Legislatura XLVIII - Año II - Período Extraordinario - Fecha 19720425 - Número de Diario 13

(L48A2P1eN013F19720425.xml)Núm. Diario:13

ENCABEZADO

DIARIO DE LOS DEBATES

DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

XLVIII LEGISLATURA

Registrado como artículo de 2a. clase en la Administración Local de Correos, el 21 de septiembre de 1921.

AÑO II México, D.F. Martes 25 de Abril de 1972 TOMO II. - NUM. 13

"AÑO DE JUÁREZ"

PERIODO EXTRAORDINARIO

SUMARIO

Orden del Día

Se abre la sesión. Lectura del Orden del Día

Acta

Lectura y aprobación del Acta de la sesión anterior.

DICTAMEN DE PRIMERA LECTURA

Adiciones a la Ley Federal de Reforma Agraria

Dictamen de las Comisiones Unidas de Asuntos Agrarios; de Hacienda, Crédito Público y Seguros; de Desarrollo de la Vivienda y de Estudios Legislativos, con proyecto de Decreto, que adiciona la Ley Federal de Reforma Agraria con los artículos 167 Bis y 175 Bis y reforma al artículo 167 del mismo ordenamiento. Primera lectura.

Comentarios a la Visita del Presidente de México a la República de Chile.

Para hacer comentarios a la Visita de Estado que el C. Presidente de los Estados Unidos Mexicanos realizó a la República de Chile hacen uso de la palabra los CC. Juan Barragán Rodríguez, Jorge Cruickshank García, Guillermo Ruiz Vázquez y Alfredo V. Bonfil. Se levanta la sesión.

DEBATE

PRESIDENCIA DEL C. RENATO VEGA ALVARADO

(Asistencia de 182 ciudadanos diputados.)

- El C. Presidente (a las 12:55 horas): Se abre la sesión.

ORDEN DEL DÍA

- El C. secretario Herrerías Montoya, Ignacio F.:

"Cámara de diputados.

Primer período extraordinario de sesiones del segundo receso de la XLVIII Legislatura al Congreso de la Unión.

Orden del Día

25 de abril de 1972.

Lectura del acta de la sesión anterior.

Dictamen de primera lectura

Uno de las Comisiones Unidas de Asuntos Agrarios, de Hacienda, Crédito Público y Seguros y de Estudios Legislativos con proyecto de Decreto que adiciona la Ley Federal de Reforma Agraria con los artículos 167 Bis y 175 Bis y reforman el artículo 167 del mismo ordenamiento.

ACTA

- El mismo C. Secretario:

"Acta de la sesión celebrada por la Cámara de Diputados del H. XLVIII Congreso de la Unión, el día veinte de abril de mil novecientos setenta y dos

Presidencia del C. Renato Vega Alvarado.

En la Ciudad de México, a las doce horas y veinte minutos del jueves veinte de abril de mil novecientos setenta y dos, se abre la sesión con asistencia de ciento sesenta y seis ciudadano diputados, según declara de Secretaría después de pasar lista.

Lectura del Orden del Día.

Sin que motive debate se aprueba el acta de la sesión anterior efectuada el día dieciocho del presente.

Se da cuenta de los documentos en cartera:

Dictamen con proyecto de Decreto suscrito por la Comisión de Presupuesto y Gasto Público que adiciona la Ley de Ingreso de la Federación para el Ejercicio Fiscal de 1972. Segunda lectura.

A discusión el artículo único.

Hablan: para consideraciones generales, el C. diputado Guillermo Baeza Somellera; por

las Comisiones el C. diputado Salvador Reséndiz Arreola.

Suficientemente discutido.

En votación nominal, se aprueba el artículo único del proyecto de Decreto, por unanimidad de ciento sesenta y siete votos, pasa al Senado para sus efectos constitucionales.

La Comisión de Presupuesto y Gasto Público, emite un dictamen con proyecto de Decreto, que reforma y adiciona el Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal de 1972. Segunda lectura.

A discusión al artículo único.

Sin que haga uso de la palabra, en votación nominal se aprueba el artículo único del proyecto de Decreto, por unanimidad de ciento sesenta y seis votos, pasa al Ejecutivo para sus efectos constitucionales.

A las trece horas, se levanta la sesión y se cita para la que se efectuará el martes veinticinco del presente, a las once horas, en la que se tratarán los asuntos con los que la Secretaría dé cuenta."

Está a discusión el acta. No habiendo quien haga uso de la palabra, en votación económica, se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse manifestarlo. Aprobada.

DICTAMEN DE PRIMERA LECTURA

Adiciones a la Ley Federal de Reforma Agraria

- El C. Secretario Espinosa Pablos, Marco Antonio:

"Comisiones unidas de Asuntos Agrarios, Hacienda, Crédito Público y Seguros, de Desarrollo de la Vivienda y Estudios legislativos.

Honorable Asamblea:

Diputados miembros del Partido Revolucionario Institucional, del Sector Campesino, con fundamento en la fracción II del artículo 71 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, presentaron el día 28 de diciembre de 1971 a esta honorable Cámara de Diputados, la Iniciativa para que se adicione la Ley Federal de Reforma Agraria, con los artículos 167 Bis y 175 Bis, misma que fue turnada para su estudio y dictamen, a las suscritas Comisiones Unidas de Asuntos Agrarios, Hacienda, Crédito Público y Seguros, Desarrollo de la Vivienda y de Estudios Legislativos.

El Presidente Luis Echeverría al proponer al Congreso de la Unión la Reforma a la fracción XII del artículo 123 constitucional y la Ley que crea el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, no sólo instrumenta un viejo derecho de la clase trabajadora para hacerla operativa, sino que además, por la magnitud del programa que contiene, habrá de significar un impulso multiplicador de la vida económica nacional.

Las Comisiones Dictaminadoras de la presente Iniciativa, han considerado que de los recursos generados por las empresas de la construcción que habrán de intervenir y, en suma, de la riqueza producida, deben participar los campesinos mediante el establecimiento de industrias en el propio medio rural.

En nuestro concepto, los artículos del proyecto establecen firmemente la solidaridad entre los obreros y los campesinos como miembros de una misma clase social para buscar y encontrar soluciones prácticas que permitan resolver problemas comunes como el habitacional.

Es urgente que los recursos económicos del Estado sean canalizados para promover y realizar la creación de fuentes de trabajo y de riqueza, industrializando la producción del campo en beneficio preponderante de ejidatarios y comuneros.

Asimismo el incremento de las fuentes de trabajo a través de la mano de obra directa del campesino, coadyuvará a solucionar el problema del desempleo de tan graves consecuencias en el medio rural, utilizando la mano de obra de los campesinos sin perjuicio de las labores fundamentales que constituyen la producción agropecuaria.

Esta Iniciativa prevé también que aquellos ejidos que por su ubicación puedan destinar sus recursos a una explotación distinta a la agropecuaria, tengan la preferencia para que los productos que elaboren, extraigan, industrialicen o comercialicen con destino a la industria de la construcción, sean utilizados en los programas oficiales de la misma beneficiando con ello a otros sectores, pues se utilizarán varios elementos para la construcción de sus viviendas a menor costo.

Las comisiones participan del interés del Ejecutivo Federal en ampliar, desarrollar y diversificar las actividades de los ejidatarios y comuneros, de ahí que, para ello, encuentran un instrumento en el Fondo Nacional de Fomento Ejidal para gestionar u otorgar los créditos, financiamientos o garantías por su intervención en los manejos de los recursos ejidales, para la realización de esos programas de fomento económico, y las obras de beneficio social, en que el Fondo otorgará prioridad a los programas de vivienda.

Es preocupación del gobierno de la República reformar y adicionar las leyes existentes para su perfeccionamiento y mayor eficacia en el campo de su aplicación diaria, creando soluciones objetivas a los problemas que el desarrollo del agrarismo mexicano demanda todos los días.

De ahí que las Comisiones Unidas reconozcan que este es otro paso que se da para buscar el desarrollo integral de la comunidad rural, ya que provee a la consecución de medios económicos, al fomento de la ocupación de mano de obra y fundamentalmente a la distribución más equitativa del ingreso nacional

Con objeto de mantener la congruencia en los textos de las disposiciones de la Ley, las Comisiones, a causa de la adición del artículo 167 Bis que se propone, se ven precisadas también a proponer la reforma al segundo párrafo del artículo 167 en la parte que dice "...los recursos a que se refiere la fracción I del siguiente artículo...". En adelante debe quedar redactado: "...los recursos a que se refiere la fracción I del artículo 168..." pues de quedar

en sus términos originales el artículo 167, estaría haciendo la remisión a otro artículo cuyo texto no concuerda.

Por lo expuesto, las Comisiones que suscriben se permiten someter a la consideración de la honorable Asamblea el siguiente.

PROYECTO DE DECRETO QUE ADICIONA Y REFORMA LA LEY FEDERAL DE REFORMA AGRARIA

ART¡CULO PRIMERO. Se adiciona la Ley Federal de Reforma Agraria con los artículos 167 Bis y 175 Bis, para quedar como sigue:

Artículo 167 Bis. El Fondo Nacional de Fomento Ejidal canalizará la inversión de sus recursos y de las asignaciones especiales que determinen el Gobierno Federal, preferentemente a la realización de programas de fomento económico en ejidos y comunidades, para el incremento de la producción agropecuaria de éstos; al establecimiento de industrias que transformen dicha producción y la comercialicen; y a la constitución de empresas ejidales que extraigan o elaboren materiales para construcción de viviendas.

Dentro de las industrias ejidales que financie el Fondo para extraer o transformar productos destinados a la construcción, se considerarán en primer término para recibir financiamientos, aquéllas que establezcan plantas industriales para la fabricación de viviendas.

Tratándose de obras de beneficio social, el Fondo dará prioridad al financiamiento de programas de mejoramiento y construcción de la vivienda en ejidos y comunidades, a cuyo efecto coordinará su acción con los organismos competentes.

El Fondo Nacional de Fomento Ejidal, opinará, vigilará y administrará los recursos del ejido proveniente de la regularización de zonas urbanas.

Para adquirir, construir o mejorar la vivienda de ejidatarios y comuneros, el Fondo gestionará y otorgará créditos, financiamientos y garantías.

En el desarrollo de estos programas se utilizará preferentemente la mano de obras de los propios campesinos, cuidando de no interferir las labores normales de su producción agropecuaria.

Artículo 175 Bis. Los ejidos y comunidades que poseen materiales para la construcción y las industrias ejidales de extracción o elaboración de esos materiales para la misma, tendrán preferencia para que sus productos sean adquiridos y utilizados en la construcción de vivienda y obras públicas que realicen o financien todos los organismos estatales y paraestatales.

ART¡CULO SEGUNDO. Se reforma el párrafo segundo del artículo 167 de la Ley Federal de Reforma Agraria, para quedar como sigue:

Artículo 167.

Cuando la inversión lo amerite y lo demanden las necesidades del ejido o la comunidad, el Fondo Nacional de Fomento Ejidal podrá otorgar financiamiento para la realización de programas y planes de fomento económico y social en exceso al monto de los fondos comunes depositados; asimismo podrá financiar a ejidos y comunidades que no tengan calidad de cuentahabientes del Fondo, pero no podrá aplicar en ninguno de estos dos últimos casos los recursos a que se refiere la fracción I del artículo 168, a efecto de garantizar que cada ejido o comunidad integrante del Fondo, pueda disponer totalmente de sus respectivas aportaciones.

Sala de Comisiones de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión. - México, D.F., a 24 de abril de 1972.

'Año de Juárez'

Comisión de Asuntos Agrarios: Presidente, Alfredo V. Bonfil Pinto. - Secretario, Marco Antonio Espinosa Pablos. - Sección, Mejoramiento de la Comunidad Rural: Abel Salgado Velasco. - Rodolfo Alavez Flores. - Sixto Uribe Maltos. - Francisco Navarro Veloz. - Roberto Flores Granados. - Ma. Guadalupe Urzúa Flores. - Comisión de Hacienda, Crédito Público y Seguros: Presidente, Salvador Reséndiz Arreola. - Secretaria, Guillermina Sánchez Meza de Solís. - Sección, Crédito: Rafael Rodríguez Barrera. - Celso H. Delgado Ramírez. - Alberto Hernández Curiel - Alberto Canseco Ruiz. - J. Jesús Arroyo Alanís. - Jaime Pineda Salgado. - Manuel Stephens García. - Comisión de Desarrollo de la Vivienda: Alejandro Pereza Uribe. - Diario Pérez González. - Alfonso Solleiro Landa. - Javier R. Bours Almada. - Oscar Hammeken Martínez. - Ignacio Gálvez Rocha. - Mayo Arturo Bravo Hernández. - Enrique Fox Romero. - Raúl Gómez Pedroso Suzán. - Guillermo Olguín Ruiz. - Manuel R. Bobadilla. - Ignacio Soleguren Martínez. - Jorge Arellano Amézcua. - Comisión de Estudios Legislativos: Presidente, Cuauhtémoc Santa Ana Seuthe. - Secretario, Ramiro Robledo Treviño. - Sección, Agrario: Alfredo V. Bonfil Pinto - Abel Salgado Velasco. - Rodolfo Alavez Flores. - Francisco Hernández Juárez. - ldelfonso Estrada Jacobo. - Agustín Alvarado González.

- Trámite: Primera lectura.

COMENTARIOS A LA VISITA DEL PRESIDENTE DE MÉXICO A LA HERMANA REPÚBLICA DE CHILE

El C. Presidente: Esta Presidencia informa que han solicitado hacer uso de la palabra para comentar el reciente viaje del ciudadano Presidente de la República, los siguientes ciudadanos diputados: Juan Barragán Rodríguez, Jorge Cruickshank García, Guillermo Ruiz Vázquez y Alfredo V. Bonfil. En consecuencia, se concede el uso de la palabra, al ciudadano diputado Juan Barragán Rodríguez.

- El C. Barragán Rodríguez, Juan:

Señoras y Señores diputados:

Cuando el señor Presidente de la República licenciado Luis Echeverría invitó a los presidentes de los partido políticos nacionales y a distinguidos representantes de todos los sectores sociales, políticos y económicos de nuestra

patria, para que lo acompañaran en su viaje a la hermana República de Chile, me sentí a la vez honrado, profundamente conmovido pues desde que el señor Presidente Echeverría empezó a fijar su política internacional he venido encontrando en ella la inspiración de la dignísima postura internacional que siempre asumió mi ilustre Jefe don Venustiano Carranza. El viaje a la República de Chile es la culminación de una política internacional limpia, clara y sobre todo digna. Al proclamar una vez más ante los ojos del mundo entero los principios inconmovibles de la política internacional de México, el Presidente Echeverría ha sido congruente con la línea trazada desde los inicios de nuestro movimiento social. El derecho del pueblo hermano de Chile para recuperar su patrimonio en manos de extranjeros conforme a sus propias leyes es el mismo que asistió a México para consignar en el artículo 27 Constitucional su derecho al subsuelo y el mismo que nos permitió realizar la expropiación petrolera que hoy es base toda nuestra economía.

En Chile los acompañantes del señor Presidente pudimos contemplar cómo un pueblo de profunda raigambre democrática sabe solucionar solo y con dignidad sus propios problemas, unido como un solo hombre para rechazar intromisiones extrañas en sus propios asuntos. Los mexicanos tan celosos de nuestra independencia no podemos menos que admirar el esfuerzo de nuestros hermanos chilenos y admirar la decisión y valentía de nuestro Presidente al no vacilar en acudir a mostrar su solidaridad al pueblo hermano que vive ahora situaciones que sentimos en carne propia porque también las hemos vivido en el curso de nuestra historia.

Se equivocan quienes piensen que el Presidente Echeverría fue a Chile a tomar partido en favor de cualquiera de las corrientes políticas internas del país hermano, fue a tomar partido, sí, en favor del derecho de todos los pueblos a autodeterminarse libremente y a rechazar intervenciones extrañas.

La postura de nuestro Presidente, que es la posición de México, en la Asamblea de las Naciones Unidas reunida en Santiago proponiendo la creación de la Carta Fundamental de los Derechos y Obligaciones de los Países en Materia Económica, es sin duda alguna el complemento que venía faltando a la Carta de los Derechos Humanos. El fundamental derecho del hombre a la libertad carece de sentido mientras se encuentre sujeto a dictaduras económicas de los más fuertes. No existe libertad política sin libertad económica. Por este solo concepto el Presidente Echeverría ha entrado ya de lleno a las páginas de la historia del mundo contemporáneo como líder de este tercer mundo del que sin duda formamos parte aunque nunca antes hubiéramos tenido el valor de reconocerlo.

Mi aplauso de revolucionario y de mexicano, señores diputados, al Presidente de México que nos hace como nunca sentir el orgullo de ser mexicanos. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene el uso de la palabra el ciudadano diputado Jorge Cruickshank García.

El C. Cruickshank García, Jorge: Señor Presidente, compañeros diputados: Nos ha tocado la fortuna de haber participado de un hecho de proyección histórica; el viaje del señor Presidente de la República en visita a las Repúblicas hermanas de Perú y Chile. Con este viaje, con la presencia del Presidente de la República y los representantes de los tres poderes de la Unión, y también la representación de los partidos de la corriente democrática, progresiva, revolucionaria, la Revolución Mexicana expresó su solidaridad a los pueblos latinoamericanos que luchan por su independencia en el camino de cambios substanciales, sin interferencias del exterior.

Para explicarse el sentido, la profundidad el alcance del viaje del Presidente Echeverría Sudamérica, hay que situar este viaje, este hecho histórico en el contexto de la vida internacional, del acontecer del mundo contemporáneo.

Es objetivo para todos los pueblos del mundo, compañeros diputados, que las fuerzas que representan el progreso, la independencia nacional, la paz, mantienen firme en su favor la correlación de las fuerzas mundiales en contra de las fuerzas de la muerte, de la opresión colonial, de la guerra. Es la clase obrera internacional, es el socialismo en toda su expresión, es la lucha de liberación nacional en todos los rincones del mundo los que las fuerzas esenciales que le dan vigor, le dan contenido a la lucha de nuestros pueblos en todas las latitudes contra las fuerzas que quieren oprimir nuevamente, a nuestros pueblos y al mundo. En África y en Asia, en Europa, en América Latina estas fuerzas se manifiestan vigorosas, actúan diariamente, combaten con energía, con patriotismo, con sentido nacional, ya no hay posibilidad de volver al pasado, los pueblos africanos han escogido el camino de su futuro y se han dado estadios superiores de existencia; en Asia igualmente, los pueblos han optado por su definitiva independencia; en Europa, las fuerzas de la paz del socialismo, del desarrollo democrático, son las que imponen su decisión, son las que imponen el camino a los pueblos. Y hoy mismo, un gran pueblo, un pueblo extraordinario, un pueblo con sentido profundo de patriotismo débil, esquilmado, golpeado permanentemente por las fuerzas imperiales de todos los tiempos, da una lección brillante a los pueblos del mundo, cómo se puede vencer a fuerzas superiores como las fuerzas guerreristas del imperialismo norteamericano y ahí están las brillantes victorias que el pueblo vietnamita están dando para lograr su definitiva independencia. (Aplausos.)

En los mismo Estados Unidos de Norteamérica, con la descomposición social, con el vicio, con la corrupción, con las drogas, con la prostitución, da una imagen clara de lo que es este país, la superpotencia capitalista, la superpotencia imperialista, pero el pueblo norteamericano, lo mejor de este pueblo, la juventud, la clase trabajadora

los intelectuales combaten contra la oligarquía nacional contra los dirigentes de los grandes trusts, que también tienen sumido al pueblo norteamericano en condiciones infrahumanas, desde el punto de vista económico y político en América Latina los pasos se aceleran en el camino de la independencia, a pesar de los gorilatos, a pesar de la intromisión injusta y agresiva del imperialismo, nuestros pueblos mantienen su decisión por la independencia.

En Centro América, en el Istmo de Panamá el pueblo le da calor a su dirección política para exigir la devolución del Canal de Panamá a su legítimo dueño que es el pueblo panameño.

En Venezuela la dirección política, con el apoyo del pueblo está por reivindicar el petróleo y el gas, que hace tiempo han sido explotados por las grandes empresas imperiales de los Estados Unidos.

En Ecuador hay nuevos rumbos, en Perú la Dirección Militar Nacionalista y patriótica encauza la lucha del pueblo por senderos de nacionalismo de defensa de la autonomía nacional.

Y en el Cono Sur hay ebullición, hay lucha, hay combate y hay cambios substanciales.

El imperialismo norteamericano, particularmente, impide el desarrollo económico de nuestros pueblos y realiza todas las maniobras para evitar nuestra lucha victoriosa. Hay muchos datos, muchas informaciones estadísticas que demuestran lo que ha padecido América Latina. Lo que ha padecido desde el punto de vista económico, lo que ha padecido desde el punto de vista social. Los embates permanentes de las fuerzas del imperialismo.

Nuestras importaciones, las importaciones de América Latina en la última década en lugar de subir, bajaron del 7% al 5%. En el año de 1969 nuestros países, los países de América Latina pagamos por intereses de la deuda exterior y dividendos por inversiones de capital más de cincuenta mil millones de pesos. La vieja burguesía atrasada feudal ligada económicamente y desde el punto de vista cultural y moral a las viejas castas feudales y al imperialismo, se opone agresivamente a cualquier cambio en el aspecto social y económico de nuestros pueblos. Pero para todos es claro que está gestándose una nueva comunidad de Estados en América Latina, que se sustentan a los respetos y a la soberanía de todos y cada uno de los países que la integran. El viaje del Presidente Echeverría en estas condiciones, el viaje realizado a Chile, demuestra la firmeza y la independencia de nuestra política internacional, porque a pesar de todas las presiones de dentro y fuera que se manifestaron expresando la inoportunidad de este viaje, el Presidente Echeverría decidió realizarlo. Porque el Presidente Echeverría, compañeros diputados, está convencido, como lo afirmó a su llegada a Santiago de Chile, en la recepción extraordinaria que le prodigara este extraordinario pueblo del sur del continente, en ese país se gesta la liberación de América Latina. Y a todos los componentes de la comitiva, compañeros diputados, nos tocó ver de cerca la lucha de los chilenos para darnos cuenta de como un pueblo se abre camino venciendo dificultades circunstanciales que nuestra Revolución afrontó también y supo de ellas obtener la victoria.

Nosotros vimos, compañeros diputados, no nos contaron, vimos como el pueblo chileno vibra, combate, actúa con alegría alrededor de su gran Presidente, como lo calificara el Presidente Echeverría, al doctor Salvador Allende; como el Presidente Allende tiene la voluntad, la decisión del pueblo chileno para construir un régimen distinto al del pasado y llevar a las mayorías a la felicidad, cultura y paz. Nosotros vimos; compañeros, como se movilizó el contingente de la unidad popular, con alegría, con decisión, con pasión pero con serenidad; el lugar de la concentración fue insuficiente para dar lugar a todos los santiaguinos que querían manifestar su solidaridad, su apoyo al Gobierno de la unidad popular; más de 600 mil chilenos estuvieron presentes para darle un mentís a las fuerzas de la regresión del pasado, de la contra - revolución, y del imperialismo, que quieren cortarle la posibilidad de Chile y a su pueblo de optar por el camino que ha escogido para su liberación. Oímos un discurso extraordinario del Jefe del Estado, del líder de la unidad popular, inteligente, hábil, bien planteado, señalándole a su pueblo el camino, denunciando a los provocadores, a la contra - revolución y a los elementos de la derecha de la democracia cristiana y del Partido Nacional, que se han coludido con las fuerzas internacionales para bloquear el acceso de los chilenos a la felicidad. Denunció a la International Telephone and Telegraph como una compañía imperialista que, sin recato, ha tratado de intervenir en los asuntos de Chile.

Vimos con profunda emoción esta decisión del pueblo chileno, porque es evidente que lo que dice el Presidente Echeverría en cuanto que "ahí se está dando la batalla por la liberación de América Latina, de perderse la batalla de Chile estaríamos perdiendo los mexicanos que queremos un cambio social, la batalla por cambios extraordinarios en nuestro pueblo, por la liberación de México, por su independencia.

El Presidente Echeverría expresó, entre otras cuestiones fundamentales: "El pueblo de Chile con decisión, con serenidad, firmeza y alegría construye las bases de su futuro. La representación de México tuvo el señalado privilegio de ser huésped de esa nación que ha asumido plena y virilmente la responsabilidad histórica, y México, a través de su Presidente, representativo de las corrientes impulsoras de la Revolución Mexicana, llevó a Chile el refrendo de la actitud solidaria de México en la causa común latinoamericana y en el empeño de los chilenos para llevar adelante, sin interferencia alguna, el camino de autonomía y progreso que ha elegido. Porque, como lo expresó el Jefe de la Nación, México ha defendido desde sus orígenes como nación, el derecho a su pueblo para forjar libremente su destino. La experiencia recurrente y amarga de injerencias externas, nos ha hecho repudiar el uso de la fuerza para dirimir

controversias. Para poder considerarnos cabalmente libres, afirmó el Presidente, necesitamos eliminar toda injerencia extranjera en la conducción de nuestros asuntos nacionales."

Saliéndole al paso a las actitudes de presión de las fuerzas del imperialismo, Echeverría señalo con energía que "la Revolución Mexicana nos legó, por voluntad del pueblo, una doctrina constitucional según la cual la propiedad de los recursos naturales corresponde originalmente a la nación; además, ésta tiene, en todo tiempo la facultad de imponer a la propiedad privada las modalidades que exige el interés público. El gobierno de México considera que las expropiaciones - óiganlo bien - o las nacionalizaciones que los Estados lleven a cabo para rescatar el dominio de sus bienes naturales para beneficio de sus pueblos, son expresión de una facultad soberana. Por lo tanto, toda controversia que se suscite con respecto del monto y oportunidad con que deban realizarse las compensaciones correspondientes es exclusiva competencia de los tribunales del Estado en cuestión. También con energía y claridad del Presidente Echeverría; se refirió a los que con aparente actitud revolucionaria les hacen el juego a los interese contrarios de la contrarrevolución y la "derecha", las mismas condiciones en Chile que en México. Afirmando entre quienes predican el desorden, cuando están abiertos los cauces de la transformación, son emisarios conscientes e inconscientes de las fuerzas contrarias a los intereses populares. Quienes dentro de una revolución se empeñan en violentar el ritmo de sus conquistas, no hacen sino allanar el camino a los partidarios del antiguo régimen; ante el proceso de cambios impuesto por el pueblo Chileno y sus principales fuerzas reunidas en la unidad popular, Echeverría afirmó: "Admiramos la lucidez y la decisión de los chilenos para alcanzar las metas de justicia comunitaria, respetamos su determinación de hacerla mediante la enhiesta afirmación de sus derechos nacionales. Entendemos cabalmente que la defensa de su integridad política, se vincula en ésta hora a la satisfacción de las demandas populares en el Foro Mundial que representa la Reunión Plenaria del Tercer Período de Sesiones de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, el Presidente de la República levantó su voz precisa y clara para plantear la actitud de México contra el colonialismo y el neocolonialismo, señalo entre otras cuestiones que la concentración de la riqueza se ha agudizado y tan sólo por lo que hace a Latinoamérica, cerca de la mitad de sus habitantes no participan de los frutos del desarrollo.

Afirmó: "que es ya contraproducente seguir concentrando la riqueza ahí donde existe en abundancia; que no puede haber trato igual entre desiguales; que nuestros países deben precaverse contra supuestas teorías científicas, que descubren actitudes neocolonialistas, a limitar el progreso industrial de nuestros pueblos.

Semejantes razonamientos, afirmó: "revelan en la esfera de la economía los mismos prejuicios e intereses que el racismo en la convivencia humana".

Planteó que las soluciones que aquí encontramos, en esa reunión no implica renuncia, sino antes bien fortalecimiento de la facultad de autodeterminación llevan implícito el propósito de no subordinar a préstamos ni a concesión la soberanía de los Estados miembros".

Expresó que nunca habían condicionarse el financiamiento internacional a consideraciones políticas, y agregó que es además un contrasentido negárselo a países que ensayan vías revolucionarias para su progreso.

Para dejar claro cuál es la actitud de México en su proposición en relación con los intereses nacionales, el Presidente afirmó:

"No venimos a negociar con los grandes países industriales ventajas en favor de las oligarquías económicas del mundo subdesarrollado...autonomía frente al exterior y participación interna son metas inseparables del desarrollo autónomo... no queremos consolidar grupos privilegiados que sirven de aparente enlace con los centros de poder ni tampoco provocar rupturas que nos aislarían de la corriente del progreso."

En relación con las inversiones extranjeras, definió con toda claridad que "las inversiones extranjeras directas, cuando no van acompañadas de una corresponsabilidad de los empresarios nacionales, de una transferencia de innovaciones tecnológicas y de un acceso correlativo a los beneficios que se tienen de los mercados exteriores, no hacen sino provocar antigrupos modelos de dominación colonial."

En relación con los recursos naturales de nuestros países, el Presidente Echeverría afirmó que "todos los países deben reconocer y respetar el derecho de cualquier nación para disponer libremente de sus recursos naturales sin ningún tipo de cohesión exterior. Por su parte, los consorcios transnaciones deben abstenerse de intervenir directa o indirectamente en la conducción de los asuntos que conciernen solo a la decisión soberana de cada estado".

Y para sintetizar las demandas de nuestros pueblos, Echeverría propuso un acuerdo para llegar a constituir la "carta de los deberes y derechos económicos de los Estados", que plantea libre disposición de los recursos naturales, respeto irrestricto del derecho que cada pueblo tiene a adoptar la estructura económica que le convenga e imprimir a la propiedad privada las modalidades que dicten el interés público; renuncia al empleo de instrumentos y presiones económicas para reducir la soberanía política de los Estados; supeditación del capital extranjero a las leyes del país; prohibición expresa a las corporaciones transnacionales para intervenir en los asuntos internos de los países; abolición de las prácticas comerciales que discriminan las exportaciones de los países no industriales; ventajas económicas proporcionales según los niveles del desarrollo; acuerdos que garanticen la estabilidad y el precio justo de los productos básicos; amplia y adecuada transmisión de los avances tecnológicos y científicos a menor costo y con más celeridad a los países atrasados; mayores recursos para el financiamiento del desarrollo a largo plazo, bajo tipo de interés y sin ataduras".

En esta misma intervención el presidente planteó que ningún equilibrio puede fundar sobre la inconformidad de la mayor parte del mundo, nuestros pueblos tienen conciencia de que su miseria produce riqueza para otros; los rencores acumulados contra el colonialismo político, renacen ahora en contra del colonialismo económico. La declaración conjunta, señores diputados, expedida por los dos presidentes, el Presidente Echeverría y el Presidente Allende, es el resumen de la voluntad de dos pueblos libres que quieren definitivamente liquidar su dependencia del imperialismo y elevar las condiciones de vida de sus pueblos y mantener firmemente una estrecha y fraternal amistad en la defensa de intereses que le son comunes a los pueblos latinoamericanos. En la cena de despedida, el Presidente Echeverría resumió la expresión de México cuando afirmó: "vamos muy contentos, después de estos días de tan hondas reflexiones, después de estos días que nos parecen estelares para esta república, retornaremos a nuestra patria, portadores de una nueva y transcendente experiencia acerca de irrevertibles cambios económicos y sociales que hemos venido a estudiar de cerca, compañeros diputados: nuevas perspectivas en las luchas de los pueblos latinoamericanos se abren a partir de este histórico acontecimiento, no somos una raza vencida, somos una gran raza explotada durante varios siglos, todas las fuerzas lo mismo las que tratan de que nuestros países den pasos de importancia en el sentido del progreso; que las grandes masas populares, se den cuenta que dentro de la inmensidad de nuestra tragedia surge algo nuevo, tienen la intuición de que una primavera histórica se está engendrando en todas las latitudes, nuestros pueblos hablan con voz grave de un porvenir distinto al presente. Cada uno tiene su opinión respecto al devenir pero todos están ciertos que el mundo de hoy está desapareciendo y se viene un nuevo mundo. Queremos señores diputados, todas las fuerzas del progreso nacional y latinoamericano, una victoria profunda, real, verdadera, victoria de las fuerzas del futuro, victoria de los pueblos latinoamericanos. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene el uso de la palabra el C. diputado Guillermo Ruiz Vázquez.

El C. Ruiz Vázquez, Guillermo: Señor Presidente, señoras y señores diputados, señoras y señores:

Con respetuosa cortesía mi Partido declinó la honrosa invitación que le formulará el señor Presidente de la República para acompañarlo en su viaje a la hermana República de Chile, lo cual no es impedimento, sino tal vez una ventaja para formular comentarios sinceros y objetivos sobre esta visita. Ya el Jefe de nuestra Diputación expresó en esta Tribuna que teniendo el criterio de que compete al Ejecutivo el ejercicio de la representación y relaciones internacionales de nuestro país, se justifica no haber considerado necesaria la aceptación de esa invitación, aunque tampoco hubiera sido de mayor inconveniente. Creemos suficiente la representación del Presidente, para llevar el cariño y el saludo de un pueblo a otro pueblo. Creemos suficiente que en esa representación que encarna todas las tendencias políticas, se personifique en el Mandatario del país la representación de todos los mexicanos para que así ante quien personifica a todos los ciudadanos chilenos se establezca la relación, libres inclusive de trabas de cortesía para con sus acompañantes, o de cualquier otro tipo de molestias que pudieran en alguna forma limitar las expresiones, las actitudes, del representante de este país.

Y en estas condiciones, señores diputados, las consideraciones que quiero hacer en nombre de la diputación de Acción Nacional, están desde luego despojadas de todo sentido de ayuda internacional, de todo sentido de ayuda de grupo, seré más franco, de todo sentido de imperialismo que probablemente, también para ser franco, tiene la fracción parlamentaria del partido Popular Socialista en esta Cámara en cuanto está unido al imperialismo soviético. En esas condiciones, señores diputados, creo que es más saludable enfocar los puntos sobresalientes de la actitud del señor Presidente.

Su mensaje en la Organización de Naciones Unidas para la Economía y el Desarrollo, la UNCTAD, nos parece ejemplar; ejemplar porque es un mensaje de afirmación de derechos y de reivindicaciones; ejemplar porque es un foro internacional a nombre de los pobres, a nombre de los oprimidos por todo tipo de imperialismo levanta la voz de la soberanía de cada pueblo, levanta la voz del derecho y levanta también la voz de la solidaridad. Sus objetivos fueron centrados en los problemas del desarrollo, para señalar la inter - dependencia en la prosperidad de todos los países; para señalar las malas artes con que los bloques de países prepotentes, los capitalistas y los socialistas - a ambos expresamente se refirió - , han faltado al compromiso contraído de destinar sus recursos económicos, tecnológicos y humanos para la ayuda de los pueblos débiles. Ejemplar, porque postulan que esa necesidad de ayuda, esa solidaridad de destino, no puede quedar supeditada ni a un cobro usurario de los auxilios económicos ni a un menoscabo de la personalidad y soberanía de cada una de las naciones que lo reciben, como hasta hoy, esos bloques de imperialismo lo han venido realizando a pesar de los tratados y compromisos suscritos. Ejemplar porque se busca y así se propuso, la adopción de una Carta de Derechos Económicos de los Estados para el Desarrollo, que en alguna forma semejante a la de la Declaración Universal de los Derechos humanos pueda regir aún cuando sea en una forma ideal, pero cada vez más real, ese desarrollo de la solidaridad internacional para el beneficio de toda la humanidad.

Esta actitud, señores diputados, tiene una reversión hacia este país, hacia nuestro México. El mismo Presidente así lo expresó en su mensaje, y no podría ser de otro modo. Habló diciendo que "para liquidar las estructuras del colonialismo internacional, habría también a la vez que ir liquidando las estructuras del colonialismo interno de cada uno de los países". Ya esta palabra colonialismo ha ido tomando significados y acepciones que nos ponen muy en claro que, para que se liquide el

colonialismo internacional, es necesaria una nueva vida social, económica y política en cada uno de nuestros países, para que esa vida pueda producir la elevación de la persona, la libertad de la persona, la realización de la persona, el bienestar de la comunidad regida por un gobierno democrático.

La democracia internacional presupone la democracia interna. Y así la visita a Chile fue particularmente grata para los mexicanos, porque se trataba de un país hermano, con quien nos vinculan la lengua, la religión, la historia, las tradiciones, la cultura. Si se trataba de un país hermano que ahora sufre todavía muchas de las presiones internacionales, muchos de los despojos y de las rapiñas internacionales de que México ha sido víctima, qué bien que estuviera el hermano México en una visita para alentarlo, para darle el calor de la solidaridad y qué bien, también, porque si en algunas cosas o si en algunos aspectos el desarrollo de este país podemos considerarlo menos afortunado que el nuestro, en el aspecto democrático, señores diputados, creemos que nos lleva ventaja, ventaja que es necesario recuperar no simplemente por no sentirnos rezagados, sino porque significa para nosotros la adquisición de valores fundamentales en nuestra vida que podría ser más amplio nuestro progreso.

Hay una frase del señor licenciado Echeverría que he querido subrayar y traer en esta tribuna, a fin de que quede en nuestra conciencia como un estímulo, como un desiderátum, que necesitamos conquistar a corto plazo. Se refiere el Presidente al cumplimiento de los planes, de los convenios internacionales, de los tratados, de los planes de ayuda para el desarrollo, y dice así: "Nuestros pueblos ven con desencanto que se enrarece la atmósfera de los escenarios internacionales con palabras que no van seguidas de decisiones. Es indispensable que de esta conferencia surjan resoluciones obligatorias para todas las partes. De poco vale emplear nuestro tiempo en pedir lo que no se quiere dar, en lograr acuerdos precarios y en lamentarse luego porque no se cumplió lo prometido".

Hizo una referencia clara a la reversión que estas actitudes tienen hacia nuestra realidad nacional. Y quiero aplicar el contenido de estas palabras a nuestro desarrollo interno.

¡Muchos planes, muchas palabras, muchos compromisos de índole social, de índole económico, de índole político, cultural, educativo. Y pocas, señores diputados, las realidades!

¡Cuántas veces confrontamos por las palabras de los propios mandatarios que el pueblo pide, pero hay veces que el Gobierno no le quiere dar!

¡Qué desencanto para ese pueblo que ejerce sus derechos, que sufraga, que es pobre y que trabaja y que no ha visto satisfechas sus aspiraciones; que ha visto en la propia conducta de las funcionarios, tropiezos constantes en los planes enunciados; que ha visto que las estructuras de poder, de dinero y de autoridad no atienden, o no entienden qué es lo que se quiso decir; más bien dicho, que "doran con palabras" actitudes perjudiciales para dilatar su realización; tal vez para matar la esperanza, sin fijarse en que también la esperanza - aunque muere a lo último -, llega a morir, y entonces da lugar a la desesperación!

Señores diputados, las palabras pueden ser muy generosas, pueden ser muy amplias en su contenido, muy bellas en su perspectiva, pero es necesario que vayan aparejadas con las realizaciones. Las palabras no sólo dejan de cumplirse, sino también han entrado en una descomposición de su significado que muchas veces por esa misma descomposición producen la desesperanza.

Es costumbre etiquetar las conductas políticas, o más bien que las conductas el pensamiento político de las personas. Se habla de capitalistas, se habla de socialistas, se habla de reaccionarios, se habla de progresistas y de revolucionarios, y cada persona que lo dice o cada persona que lo recibe le adjudica un significado diferente. Yo creo que lo importante ya a estas alturas de crisis de valores, no es el de significados que se da a las palabras: más que el lenguaje mismo, son las actitudes y las realizaciones las que deben definirnos. Podemos prescindir del mote, o de la etiqueta, o de la calificación.

Tal vez a muchos de ustedes les irritaría que yo dijera que el Presidente se manifestó por el solidarismo en su visita a la UNCTAD; sin embargo, si ustedes examinan el concepto de la ayuda mutua y de la interdependencia no habría porqué tener esa irritación. La irritación que proviene de la intención con que se lanzan las palabras debe quedar en absoluto proscrita en nuestro lenguaje, que debe ser más claro, que debe analizar conductas, que debe analizar actitudes, aún cuando no adopte etiquetas de moda en los movimientos ideológicos pero que sean positivos para la realización de hechos, para nuestro pueblo.

Es con este sentido, señores diputados, que nuestro partido examina el mensaje del señor Presidente de la UNCTAD y es con el sentido que he expresado a ustedes, con el que califica su actitud como magnífica, su mensaje como ejemplar. Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. Presidente: Tiene el uso de la palabra el ciudadano diputado Alfredo B. Bonfil.

El C. Bonfil, Alfredo V.: Señor Presidente, señores diputados, distinguidos concurrentes:

Cuando invocamos la generación de los hombres de la Reforma, encabezados por Juárez, nos mueve el reconocimiento de que guiaron la lucha interna, para librar a nuestros hombres de la opresión, para librar también las fuerzas atadas de la economía. Aclararon las ideas y movieron la torre publica con efectos tales, que la conciencia nacional surgió acabada de sus manos. Antes de los reformadores, luchábamos por ser; después de ellos, buscamos y encontramos la manera de ser. Dictada por necesidades e intereses objetivos de la nación, nació simultánea nuestra verdadera política exterior. No buscaron los reformadores respuesta a condiciones circunstanciales, elaboraron la conducta de un pueblo sujeto a coloniaje; de una nación aherrojada mucho tiempo, que al romper las ataduras políticas,

quiso encontrar en la libertad de todas las naciones el derecho a reclamar su propia libertad.

El siglo XIX contempló en escala mundial cómo las guerras comerciales fueron seguidas por la ocupación militar y el sometimiento político; para asegurarse los mercados y las zona de influencia, los países más desarrollados no vacilaron en desembarcar ejércitos, bloquear puertos e imponer gobiernos. Los reyes, virreyes y emperadores, fueron la expresión de la voluntad de dominio trasplantado y del coloniaje político que siempre encubrieron coloniaje, económico. Latinoamérica tuvo el atractivo de parecer mercado interesante, pero su clima no fue clima favorable a los gobernantes extranjeros, sobre todo después de que Juárez tocó a rebato para mostrar que junto con la conciencia, llegaba a los pueblos de hispanoamérica la voluntad de no doblegarse más, de no entregarse más, de no llevar más sobre las espaldas carga ajena, ni pedir permiso para crecer, para hacer idéntico a sí mismo y buscar la forma, tiempo y modo de serlo.

La grandeza de los hombres de la Reforma, conducidos por la inteligencia de Juárez, radicar no sólo la voluntad nacional, sino la capacidad de todos los pueblos latinoamérica nos que en ese momento luchaban desde Argentina hasta México, contra las embestidas del colonialismo embozado que practicaban los países industriales y comerciales de Europa y América.

Se ha dicho, pero no por constituir la esencia misma de nuestra creencia y práctica en la política exterior, deja de ser conveniente reiterarlo, que nuestra historia, la historia de todos los países de latinoamérica surge de dos principios inconmovibles de nuestra política internacional: no intervención y libre determinación de los pueblos.

Desde la Insurgencia aprendimos que sólo nosotros tenemos el derecho de decidir nuestros destinos; desde la Reforma decidimos que respetar el derecho de los demás pueblos, de todos los pueblos a gobernarse, es exigir que se nos respete en igual medida y con ambos aprendimos que esta es la forma de hacer valer este derecho. Los pueblos que hoy luchan por mejorar sus niveles de vida saben que nuestro proceso histórico es una línea ininterrumpida de conductas para conservar el derecho a la autodeterminación. Los caminos para alcanzar nuestro progreso no son dos, ni tres, ni una docena, hay tantos como pueblos y culturas, tantos como naciones que buscan el desarrollo, tantos como países que tienen derecho a buscar su propia ruta, nosotros la encontramos en nuestra Revolución y no queremos ni pretendemos imponérsela a nadie. Es de todos sabido que cuando el colonialismo político entró en colapso a fines de siglo XIX los ejércitos, los barcos y los virreyes fueron substituidos por una organización más sutil, pero no por eso menos efectiva: el neocolonialismo financiero y económico.

En la medida en que las industrias crecieron y el capital industrial substituyó al capital comercial, las necesidades del mercado mundial se reorientaron hacia el dominio de las fuentes de materias primas a la obtención de mano de obra barata y finalmente a la inserción de estructuras industriales con tecnología avanzada y con gran densidad de capital. En las estructuras atrasadas se incrustaron estos supuestos polos de desarrollo y muchos pueblos centroamericanos lo sufren día con día. No es casual la interpretación de distinguidos economistas que dan esta particular modalidad de coloniaje moderno cuando hablan de sociedad dual. Describen el fenómeno paradójico de una estructura social cuyas fuerzas productivas parecen polarizadas, por un lado la riqueza, la producción en masa, los salarios atractivos y la tecnología moderna; por el otro, la miseria, la producción artesanal y balbuceante, el pago en especies, el trueque y la menguada técnica colonial. Por un lado salubridad, alimento y desarrollo, por otro lado en la mayoría del pueblo, muerte prematura, destrucción y estancamiento. Pero no existe tal sociedad dual, el cuerpo social y de estructura económica de los países es una y única y la riqueza de los unos se sustenta siempre en la miseria de los otros. Sólo aquellos países que han sido capaces de general gobiernos apoyados en movimientos populares y revoluciones, se plantea con audacia y profundidad el camino de su propio progreso. Al recorrerlo se ven impedidas a la unidad por sus hermanos que luchan en situaciones semejantes. México revolucionario, decidido a su progreso sin cadenas, anda el camino libre de los países de América, en la marcha se encuentra con ello, particularmente con Chile. Esto explica a los más ingenuos o dolosamente confundidos las razones del viaje que el Presidente de México emprendiera hacia el foro de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas para Comercio y Desarrollo en las hermana República de Chile. Quien hace además la escala amistosa y el diálogo, la encuesta y el recorrido, explica la sumisión misma del Presidente entre el pueblo revolucionario chileno. He venido aquí, les dijo, respondiendo a la generosa invitación de Vuestra Excelencia, para imprimir nuevo vigor a nuestras relaciones y para reafirmar nuestra compartida fe en una democracia puesta al servicio de la libertad y de la justicia social. He venido a refrentar la actitud solidaria de México en la causa común de Latinoamérica y en el empeño de los chilenos por llevar adelante, sin interferencia alguna, el camino de autonomía y progreso que han elegido. Con lealtad el Presidente Echeverría expresó: "Pensamos que nuestro mejor homenaje a Juárez, el nuestro personal de este viaje, es llevar el testimonio de nuestra comprensión a un pueblo que está luchando por su progreso económico y cívico; admiramos la lucidez y la decisión de los chilenos para alcanzar las metas de la justicia comunitaria, respetamos su determinación de hacerlo mediante la enhiesta afirmación de sus derechos nacionales; entendemos cabalmente, que la defensa de sus integridad política se vincula en esta hora a la satisfacción de las demandas populares".

Están los chilenos, - lo hemos visto, lo sabemos, y lo hemos comprobado - en un grande proceso de cambio, que tiene como antecedentes su viejo espíritu de justicia y que se realiza dentro de un marco legal que la tradición civilista y legalista de Chile le permite: y que es posible también, gracias a una posición equilibrada e intelectual que le permite realizarlo dentro de un proceso acelerado, cambios que en otros países han requerido de la violencia.

Aquí, - decía el Presidente de México - , se está desarrollando un proceso revolucionario nacionalista dentro de un marco legal y con libertades; afirmó que rectifica en lo general, México, respetuoso de todos los regímenes políticos, está sin embargo, particularmente llamado a fortalecer sus relaciones con aquellos pueblos que pugnan por modificar sus estructuras dentro de un marco legal y democrático, válido para ese pueblo y para el nuestro; para este momento y para muchos más, en que América se está transformando; es que, o tomamos actitudes de vanguardia o sobrevendrá una situación caótica con caminos obscuros que nos lleven a épocas que deseamos ya dejar atrás por superadas. Esta es la clave del viaje en que nos tocó la honrosa oportunidad de acompañar al Presidente de México; algunos pensaron y siguen pensando, - como lo dijo el Presidente - , que no era el momento más oportuno para hacerlo; pero él les respondió a miles de Kilómetros, con la seguridad de su limpio patriotismo, que por el contrario hemos venido, -dijo- a ver muy de cerca la lucha de los chilenos para ver en ella cómo un pueblo se abre camino venciendo dificultades circunstanciales que nuestra Revolución también afrontó y supo obtener de ellas la victoria. Esta expresión, de las más puras esencias republicanas, del más profundo y asentado sentimiento revolucionario de nuestro pueblo, de la más gallarda expresión de la dignidad nacional, fue ratificado, fue correspondido por el cariño, el afecto, la atención ilimitada que el pueblo, los partidos políticos de todas las tendencias y el Gobierno Revolucionario de la República Chilena brindaron a nuestro Primer Mandatario y a su digna esposa.

Fue verdaderamente conmovedor, impresionante como uno de los recuerdos imborrables en la vida de nosotros, ver cómo un pueblo, un pueblo entero se volcaba en las calles, los humildes, los jóvenes, los estudiantes, todo el pueblo de Chile es volcaba en las calles a vitorear a México, a vitorear al Presidente, que jamás había sentido tan profunda y tan cerca la hermandad latinoamericana México - Chilena, como en la visita del Presidente Echeverría. (Aplausos.)

México, en la figura del Presidente Echeverría, no fue a importar ni a exportar revoluciones. Fue a expresar la fraternidad latinoamericana, la vocación democrática de nuestra nación y a corresponder una vieja deuda y un paralelismo histórico que México y Chile guardan.

Sin que pueda sospecharse conspiraciones internacionales, Miguel Hidalgo y O'Higgins se enlazan en el tiempo como caudillos simultáneos de la Revolución de Independencia de ambos países. En los momentos de mayor agobio del Presidente Juárez, cuando las fuerzas imperialistas desplegaron sus banderas en el territorio nacional, cuando los apátridas querían construir un imperio extranjero, cuando la soledad parecía lograr lo imposible - vencer y quebrar la férrea voluntad del estadista más sólido que registra la historia de América - , cuando Juárez luchaba por crear esta nación de la que hoy disfrutamos, el gobierno y el pueblo de Chile mantuvieron dinámica, activamente la defensa al respeto y al reconocimiento del Gobierno Republicano. Más aún, el pueblo chileno, tan pobre como el nuestro, llevó a cabo colectas populares para apoyar directamente a los defensores de la República. Entonces y para siempre, representantes de la soberanía americana, el apoyo a Juárez y a la causa liberal de México no fue un hecho aislado de la política exterior chilena, sino la reiterada expresión de su solidaridad con México, de su vocación democrática y republicana, soberana e independiente.

Para los que no se explican el viaje o carecieron de emoción patriótica para concurrir a él, basta preguntarnos cómo no iba a tener el Presidente Echeverría el deseo de presenciar, de vivir el sacudimiento del pueblo chileno en busca de su libertad económica. Cómo no iba a respaldar la Revolución Mexicana los procesos de nacionalización implantados por el gobierno revolucionario chileno, cuando nacionaliza el cobre de los intereses extranjeros; cuando nacionaliza el cobre, su industria esencial; si Chile en su momento histórico brindó su más caluroso respaldo a México, cuando Lázaro Cárdenas expropió nuestro petróleo. (Aplausos.)

En México, hemos sufrido y vencido las presiones coloniales, como las sufren y seguramente las vencerá el pueblo chileno; las amenazas que siguen a las presiones; las agresiones económicas; las agresiones imperialistas armadas. Pero hemos logrado, también mantener con el apoyo del pueblo, el derecho de la nación a disponer de acuerdo con la Ley y libremente de los recursos que nos son propios. En la solidaridad más grandes que nos es posible ofrecer, el Presidente Echeverría dijo:"...que el Gobierno de México, y con él su pueblo, considera que las expropiaciones o nacionalizaciones que los Estados lleven a cabo, para rescatar el dominio de sus Bienes Naturales para beneficio de los pueblos, son expresión de una facultad soberana, por lo tanto toda controversia que se suscite respecto del monto y oportunidad con que deban realizarse las compensaciones correspondientes, es de la exclusiva competencia de los Estados en cuestión".

Admitir, dijo: "admitir el derecho de otros Estados para arrogarse la protección de sus nacionales, en estos casos significaría una transgresión al orden jurídico; un derecho semejante tendría como correlato, el deber de ese mismo Estado de responder jurídicamente por los actos que sus nacionales realizan en otros países; y sabemos de los embargos efectuados

contra el pueblo chileno por tribunales ajenos al territorio chileno. Esta es la lealtad revolucionaria del Presidente Echeverría al proceso revolucionario mexicano. (Aplausos.)

El otro momento dijo que lo que el Presidente cree, y lo que el pueblo chileno esperaba escuchar de nosotros.

Nuestra Independencia se ha fortalecido gracias a nuestra revolución, y el caso de la expropiación petrolera, es el más relevante en una intromisión de este género. He leído lo que aquí se ha afirmado respecto a una intervención extranjera para efectuar la soberanía chilena, y he propuesto en nombre del Gobierno de México, que nos unamos y que lleguemos a pasos contractuales en el ámbito internacional, de los países que han sufrido o pueden sufrir agresiones de este género, a efecto de poner barreras, de hacer denuncias, de escuchar quejas y unir esfuerzos por evitarlas. Necesitamos que ningún gobierno extranjero y ninguna empresa de ningún género, por más poderosa que sea, intervenga en los asuntos internos de ningún país y esto es algo que los mexicanos recogemos con verdadera pasión revolucionaria, esta es la conducta nacionalista de la revolución mexicana, esto es lo que no quieren entender quienes añoran tiempos de grandes capitales y grandes representaciones imperialistas, a cuyo servicio estuvieron.

Con el Presidente la Delegación de México visitó el Parlamento chileno para establecer el contacto y conocer el pensamiento de los más calificados representantes de las corrientes políticas de esta nación, constató ampliamente en todos los rincones, la libertad de pensamiento de expresión, de reunión, de imprenta, en suma, la vida democrática que hacen único en la historia universal, el proceso pacífico de la revolución chilena para ceder al pueblo los bienes de producción y construir el estado socialista. Ahí, en la discusión del Parlamento, en el análisis con todos los partidos y todas las corrientes de pensamiento, nuestro dirigente de las mayorías en esta Cámara el diputado Luis H. Ducoing, formuló una invitación - de la cual nos hicimos partícipes de inmediato, quienes concurríamos con él - , ofreció la hospitalidad de México en respuesta a la hospitalidad Chilena para que nos visiten, en breve, una Delegación Parlamentaria, que seguramente va a transmitir, no sólo los efectos del viaje de Echeverría sino la lealtad y el afecto de México; brindamos, por parte de la diputación campesina, nuestra sincera felicitación al diputado Ducoing por ese gesto de alta calidad parlamentaria. (Aplausos.)

México se expresó con su lenguaje propio, insistió en las características del régimen constitucional y democrático en que hemos fincado la convivencia y el progreso; el Presidente lo concretó en una sentencia: "Para nosotros, la revolución es el cumplimiento del orden jurídico porque nuestro orden jurídico es revolucionario"; pero la ley también debe tener un contenido dinámico de acción, para todos los cambios; por eso señalaba "el respeto a la libre manifestación del pensamiento y a la búsqueda inclusive de inconformidades soterradas, el diálogo o la impugnación, la crítica a los gobernantes y la autocrítica de la nación, constituyen los elementos vivos de una democracia. El triunfo definitivo del régimen constitucional ha significado a la vez entre nosotros la afirmación de la soberanía del Estado, y esto, dicho en la zona más austral de América, se ratifica hoy en la tribuna de esta Cámara, frente al diálogo, frente a la crítica y aún frente a la incomprensión. Concurrente a la solidaridad expresada, el Presidente habló ante el foro que hace apenas una década creara las Naciones Unidas como un gran escenario, para que los pueblos que luchan por su independencia y que se esfuerzan por sacudir la presión imperialista, aquéllos que como corolario de la igualdad soberana de los Estados, reclaman el reconocimiento a las desigualdades económicas y el trato preferencial correlativo. Los pueblos que quieren ver frenada la carrera belicista, para que se derramen esos cuantiosos recursos económicos en todo el mundo para crear la habitación, el trabajo, la salud, la dignidad humana; habló ante un foro que se ha ido desgastando a pesar de lo reciente de su nacimiento, porque los representantes de los países de la esperanza, llegan a él con el reclamo de miles de millones de hombres, ancianos, mujeres y niños; que viven en el desamparo y diplomáticos y estadistas elevan su voz de protesta contra la injusticia, con tenacidad tocan la puerta de la compresión y la equidad de los poderosos, pero éstos obsecados en sus intereses, cercados en su riqueza, ciegos y deshumanizados por su propio afán de dominio; han cerrado el paso una y otra vez a las demandas de liberación y cooperación internacional. Países o grupos de países poderosos, que no entienden o no quieren entender la hora que viven, y parecen incapaces de asimilar que su propia estabilidad depende de la paz y el desarrollo del resto de los pueblos.

Se han negado a reconocer que nadie le viola, como dijo Echeverría, la posibilidad de este inmenso mercado del Tercer Mundo, en cambio sólo a una minoría y a muy corto plazo le conviene nuestra actual dependencia. Las minorías ganan mucho en poco tiempo, lo pierden todo en un tiempo más breve aún. Una política común de independencia y progreso, por el contrario, termina beneficiando a todos en lo general.

Condenó el Presidente de México, con su presencia y sus palabras, el coloniaje de las naciones, industrial o militarmente. Condenó a las naciones que tienen sometidos a los pueblos del Tercer Mundo. Dijo: "Ningún equilibrio puede fundarse sobre la inconformidad de la mayor parte de los habitantes del mundo." Nuestros pueblos tienen conciencia de que su miseria produce riquezas para otros. Los rencores acumulados en contra del colonialismo político renacen ahora en contra del colonialismo económico. Los países poderosos no han renunciado a su posesiones angemónicas, antes bien tienden a fortalecerlas, validas de su enorme capacidad de que disponen para acumular en su beneficio los progresos de la civilización y el aumento del intercambio económico

La sociedad contemporánea ha originado, evidentemente, la creación de nuevas formas de dependencias, en la que el predominio financiero, militar y tecnológico, sustituye con ventajas anacrónicas formas de dominación política.

Las luchas pueden tomar distintos aspectos, pero substancialmente siempre serán las mismas: salir del subdesarrollo y ver que en contraste con los países de más altos niveles económicos tenemos un reto para nuestra orientación, para nuestro hacer, para resolver los problemas existentes y para crear un futuro más tranquilo y más justo para nuestros hijos, para poder considerarnos cabalmente libres, para eso, necesitamos eliminar toda forma de injerencia extranjera en la conducción de nuestros asuntos nacionales. Precisamos, también, encontrar una ruta segura para la plena autonomía económica, tecnológica y cultural; por eso el Presidente de México, el Presidente de la Suprema Corte, los Presidentes de la Gran Comisión del Senado de la República y de la Cámara de Diputados. Por eso entendieron y vivieron en profundidad el fenómeno revolucionario chileno. Por eso el Presidente con la angustia del estadista que ha podido agruparse en el estudio, en la investigación, en la vivencia cotidiana con el pueblo los más variados elementos para tener una clara visión del futuro del mundo, dijo, si no nos mostramos capaces de encontrar las fórmulas de un desarrollo equilibrado, pronto se acabará, tal vez la edad de las Conferencias Internacionales. Como se terminaron los períodos de infecundas transacciones en la vísperas de las grandes guerras, de nuestros debates sólo quedaría testimonio de indignación e incomprensión y de nuevo lo irracional dejaría su huella en la historia y pedir a la Tercera Conferencia de la UNCTAD como resultado de la reunión, toda una declaración sino un documento jurídico. Nada que pueda contener sólo amplias afirmaciones, un documento correlativo a la Carta de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, indispensable para comprender a las naciones como conjunto, comunidades de derechos y obligaciones y así México pospuso se delineara un documento jurídico que con la característica misma de la obligatoriedad del derecho mismo recoja los elementos esenciales para la conveniencia, la socialidad y el desarrollo; libre disposición de los recursos naturales, respeto y estricto del derecho que cada pueblo tiene a adoptar la estructura económica que les convenga e imprimir a la propiedad privada que dicte el interés público. Renuncia al empleo de instrumentos y presiones económicas para reducir la soberanía política de los Estados, supeditación del capital extranjero a las leyes del país al que acuda, prohibición expresa a las corporaciones transnacionales de intervenir en los asuntos internos de las naciones; abolición de las prácticas comerciales que discriminan las exportaciones de los países no industrializados; ventajas económicas proporcionales según los niveles de desarrollo; acuerdos que garanticen la estabilidad y el precio justo de los productos básicos, amplia y adecuada transmisión de los avances tecnológicos y científicos, a menor costo y con mayor celeridad a los países atrasados. A largo plazo, créditos, y mayores recursos para financiar el desarrollo bajo tipo de interés bajo y sin ataduras. La Carta de Deberes y Derechos Económicos de los Estados constituye sin duda alguna la base de un nuevo derecho público entre las naciones y un legítimo orgullo que se agrega al preciado acervo jurídico de nuestra historia, dijo el Presidente Allende en una respuesta al Presidente Echeverría, después de su intervención así usted ayer en ese fórum, el de la UNCTAD ha interpretado a millones y millones de seres humanos que tienen derecho a hacer oír su voz; y es para mí satisfactorio decirle, que hoy el Presidente de la Delegación Chilena ante la UNCTAD ha expresado la decisión de mi Gobierno de apoyo irrestricto a esta iniciativa de extraordinaria trascendencia; después de la Delegación Chilena, muchos países latinoamericanos se sumaron y hoy constituye ya en un número importante un documento que es bandera de lucha de los pueblos del Tercer Mundo; desde lo más alto de un Foro Mundial; desde las minas conviviendo con los obreros; desde los centros o asentamientos de la Reforma Agraria, en el diálogo abierto, el Presidente de México trasmitió el pensamiento vigoroso del Pueblo Revolucionario de México; condenó el coloniaje, defendió con pasión el derecho de libre autodeterminación de los pueblos y el respeto a la soberanía de las naciones; expresó la solidaridad a la causa de los pueblos que luchan contra la descapitalización y el subdesarrollo; alentó la vigencia del derecho como norma de conducta de los hombres y de los pueblos; vivió intensamente la dimensión de la libertad política chilena; sostuvo con verdadera dignidad los principios de la Revolución y siempre tuvo una respuesta o una declaración basada en la constitución de México; precisó con extraordinaria claridad las relaciones económicas y tecnológicas de los dos pueblos en que se ha dividido la humanidad, los explotados y los explotadores; alentó a la cooperación internacional; ratificó el afecto, mantuvo para México la democracia y la justicia como formas únicas de organización que nuestro propio pueblo se ha dado, otorgando a cada ciudadano las reservas de más delicado comentario, y el derecho a las naciones hermanas de buscar su libertad económica y el progreso de sus connacionales, como sus peculiares condiciones sociales, históricas lo determinen. Entrega en este viaje el Presidente Echeverría a los países en desarrollo una nueva fórmula para renovar sus esperanzas en el cambio de mentalidad y actitud de las naciones industrializadas. Declaró y puso en práctica una nueva política de unidad latinoamericana, que sea plataforma de condición para asegurar el cumplimiento de las metas que nos son comunes; escribió en uno de los momentos más críticos y más interesantes de la historia de Chile una de las relaciones entre estos dos pueblos. Recogió, junto a la simpatía de los pueblos del tercer mundo, la expresión espontánea, alegre, vigorosa, verdaderamente fraternal del pueblo chileno que se concretó en la expresión del Presidente Allende.

"Señor Presidente Echeverría - dijo el compañero Allende - , cuando usted vuelva a su Patria, llegará a ella y en las horas del cansancio y de la responsabilidad, yo pienso y así lo deseo, que en esos momentos sepa que el pensamiento y el afecto de Chile está junto a México, a su pueblo, y a su gobierno y nosotros tenemos la certeza y la seguridad plena, de que Chile sabrá siempre encontrar en la solidaridad de México, la mano tendida del hermano que vino a su casa y que puede ir a la suya, porque para nosotros, como dijera Neruda, la casa sin puertas en la tierra y las estrellas de América son nuestra patria." (Aplausos.)

Luis Echeverría, como representante legítimo de la nación, dentro y fuera de nuestras fronteras, en exceso ha cumplido la parte que le toca en el hacer nacional. Corresponde ahora al pueblo, a las fuerzas progresistas, a todos los mexicanos de buena fe, cumplir su obligación con la Revolución. El mensaje del Presidente Echeverría no es sólo un mensaje de solidaridad al pueblo chileno ni es un puente de unidad de una nueva política latinoamericana. Es, también y principalmente, una respuesta al pueblo de México, una llamada para una mayor combatividad, un reclamo para la alianza de las fuerzas progresistas, una unidad combativa para la producción, para la justicia, para la autocrítica; pero sembrada con generosidad, no con mezquindad, sembrada con valor civil no con compromisos internacionales reaccionarios; sembrada con lealtad, con profunda lealtad a México.

Muchas gracias. (Aplausos.)

El C. secretario Herrerías Montoya, Ignacio: Señor Presidente, agotados los asuntos en cartera.

- El C. Presidente (a las 14:35 horas): Se levanta la sesión y se cita para la próxima que se efectuará el jueves veintisiete de abril, a las once horas, en la que se tratarán los asuntos con los que la Secretaría dé cuenta.

TAQUIGRAFÍA PARLAMENTARIA Y "DIARIO DE LOS DEBATES"