Legislatura XLV - Año I - Período Comisión Permanente - Fecha 19620208 - Número de Diario 56

(L45A1PcpN056F19620208.xml)Núm. Diario:56

ENCABEZADO

MÉXICO, D. F., JUEVES 8 DE FEBRERO DE 1962

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO I. - PERIODO ORDINARIO XLV LEGISLATURA TOMO I. - NUMERO 56

SESIÓN SOLEMNE

DE LA

H. COMISIÓN PERMANENTE

EFECTUADA EL DÍA 8 DE FEBRERO DE 1962

SUMARIO

1.- Se abre la sesión solemne. Se da lectura a la Orden del Día.

2.- Oficio del C. Secretario de la Gran Comisión de la Cámara de Senadores e Informe de los Consejeros Parlamentarios en la Delegación Mexicana a la VIII Reunión de consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de los Estados miembros de la Organización de Estados Americanos, celebrada en Punta del Este Uruguay, del 22 de enero al 1o. de febrero del presente año. De enterado.

3.- Los CC. senador Rafael Moreno Valle, diputada María del Refugio Báez Santoyo y diputado Rómulo Sánchez Mireles hacen uso de la palabra para comentar la labor de la Delegación de nuestro país en la citada reunión de Cancilleres.

4.- Se lee y aprueba el acta de la presente sesión, levantándose ésta.

DEBATE

Presidencia del

C. RÓMULO SÁNCHEZ MIRELES

- - -

(Asistencia de 25 ciudadanos representantes.)

El C. Presidente (a las 12.00 horas): Se abre la sesión solemne de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, bajo la siguiente Orden del Día.

- El C. secretario Rivera Uribe, Diódoro (leyendo):

"Orden del Día.

"8 de febrero de 1962.

"Oficio del C. Secretario de la Gran Comisión del Senado e Informe de los Consejeros Parlamentarios en la Delegación Mexicana que concurrió a la reunión de Ministros de Relaciones Exteriores celebrada últimamente en Punta del Este Uruguay.

"Oradores para comentar la labor de la Delegación de nuestro país en la citada reunión de Cancilleres.

"Lectura y aprobación en su caso, del acta de esta sesión."

- El mismo C. Secretario (leyendo):

"Estados Unidos Mexicanos.

"Gran Comisión de la H. Cámara de Senadores. - Presidente, Manuel Moreno Sánchez. - Secretario., Antonio Mena Brito.

"México, D. F., a 7 de febrero de 1962.

"CC. Secretarios de la H. Comisión Permanente. - Presentes.

"Adjunto remito a esa H. Comisión Permanente para los efectos que procedan copia del informe que rindieron ante la Gran Comisión y las Comisiones de Trabajo respectivas del Senado de la República, los Consejeros Parlamentarios que formaron parte de la Delegación Mexicana a la VIII Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de los Estados miembros de la Organización de Estados Americanos, celebrada en Punta del Este, Uruguay, del 22 de enero al 1o. de febrero del presente año.

"Atentamente.

"Secretario, senador licenciado Antonio Mena Brito.

"Informe que rinden a las Comisiones unidas: Gran Comisión, primera y segunda de Relaciones Exteriores y Comisión Interparlamentaria, del Senado de la República, los consejeros parlamentarios que formaron parte de la Delegación Mexicana a la VIII Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de los Estados Miembros de la Organización de Estados Americanos, celebrada en Punta del Este, Uruguay, del 22 de enero al 1o. de febrero del presente año.

"1º. La VIII Reunión de Consulta fue convocada el 4 de diciembre anterior por el Consejo de la propia Organización, con sede permanente en Washington, E.U.A., a petición del Delegado de Colombia, quien invocó el Artículo 6º. del Tratado de Asistencia Recíproca de Río de Janeiro. En la votación relacionada con ese asunto, nuestro Delegado votó en contra de la convocatoria fundándose en que, en concepto de la cancillería mexicana, el Tratado invocado era inaplicable al caso.

"La VIII Reunión de Consulta se llevó a cabo dentro de un ambiente que permitió, en todo momento, la mayor libertad para la expresión de los distintos puntos de vista de los Cancilleres asistentes, y contó con los medios adecuados para la información que la prensa, la radio y la televisión llevaron constantemente a todas partes donde hubo interés por conocerla.

"2º. Durante las labores de la Reunión, el Canciller mexicano, señor Manuel Tello, actúo conforme a las instrucciones que recibió del Presidente Adolfo

López Mateos, que dirige la política internacional del país, siempre dentro de la tradición mexicana, apoyado en nuestra interpretación de buena fe de las normas del derecho interamericano, y ajustado a las disposiciones constitucionales que nos rigen, dentro y fuera del territorio nacional. Cabe recordar que, para nosotros, tienen jerarquía constitucional los Tratados que México suscriba y sean ratificados por el Senado de la República; tal es el caso de la Carta de la Organización de los Estados Americanos. Sus normas y disposiciones forman parte de las leyes fundamentales del país y son obligatorias para los mexicanos.

"3º. En camino para el Uruguay, acompañamos al Canciller mexicano en su visita oficial a Río de Janeiro, donde fue huésped del distinguido Canciller brasilero, señor Francisco de San Tiago Dantas. Aprovechando esa visita, ambos cancilleres y sus consejeros y asesores, cambiaron impresiones sobre diversos aspectos de las relaciones entre Brasil y México, y sobre el problema que sería presentado a consideración de la VIII Reunión de Consulta. Los cambios de impresiones permitieron comprobar la identidad de criterios respecto de diversas cuestiones relativas a la convocatoria de la VIII Reunión, aunque difiriendo en cuanto a las posiciones prácticas, pues mientras el de Brasil proyectaba formular alguna proposición concreta, el de México no llevaba ninguna propuesta, sino la resolución de estudiar las que se presentaran a la luz de los principios fundamentales antes acordados por México, y que constituyen la base jurídica del sistema interamericano.

"4º. Los fundamentos y criterios de la posición mexicana respecto de los temas de la VIII Reunión de Consulta, fueron definidos desde antes que la Delegación abandonara el país y, posteriormente, expresados con claridad durante el debate general de la Reunión, habiendo fundamentado el voto que México emitió sobre las resoluciones finales.

"La posición de la Delegación mexicana se encuadró dentro de los siguientes puntos básicos:

"A. La inaplicabilidad, al caso sometido a consideración, del Tratado de Asistencia Recíproca de Río de Janeiro.

"B. El fortalecimiento del sistema interamericano mediante el más estricto apego de todos a sus normas jurídicas, cuya base primordial es la Carta de Bogotá, constitutiva de la Organización de los Estados Americanos.

"C. La evidencia de que los Estados miembros de la OEA, conforme a la Carta de Bogotá, en diversas y reiteradas ocasiones libremente han manifestado su propósito de establecer y mantener en su interior la forma de gobierno republicano de la democracia representativa, respecto de cuyos caracteres esenciales han expresado también su conformidad. Tal circunstancia, bien enraizada en la historia política del Continente, ha originado que en los principios y postulados del sistema interamericano, tal como fueron plasmados en la Carta de Bogotá, figure en forma destacada la adhesión de nuestros países al sistema de gobierno republicano, democrático y representativo.

"D. La incompatibilidad, conceptual, doctrinaria y funcional, que existe entre el sistema politicogubernamental de la democracia representativa, cuyos elementos substanciales todos conocemos, y el fundado en el marxismo - leninismo, que emplea como instrumento operativo la dictadura y la supresión de los derechos inherentes a la dignidad de la persona humana, que elimina la libertad individual, la propiedad privada y toda iniciativa personal para emprender tareas, buscar ocupación y resolver el destino de cada individuo y de su familia, conforme a sus inalienables deseos. Dicha incompatibilidad, a la luz de las normas constitucionales mexicanas, resulta indiscutible.

"E. El derecho de autodeterminación de cada país, y el respeto a su soberanía para que busque y pueda darse el sistema de vida y las instituciones económicas, políticas y sociales que mejor le convenga, y

"F. La no intervención de ningún país o grupo de países en los asuntos interiores de otro, lo que debe entenderse como norma de aplicación general y no solamente aplicable respecto de un Estado o grupo de Estados.

"5º. La incompatibilidad a que se refirió México en la VIII Reunión de Consulta fue, únicamente, la relativa a un país marxista - leninista con el sistema interamericano, considerado en conjunto, como entidad jurídica y como un todo organizativo, y no la que pudiera resultar entre ese país y cada uno de los países miembros de la OEA, individualmente considerado, pues la apreciación de esa incompatibilidad y, en su caso, la declaración de ella, compete a cada Estado, lo que respecto del actual Gobierno de Cuba ya lo han hecho diversos países de América, al romper unilateralmente sus relaciones diplomáticas con Cuba. No significa dicha incompatibilidad la imposibilidad de relaciones o trato recíproco, o, como suele decirse, la coexistencia de un país marxista - leninista con cada una de las demás repúblicas americanas democratico representativas; pero esas relaciones o tratos deben realizarse en forma bilateral y conforme a los deseos individuales de cada país. La incompatibilidad, repetimos, es respecto de la organización misma, pues según sus principios y propósitos, interpretados a la luz de los textos y de la tradición histórica, es una organización en la cual es consubstancial con cada uno de sus miembros el régimen republicano, democrático y representativo.

"6º. El Canciller mexicano sostuvo, por ello mismo, que la incompatibilidad de sistemas politicogubernamentales entre la democracia representativa, que constituye uno de los principios de la OEA, y un régimen marxista - leninista podría declararse, pero que en ninguna de las normas fundamentales de la Organización existe apoyo jurídico para acordar o considerar siquiera la expulsión de un país, por esa o por cualquier otra causa, pues el caso no fue previsto en la Carta de Bogotá, como sí lo fue en la Carta de San Francisco, que constituyó la Organización de las Naciones Unidas. Es generalmente reconocido en derecho internacional, que la exclusión de una organización internacional de un país miembro, para ser posible, debe estar expresamente prevista, pues las facultades que no se establecen expresamente en la Carta constitutiva de una organización internacional, deben considerarse reservadas a la soberanía de cada uno de sus integrantes, tal

como sucede en nuestro derecho constitucional interno, por lo que se refiere a la Federación, y a los Estados que la integran.

"Debe afirmarse categóricamente que la cuestión jurídica así planteada no era, como podría creerse a la ligera, una cuestión de mero procedimiento, sino de naturaleza esencial, pues no se debatía cómo excluir de la Organización a uno de sus miembros, sino si esa exclusión era jurídicamente posible.

"7º. Aunque algunos cancilleres que concurrieron a la VIII Reunión de Consulta se mostraron apasionados en la defensa de sus puntos de vista, fueron cediendo en su actitud original ante la firmeza de la posición mexicana y de otros países que con ella coincidieron, y por virtud también del esfuerzo común que se hizo por encontrar las mayores uniformidades de criterio e incluso procurar la unanimidad. Los puntos que dividieron las opiniones de la VIII Reunión, expresados a la luz de la posición mexicana, son los siguientes:

"A. La exclusión de la OEA, de un país miembro solamente es posible jurídicamente con norma expresa, la que sólo podría existir mediante la reforma relativa de la Carta de Bogotá, y

"B. Las medidas que puedan tomarse conforme al Tratado de Río de Janeiro no pueden vulnerar la Carta de Bogotá, pues ambos son Tratados, contienen normas de igual jerarquía, y deben ser interpretados y aplicados armónicamente; el régimen de la OEA, como organización de Estados, y el estatuto de los miembros de ella, están establecidos primordialmente en la Carta de Bogotá.

"8º. La firmeza de la actitud mexicana y de los otros países que coincidieron básicamente con ella, aparece mucho más clara si se la considera dentro de la perspectiva de todas las labores de la VIII Reunión. Dicha actitud no varió en ningún momento, sin que por otra parte la Delegación hubiera dejado de hacer cuanto estuvo de su parte para alcanzar unanimidad en las resoluciones, lo que hubiera podido lograrse con sólo la aplicación directa y sencilla del derecho interamericano.

"En cambio, resulta fácil considerar las variaciones de criterio de los países que desde el principio votaron por la celebración de la VIII Reunión de Consulta, muy especialmente de la Delegación de Colombia y de las de los países Centroamericanos. En efecto, en un principio ellos propugnaron la aplicación de sanciones diplomáticas y comerciales contra Cuba; pasaron luego a pugnar por la expulsión de Cuba como miembro de la OEA; más tarde propusieron la exclusión automática del Gobierno de Cuba de los órganos y organismos del sistema interamericano; y al final aceptaron una exclusión diferida, encomendando las resoluciones relativas a cada órgano y organismo del sistema interamericano.

"Bien podría decirse, si aplicáramos la jerga que emplearon algunos periodistas sobre los grupos de países que sostuvieron criterios divergentes, que la actitud firme y dura la asumieron los países que, como México, fueron invariables en su tesis jurídico - política, mientras que el grupo sancionista fue reblandeciendo su actitud hasta llegar casi a los términos que hubieran permitido, dentro del derecho, una resolución unánime en todos los acuerdos presentados.

"9º. Resulta interesante también destacar que en la VIII Reunión se enfrentaron tendencias opuestas en cuanto a la jerarquía y predominancia del factor político y del factor jurídico, puesto que, sin duda, el asunto primordial que fue objeto de los debates era a la vez de entraña jurídica y política. Unos quisieron postergar el derecho al interés político y México pugnó siempre porque prevaleciera lo jurídico sobre otras consideraciones, sin eliminarlas, pero llevándolas al terreno y la proporción que les son propias.

"10º La votación final en el punto debatido, revela claramente la estructura del conjunto de opiniones: los catorce votos en favor de la exclusión del gobierno de Cuba de los órganos y organismos del sistema interamericano, fueron emitidos por los mismos países que votaron por la celebración de la Conferencia, y que llevaron previo a la Reunión un acuerdo en principio; el voto en contra lo emitió el Canciller cubano en defensa de su país; y los seis votos de abstención fueron emitidos por países que pusieron sobre todo, como México, el apego al derecho, que es lo único que puede defender la unidad del sistema interamericano, y que constituye la garantía histórica de los pueblos que creen en que la política internacional debe abandonar su carácter de presión basada en el poder, para convertirse en una actitud fundada en la ley y en la justicia internacionales.

"11º Como asesores parlamentarios, los Senadores que concurrimos a la 8ª. Reunión de Consulta tuvimos acceso a todas las deliberaciones, desde cuando en la Ciudad de México se definió el marco de la actitud que asumiría la Delegación mexicana, hasta el último momento, abarcando las conversaciones en Río de Janeiro con la Delegación Brasileña y las sesiones generales y juntas de trabajo que tan intensamente se realizaron en Punta del Este. En ningún momento el Canciller Tello asistió solo a entrevistas, juntas o reuniones, pues hasta en los encuentros protocolarios o de mera cortesía, entre los que destacaron las visitas a la residencia del Excelentísimo Presidente de Uruguay, señor Eduardo Víctor Ahedo, el Canciller nos distinguió pidiéndonos que lo acompañáramos, lo que hicimos con sumo agrado, considerándolo siempre como un honor hecho al Poder que representamos.

"No rendiríamos tributo a la verdad si calláramos lo admirable que nos pareció en todo momento la actuación del señor Tello, Secretario de Relaciones Exteriores; su infatigable resistencia para el trabajo y la claridad y sencillez de sus exposiciones, así como la dignidad y patriotismo de sus actitudes. Expresamos en este momento el más amplio elogio al señor Tello, sabiendo que no es el nuestro el único que merece por su tarea. Sus colaboradores del Servicio Exterior Mexicano mostraron siempre su gran preparación y una seriedad moral e intelectual a la altura de los intereses mexicanos que defendieron.

"12. Durante este viaje, y especialmente en Punta del Este durante las tareas de la VIII Reunión, una vez más sentimos orgullo de ser mexicanos, de

pertenecer a un pueblo tan compenetrado de sus tradiciones y de su destino, y claramente percibimos cuánto honor significa el representarlo, y cómo, a medida que nuestro país se hace más independiente en lo político y en lo económico, adquiere mayor suma de responsabilidades y debe prepararse más intensamente para sortear los problemas que ello implica, y para defender en todas las formas su independencia - que no es neutralidad - y que para los mexicanos no significa el pasar de un dominio, bloque o influencia, a la esfera de otros, cualesquiera que sean sus caracteres y orientaciones, sino buscar y lograr una real y verdadera autodeterminación nacional manteniendo para los demás, respeto y concordia.

"Tal como ya lo hizo el Canciller Tello, queremos expresar nuestro reconocimiento a la prensa mexicana por el esfuerzo de información que realizó con motivo de la VIII Reunión, por más que debe señalarse el hecho desconcertante de que aun los órganos periodísticos que tuvieron enviados especiales en Punta del Este concedieron espacio más destacado a las informaciones provenientes de las agencias internacionales, que a las surgidas de fuentes mexicanas y a los remitidos de sus reporteros. Si bien es cierto que tal circunstancia pudiera completar la información general, suele ser frecuente que la interpretación de los hechos, así transmitida, no corresponde con la debida precisión al espíritu de las fuentes mexicanas, a la perspectiva que en el extranjero tenemos los mexicanos sobre los problemas sociales y políticos, y a la conveniencia de informar con la amplitud debida al pueblo mexicano, de la actuación y actitud de sus representantes.

"Todos los verdaderos mexicanos aceptarán con nosotros que la dignidad e independencia de nuestro país no es materia de transacciones, por provechosas que en lo material pudieran transitoriamente aparecer, y que cualesquiera que pudieran ser los problemas que el país enfrentara para defender su derecho, su expresión y su doctrina, los resolveremos unidos, tal como lo hemos hecho una y otra vez en el pasado; pues esos problemas no han de ser tan intrincados ni la decisión de esta generación ha de ser menor que las de las generaciones que la antecedieron.

"A menudo, en casos como éste, muestran mayor temor o desconcierto los individuos y los grupos que disponen de mayor capacidad económica propia, y parecen ser los más inclinados a la transacción o declinación de la tradicional posición internacional del país, en aras de una prosperidad o abundancia proveniente del exterior; pero los mexicanos que siempre han sabido que el progreso real y efectivo del país se basa fundamentalmente en nuestro esfuerzo propio y en la cooperación leal y desinteresada que podamos recibir para aclarar nuestro desenvolvimiento, tales mexicanos pondrán siempre por encima de cualquier ilusión o certeza de beneficio económico, la convicción de que sólo siendo como somos y mostrándonos a los demás con entera lealtad conforme a nuestra naturaleza, podremos mantener nuestra cohesión nacional y orientar nuestros esfuerzos hacia la consolidación de nuestra nacionalidad con respeto de nuestra idiosincrasia histórica.

"Considerando el panorama político interamericano, estimamos que las zonas que muestran mayor inestabilidad son aquellas en que las reformas sociales, que las poblaciones demandan en su gigantesco esfuerzo de modernización, se han retardado o han sido eludidas, con el efecto de querer mantener vigentes estructuras economicosociales que no responden ya a las circunstancias históricas actuales.

"Nuestro país, en este aspecto, resulta por lo mismo más estable política y socialmente, pues las transformaciones emprendidas por la Revolución Mexicana han originado relaciones económicas que dan solidez mayor a las instituciones políticas y sociales, y que integran un ideario de acción claro y definido, sin complacencias y sin confusiones. De ahí mismo se deriva, una vez más, que la tarea esencial de los mexicanos por ahora sea acelerar el proceso transformador de su Revolución, alcanzado las metas de justicia social y desarrollo general del país. Justamente en tal sentido trabaja con decisión y sin temores, el régimen que preside el ciudadano Adolfo López Mateos.

"Por último, queremos expresar a los senadores miembros de las comisiones a las que informamos, nuestra convicción de que este es un asunto terminado, por importante y espectacular que haya sido, y que otras tareas inaplazables demandan ya nuestra atención y nuestro esfuerzo, dominando en todas ellas los asuntos inherentes a nuestro país y a los problemas que tenemos pendientes, hacia los cuales debemos orientar, sin demora, nuestras actividades.

"Los demás países del Continente sabrán siempre, como pudieron observarlo una vez más en Punta del Este, que la actitud internacional mexicana se basa en el apego a los principios y a los acuerdos previamente concertados, y en la más elevada concepción de la justicia entre los pueblos y entre los individuos, lo que sólo ha de lograrse mediante el respeto recíproco de los derechos de cada uno. - México, D. F., a 7 de febrero de 1962. - Manuel Moreno Sánchez. - Rodolfo Brena Torres". - De enterado con satisfacción. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra el señor senador Rafael Moreno Valle, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de esta honorable Comisión Permanente.

El C. senador Moreno Valle, Rafael: Señor Presidente, señores diputados y senadores, distinguidos invitados, señores, señoras: los miembros de la Comisión Permanente del Honorable Congreso de la Unión nos hemos reunido hoy para expresar nuestras opiniones sobre la actitud asumida por la Delegación Mexicana, encabezada por nuestro Secretario de la Relaciones Exteriores, don Manuel Tello, de la que formaron parte nuestros compañeros, senadores y licenciados Manuel Moreno Sánchez y Rodolfo Brena Torres, en la Octava Reunión de Consulta de Cancilleres celebrada en días pasados en Punta del Este, Uruguay. No quiere ello decir que este Cuerpo colegiado ignore los límites de sus atribuciones ni tampoco que pretenda arrogarse facultades políticas de aprobación o de rechazo a la

conducta de dicha Delegación y menos aún es nuestro propósito actuar como si de este órgano del Poder Legislativo dependiera la ratificación de actos realizados en nombre de México por el señor Secretario de Relaciones Exteriores. ¡No! Pero es evidente que la opinión pública de la nación siguió con marcado interés los acontecimientos de esa Asamblea en la que se debatían cuestiones trascendentes para el futuro de la unidad de América; pero fundamentalmente, la opinión nacional se polarizó en calibrar la posición de México, consciente de que en ella se definían mucho más que los problemas que originaron la reunión, pues estaban también en juego el prestigio de nuestro país, logrado en el pasado a base de verticalidad en el respeto a las normas jurídicas, y el precedente que quedará sentado, para la Historia, de la posición de México en las relaciones internacionales.

"Distintas organizaciones han hecho públicos sus particulares puntos de vista y en el ambiente hace acto de presencia el tema en cuestión expresado a través de las conversaciones privadas. La prensa, como espejo de acontecimientos, ha registrado en sus páginas la incidencia del interés general sobre ello mismo; entonces, nada impide que nosotros, miembros de la Comisión Permanente, interesados como mexicanos y como legisladores en todo lo que atañe a la vida nacional, expresemos a nuestra vez nuestro criterio.

"En el discurso que pronunció nuestro Secretario de Relaciones Exteriores el día 24 de enero, sentó las bases jurídicas del porqué México no estaba de acuerdo en la aplicación de sanciones contra el Gobierno de Cuba. En esencia, estas razones jurídicas eran y son la carencia de facultades de esa reunión de consulta para excluir a un Estado miembro de la OEA. Era preciso adicionar previamente a la Carta fundamental de dicha Organización, la cláusula respectiva y, para que ello pudiera ocurrir, debía convocarse a una conferencia extraordinaria como lo prevé la propia Carta. Esta actitud de México, fundada en el Derecho, fue malévolamente interpretada por sectores interesados como actitud "blanda", indecisa, o de oposición sistemática al grupo mayoritario de los miembros de la OEA. Nada más injustificado que calificar de indecisa, "blanda" o de oposición sistemática una actitud viril y firmemente sostenida hasta el final y ajustada a las normas del Derecho Internacional. El mismo documento a que hemos hecho referencia, leído por nuestro Secretario de Relaciones Exteriores, expresó en forma precisa y terminante la postura de México en materia de doctrina política al señalar que: "El Primer Mandatario de mi patria enunció lo siguiente: "Es oportuno a este respecto, precisar una vez más nuestra posición en la cuestión de Cuba. México ha pedido invariablemente en éste, como en muchos otros casos, que se aplique el principio de no intervención; pero nunca ha sugerido, ni podría hacerlo, que este principio sea observado por un grupo de Estados, ya que el vigor de la doctrina depende de la universalidad de su aplicación. Por otra parte, quiero recordar que hace un año, en igual ocasión que la de hoy, al reiterar los sentimientos de simpatía por las aspiraciones revolucionarias del pueblo cubano, lo situé claramente en la esfera de la solidaridad interamericana, cuando expresé que "nuestras Repúblicas constituyen una familia de naciones formada en la Historia y para la Historia", y que nuestra misión, la de cada una de estas naciones, consiste en mantenerse unidas en paz y en concordia, dentro de las grandes causas que les han sido siempre comunes".

"Con este espíritu y con este ideario comparece México en esta Reunión: con conciencia profunda de solidaridad americana; con inquebrantable fe en la democracia representativa; con absoluta devoción al Derecho, a los pactos que hemos suscrito libremente, para no transgredirlos en un ápice ni por exceso ni por defecto, con la mejor voluntad de contribuir en encontrar la solución de nuestros conflictos y diferencias; con la convicción de que no hay antinomia alguna entre la paz y seguridad de América y los supremos principios de convivencia armónica, como son los de la no intervención y el de la autodeterminación de los pueblos".

"Más adelante nuestro Canciller expresó rotundamente lo siguiente: "Parece, pues, indudable que existe una incompatibilidad entre la pertenencia a la Organización de los Estados Americanos y una profesión política marxista - leninista como lo sería también con una profesión monárquica absoluta. Con la misma energía con que defendemos el derecho de autodeterminación de los pueblos, del pueblo cubano por consiguiente, sostenemos que es inconciliable la calidad de miembro de nuestra Organización con la adopción de un régimen de gobierno cuyas características no son las de las democracias representativas."

"Esta declaración seguramente despejó dudas a los extremistas y a quienes no han entendido que la estructura política de México está basada en la democracia la que establece "efectividad del sufragio y renovación periódica de sus titulares en sus cargos representativos, como condición imprescindible de la vida política, pero con ello y más allá, democracia de contenido social y económico: reivindicación de nuestros recursos naturales, distribución de la tierra, legislación del trabajo, seguridad social, instituciones, en suma, que garantizan a todos los ciudadanos el empleo fecundo de la energía humana y su participación justa en los bienes económicos y espirituales", como expresó atinadamente en Río de Janeiro nuestro Primer Mandatario. Democracia, que establece el respeto a la dignidad del hombre, a su libertad de pensar, de creer, de expresarse, de asociares, de movilizarse y de poseer bienes dentro de las normas constitucionales. Democracia que no es como lo establece el marxismo - leninismo, una falacia del imperialismo económico, sino disfrute pleno de las libertades fundamentales del hombre en su convivencia social.

"Así, pues, la postura decidida y firme de México que ratificó su inquebrantable defensa de los principios de autodeterminación y no intervención y fue también el primero en establecer la incompatibilidad de una organización internacional de países demócratas americanos con la de un gobierno comunista, ha sido totalmente

congruente con la política interna y externa del Gobierno de la República, y basada en las tradiciones políticas, sociales, éticas, culturales y económicas de nuestra patria a través de toda su historia.

"Ahora bien, ante los rumores equivocados o confusos respecto de las relaciones que guarda el pueblo y el Gobierno de México con el pueblo y el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, queremos declarar a la opinión pública nacional e internacional que son dos pueblos y dos gobiernos amigos a los que une no solamente la vecindad y la democracia como organización política, sino que además están unidos en los ideales comunes: la paz, el progreso y la justicia. El licenciado Adolfo López Mateos, Presidente de México, en su último Informe de Gobierno dijo al respecto: "nuestras relaciones bilaterales han mantenido plena vigencia con todas las naciones. La estrecha y cordial amistad con Canadá y los Estados Unidos de Norteamérica es básica en el cuadro de la política internacional mexicana, tanto por motivos geográficos, cuanto porque se inspira en los principios del respeto mutuo y de la solidaridad en el Derecho. Estamos seguros que, al correr los años, se ha establecido, en estos tres países el sentimiento de que todos los problemas pueden ser resueltos, si así se desea, por medio de entendimientos justos, celebrados dentro de la mutua consideración hacia la personalidad del otro Estado, como es propio de relaciones entre verdaderos amigos y vecinos".

"Motivo de diversos comentarios han sido los conceptos vertidos por algunos ciudadanos norteamericanos en el sentido de restringir o anular el programa de Alianza para el Progreso que el presidente Kennedy propuso para la América latina y, claro está, señalan a México como uno de los países que no recibiría las inversiones para coadyuvar a su desarrollo económico. Nosotros estamos seguros de que esas expresiones no representan el sentir del pueblo y Gobierno de Norteamérica, sino son solamente expresiones aisladas de personas que pueden hacerlo en un país donde también se respeta la libertad de expresión, pero que dichas personas no se den cuentan que la amenaza y la presión económica no son los mejores caminos para el fortalecimiento de la cordialidad entre los pueblos de América, y lo único que logran es despertar la desconfianza, el recelo y el resentimiento (aplausos), que no son, evidentemente, los medios adecuados que conducen a la unidad panamericana. Solamente la cordialidad, la comprensión, la cooperación, el respeto y la equidad en el trato, pueden despertar sentimientos recíprocos de amistad y entendimiento entre los hombres y entre las naciones. (Aplausos.)

"Estamos seguros, repetimos, que el programa de la Alianza para el Progreso está fundado en los principios de la solidaridad continental, en la cooperación recíproca, en el intereses común y en los principios humanísticos de elevar los niveles de vida de los pueblos, y no de los gobiernos, de los países latinoamericanos. Síntoma de las buenas relaciones de Estados Unidos de Norteamérica con nuestro país es la anunciada visita del señor presidente John F. Kennedy a México.

"Señores legisladores: hemos pretendido analizar someramente la actuación jurídica, política y doctrinaria de nuestra Delegación en la histórica junta de Punta del Este y estamos convencidos de que se ajustó estrictamente a la pauta marcada por nuestro Primer Mandatario, licenciado Adolfo López Mateos, y que su actuación merece la aprobación del pueblo mexicano, ya que el prestigio de México se ha mantenido incólume como defensor de la libertad, la dignidad, la democracia, la justicia, la no intervención, la autodeterminación y, como norma inquebrantable de su actuación, el estricto respeto al imperio de la ley." (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene la palabra la ciudadana diputada y licenciada María del Refugio Báez Santoyo.

- La C. Báez Santoyo, María del Refugio: Ciudadano Presidente de la Honorable Comisión Permanente del Congreso de la Unión. Ciudadanos senadores y diputados. Honorable Cuerpo Diplomático. Distinguidos visitantes. Ciudadanas y ciudadanos: México ha sido escenario de las más grandes luchas sociales, en las que se han dilucidado, muchas veces, hasta en el plano de la violencia, las finalidades que un Estado debe perseguir para el servicio de la comunidad y del pueblo.

"Nos hemos debatido entre diversas tendencias antitéticas, y hemos logrado mantener a nuestra nación, a partir de 1910, en que se gestó la lucha revolucionaria que se consolida con el Congreso Constituyente de 1917, para sentar la firme tesis, de que nuestra meta final es la conquista, cada día más concreta y eficaz, de los derechos y las garantías que consagran la dignidad del hombre.

"La concepción más pura del derecho nacional es nuestra Carta Magna, a la par realidad vivida por la República, e ideal que proyecta nuestros anhelos para hacer cada día, más efectivos, la igualdad de oportunidades y el bienestar de cada hijo de México, borrando para siempre distingos raciales, económicos y políticos.

"Nuestro derecho interno se nutre con la serie de estructuras jurídicas, corolarios de la revolución dinámica de la propia sociedad y enfocados hacia la justicia social, cristalización de nuestras costumbres, modo de obrar, cuya base fundamental es el respeto a la Constitución que nos rige.

"Recordemos las frases pronunciadas en el recinto de esta misma Cámara, por el gran Presidente, licenciado Adolfo López Mateos, con motivo de su Segundo Informe: "No haremos ni dejaremos que se haga nada al margen, por encima o en contra de la Constitución". (Aplausos.)

"Nuestro Código Político, colocado en la cima de la jerarquía social, informa al Derecho Público e imprime el rasgo común para el Derecho Internacional, consecuencia de relaciones generadoras de una corriente de normas y principios que forjan a cada paso el pensamiento rector de nuestra postura internacional, y se traduce en la firma de diversos tratados y convenciones, que atenidos a los trámites de tipo formal se erigen, conforme al artículo 133 de la Constitución, en la ley suprema de la nación.

"La trayectoria histórica dibujada por la política internacional seguida por México, tiene la característica - tanto en los organismos mundiales como en los regionales - de estar

acorde con nuestro derecho interno, ciñéndose estrictamente a la norma jurídica signada por nuestro país, como parte contratante, en pleno ejercicio de su soberanía, en los diversos compromisos internacionales.

"Partiendo de estos postulados, que marcan el único camino en la vida institucional del pueblo de México, me voy a referir a declaraciones de tipo confirmatorio de esos mismos principios, y que son conocidas por todos nosotros.

"El señor Presidente de la República, en su discurso pronunciado en Washington, en la sesión solemne del Consejo de la Organización de los Estados Americanos, al hacer un análisis cuidadoso y objetivo de la realidad americana, expresó: "es indispensable que no descartemos principios e instituciones que han sido, en el pasado, elementos fundamentales de nuestra convivencia. Cierto que algunos de estos principios, como el de la no intervención, pueden paralizar, en determinados casos, nuestra acción conjunta o por lo menos limitarla; pero esto que pudiera aparecer como una desventaja, constituye en el fondo la única norma compatible con el reconocimiento, de que es la nuestra una organización de estados soberanos".

"Y trasmitiendo nuestra esencia, el señor Presidente, en su viaje considerado como de la hermandad, por diversos países de la América latina, abunda en estos mismos conceptos que en forma unánime respalda el pueblo de México, y así, en Venezuela, expresó: "La democracia, para nosotros, no es solamente un concepto de organización política: también es un principio de estabilidad económica y una condición de la justicia social... La democracia debe implicar seguridad social y política, el goce de una vida sin restricciones, sin amenazas, ni zozobras, en la plena confianza de que la organización social, que beneficia al pueblo no le será arrebatada por la sorpresa o la violencia... Queremos comunidades de hombres libres en nuestras naciones libres". (Aplausos.)

"En Brasil proclamó: "Hemos pugnado invariablemente juntos en los diversos organismos de las Naciones Unidas, para dar plena efectividad a todas aquellas disposiciones de su carta constitutiva que de manera más señalada conciernen a la promoción del bienestar real, material y espiritual de todos los pueblos.

"Y al referirse a Río de Janeiro, donde tuvo su sede de la antigua Comisión de Jurisconsultos Americanos, aludió a los trabajos que al ser llevados a la conferencia de La Habana, tuvieron como resultado el principio básico de nuestro sistema: el principio de no intervención.

"En Argentina afirmó rotundamente: "México sostiene la igualdad jurídica de los Estados y el respeto escrupuloso de su soberanía, lo que necesariamente implica el rechazo de toda intervención, repudia sin reservas el recurso a la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; está firmemente convencido de que la convivencia pacífica sólo puede lograrse sobre las bases del respeto mutuo y de la autodeterminación de los pueblos." La vigorosa voz de nuestro Primer Mandatario reiteró con igual entusiasmo los mismos principios en la República de Chile, en su mensaje a Bolivia y en su conceptuoso discurso al Congreso de la República del Perú.

"Y ante la soberanía nacional, sucesivamente en sus tres informes presidenciales, el Primer Mandatario de la Nación confirma la línea de conducta del Estado mexicano: democracia, como forma de gobierno, no intervención y autodeterminación de los pueblos, como política internacional.(Aplausos.)

"Congruentemente con esta doctrina, México, en la Reunión de Punta del Este, no podía sostener principios ajenos a los referidos conceptos.

"El ciudadano Secretario de Relaciones Exteriores, don Manuel Tello, en su mensaje ampliamente difundido en toda la prensa del país, sostuvo como tesis medular refiriéndose en forma especial al caso de Cuba - lo que el Primer Mandatario enunció en su último Informe, y que expresa: México ha pedido invariablemente en éste, como en muchos otros casos, que se aplique el principio de la no intervención, pero nunca ha sugerido, ni podrá hacerlo, que ese principio sea observado únicamente por un grupo de Estados, ya que el vigor de la doctrina depende de la universalidad de su aplicación".

"Las objeciones que puso México a la reunión de consulta fueron en cuanto al procedimiento y en cuanto al fondo. Las primeras, enfocadas a la carencia de la base jurídica de la convocatoria, vicios subsanados posteriormente; el más importante, el medular, se refiere a la competencia de la reunión de consulta para tomar la determinación de excluir a un Estado miembro, sin antes reformar la Carta de la Organización de los Estados Americanos, conforme al procedimiento previsto por el artículo 111 en relación con el segundo del Estatuto que dio vida a dicha organización.

"Crear la ley sustantiva, aplicando los mismos procedimientos, que dieron origen a la Carta de la Organización de los Estatutos Americanos, buscando la nueva forma que se ajuste a la actual realidad. Sin ella, México tenía que abstenerse, y con todo acierto razonó su voto: "como consecuencia de la inquebrantable línea de apego a las normas jurídicas seguidas por nuestro país".

"México sostuvo el principio puro y limpio de no vulnerar nuestra Constitución al tomar una resolución que no estuviera apoyada en textos expresamente convenidos y aprobados por nuestra Cámara Alta, pues cuando se firmó la Carta de Organización de los Estados Americanos no se previó el caso de que alguno de los países de esta sólida América abandonara por razones internas - que, desde luego, debemos respetar, aplicando el principio de la autodeterminación de los pueblos - la forma de gobierno democrático, ideal del Libertador Bolívar, de la tierra de Martí y del México de Juárez. (Aplausos.)

"Nos hemos reunido en esta sesión solemne porque estamos interpretando la voluntad nacional para afirmar que nuestro gobierno es democrático, representativo y federal, tiene el respaldo unánime de México en torno del señor Presidente de la República, licenciado Adolfo López Mateos, respetuoso de la división de nuestros poderes, pues en la Reunión de Punta del Este, a través de su Ministro de Relaciones, no hizo sino sostener nuestros principios, la más viva encarnación de nuestro Derecho Público, nuestra vertical postura internacional y su más limpio

apoyo, por encima de las acaloradas discusiones, en la ley interna y en la norma jurídica, que como parte contratante ha signado en los distintos tratados y convenciones.

"Debemos rendir un homenaje entusiasta y profundo - con la expresión más sincera - , con la seguridad de que el pueblo que representamos se unifica y apoya nuestra política internacional, interpretada por nuestro gran Presidente cuyo portavoz en Punta del Este fue el ciudadano Secretario de Relaciones Exteriores, don Manuel Tello, a quien afectuosamente saludamos desde esta tribuna, ya que en forma infatigable sostuvo lo que para el mundo entero no es un secreto, nuestra postura revolucionaria interna y nuestra más alta concepción del respeto mutuo entre las naciones, haciendo honor al indio de Guelatao, cuyo nombre está escrito con letras de oro en este recinto parlamentario. (Aplausos.)

"Nuestro país, en la reunión de Punta del Este, tuvo como sustento, el derecho y como escudo, la dignidad de México. (Aplausos.)

El C. Presidente: En los términos del artículo 20 del Reglamento Interior del Congreso pido la palabra y suplico al señor Vicepresidente se haga cargo de las funciones de esta Presidencia.

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Presidencia del

C. JOSÉ LUIS SUÁREZ MOLINA.

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El C. Presidente: Tiene la palabra el C. diputado Sánchez Mireles.

El C. diputado Sánchez Mireles, Rómulo: "Honorable Comisión Permanente del Congreso de la Unión. Señores senadores. Señores diputados. Señor Presidente del Poder Judicial. Honorable Cuerpo Diplomático. Ciudadanas y ciudadanos:

Hemos escuchado con satisfacción y agrado el documentado informe que rindieron a la Gran Comisión y a las Comisiones unidas de Relaciones Exteriores e Interparlamentaria del Senado de la República, los señores senadores Consejeros Parlamentarios que formaron parte de la Delegación Mexicana a la VIII Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de las Repúblicas Americanas, celebrada en Punta del Este, Uruguay, del día 22 de enero próximo pasado, al 1º. del mes en curso.

"Nuestro colegas, el señor senador doctor Rafael Moreno Valle, y la señorita diputada y licenciada María del Refugio, Báez Santoyo, han analizado ya con toda acuciosidad y brillantez la actuación jurídica de nuestra representación diplomática ante la mencionada reunión. De sus autorizadas intervenciones se desprende con meridiana claridad que México siguió el camino legal e institucionalmente señalado por nuestro régimen jurídico. Los tratados internacionales que norman nuestra conducta en actos de convivencia con otros pueblos, por mandato contenido en el artículo 133 de nuestra Constitución, forman parte del acervo de leyes nacionales, tan pronto son aprobados por el Senado de la República, en uso de la facultad que le otorga la fracción primera del artículo 76 de nuestro Código Fundamental.

"Siendo así, ningún funcionario de la Unión, cualquiera que sea su categoría, está en posibilidad de actuar en contraposición a un Tratado Internacional en vigor, sin violar su protesta de respetar y hacer respetar la Constitución General de la República y las leyes que de ella emanen. En esta posición México ha sido siempre inflexible. Como en todo acto internacional en que ha participado, nuestra Nación se ha manifestado invariablemente amante de la convivencia pacífica de los pueblos, fundada en el respeto a su autonomía y a su derecho de audeterminación. Hemos sostenido, consecuentemente, el principio de no intervención y la prevalencia del derecho frente a la fuerza.

"Dentro de esos grandes lineamientos, la posición de México ha sido siempre rectilínea y sin titubeos. Rígida y tenaz. No somos ni seremos un país "blando", si por ello se entiende confusión o indeterminación de la conducta nacional o internacional.

"El Primer Magistrado de la Nación ha dicho que: "...toda nuestra historia es producto genuino de nuestra existencia, de nuestra cultura, de nuestro ser nacional, y si las metas revolucionarias postulan una planificación de la vida para lograr la justicia social, lo hacen presuponiendo siempre libertades esenciales a la persona humana en cuyo beneficio y mayor dignidad habrá de realizarse plenamente esa justicia social". México, guiado por ese pensamiento rector ha, seguido una ruta sin desvíos. En confirmación a ese aserto, quiero recordar cómo, hace casi un siglo, el gran pueblo hermano de Colombia, y precisamente, por haber triunfado de una intervención extranjera injusta, proclamó "Benemérito de las Américas" a nuestro indio ejemplar don Benito Juárez. (Aplausos.)

"Somos un país amante de la paz. Proclamamos la convivencia pacífica sin tiranías y por ello creemos en la primacía del derecho y a él nos ajustamos.

En ciento cincuenta años de vida independiente, hemos sufrido el impacto de cuatro intervenciones sangrientas y sin motivo. Crecimos substancialmente enemigos de toda intervención. En los albores de nuestra existencia como pueblo organizado, padecimos varios siglos la opresión colonizadora, por tanto, nuestro espíritu y la más profunda esencia de nuestro ser nacional, son íntimamente autodeterministas y señalamos como elemento inseparable de todo órgano de convivencia internacional, el derecho inalienable de autonomía de las naciones. (Aplausos.)

"El sistema sorprendentemente avanzado de nuestras culturas autóctonas; el pensamiento humanístico de las Leyes de Indias reconociendo jerarquía humana a nuestros indígenas - con todos sus atributos - , en marcado contraste con otras culturas contemporáneas que clasificaban como "cosas" a los aborígenes objeto de su dominación; nuestro movimiento reivindicador de la libertad, dignidad suprema del hombre, iniciado en 1810; la visionaria solución de Apatzingán que encierra a la propiedad privada en un concepto avanzado de servicio social; todos los balbuceos de nuestra patria en el siglo XIX hasta encontrar ese justo medio que se cristaliza en 1917, y marca el límite armónico entre el respeto a la dignidad del hombre reconociendo su ámbito intocable y la necesidad de aceptar derechos y garantías sociales cuyo ejercicio no puede

ser limitado, porque constituye la condición sine que non del progreso y la felicidad de la nación. "Todos estos momentos supremos de nuestra vida colectiva, constituyen el sólido antecedente en que se sustentan nuestras actuales instituciones, cuya expresión, por mandato del señor Presidente de la República, licenciado don Adolfo López Mateos, llevó ante la Junta de Cancilleres nuestro Secretario de Relaciones Exteriores cuando expuso: que: "...para todo aquel que conozca nuestras instituciones, nuestra legislación, nuestras costumbres, nuestro estilo de vida, no puede caber la menor duda de que México es un país que al mismo tiempo que persigue la justicia social sustenta el más profundo respeto por la dignidad de la persona humana (aplausos). Gestor y promotor del bien público, y con activa intervención, por ello mismo, en numerosos y amplios sectores de la vida humana, el Estado mexicano no ha pretendido jamás invadir aquello que en la milenaria tradición de la cultura occidental se considera el dominio reservado del hombre como tal, es decir, la intimidad intelectual, estética, religiosa y familiar de este maravilloso y supremo centro de autodeterminación que es la persona humana".

"Parece, pues, indudable - sigue diciendo nuestro Canciller - que existe una incompatibilidad radical entre la pertenencia a la Organización de los Estados Americanos y una profesión política marxista - leninista, como lo sería también con una profesión monárquica absoluta. Con la misma energía con que defendemos el derecho de autodeterminación de los pueblos, del pueblo cubano por consiguiente, sostenemos que es inconciliable la calidad de miembro de nuestra Organización con la adopción de un régimen de gobierno cuyas características no son las de las democracias representativas".

"La tesis planteada, no es sino la transcripción de lo que el Primer Magistrado de la Nación, en su mensaje del 1º. de septiembre de 1961, había dicho al Congreso de la Unión: "El Gobierno de México no puede contemporizar con movimientos internacionales de tipo imperialista, ni de extrema derecha ni de extrema izquierda. La voluntad del pueblo mexicano es integrar una república representativa, democrática, y federal y el deber primordial de todos sus mandatarios que hemos protestado el cumplimiento de la Constitución de la República, yo el primero - manifestó - , es cumplir y hacer cumplir el orden constitucional".

"Es incuestionable, por todo lo que se ha expresado en esta reunión, que nuestra representación diplomática en Punta del Este, al interpretar el pensamiento del Primer Magistrado de la Nación, expuso impecablemente la filosofía política de nuestro pueblo, sin distorsiones, sin exageración y sin mengua. Repugna pues, que algunas voces hayan pretendido torcer el sentido de nuestra presencia en Punta del Este. Puede entenderse esa actitud, sólo en los que representan los diversos intereses antagónicos a los de la Nación Mexicana. Pero si algún mexicano la hubiera tenido, merecería el desprecio y la condenación de sus coterráneos (aplausos) y, por ende, el pueblo lo reprobaría, expulsándolo de la comunidad nacional. (Aplausos.)

"La gran enseñanza de la VIII Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de las Repúblicas Americanas, consiste en haber mostrado cómo es posible que naciones tan poderosas, muy poderosas, como las más poderosas del orbe, y naciones muy pequeñas, puedan reunirse bajo el signo de la civilización en un clima de concordia y de orden y puedan emitir libremente su pensamiento e indicar su voto, sin presiones, peligros, amenazas o agresiones. Esta es la gran lección en Punta del Este. Lección de democracia verdadera. Ojalá y este ejemplo pueda ser seguido en dondequiera que un grupo de naciones se reúna a considerar sus problemas y conflictos comunes.

"La Comisión Permanente del Congreso de la Unión, resolvió celebrar esta sesión solemne para expresar al Gobierno de la Nación, que habiendo interpretado y ejecutado fielmente el pensamiento histórico del pueblo de México en la Junta de Cancilleres de Punta del Este, ha merecido su más absoluto voto de adhesión, sin diferencias de partidos políticos ni de matices ideológicos, en un acto de unidad nacional sin precedente en tales casos." (Aplausos.)

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Presidencia del

C. RÓMULO SÁNCHEZ MIRELES

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- El C. secretario Rivera Uribe, Diódoro (leyendo):

"Acta de la sesión solemne celebrada por la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, el día ocho de febrero de mil novecientos sesenta y dos.

"Presidencia del C. Rómulo Sánchez Mireles.

"En la ciudad de México a las doce horas diez minutos del jueves ocho de febrero de mil novecientos sesenta y dos, se abre la sesión con asistencia de veintiséis miembros de esta Asamblea, con la Orden del Día que el C. Presidente da a conocer.

"La Secretaría da lectura al oficio del C. senador licenciado Antonio Mena Brito, Secretario de la Gran Comisión del H. Senado, al que se acompaña copia del informe que rindieron ante la Gran Comisión y las Comisiones de Trabajo respectivas de aquella Cámara, los Consejeros Parlamentarios que formaron parte de la Delegación Mexicana a la VIII Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de los Estados miembros de la Organización de Estados Americanos, celebrada en Punta del Este, Uruguay, del 22 de enero al 1º. de febrero del presente año. De enterado con satisfacción.

"Pronuncian discursos para comentar la labor de la Delegación de nuestro país en la citada reunión de Cancilleres, el C. senador Rafael Moreno Valle, Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de esta Comisión Permanente, y la ciudadana diputada María del Refugio Báez Santoyo.

"El C. diputado licenciado Rómulo Sánchez Mireles, Presidente de esta Asamblea, pide la palabra, en los términos del artículo 20 del Reglamento y pasa a la tribuna.

"Presidencia del C. José Luis Suárez Molina.

"El C. diputado Sánchez Mireles hace uso de la palabra para comentar, asimismo, la labor de la Delegación de nuestro país en la reunión de Cancilleres que tuvo lugar en Punta del Este.

"Presidencia del C. Rómulo Sánchez Mireles.

"La Secretaría da lectura al acta de este sesión."

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica, se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.

El C. Presidente (a las 13.25 horas): Habiéndose agotado los asuntos en cartera se levanta esta sesión y se cita a sesión ordinaria el próximo jueves 15 a las doce horas.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y

"DIARIO DE LOS DEBATES"