Adolfo Ruiz Cortinez dio amplias garantías y libertades a candidatos y a partidos por igual, prefiriendo tolerar muchas veces los excesos que cometían, antes que intervenir, aunque fuera en forma mínima, en el libre juego de la voluntad ciudadana, y lo recordará siempre como al Presidente que ganó el respeto de su pueblo, porque supo hacer respetar la ley que dictó a su pueblo. (Aplausos).

Nunca como hoy, la votación fue emitida en forma tan limpia, tan libre y tan legal; los organismos funcionaron normalmente y el proceso se ajustó a la ley. Estamos en presencia de una elección de validez indiscutible, pero dos hechos concurren, además, a corroborar esta conclusión: el crecido número de electores que concurrió a ejercer sus prerrogativas y a cumplir sus derechos ciudadanos, revelando una cada vez mejor conciencia cívica nacional, y el otro, la ausencia inusitada de actos violentos que ponen de manifiesto, no solamente el respeto que las autoridades tienen y han guardado para el ejercicio de los derechos cívicos, sino la confianza que el pueblo siente en las instituciones nacidas de la Revolución,

Revolución que hoy como nunca sentimos victoriosa, activa, rigiendo a la vida del país, para todos sin distinción alguna. (Aplausos)

Estas conclusiones se desprenden del estudio hecho en forma minuciosa por la Gran Comisión, y de ello, en consecuencia, que por voluntad clara, expresa de la indudable mayoría ciudadana de México, es Presidente electo de nuestra República, el candidato del Partido Revolucionario Institucional, licenciado Adolfo López Mateos. (Aplausos).

Puede sentirse satisfecho el señor licenciado Adolfo López Mateos, de que llega a ocupar el sitial más alto de nuestra patria, por el limpio camino que para él abrió el libre sufragio de su pueblo, ese pueblo que lo espera, para, juntos en la senda del orden y de la ley, alcanzar las más altas metas de su superación nacional.

A nosotros, como representantes del pueblo, nos corresponde aprobar este dictamen que sólo confirma el triunfo de un ciudadano por la voluntad expresa de los demás. Al hacerlo, deseamos que tengan presente, uno y otro, que la más sencilla fórmula del progreso patrio, se encierra en el cumplimiento de la hermosa concepción que guarda el artículo 39 constitucional: "Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para el exclusivo beneficio de él". (Aplausos)

El C. Presidente: Tiene la palabra la señora diputada Aurora Arrayales de Morales. (Aplausos).

- La C. Arrayales de Morales Aurora: Honorable Colegio Electoral, distinguida concurrencia: Está en estos momentos a discusión un dictamen, un dictamen cuya trascendencia y dimensión nacional repercute con resonancia cívicas de sabor a pueblo en los cuatro puntos cardinales del país. Analizar su importancia es analizar la hora presente con interpretación precisa de actualidad y con la raíz profunda de tiempo en cuya etiología se nos presenta la historia nuestra en todos y cada uno de sus etapas formativas convividas. Es en la historia nuestra donde se ha forjado el concepto de pueblo que auna en una misma intención y en un mismo propósito el esfuerzo conjugado de los hombres y mujeres que lo forman. Es el curso de esta historia, donde hemos encontrado la participación positiva y vigorosa de la mujer como compañera y colaboradora del hombre, siempre atenta y siempre leal en las horas grises, en las horas de triunfo y en las de sacrificio demandadas por la patria, en aquellos momentos angustiosos de prueba y en aquellos momentos angustiosos de su propia integración. (Aplausos)

Es así, como el retroceder al pasado de nuestro origen remoto, podemos contemplar la figura autóctona de la Malinche cuyo amor por el audaz conquistador, hizo surgir el mestizaje y con él, el tronco añoso de nuestra fisonomía espiritual. Tiempo después, fue la señorial presencia de doña Josefa Ortiz de Domínguez, de doña Leona Vicario y tantas otras preclaras heroínas de nuestra independencia, las que escribieron ejemplos imperecederos de reciedumbre cívica y de reciedumbre patriótica, para continuarse después en el campo de las letras a través de la temática de heroicas rebeldías que caracteriza la poesía de Sor Juana Inés de la Cruz; compañera anónima de los soldados que hicieron la Reforma; compañera de los grandes hombres que dieran ilustre al pensamiento liberal mexicano cuyo espíritu reformativo ha tenido vigencia de siglos, la encontramos después con Carmen Serdán, con Lucrecia Toris y que tantas madres y esposas en el despertar redentor de aquel movimiento social que sacudió al país allá en 1910, a la conciencia nacional y se plasmaron las esperanzas de un pueblo en lucha en lucha en las empresas categorías de leyes y conquistas de justicia social que justificaban y que honraban sus antecedentes históricos sucedidos uno tras otro como consecuencia del espíritu libertario y en cuyo denominador común podemos entender la esencia inmortal de la Revolución. (Aplausos)

Es en estas etapas donde se impone el análisis de los valores sociales y humanos que ponen al descubierto la participación de la mujer como factor innegable de integración moral, social, económico y político. En el hogar como defensora del patrimonio moral de la colectividad; en el campo social, como nervio y corazón de las instituciones que nos dan forma; en lo económico, como uno más de las tareas de la producción, y en lo político, con su pensamiento y en la conjugación de las fuerzas espirituales de nobles influencias, que si bien es cierto que ayer tuvieron autoridad moral, cierto es también que hoy tengan el paso franco que les da el amparo de la ley. Es en esta etapa cuando la Revolución le hace merecida justicia, y le hace merecida justicia, como una necesidad de los tiempos y como una exigencia de las altas responsabilidades y aspiraciones patrias percibidas con sensibilidad política y analizadas con perspectivas históricas por nuestro actual presidente don Adolfo Ruiz Cortinez. (Aplausos)

Es en el juicio de la ciudadanía y en juicio de la historia, donde encuentra su mejor expresión y en donde encuentra también su sentido político la reforma constitucional que otorga a la mujer la plenitud de sus derechos políticos, los cuales consagran una vieja aspiración de las mujeres de México, desde aquellas inolvidables pioneras que allá en 1932 y después con el general don Lázaro Cárdenas como Presidente, llevaron al tapete de la discusión nacional esta sentida aspiración. Sabemos que ello, como conquista, entraña una de las responsabilidades más graves que le han conferido los tiempos, dadas la proyecciones de gran alcance social político que traen consigo, particularmente en aquellos problemas vinculados al hogar, por sus funciones específicas, tales como los asistenciales, las normas jurídicas de protección a la mujer y al niño, los de rehabilitación, educativos o culturales.

La deuda que salda con la historia Ruiz Cortines, la recogemos las mujeres de México con el fervor cívico que se desprende de su trascendencia y de su contenido, que nos hace depositarias de la pureza de su interpretación, que nos hace depositarias de su valoración cultural como evolución que estamos seguros habrá de conducirnos con acierto hacia nuevas metas de superación ciudadana y patriótica, ya que la mujer está orgullosa de su condición de esposa y madre, porque la mujer acepta también con orgullo su ciudadanía, la cual habrá

de llevar al campo político sin que nada la haga variar su trayectoria vertical, sin que nada la haga variar se recto espíritu ni a posiciones pasajeras halaguen su vanidad. Nada hará variar pues esta trayectoria vertical, porque la mujer tampoco está dispuesta en la lucha política a complacencias estériles que puedan interferir el desarrollo cívico del país (Aplausos); desconocer o desviar estos conceptos tan llevados dentro del alma de la mujer mexicana, ya lo dije en una ocasión, sería monstruoso, sería tanto como una negación de su existencia o como una irreparable equivocación de su destino que no podemos ni debemos admitir.

La mujer mexicana en esta ocasión, ratifica y se pronuncia por el contenido del dictamen, de ese dictamen cuyas razones fueron escritas con la voluntad popular. Y al pronunciarse en favor de él, ratifica también su tradicional credo revolucionario, afirmado en el conocimiento y la interpretación que tiene de los profundos problemas de México; afirmado también en el conocimiento qué tiene de las aspiraciones con que deben realizarse y las cuales se resumen en los nobles postulados de la Revolución, razón donde la cual, la mujer forjó su propia ciudadanía alrededor de las filas del Partido Revolucionario Institucional, agrupada en los tres grandes sectores que lo integran.

Es así como la mujer, la mujer del campo al lado del campesino, ama con él la tierra, y junto con él, lucha por que esa tierra vaya a las manos de los hombres que la trabajan, porque con él comparte la responsabilidad de edificar el ejido revolucionario, porque con él comparte también la responsabilidad que tiene de construir y hacer fructificar para la patria, la parcela ejidal, considerada, pues, como el patrimonio que la Revolución llevó a los hombres del campo, bajo el amparo social que entraña el ideal inconmovible de Zapata, de ese ideal que interpreta en todo su vigor y en toda su esencia, la finalidad político social de la Reforma Agraria, como inmediata meta de la Revolución y como meta invariable de la propia Revolución. (Aplausos)

Sabemos las mujeres de México y saben, particularmente, las mujeres del Partido porque lo sentimos dentro del propio corazón, y muy cerca de nuestra propia sangre, que mientras deambule por nuestras fronteras un solo mexicano sin tierra y sin pan, habremos de sentirnos en deuda angustiosa con la patria y en deuda angustiosa con la Revolución. La mujer del Partido ha asimilado a sus más íntimas convicciones el derecho que asiste a la mujer obrera de disfrutar de seguridad y garantía en el trabajo, el derecho que tiene a la humanización de la jornada, el derecho que la asiste también a una remuneración suficiente como contenido de salario, a la protección y asistencia social, al irrenunciable derecho de asociación que marcan nuestras leyes, al irrenunciable derecho de huelga que son postulados de la Revolución. (Aplausos) Digo al derecho de huelga, tratando de interpretar el pensamiento de las mujeres obreras. Postulados éstos, que llevan hasta el hogar del obrero mexicano la dignificación social y humana que la Revolución alcanzó para él en el contenido social jurídico de la legislación obrera, cuya aplicación integral y cuya vigencia ha de ser tarea permanente y preocupación constante de nuestro partido. (Aplausos)

La mujer en la lucha contra la ignorancia y la miseria colocada en los distintos frentes y trincheras de la patria como madre, como esposa, como trabajadora, como maestra y como universitaria, lleva dentro de sí el mensaje ideológico de la Revolución en cuyas esencias se ha fortificado y cuyas esencias han hecho de ella forjadora de impulsos vitales, aliento de valores permanentes y fragua de espíritus que ven al porvenir. Particularmente la maestra rural, alma y nervio de la escuela rural como conquista y expresión revolucionaria Esa maestra rural que allá en la inhóspita sierra o en el más apartado confín de la costa sólo es un soldado más que lucha por México, sin más armas que sus propias convicciones, sin más armas que la luz del alfabeto en los labios y en el corazón la presencia augusta de la patria. A este grupo de maestra me honro en pertenecer. (Aplausos) Al ratificar su credo revolucionario, la mujer mexicana hace sentir su presencia en la vida política del país con la serena legalidad que le brinda el derecho de considerarse heredera de todas aquellas mujeres que al través de la historia le han marcado. Al través del dictamen cuya aprobación ratificamos, la mujer está demostrando públicamente esa gran convicción revolucionaria que la anima porque, está convenida que en los programas y en el diario político que sustenta su partido, se asienta la síntesis histórica de su pueblo a través de sus luchas libertarias y reivindicadoras.

Esta es la razón y esta ha sido la razón que llevó a votar a favor de López Mateos porque con López Mateos se asegura la Reforma Agraria, porque con López Mateos se aseguran los derechos obreros; porque con López Mateos abrirán nuevos horizontes en el Seguro Social; porque con López Mateos, tendremos una libertad, no una libertad con bayonetas, no el silencio angustioso sino el trato digno que señalan los cánones de nuestra Constitución, bien claros en el pensamiento de México, bien definidos en las conciencia de las mujeres del partido, porque todos nosotros tenemos especial respeto a esta tribuna, porque en esta tribuna no sólo reconocemos el tribunal del pueblo, sino la esencia misma de la patria. Por lo tanto, esta tribuna no debe tomarse para asuntos de carácter demagógico (aplausos); habrá de tomarse para la exposición clara, para la exposición serena, para el trato de todos aquellos problemas que por más intrincados que sean, siempre está el camino legal que marcan nuestras leyes para resolverlos en un clima de armonía y en un clima de entendimiento, siempre en favor de las clases que pelean y siempre con la finalidad invariable de luchar por el mejoramiento de la patria mexicana. (Aplausos)

Esta es la razón por la cual las mujeres de México hemos votado por López Mateos; esta es la razón que explica su entusiasta y espontánea presencia en los comicios del 6 de julio. Esta es la razón, también de su fe intuitiva en el ciudadano y en el hombre que es don Adolfo López Mateos forjado al calor de los ideales de la Revolución y que por lo tanto los ha asimilado profundamente para amarlos y sentirlos, y para defenderlos hoy,

López Mateos, por medio de la voluntad popular, por medio de la confianza de su pueblo, al convertirse en el primer abanderado de la patria, en estos momentos solemnes en que la Revolución, superando etapas cada vez más elevadas y precisas, entra en franca etapa afirmativa de construcción, de continuidad. Abrigamos la fe y abrigamos la confianza, de que en esta etapa habremos de encontrar realizaciones tan fecundas, realizaciones tan positivas, realizaciones a favor de todos los mexicanos, fundamentalmente de aquellas clases económicamente débiles, que aseguren la unidad nacional de todos los mexicanos, sin distingo de clase, sin distingo de partido, sin distingo de partidarismos ideológicos, sino con el mismo pensamiento de servir a México alrededor de la Constitución, como única bandera, de esa bandera en la que podemos encontrar la solución de todos los problemas, de esa bandera en que podemos encontrar la solución de todos los conflictos. (Aplausos)

Y alrededor también del espíritu revolucionario, en que se inspira nuestra vida institucional republicana, esta vida institucional republicana que es para nosotros motivo de gran satisfacción y orgullo, porque nos da pleno derecho a gozar de la libertad; pero de esa libertad que debe merecerse, de esa libertad que ha de mantenerse propia a través del trabajo, en las trincheras de la patria y a través del respeto absoluto a nuestras instituciones, y del respeto absoluto a nuestra Constitución como bandera. (Aplausos)

Esta es la razón por la cual la mujer votó por López Mateos. Al hacerlo, se siente satisfecha de su primera intervención política nacional, y se siente satisfecha porque ha comprobado que su aportación sube la suma en forma inusitada y como nunca antes se había registrado en la historia, lo que quiere decir que la mujer no fue indiferente, la mujer comprendió su deber cívico y hacia el cumplimiento de su deber cívico encaminó sus pasos consciente del sitio a donde los dirigía, porque nada y porque nadie, porque ninguna prédica falsa, porque ningún comentario sangriento, porque ninguna falsa interpretación, han de hacerle variar su trayectoria vertical, ni han de hacerle cambiar su directriz política, la directriz política que ha encontrado en los idearios de la revolución y la directriz política que encuentra en las esencias humanas de López Mateos, conjugación de fuerzas morales y conjugación de fuerzas cívicas, donde la mujer la México aprendió su lección cívica, al lado de la Revolución, al lado de Ruiz Cortinez, al lado de López Mateos, porque como él, las mujeres de México amamos profundamente a México, creemos en México y luchamos por México. (Aplausos)

El C. Presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Blas Chumacero.

El C. Chumacero Sánchez Blas: Señor Presidente, honorable Colegio Electoral: vengo a esta tribuna a reafirmar una vez más, el sentimiento democrático de la clase trabajadora de mi país.

El proceso electoral que culmina en esta honorable Asamblea, es el pleno ejercicio de la democracia por la democracia misma.

Hemos luchado dentro de un partido: el Partido Revolucionario Institucional. No el Partido Oficial; rechazo rotundamente ese concepto. (Aplausos) Es el partido en el poder, (aplausos) que representa las mejores causas del pueblo, por su programa, por su tradición y por sus hombres; y porque ha logrado en este proceso electoral obtener la mayoría de sufragios de los hombres y mujeres más progresistas de mi patria.

Por esta causa nos sentimos satisfechos con el triunfo rotundo de López Mateos en las urnas electorales. El Partido Revolucionario Institucional es la síntesis de los hombres de la Independencia, de la Insurgencia, de la Reforma y de la Revolución Mexicana.

La doctrina agraria nació con Morelos y no con el Partido Popular. (Aplausos) Ahí está la Constitución de Apatzingán; ahí está la Constitución del 57, defendida por El Nigromante, el hombre más activo de ese Constituyente. Pero si esto no fuera bastante, la doctrina agraria se reafirma con los hombres y mujeres que siguieron a Madero y que con el artículo 27 de la Constitución de 1917 se reafirma y se encuentra en plena vigencia.

Problemas hay muchos en nuestra patria. Todos los que hayamos nacido en este país y tengamos el honor de ser mexicanos, hemos de trabajar intensamente para resolverlos; pero los vamos a resolver dentro de los mandatos de la Constitución Mexicana y no con ideas que no encajan en el pueblo de México. (Aplausos) Hemos de hacer evocación de los constituyentes de 1917; hemos de rendir pleitesía a los hombres que en cumplimiento de la ley de 6 de enero de 1915 efectuaron la primera dotación agraria en Tamaulipas. De ahí arranca, de ese precepto legal, lo que debemos entender por Doctrina Agraria para entregar la tierra a los que verdaderamente la trabajan.

Tenemos la firme seguridad y el pleno convencimiento de que la Revolución Mexicana ha sido cumpliendo con todos los mandatos constitucionales que protegen a los hombres del campo; y los hombres que han tenido el Poder han realizado esa labor en plena conciencia de su responsabilidad de ciudadanos y de mandatarios. Es muy común en la jornadas políticas hablar de todas las libertades; es común también hablar de la libertad sindical. Soy obrero desde la edad de siete años y no nos van a enseñar a defender la libertad sindical. (Aplausos) La libertad sindical la defendieron los hombres del movimiento obrero con el pacto que concertaron los trabajadores de la Casa del Obrero Mundial con el primer Jefe del Ejército Constitucionalista. Allí están los batallones rojos. Cuando la Revolución estuvo en peligro, con los cadáveres de obreros y campesinos se cubrió el Río de Ocotlán, para que las caballerías de Obregón pasaran sobre ellos a salvar a la Revolución Mexicana. (Aplausos)

La libertad sindical es un derecho que hemos defendido con la vida, pero para defenderla no podemos aceptar el libertinaje dentro de los sindicatos. (Aplausos)

El artículo 123 constitucional, establece el derecho tutelar de la clase trabajadora, y los trabajadores no hemos de renunciar nunca a esa tutela;

pero tampoco hemos de aceptar que elementos extraños vengan con miras interesadas, en nuestra defensa. (Aplausos)

Se ha expresado en esta tribuna que nos pronunciamos por una paz con justicia social. Debemos de entender conscientemente este pensamiento: la paz se mantiene con el trabajo, con el orden y con el respeto absoluto al ciudadano, no con el desorden. (Aplausos)

El señor Presidente de la República, al ser candidato a la Primera Magistratura de la Nación, expresó con toda claridad: "que valía más el abuso de la libertad, que la más moderada dictadura", y en su ejercicio de gobierno, durante los seis años que está por cumplir, ha sido respetuoso de ese pensamiento; lo ha cumplido con exceso, ha sido tolerante en todos los órdenes de la vida nacional: pero cuando se satisfacen peticiones de orden económico y con ese motivo se aprovecha esa circunstancia para brincar por encima de los cuerpos de mando legalmente reconocidos por nuestras leyes, y se altera el orden, se tiene que aplicar la ley para mantener la paz social con justicia. (Aplausos)

No se puede proceder de otra manera y aunque en esta ocasión no podemos apartarnos del tema que se refiere al proceso electoral, tampoco podemos aceptar alusiones veladas o juicios, que no sean aclarados en esta tribuna. (Aplausos) Debemos dejar bien claros que el régimen político de nuestro país es un proceso continuado de lucha revolucionaria basado en la Carta fundamental de la República: la libertad de pensar, la libertad de escribir, la libertad de palabra, hablada o escrita, no tienen más cortapisas, que el respeto al derecho de tercero y a la paz pública. En esta ocasión, se ha procedido por determinada facción en forma inconveniente no respetando el derecho y la tranquilidad de los demás. (Aplausos)

Nuestra democracia es el mandato de la mayoría. El gobierno es para todos los mexicanos. El orden y la tranquilidad corresponde a todos los mexicanos, no a un sector ni a una fracción de derecha o de izquierda. Aquí parece que los polos se juntan: ayer las gentes de Acción Nacional, que por tradición, desde la Independencia, son enemigos del progreso de México, hablaban de defender la libertad y no querían que se les exigiera el cumplimiento de la ley y el mantenimiento del orden. Ahora se expresan en esta tribuna, los mismos conceptos y se esgrime lo de paz social con justicia; pero no se quiere que se aplique la ley con justicia a los que alteran el orden público. (Aplausos)

Ambicionamos, como mexicanos, que no haya un solo preso en las cárceles de nuestro país; queremos que nuestro pueblo alcance las metas, con los años, del alto civismo y del respeto que se observa en la Federación Helvética, adonde hay bandera blanca en las cárceles por que no hay en su interior un solo preso.

Ambicionamos esa situación para México. Pero si hay presos en las cárceles de nuestro país, no es porque sean maestros o estudiantes: es porque han alterado el orden público de nuestra patria. (Aplausos)

En esta forma se procede en todos los pueblos del mundo para mantener las instituciones, el régimen de derecho y para disfrutar la libertad.

No se puede disfrutar la libertad donde hay desorden; no se puede disfrutar la libertad donde se altera el trabajo y se deja sin comer a los demás.

Tenemos que defender nuestras libertades con plena conciencia de que no nos apartamos de los mandatos de nuestra Constitución Política, gloria y prez de la nación mexicana.

Tenemos el orgullo de que nuestra Carta Magna se ha presentado en las más grandes tribunas internacionales y ha merecido al reconocimiento tácito por la nobleza de sus preceptos, por el respeto a la dignidad humana que consagra para los mexicanos. No hemos necesitado, como pueblo, para la expedición de esa Constitución, de ideas de otra parte ni hemos recurrido a los juicios de derecha ni a los de izquierda. Los Constituyentes del 17, expidieron una Carta para los mexicanos y para el respeto absoluto de ellos; para defender nuestra dignidad, para cuidar de nuestras fronteras y para vivir en paz como pueblo soberano. (Aplausos).

Dentro de los mandatos de esa Constitución, se ha desarrollado este proceso electoral. Hacemos a un lado los insultos y la diatriba; hacemos a un lado los juicios interesados; no venimos a lanzar un mensaje para crear adeptos, venimos a defender el voto ciudadano, fincándolo en López Mateos, que a partir del 1o. de diciembre será el Presidente de México. (Aplausos)

Y para Ruiz Cortines nuestro respeto como mandatario, (Aplausos), por ser un mandatario que ha hecho progresar al país en todos los órdenes de la vida nacional, que ha sometido a todos al orden, que ha garantizado el ejercicio de los derecho de la clase campesina y de la clase obrera y que ha entregado a la mujer mexicana el derecho de ciudadanía. Para él, nuestro reconocimiento, y a nombre de los diputados del Sector obrero y de la Confederación de Trabajadores de México, nuestra inmensa gratitud. (Aplausos)

Ciudadanos diputados que integráis este Colegio Electoral: Vengo a apoyar el dictamen de la Gran Comisión de esta Cámara. Os pido que emitáis vuestro voto aprobatorio a favor de ese dictamen, dejando plenamente fincadas las ideas que he expresado en defensa del gobierno de Ruiz Cortines y en el futuro de México. (Aplausos)

El C. secretario Díaz Durán Fernando: se consulta a la Asamblea, en votación económica, si considera suficientemente discutido el dictamen. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Sí se considera suficientemente discutido. se va a proceder a la votación nominal, en lo general. Por la afirmativa.

El C. secretario González Sáenz Leopoldo: Por la negativa. (Votación).

El C. secretario Díaz Durán Fernando: ¿Falta algún ciudadano diputado de votar por la afirmativa?

Se va a proceder a recoger la votación de la Mesa.

(Votación).

El C. secretario Díaz Durán Fernando: Fue aprobado en lo general el dictamen por unanimidad de 140 votos.

Está a discusión en lo particular. Se va a dar lectura a cada uno de los artículos que contiene el dictamen.

"Artículo primero. Son válidas las elecciones para Presidente de la República efectuadas el día 6 de julio del Presente año".

Está a discusión. no habiendo quien haga uso de la palabra se reserva para la votación nominal.

"Artículo segundo. Es Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, para el período que comienza el 1o. de diciembre de 1958 y termina el 30 de noviembre de 1964, el C. Adolfo López Mateos".

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra se reserva para votación nominal.

"Artículo tercero. de conformidad con lo dispuesto por el artículo 87 constitucional, el Presidente Electo, C. Adolfo López Mateos, se presentará ante el Congreso de la Unión a otorgar la protesta de ley, el 1o. de diciembre del año en curso".

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra se reserva para la votación nominal.

"Artículo cuarto. Publíquese y promúlguese por Bando Solemne en toda la República".

Está a discusión. No habiendo quien haga uso de la palabra se va a proceder en la forma acostumbrada a recoger la votación nominal del dictamen en lo particular. Por la afirmativa.

El C. secretario González Sáenz Leopoldo: Por la negativa. Votación).

El C. secretario Díaz Durán Fernando: ¿Falta algún ciudadano diputado de votar por la afirmativa?

El C. secretario González Sáenz Leopoldo: ¿Falta algún ciudadano diputado de votar por la negativa? Se va a proceder a recoger la votación de la Mesa. (Votación).

El C. secretario Díaz Durán Fernando: Por unanimidad de 140 votos fue aprobado en lo particular el dictamen. se ruega a la Asamblea y a todos los presentes, se sirvan ponerse de pie. (Puestos de pie los presentes)

El C. Presidente: La Cámara de Diputados del XLIV Congreso de la Unión, en uso de la facultad que le otorgan la fracción I del artículo 74 de la Constitución, y el artículo 126 de la Ley Federal Electoral, declara: "Es Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, para el período que comienza el primero de diciembre de 1958 y termina el 30 de noviembre de 1964, el C. licenciado Adolfo López Mateos". (Aplausos nutridos y prolongados)

- El mismo C. Secretario: Pasa el proyecto al Ejecutivo para sus efectos constitucionales.

"Se han designado las siguientes Comisiones para participar esta declaratoria de la Cámara de Diputados:

"Al señor Presidente de la República: Federico Ortiz Armengol, Emilio Sánchez Piedras, José Vallejo Novelo, Arturo Llorente González, Antonio Castro Leal, María Luisa Rosado de Hernández, Gastón Novelo Von Glumer, Marta Andrade de Del Rosal, Francisco Pérez Ríos, Blas Chumacero Sánchez, Leopoldo González Sáenz, Celso Vázquez Ramírez, José Montaño Torres, Carlos Hank González y Vicente Salgado Páez.

"Para participar al candidato electo, licenciado Adolfo López Mateos, todos los miembros de la Gran Comisión con los de la Mesa Directiva de esta Cámara. Se ruega a los ciudadanos diputados que deseen asistir a este acto tengan la bondad de acompañarnos.

"Para participar la declaratoria a la Cámara de Senadores, los CC. diputados Antonio Acevedo Gutiérrez, Graciana Becerril Bernal de Beltrán, Enrique Gómez Guerra, Roberto Gavaldón Leyva y Humberto Celis Ochoa Jr.

"A la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los CC. diputados Florencio Barrera Fuentes, José R. Castañeda Zaragoza, Porfirio Cortés Silva, Javier Guerrero Rico y Carlos Guzmán Guzmán.

"Al Comité Ejecutivo del Partido Revolucionario Institucional, los CC. diputados Fernando Díaz Durán, Enrique Olivares Santana, Aurora Arrayales de Morales, Enrique W. Sánchez y Juan José Osorio Palacios.

El C. Presidente: Se ruega a los ciudadanos diputados que deseen asistir a este acto, nos hagan el honor de acompañarnos.

- El mismo C. Secretario: La Secretaría, por en cargo de la Presidencia, ruega a los señores diputados que vayan a acompañar a la Gran Comisión que irá a participar la elección del ciudadano López Mateos, a su residencia, se encuentren ahí a las 15.30 horas.

Se va a dar lectura al acta de esta sesión:

"Acta de la sesión de Colegio Electoral celebrada por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión el día diez de septiembre de mil novecientos cincuenta y ocho.

"Presidencia del C. Federico Ortiz Armengol.

"En la ciudad de México, a las doce horas y veinticinco minutos del miércoles diez de septiembre de mil novecientos cincuenta y ocho, con asistencia de ciento cuarenta ciudadanos diputados, se rige la Cámara en Colegio Electoral para conocer del dictamen de la Gran Comisión acerca de las elecciones de Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos celebradas el día seis de julio último.

"La Secretaría da lectura al dictamen de la Gran Comisión, que en su parte resolutiva contiene el siguiente proyecto de decreto:

"La Cámara de Diputados del Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, en ejercicio de la facultad que le concede la fracción I del artículo 74 de la Constitución Federal, declara:

"Artículo primero. Son válidas las elecciones para Presidente de la República efectuadas el día 6 de julio del presente año.

"Artículo segundo. Es Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, para el período que comienza el 1o. de diciembre de 1958 y termina el 30 de noviembre de 1964, el C. Adolfo López Mateos.

"Artículo tercero. De conformidad con lo dispuesto por el artículo 87 constitucional, el Presidente electo, C. Adolfo López Mateos, se

presentará ante el Congreso de la Unión a otorgar la protesta de ley, el 1o. de diciembre del año en curso.

"Artículo cuarto. Publíquese y promúlguese por Bando Solemne en toda la República .

"Puesto a discusión el dictamen, en lo general, pronuncian discursos en apoyo del dictamen, los CC. diputados Arturo Llorente González, Macrina Rabadán Santana de Arenal, José Guillermo Salas Armendáriz, Aurora Arrayeles de Morales y Blas Chumacero Sánchez.

"Se procedió a la votación nominal del dictamen, en lo general y resultó aprobado por unanimidad de ciento cuarenta votos.

"A discusión en lo particular el proyecto de decreto que consulta el dictamen, no hubo quien hiciera uso de la palabra y en un solo acto, en votación nominal, se aprobaron los cuatro artículos de que consta el proyecto por unanimidad de ciento cuarenta votos.

"Puesto de pie los CC. diputados y los concurrentes a esta sesión, el C. Presidente hizo la siguiente declaratoria:

"La Cámara de Diputados del XLIV Congreso de la Unión, en uso de la facultad que le otorgan la fracción I del artículo 74 de la Constitución y el artículo 126 de la Ley Electoral Federal, declara: es Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos para el período que comienza el 1o. de diciembre de 1958 y termina el 30 de noviembre de 1964, el C. Licenciado Adolfo López Mateos".

"La secretaría declaró que pasa el proyecto de decreto al Ejecutivo para efectos constitucionales.

"Se designaron comisiones para participar la declaratoria de esta H. Cámara acerca de la elección presidencial, al C. Presidente de la República, al C. Licenciado Adolfo López Mateos, al H. Senado de la República, a la Suprema Corte de Justicia y al Partido Revolucionario Institucional.

"A las catorce horas y cuarenta y cinco minutos, se levanta la sesión y se cita para el próximo jueves dieciocho a las doce horas.

"Se dio lectura a la presente acta".

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica, se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.

El C. Presidente (a las 14.45 horas): Se levanta la sesión de Colegio Electoral y se cita a los señores diputados para el próximo jueves 18 a las 12 horas.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y

"DIARIO DE LOS DEBATES"