Legislatura XLVII - Año I - Período Ordinario - Fecha 19671205 - Número de Diario 40

(L47A1P1oN040F19671205.xml)Núm. Diario:40

ENCABEZADO

MÉXICO, D. F., MARTES 5 DE DICIEMBRE DE 1967

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO I.- PERIODO ORDINARIO XLVII LEGISLATURA TOMO I.- NUMERO 40

SESIÓN

DE LA

H. CÁMARA DE DIPUTADOS

EFECTUADA EL DÍA 5

DE DICIEMBRE DE 1967

SUMARIO

I. Se abre la sesión. Lectura del Orden del Día. Lectura y aprobación del acta de la sesión anterior

II. Hace uso de la palabra el C. diputado Antonio Bernal Tenorio para rendir homenaje a los legisladores y gobiernos que hicieron posible la expedición de la primera Ley de los Trabajadores al Servicio del Estado

III. El C. diputado Ezequiel Rodríguez Arcos pronuncia un discurso con motivo de conmemorarse el primer centenario de la fundación de la Escuela Nacional Preparatoria

IV. El C. diputado Manuel González Hinojosa rinde también homenaje por la expedición de la Ley que creó la Escuela Nacional Preparatoria, y hace la denuncia de la agresión que sufrió el diputado federal Abel Martínez Martínez en las elecciones efectuadas en Concepción del Oro, Zac

V. El C. diputado Víctor Manzanilla Schaffer propone se designe una comisión que investigue los hechos

VI. EL C. diputado Lázaro Rubio Félix se refiere al mismo asunto y protesta, a su vez, por el atentado que sufrió el diputado federal Fernando Peraza Medina en la ciudad de Mérida, Yuc., y pide se nombre una comisión que averigüe el asunto

VII. Sobre los mismos hechos hacen uso de la palabra los CC. diputados Rafael Preciado Hernández, Octavio A. Hernández González, Abel Martínez Martínez, Javier Blanco Sánchez y Carlos Sánchez Cárdenas. Se aprueban las proposiciones y se designan las respectivas comisiones

VIII. La H. Cámara de senadores comunica haber recibido el informe de las labores desarrolladas por la Secretaría de Marina durante el periodo de septiembre de 1966 a agosto de 1967. De enterado

IX. Invitación del C. Gobernador constitucional del Estado de Sinaloa a la lectura del quinto informe de su gestión administrativa que tendrá lugar el día 15 de los corrientes. Se designa Comisión

X. La Legislatura del Estado de Hidalgo comunica la clausura de un periodo de sesiones. De enterado

XI. Dictamen, con proyecto de Decreto, que reforma la Ley que establece bases para la ejecución en México, por el Poder Ejecutivo Federal, del Convenio Constitutivo del Banco Interamericano de Desarrollo. Segunda lectura. Se aprueba. Pasa al Senado

XII. Se da lectura a la Orden del Día de la próxima sesión. Se levanta la sesión

DEBATE

Presidencia del

C. ALFONSO DE ALBA MARTIN

(Asistencia de 167 ciudadanos diputados.)

I

El C. presidente (a las 11.35 horas): Se abre la sesión.

- El C. secretario Pavón Bahaine, Manuel:

"Primer periodo ordinario de sesiones.

XLVII Legislatura.

Orden del Día.

5 de diciembre de 1967.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Oficio de la H. Cámara de Senadores en el que comunica que se recibió en esa Cámara el informe de labores de la Secretaría de Marina en el periodo comprendido del 1o. de septiembre de 1966 al 31 de agosto de 1967, mismo que se encuentra en la Oficialía Mayor para consulta de los ciudadanos diputados. El ciudadano Gobernador constitucional del Estado de Sinaloa invita a esta H. Cámara al acto que tendrá lugar el día 15 de los corrientes y en el cual rendirá el quinto informe de su gestión administrativa.

Circular de la Legislatura del Estado de Hidalgo.

Dictamen a discusión:

De las comisiones unidas de Moneda e Instituciones de Crédito y Primera de Hacienda, el emitido en relación con la Iniciativa de reformas que

establece bases para la ejecución en México, por el Poder Ejecutivo Federal, del Convenio Constitutivo del Banco Interamericano de Desarrollo."

"Acta de la sesión efectuada por la Cámara de Diputados del XLVII Congreso de la Unión, el día primero de diciembre de mil novecientos sesenta y siete. Presidencia del C. Alfonso de Alba Martín.

En la ciudad de México, a las once horas del viernes primero de diciembre de mil novecientos sesenta y siete, se abre la sesión con asistencia de ciento cuarenta ciudadanos legisladores, según declara la secretaría una vez que pasa lista.

Lectura de la Orden del Día y aprobación del acta de la sesión anterior celebrada el día veintiocho de noviembre próximo pasado.

Se da cuenta de los documentos en cartera:

Oficio de la Cámara de Senadores, por el que comunican la designación de su mesa directiva para el presente mes. De enterado.

Minuta, con proyecto de Decreto aprobado por la H. Colegisladora, que reforma y deroga varios artículos del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos. Recibo, y a las comisiones unidas de Reglamentos y de Estudios Legislativos.

La H. Cámara de Senadores envía minuta, con proyecto de Decreto, que reforma y adiciona la Ley Orgánica de los artículos 103 y 107 de la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos. Recibo, y a las comisiones unidas de Justicia y de Puntos Constitucionales en turno e imprímase.

Oficio del señor presidente del Congreso de la República de Venezuela, por el que da a conocer el acuerdo aprobado en sesión celebrada el 16 de noviembre próximo pasado, que respalda las gestiones que realiza el gobierno de Venezuela contra la aprobación de las leyes restrictivas al comercio de productos exportables de América Latina, introducidas al Congreso de los Estados Unidos de América. De enterado.

La secretaría da lectura al estado que manifiesta el número de expedientes tramitados en el mes de noviembre del año en curso, por las comisiones permanentes de esta Cámara. Insértese en el Diario de los Debates.

Las comisiones unidas de Moneda e Instituciones de Crédito y Primera de Hacienda emiten un dictamen, con proyecto de Decreto, por el cual se reforma la Ley que establece bases para la ejecución en México, por el Poder Ejecutivo Federal, del Convenio Constitutivo del Banco Interamericano de Desarrollo, a iniciativa del C. Presidente de la República. Primera lectura.

Dictamen, con proyecto de Decreto suscrito por la Primera Comisión de Puntos Constitucionales, en virtud del cual se concede permiso al C. Ricardo Arzamendi Piña, para que pueda aceptar y usar la condecoración de la Orden del Sol del Perú, en el Grado de Caballero, que le confirió el gobierno de dicho país. Primera lectura. Con base en el acuerdo tomado por la H. asamblea el 22 de septiembre del año en curso, se dispensa la segunda lectura.

A discusión, no habiéndola, en votación nominal se aprueba el proyecto de Decreto por unanimidad de ciento treinta y ocho votos. Pasa al Senado para sus efectos constitucionales.

La Comisión Inspectora de la Contaduría Mayor de Hacienda suscribe un dictamen, con proyecto de Decreto, que reforma la Ley Orgánica de la Contaduría de la Federación. Segunda lectura.

A discusión en lo general y después en lo particular, sin debate en ninguno de los casos, se aprueba el proyecto de Decreto por unanimidad de ciento treinta y nueve votos en lo general, y ciento treinta y ocho votos en lo particular. Pasa al Senado para sus efectos constitucionales.

Dictamen, con proyecto de Decreto presentado por las comisiones unidas de Moneda e Instituciones de Crédito y de Estudios Legislativos, que da bases al Ejecutivo para celebrar empréstitos sobre el crédito de la nación, mediante la emisión de bonos de los Estados Unidos Mexicanos para fomento económico, a iniciativa del Ejecutivo de la Unión. Segunda lectura.

A discusión en lo general.

Para apoyar el dictamen hace uso de la palabra el C. diputado Angel Baltazar Barajas.

En votación nominal se aprueba en lo general, por unanimidad de ciento treinta y seis votos.

A discusión en los particular, no habiendo quien haga uso de la palabra, en votación nominal se aprueba el proyecto de Decreto en lo particular, por unanimidad de ciento treinta y seis votos. Pasa al Senado para sus efectos constitucionales.

Lectura de la Orden del Día para la siguiente sesión.

A las doce horas y treinta y cinco minutos se levanta la sesión pública y se pasa a sesión secreta."

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.

II

El C. Bernal Tenorio, Antonio: Señor presidente, para hechos.

El C. presidente: Tiene la palabra, para hechos, el señor diputado Antonio Bernal Tenorio y a continuación el profesor Rodríguez Arcos, Ezequiel.

- El C. Bernal Tenorio, Antonio:

"Señor presidente, señores diputados:

El Día cinco de diciembre de 1938, es decir, hoy hace veintinueve años, se expidió la primera Ley Tutelar de los Trabajadores al Servicio de los Poderes Federales. El proyecto de Ley respectivo, aprobado por el Congreso de la Unión, provocó un apasionado debate en esta Cámara. La diputación obrera, junto con otros legisladores, propugnaron por incorporar a un régimen de protección jurídica y social al servidor público otorgándole el derecho de estabilidad en sus empleos, de escalafón y la posibilidad de dirimir en un Tribunal sus conflictos laborales con el Estado. Se empeñaron también por reconocerle su derecho a organizarse y a constituir órganos de defensa gremial.

Algunos legisladores consideraban que el Estado Jurídico constituía un peligro para la buena marcha de la administración pública y una amenaza para la integridad del propio Estado. Que no era posible la existencia de sindicatos dentro de las dependencias oficiales, pues éstos se convertirían en órganos de agitación permanente y de protección a gentes incumplidas. Que no era posible

que el gobierno renunciara a la facultad que tenía de remover libremente a su personal y menos aún de someter a los poderes de la Unión a la Jurisdicción de un Tribunal que con sus resoluciones iba a limitar facultades que son inherentes a la autoridad del Estado.

El tiempo ha demostrado que tuvo razón la mayoría legisladora al aprobar la Ley que consolidó la situación jurídica de que ahora disfrutamos y que los gobiernos han venido ampliando en derechos y prestaciones, con la seguridad social otorgada a sus servidores a través del ISSSTE, que ha permitido aumentar su bienestar material y cultural, con lo que sirve en mejores condiciones al Estado Mexicano.

El sindicato ha sido un órgano eficaz de organización interna y de colaboración amplia a los gobiernos de la Revolución. La estabilidad y el derecho escalafonario dan tranquilidad al servidor público y lo estimulan en su diaria tarea.

Han pasado 29 años y los trabajadores al servicio del Gobierno Federal, constituyen una poderosa organización con medio millón de hombres y mujeres que trabajan en todo el país en las más variadas actividades de la administración pública, desde las más modestas hasta las de más alta calificación técnica y profesional, conscientes de los derechos que la Revolución les ha otorgado y de las obligaciones que han contraído con el pueblo al que sirven.

La Ley que regula la vida laboral de la burocracia nacional, han permitido que se haya creado una verdadera carrera administrativa, pues la estabilidad, los centros de capacitación y los reglamentos de escalafón, han sido factores determinantes para una superación constante tanto técnica como profesional, que permite que los puestos vacantes se vayan cubriendo con los trabajadores más capaces dentro de los más antiguos y que muchas plazas de carácter técnico, se cubran con trabajadores de base, cuya preparación y experiencia aseguran mejores rendimientos.

Señores diputados:

En esta ocasión tan señalada, deseamos patentizar los servidores públicos que sabemos que nuestra patria mantiene una paz social y política que permite a sus ciudadanos el disfrute de sus libertades teniendo como bandera la justicia social, creando bases firmes para acentuar nuestro progreso. Como el señor Presidente de la República ha instado a todos los mexicanos para que lo acompañemos en los tres años que faltan de la jornada en el servicio del país, queremos en este día dejar perfectamente sentado que, los trabajadores al servicio de los Poderes de la Unión, estamos prestos al llamado de nuestro Primer Magistrado, para acudir al trabajo diario con la entrega del deber permanente, para el ejercicio de la plena responsabilidad en la tarea, para la dación constante del esfuerzo, a fin de lograr una mejor jornada y realizar un fecundo servicio, que nos dará en lo particular una satisfacción personal, pero sobre todo una paz interna y señalará en esencia nuestro orgullo de servir a México.

Por constituir el brazo ejecutor de los programas de los gobiernos de la Revolución, los servidores públicos nos sentimos plenamente identificados con las inquietudes, las esperanzas y las aspiraciones del régimen del señor Presidente de la República.

Inspirados en esos propósitos y en la permanente gratitud que debemos a la obra de la Revolución, los diputados pertenecientes a la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, vienen ante esta honorable representación nacional a rendir homenaje a los legisladores y gobiernos que hicieron posible la expedición de la primera Ley de los Trabajadores al Servicio del Estado, así como a aquellos que realizaron su incorporación a la Constitución Federal de la República."

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Ezequiel Rodríguez Arcos.

III

El C. Rodríguez Arcos, Ezequiel: Señor presidente, señores diputados: He pedido la palabra para hechos, para dejar una constancia de los juicios del Partido Popular Socialista, con motivo del Centenario de la Fundación de la Escuela Nacional Preparatoria, pues no quisimos interrumpir la sesión solemne en un acto más de reconocimiento a la significación de tal acontecimiento histórico.

"En un manifiesto del gobierno presidido por don Benito Juárez, antes de la expedición de las leyes de Reforma, se hablaba de dar otras bases a la instrucción pública.

Triunfante la causa republicana, expidió, en 1867, la Ley de Instrucción Pública. El hecho fue un acontecimiento que causó honda conmoción en su tiempo, porque dicha Ley, considerada por algunos historiadores como una más de las del grupo de las leyes de Reforma, no sólo sentó las bases para la creación de una educación democrática, sino que estructuró a ésta como un sistema con base en la enseñanza primaria y teniendo como cúspide la enseñanza profesional.

Esta misma Ley dio origen a la creación de la Escuela Nacional Preparatoria, que fue encomendada al doctor Gabino Barreda, y cuyo centenario conmemora hoy esta XLVII Legislatura.

Sobre este acontecimiento de tanta importancia para la vida cultural de México, el Partido Popular Socialista, por mi conducto, expresa los siguientes juicios:

Cualquiera que sea el régimen social establecido en un país, el Poder Público crea su sistema educativo.

Durante los tres siglos de la vida colonial de México, el gobierno virreinal creó un sistema educativo completo, desde las escuelas de primeras letras hasta la Real y Pontificia Universidad de México.

Ese sistema obedecía a propósitos concretos: a educar a los españoles, a los criollos y, en mucho menor escala, a los mestizos, para que pudieran desempeñar las funciones administrativas y las tareas eclesiásticas. La Real y Pontificia Universidad de México sobrevivió a la independencia de la nación; pero si ya a fines del siglo XVIII se había anquilosado, en las primeras décadas del siglo XIX se había convertido en una institución sin ningún prestigio, arrastrando los métodos del conocimiento y de la

enseñanza en desuso en las universidades europeas desde hacía mucho tiempo.

Los hombres de la Reforma -primero Valentín Gómez Farías y después los del movimiento de Ayutla- consideraron que la Universidad Pontificia debía desaparecer y que se deberían crear nuevas instituciones superiores de enseñanza y de preparación profesional, de acuerdo con las exigencias del desarrollo del México independiente.

Las fuerzas conservadoras lograron prolongar la agonía de la Universidad Pontificia algunos años, hasta que el llamado Emperador Maximiliano de Habsburgo la liquidó para siempre, por inútil.

Poco tiempo después del triunfo de la República, el Presidente Benito Juárez expidió la famosa Ley de Instrucción Pública el 2 de diciembre de 1867, que establecía en nuevo sistema educativo y que, entre los nuevos establecimientos de enseñanza, creaba la Escuela Nacional Preparatoria.

El autor de la Ley de Instrucción fue don Gabino Barreda. A él se le confió también la organización de la Escuela Nacional Preparatoria, su plan de estudios y la dirección de este gran centro de enseñanza, de cultura y de orientación social para las nuevas generaciones.

¿En qué consistía el plan de estudios de la Escuela Nacional Preparatoria? En la enseñanza de las ciencias en orden jerárquico, de las más generales a las más concretas.

Gabino Barreda había sido un discípulo de Augusto Comte y participaba también de la doctrina de Herbert Spencer. Fue un partidario de la filosofía positivista que, aplicaba a México, fue acogida por los intelectuales y directores más prominentes del régimen de Porfirio Díaz. Porque, según Augusto Comte, la evolución de la sociedad es un proceso natural y progresista dentro del orden social y político creado: el sistema capitalista.

Acerca de la filosofía positivista y de su influencia en los cuadros superiores del porfiriato, mucho se ha escrito; pero aquí nos hemos reunido para conmemorar exclusivamente el centenario de la Escuela Nacional Preparatoria.

El Plan de estudios de la Escuela Nacional Preparatoria se estableció desde el Reglamento de la Ley Orgánica de Instrucción Pública, del 2 de diciembre de 1867, expedido por el Presidente Benito Juárez, al siguiente año, el 24 de enero de 1868, y firmado por Antonio Martínez de Castro, Ministro de Justicia e Instrucción Pública. A este Reglamento siguieron otros; pero todos inspirados en los mismos principios.

El plan de estudios de la Escuela Nacional Preparatoria del 30 de octubre de 1901, ya depurado de los ensayos anteriores, comprendía las siguientes materias, que se desarrollaban en seis años: Algebra, geometría plana y en el espacio, trigonometría, geometría analítica, cálculo infinitesimal, mecánica, cosmografía, física, química, botánica. Elementos de anatomía y fisiología humanas y de zoología, sicología, lógica, sociología y moral. Mineralogía y geología y elementos de meteorología. Geografía general y climatología. Geografía americana y patria. Historia general e historia patria. Lengua nacional. Literatura general. Literatura española y patria. Raíces griegas, francés e inglés. Dibujo y los elementos de dibujo. Además comprendía ejercicios militares y gimnásticos, manejo de armas, tiro al blanco y juegos libres.

Como se ve, el plan de estudios obedecía al propósito fundamental de trasmitir conocimientos científicos, partiendo de lo más general o abstracto a lo más complejo y concreto.

Ese plan de estudios fue el formador de las nuevas generaciones de México, desde 1867, porque la Escuela Nacional Preparatoria no fue un centro único de la enseñanza media, sino que en todas las capitales de los estados se estableció también la enseñanza preparatoria, de acuerdo con el mismo plan. Al crearse la Universidad Nacional de México en 1910, con motivo del centenario de la Independencia nacional, don Justo Sierra, Ministro de Instrucción Pública, pronunció un memorable discurso en el que abogaba por la incorporación de la filosofía en la Universidad, al lado de la ciencias, y que se tradujo en la creación de la Escuela de Altos Estudios de la misma Universidad.

La Escuela Nacional Preparatoria, que no había proscrito las humanidades; pero a las que no había dado la misma importancia que las ciencias, incorporó algunas materias más para equilibrar el plan de estudios. Pero su espina dorsal, su contenido fundamental, siguió siendo el de las ciencias exactas, el de las ciencias naturales y el de las ciencias sociales.

Los partidarios de la filosofía espiritualista y los pedagogos partidarios de la filosofía de John Dewey, fundador de la filosofía pragmática y de la 'escuela de la acción', en varias ocasiones trataron de invalidar el carácter de la Escuela Nacional Preparatoria; pero no lo lograron. Porque -y en la época que estamos viviendo se entiende mejor que en el pasado la previsión de Gabino Barreda- un país que anhela progresar, desarrollarse económica, social y políticamente, está obligado a formar el pensamiento de la juventud, de acuerdo con los avances del conocimiento científico.

A cien años de distancia de la creación de la Escuela Nacional Preparatoria, esta institución, sin la cual no se entendería la fundación de las universidades y de los institutos politécnicos contemporáneos, permanece en pie con mayor vigor que nunca.

El artículo tercero de la Constitución vigente está inspirado también en el conocimiento científico, como base de la educación popular, la primaria y la secundaria.

Los primeros directores de la Escuela Nacional Preparatoria que tenemos que honrar hoy, con motivo del centenario del ilustre establecimiento, fueron hombres de ciencia y filósofos eminentes. Además de Gabino Barreda, el doctor Alfonso L. Herrera, biólogo; el licenciado Justo Sierra, historiador; el licenciado Fidel Castañeda y Nájera, historiador y matemático; el doctor Manuel Flores, filósofo; el profesor Miguel E. Schultz, geógrafo; el doctor José Terrez, médico; el doctor Porfirio Parra, filósofo y matemático; el ingeniero Valentín Gama, matemático; el licenciado Antonio Caso, filósofo, y otros, positivistas, ortodoxos o positivistas hasta cierto momento de su vida intelectual. A ellos siguieron otros, imbuidos ya en las ideas revolucionarias. Entre éstos, Vicente Lombardo Toledano (aplausos), partidario de la filosofía del materialismo

dialéctico, líder obrero y director dos veces de la Escuela Nacional Preparatoria, que le permitieron elevar todavía más no sólo la enseñanza de las ciencias, sino enriquecer al plantel con los primeros laboratorios modernos para la enseñanza de las ciencias.

Las generaciones de hoy siguen siendo discípulas de la Escuela Nacional Preparatoria de hace cien años. Discípulas de Gabino Barreda. Discípulas de la República victoriosa, no sólo sobre la intervención extranjera, sino sobre las ideas oscurantistas de muchos siglos.

Los diputados del Partido Popular Socialista, como todos los mexicanos que meditan en el proceso de nuestra patria en los últimos cien años, conmemoramos el primer centenario de la Escuela Nacional Preparatoria, que tiene asegurada su vida para siempre, porque hoy, lo mismo en los Estados Unidos de Norteamérica, que en la Unión Soviética, los planes de estudio de las escuelas medias y superiores se basan, más en todo su pasado, en las disciplinas científicas y en la filosofía que mira el futuro, el futuro luminoso de la humanidad."

El C. presidente: Para hechos tiene la palabra el ciudadano diputado, licenciado Manuel González Hinojosa.

IV

El C. González Hinojosa, Manuel: Señor presidente, señores diputados: Acabamos de presenciar y de participar en una sesión solemne de esta Cámara de Diputados para conmemorar probablemente uno de los acontecimientos más trascendentes para la formación cultural y la integración del México en que vivimos, la conmemoración de la expedición de la Ley que creó la Escuela Nacional Preparatoria.

Todos los que hemos sido universitarios, además del sentimiento que mueve a la voluntad y que conmueve, porque todos hemos vivido los años alegres de la formación fundamental en la Preparatoria y en las luchas en que muchos nos iniciamos, en las luchas estudiantiles por la libertad de cátedra y por la autonomía universitaria, además de ese sentimiento nos mueve también -decía- un profundo razonamiento en el cual creemos: la Escuela, desde los primeros grados, la Escuela Preparatoria y la Universidad, son las que han contribuido fundamentalmente a crear un ambiente de cultura, de civilización y de progreso en México.

Nos adherimos con todo nuestro ser a esta conmemoración desde el punto de vista universal de la cultura y del conocimiento para el servicio del progreso del pueblo, para la unidad nacional y para el entendimiento de México en el concierto de los demás países.

A más de este hecho, que tiene profunda significación cultural y espiritual para la vida de México, existen, indiscutiblemente, otros muchos hechos que han ayudado y colaborado a la integración de una incipiente unidad nacional, en la que se empieza a conjugar los intereses de los gobernantes y los gobernados, en la que se empieza a sentir ya la presencia de un auténtico Estado Nacional. Para llegar a estas conquistas fundamentales de todo pueblo civilizado, hemos emprendido una marcha y realizado un esfuerzo, trabajosamente logrado. Han costado -realmente- numerosos esfuerzos y sacrificios del pasado y del presente, y estamos dispuestos, más que a rememorar y a conmemorar, estamos dispuestos a continuar en el esfuerzo común por la auténtica integración de esa unidad nacional. Por la auténtica configuración del Estado Nacional, en el cual gobernantes y gobernados, no estén escindidos por profundas divisiones de pensamiento y de destino.

Estamos forjando todos, desde todos los puntos del pensamiento político, social y filosófico, estamos forjando trabajosamente, con mucho esfuerzo, denodadamente, estamos forjando -en realidad- el México nuevo, el México que anhelamos para nosotros; el México que anhelamos para nuestros hijos, y para los hijos de nuestros hijos, y para las futuras generaciones.

Pero, desgraciadamente, al mismo tiempo que hemos de celebrar estos esfuerzos constantes de los distintos rumbos del país y del pensamiento, paradójicamente hemos también de denunciar hechos que significan regresiones a épocas que deben de ser definitivamente olvidadas y liquidadas, porque parece ser que todavía existen entre los gobernantes, gentes que consideran el poder como si fuera lo mismo que la fuerza y la violencia; como si el poder público no persiguiera, fundamentalmente, la armonía y el bien común; como si el poder fuera, exclusivamente, la organización de grupos para mantenerse en el mismo poder por la fuerza, la amenaza y la violencia.

Lamento que en esta ocasión, que sería realmente de júbilo para todos los mexicanos, tenga que venir, en nombre de mi partido, a denunciar hechos vergonzosos y de trascendencia muy importante para la vida institucional de México; hechos que motivan, al mismo tiempo, la protesta más enérgica en contra de quienes los cometieron, de quienes los solapen o de quienes los alienten. Me refiero a los hechos acaecidos en las elecciones del domingo próximo pasado en Concepción del Oro, Zacatecas, en las que un diputado, un representante nacional, fue agredido por una pandilla electoral irresponsable; fue amenazado, injuriado y golpeado, violando algunos de los derechos más sagrados del hombre: el derecho a su libertad y a su integridad personal; el derecho a participar en los actos públicos con la representación nacional, como auténtico representante del pueblo, en la celebración de unas elecciones. No vengo a defender a una persona física, no vengo a defender a un miembro de mi partido, no vengo a denunciar hechos en los que se puso en peligro la integridad personal de ese representante nacional; no vengo a reclamar tampoco las injurias, las amenazas ni los golpes sufridos por esa persona. Por eso he omitido deliberadamente, incluso, mencionar su nombre; vengo a defender, fundamentalmente, la dignidad de una institución que forma parte de ese desarrollo, de esa evolución, de esa institucionalización constante lograda trabajosamente en México, empezada apenas hace unos cuantos años; vengo a defender la dignidad de este cuerpo colegiado, de la representación nacional, y si tengo que mencionar el nombre de la persona agredida, solamente es porque se necesita precisar los hechos. El diputado Abel Martínez fue a Concepción del Oro a presenciar el desarrollo de las elecciones municipales.

Acompañó a dos señoritas designadas representantes de Acción Nacional en la casilla número 3; las acompañó para que tomaran el cargo que se les había conferido, para ver iniciar el proceso electoral, sin participar en él, simplemente como testigo de calidad en el desarrollo de las elecciones. Fue despedido, injuriado y golpeado por cuatro personas o más, de las cuales se pueden dar los nombres, los nombres precisos. Se levantaron actas de protesta en la casilla, en la comisión local electoral; se hicieron gestiones ante la presidencia municipal; se levantó un acta ante la autoridad que fungía por un oficio como Ministerio Público y, además, se habló con el Gobernador para que impidiera la repetición de estos actos agresivos incalificables. No obstante eso, no se tomaron las medidas necesarias para impedir las agresiones; fueron agredidos, además, el diputado suplente por el distrito electoral federal de León, fue agredido un fotógrafo que tomó una fotografía en el momento en que, en el suelo, estaba siendo golpeado el diputado Martínez. Y yo vengo a protestar enérgicamente en contra de estos actos porque creo que es un deber fundamental de un diputado federal, de cada uno de ustedes, de este cuerpo colegiado, de defender la integridad y salvaguardar la dignidad de la Cámara, la cual cuenta con la máxima representación, que es la del pueblo -la de la Nación-, en donde no solamente radica la esencia misma de toda institución democrática, sino además, en donde está simbolizado todo el porvenir y el destino de México. Y si esta Cámara, abandonando una de sus funciones fundamentales, que es la de su propia subsistencia, con la dignidad que le corresponde como una de las partes integrantes del Poder Legislativo, no participa, no denuncia, no actúa para satisfacer la justicia más elemental, en actos que logran en unas cuantas horas, hacer retroceder años de lucha y de esfuerzo por la institucionalidad de México, señores, habremos abandonado una de las tareas más graves, de mayor responsabilidad, más trascendentes para el futuro de México. Yo dejo constancia de los hechos y deliberadamente no he querido descender a los detalles, pero si es preciso, lo haré, y, al mismo tiempo, elevo la protesta más enérgica contra esos primates de la política, que parecen querer, todavía, conservar el poder a base de la imposición, de la amenaza y del terror. Muchas gracias (aplausos).

V

El C. Manzanilla Schaffer, Víctor: Pido la palabra.

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado, licenciado Víctor Manzanilla Schaffer.

El C. Manzanilla Schaffer, Víctor: Señor presidente, señores diputados; hemos escuchado con toda atención las palabras del diputado Manuel González Hinojosa. Realmente debo confesar que sus palabras nos han impresionado; son pronunciadas en el momento en que se celebra, como bien lo decía, se conmemora la expedición de la Ley que crea la Escuela Nacional Preparatoria lugar adonde germina la simiente de la cultura, adonde se prepara la juventud en todas las ideas, adonde el joven recibe las inquietudes de la cultura, que más tarde fructificarán en su espíritu para hacerlos hombres del México nuevo, en el que todos pensamos, actuamos y estamos interesados.

Su protesta reviste seriedad, reviste gravedad. El expresa que por esos hechos, que sin entrar en detalles nos ha relatado, defiende más que a un diputado, más que a un partido, a la dignidad de este cuerpo colegiado ante el ataque a uno de sus miembros. Son hechos graves que se han denunciado, pero debo pensar -y así lo manifiesto-, que antes de tomar una decisión, antes de proceder y desorientarnos en la manera de actuar, debemos hacer, al menos por mi parte así lo hago, dos reflexiones: la primera de ellas consistente, en términos generales, en que no estamos informados de los hechos en detalle, lo repito, la primera de ellas, la relacionada a la parte legal y a la conducta de un diputado. Yo considero que la conducta de un diputado puede observarse desde el punto de vista del desempeño de sus funciones o como consecuencia del desempeño de sus funciones. En segundo lugar, la conducta del diputado en el desempeño de las comisiones de su partido y en tercer lugar, la conducta personal de cada uno de nosotros.

La Constitución, Ley suprema que nos rige, nos da lo que los juristas han llamado la irresponsabilidad absoluta, independencia en el ejercicio de las funciones, con el objeto de que los demás poderes no estén en posibilidad de coartarles en la representación, atribuyéndoles delitos que autorizan enjuiciarlos penalmente y a privarlos de su encargo; por eso la irresponsabilidad señala que los diputados y senadores son inviolables por las opiniones que manifiesten en el desempeño de sus cargos y jamás podrán ser reconvenidos por ello.

Si a esto sumamos los artículos 108, 109, 111, de la propia Constitución, que señalan que no podremos ser perseguidos penalmente sin previo desafuero, estamos en el terreno de la inmunidad. Lo traigo a colación junto con la Ley de Responsabilidades de los Funcionarios porque nosotros, y ustedes lo saben, señores diputados, junto con los senadores, somos altos funcionarios, estamos protegidos en el desempeño de nuestras atribuciones y en el desempeño de nuestras funciones o en los actos que realicemos como consecuencia de ellas. Nos sentimos solidarios, en términos generales, para hacer valer el respeto que se nos debe a la alta investidura, pero no debemos tampoco confundir la acción particular de un diputado en el desempeño de la comisión que nos señala nuestro partido, o bien la conducta personal. Carecemos de datos; si bien es cierto que han llegado informes contradictorios, con cierto cariz de partidarismo, a donde se señala que la intervención de nuestro colega, el diputado Abel Martínez, ante la casilla número 30 de Concepción del Oro, Zacatecas, no fue plenamente justificada en cuanto a la representación que ostentaba, por otra parte el diputado González Hinojosa señala que en el pleno derecho de supervisar, en el pleno derecho de asistir a un acto público electoral, el diputado Abel Martínez tenía pleno derecho para exigir, para supervisar y para estar presente en la instalación de esa casilla.

Estamos pues, en el segundo de los casos; no fue una conducta o una acción en el desempeño de funciones de tipo legislativo, fue una comisión de partido y nos encontramos que la propia Ley Electoral

del Estado de Zacatecas, en su artículo décimo tercero, señala que los representantes de los partidos registrados deben ser vecinos del municipio y creo que en este caso, y vuelvo a repetir, no estoy justificando la agresión de que se dice fue víctima nuestro colega, pero me encuentro que la autoridad suprema y esto lo sabemos todos, dentro de una casilla electoral es el presidente de la casilla, quien puede imponer orden, quien puede dictar las medidas para que la votación no se interrumpa y que es finalmente el responsable de que el proceso electoral se cumpla en todas sus partes. Creo yo que surgió la discusión en cuanto a la presencia de las dos señoritas que sí estaban acreditadas por el Partido de Acción Nacional, discusión al calor del partidarismo, discusión dentro de un proceso electoral en nuestro país que siempre lleva tintes de pasión, que siempre lleva visos de cierta violencia en la defensa de los principios; posiblemente con los otros representantes de los demás partidos, posiblemente con el propio presidente de la casilla suplente, posiblemente con los escrutadores y hablamos de puras posibilidades. Se ha denunciado un ataque a un diputado federal, no en el desempeño de sus funciones, sino en el desempeño de funciones otorgadas por un partido. De todas maneras debemos aceptar que es una acusación grave. Yo no diría- y no me atrevo a sostenerlo-, que por defender la dignidad de este cuerpo colegiado ante el ataque de uno de sus miembros; en ese caso particular debemos proceder a la ligera. Pienso yo, y esa es mi proposición concreta, y pido a la presidencia que se registre, que se integre una comisión para que, con mayor acopio de datos, para que analizados los hechos tal y como acontecieron, nos traiga en sesión próxima el resultado de esa averiguación en consecuencia, este cuerpo colegiado que sí desea el respeto a su alta investidura, acuerde lo necesario y proponga lo conveniente, en la forma de denuncia, en la forma de queja o como ustedes, como cuerpo colegiado lo propongan,. Muchas gracias (aplausos).

El C. Blanco Sánchez, Javier: Pido la palabra para hechos. Suplico a la presidencia se sirva ordenar la lectura del artículo 8o. del Reglamento Interior del Congreso, en el cual se nos ordena una protesta, por la cual protestamos cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanen, para que con esto quede ilustrado el criterio de los señores diputados.

El C. presidente: Procede la lectura del artículo 8o. del Reglamento Interior.

- El C. secretario Pavón Bahaine, Manuel:

"Artículo 8o. En la última Junta de las preparatorias que preceda a la instalación de cada nuevo Congreso, en cada Cámara, y puestos de pie todos sus miembros, y los asistentes a la galerías, el presidente dirá: 'Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de diputado (o senador) que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión. Y si así no lo hiciere, la nación me lo demande.'

En seguida, el presidente tomará asiento y preguntará a los demás miembros de su Cámara, que permanecerán de pie: '¿Protestáis guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estado Unidos Mexicanos, las leyes que de ella emanen y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de diputado (o senador) que el pueblo os ha conferido, mirando en todo por el bien y la prosperidad de la Unión?' Los interrogados deberán contestar: 'Sí protesto.' El presidente dirá entonces: 'Si así no lo hiciéreis la nación os lo demande.'

El C. Manzanilla Schaffer, Víctor: Pido la palabra para hechos. Señor presidente: Pido que la secretaría dé lectura al artículo 13 de una Ley que, aunque local, es constitucional también.

El C. presidente: Proceda la secretaría a dar lectura al artículo 13.

- El C. secretario Pavón Bahaine, Manuel:

"Ley Electoral del Estado de Zacatecas.

Artículo 13. Los representantes de los partidos políticos tendrán el carácter de:

a) Especiales, los designados ante la Comisión Electoral del Estado, comisiones distritales, comisiones municipales y casillas electorales.

b) Generales, los designados para intervenir en el proceso electoral en el municipio o distrito que integren una circunscripción electoral. Para que los nombramientos de representantes tengan validez deberán registrarse ante la Comisión Electoral del Estado. Tratándose de representantes para elecciones municipales, sólo se registrarán los nombramientos hechos en favor de vecinos de los respectivos municipios."

VI

El C. Lázaro Rubio, Félix: Señor presidente; señores diputados: Hace un momento en esta tribuna, el licenciado Manuel González Hinojosa, del Partido Acción Nacional, hizo una intervención en la cual condenó lo que él llamó hechos que significan regresiones por el uso de la violencia, hechos que implican amenazas, hechos vergonzosos, hechos que motivan la protesta más enérgica para quienes los provocan, los cohechan, etc. Y terminó oponiéndose a esos hechos por agresivos y por improcedentes.

En nombre de la representación de mi partido, el Partido Popular Socialista, quiero manifestar a esta honorable asamblea, que también nos oponemos a hechos que signifiquen regresiones, a hechos que provoquen violencia, a hechos que signifiquen amenazas y que sean vergonzosos.

Participamos en las elecciones municipales y para la designación de diputados locales en el Estado de Yucatán. Registramos planillas en doce municipios y en tres distritos electorales. Estamos luchando por el reconocimiento de nuestros triunfos legítimos en siete distritos municipales de aquella entidad; pero hay un hecho también vergonzoso, también reprobable, también condenable por esta asamblea y es el siguiente: A fines del pasado mes de noviembre celebraba mi partido un mitin en la plaza principal de la ciudad de Morelia: el mitin de clausura de la campaña electoral.

En ese acto explicábamos al pueblo de Yucatán la esencia de nuestras ideas y de nuestros programas. Estaba hablándonos en ese momento, el también diputado federal licenciado y catedrático Fernando

Peraza Medina, cuando una turba de jovenzuelos, organizada, dirigida y aleccionada por los dirigentes del Partido Acción Nacional en Yucatán, encontrándose presente nada menos que el presidente del Comité Ejecutivo Nacional de dicho partido en la ciudad, asaltó el acto. En un hecho que constituye violencia, se le arrebató el micrófono al diputado federal y catedrático Fernando Peraza Medina. También es un hombre que merece el derecho, el respeto a expresar sus ideas. También es un hecho que significa, si se le quiere dar ese cariz, una violación a la dignidad de la Cámara Federal.

No es posible aceptar como hechos negativos cuando se producen en nuestra contra y callar como si se tratara de hechos positivos los que son provocados por nosotros mismos en contra de otras personas y de otras corrientes políticas (aplausos).

Las turbas dirigidas, aleccionadas, manejadas por el Partido Acción Nacional, escupieron al diputado federal, licenciado y catedrático Fernando Peraza Medina; le arrebataron el micrófono, quemaron banderas, mantas con leyendas alusivas, a tal grado que para evitar mayores consecuencias y ante el peligro de que los partidarios del Partido Popular Socialista cometieran excesos contra esas turbas, nuestros dirigentes optaron por dar por suspendido el mitin.

Es muy lamentable, señores diputados de Acción Nacional, que a falta de principios y de ideologías válidas, que ante la carencia de programas que realmente acepte el pueblo, se recurra a la formación de "mafias" de tipo nazi-fascista integradas fundamentalmente por jovenzuelos irresponsables, y se recurre a esos hechos vergonzosos que se vienen a condenar desde esta tribuna.

El uso de estos procedimientos deleznables no prestigian a ningún partido. Puede ser que dadas las condiciones de nuestro medio político permitan a ese partido, de manera circunstancial, obtener algunos triunfos, como es el caso de Sonora y del propio Estado de Yucatán, pero estos triunfos no pueden ser perecederos porque no son producto del convencimiento real, responsable, del punto de vista cívico de las mayorías electoras de la jurisdicción de que se trate (aplausos).

Y si alguna duda manejamos al respecto, ahí está el caso de un ayuntamiento municipal "ganado" -entre comillas, señores taquígrafos- por el Partido Acción Nacional, que acaba de hacer una declaración pública de que ingresa a las filas del Partido Revolucionario Institucional.

¿Qué demuestra esto? Que no fue producto del convencimiento con base en las ideas, en los programas, el triunfo, o llámesele así, de ese ayuntamiento, sino circunstancia, el hecho de pescar en río revuelto. Y por ese camino no se forja un partido permanente, y no se prestigia ante las masas populares de nuestra patria.

Yo también, en nombre de la fracción del Partido Popular Socialista protesto enérgicamente por el atropello a la persona física y moral del diputado federal Fernando Peraza Medina; atropello violatorio a ese derecho, el de expresar sus ideas, en la ciudad de Mérida, por las turbas organizadas por el Partido Acción Nacional.

En el futuro, cuando vengamos a protestar por estos hechos, pasemos revista a nuestras actitudes del pasado, para tener la autoridad moral suficiente, de venir a reclamar un trato más digno y más decoroso.

Estamos en contra de cualquier atropello que sea, trátese de turbas organizadas por un partido, o de autoridades electorales determinadas. Pero también hay que pensar, antes de hacer una crítica, en si nosotros no hemos incurrido en la misma falta, en el mismo error, en el mismo defecto político. Yo denuncio también, en nombre de mi partido, el atropello de que fue víctima por elementos del Partido Acción Nacional el diputado federal de la fracción parlamentaria de mi partido, Fernando Peraza Medina (aplausos).

VII

El C. presidente: Tiene la palabra el señor diputado y licenciado Rafael Preciado Hernández.

A continuación, el señor diputado Octavio Hernández.

El C. Preciado Hernández, Rafael: Con su venia, señor presidente. Señoras y señores diputados: Lamento que el diputado Rubio Félix haya venido a la tribuna a hacer imputaciones inexactas, como se desprende fácilmente de sus propias palabras, no se explica que haya dejado tanto tiempo, para venir a presentar una protesta que desde luego tiene un evidente sello de oportunista. Ha dejado pasar el tiempo, y ahora, con motivo de una protesta bien fundada, de un diputado de Acción Nacional, recuerda que también contra un diputado miembro del Partido Popular Socialista ha lugar a formular una protesta. Esto por sí solo muestra la inconsistencia del cargo. Pero hay algo más, los hechos están indicando que no se puede establecer ni siquiera una equiparación, una analogía entre los dos casos que se han planteado en esta asamblea.

En un caso se trata de un mitin, y un mitin organizado por un partido que en el municipio correspondiente, el de Mérida, no el de Morelia como dijo el orador, en un mitin organizado con un grupo muy reducido que molestaba a los estudiantes que acostumbran en esa plaza reunirse a estudiar, provocó una reacción en contra de los oradores. Era tan numeroso el mitin que la elección ha demostrado el arraigo que tiene en la ciudadanía de Mérida el Partido Popular Socialista. Si acaso llegaron a 500 votos. Blanco Sánchez, Javier: (desde su curul) 139 votos.- 139, me dice el diputado Blanco Sánchez.

¿Qué mitin tan importante se puede haber celebrado por un partido que tiene este éxito electoral?

Pero no nos desviemos, vayamos al fondo; se asegura que hubo violencia. Puede haberla habido. En un mitin es fácil que haya violencia. No debe haber violencia en un acto electoral porque para eso son las autoridades electorales. Si el presidente de una casilla tiene a su disposición la fuerza pública, no para imponer decisiones arbitrarias, sino precisamente para apoyar decisiones fundadas en derecho. ¿Por qué ha de haber violencia en una casilla?

Es muy diferente en un mitin, en un mitin puede haber violencia en el pueblo y el caso de Mérida, denunciado por Rubio Félix, no fue más que eso, la reacción de un grupo de estudiantes contra quienes los estaban molestando y les impedían estudiar (risas). En todo caso, en todo caso señores diputados, si tan grave era el caso, ¿por qué no se denunció oportunamente en esta tribuna? ¿No es oportunismo eso de que cuando se plantea aquí un problema grave como el que ha venido a plantear el señor diputado y licenciado Manuel González Hinojosa, se recuerde que también ha habido agresiones de parte de Acción Nacional?

Cuando no se ha levantado una sola acta, cuando no se han denunciado los hechos ante las autoridades, cuando no se han puesto los medios adecuados para iniciar una investigación. Pero insisto, lo importante es que en el caso enunciado por González Hinojosa se trató de la intervención de las autoridades, la autoridad, señores diputados, todos lo sabemos o debemos saberlo, no es un poder de dominación, no es la fuerza simplemente para imponer un comportamiento a determinadas personas, eso no es autoridad, eso es simplemente por poder, fuerza. La autoridad es fundamentalmente derecho de decidir, es capacidad de dirigir, dentro de los límites de la razón y de la justicia.

Ya lo decía ese gran jurista del siglo XIX, que fue Fondieri: "Si el Derecho sin la fuerza es impotente, la fuerza sin el Derecho es la barbarie." Por eso decía Manuel González Hinojosa que se pretende retroceder, volver a la época de los primates, porque la autoridad jamás debe abandonar ese pedestal, ese escaño en que debe estar colocada y que es el pedestal majestuoso del Derecho.

Cuando la autoridad olvida el Derecho, no es autoridad, es simplemente violencia, fuerza. Y eso es lo que nosotros debemos tomar en cuenta en este caso: fueron autoridades, fueron autoridades, organismos electorales los que intervinieron en este ataque al señor diputado Abel Martínez, desentendiéndose de que se trataba de un representante del pueblo, de un representante de la nación.

Señores diputados: la representación nacional tiene la dignidad del pueblo, porque es una delegación del pueblo mismo, no importa que muchos de nosotros seamos gentes corrientes, sin prestigio, si somos delegados del pueblo, lo representamos a él y tenemos la misma dignidad del pueblo por participación (aplausos).

Es muy grave lo que ha ocurrido en Zacatecas, es muy grave. Y yo les pido que lo mediten; yo no me opongo a que se habrán investigaciones en uno y en otro caso, porque estoy cierto de que en la investigación de los hechos denunciados por el diputado Rubio Felix, Acción Nacional probará, demostrará plenamente, que no ha tenido ninguna responsabilidad, como estoy cierto de que en el caso del diputado Abel Martínez se comprobará plenamente que las autoridades abandonaron el campo del Derecho e intervinieron violentamente.

Señores diputados: Recordemos aquella bella anécdota que narra Malet, en su historia de Grecia la víspera de la Batalla de Salamina; Arístides, que fuera desterrado por ser adversario político de Temístocles, se presentó a éste pidiéndole su puesto de combate en la batalla, diciéndole estas palabras: "aplacemos nuestras querellas para después y luchemos para ver quién de los dos prestará más servicios a la patria".

Yo no me opongo a que en este recinto de la representación nacional los diputados luchemos con vehemencia, hasta con pasión si es preciso, con la noble pasión por la justicia y la verdad, pero recogiendo este noble pensamiento de Arístides, hagamos este propósito formal de aplazar nuestras querellas partidistas para otro lugar y otra ocasión y que aquí, en el recinto augusto de las leyes del pueblo mexicano, nos esforcemos todos por luchar, por defender no sólo la dignidad de nuestro pueblo, sino también la dignidad de la representación nacional que le corresponde por delegación de ese pueblo, prescindamos del espíritu partidista y superémoslo, sólo así podemos luchar, trabajar eficazmente para lograr lo que México no sólo tiene derecho a esperar de nosotros sino también pleno derecho a exigirnos, que lo sirvamos pensando solamente en sus superiores y nobilísimos intereses. No se trata aquí, en este caso, de que a un determinado diputado de Acción Nacional se le haya cometido un desacato, se hayan cometido con él actos que verdaderamente resultan bochornosos, golpear a un representante de la nación, golpearlo cuando éste ha caído al suelo y eso en presencia de quienes pueden y deben, como autoridades, imponer el orden en una casilla, de quienes tienen a su disposición la fuerza pública para imponer el derecho, eso es algo que no debe tolerar la representación nacional, porque en caso de tolerarlo, estaría olvidándose de la dignidad que tiene cada uno de los diputados como representantes de la nación. Muchas gracias (aplausos).

El C. presidente: Tiene la palabra el C. diputado Octavio Hernández.

El C. Lázaro Rubio, Félix (Desde su curul): Quiero aclarar algunas cuestiones de carácter personal, señor.

El C. Hernández González, Octavio: Ciudadanos diputados: he de expresar primeramente algo que refuto como un sentimiento personal, pero que con toda sinceridad creo refleja el pensamiento de los colegas de Cámara y de mis compañeros de partido. Lamento, lamentamos profundamente, que se haga la denuncia de hechos violentos; lamentamos que la víctima de esos hechos violentos sea un miembro de este cuerpo legislativo, lamentamos que esa víctima pertenezca a un partido minoritario y como consecuencia de este repudio, a todo lo que implique violencia, condenamos de antemano esos hechos. Pero esa condenación que podemos hacer todos y cada uno de nosotros en lo personal no la puede hacer la Cámara como órgano del Poder, si no tiene una información fidedigna de lo acontecido. El señor licenciado Manzanilla Schaffer hizo un análisis muy claro, muy ecuánime, muy ponderado, de la situación legal de un diputado y del marco normativo dentro del cual transcurre su actividad. Por disposición de la Constitución y de las leyes que la reglamentan, cuyo detalle no ha de dar por innecesario y para no cansar inútilmente a ustedes, los diputados gozamos, como lo apuntaba Víctor Manzanilla, de irresponsabilidad, de inmunidad y de fuero, siempre y cuando actuemos en el desempeño de nuestras funciones. No

podemos ser reconvenidos en esta Cámara por las expresiones que profiramos, no se nos puede hacer coacción alguna para orientar o para inhibir nuestra opinión o nuestros actos. Este es el fuero constitucional de los miembros del Poder Legislativo ostentan como condición indispensable para mantener una independencia absoluta en relación con los otros poderes. Cualquier maniobra tendiente a coartar esta libertad fracasa ante los obstáculos que se levantan gracias a la existencia del fuero. Este es un derecho.

Este es un derecho, pero el ejercicio de todo derecho va aparejado con el cumplimiento de obligaciones. Nosotros, diputados, altos funcionarios federales, tenemos obligaciones que cumplir; obligaciones en el actuar dentro de la esfera pública y obligaciones en nuestra conducta, dentro de nuestra vida privada.

Quiere decir que la dignidad impone. Nadie más convencido que vosotros de que es necesario mantener la dignidad de cada uno de los integrantes de la Cámara de Diputados; pero para poder reclamar el respeto de esta dignidad, es necesario que empecemos nosotros por hacerle los honores y el homenaje que ella se merece. Y estos honores se reflejan en todos y cada uno de nuestros actos.

Desde luego surge una duda para condicionar el juicio de la Cámara: ¿Estaba el señor diputado Abel Martínez en ejercicio de sus funciones oficiales cuando padeció lo que no se nos informa fueron actos en contra de su integridad personal? ¿Ejercía esas funciones dentro de los límites que la Constitución y la Ley le imponen, o hacía gestiones de carácter personal en servicio del partido al cual pertenece, gestiones cuya licitud y cuya legitimidad estoy muy lejos de poner en duda y de discutir, pero que sí me empeño en diferenciar claramente de aquellas que le corresponden como legislador?

Si nos hace a nosotros una denuncia de hechos, pero de hechos que son hasta ahora, hasta este momento "decires"; informes más o menos generales, nebulosos. Habrá quien los controvierta; probablemente sean ciertos en cierta parte; probablemente resulten falsos en otra. ¿Lo sabemos? ¡No lo sabemos! Tenemos el deber de escuchar la queja y tenemos el deber de graduarla y calificarla. Ya lo hicieron el señor licenciado Manzanilla Schaffer; ya lo hizo el señor licenciado Preciado Hernández como grave en sí; pero la denuncia de gravedad no lleva consigo la condena del hecho por la sencilla razón de que el hecho no se conoce con amplitud.

He de confesar que desconozco algunos detalles de carácter legal que sólo en forma muy somera mencionó aquí el diputado Manzanilla Schaffer. No he leído la Ley Electoral del Estado de Zacatecas; pero del informe que dio la secretaría en esta tribuna parece desprenderse que esa Ley exige que, quienes pretenden intervenir en el proceso electoral dentro de una casilla, deben de estar acreditados como vecinos en el Estado. Y yo sé por la amistad que me liga con él y por el conocimiento que tengo de su persona, que nuestro compañero diputado licenciado Abel Martínez, no es vecino del Estado de Zacatecas.

Me pregunto, y creo que me asiste toda la lógica para hacerme esta pregunta, me pregunto: ¿Qué hacía el señor diputado...

El C. Martínez, Abel: ¿Me permite contestar?

El C. Hernández González, Octavio: Ahorita contesta, licenciado. Es más, allá va encaminada mi petición. Tuve el gusto de saludar al señor diputado Abel Martínez antes de que empezara la sesión. Y sabedor, por noticias de prensa, de que algo había habido -y él lo puede confirmar- lo primero que hice fue informarme por su persona, directamente con él -y lo hice con todo interés, y con la más sincera de las amistades.

Digo, estamos ante una situación de hechos; un relato de hechos. Se ha hablado de integrar una comisión que informe a la Cámara para que con vista al informe que ella dé, la Cámara resuelva lo que considere pertinente. Yo creo que es un paso que en su propia gravedad lleva el peso de su conveniencia, pero si tenemos la fuente auténtica que de momento puede -sin perjuicio de que la Comisión afine, con posterioridad- proporcionarnos informes, vamos a aprovechar esos informes.

Yo sólo quería -y a ello iban mis palabras anteriores, antes de que le advirtiera al señor licenciado Abel Martínez, que mi proposición estaba encaminada precisamente a invitarlo a que nos informara directamente-, recalcar que cada uno de nosotros es responsable en mucho de las reacciones que fuera de la Cámara provoque en contra de su persona, y que esta consideración nos obliga a vigilar con gran cuidado y parsimonia cada uno de nuestros pasos. Escuchaba yo con mucha atención las palabras del maestro Preciado Hernández, y se me venía a la memoria una anécdota: la queja que presentaba en una delegación de policía un señor, muy señor, muy decente, muy honorable, que aparecía golpeado. Y le preguntaba al Agente del Ministerio público.

-Relátenos qué le sucedió. Decía:

-Fui agredido por este otro señor que está junto a mí. Lo mismo que el primero, de la más alta alcurnia.

Y cuando le preguntaron al segundo por qué le había pegado al primero, le dijo:

-Es que me pisó la mano.

-¿Por qué te pisó la mano?

-Es que andaba yo a gatas porque andaba ahogado de borracho.

¿Quién tenía la culpa en ese caso? Los dos eran gentes muy honorables, pero ninguno de los dos debió haberes embriagado para dar lugar a que los humos del alcohol empañaran su honorabilidad.

Y cuando un diputado, indebidamente, y no estoy prejuzgando, señalo posibilidades, y ya alguien habló de posibilidades antes que yo lo hiciera; cuando un diputado, a sabiendas de que no tiene derecho, pretende que, porque tiene credencial de diputado, se le reconozca una personalidad de carácter político dentro de un órgano que ventila un proceso electoral, ese diputado se expone a que se le conteste violentamente, y repito, que aun suponiendo cierta una provocación de este tipo, ello no justifica la violencia, y que la Cámara debe persistir en su opinión de que esa violencia, cualquiera que haya sido su origen, es reprobable.

Pero los hechos tienen en ocasiones más fuerza que el derecho. Por ello, quiero abundar en la proposición hecha y cerrar estas reflexiones con una que ha sido repetida por nuestro partido y creo que dentro de esta misma Cámara en diversas ocasiones: "No queremos un Derecho emanado de la fuerza, sino la fuerza que provenga del ejercicio del Derecho. Muchas gracias."

El C. presidente: Para una aclaración, tiene la palabra el ciudadano diputado Lázaro Rubio Félix.

El C. Rubio Félix, Lázaro: Simplemente para decirle al diputado Preciado Hernández, que mi actitud no obedeció a una acción de oportunismo, porque si no habíamos tratado esta cuestión antes, como él expresa, es por las mismas preocupaciones que él manifestó:

"No distraer la atención de la Cámara de Diputados para cuestiones, etc." Pero cuando un diputado de Acción Nacional viene a distraer esas tareas trascendentales de la Cámara, para plantear el problema de la agresión a uno de sus diputados, pues lo más lógico, lo que se me ocurrió de momento fue a propósito de ese planteamiento de un atentado a un diputado de Acción Nacional, referirme a un atentado a un diputado de mi partido, el Partido Popular Socialista. Ese fue el hecho, señor diputado Preciado Hernández.

Ahora bien, usted dice que es muy indebido que haya escándalos y que haya violencia en una casilla electoral, pero bien puede darse en un mitin. En un mitin puede haber violencia. Dónde está entonces el criterio de civismo, de responsabilidad democrática de un partido político que acepta ¡No; un tabú! ¡La casilla electoral! ¡Ahí no hay violencia! Pero en un mitin puede haberla, es aceptable por el licenciado Octavio Hernández, en representación del Partido Acción Nacional.

Ahora bien, yo quisiera recomendar a los diputados de Acción Nacional, que les dijeran a sus estudiantes en Mérida, y perdón por la equivocación de Morelia, porque un hecho es un hecho, en China y en Portugal y en cualquier lugar de la tierra no desdice el hecho en sí. Díganles a sus estudiantes, porque son de ustedes, organizados por ustedes, por Acción Nacional, allá estaba el presidente del Partido Acción Nacional, licenciado Christlieb, en Mérida, en Mérida, señor licenciado, no en Morelia, organizando esas chusmas, díganles que no vayan a estudiar a la plaza pública, para eso están las aulas de sus escuelas, para eso están, de perdida, sus casas para que hagan sus tareas y no se les ocurra estudiar en la plaza principal en el momento preciso en que se celebre un mitin político.

Otra cuestión, dice el licenciado Preciado Hernández: "Aplacemos nuestras controversias".

Nosotros, señor licenciado Preciado Hernández, tenemos, sentimos la pena de decirle que no podemos aplazar nuestras querellas, no olvidemos que entre el Partido Acción Nacional y el Partido Popular Socialista hay profundas discrepancias ideológicas, somos los enemigos ideológicos, no podemos aplazar las querellas, como no aplazaron las que Miguel Hidalgo y Costilla y José María Morelos, frente a los intereses que representaba la corona española; no podemos aplazar las querellas porque no aplazaron las querellas la pléyade de hombres maravillosos que siguió a Benito Juárez durante la reforma en contra de los conservadores y el efímero imperio; no podemos aplazar las querellas porque no aplazaron las querellas Venustiano Carranza, Francisco I. Madero, Pancho Villa, con el porfirismo; no podemos aplazar las querellas ideológicas cuando unas tienden al retroceso histórico y otras tienden al futuro luminoso de nuestra Patria (aplausos).

Aceptamos el debate de las ideas en cualquier terreno: en esta tribuna, en la calle, en un mitin público, a través de los órganos de difusión que sea, pero que no se manejen subjetivismos, cuestiones dogmáticas y, mucho menos, groserías y calumnias que no prestigian a un partido político que tenga la preocupación de hacerse respetable ante la opinión pública.

Las ideas son las ideas, los programas son los programas. En ese terreno, señor licenciado Preciado Hernández, queremos el debate público entre el Partido Popular Socialista y el Partido Acción Nacional.

Para terminar, aceptamos que se lleve a cabo, asimismo como en el caso de Zacatecas, una investigación a fondo, con la absoluta seguridad de que vamos a probar aquí que fueron chusmas organizadas y manejadas por los dirigentes del Partido Acción Nacional las que operaron en Mérida durante las elecciones (aplausos).

El C. presidente: Tiene la palabra el diputado Abel Martínez.

El C. Blanco Sánchez, Javier: Pido la palabra para hechos, después del señor diputado Abel Martínez.

El C. Martínez Martínez, Abel: Señor presidente, señores diputados: Anticipadamente a la realización de los hechos advertí al señor que fungía como presidente de la casilla que no iba yo a intervenir para nada en el proceso electoral.

No obstante eso, debo también hacer la aclaración de que todavía no era la hora de la instalación de la casilla; faltaban 20 minutos, y simplemente había estado, me presenté a la casilla, para ver que mi representación fuera aceptada. Había entrado al local, saludado cordialmente a los presentes, pero uno de ellos, que fungía o que me dijo ser el representante del partido oficial, inmediatamente en tono airado preguntó la razón de mi presencia en la casilla. No obstante que le dije que yo no iba a intervenir para nada, que solamente iba a presenciar el momento en que se instalara y que estaba yo pendiente porque se trataba de dos señoritas que estaban como representantes de mi partido en la casilla, inmediatamente provocó, dicho señor, el escándalo.

Traté de acreditarme y precisamente cuando el señor presidente de la casilla me pedía mi credencial, a una voz que no supe de quién provino, de 'échenlo para afuera', me levantaron en peso y me aventaron contra una puerta e inmediatamente se fueron a agredirme. Todavía en la calle, todavía en la calle trataron de golpearme, precisamente el señor representante del partido oficial.

Quede, pues, bien sentado que no tenía ningún propósito de intervenir y que tampoco se me puede acusar de tratar de imponer mi voluntad en la casilla, porque no estaba todavía empezado el proceso electoral.

Esa aclaración quiero dejar bien sentada para que no haya la confusión de que traté yo de imponer mi voluntad en dicha casilla. Muchas gracias (aplausos).

El C. presidente: Tiene la palabra el señor diputado Blanco Sánchez.

El C. Blanco Sánchez, Javier: Señor presidente; señores diputados, la intención sana y noble que alienta la denuncia de los atropellos cometidos contra el señor diputado Abel Martínez, creo que ha sido suficientemente entendida por los señores diputados aquí presentes. No por el camino de la guasa o del chiste, por el que se ha querido llevar esta denuncia, tendríamos que responder, pero valdría reflexionar en el sabio refrán popular que advierte que 'cuando veas cortar las barbas de tu vecino, pongas las tuyas a remojar'.

Una agresión violenta por autoridades responsables del proceso electoral significa un tema de profunda reflexión para nosotros, que debe hacernos tomar medidas que protejan y garanticen la dignidad y la alta representación nacional que cada uno de nosotros ostentamos.

Aceptamos la prudente medida propuesta por el señor diputado Manzanilla Schaffer de que esto sea investigado para que se aporten al criterio de esta Legislatura los datos fidedignos de los sucesos denunciados pero también debemos asentar y advertir que estamos como representantes del pueblo los señores diputados, todos obligados a velar por el cumplimiento de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y por el cumplimiento de las leyes que de ella emanan.

Dentro de nuestra organización jurídica nacional, las constituciones de los Estados no se han estructurado ni deben estar estructuradas en contra de la Constitución fundamental de la República, ni las leyes que de ellas emanan en lo local pueden estar en contra de las disposiciones de la Ley fundamental de México, y si los diputados protestamos guardar y hacer guardar las leyes que de la Constitución emanan, no es incompatible el ejercicio estrictamente legislativo al que estamos obligados con él, de participar en el proceso electoral que es donde nace por mandato del pueblo, en elecciones democráticas verdaderas y libres, la autoridad que debe regir los destinos políticos nacionales y locales.

El señor diputado Lázaro Rubio Félix, de la fracción parlamentaria del Partido Popular Socialista, como afirma el maestro Rafael Preciado Hernández, al abordar esta tribuna inicialmente, sí quiso dar la impresión a la opinión pública, de que él viene en una extraña alianza a tratar de sacar las castañas con la mano del gato, a desviar la atención de un problema diferente hacia un problema distinto del que el maestro Preciado Hernández se había ocupado, y tan es inexacta la afirmación del señor diputado Lázaro Rubio Félix, tan no está informado de los sucesos y acontecimientos del día 20 en la ciudad de Mérida, Yuc., que no advirtió la reiterada mentira que sostuvo en la tribuna; el señor licenciado Adolfo Christlieb Ibarrola, jefe nacional del Partido Acción Nacional salió de la ciudad de Mérida, y pongo de testigo al señor Víctor Manzanilla Schaffer que estaba allá, la noche del domingo anterior, es decir, el domingo 19. Y así como se equivocó en la reiterada afirmación de que ahí estaba el jefe del partido organizando juventudes universitarias para bloquear o destruir, o impedir un mitin de ellos, así es falsa la afirmación siguiente. No es verdad que hayan sido jóvenes dirigidos por Acción Nacional los que impidieron el mitin de sus compañeros; la verdad es que el mitin se inició el día 20 en la tarde cuando los muchachos universitarios acostumbran realmente estudiar en la plaza grande en la ciudad. ¿Por qué razones lo hacen ellos? Es cosa de ellos, no de un partido político. Nosotros no tenemos por qué exigir a los jóvenes universitarios de Yucatán que se concentren en el seno de su hogar para estudiar y no lo hagan como acostumbran hacerlo por tradición en la plaza pública de su ciudad. Es mentira que al compañero diputado miembro del Partido Popular Socialista se le haya escupido, la verdad es que se entabló, como ellos lo desean siempre, un diálogo y una discusión frente a muchachos universitarios capaces y preparados, y que al no tener razones ni argumentos para convencer a la juventud universitaria de Yucatán, iniciaron los insultos de reaccionarios, de contrarrevolucionarios y toda la fraseología propia del Partido Popular Socialista que exaltó los ánimos de la juventud estudiosa de Yucatán (aplausos). No se estableció ninguna otra agresión ni es cierto que los señores miembros del Partido Popular Socialista hubieran abandonado la plaza grande de la ciudad por no cometer atropellos contra la juventud estudiosa, ellos eran diez o quince, mientras los universitarios eran más de quinientos. Esto consta a la opinión pública emeritense, esto consta a todos los ciudadanos que viven en la ciudad capital del Mayab, y no venga el señor diputado Lázaro Rubio Félix a querer tapar el sol con un dedo; la verdad está a la vista del pueblo de Yucatán que juzgó los hechos y la verdad que aquí queremos dejar comprobada es que no hubo de parte de Acción Nacional ni de ninguno de sus miembros dirigentes, ninguna orden, ninguna consigna, para impedir el acto político al que ellos tenían perfecto derecho. Esta es la verdad y queremos dejarla expresa en esta tribuna y volvemos a insistir que así como es lamentable el que se haya agredido a un representante de la nación, por autoridades en un momento electoral, podemos convenir en que también es lamentable que a un partido político las autoridades locales no le presten las garantías necesarias para que realice el acto público a que tiene derecho. Y la verdad, reiteramos, la dio el pueblo de Yucatán cuando, el día de la elecciones, a los señores del Partido Popular Socialista solamente les otorgó en el municipio de Mérida ciento diecinueve votos (aplausos).

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Carlos Sánchez Cárdenas

El C. Sánchez Cárdenas, Carlos: Señor presidente, señores: Espero que distraeré su atención sólo durante breves minutos. Debo empezar por reconocer que los términos de las intervenciones de los licenciados Manzanilla Schaffer y Octavio Hernández, que forman parte del partido mayoritario, son juiciosos, serenos y contribuyen a conducir la

discusión del asunto suscitado por el Partido Acción Nacional, a buenas conclusiones.

Se trata, en suma, de defender la dignidad, la categoría, la autoridad de la Cámara de Diputados y de cada uno de sus integrantes; pero se trata al mismo tiempo de establecer que los diputados, no por serlo, estamos exentos de responsabilidades, sino, yo diría, que el fuego debe significar para nosotros el reconocimiento de responsabilidades mayores que los ciudadanos comunes y corrientes, el reconocimiento de la obligación de observar un comportamiento que en ningún momento pueda prestarse a la acusación de que se abusa del fuero, que en ningún momento pueda dar lugar a que se afirme que el diputado actúe desafiante, provocadoramente porque sabe que goza de impunidad.

Realícese, pues, la investigación que ha propuesto el licenciado Manzanilla Schaffer; pero no puedo dejar en silencio las expresiones vertidas por los representantes del Partido Acción Nacional. La Cámara de Diputados, con su manera misma de reaccionar - y si el orador estaba atento pudo darse cuenta de ello - , calificó, ubicó las expresiones del Licenciado Preciado Hernández.

Tanto el licenciado Preciado Hernández, como los otros oradores del Partido Acción Nacional, han subido a la tribuna convertidos en partes y en jueces; han traído ya un veredicto sobre lo propio y sobre lo ajeno. Y la intervención del licenciado Preciado Hernández no dejó lugar a la menor duda de que él venía a absolver a los suyos y a condenar a los demás, en forma en algún momento un poquito tosca, como por ejemplo cuando, provocando a la sonrisa de los señores diputados, hablaba de que los estudiantes estaban concentrados en la plaza para estudiar y no querían que un grupo de políticos se reuniera a hacer un mitin para distraer su devoción por el estudio.

Lo mismo en el caso de las palabras pronunciadas por el señor diputado Blanco Sánchez. Uno y otro han manejado cifras también parciales a su favor. La tendencia se manifiesta siempre y eso reduce autoridad a la petición, eso reduce seriedad a las acusaciones; tendencia no sólo a absolver a los propios y condenar a los ajenos, sino a aumentar el número de sus partidarios y disminuir el número de partidarios del resto de los partidos.

No voy a caer en el error de discutir acerca de cifras. Reconozco que el Partido Acción Nacional obtuvo, por supuesto, mayor número de votos que el Partido Popular Socialista, en la ciudad de Mérida.

Si los obtuvo, más que los del Partido Revolucionario Institucional, también consiguió una votación mucho más copiosa que la nuestra. Pero entonces parecen los señores diputados del Partido de Acción Nacional, declararse partidarios de una tesis por demás absurda: las mayorías tienen derecho a agredir a las minorías.

Y nunca mejor aplicada aquella frase clásica, porque se trata del Partido Acción Nacional, de que:

"Vinieron los sarracenos y nos molieron a palos, que Dios protege a los malos, cuando son más que los buenos."

Habría de hacer además una actitud inconsecuente de los oradores del Partido de Acción Nacional que han subrayado mucho la circunstancia, circunstancia real, de que los diputados somos representantes del pueblo.

Y bien, hablemos en términos, entonces, más extensos. Establezcamos en primer lugar una actitud nuestra respecto de las agresiones que sufren los representantes del pueblo.

Sí, es censurable, es condenable la agresión que se ha perpetrado en la persona del diputado Abel Martínez. Investíguese las circunstancias en que esto ocurrió para que la Cámara proceda. Pero censurable también la agresión que sufrió el diputado Fernando Peraza Medina ¿Por qué justificarla? Conduciría, autorizaría semejante manera de proceder, de actuar, de razonar, autorizaría a afirmar que los señores del Partido Acción Nacional son enemigos de sufrir la agresión, pero partidarios de perpetrarlas.

Si fueron ellos los agresores, todo se justifica, y no hay que censurar; si fueron ellos los que recibieron la agresión, todo hay que censurar, y nada se justifica. Ojalá que reflexionando llegaran a asumir una actitud más consecuente, porque el argumento de que en el caso de la agresión sufrida por el diputado Martínez fue la autoridad quien la realizó, y por eso hay que protestar, se podría añadir la reflexión de que en el caso de la agresión sufrida por el diputado Fernando Peraza, tenemos un botón de muestra de lo que sucedería si el Partido de Acción Nacional llegara a convertirse en autoridad.

Por otra parte, decía yo: ampliemos la mira, representantes del pueblo, sí, pero ¿acaso no la agresión sufrida por dos representantes del pueblo es motivo para condenar las agresiones de que el pueblo es víctima constantemente?

El Partido Popular Socialista ha sufrido y sigue sufriendo agresiones de parte de autoridades de diversas categorías. Agresiones leves como la que sufrió el diputado Martínez. Agresiones serias que han dado lugar a muchas pérdidas de vidas. Las autoridades que han perpetrado estas agresiones pertenecen al Partido Revolucionario Institucional, al partido mayoritario en ésta Cámara de Diputados. Y nosotros las condenamos enérgicamente.

Pero también creemos que es preciso que agresiones que cometen otros grupos, aunque no dispongan del poder público, y afortunadamente no disponen del poder público y de la fuerza pública, debieran ser también objeto de censura y represión.

Pandillas de grupos derechistas, como los que integran el llamado "MURO", que asaltan hoy un profesor universitario, mañana un periódico, en otra ocasión una conferencia dictada por un sacerdote católico, y que no obstante no son objeto de la represión debida, por parte de las autoridades policiacas.

Mientras que, a cada rato, están encontrándose conspiraciones y ramificaciones del movimiento guerrillero para recluir en prisión, por redadas, a diversos grupos de ciudadanos: infantiles unos, irresponsables otros e inocentes los más. consecuentes con una manera de proceder, que defiende el derecho de los ciudadanos, a actuar conforme a las libertades constitucionales, derecho que es el primero de todos y que está por encima del fuero y de la impunidad de los diputados, defendiendo también la dignidad, la categoría, la

jerarquía de los diputados, seamos consecuentes. No procedamos unilateralmente, y es precisamente porque veo una actitud unilateral, parcial, llena de prejuicio, de parte de los diputados de Acción Nacional. Que yo, en nombre del Partido Popular Socialista, rechazo los términos de esas intervenciones, censurando al mismo tiempo la agresión de que ha sido objeto el diputado Martínez, y sumándome a la petición, a la proposición del diputado Schaffer, en el sentido de que se haga una completa investigación al respecto. Muchas gracias (aplausos).

El C. presidente: Tiene la palabra el ciudadano diputado Manzanilla Schaffer.

El C. diputado Manzanilla Schaffer, Víctor: Ciudadano Presidente, señores diputados: Con motivo de la denuncia presentada por el diputado González Hinojosa, hemos llegado a tratar diferentes aspectos, quizás relacionados con la misma cuestión algunos y otros, en mi concepto, fuera de todo orden.

Quiero dejar puntualizados tres aspectos:

El primero de ellos, una seria confusión que debe ser oportunamente aclarada y que ha sido motivada por el diputado Blanco Sánchez. El diputado Blanco Sánchez hizo que la secretaría leyera el artículo respectivo de la Constitución Política que nos rige.

Y creo yo, por sus palabras, que su tendencia fue justificar la intervención de un diputado ante una casilla electoral por el hecho de haber protestado, nosotros, cumplir con la Constitución y con las leyes que de ella emanen.

Debo recordarle al señor diputado que la Constitución eso dice, pero que cada Estado, de acuerdo con la facultad que la propia Constitución otorga, es soberano para dictar su ley electoral. En tal Virtud, no es la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos la que nos da facultad, sin la debida representación, sin el cumplimiento de los requisitos legales, intervenir, hablar, exigir ante una casilla electoral o bien hacer presencia y tratar de imponer un pensamiento ante un funcionario previamente designado. Claro está que la ignorancia de la Ley no exime de su cumplimiento; la Ley Electoral del Estado de Zacatecas es muy precisa en su artículo decimotercero.

Segundo Punto: hemos hecho la proposición, serena, adecuada a la gravedad de los hechos denunciados, de que se integre una comisión de señores diputados que nos traigan aquí la verdad de los hechos, proposición que ha sido ampliada por el Partido Popular Socialista y extendida a los hechos acaecidos en la ciudad de Mérida.

No he encontrado, hasta el momento ninguna oposición a dicha proposición. Por lo tanto, pido a la presidencia, si así lo estima conveniente, y si se cree suficientemente discutido el punto, que la someta a la consideración de la asamblea.

Y por último, en tercer lugar, hemos escuchado que el Partido Popular Socialista tiene una ideología y una plataforma, que sostiene y que acepta el reto, que acepta el diálogo de las ideas del pensamiento, con Acción Nacional.

Yo quiero decir también, como miembro del Partido Revolucionario Institucional, que nosotros tenemos una plataforma de principios, una declaración de principios, que consideramos de las más avanzadas en el país y que con legitimidad de miembros de ese partido y con creencia en los postulados que sostiene, también aceptamos el debate público para la defensa de esos principios, cuando sea oportuno y cuando se considere necesario ante esta alta tribuna o aun también en la plaza pública, porque es ahí donde los diputados del Partido Revolucionario Institucional vamos a comprobar nuestras creencias, nuestra ideología, nuestro pensamiento, nuestras ideas y la firmeza de nuestras convicciones (aplausos).

El C. Blanco Sánchez, Javier: (desde su curul): Pido la palabra para una adición a la proposición del señor diputado Manzanilla Schaffer: los diputados miembros de Acción Nacional aceptamos que se nombre la comisión, pero agregamos que solicitamos que en cada comisión sean nombrados diputados del Partido Popular Socialista y miembros de Acción Nacional (aplausos).

El C. Presidente: Tiene la palabra el señor diputado Manzanilla Schaffer.

El C. Manzanilla Schaffer, Víctor (desde su curul): Que no se excluyan al Partido Revolucionario Institucional y al Partido Auténtico de la Revolución Mexicana.

El C. secretario Pavón Bahaine, Manuel: Por órdenes de la presidencia, y en votación económica, se pregunta si se considera suficientemente discutido el punto. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo levantando la mano. suficientemente discutido.

En votación económica se pregunta a la asamblea si se aprueba la proposición del señor diputado licenciado Manzanilla Schaffer con la adición propuesta por el diputado Blanco Sánchez.

Entonces, Perdón, ¿el diputado Manzanilla Schaffer, acepta la adición o no la acepta?

El C. Manzanilla Schaffer, Víctor: Yo hice una proposición en el sentido de que se integre una comisión de diputados y es facultad de la Presidencia designarla.

El C. Rubio Félix, Lázaro (desde su curul): Yo fui el de la adición de que al mismo tiempo se investigue el caso de Mérida; ¿por qué no quieren, por qué le sacan? (campanilla).

El C. secretario Pavón Bahaine, Manuel: Suficientemente discutido el punto, en votación económica se pregunta si se aprueba la proposición hecha por el diputado Manzanilla Schaffer. (Aprobado). Los que estén por la afirmativa sírvanse manifestarlo. Aprobada.

El C. presidente: De acuerdo con las facultades de la presidencia se designan las siguientes comisiones: para investigar lo relativo al problema en Zacatecas, se designa a los señores diputados licenciado José de las Fuentes Rodríguez, licenciado Humberto Acevedo Astudillo y doctor Francisco Padrón Puyou.

Para investigar lo relativo al problema en Mérida, Yuc., se designa a los señores diputados Ramón Alcalá Ferrera, Adolfo Meza Arredondo y Florencio Salazar Martínez.

VIII

- El C. secretario Arana Morán, José:

"Escudo Nacional.- Estados Unidos Mexicanos.- Cámara de Senadores.- México, D.F.

CC. secretarios de la H. Cámara de Diputados- Presente.

La Secretaría de Marina, por oficio A/3 de 23 de los corrientes y en cumplimiento del artículo 93 constitucional, envió a esta H. Cámara de Senadores, el informe de las actividades desarrolladas por dicha Secretaría, en el periodo comprendido del 1o de septiembre de 1966 al 31 de agosto de 1967.

Al darse cuenta con lo anterior en la sesión del día de ayer, se aprobó el siguiente acuerdo: "de enterado y resérvese en la oficialía mayor de esta Cámara para consulta, haciéndolo del conocimiento de la H. Colegisladora para hacerlo del conocimiento de los CC. diputados.

Reiteramos a ustedes las seguridades de nuestra consideración atenta y distinguida.

México, D. F., a 29 de noviembre de 1967.- Arturo Moguel Esponda, S. S.- Juan Pérez Vela, S. S."

Trámite: De enterado.

IX

- El mismo C. secretario:

"Telegrama.- H. Cámara de Diputados.- Donceles y Allende.- México, D. F.- Urgente.

G Núm. 1906. Permítome comunicar próximo día quince diciembre rendiré pueblo Sinaloa quinto informe gobierno. Sentiríame honrado presencia Cámara conducto su representación. Atte. El Gobernador Constitucional del Estado, Leopoldo Sánchez Celis."

El C. presidente: Se designa en comisión para asistir a este acto, a los ciudadanos diputados Miguel Leysson Pérez, Ernesto Alvarez Nolasco, Mateo Camacho Ontiveros, Alfonso G. Calderón Velarde, Enrique Fuentes Martínez, Ezequiel Rodríguez Arce y Lázaro Rubio Félix.

X

- El mismo C. Secretario:

"Escudo.- Congreso del Estado de Hidalgo.- Secretaría.

Nos es muy grato comunicar a usted (es) que este H. XLV Congreso Constitucional del Estado, en sesión celebrada el día de hoy, clausuró su segundo periodo ordinario de sesiones, correspondiente al segundo año de su ejercicio, habiendo quedada integrada su diputación permanente que fungirá durante el receso, en la siguiente forma:

Presidente, Isaac Piña Pérez; Vicepresidente, Francisco S. Escamilla; Secretario, Lisandro Salinas; Suplentes: Fernando León Hernández y Vicente Trejo C.

Al participar a usted (es) lo anterior, aprovechamos la oportunidad para reiterarle (s) las seguridades de nuestra atenta y distinguida consideración.

Sufragio Efectivo. No Reelección.

Pachuca, Hgo., a 14 de noviembre de 1967.- Isaac Piña Pérez, D. S.- Lisandro Salinas B., D. S."

Trámite: De enterado.

- El C. secretario Pavón Bahaine, Manuel:

"Comisiones unidas de Moneda e Instituciones de Crédito y primera de Hacienda.

Honorable Asamblea:

Vuestra soberanía acordó turnar a las Comisiones unidas de Moneda e Instituciones de Crédito y Primera de Hacienda para su estudio y dictamen, la Iniciativa de Reformas a la Ley que establece bases para la ejecución en México, por el Poder Ejecutivo Federal, del Convenio Constitutivo del Banco Interamericano de Desarrollo, enviada por el ciudadano Presidente de la República.

El Convenio Constitutivo del Banco Interamericano de Desarrollo se aprobó en Washington, el 8 de abril de 1959. De acuerdo con el Artículo 4o, sección I de dicho Convenio, 'se crea un fondo para Operaciones Especiales, del cual se efectuarán préstamos que permitan hacer frente a circunstancias especiales que se presenten en determinados países o proyectos', en conformidad con los objetivos y funciones del Banco.

Según el artículo III sección 7, a, VI, 'los prestamos efectuados o garantizados por el Banco lo serán principalmente para el financiamiento de proyectos específicos...sin embargo, el Banco podrá efectuar o garantizar préstamos globales a instituciones de fomento o a agencias similares de los países miembros con el objeto de que éstas faciliten el financiamiento de proyectos específicos de desarrollo cuyas necesidades de financiamiento no sean, en opinión del Banco, suficientemente grandes para justificar su intervención directa.'

La Cámara de Senadores del H. Congreso de la Unión aprobó el Convenio Constitutivo del Banco Interamericano de Desarrollo por Decreto publicado en el 'Diario Oficial' de la Federación del 11 de diciembre de 1959.

La Ley que establece bases para la ejecución en México, por el Poder Ejecutivo Federal, del Convenio Constitutivo del Banco Interamericano de desarrollo se publicó en el 'Diario Oficial' el 19 de diciembre de 1959, y en su artículo 3o. dice: 'El Banco de México, S. A., aportará con la garantía del Gobierno Federal la cantidad de 6 millones 630 mil dólares, moneda de los Estados Unidos de Norteamérica, para cubrir la cuota de contribución de México al Fondo para Operaciones Especiales que estipula el artículo IV del Convenio Constitutivo de dicho Organismo':

Por Decreto publicado en el 'Diario Oficial' el 13 de enero de 1965 se autorizó al Ejecutivo Federal a aportar hasta la cantidad de 48 millones 873 mil dólares para la cuota de contribución de México al Fondo para Operaciones Especiales. El aumento de la cuota de México, derivado del acuerdo tomado por la VIII Asamblea de Gobernadores del Banco Interamericano de desarrollo en Washington, en abril de 1967. hace que la participación total de México en el Fondo sume 74 millones 367 mil dólares. Esta cantidad rebasa los límites establecidos por la Ley vigente y requiere la reforma legal correspondiente.

Al proponer tal reforma, la Iniciativa, de acuerdo con la fracción VIII del artículo 73 de la Constitución, se ajusta también a lo establecido por el artículo 12 de la Ley que establece bases para la

ejecución en México, por el Poder Ejecutivo Federal, del Convenio Constitutivo del Banco Interamericano de Desarrollo: 'El Gobierno Federal requerirá la autorización expresa del Congreso de la Unión para aceptar modificaciones a la subscripción de México al Banco Interamericano de Desarrollo'.

Después de examinar el aspecto jurídico de la Iniciativa, conviene considerar el aspecto económico. En la exposición de motivos de la Iniciativa se afirma que el aumento de la participación de México en el capital ordinario del Banco y en el Fondo para Operaciones Especiales 'se funda en la necesidad de incrementar los recurso a disposición de los miembros para lograr las metas de crecimiento establecidas en la Alianza para el Progreso y de que tales recursos se proporcionen en términos y condiciones compatibles con los requerimientos del desarrollo y de la capacidad de pago de los países de la región'. Esta relación que se establece entre las cuotas de participación de México en el BID y las metas de la Alianza para el Progreso indica la necesidad de incrementar la eficacia de la Alianza.

Conviene señalar que, según el Convenio Constitutivo del BID, las contribuciones adicionales de los miembros para aumentar los recursos del Fondo no son obligatorias (artículo IV, sección 3, g, y artículo II, sección 3, b), pero 'ningún país podrá retirar su aporte al Fondo y terminar sus relaciones con el mismo mientras subsista su calidad de miembro del Banco' (artículo IV, sección II, a).

Consideramos que beneficia a México la participación en el Banco Interamericano de Desarrollo. De acuerdo con su Convenio Constitutivo, que le señala como finalidad 'contribuir a acelerar el proceso de desarrollo económico, individual y colectivo, de los países miembros' (artículo 1o, sección 1), el Banco Interamericano de Desarrollo ha destinado, de principios de 1961 hasta finalizar 1966, más de un mil 900 millones de dólares para ayudar a financiar proyectos cuya inversión total asciende a cerca de 5 mil millones de dólares. Este volumen de préstamos equivale a cerca de la tercera parte de financiamiento público internacional recibido por América Latina en ese periodo para finalidades de desarrollo. Además, ha ampliado su campo de acción para incluir el desarrollo urbano y rural, la educación, las exportaciones, la preinversión y la integración económica de América Latina.

El Banco Interamericano de Desarrollo utiliza los recursos del Fondo para Operaciones Especiales para otorgar préstamos en condiciones más flexibles que las de los préstamos de los recursos ordinarios, incluyendo la posibilidad de amortización en monedas locales, tasas de interés más bajas y plazos más largos. (Banco Interamericano de Desarrollo, Actividades 1961- 1966, páginas V VI.)

Con una aportación de 48 millones 873 mil dólares al fondo, México ha recibido del fondo créditos por 76 millones 680 mil dólares destinados a la educación, la agricultura, el transporte y a la preinversión.

Por lo anteriormente expuesto, las suscritas comisiones se permiten someter a la consideración de esta honorable asamblea, el siguiente proyecto de Decreto que reforma la Ley que establece bases para la ejecución en México, por el Poder Ejecutivo Federal, del Convenio Constitutivo del Banco Interamericano de Desarrollo.

Artículo Único. Se reforma el artículo 3o. de la 'Ley que establece bases para la ejecución en México, por el Poder Ejecutivo Federal, del Convenio Constitutivo del Banco Interamericano de Desarrollo'. para quedar en los siguientes términos:

'Artículo 3o. El Banco de México, S. A., queda autorizado para aportar, con la garantía del Gobierno Federal, hasta la cantidad de setenta y cuatro millones trescientos sesenta y siete mil dólares de los Estados Unidos de América, para cubrir la cuota de contribución de México al Fondo para Operaciones Especiales a que se refiere el Artículo IV del Convenio Constitutivo de dicho Organismo'.

Transitorio.

Único. El presente Decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.

Sala de comisiones de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión.- México, D. F., a 30 de noviembre de 1967.- Moneda e Instituciones de Crédito: Ignacio Pichardo Pagaza.- Mario Trujillo García.- Octavio A. Hernández G.- Leopoldo Hernández Partida.- Israel Nogueda Otero.- Efraín González Morfín.- Guillermo Morfín García.- Carlos Sánchez Cárdenas.- Primera Comisión de Hacienda: Roberto Gómez Reyes.- José de Jesús Bueno Amezcua.- Raúl Noriega Ondovilla.- Blas Chumacero Sánchez."

Segunda lectura. Está a discusión el artículo único de que consta el proyecto de Decreto.

No habiendo quien haga uso de la palabra se va a proceder a recoger la votación nominal. Por la afirmativa.

El C. secretario Arana Morán, José: Por la negativa.

(Votación.)

El C. secretario Pavón Bahaine, Manuel: ¿Falta algún ciudadano diputado de votar por la afirmativa?

El C. secretario Arana Morán, José: ¿Falta algún ciudadano diputado de votar por la negativa?

Se va proceder a recoger la votación de la Mesa.

(Votación.)

El C. secretario Pavón Bahaine, Manuel: Aprobado por unanimidad de 145 votos. Pasa al Senado para sus efectos constitucionales.

Señor presidente, los asuntos en cartera están agotados.

El C. presidente: Lea por favor la Orden del Día de la próxima sesión.

XII

- El C. secretario Pavón Bahaine, Manuel:

"Primer periodo ordinario de sesiones.- XLVII Legislatura.

Orden del Día.

8 de diciembre de 1967.

Lectura del acta de la sesión anterior.

La Secretaría de Educación Pública invita a esta H. Cámara a la ceremonia conmemorativa del XIX aniversario de la Declaración de los Derechos

Humanos, que se llevará a cabo en el Teatro del Bosque, el día 11 del mes en curso.

La ciudadana Dolores Valdés de Lozano solicita el permiso constitucional necesario para aceptar y usar una condecoración que le será conferida por el Gobierno de Portugal.

Para los efectos del inciso e) del artículo 72 de la Constitución Federal, la honorable Cámara de Senadores devuelve el expediente con la Minuta Proyecto de Decreto, que adiciona con el artículo 98 la Ley Orgánica del Ejército y Armada Nacionales de fecha 11 de marzo de 1926.

Dictamen de primera lectura:

De las Comisiones unidas Primera de Educación, Primera de Gobernación y de Estudios Legislativos, el emitido en relación con la Iniciativa de Ley sobre las características y el uso del Escudo, Bandera e Himno Nacionales."

- EL C. presidente (a las 14:15 horas): Se levanta la sesión y se cita para la que tendrá lugar el próximo viernes 8 de los corrientes a las 10.00 horas.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y "DIARIO DE LOS DEBATES"